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© De los textos: Los autores, 2012
© De la maquetación y dibujos: Jarpyo Editores, 2012
Coordinación editorial:
Depósito Legal:
ISBN: 978-84-92982-31-9
Las opiniones expresadas en este documento pertenecen a los autores y no necesariamente reflejan las
opiniones y recomendaciones del laboratorio.
Reservados todos los derechos de edición. Se prohíbe la reproducción total o parcial de los artículos, mate-
rial fotográfico, dibujos o cuadros contenidos en el presente libro, ya sea por medio mecánico, de fotocopia
o sistema de grabación, sin la autorización por escrito de los titulares del Copyright.
EDITORES
Dirección y Coordinación
MIGUEL A. MONTORO HUGUET
(Gastroenterología)
Unidad de Gastroenterología y Hepatología
Hospital San Jorge. Huesca
Departamento de Medicina
Universidad de Zaragoza
III
Dedicado a nuestras esposas, Casti y Esther y a nuestros hijos, Ana, Miguel y
Jorge y Carla y Albert por todo el cariño que nos dispensan. También a nuestros
padres, Antonio (q.p.d.) y Esperanza, y Juan y Agustina (q.p.d.), por habernos
inculcado el valor del esfuerzo y el trabajo bien hecho.
MIGUEL A. MONTORO
JUNA CARLOS GARCÍA PAGÁN
AUTORES Y COLABORADORES
Alcedo, Javier Bernal, Vanesa
Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Digestivos. Hospital de San Jorge, Huesca.
Unidad Asistencial de Aparato Digestivo.
Hospitales de San Jorge y Barbastro. Huesca. Bixquert Jiménez, Miguel
Servicio de Digestivo.
Andrade, Raúl J. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia.
Unidad de Gestión Clínica de Digestivo. Departamento de Medicina de la Facultad de
Hospital Universitario Vírgen de la Victoria. Medicina de Valencia.
Málaga.
Boixeda, Daniel
Arroyo, María Teresa Servicio de Gastroenterología.
Servicio de Digestivo. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Zaragoza. Bosch, Jaume
Unidad de Hepatología.
Arroyo, Vicente Instituto de Enfermedades Digestivas y
Unidad de Hepatología. Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Hospital Clinic. Barcelona.
Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd. Universidad de Barcelona.
Aspuru Rubio, Kattalin
Bruguera Cortada, Miguel
Servicio Aparato Digestivo.
Servicio de Hepatología.
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Hospital Clínic. Barcelona.
Departamento de Medicina.
Augustin, Salvador
Universidad de Barcelona.
Servicio de Medicina Interna-Hepatología.
Hospital Universitari Vall d’Hebron.
Bruix, Jordi
Universitat Autónoma de Barcelona.
Unidad de Oncología Hepática (BCLC).
Balaguer Prunés, Francesc Servicio de Hepatología.
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic.Barcelona.
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd.
Balboa, Agustín Cabré, Eduard
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo.
Digestivos. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol.
Servicio de Aparato Digestivo. Badalona.
Centro Médico Teknon. Barcelona. Centro de Investigación Biomédica en Red.
Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
Barberà Mir, Joan Alber Barcelona.
Servicio de Neumología.
Hospital Clínic de Barcelona. Casamayor, Menchu
Institut d’Investigacions Biomèdiques August Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Pi i Sunyer (IDIBAPS). Hospital San Jorge. Huesca
Universidad de Barcelona, CIBER Enfermedades Departamento de Medicina.
Respiratorias. Barcelona. Universidad de Zaragoza.
V
Autores y colaboradores
VI
Autores y colaboradores
VII
Autores y colaboradores
VIII
Autores y colaboradores
IX
Autores y colaboradores
X
PRÓLOGO
Fue en 1978 cuando animado por el Dr. López Za- como uno de los coeditores de aquella obra. En el
borras compré la primera edición de un libro que tomo II hay un capítulo dedicado a los síndromes
llevaba por título “Tratado de Gastroenterología” de malabsorción secundarios, escrito por Martin H.
firmado por Marvin H. Sleisenger y John S. For- Kalser. Uno asiste con perplejidad a un hecho insó-
dtran. El libro había sido editado en inglés por la lito en las producciones editoriales del siglo XXI. El
W-B. Saunders Company, en Filadelfia (año 1973) Dr. Kalser ilustraba los conceptos con casos clínicos.
y traducido al español por la Nueva editorial inte-
«Veámos el siguiente ejemplo, escribía… » y enton-
ramericana. Por entonces, estudiaba 5º curso de
ces, relataba un caso de la vida real, repartiendo al
Medicina, ni siquiera sabía si algún día podría ser
cincuenta por ciento, rigor científico y belleza lite-
gastroenterólogo. Cuando escribo estas líneas, ten-
go sobre la mesa uno de los 3.300 ejemplares que raria. Era prolijo en sus descripciones (incluía, por
se terminaron de imprimir el 14 de noviembre de ejemplo, la letra pequeña de los informes anato-
1978 en los talleres de Bdemex, S.A. de la calle 3, mopatológicos y la descripción de la hoja operato-
número 9-A, en la ciudad de Naucalpan de Juárez ria), y respetuoso con todos aquellos que en algún
(Méjico). Es un libro de tapas rojas y letras dora- modo habían intervenido, a quienes no dudaba en
das, sencillo, austero y editado a dos columnas. nombrar. Al final hacía un comentario del caso. Con
Creo que fue la primera vez que tuve la sensación el debido respeto, los gestores de hoy en día, de-
de que un libro quería enseñarme algo importan- berían leer aquellas historias del Dr. Kalser. Tal vez
te, sin que tuviese que rendir cuentas de ello en un entonces, comprenderían, que lo más barato es
examen. Las horas se me hacían cortas con aquél hacer bien las cosas… desde el principio. Aquellos
libro; cuando veía una radiografía o el estudio his- libros, y aquellas historias, me han acompañado
tológico de una pieza de resección quirúrgica, me
siempre, permanecen indelebles en mi corazón, a
quedaba fascinado. En la página 707 hay un dibujo
pesar del paso del tiempo. Nunca me abandonaron
fantástico de la piloroplastia al estilo de Jaboulay
en los momentos de dificultad. “Problemas Comu-
(Fig 60.3). No he vuelto a ver uno semejante. En
1982, siendo residente de Gastroenterología, bajo nes en la Práctica Clínica” (Copyright, 2012) es una
la dirección del Profesor Sainz Samitier, adquirí la producción española, escrita por gastroenterólogos
3ª edición de la obra de Henry L. Bockus. El autor y hepatólogos que comparten estos principios. Mi
de uno de los capítulos de la presente edición de respeto, mi admiración y mi gratitud a todos ellos.
“Problemas Comunes”, Miguel Ángel Gasull, parti-
cipó en la traducción de aquella edición. El Dr. Boc-
kus había invitado al Dr. Vilardell, para participar Miguel A. Montoro
XI
Agradecimientos
Deseo expresar mi gratitud, en primer lugar a mi haber sido capaz de detenerse en medio de una
coeditor Juan Carlos García Pagán. Él es el coedi- intervención quirúrgica para obtener algunas foto-
tor de los capítulos dedicados a las enfermedades grafías para esta edición, agradecimiento que hago
del hígado. A través de él deseo testimoniar mi
extensible a otros cirujanos, como los Drs. Jiménez
respeto y admiración al Servicio de Hepatología
del Hospital Clinic de Barcelona. Los especialistas Bernadó y Agustín García Gil (Hospital Clínico de
de mi generación estaremos siempre en deuda con Zaragoza), el Dr. Placer (Hospital de Donostia) y el
Joan Rodés, Vicente Arroyo, Jaume Bosch, Miguel Dr. García Omedes (Hospital San Jorge de Huesca).
Bruguera y Jose María Sánchez Tapias. La mayoría Muchos de los conceptos expresados en este libro
de ellos, y buena parte de sus discípulos han teni- han sido reforzados por fotografías realizadas por
do a bien colaborar en este libro. Toni Castells, es
expertos patólogos de nuestro hospital, así como
el editor de los capítulos dedicados a la oncología
del hospital 12 de octubre y del Royal Free de Lon-
gastrointestinal, y a él agradezco la cuidadosa elec-
ción de los autores de cada uno de estos capítulos. dres.
El resultado es bien patente. Fernando Gomollón,
Gran parte del mérito de esta obra reside en la es-
un privilegio para mí contar con su amistad, es el
cuela de Patología Digestiva del hospital de la Santa
editor de la sección de enfermedad inflamatoria
intestinal y enfermedades malabsortivas. Siempre Creu y Sant Pau de Barcelona. No en vano, fue en
está ahí, cuando se le necesita. Fermín Mearin, se este hospital donde se formaron mis maestros, el
ocupó de revisar todos los capítulos dedicados a los Dr. López Zaborras y el Prof. Sainz Samitier. Todos
trastornos funcionales digestivos. Su condición hu- los residentes de mi generación, incluyendo Eduar-
mana y su cercanía, todo lo hacen fácil. El espíritu do Bajador, Ángel Lanas, Julio Ducons y Fernando
crítico y el rigor científico de Julián Panés, también
Gomollón llevamos un sello de esta escuela.
ha quedado patente en esta obra, al igual que el
sello de la evidencia científica que Javier P. Gisbert Eva Cepeda y José Mora, director editorial, son los
lleva siempre consigo. Santos Santolaria, -la joya de responsables de la original tipografía de esta obra.
la Corona-, como lo llama mi buen amigo Ramón
Finalmente, Cristina García, Ángeles López y el De-
Guirao, es el responsable de ilustrar esta obra, con
muy numerosas figuras, tratadas con gran devoción partamento Médico de Almirall, volvieron a confiar
y meticulosidad. en esta obra. El importante coste de producción de
la misma ha sido íntegramente asumido por esta
Quiera dejar patente mi gratitud a todos los auto-
res senior y junior que asumieron el compromiso entidad, muy querida para mí.
de redactar sus respectivos capítulos, a Miguel
Bruguera por la amable cesión de algunas figuras
de anatomía patológica, a Menchu Casamayor por Miguel A. Montoro
XII
ÍNDICE
SECCIÓN 2 ESÓFAGO
Capítulo 11 La enfermedad por reflujo gastroesofágico
y sus complicaciones................................................................. 197
Javier Alcedo, Fermín Mearin
XIII
Índice
SECCIÓN 3 ESTÓMAGO
Capítulo 17 Trastornos el vaciamiento gástrico. Gastroparesia.
Atonía gástrica. Estenosis pilórica............................................. 261
Yago Gonzalez Lama, Javier P. Gisbert
XIV
Índice
XV
Índice
SECCIÓN 6 HÍGADO
Capítulo 48 Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas.................. 701
Luis Cortés, Miguel A. Montoro
XVI
Índice
XVII
Índice
XVIII
1 Disfagia y odinofagia
Marta Ponce, Julio Ponce*
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitari La Fe. Valencia
*Unidad de Patología Digestiva. Hospital Quirón. Valencia
4
1. Disfagia y odinofagia
5
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Exploración física
La exploración física, no sólo proporciona pistas úti- información general relativa a las consecuencias
les para el diagnóstico etiológico, sino que aporta de la disfagia (estado de hidratación y de nutrición,
6
1. Disfagia y odinofagia
Figura 2. Esofagograma baritado que muestra la imagen de Figura 3. Esofagograma baritado. Membrana esofágica
un divertículo de Zenker (imagen lateral). superior (síndrome de Plummer-Vinson).
7
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
A B
Figura 5. Rx de tórax que muestra la imagen de un absceso pulmonar con un nivel hidroaéreo, días después de un episodio de
broncoaspiración. A) Proyección PA. B) Proyección lateral.
8
1. Disfagia y odinofagia
9
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
El paradigma de disfagia funcional es la acalasia casa durante años. Sin embargo, en estadios avan-
esofágica, un trastorno caracterizado por la au- zados puede provocar pérdida significativa de peso.
sencia de peristaltismo primario en el esófago y la
El paradigma de la disfagia orgánica benigna es la
ausencia o dificultad para la relajación del esfínter
estenosis péptica del esófago. Se trata de una disfa-
esofágico inferior. Todo ello conduce a una dila- gia lógica, que aparece primero para alimentos sóli-
tación progresiva del esófago que, en fases avan- dos y sólo si persiste durante muchos meses puede
zados, puede adquirir la morfología típica de un aparecer para semisólidos o, rara vez, para líquidos.
esófago sigmoide (figura 6). La disfagia es habitual- Su localización es fija y su presentación, constante.
mente paradójica, apareciendo indistintamente y Progresa en el tiempo con una velocidad interme-
de forma variable para sólidos y líquidos, pudiendo dia y suele repercutir de forma escasa o modera-
influir en ello las situaciones que provocan estrés. da en el estado general del paciente. El carcinoma
Su localización puede variar en un mismo paciente. esofágico es el ejemplo más representativo de la
Se presenta de forma intermitente, aunque en es- disfagia de origen maligno. Aparece primero para
tadios avanzados la disfagia es con cada comida. En sólidos y rápidamente también para alimentos se-
todo caso, la progresión suele ser lenta y la reper- misólidos e incluso líquidos. Su localización es fija y
cusión sobre el estado general puede ser nula o es- su presentación constante. Se agrava rápidamente
a b c
Figura 6. La acalasia es un trastorno motor primario del esófago consistente en una ausencia de relajación del EEI y una ausencia
del peristaltismo primario del esófago que conduce a una dilatación progresiva del esófago.
a) Radiografía simple de tórax. Se observa un ensanchamiento del mediastino con un nivel en el mediastino superior debido a la
presencia de un megaesófago secundario a acalasia esofágica.
b) Esofagograma baritado. Dilatación esofágica moderada en un paciente con acalasia en sus estadios iniciales.
c) Esofagograma baritado. Megaesófago en un paciente con acalasia en una fase avanzada.
10
1. Disfagia y odinofagia
11
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
a b c
cápsula endoscópica de esófago no tiene papel en junto con la endoscopia, la prueba más sensible
la actualidad en el estudio de la disfagia, estando para el diagnóstico de la ERGE (figura 11). Su máxi-
contraindicada ante la sospecha de estenosis eso- mo rendimiento diagnóstico viene dado cuando la
fágica6. endoscopia es normal (ausencia de esofagitis) y
Manometría y pHmetría esofágicas en pacientes con síntomas atípicos de reflujo gas-
troesofágico (síntomas laríngeos, dolor torácico o
La principal indicación de la manometría es la con- asma de origen no aclarado).
firmación del diagnóstico de dismotilidad esofági-
ca3 siendo la acalasia el paradigma (figura 10). La En los últimos años se han producido avances en las
pHmetría esofágica ambulatoria de 24 horas es, pruebas de evaluación de la función motora esofá-
12
1. Disfagia y odinofagia
Figura 10. Manometría esofágica de alta resolución. a) Normal: trazado de presión (izda.) y una imagen topográfica (dcha.) en
los que se registra esfínter esofágico superior e inferior normales y cuerpo esofágico con una onda primaria de características
normales. b) Trazado de presión y una imagen topográfica obtenidos en un paciente con acalasia esofágica. Se registran varias
ondas terciarias y ausencia de relajación del esfínter esofágico inferior (izda.) y una imagen topográfica (dcha.) de un paciente
con acalasia esofágica.
13
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
gica con aparición de nuevas tecnologías como la ción de la ERGE. Cuando la manometría es normal
impedancia y mejora de otras ya existentes, como puede ser necesario realizar endoscopia o pHme-
la manometría de alta resolución7,8. La impedancia tría según la evolución y características clínicas del
evita la radiación en la evaluación del tránsito del paciente.
bolo mediante monitorización intraluminal de la re-
Si la sospecha clínica es de disfagia orgánica el es-
sistencia y proporciona evidencia cualitativa del va-
tudio debe iniciarse con una endoscopia. Cuando
ciamiento esofágico. Por otro lado, el desarrollo de
ésta confirma la existencia de una lesión orgánica,
la manometría de alta resolución ha permitido un
mejor conocimiento de la fisiopatología esofágica la mayoría de las veces debe ser biopsiada para co-
lo que se ha traducido en una nueva clasificación de nocer su naturaleza. Si se observa una lesión sub-
los trastornos motores esofágicos, la denominada mucosa, la toma de biopsias endoscópicas no suele
clasificación de Chicago9. ser útil para obtener tejido de la lesión, debiendo
realizar ecoendoscopia o tomografía computariza-
da. No hay que olvidar que en la esofagitis eosi-
Utilización racional de las pruebas nofílica, la endoscopia puede ser aparentemente
normal (aunque con frecuencia se identifican ani-
diagnósticas llos circulares que confieren al esófago un aspecto
Las pruebas descritas se emplean a menudo en el similar al de la tráquea), por lo que para su diagnós-
diagnóstico de pacientes con disfagia esofágica. Las tico se requiere un alto índice de sospecha clínica
figuras 12 y 13 muestran en forma de algoritmo el y la toma de biopsias a varios niveles. Cuando la
orden en que deben ser utilizadas en función de la exploración endoscópica es normal o muestra alte-
sospecha clínica inicial (disfagia funcional u orgá- raciones sugerentes de trastorno motor, el esofa-
nica). Si la sospecha inicial es disfagia funcional, la gograma puede aportar información adicional con
primera exploración a realizar es un esofagograma. utilidad clínica, aunque generalmente deberá ser
Si éste permite objetivar alteraciones compatibles complementado con la manometría para evaluar
con una lesión orgánica debe realizarse una endos- la actividad motora del esófago. El esofagograma
copia; y si se observan cambios sugerentes de una puede sugerir la existencia de una compresión eso-
compresión extrínseca debe practicarse una radio- fágica extrínseca. Su naturaleza debe ser evaluada
grafía de tórax o una tomografía computarizada. mediante una radiografía simple de tórax y una to-
Cuando el esofagograma es normal o muestra alte- mografía computarizada, si se considera necesario.
raciones sugerentes de un trastorno motor esofági-
co debe indicarse una manometría esofágica. Ésta
puede informar patrón de acalasia, en cuyo caso
Decisión de tratamiento
debe realizarse endoscopia para excluir cualquier En primer lugar hay que garantizar una nutrición
indicio de malignidad. Si la manometría muestra adecuada sin riesgo de complicaciones, en particu-
otros patrones de alteración motora, (espasmo di- lar la aspiración pulmonar y la impactación esofági-
fuso esofágico, peristalsis sintomática o trastornos ca. Para ello, en ocasiones sólo es necesario supri-
motores inespecíficos), debería realizarse pHmetría mir la ingesta de alimentos sólidos o compactos. En
ambulatoria de 24 horas para descartar la implica- casos extremos es imperativo anular todo tipo de
14
1. Disfagia y odinofagia
Esofagograma Endoscopia
Rx tórax Ecoendoscopia
Manometría Endoscopia Esofagograma Biopsia
TAC TAC
Figura 12. Algoritmo de actuación ante la disfagia de posible Figura 13. Utilización racional de pruebas diagnósticas en la
origen funcional. disfagia de posible causa orgánica.
ingesta e indicar nutrición artificial en tanto se arbi- tratamiento dilatador de la estenosis por cáusticos,
tran medidas específicas para resolver el cuadro clí- la aplicación de prótesis en tumores esofágicos o la
nico, bien mediante la aplicación de un tratamiento propia gastrostomía endoscópica.
efectivo, bien por la instauración de medidas tera-
péuticas paliativas. Odinofagia
En ocasiones, la disfagia tiene una etiología para la La odinofagia se define como dolor durante la de-
que existe tratamiento específico y eficaz10. Es el glución. Oscila desde dolor leve retroesternal du-
caso de la estenosis péptica (dilataciones y trata- rante la deglución hasta dolor de intensidad extre-
miento antirreflujo), la acalasia (dilatación forzada ma, referido como una puñalada que irradia hacia
del cardias, cardiomiotomía), la esofagitis infeccio- la espalda impidiendo la deglución de la propia sa-
sa (antimicrobianos según el agente causal), esofa- liva. Suele reflejar la presencia de una lesión esofá-
gitis eosinofílica (corticoides), etc. En otros casos gica ya sea por infiltración neoplásica, inflamación
sólo es posible un tratamiento paliativo que permi- o ulceración; sin embargo, al igual que ocurre con
ta la nutrición del paciente; ejemplos típicos son: el la disfagia, puede ser secundaria a lesiones orofa-
15
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
16
2 Náuseas y vómitos
Miguel A. Montoro*, Inmaculada Lera, Julio Ducons**
*Departamento de Medicina. Universidad de Zaragoza
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
**Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
Definiciones
existen una inspiración forzada contra un cierre
La náusea se define como la sensación desagrada- de la boca y de la glotis, sin llegar a exteriorizar el
ble e inminente de vomitar. Se localiza vagamente contenido gástrico. Otros términos que deben ser
en el epigastrio o la garganta y puede o no culmi- tenidos en cuenta en el diagnóstico diferencial son
nar en un vómito. El vómito se refiere a la eyección la regurgitación y la rumiación3. La regurgitación
enérgica del contenido gastrointestinal a través de consiste en el retorno del contenido gastrointesti-
la boca, mediante contracciones involutarias de la nal hacia la boca, sin el esfuerzo y la participación
musculatura de la pared torácica y abdominal. Las de la musculatura del abdomen y diafragma que
arcadas consisten en movimientos espasmódicos caracterizan al vómito. Finalmente, la rumiación es
de la musculatura toracoabdominal en la que co- una condición en la que el alimento, después de ha-
ber sido regurgitado, es masticado y deglutido de área postrema, en el suelo del cuarto ventrí-
nuevo, generalmente en el curso de una comida o culo e integra diversos receptores (D2, H1, M1
después de ella. Incide con mayor frecuencia en ni- y HT3) que responden a diversos estímulos
ños y adultos con retraso mental, aunque también químicos, neurotransmisores endógenos y
se ha descrito en adultos con inteligencia normal. neuropéptidos. Entre ellos se incluyen, agen-
tes quimioterápicos, diversas drogas y toxinas
y la hipoxia. Los impulsos procedentes de la
¿Cómo se produce el vómito? región vestibular y ciertas alteraciones meta-
El acto del vómito obedece a un mecanismo motor bólicas incluyendo la uremia y la cetoacidosis
complejo y bien coordinado que incluye el descen- diabética también pueden inducir vómitos por
so de los diafragmas, acompañado de contraccio- este mecanismo (tabla 1). Se piensa que la ZGQ
nes intensas y mantenidas de la musculatura ab- transmite la señal generada por estos estímu-
dominal, que elevan la presión intragástrica. Una los directamente al centro del vómito.
contracción fásica y simultánea del píloro impide la
Una vez activado el CV, éste transmite señales efe-
propulsión caudal del contenido gástrico, forzando
rentes a través del vago, nervio frénico y nervios
la apertura del esfínter esofágico inferior, tras la
espinales hacia el estómago, intestino delgado, dia-
relajación simultánea del cuerpo y fundus gástri-
fragma y musculatura abdominal, responsables, en
co. Todo ello permite la eyección anterógrada del
última instancia, de la secuencia final del vómito: el
contenido intragástrico que es expulsado por la
aumento de la presión intragástrica y la expulsión
boca. La elevación del paladar blando por los pila-
del contenido gastroesófágico hacia la boca.
res posteriores de las fauces impide que el material
expulsado penetre en la rinofaringe, en tanto que El conocimiento de los receptores que interaccio-
el cierre de la glotis impide la aspiración del conte- nan con los estímulos descritos ha permitido el de-
nido gástrico, a la vía respiratoria. sarrollo de fármacos que al ejercer un efecto an-
tagonista sobre los mismos resultan eficaces para
Fisiopatología del vómito tratar el vómito. Tal es el caso de las drogas antido-
paminérgicas (p. ej.: metoclopramida, domperido-
Diversos estudios experimentales llevados a cabo na y haloperidol), o de los fármacos antagonistas
en animales y extrapolados al ser humano han per- de los receptores HT3 (ondansetrón, granisetrón)
mitido conocer que el acto del vómito se describe esenciales en el tratamiento del vómito asociado
como un complejo arco reflejo neural (figura 1). al uso de citostáticos3 (ver más adelante).
Los diferentes estímulos capaces de provocar vó-
mitos responden, por lo general, a dos tipos de
mecanismos.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de las náuseas y vómitos
❱❱ Estímulos que influyen directamente sobre el
centro del vómito (CV). Éste se localiza en la es amplio e incluye un amplio espectro de condi-
formación reticular del tronco del encéfalo y re- ciones clínicas (tabla 2). La mayoría de ellas pue-
cibe impulsos aferentes viscerales procedentes den ser incluidas en cualquiera de estas categorías:
del tracto gastrointestinal (faringe, estómago, 1) toxinas y fármacos, incluyendo la quimioterapia
intestino, conductos biliares, mesenterio y pe- antineoplásica; 2) causas viscerales que engloban
ritoneo) y de otros órganos como el corazón y afecciones gastrointestinales, cardiovasculares
sistema uroexcretor. La inflamación, isquemia, y nefrourológicas; 3) enfermedades del sistema
oclusión y perforación de estas estructuras ge- nervioso central (SNC) causantes de hipertensión
nera impulsos que son conducidos por el vago endocraneal y/o trastornos vestibulares y 4) tras-
y el simpático activando el CV. En este proceso tornos hormonales o endocrino-metabólicos, in-
se hallan implicados algunos neurotransmiso- cluyendo el embarazo; una 5.ª categoría se reserva
res como la dopamina, histamina y serotonina para una miscelánea de causas que incluyen las
que actúan a través de la interacción con sus náuseas y vómitos que aparecen en el postope-
respectivos receptores (D2, H1 y HT3, respectiva- ratorio, el síndrome de los vómitos cíclicos, y las
mente). causas psicógenas.
❱❱ Estímulos que influyen sobre la zona gatillo ❱❱ Medicaciones y agentes tóxicos: las náuseas
quimiorreceptora (ZGQ). Ésta se localiza en el y los vómitos figuran entre los efectos adver-
18
2. Náuseas y vómitos
TABLA 1. Estímulos que influyen sobre la zona rados de herbolarios. Por tanto, el médico debe
quimiorreceptora obtener una historia minuciosa en relación con
la toma de medicaciones, drogas ilícitas y uso de
alcohol, incluyendo medicinas que se dispensan
❱❱ Fármacos: sin receta médica y remedios herbarios5.
• Agonistas de la dopamina.
❱❱ Causas viscerales de origen gastrointestinal o
• Digoxina.
hepatobiliar, cardiovascular o nefrourológico:
• AINE.
como ya se ha mencionado, la inflamación, is-
• Opiáceos. quemia, distensión o perforación de una víscera
• Nicotina. genera impulsos que son transmitidos por afe-
• Antineoplásicos. rentes vagales o del sistema simpático hasta el
❱❱ Alteraciones metabólicas: centro del vómito. Por tanto, una amplia misce-
lánea de procesos que afectan a órganos tanto
• Uremia.
intraabdominales (estómago, intestino, hígado,
• Cetoacidosis diabética.
páncreas y vias biliares y sistema uroexcretor),
• Hipoxemia. como extraabdominales (miocardio y arterias
• Hipercalcemia. coronarias) puede manifestarse con náuseas
❱❱ Toxinas bacterianas: y vómitos (tabla 2). Este punto es importante,
• Clostridium perfringens. dado que la presencia de náuseas y vómitos
caracteriza tanto a la presencia de entidades
• Bacillus cereus.
propiamente gastrointestinales (colecistito-
• Estafilicoco aureus. pancreatitis, apendicitis, oclusión intestinal o
❱❱ Radioterapia. isquemia mesentérica) como extraintestinales
(pielonefritis, cólico renoureteral, angina de pe-
cho o infarto de miocardio). La distensión de la
sos de numerosos fármacos (tabla 3). En tal cápsula de Glisson en el curso de una hepatitis
caso suelen aparecer precozmente tras ini- aguda o de una insuficiencia cardiaca congestiva
ciar el tratamiento, lo que constituye una pis- (hígado de estasis) puede provocar vómitos por
ta impor-tante para establecer una relación este mecanismo. Un subgrupo de especial re-
causa-efecto. Muchos de estos fármacos son levancia en este apartado, debido a su elevada
de uso muy frecuente. Entre ellos cabe desta- prevalencia, es el de las infecciones gastrointes-
car algunos agentes dopaminérgicos (L-dopa, tinales por virus y bacterias. Éstas son capaces
bromocriptina), parches de nicotina, digoxina, de producir náuseas y vómitos por un doble me-
diuréticos, antiarrítmicos y antihipertensivos, así canismo: activando mecanismos de inflamación
como hipoglucemiantes orales, antiinflamato- en la mucosa del intestino (con implicación di-
rios no esteroideos y anticonceptivos orales. Un recta en la liberación de neurotransmisores se-
subgrupo dentro de este apartado es el enfer- rotoninérgicos) y liberando toxinas que ejercen
mo oncológico. Tanto los analgésicos opiáceos un efecto directo sobre la zona gatillo quimio-
empleados para el control del dolor, como la rreceptora. La gastroenteritis por virus produce
propia quimioterapia antineoplásica pueden además gastroparesia, un trastorno caracteriza-
hallarse claramente implicados en la patogenia do por la incapacidad del estómago para aclarar
de los síntomas. En el último caso, los vómitos su contenido. Muchos enfermos con gastroen-
pueden aparecer de modo precoz (en menos de teritis de etiología vírica refieren sensación nau-
24 h), tardío (en más de 24 h) o incluso antes de seosa y vómitos por este mecanismo antes de
la administración del citostático, un hecho re- presentar diarrea. Otros pacientes presentan
lativamente frecuente después de varios ciclos náuseas y vómitos debido a la presencia de una
(“vómitos de anticipación”). La intoxicación por gastroparesia y/o seudoobstrucción intestinal
alcohol puede producir un episodio de náuseas de curso crónico. Numerosas causas pueden
y vómitos y los bebedores asiduos pueden expe- estar implicadas en este síndrome (ver capítulo
rimentar náuseas a primera hora de la mañana. 25). La dispepsia funcional, un trastorno muy
A su vez, la náusea y el vómito figuran entre la frecuente en las consultas de atención primaria,
lista de efectos secundarios de muchos prepa- representa el paradigma de trastorno funcional
19
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
20
2. Náuseas y vómitos
causante de náuseas y vómitos. Estos pacientes último subgrupo, la náusea y el vómito resultan
suelen referir dolor o malestar en la línea media de la activación de receptores histaminérgicos
superior del abdomen, de curso crónico e inter- H1 y muscarínicos M1 y no de receptores dopa-
mitente, que no puede atribuirse a una anoma- minérgicos o serotoninérgicos, lo que debe ser
lía bioquímica o estructural del tracto digestivo. tenido en cuenta a la hora de seleccionar el an-
tiemético apropiado.
❱❱ Enfermedades del sistema nervioso central y
trastornos vestibulares. Diversas afecciones ce- ❱❱ Trastornos hormonales y endocrinometabó-
rebrales pueden ser una causa de vómitos con licos. Algunas enfermedades endocrinometa-
o sin náuseas asociadas. Éstas incluyen funda- bólicas pueden cursar con vómitos. Las más
mentalmente dos subgrupos. a) Aquellas que frecuentes son la uremia, la cetoacidosis y la
cursan con un cuadro de hipertensión endo- hipercalcemia, que pueden producir náuseas
craneal (tumores, malformaciones congénitas, y vómitos al activar la ZGQ del área postrema.
infarto cerebral, hemorragia parenquimatosa Otras como el hipertiroidismo, hipotiroidismo
o subaracnoidea e infecciones) y b) Aquellas e hipoparatiroidismo pueden ser causa de náu-
que cursan con vértigo. En este subgrupo se seas y vómitos al originar anomalías motoras
incluyen la migraña, la cinetosis o sensación en el tracto digestivo. El embarazo constituye
de mareo asociada al movimiento, la laberinti- probablemente, la causa endocrinológica más
tis, el síndrome o enfermedad de Ménière y la frecuente de náuseas y vómitos. De hecho, llega
presencia de tumores de la fosa posterior. En el a afectar al 70% de las gestantes en el primer tri-
21
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
mestre del embarazo. Aunque la patogenia de TABLA 4. Factores que incrementan la probabilidad de
este trastorno no es clara, su mayor prevalencia náuseas y vómitos postoperatorios
entre las mujeres que presentan síntomas simi-
lares durante la toma de anticonceptivos orales
❱❱ Historia previa de vómitos postoperatorios.
sugiere una relación directa con los niveles de
❱❱ Historia previa de cinetosis.
estrógenos y progesterona. Numerosos estu-
❱❱ Utilización de óxido nítrico en inhalación.
dios coinciden en señalar que este trastorno es
más frecuente entre las primigestas jóvenes con ❱❱ Uso concomitante de opiáceos.
un nivel educativo más bajo y obesidad. Aunque ❱❱ Anestesia general (vs anestesia regional).
la concomitancia de estos factores incremen- ❱❱ Tiempo operatorio prolongado.
ta la probabilidad de náuseas y vómitos en el ❱❱ Intervenciones sobre el oído medio.
embarazo, éstas pueden aparecer en cualquier ❱❱ Intervenciones ginecológicas.
mujer gestante6. Como promedio, los síntomas ❱❱ Cirugía abdominal a cielo abierto (vs. laparoscópica).
aparecen y finalizan 39 y 84 días después de la
pérdida de la menstruación. Si bien la mayoría
presentan un curso leve y desaparecen en el nino9. Su patogenia parece relacionarse con
segundo trimestre, entre un 1-5% de los casos una liberación incontrolada de prostaglandi-
desarrollan una hiperemesis gravídica, término nas por parte de la hipófisis.
que implica la aparición de anomalías hidroelec-
trolíticas y malnutrición que obligan a hospitali- ■■ ómitos psicógenos: algunos vómitos de
V
zar a la gestante. Los vómitos que aparecen en etiología no aclarada pueden tener su origen
en conflictos psicológicos que conducen a
el tercer trimestre presentan connotaciones dis-
estados de ansiedad o depresión mayor. Sue-
tintas y, a menudo, reflejan la existencia de una
len afectar con mayor frecuencia a mujeres
esteatosis gravídica. Ésta puede conducir a un
jóvenes, particularmente si muestran rasgos
estado de insuficiencia hepática, acompañado
de dependencia emocional o una historia re-
de coagulación intravascular diseminada y ele-
ciente o pasada de maltratos físicos, sexuales
vada morbimortalidad materno-infantil7.
o psicológicos. Datos que apoyan esta etio-
❱❱ Miscelánea: aunque la mayoría de los pacientes logía son a) la existencia de antecedentes
con náuseas y vómitos pueden ser incluidos en familiares del mismo problema; b) una histo-
cualquiera de las categorías señaladas, existen ria que data desde la infancia; c) su carácter
algunas condiciones específicas que deben ser matutino o inmediatamente postingesta, sin
igualmente consideradas. Éstas incluyen las náuseas previas; d) la facilidad para contener
náuseas y vómitos postoperatorios, el síndrome o inducir el vómito y e) la escasa relevancia
de vómitos cíclicos y los vómitos psicógenos. que el enfermo concede a su problema. Aun-
que el apetito suele estar conservado, a me-
■■ Náuseas y vómitos postoperatorios: su pre- nudo coexiste un estado de adelgazamiento.
valencia oscila según las series comunica- Suelen responder mal a los tratamientos
das con tasas promedio de 37% y 23% para antieméticos, siendo más útil la adopción de
las náuseas y vómitos respectivamente. Las medidas de apoyo anímico o afectivo y psico-
mujeres jóvenes son más vulnerables. Otros terapia10.
factores que aumentan la probabilidad de
este trastorno han quedado reflejados en la
tabla 48. Aproximación al paciente con náuseas
■■ ómitos cíclicos: este síndrome conocido
V
y vómitos
también como “migraña” o “epilepsia” ab- A pesar del amplio espectro de posibilidades etioló-
dominal, consiste en la aparición de brotes gicas, una proporción mayoritaria de casos puede
episódicos de náuseas y vómitos, asociados ser diagnosticada por los datos que proporciona la
a menudo con episodios de migraña, vértigo historia clínica, el examen físico y algunas pruebas
y atopia. Los ataques suelen durar un prome- elementales de laboratorio. En ciertos casos se
dio de unas 20 horas y se repiten 6-8 veces hace necesaria la realización de algunas pruebas
por año. Suelen comenzar sobre los 5 años y complementarias que varían en función del modo
afectan con mayor frecuencia al sexo feme- de presentación del síndrome (véase más ade-
22
2. Náuseas y vómitos
Impulsos aferentes
Zona quimiorreceptora
Centro del vómito Vía eferente
(Receptores D2, H1, M1, 5HT3) (Receptores D2, H1, M1, 5HT3)
lante). La literatura médica abunda en diferentes máximo, debe pensarse en la posibilidad de una
modos de afrontar el diagnóstico3,5,11,12, pero pocas gastroenteritis infecciosa o en la prescripción de
descripciones resultan tan ilustrativas como la de una medicación nueva, incluyendo la probabilidad
Mark Feldman et al.5. de una tentativa de suicidio (intoxicación por para-
cetamol) y la administración de citostáticos. Una
Historia clínica clave importante en el diagnóstico de las gastroen-
teritis infecciosas por virus o toxinas (Clostridium
Las cuestiones esenciales que deben ser investiga-
perfringens, Bacilus cereus, Estafilococo aureus) es
das son:
su curso autolimitado (inferior a 5 días). La reciente
❱❱ Duración, frecuencia y gravedad de los síntomas. aparición de náuseas y vómitos en una mujer fértil
obliga a considerar la posibilidad de un embarazo.
❱❱ elación de los síntomas con las comidas.
Otras entidades que cursan con vómitos de ins-
❱❱ Características organolépticas del vómito. tauración aguda son aquellos procesos que cursan
con hipertensión endocraneal, incluyendo trauma-
❱❱ Síntomas asociados.
tismos, hemorragia aguda, meningitis y abscesos
Respecto al primer punto –duración de los sínto- cerebrales. El vómito suele formar parte del com-
mas– deben distinguirse claramente los vómitos de plejo sintomático del paciente que consulta por un
reciente instauración de aquellos de curso crónico dolor abdominal agudo. Algunos de estos pacien-
(superior a 1 mes). Por lo general, cuando los sín- tes requerirán una intervención quirúrgica para la
tomas se han iniciado hace uno o dos días como resolución de sus síntomas. Una característica co-
23
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
mún a todos ellos es que el dolor abdominal suele TABLA 5. Causas más frecuentes de vómitos matutinos.
preceder al vómito. Así ocurre, por regla general,
en la apendicitis, colecistitis, pancreatitis, oclusión
intestinal e isquemia mesentérica. Otras entidades ❱❱ Embarazo.
como el infarto agudo de miocardio o el cólico ne- ❱❱ Alcoholismo.
frítico suelen acompañarse de náuseas y vómitos, ❱❱ Uremia.
aunque en todos estos casos, el vómito no es el sín- ❱❱ Goteo postnasal.
toma guía o principal. Por supuesto, el vómito pue- ❱❱ Aumento de la presión intracraneal.
de ser un síntoma que acompaña al comienzo de ❱❱ Vómitos postgastrectomía.
un trastorno endocrinometabólico como la uremia,
cetoacidosis diabética y fallo suprarrenal.
Algunos pacientes describen síntomas que se ha- Las náuseas y vómitos matutinos (incluso antes del
llan presentes en el momento de su evaluación, desayuno) ocurren básicamente en cuatro tipos de
pero que se iniciaron algunas semanas o meses situaciones: el embarazo, el alcoholismo, la uremia
atrás. En estos casos, no debe subestimarse la con- y la hipertensión endocraneal (tabla 5). Los vómitos
tribución de algún fármaco en su etiología, espe- que aparecen durante o inmediatamente después
cialmente digoxina o teofilina, cuyos niveles plas- de la ingesta deben sugerir una causa psicógena o
máticos deberían ser monitorizados. Los vómitos la presencia de una úlcera cercana al canal pilórico
de curso crónico (superior a 1 mes) requieren una (figura 2). Algunas condiciones inflamatorias que
evaluación distinta e incluyen un amplio espectro cursan con dolor abdominal como síntoma relevan-
de posibilidades diagnósticas, incluyendo fenóme- te (colecistitis, pancreatitis) suelen cursar con sig-
nos de dismotilidad gastrointestinal (gastroparesia nos manifiestos de intolerancia alimenticia. En tal
y seudoobstrucción intestinal crónica) y causas psi- caso, el vómito suele aparecer en un intervalo infe-
cógenas. rior a una hora después de la ingesta. Finalmente,
los vómitos que aparecen en un intervalo superior
Respecto al segundo punto –relación de los sínto-
a 12 horas deben sugerir una obstrucción del píloro
mas con las comidas– es un hecho admitido que la
o un cuadro de dismotilidad.
cronología del vómito y su ritmo prandial constitu-
yen una valiosa ayuda para el diagnóstico. Deben Un tercer punto, hace referencia a las característi-
distinguirse los vómitos matutinos, aquellos que cas organolépticas del vómito. El contenido, sabor
ocurren durante o inmediatamente después de una u olor del vómito, nuevamente proporciona pistas
comida, los que suceden en la primera hora post- de interés para el diagnóstico (tabla 6). Existen dos
ingesta y los vómitos tardíos (más de 12 horas). extremos que merecen una mención especial; 1) la
24
2. Náuseas y vómitos
TABLA 6. Características organolépticas que pueden ser claves en el diagnóstico etiológico del vómito
presencia de alimentos no digeridos, más propia de (excluye estenosis del píloro) y el hallazgo de restos
la regurgitación que del vómito propiamente dicho, hemáticos (sangre fresca o “poso de café”).
sugiere la presencia de una estasis de alimento Finalmente existe un cuarto punto que debe de ser
en la luz del esófago, una circunstancia típica del minuciosamente investigado: la presencia de sín-
divertículo de Zenker, la acalasia y la obstrucción tomas asociados. Mención especial requieren los
mecánica del esófago. 2) La presencia de vómitos siguientes:
retencionistas (más de 12 horas desde que fueron
❱❱ Dolor abdominal: por regla general, el dolor
ingeridos) sugiere poderosamente la presencia de
abdominal agudo tiene un peso específico de
una estenosis pilórica o un trastorno motor. Si ade- suficiente relevancia como para considerar al
más, el contenido del vómito es fecaloideo y de olor vómito como un síntoma secundario. En tal
pestilente, debe sospecharse íleo, oclusión mecáni- caso, el diagnóstico diferencial debe centrarse
ca del intestino delgado o colon o fístula gastrocóli- en el dolor abdominal y no en el vómito, dado
ca (figura 3). Otras propiedades sobre las que debe que aquél es el motivo real de consulta. Algunas
ser interrogado el paciente son la presencia de bilis consideraciones pueden tener interés en este
25
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
26
2. Náuseas y vómitos
a b c
Figura 4. Radiografía simple de abdomen que muestra tres condiciones clínicas causantes de náuseas y vómitos. a) Gastropare-
sia en el contexto de cetoacidosis diabética (obsérvese la atonía y dilatación del estómago cuya silueta se aprecia contrastada
por gas). b) Imagen de estenosis pilórica con retención aérea en la luz del cuerpo gástrico y antro. c) Obstrucción del intestino
delgado. En la imagen se aprecia una gran distensión de las asas del intestino delgado.
puede centrar el diagnóstico diferencial, limitan- tos sugieren poderosamente la presencia de una
do el espectro de posibilidades diagnósticas. Tres oclusión intestinal. La presencia de una cicatriz de
aspectos de la exploración requieren una especial laparotomía previa o de una hernia abdominal po-
consideración: see un inusitado valor para relacionar la etiología
❱❱ Las constantes que informan sobre el estado he- de la oclusión con una brida postquirúrgica o una
modinámico. hernia incarcerada, respectivamente. La palpación
cuidadosa del abdomen puede revelar la existencia
❱❱ La exploración del abdomen. de áreas de hipersensibilidad compatibles con un
❱❱ La exploración neurológica. estado de inflamación visceral. Cuando ésta se cir-
cunscribe al epigastrio, debe considerarse la posibi-
Respecto al primer punto, es interesante obser-
lidad de una úlcera péptica gastroduodenal. Otros
var que una tensión arterial y frecuencia cardiaca
diagnósticos posibles son la colecistitis, la pancrea-
normales en decúbito supino no asegura un co-
rrecto estado de la volemia. No es infrecuente que titis, la apendicitis y la diverticulitis. En todos estos
al adoptar la sedestación durante 1-2 minutos se casos, la palpación descubre áreas de hiperalgesia
aprecie un incremento del pulso superior a 20x´ o en los cuadrantes abdominales correspondientes.
un descenso de la PA sistólica > 20 mmHg o de la La percusión (y la auscultación) pueden mostrar
tensión diastólica > 10 mmHg. Estos signos sugie- un sonido típico de “chapoteo” que resulta audible
ren efectivamente la presencia de una depleción cuando el abdomen es movido de lado a lado –“sig-
significativa de volumen del compartimento extra- no del bazuqueo”-. Este signo solo tiene valor cuan-
celular. Por el contrario la evidencia de hipotensión do han pasado al menos 4-6 horas desde la última
ortostática, sin un incremento simultáneo de la ingesta y sugiere la presencia de una estasis gástri-
frecuencia cardíaca, sugiere neuropatía autónoma. ca asociada a un estado de gastroparesia, síndrome
La exploración del abdomen debe seguir un orden de estenosis pilórica u obstrucción del intestino
meticuloso incluyendo la inspección, palpación, delgado proximal (figura 4). El silencio abdominal
percusión y auscultación. Todas ellas pueden pro- indica íleo, que puede ser secundario a isquemia,
porcionar pistas de gran valor. La inspección, por inflamación peritoneal o trastornos electrolíticos,
ejemplo puede mostrar un abdomen distendido tales como hipopotasemia. Un tacto rectal puede
con o sin peristaltismo visible de lucha. Estos da- ser de utilidad para demostrar la presencia de san-
27
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
gre macroscópica u oculta, sugestivas de maligni- pacientes que toman este tipo de medicaciones y
dad o isquemia. presentan vómitos de un origen no aclarado.
La exploración neurológica, a menudo pasada por
Pruebas complementarias
alto, es importante en el paciente con náuseas y
vómitos. De hecho, puede aportar información Aunque la historia clínica, el examen físico y las
crucial para el diagnóstico en los pacientes con hi- pruebas elementales de laboratorio pueden orien-
pertensión endocraneal, meningitis o vértigo. Una tar el diagnóstico en una proporción importante
exploración sistemática de los pares craneales, así de casos, otros necesitan de algunas pruebas com-
como la búsqueda intencionada de un edema de plementarias para certificar el diagnóstico. Éstas
papila, rigidez de nuca o nistagmo, pueden ser de incluyen, por regla general, pruebas de imagen o
valiosa ayuda para el diagnóstico. estudios de motilidad. La elección de unas u otras
depende de la sospecha clínica. El protocolo suele
Exámenes de laboratorio ser distinto según la duración de los síntomas.
28
2. Náuseas y vómitos
Figura 5. Oclusión del intestino delgado, como causa de vómitos de instauración aguda. a) Asas del intestino delgado dilatadas
a distintos niveles. b) En bipedestación se aprecian niveles hidroaéreos. La radiografía permite observar los clips metálicos de una
laparotomía reciente (obstrucción por brida postoperatoria).
29
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
30
2. Náuseas y vómitos
1.er paso Historia, examen físico y analítica elemental, incluyendo hemograma, glucemia, urea, creatinina,
ionograma (incluir calcemia) y hormonas tiroideas. Considerar desde el primer momento las
siguientes etiologías:
• Consumo de fármacos o hierbas (monitorizar niveles de digoxina y teofilina).
• Quimio o radioterapia
• Alteración endocrino-metabólica conocida o sospechada.
• Probabilidad de embarazo.
2.º paso Considerar la posibilidad de una dolencia orgánica gastrointestinal. Indicar pruebas complemen-
tarias dirigidas a excluir enfermedad del tracto digestivo superior o de la encrucijada bilio-pancreáti-
ca. El orden de las exploraciones depende del contexto clínico.
• Gastroduodenoscopia y/o estudio gastroduodenal.
• Ecografía abdominal.
• Duodenografía hipotónica.
• Tránsito intestinal / TC abdominal.
3.er paso Evaluar la posibilidad de una enfermedad extradigestiva insospechada.
• Trastorno del SNC ( TAC, angio-RMN).
• Enfermedad vestibular (exploración O.R.L.).
• Trastorno metabólico, hormonal o sistémico
• Disfunción autonómica (hipotensión ortostática sin taquicardia).
4.º paso Investigar un posible origen psicógeno1.
5.º paso Búsqueda intencionada de un trastorno motor: gastroparesia, seudoobstrucción intestinal crónica
(Remitir a un centro especializado).
• Evaluar vaciado gástrico mediante gammagrafía, ecografía o comida de prueba con octanoico-13C.
• Manometría intestinal.
• Biopsia transmural de intestino delgado2.
(1): El contexto clínico puede sugerir un origen psicógeno desde el principio, evitando pruebas complementarias
innecesarias.
(2): Consultar capítulo 27 (“Oclusión y seudooclusión intestinal”).
la propulsión inefectiva del intestino, cuya función tudio del paciente con náuseas y vómitos de curso
motora se ve comprometida por alteraciones del crónico.
músculo liso, plexo mientérico o sistema nervioso
extraintestinal (central, periférico o autónomo). Clí- Complicaciones de las náuseas y vómitos
nicamente se manifiesta por la aparición episódica
El paciente con náuseas y vómitos puede desarro-
de síntomas y signos de obstrucción intestinal, sin llar dos tipos de complicaciones:
una causa mecánica que los justifique. Su diagnós-
tico requiere la confirmación de una manometría ❱❱ Trastornos hidroelectrolíticos y del estado de
nutrición. El contenido del vómito es rico en
y obliga a una investigación exhaustiva para excluir
hidrogeniones, sodio, potasio y cloro. Ello jus-
causas secundarias antes de etiquetar el caso como tifica que los vómitos reiterados puedan pro-
idiopático. El lector puede encontrar una descrip- ducir depleción de volumen (agravada por las
ción más detallada de este síndrome en el capítulo pérdidas de sodio), y alcalosis hipoclorémica e
27. La tabla 8 muestra los pasos a seguir en el es- hipopotasémica. El hiperaldosteronismo secun-
31
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Tratamiento
❱❱ Objetivos del tratamiento: el tratamiento de
las náuseas y vómitos debe cumplir tres ob-
jetivos esenciales: (1) corregir los disturbios
hidroelectrolíticos y el estado de malnutrición
resultantes del síndrome; (2) identificar y tra-
tar la causa subyacente, cuando ello es posible;
(3) conseguir el alivio de los síntomas.
❱❱ Principios generales. A menudo, la reposición
de líquidos y electrolitos puede llevarse a cabo
sin necesidad de hospitalizar al paciente, cuan-
do la causa del vómito es banal y rápidamente Figura 8. Imagen endoscópica de una laceración de la unión
reversible. El enfermo debería ser ingresado de la mucosa esofagogástrica (Mallory-Weiss), una complica-
ción frecuente de las náuseas y vómitos repetidos.
en las siguientes circunstancias; (1) cuando las
perspectivas de alimentación oral son inciertas;
(2) cuando el examen físico detecta una gra- corrección hemodinámica deben orientarse de
ve depleción de volumen con deshidratación; acuerdo con la gravedad de la condición clíni-
(3) ante la sospecha de una causa grave (p. ej.: ca. Debe considerarse que las glándulas saliva-
hipertensión endocraneal o abdomen agudo); res y el estómago segregan diariamente entre
(4) en presencia de una complicación (broncoas- 1,5-2 litros de jugo y que estas pérdidas pueden
piración, síndrome de Mallory-Weiss, síndrome verse acentuadas por la aspiración nasogástrica,
de Böerhaave). A su vez, la hospitalización debe una medida que, a menudo, resulta necesaria
de ser firmemente considerada en pacientes con para el alivio sintomático. En algunas circunstan-
diabetes de larga evolución, inmunosupresión y cias, como en el caso del paciente con náuseas y
ancianos, una población especialmente predis- vómitos relacionados con gastroparesia, pueden
puesta a la deshidratación. La reposición de las resultar de utilidad algunas medidas dietéticas,
pérdidas puede llevarse a cabo con suero salino entre ellas, el consumo de comidas frecuentes y
y suplementos de potasio. Los cálculos para la poco copiosas, la reducción del contenido en gra-
32
2. Náuseas y vómitos
Anticolinérgicos
Escopolamina1 500-1.000 mmg Cinetosis Estreñimiento
Sequedad de boca
Antihistamínicos
Mezlicina 25 mg vo/i.m. o iv Cinetosis Somnolencia
Difenhidramina 2 mg vo/8 h o 5 mg i.m. o iv Trastornos laberínticos Sequedad de boca
Ciclicina 2-4 mg vo en dosis única Migraña Estreñimiento
Fenotiacinas
Proclorperacina 5-10 mg vo i.m. o iv/6 h Vómitos inducidos por Sedación
Prometacina 12,5-25 mg vo/i.m/iv/6 h anestésicos y fármacos Cambios de humor
Clorpromacina 10-25 mg vo/i.m/iv/4 h Gastroenteritis Reacciones distónicas
Tietilperacina 6,5 mg vo o rectal cada 8-12 h Trastornos laberínticos Hiperprolactinemia
Benzamidas
Metoclopramida 10 mg vo/iv/6-8 horas Gastroparesia Distonías
Domperidona 5 mg vo/8 h Dispepsia funcional Hiperprolactinemia
Clebopride 500 mmg vo/8 h Cambios de humor
Cinitaprida 1 mg vo/8 h
Antagonistas 5-HT3
Ondansetrón 8 mg vo/122 Vómitos inducidos Cefalea
Granisetron 1 mg vo/12 h 3 mg iv/8-12 h por quimioterapia Dolor abdominal
Estreñimiento/diarrea
Cannabinoides
Dronabinol 15-25 mg/día Vómitos incoercibles Euforia
Dependencia
Benzodiacepinas
Loracepán 1-5 mg vo/8-12 h Vómitos asociados Somnolencia
Alprazolán 0,25-2 mg vo/8-12 h a ansiedad y depresión Mareo
Temblor
Incoordinación
Irritabilidad
Corticoesteroides
Dexametasona 4 mg iv/8 h Hipertensión Euforia
Metilprednisolona 0,5-1 mg/kg vo o iv endocraneal Hipertensión arterial
Hiperglucemia
Butirofenonas
Haloperidol Individualizar la dosis Vómitos postanestesia Sedación
Droperidol en cada paciente Trastornos psiquiátricos Somnolencia
Taquicardia
(1) Disponible en parche transdérmico. Administrar 4-12 h antes del viaje.
(2) En quimioterapia altamente emetógena administrar 8-32 mg iv inmediatamente antes de la quimioterapia.
33
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Figura 9. Esofagograma que muestra extravasación del contraste del 1/3 inferior del esófago al mediastino. Corresponde a
un paciente de 42 años con una pancreatitis aguda enólica que presentó rotura del esófago como consecuencia de vómitos
emitidos con violencia.
34
2. Náuseas y vómitos
de la amplia distribución de muchos de estos selectivos de los receptores 5HT3 han de-
receptores en diversos sistemas neuronales. mostrado ser eficaces en el tratamiento de
La domperidona no atraviesa la barrera he- las náuseas y de los vómitos inducidos por la
matoencefálica y comporta menos riesgo de quimioterapia. Los efectos secundarios inclu-
efectos extrapiramidales. Otro inconveniente yen cefalea, estreñimiento o diarrea y fatiga
de estos fármacos es que su utilidad terapéu- generalizada.
tica disminuye a largo plazo, lo que representa
un problema en el manejo de los trastornos de Resumen
curso crónico. La cisaprida actúa facilitando la
liberación de acetilcolina en las neuronas del Las náuseas y vómitos constituyen un síntoma
plexo mientérico, interviniendo como media- frecuente en la práctica clínica. El espectro de po-
dor un receptor HT4. Probablemente tenga sibilidades etiológicas es amplio e incluye no sola-
además una débil acción antidopaminérgica. mente afecciones gastrointestinales, sino trastor-
Su empleo ha demostrado ser de utilidad en el nos cerebrovasculares causantes de hipertensión
control de los síntomas de algunos pacientes endocraneal, trastornos vestibulares y una amplia
con dispepsia funcional, gastroparesia y seu- miscelánea de alteraciones sistémicas, hormonales
doobstrucción intestinal crónica. Sin embargo, y endocrinológicas. El protocolo diagnóstico varía
su uso ha sido restringido debido a sus poten- en función del tiempo de evolución e incluye una
ciales efectos inductores de arritmias ventri- anamnesis dirigida que incluye la búsqueda inten-
culares. Éstas se han descrito en el contexto cionada sobre el consumo de fármacos de nueva
de coterapias con otros fármacos que deterio- prescripción, un examen físico que permite ade-
ran el metabolismo de la cisaprida o alargan el más evaluar las consecuencias nutricionales del
intervalo QT. Finalmente, la eritromicina a la vómito y algunos exámenes básicos de laboratorio.
dosis de 3 mg/kg /8 horas por vía iv seguida Las pruebas complementarias deben orientarse en
de su administración oral (250 mg/8 h), duran- función del contexto clínico. Rara vez será necesa-
te 5-7 días ha demostrado mejorar la tasa de ria una evaluación exhaustiva. La definición de un
vacia-miento gástrico en situaciones de atonía trastorno motor puede requerir, sin embargo, la
gástrica. En el momento actual se están inves- intervención de un equipo altamente especializa-
tigando otros macrólidos sin propiedades an- do. El tratamiento debe dirigirse no solamente al
tibióticas, desprovistos de los efectos adversos control de los síntomas, sino al de la causa subya-
de la eritromicina4. cente y al de las complicaciones asociadas. Algunas
condiciones requieren un tratamiento específico.
■■ Vómitos del embarazo. Usualmente, no sue- Tal es el caso de la cinetosis, el embarazo, la gas-
len prescribirse antieméticos antes de las 12 troparesia y las náuseas y vómitos inducidos por la
semanas de gestación. Aunque no existen cla- quimioterapia.
ras evidencias de su efectividad, la piridoxina
(25 mg/día) ha demostrado ser inocua. La pre-
sencia de hiperemesis obliga a hospitalizar a la BIBLIOGRAFÍA
gestante y llevar a cabo reposición hidroelec- 1. Garthright WE, Archer DL, Kvenberg JE. Esti-
trolítica. El control de los síntomas puede ob- mates of incidence and costs of intestinal in-
tenerse con tiamina iv. Los antieméticos que fectious diseases in the United States. Public
han demostrado ser efectivos en el manejo de Health Rep 1988;103:107-15.
la hiperemesis gravídica incluyen antihistamí- 2. Gadsby R. Pregnancy sickness and symptoms:
nicos como la mezlicina y fenotiacinas como your questions answered. Prof Care Mother
la prometacina. Para los casos más graves Child 1994;4:16-7.
puede indicarse proclorperacina parenteral, 3. Quigley EM, Hasler WL, Parkman HP. AGA te-
clorpromacina o metoclopramida. Un ensayo chnical review on nausea and vomiting. Gas-
reciente ha demostrado la efectividad de la troenterology 2001;120:263-286.
prednisolona oral15. Los casos auténticamente 4. American Gastroenterological Association me-
refractarios deben ser nutridos por vía paren- dical position statement: nausea and vomiting.
teral o enteral. Gastroenterology 2001;120:263-286.
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35
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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3 El enfermo con dispepsia
Javier Alcedo*, Teresa Guevara**, Fermín Mearin***
*Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Digestivos. Unidad Asistencial de Aparato
Digestivo de los Hospitales de San Jorge y Barbastro.Huesca
** Unidad Docente de MFyC. Hospital San Jorge. Huesca
*** Servicio de Digestivo. Centro Médico Teknon. Barcelona
Definiciones y nomenclatura
Etimológicamente el término dispepsia provie-
ne de las palabras griegas dys ”malo” o “difícil”
y “pepto”, “cocer” o “digerir”. Por lo tanto, su sig- la línea media abdominal y en su mitad superior,
nificado estricto es “mala digestión”. No obstante, de tal forma que el dolor en los hipocondrios de-
en la actualidad el término dispepsia se utiliza para recho o izquierdo, el dolor en hemiabdomen infe-
referirse a síntomas que no necesariamente se re- rior y el dolor abdominal difuso no se consideran
lacionan con la ingesta. Para los propósitos de este característicos de la dispepsia. La pirosis tampoco
capítulo es esencial distinguir entre los términos: suele considerarse parte del concepto de dispep-
“dispepsia”, “dispepsia no investigada”, “dispepsia sia debido a su considerable especificidad para la
orgánica” y “dispepsia funcional”. enfermedad por reflujo gastroesofágico. Sin em-
bargo, es frecuente la coexistencia de ambas enti-
Dispepsia dades por lo que algunas guías de práctica clínica
proponen su manejo conjunto, bajo una estrategia
De acuerdo al consenso de expertos alcanzado
unificada.
en Roma en 1999, la dispepsia se define como
cualquier dolor o molestia localizados en la par-
te central del abdomen superior. El término
Dispepsia no investigada
malestar/disconfort se refiere a una percepción Este término se aplica a aquellos pacientes que
negativa no dolorosa que engloba síntomas como presentan síntomas de reciente aparición o de
la saciedad precoz, la pesadez postprandial y la carácter recidivante pero que nunca han sido so-
sensación urente epigástrica, y otros menos espe- metidos a una evaluación diagnóstica, no pudien-
cíficos como la hinchazón abdominal, la necesidad do, por tanto, excluir una causa específica de sus
frecuente de eructar y las náuseas. Los síntomas síntomas.
pueden ser continuos o intermitentes, y suelen es-
tar relacionados con la ingesta aunque no es ésta Dispepsia orgánica
una condición obligada. Es importante recordar
Concepto empleado en pacientes con síntomas
que el dolor/molestia debe localizarse próximo a
dispépticos en los que logra identificarse una causa
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3. El enfermo con dispepsia
orgánica, después de llevar a cabo una evaluación expertos en conferencias de consenso, cuya última
diagnóstica sistemática. actualización se llevó a cabo en Roma en el año
2006 (Criterios de Roma III)5 (ver tabla 1). Los mis-
Dispepsia funcional mos conceptos clínicos que forman parte del diag-
nóstico permiten además realizar una clasificación
Define aquellos casos en los que tras realizar las
sindrómica de la dispepsia funcional en función del
pruebas diagnósticas pertinentes (incluyendo en-
patrón sintomático dominante, pudiendo diferen-
doscopia digestiva alta) no se encuentra una cau-
ciar entre los subtipos:
sa orgánica obvia que justifique los síntomas. Su
diagnóstico firme se establece mediante el cumpli- ❱❱ Síndrome del distrés postprandial: cursa con
miento de una serie de criterios establecidos por sensación molesta de plenitud tras una comida
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
normal o saciedad precoz. Puede añadir otros efecto irritante de ciertos aditivos alimentarios, la
síntomas del tipo hinchazón abdominal, náu- cafeína y el alcohol; la malabsorción que es capaz
seas y eructación excesiva. de provocar el consumo enólico crónico9; la disten-
❱❱ Síndrome del dolor epigástrico: caracterizado sión excesiva del estómago asociada a una ingesta
por dolor o ardor en epigastrio (no retroester- copiosa; el retraso del vaciado gástrico inducido
nal). por alimentos con elevado contenido en grasas;
y el incremento en la presencia de gas provocado
Esta subdivisión, aunque conceptualmente válida,
es de una utilidad clínica relativa ya que en muchos por aerofagia, o por la ingestión de carbohidratos
casos los síntomas se superponen. En la práctica poco absorbibles, particularmente si existe déficit
hasta un 40% de los pacientes no pueden ser clasifi- de disacaridasas. En raras ocasiones, se evidencian
cados definitivamente en una de las dos categorías. verdaderas alergias alimentarias.
Además no se ha demostrado una clara relación
Mención aparte merecen el espectro de la ente-
entre las diferentes manifestaciones dispépticas y
ropatía sensible al gluten (ESG) —incluye la en-
los mecanismos fisiopatológicos objetivables (ta-
bla 4)22. Salvo en aspectos terapéuticos concretos, fermedad celiaca potencial, latente y definida, y
el subtipo sindrómico no se considera un criterio la sensibilidad al gluten—, y el sobrecrecimiento
suficiente para establecer cambios en el abordaje bacteriano intestinal. En ambas situaciones, los
clínico del paciente. carbohidratos no absorbidos son fermentados por
la flora sacarolítica del colon o por las bacterias co-
Dispepsia de causa orgánica mensales migradas al intestino delgado producien-
Aproximadamente en un 30% de los pacientes que do elevadas concentraciones de gas (C02, metano
son investigados por presentar dispepsia se identi- e hidrógeno) que provocan distensión abdominal y
fica una dolencia orgánica que puede justificar los disconfort10. La ESG es una enfermedad infradiag-
síntomas. Así, cuando la sintomatología dispépti- nosticada en cuya fisiopatología se han implicado
ca es el rasgo clínico fundamental, las patologías factores genéticos, neuroendocrinos, inflamato-
identificadas con mayor frecuencia por la endos- rios, inmunológicos y motores, así como un aumen-
copia son la esofagitis erosiva (10-13%) y la úlcera to en la permeabilidad de la barrera intestinal11. En
péptica (8-9%), mientras que la patología maligna
el adulto suele manifestarse de forma atípica y con
es rara (inferior al 1%). Ahora bien, sólo la úlcera
carácter oligo- o monosintomático. La coexistencia
péptica es más frecuente en sujetos con dispepsia
de ferropenia u osteoporosis, de otros desórdenes
con respecto a aquellos asintomáticos, y su preva-
lencia es superior a la de la esofagitis (11% vs. 6%) autoinmunes, de alteraciones cutáneas y aftas ora-
en el subgrupo que cumple estrictamente los crite- les, así como de antecedentes familiares de primer
rios de Roma para definir la dispepsia. La esofagi- grado de enfermedad celiaca, incrementan las po-
tis muestra asociación estadística con la dispepsia sibilidades de que esta patología sea la responsable
sólo si existe presencia concomitante de pirosis, y de la “dispepsia”.
su frecuencia aumenta considerablemente (hasta
el 20%) conforme se es más laxo en los criterios Intolerancia a fármacos
que definen la dispepsia6,7. A continuación se men-
cionan y explican las entidades que con mayor fre- Algunos medicamentos pueden producir síntomas
cuencia justifican los síntomas dispépticos (tabla 2). dispépticos, como consecuencia de un efecto direc-
to irritante de la mucosa, alteraciones de la moti-
Intolerancia a alimentos lidad, reflujo gastroesofágico u otros mecanismos
idiosincrásicos. El ejemplo más clásico es la admi-
Contrariamente a la creencia popular, no existen
nistración de Aspirina® u otros antiinflamatorios no
estudios doble ciego que establezcan firmemente
la responsabilidad de determinados alimentos en esteroides (AINE) que pueden producir síntomas en
la patogénesis de la dispepsia. No obstante, se han hasta el 20% de los casos, incluso sin necesidad de
descrito varios mecanismos que podrían explicar que aparezcan lesiones. Otros fármacos potencial-
la relación existente entre la ingesta de ciertos nu- mente responsables de dispepsia se recogen en la
trientes y la aparición de síntomas8. Entre ellos, el tabla 38,12.
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3. El enfermo con dispepsia
• Etanol • Aspirina®/AINEs*
• Glucocorticoides • Digital
• Teofilina • Tabletas de cloruro potásico
• Suplementos de hierro • Colchicina
• Estrógenos • Levodopa
• Mórficos • Gemfibrozilo
• Orlistat • Nitratos
• Diuréticos de asa • Inhibidores de ECA**
• Antibióticos (macrólidos, metronidazol) • Antidepresivos
* La asociación sintomática con la acomodación fúndica disminuida fue descrita inicialmente por Tack et al. —Gas-
troenterology 1998—, pero estudios posteriores no han podido confirmar estos datos (Kim et al. Am J Gastroente-
rol 2001 y Bredenoord et al. Clin Gastroenterol Hepatol 2003).
** La asociación sintomática con el vaciamiento gástrico acelerado fue descrita por Delgado-Aros et al. —Gastroen-
terology 2004—, pero estudios posteriores no han podido confirmar estos datos (Bisschops et al. Gut 2008).
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 5. Polimorfismos genéticos con asociación descrita o si debe antes investigarse la posibilidad de una
para dispepsia funcional ERGE no erosiva. Hoy en día la aproximación más
coste-efectiva a este grupo de pacientes puede ser
el tratamiento empírico con inhibidores de la bom-
Polimorfismos que incrementan el riesgo. ba de protones.
• C825T del gen de la proteína GNβ3.
Cáncer
• 779 de colecistoquinina 1-intron 1.
• C159T del gen promotor CD14. El cáncer del estómago o del esófago está presen-
te en menos del 1% de los pacientes con dispepsia
• Val158met del gen COMT
remitidos para la realización de una endoscopia6.
(catecol-O-metiltransferasa).
Algunos signos y síntomas, considerados de “alar-
• T1676C del gen promotor de la COX-1
ma” (ver tabla 6) constituyen formas habituales de
(ciclooxigenasa 1).
presentación de una neoplasia en estadio avanza-
• CYP2C19 (variedad silvestre) del gen del citocromo do, por lo que su identificación durante el manejo
P450.
inicial de la dispepsia es fundamental para la toma
• C1291G del gen de la proteína α(2A) adrenérgica. de decisiones.
• SLC6A4 del de la proteína transportadora de 5-HT.
• Del 332-325 del gen de la proteína α(2C). Enfermedad biliopancreática
• 7488T del gen de la IL-17. Aunque la colelitiasis suele ser incluida en el diag-
• 173C del gen del factor inhibidor de macrófagos nóstico diferencial de la dispepsia, realmente las
(MIF). características del dolor de tipo biliar difieren no-
• G315C del gen del receptor de tablemente del dolor/malestar referido por los
capsaicina/vanilloid1 (TRPV1). pacientes con dispepsia. El dolor de tipo biliar se
manifiesta clásicamente de forma episódica, en for-
ma de crisis recortadas de dolor intenso, que si bien
Polimorfismos protectores: puede iniciarse en la línea media superior del ab-
• C242T del gen de la proteína p22PHOX. domen, en general irradia al hipocondrio derecho
• C28G del gen regulador de la expresión y escápula, acompañándose a menudo de náuseas
de linfocitos T (RANTES). y vómitos. Una vez que la crisis se resuelve, el en-
fermo puede quedar asintomático hasta que ocurre
un nuevo episodio. Es importante considerar estas
diferencias, dado que debido a la elevada preva-
lencia de ambas —colelitiasis y dispepsia— no es
Enfermedad por reflujo infrecuente que un enfermo con colelitiasis asinto-
gastroesofágico mática presente a su vez clínica de dispepsia. En tal
caso, la colecistectomía no resolverá los síntomas
Es frecuente que los pacientes con dispepsia refie- de dispepsia. Los ancianos constituyen un grupo
ran entre sus síntomas la presencia concomitante de especial dificultad porque la intensidad de los
de pirosis (sensación de quemazón retroesternal) síntomas biliares puede ser menor. Un paciente
o regurgitación, característicos de una enfermedad de edad avanzada y diabetes, por ejemplo, puede
por reflujo gastroesofágico (ERGE). Además, en un presentar una colecistitis gangrenosa con una ex-
porcentaje relevante la endoscopia muestra como presión clínica poco florida que hace subestimar la
único hallazgo una esofagitis, lesión que se con- verdadera gravedad del problema. La pancreatitis
sidera suficiente para justificar la clínica. En otras aguda no suele plantear dificultades en el diagnós-
ocasiones, en las que no se observa daño mucoso, tico diferencial dado el carácter abrupto del dolor,
un estudio mediante pHmetría puede revelar la su acusada intensidad y su irradiación característica
existencia de un reflujo ácido patológico cuyo papel hacia la espalda. Más dificultades puede plantear
etiopatogénico en la dispepsia es incierto. La mayor el dolor crónico y recidivante de la pancreatitis
dificultad estriba en discernir si un paciente con clí- crónica, que al igual que ocurre en la dispepsia
nica de dolor o ardor epigástrico, con o sin pirosis funcional puede verse agravado o precipitado
asociada, y con una endoscopia normal, debe ser por la ingesta. El antecedente de ingesta etílica
directamente catalogado como dispepsia funcional crónica puede ser un rasgo característico de am-
42
3. El enfermo con dispepsia
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
la cual es adecuado indicar la realización de una ciente puede ser muy rentable en el manejo a
endoscopia precoz en el caso de que un indivi- largo plazo de una patología funcional.
duo inicie síntomas dispépticos1.
❱❱ Uso de medicamentos. Como ya se ha mencio-
❱❱ Síntomas y signos de alarma. Algunos datos nado, el consumo de determinados fármacos,
clínicos (detallados en la tabla 6) sugieren la especialmente Aspirina® y AINE, es responsable
existencia de una patología orgánica. El médi- de la aparición de síntomas dispépticos. Por lo
co debe realizar una búsqueda intencionada tanto es esencial no olvidar este aspecto en el
de cualquiera de estos antecedentes, signos y interrogatorio.
síntomas, pues su presencia constituye una cla- ❱❱ Comorbilidades. Finalmente, la anamnesis
ra indicación de endoscopia en las principales debe incluir una búsqueda intencionada de pa-
guías clínicas. Desafortunadamente, la sensibi- tologías concomitantes que por sí solas podrían
lidad de los síntomas de alarma en la detección explicar la naturaleza de los síntomas o ayudar
de malignidad es muy baja (11-53%)14, lo que se a interpretarlos. Tiene interés no sólo el cono-
ve parcialmente compensado por un excelente cimiento de determinados antecedentes que
valor predictivo negativo ante la ausencia de puedan alterar la motilidad gastrointestinal (dia-
todos ellos (99%). Es decir, es muy infrecuen- betes, vagotomía, conectivopatía), sino también
te que un paciente con dispepsia sin datos de la presencia de síntomas o diagnósticos firmes
alarma padezca un cáncer del tracto digestivo de patología psiquiátrica y funcional extradiges-
superior. tiva. Estos pueden deteriorar la calidad de vida
relacionada con la salud y magnificar la intensi-
❱❱ Clínica de malabsorción. Los síntomas del tipo dad percibida de la clínica dispéptica.
hinchazón abdominal recurrente y grave, me-
teorismo, diarrea y estreñimiento pertinaz; Exploración física
condiciones clínicas como anemia o ferropenia
crónica, osteoporosis en edad temprana, derma- El examen físico puede proporcionar información
topatías, estomatitis, infertilidad, retraso pondo- relevante para corroborar o sugerir la existencia de
estatural; y antecedentes de enfermedad auto- una dolencia orgánica. Así ocurre con la detección
inmune, enolismo crónico, pancreatopatía y de de signos de alarma (ver tabla 6). Incluso cuando
familiares con enfermedad celiaca, conforman el examen físico es normal, la exploración del ab-
un escenario clínico que debe hacer sospechar domen tiene un efecto positivo en los pacientes
al clínico la presencia de un proceso de mala con un trastorno funcional, dado que transmite al
paciente seguridad y la sensación de que el médico
asimilación de nutrientes debidos a una maldi-
ha tomado en serio sus síntomas.
gestión o una malabsorción propiamente dicha
que pueden ser la causa de la dispepsia. Cuando
concurren las condiciones mencionadas parece
Pruebas de laboratorio
recomendable orientar el proceso diagnóstico La probabilidad de que una analítica elemental
hacia la realización de técnicas diagnósticas es- pueda aportar información relevante en un pa-
pecíficas que permitan confirmar la presencia de ciente joven con dispepsia (especialmente si los
patología relacionada con malabsorción (TAC o síntomas son de larga evolución) y sin síntomas de
resonancia abdominal, biopsia intestinal con in- alarma es muy baja, por lo que su indicación ruti-
munotinción específica para linfocitos CD3, test naria no parece necesaria en estas circunstancias.
de aliento para evaluar intolerancia a azúcares, Sin embargo, las pruebas de laboratorio pueden
estudio de grasa en heces, etc.). ser de utilidad en pacientes de más de 45-50 años,
debido a que a partir de esta edad se incrementa
❱❱ Factores psicosociales. La probabilidad de que la prevalencia de trastornos endocrinometabólicos
los síntomas dispépticos sean debidos a un tras- o de enfermedades sistémicas que pueden influir
torno funcional es elevada, particularmente en en la aparición de síntomas dispépticos. También
personas jóvenes y sin datos de alarma. En es- son aconsejables si el contexto clínico sugiere la
tos casos la clínica puede debutar o agravarse posibilidad etiológica de una malabsorción. Los pa-
coincidiendo con una situación de estrés vital. rámetros que suelen aportar información de valor
Incluir en la anamnesis algunas cuestiones diri- incluyen la determinación de hemoglobina y valor
gidas a explorar el entorno psicosocial del pa- hematocrito, metabolismo del hierro, recuento
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3. El enfermo con dispepsia
y fórmula leucocitaria, perfil hepático, glucemia, al fármaco es una estrategia alternativa a la inves-
función renal, electrolitos (incluyendo calcemia) y tigación y erradicación de H. pylori en pacientes sin
hormonas tiroideas. datos de alarma. Incluso, ha demostrado una me-
jor relación entre coste y efectividad en áreas con
Pruebas no invasivas para la baja prevalencia de infección por el germen (me-
detección de Helicobacter pylori nor de 20%), o si coexisten síntomas de ERGE1,15.
Consigue una rápida mejoría o desaparición de los
Se trata de técnicas poco complejas (test de aliento síntomas en el 80% de los pacientes, si bien una vez
con urea marcada con 13C, serología validada o de- se suspenden la recidiva clínica a medio plazo es
terminación del antígeno en heces) con un elevado la norma. Los antagonistas de los receptores tipo
rendimiento clínico. De acuerdo a las conclusiones 2 de la histamina (antiH2) y los antiácidos son me-
de modelos analíticos de decisión15 se acepta que nos efectivos16,17. Algunos algoritmos de manejo
en áreas con prevalencia alta o intermedia de in- en dispepsia no investigada proponen estrategias
fección por Helicobacter pylori (mayor de 20%), la híbridas consistentes en la aplicación secuencial y
estrategia de investigar la colonización digestiva alternativa de uno u otro de los test expuestos (test
por este germen y tratarlo cuando se detecta (test and treat o test con IBP) recurriendo al contrario
and treat) será la más coste-eficaz como abordaje cuando ha fracasado el primero aplicado. En otras
inicial en pacientes sin clínica de alarma. La erra- ocasiones es precisamente la buena respuesta al
dicación del germen consigue la curación de la IBP la que sugiere el potencial beneficio de investi-
mayor parte de las úlceras pépticas y la resolución gar y erradicar el H. pylori.
de la sintomatología en un porcentaje menor de
dispepsias funcionales, siendo su efecto terapéuti- Endoscopia
co prolongado en el tiempo1,16. De esta manera se
evita la indicación de numerosas pruebas invasivas Las evidencias disponibles hasta el momento indi-
innecesarias. can que la endoscopia precoz, realizada en condi-
ciones favorables, es decir, sin tratamiento antise-
Test empírico con inhibidores cretor previo que pueda haber resuelto las lesiones
mucosas agudas, es discretamente más efectiva
de la bomba de protones que las otras dos estrategias descritas —test and
La administración de un inhibidor de la bomba de treat y test con IBP— en el abordaje inicial de la
protones (IBP), durante un plazo aproximado de dispepsia no investigada, pero su coste es también
dos semanas, para evaluar la respuesta sintomática superior (peor relación coste-efectividad), y en ge-
45
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
neral es peor aceptada por los pacientes. Se consi- Estudios selectivos de motilidad/
dera, no obstante de elección cuando existe algún
dato clínico de alarma (tabla 6), cuando la sintoma-
percepción visceral
tología se inicia después de los 55 años, o cuando Varias exploraciones avanzadas pueden ser de
se produce una respuesta insuficiente o nula al tra- utilidad en casos seleccionados. Algunos auto-
tamiento empírico inicial (erradicación de H. pylori res aconsejan realizar una pHmetría ambulatoria
o terapia antisecretora)1,16 (figura 1). En situaciones de 24 horas a los pacientes con dolor epigástrico
como síntoma dominante (sin pirosis) y endosco-
en las que el paciente manifiesta excesiva preocu-
pia negativa, como único medio de asegurar que
pación por la naturaleza de sus síntomas también
los síntomas no dependen de una enfermedad
puede ser útil para reducir la ansiedad que genera por reflujo gastroesofágico. Sin embargo, con toda
la incertidumbre diagnóstica. Se ha comunicado probabilidad resulta más coste-efectivo tratar a
que la realización de una endoscopia en la que no estos pacientes con inhibidores de la bomba de
se evidencian lesiones posee un impacto positivo protones (IBPs), una estrategia que ha demostrado
sobre la calidad de vida relacionada con la salud19. una elevada sensibilidad para confirmar la sospe-
cha clínica de ERGE. Un subtipo de enfermos con
El examen endoscópico posee la ventaja añadida de
clínica de saciedad precoz y vómitos persistentes
facilitar la toma de biopsias gástricas para la realiza- puede beneficiarse de una gammagrafía gástrica,
ción de un test rápido de ureasa que investigue la de una resonancia magnética gástrica, o de un test
colonización por H. pylori. También permite la ob- de aliento con 13C-ácido octanoico, que confirmen
tención de muestras de la mucosa duodenal, cuyo la sospecha de gastroparesia, especialmente si se
examen con las técnicas inmunológicas adecuadas trata de personas con factores de riesgo (diabetes
puede revelar signos sugerentes de malabsorción avanzada, vagotomía). La persistencia de vómitos,
o patología infiltrativa. Estas entidades, cada vez en ausencia de gastroparesia manifiesta y sin otra
causa orgánica que los justifique puede obedecer
con más frecuencia relacionadas con la dispepsia,
a una neuropatía intestinal que conduce a un es-
pueden permanecer ocultas largo tiempo bajo una
tado de seudoobstrucción intestinal crónica. En tal
apariencia de funcionalidad (véanse capítulos 22 caso puede estar indicada una manometría intesti-
y 23). nal para establecer el diagnóstico. También existen
El descenso en el coste económico de la endosco- métodos para evaluar la acomodación gástrica y la
sensibilidad visceral. Éstos incluyen básicamente el
pia, su mayor confortabilidad y seguridad por los
test de saciedad precoz, el barostato, y la tomogra-
progresos de la sedoanalgesia, las nuevas eviden-
fía por emisión de fotones (SPECT). Aunque en la
cias etiológicas, y la disminución en la tasa de in- actualidad su empleo suele circunscribirse al ám-
fección por H. pylori en nuestra población, pueden bito de la investigación, podrían tener indicación
favorecer que en un futuro las estrategias prioricen en casos seleccionados de pacientes con dispepsia
la opción de la endoscopia temprana sobre las es- inveterada, cuando los síntomas no dependen de
trategias alternativas actuales, o al menos adelan- un retardo en el vaciamiento gástrico. Finalmente,
ten su indicación. En este sentido, el Ministerio de la electrogastrografía permite registrar la actividad
Sanidad editó en el año 2008 un protocolo con las mioeléctrica del estómago permitiendo el diagnós-
tico de disritmias (taqui- o bradigastria) que pue-
directrices para el diagnóstico precoz de la enfer-
den alterar la motilidad gastroduodenal20.
medad celiaca en el que se propone la realización
de endoscopia temprana con biopsia duodenal ru- Por último, se dispone de pruebas de imagen con-
tinaria y examen de las muestras mediante inmu- vencionales como la ultrasonografía, la TAC o la re-
notinción específica en todos aquellos pacientes sonancia magnética abdominal que pueden ser de
utilidad para excluir organicidad biliopancreática
que cumplan un determinado perfil clínico (véase
en el curso de la evaluación del paciente con dis-
más arriba apartado de “Clínica de malabsorción”)
pepsia. Una TC con técnica de multicorte (multide-
o serológico (anticuerpos antitransglutaminasa ti- tector) permite evaluar con precisión los vasos del
sular humana) y muestren datos de predisposición territorio esplácnico (tronco celiaco, mesentérica
genética (positividad de los haplotipos HLA DQ2 o superior e inferior), lo que puede ser de indudable
DQ8)18. interés en pacientes ancianos con arterioesclerosis
46
3. El enfermo con dispepsia
No
¿Organicidad? Preval. H. pylori <20% Preval. H. pylori >20%
Sí
Test IBP Test and treat
(+) (+)
Dispepsia Dispepsia
Fin estudio No respuesta D. por Hp
orgánica funcional
avanzada y dolor abdominal postprandial sugestivo endoscopia, la tasa de prevalencia de infección por
de angina abdominal (capítulo 28). H. pylori y el coste de los fármacos. Todos estos pa-
rámetros varían según el área geográfica estudiada,
Actitud en el enfermo con dispepsia TABLA 7. Estrategias propuestas con mayor frecuencia
Diseñar un algoritmo de actuación en el enfermo para el manejo de la dispepsia no investigada en pacientes
con dispepsia no es fácil. Como ya se ha mencio- sin síntomas de alarma
nado, la prevalencia de dispepsia funcional es muy
elevada y, a priori, realizar pruebas complemen-
tarias a todos los individuos sintomáticos no sería • Tratamiento empírico con medicamentos
coste-efectivo. Numerosos factores influyen en la antisecretores.
decisión de indicar exámenes invasivos, entre ellos • Tratamiento erradicador del Helicobacter pylori,
la edad del paciente en el momento de presenta- sin confirmación previa de su presencia.
ción de los síntomas, la intensidad e impacto de és-
• Investigar la presencia de Helicobacter pylori y
tos sobre su calidad de vida, la presencia o ausencia erradicar en caso positivo (test and treat).
de datos de alarma, la coexistencia de síntomas o
• Investigar la presencia de Helicobacter pylori y
condiciones clínicas que sugieran malabsorción, la
realizar endoscopia en caso positivo
contribución del ambiente psicosocial, y el temor o (test and scope).
la preocupación del enfermo a padecer una enfer-
• Realizar endoscopia temprana a todos los
medad maligna. Otros factores que influyen en la
pacientes.
decisión de investigar o tratar de un modo empírico
a estos pacientes son el coste y disponibilidad de la
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
por lo que las conclusiones de un determinado es- llos casos en los que se ha demostrado la presencia
tudio pueden no ser extrapolables con facilidad a de H. pylori (test and scope), o llevar a cabo una
otro medio. Teniendo en cuenta estas limitaciones endoscopia en todos los casos en el momento de
se propone en la figura 2 un algoritmo de manejo presentación de los síntomas (tabla 7). Cada una de
sustentado en las recomendaciones de las socieda- estas opciones tiene ventajas e inconvenientes que
des científicas de mayor prestigio y en las revisiones obligan a adecuar la decisión a las características
sistemáticas de mayor calidad metodológica1,15-18. individuales de cada paciente y al medio sociosani-
Los aspectos destacados de este algoritmo son: tario en el que desempeña el facultativo su labor1.
En el algoritmo propuesto se adopta una estrate-
1º. La exploración endoscópica de inicio está for-
malmente indicada cuando se descubran datos de gia combinada que recurre a test and treat y al uso
alarma o el inicio de los síntomas sea posterior a los empírico de antisecretores de forma secuencial y
55 años. Un contexto clínico sugestivo de malabsor- alternativa (se aplica uno de ellos y si no es eficaz
ción también aconsejaría seguir la misma actitud, existe la posibilidad de aplicar el otro método de
con obtención de muestras duodenales en caso de manejo), en función de la prevalencia de la infec-
ausencia de lesiones macroscópicas relevantes. ción por H. pylori en la población. En España los
datos poblacionales disponibles cifran en un 70%
2º. Durante la anamnesis debe investigarse el con- la tasa de colonización gástrica por el germen21,
sumo de fármacos que puedan relacionarse con la lo que hace recomendable empezar el abordaje
dispepsia (especialmente Aaspirina® o AINE, pero mediante la opción test and treat. La ausencia de
también cualquier otro de los incluidos en la tabla respuesta a ambos tratamientos nos conduce de
3). Si están presentes lo óptimo sería suspender su nuevo a la necesidad de practicar una endoscopia.
administración, o en su defecto disminuir la dosis,
pero a menudo no es recomendable por existir cla- 5º. El subtipo clínico (distrés postprandial vs. dolor
ra indicación para su prescripción. Afortunadamen- epigástrico) no determina diferencias en el manejo
te, el tratamiento con medicamentos antisecreto- inicial de los pacientes con dispesia no investigada.
res consigue el control sintomático en la mayoría 6º. La ausencia de organicidad tras completar el
de los casos. La persistencia de los síntomas, a pe- algoritmo de manejo conduce al diagnóstico de dis-
sar de la adopción de estas medidas constituye una pepsia funcional.
indicación añadida para la endoscopia.
3º. Una vez descartada la presencia de datos de Dispepsia funcional
alarma o de malabsorción, así como el consumo
de fármacos que justifiquen los síntomas, debe Mecanismos fisiopatológicos
considerarse si la sintomatología pudiera deberse a En el momento actual no se conocen con exactitud
ERGE. Especialmente si coexisten síntomas típicos las alteraciones fisiopatológicas responsables de
de reflujo (pirosis o regurgitación), resulta coste- la aparición de síntomas en la dispepsia funcional
eficaz ensayar un tratamiento empírico con IBP17. (DF). Numerosos estudios coinciden en señalar la
También debe valorarse por la clínica y los antece- existencia de alteraciones en la función motora del
dentes, la posibilidad de que intervengan causas estómago, alteraciones en la sensibilidad y desór-
menos frecuentes de dispepsia orgánica (tabla 2) denes neurohormonales. Las alteraciones de la mo-
que pudieran requerir de técnicas diagnósticas es- tilidad incluyen tanto un retardo en el vaciamiento
pecíficas (TAC, ultrasonografía, etc.). gástrico del alimento (23-59%) como un vaciamien-
4º. En ausencia de las posibilidades etiológicas to excesivamente rápido (41%), un fallo en los me-
descritas hasta el momento el debate se centra canismos de relajación adaptativa del fundus tras
en la actitud a seguir en el paciente de menos de la ingesta (40-50%) y la aparición de contracciones
55 años. Se han formulado numerosas propuestas fásicas postprandiales en el estómago proximal
que oscilan desde iniciar un tratamiento empírico (15%). Se han descrito alteraciones mioeléctricas
con medicamentos antisecretores en todos los ca- causantes de hipomotilidad antral y anomalías en
sos, administrar un tratamiento erradicador para el la motilidad antroduodenoyeyunal que podrían
H. pylori, aun sin verificar su presencia, erradicar participar en el retardo del vaciamiento gástrico y
únicamente a los casos en los que la infección ha en un déficit del aclaramiento duodenal de ácido.
sido bien documentada con una prueba no invasiva Algunos pacientes presentan también manifesta-
(test and treat), realizar endoscopia sólo en aque- ciones de disfunción autonómica y un menor tono
48
3. El enfermo con dispepsia
vagal eferente que pudiera ser el mecanismo res- ❱❱ Infección por Helicobacter pylori.
ponsable de la hipomotilidad antral y de la falta de
La relación entre dispepsia funcional y H. pylori es
acomodación tras la ingesta. La presencia de todas
aún hoy controvertida. De una parte, los pacien-
las alteraciones descritas ha sido constatada en nu-
tes con DF no poseen una mayor prevalencia de
merosos estudios, pero su correlación con las ma-
infección por H. pylori que la población general, y
nifestaciones clínicas de la DF es menos clara (tabla no se ha encontrado asociación estadística entre
4)22. Asimismo, el desarrollo de nuevas herramien- los síntomas y mecanismos implicados en la fisio-
tas no invasivas para evaluar la función motora patología de la DF (retraso en el vaciado gástrico
gastroduodenal, como la tomografía por rmisión e hipersensibilidad gástrica) y la infección por el
de fotones (SPECT), ha permitido identificar nuevos germen. Pero por otro lado se ha constatado que
parámetros relacionados con la aparición de sínto- la erradicación de esta infección comporta una dis-
mas dispépticos. Cabe destacar entre los mismos el minución en el riesgo relativo de DF del 10% y una
volumen gástrico en ayunas, la reducción de este mejoría sintomática en un subgrupo de pacientes25.
volumen postingesta y las dimensiones del antro, Debe recordarse también que el H. pylori se ha re-
que podrían contribuir a explicar la variabilidad clí- lacionado con la aparición de enteritis linfocítica
nica entre pacientes. (superior al 25% linfocitos intraepiteliales en la mu-
Las alteraciones de la sensibilidad se han encon- cosa duodenal), y que su erradicación se asocia en
trado en el 34-66% de los enfermos, e incluyen muchos casos a la regresión de la lesión histológica.
fenómenos de hiperalgesia visceral (percepción La intervención de esta entidad en la patogenia de
la dispepsia “funcional” no ha sido bien estudiada.
incrementada de estímulos fisiológicos) que afec-
tan tanto a mecanorreceptores (hipersensibilidad Etiología postinfecciosa
a la distensión), como a quimiorreceptores (sen-
Existen evidencias epidemiológicas que prueban
sibilidad a los nutrientes y al ácido) situados en el
la asociación entre infecciones gastrointestinales
estómago y el duodeno. Para la evaluación de la
agudas y la posterior aparición de síntomas de
presencia de estos mecanismos el parámetro que
dispepsia26, y también se dispone de información
de forma aislada ha mostrado mayor utilidad es la
prospectiva al respecto. En una cohorte de suje-
detección mediante barostato de hipersensibilidad
tos con antecedentes de gastroenteritis aguda
gastrointestinal tras comida de prueba con nutrien-
por Salmonella que fue seguida durante el año
tes líquidos, que en una serie de pacientes con dis- posterior a la infección se describió la aparición
pepsia estuvo presente en el 72% de los casos23. de dispepsia en 1 de cada 7 casos, lo que supo-
Entre los desórdenes neurohormonales descritos nía un aumento del riesgo relativo de 5 veces con
hasta el momento se aduce que un aumento de los respecto a individuos sin el citado antecedente27.
niveles plasmáticos circulantes de colecistoquini- Un fenómeno similar fue descrito tras la infección
na (CCK) en respuesta a la presencia de grasa en por Giardia lamblia, constatándose en este caso
la luz duodenal, podría desempeñar un papel en la una elevación plasmática de colecistoquinina que
patogénesis de síntomas dispépticos, al ejercer un guardaba una buena correlación con la aparición
efecto inhibitorio sobre la motilidad gástrica23. La de síntomas dispépticos28. Recientes estudios han
ghrelina es una hormona con actividad favorece- comunicado la migración y persistencia de células
dora de la motilidad antroduodenal, cuyos niveles inflamatorias (macrófagos y agregados de linfoci-
plasmáticos podrían, así mismo, estar disminuidos tos T) en la mucosa duodenal de los pacientes con
en algunos pacientes con DF24. dispepsia funcional postinfecciosa, habiendo po-
dido establecerse relación directa entre el grado
Etiopatogenia de duodenitis y la presencia de ardor epigástrico,
y asociación entre la presencia de agregados linfo-
No se conoce bien la causa inicial de las alteracio- citarios y retraso en el vaciamiento gástrico29,30. Se
nes fisiopatológicas mencionadas. Se ha investi- especula con la posibilidad de que los propios me-
gado el papel del Helicobacter pylori y el de otras canismos de la inflamación pudieran activar fenó-
infecciones gastrointestinales, la relación con fenó- menos de hipersensibilidad visceral, un fenómeno
menos alérgicos, la dieta, la intervención de facto- que también ha sido descrito en el síndrome del
res psicosociales, y una posible base genética. intestino irritable.
49
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Dolor Plenitud Hinchazón Saciedad Náuseas Vómitos Eructación Ardor en
epigástrico postpandrial precoz epigastrio
Figura 3. Frecuencia de síntomas en una serie de 438 pacientes diagnosticados de dispepsia funcional en un hospital terciario.
Fischler B et al. Gastroenterology 2003:124:310-319.
50
3. El enfermo con dispepsia
estadística con numerosos genes, pero se descono- aproximación coste-efectiva del paciente con dis-
ce la vía por la cual éstos son capaces de generar pepsia funcional puede ser la siguiente:
los síntomas40. Una revisión de los polimorfismos
1ª Explicar la naturaleza de la enfermedad y obte-
genéticos relacionados con mayor frecuencia se re-
ner la confianza del enfermo:
coge en la tabla 5.
Como en cualquier trastorno funcional, el interés
Manifestaciones clínicas mostrado por el médico en esta fase es de im-
portancia crucial para la evolución posterior del
Los síntomas de la DF incluyen, dolor en la parte
paciente. Deben considerarse los siguientes prin-
central y superior del abdomen y otros como ple-
cipios.
nitud postprandial, hinchazón, saciedad precoz,
náuseas, vómitos, eructación y sensación de que- ❱❱ Desde el primer momento, el enfermo percibe
mazón en epigastrio (figura 3). La diferenciación del la actitud y el interés del médico por su caso
patrón clínico en síndrome de distrés postprandial concreto. No es infrecuente que el enfermo
y síndrome de dolor epigástrico, cuando es posible haya sido visitado anteriormente por uno o va-
(ya se ha mencionado que en la mayor parte de los rios facultativos que “restaron importancia a su
casos existe solapamiento sintomático entre ambos problema” aduciendo que no padecía ningún
síndromes), ayuda a la toma de decisiones en el trastorno serio, una explicación que no resultó
abordaje terapéutico de la DF, ya que en el primero convincente para el paciente. Por este motivo,
se aconseja ensayar inicialmente procinéticos y en mostrar interés desde el principio realizando
el segundo empezar administrando inhibidores de una historia clínica y una exploración física mi-
la bomba de protones. Recordemos que este crite- nuciosas, aumenta la credibilidad del médico y
rio no es válido para el manejo inicial de la dispep- la confianza del paciente en el futuro plan tera-
sia no investigada. péutico.
Un elevado número de pacientes con DF presentan, ❱❱ Una vez establecido el diagnóstico, el enfermo
a su vez, síntomas característicos de otros trastor- debería recibir información acerca de la verda-
nos del tracto digestivo, siendo la ERGE y el síndro- dera naturaleza de su enfermedad incluyendo
me de intestino irritable los observados con mayor una explicación sencilla y asumible sobre los
frecuencia41. Otros pacientes pueden referir sínto- mecanismos patogénicos implicados en su de-
mas que constituyen la expresión de un trastorno sarrollo. Términos como “hipersensibilidad vis-
somatomorfo global como migraña, fibromialgia, ceral” o la influencia que el cerebro o la mente
polaquiuria, dismenorrea y dispareunia. La presen- pueden llegar a ejercer sobre la función intes-
cia de síntomas de alarma sugiere más bien una cau- tinal pueden llegar a ser bien entendidos por
sa orgánica, pero en cualquier caso la clínica posee cualquier persona de una inteligencia o nivel
baja sensibilidad y especificidad (50-70% y 40-80% cultural medios y, sin duda, ayudan al paciente
respectivamente) para el diagnóstico de DF1. a comprender la influencia que determinados
factores ambientales pueden ejercer sobre sus
Tratamiento de la dispepsia funcional síntomas.
51
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 8. Alternativas farmacológicas propuestas para el manejo de la dispepsia funcional refractaria al tratamiento
empírico con antisecretores (anti-H2, IBP) y/o procinéticos
ciente de que el objetivo del tratamiento tal vez en exceso, alcohol de alto grado, grasas, bebidas
no sea la remisión completa y sostenida de los carbónicas, cacao y chocolate). Evitar comidas muy
síntomas, sino una comprensión más realista copiosas o ricas en grasas puede ayudar al control
de su naturaleza crónica y fluctuante, con inde- de los síntomas cuando éstos tienen su origen en
pendencia del alivio que puedan proporcionar
un fallo en la acomodación gástrica durante la fase
determinados medicamentos.
postprandial o en un retraso en el vaciamiento
2ª Medidas higienicodietéticas: gástrico. En todo caso, debemos tener en cuenta
Algunos pacientes con dispepsia funcional refie- que ensayos clínicos bien diseñados no han conse-
ren además una clínica de reflujo gastroesofágico guido demostrar un beneficio claro de las medidas
y pueden obtener alivio evitando algunos alimen- higienicodietéticas sobre la calidad de vida del pa-
tos que aumentan la probabilidad de reflujo (café ciente42.
52
3. El enfermo con dispepsia
53
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Dispepsia funcional
Información
Recomendaciones dietéticas
Sí
¿Infección H. pylori? Erradicación H. pylori
No
Tratamiento según
síntoma predominante ¿Respuesta clínica?
Sí
¿Refractariedad? Antidepresivos.
Psicoterapia. Otros
sayos evaluados en esta revisión han incluido esca- De acuerdo a lo expuesto y a la luz de las últimas
so número de pacientes y su potencia estadística es evidencias se propone en la figura 4 un algoritmo
escasa, por lo que sus conclusiones no son firmes. de manejo para la dispepsia funcional. En él se si-
gue el esquema desarrollado en este apartado y se
5º Otras terapias recomienda inicialmente aportar una información
Desde las medicinas llamadas alternativas también adecuada al paciente, explicándole la naturaleza
se ha realizado una revisión sistemática de los po- de la patología que padece y ofreciéndole conse-
jos higiénicodietéticos que pueden aliviar síntomas
sibles beneficios de productos de herboristería,
leves. Cuando estas medidas son insuficientes se
productos naturales, acupuntura y homeopatía
aconseja la erradicación del H. pylori en los pa-
sugiriendo un posible beneficio del aceite de pe- cientes infectados. Se continúa el manejo farmaco-
ppermint y del STW5 (una preparación europea lógico de los no infectados o no respondedores a
con múltiples hierbas que incluye peppermint y ca- la terapia mediante procinéticos o IBP, en función
raway, también denominada Iberogast®), aunque del subtipo sindrómico predominante (distrés pos-
la calidad de esta evidencia se puede considerar tprandial vs. dolor epigástrico). Finalmente, en los
baja47,49. casos graves y refractarios se ha de valorar la posi-
54
3. El enfermo con dispepsia
70 50 70
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48
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10 10
0 0
LIEpre LIEpost LIEpre LIEpost
Figura 5. Recuento de linfocitos intraepiteliales antes y después de instaurar un régimen sin gluten en una serie de pacientes con
dispepsia tipo distrés postprandial (dismotilidad) y endoscopia negativa. Cortesía del Dr. Santolaria (Ref 74).
bilidad de usar antidepresivos, recurrir a interven- bien estudiado53-54, pero sí se conoce que puede ser
ciones psicológicas o proponer el empleo de deter- el resultado de un conjunto muy heterogéneo de
minados remedios de herboristería. desórdenes, entre los que se incluyen la enteropa-
tía sensible al gluten (ESG) (de hecho, el aumento
Enteritis linfocítica de LIE es el primer cambio morfológico que se ob-
La enteritis linfocítica (EL), también denominada serva en las personas que presentan intolerancia al
duodenosis linfocítica (DL) es un término que hace gluten)55-63, la alergia a las proteínas de la leche de
referencia al incremento del número de linfocitos vaca64,65, la infección por H. pylori62,66, diversos esta-
existentes en el epitelio de la mucosa intestinal dos de malabsorción que aparecen como secuela
(normal inferior a 7%). Se estima que un paciente de infecciones (gastroenteritis víricas, giardiasis,
presenta EL cuando el recuento de linfocitos intrae- estados de sobrecrecimiento bacteriano)51,67, la
piteliales (LIE) es superior al 25% (25 linfocitos por toma de AINE, y otras como el déficit de inmuno-
cada 100 células epiteliales). Las tinciones habitua- globulina A68, la enfermedad de Crohn52, la derma-
les con hematoxilina-eosina (HE) a menudo infra- titis herpetiforme69, la enteropatía autoinmune52 y
valoran la verdadera densidad de LIE en la mucosa el linfoma70. Todas estas entidades son tributarias
duodenal, siendo más preciso el contaje cuando se de un tratamiento específico, pero la mayoría de
utilizan inmunotinciones específicas para linfocitos ellas requieren el análisis histológico de la mucosa
CD3. Hasta fecha muy reciente no se disponía de duodenal para su identificación. Un aspecto de es-
información fiable sobre la verdadera prevalencia pecial relevancia, es la elevada prevalencia de casos
de esta entidad en la población general. Un estudio bien documentados de ESG con lesiones histológi-
prospectivo y controlado llevado a cabo en EE.UU.51 camente leves y serología negativa71-73. Ello conlleva
acaba de establecer que aproximadamente el 5% que el único procedimiento para diagnosticar a es-
de la población general es portador de una duode- tos pacientes es el análisis histológico del duodeno.
nosis linfocítica. El papel que desempeña la EL en Como ejemplo, baste citar un estudio retrospectivo
la patogenia de los síntomas dispépticos no ha sido que investigó a 154 pacientes con dispepsia tipo
55
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Figura 6. Imagen histológica de la mucosa intestinal de un paciente de 21 años que fue derivado al medio especializado por
presentar saciedad precoz y plenitud postprandial de varios meses de evolución sin ningún síntoma de alarma. Ante la falta de
respuesta al tratamiento empírico con procinéticos e inhibidores de la bomba de protones (IBP) se indicó una endoscopia para
“tranquilizar al paciente sobre la naturaleza de los síntomas”. La endoscopia fue negativa, pero una biopsia de la 2.ª porción
duodenal muestra una atrofia leve y focal de las vellosidades con un recuento de linfocitos intraepiteliales del 35% (n superior
al 7%). El paciente presentaba el haplotipo DQA1*05 y DQB1*02 del sistema HLA con serología negativa para antitrans-
glutaminasa. El enfermo presentó alivio de los síntomas tras instaurar un régimen sin gluten y un año después los cambios
histológicos se habían normalizado apreciando restitución de la altura de las vellosidades y un descenso del n.º de linfocitos
intraepiteliales hasta situarse en el 16%. En el campo superior de la imagen puede apreciarse la morfología de la mucosa duo-
denal con hematoxilina eosina (izda.) y el aspecto de los LIE tras aplicar inmunotinciones para CD3 (dcha.). En el campo inferior
se aprecian los cambios ocurridos 12 meses después de iniciar la dieta sin gluten. Cortesía del Dr. Vera. Servicio de Anatomía
Patológica del Hospital San Jorge de Huesca.
56
3. El enfermo con dispepsia
dismotilidad (distrés postprandial) y endoscopia pecha clínica bien fundada, y obligan a considerar
negativa y que reunían, por tanto, criterios de firmemente la biopsia del duodeno en el protocolo
Roma para un diagnóstico de dispepsia funcional. de actuación de un enfermo con dispepsia no inves-
Este estudio encontró diferentes grados de lesiones tigada. Debe subrayarse que la enteritis linfocítica
histológicas duodenales en un 35% de los casos74. comporta un daño estructural (microscópico) y por
Aproximadamente la mitad de estos pacientes pre- tanto, no puede ser incluida en la categoría de dis-
sentaban únicamente una EL en la biopsia duode- pepsia funcional74-68.
nal. Aquellos pacientes que presentaban una sero-
logía positiva (6,7%) o bien los haplotipos DQ2-DQ8 Resumen y conclusiones
del sistema HLA (84,1%) fueron invitados a retirar el
La dispepsia es una de las causas más frecuentes
gluten de la dieta durante un periodo no inferior a
de consulta tanto en atención primaria como en
1 año. Esta estrategia redundó en alivio o desapari-
especializada. El 70% de los pacientes que son
ción de los síntomas dispépticos en un 91,9% y en
investigados por este motivo son finalmente ca-
regresión o mejoría de la lesión histológica en un
talogados de dispepsia funcional. La historia clíni-
87,5% (figura 5). Éste es sólo un ejemplo de otros
ca constituye la piedra angular sobre la que debe
muchos relativos a una amplia miscelánea de con-
diciones clínicas asociadas a síntomas dispépticos, sustentarse la toma de decisiones con respecto a
cuya identificación sólo puede llevarse a cabo si se la necesidad de investigar o tratar empíricamente
incorpora la biopsia duodenal en el protocolo de al enfermo con dispepsia. La edad del enfermo, la
evaluación de la dispepsia no investigada, cuando presencia o ausencia de datos clínicos de alarma o
se ha de realizar una endoscopia55-70. Es obvio que de un escenario sugerente de malabsorción, y la
la relación coste-efectividad de este procedimien- preocupación del paciente por sus síntomas, son
to ha de ser evaluada con rigor, sobre la base de elementos primordiales para establecer la indica-
evidencias sustentadas en estudios bien diseñados. ción de endoscopia. En los casos subsidiarios de
Mientras tanto, es indudable que un subgrupo de manejo conservador la estrategia de investigar y en
pacientes que finalmente son diagnosticados de su caso tratar una infección por Helicobacter pylo-
dispepsia funcional, probablemente padecen una ri (test and treat) puede ser la más apropiada de
EL (o incluso lesiones histológicas más avanzadas) inicio. El tratamiento más coste-efectivo de la dis-
y que sólo su detección por los procedimientos pepsia funcional probablemente sea un abordaje
indicados proporciona la oportunidad de una in- integral del problema basado en una información
vestigación etiológica y un tratamiento específico adecuada al paciente y en un clima de confianza y
(figura 6). de cordialidad con su médico. La administración de
medicamentos antisecretores o procinéticos puede
Entretanto, y teniendo en cuenta el creciente nú- ser útil para el control de los síntomas durante los
mero de enfermos con ESG bien documentada con periodos de exacerbación. Los casos refractarios
serología negativa71-73 parece razonable, cuando pueden requerir antidepresivos o una interven-
menos, interrogar a los pacientes con dispepsia, ción psicológica para mejorar la calidad de vida. No
acerca de aspectos, a menudo pasados por alto, por debe olvidarse que detrás de una dispepsia “fun-
no tratarse de síntomas propiamente gastrointesti- cional” refractaria puede haber una ESG no ade-
nales, entre ellos, cualquier retraso de crecimiento cuadamente investigada u otras entidades capaces
en la infancia, la identificación de una osteoporosis de producir lesiones histológicamente leves, pero
a una edad temprana, la presencia de una ferrope- clínicamente relevantes.
nia persistente y de origen incierto, o una historia
de infertilidad, abortos o menopausia precoz. Otras
cuestiones como la presencia de aftas orales fre- Bibliografía
cuentes o lesiones cutáneas inespecíficas (psoria- 1. Talley NJ, Vakil NB, Moayyedi P. American Gas-
sis, acné, urticaria idiopática…) a menudo perma- troenterological Association Technical Review
necen ocultas porque el enfermo no las manifiesta on the Evaluation of Dyspepsia. Gastroentero-
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Sin embargo, forman parte de las manifestaciones 2. El-Serag, Talley NJ. Systematic review: the
extraintestinales frecuentemente observadas en la prevalence and clinical course of functional
ESG. Todas estas consideraciones tienen un induda- dyspepsia. Aliment Pharmacol Ther 2004;19:
ble interés porque configuran un escenario de sos- 643-54.
57
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
58
3. El enfermo con dispepsia
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59
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
60
4 Hematemesis y melenas
Càndid Villanueva*, Antonio José Hervás**
* Servicio de Patología Digestiva del Hospital de la Santa Creu y de San Pau, Barcelona
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd)
** Unidad Clínica de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba
lesivos para la mucosa gastrointestinal, como el matoquecia puede verse en hemorragias digestivas
ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no es- altas masivas (al menos 1.000 ml), generalmente
teroideos (AINE)3. Estas circunstancias parecen ser asociadas a un tránsito rápido o la presencia de una
la causa de que la mortalidad por HDA de origen no hemicolectomía derecha. En una serie de pacientes
varicoso siga siendo considerable y se sitúe todavía con hematoquecia grave, el 74% tenían lesiones
entre el 5% y el 10%. Aunque esta mortalidad se ha cólicas (angiodisplasias, divertículos y neoplasias),
reducido algo en la últimas décadas4, posiblemente el 11% lesiones gastroduodenales y un 9% lesiones
lo haya hecho menos de lo previsible considerando en el intestino delgado. En un 6% no logró demos-
los indudables avances terapéuticos introducidos trarse la lesión responsable del sangrado9. Con fre-
en las dos últimas décadas, incluyendo la aparición cuencia variable y dependiendo de la cantidad de
de antisecretores cada vez más potentes o el co- sangre extravasada, estos hallazgos se acompañan
nocimiento del papel del Helicobacter pylori en la de los síntomas propios de la hipovolemia y de la
fisiopatología de la enfermedad ulcerosa5-7. anemia aguda posthemorrágica como palidez, ta-
quicardia, sudor frío e hipotensión. Tampoco es
Todos los hospitales que atienden a pacientes de excepcional que un paciente con HDA grave se pre-
estas características deben disponer de protoco- sente con una clínica de síncope, ángor o disnea,
los que permitan un abordaje multidisciplinar de antes de producirse la exteriorización hemorrágica.
este problema, incluyendo la disponibilidad de Esta forma de presentación traduce la existencia
un endoscopista con experiencia en técnicas de de un fallo de oxigenación cerebral, miocárdica o
hemostasia y el apoyo de personal de enfermería de insuficiencia respiratoria, que, por sí solas, son
entrenado. En el año 2010 el American College of indicativas de gravedad. Tal situación debe sospe-
Physicians publicó un Consenso de Recomendacio- charse en cualquier paciente que presenta además
nes para el manejo de los pacientes con HDA no de los signos mencionados, los típicos de una ane-
varicosa5. En el mismo año se publicó en nuestro mia aguda posthemorrágica. La ingesta previa o
país el primer consenso sobre el tratamiento de la reciente de AINE aumenta la probabilidad de que
hemorragia digestiva por úlcera péptica8. En el pre- estos síntomas sean debidos a una HDA todavía no
sente capítulo se expondrá la sistemática a seguir exteriorizada.
en estos enfermos siguiendo la secuencia de actua-
ción lógica desde el momento en que el enfermo es
admitido en el hospital hasta que es dado de alta.
Evaluación y manejo del paciente
La hemorragia digestiva por hipertensión portal no con hemorragia digestiva alta
será tratada en el presente capítulo dado que ha
sido expuesta con mayor detalle en la sección co- Actuación en el área de Urgencias
rrespondiente a las enfermedades del hígado (ca- Ante un paciente con sospecha de HDA debe llevar-
pítulo 61). se a cabo una historia y examen físico minuciosos
y una evaluación analítica elemental que permitan
Presentación clínica asegurar el cumplimiento de tres principios bási-
cos:
La HDA se manifiesta habitualmente en forma de
hematemesis o deposiciones melénicas. Se de- ❱❱ Confirmar la presencia de la hemorragia.
nomina hematemesis al vómito de sangre fresca, ❱❱ Evaluar la magnitud del sangrado.
coágulos sanguíneos o restos hemáticos oscuros
(“posos de café”) y melena a la emisión de heces ❱❱ Comprobar si la hemorragia persiste activa.
blandas, de color negro intenso y brillante y muy Adicionalmente debe obtenerse información que
malolientes. La melena requiere de una extravasa- resulte útil tanto para establecer una primera
ción de al menos 60-100 ml de sangre en el estóma- aproximación etiológica, como para identificar fac-
go. La hematoquecia es la exteriorización, a través tores de reconocido valor pronóstico. No hay que
del ano, de sangre roja fresca o de color rojo oscu- olvidar que las medidas de reanimación prevalecen
ro. El color de las heces no siempre es un indicador sobre cualquiera de estos puntos. De hecho, es
fiable del origen de la hemorragia. Así, la melena la situación clínica del paciente la que determina
puede aparecer en hemorragias procedentes del las prioridades de actuación del médico que trata
intestino delgado o del colon derecho, especial- este proceso. Así, cuando la condición clínica del
mente si existe un tránsito lento. A su vez, la he- enfermo es óptima, se puede realizar una anam-
62
4. Hematemesis y melenas
nesis detallada y una exploración clínica cuidadosa. gástrico, aseguran el origen alto de la hemorragia,
Sin embargo, cuando se trata de una HDA masiva, la presencia de un aspirado claro no excluye total-
que provoca un shock hipovolémico, el paciente mente esta posibilidad. De hecho, entre un 15% y
no puede proporcionar información y además se un 20% de los pacientes con HDA bien documen-
encuentra en grave riesgo vital. En tal caso, es ne- tada por endoscopia presentan un aspirado naso-
cesario iniciar las maniobras de reanimación, que gástrico limpio. Otro factor de confusión puede ser
restituyan la estabilidad cardiovascular y aseguren la presentación de epistaxis o hemoptisis. La san-
la perfusión adecuada de los órganos vitales, ob- gre procedente de las fosas nasales o del territorio
teniendo los datos más relevantes a partir de los broncopulmonar, puede ser deglutida y posterior-
familiares o acompañantes del paciente10. mente vomitada en forma de hematemesis fresca
o en “posos de café”. Tampoco la existencia de
Confirmar que se trata de una HDA anemia en la analítica puede ser considerada una
El médico de familia que atiende al paciente en su prueba irrefutable de HDA, ya que puede tratarse
domicilio o el médico de urgencias que lo recibe en de una anemia crónica. En estos casos puede ser
el hospital debe confirmar que se trata realmente útil la valoración del volumen corpuscular medio,
de una HDA. El diagnóstico es evidente cuando el que puede estar descendido en las situaciones de
enfermo ha presentado una hematemesis cuantio- carencia crónica de hierro o aumentado en el caso
sa, melenas recientes y abundantes o una pérdida de anemias por carencia de ácido fólico o cianoco-
de conciencia concomitante. Pueden plantearse balamina.
dudas, sin embargo, cuando el enfermo refiere de-
Valorar la magnitud del sangrado
posiciones “melénicas” no objetivadas por el mé-
dico, con poca o nula repercusión hemodinámica. Una vez que se ha confirmado la existencia de una
En estos casos, la anamnesis y la exploración física HDA, debe determinarse su magnitud. En este sen-
deben descartar que se trate de deposiciones fal- tido, es tan importante la cantidad de sangre per-
samente melénicas. Ciertas substancias alteran el dida como la velocidad a la que se ha producido.
color de las heces y pueden simular melenas. Así Un mismo volumen de hemorragia distribuido en
ocurre con la ingesta de determinados alimentos el tiempo puede ser bien tolerado mientras que si
(morcilla, calamares en su tinta, etc.) o fármacos se pierde bruscamente puede provocar un cuadro
(sales de hierro, bismuto, regaliz, etc.). En caso de de shock hipovolémico. Para estimar la cuantía de
duda, antes de avisar al endoscopista, puede ser las pérdidas hemáticas es básico proceder a una
útil la búsqueda de evidencias más consistentes evaluación rápida de la situación hemodinámica
como la presencia de sangre en el aspirado naso- determinando la tensión arterial y la frecuencia
gástrico, el propio tacto rectal o la elevación de los cardiaca (tabla 2). En general, puede afirmarse que
niveles de urea plasmática, un hallazgo frecuente- la sensación de mareo y la presencia de una piel pá-
mente observado en la HDA . Si bien la presencia de lida, sudorosa y fría reflejan un estado neurovege-
sangre roja o “posos de café” en el aspirado naso- tativo alterado como corresponde a una situación
63
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
64
4. Hematemesis y melenas
El examen físico debe ser igualmente concienzudo, terminados procesos hepáticos, cardiovasculares,
no solo para determinar la presencia de inestabi- neumológicos, neurológicos, renales, neoplásicos y
lidad hemodinámica (pulso, TA, coloración y tem- la propia diabetes. Todas estas condiciones clínicas
peratura de la piel), sino para detectar cualquier agravan el pronóstico del paciente, al constituirse
anomalía que pueda relacionar el origen del san- en un factor de riesgo adicional. De ahí que su bús-
grado con la hipertensión portal asociada a cirro- queda intencionada en el interrogatorio y el exa-
sis hepática (ictericia, hepatoesplenomegalia, cir- men físico sea de importancia vital para la preven-
culación colateral, arañas vasculares, ascitis), una ción de posibles descompensaciones6,7. La tabla 4
enfermedad cardiovascular relevante (cianosis, resume los factores asociados a un peor pronóstico
ingurgitación yugular) o una enfermedad sistémica en la HDA. En los últimos años se han desarrollado
potencialmente causante de la hemorragia (pete- diversos sistemas que permiten ponderar el pro-
quias del síndrome de Shönlein-Henoch, manchas nóstico de los pacientes con HDA. Entre ellos, cabe
melánicas peribucales del síndrome de Peutz-
Jeghers, o telangiectasias del síndrome de Rendu- TABLA 4. Factores asociados a un peor pronóstico
Osler-Weber). en la HDA no varicosa 5
Búsqueda de factores clínicos de
importancia para el pronóstico ❱❱ Edad > 60 años.
❱❱ Presencia de comorbilidades.
La forma de presentación del cuadro, la edad del
❱❱ Comienzo de la hemorragia en el hospital.
paciente y la coexistencia de enfermedades asocia-
das constituyen factores claramente implicados en ❱❱ Inestabilidad hemodinámica en la presentación
clínica.
el pronóstico. La hemorragia exteriorizada en for-
ma de hematemesis de sangre roja o aquella que ❱❱ Aspirado nasogástrico hemático (sangre roja).
sitúa al paciente en una condición hemodinámica ❱❱ Historia de hematoquecia o hematemesis.
crítica se asocia, en general, a un peor pronóstico. ❱❱ Necesidad de transfusiones múltiples (> 5 uds.).
La edad es un factor importante que también en- ❱❱ Necesidad de cirugía de emergencia.
sombrece el pronóstico. Otro aspecto relevante es
❱❱ Hemorragia persistente o recidivante.
la existencia de enfermedades asociadas que incre-
mentan la mortalidad en la HDA. Así ocurre con de-
65
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 5. Índice de Rockall para evaluar el pronóstico logra que el paciente se remonte mínimamente de-
de la HDA 10 bido a la gran magnitud de la hemorragia que está
sufriendo, está justificado emprender una endos-
Parámetro Puntuación copia con intención de practicar terapéutica endos-
< 60 años 0 cópica o, si ésta fracasa, intervenir quirúrgicamente
60-79 años 1 al paciente de forma inmediata, aun asumiendo el
> 80 años 2
grave riesgo que ello supone. En tales casos, es pru-
dente realizar la endoscopia en el quirófano, con el
Sin shock (PAS > 100; FC< 100) 0
enfermo intubado y en presencia del anestesista.
Taquicardia (PAS > 100; FC >100) 1
Hipotensión (PAS < 100) 2 Sistemática de la reanimación
Sin enfermedades asociadas 0 hemodinámica
Enfermedades asociadas graves 2 ❱❱ Los pacientes con hemorragia activa que pre-
Insuficiencia renal, cirrosis, neoplasias 3 sentan hematemesis, especialmente si presen-
Sin lesiones ni signos de HR o M-W 0 tan alteración del nivel de consciencia, tienen
un alto riesgo de sufrir una aspiración bronco-
Resto de lesiones 1
pulmonar. Por ello es conveniente colocar al
Neoplasias EGD 2
paciente en posición de decúbito lateral y con-
Sin signos de hemorragia, Forrest III e IIc 0 siderar la intubación en pacientes con deterioro
Sangre fresca, resto de Forrest 2 del estado de conciencia y hemorragia activa o
con alto riesgo de recidiva. Si además existe una
Riesgo bajo ≤ 2 puntos grave alteración hemodinámica se debe incluso
adoptar la posición de Trendelembourg para fa-
Riesgo intermedio: 3-4 puntos
vorecer el flujo cerebral. Una vez recuperados
Riesgo alto ≥ 5 puntos.
es más adecuado mantenerlos en una posición
semisentada que facilita los movimientos respi-
ratorios. Otra medida que contribuye a mejorar
destacar los índices de Rockall12 (tabla 5), de Ba- la oxigenación es la administración de oxígeno,
ylor13 y el índice predictivo del Cedars-Sinai Medical preferentemente mediante cánula nasal, ya que
Center14. Todos ellos requieren de la información la mascarilla podría facilitar la aspiración pul-
proporcionada por la endoscopia. Blatchford et al. monar en caso de hematemesis.
han desarrollado un sistema que permite estrati-
❱❱ Se deben colocar dos catéteres venosos perifé-
ficar el riesgo basándose exclusivamente en datos
ricos gruesos (calibre 16-18 G.) para iniciar la re-
clínicos y de laboratorio15. El índice de Blatchford
posición de volumen. En general es más rápido
ha demostrado su utilidad en la selección de pa-
obtener dos vías periféricas, lo que puede lle-
cientes que pueden ser manejados con seguridad y
varse a cabo, si es preciso, por dos enfermeras
de forma ambulatoria sin necesidad de realizar una
simultáneamente, que tratar de conseguir pun-
endoscopia precoz.
cionar una vía central. Por otra parte, un catéter
Reanimación grueso y corto permite una infusión de fluidos o
sangre más rápida que una larga vía central.
La primera medida terapéutica que debe estable-
cerse en un paciente con HDA es recuperar su si- ❱❱ En las HDA graves o masivas, una vez mejorada
tuación hemodinámica10,11. De ello dependerá que la situación hemodinámica, se cateterizará una
el paciente se mantenga con vida y evitará que se vía venosa central (nosotros preferimos colocar
dañen órganos vitales por una inadecuada oxige- un catéter de doble luz en la vena yugular in-
nación tisular. Por tanto, las medidas diagnósticas terna) que permita controlar la presión venosa
como la endoscopia deben realizarse cuando el pa- central (PVC) y ajustar la velocidad de infusión
ciente ya se encuentra recuperado de la situación a la situación cardiovascular del paciente. Natu-
de shock, adecuadamente perfundido y bien oxige- ralmente, en aquellos casos en que resulta difí-
nado. Tan sólo en casos desesperados en los que, cil obtener una vía periférica (colapso venoso,
a pesar de establecer una adecuada reposición grandes edemas, etc.) se intentará rápidamente
hemodinámica durante un tiempo juicioso, no se la cateterización de la vía central. Del mismo
66
4. Hematemesis y melenas
modo, es preceptivo practicar en estos casos TABLA 6. Factores que influyen en la decisión
sondaje vesical. de hemotransfusión en la HDA
❱❱ Al tiempo que se logra obtener la primera vía
venosa, y antes de iniciar la perfusión de líqui- ❱❱ Situación hemodinámica del paciente.
dos, se extraerán muestras sanguíneas para ❱❱ Magnitud y persistencia de la hemorragia
hemograma completo (incluido recuento de (hematemesis abundantes, aspirado hemático
plaquetas), urea/BUN, creatinina, glucosa, so- fresco, hematoquecia, shock, etc.).
dio, potasio, estudio de coagulación (tiempos ❱❱ Capacidad de adaptación del paciente (cardiopatía
de protrombina, INR y tiempo parcial de trom- isquémica, EPOC, etc.).
boplastina), gasometría/equilibrio ácido-base, ❱❱ Etiología (por ejemplo: varices esofágicas).
determinación de grupo sanguíneo y pruebas
❱❱ Evidencia de estigmas de alto riesgo de recidiva
cruzadas. Si la hemorragia es importante se
(vaso visible, coágulo fresco).
deben reservar 4 unidades de concentrado de
hematíes ya tipadas en el banco de sangre, que ❱❱ Terapéutica endoscópica efectuada con éxito.
podrán ser utilizadas de forma inmediata si es
necesario. transfundir con niveles de hemoglobina por de
❱❱ Fluidoterapia: se iniciará con la administración bajo de 7 g/dl con un objetivo de hemoglobi-
rápida de soluciones cristaloides (solución sali- na entre 8 y 9 g/dl5,8. En los pacientes con alto
na fisiológica o Ringer Lactato) y, si el paciente riesgo, incluyendo a los ancianos y a los que
lo requiere, expansores plasmáticos (gelatinas, presentan comorbilidades importantes como
dextranos, etc.). En determinados pacientes patología cardiovascular o respiratoria deberían
debe evitarse infundir cantidades importantes recibir concentrados de hematíes para mante-
de soluciones salinas (hepatopatías crónicas, ner unos niveles de hemoglobina de 10 g/dl.
cardiopatías, presencia de edemas, etc.) aun- Otros parámetros que influyen en la decisión
que, si la situación clínica lo exige, tendrá prio- de transfundir son la actividad de la hemorragia
ridad la recuperación hemodinámica frente a y la información proporcionada por la endosco-
pia.
otras consideraciones. La velocidad de infusión
se debe adecuar a la gravedad de la hemorragia ❱❱ Respecto al producto a transfundir, debe recor-
y a la recuperación de los indicadores hemodi- darse que el objetivo de la transfusión sanguí-
námicos del paciente (TA, frecuencia cardiaca nea es mejorar el transporte de oxígeno a los
[FC], PVC, diuresis). tejidos, por lo que deben transfundirse con-
centrados de hematíes. En general, no debe
❱❱ Transfusión sanguínea: la decisión de trans-
usarse sangre completa para la corrección de la
fundir sangre debe ser individualizada en cada
situación hemodinámica, que puede llevarse a
paciente. Los valores iniciales del hemogra-
cabo aportando soluciones cristaloides y expan-
ma (hemoglobina [Hb], hematocrito [Hto])
sores plasmáticos. En pacientes con hemorragia
no reflejan la verdadera magnitud de la pér-
activa y coagulopatía (tiempo de protrombina
dida hemática, y es necesario un tiempo de prolongado con INR superior a 1,7) o plaqueto-
48-72 horas necesario para completar el pro- penia (inferior a 50.000 cm3) deberá valorarse
ceso de la hemodilución. Solo entonces pue- la transfusión de plasma fresco o plaquetas,
de llevarse a cabo una estimación real de las respectivamente. Si el paciente presenta una
pérdidas. Inversamente, durante la reposición coagulopatía específica (hemofilia, enfermedad
hemodinámica, una administración excesiva de de Von Willebrand, etc.) se reemplazarán los
fluidos puede hacer descender artificiosamente factores deficitarios.
estos valores. El sentido común y la experiencia
ayudan a encontrar un equilibrio entre el uso y ❱❱ Trastornos de la coagulación: es recomendable
el abuso de la transfusión. La tabla 6 muestra corregir la coagulación en pacientes con valores
los parámetros que influyen en la toma de de- de anticoagulación supraterapéuticos y en he-
cisiones. Brevemente, en los enfermos de bajo morragia grave, aunque existe escasa evidencia
riesgo, incluyendo personas jóvenes, sin enfer- científica que analice este aspecto16. En estos
medades graves asociadas y con buena capa- casos, la utilización de crioprecipitados puede
cidad de adaptación hemodinámica se acepta ser de utilidad, sin embargo, dicho tratamiento
67
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
68
4. Hematemesis y melenas
69
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
mismo escenario, es esencial conseguir una dado que su historia natural es favorable. Cuando
adecuada perfusión y oxigenación tisular21. se detecta un coágulo adherido a la úlcera, debe
Factores como la broncoaspiración, la hipovo- aplicarse lavado con objeto de desprenderlo y rea-
lemia mantenida o la multitransfusión pueden lizar, si es necesario, tratamiento endoscópico de
inducir un inadecuado intercambio gaseoso. la lesión subyacente. Se ha descrito que el lavado
Todo ello hace necesario disponer de gasome- vigoroso del coágulo adherido al lecho de la úlcera
tría arterial o de pulsioximetría, adecuando (por ejemplo, con una bomba de agua) permite vi-
los controles y la periodicidad de los mismos sualizar con éxito estigmas endoscópicos hasta en
a la situación clínica. La oxigenotrerapia y la un 26-43% de los casos y que en un 70% de los ca-
fisioterapia respiratoria deberían formar par- sos logra identificar estigmas de alto riesgo28. Una
te del tratamiento cuando resulte necesario. vez liberado el coágulo se deberá actuar en función
Otras complicaciones como la inducción de de los hallazgos endoscópicos: (1) En caso de que
hemorragia o la perforación pueden ser la con- el coágulo no se desprenda con el lavado, el trata-
seuencia de la propia terapéutica endoscópica. miento endoscópico es seguro y podría reducir las
Finalmente, el riesgo de la endoscopia es máxi- tasas de recidiva hemorrágica. Sin embargo, actual-
mo en presencia de infarto agudo de miocardio, mente no existen pruebas definitivas de que este
arritmias graves, insuficiencia cardiaca o respi- tratamiento sea superior al tratamiento solo con
ratoria grave, abdomen agudo y en pacientes IBP a dosis altas29,30. (2) Los pacientes con sangrado
incapaces de cooperar. activo o vaso visible no sangrante tienen indicación
de tratamiento endoscópico, ya que su eficacia ha
❱❱ Corregir los trastornos de la coagulación. La
sido constatada desde hace más de dos décadas.
utilización de crioprecipitados puede ser de uti-
El metaanálisis ha demostrado que el tratamiento
lidad en la corrección de la coagulación en casos
endoscópico en los pacientes de alto riesgo reduce
de hemorragia masiva y alteración grave de la
el riesgo de resangrado, la necesidad de cirugía y la
coagulación. En otras circunstancias puede bas-
mortalidad31,32. Las figuras 5 y 6 ilustran ejemplos
tar con la administración de una única dosis de
de úlceras sangrantes con estigmas de alto o bajo
10 mg de vitamina K iv. Se ha sugerido que es po-
riesgo de recidiva.
sible realizar de forma segura una técnica endos-
cópica hemostática con un INR en rango terapéu- En aquellos casos en los que el tipo de lesión cau-
tico27, aunque en la mayoría de casos puede ser sal de la HDA lo requiera (úlcera gástrica, lesiones
preferible su corrección previa a la exploración. neoplásicas, etc.), deberán tomarse biopsias múlti-
ples para estudio anatomopatológico. Si las carac-
Optimizar el rendimiento terísticas de la lesión desaconsejan su muestreo en
de la endoscopia el momento de la endoscopia diagnóstica, por el
La endoscopia, además de identificar la etiología riesgo de precipitar un nuevo sangrado, el proce-
en el 95% de las HDA, tiene valor pronóstico al dimiento debe diferirse para un momento ulterior,
proporcionar información relativa a la presencia una vez el riesgo haya cesado.
de sangrado activo o estigmas de hemorragia re-
Técnicas de hemostasia endoscópica
ciente (EHR), lo que permite estimar el riesgo de
recidiva hemorrágica y, por tanto, seleccionar a los En el momento actual se dispone de numerosas
pacientes candidatos a hemostasia transendoscó- técnicas de hemostasia transendoscópica. Éstas in-
pica (figura 4). Brevemente, una lesión con sangra- cluyen básicamente técnicas de inyección (adrena-
do activo tiene un riesgo de continuar sangrando o lina, esclerosantes, pegamentos), procedimientos
resangrar superior al 80%. Cuando se visualiza un térmicos de contacto (electrocoagulación mono- o
vaso visible no sangrante el riesgo es del 50%. La bipolar, termocoagulación) o no (láser, gas argón)
probabilidad de recidiva disminuye si se observa un y procedimientos mecánicos (hemoclips, ligadura
coágulo adherido (20-30%), mancha plana de he- con bandas) (figura 7).
matina (signos indirectos, 5-10%) o un fondo de la
Mecanismos de acción
lesión limpio (1-2%). La clasificación de Forrest, ba-
sada en estos parámetros, ha permitido sistemati- Básicamente, el mecanismo por el que se obtiene
zar los EHR (tabla 7). El tratamiento hemostático no la hemostasia es la formación de un trombo que
está indicado en pacientes con lesiones endoscópi- ocluye el punto sangrante de la pared vascular.
cas de bajo riesgo (úlcera limpia o signos indirectos) Éste es el objetivo común de todos los métodos
70
4. Hematemesis y melenas
EVALUACIÓN INICIAL
Confirmar la presencia de hemorragia
Evaluar la magnitud del sangrado
Valorar signos de hemorragia activa
Investigar factores que influyen de forma adversa en el pronóstico
Reanimación
Terapia antisecretora empírica
1
Valorar ingreso en UVI.
2
Medidas para optimizar el resultado de la endoscopia (eritromicina iv).
3
Aplicar terapéutica endoscópica si existen factores clínicos que gravan el pronóstico.
4
Valorar alta hospitalaria si no existen factores clínicos que agravan el pronóstico.
Figura 4. Algoritmo de actuación en la HDA no varicosa. (Adaptado de Huang CS, Lichtenstein DR. Gastroenterol Clin N Am
2003 (32): 1053-1078 [ref 4]).
TABLA 7. Riesgo de recidiva hemorrágica según los hallazgos del examen endoscópico (clasificación de Forrest)
71
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
A B C
Figura 5. Estigmas de alto riego de recidiva hemorrágica: A) úlcera gástrica con sangrado activo arteria en “jet”; B) úlcera duo-
denal con sangrado activo en “sábana”. Se puede apreciar la prominencia del vaso sangrante en el fondo de la úlcera; C) úlcera
duodenal con vaso visible en el fondo de la lesión.
A B C
Figura 6. Estigmas de bajo riesgo de recidiva hemorrágica: A) úlcera gástrica con un coágulo fresco adherido; B) úlcera gástrica
con pequeños coágulos oscuros y puntos de hematina; C) úlcera gástrica con base limpia cubierta de fibrina.
expuestos, al actuar sobre los tejidos por distintas comprime el vaso favoreciendo el contacto de las
vías, incluyendo el estímulo químico (esclerosis), paredes vasculares opuestas (hemostasia por com-
térmico (calor local) o mecánico33. También la in- presión) y posteriormente se aplica el calor para
ducción de vasoconstricción (principalmente con obtener el sellado final35. Teóricamente la compre-
la inyección de adrenalina) y el propio edema que sión física del vaso detiene el flujo sanguíneo lo que
comprime el vaso sangrante contribuyen a obtener facilita la aplicación de calor y potencia su efecto.
la hemostasia33. Para evitar complicaciones, es im- Cabe señalar que en los estudios experimentales,
portante que el efecto del tratamiento quede con- incluso los métodos térmicos han resultado esca-
finado selectivamente a su lugar de acción y que samente efectivos para conseguir hemostasia en
no afecte a otras capas de la pared intestinal. En los vasos de mayor calibre (de más de 2 mm). Solo
modelos experimentales de úlcera sangrante, los determinados métodos mecánicos, no disponibles
métodos térmicos han resultado mas efectivos que en la práctica clínica rutinaria, parecen efectivos en
la inyección para conseguir una hemostasia com- los vasos de gran calibre. Sin embargo, los modelos
pleta. A su vez, entre los métodos térmicos, los de de úlcera experimental no se adecuan suficiente-
contacto han resultado más efectivos que los que mente a la úlcera péptica crónica de los humanos.
actúan sin contactar con la pared vascular34. Los Es probable, por ejemplo, que el prolongado efec-
métodos térmicos de contacto utilizan el principio to compresivo que se consigue con la inyección de
de coagulación coactiva: inicialmente, la sonda substancias, en un espacio escasamente expansi-
72
4. Hematemesis y melenas
A B C
Figura 7. Técnicas endoscópicas de hemostasia. A) Esclerosis de úlcera gástrica subcardial. B) Termocoagulación.C) Endoclip
sobre el “vaso visible” en una úlcera duodenal.
ble, como el fondo fibrótico de una úlcera péptica, ra31,32. Otros parámetros como los requerimientos
no se reproduzca en los modelos experimentales transfusionales, la necesidad de rescate quirúrgico
de úlcera, habitualmente inducidas en sacaboca- urgente y la duración de la estancia hospitalaria
dos y con escaso componente fibrótico. De hecho, también mejoran significativamente con este tra-
en múltiples estudios clínicos comparativos no se tamiento, mientras que el metaanálisis también ha
han observado diferencias significativas entre los demostrado que mejora la supervivencia31,32. Con la
distintos tratamientos endoscópicos. inyección endoscópica es posible conseguir la he-
mostasia inicial en más del 95% de las úlceras san-
En la práctica clínica los métodos de inyección son
grantes36. Sin embargo, aunque también disminuye
los más ampliamente disponibles, posiblemente
significativamente la tasa de recidiva hemorrágica,
debido a que constituyen la opción más simple,
ésta alcanza todavía alrededor del 20% de los ca-
barata y fácil de ejecutar. Probablemente los mé-
sos. La técnica más utilizada es la inyección de adre-
todos térmicos más empleados son la sonda de
nalina sola o asociada a polidocanol o etanolamina.
calor (heater probe) y la electrocoagulación bipolar
Incluso la inyección de suero salino ha resultado
o multipolar. Con los dispositivos de electrocoagu-
efectiva, aunque menos que otros métodos, lo que
lación bipolar, el electrodo positivo y el negativo
sugiere la trascendencia del efecto compresivo que
que completan el circuito eléctrico están muy cerca
ejerce sobre el vaso el volumen depositado en un
entre sí (en la punta de la sonda) lo que produce
espacio poco expansible como es el fondo ulcero-
un flujo puntual de corriente entre ambos35. Como
so36. Cuando se emplean métodos térmicos, sean o
consecuencia de ello tienen menor riesgo de indu-
no de contacto, se consiguen resultados similares a
cir quemaduras profundas que la coagulación uni-
los observados con las técnicas de inyección37.
polar, y por lo tanto menor riesgo de perforación,
además de otras ventajas como la de permitir la A pesar de su eficacia, el metaanálisis de estu-
compresión mecánica previa y la aplicación tangen- dios aleatorizados demuestra que la inyección de
cial de la sonda. Los dispositivos de electrocoagula- adrenalina es subóptima y que su capacidad he-
ción multipolar tienen tres pares de electrodos en mostática se puede mejorar significativamente
la punta de la sonda, y cualquiera de ellos puede añadiendo a ésta otras técnicas de tratamiento
completar el circuito al contactar con el tejido, endoscópico38,41. Dicho metaanálisis, que en su
lo que facilita su empleo. En algunos modelos de conjunto incluye más de 1.000 pacientes, sugiere
electrocoagulación multipolar los electrodos se al- que la asociación de adrenalina con un segundo
ternan en una disposición espiral en la punta de la tratamiento endoscópico (esclerosante, térmico o
sonda, lo que facilita su aplicación tangencial. clips) disminuye significativamente la incidencia de
fracaso terapéutico y mejora la supervivencia38,39.
Eficacia clínica
La monoterapia con métodos térmicos, clips o in-
Tanto los estudios controlados como su metaaná- yección de esclerosantes, trombina o pegamentos
lisis han constatado la eficacia de la inyección en- consigue una hemostasia más efectiva que la inyec-
doscópica en el control de la hemorragia por úlce- ción de adrenalina41.
73
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
74
4. Hematemesis y melenas
A B C
Figura 8. Angiografía que muestra un punto de sangrado en el yeyuno (A y B) en un paciente de 38 años con una HDA de
origen incierto. La inyección de un coil logra obtener la hemostasia (C). (Por cortesía del Dr. De Gregorio).
tes, se han utilizado esponjas de gelatina, alcohol que los pacientes con lesión péptica de base
polivinílico, pegamentos cianoacrílicos o “coils”. La limpia o con signos indirectos y con contexto clí-
angiografía también puede ser útil para diagnosti- nico favorable, constituyen un subgrupo de bajo
car lesiones que pueden pasar desapercibidas a la riesgo que puede ser dado de alta hospitalaria
endoscopia, como tumores submucosos o lesiones en un intervalo inferior a 24 horas5,8. Para que
vasculares (figura 8). un tratamiento ambulatorio resulte seguro en
este contexto se hace necesaria una evaluación
Tratamiento médico minuciosa del riesgo en función de la comorbi-
Medidas generales lidad, la edad y el apoyo familiar. Un reciente
estudio epidemiológico demuestra que el alta
❱❱ Dieta y régimen de vida: la evidencia disponible precoz inadecuada se relaciona con un incre-
indica que el tiempo en reiniciar la alimentación mento de la mortalidad55. Dado que se precisan
no influye en el curso evolutivo, por lo que en hasta 72 horas para que una lesión de alto ries-
pacientes con una úlcera de bajo riesgo puede go evolucione a una de bajo riesgo56 y la mayo-
hacerse de forma precoz tras la endoscopia. En ría de las recidivas ocurren en este periodo36, en
casos de alto riesgo, sin embargo, parece pru- los pacientes con úlceras que muestran crite-
dente mantener una dieta líquida hasta trans- rios de alto riesgo es aconsejable prolongar la
curridas 24 horas libres de hemorragia por si se hospitalización al menos durante este periodo
hace necesario un nuevo tratamiento. La activi- (72 horas).
dad física se restablece de forma progresiva de
acuerdo con el grado de anemia posthemorrá- Medidas específicas
gica existente. La reanudación de la actividad Inhibición de la secreción gástrica de ácido (SGA)
laboral dependerá de la recuperación de sus va-
lores hemáticos y de las características del tra- La inhibición de la SGA sigue siendo un objetivo
bajo, pero habitualmente puede reinstaurarse primordial en el tratamiento de la HDA debida a
entre 15 y 30 días, si no existen otros problemas lesiones pépticas. Puede resultar beneficiosa por
que aconsejen prolongar el reposo. dos mecanismos: 1) la menor SGA favorece la cica-
trización de las lesiones mucosas y 2) la inhibición
❱❱ Ferroterapia: es aconsejable cursar un estudio
de la secreción favorece la agregación plaquetaria y
del metabolismo férrico antes del alta y admi-
la formación y estabilización del coágulo. Se estima
nistrar suplementos de hierro en caso de que se
que para optimizar la hemostasia se debe mante-
requieran, por vía oral o endovenosa en caso de
ner un pH intragástrico superior a 4, o mejor supe-
anemia grave y/o según comorbilidad.
rior a 6 de forma sostenida, lo que consiguen con
❱❱ Criterios de alta hospitalaria: el paciente pue- mayor eficacia dosis altas de IBP. En la actualidad,
de ser dado de alta cuando ya no existe riesgo dada la eficacia probada de los IBP y el beneficio
apreciable de recidiva. Ya se ha mencionado marginal de los antagonistas-H217, no se recomien-
75
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
da la utilización de estos últimos en la HDA. Los es- TABLA 8. Fármacos antisecretores utilizados en la HDA no
tudios realizados a este respecto han proporciona- varicosa
do evidencias de que el tratamiento con dosis altas
de un IBP endovenoso, tras el tratamiento endos-
cópico, reducen el riesgo de recidiva hemorrágica, ❱❱ Bloqueadores de los receptores H2.
aunque el efecto sobre el requerimiento de cirugía • Ranitidina 50 mg/vía iv/cada 4 horas.
y la mortalidad es menos marcado19,57,58. Queda por • Famotidina 40 mg/vía iv/cada 12 horas.
establecer si dosis bajas de IBP endovenoso o do- ❱❱ Inhibidores de la bomba de protones.
sis altas de IBP oral pueden también ser efectivas, • Omeprazol Bolo inicial de 80 mg iv.
especialmente en poblaciones de menor riesgo,
Después 40 mg/vía iv/8 horas o infusión
como la asiática. Su empleo puede considerarse
continua a 8 mg/h.
cuando el tratamiento con dosis elevadas por vía
• Pantoprazol Bolo inicial de 80 mg iv.
intravenosa no esté disponible. Dado que el riesgo
de sangrado se reduce de forma significativa des- Después 40 mg/vía iv/8 horas o infusión
pués de las primeras 72 horas, el tratamiento con continua a 8 mg/h.
IBP puede continuarse por vía oral hasta la cicatri- • Esomeprazol Bolo inicial de 80 mg.
zación de la úlcera, para lo que puede ser suficiente Después 40 mg/iv/8 horas o infusión continua a
una dosis estándar5,8. En la tabla 8 se muestra la 8 mg/h.
dosificación de distintos IBP.
Somatostatina y octreótido
rragia (hematemesis o melenas) junto con ines-
Se ha sugerido que el tratamiento con somatosta-
tabilidad hemodinámica y anemización (más de
tina u octreótido puede reducir el riesgo de resan-
20 g/l en un periodo inferior a 12-24 horas). La
grado cuando el paciente es tratado con antagonis-
cirugía es obligada cuando el fracaso persiste
tas-H2 o placebo59, pero no se ha demostrado que tras dos intentos de hemostasia endoscópica.
mejoren la eficacia de los IBP, solos o asociados a
tratamiento endoscópico60. Su empleo, por tanto, En el contexto de la emergencia, la cirugía de elec-
no está justificado de forma rutinaria en la hemo- ción suele ser la sutura de la lesión sangrante aso-
rragia por úlcera péptica. ciada a una vagotomía y piloroplastia. Si la condi-
ción clínica del enfermo es muy precaria y el riesgo
Tratamiento quirúrgico quirúrgico es prohibitivo, la angiografía con fines
terapéuticos constituye una opción alternativa54.
La cirugía está indicada cuando la hemorragia no
se logra controlar con las medidas terapéuticas Un caso especial es el de la la hemorragia causa-
farmacológicas o endoscópicas habituales. En la da por una fístula aortoentérica. Ésta debe sospe-
hemorragia por úlcera péptica debe establecerse charse en enfermos portadores de injerto aórtico,
indicación quirúrgica en las siguientes situaciones: aneurisma de aorta, cuerpos extraños enclavados
en esófago, etc. Ante la mera sospecha debe rea-
❱❱ Hemorragia masiva o exanguinante: se define lizarse endoscopia urgente, y en caso de confirma-
como aquella que provoca un estado de grave ción proceder a la cirugía urgente. No es infrecuen-
inestabilidad hemodinámica que no logra con- te (de hecho, suele ser habitual) que la hemorragia
trolarse con una reposición vigorosa de la vole- inicial sea de escasa magnitud y de curso autolimi-
mia incluyendo transfusión (generalmente más tado, para dar paso en pocas horas a una hemorra-
de 6 concentrados en un intervalo inferior a gia exanguinante, a menudo de curso fatal. En estos
12 h). enfermos la tomografía axial computarizada puede
❱❱ Hemorragia persistente o recidivante: aun- contribuir al diagnóstico.
que no existe una definición unánimemente
consensuada, los términos de persistencia o Prevención de la recidiva
recidiva de la hemorrragia quedan englobados,
hoy en día, en el concepto de “fracaso del tra-
a largo plazo
tamiento endoscópico inicial”. Este término se ❱❱ Todos los pacientes que han sufrido una HDA
aplica a aquellos pacientes en quienes después por úlcera péptica gastroduodenal deben recibir
del tratamiento inicial existen signos de hemo- un tratamiento antisecretor hasta lograr la com-
76
4. Hematemesis y melenas
77
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
la gastroprotección permanente con IBP cuando el prognostic factors. Gastrointest Endosc 1981;
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80
5 Hemorragia
gastrointestinal oculta
Laura Sempere Robles, Miguel Pérez-Mateo Regadera
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital General Universitario. Alicante
Localización
hemorragia Hemorragia tracto Hemorragia Hemorragia colon
oculta gastrointestinal superior colon derecho izquierdo y recto
una mínima erosión localizada entre la boca y el están presentes en hemorragias del tracto gastro-
ano puede provocar un sangrado autolimitado que intestinal superior y colon derecho, descendiendo
lleve a un falso positivo en el test de SOH. Por el progresivamente en los sangrados procedentes de
contrario, las lesiones orgánicas no autolimitadas zonas más distales6 (tabla 1).
del tracto gastrointestinal originan a veces hemo-
rragias intermitentes que, junto con la distribución Test de sangre oculta en heces
no uniforme de la sangre en las heces, condicionan
Existen tres tipos de test de detección de SOH:
la obtención de falsos negativos.
guayaco, inmunoquímico y el basado en la de-
La hemoglobina sufre procesos de transformación tección de Hem y derivados porfirínicos. Para la
en la luz intestinal, produciendo diversos meta- toma de la muestra, aunque existe controversia,
bolitos que pueden o no ser detectados por los a modo general no se recomienda realizarla me-
distintos test de medición de SOH4. Así, la hemo- diante el tacto rectal, ya que pequeños trauma-
globina se escinde en la luz intestinal dando lugar tismos en la zona rectoanal pueden conducir a
a cuatro cadenas polipeptídicas denominadas glo- falsos positivos. Aun así, cuando llega a la consul-
binas y cuatro grupos Hem. Las globinas son di- ta un paciente con test de SOH positivo con mues-
geridas en el intestino delgado por las proteasas, tra obtenida por tacto rectal debemos incluirlo en
disminuyendo progresivamente su concentración el estudio de hemorragia gastrointestinal oculta3.
en la luz. Además, cuando llegan al colon dere- Debido a que cada tipo de test determina compo-
cho también son metabolizadas por las bacterias nentes de la hemoglobina diferentes, su validez
intestinales. Ambos procesos son los responsables dependerá de la localización de la lesión en el
de que las globinas sólo se detecten en las heces tubo digestivo, del volumen de sangrado y de la
de los pacientes con hemorragia procedente del motilidad intestinal3 (tabla 1).
colon izquierdo y del recto5. El grupo Hem no se
Los test de guayaco (Hemoccult®, Hemoccult II®,
metaboliza hasta llegar al colon derecho, donde
Hemoccult R®, Hemoccult Sensa®) son los anti-
las bacterias ejercen su acción produciendo deri-
guos y los más usados7. Es una prueba cualita-
vados porfirínicos. Por lo tanto, al igual que las glo-
tiva, sencilla de realizar y de bajo coste. Detecta
binas, el grupo Hem sólo se detecta en hemorra-
hemoglobina y grupo Hem, por lo que tiene una
gias procedentes del colon izquierdo y del recto.
baja sensibilidad en la hemorragia oculta de trac-
En cambio los derivados porfirínicos en las heces
82
5. Hemorragia gastrointestinal oculta
TABLA 2. Lesiones halladas tras endoscopia alta y baja en fármacos9. Al igual que el guayaco, realizan una
paciente con HGO medición cualitativa y tienen una baja sensibilidad
para hemorragias ocultas del tracto gastrointestinal
Lesiones % superior y colon derecho. Su sensibilidad y especifi-
❱❱ Lesiones gastroduodenales: 29-56% cidad para la detección de cáncer colorrectal es del
Úlcera péptica 7-19% 65-94% y del 96% respectivamente.
Esofagitis 6-18%
Gastritis 4-6% El test basado en la detección de Hem y deriva-
Angiodisplasia/ectasia vacular 0-8% dos porfirínicos (HemoQuant®) comporta mayor
Cáncer gástrico 1-4% complejidad técnica. Identifican tanto grupo Hem,
Enf. celiaca 0-11% como derivados porfirínicos, por lo que son sensi-
❱❱ Lesiones en colon: 20-30% bles para hemorragias del tracto gastrointestinal
Cáncer colorrectal 5-11% alto y colon derecho, pero menos sensibles para las
Adenoma 5-14% originadas en el colon izquierdo y recto10. A dife-
Angiodisplasia 1-9%
rencia de las dos pruebas anteriores, realizan una
❱❱ Lesiones sincrónicas: 1-17%
Sin lesiones tras estudio: 29-52%
medición cuantitativa. Sus resultados son signifi-
cativos cuando hay más de 2 mg de hemoglobina
Resultados según referencias 19-23 por gramo de heces. Los únicos falsos positivos se
pueden dar con la ingesta de carne roja.
En la práctica clínica habitual del gastroenterólogo
los test de SOH se utilizan para el cribado de cáncer
to gastrointestinal superior y colon derecho (tabla colorrectal y no para el estudio de la anemia ferro-
1). Su fundamento es el cambio de coloración del pénica. No existe evidencia científica que apoye su
sustrato en presencia de peróxido de hidrógeno y uso en la anemia ferropénica establecida, aunque
actividad peroxidasa o pseudoperoxidasa, propia desde el punto de vista teórico, por su capacidad de
de la hemoglobina y del grupo Hem. Por esta razón, detectar lesiones en distintos tramos los únicos test
algunos alimentos (determinadas frutas, vegetales, que serían potencialmente útiles en este contexto
carne roja) y fármacos (p. ej.: cimetidina, sucralfa- serían los basados en la detección de grupo Hem
to) pueden provocar falsos positivos ya que poseen y derivados porfirínicos2. En el cribado del cáncer
actividad peroxidasa. Por el contrario, el consumo colorrectal se prefieren los test de SOH sencillos,
de ácido ascórbico o determinados antiácidos pue- baratos y cualitativos (guayaco e inmunoquímicos).
den conducir a resultados falsamente negativos.
No hay razón por la que deban suspenderse los su-
plementos de hierro oral durante la realización de Cribado de cáncer colorrectal
los test, ya que no conducen a falsos positivos8. Se
puede aumentar la sensibilidad del test hidratan- El cribado de CCR en población de riesgo medio se
do la muestra, pero no se recomienda esta técnica fundamenta en la detección de SOH o en la endos-
porque disminuye de forma significativa la espe- copia11.
cificidad. Actualmente hay una nueva generación La sensibilidad de los test de SOH es del 30-90% y la
de test denominado Hemoccult Sensa® que tiene especificidad del 96-98% para la detección de CCR,
una mayor sensibilidad, pero con una menor espe- en función del test seleccionado. Una disminución
cificidad. La sensibilidad y la especificidad para la del intervalo entre las pruebas incrementa la sen-
detección de cáncer colorrectal del Hemoccult II®
sibilidad. Se ha demostrado que con la detección
no hidratado y del Hemoccult Sensa® es del 25-38%
de SOH la mortalidad por CCR se ha reducido en un
frente al 64-80% y del 98-99% frente al 87-90%, res-
16%12-14. La estrategia recomendada en la actuali-
pectivamente.
dad conlleva investigar a los sujetos de 50 años o
Los test imunoquímicos (HemoSelect®, Hemoccult mayores con un test de SOH, anual o bienal, o sig-
ICT® y FECA®) se basan en la detección de hemo- moidoscopia cada 5 años o colonoscopia cada 10
globina humana en heces mediante anticuerpos años. El lector puede ampliar información sobre la
específicos. Es una técnica relativamente barata prevención primaria y secundaria del cáncer colo-
y simple, que no se ve afectada por la ingesta de rrectal y síndromes de poliposis en los capítulos 40
carne roja, alimentos con actividad peroxidasa o y 41.
83
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Sistemática de estudio
Anemia ferropénica El primer paso para estudiar una anemia ferropé-
nica es realizar una anamnesis y exploración física
Causas especialmente orientadas hacia la búsqueda inten-
cionada de causas potenciales de ferropenia. Cues-
La anemia ferropénica se caracteriza por la presen-
tiones fundamentales a tener en cuenta son:
cia de una hemoglobina menor de 13 g/dL en los
hombres y de 12 g/dL en las mujeres. Los hematíes ❱❱ La edad del enfermo: una edad superior a 50
tienen un volumen reducido (microcitosis) y tanto años se asocia a un mayor riesgo de neoplasias
la saturación de transferrina como la ferritinemia digestivas.
están por debajo de los límites de la normalidad. ❱❱ Los antecedentes familiares y personales de
Afecta a un 5-10 % de las mujeres premenopáusi- neoplasias que aumentan la probabilidad de
cas y a un 2-5 % de los hombres adultos y mujeres padecer lesiones neoplásicas.
postmenopáusicas. Las causas que pueden explicar ❱❱ Los síntomas. En este punto tan importante es
un estado de ferropenia son primordialmente tres: valorar la existencia de un posible origen extra-
la disminución de la ingesta, las pérdidas crónicas digestivo de sangrado (pérdidas ginecológicas,
Figura 2. La colonoscopia puede iniciar o completar el estudio diagnóstico del paciente con anemia ferropénica y sangre oculta
en heces positiva: A) cáncer colorrectal; B) pólipos de colon; 3) angiodisplasias en colon derecho.
84
5. Hemorragia gastrointestinal oculta
85
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
+ – – +
Sí No + – – +
Tratamiento Tratamiento Inicio del estudio por test de SOH positivo sin ferropenia
Sí No
a causas banales, como divertículos o pequeñas Los tramos del intestino delgado que han queda-
erosiones no complicadas detectadas en una pri- do sin explorar tras las endoscopias convenciona-
mera exploración, ignorando potenciales lesiones les son la tercera porción duodenal, el yeyuno y el
relevantes en el resto del intestino no investigado. íleon proximal y medio. A este nivel, las lesiones
Además, como se expresa en la tabla 2, existe la que con más frecuencia causan hemorragia gastro-
posibilidad de encontrar hasta un 17% de lesio- intestinal oculta son las angiodisplasias (figura 5),
nes sincrónicas. Teniendo en cuenta estos hechos, seguidas de los tumores y de una miscelánea que
nuestra propuesta ante un caso de HGO es seguir incluye úlceras (AINEs, enfermedad de Crohn), di-
la secuencia diagnóstica reflejada en el algoritmo vertículos, endometriosis y otras entidades menos
de la figura 4. frecuentes.
Después de llevar a cabo las exploraciones endos- Para la exploración del intestino delgado, la técnica
cópicas mencionadas (colonoscopia y endoscopia más sencilla y tradicional ha sido la radiología con
oral) entre el 29-52% de las hemorragias gastroin- bario, ya sea mediante un tránsito gastrointestinal
testinales ocultas siguen sin una clara filiación etio- o de una enteroclisis. Sin embargo, la sensibilidad
lógica. Se continuará el estudio en todos los pacien- de este procedimiento para detectar lesiones vas-
tes, salvo en aquellos en los que el estudio se haya culares es nula. Ésta puede incrementarse para la
iniciado por un test de SOH sin ferropenia asociada, detección de tumores, cuando se realiza la técni-
en ellos el estudio puede ser interrumpido en ese ca de la enteroclisis, pero aun con todo no alcanza
momento24. el 10%.
86
5. Hemorragia gastrointestinal oculta
87
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
+ –
Tratamiento + -
Enteroscopia
AngioTC abdominal
Tratamiento + –
Tratamiento + –
Si tras realizar estas pruebas todavía no se ha filia- te leves (aunque clínicamente relevantes) de ESG,
do la etiología, puede plantearse la observación del permite descubrir cambios mínimos compatibles
paciente prescribiendo tratamiento con hierro oral que obligan a considerar la retirada del gluten de
y siempre valorar la posibilidad de una malabsor- la dieta, especialmente si el paciente tiene ante-
ción de hierro. En este punto, debe considerarse cedentes familiares de primer grado o presenta el
que la negatividad de los anticuerpos antigliadina haplotipo DQ2 o DQ8 del sistema HLA33,34. Si el pa-
y antiendomisio (o antitransglutaminasa) no exclu- ciente continúa con anemia ferropénica grave que
ye la enfermedad celiaca al 100% y que la biopsia requiere transfusiones periódicas, debe plantearse
del intestino delgado puede haber sido informa- la realización de una laparotomía exploradora con
da como “normal” en algunos enfermos con ESG. enteroscopia intraoperatoria. En esta situación, la
A menudo, un elevado índice de sospecha clínica morbimortalidad de la intervención es inferior al
y la revisión de la biopsia por un experto familiari- beneficio diagnóstico, con un éxito en la localiza-
zado en el diagnóstico de formas histológicamen- ción de la lesión del 70-88%35-36.
88
5. Hemorragia gastrointestinal oculta
89
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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90
6 Dolor abdominal agudo
Miguel A. Montoro, Menchu Casamayor*
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
*Servicio de Cirugía General y Digestiva
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
Departamento de Medicina. Universidad de Zaragoza
receptores, lo que explica la insensibilidad de estas TABLA 1. Factores que modifican el umbral del dolor
estructuras.
Tipos de estímulos dolorosos ❱❱ Disminuyen el umbral del dolor (el enfermo es más
sensible al dolor).
Distensión o estiramiento • Ansiedad.
Representa el principal mecanismo implicado en la • Depresión.
nocicepción visceral. Puede tratarse de la disten- • Dolor recidivante.
sión de una víscera hueca, como ocurre en el có- • Inflamación.
lico hepático o renal o de la contracción vigorosa
• Isquemia.
del músculo liso, tal como sucede en la obstrucción
intestinal. Finalmente puede tratarse del estira- ❱❱ Aumentan el umbral del dolor (el enfermo manifies-
ta menos sensibilidad al dolor).
miento o tracción del peritoneo o la distensión
de las cápsulas que envuelven las vísceras sólidas. • Demencia.
Así ocurre en el hígado turgente y congestivo de la • Somnolencia.
trombosis de las venas suprahepáticas que acom- • Concentración.
paña al síndrome de Budd-Chiari. • Estimulación simpática.
92
6. Dolor abdominal agudo
Tálamo Córtex
somatosensorial Estómago
Lóbulo frontal
Duodeno
Hígado
Vesícula
Sustancia reticular Colédoco
Páncreas
Asta posterior
medular Haz
Ganglio de raíz espinotalámico
dorsal Colon
Nervio espinal Médula espinal Órganos
pélvicos
Intestino delgado
Colon ascendente
Comunicante Víscera
blanca Ganglio
abdominal
esplácnico
Simpático
Figura 2. Localización del dolor visceral verdadero en función
del origen embriológico del órgano afectado.
Dolor referido
En ocasiones, el dolor originado en una víscera es
percibido como si procediese de una zona localiza- Cerebro
da a distancia del órgano afectado. Aparece cuando
el estímulo visceral es más intenso o bien el umbral
del dolor está disminuido. Su origen puede expli-
carse por la teoría de la convergencia-proyección.
Así, las fibras que conducen los estímulos viscerales
convergen en el asta posterior de la médula junto
con las fibras que conducen los estímulos somáti-
cos (p. ej: procedentes de la piel). Debido a que la
densidad de estos últimos es muy superior y a que
los impulsos procedentes de la piel son mucho más
frecuentes, cuando un impulso de origen visceral es
más intenso o el umbral del dolor está disminuido,
las neuronas del asta posterior medular localizan
erróneamente la procedencia del estímulo, situán- Figura 3. Fisiopatología del dolor referido. El haz espinota-
dolo en el área cutánea inervada por el mismo lámico proyecta los estímulos de las estructuras somáticas y
viscerales que convergen en la misma neurona medular. El
segmento medular. Por ejemplo, los impulsos no- cerebro interpreta erróneamente el origen del estímulo loca-
ciceptivos procedentes de la vesícula entran en la lizado en las estructuras somáticas, debido a que las señales
médula entre las dorsales D5-D10 (figura 3). Cuan- aferentes de estas estructuras (p. ej: la piel) son recibidas por
do la vesícula es afectada por un proceso inflama- el cerebro con mayor frecuencia que las procedentes de las
mismas vísceras.
torio –colecistitis–, la inflamación hace descender
93
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
94
6. Dolor abdominal agudo
PERFORACIÓN DE VÍSCERA HUECA deos (AINE), en cuyo caso la perforación puede ser
la primera manifestación de la enfermedad (ver ca-
La causa más frecuente de perforación es la úlcera pítulo 18). La presentación típica es la de un dolor
péptica gastroduodenal. La anamnesis retrospecti- abdominal de comienzo súbito e intensidad extre-
va suele revelar en la mayoría de estos casos sín- ma, que se acompaña de rápido deterioro del esta-
tomas previos compatibles con una enfermedad do general con colapso periférico y signos de peri-
ulcerosa péptica, salvo en los casos de pacientes tonismo. La desaparición de la matidez hepática no
ancianos que toman antiinflamatorios no esteroi- es un hecho constante en todas las perforaciones
95
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
❱❱ Torácicas:
• Infarto agudo de miocardio.
• Pericarditis.
• Miocarditis.
• Endocarditis.
• Neumonía basal.
• Neumotórax.
• Infarto pulmonar.
Figura 4. La rotura del aneurisma de la aorta abdominal es
• Rotura del esófago. una causa de DAA que entraña un riesgo vital inminente
❱❱ Metabólicas: para el paciente. La imagen corresponde a la rotura de un
aneurisma de la aorta iliaca interna. Cortesía de la Dra.
• Insuficiencia suprarrenal. Casamayor. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
• Hiperparatiroidismo.
• Uremia.
• Cetoacidosis diabética.
• Porfiria aguda intermitente.
• Hiperlipoproteinemia.
❱❱ Tóxicas:
• Intoxicación por plomo.
• Picaduras.
• Deprivación de opiáceos.
❱❱ Hematológicas:
• Crisis hemolíticas.
• Leucemia aguda.
• Hemocromatosis. Figura 5. La aparición de un dolor abdominal de intensidad
extrema que contrasta con la escasa relevancia de los signos
❱❱ Neurológicas: encontrados en la exploración del abdomen, debería suscitar
• Herpes zoster. rápidamente la sospecha clínica de isquemia mesentérica
aguda, especialmente en un paciente con factores de riesgo.
• Tabes dorsal. La imagen corresponde a la laparotomía de un paciente con
• Causalgia. una trombosis de la arteria mesentérica superior. Cortesía del
Dr. Placer. Hospital de Donostia.
• Epilepsia abdominal.
❱❱ Vertebrales:
• Dolor radicular. transcurrido entre el comienzo de los síntomas y
el momento de la cirugía (8% cuando la cirugía se
• Íleo secundario a fractura vertebra.l
lleva a cabo antes de las 36 horas y 25% cuando la
cirugía se retrasa más de 36 horas). Síntomas habi-
tuales de oclusión son la aparición de dolor abdo-
viscerales. Un retraso en el diagnóstico superior a minal de carácter cólico, náuseas, vómitos y cierre
24 h se asocia a un incremento de la mortalidad4. abdominal con dificultad para la emisión de heces
y gases (capítulo 27). Las obstrucciones del intes-
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL tino delgado suelen provocar vómitos paroxísticos,
La obstrucción intestinal con estrangulación (com- episodios de dolor a intervalos de pocos minutos
promiso vascular) pone en riesgo la vida del pa- y escasa distensión abdominal. Cuando el dolor se
ciente y, de hecho, la mortalidad de la oclusión hace persistente debe sospecharse compromiso
intestinal se relaciona claramente con el tiempo vascular. Sus causas más frecuentes son las bridas
96
6. Dolor abdominal agudo
97
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
A B
Figura 7. El vólvulo del colon es la causa más frecuente de obstrucción del colon. La imagen corresponde a un vólvulo del colon
transverso. (A) Gran distensión del colon derecho visible en la Rx simple de abdomen. (B) Imagen obtenida en el curso de la
laparotomía que muestra una perforación diastásica del ciego.
su edad gestacional) y los datos que proporciona la curso evolutivo puedan aparecer o no complicacio-
ecografía endovaginal. nes de pronóstico incierto.
98
6. Dolor abdominal agudo
La mortalidad de la AA es del 0,1% pero se eleva al (seudodivertículos) en las zonas de mayor debili-
0,6-5% en las formas complicadas. Un caso especial dad de la pared intestinal. El sigma es la región más
es el de la apendicitis del anciano con tasas de mor- afectada debido a las mayores presiones endolu-
talidad que pueden llegar a alcanzar hasta el 70%. minales en este segmento. Aproximadamente un
❱❱ VESÍCULA Y VÍAS BILIARES 15-25% de los pacientes desarrollarán una diverti-
culitis aguda (DA) consistente en una inflamación
Los cálculos biliares y sus complicaciones consti- necrotizante de un divertículo que conduce a la
tuyen una de las causas más frecuentes de dolor micro o macroperforación del mismo (figura 8). La
abdominal en el cuadrante superior derecho del expresión clínica de la DA depende de la gravedad
abdomen. Típicamente los pacientes describen de la perforación y de la respuesta del organismo.
un dolor en la línea media superior del abdomen La mayoría se limitan a una inflamación de la pared,
con irradiación al hipocondrio derecho y a la región quedando la perforación cubierta por la grasa epi-
subescapular, acompañado de náuseas, vómitos y
ploica (diverticulitis aguda no complicada). Un 25%
anorexia. A menudo, el enfermo refiere una ingesta
presentarán complicaciones, incluyendo abscesos
rica en grasas 1-2 horas antes y no es infrecuente
pericólicos o a distancia, fístulas en órganos veci-
el comienzo nocturno de los síntomas. Cuando el
nos, estenosis, obstrucción y perforación a perito-
dolor se prolonga más de 5 horas debe sospechar-
neo libre. La pileflebitis (trombosis séptica del árbol
se una colecistitis aguda. En tal caso, el dolor se
hace más relevante (salvo en los ancianos) y puede venoso portal) es una complicación infrecuente,
aparecer fiebre. La impactación de un cálculo en el pero grave. La presentación más común es el dolor
colédoco distal es un motivo muy frecuente de con- en el cuadrante inferior izquierdo del abdomen (en
sulta en los Servicios de Urgencias. En tales casos casos de sigma redundante, el dolor puede estar
es común la asociación de icteria, fiebre y eleva- centrado en hipogastrio e incluso en FID), acom-
ción de los enzimas hepáticos (AST, ALT, F. alcalina pañado de signos de peritonitis focal (no difusa),
y GGT) como expresión de colangitis (capítulo 45). náuseas, anorexia y fiebre en grado variable. Al-
gunos enfermos refieren disuria y polaquiria como
❱❱ PANCREATITIS expresión de irritación vesical por vecindad. El diag-
La pancreatitis aguda es una condición inflamatoria nóstico de DA es más probable cuando el enfermo
del páncreas clínicamente caracterizada por dolor lleva varios días con disconfort abdominal hasta
abdominal y elevación de los niveles plasmáticos que acude al hospital (aunque la presentación
de enzimas pancreáticos. En España se registra una brusca con peritonitis difusa no es excepcional). No
incidencia de 350 casos por millón de habitantes y es infrecuente que el enfermo haya presentado 1-2
año, siendo la litiasis biliar y el abuso de alcohol las episodios previos de DA.
causas más frecuentes (80%). Su mortalidad global
es del 5-10%, elevándose al 25-30% en las formas
graves4. En su forma más típica, el enfermo descri-
be un dolor inicialmente centrado sobre la línea
media superior del abdomen o el mesogastrio, con
irradiación (en banda o en cinturón) hacia ambos
hipocondrios o región dorsal. El dolor suele adquirir
una intensidad máxima en el curso de los primeros
20-30 minutos desde su comienzo y permanece al
menos 48-72 horas. En los casos de mayor grave-
dad, el dolor es difuso y se acompaña de distensión
abdominal, íleo y signos peritoneales. Excepcional-
mente, la pancreatitis puede debutar con un cua-
dro de shock y coma, sin dolor abdominal (capítulo
42).
❱❱ ENFERMEDAD DIVERTICULAR Figura 8. Pieza de laparotomía que muestra la imagen de
una perforación de un divertículo del intestino delgado.
La enfermedad diverticular del colon es una enti- Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital Universitario Miguel
dad frecuente cuya prevalencia aumenta con la Servet. Zaragoza.
edad. Consiste en protusiones de la mucosa cólica
99
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
100
6. Dolor abdominal agudo
Urgencia hospitalaria. Entre ellas se incluyen el có- ❱❱ CAUSAS GENITALES EN EL SEXO FEMENINO
lico renal, las infecciones del tracto urinario, el do-
Además de la apendicitis aguda, existen cinco en-
lor testicular agudo (escroto agudo) y la retención
tidades que cursan con dolor abdominopélvico en
vesical. El cólico renal es un cuadro clínico caracte-
la mujer y que pueden ser causa de morbilidad re-
rizado por un dolor intenso, lancinante, paroxístico levante e incluso de mortalidad. Éstas incluyen la
y agitante que no se alivia con el cambio postural rotura de un embarazo ectópico (ya mencionada),
ni posición antiálgica determinada y que es debi- la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), el absceso
do a la obstrucción del tracto urinario superior. El tuboovárico, la torsión de la trompa de Falopio y
cólico “séptico” es una urgencia urológica, debida la rotura de un quiste de ovario, además de la en-
a la sobreinfección de la orina retenida. Cursa con dometriosis. La EIP es el resultado de la migración
fiebre y las alteraciones hemodinámicas propias atraumática de microorganismos desde la vagina
de un proceso séptico con repercusión sistémica. o el cérvix hacia estructuras superiores del apa-
Las infecciones del tracto urinario (ITU) compren- rato reproductor femenino y, potencialmente a la
den una amplia variedad de patologías que tienen cavidad peritoneal. Típicamente cursa con dolor
en común la colonización bacteriana progresiva abdominopélvico, coitalgia, secreción o sangrado
de tejidos y vías que se extienden desde el meato vaginal anormal y peritonitis. El dolor al movilizar
uretral hasta la corteza renal. Se caracterizan por el cuello uterino es un signo prácticamente cons-
disuria, polaquiuria, micción urgente y, a menudo, tante. Debe sospecharse en mujeres jóvenes con
van acompañadas de dolor suprapúbico, orina ma- múltiples parejas sexuales, especialmente si no uti-
loliente y, en ocasiones, hematuria. El síndrome de lizan métodos contraceptivos de barrera. Aunque
escroto agudo define una situación clínica de ur- poco frecuente, la EPI puede complicarse con un
gencia que se caracteriza por dolor testicular agu- absceso tuboovárico. Aproximadamente un 10% de
do de instauración brusca, acompañada habitual- las pacientes con EPI desarrollan una perihepatitis
mente de signos locales y sistémicos. Su etiología encapsulante (síndrome de Fitz-Hugh Curtis). Dado
es variable y precisa de una actuación quirúrgica que estas pacientes presentan dolor e hiperalge-
urgente. Engloba una serie de patologías que inclu- sia en el hipocondrio derecho, el síndrome puede
yen la torsión del conducto espermático, la orquitis simular las características de una colecistitis, una
u orquioepididimitis, traumatismos y, en menor neumonía o una embolia pulmonar. La torsión del
medida, varicocele, tumores e hidrocele. La torsión ovario se define como el giro del ovario alrededor
testicular tiene una incidencia anual de 1/4.000 de su pedículo vascular, ocasionando obstruc-
varones menores de 25 años. Es característico en-
contrar un testículo elevado en posición horizontal
(signo de Gouverneur), con dolor que aumenta
al elevarlo (signo de Prehn), reflejo cremastérico
abolido, edema periescrotal y dolor intenso que no
disminuye con la elevación del testículo. La viabili-
dad del testículo depende del tiempo de evolución,
siendo del 100% cuando el tiempo de evolución es
inferior a 3 horas y del 0% cuando supera las 24 ho-
ras. En pacientes ancianos, diabéticos, alcohólicos
o inmunocomprometidos, se ha descrito, rara vez,
una fascitis necrotizante del testículo y tejidos peri-
rrectales de etiología polimicrobiana que conducen
a la esfacelación y gangrena (síndrome de Fournier)
(figura 9). Finalmente, la retención y la obstrucción
urinaria aguda son términos que se utilizan para
definir la dificultad o impedimento al flujo de la ori-
na en cualquier nivel del tracto urinario. En algunos
casos, la retención vesical, provoca un cuadro seu-
doperitonítico que puede conducir al paciente al Figura 9. Escroto agudo con fenómenos de fascitis necro-
quirófano erróneamente, cuando el clínico ha pa- tizante perirrectal. Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital
Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
sado por alto los signos clínicos de un globo vesical.
101
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
ción del drenaje venoso y linfático con necrosis pro- posible origen miocárdico del dolor (especialmente
gresiva del tejido. Típicamente debuta con un dolor en ancianos).
abdominal de inicio brusco localizado en el hemiab-
❱❱NEUMONÍA
domen inferior, acompañado de náuseas y vómitos.
Además del dolor, la palpación puede mostrar una La neumonía puede asociarse a síntomas abdomi-
masa anexial unilateral. Solo un 3% muestran sig- nales como naúseas, vómitos, diarrea, pérdida de
nos de irritación peritoneal. La rotura de un quiste peso, anorexia y dolor abdominal. El dolor abdomi-
de ovario puede ser asintomática o asociada con un nal se explica por la irritación pleural y, de forma
dolor de comienzo súbito en cualquiera de los cua- típica, se agrava con la tos y la inspiración profunda.
drantes abdominales inferiores. A menudo, el dolor ❱❱EMBOLIA PULMONAR (EP)
se inicia coincidiendo con una intensa actividad fí-
sica o durante las relaciones sexuales y se acom- La EP puede ser una causa de dolor abdominal cuyo
paña de discreto sangrado vaginal. La preeclamsia origen cabe relacionar con diversos mecanismos
ocurre habitualmente en el último trimestre del que incluyen la irritación pleural, el íleo secundario
embarazo y se define por la tríada: hipertensión, a la afectación pleurodiafragmática y la congestión
proteinuria y edema. Algunas de estas pacientes hepática (hígado de estasis) debida al fallo ventri-
pueden presentar daño hepático concomitante con cular derecho.
dolor en hipocondrio derecho. Finalmente, la en- ❱❱HERPES ZOOSTER
dometriosis, entidad caracterizada por la aparición
de tejido similar al endometrio fuera de la cavidad El herpes zooster es una reactivación de una infec-
uterina puede ser causa de inflamación y de dolor ción latente por el virus de la varicela zooster en
en distintas localizaciones de la región pelviana. El un ganglio de la raíz dorsal que puede cursar con
dolor suele tener un curso crónico con frecuentes dolor abdominal, según el nivel (dermatoma) afec-
exacerbaciones durante el período menstrual o la tado por la infección. Debe conocerse que el dolor
ovulación. Son típicas la dismenorrea, la infertilidad puede preceder en días o semanas a la aparición
y la dispareunia. del rush.
❱❱DISFUNCIÓN DE LA RAIZ DEL NERVIO TORÁCICO
Causas menos frecuentes (a menudo
La disfunción de la raíz del nervio torácico puede
insospechadas) de DAA cursar con dolor abdominal constante que empeo-
A menudo, el abdomen se comporta como “caja de ra por la noche. Típicamente pueden desarrollar
resonancia” de diversas afecciones sistémicas que una hipoalgesia con pérdida de la sensibilidad al
pueden manifestarse con dolor abdominal como pinchazo (loss of pinprick sensation) sobre la pared
síntoma principal o secundario. Se trata de causas abdominal.
“inusuales” de DAA que deben ser conocidas por el
INFECCIONES Y AGENTES TÓXICOS
médico práctico, dado que su mera consideración
evitará en algunos casos una laparotomía innece- Ante un DAA de origen incierto debe tenerse en
saria. consideración la posible implicación de agentes
infecciosos, tóxicos o farmacológicos capaces de
CAUSAS TORÁCICAS provocar efectos deletéreos sobre el abdomen, in-
❱❱CARDIOVASCULARES cluyendo la aparición de ulceración, perforación y
peritonitis. Algunas infecciones extraabdominales
Ya se ha mencionado el IAM como causa de dolor como la faringitis estreptocócica o la enfermedad
abdominal que puede poner en riesgo la vida del de Lyme (además de la neumonía y la infección por
enfermo. Alrededor del 50% de los pacientes diag- el virus varicela zooster) pueden ser una causa de
nosticados de un un síndrome coronario agudo DAA. En este mismo apartado debe incluirse la lin-
(SCA) debutan con síntomas distintos al dolor to- fadenitis mesentérica reactiva a una infección víri-
rácico. De ellos, entre un 2% y un 15% presentan ca o bacteriana, una causa no infrecuente de dolor
dolor abdominal comúnmente localizado en el epi- en FID que puede imitar al de una apendicitis, la
gastrio y asociado a náuseas y vómitos. Por lo tan- infección por Yersinia enterocolítica y por Yersinia
to, la presencia de tabaquismo, diabetes mellitus, paratuberculosis y la mononucleosis infecciosa. Un
hipertensión arterial, dislipemia y antecedentes 50% de estos últimos presentan esplenomegalia.
familiares de coronariopatía obliga a considerar un En este escenario, un dolor abdominal súbito lo-
102
6. Dolor abdominal agudo
103
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
los analgésicos habituales. Con frecuencia aso- sensibilidad más común en niños, aunque también
cia síntomas neuropsiquiátricos, vómitos e hi- puede afectar a adultos, caracterizada por púrpura,
ponatremia secundaria a síndrome de secreción artralgias, hematuria secundaria a glomerulonefri-
inadecuada de ADH. Los brotes pueden venir tis, dolor abdominal cólico, náuseas, vómitos y dia-
precipitados por múltiples circunstancias (inclu- rrea. La poliarteritis nodosa cursa con síntomas gas-
yendo fármacos) que interfieren con la síntesis trointestinales en más del 50% de los casos y hasta
del grupo hemo (estrógenos, barbitúricos, feni- 1/3 de los pacientes desarrollará complicaciones
toína, etanol, sulfonamidas, infecciones, ayuno que pueden requerir una actuación quirúrgica (in-
y menstruación). farto intestinal, hemorragia y perforación).
❱❱ La gastroenteritis eosinofílica es una entidad CAUSAS PARIETALES
poco frecuente caracterizada por una densa
infiltración eosinofílica de la pared intestinal (la Entre las causas de DAA no pueden olvidarse aque-
eosinofilia periférica no es una constante). Sus llas cuyo origen se sitúa en la propia pared abdomi-
manifestaciones clínicas dependen de la capa nal (“dolor abdominal de origen parietal”). Aunque
intestinal predominantemente afectada (mu- son pocos los escenarios donde la patología de la
cosa, muscular propia o serosa). Los casos con pared comporta un riesgo vital (hemorragia in-
afectación de la mucosa conducen a una diarrea coercible por hematoma de la vaina de los rectos
crónica con malabsorción y enteropatía pierde- abdominales, isquemia focal por incarceración y es-
proteínas. Los casos con afectación de la mus- trangulación herniaria), su identificación temprana
cular propia provocan episodios de obstrucción es de importancia crucial para evitar un desenlace
intestinal en relación con el engrosamiento de no deseado. Entre las causas de dolor abdominal
la pared muscular y pueden ser difíciles de diag- de origen parietal deben destacarse el hematoma
nosticar. Los casos con afectación de la serosa de la vaina de los rectos debido a la rotura súbita
cursan con episodios recidivantes de serositis de los vasos epigástricos favorecido por el aumento
con ascitis rica en eosinófilos. de la presión intraabdominal (tos, embarazo) y la
anticoagulación oral; la incarceración del omento
NEOPLASIAS de hernias abdominales (sin oclusión intestinal), el
Diversas afecciones neoplásicas pueden expresarse atrapamiento del nervio cutáneo anterior por ede-
por dolor abdominal, especialmente el cáncer de ma (e isquemia), favorecido por los anticonceptivos
ovario y el cáncer colorrectal, este último asocia- orales, la radiculopatía sensorial compresiva (neu-
do generalmente a cambios en el ritmo intestinal ralgia abdominal parietal) (ver importancia del test
y rectorragia. Los pacientes con leucemia pueden de Carnett, más adelante) y la neuralgia postherpé-
presentarse con los síntomas de un abdomen agu- tica, entre otras (tabla ).
do, debido a obstrucción funcional (seudoobstruc-
SÍNDROME DE VÓMITOS CÍCLICOS
ción) secundaria a disfunción autonómica, trastor-
nos vasculares localizados o irritación peritoneal.
(EPILEPSIA O MIGRAÑA ABDOMINAL)
La propia quimioterapia y la radioterapia pueden El síndrome de vómitos cíclicos (asocia dolor abdo-
ser causa de dolor abdominal. La vincristina, por minal con frecuencia) cursa con episodios recidi-
ejemplo, puede originar dolor abdominal cólico y vantes de vómitos de comienzo abrupto y duración
relevante hasta 10 días después de su administra- inferior a 1 semana. Se requieren al menos tres epi-
ción. Algunos pacientes con leucemia que reciben sodios en al año previo al diagnóstico y ausencia de
quimioterapia pueden presentar tiflitis o colitis ne- náuseas y vómitos durante las intercrisis (criterios
crotizante con afectación del ciego y apéndice. de Roma). Apoya el diagnóstico una historia fami-
liar de migraña.
VASCULITIS Y CONECTIVOPATÍAS
El lupus eritematoso sistémico (LES) puede ser la
causa de un DAA debido al padecimiento de di-
Diagnóstico del dolor abdominal agudo
versas afecciones gastrointestinales relacionadas, La evaluación del paciente que consulta por pre-
incluyendo peritonitis, úlcera péptica, vasculitis sentar un DAA reviste, a menudo, una gran com-
mesentérica con infarto intestinal y pancreatitis plejidad y constituye un reto, incluso para los más
aguda. La púrpura de Shönlein-Henoch (PSH) es expertos3. Aproximadamente un 25% de los pacien-
una vasculitis mediada por mecanismos de hiper- tes que son dados de alta tras haber sido evaluados
104
6. Dolor abdominal agudo
por presentar un DAA en los Servicios de Urgencia bacteriana espontánea que complica la evolución
hospitalaria son diagnosticados finalmente de un de una cirrosis hepática. En el segundo caso, por-
dolor abdominal inespecífico; esta proporción au- que los AINE incrementan el riesgo de perforación
menta hasta un 35-40% cuando los enfermos son de una úlcera péptica o del propio intestino. La pre-
ingresados por este mismo motivo5-7. Debe recor- sencia de factores de riesgo cardiovascular (p. ej.:
darse que existen causas intra- y extraabdominales arterioesclerosis), arritmias cardiacas o un estado
y que el listado de aquellas es amplio (tablas 2 y 3). de hipercoagulabilidad debe siempre despertar la
Los puntos esenciales sobre los que debe susten- sospecha de un cuadro de isquemia intestinal, en
tarse el juicio diagnóstico son siempre una historia cualquiera de sus modalidades clínicas (ver capítulo
clínica concienzuda y un examen físico minucioso, 28). Es crucial pensar en esta entidad antes de que
así como la interpretación juiciosa de exámenes de el infarto intestinal sea una realidad insoslayable y
laboratorio y algunas pruebas complementarias bá- de pronóstico infausto (figura 5). Cualquier detalle
sicas o avanzadas. Otras claves que resultan de gran de la historia clínica puede resultar de gran utilidad,
ayuda son el valor de la observación, la experiencia por insignificante que pueda parecer. Por ejemplo,
acumulada y el conocimiento de las etiologías más los corredores de grandes distancias o los consu-
frecuentes4. midores de cocaína (un potente vasoconstrictor)
tienen una probabilidad mayor de desarrollar epi-
Historia clínica sodios de isquemia cólica, lo mismo que aquellas
La historia clínica debería centrarse en tres puntos personas que han sufrido una cirugía reciente de
esenciales: los antecedentes clínicos del enfermo, reemplazamiento aórtico o sesiones frecuentes de
la semiología del dolor y los síntomas asociados. hemodiálisis. El antecedente de una laparotomía
previa es importante, dado que la presencia de
Antecedentes médico-quirúrgicos bridas intraperitoneales constituye la causa más
frecuente de oclusión del intestino delgado, parti-
El conocimiento de los antecedentes clínicos del
cularmente cuando la intervención se realizó sobre
paciente aporta valiosa información para orientar
el apéndice, el útero o el colon pélvico (figura 6).
el diagnóstico. Especial relevancia tiene la edad del
Algunas enfermedades metabólicas como el hiper-
enfermo. Así, la probabilidad de que el DAA obe-
paratiroidismo o la hiperlipoproteinemia tipo I, IV o
dezca a una causa grave (rotura de aneurisma de
V se hallan implicadas en la etiopatogenia de algu-
aorta abdominal, isquemia mesentérica, infarto
nos cuadros de pancreatitis. Otras como el hipoti-
agudo de miocardio) es netamente superior en el
roidismo, la diabetes o la enfermedad de Parkinson
anciano. Por otro lado, la expresividad clínica de
pueden provocar episodios de seudoobstrucción
determinadas enfermedades, –como la colecistitis
intestinal. La historia debe proporcionar detalles en
aguda–, puede ser diferente en edades avanzadas,
relación con el uso de drogas ilícitas, alergias, via-
donde el dolor abdominal a menudo es un síntoma jes recientes, medicación inmunosupresora y datos
menor o incluso inexistente8. La mujer en edad fér- psicosociales, incluyendo los antecedentes de vio-
til también constituye un problema a la hora de in- lencia doméstica.
terpretar el origen de un DAA, dado que ha de valo-
rarse la posibilidad de un embarazo ectópico o una Semiología del dolor
preeclampsia. Otras entidades como la salpingitis
Localización
o la torsión de un quiste ovárico han de ser igual-
mente consideradas en el sexo femenino. El ante- La localización del dolor constituye una valiosa ayu-
cedente de inmunosupresión (p. ej.: sida) debe ser da para reducir el espectro de posibilidades diag-
firmemente considerado en el paciente con DAA, nósticas (tabla 4)9. El dolor de origen visceral tiende
dado que puede haber una infección oportunista o a localizarse de acuerdo con el origen embriológico
una complicación derivada del empleo de fármacos del órgano afectado. Así, la afectación de órganos
antirretrovirales (p. ej.: pancreatitis aguda), como situados desde la boca hasta la porción proximal
causa del dolor. Igualmente importante es consig- del intestino causa dolor en el abdomen superior,
nar el consumo crónico de alcohol o de antiinfla- los órganos localizados desde el duodeno proximal
matorios no esteroideos (AINE). En el primer caso hasta el colon transverso medio causan dolor en la
porque el alcoholismo conduce al desarrollo de en- región periumbilical y los localizados entre el co-
fermedades que pueden cursar o debutar con DAA, lon transverso distal y el recto, producen dolor en
incluyendo la pancreatitis aguda, o la peritonitis el hemiabdomen inferior. Desde un punto de vista
105
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
práctico, el clínico debe considerar las siguientes derecho del pulmón10. El dolor centrado en el
posibilidades: epigastrio debería sugerir una enfermedad re-
❱❱ Abdomen superior: el dolor localizado en el lacionada con el ácido (duodenitis, úlcera pép-
cuadrante superior derecho suele tener su tica gastroduodenal) o pancreática (pancrea-
origen en procesos hepatobiliares (hepatitis, titis aguda, crónica o cáncer de páncreas), en
colangitis, colecistitis) y otros como el infarto tanto que el dolor localizado en el hipocondrio
agudo de miocardio, la neumonía del lóbulo in- izquierdo debería sugerir enfermedad pancreá-
ferior derecho del pulmón y la embolia del lado tica o infarto esplénico, así como embolia del
TABLA 4. Causas comunes de DAA ordenadas en función de la localización predominante del dolor
106
6. Dolor abdominal agudo
lado izquierdo del pulmón, neumonía o herpes rior derecho del abdomen. Un estudio informó
zooster. una tasa de errores de hasta el 30-40% cuando
el diagnóstico se centró en el patrón del dolor11.
❱❱ Abdomen inferior: los procesos que con mayor
frecuencia causan dolor en esta localización son Irradiación
la apendicitis aguda, la enfermedad diverticular
La irradiación del dolor a menudo proporciona
del colon, los cálculos renoureterales y la enfer-
información útil para el diagnóstico. La figura 10
medad pélvica inflamatoria, entre otras causas
muestra irradiaciones tipicas de algunos procesos
ginecológicas como el embarazo ectópico, la ro-
abdominales frecuentes. Entre ellas deben mencio-
tura de un quiste ovárico, la torsión de las trom-
narse:
pas de Falopio y la endometriosis.
❱❱ El dolor irradiado al hipocondrio derecho y zona
❱❱ Dolor abdominal difuso: a diferencia de los
subescapular, típico del cólico biliar y la colecis-
anteriores –casi siempre expresión de un sín-
titis.
drome de inflamación visceral–, la localización
difusa del dolor debe hacer considerar la posi- ❱❱ El “dolor en cinturón” que suele aparecer en in-
bilidad de entidades que pueden comprometer dividuos con bajo umbral frente al dolor, marca-
gravemente la vida del enfermo, entre ellas, da distensión gástrica o intestinal o pancreatitis.
la isquemia mesentérica aguda, la oclusión
❱❱ El dolor irradiado a la espalda es característico
intestinal y la peritonitis difusa aguda. Otras
de procesos biliopancreáticos, úlcera péptica
entidades menos graves, pueden originar un
con signos de penetración o perforación, pato-
dolor abdominal difuso, incluyendo la propia
logía renoureteral o vertebral y procesos gine-
gastroenteritis (la intensidad del dolor es me-
cológicos. Nunca debe olvidarse el aneurisma
nor), la migraña abdominal y una miscelánea de
de aorta abdominal, entre las causas de dolor
causas endocrino-metabólicas o sistémicas de
abdominal agudo con irradiación a la espalda.
dolor abdominal: fiebre mediterránea familiar,
enfermedad de Addison, hiperparatiroidismo, ❱❱ La irradiación a la ingle es propia del cólico ne-
edema angioneurótico e intoxicación por plo- frítico, pero también del aneurisma disecante
mo. En todo caso, basar el diagnóstico de pre- de aorta. Algunos pacientes han presentado
sunción en la localización del dolor abdominal muerte súbita después de haber sido diagnos-
puede conducir a error. Un ejemplo típico es el ticados de un cólico renoureteral, debido a que
caso de un paciente con apendicitis retrocecal, ambas entidades comparten, a menudo, carac-
que puede referir el dolor en el cuadrante supe- terísticas semejantes en la irradiación del dolor.
Irritación diafragmática
Páncreas
Cólico renal
Aneurisma de aorta Útero
abdominal
Figura 10. Irradiaciones más frecuentemente observadas en los procesos que cursan con dolor abdominal agudo.
107
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Forma de comienzo
El modo de comienzo puede aportar datos inte-
resantes para un diagnóstico precoz. Un dolor de
comienzo súbito sugiere la perforación de una vís-
cera hueca, una oclusión vascular mesentérica o
la torsión de un quiste ovárico. El cólico nefrítico y
la pancreatitis aguda también pueden originar un
cuadro de dolor de comienzo brusco o que adquie-
re una intensidad extrema en pocos minutos. Am-
bas entidades, sin embargo, pueden manifestarse
de un modo más insidioso, como ocurre, en gene-
ral, en el síndrome de inflamación visceral.
Figura 11. La presencia de una estenosis en el intestino
Calidad o carácter del dolor justifica la aparición de un dolor abdominal manifiestamente
cólico. La imagen revela la presencia de una onda peristáltica
El matiz, carácter o calidad del dolor es con frecuen- por delante de un segmento estenótico en un paciente con
cia difícil de precisar, particularmente cuando el pa- una yeyunoileítis ulcerativa no granulomatosa.
ciente es poco colaborador, presenta deterioro cog-
nitivo, hipoacusia o, simplemente, se muestra poco
receptivo –entre otros factores por la sensación de
disconfort que experimenta o por la necesidad de carácter del dolor típicamente descrito por el en-
contestar una y otra vez a las mismas preguntas fermo ulceroso cuando el ulcus evoluciona hacia la
formuladas por distintos médicos–. Sin embargo, penetración en el epiplón gastrohepático o el pán-
el carácter o calidad del dolor puede ser de valiosa creas. En tal caso, el dolor típicamente postprandial
ayuda para discernir el origen del cuadro. Ello es que alivia con la ingesta, se vuelve continuo y ad-
más probable cuando el paciente describe un do- quiere una mayor intensidad, justificando su irra-
lor manifiestamente cólico –intensidad creciente diación a cualquiera de los hipocondrios o la región
hasta alcanzar una meseta y desaparición gradual dorsal (véase fisiopatología del dolor referido).
hasta remitir totalmente, para repetir nuevamente
Intensidad del dolor
después de un intervalo libre de algunos segundos
o minutos–. Este tipo de dolor refleja el peristal- La intensidad del dolor suele relacionarse con la
tismo de lucha propio de la obstrucción intestinal gravedad del cuadro, particularmente cuando el
(figura 11), el espasmo intestinal que acompaña a comienzo de aquél es agudo. Las causas más fre-
la gastroenteritis, la distensión del sistema uroex- cuentes de dolor abdominal de intensidad “extre-
cretor por un cálculo renoureteral y, en ocasiones, ma” son el cólico biliar o renal, la peritonitis, la
el modo de comienzo de una oclusión embólica de pancreatitis aguda y el aneurisma de aorta abdomi-
la arteria mesentérica superior. El mal denominado nal. Tiene interés conocer algunas patologías que
“cólico hepático” no se comporta realmente como pueden cursar con un dolor de intensidad despro-
un dolor cólico, sino que se expresa de un modo porcionada en relación a los hallazgos encontrados
continuo y con exacerbaciones, como también ocu- en el examen físico. Éstas incluyen la isquemia me-
rre con la pancreatitis debida a la impactación de sentérica aguda, el aneurisma de aorta abdominal,
un cálculo en el esfínter de Oddi. el cólico renal y la porfiria.
Se han definido otros términos como “lancinante” Circunstancias que agravan o alivian el dolor
para expresar el dolor de la disección de un aneu-
risma aórtico, “terebrante” para describir el dolor Es importante interrogar al paciente acerca de cir-
típicamente transfixivo de la pancreatitis aguda o cunstancias que alivian o agravan el dolor, particu-
de la úlcera penetrante, el dolor “en puñalada” de larmente aquellas que se relacionan con la ingesta
la úlcera péptica perforada o el dolor “gravativo” o la defecación. La úlcera gástrica y pilórica, así
propio del disconfort experimentado por los pa- como las enfermedades pancreáticas y la “angina
cientes portadores de una masa quística o tumoral. intestinal” son situaciones en las que el dolor abdo-
Sin embargo, la validez orientativa de estos térmi- minal típicamente se inicia o se agrava con la inges-
nos no ha sido validada por estudios prospectivos. ta hasta el punto de que algunos pacientes refieren
Resulta característico, sin embargo, el cambio de una pérdida ponderal progresiva secundaria al te-
108
6. Dolor abdominal agudo
mor que suscita la ingesta del alimento –sitofobia–. citis. Este hecho es importante, dado que algunos
De igual modo, el dolor abdominal dependiente procesos urológicos o ginecológicos que, a menu-
de una oclusión intestinal de etiología inflamatoria do, pueden confundirse con un cuadro apendicular
o neoplásica se agrava con la ingesta de alimento pueden cursar sin anorexia. Es habitual, igualmen-
como consecuencia del peristaltismo gastrointesti- te, la presencia de náuseas y vómitos. El vómito es
nal. En estos casos resulta orientativo el tiempo que un síntoma inespecífico, pero su relación cronológi-
media desde la toma del alimento y la aparición del ca con el dolor puede ser de utilidad en determina-
dolor. Así, las obstrucciones del íleon producidas dos contextos. Así el vómito que aparece después
por una enfermedad de Crohn, por ejemplo, pro- del inicio del dolor abdominal responde, a menudo,
vocan un dolor que aparece entre una y dos horas a un proceso que requiere resolución quirúrgica. El
después de la ingesta. En otras ocasiones, el dolor vómito que acompaña al síndrome de inflamación
se alivia típicamente con la ingesta. Ello es carac- visceral suele ser el resultado de una estimulación
terístico de la úlcera duodenal no complicada. En refleja del centro medular del vómito. Este tipo de
lo que concierne al hábito intestinal, el dolor abdo- vómitos no suele aliviar el disconfort del paciente.
minal que se alivia con la emisión de heces o gases Distinta es la situación del vómito que acompaña
es propio de enfermos con meteorismo, intestino a la oclusión mecánica del intestino, que puede
irritable, obstrucción intestinal y enterocolitis. aliviar temporalmente los síntomas. El carácter fe-
caloideo del vómito sugiere un cuadro de oclusión,
Otras circunstancias que influyen en la aparición o pero también puede aparecer en el íleo secundario
percepción del dolor son los cambios posturales, a un cuadro peritonítico.
el ejercicio físico y la palpación del abdomen. Así,
la flexión del tronco alivia en algunos casos el do- El estreñimiento es un síntoma que acompaña a la
lor pancreático. El dolor propio de la peritonitis se mayoría de los episodios de dolor abdominal agudo
agrava con cualquier maniobra que implique mo- secundario a oclusión intestinal, isquemia mesen-
vimiento del abdomen –tos, estornudo o deambu- térica o inflamación visceral (con excepción de la
lación– y alivia al mantener las piernas flexionadas gastroenteritis infecciosa, la enfermedad inflama-
sobre el abdomen. El ejercicio físico puede desen- toria intestinal y la colitis isquémica). Por el contra-
cadenar o agravar el dolor de la isquemia miocárdi- rio, la presencia de diarrea acuosa asociada al dolor
ca o intestinal o precipitar un cólico biliar o nefrítico sugiere gastroenteritis por mecanismo enterotóxi-
en relación con la impactación súbita de un cálculo co. La presencia de sangre y pus en la deposición
en el conducto cístico o el uréter. Finalmente, la sugiere colitis infecciosa, enfermedad inflamatoria
palpación del abdomen suele agravar el dolor de intestinal o colitis isquémica. Una hemorragia de
la mayoría de los procesos abdominales, excepto mayor relevancia es más propia de otras entidades
el del síndrome de intestino irritable que puede como la enfermedad diverticular, angiodisplasia o
aliviar con la propia maniobra de palpación. Una la fístula aortoentérica. La presencia de un cuadro
última reflexión debe plantearse en relación con sincopal concomitante debe hacer pensar en un in-
la posibilidad de enmascarar datos esenciales para farto de miocardio, aneurisma de aorta abdominal,
el diagnóstico cuando se administra un analgésico embarazo ectópico, hemorragia gastrointestinal o
para aliviar el dolor. En la última década se han rea- rotura de bazo.
lizado algunos estudios controlados, aleatorizados La fiebre es un síntoma de alarma que acompaña
y doble ciego10 que inducen a pensar que la admi- con frecuencia al dolor abdominal agudo2. La tabla
nistración de analgesia en los pacientes con dolor 5 muestra los cuadros de dolor abdominal asocia-
abdominal de origen incierto no enmascara los dos con mayor frecuencia a fiebre. Cuando aparece
signos básicos del examen físico ni repercute ne- pocas horas después del comienzo del cuadro debe
gativamente sobre el diagnóstico final, por lo que pensarse en un proceso neumónico, infección re-
su administración es segura y humana y debe ser nal, biliar o enterocolitis. Por el contrario, la apari-
firmemente considerada en este tipo de pacientes. ción de fiebre como síntoma tardío es más propia
de entidades como la apendicitis, la diverticulitis
Síntomas asociados
o la colecistitis. Debe considerarse que algunas de
La anorexia es un síntoma frecuentemente obser- estas entidades pueden cursar sin fiebre cuando se
vado en el dolor abdominal agudo. Aunque se trata trata de enfermos ancianos o inmunodeprimidos.
de un síntoma inespecífico, su ausencia es práctica- La presencia de ictericia y dolor abdominal debe
mente incompatible con el diagnóstico de apendi- sugerir un problema en la encrucijada hepatobilio-
109
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 5. Cuadros de dolor abdominal agudo asociados TABLA 6. Factores proporcionados por la historia
a la presencia de fiebre y examen físico que aumentan la probabilidad de una
causa potencialmente grave de DAA
❱❱ Apendicitis.
❱❱ Colecistitis. ❱❱ Historia
❱❱ Diverticulitis. • Edad > 65 años.
❱❱ Gastroenteritis. • Alcoholismo (riesgo de pancreatitis, hepatitis
❱❱ Hepatitis. y PBE).
❱❱ Enfermedad inflamatoria intestinal. • Inmunosupresión (VIH, cáncer, corticoides,
quimioterapia).
❱❱ Absceso tuboovárico.
• Enfermedad cardiovascular (coronariopatía,
❱❱ Absceso intraabdominal.
hipertensión, fibrilación auricular).
❱❱ Enfermedad pélvica inflamatoria.
• Estados de hipercoagulabilidad.
❱❱ Neumonía.
• Comorbilidades relevantes (diabetes, insuficien-
❱❱ Pielonefritis o sepsis urinaria. cia renal, cirrosis hepática).
❱❱ Peritonitis bacteriana espontánea. • Episodios previos de dolor abdominal asociados
❱❱ Fiebre mediterránea familiar. a cálculos biliares, enfermedad pancreática o
diverticular o isquemia intestinal).
• Cirugía previa o procedimientos instrumenta-
pancreática, sin olvidar el hígado de sepsis o las les en fecha reciente (riesgo de obstrucción o
crisis hemolíticas. El enfermo también ha de ser perforación respectivamente).
interrogado acerca de la presencia de síntomas • Embarazo.
miccionales, respiratorios (disnea, tos), cardiovas- ❱❱ Características del dolor abdominal
culares y oculares (dolor ocular, visión borrosa).
• Comienzo súbito.
En el caso de la mujer en edad fértil es importante
obtener información en relación con su historial • Intensidad extrema desde el comienzo.
obstétrico-ginecológico. La tabla 6 muestra un lis- • El dolor abdominal precede a los vómitos.
tado de datos proporcionados por la historia y el • Dolor constante y persistente de menos de dos
examen físico que sitúan al paciente en un contexto días de duración.
de alto riesgo. ❱❱ Examen físico
• Rigidez o contractura abdominal.
Examen físico • Defensa involuntaria.
El examen físico proporciona información primor- • Signos de shock o inestabilidad hemodinámica.
dial para el diagnóstico del dolor abdominal agudo.
Brevemente, el médico práctico no debe olvidar al-
PBE: Peritonitis bacteriana espontánea.
gunos principios esenciales:
❱❱ El examen físico debe comenzar con una evalua-
ción del estado general. La actitud del enfermo co y el íleo asociado a la peritonitis suelen aso-
(agitado en el cólico hepático o renal, inmóvil ciarse a un secuestro importante de líquidos en el
en el abdomen con peritonitis), el registro de las tercer espacio que pueden influir en la condición
constantes (pulso, tensión arterial, frecuencia hemodinámica. La presencia de fiebre es un he-
respiratoria y temperatura), así como la colora- cho relevante en el abdomen agudo. Su ausen-
ción de la piel y el estado de hidratación, pro- cia, sin embargo, no descarta una enfermedad
porcionan valiosa información para evaluar el de naturaleza inflamatoria o genuinamente in-
impacto de la enfermedad sobre la condición ge- fecciosa, particularmente en el enfermo anciano,
neral. Puede ser útil comprobar la presencia de inmunodeprimido o debilitado13-18.
cambios significativos en la frecuencia cardiaca y
❱❱ La inspección del abdomen resulta esencial para
la tensión arterial con el ortostatismo (como in-
identificar la presencia de hernias y cicatrices
dicadores de hipovolemia). Algunas condiciones
quirúrgicas, a menudo implicadas en la patogé-
como la oclusión intestinal, el infarto mesentéri-
nesis de la oclusión mecánica del intestino.
110
6. Dolor abdominal agudo
❱❱ La auscultación debería preceder a la palpación ❱❱ Aunque poco sensibles, las maniobras del
del abdomen. El fonendoscopio debe aplicarse psoas, del obturador y de Rosving presentan
al menos durante 2 minutos. La frecuencia de una buena especificidad para el diagnóstico de
ruidos intestinales que reflejan el peristaltismo apendicitis27. La maniobra del psoas resulta po-
normal oscila entre 2-12 por cada minuto. La sitiva si al extender pasivamente la cadera de-
presencia de “silencio abdominal” durante más recha del paciente –hallándose tumbado sobre
de 2 minutos debe sugerir un cuadro de perito- su lado izquierdo– se produce exacerbación del
nitis difusa aguda19. Por el contrario la existen- dolor. Esta maniobra a menudo es positiva en
cia de ruidos hiperactivos de elevada tonalidad la apendicitis retrocecal. El signo del obturador
–peristaltismo de lucha– permite sospechar la puede ser positivo en la apendicitis pelviana. En
presencia de una obstrucción intestinal en su tales casos, la rotación interna del muslo flexio-
fase más precoz. La identificación de soplos vas- nado despierta o exacerba el dolor. Finalmente,
culares o de ruidos de fricción debe sugerir la el signo de Rovsing consiste en provocar dolor
presencia de un aneurisma de aorta o de un in- en la fosa iliaca derecha del paciente cuando se
farto esplénico, respectivamente, pero no siem-
ejerce presión sobre el lado opuesto (fosa iliaca
pre están presentes.
izquierda).
❱❱ La palpación del abdomen debe realizarse con
❱❱ La maniobra de Murphy resulta positiva cuando
especial cuidado, comenzando por el punto más
el enfermo interrumpe bruscamente una ins-
alejado de la zona problema con el fin de no
piración profunda, mientras el explorador está
provocar una contractura abdominal que difi-
palpando el hipocondrio derecho. Aunque esta
culte la palpación de otras áreas. La mayoría de
los médicos han sido instruidos para identificar maniobra debería sugerir el diagnóstico de co-
algunos signos como señales evidentes de irri- lecistitis aguda, su sensibilidad puede estar muy
tación peritoneal (dolor intenso tras la descom- disminuida en el anciano28.
presión brusca del abdomen, hipersensibilidad ❱❱ En ocasiones es difícil diferenciar un dolor visce-
desencadenada por la tos o los movimientos ral de un dolor parietal. Un ejemplo es el origi-
bruscos del mismo, contractura abdominal y nado por una radiculopatía sensorial compresi-
dolor significativo al percutir el área comprome- va o neuralgia abdominal parietal, frecuente en
tida)20. La sensibilidad y especificidad de estos mujeres afectadas por patología vertebral. En el
signos es variable en los diferentes estudios. último caso puede ser útil la maniobra de Car-
Algunos autores abogan por suprimir la ma- nett consistente en palpar la región abdominal
niobra de descompresión abdominal, cuando
afectada por el dolor (frecuentemente el hipo-
el contexto clínico es claramente sugestivo de
condrio o la fosa iliaca derecha) a la vez que se
peritonitis, por considerar que aquella no hace
invita al paciente a contraer la prensa abdomi-
sino incrementar el disconfort del enfermo sus-
nal (incorporándose sobre la cama sin apoyarse
citando recelo y desconfianza para ulteriores
con las manos). Cuando el dolor tiene un origen
exploraciones. La aparición de dolor tras una
parietal, se incrementa notablemente de inten-
percusión suave sobre el área del problema o
tras algunas maniobras simples como la tos o sidad, con una exactitud diagnóstica del 95%29.
la caída de los talones sobre el suelo a menudo ❱❱ La percusión sobre el área hepática proporciona
proporcionan información suficiente y menos valiosa infomación cuando sugiere la presencia
traumática21-23. de un neumoperitoneo (ausencia de matidez).
❱❱ La palpación de una masa pulsátil siempre debe Sin embargo, este hallazgo no es usual en las
sugerir la presencia de un aneurisma de aorta perforaciones de un divertículo o del propio
(AAA). En personas de más de 50 años debe rea- apéndice. Su ausencia, no permite excluir, por
lizarse siempre una búsqueda intencionada de consiguiente, esta complicación. A su vez, la
este signo. La maniobra de flexionar las piernas percusión puede sugerir la presencia de líqui-
sobre el abdomen con el paciente en decúbito do libre en el peritoneo (ascitis). Es importante
supino puede facilitar esta maniobra al relajar la considerar la posibilidad de un líquido ascítico
pared del abdomen. No obstante, la presencia infectado, circunstancia frecuentemente obser-
de un AAA no siempre se expresa por una masa vada en el enfermo cirrótico con hipertensión
pulsátil24-26. portal.
111
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
❱❱ El examen del recto puede revelar una impac- pre en el paciente anciano, donde es más fre-
tación fecal como causa responsable de los cuente.
síntomas abdominales en un paciente anciano.
Aunque tradicionalmente se ha dado un gran Pruebas diagnósticas
valor al tacto rectal para identificar un “apén-
Aunque la historia clínica y el examen físico pro-
dice inflamado”, su sensibilidad es ciertamente
porcionan información esencial para una correcta
baja, encontrándose en menos de la mitad de
orientación diagnóstica, es indiscutible el peso es-
los casos de apendicitis. La apendicitis retroce-
pecífico de algunas pruebas complementarias en el
cal puede ser una excepción a esta regla. A su
estudio del dolor abdominal agudo31. Estas pueden
vez, el tacto rectal proporciona la posibilidad de
clasificarse en pruebas básicas o elementales, de
extraer una muestra de heces para la detección
uso rutinario, y exploraciones avanzadas, que resul-
de sangre oculta, un dato que puede ser impor-
tan de utilidad en casos muy concretos4. La comple-
tante en el abdomen agudo.
jidad de las pruebas diagnósticas suele aumentar
❱❱ Resulta imperativa una exploración ginecológica en modo proporcional a la edad de los pacientes.
en toda mujer en edad fértil que presenta un En un 30% de estos casos el clínico encuentra difi-
cuadro abdominal agudo. La ayuda del espéculo cultades para elaborar una historia clínica concien-
puede ser valiosa para recoger muestras de la zuda debido a las taras biológicas inherentes a la
secreción vaginal para tinción de Gram y cultivo. edad (hipoacusia, deterioro cognitivo). A su vez, el
En cualquier caso, tanto el examen de la pelvis, enfermo anciano suele tener una menor sensibili-
como de los testículos en los casos de dolor ab- dad visceral, hecho que contribuye a enmascarar
dominal en hipogastrio conduce con frecuencia los síntomas y signos32.
a errores de apreciación, cuando la exploración
no es efectuada por expertos29,30. El lector pue- Datos de laboratorio
de encontrar más adelante algunas considera-
La petición de cualquier prueba de laboratorio en
ciones acerca del examen físico del abdomen en
el DAA en un individuo, por otra parte sano, de-
el anciano, la mujer o el enfermo inmunodepri-
bería ir orientada para confirmar o descartar una
mido.
sospecha diagnóstica inicial o simplemente para
❱❱ Finalmente, en un paciente con DAA no puede obtener información que resulte de utilidad para
obviarse una exploración general, incluyendo el discernir el origen de un dolor abdominal sin una
tórax. La auscultación del corazón puede descu- etiología clara. El umbral para solicitar un amplio
brir soplos o signos de fibrilación auricular que panel de pruebas analíticas debe reducirse en en-
obligan a valorar la posibilidad de un accidente fermos con comorbilidades relevantes como ocurre
vascular intraabdominal (embolia o trombosis en el enfermo con cirrosis, diabetes, inmunode-
mesentérica). El examen del pulmón puede re- presión, o cáncer. Una determinación de β-HCG en
velar la semiología típica de una condensación sangre o en orina resulta obligada en toda mujer
neumónica (una causa no infrecuente de dolor en edad fértil con DAA. Es práctica común solicitar
abdominal) o de una embolia pulmonar. La ex- un hemograma en todo paciente con DAA, aunque
ploración del raquis y de la pelvis pueden des- ciertamente sus resultados no suelen alterar el ma-
cubrir anomalías esqueléticas implicadas en la nejo de los pacientes33-35. El recuento leucocitario,
patogénesis de un dolor radicular o procesos de por ejemplo, suele estar alterado en el 70-80% de
naturaleza inflamatoria o séptica que afectan a los casos de apendicitis aguda, pero también en el
la articulación de la cadera y explican la apari- 70% de los pacientes con otras causas de dolor en
ción de un dolor referido a la región inguinal. El la fosa iliaca derecha36. Es bien conocido, por otra
dolor provocado por la percusión en los ángulos parte, que el recuento de leucocitos es frecuente-
costovertebrales sugiere patología renourete- mente normal en el paciente anciano con DAA, en
ral, incluyendo la pielonefritis. Tampoco puede tanto que la leucocitosis es un hecho común en la
pasarse por alto la exploración de la piel que a mujer sana en estado de gestación37. La determina-
menudo descubre la presencia de equimosis en ción de las enzimas hepáticas (AST, ALT, fosfatasa
la región periumbilical o en el flanco (signos de alcalina y GGT), es obligada ante todo paciente con
Turner y Grey-Turner), propios de una pancrea- DAA centrado en el cuadrante superior derecho
titis necrotizante, o la existencia de un herpes del abdomen, epigastrio o región periumbilical, así
zooster, entidad que debe ser investigada siem- como ante la sospecha de pileflebitis como compli-
112
6. Dolor abdominal agudo
113
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Figura 12. Rx simple de abdomen que muestra distensión de asas de intestino delgado en un caso de oclusión intestinal por
adherencias postapendicectomía.
fue negativo o no concluyente, permitió reducir la cos equívocos. Debe considerarse que los hallazgos
exposición a la radiación en una elevada propor- más frecuentemente observados en la apendicitis
ción de pacientes47. son los cambios inflamatorios en la región pericecal
y en la grasa periapendicular. Estos signos pueden
Tomografía computarizada pasar inadvertidos en pacientes jóvenes con poca
del abdomen (TC) grasa retroperitoneal y mesentérica. La TC abdo-
A pesar de una considerable dosis de radiación minal es superior a la ecografía abdominal en la
(aspecto a considerar siempre), la TC del abdomen valoración de los enfermos con pancreatitis aguda
proporciona información de gran valor y a menudo (figura 13). Su indicación, sin embargo, queda res-
definitiva en el diagnóstico del DAA48,49. De especial tringida a los casos que exhiben signos biológicos
utilidad es en el anciano, donde la TC abdominal es predictivos de un curso grave o complicado. En es-
capaz de establecer el diagnóstico de la causa en tos casos es importante la angio-TC con el fin de
el 75% de los casos totales y en el 85% de aquellos
que precisan una resolución quirúrgica48,49. Aunque
la US es de elección en el paciente inestable con
sospecha de rotura de AAA, en el paciente que per-
manece estable, la TC es excelente para delimitar
el diámetro de la aorta y la extensión del aneuris-
ma, así como para evidenciar signos de hemorra-
gia retroperitoneal, sin necesidad de administrar
contraste iv. Ni la presencia de gas, ni la obesidad
constituyen un inconveniente para la TC en estos
escenarios. En manos experimentadas, la TC ofrece
una sensibilidad y especificidad para el diagnósti-
co de apendicitis aguda del 90-100% y del 83-97%,
respectivamente y ha contribuído de forma notable
a disminuir la tasa de apendicectomías negativas Figura 13. Imagen de una pancreatitis aguda obtenida por
desde un 20 hasta un 4%50-56. De hecho, hoy en día, TC abdominal. Obsérvese el aumento difuso de la glándula
pancreática con infiltración y desdibujamiento del plano
se considera el procedimiento diagnóstico de elec- graso peripancreático.
ción ante la sospecha de apendicitis y signos clíni-
114
6. Dolor abdominal agudo
115
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 7. Causas más frecuentes de dolor abdominal agudo ❱❱ El dolor abdominal puede ser difícil de inter-
pretar en niños y ancianos. La historia es difícil
de obtener en ambas situaciones debido a los
❱❱ Dolor abdominal inespecífico. problemas de comunicación que representa el
❱❱ Apendicitis aguda. contacto con niños muy pequeños o ancianos
❱❱ Colecistitis aguda. con demencia o hipoacusia severa. La pared
abdominal de los niños está poco desarrollada
❱❱ Obstrucción intestinal.
y los signos de peritonitis (defensa y contrac-
❱❱ Cólico nefrítico.
tura abdominal) pueden ser poco relevantes.
❱❱ Perforación de víscera hueca. Algunos signos biológicos como la fiebre o la
❱❱ Pancreatitis. leucocitosis resultan poco específicos por su
❱❱ Diverticulitis. elevada prevalencia en otras entidades. Algunas
consideraciones deben realizarse en el enfermo
anciano2,8,14,17,18,21,25,32,35,38:
❱❱ El sexo femenino viene gravado por una eleva- ■■ T anto la mortalidad como la probabilidad de
da incidencia de errores diagnósticos. Algunas error diagnóstico se incrementan de modo
patologías como la salpingitis aguda, el emba- exponencial a partir de los 50 años.
razo ectópico y la torsión o rotura de un quiste
■■ lgunos estudios demuestran que un dolor
A
de ovario pueden simular los síntomas de una
abdominal generalizado (y no localizado)
apendicitis aguda65. De hecho, éste es un diag-
nóstico que se formula de forma errónea en una puede aparecer en un 14% de los pacientes
tasa importante de casos. Algunos datos como de más de 50 años, con apendicitis, compa-
la fecha de la última menstruación, los ante- rado con solo un 2%, entre los pacientes más
cedentes obstétricos y la historia sexual de la jóvenes.
paciente tienen indudable interés para el diag- ■■ La maniobra de descompresión puede ser
nóstico. Igualmente tiene valor la presencia de negativa, con mayor probabilidad entre los
leucorrea, una adecuada palpación de la pelvis pacientes de mayor edad.
(una masa anexial hipersensible debe sugerir
embarazo ectópico) y la exploración vaginal (la ■■ E ntre los ancianos es más probable el diag-
aparición de dolor pélvico bilateral con el des- nóstico de una enfermedad de evolución
plazamiento del cuello uterino debe sugerir fatal, incluyendo la isquemia mesentérica
enfermedad pélvica inflamatoria). En algunos aguda, la rotura de un aneurisma de aorta, el
casos puede ser necesaria una prueba de em- propio infarto agudo de miocardio y la cole-
barazo o el cultivo de las secreciones vaginales, cistitis gangrenosa (figura 14).
asi como el análisis bacteriológico del líquido
obtenido por punción del fondo de saco de ❱❱ Una categoría especial está constituída por el
Douglas. Una ecografía endovaginal o una lapa- paciente inmunodeprimido65-68. Es el caso de
roscopia pueden ser necesarias para completar pacientes con sida, enfermos de cáncer some-
el estudio. En todo caso, no debe olvidarse que tidos a tratamiento con citostáticos o pacientes
la apendicitis aguda sigue siendo la causa más que toman regularmente corticosteroides. En
frecuente de dolor abdominal agudo en la mu- algunos pacientes, la neutropenia determina
jer embarazada. Dos hechos deben ser tenidos reacciones oligosintomáticas en respuesta a un
en cuenta para reducir la posibilidad de error: proceso inflamatorio. De este modo, las prime-
1) el fondo uterino desplaza progresivamente ras manifestaciones clínicas de una inflamación
el apéndice desde su posición habitual hasta visceral pueden ser las de una sepsis evolucio-
el vacío derecho (6.º mes) y región subcostal nada y de difícil control. En el paciente VIH, de-
derecha (8.º mes), lo que debe ser tenido en ben considerarse algunos diagnósticos, además
cuenta a la hora de explorar a la mujer gestante de las causas habituales de dolor abdominal.
con dolor abdominal; 2) el desplazamiento del Estos incluyen: 1) la enterocolitis aguda con
apéndice por el útero grávido evita, a menudo, diarrea y deshidratación; 2) la perforación del
una irritación evidente del peritoneo parietal, intestino grueso por CMV; 3) una obstrucción
lo que explica que los signos de peritonitis focal del intestino delgado por linfoma, sarcoma de
puedan estar ausentes en algunos casos2. Kaposi o micobacterias atípicas y 4) enfermedad
116
6. Dolor abdominal agudo
A B
Figura 14. La colecistitis gangrenosa es una entidad que incide con mayor frecuencia en el paciente anciano. A menudo existe
una desproporción entre la escasa relevancia de la semiología abdominal y el deterioro de la condición general, con evolución a
shock séptico. El caso que se muestra corresponde a una colecistitis grave A): obsérvese la presencia de un nivel hidroaéreo en el
cuadrante superior derecho del abdomen indicativo de la presencia de gas intraluminal (sobreinfección por anaerobios); B) pieza
de colecistectomía.
del tracto biliar por CMV o criptosporidium. Fi- Actitud ante el enfermo con dolor
nalmente se han descrito algunos casos de pan-
creatitis grave asociada al consumo de fármacos
abdominal agudo
retrovirales. El dolor abdominal agudo representa un auténtico
desafío para el médico práctico. Incluso los más
❱❱ Analgesia como factor que induce a error. Du- expertos con frecuencia interpretan la condición
rante mucho tiempo se pensó que la administra- clínica del paciente de un modo equívoco1-5,63. Ya se
ción de analgésicos constituía una grave interfe- ha mencionado que el sexo femenino, el anciano y
rencia en la evaluación del DAA70. Numerosos el enfermo inmunodeprimido comportan mayores
estudios han cuestionado recientemente este probabilidades de error. Como siempre, en medi-
concepto71-74. Hoy en día el proceso de diagnós- cina, la probabilidad de orientar correctamente el
tico del DAA ha avanzado considerablemente cuadro aumenta con una historia clínica y un exa-
gracias al advenimiento de técnicas avanzadas men físico minucioso. El uso juicioso de algunas
de imagen, disponibles en todos los hospitales. pruebas complementarias básicas o avanzadas,
Una vez registrada la información proporciona- según los casos, permite confirmar o descartar la
hipótesis inicial. El protocolo a seguir ha de ir orien-
da por la historia y el examen físico, y tenien-
tado siempre a descartar en primer lugar cualquier
do en cuenta que en muchos casos el cirujano
patología que comporte riesgo vital inminente para
participa desde el principio en la evaluación del
el paciente. Dado que estas patologías inciden con
paciente, carece de sentido mantener al enfer- mayor frecuencia en los pacientes de mayor edad,
mo con dolor abdominal para no “enmascarar algunos autores abogan por establecer un algorit-
los síntomas”. El uso juicioso de analgésicos en mo de actuación distinto, en función de la edad del
este contexto no debería suponer un hándicap paciente (mayor o menor de 50 años). En su exce-
en la valoración del caso. lente revisión, John L. Kendall y María E. Moreira69
117
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
No Sí
Signos de toxicidad, shock o peritonitis
Cirugía TC TC
¿Epigastrio/hipocondrio derecho?
Sí
No US hepatobiliar
¿Dolor en la FID? Lipasa/enzimas hepáticos
Rx tórax/ECG
No
Sí ¿Dolor en la FII?
Mujer Hombre No Sí
“Signos de escroto agudo”
Dolor en el Evaluar con el
Exploración pélvica No Sí hipocondrio mismo protocolo
US/TC según los hallazgos izquierdo que el paciente
Consulta con dolor en FID
urológica ¿Síntomas/signos
¿Elevada sospecha de apendicitis?
de mononucleosis + Considerar
infecciosa? diverticulitis
No Sí
No Sí aguda
Observación activa
Cirugía Valorar infarto esplénico/
vs. TC abdominal
enfermedad pancreática/ Valorar rotura
FR: factores de riesgo; SCA: síndrome corona- neumonía/embolia de bazo
rio agudo; AAA: aneurisma de aorta abdomi- pulmonar[lipasa, ECG, tórax, [US/TC]
nal; IMA: isquemia mesentérica aguda;
US hepatobiliar] Consulta quirúrgica
PFH: pruebas hepáticas.
Figura 15. Algoritmo de actuación en el paciente con DAA con edad mayor de 50 años (modificado de Kendall J & Moreira ME.
Ref-69).
118
6. Dolor abdominal agudo
proponen el algoritmo de actuación que ha queda- perforación (rigidez en la pared abdominal y au-
do expuesto en la figura 15. sencia de ruidos intestinales). En ambos casos,
una Rx simple de abdomen puede demostrar la
Protocolo de actuación en el paciente presencia de signos de obstrucción o aire libre
con edad mayor de 50 años en la cavidad peritoneal. En caso negativo, y si
la sospecha clínica es razonable, debe indicarse
Brevemente, y considerando las entidades que una TC abdominal.
comportan riesgo vital para el enfermo, el protoco-
lo propuesto es el siguiente: ❱❱ Una vez que se han descartado la mayoría de
las entidades que comportan riesgo vital para el
❱❱ En primer lugar el médico debería centrar su paciente (IAM, AAA, IMA, oclusión con estran-
atención en la presencia de cualquier signo gulación y perforación), el diagnóstico puede
de inestabilidad hemodinámica, peritonitis o orientarse en función de la localización predo-
toxicidad sistémica. En tales casos, debe esta- minante del dolor abdominal (tabla 4) y del sexo
blecerse consulta quirúrgica de inmediato, a la del paciente.
vez que se inician las medidas de reanimación
hemodinámica. Un examen con ultrasonidos ■■ Si el dolor está centrado en el epigastrio o el
(US) a la cabecera del paciente permite evaluar hipocondrio derecho, debe obtenerse una
la aorta y la presencia de hemoperitoneo. Al- Rx tórax, ECG y US de la encrucijada hepato-
gunas pruebas analíticas elementales (lactato, bilio-pancreática, así como pruebas analíticas
lipasa y perfil hepático), un ECG y una Rx simple que puedan certificar la existencia de cual-
de abdomen pueden aportar información com- quier complicación asociada a la presencia
plementaria esencial. de cálculos biliares (lipasa y perfil hepático).
❱❱ En ausencia de signos de compromiso hemodi- ■■ Si el dolor está centrado en la fosa iliaca de-
námico o de peritonitis, la siguiente cuestión a recha, el protocolo depende en gran medida
plantear es si el paciente presenta síntomas, sig- del sexo del paciente. Si el paciente es una
nos o factores de riesgo de AAA o de síndrome mujer, además de considerar el diagnóstico
coronario agudo (SCA). Ante la sospecha de AAA de apendicitis aguda, el clínico debe valorar
es obligatorio solicitar una US a la cabecera del la posibilidad de una enfermedad ginecológi-
paciente, a la vez que se establece consulta qui- ca y proceder en consecuencia (examen pél-
rúrgica. Una TC abdominal puede proporcionar vico y US o TC de la región abdomino-pélvica,
información más precisa sobre el tamaño y ca- según los casos). Si el paciente es del sexo
racterísticas del aneurisma cuando el paciente masculino, el médico puede considerar cual-
está estable. quiera de las entidades que pueden conducir
a un “escroto agudo”. Por lo tanto, si el en-
❱❱ Si el enfermo no presenta síntomas, signos o fermo presenta una masa escrotal sensible o
factores de riesgo de AAA, la siguiente cuestión dolor a la palpación o elevación del testículo,
a considerar es si la historia o el examen físico debe establecerse consulta urológica y en su
proporcionan evidencias en favor de una isque- caso, explorar el testículo con US. Cuando la
mia mesentérica aguda (IMA) (p. ej.: dolor de historia y el examen físico no orientan hacia
intensidad desproporcionada a los hallazgos del una patología urogenital, el diagnóstico de
examen físico en un paciente con factores de apendicitis aguda debe de ser firmemente
riesgo). En caso positivo y, en ausencia de pe- considerado. Si la sospecha es elevada, el en-
ritonitis, debe consultarse con cirugía, a la vez fermo debe ser conducido al quirófano. Si los
que se inician las medidas de reanimación y se datos clínicos son equívocos, alternativamen-
planifican las pruebas de imagen que puedan te puede recurrirse a la observación clínica
certificar la naturaleza del accidente vascular. activa o a la realización de una TC (valorar
siempre el riesgo-beneficio de la radiación).
❱❱ El siguiente paso en los pacientes sin signos
de inestabilidad hemodinámica y sin evidencia ■■ Las consideraciones relativas a la posibilidad
alguna de IAM, AAA o IMA es preguntarse si la de una patología urogenital son igualmente
historia o el examen físico sugieren la presencia aplicables cuando el dolor está centrado en
de una posible obstrucción intestinal (vómitos la fosa iliaca izquierda. En estos casos, sin
persistentes, distensión y cierre abdominal) o embargo, se valora la diverticulitis aguda en-
119
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
tre los diagnósticos posibles. En tal caso, la vaginal en el 1/3 trimestre del embarazo) y un
exploración de elección es la TC abdominal, examen con US transabdominal o transvaginal.
especialmente cuando se trata de un primer El decubrimiento de un embarazo ectópico obli-
episodio o existe sospecha de una complica- ga a establecer consulta ginecológica urgente.
ción supurativa (capítulo 38).
En las pacientes en quienes se demuestra un
■■ Una cuestión a plantear cuando el dolor esta embarazo intrauterino no complicado, debe re-
centrado en el hipocondrio izquierdo, es si cordarse que la apendicitis aguda siendo siendo
el paciente presenta síntomas o signos de la enfermedad quirúrgica más frecuentemente
mononucleosis infecciosa, ya que en estos encontrada en el embarazo. La US puede ser
enfermos existe riesgo de rotura de bazo. La
útil en este escenario, dado que la TC abdomi-
mejor opción en estos casos es un examen
nal está formalmente contraindicada durante la
con US. Si éste es positivo (hemoperitoneo)
se indica cirugía. Si es negativo, y la sospe- gestación.
cha persiste se aconseja completar el estudio ❱❱ Si el embarazo no es posible o probable y la de-
con una TC. Si la mononucleosis infecciosa no terminación cualitativa de β-HCG es negativa, el
es considerada en el diagnóstico diferencial,
siguiente punto a considerar es la existencia de
cabe pensar en una enfermedad pancreática,
infarto esplénico o una enfermedad del tórax dolor y sensibilidad a la palpación en cualquiera
(neumonía, embolia pulmonar) con repercu- de las regiones anexiales. Si la respuesta es afir-
sión abdominal y las exploraciones deben ir mativa, debe realizarse una US para descartar
dirigidas con esta orientación (ECG, Rx tórax, torsión o rotura de quiste ovárico.
lipasa, US-TC abdominal).
❱❱ Si la exploración del abdomen no revela dolor a
Protocolo de actuación en el paciente la palpación en una región anexial (unilateral),
el clínico debe plantearse la posibilidad de una
con edad menor de 50 años
enfermedad pélvica inflamatoria (EPI). El diag-
El protocolo de actuación en el paciente con edad nóstico diferencial puede ser difícil con la apen-
inferior a 50 años es similar al descrito para el pa- dicitis aguda cuando el dolor se ha centrado
ciente con edad superior a 50 años, pero teniendo más en la FID75. Dos signos que pueden ser de
en cuenta que algunas entidades que ponen en
ayuda son el dolor a la movilización del cuello
riesgo la vida del enfermo como el AAA y la IMA son
infrecuentes en este grupo etario y que el DAA en la uterino (característico de la EPI) y el hecho de
mujer joven comporta una pauta de actuación es- que en la apendicitis suele haber anorexia (un
pecífica, para disminuir la posibilidad de error (ver síntoma que no es constante ni obligado en la
más arriba). El protocolo aconsejado para la mujer EPI). La conducta a seguir si se confirma la pre-
en edad fértil es el siguiente: sencia de una EPI depende de la condición clí-
❱❱ En presencia de signos de shock o peritonitis, nica de la paciente. En ausencia de vómitos o
debe establecerse consulta quirúrgica de in- signos de toxicidad, el manejo puede realizarse
mediato, a la vez que se inician las medidas de con antibióticos por vía ambulatoria. En caso
reanimación hemodinámica, se solicita un test contrario, la enferma debe de ser hospitalizada
de embarazo y se indica una US a la cabecera de y recurrir a la vía iv.
la paciente para excluir la presencia de líquido
libre en el peritoneo o signos de gestación. ❱❱ Las pacientes que presentan como síntoma pre-
dominante dolor en la FID y no existen datos en
❱❱ En las pacientes estables, resulta prioritario es- la historia a favor de EPI, deben ser investiga-
clarecer cualquier posibilidad de embarazo, me-
das para descartar apendicitis aguda en primer
diante una determinación cualitativa de β-HCG,
lugar, sin olvidar otras entidades responsables
para orientar la pauta a seguir. Si ésta es positi-
va, debe ordenarse una determinación cuanti- de una clínica similar (nefrolitiasis, ITU, neopla-
tativa, así como indicar un examen pélvico con sia intraabdominal y violencia doméstica, entre
medidas apropiadas de esterilidad (este último otras). Nuevamente la US y la TC pueden ser de
está contraindicado en presencia de sangrado utilidad en este contexto.
120
6. Dolor abdominal agudo
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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124
7 Diarrea crónica
Fernando Fernández Bañares, María Esteve Comas
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Mutua Terrassa
Terrassa (Barcelona)
S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 125
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
siendo lo más habitual encontrarse ante el diag- vas que retienen fluido dentro de la luz intestinal,
nóstico diferencial de un cuadro de diarrea crónica reduciendo con ello la absorción de agua. Este
acuosa o síntomas gastrointestinales inespecíficos, tipo de diarrea se denomina diarrea osmótica.
pérdida de peso, anemia o, simplemente, una al- Los ejemplos más característicos son la ingestión
teración de una prueba de laboratorio. Aunque en de carbohidratos no absorbidos (por ej.: lactosa,
el presente capítulo se abordarán ambos temas, el fructosa, sorbitol), y la ingestión de laxantes a
lector puede ampliar información sobre la fisiopa- base de magnesio, fosfato o sulfato. La caracte-
tología de la digestión y absorción de nutrientes y rística esencial de la diarrea osmótica es que des-
los estados malabsortivos en el capítulo 22. aparece con el ayuno o al evitar la ingesta de la
sustancia que la provoca. Esta circunstancia se ha
Fisiopatología y mecanismos utilizado en clínica para diferenciar la diarrea os-
de la diarrea mótica de la secretora, que típicamente continua
después del ayuno, aunque puede disminuir algo
Mientras la diarrea aguda puede entenderse como de volumen debido a la disminución de secrecio-
una respuesta protectora frente a una variedad de nes endógenas.
agresiones intestinales (agentes infecciosos, toxi-
nas, etc.), la diarrea crónica es siempre inadecuada Aunque la clasificación de la diarrea en los subti-
y perjudicial. En general, la diarrea implica la exis- pos mencionados es interesante desde un punto
tencia de una alteración en el transporte de agua de vista fisiopatológico, esta diferenciación po-
en el intestino. Normalmente, el intestino delgado see escasa aplicabilidad clínica. Una misma en-
y el colon absorben el 99% del líquido procedente tidad es capaz de producir diarrea por múltiples
no solo de la ingesta, sino de las secreciones en- mecanismos fisiopatológicos que comportan un
dógenas salivares, gástricas, hepatobiliares y pan- aumento de secreción hidroelectrolítica y de la
creáticas. Todo ello supone unos 10 litros de fluido motilidad intestinal, incluyendo los efectos de
al día. La reducción de la absorción de agua en tan sustancias liberadas por las células neuroendo-
solo un 1% de este volumen total, puede ser causa crinas (paracrinas), citoquinas liberadas por cé-
de diarrea. lulas inmunológicas activadas localmente o a dis-
tancia, péptidos y hormonas liberados de forma
El transporte de agua intestinal está regulado por periférica y la propia actividad del sistema ner-
mecanismos muy precisos. Éstos comprenden un vioso entérico. Estos moduladores pueden actuar
sistema complejo de comunicación de mensajeros además sobre más de un efector (función epi-
extra- e intracelulares que contribuyen a mantener telial, contracción muscular, vías paracelulares,
el equilibrio hídrico en un amplio abanico de con- etc.) ocasionando alteraciones simultáneas en el
diciones fisiológicas1. Normalmente, en el intesti- transporte de iones, la motilidad o la permeabili-
no se produce tanto absorción como secreción de dad mucosa. Por otro lado, en cualquiera de estas
agua, aunque la primera es cuantitativamente su- entidades que causan secreción cólica la diarrea
perior. La diarrea puede surgir tanto por una dismi- puede verse agravada por la ingesta de sustancias
nución de la absorción, como por un aumento de osmóticas. Un ejemplo claro de este concepto
la secreción. Este tipo de diarrea debida a la altera- es la propia enfermedad inflamatoria intestinal
ción del transporte epitelial de electrolitos y agua (EII) (figura 1), donde coexisten alteraciones de
se conoce como diarrea secretora, aunque normal- la motilidad, fenómenos exudativos debidos a la
mente es debida a una disminución de la absorción destrucción mucosa, el efecto de múltiples secre-
y no a un aumento neto de la secreción. Diversas tagogos liberados por las células inmunes sobre
enfermedades afectan el transporte hidroelectrolí- el enterocito, y el efecto de toxinas bacterianas
tico a través de una alteración de los sistemas regu- sobre la función epitelial. Aunque la intolerancia
ladores, inducida por el efecto de mediadores de la a la lactosa no es más frecuente en la EII que en
inflamación, citoquinas, hormonas y toxinas. Todo la población general (alrededor de un 40-50% de
ello justifica que la lista de condiciones clínicas la población española presenta intolerancia a la
asociadas a diarrea secretora sea muy ampliain- lactosa), la frecuencia de los síntomas y su inten-
cluyendo la práctica totalidad de las entidades que sidad son mayores en los brotes de EII, ya que a
conocemos como causa de diarrea crónica. todos los mecanismos descritos se suma la dia-
rrea osmótica producida por la malabsorción de
La otra causa principal de diarrea es la ingesta de
este carbohidrato. Otro ejemplo es la enferme-
substancias no absorbibles y osmóticamente acti-
126
7. Diarrea crónica
Figura 1. La enfermedad inflamatoria intestinal, un ejemplo de enfermedad en la que se produce una diarrea de origen multifac-
torial. a) Colitis ulcerosa. b) Enfermedad de Crohn (ver texto).
127
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Adaptado de Schiller LR. Evaluation of Chronic Diarrhea. En Lichtenstein G and Wu GD, eds. The Requisites in
1
a un síndrome de maldigestión/malabsorción. Este colon proximal. Por el contrario, las heces semilí-
patrón clásico, sin embargo, es hoy en día poco quidas, de pequeño volumen, generalmente acom-
frecuente y su ausencia no excluye la presencia pañadas de tenesmo sugieren un origen en el colon
de un síndrome de malabsorción. Las heces pro- izquierdo y recto. En ciertos pacientes con diarrea
fusamente acuosas y de gran volumen sugieren crónica es necesario medir el peso de las deposi-
también un origen en el intestino delgado o en el ciones en 24 horas (media de 3 días) para valorar la
128
7. Diarrea crónica
Síntomas asociados
La presencia de fiebre y pérdida de peso asociada
a una diarrea de curso crónico proporciona claves
muy importantes que permiten su clasificación
como de origen orgánico. Éstas incluyen la EII, el
linfoma, la enfermedad de Whipple, la tuberculo-
sis y la amebiasis, además de otras infecciones o
Figura 2. Pólipo adenovelloso del colon. neoplasias. Otros síntomas o signos que sugieren
la presencia de una causa orgánica incluyen la es-
importancia de la diarrea: un peso medio inferior a tomatitis aftosa, la uveítis, el eritema nodoso y el
300 g/día es más sugestivo de diarrea funcional, en pioderma gangrenoso, que se asocian con relativa
cambio, un peso superior a 1.000 g/día, de consis- frecuencia a la EII. Las aftas bucales son también
tencia líquida, obliga a descartar la existencia de un características del esprúe celiaco (la palabra esprúe
corresponde a un término holandés apruw que
tumor neuroendocrino (ver más adelante). Por otro
significa afta). La presencia de artralgias o artritis
lado, la presencia de moco y sangre apoya un origen
obliga a centrar la atención sobre una posible EII,
inflamatorio con afectación predominante del colon,
un linfoma o una enfermedad de Whipple.
pero también puede verse en pacientes con neopla-
sias de rectosigma. La presencia de moco con las Finalmente, el dolor abdominal que precede a la
heces sin sangre es inespecífica y tiene escaso signi- deposición es un síntoma que puede acompañar a
ficado patológico, sin embargo, la presencia de gran la diarrea crónica, tanto de origen orgánico como
cantidad de moco puede observarse en los grandes funcional. Algunas características del dolor asocia-
adenomas vellosos del rectosigma (figura 2). das al aspecto de las deposiciones sugieren orga-
nicidad. Así, el dolor de tipo cólico de predominio
Tiempo de evolución periumbilical que acompaña a unas heces volumi-
nosas, líquidas o pastosas, es más característico de
Ya se ha mencionado que una diarrea de duración
la diarrea originada en una enfermedad del intes-
menor de 3 semanas es categorizada conceptual-
tino delgado. En cambio, el dolor en hipogastrio
mente como diarrea aguda, aunque también puede
o en zona sacra que se asocia a diarrea de escaso
tratarse del inicio de una diarrea crónica.
volumen con sangre y pus, a urgencia y tenesmo
rectal (síndrome rectal) orientan hacia un origen en
Modo de comienzo
el colon.
El comienzo abrupto de la diarrea debe sugerir
una posible infección gastrointestinal como primer Factores epidemiológicos
diagnóstico dado la frecuencia de esta entidad en la
El clínico debe de hacer una búsqueda intenciona-
población. Sin embargo, diversas causas de diarrea
da de algunos datos epidemiológicos que pueden
crónica pueden iniciarse de un modo abrupto (EII,
ser de valiosa ayuda para discernir el origen de la
colitis microscópica, diarrea inducida por fármacos,
diarrea. Estos incluyen el antecedente de un viaje
etc.).
reciente, la procedencia urbana o rural, la profesión
u ocupación habitual (trabajadores en guarderías,
Curso de la diarrea en mataderos, cuidadores en centros de día), y
El curso de la diarrea puede ser continuo o intermi- también las preferencias sexuales del paciente. Los
tente. Ambas formas de presentación pueden ver- homosexuales masculinos presentan mayor riesgo
129
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
130
7. Diarrea crónica
puede olvidarse que algunas enfermedades, como En muy raras ocasiones pueden encontrarse Cam-
la enfermedad de Whipple, pueden afectar al mio- pylobacter o Salmonella como origen de una dia-
cardio, al pericardio y a la pleura. La exploración rrea persistente. Las infecciones por Candida albi-
del abdomen tiene valor, especialmente cuando cans o Clostridium difficile pueden originar diarrea
permite descubrir cicatrices de laparotomía, hepa- crónica sobre todo tras el uso de antibióticos de
toesplenomegalia y masas abdominales. La presen- amplio espectro. Todas estas infecciones son más
cia de una masa palpable en el abdomen no solo frecuentes en pacientes inmunodeprimidos. Hay
debe sugerir neoplasia, sino también enfermedad que tener en cuenta que algunos pacientes pre-
de Crohn, tuberculosis intestinal y enfermedad de sentan diarrea crónica tras un episodio de diarrea
Whipple. La exploración debe incluir una inspec- infecciosa que suele ceder de forma espontánea
ción del ano que puede descubrir las manifestacio- tras unos 2 meses de evolución. Se ha descrito que
nes perianales típicas de la EII (fisuras, abscesos y algunos pacientes desarrollan un síndrome de in-
fístulas) y un tacto rectal con especial atención a testino irritable (SII) después de una infección gas-
la continencia de los esfínteres. Algunos pacientes trointestinal (SII postinfeccioso). Algunos de estos
que se quejan de diarrea, en realidad solo padecen casos presentan, en realidad, un estado de sobre-
una incontinencia anal con heces de volumen y crecimiento bacteriano intestinal (SBI).
consistencia normal.
Una vez obtenidos los datos proporcionados por
la historia clínica, el examen físico, la analítica
Analítica elemental elemental, y los exámenes microbiológicos en las
La evaluación inicial de un paciente con diarrea heces el clínico está en condiciones de establecer
crónica debería de incluir una analítica que incluya una orientación inicial y clasificar al paciente en dos
hemograma completo, velocidad de sedimentación grandes grupos:
globular (VSG), proteína C reactiva (PCR), electroli-
❱❱ Diarrea crónica con características sugestivas de
tos séricos, incluyendo calcio y fósforo, función re-
un origen funcional.
nal, función hepática, tasa de protrombina, proteí-
nas totales, albúmina, colesterol y función tiroidea. ❱❱ Diarrea crónica con características sugestivas
Estas pruebas solicitadas de rutina proporcionan de organicidad. A continuación se describe
información del impacto de la diarrea sobre el es- la pauta de actuación en cada uno de estos
tado general y nutricional del paciente y a menudo grupos.
ofrecen pistas importantes para el diagnóstico. La
existencia de anemia, trombocitosis, VSG elevada, Diarrea crónica con características
PCR elevada, hipoproteinemia, hipoprotrombine-
mia o hipocolesterolemia constituyen claros indica-
de funcionalidad
dores de una enfermedad de base orgánica. La ausencia de síntomas o signos de alarma, de
antecedentes familiares de interés (EII, celiaquía o
Estudios microbiológicos en heces cáncer de colon), la normalidad del examen físico y
la ausencia de alteraciones en las determinaciones
En todos los pacientes debe realizarse un coprocul-
analíticas y microbiológicas mencionadas, sugie-
tivo, estudio de parásitos en heces (3 muestras) y
ren la existencia de una diarrea de posible origen
determinación en heces de toxina de Clostridium
funcional (tabla 2). Sin embargo, hay que tener en
difficile. En los últimos años diversos estudios han
cuenta que existen algunas enfermedades de base
sugerido que el test inmunológico que detecta an-
orgánica que producen un cuadro de diarrea cróni-
tígenos específicos de Giardia (ELISA) es más sensi-
ca clínicamente indistinguible de la diarrea “funcio-
ble, rápido y coste-efectivo que el examen conven-
nal”. El enfoque diagnóstico en estos casos deberá
cional para huevos y parásitos (microscopía) en la
dirigirse, por tanto, a descartar estas entidades de
detección de Giardia lamblia en muestras de heces.
origen orgánico.
La sensibilidad para el test convencional realizado
en dos o tres muestras de heces es superior al 90% Dentro del concepto de enfermedad funcional de
(67-80% en sólo 1 muestra), y la del test inmuno- intestino con diarrea deben distinguirse dos entida-
lógico es cercana al 100% (80-93% en 1 muestra). des. La primera es el síndrome de intestino irrita-
Su uso, sin embargo, debería restringirse a zonas ble (SII) con predominio de diarrea y la segunda es
geográficas donde la prevalencia de otros parásitos la diarrea funcional. La diferencia entre ambas es
intestinales patógenos sea baja o nula4. que en el SII existe dolor o malestar abdominal que
131
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 2. Antecedentes, síntomas, signos y alteraciones analíticas que deben despertar la sospecha de un origen orgánico
de la diarrea
❱❱ Antecedentes familiares
• Antecedentes de cáncer o pólipos colorrectales.
• Antecedentes de enfermedad celiaca.
• Antecedentes de enfermedad inflamatoria intestinal.
❱❱ Antecedentes personales
• Historia de retraso de crecimiento o diarrea crónica en la infancia.
• Menarquia tardía, infertilidad, abortos, menopausia precoz1.
• Osteoporosis del adulto joven o historia de fracturas ante traumatismos banales1.
• Coexistencia de una o varias enfermedades autoinmunes (diabetes tipo 1, hipotiroidismo…)1.
• Antecedentes de trisomía (ej.: síndrome de Down)1.
❱❱ Características de la diarrea
• Inicio de los síntomas a una edad mayor de 40 años.
• Inicio reciente de los síntomas o cambio en sus características previas.
• Diarrea que persiste tras el ayuno.
• Diarrea nocturna.
• Heces voluminosas, abundantes o de aspecto esteatorreico.
• Volumen de las heces mayor de 400 ml/día.
• Presencia de sangre en las heces.
• Coexistencia de síntomas sistémicos:
– Fiebre.
– Pérdida progresiva de peso sin una causa que lo explique: por ej.: depresión.
– Síntomas articulares.
– Problemas oculares: blefaritis, blefaroconjuntivitis, epiescleritis, uveítis…
❱❱ Datos de laboratorio
• Anemia.
• Macrocitosis.
• Hipoprotrombinemia.
• Hipoalbuminemia.
• Hipocolesterolemia.
• Anomalías electrolíticas.
• Aumento de VSG.
• Aumento de proteína C reactiva.
• Hipogammaglobulinemia A.
1
Obligan a realizar una búsqueda intencionada de enfermedad celiaca
precede a la deposición y alivia tras la misma. Los vo” y no en un “diagnóstico por exclusión” en los
criterios diagnósticos que permiten definir estas pacientes con SII, en los casos con diarrea crónica
entidades se describen con detalle en el capítulo
36. Aunque hoy en día se plantea iniciar un trata- el diagnóstico diferencial de esta entidad es más
miento empírico basado en un “diagnóstico positi- amplio.
132
7. Diarrea crónica
133
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
134
7. Diarrea crónica
H2 Lactosa
75 Se-homotau-
rocolato
H2
CO2
CH4
Figura 5. Prueba de retención abdominal de 75Se-homotau- Figura 6. Prueba del aliento de hidrógeno. El carbohidrato
rocolato (SeHCAT). Esta prueba se utiliza para valorar la ab- administrado por vía oral que no es absorbido alcanza el
sorción de ácidos biliares. El SeHCAT se comporta como una colon, donde es fermentado por la flora bacteriana con
sal biliar endógena y pasa a formar parte de la circulación producción de hidrógeno, que pasa al torrente sanguíneo y
enterohepática. Una retención abdominal del radioisótopo al alcanza el pulmón donde es eliminado con el aire espirado.
7.º día inferior al 10% del valor basal se considera patológico El aumento en la excreción de hidrógeno en el aire espirado
e indicativo de malabsorción de ácidos biliares. tras la administración del carbohidrato implica que se ha
producido malabsorción del mismo.
la malabsorción de azúcares es frecuente en la po- Por otro lado, la normalidad de todas las pruebas
blación general, puede encontrase asociada y agra- descritas descarta con una razonable seguridad la
var los síntomas de otras enfermedades causantes existencia de una enfermedad orgánica y permite
de diarrea crónica como la colitis colágena, la en- establecer el diagnóstico de SII con predominio de
fermedad celiaca o el SII. En estos casos, la diarrea diarrea o de diarrea funcional.
persiste, a veces no tan intensa, después de iniciar
una dieta sin los azúcares malabsorbidos. Diarrea crónica con características
de organicidad
Otras exploraciones
Cuando la historia, el examen físico o las determi-
La realización de un tránsito baritado de intestino naciones elementales de laboratorio sugieren una
delgado o una enterografía por resonancia permite causa orgánica (tabla 2), deben solicitarse pruebas
evidenciar algunos casos de enfermedad de Crohn complementarias dirigidas a establecer con seguri-
con patrones estenosantes puros que cursan con dad la causa de la diarrea. Ya se ha mencionado que
una analítica normal, o alteraciones anatómicas ésta puede tener su origen en el intestino delgado
que se asocian a sobrecrecimiento bacteriano de o en el colon, aunque a veces la distinción no es
intestino delgado (diverticulosis yeyunoileal). Una fácil. En general resultan válidas las siguientes re-
manometría anorectal puede confirmar la presen- comendaciones:
cia de una incontinencia anal cuando éste es el sín-
toma dominante. Por último, se utiliza la prueba del Diarrea inflamatoria
aliento de hidrógeno administrando como substra-
El enfermo suele referir heces líquidas o semilí-
to glucosa o lactulosa para descartar el sobrecreci-
quidas, escasas en volumen, con moco, sangre y
miento bacteriano en intestino delgado.
pus. A menudo el enfermo refiere urgencia por la
Debe considerarse que en algunas situaciones pue- defecación, tenesmo y dolor en hipogastrio. No es
den coexistir varias de las entidades mencionadas. infrecuente que presente fiebre y el examen de las
135
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
❱❱ Fase luminal
• Disminución de la disponibilidad de los nutrientes.
– Deficiencia de cofactores (anemia perniciosa; cirugía gástrica).
– Consumo de nutrientes (sobrecrecimiento bacteriano).
• Alteración en la solubilización de las grasas.
– Reducción de la síntesis de sales biliares (enfermedad hepatocelular).
– Alteración en la secreción de sales biliares (colestasis crónica).
– Inactivación de sales biliares (sobrecrecimiento bacteriano).
– Alteración en la liberación de CCK (enfermedad de la mucosa).
– Aumento en la pérdida de sales biliares (enfermedad del íleon terminal o resección).
• Alteración en la hidrólisis de los nutrientes.
– Inactivación de lipasas (síndrome de Zollinger-Ellison).
– Deficiencia enzimática (insuficiencia pancreática o cáncer).
– Mezcla inapropiada o tránsito rápido (resección; bypass; hipertiroidismo).
❱❱ Fase mucosa
– Pérdida extensa de mucosa (resección o infarto).
– Enfermedad difusa de la mucosa (celiaquía, esprúe tropical, enfermedad de Crohn, enteritis por radiación,
infección –enfermedad de Whipple, enteropatía del sida, otras infecciones intestinales—, fármacos, infiltra-
ciones –mastocitosis, gastroenteritis eosinofílica, amiloidosis).
– Alteración del enterocito (déficit de hidrolasas —lactasa, sacarasa-isomaltasa, trehalasa—, defectos de
transporte –cistinuria de Hartnup, captación de folato y vitamina B12—, alteraciones en el procesamiento
epitelial –abetalipoproteinemia).
❱❱ Fase de transporte
– Insuficiencia vascular (ateromatosis, vasculitis).
– Obstrucción linfática (linfangiectasia intestinal, radiación, pericarditis obstructiva, endometriosis intestinal,
linfoma, mesenteritis retractil, tuberculosis y sarcoidosis mesentérica, enfemedad de Crohn, enfermedad de
Whipple).
136
7. Diarrea crónica
y compromete la absorción de los nutrientes. En el diarrea per se puede inducir una leve esteatorrea
primer caso, el diagnóstico puede confirmarse me- secundaria (7-14 g/día).
diante pruebas de imagen como la TC abdominal
o la resonancia del páncreas que pueden mostrar Diarrea acuosa
los hallazgos característicos de una pancreatitis
Como ya se ha mencionado, la distinción entre una
crónica (cambios en el tamaño y densidad de la diarrea del colon o del intestino delgado no siem-
glándula pancreática, calcificaciones en fases avan- pre es fácil. El caso más típico es el de un paciente
zadas y wirsung arrosariado, con áreas estenósti- con diarrea de consistencia acuosa, sin ninguna
cas o pseudoquistes), así como pruebas dirigidas a evidencia de malabsorción, ni por las característi-
explorar la función exocrina del páncreas (capítulo cas de la diarrea, ni por la presencia de síntomas
43). En el segundo caso debe plantearse una gas- asociados. Este tipo de diarrea puede confundirse
troscopia con biopsias de la 2ª-3ª porción duode- con una diarrea funcional como se ha comentado
nal para excluir cualquier enteropatía causante de en el apartado anterior.
malabsorción. La lista de enfermedades causantes
de malabsorción por afectación de la mucosa es Mención especial merece la diarrea acuosa profu-
extensa e incluye celiaquía, giardiasis, enfermedad sa, con volúmenes fecales superiores a un litro dia-
de Crohn, linfoma intestinal, enfermedad de Whi- rio, frecuentemente asociados a hipopotasemia,
pple, gastroenteritis eosinofílica, linfangiectasia, deshidratación y en ocasiones acidosis metabólica.
a-b-lipoproteinemia, amiloidosis, mastocitosis y En estos casos debe sospecharse la presencia de un
numerosas infecciones por parásitos, hongos, mi- tumor neuroendocrino secretor de hormonas que
cobacterias y protozoos. La presencia de esteato- estimulan la secreción de agua y electrolitos en la
rrea o sangre oculta en heces aumenta la probabi- luz del intestino. Los más frecuentes son el vipoma,
el carcinoma medular del tiroides, el gastrinoma,
lidad de realizar uno de estos diagnósticos durante
el tumor carcinoide y el feocromocitoma. Menos
la endoscopia alta. La tabla 3 muestra un listado de
frecuentes son el somatostatinoma, el ganglioneu-
las causas de malabsorción según el mecanismo fi-
roma y el ganglioneuroblastoma. Con la excepción
siopatológico responsable.
del gastrinoma que puede producir síntomas en
Sin embargo, el cuadro clínico clásico de malabsor- presencia de un tumor de pequeño tamaño, la ma-
ción es muy poco frecuente en la actualidad, pro- yoría de los tumores mencionados solo producen
bablemente porque los pacientes se diagnostican diarrea cuando han adquirido un tamaño signifi-
con anterioridad, al presentar cuadros de diarrea cativo o han producido metástasis a distancia. Por
crónica acuosa. De hecho hasta un 40% de los pa- esta razón, ante la sospecha de tumor neuroendo-
cientes con celiaquía clásica pueden presentar una crino se recomienda solicitar una TC de abdomen
absorción de grasas normal. En estos casos el clí- o una gammagrafía con octreótido antes de medir
nico debe realizar una búsqueda intencionada de la concentración plasmática de los péptidos impli-
otros síntomas o signos que, por sí solos, sugieren cados en la patogénesis de la diarrea. Este criterio
la posibilidad de una enfermedad malabsortiva. se sustenta en la frecuencia con que se producen
Éstos incluyen, además de la diarrea, el retraso de falsos positivos con estas determinaciones. La dia-
crecimiento en niños, la pérdida de peso, la ane- rrea acuosa profusa puede presentarse, también,
mia ferropénica, las aftas bucales recidivantes, la en pacientes con diarrea ficticia, ya sea por ingesta
presencia de macrocitosis con o sin anemia, o la de laxantes a escondidas o simplemente por añadir
disminución del tiempo de protrombina. En todos agua a las heces. El diagnóstico se realiza con faci-
estos casos también está indicada la realización de lidad al estudiar la osmolaridad y la concentración
una biopsia intestinal mediante gastroscopia (para de electrolitos en las heces, así como, mediante la
descartar atrofia vellositaria) sin necesidad de rea- detección de laxantes en el agua fecal, como se co-
lizar otras pruebas complementarias. Las pruebas menta más adelante.
de grasa fecal, no se encuentran disponibles en la
mayoría de los hospitales, y su interpretación en ca-
Otras
sos con esteatorrea leve es dudosa. Hay que tener Hay que considerar la posibilidad de una diarrea
en cuenta que un nivel de grasa fecal elevado no inducida por fármacos. Múltiples medicaciones
tiene un valor diagnóstico en términos de la causa pueden ocasionar diarrea, siendo ésta el efecto
entérica, biliar o pancreática que lo origina, y que la secundario descrito con mayor frecuencia (tabla
137
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
138
7. Diarrea crónica
139
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
140
7. Diarrea crónica
TABLA 6. Pruebas que pueden ser necesarias para el mite demostrar unas heces diluidas (menor de 290
diagnóstico de la diarrea crónica mmol/l). La búsqueda no autorizada de laxantes en
la habitación del paciente debería ser evitada en
❱❱ De utilización frecuente: lo posible, dados los problemas legales que pue-
• Bioquímica general. de comportar. En casos graves y con alta sospecha
• Hemograma y recuento. diagnóstica, debería realizarse por dos médicos y
• Hormonas tiroideas. una enfermera para evitar reclamaciones de robo, y
• Dosificación de inmunoglobulinas.
tener testigos del hallazgo. En esta situación, es im-
• Anticuerpos antiendomisio y antitransglutami-
nasa tisular. portante confirmar que el paciente está tomando
• Coprocultivo. este laxante mediante el recuento de comprimidos
• Parásitos y huevos en heces. en días sucesivos o mediante un nuevo análisis de
• Sangre oculta en heces. laxantes en orina y heces. En caso de que se con-
• Test cualitativo grasa fecal (tinción de Sudán). firme, antes de hablar con el paciente y la familia,
• Gastroscopia
– Biopsias de duodeno. es importante realizar una consulta con Psiquiatría
– Aspiración de jugo duodenal para parásitos y ya que algunos pacientes con abuso de laxantes
cultivo bacteriano cuantitativo. podrían intentar suicidarse al verse descubiertos y
• Enteroscopia. necesitan consejo. El pronóstico final es incierto ya
• Ileocolonoscopia con biopsias escalonadas del que muchos niegan la ingesta de laxantes y recha-
colon e íleon.
zan el tratamiento psiquiátrico. Con bastante fre-
• Tránsito de intestino delgado.
• Enema opaco. cuencia estos pacientes siguen tomando laxantes y
• Ecografía abdominopélvica. consultan en otro centro por su problema. Algunos
• Prueba de retención abdominal de 75SeHCAT acaban incluso con laparotomías innecesarias.
(absorción de ácidos biliares).
• Prueba del aliento de hidrógeno:
– absorción de lactosa, fructosa y sorbitol;
Diarrea en el anciano
– absorción de glucosa (sobrecrecimiento bacte- La diarrea en el anciano es una causa importante
riano); de morbilidad y mortalidad. El diagnóstico precoz
– tiempo de tránsito boca-ciego (lactulosa).
• Manometría rectal (si la incontinencia es un pro-
y el tratamiento son necesarios para prevenir la
blema importante). deshidratación, la pérdida de electrolitos y la alte-
ración del estado nutricional. En el individuo joven
❱❱ De utilización menos frecuente: las pérdidas hídricas importantes se compensan
• Gammagrafía con leucocitos marcados. concentrando la orina y aumentando la ingesta de
• TAC abdominal.
líquidos como respuesta a la sed. En cambio, en el
• Arteriografía mesentérica.
• Osmolaridad, pH y electrolitos (sodio, potasio) anciano, la capacidad de concentración urinaria
en el agua fecal. está generalmente disminuida en comparación con
• Determinación de laxantes en agua fecal una persona joven con el mismo grado de deshidra-
(alcalinización para fenolftaleína). tación. Asimismo, los mecanismos que producen la
• Serología yersinia enterocolítica. sed están alterados. Es decir, las pérdidas hídricas
• Test de grasa fecal cuantitativa o semicuantitativa
(Test de Van de Kamer y esteatocrito).
pueden no traducirse en un deseo aumentado de
• Determinación en sangre de: beber. Por todo ello, las pérdidas de volumen cir-
– Gastrina. culante pueden producirse rápidamente y tener
– Serotonina. graves consecuencias en el paciente anciano que
– Cromogranina. además es más vulnerable a la hipoperfusión de
– Histamina.
órganos vitales, al infarto y a las arritmias.
– Glucagón.
– Cortisol. En general, la diarrea crónica en el anciano es un
– Péptido vasoactivo intestinal.
tema que ha recibido poca atención en la literatu-
– Calcitonina,
• Determinación en orina de: ra14. La mayoría de las enfermedades gastrointesti-
– Ácido 5-hidroxiindolacético. nales que producen diarrea crónica o malabsorción
– Ácido vanilmandélico/metanefrinas. se producen de forma similar en los ancianos y en
– Histamina. los jóvenes. Algunas enfermedades, sin embargo,
son más comunes en edades avanzadas, entre ellas
Pruebas de función pancreática exocrina (elastasa
fecal, triglicéridos).
la colitis microscópica, la impactación fecal, la co-
litis isquémica o la diverticulosis yeyunal múltiple.
141
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
• Lactulosa • Fenolftaleína
• Lactitol • Aceite de ricino
• Sorbitol1
• Antraquinonas
• Polietilenglicol – Áloe
• Fosfato de magnesio – Sen2
• Fosfato sódico – Cáscara sagrada
• Laxantes difenólicos (bisacodilo)2
1
Contenido como edulcorante en los chicles “sin azucar” y en algunos medicamentos.
2
Pueden inhibir la absorción de nutrientes provocando esteatorrea leve y enteropatía pierde-proteínas con pérdida
consiguiente de peso.
142
7. Diarrea crónica
la bomba de protones (IBP) y (3) el fallo de aclara- lansoprazol, sertralina, Aspirina® a dosis antiagre-
miento intestinal de bacterias inducido por cam- gantes, ranitidina y fármacos venotónicos.
bios en la motilidad intestinal inherentes a la edad
y las comorbilidades que conlleva (diabetes, hipoti- Diarrea crónica en la diabetes mellitus
roidismo, enfermedad de Parkinson). Con frecuen-
La diarrea es frecuente en pacientes con diabetes
cia el SBI es asintomático, pero puede ser una causa
mellitus. Se estima que su prevalencia es de un
frecuente de diarrea y flatulencia en el anciano, es-
20%, aunque no existen estudios prospectivos que
pecialmente tras la administración de antibióticos o
hayan evaluado este aspecto. Típicamente, la dia-
el padecimiento de una gastroenteritis vírica. Estos
rrea del enfermo diabético es crónica y se produ-
casos pueden beneficiarse de la administración de ce en pacientes con una historia larga de diabetes
ciclos intermitentes de rifaximina o metronidazol mellitus insulinodependiente. La diarrea puede ser
(en general, peor tolerado). Asimismo, el SBI es una muy importante con 20 a 50 deposiciones al día,
causa frecuente de malabsorción de vitamina B12 acuosas, voluminosas, en ocasiones acompañadas
que debe ser firmemente considerada en pacientes de tenesmo. Con frecuencia es nocturna y se acom-
ancianos con clínica de parestesias, debilidad en paña de incontinencia (sobre todo en ancianos).
EEII o macrocitosis en el hemograma (capítulo 24). Los brotes de diarrea son, en general, episódicos
En ausencia de síntomas o de déficit de vitamina alternando con deposiciones normales o incluso
B12, el SBI no requiere un tratamiento específico. estreñimiento. En la mayoría de los pacientes se
En las personas ancianas la diarrea crónica inducida observa neuropatía periférica y neuropatía auto-
por fármacos es frecuente14,15. Los ancianos consu- nómica, que incluye hipotensión ortostática, impo-
men un gran número de fármacos. El mecanismo de tencia, eyaculación retrógrada, sudores nocturnos,
la diarrea inducido por fármacos es poco conocido respuestas pupilares anormales, y disfunción de la
aunque, probablemente sea multifactorial habién- vejiga urinaria. Algunos pacientes presentan, ade-
dose descrito alteraciones en la absorción/secre- más, síntomas sugestivos de alteración del vaciado
ción de líquidos (laxantes catárticos, misoprostol, gástrico, es decir, saciedad precoz, distensión, náu-
olsalazina, digoxina, colchicina), fenómenos osmó- seas y vómitos (capítulo 17). Pueden existir formas
ticos (hidróxido de magnesio, lactulosa, sorbitol, más leves de la enfermedad en pacientes ancianos
acarbosa, propanolol), alteraciones en la motilidad con diabetes mellitus tipo 2 que requieren insulina.
gastrointestinal (anticolinérgicos: antidepresivos La patogénesis de la diarrea diabética no es bien
tricíclicos, propantelina: para la incontinencia uri- conocida aunque probablemente tenga un origen
naria; colinérgicos; inhibidores de la colinesterasa multifactorial (tabla 8). Los pacientes con diabetes
como la tacrina: para la enfermedad de Alzheimer; avanzada suelen padecer una disfunción autonómi-
irinotecan: terapia del cáncer colorrectal), así como ca, existiendo evidencias a favor de una neuropatía
en la microbiota intestinal (antibióticos). En algu- visceral asociada16,17. En algunos casos, las altera-
nos casos causan una lesión directa, tanto sobre el ciones de la motilidad asociadas a la neuropatía
intestino delgado (neomicina, colchicina, fármacos favorecen el sobrecrecimiento de bacterias, mejo-
antineoplásicos, AINE) como del colon (sales de rando la diarrea con antibióticos de amplio espec-
oro, agentes antimetabolitos para el tratamiento tro. Asimismo, estudios en el animal de experimen-
del cáncer, penicilamina, metildopa, antibióticos, tación sugieren que pueden existir alteraciones en
AINE, flucitosina). Otros muchos fármacos podrían la secreción y absorción intestinal debido a altera-
ser causa de diarrea. De hecho, este es uno de los ciones en la regulación adrenérgica del transporte
efectos adversos más frecuentes con la toma de mucoso de electrolitos y fluidos. Por otro lado, la
fármacos (tabla 4). Con frecuencia, el agente espe- disfunción anorrectal es relativamente frecuente
cífico que produce la diarrea no queda claro debido en pacientes con diabetes, apreciando incontinen-
a la toma de múltiples fármacos de forma concu- cia fecal en casi el 20% de los pacientes. Estos en-
rrente. En la colitis microscópica se ha sugerido que fermos se quejan de “diarrea” aunque el volumen
diversos fármacos podrían ser la causa de la enfer- fecal y la consistencia de las heces son normales.
medad o de la aparición de la diarrea. En tal caso, Estudios funcionales sugieren que existe una dis-
el primer paso en el tratamiento sería la supresión función del esfínter anal interno con disminución
de la toma de los mismos. Los más frecuentemente de la presión basal de reposo en los pacientes con
implicados son: antiinflamatorios no esteroideos, incontinencia. Por otro lado, algunos fármacos utili-
143
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 8. Mecanismos de diarrea crónica en pacientes con en la secreción intestinal como causa principal de
diabetes mellitus sus síntomas. En el resto, la celiaquía, el sobrecre-
cimiento bacteriano y la incontinencia anal son las
❱❱ Causas asociadas a neuropatía autonómica: causas más frecuentes16,17. El tratamiento debe ser
• Motilidad anormal del intestino delgado. dirigido a la causa de la diarrea. Dieta sin gluten
• Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. para la celiaquía, antibióticos de amplio espectro
• Disfunción anorrectal. para el sobrecrecimiento bacteriano, técnicas de
biorretroalimentación para la incontinencia fecal y
• Insuficiencia pancreática exocrina.
colestiramina si existe malabsorción de ácidos bi-
• Alteración del transporte de fluidos y electrolitos. liares. En los pacientes con una causa no aclarada
debe intentarse un tratamiento sintomático con
❱❱ Causas asociadas a la diabetes mellitus: loperamida, que disminuye el número de las depo-
• Enfermedad celiaca. siciones, sobre todo si la diarrea es secundaria a un
• Malabsorción de ácidos biliares. tránsito intestinal rápido. La clonidina, a dosis de
• Alimentos dietéticos (malabsorción de fructosa y 0,1 a 0,3 mg cada 8 horas por vía oral, disminuye el
sorbitol). número y volumen de las deposiciones en algunos
• Uso de algunos fármacos (metformina, acarbosa)
pacientes con diarrea diabética, aunque los efectos
secundarios pueden ser importantes (hipotensión
ortostática, somnolencia, empeoramiento del va-
❱❱ Causas incidentales. ciado gástrico). El octreótido administrado de for-
ma subcutánea a dosis de 50 a 75 µg/8 a 12 horas,
puede ser útil en estos pacientes19; sin embargo,
zados en la diabetes, como la metformina y la acar- puede inhibir la secreción pancreática exocrina y
bosa, pueden ser causa de diarrea crónica. agravar la malabsorción de nutrientes.
Otro factor que puede explicar la presencia de
diarrea en el enfermo diabético es la existencia de Tratamiento empírico de la diarrea
enfermedades asociadas. La disfunción pancreá- crónica
tica exocrina suficientemente importante como
para producir malabsorción es rara en los pacien- El tratamiento de la diarrea crónica debe ser etio-
tes con diabetes mellitus. La enfermedad celiaca, lógico siempre que sea posible, es decir, dirigido
sin embargo, comparte genes de predisposición a corregir la causa que la ocasiona. Se utiliza un
tratamiento empírico de la diarrea crónica en tres
con la diabetes mellitus tipo 1; la frecuencia de los
situaciones: 1) tratamiento inicial o temporal has-
antígenos de histocompatibilidad HLA-B8, HLA-DR3 ta obtener el diagnóstico; 2) cuando las distintas
y HLA-DQ8 está aumentada en ambas enferme- pruebas diagnósticas no permiten realizar un diag-
dades en comparación con la población general. nóstico definitivo; y 3) cuando se consigue obtener
Estudios recientes sugieren que alrededor del 5% un diagnóstico preciso, pero no existe tratamiento
de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 tienen específico o éste no resulta efectivo.
celiaquía asociada, aunque en general es poco sin-
tomática18. De todas maneras, se ha sugerido que la Un tratamiento empírico con antibióticos podría
ser considerado como la terapia inicial si la preva-
celiaquía silenciosa no tratada se asocia a un ries-
lencia de infecciones bacterianas o por protozoos
go aumentado de hipoglicemia y que la dieta sin es elevada en la comunidad o en una situación es-
gluten mejora el control metabólico de la glucemia. pecífica (por ej.: metronidazol ante la sospecha de
La malabsorción ileal de ácidos biliares, probable- giardiasis en personas que trabajan en guarderías
mente secundaria a una motilidad ileal acelerada, infantiles).
puede ser causa de diarrea crónica en algunos pa-
cientes con diabetes mellitus. Estos pacientes pue- El tratamiento sintomático de la diarrea crónica
se puede efectuar con varios fármacos. El opio y
den mejorar con colestiramina. Por último, algunos
la morfina son agentes potentes para controlar la
diabéticos desarrollan diarrea osmótica en rela-
diarrea. Su eficacia es elevada excepto en los ca-
ción con un consumo excesivo de alimentos que sos con diarreas de volumen elevado. La codeína
contienen cantidades importantes de fructosa y es algo menos eficaz, y los derivados sintéticos
sorbitol como edulcorantes11. En definitiva, aproxi- difenoxilato y loperamida son con claridad de me-
madamente el 50% de los enfermos diabéticos con nor potencia. Dado el riesgo potencial de abuso y
diarrea presentan alteraciones en la motilidad o dependencia, se utilizan con mayor frecuencia los
144
7. Diarrea crónica
fármacos menos activos, que resultan igualmente Racecadotrilo (1,5 mg/kg/8 h en niños, 100 mg/
efectivos en el control de diarreas no intensas. Otra 8 h en adultos, vo). Varios ensayos clínicos doble
alternativa es el racecadotrilo, inhibidor de la ence- ciego, controlados con placebo o con loperamida
falinasa, que disminuye la hipersecreción de agua y han demostrado su eficacia, similar a loperamida
electrolitos sin efectos sobre la motilidad intestinal. en el control de la diarrea (nivel de evidencia 1a,
Sin embargo, los narcóticos más potentes son, pro- grado de recomendación A)21.
bablemente, infrautilizados en el tratamiento de la ■■ Octreótido (50-300 µg/8 h, sc)
diarrea crónica grave. Por otro lado, el uso de este
tipo de fármacos está contraindicado en pacientes Existen 12 ensayos clínicos controlados con place-
con diarrea con sangre y fiebre (colitis bacterianas bo o con antidiarreicos en diferentes situaciones de
con cuadro disenteriforme, brotes graves de colitis diarrea refractaria (principalmente, diarrea post-
ulcerosa o colitis granulomatosa) por el riesgo de quimioterapia y diarrea asociada a sida) que han
desencadenar un megacolon tóxico. sido motivo de una reciente revisión sistemática22.
Aunque la eficacia global de octreótido es elevada
El octreótido es un análogo de la somatostatina (porcentaje de respuesta del 64%; riesgo relativo
que, administrado por vía subcutánea en varias de 0,5, IC95% de 0,27 a 0,91), existe una heteroge-
inyecciones al día, ha sido efectivo para el control neidad significativa entre los estudios. Los estudios
de la diarrea secundaria a síndrome carcinoide y en diarrea asociada a SIDA fueron homogéneos,
a otros tumores neuroendocrinos, así como en la pero el octreótido fue menos efectivo. En cambio,
diarrea inducida por quimioterapia, en el síndrome el octreótido fue muy efectivo en la diarrea post-
de dumping y en la diarrea asociada al síndrome quimioterapia, si bien hubo heterogeneidad (nivel
de intestino corto. Sin embargo, su uso prolongado de evidencia 2b, grado de recomendación B).
favorece la formación de litiasis biliar y su precio ■■ Fibra
es elevado.
Su eficacia se ha evaluado en ensayos clínicos
La fibra dietética (plántago, metilcelulosa) puede controlados con un escaso número de pacientes
modificar la consistencia de la deposición pero no realizados generalmente en pacientes críticos
disminuye el peso de la misma; podría ser, por tan- o en individuos con un síndrome de intestino
to, útil en algunos pacientes con diarrea funcional. irritable. Los estudios demuestran en general
Las soluciones de rehidratación que incluyen glu- la eficacia de la suplementación tanto con fibra
cosa u otros nutrientes y sal son útiles para la re- soluble como insoluble (Plantago ovata o psilio:
posición de fluidos corporales. Las soluciones de 10-20 g/día, vo) (nivel de evidencia 2b, grado de
recomendación B).
rehidratación a base de cereales se han utilizado
en los últimos años, demostrando su eficacia en las ■■ Soluciones de hidratación oral
diarreas agudas secretoras con deshidratación tales
como el cólera, pero tienen poca utilidad en la ma- En la diarrea crónica son poco útiles. La mayoría
de los estudios publicados se han realizado en pa-
yoría de las diarreas crónicas.
cientes con diarrea aguda.
Esquema terapéutico Resumen
❱❱ Tratamiento específico siempre que sea posible.
❱❱ Definición de diarrea y malabsorción: Se define
Por ejemplo: dieta sin gluten en la celiaquía, me-
diarrea como cualquier variación significativa de
tronidazol en la diardiasis, inmunosupresores en
volumen o consistencia de las deposiciones res-
la enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
pecto al hábito deposicional previo del pacien-
❱❱ Tratamiento empírico: te. Se define maldigestión como la alteración
en la hidrólisis de los nutrientes y malabsorción
■■ Antidiarreicos como la alteración en la absorción mucosa de
Codeína (15-60 mg/6-8 h, vo), loperamida (0,03 los nutrientes.
mg/kg/8 h en niños, 2-4 mg/6-8 h en adultos, vo) ❱❱ Clasificación y diagnóstico. Clásicamente se ha
y difenoxilato (2,5-5 mg/6-8 h, vo). Un ensayo clí- utilizado una clasificación de las causas de dia-
nico con diseño cruzado con un número reduci- rrea crónica basada en el mecanismo fisiopato-
do de pacientes demostró un efecto terapéutico lógico que la ocasiona. Desde el punto de vista
similar de loperamida y codeína pero superior a práctico tiene mayor interés distinguir entre
difenoxilato (nivel de evidencia 2b, grado de re- pacientes con diarrea crónica con característi-
comendación B)20. cas que sugieren funcionalidad o que sugieren
145
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
146
8 Estreñimiento
Fermín Mearin, Agustín Balboa, Miguel A. Montoro
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos
Servicio de Aparato Digestivo. Centro Médico Teknon. Barcelona
Unidad de Gastroenterología del Hospital de San Jorge. Huesca
S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 147
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 1. Distintas acepciones del estreñimiento para el litar la expulsión (extracción digital o compresión
paciente 1 del suelo pélvico), o evacúa menos de tres veces
por semana (tabla 2)2.
Estos criterios deben cumplirse en los últimos 3 meses, con inicio de los síntomas al menos 6 meses antes del
diagnóstico.
148
8. Estreñimiento
más arriba). El estreñimiento es más frecuente en estreñimiento. En los niños, las infecciones urina-
las clases sociales más bajas7. Durante la infancia es rias, la enuresis nocturna y el reflujo vesicoureteral;
más frecuente en los niños, pero en la edad adulta en los ancianos, la úlcera estercorácea, el prolapso
afecta más al sexo femenino que al masculino, en rectal, la incontinencia y el vólvulo con isquemia.
una relación aproximada de 3:1. Por encima de los Muchos de estos problemas constituyen un factor
65 años, la prevalencia aumenta en ambos sexos, determinante del traslado de pacientes de edad
de forma que un 34% de las mujeres y un 26% de avanzada, desde sus hogares hasta instituciones
los varones se autodefinen como estreñidos. Estas cerradas, lo que también grava los costes sanita-
cifras aumentan en personas ancianas hospitaliza- rios12,13.
das o en instituciones geriátricas7.
Tipos de estreñimiento
Calidad de vida
El tipo más frecuente de estreñimiento es el deno-
La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) minado estreñimiento crónico simple o “constipa-
se ve notablemente deteriorada en los pacientes ción idiopática”. Existen, sin embargo, otras causas
con estreñimiento funcional8. Su carácter crónico de estreñimiento condicionadas por la presencia de
y recurrente y el disconfort propiciado por los sín- alteraciones orgánicas o por un trastorno “secun-
tomas referidos repercuten de manera clara y evi- dario” de la función motora, cuyo origen puede re-
dente sobre el bienestar psicológico9. Este hecho es lacionarse con el consumo de determinados fárma-
más significativo entre los pacientes que muestran cos o con la presencia de enfermedades sistémicas
un tiempo de tránsito colónico normal (véase más de naturaleza endocrinometabólica, neurógena o
adelante). En un estudio realizado sobre una pobla- neuromuscular (tabla 3). Es importante discernir la
ción en la que se detectó una prevalencia de estre- presencia de cualquiera de estas afecciones, dado
ñimiento funcional del 7,8%, el estreñimiento llegó
que su identificación y tratamiento ayudan a corre-
a afectar a la función mental en mayor medida que
gir el trastorno, evitando con ello incomodidad a
otros trastornos funcionales como la pirosis funcio-
los pacientes, pruebas complementarias superfluas
nal, la dispepsia funcional y el SII10. Recientemente
y un coste inapropiado para las administraciones
se ha validado en nuestro país un cuestionario es-
sanitarias13.
pecífico de CVRS para pacientes con estreñimiento,
una herramienta muy útil si queremos valorar por
ejemplo el impacto de un tratamiento11.
Estreñimiento secundario a una
dolencia orgánica gastrointestinal
Repercusiones económicas
❱❱ Enfermedad del tracto digestivo superior: algu-
Aunque solo una minoría de los pacientes con es- nas circunstancias como la acalasia, la estenosis
treñimiento llega a consultar con el médico (1,2%), pilórica y las neoplasias, pueden provocar estre-
solo en los EE.UU., esta cifra representa más de 2,5 ñimiento relacionado con un menor grado de
millones de consultas facultativas anuales. Un 4% vaciamiento del alimento (figura 1).
de estas personas (100.000/año) son derivadas a
un medio especializado. El impacto económico de ❱❱ Enfermedades que causan obstrucción del co-
este problema viene condicionado por tres hechos: lon: la obstrucción de la luz intestinal determina
1) el coste de los laxantes, que en los EE.UU. re- la aparición de un estreñimiento, generalmente
presenta entre 350-400 millones de dólares, solo asociado a otros síntomas de cierre abdominal.
en productos dispensados sin receta médica; 2) el Deben distinguirse las causas extraluminales de
coste de las exploraciones complementarias. Por las intraluminales. Entre las primeras cabe citar
ejemplo, la colonoscopia, una exploración frecuen- algunas que pueden resolverse con tratamien-
temente indicada para excluir una dolencia orgáni- to conservador (hernias reductibles, bridas,
ca, implica un gasto aproximado de 150 € en nues- vólvulos) y otras que requieren una resolución
tro país. Por lo tanto, es una grave responsabilidad quirúrgica (compresión extrínseca por tumores
del clínico determinar qué pacientes deben ser o o mesenteritis retráctil). Respecto a las causas
no tributarios de una atención especializada. 3) Un intraluminales, la mayoría de ellas obedecen a
tercer aspecto a considerar es el gasto imputable a tumores o a procesos de naturaleza isquémica
las complicaciones, a menudo graves, asociadas al o inflamatoria que ocluyen la luz durante la fase
149
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 3. Causas secundarias de estreñimiento debidas a cicatricial: diverticulitis, colitis isquémica o en-
alteraciones de la función neuromuscular fermedad inflamatoria.
❱❱ Alteraciones anorrectales: determinadas patolo-
❱❱ Enfermedades endocrinometabólicas: gías que afectan al anorrecto como fisuras, he-
• Diabetes mellitus: acidosis, neuropatía. morroides, fístulas o tumores pueden favorecer
• Hipotiroidismo. la aparición o agravamiento de un estreñimiento,
• Uremia. al provocar una hipertonía del esfínter anal.
• Hipercalcemia.
• Porfiria. Estreñimiento secundario a
• Feocromocitoma. enfermedades que alteran la función
• Glucagonoma.
motora del colon
• Panhipopituitarismo.
• Intoxicación por plomo. ❱❱ Trastornos endocrinometabólicos: algunos tras-
❱❱ Causas neurógenas: tornos metabólicos van acompañados de estre-
– Enfermedades que afectan al sistema nervioso ñimiento (tabla 3). Los más frecuentes son el
entérico. hipotiroidismo y la diabetes mellitus. El hipoti-
• Enfermedad de Hirschsprung. roidismo provoca un trastorno motor que en-
• Hipoganglionosis. lentece el ritmo eléctrico básico intestinal14. En
• Hiperganglionosis (displasia neuronal intestinal). la mayoría de los casos, éste se corrige al resti-
• Ganglioneuromatosis. tuir la función tiroidea a la normalidad. La dia-
• Enfermedad de Chagas. betes también puede provocar estreñimiento.
• Neuropatía visceral paraneoplásica (Ca de De hecho, un 60% de los pacientes diabéticos
pulmón, tumor carcinoide). muestran formas leves o moderadas de estre-
– Trastornos que comprometen a la inervación ñimiento. El trastorno puede llegar a ser grave
extrínseca del colon. en los casos que cursan con neuropatía autóno-
• Traumatismos medulares. ma15. Dentro de este apartado debe considerar-
• Mielomeningocele sacro. se igualmente la hipercalcemia que acompaña
• Tabes dorsal. al hiperparatiroidismo, la sarcoidosis o el cáncer
• Esclerosis múltiple. (hipercalcemia paraneoplásica).
• Tumores.
❱❱ Enfermedades neurógenas: la actividad motora
– Enfermedades que afectan al cerebro.
del colon depende de una adecuada coordina-
• Demencia.
ción de distintos sistemas que incluyen la iner-
• Accidentes vasculares cerebrales.
vación extrínseca (simpática y parasimpática) y
• Esclerosis múltiple.
el propio sistema nervioso entérico. Una disre-
• Enfermedad de Parkinson.
gulación de estos sistemas puede conducir a es-
• Neoplasias.
tados de constipación, bien por alteraciones del
– Trastornos psiquiátricos.
sistema nervioso central o del sistema nervioso
• Depresión.
periférico (tabla 3).
• Psicosis.
• Anorexia nerviosa ❱❱ Alteraciones del sistema nervioso entérico: el
❱❱ Enfermedades que afectan al músculo liso ejemplo más representativo de este trastorno
intestinal: es la enfermedad de Hirschsprung, caracteri-
• Miopatías congénitas o adquiridas que originan zada por una ausencia de células ganglionares
pseudoobstrucción intestinal.
intramurales, tanto en la submucosa como en el
• Miopatía hereditaria del esfínter anal
interno.
plexo mientérico. Este defecto anatómico deter-
• Esclerosis sistémica progresiva.
mina un fallo en la relajación del esfínter inter-
• Amiloidosis.
no del ano, en respuesta a la distensión rectal,
• Distrofias musculares (por ej.: distrofia
y una dilatación progresiva del colon proximal.
miotónica). El diagnóstico viene sugerido por la manometría
❱❱ Fármacos (véase tabla 5). anorrectal al demostrar la ausencia del reflejo
rectoanal inhibitorio, y se confirma mediante
biopsia rectal. Aunque la mayoría de los casos
150
8. Estreñimiento
❱❱ Inactividad física.
❱❱ Disminución del nº de neuronas que contienen
dopamina en el plexo mientérico.
❱❱ Hipomotilidad secundaria al efecto anticolinérgico
de las drogas antiparkinsonianas.
❱❱ Fallo en la relajación del músculo estriado del suelo
pélvico.
151
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
TABLA 5. Medicaciones de uso frecuente que pueden afectar a la función colónica y causar estreñimiento*
152
8. Estreñimiento
❱❱ Sexo femenino.
❱❱ Edad avanzada.
❱❱ Inactividad física.
❱❱ Ingesta baja en calorías.
❱❱ Ingesta deficitaria en fibra.
❱❱ Bajo nivel socioeconómico.
❱❱ Bajo nivel educativo.
❱❱ Consumo de fármacos (tabla 5).
❱❱ Depresión.
❱❱ Historia de abusos o maltratos físicos
o psicológicos.
153
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
❱❱ Edad. Como en otros trastornos funcionales, la causa orgánica. Así, con la excepción de la en-
edad debe ser justamente ponderada a la hora fermedad de Hirschsprung, el estreñimiento de
de evaluar la probabilidad de una lesión malig- larga duración sugiere el padecimiento de un
na. De hecho, el cáncer colorrectal debe de ser trastorno funcional idiopático. Por el contrario,
firmemente considerado en cualquier persona un cambio reciente en el hábito intestinal, en un
que consulta por este problema a partir de los sujeto que ordinariamente presentaba un ritmo
50 años. La sospecha adquiere mayor peso es- deposicional regular, debe hacer sospechar la
pecífico cuando existen antecedentes familiares existencia de una dolencia orgánica.
de neoplasias colorrectales o cuando el enfer-
mo refiere otros síntomas de alarma (véase más 2. ¿En qué consiste realmente su estreñimien-
adelante). to?: ¿ausencia de deseo o esfuerzo excesivo
durante la evacuación?
❱❱ Comorbilidades. Como ya se ha mencionado,
la coexistencia de determinadas enfermedades El paciente que no experimenta la sensación
puede explicar la presencia de estreñimiento espontánea de defecar, al menos de un modo
(tabla 3). Es importante, por consiguiente, re- frecuente y regular, probablemente padece
cabar información acerca del padecimiento de una constipación originada por un trastorno
enfermedades endocrinometabólicas como la de la motilidad (tránsito lento) o ha suprimido
diabetes o el hipotiroidismo, enfermedades los reflejos defecatorios normales por falta de
desmielinizantes como la esclerosis múltiple, al- hábito (percepción rectal anómala). Por su par-
teraciones medulares de naturaleza infecciosa, te, los pacientes que refieren dificultad para la
traumática o tumoral, especialmente si afectan evacuación (esfuerzo defecatorio excesivo, sen-
a la cola de caballo, y alteraciones congénitas sación de bloqueo anorrectal o de evacuación
como el mielomeningocele sacro o la propia en- incompleta), pueden ser portadores tanto de un
fermedad de Hirschsprung, un diagnóstico que problema orgánico (impactación fecal, carcino-
puede pasar desapercibido durante la infancia. ma de recto), como funcional.
Algunos cuadros como la enfermedad de Par- 3. ¿Ha observado un cambio reciente en el há-
kinson pueden producir estreñimiento, no solo bito deposicional?
por el impacto que ejercen sobre la actividad
motora del colon, sino por las propiedades anti- Aun en el caso de que se trate de un paciente
colinérgicas de algunos de los fármacos emplea- con estreñimiento habitual, un cambio recien-
dos para su tratamiento. te en el hábito intestinal debe alertar sobre el
padecimiento de una lesión orgánica. Una ex-
❱❱ Fármacos. Ya se ha insistido en la necesidad de cepción a esta regla es el trastorno del ritmo
verificar la posible influencia que cualquier me- deposicional que se inicia coincidiendo con un
dicación pueda ejercer sobre un estreñimiento cambio en los hábitos higienicodietéticos, con
de reciente aparición (tabla 5). En ocasiones, la aparición de un suceso vital estresante o un
el paciente olvida mencionar la toma habitual viaje, o con la toma de determinados fármacos.
o frecuente de algunos medicamentos de libre
prescripción y de uso muy común incluyendo 4. ¿Cada cuánto tiempo efectúa una deposi-
antiácidos que contienen calcio o aluminio en ción?
su composición o analgésicos que contienen co-
Aunque los actuales criterios de Roma contem-
deína.
plan otras acepciones para definir el estreñi-
❱❱ Descripción del síntoma guía. Como en cual- miento, la frecuencia del ritmo deposicional
quier otro apartado de la medicina clínica, una sigue siendo primordial para mensurar la mag-
correcta descripción del síntoma guía constitu- nitud del problema. Con frecuencia el pacien-
ye una valiosa ayuda para orientar la etiología te contesta con poca precisión a ésta y a otras
del trastorno. El clínico dispone de siete pregun- cuestiones relacionadas con las características
tas claves para cumplir este objetivo23. de las deposiciones. Este aspecto puede mejo-
rar sensiblemente mediante la administración
1. ¿Cuándo comenzó el estreñimiento?
de un diario de síntomas donde el enfermo pue-
La duración del problema guarda una relación de consignar con mayor detalle la información
inversa con la posibilidad de encontrar una solicitada por el clínico.
154
8. Estreñimiento
Tránsito lento
Figura 3. La escala de Bristol
(por ej., 100 horas) permite evaluar de forma
sencilla el aspecto y
características de las heces.
Tipo 1
Tipo 2
Tipo 3
Tipo 4
Tipo 5
Tipo 6
155
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
156
8. Estreñimiento
cuente la palpación de heces duras en el cuadrante clínica. En algunas ocasiones puede ser de utilidad
inferior izquierdo del abdomen. Es igualmente im- investigar la presencia de leucocitos o sangre oculta
portante realizar un examen minucioso de la región en las heces. De hecho, la colitis ulcerosa que afecta
perineal y del recto. La inspección anorrectal puede al colon izquierdo puede cursar con estreñimiento.
revelar escoriaciones, la presencia de fisuras o de
hemorroides. Un ligero pinchazo en los cuatro cua- Pruebas complementarias
drantes de la región perianal permite comprobar la
Exploraciones para descartar
preservación del reflejo anal (contracción del esfín-
lesiones estructurales
ter). Su ausencia permite sospechar la presencia de
una neuropatía. Finalmente, el tacto rectal puede ❱❱ Rx simple de abdomen: A menudo, una radio-
detectar la presencia de una estenosis, una masa o grafía simple de abdomen proporciona pruebas
sangre mezclada con las heces. Debe aprovecharse en relación con una excesiva cantidad de heces
el tacto rectal para explorar la respuesta del esfínter en el colon y puede ser de utilidad en la valo-
anal externo al esfuerzo simulado de la defecación. ración de pacientes ancianos con estreñimiento
Esta maniobra debería provocar la relajación del inveterado que requieren ser valorados en el
esfínter anal externo y del perineo descendente. área de urgencias. No es infrecuente que la pro-
La ausencia de este fenómeno sugiere obstrucción pia Rx simple de abdomen muestre la imagen
funcional o disinergia rectoesfinteriana (anismo)25. típica de un vólvulo de sigma o la presencia de
una impactación fecal en la ampolla rectal.
Exámenes de laboratorio
❱❱ Enema opaco. El enema opaco es de escasa uti-
Una analítica elemental, incluyendo hemograma y lidad; permite evaluar el tamaño y morfología
VSG, así como las determinaciones bioquímicas ha- del colon y establecer el diagnóstico de un doli-
bituales, calcemia y hormonas tiroideas pueden ser cocolon o un megacolon, pero pocas veces exis-
de utilidad, para evaluar la condición general del te una relación entre la longitud o el diámetro
paciente, detectar signos de alarma (p. ej.: anemia
del colon y la intensidad del estreñimiento. A su
microcítica) o una condición endocrinometabólica
que pudiera explicar los síntomas (p. ej.: diabetes, vez, el enema baritado puede descubrir una es-
hipotiroidismo). Otras investigaciones más avanza- tenosis residual de origen isquémico o inflama-
das como el estudio de porfirinas en orina, niveles torio (colitis isquémica o enfermedad de Crohn)
plasmáticos de cortisol, parathormona (PTH) o o la presencia de una neoplasia colorrectal que
anticuerpos antinucleares deberían solicitarse úni- estenosa de forma parcial la luz del colon (figura
camente sobre la base de una fundada sospecha 5). La diverticulosis es una condición que puede
157
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
158
8. Estreñimiento
través del colon, soslayando la inexactitud con ❱❱ Estudio dinámico de la defecación. La dinámica
que los pacientes hacen referencia al ritmo y de la defecación se puede estudiar mediante la
frecuencia de sus hábitos defecatorios (no es in- observación de las maniobras de expulsión de
habitual, por ejemplo, que el tiempo de tránsito un balón introducido en el recto, y también me-
colónico sea normal en pacientes “severamen- diante técnicas radiológicas tales como el proc-
te estreñidos” en los que subyace algún tipo tograma y la defecografía.
de psicopatología). La medición del tiempo de
Durante las maniobras de expulsión del balón
tránsito colónico se realiza de acuerdo al méto-
intrarrectal se pueden valorar, el comporta-
do de Metcalf-Chaussade que permite el cálculo
miento del esfínter anal, la capacidad expulsiva,
del tiempo de tránsito colónico y segmentario
así como el volumen intrarrectal, lo que puede
con la práctica de una única radiografía realiza-
ayudar a detectar pacientes estreñidos con disi-
da al cuarto día y otra al séptimo día tras ingerir nergia del suelo pélvico27.
dos cápsulas que contienen 10 marcadores só-
lidos radiopacos durante tres días consecutivos El proctograma utiliza un balón relleno de con-
(figura 7)26. traste que se introduce en el interior del recto.
Posteriormente se practican radiografías del pa-
❱❱ Estudio de la motilidad colónica. El estudio de ciente sentado tanto en reposo como durante el
la motilidad colónica entraña numerosas dificul- intento de defecación. De esta forma se valora
tades técnicas por lo que es una técnica todavía el ángulo anorrectal, el nivel de descenso peri-
con escasa aplicación clínica. Puede realizarse neal durante la defecación y la capacidad de ex-
mediante registro de presiones intraluminales pulsión del balón. Además, permite identificar
por manometría o de la actividad mioeléctrica posibles alteraciones de la pared rectal como el
por electromiografía. Su mayor utilidad es el rectocele.
registro de la actividad motora en niños con
constipación grave. La ausencia de ondas pro- La defecografía se realiza introduciendo en el
pulsoras de gran amplitud es sinónimo de un recto 150 ml de una solución de bario de con-
trastorno grave de la motilidad y podría apoyar sistencia similar a la de las heces, y observando
la indicación de una resección cólica segmenta- a través de un sistema de vídeo al paciente en
ria o total25. reposo y durante el intento de defecación. Con
Figura 7. Imagen radiológica de un estudio de tránsito colónico. Pueden verse los marcadores radiopacos distribuidos a lo largo
del colon.
159
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
esta técnica se valoran los mismos parámetros familiar positiva. Deben revisarse todos los fárma-
que con el proctograma y, además, se observa cos que toma el enfermo, incluyendo aquellos de
la apertura del canal anal y el vaciado del recto. libre prescripción, y llevar a cabo una breve historia
dietética que permita estimar la cantidad de fibra
Algoritmo de actuación ingerida. El examen del recto permite explorar el
tono del esfínter y la relajación voluntaria del mús-
El manejo del enfermo estreñido comienza con una culo puborrectal, así como la presencia de masas o
valoración global e individualizada de cada caso28. sangre en la ampolla rectal. Una analítica elemental
Este principio es importante dado que a menudo puede descubrir condiciones subyacentes como la
se dictan normas generales que pueden resultar in- diabetes o el hipotiroidismo que pueden contribuir
adecuadas para un paciente concreto. Como ya se a la patogénesis de los síntomas. A su vez, una colo-
ha mencionado, la historia y el examen físico pro- noscopia o un examen baritado del colon permiten
porcionan las claves esenciales para una correcta excluir cualquier lesión estructural. Sin embargo,
orientación. Los enfermos deben ser interrogados este tipo de exploraciones implican un coste adicio-
acerca de la frecuencia de sus movimientos intes- nal por lo que su indicación debería restringirse a
tinales, así como de la consistencia de las heces, el los pacientes con síntomas o signos de alarma. Los
esfuerzo necesario para la defecación, la sensación estudios que permiten evaluar la función motora
de evacuación incompleta y la presencia de sangre anorrectal se reservan para casos seleccionados
en la deposición. El cáncer de colon, por ejem- (véase más arriba). Las figuras 8 y 9 muestran en
plo, debería sospecharse en cualquier paciente forma de algoritmo la secuencia de actuación ante
de más de 50 años que refiere un cambio recien- un paciente con estreñimiento de reciente apari-
te en el ritmo deposicional, con sangre visible en ción y la pauta recomendada para el diagnóstico
las heces, especialmente si presenta una historia del paciente con estreñimiento crónico29.
Considerar: Considerar:
Anamnesis, exploración física,
• Fármacos • Endocrinopatía
analítica elemental
• Gestación • Depresión
Sospecha de patología
Esfuerzo defecatorio Signos Cambio reciente en
anorrectal aguda (fisura
excesivo - Sensación de de cierre estilo de vida y/o dieta
anal, congestión hemo-
bloqueo anorrectal abdominal Suceso vital estresante
rroidal, absceso)
Tacto rectal
Inspección anal Rectosigmoidoscopia Introducir cambios
Rx simple
Anuscopia Manometría dietéticos/laxantes/
de abdomen
anorrectal1 evaluar otros TFD3
Fecaloma impactado
Neoplasia Oclusión
Obstrucción funcional mecánica/íleo2
distal
1
Indicar según el contexto clínico
2
Véase capítulo 25: “Oclusión y seudooclusión intestinales”.
3
TFD: trastornos funcionales digestivos.
160
8. Estreñimiento
Sí ¿Síntomas de alarma?
No
¿Sospecha de daño estructural?
No Sí
Evidencia de patología
orgánica
Tratamiento
Sí No Estreñimiento crónico
idiopático
Tratamiento
Ensayo terapéutico.
Cambios de estilo
de vida y dieta
Ausencia de respuesta
161
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
162
8. Estreñimiento
TABLA 7. Información escrita donde se explican las funciones del colon y la importancia de algunas medidas
higienicodietéticas para evitar el estreñimiento
❱❱ El colon es un órgano cuya misión primordial es favorecer la propulsión (arrastre) del contenido procedente del
intestino delgado y facilitar su expulsión a través del ano (defecación). Diariamente, entran en el colon unos 1.000
cm3 de líquido procedente de los jugos digestivos y de la propia ingesta. El colon es capaz de reabsorber la mayoría
de este líquído, reduciendo la cantidad de agua de las heces a la décima parte aproximadamente (100 cc). La fibra
que contiene la dieta retiene agua en las heces contribuyendo de este modo a que éstas aumenten de volumen, se
vuelvan más blandas y se deslicen mejor a lo largo del intestino. Por la misma razón, ingerir un volumen de 1,5-2
litros diarios de agua puede ser beneficioso para mejorar la función intestinal.
❱❱ El colon descendente es un conducto a través del cual las heces son conducidas hasta el sigma, un segmento
donde las heces son almacenadas, permitiendo que gran parte de su contenido acuoso se absorba a través de la
mucosa. La incorporación del bolo fecal desde el sigma hasta el recto tiene lugar por medio de un movimiento pe-
ristáltico. Este último suele desencadenarse en respuesta al llenado del estómago, un fenómeno que conocemos
como reflejo gastroentérico o gastrocólico. Éste suele ser más enérgico tras el desayuno, si bien algunas personas
perciben esta sensación en la práctica totalidad de las comidas. Por esta razón, es buena costumbre adquirir el
hábito regular de intentar la evacuación cuando el enfermo percibe esta sensación después de las comidas.
❱❱ Una vez que las heces alcanzan el recto, la distensión de sus paredes pone en marcha el deseo consciente de la
defecación, al tiempo que se relaja el esfínter interno del ano. En este momento se inicia la fase voluntaria de la
defecación. Durante esta fase tiene lugar la relajación de los músculos del suelo de la pelvis y del esfínter externo
del ano (un músculo que en condiciones normales evita la salida espontánea de las heces o incontinencia). La
contracción de las paredes del recto y de la propia musculatura abdominal y del diafragma permiten finalmente la
exteriorización del bolo fecal. Del conocimiento de estos mecanismos se deducen tres importantes consecuencias
prácticas:
• El ejercicio físico permite fortalecer los músculos del abdomen haciendo más efectiva la prensa abdominal en
el momento de la evacuación.
• La fase voluntaria de la defecación es una conducta aprendida durante la infancia. Algunas personas, sin
embargo, tienen dificultades para relajar el esfínter externo del ano y los músculos del suelo de la pelvis en el
momento de la defecación. Incluso pueden experimentar una contracción paradójica y no deseada de estos
músculos. Este fenómeno determina que el esfuerzo necesario para la defecación sea desproporcionado.
De hecho, algunos pacientes experimentan una sensación de bloqueo anorrectal, precisando de maniobras
manuales para favorecer la extracción de las heces. Es importante que este tipo de personas intenten relajarse
durante el acto de la defecación, buscando un lugar cómodo y apropiado, evitando la sensación de urgencia y
distrayendo su atención mediante la lectura de un texto relajante. En algunas clínicas especializadas se dispo-
ne de métodos de reeducación (biofeedback) para mejorar este tipo de estreñimiento.
• Reprimir el deseo consciente de la defecación de forma frecuente o continuada acaba por alterar la coordi-
nación de los mecanismos descritos y puede conducir a situaciones de estreñimiento crónico. En definitiva,
el ejercicio regular, una ingesta adecuada de fibra y de líquidos, así como el adquirir el hábito de intentar
la defecación cuando surge el deseo consciente y espontáneo de la misma (especialmente después del desayu-
no), así como procurar un ambiente cómodo y relajado, puede mejorar el estreñimiento de una proporción
mayoritaria de los pacientes, evitando con ello un consumo excesivo o inadecuado de laxantes.
dosis debe incrementarse de un modo gradual, te para la limpieza intestinal antes de un enema
dado que poseen los mismos efectos secundarios baritado o una colonoscopia. La eficacia de este
que la fibra dietética. tipo de laxantes se basa en que tanto el magnesio
Laxantes osmóticos como el ion sulfato son escasamente absorbidos
por el tubo digestivo, por lo que tienen un efecto
Laxantes salinos osmótico dentro de la luz intestinal, incrementan-
Se trata de sales de magnesio (hidróxido, citrato o do con ello el contenido de agua de las heces y la
sulfato de magnesio) o de sodio (fosfato de sodio), frecuencia deposicional. Además de este mecanis-
este último reservado como solución evacuan- mo se les atribuye también un efecto mediado por
163
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
prostaglandinas (PGE2) o por hormonas (colecisto- uso debería reservarse para tratar episodios transi-
quinina). Debido a su bajo coste y eficacia, la Aso- torios de estreñimiento intenso o cuando el enfer-
ciación Americana de Gastroenterología (AGA) los mo no ha respondido a otro tipo de regímenes. La
recomienda como primer paso cuando las medidas melanosis coli es una pigmentación característica
higienicodietéticas no han sido suficientes. Las sa- de la mucosa del colon que aparece en personas
les de magnesio se desaconsejan en casos de insu- que consumen regularmente derivados antraqui-
ficiencia renal por su toxicidad. nónicos (figura 10).
Azúcares no absorbibles Agentes emolientes
Cuando el tratamiento con fibra no es suficiente, (reblandecedores de heces)
otra de las opciones terapéuticas válidas son los
En este grupo se incluyen el dioctilsulfosuccinato
azúcares no absorbibles. Estos incluyen el manitol,
sódico, también denominado docusato sódico y
sorbitol, lactulosa, lactitol y polietilenglicol. Al llegar
los aceites minerales incluyendo el aceite de pa-
al colon intactos, son metabolizados por las bacte-
rias del colon, formando por un lado, ácidos grasos rafina. Actúan como detergentes favoreciendo la
de cadena corta que tienen un efecto osmótico y mezcla del componente graso de las heces con el
estimulante de la motilidad, y, por otro, anhídri- componente hidrófilo. El resultado es un reblan-
do carbónico, que es el responsable de uno de los decimiento de las heces, por lo que resultan muy
principales efectos secundarios de estos fármacos: beneficiosos en personas encamadas, en ancianos
la flatulencia. Por su aplicabilidad en la clínica des- que presentan frecuentes episodios de impacta-
tacan la lactulosa, el lactitol, y más recientemente, ción fecal y en pacientes que reciben opiáceos
el polietilenglicol, que incluso ha demostrado ser para el tratamiento del dolor. El aceite de parafina
más eficaz que la lactulosa tal como se comprueba ejerce además un efecto lubricante que favorece el
en un reciente metaanálisis33. El polietilenglicol se deslizamiento de las heces. Cuando se administran
emplea además como solución evacuante para lim- aceites minerales existe el riesgo de neumonitis
piar el colon de forma rápida antes de efectuar un lipoideas por aspiración. Por este motivo resul-
enema de bario o una colonoscopia. Al igual que los tan desaconsejables en pacientes encamados con
anteriores, este tipo de laxantes —de acción rápi- dificultades para incorporarse o en personas con
da— son de utilidad en todas aquellas condiciones problemas neurológicos que hacen difícil la deglu-
en las que se desea evitar un esfuerzo defecatorio ción. Se ha comunicado que el consumo crónico de
intenso como ocurre en patologías agudas del ca- aceite mineral produce malabsorción de vitaminas
nal anal, después de la cirugía rectal o durante el liposolubles. Sin embargo, este efecto solo ha sido
embarazo. Su uso continuado se asocia a una pér- descrito en niños que ingerían aceite mineral junto
dida de efectividad clínica, por lo que se aconsejan con las comidas. Se recomienda, por consiguiente,
ciclos terapéuticos cortos e intermitentes. El lactitol que su administración se lleve a cabo en momentos
y la lactulosa siguen siendo de elección en el enfer- en que el estómago este vacío de alimento28.
mo cirrótico con encefalopatía hepática.
Agentes de contacto (laxantes
estimulantes)
Los agentes de contacto también denominados
laxantes estimulantes actúan sobre el plexo mien-
térico activando la peristalsis y promoviendo la
secreción de agua y electrolitos. Bajo esta denomi-
nación se incluyen los derivados antraquinónicos
(sen, cáscara sagrada o áloe) y los polifenólicos (fe-
nolftaleína, bisacodilo y picosulfato sódico). Existe
controversia acerca de los efectos nocivos que el
uso continuado de estos agentes produce sobre el
plexo mientérico29. En cualquier caso, se desacon-
seja un uso frecuente o prolongado de este tipo de
laxantes por el riesgo de causar disturbios hidro- Figura 10. Imagen endoscópica de una melonosis coli.
electrolíticos (hiponatremia, hipopotasemia). Su
164
8. Estreñimiento
165
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
166
8. Estreñimiento
Úlcera estercorácea
Suele ser una consecuencia de la situación anterior
y su patogénesis hay que buscarla en la necrosis is-
quémica secundaria a la compresión ejercida por el
Figura 12. Megacolon adquirido en un caso de constipación
fecaloma. Su localización habitual es la cara poste-
crónica.
rior del recto.
167
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
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168
8. Estreñimiento
169
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
170
9 Rectorragia
Ingrid Ordás, Julián Panés
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínico de Barcelona
IDIBAPS y CIBERehd
S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 171
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Causas de rectorragia
En atención primaria las causas más frecuentes son
las hemorroides, la fisura anal y la inexistencia de
causa aparente y con menor frecuencia, la diverti-
culosis, los pólipos, el cáncer colorrectal, y la en-
fermedad inflamatoria intestinal1. La distribución
de las causas de rectorragia está condicionada por
la edad. Cuando los estudios incluyen a pacientes
mayores de 40 años, aunque el orden de las causas
más frecuentes se mantiene, se observa un au- Figura 1. Exploración endoscópica del canal anal. Se observa
mento de los pólipos, el cáncer colorrectal, los di- un cordón hemorroidal a las 3 h que no tenía prolapso
vertículos, la colitis isquémica y la angiodisplasia3. exterior (hemorroide interna grado I).
172
9. Rectorragia
TABLA 1. Clasificación de las hemorroides internas según técnica no extirpa las hemorroides, sino que las va-
el grado de prolapso cía al interrumpir la circulación arterial a través de
la submucosa. La mucosectomía circunferencial se
ha mostrado superior a la hemorroidectomía con-
❱❱ Grado I. Protrusión en el canal anal sin prolapso vencional en varios ensayos clínicos aleatorizados
exterior.
para las variables de dolor postoperatorio y tiempo
❱❱ Grado II. Prolapso con resolución espontánea. de recuperación9,10. Las técnicas de cirugía menor
❱❱ Grado III. Prolapso con reducción manual. están indicadas en las hemorroides internas grados
❱❱ Grado IV. Prolapso continuo que se reproduce tras I-III, mientras que la hemorroidectomía está indi-
su reducción. cada en las hemorroides de grado IV y en aquellos
pacientes que no responden a las técnicas de ciru-
gía menor.
son medidas higiénico-dietéticas que pueden ser
efectivas en el tratamiento de las hemorroides.
Fisura anal
La presencia de una fisura anal puede sospechar-
Los preparados tópicos en forma de pomadas o
se a partir de síntomas característicos; el paciente
cremas que contienen compuestos anestésicos y
refiere dolor intenso con el paso de las heces y la
corticoides pueden aliviar la sintomatología, pero
aparición de una escasa cantidad de sangre man-
deben de aplicarse sólo durante unos pocos días
(una semana aproximadamente), ya que pueden chando el papel higiénico. Se trata de una lesión
provocar pérdida de sensibilidad de la piel, irrita- del canal anal de origen probablemente traumáti-
ción o alergias. El flebotónico diosmina parece dis- co, que suele aparecer en la pared posterior, debi-
minuir el tiempo de duración del sangrado en los do a que el espacio subepitelial y el esfínter anal
episodios agudos de hemorroides7. están poco vascularizados en esta región. Un ele-
vado porcentaje de fisuras anales agudas se curan
El tratamiento quirúrgico de las hemorroides in- espontáneamente, aunque en ocasiones se croni-
ternas está indicado en aquellas personas que no fican. Se considera una fisura anal como crónica
responden a las medidas conservadoras y en caso cuando se acompaña de una hemorroide centinela,
de hemorragia aguda grave o crónica persistente. una induración de los bordes de la fisura con ex-
Los métodos quirúrgicos consisten en técnicas de posición de las fibras musculares del esfínter anal
cirugía menor y hemorroidectomía quirúrgica. El interno en el suelo de la fisura, y una duración de
objetivo de la cirugía menor es conseguir la fibrosis los síntomas mayor de 4-8 semanas. La evolución a
entre el esfínter anal interno subyacente y las he- la cronicidad podría deberse a la hipertonía del es-
morroides, evitando su deslizamiento, congestión y fínter y a la isquemia local11. La presencia de fisuras
prolapso. En el caso de la hemorroidectomía, el ob- múltiples, muy dolorosas (aunque no es la norma),
jetivo es la escisión de las almohadillas vasculares y en otras localizaciones debe hacernos sospechar
mediante diferentes procedimientos quirúrgicos. la posible existencia de otras enfermedades, entre
Las técnicas de cirugía menor más utilizadas son la otras: enfermedad de Crohn, tuberculosis, sífilis y
escleroterapia, la fotocoagulación con infrarrojos VIH12.
o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía y El tratamiento debe basarse inicialmente en me-
la ligadura con banda elástica. Todas estas técnicas didas higiénico-dietéticas (prevención del estre-
preservan el tejido hemorroidal y se pueden reali- ñimiento, baños de asiento tras la defecación,
zar sin necesidad de anestesia general. La ligadura
lavados con jabones neutros). Cuando las fisuras
con banda elástica se muestra superior al resto de
no mejoren con estas medidas, se ha de valorar el
técnicas de cirugía menor8.
tratamiento farmacológico. Según la acción princi-
La hemorroidectomía, comparada con el resto de pal del fármaco se puede diferenciar en dos grupos.
técnicas de cirugía menor, se muestra más eficaz El primer grupo combate los síntomas de la fisura
para el tratamiento de las hemorroides. No obs- (anestésicos tópicos), mientras que el segundo gru-
tante, la hemorroidectomía presenta un mayor nú- po disminuye la hipertonía del esfínter anal (nitro-
mero de complicaciones, como es el dolor posto- glicerina, toxina botulínica, diltiazem) al producir
peratorio8. Recientemente se está introduciendo una relajación del esfínter, durante el tiempo nece-
la mucosectomía circunferencial con grapas9. Esta sario para la cicatrización de las fisuras. Los nitratos
173
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Plexo hemorroidal
Esfínter externo externo
tópicos son superiores a los preparados de anesté- superior a cualquiera de las opciones de tratamien-
sicos en el tratamiento de las fisuras anales agudas, to médico15.
y son también eficaces en el tratamiento de las
fisuras crónicas12,13. Entre sus efectos secundarios Divertículos
más frecuentes debe considerarse la cefalea (suele La diverticulosis del colon es una patología frecuen-
atenuarse a partir de 2-3 semanas) y la hipotensión te en el mundo occidental. Habitualmente afecta
ortostática. Como ocurre con otros nitratos, la ad- a personas mayores con una prevalencia estimada
ministración de sildenafilo aumenta el riesgo de entre un 37% y 45%, incrementándose de forma li-
hipotensión, de manera que este principio activo neal con la edad, de manera que aproximadamente
no debería tomarse en las 24 h siguientes a la ad- el 50-60% de las personas de más de 80 años están
ministración de nitroglicerina. La nifedipina o el dil- afectas16. Se ha estimado que sólo una quinta parte
tiazem por vía oral (20 mg/12 h y 60 mg/12 h, res- de los individuos con divertículos en el colon desa-
pectivamente) o tópica (0,2%), durante 8 semanas, rrollará síntomas.
pueden ser de utilidad en algunos casos. El efecto
Los divertículos del colon se definen como divertí-
secundario más frecuente es la incontinencia que
culos falsos por pulsión, compuestos por mucosa y
puede observarse en algunos casos. La inyección de
serosa. Aparecen en áreas de debilidad estructural
toxina botulínica en el esfínter anal es también un
en la pared del colon, donde los vasos rectos pene-
método altamente eficaz para el tratamiento de la tran a través de la muscularis para irrigar la muco-
fisura anal, que se ha mostrado incluso superior a sa. Estos vasos discurren por la cúspide del divertí-
la aplicación tópica de nitratos14; en la mayoría de culo. Se ha estimado que el riesgo de hemorragia
casos se requiere una sola inyección para lograr la no es superior al 5%16. Los divertículos sangran por
curación de la fisura. ruptura de los vasos rectos en el cuello de la lesión,
El tratamiento quirúrgico está indicado en aquellas o cuando un fecalito erosiona un vaso en el vértice
personas con fisuras crónicas que no responden a del divertículo.
las medidas higiénico-dietéticas ni al tratamiento De forma característica el sangrado es de inicio
farmacológico. La esfinterotomía lateral interna es brusco, indoloro y a menudo grave, ya que la hemo-
la técnica quirúrgica más eficaz en el tratamiento rragia es de origen arterial (figura 2). La hemorragia
de las fisuras crónicas, y en esta patología resulta puede ser intermitente o continua en un periodo
174
9. Rectorragia
175
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Figura 4. Neoplasia del colon: lesión mamelonada que afecta Figura 5. Angiodisplasia del colon. Se observan varias
a un tercio de la circunferencia. Se aprecia también un lesiones con dilatación de pequeños vasos, algunas con
divertículo. hemorragia activa.
el 80% de los pacientes pero recurre en un 85% de sales o ante un aumento de la demanda asociado
los casos25. a la digestión, y la colitis isquémica en la que una
deficiente irrigación sanguínea del colon resulta
Enfermedad inflamatoria intestinal en grados variables de necrosis y manifestaciones
sistémicas (figura 6). Esta última es la que se ma-
La enfermedad inflamatoria intestinal puede ser
nifiesta con hematoquecia o rectorragia como uno
causa de rectorragia o hematoquecia. No es infre-
de los síntomas principales (especialmente cuando
cuente, en estos casos, la asociación de otros sínto-
mas como diarrea y emisión de moco (capítulo 31). se ve afectado el colon izquierdo), mientras que en
La emisión de sangre sin otros productos patológi- las formas oclusivas el dolor abdominal suele ser
cos puede ocurrir en la colitis ulcerosa con afecta- el síntoma guía principal27. La colitis isquémica es
ción limitada al recto (proctitis ulcerosa), en cuya la causa más frecuente de isquemia en el intestino
situación puede existir incluso estreñimiento (capí- y se presenta de forma mayoritaria en pacientes
tulo 32). En la enfermedad de Crohn, una reducida de edad avanzada, en estados de hipercoagulabi-
proporción de pacientes (2-4%) puede presentar lidad o tras reparaciones quirúrgicas de la aorta
rectorragia o hematoquecia como manifestación abdominal. Aunque la isquemia intestinal es una
principal o única debido a la existencia de úlceras causa infrecuente de hemorragia digestiva baja, la
profundas en la pared intestinal que pueden ero- rapidez en el diagnóstico de este proceso es clave
sionar la pared de arteriolas de considerable cali- en cuanto al pronóstico, y debe ser tenido siempre
bre26 (figura 5). presente (capítulos 28 y 29).
176
9. Rectorragia
Figura 6. Enfermedad de Crohn colónica. Ulceración profun- Figura 8. Proctitis actínica crónica. Se aprecia la existencia de
da en el colon sigmoides, rodeada de mucosa de aspecto múltiples telangiectasias y erosiones en la mucosa rectal.
endoscópico normal.
177
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Rectorragia
Repercusión hemodinámica
Sí No
Sí No
Sí No
Colonoscopia Pruebas
diagnósticas
(figura 10)
Figura 9. Valoración inicial del paciente con rectorragia. La valoración del estado hemodinámico, morbilidad asociada e historia
de cáncer, constituyen los aspectos básicos en la toma inicial de decisiones.
signos de baja perfusión, supone una pérdida esti- está indicado en caso de hemorragia masiva. En ge-
mada de más de 1.500 ml de sangre (30% del volu- neral los fármacos vasopresores no están indicados,
men circulante). La existencia de cambios ortostá- ya que la hipovolemia constituye habitualmente la
ticos, entendiéndose como tales un descenso de la causa de la hipotensión.
presión arterial de más de 10 mmHg o un ascenso
de la frecuencia cardiaca de más de 10 latidos/min, Enfermedades asociadas
al colocar al enfermo en posición erguida, denota Los pacientes con enfermedades asociadas (altera-
una pérdida hemática estimada de unos 800-1.000 ciones de la coagulación, cirrosis hepática, insufi-
ml (15-20% del volumen circulante). La hemorragia ciencia renal, polimedicación o fármacos de riesgo,
se considera leve si la presión arterial sistólica es como los anticoagulantes y los antiinflamatorios no
superior a 100 mmHg, la frecuencia cardiaca es in- esteroides), requieren una evaluación individuali-
ferior a 100 latidos/min y no hay otros signos de zada según su enfermedad de base. Esta valoración
compromiso hemodinámico30. clínica junto con las preferencias de los pacientes
Si se observa repercusión hemodinámica se debe permiten valorar las diferentes alternativas de for-
iniciar una restauración del volumen intravascular ma individual. Las intervenciones a realizar, tanto
que permita estabilizar al paciente y realizar un co- diagnósticas como terapéuticas, dependerán de la
rrecto traslado desde el centro de salud al hospital gravedad de la enfermedad de base y de las posibi-
(figura 8). Para la reposición de la volemia se deben lidades de su resolución en el ámbito de la atención
primaria29 (figura 8).
canalizar dos vías periféricas de grueso calibre (18 F,
16 F o 14 F) y reponer el volumen a una velocidad
de perfusión elevada. Hay que reponer la volemia
Historia personal y familiar
con soluciones isotónicas (suero salino isotónico o La historia personal, la historia familiar y la herencia
Ringer lactato). El uso de expansores plasmáticos han sido identificadas como factores de riesgo en el
178
9. Rectorragia
Inspección anal
Tacto rectal
Anuscopia
No Sí
Lesión causante Tratamiento médico
de sangrado inicial
No
Remisión rectorragia
Sí
Curación
Figura 10. Estrategias diagnóstica y terapéutica del paciente con rectorragia en el ámbito extrahospitalario.
desarrollo del cáncer colorrectal31. Hay que identifi- te (ver más arriba), sino una exploración anorrectal
car en especial las siguientes situaciones: 1) historia y del abdomen. Brevemente, los pasos a seguir son
familiar de cáncer colorrectal o pólipos en un fami- los siguientes: 1) inspección general para valorar
liar de primer grado (padres, hermanos e hijos) me- la apariencia cutáneo-mucosa, haciendo especial
nor de 60 años o en dos familiares de primer grado hincapié en la mucosa conjuntival para evaluar
de cualquier edad; 2) historia familiar de síndromes la posible presencia de anemia. La presencia de
de cáncer colorrectal hereditario (poliposis adeno- palidez cutáneo-mucosa es útil para predecir la
matosa familiar y cáncer colorrectal hereditario no presencia de valores de hemoglobina inferiores a
polipoide); 3) historia personal de cáncer colorrectal; 11 g/dl; 2) inspección abdominal para buscar signos
4) historia personal de pólipos adenomatosos; y 5) de hepatopatía (telangiectasias, circulación colate-
historia personal de enfermedad inflamatoria intes- ral, etc.), asimetrías, cicatrices de intervenciones
tinal. A los pacientes que presenten historia familiar previas, etc.; y 3) palpación abdominal para evaluar
de cáncer colorrectal o situaciones de riesgo (pólipos la presencia de masas abdominales, hepatospleno-
adenomatosos tubulares, pancolitis ulcerosa), se les megalia, signos de peritonismo o ascitis.
debe indicar una colonoscopia o derivar directamen-
La presencia de alteraciones en la exploración física
te al especialista (figura 8).
y la presencia de otros síntomas o signos asocia-
dos, como astenia importante o pérdida de peso,
Exploración física constituyen una valiosa ayuda para establecer la
El examen físico incluye no solamente (y de forma sospecha diagnóstica, a la vez que permiten el des-
prioritaria) la evaluación hemodinámica del pacien- cubrimiento de comorbilidades relevantes, que por
179
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
sí solas hacen aconsejable la derivación del enfer- rrectal mediante anuscopia puede aportar datos
mo a un centro hospitalario. definitivos para el diagnóstico. Esta técnica explora
fundamentalmente el canal anal, mediante un tubo
Exclusión de un origen alto rígido de 7 cm de longitud. Es una técnica sencilla,
no ocasiona grandes molestias al paciente y no re-
Hasta un 11% de las hematoquecias tienen su ori-
quiere sedación. Se puede realizar sin preparación
gen en el tramo digestivo superior, en relación con
previa, aunque si se realiza esta preparación me-
un tránsito acelerado debido a una hemorragia pro-
diante la administración de una enema de escaso
fusa. En estos casos existen, por lo general, signos
volumen (250 ml), mejora la visualización y facilita
de inestabilidad hemodinámica, de forma que una
la aceptación de la prueba por parte del paciente34.
exteriorización hemática copiosa sin cambios en es-
tas constantes orienta hacia un origen colorrectal. En Si la rectorragia se manifiesta sólo como sangre al
la hemorragia digestiva alta puede encontrarse una limpiarse o mínimas gotas de sangre al final de la
elevación de la urea plasmática en relación con la deposición con quemazón, prurito o dolor anal, se
cifra de creatinina (disociación urea/creatinina); sin procede con la exploración anorrectal. Si se con-
embargo, existe una superposición entre casos de firma la presencia de hemorroides o fisura anal,
hemorragia digestiva baja y hemorragia de origen se inicia un tratamiento adecuado para cada una
alto y su capacidad discriminatoria es más bien baja. de éstas. Si después del tratamiento la rectorragia
En todo caso, su interpretación debe realizarse siem- cesa, puede considerarse resuelto el episodio. Si a
pre en un contexto global32. En casos de duda, puede pesar del tratamiento el paciente sigue sangrando y
recurrirse a un aspirado nasogástrico. La presencia es obvio que la hemorragia continúa siendo produ-
de un aspirado bilioso sin restos hemáticos hace cida por las hemorroides o la fisura anal (sangrado
muy poco probable la hemorragia alta. En los demás espontáneo o provocado por el roce del dedo, he-
supuestos, incluso si el aspirado es líquido claro, morroides trombosadas o coágulos sobre la hemo-
pero no contiene bilis, no puede excluirse este ori- rroide), se debe derivar el paciente al cirujano o al
gen dado que puede existir una lesión con sangrado especialista en coloproctología.
activo asociada a un piloroespasmo. En tales casos,
sólo la endoscopia alta puede excluir el origen alto Colonoscopia
de la hemorragia (figura 8). De hecho, muchos au-
tores aconsejan, dadas las limitaciones de los otros La colonoscopia se realiza con un videoendoscopio
indicadores, proceder a la endoscopia alta precoz en diseñado para examinar la totalidad de la superfi-
caso de dudas, sobre todo si hay una afección hemo- cie de la mucosa del colon. Para considerarse com-
dinámica grave o ciertos antecedentes, como úlcera pleta debe llegar a ciego y visualizarse la válvula
péptica, episodios de hemorragia digestiva alta, ci- ileocecal. La visualización de la válvula ileocecal se
rrosis hepática o ingesta de AINE33. consigue en el 80-95% de las colonoscopias35. La
colonoscopia requiere la preparación del colon con
Exploración anorrectal laxantes antes de la exploración35. Puede realizarse
con sedación profunda o con sedación superficial
Una vez evaluada la gravedad de la rectorragia y la que mantenga al paciente consciente y le permita
existencia de enfermedades graves asociadas, a todo colaborar durante el procedimiento36. En algunos
paciente con rectorragia, con independencia de la centros se realiza con anestesia general.
edad, se le debe realizar una exploración anal y un
tacto rectal. En la inspección anal se ha de valorar Si bien se ha propuesto que ante una exploración
la existencia de lesiones perianales, fístulas, fisuras, rectal y anuscopia negativas, podría proseguirse el
abscesos, hemorroides externas o procesos prolap- proceso diagnóstico del origen del sangrado bajo
santes a través del canal anal (hemorroides internas mediante sigmoidoscopia, esta técnica al no poder
prolapsadas, papila hipertrófica, pólipos pediculados explorar completamente el colon, deja de diagnos-
del margen anal interno o papilar). Por otra parte, en ticar un porcentaje importante de lesiones graves.
el tacto rectal se ha de valorar la presencia de masas. Por otra parte, el enema opaco no se considera un
método diagnóstico idóneo para las afecciones co-
Anuscopia lorrectales en caso de rectorragia.
Cuando no se observan lesiones en la exploración La colonoscopia resulta obligada en las siguientes
anorrectal externa, la exploración de la región ano- circunstancias:
180
9. Rectorragia
❱❱ Cuando existen dudas acerca de que la rectorra- 10. Rowsell M, Bello M, Hemingway DM. Circumfe-
gia provenga de una lesión anal (hemorroides o rential mucosectomy (stapled haemorrhoi-
fisura). dectomy) versus conventional haemorrhoi-
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182
10 Ictericia y colestasis
Joan Rodés Teixidor
Hospital Clinic, Barcelona
KWWSERRNVPHGLFRVRUJ
Enfermedad de Crigler-Najjar
La enfermedad de Crigler-Najjar, de herencia au-
tosómica recesiva, se observa con rara frecuencia.
Se inicia en los primeros días después del naci-
miento, cursa con una intensa hiperbilirrubinemia
no conjugada y aparece como consecuencia de
un déficit muy acusado de glucuroniltransferasa
Figura 1. Obsérvese la ictericia conjuntival en un paciente con (enzima responsable de la conjugación de la bi-
hepatitis alcohólica aguda. lirrubina) que puede ser absoluto (enfermedad
de Crigler-Najjar tipo I) o parcial (enfermedad de
a las colestasis extrahepáticas, presentan un meca- Crigler-Najjar tipo II).
nismo idéntico en todas sus formas, con indepen- Tipo I
dencia de su causa, y consiste en una obstrucción
parcial o total de las vías biliares extrahepáticas En el hígado destaca la ausencia absoluta de glu-
que impiden el paso de la bilis hasta el duodeno. curoniltransferasa, por lo que no se detecta bili-
rrubina conjugada ni en la bilis ni en la sangre. Los
El término ictericia incluye todas las entidades pacientes alcanzan cifras elevadísimas, de hasta
nosológicas debidas exclusivamente a un trastor- 30 mg/dl. Fallecen antes del primer año de vida
no del metabolismo de la bilirrubina. Pueden ser afectos de ictericia nuclear o kernicterus.
consecuencia del aumento de la sobrecarga de
bilirrubina, de la alteración de su captación y/o
de su conjugación o de un déficit en el transporte
intrahepatocitario de la bilirrubina conjugada. Las
ictericias metabólicas se dividen en tres grandes
grupos: a) ictericia por aumento de la bilirrubina TABLA 1. Clasificación de las ictericias
no conjugada, b) ictericia por aumento de la bili-
rrubina conjugada, y c) ictericia mixta (tabla 1).
Ictericia por aumento de la bilirrubina no conjugada.
Ictericias por aumento ❱❱ Aumento de la producción de bilirrubina.
de la bilirrubina no conjugada • Hemólisis.
• Eritropoyesis ineficaz.
Síndrome hemolítico ❱❱ Alteración de la conjugación de la bilirrubina.
En la hemólisis existe un exceso de producción de • Enfermedad de Gilbert.
bilirrubina no conjugada debido a la destrucción • Enfermedad de Crigler-Najjar.
intravascular o extravascular de hematíes circu-
Ictericia por aumento de la bilirrubina conjugada.
lantes. Los niveles de bilirrubina no acostumbran
a superar los 4 mg/dl. El diagnóstico suele ser fácil ❱❱ Sin colestasis.
en presencia de anemia, reticulocitosis, hiperside- • Enfermedad de Dubin-Johnson.
remia, disminución de los niveles plasmáticos de • Enfermedad de Rotor.
haptoglobina, proliferación eritroblástica de la mé- ❱❱ Colestasis intrahepáticas.
dula ósea, y vida media de los hematíes acortada.
❱❱ Colestasis extrahepáticas.
Ictericias mixtas.
Eritropoyesis ineficaz
❱❱ Alteración de la función hepatocelular.
Es un trastorno muy poco frecuente causado por
• Daño hepatocelular agudo o subagudo.
la destrucción precoz de los hematíes en el interior
de la médula ósea, lo que determina un aumen- • Enfermedad hepatocelular crónica.
184
10. Ictericia y colestasis
Hiperbilirrubinemia no conjugada
Eritropoyesis
Hemólisis
ineficaz
Enfermedad Enfermedad
de Gilbert de Crigler-Najjar
185
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Aguda.
❱❱ Hepatitis vírica.
❱❱ Hepatitis tóxica.
❱❱ Colestasis pura por fármacos.
❱❱ Colestasis benigna postoperatoria.
❱❱ Asociada a infecciones bacterianas.
Crónica del adulto.
Figura 3. Imagen histológica de una enfermedad de Dubin- ❱❱ Cirrosis biliar primaria.
Johnson. Puede apreciarse el pigmento negruzco característico
alrededor de la vena centrolobulillar. ❱❱ Hepatitis autoinmune (forma colestásica).
❱❱ Colangitis esclerosante.
❱❱ Colangiocarcinoma.
sulftaleína es muy característico de la enfermedad Crónica infantil.
y permite establecer el diagnóstico. Así, la inyec- ❱❱ Atresia biliar.
ción intravenosa de bromosulftaleína (5 mg/kg) es ❱❱ Déficit de α-1-antitripsina.
rápidamente eliminada del plasma, pero al cabo de ❱❱ Displasia arteriohepática.
45-90 minutos se observa un aumento plasmático
❱❱ Enfermedad de Caroli.
paradójico debido al reflujo de bromosulftaleína
conjugada por un defecto metabólico en el trans- ❱❱ Enfermedad de Byler.
porte intrahepatocitario de este colorante. La biop- Otras.
sia hepática no suele ser necesaria y muestra un ❱❱ Recurrente del embarazo.
típico pigmento negruzco centrolobulillar (figura 3). ❱❱ Idiopática recurrente benigna.
Síndrome de Rotor Causas menos frecuentes.
❱❱ Sarcoidosis.
Se trata de un trastorno muy poco frecuente, de
tipo familiar y de herencia autosómica recesiva, ❱❱ Enfermedad de Hodgkin.
que se caracteriza por un aumento de la bilirrubina ❱❱ Insuficiencia cardiaca.
conjugada de tipo fluctuante. Los pacientes están ❱❱ Amiloidosis.
asintomáticos. El aclaramiento de la bromosulfta-
leína es normal. Existe un incremento en la elimi-
nación urinaria de coproporfirinas, con un ligero
aumento de la proporción del isómero I frente al co las colestasis pueden ser debidas a una amplia
isómero III. variedad de causas, tal como se muestran en las
tablas 2 y 3. La figura 4 muestra el protocolo diag-
Colestasis nóstico de una hiperbilirrubinemia conjugada4.
186
10. Ictericia y colestasis
TABLA 3. Etiología de las colestasis extrahepáticas En las enfermedades hepáticas crónicas, como
la hepatitis crónica activa y la cirrosis hepática de
cualquier etiología, la hiperbilirrubinemia tradu-
Coledocolitiasis. ce un fallo hepatocelular y la cifra de bilirrubina
Neoplasia de la cabeza del páncreas. suele estar en relación con el grado de insuficien-
Neoplasia de vías biliares. cia hepática. En estos casos la hiperbilirrubinemia
se acompaña de otras alteraciones biológicas
Lesiones inflamatorias de los conductos biliares.
como hipertransaminasemia, hipoalbuminemia,
Pancreatitis. aumento de las gammaglobulinas, alargamiento
Causas menos frecuentes: del tiempo de protrombina que no mejora con la
❱❱ Hemobilia. administración de vitamina K y signos de hiperes-
❱❱ Parásitos. plenismo. El origen de cada una de estas altera-
ciones ha sido explicado con mayor detalle en el
❱❱ Quiste de colédoco.
capítulo 43 “Pruebas hepáticas alteradas”. Estas al-
❱❱ Divertículo duodenal. teraciones biológicas, unidas a otros datos clínicos
como estigmas de hepatopatía crónica y hepatoes-
plenomegalia, y ecográficos, ayudan al diagnóstico
se observa en las enfermedades hepatocelulares que puede confirmarse mediante una biopsia he-
siempre va acompañada de una alteración de las pática. En una cirrosis compensada la aparición de
pruebas hepáticas particularmente de las transami- una hiperbilirrubinemia de forma brusca obliga a
nasas. Los pacientes con lesiones agudas o subagu- descartar un hepatocarcinoma. La figura 5 muestra
das acostumbran a presentar malestar general, un la sistemática diagnóstica en un paciente con hiper-
valor de las transaminasas superior a diez veces el bilirrubinemia mixta.
valor normal y una moderada elevación de las en-
zimas de colestasis. En estos casos las cifras de bili- Aproximación al enfermo con ictericia
rrubina son muy variables. Las causas más frecuen-
tes de lesión hepatocelular aguda son las hepatitis La evaluación inicial debe incluir una anamnesis,
víricas o tóxicas. una exploración física completa y estudios de la-
Hiperbilirrubinemia conjugada
No Sí
Bromosulftaleína Ecografía
Coproporfirinas
Biopsia hepática
Intrahepática Extrahepática
Enfermedd de Enfermedad
Dubin-Johnson de Rotor
Ver algoritmo figura 14
187
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Hiperbilirrubinemia mixta
Lesión hepatocelular
Ecografía
Vírica Tóxica
Biopsia hepática
boratorio generales5. Dada la amplia difusión de le ser intermitente, mientras que en las neoplasias
la ecografía abdominal, esta técnica se incluye en habitualmente es continua.
la mayoría de los casos en la evaluación inicial. A El prurito es frecuente en las enfermedades coles-
partir de estos datos, los pacientes se estudiarán de tásicas, aunque también puede estar presente en
forma distinta en función de si presentan hiperbili- las hepatopatías con afección predominantemente
rrubinemia aislada o asociada a otros datos suges- hepatocelular. Un cuadro de prurito que precede
tivos de hepatopatía. en meses o en años a la aparición de ictericia en
una mujer de mediana edad permite sospechar el
Anamnesis padecimiento de una cirrosis biliar primaria. El pru-
rito puede ser, igualmente, un síntoma característi-
La forma de presentación de la ictericia puede co del tercer trimestre del embarazo.
ofrecer información diagnóstica. Así, en las he-
Los pródromos y la sintomatología acompañante
patitis agudas suele ser brusca y progresiva; en la
también son de gran interés. Las hepatitis víricas
coledocolitiasis suele ser brusca y oscilante; en las van precedidas con frecuencia de malestar general,
colestasis crónicas, como en la cirrosis biliar prima- anorexia, náuseas o molestias abdominales. La pér-
ria o la colangitis esclerosante primaria, de progre- dida de peso orienta hacia una etiología neoplásica,
sión muy lenta, y en las neoplasias de cabeza de una elevada ingesta etílica o una hepatopatía ter-
páncreas, relativamente rápida. La coluria indica minal. La asociación de fiebre y escalofrios sugiere
la existencia de una hiperbilirrubinemia conjuga- la presencia de colangitis, hepatitis vírica, un origen
da. En la ictericia de causa hepatocelular no suele farmacológico o etílico o una leptospirosis icterohe-
aparecer acolia, salvo en la primera semana de una morrágica. El dolor en el hipocondrio derecho su-
giere litiasis biliar. El dolor del cáncer de páncreas
hepatitis aguda. En la coledocolitiasis la acolia sue-
188
10. Ictericia y colestasis
suele ser sordo e irradiado a la espalda, aumenta TABLA 5. Antecedentes que proporcionan claves
en decúbito supino y mejora con la flexión del tron- importantes para el diagnóstico de la ictericia
co. No obstante, la colestasis que tiene su origen en
una neoplasia del área periampular suelen ser de
curso indoloro y progresivo, al menos en sus fases ❱❱ Consumo de fármacos.
iniciales. Un dato que debe despertar la sospecha ❱❱ Consumo de alcohol.
de ampuloma es la ictericia que desaparece tras ❱❱ Exposición a drogas o estupefacientes.
un cuadro de anemización rápida con o sin melena
❱❱ Exposición a productos tóxicos.
aparente. La necrosis del tumor explica la anemiza-
ción y la disminución o desaparición de la ictericia. ❱❱ Factores de riesgo de hepatitis.
La asociación de urticaria debe hacer sospechar la ❱❱ Historia de viajes recientes.
posibilidad de una hidatidosis hepática complicada. ❱❱ Infección bien documentada por el VIH.
Es importante investigar la ingesta de alcohol y de ❱❱ Historia de operaciones abdominales, incluyendo
fármacos potencialmente hepatotóxicos (tabla 4), cirugía de la vesícula o vías biliares.
así como los antecedentes epidemiológicos de po- ❱❱ Cirugía reciente con politransfusión (ictericia benig-
sibles fuentes de contagio de hepatitis víricas o sida. na postoperatoria).
El antecedente de otros fenómenos supuestamente ❱❱ Trasplante de médula ósea (enfermedad del injerto
autoinmunes debe hacer pensar en una hepatitis frente al huésped).
crónica autoinmune o en una cirrosis biliar primaria. ❱❱ Trasplante hepático (rechazo agudo o crónico,
estenosis de las vías biliares).
Una historia familiar de ictericia leve puede sugerir la
presencia de un síndrome de Gilbert, anemia hemo- ❱❱ Malignidad conocida (p. ej.: compresión del hilio,
lítica congénita, síndrome de Dubin-Johnson, síndro- hepático por adenopatías en la enfermedad de
Hodgkin).
me de Rotor o colestasis recurrente intrahepática. La
tabla 5 resume algunos datos cuya búsqueda inten- ❱❱ Enfermedad granulomatosa conocida (tuberculosis,
cionada en la anamnesis puede ser de valiosa ayuda brucelosis, sarcoidosis).
en el diagnóstico etiológico de la ictericia6. ❱❱ Infección reciente por Neumococo, Salmonella, E.
coli, Leptospira.
Exploración física ❱❱ Biopsia hepática reciente (hemobilia).
Ante todo se debe comprobar la existencia de ic- ❱❱ Historia previa de colitis ulcerosa (colangitis esclero-
sante primaria).
tericia tanto en piel como en mucosas. Además,
❱❱ Historia de enfermedades hereditarias incluyendo
trastornos hemolíticos y enfermedades del hígado.
TABLA 4. Fármacos que pueden ocasionar colestasis.
189
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
190
10. Ictericia y colestasis
191
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
192
10. Ictericia y colestasis
los pacientes en quienes la ecografía es inadecuada obtener imágenes pancreáticas, tanto normales
y cuando se sospecha una neoplasia. como patológicas.
Su indicación más precisa en el momento actual es
Colangiopancreatografía retrógrada para aquellos pacientes en quienes la realización de
endoscópica (CPRE) una CPRE no tenga que acompañarse de un proce-
dimiento terapéutico. En este sentido se ha señala-
Se trata de una técnica invasiva con un 95% de sen- do la utilidad de esta exploración tanto para el diag-
sibilidad y especificidad para el diagnóstico de la nóstico y extensión de la colangitis esclerosante
obstrucción biliar9. Además, es útil por sus ventajas primaria, como del colangiocarcinoma (figura 13).
terapéuticas, puesto que, permite realizar papiloto-
mías, extracción de cálculos y colocación de drena- Biopsia hepática
jes biliares (figura 12).
Se debe realizar cuando se sospecha una enfer-
medad hepatocelular difusa o colestasis intrahe-
Colangiografía transparietohepática pática de etiología no clara. Es de máxima utilidad
(CTPH) en la hepatitis alcohólica, la hepatitis crónica, la
cirrosis biliar primaria y en las enfermedades sis-
Es equiparable a la anterior, en cuanto a la eficacia temicas que afectan al hígado, incluyendo enfer-
diagnóstica, y ofrece además la posibilidad de rea- medades granulomatosas, sarcoidosis y amiloido-
lizar un drenaje biliar, siendo preferible cuando se sis. También puede ser útil en las hepatopatías por
trata de lesiones obstructivas altas. fármacos.
Resonancia magnética (RM) Ante la presencia de una masa hepática está indi-
cado el estudio citológico a través de una punción
La RM ha evolucionando en los últimos años y per- con aguja fina bajo control ecográfico o de TAC. La
mite evaluar de forma muy precisa el estado del figura 14 muestra el glosario de actuación ante un
árbol biliar intrahepático y extrahepático, así como enfermo con colestasis.
193
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes
Sospecha de colestasis
Ecografía
194
SECCIÓN 2
ESÓFAGO
11 La enfermedad por reflujo
gastroesofágico y sus
complicaciones
Javier Alcedo1, Fermín Mearin2
1
Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Digestivos. Unidad Asistencial de Aparato Digestivo
Hospitales de San Jorge y Barbastro. Huesca
2
Servicio de Aparato Digestivo. Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos
Centro Médico Teknon. Barcelona
E S Ó FAG O 197
Sección 2. Esófago
presentación clínica (figura 1). El tipo de síntomas sexos, la esofagitis es dos veces más frecuente en
permite establecer la primera distinción entre sín- el varón. A su vez, el esófago de Barrett y el ade-
dromes esofágicos (con manifestaciones del tipo nocarcinoma son 2 y 7 veces más frecuentes en el
pirosis o regurgitación y dolor torácico), y extraeso- hombre que en la mujer, respectivamente. Se han
fágicos (incluyen síntomas laríngeos, respiratorios, observado igualmente diferencias raciales, hasta el
tos, etc.). Otras clasificaciones posibles las aportan punto de que en los EE.UU., los individuos de raza
los signos proporcionados por la endoscopia y los blanca poseen un riesgo de esófago de Barrett y de
hallazgos de la pH-metría convencional de 24 h y la adenocarcinoma 7 y 9 veces superior que los indi-
impedancia esofágica (tabla 1). La endoscopia per- viduos de raza negra. En cuanto a la edad los datos
mite clasificar a los pacientes con ERGE en función no son definitivos pero parece que la ERGE podría
de la presencia o ausencia de esofagitis, mientras ser más prevalente en ancianos, y en todo caso pre-
que la combinación de pH-metría e impedancia senta mayor índice de complicaciones2,5.
determina si el paciente presenta un reflujo ácido
o no ácido patológico, y establece su correlación
con el síntoma. En un grupo aparte se incluye a los
Etiopatogenia
pacientes con “pirosis funcional”, enfermos que La fisiopatología de la ERGE es compleja y obedece
no presentan esofagitis, ni signos de reflujo pato- a un modelo multifactorial en el que parecen estar
lógico, pero que padecen reiteradamente este sín- implicados mecanismos digestivos, respiratorios,
toma. Su calidad de vida puede verse tan alterada neuroendocrinos y psicológicos diversos. Desde un
como la de los individuos con reflujo patológico y/o punto de vista didáctico, deben clarificarse las si-
esofagitis erosiva, y a menudo responden peor al guientes cuestiones:
tratamiento.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico
Epidemiología (RGE)?
En el mundo occidental se estima que entre el 10% El RGE es el escape del contenido gástrico o duode-
y el 30% de la población presenta síntomas típicos nal hacia la luz del esófago a través de un esfínter
de ERGE al menos una vez por semana2. En España esofágico inferior (EEI) incompetente. A lo largo del
la última tasa calculada en población general es del día, todas las personas presentan relajaciones tran-
15%, y en este grupo los síntomas provocan dete- sitorias del EEI, un fenómeno que debe ser consi-
rioro grave de la calidad de vida en 1 de cada 10 pa- derado como fisiológico y que ordinariamente no
cientes3,4. Aunque la ERGE afecta por igual a ambos produce síntomas ni lesiones.
Figura 1. Clasificación actual de la ERGE y su correspondencia con la nomenclatura previa. (Adaptado de referencia 1).
198
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
*
EE: ERGE erosiva.
‡
ENE: ERGE no erosiva.
†
Incluye los conceptos de reflujo débilmente ácido (pH: 4 a 6,5), alcalino, duodenal y gaseoso. No causa lesión
tisular en esófago.
§
Por endoscopia patológica se entiende aquella que muestra lesiones inflamatorias y/o sugestivas de metaplasia
en esófago distal.
¿Cuándo se produce una esofagitis táneas del EEI (RTEEI) que con una hipotonía
propiamente dicha. Aunque la presencia de
por reflujo? una hernia hiatal por deslizamiento no es una
La esofagitis erosiva por reflujo es la consecuencia condición necesaria para el RGE, la disrupción
de un desequilibrio entre factores agresivos y de- anatómica del anclaje del EEI constituye un fac-
fensivos de la mucosa. Entre los primeros debe ci- tor coadyuvante en algunos casos, habiéndose
tarse la secreción clorhidropéptica y la presencia de relacionado con un aumento de RTEEI y de re-
sales biliares y enzimas pancreáticos. Se ha postula- lajaciones prolongadas tras la deglución, con hi-
do que éstos últimos podrían desempeñar un papel potonía esfinteriana y con formas complicadas
importante en la patogenia del esófago de Barrett de ERGE (figura 2). Finalmente, el retraso en el
y del adenocarcinoma. Debe aclararse que el ácido, vaciamiento gástrico podría favorecer el RGE en
por sí solo, no es el responsable de la lesión muco- algunos pacientes, especialmente si el vacia-
sa, sino un factor permisivo necesario para la acti- miento está seriamente comprometido como
vación de la pepsina. La acción proteolítica de esta ocurre en la estenosis pilórica o en la diabetes
última explica la solución de continuidad que apa- con disautonomía avanzada.
rece en la mucosa. Aunque no se ha demostrado
❱❱ El aclaramiento esofágico del ácido es la capa-
una buena correlación entre la magnitud de la se-
cidad del órgano para eliminar el volumen re-
creción gástrica de ácido y la severidad de las lesio-
fluido y restaurar el pH esofágico normal tras un
nes, es obvio que en algunas condiciones (por ej.:
episodio de reflujo. Depende de una adecuada
síndrome de Zollinguer-Ellison), la hipersecreción
ácida juega un papel determinante. Los elementos peristalsis, del efecto de la gravedad y de una
defensivos incluyen la barrera antirreflujo, el acla- adecuada secreción salivar. El aclaramiento
ramiento esofágico y los factores defensivos intrín- esofágico es importante porque condiciona la
secos del epitelio. Se detalla a continuación cada duración de los episodios de reflujo. De hecho,
uno de ellos, así como los diferentes mecanismos el tiempo que la mucosa permanece expuesta a
que pueden desbordarlos y dar lugar a la ERGE6,7. los efectos de la secreción ácido-péptica es más
importante que la frecuencia de los episodios
❱❱ La barrera antirreflujo está constituida por una de RGE en la patogenia de la esofagitis.
zona de alta presión (10-30 mmHg) localizada
en la unión esófago-gástrica que opone una re- ❱❱ Los factores defensivos epiteliales incluyen
sistencia natural al RGE. En algunas entidades una serie de elementos morfológicos y fisio-
como la esclerodermia existe una hipotonía lógicos que impiden la retrodifusión de hidro-
del EEI que justifica la presencia de un reflujo geniones. Todo ello depende de un adecuado
significativo. Sin embargo, en la mayoría de los flujo sanguíneo, de una correcta salivación, de
pacientes con ERGE la patogenia de la enfer- la integridad de las “tight junctions” (uniones
medad se relaciona más con un incremento en estrechas intercelulares) y de la producción de
el número de relajaciones transitorias espon- moco y bicarbonato por las células epiteliales.
199
Sección 2. Esófago
Ligamento frenoesofageal
Cruce cardioesofageal Esófago abdominal
Cardias
Diafragma
Estómago
Los AINE deterioran estos mecanismos al inhibir ¿Qué factores ambientales se han
la producción local de prostaglandinas con efec-
to mucoprotector.
relacionado con la aparición de
síntomas por reflujo?
¿Cuál es la patogenia de las
La obesidad central, propia de los varones, se ha
manifestaciones extraesofágicas y del asociado a mayor frecuencia y severidad del reflu-
dolor torácico? jo, lo que podría explicar que complicaciones como
La fisiopatología en estos casos es compleja y la vin- el esófago de Barrett y el adenocarcinoma sean
culación etiopatogénica con el reflujo es cuestiona- más prevalentes en el sexo masculino9. Algunos ali-
ble en muchos casos, especialmente en ausencia mentos, ciertos hábitos y determinados fármacos
de sintomatología típica. La tos podría deberse a contribuyen a disminuir la presión del EEI favore-
una irritación de la laringe por la secreción ácida, ciendo el RGE (tabla 2).
a fenómenos de aspiración del tracto respiratorio
inferior y/o a hipersecreción de moco mediada por ¿Juega algún papel el Helicobacter
el vago. Pero a su vez la tos, que suele responder de pylori?
forma deficiente o tardía al tratamiento antisecre-
tor, podría estar vinculada al reflujo por procesos Los estudios epidemiológicos poblacionales su-
centrales y ser causa y no consecuencia del mismo. gieren un papel protector de la infección por He-
El asma se explicaría por la acción aislada o conjun- licobacter pylori (Hp) en la ERGE, e incluso en
ta de tres mecanismos; un reflejo mediado por el complicaciones tales como el esófago de Barrett
vago y precipitado por la presencia de ácido en el y el adenocarcinoma esofágico. Sin embargo un
esófago distal, un aumento de la reactividad bron- reciente metaanálisis que incluyó ensayos de alta
quial y/o la microaspiración del contenido gástrico8. calidad metodológica no pudo demostrar una ma-
El dolor torácico debido al reflujo podría deberse a yor incidencia de ERGE en pacientes sometidos a
contracciones sostenidas de la fibra longitudinal o terapia erradicadora eficaz10. Por lo tanto, no existe
ser el resultado de una hipersensibilidad visceral. evidencia suficiente que sustente la necesidad de
200
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
TABLA 2. Alimentos, hábitos y fármacos que pueden TABLA 3. Manifestaciones clínicas de la ERGE
provocar disfunción del EEI
1
Requieren un alto índice de sospecha clínica para
relacionar su patogenia con los efectos del RGE.
un cambio de actitud en el manejo de la infección 2
Síntomas característicos de otros trastornos
por Hp en estos enfermos. funcionales digestivos, incluyendo dispepsia
funcional e intestino irritable, con los que existe
solapamiento.
Manifestaciones clínicas
En primer lugar, se ha de tener en cuenta que la
pacientes con pirosis presentan manifestaciones
severidad de la sintomatología (típica o atípica) no
extraesofágicas relacionadas con el reflujo. Un lis-
es un buen predictor de la intensidad del reflujo, ni
tado de todos estos síntomas y manifestaciones se
de la existencia de lesiones. Sin embargo, la apa-
expone en la tabla 3. A continuación se definen y
rición de la denominada clínica de alarma sí pue-
comentan algunos de los más importantes:
de orientar de manera fiable hacia la presencia de
una complicación, y obliga a la realización de una ❱❱ Pirosis: sensación de ardor o quemazón que as-
endoscopia digestiva. Otro hecho de singular im- ciende desde el estómago hacia el cuello. Junto
portancia es que aproximadamente un tercio de los con la regurgitación es el síntoma más frecuente
201
Sección 2. Esófago
de la ERGE. Se estima que cuando ambos están cluyendo la dispepsia funcional y el síndrome del
presentes la probabilidad de que el paciente intestino irritable, entidades que han sido tratadas
presente un reflujo ácido patológico es del 70%. en otras secciones de esta obra.
❱❱ Regurgitación: retorno sin esfuerzo del conteni-
do gástrico al esófago, o incluso hasta la boca. Calidad de vida en la ERGE
❱❱ Disfagia esofágica: dificultad para la deglución La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS)
a lo largo del órgano. Cuando es intermitente, es un concepto que enfatiza el modo en que la en-
e indistintamente para líquidos y para sólidos, fermedad es percibida por el paciente y las con-
sugiere un origen motor; mientras que cuando secuencias que de ella se derivan en su entorno
es progresiva y exclusiva para sólidos obliga a sociolaboral, afectivo y personal. Hoy en día existen
descartar una causa mecánica (estenosis). cuestionarios (tabla 4) que permiten mensurar to-
das estas dimensiones y evaluar no solo el impacto
❱❱ Odinofagia: dolor con la deglución. Si aparece
de la enfermedad sobre la CVRS sino también el
en zona retroesternal suele traducir la presencia
resultado de las distintas opciones terapéuticas.
de ulceración.
Este último aspecto resulta primordial, en los casos
❱❱ Dolor torácico de causa esofágica: puede ser de ERGE sin lesiones endoscópicas. Distintos estu-
indistinguible del coronario, e incluso no es dios coinciden en señalar que la CVRS es peor en
infrecuente que coexistan. Por lo tanto es im- los pacientes con ERGE que en la población gene-
portante recordar que la demostración de un ral, y también, en algunas dimensiones, cuando se
reflujo gastroesofágico no excluye por sí misma compara con otras enfermedades altamente pre-
la existencia de isquemia miocárdica. valentes como la diabetes mellitus, la hipertensión
arterial, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia
❱❱ Síntomas y manifestaciones respiratorias: son
cardiaca e incluso la depresión. Es un hecho bien
muy variados y enormemente prevalentes. Para
contrastado que la ERGE puede interferir con el
el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
sueño nocturno y ocasionar una pérdida de pro-
existen estudios de calidad que avalan la asocia-
ductividad laboral. El grado de lesión mucosa o la
ción con el reflujo, sin embargo, la evidencia de
presencia de esófago de Barrett no parecen ser
la asociación es más débil para la tos crónica, la
determinantes en el grado de deterioro de CVRS re-
laringitis y la disfonía11.
ferido por el paciente. Sin embargo, otros factores
A menudo, los pacientes con ERGE presentan sín- como el sexo femenino, la obesidad, la intensidad
tomas propios de otros trastornos funcionales, in- con que se perciben los síntomas, la presencia de
❱❱ Genéricos
SF-36 Medical Outcomes Study Short-Form-36 Health Survey
SIP Sickness Impact Profile
PGWB Psychological General Well-Being index
❱❱ Específicos para síntomas gastrointestinales
GSRS Gastrointestinal Sympton Rating Scale
GIQLI Gastrointestinal Quality of Life Index
❱❱ Específicos para ERGE
GERD-HRQL GastroEsophageal Reflux Disease-Health-Related Quality-Of-Life
GORQ Gastro-Oesophageal Reflux Questionnaire
HBQOL Heart- Burn-Specific Quality of Life
QOLRAD Quality of Life in Reflux and Dispepsia
RQLS Reflux Quality of Life Score (Reflux Questionnaire)
Reflux-Qual Quality of Life Questionnaire in Gastroesophageal Reflux
202
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
clínica nocturna y el estrés psicológico parecen ju- ❱❱ La hemorragia digestiva derivada de la ERGE
gar un papel más relevante12. suele ser leve, aunque sostenida en el tiempo.
Habitualmente se manifiesta por el hallazgo de
una anemia microcítica y/o la positividad de un
Historia natural y complicaciones estudio de sangre oculta en heces. Raramente
Inicialmente se ha de considerar a la ERGE como debuta como melenas o hematemesis.
una enfermedad crónica de curso benigno y patrón ❱❱ El esófago de Barrett (EB) supone una susti-
clínico recurrente. Es controvertido que el grado de tución del epitelio escamoso que recubre el
lesión tisular sea estable en el tiempo. Aunque exis- esófago normal por otro columnar especiali-
ten datos discordantes, parece que la mayor parte zado, de tipo intestinal. Obedece a un reflujo
de los pacientes sin esofagitis en el momento del gastroesofágico grave y de larga evolución, en
diagnóstico no la desarrollarán nunca, pocos de los el que parece poseer un papel determinante
que presentan lesiones sufrirán un agravamiento el contenido bilio-pancreático. Además, suelen
de las mismas en el futuro y una parte sustancial presentar disfunción esfinteriana y descenso en
de los que presentaron lesión tisular al inicio del la amplitud de las ondas peristálticas esofágicas
cuadro regresarán hacia formas no erosivas. Sin de forma más acusada que el resto de pacien-
embargo, en un porcentaje de los casos, que varía tes con reflujo pero sin metaplasia. Su princi-
según diferentes estudios (0-25%)13 y según el fe- pal interés estriba en su capacidad de generar
notipo con el que debuta la enfermedad (ERGE no cambios displásicos que conducen a la aparición
de un adenocarcinoma. La prevalencia de esta
erosiva, esofagitis o esófago de Barrett) se produce
lesión premaligna en sujetos sintomáticos (con
una progresión de la enfermedad y pueden surgir
pirosis) es de un 4% para segmentos superiores
complicaciones.
a 3 cm (EB largo) y de un 15% para segmentos
❱❱ La úlcera péptica esofágica es la complicación de menor longitud (EB corto), aunque la presen-
más frecuente. Suele asentar en el tercio infe- cia de estos últimos podría ser independiente
rior, sobre islotes de mucosa metaplásica, y se de la existencia de síntomas. En población no
caracteriza por ser bastante más profunda que seleccionada la prevalencia de EB oscila entre el
las que asientan sobre epitelio escamoso. Esta 1% y el 7%. El riesgo de adenocarcinoma en es-
particularidad le confiere la capacidad de cau- tos pacientes es 40-50 veces superior que en el
resto de la población, estimándose que el 0,5%
sar hemorragias graves, e incluso de perforar la
maligniza anualmente14 (figura 3).
pared del órgano.
❱❱ El adenocarcinoma esofágico y/o de de la
❱❱ La estenosis péptica esofágica se produce cuan- unión esófago-gástrica ha incrementado nota-
do el reflujo ácido es grave y prolongado. En las blemente su incidencia en las últimas décadas.
fases iniciales se debe sobre todo al edema Se admite que más de la mitad de los adenocar-
mucoso y al espasmo asociado, pero cuando el cinomas de la unión, y prácticamente la totali-
proceso inflamatorio alcanza la submucosa, se dad de los esofágicos asientan sobre segmentos
produce una estenosis fibrótica anular. Clínica- metaplásicos, por lo que la secuencia de malig-
mente se manifiesta por la aparición de disfagia nización mayoritariamente aceptada es reflu-
mecánica y por la mejoría de la pirosis. jo → esofagitis → e. de Barrett → displasia →
A B C D
Figura 3. Esófago de Barrett largo (A) vs. corto (B) y circunferencial (C) vs. longital (D).
203
Sección 2. Esófago
En la ERGE no existe una exploración considerada ❱❱ Endoscopia digestiva alta (EDA): posee una
como patrón de referencia (“gold standard”) para baja sensibilidad en el diagnóstico de ERGE,
el diagnóstico de certeza. La principal herramienta aunque resulta de elección para determinar
disponible es la realización de una historia clínica la presencia de esofagitis. Sus hallazgos no se
completa. Hoy en día se considera que la presen- correlacionan con la intensidad de la clínica
cia de síntomas típicos (pirosis y/o regurgitación) percibida por el paciente. Su indicación es in-
es suficiente para establecer el diagnóstico clínico cuestionable cuando existen síntomas o signos
de la enfermedad y, por lo general, no es preciso de alarma y recomendable si se interpreta que
recurrir a exploraciones complementarias antes el paciente va a requerir un tratamiento pro-
de iniciar el tratamiento. Cuando el paciente pre- longado o cuando éste fracasa, pero no debe
senta síntomas de alarma es obligado recurrir al recomendarse de forma sistemática a todos los
examen endoscópico para excluir la presencia de pacientes con síntomas de ERGE. Las lesiones
una complicación. En caso de que el paciente sea endoscópicas se estratifican según su gravedad
valorado por síntomas atípicos y/o manifestaciones
mediante el empleo de diversas clasificaciones.
extraesofágicas es recomendable llevar a cabo al-
Las más empleadas son la de Savary-Miller y la
gunas pruebas diagnósticas para certificar que los
de Los Ángeles, que posee menor variabilidad
síntomas guardan una relación inequívoca con el
interobservador (tabla 5, figura 4).
reflujo. A continuación se detallan las principales
pruebas disponibles, así como sus indicaciones16-18.
❱❱ Cuestionarios de valoración sintomática: se han
validado cuestionarios para el diagnóstico de la
ERGE y su gravedad, en atención primaria y espe-
cializada. Su utilidad diagnóstica es moderada,
con valores predictivos similares o inferiores a
los que proporciona la mera opinión clínica del
médico de familia o del gastroenterólogo.
❱❱ Tratamiento de prueba con IBP: consiste en la
administración durante 2 a 4 semanas (hasta
12 semanas para algunas manifestaciones ex-
traesofágica) de un IBP a dosis estándar o supe-
rior, para valorar la respuesta clínica al mismo.
Con la pH-metría como patrón de referencia su Figura 4. Esofagitis grave (clase D de Los Ángeles).
I. Eritema o erosión única o múltiple no confluente A. Una o más erosiones mucosas < 5 mm que no se
II. Erosiones confluentes, no circunferenciales extienden entre dos pliegues mucosos
III. Lesión circunferencial B. Ídem con tamaño > 5 mm
IV. Lesiones crónicas: úlceras, estenosis, metaplasia C. La lesión supera el espacio entre dos pliegues,
cilíndrica y braquiesófago pero no el 75% de la circunferencia
D. La lesión afecta a más del 75% de la circunferencia
204
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
205
Sección 2. Esófago
Sí No
Clínica persistente
Tratamiento
Clínica persistente No
Sí
*La realización de endoscopia tras el fallo del tratamiento de prueba con IBP en pacientes con clínica
atípica es controvertida, aunque en general suele recomendarse antes de realizar pH-metría o pH-impe-
dancia, y tras suspender el IBP, especialmente si los síntomas son ORL. En estos casos se ha descrito una
frecuencia de esofagitis del 46% [Poelmans J, Tack J. Gut 2005(54):1492-9].
§
La combinación de pH-impedancia hallándose el paciente en tratamiento con IBP ha demostrado au-
mentar el rendimiento diagnóstico con respecto a la pH-metría convencional en un 46% en los casos con
síntomas típicos y/o atípicos refractarios [Mainie et al. Gut 2006;55(10):1398-402].
Figura 5. Estrategia general de manejo diagnóstico propuesta para el paciente con síntomas típicos o atípicos de ERGE, en
ausencia de síntomas de alarma.
206
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
constituyen este grupo, y las dosis estándar de tamiento antisecretor es inferior con res-
las mismas son: omeprazol 20 mg/d, lansopra- pecto a las formas con esofagitis. En caso de
zol 30 mg/d, rabeprazol 20 mg/d, pantoprazol refractariedad a la dosis estándar de IBP es
40 mg/d y esomeprazol 40 mg/d. En algunos adecuado incrementar la dosis y prolongar su
estudios, esomeprazol ha demostrado ser supe- periodo de administración, o cambiar de IBP.
rior a omeprazol, si bien debe subrayarse la ne- Si estas medidas no obtienen respuesta debe
cesidad de incluir series muy largas de pacientes plantearse la posibilidad de que el paciente
para detectar estas diferencias. Las pautas e in- padezca una pirosis funcional22.
dicaciones establecidas para el empleo de IBP ■■ En pacientes con ERGE bien definida (endos-
en la ERGE son las siguientes: copia o pH-metría/pH-impedancia patológi-
■■ En la ERGE típica no complicada con síntomas cas), pero refractaria a IBP, debe optimizarse
leves puede ser adecuado informar sobre re- el tratamiento mediante una serie de medi-
comendaciones higiénico-dietéticas y emplear das que se recogen en la tabla 7. Si éstas no
IBP a demanda. Si los síntomas son ya modera- obtienen el resultado deseado, se procederá
dos, lo más coste-efectivo es dar un IBP a dosis a una reevaluación diagnóstica que incluya
207
Sección 2. Esófago
208
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
saciedad precoz– se sitúa en torno al 10-20% y la resultados concluyentes sobre su eficacia a largo
mortalidad es aproximadamente del 0,5%. En algu- plazo se consideran alternativas válidas a la esofa-
nas series, al cabo de 5 años más del 50% de los guectomía en el tratamiento de la displasia de alto
pacientes requieren nuevamente fármacos antise- grado y el adenocarcinoma superficial del esófago.
cretores27. Por estos motivos debe subrayarse la ne- Se precisan más estudios para avalar su aplicación
cesidad de que el abordaje quirúrgico sea llevado a sistemática en pacientes con EB sin displasia31.
cabo por un grupo con experiencia.
En lo que se refiere a los pacientes con EB, com- Seguimiento
parado con el tratamiento médico la funduplica- La ERGE no complicada no se considera subsidiaria
tura no ha demostrado firmemente ser capaz de de seguimiento endoscópico periódico. El segui-
mejorar la tasa global de degeneración neoplásica, miento solo debe ser clínico salvo que aparezcan
aunque pudiera obtener ventaja en el subgrupo de síntomas de alarma o refractariedad al tratamien-
pacientes en los que la intervención es eficaz y con- to. La relación entre coste y efectividad no justifica
sigue un control mantenido del reflujo20. Finalmen- la realización de esofagoscopias periódicas para
te, la esofaguectomía es una opción a considerar evaluar el posible asiento de un esófago de Barrett
ante el hallazgo de displasia de alto grado (DAG), o de un adenocarcinoma32. La presencia de esteno-
especialmente si ésta es multifocal, debido a que sis y/o úlceras profundas en el esófago, obliga, sin
las posibilidades de degeneración carcinomatosa embargo a la realización de endoscopias periódicas
en este subgrupo son superiores al 50%. Ahora hasta la resolución de la lesión, con toma de biop-
bien, la elevada morbilidad y mortalidad del pro- sias repetidas para el despistaje de malignidad6.
cedimiento (40-50% y 2-15%, respectivamente)28
desaconsejan su aplicación cuando el equipo qui- Se discute hoy en día si resulta “rentable” el segui-
rúrgico posee escasa experiencia y existen alterna- miento endoscópico de los pacientes con esófago
tivas de tratamiento endoscópico. La cirugía será de Barrett sin signos de displasia. Las guías de con-
inevitable cuando se produzca un fallo en la terapia senso proponen que se efectúe, con independencia
endoscópica o se constate la presencia de invasión de la longitud del segmento metaplásico, cada 3-5
submucosa profunda o metástasis linfáticas. años en ausencia de displasia, cada 6-12 meses si
existe displasia de bajo grado, y en un plazo inferior
a 3 meses si se ha detectado una displasia de alto
Tratamiento endoscópico
grado33 (figura 6).
La dilatación endoscópica de una estenosis péptica
constituye un procedimiento rutinario en la ma-
yoría de las Unidades de Endoscopia. Para el tra-
Resumen y conclusiones
tamiento del reflujo se han ensayado una amplia La ERGE es una enfermedad que produce síntomas
variedad de técnicas que incluyen la gastroplastia de curso crónico y recidivante. Aunque la mayoría
endoluminal (plicaturas y suturas), la radiofrecuen- de los pacientes evolucionan de un modo benigno
cia (método de Stretta), la inyección de polímeros, y se dispone de recursos terapéuticos altamente
y la colocación de prótesis expandibles de hidrogel. eficaces para su control, el clínico no puede sub-
Ninguna ha obtenido indicación terapéutica por lo estimar la importancia de este problema de salud.
que su uso debe restringirse a un contexto de ensa- No en vano, el impacto que produce sobre la ca-
yos clínicos prospectivos29. lidad de vida y el reconocimiento de su potencial
de malignidad convierten a esta enfermedad en un
El tratamiento endoscópico del esófago de Barrett problema asistencial de primer orden y justifica la
incluye técnicas de resección mucosa y técnicas necesidad de un esfuerzo investigador permanen-
ablativas que pueden utilizarse de forma combi- te. Solo de este modo podrán resolverse las nu-
nada. Entre estas últimas están la radiofrecuencia merosas interrogantes que sigue suscitando, tanto
(método HALO), la terapia fotodinámica, la ter- en el ámbito de la atención primaria, como en los
mocoagulación con argón plasma y la crioterapia. foros más especializados.
Si bien no son procedimientos exentos de efectos
adversos (estenosis, fotosensibilización, sangrado,
etc.), su seguridad es superior a la de la alternativa Bibliografía
quirúrgica, y su relación entre coste y utilidad alta- 1. Vakil N, van Zanten SV, Kahrilas P, Dent J, Jones
mente favorable30. Aunque aún no se dispone de R; Global Consensus Group. The Montreal de-
209
Sección 2. Esófago
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211
12 Esofagitis infecciosas
Luis Cortés, Vanesa Bernal
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca
E S Ó F A G O 213
Sección 2. Esófago
Inmunidad
Integridad del Manifestaciones clínicas
humoral
epitelio Los síntomas característicos de la esofagitis por
Inmunidad Candidas son la disfagia y la odinofagia. La intensi-
celular Reflujo ácido dad de los síntomas es variable y puede oscilar des-
fisiológico de una leve disfagia orofaríngea, hasta una grave
dificultad para la deglución con signos de deshidra-
tación y malnutrición. En ocasiones, la odinofagia
únicamente se manifiesta con la deglución de be-
bidas muy calientes o muy frías. Hasta en un 25%
de los casos, los síntomas pueden estar presentes
Figura 1. Causas más frecuentes de hipoproteinemia.
en forma de infección leve, pacientes muy debilita-
dos o enfermos con una candidiasis mucocutánea
(CMC). En el último caso, los pacientes pueden
Infecciones por hongos presentar síntomas de insuficiencia suprarrenal
–hipotensión e hiperpigmentación–, dado que la
Epidemiología CMC puede formar parte de un síndrome MEN-1.
En el otro extremo se sitúan los pacientes con gra-
El hongo que con mayor frecuencia infecta el esófa- ves neutropenias que pueden mostrar síntomas y
go es Candida albicans. Otras especies de Candidas
como C. tropicales, C. glabrata y C. parapsilosis, son
menos frecuentes. Aunque la esofagitis candidiási- TABLA 1. Factores de riesgo para el desarrollo de
ca puede aparecer sin un factor predisponente aso- esofagitis infecciosas
ciado, en la mayoría de los casos se puede observar
al menos uno de los siguientes2: 1) enfermedades ❱❱ Uso de antibióticos (alteran la flora normal).
que producen estasis grave, como la acalasia o la
❱❱ Estasis esofágica debida a un trastorno motor.
esclerodermia (la supresión ácida sería un factor
adicional en estos pacientes); 2) el consumo recien- • Acalasia.
te de antibióticos de amplio espectro, que rompe • Esclerosis sistémica progresiva.
el equilibrio natural entre hongos y bacterias favo- • Divertículos.
reciendo la proliferación de levaduras; 3) glucocor- ❱❱ Estenosis del esófago.
ticoides tópicos, que se administran por vía intra-
❱❱ Quimioterapia o radioterapia del esófago.
nasal u oral para el asma o la rinitis; 4) fármacos
inmunosupresores, que interfieren con la función ❱❱ Compromiso del sistema inmune.
de los leucocitos polimorfonucleares (corticoste- • Diabetes mellitus.
roides, azatioprina, citostáticos); 5) condiciones • Edad avanzada.
sistémicas que deterioran la función inmune del • Malnutrición.
huésped: diabetes mellitus, insuficiencia suprarre- • Alcoholismo.
nal, edad avanzada, alcoholismo y malnutrición;
• Abuso de drogas.
6) neoplasias en estado avanzado, especialmente
hematológicas (leucemias, etc.); 5) trasplante de • Cáncer avanzado (neoplasias hematológicas).
órganos (por ej., médula ósea) y 7) infección por • Uso frecuente de corticoides.
VIH, particularmente cuando el recuento de CD4 es • Estado postrasplante (por ej., médula ósea).
inferior a 200/cm3. El 40% de los pacientes con sida • Sida.
desarrollan esofagitis de naturaleza infecciosa. De
214
12. Esofagitis infecciosas
signos de sepsis, así como dolor abdominal debido que no responden al tratamiento o cuando se hace
a la formación de abscesos fúngicos en el hígado, necesario descartar otra infección concomitante.
bazo o riñón. En los pacientes con VIH, el muguet Tal es el caso de los enfermos con síntomas graves:
bucal suele predecir una esofagitis concomitante, náuseas y vómitos persistentes, dolor abdominal,
con un valor predictivo positivo del 90% y un valor hemorragia gastrointestinal, tos, fiebre o diarrea;
predictivo negativo del 82%. síntomas que sugieren la implicación de otros mi-
croorganismos en la patogenia del cuadro.
Diagnóstico
El método de elección para establecer el diagnós-
Tratamiento
tico es la endoscopia digestiva alta que muestra En el momento actual se dispone de terapias an-
típicas seudomembranas o placas blanquecinas ad- tifúngicas de reconocida eficacia. Éstas incluyen
heridas a la mucosa esofágica (figura 2). Cuando és- agentes poco absorbibles que ejercen un efecto tó-
tas se desprenden, es característica la visión de una pico, como la nistatina y el cotrimazol, agentes que
escara eritematosa y friable. En las formas graves se absorben por vía oral como el ketoconazol, flu-
las placas tienden a confluir, apareciendo úlceras y conazol e itraconazol, y agentes de uso parenteral
seudomembranas. El diagnóstico puede confirmar- como la anfotericina B, fluconazol e itraconazol. La
se mediante citología por cepillado (más sensible) tabla 2 muestra los agentes disponibles y las dosis
o biopsias (permite excluir otras infecciones como recomendadas. La elección del mejor tratamiento
VHS y CMV, especialmente en el enfermo con sida depende primordialmente del grado de deterioro
o neutropenia severa). El estudio histológico mues- de la condición inmune, de la gravedad de la infec-
tra la presencia de inflamación y de hifas junto con ción y de la capacidad para tolerar la vía oral5. En
masas de hongos en desarrollo (que no suelen ob- todos los casos es esencial identificar y corregir los
servarse cuando existe sólo colonización). El cultivo posibles factores precipitantes. Resultan de utilidad
puede ser útil cuando se sospecha la presencia de las siguientes recomendaciones:
Candidas resistente a los azoles, Mycobacterium
❱❱ En los pacientes inmunocompetentes se acon-
tuberculosis, esofagitis bacterianas o infecciones
seja el uso de fluconazol por vía oral, a la dosis
por virus, en cuyo caso aquél goza de mayor sensi-
de 200-400 mg/día (3-6 mg/kg) durante 14-21
bilidad que el propio examen histológico4.
días. A diferencia del ketoconazol, la absorción
La endoscopia puede ser innecesaria en los pacien- del fluconazol no es pH dependiente, por lo que
tes con sida que presentan disfagia u odinofagia, puede administrarse a pacientes con hiposecre-
si la orofaringe muestra la presencia de aftas. En ción ácida debida a gastritis atrófica o a la admi-
tal caso, es lícito iniciar tratamiento antifúngico nistración de fármacos antisecretores (anti-H2
empírico, reservando la endoscopia para aquellos o IBP). El fluconazol aumenta los niveles séri-
A B C D
Figura 2. Las figuras a y b corresponden a una esofagitis por Candidas. (A) Múltiples placas blanquecinas y seudomembranas
distribuidas de forma irregular por toda la circunferencia del esófago; (B) las placas confluyen configurando extensos cordones
que afectan longitudinalmente a todo el trayecto del esófago. Las figuras b y c corresponden a una esofagitis herpética; (C) las
vesículas iniciales han dado paso a la aparición de úlceras (mucosa rojiza) de bordes geográficos y ligeramente sobreelevados
(mucosa blanquecina); (D) en la mitad izquierda de la imagen se aprecia una amplia zona de mucosa superficialmente ulcerada.
Las biopsias deben tomarse del borde de las lesiones cuando se sospecha esofagitis herpética y del fondo cuando se sospecha
esofagitis por CMV.
215
Sección 2. Esófago
TABLA 2. Agentes disponibles para el tratamiento de las Si todo ello se descarta, se debe sustituir por
esofagitis fúngicas voriconazol (200 mg/12 horas, oral o intraveno-
so) o posaconazol (400 mg/12 h, solución oral).
La duración habitual del tratamiento es de 2-3
Agente Dosificación
semanas a partir del inicio de la mejoría clínica.
❱❱ Tópicos Si el paciente no responde a esta pauta debe
• Nistatina 1-3 millones de unidades contemplarse la anfotericina B vía i.v..
(10-30 ml) 4-5 veces/día ❱❱ Pacientes neutropénicos con riesgo de enfer-
• Clotrimazol Una tableta de 10 mg, medad diseminada y pacientes con resistencia
5 veces al día a azoles. El fármaco de elección en estos casos
❱❱ Sistémicos es la caspofungina (50 mg/día, intravenoso, du-
• Ketoconazol 200-400 mg una vez al día, rante 14-21 días). La anfotericina B por vía i.v.
por vía oral (0,3-0,7 mg/kg/día) se asocia con una mayor
• Fluconazol 200-400 mg una vez al día,
toxicidad, principalmente renal, pero puede
por vía oral o i.v. usarse en caso de infecciones multirresistentes,
infecciones por otros hongos como Aspergillus
• Caspofungina 50 mg una vez al día por
vía i.v. flavus o Histoplasma capsulatum, o embarazo.
La presentación liposomal (3-5 mg/kg/día) es
• Anfotericina B 0,3-0,6 mg/kg/día por vía i.v.
mejor tolerada. Si el enfermo presenta insufi-
• Voriconazol 200 mg dos veces al día, vía ciencia renal, puede optarse por administrar
oral o i.v.
fluconazol i.v. (eficacia del 80% vs 95% respecto
• Posaconazol 400 mg dos veces al día, a la anfotericina B). En este grupo de pacientes
vía oral debe pautarse siempre una nutrición parenteral
total y valorar el empleo de estimulantes de las
colonias de neutrófilos.
cos de algunos fármacos como la ciclosporina,
frecuentemente utilizada para evitar el rechazo Profilaxis
postrasplante, o la fenitoína y puede interaccio-
nar con las warfarinas. Entre sus efectos adversos Se debe considerar la profilaxis en pacientes con
se incluyen la aparición de náuseas y toxicidad enfermedad VIH avanzada, neutropenia inducida
hepática. En caso de interacción farmacológi- por quimioterapia, receptores de trasplante de ór-
ca o desarrollo de efectos adversos, se pueden gano sólido o de células madre, pacientes ingresa-
utilizar antimicóticos tópicos, como nistatina (10- dos en UCI con algún riesgo de candidiasis invasiva
30 ml, 4-5 veces/día durante un máximo de 14 o aquellos con antecedente de candidiasis grave o
días) o clotrimazol (10 mg, 5 veces/día durante recurrente. En estos casos se aconseja el uso de flu-
una semana). En caso de intolerancia a la vía oral conazol oral (200-400 mg/día).
se puede utilizar por vía intravenosa: fluconazol
(400 mg/día), anfotericina B (0,3-0,7 mg/kg/día)
o caspofungina (50 mg/día). Virus del herpes simple (VHS)
❱❱ Enfermos con deterioro del sistema inmunoló- Tanto el VHS tipo 1 como el tipo 2 son capaces de
gico leve o moderado (por ejemplo, enfermos producir esofagitis, constituyendo la segunda causa
con sida y disminución de CD4, pero sin neu- más común de esofagitis infecciosa. El VHS puede
tropenia). En estos casos, la mera presencia de afectar a personas sanas aunque es más frecuente
lesiones en la orofaringe y síntomas esofágicos que ello ocurra en pacientes que tengan compro-
justifica el empleo de fluconazol (por vía oral o metido el sistema inmune, especialmente en aque-
intravenosa según tolerancia) a la dosis de 200- llos pacientes con trasplante de órgano sólido o de
400 mg/día durante 14-21 días. Sólo si el enfer- médula ósea que requieren fármacos o medidas in-
mo no responde favorablemente en 72 horas munosupresoras significativas, sin olvidar a pacien-
debería realizarse una endoscopia con citología, tes con tratamientos quimioterápicos o infectados
biopsias y cultivo, para excluir una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
concomitante por otro microorganismo y/o la En las personas sanas, en las que es más frecuente
presencia de una cepa resistente al fluconazol. el VHS tipo 1, se ha descrito después de un ejercicio
216
12. Esofagitis infecciosas
físico extenuante o una situación de estrés, pudien- TABLA 3. Clasificación de las lesiones herpéticas en el
do tratarse de una infección primaria o de la reac- esófago (grados)
tivación de una infección latente. Los factores de
riesgo son similares a los descritos en las esofagitis
por Candidas debiendo incluir, además, la intuba- ❱❱ I. Aparición de vesículas de tamaño
ción orotraqueal y nasogástrica. variable.
Las manifestaciones clínicas de la esofagitis suelen ❱❱ II. Úlceras circunscritas, superficiales,
agruparse en una tríada sintomática consistente de bordes ligeramente sobreelevados
en: fiebre, odinofagia y dolor retroesternal, que no cubiertas de exudado fibrinoso.
siempre están presentes en todos los pacientes. El
❱❱ III. Úlceras confluyentes que afectan a
dolor puede faltar en pacientes muy debilitados o
extensas áreas del esófago.
por el contrario ser muy intenso e irradiarse a la es-
palda, impidiendo la deglución y provocando disfa-
gia. A menudo, coexisten signos de gingivoestoma-
titis y lesiones herpéticas nasolabiales. Los casos en El tratamiento difiere en función de la intensidad
los que exista un grave compromiso inmune pue- de los síntomas y el estado inmunológico del pa-
den presentar signos de enfermedad diseminada ciente. Aunque en muchos pacientes no inmuno-
con afectación de órganos como el pulmón, hígado comprometidos con síntomas leves la infección
y sistema nervioso central. se resuelve espontáneamente en dos semanas, la
mayoría recomienda tratar a los enfermos inmuno-
El diagnóstico requiere la realización de una endos- competentes con aciclovir (Zovirax®) a la dosis de
copia. Los hallazgos endoscópicos en la esofagitis 400 mg v.o cada 8 horas, durante 7 días. En el caso
por VHS no difieren significativamente entre los pa- de los pacientes inmunodeprimidos se recomienda
cientes inmunocompetentes o inmunodeprimidos. ampliar dicho tratamiennto a los 14-21 días. Alter-
Estos hallazgos consisten en lesiones típicas locali- nativamente puede utilizarse valaciclovir (1.000 mg
zadas en el esófago medio y distal, que evolucionan v.o. tres veces al día) o el famciclovir (500 mg v.o.
desde vesículas a úlceras aisladas o coalescentes tres veces al día). En los pacientes con síntomas que
(tabla 3), con bordes ligeramente sobreelevados, impiden la deglución, se hace necesaria su hospita-
a diferencia de las úlceras provocadas por el CMV lización para rehidratar al paciente y valorar la ne-
que tienden a ser profundas, lineales o longitudi- cesidad de nutrición parenteral, así como instaurar
nales (figura 2). La probabilidad de confirmar el medidas sintomáticas (tales como la administración
diagnóstico es mayor si las biopsias se toman del de soluciones tópicas de lidocaína viscosa que pue-
borde de las úlceras. El examen histológico puede den aliviar los síntomas orofaríngeos) e iniciar la
mostrar células gigantes multinucleadas y cuerpos administración de aciclovir por vía i.v. (5 mg/kg/día
de inclusión intranucleares tipo Cowdry A. En au- cada 8 horas) durante 7-14 días que puede pasarse
sencia de estos signos, tiene valor la identificación a oral en el caso de que los síntomas reviertan. La
de agregados de grandes células mononucleares administración de foscarnet (40 mg/kg i.v. cada 8
(macrófagos) con núcleos convoluted. Su presencia horas) es un tratamiento de mayor coste y efectos
en el exudado adyacente al epitelio resulta sospe- secundarios, por lo que debe reservarse para los
chosa de esofagitis herpética y obliga a realizar téc- casos resistentes 6,7.
nicas de inmunohistoquímica e hibridación in situ
La profilaxis está indicada en los pacientes con sida
para confirmar la presencia del VHS. El cepillado
y en los receptores de trasplante, con serología po-
de la base de las úlceras puede revelar la presencia sitiva para VHS, que presentan recidivas frecuentes.
de Candidas, no siendo infrecuente que coexistan En estos casos puede administrarse aciclovir a la
ambas infecciones en los pacientes inmunodepri- dosis de 400 mg v.o. dos veces al día.
midos. Las pruebas serológicas son otro método
complementario en caso de hallazgo de títulos ele-
vados de IgM que revelan una primoinfección por Citomegalovirus (CMV)
el VHS. El diagnóstico diferencial de esta entidad
debe hacerse con otras causas de esofagitis infec- Las manifestaciones clínicas derivadas de la in-
ciosas (fundamentalmente Candida y CMV), sin ol- fección por CMV son muy diversas y dependen
vidar la esofagitis secundaria a la toma de pastillas fundamentalmente del estado inmunológico del
(pill esophagitis). paciente. En la mayoría de las personas inmu-
217
Sección 2. Esófago
nocompetentes, la infección por CMV suele ser tos subepiteliales y las células del endotelio. De ahí
asintomática o producir un síndrome de mono- que las biopsias deban tomarse del fondo y no del
nucleosis. Por el contrario, en los pacientes inmu- borde de las lesiones. Los signos típicos incluyen la
nocomprometidos (especialmente trasplantados y presencia de inclusiones intranucleares y la apari-
VIH) puede producir una morbilidad y mortalidad ción de un halo que, de forma característica, rodea
el núcleo de las células. A diferencia de la infección
significativa.
herpética, también pueden apreciarse pequeños
El CMV es un herpes virus ampliamente distribuido cuerpos de inclusión en el citoplasma. Los casos
con una proporción de seroprevalencia que varía sospechosos sin estos hallazgos pueden beneficiar-
entre el 40 y el 100% de la población adulta, sien- se de la inmunohistoquimia y la hibridación in situ.
En algunos puede ser necesario el cultivo de las
do factores de riesgo la edad, la raza y el nivel de
muestras obtenidas para demostrar el DNA por téc-
desarrollo socio-económico de la población. Ello
nicas de PCR. Al igual que en los casos anteriores, el
explica la elevada prevalencia de transmisión del examen citológico y el histológico puede demostrar
virus a través de transfusiones de sangre o con mo- la infección simultánea por otros virus, hongos o
tivo de un trasplante, especialmente de pulmón o bacterias (figura 3).
de corazón (75%). La probabilidad de desarrollar la
enfermedad es alta si no se efectúa profilaxis cuan- El tratamiento de primera línea consiste en la admi-
do el donante es seropositivo y el receptor es se- nistración de ganciclovir a la dosis de 5 mg/kg, por
ronegativo. La utilización de sueros antilinfocíticos vía i.v. cada 12 horas durante 3-6 semanas como
para el tratamiento del rechazo también comporta dosis de inducción, si la respuesta clínica es satis-
un elevado riesgo de infección. En el enfermo con factoria puede entonces ser sustituida por valganci-
sida, el CMV representa la causa más frecuente clovir oral (900 mg v.o. dos veces al día) hasta com-
de úlceras esofágicas, pudiendo también producir
una enteritis o una colitis que se manifiestan por
dolor abdominal y diarrea. Tales condiciones se
Paciente con sida y síntomas de esofagitis
desarrollan especialmente en pacientes con un re-
¿Puede el enfermo tomar medicación por v.o.?
cuento linfocitario de CD4 inferior a 50 /mm3, por
lo que en la actualidad su incidencia ha disminuido
notablemente desde la introducción de la terapia
antirretroviral de gran actividad (TARGA). En el su- Sí No
jeto inmunocompetente, la enfermedad por CMV
puede desarrollarse de forma primaria (primoinfec-
ción) o secundaria a la reactivación de una infec- Tratamiento empírico para
ción latente. Candida albicans
Los síntomas de la esofagitis por CMV pueden ser (Fluconazol 100 mg v.o.)
indistinguibles de los encontrados en una esofagitis
por Candida o VHS. Los enfermos suelen consultar
por disfagia, odinofagia, dolor subesternal, fiebre, Ausencia de mejoría
náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los casos más 5-7 días
graves pueden cursar con hematemesis, melenas
y signos de perforación. No es inhabitual la forma-
ción de estenosis o fístulas como complicación evo-
lutiva de las úlceras profundas. En el enfermo con
sida puede aparecer una coriorretinitis por lo que Endoscopia
es recomendable descartar dicha entidad mediante
Cepillado (OHK, PAS, citología)
examen oftalmológico en aquellos casos diagnosti-
Examen histológico
cados de infección por CMV extraocular.
Cultivo (inmunohistoquímica, hibridación,
El diagnóstico de la esofagitis por CMV puede reali- PCR)
zarse por endoscopia. Ésta suele mostrar erosiones
de bordes serpinginosos y no sobreelevados que se
extienden por los tercios medio e inferior del esófa-
go. En las formas más graves las erosiones pueden Figura 3. Algoritmo diagnóstico en el paciente con sida
convertirse en úlceras profundas. A diferencia de la y síntomas de esofagitis.
infección por el VHS, el CMV infecta los fibroblas-
218
12. Esofagitis infecciosas
Bacterias
La esofagitis bacteriana es una entidad que debe Figura 4. La tuberculosis esofágica es una entidad clínica
ser considerada en cualquier paciente con fiebre poco frecuente, que habitualmente se presenta como una
neoformación ulcerada de gran tamaño, semejando un
y bacteriemia de origen no aclarado, particular- carcinoma de esófago.
mente en individuos con neutropenia secundaria
219
Sección 2. Esófago
cepillado pueden mostrar granulomas caseifican- 2. Tortorano AM, Peman J, Bernhardt H, et al. Epi-
tes con o sin presencia de bacilos ácido-alcohol demiology of candidaemia in Europe: results of
resistentes. El cultivo del esputo puede ser positivo 28-month European Confederation of Medical
incluso en pacientes con Rx de tórax normal. El tra- Mycology (ECMM) hospital-based surveillan-
tamiento es idéntico al de la tuberculosis pulmonar ce study. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 2004;
e incluye generalmente la administración durante 23:317–22.
dos meses de isoniacida, rifampicina, pirazinami- 3. Darouiche, RO. Oropharyngeal and esophageal
da y etambutol. Posteriormente se completará el candidiasis in immunocompromised patients:
tratamiento con isoniacida y rifampicina durante treatment issues. Clin Infect Dis 1998; 26:259-72.
cuatro meses más. 4. Baehr PH, McDonald GB. Esophageal infec-
tions: risk factors, presentation, diagnosis and
Bibliografía treatment. Gastroenterology 1994; 106:509-32.
1. Wilcox CM, Monkemuller KE. Diagnosis and 5. Pappas PG, Kaufman CA, et al. Clinical Practice
management of esophageal disease in the Guidelines for the management of candidiasis:
acquired immunodeficiency syndrome. South 2009 Update by the Infectious Diseases Society
Med J 1998; 91:1002-8. of America. CID 2009; 48: 503-35.
220
13 Esofagitis por cáusticos
María Teresa Arroyo, Miguel A. Montoro
Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
*Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
*Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza
E S Ó F A G O 221
Sección 2. Esófago
que ocurren en los niños corresponden habitual- donde causan el mayor grado de lesión. La tabla 1
mente a pequeños volúmenes de álcalis débiles y muestra los cáusticos más frecuentemente identi-
se asocian a una menor gravedad. Las soluciones ficados y sus utilidades.
alcalinas suelen penetrar rápidamente a través de
la mucosa del esófago provocando necrosis por un Clasificación de las lesiones
mecanismo de licuefacción. La extensión transmu-
De manera similar a las quemaduras, las lesiones
ral de la necrosis puede conducir a la perforación
por cáusticos se dividen en tres grados:
con mediastinitis. En el estómago, sin embargo,
las soluciones alcalinas son tamponadas por la se- ❱❱ Lesiones de primer grado. Se caracterizan por
creción ácida gástrica causando un menor grado la presencia de edema y eritema de la mucosa.
de lesión. Aun con todo, cuando el volumen y/o Su pronóstico es benigno y no condicionan la
la concentración son elevados, pueden provocar aparición de estenosis.
perforación con peritonitis. A diferencia de los
❱❱ Lesiones de segundo grado. Se afectan las ca-
cáusticos en solución líquida, los álcalis contenidos
pas submucosa y muscular, con formación de
en baterías ejercen un efecto corrosivo local. Su
úlceras profundas y lesiones exudativas. Los
elevada concentración, la descarga eléctrica que
fenómenos de reparación cicatricial a menudo
producen y la presión que ejercen sobre la mucosa
conducen a la aparición de estenosis únicas o
explican la facilidad con que provocan perforación
múltiples dentro de las 8 primeras semanas.
del esófago y justifican la necesidad de una endos-
copia urgente para su extracción. Los ácidos pro- ❱❱ Lesiones de tercer grado. La afectación es trans-
vocan intenso dolor en la orofaringe, suscitando mural y conduce a la perforación.
reflejos protectores que limitan su deglución. Sin
embargo, una vez ingerida la solución y debido a Manifestaciones clínicas
su menor viscosidad alcanzan rápidamente el es-
tómago, causando un menor daño en el esófago. Síntomas precoces
El intenso espasmo pilórico que provocan condi- El espectro sintomático de las lesiones esofagogás-
ciona que la solución quede retenida en el antro tricas por cáusticos es muy variado, desde casos
Ácido
Productos de limpieza para el inodoro Ácido clorhídrico, sulfúrico
Limpiametales Ácido clorhídrico
Productos para la limpieza de piscinas Ácido clorhídrico
Productos antioxidantes Ácido clorhídrico, sulfúrico
Líquido de baterías Ácido sulfúrico
Tintes Ácido nítrico
Disolventes para pinturas Ácido acético
Tintas para escritura Ácido férrico
222
13. Esofagitis por cáusticos
asintomáticos hasta situaciones que comprometen seguida un tiempo después de náuseas y vómitos
la vida del enfermo, y no siempre se correlaciona de retención.
con la gravedad de las lesiones5. En el momento de
ser evaluados, muchos pacientes pueden presen- Diagnóstico
tar lesiones en los labios, paladar y orofaringe. Se
trata de seudomembranas, úlceras y exudado se- Endoscopia
cundarias a la quemadura que induce el cáustico.
La ausencia de lesiones orofaríngeas no excluye, sin La endoscopia constituye el “patrón oro” para de-
embargo, la presencia de lesiones graves esofago- limitar la topografía, extensión y gravedad de las
gástricas (20-40% en series infantiles). No es inhabi- lesiones, permitiendo establecer un pronóstico y
tual que el edema y la inflamación de la orofaringe orientar la terapéutica. En ciertos casos, la endos-
se acompañen de sialorrea y dificultad para la de- copia podría evitarse, cuando el paciente cumple
glución de las secreciones. La afectación de la epi- todas y cada una de las siguientes condiciones:
glotis y de la laringe explica la aparición de estridor, 1) la ingestión no ha sido voluntaria; 2) la solución
ronquera y disfonía, síntomas a menudo premoni- ingerida es de escaso volumen y se trata de un ál-
tores de compromiso de la vía aérea. Los enfermos cali débil o un ácido en baja concentración; 3) el
pueden referir dolor orofaríngeo, retroesternal o paciente no refiere síntomas y 4) existen garantías
epigástrico, así como odinofagia, náuseas, vómitos
de que el paciente acudirá a un centro sanitario si
y hematemesis. Un dolor retroesternal persistente
o de intensidad relevante, con o sin irradiación a la desarrolla síntomas en los días posteriores4,6,7. A su
espalda, debe sugerir perforación del esófago. En vez, la endoscopia está contraindicada cuando el
tal caso, puede aparecer enfisema subcutáneo y paciente muestra síntomas o signos de inestabili-
algunas horas después fiebre y taquicardia, signos dad hemodinámica, perforación, distrés respirato-
sospechosos de mediastinitis. Si la perforación ocu- rio o intenso edema de la orofaringe o de la glotis.
rre en el estómago o el duodeno, el síntoma más En el resto de los casos debe realizarse un examen
típico es el dolor terebrante irradiado a la región endoscópico del tracto digestivo superior tan pron-
dorsal o al hombro, acompañado de signos de pe- to como sea posible (24-48 h). La intubación orotra-
ritonitis y shock. El reconocimiento de estos sínto- queal se reserva para los pacientes que no pueden
mas resulta crucial, haciendo obligado el concurso cooperar o que presentan síntomas de distrés res-
del cirujano. Se han comunicado otras formas evo-
piratorio. Si el enfermo presenta intenso edema de
lutivas graves incluyendo la aparición de una fístula
glotis, la intubación está contraindicada debiendo
traqueoesófago-aórtica con hematemesis masiva, y
neumonía por aspiración con disnea, fiebre y ob- practicar traqueostomía. En el resto de los casos, la
nubilación2. endoscopia puede realizarse sólo con una sedación
consciente7-9. Los autores con mayor experiencia
Síntomas tardíos informan que la endoscopia es segura entre las
Los casos que sobreviven al episodio agudo pueden 6-96 horas10. Sin embargo, durante la fase de re-
desarrollar una estenosis del esófago. Ello suele paración cicatricial (5-15 días), resulta desaconse-
ocurrir hacia la 2.ª-3.ª semana, después de una jable, por el riesgo incrementado de perforación.
fase latente de reparación. Otros casos se vuelven Zargar11 propuso un sistema para clasificar las lesio-
sintomáticos algunos meses o años después. El nes que permite predecir el curso evolutivo de los
riesgo de desarrollar carcinoma escamoso a largo pacientes. Los dos factores pronósticos relaciona-
plazo es 1.000-3.000 veces superior al de la pobla- dos con perforación y desarrollo de estenosis son la
ción normal. La mayoría de las lesiones ocurren al profundidad de las lesiones y el grado de afectación
nivel de la carina, con un tiempo medio de latencia circunferencial (tabla 2). Los pacientes con grados
de alrededor de 40 años4. Su pronóstico suele ser
0-IIa apenas presentan morbilidad y prácticamente
menos infausto, debido a que incide en personas
ninguno desarrolla estenosis del esófago. Los pa-
más jóvenes, la disfagia es más precoz (estenosis
preexistente) y la colagenización previa del esófa- cientes con lesiones de tipo IIb o IIIa desarrollan es-
go hace más difícil la diseminación linfática. Otros tenosis entre el 70-100% de los casos. Los enfermos
pacientes desarrollan estenosis en el estómago, con lesiones de grado IIIb presentan una elevada
generalmente a nivel del antro. Los síntomas que tasa de mortalidad y la gran mayoría son tributarios
sugieren esta complicación son la saciedaz precoz, de cirugía (figuras 1-4).
223
Sección 2. Esófago
Figura 1. Tipo I (áreas de edema e hiperemia de la mucosa). Figura 2. Tipo IIa (erosiones y úlceras superficiales).
Figura 3. Tipo IIb (úlceras profundas que afectan a toda la Figura 4. Tipo IIIa (necrosis extensa de todo el esófago tras
circunferencia del antro gástrico). ingesta voluntaria de ácido sulfúrico).
Figuras 1-4. Visión endoscópica de distintos grados de lesiones esofagogástricas por cáusticos.
224
13. Esofagitis por cáusticos
Estudios radiológicos
La radiografía simple del tórax y del abdomen per-
mite excluir neumotórax, neumomediastino o aire
libre subdiafragmático, expresión inequívoca de per-
foración. En los casos dudosos es lícito administrar
contraste hidrosoluble. Sin embargo, la administra-
ción de bario no está indicada en la fase aguda. Si
la endoscopia muestra extensas áreas de necrosis
(Zargar IIIb) debe llevarse a cabo una TC toracoab-
dominal con contraste oral e iv para detectar pre-
cozmente la aparición de perforación o de com-
plicaciones mediastínicas graves que requerirían
actuación quirúrgica4. Un engrosamiento de la pa-
red esofagogástrica superior a 9 mm se ha correla-
cionado con un mayor riesgo para el desarrollo de
estenosis (figura 5).
Figura 5. Correlación de hallazgos TC con desarrollo de este-
Tratamiento nosis esofágica y gástrica en paciente con ingesta autolítica
de cáustico.
Medidas prehospitalarias
Durante el traslado del paciente a un hospital, el seleccionar a los pacientes que no van a requerir
médico debe tener en consideración tres cues- endoscopia. Ya se ha mencionado que pueden que-
tiones esenciales: 1) la inducción del vómito está dar exentos los pacientes asintomáticos que han
contraindicada dado que favorece una nueva ex- ingerido un pequeño volumen de un álcali o ácido
posición del esófago al agente corrosivo. Además, débil. Estos pacientes pueden ser dados de alta
incrementa el riesgo de broncoaspiración. 2) El hospitalaria y ser revisados por vía ambulatoria.
beneficio potencial de la administración de agen- En el resto de los casos debe cumplirse el siguiente
tes neutralizantes (agua, leche o bicarbonato) es protocolo:
controvertido. Algunos estudios experimentales
sugieren que el calor desprendido por la reacción ❱❱ Efectuar un examen físico completo, incluyendo
exotérmica podría incluso incrementar el daño. pulso y tensión arterial, temperatura y frecuen-
Además, el efecto lesivo del agente corrosivo suele cia respiratoria.
ser inmediato y el esfuerzo por atenuar sus efectos ❱❱ Efectuar una inspección minuciosa de la orofa-
con una solución neutralizante suele ser fútil. 3) La ringe comprobando si existen signos de edema,
maniobra de colocar una sonda nasogástrica para úlceras, exudado y/o seudomembranas grisá-
aspirar la solución ingerida a menudo provoca náu- ceas o áreas de necrosis. Ya se ha mencionado
seas y vómitos, aumentando el riesgo de reexposi- que su ausencia no excluye la presencia de le-
ción y perforación. siones esofagogástricas. Si aparecen signos de
distrés respiratorio debe efectuarse una larin-
Actuación en el área de Urgencias goscopia. Debe insistirse en que la presencia de
Una vez que el enfermo llega al área de Urgencias, un intenso edema de glotis hace desaconsejable
el médico debe centrar su atención en tres obje- la intubación, siendo preferible la traqueosto-
tivos primordiales: 1) mantener al enfermo en mía.
ayunas; 2) asegurar la vía aérea y 3) estabilizar la
❱❱ Iniciar medidas de reposición hidroelectrolítica
situación hemodinámica2. Cumplidos estos objeti-
y corrección de las pérdidas hemáticas cuando
vos el siguiente paso es obtener información en re-
éstas han sido significativas.
lación a la naturaleza, volumen y concentración de
la solución ingerida, carácter intencional o fortuito ❱❱ Obtener una muestra de sangre para analítica
de la ingestión, administración de soluciones neu- elemental. Debe investigarse la presencia de
tralizantes y presencia de vómitos espontáneos o leucocitosis, acidosis metabólica o coagulopatía
autoinducidos. Esta información es necesaria para de consumo.
225
Sección 2. Esófago
❱❱ Aquellos pacientes que presentan un estado ❱❱ Los pacientes con un grado 0 no precisan medi-
crítico y/o complicaciones con grave riesgo vital das especiales, salvo aquellos con tentativa sui-
cida que requieren una evaluación psiquiátrica.
deben ser ingresados en una Unidad de Cuida-
dos Intensivos. Es el caso de los enfermos con ❱❱ Los enfermos con grados I o IIa únicamente re-
síntomas de mediastinitis, peritonitis, shock o quieren dieta líquida, introduciendo alimenta-
distrés respiratorio. ción blanda, a partir de las 24-48 h, cuando el
paciente no refiere odinofagia ni dificultad para
❱❱ El resto de los casos deben ser sometidos a la deglución de la saliva.
una endoscopia, una vez estabilizada la condi-
❱❱ Los pacientes con lesiones grado IIb (úlceras
ción hemodinámica y asegurada la vía aérea. circunscritas profundas o circunferenciales) y
El informe endoscópico debe ser preciso y bien IIIa (necrosis focal) requieren hospitalización,
documentado para clasificar correctamente las nutrición y medidas específicas para prevenir la
lesiones e instaurar un tratamiento específico. estenosis (figura 6).
Ingesta de cáustico
Estabilización hemodinámica
Asegurar vía aérea
Mantener situación de ayuno
No Sí
Perforación
Endoscopia
Cirugía urgente
226
13. Esofagitis por cáusticos
227
Sección 2. Esófago
mayor número de sesiones (habitualmente 5 o más) 5. Goldman LP, Weigert JM. Corrosive substance
con una mayor tasa de refractariedad y de compli- ingestion. A review. Am J Gastroenterol 1984;
caciones (perforación 0,5%)3. El empleo temporal de 79:85-90.
un stent autoexpandible obtiene una elevada tasa 6. Christesen HB. Prediction of complications
de éxito terapéutico en las estenosis refractarias. following unintentional caustic ingestion in
Existen también estudios (no controlados y no alea- children. Is endoscopy always necessary? Acta
Paediatr 1995;84:1177-82.
torizados) que preconizan la utilidad de inyecciones
locales de dexametasona en el manejo de estas 7. Zargar SA, Kochhar R, Nagi B, Metha S, Metha
SK. Ingestion of corrosive acids. Spectrum of in-
estenosis refractarias19. El fracaso del tratamiento jury to upper gastrointestinal tract and natural
conservador obliga a considerar una esofagoplastia, history. Gastroenterology 1989;97:702-7.
siendo preferible realizarla con el colon o el íleon, 8. Di Costanzo J, Noirclerc M, Jouglard J, Escoffier
dado que el estómago suele presentar afectación JM, Cano N, Martin J, Gauthier A. New thera-
concomitante y los resultados funcionales a largo peutic approach to corrosive burns of the upper
plazo son mejores. Un cribado para la prevención gastrointestinal tract. Gut 1980(21):370-5.
del cáncer es obligado una vez cumplidos 20 años. 9. Berthet B, Bernardini D, Lonjon T, Assadourian
R, Gauthier A. Treatment of caustic stenoses of
Mortalidad the upper digestive tract. J Chir (París) 1996;
132:447-50.
Afortunadamente la mortalidad de las lesiones por 10. Zargar AA, Kochhar R, Nagi B, Metha S, Me-
cáusticos ha decrecido considerablemente pudiendo hta AK. Ingestion of strong corrosive alkalis:
estimarse en menos del 1% en el momento actual. Spectrum of Injury to Upper. Gastrointestinal
Ello obedece a numerosos factores, entre ellos, la tract and natural history. Am J Gastroenterol
menor concentración de las soluciones cáusticas, la 1992;87:337-41.
mejoría en las técnicas quirúrgicas y la disponibilidad 11. Zargar SA, Kochar R, Mehta S, Mehta SK. The
de antibióticos más eficaces. Un avance importante role of fiberoptic endoscopy in the management
ha sido la mejora en las técnicas de nutrición arti- of corrosive ingestion and modified classifica-
tion of burns. Gastroint Endosc 1991;37:165-9.
ficial. La mayoría de los fallecimientos sobrevienen
12. Sans M. Lesiones cáusticas del esófago y del
como consecuencia de mediastinitis y/o peritonitis estómago. En: Vilardell F, ed. Enfermedades
en pacientes con lesiones de tercer grado4. digestivas (1). Grupo Aula Médica. Madrid-
Barcelona, 1998:407-11.
Conclusiones 13. Anderson KD, Rouse MR, Randolph JGA. A con-
trolled trial of corticosteroids in children with
El manejo de las lesiones esofagogástricas por cáusti- corrosive injury of esophagus. N Engl J Med
cos constituye un auténtico desafío para el clínico. El 1990;6(323):637-40.
tratamiento no puede ser improvisado para cada pa- 14. Howell JM, Dalsey WC, Hartsell FW, Butzin CA.
ciente y se hace necesaria una guía consensuada por Steroids for the treatment of corrosive esopha-
intensivistas, ORL, neumólogos, endoscopistas, exper- geal injury: a statistical analysis of past studies.
tos en nutrición y cirujanos con capacidad de efectuar Am J Emerg Med 1992;10:421-5.
un doble abordaje transtorácico y abdominal2-4. Este 15. Berkovits RN, Bos CE, Wijburg FA, Holzki J. Caustic
manejo interdisciplinar ha sido determinante a la hora injury of the oesophagus. Sixteen years experien-
de reducir la mortalidad de este evento. ce, and introduction of a new model oesophageal
stent. J Laryngol Otol 1996;110:1041-5.
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228
14 Cuerpos extraños
Santiago García López, Kattalin Aspuru
Servicio Aparato Digestivo, Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
E S Ó F A G O 229
Sección 2. Esófago
tes de droga o pilas) y 5) material médico despla- ciones complementarias, serán determinantes
zado de su ubicación (prótesis dentarias, entéricas, en la pauta a seguir en cada caso concreto.
cápsula endoscópica detenida, etc.).
Anamnesis y exploración física
Respecto a la localización donde se ubica o detiene
el CE, lo más frecuente son las estrecheces anató- Anamnesis
micas fisiológicas del tubo digestivo. El esófago es Generalmente es el propio paciente quien nos ex-
la región más habitual, aunque cualquier otra es plica que ha ingerido por error (menos frecuente-
posible. En este capítulo nos centraremos en el ma- mente de forma voluntaria) un objeto no deseado.
nejo de los CE que se alojan en esófago, estómago En otras ocasiones refiere un cuadro de disfagia
y duodeno. En ocasiones nos referiremos a los ob- de instauración aguda durante la ingesta, con sen-
jetos concretos más habituales, porque ello influye sación de detención del bolo alimenticio o de los
directamente en su manejo. Trataremos también elementos contenidos en su interior, tales como
aspectos técnicos endoscópicos, aunque no con espinas de pescado o huesos de animal. Debemos
demasiado detalle. concretar detalladamente las características del CE
para evaluar su potencial lesivo (tamaño, consis-
tencia, bordes cortantes o punzantes, etc.). En ese
Evaluación inicial del paciente que ha sentido, si se trata de un bolo alimenticio se debe
ingerido un cuerpo extraño (algoritmo 1) intentar averiguar si en él se hallan incluidos o no
fragmentos de hueso o espinas. Debe obtenerse
Objetivos información acerca del momento de la ingestión,
ya que el desarrollo de complicaciones guarda una
La evaluación inicial de un paciente que ha ingerido estrecha relación con el tiempo de permanencia
un CE incluye los siguientes objetivos secuencial- del CE en la luz del esófago. Algunos síntomas pue-
mente: den orientar respecto a la presencia o no del CE y
su localización. La presencia de disfonía, disfagia,
❱❱ Excluir compromiso de la vía aérea. Debido a odinofagia o sialorrea supone que el CE permanece
su importancia vital, éste es el primer aspecto a alojado en la luz del tracto digestivo, al menos en el
valorar, y puede obligar a una actuación urgente 80% de los casos. Por el contrario, si los síntomas
para mantener la vía aérea libre. En un pacien- son dolor faríngeo o retroesternal, este porcentaje
te con sospecha de CE, la existencia de disnea, disminuye hasta menos del 50%. En cuanto a la lo-
tiraje o estridor requiere la rápida presencia del calización, el dolor cervical o faríngeo sugiere que
otorrinolaringólogo para asegurar una adecua- el CE enclavado permanece alojado en la hipofarin-
da ventilación. En ocasiones el CE puede estar ge o el esófago cervical y no más distalmente. Sin
alojado en una porción más distal de la vía aé- embargo, el paciente con CE en el esófago medio
rea, siendo precisa la intervención del broncos- o inferior también puede referir una sensación de
copista. “estorbo” en la zona cervical. La odinofagia o el
dolor retroesternal de intensidad relevante y, por
❱❱ Descartar complicaciones (fundamentalmente supuesto, la presencia de fiebre sugieren la existen-
perforación). Su existencia condiciona por com- cia de una perforación. Es importante interrogar al
pleto el manejo, contraindica formalmente la paciente sobre episodios previos similares o ante-
endoscopia y obliga a establecer consulta qui- cedentes de enfermedades predisponentes, como
rúrgica. reflujo gastroesofágico, esofagitis cáustica, trastor-
no motor esofágico o cirugía digestiva, entre otros3.
❱❱ Confirmar que el CE se ha detenido y localizar-
En otras ocasiones, el diagnóstico no es tan senci-
lo. Todos estos objetivos pueden ser cubiertos
llo y se precisa de un alto índice de sospecha. Es el
en el área de Urgencias del hospital, que debe
caso de niños o pacientes psiquiátricos con sínto-
coordinar todo el proceso asistencial, con la mas compatibles, sialorrea o rechazo de la comida,
participación interdisciplinar de numerosas es- pero incapaces de relatar o relacionar este hecho
pecialidades. No sólo el gastroenterólogo, sino con la ingesta de un CE. Finalmente, en algunos
el radiólogo, otorrinolaringólogo, neumólogo y casos, el CE se descubre de un modo accidental al
cirujano pueden ser necesarios. Como siempre explorar a un paciente con motivo de una perfora-
en medicina, una adecuada anamnesis y explo- ción o una hemorragia digestiva secundarias a su
ración física y el uso juicioso de algunas explora- ingestión inadvertida.
230
14. Cuerpos extraños
Exploración física
Aunque suele ser anodina, descartaremos la crepi-
tación que implicaría la presencia de una perfora-
ción, contraindicando cualquier maniobra endos-
cópica. La fiebre es también un signo muy sugestivo
de perforación, aunque más tardío. En el caso de
los CE faríngeos, la simple inspección puede poner-
los de manifiesto.
Pruebas diagnósticas
Estudios radiológicos
El objetivo de la evaluación radiológica es confirmar
y localizar el CE, además de descartar la existencia
de una perforación. Debemos tener presente que
la falta de visualización del CE no siempre descarta
por completo su existencia. Es el caso de aquellos
que no son radioopacos por naturaleza o, aun sién-
dolo, son de pequeño tamaño (huesos de pollo,
espinas de pescado, astillas de madera, plásticos,
cristales) o están localizados en zonas anatómicas
de valoración especialmente compleja (cuello). En
todo paciente con sospecha de CE alojado en tracto
digestivo (o faringe) deben realizarse una o varias
Figura 1. Radiografía lateral de torax en la que se observa
de las siguientes exploraciones radiológicas, en fun- una tapa de lata alojada en el esófago inferior.
ción de la sospecha clínica4:
Radiología simple
❱❱ Región cervical, frontal (anteroposterior) y late- cluya el área rectoanal, ya que no es excepcional
ral, con técnica de partes blandas. Está indicada la coexistencia de CE introducidos por vía anal.
ante la sospecha de CE alojado en el área otorri-
nolaringológica o esófago superior (dolor cervical Tomografía computarizada (TC) cervical
o sensación de cuerpo extraño faríngeo). Es una o abdominal
zona especialmente difícil de interpretar, por la La TC está especialmente indicada ante la ingesta de
existencia de calcificaciones fisiológicas (cartíla- CE de alto riesgo, especialmente de naturaleza pun-
gos laríngeos o tiroides, hueso hioides), que hace zante o cortante (agujas, cuchillas, etc.), debido al
que su normalidad no excluya por completo la elevado riesgo de perforación en estos casos. Una
existencia de un CE, incluso radio-opaco5. TC cérvico-torácica o abdominal sin contraste (oral
❱❱ Tórax posteroanterior y lateral (figura 1). Si el ni intravenoso), además de ayudar a localizar el CE
CE está alojado en el esófago, suele visualizarse permite la detección precoz de una perforación (neu-
mejor en la proyección frontal, ya que tienden momediastino, enfisema subcutáneo, etc.) (figura 2).
a alinearse en ese plano. Sin embargo, aquellos Resonancia magnética (RM)
que se localizan en la vía aérea se objetivan me-
jor en la radiografía lateral por su tendencia a Aunque no suele realizarse, puede ser de utilidad
orientarse en el plano sagital. Este hecho debe en CE radiotransparentes que no han sido localiza-
dos por las técnicas previas. Como es lógico, nunca
ser tenido en cuenta, especialmente en niños.
debe indicarse en caso de CE metálico, ya que en
❱❱ Abdomen simple (decúbito, anteroposterior y estos casos la fuerza del campo magnético lo po-
lateral). Debe realizarse si sospechamos que el dría desplazar, con consecuencias imprevisibles.
objeto ingerido puede estar localizado más allá
Estudios con contraste
del esófago y también para descartar CE múlti-
ples. Se recomienda siempre en el caso de niños, En general no deben realizarse, por diversas razo-
pacientes psiquiátricos y presos. En estos últimos nes: su valor diagnóstico es limitado, crea dificul-
es conveniente que la radiografía de abdomen in- tades al endoscopista y, en algunos casos conlleva
231
Sección 2. Esófago
232
14. Cuerpos extraños
Objetivos prioritarios:
Evaluar permeabilidad vía aérea
Descartar complicaciones
Confirmar y localizar CE
¿Compromiso de
la vía aérea1?
Sí No
¿Complicación
Sí No
1
Disnea, tiraje estridor. Abstenerse de maniobras Decisión terapéutica
endoscópicas según tipo de CE y
2
Simples, con contraste o tomografía localización (ver
computarizada según cada caso
Consultar con cirugía algoritmos 2 y 3)
so una actuación quirúrgica, cuando la experiencia miento. El tipo de sedación, la protección de la vía
y el sentido común dictan este proceder. aérea, y el tipo de utillaje necesario para el caso,
Con respecto a la extracción endoscópica de un CE, deben individualizarse (figura 3). Durante la endos-
es importante destacar algunos aspectos. Antes de copia, la norma quizá más importante es no reali-
empezar la exploración informaremos al pacien- zar ninguna maniobra intempestiva. Si durante el
te de la situación, la necesidad de realizarla y sus procedimiento no somos capaces de extraer el CE,
ventajas y riesgos, y se obtendrá el consentimiento o aparecen dificultades mayores de las esperadas
informado. Cuando se trate de un menor, éste debe que implican asumir un riesgo demasiado alto, lo
ser informado con prudencia, así como su tutor le- mejor es desistir y dar paso al otorrinolaringólogo
gal, de quien debe obtenerse también el consenti- o al cirujano. Finalmente, tras la extracción del CE,
233
Sección 2. Esófago
234
14. Cuerpos extraños
❱❱ Introducir el endoscopio bajo visión directa, visua- ❱❱ Decidir si es necesario reintroducir el endoscopio
lizando hipofaringe (sobre todo si sospecha de CE para evaluar los efectos de la extracción sobre la
alojado en esófago cervical). mucosa (siempre en CE cortantes/punzantes).
❱❱ Maniobras siempre “delicadas”, evitar brusquedad. ❱❱ Decidir alta directa u observación hospitalaria (en
❱❱ Evaluar las características del CE a extraer; situa- pacientes con alto riesgo de complicación).
ción, posición, puntos de agarre, zonas punzantes y ❱❱ Decidir si es pertinente un tratamiento complemen-
cortantes. tario tras la extracción (IBPs en caso de sospecha de
❱❱ No empujar el CE (en alguna ocasión, si comproba- ERGE, considerar antibióticos si hay lesión mucosa
mos fehacientemente que hay adecuada luz distal, “importante”).
podría empujarse parcialmente desde la zona distal ❱❱ Decidir si es oportuno remitir a su especialista de
del CE). digestivo (si se sospecha TME, ERGE u otras enfer-
❱❱ Si el CE es esofágico, realizar las maniobras con medades esofágicas, por ejemplo).
insuflación máxima. ❱❱ Instrucciones para minimizar el riesgo de nuevos
❱❱ Decidir la zona de mejor agarre, comprobar que no problemas con CE, según el caso concreto: comer
está enclavado (si lo está el cuidado debe ser espe- despacio, masticar adecuadamente y evitar la
cialmente escrupuloso), orientarlo al eje más favo- deglución de alimentos que comportan especial
rable respecto al del esófago, ayudarnos de las fases riesgo.
de relajación del músculo esofágico y en ocasiones
realizar giros semicirculares para minimizar el daño
mucoso. Detenernos ante la mínima resistencia. En
objetos alargados, hiperextender el cuello cuando el medad por reflujo, o alteraciones motoras. Lo más
CE atraviesa esófago superior/faringe. frecuente es el “bolo de carne”. Siempre que no
❱❱ Considerar multiplicidad de objetos ingeridos. existan fragmentos óseos en él (la radiología ayuda
❱❱ Vigilar en todo momento la posibilidad de yatro- en ese sentido), la urgencia para la extracción viene
genia. definida por la existencia o no de sialorrea, síntoma
que diferencia una obstrucción completa de otra
que no lo es.
Deben distinguirse dos situaciones completamente Si el paciente no presenta sialorrea (obstrucción
diferentes por su riesgo. La primera y más frecuen- incompleta) puede intentarse la administración in-
te es la impactación de un bolo alimenticio, situa- travenosa de glucagón (1,5-2 mg en bolo), fármaco
ción no banal pero con menos riesgo y manejo más que supuestamente reduce el espasmo esofágico
sencillo. La segunda situación, mucho más grave y reflejo y relaja el esfínter esofágico inferior. Su efi-
comprometida, es el enclavamiento de un CE pun- cacia es escasa pero presenta muy pocos efectos
zante. En estos casos, el riesgo de complicaciones adversos (náuseas y taquicardia leve, además de
muy graves, como la perforación y subsiguiente hiperglucemia momentánea) y puede facilitar la
mediastinitis o la hemorragia masiva por erosión endoscopia8. Otra alternativa, aunque quizás me-
de algún vaso periesofágico (aorta en el cayado nos recomendable, es el uso de diazepam (5-10 mg
aórtico o el tronco innominado), no es desdeñable. iv diluidos, en administración lenta). Si el cuadro
Además existe una tercera situación, quizá de ries- no se resuelve antes de 12-24 horas, debe inten-
go intermedio, la detención de objetos romos, cuyo tarse la extracción endoscópica. Si por el contrario
ejemplo tipo son las monedas. En cualquier caso, la el bolo se desimpacta con estas medidas y pasa al
permanencia del CE por más de 24 horas en el esó- estómago (resolución completa de la clínica), el pa-
fago aumenta de forma considerable la posibilidad ciente podrá ser dado de alta desde urgencias, con
de complicaciones7. A continuación se describe el la recomendación de que sea valorado por su gas-
manejo de situaciones concretas diferentes. troenterólogo para descartar un trastorno orgánico
Bolo alimenticio esofágico o motor subyacente.
(sin contenido óseo aparente) Si el paciente presenta sialorrea (obstrucción teó-
ricamente completa) y por ende muy sintomático,
Es la situación más habitual en el adulto y suele ser debe intentarse la extracción endoscópica del bolo
secundaria a la coexistencia de patología esofágica, alimenticio de forma precoz (dentro de las prime-
sobre todo estenosis por anillo de Schatzki o enfer- ras 6 horas), debido al riesgo de aspiración y a la
235
Sección 2. Esófago
¿Sialorrea?
No Sí
¿Resolución
clínica? ¿fracaso o riesgo
(12 horas) elevado?
Sí No Sí No
Endoscopia Endoscopia
diferida (en 12 horas)2 Esofagoscopia Observación
(± otros rígica (ORL) clínica
estudios)
1
Considerar la necesidad de intubación, si el CE es de difícil agarre (sobre todo en CE romos) y existe la posibilidad de que
se suelte en hipofaringe y entre en la vía respiratoria.
2
Considerar el uso de sobretubo en CE especialmente peligrosos.
3
Si la extracción endoscópica no es posible o resulta demasiado arriesgada (por dificultad técnica o falta de experiencia
del endoscopista o del personal auxiliar), desistir y reconsiderar alternativa (extracción por endoscopia rígida por el ORL)
intensidad de los síntomas. El empleo de glucagón empujar el bolo, salvo que con las maniobras en-
iv antes de realizar la exploración, puede facilitar la doscópicas se haya comprobado una adecuada per-
endoscopia. meabilidad esofágica distal. En tal caso puede in-
La extracción endoscópica de un bolo alimenticio tentarse con un golpe suave efectuado por la punta
impactado entraña menos riesgo que otros proce- del endoscopio. Si con estas maniobras, siempre
dimientos, pero es prudente seguir algunas reco- realizadas con insuflación “máxima”, el bolo alcan-
mendaciones. Como norma general debe evitarse za el estómago, el cuadro agudo está resuelto. Si
236
14. Cuerpos extraños
no es así, debe procederse a la extracción siendo sentido contrario a la retirada, para proteger la mu-
los accesorios más útiles el asa de polipectomía, cosa. Por el mismo motivo puede ser útil aproximar
convencional o con red, o el trípode. Cualquiera de contra el extremo del endoscopio alguna zona lesi-
ellos, especialmente el asa de polipectomía, permi- va del CE, evitando contacto con la pared esofági-
te la extracción completa del bolo de una sola vez, ca, sobre todo en el Killian. Realizar movimientos
especialmente si han pasado pocas horas desde giratorios en ambos sentidos durante la extracción
la impactación. Si ha pasado más tiempo, el bolo puede conseguir que las zonas que inevitablemen-
se habrá macerado y la tracción hace que se frag- te contacten con el CE, lo hagan por menos tiem-
mente, haciendo necesarias varias maniobras de po siendo así menos dañadas. En cualquier caso,
introducción y extracción del endoscopio. En esos nos detendremos si hay resistencia excesiva a la
casos podría utilizarse un sobretubo, balanceando extracción. En algunas situaciones puede ser re-
la ventaja de supone introducir el endoscopio a su comendable la utilización de un sobretubo, siem-
través cuantas veces sea necesario, frente al riesgo pre que el tamaño del CE permita ser alojado en
esencial de este accesorio que es la lesión de la mu- su interior. Este procedimiento minimiza el riesgo
cosa por “pellizcamiento”. de lesión mucosa, protege la vía aérea y permite la
extracción de CE múltiples. Algunos endoscopistas
Cuerpo extraño cortante/punzante recomiendan como alternativa el capuchón de mu-
Es una situación muy diferente a la anterior y cosectomía o el de ligadura si el CE es de pequeño
mucho más peligrosa. Las complicaciones graves tamaño y cabe en su interior.
pueden venir determinadas tanto por la acción
Objetos romos
traumática del propio CE, como por las maniobras
endoscópicas efectuadas para su extracción. La va- El paradigma, por su elevada frecuencia, son las
riedad de CE de estas características es muy eleva- monedas, especialmente habituales en los niños.
da. Los más frecuentes son los huesos de animales No obstante, las recomendaciones descritas a
(conejo, pollo, codorniz...) y las espinas de pescado, continuación son aplicables también para otros CE
aunque otros muchos son relativamente habituales romos, a excepción de las pilas, sobre todo de las
(agujas, clavos, cuchillas de afeitar, etcétera) y “casi denominadas botón (véase más adelante).
todos” posibles9.
La extracción de una moneda alojada en el esófago
Estos CE siempre deben ser extraídos y de forma debe ser intentada por endoscopia en un plazo de
urgente, para minimizar las complicaciones. Aun- unas 12 horas, quizá menos si es en el esófago cer-
que el procedimiento habitual para su extracción vical o medio. La extracción de una moneda, al igual
es la endoscopia flexible, en algunas circunstan- que ocurre con otros CE de difícil agarre, comporta
cias podrá ser aconsejable la endoscopia rígida. No el riesgo de que pueda deslizarse a las vías respi-
puede olvidarse que esta última permite una mejor ratorias. De ahí que deba disponerse del material
manipulación del CE enclavado, pero es compleja y necesario para solventar esta situación. En muchas
comporta un elevado riesgo de perforación (hasta ocasiones, la mejor forma de evitar esta complica-
10-12%). En todos los casos, es importante que la ción, sobre todo en niños o en presos, en los que la
radiología realizada para descartar una perforación colaboración se prevé que no será la adecuada, es
previa, sea muy reciente. la intubación orotraqueal. El uso del asa con red, si
el tamaño lo permite (ver más adelante), simplifica
Técnicamente, es en este tipo de CE donde la ex- mucho la extracción y la hace segura. En caso con-
tracción endoscópica entraña mayor riesgo y difi- trario, las alternativas son las pinzas de ratón que
cultad debiendo aplicarse de forma rigurosa las permiten un adecuado agarre del borde con relieve
recomendaciones descritas. Debe analizarse el CE, de la moneda y la cesta de Dormia, especialmente
con sus zonas más peligrosas, evaluando si ya pare- útiles para asir monedas o CE redondeados y lisos,
ce enclavado en la mucosa. Si es así la maniobra de siempre que su tamaño lo permita.
desimpactación debe realizarse con sumo cuidado,
habitualmente con una pinza con dientes, para des- Cuerpos extraños gástricos
pués asirlo firmemente con la misma pinza o con un
asa o dormia. La retirada será muy cuidadosa para
(algoritmo 3)
evitar yatrogenia. Dependiendo de la forma del CE, En general, los CE que alcanzan el estómago no van
éste puede ser alineado en el eje axial esofágico, a producir síntomas y habitualmente atraviesan el
orientado las zonas punzantes, si las hubiere, en resto del tubo digestivo sin provocar complicacio-
237
Sección 2. Esófago
nes, salvo si son cortantes o punzantes o de gran mienda el uso de sobretubo, asir el CE con asa de
tamaño. Los CE cortantes o punzantes pueden pro- polipectomía e hiperextender el cuello cuando el
ducir lesión de la mucosa gástrica, pero el peligro CE atraviesa la zona cervical.
principal viene determinado por la lesión del intes-
tino delgado, una vez atravesado el píloro, pudien- Objetos punzantes/cortantes
do ser causa de perforación (especialmente a la al- Al igual que en el caso del esófago, siempre deben
tura de la válvula ileocecal) o de hemorragia. En el ser extraídos y de forma urgente, para evitar com-
caso de los CE romos grandes y alargados, el riesgo plicaciones (figura 4). Podría recomendarse que el
es la falta de progresión y su detención, especial- paciente con un CE punzante o cortante alojado en
mente en el duodeno. Todo ello justifica la extrac- el estómago, permanezca en decúbito lateral iz-
ción de estos tipos de CE. El uso de antisecretores quierdo hasta que se practique la endoscopia, a fin
como terapia adyuvante puede ser recomendable. de evitar en lo posible, su paso a través del píloro.
Objetos romos Con la misma intención se puede administrar gluca-
gón, que disminuye la motilidad gástrica9.
El tamaño y en menor medida la forma del CE, con-
diciona nuestra actitud. Veamos los diferentes su- Técnicamente, remitimos a lo descrito para este
puestos y recomendaciones concretas. tipo de CE en el esófago, añadiendo la posibilidad
de uso de una campana de látex como medida de
❱❱ Objetos redondeados. El ejemplo tipo son nue- protección de la mucosa durante la extracción. Di-
vamente las monedas, aunque otros muchos cha campana se fija en la punta del endoscopio me-
son posibles. Si el diámetro de la moneda o de diante esparadrapo o seda para suturar, y se coloca
otro CE romo redondeado es inferior a 2-2,5 evertida hacia atrás en la introducción del aparato.
cm suele atravesar el píloro y posteriormen- Una vez asimos el CE, al retirar el endoscopio en
te el resto del tubo digestivo sin causar más su paso por el cardias generalmente la campana se
problemas. Este hecho se conoce bien por las evierte hacia delante, protegiendo a la mucosa del
descripciones previas a la introducción de la en- contacto con el CE. Una dificultad añadida en los CE
doscopia, y ha sido confirmado recientemente. gástricos, sobre todo cuando son pequeños, puede
A modo de ejemplo, los diámetros de nuestras ser encontrarlos en el estómago10.
monedas mayores son: 2 euros (25,75 mm), 1
euro (23,25 mm), 50 céntimos (24,25 mm). Es Cuerpos extraños en duodeno
discutible el tiempo que se debe esperar para
permitir la progresión espontánea, antes de in- Se trata de una situación infrecuente para la que re-
dicar la extracción por endoscopia. No obstante, sultan aplicables las mismas medidas y recomenda-
la mayoría de los autores recomiendan control ciones descritas para los CE alojados en el estóma-
radiológico semanal, y si no se ha producido la go. Por tanto, debe intentarse su extracción cuando
progresión espontánea en 3-4 semanas, inten- se trata de un objeto cortante/punzante o alargado
tar su extracción. Por el contrario, si el diámetro mayor de 5-7 cm con las mismas consideraciones
es mayor de 2-2,5 cm, es probable que no atra- técnicas mencionadas. La “C” rígida que forma el
viese el píloro por lo que resulta aconsejable duodeno con sus dos rodillas, hace que un CE largo
intentar su extracción en las primeras 24 horas. y rígido difícilmente pueda atravesarlo, con el ries-
go de complicaciones.
❱❱ Objetos esencialmente alargados. Una longitud
superior a los 5-7 cm también aconseja la ex-
tracción, dentro de las primeras 24 horas9.
Situaciones especiales
Estas normas generales no son aplicables a los pa- Ingestión de pilas
cientes con estómagos intervenidos, o con pato-
Las pilas pueden provocar lesión no sólo por la
logía conocida que dificulte la evacuación gástrica
presión que ejercen sobre la pared, sino también
(estenosis pilórica básicamente).
por la quemadura eléctrica y por el escape de las
Técnicamente, en el caso de las monedas deben sustancias que contienen (mercurio entre otras)
seguirse las recomendaciones descritas en el apar- que pueden ser la causa de intoxicación sistémi-
tado previo. En cuanto a los CE alargados grandes, ca. Las pilas convencionales son menos peligrosas
como pueden ser un cepillo de dientes o una cu- que las alcalinas y mucho menos que las “pilas bo-
charilla, además de las pautas descritas, se reco- tón”. Estas últimas contienen elementos altamente
238
14. Cuerpos extraños
Sí No
Control Rx2
¿Progresión en
2-4 semnas?
Sí No
Endoscopia
Actitud Extracción Extracción urgente
expectante endocópica endocópica <24 (± glucagón)
electiva3 horas3
239
Sección 2. Esófago
240
14. Cuerpos extraños
dad (por ejemplo, porque se ha objetivado su rotu- 3. Pfau PR, Ginsberg GG. Cuerpos extraños y be-
ra accidental), se utilizarán siempre los accesorios zoares. En: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ,
específicos diseñados a tal efecto. Editores. Sleisenger y Fordtran. Enfermedades
Digestivas y Hepáticas, Fisiopatologia, Diag-
Cuerpos extraños en reclusos/presos nóstico y Tratamiento. 8.ª Ed. Elsevier, Madrid,
Esta es una situación especial, con ciertas particu- 2008:499-513.
laridades (figura 5): 4. Hunter TB, Taljanovic MS. Foreign Bodies. Ra-
dioGraphics 2003;23:731-757.
❱❱ Frecuentemente se trata de CE múltiples, por lo
5. Karnwal A, Ho EC, Hall A, Molony N. Lateral soft
que es mandatario realizar radiografías de tórax
tissue neck X-rays: are they useful in manage-
y abdomen que incluyan el recto.
ment of upper aero-digestive tract foreign bo-
❱❱ Habitualmente son CE de bordes cortantes, pun- dies? J Laryngol Otol 2008;122:845-7.
zantes y de gran tamaño. A menudo han sido 6. Webb WA. Management of foreign bodies of
protegidos con silicona o cinta aislante, no visi- the upper gastrointestinal tract: update. Gas-
ble en las radiografías, pero que puede despren- trointest Endosc 1995;41:39-51.
derse a lo largo del tubo digestivo.
7. Smith MT, Wong RK. Esophageal foreign bodies:
❱❱ Es muy previsible la mala colaboración del pa- types and techniques for removal. Curr Treat
ciente durante la extracción, lo que hace acon- Options Gastroenterol 2006;9:75-84.
sejable la sedación profunda y en algunos casos 8. Sodeman TC, Harewood GC, Baron TH. As-
la anestesia general con intubación. Esto es sessment of the predictors of response to
obligado en CE de difícil extracción o mal agarre, glucagon in the setting of acute esophageal
para minimizar el riesgo de yatrogenia. food bolus impaction. Dysphagia 2004 Win-
❱❱ Durante el ingreso debe tomarse la precaución ter;19:18-21.
de no dejar al alcance de estos pacientes obje- 9. Sung SH, Jeon SW, Son HS, Kim SK, Jung MK,
tos que puedan ser ingeridos de nuevo, con la Cho CM et al. Factors predictive of risk for com-
misma finalidad. En este sentido no es aconseja- plications in patients with esophageal foreign
ble permitir el acceso a instrumentos eléctricos bodies. Dig Liver Dis 2011:3. [Epub ahead of
como radios (pilas) o cualquier otro objeto que print].
pueda ser deglutido. 10. Bertoni G, Pacchione D, Conigliaro R, Sassatelli
R, Pedrazzoli C, Bedogni G. Endoscopic pro-
Agradecimientos tector hood for safe removal of sharp-pointed
❱❱ Dr. Miguel Ángel Simón Marco (Servicio Aparato gastroesophageal foreign bodies. Surg Endosc
Digestivo, Hospital Clínico Universitario Lozano 1992;6:255-8.
Blesa, Zaragoza). 11. Litovitz T, Schmitz BF. Ingestion of cylindrical
❱❱ Dra. Pilar Cebollero Benito (Servicio de Cirugía and button batteries: an analysis of 2382 cases.
General, Hospital Universitario Miguel Servet, Pediatrics 1992;89:747-57.
Zaragoza). 12. Mandava N, Chang RS, Wang JH, Bertocchi M,
Yrad J, Allamaneni S et al. Establishment of a
❱❱ Dra. Elena Martínez Mombila (Servicio de Ra- definitive protocol for the diagnosis and mana-
diodiagnóstico, Hospital Universitario Miguel gement of body packers (drug mules). Emerg
Servet, Zaragoza).
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241
15 Trastornos motores del esófago
Carlos Martín de Argila, Daniel Boixeda
Servicio de Gastroenterología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid
E S Ó F A G O 243
Sección 2. Esófago
Esclerodermia, enfermedad mixta del Baja presión del EEI y contracciones simultáneas
tejido conectivo, artritis reumatoide y de baja amplitud en los dos tercios distales
lupus sistémico diseminado esofágicos
no está clara, habiéndose sugerido factores de habitantes5. Clínicamente se manifiesta por la pre-
carácter hereditario, degenerativo, autoinmune e sencia de disfagia de larga evolución, tanto para
infeccioso2. Se caracteriza por una infiltración in- sólidos como para líquidos, acompañada de inten-
flamatoria del plexo mientérico de Auerbach que sa regurgitación de alimentos y saliva. No es infre-
acaba provocando una degeneración neuronal en cuente que en las fases iniciales sea intermitente
la pared del esófago. La afectación es predominan- y predominantemente para líquidos (disfagia para-
temente de las neuronas inhibitorias productoras dójica). Algunos pacientes refieren pirosis, proba-
de óxido nítrico y polipéptido intestinal vasoactivo: blemente en relación con la producción de ácido
todo ello conduce a una actividad neuronal man- láctico del alimento retenido en el esófago. Otros
tenida de la estimulación colinérgica que provoca enfermos refieren dolor torácico, generalmente en
un aumento de la presión basal del EEI, una insufi- las formas más leves. La imposibilidad de nutrirse
ciente relajación del mismo tras la deglución y una adecuadamente conduce, en fases avanzadas, a
aperistalsis esofágica por la pérdida del gradiente estados de adelgazamiento y anemización. Otras
latente de presiones que permite las contracciones complicaciones incluyen la aparición de neumonitis
secuenciales (proceso mediado por el óxido nítrico
e incluso de abscesos pulmonares secundarios a epi-
en el esófago inferior)3,4.
sodios de broncoaspiración (figura 1). Éstos son de-
La incidencia de la acalasia es de 5 casos/100.000 bidos a la presencia de alimentos y secreción salival
habitantes/año y la prevalencia de 10 casos/100.000 retenidos en la luz del esófago y suelen manifestarse
244
15. Trastornos motores del esófago
A B
C D
por episodios de tos y sensación asfíctica de predo- ción esofágica de aspecto tortuoso, con ausencia
minio nocturno. Algunos pacientes desarrollan un de vaciamiento del contraste y un nivel hidroaéreo
carcinoma escamoso del esófago a largo plazo. superior irregular como consecuencia de los ali-
mentos retenidos (figura 1). Es característico el afi-
El diagnóstico viene sugerido por la clínica6. Ante
lamiento distal esofágico en forma de “pico de pá-
la sospecha debe realizarse un estudio radiológico
jaro”. La presencia de un divertículo epifrénico en
del esófago con bario que mostrará, en los estadios
el esófago distal también es sugestiva de acalasia4.
iniciales, un esófago de diámetro normal pero con
pérdida de la perístasis fisiológica. En fases más El diagnóstico debe confirmarse mediante una
avanzadas de la enfermedad, aparece una dilata- manometría esofágica (figura 2). Esta exploración
Peristalsis esofágica
Paciente con acalasia
Deglución Deglución Deglución
100 mmHg
Cuerpo
esofágico
Figura 2. Manometría de un paciente con acalasia. Obsérvese la ausencia de respuesta motora a la deglución en el cuerpo del
esófago.
245
Sección 2. Esófago
246
15. Trastornos motores del esófago
Dilatación
Miotomía Fracaso
neumática
Fracaso Fracaso
247
Sección 2. Esófago
inhibición neuronal a lo largo del cuerpo esofágico, En el tratamiento es importante lograr convencer
probablemente en relación con un descenso en la al enfermo de que el motivo de sus molestias no
biodisponibilidad de óxido nítrico4. es de origen cardiaco, sino esofágico. No se dispo-
ne actualmente de medicamentos que logren una
Clínicamente se caracteriza por dolor torácico de
desaparición completa de la sintomatología en este
frecuencia, intensidad y localización variables, que
trastorno esofágico. Los nitratos, bloqueantes del
generalmente tiene unas características difícil-
calcio y anticolinérgicos, reducen la amplitud de
mente distinguibles del dolor anginoso de origen
las contracciones pero no logran controlar de un
cardiaco y que además suele responder a la admi-
modo efectivo la sintomatología. Es importante
nistración de nitratos. Este dolor suele desenca-
denarse con las comidas. El otro síntoma cardinal tratar eficazmente el reflujo gastroesofágico31-33. La
de este cuadro es la disfagia. La disfagia es inter- dilatación neumática endoscópica, la inyección de
mitente, no progresiva, a sólidos y líquidos y suele toxina botulínica y la cirugía se han empleado en
desencadenarse con la ingestión de líquidos muy enfermos con sintomatología persistente no alivia-
calientes, situaciones de estrés e ingesta rápida de da con las medidas anteriormente citadas34-36. Sin
alimentos. No es raro que este trastorno se asocie embargo, no se dispone de estudios controlados
a sintomatología compatible con el síndrome del con estos tratamientos.
intestino irritable o disfunción urinaria y sexual en
mujeres4,29. Esófago en “cascanueces” y EEI hipertenso
El diagnóstico del espasmo esofágico difuso se rea- Estos dos trastornos pueden englobarse en la de-
liza mediante la manometría esofágica. El trazado nominación de esófago hipertenso. En el esófago
típico es el de contracciones simultáneas intermi- “en cascanueces” se observan contracciones de
tentes interrumpidas por trazados con peristalsis gran amplitud (dos veces la desviación estándar
normal30. “La manometría de alta resolución ha observada en personas normales) que afectan
permitido caracterizar mejor este trastorno mo- al cuerpo esofágico. Cuando estas contracciones
tor”9. La radiografía con bario esofágica muestra afectan al EEI se utiliza el término EEI hipertenso4.
imágenes muy dispares y diferentes según el mo- En ambas situaciones la peristalsis es normal. Con
mento en que se realiza la exploración (figura 4). Se cierta frecuencia ambas alteraciones coinciden, en
pueden emplear pruebas de provocación del dolor cuyo caso la denominación apropiada es esófago
torácico (distensión con balón, test del tensilon). hipercontráctil37. La etiología de estos trastornos se
La realización de una pH-metría de 24 horas es útil desconoce. Como en el espasmo esofágico difuso,
para identificar la presencia de una enfermedad se aduce que pudieran estar en relación con situa-
por reflujo gastroesofágico (ERGE), presente en un ciones de estrés y con reflujo gastroesofágico.
20-50% de estos pacientes4.
Desde el punto de vista clínico, estos trastornos
se caracterizan por la aparición de dolor torácico
provocado por la gran amplitud de las ondas de
contracción esofágica (peristalsis sintomática). Más
rara es la presencia de disfagia.
Aunque el diagnóstico puede venir sugerido por la
clínica, su confirmación requiere de una manome-
tría esofágica (tabla 1). La radiografía con bario es
de poca utilidad dado que la peristalsis esofágica
es normal.
El tratamiento es similar al descrito en el espasmo
esofágico difuso.
248
15. Trastornos motores del esófago
249
Sección 2. Esófago
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250
16 Tumores malignos del esófago
Gloria Fernández Esparrach, Antoni Castells Garangou*
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic, Barcelona
* IDIBAPS, CIBERehd
E S Ó F A G O 251
Sección 2. Esófago
252
16. Tumores malignos del esófago
Figura 3. Imágenes endoscópicas de cáncer de esófago. A) Adenocarcinoma sobre esófago de Barrett. Por ecoendoscopia se
apreció infiltración de la submucosa (T1N0M0). B) Neoformación vegetante y estenosante en esófago distal (adenocarcinoma).
C) Neoformación ulcerada en esófago medio (carcinoma escamoso).
253
Sección 2. Esófago
Figura 5. Imágenes radiológicas de un carcinoma del esófago. La imagen de la izquierda muestra un defecto de repleción en
el esófago medio y una estenosis en el extremo distal. La imagen de la derecha muestra un segmento de bordes anfractuosos
claramente sugestivos de infiltración neoplásica.
254
16. Tumores malignos del esófago
A B C
Figura 6. Imágenes ecoendoscópicas de cáncer de esófago. A) El tumor afecta la mucosa y no se puede descartar afectación de la
submucosa (T1). B) El tumor infiltra todas las capas hasta la muscular propia sin sobrepasarla (T2). C) Se aprecia infiltración de la
pared gástrica del fundus hasta la serosa (T3).
les (antígeno carcinoembrionario, CA19-9 y CA125) momento del diagnóstico. Además, en menos del
poseen una baja sensibilidad y especificidad, por lo 60% de los pacientes con cáncer resecable va a ser
que son de poca utilidad en el cribado, predicción posible realizar una resección curativa. De manera
de la respuesta, valoración pronóstica y seguimien- global, la supervivencia a cinco años es inferior al
to del CE. 20%. Tras una cirugía radical, la supervivencia a
cinco años es del 95% en el estadio 0, 50-80% en
el estadio I, 30-40% en el estadio IIA, 10-30% en el
Estadio y pronóstico estadio IIB y 10-15% en el estadio III. Los pacientes
El estadio del CE se establece de acuerdo a la cla- con enfermedad metastásica (estadio IV) tratados
sificación TNM (tabla 1), la cual tiene en cuenta las con quimioterapia paliativa tienen una media de
características del tumor primario, la afectación supervivencia inferior a doce meses.
ganglionar y la presencia de metástasis a distan-
cia5. Alrededor de un 50% de los pacientes pre- Entre las variables con valor predictivo en relación
sentan enfermedad irresecable o metastásica en el con la supervivencia destacan la pérdida de peso
Metástasis
M0 ausencia
M1a afectación de los ganglios celíacos o cervicales
M1b presencia de metástasis a distancia
255
Sección 2. Esófago
superior al 10%, la disfagia, el tamaño del tumor, ción de tratamiento resectivo. En los últimos años
la edad avanzada y la presencia de micrometástasis se ha demostrado la eficacia de la mucosectomía
ganglionares identificadas mediante técnicas inmu- endoscópica y, más recientemente, del tratamien-
nohistoquímicas. Recientemente, se ha propuesto to ablativo con radiofrecuencia6. Este último, tiene
un índice pronóstico que combina niveles de pro- menos complicaciones que la mucosectomía exten-
teína C reactiva, peso perdido y estadio TNM. sa y es igual de efectivo. Si no se efectúa ningún tra-
tamiento, la probabilidad de CE invasivo a los tres
años es del 50%.
Prevenciones primaria y secundaria
Los dos pilares más importantes en la profilaxis Tratamiento del cáncer de esófago
primaria del CE son el abandono del hábito tabá-
quico y la moderación en el consumo de alcohol. localizado
En este sentido, el riesgo de CEE se reduce de for- El pronóstico global de los pacientes con CE no se
ma significativa, diez años después del abandono ha visto modificado sustancialmente en los últimos
del hábito tabáquico, mientras que son necesarios años a pesar de la introducción de las nuevas mo-
treinta años para que se observe un efecto similar dalidades terapéuticas. Ello se debe, fundamental-
en relación con el AE. Por otra parte, se ha sugerido mente, a que el diagnóstico sigue efectuándose en
que el consumo de frutas y vegetales frescos podría fases avanzadas de la enfermedad5. Sin embargo, la
reducir el riesgo de CE. morbilidad y mortalidad asociadas a la cirugía han
disminuido sustancialmente gracias a la mejora en
Excepto en áreas de alto riesgo, la relativa baja inci-
las técnicas de estadificación, selección de pacien-
dencia del CE, la ausencia de sintomatología precoz
tes y experiencia quirúrgica.
y la rareza de las formas hereditarias hacen inviable
una estrategia de cribado poblacional. Distinto es el La resección quirúrgica es el tratamiento de elec-
caso de los pacientes con esófago de Barrett que son ción en pacientes con tumores en estadios iniciales
claramente tributarios de un programa de cribado (T1-T2N0M0) siendo la modalidad más frecuente
mediante la realización de un seguimiento endoscó- la esofaguectomía total o subtotal con linfadenec-
pico periódico ya que la incidencia de displasia de tomía y reconstrucción del tránsito mediante una
bajo grado, de alto grado y de cáncer es de 4%, 1% y gastroplastia o coloplastia7. La morbimortalidad
0,5% por año, respectivamente. La mayoría de las re- perioperatoria tiene relación con la experiencia del
comendaciones abogan por la realización de una en- equipo quirúrgico. Un estudio reciente demuestra
doscopia alta cada 2-4 años en ausencia de displasia que la mortalidad oscila entre 3 y 12% en función
epitelial, y más frecuentemente si se detecta displa- del número de esofaguectomías realizadas (más o
sia de bajo grado (ver capítulo 11: “La enfermedad menos de cinco al año, respectivamente). La mor-
por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones”). bilidad operatoria oscila entre 30 y 50%. Las com-
plicaciones más frecuentes son pulmonares (ate-
Es bien conocido que la administración de inhibi- lectasia, neumonías), cardiacas (arritmias, infarto
dores de la bomba de protones mejora los sínto- de miocardio, insuficiencia cardiaca), infecciones y
mas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico y fugas del asa anastomótica.
consigue una reparación completa de la mucosa de
pacientes con esofagitis péptica, pero no es efecti- La mucosectomía endoscópica es una terapéutica
va para revertir la metaplasia del tratamiento del mínimamente invasiva del tracto gastrointestinal y
esófago de Barrett. Por otro lado, y tal como se ha está siendo usada como tratamiento del CEE superfi-
demostrado en un estudio retrospectivo reciente, cial en Japón aunque en los últimos años ha ganado
el uso diario de dosis variables de Aspirina® duran- aceptación en los países occidentales. Las indicacio-
te un mínimo de cinco años ha demostrado reducir nes de mucosectomía incluyen CEE bien o modera-
la mortalidad por AE (HR 0,36; rango 0,21-0,63). El damente diferenciado limitado a la lámina propia y
con ausencia de invasión venosa o linfática6.
tratamiento ablativo con radiofrecuencia consigue
el restablecimiento de la mucosa esofágica normal La radioterapia como alternativa al tratamiento
casi en el 100% de los pacientes con esófago de quirúrgico ha sido evaluada en pacientes con CEE y
Barrett a los cinco años del tratamiento inicial. La contraindicaciones para la cirugía7. Una revisión de
detección de displasia de alto grado (carcinoma in estudios no controlados sugería una supervivencia
situ) en pacientes con esófago de Barrett es indica- a los cinco años similar a la de los pacientes ope-
256
16. Tumores malignos del esófago
rados. Sin embargo, era menos eficaz en el trata- tumor en el 25-35% de los casos con una supervi-
miento de la disfagia y se asociaba a la aparición de vencia de aproximadamente cinco meses7.
fístulas esofagotraqueales.
La quimioterapia mediante administración de 5-fluo-
La utilidad de la quimioterapia preoperatoria7 (ha- ruracilo o irinotecan consigue una respuesta parcial
bitualmente cisplatino y 5-fluoruracilo) ha sido (reducción del 50% del tamaño tumoral) en el 15-
evaluada en dos estudios multicéntricos con resul- 30% de los pacientes con CE avanzado. La combi-
tados dispares. En uno de ellos realizado en EE.UU. nación de cisplatino a estos fármacos podría incre-
no se observaron diferencias en la supervivencia, mentar la tasa de respuestas hasta el 35-55%. Otras
mientras que en un segundo estudio efectuado combinaciones podrían incluso conseguir un mayor
en Gran Bretaña se constató un incremento de la efecto antitumoral pero a expensas de una toxicidad
supervivencia a los dos años (34% con cirugía sola muy elevada. Aunque el tratamiento quimioterápico
versus 43% con tratamiento combinado). puede paliar los síntomas en una proporción signifi-
cativa de pacientes, no aporta ningún beneficio en
Diversos ensayos clínicos aleatorizados han eva-
términos de supervivencia6.
luado la utilidad del tratamiento neoadyuvante
mediante combinación de radioterapia y quimiote-
rapia previa a la cirugía, demostrando un beneficio
en términos de resecabilidad, supervivencia libre
Tratamiento sintomático
de enfermedad y desarrollo de metástasis a distan- ❱❱ Disfagia y obstrucción. La cirugía ofrece la mejor
cia, pero no en relación con la supervivencia global. paliación y la más rápida en el tratamiento de
la disfagia en pacientes con CE localizado. En
La quimioterapia y radioterapia postoperatoria se pacientes con enfermedad irresecable, la admi-
utilizan frecuentemente en pacientes con afecta- nistración de quimioterapia parece ser tan eficaz
ción de los márgenes de resección aunque no se ha como la radioterapia en la paliación de la disfagia,
demostrado de forma inequívoca un efecto benefi- pudiendo ejercer además un efecto antitumoral
cioso de esta estrategia. a nivel metastásico. Con la quimioterapia cabe
esperar una mejoría o resolución de la disfagia
Tratamiento del cáncer de esófago en el 70-90% de los pacientes tras 2-6 semanas
de tratamiento. Otras alternativas que pueden
avanzado paliar la disfagia incluyen la dilatación con balón,
la terapia fotodinámica, la ablación con láser o
La braquiterapia es una modalidad de tratamiento
la colocación de una prótesis esofágica (figura
paliativo con la que se consigue un control local del
7). Esta última representa la opción más coste-
efectiva. No obstante, las prótesis esofágicas
Figura 7. Prótesis enteral cubierta colocada para el tratamiento paliativo de la disfagia de un paciente con un
adenocarcinoma de la unión gastroesofágica.
257
Sección 2. Esófago
258
SECCIÓN 3
ESTÓMAGO
17 Trastornos del vaciamiento
gástrico. Gastroparesia. Atonía
gástrica. Estenosis pilórica
Yago González Lama*, Javier P. Gisbert**
Servicio de Aparato Digestivo
*Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda, Madrid
** Hospital Universitario de La Princesa. Madrid. CIBERehd
E S T Ó M A G O 261
Sección 3. Estómago
que la parte sólida sufre estasis en la cavidad ca, por lo que su erradicación estaría indicada como
gástrica. primera aproximación terapéutica incluso cuando
existe estasis gástrico o se sospecha que exista un
❱❱ Diabetes mellitus. En aquellos pacientes en que
componente fibrótico en la estenosis3.
se desarrolla una neuropatía autónoma llegan
a objetivarse alteraciones postprandiales tanto
en la acomodación, como en la contracción del
estómago proximal.
Gastroparesia
Se debe considerar el diagnóstico de gastroparesia
❱❱ Dispepsia funcional tipo dismotilidad (distrés en aquellos pacientes que presenten síntomas ca-
postprandial). Se trata de un cuadro caracteri- racterísticos de dificultad del vaciamiento gástrico,
zado por la presencia de epigastralgia, náusea, como son: náuseas (93%), epigastralgia (90%), vó-
sensación de saciedad precoz y/o plenitud pos- mitos (68%), sensación de saciedad precoz (86%),
tprandial sin evidencia alguna de causa orgánica plenitud postprandial o de distensión abdominal, e
o trastorno bioquímico que justifique los sínto- incluso pérdida de peso, y padezcan además algu-
mas. Se ha comprobado que algunos de estos na enfermedad susceptible de tener esta complica-
pacientes tienen una capacidad de adaptación a ción4, 5. Entre ellas deben citarse las siguientes:
la presión intraluminal (compliance) menor que
los controles sanos, lo que podría justificar los ❱❱ Diabetes mellitus. Se reconoce como la causa
síntomas. Además muchos de estos pacientes más frecuente de gastroparesia. De hecho, se
sufren un trastorno sensitivo que contribuye a ha observado retraso del vaciamiento gástrico
la sintomatología (hipersensibilidad visceral)2. en una importante proporción de pacientes con
ambos tipos de diabetes, aunque la prevalencia
Antro y coordinación antroduodenal de pacientes sintomáticos es mucho menor, en
torno al 10%. La fisiopatología de este trastorno
Cuando la función antral o la coordinación antro-
tiene su origen en la disfunción autonómica aso-
duodenal no son adecuadas, la mezcla y triturado
ciada a la neuropatía, típica de pacientes de larga
de los nutrientes es deficiente, así como el aclara-
evolución, con un mal control de la enfermedad.
miento de las partículas sólidas. Las alteraciones
No es inhabitual que estos pacientes presenten,
motoras antrales pueden ser de varios tipos. Así,
a su vez, otras complicaciones típicas de la dia-
puede haber tanto un descenso de la frecuencia,
betes avanzada (oftalmológicas, nefrológicas o
como una reducción en la amplitud de las contrac-
neurológicas). Además, se ha comprobado que la
ciones, (ej.: enfermedades infiltrativas). Por otro
hiperglucemia, en sí misma, enlentece la motili-
lado, la hipomotilidad antral puede ser el resultado
dad gástrica contribuyendo a un mal control de
de una disritmia del marcapasos gástrico, tanto por
las glucemias. Así, en los pacientes con diabetes,
exceso (taquirritmia), como por defecto (bradirrit-
el retraso en el vaciamiento gástrico del alimento
mia). En algunos casos se ha descrito una mezcla
puede resultar en un desfase entre el momento
de ambas (taquibradirritmia), como se ha descrito
de la inyección de la insulina y la absorción del
en la gastroparesia diabética o en la hiperemesis
alimento, contribuyendo a la aparición de hipo-
gravídica.
glucemias. Estas consideraciones han propiciado
el desarrollo de diferentes estrategias terapéuti-
Píloro cas dirigidas a modular el vaciamiento gástrico
Existen dos cuadros asociados a la disfunción mo- con el propósito de alcanzar un adecuado control
tora del píloro: la estenosis hipertrófica idiopática glucémico6, 7.
del píloro y la gastroparesia diabética. En el primer
❱❱ Esclerodermia. Se trata de una enfermedad
caso, la falta de neuronas inhibitorias conduce a
infiltrativa en la que el enlentecimiento del
una ausencia de relajación pilórica. En la gastro-
vaciamiento gástrico contribuye a empeorar la
paresia el tono basal del píloro está aumentado,
sintomatología esofágica, además de producir
lo que contrasta con la hipomotilidad antral. No
vómitos y en ocasiones malnutrición. La tabla 1
obstante, la alteración más frecuentemente rela-
muestra los signos que permiten sospechar el
cionada con una dificultad para el vaciado gástri-
padecimiento de esclerodermia.
co es la estenosis pilórica (véase más adelante).
La presencia de Helicobacter pylori juega un papel ❱❱ Alteraciones yatrogénicas. Existen numerosas
fundamental en muchos casos de estenosis pilóri- causas, médicas y quirúrgicas, causantes de
262
17. Trastornos del vaciamiento gástrico
TABLA 1 . Síntomas y signos que permiten sospechar el cia ello, o alteración en su percepción corporal.
padecimiento de esclerodermia Algunos casos de anorexia pueden conducir a si-
tuaciones de atonía y dilatación aguda gástrica
(ver más adelante).
❱❱ Fenómeno de Raynaud.
❱❱ Piel áspera en las manos. Métodos diagnósticos
❱❱ Telangiectasia facial y malar.
El diagnóstico de gastroparesia requiere la demos-
❱❱ Artropatía de pequeñas articulaciones. tración de un vaciamiento gástrico enlentecido
❱❱ Síndrome de Sjogren. mediante diferentes procedimientos diagnósticos.
❱❱ Crepitantes a la auscultación por afectación Habitualmente, estos se llevan a cabo en pacientes
pulmonar. con síntomas importantes o que no responden al
❱❱ Signos de disfunción autonómica. tratamiento médico inicial.
• Ausencia de reacción pupilar a la luz. ❱❱ Aproximación inicial. La anamnesis y la explo-
• Seudopupila de Argyll-Robertson. ración física son primordiales para determinar
no solo las características de los síntomas, sino
aquellas enfermedades subyacentes que pue-
den cursar con gastroparesia. Una analítica
gastroparesia. De especial importancia son los general ayuda a identificar enfermedades aso-
fármacos: antidepresivos, antibióticos, antico- ciadas y detectar alteraciones nutricionales. Por
linérgicos, dopaminérgicos… La cirugía gástrica otra parte, la endoscopia digestiva alta permite
previa suele producir estasis gástrico general- excluir obstrucción mecánica o enfermedad mu-
mente por denervación vagal, accidental o in- cosa responsable de los síntomas.
tencionada, lo que no se debe confundir con
los cuadros suboclusivos secundarios a adhe- ❱❱ Escintigrafía. El estudio del vaciamiento gástrico
rencias intestinales típicos de los pacientes con con radioisótopos constituye el patrón oro para
antecedentes de cirugía abdominal. De hecho, diagnosticar este tipo de trastornos, siendo más
este problema se reconoce como la complica- eficaz cuando se emplea una g-cámara para
ción más frecuente de la cirugía de diferentes múltiples isótopos, que permite evaluar el va-
procesos pancreáticos, que incluye pancreato- ciamiento de sólidos (tecnecio), aparentemente
duodenectomía8. más sensible que el de líquidos (indio). Este últi-
mo queda reservado en principio para la evalua-
❱❱ Enfermedades neurológicas. Numerosas enfer- ción del síndorme de Dumping o los trastornos
medades neurológicas tienen un componente de
postquirúrgicos10. Recientemente se han hecho
dismotilidad intestinal que se puede presentar
como estasis gástrico con náuseas y vómitos. El esfuerzos por estandarizar este procedimiento,
control neurológico extrínseco, dependiente del de forma que este test sea más uniforme, fiable
nervio vago y la inervación simpática espinal se y útil para la práctica clínica11.
ven afectados en la esclerosis múltiple, patología ❱❱ Otras exploraciones. La manometría gastroin-
cerebral vascular o tumoral, neuropatía diabética
testinal permite medir variaciones en la presión
o amiloide, etc. En la enfermedad de Parkinson
la gastroparesia forma parte de los múltiples sín- intraluminal y distinguir así entre trastornos
tomas digestivos que con frecuencia la acompa- miopáticos o neuropáticos. Existe la posibilidad
ñan, con la particularidad de que en estos casos de efectuar un registro de 24 horas que permite
no pueden administrarse ciertos fármacos anti- evaluar la actividad postprandial y nocturna. En
dopaminérgicos en su tratamiento9. los últimos años se ha desarrollado una cápsula
que, una vez ingerida por el paciente, es capaz
❱❱ Enfermedades psiquiátricas. En ocasiones, dis- de medir el pH, la temperatura y la presión a la
tinguir un trastorno del vaciamiento gástrico de lo largo del tubo digestivo, lo que permite en-
un desorden alimentario que curse con vómitos tre otras cosas medir el tiempo de vaciamiento
puede ser difícil. Además, se han documentado gástrico. El procedimiento se correlaciona de
disritmias en el tracto digestivo de pacientes forma fiable con los métodos escintigráficos,
con anorexia nerviosa. Es de capital importan- con la ventaja de que se trata de un método
cia la historia clínica, especialmente en mujeres sencillo, ambulatorio y no radiactivo12. También
jóvenes, con pérdida de peso e indiferencia ha- se ha empleado el test del aliento con 13C13, la
263
Sección 3. Estómago
ultrasonografía abdominal (2D y 3D)14 e incluso pero cuya eficacia en este escenario no está
la resonancia magnética15, pero su aplicabilidad tan clara, es la cinitaprida19.
clínica es menor.
■■ Eritromicina (3 mg/kg/8 h iv). Es un poten-
te gastroquinético, que se usa de forma en-
Tratamiento dovenosa en situaciones agudas20. También
El tratamiento de la gastroparesia incluye tres me- se puede emplear de forma oral21 aunque
didas básicas: induce taquifilaxia e importantes efectos
secundarios, tanto por su acción antibiótica
❱❱ Corregir la deshidratación, las alteraciones elec- (colitis seudomembranosa, resistencias bac-
trolíticas y del equilibrio ácido-base y el estado terianas...), como por su toxicidad intrínseca
nutricional. Se recomiendan ingestas frecuentes (ototoxicidad).
y poco copiosas, pobres en grasas y sin fibra. El
hecho de comer de pie puede favorecer el va- ■■ Levosulpirida (25 mg/8 h vo). Se trata de un
ciado gástrico debido a la fuerza de la gravedad. antagonista dopaminérgico que a la vez es un
Si no se consigue un aporte oral adecuado, se agonista serotoninérgico, lo que le confiere
puede intentar la alimentación a través de una un efecto colinérgico que acelera el vacia-
miento gástrico y vesicular, con un perfil de
sonda yeyunal. Probablemente, el dato que re-
seguridad aceptable22.
fleja compromiso nutricional de un modo más
objetivo, es la pérdida de peso, por el cual se Cabe llamar la atención sobre el hecho de que el
han de iniciar diferentes intervenciones nutri- papel que los inhibidores de la bomba de proto-
cionales10. nes (IBP) pueden tener en este tipo de pacientes
es controvertido, ya que en algunos casos pueden
❱❱ Control de la glucemia (puede mejorar la fun-
llegar a dificultar el vaciamiento gástrico23. Los IBP
ción motora gástrica). pueden, a su vez, agravar el sobrecrecimiento bac-
❱❱ Tratamiento farmacológico: teriano, comúnmente observado en casos de seu-
doobstrucción intestinal.
■■ etoclopramida (10-20 mg/8 h vo, 20 min
M
antes de las comidas). Posee una acción an- ❱❱ Marcapasos gástrico. La estimulación eléctrica
tiemética y procinética. La formulación en- gástrica, de alta frecuencia y con baja energía,
dovenosa resulta adecuada para pacientes ha demostrado mejorar la calidad de vida de
hospitalizados. Su utilización se ve limitada estos pacientes, reducir los costes y aliviar los
por sus posibles efectos secundarios extrapi- síntomas, incluidos los vómitos, las alteraciones
ramidales, especialmente frecuentes con su nutricionales e incluso el mal control de la dia-
uso a largo plazo. betes24.
■■ Domperidona (10-20 mg/8 h vo, 20 min an- ❱❱ Tratamiento quirúrgico. Se han ensayado nume-
rosos procedimientos como gastrostomía, yeyu-
tes de las comidas). Posee menos efectos
nostomía, gastrectomía... Aunque la experien-
adversos neurológicos ya que no atraviesa la
cia en la literatura es muy limitada, parece que
barrera hematoencefálica. Se ha demostrado
el procedimiento más eficaz es la gastrectomía
una mejoría clínica tras su administración a
completa, aunque la valoración quirúrgica de
largo plazo, pero ello no se ha podido rela-
este tipo de pacientes ha de ser llevada a cabo
cionar con un mejor vaciamiento gástrico16. con cautela25.
■■ Cisaprida (10-20 mg/8 h vo, 20 min antes de
las comidas). Tanto su administración oral
como endovenosa ha conseguido mejorar Dilatación aguda gástrica
el vaciamiento gástrico17. Su utilización, sin La dilatación aguda del estómago puede ser el
embargo, ha sido restringida por su poten- resultado de una disfunción motora gástrica o de
cial arritmiogénico al prolongar el segmento una obstrucción mecánica causante de una este-
QT18. Este riesgo aumenta cuando se emplea nosis pilórica. En el último caso, la etiología más
junto a otros fármacos que también alargan frecuente es una úlcera péptica, el cáncer de estó-
el QT (b-bloqueantes, antiarrítmicos, antide- mago o un tumor retroperitoneal. Cuando la atonía
presivos...). Una alternativa oral más segura, es la consecuencia de una disfunción motora, en
264
17. Trastornos del vaciamiento gástrico
la mayoría de los casos suele identificarse una ce- TABLA 2 . Causas de dilatación aguda gástrica
toacidosis diabética, un traumatismo o una cirugía
abdominal reciente. En otros casos se detecta un
problema neuropsiquiátrico, incluyendo la parálisis ❱❱ Traumatismos y cirugía abdominal.
cerebral, la distrofia miotónica de Duchenne o la ❱❱ Cetoacidosis diabética.
anorexia nerviosa. La tabla 2 expone las causas de
❱❱ Anorexia nerviosa.
dilatación aguda gástrica no asociadas a estenosis
del píloro. La patogénesis de la dilatación aguda del ❱❱ Parálisis cerebral.
estómago no está clara. En algunas ocasiones surge ❱❱ Distrofia miotónica de Duchenne.
como consecuencia de un desequilibrio hidroelec- ❱❱ Aerofagia psicógena y bulimia.
trolítico (ej.: cetoacidosis diabética). En los trastor- ❱❱ Gastroscopia.
nos neurológicos, el mecanismo responsable pare-
❱❱ Esclerosis de varices.
ce guardar relación con una denervación extrínseca
del vago o en una degeneración del músculo liso. ❱❱ Gastrostomía percutánea.
En los casos de anorexia nerviosa, la dilatación agu-
da puede ser el resultado de una atrofia de la capa
muscular. En raras ocasiones la dilatación aparece
broncoaspiración. En algunas ocasiones la presión
como complicación de una técnica endoscópica, in-
intragástrica puede conducir a la perforación del
cluyendo la esclerosis de varices o la gastrostomía
órgano. La presentación clínica de la dilatación agu-
endoscópica.
da gástrica es variable e incluye sensación de pleni-
En la dilatación aguda gástrica el estómago se dis- tud y malestar en el estómago, náuseas y vómitos
tiende con gas provocando un incremento de la y en las formas más graves los síntomas propios de
presión intragástrica (figura 1). La mucosa adquiere cualquiera de las complicaciones mencionadas. En
un estado congestivo con áreas de infiltración he- estos casos el examen físico muestra un paciente
morrágica. La compresión que ejerce el estómago pálido y sudoroso con taquicardia o bradicardia. La
sobre la cava inferior disminuye el retorno venoso percusión del abdomen puede mostrar timpanismo
siendo causa de compromiso hemodinámico con y chapoteo gástrico. El diagnóstico puede verificar-
taquicardia e hipotensión. La compresión sobre los se mediante una Rx simple de abdomen (figura 1).
diafragmas puede provocar insuficiencia respira- El tratamiento debe ir dirigido a la corrección del
toria restrictiva y el vómito causar neumonitis por
A B C
Figura 1. Radiografía simple de abdomen que muestra una dilatación aguda gástrica en relación con diferentes etiologías:
A) Diabetes mellitus. B) Estenosis pilórica péptica. C) Estenosis pilórica neoplásica.
265
Sección 3. Estómago
factor precipitante y a la descompresión del estó- gran mayoría son úlceras duodenales o del canal
mago mediante aspiración nasogástrica. pilórico), especialmente desde el advenimiento de
los fármacos capaces de producir una inhibición
potente de la secreción ácida gástrica (SGA) y de
Síndrome de Dumping nuestra capacidad para identificar y erradicar la
infección por Helicobacter pylori interrumpiendo
El síndrome de Dumping se define como el conjun- con ello la historia natural de la úlcera péptica, ca-
to de manifestaciones digestivas y sistémicas que racterizada por remisiones y recidivas. Otras cau-
surgen como resultado de un vaciamiento rápido sas incluyen el cáncer de la región antropilórica o
de gran cantidad de líquidos, alimentos osmótica- algunos procesos que comprimen esta misma re-
mente activos y sólidos. La mayoría de los casos gión de forma extrínseca (tumores o seudoquistes
aparecen como secuela de una cirugía gástrica pancreáticos,etc.).
(vagotomía y piloroplastia, gastroyeyunostomía,
En su patogenia intervienen algunos factores re-
funduplicatura de Nissen), aunque se han descrito
versibles como el edema y el espasmo pilórico que
formas idiopáticas. Clínicamente se manifiesta por
acompañan a la inflamación y otros difícilmente
saciedad precoz, malestar abdominal, hipotensión
reversibles como la fibrosis que surge como con-
e hipoglucemia. La hipotensión traduce una situa-
secuencia del proceso de colagenización reparati-
ción de hipovolemia que se explica por el trasva-
va de la lesión. Es importante considerar estos dos
se de líquidos desde el compartimento vascular a
elementos, porque el tratamiento médico-conser-
la luz intestinal atraídos por la presencia de una
vador basado en reposo digestivo, aspiración naso-
carga osmótica importante en el intestino (funda-
gástrica y fármacos antisecretores, logran revertir
mentalmente glúcidos). La liberación de péptidos
el componente inflamatorio y el espasmo asociado,
intestinales con poder vasoactivo (neurotensina,
resolviendo el componente reversible de la enfer-
VIP, serotonina, sustancia P y catecolaminas) es
medad. Sin embargo, cuando existe un componen-
responsable de algunos síntomas sistémicos como
te fibrótico importante, puede ser necesaria una
palpitaciones, diaforesis y flushing. Con menor fre-
corrección quirúrgica.
cuencia los síntomas del Dumping aparecen algu-
nas horas después de la ingesta. Ello obedece a la A menudo el primer síntoma de la estenosis pilórica
hipoglucemia que surge como consecuencia de la es la hipoorexia. Llama la atención que pacientes
liberación pancreática de insulina en respuesta a la que con anterioridad encontraban alivio de dolor
presencia de elevadas concentraciones de glucosa ulceroso al taponar el pH ácido del estómago con
en la circulación portal, tras su absorción intestinal el propio alimento, muestran ahora inapetencia
(Dumping tardío). La mayoría de los pacientes con y rechazo del alimento. Este síntoma, a menudo
Dumping responden a medidas dietéticas (comidas constituye el primer indicador de un problema para
poco copiosas, ricas en grasas y proteínas y bajas el vaciado gástrico. Otros síntomas que sugieren la
en carbohidratos en el Dumping precoz y ricas en presencia de una retención gástrica incluyen náu-
carbohidratos en los casos de Dumping tardío), las seas, saciedad precoz, disconfort o dolor epigástri-
cuales se pueden reforzar con la adición de acar- co y finalmente vómitos y pérdida de peso. En las
bosa, para los pacientes en los que predomina la series más largas publicadas, el vómito constituye
hipoglucemia, o con goma de Guar o pectina para el síntoma de presentación más frecuente (80%). La
retardar el vaciamiento gástrico. En algunos casos, presencia de vómitos que contienen alimentos in-
puede ensayarse un tratamiento con análogos de la geridos al menos 8-12 horas antes (vómitos “reten-
somatostatina, habiéndose empleado preparados cionistas”) no aparece siempre, pero su presencia
de liberación retardada con buenos resultados26. apoya fuertemente el diagnóstico.
Los raros casos que no responden a estas medidas La duración promedio de los síntomas suele ser de
deben ser considerados para una cirugía que logre un mes, aunque un 30% de los casos presentan sín-
retardar el vaciamiento gástrico (por ejemplo, con- tomas durante más de tres meses, antes del diag-
vertir una vagotomía y piloroplastia en una antrec- nóstico. No obstante, existe una amplia variabilidad
tomía con reconstrucción en Y de de Roux)27, o para en la forma de presentación. Así, algunos factores
diferentes formas de nutrición enteral, si bien los como la edad o la presencia de enfermedades
resultados de ambas alternativas son variables26. asociadas pueden distorsionar el patrón típico de
presentación. Los pacientes ancianos, por ejemplo,
Estenosis pilórica a menudo presentan un grado importante de hipo-
sensibilidad visceral que determina una aparición
La estenosis pilórica es la menos frecuente de las tardía de los síntomas. El dolor llega a ser importan-
complicaciones de la úlcera gastroduodenal (la te sólo en un grupo reducido de pacientes.
266
17. Trastornos del vaciamiento gástrico
El examen físico puede revelar en formas avanza- insuficiencia renal con elevación de los niveles
das signos de malnutrición y deshidratación, con plasmáticos de urea y creatinina. A su vez, resulta
manifestaciones de hipovolemia: taquicardia e hi- característica la presencia de una alcalosis hipoclo-
potensión. La percusión sobre el epigastrio puede rémica e hipopotasémica, debida a las pérdidas de
revelar un bazuqueo o chapoteo gástrico caracte- Na, Cl, K e hidrogeniones contenidos en el vómito.
rístico (persistencia de ruidos hidroaéreos 4-6 ho- El riñón contribuye a mantener la homeostasis cir-
ras después de la ingesta). culatoria reteniendo sodio (un fenómeno común
Los exámenes elementales de laboratorio pueden a todas las situaciones de depleción del comparti-
mostrar un valor hematocrito falsamente normal mento vascular) mediante la activación del eje reni-
o incluso aumentado, debido a la hemoconcen- na-angiotensina-aldosterona. En fases más avanza-
tración asociada a situaciones de deshidratación das, el fallo renal puede abocar a una situación de
o disminuido cuando el enfermo es portador de acidosis metabólica.
una lesión que ha provocado anemia por déficit
de aporte de nutrientes (vómitos y anorexia) o por La Rx simple de abdomen puede mostrar un nivel
pérdidas de sangre oculta en las heces (más fre- hidroaéreo de retención con el paciente en bipe-
cuentemente en neoplasias). destación. La administración de papilla de bario
Cuando los vómitos han sido cuantiosos y pro- revela la imposibilidad de vaciado gástrico y el
longados la hipovolemia determina un fallo en la examen endoscópico la naturaleza de la estenosis
presión de filtrado glomerular que conduce a una (benigna o maligna) (figura 2).
A B
C D
Figura 2. Imágenes endoscópicas de varias lesiones causantes de estenosis pilórica: A) Úlcera pilórica. B) Estenosis fibrótica bulbar
postpilórica secundaria a la cicatrización de una úlcera duodenal. C) Neoformación ulcerada en antro gástrico prepilórico. D) Neo-
formación infiltrante en antro gástrico.
267
Sección 3. Estómago
A B C
Figura 3. La dilatación endoscópica con balón es una opción terapéutica en los pacientes con estenosis péptica benigna, que
puede evitar la cirugía.
268
17. Trastornos del vaciamiento gástrico
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269
18 Trastornos relacionados
con la secreción gástrica ácida
Ángel Lanas*, Ángel Fernández, Ricardo Sáinz**
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
* Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza. CIBERehd. IIS Aragón
** Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza
E S T Ó M A G O 271
Sección 3. Estómago
plexo submucoso de Meissner, y provoca estímulo muscularis mucosae y que permanece como con-
de la secreción gástrica al actuar sobre los recep- secuencia de la actividad ácido-péptica. Se localiza
tores muscarínicos (M3) de las células parietales principalmente en el bulbo duodenal y el estómago
movilizando el calcio intracelular2. Los cuerpos y raramente en el tercio inferior esofágico, duode-
celulares de las neuronas colinérgicas están iner- no distal o en lugares donde existe mucosa gástrica
vados por fibras vagales preganglionares y también ectópica, como sucede en el divertículo de Meckel5.
por otras neuronas entéricas implicadas en reflejos
locales (p. ej.: distensión). La acetilcolina también Epidemiología
puede estimular la secreción gástrica de manera
Aunque la incidencia de la UP ha disminuido du-
indirecta al estimular la secreción de gastrina. Ade-
rante los últimos años, todavía es una enfermedad
más, sensibiliza la célula parietal a los efectos de
frecuente en países occidentales. La prevalencia
la histamina. Hay otros agentes implicados en esta
actual de esta enfermedad se estima entre el 5%
vía como es el neuropéptido GRP, que parece ser
y el 10% de la población general. En las personas
un neurotransmisor en la vía colinérgica vagal a las
infectadas por Helicobacter pylori la prevalencia es
células parietales3.
del 10% al 20%, con una incidencia de aproxima-
La histamina es otro factor estimulador que es li- damente el 1% anual. Se han observado notables
berado por las células enterocromafines (ECL) de la variaciones regionales y raciales. De hecho, en
mucosa oxíntica y los mastocitos. Las células ECL, los países occidentales es más frecuente la úlce-
a su vez, pueden ser estimuladas por acetilcolina, ra duodenal (UD) que la úlcera gástrica (UG), al
gastrina y colecistocinina, mientras que son inhibi- contrario que en los países orientales, particular-
das por la somatostatina, liberada por las células mente en Japón. La UD es 2 veces más frecuente
D. Las células ECL liberan la histamina, que actúa a en varones que en mujeres, mientras que la UG
nivel paracrino y activa la bomba de protones utili- incide por igual en ambos sexos5.
zando c-AMP como segundo mensajero tras actuar
sobre el receptor H2 en la membrana4. Etiopatogenia
La inhibición de la secreción ácida se produce fun- Las dos causas más frecuentes de esta enferme-
damentalmente a dos niveles, gástrico e intestinal. dad son la infección por H. pylori y el consumo de
La inhibición gástrica sucede cuando el pH antral AINE, incluido el ácido acetilsalicílico (AAS)6,7. Sin
desciende por debajo de 2,5. La inhibición intestinal embargo, existen otras causas menos frecuentes
depende de las enterogastronas que se liberan en que pueden producir una UP (tabla 1). El tabaco
respuesta a la presencia de diferentes sustancias. y el grupo sanguíneo 0 se consideran factores de
Los inhibidores de la célula parietal incluyen la se- riesgo para desarrollar una enfermedad ulcerosa.
cretina, la colecistocinina y sobre todo la somatos- Aunque el tabaco no puede ser considerado como
tatina, liberada por las células D oxínticas y pilóricas. un factor etiológico primario de la UP, esta enfer-
Estas hormonas ejercen un efecto inhibidor funda- medad es 2 veces más frecuente en fumadores.
mentalmente sobre las células ECL y las células G. Además, el tabaco retrasa la cicatrización, favore-
La colecistocinina tiene un efecto paradójico, ya que ce las recidivas e incrementa las complicaciones.
se une al mismo receptor que la gastrina, pero es un Se han descrito también factores genéticos con
estimulante débil del ácido; sin embargo, también una agregación familiar de la enfermedad ulcerosa
se fija a receptores colecistocinina-1 en las células péptica. No existen datos epidemiológicos ni expe-
D, que liberan somatostatina, una hormona que tie- rimentales que demuestren relación alguna entre
ne un efecto inhibidor potente. Asimismo, las pros- cualquier tipo de dieta o consumo de alcohol y de
taglandinas (sobre todo las de la clase E) también café con la UP. La teoría de que los pacientes con
provocan inhibición de la secreción ácida a través de problemas psíquicos crónicos desarrollan úlceras
receptores específicos de las células parietales1. nunca ha sido confirmada, aunque sí es posible
que factores psicosociales influyan en la percep-
ción de los síntomas5. Diversas enfermedades se
Úlcera péptica asocian con más frecuencia con UP (enfermedad
por reflujo gastroesofágico, esófago de Barrett, en-
Definición
fermedad pulmonar obstructiva crónica, cirrosis,
La úlcera péptica (UP) es un defecto de la muco- insuficiencia renal), mientras que en otras situa-
sa gastrointestinal que se extiende más allá de la ciones la incidencia de esta enfermedad es menor
272
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida
(gastritis atrófica tipo A, enfermedad de Addison, Como ya se ha comentado, los factores más im-
tiroiditis autoinmune, hipoparatiroidismo). portantes que explican la recidiva ulcerosa son la
persistencia de la infección por H. pylori y el con-
Clínica sumo de AINE. De hecho, la erradicación de H.
pylori modifica radicalmente la historia natural de
Los pacientes con una UP suelen describir un do-
la enfermedad, evitando las recidivas. Este hecho
lor de carácter urente, localizado en el epigastrio
explica que el curso natural de la enfermedad, ca-
“a punta de dedo”. Típicamente aparece en ayunas,
racterizado por periodos de exacerbación y remi-
alivia con la ingesta o la toma de alcalinos y reapa-
sión con una duración indefinida, sea excepcional
rece a las 2-3 horas. En algunos casos despierta al
hoy en día. Por su parte, suprimir el consumo de
enfermo por la noche. Este “patrón clásico” carece
de suficiente sensibilidad, ya que solo se observa AINE supone también, en algunos casos, la curación
en el 50-70% de los casos de UD y en menos del de la enfermedad5,6,7.
50% de los casos de UG. De hecho, en la UG el dolor
puede exacerbarse con la ingesta. Además, es poco Diagnóstico
específico, ya que pacientes con dispepsia y espe- La generalización de la endoscopia como herra-
cialmente con enfermedad por reflujo gastroeso- mienta diagnóstica y terapéutica ha supuesto que
fágico también pueden presentar estos síntomas. apenas se utilicen otras técnicas como la radiología
Debido a esta falta de especificidad, se plantea el o técnicas de provocación5. La endoscopia permi-
diagnóstico diferencial con múltiples entidades te además obtener biopsias que hacen posible el
pero, especialmente, con la dispepsia funcional, la diagnóstico etiológico de otras patologías como
enfermedad por reflujo gastroesofágico y el cáncer tumores o diagnosticar la infección por H. pylori6,7
gástrico5. (capítulo 19). A pesar de que esta prueba permite
una visión clara de la morfología, tamaño y profun-
didad de la lesión (figura 1), un 5% de las lesiones
TABLA 1. Etiologías poco frecuentes de la UP malignas ofrece un aspecto endoscópico de benig-
nidad. Es por ello que, en el caso de las UG, se de-
ben obtener sistemáticamente biopsias del borde y
❱❱ Hipersecreción ácida.
fondo de la lesión para descartar adecuadamente
❱❱ Gastrinoma. un proceso maligno. En el caso de la UD no es ne-
❱❱ Mastocitosis sistémica. cesario biopsiar la lesión, dada la rareza de lesiones
❱❱ Síndromes mieloproliferativos con basofilia. malignas en esa localización.
❱❱ Hiperplasia-hiperfunción de células G antrales.
❱❱ Infecciones virales: VHS tipo I, CMV.
Complicaciones
❱❱ Otras infecciones. Las complicaciones de la UP son responsables de
❱❱ Obstrucción intestinal (anillo congénito, páncreas la morbimortalidad asociada a esta patología. Nue-
anular). vamente, las estrategias de gastroprotección y las
❱❱ Insuficiencia mesentérica crónica: terapias erradicadoras de la infección por H. pylori
han logrado disminuir de forma significativa su inci-
• Abuso de tóxicos que causan isquemia de la
dencia, en relación a la observada hace décadas8,9.
mucosa (cocaína).
Son más frecuentes en fumadores y en pacientes
❱❱ Radiación. con consumo crónico de AINE5. Brevemente, desta-
❱❱ Quimioterapia (vía arterial). can las siguientes:
❱❱ Amiloidosis tipo III.
Penetración
❱❱ Síndrome de Neuhaser: tremor–nistagmus–úlcera.
❱❱ Porfiria cutánea tarda. Entre un 25-30% de las UD y un 15% de las UG
❱❱ Idiopática.
penetran en órganos vecinos, fundamentalmente
páncreas, hígado o epiplón5. En tales casos, el pa-
trón del dolor suele cambiar y es frecuente que
UP: úlcera péptica. VHS: virus del herpes simple. se haga continuo, no alivie con la ingesta (incluso
CMV: citomegalovirus.
empeora) y despierte al enfermo por la noche con
mayor frecuencia. Es típica la irradiación a la espal-
273
Sección 3. Estómago
Figura 1. La endoscopia es el método de elección para el diagnóstico de la úlcera péptica, si bien la radiología puede aportar
información adicional en diferentes situaciones. a) Úlcera gástrica con fondo de fibrina en curvatura menor de antro gástrico.
b) Úlcera duodenal con un coágulo rojo en uno de los bordes indicativo de hemorragia reciente. c) Estudio radiológico en un
paciente con una estenosis pilorobulbar (flechas) secundaria a una úlcera duodenal postpilórica. d) Úlcera duodenal penetrante
en páncreas en un paciente con dolor abdominal en epigastrio irradiado a la espalda y elevación de amilasas en sangre y orina.
e) Úlcera gástrica perforada. El estudio radiológico muestra la salida del contraste bariatado fuera de la cavidad gástrica (flechas).
274
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida
275
Sección 3. Estómago
nimiento de la barrera mucosa. Hoy sabemos que to más eficaz son los IBP a dosis convencionales y
los AINE también producen lesiones en la mucosa durante al menos 8-12 semanas, ya que la cicatriza-
intestinal donde no existe ácido, pero la ruptura ción es lenta. En cualquier caso, resulta prudente y
de la barrera mucosa permite a las bacterias, bilis adecuado comprobar endoscópicamente la evolu-
y contenido intraluminal penetrar en la mucosa e ción de la lesión. Una vez cicatrizadas las lesiones,
inducir inflamación y ulceraciones (figura 2). y para prevenir su reaparición, puede indicarse un
IBP (de elección) o misoprostol a dosis plenas (200
Actualmente se estima que aproximadamente un mg/6 h)19. La diarrea es un efecto secundario a tener
70% de los pacientes que consumen AINE presen- en cuenta con la administración de prostaglandinas.
tarán en alguna medida un daño de la mucosa del
tracto gastrointestinal (alto o bajo) y que hasta un El tratamiento con AAS se asocia también a un au-
4% de los pacientes sufrirá complicaciones como mento del riesgo de UP y de hemorragia digestiva
hemorragia (o menos frecuentemente perforación por UP. Los pacientes que presentan factores de ries-
u obstrucción) o UP sintomática. Un estudio recien- go y precisan AAS deben también recibir terapia de
te ha evidenciado una mortalidad de 1,2 casos por prevención con IBP. Finalmente se debe señalar que
cada 10.000 en personas que consumen AINE en AINE y AAS originan lesiones mucosas en el intestino
un periodo de al menos 2 meses al año. No todos delgado y el colon pudiendo causar o precipitar com-
los pacientes presentan el mismo riesgo de desa- plicaciones de la misma o de lesiones preexistentes
rrollar complicaciones. Los factores de riesgo están (figura 3)22,23,24.
bien establecidos, tal y como quedan recogidos en
la tabla 2. Es por ello que la profilaxis de este tipo Helicobacter pylori y AINE
de complicaciones adquiere especial relevancia en
La infección por H. pylori y el consumo de AINE son
el grupo de pacientes con factores de riesgo que
factores independientes pero interaccionan en el
precisan tomar AINE19 .
desarrollo de UP y de sus complicaciones. Existen
Antes de abordar cuál es el tratamiento más efec- múltiples estudios que han evaluado la interacción
tivo y en qué pacientes debemos instaurarlo, la entre ambos agentes en el desarrollo de UP y las
primera pregunta que nos debemos plantear es si complicaciones de la misma. Muchos de ellos ofre-
el AINE es estrictamente necesario para el pacien- cen conclusiones contradictorias. Un metaanálisis
te. Un estudio reciente llevado a cabo en España de datos epidemiológicos concluye que la infección
ha puesto de manifiesto que más del 50% de los por H. pylori en el paciente tratado con AINE incre-
pacientes no recibe la prescripción adecuada a las menta el riesgo de padecer UP y hemorragia diges-
recomendaciones de las guías actuales de práctica tiva25. Igualmente se considera que H. pylori es un
clínica20. Las recomendaciones actuales se basan factor de riesgo para el desarrollo de hemorragia
en ensayos clínicos y básicamente señalan que en el paciente que toma AAS a dosis bajas26.
los pacientes con uno o más factores de riesgo
Los ensayos clínicos demuestran que la erradicación
deben recibir AINE asociado a IBP a dosis plenas
de H. pylori reduce el riesgo de UP y hemorragia por
(20 mg/día de omeprazol, 40 mg de pantopra- UP en los pacientes sin historia ulcerosa, infectados
zol, 30 mg de lansoprazol, 20 mg de rabeprazol o por H. pylori, que inician terapia con AINE27, pero no
40 mg de esomeprazol) o bien misoprostol a dosis en los que ya estaban en tratamiento crónico con los
200 mg cada 6-8 horas. Como alternativa se puede mismos. En pacientes con UP activa, tratados con
prescribir un inhibidor de la COX-2, que presen- omeprazol y AINE, la erradicación de H. pylori no in-
ta una menor gastrolesividad. En este sentido, es fluye sobre la cicatrización y tampoco disminuye las
importante señalar que celecoxib en monoterapia recidivas ulcerosas ni los síntomas dispépticos28.
ha demostrado un perfil de seguridad superior al
de AINE+IBP en el tracto gastrointestinal bajo21. En Existe consenso en considerar que la erradicación de
pacientes con muy alto riesgo (p. ej.: historia previa H. pylori en pacientes con historia previa de hemo-
de hemorragia digestiva por UP) se recomienda ad- rragia digestiva por UP no es suficiente para reducir
ministrar un inhibidor de la COX-2 junto con un IBP. el riesgo de resangrado si el paciente necesita AINE
o AAS29. En estos casos se debe evitar el tratamiento
Una vez que el daño mucoso ya está establecido, con AINE o AAS, pero si es estrictamente necesario
todos los fármacos antiulcerosos se muestran muy se debe proceder a la erradicación de H. pylori e in-
efectivos, alcanzando tasas de cicatrización próximas dicar la toma de IBP mientras dura el tratamiento29.
al 100% si se pueden suprimir los AINE. Desafortuna-
damente, suprimir el AINE no siempre es posible y,
con frecuencia, es estrictamente necesario continuar
Síndromes de hipersecreción ácida
su administración para que el paciente conserve una Los síndromes de hipersecreción ácida son poco
aceptable calidad de vida. En este caso, el tratamien- frecuentes. En la tabla 4 se exponen los síndromes
276
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida
Figura 2. Los AINE pueden producir lesiones en la mucosa todo el tracto digestivo, si bien las localizadas a nivel gastroduodenal
son las más frecuentes. El espectro de lesiones es amplio e incluye desde áreas de hiperemia y hemorragia submucosa, erosiones
y úlceras, hasta complicaciones como hemorragia, perforación y estenosis. a) Áreas hiperémicas en antro gástrico. b) Erosiones
en antro gástrico. c) Úlcera gástrica. d) Úlcera duodenal sangrante.
que causan UP por hipersecreción ácida gástrica se- de estos pacientes con antagonistas H2, e incluso
cundaria a altos niveles de sustancias secretagogas, con IBP, suele ser poco efectivo.
entre ellas la gastrina o la histamina. Destacaremos
entre ellas la hipersecreción idiopática y el síndro- Síndrome de Zollinger-Ellison
me de Zollinguer-Ellison1.
Se caracteriza por una concentración elevada de
gastrina sintetizada ectópicamente por un tumor
Hipersecreción basal idiopática (gastrinoma). Esta anormal concentración hormo-
Es una rara entidad en la que los pacientes secretan nal provoca una hiperestimulación de las células
elevadas cantidades de ácido sin evidenciarse una parietales gástricas y, secundariamente, una hiper-
elevación en las concentraciones séricas de gas- secreción ácida basal. Esta situación hipersecreto-
trina1. La base fisiológica de este trastorno parece ra conduce a la aparición de múltiples úlceras de
depender de la activación del cAMP de las células evolución tórpida y localizaciones atípicas. Además,
parietales de forma independiente a la activación estos pacientes pueden presentar otros síntomas
de los receptores H2 de la histamina. El tratamiento derivados de la hipersecreción de ácido, incluyen-
277
Sección 3. Estómago
HDA: hemorragia digestiva alta. AINE: antiinflamatorios no esteroideos. AAS: ácido acetilsalicílico.
1. Como norma general: AINE menos lesivo a la menor dosis efectiva posible
2. Estrategia de prevención según grupo de riesgo
Grupo Estrategias Comentarios
do diarrea crónica, malabsorción (el pH ácido inac- infección por H. pylori7. Si la situación de aclorhidria
tiva la lipasa pancreática), alcalosis metabólica, etc. se prolonga en el tiempo y se asocia a una dismi-
Con frecuencia este síndrome se encuentra dentro nución del factor intrínseco (hecho muy frecuente
de otro más amplio en el contexto de un síndrome en la gastritis crónica atrófica), puede conducir a la
neuroendocrino múltiple tipo I30. aparición de una anemia perniciosa por malabsor-
ción de vitamina B12. La infección por el VIH tam-
Estados hiposecretores bién se asocia a hipoclorhidria, fundamentalmente
en pacientes con sida.
Hoy en día, la principal causa de hiposecreción áci-
da es el tratamiento farmacológico, fundamental- Asimismo, la reducción de la secreción gástrica se
mente con fármacos antisecretores (IBP y anti-H2 asocia a diferentes condiciones, como la propia UG,
principalmente). Existen otras patologías asociadas los pólipos gástricos y el cáncer gástrico. Situacio-
a la hipoclorhidria. Destaca por su frecuencia la gas- nes menos comunes son las derivadas de tumores
tritis crónica atrófica, entidad caracterizada por una neuroendocrinos que segregan hormonas inhibito-
destrucción de las células parietales y principales, rias de la secreción ácida, como los VIPomas y los
que conduce a una reducción de la secreción ácido- somatostatinomas. La hipocalcemia asociada al
péptica gástrica31. La destrucción celular asociada hipoparatiroidismo también es una causa de hipo-
a esta enfermedad puede ser el resultado de un secreción gástrica que es reversible tras la correc-
proceso autoinmune (gastritis autoinmune tipo A) ción del déficit metabólico30. La resección gástrica
o ser la consecuencia del proceso evolutivo de la y la vagotomía reducen, obviamente, la secreción
278
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida
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troenterológicas. Editorial Elsevier España, S.L.,
ácida gástrica. Las consecuencias de la hiposecre-
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ción (especialmente la malabsorción de hierro y la
7. Graham D, Sung J. Helicobacter pylori. En: Feld-
proliferación anormal de bacterias en el intestino man M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Enferme-
delgado) han sido expuestas en los capítulos 22 y dades digestivas y hepáticas. 8.ª edición. Edito-
24. En los enfermos ancianos a menudo coexisten rial Elsevier Saunders (versión española), Vol 1.
varios factores responsables de hiposecreción, in- Madrid, 2008:1049-66.
cluyendo la gastritis crónica atrófica asociada a la 8. Lanas A, García-Rodríguez LA, Polo-Tomás M,
infección por H. pylori y la terapia de mantenimien- Ponce M, Quintero E, Pérez-Aisa MA, Gisbert JP,
to con IBP asociada al consumo de antiagregantes Bujanda L, Castro M, Muñoz M, Del-Pino MD,
plaquetarios o AINE. García S, Calvet X. The changing face of hospitali-
sation due to gastrointestinal bleeding and perfo-
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9. Lanas A, García-Rodríguez LA, Polo-Tomás
M, Ponce M, Alonso-Abreu I, Pérez-Aisa MA,
279
Sección 3. Estómago
280
19 Infección por
Helicobacter pylori
Javier P. Gisbert
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
CIBERehd
E S T Ó M A G O 281
Sección 3. Estómago
individuos asintomáticos. Ello refleja, con toda tración “directa” del microorganismo mediante el
probabilidad, que la presencia de H. pylori es estudio de muestras obtenidas por biopsia gástri-
necesaria (en la mayoría de los casos), pero no ca. Son, por lo tanto, técnicas que precisan de una
suficiente para el desarrollo de una úlcera pép- endoscopia, generando incomodidad al paciente.
tica. Los métodos indirectos se basan en el estudio y la
detección de ciertas características de la bacteria
❱❱ Relación temporal. Se ha establecido una clara (por ejemplo, la capacidad de hidrolizar la urea,
relación entre el desarrollo inicial de una gas- propiedad en la que se basa la prueba del aliento)
tritis por H. pylori y la aparición posterior de o de la respuesta del sistema inmunitario (medición
una úlcera péptica. Aunque esta evolución no de anticuerpos específicos). Su ventaja primordial
se cumple en todos los casos, la presencia de es su carácter no invasor. A continuación se revisan
una gastritis asociada a la infección por H. pylori brevemente y por separado los mencionados mé-
constituye, sin duda, un factor de riesgo para el todos diagnósticos.
desarrollo de úlcera péptica.
❱❱ Gradiente biológico. Se ha constatado una mayor Histología
densidad de H. pylori en la mucosa antral de los La presencia del germen puede reconocerse con la
pacientes con úlcera en comparación con los in- tinción habitual de hematoxilina-eosina, aunque
dividuos infectados sin enfermedad péptica. se demuestra más fácilmente con otras tinciones
❱❱ Explicación biológica. Se ha propuesto como hi- como la de Giemsa (figura 2). La histología no sola-
pótesis que la úlcera duodenal aparece en una mente demuestra la presencia del microorganismo,
sino que informa sobre los cambios morfológicos
zona del bulbo inicialmente afectada por una
de la mucosa gástrica, lo que representa una venta-
metaplasia gástrica, un requisito necesario para
ja en relación con otros procedimientos (figura 3).
su colonización por H. pylori. El desarrollo de
Razones de coste-beneficio aconsejan que el exa-
duodenitis activa y, finalmente, de úlcera pép-
men histológico quede reservado para los casos en
tica vendría favorecido por el deterioro de los
los que el test rápido de ureasa (el método directo
mecanismos de defensa de la mucosa.
más barato) sea negativo.
❱❱ Efecto de la intervención. El argumento más sóli-
do para establecer una relación causal entre H.
pylori y úlcera péptica es el hecho bien contras-
tado de que la erradicación de la bacteria ace-
lera la cicatrización de la úlcera y reduce de un
modo drástico las recidivas y la tasa de compli-
caciones5.
❱❱ Coherencia entre los datos previos y posteriores al
aislamiento de H. pylori. La hipótesis de que la
úlcera péptica surge como consecuencia de un
desequilibrio entre factores agresivos y defen-
sivos de la mucosa no es incompatible con el
papel etiopatogénico de H. pylori. De hecho, se Figura 2. Obsérvense las formaciones bacilares de H. pylori
ha comprobado que la bacteria altera algunos adheridas a la luz glandular con la tinción de Giemsa. Corte-
sía del Dr. Abascal.
parámetros de la secreción gástrica ácida, a la
vez que ejerce un efecto pernicioso sobre los
mecanismos de defensa. Cultivo
Posee la ventaja de tipificar el organismo y deter-
Métodos de diagnóstico de la infección minar su sensibilidad frente a los agentes antibac-
terianos (figura 4). Ello tiene importancia tanto
por H. pylori desde el punto de vista epidemiológico, como para
Los métodos diagnósticos de la infección por H. pylo- conocer el patrón de resistencia frente a distintos
ri se han clasificado tradicionalmente en directos e regímenes terapéuticos. Se trata de un procedi-
indirectos 3,6-11. Los primeros se basan en la demos- miento relativamente complejo y de elevado coste,
282
19. Infección por Helicobacter pylori
Figura 3. La histología no sólo informa de la presencia de H. Figura 4. El cultivo es un procedimiento altamente específico.
pylori sino que muestra el tipo de lesión mucosa que ha pro- Su utilidad fundamental es evaluar la sensibilidad del
vocado. La imagen muestra una gastritis crónica superficial microorganismo a los diferentes antimicrobianos. Cortesía
(hematoxilina-eosina). Cortesía del Dr. Vera. del Dr. Ferrero.
con una especificidad del 100% y una sensibilidad mente un protocolo europeo que utiliza el méto-
inferior a la de otras técnicas diagnósticas. Su em- do simplificado con 13C-urea únicamente con dos
pleo rutinario no resulta necesario si se considera muestras (basal y a los 30 minutos) y ácido cítrico
la elevada eficacia del tratamiento empírico. (para retrasar el vaciamiento gástrico y optimizar la
absorción de urea). La utilización de 13C comporta
Test rápido de ureasa indudables ventajas, ya que se trata de un isótopo
natural estable y no radiactivo, que puede utilizarse
Consiste en poner en contacto una muestra de la
mucosa con un medio líquido que contiene urea y
un indicador de pH; si existe actividad ureasa, el pH
del medio se modifica, produciéndose un cambio
de color (figura 5). Se trata de un método sencillo,
barato y rápido (con frecuencia permite conocer
la presencia de infección en tan sólo una hora). Su
sensibilidad es menor cuando se utiliza para con-
firmar la desaparición de H. pylori tras haber ad-
ministrado un tratamiento erradicador, por lo que
en esta situación no debe emplearse como único
método.
283
Sección 3. Estómago
284
19. Infección por Helicobacter pylori
Síntomas dispépticos
Sí No
Estrategia
Endoscopia
test and treat
Test indirectos
Úlcera Endoscopia
péptica Cáncer
normal
285
Sección 3. Estómago
la enfermedad de base. Así, en la úlcera duo- investigar y tratar la infección por H. pylori en todos
denal o en la dispepsia (en el supuesto de que los casos de úlcera duodenal y gástrica activas, tan-
estuviese indicada la erradicación) la prueba del to en las formas no complicadas, como en las aso-
aliento constituye el método de elección. Sin ciadas a complicaciones (hemorragia, perforación
embargo, en los casos en que la endoscopia re- y estenosis). La erradicación también está indicada
sulta obligada (úlcera gástrica y linfoma MALT) en los pacientes con antecedentes bien documen-
puede recurrirse a métodos directos basados tados de úlcera péptica, aunque se hallen asinto-
en la toma de biopsias. ¿Debe confirmarse el máticos en el momento de su evaluación.
éxito erradicador en todos los casos? La res-
puesta es claramente afirmativa en el caso de ¿Cuál o cuáles son los tratamientos
úlceras complicadas (puesto que si no se logra la
erradicación, incluso tras varios intentos, habría erradicadores de elección en España?
que administrar tratamiento de mantenimiento La combinación de un IBP junto con claritromicina y
con antisecretores), en la úlcera gástrica (ya que amoxicilina (tabla 1) ha sido la terapia más amplia-
la endoscopia de control resulta obligada para
mente utilizada en España. Desde la I Conferencia
confirmar la cicatrización y descartar maligni-
de Consenso Española se han publicado múltiples
dad) y en el linfoma MALT. Se ha sugerido que la
datos que confirman su eficacia, lo que explica que
confirmación de la erradicación no sería impres-
siga siendo considerada como la pauta de primera
cindible en la úlcera duodenal no complicada y
elección en las Reuniones de Consenso más recien-
en el paciente dispéptico, en el que se resuelven
los síntomas. Esta propuesta es discutible dado tes, incluida la II Conferencia de Consenso Español
que todavía no se dispone de tratamientos con (publicada en el año 2005) y la III Conferencia de
una eficacia del 100% y la persistencia de la in- Consenso Europeo (publicada en el año 2007).
fección implica un riesgo considerable de recidi- No obstante, la eficacia de la mencionada terapia
va y de complicaciones ulcerosas. triple con claritromicina parece ir en descenso. Re-
❱❱ ¿Qué actitud debe adoptarse ante un paciente con cientemente, se han publicado diversos estudios
úlcera duodenal que presenta persistencia o recidiva en los que la tasa de erradicación se encuentra por
de los síntomas un tiempo después de confirmada debajo del 80%. Este descenso en la eficacia de las
la erradicación? En este caso es suficiente con terapias basadas en claritromicina se relaciona con
efectuar una prueba del aliento y plantear una el incremento en la tasa de resistencias de H. pylori
nueva terapia si se confirma la reaparición de la a dicho antibiótico18,19 . Por tanto, si las tasas locales
infección (no es necesaria la endoscopia). de resistencia de H. pylori a claritromicina son altas
(superior al 15-20%) o bien la triple terapia obtiene
Preguntas y respuestas sobre el tasas de curación inaceptablemente bajas (inferior
al 80% “por intención de tratar”), deben evaluar-
tratamiento erradicador de H. pylori se otras opciones de primera línea. Las alternati-
vas al tratamiento triple con claritromicina son las
En el siguiente apartado se plantean una serie de
siguientes: a) terapia cuádruple clásica incluyendo
cuestiones, de índole eminentemente práctica, que
bismuto, b) terapia “secuencial” y c) terapia “con-
se responderán basándose en la mejor evidencia
comitante”.
científica disponible.
La terapia cuádruple clásica (bismuto junto con un
¿Por qué y cuándo está indicado el IBP, tetraciclina y metronidazol) (tabla 1) ha obte-
tratamiento erradicador de H. pylori nido como tratamiento de primera línea resultados
similares a los de la triple terapia, tanto en eficacia
en la úlcera péptica? como en seguridad. La eficacia del tratamiento cuá-
La indicación del tratamiento erradicador resulta druple con bismuto no depende de la resistencia a
incuestionable en la úlcera péptica. La desaparición la claritromicina (ya que no incluye este antibiótico)
del microorganismo ha demostrado acelerar la ci- y solamente disminuye ligeramente en presencia
catrización de la úlcera y disminuir la tasa de recidi- de resistencia al metronidazol20. No obstante, una
vas, así como las complicaciones. Todo ello implica desventaja de este tratamiento es la complejidad
una reducción de costes. Por tanto, está indicado de su administración.
286
19. Infección por Helicobacter pylori
La terapia “secuencial” consiste en una fase de “in- “concomitante” [tabla 1]), en lugar de secuencial-
ducción” de cinco días con un tratamiento dual (un mente, ha demostrado que con tan sólo cinco
IBP y amoxicilina), seguido inmediatamente por días de tratamiento (la mitad de los que precisa la
una terapia triple durante cinco días (con un IBP, terapia “secuencial”) se puede lograr una tasa de
claritromicina y metronidazol)21. Los resultados erradicación del 90%24. Además, un reciente estu-
parecen satisfactorios, con tasas de erradicación dio aleatorizado ha demostrado que las terapias
significativamente superiores a las de la terapia “secuencial” y “concomitante” poseen una eficacia
triple. No obstante, cuando existe resistencia doble equivalente25.
frente a la claritromicina y frente al metronidazol
En resumen, ante la evidencia disponible y a la vista
la eficacia del tratamiento “secuencial” disminuye
de los datos locales de eficacia y seguridad, se reco-
considerablemente. Por otra parte, un estudio ini-
mienda la terapia triple clásica (IBP, claritromicina y
cial realizado en nuestro medio mostró una eficacia
amoxicilina) como primera línea en áreas donde la
inferior al 90%22. Más recientemente, un segundo
tasa de resistencia a la claritromicina es baja (inferior
estudio español ha confirmado estos datos: aun-
al 15-20%) o este tratamiento continúa siendo efi-
que la terapia “secuencial” fue más eficaz que la
caz, mientras que se debería añadir un cuarto anti-
triple clásica, los resultados fueron subóptimos,
biótico (metronidazol) o emplear bismuto en áreas
con cifras de erradicación de tan sólo el 77%23. Por
donde la tasa de resistencia a la claritromicina sea
tanto, la ventaja del tratamiento “secuencial” sobre
alta (superior al 15-20%) o la terapia triple haya de-
el triple estándar debería confirmarse en nuestro
mostrado ser ineficaz (tabla 1).
medio antes de recomendar un cambio generali-
zado en la elección del tratamiento erradicador de
primera línea.
¿Cuál es la duración más apropiada
Por otra parte, una revisión sistemática de la lite-
del tratamiento erradicador?
ratura incluyendo los estudios que habían admi- Se han publicado cuatro metaanálisis que eva-
nistrado IBP, amoxicilina, claritromicina y nitroimi- lúan este aspecto de la duración del tratamiento,
dazol concomitantemente (la denominada terapia y todos ellos demuestran que la prolongación del
287
Sección 3. Estómago
tratamiento de siete a catorce días incrementa la bargo, diversos autores han demostrado que para
eficacia erradicadora26-29. En dichos metaanálisis, obtener una elevada tasa de cicatrización ulcerosa
la duración de diez días es superior a la de siete, y duodenal es suficiente con el empleo de un IBP du-
la de catorce días más eficaz que la de diez. Salvo rante una semana, es decir, el perido de adminis-
excepciones (por ej. países como Suecia), la efica- tración de los antibióticos30 (figura 8). Ello implica
cia de los tratamientos de siete días de duración importantes beneficios, tanto económicos, como
es claramente insatisfactoria. Por otra parte, es de de sencillez terapéutica. En la úlcera gástrica, sin
destacar que ninguno de los cuatro metaanálisis ha embargo, carecemos de información para esta-
demostrado diferencias en cuanto a la incidencia blecer recomendaciones definitivas al respecto.
de efectos adversos entre las diferentes duracio- Por otra parte, parece prudente que en una úlcera
nes. Además, el incremento en el coste al aumentar gastroduodenal que haya sufrido complicaciones
la duración del tratamiento es pequeño comparado se administren antisecretores hasta confirmar la
con el coste que supone un fracaso erradicador. erradicación de H. pylori.
Por todo ello, parece razonable recomendar el in-
cremento de la duración del tratamiento a diez o ¿Qué tratamiento de “rescate”
catorce días, aunque el beneficio terapéutico es-
debemos utilizar cuando fracasa un
perable sea discreto. Por tanto, se recomienda una
pauta de diez a catorce días en lugar de la previa primer intento erradicador?
de siete días. Cuando ha fracasado el tratamiento de primera
línea habitual (IBP, claritromicina y amoxicilina) se
¿Es necesario prolongar la ha recomendado tradicionalmente como rescate la
administración de los antisecretores terapia cuádruple clásica (IBP, bismuto, tetraciclina
y metronidazol), con la que se ha logrado una efica-
en la úlcera duodenal después de cia erradicadora media del 80% aproximadamente.
haber concluido el tratamiento Más recientemente se han llevado a cabo diversos
estudios empleando levofloxacino como tratamien-
antibiótico? to de rescate tras el fracaso de un primer intento
La mayoría de los autores que empleaban IBP en erradicador, con resultados alentadores (tabla 1).
las terapias erradicadoras iniciales prolongaban Dos metaanálisis han comparado dicha pauta triple
estos fármacos de dos a cuatro semanas más tras incluyendo levofloxacino con la terapia cuádruple
la conclusión del tratamiento antibiótico. Sin em- clásica. Ambos demuestran una mayor eficacia y
100
75
% de cicatrización
50
25
0
Labenz Labenz Misiewicz Adamek Schutze Jaup Forné Gisbert
et al et al et al et al et al et al et al et al
Figura 8. Estudios que evalúan la cicatrización ulcerosa con un IBP y dos antibióticos durante una semana.
288
19. Infección por Helicobacter pylori
una menor incidencia de efectos adversos con la te- 3. Gisbert JP. Diagnóstico de la infección por He-
rapia triple basada en levofloxacino31,32. Por lo tan- licobacter pylori. Rev Clin Esp 2000; 200: 370-
to, se puede concluir que la terapia de rescate con 372.
levofloxacino durante diez días tiene una elevada 4. Gisbert JP, Calvet X, Gomollón F, Monés J. Reco-
eficacia en la erradicación de H. pylori y representa mendaciones de la II Conferencia Española de
una alternativa a la cuádruple terapia tras el fracaso Consenso. Med Clín (Barc) 2005; 125: 301-316.
de un primer intento erradicador, con la ventaja de 5. Gisbert JP, Khorrami S, Carballo F, Calvet X,
ser un régimen sencillo y bien tolerado. Gene E, Dominguez-Munoz JE. H. pylori era-
dication therapy vs. antisecretory non-era-
dication therapy (with or without long-term
¿Estaría indicado en algún caso maintenance antisecretory therapy) for the
realizar tratamiento erradicador, ante prevention of recurrent bleeding from pep-
tic ulcer. Cochrane Database Syst Rev 2003:
un enfermo sintomático infectado, sin CD004062.
efectuar una endoscopia? 6. Malfertheiner P, Chan FK, McColl KE. Peptic ul-
cer disease. Lancet 2009; 374: 1449-61.
Con la intención de reducir el número de endosco- 7. Breslin NP, O’Morain CA. Noninvasive diagnosis
pias se ha propuesto recientemente una estrategia of Helicobacter pylori infection: A review. Heli-
basada en el diagnóstico de la infección por H. pylori cobacter 1997; 2: 111- 117.
mediante métodos “indirectos”, como son la serolo- 8. Cohen H, Laine L. Endoscopic methods for the
gía, la prueba del aliento o el test de antígeno en he- diagnosis of Helicobacter pylori. Aliment Phar-
ces. Ante un paciente joven con síntomas dispépticos macol Ther 1997; 11 (Suppl. 1): 3-9.
y en ausencia de signos de “alarma”, se ha propuesto 9. De Boer WA. Diagnosis of Helicobacter pylori
que la primera exploración a realizar podría ser un infection. Scand J Gastroenterol 1997; 32 (Su-
test «indirecto» para el diagnóstico de H. pylori. Así, ppl. 223): 35-42.
en la estrategia denominada test and treat (diagnos- 10. Glupczynski, Y. Microbiological and serologi-
ticar y tratar), los pacientes infectados recibirían tra- cal diagnostic tests for Helicobacter pylori: an
tamiento erradicador para H. pylori, mientras que en overwiew. Br Med Bull 1998; 54: 175-186.
los enfermos no infectados se administraría trata- 11. Gisbert JP, Pajares JM. Review article: 13C-urea
miento sintomático33. Obviamente, en caso de no breath test in the diagnosis of Helicobacter
observarse una mejoría sintomática sería necesario pylori infection: a critical review. Aliment Phar-
realizar una gastroscopia, con la intención de des- macol Ther 2004; 20: 1001-17.
cartar otras patologías. Cada vez van apareciendo 12. Mones J, Gisbert JP, Borda F, Domínguez-Mu-
más argumentos, basados en estudios prospectivos ñoz E. Indicaciones, métodos diagnósticos y
tratamiento erradicador de Helicobacter pylori.
y en modelos de análisis de decisión, que abogan
Recomendaciones de la II Conferencia Españo-
por su uso, al demostrar que su aplicación implica la de Consenso. Rev Esp Enferm Dig 2005; 97:
una disminución en el número de endoscopias y un 348-74.
considerable ahorro económico. Los estudios de 13. Howden CW, Hunt RH. Guidelines for the ma-
coste-efectividad demuestran que cuanto mayor es nagement of Helicobacter pylori infection. Am
la prevalencia poblacional de H. pylori –y por tanto J Gastroenterol 1998; 93: 2330-2338.
más pacientes se benefician del tratamiento erradi- 14. Lam SK, Talley NJ. Helicobacter pylori Consen-
cador– mayor es la relación coste-efectividad de la sus Report of the 1997 Asia Pacific Consensus
estrategia test and treat. Conference on the management of Helicobac-
ter pylori infection. J Gastroenterol Hepatol
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Bibliografía 15. Malfertheiner P, Megraud F, O’Morain C, Ba-
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289
Sección 3. Estómago
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bismuth-containing “concomitant therapy” muth-based quadruple therapy for persistent
versus triple therapy for Helicobacter pylori Helicobacter pylori infection: a meta-analysis.
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with four drugs is equally effective for eradi- tients. Scand J Gastroenterol 1999; 7: 644-52.
290
20 Tumores malignos
del estómago
Ignasi Elizalde, Antonio Soriano, Antoni Castells*
Servicio de Gastroenterología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas, IDIBAPS,
Hospital Clinic. Barcelona
* IDIBAPS, CIBERehd
E S T Ó M A G O 291
Sección 3. Estómago
TABLA 1. Factores de riesgo para el desarrollo del más implicadas en los procesos carcinogénicos. La
adenocarcinoma gástrico proporción de población infectada en los países en
vías de desarrollo es del 80-90%, aunque menos
❱❱ Confirmados: se recomienda efectuar vigilancia. del 5% de estas personas desarrollarán un cáncer,
• Poliposis adenomatosa familiar. lo que sugiere que la infección por sí misma no es
• Adenoma gástrico.
suficiente. El efecto de la erradicación de H. pylori
en la prevención del AG no se conoce, aunque ello
• Displasia.
elimina la presencia de gastritis crónica atrófica en
❱❱ Confirmados. alrededor del 50% de los pacientes.
• Infección por Helicobacter pylori. Los individuos con un familiar de primer grado
• Gastritis crónica atrófica. afecto de AG tienen dos-tres veces más riesgo de
• Metaplasia intestinal. padecer esta neoplasia. Las alteraciones genéticas
• Cáncer colorrectal hereditario no asociado a más comunes son: la presencia de mutaciones en
poliposis. los genes TP53, APC (en el contexto de la poliposis
adenomatosa familiar) y E-caderina.
• Gastrectomía parcial previa.
• Familiares de primer grado con cáncer gástrico. En 1965, Laurén describió dos subtipos histoló-
❱❱ Probables. gicos de AG, intestinal y difuso, con diferencias
epidemiológicas y pronósticas. El tipo intestinal se
• Síndrome de Peutz-Jeghers. caracteriza por la formación de estructuras tubu-
• Tabaco. lares que recuerdan a glándulas intestinales, suele
• Anemia perniciosa. afectar la parte distal del estómago y es más fre-
• Ingesta abundante de sal. cuente en personas de edad avanzada. Se cree que
se desarrolla a partir de la gastritis crónica atrófica,
• Toma escasa de Aspirina®.
inducida por factores de riesgo ambientales y die-
• Ingesta escasa de frutas y vegetales. téticos. Esta forma de neoplasia tiende a ocurrir en
• Ingesta escasa de ácido ascórbico. regiones con una alta incidencia de cáncer gástrico
❱❱ Posibles. y representa la forma de cáncer que está experi-
mentando una disminución global. Por otra parte,
• Estatus socioeconómico bajo.
el AG difuso no presenta ninguna estructura glan-
• Enfermedad de Ménétrier. dular. Es más frecuente en jóvenes y en personas
• Úlcera gástrica. del grupo sanguíneo A, no suele asociarse a lesio-
❱❱ Cuestionados nes precancerosas y poseen una mayor importan-
cia los factores hereditarios. Su frecuencia es simi-
• Ingesta abundante de alcohol. lar en cualquier parte del mundo y tienen un peor
• Pólipo hiperplásico/fúndico. pronóstico que la forma intestinal.
Patogenia
El desarrollo del AG de tipo intestinal es un proceso
secuencial (figura 2) parecido al descrito en el cáncer
colorrectal. Este modelo, desarrollado en gran parte
por Correa et al, postula que existe una secuencia
temporal de cambios premalignos que conducen al
desarrollo del cáncer 6. A diferencia del cáncer de
colon, en el AG no se conocen con precisión los ge-
nes implicados en las diferentes etapas. En la actua-
lidad se desconoce si el AG de tipo difuso presenta
una progresión histopatológica similar.
Clínica
El cáncer gástrico, cuando es superficial y poten-
Figura 1. Microorganismos espirilados (H. pylori) en la super-
ficie de la mucosa gástrica (tinción de Giemsa).
cialmente curable, no suele producir síntomas. Por
ello, la enfermedad suele estar localmente avan-
292
20. Tumores maligmos del estómago
Figura 2. Secuencia de acontecimientos en la patogenia del en los tumores que infiltran el cardias o la presen-
cáncer gástrico. cia de náuseas y vómitos “retencionistas” cuando
el tumor llega a causar obstrucción parcial o total
del píloro (figura 3). El examen físico es, usualmen-
zada cuando el diagnóstico viene sugerido por la te, normal. En el momento del diagnóstico, el cán-
presencia de manifestaciones clínicas. En la tabla 2 cer avanzado suele haber ocasionado metástasis,
se especifican los síntomas-guía que deben motivar las cuales afectan con frecuencia al hígado (40%),
la remisión del paciente al médico especialista. Es pulmón, peritoneo y médula ósea.
importante resaltar la eficacia de los inhibidores de
la bomba de protones para cicatrizar úlceras malig-
nas, por lo que se aconseja establecer un diagnós-
Diagnóstico
tico antes de que estos agentes sean usados para La técnica diagnóstica de elección ante la sospecha
tratar a pacientes con factores de riesgo. de cáncer gástrico es la endoscopia digestiva alta,
En el momento del diagnóstico, el síntoma más que permite establecer la localización exacta de la
frecuente es la pérdida de peso, que ocurre en el lesión y tomar biopsias para el diagnóstico histoló-
62% de los pacientes, seguido del dolor abdominal gico (figura 4). El estudio baritado con doble con-
(52%). Otros síntomas menos prevalentes son las traste puede sugerir la presencia de una neoplasia
náuseas, vómitos, anorexia, disfagia, melenas, sa- cuando se observa un lecho ulceroso asimétrico,
ciedad precoz o síntomas de enfermedad ulcerosa. una masa o una úlcera dentro de la misma, pliegues
Algunos de los síntomas mencionados sugieren una irregulares o nodularidad y la pérdida de distensibi-
localización determinada. Es el caso de la disfagia lidad gástrica (figura 5).
293
Sección 3. Estómago
A B C
Figura 4. Diversas formas endoscópicas de cáncer gástrico. a) Neoformación infiltrante en el antro gástrico prepilórico; b) neofor-
mación vegetante en la curvatura mayor del cuerpo gástrico; c) neoformación ulcerada que afecta prácticamente a la totalidad
del antro gástrico y al píloro.
294
20. Tumores maligmos del estómago
A B C D
Figura 5. Imágenes radiológicas de diferentes formas de presentación del cáncer gástrico: a) Forma ulcerada. Se observa el nicho
ulceroso (flecha blanca) y un defecto de repleción rodeándolo (menisco de Carman) (puntas de flecha). b) Forma polipoide
localizada en la curvatura mayor gástrica. c) Forma vegetante localizada en el fundus gástrico, junto con infiltración del cuerpo
gástrico (puntas de flecha). d) Forma infiltrante que origina una estenosis concéntrica del cuerpo gástrico. Cortesía del Dr.
Domínguez.
Performance status
3-4 <3
No Sí
295
Sección 3. Estómago
Figura 7. La tomografía computarizada helicoidal permite la detección de las metástasis hepáticas. En la imagen izquierda se
observan múltiples lesiones focales hipodensas de diferentes tamaños (puntas de flecha) localizadas en el lóbulo derecho y en el
izquierdo del hígado (H) compatibles con metástasis, junto con un engrosamiento de la curvatura menor (flechas) del estómago
(E) que correspondía a un adenocarcinoma infiltrante. La imagen derecha corresponde al estudio radiológico gastroduodenal del
mismo paciente, en el que se aprecia una rigidez de la curvatura menor del antro gástrico (flechas) en relación con la infiltración
neoplásica. Cortesía del Dr. Domínguez.
296
20. Tumores maligmos del estómago
Performance status
3-4 <3
Tratamiento sintomático
Quimioterapia de enfermedad
Cirugía avanzada
+ (epirrubicina + cisplatino +
Linfadenectomía D2 5-fluoruracilo)
+ +/-
Quimioterapia complementaria Cirugía paliativa, prótesis
(mitomicina C + tegafur) endoscópica...
pacientes en los que fue necesaria la resección es- La mortalidad asociada a la gastrectomía total (infe-
plénica y de parte de la glándula pancreática para rior al 10% en centros especializados) es del doble
poder extirpar todos los ganglios afectos 7,8. En este que la de la gastrectomía subtotal/parcial (inferior al
sentido, el beneficio de la linfadenectomía D2 pare- 5%). Dada la influencia de la experiencia del grupo en
ce confinado a los estadios tumorales II y IIIA, por lo relación con la mortalidad operatoria, es importante
que la Asociación Internacional de Cáncer Gástrico que los pacientes con AG sean derivados a centros
aconseja la realización de esta resección en todos especializados en su tratamiento, donde puedan ser
atendidos por equipos multidisciplinarios.
los pacientes con AG potencialmente resecable sin
asociar esplenectomía ni resección del páncreas A pesar de realizar una cirugía radical (R0), el 35-
distal, a excepción de que exista invasión directa 50% de los pacientes desarrollan recidiva de la
de estos órganos o que haya ganglios afectos en el enfermedad neoplásica. El patrón de recidiva tras
hilio esplénico. una cirugía correcta es, sobre todo, peritoneal (34-
46%) o a distancia (26-31%) y, en menor medida,
La esofagoyeyunostomía en Y de Roux es la anasto- locorregional (19-32%). Por ello, el tratamiento
mosis de elección para la reconstrucción tras la complementario más utilizado es la quimioterapia
gastrectomía total, tanto por prevenir el reflujo del adyuvante. Aunque los resultados de un metaa-
contenido intestinal al esófago como por su sencillez nálisis sugieren una discreta ventaja en términos
técnica. de supervivencia para los pacientes tratados con
297
Sección 3. Estómago
298
SECCIÓN 4
INTESTINO DELGADO
Y COLON
21 Nutrición en gastroenterología
Miquel A. Gassull*, Eduard Cabré**
* Instituto de Investigación en Ciéncias de la Salud “Germans Trias i Pujol”, Badalona
** Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Germans Trials i Pujol, Badalona
Centro de Investigación Biomédica en Red, Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd), Barcelona
Introducción ❱❱
Objetivos de este capítulo
Poner de relieve la importancia clínica de los trastornos
La malnutrición energético-proteica (MEP) es una nutricionales en las enfermedades digestivas y sus
mecanismos causales.
situación frecuente en los pacientes hospitalizados,
entre los cuales los enfermos gastroenterológicos ❱❱ Establecer las indicaciones y contraindicaciones de
las diferentes modalidades de nutrición artificial en
no son una excepción. A pesar de ello, durante años patología digestiva, así como los conceptos básicos
se ha prestado escasa atención al diagnóstico y tra- para su aplicación práctica.
tamiento de la MEP. Es más, alguna de las medidas ❱❱ Introducir el concepto de farmacología nutricional
terapéuticas más habituales en estos enfermos como la posibilidad de que los nutrientes puedan
ejercer efectos terapéuticos primarios, más allá de su
(v. gr. ayuno “terapéutico”) contribuían a la apari- mera acción nutricional.
ción o empeoramiento de la misma, de tal manera
que la hospitalización era per se un factor de riesgo REFERENCIAS CLAVE
nutricional. Afortunadamente, esta tendencia ha 1. Cabré E, Gassull MA. Nutrición y hepatopatía crónica.
ido revirtiendo en los últimos años, a medida que Nutr Hosp 1999;14(Supl 2):62S-70S.
el interés de los médicos por los problemas nutri- 2. Cabré E, Gassull MA. Nutrición en la Enfermedad Infla-
matoria Intestinal. En: Gil A, ed. Tratado de Nutrición
cionales ha aumentado y las técnicas de nutrición (vol. 4 - Nutrición Clínica), 2.ª ed. Editorial Panamerica-
artificial (parenteral y, sobre todo, enteral) han ex- na. Madrid, 2010:669-687.
perimentado un importante desarrollo. 3. Lochs H, Dejong CHC, Hammarqvist F, Hébuterne
X, León-Sanz M, Schütz T et al. ESPEN Guidelines
Malnutrición en las enfermedades on Enteral Nutrition: Gastroenterology. Clin Nutr
2006;25:260-274.
digestivas 4. Plauth M, Cabré E, Riggio O, Assis-Camilo M, Pirlich M,
Kondrup J. ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Liver
La patología digestiva es una de las que más contri- Disease. Clin Nutr 2006;25:285-294.
buye a la alta prevalencia de MEP en los hospitales. 5. Meier R, Ockenga J, Pertkiewicz M, Pap A, Milinic N,
Ciertas enfermedades contribuyen especialmente Macfie J et al. ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition:
a este hecho. Por ejemplo, entre el 80% y el 100% Pancreas. Clin Nutr 2006;25:275-284.
de los pacientes con cirrosis avanzada presenta 6. Weimann A, Braga M, Harsanyi L, Laviano A, Ljungqvist
O, Soeters P et al. ESPEN Guidelines on Enteral Nu-
MEP1-3. Algo parecido sucede con los pacientes con trition: Surgery including organ transplantation. Clin
neoplasias digestivas, especialmente del tracto su- Nutr 2006;25:224-244.
perior y el páncreas4,5. La colitis ulcerosa y la enfer- 7. Van Gossum A, Cabré E, Hebuterne X, Jeppesen P,
medad de Crohn también se asocian a MEP hasta Krznaric Z, Messing B et al. ESPEN Guidelines on
en un 80% de los pacientes hospitalizados6. Otras Parenteral Nutrition: Gastroenterology. Clin Nutr
2009;28:415-427.
situaciones como la pancreatitis crónica grave o los
8. Plauth M, Cabré E, Campillo B, Kondrup J, Marchesini
síndromes de malabsorción se asocian casi siem- G, Schutz T et al. ESPEN Guidelines on Parenteral
pre a MEP. Aunque hasta hace unos años se han Nutrition: Hepatology. Clin Nutr 2009;28:436-444.
considerado enfermedades relativamente poco 9. Gianotti L, Meier R, Lobo DN, Bassi C, Dejong CH,
frecuentes, actualmente, como ocurre en otras Ockenga J et al. ESPEN Guidelines on Parenteral Nutri-
tion: Pancreas. Clin Nutr 2009;28:428-435.
enfermedades de base inmune y debido al avance
10. Braga M, Ljungqvist O, Soeters P, Fearon K, Weimann A,
en los recursos y criterios diagnosticos utilizados ha Bozzetti F. ESPEN Guidelines on Parenteral Nutrition:
aumentado el número de diagnósticos y por ende Surgery. Clin Nutr 2009;28:378-386.
el de pacientes con riesgo de malnutrición.
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 301
Sección 4. Intestino delgado y colon
302
21. Nutrición en gastroenterología
Figura 2. Patrón de pliegues gruesos en una enfermedad de Menetrier, uno de los ejemplos paradigmáticos de gastroenteropatía
pierde-proteínas. En la imagen histológica (hematoxilina-eosina x 20) puede observarse con detalle la dilatación quística glandu-
lar y un discreto infiltrado linfocitario en la lámina propia.
ticos, traumáticos, postoperados). Los pacientes cialmente si se tiene en cuenta que, además, estos
con enfermedades digestivas sufren con frecuencia pacientes oxidan preferentemente lípidos y proteí-
infecciones graves o han de ser operados, todo lo nas, en lugar de carbohidratos, para la obtención
cual puede aumentar su consumo de energía y la de energía14,15.
degradación proteica, contribuyendo a su deple-
También los brotes de EII cursan con aumento del
ción nutricional. Además, algunas enfermedades
consumo energético16,17 e incremento del recambio
digestivas pueden cursar –al menos en ciertos
proteico18. Ambos fenómenos parecen correlacio-
periodos de su evolución– con hipermetabolismo
narse directamente con la gravedad del brote17,18.
y aumento del catabolismo proteico. Por ejemplo,
alrededor del 20% de los enfermos de una serie
amplia de cirróticos no infectados presentaban un
Consecuencias
aumento del gasto energético12. El aumento del ca- La MEP tiene consecuencias importantes sobre la
tabolismo proteico también se ha documentado en estructura y función de todos los órganos de la eco-
la cirrosis estable13. Estos fenómenos contribuyen nomía y condiciona negativamente el pronóstico
de forma importante a la MEP en la cirrosis, espe- de los pacientes19. En los pacientes digestivos, son
303
Sección 4. Intestino delgado y colon
especialmente relevantes los efectos sobre el híga- plica un menor riesgo de complicaciones graves, y
do, el sistema inmune y el intestino, en tanto que b) la NE posee efectos tróficos sobre el tracto gas-
contribuyen a empeorar la función hepática de los trointestinal de los que carece la NP.
enfermos hepatópatas, aumentar la susceptibilidad
En general, la frecuencia de complicaciones poten-
a las infecciones y autoperpetuar la MEP3,6.
cialmente graves es mayor con NP que con NE. Has-
Estas consecuencias morfológicas y funcionales de ta hace unos años, la diferencia fundamental entre
la MEP, invitan a pensar que ésta influya negativa- ambos tipos de nutrición artificial radicaba en el
mente sobre la morbimortalidad de los pacientes. riesgo de sepsis por catéter, inherente a la NP. Aun-
Éste es un concepto ya tradicional, que se ha pues- que últimamente dicho riesgo se ha minimizado,
to especialmente de relieve en los enfermos con todavía existen diferencias de morbilidad a favor de
cirrosis y/o hepatitis alcohólica3. la NE, sobre todo por lo que se refiere a trastornos
metabólicos o alteraciones hepáticas relacionados
El impacto de la MEP sobre la evolución de los
con la nutrición artificial que son más frecuentes y
pacientes justifica una actitud proactiva para pre-
graves con la NP26.
venirla y/o tratarla. En una mayoría de pacientes,
este objetivo se consigue optimizando la dietote- Estudios experimentales acerca de la capacidad de
rapia. Sin embargo, en pacientes especialmente adaptación del intestino residual tras la resección
desnutridos o con dificultades para subvenir sus intestinal parcial han demostrado que la presencia
necesidades nutricionales con dieta convencional, de nutrientes en la luz del tubo digestivo (lo que
debe recurrirse al empleo de técnicas de nutrición se conoce como “nutrición luminal”) es un factor
artificial. clave en el mantenimiento del trofismo de la mu-
cosa intestinal27,28. La nutrición luminal produce di-
Nutrición artificial: cho efecto trófico por mecanismos diversos, tales
como la estimulación de las secreciones biliares y
¿enteral o parenteral? pancreáticas o la liberación de hormonas gastroin-
En la década de 1970, los pacientes gastroentero- testinales (gastrina, enteroglucagón, glucagon-like
lógicos candidatos a nutrición artificial eran tra- peptide 2, péptido YY, neurotensina y bombesi-
tados con nutrición parenteral (NP), pues se creía na)27,28. De todos los principios inmediatos (lípidos,
que con toda probabilidad no iban a tolerar la proteínas, hidratos de carbono) los lípidos parecen
nutrición enteral (NE). La década siguiente propor- poseer la mayor capacidad trófica. Por otra parte,
cionó evidencias que desmintieron este concepto, determinados nutrientes, como la glutamina, son
de manera que actualmente la NE ya se conside- sustratos específicos para las células del epitelio di-
ra la modalidad de nutrición artificial de elección, gestivo, por lo que son particularmente importan-
incluso en pacientes con enfermedad del tracto tes en el mantenimiento del trofismo intestinal29. El
gastrointestinal20,21 el hígado22,23 y el páncreas24,25. papel de la inclusión de fibra soluble en las fórmu-
En los últimos años, se ha introducido el concepto las enterales destinadas a enfermos con patología
de que, en determinadas enfermedades, la NE tie- digestiva es todavía motivo de controversia30.
ne propiedades terapéuticas más allá de la simple
repleción nutricional. La identificación de los nu- Indicaciones y contraindicaciones
trientes específicos responsables de estas acciones
terapéuticas (lo que se conoce como “farmacología
de la nutrición enteral
nutricional”) ha sido un floreciente campo de inves- en Gastroenterología
tigación nutricional en las dos últimas décadas, y lo
Sentado el concepto de que la NE es la modalidad
seguirá siendo en el futuro.
de nutrición artificial de elección, hablar de indica-
Siempre que no exista una contraindicación formal, ciones de nutrición artificial equivale a hablar de
o se documente una intolerancia manifiesta a ésta, indicaciones de NE. La razón tradicional para admi-
la NE debe ser la técnica de nutrición artificial de nistrar NE a un enfermo (sea o no gastroenterológi-
elección. Este concepto, que es aplicable a cual- co) es la existencia de MEP moderada o grave, o el
quier paciente, también lo es a los enfermos gas- riesgo de desarrollarla en poco tiempo, sobre todo
troenterológicos20,21. Consideraciones económicas si los requerimientos nutricionales no se pueden
aparte (la NE es más barata que la NP), las razones cubrir con dieta oral convencional, bien porque es-
para preferir NE son básicamente dos: a) la NE im- tén aumentados o porque la ingesta oral sea difícil
304
21. Nutrición en gastroenterología
305
Sección 4. Intestino delgado y colon
cuadas para favorecer la tolerancia, y prevenir las tación y broncoaspiración, tales como aquéllos con
complicaciones de la NE en patología digestiva31, depresión del nivel de consciencia o gastroparesia
está fuera del propósito del presente capítulo. Con severa.
todo, conviene apuntar algunas directrices gene-
rales al respecto. El éxito de la NE, sobre todo en
patología digestiva, depende en gran medida de
Nutrición enteral como tratamiento
nuestra capacidad para prevenir la diarrea asocia- nutricional en patología digestiva
da a ésta (tabla 3). Prolongar al máximo el tiempo (figura 3)
de contacto de los nutrientes con la superficie ab-
sortiva intestinal es fundamental para conseguirlo. Enfermedad inflamatoria intestinal
Ello requiere la infusión continua de la NE, a débito
suficientemente lento, con la ayuda de una bomba Hasta hace algunos años, la nutrición artificial de
peristáltica. Además, hay que evitar que la dieta elección en estos pacientes era la NP total. Esta
sea excesivamente osmolar. En este sentido, es im- práctica se basaba en el concepto de que el “re-
portante remarcar que la inmensa mayoría de los poso intestinal absoluto” y la reducción drástica
pacientes podrán recibir una “dieta polimérica es- de la carga antigénica intraluminal en el intestino
tándar” a base de proteína entera (sin hidrolizar), afectado eran básicos en el tratamiento de estos
triglicéridos de cadena larga y maltodextrina u otro pacientes (figura 4).
tipo de hidrato de carbono complejo como fuentes
En los últimos 30 años, ha prevalecido el concepto
de principios inmediatos, todas ellas con escaso
poder osmótico. Sólo en raras ocasiones habrá que de que el reposo intestinal absoluto no es impres-
recurrir a dietas con péptidos o triglicéridos de ca- cindible para el manejo de la enfermedad infla-
dena media que son más osmolares. El sobrecreci- matoria intestinal, ya que no se han demostrado
mento bacteriano intestinal es causa frecuente de diferencias en la respuesta al tratamiento espe-
diarrea asociada a NE que hay que sospechar y tra- cífico de los brotes agudos tratados con NP, NE o
tar. Cualquier aumento súbito e inadvertido de la dieta oral convencional32,33. Estudios controlados
velocidad de infusión de la dieta en un paciente con comparando NE frente a NP como coadyuvante
enfermedad intestinal puede provocar diarrea, so- al tratamiento esteroideo en pacientes con colitis
bre todo si la infusión se realiza directamente en el grave demuestran que ambas son equiparables en
duodeno o el yeyuno, en lugar de en el estómago, cuanto a efecto nutricional y respuesta del brote al
donde existe el efecto regulador de la válvula piló- tratamiento. Sin embargo, la incidencia de compli-
rica. Por tanto, la infusión pospilórica no parece en caciones postquirúrgicas de aquellos pacientes que
general recomendable, excepto en enfermos con requieren colectomía es menor en los enfermos
elevado riesgo de reflujo gastroesofágico, regurgi- que reciben NE34.
Causa Prevención
306
21. Nutrición en gastroenterología
2 Síndrome de malabsorción/maldigestión
3 Gastroenteropatía pierde-proteínas
Malnutrición
5 Sobrecrecimiento bacteriano intestinal
energético-proteíca
7 Cirrosis hepática
9 Cáncer digestivo
Figura 3. Enfermedades y condiciones gastrointestinales que pueden conducir a situaciones de malnutrición energético-proteica.
Los pacientes con enfermedad de Crohn, que a me- tomía endoscópica percutánea) y la administración
nudo presentan un curso insidioso con actividad in- de la NE a domicilio pueden ser útiles6. Los niños
flamatoria persistente, pueden necesitar nutrición con enfermedad de Crohn, una de cuyas complica-
artificial durante largo tiempo. En estos casos, la ciones es el retraso de crecimiento y desarrollo, son
implantación de un acceso digestivo alternativo a particularmente susceptibles de ser tratados con
la sonda nasoenteral convencional (p. ej.: gastros- NE a largo plazo6. La posibilidad de utilizar NE como
307
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Durante las fases iniciales del SIC es indudable ❱❱ La utilidad de la adición de determinados tipos
que la nutrición del paciente debe confiarse a de fibra dietética (p. ej.: pectina) para enlente-
la NP total, pero también existe unanimidad en cer el tránsito intestinal no ha sido suficiente-
indicar que el aporte de nutrientes en forma de mente demostrada en el SIC. Así mismo, la uti-
NE, siquiera en pequeñas cantidades, debe ini- lización de glutamina, hormona de crecimiento
ciarse lo antes posible para favorecer la adapta- y, especialmente, de analógos del glucagon-like
ción del intestino residual35-37. peptide-2 como factores coadyuvantes de adap-
tación intestinal está en fase de investigación
❱❱ Durante la administración de NE en los casos de clínica con resultados prometedores38,39.
SIC se deben extremar las precauciones mencio-
nadas anteriormente, encaminadas a prevenir Hepatopatía crónica
la diarrea asociada a NE.
❱❱ Aunque no existen estudios que comparen am-
❱❱ A pesar de que la función pancreática no tiene bas modalidades nutricionales, la NE es preferi-
por qué verse comprometida, a veces hay que ble a la NP en los cirróticos descompensados no
308
21. Nutrición en gastroenterología
Figura 5. Imágenes correspondientes a un paciente con isquemia mesentérica aguda que fue sometido a una extensa exéresis de
intestino delgado, una causa habitual de fallo intestinal. (izda.) Imagen obtenida durante la laparotomía; (dcha.) pieza operatoria
(hemicolon derecho y extenso segmento ileal). Cortesía del Dr. Placer.
sólo por las razones de carácter general mencio- ingesta dietética adecuada en pacientes como
nadas anteriormente, sino porque: a) el riesgo los cirróticos en los que ésta es extraordinaria-
de complicaciones sépticas es especialmente mente deficitaria.
elevado en estos enfermos, y b) la carga osmó-
❱❱ En algún estudio, además, la administración de
tica de los nutrientes intravenosos obliga a un
NE se acompañó de una disminución significa-
aporte hídrico relativamente alto que dificulta
tiva de la mortalidad intrahospitalaria con res-
el manejo de la ascitis3.
pecto al grupo alimentado con dieta convencio-
❱❱ Por el contrario, una dieta enteral hiposódica y nal40.
con restricción hídrica (y, en consecuencia, re-
lativamente hiperosmolar) es usualmente bien Cáncer digestivo
tolerada (siempre y cuando se administre a dé-
Los pacientes neoplásicos, especialmente aquellos
bito continuo y con ayuda de una bomba peris-
con determinados tipos de cáncer digestivo (esófa-
táltica) y no dificulta el manejo de la ascitis en
go, estómago, páncreas), presentan con frecuencia
comparación con la dieta oral convencional3.
MEP que, en ocasiones, puede ser extremadamen-
❱❱ Así mismo, la colocación de una sonda nasoen- te grave (caquexia neoplásica). Sin embargo, el pa-
teral fina no parece predisponer a la rotura de pel de la nutrición artificial en el manejo de estos
varices esofágicas, incluso en enfermos con he- pacientes es todavía motivo de controversia, pues-
morragia reciente por esta causa. to que no se han podido documentar efectos bene-
ficiosos de manera inequívoca, e incluso la NP se ha
❱❱ La mayoría de dietas enterales destinadas a los
asociado a un incremento de la tasa de infecciones.
pacientes hepatópatas tienen su fuente pro-
Los estudios controlados que evalúan los posibles
teica enriquecida en aminoácidos de cadena
beneficios de la NE en el tratamiento de los pacien-
ramificada, con objeto de mejorar la tolerancia
tes con cáncer son particularmente escasos y he-
a las proteínas y prevenir el desarrollo de ence-
terogéneos para obtener conclusiones definitivas41.
falopatía hepática. No obstante, es posible que
De la información de que se dispone se podría in-
la mayoría de cirróticos puedan tolerar dietas
ferir que la NE, utilizando fórmulas convencionales,
enterales con aporte proteico estándar.
no tiene un efecto nutricional apreciable en pacien-
❱❱ En estudios controlados, la NE se ha mostrado tes neoplásicos sometidos a quimioterapia, mien-
nutricionalmente más efectiva que la dieta oral tras que parece frenar la pérdida ponderal asocia-
convencional en cirróticos hospitalizados22. El da a radioterapia. No obstante, todos los estudios
beneficio nutricional de la NE en estos pacientes publicados hasta la fecha han utilizado NE de corta
puede ser debido, al menos en parte, a que la duración. Es posible que la administración de NE a
NE administrada mediante sonda garantiza una largo plazo, y quizás utilizando dietas enterales con
309
Sección 4. Intestino delgado y colon
cambios cualitativos en su formulación, sea benefi- y de fallo multiorgánico, así como las necesidades
ciosa en determinados pacientes con cáncer diges- de cirugía en la pancreatitis aguda25. De hecho, las
tivo. No existen estudios controlados con NE con- guías clínicas más recientes incorporan la recomen-
vencional que hayan evaluado dicha posibilidad. dación de utilizar NE como técnica de elección en la
Existen datos que sugieren que, cuando son bien pancreatitis aguda grave24,45.
tolerados, los suplementos nutricionales enriqueci-
dos en ácidos grasos omega-3 son superiores a los
suplementos estándar en la caquexia neoplásica42.
Posible efecto terapéutico primario de la
nutrición enteral en patología digestiva
Preoperatorio y postoperatorio En los últimos años, ha tomado cuerpo la idea de
de cirugía digestiva que determinados nutrientes o formas de NE pue-
El soporte nutricional perioperatorio es una de den tener efectos terapéuticos más allá de la pre-
las indicaciones principales de nutrición artificial. vención y tratamiento de los déficit nutricionales.
En los últimos años, se ha llegado al consenso de Algunos autores han acuñado para este concepto
que los pacientes quirúrgicos gravemente desnu- el término de “farmacología nutricional”. A conti-
tridos necesitan nutrición artificial preoperatoria. nuación se discuten algunas de las situaciones en
Ésta está así mismo indicada en el postoperatorio las que este concepto ha sido evaluado.
si la ingesta de alimentos se va a demorar más de
7 días43,44. Sin embargo, como en otras situaciones
Aminoácidos de cadena ramificada
clínicas, las indicaciones relativas de NP y NE en el (AACR) en la encefalopatía hepática
paciente quirúrgico se están redefiniendo, de modo El uso de mezclas de AACR (valina, leucina, isoleu-
que la NE ha ido ganando terreno43,44. De hecho, cina), tanto por vía parenteral como enteral, en el
existen pruebas de que, desde el punto de vista nu- tratamiento de la encefalopatía hepática puede
tricional, la NE y la NP son equivalentes tanto si se considerarse el primer intento serio de “farmacolo-
administran en el pre- como en el postoperatorio. gía nutricional”. La eficacia de las soluciones paren-
La utilización de vías de acceso enteral postpilórico, terales de AACR en el tratamiento de los episodios
como la colocación de una sonda nasoyeyunal o de de encefalopatía aguda es bien conocida, aunque
una yeyunostomía a catéter durante el acto qui- no superior a la del tratamiento estándar (mucho
rúrgico ha facilitado la administración de NE en el más barato) con lactulosa46,47. La administración de
postoperatorio inmediato a pesar del íleo gástrico suplementos enterales de AACR a largo plazo para
de los pacientes laparotomizados. el tratamiento y prevención de las formas crónicas
de encefalopatía hepática tiene a priori más sen-
Pancreatitis aguda tido. Con todo, los estudios realizados hasta aho-
y sus complicaciones ra no permiten obtener conclusiones definitivas,
dada su heterogeneidad48. Desgraciadamente, en
Uno de los principios en que se basa el tratamiento
muchos de los estudios, un porcentaje variable de
de la pancreatitis aguda es el mantenimiento del
enfermos recibía al mismo tiempo lactulosa. Has-
páncreas “en reposo”. Se acepta, en general, que
ta la fecha, no se han llevado a cabo estudios que
la estimulación de la secreción pancreática es míni-
comparen AACR por vía enteral frente a lactulosa o
ma o nula con NP. Por estas razones, la pancreatitis
lactitol en pacientes con encefalopatía crónica.
aguda siempre se había considerado una contrain-
dicación para la NE. En teoría, para minimizar el es- Otros autores han propuesto el uso de suplemen-
tímulo pancreático con NE, ésta debe infundirse en tos de AACR a largo plazo en los cirróticos, no tanto
el yeyuno y, aun así, existe controversia de que esto por su potencial efecto sobre el desarrollo de ence-
pueda conseguirse. Sin embargo, en los últimos falopatía, sino por la acción anticatabólica de estos
años se han publicado estudios, tanto controlados aminoácidos. Un estudio controlado demuestra
como no controlados, que indican que la NE puede que la administración durante un año de este tipo
ser tan útil como la NP en la pancreatitis aguda. Un de suplementos es superior a la administración de
reciente metaanálisis de los 8 estudios controlados cantidades isocalóricas de maltodextrina o isonitro-
publicados hasta la fecha concluye que, compara- genadas de lactalbúmina, en mejorar la evolución
da con la NP, la NE disminuye significativamente global de los pacientes (definida por el fallecimien-
la mortalidad, el riesgo de infecciones sistémicas to, la entrada en lista de espera para trasplante o el
310
21. Nutrición en gastroenterología
311
Sección 4. Intestino delgado y colon
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313
Sección 4. Intestino delgado y colon
314
22 Síndrome de malabsorción:
fisiología y fisiopatología
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 315
Sección 4. Intestino delgado y colon
labsorción subclínica inicialmente, hace que nuestra res (en este caso activos y pasivos, regulados sobre
actitud haya de ser preventiva, no meramente tera- todo a través de los mecanismos de transporte de
péutica: por ejemplo, la probabilidad de que años los iones fundamentales, especialmente el sodio).
después de una gastrectomía total se produzca una La complejidad de estos mecanismos trasciende
osteoporosis por malabsorción de calcio es muy claramente este capítulo, y basta señalar que están
alta, pero es un fenómeno que podemos evitar si lo implicados muy diversos transportadores de sodio,
tenemos en cuenta desde el mismo momento de la cloro, bicarbonato y ácidos grasos de cadena corta;
intervención. en unos casos independientes y en otros ligados a
la absorción de otros nutrientes, como por ejemplo
Otro punto general que hay que señalar inicial-
la glucosa o los aminoácidos. Estos mecanismos no
mente, es que en algunos casos concretos hay
sólo son complejos, sino que son variables a lo largo
nutrientes o oligoelementos cuya absorción está
del tracto intestinal, que tiene activadas funciones
regulada de forma muy compleja: por ejemplo en
relativamente específicas en cada tramo. Así, la
el caso del hierro, elemento cuya absorción debe
mucosa del yeyuno es fisiológicamente la más per-
estar regulada de forma muy estricta puesto que el
meable, y la del colon la más impermeable; y los
organismo es susceptible tanto a un déficit como a
mecanismos de transporte de sodio ligados a gluco-
un superávit, como más adelante veremos.
sa son más activos en el yeyuno proximal, mientras
Como fundamento de los conocimientos fisiopato- que los transportadores de ácidos grasos de cadena
lógicos básicos, repasaremos brevemente los me- corta son mucho más activos en el colon proximal.
canismos fisiológicos de la absorción intestinal, y
Todo el proceso está regulado por péptidos locales
paralelamente las alteraciones más frecuentes que
y sistémicos: hormonalmente, inmunológicamen-
se presentan en la clínica diaria. Sólo nos deten-
te (las citoquinas, por ejemplo, pueden modificar
dremos en algunos puntos esenciales o ejemplari-
el transporte de electrolitos a través de la muco-
zantes, debiendo el lector recurrir a las referencias
sa), y por la microbiota intestinal: las bacterias
básicas que facilitamos para un abordaje más ex-
intestinales influyen directamente en varios meca-
haustivo. No está de más señalar, cómo del conoci-
nismos de absorción, e indirectamente a través de
miento cada vez más profundo de los mecanismos
sus efectos metabólicos o reguladores de la situa-
de malabsorción, se derivan también técnicas tera-
ción inflamatoria de la mucosa.
péuticas, dándose la paradoja de que, en el mundo
subdesarrollado la malabsorción sea una de las pa- Desde el punto de vista clínico, cabe destacar que
tologías más frecuentes mientras que en los países hay algunos reguladores de la absorción de agua
occidentales desarrollados, se apliquen técnicas y electrolitos con especial repercusión. Así, cabe
quirúrgicas sofisticadas para provocar malabsor- citar que los glucocorticoides son (globalmente)
ción en el tratamiento de la obesidad mórbida. fármacos que favorecen la absorción de sodio y
agua, por lo que parte de sus efectos clínicos en las
Absorción intestinal de agua y electrolitos enfermedades inflamatorias intestinales se deben
A través del intestino delgado proximal (yeyuno) se a un efecto neto favorecedor de la absorción de
estima que circulan a lo largo del día entre 8.000 y sodio. Los opioides son los fármacos antidiarreicos
9.000 cc de líquido, mientras que por las heces se más potentes: parte de su efecto se debe a que
excretan entre 100 y 200 cc. Aunque factores die- inhiben la secreción a la luz de iones y electroli-
téticos pueden hacer variar el volumen final (por tos. El racecadotrilo es un fármaco que se ha de-
ejemplo con la dieta típica de un país subdesarro- sarrollado como inhibidor de la degradación de las
llado, como Senegal, los volúmenes medios de las encefalinas, análogos naturales de los opiáceos, y
heces pueden llegar a ser de 400 cc) la mayor parte que tiene un efecto antidiarreico en diversas cir-
del volumen procede de líquidos generados endó- cunstancias patológicas precisamente al inhibir la
genamente, que son reciclados a través de comple- hipersecreción de electrolitos y agua a la luz in-
jos mecanismos de secreción y absorción, estrecha- testinal. Por el contrario, hay péptidos endógenos
mente regulados. El movimiento de los iones y del que tienen un efecto neto secretor, como el VIP
líquido (nótese que el resultado neto es la suma de y que pueden expresarse clínicamente como un
fenómenos activos y pasivos de absorción y secre- síndrome diarreico con un balance muy negativo
ción) se produce por diversos mecanismos parace- de líquidos; y el mecanismo fisiopatológico funda-
lulares (en este caso sobre todo pasivos, regulados mental en muchas diarreas inducidas por gérme-
por los mecanismos físicos osmóticos) y transcelula- nes viene mediado por enterotoxinas que interfie-
316
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
ren con los mecanismos de secreción intestinales. los procesos patológicos: una gastrectomía impedirá
El paradigma es el efecto de la toxina colérica, que la mezcla adecuada, una pancreatitis crónica redu-
bloquea la absorción de cloruro sódico y estimula cirá la presencia de lipasa y colipasa y acidificará el
la secreción de cloro, creando un balance de secre- medio, un problema de drenaje biliar dificultará la
ción de agua hacia la luz intestinal muy potente. presencia de cantidades adecuadas de sales biliares,
Es precisamente el cólera el ejemplo clínicamente un sobrecrecimiento bacteriano puede modificar la
más relevante de la complejidad de los mecanis- concentración de sales biliares, y así en múltiples si-
mos de absorción y secreción intestinales, y de la tuaciones patológicas. A pesar de la complejidad del
importancia clínica que puede tener una buena proceso, el intestino normal es capaz de extraer has-
base fisiopatológica. Aunque la toxina provoca ta el 99% de la grasa presente en la dieta. Sin embar-
un efecto neto de secreción, otros mecanismos de go, este sistema tan eficiente es dependiente de la
absorción de sodio (y por lo tanto de agua, que di- integridad de tantos factores que prácticamente en
fundirá pasivamente siguiendo mecanismos osmó- todas las patologías puede verse afectado. Aunque
ticos) siguen funcionando íntegramente durante la no todas las vitaminas liposolubles son igualmente
infección. En particular, los mecanismos de trans- dependientes de la integridad del sistema (por ejem-
porte de sodio ligados a glucosa y a aminoácidos plo, sólo la absorción de vitamina K depende de la
continúan funcionando; por lo tanto, si se suminis- presencia de sales biliares luminales), sus mecanis-
tran por vía oral glucosa o aminoácidos junto con mos de transporte intracelulares pueden estar liga-
sodio y agua, los mecanismos de absorción pueden dos a la formación de quilomicrones y otras lipopro-
equilibrar las grandes pérdidas de líquido a la luz in- teínas, y por lo tanto ser sensibles a las alteraciones
testinal, hasta que el sistema inmunológico elimina en la absorción de lípidos.
a la bacteria dañina. Este concepto fisiopatológico
La dependencia de la integridad de diversos facto-
es el fundamento básico de la rehidratación oral,
res, hace que la medición de la absorción de grasas
el tratamiento más efectivo de la diarrea aguda, y,
sea el método preferido para evaluar la integridad
probablemente, el concepto médico que más vidas
general del proceso de absorción intestinal. A pesar
ha salvado (literalmente) en los últimos decenios .
de su dificultad técnica, durante muchos años el
Absorción de grasas test de Van de Kamer, que mide la absorción intes-
tinal de grasas, fue la prueba de referencia clínica
Los lípidos son substancias grasas que pueden ex- en el estudio de la absorción intestinal (figura 1).
traerse por solventes orgánicos como el alcohol,
el éter, o el benceno; y los lípidos dietéticos más Absorción de hidratos de carbono
importantes son los triglicéridos, colesterol, fosfo-
Los carbohidratos son también una base calórica
lípidos y vitaminas liposolubles. Los lípidos, y en
fundamental en la dieta, representando la fuente
este caso sobre todo los triglicéridos, representan
más importante (tal vez el 45% de las calorías) tan-
habitualmente el 40% de las calorías en la dieta oc-
to en Occidente como en países subdesarrollados.
cidental. En condiciones fisiológicas, la mayor parte
Quizás no tan compleja como la absorción de lípi-
de la absorción de los lípidos se lleva a cabo en el
dos, la asimilación de los glúcidos no deja de ser un
yeyuno proximal y medio. Aunque el paso final a
proceso biológico difícil de aprehender. Gran parte
través de la membrana y la célula intestinal es, muy
de los hidratos de carbono dietéticos son azúcares
probablemente, en gran parte pasivo (se han des-
complejos, algunos no asimilables por el organismo
crito también procesos de difusión facilitada por
humano como la celulosa, otros dependientes de
ejemplo para el ácido linoleico); para que ocurra,
las acciones fisiológicas de la microbiota intestinal;
los lípidos tienen que llegar en concentraciones al-
y muchos precisan su transformación previa en di-
tas y condiciones bioquímicas adecuadas, al borde
sacáridos a través de la acción de las amilasas sali-
acuoso de la membrana.
var y pancreática; para después ser el blanco de la
En el proceso de absorción de los triglicéridos in- acción de las disacaridasas presentes en el borde
tervienen el pH local, la lipasa gástrica, la lipasa y en cepillo de la mucosa intestinal, porque sólo los
colipasa pancreáticas, y las sales biliares; todo ello monosacáridos serán transportados por la célula
con la mezcla adecuada de todas las substancias, con intestinal para completar el proceso de absorción.
los fenómenos de emulsión y formación de micelas Entre ellas, cabe destacar a la lactasa, maltasa, sa-
como pasos intermedios necesarios. La absorción de carasa y trehalasa. El proceso de absorción no está
grasas es, por tanto, muy sensible a cualquiera de sólo influido por la microbiota intestinal, el pH, o
317
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 1. A pesar de su dificultad técnica, durante muchos años el test de Van de Kamer, que mide la absorción intestinal de
grasas, fue la prueba de referencia clínica en el estudio de la absorción intestinal.
la integridad de la función pancreática y de la pro- de la mucosa intestinal, ya que las propias células
pia mucosa: también varía con la edad y la raza. El mucosas sintetizan las disacaridasas. De hecho, la
ejemplo más citado es la actividad de la lactasa, base de los tests que se dirigen a diferenciar los
disacaridasa que se expresa ya en el período fetal, síndromes de malabsorción con origen en anoma-
para alcanzar su máxima actividad durante el pe- lías de la mucosa es medir la absorción de azúcares
ríodo de lactancia. Posteriormente su actividad se simples como la D-Xilosa. Un factor que no debe-
reduce muy significativamente, quizás hasta un 5 mos olvidar, es que la acción de la microbiota intes-
a un 10% de la presente en el neonato, y en de- tinal es especialmente llamativa en el caso de los
pendencia de la etnia esta disminución es todavía azúcares. Las bacterias utilizan los carbohidratos
mayor, provocando una intolerancia a la lactosa, como sustratos nutritivos y de su metabolismo se
un fenómeno especialmente común en algunas derivan gran parte de los efectos más evidentes de
poblaciones. La introducción en los últimos siglos la microbiota intestinal.
de los azúcares refinados y preprocesados en la
alimentación de los países occidentales, hace que
Absorción de proteínas
una gran parte de la absorción fisiológica de glúci- Las proteínas representan una parte proporcio-
dos sea dependiente únicamente de la inte-gridad nalmente menor de la ingesta calórica, en la gran
318
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
mayoría de las poblaciones, entre un 10 y un 20% Aunque podemos encontrar a menudo hipoprotei-
aproximadamente. Sin embargo, su variabilidad en nemia, en la mayoría de los casos, ésta es más una
composición y estructura es enorme, de hecho son consecuencia de defectos de síntesis hepática o de
el fundamento básico de la gran biodiversidad ve- enteropatía pierdeproteínas, que de un verdadero
getal, animal y del resto de los seres vivos. Su pieza fallo en la absorción intestinal. Sólo en casos extre-
básica son los veinte aminoácidos, para los cuales mos de fallo de función pancreática o de síndrome
existen varios transportadores específicos en la cé- de intestino corto, la absorción de péptidos estará
lula intestinal. En este caso, la célula intestinal no gravemente comprometida, gracias a la capacidad
sólo es capaz de absorber los aminoácidos simples de reserva y redundancia del sistema.
sino que, además, puede absorber dipéptidos o in-
cluso tripéptidos; lo que le proporciona una capaci- Absorción de vitaminas. Absorción de ácido fólico.
dad mucho mayor de reserva. Absorción de vitamina B12
El proceso digestivo de las proteínas depende de
Absorción de vitaminas
un conjunto de enzimas, que van transformando
las estructuras complejas en moléculas progresiva- La absorción de vitaminas es esencial para la vida,
mente más sencillas. Las pepsinas gástricas, crítica- y también es un conjunto de fenómenos en los que
mente dependientes en su acción del pH del medio, interviene, además, de forma muy activa la micro-
inician el proceso; que continúan las peptidasas biota intestinal. En algunos casos se absorben por
pancreáticas, y posteriormente las peptidasas del difusión pasiva, en otros por mecanismos activos
borde en cepillo e intracelulares. Como una prueba que pueden implicar mecanismos de hidrólisis
más de las múltiples interacciones presentes fisio- previa además de un transportador específico de
lógicamente, cabe mencionar el papel clave de la membrana. El déficit de vitaminas es parte esen-
enteroquinasa, un enzima presente en el borde en cial de muchas de las entidades clínicopatológicas
cepillo de la mucosa intestinal, que activa el trip- en las que se produce malabsorción. No podemos
sinógeno a tripsina, un punto clave para a conti- revisar específicamente todas ellas, pero por su im-
nuación iniciar la cascada de funcionamiento del portancia en muchos síndromes de malabsorción:
resto de peptidasas pancreáticas. La enteroquinasa el ácido fólico y la vitamina B12.
es liberada, paso necesario para poder ejercer su
acción, por los ácidos biliares; un ejemplo más de
Absorción de ácido fólico
la interdependencia entre los diversos mecanismos La mayor parte del ácido fólico dietético está en
de absorción de nutrientes. Dado que varios de los realidad en forma de poliglutamatos, presentes es-
aminoácidos son esenciales, es decir, el organismo pecialmente en las espinacas, nueces, cacahuetes,
por sí mismo es incapaz de sintetizarlos, no es muy la carne de hígado, o el zumo de naranja. La cocción
sorprendente que existan sistemas aparentemente prolongada reduce considerablemente el valor en
redundantes de absorción de péptidos. Asimismo, folatos de los alimentos. Estos poliglutamatos de-
desde un punto de vista fisiopatológico, convie- ben ser primero hidrolizados en la luz intestinal y
ne resaltar como en condiciones de enfermedad el borde en cepillo, un proceso que es interferido
puede facilitarse el proceso de asimilación de los por el alcohol etílico; para luego ser absorbido por
péptidos administrándolos parcialmente digeridos, el enterocito con un mecanismo activo, que es se-
en forma de aminoácidos, dipéptidos, tripéptidos lectivamente inhibido por algunos fármacos como
o péptidos no muy complejos; obviando parte la sulfasalazina. La ingesta diaria de folatos es, en
del proceso previo necesario antes del transporte muchas personas, muy próxima a la cantidad diaria
transcelular. Ello constituye el fundamento de las mínima recomendada (200 mg, 400 en el embara-
nutriciones elementales (aminoácidos simples) o zo), y las bacterias intestinales son ávidas consumi-
poliméricas (péptidos sencillos). Este sistema no doras de ácido fólico; por lo que es muy frecuente
sólo facilita la asimilación al no requerir un proce- el déficit de ácido fólico en muchos procesos de
malabosorción.
so digestivo complejo, sino que además reduce la
“carga antigénica”, puesto que no se administran
proteínas estructuralmente íntegras, que pueden
Absorción de la vitamina B12
constituir determinantes antigénicos fácilmente re- El organismo humano es capaz de extraer de la die-
conocibles por el sistema inmunológico intestinal. ta cantidades mínimas de vitamina B12: de hecho
319
Sección 4. Intestino delgado y colon
Alimentos
Pepsina
Vitamina B12
Proteína R (saliva)
Tripsina (páncreas)
B12 libre
la cantidad mínima recomendada en la ingesta dia- producido por las células oxínticas, tiene menos afi-
ria es de 1,5 µg (nótese microgramos). Probable- nidad por la B12 hasta que la acción de la quimotrip-
mente ello es debido a su escasez en los alimentos, sina pancreática cambia la situación; formándose
y a la competición con las bacterias intestinales o complejos factor intrínseco-B12. Estos complejos, si
parásitos (situación frecuente en países subdesa- no son degradados o utilizados por parásitos o bac-
rrollados). Para que este mecanismo sea tan eficaz, terias presentes en la luz intestinal, llegan al ileon,
selectivo y exacto, se precisa la integridad de va- donde son reconocidos por receptores específicos,
rios órganos y funciones: la presencia de proteínas y luego absorbidos (figura 3).
R (salivares, esofágicas y gástricas), la secreción de Por tanto, muy diversas patologías pueden pro-
factor intrínseco por parte del estómago, la acción vocar una deficiente absorción de la vitamina B12,
de las peptidasas pancreáticas (que disminuyen la que es crítica para la síntesis de mielina, así como
afinidad de la B12 por las proteínas R y la aumen- para la constante regeneración de células sanguí-
tan por el factor intrínseco), la ausencia de pará- neas. En la gastritis atrófica autoinmune, la defi-
sitos o sobrecrecimiento bacteriano, la integridad ciente producción de factor intrínseco lleva a la
anatómica del ileon terminal, y la presencia de re- anemia perniciosa por déficit de vitamina B12; en
ceptores específicos en las células ileales encarga- la pancreatitis crónica avanzada el déficit de B12 es
das del transporte del complejo factor intrínseco- muy frecuente; en el sobrecrecimiento bacteriano
cobalamina. En resumen, la vitamina B12 presente puede ser una característica clave; y es una con-
en el alimento se une primero a las proteínas R, un secuencia frecuente de la enfermedad de Crohn,
complejo que no se absorbería. El factor intrínseco bien por daño estructural del íleon, bien por su
320
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
resección quirúrgica. Siendo todos estos hechos B12: aislado, con administración previa de factor
relativamente bien conocidos, vale la pena citar al- intrínseco (para confirmar la atrofia gástrica como
gunos datos recientes que son del máximo interés origen), de enzimas pancreáticos (para confirmar
clínico. En primer lugar, se han descrito múltiples la insuficiencia pancreática), o de antibióticos (para
variantes genéticas que pueden llevar a un déficit confirmar el sobrecrecimiento bacteriano) (figura 4).
de B12 (citamos un ejemplo). En segundo lugar, y
probablemente mucho más importante desde el Absorción de minerales y oligoelementos:
punto de vista epidemiológico y clínico, la deficien-
cia de vitamina B12 puede ser mucho más frecuente
hierro y calcio
de lo que pensábamos, especialmente en la, cada
vez más numerosa, población anciana de los paí- Absorción de hierro
ses occidentales. En tercer lugar, y curiosamente, No es necesario resaltar la importancia biológica
probablemente aprovechando mecanismos de di- del hierro. Su absorción intestinal está estrecha-
fusión pasiva, el tratamiento antes necesariamente mente regulada por una serie de mecanismos
intramuscular o intranasal, puede hacerse por vía locales y sistémicos, muchos de ellos de conoci-
oral siempre que se utilicen dosis muy elevadas, de miento muy reciente. El hierro está presente en la
0,5 a 1 mg (nótese miligramos) diarios . alimentación en cantidades variables, en Occidente
Por otra parte, la complejidad del sistema también entre 20 y 30 mg/diarios; pero en muchos países
es la base de las diversas variantes del Test de Schi- subdesarrollados en áreas con alimentación predo-
lling, con el cual se mide la absorción de vitamina minantemente vegetariana la cantidad es substan-
321
Sección 4. Intestino delgado y colon
Absorción de calcio
El calcio se absorbe por un doble mecanismo: ac-
Figura 4. Aftas en la mucosa orofaríngea de un enfermo con tivo, casi exclusivamente duodenal; y pasivo, a lo
celiaquía (el término esprue se deriva de la palabra holandesa
“apruw”, que significa afta). largo de todo el intestino delgado. Ambos meca-
nismos, pero especialmente el activo duodenal,
presentan gran variabilidad a lo largo de la vida del
cialmente menor. En dependencia de la edad (los sujeto, siendo especialmente activos en el neonato
requerimientos son mucho mayores durante el pro- o en el embarazo, y menos eficientes en el ancia-
ceso de crecimiento, por ejemplo) y las circunstan- no. En ambos casos, la vitamina D regula el pro-
cias fisiológicas (embarazo, menstruación, pérdidas ceso a través de su acción sobre la concentración
por enfermedad o heridas) la capacidad de absor- intracelular de calbindina. Además de por el calcio
ción intestinal puede modificarse, multiplicándose dietético, por otros factores endoluminales como la
hasta por 10 con respecto a la absorción normal. concentración de oxalatos, y por la vitamina D; vale
la pena recordar, como en el caso del hierro, la im-
La proteína transportadora DMT-1 presente en el
portancia de la integridad duodenal en la absorción
enterocito es clave en el proceso, y su expresión y
de calcio; factor a tener en cuenta en los pacientes
función están regulados estrechamente. Además
celíacos o con intervenciones quirúrgicas gástricas.
del gen HFE, claramente implicado en la hemo-
cromatosis (enfermedad en la que la absorción de
hierro sería anómalamente excesiva); un cúmulo
Fisiopatología: maldigestión
de datos recientes demuestran que un péptido y malabsorción
conocido como hepcidina es probablemente una El objetivo de este capítulo no es llevar a cabo una
substancia reguladora clave en el metabolismo del revisión general de las diferentes enfermedades
hierro; controlando su absorción en función no que pueden causar malabsorción (una lista parcial
sólo de la situación de los depósitos de hierro, sino se facilita en la tabla 1), y algunas de las entidades
también de la presencia o ausencia de inflamación. más importantes constituyen capítulos completos
En este punto es donde queríamos señalar como de este libro (referencias cruzadas). Clásicamente
la absorción intestinal puede estar influida no sólo se distinguen, desde un punto de vista fisiopatoló-
por factores estructurales (daño tisular directo, por gico dos grandes tipos de síndromes: maldigestión
ejemplo) sino por la situación general del organis- cuando la alteración fundamental reside en la di-
mo. A través de la expresión de la hepcidina, la IL6 gestión intraluminal de los alimentos (el prototi-
(interleucina 6) producida en un proceso inflamato- po sería una pancreatitis crónica) y malabsorción
rio puede limitar seriamente la absorción de hierro, cuando el defecto primario reside en la propia
322
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
mucosa intestinal (ejemplos en la tabla 2). Si bien TABLA 1. Causas frecuentes (*) de malabsorción
desde un punto de vista estrictamente fisiopatoló-
gico, y en ocasiones para orientar parte del proceso
diagnóstico, la distinción puede tener interés; des- ❱❱ Enfermedades intestinales
de el punto de vista estrictamente clínico resulta • Enfermedad de Crohn
más práctico agrupar las distintas entidades clínicas • Enfermedad celíaca
como causantes de malabsorción, concepto que
• Sobrecrecimiento bacteriano
englobaría ambos. De hecho, en muchas circuns-
• Síndrome de inmunodeficiencia adquirida
tancias clínicas aparentemente puras, finalmente
se da una mezcla de alteraciones. Así, el prototipo • Síndromes de intestino corto
de enfermedad mucosa que causaría malabsorción • Tuberculosis intestinal
y no maldigestión sería la enfermedad celíaca, en la • Enfermedad inmunoproliferativa del intestino
que el daño primario reside en la mucosa intestinal. delgado
Sin embargo, hay varias circunstancias que hacen
• Giardiasis
que también exista maldigestión. La deficiente ab-
sorción hace que la mezcla de los diversos compo- ❱❱ Enfermedades pancreáticas
nentes necesarios para la absorción sea deficiente, • Pancreatitis crónica
hay una mayor contenido luminal de sustratos para • Fibrosis quística
el metabolismo bacteriano y, sobre todo, la des- ❱❱ Enfermedades gástricas
trucción de la mucosa repercute en daño también • Gastritis atrófica
en los receptores que tienen que activarse para li-
• Cirugía gástrica
berar secretina y colecistoquinina; hormonas que
intervienen directamente en la secreción biliar y ❱❱ Enfermedades hepáticas y biliares
pancreática, necesarias para la «digestión». • Cirrosis hepática
• Cirrosis biliar primaria
Malabsorción de grasas • Obstrucción biliar tumoral
La malabsorción de grasas puede depender de ❱❱ Enfermedades sistémicas
diversos factores: 1) mezcla inadecuada del con- • Enfermedades endocrinas
tenido intestinal con las secreciones biliar y/o - Diabetes mellitus
pancreática (habitualmente tras intervenciones
- Hipertiroidismo e hipotiroidismo
quirúrgicas); 2) falta de sales biliares con dificultad
en la formación de micelas (por ejemplo por obs- • Enfermedades cardiacas
trucción biliar); 3) falta de hidrólisis de las grasas - Insuficiencia cardíaca congestiva
por reducción o ausencia de secreción pancreática; • Enfermedades inmunológicas
4) anomalías estructurales en la mucosa que impi- - Esclerodermia
dan el tránsito por la célula intestinal normal; y 5)
(*) Un listado exhaustivo incluiría más de 100 enfer-
obstrucción linfática que dificulte el transporte de medades diferentes, algunas muy infrecuentes en la
quilomicrones y lipoproteínas. La propia comple- práctica clínica diaria. Hemos escogido para la tabla
jidad de la absorción de los lípidos hace que nu- aquellas muy frecuentes o que constituyen un ejem-
merosas enfermedades puedan repercutir en una plo paradigmático. Son las causas de malabsorción
malabsorción de grasas, que, de hecho, es el factor más frecuentes en países occidentales. En los países
común más frecuente en la mayoría de los trastor- subdesarrollados las parasitosis, el esprue tropical
nos malabsortivos. Además del déficit en la ingesta y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, son
calórica, puede acompañarse de absorción inade- las causas más frecuentes. American Association for
cuada de vitaminas liposolubles. Por otra parte, los the Study of Liver Diseases. Tavil AS, ed. Hepatology
2001, 33: 1321.
lípidos que quedan libres en la luz intestinal son
sustratos para el metabolismo bacteriano, lo cual
puede producir otra serie de efectos en los tramos embargo, la esteatorrea es mucho más intensa y
intestinales más bajos. manifiesta en los cuadros de maldigestión que en
La esteatorrea es tan común en los síndromes de las enfermedades propiamente mucosas. De he-
malabsorción, que en algunos textos los términos cho, la enfermedad que cursa con una esteatorrea
llegan a confundirse. En términos generales, sin clínicamente más relevante, incluso en el aspecto
323
Sección 4. Intestino delgado y colon
324
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
de vista clínico los síndromes que más a menudo centros de referencia. Podemos citar algunos ejem-
llevan al diagnóstico son la diarrea crónica y la pér- plos reales:
dida no explicada de peso. Analíticamente, pueden
❱❱ Un hermano de un paciente con enfermedad
sugerir la presencia de malabsorción la presencia
celíaca acude a nuestra consulta. El examen fí-
de anemia micro o macrocítica, la hipocolestero-
sico descubre aftas en la mucosa oral (figura 4).
lemia, la hipoalbuminemia, una hipocalcemia, o
En su análisis general todo es normal excepto
alteraciones en la coagulación; por ejemplo. Es pro-
la hemoglobina (12,5 g/dl; normal a partir de
bable que en ancianos sean mucho más frecuentes
13 g/dl) y la ferritina (2 ng/ml; normal a partir
de lo aparente diversos cuadros de malabsorción,
de 12 ng/ml). En este caso, la probabilidad de
como el sobrecrecimiento bacteriano o el déficit enfermedad celíaca es tan alta, que directa-
de vitamina B12. Es probable que en los próximos mente hemos de proceder a realizar tanto una
años tengan que desarrollarse estrategias activas biopsia duodenal, como una determinación de
de búsqueda de estos trastornos en las revisiones anticuerpos antitransglutaminasa. No tendría
de salud de los pacientes de más de 70 años. Des- ningún sentido clínico llevar a cabo tests de ab-
de otro punto de vista, determinados diagnósticos sorción, ni otras determinaciones complejas.
establecidos por otros criterios deben sugerir la
presencia de malabsorción. Un ejemplo es la pan- ❱❱ Un paciente con enfermedad de Crohn ileocóli-
creatitis crónica diagnosticada por criterios morfo- ca acude a su revisión anual: está asintomático,
lógicos, tras una evaluación por dolor abdominal mantiene el peso, y no refiere diarrea. La pro-
crónico o dispepsia. babilidad de malabsorción es clínicamente tan
baja, que no es preciso hacer tests de absorción
Tradicionalmente se ha recomendado un esquema de ningún tipo. Sin embargo, la analítica de con-
que incluiría tres pasos: a) sospecha de malabsor- trol debe incluir ácido fólico y vitamina B12. El
ción por criterios clínicos o analíticos; b) demos- déficit subclínico de vitamina B12 es frecuente
tración de la presencia de malabsorción mediante en la enfermedad de Crohn, puede ser incluso
tests específicos; y c) búsqueda de la enfermedad un marcador de actividad inflamatoria persis-
causal de la malabsorción. Esta sería, podríamos tente en el íleon. Si la vitamina B12 está baja, no
decir, una aproximación fisiopatológica al diagnós- podremos instituir tratamiento hasta conocer el
tico. Si bien en ocasiones puede resultar práctica, status del ácido fólico.
hoy en día es una estrategia raramente utilizada en
la clínica. Como se detalla en el capítulo de diarrea ❱❱ Un paciente con pancreatitis crónica acude a la
crónica, resulta mucho más efectivo utilizar un es- consulta porque sufre diarrea, a pesar del trata-
quema basado en la frecuencia epidemiológica de miento con enzimas pancreáticos orales. En este
las enfermedades en el área concreta, buscando caso serán necesarios varios tests: a) generales
primero la etiología, y confirmando y cuantificando para conocer el estado nutricional del paciente
(ferritina, vitamina B12, ácido fólico, proteínas,
en su caso la malabsorción más adelante; especial-
triglicéridos, colesterol); b) específicos (TC para
mente con vistas al seguimiento del paciente.
descartar un carcinoma complicando el proce-
Evaluación diagnóstica de la malabsorción so); y c) si el TC es normal: tests específicos de
absorción, en concreto van de Kamer o test de
Ante la sospecha de una malabsorción disponemos trioleína marcada con 13C mientras el paciente
básicamente de tres tipos diferentes de explora- continúa con los enzimas para valorar los reque-
ciones que pueden resultar útiles: a) exploraciones rimientos de nuevos tratamientos y tests para
para valorar la situación nutricional general o de un descartar otras causas de malabsorción, en con-
nutriente, mineral u oligoelemento específico; b) creto un sobrecrecimiento bacteriano.
exploraciones dirigidas al diagnóstico específico de
La gran variabilidad clínica marcará nuestras deci-
una enfermedad concreta que causa la malabsor-
siones diagnósticas. No obstante, sí podemos hacer
ción; y c) tests específicos para valorar la absorción
algunas generalizaciones útiles.
intestinal. Los escenarios clínicos posibles son múl-
tiples y variados, lo que hace imposible una siste- ❱❱ En el caso de los tests generales, son especial-
matización; teniendo en cuenta que la accesibilidad mente importantes la ferritina, la vitamina B12,
y el coste de algunas deteminaciones no permiten el ácido fólico, triglicéridos, colesterol total, al-
su uso más que en algunos pacientes y en algunos búmina, proteínas totales, calcio, y el hemogra-
325
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 5. El tránsito intestinal es una prueba diagnóstica de utilidad cuando se sospecha una enfermedad intestinal. a) Hiper-
plasia nodular difusa en un paciente con sobrecrecimiento bacteriano; b) Imagen en “empedrado” en ileon terminal en un
paciente con una enfermedad de Crohn; c) Linfoma intestinal. Se observan múltiples segmentos estenóticos con irregularidad y
especulación de la mucosa.
ma (hemoglobina, volumen corpuscular medio, que a veces hay que completar la información
linfocitos). La valoración del estado nutricional con una resonancia pancreática previo estímulo
puede requerir tests específicos, como por con secretina i.v. (mayor sensibilidad que la TC),
ejemplo una densitometría ósea para valorar la una ecoendoscopia o una ERCP (ver capítulo
posible osteopenia/osteoporosis en un paciente 43). El diagnóstico diferencial implica excluir,
gastrectomizado. en lo posible, el carcinoma en todos los casos.
❱❱ En el caso de los tests específicos de cada en-
En el caso específico de los tests de absorción
fermedad, en la práctica hay que mencionar
intestinal, su uso más frecuente en la práctica
dos grandes posibilidades. Cuando se sospecha
actual se da en la valoración (y cuantificación) del
una enfermedad intestinal, la demostración
trastorno de la absorción, fundamentalmente
morfológica tanto de anomalías inespecíficas
para servir posteriormente como guía del trata-
que sugieren malabsorción (segmentación,
miento en algunas de las enfermedades. Clásica-
fragmentación, floculación, imagen en nevada),
mente los tests más empleados eran la prueba
y específicas de alguna entidad (diverticulosis
de van de Kamer (cuantificación de la grasa en
de intestino delgado, signos de enfermedad
heces); y el test de la D-Xilosa (valoración de la
de Crohn, linfoma, tuberculosis, etc.), hacen
absorción de este monosacárido no metaboliza-
que el estudio radiológico (tránsito) del intes-
ble por el ser humano, aunque sí por la micro-
tino delgado conserve un importante valor en
biota intestinal). Básicamente, la prueba de van
el proceso diagnóstico (figura 5). En los últimos
de Kamer se indicaba como una prueba general
años se ha demostrado, además, que la cápsula
de absorción intestinal, puesto que sea cual sea
intestinal puede aumentar el rendimiento, pro-
la causa de la malabsorción, salvo excepciones
porcionando imágenes patológicas en pacientes
muy limitadas, la absorción de grasas está afec-
con enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn
tada. Una prueba de van de Kamer anormal era
con radiologías normales, y en ocasiones tiene
considerada como el punto de referencia para
que completarse con una enteroscopia para la
definir la malabsorción en muchos centros. Si
obtención de biopsias de la mucosa.
se demostraba malabsorción, a continuación
❱❱ Cuando se sospecha una enfermedad pancreá- se indicaba una prueba de D-Xilosa: si ésta era
tica, es indispensable disponer de información anormal, el trastorno se localizaba en la muco-
morfológica del páncreas, y en la mayoría de los sa intestinal, si era normal el trastorno era una
centros lo más práctico es realizar una TC, aun- maldigestión. Además de estos tests, se utiliza-
326
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología
ban en circunstancias más concretas, tests más rosis, aún con resultados normales de los tests
específicos como el test de tolerancia a la lactosa, de absorción intestinal. La gran capacidad de
por ejemplo. El paradigma de test más fisiopato- reserva del intestino, previamente mencionada,
lógico, es sin embargo el test de Schilling, en el es la responsable de este fenómeno: el daño
cual se administra una pequeña dosis radioactiva selectivo duodenal puede provocar malabsor-
de B12 oral y simultáneamente una dosis grande ción de hierro y calcio; y el resto del intestino
intramuscular de B12 no marcada (con objeto de absorber las grasas con la eficiencia suficiente
rellenar los depósitos, lo que hará que la vitami- para que la prueba de van de Kamer de un re-
na B12 que se absorba de la dosis oral sea elimi- sultado normal.
nada por vía urinaria). Si la cantidad recuperada
❱❱ En todo caso, la multiplicidad de tests aplicables
en la orina de B12 radiactiva es pequeña (menos
en circunstancias clínicas muy específicas, hace
del 10% de la administrada por vía oral), pode-
que muchos de ellos estén disponibles única-
mos afirmar que existe una deficiente absorción
mente en Unidades de Referencia. La figura 6
de vitamina B12. Un repaso de los conceptos fi-
muestra distintos ejemplos del rendimiento de
siológicos resumidos anteriormente nos indica,
las pruebas de imagen en el diagnóstico de la
no obstante, que la alteración puede residir en
malabsorción.
múltiples puntos, por lo que localizar el punto
exacto puede requerir modificaciones sucesivas
del tests: con administración simultánea de fac-
Tratamiento general del síndrome
tor intrínseco (detectar la gastritis atrófica), con de malabsorción
preadministración de antibióticos (detectar el Además del tratamiento causal, es esencial recupe-
sobrecrecimiento bacteriano), o con administra- rar lo antes posible una situación nutricional nor-
ción simultánea de enzimas pancreáticos (detec- mal. Evidentemente un tratamiento efectivo tiene
tar la insuficiencia pancreática). que estar guiado por un conocimiento previo de
❱❱ En los últimos años, se han producido varios los déficits presentes. La mayoría de los déficits de
cambios en esta estrategia. En primer lugar, oligoelementos, minerales y vitaminas pueden tra-
prácticamente cualquier test de absorción in- tarse con los complejos vitamínicos disponibles en
testinal puede ser modificado para realizarse el mercado. Pueden ser muy útiles los diversos pre-
como un test del aliento, lo que hace las prue- parados de nutrición enteral, por varias razones.
bas más cómodas para el paciente y también En primer lugar pueden ser fáciles de tomar para
para el laboratorio. Una revisión exhaustiva pacientes en condiciones precarias, además de no
de este tipo de exploraciones ha sido publica- contener gluten ni lactosa, lo que es importante en
da recientemente30. Aunque no están disponi- circunstancias específicas. En segundo lugar pue-
bles en todos los laboratorios, es muy posible den tener valor terapéutico intrínseco en algunas
que vayan substituyendo poco a poco a los circunstancias, como la enfermedad de Crohn. En
tests tradicionales. Así, en la evaluación de tercer lugar, al proporcionar las proteínas en forma
la pancreatitis crónica, el test de la trioleína de péptidos simples puede facilitar la asimilación,
marcada con 13C está adquiriendo la posición en algunos procesos. Y, en cuarto lugar, contienen
de referencia en las Unidades de Pancreatolo- oligoelementos y vitaminas, lo que disminuye la
gía, porque la prueba de van de Kamer, si bien necesidad de utilizar otros suplementos. Algunos
muy precisa, es muy difícil de llevar a cabo puntos pueden requerir atención específica, y re-
correctamente por el paciente (especialmente cordamos algunos que nos parecen especialmente
cuando hay que repetirla a lo largo del segui- importantes:
miento) y muy incómoda para el laboratorio.
❱❱ El calcio hay que suministrarlo con vitamina D, y
En segundo lugar, numerosos estudios, particu-
la tolerancia a los diversos productos es tan in-
larmente en el ámbito de la enfermedad celíaca
dividual que es bueno asegurarse de la respues-
(ver capítulo correspondiente) han demostrado
ta individual de cada paciente para garantizar
que los tests tradicionales, incluso la prueba de
una buen cumplimiento terapéutico.
van de Kamer, tienen una sensibilidad muy baja
para detectar malabsorción, y muchos pacien- ❱❱ El hierro se administra a menudo en dosis ex-
tes sufren de consecuencias clínicas, incluso cesivas insistiendo en que el paciente tome los
graves, como anemia ferropénica u osteopo- preparados en ayunas, o utilizando productos
327
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 6. El tránsito intestinal es una prueba diagnóstica de utilidad cuando se sospecha una enfermedad intestinal. a) Hiper-
plasia nodular difusa en un paciente con sobrecrecimiento bacteriano; b) Imagen en “empedrado” en ileon terminal en un
paciente con una enfermedad de Crohn; c) Linfoma intestinal. Se observan múltiples segmentos estenóticos con irregularidad y
especulación de la mucosa.
nuevos teóricamente mejor tolerados que las ❱❱ El ácido fólico es muy a menudo deficitario en
sales tradicionales: muchos pacientes abando- los cuadros malabsortivos, y a corto plazo hay
nan el hierro si se prescribe como es tradicional. que suministrarlo específicamente, aunque a
Una dosis única de sulfato ferroso después de medio y largo plazo las recomendaciones dieté-
la comida principal suele ser suficiente y es tan ticas pueden resultar muy útiles.
bien tolerada como cualquier preparado, con lo
que se consigue una mejor adherencia al trata- Bibliografía
miento. Además, en caso de necesidad de efec- 1. Madara JL, Traer JS. Functional morphology of
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329
23 Enfermedad celíaca
(sensibilidad al gluten)
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
Departamento de Medicina y Psiquiatría, Universidad de Zaragoza.
CIBERehd
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 331
Sección 4. Intestino delgado y colon
que la prevalencia real de la enfermedad celíaca res ambientales y/o genéticos. La importancia de
se sitúa entre el 0,33% y el 1%, siendo en muchas otros factores genéticos parece clara si tenemos
series más frecuente en mujeres con un relación en cuenta que la concordancia para la enfermedad
2:1. La enfermedad celíaca es más frecuente en- es del 80% en gemelos univitelinos, mientras que
tre los familiares de primer grado de una persona es similar a la del resto de los familiares de primer
afecta (entre un 5% y un 15%), y se asocia signifi- grado en los gemelos bivitelinos.
cativamente con otras entidades de naturaleza in-
En las personas susceptibles, el contacto con unos
munológica como la deficiencia selectiva de IgA, la
determinantes antigénicos presentes en las pro-
tiroiditis autoinmune o la diabetes mellitus de tipo
teínas de algunas familias de cereales (trigo, ce-
I (ver tabla 3). Estas asociaciones deben tenerse en
bada, centeno) y ausentes en otras (arroz, maíz,
cuenta a la hora de la sospecha diagnóstica.
soja), desarrollan una lesión mediada inmunológi-
camente, en la que intervienen tanto mecanismos
Etiología y fisiopatología básicas de inmunidad innata, como de inmunidad adqui-
rida. En el trigo estas fracciones “tóxicas” están
Todavía desconocemos puntos clave del mecanis-
presentes en las proteínas solubles en alcohol, que
mo, pero la enfermedad aparece sólo en personas
se conocen genéricamente como gluten, concep-
con determinados haplotipos del sistema HLA (HLA
to que por extensión se suele aplicar a todos los
DQ2 o HLA DQ8). Los pacientes homocigotos para
desencadenantes del trastorno. En su variante más
el HLA DQ2 son mucho más susceptibles que los
conocida, la lesión afecta a la mucosa intestinal,
heterocigotos para la enfermedad. Sin embargo, la
sobre todo la más proximal.
gran mayoría de personas con dichos haplotipos
no presentan la enfermedad, por lo que resulta Los síntomas “clásicos” de la entidad obedecen
evidente la necesaria contribución de otros facto- fundamentalmente al daño en la absorción intes-
332
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
333
Sección 4. Intestino delgado y colon
334
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
Figura 3. El linfoma puede complicar la evolución del paciente con enfermedad celíaca. Radiología baritada de un paciente
celíaco afectado por un linfoma. Cortesía del Dr. Domínguez. Hospital San Jorge.
335
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 4. Criterios propuestos por Catassi para el diagnóstico de la enfermedad celíaca (a menos 4 de 5 o 3 de 4 si no se ha
realizado el test genético)
Notas:
• Una historia familiar de enfermedad celíaca añade evidencias al diagnóstico.
• En pacientes asintomáticos, especialmente en niños, es aconsejable confirmar la seropositividad en 2 o más mues-
tras de sangre con intervalos de 3 meses.
• En casos seleccionados puede ser necesaria una prueba de provocación, al menos 2 años después de la retirada
del gluten, para confirmar el diagnóstico.
(a) Ejemplos de síntomas típicos pueden ser diarrea crónica con emaciación, retraso de crecimiento en niños, ane-
mia con carencia de hierro.
(b) IgA antiendomisio o antitransglutaminasa o IgG antiendomisio o antitransglutaminasa, en pacientes con déficit
de IgA. La presencia de IgG anti-gliadina añade evidencia al diagnóstico.
(c) La positividad para el haplotipo DQ2 del sistema HLA incluye la presencia de la mitad del heterodímero
(DQB1*02).
(d) Incluye las lesiones catalogadas como Marsh 3 o aquellos con lesiones Marsh 1-2 asociadas a serología positiva o
con lesiones tipo Marsh 1-3 con serología negativa y demostración de depósitos subepiteliales de IgA.
(e) La respuesta histológica es esencial en pacientes con serología negativa o déficit asociado de IgG.
líaca. El estudio del HLA puede servir para excluir el bacteriano intestinal (SBI) favorecido por un mal
diagnóstico en casos puntuales, especialmente con aclaramiento de bacterias consecutivo al estado
histología conflictiva. Por otro lado, y dado el ele- inflamatorio de la mucosa. En tales casos, la de-
vado valor predictivo negativo del test genético, la mostración de SBI (por ejemplo, mediante un test
determinación de los haplotipos DQ2-DQ8 del HLA de lactulosa) puede contribuir al alivio sintomático
puede ser de valiosa ayuda para seleccionar qué tras administrar una pauta antibiótica apropiada
pacientes con una sospecha clínica bien fundada (rifaximina, metronidazol) (ver más adelante).
y serología negativa pueden ser tributarios de una
biopsia intestinal. Biopsia
La histología es esencial (aunque no suficiente)
Estudios de absorción para el diagnóstico, pero conlleva la realización
Los tests de absorción intestinal (D-Xilosa, prueba de una técnica molesta y con riesgos (bajos pero
de Van de Kamer, test de lactulosa/manitol; y otros) presentes). Es muy importante obtener un número
pueden ser útiles a la hora de valorar algunos pa- adecuado (mínimo de cuatro muestras) de la zona
cientes, en el contexto de clínicas especializadas, adecuada (2.ª porción duodenal) y es esencial la co-
y particularmente en los casos atípicos en su evo- laboración de un patólogo con un profundo cono-
lución clínica o con mala respuesta al tratamiento cimiento de las variantes leves de la enfermedad,
convencional. Un ejemplo son aquellos pacientes para no excluir incorrectamente el diagnóstico. En
que tras retirar el gluten de la dieta persisten con casi todos los centros la biopsia se obtiene, hoy en
clínica de flatulencia, meteorismo y diarrea a pesar día, mediante la realización de una endoscopia que
de un buen cumplimiento del régimen sin gluten. puede mostrar, además, signos macroscópicos muy
Casi 2/3 de los pacientes con enteropatía sensible sugerentes. Se utiliza la clasificación de Marsh, en
al gluten presentan un estado de sobrecrecimiento la que se distinguen varios estadios (0, I, II, III) de
336
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
menor a mayor grado lesional. Sólo el estadio III es TABLA 5. Enfermedades que pueden acompañarse
el descrito clásicamente (atrofia de vellosidades, de un aumento en el recuento de linfocitos intraepiteliales
hiperplasia de criptas, infiltración de células infla- (> 25%)
matorias), pero los demás estadios pueden tener
la misma relevancia diagnóstica, como se ha de-
mostrado en estudios en nuestro medio. En este ❱❱ Enteropatía sensible al gluten.
punto es esencial que el patólogo lleve a cabo in- ❱❱ Gastritis por Helicobacter Pylori.
munotinciones específicas para linfocitos CD3 para
❱❱ Consumo de antiinflamatorios no esteroideos
cuantificar correctamente la población de linfocitos (AINE).
intraepiteliales. Una población superior al 25% LIE
❱❱ Duodenitis péptica.
es concordante con la existencia de una duodenitis
linfocítica (Marsh 1), entidad que puede incluirse en ❱❱ Sobrecrecimiento bacteriano intestinal.
el espectro de una enteropatía sensible al gluten, ❱❱ Intolerancia a proteínas de la leche de vaca o del
especialmente en presencia de una serología posi- huevo.
tiva o la demostración de un depósito subepitelial ❱❱ Postgastroenteritis vírica.
de IgA (tabla 4). Si la serología es negativa (aun con ❱❱ Infestación por Giardia lamblia.
un test genético positivo), la presencia de una duo- ❱❱ Enfermedad de Crohn.
denitis linfocítica no es suficiente para establecer ❱❱ Colitis microscópica.
el diagnóstico y el clínico ha de valorar minuciosa-
❱❱ Enteropatía autoinmune.
mente otras entidades capaces de incrementar la
población de LIE para no sobrediagnosticar casos ❱❱ Esprúe tropical.
de ESG que realmente no lo son (tabla 5). Algunos
autores proponen que la relación vellosidad-cripta
siga siendo el criterio esencial, porque de hecho
permitiría identificar todos los estadios de la clasifi- En la práctica diaria, por tanto, nos enfrentamos al
cación de Marsh con su análisis cuidadoso. En todo menos a dos tipos de situaciones:
caso, el diagnóstico definitivo de una ESG exige la ❱❱ Escenario clínico con baja probabilidad (inferior
regresión o mejoría de las lesiones histológicas tras al 5%) de enfermedad celíaca, pero en el que es
la retirada del gluten de la dieta. necesario descartarla (por ejemplo una pacien-
te con infertilidad, un familiar de segundo gra-
Cápsula endoscópica y enteroscopia do, o el caso clínico más común del síndrome de
intestino irritable). En este caso se debe realizar
La cápsula permite la demostración de una atrofia
analítica general con determinación de ferriti-
de la mucosa, incluso en casos raros con poca afec-
na, vitamina B12, proteínas, albúmina y coleste-
ción duodenal. La enteroscopia permite no sólo la
rol; así como anticuerpos antitransglutaminasa
visualización de la mucosa, sino también la obten-
IgA (o antiendomisio IgA), y determinación de
ción de muestras para el estudio histológico.
IgA total. Si no hay alteraciones analíticas, y los
Densitometría ósea anticuerpos antitransglutaminasa son negativos
la probabilidad de enfermedad celíaca es muy
Cuando se establezca el diagnóstico de enferme- baja (inferior al 1/1.000) por lo que queda razo-
dad celíaca, un paciente adulto debe ser sometido nablemente excluida. Si hay un déficit selectivo
a una densitometría ósea para, en su caso, ser tra- de IgA, hay que titular los anticuerpos IgG. En
tado de osteopenia u osteoporosis. casos seleccionados estaría indicada una biop-
sia duodenal para aumentar el valor predictivo
Estrategia diagnóstica negativo hasta prácticamente el 100%.
La utilización de las herramientas disponibles de- ❱❱ Escenario clínico con una alta probabilidad
pende del caso concreto, y de un correcto conoci- (superior al 5%) de enfermedad celíaca. En este
miento del valor predictivo positivo y negativo de caso el valor predictivo negativo de los anti-
los tests, y de su utilización conjunta en casos se- cuerpos es relativamente bajo. Por ello, sería
leccionados. Es esencial para la elección de los tests recomendable hacer tanto una biopsia intes-
una evaluación clínica previa de la probabilidad ba- tinal como una determinación de anticuerpos,
sal de enfermedad celíaca en el caso concreto. además de los análisis generales señalados pre-
337
Sección 4. Intestino delgado y colon
viamente. Básicamente nos podemos encontrar primer grado, por ejemplo, tiene un 10-15% de
con cuatro tipos de resultados: probabilidades de tener una enfermedad celíaca
(25-30% si es positivo para DQ2-DQ8), por lo que
■■ Histología positiva y anticuerpos antitrans-
deberíamos hacer anticuerpos y biopsia. Es proba-
glutaminasa (o antiendomisio) positivos. En
ble, sin embargo, que muchos pacientes, e incluso
este caso el diagnóstico puede establecerse,
muchos clínicos acepten, en ausencia de clínica
aunque la confirmación definitiva se obten-
y alteraciones analíticas, un margen de un 5% de
drá mediante la demostración de mejoría de
error de unos anticuerpos negativos en esas cir-
las lesiones (y/o negativización de los anti-
cunstancias. En todos los casos es preciso un perío-
cuerpos) en el seguimiento.
do de observación por parte del clínico. La deter-
■■ istología positiva y anticuerpos negativos.
H minación del haplotipo HLA puede ser de utilidad
En este caso es esencial excluir otras posibles en estos casos. El seguimiento de reglas sencillas
causas de cambios histológicos compatibles, como las que proponemos, es más práctico en la
con lo que el diagnóstico definitivo debe es- clínica diaria que el uso de algoritmos complejos.
perar en cualquier caso a la evaluación de la
Un error muy común es sugerir una dieta sin gluten
respuesta a la dieta sin gluten. Resulta per-
en aquellos casos de diagnóstico dudoso. La dieta
tinente recordar que la sensibilidad de los
sin gluten sólo debe instituirse una vez estableci-
anticuerpos disminuye conforme la lesión
do completamente el diagnóstico. Los anticuerpos
histológica es menor: desde un 90% a un
pueden negativizarse rápidamente tras instaurar
100% cuando la lesión es de tipo Marsh III
la dieta, y un paciente con una histología relativa-
hasta un 30% cuando es de tipo I. El estudio
mente poco llamativa y anticuerpos negativos plan-
del HLA puede ser de utilidad diagnóstica en
tea unas dudas diagnósticas, que no existirían si el
estos pacientes. Debe considerarse que algu-
anticuerpo fuera positivo. No hay prisa para poner
nas entidadades como la giardiasis o la into-
la dieta en un paciente, salvo en la circunstancia
lerancia a las proteínas de la leche de vaca y
excepcional de la crisis celíaca, en la cual la malab-
otras como la enfermedad del injerto contra
sorción suele ser muy evidente. Por otra parte, la
el huésped o el propio sobrecrecimiento bac-
enfermedad celíaca no es la única manifestación de
teriano pueden cursar con atrofia de vellosi-
sensibilidad al gluten, por lo que el diagnóstico no
dades.
puede ser sustentado nunca en la sola respuesta a
■■ istología negativa y anticuerpos positivos.
H la dieta, debiendo cumplirse los criterios que he-
Los anticuerpos antitransglutaminasa (o los mos indicado.
antiendomisio) son tan específicos, que mu-
chos expertos consideran que se trata de una Tratamiento
enfermedad celíaca latente. Probablemente
La parte esencial del tratamiento es eliminar el glu-
estos casos deban ser seguidos en una uni-
ten de la dieta, es decir eliminar aquellos alimentos
dad especializada. El estudio del HLA es es-
que contengan trigo, cebada o centeno. En la prác-
pecialmente útil en estos casos, porque si el
tica, conviene eliminar también los productos con
paciente no es ni DQ2 ni DQ8, la enfermedad
avena, porque muchas veces están contaminados
celíaca queda prácticamente excluida. Sin
con trigo, aunque se ha demostrado que la avena
embargo, si es DQ2 o DQ8 se deben seguir los
por sí misma no es lesiva.
siguientes pasos: a) evaluación de la biopsia
por un experto en enfermedad celíaca, pues- Este primer párrafo es aparentemente muy simple.
to que reconocer los estadios 0 o I de Marsh Sin embargo, el trigo se utiliza de forma ubicua
no es siempre sencillo; y b) en caso de con- en la industria alimentaria, como nutriente, como
siderarse la histología normal, seguimiento espesante, o incluso como adhesivo: una dieta sin
clínico con realización de una nueva biopsia gluten no equivale a eliminar el pan de la dieta.
en uno o dos años. Cualquier médico práctico debería hacer el ejer-
cicio de intentar ajustarse a una dieta sin gluten
■■ istología y anticuerpos negativos. En este
H
durante 24 horas: es difícil y caro. Se suele mencio-
caso la enfermedad celíaca queda excluida.
nar en los textos la importancia del dietista en este
No siempre es fácil en la práctica situar a un pa- punto. En la realidad española, lo más importante
ciente en uno de estos dos grupos. Un familiar de es poner en contacto al paciente con la asociación
338
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
de pacientes más cercana. Gracias al esfuerzo vo- Actitud ante la falta de respuestas a la
luntario de muchos afectados, las asociaciones de
pacientes disponen de la experiencia y los recursos
dieta sin gluten (protocolo de actuación)
realmente útiles para el paciente (y su familia). Por [figura 5]
supuesto, la tecnología facilita también el acceso Algunos pacientes que han sido diagnosticados de
a la información en esta área, y gran parte de los una ESG no responden adecuadamente a la dieta
recursos están disponibles de forma gratuita en la sin gluten (DSG). Antes de etiquetar el caso como
red. Una dirección especialmente útil para los pa- una enfermedad celíaca refractaria (aproxima-
cientes es www.celiacos.org. En los primeros me- damente un 1% de los pacientes celíacos) deben
ses del tratamiento puede ser necesario suprimir considerarse firmemente tres posibilidades: 1) El
enfermo no ha sido correctamente diagnosticado;
la lactosa, y añadir suplementos de hierro, calcio
2) el paciente no cumple bien la dieta sin gluten
y vitaminas. La dieta sin gluten normaliza hasta tal (DSG) y 3) existe una condición asociada que expli-
punto la situación del paciente, que las diferencias ca la persistencia de los síntomas. En este punto,
con la población no celíaca tienden a desaparecer: los expertos aconsejan seguir los siguientes pasos y
así, por ejemplo, la enfermedad se asocia con pro- recomendaciones16:
blemas en el desarrollo fetal, que no se pueden de- ❱❱ El primer paso debe ser revisar cuidadosamen-
mostrar en las pacientes que llevan correctamente te las pruebas sobre las que se ha sustentado
la dieta sin gluten. el diagnóstico, dado que si éste es erróneo no
cabe esperar una mejoría tras la retirada del
El papel del médico no acaba con el diagnóstico y el
gluten (asumiendo incluso, el efecto placebo
tratamiento del caso individual y la recomendación
de cualquier dieta). Este paso es especialmente
del estudio de todos los familiares de primer gra- importante en aquellos pacientes con serología
do. Además, debe ser un agente socialmente activo negativa en el momento de la presentación o
promoviendo el conocimiento de la enfermedad, y enteropatías bordeline. En circunstancias de
presionando a la administración para que se avan- este tipo puede tener interés la revisión de la
ce en la legislación para el etiquetado correcto de biopsias por un patólogo experto con el fin de
los productos, la regulación de la disponibilidad de buscar posibles alternativas al diagnóstico.
dietas sin gluten en comedores escolares, medios ❱❱ La causa más frecuente de no respuesta a la
de trasporte, restaurantes; además de apoyar a las DSG es la ingestión inadvertida o subrepticia
asociaciones de pacientes en su trabajo y su labor de gluten en la dieta. Se dispone de pruebas
social. objetivas que demuestran que en muchos pa-
cientes, ínfimas cantidades de gluten pueden
Control y seguimiento provocar alteraciones en la absorción intestinal
(la elevación de antitransglutaminasa en el sue-
Tras instituir el tratamiento se deben realizar análi- ro es un indicador sensible de exposición de la
sis y estudios serológicos, y en ocasiones es preciso mucosa intestina al gluten)17. Por tanto, antes
comprobar la mejoría de las lesiones mediante una de llevar a cabo nuevas pruebas complementa-
segunda biopsia a realizar entre un año (niños) y rias es importante que la dieta sea revisada por
2 años (adultos) después del diagnóstico inicial. un nutricionista. En este punto, es igualmente
importante revisar el contenido de lactosa en la
Posteriormente se debe evaluar a los pacientes
alimentación, dado la frecuente coexistencia de
anualmente. Es conveniente reforzar la idea de déficit de disacaridasa, una causa frecuente de
que la dieta sin gluten deberá mantenerse durante persistencia de diarrea18.
toda la vida, vigilar el peso y también los niveles
❱❱ Si los síntomas persisten a pesar de haber revi-
circulantes de hierro. Algunos pacientes requieren
sado la dieta, algunos autores consideran esen-
suplementos de hierro por vía oral, a pesar de una
cial repetir la biopsia del duodeno y comparar
aparente buena respuesta clínica. Igualmente es los hallazgos con los encontrados en la biopsia
pertinente vigilar la aparición de otras enfermeda- pretratamiento (se aconsejan al menos 6 meses
des comúnmente asociadas a la enfermedad celía- desde el comienzo de la DSG). En este punto
ca, especialmente entidades autoinmunes. existen dos posibilidades:
339
Sección 4. Intestino delgado y colon
3
Hijo HERMANO
(CASO ÍNDICE) (55 años) Osteoporosis en
Retraso de crecimiento en edad temprana
infancia/osteoporosis idiopática
grave de adulto joven
Serología negativa
Hijo Hijo Hijo
DQA1*05
[NI] [NI] [NI]
4
2
Hermano Hermano Hija [32 años]
Hija [45 años] Dolor abdominal +
Púrpura trombocitopénica diarrea de 1 año
Síndrome de Sjogren de evolución
Serología negativa Serología positiva
DQA1*05/DQB1*02 (Anti-TG: 70 UI)
DQA1*05/DQB1*02
2
3
Hijo [30 años]
Hijo [25 años]
Infertilidad
Síntomas
Osteoporosis del
gastrointestinales
adulto joven
precipitados por estrés
Serología negativa
Serología negativa
DQA1*05/DQB1*02
DQA1*05/DQB1*02
Marsh 1 con 35%
Figura 4. Diagrama de una familia con varios casos de enteropatía sensible al gluten investigados por diferentes motivos. En lo
que se ha dado en llamar “EL NUEVO ROSTRO DE LA ENFERMEDAD CELÍACA” se distinguen 4 patrones de presentación y/o
motivos diferentes por los que estos pacientes son investigados. (1) patrón clásico (por ej.: diarrea crónica con emaciación); (2)
patrón de síntomas gastrointestinales inespecíficos (por ej: dispepsia, meteorismo, flatulencia, dolor abdominal inespecifíco,
diarrea crónica sin emaciación; (3) patrón de manifestaciones extraintestinales (se refiere a síntomas extraintestinales que fueron
el motivo de la investigación: anemia ferropénica, osteoporosis, infertilidad…). (4) Cuando la investigación se realiza en un
programa de cribado por tratarse de familiares de primer grado o por la presencia de enfermedades asociadas (generalmente
autoinmunes) asociadas o no a manifestaciones digestivas inespecíficas, a menudo descubiertas en un interrogatorio dirigido. El
diagrama muestra las numeraciones correspondientes a los motivos que llevaron a la investigación de cada paciente.
■■ L a enteropatía ha curado o existe una me- colitis microscópica –CM– (en presencia de
joría notable de las lesiones: en este caso diarrea debería realizarse una colonoscopia
deben considerarse una serie de condiciones con biopsias múltiples y escalonadas del co-
clínicas frecuentemente asociadas a la ESG lon para cuantificar la población de linfocitos
que pueden explicar la persistencia de los T y las características del epitelio de reves-
síntomas y que deben ser razonablemente timiento)19, el sobrecrecimiento bacteriano
excluidas19-24. Éstas incluyen básicamente la intestinal20 (puede realizarse un test de lac-
340
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
Tipo I Tipo II
Figura 5. Niveles de actuación ante la falta de respuesta a la dieta sin gluten en un paciente con características clínicas e histoló-
gicas sugestivas de enteropatía sensible al gluten (ESG).
341
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 6. Yeyunoileítis ulcerativa. Las imágenes radiológicas muestran áreas de estenosis y dilatación del intestino delgado.
Obsérvese la estenosis del intestino delgado durante la laparotomía. Cortesía de los doctores Domínguez y Ligorred. Hospital San
Jorge.
tulosa o ensayar un tratamiento empírico situación de este tipo, debe plantearse la posi-
con antibióticos –rifaximina o metronidazol–) bilidad de una celiaquía refractaria. Antes, sin
o la insuficiencia exocrina del páncreas (la embargo, es preciso considerar otras entida-
atrofia de la mucosa repercute en el estímu- des que comparten algunos rasgos histopa-
lo de la secreción pancreática debido a una tológicos similares a los de una enfermedad
menor liberación de secretina). Todas estas celíaca, básicamente: sobrecrecimiento bac-
condiciones poseen un tratamiento específi- teriano intestinal, hipogammaglobulinemia,
co21-24. Otras entidades como el síndrome de esprúe tropical, infecciones (giardiasis)25,
intestino irritable (presente en el 10% de la enfermedad de Crohn, gastroenteritis eosin-
población) pueden coexistir con la ESG y ha- ofílica, y enteropatía autoinmune21,22,26,27. La
cen especialmente difícil la interpretación de demostración de una giardiasis puede hacer
la persistencia de los síntomas. Finalmente, necesario el cultivo del aspirado duodenal y
aproximadamente un 1% de los pacientes con el diagnóstico de enteropatía autoinmune,
ESG presentan otras alergias alimentarias o in- la presencia de anticuerpos antienterocito y
tolerancias. En nuestro laboratorio realizamos
anti-goblet cell antibodies y la demostración
un test de fructosa a estos pacientes.
de hallazgos histológicos característicos, inclu-
■■ Las alteraciones histológicas duodenales per- yendo atrofia subtotal de vellosidades, infiltra-
sisten o apenas se han modificado. En una ción de la lámina propia por linfocitos y células
342
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)
343
Sección 4. Intestino delgado y colon
Se ha sugerido el uso de peptidasas que al digerir logy, clinical aspects and treatment. Nat Rev
los péptidos impidieran su efecto en la mucosa in- Gastroenterol Hepatol 2010;7:204-13.
testinal, pero parece una estrategia muy compleja 3. DiSabatino A, Corazza GR. Coeliac Disease. Lan-
para llevar a cabo en grandes poblaciones. Asimis- cet 2009;373:1480-93.
mo, se está investigando en el cultivo de variedades 4. Fasano A, Berti I, Gerarduzzi T, Not T, Colleti RB,
de trigo que, conservando la capacidad de producir Drago S et al. Prevalence of celiac disease in
una harina de gran calidad, no contengan los pép- at-risk and not-at-risk groups in the United Sta-
tes: a large multicenter study. Arch Intern Med
tidos dañinos. Sin embargo, resulta muy complejo
2003;163:286-92.
porque las variedades actuales de trigo tienen una
5. Lewis NR, Holmes GKT. Risk of morbidity in
estructura genética compleja poliploide, que pue-
contemporary celiac disease. Expert Rev Gas-
de producir gliadinas tóxicas a partir de múltiples troenterol Hepatol 2010;4:767-80.
áreas del genoma. Hay, además, estudios en otras 6. Ludvigsson JF, Montgomery SN, Ekbom A,
áreas para tratar de bloquear alguno de los pasos Brandt L, Granath F. Small-intestinal histopa-
alterados en el control inmunológico local en la thology and mortality risk in celiac disease.
mucosa46. JAMA 2009;302:1171-8.
7. Cassinotti A, Brindelli S, Clerici M, Trabatto-
Resumen ni D, Lazzaroni M, Ardizzone S et al. HLA and
Autoimmune Digestive Disease: a clinically
La enfermedad celíaca (ESG) es una enteropatía
oriented review for gastroenterologists. Am J
mediada por el sistema immune y desencadenada Gastroenterol 2009;104:195-217.
por la ingestion del gluten en individuos genéti- 8. Arranz E, Garrote JA. Inmunología de la enfer-
camente susceptibles. Su distribución es mundial medad celíaca. Gastroenterol Hepatol 2010;
y afecta al menos al 1% de la población46. El daño 33:643-51.
histológico característico de esta enfermedad es la 9. Jabri B, Sollid LM. Tissue-mediated control of
consecuencia de una reacción anómala del sistema immunopathology in coeliac disease. Nature
inmune que comprende tanto alteraciones de la Reviews Immunology 2009;9:858-70.
inmunidad innata, como de la respuesta inmune 10. Murray JH, Rubio-Tapia A, Van Dyke CT, Brogan
adaptativa frente a las prolaminas contenidas en DL, Knipscheld MA, Lahr B et al. Mucosal atro-
el gluten. El perfil clínico de la ESG ha experimen- phy in celiac disease: extent of involvement,
tado cambios notables en las últimas décadas. Así, correlation with clinical presentation, and res-
el debut como un cuadro de malabsorción florido ponse to treatment. Clin Gastroenterol Hepatol
2008;6:186-93.
es, hoy en día, excepcional, siendo más frecuente
11. Enzari A. Gluten-sensitive enteropathy (ce-
la presentación como síntomas gastrointestinales
liac disease). Controversies in diagnosis and
inespecíficos o como manifestaciones extraintes- classification. Arch Pathol Lab Med 2010;134:
tinales (anemia ferropénica, osteoporosis, inferti- 826-36.
lidad). Es creciente el descubrimiento de esta en- 12. Vivas S, Santolaria S. Enfermedad celíaca. En:
fermedad al investigar a familiares de primer grado Ponce J, ed. Tratamiento de las Enfermedades
o a personas con otras dolencias autoinmunes Gastroenterológicas (AEG). Elsevier. Barcelona,
concomitantes. Por todo ello, se precisa un elevado 2011:265-78.
índice de sospecha clínica para el diagnóstico de la 13. Drut R. Contribución del patólogo en el diag-
enfermedad. De acuerdo con Catassi C et al.48 (tabla nóstico de la enfermedad celíaca. Comen-
6), el reconocimiento de que formas leves de en- tario sobre recientes avances. Rev Esp Patol
teropatía pueden cursar con síntomas igualmente 2011;44:179-181.
relevantes, hace necesario reconsiderar algunos de 14. Wong RCW, Steele RH, Reeves GEM, Wislon
los criterios diagnósticos todavía vigentes (EPSGAN, RJ, Pink A, Adelstein S. Antibody and genetic
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344
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345
Sección 4. Intestino delgado y colon
346
24 Sobrecrecimiento bacteriano
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 347
Sección 4. Intestino delgado y colon
tómago, y la parte proximal del intestino delgado, extraordinario número de especies y cepas, no
tanto el número como la variabilidad de las bacte- impide que en realidad haya algunas especies
rias es considerablemente menor, cuando se com- claramente dominantes, y que sean identificables
para con el intestino delgado distal, y sobre todo algunas funciones básicas que, en cierto modo,
el intestino grueso, en condiciones fisiológicas. son independientes de la variabilidad: ocurren de
Aunque la relación entre la microbiota intestinal y forma similar en diversos sujetos con microbiotas
el huésped se ha descrito en diferentes momentos no exactamente idénticas. Así, es posible que una
como simbiosis, comensalismo, o incluso parasitis- sola molécula como el PSac (polisacárido asociado
mo; probablemente el concepto biológico que me- a Bacteroides fragilis) desempeñe una importan-
jor la define es “mutualismo”7. Se han identificado tísima función inmunomoduladora determinando
diversas funciones de la microbiota3: nutritiva, tró- varias funciones inmunológicas esenciales: entre
fica, protectora e inmunológica: ellas el predominio de la vía Th110. Estas nuevas
vías sugieren que aunque actualmente sólo esta-
❱❱ Así, es conocido que las bacterias intestinales
mos capacitados para modificar la microbiota con
son capaces de metabolizar sustratos nutritivos
herramientas relativamente toscas por su escasa
previamente “inútiles” para el huésped, trans-
selectividad (antibióticos, prebióticos y probióti-
formándolos en substancias con valor energé-
cos), en el futuro un mejor conocimiento de los
tico, además de ser esenciales en la síntesis mecanismos y moléculas implicados puede llevar
de algunas vitaminas; tanto en el ser humano a terapéuticas mucho más eficaces11.
como en otros animales: es conocida su impor-
tancia en los rumiantes. Los ratones que crecen En este contexto, resulta claro que la presencia
con una microbiota normal tienen en la vida de anomalías en la complejísima relación entre la
adulta un 40% más de grasa que los animales microbiota intestinal, el huésped, y el medio am-
que crecen sin gérmenes (germ-free)5. biente es más que probable durante la vida. Tam-
bién es claro que la propia velocidad con la que se
❱❱ Los ácidos grasos de cadena corta, producidos están produciendo los avances en este terreno de
a partir del metabolismo bacteriano de los po- la biología, haga obsoletos los próximos párrafos
lisacáridos, son esenciales para el crecimiento en pocos años. Sin embargo, tenemos que resumir
normal de las células del epitelio intestinal, y el la situación de un modo que resulte práctico para
factor nutritivo fundamental del colonocito. el clínico en el día a día.
❱❱ La presencia de una microbiota normal ejerce
una función protectora al impedir o dificultar la Sobrecrecimiento bacteriano:
colonización por gérmenes con capacidad pa-
tógena: el mejor ejemplo clínico es la infección
concepto y fisiopatología 12
por Clostridium difficile, un problema con cada Convencionalmente hablamos de sobrecrecimien-
vez mayor entidad epidemiológica en los hospi- to bacteriano (SB) cuando se diagnostica un síndro-
tales, asociado claramente a las modificaciones me de malabsorción atribuido a un número exce-
de las bacterias ocasionadas por el uso de anti- sivo de bacterias en el intestino, habitualmente en
bióticos de amplio espectro8. el intestino delgado13. Ya a finales del siglo XIX se
identificó esta posibilidad al asociarse la presencia
❱❱ Quizás el punto más interesante, desde el pun- de anemia a estenosis del intestino delgado. Pos-
to de vista clínico, es que las bacterias intestina- teriormente, se han ido identificando situaciones
les son esenciales para el desarrollo de un siste- que tienen como denominador común una alte-
ma inmunológico adecuado. Sin el estímulo de ración anatómica o funcional del intestino, que al
las bacterias son probables alteraciones en los dificultar el tránsito favorecen el sobrecrecimiento
mecanismos de tolerancia oral y de defensa; lo y la aparición de síntomas de malabsorción (véase
que puede favorecer la aparición posterior de más adelante). Es muy probable que, hoy por hoy,
enfermedades inflamatorias o alérgicas9. sólo seamos capaces de identificar las alteraciones
Curiosamente, la microbiota de una misma per- más groseras de la microbiota intestinal, ya que las
sona es, exceptuando en los primeros años de la propias dificultades conceptuales y metodológicas
vida, muy estable a lo largo del tiempo, a pesar hacen imposible definir con exactitud la normali-
de factores externos nutricionales o de otra ín- dad. Por otra parte, algunos datos indican que el
sobrecrecimiento podría ser, incluso, el responsa-
dole. Además, la gran complejidad genética y el
348
24. Sobrecrecimiento bacteriano
ble de cuadros clínicos tan frecuentes como el sín- tología muy frecuente: la diabetes. Por otro lado,
drome de intestino irritable14. se ha identificado SB hasta en 2/3 de los pacientes
con enfermedad celiaca, probablemente debido a
En la práctica médica actual se reconocen, no obs-
un fallo de aclaramiento intestinal favorecido por
tante, algunas situaciones claves (figura 1) en las
el estado inflamatorio de la mucosa. Es impor-
que es probable una anomalía en la distribución de
tante considerar este fenómeno, porque algunos
la microbiota intestinal10 (tabla 1). Éstas incluyen:
pacientes que no responden a la dieta sin gluten,
mejoran finalmente tras la administración de tan-
Estasis del intestino delgado
das intermitentes de antibióticos (rifaximina, me-
Hay una serie de trastornos estructurales (sobre tronidazol…) (véase capítulo 23). El hipotiroidismo
todo postquirúrgicos) y funcionales (pseudoobs- y la neuropatía que acompañan a la enfermedad de
trucción intestinal) que dificultan el tránsito intesti- Parkinson, también pueden llegar a comprometer
nal. Una serie de evidencias indirectas obtenidas en el aclaramiento (barrido) intestinal de bacterias,
seres humanos y en animales de experimentación, contribuyendo a la proliferación de bacterias en la
sugieren fuertemente que en estos casos la micro- luz del intestino.
biota del intestino delgado aumenta en número y
se asemeja en fenotipo a la presente habitualmen- Rotura de barreras anatómicas
te en el colon. El prototipo de este mecanismo es
el síndrome de asa ciega en el que tras una cirugía
naturales con el colon
un asa queda aislada del tránsito intestinal normal, En este caso, bien sea por una cirugía en la que se
con lo que la microbiota aumenta en número y extirpa la válvula ileocecal, o bien por la aparición
diversidad. Cabe recordar aquí, que por diversos de una fístula enterocólica —el caso más habitual
mecanismos fisiopatológicos, el trastorno motor es el de la enfermedad de Crohn— se rompe la ba-
del intestino es especialmente común en una pa- rrera natural anatómica y peristáltica entre el intes-
Figura 1. Deficit IgA. Tránsito intestinal con hiperplasia nodular difusa, en un paciente con deficit de IgA y sobrecrecimiento
bacteriano. En las imágenes histopatológicas se observa una atrofia vellositaria con infiltrado inflamatorio en la lámina propia.
Cortesía de los doctores Domínguez y Abascal. Hospital San Jorge.
349
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Estasis intestinal
1. Alteraciones anatómicas:
• Diverticulosis del intestino delgado.
• Asas ciegas postcirugía.
• Estenosis (enfermedad de Crohn, radioterapia, cirugía).
2. Anomalías motoras del intestino delgado:
• Diabetes.
• Esclerodermia.
• Pseudoobstrucción intestinal idiopática.
• Enteritis por radiación.
• Amiloidosis.
❱❱ Comunicaciones anómalas entre el tracto gastrointestinal proximal y el distal
• Fístula gastrocólica o yeyunocólica.
• Resección de la válvula ileocólica.
❱❱ Causas multifactoriales
• Hipoclorhidria (gastritis atrófica, medicaciones antisecretoras)1.
• Estados de inmunodeficiencia (sida, inmunodeficiencia común variable, malnutrición grave)
• Pancreatitis crónica.
• Cirrosis.
• Alcoholismo.
• Insuficiencia renal terminal.
• Edad avanzada.
1
Clínicamente no suele ser significativa, salvo que exista un trastorno asociado de la motilidad intestinal.
Adaptado de: Vanderhoof JA, Young RJ. Pathogenesis and clinical manifestations of bacterial overgrowth.
UpToDate. 2005 (www.uptodate.com).
350
24. Sobrecrecimiento bacteriano
Figura 2. Imágenes radiológicas de diversas situaciones asociadas a sobrecrecimiento bacteriano. A) Divertículos de gran tamaño
en yeyuno (flechas). B) Paciente con anastomosis ileoanal tras colectomía total por colitis ulcerosa que presenta estenosis de
la misma con importante dilatación del íleon. C) Estenosis actínica del intestino delgado con dilatación de asas del yeyuno. D)
Adenocarcinoma en anastomosis Billroth II con dilatación del asa aferente. E) Fístulas enteroentéricas (flechas) en paciente con
enfermedad de Crohn. Cortesía del Dr. Domínguez. Hospital San Jorge.
351
Sección 4. Intestino delgado y colon
Por otra parte, los ácidos biliares libres (hidroxila- Malabsorción de ácido fólico
dos) ejercen un efecto tóxico sobre la mucosa in-
crementando la secreción de agua y electrolitos a El consumo bacteriano del ácido fólico puede igual-
la luz intestinal. Ello explica el carácter acuoso de mente impedir su absorción intestinal normal.
la diarrea en muchos casos. El ácido litocólico, un
producto de la degradación bacteriana de las sales Otras alteraciones fisiopatológicas
biliares resulta igualmente tóxico para el epitelio in- En el enfermo cirrótico con hipertensión portal, el
testinal, contribuyendo a la malabsorción de grasas sobrecrecimiento de bacterias contribuye a la de-
y de otros nutrientes. gradación de proteínas y urea y su conversión en
amonio, un factor inductor de encefalopatía hepá-
Malabsorción de hidratos de carbono tica. En los pacientes con bypass yeyunoileal para
La malabsorción de los carbohidratos obedece bá- el tratamiento de la obesidad mórbida, la produc-
sicamente a dos mecanismos. ción de toxinas por las bacterias podría estar im-
plicada en la patogenia de la esteatohepatitis que
❱❱ La degradación intraluminal de los azúcares por aparece en algunos pacientes. La inflamación de
las propias bacterias. la mucosa intestinal debida al efecto tóxico de las
❱❱ El déficit de disacaridasas secundario al daño bacterias puede propiciar en algunos casos una re-
del enterocito (ver más arriba). Todo ello condu- acción inmune aberrante que explica la aparición
ce a la aparición de un contenido hiperosmolar de algunas manifestaciones sistémicas, incluyendo
en la luz intestinal que explica la aparición de una artropatía que se asemeja a la observada en los
diarrea, al atraer fluido desde el compartimen- pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.
to vascular (diarrea osmótica). Por otra parte, Finalmente, el sobrecrecimiento bacteriano puede
los azúcares no absorbidos son producto de la abocar a un estado de acidosis D-láctica.
actividad fermentativa de las bacterias explican-
do la aparición de elevadas cantidades de gas
Manifestaciones clínicas
(CO2, H2 y metano). Ello justifica la distensión y Las consecuencias clínicas de estos trastornos pue-
la flatulencia que padecen a menudo estos pa- den ir desde una simple astenia, hasta un síndrome
cientes. A su vez, la degradación de los carbohi- de malabsorción muy florido, especialmente en al-
dratos por las bacterias produce elevadas con- gunos cuadros postquirúrgicos de síndrome de asa
centraciones de ácidos grasos de cadena corta ciega.
(butirato, propionato, lactato y acetato) que
Sin duda, los textos clásicos recogen los cuadros
incrementan la excreción de agua y electrolitos
más llamativos, y se mencionan como síntomas la
en la luz del colon.
diarrea, a menudo con características esteatorrei-
cas (heces muy abundantes, brillantes, y pegajo-
Malabsorción de proteínas sas), la distensión abdominal, el dolor, y la pérdida
El daño del epitelio intestinal conduce a un déficit de peso; junto con alteraciones clínicas en relación
en la produción mucosa de aminoácidos. Además, con déficits vitamínicos específicos (ceguera noc-
algunos precursores de las proteínas presentes en turna, osteomalacia, polineuropatías) o incluso
la luz intestinal son degradados por las bacterias. Se manifestaciones clínicas de la hipoproteinemia:
ha descrito una enteropatía pierde-proteínas rever- edemas e incluso ascitis. Es claro que en presencia
sible asociada al SB. de antecedentes que aumenten el riesgo (tabla 1)
cualquiera de estos síntomas debería indicar la sos-
Malabsorción de cobalamina pecha clínica de sobrecrecimiento bacteriano. Sin
embargo, si esperamos a la aparición de cuadros
(vitamina B12) clínicos tan llamativos es probable que por una
Aunque las bacterias intestinales sintetizan vitami- parte dejemos de tratar gran parte de los casos,
na B12, algunas cepas ejercen un efecto competitivo y por otra que en el momento del tratamiento se
con los mecanismos de absorción de la cianocoba- hayan producido daños difíciles de mejorar como
lamina determinando finalmente una malabsor- una osteoporosis o una neuropatía por déficit de
ción de esta vitamina. vitamina B12.
352
24. Sobrecrecimiento bacteriano
Es muy probable que hoy en día lleguemos al diag- TABLA 2. Alteraciones clínicas y biológicas del
nóstico la mayor parte de la veces con dos con- sobrecrecimiento bacteriano.
diciones: a) un alto índice de sospecha, tanto en
pacientes con factores de riesgo generales (ancia-
nos, diabéticos) como en aquellos con riesgos más ❱❱ Flatulencia y distensión abdominal
específicos (cirugía abdominal, tratamiento crónico ❱❱ Náuseas
con inhibidores de la bomba de protones, enferme- ❱❱ Diarrea acuosa
dad de Crohn, celiaquía, radioterapia abdominal) y ❱❱ Astenia
b) prestar la debida atención a las determinaciones ❱❱ Pérdida de peso
analíticas. La anemia macrocítica, la hipoprotei-
❱❱ Retraso del crecimiento en la infancia
nemia, una cifra de colesterol relativamente baja
para la edad del paciente, o más directamente los ❱❱ Neuropatía por déficit de cianocobalamina
niveles bajos de ácido fólico o vitamina B12; deben ❱❱ Ataxia 1
hacernos sospechar la posibilidad de un sobrecre- ❱❱ Delirium 1
cimiento bacteriano. La tabla 2 recoge un listado de ❱❱ Tetania 2
las manifestaciones clínicas y biológicas que pue- ❱❱ Osteopenia/osteoporosis
den observarse en el sobrecrecimiento bacteriano.
❱❱ Hemeralopía
Diagnóstico ❱❱ Dermatitis
❱❱ Artritis
Es difícil establecer el diagnóstico de SB con certe-
❱❱ Esteatosis 3
za. En primer lugar, el método de referencia teóri-
co es el cultivo del aspirado yeyunal. Sin embargo, ❱❱ Encefalopatía hepática 4
nadie ha definido todavía con exactitud cuáles son ❱❱ Anemia 5
los parámetros de normalidad del cultivo yeyunal,
que por otra parte no se practica fuera del contexto 1
Tras ingestión de carbohidratos debido a
de la investigación clínica prácticamente en ningún acidosis D-láctica.
centro. Por ello, resulta inútil dedicarle más es- 2
En casos asociados a síndrome del intestino
pacio. Más sencillos y generalizados son los tests
de hidrógeno, como el test de glucosa y el test de corto.
lactulosa. En estos tests se mide la concentración 3
Tras bypass yeyunoileal.
de hidrógeno en el aire espirado del paciente, tras 4
En la cirrosis hepática con hipertensión portal.
administrarle por vía oral una cantidad estándar de 5
Generalmente macrocítica por déficit de Vit B12.
glucosa o de lactulosa. En el primer caso las bacte- Puede ser microcítica si asocia ulceración del intesti-
rias presentes en el delgado metabolizan la glucosa no delgado.
antes de ser absorbida y se produce un pico precoz
de hidrógeno en el aire espirado, y en el segundo
la lactulosa es metabolizada por las bacterias y los
monosacáridos resultantes también son metaboli-
zados aumentando el hidrógeno en aire espirado la D-Xilosa, y se ha sugerido que es mucho más
de forma similar. Son pruebas muy sencillas, pero sensible y específico que cualquier otro test del
con gran cantidad de falsos positivos (tal vez por aliento utilizado para este fin, al menos cuando se
un tránsito rápido) y, sobre todo, de falsos negati- compara con el estándar del cultivo, y con otros da-
vos, puesto que no en todas las personas la biota tos clínicos13. Además de la dificultad inherente al
intestinal es productora de hidrógeno. Además es uso de un isótopo radiactivo, lo que limita su uso
difícil identificar sobrecremientos de la porción a centros con Servicio de Medicina Nuclear, no es
baja del intestino con estos tests. Se ha informa- un test disponible con carácter general. El mismo
do en algún estudio de una sensibilidad tan baja principio puede utilizarse, no obstante, utilizando
como un 16%13, por lo que resulta discutible, cuan-
13
C como átomo marcado, no radiactivo, detecta-
do menos, su utilidad real. Más interesante es el ble con el mismo espectrómetro de masas que se
test de D-Xilosa marcada con 14C. En este test se usa para el test del aliento con urea en el caso de
evalúa la presencia de 14C en el aliento del pacien- la infección por Helicobacter pylori. A pesar de su
te en los primeros 30-60 minutos tras administrar sencillez teórica, el test no está todavía muy difun-
353
Sección 4. Intestino delgado y colon
dido en la práctica. Es posible que otros tests, como rro, calcio, vitamina D, y ácido fólico. Si se detecta
el que utiliza 13C-sorbitol sean útiles en el futuro. déficit de vitamina B12, el tratamiento es urgente,
Es evidente que si queremos avanzar en el conoci- pero no necesariamente intramuscular o subcutá-
miento clínico de este síndrome es preciso estan- neo, con la dosis adecuada (en torno al miligramo,
darizar métodos diagnósticos sencillos, asequibles no al microgramo) la vitamina B12 oral es eficaz y
y generalizables. En los pacientes con déficit de sencilla de administrar.
vitamina B12, el test de Schilling modificado con un
tratamiento antibiótico puede confirmar la presen- Antibióticos
cia del sobrecrecimiento.
El punto clave del tratamiento es el uso de antibió-
En la mayoría de las ocasiones, no obstante, el clíni- ticos. Por una parte son el tratamiento más eficaz,
co práctico tiene que conformarse con establecer el y por otra parte las dificultades diagnósticas hacen
diagnóstico por un conjunto de factores: a) presen- que en la práctica clínica diaria la respuesta clínica al
cia de uno o más factores de riesgo de sobrecreci- uso de antibióticos sea el dato con más valor en el
miento bacteriano; b) clínica o alteraciones analíti- diagnóstico. El tratamiento ha sido objeto de una re-
cas compatibles y c) una buena respuesta clínica al visión exhaustiva reciente18. Los textos clásicos reco-
tratamiento médico. mendaban la utilización de tetraciclina (250 mg cua-
tro veces al día), pero estudios recientes sugieren
Tratamiento que esta pauta es eficaz en menos de la mitad de
los pacientes. Se han utilizado por diversos autores
El tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano debe
amoxicilina y clavulánico; trimetoprim-sulfametoxa-
ser multifactorial. Por supuesto, lo más importante
zol, metronidazol solo o asociado a un b-lactámico,
es corregir el factor desencadenante cuando ello es
quinolonas (ciprofloxacina, ofloxacina), cloranfe-
posible. En ocasiones el montaje quirúrgico que ha
nicol, rifaximina y otros antibióticos. Aunque la
dado lugar al problema clínico puede reconstruirse,
experiencia clínica con algunos de estos fármacos
puede eliminarse una estenosis en una enfermedad
es muy grande, hay una carencia manifiesta de en-
de Crohn, o puede eliminarse una fístula. Además,
sayos clínicos, y es muy difícil objetivar diferencias
en algunos trastornos motores un tratamiento mé-
reales dadas las dificultades diagnósticas y de se-
dico efectivo podría cambiar la situación, mediante
guimiento: muchas veces la simple respuesta clínica
el uso de proquinéticos (cisapride, eritromicina, oc-
es el único indicador que tenemos de respuesta al
treótido), por ejemplo. No obstante, estos fármacos
tratamiento. Curiosamente, no es raro que, en au-
son poco potentes o han sido retirados del mercado
sencia de alteraciones estructurales postquirúrgi-
como en el caso del cisapride, por lo que tienen una
cas graves, un ciclo de 7 a 14 días de tratamiento
utilidad real muy limitada en la práctica. Algunos au-
se siga de respuesta prolongada, algo que sugiere
tores proponen el uso de “lavados” periódicos intes-
que el tratamiento ha permitido restaurar el nicho
tinales con laxantes osmóticos (polietelinglicol), y es
ecológico previo (los nichos ecológicos para ser más
teóricamente posible que en algunos trastornos de
exactos biológicamente). Sin embargo, en muchos
motilidad, su uso prudente y periódico pudiera mo-
pacientes son necesarios ciclos de tratamiento pro-
dificar la microbiota de forma suficiente para influir
longados. De forma empírica, se tiende a rotar fár-
en la situación clínica. En la mayoría de los pacien-
macos utilizando las dosis mínimas eficaces, y existe
tes, no es posible actuar con eficacia sobre el factor
interés en comprobar si la eficacia de un agente no
o factores causales. En todos ellos hay dos puntos
absorbible y con escasísima toxicidad como la rifaxi-
esenciales: el uso de antibióticos y la corrección de
mina se mantiene en el tiempo y es comparable a
los déficits nutricionales.
otras pautas, puesto que su perfil farmacodinámico
(casi nula absorción intestinal, escasa generación de
Corrección de déficits nutricionales resistencias) lo hace un buen candidato para el tra-
Es claro que si se detectan déficits deben suminis- tamiento de este síndrome. No hay dosis ni duracio-
trarse los nutrientes, vitaminas u oligoelementos nes del tratamiento estandarizadas, debiendo con-
necesarios. Muchas veces es útil atender a la nu- siderarse siempre que el tratamiento puede causar
trición general del paciente, administrando además por sí mismo nuevos problemas, incluso similares a
agentes polivitamínicos que contienen los requeri- los que se trata de combatir. Se recomienda, tam-
mientos de oligoelementos y minerales. Es preciso, bién de forma empírica, rotar los fármacos para evi-
además, en la mayoría de los pacientes utilizar hie- tar generar resistencias.
354
24. Sobrecrecimiento bacteriano
Teóricamente el uso de prebióticos/probióticos 4. Tannock GW. New perceptions of the gut mi-
sería una aproximación lógica al tratamiento del crobiota: implications for future research. Gas-
sobrecrecimiento bacteriano. Sin embargo, care- troenterol Clin N Am 2005;34:361-82.
cemos de estudios controlados que nos permitan 5. Baquero F. Microflora normal del hombre. En:
recomendar su uso sistemático en estos pacientes. Perea E, ed. Enfermedades Infecciosas. Doyma.
Es probable que en el futuro se utilicen al menos Barcelona, 1991:31-45.
como coadyuvante del tratamiento antibiótico, 6. Arumugam M, Raes J, Pelletier E, Le Paslier D,
tratando de dirigir el efecto sobre la microbiota al Yamada T, Mende DR et al. Enterotypes of the
deseado por todo clínico: aumento de las bacterias human gut microbiome. Nature 2011;29:415-20.
antiinflamatorias y disminución de las proinflama- 7. Bäckhed F, Ley RE, Sonnenburg JL, Peterson
torias (o sus productos metabólicos respectivos). DA, Gordon JI. Host-bacterial mutualism in the
human intestine. Science 2005;307:1915-20.
Otras terapias 8. Hull MW, Beck PL. Clostridium dificcile associated
colitis. Can Fam Physician 2004;50:1536-1540.
Existen algunos informes aislados sugiriendo que
9. MacDonald TT, Monteleone G. Immunity, infla-
en algunos casos graves el uso de antiinflamatorios
mmation, and allergy in the gut. Science 2005;
como corticoides puede ser útil, tal vez porque el
307:1920-25.
sobrecrecimiento haya desencadenado en la muco-
10. Mazmanian SK, Liu C-H, Tzianabos AO, Kasper
sa un proceso inflamatorio que sea en parte respon-
DL. An immonomodulatory molecule of sym-
sable de la clínica. En casos seleccionados de sobre- biotic bacteria directs maturation of the host
crecimiento bacteriano refractario a otras medidas, immune system. Cell 2005;122:107-18.
especialmente en pseudoobstrucciones graves
11. Fiocchi C. One comensal bacterial molecule—
debidas a neuropatía intestinal o en situaciones de all we need for health? N Engl J Med 2005;
inmunodeficiencia (figura 1) ha demostrado ser útil 353:2078-80.
el empleo de análogos de la somatostatina como el
12. O’Mahoney S, Shanahan F. Enteric microbiota
octreótido, (Sandostatín LAR®; ampollas de 10, 20 and small intestinal bacterial overgrotwth. En
y 30 mg) que puede administrarse por vía im cada Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ. Gastroin-
28 días. Es probable que el lanreotido (Somatulina testinal and Liver Disease. 9.ª edición. Saun-
Autogel®; ampollas de 60, 90 y 120 mg) pueda ser ders. Philadelphia, 2010:1769-78.
útil en el mismo escenario, con la ventaja adicio- 13. Li E. Bacterial Overgrowth. En: Yamada T, ed.
nal que conlleva la posibilidad de su administración Textbook of Gastroenterology. Lippincot Wi-
subcutánea en pacientes que toman dicumarínicos lliams and Wilkins. Philadelphia, 1999:1697-703.
para la prevención de accidentes tromboembóli- 14. Lin HC. Small intestinal bacterial overgrothw:
cos. Un inconveniente de ambos productos es su a framework for understanding irritable bowel
elevado coste y la posibilidad de favorecer el de- síndrome. JAMA 2004;292:852-8.
sarrollo de colelitiasis a largo plazo, generalmente 15. Morencos FC, De las Heras G, Martín L, López
asintomática. Ambos fármacos disminuyen los MJ, Ledesma F, Pons F. Small bowel bacterial
niveles plasmáticos circulantes de ciclosporina, lo overgrowth in patients with alcoholic cirrhosis.
que debe ser tenido en consideración en pacientes Dig Dis Sci 1995;40:1252-6.
en tratamiento con este inmunosupresor. Su utiliza- 16. Singh VV, Toskes PP. Small bacterial overgrowth:
ción requiere el permiso del Ministerio de Sanidad presentation, diagnosis and treatment. Current
(uso compasivo)17. Gastroenterology Reports 2003;5:365-72.
17. Riordan SM, McIver CJ, Walter BM et al. The
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ción. Ed. Tusquets. Barcelona, 2004. 19. Soudah HC, Hasler WL, Owyang C. Effect of
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al Día 2004;3:82-8. 21;325:1461-7.
355
25 Síndrome de intestino corto.
Fracaso intestinal
Fernando Gomollón
Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd
Introducción
Objetivos de este capítulo
El concepto de síndrome de intestino corto solía
❱❱ Definir la importancia epidemiológica del
referirse a aquellos cuadros de malabsorción re-
síndrome de intestino corto.
sultantes de resecciones previas del intestino (cua-
dros adquiridos), o de su ausencia por malforma- ❱❱ Reconocer los diversos subtipos y grados
ción (cuadros congénitos). Sin embargo, cada vez del síndrome de intestino corto.
resulta más práctico utilizar el concepto de fraca- ❱❱ Conocer las bases fundamentales del
so intestinal que incluye todas las entidades que tratamiento del síndrome de intestino
pueden causar un defecto de la función intestinal, corto.
como la seudoobstrucción intestinal crónica, ya
que plantean los mismos problemas de diagnóstico
REFERENCIAS CLAVE
y manejo. Si se aplica de forma restrictiva (longitud
de intestino delgado remanente menor de 200 cm), 1. Buchman AL. Short Bowel Syndrome. En
el síndrome de intestino corto es una patología in- Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ (edi-
frecuente1; sin embargo, resecciones menores se tors) Gastrointestinal and Liver Disease. 9ª
siguen a menudo de alteraciones de la absorción edición. Saunders. Philadelphia, 2010:1779-
cuya repercusión a largo plazo sobre el paciente 1795.
puede ser significativa2. 2. Shatnawei A, Parekh NR, Rhgoda KM et al.
Intestinal failure management at the Cle-
Epidemiología veland Clinic. Arch Surg 2010;145:521-527.
La falta de acuerdo sobre la definición del síndrome 3. Fishbein TM. Intestinal Transplantation. N
hace difícil obtener las cifras de incidencia o preva- Engl J Med 2009;361:998-1008.
lencia. Se suele estimar indirectamente la frecuen-
cia a través del número de personas que reciben
Nutrición Parenteral Total (NPT) domiciliaria a cau-
sa de este síndrome. La incidencia y prevalencia de
NPT se sitúa en 3 y 4 por millón respectivamente, de algunas enfermedades como la enfermedad de
en algunos estudios no demasiado recientes2. Alre- Crohn han reducido de forma considerable la ne-
dedor de 1/3 de estos pacientes tienen un síndro- cesidad de exéresis del intestino delgado, disminu-
me de intestino corto. Hay que tener en cuenta que yendo la incidencia de intestino corto. Sin embargo,
menos de la mitad de los pacientes con intestino los avances en el manejo de otras entidades, como
corto requieren NPT, y que la indicación de NPT la isquemia intestinal, las malformaciones o los
puede variar sustancialmente según las zonas geo- traumatismos condicionarán, probablemente en
gráficas. No obstante, en su expresión más comple- un futuro próximo, un aumento de su prevalencia,
ta el síndrome de intestino corto es una patología al aumentar la supervivencia de estos pacientes.
infrecuente. En Suecia, por ejemplo, con una po-
blación de 9.000.000 de habitantes, hay unos 400
Etiología
pacientes3. Ello implicaría unos 2.000 casos en Es- En el adulto las causas más frecuentes de síndrome
paña, si la prevalencia fuera similar a la de Suecia. de intestino corto son la isquemia intestinal, la en-
Debe subrayarse que los avances en el tratamiento fermedad de Crohn (figura. 1), las resecciones tras
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 357
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ En adultos
• Accidentes vasculares graves del territorio
mesentérico.
- Embolia de la arteria mesentérica superior
- Trombosis de la arteria mesentérica superior.
- Trombosis venosa mesentérica.
• Seudoobstrucción intestinal crónica*
• Resección intestinal por neoplasia.
• Vólvulo del intestino delgado.
• Resecciones múltiples por enfermedad de
Crohn.
• Enteritis por radiación*
• Esprúe refractario*.
• Esclerodermia y enfermedades del tejido
conectivo*
• Traumatismos.
❱❱ En el niño
Figura 1. La enfermedad de Crohn sigue siendo la causa • Atrofia vellositaria congénita*
más frecuente de intestino corto postquirúrgico. La imagen • Aganglionosis extensa*
(cortesía del Dr. Crespo) corresponde a una enfermedad de
Crohn con extensa afectación del intestino delgado. Pueden • Gastrosquisis
apreciarse áreas estenóticas, seudidivertículos y fístulas • Atresia yeyunal o ileal
enteroentéricas.
• Enterocolitis necrotizante
* No debida a amputación anatómica, sino a déficit
grave de la función intestinal.
accidentes y el daño por radiación. En los niños las
causas más frecuentes son diversas malformacio-
nes congénitas y la enteritis necrotizante2 (tabla 1).
en el ser humano adulto al menos entre uno y dos
Fisiopatología y clasificación años. No se produce a expensas de un aumento de
longitud, sino a través de un proceso de ensancha-
La falta o pérdida del intestino resulta en una ob- miento de las asas, con aumento del tamaño de
via disminución de funcionalidad. Aunque lo más las vellosidades tanto en diámetro como en altura,
evidente es la pérdida de capacidad de absorción como se demuestra en experimentos animales y
intestinal, también se ven afectadas las funciones se confirma en observaciones clínicas radiológicas
endocrinas, neurológicas, e inmunológicas del en humanos. Resulta curioso cómo la hiperfagia
intestino; funciones que no sólo repercuten tam- también puede ser una parte importante del fenó-
bién en el propio proceso de absorción, sino que meno de adaptación6. En este punto, resulta esen-
también tienen consecuencias sistémicas. Es claro cial distinguir dos tipos de síndrome de intestino
que la longitud del segmento remanente es ex- corto: aquellos en los que se ha resecado también
tremadamente importante, y así si el único intes- el colon y aquellos en los que persiste el colon. En
tino remanente lo constituyen menos de 1 metro aquellos pacientes que conservan el colon (o al
de yeyuno, la respuesta secretora ante la comida menos una porción significativa del mismo que vie-
desaparece, por ejemplo4. Cuando se extirpa una ne a cifrarse en unos 50 cm), éste puede transfor-
porción relevante de intestino interviene además marse en un órgano con importantes capacidades
un fenómeno de adaptación5 paulatino que trata de absorción que remedan en muchos aspectos al
de normalizar los procesos de absorción intesti- intestino delgado perdido7, por lo que la situación
nal. Este proceso es complejo, progresivo, y dura clínica será mucho más benigna. Aunque existe
358
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal
359
Sección 4. Intestino delgado y colon
Otro punto a recordar, como ejemplo de las con- tamente los fármacos que el paciente necesita por
secuencias indirectas de una resección intestinal, otros motivos, por lo que hay que reconsiderar las
es que la defectuosa absorción de grasas deja que dosis y vías de administración, en cada caso.
el calcio dietético se una de forma preferente a los
ácidos grasos libres. El oxalato incorporado en la Manifestaciones clínicas y diagnóstico
dieta queda libre y se absorbe en cantidades des-
Las manifestaciones clínicas típicas del síndrome de
proporcionadas en el colon. La consiguiente hiper-
intestino corto son indistinguibles de las de otros
oxaluria puede favorecer la aparición de cálculos en
síndromes de malabsorción e incluyen primordial-
el riñón9. A su vez, la malabsorción de sales biliares
repercute directamente sobre el círculo entero- mente la diarrea y la esteatorrea, en grados varia-
hepático, disminuyendo la excrección biliar de bles, junto con los síntomas resultantes de déficits
aquéllas, un factor que sobresatura la bilis de co- de macro y micronutrientes. Por supuesto, la in-
lesterol, favoreciendo la aparición de litiasis biliar tensidad de los síntomas depende de la extensión
(figuras 4 y 5 ). de la resección, de la afectación o no del colon, y
del área anatómica específicamente afectada. El
En orden al pronóstico y tratamiento posterior tiempo transcurrido desde la intervención también
resulta práctico distinguir tres grandes tipos de constituye un factor modulador de los síntomas. El
síndrome de intestino corto2: 1) pacientes con una diagnóstico resulta sencillo en los casos que apare-
anastomosis yeyunoileal que no tienen colon; 2) cen en personas adultas, puesto que el anteceden-
pacientes con una yeyunostomía terminal; y 3) pa- te quirúrgico es claro. No obstante, siempre resulta
cientes con una anastomosis yeyuno o ileocólica de ayuda estimar radiológicamente la longitud del
con preservación del colon. Aunque en todos los segmento intestinal remanente. La citrulina es un
grupos la longitud del intestino remanente será aminoácido que producen los enterocitos, y se ha
determinante en el pronóstico y la necesidad o sugerido que puede ser un marcador de la función
no de nutrición parenteral a medio y largo plazo,
de absorción intestinal. Aunque sólo lo ha sugeri-
el último grupo, que es el más común en adultos,
do un grupo, parece que una concentración baja
comporta un mejor pronóstico.
(menor del 20 µmol/l) tiene una alta sensibilidad
Una consecuencia a tener en cuenta, asimismo, es y especificidad para detectar los casos con un fallo
que también pueden dejar de absorberse correc- de absorción definitivo, que requerirán nutrición
360
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal
361
Sección 4. Intestino delgado y colon
de 16 mg/día; pero no es infrecuente que se re- la mayoría de los casos con menos de 100 cm de
quiera codeína. Sólo si estos fármacos fracasan se longitud remanente será preciso instaurar nu-
utilizará el octreótido, cuyo mecanismo de acción trición parenteral de forma indefinida, aunque
no es bien comprendido, pero que ha mostrado ser deben recibir en cuanto sea posible una parte
eficaz al menos en estudios no controlados. Se ha de la nutrición por vía oral. En estos casos pue-
informado, en casos aislados, de una posible efica- de ser difícil incluso mantener el equilibrio del
cia de la clonidina para lentificar el tránsito en algu- agua, el sodio y el potasio; especialmente en el
nos pacientes13. período del postoperatorio inmediato. Cuando
la situación se estabiliza, van apareciendo poco
Hipersecreción gástrica a poco las complicaciones que limitan el uso a
largo plazo de la nutrición parenteral: la infec-
Puede controlarse con inhibidores de la bomba de
ción, la trombosis, y la esteatohepatitis. Por
protones. Aunque en los textos tradicionales se
supuesto, pueden ser necesarias y útiles las me-
mencionan los antiH2, la superioridad de los IBPs
didas farmacológicas que hemos esbozado en el
junto con su facilidad de administración, los hacen
tratamiento del subtipo anterior.
preferibles en la mayoría de los casos. No obstan-
te, en algunos pacientes también puede haberse Es claro que, sea cual sea el subtipo de síndrome
dañado la capacidad de absorción de los IBPs, que de intestino corto que padece el paciente, es pre-
puede, además, estar comprometida paradójica- ciso un manejo dietético que tiene que ser perso-
mente por la misma hipersecreción (dado que son nalizado y muy especializado. Debe atenderse al
moléculas ácidosensibles). Por ello, puede ocurrir contenido calórico, a la composición en macro y
que se necesiten dosis muy altas, similares a las ne- micronutrientes y al contenido en oxalatos. Igual-
cesarias en la esofagitis refractaria o en el síndrome mente debe considerarse el contenido en lactosa,
de Zollinger-Ellison. la proporción de triglicéridos de cadena media en-
tre las grasas administradas, y la cantidad de fibra
Sobrecrecimiento bacteriano soluble14. Este aspecto requiere una asistencia muy
especializada, con un objetivo claro: conseguir una
En este caso deben emplearse antibióticos apro-
buena situación nutricional si es factible sin nutri-
piados: se han utilizado sobre todo tetraciclinas,
ción parenteral, para alcanzar una calidad de vida lo
metronidazol, rifaximina, ciprofloxacina y otros an-
más próxima a la normal15. En muchos casos, a pe-
tibióticos; a veces acompañados o alternando con
sar de todo, no se puede evitar el requerimiento de
probióticos. Es probable que en algunos pacientes
una nutrición parenteral a largo plazo: es probable
se necesiten cambios de fármacos. Se desconoce
que estos pacientes se beneficien de un tratamien-
la posible utilidad del uso de prebióticos en esta
to en centros específicos de referencia. Las medi-
indicación, pero es probable que se trate de una
das terapéuticas exigen, además, de considerables
indicación “ideal” para este tipo de aproximación,
esfuerzos educacionales, puesto que la tasa de
tratando de favorecer la recuperación de una flo-
complicaciones de la NPT es críticamente depen-
ra intestinal más “fisiológica”. La escasa fiabilidad
diente no sólo de los profesionales, sino también
de los tests habitualmente utilizados hace que en
del manejo por parte del propio paciente o de sus
ocasiones sea razonable instaurar el tratamiento
familiares en los casos infantiles. Considerando la
empíricamente, y decidir según la respuesta clínica.
posible importancia de las complicaciones infeccio-
sas, no se deben escatimar medios en la formación.
Insuficiencia exocrina del páncreas
En algunos de estos pacientes, la única solución a
Los suplementos con enzimas pancreáticos pueden
largo plazo pasa por un trasplante intestinal. Sus
ser de utilidad en algunos pacientes en los que la
resultados van mejorando poco a poco, aunque el
resección yeyunal causa una falta de secreción pan-
número de adultos trasplantados de intestino sigue
creática. Un alto índice de sospecha ayuda a diag-
siendo muy bajo porque, aunque es factible, se
nosticar el proceso, algo no siempre fácil en estas
asocia con una tasa muy alta de complicaciones y
circunstancias.
mortalidad. No obstante, los últimos informes de-
❱❱ Finalmente, en aquellos casos con una resec- muestran que podría ser una aproximación con un
ción intestinal extensa con colectomía, la situa- porcentaje relativamente alto de éxitos16. Hay, tam-
ción más grave, todos los pacientes necesitan bién, varias líneas experimentales que tratan de
nutrición parenteral inicialmente. Además, en favorecer, acelerar y extender el proceso natural de
362
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal
adaptación intestinal, utilizando GH (hormona del increases incidence of renal stones, but does
crecimiento) o análogos del Glucagon-like peptide not change high prevalence of gallstones in pa-
2 (GLP-2): los resultados con este fármaco (teduglu- tients with a short-bowel. Gut 1992;33:1493-7.
tide) no son uniformemente positivos, pero parece 10. Crenn P, Coudray-Lucas C, Thuillier F, Cynober
claro que en algunos pacientes permite volver a la L, Messing B. Postaborptive plasma cirtulline
nutrición oral, y mejora significativamente la situa- concentration is a marker of absorptive ente-
ción clínica, lo que se ha comprobado en un ensayo rocyte mass and intestinal failure in humans.
multicéntrico reciente17. En el futuro, será posible Gastroenterology 2000;119:1496-505.
regenerar tejido intestinal, como sugieren estudios
11. Puleston J, Morgan H, Andreyev J. New
muy recientes18.
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363
26 Gastroenteropatía
pierde-proteínas
Juan Monés
Unidad de Gastroenterología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Universidad Autónoma de Barcelona
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 365
Sección 4. Intestino delgado y colon
Enfermedad de Ménétrier
Parasitosis Gastritis eosinófila
Amiloidosis Gastritis erosiva
Yeyunoileítis ulcerativa Cáncer de estómago
Linfoma intestinal Linfoma
Sobrecrecimiento bacteriano
Enfermedad celíaca
Enfermedad de Whipple
Linfangiectasia
Amiloidosis Colitis ulcerosa
366
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas
teínas. Se ha descrito el síndrome de GEPP en marcado en las proteínas de vida media más corta
enfermedades tales como la amiloidosis, enfer- como la transferrina, el fibrinógeno, la insulina o
medad del injerto contra el huésped, el síndro- la IgE. En los niveles de proteínas séricas también
me carcinoide y ocasionalmente en carcinomas pueden influir otros factores a tener en cuenta ta-
gastrointestinales. También puede aparecer el les como la síntesis hepática y la degradación endó-
síndrome de GEPP de manera habitual en infec- gena. La hipoproteinemia no es la única alteración
ciones bacterianas (Salmonella, Shigela,etc.), analítica presente en el síndrome GEPP, pudiendo
parásitos (Giardia liamblia) o virus (Rotavirus), coexistir en ocasiones una hiposideremia, niveles
especialmente en niños y de forma autolimitada reducidos de lípidos y de algunos oligoelementos,
al periodo de la enfermedad. así como linfopenia por pérdida entérica de linfo-
❱❱ Obstrucción linfática. Provoca pérdida de pro- citos debida a la obstrucción y rotura de los vasos
teínas en el tubo digestivo a consecuencia de linfáticos, asociando generalmente anomalías de la
pequeñas roturas de los conductos linfáticos inmunidad celular.
con pérdida de linfa. Hay una causa primaria
muy infrecuente, la linfangiectasia intestinal
que se caracteriza por una dilatación difusa de
Manifestaciones clínicas
los vasos linfáticos intestinales, con acúmulo e La variedad de procesos que pueden conducir a
incremento de presión de la linfa que conduce una GEPP, permite intuir la diversidad de las mani-
a una eventual ruptura de algunos de ellos y la festaciones clínicas. La hipoproteinemia es la causa
llegada de linfa a la luz intestinal. Hay linfangiec- de un síntoma y un signo común: el edema, que se
tasias secundarias, como sucede en aquellas origina debido a la disminución de la presión os-
situaciones en las que la presión venosa central mótica del plasma y al aumento de trasudación del
está elevada (insuficiencia cardiaca congestiva, espacio intravascular (capilares) al intersticio. Los
pericarditis constrictiva) o se produce una obs- edemas suelen aparecer en las extremidades in-
trucción de los vasos linfáticos por patologías feriores, aunque en algunos pacientes (sobre todo
tales como linfoma o sarcoidosis, en las que se en la linfangiectasia intestinal) se observa también
produce una congestión de los vasos linfáticos edema facial o de extremidades superiores. Un es-
de la pared intestinal con una pérdida secunda- tado de anasarca es poco frecuente.
ria de la linfa a la luz intestinal. Una causa espe-
cífica de GEPP aparece en pacientes interveni- En la GEPP hay hipoproteinemia. El descenso de
dos de la operación de Fontan, que se realiza en proteínas séricas, excepto de albúmina, pocas ve-
complejas enfermedades congénitas cardiacas ces tiene consecuencias clínicas relevantes. Por
(atresia tricúspide o pulmonar, hipoplasia del ejemplo la hipogammaglobulinemia (descenso de
corazón izquierdo, etc). En estos niños interve- IgA, IgG e IgM) no suele predisponer a la apari-
nidos se produce una hipertensión venosa y en ción de infecciones, y el descenso de los factores
algunos (5-10%) se acompaña de linfangiectasia de coagulación no necesariamente condiciona la
y GEPP de causa no bien aclarada. Algunos auto- aparición de diátesis hemorrágica. A su vez la dis-
res la relacionan con procesos infecciosos post- minución de proteínas fijadoras o transportadoras
intervención quirúrgica incluyendo enteritis por de hormonas produce una reducción analítica de
rotavirus, amigdalitis estreptocócica, etc6, don- sus niveles, pero no de su actividad, ya que se man-
de la GEPP se asocia con una alta mortalidad de tienen dentro de la normalidad hormonas libres no
hasta el 50%. unidas a proteínas, como las tiroideas o el cortisol.
En la GEPP, el paso de proteínas a la luz del tubo Hay algunos pacientes con GEPP que pueden pre-
digestivo es independiente de su peso molecular, a sentar una malabsorción de grasas o hidratos de
diferencia del síndrome nefrótico (principal síndro- carbono, lo que puede conducir al desarrollo de
me a considerar en el diagnóstico diferencial) en el una diarrea osmótica y a déficits de vitaminas lipo-
que preferentemente se produce una pérdida uri- solubles, con sus correspondientes manifestacio-
naria de proteínas de bajo peso molecular. Por otro nes clínicas. En la obstrucción linfática (linfangiec-
lado se produce una disminución más acusada de tasia, intervención quirúrgica de Fontan, esclerosis
los niveles sanguíneos de las proteínas de vida me- mesentérica, pericarditis, etc.), existe una linfocito-
dia más larga como la albúmina o las inmunoglo- penia con alteraciones de la inmunidad celular. Este
bulinas (IgG, IgM e IgA), siendo el descenso menos tipo de pacientes con obstrucción linfática y GEPP
367
Sección 4. Intestino delgado y colon
Diagnóstico
El diagnóstico de la GEPP debe con-
siderarse en todo paciente con hipo- Insuficiencia
proteinemia (con o sin edemas), en el Síndrome
hepática Hipoproteinemia
que razonablemente se ha descarta- nefrótico
crónica
do malnutrición proteica, síndrome
nefrótico (proteinuria e hipercoleste-
rinemia) y enfermedad hepática cró-
nica avanzada (figura 2).
El hallazgo bioquímico por excelencia Gastroenteropatía pierde-proteínas
es la hipoproteinemia. Un estudio7 ha
demostrado cómo un grupo de pa-
cientes con GEPP muestran niveles Figura 2. Causas más frecuentes de hipoproteinemia.
bajos de proteínas totales (x: 4,3 g/dl),
de albúmina (x: 2,1 g/dl) y de IgG (x:
226 mg/dl) así como de proteínas de su actividad antiproteolítica no es digerida por las
vida media larga, mientras que se mantenían en proteasas intestinales, excretándose mayoritaria-
los limites normales las proteínas de vida media mente por las heces. Por lo tanto, la cuantificación
corta como la prealbúmina o la transferrina. En la de esta proteína en heces durante tres días es una
GEPP los niveles plasmáticos de colesterol pueden forma indirecta, pero fiable, de conocer las pérdi-
encontrarse normales o disminuidos. Estas diferen- das de proteínas por el tubo digestivo9. Sin embar-
cias en la distribución de las diferentes proteínas no go, tiene un mayor rendimiento si también se cuan-
se observan en los otros dos grandes grupos que tifica su aclaramiento en plasma tras la recogida
pueden provocar hipoproteinemia y edemas (sín- de heces durante tres días. Un aclaramiento de α1
drome nefrótico y hepatopatía crónica avanzada). antitripsina superior a 24 ml/día en un paciente sin
Además, en el síndrome nefrótico los niveles de diarrea o de 56 ml/día en los pacientes con diarrea,
colesterol en el plasma están elevados. En la linfan- es claramente indicativo de pérdida patológica de
giectasia intestinal (pacientes con edema y diarrea proteínas en tubo digestivo10. Los pacientes con he-
por esteatorrea) además de la hipoproteinemia, se morragia digestiva o con prueba de sangre oculta
observa linfopenia y un descenso de las IgG, IgM en heces positiva pueden tener un aclaramiento de
e IgA, pero no de la IgE. Casi la mitad tienen dis- α1 antitripsina anormal, sin que necesariamente se
minuidos los niveles plasmáticos de fibrinógeno y deba interpretar como GEPP. Si hay sospecha de En-
transferrina. La constatación de estas peculiarida- fermedad de Menétriér se recomienda la medición
des analíticas justifica la realización de pruebas más
de proteínas en jugo gástrico, que están elevadas.
específicas.
Una vez establecido el diagnóstico mediante la
La prueba más fiable y usada en el pasado, pero no
cuantificación de la α1 antitripsina, es necesario
en la actualidad, es la determinación en heces de
investigar la enfermedad de base, realizando las
una macroproteína marcada con I, Tc-99m, o Cr
131 53
exploraciones complementarias adecuadas en
que ha sido previamente inyectada por vía endove-
función de la orientación clínica del caso (tabla 1).
nosa8. Sin embargo, este método es complejo (re-
Si se repasan las diferentes etiologías de este sín-
quiere la recogida de heces durante al menos una
drome es fácil deducir que en un notable número
semana), caro y conlleva asociado una irradiación
de pacientes será necesaria la práctica de una en-
del paciente.
doscopia digestiva alta con biopsias gástricas (sos-
La α1 antitripsina (alpha 1 antitripsina) es una gli- pecha de Menétriér, gastroenteritis eosinofílica,
coproteina sintetizada por el hígado cuya función enfermedad del injerto contra el huésped, etc…) o
principal es inhibir las proteasas. Tiene un peso duodenales (celiaquía, linfangiectasia, enfermedad
molecular similar al de la albúmina (50.000 d) y por de Whipple, etc…). A menudo es necesario realizar
368
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas
Figura 3. Paciente varón de 38 años que ingresa por cuadro clínico de epigastralgia, vómitos, edemas periféricos e hipoalbumine-
mia. El estudio radiológico puso de manifiesto la existencia de un engrosamiento de los pliegues gástricos. La realización de una
macrobiopsia gástrica permitió establecer el diagnóstico de enfermedad de Ménétrier. En la imagen histológica se observa un
engrosamiento de la mucosa, con hiperplasia foveolar y dilatación quística de las glándulas próximas a la submucosa (puntas de
flechas). Cortesía de los Drs. Domínguez y Abascal.
Figura 4. La gastroenteritis eosinofílica es otra entidad que puede cursar con enteropatía pierde-proteínas.
En el estudio radiológico gastroduodenal se observa un engrosamiento de los pliegues gástricos y en las imágenes histológicas
obtenidas tras la realización de una macrobiopsia gástrica observamos un infiltrado de eosinófilos de la submucosa y muscularis
mucosae (foto superior) y la infiltración por eosinófilos de la pared de una arteriola (arteriolitis eosinófila) (foto inferior). Cortesía
de los Drs. Domínguez y Vera.
369
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Son útiles las dietas basadas en disminución ❱❱ Se han comunicado casos de niños con inter-
de lípidos, incremento de las proteínas y su- vención de Fontan y GEPP, en los que el trata-
plementos con triglicéridos de cadena media miento con calcio y vitamina D para la hipocal-
(MCTs), sobre todo en entidades que cursan con cemia normalizó las proteínas plasmáticas y los
obstrucción linfática como la linfangiectasia in- edemas. Su supresión supuso recidiva y el retra-
testinal, la tuberculosis o sarcoidosis mesentéri- tamiento una nueva normalización. Se especula
ca y la enfermedad de Whipple. que el ión calcio podría actuar en la membrana
celular formando una unión con la carga negati-
❱❱ Para el tratamiento del edema, pueden utilizar- va de las cadenas proteicas, impidiendo su pér-
se diuréticos, aunque tienen un valor limitado. dida en el intestino17.
Para el edema de las extremidades inferiores se
recomiendan medidas externas como medias ❱❱ Recientemente se ha publicado un estudio de
elásticas y cuidados especiales para prevenir la nueve niños intervenidos con la técnica de Fon-
tan y con GEPP, en los que la administración de
celulitis.
budesonida incrementó los niveles de albúmina
❱❱ Los corticoides pueden ser de utilidad en algu- a los 6 meses, incluso utilizando dosis de bude-
nos casos, sobre todo con elevados marcadores sonida inferiores a las habituales que conllevó
serológicos o histológicos de inflamación. En a una menor tasa de efectos secundarios. Sin
casos especiales como los secundarios a lupus embargo al cesar el tratamiento hubo recidiva
y en algunos idiopáticos se han documentado de la hipoproteinemia18.
remisiones completas a los dos años12. Se han ❱❱ Finalmente la cirugía puede ser necesaria en
publicado algunos pacientes con lupus y GEPP aquellos procesos localizados y sin posibilida-
rebelde a corticoides, con buena respuesta a ci- des médicas (cáncer de estómago o colon, En-
clofosfamida13. fermedad de Menétriér rebelde a tratamiento
❱❱ El octreótido es un fármaco que se ha utiliza- médico, pericarditis constrictiva, etc.). Reciente-
do en este síndrome en los que la enfermedad mente se han comunicado varios casos de niños
de base es intratable constatando mejorías en con intervención de Fontan y GEPP resueltos
unos pocos pacientes14. totalmente después de trasplante cardiaco19-20.
370
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas
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371
27 Oclusión y seudooclusión
intestinal
Nuria Maroto1, Vicente Garrigues2
1
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital de Manises. Valencia
2
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitari i Politécnic La Fe. Valencia
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 373
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 1. Causas más frecuentes de oclusión intestinal. TABLA 2. Causas de íleo paralítico.
pormenorizado de todas ellas escapa del ámbito una o más capas del tejido muscular y se traduce
editorial de esta obra2. Brevemente, es posible en una contractilidad intestinal ordenada, aunque
detectar, a menudo, una causa, neurológica (enfer- débil e inefectiva. La neuropatía visceral engloba
medad de Parkinson, tumores cerebrales) o mus- procesos que pueden afectar a cualquier eslabón
cular (miositis, esclerodermia, amiloidosis). No es de la regulación nerviosa del intestino: desde el
infrecuente, asimismo, identificar una enfermedad plexo mientérico hasta el SNC. Se caracteriza por
endocrinológica (hipotiroidismo, hipoparatiroidis- presentar contracciones de magnitud normal pero
mo, feocromocitoma) o el consumo reciente o ha- con un patrón desorganizado y, por tanto, inefecti-
bitual de determinados fármacos (opiáceos y psi- vo en la propulsión.
colépticos). Finalmente, en algunos casos no logra
identificarse una causa aparente, considerándose Diagnóstico
estas formas como idiopáticas. Entre ellas deben
En la valoración de los pacientes con síntomas y
distinguirse esencialmente dos cuadros: la miopa-
signos sugerentes de un síndrome obstructivo se
tía visceral y la neuropatía visceral.
debe, en primer lugar, confirmar el diagnóstico sin-
En la miopatía visceral existe una alteración en la drómico y, en segundo lugar, precisar si se trata de
musculatura lisa del intestino, caracterizada por una oclusión mecánica o de una pseudooclusión.
una degeneración de las células musculares lisas En el caso de la oclusión verdadera, algunos datos
y su sustitución por tejido fibroso. Puede afectar a pueden ayudar a discernir si se trata de una oclu-
374
27. Oclusión y seudooclusión intestinal
sión alta o baja, completa o incompleta. Un objeti- distensión abdominal es menor y las náuseas y vó-
vo básico, aunque no siempre posible, es identificar mitos más intensos que en las más bajas (íleon o
la causa, lo que, sin duda, constituye una valiosa colon). La existencia de vómitos fecaloideos indica
ayuda para orientar el tratamiento específico. oclusión baja. En los pacientes con oclusión incom-
pleta, el cuadro clínico característico suele resolver-
Anamnesis se de forma espontánea una vez transcurridas unas
horas desde el inicio. En tales casos, es muy típico
El dolor abdominal, la distensión y las náuseas y
que el paciente presente un despeño diarreico que
vómitos son los síntomas más habituales, práctica-
precede al alivio del dolor y la distensión abdominal.
mente constantes, que definen la presencia de un
síndrome oclusivo intestinal. Con frecuencia exis- Los antecedentes personales del paciente y, en me-
te estreñimiento e incluso ausencia en la emisión nor medida, los familiares pueden ayudar, asimis-
de heces y gases por el ano. No obstante, el cierre mo, al diagnóstico etiológico. Una intervención qui-
intestinal no es constante, e incluso puede existir rúrgica muy reciente, de tipo abdominal, cardiaca u
diarrea en las primeras horas. Típicamente, estos ortopédica apoya fuertemente que se trate de una
síntomas aparecen de forma aguda, estableciéndo- seudooclusión. Del mismo modo, la coexistencia de
se el síndrome completo en pocas horas. El cambio una sepsis, un trastorno hidroelectrolítico o una in-
de las características del dolor, de cólico a continuo, suficiencia cardiorrespiratoria sugieren una seudo-
acompañado de fiebre y deterioro del estado gene- obstrucción aguda. El encamamiento prolongado,
ral sugieren la posibilidad de estrangulación. sobre todo en ancianos, es una causa frecuente de
fecalomas, que pueden producir oclusión intestinal
Algunos aspectos clínicos pueden diferenciar la oclu-
por impactación, habitualmente rectal. Una cirugía
sión de la seudooclusión, aunque esto no siempre
intestinal o ginecológica previa a menudo es la cau-
es posible. En la oclusión mecánica, el dolor es típi-
sa de adherencias que pueden manifestarse clíni-
camente cólico, muy intenso, reflejando el peristal-
camente, desde unos días a muchos años después
tismo de lucha que, en la primera fase del cuadro,
de la intervención. Un diagnóstico previo de hernia
pretende vencer la obstrucción. La distensión y los
o de enfermedad de Crohn obliga igualmente a
vómitos son de intensidad variable, en función del
considerar estas enfermedades como una posible
nivel de la obstrucción (véase más adelante) y el cie-
causa. Algo similar ocurre con el antecedente de ra-
rre intestinal puede tardar en instaurarse, dado que
dioterapia abdomino-pélvica, incluso muchos años
con frecuencia tiene lugar primero la expulsión del
antes. La aparición de episodios oclusivos repeti-
contenido intestinal distal al punto de la oclusión. En
dos debería hacer pensar en una causa mecánica
la pseudooclusión, el dolor suele ser menos intenso,
responsable de suboclusión intestinal, incluyendo
más generalizado y de carácter constante y no cólico,
las adherencias postquirúrgicas, la enfermedad de
ya que se produce por la distensión de las asas; la
Crohn, la enfermedad diverticular del colon, las
distensión abdominal y los vómitos suelen ser mar-
hernias y los vólvulos. Si estas causas se excluyen,
cados, así como el cierre intestinal. Habitualmente,
el clínico debe considerar también la posibilidad de
la pseudooclusión aguda aparece en un paciente
una pseudoobstrucción intestinal crónica secunda-
ingresado, que ha sido intervenido recientemente o
ria o idiopática3,4. En estos pacientes, los períodos
que padece una patología grave de instauración agu-
intercríticos pueden estar libres de síntomas o cur-
da —sepsis, insuficiencia cardiorrespiratoria, etc.—,
sar con alteración del ritmo intestinal y dolor.
o que presenta un trastorno hidroelectrolítico (p. ej.:
hipopotasemia). Por el contrario, la instauración de La anamnesis debe incluir la búsqueda intenciona-
un síndrome oclusivo en un paciente no hospitaliza- da de antecedentes familiares de cáncer colorrec-
do, sin patología asociada de interés, debe sugerir tal o de otras enfermedades en las que la herencia
una oclusión mecánica. pueda desempeñar un papel etiológico, especial-
mente neuromusculares.
Algunos datos clínicos ayudan a establecer el nivel
de la obstrucción, en el caso de una oclusión mecáni-
ca, y discernir, a su vez, si se trata de una oclusión in-
Exploración física
completa. Todo ello puede ser de valiosa ayuda para La exploración física proporciona información pri-
orientar el diagnóstico etiológico y tomar decisiones mordial, no solamente para establecer un diag-
acerca del momento más apropiado para indicar la nóstico sindrómico y etiológico, sino para estimar
cirugía. En las oclusiones más altas, por ejemplo, la la gravedad. Este último aspecto puede ser impor-
375
Sección 4. Intestino delgado y colon
tante para establecer las prioridades en el trata- vas, coincidiendo con los episodios de dolor3. Si la
miento, en cuanto a la rapidez de actuación. Así, la obstrucción se ha prolongado varios días o existe
exploración general permite apreciar la existencia estrangulación con isquemia, peritonitis y necrosis
de deshidratación, desnutrición, anemia o icteri- suele haber silencio abdominal. En el íleo paralíti-
cia, signos que ayudan a cumplir con los objetivos co existe silencio abdominal o disminución de los
mencionados. La anemia debe hacer pensar en la ruidos hidroaéreos, desde el principio. Sin embar-
presencia de un adenocarcinoma intestinal o en go, en el síndrome de Ogilvie se pueden detectar
cualquier condición que curse con pérdida de san- ruidos procedentes del intestino delgado, que man-
gre oculta en las heces o malabsorción (p. ej.: linfo- tiene su movilidad, en ocasiones incluso incremen-
ma que complica la evolución de una enfermedad tada.
celíaca). La ictericia debe sugerir la posibilidad de
una litiasis biliar responsable de un íleo biliar y la Exámenes de laboratorio
desnutrición en una enfermedad neoplásica, una
enfermedad de Crohn o una seudoobstrucción in- Su utilidad para el diagnóstico etiológico del íleo
testinal crónica. Algunos signos, como la presencia es limitada, pero son importantes para valorar la
de fiebre, taquicardia, sudoración o hipotensión, gravedad del cuadro clínico y necesarios para pro-
siempre reflejan una situación de gravedad debida gramar adecuadamente el tratamiento, sobre todo
probablemente a la existencia de una sepsis se- la reposición hidroelectrolítica. En las fases iniciales
cundaria a estrangulación de un asa intestinal o al de la enfermedad la analítica suele ser normal. Sin
secuestro de líquidos en el tercer espacio, caracte- embargo, a medida que el proceso avanza se hace
rístico del íleo paralítico. Algunas lesiones cutáneas patente la deshidratación y la hipovolemia secun-
(eritema nodoso, pioderma gangrenoso) facilitan el daria al secuestro de líquidos. Tode ello se traduce
diagnóstico de enfermedades sistémicas o de una en hemoconcentración y elevación del nitrógeno
enfermedad inflamatoria intestinal que puede ser ureico, siendo también frecuentes las alteraciones
causa de oclusión intestinal. en los niveles de potasio y del equilibrio ácido-base
secundarias a la presencia de vómitos y diarrea. La
La inspección del abdomen permite confirmar la leucocitosis y neutrofilia son frecuentes, aun en
distensión abdominal. En ocasiones, el predominio ausencia de infección. Si se produce isquemia in-
de la distensión en alguna región abdominal ayuda testinal debido a la existencia de estrangulación,
a establecer el nivel de la oclusión. Es típica, por puede detectarse aumento de los niveles de amila-
ejemplo, la distensión asimétrica del abdomen en sa y otras enzimas presentes en la pared intestinal
el vólvulo de sigma. Igualmente importante es la (LDH y fosfatasa alcalina). La presencia de anemia
búsqueda de cicatrices de laparotomía previa y de hipocroma-microcítica puede sugerir neoplasia in-
hernias. testinal.
La palpación permite detectar hernias inguino-
escrotales, crurales o masas que pueden corres- Radiografía simple
ponder a una neoplasia, absceso o diverticulitis. La radiografía simple del abdomen es esencial para
También permite identificar la existencia de signos el diagnóstico de la oclusión y seudooclusión intes-
de peritonitis —defensa muscular y dolor a la des- tinal; puede ayudar en el diagnóstico diferencial
compresión (signo de Blumberg)— que anuncian entre causa mecánica y dinámica; y puede sugerir
la presencia de estrangulación o de perforación de la etiología del cuadro.
una víscera hueca, ambas indicativas de la necesi-
dad de tratamiento quirúrgico urgente. Cuando la obstrucción intestinal es completa, la
radiografía simple de abdomen puede ser suficien-
La percusión permite descubrir el acúmulo excesivo
te para el diagnóstico. En estos casos, es típica la
de aire en las asas intestinales, al escucharse un so-
aparición de asas de intestino delgado dilatadas
nido timpánico. Su principal interés es el diagnósti-
en la parte proximal a la obstrucción (figura 1) y
co diferencial con la ascitis.
la ausencia o disminución de aire en la zona distal
La auscultación debe realizarse de forma minucio- a ésta. La radiografía realizada con el paciente en
sa, en los cuatro cuadrantes abdominales. En la bipedestación, o con el paciente en decúbito late-
obstrucción mecánica, los ruidos hidroaéreos están ral y rayo horizontal, muestra niveles hidroaéreos
aumentados y reflejan el peristaltismo de lucha. Es (figura 2). En fases más avanzadas de la oclusión,
típica su tonalidad metálica y su cadencia por sal- la luz del intestino delgado se dilata y las válvulas
376
27. Oclusión y seudooclusión intestinal
Figura 1. Dilatación gástrica y del intestino delgado en un tación de intestino delgado y grueso indistinguible
paciente con íleo biliar. Nótese la presencia de neumobilia y del íleo paralítico.
de una imagen radioopaca en la pelvis, correspondiente a un
gran cálculo biliar. En ocasiones, la radiografía simple del abdomen
puede aclarar la causa de una oclusión intestinal.
conniventes se hacen patentes. En fases tardías, Así, en pacientes con íleo biliar se observa la pre-
si existe estrangulación, el edema de la mucosa y sencia de aire en la vía biliar —neumobilia o aero-
submucosa, asociados a la necrosis determinan la bilia— e incluso puede objetivarse la imagen de un
aparición de imágenes con aspecto de impresiones cálculo biliar radioopaco impactado en alguna zona
dactilares. La presencia de aire subdiafragmático del tracto intestinal (figura 1). En pacientes con vól-
en bipedestación o aire libre en la cavidad perito- vulo intestinal, la imagen radiográfica, en grano de
neal en decúbito lateral izquierdo es diagnóstico de café, suele ser suficientemente expresiva para per-
perforación intestinal. mitir el diagnóstico (figura 4).
En el íleo paralítico es característico que la dilata- En los pacientes con oclusión intestinal debe in-
ción de las asas afecte o pueda afectar a todo el dicarse además una Rx de tórax. Esta exploración
intestino. Sin embargo, la presencia de niveles hi- permite identificar otras patologías como una neu-
droaéreos hace difícil su diferenciación de la oclu- monía que puede ser tanto la causa del íleo como
sión intestinal. una consecuencia del mismo (por aspiración). Ade-
más es útil para valorar el estado cardiopulmonar,
En el síndrome de Ogilvie se aprecia una dilatación previo a una intervención y facilita la detección de
del colon ascendente y transverso (figura 3). Se aire libre infradiafragmático.
considera diagnóstico cuando el calibre del colon
ascendente es superior a 9 cm. Si supera los 12 cm, Radiología con bario
el riesgo de perforación es muy elevado.
La diferenciación entre oclusión y seudooclusión
La Rx simple de abdomen realizada durante los epi- intestinal no siempre es posible con una radiografía
sodios agudos de seudoobstrucción crónica idio- simple del abdomen, por ello los estudios radioló-
pática muestra una dilatación de asas de delgado gicos con bario o con contraste hidrosoluble (Gas-
similar a los casos de obstrucción mecánica, o dila- trografín) pueden utilizarse si la valoración de los
377
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 3. Dilatación cólica masiva en un paciente con síndro- ❱❱ La angiografía mesentérica (o la propia TC con
me de Ogilvie técnica de multicorte) pueden ser necesarias si
se sospecha una isquemia intestinal. En estos
casos, la presencia de un íleo establecido es una
datos clínicos no aclara el diagnóstico diferencial y señal inequívoca de gangrena (véase capítulo
el estado clínico del paciente lo permite. Los estu- 28).
dios de tránsito intestinal deberían realizarse con ❱❱ La colonoscopia es la prueba diagnóstica más
contraste hidrosoluble si existe la posibilidad de eficaz para valorar la existencia de lesiones en el
oclusión completa y no debe administrarse bario si colon. En pacientes con sospecha o diagnóstico
se sospecha la existencia de estrangulación o per- cierto de síndrome de Ogilvie se puede realizar
foración intestinal. durante el episodio agudo, con el fin de descar-
tar lesión orgánica. Además permite realizar una
El estudio del tránsito mediante contraste hidroso- descompresión terapéutica del colon, cuando la
luble es una prueba útil para el diagnóstico de su- descompresión farmacológica (neostigmina) no
boclusión si aparece contraste en el colon. También ha dado buenos resultados (capítulo 37).
puede detectarse el paso de contraste hidrosoluble
❱❱ En pacientes con sospecha de seudoobstrucción
al colon mediante TC 5.
intestinal crónica idiopática, la manometría in-
La radiografía baritada que con mayor frecuencia se testinal y la biopsia intestinal con estudios es-
realiza es la enema opaca, en pacientes con dilata- peciales del tejido muscular y nervioso pueden
ción del colon o del intestino delgado más distal, en ser de valiosa ayuda para establecer un diagnós-
quienes se duda del carácter obstructivo o funcio- tico etiológico (neuropatía o miopatía visceral).
nal del cuadro clínico. Esta exploración posee tam-
bién utilidad terapéutica en pacientes, sobre todo
Tratamiento
niños, con vólvulo de sigma. El estudio baritado del
Oclusión intestinal
intestino delgado durante la fase aguda es poco útil
y no está exento de riesgos. El tratamiento de la oclusión intestinal debe ser
médico-quirúrgico. Sus objetivos generales son co-
En pacientes con obstrucción intestinal incomple- rregir las alteraciones del equilibrio hidroelectrolíti-
ta de causa desconocida, las pruebas radiológicas co y ácido-base que pudieran existir3; evitar o tratar
baritadas, como la enema opaca y, sobre todo, el las complicaciones sépticas; eludir el obstáculo que
tránsito baritado intestinal se realizan tras la reso- obstruye el intestino y, en definitiva, recuperar la
lución del episodio oclusivo. motilidad intestinal.
378
27. Oclusión y seudooclusión intestinal
Figura 4. Vólvulo de sigma. La Rx simple de abdomen muestra el típico signo del “grano de café”. En el campo operatorio
aparece un sigma enormemente distendido con signos de isquemia focal segmentaria (cortesía de la Dra. Casamayor).
El tratamiento quirúrgico es obligado en la mayoría y cuando el episodio no se resuelve tras 48-72 ho-
de pacientes con oclusión intestinal completa. Ante ras de tratamiento conservador. Se basa en liberar
un diagnóstico de certeza, la cirugía debe realizar- las asas intestinales e identificar los segmentos
se lo antes posible, una vez controladas las altera- intestinales no viables, realizando resecciones y
ciones de volumen plasmático, electrolíticas y del anastomosis primarias de los segmentos isquémi-
equilibrio ácido-base. Los retrasos innecesarios en cos no recuperables6. Los pacientes con episodios
la cirugía incrementan el riesgo de estrangulación
repetidos de oclusión intestinal secundaria a bridas
intestinal, que no siempre puede preverse tras la
pueden ser candidatos a intervenciones quirúrgicas
valoración del paciente, y la morbimortalidad.
más complejas, encaminadas a fijar las asas intes-
En pacientes con oclusión intestinal incompleta, tinales.
suele ser posible diferir el tratamiento quirúrgico
hasta que las pruebas complementarias proporcio- Vólvulos
nan información concluyente sobre la etiología y
El tratamiento general es la devolvulación quirúrgi-
naturaleza del proceso.
ca y la resección del segmento intestinal afectado,
Bridas y adherencias si procede (figura 4). No obstante, el tratamiento
del vólvulo sigmoide es inicialmente la devolvula-
Constituyen la causa más frecuente de obstrucción
ción mediante enema opaca o colonoscopia, aun-
intestinal y aparecen tras una laparotomía previa,
como respuesta a materiales extraños (talco, sutu- que esta prueba está contraindicada si existe per-
ras, contenido intestinal). Aunque se han estudiado foración o estrangulación. En todo momento debe
numerosos métodos experimentales para tratar de considerarse que la tasa de recurrencia es del 50%;
prevenirlas, la mayoría de ellos no han demostrado por lo que en enfermos con buen estado de salud
ningún beneficio4. El tratamiento quirúrgico se in- se debe programar la cirugía resectiva, que presen-
dica ante la sospecha de estrangulación intestinal ta baja tasa de morbimortalidad y recidivas.
379
Sección 4. Intestino delgado y colon
380
27. Oclusión y seudooclusión intestinal
381
Sección 4. Intestino delgado y colon
El octreótrido y otros análogos de la somatostatina, Cochrane Library, 2008 Issue 2. Chichester, UK:
como el lanreótido, también tiene acción sobre la John Wiley & Sons, Ltd.).
motilidad gastrointestinal. En enfermos con seudo- 6. Silen W, Hein MF, Gadman L. Strangulation
obstrucción intestinal puede provocar la aparición obstruction of the small intestine. Arch Surg
de fases III —frentes de actividad motora—, que 1962;85:121-9.
mejoran la propulsión intestinal y el aclaramiento 7. Buechter KJ, Boustany C, Caillouette R, Cohn
de bacterias, contribuyendo a mejorar los síntomas I Jr. Surgical management of the acutely obs-
del sobrecrecimiento bacteriano. Existen fórmulas tructed colon. A review of 127 cases. Am J Surg
de liberación retardada que permiten la adminis- 1988;156:163-8.
tración de estos fármacos por vía im o subcutánea 8. Ascanelli S, Navarra G, Tonini G, Feo C, Zerbinati
A, Pozza E et al. Early and late outcome after
profunda con periodicidad mensual.
surgery for colorrectal cancer: elective versus
Tratamiento quirúrgico emergency surgery. Tumori 2003;89:36-41.
9. ASGE Standards of Practice Committee, Harri-
La cirugía diagnóstica está indicada en aquellos pa- son ME, Anderson MA, Appalaneni V, Banerjee
cientes en quienes no es posible excluir, mediante S, Ben-Menachem T, Cash BD et al. The role
la valoración clínica e instrumental, la existencia de of endoscopy in the management of patients
una causa mecánica. Si durante la intervención no with known suspected colonic obstruction
se objetivan lesiones que justifiquen el cuadro oclu- and pseudoobstruction. Gastrointest Endosc
sivo, se deben tomar biopsias transmurales de dife- 2010;71:669-79.
rentes tramos del intestino delgado para un análisis 10. Fielding LP, Wells BW: Survival after primary
histológico. La cirugía terapéutica sólo está indica- and after stageal resection for large bowel
da en los pacientes con pseudoobstrucción intesti- obstruction caused by cancer. Br J Surg
nal crónica con afectación segmentaria, debiendo 1986;73:360-3.
realizarse una resección lo más limitada posible, en 11. SloyerAF, Panella VS, Demas be, Shike M, Light-
el contexto de un análisis individualizado. dale CJ, Winawer SJ et al. Ogilvie´s syndrome:
successful management without colonoscopy.
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382
28 Isquemia intestinal
Miguel A. Montoro Huguet*, Jorge García Egea**, Gemma Fabregat***
* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge, Huesca
Departamento de Medicina y Psiquiatría, Universidad de Zaragoza
** Servicio de Cirugía Digestiva. Hospital San Jorge, Huesca
*** Servicio de Geriatría. Hospital Sagrado Corazón de Jesús, Huesca
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 383
Sección 4. Intestino delgado y colon
384
28. Isquemia intestinal
después de una comida, se incrementa un 30% arcada pancreatoduodenal que también hace a
(1.100 cm3/min). este órgano menos vulnerable al daño vascular.
❱❱ La arteria mesentérica superior (AMS) surge ❱❱ Algunas áreas del colon (colon derecho, ángu-
asimismo de la aorta anterior y su diámetro es lo esplénico y flexura sigmoidea) son más sen-
similar al del tronco celíaco. Desde ella surgen 5 sibles a los efectos de la isquemia por razones
vasos principales: las ramas pancreaticoduode- anatómicas (véase capítulo 29). El recto, que
nales anterior y posterior, las arterias cólica me- también recibe un doble soporte vascular, es
dia y cólica derecha y las arterias ileocólicas, así afectado con menor frecuencia18.
como diversas ramas yeyunoileales. El sistema
dependiente de la AMS irriga la parte distal del Fisiopatología (mecanismos de isquemia)
duodeno, el intestino delgado íntegro y el hemi- El suministro de oxígeno a las células depende de
colon derecho. Su flujo es de 500 cm3 ml/min, una compleja interacción de factores:
pero se incrementa en un 150% tras una comi-
❱❱ El flujo de sangre que circula por los vasos princi-
da, alcanzando volúmenes de 1.400 ml/min.
pales.
❱❱ Finalmente la arteria mesentérica inferior
❱❱ La concentración de hemoglobina y su satura-
(AMI) surge de la aorta, 3-4 cm por encima de su
ción de oxígeno.
bifurcación y desde la arteria cólica izquierda se
subdivide en una rama ascendente que irriga el ❱❱ La distribución de sangre en la pared intestinal.
colon transverso distal, ángulo esplénico y colon
❱❱ El intercambio de oxígeno entre la capa más ba-
descendente y una rama descendente de donde sal de la mucosa y la porción más distal constitui-
surgen las ramas sigmoideas y la arteria rectal da por las vellosidades.
superior, que irriga el recto proximal. El recto
distal es irrigado por ramas de la arteria ilíaca ❱❱ El balance entre las demandas metabólicas y el
interna (hipogástrica). La AMI posee un calibre aporte real de oxígeno y nutrientes en la mu-
inferior al de la AMS. Algunos sistemas anasto- cosa.
móticos (arco de Riolano y arteria central) dan ❱❱ La capacidad de las propias células para utilizar
lugar a una conexión entre la AMS y la AMI que el oxígeno.
proporciona flujo vascular indistintamente a
ambos territorios, en condiciones de isquemia. Con independencia del mecanismo que desenca-
De ahí la importancia en determinar la dirección dena la isquemia, en todos los casos aparece una
del flujo sanguíneo de este sistema colateral, misma secuencia de acontecimientos. Éstos son de-
bidos tanto a la isquemia propiamente dicha, como
antes de proceder a la ligadura de la AMI en el
a la reperfusión del órgano cuando se restablece el
curso de una cirugía de reemplazamiento aór-
flujo vascular. Inicialmente, el aporte disminuído
tico, ya que este circuito es esencial para pre-
de oxígeno causa una depleción del ATP intrace-
servar el flujo al intestino delgado cuando existe
lular que altera la homeostasis favoreciendo la re-
una oclusión de la AMS (ver capítulo 29)17.
tención de agua y electrolitos. Este incremento del
❱❱ Algunos órganos como el hígado reciben el flujo volumen intracelular aboca finalmente a un estado
de dos sistemas vasculares: la vena porta, que de necrosis. Las células necróticas desencadenan
suministra entre un 70-80% del flujo y la arte- una respuesta inflamatoria con liberación de diver-
ria hepática que aporta el 20-30% restante. En sas citoquinas, que al modificar la permeabilidad
condiciones basales, el flujo venoso portal es de de las uniones intercelulares, alteran la función de
1.200 ml/min, pero llega a incrementarse hasta barrera epitelial, permitiendo la fuga de bacterias a
2.000 ml/min después de una comida. Esta do- los ganglios linfáticos del mesenterio (translocación
ble vascularización hace al hígado relativamente bacteriana). Desde allí se incorporan al torrente
resistente a la isquemia, salvo en situaciones de circulatorio, siendo causa de bacteriemia. Una vez
bajo gasto. Lo mismo ocurre con el duodeno que se restaura el flujo vascular (reperfusión) el oxí-
geno entra en el tejido isquémico desencadenando
que recibe un doble soporte vascular de la ar-
una serie de fenómenos18-22:
teria pancreaticoduodenal superior (procedente
del tronco celíaco) y de la pancreaticoduodenal ❱❱ El oxígeno es rápidamente reducido por la xan-
inferior (procedente de la AMS), configurando la tina oxidasa (XO) que contienen las células epi-
385
Sección 4. Intestino delgado y colon
teliales en especies reactivas de oxígeno (ERO) ❱❱ En las formas más leves, las ERO logran ser de-
que ejercen una actividad oxidativa tanto sobre puradas por barredores endógenos como el glu-
el DNA, como sobre enzimas y fosfolípidos de la tation, catalasa, superóxido dismutasa y el óxido
membrana. Como consecuencia de ello, la inte- nítrico, que poseen una alta afinidad por estos
gridad de la membrana celular se pierde apare- radicales. Sin embargo, en los casos más graves,
ciendo nuevos fenómenos de necrosis16. la acción de estas sustancias depuradoras se ve
desbordada por la producción masiva de ERO.
❱❱ A su vez, la xantina oxidasa promueve la activa- En estos casos, la incorporación de citoquinas y
ción de células proinflamatorias que atraen leu- de neutrófilos activados a la circulación general
cocitos polimorfonucleares (LPMN). Éstos con- acaba provocando daño en otros órganos a dis-
tienen enzimas que reducen las moléculas de tancia como el hígado o el pulmón, en el con-
oxígeno a aniones superóxido que promueven texto de un síndrome de respuesta inflamatoria
la producción de ácido hipoclórico, una fuente sistémica con fallo multiorgánico22.
para la formación de nuevas especies reactivas
de oxígeno (ERO)20. Los avances en el conocimiento del papel de la re-
perfusión en el daño isquémico pueden proporcio-
❱❱ Además, durante la reperfusión se activa la nar nuevas oportunidades en el manejo de estos
fosfolipasa A2 incrementando la producción de pacientes, basadas en el empleo de agentes farma-
lisofosfolípidos citotóxicos dentro del tejido is- cológicos como el captopril23 o el carvedilol24. Así,
quémico que modulan al alza la producción de el carvedilol, un nuevo bloqueador b-adrenérgico
leucotrienos y prostaglandinas21. con capacidad para aclarar radicales libres ha de-
❱❱ El daño producido en el DNA por las ERO activa mostrado ejercer un efecto protector de las células
una serie de enzimas reparadoras incluyendo la endoteliales del territorio esplácnico en modelos
poli-ADP-ribosa sintetasa (PARS) y la poli-ADP- experimentales de reperfusión24. La tabla 1 mues-
ribosa polimerasa (PARP). La activación de es- tra los factores fisiológicos y farmacológicos que
regulan el flujo mesentérico24,25.
tas enzimas conduce a una grave depleción de
energía que contribuye a la necrosis celular. De El tipo de lesiones que aparece en el curso de una
este modo, el efecto de las ERO acaba siendo isquemia intestinal depende de numerosos facto-
peor que el de la propia isquemia, favoreciendo res, incluyendo el tipo de vaso afectado, el grado
la expansión de la necrosis hacia zonas conti- de oclusión, el mecanismo de la isquemia (oclusiva
guas16. o no oclusiva), su duración y la presencia de circu-
386
28. Isquemia intestinal
1
Existen formas agudas, subagudas y crónicas. La forma aguda queda incluida en la isquemia mesentérica aguda.
387
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 2. Con frecuencia la embolia de la arteria mesentérica superior va acompañada de embolismos sincrónicos en otras locali-
zaciones. La figura corresponde a una paciente de 56 años de edad que presentó una embolia menor (por debajo de la inserción
de la arteria ileocólica), que se resolvió con descoagulación sistémica. La presencia de cefalea y ligera desorientación motivó la
indicación de una TC cerebral que muestra un infarto isquémico en el lóbulo frontal derecho.
388
28. Isquemia intestinal
389
Sección 4. Intestino delgado y colon
390
28. Isquemia intestinal
consultar. Los enfermos refieren un dolor abdo- TABLA 4. Causas de trombosis venosa mesentérica
minal inespecífico de carácter difuso, asociados
a anorexia y en ocasiones diarrea. Cuando el
dolor es más localizado, suele estar centrado en ❱❱ Primaria (30%).
el hemiabdomen inferior. La fiebre, la distensión • Deficiencia de antitrombina III.
abdominal y la presencia de sangre oculta en la
• Deficiencia de proteína C.
deposición son frecuentes en la TVM. Por otra
parte, la ascitis hemorrágica y el secuestro de • Deficiencia de proteína S.
líquidos en el tercer espacio contribuyen a la • Policitemia vera.
deshidratación y la hipotensión, favoreciendo la • Trombocitosis.
extensión de la trombosis y el agravamiento de • Neoplasias.
la isquemia. No debe olvidarse que los síntomas • Anticonceptivos orales.
de la TVM a menudo vienen precedidos de los
• Embarazo.
secundarios a un foco de inflamación visceral
intraabdominal (diverticulitis, pancreatitis, cole- • Esplenectomía.
cistitis) y que el solapamiento entre ellos puede • Anemia de células falciformes.
hacer difícil la interpretación del cuadro. • Síndrome mieloproliferativo.
391
Sección 4. Intestino delgado y colon
sencia de una distensión abdominal no expli- agudo como oclusión intestinal o perforación de
cada por otra causa, una hemorragia gastroin- una víscera hueca (figura 5).
testinal o el agravamiento del estado clínico del
US-Doppler
paciente tras una aparente recuperación inicial
del evento que ha precipitado el vasoespasmo. La ultrasonografía con registro Doppler-color pue-
de ser utilizada para evaluar a los pacientes con
❱❱ A estos tres postulados, podría añadirse uno
sospecha de IMA51-53. Sin embargo, esta técnica
más: en los pacientes ancianos, el cuadro clí-
está limitada por las siguientes razones16:
nico puede estar enmascarado por un estado
de confusión mental (un 30% de los ancianos ❱❱ Únicamente las porciones proximales de los va-
muestran deterioro cognitivo, hipoacusia u ob- sos esplácnicos mayores pueden ser exploradas
nubilación, que dificultan la interpretación de la con fiabilidad, pero no así los vasos periféricos.
semiología clínica).
❱❱ La detección de una oclusión vascular no esta-
Laboratorio blece con seguridad el diagnóstico de IMA, dado
que también pueden estar presentes en pacien-
En el momento de la admisión, un 75% de los pa-
tes asintomáticos.
cientes con IMA muestran una leucocitosis superior
a 15.000 cel/mm3, a menudo con desviación iz- ❱❱ El flujo de la AMS y sus ramas es muy variable
quierda, y alrededor del 50% una acidosis metabó- (300-600 ml/min), lo que hace difícil la interpre-
lica. La ausencia de estos marcadores no permite, tación de los registros.
por tanto, descartar el diagnóstico. Por otra parte,
❱❱ Finalmente, los pacientes con IMNO, que repre-
las elevaciones de algunas enzimas (fosfatasa al-
sentan hasta un 25% de los casos de IMA, no
calina, lactodeshidrogenasa, creatinfosfokinasa y
pueden ser diagnosticados de forma fiable por
amilasa), reflejan la presencia de una necrosis in- este procedimiento.
testinal establecida4. Aunque no se ha descrito un
marcador sérico específico para establecer un diag- No obstante, en manos experimentadas52,53, el re-
nóstico precoz, la elevación del dímero-D resulta gistro Doppler-color del intestino delgado propor-
sugestiva en un contexto apropiado. Su sensibilidad ciona información acerca de la presencia de asas
y especificidad son variables43-45, pero unos niveles intestinales aperistálticas con retención de líquido,
plasmáticos en el rango normal hacen poco proba- engrosamiento de la pared (más de 3 mm) y flujo
ble el diagnóstico de IMA oclusiva. intramural (preservado o ausente) que pueden ser
de valiosa ayuda para tomar la decisión de operar
Rx simple de abdomen o no a un paciente.
Los hallazgos proporcionados por la Rx simple de
abdomen en la IMA son inespecíficos46-49. Nótese Tomografía computarizada del abdomen (TC)
que en las fases iniciales de la enfermedad la Rx Los avances de los últimos años han hecho de la
simple de abdomen puede ser rigurosamente nor- TC una técnica primordial ante la sospecha de
mal (un error frecuente es ignorar esta observación IMA16,24,54-65. Habitualmente resulta necesaria una
en la sala de emergencias). De hecho, un estudio combinación de hallazgos para establecer el diag-
alemán demostró que la mortalidad de la IMA en nóstico51. Los hallazgos de mayor especificidad
un momento en que la Rx simple era normal alcan- son la presencia de gas intramural (neumatosis),
zaba el 29%, comparada con un 78%, cuando la Rx gas en el territorio venoso mesentérico-portal y
simple mostraba hallazgos “inespecíficos”50. Ello es la ausencia de realce de la pared intestinal tras la
así, porque habitualmente la presencia de hallaz- inyección de contraste iv59-61 (debe subrayarse que
gos radiológicos, tales como distensión de asas o la inyección de contraste está contraindicada en
“huellas de dedo” (thumbprinting) es concordante presencia de shock o insuficiencia renal con nive-
con la presencia de un segmento intestinal infarta- les de creatinina mayores de 2 mg/dl). Hallazgos
do13,16,24. Tales signos únicamente se observan en el de menor especificidad son el engrosamiento de la
40% de los casos en el momento de la presenta- pared, la congestión de las venas mesentéricas y la
ción24. Otros signos, como la presencia de gas en presencia de ascitis16,51. Hasta muy recientemente,
el territorio portal sugieren un pronóstico infausto. el mayor rendimiento de la TC era el diagnóstico de
En la práctica, la Rx simple de abdomen resulta de la TVM (sensibilidad y especificidad próximas al 90-
utilidad para descartar otras causas de abdomen 100%)37,39,58. De hecho, existía (y sigue existiendo) la
392
28. Isquemia intestinal
Figura 5. En la isquemia intestinal, el hallazgo de asas dilatadas y la visión de impresiones dactilares (thumbprinting) en el colon
reflejan la presencia de infarto y una mortalidad elevada (más del 70%).
recomendación expresa de solicitar una TC abdo- co celíaco, así como para la identificación de una
minal en todo paciente con dolor abdominal y una TVM (sensibilidad del 100%, especificidad del 98%).
historia de trombosis venosa profunda, o de hiper- Sin embargo, no es útil para el diagnóstico de las
coagulabilidad13,16. Hoy en día, la TC con técnica de formas no oclusivas o para la identificación de oclu-
multicorte (multidetector) permite obtener imáge- siones en las ramas distales. Su principal ventaja
nes de gran precisión, tanto de los vasos de grueso, frente a la tomografía es la ausencia de toxicidad
como de pequeño calibre y en manos de radiólogos renal, al no precisar contrastes yodados13,16,24,66,67.
experimentados ofrece un rendimiento “diagnósti-
Angiografía mesentérica
co” similar al de la angiografía clásica para estable-
cer la causa y el nivel de la oclusión, tanto arterial La sensibilidad y especificidad de la angiografía en
como venosa, con una sensibilidad y especificidad el diagnóstico de la IMA es de 90-100% y del 100%,
del 92-100%, respectivamente62-65. Probablemente respectivamente13. Un valor añadido de esta técnica
el valor predictivo de esta técnica no sea tan alto en (importante) es que permite la perfusión intraarte-
ámbitos menos especializados16, pero es indudable rial de agentes vasodilatadores (p. ej.: papaverina)
que la TC multicorte en dos fases, se ha converti- o de sustancias trombolíticas (ver más adelante).
do en un procedimiento esencial ante la sospecha De hecho, los centros que incorporan este principio
clínica de IMA (figura 6). Una limitación de la TC es en el manejo de la IMA han demostrado una mejora
que podría no discernir determinados procesos ab- en las tasas de supervivencia, cuando se emplean
dominales que en fases avanzadas pueden imitar el de un modo precoz28,40,68. Otra ventaja importante
comportamiento clínico y radiológico de la isque- de la angiografía es que proporciona un mapa qui-
mia intestinal, incluyendo procesos infecciosos, in- rúrgico idóneo para la revascularización13,16. Ello es
flamatorios o de carácter infiltrativo. posible cuando la técnica proporciona imágenes en
dos planos distintos. La proyección anteroposterior
Resonancia nuclear magnética
(AP) permite una mejor visión del flujo mesentérico
Posee una elevada sensibilidad y especificidad para distal y de las colaterales, en tanto que la visión late-
detectar estenosis u oclusión de la AMS o del tron- ral es mejor para visualizar el origen de los grandes
393
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 6. Paciente de 85 años con antecedente de insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular, que presentó una isquemia
mesentérica aguda posiblemente de origen embólico. El diagnóstico se confirmó mediante la realización de una angio-TC, que
demostró la existencia de una obstrucción completa y abrupta de la arteria mesentérica superior (AMS), a unos 7 cm de su salida
de la aorta. a) Salida de la AMS de la aorta (círculo). Se observa aerobilia en conductos biliares intrahepáticos (flechas); b) AMS
a su paso por detrás del páncreas (círculo). Se aprecia dilatación de asas intestinales con engrosamiento de sus paredes; c) AMS
con obstrucción abrupta de su luz (círculo); d) Dilatación de asas intestinales con engrosamiento de sus paredes.
vasos, que en la proyección AP quedan superpuestos sausages sign”) y un flujo venoso preservado. Tanto
sobre la aorta. La angiografía permite distinguir con la TVM como la IMNO pueden mostrar en el angio-
relativa facilidad el tipo de IMA (embolia, trombosis grama contraste que refluye hacia la aorta.
o IMNO). El émbolo se localiza habitualmente en el
La angiografía mesentérica presenta algunos in-
punto donde la AMS se estrecha, es decir, justamen- convenientes que deben ser debidamente pon-
te por detrás de su primera rama mayor, la arteria derados: 1) en pacientes en estado crítico resulta
cólica media (ver más arriba). En contraste, la en- impracticable y su realización, una vez obtenida la
fermedad trombótica suele localizarse en el origen estabilización del enfermo, contribuye a retrasar
de la AMS y se caracteriza por la ausencia total de el diagnóstico; 2) el mismo comentario es aplica-
opacificación de la arteria en la proyección lateral ble a cualquier retraso debido a la ausencia de un
del aortograma, y en un retraso en la opacificación angiografista experto y disponible; 3) finalmente,
de las colaterales prominentes en la proyección AP24. la presencia de claros signos de peritonitis hace
Por su parte, en la TVM se aprecia un enlentecimien- desaconsejable cualquier maniobra que comporte
to generalizado del flujo arterial (superior o igual a retraso a la actuación quirúrgica. Todas estas cir-
20 seg) y una ausencia de repleción del territorio cunstancias deben ser firmemente consideradas,
venoso afectado por la trombosis (mesentérico o dado que configuran un escenario desfavorable
portal). Este fenómeno es segmentario, a diferencia para la angiografía preoperatoria. Sin embargo, los
de lo que se observa en la IMNO donde se aprecia un beneficios potenciales de la angiografía mesenté-
estrechamiento difuso y generalizado del árbol arte- rica, especialmente los derivados de la infusión de
rial, que muestra un aspecto arrosariado (“string of papaverina intraarterial para tratar el vasoespasmo
394
28. Isquemia intestinal
Sospecha de IMA
Sí No
Hallazgos sugestivos
Angiografía mesentérica de IMA
TC-multidetector
intraoperatoria
Ausencia de evidencias
radiológicas de IMA
Exploración Observación/tratamiento
del abdomen conservador
Figura 7. Algoritmo diagnóstico y tratamiento en pacientes con sospecha de IMA (isquemia mesentérica aguda). Adaptado de
Kougias P et al. Division of Vascular Surgery and Endovascular Therapy. Baylor College of Medicine VA Medical Center. Houston,
Tex. EE.UU.4.
395
Sección 4. Intestino delgado y colon
en el algoritmo de la figura 7, un paciente con sig- elevada tasa de hemocultivos positivos registrados
nos claros de peritonitis y una firme sospecha de en la IMA. Se ha demostrado que la administración
IMA, debe ser conducido a la sala de operaciones precoz de antibióticos puede reducir la extensión
y en todo caso obtener un angiograma preopera- y la gravedad del daño isquémico en modelos ani-
torio4,24. males16,86.
396
28. Isquemia intestinal
que este último suele persistir varios días después cópica en este contexto, puso de relieve que el
de haber repermeabilizado el vaso ocluido y ser abordaje mínimamente invasivo presenta claras
responsable de un infarto mesentérico tardío. Por ventajas en un escenario tan delicado para es-
lo tanto, muchos expertos recomiendan mantener tos pacientes95.
la perfusión antes, durante y después del acto qui-
rúrgico hasta obtener un angiograma normal. Se ❱❱ Algunos pacientes requerirán un programa de
recomienda utilizar una concentración de 1 mg/ nutrición parenteral domiciliaria para paliar las
ml y una velocidad de perfusión de 30-60 mg/h. El consecuencias nutricionales de un síndrome de
tratamiento no puede administrarse en casos de intestino corto13,16,99.
shock y debe suspenderse de inmediato si apare- ❱❱ Finalmente, es importante disponer de anes-
ce una caída repentina de la TA (sustituir por suero tesistas expertos en el control de pacientes an-
glucosado o salino). En este caso se aconseja indi- cianos en estado crítico, como ha señalado un
car una radiografía de abdomen para comprobar reciente informe100.
la correcta colocación del catéter13,16,27,87. Los pa-
cientes con insuficiencia hepática también pueden Manejo de las formas específicas de IMA
presentar episodios de hipotensión debido a un ❱❱ Embolia de la arteria mesentérica superior
fallo de aclaramiento hepático del fármaco vasodi- (EAMS)
latador. Finalmente, determinadas formas de em-
bolia o trombosis mesentérica pueden beneficiarse El tratamiento de la EAMS depende de la presen-
además del uso de agentes trombolíticos, especial- cia o ausencia de peritonitis, del grado de oclusión
mente en ausencia de signos de peritonitis75,77-92 (p. arterial (total o parcial) y de la localización del ém-
ej.: urokinasa: bolus de 2 x 105 U intraarterial se- bolo, por encima o por debajo de la inserción de
guidos de perfusión de 60.000-200.000 U/h) (véase la arteria ileocólica (embolia mayor o menor, res-
más adelante). pectivamente)16. En ausencia de signos peritonea-
les, existen tres alternativas a la cirugía, siempre y
Tratamiento quirúrgico cuando se trate de una embolia menor (en la em-
El propósito de la cirugía es evaluar la viabilidad del bolia mayor la cirugía sigue siendo obligada, salvo
intestino93, repermeabilizar la luz del vaso y extirpar en casos de elevado riesgo quirúrgico). Una prime-
el tejido necrótico. Algunas consideraciones son de ra opción es la infusión intraarterial de fármacos
aplicación general a todas las formas de IMA y de vasodilatadores como la papaverina. Esta opción
hecho, la probabilidad de éxito aumenta si se res- puede ser válida si tras la inyección de un bolus de
petan los siguientes principios: vasodilatador se demuestra una buena perfusión
del lecho vascular distal a la oclusión13,16,28. Una
❱❱ Mantener la perfusión de papaverina, antes, segunda modalidad es la perfusión transcatéter
durante y después de la cirugía y no retirarla de agentes trombolíticos (p. ej.: urokinasa: bolus
hasta que haya revertido el vasoespasmo. de 2 x 105 U intraarterial seguidos de perfusión de
❱❱ La revascularización (embolectomía, trombec- 60.000-200.000 U/h). Algunos estudios prospecti-
tomía, endarterectomía o bypass) debería pre- vos y metaanálisis han demostrado que la trombó-
ceder a la evaluación de la viabilidad intestinal lisis puede ser efectiva en resolver el trombo, ali-
ya que con frecuencia este gesto se acompaña viar los síntomas y evitar la cirugía90-92. Los mejores
de una espectacular mejoría de un segmento resultados de esta terapia se obtienen cuando la
intestinal aparentemente infartado. oclusión es parcial y el intervalo de tiempo transcu-
rrido desde el comienzo de los síntomas es inferior
❱❱ Si se aprecian extensas áreas de intestino de a 12 horas. La desaparición del dolor en la hora si-
dudosa viabilidad, extirpar únicamente el tejido guiente a la fibrinólisis es un buen indicador de que
claramente necrótico realizando un second look el procedimiento ha tenido éxito101. Estudios lleva-
en las siguientes 12-24 h. Este intervalo permite dos a cabo en animales, han demostrado como la
precisar mejor el límite del tejido viable y recu- administración de estreptoquinasa (especialmente
perar intestino, como resultado de la perfusión si se asocia a papaverina) también puede ser útil
de fármacos vasodilatadores y de las medidas en estos casos16. En cualquier caso, la experiencia
de reanimación. Algunos grupos abogan por la comunicada en la literatura con la fibrinólisis es
laparoscopia para llevar a cabo la revisión de la relativamente corta, y el procedimiento no está
cavidad abdominal, evitando con ello los efec- exento de complicaciones90,101-103. Finalmente, la
tos deletéreos de una segunda cirugía a cielo propia descoagulación sistémica con heparina só-
abierto en un intervalo de tiempo tan corto94-98. dica iv. puede proporcionar buenos resultados en
Un estudio reciente que evaluó los resultados algunos casos de embolia menor, con un tiempo de
de la cirugía abierta frente a la cirugía laparos- evolución corto, desde el comienzo de los síntomas
397
Sección 4. Intestino delgado y colon
(figura 8). Las terapias mencionadas (papaverina in- ❱❱ Trombosis de la arteria mesentérica superior
traarterial, trombolisis transcatéter y/o descoagu- (TAMS)
lación sistémica) también pueden ser una alternati- La actitud ante una TAMS difiere según la presencia
va en pacientes con embolia mayor (sin peritonitis) o ausencia de peritonitis y el riesgo quirúrgico del
y elevado riesgo quirúrgico13,16. paciente. En presencia de peritonitis debe indicar-
se laparotomía con la doble finalidad de efectuar
En presencia de signos peritoneales, la laparotomía
revascularización (no es suficiente la simple trom-
es obligada para repermeabilizar el vaso y proceder
bectomía, sino que debe asociarse una derivación
a la exéresis del tejido necrótico. En algunos casos,
mediante reimplantación de la arteria ocluída,
es probable que la mejoría de los parámetros he-
bypass o injerto) y exéresis del tejido necrótico,
modinámicos debida a las medidas de reanimación
siguiendo los mismos principios enumerados con
preoperatoria proporcione una falsa sensación de anterioridad: infusión intraarterial de papaverina,
“seguridad”. Sin embargo, el infarto intestinal, la antes, durante y después de la intervención, no
sepsis y el fallo multiórgano harán acto presencia resecar intestino antes de repermeabilizar el vaso
de forma ineludible si el enfermo no es sometido y explorar el campo operatorio 12-24 horas des-
a una laparotomía, confundidos por esta falsa apa- pués si en el acto operatorio se descubren áreas
riencia de recuperación. de intestino de dudosa viabilidad. Algunos detalles
La embolectomía debe efectuarse a través de una técnicos deben ser subrayados107,108; 1) en contraste
arteriotomía transversa en la porción proximal de con la embolectomía, es preferible el acceso me-
la AMS (solo ante la duda de trombosis debe efec- diante arteriotomía longitudinal (no transversal),
tuarse arteriotomía longitudinal)24,26,29,41. Después ya que este gesto facilita la anastomosis en el caso
de la embolectomía se procede al cierre de la arte- de precisar la colocación de un bypass24. Si el flujo
riotomía con sutura no absorbible de polipropileno. vascular se ha restablecido sin necesidad de recu-
rrir a un bypass, la arteriotomía longitudinal puede
Una vez efectuada la revascularización es momen- ser cerrada mediante una angioplastia (patch an-
to de evaluar la viabilidad del intestino. La simple gioplasty) para asegurar que el diámetro de la luz
inspección de las asas intestinales puede no ser del vaso no se verá comprometido24. 2) Existen di-
fiable, dado que puede haber áreas infartadas en ferentes procedimientos para revascularizar el vaso
la mucosa, sin signos de isquemia en la serosa. afectado por arterioesclerosis4. Éstos incluyen el in-
Más fiable es la detección de latido arterial en los jerto autólogo con vena safena (una buena opción
pequeños vasos yeyunales y la recuperación del para evitar contaminación en casos de necrosis
peristaltismo en las asas intestinales. El uso de gangrenosa con perforación), la colocación de una
fluoresceína intravenosa y la inspección con una endoprótesis, la reimplantación de la arteria me-
lámpara de hendidura es un procedimiento sensi- sentérica superior, la angioplastia (patch angioplas-
ble para estratificar la viabilidad del intestino. Una ty) y la endarterectomía; 3) el procedimiento para
distribución uniforme de la fluoresceína sugiere la realización de un injerto puede ser anterógrado
generalmente un estado de viabilidad intestinal; o retrógrado. El bypass anterógrado conlleva mayor
cuando la distribución es parcheada el segmento dificultad, pero utiliza como vaso donante la aorta
intestinal es dudosamente recuperable y una clara supracelíaca que suele estar relativamente libre de
398
28. Isquemia intestinal
Signos de peritonitis
Sí No
Alternativas
arterioesclerosis. El bypass retrógrado es técnica- evaluarse la viabilidad del intestino (valoración clí-
mente más sencillo y rápido, lo que representa una nica, fluoresceína y/o US-Doppler) y en su caso pro-
ventaja en los enfermos inestables o con marcada ceder a la exéresis del tejido necrótico, reservando
obesidad. Sin embargo, el empleo de la aorta in- para el second look la actitud a seguir en las zonas
frarrenal o de la arteria ilíaca como vaso donante dudosamente viables. La perfusión de agentes va-
conllevan riesgos derivados de la existencia de ex- sodilatadores permite neutralizar los efectos de-
tensas calcificaciones (frecuentes en la arteria ilía- letéreos del vasoespasmo y debería mantenerse
ca) y/o de la torsión del injerto4; 4) en todo caso, hasta la obtención de un angiograma normal en el
y siempre que ello sea posible, el flujo vascular postoperatorio. Si el enfermo no ha sido heparini-
debería ser restaurado en al menos 2 vasos mesen- zado antes, debería serlo, una vez pasadas 48 horas
téricos para asegurar una completa revasculariza- para evitar el riesgo de trombosis en el injerto.
ción y prevenir futuros accidentes isquémicos69,106. Especial dificultad comporta la actitud en el pa-
Algunos investigadores sugieren que la revasculari- ciente sin signos peritoneales. Con frecuencia, los
zación de la AMS sola es una alternativa aceptable enfermos con oclusiones arterioescleróticas de los
que ofrece los mismos buenos resultados con una vasos esplácnicos han desarrollado extensas cola-
menor morbilidad postoperatoria24,69. Al igual que terales para preservar el flujo. En un enfermo con
en la embolia, después de la revascularización debe dolor abdominal agudo y sospecha de IMA que no
399
Sección 4. Intestino delgado y colon
400
28. Isquemia intestinal
401
Sección 4. Intestino delgado y colon
órganos a distancia como el pulmón, hígado, riñones que el hallazgo de estenosis de grado variable en
y corazón122-126. los vasos esplácnicos no siempre se acompaña de
síntomas y viceversa, la aparición de dolor abdo-
Existen pocos datos relativos a tasas de superviven- minal postprandial en un paciente con arterioes-
cia a largo plazo de pacientes que han sufrido una clerosis avanzada no siempre es sinónimo de IMC,
cirugía de revascularización por IMA. En general, el dado que el dolor puede tener su origen en otras
pronóstico es menos favorable cuando la IMA ha enfermedades que típicamente cursan con dolor
sido la culminación de un síndrome de insuficiencia postprandial (véase más adelante).
vascular mesentérica de curso crónico (ver siguiente
apartado). Aunque la recurrencia de IMA es inusual, Manifestaciones clínicas
cuando ocurre su pronóstico es desfavorable. Una
Los pacientes con IMC desarrollan un cuadro clí-
pequeña proporción de pacientes que sobreviven
nico característico denominado “angina abdomi-
a un infarto masivo desarrollarán un síndrome de
nal”, consistente en dolor abdominal que aparece
intestino corto requiriendo alimentación parenteral
precozmente tras la ingesta, incrementándose de
a largo plazo o un trasplante de intestino delgado.
modo gradual hasta llegar a desaparecer en el plazo
de 2-3 horas. Con el paso de las semanas, el dolor
Isquemia mesentérica crónica (IMC) conduce a una situación de sitofobia (temor a la in-
Concepto gesta), que explica el adelgazamiento progresivo de
estos pacientes. Esta asociación (dolor postprandial
La IMC es una causa inusual pero relevante de do- y adelgazamiento progresivo) es muy típica y en
lor abdominal crónico y aparece cuando en el curso un anciano siempre debería suscitar la sospecha
de la digestión ocurre una manifiesta despropor- clínica de IMC. Finalmente, el dolor, anteriormen-
ción entre las demandas de O2 en el intestino y el te provocado por la ingesta, se vuelve continuo y
flujo real proporcionado por el sistema vascular. pertinaz, un signo inequívoco de que un accidente
Aparece en personas con marcada arterioesclerosis trombótico agudo está cercano. Otras presentacio-
y representa menos del 5% de los casos de isque- nes poco frecuentes, pero dignas de tener en con-
mia intestinal127-129. sideración, son la aparición de úlceras antrales132-135
Etiología o duodenales136 no asociadas a la infección por He-
licobacter pylori y que no curan con antisecretores,
La arterioesclerosis es la causa habitual de este la colecistitis acalculosa137,138 y la gastroparesia que
síndrome, aunque se han descrito otras entidades se resuelve con la revascularización139.
como enfermedades vasculares del colágeno o
vasculitis que pueden ser el origen de estenosis de Diagnóstico
los vasos del territorio mesentérico. No existe una El diagnóstico de IMC no es sencillo por tres razo-
asociación específica entre el tabaco y la IMC, pero nes fundamentalmente: (1) el síntoma cardinal de
se ha descrito que hasta un 75% de los pacientes la angina intestinal, —dolor postprandial precoz—
con IMC refieren el antecedente de un hábito de no es exclusivo de la IMC y es común observarlo en
fumar130. la úlcera gastroduodenal con signos de penetración
Fisiopatología visceral, enfermedades del páncreas (básicamente
cáncer y pancreatitis crónica), así como en la cole-
La IMC surge como consecuencia del “robo” del litiasis sintomática, (2) no existe ninguna prueba
flujo sanguíneo desde el intestino delgado hasta complementaria específica para este síndrome y
el estómago, una vez que el alimento ha sido in- (3) la demostración de una o varias estenosis en los
gerido131. Esta razón resulta más verosímil que la vasos del territorio mesentérico por US-Doppler,
explicación clásica de que un flujo mesentérico li- angio-TC o angiorresonancia, no aseguran una re-
mitado por las estrecheces anatómicas de los va- lación causa-efecto entre la limitación anatómica
sos, es incapaz de adaptarse al incremento de las del flujo esplácnico y la naturaleza de los síntomas.
demandas metabólicas que ocurren en el intestino La elevación de la velocidad sistólica pico determi-
delgado en el curso de la digestión16,131. La enferme- nada por registro Doppler en la AMS y el tronco
dad puede tener un curso indolente durante años, celíaco del orden de 275 y 200 cm/seg, respectiva-
debido a que la arterioesclerosis de los vasos me- mente, es un signo fiable de que estos vasos están
sentéricos conduce normalmente a la aparición de afectados por una estenosis de más del 70% de su
extensas colaterales en el territorio esplácnico que luz141. La tonometría gástrica tras el ejercicio (GET)
mantienen la circulación. Por esta razón, los sínto- es un test que permite medir la concentración de
mas no aparecerán hasta que al menos dos vasos CO2 en la luz gástrica y la sangre arterial, antes, du-
principales estén ocluidos o presenten estenosis de rante y después del ejercicio. Requiere, por tanto,
alto grado. Este punto es importante para entender la colocación de una sonda nasogástrica (antes de
402
28. Isquemia intestinal
403
Sección 4. Intestino delgado y colon
Síntomas compatibles
Factores de riesgo de arterioesclerosis
Normal Anormal
1
Especialmente si se prevé la necesidad de aplicar terapia intervencionista angioplastia o stent.
Síntomas compatibles
Demostración angiográfica de oclusión de los vasos esplácnicos1
Exclusión de otras patologías
1
El diagnóstico es más verosímil si la angiografía demuestra oclusión de al menos 2 vasos.
2
La angioplastia con stent puede ser el tratamiento del futuro si estudios prospectivos demuestran
que la tasa de reestenosis es similar o inferior a la de la revascularización quirúrgica.
404
28. Isquemia intestinal
arteriales como la forma aguda de la trombosis 4. Kougias P, Lau D, El Sayed HF, Zhou W, Huynh
venosa comportan un riesgo vital para el paciente, TT, Lin PH. Determinants of mortality and
debido a que el diagnóstico suele efectuarse tarde, treatment outcome following surgical inter-
cuando el infarto intestinal es ya una realidad insos- ventions for acute mesenteric ischemia. J Vasc
layable. Disminuir esta elevada mortalidad obliga a Surg 2007;46:467-74.
considerar una serie de recomendaciones que de- 5. Eltarawy IG, Etman YM, Zenati M, Simmons RL,
Rosengart MR. Acute mesenteric ischemia: the
ben iniciarse en la atención primaria identificando
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y tratando a los pacientes con fibrilación auricular Surg 2009;75:212-9.
(descoagulación) y a los enfermos con síntomas 6. Jrvinen O, Laurikka J, Salenius JP, Tarkka M.
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para establecer un diagnóstico precoz. Hoy en día, ti VE. Acute mesenteric ischemia: causes and
la TC con técnica multicorte permite la identifica- mortality rates over sixteen years in southern
ción de la mayoría de estos pacientes, pero solo la Iran. Indian J Gastroenterol 2008;27:236-8.
angiografía convencional permite la administración 8. Nonthasoot B, Tullavardhana T, Sirichindakul
de fármacos vasodilatadores o de agentes trombo- B, Suphapol J, Nivatvongs S. Acute mesenteric
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evitar las consecuencias del efecto vasoconstrictor 9. Sánchez Fernández P, Mier, Díaz J, Blanco-Be-
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radas para mantener la homeostasis circulatoria. Mex 2000;65:134-40.
La perfusión de papaverina intraarterial puede re- 10. Acosta Merida MA, Marchena Gómez J, Hem-
vertir en estos casos el vasoespasmo y evitar una mersbach Miller M, Roque Castellano C,
laparotomía. Aquellos casos que resultan subsidia- Hernández Romero JM. Identification of risk
rios de cirugía deben seguir un protocolo básico factors for perioperative mortality in acute
que incluye la necesidad de revascularizar antes de mesenteric ischemia. World J Surg 2006;30:
resecar y mantener la perfusión de vasodilatadores 1579-85.
hasta que el vasoespasmo revierte en su totalidad. 11. Marchena Gómez J, Acosta Merida MA, He-
El second look permite rescatar intestino de dudosa mmersbach Miller M, Conde Martel A, Roque
viabilidad en la primera intervención y evitar con Castellano C, Hernández Romero J. The age-ad-
ello un síndrome de intestino corto. La IMC es una justed Charlson Comorbidity Index as an outco-
me predictor of patients with acute mesenteric
forma inusual, pero clínicamente relevante, de is-
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ninguna otra enfermedad que pueda explicar los dergoing a massive small-bowel resection. Br J
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de revascularización, preferiblemente quirúrgico. 12. Florian A, Jurcut R, Lupescu I, Grasu M, Croi-
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29 Colitis isquémica
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Sección 4. Intestino delgado y colon
412
29. Colitis isquémica
Figura 1. Incidencia de colitis isquémica registrada entre los años 2000 y 2010 en el Hospital San Jorge de Huesca (nº de
casos/105 habitantes y año.
De hecho, las comorbilidades más frecuentemente ausente hasta en el 20% de la población. Ello expli-
identificadas en estos pacientes son enfermedades ca que el colon derecho sea uno de los tres puntos
propias de edades avanzadas tales como la hiper- más vulnerables a los efectos de la hipoxia, espe-
tensión arterial (63%), la diabetes mellitus (27%), cialmente en situaciones de bajo gasto21. El colon
dislipemia (28%) y la propia enfermedad coronaria izquierdo está irrigado por tres ramas de la arteria
(24%)7,8-10. Existen datos fiables acerca de la inci- mesentérica inferior (AMI) (cólica izquierda, sig-
dencia de CI entre los pacientes que han sufrido moidea y rectal superior). Éstas se hallan igualmen-
cirugía de reemplazamiento de aorta abdominal19. te interconectadas entre sí por la arteria marginal
Un 10% de estos pacientes presentan grados va- de Drummond. Existe un sistema de colaterales
riables de isquemia en el colon en el curso posto- conocido como arco de Riolano que une la AMS y la
peratorio. Se ha observado igualmente una mayor AMI mediante una conexión entre la arteria cólica
incidencia de CI entre pacientes con enfermedad media y la cólica izquierda. Este sistema garantiza
pulmonar obstructiva13 y probablemente entre los el aporte de flujo en condiciones de isquemia al
enfermos con síndrome de intestino irritable (SII), ángulo esplénico del colon. Sin embargo, hasta en
donde se ha documentado una incidencia 3,4 veces un 30% de la población, el soporte vascular propor-
superior de CU, cuando se compara con la observa- cionado por el arco de Riolano y la arteria marginal
da en población general20. de Drummond es pobre o inexistente, haciendo
del ángulo esplénico (punto de Griffith) un punto
Anatomía vascular y áreas especialmente vulnerable a la isquemia22. Existe un
de riesgo del colon tercer punto de riesgo en la unión rectosigmoidea,
donde ramas de la arteria sigmoidea se unen con
El colon recibe la irrigación de dos sistemas vascula- la arteria rectal superior (punto de Sudek). La cir-
res principales (figura 2). La arteria mesentérica su- culación a este nivel también es pobre haciéndola
perior (AMS) proporciona el flujo vascular al colon especialmente sensible a los efectos de la hipoxia
derecho y al colon transverso proximal, por medio (figura 2). Aun cuando los tres puntos descritos
de tres arterias (cólica media, cólica derecha e íleo- (colon derecho, flexura esplénica y flexura recto-
cólica). Estas tres arterias se hallan interconectadas sigmoidea) son especialmente vulnerables, real-
entre sí por un sistema de arcadas que configuran mente, cualquier área del colon, incluido el recto,
la arteria marginal de Drummond. Desde esta ar- puede verse afectada por una colitis isquémica6. En
teria, el flujo vascular es conducido a través de los una serie de 364 casos comunicada en España, el
vasos rectos hasta el colon derecho. La arteria mar- colon izquierdo fue el más comúnmente afectado
ginal de Drummond está pobremente desarrollada [sigma (69,5%), colon descendente (58%)], apre-
en el 50% de la población y además una o más de ciando afectación del colon derecho en el 16,5%,
las tres ramas principales de la AMS puede estar del colon transverso en el 22,9% y una pancolitis en
413
Sección 4. Intestino delgado y colon
Flexura esplénica
Vasos rectos 4 5 6 (punto de Griffith).
Es un punto
vulnerable debido
Arteria marginal de a que en esta zona
Drummond la arteria marginal
de Drummond
puede ser tenue e
El colon derecho es incluso ausente (5%).
una zona vulnerable Además puede haber
especialmente en áreas de 1,2-2,8 cm2
estados de bajo carentes de vasos
flujo, debido a que la rectos
arteria marginal de
Drummond está poco
desarrollada en este 3 Vasos rectos
segmento
en alrededor del 50% Arteria marginal de
de la población 2 1
Drummond
Figura 2. Representación esquemática de la anatomía vascular del colon. La figura muestra las tres áreas más vulnerables a los
accidentes isquémicos: el colon derecho, la flexura explénica (punto de Griffith) y la flexura rectosigmoidea (punto de Sudeck).
el 2,8%. El recto, un órgano muy bien vascularizado, arterial) o un traumatismo. El ejemplo más caracte-
fue afectado en el 15% de los casos8. Datos simi- rístico de isquemia cólica secundaria a un trauma
lares han sido comunicados en EEUU7. Finalmente, es la cirugía de reconstrucción aórtica19. Se han co-
se ha comprobado que en los ancianos se aprecia municado episodios de isquemia cólica en el 3-7%
una mayor tortuosidad en los vasos que irrigan el de los casos de cirugía aórtica electiva y hasta en el
colon. Este factor anatómico incrementa el riesgo 60% de los pacientes que son sometidos a cirugía
de accidentes vasculares al aumentar la resistencia de emergencia por rotura de un aneurisma de aor-
vascular1. ta23. En estos casos, la CI surge tras la ligadura de la
AMI, en pacientes con pobre circulación colateral
Etiología (véase más arriba). La oclusión de pequeños vasos
puede obedecer a estados de hipercoagulabilidad
La CI puede ser el resultado de una enfermedad o vasculitis24-26. Por su parte, las formas no oclusi-
oclusiva o no oclusiva (tabla 1). En el primer caso, vas pueden aparecer de forma espontánea o como
la isquemia cólica aparece como consecuencia de consecuencia de la vasoconstricción esplácnica que
la obstrucción mecánica de una de las ramas vas- aparece en situaciones de bajo gasto secundario a
culares que irrigan el colon. Ello puede ocurrir en el shock27, insuficiencia cardiaca, hemorragia, sepsis o
curso de una embolia, una trombosis (casi siempre deshidratación. En tal caso, el colon derecho suele
414
29. Colitis isquémica
❱❱ Arterioesclerosis. • Otras
415
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 2. Medicaciones y drogas relacionadas con isquemia con oclusión del colon por una neoplasia o por una
en el colon. impactación fecal asociada a un estreñimiento in-
tenso17. En estos casos, la distensión que aparece
en el segmento proximal provoca un incremento de
❱❱ Alosetrón
la presión intramural que conduce a un estado de
❱❱ Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) hipoxia relacionada con el éstasis venoso. Numero-
❱❱ Cocaína sos estudios coinciden en señalar que casi 1/3 de
❱❱ Danazol los pacientes con un episodio de CI han presentado
❱❱ Digital estreñimiento en los días o semanas previas al epi-
sodio8,35. Algunos informes de la literatura parecen
❱❱ Ergotamina
relacionar el SII con una mayor incidencia de CI. No
❱❱ Fenilefrina
está claro si ello obedece a la existencia de una re-
❱❱ Flutamida lación patogénica clara o si los síntomas referidos
❱❱ Enemas de glicerina por estos pacientes obedecían desde el principio a
❱❱ Sales de oro manifestaciones de isquemia en el colon36. Por otro
❱❱ Polietilenglicol (solución evacuante) lado, se ha documentado una asociación entre el
empleo de agentes serotoninérgicos y una mayor
❱❱ Inmunosupresores
incidencia de CI. El alosetrón, un antagonista de los
❱❱ Interferón alfa
receptores HT3 que ha demostrado su efectividad
❱❱ Metanfetamina para el control de la diarrea en casos graves de SII
❱❱ Penicilina fue retirado del mercado en EE.UU. por su asocia-
❱❱ Pseudoefredina ción con casos de CI bien documentada37. Hoy en
❱❱ Progestinas día se permite su uso con restricciones. Igualmente
se han documentado casos de CI tras la aprobación
❱❱ Picotropos
del Tegaserod, un agonista de los receptores HT4
❱❱ Laxantes salinos
indicado para el tratamiento del estreñimiento
❱❱ Sumatriptán asociado a SII38. Algunas infecciones por bacterias,
❱❱ Tegaserod virus o parásitos pueden ser causa de isquemia en
❱❱ Vasopresina el colon (ver más adelante).
Fisiopatología
ser el órgano más sensible al vasoespasmo. Los ca- La isquemia cólica aparece como resultado de un
sos de isquemia no oclusiva que aparecen de forma flujo vascular inadecuado para responder a las de-
espontánea (los más frecuentes) no suelen estar mandas metabólicas del intestino39. Cuando este
asociados a un factor precipitante claro, pero debe fenómeno surge como consecuencia de la oclusión
conocerse que son más frecuentes entre las perso- o de la hipoperfusión de un vaso de grueso calibre,
nas que exhiben factores de riesgo vascular como la afección suele ser transmural y conduce a un es-
la diabetes, la hipertensión arterial o los enfermos tado de necrosis gangrenosa39-40. Por el contrario,
en diálisis15,28,29. Algunos fármacos se han implicado cuando la isquemia es el resultado de la oclusión o
en el desarrollo de colitis isquémica30,31, entre ellos baja perfusión de los vasos de pequeño calibre, los
la digital, diuréticos, estrógenos, seudoefedrina, cambios morfológicos quedan limitados a la muco-
antiinflamatorios no esteroideos, y fármacos psico- sa y muscular mucosa (infarto mural) o exclusiva-
tropos (tabla 2). Entre los pacientes jóvenes, debe mente a la mucosa (infarto mucoso) y el pronóstico
hacerse una búsqueda intencionada del uso de co- es más favorable41. La respuesta intestinal a la is-
caína30-32,33, un potente vasoconstrictor, o la prácti- quemia se caracteriza inicialmente por un estado
ca de atletismo (corredores de largas distancias)34. de hipermotilidad. Esta intensa respuesta motora
Nuevamente, en estos casos, la importante vasodi- explica el dolor intenso experimentado por el pa-
latación asociada al ejercicio extenuante y la des- ciente en las fases inciales, así como la urgencia por
hidratación pueden desviar la sangre del territorio la defecación, un fenómeno que aparece incluso
esplácnico hacia los órganos vitales (autotransfu- en los casos en que la isquemia queda limitada a la
sión) provocando isquemia en el colon. La CI puede mucosa. A medida que la isquemia progresa, la ac-
igualmente complicar la evolución de los pacientes tividad motora cesa y la permeabilidad del intesti-
416
29. Colitis isquémica
A B
Figura 3. A) Imagen correspondiente a una colitis isquémica que muestra erosión/ulceración con atrofia de las criptas y fenó-
menos de regeneración, así como fibrosis y tejido de granulación en la lámina propia, (HE, x 50). Compárese con B) Criptas
normales con adecuada capacidad de mucosecrecion, (HE, x50). Cortesía del Dr. Marigil. Servicio de Anatomía Patológica del
hospital San Jorge de Huesca.
417
Sección 4. Intestino delgado y colon
que puede enmascarar los fenómenos de ne- das19,17,21,41,42,45,46. La localización del segmento afec-
crosis isquémica subyacente. Más tarde, en el tado por la isquemia también resulta determinante
curso de la enfermedad, aparecen fenómenos en la expresión clínica6-9. Deben distinguirse las si-
de infiltración inflamatoria de la pared y sobre- guientes formas de presentación:
vienen fenómenos de esfacelación y ulceración,
En esta etapa, la contaminación bacteriana es Formas no gangrenosas
un hecho frecuente y la perforación del intes- En su forma más típica, el paciente presenta un
tino ocurre dentro de los 3-4 días desde el co- cuadro de dolor abdominal cólico, a menudo refe-
mienzo de los síntomas44. rido al hemiabdomen izdo, de intensidad modera-
da, seguido de urgencia por la defecación y por la
Evaluación diagnóstica emisión de heces mezcladas con sangre de color
rojo brillante u oscura en las 12-24 h siguientes a la
Índice de sospecha presentación del dolor5-9,17. En nuestra experiencia
El diagnóstico de CI requiere un elevado índice esta tríada (dolor abdominal, urgencia defecatoria
de sospecha clínica. Una evaluación retrospectiva y diarrea sanguinolenta) aparece en el 56,8 y 49,1%
de una serie de 62 casos, que analizó el grado de de los casos de colopatía reversible y colitis tran-
concordancia entre los diagnósticos emitidos al in- sitoria, respectivamente, en tanto que únicamente
greso y al alta hospitalaria, mostró que sólo en el está presente en el 25% de los casos de colitis gan-
8,1% de los casos considerados como definitivos o grenosa8. Un rasgo clínico interesante es la intensi-
probables, de acuerdo con los criterios de Brandt, dad leve-moderada de la rectorragia7,8,17. De hecho,
se había consignado esta posibilidad en el informe sólo una minoría de los pacientes presenta anemia
con valores de hemoglobina inferiores a 12 g/dl al
emitido en la sala de urgencias14. Estos datos han
tercer día del ingreso. Ello ocurre con mayor proba-
sido validados en un estudio prospectivo de carác-
bilidad en los casos con afectación aislada del co-
ter multicéntrico al confirmar en distintas áreas
lon derecho8. En general, una hemorragia de gran
geográficas que el índice de sospecha clínica para
magnitud que requiere hemotransfusión debería
esta entidad en los servicios de Urgencia hospita-
sugerir otro diagnóstico17,47. Algunos pacientes no
laria es del 24%8. Este bajo índice se explica por
presentan la tríada característica y únicamente re-
dos razones fundamentalmente: a) en la CI coexis-
fieren un cuadro de rectorragia sin dolor abdominal
ten manifestaciones de tres grandes síndromes, el
previo (5-12%) o un cuadro de diarrea no sanguino-
dolor abdominal agudo, la diarrea y la rectorragia.
lenta que hace pensar en una colitis de naturaleza
Todos estos síntomas constituyen la expresión de
infecciosa (1-6%). En las formas no gangrenosas,
numerosas enfermedades que pueden afectar al
la palpación del abdomen puede mostrar una mo-
colon, y b) el peso específico de cada uno de es-
derada hipersensibilidad sobre el área afecta, sin
tos síntomas varía considerablemente de unos ca-
signos de peritonismo (35-45%). Este patrón de
sos a otros. Mientras que en algunos pacientes el
presentación (forma no gangrenosa) incluye a los
proceso patológico se inicia con un cuadro de do-
casos de colopatía reversible y colitis transitoria
lor abdominal agudo de extrema gravedad, otros
que representan globalmente al 75-80% de los pa-
únicamente presentan un cuadro de diarrea aguda
cientes. De ellos, aproximadamente el 80-85% evo-
indolora y de curso autolimitado (con o sin sangre
lucionan a la curación con restitutio ad íntegrum
en las heces). Esta heterogeneidad en el patrón de
de las lesiones, en tanto que el 15-20% restante
presentación unido a que los factores de riesgo vas-
desarrollará síntomas compatibles con una colitis
cular son altamente prevalentes en la población de
ulcerativa crónica (ver más adelante).
más de 65 años (por tanto, carecen de valor dis-
criminante), explican en gran medida, la dificultad Formas gangrenosas
para establecer la sospecha clínica.
Alrededor de un 10% de los pacientes muestran
signos de peritonitis en el momento de la presen-
Presentación clínica
tación. Se trata de los casos de afección transmural
La forma de presentación de la CI es heterogé- que conducen al infarto y necrosis gangrenosa del
nea y varía en función de la causa y la extensión colon. En tales casos, el paciente suele presentar
de la oclusión vascular, el tiempo que el colon anorexia, náuseas, vómitos y distensión abdominal
permanece privado del flujo vascular, el grado de como expresión de íleo. Otros síntomas de alarma
circulación colateral y las comorbilidades asocia- incluyen fiebre mayor de 38 ºC, obnubilación e hi-
418
29. Colitis isquémica
potensión, además de los signos de irritación peri- ❱❱ Diarrea frecuentemente acompañada de san-
toneal. Su evolución natural es hacia la perforación gre y pus, que imita el curso habitual de una
con peritonitis, sepsis y fracaso multiorgánico, con EII. A menudo va acompañada de una colopa-
una tasa de mortalidad del 30-35%7,8,45,48. Una eva- tía con pérdida de proteínas con hipoalbumi-
luación prospectiva sobre una larga serie de pacien- nemia.
tes8 ha proporcionado información de gran utilidad ❱❱ Episodios recidivantes de fiebre alta acompaña-
para incrementar el índice de sospecha clínica en da de leucocitosis. Estos casos se explican por la
las formas gangrenosas: presencia de un corto segmento ulcerado desde
❱❱ La rectorragia sólo está presente en el 36,1% de donde se producen fenómenos de translocación
los casos de las colitis gangrenosas. bacteriana.
419
Sección 4. Intestino delgado y colon
tran típicas impresiones dactilares (thumbprinting) a la posibilidad de tomar biopsias5,17,47. Existen algu-
que reflejan la presencia de edema y hemorragia nas recomendaciones al respecto. En primer lugar,
submucosa en la pared del colon. La presencia de la exploración debería realizarse sin preparación
neumatosis coli, neumoperitoneo o gas en el terri- (las soluciones de polietilenglicol pueden agravar
torio venoso portal puede aparecer en formas gan- la isquemia). En todos los casos debe evitarse una
grenosas y sugiere un pronóstico infausto. insuflación excesiva, dado que la distensión dismi-
nuye el flujo sanguíneo mucoso52. Por otro lado, el
Enema opaco momento ideal para su realización es en un tiempo
El enema opaco con doble contraste tiene una ma- inferior a 48 h desde el comienzo de los síntomas,
yor sensibilidad que la radiografía simple de abdo- momento en que es más probable la presencia de
men para mostrar impresiones dactilares (signo de los típicos nódulos rojo-violáceos característicos de
las huellas de dedo) y otros signos de colitis segmen- la enfermedad (figura 4). Cuando la colonoscopia
taria51. Sin embargo, el bario representa un proble- se realiza 5-7 días después, la apariencia de la mu-
ma en los casos en que se precisa una angiografía cosa refleja la evolución natural de la enfermedad:
(ver más adelante), y supone una dificultad añadida restitutio ad integrum de la mucosa o aparición
en el caso en que sea necesario planificar una lapa- de un patrón de ulceración segmentaria que hace
rotomía. Hoy en día, es una exploración en desuso. difícil su distinción con otras entidades. Finalmen-
te, aunque la colonoscopia ha demostrado ser un
Colonoscopia procedimiento seguro8, está formalmente contra-
La colonoscopia ofrece ventajas en relación con indicada en presencia de peritonitis. Igualmente,
otras pruebas de imagen debido a su mayor sensi- la identificación de áreas de mucosa gangrenosa
bilidad para evaluar las alteraciones de la mucosa y obliga a interrumpir la exploración por el riesgo de
Figura 4. Diferentes patrones endoscópicos de colitis isquémica. a) nódulos rojo violáceos, b) erosión; c) ulceración; d) necrosis.
420
29. Colitis isquémica
Figura 5. a) Colon single-stripe sign. Lesión consistente en una línea de eritema, erosión o ulceración orientada a lo largo del eje
longitudinal del colon La presencia de este signo se correlaciona con la presencia de un daño isquémico del colon en un 75% de
los casos y además refleja una menor gravedad que la existencia de un daño circunferencial (b).
perforación (figura 4). Existen tres hallazgos que sangre en la luz del colon y finalmente áreas de
sugieren poderosamente la existencia de una co- mucosa de coloración grisáceo-negruzca o azulada
litis isquémica: la indemnidad del recto (aunque sugestivas de gangrena (figura 3). Ninguna de estas
existen casos de proctitis isquémica bien docu- alteraciones, salvo la presencia de gangrena, per-
mentados7,8,53), el carácter segmentario de la le- mite asegurar la presencia de isquemia; de ahí que
sión (flanqueada por dos áreas de mucosa indem- un diagnóstico definitivo o de certeza sólo pueda
ne) y la presencia de nódulos hemorrágicos (áreas establecerse mediante el análisis histológico de las
de hemorragia mucosa y submucosa equivalentes biopsias tomadas en el curso de una endoscopia,
a las impresiones dactilares observadas en los exá-
de la laparotomía o de una necropsia. Es importan-
menes radiológicos (thumbprinting). Este hallazgo
te, tomar varias biopsias, tanto de las zonas afecta-
tan característico (no patognomónico) se aprecia
das por la isquemia, como de las zonas sanas que
en el 47,1% de los casos cuando la colonoscopia
se realiza dentro de las primeras 48 horas8. Sin em- sirven de control al anatomopatólogo (importante
bargo, cuando la exploración se realiza entre los 3 en estudios de investigación). Respecto a la ulce-
y 5 días, su incidencia se reduce al 33,3% de los ración, ésta puede o no estar presente, en depen-
casos, apreciándose en menos del 10% una vez dencia del momento en que se lleva a cabo la ex-
han pasado más de 5 días desde el comienzo de ploración (ver más arriba). Generalmente éstas se
los síntomas8. En los últimos años se ha descrito la resuelven en un corto período de tiempo (6-7 días)
presencia de una lesión consistente en una línea de aunque en ocasiones pueden prolongarse hasta 6
eritema, erosión o ulceración orientada a lo largo meses, sin causar síntomas.
del eje longitudinal del colon (colon single-stripe
Análisis morfológico
sign) (figura 5). La presencia de este signo se co-
rrelaciona con la presencia de un daño isquémico Los cambios morfológicos observados en las biop-
del colon en un 75% de los casos y además refleja sias obtenidas por colonoscopia varían con la
una menor gravedad que la existencia de un daño duración y gravedad del daño isquémico e inclu-
circunferencial54. Otros hallazgos del examen en- yen edema y hemorragia submucosa, congestión
doscópico incluyen edema y friabilidad de la mu- vascular, pérdida de células epiteliales, distorsión
cosa, presencia de ulceraciones de profundidad de las críptas, edema intersticial, infiltración por
variable, estrechamiento endoluminal y estenosis, células inflamatorias, seudomembranas, tejido
421
Sección 4. Intestino delgado y colon
de granulación, hialinización de la lámina propia y TABLA 3. Criterios para el diagnóstico de CI por medio de
trombos plaquetarios intravasculares. La presencia la tomografía computarizada del abdomen (ref. 55)
de infarto de la mucosa y de ghost cells (únicos
signos patognomónicos de isquemia ) se aprecian ❱❱ Engrosamiento segmentario de la pared del colon (>
en el 7,7 y 5,5%, de las biopsias endoscópicas y en 3 mm de diámetro con la luz del colon parcialmente
el 64 y 20% de las biopsias quirúrgicas, respecti- distendida). La pared muestra un aspecto festonea-
vamente8. Otros hallazgos característicos como la do e irregular debida al edema submucoso.
presencia de macrófagos cargados de hemoside- ❱❱ Realce de la mucosa, consistente con un proceso
rina, aparecen de forma infrecuente (10%). Cuan- agudo, pérdida de la haustración cólica y grados
variables de espiculación o bien engrosamiento
do la muscular propia es reemplazada por tejido
simétrico de la pared que muestra atenuación de
fibroso puede aparecer una estenosis. En algunos sus contornos y límites bien definidos entre el área
casos, las consecuencias del daño provocado por la afectada por la isquemia y el resto del colon.
isquemia simulan a las observadas en la enferme- ❱❱ Otros hallazgos que pueden asociarse:
dad inflamatoria intestinal apareciendo fenómenos • Anillos concéntricos (signo del doble halo)
de ulceración crónica, abscesos crípticos y seudo-
• Líquido libre en la cavidad peritoneal en
pólipos. Las formas más graves evolucionan a un cantidad (volumen escaso o moderado)*
infarto transmural43,47. • Presencia de líquido de densidad sugestiva
de contenido hemático*
TC abdominal
• Presencia de aire en el territorio venoso
Cuando la endoscopia está contraindicada, la to- portal o en sus ramas intrahepáticas*
mografía computarizada (TC) del abdomen puede
ser de utilidad, al mostrar el engrosamiento de la (*) Estos signos reflejan mayor gravedad.
pared y la extensión del segmento afectado. En al-
gunos casos, incluso, puede ser la exploración ini-
cial, con independencia de la gravedad siempre que
el observador sea un radiólogo experimentado (ver
más adelante)55. En cualquier caso, la TC abdominal Angiografía abdominal
no permite establecer un diagnóstico definitivo o
La angiografía mesentérica no está recomendada
de certeza, dado que éste requiere una confirma-
como parte de la evaluación de la CI debido a que
ción histológica. Se ha establecido que el engrosa-
en el momento de la presentación de los síntomas,
miento de la pared permite graduar la CI como leve
típicamente el flujo sanguíneo del colon ya se ha
(3-6 mm), moderada (6-12 mm) y grave (superior restablecido. Dos excepciones potenciales a esta
a 12 mm). Es bien conocido que algunos signos regla son cuando la presentación clínica no permite
tomográficos, como el signo del «doble halo», la hacer una clara distinción entre la CI y una isquemia
presencia de líquido libre en el peritoneo, la neu- mesentérica aguda (IMA), y en los casos de afec-
matosi coli o el gas en el territorio venoso portal, tación aislada del colon derecho. En estos casos la
comportan gravedad55. La tabla 3 muestra los ha- mayor preocupación es la exclusión de una obs-
llazgos que sugieren el padecimiento de una CI en trucción de la arteria mesentérica superior (AMS),
la TC del abdomen. antes de que las consecuencias de este accidente
sean irreversibles.
US-Doppler
Otras exploraciones
Recientes estudios indican que la ultrasonografía
(US) Doppler aporta datos de interés en el diagnós- Se han propuesto algunas técnicas pare evaluar la
tico de la CI, especialmente cuando se plantea el viabilidad de los márgenes mucosos antes de pro-
diagnóstico diferencial con la EII. Su especificidad ceder a la exéresis del colon afectado, cuando se
oscila entre el 92 y el 100%, aunque su sensibilidad plantea una indicación quirúrgica. En estos casos
es inferior. La ausencia de flujo vascular en la pared debe subrayarse que el aspecto de la serosa pue-
de ser engañoso y no concordante con la presencia
del colon no sólo permite establecer el diagnóstico,
de signos de infarto en la mucosa. Se han descrito
sino que constituye un marcador de mal pronós-
numerosas técnicas intraoperatorias para verificar
tico56-58.
422
29. Colitis isquémica
este aspecto, incluyendo la US-Doppler, la fotople- para establecer el diagnóstico de CI como posible,
tismografía y la medición del gradiente de oxígeno probable o de certeza en función de los hallazgos
transcólico por tonometría21,59,60. Desde un punto proporcionados por la clínica, la endoscopia y la
de vista práctico, la colonoscopia intraoperatoria anatomía patológica y los criterios propuestos por
puede ser suficiente en la mayoría de los casos21. Longstreth GF et al.9 para estratificar los grados de
evidencia basados en los hallazgos proporcionados
Protocolo diagnóstico por la clínica, la colonoscopia y la TC.
El protocolo de actuación ante la sospecha de CI El paciente presenta signos
depende primordialmente de la presencia o ausen- de peritonitis
cia de peritonitis61.
En presencia de peritonitis, la endoscopia está
El paciente no presenta signos contraindicada y debe indicarse cirugía. Antes de
de peritonitis proceder a la laparotomía, puede realizarse una
En ausencia de peritonitis, el protocolo depende en US-Doppler o una TC abdominal que, en manos
gran medida de las características del paciente y la experimentadas, aportan una valiosa información
disponibilidad de equipamiento de los centros. En para confirmar el diagnóstico. Las mayores dificul-
hospitales dotados de TC con tecnología helicoidal tades estriban en el paciente cuyos síntomas no
o multicorte, la TC puede proporcionar una infor- permiten discernir con claridad si el caso corres-
mación rápida que a menudo es suficiente para ponde a una CI grave (forma gangrenosa) o a una
orientar el diagnóstico en el área de Urgencias. No IMA (dependiente de la AMS). En el último caso
obstante, los cambios observados en la TC en las puede haber una afección concomitante del intes-
formas leves suelen ser muy inespecíficos o incluso tino delgado y del colon derecho que requieren de
ausentes y sólo la visión de la mucosa obtenida en medidas específicas. El protocolo recomendado en
el examen endoscópico ofrece un diagnóstico de esta situación es el siguiente:
seguridad. Por lo tanto, si la condición clínica del ❱❱ Si no existe contraindicación para realizar una
paciente lo permite, es recomendable llevar a cabo
TC multicorte con contraste iv (p. ej.: shock o
una colonoscopia. Esta exploración permite: 1) es-
fallo renal con niveles de creatinina mayores de
tablecer la localización del segmento afectado por
2 mg/dl), esta exploración goza de una sensibi-
la isquemia; 2) clasificar la forma clínica (el informe
lidad muy alta para la detección de oclusiones,
endoscópico debe consignar claramente la presen-
no sólo de los vasos de grueso calibre, sino de
cia de colopatía reversible, colitis transitoria, colitis
los vasos distales (si bien no ofrece las posibili-
ulcerativa segmentaria o gangrena) y 3) obtener la
dades terapéuticas de la angiografía).
confirmación histológica. Debe considerarse que
el informe anatomopatológico no siempre aporta ❱❱ Si la TC confirma la presencia de una IMA con
datos concluyentes y que únicamente algunos ras- afectación concomitante del intestino delgado,
gos, como el infarto de la mucosa o la presencia mientras se prepara el quirófano, el enfermo
de ghost cells, son patognomónicos de CI. Por esta puede ser conducido a la sala de radiología vas-
razón, tanto el clínico como el endoscopista deben cular para colocar un catéter en la mesentérica
tener muy en consideración otras opciones en el superior que permitirá la infusión intraarterial
diagnóstico diferencial (véase más adelante). Las de fármacos vasodilatadores para neutralizar el
tablas 4 y 5 muestran los criterios de Brandt y Boley vasoespasmo del territorio esplácnico, antes,
Definitivo + + +
Probable + + No disponible o negativa > 24 h
Posible + No realizada o negativa > 24 h No realizada o negativa > 24 h
423
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 5. Niveles de evidencia (a) para el diagnóstico de CI basados en la combinación de síntomas y exámenes
complementarios (sistema propuesto por George F. Longstreth y Manis F. Yao [ Clinical Gastroenterol Hepatol 2009;7:
1075-1080]).
Aparición de dolor abdominal, rectorragia o diarrea dentro de los 10 días que preceden a la hospitalización más:
(a) Se requiere además ausencia de pruebas a favor de una etiología distinta para la colitis (ej.: infecciosa).
durante y después de la operación y en algunos tan la probabilidad de que una colitis hemorrágica
casos la infusión de agentes trombolíticos (ver tenga su origen en una infección bacteriana del co-
capítulo 28). Si la TC no confirma la presencia de lon63,64. Por este motivo, resulta pertinente solicitar
una IMA con participación del intestino delga- pruebas para la detección de gérmenes enteroinva-
do, no es necesaria la angiografía y el enfermo sivos, incluidos Salmonella, Shigella, Campylobac-
puede ser conducido directamente a la sala de
ter y, muy especialmente, el serotipo 0157:H7 de E.
operaciones. La figura 6 resume en forma de al-
coli. Este último puede hallarse en la carne (p. ej.:
goritmo el protocolo de actuación68.
hamburguesas poco hechas o ternera poco cocina-
Diagnóstico diferencial da) y en vegetales y hortalizas contaminados y pue-
de originar un cuadro indistinguible de una CI e in-
Como ya se ha mencionado, la coexistencia de cluso ser causa de isquemia cólica65. Otros agentes
tres síntomas que, a su vez, forman parte de tres microbianos implicados como posibles causantes
grandes síndromes (dolor abdominal agudo, hemo-
de CI son algunos parásitos (Entamoeba histolyti-
rragia gastrointestinal y diarrea aguda) hace difícil
ca y Angiostrongylus costaricensis) y algunos virus
orientar el diagnóstico, que obliga necesariamen-
(citomegalovirus). La toxina de Clostridium difficile
te a situar el cuadro en un contexto determinado.
La cronología de los síntomas (dolor abdominal, debe investigarse en especial si el paciente ha reci-
urgencia por la defecación y rectorragia) y la pre- bido antibióticos o permanece hospitalizado en el
sencia de factores de riesgo son críticos para esta- momento de aparecer los síntomas. La endoscopia
blecer el diagnóstico17,47,62 (tabla 1). Las dificultades muestra en estos casos típicas placas de coloración
aumentan cuando los síntomas inciden en pacien- blanco-amarillenta de 7-9 mm de diámetro firme-
tes ancianos, en quienes son más prevalentes al- mente adheridas a la mucosa (seudomembranas).
gunas entidades, como la enfermedad diverticular,
Enfermedad inflamatoria
la colopatía por AINE y el cáncer colorrectal. Las
intestinal
siguientes consideraciones pueden ayudar en el
diagnóstico diferencial: Un estudio de Brandt et al.29 demostró que una
proporción significativa de pacientes diagnostica-
Colitis de naturaleza infecciosa
dos de EII a una edad superior a los 50 años (se-
Algunos factores, como las deficiencias del sistema gundo pico de incidencia de la EII) correspondía en
inmune del anciano (inmunosenescencia), aumen- realidad a casos probables o definitivos de CI. La
424
29. Colitis isquémica
Sospecha clínica
Peritonitis
Sí No
US-Doppler/TC
Colonoscopia + biopsias
No Sí
Sí No
Angiografía2
(1) IMA: Isquemia mesentérica aguda (interrupción del flujo vascular dependiente de la arteria mesentérica superior)
(2) Únicamente si el procedimiento puede realizarse con celeridad y en ausencia de shock y/o fracaso renal
distinción con la colitis ulcerosa suele ser más fácil, así como la infiltración grasa o la demostración de
dado que la afección del recto es habitual en la coli- granulomas en el examen histológico.
tis ulcerosa y una excepción en la CI (10-15% de los
casos). Otros rasgos que apoyan colitis isquémica Cáncer colorrectal
frente a colitis ulcerosa son el carácter segmentario
En algunos casos, la isquemia puede originar un as-
de la lesión, la transición abrupta entre la mucosa
pecto seudotumoral17. La rápida regresión de las le-
normal y la mucosa afectada por la isquemia y la
siones en la CI y el examen histológico contribuyen
resolución más rápida de las lesiones. La distinción
con la enfermedad de Crohn puede ser más difícil a resolver el diagnóstico en los casos de duda. Se ha
debido a la concomitancia de algunas característi- descrito la coexistencia de ambas entidades cuan-
cas, como el carácter segmentario y la indemnidad do el carcinoma provoca estenosis. En estos casos,
macroscópica del recto. Algunos rasgos apoyan es característica la interposición de un segmento de
la enfermedad de Crohn, incluida la afección del colon con mucosa normal entre la neoformación y
íleon, la presencia de fisuras, fístulas o abscesos, el segmento afectado por la isquemia.
425
Sección 4. Intestino delgado y colon
426
29. Colitis isquémica
TABLA 6. Parámetros que deben investigarse ante la ❱❱ Es recomendable una colonoscopia entre 7-14
sospecha de un estado de hipercoagulabilidad *. días después del ingreso (probablemente no
sea necesaria en casos de colopatía reversible
o colitis transitoria) para certificar la curación
❱❱ Hemograma de las lesiones o documentar la evolución a una
❱❱ Bioquímica (incluye perfil lípidico, glucemia y ácido colitis ulcerativa segmentaria. En el último caso,
úrico) es obligado un seguimiento para determinar si
❱❱ Balance de hemostasia la enfermedad se resuelve, evoluciona a colitis
❱❱ Tiempo de protrombina persistente o se complica con una estenosis17,68.
❱❱ Actividad de protrombina ❱❱ Un estudio de hipercoagulabilidad puede ser
❱❱ INR necesario en aquellos pacientes que han pre-
❱❱ Tiempo de tromboplastina parcialmente activado sentado un episodio de colitis isquémica an-
❱❱ Fibrinógeno tes de los 60 años, sin una causa reconocible
(tabla 6).
❱❱ Plaquetas
❱❱ Tiempo de trombina Quirúrgico
❱❱ Anticoagulante lúpico
Al ingreso del paciente, constituyen indicaciones de
❱❱ Anticuerpos anticardiolipina IgG
cirugía inmediata la presencia de hemorragia ma-
❱❱ Anticuerpos anticardiolipina IgM siva, gangrena con perforación o colitis fulminante
❱❱ Antitrombina III (funcional) universal. Otras indicaciones de cirugía incluyen:
❱❱ Proteína C (funcional)
❱❱ Aparición de neumoperitoneo en las pruebas
❱❱ Resistencia a la proteína C activada de imagen o signos sugestivos de gangrena en
❱❱ Proteína S libre (funcional) la exploración endoscópica (figura 4).
❱❱ Plasminógeno
❱❱ Sepsis persistente y activa a pesar de tratamien-
❱❱ Inhibidor de la plasmina to médico.
❱❱ Factores coagulantes: VII, VIII
❱❱ Signos de deterioro clínico durante el curso de
❱❱Genética de las mutaciones trombofílicas más la hospitalización, incluyendo la presencia de
frecuentes:
fiebre no explicada por otra causa, maniobra de
❱❱ Mutación FVR506Q (factor V Leiden) descompresión positiva, marcada leucocitosis,
❱❱ Mutación G20210A de la protrombina íleo, hipotensión o acidosis metabólica. Todos
❱❱ Mutación C677T de la MTHFR (valorándola estos signos constituyen una señal inequívoca
únicamente como factor de riesgo protrombótico si de gangrena (figura 7).
se asocia a déficit de fólico o vitamina B12, no relacio-
nado con los déficits por falta de ingesta)
❱❱ Diarrea persistente con sangre o colopatía
pierde proteínas que se prolonga más de 2 se-
❱❱ Homocisteína
manas. Estos casos suelen evolucionar hacia la
❱❱ Lipoproteína (a) perforación con peritonitis y también son tribu-
❱❱ Vitamina B12 y ácido fólico tarios de laparotomía17.
La probabilidad de éxito de la cirugía aumenta si se
En el caso de deficiencia funcional de proteína C, S o respetan los siguientes principios.
AT III, debe realizarse estudio antigénico para estable-
cer el tipo de deficiencia. ❱❱ Evaluar la extensión real del daño mucoso. En
*Cortesía de la Dra. Lezaun, del Servicio de Hematolo- el momento de la intervención, el daño muco-
gía del Hospital San Jorge. so suele ser extenso, debiendo subrayar que el
aspecto de la serosa puede ser engañoso y no
concordante con la presencia de signos de in-
proporción 2,5 veces superior a la observada farto de la mucosa. Generalmente el segmento
en una población control71. Este hallazgo puede infartado muestra una apariencia engrosada y
ser importante para prevenir futuros episodios aperistáltica. La extensión de la resección de-
bería guiarse bien por la distribución de las le-
tromboembólicos en otras localizaciones.
siones evidenciadas en los estudios preoperato-
427
Sección 4. Intestino delgado y colon
rios, bien por los hallazgos de una colonoscopia este aspecto sobre una larga serie de pacientes8,
intraoperatoria o mediante la comprobación de ésta alcanzó una tasa global del 7,7%, con una fre-
los bordes de resección tras abrir la pieza de co- cuencia diferente para cada subtipo evolutivo (0%
lectomía en la sala operatoria. Si los márgenes para los casos de colopatía reversible, 3,1% para
de resección están afectados, debe procederse la colitis transitoria; 4,6% para los casos de colitis
a ampliar la exéresis hasta comprobar la viabili- ulcerativa crónica y 30,5% para las formas gangre-
dad de los límites de resección (figura 7). nosas), demostrando la utilidad pronóstica de esta
clasificación. En el mismo estudio, la mortalidad de
❱❱ Áreas de dudosa viabilidad. A diferencia de lo
los casos de colitis fulminante universal alcanzó el
aconsejable para el intestino delgado, las áreas
100%8, aunque se han descrito porcentajes meno-
de dudosa viabilidad en el colon son habitual-
res7. Algunos estudios han evaluado los factores
mente extirpadas. Únicamente en el caso de
demográficos y las comorbilidades que gravan el
afectación concomitante del intestino delgado
(ello puede ocurrir cuando se interrumpe el flu- pronóstico de los pacientes con CI. De los datos
jo de la arteria mesentérica superior) se respe- proporcionados por estos estudios, se estima que
tan las áreas de dudosa viabilidad, reservando la comorbilidad que mayor impacto tiene sobre
la decisión para un second look a las 12-24 h la mortalidad en la CI es la enfermedad pulmonar
(ver capítulo 28). obstructiva crónica (EPOC)7. La CI que aparece en el
postoperatorio de una cirugía de reemplazamiento
❱❱ Anastomosis. Usualmente no se lleva a cabo aórtico también comporta un peor pronóstico. Otro
una anastomosis primaria por el riesgo implícito estudio demostró que la ausencia de flujo vascular
de dehiscencia de suturas. El extremo proximal en la pared del colon evidenciable por US-Doppler
se exterioriza a través de una colostomía y el ex- constituye una variable independiente predictora
tremo distal puede exteriorizarse mediante una de mortalidad71.
fístula mucosa (recomendable si se comprueba
una pobre perfusión del margen de resección) Un estudio multicéntrico encontró que la presen-
o mediante su cierre por el procedimiento de cia de signos peritoneales, el dolor abdominal
Hartmann. sin rectorragia, la diarrea no sanguinolenta y los
niveles de Hb menor de 12 g/dl se asociaron de
No considerar estos principios comporta una ma- forma independiente a una mayor probabilidad de
yor morbimortalidad en el postoperatorio21. Cir- evolución desfavorable, definida por la necesidad
cunstancias especiales incluyen la pancolitis fulmi- de cirugía o mortalidad8. En el mismo estudio, se
nante que requiere de una pronta colectomía total demostró cómo la afectación aislada del colon de-
con ileostomía y la isquemia cólica que aparece en recho se relacionaba con una mayor frecuencia de
el postoperatorio de una cirugía de aorta abdomi- evolución desfavorable, cuando se comparaba con
nal. El descubrimiento de una CI en este contexto la afectación de cualquier otro segmento del colon
obliga a interrumpir la alimentación por vía oral y (40,9% frente a 10,3%). De forma interesante, la
a la administración de antibióticos. La cirugía debe mayoría de los pacientes con dolor abdominal sin
indicarse ante cualquier signo de deterioro clínico, rectorragia y de diarrea no sanguinolenta como
debiendo proceder a la extirpación de todo el colon forma de presentación, presentaron afectación ais-
isquémico (ver más adelante)47. lada del colon derecho comparados con aquellos
con afectación de cualquier otro segmento del co-
Curso clínico y factores pronósticos lon (59,1% frente 11,3% [p menor de 0,001] y 18,2
La CI presenta un curso favorable en más de 2/3 frente a 5,4% [p menor de 0,05]). Todo ello sugiere
de los pacientes7,8. Los síntomas se resuelven ha- que la presencia de dolor abdominal sin rectorra-
bitualmente en 2-3 días y las lesiones curan en 1-2 gia o de diarrea no sanguinolenta, no solamente
semanas. Menos del 5% presentan una recidiva a conlleva un peor pronóstico en los pacientes con
largo plazo. Cuando el daño ha sido más intenso, CI, sino que en estos casos la localización del seg-
las lesiones pueden tardar en desaparecer hasta 6 mento afectado por la isquemia es más probable
meses, aunque el paciente suele permanecer sin que corresponda al colon derecho8. Otros estudios
síntomas a lo largo de este tiempo. La mortalidad de carácter retrospectivo coinciden en señalar que
de la CI se relaciona directamente con la forma clí- la afectación aislada del colon derecho comporta
nica que caracteriza a la enfermedad. En el único un curso más desfavorable y una mayor mortali-
estudio que ha evaluado de un modo prospectivo dad6,7,9,10,48,73. Igualmente, los síntomas que persis-
428
29. Colitis isquémica
Figura 7. Imágenes correspondientes a un enfermo psiquiátrico que presentó un episodio de colitis isquémica tras un cuadro de
impactación fecal. El enfermo desarrolló un cuadro de distensión abdominal que se complicó con un episodio de fibrilación auri-
cular con hipotensión. El paciente tomaba fármacos psicotropos. El cuadro evolucionó a una necrosis gangrenosa, falleciendo en
el postoperatorio debido a complicaciones sépticas intraabdominales. a) Obsérvese la enorme distensión del colon en el momen-
to de la laparotomía. b) Imagen macroscópica de la pieza operatoria que muestra una tonalidad negruzca típica de la necrosis.
Obsérvese que el borde de la resección muestra signos de isquemia, un signo que predice mala evolución en el postoperatorio.
c y d) Imágenes microscópicas de la pieza operatoria. Cortesía de los Drs Baqué y Vera de los Servicios de Cirugía Digestiva y
Anatomía Patológica del hospital San Jorge de Huesca.
429
Sección 4. Intestino delgado y colon
430
29. Colitis isquémica
(EII). Ello no debe de sorprender, dado que el co- transitoriamente del flujo vascular, debido a una
lon, al igual que ocurre con otros órganos, puede alteración de la circulación sistémica o a una alte-
expresar el daño originado por diversos agentes de ración local de naturaleza anatómica o funcional.
una manera muy similar, con ulceración, friabilidad, Aunque no se conoce bien el factor precipitante
fibrosis y estenosis. Es bien conocido que la EII es de un episodio de isquemia cólica, es interesante
inusual en personas mayores de 50 años. Brandt et conocer que el flujo sanguíneo del colon es inferior
al.29 publicaron hace 30 años un estudio en el que al de cualquier otro segmento intestinal, desciende
demostraron cómo aproximadamente ¾ partes de con la actividad motora y se ve afectado, en gran
los pacientes de más de 50 años que ingresaron por medida, por la estimulación autónoma. Estos fac-
un cuadro de colitis, mostraban criterios clínicos, tores, unidos al hecho de que los pequeños vasos
radiológicos y anatomopatológicos compatibles afectados por la arteriosclerosis responden exage-
con una CI. Al menos un 50% de estos pacientes, sin
radamente a los estímulos vasoconstrictores hacen
embargo, habían sido diagnosticados de una colitis
que el colon de los pacientes mayores de 65 años,
ulcerosa, una enfermedad de Crohn o una colitis
diabéticos, hipertensos o en diálisis sean más vul-
inespecífica en el momento del alta hospitalaria. A
nerables a este tipo de accidentes. El diagnóstico
pesar de la naturaleza retrospectiva de este estudio
de CI requiere de un elevado índice de sospecha
(y su limitada capacidad para evaluar causas infec-
ciosas de colitis) demostró la frecuencia con que clínica, dado que en su presentación coexisten
una CI es erróneamente interpretada como una EII. manifestaciones de tres grandes síndromes: dolor
Esta confusión podría explicar por qué algunas co- abdominal, diarrea y rectorragia, que a su vez cons-
litis atribuidas a una EII poseen un comportamien- tituyen la expresión de otras enfermedades que
to tan diferente en jóvenes y ancianos, incluyendo afectan al colon. En ausencia de peritonitis, la co-
casos que se resuelven definitivamente después de lonoscopia proporciona información de gran valor
un único episodio o aquellos otros que al no res- respecto a la localización anatómica del segmento
ponder a ningún tratamiento requieren finalmente afectado por la isquemia y la forma clínico-evolu-
de una colectomía47. Indudablemente, estas carac- tiva de la enfermedad. Si la condición clínica del
terísticas “atípicas” de EII en el anciano, responden enfermo no lo permite o el enfermo presenta sig-
bien a los rasgos de una CI y es más que probable nos de peritonitis, es mejor indicar una TC que, en
que muchos de los casos incluidos en el clásico 2º manos experimentadas, proporciona información
pico de incidencia de EII se trate, en realidad de ca- fiable para orientar el diagnóstico. La angiografía se
sos de CI o de naturaleza infecciosa. reserva para aquellos casos con afectación aislada
Por otro lado, algunos casos de CI no se resuelven del colon derecho o cuando la presentación clíni-
y acaban desarrollando síntomas propios de una ca no permite diferenciar claramente el cuadro de
colitis de curso crónico (ver más arriba). Las razo- una IMA. La presencia de dolor abdominal sin rec-
nes para este fenómeno no están claras, pero po- torragia, diarrea no sanguinolenta o la presencia de
drían sustentarse en una base inmunológica80. Un signos peritoneales constituyen variables que pre-
estudio que evaluó la prevalencia de marcadores dicen de forma independiente un curso desfavora-
de biológicos de EII en el suero de una cohorte de ble definido por la necesidad de cirugía o de mor-
pacientes diagnosticados de CI de curso crónico o talidad. Estas variables son significativamente más
recurrente encontró que el 56% de los pacientes frecuentes en los pacientes con afectación aislada
con CI recurrente y el 88% de los pacientes con CI del colon derecho. Hoy en día, la mortalidad global
de curso crónico presentaban positividad de uno de la CI se estima en menos del 10%, elevándose al
o más marcadores del tipo anti-C-Bir-1 o pANCA. 30% en las formas gangrenosas80.
Todo ello sugiere que la seropositividad para mar-
cadores autoinmunes no solamente es común en Bibliografía
los casos de CI de curso crónico o recurrente, sino
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434
30 Tumores del intestino delgado
Maria Pellisé, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic de Barcelona
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 435
Sección 4. Intestino delgado y colon
de tipo cólico y distensión abdominal. Otra forma dividen en tubulares, vellosos y tubulovellosos. Los
de presentación clínica es la hemorragia digestiva adenomas vellosos son menos frecuentes. Suelen
aguda o, con mayor frecuencia, la anemia crónica localizarse en la segunda porción duodenal y, en ge-
por pérdida de sangre oculta en las heces. neral, son sesiles, de mayor tamaño y con signos de
degeneración maligna en un 40-45% de los casos
A diferencia de los tumores benignos del colon,
en el momento del diagnóstico. El tratamiento con-
fácilmente detectables por colonoscopia, los del
intestino delgado suelen ser de difícil diagnóstico siste en la resección local. Es importante realizar un
y pueden pasar inadvertidos en la exploración ra- seguimiento posterior, especialmente en el caso de
diológica convencional. Los tumores duodenales o los adenomas vellosos, dada su elevada capacidad
del íleon terminal pueden diagnosticarse mediante de recurrencia. También resulta prudente realizar
técnicas endoscópicas convencionales. Para el diag- una colonoscopia para descartar la presencia con-
nóstico de los tumores del yeyuno e íleon proximal comitante de adenomas o cáncer en el colon. La
debe recurrirse a técnicas radiológicas o endoscó- poliposis adenomatosa familiar es la enfermedad
picas específicas. La cápsula endoscópica, es una que se asocia más frecuentemente con la aparición
de las técnicas diagnósticas con mayor rendimiento de adenomas en el intestino delgado, principal-
para el diagnóstico de estos tumores, especialmen- mente en el duodeno.
te para aquellos casos que se presentan en forma Los leiomiomas son los segundos tumores benig-
de pérdidas ocultas de sangre2,3. nos más frecuentes del intestino delgado y pueden
Los adenomas, leiomiomas y lipomas son los tumo- hallarse en cualquier localización. Inciden por igual
res benignos más frecuentes del intestino delgado. en ambos sexos y suelen diagnosticarse en edades
De forma excepcional pueden encontrarse también avanzadas por síntomas de obstrucción intestinal o
hamartomas, fibromas, angiomas y tumores neu- hemorragia (figura 1).
rogénicos.
Los lipomas representan el 8-20% de todos los tu-
Los adenomas se pueden localizar en cualquier mores benignos del intestino delgado y se localizan
tramo del intestino delgado aunque su localización predominantemente en el íleon. Su tamaño en el
más frecuente es el duodeno o el íleon. Estos tu- momento del diagnóstico suele ser grande y los sín-
mores representan 1/3 de todos los tumores be- tomas son similares a los de otros tumores benig-
nignos del intestino delgado. Histológicamente se nos. Cuando son asintomáticos no se deben tratar.
A B
Figura 1. Hemorragia digestiva secundaria a un leiomioma del yeyuno. A) Arteriografía realizada en un paciente con una hemo-
rragia digestiva de etiología no filiada, que pone de manifiesto la existencia de extravasación de contraste en ramas de la arteria
mesentérica superior (flechas). B) La laparotomía exploradora puso de manifiesto la existencia de una tumoración de aspecto
benigno en el yeyuno cuyas características histológicas se correspondían con un leiomioma.
436
30. Tumores del intestino delgado
Tumores malignos
Aproximadamente dos tercios de los tumores del
intestino delgado son malignos por lo que repre-
sentan el 1,1-2,4% de los tumores malignos gastro-
intestinales. Los tumores malignos más frecuentes
del intestino delgado son el adenocarcinoma, el lin-
foma, el sarcoma y el tumor carcinoide. De forma
excepcional pueden encontrarse tumores metastá-
sicos, en especial secundarios a melanoma, cáncer
de mama o hipernefroma (figuras 2 y 3).
437
Sección 4. Intestino delgado y colon
438
30. Tumores del intestino delgado
439
Sección 4. Intestino delgado y colon
En los casos de linfoma difuso pueden ser de utili- immunohistoquímica. Estos tumores presentan un
dad pruebas dirigidas a la identificación de estados apariencia morfológica muy similar al leiomiosarco-
de malabsorción (grasa en heces, D-xilosa) y/o so- ma por lo que antes de la identificación de los GIST
brecrecimiento bacteriano. En este tipo de linfomas por sus características moleculares, fueron muy a
se detecta habitualmente un notable incremento menudo confundidos.
de la actividad de la fosfatasa alcalina en suero.
Aproximadamente en el 40% de los pacientes con Los GIST se localizan mayormente en la pared del
EIPID se detectan cadenas pesadas de inmunoglo- yeyuno y del íleon y suelen presentarse en forma
bulinas en sangre, orina y jugo duodenal, así como de dolor, pérdida de peso, hemorragia, perforación
una banda anómala entre las α2-globulinas y las o masa palpable. Teniendo en cuenta que su creci-
β-globulinas. miento suele ser extraluminal, no suelen presentar-
se en forma de obstrucción. Se presentan con igual
Antes de decidir el tratamiento es necesario deter- frecuencia en ambos sexos y suelen diagnosticarse
minar el estadio de la enfermedad con el fin de es- entre la quinta y séptima décadas de la vida. Por lo
tablecer el pronóstico y la utilidad de la cirugía. Ello general, los GIST son tumores de gran tamaño, con
incluye la necesidad de obtener tejido de la pared tendencia a la ulceración central.
del intestino delgado por medio de laparotomía o
laparoscopia, así como biopsia hepática y estudio En la radiografía con bario suele observarse una
de la médula ósea. masa de notable tamaño que desplaza las asas in-
testinales próximas y que presenta a menudo un
Existe controversia respecto a las indicaciones del cráter ulceroso en su parte central. Debido a su lo-
tratamiento quirúrgico en el linfoma intestinal loca- calización yeyunal o ileal, el diagnóstico histológico
lizado. Deben intervenirse los linfomas que provo- debe obtenerse mediante laparotomía o laparos-
can obstrucción, perforación o hemorragia. En los copia.
linfomas no complicados, con tumores de pequeño
tamaño, histología de bajo grado y ausencia de di- El tratamiento de elección es la resección quirúrgi-
seminación, puede ensayarse quimiorradioterapia. ca en bloque. Hasta 2001, la cirugía era la única op-
En los tumores de mayor tamaño y extensión suele ción terapéutica por lo que en aquellos pacientes
ser precisa la cirugía. Como tratamiento comple- con enfermedad no resecable (el 50% de los casos)
mentario a la cirugía puede indicarse la poliquimio- el pronóstico era muy desalentador, rondando los
terapia tipo CHOP. 10-23 meses de supervivencia media. Actualmen-
te existen unos fármacos específicos que son inhi-
En el linfoma difuso con malabsorción, pueden bidores de la tirosina quinasa (imatinib), que han
adoptarse medidas dirigidas a paliar la desnutri-
logrado resultados espectaculares en el control de
ción incluyendo la administración de triglicéridos
la enfermedad metastásica y el rescate de tumores
de cadena media, suplementos de hierro y vitami-
no resecables.
nas. En la enfermedad inmunoproliferativa en sus
estadios iniciales, se han descrito buenas respues- Tumor carcinoide
tas al tratamiento con tetraciclinas, a la dosis de
2 g/día, administradas durante periodos prolonga- Los tumores carcinoides intestinales se desarrollan
dos. Este hecho refleja, probablemente, la mejoría a partir de las células enterocromafines de las crip-
del síndrome de sobrecrecimiento bacteriano fre- tas de Lieberkühn. Son neoplasias de bajo grado de
cuentemente asociado. malignidad que, junto con los adenocarcinomas,
constituyen los tumores malignos más frecuentes
Sarcoma del intestino delgado. De hecho, en los últimos
años se ha evidenciado un incremento notable en
Los sarcomas son tumores malignos de origen di- la prevalencia de estos tumores de forma que en
verso (tumor del estroma, leiomiosarcoma, fibro- algunos casos llega a superar a la de los adenocar-
sarcoma, liposarcoma, angiosarcoma y neurofibro- cinomas11.
sarcoma). El más frecuente es el tumor del estroma
gastrointestinal (GIST), que representa el 83-86% Su localización más frecuente es en los 60 cm dis-
de los casos10. El 80% de los GIST presentan mu- tales del íleon, el apéndice y el recto, aunque tam-
taciones activadoras en el protooncogen KIT. Esto bién pueden localizarse en el esófago, estómago,
conlleva una sobreexpresión de c-kit, un receptor colon, páncreas u órganos extradigestivos como
tirosina quinasa que se puede detectar mediante pulmón y ovario. Se caracterizan por su pequeño
440
30. Tumores del intestino delgado
tamaño, su localización preferente en la submuco- La endoscopia sólo es útil en los casos localizados
sa y por su potencial multifocalidad (en 30% de los en el estómago y el duodeno en los de localización
casos). Tienden a infiltrar la pared intestinal llegan- alta, y en el recto y el colon en los de localización
do a afectar la serosa y provocar una marcada re- baja. A menudo, sólo la laparotomía permite detec-
acción desmoplástica. Pueden adoptar una forma tar la tumoración primitiva (figura 7), aunque ésta
polipoide, y microscópicamente se caracterizan por puede ser localizada preoperatoriamente en algu-
la proliferación de células pequeñas y uniformes nos casos mediante gammagrafía con anticuerpos
con núcleos redondos hipercromáticos y citoplas- dirigidos contra los receptores de somatostatina
ma granular que se tiñe con anticuerpos dirigidos (figura 8). Actualmente la cápsula endoscópica ha
contra componentes de los gránulos de neurose- demostrado ser una técnica de gran utilidad para
creción como la cromogranina. Los localizados en la detección de estos tumores12. Los análisis de la-
apéndice y recto raramente metastatizan, mientras boratorio pueden revelar alteración del perfil hepá-
que los localizados en intestino delgado pueden ha- tico como consecuencia de la infiltración metastá-
cerlo, fundamentalmente en función de su tamaño. sica del hígado. En este caso la TC del abdomen y
la arteriografía pueden ser de utilidad, ya que las
Dado su pequeño tamaño, los tumores carcinoides metástasis hepáticas de este tumor son muy vas-
suelen ser asintomáticos. Por ello, su diagnóstico cularizadas. La TC del abdomen también puede
a menudo es casual (localización apendicular). En contribuir al diagnóstico en pacientes con masas
otras ocasiones el diagnóstico se realiza a partir del retroperitoneales.
estudio de un dolor abdominal recurrente de ori-
gen incierto y de larga evolución. En un 25% de los El tratamiento del tumor carcinoide no metastásico
casos puede presentarse en forma de obstrucción es siempre quirúrgico. En la localización de intes-
intermitente. Este cuadro puede ser secundario al
crecimiento intramural del tumor, pero a menudo,
es debido a la distorsión y torsión del mesenterio
provocado por la invasión tumoral y respuesta des-
moplástica. El síndrome carcinoide tiene lugar como
consecuencia de la liberación de sustancias vasoac-
tivas tales como serotonina, bradicinina, histamina,
catecolaminas y prostaglandinas a la circulación
sistémica. Ello puede ser debido a la diseminación
metastásica del tumor al hígado, la presencia de
enfermedad retroperitoneal extensa o la presencia
de un tumor primario extraintestinal. Este síndro- Figura 7. Pieza de resección de un carcinoide en la válvula
me se presenta de manera episódica en forma de ileocecal.
palpitaciones, sudoración, enrojecimiento facial
(flushing), diarrea acuosa y dolor abdominal. En
casos graves se acompaña de hipotensión y diarrea
explosiva. También puede aparecer broncospasmo
con crisis asmáticas, disnea y soplos cardiacos por
afección de las válvulas cardiacas afectadas por
fibrosis subendocárdica. Las manifestaciones del
síndrome carcinoide pueden desencadenarse por
el ejercicio físico, el estrés o la ingesta de alcohol o
ciertos alimentos como quesos fermentados. A su
vez, la anestesia, cirugía o quimioterapia pueden
desencadenar las denominadas crisis carcinoides
que son habitualmente refractarias al tratamiento
con expansores y drogas vasoopresoras. Figura 8. Gammagrafía con octreótido en un paciente con
un tumor carcinoide con metástasis pulmonares y hepáticas.
El diagnóstico de la tumoración primitiva suele ser En la proyección posteroanterior (PA) se observa captación
a nivel pulmonar y hepática, mientras que en la proyección
difícil y sólo en casos avanzados es posible detectar
anteroposterior (AP) se aprecia captación en pulmón, hígado,
lesiones polipoides o rigidez e irregularidades de al- intestino delgado y riñón izquierdo (paciente monorreno).
gún segmento intestinal en la radiología con bario.
441
Sección 4. Intestino delgado y colon
tino delgado, donde el diagnóstico suele realizarse 2. Cobrin GM, Pittman RH, Lewis BS. Increased
en tumores de un cierto tamaño, está indicada una diagnostic yield of small bowell tumors with
intervención oncológica reglada con extirpación de capsule endoscopy. Cancer 2006; 107:22-7.
la cadena ganglionar regional. Lamentablemente 3. Lewis BS, Eisen GM, Friedman S. A pooled
en el 45% de los casos existe diseminación metas- analysis to evaluate results of capsule endos-
copy trials. Endoscopy 2005;37:960-5.
tásica en el momento del diagnóstico, en cuyo caso
4. Laurent F, Raynaud M, Biset JM, Boisserie-
el beneficio de la cirugía sólo está bien estableci- Lacroix M, Grelet P, Drouillard J. Diagnosis and
do en pacientes con metástasis hepáticas únicas o categorization of small bowel neoplasm: role
limitadas. En estos casos es imprescindible admi- of computed tomography. Gastrointest Radiol
nistrar octreótido, un análogo de la somatostatina, 1991;16:115-9.
antes de la cirugía, para evitar la aparición de crisis 5. Horton KM, Fishman EK. Multidector-row com-
carcinoides. La embolización de la arteria hepática puted tomography imaging of small bowel
también es una alternativa válida en los pacientes neoplasms: current concept in diagnosis. J
con metástasis hepáticas no resecables, en especial Comput Assist Tomogr 2004;28:106-16.
si son sintomáticas. 6. Paulsen SR, Huprich JE, Fletcher JG, Booya F,
Young BM, Fidler JL et al. CT enterography as
La utilidad de la quimioterapia no está bien es- a diagnostic tool in evaluating small bowel di-
tablecida, aunque puede obtenerse una tasa de sorders: review of clinical experience over 700
respuesta del 15-30% y contribuir al control de los cases. Radiographics 2006;26:641-62.
síntomas del síndrome carcinoide. Los fármacos 7. Masselli G, Polettini E, Casciani E, Bertini L,
Vecchioli A, Gualdi G. Small-bowel neoplasms:
más utilizados son 5-fluoruracilo, adriamicina y ci- prospective evaluation of MR enteroclysis. Ra-
clofosfamida, utilizados en diferentes combinacio- diology 2009;251:743-50.
nes y en general asociados a estreptozotocina. El 8. Van Weyenberg SJ, Meijerink MR, Jacobs MA,
octreótido tiene también un cierto efecto antimi- Van der Peet DL, Van Kuijk C, Mulder CJ et al.
cótico. En la mayoría de los pacientes con síndrome MR enteroclysis in the diagnosis of small bowel
carcinoide, la administración de octreótido a dosis neoplasms. Radiology 2010;254:765-73.
de 150 μg/8 horas por vía subcutánea permite pa- 9. Card TR, West J, Holmes GKT. Risk of malig-
liar los síntomas derivados del exceso de sustancias nancy in diagnosed coeliac disease: a 24-year
vasoactivas. prospective, population-based, cohort study.
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La supervivencia global del tumor carcinoide a 10. Ghai S, Pattison J, Ghai S, O’Malley ME, Kha-
los cinco años es del 50%, aproximadamente. Sin lili K, Stephens M. Primary gastrointestinal
embargo, el pronóstico depende de la localización lymphoma: spectrum of imaging findings
del tumor, siendo la supervivencia superior en los with pathologic correlation. Radiographics
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tumores localizados en el apéndice (85%) o en el
11. Bilimoria KY, Bentrem DJ, Wayne JD, Ko CY,
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442
31 Enfermedad inflamatoria
intestinal. Enfermedad de Crohn
Fernando Gomollón, Miquel Sans*
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 443
Sección 4. Intestino delgado y colon
(*) Esta clasificación es una versión modificada de la CLASIFICACIÓN DE VIENA que se ha utilizado durante los últi-
mos años (ver referencias). Las diferencias substanciales son añadir el grupo A1, separando los pacientes con
inicio antes de los 16 años, añadir el modificador de tracto digestivo superior (L4) a las demás localizaciones, y
no incluir la forma perianal en las penetrantes sino considerarlo un modificador de cualquiera de los subtipos.
Sólo el tiempo permitirá conocer si esta clasificación se impone, aunque la hemos reflejado por ser la recomen-
dada por la Organización Mundial de Gastroenterología.
(**) Utilizamos el término fistulizante, aunque el original es penetrante. Este patrón de comportamiento clínico se
considera transitorio, porque la historia natural lleva casi siempre a los patrones B2 o B3, o mixtos.
intervenidas quirúrgicamente en las que sea im- cialmente cuando se hacía mención de los países
posible establecer definitivamente si se trata de mediterráneos o los del sur de Europa. Los datos
EC o CU3. poblacionales más actuales indican, sin embargo,
que al menos 300 de cada 100.000 personas pade-
❱❱ La colitis microscópica engloba un grupo de
cen una de estas entidades en España1. Ello signi-
trastornos histopatológicamente diferentes, y
fica que el médico de familia medio debe atender
probablemente muy comunes (colitis linfocítica,
a 4 o 5 pacientes con EII. Aunque algunos datos
colitis colágena), pero que afectan a la mucosa,
recientes, escandinavos, sugieren que la CM pue-
causando diarrea crónica. Este tipo de enferme-
de ser muy común, en nuestro medio la CU es la
dades a menudo sólo son evidentes tras un es-
entidad más frecuente, si bien la incidencia de la EC
tudio cuidadoso de la biopsia.
ha ascendido de forma particularmente importan-
❱❱ La reservoritis (pouchitis) es una entidad mu- te en muchas áreas de España en los últimos años,
cosa, inflamatoria, que afecta aproximadamen- como se había descrito anteriormente en otros
te al 30-50% de los reservorios ileales que se países desarrollados. Estas enfermedades suelen
crean artificialmente para mantener la función debutar en la juventud, sobre todo entre los 15 y
esfinteriana después de una colectomía total los 30 años, pero se observan casos nuevos a cual-
con anastomosis ileonanal para el tratamiento quier edad, y llama la atención la incidencia en la
de la EII, especialmente de la CU y con menor infancia, sobre todo en el caso de la EC1. Parece
frecuencia de la EC y la CI. que cuando se alcanzan altas cifras de incidencia,
los casos infantiles son incluso más frecuentes1.
Hay en España en este momento (octubre de 2011)
Epidemiología más de 20 unidades de enfermedad inflamatoria
Hasta no hace mucho tiempo las EII se conside- intestinal que atienden a más de 1.000 pacientes, y
raban entidades “raras” en muchos textos, espe- el Grupo Español de Trabajo de Crohn y Colitis Ulce-
444
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
rosa tiene 487 miembros: estamos hablando de un situación del paciente10. Por el momento sólo es
problema numéricamente muy importante en los un caso aislado, pero puede marcar una línea in-
países desarrollados y en un claro aumento en los teresante de investigación genética con aplicación
subdesarrollados. clínica en el futuro.
Entre los factores ambientales, es indudable la con-
Etiología tribución de la microbiota intestinal11,12. Un gran nú-
mero de evidencias experimentales confirman que
Las EII son entidades de origen complejo, en las que
la presencia de bacterias es una condición sine qua
la interacción de factores genéticos y ambientales
non para la aparición y mantenimiento de las lesio-
es particularmente interesante, desde el punto de
nes, pero estamos en los albores del estudio de una
vista científico5. Sobre todo en la EC existe eviden-
población ingente (superior a la de células eucario-
cia de que diversas alteraciones genéticas puntua-
tas del organismo), con una enorme diversidad (al
les (al menos 71 hasta la fecha) influyen no sólo en
menos 500 especies, con mucha más variabilidad
su aparición, sino además en su fenotipo clínico,
genética que el propio anfitrión). Los datos proce-
y en otras variables como la respuesta a determi-
dentes de varios modelos experimentales confir-
nados tratamientos6. El modelo de transmisión es
man que el papel de la flora es importante, y que
poligénico, y por tanto complejo. Entre los genes
se observan respuestas diferentes con las diversas
identificados hasta la fecha queremos destacar en especies, pero no ha sido posible aislar un único
primer lugar el NOD2/CARD15 7. Se han identificado germen como responsable potencial, ni tampoco
tres mutaciones presentes en este gen, que codifica un determinante antigénico único5. Curiosamente,
una proteína que está implicada en la respuesta in- muchas de las variantes genéticas asociadas con el
munológica innata a las bacterias, que son mucho riesgo de EC descritas en los últimos años, se re-
más frecuentes en los pacientes con EC que en la lacionan con los mecanismos de defensa frente a
población general, particularmente en las poblacio- las bacterias, y muy particularmente en torno a la
nes de origen caucásico. Aunque la mayoría de los autofagia5, un mecanismo clave en la relación entre
pacientes no las presentan, y en algunas poblacio- virus, bacterias, y células eucariotas, y cuyos fallos
nes (origen asiático) ni siquiera se observan; su aso- pueden resultar en fenotipos muy similares a la EC
ciación con la EC es muy clara, e incluso cuantitati- como ya hemos citado8.
va: el riesgo es mayor para los homocigotos para
una alteración y los heterocigotos compuestos, que Relevante es también el papel del tabaquismo, que
en los heterocigotos simples. Las mutaciones del constituye un factor de riesgo doble (aumenta su
gen NOD2/CARD15 son específicas de la EC, y no se incidencia y empeora su curso clínico) para la EC;
observan en la CU. Experimentalmente se pueden y sin embargo, disminuye la incidencia y mejora la
reproducir fenotipos muy similares a la EC huma- evolución de la CU. Especialmente llamativos son
na mediante la interacción de variantes genéticas algunos hallazgos que se observan al estudiar her-
como las descritas e infecciones víricas en presen- manos con la enfermedad: en las parejas discor-
cia de la microbiota intestinal habitual, en un com- dantes el fumador tiene EC y el no fumador CU13. El
plejo proceso de interacción que, seguramente, modelo etiopatogénico de las enfermedades infla-
será muy similar al que ocurre en los humanos8. matorias intestinales es de gran relevancia concep-
tual para toda la medicina porque ejemplifica las
En la mayoría de las ocasiones, las mutaciones y complejas relaciones entre genética y ambiente,
alteraciones identificadas sólo parecen ser factores demostrando además que el factor ambiental res-
contribuyentes, pero en algún caso particular, la ponsable de más mortalidad evitable en el mundo
mutación puede ser determinante como se ha des- desarrollado (el tabaco), podría ser puntualmente
crito en un caso infantil. Un cambio en la funciona- beneficioso para una persona concreta, una prueba
lidad de la IL10 por una alteración genética puntual, evidente de que la variabilidad y complejidad de la
determinaba una enfermedad que apareció en el biología no son compatibles con un modelo simplis-
primer año de vida, muy agresiva, sin respuesta a ta o reduccionista (una causa-una enfermedad)5.
los tratamientos convencionales. En este caso clíni-
co concreto, el hallazgo por un gran equipo interna-
cional de investigación llevó a la decisión de indicar
Clínica
un trasplante de médula ósea9, lo que (al menos En la EC, la clínica es muy proteiforme, puesto que
durante el primer año de seguimiento) resolvió la aunque la diarrea y el dolor abominal son muy fre-
445
Sección 4. Intestino delgado y colon
cuentes, ambos pueden ser variables y atípicos1. El proceso, sino también porque puede deberse a ma-
dolor, en concreto, puede ser de localizaciones y labsorción, sobrecremiento bacteriano, la propia
características muy diversas, y de patrón inflama- inflamación, trastornos motores y/o malabsorción
torio u obstructivo. La localización más frecuente de sales biliares. No es rara la fiebre, y casi un tercio
(fosa ilíaca derecha) facilita la sospecha, pero en los de los pacientes presenta manifestaciones “peria-
cuadros agudos iniciales complica especialmente el nales”, amplio concepto que engloba fisuras, fís-
diagnóstico diferencial con cuadros tan comunes tulas, abscesos, estenosis anales y otras complica-
como la apendicitis aguda y la enfermedad inflama- ciones. La rectorragia no es tan frecuente como en
toria pélvica. La aparición de un dolor abdominal la CU, pero no es en modo alguno excepcional. En
de carácter cólico, entre 60-90 minutos después de niños, las manifestaciones suelen ser especialmen-
la ingesta y que alivia tras una fase de borborigmos te atípicas, y no hay que olvidar estas entidades en
y expulsión de gases puede sugerir la presencia de el diagnóstico diferencial de los procesos inflama-
una estenosis en el íleon, una de las complicacio- torios articulares, los procesos febriles de origen
nes más comunes en la EC (figura 1). Ésta puede no claro, y el retardo no explicado del crecimiento.
ser debida al edema de la mucosa, a la fibrosis con- La EC puede cursar con complicaciones extraintes-
secutiva a la reparación cicatricial o a la compre- tinales, alguna de las cuales pueden abocar a un
sión extrínseca de un asa intestinal por una masa grave deterioro de la condición clínica del paciente
inflamatoria o un absceso. Con mucha frecuencia (tabla 2). Algunos pacientes desarrollan complica-
la estenosis es la consecuencia de una combinación ciones debidas a la afectación del intestino delgado,
de varios factores. Es importante diferenciar este entre ellas la ureterohidronefrosis no calculosa, la
tipo de situaciones dado que el tratamiento puede litiasis biliar y la nefrolitiasis. La amiloidosis es una
ser distinto para cada una de las causas (véase más complicación hoy infrecuente de difícil tratamien-
adelante). La diarrea también puede ser de muchos to. La osteopenia y la osteoporosis son particular-
tipos, no sólo por las localizaciones variables del mente interesantes, puesto que pueden aparecer
Figura 1. Imágenes de un paciente con enfermedad de Crohn con un patrón fibroestenosante que hubo de ser intervenido por
una obstrucción del íleon terminal. A) Radiología baritada que muestra una estenosis filiforme del íleon terminal. B) Imagen de
campo operatorio, previa a la resección. C) Pieza de resección. Cortesía del Dr. Jiménez Bernadó. Servicio de Cirugía B. Hospital
Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.
446
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
❱❱ Tromboembólicos.
• Trombosis venosa profunda.
• Tromboflebitis.
• Embolia pulmonar.
• Trombosis venosa portal o hepática.
• Trombosis venosa cerebral.
• Trombosis venosa retiniana.
• Trombosis venosa gonadal.
❱❱ Oculares.
• Epiescleritis.
• Uveítis (puede conducir a ceguera).
• Cataratas subcapsulares (complicación del Figura 2. La colangitis esclerosante primaria puede ser una
tratamiento con corticosteroides). complicación extraintestinal en los pacientes con enfermedad
❱❱ Hepatobiliares. inflamatoria intestinal. Imágenes de una colangiografía por
RMN en un paciente joven con enfermedad de Crohn y
• Colangitis esclerosante primaria. colestasis disociada en la que se observan múltiples estenosis
• Colelitiasis. del árbol biliar intrahepático alternando con dilataciones sa-
culares preestenóticas, compatible con colangitis esclerosan-
• Hepatitis.
te. Cortesía del Dr. Víctor Villacampa. Centro de Diagnóstico
por Imagen (CDI). Huesca
447
Sección 4. Intestino delgado y colon
un tratamiento erróneo podrían ser catastróficas. nes; b) obtener muestras para estudio histológico;
En este punto, debe insistirse en que muchos labo- y c) excluir la presencia de un cáncer de colon que,
ratorios no hacen una búsqueda intencionada del particularmente en el paciente mayor de 50 años,
serotipo O157:H7 del E. coli enterohemorrágico, si constituye una preocupación frecuente. Sin ánimo
no se especifica en la petición. Ello es importante de reproducir todas las posibles situaciones clíni-
en las ileítis o ileocolitis derechas de instauración cas, sí nos gustaría resumir lo más habitual en las
aguda que cursan con dolor en la FID, fiebre y dia- dos grandes entidades:
rrea con sangre, especialmente si existen datos epi-
demiológicos favorables para el desarrollo de esta ❱❱ Ante la sospecha de una EC, en la gran mayoría
infección (ver capítulo 33: “Infecciones agudas del de los casos el estudio se inicia con una colo-
tracto gastrointestinal”). En este mismo contexto, noscopia que incluye a ser posible el estudio
es importante no olvidar la determinación de la del íleon, y la toma correspondiente de biop-
toxina de Clostridium difficile, infección cuya fre- sias (figura 3). Es obligatorio, además, estudiar
cuencia y gravedad está aumentando espectacular- el intestino delgado, inicialmente mediante un
mente en los países occidentales. En los casos ini- estudio radiológico, tanto para establecer el
ciales de ileítis, es también importante llevar a cabo diagnóstico en los casos de afección exclusiva
una serología de Yersinia. No se puede establecer del delgado, como para valorar la extensión
un diagnóstico de EC sin asegurar la negatividad de en los casos con afección baja (figura 4). La
esos datos, especialmente cuando se trata de un cápsula endoscópica es claramente superior al
primer brote inflamatorio. tránsito intestinal en la evaluación del intestino
delgado. Sin embargo, su coste y disponibilidad
Se pueden utilizar además: colonoscopia, gastros- limitan hoy por hoy su uso. Además, para eva-
copia, ecografía transabdominal (sin o con contras- luar morfológicamente el intestino delgado, la
te), tc abdominal, tránsito intestinal, resonancia enterorresonancia está encontrando un papel
nuclear magnética, ecografía transanal (endosó- cada día más relevante puesto que: a) permi-
pica), exploración anal y perineal bajo anestesia, te valorar las lesiones luminales y la actividad
gammagrafía con leucocitos marcados, cápsula inflamatoria, b) permite valorar a la vez las le-
endoscópica, enteroscopia, enema opaco y otras siones extraluminales, y c) no radia al pacien-
técnicas puntualmente útiles. La ileocolonoscopia
es esencial en todos los casos que se sospeche EC.
En el resto de las pruebas, en los últimos años han
ganado en aplicabilidad las relacionadas con la
ecografía, TC, y resonancia16,17, además de las en-
doscópias avanzadas como la cápsula o la enteros-
copia. Sin embargo, han perdido relevancia los es-
tudios radiológicos tradicionales como el tránsito
intestinal o el enema opaco que sólo se realizarán
en indicaciones muy puntuales o en centros que
todavía no dispongan de las técnicas más avanza- A B
das. Es muy importante tratar de progresar en la
elaboración de índices semicuantitativos al me-
nos, objetivos, que permitan comparar entre dos
pacientes y, sobre todo, entre dos momentos dife-
rentes de la evolución del mismo paciente, como
se está haciendo con la enterorresonancia por un
grupo de nuestro país17.
Las indicaciones dependen de la enfermedad que C D
se sospeche, y del momento clínico. Así, por ejem-
plo, la presencia de rectorragia obliga a realizar
Figura 3. La ileocolonoscopia suele ser la prueba diagnostica
una ileocolonoscopia con el propósito de: a) valorar
inicial en los casos que se sospeche una enfermedad de
directamente la mucosa y la extensión de la lesión Crohn. A) EC úlceras en empedrado; B) úlceras en “rastrillo”;
obteniendo datos positivos en caso de existir lesio- C) úlceras aftoides en colon; D) estenosis ileal.
448
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
A B C D
Figura 4. El tránsito intestinal tiene utilidad en el diagnóstico de aquellos casos en los que existe afectación del intestino delgado.
A) Ileítis (“empedrado”); B) afectación extensa de íleon; C) estenosis en íleon terminal (“signo de la cuerda”); D) estenosis de la
anastomosis ileocólica en paciente con resección ileocecal previa. Hoy en día ha perdido relevancia a favor de la entero-RMN y
técnicas endoscópicas avanzadas como la cápsula o la enteroscopia. Cortesía del Dr. J.I. Domínguez. Hospital Sagrado Corazón
de Jesús. Huesca.
te. Si hay síntomas altos, se debe realizar una Desde el punto de vista práctico, cabe señalar que
gastroscopia, en la que se tomarán biopsias de si bien el valor predictivo positivo de la presencia
estómago y duodeno incluso cuando macroscó- de alteraciones típicas en la colonoscopia es muy
picamente no se detecten alteraciones. En mu- grande, el valor predictivo negativo es bajo cuando
chas ocasiones, y de forma casi obligatoria en la enfermedad de Crohn afecta al intestino delgado.
los brotes graves, está indicado hacer una TC. No se puede descartar una EC sin un estudio ade-
Esta permite detectar lesiones extraintestinales, cuado del intestino delgado, que en algunos casos
y, sobre todo identificar abscesos. En el caso de puede hacerse con enterorresonancia, y en otros
la enfermedad perianal, además de la explora- requiere del uso de la cápsula endoscópica.
ción física, la ecografía endoanal y la RMN son La variabilidad de la enfermedad a lo largo del
las exploraciones esenciales. El uso juicioso de tiempo nos obliga a desarrollar el concepto de ac-
las exploraciones complementarias, tiene como tividad. No siempre es factible disponer de datos
objetivos: establecer el diagnóstico, valorar la complementarios, y sería demasiado costoso y
actividad, valorar la extensión y valorar las com- arriesgado tener que llevar a cabo nuevas explo-
plicaciones2. raciones en cada valoración del paciente. Tanto
en los ensayos clínicos, como en la consulta del
❱❱ Pero el proceso no se detiene aquí. Es también
día a día, son precisos índices clínicos de actividad
fundamental llevar a cabo una evaluación de los
para un mejor seguimiento de los pacientes. Hay,
riesgos de complicaciones del tratamiento, que
literalmente, decenas de índices. Sin embargo, el
debe incluir: determinación de la actividad de
más sencillo y práctico (y que puede valorarse en
la TPMT (tio-purin-metil-transferasa), encuesta gran parte incluso telefónicamente) es el índice de
epidemiológica del riesgo de tuberculosis, prue- Harvey-Bradhsaw (tabla 3).
ba de Mantoux (y en caso de estar inmunosupri-
mido Booster), radiografía de tórax, y serología
de hepatitis B; como mínimo. En realidad, es re- Tratamiento
comendable un estudio algo más exhaustivo, si Para el tratamiento de las EII el clínico dispone de
seguimos los consensos europeos18 pero hemos muchas herramientas que incluyen: manipulaciones
seleccionado los puntos clave que no pueden dietéticas, fármacos y tratamiento quirúrgico. Cada
olvidarse. Es recomendable hacer un mínimo paciente requiere en cada momento una aproxi-
checklist de estos puntos en la historia clínica mación diferente. Antes de esbozar los conceptos
de todo paciente con EC, si es posible en el mo- esenciales cabe recordar algunos principios básicos.
mento del diagnóstico. Además de en la literatura que citaremos específica-
449
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 3. Índice de Harvey-Bradhsaw da, es uno de los puntos clave para conseguirla.
El paciente debe “interiorizar” la necesidad de
un tratamiento continuo de mantenimiento.
❱❱ Estado general Debemos enfrentar la enfermedad con el pa-
• Muy bueno 0 ciente y no hacia el paciente. El médico es un
• Regular 1 cooperador necesario para el éxito del trata-
• Malo 2 miento, pero la clave está en el propio paciente.
• Muy malo 3 ❱❱ En ocasiones el mejor tratamiento es, por el
• Terrible 4 contrario, ningún tratamiento. Algunos pacien-
❱❱ Dolor abdominal tes no requieren ninguna medicación. En mu-
chas ocasiones, en enfermedades crónicas, el
• Ausente 0
médico se siente inquieto si no prescribe ningún
• Leve 1
tratamiento como consecuencia del proceso
• Moderado 2 educativo al que ha sido sometido en la Facul-
• Intenso 3 tad (cada clase acaba con una prescripción).
❱❱ Número de deposiciones al día = Sólo deben utilizarse tratamientos avalados
❱❱ Masa abdominal científicamente o bien en el contexto de ensa-
• No 0 yos clínicos. Los tratamientos sin evidencia son
los más caros: se paga mucho por nada.
• Dudosa 1
• Definida 2 ❱❱ No se trata de enfermedades psicosomáticas, y
• Dolorosa 3 ningún tipo de terapia psíquica o ansiolítica cura
❱❱ Complicaciones estas entidades. Sólo son precisos los psicofár-
macos en aquellos pacientes diagnosticados de
• Artralgia 1
trastornos bien identificados, exactamente igual
• Uveítis 1 que en el resto de la población.
• Eritema nodoso 1
❱❱ Las soluciones mágicas (a menudo conocidas
• Aftas 1
como “alternativas”) no funcionan, y su anti-
• Pioderma 1
güedad o inocuidad no son pruebas de eficacia,
• Fístula anal 1 sino de que la ignorancia y la superstición abun-
• Absceso 1 dan incluso en el tecnificado siglo XXI. Además,
• Otras fístulas 1 no son inocuas, no sólo por sus posibles efectos
adversos, sino además porque, a menudo, difi-
Se suman todos los puntos, y en general < 5 es cultan o impiden que el paciente reciba el tra-
inactivo, 6 o más es activo, > 10 es grave. tamiento adecuado. Sólo hay dos medicinas: la
buena y la mala. No existen “alternativas” como
no existen “alternativas” a la física. La realidad
mente, recomendamos al lector revisar los capítulos es suficientemente maravillosa sin buscarle ex-
de enfermedad inflamatoria de la tercera edición plicaciones misteriosas21.
del Manual de Tratamiento de la Asociación Espa-
ñola de Gastroenterología19,20, accesible de forma ❱❱ La historia clínica previa de cada paciente es
libre en Internet (www.manualgastro.es). Conviene nuestra mejor aproximación actual a lo que
recordar algunos principios generales que pueden será la farmacogenómica en el futuro: la histo-
aplicarse a toda EII, y después detallaremos algunos ria clínica sigue siendo la herramienta esencial
aspectos clave de la EC. del clínico, y no puede ser sustituida por
ningún instrumento diagnóstico por sofisticado
❱❱ Se trata de enfermedades crónicas, incurables,
que parezca.
por lo que a menudo el paciente requiere tra-
tamiento en periodos asintomáticos. En estos ❱❱ El tratamiento debe ser individualizado, y es
periodos es especialmente difícil una buena muy conveniente establecer en cada caso no
adherencia al tratamiento y una buena relación sólo un plan a corto, sino también a medio y
médico-paciente, con una información detalla- largo plazo para el tratamiento integral del pa-
450
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
ciente. Este plan debe ser consensuado con el el contacto con programas activos de deshabitua-
paciente, y a menudo con sus allegados. ción. En la EC los fármacos que han demostrado
eficacia en ensayos clínicos son los corticoides (tan-
❱❱ La cirugía no es el tratamiento para los casos
to los llamados sistémicos como la budesonida),
desesperados: tiene sus indicaciones precisas, y
azatioprina (o mercaptopurina), metotrexato, in-
en esos casos retrasar su uso puede representar
fliximab, adalimumab, certolizumab, natalizumab y
un considerable daño (y riesgo) para el pacien-
en determinadas circunstancias los antibióticos (en
te. Especialmente importante resulta recordar
concreto metronidazol y ciprofloxacina)13,14 (tabla
este punto no sólo en el tratamiento de los
4). Además se ha demostrado, particularmente en
brotes graves de colitis ulcerosa, sino especial-
niños, un efecto terapéutico primario de la nutri-
mente en la enfermedad de Crohn con clínica
ción enteral (del que, por cierto, carece la nutrición
obstructiva.
parenteral). A pesar de su uso tan habitual, no hay
Tratamiento de la enfermedad datos convincentes que demuestren la eficacia de
los aminosalicilatos en la EC y, por tanto, su utiliza-
de Crohn ción no tiene una justificación clínica en la mayoría
En la EC el tratamiento depende de la extensión, de las circunstancias. Las circunstancias clínicas po-
el fenotipo clínico y la gravedad; siendo esencial el tenciales en la EC son mucho mayores que en la CU,
abandono del tabaquismo 3,19,20. En este punto, la pero vamos a tratar de sintetizar las más comunes.
intervención del médico no debe limitarse al simple
Brote leve
consejo. Además de una información exacta y deta-
llada sobre la influencia del tabaquismo en la evolu- En el brote leve ileal o ileocecal el fármaco más útil
ción de la EC, sería conveniente facilitar al paciente es la budesonida (9 mg al día, en una única dosis
❱❱ Comprobaciones obligatorias:
1) Se ha descartado infección activa SÍ NO
2) Se ha descartado absceso abdominal y/o perineal SÍ NO
3) Se ha descartado tuberculosis latente SÍ NO
3bis) Se ha confirmado tuberculosis latente pero está siendo correctamente tratada SÍ NO
4) Se ha descartado infección activa por virus de la Hepatitis B Sí NO
4bis) Hay infección por virus B pero está siendo tratada con antivirales SÍ NO
5) Se ha descartado una enfermedad desmielinizante SÍ NO
6) Se ha descartado una insuficiencia cardiaca avanzada SÍ NO
❱❱ Comprobaciones recomendadas
7) Se han valorado los antecedentes de cáncer y/o linfoma del paciente SÍ NO
8) Se ha reevaluado todo el calendario vacunal del paciente SÍ NO
8bis) Se ha completado el proceso de vacunación para inmunosuprimidos SÍ NO
9) Se ha descartado un embarazo SÍ NO
10) Se ha descartado una infección por VIH del paciente SÍ NO
11) Se ha descartado un antecedente de Lupus eritematoso SÍ NO
Interpretación: cualquier NO en las comprobaciones obligatorias contraindica de forma ABSOLUTA el uso del agen-
te biológico hasta no ser solucionado el problema. Cualquier NO en las comprobaciones recomendadas implica
reevaluar los pros y los contras del uso del agente biológico, y valorar de nuevo la indicación con un conocimiento
exacto de los riesgos por el paciente.
451
Sección 4. Intestino delgado y colon
preferiblemente matinal), que también puede ser tanto de las últimas recomendaciones3,22,23. Es im-
de utilidad en los brotes moderados de estas lo- portante saber de antemano qué se puede esperar
calizaciones. Con pocos efectos secundarios, es con el tratamiento, cuáles son las tasas de respues-
claramente superior al placebo. En algunos casos, ta, remisión, y el tiempo medio hasta alcanzarlas24.
lo más razonable es mantener una actitud expec- Algunos datos recientes sugieren fuertemente que
tante, y algunos datos sugieren que en la afección estos cambios en el tratamiento sí que están te-
leve del colon el metronidazol (1 gramo al día en niendo efectos positivos en la historia natural de la
dos dosis de 500 mg) y/o la ciprofloxacina (1 gramo EC25. Otros estudios, sin embargo, demuestran que
al día en dos dosis de 500 mg) pueden ser eficaces, salirse de las normas establecidas fuera del contex-
con escasos riesgos. A menudo sólo es preciso, no to de los ensayos clínicos podría tener consecuen-
obstante, el tratamiento sintomático. Es prudente cias muy negativas a largo plazo para el paciente26.
reevaluar al paciente, tanto clínica como analítica-
Brote grave
mente, y si en dos a cuatro semanas no hay mejo-
ría, se debe tratar como un brote moderado. En ocasiones, no siempre fáciles de definir, el pa-
ciente presenta una situación de gravedad que re-
Brote moderado quiere ingreso hospitalario. En la EC es obligatorio
En el brote moderado, sea cual sea la localización, los descartar, en esa circunstancia, una complicación
esteroides son, probablemente, la mejor alternativa. infecciosa, porque los síntomas del absceso (dolor
En los brotes ileales o ileocecales se puede empezar abdominal y fiebre) son indistinguibles de los de
con budesonida, y si en dos semanas no se observa la enfermedad primaria. Es más, muy a menudo
ninguna mejoría o la enfermedad se localiza en el co- los síntomas dependen de la acción conjunta de
lon, se debe utilizar prednisona (o equivalente) a una la enfermedad y una complicación infecciosa si-
dosis de 1 mg/kg/día, para reevaluar al paciente en multáneamente. El tratamiento del brote grave se
unas dos semanas. Si se objetiva una clara respuesta basa en los esteroides (probablemente sea mejor
se comenzará el descenso de la dosis, tras mantener utilizar la vía intravenosa en estos casos para ase-
la dosis alta dos a tres semanas, y lo más sencillo es gurar la ausencia de problemas de biodisponibili-
quitar 10 mg de la dosis diaria cada 7 días hasta lle- dad), prevenir las complicaciones, y en el uso de
gar a una dosis de 30 mg/día, para luego continuar agentes biológicos y/o la cirugía en casos concre-
descendiendo la dosis a razón de 5 mg/día cada tos. Las circunstancias de cada caso indican qué
semana. Una alternativa, especialmente útil en ni- alternativa es la más correcta: es absolutamente
ños, es administrar una nutrición enteral completa, precisa una completa evaluación diagnóstica antes
lo que ha demostrado ser superior al placebo. La de recomendar las decisiones. Se pueden dar tan-
nutrición parenteral no tiene este efecto, y sólo tos escenarios, que es imposible revisarlos todos,
está indicada cuando es necesaria por la situación por ello las recomendaciones contenidas en los
nutricional del paciente. consensos de la ECCO (European Crohn and Co-
litis Organization) son muy numerosos3. La publi-
Si en ocasiones anteriores el paciente no ha respon- cación que los resume es de acceso libre en internet
dido a los esteroides y/o se ha producido toxicidad (www.ecco-ibd.eu). Debemos mencionar como
significativa, el infliximab o el adalimumab pueden particularmente importante, por su influencia en
ser una buena opción para inducir la remisión. El la mortalidad intrahospitalaria, que es absoluta-
infliximab se utiliza habitualmente a una dosis de mente clave la prevención de la trombosis venosa
5 mg/kg de peso por vía intravenosa, y cuando se profunda15.
inicia el tratamiento se recomienda una pauta de
“inducción” con dosis los días 1, 14 y 42; para a par-
tir de ese momento establecer una pauta de man-
Complicaciones intraabdominales
tenimiento cada 8 semanas22,23. El adalimumab se Casi un 25% de los pacientes con EC presentarán
inicia a una dosis de 160 mg subcutáneos el primer un absceso intraabdominal como complicación
día, 80 mg el día 14 y 40 mg cada dos semanas a evolutiva a lo largo de su vida. La historia natural
partir de la tercera dosis22,23. Utilizar el tratamiento de esta complicación suele iniciarse con una fisura
con estos agentes “biológicos” implica conocer la profunda que al penetrar a lo largo de la pared, lle-
respuesta a diversos interrogantes, muy cambian- ga a alcanzar la serosa provocando finalmente una
tes en cada paciente, con una evidencia que se perforación cubierta. El paso de contenido intesti-
acumula muy rápidamente y que obliga a estar al nal y de gérmenes entéricos por este trayecto y su
452
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
453
Sección 4. Intestino delgado y colon
A B
C D
Figura 6. La TC abdominal es una prueba diagnóstica necesaria en los brotes graves. Permite detectar lesiones extraintestinales,
y, sobre todo identificar abscesos: A) estenosis en íleon terminal (flechas) (CA: colon ascendente); B) imágenes en “peine” en un
paciente con una enfermedad de Crohn extensa. Se visualizan los vasos mesentéricos muy claros (flecha) por la intensa vasculariza-
ción que corresponde a la inflamación aguda; C) absceso de psoas derecho (flechas). El paciente acudía por impotencia funcional
en la extremidad inferior derecha y dolor abdominal. D) Absceso de psoas izdo. (flecha) en contigüidad con un absceso pericólico.
Cortesía de los Drs. Freire y Benito. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.
454
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
80 mg semanales en algunos casos más infre- y/o infliximab para aumentar las garantías de
cuentes. éxito terapéutico.
❱❱ La cirugía no representa una curación y lo habi- ❱❱ Si la fístula no ha cerrado tras el tratamiento
tual es que la enfermedad “recurra”, por lo que agudo la administración de azatioprina o mer-
en muchos pacientes operados también es pru- captopurina a largo plazo ha demostrado una
dente el tratamiento de mantenimiento, siendo, eficacia contrastada, aunque escasa puesto que
probablemente, la mejor opción la azatioprina sólo en el 40% de los pacientes se produce un
indefinida, combinada con metronidazol los tres cierre definitivo de las fístulas.
primeros meses. Aunque limitados por su coste, ❱❱ Los casos refractarios o intolerantes a la azatio-
y en menor grado por sus riesgos, los agentes prina (hepatitis tóxica, supresión de la médula
biológicos están adquiriendo un papel cada vez ósea, anemia o pancreatitis) pueden responder
más preeminente en el tratamiento de la EC. al infliximab. De hecho, en ocasiones es pruden-
De hecho, se tiende a utilizarlos cada vez más te instaurar desde el principio el tratamiento
precozmente, y en el caso del infliximab sus in- con infliximab, para dejar tiempo a que la aza-
dicaciones se han extendido a la enfermedad tioprina sea efectiva.
pediátrica y la prevención de la recurrencia (y
probablemente se extenderán al adalimumab ❱❱ El tacrolimus puede ser eficaz en algunos pa-
en un futuro próximo). cientes, y existen datos que sugieren que el ada-
limumab también puede ser una alternativa.
❱❱ Algunos datos sugieren, como se ha demos-
trado en la artritis reumatoide, que el uso más ❱❱ Los casos refractarios a todas estas medidas,
precoz de estos agentes puede modificar la his- incluyendo el desbridamiento quirúrgico pue-
toria natural de la enfermedad disminuyendo den ser subsidiarios de una resección del recto
las complicaciones a largo plazo22,24. No obstan- y colon afectados por la enfermedad con una
te, a pesar de los 11 años que hemos utilizado colostomía o ileostomía terminal (figura 8). Una
estos agentes todavía hay muchas cosas por revisión más exhaustiva de la enfermedad pe-
definir que hacen bastante difíciles algunas de- rianal puede ser consultada en el capítulo 33. El
cisiones3,23. capítulo 5 expone de forma detallada los ries-
gos y complicaciones inherentes al tratamiento
con inmunomoduladores y terapias biológicas y
Enfermedad perianal el capítulo 21 el papel de la nutrición en estas
La enfermedad perianal exige de una aproximación enfermedades.
específica y un tratamiento personalizado para Probablemente los puntos esenciales en los que
cada paciente20. Deben tenerse en cuenta las si- puede contribuir el médico de familia son:
guientes recomendaciones:
❱❱ Alto índice de sospecha diagnóstica (particular-
❱❱ Los abscesos perianales pueden drenarse me- mente si hay antecedentes familiares).
diante una pequeña incisión en la piel con anes-
tesia local. ❱❱ Insistencia en la adherencia al tratamiento en
las fases crónicas de la enfermedad.
❱❱ Una inspección completa del trayecto fistulo-
so exige un examen minucioso con anestesia ❱❱ Detección precoz de los brotes e inicio del trata-
miento lo antes posible.
general.
❱❱ Educación permanente del paciente.
❱❱ Una vez que el absceso ha sido drenado debe
instaurarse un tratamiento médico que favo- ❱❱ Control de los pacientes en tratamiento médico
rezca el cierre de la fístula. El paso inicial suele continuo con inmunosupresores y biológicos.
ser la administración de metronidazol y cipro-
❱❱ Contribuir al abandono del hábito tabáquico.
floxacina.
❱❱ Actuar como contacto con el equipo de la Uni-
❱❱ En este punto es esencial conocer además si
dad de Enfermedad Inflamatoria.
existe actividad o no de la enfermedad intesti-
nal. Si el recto presenta inflamación activa, se A menudo los médicos de familia se muestran re-
precisa tratamiento simultáneo con esteroides ticentes a instaurar cualquier tratamiento médico
455
Sección 4. Intestino delgado y colon
456
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn
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Sección 4. Intestino delgado y colon
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32 Colitis ulcerosa
Elena Ricart
Departamento de Gastroenterología.
Hospital Clínic. Barcelona
IDIBAPS y CIBERehd
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 459
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Criterios clínicos.
• Rectorragias.
• Diarrea crónica (en un 10% de los casos puede haber estreñimiento).
• Dolor abdominal.
• Manifestaciones extraintestinales.
❱❱ Criterios endoscópicos.
• Mucosa eritematosa, granular, edematosa y/o friable.
• Exudados o ulceraciones.
• Friabilidad espontánea o al roce.
• Pseudopólipos y pólipos.
• Lesiones continuas y con afectación prácticamente constante del recto.
❱❱ Criterios radiológicos.
• Cambios mucosos: mucosa granular, úlceras espiculares o en botón de camisa, pseudopólipos.
• Cambios de calibre, aumento del espacio recto-sacro.
• Acortamiento del colon.
• Pérdida de haustración.
❱❱ Criterios histológicos .
• Mayores: inflamación exclusiva de la mucosa, úlceras superficiales, distorsión de las criptas, microabscesos,
depleción de células caliciformes.
• Menores: infiltrado inflamatorio crónico difuso, aumento de la vascularización mucosa, metaplasia de células
de Paneth, atrofia mucosa, hipertrofia linfoide.
do a la inflamación del recto. Cuando la afectación y/o un déficit de hierro, así como hipoalbuminemia
rectal es intensa se produce la emisión frecuente y elevación de reactantes de fase aguda2.
de pequeñas cantidades de sangre y moco, aisla-
La colonoscopia con toma de biopsias es la explo-
das o junto a pequeña cantidad de heces líquidas.
ración complementaria que permite confirmar el
Asimismo, estos pacientes pueden presentar el de-
diagnóstico de CU. La afectación macroscópica de
nominado “síndrome rectal”, término que incluye la mucosa es difusa y continua (sin áreas interle-
urgencia, incontinencia y tenesmo rectal. Algunos sionales aparentemente sanas), afectando desde
pacientes con colitis izquierda presentan estreñi- el recto en sentido proximal. Las lesiones varían
miento en lugar de diarrea durante los brotes. Se en función de la gravedad del brote. En los casos
aduce, en estos casos, que la actividad inflamatoria más leves aparece disminución o desaparición del
provoca un estado de espasticidad que enlentece patrón vascular, edema y eritema mientras que en
el tránsito. casos más graves aparecen úlceras de diversos ta-
La falta de especificidad de las alteraciones analíti- maños y sangrado espontáneo al roce3 (figura 1).
cas que se pueden presentar en la CU hace que los El examen histológico permite obtener datos de
estudios de laboratorio no sean herramientas muy gran valor para el diagnóstico de CU. No obstante,
útiles a la hora de establecer el diagnóstico de esta los hallazgos no son exclusivos de esta entidad y
enfermedad pero sí para valorar la actividad clínica están en estrecha relación con el grado de activi-
de la misma. Así, mientras los pacientes que debu- dad inflamatoria. En los brotes agudos la mucosa
tan con una enfermedad leve no suelen mostrar presenta un importante infiltrado inflamatorio
alteraciones en los valores de laboratorio, aquellos compuesto por linfocitos y células plasmáticas, jun-
que presentan brotes moderados o graves pueden to a neutrófilos que aparecen predominantemente
cursar con anemia de mayor o menor intensidad en las criptas, formando abscesos crípticos muy
460
32. Colitis ulcerosa
A B C
Figura 1. Hallazgos endoscópicos en la CU según su gravedad de las lesiones de la mucosa: A) Leve (eritema, disminución del
patrón vascular, discreta friabilidad); B) Moderada (marcado eritema, ausencia del patrón vascular, friabilidad y erosiones);
C) Grave (exudado y hemorragia espontánea, úlceras profundas).
461
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Extensión (E).
• E 1 Proctitis ulcerosa: afección limitada al recto (el límite superior de la inflamación no supera la unión
rectosigmoidea).
• E 2 Colitis izquierda (o colitis distal): afección limitada al colon izquierdo (el límite superior de la inflamación
no supera el ángulo esplénico).
• E 3 Colitis extensa (pancolitis): afección que se extiende más allá del ángulo esplénico.
❱❱ Gravedad (S)
• S 0 Colitis en remisión (colitis silente): no hay síntomas de la enfermedad.
• S 1 Colitis leve: presencia de cuatro o menos deposiciones al día con sangre, sin fiebre, leucocitosis,
taquicardia, anemia ni aumento de la VSG.
• S 2 Colitis moderada: criterios intermedios entre leve y grave, siempre con signos de afección sistémica leves.
• S 3 Colitis grave: presencia de seis o más deposiciones diarias con sangre, fiebre, leucocitosis, taquicardia,
anemia y aumento de la VSG, a menudo con signos de afección (“toxicidad”) sistémica grave.
Inactiva: 9- 10
Leve: 11- 15
Moderada: 16- 21
Grave: 22- 27
462
32. Colitis ulcerosa
Variable Puntuación
1. Frecuencia defecatoria
Normal 0
1-2 dep/día más de lo habitual 1
3-4 dep/día más de lo habitual 2
> 4 dep/día más de lo habitual 3
2. Sangrado rectal
Ninguno 0
Hilos hemáticos en menos de la mitad de las deposiciones 1
Sangrado visible en la mayoría de las deposiciones 2
Rectorragias sin heces 3
4. Valoración médica
Normal 0
Leve 1
Moderado 2
Grave 3
de un brote, como para prevenir y/o disminuir el CU activa leve o moderada y son los fármacos de
riesgo de recidiva. El lector puede consultar en la elección en esta situación clínica10,11. A pesar de
tabla 5 pautas concretas de actuación en función que los 5-ASA tienen un coste económico más ele-
de la gravedad de los brotes. Especialmente en vado, su mejor perfil de seguridad se ha traducido
los casos en que el brote debuta con diarrea (a en una reducción progresiva de la utilización de la
menudo sanguinolenta) resulta prudente conside- salazopirina en la práctica clínica aunque esta últi-
rar la posibilidad de una infección gastrointestinal ma podría ser de elección para aquellos pacientes
concomitante, mediante el examen bacteriológico con manifestaciones articulares de la enfermedad y
de las heces, con el fin de excluir la presencia de buena tolerancia al fármaco.
un patógeno entérico subsidiario de tratamiento
específico. Éstos incluyen básicamente la toxina Entre los compuestos de 5-ASA, la mesalazina es la
de Clostridium difficile, Salmonella, Shigella, Cam- única utilizada en nuestro medio ya que otras mo-
pylobacter, Aeromonas, Escherichia coli 0157:H7 y léculas no están disponibles, bien por haber sido
enfermedades de transmisión sexual en pacientes retiradas del mercado español (olsalazina), bien
con proctitis. por no haber sido comercializadas (balsalazida). La
mesalazina se halla disponible tanto para adminis-
Inducción de la remisión tración oral (comprimidos, gránulos) como tópica
(supositorios, enemas líquidos o en espuma). Este
Aminosalicilatos aspecto es altamente relevante teniendo en cuenta
Tanto la salazopirina como los aminosalicilatos (5- que los compuestos de 5-ASA tienen efecto tópico
ASA) son superiores al placebo para la inducción de y que una vez absorbidos son rápidamente acetila-
la remisión tanto, clínica como endoscópica, en la dos, dando lugar a metabolitos inactivos.
463
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Brote leve–moderado.
a. Proctitis ulcerosa.
• Salicilatos tópicos [los supositorios se toleran mejor que los enemas].
b. Colitis distal y extensa [tratamiento combinado por vía sistémica y tópica].
• Salicilatos sistémicos vía oral.
– 5-ASA ≥ 3 g/día.
– Alternativas al 5-ASA.
- Sulfasalazina [2-4 g/día] si buena tolerancia. Considerar especialmente en pacientes con síntomas
articulares concomitantes.
- Dipropionato de beclometasona, 5 mg vo/24h. Considerar especialmente en pacientes que llevaban
terapia de mantenimiento con 5-ASA a dosis > 2 g/día. No es una alternativa al 5-ASA sino una
terapia complementaria.
• Tratamiento tópico
– Enemas de 5-ASA (1-4 g/día) ( > efectividad que los enemas de esteroides).
– Alternativas a los enemas de 5-ASA.
- 5-ASA en espuma (1-4 g/día).
- Enemas de budesonida (2 mg/12-24h).
- Espuma de acetato de triamcinolona (1-2 aplicaciones/día).
• En caso de no respuesta después de 2-4 semanas:
– Corticoesteroides de acción sistémica (1 mg/kg de prednisona o dosis equivalente de otros esteroides).
• En ausencia de respuesta después de 3-5 días tratar al paciente como si sufriera un brote grave.
❱❱ Brote grave
Medidas generales:
• Nutrición:
– Mantener la dieta oral siempre que sea posible.
– En el caso de precisar nutrición artificial, es de elección la vía enteral (más fisiológica, más económica y
con menos efectos adversos).
– Reservar la nutrición parenteral exclusivamente para casos de intolerancia a la nutrición enteral o
complicaciones locales graves, incluyendo obstrucción intestinal, hemorragia masiva, megacolon tóxico
o sospecha de perforación.
• Efectuar siempre Rx simple de abdomen para obtener una aproximación inicial a la extensión de la colitis
(las heces no se localizan habitualmente en la mucosa inflamada) y descartar megacolon tóxico, gas
intramural (premonitorio de perforación) o neumoperitoneo. Monitorizar la evolución radiológica cada
24-48 h durante el seguimiento del brote1.
• Solicitar cultivos para la detección de gémenes enteroinvasivos, incluyendo parásitos y la toxina de
Clostridium difficile.
• Efectuar rectosigmoidoscopia sin preparación y con baja insuflación y tomar biopsias de la mucosa para
excluir sobreinfección por CMV.
• Profilaxis de tromboembolismo con heparina (excepto en casos de hemorragia masiva).
Medidas específicas:
• Corticoesteroides sistémicos:
– 1 mg/kg/día de prednisona o 0,8 mg/kg/día de metilprednisolona o dosis equivalente de otros
esteroides (dosis única, perfusión continua o dosis fragmentadas son igualmente eficaces).
– Administración de suplementos de calcio (1-1,5 g/día) y Vit D (800 ui/día) como prevención de la
pérdida de masa ósea.
• Enemas (o espuma) de 5-ASA (1-2 dosis diarias) cuando los síntomas rectales son prominentes.
• Los pacientes que no toleran los enemas de 5-ASA pueden beneficiarse de un goteo intrarrectal de
hidrocortisona (100 mg en 200 cc de agua) cada 8-12 h.
464
32. Colitis ulcerosa
• Si el paciente presenta corticorrefractariedad con falta de respuesta a los 3-5 días, puede plantearse
tratamiento con ciclosporina iv o infliximab:
– Opción 1: tratamiento con CyA iv.
- Dosis inicial de 2 mg/kg/día dividida en dos dosis fraccionadas.
- Medir niveles de CyA cada 2-3 días y ajustar posteriormente la dosis para mantener niveles
plasmáticos de CyA entre 150-250 ng/ml (efectuar la extracción antes de administrar el fármaco).
- Control estricto de las cifras de presión arterial, control de la función renal cada 2-3 días y niveles de
colesterolemia (por debajo de 120 mg/dl aumenta la probabilidad de temblor y convulsiones).
- Prolongar el tratamiento un mínimo de 7 días durante los cuales deben mantenerse los
corticoesteroides a las mismas dosis.
- Opcionalmente puede llevarse a cabo profilaxis de neumonía por Pneumocistis jiroveci con
cotrimoxazol, tres veces por semana (igualmente efectiva que la dosis diaria y con menor probabilidad
de aumentar la nefrotoxicidad por CyA1).
- Si se documenta la existencia de una sobreinfección por CMV administrar de forma simultánea
ganciclovir a la dosis de 5 mg/kg/día por vía iv. Alternativamente puede emplearse vanganciclovir
a la dosis de 900 mg/día. Ambas estrategias son eficaces y contribuyen a prevenir además infecciones
por otros herpesvirus como el VHS y el VEB, a la vez que disminuyen el riesgo de bacteriemias
e infecciones fúngicas, cuya prevalencia aumenta en presencia del CMV debido a sus propiedades
inmunomoduladoras.
– Opción 2. Infliximab a la dosis de 5 mg/kg/iv.
- Especialmente en pacientes con insuficiencia renal, hipertensión arterial o niveles plasmáticos de
colesterol < 120 mg, en los que la CyA está contraindicada.
- Antes es imprescindible disponer del estado de infección por VHB (HBsAg, AcHBc) y descartar
tuberculosis activa o latente y/o contactos recientes mediante anamnesis dirigida, Rx tórax, test de
tuberculina y/o test de producción de interferón gamma.
1
El lector puede ampliar información sobre el megacolon tóxico y los criterios para su diagnóstico (criterios de
Jalan) en el capítulo 37.
2
Green H, Paul M, Vidal L, Leibovici L. Profilaxis para la neumonía por Pneumocystiscarinii (NPC) en pacientes
inmunocomprometidos sin infección por VIH (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008
Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The
Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley&Sons, Ltd.).
La eficacia de 5-ASA en la inducción de la remi- rectorragia) es inferior cuando se utiliza una terapia
sión depende de la dosis utilizada, por lo que se combinada (oral y tópica) que cuando se prescribe
recomienda la utilización de dosis no inferiores a monoterapia. Los aminosalicilatos son más eficaces
3 gramos/día cuando se administra por vía oral. que los esteroides rectales, por lo que éstos deben
Sin embargo, estos resultados no se han reprodu- constituir el tratamiento tópico de elección como
cido en estudios específicamente diseñados para monoterapia o como adyuvante a 5-ASA oral o es-
comparar distintas dosificaciones de 5-ASA en la teroides sistémicos.
CU activa. La administración de dosis más elevadas Se considera que el efecto terapéutico de los 5-ASA
podría conseguir un efecto más rápido sin aumen- debe verificarse tras 1-2 semanas de tratamiento y,
tar la incidencia de efectos adversos12. En el caso aunque no se ha establecido una duración mínima,
de la administración tópica, la dosificación utilizada se aconseja mantener la misma dosis durante unas
en los distintos estudios ha sido muy variable, osci- seis semanas si se evidencia respuesta clínica. En
lando entre 1-4 gramos/día, sin haberse asociado este punto es importante informar al paciente de
la eficacia a la dosis utilizada. Diversos estudios co- que la mejoría o desaparición de los síntomas suele
inciden en señalar que, si bien la eficacia en inducir preceder en el tiempo a la desaparición de las lesio-
la remisión no aumenta, el tiempo para obtener la nes y que un abandono precoz del tratamiento pue-
respuesta (en especial para obtener el cese de la de favorecer la aparición de una recidiva precoz.
465
Sección 4. Intestino delgado y colon
El perfil de seguridad de mesalazina es muy bueno, mantes desde el punto de vista médico son: la os-
siendo infrecuentes los efectos adversos a corto teonecrosis aséptica, osteoporosis, hiperglucemia,
plazo. Entre éstos, la cefalea (especialmente cuan- dislipemia, cataratas, psicopatía (manía corticoi-
do se utilizan dosis elevadas), la diarrea, el dolor dea), trastornos del sueño, concentración o con-
abdominal o la dispepsia son los más frecuentes. ducta o el retraso del crecimiento en niños.
Se ha descrito la nefritis intersticial por mesalazina,
Dado el efecto prácticamente constante (especial-
aunque es altamente infrecuente.
mente en los primeros días de tratamiento) de los
Corticoides esteroides sobre la pérdida de masa ósea, es acon-
sejable la administración de calcio (1-1,5 g/día) y
Los corticoides son el tratamiento de elección de los vitamina D (800 ui/día) de forma concomitante.
brotes de actividad moderada a grave5. La principal
ventaja de los corticoides reside en su rapidez de Ciclosporina
acción. Los estudios epidemiológicos más recientes La ciclosporina A (CyA) es un inhibidor de la calci-
coinciden en señalar que aquellos pacientes con neurina que actúa bloqueando de forma directa la
un brote moderado-grave de CU que no mejoran proliferación de linfocitos T. La CyA ha representa-
tras tres días de tratamiento con corticoides en- do, durante los años previos a la introducción de in-
dovenosos presentan un elevado riesgo de colec- fliximab, la única alternativa a la proctocolectomía
tomía, por lo que es posible decidir qué pacientes en los pacientes con CU grave refractaria a corticoi-
son candidatos a iniciar tratamientos de rescate de des. Desde la publicación del único estudio contro-
una forma precoz, evitando de este modo su dete- lado con placebo de Lichtiger et al 8, que demostró
rioro nutricional y reduciendo los efectos adversos la eficacia de CyA administrada por vía endovenosa
secundarios al uso prolongado de corticoides13. La en dosis de 4 mg/kg/día en pacientes con CU re-
eficacia de los corticoides sistémicos para inducir fractaria al tratamiento con corticoides endove-
la remisión se sitúa alrededor del 50-80% según nosos, numerosos estudios retrospectivos y series
distintas series. Tras un primer curso de corticoides de pacientes han corroborado que la CyA es eficaz
por un brote de actividad de CU, un 28% de los pa- para el tratamiento del brote grave de CU y evita la
cientes presentan corticorrefractariedad y un 22%, colectomía urgente en un 60-70% de los casos 14.
corticodependencia. Por tanto, los corticoides son
realmente útiles sólo en el 50% de los pacientes La limitación más importante del uso de ciclosporina
tratados. La eficacia no parece depender del tipo es su toxicidad. En este sentido, un estudio controla-
de corticoide utilizado (ACTH, hidrocortisona, me- do demostró que CyA administrada a dosis inferiores
tilprednisolona, prednisona) o de la forma de ad- (2 mg/kg/día) es igual de eficaz que la considerada
ministración. Aunque el manejo de los corticoides como estándar de 4 mg/kg/día, con menor frecuen-
varía de forma significativa de un país a otro, en cia de efectos adversos, aunque la dosis final debe
general se considera que una vez se decide iniciar ajustarse siempre a los niveles plasmáticos del fár-
corticoterapia ésta debe pautarse a dosis plenas maco (150-250 ng/ml) y a la aparición de efectos
(1 mg/kg/día, o en su defecto un mínimo de 40-60 adversos. Los efectos adversos más frecuentes in-
mg/día de prednisona o equivalente). En los bro- cluyen: neurotoxicidad (especialmente en pacien-
tes moderados pueden administrarse por vía oral, tes con niveles de colesterol inferiores a 120 mg/
siendo aconsejable la administración endovenosa dl), hiperplasia gingival, hirsutismo, nefrotoxicidad
en los brotes graves. Una vez se obtiene respuesta y riesgo de infecciones oportunistas. En este punto
clínica, se inicia una pauta de retirada progresiva es importante la toma de biopsias del colon para la
que suele durar de seis a diez semanas (dependien- exclusión de una sobreinfección por citomegalovirus
do de la dosis inicial y del ritmo de retirada). (CMV) antes de comenzar el tratamiento. Su presen-
cia no contraindica el empleo de CyA iv pero obliga
La aparición de efectos adversos a las dosis y pautas a incorporar el ganciclovir de forma concomitante.
utilizadas habitualmente en la CU es prácticamen- Otra precaución a tomar en aquellos pacientes trata-
te constante. Acné, obesidad troncular, hirsutismo, dos con CyA en el contexto de un brote grave, aun-
estrías cutáneas o miopatía esteroidea son efectos que sin un nivel de evidencia importante que permi-
secundarios muy frecuentes y especialmente mal ta sustentar la recomendación, es la prevención de
tolerados por estos pacientes, en general jóvenes la neumonía por Neumocistis jirovecii (trimetropin-
y activos tanto social como laboralmente. Otros sulfametoxazol). La tabla 5 incluye algunos aspectos
efectos adversos menos frecuentes pero más alar- complementarios que deben ser firmemente consi-
466
32. Colitis ulcerosa
derados en el manejo de un brote grave (figura 2). de administrar CyA en monoterapia para el control
Finalmente, en pacientes con buena respuesta a CyA de brotes moderados o graves.
endovenosa no parece necesario el cambio a CyA en
Por último, la experiencia con el uso de CyA en
microemulsión oral durante 3-6 meses como puente
microemulsión oral es todavía escasa, aunque los
a las tiopurinas (como se había aconsejado clásica-
datos publicados la convierten en una opción atrac-
mente), de forma que al acortar del tiempo de trata-
tiva en pacientes con respuesta parcial a esteroides
miento puede mejorar de forma significativa el perfil
o sin respuesta a éstos pero con actividad modera-
de seguridad15.
da. Una dosis oral de 4-6 mg/kg/día equivale a una
En un estudio controlado, CyA se mostró tan eficaz dosis de 2 mg/kg/día administrada por vía endo-
como los esteroides convencionales en la induc- venosa. Existen datos similares con el uso de otro
ción de la remisión en CU activa grave. Por tanto, calcineurínico, el tacrolimus o FK 506, procedentes
en pacientes con intolerancia, antecedentes de de series retrospectivas o de estudios abiertos, más
efectos adversos graves o situaciones en las que utilizado que CyA en algunos países del centro de
sea desaconsejable el uso de esteroides (p.e. os- Europa por su manejo más fácil a medio y largo
teoporosis), debe tenerse en cuenta la posibilidad plazo.
A B
C D
Figura 2. Un paciente de 62 años con un brote grave de colitis ulcerosa con criterios de corticorrefractariedad fue tratado con
CyA endovenosa. El enfermo presentó una hemorragia grave que obligó a realizar una colectomía total. El análisis de la pieza
operatoria mostró la presencia de citomegalovirus y el enfermo falleció finalmente por una neumonía postoperatoria que fue la
causa de un distrés respiratorio. El lavado broncoalveolar demostró la presencia de Pnemocystiis jiroveci. (a) Gran inclusión in-
tranuclear en una célula del revestimiento vascular (H-E, 100x); (b) La tinción inmunohistoquímica para citomegalovirus muestra
tinción nuclear y también citoplasmática (CMV, 100x). (c). Rx Tórax PA-L que muestra infiltrados retículo-nodulares y acinosos
de distribución preferentemente central y media en ambos pulmones. (d) Los cortes de TAC de alta resolución confirman la
afectación parenquimatosa e intersticial y la ausencia de compromiso mediastínico o pleural. La presentación radiológica es
característica de infección por Pneumocistis speciaes. El lavado broncoalveolar confirmó la presencia de Pneumocistis jirovecci.
Imágenes cedidas con permiso por los Drs. Jesús Vera (patólogo) y Jose María Marín (neumólogo).
467
Sección 4. Intestino delgado y colon
468
32. Colitis ulcerosa
controles hematológicos y de la función hepática tiva para pacientes pediátricos o pacientes con in-
de forma trimestral mientras se mantiene el tra- tolerancia a múltiples fármacos.
tamiento. Otro factor limitante de estos fármacos
es su inicio de acción lento, considerándose que su Tratamiento quirúrgico de la colitis
efecto terapéutico se hace patente entre los dos y
seis meses. ulcerosa
Infliximab A pesar de los avances en el tratamiento médico,
aproximadamente un 30-40% de pacientes con CU
Infliximab es un fármaco eficaz para mantener la requieren tratamiento quirúrgico para el control de
remisión en la colitis ulcerosa. Los estudios ACT-I y su enfermedad.
ACT-II mostraron que un 35-40% de los pacientes
se mantenía en remisión a los seis meses del inicio Las indicaciones quirúrgicas en el tratamiento de la
del tratamiento y que un 20-25% de los pacientes CU incluyen: megacolon tóxico, perforación, hemo-
que recibían tratamiento con corticoides en el mo- rragia grave, refractariedad al tratamiento médico
mento de la inclusión en el estudio se mantenían y displasia/cáncer. Retrasar la cirugía en pacientes
en remisión y sin esteroides6. Series posteriores de refractarios al tratamiento médico aumenta el ries-
pacientes que reflejan la realidad de la práctica clí- go de complicaciones postoperatorias. Esto pone
nica diaria han corroborado esta eficacia con tasas de manifiesto la importancia de valorar al paciente
de remisión más elevadas. conjuntamente con el equipo quirúrgico y no retra-
sar la colectomía más de lo necesario, especialmen-
Otras alternativas te en los brotes graves. La intervención quirúrgica
recomendada en un brote grave de CU es la colec-
Al igual que ocurría con el tratamiento para inducir
tomía con ileostomía manteniendo el recto in situ.
la remisión, existen pocas alternativas a aminosali-
La cirugía reconstructiva del tránsito intestinal me-
cilatos y tiopurinas para mantener la remisión en la
diante proctectomía y reservorio ileoanal se realiza
CU. Se dispone de datos prometedores con el uso
habitualmente tras unos meses de la cirugía inicial,
de probióticos como E. coli Nissle 1917 o de algunos
siendo el reservorio ileoanal en J el más utilizado
prebióticos como Plantago ovata, que se han mos-
(figura 3).
trado tan eficaces como la mesalazina en estudios
controlados. En los casos electivos, en los que el paciente pre-
senta un buen estado general, nutricional y con ba-
Existe mucha controversia sobre el uso de meto-
jos requerimientos de medicación, la intervención
trexato en la CU corticodependiente con fracaso
puede realizarse en un solo tiempo quirúrgico.
previo o intolerancia a tiopurinas, los datos al res-
pecto son todavía escasos y discordantes, por lo La realización de una proctocolectomía total con re-
que son necesarios estudios controlados correcta- servorio ileoanal está contraindicada en pacientes
mente diseñados19,20. con disfunción esfinteriana grave, en pacientes con
irradiación pélvica previa y en pacientes con discapa-
Igualmente, los datos acerca de la eficacia de la leu-
cidad psíquica importante, por los malos resultados
cocitoaféresis en el tratamiento de la CU son con-
en cuanto a calidad de vida. También deben conside-
trovertidos. Tras múltiples estudios no controlados
rarse contraindicaciones relativas la edad superior a
que demostraban su eficacia en series abiertas de
sesenta-setenta años y la obesidad importante.
pacientes, el estudio randomizado procedente de
los Estados Unidos no mostró diferencias significa- La cirugía laparoscópica presenta una serie de ven-
tivas entre la leucocitoaféresis con Adacolumn® y tajas respecto a la cirugía convencional, ventajas
las columnas simuladas (placebo)21. No obstante, que aparecen principalmente en el periodo posto-
se están llevando a cabo nuevos estudios contro- peratorio y que están relacionadas con la menor
lados para establecer el papel que puede desem- agresión quirúrgica que supone este tipo de ciru-
peñar este tipo de terapia, especialmente en la CU gía. Estas ventajas incluyen: menor dolor postope-
corticodependiente. La principal ventaja de este ratorio, menor incidencia de íleo paralítico, menor
tratamiento es su perfil de seguridad difícilmente incidencia de complicaciones y una movilización
mejorable, con una incidencia de efectos adversos más rápida del paciente, todo lo cual deriva en una
atribuibles a la técnica casi inexistente, lo que la recuperación más rápida del paciente y una incor-
convierte en una alternativa terapéutica muy atrac- poración más precoz a sus actividades habituales.
469
Sección 4. Intestino delgado y colon
Íleon
Reservorio Manguito
ileal rectal
Ano
Esfínter
anal
Otra de las ventajas de la cirugía laparoscópica, que La administración de 5-ASA de forma regular y a
tiene gran relevancia en el tratamiento de enferme- una dosis mínima de 1,2 g/d se asocia a una dismi-
dades benignas (como la CU que afecta a población nución del riesgo de cáncer colorrectal y del riesgo
joven), es el mejor resultado estético. A largo plazo, de displasia y cáncer si se consideran como una
la cirugía laparoscópica se asocia también a una variable conjunta. En pacientes con CU y colangitis
menor formación de adherencias postoperatorias. esclerosante primaria debe considerarse la preven-
ción de cáncer colorrectal mediante la administra-
ción de ácido ursodesoxicólico a una dosis mínima
Displasia y cáncer colorrectal: de 13-15 mg/kg/día.
prevención y diagnóstico Algunos datos recientes sugieren que los inmuno-
moduladores también se asocian a una disminu-
La relación entre CU y cáncer colorrectal está bien
ción del riesgo de CCR. Ello constituye un argumen-
establecida. Aunque los estudios iniciales, basados
to más para incentivar el cumplimiento terapéutico
en series hospitalarias y de grandes centros de re- en estos pacientes. Respecto a los agentes biológi-
ferencia, tenían sesgos de selección que proporcio- cos anti-TNFα, no se dispone todavía de informa-
naron estimaciones del riesgo de cáncer colorrectal ción relevante, la evidencia es escasa y son nece-
inicialmente más elevadas, estudios más recientes sarios más estudios que evalúen este aspecto de
sugieren una menor incidencia tanto en EE.UU forma directa.
como en Europa. Las razones para esta observación
El programa de despistaje debe iniciarse a los ocho
pueden ser: el uso más generalizado de progra-
o diez años del diagnóstico y repetirse periódica-
mas de vigilancia endoscópica, quimioprotección mente (cada uno o dos años). Si existe una colan-
atribuible a aminosalicilatos y mejor control de la gitis esclerosante primaria asociada, el programa
inflamación. A pesar de ello, existe consenso acer- debe iniciarse desde el diagnóstico de la CU.
ca de la conveniencia de realizar programas de vigi-
Clásicamente, el despistaje de displasia en la CU se
lancia para realizar el diagnóstico precoz del cáncer
realizaba mediante la toma de biopsias tomadas al
colorrectal o de la lesión histológica preneoplásica
azar (cuatro biopsias cada 10 cm) y biopsias dirigi-
conocida como displasia. El tiempo de evolución, das de las lesiones visibles. Sin embargo, múltiples
la extensión de la enfermedad, la coexistencia de estudios han demostrado que la cromoendoscopia
colangitis esclerosante primaria, la historia familiar con índigo carmín o azul de metileno permite un
de cáncer colorrectal, el diagnóstico a edades tem- mayor grado de detección de displasia. Aunque no
pranas y la gravedad de la inflamación son factores se conoce el impacto real que ello puede suponer
predisponentes de displasia y cáncer en la CU22. sobre la práctica clínica, es la técnica de elección
470
32. Colitis ulcerosa
471
33 Afectación perianal en la
enfermedad inflamatoria
crónica intestinal
Joaquín Hinojosa*, Pilar Nos**
* Servicio de Medicina Aparato Digestivo. Hospital Universitario de Manises. Valencia
** Servicio de Medicina Aparato Digestivo. Hospital Universitario La Fe. Valencia. CIBERehd
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 473
Sección 4. Intestino delgado y colon
casos, las fístulas fueron recurrentes, ocho de cada estenosis anal, múltiples orificios fistulosos, o esca-
diez fueron sometidos a algún tipo de tratamien- sa sintomatología a pesar de un llamativo aspecto
to quirúrgico, y en uno de cada cuatro se practicó, macroscópico1-3.
además, una resección intestinal. En este sentido
Las fístulas en la EC son la segunda manifestación
una revision realizada en nuestro país que incluye
en orden de frecuencia después de los repliegues
2.391 pacientes con EC, y un seguimiento medio de
cutáneos muy típicos, pero de escasa importancia.
12 años, confirma que uno de cada cuatro pacien-
Pueden originarse en una fisura penetrante o en
tes desarrolla fístulas clínicamente relevantes, la
una glándula anal infectada y es frecuente que exis-
mitad de las cuales son complejas, asociándose con
tan varios orificios fistulosos externos no sólo en la
gran frecuencia a complicaciones como abscesos y
región perianal, sino en zonas más alejadas como
estenosis anal.
los glúteos, muslos o genitales (figura 1). Estas fís-
La EPA incluye tres tipos de lesiones: primarias, se- tulas son crónicas e indoloras, salvo cuando exis-
cundarias y concomitantes o casuales (tabla 1). Las te infección activa. La mayoría suelen ser bajas y
lesiones primarias derivan del proceso patológico simples, pero no son raras las fístulas complejas. Es
primario encontrado en el intestino y reflejan la ac- importante el clasificarlas adecuadamente, puesto
tividad general de la propia EC. Las lesiones secun- que el tratamiento es muy diferente en cada tipo
darias son complicaciones mecánicas o infecciosas de lesión. En la actualidad el sistema más acepta-
de las lesiones primarias, más que una manifesta- do, por su precisión anatómica, sencillez y utilidad
ción directa de la EC. Las lesiones concomitantes clínica es la clasificación de Parks. En ella se utilizan
(o casuales), no relacionadas directamente con la el esfínter anal interno y externo como referencias,
EC, hacen referencia a cualquiera de las lesiones y admite cinco tipos diferentes de fístulas: super-
anteriores que pueden preceder a la aparición de ficial, interesfinteriana, transesfinteriana, supraes-
la enfermedad con independencia de ésta1. finteriana y extraesfinteriana. De una forma más
esquemática pueden ser englobadas en dos gran-
des grupos: fístulas simples y fístulas complejas
Manifestaciones clínicas (tabla 2)3.
El diagnóstico de EPA es relativamente fácil si el
Los abscesos anorrectales son la principal causa de
paciente ya está diagnosticado de EC. Sin embargo,
dolor en el paciente con EPA (figura 2). Alrededor
si las manifestaciones anales son los primeros sín-
del 78% suelen ser abscesos simples, mientras que
tomas de la enfermedad el diagnóstico de EII pue-
el 22% son complejos y/o en herradura.
de ser difícil o pasar desapercibido. La EPA se ma-
nifiesta como erosiones superficiales, repliegues Las estenosis deben ser siempre estudiadas, ya
cutáneos, fisura, fístula, absceso o estenosis anal. que pueden ocultar un absceso o una neoplasia del
Algunas características sugieren una EC como son: canal anal. En el caso de que se trate de estenosis
multiplicidad de las lesiones, localización lateral de fibrosas cortas, pueden ser tratadas por dilatación
las fisuras, úlceras anales y/o perianales profundas, con anestesia, seguida de autodilataciones.
474
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal
TABLA 2. Clasificación general de las fístulas perianales Aunque en un paciente con EC puede aparecer una
fisura anal típica idiopática, lo habitual es que apa-
❱❱ Fístulas simples rezcan úlceras relacionadas con la enfermedad y
con unas características especiales, entre las que se
• Fístulas superficiales incluyen las siguientes: 1) suelen ser de gran tama-
• Fístulas interesfinterianas
ño y profundas; 2) en un tercio de los casos se tra-
• Fístulas transesfinterianas bajas
ta de lesiones múltiples; 3) alrededor del 70% son
❱❱ Fístulas complejas asintomáticas; 4) la mayoría se sitúan en la línea
media posterior y son poco sintomáticas: de hecho,
• Fístulas transesfinterianas altas
cuando aparecen síntomas hay que pensar en una
• Fístulas supraesfinterianas
• Fístulas extraesfinterianas infección subyacente (figura 2). Todas estas lesio-
• Fístulas con orificio interno por encima de la nes deben ser tratadas, ya que pueden profundizar
línea dentada y lesionar los esfínteres, con el riesgo consiguiente
• Fístulas con múltiples orificios externos de incontinencia. Se carece de estudios específicos,
pero se suelen aplicar los mismos medios que para
❱❱ Fístulas en herradura el tratamiento de las fisuras. En el caso de las fisu-
• Cualquier fístula asociada a incontinencia ras anales no relacionadas con la enfermedad de
• Fístulas ano/rectovaginales Crohn, la manometría anal mostrará generalmente
hipertonía de esfínteres. El tratamiento quirúrgico
Absceso
Úlcera
Figura 2. Úlcera con fístula asociada (izquierda) y absceso con orificios fistulosos.
475
Sección 4. Intestino delgado y colon
de estas fisuras debe hacerse por parte de un ci- menudo hay que completar la exploración con una
rujano especializado, para no comprometer más la ecografía perineal5-7.
función esfinteriana.
La tomografía computarizada (TC) podría ser útil
para identificar abscesos, fístulas u otras complica-
Diagnóstico ciones no sospechadas (infiltración grasa del me-
senterio y retroperitoneo, sinus, adenopatías, etc.);
En la evaluación inicial de la EPA es fundamental
pero en la valoración de la enfermedad perianal,
realizar una correcta exploración de la región anal
especialmente en los trayectos fistulosos localiza-
y perianal así como del periné. Sería aconsejable
dos en pelvis menor y canal anal, su sensibilidad
hacer esta exploración conjuntamente gastroente-
es muy baja (24-60%), por lo que no se lleva a cabo
rólogo y cirujano. No es sencilla, y de hecho muy
habitualmente5-7.
a menudo se debe realizar con anestesia general.
En realidad, la exploración anal con anestesia rea- La RM de la pelvis, sin embargo, es de gran ayuda
lizada por una persona experta es el patrón “oro” en la mayoría de los casos, siendo especialmente
de referencia para la valoración de las fístulas pe- útil para valorar las colecciones purulentas de la
rianales. Dado que por otra parte, la exploración pelvis menor, así como en la demostración de fís-
con anestesia permite en muchas ocasiones llevar tulas ocultas, en la evaluación de la extensión de la
a cabo los primeros gestos terapéuticos, siempre enfermedad proximal y en la delimitación del nivel
debe considerarse como el primer procedimiento, de la fístula, especialmente en los pacientes con
especialmente si la EPA es muy sintomática4,5. sepsis perianal y con síntomas recurrentes refrac-
tarios al tratamiento5,6.
No se puede obviar, por otra parte, un examen
endoscópico del recto para valorar la existencia La combinación de dos de las tres técnicas (explora-
de actividad inflamatoria; una información que es ción efectuada con anestesia, la ecografía endoanal
fundamental a la hora de plantear la estrategia y la RMN) permite clasificar de forma adecuada el
terapéutica. Además, es importante el establecer 95-100% de las lesiones8. En los pacientes con en-
la existencia de actividad inflamatoria y definir la fermedad perianal complicada debería realizarse
gravedad del brote intestinal mediante los criterios una exploración con anestesia junto con alguna téc-
clínicos (índices de actividad) y biológicos (marca- nica de imagen para poder establecer el tratamien-
dores de inflamación) habituales (ver capítulos 31 to médico-quirúrgico más adecuado. La elección de
y 32). las técnicas está fuertemente condicionada por la
experiencia y disponibilidad locales.
Las técnicas complementarias son muchas, pero
en realidad sólo las técnicas ecográficas y la RNM
son realmente relevantes. Así, por ejemplo, la fis- Valoración de la actividad y gravedad de
tulografía tiene una baja sensibilidad diagnóstica las lesiones
(50-60%), por lo que no es clínicamente útil.
El índice de actividad clínica de la enfermedad de
La ecografía endoanal, sin embargo, es una técni- Crohn (CDAI) no es capaz de reflejar la gravedad de
ca de gran ayuda, no sólo por su valor diagnóstico las lesiones perianales, siendo necesario el uso de
(abscesos, trayectos fistulosos, integridad esfinte- índices específicos como el índice de actividad de la
riana, detección de carcinoma), sino también por enfermedad perianal (PDAI)9-10. Una alternativa es
su potencialidad terapéutica (drenajes de coleccio- el índice de Present-Rutgeerts que valora el núme-
nes purulentas, colocación de sedales). Su sensibili- ro de orificios que supuran tanto de forma espontá-
dad y especificidad es superior en la evaluación de nea, como a la presión digital en la región perianal
los abscesos que en la de las fístulas (100% y 77% (figura 3) (tabla 3).
frente a 89% y 66%, respectivamente). La ultraso-
nografía endoscópica (USE), que combina la técni-
ca endoscópica con la ecográfica, ha demostrado
Tratamiento médico
una seguridad diagnóstica similar a la de la RM en El tratamiento de la EPA en los pacientes con EC
la evaluación de las complicaciones perianales y/o debe ser siempre individualizado y en general lo
perirrectales de la EC (abscesos, fístulas) y en la más conservador posible. Los objetivos del trata-
valoración de la región anorrectal en los pacientes miento son obtener la mejoría sintomática y pre-
con estenosis del canal anal. En estos pacientes, a venir las complicaciones, recordando siempre que
476
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal
Patología
Intentar clasificar las lesiones
Calcular el PDAI
A,B "C,D
E/B/F " C " D?
Drenaje
Simple Compleja
Figura 3. Aproximación al diagnóstico de las lesiones perianales. A: ecografía endoanal; B: ecografía transperineal; C: resonancia
magnética; D: tomografía de pelvis; E: exploración anestesia, F: ultrasonografía endoscópica.
una cirugía agresiva inoportuna puede tener con- metilprednisolona) pueden usarse en el tratamien-
secuencias indeseables (y a veces definitivas) y que to de la enfermedad activa del recto distal y/o del
es aconsejable realizarla siempre en periodos de canal anal.
inactividad de la enfermedad (excepto el drenaje
de abscesos). En la tabla 4 se indican los principios Tratamiento farmacológico
que deben regir el tratamiento médico y quirúrgico de la enfermedad perianal
de la EPA1,3,6.
En el tratamiento de la EPA se han utilizado diferen-
Tratamiento de la actividad intestinal tes agentes farmacológicos4,6,11.
477
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 3. Índice de actividad de la enfermedad perianal TABLA 4. Principios generales del tratamiento médico
(PDAI) y quirúrgico de la enfermedad de Crohn perianal
478
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal
rrogar el tratamiento más allá de este periodo (0,2 mg/kg/día). Inconvenientes para su empleo
de tiempo en este subgrupo de pacientes: muy son la necesidad de monitorizar los niveles plas-
probablemente muchos pacientes lo requerirán máticos circulantes, sus efectos secundarios fre-
de forma indefinida. La inyección de infliximab cuentes (HTA, función renal) y la rápida pérdida
en el orificio interno y externo de la fístula y a de respuesta, todo lo cual limita su empleo6. Re-
lo largo del trayecto fistuloso puede facilitar el cientemente, se ha notificado que el tacrolimus
control de la actividad y el cierre del trayecto en administrado tópicamente (preparado para so-
pacientes con fístulas complejas que no han res- lución tópica a partir de la oral o intravenosa ob-
pondido al tratamiento con IFX parenteral15,16. teniendo una concentración final de 0,5 mg/g)
puede ser una alternativa en los pacientes con
La complicación más común asociada al IFX con-
úlceras perineales.
siste en la aparición de abscesos, más probables
si el drenaje de la fístula (o fístulas) no es el más ❱❱ El papel de los biomateriales (fibrina biológica
adecuado, por lo que siempre hay que valorar o materiales basados en el colágeno) así como
el tratamiento combinado con técnicas quirúr- el uso combinado de células madre autólogas y
gicas, especialmente mediante la colocación de biomateriales (fibrina y microesferas) requiere
sedales (ver más abajo)17. validación en ensayos clínicos controlados19.
Cuando se pierda la respuesta, cabe la posi- Oxígeno hiperbárico
bilidad de aumentar las dosis, o disminuir los
periodos entre las administraciones, o ambas Se ha utilizado en el tratamiento de la EC asumien-
cosas, lo que se suele incluir en el concepto de do que existe una alteración en la oxigenación ti-
“intensificación”. Sin embargo, ante cualquier sular que facilita la proliferación de anaerobios. La
posible cambio del tratamiento, se debería elevación de la presión parcial del O2 durante un
reevaluar la situación local para descartar otras periodo de tiempo de 90 minutos en cámara hiper-
causas de refractariedad, como la presencia de bárica (2,5 atmósferas absolutas) ha demostrado su
una estenosis fibrosa, por ejemplo. eficacia en la inducción de la remisión en pacientes
con EC perianal crónica refractaria a otros trata-
Ante una pérdida de respuesta a infliximab, la mientos o como complemento de la cirugía. No hay
primera alternativa es el adalimumab. La dosis datos procedentes de estudios controlados1,3,6.
de inducción es de 160 mg el primer día y 80
mg a las dos semanas, evaluando la respuesta a Tratamiento quirúrgico
las 4 semanas del inicio del tratamiento. En los
Las diferentes y múltiples formas de presentación
respondedores debe continuarse el tratamiento
de las lesiones anales y las posibles combinaciones
(40 mg/2 semanas) teniendo presente que un de cada una de ellas con la EC intestinal con sus
porcentaje de pacientes variable (40-60%) pue- diversos grados de actividad hacen que el enfoque
den requerir ajustes de dosis a 40 mg/semana18. del tratamiento deba ser analizado de forma indi-
❱❱ Ciclosporina: su indicación principal es el tra- vidualizada y en permanente colaboración entre
paciente, gastroenterólogo y cirujano. Con estas
tamiento de la enfermedad perianal activa y el
premisas sólo entre un 3% y un 5% de pacientes
de las fístulas refractarias al tratamiento médi-
con EC perianal van a ser candidatos a cirugía1,3,6.
co convencional y siempre como tratamiento
puente hacia la utilización de azatioprina o MP. Lesiones perianales:
La vía intravenosa es la más adecuada, la dosis indicaciones y técnicas quirúrgicas
óptima es de 5 mg/kg/día y el tiempo de cierre Las alteraciones perianales propias de la EC que
varía entre 4 días y 4 semanas con una mediana pueden requerir intervención quirúrgica son varia-
de respuesta de 2 semanas. El cierre inicial de bles e incluyen los pliegues cutáneos hipertróficos,
las fístulas es del 76% (0-100%) y el cierre man- abscesos perianales, fístulas, fisuras, úlceras del ca-
tenido del 55% (0-100%), no observándose dife- nal anal, estenosis e incontinencia por destrucción
rencias entre los diferentes tipos de fístulas6. esfinteriana, aunque esta última puede ser yatro-
génica en un gran porcentaje de estos pacientes.
❱❱ Tacrolimus: en los pacientes no respondedores Además, pueden aparecer otros procesos anales
a agentes biológicos (infliximab/adalimumab) y de modo concomitante que también pueden te-
antes de plantear una ileostomía puede utilizar- ner indicación de cirugía como las hemorroides,
se como tratamiento de rescate tacrolimus oral la hidrosadenitis supurativa y el carcinoma anal.
479
Sección 4. Intestino delgado y colon
Desde un punto de vista práctico se puede resumir de buenos resultados11,12. Si existiera proctitis limi-
que la cirugía en la EC perianal puede ser de dos tada o riesgo de incontinencia puede emplearse un
tipos: cirugía local, más o menos compleja, para el sedal blando de drenaje a través de todo el reco-
tratamiento específico de las lesiones perianales, y rrido de la fístula o un colgajo de avance mucoso
cirugía mayor o radical, mucho menos frecuente y asociado a la exéresis del trayecto desde el orificio
reservada para casos graves y complejos de EPA. En fistuloso externo hasta el esfínter. Si existe proctitis
función del tipo de lesión anal variará la indicación en actividad el tratamiento médico puede comple-
y la técnica quirúrgica (tabla 5). tarse con un sedal de drenaje.
Cirugía local En las fístulas complejas, el manejo varía en función
de la presencia o ausencia de proctitis. Si no existe
Los repliegues cutáneos rara vez son subsidiarios proctitis o ésta es limitada, el colgajo de avance mu-
de extirpación y, sólo si interfieren seriamente la coso, con exéresis y drenaje del trayecto fistuloso,
higiene local, se puede proceder a su exéresis me- es una buena opción con resultados satisfactorios
diante anestesia local. entre el 60% y el 75%, pudiendo volverse a realizar
El tratamiento del absceso se basa en el drenaje en caso de fracaso; sin embargo, es preferible el
quirúrgico y el empleo simultáneo de antibióticos. empleo de sedales anudados laxamente para que
El drenaje debe llevarse a cabo lo más precozmen- actúen de drenaje. Lo habitual, sin embargo, es que
te posible. Si se trata de cavidades grandes puede estas fístulas se acompañen de afectación rectal, en
ser útil dejar en su interior una sonda tipo Pezzer cuyo caso el tratamiento de elección es el sedal de
para facilitar el drenaje e incluso para poder hacer drenaje asociado a la terapia biológica11,12,17.
irrigaciones. Entre el 45% y el 56% de los abscesos El tiempo de retirada del sedal permanece en dis-
drenados recidivarán con posterioridad. Si tras la cusión17. En las fístulas simples realmente la fis-
intervención la herida no cicatriza debe pensarse tulotomía es la elección y por lo tanto el sedal se
en la existencia de una fístula subyacente en la retirará en ese momento en el supuesto de que se
mayoría de los casos. El tratamiento antibiótico hubiese colocado antes. En las fístulas complejas el
concomitante se basa en la administración de ci- problema es distinto. Si la tolerancia por parte del
profloxacino y metronidazol, a las dosis indicadas enfermo es buena la tendencia es a mantenerlo. No
con anterioridad. obstante, el tratamiento con infliximab propociona
El éxito del tratamiento quirúrgico de las fístulas se la oportunidad de retirar el sedal si la respuesta es
correlaciona con la ausencia de enfermedad rectal satisfactoria, lo que suele ocurrir después de la se-
y con la inactividad de la EC en cualquier tramo del gunda o tercera dosis. En ocasiones el atrapamien-
tubo digestivo. Por ello, es esencial y prioritario el to del sedal puede indicar inicio de fibrosis y marcar
manejo médico preoperatorio de la EC intestinal el momento de la retirada (figura 4).
(tabla 6). Las fístulas simples pueden tratarse de Las fístulas anovaginales o rectovaginales aparecen
forma adecuada mediante la administración de an- en un 9% de las pacientes. Los mismos principios
tibióticos y el control de la actividad intestinal. La que se aplican para el tratamiento de las fístulas
fistulotomía es la técnica de elección con un 80% perianales sirven para este tipo de fístulas20.
TABLA 5. Aproximación al tratamiento quirúrgico de las lesiones propias de la EPA en las que ha fracasado el tratamiento
médico
480
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal
TABLA 6. Principios del tratamiento de las fístulas en la Las hemorroides internas son muy poco frecuentes
enfermedad de Crohn perianal y en la mayoría de ocasiones el tratamiento local
con esteroides o pomadas anestésicas es suficien-
te. Si provocan rectorragia es muy difícil discernir
❱❱ Definir actividad intestinal: si se debe a las propias hemorroides o a la infla-
• Gravedad del brote. mación mucosa de la EC. En estas circunstancias
la esclerosis hemorroidal puede ser diagnóstica y
• Tratamiento médico específico.
terapéutica. Rara vez se prolapsan y en estos casos
❱❱ Fístula con dolor asociado: se pueden emplear con gran cautela las ligaduras
• Evaluación cirujano. elásticas o la fotocoagulación por infrarrojos. Sin
• Descartar absceso.
embargo, la posibilidad de que estos métodos
provoquen úlceras, sepsis y estenosis debe balan-
- Exploración bajo anestesia. cearse frente a sus potenciales beneficios. Aunque
- Drenaje + sedal (sobre todo si fístula compleja). la conclusión es que hay que ser lo más conserva-
- Posteriormente RNM pelvis. dores posibles por los problemas mencionados,
algún autor ha obtenido buenos resultados con la
• Tratamiento antibiótico.
hemorroidectomía.
- Metronidazol + ciprofloxacino.
Cirugía mayor o radical
❱❱ Fístula con supuración activa sin dolor:
• Tratamiento antibiótico. La ileostomía derivativa debe ser el primer paso a
considerar ante una sepsis perianal grave, en caso
- Metronidazol y/o ciprofloxacino.
de ulceraciones profundas recurrentes y en fístulas
complejas o rectovaginales21. Con esta técnica se
consiguen hasta el 80-90% de remisiones a corto
plazo, pero un 70% acabarán en proctectomía por
Las fisuras suelen curar espontáneamente (80% de recurrencia de los síntomas a lo largo del tiempo.
los casos) por lo que sólo se planteará la cirugía si la Sólo entre un 10% y un 22% tendrán la posibilidad
fisura es muy dolorosa y ha fracasado el tratamien- de reconstruir la continuidad intestinal. Los mejo-
to médico convencional (aplicación de nitrogliceri- res resultados se obtienen cuando el recto no está
na tópica, diltiazem al 2% en pomada, cremas con afectado y la EC intestinal está inactiva.
anestésicos locales e incluso teóricamente la toxina
El procedimiento de Hartmann se suele realizar
botulínica, aunque con ésta no existe experiencia
como paso intermedio a la proctectomía definitiva
documentada en la EC. De todos modos, en un pa-
en un paciente con proctitis y enfermedad anorrec-
ciente con EC que tenga una fisura anal dolorosa a
tal grave.
pesar de todas estas medidas, y en el que se vaya
a realizar cirugía, resulta obligado descartar otras Aproximadamente el 9-18% de pacientes con EC pe-
causas de dolor como el absceso interesfinteriano. rianal acabarán con una proctectomía e ileostomía
Si la cirugía se indica, la técnica de elección es la definitiva. Sus indicaciones más habituales son la
esfinterotomía lateral interna, preferentemente ce- sepsis perianal grave refractaria al tratamiento mé-
rrada, si no hay proctitis en actividad.
481
Sección 4. Intestino delgado y colon
dico-quirúrgico descrito, la estenosis rectal grave, las 7. Ardizzone S, Maconi G, Cassinotti A, Massari A,
úlceras rectales progresivas con gran destrucción ti- Porro GB. Imaging of perianal Crohn’s disease.
sular y la incontinencia por destrucción esfinteriana Dig Liver Dis 2007;39:970-978.
secundaria a la EPA grave. Tras la protectomía puede 8. Schwartz DA, Wiersema MJ, Dudiak, KM et al. A
quedar una herida o sinus perineal persistente (30%) comparison of endoscopic ultrasound, magne-
que es una fuente de morbilidad considerable. tic resonance imaging, and exam under anes-
thesia for evaluation of crohn’s perianal fistu-
Tratamiento general las. Gastroenterology 2001;121:1064-72.
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En cada caso, y considerando cuidadosamente las Crohn’s disease as measured by a new disea-
alternativas, el cirujano, el gastroenterólogo y el se activity index. McMaster IBD Study Group. J
paciente deben consensuar el sistema de trata- Clin Gastroenterol 1995;20:27-32.
miento más adecuado; que a menudo requiere de 10. Hughes LE. Clinical classification of perianal
una combinación de los procedimientos y medidas Crohn’s disease. Dis Colon Rectum 1992; 35:928-
referidas. Durante muchos años se ha recomendado 32.
una aproximación en “escalera”, iniciando el trata- 11. Keshaw H, Foong K, Forbes A, Day R. Perainal
fistulae in Crohn´s disease: current and future
miento por los fármacos más sencillos (antibióticos),
approaches to treatment. Inflamm Bowel Dis
y progresando sucesivamente en caso de falta de 2010;16:870-880.
respuesta, hasta llegar a los tratamientos más “agre- 12. Pearson DC, May GR, Fick GH, Sutherland LR.
sivos”. En muchos pacientes esta estrategia supone Azathioprine and 6-mercaptopurine in Crohn´s
meses de sufrimiento inútil, con la dificultad añadida disease. A meta-analysis. Ann Intern Med
de que las lesiones más evolucionadas pueden ser 1995;123:132-42.
más difíciles de tratar. En algunos tipos de lesión (la 13. Present DH, Rutgeerts P, Targan S et al. Anti-TNF for
mayoría de las fístulas complejas, por ejemplo) es the treatment of fistulas in patients with Crohn´s
mucho más razonable una actitud mucho más inter- disease. N Engl J Med 1999;340:1398-1405.
vencionista al principio, utilizando pronto los trata- 14. Sands B, Abderson F, Bernstein C et al. Infliximab
mientos biológicos que, además, deben combinarse maintenance therapy for fistulizing Crohn’s di-
sease. N Engl J Med 2004;350:876-84.
con medidas quirúrgicas locales y con inmunosupre- 15. Lichtiger SI. Healing of perianal fistulae by local
sores en muchos casos. Lo realmente “agresivo” es injections of antibody TNF. Gastroenterology
tardar en utilizar el tratamiento, lo que puede tener 2008;120(suppl):A 3154
consecuencias muy negativas y definitivas. 16. Poggioli G, laureti S, Pierangeli F et al. Local in-
jection of infliximab for the treatment of pe-
rianal Crohn´s disease. Dis Colon rectum 2005;
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482
34 Manifestaciones
y complicaciones
extraintestinales de la
enfermedad inflamatoria
intestinal
Eduard Cabré, Eugeni Domènech
Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Badalona.
Centro de Investigación Biomédica en Red – Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd),
Barcelona
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 483
Sección 4. Intestino delgado y colon
oscila entre el 10% y el 50%2,3. Por otro lado, el de- sistémica de antígenos procedentes de la luz del
sarrollo de una manifestación extraintestinal pare- intestino (sobre todo de origen bacteriano) que pe-
ce incrementar la susceptibilidad a padecer otras. netrarían a través de un epitelio intestinal con una
Enfermedades como la artritis periférica, el eritema función de barrera disminuida, y b) un desborda-
nodoso, la CEP y la uveítis muestran una especial miento de la respuesta inflamatoria intestinal que
propensión a solaparse, lo cual hace pensar en un encontraría en las articulaciones otra localización
mecanismo patogénico común. Se ha sugerido la donde manifestarse.
existencia de una reacción autoinmune frente a
La artropatía enteropática se asocia estrechamente
una isoforma de la tropomiosina (tropomyosin re-
con el HLA-B27, aunque esta asociación es variable
lated peptide) que se expresaría en el ojo (epitelio
en los diferentes tipos de artropatía e incluye aso-
ciliar no pigmentario), la piel (queratinocitos), las
ciaciones con otros marcadores del HLA.
articulaciones (condrocitos) y el epitelio biliar e in-
testinal4,5.
Artritis periférica
La elevada concordancia de manifestaciones extra-
La artritis periférica puede presentarse en dos for-
intestinales de la EII en familiares de primer grado
mas: a) tipo 1 o pauciarticular. Se caracteriza por
sugiere una base genética común1,6. Tanto la CU afectar a menos de cinco articulaciones, cursar
como la EC son trastornos poligénicos y determi- en forma de brotes agudos autolimitados (menos
nados genes de susceptibilidad en el complejo ma- de diez semanas) que, en general, coinciden con
yor de histocompatibilidad (CMH) parecen ligados los brotes de la EII y su frecuente asociación con
al desarrollo de manifestaciones extraintestinales. otras manifestaciones extraintestinales como erite-
En la EC, la comorbilidad extraintestinal es más ma nodoso y uveítis; y b) tipo 2 o poliarticular. En
frecuente en pacientes con HLA-A2, HLA-DR1 y este subtipo la artritis afecta a cinco o más articu-
HLA-DQw5, mientras que en la CU los genotipos laciones, sus síntomas persisten durante meses o
HLA-DRB1*0103, HLA-B27 y HLA-B58 estarían rela- años con independencia del curso de la EII y puede
cionados con manifestaciones articulares, cutáneas asociarse a uveítis pero no a otras manifestaciones
y oculares. Entre el 50% y el 80% de pacientes con extraintestinales.
espondilitis anquilosante son positivos para el HLA-
B27. Además, el haplotipo HLA-B8/DR3 se asocia Las articulaciones más frecuentemente afectadas
con CEP y otras enfermedades autoinmunes en pa- son las rodillas (55%), los tobillos (35%) y las articu-
cientes con CU. Finalmente, los polimorfismos del laciones de los dedos de las manos y los pies (18%).
gen NOD2/CARD15 en la EC no sólo se asocian a Es frecuente la presencia de manifestaciones pe-
afectación ileal sino a la presencia de sacroileítis.
En este capítulo se repasan las manifestaciones y TABLA 1. Clasificación de la artropatía enteropática
complicaciones extraintestinales de la EII más fre-
cuentes, haciendo hincapié en sus aspectos clínicos
y terapéuticos. ❱❱ Artritis periférica.
• Tipo 1 (pauciarticular).
Manifestaciones articulares 1, 6-9 • Tipo 2 (poliarticular).
Los trastornos articulares son, probablemente, la ❱❱ Artritis axial.
manifestación extraintestinal más frecuente de la • Sacroileítis.
EII. Estas artropatías se incluyen en el grupo de las • Espondilitis anquilosante.
llamadas espondiloartropatías seronegativas, bajo
❱❱ Otras manifestaciones.
la denominación de artropatía enteropática. Ésta
puede adoptar dos formas clínicas principales: la • Artralgias.
artritis periférica y la artritis axial, además de un • Entesitis.
variado grupo de otras manifestaciones periar- • Tendinitis.
ticulares (tabla 1). La patogenia de la artropatía • Periostitis.
enteropática no se conoce con exactitud. Las dos • Osteopatía hipertrófica.
hipótesis más verosímiles (y no mutuamente exclu-
• Lesiones granulomatosas articulares.
yentes) son: a) la activación de los mecanismos de
inflamación articular a causa de la llegada por vía
484
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
riarticulares como entesitis o dactilitis. A diferencia de las veces son de características mecánicas sin
de la artritis reumatoide, las artritis periféricas aso- que sea fácil demostrar una relación con la EII. La
ciadas a EII no suelen ser erosivas ni deformantes, entesitis es la presencia de signos inflamatorios
y radiológicamente cursan sin destrucción articu- en la inserción ósea de los tendones, en ausencia
lar. Aunque el momento de aparición es variable, de infección o traumatismo. En la EII la forma más
usualmente se presentan con posterioridad al diag- frecuente de entesitis es la del tendón de Aquiles.
nóstico de la EII (entre el 45% y el 75% de los casos, Otras localizaciones son la fascia plantar y la inser-
según las series). ción del tendón del cuádriceps.
485
Sección 4. Intestino delgado y colon
Espondilitis anquilosante
(probabilidad de EII 5-10%
Sí ¿Síntomas intestinales? No
(diarrea, sangre en heces, dolor abdominal)
Realizar
ileocolonoscopia No realizar
ileocolonoscopia
No
¿Colitis ulcerosa?
¿Enfermedad de Crohn?
¿Inflamación intestinal No
subclínica?
Sí
Sí
Tratar la EII
Evitar AINEs Tratar la EA:
Infliximab si es necesario - ¿AINEs?
- Infliximab si es necesario
- Esteroides locales
Figura 1. Algoritmo de manejo de la espondilitis anquilopoyética en función de la afectación intestinal (modificado de referencia 8).
idiopática y la propia EII. Sin embargo, estudios otras medidas 10. También el etanercept ha demos-
controlados más recientes indican que su papel trado ser eficaz en el tratamiento de la espondilitis
en el tratamiento de las espondiloartropatías está anquilosante. Sin embargo, su falta de eficacia en
restringido a la artritis periférica7. El papel de la la EII constituye una limitación importante para su
mesalazina en la artropatía enteropática no ha sido empleo en los casos de espondiloartropatía ente-
evaluado. Los corticoides sistémicos sólo son útiles ropática11.
para el control de la enfermedad intestinal, y quizás
para el manejo de la artritis periférica, pero no para
la artropatía axial. Su administración intrarticular
Manifestaciones dermatológicas 1,6,9,12
puede ser útil si hay pocas articulaciones afectadas. Aproximadamente una tercera parte de las mani-
Los inmunosupresores (azatioprina, metotrexato) festaciones extraintestinales de la EII afectan a la
no son útiles en la artropatía enteropática. piel y las mucosas. Estas manifestaciones incluyen
básicamente a las siguientes:
Finalmente, los agentes anti-TNF son una alternati-
va terapéutica válida en casos rebeldes de artropa- Pioderma gangrenoso
tía enteropática. El infliximab se ha mostrado eficaz
en el tratamiento de la artritis, tanto axial como El pioderma gangrenoso es una dermatosis neutro-
periférica en pacientes con EII, por lo que su uso fílica ulcerativa grave de carácter no infeccioso. Es
puede ser recomendable en casos refractarios a más frecuente en la CU (entre el 1% y el 10% de
486
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
los pacientes lo presentan en algún momento de su la enfermedad de base. Respecto al primer punto,
evolución) que en la EC. También puede asociarse el manejo local de las lesiones debe ir encaminado
a otras enfermedades, como síndromes mieloproli- a prevenir la sobreinfección, mediante la aplicación
ferativos o enfermedades reumatológicas. Alrede- de apósitos húmedos. Por otra parte, los cortico-
dor del 30% de los casos ocurre en pacientes sin esteroides sistémicos, se consideran, en general,
ninguna otra enfermedad de base. La patogenia del como el tratamiento de elección12. Para los casos
pioderma gangrenoso no es bien conocida, aunque refractarios, la administración de ciclosporina A, a
se cree que es debida a un trastorno de la inmuni- la dosis de 3 a 5 mg/kg/día ha demostrado ser efi-
dad celular que conduce a una función anormal de caz sola o asociada a corticoesteroides 12. El inflixi-
los neutrófilos. mab se ha utilizado en los últimos años con buenos
resultados 13, 14.
Se han descrito cuatro variantes de pioderma gan-
grenoso (figura 2): 1) ulcerado, 2) pustuloso, 3)
ampolloso, y 4) vegetante. Las formas ulceradas y
Eritema nodoso
pustulosas son las que se asocian a EII, enfermeda- El eritema nodoso es la causa más habitual de
des reumatológicas o neoplasias; las formas ampo- nódulos inflamatorios en las extremidades infe-
llosas suelen relacionarse con síndromes mielopro- riores. Alrededor del 10% de los casos de eritema
liferativos, mientras que el pioderma gangrenoso nodoso se asocian a EII, tanto CU como EC, aunque
vegetante no suele asociarse a enfermedad de base con mayor frecuencia se asocia a otras situaciones
alguna. patológicas como: infecciones estreptocócicas, fár-
macos, sarcoidosis, etc. El eritema nodoso es seis
El pioderma gangrenoso puede preceder, coinci-
veces más frecuente en mujeres que en varones,
dir o seguir al diagnóstico de EII. En su forma más
con un pico de edad de incidencia entre los veinte
típica, se inicia con dolor, seguido de una pústula
y los treinta años. Se atribuye a una reacción de hi-
que rápidamente evoluciona a úlcera, con un cen-
persensibilidad con depósito de inmunocomplejos
tro necrótico estéril rodeado de un borde violáceo.
en las vénulas de los septos de tejido conectivo del
La localización más habitual son las extremidades
tejido celular subcutáneo.
inferiores, pero puede aparecer en cualquier loca-
lización. El pioderma gangrenoso es un diagnóstico Clínicamente se caracteriza por la aparición brusca
de exclusión y el examen histológico, aunque no de nódulos subcutáneos múltiples, bilaterales, si-
es específico, permite descartar otras etiologías. métricos, calientes, dolorosos y de coloración rojo-
La tabla 2 muestra un listado de las enfermedades violácea. Estas lesiones ocurren más a menudo en
a considerar en el diagnóstico diferencial de esta la cara anterior de la pierna, pero pueden apare-
entidad. El tratamiento del pioderma gangrenoso cer en las pantorrillas, el tronco o la cara. A veces
debe dirigirse tanto a las lesiones cutáneas, como a puede haber sintomatología sistémica en forma de
A B C D
Figura 2. Variantes de pioderma gangrenoso: ulcerado (A), pustuloso (B), ampolloso (C) y vegetante (D).
487
Sección 4. Intestino delgado y colon
Síndrome de Sweet
❱❱ Infecciones.
El síndrome de Sweet es una dermatosis neutrofíli-
• Bacterianas.
ca poco frecuente que, en ocasiones, se asocia a la
• Micobacterianas. EII. Descrita originalmente como una manifestación
• Fúngicas. cutánea que puede acompañar a estados febriles
• Parasitarias. agudos (70% de los casos), también se ha descrito
• Víricas. asociada a neoplasias (10% de casos), EII (15% de
❱❱ Síndrome de Sweet. casos) o al embarazo (5% de casos). Habitualmente
afecta a adultos con edades comprendidas entre
❱❱ Picaduras de araña.
treinta y sesenta años, predominantemente mu-
❱❱ Neoplasias. jeres (3:1). Las lesiones características son placas
• Carcinoma espinocelular. eritematosas, dolorosas, de bordes bien definidos,
• Carcinoma basocelular. de entre 2 y 10 cm de diámetro, que se distribuyen
• Linfoma cutáneo de células T. –habitualmente de manera asimétrica– en cara,
cuello, parte superior del tronco y extremidades. El
❱❱ Halogenoderma (yodo, bromo).
inicio es abrupto y las lesiones crecen rápidamente.
❱❱ Vasculopatía periférica. Son frecuentes la fiebre, mialgias, artritis, conjunti-
• Insuficiencia arterial o venosa. vitis, leucocitosis y afectación renal. Desde el punto
• Síndrome antifosfolípido. de vista histológico es característica la presencia
• Tromboflebitis con gangrena. de un denso infiltrado neutrofílico perivascular sin
❱❱ Enfermedades sistémicas. signos de vasculitis. El tratamiento de elección con-
siste en la administración de corticosteroides por
• Lupus eritematoso sistémico.
vía sistémica.
• Artritis reumatoide.
• Enfermedad de Behçet. Manifestaciones orales
• Granulomatosis de Wegener.
Las manifestaciones orales asociadas a EII incluyen
la estomatitis aftosa, la nodularidad mucosa (em-
pedrado) y la pioestomatitis vegetante. Estas ma-
nifestaciones aparecen en alrededor del 10% de los
fiebre, quebrantamiento y artralgias. Habitualmen- pacientes con EII (sobre todo, EC) y pueden prece-
te, las lesiones evolucionan en tres a seis semanas der al diagnóstico de esta última.
sin producir ulceración y no dejan cicatriz, aunque
las manchas residuales –semejantes a equimosis–
pueden permanecer durante meses. En pacientes
Manifestaciones oculares 1,6,9,15
con EII los brotes de eritema nodoso se asocian a Las manifestaciones oculares de la EII son raras
menudo con brotes de la enfermedad intestinal, (menos del 10% de casos) pero con frecuencia son
con independencia de su localización y gravedad. ignoradas o confundidas con trastornos banales
frecuentes, a pesar de que pueden comportar pro-
El diagnóstico de eritema nodoso es casi siempre
blemas graves, incluida la ceguera. El examen of-
clínico. De ser necesaria, la biopsia debe interesar
siempre el tejido celular subcutáneo, pues de otro talmológico debería formar parte de las exploracio-
modo el diagnóstico histológico es imposible. nes de rutina en los pacientes con EII. Los síntomas
oculares en la EII son a menudo inespecíficos y su
Cuando se asocia a EII, el eritema nodoso habi- relevancia puede pasar por alto, tanto al paciente
tualmente se resuelve con el tratamiento del brote como al médico. Es importante recordar que estas
intestinal, y recurre con las recidivas de la enfer- manifestaciones pueden preceder al diagnóstico
medad. En casos particularmente intensos, la ad- de CU o EC y que a menudo coexisten con otras
ministración de yoduro potásico por vía oral se ha manifestaciones extraintestinales de la EII, en es-
demostrado útil. Aunque el empleo de Aspirina® y pecial artritis y eritema nodoso. Dicha asociación
otros AINE es eficaz para el eritema nodoso, su uso podría ser debida a las similitudes entre la micro-
488
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
vasculatura sinovial y la de la úvea, ambas con gran TABLA 3. Manifestaciones oculares de la enfermedad
capacidad de presentación de antígenos, migración inflamatoria intestinal
leucocitaria y activación de citocinas. Como ya se
ha mencionado, otros apuntan a la existencia de
una proteína específica del colon (una isoforma de ❱❱ Frecuentes.
la tropomiosina) con reactividad cruzada en el te- • Episcleritis.
jido ocular, articular, cutáneo y de las vías biliares. • Escleritis.
La tabla 3 ofrece un listado de la manifestaciones • Uveítis.
oftalmológicas asociadas a EII. ❱❱ Raras.
• Queratitis.
Episcleritis
• Retinitis.
La inflamación de la episclera –la capa ricamente • Uveítis intermedia (pars planitis).
vascularizada justo por debajo de la conjuntiva– es
• Enfermedad marginal de la córnea.
la complicación ocular más frecuente de la EII. Tí-
picamente, aparece coincidiendo con un brote de • Escleromalacia perforans.
inflamación intestinal y muchas veces se resuelve • Enfermedad inflamatoria orbitaria.
con el tratamiento del mismo. • Oclusión de las arterias retinianas.
Se debe sospechar una episcleritis en pacientes con • Oclusión de la vena central de la retina.
EII que presenten un enrojecimiento ocular agudo • Neuritis óptica.
con sensación de irritación o quemazón. El dolor, ya • Vasculitis de los vasos de la retina.
sea espontáneo o a la palpación, es frecuente. No
existe pérdida de visión, fotofobia, ni reactividad
anormal de la pupila. La episcleritis puede confun-
dirse con la mucho más frecuente conjuntivitis, la
tenso, con discreto enrojecimiento anterior. Esta
cual suele debutar en un solo ojo y es mucho me-
situación es potencialmente grave ya que puede
nos sintomática que la episcleritis. El examen of-
desembocar en un desprendimiento de retina o en
talmológico muestra enrojecimiento focal o difuso
un edema papilar.
y es posible observar áreas blancas de esclerótica
rodeadas de vasos episclerales dilatados que des- La escleritis debe tratarse agresivamente con cor-
aparecen tras la aplicación tópica de fenilefrina. ticosteroides sistémicos, AINEs o inmunosupreso-
res, con objeto de prevenir la pérdida de visión. La
El tratamiento depende de la gravedad de los sínto- sospecha de este diagnóstico requiere la consulta
mas. La aplicación de compresas frías y colirios de urgente con un oftalmólogo.
corticoides puede ser suficiente (además del trata-
miento de la enfermedad de base). En algunos ca- Uveítis
sos pueden ser necesarios los AINE, aunque deben
utilizarse con precaución ya que pueden exacerbar Esta afección comporta la inflamación de la capa
la enfermedad intestinal. vascular del ojo, ya sea en su porción anterior –el
iris y el cuerpo ciliar– como posterior, afectando al
Escleritis vítreo, la coroides e incluso la retina. Con frecuen-
cia, la uveítis asociada a EII se acompaña de mani-
La escleritis es un trastorno ocular más grave que festaciones cutáneas y articulares.
la episcleritis, ya que puede disminuir la visión. Los
pacientes a menudo aquejan dolor ocular intenso Los pacientes con uveítis anterior presentan dolor
asociado a dolor a la palpación. En la escleritis, ade- ocular, visión borrosa y fotofobia. En casos graves,
la pupila está miótica y con escasa respuesta a la
más de los vasos episclerales y conjuntivales, están
luz. El enrojecimiento ocular en la uveítis se carac-
inyectados los vasos esclerales profundos. Los va-
teriza por la presencia de flush ciliar, caracterizado
sos esclerales ingurgitados no “desaparecen” con la
porque el enrojecimiento es más intenso en la zona
fenilefrina tópica.
perilímbica (figura 3A). Ante una disminución mar-
Ocasionalmente, la escleritis puede afectar al polo cada de la agudeza visual debe sospecharse la exis-
posterior del globo ocular. En tal caso, el paciente tencia de uveítis posterior con posible afectación
aqueja dolor ocular profundo de moderado a in- retiniana (figura 3B). Ello comporta una verdadera
489
Sección 4. Intestino delgado y colon
A B
urgencia oftalmológica. El diagnóstico definitivo se vidar las causas habituales de hepatopatía crónica
establece mediante examen con lámpara de hen- en la población general: virus hepatotropos, alco-
didura. hol, etc.). En otras ocasiones, la alteración hepática
tiene una base inmunológica y puede considerarse
Como en el caso de la espondilitis anquilosante, la
una verdadera manifestación extraintestinal de la
uveítis relacionada con la EII se asocia con frecuen-
EII. La más frecuente de las manifestaciones hepa-
cia a la presencia de HLA-B27. La uveítis puede apa-
tobiliares de base inmune en estos pacientes es la
recer durante los brotes de EII, en periodos de re-
colangitis esclerosante primaria (CEP), pero tam-
misión, e incluso antes del diagnóstico de la misma.
bién se han descrito hepatitis autoinmunes y sín-
La complicación más importante a largo plazo de dromes de overlap.
la uveítis es la formación de adherencias intraocu-
lares debidas al proceso inflamatorio, que pueden Colangitis esclerosante primaria17, 18
conducir al desarrollo de glaucoma secundario o
cataratas. También se pueden producir anomalías La CEP es una hepatopatía crónica colostásica ca-
pupilares y disfunción macular. racterizada por inflamación y fibrosis de los con-
ductos biliares intra- y extrahepáticos que conduce
El tratamiento de la uveítis se basa en la aplicación inexorablemente a cirrosis. La mayor parte de casos
de ciclopléjicos y esteroides tópicos. Con frecuencia de CEP se asocian a EII, la cual casi siempre precede
son también necesarios los esteroides sistémicos o al desarrollo de la hepatopatía. En Europa y Estados
el uso de inmunosupresores. Las experiencias con Unidos, se estima que entre el 70% y el 80% de los
agentes biológicos deben considerarse todavía muy pacientes con CEP padecen también EII, predomi-
preliminares16. En determinados casos de gravedad nantemente CU. La frecuencia de CEP entre los pa-
extrema, la uveítis ha respondido a la colectomía. cientes con EII es, sin embargo, relativamente baja.
De hecho, sólo la llegan a padecer el 2-4% de los
Manifestaciones hepatobiliares enfermos con CU, y el 1,5-3,5% de los pacientes con
EC. Una descripción más pormenorizada de esta
Las enfermedades hepatobiliares son frecuentes
enfermedad puede consultarse en el capítulo 66.
en los pacientes con EII. De hecho, la frecuencia
de alteraciones de las pruebas de función hepática Brevemente, un número sustancial de pacientes
en series amplias de pacientes oscila entre el 10% (entre el 15% y el 40%) se encuentran asintomáti-
y el 50%. En muchos casos, sin embargo, estas al- cos en el momento del diagnóstico y la sospecha se
teraciones pueden ser atribuidas a alguno de los establece por la alteración de las pruebas de labo-
medicamentos utilizados para el tratamiento de la ratorio. Es importante señalar que hasta un 17% de
enfermedad, a trastornos nutricionales asociados a pacientes asintomáticos pueden tener signos histo-
la misma o al uso de nutrición parenteral (sin ol- lógicos de cirrosis en el momento del diagnóstico.
490
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
Otros pacientes presentan síntomas como astenia, dad de valorar el parénquima hepático y las estruc-
prurito, fiebre, ictericia o pérdida de peso, que pue- turas vasculares en busca de signos de cirrosis y/o
den remontarse hasta dos años antes del diagnósti- hipertensión portal.
co. La probabilidad de supervivencia es menor con
Dada la sensibilidad de la colangiografía para el
respecto a la de la población general de su misma
diagnóstico, la biopsia hepática sólo se hace nece-
edad y sexo incluso en pacientes asintomáticos, y
saria para evaluar el estadio histológico de la en-
aún más en los sintomáticos (96% vs. 75% vs. 56% a
fermedad. El dato histológico más característico,
8 años, respectivamente)19.
como es la colangiopatía fibroobliterante, se ve
El hallazgo de laboratorio más característico es la raramente, siendo más frecuente la observación de
elevación de la fosfatasa alcalina y de la γ-GT séri- fibrosis periductal con inflamación, la proliferación
cas. De hecho, en el 95% de los casos la fosfatasa ductular y la ductopenia. La tabla 4 muestra los di-
alcalina se encuentra entre tres y diez veces por ferentes estadios histológicos de la enfermedad.
encima del límite superior de normalidad. Los nive-
Una de las limitaciones de la biopsia hepática es el
les de ALT y AST también presentan habitualmente
error de muestreo, dado el carácter no uniforme de
elevaciones más modestas (de dos a tres veces el
la afectación biliar.
valor normal). Las cifras de bilirrubina pueden estar
elevadas, pero son normales en hasta el 60% de los Además de la EII, la CEP puede asociarse a otras en-
casos en el momento del diagnóstico. La presen- fermedades. Las más frecuentes son: pancreatitis
cia de hiperbilirrubinemia marcada es un signo de crónica (10% a 25%), diabetes mellitus (5% a 15%),
alarma ya que puede indicar enfermedad avanza- y tiroiditis autoinmune (3% a 5%). Otras asociacio-
da, existencia de coledocolitiasis sobreañadida o el nes más raras se enumeran en la tabla 5.
desarrollo de un colangiocarcinoma (ver más ade-
Entre un 10-15% de los pacientes con CEP sinto-
lante). Los niveles séricos de albúmina y el tiempo
mática desarrollan cálculos en las vías biliares que
de protrombina sólo se alteran en la enfermedad
a menudo obligan a llevar a cabo técnicas de des-
avanzada con insuficiencia hepatocelular grave.
compresión biliar, especialmente cuando aparecen
La colangiografía se considera el “estándar de oro” en etapas tempranas de la enfermedad. Siempre
en el diagnóstico de CEP. La fibrosis segmentaria de que sea factible, ésta se llevará a cabo por vía en-
los conductos biliares con dilataciones saculares de doscópica o percutánea. En caso contrario es nece-
las zonas respetadas produce una imagen caracte- sario recurrir a técnicas quirúrgicas de extracción
rística de “cuentas de rosario” que puede verse en de cálculos o anastomosis bilioentérica.
los casos más floridos. En otras ocasiones el cuadro
radiológico no es tan abigarrado. La afectación de
TABLA 4. Estadios histológicos de la colangitis
los conductos biliares intrahepáticos ocurre prácti-
camente en el 100% de los casos y en la mayoría
esclerosante primaria
de ellos tanto la vía biliar intra- como extrahepática
están afectadas. ❱❱
Estadio I o portal.
Se identifica colelitiasis, a menudo asintomática, en
• Inflamación en la membrana limitante,
alrededor del 20% de casos.
habitualmente
❱❱ Estadio sin fibrosis.
II o periportal.
Las técnicas colangiográficas más ampliamente
• Inflamación y edema que sobrepasa la
utilizadas en el diagnóstico de CEP han sido la co- membrana limitante.
langiografía retrógrada endoscópica y, en menor
• Aumento del tamaño de los espacios porta.
medida, la colangiografía transparietal. Cada vez
se utiliza más la colangiografía mediante técnicas • Es frecuente la presencia de fibrosis concéntrica
de resonancia magnética nuclear, que ha mostra- alrededor de los ductos biliares.
do tener una precisión diagnóstica superior al 90%, ❱❱ Estadio III o septal.
aunque con esta técnica la longitud de las estenosis • Presencia de fibrosis septal o en puentes, junto a
puede sobreestimarse. Entre las ventajas de esta necrosis en puentes.
técnica cabe citar: la posibilidad de visualizar los ❱❱ Estadio IV.
conductos biliares proximales a las zonas obstrui- • Presencia de cirrosis biliar secundaria bien
das, una mayor facilidad –al menos teórica– para establecida.
detectar la transformación neoplásica y la capaci-
491
Sección 4. Intestino delgado y colon
492
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
ta entre un 10% a 20% de casos). Se ha descrito El tratamiento de la osteopenia asociada a los pa-
un aumento de la actividad inflamatoria intestinal cientes con EII no es fácil porque en estos pacientes
en el 30-50% de pacientes trasplantados por CEP, no se han llevado a cabo ensayos clínicos en los que
algunos de los cuales han requerido proctocolec- el objetivo primario sea la prevención de fracturas.
tomía. Asimismo, la frecuencia de inflamación del Por otra parte, la extrapolación de los resultados
reservorio íleo-anal parece superior en pacientes de ensayos llevados a cabo primariamente en pa-
portadores de trasplante hepático. Datos recientes, cientes con osteopenia/osteoporosis no es posible,
que requieren verificación, sugieren que la colecto- ya que estos estudios incluyen un gran número de
mía previa podría proteger de la recurrencia de la mujeres postmenopáusicas, cuyas características
enfermedad hepática. no son semejantes a las de los pacientes con CU o
EC. La figura 4 muestra una propuesta de enfoque
diagnóstico y terapéutico de la osteopatía metabó-
Osteopatía metabólica 20 lica en la EII20.
La EII se asocia a un riesgo incrementado de os-
Un estudio controlado con pocos pacientes sugiere
teopenia y osteoporosis. Las tasas de prevalencia
que un año de tratamiento con alendronato mejora
oscilan entre el 2% y el 30% para la osteoporosis, y
la densidad mineral ósea espinal en pacientes con
entre el 40% y el 50% para la osteopenia. Sin em-
EII. Asimismo, la azatioprina parece tener cierto
bargo, esto no se traduce en un aumento unifor-
grado de eficacia en retardar la pérdida de masa
me del riesgo de fractura espontánea en los tres
ósea en estos pacientes (cuando menos, su uso su-
estudios de base poblacional publicados hasta la
pone un ahorro de esteroides).
fecha21-23 (tabla 6).
Las recomendaciones de los expertos en cuanto al
La pérdida de masa ósea es un proceso de etiología
tratamiento de la osteopatía metabólica en la EII no
multifactorial. Además de las causas que operan en
difieren demasiado de las que se aplican a la pobla-
la población general (edad avanzada, sexo femeni-
ción general. Se recomienda el uso de suplementos
no, sedentarismo, tabaquismo, etc.), en los pacien-
de calcio y vitamina D en pacientes de más de se-
tes con EII existen factores nutricionales (malnutri-
senta años, tratamiento con bifosfonatos si existe
ción, ingesta pobre de calcio, déficit de vitamina D
osteoporosis o fracturas osteoporóticas y terapia
y vitamina K), factores yatrogénicos (relacionados
hormonal sustitutiva en casos de menopausia pre-
con el uso de corticosteroides) y factores relaciona-
coz o hipogonadismo masculino, etc.
dos con la propia inflamación intestinal.
493
Sección 4. Intestino delgado y colon
Densitometría ósea
Repetir densitometría si
aparecen factores de riesgo, Repetir densitometría Repetir densitometría
o en doce meses si recibe en 12-24 meses en 12-24 meses
esteroides
Figura 4. Algoritmo de manejo diagnóstico y terapéutico de la osteopatía metabólica en la enfermedad inflamatoria intestinal
(EII) (modificado de referencia 20).
494
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII
495
Sección 4. Intestino delgado y colon
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496
35 Riesgo y complicaciones de las
terapias inmunomoduladoras
y biológicas de la enfermedad
inflamatoria intestinal
Fernando Muñoz
Servicio de Aparato Digestivo. Complejo Asistencial Universitario de León
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 497
Sección 4. Intestino delgado y colon
498
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 2. Efectos adversos más frecuentes de los inmunosupresores tiopurínicos
n=1.000 n=3.900
Vómitos 1,3% 8%
Leucopenia 3,6% 4%
Pancreatitis 1,7% 4%
Reacciones alérgicas 1,5% -
Hepatotoxicidad 0,5% 4%
Infecciones 3,5% -
Mortalidad atribuible 1 caso -
Hepatotoxicidad
Sí No
¿Bioq. hepática Cambiar a Biopsia
normal? 6-MP hepática
nia y la aplasia medular. En una reciente revisión semanas por lo que en este periodo los controles
sistemática, la incidencia de esta complicación se analíticos deben ser más frecuentes13 (figura 2).
sitúa aproximadamente en un 3% por paciente y
Clásicamente se consideraba que ambos fármacos,
año de tratamiento, siendo grave (neutrófilos me-
azatioprina y mercaptopurina, tenían el mismo
nor de 0,5 x 109/l) en menos de un 1% por paciente
riesgo de desarrollo de mielosupresión. Sin em-
y año. La mortalidad acumulada por esta compli-
bargo, en una revisión retrospectiva de los EA de
cación es muy baja (0,06%) y el riesgo de muerte estos fármacos en la base de datos española ENEI-
en pacientes que desarrollan mielosupresión oscila DA, con casi 4.000 pacientes tratados, la mercapto-
alrededor del 1%12. Puede aparecer en cualquier purina se asociaba con un riesgo 5 veces superior
momento, habiéndose descrito tan pronto como (OR=5; 2,5-11)14.
a los 12 días del inicio, como después de 27 años
de tratamiento. La monitorización continua resulta El manejo de esta complicación depende de su gra-
obligada, aunque la incidencia de mielosupresión, vedad. Dado que el riesgo de infección está más es-
sobre todo de la grave, es mayor en las primeras trechamente relacionado con el recuento de neu-
499
Sección 4. Intestino delgado y colon
1
Sin embargo, aunque de utilidad, aún se discute
0,9
si es imprescindible su determinación sistemática
0,8
antes de iniciar el tratamiento o si es necesario el
0,7
ajuste de dosis en función de su actividad. Parti-
0,6
darios de la determinación obligatoria son la FDA
0,5
y la Asociación Americana de Gastroenterología
0,4
(AGA)15. Además, dos estudios de coste-eficacia
0,3
con modelos simulados apoyan su rentabilidad16,17.
0,2
Sin embargo, otras organizaciones como la ECCO
0,1
(European Crohn´s and Colitis Organization), la
0
< 8 sem. 9-26 sem. > 26 sem. consideran como opcional puesto que existe una
amplia experiencia previa en el empleo de estos
fármacos con un margen de seguridad razonable.
Figura 2. Momento de aparición de la leucopenia con tiopu- Por otra parte, aunque en los pacientes con activi-
rínicos. dad intermedia el riesgo de leucopenia es mayor,
la mayoría de ellos no la desarrollarán y el utilizar
dosis más bajas de las habituales puede restar
trófilos que con los leucocitos totales, la actitud a eficacia. Además, solo una cuarta parte de los pa-
tomar depende de este valor. Así, si la neutropenia cientes que desarrollan mielotoxicidad tienen una
es leve (entre 1,0 y 1,5 x 109/l) la reducción de la actividad TPMT baja, de forma que no evita realizar
dosis (p. ej.: un 50%) será suficiente en la mayoría en todos los pacientes la monitorización aconseja-
de los casos. Sin embargo, cuando la neutrope- da. Por último, en un pequeño estudio (29 pacien-
nia es grave, la suspensión de la medicación es la tes) que compara la estrategia clásica de aumento
medida más adecuada. Una vez resuelta se puede progresivo de dosis frente a la determinación de la
reintroducir el fármaco, pero siempre a una dosis TPMT con ajuste según su actividad concluye que
inferior a la que provocó el EA, puesto que a las el conocer la actividad TPMT no evita la aparición
mismas dosis la recidiva es la regla. La reaparición de EA y supone un incremento de los costes18. En
con dosis inferiores supone la retirada definitiva del nuestra opinión se sobrevaloran los costes de una
tratamiento12. determinación que hay que hacer una sola vez en
cada paciente y que cuesta menos de 50 €.
Utilidad de la determinación de TPMT También se ha propuesto la determinación de los
y metabolitos metabolitos 6-TG y 6MMP tanto para predecir res-
puesta en caso del primero, como para valorar la
En el metabolismo de las tiopurinas participan va- posibilidad de EA, ya que se correlacionan con mie-
rios enzimas con actividad relativamente constante lotoxicidad el primero de ellos y con hepatotoxici-
en la población salvo la tiopurina-metil-transferasa dad el segundo. De esta forma podemos identificar
(TPMT) que tiene una distribución trimodal, de en cuál de las posibles ventanas terapéuticas que
forma que en los pacientes con actividad baja el se muestran en la figura 4 se sitúa el paciente. Sin
metabolismo se deriva hacia la producción de nu- embargo, su capacidad predictiva dista mucho de
cleótidos 6-tioguanina que son los farmacológica- ser perfecta. En una revisión sistemática19 la co-
mente activos, pero también los responsables de rrelación de los nucleótidos 6-TG con la eficacia es
la mielosupresión. El conocimiento de la actividad significativa (OR=3,1; 1,77-5,62) pero con una sen-
de esta enzima permitiría por un lado evitar el tra- sibilidad y especificidad del 60% y 58% respectiva-
tamiento en aquellos pacientes con actividad muy mente, claramente insuficiente para tener utilidad
baja (0,3% de la población; 1 de cada 300 pacien- clínica real. Resultados muy similares se obtienen
tes), dado que en estos casos la mielosupresión es posteriormente en el estudio prospectivo español
precoz y prácticamente constante, y por otro lado METAZA20. Por otro lado, también la capacidad de
ajustar la dosis (un 50% menor) en caso de activi- predicción de hepatotoxicidad con los metabolitos
500
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
6-metil mercaptopurina
6-metil mercaptopurina ribonucleótidos
TPMT TPMT
HGPRT
Azatioprina 6-mercaptopurina 6-TIMP
84% XO IMPDH
TPMTHH 88,6% 6-tioguanina
TPMTHL 11,1% Ácido 6-tioúrico Nucleótidos
TPMTLL 0,3%
Catabólica Anabólica
Metil-4-
nitroimidazol
6-MMP
Disminuir dosis
(pmol/8x108 AZA Resistencia Respuesta clínica
RBC)
Riesgo de
Riesgo de Riesgo de
Hepatotoxicidad y
Hepatotoxicidad Hepatotoxicidad
mielotoxicidad
5.700
Disminuir dosis
Dosis insuficiente
Falta de adherencia Respuesta clínica
Riesgo de
mielotoxicidad
Respuesta clínica poco Venta terapéutica ideal
Probable déficit de
probable
TPMT
235 450 Nucleótidos 6-TG
(pmol/8x108 RBC)
6-MMP es incompleta, porque hasta el 90% de los disponible aún es escasa. Además, el alopurinol
pacientes con niveles superiores a los considerados es un fármaco con numerosas interacciones que
de riesgo no desarrollarán esta complicación y a la pueden dificultar el tratamiento global de estos
inversa, hasta un 40% de pacientes con alteración pacientes.
de la bioquímica hepática tienen niveles norma-
les21. Por tanto la utilidad real de estos metabolitos Monitorización aconsejada
es limitada. Algunas de las posibles aplicaciones Los controles analíticos deben concentrarse al
clínicas donde podrían tener un mayor rendimien- inicio del tratamiento, cuando el riesgo de mie-
to son: detectar falta de adhesión al tratamiento, losupresión es mayor. Las recomendaciones de
vigilar interacciones como en la coadministración la ficha técnica incluyen analíticas semanales du-
de tiopurinas con alopurinol o identificar la situa- rante las 8 primeras semanas y posteriormente
ción de metabolismo preferencial hacia la produc- con una periodicidad no inferior a 3 meses. Sin
ción de 6-MMP, donde la asociación con alopurinol embargo esta pauta conservadora (no basada en
podría mejorar los resultados, aunque la evidencia la evidencia) contrasta con la recomendada por la
501
Sección 4. Intestino delgado y colon
FDA con analítica cada 15 días hasta el ajuste de la limitado a 9 meses, por lo que podría ser incluso
dosis y controles trimestrales después15 o con las mayor26. Por tanto, la hepatotoxicidad es una com-
recomendaciones de la Sociedad Canadiense de plicación frecuente, cuando se busca de forma in-
Gastroenterología22 que aconseja controles en las tencionada. Puede aparecer en cualquier momen-
semanas 1, 2, 4, 6, 8, 12 y después cada 8 semanas to, pero al igual que otros EA, es más frecuente en
de forma indefinida. No está definida cuál es la me- los primeros 5 meses del inicio del tratamiento y
jor pauta de monitorización, pero en cualquier caso constituye el motivo de retirada del fármaco en un
debe extenderse a lo largo de todo el periodo de 3,5% de los pacientes25. Como factor predictivo de
tratamiento ante la posibilidad de leucopenias de esta retirada se ha propuesto una elevación de la
aparición tardía. GGT por encima de 4 veces el límite superior de la
normalidad (LSN) al inicio de la alteración enzimá-
La dosificación inicial del fármaco también está tica26.
sujeta a controversia. Se ha propuesto que en au-
sencia de disponibilidad de la TPMT el tratamiento Existen tres posibles síndromes de lesión hepática
pueda iniciarse con dosis bajas (25-50 mg) con pos- inducida por tiopurinas. La forma más frecuente
teriores incrementos semanales hasta alcanzar la es un patrón hepatocelular citolítico, dosis-depen-
dosis objetivo en un intento de evitar la aparición diente y provocado por el acúmulo de metabolitos
precoz de mielotoxicidad, sobre todo en los pacien- tóxicos (6MMP). También puede aparecer un sín-
tes con actividad TPMT muy baja. Sin embargo, con drome de hipersensibilidad con colestasis impor-
esta pauta retrasamos el inicio de acción del fárma- tante y elevaciones menores de las transaminasas .
co y no evitamos la aparición de otros EA no dosis- Suele ser de aparición precoz, a las 2-3 semanas, y
dependientes. Además con la dosis de 25-50 mg no aparece independientemente de la dosis utilizada.
evitamos la aparición de esta complicación en ho- Por su gravedad conlleva la retirada definitiva del
mocigotos y, por otra parte, el primer control ana- fármaco24. El tercer síndrome engloba varias enti-
lítico suele realizarse antes del momento previsible dades mediadas por una posible lesión endotelial,
de aparición más precoz de la leucopenia (12 días) dependiente de la dosis administrada, e incluyen a
con lo que se podría detectar a tiempo. En este sen- la enfermedad venooclusiva hepática, la hiperpla-
tido, el porcentaje de descenso de leucocitos en el sia nodular regenerativa (HNR) y la peliosis hepáti-
primer recuento realizado con respecto a los nive- ca. Estos cuadros tienen en común la aparición de
les basales se correlaciona con el riesgo de leuco- hipertensión portal (HTP) que en ocasiones puede
penia precoz grave13, incluso aunque se encuentre no acompañarse de alteraciones analíticas. Por
dentro de límites normales. Esto permite identificar este motivo, es obligada la realización de una biop-
un subgrupo de pacientes de mayor riesgo. Queda sia hepática ante un cuadro de HTP en un paciente
por determinar la rentabilidad diagnóstica de este en tratamiento con tiopurinas, independientemen-
parámetro. te de la existencia de alteraciones analíticas o no.
Afortunadamente, la incidencia de estos cuadros es
Es importante además instruir al paciente sobre los baja con tasas acumuladas de HNR a los 10 años del
posibles síntomas de alarma como fiebre, hema- 1,28%. Se ha identificado a la resección intestinal
tomas, etc., así como de las posibles interacciones como un factor de riesgo27.
con otros fármacos de especial riesgo, destacando
al alopurinol y la ribavirina23. El manejo de los pacientes con hepatotoxicidad
por tiopurinas se muestra en la figura 1. La mayor
Hepatotoxicidad parte de los pacientes con elevaciones leves de las
transaminasas (menor de 5 veces el LSN) son tran-
Definida como un aumento de transaminasas 2 sitorias y se puede mantener la dosis del fármaco.
veces por encima de los valores normales, una Cuando las cifras superan estos valores, la actitud
reciente revisión sistemática24 sitúa la prevalencia será disminuir la dosis en un 50% y reevaluar al pa-
de este EA en un 3,4%, con una incidencia anual ciente. En el caso de persistir la alteración, lo acon-
del 1% aproximadamente, aunque si se consideran sejable sería retirar el fármaco, al igual que en el
elevaciones menores la frecuencia puede alcanzar caso de aparición de colestasis grave. Una opción
al 7% de los pacientes tratados25. La mayoría de los antes de retirar el fármaco es intentar el cambio de
estudios incluidos son retrospectivos y en el único azatioprina a mercaptopurina, actitud que viene
estudio prospectivo publicado, la incidencia es mu- refrendada por algún estudio retrospectivo (31 pa-
cho más alta, alcanzando el 10% en un seguimiento cientes) donde pudo observarse que la alteración
502
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
aunque no de infecciones respiratorias virales32. Al
6 5,41 contrario que los corticoides, la administración de
tiopurínicos, no comporta un riesgo aumentado de
Incidencia anual (por 100 PY)
5
abscesos intraabdominales33. En cuanto a las com-
4 plicaciones infecciosas postquirúrgicas no parece
que estos fármacos las favorezcan. Únicamente un
3 2,58 estudio34 de los 4 publicados34-37 muestra un mayor
1,88
2 1,68 riesgo. Sin embargo, el metaanálisis de los estu-
0,66 dios llevados a cabo no muestra una asociación
1 0,37 0,4 (OR=1,17; 0,81-1,69; I2=43%).
0 0
0
< 50 años 50 - 65 años > 65 años Neoplasias
La administración de tiopurinas no comporta un
Tiopurinas actual
mayor riesgo de tumores, cuando éstos se consi-
Tiopurinas retiradas
deran de un modo global, como se deriva de un
Nunca tiopurinas
metaanálisis que incluyó 9 estudios con más de
4.000 pacientes tratados38. Sin embargo, hay tres
neoplasias que podrían estar relacionadas con el
Figura 5. Incidencia de linfoma con tiopurinas. Estudio
CESAME. tratamiento con tiopurinas: el linfoma, el cáncer de
piel no melanoma y la displasia cervical.
bioquímica (incluyendo formas colestásicas) no re- La relación entre linfoma y tiopurinas se conoce
apareció hasta en un 87% de pacientes. desde hace años y se fundamenta en la comuni-
cación de casos aislados de localización atípica,
Infecciones excepcionales fuera de una situación de inmuno-
Los inmunosupresores tiopurínicos aumentan el supresión, como el linfoma cerebral primario, por
riesgo de infecciones graves en otras indicaciones el hecho de estar asociado frecuentemente a la
como la artritis reumatoide. En un amplio estudio presencia del VEB, de forma análoga a la enferme-
casos-control anidado29 con más de 23.000 pa- dad linfoproliferativa postrasplante y por último
cientes estos fármacos se asociaban con un riesgo por casos aislados de regresión espontánea tras la
aumentado de infecciones que requerían hospi- retirada del fármaco. Sin embargo, son dos los estu-
talización (RR=1,52; 1,18-1,97), aunque inferior al dios que han establecido firmemente esta relación
observado con corticoides (RR=2,56; 2,29-2,89). Sin y su magnitud. El primero es un metaanálisis39 que
embargo, los datos no son tan claros en la EII. En los incluye 6 estudios con 11 casos de linfoma frente
ensayos clínicos, las infecciones no eran superiores a los 2,63 esperados lo que supone un riesgo rela-
a las observadas en el grupo placebo y en series tivo de 4,18 (2,07-7,51). El segundo es un estudio
abiertas esta complicación aparece en aproxima- de cohortes poblacional con casi 20.000 pacientes
damente un 7% de los pacientes tratados (1,8% seguidos durante una media de 3 años en el que
graves)30, aunque sin poder valorar la influencia de encontraron 23 linfomas (1 linfoma de Hodgkin y
otros factores, dada la ausencia de grupo control. 22 LNH), de los cuales 15 fueron diagnosticados en
En los registros publicados (TREAT) tampoco se ob- pacientes que recibían tratamiento con tiopurinas:
serva un aumento de las infecciones31; sin embargo en 2 casos las habían tomado previamente y en 5
se han descrito infecciones graves en el 6,5% de los
nunca las habían recibido. La hazard ratio no ajus-
pacientes con leucopenias12 y diversas infecciones
tada con respecto a los pacientes no tratados fue
oportunistas no asociadas a mielotoxicidad como
de 3,45 (1,34-8,89), para los que recibían el fárma-
herpes zoster, listeriosis, etc.15, constituyendo glo-
co y de 0,74 (0,15-3,68), para quienes lo habían to-
balmente la principal causa de mortalidad atribuida
a estos fármacos, aunque el riesgo es muy bajo. mado con anterioridad. En el análisis multivariante
se encontraron como factores de riesgo, la edad
Entre las infecciones no graves se ha encontra- mayor de 65 años, el sexo masculino y el empleo
do un aumento de las producidas por el virus del actual (no pasado) de tiopurinas con una HR=5,26
herpes simple o genital y de verrugas cutáneas, (2,20-12,6; p=0,0002).
503
Sección 4. Intestino delgado y colon
504
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 3. Efectos adversos más frecuentes del metotrexate ría la administración del fármaco en una dosis única
nocturna, procediendo a la evacuación de la leche
excretada en las 4 horas siguientes60. En definitiva,
Leves Graves con los datos actuales podemos recomendar a la
paciente mantener el fármaco durante la gestación
y la lactancia.
Gastrointestinales Mielotoxicidad
Náuseas y vómitos Leucopenia
Metotrexato
Diarrea Trombopenia
Este fármaco se emplea con menos frecuencia en
Estomatitis Macrocitosis
la EII y prácticamente se limita a la enfermedad de
Rash Hepatotoxicidad
Crohn, como alternativa a los inmunosupresores
Alopecia Toxicidad pulmonar tiopurínicos. Los EA con este fármaco son frecuen-
Toxicidad neurológica Teratogenicidad tes, al menos en series abiertas62, donde hasta un
79% de los pacientes experimentan algún efecto
secundario obligando a la retirada del fármaco en
pectivo realizado dentro del proyecto CESAME54, el 33%. Esto contrasta claramente con los resulta-
muestran una incidencia similar a la observada dos de los ensayos clínicos presentados donde los
en la población general y en pacientes no trata- EA son poco frecuentes y con retiradas excepciona-
dos. Únicamente en el Registro Médico Sueco les63. En la tabla 3 se enumeran los EA relacionados
de Nacimientos50 que recoge 300 gestaciones de con este fármaco, destacando por su frecuencia los
mujeres tratadas con azatioprina (la mayor se- gastrointestinales (náuseas y vómitos, diarrea y es-
rie en la actualidad) se encuentra una tenden- tomatitis) y los relacionados con toxicidad hepática.
cia a una mayor frecuencia de malformaciones La hepatotoxicidad debida a la administración cró-
(6,2% vs. 4,7%; OR=1,41; 0,98-2,04) y una asocia- nica de metotrexato consiste en una infiltración
ción significativa con defectos septales auriculares grasa con grados variables de inflamación que
o ventriculares (OR=3,18; 1,45-6,04). Sin embargo, pueden conducir a necrosis celular y finalmente a
el riesgo global es bajo y probablemente sean nece- fibrosis-cirrosis. La progresión a cirrosis depende
sarios más estudios prospectivos y multicéntricos de la dosis administrada y puede ocurrir en au-
para establecer con mayor precisión este riesgo. sencia de alteraciones analíticas. Por este motivo,
A pesar de este potencial y pequeño riesgo de estos y dada la elevada incidencia encontrada en otras
fármacos hay que tener presente que el principal indicaciones (7%), fundamentalmente en pacientes
condicionante del resultado de la gestación en la EII con psoriasis, se ha aconsejado la realización de
es la actividad de la enfermedad y en este sentido una biopsia hepática a partir de una determinada
las principales sociedades científicas57,58 recomien- dosis acumulada (mayor de 1,5 g)64. La frecuencia
dan continuar con su administración durante el em- de fibrosis observada en la biopsia hepática de
barazo porque los beneficios superan claramente a pacientes con otras enfermedades como la artritis
los riesgos. reumatoide65 es claramente inferior (0,5%) aunque
ello contraste con la frecuencia con la que se ob-
En cuanto a la lactancia, a pesar de estar desacon- servan alteraciones de las enzimas hepáticas (31%
sejada por la ficha técnica del fármaco, la adminis- en 3 años). A menudo éstas se resuelven de forma
tración de tiopurinas probablemente sea segura espontánea o tras disminuir la dosis del fármaco. La
puesto que no se ha detectado en la leche mater- información disponible en la enfermedad de Crohn
na59 o bien a concentraciones mínimas, estimadas es más pobre pero probablemente se acerque más
en un nivel inferior a 0,008 mg/kg/día, en el lac- a la incidencia observada en la artritis reumatoide
tante60, probablemente de consecuencias nulas o (AR). Así, en una serie de 20 pacientes66 con una
irrelevantes. De hecho, en un pequeño estudio de dosis acumulada media de 2.633 mg únicamente
casos-control realizado sobre 11 lactantes de ma- un paciente mostraba fibrosis grave en la biop-
dres en tratamiento con azatioprina no se encontró sia, asociando en este caso otros factores de ries-
un aumento del riesgo de infecciones61. La concen- go como diabetes y obesidad. Por este motivo, la
tración de mercaptopurina en la leche materna es biopsia hepática no se aconseja67 en función de una
más alta durante las 4 horas siguientes a su admi- dosis acumulada del fármaco, aunque es posible
nistración, por lo que una medida a considerar se-
que métodos no invasivos de valoración de fibrosis
505
Sección 4. Intestino delgado y colon
Intolerancia a AZA/6-MP
Sí
STOP Obesidad Alcoholismo
Bio Diabetes Hepatopatía
psia
hep No Anticoncepción
átic
a
Metrotexate + Ác. fólico
Monitorización
GOT/GPT x 3 VN Albúmina
Dosis Hemograma + 1/mes x2 Biopsia
Fibroscan < 7,3
Albúmina + 1/4-8 sem. hepática
GOT/GPT en 5/9
Transaminasas
como el Fibrotest® o el Fibroscan® puedan ser de maco lo antes posible, porque tiene una mortalidad
utilidad en la monitorización de estos pacientes68,69. elevada (17%)71. Respecto al riesgo de neoplasia, y
Las recomendaciones para evitar esta complica- en particular de linfoma, no hay datos de que este
ción15 son las propuestas por el American College fármaco esté relacionado con el desarrollo de este
of Rheumatology (ACR)65 y consisten en evitar el tumor72.
empleo de este fármaco en pacientes con factores
En cuanto a los efectos inmunosupresores, el ries-
de riesgo de esteatosis como diabetes, obesidad,
go de infecciones está mínimamente aumentado y
ingesta elevada de alcohol o hipertransaminasemia
es poco probable que aumente el riesgo de infec-
basal. Los controles bioquímicos aconsejados (figu-
ciones oportunistas. Aunque la experiencia en la
ra 7) son mensuales debiendo reducir la dosis del
EII es limitada, en la AR existen amplios estudios
fármaco al 50% cuando se observa una elevación
que lo corroboran. Así, un estudio casos-control
de las transaminasas superior a 3 veces el LSN. La
anidado con más de 23.000 pacientes informó un
biopsia hepática estaría indicada en caso de hiper-
riesgo de neumonía discretamente aumentado
transaminasemia persistente (5 de 9 determinacio-
(RR=1,6; 1,02-1,33) pero no se registraron infeccio-
nes en 12 meses), sobre todo si se acompaña de
nes graves u oportunistas.
hipoalbuminemia. En todos los casos, se aconseja
la administración de ácido fólico, dado que redu- Por último, recordar que es un fármaco que está
ce en un 80% el riesgo de hipertransaminasemia, formalmente contraindicado en el embarazo al ser
además de mejorar la tolerancia digestiva70 sin dis- abortígeno y teratógeno, habiéndose descrito una
minuir su eficacia. embriopatía por metotrexato que incluye malfor-
maciones craneofaciales, del tubo neural y alveo-
Otro EA a tener en cuenta por su gravedad es la
litis fibrosante. Las recomendaciones en este senti-
toxicidad pulmonar. Su forma más representativa
do15,58 son las de adoptar medidas anticonceptivas
es la neumonitits intersticial que aparece con una
eficaces durante el tratamiento y retirar el fármaco
frecuencia de 2-3 casos/100 pacientes-año. Suele
al menos 3-6 meses antes de la concepción.
aparecer en el primer año de tratamiento y se ca-
racteriza por tos seca, disnea y fiebre, además de
la aparición de un infiltrado intersticial en la radio-
Ciclosporina
logía de tórax. Es importante reconocerla precoz- La ciclosporina es un fármaco cuya indicación en la
mente y tratarla con corticoides y retirada del fár- EII está limitada al brote grave de colitis ulcerosa
506
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 4. Efectos adversos de la ciclosporina 75 pacientes reciben además corticosteroides. Para
intentar minimizar este riesgo se aconseja utilizar,
sobre todo en situaciones de triple inmunosupre-
Leves sión, profilaxis frente al P. jiroveci (P. carinii) con
Gastrointestinales: trimetoprim-sulfamatoxazol (160/800 3 veces/se-
Náuseas y vómitos (6%). mana)75. Por otro lado, es posible que se pueda evi-
tar la recomendación de prolongar el tratamiento
Dispepsia.
con ciclosporina 3-6 meses evitando la triple inmu-
Diarrea.
nosupresión, dado que los resultados en cuanto a
Hepatotoxicidad (3%). eficacia podrían ser similares76. También es impor-
Metabólicas: tante utilizar las dosis mínimas eficaces y en este
Hiperglucemia. sentido la utilización de 2 mg/kg con ajuste poste-
Hiperpotasemia. rior para conseguir unos niveles de ciclosporinemia
entre 150-250 ng/ml es tan eficaz como el empleo
Neurotoxicidad:
de las dosis inicialmente aconsejadas de 4 mg/kg77.
Parestesias.
En este punto, es primordial el poder disponer de
Temblor (7%). una monitorización adecuada con determinación
Cefalea (5%). de sus niveles cada 48 horas o bien diarios, si no
Hiperplasia gingival (2%). se encuentran dentro del rango aconsejado. Espe-
Hirsutismo (13%). cial importancia tiene la monitorización de algunos
parámetros como la función renal y los valores de
Graves
colesterol y de magnesio, dado que la probabilidad
Neurotoxicidad: de neurotoxicidad parece mayor cuando están dis-
Convulsiones (1%). minuidos. De hecho se aconseja no iniciar el trata-
Encefalopatía. miento si el colesterol es inferior a 120 mg/dl (una
Nefrotoxicidad (6%). aseveración que se repite constantemente en la
Hipertensión (11%). literatura, sin que pueda sustentarse en evidencias
consistentes). Es bien conocido que la ciclosporina
Alergia.
puede elevar los niveles de tensión arterial y la glu-
Infecciones (3%). cemia.
Neoplasias.
Biológicos: anti-TNF
(CU) donde en la actualidad los fármacos anti-TNF En el presente apartado se comentan los EA de los
constituyen una alternativa con una eficacia simi- dos agentes biológicos autorizados para el trata-
lar73 y una monitorización más sencilla (aunque miento de la EII, infliximab y adalimumab y de otros
con un coste notablemente superior), por lo que relacionados con alguno de los que puede utilizar-
es un fármaco que probablemente tienda a em- se con la nomenclatura de fármaco fuera de indi-
plearse con menos frecuencia en el futuro. Los EA cación, entre los que se incluyen el certolizumab,
más frecuentes han quedado reflejados en la tabla golimumab, natalizumab y ustekinumab.
4. Globalmente son frecuentes, apareciendo en un Los EA de los fármacos anti-TNF se pueden clasifi-
31-67% de los pacientes, aunque generalmente son car en 3 grupos en dependencia de su especificidad
leves. El principal riesgo son las infecciones oportu- (tabla 5): específicos de clase, esto es comunes a
nistas, un hecho que debe de ser firmemente con- todos los fármacos; específicos de fármaco, en este
siderado, especialmente en el contexto de un brote
caso vinculados al empleo de un biológico concre-
grave, donde es utilizado con mayor frecuencia. Aun-
to, con opción a cambiar a otro agente sin riesgo de
que en alguna serie constituye la causa principal de
que reaparezca el EA y específicos de la enferme-
mortalidad asociada a este fármaco (2,8%)74, la tasa
dad, es decir que favorecerían la aparición de in-
de mortalidad global de todas las series publicadas,
fecciones dependientes de la enfermedad, aunque
con más de 1.200 pacientes tratados, se situaría en
este punto no está suficientemente aclarado.
el 1%. El riesgo de infección aumenta con la dosis y
con las asociaciones con otros inmunosupresores, La frecuencia de EA en todas las indicaciones, no
algo habitual en el brote grave de CU, donde los solo en la EII, se ha establecido en un reciente
507
Sección 4. Intestino delgado y colon
metaanálisis78 que incluyó a más de 60.000 pacien- y sobre todo porque la comorbilidad y el riesgo de
tes en 163 ensayos clínicos y 46 estudios de exten- infección en general pueda ser más bajo que el
sión. Globalmente, los EA son más frecuentes en existente en un “entorno real”83. Sin embargo, tam-
el grupo tratado que en los controles, aunque con poco los registros TREAT y ENCORE encontraron en
una magnitud muy discreta (OR=1,19; 1,09-1,3). De el análisis multivariante un aumento en la tasa de
hecho, el número de pacientes a tratar para que infecciones graves con respecto a los controles31,84.
aparezca daño (NNH) es de 37. Similares resultados Esto ha cambiado recientemente, ya que en la últi-
se obtienen para la retirada de la medicación por ma actualización del registro TREAT85 se encuentra
EA, con una OR de 1,32 (1,06-1,64) y un NNH de un aumento discreto pero significativo del riesgo
37. Es decir que los EA de estos fármacos aparecen de infección (HR=1,44; 1,03-2,01). En cifras abso-
con una frecuencia ligeramente superior al place- lutas, el riesgo es bajo en las series publicadas. En
bo o a los tratamientos clásicos, si bien es cierto la más numerosa de Lovaina86 con 734 pacientes y
que algunos de ellos pueden ser graves (véase más un seguimiento medio de 58 meses, el porcentaje
adelante). de pacientes que desarrolló infecciones era del 6%
frente al 9% en el grupo control, lo que representa-
Infecciones ba una tasa de 1,6 eventos/paciente-año. En series
iniciales como la de la Clínica Mayo la frecuencia es
Si bien el riesgo global de infección asociado al em-
superior con un 4% de infecciones graves y hasta
pleo de anti-TNF está bien establecido en la artri-
un 0,8% de mortalidad, aunque es cierto que prác-
tis reumatoide79, en la EII no es tan evidente, al no
ticamente todos los fallecimientos tuvieron lugar
haberse documentado un aumento de infecciones
en pacientes mayores de 60 años, en un momento
frente a los controles, ni en los ensayos clínicos, ni
en el que no se conocía por completo el perfil de
en los registros publicados. Además, los resultados
seguridad del fármaco (insuficiencia cardiaca, tu-
en las indicaciones reumatológicas no son necesa-
berculosis, etc.). En definitiva, y a título orientativo,
riamente extrapolables a la EII, porque en general
la tasa de infecciones graves asociadas al empleo
los pacientes son más jóvenes y con una menor co-
de estos fármacos y que se mantiene de forma re-
morbilidad. En el metaanálisis de Peyrin-Biroulet80
lativamente constante y llamativa en todos los re-
que engloba todos los ensayos clínicos publicados
gistros y revisiones sistemáticas, se sitúa en alrede-
con IFX en la EC hasta ese momento, no se detec-
dor de 5/100 pacientes-año79,4,81,87,88 incluyendo un
taron diferencias en la prevalencia de infecciones
0,8-2% de infecciones oportunistas.
graves cuando se comparó con la observada en
sujetos control. Los resultados con otros fármacos El tratamiento combinado con inmunomodulado-
anti-TNF como el adalimumab81 o el certolizumab82 res, no parece incrementar el riesgo de infecciones
son similares. Probablemente los ensayos clínicos (globalmente consideradas) en los pacientes con
no son capaces de detectar diferencias porque la EII, a la luz de los datos proporcionados por estu-
propia enfermedad puede predisponer a las in- dios que han evaluado la tasa de infecciones en
fecciones, el seguimiento es corto, el número de pacientes con monoterapia, frente a tratamiento
pacientes incluidos es relativamente pequeño, en combinado, tanto en ensayos clínicos89, como en
comparación con otros diseños como los registros, series abiertas86 o estudios poblacionales90. Sin em-
508
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
bargo, el riesgo de infecciones oportunistas sí pa-
rece que aumente con la asociación. En el estudio 20
de casos-control de Toruner et al.91 la OR para un 18
p=0,005
inmunosupresor en monoterapia es de 2,9 (1,5-5,3) 16
p=0,034
frente a 14,5 (4,9-43) para la asociación de 2-3 fár- 14 11,6
p=0,064
Pacientes (%)
macos. Por otra parte, el perfil de infecciones es di- 12
8,9 9,9
ferente para cada medicación, así los corticoides se 10
asocian más con infecciones fúngicas, los anti-TNF 8
5,7
con procesos granulomatosos y los inmunomodu- 6
ladores con infecciones víricas, aunque con mucho 4
solapamiento entre ellos. A pesar de que algunos 2
estudios sugieren que la combinación con inmuno- 0
supresores podría aumentar el riesgo de infeccio- ADA ADA + IMM ADA + Cx ADA + IMM
nes92,93, (figura 8) en condiciones de ensayo clínico + Cx
controlado (las más rigurosas) esto no es realmente
así. Mención aparte, los corticoides aumentan los Figura 8. Aumento del riesgo de infecciones con la asocia-
riesgos en muchos estudios (Toruner, TREAT, el re- ción de biológicos con IMM y corticoides. Global de ensayos
gistro europeo de infliximab, etc.). clínicos con adalimumab en la enfermedad de Crohn93.
509
Sección 4. Intestino delgado y colon
EII
hasta un 8% anual de nuevos diagnósticos de TBC sis, nocardiosis o la infección por micobacterias no
latente105 (nuevos contactos o falsos negativos de las tuberculosas. De todas ellas, debe subrayarse a la
determinaciones iniciales). Además es importante la primera, dada su gravedad y su tasa de mortalidad,
vigilancia de contactos y síntomas para diagnosticar que puede alcanzar hasta un 30%, a pesar del trata-
y tratar precozmente los casos que se produzcan. Los miento antibiótico102. Medidas dietéticas de carác-
IGRA (Interferon-Gamma Release Assays), cuando ter preventivo incluyen el evitar la leche y queso no
están disponibles, aportan varias ventajas, incluyen- pasteurizados, carnes poco cocinadas o vegetales
do su comodidad y rapidez (no es necesario acudir crudos.
de nuevo a la lectura), su mayor especificidad, al no
interferir con la vacunación, y su mayor sensibilidad Infecciones víricas: Hepatitis B
al conseguir un 10-20%106 más de diagnósticos de
En el año 2004 se describe por primera vez la reac-
TBC latente. Sin embargo, es difícil que sustituyan al
tivación del virus de la hepatitis B (VHB) en dos pa-
Mantoux puesto que son pruebas diagnósticas que
cientes con EII tratados con IFX que eran portadores
tienen una baja concordancia entre sí (k=0,2-0,3)
del antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHBs),
y sobre todo porque su capacidad diagnóstica está
uno de los cuales fallece. Ya se había descrito con
limitada en un contexto de inmunosupresión107,108.
anterioridad esta situación en enfermedades reu-
Por este motivo, probablemente, y al menos en
matológicas110,111. La probabilidad de reactivación
áreas como la nuestra, deban emplearse conjunta-
quedó bien patente en el estudio prospectivo es-
mente.
pañol REPENTINA112, cifrándose en un 36% de los
pacientes con AgHBs que se hallaban en tratamien-
Otras infecciones bacterianas to inmunosupresor. El único factor predictivo de
Dentro de las infecciones bacterianas cabe destacar que este hecho ocurriera fué la asociación de 2 o
a las infecciones granulomatosas83 como la listerio- más IMM. A partir de ese momento, se consideró
510
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
obligado evaluar la situación con respecto a la in- tratados119 y su pronóstico es infausto en la mayo-
fección por el VHB antes de iniciar el tratamiento ría de los casos, aunque recientemente se ha publi-
con anti-TNF, aunque estas recomendaciones se cado un enfermo tratado con éxito y sin secuelas
puedan generalizar al empleo de fármacos con po- graves120.
tencial inmunosupresor. En el caso de detectarse
Virus como el HHV-6, Epstein-Barr y CMV no pare-
una hepatitis crónica o la presencia del AgHBs, es
cen tener un papel destacado tras el tratamiento
obligado iniciar tratamiento antiviral, al menos 3
con biológicos121. Destacar al VVZ con el que se
semanas antes del biológico y prolongarlo al me-
nos 3 meses después de abandonarlo102, siempre han descrito casos de infecciones graves tanto con
que el estado de la infección virológica lo permita. corticoides, como con inmunomoduladores o bio-
Se ha descrito un único caso de reactivación en lógicos122. Por este motivo, ante la aparición de una
ausencia de AgHBs y con AcHBc positivo113 tras tra- infección por este virus se aconseja retirar la inmu-
tamiento con IFX. Sin embargo, este hecho parece nosupresión temporalmente e iniciar tratamiento
excepcional y en una serie reciente que incluyó a antiviral102.
72 pacientes con este patrón de infección, no logró
demostrarse la replicación del virus B en ninguno Infecciones fúngicas y parasitarias
de ellos tras el tratamiento con IFX114. Por este mo- Son múltiples las infecciones descritas102 aunque
tivo, no se recomienda en la actualidad realizar pro- poco frecuentes. Deben destacarse la infección por
filaxis sistemática en pacientes con AcHBc positivo P. Jiroveci (anteriormente P. Carinii) por su eleva-
y AgHBs negativo, aunque esto no excluye una vigi- da mortalidad (hasta un 27%)123. Es posible utilizar
lancia cuidadosa de los marcadores y del DNA viral. tratamiento quimiopreventivo (cotrimoxazol 160-
Finalmente, en todos los pacientes con EII es acon- 800 mg 3 veces/semana, p.o) que adoptaremos en
sejable la vacunación frente al VHB, idealmente en función de la prevalencia local. En general, se acon-
el momento del diagnóstico. En todos los casos se seja en caso de triple inmunosupresión cuando uno
aconseja una vigilancia monitorizando los títulos de de los fármacos corresponde a un anti-TNF102 o ci-
anti-HBs con periodicidad, ya que hasta un 57% de closporina como ya se ha mencionado.
los pacientes pierden la protección al cabo de un
año de seguimiento115. En la figura 9 se describe el Neoplasias
manejo de la hepatitis B en pacientes con EII.
De forma global las neoplasias no se han encon-
En la hepatitis C no parece que los inmunomodula- trado con más frecuencia en los pacientes en tra-
dores tengan un efecto deletéreo sobre la replica- tamiento con anti-TNF en los diferentes tipos de
ción viral, por lo que estos tratamientos se pueden estudios: ensayos clínicos80, registros124, estudios
iniciar o continuar si es preciso102. En el caso parti- de cohortes125 o series abiertas86. En la artritis reu-
cular de los fármacos anti-TNF tampoco parece que matoide (AR), un metaanálisis de los ensayos clíni-
influyan sobre la evolución de la hepatitis C, aun- cos publicados hasta ese momento, encontraba un
que el número de pacientes recogido en la litera- riesgo aumentado de neoplasia en pacientes que
tura (85 pacientes en 11 publicaciones) es todavía recibían dosis altas79 del fármaco. De nuevo, estos
escaso116. datos no son necesariamente extrapolables a la EII
Dentro de las infecciones víricas habría que desta- por el diferente riesgo basal de neoplasia en am-
car a la reactivación del virus JC con aparición de bas patologías o por una edad media superior en la
leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), tal AR. Recientemente la European Medicines Agency
como se ha observado tras el tratamiento con al- ha publicado un metaanálisis con 22.000 pacientes
gunos biológicos como natalizumab, efalizumab y en 74 ensayos clínicos en todas las indicaciones
rituximab117. Ninguno de ellos está aprobado para posibles y con todos los fármacos anti-TNF, encon-
el tratamiento de la EII, aunque el natalizumab está trando un riesgo de neoplasia similar al de los con-
disponible en Europa bajo la fórmula de tratamien- troles126 salvo para el cáncer de piel no melanoma
to fuera de indicación (uso compasivo) pero some- (CPNM) con un riesgo relativo de 2,02 (1,11-3,95).
tido a un estrecho programa de vigilancia (TOUCH Un riesgo similar encuentran en el estudio de ca-
prescibing program). La legislación obliga en este sos-control anidado127 comentado a propósito de
supuesto a su administración en monoterapia, aun- los tiopurínicos, por lo que las recomendaciones
que esto no evita que pueda aparecer la LMP118. La de prevención para estos fármacos son extensivas
incidencia estimada es de 1 caso/1.500 pacientes a los anti-TNF.
511
Sección 4. Intestino delgado y colon
El linfoma es la neoplasia que más preocupación a un solo caso en el grupo control. Por este motivo,
ha suscitado, no solo por un riesgo aumentado, aunque el abandono del hábito tabáquico resulta
sino por la descripción de formas especialmente prioritario en todos los casos, cobra más importan-
graves como el linfoma hepatoesplénico. El único cia, si cabe, cuando el paciente está siendo tratado
metaanálisis128 que valora este aspecto y que in- con tratamiento inmunosupresor o biológico.
cluye cerca de 9.000 pacientes con un seguimiento
medio de 74 semanas, encuentra una incidencia de Reacciones locales e infusionales
6,1 casos/10.000 persona-año (PA) frente a los 2 ca-
La administración de proteínas exógenas tiene el
sos/10.000 de la población general, lo que la hace
potencial de inducir inmunogenicidad con apari-
tres veces superior (SIR=3,23; 1,5-6,9) y similar a la
ción de anticuerpos frente al fármaco que estemos
encontrada con las tiopurinas. Datos procedentes
administrando, bien anticuerpos antiinfliximab
del registro prospectivo francés RATIO que incluye
(ATI) o antiadalimumab (AAA). Estos anticuerpos
a pacientes de todas las indicaciones, no solo EII,
se han correlacionado con pérdida de respuesta al
apoyan estos resultados al encontrar una inciden-
fármaco y la aparición de reacciones infusionales131
cia de 4,2 casos/10.000 PA doblando a la de la po-
o reacciones locales132 aunque no se encuentran en
blación general129.
todos los pacientes que experimentan este tipo de
El linfoma hepatoesplénico es una entidad excep- EA. De hecho, su valor predictivo positivo es solo
cional habiéndose descrito 36 casos en la EII130, ha- del 36%133. Las reacciones infusionales se presen-
bitualmente asociado a inmunosupresores tiopurí- tan hasta en un 27% de los pacientes cuando el
nicos o bien a la utilización conjunta de éstos con tratamiento es episódico y en un 4-6% en el caso
fármacos anti-TNF. Su incidencia calculada aproxi- de que el tratamiento de mantenimiento sea conti-
mada se situaría en torno a 1:22.000 pacientes con nuo. Menos de un 3% de los pacientes tratados se
tratamiento combinado y algo menor (1:45.000) ven obligados a interrumpir o abandonar la terapia
para la monoterapia con tiopurinas. Aparece ge- por esta razón. En el caso del adalimumab, las reac-
neralmente en pacientes varones y menores de 35 ciones locales serían el equivalente y se presentan
años, aunque hay casos descritos por encima de hasta en un 19% de los pacientes tratados, si bien
dicha edad. Su pronóstico es generalmente infaus- es excepcional que motiven la sustitución del fár-
to, lo que ha llevado a la recomendación de evitar maco (menor de 1%)134. Las reacciones infusionales
la asociación de tiopurinas y anti-TNF en pacientes pueden ser agudas (aparecen durante la infusión
jóvenes67. o poco después de retirarla) o retardadas. Son si-
milares a una reacción anafiláctica de intensidad
Existen menos datos que con los fármacos tiopurí-
variable y se manifiestan por síntomas como pal-
nicos sobre el papel de los anti-TNF en la displasia
pitaciones, sudoración, mareo, con o sin hipoten-
cervical. Un único estudio casos-control45 encuen-
sión, dolor torácico, disnea, urticaria y fiebre en
tra una incidencia discretamente elevada con res-
casos graves. La administración concomitante de
pecto a la población general (1,82; 1,39-2,39), pero
inmunosupresores o la premedicación con corticoi-
no con respecto a pacientes con EII y sin esta me-
des tienen un papel protector135. Sin embargo, se
dicación (1,25; 0,65-2,40), por lo que los resultados
consideran reacciones anafilactoides al no tener las
son contradictorios. En todo caso, la magnitud de
características de una reacción de hipersensibilidad
la asociación es pequeña y no cambia la recomen-
tipo I, y no estar medidas por la IgE. Su tratamien-
dación de las revisiones ginecológicas que establez-
to consiste en detener la infusión y reintroducirla a
can las sociedades correspondientes.
ritmo creciente, junto con la administración de an-
El cáncer de pulmón se ha encontrado con una tihistamínicos y corticoides en los casos graves. En
frecuencia mayor de la esperada en alguna serie las siguientes infusiones la mayoría de los autores
abierta (hasta un 23% en pacientes fumadores ma- recomiendan premedicación (sobre todo si la reac-
yores de 65 años), incluso con algún caso de regre- ción fue grave), aunque existe escasa evidencia al
sión espontánea tras la retirada del anti-TNF, lo que respecto133. Las reacciones infusionales retardadas
apoya la responsabilidad del fármaco en su apari- aparecen entre 3-12 días después de la infusión y
ción. Además, en un ensayo clínico con infliximab se caracterizan por mialgias, artralgias, rash, fie-
realizado sobre 157 pacientes con EPOC se detecta- bre o urticaria. Generalmente aparecen cuando ha
ron 9 casos de este tipo de tumor en el grupo trata- existido un periodo más o menos largo sin adminis-
do y 2 casos más en el seguimiento posterior, frente tración del fármaco.
512
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 6. Efectos adversos de base inmune como aunque si se buscan intencionadamente pueden
complicación del tratamiento con anti-TNF aparecer hasta en un 62%140. Las lesiones pueden
ser muy variadas: vasculitis leucocitoclástica, piel
seca, pustulosis, infecciosas, etc., siendo las más
Switch características las lesiones inflamatorias eczema-
Sistémicas tiformes y psoriasiformes. En general, bien por su
• Lupus medicamentoso + extensión limitada o por buena respuesta al trata-
• Vasculitis ?
miento tópico solo obligan a suspender el anti-TNF
en un 1% de los pacientes, aunque en el caso de las
• Sarcoidosis +
lesiones inflamatorias este porcentaje asciende a
Órgano-específicos un 22-34%140,141. Las localizaciones más frecuentes
• Cutáneos→Psoriasis – de las lesiones psoriasiformes son el cuero cabellu-
• Enf. desmielinizantes y polineuropatías ? do, las flexuras (“psoriasis inversa”) y la pustulosis
• Uveítis ? palmoplantar, esta última muy característica. La
retirada del fármaco consigue el control de las le-
• Hepatitis +
siones en la mayoría de los casos, pero tras la rein-
• Renales (Sd. nefrótico y glomerulonefritis) ? troducción o el cambio a otro anti-TNF es habitual
• Neumonitis intersticial ? que reaparezca la sintomatología141.
Manifestaciones neurológicas
Se ha descrito la aparición o exacerbación de enfer-
Fenómenos autoinmunes medades desmielinizantes previas, principalmente
Existen múltiples manifestaciones de base inmune esclerosis múltiple, por lo que se debe evitar en
que se han asociado al empleo de fármacos anti- este grupo de pacientes. La frecuencia estimada
TNF (tabla 6). Todos ellos aparecen con una fre- es de 1/1.000 PA y los síntomas más frecuentes
cuencia excepcional, salvo las manifestaciones cu- son parestesias, alteraciones visuales, confusión y
táneas, y en la mayoría de los casos son específicas alteraciones de la marcha. La retirada del fármaco
de grupo, es decir que el cambio a otro anti-TNF conlleva la resolución de los síntomas en casi todos
conlleva la reaparición del EA. Sin embargo, en al- los casos, aunque no siempre142. Es cierto que la es-
gunos casos como la sarcoidosis, hepatitis autoin- clerosis múltiple podría estar aumentada en la EII143
mune o el lupus, el cambio a otro fármaco del mis- pero la secuencia temporal y sobre todo la resolu-
mo grupo permite continuar el tratamiento136,137. ción tras la retirada apoya el papel de los fármacos
anti-TNF en la aparición de este EA. Se han descri-
La aparición de marcadores de autoinmunidad to muchos otros EA neurológicos, aunque con una
durante el tratamiento es muy frecuente con apa- frecuencia excepcional, entre los que se incluyen:
rición de ANAs hasta en un 44-56%138,139. Aunque síndrome de Guillain-Barré144, neuritis óptica o neu-
este fenómeno suele ocurrir generalmente de ropatía desmielinizante.
forma precoz, no conllevan un riesgo elevado de
lupus medicamentoso, por lo que su determina- Gestación y lactancia
ción sistemática no está recomendada. En series
abiertas138,139, se sitúa en un 1% aproximadamente, Los estudios más amplios publicados49 con inflixi-
predominando la afectación articular y cutánea. La mab que incluyen las gestaciones recogidas en el
afectación visceral, sin embargo, es excepcional. registro TREAT (66) o las de la base de datos Inflixi-
Los factores de riesgo que se asocian a la aparición mab Safety Database (96) no detectan un aumento
de este EA son la edad avanzada y unos niveles de del riesgo de abortos o prematuridad con este fár-
anti-DNA mayores o iguales a 9 U/ml. Los IMM, por maco. Con adalimumab, los resultados del estudio
el contrario, parecen tener un papel protector138. OTIS son similares, aunque en este caso se observa
un aumento de abortos espontáneos que pudieran
Lesiones cutáneas explicarse más por la actividad de la enfermedad
que por el propio fármaco. En estas series no se
Las lesiones cutáneas asociadas al tratamiento con ha detectado un aumento de malformaciones,
fármacos anti-TNF se observan hasta en un 20% aunque en una revisión de más de 120.000 EA con
de los pacientes tratados en series retrospectivas86 anti-TNF registrados en la base de datos de la FDA
513
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 7. Medidas preventivas a adoptar ya desde el diagnóstico para prevenir complicaciones del tratamiento
514
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 8. Vacunaciones recomendadas en pacientes con EII.
ferencias con las vacunaciones, fundamentalmente portante (47%) los infraestimaba148. Por este moti-
rotavirus y BCG que son las que están elaboradas vo, es importante proporcionar la información de
con gérmenes vivos. La lactancia probablemente una forma adecuada, utilizando riesgos absolutos
sea segura, al no detectarse niveles de infliximab146 en lugar de relativos y evitando porcentajes peque-
o mínimos de adalimumab147. ños poco intuitivos (p. ej.: 0,01%) o términos im-
precisos como “raro”. Suele ser de utilidad expresar
Otros efectos secundarios estos riesgos en forma de gráfica o ponerlos en re-
lación con situaciones de riesgo percibido conoci-
Insuficiencia cardiaca das149. Por último, siempre hay que destacar que la
relación de riesgo-beneficio en los pocos estudios
Del empleo de anti-TNF a en dos ensayos clínicos en
que hay publicados es favorable al fármaco2.
pacientes con insuficiencia cardiaca se desprende
que estos fármacos están contraindicados en grados
avanzados de la enfermedad (NYHA III y IV) al encon-
Medidas preventivas
trarse un aumento de la mortalidad133. La incidencia Es importante incorporar como parte fundamental
de este tipo de complicación es de 3/1.000 PA de for- del manejo de los pacientes con EII una serie de
ma global, siendo mucho menor en pacientes meno- medidas preventivas encaminadas a evitar com-
res de 50 años (1/3.333 PA). Hay que tener presente plicaciones, fundamentalmente infecciosas, deri-
que hasta en un 50% de los casos puede aparecer vadas del tratamiento o de la propia enfermedad.
en pacientes sin insuficiencia cardiaca o factores de Este tipo de medidas hay que adoptarlas de forma
riesgo cardiovascular, siendo lo habitual la resolu- ideal desde el mismo momento del diagnóstico, no
ción del cuadro tras la retirada del biológico142. solo porque no vamos a retrasar la introducción de
fármacos con potencial inmunomodulador, cuando
Comunicación de riesgos al paciente sean necesarios, sino porque van a ser más efica-
ces, especialmente las vacunas, cuando estos trata-
La comunicación al pacientes de las complicaciones
mientos aún no se han introducido.
del tratamiento es fundamental que se haga de
forma adecuada para que la percepción del riesgo Entre las actuaciones a realizar se incluyen (tabla 7):
sea la correcta, sin infraestimar ese riesgo. Existen
❱❱ Una evaluación previa del riesgo del paciente.
pocos datos publicados al respecto, pero en una
entrevista realizada por el Dr. Siegel a pacientes en ❱❱ Medidas preventivas propiamente dichas que
una reunión de la CCFA, hasta un 45% de ellos no incluyen quimioprofilaxis cuando corresponda
recordaban la conversación con su médico sobre (tuberculosis, P. Jiroveci, hepatitis B), vacuna-
los riesgos de la medicación y una proporción im- ciones (tabla 8) y educación del paciente sobre
515
Sección 4. Intestino delgado y colon
síntomas de alarma, evitar exposición solar, o flammatory bowel disease. Aliment Pharmacol
consejos dietéticos. Ther 2008(1);27:220-7.
9. Haber CJ, Meltzer SJ, Present DH, Korelitz BI.
❱❱ Dado que las medidas recomendadas son mu- Nature and course of pancreatitis caused by
chas y que es relativamente frecuente su incum- 6-mercaptopurine in the treatment of infla-
plimiento150 puede ser de utilidad la adopción mmatory bowel disease. Gastroenterology
de listas de comprobación o checklist. En http:// 1986;91:982-6.
10. Van Geenen EJ, de Boer NK, Stassen P, Linskens
gow.im/w5 se pone a disposición del lector un RK, Bruno MJ, Mulder CJ et al. Azathioprine or
ejemplo. mercaptopurine-induced acute pancreatitis is
not a disease-specific phenomenon. Aliment
❱❱ Por último, para intentar minimizar riesgos es Pharmacol Ther 2010;31:1322-9.
importante una monitorización estrecha de 11. Al Rifai A, Prasad N, Shuttleworth E, McBur-
estos pacientes para intentar un diagnóstico y ney H, Pushpakom S, Robinson A et al. Natural
tratamiento precoz de los EA, cuando se produ- history of azathioprine-associated lymphope-
cen, disminuyendo al máximo sus consecuen- nia in inflammatory bowel disease patients:
cias. Finalmente debe optimizarse la relación de a prospective observational study. Eur J Gas-
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riesgo-beneficio para cada paciente, teniendo
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522
36 Síndrome de intestino irritable
Fermín Mearin1, Miguel A. Montoro2
1
2
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos. Centro Médico Teknon. Barcelona
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
2
Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 523
Sección 4. Intestino delgado y colon
por comités de expertos que se reúnen periódica- TABLA 1. Criterios de Roma III para el diagnóstico de SII
mente en Italia. En 1992 se publicaron los criterios
de Roma I5, en 1999 los criterios de Roma II6,7 y en
2006 los criterios de Roma III8. En todos los casos, Dolor o disconfort1 abdominal recidivante al menos
es condición sine qua non la presencia de dolor o 3 días al mes durante los últimos tres meses2 que se
molestia abdominal (sin el cual no puede estable- asocia a dos o más de los siguientes:
cerse el diagnóstico), asociado a un cambio en la ❱❱ Mejoría con la defecación.
frecuencia o consistencia de las deposiciones (al ❱❱ El comienzo se asocia a un cambio en la frecuencia
menos 3 días al mes) por un periodo no inferior a de las deposiciones 3.
3 meses, y un comienzo de los síntomas al menos ❱❱ El comienzo se asocia con un cambio en la forma
6 meses antes del diagnóstico. Dentro de esta cate- (consistencia) de las deposiciones 3.
goría se reconocen 4 subtipos: 1) SII con predomi-
nio de estreñimiento (SII-E); 2) SII con predominio 1
El término disconfort se refiere a una sensación
de diarrea (SII-D); 3) SII con patrón alternante y 4)
desagradable que no se describe como dolor. Para
SII con patrón indefinido. Algunos síntomas como estudios de investigación fisiopatológica y ensayos
la urgencia defecatoria, la sensación de evacuación clínicos, se requiere que el dolor o disconfort abdo-
incompleta, así como la hinchazón abdominal, la minal aparezca al menos 2 días por semana durante
emisión de moco en al deposición o el esfuerzo el periodo de cribado de los casos.
defecatorio excesivo, apoyan el diagnóstico, pero 2
Los síntomas deben cumplirse al menos durante
no son imprescindibles para establecerlo (tabla 1)8. tres meses y haber comenzado al menos 6 meses
antes del diagnóstico.
¿Qué no es un SII? 3
Los requerimientos para establecer las diferentes
La propia definición de SII permite establecer claras categorías de SII son los siguientes:
diferencias con otras condiciones clínicas con las a. SII con predominio de estreñimiento: heces
que frecuentemente se confunde. Diversas consi- duras ≥ 25% de las ocasiones/heces “sueltas” o
deraciones deben ser tenidas en cuenta. acuosas ≤ 25% de las ocasiones.
b. SII con predominio de diarrea: heces “sueltas” o
❱❱ Los síntomas tienen que aparecer durante un acuosas ≥ 25% de las ocasiones/heces duras
periodo mínimo de tiempo (12 semanas/año, < 5% de las defecaciones.
no necesariamente consecutivas). Se excluyen,
c. Patrón mixto: heces duras ≥ 25% de las oca-
por consiguiente, periodos cortos de alteracio-
siones/heces “sueltas” o acuosas ≥ 25% de las
nes del ritmo intestinal acompañadas de males- ocasiones.
tar abdominal, propiciadas por circunstancias
d. Patrón indefinido: anormalidad insuficiente de
diversas (viajes, estrés, transgresiones dietéti-
la consistencia de las deposiciones para reunir
cas) que constituyen un hecho frecuente en la
los criterios expuestos para el resto de las cate-
población general. gorías.
❱❱ La presencia de diarrea o estreñimiento cróni- • Síntomas que apoyan el diagnóstico pero que
co, sin una causa orgánica identificable no pue- no forman parte de los criterios de Roma III son:
de atribuirse a un SII si no existe además dolor a. Frecuencia de las deposiciones ≤ 3 veces por
abdominal. Aquellos entran en la categoría de semana o > 3 veces por día.
diarrea o estreñimiento crónico funcional. b. Esfuerzo defecatorio excesivo.
❱❱ Inversamente, la presencia de dolor abdominal c. Urgencia defecatoria.
crónico sin alteraciones concomitantes en la d. Sensación de evacuación incompleta.
frecuencia o consistencia de las deposiciones
e. Emisión de moco en la deposición.
no puede ser categorizada como SII, sino como
dolor abdominal crónico funcional. f. Sensación de hinchazón abdominal.
524
36. Síndrome de intestino irritable
❱❱ Algunos pacientes, especialmente mujeres, con personas que consultan al médico. De hecho, el
flatulencia como síntoma principal, son etique- SII explica el 10-15% de las consultas de atención
tados de SII, sin que reúnan plenamente los cri- primaria y entre el 25-30% de los pacientes deri-
terios necesarios para el diagnóstico de este sín- vados a las consultas de gastroenterología18. Estas
drome. Con frecuencia estos pacientes padecen cifras son el resultado de estudios basados en un
otro trastorno funcional, como aerofagia o pre- “diagnóstico positivo” basado en síntomas. En todo
sentan un incremento real en la producción de momento debe considerarse que cualquier estrate-
gas intestinal en relación con una intolerancia gia basada en la búsqueda intencionada de orga-
a lactosa o fructosa, un síndrome de sobrecre- nicidad “diagnóstico por exclusión”, reduciría con
cimiento bacteriano o incluso una enfermedad toda probabilidad estos valores al identificar enfer-
celíaca. medades con una base orgánica cuya presentación
❱❱ Por último, aquellos pacientes en los que llega a clínica puede simular, en gran medida, a la de un
identificarse un trastorno endocrinometabólico TFD, como han sugerido algunos autores19.
(por ej.: diabetes o hipertiroidismo) y que con-
sultan por síntomas gastrointestinales concor- Incidencia
dantes con el padecimiento de un SII no pueden
La incidencia de SII no es fácil de determinar, ya que
ser categorizados como tal en un sentido estric-
a menudo el comienzo de los síntomas se desarro-
to, dado que conceptualmente, en todo pacien-
lla de forma insidiosa y el enfermo puede tardar en
te con un TFD se exige la ausencia de anomalías
consultar10. Estudios de base poblacional realizados
bioquímicas que puedan explicar los síntomas.
en EE.UU. y en Europa sugieren que el SII aparece
en 200-300 personas por cada 100.000 habitantes y
Epidemiología año19-21. Debe considerarse que estas estimaciones
se basan en el resultado de estudios en pacientes
Prevalencia que consultan por sus síntomas. Una evaluación
La prevalencia de SII oscila entre el 5-15%, en de- más realista, considerando la proporción de pacien-
pendencia de los criterios empleados para el diag- tes que no llegan a consultar nunca con el médico,
nóstico9,10. Un estudio, por ejemplo, encontró que permite estimar, que la verdadera incidencia de SII
únicamente el 31% de los pacientes con SII diag- en población general probablemente doble estas
nosticados por criterios de Roma II, cumplían los cifras, alcanzando la cifra de 400 casos por cada
criterios de Roma III para el mismo diagnóstico11. El 100.000 habitantes y año, valores que se ajustarían
70% restante padecían otro tipo de trastornos fun- más a una prevalencia estimada del 12%. Por otro
cionales digestivos (TFD) incluyendo estreñimiento lado, en determinados subgrupos de pacientes,
o diarrea funcional o hinchazón funcional. Otras como aquellos que han sufrido una gastroenteritis
variables que influyen en la prevalencia incluyen la infecciosa, la incidencia de SII puede alcanzar el
edad, el sexo, la procedencia geográfica y la pobla- 10% (IC 95%: 9,5-85,6)22.
ción que es objeto de estudio (población general o
población que consulta con el médico)10. Así, la pre- Concomitancia con otros TFD
valencia de SII estimada en los países occidentales
oscila entre el 10-18%12,13, mientras que en Asia se Estudios de base poblacional y revisiones sistemá-
cifra entre un 1-9%14,15. La prevalencia encontrada ticas demuestran la existencia de un solapamiento
en España es del 7,8%16. Un aspecto notable es que entre el SII y otros TFD, de manera que la probabi-
la relación mujer/hombre observada en el mundo lidad de que un paciente con SII presente además
occidental (2:1) no se ha constatado en los países clínica de enfermedad por reflujo gastroesofágico
asiáticos. Por otro lado, el SII es más prevalente en (ERGE) o de dispepsia alcanza el 47% y el 15-42%,
edades más jóvenes16,17, aunque se ha descrito un respectivamente, prevalencias muy superiores a las
segundo pico de incidencia en edades avanzadas. observadas en población general24-26. En un estu-
Talley et al., encontraron una prevalencia de SII del dio, Locke et al. informaron que entre el 4-9% de la
8% entre los pacientes con edades comprendidas población general presenta síntomas de al menos 2
entre 65 y 75 años, elevándose hasta el 12% entre TFD y que de un 1% a un 4% manifiesta clínica de al
las personas de más de 85 años17. Indudablemen- menos 3 TFD, lo que ha hecho considerar una base
te estas cifras son diferentes entre la población de patogénica común en estos trastornos27.
525
Sección 4. Intestino delgado y colon
526
36. Síndrome de intestino irritable
TABLA 2. Cuestionario BEST para evaluar el impacto de los síntomas de un intestino irritable sobre la CVRS
Las respuestas a estas preguntas se miden en una escala de 0 (el mejor estado de salud) a 100 (el peor estado
de salud). La calificación final asignada de acuerdo a un algoritmo estándar se entrega al médico, antes de que
éste entre en la consulta. [Spiegel BMR, Naliboff, Mayer E, et al. Development and initial validation of a concise
point-of-care IBS severity index: the 4-item BEST questionnaire. Gastroenterology 2006;130:S1040].
SII consumen un 50% más de recursos sanitarios estas entidades son potencialmente curables con
que los controles sanos44,45. Ello obliga a reflexionar un tratamiento específico19. Otra fuente impor-
acerca de la solicitud, a menudo reiterada, de prue- tante de gasto sanitario en estos pacientes son las
bas y exámenes complementarios que siguiendo frecuentes visitas facultativas derivadas del padeci-
las recomendaciones de las guías de práctica clí- miento de síntomas extraintestinales, fruto de di-
nica45 probablemente no estén justificados, en pa- versas somatizaciones. Finalmente, se estima que
cientes en quienes podría establecerse un diagnós- un tercio de los costes imputables al SII se derivan
tico positivo, basado en la presencia de síntomas
de la pérdida de productividad laboral (absentismo
compatibles y la ausencia de signos de alarma (ver
y presentismo laboral). Los empleados que sufren
apartado de diagnóstico). Este pensamiento debe
de SII presentan una merma de su productividad
balancearse con el criterio de aquellos que preco-
laboral estimada en un 26-31%, tasas que exceden
nizan que el gasto imputable a esta patología, se
reduciría a largo plazo, si en la valoración inicial pu- en un 20% a las observadas en controles sanos46,47.
diese descartarse cualquier otra patología orgánica Esta pérdida de productividad laboral se concentra
que a menudo se manifiesta con criterios de “apa- mayoritariamente entre los pacientes que presen-
rente funcionalidad”. Así ocurre con algunos casos tan comorbilidades asociadas, incluyendo fatiga
de colitis microscópica, enteropatía sensible al glu- crónica y fibromialgia, entre otras48. A todo ello
ten, intolerancia a carbohidratos (lactosa, fructosa) deben sumarse los costes intangibles atribuibles al
o malabsorción idiopática de sales biliares. Todas sufrimiento personal.
527
Sección 4. Intestino delgado y colon
528
36. Síndrome de intestino irritable
Figura 1. Hiperalgesia visceral. El umbral de percepción en el SII es más bajo que en los sujetos normales. Un estímulo de una
determinada magnitud es percibido con una intensidad desproporcionada en relación al observado en sujetos normales.
los movimientos del diafragma y de la musculatura tudios realizados con resonancia magnética cerebral
de la pared abdominal, debiendo distinguir entre o tomografía de positrones han puesto de manifies-
aquellos que presentan una verdadera retención to, por ejemplo, que la respuesta cerebral a los estí-
de gas debida a una dismotilidad del intestino del- mulos viscerales es muy distinta en los pacientes con
gado, asociada a migración del diafragma en senti- SII, en comparación con personas sanas, incluyendo
do craneal y protusión de la pared abdominal an- los aspectos emocionales y la respuesta autonómica
terior, de aquellos otros con hinchazón “funcional” a la distensión49,64. Se ha postulado igualmente que
que no presentan retención de gas propiamente una anomalía en las concentraciones de neurotrans-
dicha, sino un fenómeno de migración caudal del misores que regulan la función del sistema nervioso
diafragma asociado igualmente a protusión de la entérico podría desempeñar también un papel pri-
pared anterior del abdomen61,62. mordial en la patogénesis de los diferentes subtipos
de SII (tabla 3)65,66. De hecho, la investigación en este
Disfunción autonómica campo ha hecho posible el desarrollo de agentes
Algunos estudios han demostrado la existencia de serotoninérgicos (antagonistas 5-HT3 y agonistas
fenómenos de disfunción autónoma (predominio HT4) que han demostrado su efectividad en formas
de tono simpático en el SII-D y predominio de tono graves de SII asociado a diarrea o estreñimiento,
vagal en el SII-E) que persisten incluso durante el respectivamente (ver más adelante).
sueño, sugiriendo que se trata de un fenómeno in-
TABLA 3. Neurotransmisores que participan en la
trínseco asociado a la enfermedad y no una conse-
cuencia de la misma63. regulación de la función intestinal
529
Sección 4. Intestino delgado y colon
530
36. Síndrome de intestino irritable
Figura 2. Asociaciones genéticas en el síndrome de intestino irritable en función del fenotipo. Puede observarse cómo algunas
asociaciones genéticas son compartidas por diferentes subtipos de SII y otras son exclusivas de un subtipo determinado.
nérgica) o por su papel regulador de la respuesta patogénesis del SII89. Los argumentos más sólidos
inmunológica del intestino frente a la infección mi- para sustentar esta hipótesis surgen de una serie
crobiana (función de barrera)83-88. La figura 2 mues- de evidencias:
tra un listado de los genes que se han identificado
❱❱ Cambios en la composición de la microflora en
hasta el momento como potenciales marcadores
las heces. Por medio de cultivos de las heces se ha
de susceptibilidad al padecimiento de SII, debiendo
establecido que la concentración de algunas espe-
subrayar la existencia de una diferente base genéti-
cies de bacterias (Lactobacillus y Bifidobacterium)
ca para los casos esporádicos o familiares y para los
está disminuida en los pacientes con SII compara-
casos de SII postinfeccioso versus no infeccioso79.
da con la observada en controles sanos90,91.
Genes que han sido implicados en el desarrollo del
SII incluyen el HTR2A, HTR3E, IL10 e IL6. A su vez ❱❱ Sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SBI).
los genes IL-6, CDH1 y TLR9 pueden representar un Los metaanálisis efectuados han informado
locus de susceptibilidad para el desarrollo del SII una prevalencia de SBI, medida tanto por test
postinfeccioso. En última instancia, y al igual que de lactulosa como por cultivos del aspirado ye-
sucede en la enfermedad de Crohn, la susceptibi- yunal, significativamente más elevada entre los
lidad genética solo es un factor que contribuye al pacientes con SII comparada con los controles
desarrollo del síndrome, pero sin duda es necesaria [odds ratio 9,64 (IC) 5 4,26–21,82)]92,93. Al me-
la contribución de otros factores ambientales. nos 5 estudios controlados y aleatorizados co-
inciden en señalar que la administración de an-
Inflamación y microflora tibióticos mejora los síntomas de los pacientes
con SII, en la misma medida que normaliza los
Microbiota intestinal
resultados de los test del aliento94-95. La razón
En el tracto digestivo conviven más de 500 especies por la que los pacientes con SII desarrollan SBI
diferentes de bacterias en una relación simbiótica podría guardar relación con un fallo de aclara-
con el huésped. En los últimos años se ha postu- miento de bacterias debido a un enlentecimien-
lado la hipótesis de que alteraciones en la micro- to del tránsito propiciado por una disminución
biota pueden desempeñar un papel relevante en la de la fase III del complejo motor migratorio in-
531
Sección 4. Intestino delgado y colon
532
36. Síndrome de intestino irritable
dolencia orgánica aumenta a partir de los 50 con un patrón predominante de diarrea, como
años. Ello probablemente justifique la necesi- aquellos en los que predomina el estreñimiento
dad de llevar a cabo algunas exploraciones en pueden abocar a un ritmo alternante110. El moco
este subgrupo (por ej.: colonoscopia) con el pro- es un componente, frecuente, si no habitual con
pósito de asegurar la ausencia de una patología independencia del patrón defecatorio predomi-
potencialmente grave (ej.: cáncer de colon). nante.
Esta consideración es particularmente cierta
❱❱ Síntomas de alarma. La anamnesis debe incluir
cuando los síntomas son de reciente aparición.
preguntas dirigidas a la búsqueda intencionada
❱❱ Sexo. El sexo femenino comporta mayores pro- de cualquier semiología sospechosa de una cau-
babilidades de que la causa de los síntomas sa orgánica del problema (figura 3). Estos sínto-
obedezca a un SII, especialmente en el grupo de mas de alarma incluyen la pérdida de peso no
pacientes que consultan de forma reiterada por explicable por otra causa, la fiebre y la presencia
sus síntomas. de sangre en las heces. Otros síntomas o ante-
cedentes que deben alertar al clínico son: 1) en
❱❱ Antecedentes familiares. La presencia de ante- caso de diarrea: la toma reciente de antibióti-
cedentes familiares de cáncer de colon, enferme- cos, el antecedente reciente de un viaje a una
dad inflamatoria intestinal (EII) o enfermedad ce- zona endémica de causas infecciosas de diarrea
líaca obliga a considerar firmemente cualquiera y los antecedentes familiares de celiaquía o EII.
de estas patologías en el diagnóstico diferencial. 2) En el caso de estreñimiento: el antecedente
De hecho cualquiera de estos antecedentes es personal o familiar de cáncer colorrectal (véase
considerado como un dato de “alarma”. más arriba). Finalmente, debe considerarse que
❱❱ Síntomas característicos de SII. Típicamente, una patología orgánica puede aparecer también
los pacientes con SII refieren dolor o malestar en cualquier paciente con un SII previo. En este
abdominal que alivia con la defecación y tras- contexto, el clínico debería estar atento a cual-
tornos en el patrón de evacuación. El dolor sue- quier cambio en la naturaleza de los síntomas,
le ser descrito como “retortijones” y de forma especialmente si existen antecedentes familia-
característica alivia con la deposición. Aunque res de cáncer de colon o de enfermedad infla-
su localización más frecuente es la parte baja matoria intestinal.
del abdomen, no es inhabitual una localización ❱❱ Síntomas que refuerzan el diagnóstico: como ya
difusa. A su vez, el enfermo con un SII refiere al- se ha mencionado, los pacientes con SII presen-
teraciones en el ritmo intestinal y/o cambios en tan con frecuencia un conjunto de síntomas inhe-
la forma de las deposiciones. Los pacientes en rentes a otros trastornos motores y funcionales
los que predomina la diarrea, suelen referir he- digestivos, especialmente pirosis y dispepsia tipo
ces blandas, semilíquidas o acuosas. Es habitual dismotilidad o distrés postprandial. Por otro lado
que el enfermo presente en estos casos 3-6 de- no es inhabitual la coexistencia de manifestacio-
posiciones diarias, emitidas con imperiosidad. nes extraintestinales como urgencia miccional, fi-
Con frecuencia, la urgencia por la defecación se bromialgia, fatiga crónica, cefalea o dismenorrea
manifiesta ya en el momento de despertarse o (tabla 4) y comorbilidades psiquiátricas como
bien después de cada ingesta o ante situaciones ansiedad, depresión o un trastorno por somati-
de estrés, momentos en los que la actividad mo- zación. Ya se ha mencionado la relevancia de una
tora del colon es más intensa. Sin embargo, es historia de maltratos y abusos físicos o sexuales.
excepcional que el enfermo se despierte por la A menudo, la concomitancia de estos rasgos psi-
noche con necesidad de evacuar. Los pacientes cológicos resulta determinante de consultas fre-
en los que predomina el estreñimiento, suelen cuentes y reiteradas que pueden hacer necesaria
quejarse de un esfuerzo defecatorio excesivo, a una intervención psicológica.
menudo acompañado de una sensación “frus-
trante” de evacuación incompleta. Síntomas Exploración física
como sensación de hinchazón, flatulencia o dis-
tensión abdominal son más frecuentes en este Al igual que la anamnesis, el examen físico puede
subgrupo. Otros pacientes refieren un ritmo proporcionar algunos datos de incuestionable valor
deposicional fluctuante alternando periodos para establecer la sospecha de una dolencia orgá-
de estreñimiento con fases de diarrea. Estos nica. Tal es el caso de la presencia de lesiones cutá-
tres patrones de comportamiento pueden no neas (ej.: eritema nodoso), signos de artritis, bocio
ser estables en el tiempo y tanto los pacientes o linfadenopatía. La palpación de una masa en el
533
Sección 4. Intestino delgado y colon
Historia
• Pérdida de peso no explicable por otra causa
• Fiebre Examen físico
• Diarrea o estreñimiento crónico severo Hallazgos sospechosos de pato-
• Sangre en las heces logía orgánica asociada (eritema
• Ingesta previa de antibióticos (diarrea) nodoso, pioderma gangrenoso,
• Comienzo de los síntomas después de los 50 años artritis, bocio, adenopatías).
• Historia familiar de cáncer de colon, EII o enferme-
dad celíaca
• Antecedentes personales de cáncer de colon
• Escenario favorable o sospechoso de ESG
– Retraso de crecimiento en la infancia
– Osteoporosis a una edad temprana Laboratorio
– Ferropenia o anemia de origen incierto • Anemia.
– Historia de infertilidad, abortos o menopausia • Leucocitosis.
precoz • VSG elevada.
– Coexistencia de otras enfermedades inmunoló- • Hormonas tiroideas alteradas.
gicas (diabetes tipo 1, hipotiroidismo, Sjögren,
psoriasis)
Figura 3. Síntomas y signos que deberían sugerir una patología orgánica en pacientes que cumplen criterios de Roma para el
diagnóstico de intestino irritable.
TABLA 4. Síntomas extraintestinales comúnmente de una disfunción del suelo pélvico (ver capítulo 9:
asociados al SII “estreñimiento”).
534
36. Síndrome de intestino irritable
TABLA 5. Modelo propuesto por Bellentani et al. para el TABLA 6. Modelo propuesto por Hammer et al . para el
cálculo de un score indicador de la presencia de un SII diagnóstico de SII basado en síntomas 115. A diferencia de
(una puntuación < 0 define un SII) (ref. 125) otras escalas que aplican un score basado en la presencia
de determinados síntomas o signos, la escala de Hammer
Parámetro Puntuación calcula el score a través de la odds ratio . Una odds ratio
1 Distensión visible del abdomen -39 < 1 (IC 95%) apoya el diagnóstico de un SII (ref. 126)
2 Familiares de primer grado afectos
de colitis -35 Odds ratio 95% IC
3 Sensación subjetiva de distensión Edad > 50 años 2,96 1,47-5,94
(hinchazón) -34
Sexo femenino 0,43 0,22-0,86
4 El enfermo padece flatulencia -33
Sangre al limpiarse
5 Irregularidades en el patrón de tras la evacuación 2,19 1,06-4,52
evacuación -26
Dolor abdominal
6 VSG < 17 mm/1.ª h +134 intenso 0,85 0,42-1,74
7 Historia de sangre en las heces +112 Dolor abdominal
8 Edad > 45 años + 95 ( > 6 veces en el
9 Leucocitosos > 10.000/cm3 + 85 último año) 0,21 0,08-0,52
10 Temperatura entre 37-38 ºC + 74 Dolor irradiado 0,38 0,16-0,88
11 Historia de cáncer en familiares Dolor/heces de
de primer grado + 33 consistencia más blanda 0,47 0,23-0,96
Diarrea 2,69 1,03-7,02
Pirosis 0,36 0,13-0,98
❱❱ El uso de criterios basados en síntomas, sin ne- teratura numerosos e inquietantes estudios que
cesidad de recursos complementarios, supone alertan sobre la existencia de organicidad oculta
un ahorro de costes que en los EE.UU. se ha en pacientes previamente diagnosticados de un
estimado en 364 dólares por paciente. Algunos SII. Tal es el caso de entidades como la colitis
estudios longitudinales sugieren que la realiza- microscópica19, el sobrecrecimiento bacteria-
ción de pruebas complementarias en fases más no 121, la malabsorción de sales biliares19,122, la
avanzadas no descubrirá una causa orgánica de enteropatía sensible al gluten (ESG)19,123 y la in-
los síntomas en la mayoría de los casos114. suficiencia exocrina del páncreas124, entidades
❱❱ La estandarización de los criterios basados en que pueden manifestarse con criterios de apa-
síntomas permite clasificar a los pacientes en or- rente funcionalidad. Ello obligará en un futuro
den al patrón clínico dominante y establece una a considerar entre los “síntomas de alarma”, no
homogeneidad en la selección de pacientes para solamente aquellos que permiten sospechar la
su inclusión en ensayos clínicos. Tal es el caso de presencia de un cáncer de colon o de una enfer-
los estudios que se han realizado con alosetrón, medad inflamatoria intestinal (EII) (fiebre, recto-
tegaserod, lubiprostona y linaclotide115-118. rragia, pérdida de peso), sino cualquier síntoma
o signo que pueda despertar la sospecha de una
❱❱ A pesar de las bondades de estos criterios para ESG, incluyendo una historia de retraso de creci-
la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, miento en la infancia, osteoporosis que debuta
su utilidad en la práctica clínica y su exactitud a una edad temprana, infertilidad o aftas orales
en la exclusión de una dolencia orgánica sigue recurrentes (ver más adelante). Algunos rasgos
siendo especulativa109. Estos criterios fueron de- característicos del SII como el predominio en
sarrollados por gastroenterólogos de hospitales el sexo femenino, la elevada concomitancia de
secundarios y terciarios y su aplicación en el intolerancia a lactosa y sobrecrecimiento bacte-
ámbito de la atención primaria ha sido escaso, riano y su asociación a otras entidades como la
como reflejan algunos estudios119,120. Por otro fatiga crónica, fibromialgia y el distrés psicológi-
lado, en los últimos años han aparecido en la li- co son también compartidas por la enfermedad
535
Sección 4. Intestino delgado y colon
celíaca del adulto, que a su vez también asocia la fiebre, la diarrea con un volumen superior a 300
síntomas de otros trastornos funcionales diges- cm3/24 h, la diarrea nocturna o el antecedente de
tivos (pirosis, dispepsia, flatulencia), al igual que una historia familiar de cáncer, EII o EC (figura 3).
se describe en el SII. Basados en esta estrategia, las revisiones sistemá-
ticas efectuadas entre los años 1980 y 2001 con-
Rendimiento de las pruebas y cluyeron que el empleo de una batería sistemática
exámenes complementarios en el SII de pruebas diagnósticas fuera de este contexto, no
era coste-efectiva y que la probabilidad pretest de
Una encuesta realizada en 2006 puso de relieve
detectar una causa orgánica como cáncer colorrec-
que el 53% de los médicos generales, un 63% de
tal, disfunción tiroidea o intolerancia a lactosa no
los internistas y un 24% de los gastroenterólogos
era diferente entre los pacientes con síntomas de
se sentían confortables con la estrategia de un
intestino irritable y la población normal. Un único
diagnóstico positivo de intestino irritable basado
estudio mostró una prevalencia ligeramente supe-
en síntomas compatibles en la primera visita127. Sin
rior de EC130-134. Un resumen de las pruebas más
embargo, en otra encuesta un 75% de los clínicos
empleadas en el diagnóstico diferencial del SII se
opinaba que al diagnóstico de SII solo podía llegar-
expone a continuación (figura 4, tabla 8).
se por exclusión de cualquier patología orgánica128.
Ello sigue poniendo de manifiesto que el debate en- Analítica elemental
tre ambas estrategias sigue abierto entre el médico
práctico. Como afirma Furman DL en su excelente La petición de un hemograma y una bioquímica
revisión129, la preocupación del clínico que evalúa a elemental, incluyendo velocidad de sedimentación
un paciente con SII es el despistaje de un conjunto globular y proteína C reactiva (PCR) y un sedimento
de enfermedades (algunas de pronóstico incierto) urinario, forma parte de la práctica clínica habitual
que pueden ser susceptibles de un tratamiento es- en un paciente que consulta por síntomas gastroin-
pecífico. Éstas incluyen básica y primordialmente el testinales en un medio especializado. Estudios rea-
cáncer colorrectal, infecciones entéricas, trastor- lizados en distintos ámbitos coinciden en señalar
nos hormonales y estados malabsortivos, especial- que en ausencia de síntomas de alarma la proba-
mente la enfermedad celíaca. Sin duda, la relación bilidad de identificar una causa orgánica con estas
coste-efectividad de cualquier prueba indicada con determinaciones no es mayor en el SII comparado
este objetivo depende de la probabilidad pretest con los controles sanos133,135.
de que se cumpla la condición clínica que se desea
Despistaje de la enfermedad celíaca
excluir (tabla 7)129. Éste es el papel que desempe-
ñan los “síntomas de alarma”, entendiendo como Los síntomas de un SII y de una enfermedad celíaca
tales el comienzo de los síntomas a partir de los 50 pueden ser indistinguibles. Una encuesta efectua-
años, la presencia de sangre en las heces, la pér- da sobre una serie de 1.032 miembros de la Celiac
dida no intencionada de peso (superior a 4,5 kg), Disease Foundation informó que muchos pacientes
TABLA 7. Probabilidad pretest y prevalencia de enfermedades orgánicas frecuentemente excluidas en pacientes con SII
y población normal
Enfermedad Prevalencia entre personas Prevalencia en la población
con SII (%) general (%)
N/A: no aplicable.
Datos obtenidos de Cash BD, Schoenfeld PS, Chey WD. The utility of diagnostic tests in irritable bowel
syndrome patients: a systematic review. Am J Gastroenterol 2002;97:2812-9.
536
36. Síndrome de intestino irritable
Sí No Reevaluar (tabla 8)
1 Para descartar Giardia lambia puede ser necesario un cultivo del aspirado yeyunal.
2 Los pólipos adenovellosos grandes pueden provocar dolor abdominal cólico y moco abundante en la deposición.
537
Sección 4. Intestino delgado y colon
538
36. Síndrome de intestino irritable
A B
Figura 5. Mucosa intestinal observada tras aplicar inmunotinciones para linfocitos CD3 antes y después de iniciar una dieta sin
gluten en una paciente que fue inicialmente catalogada de SII-D. Se trataba de una mujer de 43 años de edad que refería desde
tres años antes, episodios frecuentes de diarrea con emisión de hasta 8-10 deposiciones diurnas y nocturnas, precedidas de
dolor abdominal que aliviaba tras la deposición. Con frecuencia refería pesadez y plenitud postprandial, vómitos ocasionales,
regurgitaciones frecuentes y flatulencia, así como astenia y pérdida de peso. Analítica elemental normal. Tras excluir otras causas
de enteritis linfocítica, se retiró el gluten de la dieta, desapareciendo toda la sintomatología gastrointestinal. A) Aspecto de la
mucosa con un aumento de la población de linfocitos intraepileliales (28%), sin atrofia vellositaria, antes de la DSG. B) La ente-
ritis linfocítica ha revertido un año después de haber retirado el gluten de la dieta (8% de linfocitos intraepiteliales). La enferma
mostraba una serología negativa (IgA-anti-transglutaminasa) y un test genético positivo (DQA1*05 + / DQB1*02 -). Un tiempo
después, una hermana de la paciente, de 35 años de edad, con antecedentes de conjuntivitis, rinitis vasomotora, depresión y
trastorno de pánico, fue diagnosticada de ESG (Marsh 1) tras una clínica de dolor abdominal y alternancia en el ritmo deposicio-
nal, asociada a dispepsia, vómitos frecuentes y lesiones descamativas en la piel. En alguna ocasión se había detectado ferropenia.
Todos sus síntomas habían sido atribuídos a estrés psicológico. Cortesía de los Drs. Vera y Marigi.
A B
Figura 6. La colitis microscópica (colágena o linfocítica) debe ser incluida en el diagnóstico diferencial del paciente con SII y
diarrea refractaria al tratamiento. A) Imagen histológica de una colitis colágena; B) colitis linfocítica. Cortesía de los Drs. Abascal
y Prats.
pistaje de casos de una nueva entidad emergente: trastornos motores mencionados (ver apartado so-
ileítis colágena151. bre gas y distensión abdominal), es probable que
algunos pacientes con síntomas de “intestino irri-
Test respiratorios de Malabsorción
table”, presenten en realidad una dolencia orgánica
de carbohidratos con aumento de la producción de gas. Ello podría
La hinchazón (bloating) es uno de los síntomas obedecer bien a la presencia de un sobrecrecimien-
más frecuentes referidos por los pacientes con SII to de bacterias en el intestino delgado (SBI), bien a
(75%). Ciertamente y con independencia de los la existencia de una maldigestión de azúcares (un
539
Sección 4. Intestino delgado y colon
sustrato utilizado por las bacterias para la produc- derivadas de neutrófilos, tales como lactoferrina,
ción de H2, CO2 o gas metano) o por la coexistencia calpropectina y elastasa leucocitaria, establece el
de ambos fenómenos129. Respecto al primer punto, carácter inflamatorio de una diarrea157. Su elevado
una revisión sistemática y un metaanálisis de 12 se- valor predictivo negativo para descartar inflama-
ries de casos y de estudios caso-control informaron ción es la causa de que algunos clínicos utilicen este
que la prevalencia de SBI observada en un total de marcador como prueba no invasiva para el despis-
2.000 pacientes que reunían criterios de SII, oscila- taje de una EII en pacientes con síntomas de intes-
ba entre el 4-64%, según el test empleado121. Esta tino irritable. No se ha evaluado, sin embargo, la re-
amplia variabilidad, confirmada en otros estudios, lación coste-efectividad de este procedimiento158.
llevó a la ACG Task Force a declarar que no existe
suficiente evidencia para recomendar el empleo Biomarcadores en el SII
rutinario del test del aliento para la detección de Un biomarcador es un indicador de un estado fisioló-
SBI en estos pacientes45. Por su parte, la maldiges- gico o patológico que puede ser objetivamente me-
tión de lactosa y de fructosa es un hecho frecuente dido y evaluado. Una de las principales aplicaciones
entre los pacientes que han sido diagnosticados de de estos marcadores biológicos es la de identificar el
SII (66% vs. 33%, respectivamente)152,153 y aquellos tratamiento más apropiado para un individuo concre-
que se adhieren a una dieta restrictiva en estos to, en dependencia del mecanismo fisiopatológico im-
carbohidratos mejoran su sintomatología después plicado en la patogénesis de sus síntomas (alteración
de un año de seguimiento153. Incluso aquellos pa- de la motilidad, hipersensibilidad visceral, respuesta
cientes en quienes el test del aliento no demuestra anormal al estrés o inflamación)159,160. La tabla 9 ex-
una maldigestión de carbohidratos, suelen obte- pone múltiples biomarcadores potenciales que
ner una mejoría de los síntomas, cuando limitan reflejan diferentes aspectos de la fisiopatología
la ingesta de azúcares154 o, alternativamente, son del SII. Algunos de estos indicadores han permi-
tratados con antibióticos o probióticos que modifi- tido evaluar la respuesta de los diversos subtipos
can el microbioma del huésped. Este hecho, unido de SII a diferentes agentes farmacológicos que in-
a la preocupación sobre la validez de las pruebas fluyen sobre la motilidad, la secreción intestinal, la
respiratorias (pobre especificidad) ha suscitado la sensibilidad visceral o la inflamación. Por diversas
necesidad de plantearse si realmente ésta es una razones, esencialmente relacionadas con el coste,
estrategia coste-efectiva o si resulta más racional y el carácter invasivo de algunas técnicas y el amplio
pragmática, la recomendación de reducir la ingesta rango de variabilidad en los resultados, es difícil de-
de aquellos carbohidratos que el enfermo identifica finir, hoy en día, un biomarcador que reúna todas
claramente como agentes que empeoran su sinto- las condiciones exigibles para su generalización en
matología154,155 o la administración de un régimen la práctica clínica159. Por otro lado, muchas de las
empírico de antibióticos dirigidos a reducir bacte- alteraciones fisiopatológicas descritas para el SII
rias coliformes, estrategia que ha demostrado ser no se cumplen en una proporción muy importan-
efectiva en la reducción de síntomas en pacientes te de pacientes, lo que constituye per se un sesgo
con SII no asociado a estreñimiento93,94. importante a la hora de evaluar los resultados de
una determinada intervención terapéutica en un
Pruebas en heces
paciente concreto. En un estudio reciente, por
La probabilidad de detectar una infección gastro- ejemplo, únicamente se registraron anomalías en
intestinal mediante un cultivo de las heces es muy el tránsito en 38 de 118 pacientes con SII161. Otro
baja entre los pacientes con síntomas de SII (menos estudio demostró que las alteraciones de la sensibi-
del 2%)132,133. De ahí que la ACG Task Force no re- lidad neurosensorial tradicionalmente descritas en
comiende el uso rutinario de los estudios de heces el SII, únicamente reflejan un bajo umbral para el
en ausencia de una historia de viajes a zonas en- dolor de cualquier estímulo162 y que en un mismo
démicas de parasitosis o ante la presencia de sín- paciente, el umbral de sensibilidad a la distensión
tomas de alarma (diarrea intensa e incontrolable, con balón puede variar a lo largo del tiempo, como
hematoquecia o pérdida de peso)45. En un estudio, se ha demostrado en estudios longitudinales163. Por
prácticamente en la mitad de los cultivos positivos su parte, una determinación negativa de calpro-
se aisló Blastocystis hominis que ha sido implicado pectina fecal apoya el diagnóstico de SII, pero no
en la patogénesis de algunos casos de SII, aunque excluye en su totalidad la presencia de una EII dado
el significado clínico de esta observación es incier- que hasta un 11% de estos pacientes pueden dar
to129,156. La determinación de diversas proteínas un falso negativo159. El panel serológico Prometeus
540
36. Síndrome de intestino irritable
TABLA 9. Biomarcadores potenciales y su relación con posibles mecanismos de enfermedad en el SII (ref. 159)
combina una batería de test, entre los que se in- que no fueron reproducidos en otro estudio, salvo
cluyen los anticuerpos antitransglutaminasa de la para el caso del trigo. En un estudio, la presencia de
enfermedad celíaca, los anticitoplasma de los neu- una prueba cutánea positiva para ciertos alimentos
trófilos (p-ANCA) y los anticerevisiae Saccharomy- (skin prick test) incrementó las posibilidades de
ces, presentes en la EII, y otros dirigidos contra el respuesta al cromoglicato disódico167, pero estos
TNF-α, la interleucina-1b o la flagelina bacteriana, resultados no se han reproducido y no hay claras
todos ellos sugestivos de un estado de infección evidencias de que el skin prick test aporte un valor
previa o de inflamación activa160. Otros biomarca- añadido en la evaluación de un paciente con SII. Fi-
dores propuestos incluyen aquellos que evalúan un nalmente, algunos estudios sugieren que el estudio
estado de alergia alimentaria (ver más adelante). de algunos polimorfismos de enzimas que intervie-
De hecho, los pacientes con reacciones inmunoa- nen en el metabolismo de fármacos o de los genes
lérgicas a alimentos comparten alguna de los sín- transportadores de serotonina podrían predecir la
tomas propios del SII, como el dolor abdominal y respuesta al tratamiento con antagonistas de los
la diarrea. Sin embargo, los pacientes con una ver- receptores HT3 (ej.: alosetrón) o los agonistas HT4
dadera alergia alimentaria suelen presentar urtica- (ej.: tegaserod)159.
ria164,165. Ciertamente, solo un 3,6% de los pacientes
remitidos a clínicas especializadas en SII presentan
datos objetivos de alergia alimentaria164. Un estu-
Alimentos y síndrome de intestino irritable
dio demostró que en el SII podían detectarse títulos En los últimos años se ha acumulado una evidencia
de IgG4 significativamente más elevados contra el creciente acerca de la influencia de algunos consti-
trigo, carne de ternera, cerdo y cordero, compara- tuyentes de la dieta sobre los síntomas del SII. De
dos con los observados en controles167, hallazgos hecho, más de un 60% de los pacientes con SII re-
541
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 10. Beneficios potenciales de los psicofármacos dera A-Alim. solo ocurre en aproximadamente un
en el manejo del SII 4-8% de los niños y un 1-4% de los adultos174. Una
verdadera A-Alim es una reacción adversa, media-
da inmunológicamente, tras la exposición de un
❱❱ Efectos centrales alimento determinado en un huésped susceptible.
• Modulan la percepción central de los síntomas: La tabla 11 expone la clasificación de las A-Alim. en
analgesia o antihiperalgesia. función del mecanismo fisiopatológico implicado.
• Efectos terapéuticos sobre el humor y el estado De todas ellas, las que mejor se han caracterizado
de ánimo: mejoran la ansiedad, hipervigilancia, son aquellas medidas por anticuerpos de tipo IgE
agorafobia y la respuesta exagerada al estrés. como es el caso de la alergia a las proteínas de la
• Tratamiento de trastornos psiquiátricos asocia- leche de vaca, huevos, cacahuetes, nueces y maris-
dos: depresión, trastorno por estrés postraumá- cos. Su diagnóstico requiere de una cuidadosa his-
tico, somatización. toria clínica y se sustenta en la demostración de una
• Tratamiento de los trastornos del sueño. sensibilización mediada por anticuerpos de tipo IgE
(skin prick test o por test in vitro) y la reproducción
❱❱ Efectos periféricos de los síntomas ante la exposición al alimento im-
plicado (oral food challenge). Los dos criterios son
• Efectos analgésicos periféricos: alteran la señal
aferente visceral. necesarios. El espectro de alergias alimentarias in-
cluye también enfermedades de comienzo tardío
• Efectos sobre la fisiología gastrointestinal (moti-
o medidas por la inmunidad celular, entre las que
lidad y secreción) a través de vías serotoninérgi-
cas, colinérgicas y adrenérgicas.
se citan las gastroenteropatías eosinofílicas (esofa-
gitis, gastroenteritis y colitis), diversos síndromes
• Efectos sobre el músculo liso visceral, ej.: relaja-
de enterocolitis asociadas a proteínas alimentarias
ción del fundus gástrico.
(más propias de niños) y la dermatitis atópica in-
ducida por alimentos. Deben citarse además el sín-
drome pollen food y el síndrome de alergia cruzada
fieren un empeoramiento de los síntomas tras las
comidas168. Un estudio de base poblacional comu- al látex. Ambas pueden manifestarse por síntomas
nicó una tasa de intolerancia a alimentos percibida gastrointestinales, así como por síntomas cutáneos,
por el paciente superior al 50% entre los sujetos broncoespasmo y anafilaxia. Las intolerancias ali-
con SII, una tasa 2 veces superior a la observada en mentarias son reacciones adversas a determinados
una población control169. Muchos pacientes iden- alimentos, no medidas inmunológicamente y que
tifican algunos alimentos específicos como claros son debidas a agentes farmacológicos contenidos
desencadenantes de los síntomas, especialmente en los alimentos (histamina, sulfitos y cafeína), defi-
productos lácteos, alimentos ricos en fructosa, pro- ciencias enzimáticas inherentes al huésped (déficit
ductos derivados del trigo y cafeína. Sin embargo, de lactasa), trastornos metabólicos (galactosemia e
la prevalencia de verdaderas alergias alimentarias intolerancia al alcohol) o respuestas idiosincrásicas
(A-Alim.) entre los pacientes con SII es ciertamente
por mecanismos desconocidos.
baja170-172. Una encuesta dirigida a más de 1.200 pa-
cientes con SII encontró que una proporción impor-
tante de pacientes habían iniciado cambios de estilo
Alergia e intolerancia alimentaria
de vida que incluían restricciones a determinados en el SII
alimentos en el 69% de los casos [comidas grasas
en el 64%, productos lácteos en el 54%, carbohidra- La prevalencia de síntomas semejantes a los del SII
tos en el 43%, alimentos con elevado contenido en está aumentada entre los pacientes con síntomas
proteínas, tales como carnes rojas en el 21%]. En el alérgicos como rinitis y asma y viceversa, lo que
mismo estudio, un 58% de los pacientes habían au- podría sugerir una relación entre atopia y sínto-
mentado el consumo de fibra en la dieta173. Breve- mas gastrointestinales175. A este respecto, algunos
mente, se comentan a continuación los siguientes estudios han documentado una relación entre ato-
apartados. pia, presencia de inflamación de bajo grado en la
mucosa intestinal y alteraciones en la función de
Alergias e intolerancias alimentarias barrera (permeabilidad) del intestino, proponiendo
Hasta un 25% de la población piensa que padece un nuevo subgrupo de SII “atópico” con una clara
algún tipo de A-Alim., pero en realidad una verda- implicación de los mastocitos en la fisiopatología
de este síndrome175. La relación entre síntomas de
542
36. Síndrome de intestino irritable
Inmunopatología Trastorno
Eswaran S, Tack J, Chey WD. Food: the forgotten factor in the irritable bowel syndrome. Gastroenterol Clin N Am
2011;40:141-162.
Cianferoni A, Spergel JM. Food allergy: review, classification and diagnosis. Allergol Int 2009;58:457-66.
543
Sección 4. Intestino delgado y colon
contra la gliadina). Todos estos desórdenes ocurren dando lugar a la producción de ácidos grasos de
típicamente en individuos portadores de los haplo- cadena corta, hidrógeno, anhídrido carbónico y
tipos DQ2-DQ8 del sistema HLA. Un estudio demos- gas metano. Una reciente revisión sistemática en-
tró como la instilación de gluten en el recto de ni- contró que más de un tercio de los pacientes con
ños parientes de enfermos celíacos, provocaba una SII presentaban intolerancia a la lactosa y que este
respuesta inmune, en ausencia de atrofia vellosita- fenómeno era más frecuente que en una población
ria, apoyando el concepto de que en la SG puede control45. Las consecuencias clínicas de la intoleran-
ocurrir una respuesta inmune sin ninguna eviden- cia a la lactosa probablemente son percibidas con
cia morfológica de la enteropatía que caracteriza a mayor intensidad en los pacientes con SII debido a
la enfermedad185,186. En otro estudio, se demostró las anormalidades subyacentes que presentan en la
como 8 de 10 pacientes con síntomas sugestivos de función motora y sensorial de su intestino168. Todo
enfermedad celíaca únicamente mostraban cam- ello explica que entre el 40-85% de los pacientes
bios mínimos (Marsh 1 o 2) y que tanto síntomas con SII e intolerancia a lactosa experimenten una
como lesiones mejoraron tras retirar el gluten de la mejoría de sus síntomas tras la restricción de lacto-
dieta. Todos estos pacientes tenían DQ2 o DQ8187. sa en la dieta. La fructosa es otro azúcar que ha sido
Estos mismos hallazgos han sido refrendados por implicado como un potencial desencadenante de
otros autores, señalando a la SG como una entidad síntomas en los pacientes con SII. Se encuentra en
emergente, caracterizada por la presencia de sín- elevadas concentraciones en la miel, frutas y azúcar
tomas, a menudo con cambios inmunopatológicos de mesa, así como en el jarabe de maíz, principal
mínimos que revierten tras la retirada del gluten edulcorante empleado en la manufacturación de
de la dieta188-190. El concepto de SG incluye también bebidas blandas y otros muchos alimentos prepa-
a aquellos pacientes con serología negativa (au- rados en el mundo occidental. El organismo carece
sencia de anticuerpos antitransglutaminasa) que de enzimas específicos para la hidrólisis de fructosa
muestran una enteritis linfocítica tras una prueba y su absorción va ligada a los transportadores de
de provocación con gluten184. Todas estas conside- glucosa (GLUT 5 y GLUT 2). Una carga excesiva de
raciones deben ser tenidas en cuenta, dado que fructosa genera un gradiente osmótico que puede
entre los pacientes con SII-D, existe un subgrupo ser causa de diarrea con abundante gas. La litera-
de enfermos DQ2-DQ8 positivos, con serología ne- tura sugiere que la malabsorción de fructosa (MF)
gativa y Marsh 0-1, cuya sintomatología podría re- es similar en voluntarios sanos y pacientes con
vertir tras retirar el gluten de la dieta (figura 5). Un trastornos funcionales digestivos. Nuevamente, sin
hecho a tener muy en cuenta es que la duodenitis embargo, los síntomas derivados de la MF se ma-
linfocítica es una lesión inespecífica compartida por nifiestan de un modo más intenso en los pacientes
otras entidades (infección por Helicobacter pylori, con SII. Debe considerarse que los resultados del
infestación por Giardia lamblia, toma de AINE o test respiratorio de fructosa pueden sobrevalorar
estados de sobrecrecimiento bacteriano) y que su la verdadera incidencia de este trastorno, tanto en
identificación en un paciente DQ2-DQ8 no es crite- población general, como en pacientes con SII, dado
rio suficiente para establecer el diagnóstico de SG. que la prueba emplea fructosa de forma aislada y
La identificación de depósitos subepiteliales de IgA no combinada con glucosa, como ocurre en la dieta
o de anticuerpos antigliadina en el jugo duodenal, ordinaria de las personas, donde fructosa y glucosa
la respuesta clínica y morfológica a la retirada del suelen ir mezcladas (la presencia de glucosa faci-
gluten y en algunos casos la reaparición de la lesión lita la absorción de fructosa). Ello explica, proba-
tras una prueba de provocación pueden ser de va- blemente, la elevada prevalencia de malabsorción
liosa ayuda para asegurar el diagnóstico184. de fructosa observada tanto en controles sanos
(11-70%), como en pacientes con SII (40-80%)193.
Restricción de carbohidratos Ciertamente, la restricción de alimentos ricos en
fructosa, puede mejorar algunos síntomas (espe-
La malabsorción de carbohidratos es una causa po- cialmente diarrea, flatulencia), a la vez que mejora
tencial de síntomas en los pacientes con síntomas el humor y el estado de ánimo en pacientes con di-
de SII. La lactosa es un disacárido que es hidroli- versos trastornos funcionales digestivos, incluyen-
zado en el borde en cepillo del enterocito liberan- do el SII194,195. Las mismas consideraciones relativas
do sus dos constituyentes: glucosa y galactosa. El a la lactosa y fructosa deberían hacerse con otros
déficit de lactasa conlleva que la lactosa sea pre- azúcares ingeridos en exceso, como el sorbitol o el
sentada a la flora del colon donde es fermentada, manitol.
544
36. Síndrome de intestino irritable
545
Sección 4. Intestino delgado y colon
546
36. Síndrome de intestino irritable
el efecto de los antiespasmódicos en 23 estudios parado con placebo202. Alosetrón fue retirado del
aleatorizados, concluyó que los relajantes del mús- mercado en noviembre de 2000 debido a la apa-
culo liso proporcionan mejoría global y alivio del rición de efectos adversos significativos incluyendo
dolor en 56% y 53% de los casos, respectivamente, casos de colitis isquémica (CI) y otras complicacio-
comparado con el 38% y 41%, respectivamente en nes asociadas al estreñimiento con una incidencia
el grupo placebo (p < 0,001)200. significativamente superior a la observada en los
controles (0,15% vs. 0,0%; p:0,03). En junio de
SEROTONINÉRGICOS 2002, debido, en gran medida, a la demanda de
La serotonina (5-HT) es un neurotransmisor que es muchas pacientes con formas graves e invalidan-
sintetizado y almacenado en las células enterocro- tes de SII-D, la FDA volvió a aprobar el empleo de
mafines del epitelio intestinal (95% del contenido alosetrón para formas graves de SII-D refractarias a
corporal total de 5-HT) con importantes funciones otras formas de tratamiento. Alosetrón se prescri-
reguladoras de las funciones secretora, absortiva, be inicialmente a la dosis de 0,5 mg una o dos veces
motora y sensorial del intestino. Recientes observa- al día, dosis que puede incrementarse al cabo de 4
ciones han identificado una actividad serotoninér- semanas hasta 1 mg cada 12 horas, siempre que
gica anómala en el SII (incremento de la actividad resulte bien tolerado y sea realmente necesario
serotoninérgica en el SII-D y descenso de la acti- para el control de los síntomas. El tratamiento debe
vidad en el SII-C). Entre los diferentes subtipos de ser interrumpido si después de este tiempo no se
receptores de la serotonina, los receptores 5-HT1p, ha obtenido una respuesta satisfactoria. Los datos
5HT3, 5HT4 y 5HT7 resultan clínicamente relevantes de seguridad comunicados en relación con más de
para la función intestinal. Los antagonistas de los 200.000 prescripciones para 30.000 pacientes indi-
receptores 5-HT3 causan un enlentecimiento del can que con esta pauta sigue existiendo un riesgo
tránsito y de la secreción intestinal, a la vez que bajo, pero real de CI. Los casos comunicados hasta
disminuyen el tono y tránsito cólicos. En contraste, la fecha son formas leves, de corta duración, que
los agonistas de los receptores HT4 son capaces de mejoran rápidamente tras la retirada del alosetrón,
acelerar el vaciamiento gástrico, mejorar la acomo- no habiéndose comunicado casos de isquemia me-
dación del fundus, acelerar el tránsito del intestino sentérica, perforación intestinal, necesidad de ciru-
delgado y del colon y posiblemente disminuir la gía, megacolon tóxico o muerte203.
sensibilidad visceral201.
TEGASEROD
ALOSETRON Tegaserod fue el único agonista HT4 disponible
El alosetrón es el único antagonista de los receptores en Norteamérica para el tratamiento de mujeres
HT3 aprobado por la US Food and Drug Administra- con SII-E hasta que fue voluntariamente retirado
tion (FDA) para el tratamiento del SII-D. Numerosos del mercado en 2009. Los ensayos controlados y
estudios controlados y aleatorizados han demostra- aleatorizados disponibles proporcionaron claras
do que alosetrón proporciona un adecuado alivio del evidencias en favor de una superioridad del tega-
dolor y/o disconfort abdominal, un descenso en la serod frente a placebo, tanto para el alivio global
sensación de urgencia defecatoria, una reducción en de los síntomas, como para el control del dolor
la frecuencia de los movimientos intestinales y un in- abdominal, la frecuencia y consistencia de las he-
cremento en la consistencia de las heces, significati- ces, el esfuerzo defecatorio y la hinchazón204-205. Los
vamente superiores a placebo201. Una revisión siste- efectos adversos más frecuentemente observados
mática basada en la evidencia publicada por la ACG en los ensayos clínicos fueron cefalea, diarrea y do-
Task Force concluyó que alosetrón es más efectivo lor abdominal y aunque no se comunicaron casos
que placebo a la hora de proporcionar un alivio sin- de CI durante los ensayos, datos obtenidos en el
tomático global en hombres (grado 2B) y mujeres periodo postmarketing permitieron observar una
(grado 2A) con SII-D, con una calidad de evidencia tasa de 7-8 casos de CI para una población calcu-
alta45. Estos datos han sido confirmados por un me- lada de 100.000 habitantes. En marzo de 2007, las
taanálisis reciente que recopiló información de 11 ventas y el marketing de tegaserod se suspendie-
ensayos clínicos con un total de 7.216 pacientes, ron tras verificar en un subanálisis retrospectivo
tratados con alosetrón o cilansetrón (producto que una incidencia inesperada de accidentes vasculares
no llegó a comercializarse), informando un RR de cerebrales y miocárdicos (13 accidentes vasculares:
persistencia de síntomas en el grupo tratado con 3 infartos agudos de miocardio, 1 caso de muerte
antagonistas HT3 de 0,78 (95% IC 0,71-0,86) com- súbita, 6 casos de angina inestable y 3 accidentes
547
Sección 4. Intestino delgado y colon
cerebrovasculares) en 11.614 pacientes tratados aliviar la sintomatología global de las pacientes con
con tegaserod comparados con un evento en 7.031 SII-C (grado 1B)45. Este fármaco está contraindicado
pacientes que recibieron placebo. Aunque la tasa en casos de obstrucción mecánica del intestino y
de accidentes vasculares fue baja (0,1% en el gru- debería ser evitado en pacientes con diarrea pre-
po de tegaserod comparada con 0,01% en el grupo existente. Además de otros efectos adversos como
placebo), la diferencia fue estadísticamente signifi- náuseas y cefalea (menos del 5% de los casos), cabe
cativa (p: 0,02). Aunque las razones de esta inciden- destacar la aparición de “opresión en el pecho” o
cia no están aclaradas, el efecto de tegaserod sobre “sensación de falta de aire” que pueden aparecer
los receptores 5HT4 podría activar la agregación en la hora siguiente a la toma de la dosis, resolvién-
plaquetaria203. Estudios posteriores de alta calidad dose de forma paulatina a lo largo de las siguientes
metodológica, no han logrado reproducir estos ha- horas. Este efecto se observó con mayor frecuen-
llazgos206,207, pese a lo cual tegaserod fue retirado cia en pacientes que recibieron dosis de 24 µg que
definitivamente del mercado en 2009 y por el mo- en aquellos que recibieron la dosis de 8 µg (2,5 vs.
mento ha dejado de estar disponible. 0,4%, respectivamente). Lubiprostona ha sido cla-
sificada en la categoría C para pacientes en estado
LUBIPROSTONA de gestación, existiendo la firme recomendación
Lubiprostona es un ácido graso bicíclico derivado de disponer de una prueba de embarazo negativa
de la prostaglandina E1 que ejerce una potente y antes de iniciar el tratamiento, así como la prescrip-
selectiva activación de los canales de cloro de tipo ción de medidas de contracepción si se ha de tomar
2 (CC-2), localizados en el extremo apical de las cé- este medicamento203.
lulas epiteliales del intestino humano. La activación
dosis-dependiente de estos canales promueve un Agentes que actúan a nivel central
flujo neto de ion cloro a través de la membrana SII Y MODELO BIOPSICOSOCIAL
apical de las células epiteliales y secundariamente
DE LA ENFERMEDAD
un movimiento pasivo de ion sodio y de agua que
redundan en un incremento de la secreción en la El SII es uno de los paradigmas de modelo biopsico-
luz del intestino203. Los ensayos iniciales con lubi- social de la enfermedad (figura 7)213. El desarrollo
prostona mostraron un incremento del número de de técnicas de imagen avanzadas del cerebro y el
movimientos intestinales espontáneos semanales, mejor conocimiento del papel de los neurotrans-
así como una mejoría significativa en la consisten- misores en la regulación de la motilidad y de la
cia de las deposiciones, el esfuerzo defecatorio percepción visceral, ha permitido desarrollar el
y la sensación de hinchazón en los pacientes con concepto de que determinados agentes que ac-
SII-E, cuando se comparó con placebo, siendo las túan sobre el SNC, tanto a niveles espinales como
náuseas, la cefalea y la diarrea los efectos adversos supraespinales, pueden resultar en disfunciones
más frecuentes208-210. Posteriormente, dos ensayos de la actividad motora y sensorial del intestino. El
controlados, aleatorizados, doble ciego, muy bien desencadenante puede ser periférico (ej.: infección
diseñados para atenuar al máximo el efecto pla- gastrointestinal, cirugía) o central (por ej.: historia
cebo, demostraron como lubiprostona a la dosis de abusos o maltratos). Existen claras evidencias de
de 8 µg, dos veces al día, lograba reducir de for- que los factores psicosociales pueden desempeñar
ma significativa la intensidad del estreñimiento, a un papel importante en cualquiera de los estadios
la vez que mejorar la CVRS, el dolor abdominal, el de la historia natural de la enfermedad, pudiendo
esfuerzo defecatorio y la hinchazón en los pacien- ser corresponsables de la predisposición, precipita-
tes con SII-E, apreciando nuevamente diferencias ción o perpetuación de los síntomas, así como del
significativas frente a placebo211-212. Los resultados comportamiento del individuo ante la enfermedad.
de estos estudios fueron determinantes para que la Un ejemplo es el SII postinfeccioso, en el que se ha
FDA aprobase en abril de 2008 la indicación de lu- demostrado cómo la presencia de distrés psicoló-
biprostona para el tratamiento del SII-C en mujeres gico en el momento de adquirir la infección cons-
de edad igual o superior a 18 años. Estudios pos- tituye una variable predictiva independiente en
teriores publicados en forma de abstract confirma- su desarrollo215. Un estudio puso de relieve cómo
ron estos hallazgos. Finalmente, una revisión crítica hasta un 75% de los pacientes que fueron referidos
de la ACG IBS Task Force, basada en la evidencia, a un centro terciario por síntomas de intestino irri-
permitió concluir que lubiprostona a una dosis de table presentaban un trastorno psiquiátrico, esen-
8 µg dos veces al día es más eficaz que placebo en cialmente ansiedad o depresión214. Por otro lado,
548
36. Síndrome de intestino irritable
NIVEL COGNITIVO
Actitud ante la enfermedad
Capacidad de adaptación
NIVEL FISIOLÓGICO
Respuesta a diferentes estímulos
(dieta, infecciones, estrés)
Respuesta neuroendocrina
Respuesta inmune
Inflamación de bajo grado
Mecanismos moduladores del dolor
Control autonómico de la motilidad
Figura 7. Heterogeneidad fisiopatológica en el SII. Implicación del modelo biopsicosocial. Adaptado de Mayer EA. Em J Med
1999; 107(5A):12S-19S. En: Digestive Health Matters 2004;13:4-11. IFFGD.
549
Sección 4. Intestino delgado y colon
pesadillas nocturnas). Estos efectos son menos (solos o en combinación con otros antidepresivos)
frecuentes y pronunciados cuando se utilizan ami- debido a sus propiedades analgésicas y sus efectos
nas secundarias (ej.: desipramina, nortriptilina) en sedantes y ansiolíticos. La quetiapina es un agente
comparación con las aminas terciarias (amitriptili- antipsicótico atípico con efectos dopaminérgicos
na, imipramina) debido a su menor poder antihis- que a dosis de 25-100 mg/día logra mejorar los
tamínico y anticolinérgico30,215. síntomas de intestino irritable y de dolor abdomi-
Inhibidores de recaptación selectiva nal funcional en pacientes que no han respondido
de serotonina (IRSS) al tratamiento con otros antidepresivos226.
El principal mecanismo de acción de los IRSS es TERAPIAS CONDUCTUALES
la inhibición selectiva de la recaptación de 5-HT y
el bloqueo de la proteína transportadora de 5HT Diferentes modalidades de terapias conductuales,
al nivel de las terminaciones nerviosas presináp- tienen su aplicación en pacientes con SII con sín-
ticas, incrementando con ello la concentración tomas incapacitantes y refractarios a otras medi-
sináptica de 5HT. Los ISRS pueden ser de utilidad das. Entre ellas se incluyen las terapias cognitivo-
en los trastornos funcionales digestivos debido a conductuales227-230, técnicas de relajación231-232,
diversas razones220-223: a) mejoran la sensación de terapias psicodinámicas interpersonales233-235,
bienestar global; b) poseen propiedades ansiolí- meditación e hipnoterapia236-243. Todas ellas in-
ticas; c) potencian el efecto analgésico de otros cluyen entre sus objetivos establecer un modelo
agentes como los propios ATC y d) permiten el racional de enfermedad, atenuar los efectos de
tratamiento de otras comorbilidades psiquiátri- una respuesta exagerada al estrés, modificar las
cas. Dado que los ISRS pueden producir diarrea, la respuestas psicológicas maladaptativas (ansiedad,
paroxetina puede ser de elección en los enfermos
catastrofismo, sentimientos de culpa o vergüenza)
con SII-D debido a sus mayores propiedades mus-
y modificar los comportamientos negativos ante
carínicas. La fluoxetina posee una vida media más
los síntomas (agorafobia, búsqueda persistente de
larga y menos efectos secundarios tras su retira-
da, resultando de elección en pacientes con pobre pruebas diagnósticas, etc.). Todas estas terapias
cumplimiento terapéutico. han tenido éxito en el manejo de síntomas graves
y refractarios, y a diferencia de los psicofármacos
Inhibidores de recaptación de serotonina- que logran reducir la intensidad del dolor percibi-
noradrenalina (IRSN) do y la CVRS, la intervención psicológica consigue
Este grupo terapéutico incluye la venlafaxina, du- además disminuir los costes sanitarios a largo pla-
loxetina y desvenlafaxina. De todos ellos, solo la zo233-235. Todas estas modalidades de tratamiento,
duloxetina ha sido estudiada en pacientes con SII. requieren de una clara implicación del paciente,
A dosis de 60 mg/día demostró su efectividad en así como de estrategias bien delineadas para favo-
el control del dolor y mejoró la consistencia de recer la adherencia a los programas. Se han publi-
las deposiciones, con un efecto positivo sobre la cado excelentes guías al respecto244.
CVRS y la productividad laboral. Algunos pacien-
tes abandonaron el estudio por presentar estreñi- Terapias dirigidas a la microbiota
miento como efecto secundario224. La venlafaxina
es un IRSN que mejora la acomodación postpran- e inflamación
dial y disminuye la sensibilidad rectal a la disten- La hipótesis de que alteraciones en la microbio-
sión225. Las dosis pueden ajustarse según los re- ta intestinal y/o estados de inflamación de bajo
sultados de la terapia (37,5 a 75 mg). Su principal
grado puedan desempeñar un papel relevante en
efecto secundario es la náusea215. El milnaciprán
la patogénesis de los síntomas en determinadas
es un IRSN que podría ser empleado en pacientes
con SII asociado a fibromialgia. subpoblaciones de pacientes con SII (ver apartado
sobre fisiopatología), ha conducido al desarrollo
Antipsicóticos atípicos de nuevas estrategias en el manejo de estos en-
Algunos antipsicóticos a dosis más bajas que las fermos. Antibióticos, prebióticos, probióticos, sim-
empleadas para el tratamiento del trastorno bipo- bióticos y fármacos con propiedades antiinflamato-
lar y la esquizofrenia pueden ser de utilidad en el rias forman ya parte del armamentario terapéutico
tratamiento de trastornos funcionales digestivos disponible para estos enfermos 245.
550
36. Síndrome de intestino irritable
551
Sección 4. Intestino delgado y colon
puede haber, en realidad, un estado de inflamación yendo las agencias reguladoras del medicamento,
de bajo grado. Para algunos investigadores, este las industrias farmacéuticas, y por supuesto, médi-
fenómeno inmunológico representa la respuesta cos y pacientes. Por otro lado, y aunque el SII es una
del huésped al contenido intraluminal, incluida la condición que no pone en riesgo la vida del pacien-
propia microbiota, como también se aduce para te y, por tanto, las cotas de seguridad que se exigen
la EII. Evidencias experimentales que apoyan este a cualquier nuevo medicamento son muy elevadas,
concepto incluyen una activación de los mastoci- no es menos cierto que la CVRS de algunos pacien-
tos104, así como de determinadas poblaciones linfo- tes, puede llegar a verse muy deteriorada en fun-
citarias101,103, alteraciones en la permeabilidad83-88, ción de la gravedad de los síntomas y el modo en
alteraciones en los genes relacionados con citoci- que éstos son percibidos por el/la paciente. Este
nas79, desregulación del TLRs e incrementos en las factor condiciona mucho el nivel de riesgo capaz de
b-defensinas106. Hoy por hoy, las evidencias sobre ser asumido por los pacientes, en función de la in-
el beneficio de agentes antiinflamatorios en el SII tensidad y gravedad de aquellos (baste citar como
son escasas. Un estudio doble ciego y controlado ejemplo que la FDA volvió a aceptar la dispensación
frente a placebo demostró como mesalazina, ad- de alosetrón en respuesta a la multitud de cartas
ministrada a dosis de 2,4 g/día durante 8 semanas y llamadas telefónicas de muchas mujeres con un
resultó en un descenso significativo de las células SII-D invalidante, que se sentían decepcionadas por
inmunes de la mucosa, especialmente mastocitos, la retirada del mercado de este fármaco).
y en una mejoría del bienestar global, pero no mo- TERAPIAS EMERGENTES PARA EL SII-E
dificó de forma significativa el dolor, la hinchazón o
los hábitos intestinales107. Igualmente se ha inves- Entre las terapias emergentes para el tratamiento
tigado el papel del ketotifeno, un estabilizador de del SII-E se citan algunos moduladores de los re-
los mastocitos y antagonista de los receptores de ceptores de la serotonina incluyendo agonistas de
histamina-1, en un estudio aleatorizado y controla- los receptores 5-HT4 (prucalopride y mosapride),
do frente a placebo demostrando un beneficio tan- agonistas parciales 5-HT3 (prumosetrag –MKC-733,
gible, en términos de reducción de síntomas y de DDP-733), los agonistas del receptor C de la gua-
la hipersensibilidad visceral108. Pocos autores han nilato-ciclasa (linaclotide [MD-1100] y plecanatide
investigado el papel del cromoglicato disódico en [SP-304]), moduladores de los ácidos biliares (CDCA
el SII. A una dosis de 1.500 mg/día durante un mes e inhibidores del transportador de ácidos biliares
se obtuvieron resultados favorables, especialmente [A3309]) y los antagonistas dopaminérgicos (itopri-
en aquellos en quienes logró identificarse una rela- de) (tabla 12). De todos ellos, mencionaremos es-
ción de los síntomas con la dieta261,262. pecíficamente la prucalopride y el linaclotide, por la
fase de desarrollo avanzado en que se encuentran.
Terapias emergentes en el SII PRUCALOPRIDA
Durante los últimos años, la investigación se ha Prucaloprida es un agonista de los receptores 5-HT4
centrado en el desarrollo de moléculas capaces de más selectivo que cisaprida y tegaserod. Aunque
controlar alguno de los mecanismos más íntimos todos ellos comparten sus propiedades procinéti-
que subyacen en la patogenia de los síntomas. cas, cisaprida y tegaserod interactúan tanto con el
Alosetrón, tegaserod y lubiprostona han sido los gen K+ “human Ethera go-go”, como con los canales
primeros ejemplos. Las tablas 12 y 13 muestran un 5-HT1b, lo que según se ha postulado podría ser la
listado de estas nuevas moléculas, las fases en que causa del desarrollo de efectos adversos cardiovas-
se encuentra su desarrollo y su mecanismo de ac- culares. Prucaloprida carece de esta interacción.
ción. Siempre debe tenerse en cuenta que el SII no La eficacia de prucaloprida ha sido establecida en
es una enfermedad propiamente dicha, sino un sín- estudios doble ciego controlados con placebo de
drome definido por un conjunto de síntomas que hasta tres meses de duración, para pacientes con
responden a muy diversos trastornos fisiopatológi- estreñimiento crónico idiopático265-267. 2.700 pa-
cos. Ello explica, en gran medida, que el éxito obte- cientes fueron tratados en el contexto de diferen-
nido con cualquiera de estas moléculas sea siempre tes ensayos clínicos. De ellos casi 1.000 pacientes
parcial y que la ganancia terapéutica obtenida fren- recibieron una dosis de 2 mg al día, mientras que
te a placebo, a menudo no responda de forma to- aproximadamente 1.300 pacientes fueron tratados
talmente satisfactoria a las expectativas “irreales” con 4 mg de prucaloprida diarios. La proporción de
depositadas por todas las partes implicadas, inclu- pacientes que consiguieron 3 o más deposiciones
552
36. Síndrome de intestino irritable
TABLA 12. Terapias emergentes en el síndrome de intestino irritable (Ref 263 Gastroenterol Clin N Am 2011; 40 223-43)
553
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 13. Terapias emergentes en el síndrome de intestino irritable (ref. 263 Gastroenterol Clin N Am 2011;40 223-43)
554
36. Síndrome de intestino irritable
Oligomeros de Crofelemer Reduce la secreción de iones Fase IIa demostró que los
proantocianidina de cloruro a través de los pacientes con SII-D, en
canales de CFTR y CaCC particular las mujeres, tenían
más dolor y molestias los días
libres, pero no se observó
efecto sobre la consistencia
de las heces u otros síntomas
de SII
555
Sección 4. Intestino delgado y colon
Dolor abdominal
Análogo del péptido Rose-010 Inhibe la motilidad del Una alta proporción de
similar al glucagón-1 intestino delgado pacientes manifestó alivio del
(GLP-1) dolor > 50% con dosis de 100 y
300 mg frente a placebo
semanales fue de 28,4%; 30,9% y 12,0% para quie- estructura similar a la enterotoxina estable en calor
nes tomaron 4 mg, 2 mg o placebo, respectivamen- de Escherichia coli y otras bacterias entéricas que
te. Las reacciones adversas notificadas con mayor son causa de diarrea secretora. Se trata de péptidos
frecuencia han sido cefalea y síntomas gastroin- que al unirse a estos receptores estimulan la pro-
testinales (dolor abdominal, náuseas o diarrea) ducción de monofosfato de guanosina cíclica, que,
ocurriendo cada una de ellas en aproximadamen- a su vez, activa una cascada de acontecimientos
te un 20% de los pacientes. Las reacciones adver- intracelulares que resultan finalmente en la secre-
sas ocurren principalmente al inicio de la terapia ción transepitelial de iones Cl- y K+ desde los ente-
y suelen desaparecer al cabo de unos pocos días rocitos, aumentando con ello el arrastre pasivo de
sin necesidad de interrumpir el tratamiento. Un es- agua a la luz del intestino. Linaclotide es un péptido
tudio realizado en ancianos con antecedentes de de 14 aminoácidos que muestra gran avidez por los
eventos cardiovasculares, no demostró una mayor receptores C de la guanilato-ciclasa (C-GC) y que
incidencia de efectos proarrítmicos o prolongación ejerce un efecto local, ya que tras su administración
del intervalo QT entre los pacientes que tomaron por vía oral no se detectan niveles sistémicos. Lina-
prucaloprida, comparados con placebo268. Su efica- clotide incrementa el flujo de electrolitos a través
cia en el manejo del SII-E permanece a la espera. de la pared intestinal, acelera el tiempo de tránsito
intestinal y, de forma interesante, reduce la hipe-
LINACLOTIDE
ralgesia visceral provocada por diferentes modelos
Linaclotide pertenece al grupo de antagonistas del de estrés. De todas estas propiedades se deriva un
receptor C de la guanilato-ciclasa que poseen una potencial beneficio de linaclotide en el tratamien-
556
36. Síndrome de intestino irritable
557
Sección 4. Intestino delgado y colon
determinante al interaccionar con todos estos me- ral population. Scand J Gastroenterol 2001;36:
canismos (figura 8). El debate acerca de una estra- 1155-61.
tegia diagnóstica basada en la presencia de sínto- 11. Seon Choung RS, Locke III GR. Epidemiology of
mas (diagnóstico positivo) frente a la estrategia de IBS. Gastroenterol Clin N Am 2011;40:1-10.
un diagnóstico por exclusión, volverá a ser motivo 12. Jung HK, Halder S, McNally M, Cho SW. Over-
lap of gastro-oesophageal reflux disease and
de controversia en la próxima reunión del Comité irritable bowel syndrome: prevalence and
de Expertos de la Fundación Roma. En todo caso, el risk factors in the general population. Aliment
clínico debe ponderar la relación coste-efectividad Pharmacol Ther 2007;26:453-61.
de ambas estrategias y valorar el impacto a largo 13. Olafsdottir LB, Gudjonsson H, Jonsdottir HH,
plazo de un diagnóstico equívoco, en pacientes con Thjodleifsson B. Stability of the irritable bowel
criterios de “aparente funcionalidad” y organicidad syndrome and subgroups as measured by
three diagnostic criteria—a 10-year follow-
subyacente. En este punto, valdría la pena insistir up study. Aliment Pharmacol Ther 2010;32:
en que los síntomas de alarma no deben ir exclu- 670-80.
sivamente orientados a la exclusión de malignidad, 14. Sorouri M, Pourhoseingholi MA, Vahedi M,
sino a cualquier rasgo que pueda suscitar una ra- Safaee A, Moghimi-Dehkordi B, Pourhoseing-
zonable sospecha de otras entidades altamente holi A et al. Functional bowel disorders in Ira-
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37 Megacolon congénito
y adquirido
Miguel Bixquert Jiménez
Servicio de Digestivo. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia.
Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina. Valencia
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 569
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 1. Criterios de toxicidad sistémica en el megacolon TABLA 2. Factores precipitantes de megacolon tóxico en
tóxico la EII
❱❱ 1) Dos o más de los criterios siguientes: ❱❱ Mayor gravedad del brote agudo o extensión de la
a. temperatura superior a 38,6 ºC colitis.
b. frecuencia cardiaca superior a 120 lm ❱❱ Interrupción brusca de la medicación antiinflamato-
ria (mesalazina, corticosteroides)
c. leucocitosis > a 10.500/mm3
❱❱ Fármacos con efectos sobre la motilidad del colon:
d. Hb o Hcto < en un 60% o más a los valores
opiáceos inluyendo loperamida, anticolinérgicos
normales
incluyendo anti-H1, espasmolíticos, ansiolíticos y
❱❱ 2) Uno o más de los siguientes criterios: antidepresivos
a. deshidratación ❱❱ Hipokaliemia, hiponatremia, hipocloremia, uremia
b. hipotensión (precaución con diuréticos)
c. alteraciones electrolíticas ❱❱ Exploraciones complementarias (enema opaco,
colonoscopia), incluyendo la preparación previa con
d. estado mental alterado (confusión, letargia,
sales de fosfato o polietilenglicol.
agitación)
❱❱ Sobreinfección bacteriana o vírica concomitante
(por ejemplo, CMV)
que se caracteriza por la ausencia de células gan- ciones enormes1. No es infrecuente que la EH se
glionares y fibras nerviosas de la parte distal del asocie a otras anomalías como hidrocefalia, epen-
colon, generalmente desde los 3 a los 40 cm. En dimoma del IV ventrículo, agenesia renal, crip-
el 10% de los casos, se afecta un segmento de co- torquidia, divertículo de Meckel y útero hipoplá-
lon más largo, y excepcionalmente la totalidad del sico; también con el síndrome de Mowat-Wilson,
órgano. Habitualmente se utilizan ambos términos descrito en 1998 y caracterizado por incapacidad
—megacolon congénito y EH— como sinónimos. mental grave, microcefalia, enfermedad cardiaca
Se presenta en aproximadamente 1 de cada 5.000 congénita, hipospadia, anomalías urológicas, age-
nacidos vivos, aunque sólo el 7% son prematuros, nesia del cuerpo calloso y estatura corta2.
y puede ser esporádico o heredofamiliar (2,5-8%
de los casos en las formas cortas, 20% en las lar- Megacolon adquirido
gas). En las formas cortas hay un neto predominio
masculino (3-4:1) pero ello no ocurre en las formas El megacolon adquirido puede ser agudo o cróni-
largas. El rasgo heredado es autosómico y puede co. El megacolon tóxico (MT) es una de las dos for-
ser dominante o recesivo, de tal forma que la co- mas de megacolon agudo, y representa el término
incidencia de EH en hermanos es del 2-16%. Con clínico que empleamos para referirnos a la colitis
cierta frecuencia se asocia al síndrome de Down aguda con signos de toxicidad y dilatación del in-
(2% de los pacientes con EH tienen Down). testino grueso, sea segmentaria o total. Este cua-
En el segmento afectado por la enfermedad no hay dro fue reconocido por vez primera como entidad
peristaltismo propulsivo ni relajación muscular, lo clínica en 1950 en el curso de la colitis ulcerosa.
que hace que se comporte como una obstrucción Los signos de toxicidad sistémica fueron descritos
funcional. El intestino grueso previo al segmento por Jalan et al.5 en 1969 (tabla 1). Debe subrayar-
afecto se contrae con mayor frecuencia y energía se que las manifestaciones de colitis inflamatoria
para empujar su contenido en dirección distal, por pueden existir desde 6-8 días antes de que se de-
lo que las capas musculares aumentan de espesor.
sarrolle la dilatación del colon.
Dado que la eficacia de este mecanismo compen-
sador es sólo parcial y la zona paralizada lo hace en El MT ocurre aproximadamente en el 5-8% de
contractura por hiperactividad colinérgica (ley de los brotes graves de colitis ulcerosa (CU), aunque
Cannon), una gran parte del contenido permanece puede también complicar la evolución de la colitis
en su luz y el colon se distiende de forma progre- granulomatosa (1-4% de los casos), las colitis infec-
siva, llegando a adquirir en algunos casos propor- ciosas causadas por Clostridium difficile, Salmone-
570
37. Megacolon congénito y adquirido
Figura 1. Visión histopatológica de la pared del colon tras realizar una colectomía subtotal por un megacolon tóxico. Obsérvese
la existencia de una fisura profunda que llega hasta la muscular propia, confirmando la afectación tansmural (a). A la derecha de
la imagen puede apreciarse la reacción inflamatoria de la serosa peritoneal (b). (Cortesía del Dr. Vera).
lla, Shigella, Campylobacter o CMV (en particular La forma de megacolon agudo no tóxico es el sín-
en pacientes con SIDA) y también las isquémicas, drome de Ogilvie, descrito por vez primera en 1948,
postirradiación y las secundarias a quimioterapia y que presenta un discreto predominio masculino
antineoplásica o ciertos fármacos (sales de oro, es- (1,5:1). Aunque su patogenía no es bien conocida,
trógenos o metotrexate). En el caso de la CU están se ha relacionado con algunos factores o causas
afectados ambos sexos por igual y suelen ser adul- desencadenantes incluyendo el infarto agudo del
tos jóvenes (20-40 años), sin que la incidencia se miocardio, ACVA, enfermedad de Parkinson, infec-
vea afectada por la raza. ción grave y fractura de cadera o vertebral. Otros
factores coadyuvantes incluyen la hiperglucemia,
Aunque no se conoce bien el factor que precipita
deshidratación e hipokaliemia. En general se tra-
un megacolon tóxico se sabe que hay algunos fac-
ta de una enfermedad del anciano. De hecho, en
tores predisponentes, especialmente en la enfer-
los más jóvenes sólo se presenta en relación con
medad inflamatoria intestinal. Éstos incluyen: hi-
trastornos o traumatismos de la médula espinal. La
pokaliemia, uso de opiáceos y otros antidiarreicos,
mortalidad oscila del 15 al 50%, en relación con la
fármacos anticolinérgicos en general (espasmolí-
causa subyacente.
ticos, antihistamínicos antiH1, ansiolíticos, antide-
presivos tricíclicos, etc.), y también la insuflación Las causas del megacolon crónico adquirido son
excesiva que puede acompañar al enema opaco o muy variadas (tabla 3). Su patogenia es multifacto-
la colonoscopia (tabla 2). No es infrecuente que un rial y en gran parte desconocida. Ningún segmento
MT aparezca un tiempo después de haber retira- del colon es agangliónico. Con frecuencia existe una
do bruscamente el tratamiento con sulfasalazina, afectación neurológica o del músculo liso intestinal
5-ASA o corticoesteroides6,7,8,9. Respecto a su pato- que suele ser secundaria a trastornos neurológicos,
genia, se aduce que en el contexto de una colitis sistémicos (incluyendo síndrome paraneoplásico) o
grave, la inflamación habitualmente limitada a la metabólicos.
mucosa se extiende de forma transmural afectan-
do a la capa muscular (figura 1). Los mediadores Diagnóstico
de la inflamación y ciertos productos bacterianos
estimulan la producción de óxido nítrico sintetasa Megacolon congénito1,4
inducible incrementando la concentración de óxido
Aunque el diagnóstico puede sugerirlo la clínica (se
nítrico (NO), inhibidor del tono de la musculatura
precisa un alto índice de sospecha), la confirmación
lisa, que a elevadas concentraciones sería el res-
requiere de algunas pruebas complementarias.
ponsable de la dilatación consiguiente y progresi-
va del colon8,9. El peligro fundamental del MT es la ❱❱ Sospecha clínica: en el 90% de los casos los sín-
perforación y la subsiguiente peritonitis estercorá- tomas aparecen en la primera infancia. Es típico
cea, que tiene una mortalidad significativa. el retraso en la expulsión del meconio, el llanto
571
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ 1) Adquirido:
a. Enfermedades neurológicas y musculares:
• disfunción autonómica familiar
• parálisis cerebral por anoxia durante el parto
• neuropatía diabética
• distrofia miotónica
• demencia
• lesiones de la médula espinal*
b. Enfermedades endocrino-metabólicas:
• hipotiroidismo
• feocromocitoma
• porfiria
• hipokaliemia, hiponatremia, hipocloremia
• hipercalcemia por hiperparatiroidismo u otras causas
c. Enfermedades sistémicas:
• esclerodermia y otras colagenosis
• amiloidosis primaria
• miopatía visceral con seudoobstrucción intestinal crónica
d. Enfermedades infecciosas: infestación por Tripanosoma cruzi (enfermedad de Chagas)
e. Suboclusión mecánica (postirradiación, postcolitis isquémica, fibrosis parietal en EIIC)
f. Fármacos que causen dismotilidad intestinal o estreñimiento:
• anticolinérgicos espasmolíticos, ansiolíticos antidepresivos tricíclicos, anti-H1
• analgésicos, sobre todo opiáceos, incluyendo tramadol; también AINE
• antitusígenos derivados de codeína
• antihipertensivos: inhibidores de los canales del calcio, b-bloqueantes
• diuréticos
• antiparkinsonianos antimuscarínicos
• antiepilépticos derivados de la hidantoína
• calcitonina
• antiácidos: sales de calcio, sucralfato
• ciertos citostáticos como vinscristina
*El 73% de los pacientes con trauma espinal crónico (7-33 años después de la lesión) desarrollan megacolon
crónico (52% con estreñimiento grave). Los factores de riesgo para megacolon crónico en estos casos
son: 1) edad avanzada; 2) cronicidad del padecimiento; 3) síntomas de distensión abdominal; 4) antecedentes
de cirugía uretral, vesical o prostática; y 5) toma de anticolinérgicos o antiácidos con sales de calcio.
572
37. Megacolon congénito y adquirido
573
Sección 4. Intestino delgado y colon
Paciente con colitis infecciosa o EII en brote, que comienza con dolor y distensión
abdominales, fiebre y mal estado general
Rx simple de abdomen
No Sí
¿deshidratación?
No ¿hipotensión?
¿alteraciones noivel de al menos 1
conciencia?
Sí
aunque el MT puede ser la forma de presentación ello es el cese de la diarrea cuando ésta ha sido la
inicial de la EII. La anamnesis debe incluir la bús- manifestación inicial (falsa mejoría). En estos casos,
queda sistemática de: viajes recientes a países el enfermo deja de emitir heces y también gases.
exóticos, posibles contagios (incluyendo sexuales), Los criterios diagnósticos de Jalan y cols. (tabla 1)
empleo de antibioterapia (sobre todo quinolonas, siguen siendo útiles para guiar el diagnóstico ante
cefalosporinas y macrólidos), administración de la sospecha clínica (figura 2).
quimioterapia anti-neoplásica o de agentes inmu- El examen físico muestra fiebre elevada, taquicar-
nosupresores. Los pacientes con colitis fulminante dia, taquipnea e hipotensión; puede haber signos
están muy enfermos, con fiebre alta, taquicardia, físicos de malnutrición (delgadez, atrofia muscular,
deshidratación, estupor, dolor abdominal espontá- disminución del pliegue subtricipital) y deshidrata-
neo (que no cede con la defecación) y sensibilidad ción (pliegue cutáneo positivo, lengua seca). Si el
difusa a la palpación del vientre. Puede haber in- paciente estaba recibiendo corticosteroides, en el
cluso peritonismo. Entre el 10-20% de los casos de contexto de un brote agudo de EII, los signos físicos
colitis fulminante pueden empeorar y progresar a pueden ser mínimos, si bien en el MT el abdomen
MT. Un dato fundamental que debe alertar sobre aparece distendido y los ruidos abdominales están
574
37. Megacolon congénito y adquirido
Figura 3. El síndrome de Ogilvie puede ocasionar también una dilatación de todo el colon. Sin embargo, a diferencia del mega-
colon tóxico (a) en el que desaparece la haustración, en el síndrome de Ogilvie (b) ésta suele estar conservada.
575
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 2. Signos radiológicos que pueden aparecer en el megacolon tóxico: a) Dilatación difusa de todo el colon con desaparición
de la haustración. b) Impresiones dactilares en la pared del colon (puntas de flecha); c) La presencia de neumoperitoneo (puntas
de flecha) indica la evolución natural del megacolon hacia la perforación.
diversas alteraciones radiológicas observadas en el ralítico la dilatación afecta de forma global a todo
megacolon tóxico. Es muy útil comparar las radio- el colon, y apenas se dibujan las haustras, en el SO
grafías con anteriores, y repetirlas al menos cada la dilatación predomina en el colon ascendente y
12 horas. Se deben evitar los estudios baritados, transverso y las haustras son visibles10.
ya que el potencial de perforación es elevado. Si
Megacolon crónico (MC)
hay dudas acerca de la posibilidad de un absceso
intraabdominal (más frecuente en la enfermedad La mayor parte de estos enfermos se presentan con
de Crohn que en la CU), debe indicarse una TAC estreñimiento crónico indoloro, aunque pueden te-
abdominal, que tiene la ventaja adicional de poder ner episodios de dolor abdominal cólico, que alivia
diagnosticar perforación local o cubierta del colon, al defecar. Si hay megarrecto y está distendido por
o absceso intraabdominal. La colonoscopia suele heces, el paciente puede aquejar seudodiarrea por
estar contraindicada en estas circunstancias por el rebosamiento o incluso incontinencia anal. En ge-
riesgo de septicemia o perforación. neral, el MC se ha categorizado en dos grupos, de
acuerdo al comienzo de los síntomas: el tipo de MC
Síndrome de Ogilvie congénito (EH), ya mencionado, debuta con estre-
(Seudoobstrucción aguda ñimiento antes del año de edad, mientras que el
del colon) MC adquirido desarrolla los síntomas a partir de los
10-15 años de edad, o en la ancianidad. Es impor-
Entre las manifestaciones clínicas del Síndrome de tante tener en cuenta que, aunque la enfermedad
Ogilvie (SO), destacan: distensión abdominal (90- de Chagas (ECh) estuvo originalmente confinada en
100%), dolor abdominal espontáneo (80%), náuseas Centro y Sudamérica, en el momento presente han
y vómitos (60-80%) y dolor abdominal a la palpación comenzado a detectarse un número creciente de se-
(65%). Los ruídos abdominales están ausentes en el ropositivos en los países occidentales (por ejemplo,
50-60% de los casos, pero pueden estar aumenta- en los EEUU entre 350-400.000 personas), un tercio
dos hasta en un 30-40%; hay ausencia de defeca- de los cuales tiene enfermedad de Chagas crónica,
ción o ventoseo en 50-60% de los pacientes, aunque con megaesófago, megacolon y megauréteres11. La
puede haber defecación espontánea, habitualmen- inmigración a España de personas oriundas de paí-
te de pequeñas cantidades, y ventoseo en cerca del ses del cono andino, Colombia, Brasil y Argentina,
40%. El diagnóstico diferencial debe hacerse frente plantea este mismo problema en nuestro entorno,
al íleo adinámico o paralítico, también más frecuen- habiendo resaltado la prensa que sólo en la región
te en ancianos polimedicados. En este caso nunca de Murcia hay más de 300 casos diagnosticados.
hay dolor abdominal, no hay ruidos abdominales, Debe, asimismo, considerarse que en la población
ni tampoco defecación espontánea o ventoseo. Por adulta es particularmente importante excluir una
otro lado, la RX simple de abdomen proporciona obstrucción mecánica completa o parcial, especial-
una clave importante. Así, mientras en el íleo pa- mente por cáncer.
576
37. Megacolon congénito y adquirido
577
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Medidas generales:
• Ingreso en UCI.
• Dieta absoluta, sonda nasogástrica o, mejor, nasoyeyunal. Suspender toda medicación que pueda ser
responsable de dismotilidad intestinal.
• Maniobra de rolling: adoptar los cuatro decúbitos (supino, lateral derecho e izquierdo y prono) cada
15 minutos (una hora/total para completar la secuencia).
• NPT sólo en casos de enfermedad de Crohn; no ha demostrado eficacia en la colitis ulcerosa.
• Sueroterapia de corrección del desequilibrio hidroelectrolítico y acidobásico.
• Profilaxis de HDA por LAMG con IBP parenterales (omeprazol o pantoprazol).
• Profilaxis de tromboembolismo con heparina de bajo PM, subcutánea.
• Antibioterapia de amplio espectro para Gram-neg y anaerobios (por ejemplo, cefalosporina + metronidazol).
Si la causa es Clostridium difficile el antibiótico de elección es vancomicina.
❱❱ Medidas específicas:
• En la colitis ulcerosa: corticoides por vía ev a dosis de 1-1,2 mg/kg de peso/día. Si fallan en 3-5 días, pasar
a ciclosporina A ev a dosis de 3-5 mg/kg de peso/día.
• En la enfermedad de Crohn: NPT + corticoides a dosis altas por vía ev (no se ha demostrado beneficio con
ciclosporina A).
• Si fallan ambos o se demuestra perforación del colon → cirugía (32-50% de los casos).
American Association for the Study of Liver Diseases. Tavil AS, ed. Hepatology 2001;33:1321.
578
37. Megacolon congénito y adquirido
Figura 5. La aparición de un megacolon tóxico en el contexto de un brote grave de una enfermedad inflamatoria constituye una
indicación de cirugía. En la figura se observan el ciego y colon ascendente muy dilatados (izqda). Puede observarse la imagen
macroscópica de la pieza de colectomía y una imagen microscópica con fenómenos de congestión vascular y hemorragia mucosa
(véase también la figura 1).
descompresión del colon mediante colonoscopia. tes osmóticos como sales de magnesio, soluciones
Esta última medida debe meditarse bien por dos de fosfato o polietilenglicol o estimulantes como
razones: 1) tras la descompresión, la recidiva de la los derivados antraquinónicos o polifenólicos; 4)
dilatación es la norma, y 2) una colonoscopia sin eventualmente pueden ser necesarios enemas
preparación del paciente tiene muchos riesgos. La pautados de limpieza (preferentemente de suero
sonda rectal o el tubo de descompresión por vía co- fisiológico) 2-3 veces por semana, para evitar que
lonoscópica pocas veces vale la pena, ya que suele pasen más de 3 días sin defecar con el riesgo con-
obstruirse por detritus o heces y deja de funcionar siguiente de impactación de fecalomas. La colecto-
con rapidez. Una vez resuelto el episodio agudo de- mía total con anastomosis ileorrectal o ileostomía
ben excluirse posibles causas subyacentes y retirar de descarga sólo debe indicarse en casos que no
o sustituir los medicamentos que causen dismotili- responden a ningún tratamiento y en circunstan-
dad o estreñimiento (ver tabla 3). cias extremas.
En un paciente estable con MC el régimen terapéu-
tico ambulatorio recomendado es el siguiente6: 1)
Enfermedad de Chagas
reeducación esfinteriana por biorretroalimentación La ECh o Trypanosomiasis americana es una enfer-
anorrectal cuando por manometría anorrectal se medad parasitaria causada por Trypanosoma cruzi,
haya evidenciado un trastorno expulsivo; 2) instruir protozoo flagelado, que se transmite comúnmen-
al paciente en medidas preventivas del estreñi- te a los humanos por un insecto vector, un tipo de
miento (líquidos, fibra, rehabilitación musculatura chinche que se alimenta de la sangre de los ani-
abdominal); 3) uso juicioso de procinéticos y laxan- males mamíferos. Si no se trata la fase aguda (lo
tes. Entre estos últimos pueden administrarse de que consigue curaciones del 60-90%), se desarrolla
un modo gradual y escalonado mucílagos como el la fase crónica, asintomática para el 60-80% de los
plántago ovata (no aconsejable en ancianos), laxan- individuos infectados de por vida. Entre un 20-40%
579
Sección 4. Intestino delgado y colon
de los infectados crónicos desarrollan graves tras- 3. Boix J, Marhuenda C. Enfermedad de Hirschs-
tornos cardiovasculares y digestivos a lo largo de prung. En: Vilardell F, ed. Enfermedades Diges-
su existencia. Entre éstos destacan el megaesófago tivas, 2.ª ed. Aula Médica. Madrid, 1998:920-
y el megacolon. Si la enfermedad crónica no es tra- 25.
tada puede resultar mortal por las complicaciones 4. Kahn E, Daum F. Anatomía, histología, embrio-
cardiovasculares, además de alterar gravemente la logía y anomalías congénitas del intestino del-
calidad de vida de los pacientes debido a la disfa- gado y grueso, en Sleisenger & Fordtran, eds.
gia, el estreñimiento y la distensión abdominal11. 8.ª ed. En español, Elsevier-Saunders, Madrid,
El diagnóstico, basado en la sospecha clínica, es 2008:2061-91.
de laboratorio (inmunoanálisis) y parasitológico. 5. Jalan KN, Sircus W, Card WI. An experience of
Dado que no se dispone todavía de una vacuna, la ulcerative colitis. I. Toxic dilation in 55 cases.
única prevención es la lucha contra el vector; ello Gastroenterology 1969;57:68-82.
incluye tener en cuenta la posibilidad de transmi- 6. Su Ch, Lichtenstein GR. Colitis ulcerosa, en Slei-
sión por sangre contaminada o por órganos, en el senger & Fordtran, eds. Enfermedades diges-
curso de un trasplante. En España los donantes tivas y hepáticas, 8.ª ed. en español. Elsevier-
son evaluados mediante cuestionario, y los sos- Saunders. Madrid, 2008:2499-548.
pechosos de estar infectados, mediante tests de 7. Camilleri M. Seudoobstrucción aguda y cróni-
cribado de la enfermedad. El tratamiento de la ca. En: Sleisenger & Fordtran, eds. Enfermeda-
E. de Chagas no se limita a los casos agudos. Los des digestivas y hepáticas, 8.ª ed. en español.
fármacos de elección son derivados nitroazólicos Elsevier-Saunders. Madrid, 2008:2679-702.
como benznidazol o nifurtimox, que aunque sólo 8. Hinojosa J, Nos P. Colitis Ulcerosa. En: Beren-
consiguen menos del 60% de curaciones, pueden guer J, ed. Gastroenterología y Hepatología,
hacer que se enlentezca la progresión del daño 3.ª ed. Elsevier. Madrid, 2002:328-46.
cardiovascular, esofágico y cólico11-12. El problema 9. Stenson WF, Korzenik J. Inflammatory bowel di-
de ambos fármacos es la gran frecuencia de efec- sease, en Yamada T, ed. Textbook of Gastroen-
tos secundarios que comporta su administración. terology, 4.ª ed. Williams & Wilkins. Lippinco-
Así, el benznidazol puede ser causa de neuropatía tt, 2003:1699-759.
periférica y supresión medular. Por su parte, el ni- 10. Remy P, Kumbum K, Carpenter S, Holmstrom B.
furtimox puede originar vómitos, dolor abdominal, Ogilvie syndrome. Emedicine/gastroenterolo-
inquietud, insomnio, desorientación y polineuritis, gy. December 2009.
que son casi la regla dado que el tratamiento se 11. Neva FA. Tripanosomiasis Americana (enfer-
administra durante 60-90 días. Estos efectos se- medad de Chagas), en Cecil Tratado de Me-
cundarios remiten tras finalizar el tratamiento12. dicina Interna, 23.ª ed. en español. Elsevier
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580
38 Enfermedad diverticular
del colon
Adolfo Parra*, David Nicolás**
*Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Central de Asturias
**Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 581
Sección 4. Intestino delgado y colon
No complicada
(75-80 %)
582
38. Enfermedad diverticular del colon
los pacientes con síndrome de intestino irritable son diagnosticados casualmente en el curso de un
(SII). La exploración del abdomen es normal y las estudio radiológico para el diagnóstico de síntomas
determinaciones analíticas elementales no reflejan abdominales no relacionados con la diverticulosis.
signos de alarma. Por esta razón, a menudo es difí- Sin embargo, el enema opaco es una prueba poco
cil atribuir los síntomas de estos enfermos a la pre-
precisa y con una alta tasa de falsos negativos y po-
sencia de divertículos. Algunos autores consideran,
sitivos para el diagnóstico de pólipos o neoplasia
de hecho, que ambas enfermedades pueden estar
relacionadas. cólica, tumores cuya incidencia aumenta también
a partir de la quinta década de la vida. Por ello,
Diagnóstico actualmente se recomienda la realización de una
colonoscopia a todos los pacientes con diverticu-
Durante muchos años el enema opaco fue la técni-
ca de imagen más utilizada para el diagnóstico de losis sintomática, con la intención de descartar la
la diverticulosis colónica (figura 2). Este procedi- presencia de una neoplasia. Aunque hace años se
miento proporciona información sobre el número consideraba que la colonoscopia podía incremen-
de divertículos y su localización. Muchos pacientes tar el riesgo de perforación en pacientes con diver-
583
Sección 4. Intestino delgado y colon
584
38. Enfermedad diverticular del colon
Figura 4. El enema opaco constituyó durante muchos años la prueba de imagen más empleada para el diagnóstico de diverticu-
litis aguda, si bien actualmente la tomografía computarizada es la prueba de elección. En la figura se observa un enema opaco
con un segmento de sigma con divertículos y una estenosis secundaria al espasmo y edema de la mucosa. En la TC se observa
un engrosamiento de la pared del sigma, y zonas de afectación inflamatoria de la grasa pericólica (flechas).
585
Sección 4. Intestino delgado y colon
flamación previa. La compresión extrínseca por un El enema opaco (EO) fue durante años la técnica de
absceso peridiverticular también puede provocar elección para el diagnóstico de la diverticulitis agu-
estenosis. En tal caso el enfermo desarrolla un cua- da. Sin embargo, debe considerarse que la diverti-
dro de distensión abdominal, náuseas y dificultad culitis es un proceso eminentemente extraluminal
para la emisión de heces y gases. La perforación a y que la ECO/TC proporcionan mayor información.
peritoneo libre es infrecuente. Además no está exento de riesgos. En caso de rea-
lizarse se recomienda con contraste hidrosoluble y
Diagnóstico con baja presión. Los hallazgos sugestivos de diver-
ticulitis son la presencia de divertículos, engrosa-
El diagnóstico de diverticulitis aguda se basa pri- miento de pliegues mucosos, espasmo local, rigidez
mordialmente en los datos proporcionados por la de la pared colicaica, extravasación del contraste y
clínica. La exploración suele revelar la presencia de la presencia de trayectos fistulosos3.
dolor a la palpación superficial y profunda con sig-
nos de irritación peritoneal o empastamiento con La colonoscopia está contraindicada ante la sos-
efecto de masa. Más del 50% de los casos muestran pecha de una diverticulitis aguda por el riesgo de
leucocitosis y algunos pacientes presentan piuria perforación. Una vez que el episodio inflamatorio
cuando hay inflamación próxima a las vías urinarias cede puede realizarse para descartar otras patolo-
y bacteriuria en caso de fístula colovesical. La Rx gías, especialmente el cáncer colorrectal que pue-
simple de abdomen puede mostrar distensión de de debutar con un episodio de inflamación visceral
asas y niveles hidroaéreos en caso de íleo u oclu- secundario a la abscesificación del tumor y plan-
sión y neumoperitoneo en los raros casos de perfo- tear un problema de diagnóstico diferencial. Se han
ración. La radiografía de tórax aporta información descrito igualmente episodios de colitis isquémica
complementaria de la condición cardiopulmonar secundarios a la oclusión del colon por diverticu-
en pacientes de edad avanzada. litis. La presencia de rectorragia debe despertar
la sospecha clínica en tales casos, especialmente
Cuando existen dudas en el diagnóstico, la tomo- en los pacientes con factores de riesgo vascular.
grafía computarizada (TC) constituye, hoy en día, la Otros procesos que deben ser considerados en el
modalidad de imagen de elección para la diverticu- diagnóstico diferencial son la apendicitis aguda, la
litis aguda debido a su especificidad y sensibilidad. enfermedad pélvica inflamatoria, la enfermedad
La TC está igualmente indicada ante la sospecha de inflamatoria intestinal, el SII, colitis isquémica, pie-
diverticulitis complicada, en pacientes graves o en lonefritis, absceso tubo-ovárico, litiasis ureteral,
caso de deterioro clínico importante14. El examen torsión ovárica, vólvulo del colon y endometriosis3.
debe realizarse, en lo posible, con contraste hidro-
soluble por vía oral, y con contraste iv. La TC puede Tratamiento (figura 5)
valorar patología cólica intra- y extraluminal, eva-
luar los tejidos circundantes, definir la afectación Diverticulitis no complicada
de órganos adyacentes y descartar otras patolo-
gías, como la apendicitis o afecciones ginecológicas En la diverticulitis no complicada (75%) es posible
(figura 4). Otro aspecto que hace de la TC la prueba realizar en ocasiones el tratamiento de forma am-
de elección en la diverticulitis aguda es la posibili- bulatoria. Éste puede ser aplicado a los enfermos
dad de intervención terapéutica, como el drenaje que presentan síntomas leves, toleran la vía oral,
percutáneo de abscesos (ver más adelante)15. y no muestran ninguna evidencia de enfermedad
diverticular complicada15. Estos pacientes pueden
La ecografía es una técnica igualmente útil en el ser tratados con dieta líquida, para mantener una
diagnóstico de la diverticulitis aguda (especialmen- adecuada hidratación, y antibióticos por vía oral
te en personas delgadas), y puede demostrar sig- con actividad frente a bacilos Gramnegativos y
nos de engrosamiento mural y abscesos. Además anaerobios (fundamentalmente Escherichia Coli y
permite guiar drenajes percutáneos de estos últi- Bacteroides fragilis). El tratamiento debe mante-
mos. Sus ventajas principales son su bajo coste y su nerse durante 7-10 días. Remitimos al lector a una
carácter no invasivo. Además permite el diagnósti- revisión reciente donde puede consultar las pautas
co diferencial con patología ginecológica en muje- antibióticas más adecuadas de acuerdo a una guía
res. Su mayor inconveniente es que se trata de una de consenso16. Los opiáceos deben evitarse por
técnica operador-dependiente. aumentar la presión intracólica. Los enfermos que
586
38. Enfermedad diverticular del colon
no mejoran después de un período de 48-72 h o culitis, así como la presencia de síntomas continuos
aquellos que presentan deterioro clínico deben ser tras la resolución de un episodio agudo15. El trata-
hospitalizados así como llevar a cabo exploraciones miento quirúrgico electivo comprende la exéresis
que permitan descartar la presencia de complica- del colon afecto (generalmente el sigmoides) por
ciones. vía abierta o laparoscópica. El abordaje laparos-
cópico ofrece menor incidencia de infección de la
En los pacientes ingresados con signos inflamato-
herida quirúrgica y de íleo postoperatorio, así como
rios de mayor intensidad se procederá al reposo in-
menores requerimientos transfusionales21.
testinal, sueroterapia y antibioterapia intravenosa.
Las pautas antibióticas suelen incluir metronidazol En los pacientes inmunodeprimidos se recomienda
o clindamicina para cubrir anaerobios, y una cefa- tratamiento quirúrgico después del primer episo-
losporina de tercera generación, un aminoglucósi- dio, ya que el diagnóstico puede ser difícil, siendo
do o una quinolona para los Gramnegativos. más frecuente la necesidad de tratamiento qui-
rúrgico, el riesgo de perforación y la mortalidad22.
Al mejorar el cuadro inicial se puede ir aumentando
También se ha recomendado la resección quirúrgi-
la consistencia de los alimentos ingeridos. Una vez ca en los pacientes que han presentado un primer
pasado el episodio agudo, existe la recomendación episodio de diverticulitis antes de los 40 años. Esta
de llevar a cabo una colonoscopia en un intervalo actitud se basa en que la enfermedad suele ser más
de 6-8 semanas con el objetivo de descatar la pre- agresiva (mayor del 60% cursan con complicacio-
sencia de una neoplasia (Grado 2B), especialmente nes), el riesgo de recurrencia es mayor y la cirugía
si se trata de un primer episodio. A su vez suele tiene poco riesgo (menor tasa de comorbilidades)23.
recomendarse aumentar el consumo de fibra, ya
que algunos datos sugieren que ésta reduce el ries- Diverticulitis complicada
go de recurrencia de la diverticulitis y previene la
aparición de nuevos divertículos. Ensayos clínicos Absceso
recientes han demostrado que la asociación entre
El absceso constituye la complicación supurativa
fibra y rifaximina no sólo disminuye los síntomas
de un flemón y debe sospecharse cuando persisten
asociados de la diverticulosis, como la distensión
la fiebre y la leucocitosis, a pesar del tratamiento
o el dolor abdominal, sino que esta asociación
antibiótico, o ante la presencia de una masa en la
disminuye el riesgo de desarrollar un episodio de
exploración. El diagnóstico puede realizarse por
diverticulitis Por otro lado, la rifaximina potencia
ecografía o TC. Los abscesos de pequeño tamaño
los efectos beneficiosos de la fibra, al evitar su de-
pueden ser manejados de forma conservadora con
gradación por la flora bacteriana. En estos estudios,
antibióticos iv. Si el enfermo no responde a esta
se observó que la administración del antibiótico a
medida o el absceso tiene un tamaño superior a 4-5
largo plazo fue segura y bien tolerada por los pa-
cm debe indicarse su drenaje percutáneo guiado
cientes, confirmando la utilidad de esta estrategia
por ecografía o por tomografía computarizada. Hoy
terapéutica7,8,17-20. No se ha demostrado que la me-
en día, sólo los abscesos de difícil abordaje, multi-
salazina administrada en monoterapia pueda dis-
loculados o refractarios al drenaje percutáneo son
minuir la incidencia de diverticulitis a largo plazo11.
tributarios de cirugía. En el resto de los casos, el
Clásicamente se ha postulado que tras un segun- abordaje debe de ser conservador, procediendo a
do episodio de diverticulitis aguda no complicada, la retirada del drenaje cuando el débito es mínimo
resulta recomendable un tratamiento quirúrgico (menor de 10 cm3).
entre 4 y 6 semanas después de la resolución de la
Fístula
inflamación (figura 5). Esta recomendación en basa
en que los episodios recurrentes responden peor Las fístulas más frecuentes son las colovesicales.
al tratamiento conservador y tienen mayor mortali- Éstas predominan en varones por la protección que
dad. Ciertamente, se carece de estudios que hayan ejerce el útero en las mujeres; de hecho en la mitad
comparado esta estrategia con otras más conser- de los casos de mujeres existe el antecedente de
vadoras. Por lo tanto, la decisión de someter a un una histerectomía24. Los síntomas más frecuentes
paciente a tratamiento quirúrgico debe hacerse de son la neumaturia y la fecaluria, siendo extraor-
forma individualizada considerando diversos facto- dinaria la eliminación de orina con las heces. Le
res como la edad, las comorbilidades asociadas, la siguen en frecuencia las fístulas colovaginales, co-
gravedad y la frecuencia de los episodios de diverti- loentéricas, y colouterinas. La TC es útil en el estu-
587
Sección 4. Intestino delgado y colon
Diverticulitis
Aislada y no Recurrente y no
Complicada*** Quiescente***
complicada* complicada**
Absceso
• Drenaje
percutáneo Perforación
• Cirugía tras • Cirugía
resolución urgente
del proceso
inflamatorio
dio de las fístulas colovesicales, ya que además de pudiendo preservar la vejiga en la mayoría de las
mostrar neumaturia permite evaluar la extensión y ocasiones.
grado de la inflamación pericólica. El enema opa- Obstrucción
co confirma la existencia de divertículos, pero sólo
Ésta puede ser una complicación tanto aguda como
muestra la fístula en la mitad de los casos. La cis-
crónica de la diverticulitis aguda. Ya se ha men-
toscopia permite detectar anomalías vesicales en
cionado que su etiología puede ser multifactorial.
la mayoría de ellos. El tratamiento de las fístulas Cuando la oclusión es el resultado del edema y es-
suele ser quirúrgico. En las colovesicales suele ser pasmo asociados a la inflamación, los síntomas se
suficiente con la resección de la zona diverticular, resuelven al desaparecer el proceso inflamatorio. Si
588
38. Enfermedad diverticular del colon
589
Sección 4. Intestino delgado y colon
590
38. Enfermedad diverticular del colon
Hematoquecia
¿Estabilidad hemodinámica?
No
No posible Posible
Ausencia de lesión
Observación
sangrante
Figura 7. Algoritmo diagnóstico y terapéutico de la hemorragia digestiva baja (modificada de Barnet y Messmann33)
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Sección 4. Intestino delgado y colon
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592
39 Diarrea aguda
de naturaleza infecciosa
Santos Santolaria, Ramón Guirao*, Blanca Belloc*
Unidad de Gastroenterología. Hospital San Jorge, Huesca
*Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge, Huesca
Introducción
La diarrea aguda infecciosa es un síndrome ca- Objetivos de este capítulo
racterizado por la inflamación o disfunción del ❱❱ Conocer las causas más frecuentes de
intestino producida por un microorganismo o diarrea de naturaleza infecciosa en la
sus toxinas, que aparece en una persona hasta comunidad.
ese momento asintomática. Clínicamente se ca- ❱❱ Subrayar la importancia de la semiolo-
racteriza por la aparición de diarrea aguda (me- gía clínica para un abordaje correcto del
nos de 14 días), definida por la realización de 3 o síndrome.
más deposiciones diarias de menor consistencia, ❱❱ Establecer las claves para un manejo coste-
acompañada frecuentemente de otros síntomas efectivo del paciente con diarrea aguda.
como sensación nauseosa, vómitos, dolor ab-
dominal y fiebre. La forma de adquisición suele
ser por contagio de persona a persona o más REFERENCIAS CLAVE
frecuentemente por la ingesta de alimentos o 1. Montoro M. Gastroenteritis infecciosas.
agua contaminada, y en la mayoría de los casos En: Farreras-Rozman (ed.). Medicina
el cuadro clínico cede espontáneamente en el interna, 16ª edición. Elsevier. Barcelona,
transcurso de varios días 1. 2008:222-230.
La diarrea aguda infecciosa representa la prime- 2. Guerrant RL, Van Gilder T, Steiner TS,
ra o segunda causa de muerte en la mayoría de Thielman NM, Slutsker L, Tauxe RV, et al.
los países en vías de desarrollo, fundamental- Practice guidelines for the management of
mente en niños como consecuencia de estados infectious diarrhea. Clin Infect Dis 2001;32:
de deshidratación, y constituye una patología 331-51.
muy prevalente. En Estados Unidos, se ha es- 3. Thielman, NM, Guerrant RL. Acute infec-
timado que existen entre 200-300 millones de tious Diarrhea. N Engl J Med 2004;350:
nuevos casos de diarrea aguda cada año y esta 38-47.
cifra podría incluso estar infraestimada debido
a que la mayoría de los episodios son autoli-
mitados y los pacientes no solicitan asistencia
médica. La repercusión económica de estas in-
fecciones no es menos importante ya que a los
costes médicos se deben añadir los derivados de
la pérdida de productividad laboral que podrían
alcanzar los 23 billones de dólares/año en Esta- clínica y la exploración clínica constituyen elemen-
dos Unidos 2. tos primordiales en el manejo de estos pacientes
La mayoría de los episodios de diarrea aguda in- ya que nos permiten identificar aquellos casos que
fecciosa van a ser autolimitados y no van a preci- debido a su gravedad sí van a precisar de un estudio
sar un estudio diagnóstico específico. La historia diagnóstico y un tratamiento específico 3.
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 593
Sección 4. Intestino delgado y colon
aguda
❱❱ Infecciosa.
Se define como diarrea la emisión de heces líquidas
• Bacterias.
o de menor consistencia, lo que ordinariamente
se acompaña de un incremento en la frecuencia – Enteroinvasivas.
del ritmo deposicional. Este síntoma expresa una – Enterotoxígenas.
alteración en la función normal del intestino, que • Virus.
se traduce en un mayor contenido de agua en las – Norovirus (Norwalk) , rotavirus,
evacuaciones (más de 200 cm3/24 h). El término adenovirus, astrovirus.
diarrea aguda lleva implícita la consideración de un
– Citomegalovirus.
tiempo de evolución inferior a 2-3 semanas. Aun-
que existen múltiples causas que pueden ocasio- • Parásitos: Giardia lamblia, Cryptosporidium,
Microsporidium, Enamoeba histolytica.
narla (tabla 1), la mayoría de las veces va a tener
un origen infeccioso. Básicamente se considera que • Hongos: Candida albicans, Histoplasma.
existen cuatro mecanismos implicados en la fisio- ❱❱ No infecciosa.
patología de la diarrea: 1) aumento de la osmo- • Fármacos.
laridad del contenido luminal (diarrea osmótica); • Aditivos alimentarios.
2) disminución de la absorción o aumento en la se-
• Tóxicos.
creción intestinal (diarrea secretora); 3) alteracio-
nes en la motilidad; 4) exudación de sangre, moco • Colitis isquémica.
y proteínas (diarrea inflamatoria). La mayoría de las • Enfermedad inflamatoria intestinal*.
infecciones del tracto gastrointestinal van a causar • Enteritis rádica.
diarrea por un mecanismo secretor (bacterias ente- • Sepsis generalizada.
rotoxígenas) o inflamatorio (bacterias enteroinvasi-
• Inflamación pélvica.
vas, Entamoeba hystolitica, etc.). Las toxinas bac-
• Impactación fecal.
terianas se pueden clasificar en citotónicas (Vibrio,
E. coli enterotoxigénico, etc.) y citotóxicas (Shigella, • Estrés psicológico.
E. coli enterohemorrágico, etc.). Las primeras au-
mentan la secreción intestinal por activación de en- * Aunque se conceptúa como causa de diarrea de
zimas intracelulares (como la adenilato ciclasa) sin curso crónico y recidivante, se debe considerar
producir daño en la superficie epitelial, mientras esta posibilidad ante cualquier episodio de
que las segundas inducen la secreción por daño diarrea aguda de características exudativas,
directo sobre el enterocito. En ocasiones, puede dado que puede tratarse de un primer brote de
existir una diarrea osmótica en relación con una la enfermedad.
malabasorción de disacáridos como consecuencia
de una afectación de las vellosidades intestinales
(Giardia lamblia, virus) 2.
aquella producida por gérmenes enteroinvasivos.
Historia clínica y examen físico Los primeros provocan pérdidas importantes de
La primera cuestión que debe plantearse es si el agua y electrolitos con deshidratación, en tanto que
paciente tiene realmente una diarrea, porque no los segundos conducen a un estado inflamatorio de
es infrecuente que se interpreten como diarrea la mucosa con exudación de moco, sangre y pro-
frecuentes emisiones de escíbalos o simplemente teínas, así como presencia de leucocitos polimor-
varias deposiciones de consistencia normal. Si el fonucleares en las heces (tabla 2). En relación con
paciente presenta efectivamente una diarrea, el el segundo punto, las edades extremas de la vida,
siguiente paso a realizar es evaluar su gravedad. la existencia de algún estado de inmunosupresión
Ésta depende fundamentalmente de dos factores: (VIH, tratamiento inmunosupresor, enfermedades
la virulencia del agente patógeno y el estado inmu- autoinmunes, etc.) o enfermedades crónicas graves
nitario del paciente. En relación con el primero de (insuficiencia hepática, insuficiencia renal crónica,
los factores mencionados, debemos distinguir la insuficiencia cardiaca y/o respiratoria) agravan el
diarrea inducida por agentes enterotoxígenos, de pronóstico de la diarrea. Aquellos pacientes porta-
594
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
Inflamatoria No inflamatoria
595
Sección 4. Intestino delgado y colon
TABLA 4. Criterios de ingreso hospitalario El examen físico, por su parte, permite comprobar
el grado de deshidratación, nivel de conciencia,
evidencia de distensión abdominal, dolor o signos
de irritación peritoneal y la presencia de signos
❱❱ Intolerancia a líquidos por vómitos que no ceden a extraintestinales que también proporcionan claves
pesar del tratamiento antiemético.
interesantes para el diagnóstico (tabla 5, figura 1).
❱❱ Dolor abdominal de intensidad relevante.
❱❱ Síntomas y signos de deshidratación grave. Pruebas de laboratorio
❱❱ Alteración analítica o signos de complicaciones en
En todos los pacientes que requieren una valora-
las pruebas complementarias.
ción médica específica debe procederse a la reali-
❱❱ Diarrea aguda moderada-grave que no mejora en 2-3 zación de algunas determinaciones analíticas ele-
días a pesar de realizar un tratamiento adecuado.
mentales, incluyendo un hemograma completo y
❱❱ Diarrea inflamatoria. bioquímica, con determinación de iones, función
renal y perfil hepático. Un estudio de coagulación
En pacientes ancianos (mayores de 70 años) o en puede ser obligado en los casos que exhiben signos
los que coexista un estado de inmunosupresión o de toxicidad o bacteriemia persistente, para de-
enfermedad crónica grave se deberá considerar el tectar precozmente una coagulopatía de consumo
ingreso hospitalario según la situación clínica del
asociada a sepsis.
paciente.
Las determinaciones anteriores deben ser com-
pletadas con una investigación de leucocitos (o de
(antes de 8 horas) sugiere la ingesta de una toxina lactoferrina fecal) y sangre oculta en las heces 4,5. Se
preformada (Estafilococus aureus, Bacillus cereus o requiere la documentación de, al menos, tres leu-
Clostridium perfringens) 6. cocitos por campo para que el examen sea positivo.
En este último caso, la diarrea puede etiquetarse
TABLA 5. Manifestaciones extraintestinales de la diarrea sindrómicamente como inflamatoria y su ubicación
aguda infecciosa más probable será el colon. Por el contrario, un
resultado negativo sugiere que nos hallamos ante
una diarrea no inflamatoria, de probable ubicación
Signo o síntoma Agente causal
en el intestino delgado. Existen casos particulares
Tos-coriza Shigella, Campylobacter que requieren una consideración especial. Así, en
Exantema Shigella, Yersinia casos de salmonelosis, infección por Yersinia, Vibrio
Artritis reactiva Salmonella, Shigella, parahemolítico o Clostridium difficile, la presencia
Campylobacter, de leucocitos en heces es variable, dependiendo
Yersinia enterocolítica
Eritema nodoso 1 Yersinia enterocolítica
Signos peritoníticos 2 Clostridium difficile
E. coli enterohemorrágico
Dolor abdominal en FID* Yersinia enterocolítica
Sd. hemolítico urémico E. coli enterohemorrágico,
Shigella, Campylobacter
(raro)
Sd. Guillain-Barré Campylobacter jejuni
(raro)
596
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
597
TABLA 6. Epidemiología, clínica y tratamiento antibiótico de la diarrea aguda infecciosa por bacterias enteroinvasivas
598
Microorganismo Incubación Vía de contagio Manifestaciones Tratamiento antibiótico
Indicación Recomendado Alternativa
Shigella 48-72 h Agua, verduras Dolor abdominal y diarrea inflamatoria. En casos moderados Ciprofloxacino TMP-SMZ
y leche En ocasiones manifestaciones extraintestinales: y graves 500 mg/12 h (5 días) 160-800 mg/12 h
exantema, coriza, artritis, trombocitopenia, (5 días)
reacciones leucemoides y sd. hemolítico-urémico
Salmonella 6-48 h Huevos, leche, Forma gastroenterítica: dolor abdominal, vómitos En casos graves, edades Ciprofloxacino TMP-SMZ
no tifoidea pollo y diarrea de coloración verdosa extremas, prótesis valvulares, 500 mg/12 h (5 días) 160-800 mg/12 h
Forma cólica: dolor abdominal y diarrea inflamatoria anemia hemolítica o (5 días)
inmunosupresión Ampicilina 1 g/8 h
Sección 4. Intestino delgado y colon
(7 días)
Campylobacter 24-48 h Carne, leche o Dolor abdominal, tenesmo y diarrea acuosa o inflamatoria En casos graves o diarrea Eritromicina Ciprofloxacino
jejuni contacto con En ocasiones manifestaciones extraintestinales: colecistitis, prolongada 250 mg/6 h (5 días) 500 mg/12 h
animales pancreatitis, cistitis, Guillain-Barré, glomerulonefritis (5 días)
contaminados y artritis
Yersinia 24-72 h Leche o contacto Dolor abdominal y diarrea inflamatoria En casos graves, adenitis TMP-SMZ Tetraciclina
enterocolítica con animales En niños puede ocasionar ileítis y adenitis mesentérica o manifestaciones 160-800 mg/12 h 500 mg/6 h
contaminados En ocasiones manifestaciones extraintestinales: exantema, extraintestinales (7 días) (7 días)
eritema nudoso, artritis y faringitis
E. coli Agua, leche Similar a Shigella En casos graves Ciprofloxacino TMP-SMZ
enteroinvasivo o alimentos 500 mg/12 h 160-800 mg/12 h
contaminados (5 días) (5 días)
E. coli 3-4 días Hamburguesas o Vómitos, dolor abdominal cólico, diarrea acuosa No indicado 1 –––– ––––
599
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
TABLA 8. Epidemiología, clínica y tratamiento de la diarrea aguda infecciosa por virus y parásitos
600
Microorganismo Incubación Vía de contagio Manifestaciones Tratamiento específico
❱❱ Virus
Norkwalk (norovirus) 24-48 h Contacto personal, agua, marisco Causa más frecuente de diarrea aguda en adultos No requiere
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Rotavirus 48-72 h Contacto personal, agua, marisco Causa más frecuente de diarrea aguda en niños No requiere
Afecta habitualmente a niños menores de 2 años
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Adenovirus tipo 40 y 41 48-72 h Contacto personal Afecta habitualmente a niños No requiere
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Sección 4. Intestino delgado y colon
Citomegalovirus Variable Asociado a inmunosupresión Dolor abdominal, diarrea acuosa o inflamatoria Ganciclovir 5 mg/kg/12 h
(2-3 semanas)
❱❱ Parásitos
Giardia lamblia 1-2 semanas Contacto personal o agua Causa frecuente de diarrea en los países del Este Metronidazol 250-750 mg/8 h
de Europa y Nepal (7-10 días)
Dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea acuosa
Puede ocasionar también diarrea crónica
Entamoeba histolytica 1-3 semanas Agua Causa frecuente de diarrea en India, África, México Metronidazol 750 mg/8 h
y Sudamérica (10 días)
Diarrea inflamatoria
Riesgo de absceso hepático
Otros:
Criptosporidium 7-10 días En pacientes inmunodeprimidos Dolor abdominal cólico y diarrea con malabsorción Paromomicina 500 mg/6 h (14 días)
La diarrea por Criptosporidium en pacientes con y octreótido 100-200 mcg/8-12 h
inmunosupresión severa puede ocasionar deshidratación
Microsporidium Variable En pacientes inmunodeprimidos Albendazol 400 mg/12 h (21 días)
Isospora belli Variable TMP-SMZ 160-800 mg/12 h (7-14 días)
TMP-SMZ: trimetropim-sulfametoxazol.
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
❱❱ Brote epidémico que se ha transmitido por 200 y cultivos negativos la endoscopia con toma
aguas sin higienizar (Giardia, Cryptosporidium). de biopsias puede aportar información valiosa
como la presencia de las típicas inclusiones cito-
Al igual que en el caso anterior, la sospecha de de-
plasmáticas características del citomegalovirus.
terminado tipo de agentes implica la necesidad de
Éste también puede estar presente en pacientes
una comunicación especial con el laboratorio. Así
con enfermedad inflamatoria intestinal tratados
ocurre ante la sospecha de Criptosporidium, Mi-
con corticoides, explicando la refractariedad al
crosporidium e Isospora belli, que requieren me-
tratamiento (capítulo 32).
dios de cultivo específicos. No es el caso de Giardia
lamblia o Entamoeba histolytica. ❱❱ En el paciente homosexual masculino con clí-
nica de proctitis. En estos pacientes la afecta-
Endoscopia
ción de los últimos 15 cm sugiere infección por
La exploración endoscópica del intestino grueso, herpes-virus, gonococo, clamidias o sífilis. Si la
generalmente combinada con la biopsia para cul- colitis se extiende más proximalmente debe
tivo y/o estudio histológico, es un procedimiento pensarse en una infección por Campylobacter,
útil en aquellos pacientes con clínica de proctitis Shigella, Clostridium difficile o Clamydia.
(tenesmo, dolor rectal, presencia de moco y pus
Con menor frecuencia, se utilizan el aspirado
en la deposición). En estos casos constituye una
duodenal o la panendoscopia oral con biopsia. Su
valiosa ayuda para establecer un diagnóstico dife-
contribución puede ser importante cuando existe
rencial con otras entidades que cursan con diarrea
sospecha clínica de infecciones por Giardia, Mi-
inflamatoria, como la enfermedad de Crohn, la co-
crosporidium, Criptosporidium o Mycobacterium
litis ulcerosa o la colitis isquémica (figura 2). Otras
avium. La figura 3 resume en forma de algoritmo
situaciones en las cuales la sigmoidoscopia tiene
los conceptos primordiales respecto al diagnóstico
especial utilidad son las siguientes 3:
y tratamiento de la diarrea aguda infecciosa.
❱❱ Cuando se sospecha una colitis por C. difficile;
en este caso la demostración de seudomem-
branas permite adoptar medidas terapéuticas, Tratamiento
antes de recibir el resultado de los cultivos.
Los principios básicos del tratamiento son: prevenir
❱❱ En el huésped inmunodeprimido. En los enfer- o corregir la deshidratación, mejorar los síntomas y
mos con sida, con un recuento de CD4 inferior a controlar la infección.
A B C
Figura 2. La sigmoidoscopia, combinada con la toma de biopsias, permitirá establecer un diagnóstico diferencial con otras enti-
dades que pueden cursar con diarrea inflamatoria, como por ejemplo la enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis isquémica o
la colitis seudomembranosa.
601
Sección 4. Intestino delgado y colon
Diarrea aguda
Considerar: Valorar:
Toxiinfección alimentaria Enfermedades asociadas
Abuso dietético Viajes recientes
Fármacos, en especial antibióticos Homosexualidad
Estrés psicológico Estado de inmunodeficiencia
Investigar
Tratamiento sintomático
leucocitos en heces
Hospitalización
Coprocultivos
Parasitocultivos
Sigmoidoscopia
Cede Persiste < 3/campo > 3/campo
Fluidoterapia
Antibioterapia empírica
Tratamiento sintomático (ciprofloxacino o
TMP-SMZ)
Persiste
Cede Coprocultivos
> 7-10 días
Parasitocultivos
Negativos Positivos
Figura 3. Algoritmo de actuación ante el paciente con sospecha de diarrea aguda infecciosa.
602
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
603
Sección 4. Intestino delgado y colon
604
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
como deshidratación, hipoalbuminemia y acidosis y dicitis y se han descrito casos de colitis isquémica.
se han descrito casos de megacolon tóxico, perfora- Dos hechos deben despertar la sospecha clínica: la
ción y sepsis con peritonitis 12. ausencia de fiebre y el predominio de sangre en las
heces (E- coli O157/H7 es la causa más frecuente
El diagnóstico debería sospecharse ante cualquier
de diarrea con sangre de origen infeccioso). En-
paciente que desarrolle diarrea durante el curso de
tre un 5%-15% desarrollan un síndrome urémico-
un tratamiento antibiótico o en las 6-8 semanas si-
hemolítico, caracterizado por la triada: anemia
guientes a su interrupción y puede ser confirmado
microangiopática, fallo renal (50% requieren diá-
mediante la investigación de la toxina de C. difficile
en las heces (80-95% sensibilidad; 99% especificidad) lisis) y trombocitopenia. Su mortalidad es del 5%.
o por cultivo tisular. La colonoscopia debe reservarse Un serotipo distinto del O157/H7, el O104:H4 fue
para los casos dudosos o que requieren un diagnósti- el causante de la epidemia ocurrida en el norte de
co rápido debido a su condición de gravedad. La mu- Alemania en el año 2011 donde la frecuencia de
cosa suele mostrar un aspecto eritematoso, granular síndrome urémico-hemolítico se elevó al 25% con
y friable con ulceración y seudomembranas típicas. una tasa de mortalidad del 3,3% 14.
Hasta un 30% no muestra seudomembranas o éstas
quedan limitadas al colon derecho. El metronidazol Diarrea en pacientes
y la vancomicina, en los casos en que el primero fra- inmunodeprimidos
casa, administrados por vía oral constituyen el trata-
miento de elección 13 (tabla 8). Aquellos pacientes con enfermedades que conlle-
van un estado de inmunosupresión tienen un ries-
En la última década se ha aislado una nueva cepa go aumentado de infección por patógenos entéri-
de Clostridium difficile caracterizada por un mayor cos. Dentro de este grupo, los pacientes con sida
grado de virulencia, resistencia a fluoroquinolonas tienen un riesgo especialmente alto. Hasta un 60%
y mayor morbimortalidad. Esta cepa, denominada de estos pacientes desarrollan diarrea en los paí-
NAP1/BI/027, expresa una toxina binaria, similar ses desarrollados y hasta un 95% en los países en
a la de Clostridium perfringens, y carece del gen vías de desarrollo. Una investigación de bacterias
que regula de forma negativa la expresión de las y parásitos está indicada en cualquier paciente con
toxinas A y B. Se la ha relacionado con una mayor sida o inmusupresión de otro origen que presente
frecuencia de casos de megacolon tóxico, reaccio- diarrea. Su finalidad es la identificación de micro-
nes leucemoides, shock, necesidad de colectomía organismos más comunes y la búsqueda intencio-
y fallecimientos. En estos casos, el tratamiento de nada de Criptosporidium, Microsporidium, Isospora
elección es vancomicina 125 mg/6 horas vía oral, belli, Mycobacterium avium intracelular, Chlamydia
que se puede aumentar a 500 mg/6 horas y asociar y Giardia. Si los cultivos son negativos se debe rea-
metronidazol 500 mg/8 horas si existe una evolu- lizar una sigmoidoscopia con toma de biopsias, que
ción desfavorable (hipotensión, acidosis láctica, puede revelar colitis por citomegalovirus, colitis is-
megacolon tóxico) 13. quémica o sarcoma de Kaposi. Si ésta no muestra
alteraciones, puede llevarse a cabo una panendos-
Escherichia coli O157/H7 copia oral con biopsia y un aspirado y cultivo del
jugo duodenal que puede demostrar la presencia
El serotipo O157/H7 del E. coli enterohemorrágico
de Giardia lamblia y Norovirus entre otros. El tra-
(productor de toxina Sigha) es una causa frecuente
tamiento de estos pacientes vendrá condicionado
de casos epidémicos y esporádicos de diarrea in-
por el agente causal 7 (tabla 8).
fecciosa y representa un serio problema de salud
pública debido a las complicaciones potencialmen-
te letales que comporta. La mayoría de los brotes Bibliografía
se relacionan con el consumo de carne de terne-
ra poco cocinada. Otros vehículos son la leche, así 1. Thielman NM, Guerrant RL. Acute infectious
como frutas, hortalizas y agua contaminada. Una diarrhea. N Engl J Med 2004;350:38-47.
pequeña cantidad de inóculo puede causar una 2. Montoro M. Gastroenteritis infecciosas. En:
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20% de las personas afectadas llega a consultar con 3. Blesa E, Montoro MA. ¿Cuándo debo solicitar
el médico. Algunos pacientes presentan dolor en la un coprocultivo y cuándo una exploración en-
fosa ilíaca derecha imitando el curso de una apen- doscópica? En: Piqué J.M (ed.). Claves para un
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Sección 4. Intestino delgado y colon
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606
40 Pólipos y poliposis
colorrectales
Leticia Moreira, Antoni Castells, Sergi Castelví
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic. Barcelona
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 607
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 1. Los pólipos pueden ser pediculados o sesiles, según la superficie de fijación a la pared intestinal. La figura muestra
ejemplos de pólipos pediculados (arriba) y sesiles (abajo)
en los pólipos no neoplásicos más frecuentes. Son nominados pólipos serrados) pueden progresar a
más prevalentes en personas de edad avanzada cáncer colorrectal. Los pólipos serrados compren-
y suelen localizarse en la parte distal del colon y den un grupo heterogéneo de lesiones con una
en el recto. En general, los pólipos son pequeños, característica común: la presencia de una arqui-
habitualmente inferiores a 5 mm. Sin embargo, su tectura en “dientes de sierra” en el epitelio de la
aspecto macroscópico es indistinguible del de los cripta, con o sin la presencia de displasia citológi-
adenomas1. Tradicionalmente se ha considerado ca2. Existen cuatro tipos de pólipos serrados: 1) pó-
que los pólipos hiperplásicos no tienen potencial lipos hiperplásicos, 2) adenomas serrados sesiles,
de malignización, sin embargo, estudios recien- 3) adenoma serrados tradicionales y 4) adenomas
tes han demostrado que algunos subtipos de los mixtos. Los pólipos serrados que no tienen displa-
llamados pólipos hiperplásicos (actualmente de- sia son los pólipos hiperplásicos y los adenomas
608
40. Pólipos y poliposis colorrectales
Manifestaciones clínicas
serrados sesiles, mientras que los pólipos serrados La mayoría de pólipos son detectados en el trans-
que característicamente presentan displasia citoló- curso de exploraciones endoscópicas indicadas
gica incluyen a los adenomas serrados tradicionales por motivos diversos y corresponden a pólipos
y a los adenomas mixtos. El adenoma serrado sésil hiperplásicos o adenomas tubulares de pequeño
se considera la lesión precursora de cáncer colo- tamaño, los cuales no tienen traducción clínica. En
rrectal a través de la llamada vía serrada de carci- los casos sintomáticos, la presencia de anemia por
nogénesis3. La prevalencia de pólipos serrados es pérdidas crónicas en heces y la rectorragia consti-
alta a expensas de los pólipos hiperplásicos distales tuyen las manifestaciones más frecuentes. Los ade-
(25,7%), descendiendo hasta 7,9% al considerar nomas localizados en el recto suelen manifestarse
sólo los situados en colon derecho y a 1,4-2,3% si con tenesmo y emisión rectal de sangre y moco. En
se trata de pólipos serrados mayores a 1 cm4,5. El ocasiones, los adenomas vellosos en esta localiza-
riesgo de malignización está condicionado por las ción liberan cantidades elevadas de moco rico en
características histológicas, el número de pólipos, potasio que pueden conducir a hipopotasemia y
el tamaño mayor a 1 cm y la localización proximal, alcalosis metabólica.
Mucosa
Muscular
mucosae
Submucosa
Muscular
Serosa
609
Sección 4. Intestino delgado y colon
Diagnóstico a
Tratamiento
El tratamiento de elección de los adenomas co-
lorrectales es la polipectomía endoscópica (figu-
ra 4). Mediante este procedimiento, que puede
realizarse con asa o pinzas cauterizantes, es posible Figura 5. Imágenes histológicas de pólipos adenomatosos
efectuar la exéresis completa de más del 90% de (a). Pólipo pediculado revestido de mucosa normal. En la
parte cefálica se aprecia proliferación adenomatosa de
las lesiones. En un porcentaje reducido de casos, el
seudoglándulas tubulares que no invaden el tallo (b). Pólipo
tratamiento de los adenomas colorrectales incluye malignizado que en el margen lateral superficial conserva un
la resección quirúrgica, ya sea convencional o por área de adenoma residual y en el centro infiltra la mucosa y
vía laparoscópica. En la mayoría de ocasiones, ello muscular propia. Cortesía del Dr. Ortego.
se debe a la existencia de pólipos sesiles o planos,
con una base de implantación amplia. grado o carcinoma in situ (pTis), la resección endos-
En los casos en los que ha sido posible efectuar la cópica debe considerarse suficiente. Sin embargo,
polipectomía endoscópica y el análisis histológico cuando el estudio anatomopatológico demuestra la
revela la presencia de focos de displasia de alto existencia de un carcinoma invasivo (afectación de
610
40. Pólipos y poliposis colorrectales
611
Sección 4. Intestino delgado y colon
Anatomía patológica
Como su nombre indica, los pólipos son de estirpe
adenomatosa, pudiendo coexistir en el intestino las
tres variedades (tubulares, túbulo-vellosos y vello-
sos). En general, son pólipos de pequeño tamaño
(inferiores a 5 mm) que cubren difusamente la mu-
cosa del colon.
La mayoría de los pacientes presentan lesiones gas-
troduodenales asociadas. Mientras que los pólipos
gástricos suelen ser no neoplásicos (hiperplasia
Figura 6. Pieza de resección de una poliposis adenomatosa glandular fúndica), los pólipos duodenales son de
familiar. Obsérvese la proliferación de cientos de pólipos que naturaleza adenomatosa, se localizan preferen-
emergen de la mucosa temente en la región periampular y su incidencia
aumenta con la edad. Los pólipos duodenales se
pueden clasificar en 4 estadios de acuerdo a la cla-
nización, de manera que si no se efectúa tratamien- sificación de Spiegelman, tomando en cuenta sus
to quirúrgico, la práctica totalidad de pacientes de- características endoscópicas e histológicas, siendo
sarrollarán un carcinoma colorrectal antes de los 40 el estadio IV el que tiene mayor riesgo de cáncer
años de edad9. Así mismo, presentan también un (tabla 2).
riesgo aumentado de neoplasias extracólicas.
Manifestaciones clínicas
Etiopatogenia
Las manifestaciones clínicas son inespecíficas. Los
La presencia de una mutación germinal en el gen síntomas más frecuentes son rectorragia o hemato-
APC -adenomatous polyposis coli-, localizado en el quecia, dolor abdominal y diarrea. Sin embargo, las
cromosoma 5q, es responsable de la mayoría de los manifestaciones de esta enfermedad no se hallan
casos de PAF. La existencia de mutaciones germina- limitadas al colon y recto, sino que pueden ser de-
les en este gen permite el diagnóstico molecular de bidas a la existencia de pólipos gastroduodenales o
la enfermedad y, consecuentemente, su aplicación a la presencia de tumores de partes blandas (des-
en el cribado familiar de la misma. La localización moides, fibromas), quistes dentarios, y osteomas
de la mutación determina el espectro clínico de la en maxilares, cráneo y huesos largos (figura 7). La
enfermedad. En este sentido, se ha descrito una va- asociación con estas manifestaciones extracolínicas
riante denominada poliposis adenomatosa familiar se denomina síndrome de Gardner, y constituye
atenuada (PAFA) que se caracteriza por un inicio una variante de la poliposis adenomatosa familiar.
más tardío y un menor número de pólipos locali- Es frecuente observar hipertrofia congénita del epi-
zados de manera preferente en el colon derecho, y telio pigmentario de la retina1.
cuya alteración molecular consiste en la presencia
de mutaciones en el extremo 5’ del gen APC. En Diagnóstico
estos casos, el desarrollo de cáncer colorrectal no El hallazgo de una mucosa colónica tapizada de
suele producirse hasta la quinta década de la vida múltiples pólipos de diversos tamaños es casi pa-
y desde un punto de vista fenotípico a menudo se tognomónico de la PAF. No obstante, es necesario
plantea el diagnóstico diferencial con otras formas comprobar su naturaleza adenomatosa mediante
familiares de cáncer colorrectal, como el cáncer estudio histológico. El diagnóstico de PAFA debe
colorrectal hereditario no asociado a poliposis. En
sospecharse cuando un individuo presenta 10 o
general, se encuentra una mutación en el gen APC
más adenomas en una o en sucesivas colonosco-
en el 85% de las familias con PAF clásica y tan sólo
pias.
en el 20-30% de los casos de PAFA. Recientemen-
te se ha implicado al gen MUTYH como el segundo Dada la posible existencia de manifestaciones ex-
responsable de esta enfermedad. Las mutaciones traintestinales, una vez establecido el diagnóstico
en este gen explican 10-20% de los casos de PAF de PAF es necesario realizar una fibrogastroscopia,
clásica y 30% de los casos de PAFA (ver apartado un examen del fondo de ojo y una ortopantomo-
siguiente de Poliposis asociada al gen MYH). grafía. Posteriormente se recomienda realizar una
612
40. Pólipos y poliposis colorrectales
1 2 3
Estadio I: 4 puntos; Estadio II: 5-6 puntos; Estadio III: 7-8 puntos; Estadio IV: 9-12 puntos.
endoscopia gastroduodenal con visión lateral cada Existen evidencias consistentes de la regresión de
4-5 años a partir de los 25-30 años. los adenomas mediante un tratamiento prolonga-
do con antiinflamatorios no esteroideos (sulinda-
La identificación del gen APC como responsable co y celecoxib, entre otros)10,11. Sin embargo, es
de esta enfermedad ha permitido desarrollar importante señalar que los pólipos reaparecen al
técnicas moleculares para el diagnóstico presin- interrumpir el tratamiento y que la administración
tomático de la misma. Si no se encuentra muta- de este fármaco no elimina el riesgo de transfor-
ción en el gen APC se procede a analizar el gen mación neoplásica. Además estos fármacos se
MUTYH. En el caso de PAFA, especialmente si el asocian a un aumento del riesgo cardiovascular,
patrón de herencia es recesivo, se recomienda gastrointestinal y renal. Por este motivo, su admi-
iniciar el estudio genético por el gen MUTYH y nistración únicamente está aceptada como terapia
en caso negativo continuar con el gen APC. Una adyuvante a la cirugía en pacientes con pólipos re-
vez identificada la mutación, se recomienda rea- siduales y nunca como alternativa a la misma. En el
lizar el test genético en el resto de miembros de momento actual, no está justificada su administra-
la familia, indicándose a partir de los 10-12 años, ción en pacientes con adenomas duodenales, en
previo al desarrollo de los síntomas. la prevención primaria en pacientes portadores de
mutaciones en el gen APC, ni en la prevención de
Tratamiento la recurrencia tras el tratamiento quirúrgico6.
El tratamiento de la PAF es siempre quirúrgico y
debe realizarse sin demora en los pacientes que
Poliposis asociada al gen MYH
han sobrepasado los 25 años de edad. La elección La poliposis asociada al gen MYH (PAM) es una
de la técnica quirúrgica (colectomía con anastomo- entidad de herencia autosómica recesiva debida a
sis ileorrectal, o proctocolectomía con reservorio la presencia de mutaciones germinales bialélicas
ileal y anastomosis ileoanal) dependerá de la edad en el gen MUTYH (previamente conocido como
de diagnóstico de la enfermedad, del fenotipo MYH), localizado en el brazo corto del cromosoma
de la misma y de la historia familiar, así como del 1. Las características clínicas suelen ser similares a
propio paciente tras recibir una información ex- la PAF atenuada, es decir, los pacientes presentan
habitualmente entre 10 y 100 adenomas, y las ma-
haustiva de los beneficios y riesgos de cada una
nifestaciones extracólicas son muy poco frecuen-
de ellas. Tras la cirugía, se recomienda realizar un
tes. Es posible identificar una mutación bialélica
seguimiento endoscópico con una periodicidad de
en el 30% de los casos de poliposis atenuada sin
6-12 meses para aquellos pacientes con remanen- mutación en el gen APC y en alrededor del 10%
te rectal y de 3 años para aquellos con reservorio de los casos de poliposis clásica sin mutación en el
ileal6. En la PAFA en ocasiones el tratamiento pue- gen APC, sobre todo en aquellos casos en los que
de ser endoscópico y sólo si éste no es posible se existe un patrón de herencia recesivo12. Además,
lleva a cabo el tratamiento quirúrgico similar a la existe hasta un 30% de casos de cáncer colorrectal
PAF clásica. en el contexto de la mutación de MUTYH sin poli-
613
Sección 4. Intestino delgado y colon
posis asociada. Así, en los pacientes con un fenoti- ser menor que en los casos de poliposis adenoma-
po de PAFA, la estrategia diagnóstica en el estudio tosa familiar y el tratamiento es el mismo que para
genético depende de la historia familiar; si presen- esta enfermedad. No hay guías que establezcan la
ta un patrón familiar dominante, se debe empezar frecuencia ni la forma de realizar el cribado de tu-
con el estudio de APC y si éste es negativo, conti- mores cerebrales en estos pacientes.
nuar con el gen MYH. Por el contrario, si el patrón
familiar es recesivo, el estudio debe empezarse por Síndrome de Peutz-Jeghers
MYH y continuar con APC en caso de no encontrar
mutación. Es un síndrome autonómico dominante causado
por la mutación germinal en el gen STK11 (también
Dado que los pólipos comienzan a desarrollarse a conocido como LKB1) y la incidencia se estima en-
partir de la segunda o tercera década de la vida, tre 1 en 50.000 y 1 en 200.000 nacidos vivos. Con-
se aconseja realizar una primera colonoscopia a siste en la asociación de pólipos gastrointestinales
los 20-25 años y continuar cada 1-2 años, asocian- múltiples de tipo hamartomatoso con pigmenta-
do una endoscopia gastroduodenal cada 4-5 años.
ción melánica de la mucosa bucal, labios, manos,
Los individuos con mutación en un solo alelo del
pies y región perianal (figura 8).
gen no parecen presentar un riesgo incrementado
de cáncer colorrectal. El tratamiento depende del Las lesiones polipoideas son de diferentes tama-
número de pólipos, reservándose el abordaje qui- ños y se hallan difusamente distribuidos por todo
rúrgico (colectomía total con anastomosis ileorrec- el tracto digestivo, con predominio en el intestino
tal o proctocolectomía total con reservorio ileal delgado (60-90%) y colon (50-64%). Histológica-
y anastomosis ileoanal si el recto está afectado) mente se caracterizan por poseer un eje conectivo
cuando no es posible un control endoscópico. fino y muy ramificado que contiene músculo liso y
les confiere un aspecto arborescente. Las pigmen-
Síndrome de Turcot taciones melánicas características no tienen poten-
cial de malignización y se hallan presentes en las
Esta enfermedad hereditaria autosómica dominan- mucosas desde el nacimiento, mientras que las de
te fue inicialmente descrita como una asociación la piel acostumbran a aparecer durante la puber-
de PAF y tumores del sistema nervioso central. Sin tad. Las lesiones de la piel pueden involucionar con
embargo, recientemente, se ha descrito la presen- el tiempo, pero las de la mucosa suelen persistir.
cia de mutaciones germinales tanto en el gen APC
como en genes responsables de la reparación del El síntoma predominante es el dolor abdominal
ADN, por lo que estos tumores también pueden recidivante de tipo cólico debido a episodios inter-
considerarse dentro del espectro de neoplasias mitentes de invaginación intestinal. El tratamiento
asociadas al cáncer colorrectal hereditario no aso- es la polipectomía endoscópica. Dada la distri-
ciado a poliposis13. El número de adenomas suele bución difusa de la poliposis, no está indicado el
614
40. Pólipos y poliposis colorrectales
615
Sección 4. Intestino delgado y colon
616
41 Cáncer colorrectal
Francesc Balaguer, Virginia Piñol1, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clinic, Barcelona.
1
Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitari Dr. Josep Trueta, Girona
I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 617
Sección 4. Intestino delgado y colon
CCR esporádico
Síndrome de Lynch
CCR familiar
Figura 1. Distribución porcentual de las formas heredofamiliares de cáncer colorrectal en relación con las formas esporádicas.
CCR: cáncer colorrectal.
618
41. Cáncer colorrectal
619
Sección 4. Intestino delgado y colon
❱❱ Categoría T para el cáncer colorrectal (extensión del tumor en la pared del colon y recto)
• Tx: No se puede determinar la extensión tumoral por falta de información.
• Tis: El cáncer se encuentra en la fase más precoz (in situ), afectando exclusivamente a la mucosa. El tumor no ha
crecido más allá de la muscularis mucosa (capa muscular interna).
• T1: El cáncer ha crecido a través de la muscularis mucosa y se extiende hasta la submucosa.
• T2: El cáncer ha crecido a través de la submucosa y se extiende hasta la muscular propia (capa muscular externa).
• T3: El cáncer ha crecido a través de la muscular propia y afecta a las capas más externas del colon o recto, sin
atravesarlas. No existe afectación de órganos vecinos.
• T4a: El cáncer ha crecido a través de la serosa (también conocido como el peritoneo visceral), la capa más externa
del colon y recto.
• T4b: El cáncer ha crecido a través de la pared del colon o del recto y se existe invasión de órganos o tejidos vecinos.
❱❱ Categoría N para el cáncer colorrectal (afectación de ganglios linfáticos regionales)
• Nx: No se puede determinar la afectación ganglionar por falta de información.
• N0: Ausencia de afectación de ganglios linfáticos.
• N1: Presencia de células tumorales en 1-3 ganglios linfáticos regionales.
N1a: Células tumorales en 1 ganglio linfático regional.
N1b: Células tumorales en 2-3 ganglios linfáticos regionales.
N1c: Depósitos de células tumorales en la grasa alrededor de los ganglios linfáticos regionales,
pero no en los ganglios linfáticos.
• N2: Presencia de células tumorales en 4 o más ganglios linfáticos regionales
N2a: Células tumorales en 4-6 ganglios linfáticos regionales.
N2b: Células tumorales en 7 o más ganglios linfáticos regionales.
❱❱ Categoría M para el cáncer colorrectal (afectación de órganos o ganglios linfáticos a distancia)
• M0: Ausencia de metástasis a distancia.
• M1a: El cáncer se ha extendido un órgano o paquete de ganglios linfáticos a distancia.
• M1b: El cáncer se ha extendido a más de un órgano o paquete de ganglios linfáticos a distancia, o se ha propagado
a partes distantes del peritoneo.
620
41. Cáncer colorrectal
Cambios en el
Anemia crónica ritmo intestinal
Seudodiarrea
Masa palpable en FID Rectorragia
Síntomas de
oclusión
Figura 4. Las manifestaciones clínicas del cáncer colorrectal dependen en gran medida de su localización. Los tumores del colon
izquierdo suelen manifestarse por cambios en el ritmo de evacuación, seudodiarrea, rectorragia y oclusión. Las neoplasias del
colon derecho suelen producir anemia crónica por pérdida de sangre oculta en la deposición y/o una masa palpable en la FID.
621
Sección 4. Intestino delgado y colon
Figura 5. Rx simple de abdomen que muestra dilatación de asas intestinales y niveles hidroaéreos producidos por un cáncer
localizado en el hemicolon izquierdo.
A B
Figura 6. A) Enema opaco que muestra un gran defecto de repleción en el ciego. B) En la FID se aprecia una protusión asimétrica
con una piel eritematosa que refleja el proceso inflamatorio. (Cortesía del Dr. Domínguez. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital
San Jorge).
La ultrasonografía intraoperatoria es útil para de- pecha una recidiva neoplásica y las exploraciones
tectar metástasis hepáticas profundas y de peque- complementarias habituales no son concluyentes.
ño tamaño que resultan difíciles de identificar por En las neoplasias rectales es conveniente efectuar
palpación durante la intervención quirúrgica. Otras una ultrasonografía endoscópica y/o una RM pélvi-
exploraciones como la gammagrafía ósea, la cistos- ca (figura 10) para conocer el grado de infiltración
copia o la ultrasonografía ginecológica sólo deben de la pared intestinal y la existencia de adenopatías
realizarse cuando exista sospecha de afectación de locales, en especial cuando se plantea la realización
un determinando órgano a partir de los datos obte- de tratamiento neoadyuvante.
nidos en la anamnesis o en la exploración física. En Los niveles séricos del antígeno carcinoembrionario
el momento actual se desconoce el beneficio real (CEA) tienen una reducida sensibilidad y especifici-
de la tomografía por emisión de positrones en la es- dad para el diagnóstico del CCR. Sin embargo, su
tadificación de la lesión inicial, por lo que su indica- determinación posee valor pronóstico en el mo-
ción queda limitada a situaciones en las que se sos- mento del diagnóstico y su monitorización es útil
622
41. Cáncer colorrectal
Figura 7. Imágenes
endoscópicas de cáncer
colorrectal.
A B
Figura 8. Imágenes de un pólipo sésil y de un carcinoma colorrectal obtenidos por colonografía por tomografía computarizada.
Imágenes cedidas por de Judy Yee. Hospital Universitario de California. San Francisco. (Cortesía de Jonathan Terdiman).
623
Sección 4. Intestino delgado y colon
para el seguimiento de los pacientes tras la resec- realizarse por esta vía de abordaje, con garantías de
ción quirúrgica9. efectuar una resección oncológicamente correcta.
En este sentido, se ha demostrado que la cirugía
laparoscópica se asocia a una menor morbilidad y
Tratamiento estancia hospitalaria, con una supervivencia y re-
currencia como mínimo similares a los de la cirugía
Tratamiento quirúrgico convencional (figura 11) 17.
624
41. Cáncer colorrectal
625
Sección 4. Intestino delgado y colon
la incidencia y la mortalidad por CCR1, 5, 20. En pobla- 7. Castells A, Castellvi-Bel S, Balaguer F. Concepts
ción de riesgo elevado (antecedente de adenomas in familial colorectal cancer: where do we
o CCR, síndromes hereditarios y CCR familiar), los stand and what is the future? Gastroenterolo-
programas de cribado son más intensivos que en gy 2009;137:404-9.
población general de riesgo medio y requieren una 8. Winawer SJ, Zauber AG, Ho MN, O’Brien MJ,
evaluación adecuada en unidades de alto riesgo de Gottlieb LS, Sternberg SS, et al. Prevention of
colorectal cancer by colonoscopic polypec-
CCR21. Así, por ejemplo, a parte del consejo y es- tomy. The National Polyp Study Workgroup. N
tudio genético, a los individuos pertenecientes a Engl J Med 1993;329:1977-81.
familias con poliposis adenomatosa familiar se les 9. Castells A, Pique JM. Tumores intestinales. In:
recomienda la realización de una sigmoidoscopia a Farreras V, Rozman C, eds. Medicina ínterna.
partir de la pubertad, debiéndose realizar una co- Volume I. 16ª ed. Madrid: Harcourt, 2009:231-
lectomía/proctocolectomía total en el momento de 240.
detectarse la aparición de pólipos. En familias con 10. Fearon ER, Vogelstein B. A genetic model for
síndrome de Lynch debe realizarse una colonosco- colorectal tumorigenesis. Cell 1990;61:759-67.
pia anual o bienal a partir de los 20-25 años. Por 11. Ogino S, Goel A. Molecular classification and
último, en el grupo de CCR familiar, la estrategia de correlates in colorectal cancer. J Mol Diagn
cribado dependerá del número, grado de parentes- 2008;10:13-27.
co y edad de diagnóstico de los familiares afectos1. 12. Boland CR, Goel A. Microsatellite instability
in colorectal cancer. Gastroenterology 2010;
Las medidas de profilaxis terciaria o vigilancia con- 138:2073-2087 e3.
templan la realización de un seguimiento diferen- 13. Toyota M, Ahuja N, Ohe-Toyota M, Herman JG,
ciado de los pacientes con antecedentes de ade- Baylin SB, Issa JP. CpG island methylator phe-
noma colorrectal, CCR o enfermedad inflamatoria notype in colorectal cancer. Proc Natl Acad Sci
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626
SECCIÓN 5
PÁNCREAS
Y VÍAS BILIARES
42 Pancreatitis aguda
Enrique de Madaria, Juan F. Martínez Sempere
Unidad de Patología Pancreática. Unidad de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva.
Hospital General Universitario. Alicante
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 629
Sección 5. Páncreas y vías biliares
❱❱ Pancreatitis aguda leve: disfunción orgánica mínima del páncreas con buena respuesta al tratamiento y recupera-
ción sin complicaciones.
❱❱ Pancreatitis aguda grave: episodio de pancreatitis aguda que cursa con alguna de las siguientes complicaciones:
• Fallo orgánico: definido por la existencia de alguna de las siguientes situaciones:
– Insuficiencia respiratoria: PaO2 < 60 mmHg.
– Insuficiencia renal. Creatinina plasmática > 2 mg/dl.
– Shock: presión arterial sistólica < 90 mmHg.
– Hemorragia digestiva alta con emisión de > 500 ml de sangre en 24 h.
• Complicaciones locales:
– Necrosis: tejido pancreático no viable que se asocia con frecuencia a necrosis grasa peripancreática y que en
un TC dinámico afecta al menos a un 30% de la glándula.
– Seudoquiste: colecciones de jugo pancreático rodeadas por una pared de tejido de granulación o fibroso que
se desarrolla como consecuencia de una pancreatitis aguda, pancreatitis crónica o traumatismo pancreático.
– Absceso pancreático: colección de pus bien definida intraabdominal, habitualmente en la proximidad del
páncreas, conteniendo escasa o nula cantidad de necrosis y que se desarrolla tras una pancreatitis aguda o
un traumatismo pancreático.
630
42. Pancreatitis aguda
100
80
Hospitalizaciones por
100.000 habitantes
60
40
20
0
1985-1987 1988-1990 1991-1993 1994-1996 1997-1999 2000-2002 2003-2005
Años
macos (estrógenos, clofibrato, nutrición parenteral, ocasional de grandes cantidades de alcohol no sue-
ceftriaxona u octreótido) y en ciertas enfermeda- le producir pancreatitis. No se conoce claramente
des (hipertrigliceridemia, cirrosis, anemias hemolí- la patogenia de la pancreatitis etílica.
ticas, resección ileal). El desarrollo de pancreatitis
aguda depende de que la litiasis, formada general- Obstrucción al flujo pancreático no
mente en la vesícula, recorra el conducto cístico y
colédoco hasta producir una obstrucción a la salida
relacionado con litiasis
del jugo pancreático; por ello en general las litiasis Existe una multitud de causas obstructivas que
causantes de pancreatitis aguda son de un tamaño pueden producir pancreatitis aguda de forma in-
inferior a 5 mm. La microlitiasis o barro vesicular y frecuente. Cualquier tumor pancreático, de co-
la colesterolosis de la pared de la vesícula son una lédoco intrapancreático o papila puede causarla.
causa reconocida de pancreatitis aguda6, y, en el Es muy típico el paciente con pancreatitis aguda
primer caso, se estima que explica una proporción recidivante y dilatación focal o total del Wirsung o
importante de las pancreatitis inicialmente etique- sus ramas, que en realidad padece una neoplasia
tadas como idiopáticas tras el estudio realizado mucinosa papilar intraductal (tumor que tapiza el
durante el ingreso hospitalario. Dado que el desa- sistema ductal y que produce moco como causa
rrollo de pancreatitis aguda de origen biliar supone de obstrucción al flujo pancreático normal). Alte-
el paso al colédoco de una litiasis, se debe tener en raciones estructurales de la encrucijada biliopan-
cuenta en todo momento la posibilidad de que la creática pueden producir pancreatitis. Es el caso
coledocolitiasis persista, con el riesgo que ello su- de entidades como el páncreas divisum, páncreas
pone para el desarrollo de colangitis aguda y recidi- anular, divertículos duodenales y coledococele, en-
va de la pancreatitis. tre otros. En algunos casos, la hipertonía o fibrosis
del esfínter de Oddi puede ser una causa de difícil
Alcohol diagnóstico de pancreatitis. Raramente un parásito
que migra al colédoco o al Wirsung puede producir
En general el paciente que desarrolla una pancrea-
pancreatitis (Ascaris).
titis aguda de origen etílico toma 4 o más consumi-
ciones de bebidas alcohólicas al día7 a lo largo de al
menos 2 décadas, de forma continuada. Se estima
Yatrogenia
que un 10% de los alcohólicos crónicos llega a pa- Las principales causas de yatrogenia son la manipu-
decer una pancreatitis aguda. Con el tiempo, una lación de la encrucijada biliopancreática (general-
proporción importante de pacientes con pancrea- mente secundaria a CPRE, en ocasiones por CTPH o
titis aguda etílica que continúan consumiendo al- cirugía) y los fármacos8. Entre éstos, cabe destacar
cohol desarrollan pancreatitis crónica. El consumo a los diuréticos (del asa o tiazidas) y a los emplea-
631
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Pancreatitis aguda
Anamnesis
Analítica
Ecografía abdominal
Biliar
Alcohol Sí No Pruebas de imagen:
Hipercalcemia
¿Positivo? TAC, USE,
Hipertrigliceridemia
Colangio-RMN
Fármacos
Yatrogénica
Infecciosa
Hereditaria
Valorar:
Sí No Pancreatitis
Tumores
¿Positivo? autoinmune
Pancreatitis crónica
Pancreatitis de
Alteraciones
causa genética
anatómicas
Disfunción de
Microlitiasis
esfínter de Oddi
dos en la enfermedad inflamatoria intestinal: aza- quística y del inhibidor de la proteasa sérica Kazal
tioprina y mesalazina. tipo 1 (SPINK-1)9.
En raros casos la pancreatitis puede tener un ori-
Metabólicas gen autoinmune (pancreatitis autoinmune). Puede
La hipertrigliceridemia, a partir de un nivel de orientar a esta etiología la asociación con otras en-
500 mg/dl, pero sobre todo a partir de 1.000 mg/dl, fermedades autoinmunes (a destacar la enferme-
puede producir una pancreatitis aguda. Se debe sos- dad inflamatoria intestinal) y la elevación de IgG4
pechar cuando la sangre presenta un aspecto lipémi- en sangre, así como la existencia concomitante de
co, el enfermo muestra xantelasmas y los niveles de lesiones en pulmones, riñones, glándulas salivales
amilasa sérica se hallan en el rango normal. En tales o vía biliar, así como la respuesta de cualquiera de
casos es conveniente determinar los niveles de trigli- estas lesiones a los corticoides10.
céridos en los primeros días de evolución para evitar La isquemia pancreática puede desencadenar una
que un ayuno prolongado los disminuya. Respecto a pancreatitis. Ello ocurre con mayor probabilidad
la hipercalcemia, se ha relacionado con episodios de tras una cirugía abdominal o en relación con vas-
pancreatitis en casos de hiperparatiroidismo, pero culitis. Ciertas infecciones se han relacionado con
no se ha comprobado la misma relación con hiper- pancreatitis, incluyendo los virus de la parotiditis, o
calcemias de otra etiología. de la hepatitis B y micoplasma.
632
42. Pancreatitis aguda
633
Sección 5. Páncreas y vías biliares
634
42. Pancreatitis aguda
TABLA 2. Escala APACHE para la valoración del paciente crítico. La puntuación de esta escala se realiza mediante la suma
de los puntos de las doce variables, a los que se suman los correspondientes a la edad (≤ 44 años: 0 puntos; 45-54: 2; 55-64:
3; 65-74:5; ≥ 75: 6) y a las enfermedades crónicas previas (pacientes no quirúrgicos o en postoperatorios tras cirugía
urgente: 5 puntos; postoperatorios tras cirugía programada: 2 puntos)
Intervalo anormal alto Intervalo anormal bajo
Variable 4 3 2 1 0 1 2 3 4
Tª rectal ºC ≥41 39-40,9 38,5-39,9 36-38,4 34-35,9 32-33,9 30-31,9 ≤29,9
PA media (mmHg) ≥160 130-159 110-129 70-109 50-69 ≤49
Frecuencia cardiaca ≥180 140-179 110-139 70-109 55-69 40-54 ≤39
Frecuencia respiratoria ≥50 35-49 25-34 12-24 10-11 6-9 ≤5
Oxigenación (mmHg)
FIO2≥ 0,5: ≥500 350 a 499 200 a 349 <200
pAO2/FIO2
FIO2< 0,5: >70 61 a 70 55 a 60 <55
pO2
pH arterial ≥7,7 7,6-7,69 7,5-7,59 7,33-7,49 7,25-7,32 7,15-7,24 <7,15
Na sérico (nmol/l) ≥180 160-179 155-159 150-154 130-149 120-129 111-19 ≤110
K sérico (nmol/l) ≥7 6-6,9 5,5-5,9 3,5-5,4 3-3,4 2,5-2,9 <2,5
Creatinina sérica ≥3,5 2-3,4 1,5-1,9 0,6-1,4 <0,6
Hematocrito (%) ≥60 50-59,9 46-49,9 30-45,9 20-29,9 <20
(mg/100 ml)
Leucocitos (x1.000/ml) ≥40 20-39,9 15-19,9 3-14,9 1-2,9 <1
Glasgow*: 15-Glasgow actual
*Escala de Glasgow Apertura de los ojos: Respuestas motoras: Respuestas verbales:
Espontánea 4 Obedece órdenes 6 Orientado 5
Al sonido 3 Localiza dolor 5 Confuso 4
Al dolor 2 Retirada 4 Incoherente 3
Ausente 1 Flexión 3 Ininteligible 2
Extensión 2 Ausente 1
Ausentes 1
La TC tiene un papel fundamental en la confirma- Con todos estos datos, muy recientemente, el Club
ción de la gravedad de una PA ya que es el patrón Español Pancreático ha publicado un consenso so-
oro para el diagnóstico de complicaciones locales, bre el manejo de la PA en el que se afirma que “la
especialmente la necrosis. El procedimiento debe combinación de dos o más de los factores pronós-
realizarse con contraste ya que la necrosis se de- ticos actualmente disponibles es útil para predecir
fine radiológicamente como la ausencia de realce la gravedad”17.
de la glándula pancreática en la fase parenquima-
tosa 1. Además permite caracterizar la presencia de ❱❱ En las primeras 24 horas: impresión clínica,
colecciones líquidas, así como su posible evolución APACHE II o APACHE-O mayor de 8.
a seudoquistes. La TC únicamente está indicada en
aquellos pacientes con una PA potencialmente gra- ❱❱ A las 48 horas: criterios de Ranson o Glasgow
ve estimada por los factores expuestos con anterio- mayor de 3, PCR mayor de 150 mg/l y hemato-
ridad y no antes de las primeras 72 horas desde el crito y su modificación con la fluidoterapia.
635
Sección 5. Páncreas y vías biliares
PA alcohólica PA biliar
Al ingreso:
• Edad >55 años >79 años
• Leucocitos > 16.000/mm3 >18.000/mm3
• Glucemia > 200 mg/dl > 200 mg/dl
• LDH > 350 u/l > 400 u/l
• AST > 250u/l > 250 u/l
A las 48 horas:
• Descenso valor hematocrito > 10% >10%
• Aumento de BUN > 5 mg/dl > 2 mg/dl
• Calcemia < 8 mg/dl < 8 mg/dl
• paO2 <60 mmHg –
• Déficit de bases > 4 meq/l > 5 meq/l
• Secuestro estimado de líquidos >6 l >4 l
TABLA 5. Índice TC
Colecciones agudas (escala de Balthazar) Necrosis
Balthazar Puntos
A 0 % Necrosis Puntos
B 1 0 0
C 2 0-30% 2
D 3 30-50% 4
E 4 >50% 6
El índice TC se obtiene mediante la suma de los puntos obtenidos de la escala de Balthazar y los del porcentaje de
necrosis. Escala de Balthazar: A) Páncreas normal. B) Páncreas aumentado de tamaño. C) Rarefacción de la grasa
peripancreática. D) Una colección. E) Más de una colección.
636
42. Pancreatitis aguda
Anamnesis
Exploración física
Analítica de sangre
Radiografía de tórax y abdomen
riesgo de sobrecarga de fluidos (cardiopatía, he- elevado (mayor del 44%), niveles elevados de urea
modiálisis, oliguria que no responde a sobrecarga plasmática (mayor de 43 mg/dl) o de BUN (mayor
de fluidos) puede ser necesaria la medición de la de 20 mg/dl) o que a las 12-24 horas de ingreso
presión venosa central o incluso la colocación de presentan un incremento de los mismos, se benefi-
un catéter de Swan-Ganz para la medición de la ciarían de una carga extra de fluidos. 3) La diuresis
precarga. es extraordinariamente útil en el manejo de los flui-
dos. El objetivo es lograr una diuresis de 40-50 ml/h
A pesar del postulado ampliamente aceptado de
(aproximadamente 400 ml cada 8 h). Una diuresis
la necesidad de una administración precoz y abun-
menor requiere un mayor aporte de fluidos (bolus
dante de fluidos para prevenir el FO y probable-
de suero fisiológico comprobando diuresis y valorar
mente la necrosis pancreática, no se ha demostra-
la posibilidad de aumentar el volumen de líquido
do su beneficio ni existe evidencia directa alguna
prefundido en las 24 h. 4) En el caso de no obtener
para recomendar pautas concretas18. Por ello y
respuesta a una fluidoterapia abundante se debe
ante la carencia de pautas basadas en la eviden-
sopesar la medición de la presión venosa central.
cia, pueden recomendarse una serie de medidas
Un error común es el inicio de diuréticos antes de
orientativas: 1) Dado que la PA se asocia con fre-
una adecuada expansión de volumen. Cada vez que
cuencia a secuestro de líquido en retroperitoneo,
se explora al paciente debe monitorizarse cualquier
vasodilatación, vómitos e incremento de pérdidas
signo de sobrecarga (ingurgitación yugular, crepi-
insensibles, todo paciente (salvo aquellos con ries-
tantes, edemas)19.
go elevado de edema agudo de pulmón) debe re-
cibir unos aportes diarios de fluidos superiores a
los normales (al menos entre 3 y 4 l diarios según
Analgesia
el caso). 2) Aquellos pacientes que al ingreso pre- El principal síntoma del paciente es un dolor abdo-
sentan signos de deshidratación, un hematocrito minal de intensidad relevante. Por este motivo, un
637
Sección 5. Páncreas y vías biliares
¿Predicción de gravedad?
APACHE II o APACHE-O≥8
Ranson o Imrie≥3
Fallo orgánico múltiple o persistente
SRIS persistente
PCR>150 mg/l a partir de 48 h
Hto>44%
BUN>20 mg/dl
No Sí
(A): Se medirá la temperatura, frecuencia cardiaca, respiratoria, presión arterial y diuresis idealmente cada
4 horas hasta la estabilización del paciente. Monitorizar saturación de O2 de forma continua los primeros
días; en pacientes con saturación de oxígeno baja (<95%), taquipneicos, con trabajo respiratorio o disnea
se debe realizar una gasometría arterial.
(B): Idealmente en urgencias, a las 12 horas (para ver evolución de hto y BUN-urea con fluidoterapia) y
diarias hasta estabilización del paciente.
(C): Guiada por exploración física, diuresis y analítica.
(D): Se debe considerar el ingreso en UCI de aquellos pacientes con FO o altas probabilidades de desarro-
llarlo.
(E): Evitar contraste si creatinina >1,5 mg/dl.
(F): La indicación de soporte nutricional en la mayoría de estudios de calidad fueron APACHE II >8 puntos,
Glasgow o Ranson >3 puntos o proteína C reactiva>150 mg/l.
(G): TVP-TEP: trombosis venosa profunda-tromboembolismo pulmonar.
638
42. Pancreatitis aguda
esfínter de Oddi. De hecho, en un estudio piloto diseño de dichos estudios. Tampoco se ha demos-
frente a metamizol se concluyó que la utilización de trado que diferencias en la composición de la nu-
morfina no producía un deterioro en la evolución trición enteral comporten ventajas adicionales. En
de la PA, aunque paradójicamente el dolor se con- condiciones ideales el inicio de la nutrición enteral
trolaba mejor con metamizol20. También se dispone debe ser precoz, en las primeras 48 h. En caso de no
de anestésicos por vía intravenosa (procaína), AINE ser posible la nutrición enteral, se debe optar por la
y anestesia epidural. En ausencia de estudios con- parenteral. En tal caso, se recomienda empezar la
trolados que demuestren una superioridad de un NPT a los 5 días del ingreso para minimizar el riesgo
determinado fármaco frente al resto, una pauta re- de hiperglucemia e infecciones.
comendable es la siguiente: a) primer escalón: me-
tamizol 2 g cada 6-8 h, con rescates de meperidina Complicaciones de la PA
(50-100 mg) o morfina (5-10 mg) subcutáneas cada
4 h, si es necesario; b) segundo escalón: bomba de Necrosis pancreática
analgesia de 6-8 g de metamizol + 30 mg de mor- y sus complicaciones
fina a los que se puede asociar metoclopramida
como antiemético en 500 cm3 suero fisiológico en La necrosis pancreática es un marcador de grave-
infusión continua para perfundir en 24 h (20 ml/h) dad, ya que se asocia al desarrollo de FO precoz
—adicionalmente pueden emplearse rescates de (por la propia PA) y tardío (asociado a la infección
morfina o meperidina subcutáneas—; c) tercer es- de necrosis). Sin embargo, no todo paciente con PA
calón: analgesia epidural. necrotizante desarrolla FO, ni todo paciente con FO
tiene esta complicación16.
Soporte nutricional El beneficio de la profilaxis antibiótica de la infec-
La PA leve no requiere soporte nutricional, ya que ción cuando existe necrosis pancreática solo se ha
el paciente puede comenzar la alimentación oral demostrado en ensayos clínicos de baja calidad
en pocos días. En general, el momento de probar metodológica22. Los estudios de alta calidad y los
la tolerancia a la dieta oral es cuando el paciente últimos metaanálisis23 no muestran ninguna venta-
está asintomático, con presencia de peristaltismo. ja que apoye su utilización, por lo que actualmente
Se puede reiniciar la ingesta oral con una dieta no se pueden recomendar. Se debe sospechar in-
blanda pobre en grasa (en un estudio aleatorizado fección de la necrosis cuando persiste la respues-
no se encontraron ventajas al comenzar la dieta de ta inflamatoria sistémica del paciente más allá
un modo más gradual, con tolerancia inicial a líqui- de la 1.ª-2.ª semana de evolución o bien cuando
dos). La PA grave, sin embargo, sitúa al paciente en tras una mejoría inicial de la misma, el paciente
un estado de gran catabolismo. Este hecho, unido al empeora apareciendo de nuevo leucocitosis, au-
íleo paralítico, el dolor abdominal y la compresión mento de la frecuencia cardiaca o respiratoria o
del tubo digestivo por colecciones, además de la fiebre. Ante un paciente de estas características
posibilidad (no demostrada) de un empeoramiento se deben descartar focos infecciosos nosocomiales
del cuadro al estimular el páncreas con alimentos, frecuentes como flebitis-infección de catéter, neu-
hacen aconsejable el soporte nutricional. Existe monía o infección urinaria. Si la fiebre no tiene su
evidencia científica para recomendar la nutrición origen en un foco aparente, debe llevarse a cabo
enteral por sonda nasoyeyunal (colocando el ex- una punción-aspiración con aguja fina de la necro-
tremo de la sonda al menos en el ángulo de Treitz) sis, guiada por ecografía o por TC y efectuar tinción
antes que la nutrición parenteral ya que se asocia de Gram y cultivo de la muestra, al tiempo que se
a un menor coste, y comporta una menor tasa de inicia tratamiento antibiótico empírico17. Se puede
complicaciones sépticas, metabólicas (hipergluce- utilizar un carbapenem (imipenem o meropenem
mia) y tromboembólicas, a la vez que una menor 1 g cada 8 horas iv) o bien ciprofloxacino asociado
estancia hospitalaria y una menor probabilidad o no a metronidazol. Si el análisis del material ob-
de cirugía. En un metaanálisis reciente también se tenido por punción informa la presencia de gram
describe una menor mortalidad en pacientes con negativos, se recomienda mantener el mismo régi-
nutrición enteral frente a parenteral21. No se ha de- men antibiótico, hasta disponer de los resultados
mostrado que la nutrición por sonda nasoyeyunal del antibiograma; en caso de ser Gram-positivos se
sea superior a la nasogástrica en dos ensayos alea- recomienda vancomicina iv. Si la punción es apa-
torizados, aunque hay cierta polémica respecto al rentemente estéril y el paciente persiste con el cua-
639
Sección 5. Páncreas y vías biliares
dro inflamatorio, el procedimiento puede repetirse lidos hacen que el drenaje endoscópico o percutá-
en una semana. neo no sea tan efectivo, con el riesgo consiguiente
de sobreinfección. En tales casos debe optarse por
Clásicamente, el abordaje de la necrosis pancreá-
un drenaje quirúrgico o una necrosectomía endos-
tica infectada ha venido siendo la cirugía abierta
cópica) y (3) la existencia de comunicación con el
(necrosectomía y drenaje con lavados postquirúr-
Wirsung (en tales casos, sobre todo si se identifica
gicos), que debe demorarse si es posible a la 3.ª-4.ª
una estenosis en el Wirsung, el drenaje percutáneo
semana de evolución, dado que la mortalidad de la
se asociará invariablemente al desarrollo de una
cirugía es muy elevada en estadios más precoces.
fístula pancreática a piel y es preferible plantear un
Recientemente se ha publicado un ensayo clínico
abordaje endoscópico o quirúrgico).
aleatorizado y multicéntrico24 en el que se compara
la cirugía abierta con un tratamiento escalonado Papel de la endoscopia
basado en primer lugar en el drenaje percutáneo o
endoscópico de la necrosis y en caso de mala evo-
intervencionista avanzada en
lución proceder a la necrosectomía retroperitoneal las colecciones abdominales y
videoasistida (técnica mínimamente invasiva) con retroperitoneales
drenajes. Esta última estrategia se asoció a varias
ventajas: un tercio de los pacientes pudo evitar la Hoy en día, la endoscopia intervencionista avanza-
cirugía (el drenaje fue suficiente), la tasa de compli- da ofrece alternativas a la cirugía para el manejo
caciones fue menor, tanto a corto, como a largo pla- de las colecciones, con elevadas tasas de eficacia y
zo, y el coste global fue de la estrategia fue inferior una baja tasa de complicaciones25. Debe subrayar-
comparado con la cirugía abierta desde el principio. se que únicamente está indicada cuando provocan
Otras opciones, no estudiadas en ensayos aleatori- síntomas o complicaciones. Las indicaciones para el
zados, son la necrosectomía endoscópica (ver más abordaje endoscópico serían: (1) la presencia de una
adelante) o el drenaje percutáneo intensivo. colección o seudoquiste infectado; (2) la aparición
de síntomas derivados de la compresión de órganos
En la práctica clínica es altamente recomendable vecinos (duodeno, vía biliar) o afectación de vasos
un manejo multidisciplinario de la necrosis infecta- circundantes (seudoaneurisma, trombosis esple-
da con la intervención de gastroenterólogos, ciruja- noportal) y (3) la presencia de una necrosis organiza-
nos y radiólogos teniendo en cuenta básicamente da cuando ésta provoca síntomas o aparecen signos
3 factores: el tiempo de evolución, el estado del de infección atribuibles a esta complicación.
paciente y la experiencia local.
Manejo de las colecciones líquidas
Colecciones abdominales y seudoquistes
y retroperitoneales La vía de abordaje endoscópico puede ser trans-
papilar o transmural (gástrico o duodenal según la
Tras un episodio de pancreatitis aguda se pueden
localización del seudoquiste: quistogastrostomía o
formar colecciones líquidas, que pueden resolverse
quistoduodenostomía). Siempre es prudente eva-
de forma espontánea. En caso contrario, a medida
luar el estado del conducto pancreático principal
que pasan las semanas acaban siendo encapsula-
mediante pancreatografía retrógrada endoscópica
das por el tejido inflamatorio circundante forman-
(CPRE) o por resonancia (CPRMN) para descartar la
do un quiste sin pared epitelial (seudoquiste). En
presencia de una rotura o estenosis del Wirsung. En
el contexto de una pancreatitis aguda necrotizante,
tal caso, se recomienda la colocación de una endo-
pueden formarse además colecciones constituidas
prótesis para garantizar un buen drenaje y evitar, en
por restos de parénquima necrosado “necrosis or-
lo posible, la recurrencia. El drenaje transpapilar se
ganizada”.
recomienda en seudoquistes de pequeño tamaño
El manejo de estas complicaciones depende de un en comunicación con el Wirsung (50%). El procedi-
conjunto de factores que incluyen: (1) tiempo de miento cursa con una baja tasa de complicaciones
evolución (la cirugía debe evitarse cuando el tiem- (10%) y una eficacia del 85%. El drenaje transmural
po de evolución es inferior a 4 semanas ya que to- se utiliza con más frecuencia y requiere que el seu-
davía no existe una pared bien definida, siendo pre- doquiste esté situado a menos de 1 cm de la pared.
ferible el drenaje percutáneo o endoscópico); (2) la En condiciones ideales la punción debería llevarse a
presencia en su seno de necrosis (los restos semisó- cabo guiada por ecoendoscopia (USE) dado que se
640
42. Pancreatitis aguda
641
Sección 5. Páncreas y vías biliares
riesgo se puede optar por el ácido ursodeoxicólico como el valor hematocrito o la proteína C reactiva
(10 mg/kg al día en 2 tomas), aunque su utilidad ayudan a predecir si un paciente puede desarrollar
en la profilaxis de la PA no ha sido bien estudiada. complicaciones (pancreatitis potecialmente grave).
La realización de una TC dinámica confirma la pre-
Resumen sencia de las complicaciones locales. La PA leve se
trata mediante analgésicos, ayuno y fluidoterapia.
La PA es un proceso inflamatorio que afecta a la
La alimentación oral se introduce cuando el pacien-
glándula pancreática. Aunque su etiología es mul-
te ya no refiere dolor y existe peristaltismo normal.
tifactorial, en nuestro medio, suele tener su origen Sin embargo, en la PA potencialmente grave o con
en la presencia de cálculos biliares o en el abuso de fallo orgánico ya establecido, la monitorización ha
alcohol (70%). Suele debutar de forma aguda con de ser mucho más estrecha (incluso en ocasiones
la presencia de un dolor abdominal intenso que es indispensable su ingreso en UCI). Además de la
prácticamente siempre hace acudir al paciente a un analgesia precisa de fluidoterapia abundante con
Servicio de Urgencias hospitalario. Criterios diag- monitorización invasiva si fuera necesario, un so-
nósticos son la presencia de un dolor abdominal porte nutricional artificial preferentemente en for-
característico, la elevación sérica de enzimas pan- ma de nutrición nasoenteral y antibioterapia si exis-
creáticas o la evidencia de inflamación pancreáti- ten signos sépticos. Si la etiología es biliar y existen
ca (y en ocasiones peripancreática) en pruebas de signos de colangitis o de manifiesta obstrucción
imagen. El manejo de la PA difiere según la grave- biliar está indicada la realización de una CPRE ur-
dad del episodio. Ésta se clasifica de acuerdo con gente. El tratamiento invasivo está reservado a las
la presencia (grave) o no (leve) de complicaciones complicaciones locales pudiendo ser endoscópico
locales o sistémicas. La PA grave ocurre hasta en (de primera elección en manos experimentadas),
un 20% de los casos. Las complicaciones locales in- percutáneo o quirúrgico.
cluyen la presencia de necrosis estéril o infectada,
el seudoquiste y el absceso, en tanto que las sisté- Bibliografía
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643
43 Pancreatitis crónica
y sus complicaciones
J. Enrique Domínguez
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario de Santiago
Epidemiología
La pancreatitis crónica puede permanecer asin- que sujetos que ingieren cantidades socialmente
tomática durante años, por lo que basar su diag- aceptadas de alcohol pueden igualmente pade-
nóstico en síntomas sugestivos conlleva inexora- cer la enfermedad. A todas estas dificultades hay
blemente un infradiagnóstico de la enfermedad. que añadir la escasa sensibilidad de los métodos
Aunque el abuso de alcohol sigue siendo la causa diagnósticos no invasivos, tanto funcionales como
más frecuente, cerca de la mitad de los pacientes de imagen, que limitan la relevancia de cualquier
diagnosticados presentan una etiología distinta al resultado epidemiológico poblacional. Todos estos
alcohol1. Debe conocerse, por otra parte, que la factores condicionan en gran medida la exactitud
susceptibilidad del páncreas al alcohol muestra una de los datos publicados. En España, por ejemplo,
importante variabilidad interindividual, de forma la incidencia de pancreatitis crónica alcanza cifras
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 645
Sección 5. Páncreas y vías biliares
de 14 nuevos casos por 100.000 habitantes y año cohol es probablemente multifactorial, inclu-
y una prevalencia de unos 18 casos por 100.000 yendo fenómenos de hipertensión intraductal,
habitantes. Sin embargo, estudios en autopsias disminución del flujo sanguíneo pancreático,
demuestran la presencia de pancreatitis crónica estrés oxidativo, toxicidad directa sobre la célu-
en más del 70% de sujetos alcohólicos que fallecen la acinar, cambios en la síntesis proteica, incre-
por causas no relacionadas con el alcoholismo. Al mento de la respuesta inflamatoria, y/o estimu-
lación de la fibrogénesis pancreática.
ser una enfermedad incurable, la prevalencia de la
pancreatitis crónica, depende de la incidencia de la ❱❱ Distintas mutaciones genéticas se han relacio-
enfermedad y de la supervivencia de los pacientes. nado con la activación intracelular del tripsinó-
Estudios publicados demuestran una supervivencia geno (PRSS1), que es causa de pancreatitis he-
media desde el momento de diagnóstico de entre reditaria, con la disminución de la capacidad de
12 y 20 años. Aceptando la incidencia de 14 nuevos inactivación de tripsina intracelular (SPINK1) y
casos por 100.000 habitantes y año, aunque muy con la alteración de la secreción de bicarbonato
(CFTR), que predisponen al desarrollo de pan-
probablemente está infravalorada en función de
creatitis crónica3.
los datos expuestos más arriba, y una superviven-
cia media de 16 años, la prevalencia real de la en- ❱❱ En la actualidad se reconocen dos tipos de pan-
fermedad es superior a los 200 casos por 100.000 creatitis autoinmune. El tipo 1 se asocia a afec-
habitantes. tación autoinmune de otros órganos (colangitis
esclerosante, enfermedad inflamatoria intesti-
nal, etc.) y elevación de los niveles séricos o ti-
Clasificación etiopatogénica sulares de IgG4; por el contrario, el tipo 2 afecta
Se conocen distintos factores predisponentes para exclusivamente al páncreas y presenta niveles
el desarrollo de pancreatitis crónica. Según la clasi- séricos de IgG4 normales4. El reconocimiento
ficación actual TIGAR-O, éstos pueden ser divididos de esta etiología autoinmune es de suma im-
en tóxico-metabólicos, idiopáticos, genéticos, au- portancia por su buena respuesta al tratamien-
toinmunes, pancreatitis aguda grave y recurrente y to esteroideo.
obstructivos (tabla 1)2. El avance producido en los ❱❱ Los cambios de reparación producidos tras un
últimos años en el conocimiento etiopatogénico de episodio de pancreatitis aguda grave o tras
la pancreatitis crónica hace que progresivamente episodios de pancreatitis aguda recidivante
vayan disminuyendo los casos alcohólicos e idio- pueden conducir a la aparición de fibrosis pan-
páticos, mientras aumentan básicamente los casos creática, fenómenos obstructivos y de atrofia
autoinmunes y, sobre todo, aquellos relacionados glandular, factores que determinan la progre-
con mutaciones genéticas1: sión hacia pancreatitis crónica.
❱❱ En los países industrializados, el alcohol es la ❱❱ Por último, cualquier obstrucción del conducto
causa del 50-70% de los casos de pancreatitis pancreático puede favorecer el desarrollo de
crónica. El daño pancreático inducido por al- atrofia glandular en los segmentos proximales.
646
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones
condrio izquierdo. Es muy frecuente que el do- mellitus en un sujeto en la sexta década de la
lor no guarde una clara relación con la ingesta. vida.
Ello obedece a que la causa más frecuente de
❱❱ La pancreatitis crónica se asocia a alteracio-
dolor es la infiltración inflamatoria de los ner-
nes de la motilidad gastrointestinal que son la
vios intrapancreáticos. Cuando el dolor es de
causa de síntomas dispépticos, de predominio
predominio postprandial, debe sospecharse un
postprandial. Son frecuentes la hinchazón ab-
proceso obstructivo ductal pancreático. El dolor dominal y el meteorismo por sobrecrecimiento
secundario a pancreatitis crónica puede ser más bacteriano, así como la pesadez postprandial.
o menos continuo, pero frecuentemente apare- Estos síntomas dispépticos “tipo dismotilidad”
ce de forma recidivante, con ausencia de dolor pueden constituir la única manifestación clínica
entre las crisis. La pancreatitis crónica supone de una pancreatitis crónica.
hasta el 3% de los pacientes con dispepsia no
investigada y la cuarta parte de los pacientes ❱❱ La pérdida de peso es una manifestación muy
diagnosticados de dispepsia funcional tipo sín- tardía de la pancreatitis crónica y su origen es
drome de dolor epigástrico, lo que da una idea multifactorial, pudiendo estar involucrada una
de su elevada prevalencia real5. Ocasionalmen- reducción de la ingesta condicionada por las
te, la primera manifestación clínica de una pan- molestias abdominales postprandiales, la mal-
creatitis crónica es un episodio de pancreatitis digestion secundaria a insuficiencia pancreática
aguda. Contrariamente a lo que ocurre en la exocrina y el alcoholismo crónico.
pancreatitis crónica de inicio precoz, en la de
comienzo tardío, el dolor es poco frecuente y de Métodos diagnósticos
intensidad menos relevante.
Las dificultades clásicas asociadas a la toma de
❱❱ La presencia de diarrea crónica con esteatorrea biopsias del páncreas han limitado el papel de la
es una manifestación tardía de la enfermedad, histología en el diagnóstico de la pancreatitis cró-
y requiere de la pérdida de más de un 90% de nica. Aunque el advenimiento y desarrollo de la
la función exocrina pancreática. Sin embargo, ecografía endoscópica y la punción guiada por la
y debido al retraso diagnóstico de muchos pa- misma pueden y deben cambiar esta situación en
cientes, hasta un tercio de los casos presentan un futuro, el diagnóstico de la pancreatitis crónica
insuficiencia pancreática exocrina en el momen- sigue basándose en la demostración de los cambios
to del diagnóstico de la enfermedad. La pérdi- morfológicos y/o funcionales que son consecuencia
da de la función exocrina se produce de forma de las lesiones histológicas.
progresiva, a lo largo de muchos años. Esto hace
que el paciente con pancreatitis crónica adap- Pruebas de imagen
te progresivamente su dieta, a menudo de un
modo inconsciente, evitando comidas ricas en La pancreatitis crónica determina la aparición de
grasa, lo que justifica la ausencia de diarrea en lesiones histopatológicas de curso progresivo que
muchos casos. De hecho, no es inhabitual en- condicionan alteraciones tanto ductales, como pa-
contrar pacientes con insuficiencia pancreática renquimatosas. Las primeras pueden detectarse
exocrina y estreñimiento. Es interesante reseñar por colangiopancreatografía retrógrada endoscópi-
que alrededor del 6% de los pacientes diagnos- ca (CPRE), colangiopancreatografía por resonancia
ticados de síndrome de intestino irritable con magnética (CPRM) o ultrasonografía endoscópi-
predominio de diarrea presentan en realidad ca (USE). Las segundas pueden demostrarse por
pancreatitis crónica con insuficiencia pancreáti- USE, tomografía computarizada (TC) o resonancia
ca exocrina y, de hecho, el tratamiento enzimá- nuclear magnética (RNM). Tanto unas como otras
tico sustitutivo se asocia a la desaparición de los pueden definirse de acuerdo con la clasificación de
síntomas6. Cambridge (tabla 2). En la actualidad se considera
la USE como el método más sensible y eficaz para
❱❱ La insuficiencia pancreática endocrina se ma- el diagnóstico de pancreatitis crónica mediante la
nifiesta en forma de hiperglucemia y diabetes valoración de los criterios que se muestran en la
mellitus insulinodependiente. Este hallazgo es, tabla 37. La CPRM con secretina (sCPRM) asociada
lógicamente, poco específico de pancreatitis a la RNM con gadolinio ofrecen una eficacia diag-
crónica, pero cualquier diabetes de difícil con- nóstica similar a la USE. La decisión de realizar USE
trol, con tendencia a la hipoglucemia, debe ha- o sCPRM+RNM en pacientes con sospecha de pan-
cer sospechar la presencia de esta enfermedad. creatitis crónica depende básicamente de la dispo-
No es infrecuente que una pancreatitis crónica nibilidad de estas técnicas en los diferentes ámbitos
idiopática de inicio tardío debute como diabetes y de la experiencia del explorador en la evaluación
647
Sección 5. Páncreas y vías biliares
pancreática. La TC muestra una sensibilidad clara- los estudios de eficacia diagnóstica en pancreatitis
mente inferior a la USE y a la sCPRM/RNM en casos crónica siempre están limitados por la ausencia de
no avanzados de la enfermedad, mientras que la un patrón oro aceptado, la presencia de 3 o más
CPRE en la actualidad ha perdido en gran medida criterios ecoendoscópicos de pancreatitis crónica
su papel diagnóstico. Tanto la ecografía abdominal es muy sugestiva de la presencia de esta enferme-
como la radiografía simple de abdomen muestran dad, con una especificidad que aumenta progresi-
una sensibilidad muy baja para el diagnóstico de vamente a medida que se incrementa el número
pancreatitis crónica, limitándose prácticamente a de criterios8. De hecho, el diagnóstico es altamente
los casos avanzados de calcificaciones pancreáticas. probable en casos con 5 o más criterios, mientras
que es dudoso en casos con 3-4 criterios. Además,
Papel de la USE (figura 1)
los estudios que emplean la histología como patrón
La USE permite el estudio con alta definición tan- oro demuestran que la pancreatitis crónica en es-
to del parénquima pancreático como del conduc- tadios iniciales puede presentarse con menos de
to principal y sus colaterales7. Su sensibilidad es 3 criterios ecoendoscópicos de la enfermedad. Más
muy alta para la detección de cambios precoces recientemente, y con el fin de optimizar la eficacia
de pancreatitis crónica. Una ventaja adicional es diagnóstica de esta técnica, un grupo de expertos
la posibilidad de llevar a cabo una punción guiada ha dividido los criterios ecoendoscópicos en ma-
del parénquima pancreático para su estudio histo- yores y menores en la denominada clasificación
patológico. Los criterios ecoendoscópicos de pan- de Rosemont (tabla 3)7. No obstante esta clasifica-
creatitis crónica se resumen en la tabla 3. Aunque ción no ha sido todavía adecuadamente validada.
TABLA 2. Criterios para el diagnóstico morfológico de la pancreatitis crónica mediante CPRE o sCPRM (criterios ductales)
y TC o RNM (criterios parenquimatosos)
Criterios ductales Criterios parenquimatosos
Cambios equívocos CPP normal y < 3 ramas colaterales Ligero aumento del tamaño
anormales glandular
Cambios leves CPP normal y > 3 ramas colaterales Ligero aumento del tamaño
anormales glandular y parénquima
heterogéneo
Cambios moderados CPP irregular y/o ligeramente dilatado Contorno glandular irregular, y/o
quistes < 10mm, y/o pancreatitis
focal
Cambios graves CPP marcadamente irregular Calcificaciones, y/o quistes
y dilatado, y/o calcificaciones intraductales > 10 mm, y/o afectación de
órganos vecinos
648
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones
Figura 1. Hallazgos ecoendoscópicos de pancreatitis crónica. Las alteraciones parenquimatosas que caracterizan
A) Lobularidad del parénquima pancreático. B) Puntos y a la pancreatitis crónica se muestran en la tabla 2.
bandas hiperecogénicas. C) Calcificaciones pancreáticas. El papel de la TC en el diagnóstico de pancreatitis
D) Pseudoquiste. crónica es muy limitado. Su utilidad en la práctica
clínica se centra básicamente en la detección de las
complicaciones de la enfermedad. La eficacia de la
CPRM con secretina asociada a RNM RNM es muy similar a la de la TC pero, sin embargo,
con gadolinio (figuras 2 y 3) permite evaluar el grado de fibrosis parenquimato-
Las alteraciones ductales que definen la presencia sa a través del estudio dinámico de la intensidad
de pancreatitis crónica se resumen en la tabla 2. de señal pancreática tras la inyección intravenosa
La eficacia de la CPRM para el estudio del sistema de gadolinio. Una relación de intensidad de señal
ductal pancreático es muy elevada. No obstante, es pancreática tras gadolinio vs basal inferior a 1,7 en
imprescindible el estudio pancreático basal y tras la fase arterial, y/o un pico retrasado de realce tras
inyección intravenosa de secretina para obtener la inyección de gadolinio presenta una sensibilidad
unas cifras de sensibilidad diagnóstica adecuadas9. cercana al 80% y una especificidad del 75% en el
Sin el empleo de secretina, el valor de la CPRM es diagnóstico de pancreatitis crónica precoz, com-
claramente inferior a la de otras técnicas de ima- parado con una sensibilidad del 50% obtenida me-
gen para el estudio del sistema ductal pancreático diante el análisis de las alteraciones morfológicas
y su uso no es recomendable. Teniendo esto en del parénquima pancreático9. Estas características,
cuenta, la concordancia entre la CPRE y la sCPRM junto a la posibilidad de realizar la sCPRM en la
en el diagnóstico de pancreatitis crónica oscila en- misma sesión, hacen de la RNM un método óptimo
649
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Test de secretina-CCK Test de aliento con 13C-MTG Cuantificación de grasa fecal (CFA)
Test endoscópico Elastasa fecal
Quimotripsina fecal
MTG = triglicéridos mixtos; CFA = coeficiente de absorción grasa.
650
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones
con sospecha clínica de esta enfermedad. El test de pérdida de peso. Todas estas circunstancias obligan
elastasa fecal es muy simple y fácilmente aplica- a descartar patología pancreática (pancreatitis cró-
ble a la práctica clínica. Los pacientes con cambios nica o cáncer de páncreas). Un elevado nivel de sos-
moderados o graves de pancreatitis crónica tienen pecha debe tenerse igualmente en pacientes con
típicamente una concentración fecal de elastasa in- enfermedades asociadas de origen autoinmune.
ferior a 200 µg/g10. La cuantificación de la actividad
de quimotripsina fecal muestra una baja eficacia En caso de sospecha elevada, el primer méto-
en el diagnóstico de pancreatitis crónica. Su uso ha do diagnóstico a aplicar es la ecoendoscopia o la
quedado relegado al control del cumplimiento tera- sCPRM/RNM. En el resto de casos con sospecha
péutico con suplementos pancreáticos. clínica de pancreatitis crónica es adecuado comen-
zar el estudio con una ecografía abdominal y la
cuantificación de elastasa fecal. La sensibilidad de
Diagnóstico de pancreatitis crónica la ecografía abdominal para el diagnóstico de pan-
en la práctica clínica (figura 4) creatitis crónica es muy baja, pero la demostración
de calcificaciones y/o marcada dilatación del Wir-
La clave diagnóstica en pancreatitis crónica es una sung es altamente específica de la enfermedad. La
adecuada sospecha clínica. La situación de menor elastasa fecal debe ser utilizada en asociación a la
dificultad la constituye el paciente con pancreati-
ecografía abdominal. Si la sospecha clínica persiste
tis aguda recidivante o de una pancreatitis aguda
y la ecografía abdominal es normal, debe realizar-
alcohólica o idiopática, dado que todas estas con-
se una USE o, como alternativa, la sCPRM+RNM
diciones requieren de una exploración adecuada
en función de la disponibilidad y de la experiencia
del páncreas. La presencia de dolor epigástrico que
no cede con inhibidores de la bomba de protones o local. La normalidad de estas pruebas permite des-
que se irradia a la espalda, o incluso de un dolor de cartar la presencia de enfermedad pancreática. La
espalda (dorsal bajo o lumbar alto) sin patología os- realización de USE o sCPRM+RNM es igualmente
teoarticular o renal que lo justifique, obligan a sos- necesaria en pacientes diagnosticados de pancrea-
pechar enfermedad pancreática. Lo mismo ocurre titis crónica mediante ecografía y/o test de función
con el paciente que refiere una historia de “into- para una adecuada caracterización y estadificación
lerancia” a las comidas grasas, la aparición de una de la enfermedad. Tras el diagnóstico, es necesaria
diabetes mellitus de difícil control con tendencia la realización de un test de aliento con 13C-MTG o
a la hipoglucemia (en este caso es imprescindible cuantificación de grasa fecal para detectar insufi-
descartar un cáncer de páncreas), o la presencia de ciencia pancreática exocrina y, en su caso, estable-
episodios de diarrea crónica o de repetición, espe- cer la indicación de tratamiento enzimático susti-
cialmente si se asocian a la ingesta de grasa o de tutivo.
Sospecha clínica de
pancreatitis crónica
Descartar insuficiencia
Diagnóstico
pancreática exocrina
etiológico
y endocrina
651
Sección 5. Páncreas y vías biliares
652
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones
TABLA 5. Analgésicos empleados para el tratamiento del dolor en pancreatitis crónica y su dosis
653
Sección 5. Páncreas y vías biliares
insuficiencia pancreática exocrina requiere trata- dilatación del conducto pancreático principal, se
miento enzimático sustitutivo independientemen- asocian muy frecuentemente a insuficiencia pan-
te de su modo de expresión clínica. La esteatorrea creática exocrina14.
clínicamente evidente no es frecuente en la pan-
creatitis crónica, ya que la reducción progresiva de El tratamiento de la insuficiencia pancreática exocri-
la función pancreática a lo largo de los años hace na se basa en la administración de preparados enzi-
que el paciente adapte su dieta limitando la ingesta máticos en minimicroesferas (con el fin de asegurar
de grasas, frecuentemente de manera inconscien- el vaciamiento gástrico de las enzimas en paralelo
te. Así, no es raro encontrar pacientes con maldi- con el de la comida), y con cubierta entérica con
gestion grasa y estreñimiento. La pérdida de peso el fin de evitar la inactivación de la lipasa mediada
como manifestación de insuficiencia pancreática por el ácido gástrico. Se recomienda la ingesta de
exocrina es un signo demasiado tardío. Es frecuen- estos preparados junto con las comidas principales.
te la presencia de datos bioquímicos de malnutri- La dosis inicial debe ser de 40.000-50.000 Eur.Ph.U.
ción, por maldigestion, en pacientes por otra parte de lipasa en cada comida y 20.000-25.000 Eur.Ph.U.
asintomáticos. Por ello, es importante descartar con la merienda15. Esta dosis es suficiente para nor-
la presencia de insuficiencia pancreática exocrina malizar la digestión en más de la mitad de los casos
mediante un test de aliento con 13C-MTG o cuanti- de insuficiencia pancreática exocrina secundaria a
ficación del coeficiente de absorción grasa en todo pancreatitis crónica16. En caso de respuesta insufi-
paciente diagnosticado de pancreatitis crónica13. ciente, demostrada bien por test de aliento o por
Como alternativa, una adecuada valoración nutri- la no normalización del estado nutricional, la aso-
cional antropométrica y bioquímica permite detec- ciación de un inhibidor de la bomba de protones
tar pacientes con un estado nutricional deficiente a dosis doble (antes de desayuno y cena) permite
y, por tanto, con alta probabilidad de insuficiencia normalizar la digestión grasa en la mayoría de los
pancreática exocrina. Del mismo modo, hallazgos pacientes, al elevar el pH en intestino proximal y
morfológicos compatibles con pancreatitis crónica así facilitar la liberación de la lipasa en los tramos
avanzada, como la presencia de calcificaciones y la proximales del intestino y evitar la precipitación de
A B
C D E
Figura 5. Intervención de Puestow. A) Puede apreciarse el Wirsung tortuosamente dilatado en un paciente con una pancrea-
titis crónica y dolor intratable (wirsungrafía preoperatoria). B) TC abdominal en la que se aprecia la dilatación del Wirsung.
C) Pancreatectomía longitudinal. D) Imagen del yeyuno con el que se va a realizar la anastomosis. E) Cierre de la anastomosis
pancreaticoyeyunal. Por cortesía de los Drs. Omedes y Ligorred.
654
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones
Tratamiento de la insuficiencia
pancreática endocrina Analgésicos
Aunque la insuficiencia pancreática endocrina se- opioides
cundaria a pancreatitis crónica debe ser tratada
por endocrinólogos, conviene conocer sus hechos
diferenciales con respecto a la diabetes mellitus
primaria. Básicamente, la diabetes secundaria a Resección
pancreatitis crónica se asocia a alteración de la sín-
quirúrgica
tesis y liberación tanto de insulina como del resto
de hormonas de los islotes de Langerhans, como el
glucagón. Por ello, estos pacientes presentan una
importante tendencia a los episodios de hipogluce-
Figura 6. Tratamiento del dolor abdominal secundario a pan-
mia, que dificultan el tratamiento insulínico.
creatitis crónica. El paso al siguiente escalón terapéutico está
justificado en caso de fracaso del tratamiento aplicado.
Complicaciones y su tratamiento (+) Descompresión endoscópica eficaz en términos de alivio
del dolor. (-) Descompresión endoscópica ineficaz en térmi-
Todo paciente diagnosticado de pancreatitis cró- nos de alivio del dolor.
nica debe ser sometido a revisiones periódicas.
Como norma general, un control analítico anual
incluyendo hemograma y bioquímica habitual, y menticia) o si se complica (infección, rotura, pseu-
una ecografía abdominal son suficientes junto con doaneurisma). El tamaño del pseudoquiste per se
la anamnesis y la exploración física para descartar no es indicación de tratamiento. Siempre que sea
complicaciones relevantes. Otras exploraciones posible, un pseudoquiste pancreático debe drenar-
más invasivas o costosas, como la ecografía endos- se endoscópicamente, bien a través de la papila, si
cópica, la sCPRM+RNM o la TC deben reservarse a existe comunicación entre el quiste y el conducto
situaciones de duda diagnóstica o para planificar la pancreático, o mediante drenaje transgástrico o
terapéutica más adecuada en cada caso. Las com- transduodenal guiado por USE, en caso contrario.
plicaciones relevantes que deben ser descartadas El drenaje percutáneo o quirúrgico es la alternati-
en cada control, se muestran en la tabla 6. va en caso de fracaso o imposibilidad de drenaje
endoscópico. La erosión de una arteria por el quis-
Las complicaciones más frecuentes de la pancreati-
te con producción de un pseudoaneurisma es una
tis crónica incluyen los pseudoquistes pancreáticos
complicación grave. El tratamiento de elección en
y la estenosis del colédoco intrapancreático con
estos casos lo constituye la embolización del vaso
ictericia obstructiva secundaria. Hasta un tercio de
afecto guiada por radiología vascular.
los pacientes con pancreatitis crónica desarrollan
pseudoquistes, habitualmente únicos y frecuente- La progresión del proceso fibrótico del parénqui-
mente asintomáticos. Un pseudoquiste pancreáti- ma pancreático conlleva la estenosis del colédoco
co crónico debe tratarse solo en caso de producir intrapancreático en hasta la mitad de los casos de
síntomas (habitualmente dolor o intolerancia ali- pancreatitis crónica, y su tratamiento es quirúrgico.
655
Sección 5. Páncreas y vías biliares
En estos casos, el tratamiento de drenaje biliar en- TABLA 6. Complicaciones de la pancreatitis crónica
doscópico mediante la colocación de endoprótesis
solo puede considerarse como un tratamiento pro-
visional en aquellos casos en los que el tratamiento ❱❱ Pseudoquiste pancreático.
quirúrgico definitivo se retrase por cualquier mo- ❱❱ Absceso pancreático.
tivo.
❱❱ Estenosis biliar.
Otras complicaciones poco frecuentes (menos del ❱❱ Obstrucción duodenal.
5%) incluyen la trombosis de la vena esplénica o
trombosis portal, cuyo tratamiento es el de sus ❱❱ Cáncer de páncreas.
complicaciones (hemorragia digestiva alta por va- ❱❱ Trombosis de la vena esplénica y/o portal.
rices esofágicas o gástricas), la estenosis duodenal, ❱❱ Pseudoaneurisma.
cuyo tratamiento es quirúrgico, o el absceso pan-
❱❱ Enfermedades extrapancreáticas.
creático. No debe olvidarse que la pancreatitis cró-
nica supone un factor de riesgo para el desarrollo
de cáncer de páncreas, que alcanza hasta el 4% a
los 20 años tras el diagnóstico de la enfermedad18.
Por último, los pacientes con pancreatitis crónica 11. Cahen DL, Gouma DJ, Laramée P, Nio Y, Rauws
son frecuentemente bebedores y fumadores, por EA, Boermeester MA et al. Long-term Outcomes
lo que presentan el riesgo de las enfermedades ex- of Endoscopic Versus Surgical Drainage of the
trapancreáticas propias de estos hábitos. Pancreatic Duct in Patients With Chronic Pan-
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44 Tumores malignos del páncreas
Eva C. Vaquero, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic. Barcelona
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 657
Sección 5. Páncreas y vías biliares
disminuye progresivamente tras cesar el consumo ces superior cuando existe 1 familiar afecto, 6,4
de tabaco, siendo nulo a los 10-15 años de haber veces con 2 familiares afectos y 32 con 3 familiares
abandonado el hábito tabáquico. Se estima que afectos4. El riesgo es especialmente alto cuando
la eliminación del consumo de tabaco evitaría un existe un familiar de menos de 50 años con ADP5.
25% de ADP en Estados Unidos. Respecto al consu-
mo de café y alcohol, no existe una demostración El riesgo de ADP es mayor en ciertos síndromes
clara sobre su contribución como factor de riesgo hereditarios con elevada frecuencia de neoplasias,
de ADP. En el caso del alcohol, los datos son difí- como son el síndrome de Peutz-Jegers (riesgo 120
ciles de interpretar porque a menudo se asocia al superior), el melanoma lunar múltiple atípico fami-
liar, el cáncer de mama familiar con mutaciones de
consumo de tabaco.
BRCA1 y BRCA2, y la ataxia-telangectasia (tabla 2).
Diabetes mellitus El grupo sanguíneo ABO es también una condición
hereditaria que condiciona el riesgo de desarrollar
Diversos estudios epidemiológicos han mostrado cáncer de páncreas. Según dos estudios indepen-
una clara asociación entre la existencia de diabetes dientes de cohortes realizados en un gran número
mellitus y el desarrollo de ADP, con un riesgo relati- de sujetos, los individuos del grupo A, B y AB pre-
vo de 2,1 respecto a los individuos no diabéticos1. sentan un mayor riesgo de ADP que los del grupo
Algunos datos sugieren que la diabetes mellitus es la O6.
consecuencia y no la causa del ADP, ya que a menu-
do tiene una evolución inferior a 2 años y en muchos
casos (57%) se resuelve tras la resección del tumor.
Vigilancia en pacientes con riesgo
de desarrollar ADP
Pancreatitis crónica Actualmente no está recomendado el cribado pobla-
Independientemente de la etiología, la pancrea- cional de ADP. Sólo se aconseja realizar vigilancia de
titis crónica no hereditaria incrementa en torno a ADP precoz en pacientes con factores hereditarios
un 15-25% el riesgo de ADP, siendo mayor el riesgo asociados a un riesgo alto de ADP. Se desconoce cuál
en los casos con más de 20 años de evolución2. El es la estrategia de cribado más adecuada así como
riesgo aumenta hasta un 70% en la pancreatitis he- su eficacia real en términos de supervivencia, por lo
reditaria, especialmente en pacientes fumadores y que el seguimiento de estos pacientes debe realizar-
con diabetes mellitus3. se en centros especializados y como parte de progra-
mas de investigación. La recomendación actual más
Factores hereditarios aceptada es realizar ecoendoscopia cada 1-3 años a
partir de los 35 años en pacientes con pancreatitis
En un 5-10% de los casos existe un componente crónica hereditaria o 10-15 años antes de la edad del
hereditario. Se habla de cáncer de páncreas here- caso más joven sucedido en la familia7,8.
ditario cuando existen mayor o igual de 2 familia-
res de primer grado con ADP o mayor o igual de Patogenia
2 familiares de segundo grado, uno de los cuales
haya sido diagnosticado antes de los 50 años. En El ADP es el resultado de la acumulación de mu-
estas familias el riesgo de desarrollar ADP es 4 ve- taciones genéticas sucesivas originadas en el
epitelio ductal pancreático9. Se ha propuesto un
modelo secuencial que describe la carcinogénesis
TABLA 1. Factores de riesgo del cáncer de páncreas. del ADP basado en los cambios genéticos e histo-
lógicos desarrollados (figura 1). El epitelio ductal
pancreático progresa desde la normalidad hacia
❱❱ Edad avanzada grados sucesivos de neoplasia intraepitelial pan-
❱❱ Tabaco creática (PanIN 1A y 1B: displasia mínima; PanIN 2
y 3: displasia grave) y finalmente hasta el carcino-
❱❱ Obesidad ma invasivo. Paralelamente se producen acúmulos
❱❱ Diabetes mellitus de inicio tardío sin factores de mutacionales que incluyen la activación del enco-
riesgo de diabetes gen KRAS (presente en el 90% de los casos) y la
❱❱ Cáncer de páncreas hereditario inactivación de los genes supresores de tumores
❱❱ Pancreatitis hereditaria
CDKN2A (95%), p16 (95%), p53 (50-75%), y DPC4 o
Smad4 (55%). La base genética del cáncer de pán-
❱❱ Pancreatitis crónica creas es muy compleja y heterogénea y se estima
❱❱ Síndromes familiares de cáncer hereditario (tabla 2) que el ADP contiene una media de 63 mutaciones
genéticas10.
658
44. Tumores malignos de páncreas
Adenocarcinoma
Normal PanIN-1A PanIN-1B PanIN-2 PanIN-3
invasivo
K-ras, p21, HER2/neu, acortamiento telomerasa
Figura 1. Cambios histológicos y principales alteraciones moleculares que suceden durante el desarrollo del adenocarcinoma
pancreático. El epitelio ductal pancreático progresa por diferentes grados de PanIN hasta finalmente el adenocarcinoma invasivo.
Ello se acompaña de una sucesión de mutaciones genéticas que se van acumulando durante la progression histológica.
659
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Técnicas de imagen
La ecografía transabdominal es una técnica de bajo
coste que puede ser de utilidad en el estudio inicial
Figura 2. Imagen obtenida mediante tomografía computa- de pacientes con ictericia. Con ella se pueden de-
rizada multicorte que muestra un adenocarcinoma ductal tectar tumores mayores de 2 cm, dilatación de la
de páncreas localizado. Se observa una masa en cabeza de vía biliar y del conducto del Wirsung y metástasis
páncreas (flecha amarilla) que contacta con la vena mesenté- hepáticas. Sin embargo, no es útil en el estadío pre-
rica superior (VMS) pero que no invade la arteria mesentérica coz, cuando no existe dilatación de la vía biliar o en
superior (AMS). Este tumor es considerado resecable y por
tanto tributario de tratamiento quirúrgico y quimioterapia
enfermos obesos.
adyuvante. La tomografía computarizada (TC) multicorte con
administración de contraste es la técnica de elec-
ción en el diagnóstico y estadificación de ADP (figu-
La mayoría de estos tumores se desarrolla en la ra 2). Esta técnica consigue el diagnóstico de ADP
cabeza pancreática, y ello comporta con frecuencia en el 97% de los casos y suele ser suficiente para
colestasis obstructiva por compresión del colédoco. confirmar la existencia de una masa pancreática y
Los tumores de cuerpo y cola pancreática son de para orientar la actitud a seguir. Las limitaciones de
presentación más insidiosa, por lo que su diagnósti- la TC son la detección de metástasis hepáticas infe-
co suele ser más tardío. El dolor abdominal intenso riores a 1 cm y de los implantes peritoneales.
en epigastrio, típicamente irradiado en cinturón o
hacia la espalda, es un síntoma frecuente, así como La ultrasonografía endoscópica ha supuesto una
su carácter nocturno. Inicialmente puede manifes- mejora sustancial en el diagnóstico del ADP (figura
tarse como dolor abdominal vago y náuseas que a 3). Esta técnica posibilita una gran proximidad del
menudo no levantan sospecha durante meses. Las transductor al páncreas, lo que hace posible obte-
manifestaciones de afectación sistémica, como la ner imágenes de alta resolución que permiten de-
astenia, anorexia y pérdida de peso, son también tectar lesiones de 2-3 mm. Su valor predictivo nega-
manifestaciones tempranas frecuentes. tivo es muy alto, de modo que si no detecta lesión
Diagnóstico (figura 5)
Figura 3. Imagen obtenida por ecoendoscopia de un
adenocarcinoma ductal de páncreas. Se observa una masa
Marcadores tumorales en cabeza de páncreas (flecha amarilla) que no invade el eje
El CA 19.9 es el marcador de mayor utilidad en la mesentérico-portal, pero que causa una gran dilatación del
práctica clínica. Su sensibilidad es del 70-90% y su colédoco.
660
44. Tumores malignos de páncreas
en el páncreas la posibilidad de ADP es práctica- los tumores resecables no está indicada la confir-
mente nula. Además la USE permite la adquisición mación citológica salvo en caso de duda diagnósti-
de una muestra de tejido pancreático mediante ca de otro tipo de lesión, como pueden ser el linfo-
punción-aspiración con aguja fina. La sensibilidad y ma, la pancreatitis autoinmune o una metástasis.
especificidad de la USE son superiores al 95%. Esta
técnica está indicada en casos de alta sospecha de Diagnóstico de extensión (figura 5)
ADP en los que la TC no confirma el diagnóstico y
cuando sea necesaria la obtención de una muestra Estadificación mediante el sistema TNM
pancreática.
La estadificación o diagnóstico de extensión del
Con la disponibilidad de la TC y la USE, la colangio- tumor es fundamental para determinar la rese-
pancreatografía retrógrada endoscópica ha queda- cabilidad del tumor, lo cual representa el único
do relegada del diagnóstico y limitada al tratamien- tratamiento potencialmente curativo del ADP. El
to paliativo de la ictericia obstructiva mediante la sistema más utilizado para realizar la estadificación
colocación de prótesis biliares. del ADP se basa en la clasificación TNM (Tumor-
La resonancia magnética abdominal no aporta nin- Node-Metastasis) establecida por la American Joint
gún beneficio adicional a la TC en el diagnóstico de Comité on Cancer (figura 4, tabla 3). Este sistema
ADP. Ésta puede ser útil en casos de alergia al con- clasifica el tumor en estadío I o II (tumor localiza-
traste utilizado en la TC o cuando los resultados de do, resecable), estadío III (localmente avanzado, no
la TC y la USE son indeterminados. La tomografía resecable) o estadío IV (metastásico, no resecable).
por emisión de positrones no añade información T1, T2 y T3 corresponden a tumores resecables en
adicional a los resultados de la TC. tanto que los T4, en los que la arteria mesentérica
superior o el tronco celíaco están afectados, son
tumores irresecables. La afectación de la vena me-
Confirmación citológica sentérica superior, la vena porta o la vena esplénica
Es imprescindible la confirmación citológica en to- se clasifica como T3, ya que estas estructuras vas-
dos los pacientes con tumor irresecable que hayan culares pueden ser resecadas y reconstruidas. No
de iniciar tratamiento oncológico con quimio y/o obstante, existen pocos datos sobre el pronóstico
radioterapia. La citología puede obtenerse a partir de la invasión venosa. La distinción entre T3 y T4
de una metástasis, habitualmente hepática, o de refleja la diferencia entre potencialmente reseca-
la lesión pancreática mediante punción aspirativa ble (T3) y localmente avanzado (T4), a pesar de que
guiada por ecografía transabdominal, TC o USE. En ambos muestran afectación extrapancreática.
Tumor primario
T0 Sin evidencia de tuor
Tis Carcinoma in situ (incluye Pan IM III)
T1 Tumor intrapancreático, < 2 cm
T2 Tumor intrapancreático, ≥ 2 cm
T3 Tumor que se extiende más allá del páncreas
sin afectar TC ni AMS
T1 T2
T4 N1 T4 Tumor que afecta TC o AMS (irresecable)
Ganglios linfáticos
N0 No hay afectación ganglionar
T3 N1 Ganglios linfáticos afectados
Metástasis a distancia
M0 No hay metástasis
M1 Existen metástasis
Figura 4. Definición TMN establecida por la American Joint Comité on Cancer. TC: Tronco celíaco. AMS: Arteria mesentérica
superior.
661
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Un 5% de los ADP se clasifican como tumor bor- TABLA 3. Estadificación del cáncer de páncreas.
derline o potencialmente resecable. Este subgrupo
de tumores corresponde a aquellos que contactan
con la arteria mesentérica superior en menos de ESTADIO
180º de su circunferencia, envuelven o comprimen
IA T1 N0 M0
la arteria hepática sin alcanzar el tronco celíaco, y
aquéllos que ocluyen el tronco venoso mesenté- IB T2 N0 M0
rico-portal en un segmento corto que permite su IIA T3 N0 M0
reconstrucción. IIB T1, T2 o T3 N1 M0
III T4 Cualquier N M0
Técnicas de imagen IV Cualquier T Cualquier N M0
La TC multicorte es la técnica de elección en la es-
tadificación tumoral y en la valoración de la reseca-
bilidad del ADP. Respecto a la TC helicoidal ofrece
mejor resolución espacial y temporal y permite re- resecable, de un tumor localmente avanzado o me-
construcciones multiplanares de alta calidad, ofre- tastásico, en ambos casos irresecable.
ciendo una mayor precisión en la evaluación de me-
tástasis, de invasión vascular y de la extensión de la ADP localizado
infiltración. La TC permite la evaluación del tamaño
del tumor primario y de la invasión locorregional, La resección quirúrgica es el único tratamiento po-
adenopática, vascular y a distancia (figura 6). Una tencialmente curativo del ADP. Sin embargo, sólo el
limitación de la TC es la dificultad para identificar 15-20% de los pacientes son tributarios de cirugía
pequeñas metástasis peritoneales y hepáticas (in- resectiva. La tabla 4 describe las contraindicacio-
feriores a 1 cm) y de diferenciar las adenopatías nes absolutas y relativas de la resección quirúrgica
del ADP. La existencia de metástasis y la invasión
inflamatorias de las metastásicas. Hasta un 5-7% de
de estructuras arteriales mayores (tronco celíaco,
pacientes clasificados como resecables mediante
arteria hepática y arteria mesentérica superior)
TC presentan invasión tumoral en la cirugía.
son criterios de irresecabilidad incuestionables. La
La introducción de la USE ha supuesto una impor- existencia de adenopatías metastásicas no contra-
tante aportación en el diagnóstico de extensión del indica la cirugía, pero si no pueden ser resecadas
ADP, en especial para la evaluación de tumores de en bloque junto con el tumor primario, la recidiva
pequeño tamaño (inferiores a 2 cm) y la afectación tumoral será la norma.
adenopática. Las principales limitaciones de la USE La técnica quirúrgica más habitual para el tumor
son la valoración de la afectación vascular (sensibi- de la cabeza pancreática es la duodenopancrea-
lidad del 73% y especificidad del 90%) y su incapa- tectomía cefálica (intervención de Whipple) con o
cidad para examinar el hígado en su totalidad. La sin preservación pilórica. Los tumores localizados
combinación de TC y USE es, a menudo, la estrate- en el cuerpo o en la cola pancreática requieren
gia recomendada para la estadificación del ADP. La una pancreatectomía distal con esplenectomía. La
USE es más precisa en la valoración de tumores pe- pancreatectomía total no ha demostrado mejores
queños y de la invasión ganglionar y la TC es mejor resultados frente a resecciones más limitadas. La
a la hora de evaluar la invasión vascular, la exten- concentración de esta cirugía compleja en manos
sión locorregional y la existencia de metástasis12. de expertos ha llevado a que la mortalidad de la
duodenopancreatectomía cefálica se haya reduci-
La laparoscopia es útil para identificar metástasis do, pasando de un 20% hace dos décadas a menos
en la superficie hepática o peritoneales, las cuales del 3% en la actualidad, con una disminución con-
existen hasta en un 10% de los tumores conside- comitante de las complicaciones.
rados resecables tras estudio por TC. Sin embargo,
la laparoscopia no está indicada de forma rutina- A pesar de la resección tumoral en pacientes ade-
ria, y su uso se limita a casos en los que exista alta cuadamente seleccionados, el 80% de los pacientes
sospecha de enfermedad avanzada no confirmada recidivan a los 5 años, la mayoría de ellos durante
los 2 primeros años. Por ello, aunque existen dudas
mediante TC o USE.
en relación con su efecto sobre la supervivencia,
se recomienda la realización de tratamiento adyu-
Tratamiento (figura 7) vante. Esta estrategia persigue el tratamiento de la
El tratamiento del ADP depende de si se trata de enfermedad mínima residual, lo que debería tradu-
un tumor localizado, y, por tanto, potencialmente cirse en una disminución de la recidiva tumoral. Al-
662
44. Tumores malignos de páncreas
TCMC
Estadificación
No Sí ¿Diagnóstico
¿Confirmación Sí concluyente?
histológica de CP?
No
CP
CP localmente
No CP Control del paciente (2)
localizado avanzado
metastásico
Continuar
estudio (1) Ir a algoritmo
terapéutico
Figura 5. Diagrama del algoritmo de diagnóstico y diagnóstico de extensión del cáncer de páncreas (CP). TCMC: Tomografía
computerizada multicorte; USE: Ultrasonografía endoscópica; PAAF: Punción aspirativa con aguja fina; RM: Resonancia mag-
nética. Reproducción autorizada por Elseviere (Navarro et al. 2010. Recomendaciones para el diagnóstico, la estadificación y el
tratamiento del cáncer de pancreas (Parte I). Med Clin 2010:134;643-55.
gunos grupos recomiendan la quimiorradioterapia muy elevado de pacientes demuestra que sólo la
como tratamiento adyuvante13. Sin embargo, un quimioterapia adyuvante mejora de manera signi-
estudio reciente en el que se incluyen un número ficativa la supervivencia, y que la quimiorradiotera-
663
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Figura 6. Angio-TC de abdomen, que muestra una extensa tumoración (T) a nivel de cuello y cuerpo de páncreas (P) de aproxi-
madamente 5 x 3 x 3 cm, con infiltración posterior que afecta la raíz del tronco celiaco (TC) y la arteria mesentérica superior
(AMS).(H: hígado; B: bazo).
❱❱ Absolutos:
• Metástasis a distancia (hepáticas, peritoneales, omentales, extraabdominales)
• Invasión arterial del tronco celíaco, de la artería hepática o de la arteria mesentérica superior
❱❱ Relativos:
• Invasión venosa de la vena porta o de la vena mesentérica superior
• Invasión por contigüidad de órganos adyacentes (estómago, colon)
pia puede ser incluso perjudicial14. Los quimioterá- su eficacia en términos de supervivencia es contro-
picos utilizados son el 5-fluoracilo y la gemcitabina. vertida.
En los tumores clasificados como borderline, aun-
ADP localmente avanzado que la experiencia es limitada, se recomienda
En este grupo se engloban los tumores irresecables realizar tratamiento neoadyuvante con quimiorra-
por invasión del tronco celíaco o infiltración de la dioterapia para reducir la masa tumoral y valorar
arteria mesentérica superior en más de 180º de la posteriormente la posibilidad de cirugía.
circunferencia. El tratamiento de estos pacientes
es la quimioterapia con gemcitabina o 5-fluoracilo, ADP metastásico
la cual puede combinarse con RT. Sin embargo, no Antes de decidir si el enfermo es tributario de tra-
existen datos concluyentes sobre una mayor efica- tamiento quimioterápico es necesario valorar su ca-
cia de la quimiorradioterapia frente a la quimiote- pacidad funcional o performance status. El objetivo
rapia en este tipo de situación. Este tratamiento de la quimioterapia en estos pacientes es puramente
permite un mejor control del dolor. Sin embargo, paliativa, habiéndose demostrado que la gemcitabi-
664
44. Tumores malignos de páncreas
Tumor localmente
Tumor localizado Tumor metastásico
avanzado
(TNM I o II) (TNM IV)
(TNM III)
15-20% 50-60%
15-20%
No Tratamiento No
Cirugía ¿PS(1)≤2? ¿PS≤2?
resectiva de soporte
+ (supervivencia
QT adyuvante <2 meses) Sí
Sí
QT
¿Tumor No
border-line?
(<5%)
Sí
Tumor
QT-RT
irresecable
neoadyuvante
(10-15%)
Sí ¿Tumor
QT o QT-RT
resecable?
No
QT
Figura 7. Diagrama del algorritmo de tratamiento del cáncer de páncreas. QT: quimioterapia; RT: Radioterapia. Reproducción
autorizada por Elseviere (Navarro et al. 2010. Recomendaciones para el diagnóstico, la estadificación y el tratamiento del cáncer
de páncreas (Parte II). Med Clin 2010:134;692-702.
na es más ventajosa que 5-fluoracilo en el control del tinib, un inhibidor de EGFR (epidermal growth fac-
dolor, la calidad de vida y la supervivencia (9 meses tor receptor). El desarrollo de rash cutáneo predice
con gemcitabina frente a 4 meses con 5-FU)15. una mejor respuesta al tratamiento con erlotinib.
Se han evaluado múltiples fármacos en combina-
ción con gemcitabina, pero ninguno de ellos ha Tratamiento de soporte
mostrado un beneficio aditivo. El único fármaco
que ha demostrado una pequeña aunque significa- El dolor de ADP es intenso y de difícil control con
tiva mejoría al combinarlo con gemcitabina es erlo- fármacos analgésicos (paracetamol, AINES, antide-
665
Sección 5. Páncreas y vías biliares
666
45 Cálculos biliares
y sus complicaciones
Carla Jerusalén, Miguel Ángel Simón*
Servicio de Aparato Digestivo
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
*Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza.
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 667
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Factores de riesgo y factores protectores Entre los factores protectores deben destacarse el
ácido ascórbico o la vitamina C, el consumo mode-
(tabla 1) rado de café y el consumo de proteínas vegetales.
Existen tres factores de riesgo principales para el
desarrollo de cálculos biliares. En primer lugar, Historia natural
la edad. A medida que avanza la edad, la bilis se
vuelve más litogénica aumentando la prevalencia Colelitiasis asintomática
de cálculos. El sexo femenino (probablemente por
influencia de los estrógenos) también aumenta el En la mayoría de los pacientes (60-80%), la colelitia-
riesgo. Finalmente la obesidad que se asocia a un sis es asintomática y se diagnostica incidentalmen-
aumento en la producción y posterior eliminación te al indicar una ecografía por otros motivos (figu-
de colesterol por las vías biliares2. No es infrecuen- ra 1). El riesgo medio anual de desarrollar síntomas
te, en este contexto, la aparición de un cólico biliar es del 2% y la incidencia anual de complicaciones y
tras una dieta de adelgazamiento con pérdida ace- cáncer de vesícula es 0,3% y 0,02% respectivamen-
lerada de peso, debido a la eliminación masiva de te4. Por ello, no es necesario realizar colecistecto-
colesterol por las vías biliares. mía profiláctica a todos los pacientes. Existen varias
excepciones a esta recomendación2,4:
❱❱ Pacientes con alto riesgo de desarrollar cáncer
de vesícula:
TABLA 1. Factores de riesgo asociados a la formación de ■■ E xistencia de pólipos vesiculares con creci-
litiasis biliar miento rápido o mayor de 1 cm.
■■ Vesícula en porcelana.
❱❱ Factores de riesgo asociados a la formación de
cálculos de colesterol. ■■ Cálculo mayor de 3 cm.
• Edad. ■■ Mujer joven de origen amerindio.
• Sexo femenino.
❱❱ Pacientes con riesgo mayor de desarrollar sínto-
• Obesidad.
mas:
• Pérdida de peso rápida.
■■ J oven con anemia drepanocítica. En estos pa-
• Nutrición parenteral total.
cientes las crisis de dolor abdominal podrían
• Embarazo. hacer difícil el diagnóstico diferencial con un
• Multiparidad. cólico biliar o una colecistitis aguda.
• Fármacos.
– Estrógenos exógenos.
– Anticonceptivos orales.
– Clofibrato.
– Octreótido.
– Ceftriaxona.
• Hipertrigliceridemia o niveles bajos de HDL.
• Diabetes resistente a la insulina.
• Enfermedades del íleon terminal.
– Enfermedad de Crohn.
• Lesiones en la médula espinal.
• Etnia (nativos americanos y escandinavos).
❱❱ Factores de riesgo asociados a la formación de
cálculos de pigmentos negros.
Figura 1. Imagen ecográfica de litiasis biliar. El cálculo (C ) se
• Anemia hemolítica crónica. observa como una imagen hiperecogénica en el interior de
• Cirrosis hepática y pancreatitis. la vesícula biliar (VB) que deja una sombra acústica (S) bien
definida. LHD: lóbulo hepático derecho.
668
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
❱❱ Otro subgrupo de pacientes que podría benefi- La colecistografía oral se utiliza, fundamentalmen-
ciarse de una colecistectomía profiláctica serían te, cuando la vesícula biliar no se puede identificar
aquellos en los que se realiza cirugía abdominal mediante ecografía (por ejemplo: cuando está llena
por otro motivo, especialmente si es cirugía ba- de cálculos y contraída) y para valorar la motilidad
riátrica, y en el transplante cardiaco. vesicular y la permeabilidad del cístico antes de ini-
ciar un tratamiento de disolución oral o litotricia.
Colelitiasis sintomática no La tomografía computarizada del abdomen (TC) y la
complicada: cólico biliar simple resonancia magnética (RMN) no son necesarias en
ausencia de complicaciones.
Aproximadamente, el 65% de los pacientes sinto-
máticos presentarán recurrencia clínica en los dos Tratamiento
primeros años con una incidencia anual de compli-
caciones del 1-2%. Durante el episodio de cólico biliar se aconseja
reposo digestivo, calor local y analgesia. Se reco-
Clínica mienda el uso de AINE, ya que además de aliviar los
El único síntoma atribuible a la colelitiasis es el síntomas, pueden prevenir la progresión del cuadro
dolor biliar. Se produce por la obstrucción intermi- hacia una colecistitis aguda5.
tente del conducto cístico por un cálculo y se ma- Tras la presentación de un primer episodio de cóli-
nifiesta como un episodio de dolor visceral, locali- co biliar se debe proponer la realización de colecis-
zado en el epigastrio-hipocondrio derecho. En un tectomía diferida. La colecistectomía laparoscópica
50% de los casos el dolor irradia hacia el hombro
o la de pequeña incisión permite una menor estan-
derecho o la escápula, y se manifiesta como un do-
cia hospitalaria que la colecistectomía abierta, sin
lor constante, que aumenta gradualmente durante
que existan diferencias significativas en cuanto a la
15 minutos-1 hora, se mantiene durante 1 hora o
tasa de complicaciones o mortalidad6.
más y desaparece lentamente. Cuando el dolor se
prolonga por un tiempo superior a 5-6 horas, debe El tratamiento no quirúrgico presenta baja eficacia
sospecharse la posibilidad de una colecistitis agu- y altas tasas de recurrencia. Por ello, sólo debe-
da. A menudo se acompaña de diaforesis, náuseas, ría ofrecerse a aquellos pacientes con alto riesgo
vómitos e inquietud. El gas, la distensión abdomi- quirúrgico o que no deseen someterse a cirugía6
nal, la flatulencia y la dispepsia no están relaciona- (figura 2). El tratamiento médico más usado actual-
dos con los cálculos en sí mismos. Estos síntomas mente es el tratamiento oral disolutivo. Se utiliza
se encuentran con una frecuencia parecida en pa- ácido ursodesoxicólico (a dosis de 8-10 mg/kg de
cientes sin colelitiasis y, por tanto, no cabe esperar peso/día, antes de acostarse). Este ácido disuelve
que la colecistectomía resuelva estos síntomas. La
los cálculos, disminuyendo la secreción biliar de
exploración física suele ser normal en el curso de
colesterol y desaturando la bilis. El tratamiento se
un cólico biliar simple, mostrando únicamente lige-
mantiene hasta que se comprueba la disolución
ra hipersensibilidad a la palpación en el hipocon-
de los cálculos en dos ecografías consecutivas rea-
drio derecho.
lizadas en un intervalo de un mes y se debe inte-
Diagnóstico rrumpir si no es bien tolerado por el paciente, si
presenta complicaciones de la colelitiasis durante
Los parámetros de laboratorio son normales en un
el mismo o si los cálculos no se han disuelto en 6
cólico biliar que no se acompaña de complicacio-
nes. El patrón oro para el diagnóstico es la ecografía meses. En el hipotético caso de que la disolución
abdominal, única exploración necesaria para certi- sea parcial después de 6 meses, el tratamiento
ficar la presencia de cálculos en la vesícula biliar (fi- puede prolongarse hasta 2 años, interrumpiendo
gura 1). Se trata de una técnica inocua, de bajo cos- el mismo si no se logra la disolución total de los
te y disponible en la mayoría de los centros con una mismos. Este tratamiento únicamente es aplicable
sensibilidad y especificidad superior al 95% para los a pacientes muy seleccionados (menos del 15% de
cálculos de tamaño superior a 4 mm2. Típicamen- los pacientes sintomáticos) (tabla 2). El tratamiento
te detecta cálculos móviles, declives y con sombra disolutivo tiene éxito en un 20-70% de los pacien-
acústica posterior. Cuando la sospecha clínica es tes tratados, con un riesgo de recidiva del 50% a los
elevada y la ecografía es negativa, puede indicarse 5 años. En los cálculos de tamaño superior a 10 mm
una ecoendoscopia. se puede asociar litotricia extracorpórea.
669
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Paciente con
colelitiasis
No - Actitud expectante
¿Sintomático?
- Colecistectomía profiláctica en
situaciones especiales (ver texto)
Sí
¿Cálculos radiolucentes?
¿Riesgo quirúrgico No ¿≤ 10 mm? Tratamiento
aceptable? ¿Vaciamiento vesicular correcto? sintomático
¿Cístico permeable?
Sí
Sí
670
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
al desarrollo de CA, ya que sólo el 50% de los pa- TABLA 3. Criterios diagnósticos para colecistitis aguda
cientes la presentan. Los microorganismos hallados
más comúnmente son: Escherichia coli, Klebsiella
pneumoniae, Enterococcus faecalis, Enterobacter ❱❱ A. Signos locales de inflamación.
spp y Streptococcus faecalis. En los casos más gra- 1. Signo de Murphy.
ves pueden encontrarse también anaerobios como 2. Dolor, masa o sensibilidad en HCD.
Bacteroides fragilis o Clostridium perfringens8. ❱❱ B. Signos sistémicos de inflamación.
1. Fiebre.
Criterios diagnósticos (tabla 39)
2. Elevación de PCR (≥ 3mg/dl).
Clínica 3. Leucocitosis.
El síntoma principal es el dolor abdominal agudo, ❱❱ C. Hallazgos de imagen característicos de CA.
constante, en HCD, de duración mayor de 5 horas, Ver descripción en tabla 4.
típicamente irradiado a espalda, y que se acompa-
ña frecuentemente de náuseas, vómitos y fiebre
Diagnóstico definitivo
que oscila entre 37,5 ºC y 39 ºC. En la exploración
física destaca un área de hipersensibilidad en HCD (1) Un ítem en A y un ítem en B son positivos.
y la palpación manual durante la inspiración pro- (2) C confirma el diagnóstico de sospecha.
funda a ese nivel produce dolor y cese inspiratorio
(signo de Murphy). En pacientes ancianos, espe- NOTA: Nivel PCR ≥3 mg/dl con imágenes ecográficas
cialmente si son diabéticos, el cuadro clínico puede compatibles tiene una sensibilidad y especificidad
no ser típico y no es inhabitual que el enfermo no de 97% y 76% respectivamente, y un valor predictivo
manifieste dolor, por lo que es preciso un elevado positivo de 95%.
índice de sospecha. En algunos de estos casos, la
CA puede expresarse por las manifestaciones de
una sepsis con hipotensión. mayoría de los casos (figura 3). Su sensibilidad y es-
Algunos signos, como inestabilidad hemodinámica, pecificidad son del 88% y 80% respectivamente, y a
fiebre alta, acidosis metabólica o íleo indican ma- pesar de que es una técnica operadordependiente,
yor gravedad y obligan a considerar la presencia de tiene un valor predictivo positivo del 92%. Los sig-
una colecistitis gangrenosa o una perforación de la nos ecográficos que apoyan el diagnóstico han sido
vesícula. enumerados en la tabla 4. Una gammagrafía con
derivados del ácido iminodiacético (HIDA) marcado
Pruebas de laboratorio
con Tc puede ser de utilidad cuando existe duda
En un paciente con CA, el laboratorio suele infor- diagnóstica a pesar de la exploración ecográfica.
mar de la presencia de una leucocitosis con neu- La TC abdominal sólo es necesaria si se sospechan
trofilia (puede observarse neutropenia en casos de complicaciones (figura 4).
sepsis grave) y un incremento de la proteína C reac-
tiva (PCR). En algunos casos puede observarse un TRATAMIENTO
leve incremento de la actividad aminotransferasa y Medidas generales
de los niveles de amilasa, habitualmente inferiores
a 3 veces el límite superior de la normalidad (LSN),y El manejo de la CA precisa de ingreso hospitalario,
hasta en un 20% de casos, sobre todo en pacientes reposo en cama, dieta absoluta, fluidoterapia, anti-
con CA grave, ictericia con niveles de bilirrubina in- bioterapia y analgesia.
feriores a 4 mg/dl. Ello refleja la inflamación y ede- ❱❱ Analgesia. Se recomienda el uso de AINE que
ma de la vía biliar o a la compresión directa de la vía además de aliviar el dolor, pueden alterar la his-
por la vesícula distendida. Sin embargo, concentra- toria natural del cuadro como se ha explicado
ciones superiores deben hacer sospechar coledo-
previamente.
colitiasis o síndrome de Mirizzi (ver más adelante).
❱❱ Antibioterapia (ATB). El tratamiento con ATB
Pruebas de imagen
es aconsejable salvo en aquellos pacientes con
La técnica de elección es la ecografía abdominal un cuadro leve en quienes la observación y el
y es suficiente para confirmar el diagnóstico en la tratamiento con AINE pueden ser suficientes.
671
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Figura 3. Diagnóstico ecográfico de colecistitis aguda. A) Vesícula biliar (VB) con presencia de múl-
tiples cálculos en su interior y un engrosamiento con laminación de su pared. LHD: lóbulo hepático
derecho; B) barro biliar con varias litiasis en su seno. Marcado engrosamiento parietal. Ecos en la
zona superior vesicular que corresponden a gas intravesicular. Cortesía del Dr. Juan Nerín. Unidad
de Ecografía Digestiva del HCU Lozano Blesa de Zaragoza.
672
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
❱❱ Monoterapia.
• Ampicilina-sulbactam (3 g/6 h).
• Piperacilina-tazobactam (4,5 g/6 h).
• Ticarcilina-clavulánico (3,1 g/4 h).
❱❱ Terapia combinada
• Cefalosporina de 3.ª gen. (ej: ceftriaxona
1 g/24 h) + metronidazol (1,5 g/24 h iv).
❱❱ Pautas alternativas (de segunda elección).
• Fluorquinolona ( ej: levofloxacino/24 h) +
Metronidazol ( 1,5 g/24 h iv).
• Monoterapia con carbapenem (imipenem
500 g/6 h, meropenem 1 g/8 h o ertapenem
1 g/24 h).
673
Sección 5. Páncreas y vías biliares
trado que estos temores eran infundados. Una re- ❱❱ ¿Cuándo realizar colecistostomía?
visión sistemática11 que evaluó los resultados de la
En los pacientes de alto riesgo quirúrgico con enfer-
colecistectomía laparoscópica precoz frente a dife-
medades graves, como insuficiencia hepática, pul-
rida en la CA ha permitido establecer las siguientes
monar o cardiaca, es preferible la colecistostomía
conclusiones:
que la colecistectomía. Tras resolverse el cuadro se
■■ o hay diferencias significativas entre ambos
N debería realizar colecistectomía laparoscópica si el
procedimientos en lo que se refiere a compli- estado general del paciente lo permite.
caciones o tasas de conversión a colecistecto-
Por todo ello podemos concluir que la colecistec-
mía abierta.
tomía laparoscópica en los primeros 7 días desde
■■ L a estrategia precoz disminuye la estancia la aparición de los síntomas es el tratamiento de
hospitalaria y evita el riesgo de cirugía de elección en la colecistitis aguda en los pacientes
urgencia por episodios no resueltos o recu- promedio (figura 6).
rrentes, que además presentan altas tasas de
conversión.
■■ n 17,5% de los casos de cirugía diferida
U
acaban precisando cirugía de urgencia en el
tiempo de espera, cifra que probablemente
Paciente con colecistitis
sea mayor en la práctica clínica habitual ya
aguda (CA)
que en muchas ocasiones el tiempo de espe-
ra es superior a las doce semanas.
■■ l comparar los resultados de los casos in-
A
tervenidos en los primeros 4 días y los inter- Dieta absoluta
venidos en los primeros 7 días tampoco se Fluidoterapia
encuentran diferencias. Sin embargo, ningún Analgesia
Antibioterapia
RCT ha evaluado el tratamiento quirúrgico
óptimo de la CA según la gravedad del cua-
dro.
❱❱ ¿Colecistectomía abierta o laparoscópica? ¿> 7 días de Sí Colecistectomía
evolución? electiva
A pesar de que desde hace años la colecistectomía
laparoscópica es el tratamiento de elección en la No
colelitiasis sintomática, existían dudas acerca de su
indicación en el caso de la CA, debido a la elevada ¿Riesgo quirúrgico No Colecistectomía
aceptable? percutánea
tasa de lesiones de la vía biliar principal (entre el
1,3% y el 5,5%, según las series) que presentaba. Sí
Sin embargo, la experiencia adquirida ha hecho
que la incidencia de estas lesiones en la actualidad Sí Colecistectomía
¿CA acalculosa? percutánea
esté alrededor del 0,4%, por lo que hoy en día es
considerada como el tratamiento de elección de la
No
CA. Se ha comprobado que la tasa de mortalidad
es similar a la de la cirugía abierta, siendo la mor-
Colecistectomía
bilidad incluso algo menor en el caso de la colecis- laparoscópica
tectomía laparoscópica. En pacientes con CA grave,
debe ser realizada por un cirujano experto. Si las
condiciones anatomoquirúrgicas son difíciles, no se
debe dudar en convertir a cirugía abierta, o incluso Figura 6. Diagrama de decisión terapéutica para colecistitis
a colecistostomía, con el propósito de prevenir po- aguda.
sibles lesiones12.
674
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
Aunque la colecistectomía ha sido históricamente Los cálculos de la vía biliar pueden provenir de la
el tratamiento de elección, actualmente la cole- vesícula biliar o formarse en el conducto. En los paí-
cistostomía percutánea se ha convertido en una ses occidentales, el 95% de los pacientes con CDL
alternativa eficaz y mínimamente invasiva, sobre tienen también colelitiasis. A la inversa, solo el 10-
todo en pacientes de alto riesgo quirúrgico. En el 15% de los pacientes con colelitiasis tienen una CDL
caso de no obtener una mejoría a las tres semanas concomitante3.
de la colocación del drenaje, se debería reconside-
rar el diagnóstico, y en caso de confirmación, reali- CLÍNICA
zar una colecistectomía de forma urgente. Aproximadamente el 10% de los pacientes con CDL
permanecen asintomáticos durante años, pero las
Colecistitis enfisematosa pruebas disponibles indican que su evolución natu-
Es una entidad poco frecuente, con una mortali- ral no es tan benigna como en las colelitiasis asin-
dad en torno al 15%. Es más prevalente en el sexo tomáticas.
Figura 7. Colecistitis enfisematosa o gangrenosa en un un paciente con diabetes mellitus. El diagnóstico se sospechó tras obser-
var en la radiografía simple de abdomen una imagen redondeada de densidad aérea en el cuadrante superior derecho (flechas).
Debido a la presencia de gas en la pared vesicular, en la ecografía abdominal no se puede identificar correctamente la vesícula,
apareciendo únicamente un arco hiperecogénico (puntas de flecha).
675
Sección 5. Páncreas y vías biliares
676
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
Existen varias opciones terapéuticas que incluyen minuyen su tamaño permitiendo la extracción pos-
el tratamiento de disolución, las técnicas de inter- terior con CPRE. El tratamiento definitivo con pró-
vención radiológicas y endoscópicas y la cirugía. La tesis sólo debería ser considerado en pacientes con
estrategia más adecuada dependerá de muchos importante comorbilidad y esperanza de vida corta.
factores: presentación clínica, comorbilidad del
paciente, experiencia de los especialistas, técnicas En pacientes con coledocolitiasis de gran tamaño
disponibles... (figura 9). se emplean métodos alternativos como la litotricia
mecánica, litotricia piezomecánica, litotricia con lá-
CPRE terapéutica ser o litotricia extracorpórea con ondas de choque
Generalmente es el tratamiento de elección. La es- tras colocar un drenaje endoscópico. Recientemen-
finterotomía es el tratamiento que más se emplea te se ha introducido la dilatación neumática forzada
en la CLD y tiene éxito en más del 90% de los casos con balones de más de 15 mm tras realizar esfinte-
(figura 8). Consiste en la sección del esfínter biliar rotomía endoscópica con buenos resultados.
de la papila y el infundíbulo papilar. Una vez abier- La litotricia mecánica es una opción terapéutica
to, los cálculos pueden salir de forma espontánea,
cuando la extracción de cálculos mediante CPRE es
o bien se extraen mediante cestas de alambre o un
técnicamente difícil por diversos factores: cálculos
balón de oclusión. La CPRE terapéutica presenta
de gran tamaño, impactación del cálculo en colédo-
una tasa de mortalidad inferior al 1% y una tasa de
co no dilatado, litiasis sobre estenosis… Tiene éxito
complicaciones del 5-10%, que incluyen hemorra-
en el 90-95% de los casos.
gia digestiva, pancreatitis, colangitis y perforación
retroduodenal. Su aplicación está limitada en pa- Cualquiera que sea el abordaje terapéutico de la
cientes con divertículos duodenales, en pacientes CDL debe proponerse la colecistectomía ulterior
con coledocoyeyunostomía en Y de Roux, en gas- de forma programada, salvo en ancianos con otras
trectomizados con reconstrucción tipo Billroth II y comorbilidades graves.
cuando existen cálculos de gran tamaño (mayores
de 2 cm)6. COMPLICACIONES DE LA COLEDOCOLITIASIS
En ocasiones, cuando no se pueden extraer los cál- Colangitis aguda (CLA)
culos, la inserción de una prótesis biliar plástica o
Es una infección sistémica que tiene como origen la
un catéter nasobiliar es un tratamiento “puente”
infección del árbol biliar.
en espera del tratamiento definitivo. Incluso, hay
varios estudios que muestran, que los cálculos dis- ❱❱ Etiopatogenia2, 7
Coledocolitiasis (CDL)
Conversión a
Colecistectomía colecistectomía CPRE/EE Si tubo
CPRE/EE Colecistectomía de Kehr:
laparoscópica abierta
preoperatoria laparoscópica extracción
+ +
y + radiológica
Exploración Exploración
colecistectomía CPRE/EE del cálculo
intraoperatoria del colédoco y
laparoscópica postoperatoria
del colédoco extracción del
cálculo
677
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Para que se produzca una CLA es necesaria la com- y shock se denomina pentada de Reynolds, general-
binación de dos factores: 1) infección biliar, y 2) mente asociada a una CLA grave y alta mortalidad.
incremento de la presión intraductal en la vía bi- La fiebre y el dolor abdominal son los signos más
liar. La forma de colonización bacteriana de la vía frecuentes, presentando una incidencia cada uno
biliar más frecuente es la vía ascendente desde el de ellos del 80% o más. Sin embargo, la ictericia
duodeno, pero existe otra vía más inusual que es la sólo se observa en un 60-70% de los casos. La inci-
vía portal. Generalmente, esta colonización en au- dencia de la tríada completa es menor del 70% y la
sencia de obstrucción no suele progresar a CLA. Sin de la pentada de Reynolds es extremadamente rara
embargo, si hay incremento de presión intrabiliar, (3,5-7,7% de los pacientes). En pacientes de edad
aumenta la permeabilidad del epitelio, permitien- avanzada, diabéticos o en tratamiento con corti-
do la traslocación bacteriana al sistema vascular coesteroides los cuadros de CLA se presentan fre-
venoso hepático (reflujo colangiovenoso) y final- cuentemente de manera atípica. Por ello, es impor-
mente la bacteriemia. Así, la CLA progresa desde tante un alto grado de sospecha para no retrasar
una infección biliar local a un cuadro de infección el diagnóstico y el comienzo del tratamiento. Los
sistémica. pacientes con historia de litiasis biliar, cirugía biliar
La coledocolitiasis es la causa más frecuente de previa o inserción de prótesis biliar tienen más pro-
CLA (85%), pero hay muchas otras causas de obs- babilidades de desarrollar una CLA.
trucción (estenosis biliares benignas o malignas, Las CLA pueden clasificarse en función de su grave-
infecciones parasitarias, anomalías congénitas de dad, de manera que los casos en los que responden
los conductos biliares…) que pueden producirla. de forma satisfactoria al tratamiento son clasifica-
Cuando la obstrucción es completa, como suele
dos como leves y aquellos en los que se detecta
ocurrir en las estenosis malignas, es más difícil que
disfunción multorgánica son categorizados como
se produzca reflujo duodenobiliar de bacterias,
graves. La ausencia de ambos criterios indicaría un
siendo menos frecuente la aparición de CLA en es-
grado moderado 13. La mortalidad global se sitúa en
tos casos. Sin embargo, hay que tener en cuenta,
el 10-30%.
que el grado de regurgitación de las bacterias de
la bilis hasta la sangre venosa es directamente pro- En pacientes con CLA grave que ha pasado desaper-
porcional a la presión biliar, y por tanto, al grado cibida pueden producirse abscesos intrahepáticos
de obstrucción. Por ello, las manipulaciones instru- como complicación tardía.
mentales de una vía biliar con un grado de obstruc-
ción elevado se infectan con frecuencia. ❱❱ Diagnóstico
Generalmente, las bacterias aisladas en la bilis tie- El diagnóstico de CLA se basa en la asociación de
nen un origen gastrointestinal. Las bacterias aeró- signos y síntomas de infección con los propios de
bicas aisladas más frecuentemente son Echerichia una obstrucción biliar.
coli, Klebsiella, Enterococcus y Enterobacter, Strep-
■■ Pruebas de laboratorio
tococcus spp, Pseudomona y Proteus son menos
frecuentes. También se aíslan a menudo bacterias Los hallazgos de laboratorio indican inflamación
anaeróbicas, como Clostridium y Bacteriodes, pero (leucocitosis y elevación de proteína C reactiva) y
en la mayoría de estos pacientes se trata de infec- colestasis (hiperbilirrubinemia y elevación de tran-
ciones polimicrobinas junto a gérmenes aerobios. saminasas, fundamentalmente GGT y FA). Se obje-
No debe olvidarse que en las CLA nosocomiales, tiva elevación de FA y GGT en más del 90% de los
sobre todo las relacionas con intervenciones qui- casos. No es infrecuente la elevación de las transa-
rúrgicas previas o manipulaciones instrumentales, minasas (AST y ALT) que refleja un aumento en la
son frecuentes las bacterias multirresistentes (Sta- permeabilidad de la membrana de los hepatocitos,
filococcus meticilinresistente, Enterococcus metici- fenómeno común en la obstrucción biliar acompa-
linresistente, Pseudomona…). ñada de infección. De ahí la frecuencia con que el
❱❱ Clínica perfil hepático muestra un patrón mixto de citolisis
y colestasis en una colangitis aguda.
La CLA se caracteriza clínicamente por dolor abdo-
minal en hipocondrio derecho o epigastrio, fiebre, En todos los pacientes con sospecha de CLA deben
generalmente alta y con escalofríos, e ictericia (tría- obtenerse hemocultivos y cultivos de bilis, si es po-
da de Charcot). Cuando se añade confusión mental sible. La tasa de hemocultivos positivos oscila entre
678
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
La duración del tratamiento antibiótico depen- El drenaje biliar se puede realizar mediante CPRE,
derá de la gravedad del cuadro y de la respuesta colangiografía transparietohepática (CTPH), drena-
clínica al tratamiento. En las formas leves, 2 ó 3 je guiado por ecoendoscopia o cirugía abierta. Los
días de ATB pueden ser suficientes. En las formas dos primeros métodos son los más usados. No hay
moderadas o graves, el tratamiento antibiótico de- ensayos clínicos aleatorizados y controlados que
bería mantenerse como mínimo durante 5-7 días. los comparen. Sin embargo, la CTPH presenta una
Algunos casos necesitan un tratamiento más pro- mayor tasa de complicaciones, mayor gravedad
longado, ante la presencia de bacteriemia o mala de las mismas, hospitalización más larga y es más
respuesta clínica al mismo (persistencia de fiebre, agresiva para el paciente. Por ello, la CPRE sigue
no descenso de leucocitosis o niveles de PCR…). siendo el método de elección y, sólo en el caso de
que no esté disponible o fracase en la resolución
Para la elección del tratamiento antibiótico intrave- del cuadro, se realiza CPTH. Mediante CPRE se pue-
noso se deben tener en cuenta los mismos factores den colocar prótesis o drenajes nasobiliares que se-
que en el caso de colecistitis aguda. Además, un rían suficientes para lograr un adecuado drenaje bi-
factor en controversia actualmente es la penetra- liar. La adición de esfinterotomía es recomendable,
ción biliar del antibiótico, ya que se sabe que en si las condiciones del paciente lo permiten, ya que
presencia de obstrucción la eliminación biliar de en muchas ocasiones será el tratamiento definitivo.
los antibióticos es prácticamente nula. El contexto La utilización de drenaje mediante ecoendoscopia
clínico también es importante ya que, por ejemplo, todavía está poco extendida y el drenaje quirúrgico
se conoce que los anaerobios son más frecuentes urgente se reserva para aquellos pacientes en quie-
en los cuadros graves. De la misma manera, las CLA nes han fallado los métodos anteriores o no han
nosocomiales en muchas ocasiones son causadas resultado factibles.
por gérmenes multirresistentes como se ha expli-
cado previamente. ¿Cuándo realizar el drenaje?
La pauta más aceptada en el momento actual es la Si la CLA es grave o moderada debería realizarse lo
combinación de una penicilina de amplio espectro antes posible. Para los casos leves, que responden
con un inhibidor de b-lactamasa, como por ejem- favorablemente al tratamiento médico, se reco-
plo: piperacilina-tazobactam 4-5 g/6 horas. Ade- mienda llevarlo a cabo en las primeras 24-48 horas.
más, la combinación piperacilina-tazobactam sería Como siempre, la colecistectomía está indicada tras
de elección si Pseudomona spp fuese el organismo la resolución de la colangitis aguda de origen biliar.
679
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Figura 10. Íleo biliar. Radiografia simple de abdomen con una imagen cálcica de unos 3 cm en cuadrante inferior izquierdo y
discreta distensión de asas de intestino delgado. Corte sagital de la TC en el que se visualiza el cálculo impactado a nivel de un
asa de intestino delgado. Corte transversal de la TC en el que se observa la presencia de aire en el interior de la vesícula, así
como aerobilia (flechas), consecuencia de la fístula colecistoduodenal formada.
680
45. Cálculos biliares y sus complicaciones
quirúrgica para extraer el cálculo y revisión del in- TC se puede visualizar la calcificación intraparietal
testino para descartar la presencia de más cálculos. característica.
Posteriormente, en un segundo tiempo, se realiza
una colecistectomía programada con reparación de Bibliografía
la fístula.
1. Tazuma S. Gallstone disease: Epidemiology,
Síndrome de Mirizzi (figura 11) pathogenesis, and classification of biliary sto-
nes (common bile duct and intrahepatic). Best
Existen dos tipos de síndrome de Mirizzi. En el tipo I, Pract Res Clin Gastroenterol 2006;20:1075-83.
un cálculo situado en el cuello de la vesícula o en el 2. Browning J, Sreenarasimhaiah J. Colelitiasis.
cístico comprime extrínsecamente al colédoco pro- En: Feldman M, Friedman L, Brandt L, eds. Slei-
duciendo obstrucción. En el tipo II, un cálculo se ha senger & Fordtran. Enfermedades digestivas y
introducido en el colédoco a través de una fístula hepaticas. Fisiopatología, diagnostico y trata-
colecistocoledocócica produciendo obstrucción. Clí- miento, 8.ª Ed. Elsevier España S.A., Madrid,
nicamente se manifiesta por episodios repetidos de 2008:1387-1418.
dolor abdominal, fiebre e ictericia. 3. Naranjo Rodríguez A, Rodríguez Ramos C.
Litiasis biliar, colangitis aguda y colecistitis
Vesícula en porcelana aguda. En: Ponce J, Castells A, Gomollon F,
editores. Tratamiento de las enfermedades
Es una calcificación intraparietal de la pared vesicu- gastroenterológicas, 3.ª Ed. Elsevier España
lar, generalmente asociada a cálculos. No produce S.A.,2011:415-426.
síntomas por sí misma, pero incrementa el riesgo 4. Portincasa P, Moschetta A, Petruzzelli M, Palas-
de carcinoma de la vesícula hasta un 20%, sobre ciano G, Di Ciaula A, Pezzolla A. Gallstone di-
todo si la calcificación es focal. Por ello, es reco- sease: Symptoms and diagnosis of gallbladder
mendable la realización de una colecistectomía stones. Best Pract Res Clin Gastroenterol 2006;
profiláctica. En las radiografías de abdomen o en la 20:1017-29.
Figura 11. Síndrome de Mirizzi. Colangiografía con la presencia de dos defectos de repleción (flechas) en el conducto cístico
que hacen impronta en el colédoco. Colangiografía con un defecto de repleción asimétrico y fijo en el colédoco (flechas) que se
correspondió con la existencia de un gran cálculo impactado en el conducto cístico.
681
Sección 5. Páncreas y vías biliares
682
46 Disfunción del esfínter de Oddi
Virginia Pertejo, Julio Ponce*
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitario La Fe. Valencia
*Unidad de Patología Digestiva. Hospital Quirón. Valencia
Introducción
Objetivos de este capítulo
El término de disfunción del esfínter de Oddi (EO)
❱❱ Definir el síndrome clínico de la disfunción
engloba a un grupo heterogéneo de pacientes con
del esfínter de Oddi.
un síndrome clínico caracterizado por dolor abdo-
minal, similar al cólico biliar o al dolor pancreáti- ❱❱ Exponer los métodos diagnósticos para
co, atribuido a alteraciones motoras del EO que confirmar la sospecha clínica de disfunción
causarían una obstrucción del flujo de la bilis y del del esfínter de Oddi.
jugo pancreático. Incluye dos entidades: la disci- ❱❱ Conocer las opciones actuales para su
nesia —anomalía estrictamente funcional— y la tratamiento.
estenosis papilar benigna —alteración estructural
de naturaleza inflamatoria que pueden afectar sólo REFERENCIAS CLAVE
al segmento biliar del EO (disfunción biliar), sólo al
1. Behar J, Corazziari E, Guelrud M, Hogan W,
pancreático (disfunción pancreática) o a ambos—.
Sherman S, Toouli J. Functional gallbladder
La disfunción del EO se manifiesta por, episodios de and sphincter of Oddi disorders. Gastroen-
dolor abdominal intenso, localizado en epigastrio terology 2006;130:1498-1509.
e hipocondrio derecho en la disfunción de tipo bi- 2. Petersen BT. An evidence-based review
liar o en la zona media del hemiabdomen superior of sphincter of Oddi dysfunction: part I,
irradiado a la espalda en la disfunción de tipo pan- presentations with “objetive” biliary fin-
creático que, de acuerdo con los criterios de Roma dings (types I and II). Gastrointest Endosc
III1, tienen una duración de al menos 30 minutos, 2004;59:525-34.
con intervalos libres de dolor, con un episodio o más 3. Petersen BT. Sphincter of Oddi dysfunction,
en los últimos doce meses y en ausencia de altera- part 2: Evidence-based review of the
ciones estructurales que puedan explicarlo. Puede presentations, with “objective” pancreatic
acompañarse de náuseas y vómitos y coexistir una findings (types I and II) and of presumptive
elevación sérica moderada y transitoria de bilirru- type III. Gastrointest Endosc 2004;59:670-
bina, transaminasas, fosfatasa alcalina o amilasa/ 87.
lipasa. La presencia de fiebre o escalofríos es excep-
cional. El dolor no alivia con fármacos específicos
para la enfermedad ácido-péptica o el síndrome de
intestino irritable, y la ingesta y los narcóticos pue-
den desencadenarlo.
tanto biliar como pancreática, según la presencia
La sospecha clínica se establece por el síndrome clí-
nico compatible, en ausencia de patología biliar or- o ausencia de datos objetivos asociados al dolor:
gánica que lo justifique, así como en pacientes con alteraciones analíticas o determinados hallazgos
pancreatitis recurrente de causa desconocida2. Las objetivables durante la colangiopancreatografía re-
características del dolor y las alteraciones analíticas, trógrada endoscópica (CPRE). Esta clasificación se
si ocurren, permiten diferenciar clínicamente entre ha simplificado en aras de una mejor aplicabilidad
disfunción de tipo biliar y de tipo pancreático. Clási- clínica, prescindiendo de valorar parámetros obje-
camente se ha distinguido tres tipos de disfunción, tivos mediante CPRE, acorde con la limitación que
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 683
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Biliar tipo I Clásica Dolor + elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada (>12 mm)**
+ retraso del drenaje (>45 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada (>8 mm)
en US
Biliar tipo II Clásica Dolor + 1 o 2 de: elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada
(>12 mm)** + retraso drenaje (>45 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación enzimas hepáticos* o VB dilatada (>8 mm)
en US
Biliar tipo III Dolor biliar sólo
Pancreático tipo I Clásica Dolor + elevación enzimas pancreáticos* + VP dilatada (> 6 mm
en cabeza o >5 mm en cuerpo)** + retraso drenaje
(>8 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación significativa enzimas pancreáticos + VP dilatada
Pancreático tipo II Clásica Dolor + 1 o 2 de: elevación enzimas pancreáticos* + VP dilatada
(>6 mm en cabeza o >5 mm en cuerpo)** + retraso drenaje
(>8 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación significativa enzimas pancreáticos o VP dilatada
Pancreático tipo III Dolor pancreático sólo
se recomienda en el consenso de Roma III sobre la La estrategia diagnóstica se debe iniciar con un
realización de CPRE1,3,4 (tabla 1). estudio analítico que incluya la determinación de
bilirrubina y enzimas hepáticos, así como de ami-
Es mucho más frecuente en mujeres de mediana
lasa/lipasa, tanto en situación basal como en las
edad y colecistectomizadas, aunque también pue-
crisis dolorosas. Igualmente debe realizarse una
de aparecer en hombres y en pacientes con árbol
ecografía transabdominal. Es imprescindible de-
biliar íntegro. Su prevalencia en pacientes con sos-
mostrar la ausencia de litiasis biliar y de lesiones
pecha clínica de disfunción del EO se estima en
orgánicas biliopancreáticas y de la papila de Vater.
un 55% para la vía biliar y un 66% para la vía pan-
Para ello se aconsejan exploraciones de imagen
creática y se calcula que el 0,5-1% de los pacientes
con una sensibilidad diagnóstica superior o igual
colecistectomizados sufrirán una disfunción biliar5.
a la CPRE, pero menos invasivas6, como la colan-
La figura 1 muestra un esquema de la anatomía del
giopancreatografía (CP) obtenida por resonancia
esfínter de Oddi.
magnética (CPRM) (figura 2) o la ultrasonografía
endoscópica (USE), y en su defecto la CP por to-
Diagnóstico mografía helicoidal o la tomografía axial computa-
Clínicamente es muy difícil diferenciar la disfun- rizada. En ciertos casos será necesario descartar la
ción del EO de otras enfermedades biliopancreá- existencia de una microlitiasis, mediante estudio
ticas, especialmente la litiasis, así como de otros microscópico de la bilis o por USE. En pacientes
trastornos digestivos funcionales. Las mayores con pancreatitis recurrente es obligado además
dificultades estriban en la disfunción tipo III cuya excluir otras causas de pancreatitis: pancreatitis
única manifestación es el dolor, sin otros datos crónica subclínica por abuso de alcohol, metabó-
objetivos que apoyen su origen biliar o pancreá- licas (hipertrigliceridemia, hiperparatiroidismo),
tico (por ejemplo, alteraciones del perfil hepático farmacológicas, anomalías anatómicas (páncreas
en las pruebas de laboratorio o dilatación de la divisum), neoplásicas u otras más infrecuentes (fi-
vía biliar). brosis quística, pancreatitis hereditaria).
684
46. Disfunción del esfínter de Oddi
Vía biliar
principal
Conducto
pancreático
principal
685
Sección 5. Páncreas y vías biliares
TABLA 2. Etiología más probable, prevalencia (%) de anomalía motora (presión basal del EO > 40 mm Hg) y utilidad de la
manometría en los distintos tipos de disfunción del EO.
(figura 3). Su eficacia en la disfunción biliar tipo I, trovertido si la doble esfinterotomía debería reali-
que en opinión mayoritaria corresponde a una es- zarse en todos los pacientes o sólo cuando tras la
tenosis orgánica, se estima en un 90-95%, aceptán- sección del segmento biliar persisten los síntomas.
dose que en este subgrupo la indicación de esfinte-
rotomía es clara. En tales casos, la manometría no El tipo III, biliar y pancreático, es el grupo que
parece útil o necesaria para la toma de decisiones ofrece más dificultades en su diagnóstico y en las
terapéuticas3. En el tipo II, los estudios realizados decisiones terapéuticas. En ellos es imposible di-
confirman que la esfinterotomía biliar es un trata- ferenciar clínicamente si la causa de los síntomas
miento eficaz en los pacientes con presión basal del es una disfunción del EO o es la expresión de otros
EO elevada (mayor de 40 mm Hg) y no es superior trastornos funcionales. Además, la manometría en
al placebo cuando la presión basal es normal14-16. este grupo tiene una menor sensibilidad diagnósti-
Por lo tanto, la presión basal elevada tiene, en este ca para predecir el éxito terapéutico de la esfinte-
grupo, un valor predictivo de buena respuesta a rotomía y la tasa de buena respuesta en pacientes
largo plazo a la esfinterotomía, con buenos resul- con presión basal elevada es mucho menor que en
tados en el 85% de casos. De ahí la importancia de los tipos I y II4.
realizar la manometría en este grupo de pacientes
(tabla 2). Bibliografía
En la disfunción pancreática la evidencia científica 1. Behar J, Corazziari E, Guelrud M, Hogan W,
es menor. Los datos disponibles sugieren que la es- Sherman S, Toouli J. Functional gallbladder and
finterotomía pancreática o biliar puede beneficiar a sphincter of Oddi disorders. Gastroenterology
pacientes con pancreatitis recurrente y disfunción 2006;130:1498-509.
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686
46. Disfunción del esfínter de Oddi
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687
47 Tumores de la vesícula
y vías biliares
Maria Pellisé, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic de Barcelona
P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 689
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Figura 1. La colelitiasis constituye un factor de riesgo para la Figura 2. TC abdominal en el que se observa una neoforma-
aparición del adenocarcinoma de la vesícula biliar. ción de la vesícula biliar (VB) que infiltra el hígado adyacente
(flechas).
cirugía2. El crecimiento del tumor puede producir estadificación de las lesiones avanzadas3 (figu-
ictericia por obstrucción del conducto hepático ra 2). La colangiografía endoscópica retrógrada
común. Desafortunadamente, la analítica suele ser (CPRE) y percutánea (CTPH) quedan reservadas
normal en las fases iniciales. Los marcadores tu- para los casos en los que es necesario colocar una
morales CEA y CA 19-9 suelen estar elevados pero prótesis biliar.
no son útiles para el diagnóstico ya que carecen de
sensibilidad y especificidad. La clasificación de los tumores malignos de la vesí-
cula biliar se puede hacer siguiendo la clasificación
Diagnóstico de Nevin descrita en 1976 o la clasificación TNM,
que es la más empleada. Está última ha sido mo-
Los hallazgos de las exploraciones radiológicas
dificada recientemente de forma que la nueva cla-
difícilmente permiten diferenciar las patologías
benigna y maligna de la vesícula biliar, salvo en es- sificación del 2010 incluye los siguientes cambios:
tadíos avanzados. Por este motivo, el diagnóstico 1) se han incluido los tumores del conducto cís-
acostumbra a establecerse en el momento de estu- tico; 2) se diferencian las adenopatías regionales
diar la pieza de resección quirúrgica. Sin embargo, hiliares (N1) y a distancia (N2); 3) se han reagru-
se ha visto que al revisar de forma retrospectiva pado los estadíos de forma que la resecabilidad y
la ecografía, que es el método de elección para el el pronóstico quedan mejor correlacionados y, 4)
estudio de las litiasis vesiculares, a menudo se pue- los tumores T4 (localmente irresecables) pasan del
de identificar algún signo altamente sugestivo de
estadio III al IVA.
neoplasia como son: engrosamiento de la pared o
calcificación, masa que protuye a la luz, pérdida de
Tratamiento
interfase entre la vesícula y el hígado o infiltración
hepática. La ultrasonografía endoscópica (USE) El tratamiento del carcinoma de la vesícula biliar
presenta una alta sensibilidad para la detección de depende de la forma de presentación y del estu-
estos tumores y además permite realizar el estu- dio de extensión. Tres situaciones distintas deben
dio de extensión locoregional y puede ser capaz de ser tenidas en cuenta: hallazgo incidental en pieza
predecir la histología y obtener material citológico. de resección de una colecistectomía, tumor rese-
La resonancia magnética (RM) y la colangiografía cable, o tumor irresecable avanzado. La cirugía es
por resonancia magnética (CRM) permiten dife- el único tratamiento potencialmente curativo por
renciar los tumores benignos y malignos siendo lo que debe ser la primera opción a considerar4,5.
la RM especialmente útil para establecer el grado Cuando se sospecha su existencia en un paciente
de invasión a nivel del ligamento hepatoduodenal, que va a ser sometido a una colecistectomía por
del marco portal y para el estudio ganglionar. La patología litiásica, debe evitarse el abordaje lapa-
tomografía computarizada (TC) permite llegar al rocópico ya que se han descrito implantes en los
diagnóstico y es especialmente necesaria para la orificios de los trócares y diseminación peritoneal.
690
47. Tumores de la vesícula y vías biliares
Figura 3. La colangitis esclerosante primaria, frecuentemente asociada con la colitis ulcerosa, constituye un factor de riesgo para
el desarrollo del colangiocarcinoma. En la figura se observa la imagen endoscópica de un brote grave de colitis ulcerosa y una
colangiorresonancia magnética de una paciente de 37 años con una colangitis esclerosante primaria. En ésta existe una estenosis
corta localizada a nivel del conducto hepático común (flecha) con discreta dilatación del árbol biliar intrahepático izquierdo
(VBII). El árbol biliar intrahepático derecho (VBID), así como la vía biliar principal (VBP) y la vesícula biliar (VB), son normales.
691
Sección 5. Páncreas y vías biliares
692
47. Tumores de la vesícula y vías biliares
Figura 6. Prótesis biliar expandible para el tratamiento paliativo de la ictericia obstructiva por colangiocarcinoma. En la colangio-
grafía se observa una estenosis neoplásica localizada en el colédoco medio (flechas) con una importante dilatación del conducto
hepático común y la vis biliar intrahepática. Tras la realización de una esfinterotomía biliar, así como citología de la estenosis, se
colocó una prótesis expandible como se aprecia en la imagen radiológica y endoscópica.
nica no invasiva de elección para el estudio de la vía de la ictericia obstructiva mediante la colocación
biliar, ya que proporciona información simultánea de prótesis biliares (figura 7). Actualmente se están
tanto de la anatomía biliar como de la extensión desarrollando distintos sistemas de colangioscopia
locorregional8,9 (figura 5). La USE puede ser de gran peroral que permiten observar directamente la
utilidad, en especial en los tumores del tercio distal vía biliar y mejorar el rendimiento diagnóstico así
ya que no solo permite establecer un diagnóstico como plantear la posibilidad de tratamientos loca-
de sospecha sino que permite realizar el estudio de les11. También existe una minisonda con un micros-
extensión locorregional y la obtención de material copio confocal miniaturizado que permite obtener
citológico mediante punción con aguja fina10. La imágenes microscópicas (1.000 aumentos) de la
colangiografía retrógrada endoscópica y la percu- mucosa biliar in vivo. Estos sistemas podrían ser de
tánea, que años atrás eran las técnicas de elección especial utilidad para el estudio de las estenosis in-
para el diagnóstico de estos tumores, quedan ac- determinadas dónde la confirmación histológica es
tualmente reservadas para el tratamiento paliativo primordial para la toma de decisiones.
Figura 7. Los tumores perihiliares se han subdividido clásicamente en 4 tipos en función de su extensión siguiendo la clasificación
de Bismuth-Corlette. Las zonas en amarillo indican la extensión del tumor (modificado de Groen PC, Gores GJ, LaRusso NF, et al.
N Engl J Med 1999;341:1368).
693
Sección 5. Páncreas y vías biliares
Figura 8. Imagen endoscópica y radiológica (CPRE) de un ampuloma. En la imagen de la derecha se observa la dilatación unifor-
me de la vía biliar extrahepática y del Wirsung.
La clasificación de los colangiocarcinomas es con- pos aconsejan realizar una laparotomía explorado-
trovertida y compleja. Los tumores perihiliares, se ra previa a la indicación de la cirugía con el fin de
han subdividido clásicamente en 4 tipos en función descartar diseminación intraabdominal. La colo-
de su extensión y tipo de resección quirúrgica si- cación de una prótesis biliar previo a la cirugía es
guiendo la clasificación de Bismuth-Corlette (figura controvertido. Mientras algunos grupos consideran
8). El grupo de trabajo del Memorial Sloan-Kette- que mejora la ictericia, permite obtener biopsias y
ring Cancer Center ha propuesto una clasificación facilita el acceso a la vía biliar después de la cirugía,
que se correlaciona mejor con el pronóstico, pero otros postulan que favorece la aparición de compli-
que es muy compleja y no tiene en cuenta los con- caciones (colangitis).
ceptos actuales de resecabilidad. Recientemente, El tipo de resección depende de la localización del
un grupo internacional de trabajo ha diseñado un tumor8. En los colangiocarcinomas distales se efec-
nuevo sistema que todavía ha de ser validado12. En túa una duodenopancreatectomía cefálica. Ésta
el 2010, el American Joint Committee on Cancer debería realizarse en un centro de referencia para
(AJCC) revisó el sistema TNM para el colangiocar- minimizar la morbilidad peroperatoria (30%). En las
cinoma procurando que éste se ajustase más a los lesiones hiliares, la resección debe individualizarse
criterios de resecabilidad y pronóstico. Para ello, ha en función de la extensión del tumor. Habitualmen-
separado en dos clasificaciones diferentes los co- te debe efectuarse una resección hepática que in-
langiocarcinomas perihiliares y los de la vía biliar cluya los segmentos IV y V, ampliándola en función
distal. de la extensión del tumor con el fin de obtener un
margen de resección libre de enfermedad. Éste es,
Tratamiento en definitiva, el principal factor pronóstico. El tras-
plante hepático no es una opción terapéutica debi-
La resecabilidad viene determinada por la ausencia
do a la elevada tasa de recidivas.
de metástasis incluyendo ganglios retropancreá-
ticos y paracelíacos, ausencia de invasión de los En caso de irresecabilidad, es aconsejable drenar
grandes vasos y posibilidad de realizar una resec- la vía biliar por vía endoscópica o percutánea. La
ción quirúrgica con márgenes libres. Algunos gru- vía endoscópica es seguramente más fácil y segura,
694
47. Tumores de la vesícula y vías biliares
sin embargo en el caso de los tumores proximales ma-carcinoma idéntica a la del cáncer colorrectal.
a menudo es más eficaz el abordaje percutáneo. Tan sólo un 5% de los ampulomas son adenomas
La complicación a corto plazo más frecuente es la puros. El resto son carcinomas o presentan focos
colangitis que se puede evitar administrando anti- de degeneración. Las enfermedades de riesgo
bióticos profilácticos. A largo plazo la complicación para la aparición de estos tumores son la poliposis
más frecuente es la obstrucción de la prótesis ya adenomatosa familiar (60% de ellos presentan un
sea por progresión tumoral o por detritus biliares ampuloma) y el síndrome de Peutz-Jeghers.
o alimenticios6.
La clínica de presentación habitual es la ictericia
Un único estudio prospectivo demuestra que la (80%), la pérdida de peso (75%) y el dolor abdo-
radioterapia no mejora la supervivencia de estos minal (50%)8. Un tercio de los pacientes presentan
pacientes. Asimismo, la quimioterapia no es una pérdidas ocultas de sangre en heces. De forma
opción empleada habitualmente ya que no existen ocasional, el tumor se presenta en forma de pan-
datos que demuestren inequívocamente su efica- creatitis aguda debida a obstrucción del conducto
cia. Por último, se ha sugerido que este tumor sería de Wirsung o a disfunción del esfínter de Oddi.
sensible a la radioquimioterapia, aunque hasta la
fecha no existe ningún estudio prospectivo que lo Diagnóstico y estadificación
confirme.
Inicialmente, las pruebas de laboratorio suelen
Pronóstico y prevención mostrar un incremento de la concentración sérica
de fosfatasa alcalina seguida de hiperbilirrubine-
El pronóstico de los tumores biliares es malo. Los
mia, a medida que el tumor obstruye la vía biliar.
tumores hiliares suelen diagnosticarse en fases
No existen marcadores tumorales específicos para
avanzadas cuando ya existe infiltración hepática,
los tumores ampulares. El diagnóstico precoz de
vascular o metástasis, lo que contraindica la cirugía.
este tumor requiere un elevado grado de sospe-
La supervivencia media es de 12-24 meses. Los tu-
mores distales tienen un mejor pronóstico con una cha clínica. La primera prueba diagnóstica ante
supervivencia de 15-25% a los 5 años. un paciente con ictericia obstructiva suele ser la
ecografía abdominal, que, en este caso, pondrá
No se ha demostrado la efectividad del cribado de manifiesto una dilatación uniforme de todo
de este tumor. Sin embargo, en los pacientes con el árbol biliar. La CPRE permite obtener biopsias
colangitis esclerosante se aconseja realizar una vi- o efectuar un cepillado (figura 9). En ocasiones,
gilancia mediante técnicas de imagen (colangiorre- sin embargo, se detectan focos aislados de dis-
sonancia) y determinación de los niveles séricos de plasia de distinto grado, lo que puede conducir a
CA 19-9, aunque ninguna de estas dos técnicas es un diagnóstico falso-negativo. En los tumores que
suficientemente específica. se originan en la zona intraampular es necesario
realizar una esfinterotomía para poder acceder al
Tumores de la papila de Vater tumor. La TC helicoidal con doble contraste es la
La papila de Vater es un área anatómica comple- técnica más informativa y más coste-efectiva para
ja que representa la unión entre el duodeno y el diagnóstico de estos tumores. Esta técnica es
el sistema ductal pancreático y biliar. Aunque su capaz de detectar masas superiores a 1 cm, es-
área es menor a 1 cm, esta zona tiene la mayor tudiar su relación con los órganos de vecindad y
incidencia de tumoraciones del intestino delgado. descartar metástasis hepáticas. La CRM aunque
Los tumores pueden ser benignos (adenomas, li- es una técnica precisa para el estudio de la vía
pomas, tumores estromales o neuroendocrinos) o biliar y permite también realizar el estudio de
malignos. El presente capítulo se centrará en los extensión, es poco sensible para la detección de
más frecuentes que son los adenomas y adeno- tumores pequeños intraduodenales. La ultrasono-
carcinomas. grafía endoscópica ha demostrado ser la técnica
más precisa para la detección de estos tumores
Epidemiología y clínica (incluso para lesiones menores de 1 cm) y para el
El adenocarcinoma es el tumor más frecuente en estudio de extensión locorregional, ya que esta-
la papila de Vater. Su incidencia es de 2,9 casos blece el grado de afectación de las capas de la pa-
por millón de habitantes. Se origina en las células red e informa sobre la presencia de adenopatías o
de la capa mucosa y sigue una progresión adeno- afectación de estructuras vecinas10,13-15.
695
Sección 5. Páncreas y vías biliares
a b
Figura 9. La duodenopancreatectomía cefálica (intervención de Whipple) es el tratamiento de elección de los tumores ampulares
y del colangiocarcinoma distal. a) Campo operatorio; b) Incisión sobre el páncreas.
696
47. Tumores de la vesícula y vías biliares
697
SECCIÓN 6
HÍGADO
48 Datos de laboratorio:
pruebas hepáticas alteradas
Luis Cortés, Miguel A. Montoro*
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca
*Departamento de Medicina y Psiquiatría
H Í G A D O 701
Sección 6. Hígado
TABLA 1. Circunstancias en las que suelen detectarse Las PFH engloban a una serie de determinaciones
pruebas hepáticas alteradas. analíticas, frecuentemente utilizadas en la práctica
clínica, tales como las aminotransferasas, enzimas
de colostasis (fosfatasa alcalina y gammaglutamil-
❱❱ Descubrimiento accidental en el curso de un análisis transpeptidasa), bilirrubina, tiempo de protrom-
rutinario, una donación de sangre o un estudio pre-
operatorio. bina y albúmina, representando estos dos últimos
parámetros una aproximación a la función sintética
❱❱ Enfermos en los que se ha solicitado una analítica
por presentar síntomas banales o inespecíficos. del hígado. A continuación vamos a describir breve-
mente sus características más importantes:
❱❱ Enfermos con hepatitis aguda asociada a la presencia
de marcadores virales. ❱❱ Aminotransferasas séricas o transaminasas: las en-
❱❱ Elevación de transaminasas asociada al consumo de zimas más frecuentemente determinadas son
fármacos, productos de herboristería o contacto con la alanino aminotrasferasa (ALT o transaminasa
tóxicos industriales.
glutámico pirúvica sérica –SGPT–) y la aspartato
❱❱ Enfermos remitidos por presentar ictericia y/o colan- aminotransferasa (AST o transaminasa glutá-
gitis aguda.
mico oxalacética sérica –SGOT–). Mientras que
❱❱ Alteraciones descubiertas en el contexto de otras la ALT se encuentra predominantemente en el
situaciones clínicas:
parénquima hepático, la AST se encuentra en
• Alcoholismo. diferentes localizaciones además del hígado ta-
• Enfermedades metabólicas: obesidad, diabe- les como el miocardio, el músculo esquelético,
tes, enfermedad tiroidea o suprarrenal.
páncreas y pulmones, siendo por lo tanto me-
• Coexistencia con enfermedad autoinmune.
• Coexistencia con enfermedad sistémica o nos específico que la ALT para enfermedades
hematológica. hepáticas. La elevación de los niveles séricos de
• Enfermedad celíaca. transaminasas suele indicar una lesión o necro-
• Enfermedades infecciosas. sis de los hepatocitos; no obstante la magnitud
• Problemas cardiocirculatorios. de dicha elevación no se correlaciona con la gra-
• Miopatías. vedad o extensión de la misma y generalmente
• Embarazo. no tiene un valor pronóstico.
Adaptado de Sánchez Tapias, JM. El enfermo con El cociente sérico AST/ALT suele tener un valor
hipertransaminasemia. Actitud a seguir. En: Miguel de 0,8. En algunas ocasiones la variación del
A. Montoro et al, ed. Principios Básicos de Gas- mismo puede sugerirnos un determinado ori-
troenterología. Jarpyo. Madrid. 2002: 511-526. gen, de tal manera que la presencia de una re-
lación AST/ALT de al menos 2:1 es sugestiva de
hepatopatía alcohólica, y una relación AST/ALT >
1 puede sugerir la presencia de cirrosis hepática
establecida en pacientes con hepatopatía cróni-
a errores conceptuales debido a que las PFH no re- ca viral.
flejan con precisión la función del hígado, pueden
❱❱ Enzimas de colostasis (fosfatasa alcalina –FA– y
estar alteradas por enfermedades extrahepáticas o
gammaglutamiltranspeptidasa –GGT–). Mien-
pueden ser normales en pacientes con hepatopa-
tía avanzada. A pesar de sus limitaciones son am- tras que la GGT es una enzima presente en los
pliamente utilizadas en la práctica clínica ya que: hepatocitos y epitelio biliar, la FA se localiza en
1) Proporcionan un método no invasivo para la el hígado, hueso, intestino y placenta, de ma-
detección de enfermedades hepáticas, 2) Pueden nera que su elevación puede ser producto de
ser utilizadas para valorar la eficacia de tratamien- la alteración en dichos territorios o por un gran
tos (por ejemplo los inmunosupresores en la he- estímulo de los mismos, como ocurre en las mu-
patitis autoinmune) o monitorizar la evolución de jeres embarazadas en las que pueden doblarse
las enfermedades del hígado, 3) Pueden ayudar a sus valores o en los adolescentes en crecimien-
establecer valores pronósticos de hepatopatías cró- to que pueden triplicar los valores normales
nicas como es el caso de la clasificación de Child- séricos. Tal como se menciona más adelante, la
Pugh, la determinación del MELD o los índices de utilidad de la determinación de ambas enzimas
fibrosis hepática. proviene del hecho bien documentado de que
702
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
703
Sección 6. Hígado
edades más avanzadas. La cirrosis biliar prima- obesidad y la diabetes, por ejemplo, son encon-
ria es mucho más frecuente en la mujer. Otras tradas con frecuencia en el enfermo con estea-
enfermedades causantes de colestasis crónica, tohepatitis no alcohólica (EHNA). La disfunción
como la colangitis esclerosante primaria, inci- tiroidea o la insuficiencia suprarrenal pueden, a
den con mayor frecuencia en el sexo masculino. su vez, explicar una elevación de transaminasas
en el suero. La anamnesis debe consignar igual-
❱❱ Hábitos tóxicos y/o conductas de riesgo. El consu-
mente el padecimiento de cualquier enferme-
mo crónico de alcohol se halla implicado en una
dad de naturaleza infecciosa o hematológica,
proporción importante de pacientes en los que
miopatías o conectivopatías, así como la exis-
se detectan anomalías biológicas que reflejan
tencia de insuficiencia cardiaca. El conocimiento
daño necroinflamatorio hepático. Un consumo
de cualquiera de estas entidades debería centrar
diario de 60-80 g de alcohol en el varón y de 20-
la atención del clínico sobre una posible relación
40 g en la mujer durante un período de 10-12
patogénica entre la enfermedad sistémica y las
años puede ser suficiente para producir un daño
alteraciones biológicas detectadas (figs. 1 y 2).
hepático irreversible. Igualmente importante es
Deben incluirse en este apartado las enfermeda-
interrogar al paciente acerca del consumo ilícito
des autoinmunes, dada la frecuente asociación
de drogas por vía endovenosa o intranasal, así
entre este tipo de entidades.
como del antecedente de promiscuidad sexual,
a menudo implicados en la transmisión de virus ❱❱ Fármacos. El listado de fármacos capaces de
hepatotropos. provocar alteraciones en las pruebas de “fun-
ción hepática” es muy amplio y casi la práctica
❱❱ Profesión u ocupación. Es importante consignar
totalidad de los mismos puede alterar la bio-
cualquier detalle que pueda proporcionar pis-
logía hepática, bien sea por un mecanismo de
tas en relación con posible toxicidad derivada
toxicidad directa (dosis dependiente) o por un
del contacto con metales pesados, tetracloruro
mecanismo de hipersensibilidad o idiosincrasia
de carbono o disolventes orgánicos, a menudo
metabólica (dosis independiente). Es muy im-
implicados en la etiopatogenia de las hepatitis
portante, por tanto, reflejar en el expediente
tóxicas.
clínico del enfermo cualquier medicamento de
❱❱ Antecedentes médico-quirúrgicos. El anteceden- uso frecuente o continuado, especificando el
te de transfusión de sangre o hemoderivados, momento en que se inició la toma del fármaco,
hemodiálisis, así como los antecedentes de pro- la dosis, principio activo y vía de administración.
cedimientos quirúrgicos o endoscópicos, acu- En este apartado deben incluirse los productos
puntura, piercing o tatuajes a menudo se hallan de herboristería, cuya “inocuidad” debe ser
implicados en la inoculación de virus causantes cuestionada dada la creciente incidencia de ca-
de hepatitis crónica. Particular interés tiene el sos de hepatotoxicidad, a menudo grave, comu-
conocimiento de enfermedades metabólicas. La nicados en la literatura médica3.
El conocimiento de cualquier enfermedad sistémica debería centrar la atención del clínico sobre una posible relación patogénica
entre la enfermedad padecida y las alteraciones en el perfil hepático.
Figura 1. Sarcoidosis: granulomas epitelioides intralobulillares Figura 2. Leishmaniasis con afectación del hígado (cortesía
(cortesía de la Dra. Morandeira). del Dr. Vera).
704
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
705
Sección 6. Hígado
706
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
707
Sección 6. Hígado
708
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
Enfermedad de Wilson
La enfermedad de Wilson debe ser considera-
da dentro del espectro de entidades capaces de Elevación moderada y persistente
provocar una hepatitis aguda. La probabilidad au- de transaminasas
menta cuando se trata de enfermos de menos de
40 años de edad y existe una anemia hemolítica En el ámbito de la atención primaria, se plantea
asociada. Algunos casos evolucionan hacia la insu- con frecuencia la necesidad de evaluar a un pa-
ficiencia hepática aguda grave (IHAG). ciente que presenta una elevación moderada y
sostenida de transaminasas (< 250 ui/L; > 6 me-
Colangitis aguda ses). Se han postulado distintas estrategias para
estudiar este tipo de situaciones. MM Kaplan y
La impactación brusca de un cálculo en el colédoco
Daniel S. Pratt2,6, propone una pauta de actuación
distal genera un incremento de la presión endo-
que resultaría coste-efectiva en una proporción
luminal en las vías biliares que, además de com-
mayoritaria de casos, teniendo en consideración
prometer el flujo biliar, elevando la concentración
la prevalencia de las enfermedades que pueden
plasmática de los enzimas de colestasis (F. alcalina
estar implicadas en su patogenia (fig. 11). Los pa-
y GGT), incrementa la permeabilidad de la mem-
brana de los hepatocitos permitiendo el escape de sos propuestos se desglosan en cuatro niveles o
enzimas intrahepatocitarios (AST/ALT). No es infre- etapas de actuación.
709
Sección 6. Hígado
Algoritmo de actuación ante hipertransaminasemia crónica (< 250 ui/L > 6 meses)
Revisar consumo de
fármacos, tóxicos o Evaluar posible Solicitar marcadores Cribado general de
drogas, incluyendo hígado graso de VHB y VHC hematocromatosis
enolismo
Anamnesis
Exploración física HBsAg, Ac HBc, Metabolismo
Hallazgos en los análisis ECO abdominal
Ac VHC del hierro
(AST/ALT, GGT,VCM)
Ceruloplasmina
Inmunoglobulinas Excrección urinaria de cobre
Niveles ± fenotipo de
Autoanticuerpos (ANA, Anillo de Kayser-Fleischer
alfa-1-antitripsina
ASMA, Anti-LKM…) ¿Determinación de cobre en el
tejido hepático?
Figura 11. Pasos a seguir en la evaluación de un paciente con elevación moderada de transaminasas (< 250 ui/l) de curso prolon-
gado (> 6 meses).
710
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
711
Sección 6. Hígado
❱❱ Finalmente, un paciente con HBsAg (+) pero considerablemente en las últimas décadas, pero
que no muestra ningún marcador de replicación debe seguir siendo sospechada en poblaciones
viral (HBeAg y DNA-VHB negativos) sólo puede de riesgo (por ej., adíctos a drogas por vía iv)
considerarse un portador asintomático (el ge- (fig. 13).
noma del VHB se ha integrado en el genoma de
La hepatitis C representa un problema de primera
los hepatocitos, explicando la codificación y sín-
magnitud a escala mundial8. Se estima que alrede-
tesis del HBsAg). La elevación de transaminasas
dor de un 3% de la población está infectada cróni-
en un paciente de estas características no pue-
camente por el VHC. De ahí, que esta etiología deba
de atribuirse a la replicación del VHB, debiendo
ser firmemente considerada en cualquier paciente
investigarse otra etiología (fig. 12).
con una elevación sostenida o fluctuante de tran-
❱❱ El virus de la hepatitis D (VHD) precisa del saminasas. Aunque la probabilidad de infección
VHB para su replicación. Por este motivo, en aumenta en pacientes con antecedentes de hemo-
un paciente HBsAg positivo con elevación de transfusión, diálisis o drogadicción, no debe subes-
transaminasas, aun sin evidencia de actividad timarse el riesgo de contagio a través de punciones
replicativa (DNA-VHB negativo), deberían solici- percutáneas inaparentes o insospechadas. La trans-
tarse anticuerpos anti-D, dado que una sobrein- misión nosocomial a través del contacto con mate-
fección insospechada por el VHD podría ser la rial médico-quirúrgico no desechable es un hecho
causa de las anomalías biológicas detectadas. claramente reconocido en el momento actual. El
La prevalencia de esta infección ha disminuido diagnóstico precoz de esta enfermedad es impor-
712
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
tante dado que en la actualidad se dispone de tra- situaciones obliga a considerar la realización de una
tamientos eficaces que logran erradicar la infección biopsia cuyo resultado podría modificar el plantea-
en muchos pacientes. En los no respondedores es miento terapéutico de estos pacientes. Por esta ra-
igualmente importante establecer un programa de zón, los autores con mayor experiencia únicamente
vigilancia que permita identificar las complicacio- aconsejan biopsiar a los pacientes con mayor proba-
nes a largo plazo de la enfermedad, incluyendo la bilidad de presentar formas avanzadas de enferme-
cirrosis hepática con hipertensión portal, la insufi- dad9. Éstos incluyen a los enfermos con estigmas de
ciencia hepática y el hepatocarcinoma. hepatopatía crónica, esplenomegalia o citopenia (el
diagnóstico de cirrosis es más probable en este gru-
Ante la sospecha de infección crónica por VHC, el po) o aquellos con un mayor potencial de desarrollar
primer paso debería ser solicitar anticuerpos anti- este tipo de lesión, entre ellos los pacientes de más
VHC. La sensibilidad del procedimiento oscila entre de 45 años de edad con diabetes, obesidad impor-
el 92 y el 97%, y su positividad permite confirmar el tante o que han sufrido un bypass intestinal para el
diagnóstico en los pacientes con factores de riesgo. tratamiento del sobrepeso (fig. 14).
En los pacientes sin factores de riesgo conocido,
debería asegurarse la relación entre la elevación
de la actividad aminotransferasa y la infección por
el VHC, demostrando la presencia del genoma del
virus en la sangre (RNA-VHC) por PCR. En ambos
casos (con o sin factores de riesgo) la actividad ne-
croinflamatoria del hígado podría depender de otro
factor etiológico (por ej., alcoholismo, enfermedad
metabólica o autoinmune), de ahí la importancia
en excluir estas etiologías antes de imputar la res-
ponsabilidad del trastorno al virus C. Finalmente,
la negatividad de los anticuerpos anti-VHC no ex-
cluye al 100% la presencia de una infección activa Figura 14. Esteatohepatitis no alcohólica (cortesía del Dr.
por VHC. Por tanto, en los pacientes con factores Vera).
de riesgo reconocidos y anti-VHC negativo debería
asegurarse la ausencia de infección mediante la de-
Hemocromatosis hereditaria
terminación del RNA-VHC por PCR.
La hemocromatosis hereditaria (HH) engloba varios
Esteatosis y esteatohepatitis
trastornos hereditarios del metabolismo que pro-
no alcohólica (EHNA)
vocan una absorción inapropiadamente alta de hie-
La esteatosis y (la EHNA) se han convertido en la rro, conduciendo a un anormal depósito de hierro
tercera causa de elevación crónica y moderada de en los tejidos y al desarrollo progresivo de compli-
transaminasas en el mundo occidental. Ambas enti- caciones que incluyen el desarrollo de artropatía,
dades pueden elevar la actividad aminotransferasa, diabetes, hipogonadismo, hiperpigmentación cutá-
generalmente en un rango inferior a cuatro veces el nea, miocardiopatía y cirrosis hepática (presentan-
límite superior de la normalidad e inciden con ma- do un mayor riesgo de desarrollo de hepatocarcino-
yor frecuencia en poblaciones que exhiben algunos ma). Estas manifestaciones suelen debutar a partir
factores de riesgo, entre ellos el sexo femenino, la
de los 40 años en el varón y algún tiempo después
diabetes mellitus y la obesidad. El diagnóstico vie-
en la mujer (la absorción inapropiada de hierro es
ne apoyado por el resultado de algunas pruebas
parcialmente compensada por las pérdidas mens-
de imagen, incluyendo la ultrasonografía, la tomo-
truales, los embarazos y la lactancia en la mujer).
grafía computarizada del abdomen y la resonancia
magnética. Aunque la sensibilidad de la ecografía La forma más frecuente de HH es la hemocroma-
es menor, su coste es inferior y no comporta radia- tosis asociada a mutaciones del gen HFE (HH-HFE)
ción por lo que resulta preferible en primera instan- que presentan una herencia autonómica recesiva,
cia. Ninguna de las pruebas mencionadas permite siendo el trastorno genético más frecuentemente
distinguir entre esteatosis y esteatohepatitis (en observado entre la población caucasiana. No obs-
la última existe un componente inflamatorio aso- tante dichas mutaciones tienen una penetrancia
ciado al depósito de grasa). Discernir entre ambas inferior al 33%, por lo que es necesario documen-
713
Sección 6. Hígado
714
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
715
Sección 6. Hígado
zándose poco tiempo después de haber iniciado do una reacción necroinflamatoria y fibrótica del
el tratamiento adecuado. Otros datos de labora- parénquima hepático. La HAI es una entidad rara,
torio como la existencia de una hiponatremia o pero no excepcional, con una prevalencia estimada
hiperpotasemia no explicadas, así como la de- de 11-17 casos/ por cada 100.000 habitantes y una
terminación del cortisol plasmático basal y la es- incidencia de 1,9 casos por 100.000 habitantes/año
timulación rápida con ACTH pueden confirmar en los países del norte de Europa. Esta patología
la sospecha diagnóstica. debe ser considerada en cualquier paciente que
❱❱ En pacientes con anorexia nerviosa se ha descri- muestra pruebas hepáticas alteradas de origen no
to un aumento de aminotransferasas hasta en aclarado dado el amplio espectro clínico de esta en-
un 12% de los casos, habitualmente relacionado tidad, abarcando desde formas asintomáticas hasta
con aquellas situaciones con un bajo índice de cuadros de insuficiencia hepática aguda. Es impor-
masa corporal. tante sospechar esta condición clínica, dado que su
mortalidad puede alcanzar hasta el 40% en los seis
Tercer nivel meses siguientes al diagnóstico cuando se trata de
Una vez excluidas las causas frecuentes de hepato- formas graves sin tratamiento. Entre los que sobre-
patía crónica y las causas de hipertransaminasemia viven, el 40% llegan a desarrollar una cirrosis he-
no hepática, el siguiente paso en la investigación es pática con hipertensión portal, lo que justifica que
considerar la posibilidad de una enfermedad au- la hepatitis autoinmune represente entre 2-4% de
toinmune y algunas causas de hepatitis crónica de las indicaciones de trasplante hepático en Europa.
base genética, la enfermedad de Wilson y el déficit
de alfa-1-antitripisina. Esta fase de la investigación El diagnóstico de HAI entraña serias dificultades.
debe llevarse a cabo en un medio especializado. De hecho, en algunos casos, el diagnóstico puede
establecerse con seguridad mientras que en otros,
Hepatitis autoinmune únicamente puede formularse un diagnóstico de
La hepatitis autoinmune (HAI) es una enfermedad probabilidad y recurrir a métodos de puntuación
inflamatoria crónica del hígado de causa desco- o scores. Basados en las recomendaciones del
nocida en la que se postula que la conjunción de Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune y
desencadenantes ambientales, la alteración de en las guías de práctica clínica de la AASLD12,13, el
mecanismos de inmunotolerancia y una predispo- diagnóstico de hepatitis crónica autoinmune puede
sición genética inducen una respuesta mediada por establecerse con seguridad cuando se reúnen las
linfocitos T contra antígenos hepáticos, producien- siguientes condiciones:
716
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
717
Sección 6. Hígado
718
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
relacionada con el metabolismo hepático de este gangrenosa del intestino. En tal caso suele haber
pigmento. Brevemente, las elevaciones de bilirru- una elevación de otras enzimas como la LDH y la
bina en el plasma pueden obedecer a una produc- amilasa, así como una leucocitosis llamativa. Afir-
ción excesiva o a un fallo en los mecanismos de mar que una elevación de FA tiene su origen en un
captación, transporte y conjugación del pigmento. problema hepático requiere la demostración, por
El primer paso ante una elevación de bilirrubina electroforesis, de que corresponde al isoenzima
plasmática es determinar si la hiperbilirrubinemia específico o demostrar la coexistencia de un incre-
es predominantemente conjugada o no conjugada. mento de otras enzimas de colostasis como la 5´nu-
Las hiperbilirrubinemias no conjugadas pueden cleotidasa o la gammaglutamiltranspeptidasa, que
explicarse por una sobreproducción de bilirrubi- se elevan de forma paralela cuando el origen del
na que desborda la capacidad de los mecanismos trastorno se localiza en el hígado; en caso contrario
de conjugación hepatocelular, como ocurre en las deberá investigarse la posibilidad de patología ósea
anemias hemolíticas o en los casos de eritropoyesis como causante de dicha elevación (enfermedad de
ineficaz (niveles generalmente inferiores a 5 mg/ Paget, hiperparatiroidismo, metástasis óseas, etc.).
dL) o por un problema en los mecanismos de cap- La tabla 5 muestra las causas más frecuentes de
tación y/o conjugación del pigmento en el retículo elevación de FA de origen hepatobiliar. Éstas inclu-
endoplásmico liso, como ocurre en la enfermedad yen la litiasis coledocal, la colangitis esclerosante
de Gilbert o en la enfermedad de Criggler-Najjar en primaria y los procesos infiltrativos del hígado, in-
sus dos variantes (I y II). cluyendo las metástasis y la presencia de granulo-
mas. El protocolo a seguir una vez confirmado el
Cuando lo hiperbilirrubinemia se desarrolla a ex- origen hepatobiliar comienza con la realización de
pensas de la fracción conjugada, únicamente cabe una ecografía hepatobiliar y una determinación de
pensar en un problema en el transporte intrahe- anticuerpos antimitocondriales (AMA) (especial-
patocitario desde el retículo endoplásmico hasta mente en la mujer). La positividad de los AMA obli-
el polo biliar del hepatocito (síndromes de Dubin- ga a considerar el diagnóstico de una cirrosis biliar
Johnson y Rotor) o en una dificultad en la excreción primaria y realizar una biopsia hepática. El examen
y drenaje de la bilis (colestasis). En el último caso
asistimos a una elevación simultánea de algunos
TABLA 5. Causas frecuentes de elevación de la fosfatasa
enzimas que ordinariamente se eliminan a través
de las vías biliares (fosfatasa alcalina y GGT). Una
alcalina de origen hepatobiliar.
descripción más detallada de estas condiciones
clínicas se describe en el capítulo 10 (ictericia/co- ❱❱ Lesiones ocupantes de espacio en el parénquima
lestasis). hepático.
• Tumores primarios o metastásicos.
Elevación aislada de fosfatasa alcalina • Lesiones quísticas.
y/o gammaglutamil transpeptidasa • Hiperplasia nodular regenerativa.
❱❱ Obstrucción total o parcial de la vía biliar principal
Fosfatasa alcalina (por ej., litiasis coledocal).
La elevación de fosfatasa alcalina (FA) en el suero ❱❱ Colangitis esclerosante primaria.
no siempre traduce un trastorno hepatocelular. ❱❱ Cirrosis biliar primaria.
De hecho, existen otras fuentes de producción de ❱❱ Presencia de granulomas en el hígado.
esta enzima (isoenzimas), incluyendo el hueso, el • Sarcoidosis.
intestino, la placenta y algunos tumores. Es habi- • Enfermedad de Hodgkin.
tual encontrar elevaciones de fosfatasa alcalina en • Tuberculosis.
el suero de la mujer embarazada durante el tercer • Brucelosis.
trimestre del embarazo reflejando el paso de la FA • Fiebre Q.
placentaria a la sangre. Los adolescentes en fase • Tularemia.
de crecimiento y las mujeres en edad menopáu- • Infección por Salmonella.
sica también presentan elevaciones plasmáticas • Sífilis.
de la fosfatasa alcalina de origen óseo. A su vez, • Histoplasmosis.
• Mononucleosis infecciosa.
la isquemia mesentérica aguda puede cursar con
• Infección por CMV.
elevaciones de la fosfatasa alcalina cuando la hi- • Candidiasis.
poxia intestinal ha evolucionado hacia la necrosis
719
Sección 6. Hígado
con ultrasonidos puede informar de la presencia de de estos contextos, una elevación aislada de GGT
una dilatación del árbol biliar. En tal caso deben in- no constituye un fiel reflejo de daño hepatobiliar.
dicarse otras pruebas de imagen (TC, colangio-RMN
o CPRE, según los casos) para discernir la naturale- Patrón predominante de colestasis
za y nivel de la obstrucción. Cuando el origen del
La colestasis es un término que traduce la existen-
problema es un cálculo coledocal, puede llevarse cia de un bloqueo o supresión del flujo biliar que
a cabo su extracción a través de una esfinteroto- impide de forma total o parcial la llegada de bilis
mía endoscópica. A menudo, la obstrucción del al duodeno. En estos casos el perfil hepático cons-
colédoco es suficiente para reflejar cambios enzi- tituye un reflejo de la dificultad existente para la
máticos en el plasma, pero no para provocar una excreción biliar de aquellos productos que en con-
dilatación visible por US. Por tanto, la ausencia de diciones normales son eliminados por la bilis: sales
dilatación de las vías biliares no excluye al 100% la biliares, bilirrubina conjugada, fosfatasa alcalina,
presencia de un obstáculo en las mismas y, a me- 5´nucleotidasa, GGT y colesterol. La elevación ais-
nudo, se requiere comprobar su permeabilidad lada de fosfatasa alcalina y de GGT sin hiperbilirru-
mediante colangio-RMN o colangiografía endoscó- binemia (colestasis anictérica o disociada) traduce
pica, antes de sugerir la realización de una biopsia la existencia de un bloqueo parcial en la excreción
hepática. En otras ocasiones, el examen con US biliar y limita el espectro de posibilidades etiológicas
indica la presencia de un proceso infiltrativo (por a procesos infiltrativos (metástasis hepáticas, enfer-
ej., metástasis hepáticas) que justifican la elevación medades granulomatosas), obstrucciones parciales
de FA. Otros procesos infiltrativos de naturaleza del colédoco por litiasis, colangitis esclerosante y
granulomatosa (por ej., sarcoidosis, enfermedad de cirrosis biliar primaria (véase el apartado anterior:
Hodgkin o TBC) pueden demostrarse por el examen elevación aislada de FA y GGT). La elevación conco-
histológico del hígado. En definitiva, la biopsia del mitante de bilirrubina determina que el paciente
hígado sólo debe plantearse ante la presencia de con un síndrome colestásico presente síntomas o
AMA positivos, para confirmar el padecimiento de signos clínicos más expresivos incluyendo la apari-
cirrosis biliar primaria, y en aquellos casos en los ción de ictericia, coluria y acolia o hipocolia, signos
que el contexto clínico y el examen ecográfico no que ordinariamente no aparecen en las colestasis
apoyan la presencia de un obstáculo mecánico en disociadas. En estos casos el diagnóstico diferencial
el árbol biliar (por ej., litiasis coledocal o cáncer de es más amplio y el objetivo primordial es compro-
páncreas). bar si la causa que subyace en el trastorno reside
en el hígado (colestasis intrahepática) o en las vías
Gammaglutamiltranspeptidasa biliares extrahepáticas (colestasis extrahepática).
La gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) es una Discernir este punto constituye un reto importante
que requiere de una historia y examen físico minu-
enzima que se encuentra en los hepatocitos y en
ciosos y de una adecuada interpretación del resto
las células epiteliales de los conductos biliares. De
de las pruebas complementarias incluyendo las
ahí su elevada sensibilidad para la detección de
problemas hepatobiliares. Sin embargo carece de
especificidad, no siendo infrecuente encontrar ele- TABLA 6. Causas frecuentes de elevación de
vaciones moderadas de esta enzima en otras condi- gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) en el suero
ciones clínicas (tabla 6). A menudo, la elevación de
GGT constituye un signo de inducción enzimática
que aparece en respuesta a la administración de ❱❱ Enfermedades del páncreas
determinados fármacos, entre ellos algunos barbi- ❱❱ Infarto agudo de miocardio
túricos y antiepilépticos como fenitoína. Igualmen- ❱❱ Insuficiencia renal
te, la elevación de GGT permite sospechar abuso ❱❱ Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
de alcohol, en un contexto apropiado. Ciertamente, ❱❱ Diabetes
la ingesta alcohólica es más probable si el enfermo
❱❱ Alcoholismo
muestra otros marcadores positivos como una ele-
vación concomitante de AST o una relación AST/ALT ❱❱ Medicaciones
> 1,5. Ya se ha mencionado la importancia de una • Fenitoína
elevación de la GGT para confirmar el origen hepá- • Barbitúricos
tico de una elevación de fosfatasa alcalina. Fuera
720
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas
pruebas de laboratorio y pruebas de imagen apro- información más amplia de las condiciones clínicas
piadas. Como ya se ha mencionado, el examen con responsables de este síndrome en el capítulo corres-
ultrasonidos constituye la piedra angular del estu- pondiente.
dio inicial, debiendo orientar el resto de las explo-
raciones en función del contexto clínico y los datos
aportados por la ecografía. Debe insistirse en que
Resumen
la ausencia de dilatación del árbol biliar no excluye La alteración de las pruebas de laboratorio rela-
totalmente un origen extrahepático. De hecho, es cionadas con el perfil hepático es un hecho muy
habitual este hallazgo en los casos de obstrucción común tanto en el ámbito de la atención primaria
parcial del colédoco por litiasis o cuando existe como en el ámbito hospitalario. La probabilidad de
un componente fibrótico periductular que impide obtener un diagnóstico preciso aumenta con la rea-
la dilatación de las vías biliares como ocurre en la lización de una historia clínica bien documentada y
cirrosis hepática o la colangitis esclerosante pri- la consideración de las circunstancias que acompa-
maria. Estas entidades pueden ser causa de falsos ñan a su descubrimiento. La magnitud de la altera-
negativos en casos de colestasis extrahepática. Por ción, así como la duración del problema y el patrón
este motivo, la evaluación de un enfermo con un bioquímico predominante (citólisis o colestasis),
patrón de colestasis debe ponderar en su justa me- son esenciales para orientar la estrategia a seguir
dida todos los datos proporcionados por la historia y en cada caso. La hepatitis vírica, la toxicidad por fár-
examen físico, antes de decidir la conducta a seguir macos, el abuso de alcohol y la esteatohepatitis no
en cada caso concreto (fig. 19). El lector encontrará alcohólica constituyen, hoy en día, las causas más
Revisar fármacos
Ecografía
+ –
No Sí
721
Sección 6. Hígado
722
49 Hepatitis vírica aguda
Miguel Bruguera
Servicio de Hepatología. Hospital Clínic, Barcelona
Departamento de Medicina. Universidad de Barcelona
H Í G A D O 723
Sección 6. Hígado
VHD RNA virus satélite igual queVHB igual que VHB sí en sobreinfección
724
49. Hepatitis vírica aguda
El anticuerpo contra el HBsAg (anti-HBs) no sue- de HBsAg, se facilita la replicación del VHD. La
le detectarse durante la fase de enfermedad ac- infección delta tiene, casi indefectiblemente, en
tiva, aunque haya desaparecido el HBsAg, sino estos casos una evolución a la cronicidad, indu-
que se identifica semanas más tarde. ciendo una enfermedad hepática progresiva. En
caso de sobreinfección delta de un paciente con
Menos del 5% de los pacientes inmunocompe-
hepatopatía crónica por el VHB se identifican
tentes con una hepatitis B adquirida en la edad
en la sangre marcadores de infección activa por
adulta desarrolla una infección persistente. Esta
este virus junto con anti-HD.
proporción aumenta en los pacientes con in-
munodeficiencia natural (ancianos) o adquirida ❱❱ Virus de la hepatitis C. La infección por VHC
(hemodiálisis, VIH). En ellos continúan detec- induce la formación de anticuerpos contra las
tándose en la sangre HBsAg y los marcadores diferentes proteínas del virus (anti VHC). Estos
que indican replicación del VHB, como el HBeAg anticuerpos aparecen pocas semanas después
y el DNA del virus, junto con los signos clínicos y del inicio de la hepatitis aguda y persisten tanto
bioquímicos de enfermedad (hepatitis crónica). en los pacientes que evolucionan a la cronicidad
La persistencia de la fase de replicación del VHB (más del 70%) como en los casos que curan.
en estos casos es variable (años). Cuando cesa Su detección suele interpretarse en la práctica
de modo espontáneo o como consecuencia del como evidencia de infección activa cuando se
tratamiento con fármacos de acción antivírica, asocia a elevación de las transaminasas. Cuando
desaparecen de la sangre el DNA del virus y el éstas son normales no permite distinguir entre
HBeAg, aunque continúa detectándose HBsAg. infección activa o pasada, sin recurrir a la de-
Esta situación de interrupción de la replicación terminación del RNA del VHC en el suero, cuya
vírica constituye el estado de portador “sano” positividad es sinónimo de infección activa.
del HBsAg. La persistencia de HBsAg es debida
❱❱ Virus de la hepatitis E. Se produce una respues-
a la síntesis continuada del antígeno por los he-
ta de anticuerpos de clase IgG y IgM en res-
patocitos en que se ha producido la integración
puesta a la infección por este virus. Para iden-
del gen S del VHB, que es el que codifica para
tificar una infección activa hace falta detectar
esta proteína, en el genoma de los hepatocitos
RNA del VHE en suero.
del huésped. En los pacientes infectados por
la mutante precore defectiva nunca se detecta
HBeAg, sino anti-HBe. Epidemiología
❱❱ Virus de la hepatitis D. La infección delta puede
ocurrir en dos circunstancias distintas: a) infec-
Hepatitis A
ción simultánea por VHB y VHD en un individuo La transmisión del VHA se produce por vía fecal-
que no había tenido previamente contacto algu- oral, ya sea por contacto persona a persona o por
no con el VHB (coinfección) y b) infección delta contaminación de agua o alimentos con materias
en un portador de HBsAg (sobreinfección). En fecales que contienen virus. El primer mecanismo
ambos casos se sumarán los cambios serológi- ocurre en niños y personas con hábitos higiénicos
cos propios de la hepatitis B con los propios de inadecuados (lavado deficiente de las manos des-
la infección delta, que consisten en la aparición pués de ir al baño). El segundo es responsable de
en la sangre durante un breve periodo de tiem- brotes epidémicos.
po (días) del antígeno delta (HDAg), seguido de
Los pacientes son infecciosos entre 3 y 12 días an-
la aparición de una respuesta antidelta en for-
tes de la aparición de los síntomas hasta el acmé de
ma de anticuerpos IgM e IgG.
elevación de las transaminasas.
La coinfección por el VHB y el VHD induce una
No se han identificado portadores crónicos del
hepatitis aguda autolimitada, habitualmente
VHA, por lo que la infección se transmite sólo a par-
con resolución hacia la curación. La eliminación
tir de personas con infección aguda, sintomática o
del VHB impide la persistencia de la infección
asintomática. En los países mediterráneos, debido
delta y determina la curación de ambas infec-
a la mejora de las condiciones higiénicas y sanita-
ciones.
rias, la hepatitis A ha dejado de ser una enferme-
Cuando la infección por un inóculo que contiene dad de la infancia, como lo era en el pasado, y lo
VHB y VHD se produce en un portador crónico es más bien de adultos jóvenes, ya que menos del
725
Sección 6. Hígado
20% de las personas de 20 años tienen anti-VHA, nos, y los que conviven con personas con infección
indicativo de inmunidad como consecuencia de crónica por el VHB (figura 2)2.
una infección pasada. Los factores de riesgo más
La hepatitis B postransfusional es hoy en día excep-
comunes para contraer una hepatitis A en los adul-
tos son el consumo de moluscos crudos o al vapor, cional debido a la exclusión de los donantes HBsAg-
los viajes a regiones poco desarrolladas y tener hi- positivos. Puede ocurrir sólo cuando los niveles de
jos en guarderías (figura 1). En los países más desa- HBsAg del donante son tan bajos que no han po-
rrollados la infección es poco prevalente, de modo dido ser detectados con los métodos de examen
que una gran proporción de adultos pueden infec- habituales.
tarse. En los países poco desarrollados la infección La infección puede transmitirse a partir de indivi-
se adquiere en la primera infancia por consumo de duos con infección aguda sintomática o asintomá-
agua contaminada1. tica, o de portadores crónicos del virus. El recono-
cimiento de estos últimos se efectúa en la práctica
Hepatitis B por la positividad del HBsAg. Los pacientes con
La transmisión del VHB se produce fundamental- infección aguda son contagiosos durante los últi-
mente por vía parenteral y por vía sexual. Su fre- mos días del periodo de incubación y los primeros
cuencia ha disminuido mucho en los países con días de enfermedad, aunque en algunos casos el
programas de vacunación universal, como España. periodo de infectividad se alarga durante algunas
semanas.
Los recién nacidos de mujeres con infección activa
por el VHB se infectan (más del 90%) en el momento
del nacimiento si no son protegidos adecuadamente
Hepatitis D
con g-globulina específica y vacuna, probablemente Al estar el VHD íntimamente ligado al VHB, su trans-
por contacto de las mucosas con sangre contamina- misión se efectúa por los mismos mecanismos que la
da en el momento de atravesar el canal del parto de este virus, parenteral y sexual. La infección predo-
(transmisión vertical). El virus no está presente en mina en adictos a drogas por vía parenteral (ADVP).
las heces, por lo que no existe transmisión fecal-oral. La transmisión vertical es posible, pero ocurre con
Las personas más expuestas a contraer una hepatitis muy escasa frecuencia. El reservorio fundamental
B son las que presentan mayores oportunidades de de la infección delta lo constituyen los pacientes que
inoculación percutánea con material contaminado, han desarrollado una infección delta crónica3.
como los drogadictos que utilizan la vía intravenosa,
el personal sanitario y los pacientes hemodializados, Hepatitis C
así como las personas con vida sexual promiscua, La infección por el virus C está extendida por todo
especialmente prostitutas y homosexuales masculi- el mundo y es especialmente prevalente en algunas
726
49. Hepatitis vírica aguda
Figura 2. Factores de riesgo asociados con la adquisición de la hepatitis B en los casos notificados en 2002 en EE.UU.
zonas de África donde puede llegar a afectar a más aunque es más probable si la madre está coinfec-
del 20% de la población. Se transmite fundamental- tada por el VIH (20%). En algunos casos no se des-
mente por vía parenteral, a partir de transfusiones cubre ninguno de los mecanismos de transmisión
de sangre o hemoderivados (antes de 1990) y el mencionados (figura 3)4.
uso de jeringuillas contaminadas, aunque también
ocurre en personas sin estos antecedentes. Muchas Hepatitis E
de estas personas tienen antecedentes de hospita- Se ha observado en forma de epidemias transmi-
lización, tanto médica, como quirúrgica lo que per- tidas por agua en el subcontinente índico, sudeste
mite sospechar la importancia de la transmisión asiático, África oriental, occidental y del norte y en
nosocomial. La transmisión sexual es posible pero México. En los países desarrollados se han comuni-
poco eficiente, y se da más en personas promiscuas cado casos esporádicos en individuos procedentes
que en parejas monógamas. La transmisión verti- de áreas endémicas y excepcionalmente casos au-
cal del VHC es muy poco frecuente (inferior al 5%), tóctonos5.
Figura 3. Factores de riesgo asociados con la adquisición de la hepatitis C en los EE.UU. (casos notificados en 2002).
727
Sección 6. Hígado
728
49. Hepatitis vírica aguda
❱❱ Hepatitis A.
Positividad de IgM anti-VHA.
❱❱ Hepatitis B.
Positividad de IgM anti-HBc.
❱❱ Hepatitis C.
Positividad de anti-VHC sin marcadores de infección
por VHA o VHB1.
❱❱ Hepatitis D.
Positividad de anti-HD e IgM anti-HBc (coinfección) Figura 4. Hepatitis vírica aguda. Puede observarse la necrosis
focal con linfocitos dispersos y un cuerpo acidófilo.
o positividad de anti-HD y HBsAg con negatividad de
IgM anti-HBc (sobreinfección).
❱❱ Hepatitis E. causadas por otros agentes, como citomegalovi-
Positividad de IgM anti-VHE. rus, virus de Epstein-Barr, Treponema pallidum, o
lesiones inducidas por fármacos o agentes tóxicos.
1
Ante la sospecha de hepatitis C aguda, la negati-
Igualmente es necesario excluir una hepatitis auto-
vidad de los anti-VHC no resulta excluyente en las inmune (figura 5)7.
primeras semanas. En tal caso puede ser útil la deter-
minación del RNA del VHC. Complicaciones
Hepatitis colestásica
pacientes con dos episodios de hepatitis próximos
en el tiempo es poco informativa. En algunos pacientes, la ictericia adquiere un carác-
ter colestásico con coluria intensa, acolia y prurito.
La hepatitis B suele diagnosticarse por la positivi- En general, la duración de los síntomas es más pro-
dad de HBsAg. No obstante, los resultados de este longada que en las formas de curso común (de 1 a
examen pueden inducir a error en determinadas 4 meses), aunque su pronóstico suele ser bueno.
ocasiones, como sucede en los casos de hepatitis Es frecuente en la hepatitis A, especialmente en los
B aguda que ya han depurado el HBsAg cuando adultos. A menudo, plantea problemas de diagnós-
se efectúa el examen, o en los casos de hepatitis tico diferencial con las colestasis extrahepáticas y
causada por otro agente en un portador crónico de con las inducidas por fármacos.
HBsAg. Por esta razón, es conveniente investigar en
el suero la presencia de IgM anti-HBc, que se halla Hepatitis grave
en títulos elevados en la hepatitis aguda B y no en
los portadores crónicos6. Este término, que sustituye al poco afortunado de
hepatitis subaguda, se puede aplicar a los casos de
El diagnóstico de la infección por el VHD suele ba- hepatitis ictérica que presentan manifestaciones de
sarse en la positividad de anti-HD en pacientes HB- enfermedad grave, como ascitis o gran afección del
sAg-positivos. Cuando al mismo tiempo se detecta
estado general, sin llegar a reunir los criterios de
positividad para IgM anti-HBc puede diagnosticarse
hepatitis fulminante. En ocasiones, estos signos se
una coinfección por VHB y VHD. Cuando esta última
hallan ya presentes al inicio del cuadro y en otros
determinación es negativa puede considerarse que
aparecen semanas más tarde. El examen histoló-
se trata de una sobreinfección por el VHD de un
gico del hígado muestra necrosis multilobulillares
portador de HBsAg.
o necrosis extensas que se distribuyen formando
La ausencia de marcadores serológicos de hepatitis puentes entre los espacios porta y las venas centro-
A, B y D en un paciente con hepatitis aguda sugie- lobulillares. Algunos pacientes progresan a una in-
re una hepatitis C. La determinación del RNA del suficiencia hepática grave y fallecen durante la fase
VHC confirma el diagnóstico. Si esta prueba da un aguda (hepatitis subfulminante). Otros presentan
resultado negativo, conviene descartar infecciones una mejoría aparente, pero evolucionan a una ci-
729
Sección 6. Hígado
Alguno + Todos –
a+ b+ a y b+
rrosis hepática. En menos casos se aprecia una res- ricia y las manifestaciones de mal estado general
titución a la normalidad de las pruebas hepáticas y se intensifican a los pocos días. Aparecen entonces
la histología. En los niños y jóvenes debe efectuarse vómitos, fetor y signos de encefalopatía hepática.
el diagnóstico diferencial con la forma aguda de la Los exámenes bioquímicos muestran las alteracio-
enfermedad de Wilson, en la que además de las nes propias de las hepatitis, pero destaca que los
manifestaciones de la hepatopatía se observa ha- valores de protrombina no sobrepasen el 20%. La
bitualmente una anemia hemolítica. mortalidad de esta complicación es superior al 70%
de los casos. La muerte suele deberse a hipogluce-
Hepatitis fulminante mia, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal o
edema cerebral (cap. 52).
Constituye la complicación más temida y más grave
de la hepatitis vírica aguda y se debe a una necrosis
masiva o submasiva del parénquima hepático. Su Evolución y pronóstico
incidencia es de unos 2 casos por 1.000 hepatitis
El pronóstico de la hepatitis vírica suele ser bueno
ictéricas. Es muy infrecuente en la hepatitis A de
en la mayoría de los casos. El periodo de convale-
los niños, pero ocurre algo más a menudo (1%) en
cencia de la forma aguda y no complicada de la en-
las hepatitis A de los adultos, y más en la hepatitis
fermedad oscila entre 1 y 3 meses, pero en el 10%
B, en particular si existe una coinfección por el virus
aproximadamente de los casos es más largo.
delta. No se han descrito casos de hepatitis fulmi-
nantes causadas por VHC. El criterio de curación es la normalización de las
transaminasas, por lo que se debe considerar que
En algunos casos, los síntomas de insuficiencia he-
los valores altos indican actividad de la enferme-
patocelular grave se manifiestan al inicio del cua-
dad.
dro clínico, incluso antes del establecimiento de
la ictericia, pero en otros la enfermedad comienza El riesgo de evolución a la cronicidad de una he-
como una hepatitis común, de forma que la icte- patitis aguda es distinto para cada tipo etiológico.
730
49. Hepatitis vírica aguda
Es nulo en las hepatitis A y E, de alrededor del 5% bebidas gaseosas suelen ser mejor tolerados que
en las hepatitis B en individuos inmunocompeten- los alimentos sólidos.
tes y superior al 70% en las hepatitis C (tabla 1).
Se conocen algunos, pero no todos, los factores La dieta debe ser bien equilibrada y alcanzar las
que predisponen a la evolución a la cronicidad de 3.000 calorías o más en forma de hidratos de car-
la hepatitis B. Así, las hepatitis anictéricas entrañan bono, proteínas y grasas. Éstas no son perjudiciales
mayor riesgo que las ictéricas, y el estado de inmu- para el hígado, aunque ciertos pacientes con poco
nodeficiencia inducida por la terapéutica con glu- apetito presentan náuseas y diarreas después de
cocorticoides o quimioterapia o causada por otra su ingesta, sobre todo si son de origen animal. En
enfermedad (insuficiencia renal) favorece la tran-
estos casos el mismo paciente debe regular la com-
sición a la cronicidad de una hepatitis B. La edad
en la que se adquiere la infección es un determi- posición de la dieta, evitando los alimentos que no
nante fundamental, como indica el hecho de que el tolere.
90-95% de los recién nacidos infectados por el VHB La abstinencia de alcohol debe mantenerse por lo
desarrolla una infección crónica, mientras que sólo
menos 6 meses después de la curación clínica de
lo hace el 20% de los niños de más edad y menos
del 5% de los adultos. la enfermedad, aunque no hay demostración obje-
tiva de que pequeñas cantidades ejerzan un efecto
Tratamiento nocivo.
No existe un tratamiento específico de las hepati- En la fase inicial de la enfermedad podrán admi-
tis A y E, y no lo requiere la hepatitis B benigna, nistrarse hipnóticos de eliminación rápida del tipo
pero en las formas graves puede administrarse la- fenobarbital, en caso de insomnio ocasionado por
mivudina (100 mg/d), que evita en muchos casos la el reposo y la inactividad diurna; antieméticos del
progresión de la enfermedad a una necrosis hepá-
tipo de las ortopramidas, si las náuseas y los vómi-
tica masiva. En la hepatitis C está recomendado el
tos impiden una alimentación oral, así como laxan-
empleo de interferón, sin necesidad de asociar este
fármaco con ribavirina, en las mismas dosis que en tes suaves (supositorios o enemas de agua calien-
las hepatitis crónicas por VHC, durante 6 meses. te), si el estreñimiento constituye un problema.
731
Sección 6. Hígado
732
49. Hepatitis vírica aguda
en una dosis única de 0,5 ml seguida de una pauta sAg deben ser protegidos con g-globulina específica
de vacuna antihepatitis B. y vacuna en las primeras horas de vida10.
En las situaciones de preexposición la profilaxis con
g-globulina antihepatitis B es poco útil, ya que para Bibliografía
garantizar una protección continuada debería ad-
1. Bell Bp, Shapiro CN, Alter MJ, Moyer LA, Jud-
ministrarse sistemáticamente una dosis cada mes,
son FN, Mottram K, Fleenor M, Ryder PL,
lo cual es caro, poco práctico y no está desprovisto
Margolis HS. The diverse patterns of hepatitis
de riesgos.
A epidemiology in the United States-impli-
La g-globulina no es útil en la prevención de la he- cations for vaccination strategies. J Infect Dis
patitis C, ya que no se conocen anticuerpos neutra- 1998;178(6):1579-84.
lizantes frente a este virus. 2. Alter MJ. Epidemiology of hepatitis B in Europe
and worldwide. Journal of Hepatology 2003;
La inmunoprofilaxis activa consiste en la adminis-
39:S64-S69.
tración de vacuna. En el momento actual se dis-
3. Polish LB, Gallagher M, Fields HA, Hadler SC.
pone de vacunas contra la hepatitis B obtenidas
Delta hepatitis: Molecular biology and clinical
mediante técnica de ingeniería genética y de una
and epidemiological features. Clin Microbiol
vacuna frente a la hepatitis A obtenida de virus
Rev 1993;6:211-229.
muertos. En algunos países, como España, se aplica
la vacunación universal de los niños contra la he- 4. Alter MJ. The epidemiology of acute and chro-
patitis A y la hepatitis B, pero en estos países debe nic hepatitis C. Clinics in Liver Disease 1997;1
contemplarse la vacunación de adultos que forman (3):559-67.
parte de los grupos de riesgo para cada una de es- 5. Aggarwal R, Krawczynski K. Hepatitis E: an
tas infecciones. La vacuna de la hepatitis A se reco- overview and recent advances in clinical and
mienda, para los adultos que deben efectuar via- laboratory research. J Gastroenterol Hepatol
jes internacionales, los varones homosexuales, los 2000;15:9-20.
pacientes hemofílicos, los sujetos drogadictos, el 6. Ganem D, Prince AM. Hepatitis B virus infec-
personal de guarderías infantiles y los trabajadores tion-natural history and clinical consequences.
en contacto con aguas residuales no depuradas9. La N Engl J Med 2004;350:1118-29.
vacuna de la hepatitis B es recomendable en el per- 7. Moyer LA, Mast EE, Alter MJ. Hepatitis C: part I.
sonal sanitario, los pacientes en hemodiálisis pe- Routine serologic testing and diagnosis. Ameri-
riódica, los hemofílicos, los cónyuges de pacientes can Family Physician 1999;59:79-88.
con infección crónica por VHB, las personas de gran 8. Alter MJ. Prevention of spread of hepatitis C.
promiscuidad sexual y los drogadictos. Hoy en día, Hepatology 2002;36(5 Suppl 1):S93-S98.
resulta igualmente obligada en pacientes con en- 9. Craig AS, Schaffner W. Clinical practice. Preven-
fermedades relacionadas con la inmunorregulación tion of hepatitis A with hepatitis A vaccine. N
que previsiblemente puedan llegar a ser subsidarias Engl J Med 2004;350:476-81.
de tratamientos farmacológicos con propiedades 10. Mahoney FJ, Kane M. Hepatitis B vaccine. En:
inmunosupresoras o terapias biológicas (anti-TNF Plotkin S, Orenstein W, eds. Vaccines. W.B.
a), como es el caso de la enfermedad inflamatoria Saunders Company, Philadelphia, 1999:158-
intestinal. Los hijos recién nacidos de mujeres HB- 82.
733
50 Hepatitis tóxica
Raúl J. Andrade*, María Isabel Lucena**
*Unidad de Gestión Clínica de Digestivo. **Servicio de Farmacología Clínica
Hospital Universitario Vírgen de la Victoria, Málaga
Centro de Investigación Biomédica en Red de enfermedades hepáticas y digestivas (CIBERehd),
Barcelona
H Í G A D O 735
Sección 6. Hígado
cabeza en términos absolutos la relación de com- individual tanto constitucionales como adquiridos
puestos causantes de hepatotoxicidad en diversas (tabla 1). La mayoría de las reacciones hepatotóxi-
series5. Pero incluso con éste y otros fármacos, a cas y de los casos de fallo hepático agudo, trans-
menudo imputados en reacciones hepatotóxicas, el
plante hepático y muerte secundarios a reacciones
riesgo de inducir hepatotoxicidad se estima que os-
cila ampliamente (entre 1/10.000 a 1/100.000 suje- hepatotóxicas se producen con fármacos que se
tos expuestos). Esta variabilidad parece relacionar- administran a dosis diarias superiores o iguales
se con la presencia de factores de susceptibilidad a 50 mg, lo que sugiere que a pesar del carácter
736
50. Hepatitis tóxica
idiosincrásico de la reacción, una dosis más elevada escasamente conocidos. El proceso de biotransfor-
incrementa el riesgo 6. mación de moléculas nativas comprende reaccio-
nes usualmente oxidativas catalizadas por el cito-
cromo P-450 (CYP), seguidas de desactivación de
Etiopatogenia los posibles metabolitos reactivos generados con el
Entre los fármacos comercializados, muy pocos concurso de otros sistemas enzimáticos que inclu-
son capaces de producir lesión hepática en forma yen la conjugación con ácido glucurónico o sulfato,
dependiente de la dosis y por ello se les denomi- epóxido hidrolasa o glutation y finalmente exporta-
na hepatotoxinas intrínsecas. El paracetamol y el ción del compuesto al torrente circulatorio para su
ácido acetilsalicílico son los ejemplos más repre- filtrado por el glomérulo renal o al canalículo para
sentativos. La inmensa mayoría de los fármacos en su transporte al sistema biliar (figura 1).
uso originan reacciones hepatotóxicas de carácter
Durante este proceso, el daño hepático se puede
impredecible y en sujetos que reciben dosis tera-
producir por diversas vías 7,8 que incluyen la forma-
péuticas. Este tipo de reacciones son consideradas
ción de enlaces covalentes (aductos) entre el meta-
como idiosincrásicas, es decir dependen de la sin-
bolito reactivo y proteínas celulares y la generación
gularidad única e intransferible del huésped.
de estrés oxidativo por el consumo de glutation.
Los mecanismos involucrados en la necrosis y dis- De forma indirecta, los aductos formados pueden
función hepatocelulares de naturaleza tóxica son dañar también las células y organelas hepáticas al
Respuesta Respuesta
protectora inflamatoria
RESOLUCIÓN IL-4 INFγ LESIÓN
IL-10 TNFα HEPÁTICA
IL-6 Fas L
Adaptación Amplificación
Eicosanoides
“Tolerancia”
737
Sección 6. Hígado
evocar una respuesta humoral mediada por anti- nocida y cuya intensidad puede oscilar desde ele-
cuerpos o citotoxicidad directa (linfocitos T) previa vaciones asintomáticas de las enzimas hepáticas
exposición en la membrana hepatocitaria con el hasta insuficiencia hepática aguda grave (IHAG) de
concurso de las moléculas del sistema mayor de curso fulminante. La forma de presentación más
histocompatibilidad (MHC). Es importante señalar común es un cuadro clínico que simula la hepatitis
que ambos mecanismos podrían operar de forma vírica aguda, con ictericia, náuseas, astenia y ma-
concurrente. lestar o dolor abdominal, pero son posibles otras
presentaciones, que incluyen la hepatitis o coles-
Una teoría, ampliamente aceptada actualmente tasis crónica, cirrosis hepática, enfermedad veno-
(the danger hypothesis), sostiene que para la pro- oclusiva e incluso neoplasias. Aunque, en teoría la
ducción de lesión hepática franca sería necesario histología hepática sería la herramienta mas apro-
un proceso de respuesta a un estímulo de menor piada para definir el patrón de lesión (tabla 1) rara
entidad. Dicho estímulo podría ser el daño leve vez está disponible, y en el momento actual existe
subclínico (inducido por los metabolitos reactivos) un consenso amplio respecto a que la mejor for-
que en la mayoría de los casos se resuelven (adap- ma de definir la lesión hepática tóxica es utilizan-
tan) espontáneamente, o el producido por otras do los valores de aminotransferasas séricas y de la
condiciones como una infección viral o enfermedad bilirrubina plasmática. Así, podría decirse que hay
sistémica. Es posible, asimismo, que algunos poli- hepatotoxicidad cuando en presencia de un fár-
morfismos raros en citoquinas antiinflamatorias maco sospechoso y sin otra explicación aparente
(IL-4) puedan explicar la incapacidad de algunos se detectan alguna de las siguientes anomalías: a)
sujetos para resolver el proceso una vez iniciado aumento de la alaninoaminotransferasa (ALT) más
(adaptación) y la consiguiente aparición de daño de cinco veces el límite superior normal (LSN), b)
hepático7, 8. aumento de la fosfatasa alcalina (FA) más de dos
Finalmente, algunos fármacos o metabolitos gene- veces el LSN o c) aumento de la ALT más de tres
rados durante su bioactivación pueden alterar las veces el LSN conjuntamente con un aumento de la
proteínas de transporte canalicular impidiendo el bilirrubina sérica total más de dos veces el LSN12. El
flujo biliar. Algunos defectos genéticos en los trans- umbral de ALT para definir un caso de hepatotoxici-
portadores pueden facilitar el proceso, como suce- dad se ha elevado a cinco veces el LSN (frente a dos
de con la mutación MDR-3 que hace a las mujeres veces el LSN del consenso previo) para: a) reducir
portadoras susceptibles a la colestasis gestacional, el número de falsos (p. ej.: elevaciones modera-
das de transaminasas asociadas a la enfermedad
y posiblemente a la colestasis inducida por estróge-
hepática grasa no alcohólica), y b) excluir los casos
nos9. En esta última, también ha sido involucrada
de “adaptación” (elevaciones moderadas de tran-
una mutación de ABCB11 que codifica la bomba
saminasas que acaban resolviéndose a pesar de la
exportadora de sales biliares (BSEP). Se han iden-
continuación del tratamiento; isoniazida, aspirina,
tificado otras variantes de genes implicados en el
estatinas). El tipo de lesión resultante se clasificará
metabolismo hepático de los fármacos y la respues-
en función de la relación (R) entre el incremento de
ta adaptativa a la lesión hepática que incrementan
ALT/fosfatasa alcalina, en hepatocelular, colestási-
la susceptibilidad a padecer hepatotoxicidad, tan-
ca o mixta. Los valores séricos de aspartatoamino-
to en estudios de genes candidatos (con hipótesis
transferasa (AST), podrían reemplazar a los de ALT
previa)10 como en estudios amplios del genoma (sin
en los casos en los que esta última no esté dispo-
hipótesis a priori)11. Estos últimos tienen la ventaja
nible, pero la validez de esta propuesta no ha sido
de que detectan variantes raras afectando a genes
formalmente demostrada12. En la práctica clínica,
que no hubieran sido escogidos en un estudio de
la toxicidad hepatocelular representa aproximada-
genes candidatos y permiten abrir nuevas hipótesis mente un 55%, la colestásica un 21% y la mixta un
patogénicas. 25% de los casos13. Estos patrones pueden no coin-
cidir simétricamente con las lesiones estructurales
Presentación clínicopatológica en el hígado, determinadas por la biopsia hepática
y aunque reflejan de forma imperfecta algunos pa-
y clasificación de las lesiones trones específicos (p. ej.: lesiones vasculares, cró-
La toxicidad hepática puede presentarse con mani- nicas, neoplasias, etc.), exhibe una buena correla-
festaciones clínicas y patológicas que virtualmente ción, en general, con la lesión hepática subyacente
evocan cada variedad de enfermedad hepática co- y es excelente a efectos pronósticos4.
738
50. Hepatitis tóxica
739
Sección 6. Hígado
reproducibles, y no han alcanzado aceptación clí- biológicas tras la reexposición al agente causal. Sin
nica8. embargo, por razones éticas tal práctica no está
justificada salvo en circunstancias excepcionales.
En la práctica clínica el proceso de atribución de
causalidad se sustenta en la sospecha de hepa- No obstante, un cuidadoso interrogatorio puede
totoxicidad junto con la pertinente exclusión de descubrir en algunos casos evidencias sutiles de
causas específicas (figura 2). El elemento clave es reexposición accidental que serían de gran utilidad
un alto grado de sospecha de que cualquier en- para el diagnóstico. En tales casos, el primer episo-
fermedad hepática puede estar relacionada con dio tras la administración del medicamento no se
la exposición a fármacos, seguidos de la minucio- acompañó de ictericia y los síntomas habrían sido
sa búsqueda de exposición a tóxicos, una secuen- inespecíficos (malestar abdominal, fiebre, astenia)
cia temporal compatible, y la cuidadosa exclusión lo que habría dificultado su identificación por parte
de causas específicas de enfermedad hepática15. del médico no familiarizado con la hepatotoxicidad.
Entre los criterios favorables al diagnóstico de he-
patotoxicidad se encuentran la identificación de Evidencia de exposición a fármacos
manifestaciones de hipersensibilidad, y la demos- y secuencia temporal compatible
tración de una rápida mejoría clínico-biológica tras
la retirada de los fármacos. El patrón oro para el La anamnesis farmacológica debe ser exhaustiva,
diagnóstico de hepatotoxicidad es la demostración incluyendo posibles fármacos o medicinas alter-
de una recrudescencia de las alteraciones clínico- nativas proporcionadas por amigos o vecinos o
Hepatopatía
Sospecha
Si compatible evaluar
Potencial hepatotóxico
740
50. Hepatitis tóxica
consumo de drogas de abuso. Una cuestión de im- internacional del agente con términos como hepa-
portancia capital es determinar si el tratamiento se totoxicity, hepatitis, drug-induced hepatotoxicity, o
instauró cuando ya habían aparecido los síntomas simplemente liver si los primeros no son producti-
de enfermedad hepática o claramente antes de la vos.
presentación del cuadro. De hecho, el agente sos-
Cuando el paciente está tomando un fármaco de
pechoso podría haber sido prescrito para aliviar los
reciente comercialización los datos acerca del po-
síntomas iniciales de hepatitis15.
tencial hepatotóxico del medicamento, de existir,
El siguiente paso es determinar la duración del tra- se encuentran en los ensayos clínicos de registro.
tamiento con el agente sospechoso. El periodo de
tiempo entre el inicio del tratamiento y el comien- Exclusión de causas alternativas
zo del daño hepático (latencia) es muy variable. Las
Debido a que la exposición a uno o más fármacos
hepatotoxinas intrínsecas provocan lesión hepá- no es una prueba directa de toxicidad hepática, la
tica en unas pocas horas tras la sobredosis. En la exclusión de causas alternativas es un paso obli-
mayoría de los casos de toxicidad idiosincrásica, el gado del proceso diagnóstico. Los estudios perti-
periodo de latencia oscila entre una semana y tres nentes se recogen en la tabla 2. Frecuentemente
meses. Periodos tan cortos como 1-2 días pueden la sospecha diagnóstica emerge tras un cribado ne-
ocurrir en pacientes sensibilizados por un trata- gativo, más o menos exhaustivo, para otras causas
miento previo con el fármaco (hepatitis inmunoa- específicas (figura 2).
lérgica). Exposiciones prolongadas (superiores a un
año) son posibles en otras variedades infrecuentes Criterios positivos
de daño hepático crónico (esteatohepatitis, fibrosis
y hepatitis crónica) en las cuales la expresión de la La presencia de manifestaciones extrahepáticas
hepatotoxicidad es de escasa penetración clínica y asociadas tales como lesiones cutáneas (exantema,
permite la administración continuada del fármaco síndrome de Steven-Johnson o de Lyell), fiebre,
tras el inicio de la lesión hepática16, o meramente manifestaciones hematológicas (eosinofilia, granu-
porque el tipo de lesión (vasculares, tumores) re- locitopenia, trombopenia o anemia hemolítica)
quiere un tiempo de gestación considerable12. y afectación de otros órganos (riñón, páncreas)17,
son fuertemente sugestivas de hipersensibilidad a
En ciertos casos la imputabilidad del medicamen- fármacos como causa de la lesión hepática. No obs-
to es particularmente difícil debido a que hay un tante, dado que estos signos ocurren en una mino-
retraso considerable entre su interrupción y la apa- ría de casos de hepatotoxicidad (un 23% en el Re-
rición de la enfermedad hepática. El ejemplo típico gistro Español de Hepatotoxicidad)4 su sensibilidad
es la amoxicilina/clavulánico que puede originar es muy baja. Es importante conocer que las mani-
hepatitis varias semanas tras su interrupción, pero festaciones de alergia no aparecen de forma con-
dicha particularidad ha sido comunicada con otros sistente, incluso con un mismo agente. Finalmente,
agentes5. en algunos casos faltan las típicas manifestaciones
de alergia, pero la presencia de autoanticuerpos
Evaluación del potencial hepatotóxico circulantes proporciona evidencias en favor de una
Aunque prácticamente cualquier fármaco comer- respuesta inmune.
cializado ha sido involucrado en incidencias de he- La rápida mejoría tras la retirada del medicamento
patotoxicidad, el potencial de producir lesión hepá- es asimismo, sugestiva de una etiología tóxica; un
tica no es, obviamente, el mismo para todos ellos. descenso de ALT/AST al menos del 50% en los pri-
Algunos medicamentos han sido utilizados durante meros 30 días, (sobre todo si ocurre en los prime-
décadas y parecen relativamente seguros. La infor- ros 8 días), en los casos de lesión hepatocelular es
mación acerca de la probabilidad de causar lesión útil para reforzar la sospecha diagnóstica. No obs-
hepática es escasa o ambigua para otros muchos tante, el escrutinio tras la retirada del fármaco pue-
fármacos. Puede recurrirse a las bases de datos de ser de escaso valor en otros casos de evolución
de fármacos hepatotóxicos tales como HEPATOX, atípica; por ejemplo algunas reacciones colestáti-
o las listas de los textos de referencia15. Una base cas mejoran muy lentamente, con niveles alterados
de datos más actualizada es Medline-PubMed de que pueden persistir más de 1 año. En otros casos,
la National Library of Medicine, donde puede ser el cuadro clinicobiológico puede continuar empeo-
útil cruzar las palabras de la denominación común rando tras la retirada, e incluso evolucionar a fallo
741
Sección 6. Hígado
TABLA 2. Principales causas de enfermedad hepática a excluir antes de considerar un diagnóstico de hepatotoxicidad
hepático fulminante4. Esta forma evolutiva hace es- del medicamento para reproducir el daño hepático
pecialmente difícil la evaluación de causalidad. A la producido por la acumulación de derivados tóxicos.
inversa, un fenómeno de “adaptación” cuya conse- Tales falsos negativos a la reexposición han sido
cuencia es la mejoría a pesar de la continuación del demostrados con isoniazida, pero serían probable-
tratamiento ha sido observado con algunos agentes mente aplicables a muchos otros fármacos. Final-
(Aspirina®, estatinas). mente, una prueba de reexposición debe indicarse
solo si el medicamento parece esencial y tras haber
En el momento actual, el único método para con-
explicado los riesgos al paciente y obtener su con-
firmar objetivamente que un fármaco fue respon-
sentimiento.
sable de una enfermedad hepática es realizar una
prueba de provocación con el mismo. Se considera Un error conceptual común es la creencia de que
diagnóstico un incremento del doble de los valo- el diagnóstico de enfermedad hepática tóxica re-
res de ALT y FA tras la reexposición para la lesión quiere examinar un espécimen de biopsia hepática
hepatocelular y colestática respectivamente. Sin y por tanto no puede hacerse fuera del ámbito hos-
embargo, la reexposición está formalmente contra- pitalario. Sin embargo, muchos de los casos y series
indicada en casos de hepatitis aguda citolítica con de casos publicados lo han sido en pacientes ambu-
manifestaciones de hipersensibilidad asociadas ya latorios1 que carecían de esta herramienta diagnós-
que la reacción provocada es habitualmente de tica y ello no afectó a la fiabilidad de los datos. En
mayor gravedad que el episodio inicial18. Además, realidad, no existen manifestaciones histológicas
la cantidad de fármaco requerida para provocar que puedan ser consideradas absolutamente es-
la reacción es desconocida15. Arbitrariamente se pecíficas de hepatotoxicidad, y, en consecuencia,
utiliza una única dosis del compuesto sospechoso, no debe practicarse una biopsia hepática de forma
pero razonablemente serían necesarias varias dosis rutinaria con esta indicación. La biopsia hepática es
742
50. Hepatitis tóxica
especialmente útil cuando otro diagnóstico es posi- clínica. Ambas escalas proporcionan un sistema de
ble (p. ej.: alcohólico en tratamiento aversivo, exa- puntuación para seis apartados en la estrategia de
cerbación de hepatitis crónica viral), para determi- decisión. Las respuestas corresponden a valores
nar el patrón de lesión con fármacos anteriormente ponderados que se suman para proporcionar una
no implicados en hepatotoxicidad, y para caracteri- puntuación total. Dichas puntuaciones son tras-
zar el substrato de lesión en formas crónicas (cuya ladadas a categorías de sospecha (tabla 3). Estos
escasa expresividad clínica no permite estimar el instrumentos tienen fortalezas y debilidades, pero
verdadero alcance de la lesión) o infrecuentes (p. quizá su mayor inconveniente es no poder confron-
ej.: sospecha de lesiones vasculares)15. tarse con un parámetro objetivo de diagnóstico22.
La escala de CIOMS/RUCAM ha demostrado en un
Escalas diagnósticas estudio una mayor consistencia con el juicio hecho
por clínicos21, y es la recomendada en el momento
Aunque el enfoque mencionado previamente re- actual para la evaluación de causalidad12, aunque
sulta necesario para identificar los casos de hepa- dista de ser perfecta y existe un amplio consenso
totoxicidad por fármacos, tal ejercicio a menudo en que deben hacerse esfuerzos para reducir la am-
resulta en una conclusión ambigua del tipo de “po- bigüedad de las cuestiones que plantea22.
dría ser”. Diversos grupos han intentado sortear
este problema desarrollando escalas diagnósticas
para la evaluación de causalidad que proporcionen Tratamiento y prevención
un enfoque diagnóstico homogéneo y, usualmen-
te, una categoría de probabilidad basada en una
Medidas generales
puntuación numérica. En la actualidad se utilizan La principal medida terapéutica (que debe tomarse
dos escalas o algoritmos diagnósticos para la eva- en cualquier enfermedad hepática en evaluación)
luación de causalidad en hepatotoxicidad: la escala es la inmediata supresión de cualquier tratamiento
de CIOMS/RUCAM19, y la escala de María y Victo- farmacológico no esencial ya que existen pruebas
rino20, también denominada escala diagnóstica de que el factor primordial en una evolución des-
TABLA 3. Criterios y puntuaciones para los apartados individuales de las escalas diagnósticas de CIOMS/RUCAM y M & V
CIOMS/RUCAM M&V
Datos en la literatura 0 a +2
Reexposición -2 a +3
Con CIOMS la puntuación total puede ser clasificada en 5 categorías: ≤ 0, excluido; 1-2, improbable; 3-5, posible; 6-8, probable;
> 8 altamente probable o definido.
Con M & V las categorías de probabilidad son: > 17, definido; 14-17, probable; 10-13, posible; 6-9, dudoso; < 6, excluido.
743
Sección 6. Hígado
favorable es la persistencia del agente causal una sincolestiramina) y la rifampicina como segunda
vez iniciada la ictericia. Para los pacientes con reac- línea de tratamiento. Los suplementos de vitami-
ción hepática idiosincrásica del tipo hepatocelular nas liposolubles estarían asimismo indicados en la
clínicamente aparente (ictericia), la proyección de colestasis crónica. Pueden ensayarse los corticoi-
mortalidad (o su marcador subrogado, la necesidad des si la hepatotoxicidad aparece en el contexto de
de transplante) no es inferior al 10%4. Parece pru- un síndrome general de hipersensibilidad, pero la
dente, por tanto, remitir al hospital a pacientes con validez de esta medida no ha sido rigurosamente
sospecha de hepatotoxicidad que presenten estas demostrada. De igual modo, el ácido ursodeoxi-
características. cólico ha sido utilizado con aparente beneficio en
casos de ductopenia y colestasis prolongada pero
Tratamiento de la intoxicación la experiencia no puede superar la categoría de
con paracetamol anecdótica17.
744
50. Hepatitis tóxica
algunos fármacos (isoniazida, estatinas), y que en Injury in The United States? Am J Gastroenterol
su mayoría se resuelven a pesar de la continuación 2007;102:558–62.
del tratamiento. Este fenómeno que se conoce 3. Whitehead MW, Hawkes ND, Hainsworth I,
como tolerancia o adaptación parece representar Kingham JGC. A prospective study of the cau-
la capacidad del huésped para resolver sin secuelas ses of notably raised aspartate aminotransfe-
la agresión iniciada. Los casos de hepatotoxicidad rase of liver origin. Gut 1999;45:129-33.
clínicamente manifiestos podrían pues significar, 4. Andrade RJ, Lucena MI, Fernández C, González-
Grande R, Camargo R, Fernández-Bonilla E et
al menos en parte, una incapacidad del huésped
al. Drug-induced liver injury: an analysis of
para adaptarse. Este hecho constituye, también 461 incidences submitted to the Spanish re-
paradójicamente, la base racional de la monitoriza- gistry over a 10-year period. Gastroenterology
ción mensual del perfil hepático, esto es, prevenir 2005;129:512-21.
los episodios de mayor gravedad mediante la vigi- 5. Andrade RJ, Tulkens PM. Hepatic safety of anti-
lancia estrecha del perfil hepático y la retirada pre- biotics used in primary care. J Antimicrob Che-
coz del tratamiento (si ALT es superior o igual a 3 x mother 2011; (en prensa).
LSN), antes de que la lesión progrese. La estrategia 6. Lammert C, Einarsson S, Saha C, Niklasson A,
de monitorización, sin embargo, no está exenta de Bjornsson E, Chalasani N. Relationship Bet-
problemas24; en primer lugar y dado que la mayoría ween Daily Dose of Oral Medications and Idios-
de los sujetos “se adaptan”, podríamos dejar sin los yncratic Drug-Induced Liver Injury: Search for
beneficios de un fármaco útil a muchos pacientes Signals. Hepatology 2008;47:2003-9.
que finalmente no desarrollarían episodios de sig- 7. Lee WM. Drug-induced hepatotoxicity. N Engl J
nificado clínico. Por otra parte, las elevaciones asin- Med 2003;349:474-85.
tomáticas de las transaminasas no siempre reflejan 8. Kaplowitz N. Idiosyncratic drug hepatotoxicity.
Nat Reviews Drug Discov 2005;4:489-99.
hepatotoxicidad dado que ocurren frecuentemente
en sujetos no expuestos a fármacos. Además, solo 9. Jacquemin E, Cresteil D, Manouvrier S, Bout O,
Hadchouel M. Heterozygous non-sense mutation
sería aplicable en la práctica a los casos de toxici-
of the MDR3 gene in familial intrahepatic choles-
dad hepática de mecanismo metabólico, dado que tasis of pregnancy. Lancet 1999;353:210-1.
el periodo de latencia para las reacciones alérgicas 10. Lucena MI, Andrade RJ, Martínez C, Ulzurrun
es usualmente demasiado breve. De otro lado, la E, García-Martín E, Borraz Y et al. Glutathione
frecuencia ideal de monitorización es desconoci- S-transferase M1 and T1 null genotypes increa-
da; arbitrariamente se elige la mensual, pero se se susceptibility to idiosyncratic drug-induced
han documentado casos de rápida instauración de liver injury. Hepatology 2008;48:588-96.
lesión tras una monitorización previa negativa. No 11. Lucena MI, Molokhia M, Shen Y, Urban TJ,
obstante, un intervalo menor es escasamente prác- Aithal GP, Andrade RJ et al. Susceptibility to
tico. En última instancia, quizá el mayor problema amoxicillinclavulanate induced liver injury is
asociado a la estrategia de monitorización es la fal- influenced by multiple HLA class I and II alleles.
ta de adherencia de médicos y pacientes. De hecho, Gastroenterology 2011; (en prensa).
aunque en supuestos concretos (terapia antituber- 12. Aithal GP, Watkins PB, Andrade RJ, Larrey D,
Molokhia M, Takikawa H et al. Case defini-
culosa) la monitorización mensual ha probado su
tion and phenotype standardization in drug-
eficacia y está perfectamente integrada en las guías induced liver injury (DILI). Clin Pharmacol Ther
de práctica clínica, experiencias recientes con otros 2011;89:806-15.
fármacos (troglitazona y bromfenac en EE.UU.) han 13. Lucena MI, Andrade RJ, Kaplowitz N, García-
sido absolutamente desalentadoras17. Cortes M, Fernández MC, Romero-Gómez M et
al. Phenotypic characterization of idiosyncratic
Bibliografía drug-induced liver injury: the influence of age
and sex. Hepatology 2009;49:2001-9.
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hepatic injuries: a French population-based acetaminophen-protein adducts in patients
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Etiology of New-Onset Jaundice: How Often Is 15. Andrade RJ, Camargo R, Lucena MI, Gonzá-
It Caused by Idiosyncratic Drug-Induced Liver lez-Grande R. Causality assessment in drug-
745
Sección 6. Hígado
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2004;3:329-44. hepatotoxicity. Hepatology 2001;33:123-30.
16. Andrade RJ, Lucena MI, Alcántara R, Fraile JM. 21. García-Cortés M, Stephens C, Fernández-Cas-
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19. María V, Victorino R. Development and valida- tion. Drug Saf 2001;24:483-90.
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chez C, Sánchez de la Cuesta F. Comparison of jury. Hepatology 2008;48:1680-9.
746
51 Hepatitis autoinmune
Rosa Mª Morillas, Ramón Planas
Unidad de Hepatología, CIBERehd. Servicio de Aparato Digestivo Ciberehd.
Universidad Autónoma de Barcelona. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona (Barcelona)
H Í G A D O 747
Sección 6. Hígado
lugar a un proceso progresivo de necroinflamación que conduce finalmente a la HAI no está bien esta-
y fibrosis hepática. No se conocen con exactitud los blecido. Se han propuesto distintas hipótesis para
factores desencadenantes, aunque se han incluido explicar este hecho, siendo la más aceptada la del
agentes infecciosos (virus hepatotropos como el mimetismo antigénico. Según esta teoría, distintos
virus de la hepatitis A, B o C, otros virus como el antígenos externos compartirían secuencias de
virus del sarampión, citomegalovirus, virus de Eps- aminoácidos con antígenos propios, lo que provo-
tein-Barr, etc.), así como tóxicos, ciertos fármacos caría una respuesta inmune errónea. Entre otras
(metildopa, diclofenaco, interferón, atorvastatina, hipótesis que se barajan están la formación de su-
y nitrofurantoínas, entre otros) y productos de her- perantígenos (proteínas producidas por bacterias
boristería. y virus con capacidad de estimular gran número
de células T) y la aparición de neoepítopos (nue-
De forma simple podemos resumir que los antíge-
vos determinantes antigénicos) debido a proteínas
nos (o en este caso autoantígenos) son procesados
que han sido presentadas de manera inadecuada
y presentados por las células presentadoras de an-
en el timo o han sido modificadas por acción de
tígenos (CPA), junto a las moléculas HLA tipo II, al
agentes ambientales.
linfocito T helper CD4. Tras el reconocimiento del
antígeno por medio del receptor correspondiente
(TCR), el linfocito T CD4 se activa y promueve la
Características clínicas
secreción de citocinas mediadoras de la respuesta La presentación clínica de la HAI es heterogénea y
inmune. su curso clínico suele caracterizarse por períodos
fluctuantes de mayor o menor actividad. Las for-
Con el fin de buscar asociaciones entre determi- mas de presentación clínica oscilan desde formas
nados genes y su papel en la regulación de la res- asintomáticas, hasta formas de hepatitis aguda
puesta del sistema inmune, se han estudiado los que en algunos casos pueden abocar a una hepa-
haplotipos HLA, hallándose una mayor prevalencia titis fulminante. En una serie española reciente,
de los alelos HLA de clase II DR3 sobre todo en la un 27% de los casos de HAI debutaron en forma
HAI tipo I4, y fundamentalmente en pacientes de de hepatitis aguda y un 30% como hepatitis cró-
raza blanca. Esta asociación es especialmente fre- nica. El 43% restante, correspondía a pacientes
cuente en las formas más graves, habitualmente asintomáticos que presentaban alteraciones de la
observadas en niñas y mujeres jóvenes. El HLA-DR4 analítica hepática6. En nuestra experiencia, el 40%
es más frecuente en adultos y puede asociarse a de las HAI debutaron en forma de hepatitis cróni-
una mayor incidencia de manifestaciones extrahe- ca y el 29% en forma de hepatitis aguda. En muy
páticas, un curso más leve de la enfermedad y una pocas ocasiones la enfermedad debuta como una
mejor respuesta al tratamiento con corticoides. En hepatitis fulminante7. La mayoría de los pacientes
cuanto a la HAI tipo 2, la asociación acostumbra a presentan síntomas inespecíficos, como astenia,
ser con HLA-DRB1 y HLA-DQB14. Es importante su- debilidad, disminución del rendimiento, artromial-
brayar que la susceptibilidad genética no depende gias, y dolorimiento en hipocondrio derecho. Con
de un único gen, sino que depende de la presencia menor frecuencia, la HAI se detecta por la presen-
de polimorfismos en varios genes, tanto los corres- cia de ictericia. Cuando la enfermedad progresa
pondientes a la región HLA, como otros implicados pueden aparecer síntomas de hipertensión portal,
en la inmunorregulación. como ascitis, varices esofágicas, hiperesplenismo y
Respecto a los autoantígenos responsables del ini- encefalopatía hepática. La exploración física puede
cio de la cascada de acontecimientos en la HAI, el ser normal o mostrar hepatomegalia, esplenome-
principal candidato desde hace años es el receptor galia, ictericia e, incluso, signos de hipertensión
asialoglicoproteína, una proteína de membrana portal cuando la enfermedad está evolucionada.
específica hepática con niveles de expresión ele- Alrededor del 25% de los pacientes pueden pre-
vados en los hepatocitos periportales5. También sentar manifestaciones autoinmunes extrahepáti-
parece estar implicada en la patogenia una dismi- cas. En comparación con la población normal, los
nución de las células T reguladoras. pacientes con HAI presentan un riesgo mayor de
Una vez que el factor desencadenante actúa en desarrollar enfermedades autoinmunes extrahe-
un huésped genéticamente predispuesto, el me- páticas. Las más frecuentes son las tiroiditis auto-
canismo íntimo a través del cual se desencadena inmunes, la diabetes mellitus tipo 1 y el síndrome
un defecto en la regulación del sistema inmune de Sjögren. Con menor frecuencia aparecen vitíli-
748
51. Hepatitis autoinmune
749
Sección 6. Hígado
Un aspecto a subrayar es que la mejoría histológica tis periportal, el riesgo de desarrollar una cirrosis
de las lesiones puede ocurrir tarde, ordinariamen- es de aproximadamente un 17% a los 5 años, que
te de 3 a 8 meses después de la mejoría clínica y aumenta hasta el 82% en los pacientes con puentes
bioquímica. Por tanto, la normalización de los pará- de necrosis. La presencia de cirrosis se asocia a una
metros séricos no constituye un marcador fiable de mortalidad del 58% a los 5 años9.
una remisión histológica completa. Como signo de
Las complicaciones de la HAI son las mismas que las
remisión histológica se aplica la ausencia de hepati-
de otras hepatopatías progresivas y una vez esta-
tis de interfase significativa o de hepatitis lobulillar.
blecida la cirrosis pueden aparecer las mismas des-
El tejido hepático puede mostrar una arquitectura
compensaciones. Aunque los pacientes con cirrosis
normal o mostrar ya una fibrosis avanzada o cirro-
sis, parcialmente con nódulos de regeneración. Un Figura 1. “Rosetas” en áreas periportales en un caso típico
efecto adverso del tratamiento es la esteatosis, que de hepatitis autoinmune.
no es infrecuente.
Algunos estudios sugieren que la valoración de la
actividad inflamatoria en las biopsias puede prede- pueden desarrollar un carcinoma hepatocelular, el
cir el riesgo de recidiva. Así, en ausencia de infil- riesgo es más bajo que el observado en las cirrosis
trados inflamatorios sólo se producen un 20% de de etiología viral.
recidivas, mientras que la presencia de infiltrados
portales, comporta un riesgo de recidiva de hasta Diagnóstico
el 50%. Si hay actividad demostrable en la interfase, En presencia de una histología compatible, el
incluso durante el tratamiento, las recidivas se pro- diagnóstico de HAI se fundamenta en la conjun-
ducen casi en un 100% de los casos. Finalmente, si ción de datos bioquímicos y clínicos característi-
durante el tratamiento se observa un progreso en cos, la presencia de autoanticuerpos circulantes
el grado de fibrosis, la recidiva suele ser la norma. y el aumento de las gammaglobulinas. Hay que
En definitiva, la valoración histológica de la remi- tener presente, no obstante, que en un 10% de
sión antes de suspender el tratamiento también los casos no hay autoanticuerpos circulantes. Por
puede ser muy útil para estimar el riesgo de reci- otro lado, los autoanticuerpos detectados no son
diva, de tal manera que la persistencia de inflama- específicos de la enfermedad. Actualmente sólo
ción o la presencia de cirrosis activa en un paciente se consideran específicos de la HAI los anticuer-
asintomático, hace desaconsejable el abandono de pos anti-SLA, identificados en aproximadamente
la inmunosupresión. el 10-30% de los casos. La concentración de los
Por último, en caso de recidiva, tras la interrupción autoanticuerpos varía mucho durante el desarro-
del tratamiento, no suele ser necesaria la realiza- llo de la enfermedad y parece no tener relación
ción de una biopsia hepática dado que en estos ca- con la actividad inflamatoria del hígado. Por tanto,
sos se encuentran los mismos cambios histológicos unos niveles bajos de autoanticuerpos no deben
que los observados en las biopsias previas al tra- excluir el diagnóstico de HAI, de la misma mane-
tamiento con una actividad inflamatoria bastante ra que unos niveles altos de autoanticuerpos, en
intensa. ausencia de otros parámetros, tampoco deben lle-
var a un diagnóstico precipitado de HAI. A diferen-
Historia natural cia de los adultos, los niveles de autoanticuerpos
y la concentración de IgG en niños sí guardan una
La historia natural y el pronóstico de la HAI están cierta relación con la actividad de la enfermedad,
claramente relacionados con el grado de actividad por lo que su determinación puede resultar ade-
inflamatoria presente al inicio de la enfermedad y cuada para monitorizar el tratamiento.
por la presencia o el desarrollo de cirrosis.
El Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune
Si existe un aumento de las transaminasas entre 5 propuso un sistema de puntuación para facilitar el
y 10 veces con respecto al valor normal y un au- diagnóstico10. El sistema de puntuación propuesto
mento de la gamma globulina superior al doble del consta de 13 ítems, es engorroso y poco utilizado
límite superior de la normalidad, la mortalidad a los en la práctica clínica diaria. Por este motivo recien-
10 años es del 90% si no se realiza tratamiento. A temente se ha desarrollado un nuevo sistema de
pesar del tratamiento, en los pacientes con hepati- puntuación más simplificado (tabla 1)11 que, ade-
750
51. Hepatitis autoinmune
751
Sección 6. Hígado
LC1+
pANCA+ F-actina+ SLA/LP+ PDH-E2+ negativos
LKM3
Figura 2. Uso de los test serológicos en el diagnóstico de la hepatitis autoinmune (HAI). Colangitis esclerosante primaria (CEP),
Cirrosis biliar primaria (CBP). Adaptada de ref. 1.
752
51. Hepatitis autoinmune
Tipo 1 Tipo 2
se efectúa una colangiografía. Por este motivo se inmunosupresión casi nunca es efectiva, debe con-
considera indicada la realización de una colangio- siderarse la posibilidad de vacunar a estos pacien-
grafía en los pacientes que presentan una HAI y tes antes de iniciar el tratamiento inmunosupresor
una enfermedad inflamatoria intestinal, así como o durante un período sin tratamiento.
en aquellos que no responden al tratamiento con-
vencional con esteroides a los 3 meses. Indicaciones del tratamiento
Tratamiento en pediatría
Las indicaciones del tratamiento en los niños son
Indicaciones de tratamiento similares a las de los adultos (tabla 3). Habitual-
No todos los casos de HAI son tributarios de trata- mente, la enfermedad en los niños acostumbra a
miento. Se considera enfermedad grave con nece- debutar con mayor gravedad, probablemente debi-
sidad de tratamiento inmediato cuando los valores da a un retraso en el diagnóstico o a la existencia de
de AST están diez veces por encima del límite su- otros procesos autoinmunes concomitantes, como
perior de normalidad (LSN) o cuando los valores de la colangitis esclerosante primaria. Más del 50% de
AST están cinco veces por encima del límite y ade- los niños presentan una cirrosis en el momento del
más las gammaglobulinas se encuentran dos veces diagnóstico. Por este motivo, los niños con HAI son
por encima del LSN. Algunos cambios histológicos siempre tributarios de tratamiento, salvo que pre-
como la “necrosis en puentes” o la necrosis de mu- senten una cirrosis sin signos de actividad inflama-
chos acinos también predicen un desarrollo grave toria, en cuyo caso el tratamiento no es efectivo.
de la enfermedad, identificando a un grupo de pa-
cientes que sin tratamiento desarrollarían rápida- Pautas de tratamiento
mente cirrosis o insuficiencia hepática. Por tanto, la El tratamiento estándar para conseguir la remisión
presencia exclusiva de dichos cambios histológicos en la hepatitis autoinmune es la administración de
ya es un argumento suficiente para iniciar el trata- prednisona en monoterapia (dosis iniciales de 50
miento inmunosupresor, aunque los cambios clíni- mg/día) o bien prednisona (dosis iniciales de 30
cos y serológicos sean poco destacables. La tabla 3
mg/día) asociada a azatioprina (50 mg/día), según
muestra las indicaciones absolutas y relativas, así
el esquema terapéutico que se muestra en la tabla
como las no indicaciones de tratamiento según las
414. En Europa, en ocasiones, se utilizan dosis más
Practice Guidelines de la AASLD1.
altas de azatioprina: 1-2 mg/kg de peso. Los dos
Investigaciones recientes han demostrado que los esquemas son igualmente eficaces al conseguir la
pacientes con HAI presentan una mayor susceptibi- inducción de la remisión, a pesar de que se acos-
lidad a padecer infecciones por el VHB y VHA. Debi- tumbra a preferir la terapia combinada porque, en
do a que sólo una pequeña parte de los pacientes general, permite reducir la dosis de prednisona por
con HAI está vacunada, y la vacuna en estado de debajo de 10 mg/día y así reducir los efectos adver-
753
Sección 6. Hígado
Absoluta Relativa No
sos de los esteroides. Por tanto, la terapia combina- Una investigación retrospectiva pudo demostrar
da es el tratamiento preferido en Geriatría, en pa- una asociación frecuente entre la positividad de los
cientes con osteoporosis y también en aquellos con autoanticuerpos SLA y Ro/SSA y una mayor tasa de
síndrome metabólico y labilidad psiquiátrica. En complicaciones durante el embarazo. Por tanto, en
cambio, dado que la azatioprina puede causar leu- las mujeres que deseen tener hijos puede analizar-
copenia y anemia, la monoterapia con esteroides se la presencia de estos anticuerpos y, en caso de
sería de elección en pacientes con alteraciones he- embarazo, llevar a cabo controles muy frecuentes.
matológicas, enfermedades neoplásicas, embara- La azatioprina tiene la categoría D en el embarazo
zo, y en pacientes homocigotos para el déficit de la según la FDA y se ha asociado a malformaciones
tiopurin metiltransferasa (TPMT). La azatioprina en congénitas en animales de experimentación. No
monoterapia es ineficaz en conseguir la remisión. obstante, la teratogenicidad asociada a la azatio-
prina en humanos es una consideración teórica, sin
Efectos adversos del tratamiento que se hayan descrito malformaciones en bebés
La naturaleza y frecuencia de los efectos adversos de madres que recibían este tratamiento. A pesar
asociados al tratamiento se muestran en la tabla 5. de todo, la dosis de azatioprina debe mantenerse lo
más baja posible, ya que los metabolitos activos de
Poblaciones especiales con riesgo la azatioprina pueden atravesar la placenta.
754
51. Hepatitis autoinmune
Semana 1 60 30 50
Semana 2 40 20 50
Semana 3 30 15 50
Semana 4 30 15 50
Hasta remisión 20 10 50
HAI (50-150 mg/día) y a la incapacidad de predecir lógicos e histológicos. No está descrito cuál ha de
el riesgo mediante evaluaciones genotípicas y feno- ser la duración mínima o máxima del tratamiento,
típicas hace que no resulte imprescindible el cribado aunque parece lógico que éste deba mantenerse
rutinario de la actividad TPMT en todos los pacien- hasta conseguir la remisión. El fracaso terapéutico,
tes. Únicamente parece justificada en casos de cito- la respuesta incompleta o la aparición de toxicidad
penia pre-tratamiento, citopenia marcada durante el farmacológica grave también constituyen criterios
tratamiento o ante la necesidad de administrar dosis para la interrupción del tratamiento. La duración
de azatioprina superiores a los 150 mg/día. del mismo varía según la práctica clínica. Algunos
tratan durante un tiempo fijo equivalente al perío-
Objetivos del tratamiento do mínimo habitualmente requerido para obtener
una respuesta completa, en tanto que otros ajustan
El objetivo del tratamiento inmunosupresor es la la duración de la terapia de un modo individualiza-
normalización de los cambios serológicos, inmuno- do en función de la eficacia y tolerancia del aquél.
Cosméticos (leves) faciales, 80% (2 años) Hematológicos (leves) 46% (esp en cirrosis)
obesidad, hirsutismo, alopecia Citopenia
Somáticos (leves) inestabilidad
emocional, intolerancia
a la glucosa, cataratas
Somáticos (graves) osteopenia, 13% Hematológicos (graves) 6%
compresión vertebral, diabetes, (interrumpir el leucopenia, trombocitopenia (interrumpir el
psicosis, HTA lábil tratamiento) tratamiento)
Inflamatorios/neoplásicos Raros Somáticos (leves) náusea, 5%
pancreatitis, infecciones vómitos, rash, fiebre,
oportunistas, neoplasias artralgias
Neoplasia no hepática 3% (>10 años)
Hematológico/intestinal Raros
aplasia de médula ósea, (interrumpir el
atrofia intestinal, malabsorción tratamiento)
Teratogenicidad Rara (teórica)
755
Sección 6. Hígado
756
51. Hepatitis autoinmune
757
Sección 6. Hígado
758
52 Insuficiencia hepática aguda
grave (hepatitis fulminante)
Antoni Mas
Servicio de Hepatología. Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto de Enfermedades Digestivas y
Metabólicas. IDIBAPS. Hospital Clinic. Barcelona
H Í G A D O 759
Sección 6. Hígado
760
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)
frecuente en el Reino Unido (60-70% de los casos); ebrotidina, trovafloxacino, nuevos antiinflamato-
en cambio en otras zonas es muy rara. En la India, rios no esteroideos, disulfiram, flutamida, trogli-
la causa más frecuente de IHAG es la hepatitis por tazona, y muchos más2,3. También se han descrito
virus E, prácticamente inexistente en Europa2,3. En casos de IHAG por fármacos de dudosa acción te-
un estudio epidemiológico realizado en España, rapéutica, supuestamente inofensivos por su ori-
que incluyó más de 250 casos diagnosticados en- gen “natural”, utilizados en medicinas alternativas
tre los años 1992 y 2000, la causa más frecuente como plantas medicinales, entre ellas Taecrium
de IHAG fue la hepatitis B; mientras que el parace- chamaedrys (Germander), Camellia Sinensis, Piper
tamol fue el responsable de solamente el 2,2% de methysticum (Kava), Ephedra Sínica (Ma-huang), o
casos4 (figura 2). Este hecho es importante a la hora preparados de medicina tradicional china2,3,6 (figu-
de valorar aspectos diagnósticos, pronósticos y te- ra 3). Entre los tóxicos cabe destacar especialmente
rapéuticos. A título de ejemplo, la mortalidad de la el MDMA (“éxtasis”) y la cocaína2,3 (figura 4).
IHAG por paracetamol es habitualmente inferior al
50%, mientras que para otras etiologías, como las Manifestaciones clínicas
reacciones idiosincrásicas a fármacos, o la enfer- El cuadro clínico de la IHAG puede ser muy variado,
medad de Wilson llega a prácticamente al 100%, si básicamente en función del ya mencionado inter-
no se realiza un THU. Al analizar las causas de IHAG valo ictericia-encefalopatía, y de la presencia de
llaman la atención varios datos: complicaciones extrahepáticas que los pacientes
❱❱ El virus C es una causa excepcional de este sín-
drome.
❱❱ Más de un tercio de los casos carecen de una
etiología conocida a pesar de un estudio ex-
haustivo, aunque estudios recientes sugieren
que algunos de ellos pueden ser debidos a pa-
racetamol (presencia en suero de “aductos” de
paracetamol en suero)5 o a hepatitis autoinmu-
ne de debut.
❱❱ Las reacciones idiosincrásicas a fármacos son
una causa cada día más frecuente de IHAG.
Es bien conocido el riesgo de hepatotoxicidad grave
por ciertos fármacos, como los tuberculostáticos, Figura 3. Ciertas plantas supuestamente medicinales pueden
el halotano, los antitiroideos, o el ácido valproico. ser causa de IHAG: en la foto “Ma huang” (Ephedra sinica),
usada para perder peso, para el asma y para aumentar las
Entre los medicamentos que en la última década energías.
se han implicado como causa de IHAG se incluyen
761
Sección 6. Hígado
TABLA 2. Criterios para un traslado inmediato a un centro que disponga de trasplante hepático urgente de aquellos
pacientes con una enfermedad hepática aguda no debida a sobredosis de paracetamol y coagulopatía, sin signos de
encefalopatía hepática 7
Inferior al 30% Todos los pacientes (especialmente los de > 40 años y etiología desfavorable
762
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)
Hemorragias
El importante trastorno de la coagulación debido
a la ausencia de síntesis hepática de factores, se
puede asociar con diversos tipos de hemorragias
espontáneas. En este contexto, son frecuentes la
hemorragia digestiva por lesiones agudas de la mu-
cosa gástrica y el sangrado provocado por manio-
bras invasivas (punciones venosas, colocación de
Figura 5. Paciente con IHAG en el que se ha colocado un un sensor de PIC).
sensor de presión intracraneal para el control de la hiperten-
sión endocraneal.
Alteraciones hidroelectrolíticas
pertensión endocraneana en la IHAG8. Los signos Es frecuente detectar alcalosis respiratoria por hi-
clínicos de esta complicación suelen ser muy tar- perventilación de origen central; en cambio en la
díos, por lo que muchos autores aconsejan moni- intoxicación por paracetamol es frecuente la aci-
torizar la presión intracraneal (PIC), especialmen- dosis metabólica. También se han descrito altera-
te en los casos de curso fulminante o hiperagudo ciones del fósforo plasmático. La hiponatremia, fa-
y en situaciones de encefalopatía avanzada (grado vorecida por maniobras terapéuticas inadecuadas
III-IV) (figura 5). El enclavamiento amigdalar por como la administración de soluciones hipotónicas
edema cerebral es una causa frecuente de muerte puede favorecer el edema cerebral.
en los pacientes con IHAG de curso fulminante o
hiperagudo2-4. Alteraciones cardiocirculatorias y
respiratorias
Insuficiencia renal Los pacientes con IHAG suelen presentar un estado
Su presencia comporta igualmente un mal pronós- circulatorio hiperdinámico con gasto cardiaco ele-
tico. Puede ser debida a la misma causa que pro- vado y resistencias periféricas bajas. Pese a ello, es
voca la IHAG (paracetamol, amatoxinas), a necrosis frecuente encontrar signos de hipoxia tisular por
tubular aguda, o a cambios hemodinámicos simi- alteraciones de la microcirculación. La hipoxemia
lares a los que se describen en el síndrome hepa- arterial es igualmente frecuente, en relación con
torrenal de la cirrosis. En la IHAG las cifras de urea un síndrome de distress respiratorio del adulto o
plasmática pueden ser más bajas de lo esperable, con neumonías.
dado que la urea se sintetiza en el hígado.
Otras
Infecciones bacterianas y fúngicas
Con menor frecuencia pueden presentarse pan-
Las bacterias gramnegativas de origen intestinal creatitis o anemia aplásica. La presencia de anemia
y los cocos grampositivos son los gérmenes más hemolítica en el curso de una IHAG es altamente
comúnmente implicados. A partir de la primera se- sugestiva de enfermedad de Wilson.
mana de evolución son frecuentes las infecciones
por hongos. Dado que muchas veces en la IHAG no Exploraciones complementarias
son evidentes los signos clásicos de infección, un
incremento ligero del grado de encefalopatía o un La hipoprotrombinemia es un marcador de insufi-
empeoramiento de la función renal deben sugerir ciencia hepática muy característico del síndrome.
esta posibilidad. También se detectan disminuciones importantes
de otros factores de coagulación de síntesis he-
Hipoglicemia pática, como el Factor V, utilizado en Francia para
el seguimiento de estos pacientes, e incluso como
Se debe a la incapacidad de mantener las reservas factor pronóstico para indicar un THU9. Las plaque-
hepáticas de glucógeno, junto a una gluconeogéne- tas suelen ser normales, al igual que la serie roja
763
Sección 6. Hígado
Etiología Tratamiento
Intoxicación por paracetamol N-acetil cisteína
Hepatitis autoinmune Esteroides
Hígado de shock Corrección de las alteraciones hemodinámicas
Esteatosis del embarazo Inducción del parto
Intoxicación por setas (amatoxinas) Carbón activado vía oral, silibinina, penicilina,
aspiración duodenal
Infiltración neoplásica del hígado Quimioterapia
Enfermedad de Wilson D-penicilamina
Infección por el virus del herpes Aciclovir
Reactivación de una hepatitis B Lamivudina
Síndrome de Budd-Chiari agudo Derivación porto-sistémica percutánea intrahepática
764
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)
menor intervalo ictericia-encefalopatía mejor pro- a la hora de evitar la progresión a una IHAG ante un
nóstico)2,3,10,11. paciente con una hepatopatía aguda2,3,7.
765
Sección 6. Hígado
De forma somera se indican las principales medidas profilaxis de LAMG debe realizarse con sucralfato
destinadas a la detección, profilaxis y tratamiento o inhibidores de la bomba de protones. No es ade-
de las complicaciones extrahepáticas2,3,11-13. cuado utilizar plasma o factores de la coagulación
como profilaxis del sangrado, que deben reservarse
Edema cerebral para cuando existe una hemorragia significativa o
antes de realizar maniobras invasivas (p. ej.: colo-
La detección del edema cerebral puede llevarse
cación de un sensor de PIC).
a cabo de una forma precoz mediante la monito-
rización de la PIC. Esta medida es utilizada por la Alteraciones hidroelectrolíticas
mayoría de las unidades, aunque algunos dudan
de su eficacia real. Es importante un control neu- Detección mediante determinaciones analíticas se-
rológico horario. Algunas medidas contribuyen a riadas y corrección de acuerdo con las mismas. Debe
disminuir el riesgo de edema cerebral, entre ellas, subrayarse la necesidad de evitar hiponatremia por
elevar la cabecera de la cama, evitar estímulos su efecto deletéreo sobre el edema cerebral.
nociceptivos, controlar la agitación psicomotriz y
evitar la hiperhidratación. El tratamiento consiste Alteraciones hemodinámicas
en la administración de manitol ev o suero salino La N-acetilcisteína podría mejorar la microcircula-
hipertónico, la hiperventilación y la administración ción en la IHAG16. Un estudio reciente muestra que
de barbitúricos. Más recientemente se ha descrito su administración a dosis similares a las usadas en
que la inducción de hipotermia moderada (33-34 la intoxicación por paracetamol mejora el pronósti-
grados) es la medida más eficaz para controlar el co de los pacientes con IHAG de cualquier etiología
edema cerebral de la IHAG15. que presentan grados bajos de encefalopatía hepá-
tica (I-II)17. Por ello es recomendable su administra-
Insuficiencia renal ción precoz. En caso de shock deben administrarse
Su detección exige un control horario de la diuresis drogas vasoactivas de acuerdo con los datos hemo-
y determinaciones diarias como mínimo de urea y dinámicos.
creatinina plasmática. Como profilaxis se aconseja Es un hecho bien conocido que los casos de IHAG
evitar fármacos nefrotóxicos, y mantener una he- que sobreviven suelen mostrar una recuperación
modinámica adecuada para una correcta perfusión “ad integrum” de la estructura y función del hí-
renal. El tratamiento consiste en la hemofiltración gado. Los sistemas de soporte hepático artificial
continua (evitar hemodiálisis intermitente). (como el MARS) o bioartificial (con hepatocitos
vivos y biológicamente activos), tienen como ob-
Infecciones jetivo mantener total o parcialmente las funciones
La detección de infecciones requiere de un elevado del hígado hasta la regeneración del mismo o como
índice de sospecha (por ejemplo, ante el empeora- tratamiento “puente” hasta el trasplante hepático
miento de la función renal o del nivel de encefalo- urgente18,19 (figura 6). El trasplante de hepatocitos
patía). En estos casos debe realizarse una búsqueda puede ser otra alternativa. Es preciso disponer de
intencionada y sistemática mediante cultivos ruti- más datos para conocer la eficacia real de estos
narios de sangre, orina y otros líquidos biológicos. procedimientos. Un estudio reciente con el sistema
La profilaxis incluye medidas de asepsia estricta y MARS (diálisis con albúmina) no mostró diferencias
decontaminación intestinal, asociada o no a antibio- entre el grupo tratado y el sometido a medidas
terapia sistémica profiláctica. El tratamiento incluye convencionales; sin embargo, en aquellos pacien-
antibióticos de amplio espectro y antifúngicos. tes que recibieron 3 o más sesiones de MARS la
supervivencia sin trasplante fue significativamente
superior que en el resto del grupo (Saliba et al.,
Hipoglicemia
pendiente de publicación). Ello abogaría por su uso
Ya comentada (monitorización de la glicemia hora- precoz. El recambio plasmático total podría ser una
ria, perfusión de suero glucosado hipertónico). alternativa igualmente eficaz19.
El THU ha cambiado el pésimo pronóstico de la IHAG
Hemorragia (figura 7)2,3,10,12,13. La indicación de TH se realiza de
Debe realizarse un control del aspirado gástrico y acuerdo con criterios pronósticos. Los más utilizados
determinaciones seriadas del valor hematocrito. La son los descritos por el King’s College Hospital de
766
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)
1. Reservorio plasma
2. Bomba
3. Carbón activado
4. Oxígeno
5. Plasmaféresis Poner filtro
Londres, que distingue entre IHAG debida a parace- tiempo de protrombina, la presencia de insuficien-
tamol de la originada por otras causas. En el primer cia renal y el grado de encefalopatía. En el segundo
caso, la decisión del TH se basa en los datos propor- caso, la decisión se sustenta en el alargamiento del
cionados por el pH sanguíneo, el alargamiento del tiempo de protrombina, la edad, la etiología, el in-
Figura 7. El trasplante hepático ha permitido ofrecer nuevas expectativas a los pacientes con IHAG. La figura muestra distintos
momentos del acto operatorio (por cortesía del Dr. García Gil).
767
Sección 6. Hígado
tervalo ictericia-encefalopatía y las cifras de bilirru- 7. Bernuau J, Durand F. Early prediction of en-
bina11. En Francia se usan otros criterios, basados cephalopathy in hospitalized patients with se-
en la edad y los niveles de factor V9. Otros grupos vere acute liver disease: The narrow window
utilizan el grado de encefalopatía y el curso clínico, of opportunity for transplant-free survival. J
fulminante o subfulminante20. Dependiendo de la Hepatol 2009;51:977-80.
zona geográfica, el tiempo de espera entre la nece- 8. Vaquero J, Chung C, Cahill ME, Blei AT. Pathoge-
sidad del trasplante y la disponibilidad de un órgano nesis of Hepatic Encephalopathy in Acute Liver
puede ser muy variable, y los pacientes pueden mo- Failure. Semin Liver Dis 2003;23:259-70.
rir en este intervalo, aunque en la mayoría de países 9. Bernuau J. Selection for emergency liver trans-
existe un sistema de priorización absoluta para casos plantation. J Hepatol 1993;19:486-7.
urgentes (IHAG o disfunción primaria del injerto). 10. Auzinger G, Wendon J. Intensive care Manage-
Ocasionalmente deben aceptarse órganos subóp- ment of acute liver failure. Curr Opin Crit Care
timos o ABO incompatibles. Por otro lado, muchos 2008;14:179-88.
pacientes no llegan al trasplante por la presencia 11. O’Grady JG, Alexander GJM, Hayllar KM, Wi-
de contraindicaciones tales como edad avanzada o lliams R. Early indicators of prognosis in fulmi-
enfermedades previas asociadas, mientras que en nant hepatic failure. Gastroenterology 1989:
97;439-45.
otros la contraindicación aparece en el curso de la
IHAG (sepsis, fallo multiorgánico, hipertensión en- 12. Stravitz RT, Kramer AH, Davern T, Shaikh OS,
Caldwell SH, Mehta RL et al. Intensive care of
docraneana incontrolable)20. Como alternativas al
patients with acute liver failure: Recommen-
trasplante convencional existe el trasplante auxiliar,
dations of the U.S. Acute Liver Failure Study
basado en el hecho antes comentado de que tras Group. Crit Care Med 2007;35:2498-508.
una IHAG el hígado se recupera “ad integrum”; si ello
13. Lee WM, Squires Jr, Nyberg SL, Doo E, Hoof-
ocurre se suspende la inmunosupresión, y el órgano nagle JH. Acute Liver Failure: Summary of a
trasplantado se atrofia. Este hecho se ha observado Workshop. Hepatology 2008;47:1410-5.
en pacientes jóvenes, con IHAG debida a sobredosis 14. Durand F, Bernuau J, Giostra E, Mentha G,
de paracetamol o a virus. El trasplante de donante Shouval D, Degott C et al. Wilson’s disease with
vivo puede ser una alternativa en aquellas zonas en severe hepatic insufficiency: beneficial effects
las que el tiempo de espera hasta disponer de un ór- of early administration of D-penicillamine.
gano es muy largo. 2001;48:849-52.
15. Jalan R, Olde Damink SWN, Deutz NEP, Hayes
Bibliografía PC, Lee A. Moderate hypothermia in patients
1. Trey C, Davidson CS. The management of ful- with acute liver failure and uncontrolled intra-
minant hepatic failure. En Progress in Liver cranial hypertension. Gastroenterology 2004;
Diseases, Popper H, Schaffner F, eds. Grune & 127:1338-46.
Straton. New York, 1970:282-305. 16. Harrison PM, Wendon JA, Gimson AE, Alexan-
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Management of Acute Liver Failure. Hepatolo- cysteine of hemodynamics and oxygen trans-
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18:451-71. lity. Gastroenterology 1993;105:532-8.
768
53 Hepatitis B
Luis Cortés*, Manuel Domínguez*, Miguel Ángel Simón**
* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
** Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
** Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza.
H Í G A D O 769
Sección 6. Hígado
misión son variables en dependencia de las áreas migrante9. Estos cambios, producidos por los mo-
geográficas. Las áreas de mayor endemicidad son vimientos migratorios se han comprobado por el
Asia, África y determinadas áreas de Europa del estudio de los distintos genotipos (habitualmente
Este donde la prevalencia de infección crónica es ligados a áreas geográficas específicas), modificán-
superior al 8%, siendo las principales vías de trans- dose las prevalencias de los mismos.
misión la perinatal u horizontal en la infancia. En
el norte de Europa, Norteamérica y Australia, la Mecanismos de transmisión
prevalencia es inferior al 2% siendo la transmisión El reservorio del VHB es el hombre, siendo además
sexual y el uso de drogas intravenosas las vías más el único con capacidad infectiva. La vía de trans-
frecuentemente implicadas. Finalmente, los países misión es por contacto percutáneo o permucoso.
del área mediterránea, suroeste asiático, países de La mayor concentración del virus en el organismo
la extinta Unión Soviética y Sudamérica son áreas se encuentra en la sangre, aunque su presencia en
de endemicidad intermedia, con una prevalencia otros líquidos biológicos como saliva, semen, se-
entre el 2% y el 8%, siendo las fuentes de contagio creciones vaginales y orina puede explicar ciertos
más habituales la sexual, perinatal y el contacto
contagios. El conocimiento de las principales for-
doméstico8 (figura 1).
mas de transmisión del VHB es crucial para desa-
En los últimos años la prevalencia de la infección rrollar medidas de profilaxis primaria, de tal mane-
por VHB ha variado en algunas áreas geográficas, ra que los principales mecanismos de transmisión
apreciando una disminución en los países desarro- del VHB van a ser:
llados. Las causas principales son la vacunación uni-
• Vía parenteral: ocurre a través de agujas, pro-
versal y el establecimiento de medidas preventivas
ductos sanguíneos contaminados, tatuajes o
sanitarias. Así, en el caso de España se ha pasado
acupuntura. Actualmente esta vía está dismi-
de una prevalencia intermedia en la década de los
nuyendo debido a una mejoría en los hábitos
90 y primeros años del siglo XXI, a una prevalencia
higiénicos, incluyendo el menor intercambio
baja según datos del 2005. Otros cambios se pro-
ducen por los movimientos migratorios provenien- de jeringuillas entre adictos a estupefacientes
tes de países en vías de desarrollo, confirmándose por vía parenteral y la generalización de técni-
la mayor prevalencia del VHB entre la población in- cas de esterilización de material sanitario.
770
53. Hepatitis B
• Vía sexual: se trata de la vía de transmisión más Una de las características del ciclo replicativo del
frecuente en países desarrollados, siendo mayor VHB es que no produce muerte celular per se sino
el riesgo entre homosexuales y heterosexuales que se replica en el interior de las células infectadas
con conductas de riesgo. Las campañas de vacu- durante mucho tiempo, produciéndose citólisis por
nación y medidas como el uso del preservativo la respuesta inmune. El VHB entra en el hepatocito
disminuyen las posibilidades de contagio. por la unión de las proteínas de la superficie a re-
• Transmisión vertical: este término se aplica a la ceptores de la propia célula, liberándose posterior-
transmisión de madre a hijo durante el parto y mente la cápside en el citoplasma. En el citoplasma
constituye el mecanismo principal en zonas de se descapsida el virus y su DNA es transportado al
alta prevalencia. El riesgo aumenta en caso de núcleo. Inicialmente se convierte en DNA circular
que la madre sea positiva para HBsAg, HBeAg y de cadena doble cerrada por enlaces covalentes
DNA. En países en los que se realiza el cribado (DNAccc) debido a la acción de polimerasas del
sistemático a la madre, la vacunación del recién virus y del huésped. Esta forma presenta una alta
nacido y el tratamiento con gammaglobulina
vida media dentro de los hepatocitos infectados,
anti-HBs pueden evitar la transmisión.
siendo fuente de nuevos viriones infectivos en caso
• Transmisión horizontal por contacto no sexual: de interrupción del tratamiento o inmunodepre-
se produce a partir de objetos en los que el vi- sión del paciente, así como la principal dificultad
rus puede permanecer estable hasta 7 días. Tal para la erradicación del VHB con los tratamientos
es el caso del uso compartido de cepillos de actuales. En una segunda fase se producirá la tras-
dientes, material sanitario, etc.11 cripción del RNA desde el DNAccc.
Características del virus de la hepatitis B Mutantes precore
El VHB pertenece a la familia Hepadnaviridae. Tie- Son VHB que presentan una mutación en la región
ne la capacidad de infectar a seres humanos, sien- precore del genoma que interrumpe la producción
do el hombre el único reservorio con capacidad de HBeAg. Las mutaciones más frecuentes son las
de infección a otros. Dentro del VHB se distinguen producidas por la sustitución de guanina por ade-
ocho genotipos, designados con las letras de la A a nosina en el nucleótido 1896 (G1896A) y tiene una
la H. Estos se encuentran distribuidos geográfica- amplia distribución en los países mediterráneos15.
mente, siendo los más frecuentes en nuestro me- Estas variantes coexisten habitualmente con la
dio el A y el D, mientras que en el Extremo Oriente cepa dominante, que expresa HBeAg, y en caso de
son el B y el C. Estos diferentes genotipos tendrán seroconversión las cepas mutantes escapan al con-
además distintas características en su expresión clí- trol inmunológico progresando el daño hepático.
nica y respuesta al tratamiento10. Su diagnóstico puede resultar complicado puesto
El VHB tiene forma de esfera con una cubierta li- que se presenta con HBsAg positivo, HBeAg nega-
poproteínica formada por diversas proteínas, entre tivo y anti-HBe positivo al igual que los portadores
las que la mayoritaria es el antígeno de superficie inactivos. Su diferenciación requiere, por tanto,
S (HBsAg). Esta cubierta rodea la cápside formada monitorizar los niveles séricos del ADN viral y de
por el antígeno del core (HBcAg) y una serie de pro- las transaminasas (a veces de forma prolongada),
teínas parecidas al HBcAg que se excretan de forma ya que en el caso de los mutantes precore suelen
soluble, formadas por el antígeno e (HBeAg). La existir niveles elevados de ADN y de ALT.
cápside engloba al genoma del virus, la ADN poli-
merasa y otras proteínas involucradas en la replica-
Virus de la hepatitis D (VHD)
ción. Es importante destacar que el VHB posee un El VHD es un virus satélite con genoma ARN, que
ADN de cadena doble que se replica de forma asi- precisa del VHB para la producción de sus proteínas
métrica mediante la enzima transcriptasa inversa; de envoltura16. Se estima que infecta a alrededor
caracterizándose por provocar un elevado número de 15 millones de personas en el mundo, encon-
de mutaciones responsables de que pueda existir trándose principalmente en el área mediterránea y
una respuesta clínica mayor (mutaciones del preco- Sudamérica. Las medidas adoptadas para evitar la
re y el core), una respuesta inmune deficiente (mu- infección por el VHB han provocado una disminu-
tación del gen S) o una alteración en la respuesta a ción en la prevalencia del VHD en los últimos años.
fármacos (mutación del gen de la polimerasa)12-14. Existen dos modos de infección:
771
Sección 6. Hígado
HBeAg
Anti-HBe
ADN
VHBe
Oportunidad Oportunidad
tratamiento 1 tratamiento 2
ALT
Biopsia hepática
772
53. Hepatitis B
773
Sección 6. Hígado
tienen una HC HBeAg negativo, quedan en fase quimioterapia o inmunosupresión. En estos casos
inmunoactiva y su pronóstico es peor comparado el tratamiento antiviral previo evita la posible reac-
con los portadores inactivos24,26. La selección de los tivación23.
mutantes es más frecuente en pacientes con geno-
Finalmente, un 1-2% anual de los portadores in-
tipo D (40%) que en los infectados por el genotipo
A (15%)25. activos presentan resolución de la infección por el
VHB desarrollando anti-HBs. Esta situación tiene un
Aunque este subtipo presenta una distribución pronóstico excelente en lo que se refiere a la pro-
mundial, es más frecuente en el área mediterrá- gresión de la enfermedad hepática, en ausencia de
nea26, afecta más a varones de entre 40 y 50 años y cirrosis hepática o sobreinfección por VHC o VHD.
la lesión histológica es más grave que en la formas
HC HBeAg positivo. De hecho, hasta un tercio de Cirrosis hepática
ellos tienen cirrosis en el momento del diagnóstico. La incidencia de cirrosis es más frecuente en HC
La evolución de las hepatitis crónicas con HBeAg HBeAg negativo: 8-10%/año frente al 2-6%/año
(-) y anti-HBe (+) se caracteriza por reactivaciones de los pacientes con HC HBeAg positivo. La cirro-
que alternan con periodos de nula replicación viral. sis compensada tiene un pronóstico relativamente
Estos episodios producen a lo largo de los años un bueno con tasas de sobrevida del 84% a los 5 años y
empeoramiento del daño hepático conduciendo a del 68% a los 10 años de seguimiento. La aparición
la fibrosis progresiva y a la cirrosis. Clínicamente de descompensaciones empeora el pronóstico:
produce síntomas inespecíficos, aunque a veces un 55-70% sobreviven en el primer año y solo un
desarrollan cuadros similares a los de una hepatitis 14-28% lo hacen a los 5 años28. El tratamiento an-
aguda. tiviral puede evitar la progresión en los pacientes
con HC VHB22.
La remisión de la infección por VHB en este tipo de
hepatitis es muy poco frecuente, documentándose Carcinoma Hepatocelular (CHC)
una tasa de pérdida anual de HBsAg del 0,5%. Típi-
camente se asocia a la presencia de genotipo A25. La infección por el VHB es el factor etiológico más
frecuente asociado a CHC. El riesgo varía en función
PORTADOR INACTIVO VHB de factores geográficos, duración de la infección,
El diagnóstico de portador inactivo del VHB gravedad de la lesión hepática y niveles del ADN
se caracteriza por la presencia de HBeAg ne- del VHB28. Otros factores asociados al desarrollo de
gativo, HBe positivo, ADN VHB por debajo de CHC son la coinfección con VHC y VHD, el consumo
2.000 UI/ml, ALT repetidamente normal y biopsia de alcohol y la infección por el genotipo C.
hepática normal, o con fibrosis o inflamación mí- Factores Pronósticos de
nimas.
progresión de enfermedad
Identificar esta fase requiere realizar más de una
Diversos factores ligados al virus o al huésped
determinación virológica o analítica ya que hasta
se han asociado a la progresión de la enfermedad
un 20-30% de HC HBeAg negativo tienen fluctuacio-
hepática. Una replicación viral elevada (superior a
nes de ALT y del ADNVHB. Por ello en el diagnóstico
diferencial de un portador inactivo vs HC HBeAg ne- 20.000 UI/ml) se asocia a un riesgo más elevado de
gativo se deben incluir determinaciones periódicas desarrollar cirrosis (15-20%), y CHC29, así como una
de estos parámetros a lo largo de 1 año. mayor mortalidad por causa hepática28,30.
El portador inactivo tiene un pronóstico favora- El sexo masculino, una edad superior a 50 años en
ble27. Sin embargo un 20-30% de los portadores in- el momento del diagnóstico y el consumo de alco-
activos HBsAg positivo experimentan reactivación hol aumentan el riesgo de cirrosis y CHC28. Otros
espontánea del VHB con elevación de ALT, DNAVHB factores como el tabaco y la exposición a aflatoxina
por encima o igual a 20.000 UI/ml con o sin rever- también aumentan el riesgo de CHC.
sión a HBeAg. Estos episodios son habitualmente
Manifestaciones extrahepáticas
asintomáticos aunque algunos casos presentan ic-
tericia y en pacientes cirróticos puede conducir a Aproximadamente un 10-20% de los pacientes con
descompensación hepática23. Otros pacientes ex- infección crónica por el VHB presentan manifesta-
perimentan la exacerbación tras tratamientos con ciones extrahepáticas. Su mecanismo no se conoce
774
53. Hepatitis B
con profundidad pero se cree que son debidas a Antígeno de superficie del VHB
inmunocomplejos circulantes.
(HBsAg)
Hasta un 50% de los pacientes con poliarteritis
Aparece entre 3 y 6 semanas antes de los síntomas.
nodosa (PAN) son portadores del VHB. La afecta- Su presencia es un hallazgo inequívoco de infección
ción vascular se localiza a nivel cardiovascular, re- y resulta de gran utilidad para el diagnóstico e iden-
nal, gastrointestinal, músculo-esquelético, sistema tificación de portadores. Desaparece uno o dos me-
nervioso central y periférico y dermatológico. No ses después de los síntomas en caso de infección
existe relación entre la gravedad de la PAN y la gra- aguda resuelta. Su persistencia durante más de 6
vedad del daño hepático. meses establece la existencia de una hepatitis cró-
La glomerulonefritis membranosa asociada al VHB nica por VHB.
es más frecuente en niños siendo el síndrome ne-
Anticuerpo frente al antígeno
frótico la forma de presentación habitual. La mayo-
ría de ellos regresa espontáneamente. de superficie (anti-HBs)
Aparece semanas después de la negativización del
Diagnóstico serológico del VHB HBsAg indicando curación y proporcionando inmu-
En todo paciente con infección por el VHB debe noprotección.
determinarse la fase en la que se encuentra la in-
Anticuerpos frente al antígeno
fección, su gravedad y la necesidad de tratamien-
to. Ello implica la necesidad de realizar una histo- de la cápside (anti-HBc)
ria clínica completa buscando factores de riesgo Son los primeros en detectarse en la infección,
asociados, y una exploración física para valorar la habitualmente al tiempo en que aparecen los sín-
presencia de signos de hepatopatía. La evaluación tomas. Inicialmente aparecen los IgM, que consti-
inicial debe incluir una ecografía abdominal, la tuyen el principal indicador de infección reciente
determinación de ADN viral y serologías de VHD, puesto que desaparecen tras varios meses. Poco
VHC y VIH. La batería de pruebas analíticas debe después aparecen los IgG que se mantienen por
incluir un hemograma completo, perfil hepático y tiempo indefinido. Si la infección se resuelve, se de-
el estudio de otras posibles causas de hepatopatía tectan en suero junto con los anti-HBs. Por el con-
(anticuerpos, metabolismo del hierro, cobre, ceru- trario, la persistencia de la infección condiciona la
loplasmina, etc.)22. coexistencia de este marcador con los HBsAg.
775
Sección 6. Hígado
Anti-HBs
IgM Anti-HBc
0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 52 100 0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 52
Semanas después de la exposición Semanas después de la exposición
Hoy en día, las técnicas de diagnóstico molecular cito (ADNccc), lo cual dificulta su erradicación com-
permiten la identificación de los 8 genotipos (A-H). pleta y por lo tanto la curación del paciente.
En la práctica, únicamente se investigan si el pa- Debido a esta situación se ha establecido como ob-
ciente va a ser tratado con interferón31. jetivo fundamental la mejoría de la calidad de vida
y la supervivencia de los pacientes infectados por el
Tratamiento VHB, es decir, evitar la progresión a cirrosis y/o he-
El principal objetivo de todo tratamiento de una en- patocarcinoma o bien, en el caso de que la cirrosis
fermedad infecciosa es la erradicación del agente estuviera ya establecida, prevenir la aparición de
infeccioso para prevenir el daño y las complicacio- descompensaciones, insuficiencia hepática avanza-
da o muerte22,33. Este objetivo puede ser alcanzado
nes que éste produce en el organismo. En el caso
si se consigue la supresión de la replicación viral y
del VHB, la desaparición del HBsAg y la serocon-
la disminución de los niveles de ADN hasta ser in-
versión a anti-HBs serían el objetivo ideal de todo detectables con las técnicas actuales de amplifica-
tratamiento antiviral. Desafortunadamente dicho ción de PCR en tiempo real (límite de detección de
objetivo se alcanza en una pequeña proporción de 10-200 UI/ml en función de las técnicas utiliza-
pacientes con los tratamientos actuales32 debido a das)34. La interrupción de la replicación viral va
las características virológicas del VHB, dado que una asociada a otros objetivos adicionales, como son la
de las peculiaridades del ciclo replicativo del VHB es respuesta bioquímica (normalización de transami-
la integración de su ADN en el genoma del hepato- nasas), la respuesta serológica (pérdida del HBeAg
776
53. Hepatitis B
EASL22 ADN VHB > 2.000 UI/ml y/o ADN VHB > 2.000 UI/ml y/o
(2009) ALT > LSN. Considerar BH y tratar si: ALT > LSN. Considerar BH y tratar si:
inflamación moderada/grave o fibrosis inflamación moderada/grave o fibrosis
significativa (>A2,F2 METAVIR score) significativa (>A2,F2 METAVIR score)
AASLD35 ADN VHB >20.000 UI/ml + ADN VHB >20.000 UI/ml + ALT >x2 LSN
(2009) si ALT >x2 LSN (3 o 6 meses de
observación si ausencia de pérdida si ADN VHB: 2.000-20.000 UI/mL y ALT>LSN:
de HBeAg). Considerar BH previa al Considerar BH y tratar si inflamación
tratamiento o tratar si descompensación moderada/grave o fibrosis significativa
clínica o ictericia
si ALT ≤ x2 LSN: observación. Considerar
BH si edad > 40 años, historia familiar
de HCC o alteración persistente de ALT
y tratar si inflamación moderada/grave
o fibrosis significativa
APASL47 ADN VHB >20.000UI/ml + ADN VHB >2.000 UI/ml +
(2008) si ALT >x5 LSN, si ALT >x2 LSN (persistente tras 3-6 meses
si ALT >x2-5 LSN (persistente tras 3-6 meses o preocupación por descompensación hepática),
o preocupación por descompensación hepática), si ALT <x2 LSN: BH (tratar si inflamación/fibrosis
si ALT <x2 LSN: monitorizar ADN y BH moderada/grave)
si edad > 40 años (tratar si inflamación/fibrosis
moderada/grave)
ALT: alanino aminotransferasa; LSN: Límite superior de la normalidad; BH: biopsia hepática; HCC: hepatocarci-
noma; EASL: European Association for the Study of the Liver; AASLD: American Association for the Study of Liver
Diseases; APASL: Asian Pacific Association for the Study of the Liver.
777
Sección 6. Hígado
Figura 4. Resultados al finalizar el primer año de tratamiento en pacientes con hepatitis crónica HBeAg+ y HBeAg–41. (PEG-IFN:
interferón pegilado a-2ª, LAM: lamivudina, ADF: adefovir, ETV: entecavir, LdT: telbivudine y TDF: tenofovir).
778
53. Hepatitis B
Antes de optar por este fármaco debemos tener en dría plantearse un tratamiento de duración finita
cuenta diversos factores tales como la disposición en pacientes con HC HBeAg+ que seroconvierten
del paciente a recibir un tratamiento subcutáneo (HBeAg -/anti-HBe+) y presentan una carga viral in-
con frecuentes efectos secundarios, así como la detectable. En dicha situación se aconseja prolon-
presencia o no de una serie de contraindicacio- gar el tratamiento antiviral durante un mínimo de
nes formales a su administración: el embarazo, la 6 meses, si bien es recomendable alcanzar el año
hepatitis aguda o la presencia de cirrosis descom- de tratamiento de consolidación antes de abando-
pensada. En el caso de los pacientes con fibrosis nar la terapia. En estos casos, siempre es prudente
avanzada o cirrosis establecida compensada, no una monitorización periódica para reiniciar los fár-
existe una contraindicación al tratamiento con PEG- macos antivirales en caso de reactivación22,48.
IFN-a2b siendo generalmente bien tolerado y efec-
tivo43. Estos casos, sin embargo, pueden presentar Dentro de los antivirales orales podemos distin-
en el curso del tratamiento episodios recortados de guir varios grupos según su estructura química: los
daño necroinflamatorio mediados por el estímulo L-nucleósidos (lamivudina y telbivudina), un nu-
inmune que pueden precipitar una descompensa- cleósido análogo de la deoxiguanosina (entecavir)
ción35, exigiendo por lo tanto un mayor control y y los nucleótidos fosfonatos acíclicos (adefovir y
cuidado en su utilización. tenofovir).
Se ha descrito una serie de factores predictores de La elección del nucleós(t)ido a utilizar va a depen-
respuesta al tratamiento con interferón en los pa- der de la potencia o actividad antiviral del fármaco
cientes HBeAg+, tales como la presencia de geno- para poder conseguir una supresión viral intensa,
tipos A y B37, la existencia de niveles bajos de ADN y de la probabilidad de aparición de resistencias a
(inferiores a 7log10 IU/ml) y niveles de ALT elevadas largo plazo. La aparición de dichas resistencias va
(con un valor de x3 LSN o superior). Estos factores a depender fundamentalmente de dos factores:
junto con la edad y el sexo conforman un índice de de la eficacia antiviral y de la barrera genética del
respuesta para este subgrupo de pacientes disponi- fármaco, definida por el número de mutaciones
ble en http://www.liver-gi.nl/peg-ifn44, que puede necesarias para el desarrollo de resistencias far-
hacer considerar la utilización de PEG-IFN como macológicas. Así, podemos diferenciar entre fár-
una buena alternativa de tratamiento. En el caso macos con una alta barrera genética como el en-
de los pacientes HBeAg- el nivel de evidencia de los tecavir (ETV) o tenofovir (TDF) y fármacos con una
factores predictores mencionados es menor45. baja barrera genética como la lamivudina (LAM)
La cuantificación del HBsAg ha adquirido un espe- (figura 5). El fármaco ideal, por consiguiente, es
cial interés en los últimos años debido a su aso- aquél que demuestra una mayor potencia antiviral
ciación con la presencia de ADNccc del VHB en el y una alta barrera genética. Ambas características
hepatocito infectado. Aunque este parámetro no son compartidas por el tenofovir y por el entecavir,
puede sustituir, en ningún caso, a la determinación siendo ambos fármacos de primera elección en el
de ADNVHB en suero, la disminución de los títulos tratamiento con nucleós(t)idos de pacientes HB-
de HBsAg permite identificar en algún modo a los sAg+ y HBeAg-22,35.
pacientes que podrían aclarar el HBsAg a largo pla-
zo46. Por consiguiente, su monitorización durante el Una de las grandes ventajas de estos fármacos es
tratamiento puede ser de utilidad en este contexto. su administración oral y la presencia de escasos
No obstante, su incorporación a la práctica clínica efectos secundarios, lo cual favorece un mayor
habitual precisa de más estudios22. cumplimiento terapéutico a largo plazo. Sin embar-
go no están carentes de ellos pudiendo producir
Nucleós(t)idos toxicidad mitocondrial como efecto de clase, dando
El tratamiento antiviral con análogos de nucleó- lugar a miopatías, neuropatías49, hepatotoxicidad o
s(t)idos consigue suprimir la replicación viral al inhi- acidosis láctica50, especialmente en pacientes con
bir la polimerasa del VHB. No obstante, al no actuar hepatopatía avanzada (MELD por encima de 20
directamente sobre el ADNccc, rara vez consigue puntos). Otros efectos secundarios que han sido
eliminar el virus de los hepatocitos infectados47. comunicados incluyen la presencia de osteomala-
Por tanto, a diferencia del interferón, en la gran cia e insuficiencia renal51. En todos los casos es
mayoría de las ocasiones va a ser un tratamiento necesario considerar la función renal y realizar un
de larga duración o indefinido. No obstante po- ajuste de dosis en caso necesario.
779
Sección 6. Hígado
80
año 1
67 70 año 2
60 año 3
49 año 4
38 año 5
40
29
24
18 17
20
11
4 1,2 1,2
0
3 0,2 0,5 1,2 0 0 0 0
0
Lamivudina Adefovir Telbivudina Entecavir Tenofovir
EASL41 AASLD44
No respuesta Descenso del ADN VHB < 1 log10 UI/ml respecto Descenso del ADN VHB < 2 log10 UI/ml
primaria a la viremia basal en la semana 12 de tratamiento después de 24 semanas de tratamiento
Respuesta viral Descenso del ADN VHB ≥ 2 log10 UI/ml respecto
parcial a la viremia basal, pero detectable a la semana
24 (LAM o LdT) o a la 48 (ETV o TDF) de tratamiento
Breakthrough Incremento del ADN VHB > 1 log10 UI/ml respecto Incremento del ADN VHB > 1 log10 UI/ml
virológico a la viremia más baja alcanzada en el tratamiento respecto a la viremia más baja alcanzada
en el tratamiento después de alcanzar
respuesta virológica
780
53. Hepatitis B
781
Sección 6. Hígado
previo comporta un beneficio potencial para el pa- leve. En tales casos, puede demorarse el inicio
ciente, al reducir la carga viral del VHB, y disminuir del tratamiento o suspenderlo hasta después
el riesgo consiguiente de recidiva de la infección del embarazo en el caso de que tomaran un fár-
tras el trasplante. Los fármacos recomendados en maco de la categoría C (LAM, ADF y ETV).
este escenario son ETV o TDF debido su rapidez de
❱❱ En el mismo caso anterior, pero con signos de
acción y potencia antiviral22.
hepatopatía avanzada y riesgo de descompen-
Paciente con cirrosis hepática saciones, es razonable plantear un tratamiento
con fármacos del grupo B (especialmente teno-
El principal objetivo del tratamiento antiviral en los
fovir por su bajo índice de resistencias) o tener
pacientes con cirrosis hepática por VHB es mejorar
en cuenta la existencia de datos que demues-
la función hepática, disminuir la probabilidad de
descompensaciones y aumentar la supervivencia, tran la seguridad de fármacos del grupo C56.
evitando en lo posible la necesidad de un trasplan- ❱❱ Otra de las situaciones a tener en cuenta es la
te hepático. Por todo ello, la presencia de ADN del prevención de la transmisión de la infección al
VHB, independientemente de su nivel, constituye feto, situación que puede ocurrir en el tercer
una indicación clara de tratamiento, sea cual fuere trimestre del embarazo en gestantes que pre-
el nivel de transaminasas o el estado del HBeAg22,35. sentan una alta carga viral, especialmente si son
Entre los fármacos disponibles, los más recomen- HBeAg+57. La estrategia actual de prevención
dables son los antivirales orales debido a que el de transmisión se basa en la administración de
interferón tiene escasa eficacia y comporta riesgo gammaglobulina anti hepatitis B y la vacuna-
de producir descompensaciones. Entre los nucleó- ción del recién nacido, si bien existen algunos
s(t)idos destacan nuevamente los fármacos de ter- estudios que demuestran la utilidad del uso de
cera generación: el ETV y el TDF. Se han descrito telbivudina58 o lamivudina59 como medida de
casos fatales de acidosis láctica en pacientes con profilaxis de transmisión en el tercer trimestre
MELD mayor de 20 asociados al entecavir50, lo que de gestación. Hoy en día, todavía es prematuro
hace necesario extremar las precauciones en este generalizar esta recomendación.
subgrupo de pacientes. Pese a ello, la utilización de Prevención de reactivaciones en paciente inmuno-
estos fármacos suele ser bien tolerada en pacientes suprimido (figura 7)
con cirrosis descompensada55.
La reactivación de la HC VHB tras la administración
Embarazo de fármacos inmunosupresores puede ocurrir en
En el tratamiento de las pacientes embarazadas portadores inactivos del VHB, en pacientes con una
hay que tener en cuenta dos factores: los posibles hepatitis B pasada o en pacientes con una hepati-
efectos teratógenos de los fármacos antivirales y el tis oculta60. Las consecuencias de esta reactivación
riesgo de transmisión del VHB al feto. pueden ser sumamente importantes ya que puede
abocar a una hepatitis aguda asociada al desarrollo
El IFN está contraindicado en el embarazo debido a de IHAG y fallecimiento, o bien provocar la suspen-
su acción antiproliferativa, por lo que los antivirales sión o demora de un tratamiento quimioterápico
orales adquieren un papel relevante en esta situa- que también es determinante en la supervivencia
ción. De los nucleós(t)idos disponibles únicamen- del paciente.
te el tenofovir y la telbivudina están considerados
categoría B y pueden administrarse durante el em- Por dicho motivo, es importante identificar a aque-
barazo, si bien la experiencia con fármacos como llos pacientes con riesgo de reactivación, por lo
la lamivudina no ha reportado teratogenicidad ni que se recomienda la determinación de HBsAg y
efectos adversos significativos. anti-HBc a todos los pacientes a los que se vaya a
administrar un tratamiento de inmunosupresores y
Existen diversas situaciones relacionadas con la
actuar en consecuencia22,61:
gestación en las que debe optarse por una deter-
minada estrategia terapéutica, aunque la evidencia ❱❱ Los pacientes seronegativos deben ser vacuna-
científica a este respecto es escasa. dos.
❱❱ El primer caso es el de pacientes jóvenes que ❱❱ En los pacientes que presentan HBsAg (-) y
desearan quedarse embarazadas, tienen indica- anti-HBc (+) debe investigarse el ADNVHB y en
ción de tratamiento y una enfermedad hepática caso positivo (hepatitis oculta), iniciar un trata-
782
53. Hepatitis B
Ttos. inmunosupresores
Ttos. QMT
Serología VHB
Rituximab y anti-CD 52
Anti-TNF a
miento antiviral oral con TNF o ETV que debe munosupresor o quimioterápico y finalmente, a los
mantenerse hasta 12 meses después de haber familiares, parejas y cuidadores de personas infec-
finalizado el tratamiento inmunosupresor22,35. tadas64. En estos casos se debe realizar el cribado
❱❱ Si el ADNVHB es negativo es necesaria una mediante la determinación del antígeno de super-
monitorización de ADN y ALT para detectar ficie (HBsAg) y el anti-HBs, precisando vacunación
de forma precoz una posible reactivación. No aquellos que son seronegativos.
obstante, en el caso de pacientes que vayan a
En España comenzó la vacunación universal a per-
ser sometidos a trasplante de médula ósea o
sonas con alto riesgo de contagio en el año 1983,
a tratamiento con rituximab, es recomendable
iniciar la profilaxis antiviral debido al alto riesgo aumentando progresivamente el número de indica-
de reactivación del VHB22,62,63. ciones y generalizándose a todos los recién nacidos
a partir del año 2003. Con estas medidas se han con-
Cribado, vacunación y profilaxis seguido una importante reducción de la prevalen-
postexposición VHB cia, principalmente entre los menores de 24 años.
Existen varias vacunas disponibles en España con
Actualmente no está indicada la realización de cri-
distintas dosis indicadas según el tipo y la edad del
bado a toda la población, aconsejándose en deter-
paciente (5-10 µg en menos de 15 años y 10-20 µg
minados grupos de riesgo: mujeres embarazadas
(en la primera visita al ginecólogo), personas a las en más de 15 años). La pauta convencional es la
que se va a realizar vacunación, nacidos en zonas administración de tres dosis, en los meses 0, 1 y 6,
de alta prevalencia, usuarios de drogas por vía pa- aunque puede variarse hasta aceptarse su adminis-
renteral, pacientes con VHC o VIH, pacientes en tración en los días 0, 7 y 21 a adultos en situación
hemodiálisis, personas con promiscuidad sexual, de alta necesidad65. Otra variante es la necesidad
pacientes que van a ser sometidos a tratamiento in- de altas dosis (40 µg) en situación de inmunodefi-
783
Sección 6. Hígado
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María Trapero, Ricardo Moreno
Unidad de Hepatología. Hospital Universitario de La Princesa, Instituto de Investigación Sanitaria Prin-
cesa (IP), Universidad Autónoma de Madrid, Centro de Investigaciones Biomédicas en Red (CIBERehd),
Instituto de Salud Carlos III, Madrid
H Í G A D O 787
Sección 6. Hígado
788
54. Hepatitis C crónica
20 a 50 UI/ml. Su especificidad se cifra en un 99%. TABLA 1. Factores de riesgo de infección por el virus
Existen numerosos métodos cuantitativos con PCR de la hepatitis C
que se utilizan rutinariamente. La PCR más usada
es la que utiliza la hibridación en reverso median-
te sondas específicas para cada genotipo. Actual- ❱❱ Transfusión de sangre anterior a 1991
mente están disponibles diversas técnicas capaces ❱❱ Exposición frecuente a hemoderivados
de cuantificar el ARN viral con niveles de detección • hemofilia
menor, como la PCR en tiempo real, técnica que se • hemodiálisis
halla implantada ya en un número importante de
• trasplante de órganos
hospitales en España. Los genotipos y subtipos del
• insuficiencia renal crónica
VHC también se determinaron mediante técnicas
de PCR6. • gammaglobulinas
• quimioterapia antitumoral
En el tejido hepático el ARN-VHC se puede detec-
tar por PCR y también por hibridación in situ (HIS). ❱❱ Inyección de drogas por vía parenteral
La detección del VHC por PCR en el tejido hepático ❱❱ Pinchazos y heridas en personal sanitario
constituye, sin duda, el marcador más específico de ❱❱ Descendencia de madres coinfectadas con el VIH
infección. De hecho, en algunas ocasiones es posi- ❱❱ Promiscuidad sexual
tivo cuando las pruebas serológicas han resultado ❱❱ Infección por el virus del herpes simple tipo 2
negativas.
❱❱ Cirugía mayor y cuidados odontológicos
Detección de antígenos del VHC ❱❱ Tatuajes y perforaciones (piercing)
❱❱ Inyecciones con material no desechable
La detección de antígenos del VHC se puede rea-
❱❱ Uso de cocaína intranasal compartiendo aplicador
lizar en suero, mediante EIA y en tejido hepático
mediante inmuno-histoquímica, pero aún no se ha ❱❱ Nivel socioeconómico bajo
establecido claramente su utilidad en la práctica
clínica habitual.
Polimorfismos de nucleótido simple las transaminasas al menos diez veces por encima
del límite superior de la normalidad (LSN). Un 15%
(SNP) de la interleucina 28B de los pacientes presentan ictericia y síntomas
Recientemente se ha descrito una asociación inespecíficos. La hepatitis de curso fulminante es
excepcional. El análisis del ARN-VHC por PCR es el
entre los polimorfismos del gen de la interleucina
método diagnóstico más sensible y precoz, puesto
28B (IL-28) y la posibilidad de responder o no al tra-
que puede ser positivo incluso durante el periodo
tamiento antiviral combinado de PEG-IFN más riba-
de incubación (de 6 a 8 semanas). Solo en contados
virina. Así, Ge et al. en el año 20097 describieron
casos (menos de un 5%), la infección se resuelve
que los pacientes con HCC genotipo 1 que presen-
de forma definitiva con normalización de las transa-
taban el polimorfismo rs12979860 de la IL-28B CC
minasas y desaparición del ARN-VHC del suero, ha-
alcanzaban tasas más elevadas de respuesta viral
blando entonces de una “curación espontánea”9, 10.
sostenida (RVS). Thompson et al.8 analizaron estos
polimorfismos de la IL-28B en pacientes incluidos
en el estudio IDEAL, y apreciaron que presentar el
Hepatitis crónica C (HCC)
genotipo CC otorgaba una mayor probabilidad de El 85% de las hepatitis agudas C cronifican9, 10. En
presentar RVS (Odds ratio de 5,1), siendo de mayor tal caso, la viremia persiste positiva y las transami-
peso incluso que el ARN-VHC basal del paciente. nasas fluctúan, llegando en algunos casos a man-
tenerse en niveles normales. Casi siempre el curso
Manifestaciones clínicas de la HCC es asintomático, aunque se han referido
síntomas como astenia, dolor sordo en hipocondrio
de la enfermedad derecho o manifestaciones extrahepáticas. Éstas
aparecen en el 20% de los casos y, menudo son la
Hepatitis aguda C primera manifestación de la enfermedad, permi-
La hepatitis aguda C presenta un curso asintomá- tiendo de este modo su descubrimiento (véase más
tico en más del 85% de los casos, con elevación de adelante)11.
789
Sección 6. Hígado
La historia natural de la HCC varía mucho de unos TABLA 2. Información proporcionada por la biopsia
casos a otros, así como su pronóstico. El 80% de los hepática en hepatitis crónica por VHC
pacientes mantiene un curso estable (hepatopatía
crónica compensada), mientras que el 20% restan-
te evoluciona de forma más o menos acelerada ❱❱ Permite asegurar el diagnóstico de hepatitis
crónica y excluye o confirma la presencia de
hacia la cirrosis en un intervalo de 20-30 años. El
cirrosis
desarrollo de fibrosis, sin embargo, fluctúa de unos
pacientes a otros, habiéndose descrito diversos ❱❱ Define el tipo de hepatitis crónica, grado de
patrones evolutivos: algunos pacientes tardan 20- inflamación y estadío de fibrosis (valor pronóstico)
30 años, pero existen otros “fibrosadores rápidos”, ❱❱ Proporciona información sobre posible etiología y/o
que en menos de 10 años ya muestran un hígado patogenia
cirrótico. ❱❱ Permite evaluar los efectos del tratamiento
antiviral
Durante esta fase, el procedimiento diagnóstico
considerado como patrón oro es la biopsia hepática
que confirma la presencia de nódulos de regenera-
tituye una señal inequívoca de enfermedad avan-
ción y fibrosis (tabla 2). Las figuras 2-5 muestran las
zada. En esta fase, el paciente puede presentarse
distintas fases evolutivas de una hepatitis crónica
con cualquiera de las manifestaciones propias de la
desde su comienzo hasta el desarrollo de cirrosis
insuficiencia hepática y de la hipertensión portal,
La aparición de signos de descompensación cons-
incluyendo ictericia, ascitis, hidrotórax, encefalo-
Figura 2. La imagen muestra un espacio porta infiltrado por Figura 3. La biopsia muestra un denso infiltrado linfoplasmo-
células linfoplasmocitarias que no rebasan la membrana citario que ha rebasado la membrana limitante del espacio
limitante. porta, apreciando necrosis parcelar periférica (piecemeal
necrosis) como expresión de una hepatitis crónica con mode-
rada actividad.
Figura 4. La imagen revela la presencia de un puente de ne- Figura 5. La biopsia muestra neolobulillos de regeneración
crosis porto-portal, como expresión de un grado más intenso delimitados por septos fibrosos, claramente indicativos de la
de actividad que implica un peor pronóstico. presencia de una cirrosis establecida.
790
54. Hepatitis C crónica
A B
Figura 6. El hepatocarcinoma puede complicar la evolución de la hepatopatía crónica por VHC. A) Imagen de un hepatoma en
el lóbulo derecho del hígado obtenida por TAC. B) El examen histológico se corresponde con un hepatocarcinoma bien diferen-
ciado.
791
Sección 6. Hígado
792
54. Hepatitis C crónica
en la que el ARN-VHC desciende al menos 2 log res- y PEG-IFN al peso. Todos ellos deberán continuar
pecto del basal (RVP parcial) o es indetectable (RVP un seguimiento de 6 meses tras la finalización del
completa) en la semana 12 de tratamiento; hay au- tratamiento, para valorar las tasas de RVS9,10,12,13.
tores que actualmente prefieren denominarla RVR
Con el advenimiento de las nuevas técnicas de
extendida. La normalización de estos parámetros al
análisis genómico (GWAS: Genome Wide Associa-
finalizar el tratamiento se define como respuesta al
tion Studies), el análisis de los polimorfismos de
final del tratamiento (RFT).
la IL-28B se está implantando en al práctica clínica
El objetivo del tratamiento es conseguir una res- habitual. Con el estudio de los posibles genotipos
puesta virológica sostenida (RVS), que se define de la misma, podremos plantear las posibilidades
como la ausencia de ARN-VHC en el suero y norma- de obtener una RVS al paciente antes de iniciar el
lización de las transaminasas seis meses después tratamiento7,8,14.
de haber finalizado el tratamiento. La mayoría de
Los datos proporcionados por numerosos estudios
recaídas ocurren entre la RFT y la RVS. Con la com-
que han evaluando los diferentes tipos de respues-
binación de PEG-IFN más RBV se obtiene una tasa
ta y sus porcentajes, en relación con determinadas
de RVS del 55-65%, si bien este porcentaje se ve
variables, han permitido optimizar el tratamiento,
influido por factores individuales del paciente tra-
planteando propuestas terapéuticas ajustadas a las
tado9,10,12.
previsiones de respuesta “tratamiento a la carta”.
Esquema terapéutico Se establecen las siguientes recomendaciones:
y optimización del mismo ❱❱ A las 4 semanas se evalúa la RVR: si el ARN-VHC
es indetectable, y la carga viral basal era baja
Hasta hace pocos años, sólo existía la formulación
(menor de 400-600.000 UI/ml), se puede redu-
del IFN recombinante o convencional, que obligaba
cir el tiempo de tratamiento a 24 semanas cuan-
a los pacientes a inyectarse tres veces por semana
do se trate del genotipo 1 y a 14-16 semanas
para mantener los niveles adecuados del fármaco.
para el caso de los genotipos 2/3.
Gracias a la pegilación (adición de una molécula de
polietilenglicol) del IFN, se consigue una vida me- ❱❱ A la semana 12 de tratamiento se evalúa la RVP:
dia más larga y una farmacocinética más favorable, si persiste detectable el ARN-VHC y no éste no
permitiendo la administración de una sola dosis ha descendido más de 2 log respecto del ARN
semanal. Con ello se facilita el cumplimiento tera- basal, las posibilidades de respuesta son muy
péutico12. bajas (menos de un 3%, o lo que es lo mismo, un
valor predictivo negativo del 97%), por lo que se
Existen dos tipos de PEG-IFN: el a-2a, con una mo-
recomienda suspender el mismo, catalogando
lécula ramificada de polietilenglicol (40 kD) y el
al paciente de no respondedor.
a-2b, cuya cadena es lineal y de menor peso mo-
lecular (12 kD). La diferencia fundamental es que ❱❱ Si el paciente ha presentado una RVP parcial, se
el a-2a no requiere ajuste de dosis en función del vuelve a evaluar la carga viral en la semana 24.
peso (180 μg/semana), mientras que el a-2b sí, de- Si es indetectable, el paciente es considerado
biendo ajustarse a 1,5 μg/kg de peso/semana. Las como un respondedor lento, y podría benefi-
dosis de la ribavirina debe ser ajustadas al genotipo ciarse de prolongar el tratamiento con PEG-IFN
de VHC y al peso: los pacientes con genotipo 2-3, la más ribavirina durante 72 semanas en lugar de
mayoría de ellos sólo requerirán dosis de 800 mg/ 48 semanas, para el genotipo 1, y 48 semanas
día; los pacientes con genotipo 1 y 4 requieren ajus- en lugar de 24 para el caso de los genotipos
tar la dosis al peso (1.000 mg/día para aquellos con 2/3, sobre todo aquellos con una carga viral
menos de 75 kg, y 1.200 mg /día para los que pesan (ARN-VHC) basal elevada.
más de 75 kg).
El esquema de tratamiento varía en función del ge-
Factores predictivos de respuesta
notipo del VHC; así los genotipos 2 y 3 requieren Del resultado de diversos ensayos clínicos multi-
tratamiento sólo durante 6 meses en la mayoría céntricos, aleatorizados y doble ciego, se despren-
de situaciones, con dosis de PEG-IFN estándar o de que las tasas de respuesta son mejores en aque-
ajustada al peso y de 800 mg/día de ribavirina. Los llos pacientes que nunca han sido tratados (naïve)
pacientes con genotipo 1 y 4, deberán tratarse du- o que han recaído tras una monoterapia con IFN,
rante 48 semanas, ajustando la dosis de ribavirina frente a los que no han respondido a un tratamien-
793
Sección 6. Hígado
to combinado previo. Así mismo, se ha comproba- farmacológica obliga en ocasiones a reducir las do-
do que los pacientes que negativizan precozmente sis y excepcionalmente a interrumpir el tratamien-
la viremia tienen mayores posibilidades de obtener to. La tabla 6 muestra algunas recomendaciones
una RVS. Así, los pacientes genotipo 1 que consi- sobre el uso combinado de PEG-IFN más RBV y las
guen negativizar el ARN-VHC o disminuir más de 2 reducciones de dosis aconsejadas en función de los
logaritmos la carga viral a la semana 12, tienen un parámetros consignados. Algunos pacientes con
57% de posibilidades de erradicar el VHC. buena respuesta bioquímica y virológica pueden
beneficiarse de un tratamiento antidepresivo o de
Otras variables que se han relacionado con una ma- la administración de estimulantes de las colonias
yor tasa de RVS son: sexo femenino, edad inferior a de neutrófilos para evitar la interrupción del trata-
40 años, bajo estadio de fibrosis (F0, F1 de la escala miento cuando la depresión o la neutropenia grave
METAVIR), carga viral baja (inferior a 800.000 UI/ constituyen un hándicap para mantener la adhe-
ml) y genotipo 2 ó 3. Su conocimiento nos puede rencia al mismo. Finalmente, debe recordarse que
ayudar a una mejor y pertinente indicación del tra- la ribavirina y el interferón pueden ser teratógenos
tamiento del VHC. Otros factores predictivos que y embriocidas. De ahí que los pacientes en edad
parecen asociados a mejores tasas de respuesta fértil deban usar un método anticonceptivo eficaz
son la presencia de niveles bajos de sideremia y fe- hasta seis meses después de haber completado la
rritina, niveles bajos de gammaGT y la ausencia de pauta de tratamiento combinado9,10,12.
cirrosis. Entre los factores moleculares, cabe des-
tacar un mejor pronóstico para aquellos pacientes Nuevos tratamientos
con múltiples mutaciones en la región NS5A.
Desde hace aproximadamente 8-10 años se vie-
Recientemente se ha descrito que la expresión ge- nen desarrollando numerosos ensayos clínicos
nética y la variación genética de la IL-28B pueden con distintos agentes directos antivirales, como los
predecir la respuesta al tratamiento7,8,14. Los po- inhibidores de la proteasa o los inhibidores de la
limorfismos más analizados hasta la fecha en pa- polimerasa. Estas nuevas terapias especialmente
cientes con HCC tratados con PEG-IFN más ribaviri- diseñadas frente al VHC (STAT-C: Specific targeted
na son: rs12979860, rs8099917. Los pacientes con antiviral therapy against HCV) representan una
el genotipo CC del rs12979860 presentan una odds gran esperanza no sólo para los pacientes naïve,
ratio de 5 de alcanzar una RVS frente a los pacien- sino sobre todo, para los pacientes no respondedo-
tes que sean TT o CT. Se empieza a plantear en la res a tratamientos15 (tabla 7).
comunidad científica la necesidad de estratificar a
los pacientes y su tratamiento en función de estos
TABLA 4. Contraindicaciones del tratamiento combinado
polimorfismos.
con interferón a más ribavirina
Efectos secundarios
❱❱ Psicosis
Los efectos adversos son frecuentes y constituyen
una causa frecuente de interrupción del trata- ❱❱ Depresión grave
miento. El médico debe informar al paciente de ❱❱ Alcoholismo y drogadicción activos
la posible aparición de los mismos. La mayoría de ❱❱ Neutropenia y trombopenia graves
estos efectos secundarios están relacionados con el ❱❱ Cirrosis descompensada
PEG-IFN. El más frecuente es un cuadro seudogri- ❱❱ Coronariopatía
pal, que aparece entre las 2 y 12 horas posteriores
❱❱ Enfermedad cardiovascular grave
a la inyección y suele ceder con paracetamol. Otros,
como la pérdida de peso, leucopenia y trombope- ❱❱ Epilepsia no controlada
nia, alteraciones neurosiquiátricas, y alteraciones ❱❱ Insuficiencia renal grave
endocrinológicas son menos frecuentes. La RBV ❱❱ Embarazo y contracepción no seguros
presenta pocos efectos secundarios, el más fre- ❱❱ Hemolisis y anemia grave (Hb < 10 g/dl)
cuente es la anemia hemolítica. En la mayoría de ❱❱ Hemoglobinopatías
los pacientes es leve, y sólo en un 5% es clínica-
❱❱ Diabetes
mente significativa (inferior a 10 g/dl). Las tablas 4
y 5 reflejan con más detalle las contraindicaciones ❱❱ Enfermedades autoinmunes no controladas
y efectos secundarios del tratamiento. La toxicidad
794
54. Hepatitis C crónica
IFN RIB
Reducir dosis:
IFN a 1,5 MU/L, X, V Suspender
RIB a 600 mg/día tratamiento
Los ensayos clínicos en fase III con boceprevir y seropositivos para VIH es muy frecuente ya que la
telaprevir, muestran unas tasas de RVS del 70-75% vía de transmisión de ambos virus es similar. Ac-
en pacientes genotipo 1 frente al tratamiento es- tualmente en España se calculan unas 80.000 per-
tándar con PEG-IFN más RBV, que es del 55%16. Su sonas coinfectadas por VIH y VHC. Gracias al trata-
comercialización mejorará aún más las expectativas miento antirretroviral de gran actividad (TARGA), la
de estos pacientes. Además, se están llevando a esperanza de vida de los pacientes VIH positivos ha
cabo otros ensayos clínicos con diferentes molécu- aumentado, por lo que se plantea la necesidad de
las dirigidas a otras etapas del ciclo vital del VHC. tratar otras afecciones asociadas tales como la HCC.
Así ocurre con el filibuvir, un inhibidor de la polime- El manejo terapéutico de la HCC en estos pacientes
rasa y el Debio-025®, inhibidor de la ciclofilina (ta- tiene algunas peculiaridades. Así, la eficacia del tra-
bla 7) que se encuentran en fases más preliminares. tamiento es inferior a la observada en pacientes no
infectados por VIH y la progresión hacia la cirrosis
es mucho más rápida y supone una creciente tasa
HCC y poblaciones especiales de mortalidad entre los pacientes VIH. Por tanto,
La tabla 8 muestra otros grupos de pacientes difí- los pacientes infectados por VIH, con enfermedad
ciles de tratar. La infección por VHC en pacientes estable, CD4 en sangre superior a 350, carga viral
795
Sección 6. Hígado
TABLA 7. Nuevos fármacos frente al VHC TABLA 8. Pacientes con infección crónica por el virus de
la hepatitis C “difíciles de tratar”
Inhibidores VHC Fármacos
796
54. Hepatitis C crónica
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797
55 Hígado y alcohol
Mercedes Pérez Carreras, Gregorio Castellano
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid
H Í G A D O 799
Sección 6. Hígado
800
55. Hígado y alcohol
Etanol
NAD + R NAD + Citosol 2H2O2 Peroxi-
CYP2E1 E ADH Catalasa somas
NADH + H+ NADH 2H2O + O2
MEOS
OH-, 02-, H2O2
Acetaldehído
NAD +
ALDH
NADH
Acetato
NAD: nicotinamida adenina dinucleótido; ADH: alcohol deshidrogenasa; RE: retículo endoplásmico;
ALDH: acetaldehído deshidrogenasa.
ceso de radicales libres (anión superóxido O2¯, va entre la concentración de AcH y la gravedad
peróxido de hidrógeno H2O2, radical hidróxilo del daño celular. Entre los mecanismos tóxicos
OH¯) y subsiguiente estrés oxidativo con daño atribuidos al AcH se encuentran sus efectos so-
hepatocitario. bre la permeabilidad intestinal y la traslocación
bacteriana, así como su capacidad para formar
❱❱ Vía de la catalasa. Se localiza en los peroxiso-
aductos con proteínas intracelulares, como
mas y mitocondrias de los hepatocitos y su pa-
AcH-tubulina o AcH-actina. Ambos efectos ac-
pel en la oxidación del etanol es mínimo, limi- tivan el sistema inmunitario y la síntesis de ci-
tado por la cantidad de peróxido de hidrógeno toquinas proinflamatorias. Además, la unión del
(H2O2) que genera esta reacción. AcH a la tubulina altera el sistema de secreción
El AcH, producto de la oxidación del etanol, pre- celular de proteínas, cuyo exceso retiene agua
senta una segunda oxidación hepatocitaria cuyo en el citosol, dando lugar al balonamiento y de-
producto final es el acetato, el cual se incorpora generación hidrópica de la célula hepática, ca-
al ciclo de Krebs en forma de acetilcoenzima A. racterísticos de la HPA. El AcH también es tóxico
Dicha reacción es catalizada por la enzima aldehí- para las mitocondrias, alterando la fosforilación
do-deshidrogenasa (ALDH), de la cual se conocen oxidativa y la β-oxidación de los ácidos grasos.
dos isoenzimas: una se localiza en el citosol y se Dicha alteración se corresponde con la imagen
activa cuando la concentración de AcH es elevada al microscopio óptico de “megamitocondrias”.
(ALDH-1); la otra en las mitocondrias y actúa en Por último, se ha demostrado que el AcH es
condiciones fisiológicas (ALDH-2)7,8. capaz de estimular la fibrogénesis y la carcino-
génesis, a través de la regulación del gen del
Efectos tóxicos causados por el alcohol colágeno y del daño que produce en la síntesis y
y su metabolismo reparación de ADN celular, respectivamente9,10.
801
Sección 6. Hígado
802
55. Hígado y alcohol
803
Sección 6. Hígado
804
55. Hígado y alcohol
805
Sección 6. Hígado
común con otras causas de CH, pero el aumento de TABLA 1. Requisitos para el diagnóstico de hepatopatía
la inmunoglobulina A es específico de la CHA. No alcohólica
existen datos diagnósticos de CHA en la ecografía
abdominal, ya que el cambio en el tamaño del hí-
gado, la heteroecogenicidad de su parénquima o la ❱❱ Detección de alcoholismo.
presencia de ascitis son hallazgos comunes a la CH • Interrogatorio: cálculo de cantidad de alcohol
de cualquier etiología1,4 . ingerido y cuestionarios específicos de alcoholis-
mo.
Otras formas de hepatopatía alcohólica • Marcadores biológicos: VCM > 95-100 fl; GGT >
2,5N.
Colestasis alcohólica ❱❱ Diagnóstico de enfermedad hepática alcohólica.
Se ha descrito la colestasis simple atribuible al • Exploración física: estigmas de hepatopatía,
efecto tóxico del alcohol sobre la secreción biliar. hepatomegalia, ictericia, ascitis, encefalopatía
Pero lo más habitual es una colestasis grave aso- • Laboratorio: ↑ AST, AST/ALT >1-2, ↑ BR, ↓al-
ciada a esteatosis masiva, esteatosis microvesicular búmina, ↑ tº protrombina, dislipemia, ↑ácido
o lesiones de HA severas. Esta colestasis es de ins- úrico, anemia y trombopenia.
tauración brusca, simulando una obstrucción de la • Pruebas de imagen: ecografía abdominal.
vía biliar, y suele cursar con insuficiencia hepática • Biopsia hepática: percutánea/transyugular en
grave. Debe sospecharse en aquellos alcohólicos pacientes con coagulopatía.
crónicos que han aumentado la cantidad de alcohol • Métodos de diagnóstico no invasivos: citoque-
ingerido y descuidado su nutrición y que presentan ratina 18 en plasma, test de Forns, fórmula Apri,
un aumento de la BR y de los niveles plasmáticos de FibroScan (elastografía transitoria).
fosfatasa alcalina. ❱❱ Descartar otras causas de hepatopatía
• Enfermedad hepática grasa no alcohólica.
Síndrome de Zieve
• Hemocromatosis genética.
Es un tipo de HA en el que las lesiones histológicas
típicas de HA se asocian a esteatosis masiva, ane-
mia hemolítica e hiperlipidemia17. ración, y también con la inducción enzimática del
citocromo CYP2E, el cual podría favorecer la for-
Hepatitis crónica alcohólica mación de carcinogénicos contenidos en el tabaco,
En algunos alcohólicos aparecen lesiones idénticas nitrosaminas, etc.
a las hepatitis virales, pero que se recuperan con la
abstinencia. No se asocia a manifestaciones clínicas
Diagnóstico de la hepatopatía alcohólica
típicas y en la analítica destacan los marcadores de Para poder establecer el diagnóstico de HPA es ne-
alcoholismo. cesario confirmar el consumo excesivo de alcohol,
documentar la existencia de enfermedad hepática
Fibrosis hepática relacionada con este tóxico y descartar otras causas
Es una entidad infrecuente en la que existe un de enfermedad hepática (tabla 1).
aumento del colágeno hepático sin esteatosis ni Confirmación del alcoholismo
lesiones de HA. Puede existir una hepatomegalia y
trastornos generales inespecíficos, junto a un au- Se basa en la sospecha clínica y el interrogatorio al
mento discreto de las transaminasas. En ocasiones paciente sobre el patrón, tipo y cantidad de alcohol
se detectan signos de hipertensión portal como es- que consume. Además, el médico debe ayudarse
plenomegalia y ascitis. Su diagnóstico es un indica- de la información obtenida de familiares y/o perso-
dor morfológico de progresión a cirrosis. nas que convivan con el individuo, de cuestionarios
específicos y de algunos marcadores biológicos de
Hepatocarcinoma alcoholismo16,18.
Aparece en el 5-15% de pacientes con CHA. Su me- ❱❱ Cálculo de la cantidad de alcohol ingerido. Debe
canismo patogénico no se conoce, aunque se ha tomarse nota del tipo y número de bebidas alco-
relacionado con la coinfección viral, con los fenó- hólicas diarias o semanales para calcular los gra-
menos de inflamación crónica, necrosis y regene- mos de alcohol y el riesgo de toxicidad (tabla 2).
806
55. Hígado y alcohol
807
Sección 6. Hígado
Figura 6. Durante años, la laparoscopia permitió obtener una visión macroscópica del hígado y la toma de biopsias dirigidas,
un procedimiento de indudable menor riesgo que las biopsias percutáneas realizadas a ciegas. El advenimiento de la ecografía
proporcionó la oportunidad de realizar biopsias percutáneas con control ecográfico y la técnica fue desplazando de un modo
progresivo a la laparoscopia. La figura muestra una visión de los diferentes estadios de la enfermedad hepática por alcohol
obtenida por laparoscopia.
a) Laparoscopia. Hígado graso. La superficie del hígado es lisa y a través de su cápsula se reconoce el parénquima hepático y el
dibujo de los lobulillos en los que destaca el color amarillento originado por el depósito de grasa. b) Hepatitis alcohólica. La su-
perficie del hígado es algo irregular en relación con la presencia de fibrosis. En la cápsula se pueden apreciar numerosos capilares
y arteriolas que reflejan la actividad inflamatoria. En las zonas donde la cápsula no está engrosada, se puede reconocer que el
parénquima hepático presenta un moteado rojizo. En ocasiones, el parénquima tiene una coloración amarillenta como conse-
cuencia del depósito de grasa. c) Laparoscopia. Cirrosis hepática micronodular. La superficie está deformada por la presencia de
una granulación fina y homogénea producida por los pequeños nódulos de regeneración. Es llamativa la coloración amarillenta
característica del depósito de grasa. En la cápsula hay un aumento de los capilares y arteriolas que se relaciona con la presencia
de actividad inflamatoria. d) Laparoscopia. Cirrosis hepática macromicronodular de etiología alcohólica. El hígado presentta una
superficie irregular deformada por nódulos de tamaño heterogéneo, pequeños y medianos, separados por depresiones cicatricia-
les. En la cápsula se identifican multitud de quistes linfáticos de color blanquecino.
Cortesía del Dr. Solís Herruzo. Hospital 12 de Octubre de Madrid.
la esteatosis aguda masiva, pero obligan a descar- simple ecografía abdominal es posible diagnosticar
tar otras etiologías como sobredosis concomitante un hígado graso, una CH, o un HCC. Además, permi-
de paracetamol. Es frecuente encontrar alteracio- te descartar otras causas de alteración de las prue-
nes hematológicas (anemia, trombopenia, leuco- bas hepáticas como patología obstructiva biliar o
citosis/leucopenia), metabólicas (hiperuricemia, procesos neoplásicos que infiltren el parénquima
hipertrigliceridemia y aumento de HDL-colesterol) hepático.
y de los parámetros nutricionales. En la hepatopa-
tía avanzada se alteran los parámetros de función
Biopsia hepática
hepática (BR, protrombina, INR, albúmina). Aunque no es imprescindible para el manejo de
esta enfermedad, la biopsia hepática es útil para
Pruebas de imagen
establecer el diagnóstico definitivo, conocer la gra-
Tanto la ecografía abdominal como la tomografía vedad de las lesiones y orientar sobre el pronóstico
computarizada y la resonancia magnética son ca- de la enfermedad. Hoy en día sigue siendo el gold
paces de detectar que existe enfermedad hepática, standard para clasificar a los enfermos, valorar el
aunque no discriminan si existe inflamación o fibro- estadio de fibrosis y detectar lesiones hepáticas
sis ni sirven para establecer la etiología. Con una de otra etiología. La figura 6 muestra el aspecto
808
55. Hígado y alcohol
macroscópico de las diferentes formas anatomo- de Budd-Chiari puede ser difícil y hacer necesaria la
clínicas de la enfermedad hepática por alcohol, realización de una biopsia hepática4.
obtenido por visión laparoscópica. Hoy en día, el
procedimiento se realiza habitualmente mediante Pronóstico
una punción percutánea dirigida por ecografía. De El pronóstico de la HPA es muy variable pues de-
acuerdo con las guías americanas, la biopsia hepáti- pende de diversos factores, siendo los más impor-
ca está indicada en aquellos pacientes con un diag- tantes la persistencia o no del alcoholismo, la se-
nóstico clínico de HA grave en quienes se valora la veridad de la lesión hepática y la intensidad de las
posibilidad de tratamiento farmacológico (ver más manifestaciones clínicas.
adelante), o en aquellos con un diagnóstico dudo-
so14,18. Supresión del consumo de alcohol
Otros métodos diagnósticos La abstinencia alcohólica es el principal indicador
Recientemente se ha comunicado la utilidad de la del pronóstico de la enfermedad. En la EHA el hí-
citoqueratina 18 en el diagnóstico de la HA y como gado puede llegar a normalizarse en menos de 6
predictor de fibrosis hepática. Es un biomarcador semanas. En la HA el pronóstico es muy variable,
plasmático de muerte celular y es probable que en aunque la abstinencia suele provocar una curación
el futuro sirva también para valorar la respuesta al de las lesiones. En las mujeres, no obstante, el ries-
tratamiento con corticoides de los pacientes con go de evolución a CH puede mantenerse a pesar de
HA grave20. la supresión del hábito enólico. En el caso de la CHA
compensada, la supervivencia a los 5 años varía del
En los últimos años también se han desarrollado 90% en el grupo de abstemios menos del 70% en el
algoritmos matemáticos (APRI, Forns)21 y se ha de bebedores activos. En el caso de la CHA descom-
difundido el uso de la “elastografía transitoria” (Fi- pensada, la supervivencia aumenta en un 30% en el
broScan) para predecir el estadio de fibrosis. Estos grupo de abstemios.
métodos no invasivos han demostrado su utilidad
en la hepatitis crónica C, pero su valor en la HPA Tipo de lesión hepática
está aún por determinar21,22. La venopatía alcohólica (fibrosis perivenular cen-
tral), colagenización sinusoidal, inflamación, necro-
Descartar otras causas hepatopatía: sis focal o colestasis son indicadores de progresión,
diagnóstico diferencial máxime si el paciente continúa con el hábito alco-
hólico o está infectado por el VHC. Por el contrario,
Entre las enfermedades del hígado que pueden
las megamitocondrias parecen ser indicadores de
presentar características clínicas y/o histológicas
buen pronóstico.
parecidas a las de la HPA se encuentran la enferme-
dad del hígado graso no alcohólica y la hemocro- Marcadores clínicos y de laboratorio:
matosis hereditaria. El diagnóstico diferencial con
la primera es especialmente difícil, ya que las lesio- índices pronósticos
nes histológicas son indistinguibles y en ocasiones Los enfermos con mayor riesgo de progresión de
no es fácil asegurar que el paciente no consume la HPA y menor supervivencia son aquellos con en-
alcohol en exceso. La asociación de un síndrome cefalopatía hepática, ascitis, ictericia, o infección
metabólico (obesidad, diabetes mellitus tipo 2, bacteriana añadida. Los pacientes con hiperbilirru-
hipertensión arterial, dislipemia) o la toma de al- binemia intensa (superior a 12 mg/dl), tiempo de
gunos fármacos (amiodarona, tamoxifeno) apoyan protrombina alargado, insuficiencia renal o hipoal-
el diagnóstico de enfermedad del hígado graso no buminemia también tienen mal pronóstico. Para
alcohólico (capítulo 56). También puede resultar facilitar la toma de decisiones terapéuticas, se han
difícil distinguir la hiperferritinemia y la siderosis desarrollado índices pronósticos que permiten cal-
hepática que aparecen con frecuencia en la HPA de cular de forma objetiva la gravedad del episodio de
las que se producen en la hemocromatosis heredi- HA y ayudar a identificar a los enfermos con peor
taria. La determinación de las mutaciones de esta pronóstico y con necesidad de tratamiento espe-
enfermedad de transmisión genética y el índice he- cífico (tabla 3). Los más utilizados son el índice de
pático de hierro permiten diferenciarlas (capítulo Maddrey (IM), el sistema MELD (Mayo End-Stage
57). La distinción de la HA grave con un síndrome Liver Disease), la escala de Glasgow y el tradicional
809
Sección 6. Hígado
Child-Turcotte-Pugh. Un IM superior o igual a 32 se días del 20% en las formas leves y del 30-60% en
corresponde con una HA grave y una mortalidad las graves). A largo plazo, el factor pronóstico más
del 30-50% durante el primer mes del episodio; por importante es la abstinencia alcohólica. Si la lesión
el contrario, un IM inferior a 32 se asocia con una inicial es leve, solo el 30% desarrollan CH en un
HA leve-moderada y una mortalidad del 17% en periodo aproximado de 10 años; pero si es grave,
los primeros 30 días. Diferentes autores han encon- el 70% acaban siendo cirróticos. La mortalidad se
trado que una puntuación MELD superior a 18-20 relaciona con el grado de insuficiencia hepática y
presenta una sensibilidad y especificidad similar a con complicaciones como infecciones, delírium tré-
la del IM para seleccionar a los pacientes con peor mens o síndrome hepatorrenal.
pronóstico. Además, el cambio en 2 o más puntos El pronóstico de la CHA depende del grado funcio-
de cualquiera de estos dos índices durante la pri- nal, del sexo y de la presencia de varices esofágicas.
mera semana de hospitalización predice un cambio Observaciones clínicas han asociado los valores de
en la mortalidad del episodio18,23. colesterol bajos (por debajo de 100 mg/dl) y el des-
censo progresivo de la GGT (GGT inferior a 100 o
Otros marcadores ratio BR/GGT mayor que 1) con mayor mortalidad
La existencia de hipertensión portal o cofactores al año y peor pronóstico de la CHA. En general, el
como hepatitis crónica viral, obesidad, malnutri- desarrollo de una CHA significa un acortamiento
ción o sobrecarga de hierro ensombrecen el pro- en la supervivencia. Las causas más frecuentes de
nóstico de la HPA. muerte son la insuficiencia hepática, la hemorragia
digestiva y el HCC. No se deben olvidar las causas
La HA es considerada una lesión precirrótica, es- extrahepáticas de muerte relacionadas con el alco-
pecialmente tras episodios repetidos de necroin- hol como suicidios, accidentes o tumores diferen-
flamación, cuando persiste el consumo de alcohol, tes al HCC. Los pacientes con CHA compensada y
y cuando se trata del sexo femenino. El pronóstico buena función hepática tienen una supervivencia
de la HA es muy variable: a corto plazo depende del 50-60% a los 5 años y del 30-40% a los 10 años.
de la gravedad del episodio (mortalidad a los 30 Por el contrario, cuando la CHA está descompensa-
810
55. Hígado y alcohol
da, solo viven el 15-20% a los 5 años y el 10% si ha mg/6-8 horas, o atenolol, 50 mg/12 horas) cuando
aparecido ascitis24. los síntomas neurovegetativos sean muy acentua-
dos. En el caso de que la clínica sea muy grave, el
Tratamiento paciente debe ser tratado en una unidad de cuida-
dos intensivos23,25.
El pilar básico del tratamiento de la HPA es la absti-
nencia alcohólica. A ello deben añadirse unas me-
didas generales y otras específicas como los suple-
Nutrición
mentos nutricionales y los corticoides en el caso de La malnutrición proteico-calórica, las deficiencias
la HA grave. El IM y la puntuación MELD son los ín- en vitaminas (A, D, K, B1 o tiamina, B12 o piridoxi-
dices pronósticos más utilizados para decidir el ini- na, folato) y minerales, como el zinc, son frecuentes
cio del tratamiento farmacológico en el primer día en el alcoholismo y ensombrecen el pronóstico de
de hospitalización del paciente con una HA grave. El la HPA. Diferentes estudios sugieren que los suple-
manejo de la CHA y de sus posibles complicaciones, mentos nutricionales orales, enterales o parente-
como la ascitis, la EH o el sangrado por varices eso- rales, según la situación y gravedad del enfermo,
fágicas, no difiere del indicado para la CH de otra mejoran la función hepática y la supervivencia
etiología, incluyendo el TH (capítulos 61-63). del paciente con HPA, tanto en fase de HA como
de CHA. La nutrición enteral total consiste en la
Abstinencia alcohólica administración de 2.000 kcal/día en infusión con-
tinua a través de una sonda nasogástrica especial
Debe ser la primera medida terapéutica en todos
y mediante una bomba peristáltica. Siempre que
los casos. Los largos periodos de abstinencia con-
el paciente pueda tolerar la vía oral, los nutri-
siguen mejorar la evolución del daño hepático, dis-
cionistas recomiendan una dieta de 1,2-1,5 g de
minuir la presión portal, evitar la progresión a CH y
proteínas/kg de peso y 35-40 kcal/kg/día en forma
aumentar la supervivencia en cualquiera de los es-
de comidas frecuentes, con un desayuno completo
tadios de la HPA. Esta mejoría ocurre en la mayoría
y una toma a la hora de acostarse.
de los casos tras tres meses de abstinencia, aunque
es menos significativa entre las mujeres. Fármacos
La dependencia alcohólica es difícil de tratar y con Los corticoides y la pentoxifilina son los únicos fár-
frecuencia es necesario un abordaje multidiscipli- macos que recomiendan las guías clínicas para el
nar que incluya medidas psicológicas y farmaco- tratamiento farmacológico de la HA grave (figura 7).
lógicas que ayuden a abandonar este hábito y a
evitar la recaída. La determinación en sangre de Corticoides
la CDT, cuyo valor se normaliza tras 2 semanas sin
consumir alcohol, puede ser útil para confirmar la El mecanismo por el que pueden ser beneficiosos
abstinencia. Entre los medicamentos útiles para en la HA es múltiple: acción inmunomoduladora y
conseguir la abstinencia se encuentran los fárma- antifibrogénica, efecto anabolizante, inhibición de
cos aversivos como el disulfiram o la cianamida, los la formación de aductos de AcH y bloqueo de la
anticraving que disminuyen el deseo compulsivo expresión de moléculas de adhesión intercelular.
de alcohol y las recaídas como el acamprosato (ace- Se han publicado al menos 13 ensayos clínicos con-
tylhomotaurina) o el baclofén, y los antagonistas de trolados, con resultados contradictorios, y 3 me-
taanálisis de dichos estudios, que no han podido
los opiáceos como la naltrexona.
demostrar una mejoría de la supervivencia de los
El clínico no debe olvidar que el paciente alcohólico pacientes tratados con corticoides. Sin embargo,
activo o que ha ingerido grandes dosis de alcohol en un metaanálisis reciente se ha identificado a un
las últimas semanas, puede desarrollar un síndro- subgrupo de pacientes con encefalopatía hepática
me de abstinencia durante las primeras 8-12 horas y/o un IM igual o superior a 32 en quienes los cor-
de hospitalización. La gravedad del mismo parece ticoides mejoran la supervivencia a los 28 días: del
dosis dependiente, alcanzando una mortalidad del 65% en el grupo placebo al 87% en el grupo con
15% en el caso del delírium trémens. Para prevenir- corticoides. Este beneficio en la supervivencia se
lo, debe administrarse tiamina (100 mg/día) y ácido mantenía al año y era ya significativo en los pri-
fólico (1 mg/día), además de una benzodiacepina meros 7 días de tratamiento. Aunque el corticoide
(diazepam, oxazepam, lorazepam) o el clometiazol. (prednisona o prednisolona), la dosis administrada
Puede añadirse un b-bloqueante (propranolol, 10 y la duración del tratamiento varían en los distintos
811
Sección 6. Hígado
Abstinencia alcohólica
Abstinencia alcohólica
Nutrición
Nutrición
Tratamiento de complicaciones
Tratamiento de complicaciones
*Corticoides
812
55. Hígado y alcohol
rante 2-3 meses, o al menos hasta que los niveles férico, el páncreas y los riñones. La supervivencia a
de BR sean inferiores a 5 mg/dl. El infliximab es un medio-corto plazo y la mejoría en la calidad de vida
anticuerpo quimérico monoclonal del TNF-α y el es similar a la conseguida en otras causas de CH.
etanercept una proteína que bloquea el receptor A largo plazo la supervivencia suele reducirse por
soluble de esta citoquina. Ninguno de ellos ha de- un aumento de los accidentes cerebrovasculares
mostrado disminuir la mortalidad de la HA grave en y cardiovasculares y de los tumores de orofaringe
ensayos clínicos controlados. Además, su uso se ha y esófago. La recidiva del alcoholismo no se aso-
asociado con efectos adversos graves y un aumen- cia necesariamente a una recidiva de la CHA y, en
to en la mortalidad, fundamentalmente relaciona- general, la enfermedad es más leve y lentamente
da con infecciones bacterianas. Estos efectos y la progresiva, salvo cuando el paciente está infectado
importancia que tiene el TNF-α en la regeneración por el VHC.
hepática, hacen desaconsejable su uso en la HA. Se
han evaluado también tratamientos combinados Actualmente la HA grave no se considera una in-
(corticoides y pentoxifilina, corticoides con nutri- dicación de TH. La imposibilidad de reconocer a
ción enteral, etc.), pero se necesitan más estudios aquellos enfermos que pueden recuperarse con
para tener información concluyente15,18. abstinencia y tratamiento médico, sin llegar a preci-
sar un TH, y la necesidad de un TH semiurgente, son
Otros tratamientos argumentos en contra. Sin embargo, la posibilidad
Se han ensayado antioxidantes (vitamina E, silimari- de reconocer a aquellos enfermos con una HA gra-
na), antifibróticos (colchicina), antitiroideos (propil- ve que tienen peor pronóstico mediante los índices
tiouracilo), promotores de la regeneración hepática pronósticos, su elevada mortalidad a corto plazo y
(insulina, glucagón), calcioantagonistas (amilodipi- los buenos resultados obtenidos en los pocos casos
no), anabolizantes (oxandrolona, testosterona) y de pacientes con HA trasplantados, ponen en duda
lecitina poliinsaturada, pero sin resultados con- esta contraindicación, sobre todo si se cuenta con
vincentes. El sistema de soporte extracorpóreo un informe psiquiátrico favorable. En los enfermos
MARS (Molecular Adsorbent Recirculating System) con HCC, los criterios de TH son los mismos que en
ha dado resultados iniciales satisfactorios en series las CH de otras etiologías26.
cortas de HA grave con mejoría de la encefalopatía
hepática, BR, disfunción renal y supervivencia a los Bibliografía
30 días. Se necesitan series más amplias que confir- 1. Willner IR, Reuben A. Alcohol and the liver.
men estos resultados. Curr Opin Gastroenterol 2005;21:323-30.
También se han publicado ensayos clínicos para el 2. Ivano Scandurra R, García-Altés A, Nebot M.
tratamiento de la CHA con propiltiouracilo, SAMe Impacto social del consumo abusivo de alcohol
(S-adenosil-L-metionina), silimarina y colchicina, en el estado español. Consumo, coste y políti-
con resultados contradictorios. Según una revisión cas. Rev Esp Salud Pública 2011;85:141-7.
reciente del grupo Cochrane, ninguno de ellos dis- 3. Ramaiah SK, Rivera C, Arteel GE. Early phase al-
minuye la mortalidad global ni la relacionada con la coholic liver disease: An update on animal mo-
HPA, y tampoco mejoran las pruebas hepáticas de dels, pathology and pathogenesis. Int J Toxicol
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Los criterios de TH en la CHA son los mismos que testinales y hepáticas. Volumen 2. 8.ª edición.
los aceptados para las CH de otras etiologías (Child- Panamericana, Buenos Aires, 2008:1771-89.
Pugh B y C, puntuación MELD igual o superior a 12), 5. Solís Herruzo JA, Muñoz Yagüe MT. Hepato-
aunque con tres requisitos particulares: a) un pe- patía alcohólica. En: Perezagua C, Collado L,
riodo mínimo de 6 meses de abstinencia previa; b) Alvarez-Sala JL, Barrientos A, Bascones A, Ber-
una evaluación psiquiátrica que establezca el grado mejo F, Carreño L, Jara A, Moya V, De Portugal
de dependencia alcohólica, confirme la abstinencia J, Reieto J, Solís JA, Villegas A, eds. Tratado de
y el compromiso de mantenerla, y descarte otros Medicina Interna. Tomo I. Editorial Ariel, S.A.
problemas psiquiátricos asociados; c) descartar la Barcelona, 2005:643-57.
posible afectación de otros órganos por el alcohol 6. Pérez-Carreras M. Hepatopatía alcohólica. Pa-
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Sección 6. Hígado
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814
56 Enfermedad hepática grasa
no alcohólica
Carmelo García Monzón
Unidad de Investigación. Hospital Universitario Santa Cristina. Instituto de Investigación Sanitaria
Princesa. Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas
(CIBERehd). Madrid
H Í G A D O 815
Sección 6. Hígado
TABLA 1. Factores relacionados epidemiológicamente con Algunos datos epidemiológicos indican que la pre-
la enfermedad hepática grasa no alcohólica. valencia de la EHGNA en los Estados Unidos es ma-
yor en la población hispana que en la caucásica y en
❱❱ Trastornos metabólicos la afroamericana6. Este hecho, unido a la observa-
• Obesidad ción de que mutaciones puntuales (polimorfismos)
• Diabetes mellitus tipo 2 de determinados genes, como el de la adiponutri-
• Dislipemia
na7 o de la apolipoproteína C38, aumentan el riesgo
de EHGNA, sugieren que existen factores genéticos
• Síndrome metabólico
que predisponen a padecer esta enfermedad he-
• Hipotiroidismo pática. Tradicionalmente se ha considerado que la
• Hipopituitarismo EHGNA es más frecuente en mujeres, pero estudios
❱❱ Fármacos recientes indican que la esteatohepatitis concre-
• Amiodarona, corticoides, estrógenos sintéticos, tamente es más prevalente en hombres9. Tanto la
tamoxifeno, diltiazem, metotrexate, antiinfla- prevalencia como la intensidad de la EHGNA au-
matorios mentan con la edad. Así, los casos de esteatohe-
❱❱ Procedimientos quirúrgicos patitis con fibrosis avanzada y cirrosis son raros en
• Resección extensa del intestino delgado
adultos jóvenes, mientras que son más frecuentes
entre la 6ª y 8ª décadas de la vida9. No obstante, la
• Gastroplastia por obesidad mórbida
EHGNA no sólo afecta a los adultos sino también
❱❱ Otros a los niños. Distintos estudios epidemiológicos
• Síndrome de apnea obstructiva del sueño han encontrado signos ecográficos y analíticos de
• Síndrome del ovario poliquístico EHGNA en el 3% de la población pediátrica general,
• Síndrome del aceite tóxico llegando al 53% en los niños obesos1. El incremen-
• Enfermedades metabólicas hereditarias
to que se está produciendo en la prevalencia de la
obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y síndrome me-
tabólico, tanto en la población adulta como en la
infantil de los países desarrollados, hace prever un
Numerosos estudios epidemiológicos han obser-
notable incremento en la prevalencia de la EHGNA
vado que la prevalencia de la EHGNA, tanto de la
en un futuro próximo.
esteatosis simple como de la esteatohepatitis, au-
menta de manera directamente proporcional al En la tabla 1 se exponen las entidades, trastornos fi-
índice de masa corporal (IMC), con cifras del 15% siopatológicos y otros factores que se han asociado
y del 3%, respectivamente, en personas no obesas; epidemiológicamente con la EHGNA.
del 65% y del 20%, respectivamente, en personas
obesas, y llegando hasta el 85% y el 40%, respecti- Patogenia
vamente, en pacientes con obesidad mórbida4. Un
Hoy en día se considera que el principal factor pa-
hecho destacable es que esta estrecha asociación
togénico de la esteatosis hepática es el incremento
epidemiológica aparece más con la obesidad visce-
del flujo y de la captación hepática de ácidos grasos
ral o abdominal que con el IMC4. La diabetes melli-
tus tipo 2 es la segunda entidad que se asocia con libres (AGL) circulantes procedentes de una lipólisis
mayor frecuencia con la EHGNA, alcanzando cifras periférica excesiva, todo ello como consecuencia de
de prevalencia de hasta el 70% en la población dia- la resistencia a la insulina (RI) en el tejido adiposo10.
bética1. La dislipemia, fundamentalmente en forma Otros factores que pueden contribuir al acúmulo de
de hipertrigliceridemia o bajas concentraciones grasa en el hígado son el aumento de la lipogénesis
séricas de colesterol HDL, es otra alteración meta- hepática, la disminución de la b-oxidación mitocon-
bólica que se observa en la mayoría de los casos drial de los AGL, así como un insuficiente incremento
de EHGNA. Un aspecto relevante es que, incluso en en la secreción hepática de triglicéridos.
ausencia de obesidad y de diabetes, los pacientes Aún no están bien definidos los mecanismos mole-
con EHGNA tienen una elevada prevalencia/inci- culares implicados en la progresión de la esteatosis
dencia de síndrome metabólico, hasta el punto que a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), pero en
algunos autores sugieren que la EHGNA no es una los últimos años se ha incrementado notablemente
consecuencia sino más bien un desencadenante nuestro conocimiento acerca del efecto deletéreo
del mismo5. que ejercen sobre los hepatocitos los metabolitos
816
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica
Tejido adiposo
TNFa IKKb/NF-kB resistente a la insulina
IL-6
IL-1b Liberación de
Macrófagos
Estrés del retículo catepsina B
endoplásmico Flujo de AGL al hígado lisosomal
Metabolitos tóxicos de AGL en el hígado
Leptina
Norepinefrina
Angiotensina II Estrés oxidativo ( oxidación de AGL)
Adiponectina
Leptina
Activación IKKb/NF-kB Adiponectina
Fibrosis Apoptosis/necrosis
Carcinogénesis Resistencia a la insulina Endotoxina
inflamación
(hepática + sistémica) LDL-Ox
EHNA/
Cirrosis/
CHC
Figura 1. Esquema integrado del nuevo modelo patogénico de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. IKKb: inhibidor de la
quinasa b de NF-kB. NF-kB: factor nuclear-kB. TNFa: factor de necrosis tumoral a. IL-6: interleuquina 6. IL-1b: interleuquina-1b.
SOCS: proteínas supresoras de la señalización de citoquinas. CHC: carcinoma hepatocelular. EHNA: esteatohepatitis no alcohóli-
ca. LDL-Ox: lipoproteínas de baja densidad oxidadas.
derivados de los AGL, lo que ha llevado a revisar anti-inflamatorio que probablemente se deba a su
el modelo patogénico anterior y proponer una capacidad para inhibir la síntesis y la secreción de
teoría patogénica alternativa denominada “teoría TNFa. Curiosamente, estas dos adipoquinas se re-
de la lipotoxicidad”11. Aunque se conocen nume- gulan mutuamente su actividad biológica. TNFa in-
rosos metabolitos potencialmente tóxicos para el hibe la síntesis y la actividad de adiponectina y ésta
hepatocito, un estudio reciente ha identificado a inhibe a su vez la síntesis y la actividad de TNFa.
la lisofosfatidilcolina como un importante media- Algunos estudios en modelos animales de EHNA
dor de la EHNA en ratones12. Dado que la mayoría han demostrado que la relación TNFa alto/adipo-
de la evidencia científica que sustenta esta teoría nectina baja promovía la EHNA en ratones13. Tam-
proviene de estudios en modelos animales, aún bién se ha comprobado que las concentraciones
debemos esperar a los resultados de los estudios séricas de adiponectina son significativamente más
que se están realizando en hepatocitos humanos y bajas en los pacientes con EHNA que en aquellos
en pacientes con EHNA, utilizando técnicas de lipi- con esteatosis14. Sobre la base de estos hallazgos
dómica, con objeto de validar si el daño hepático clínicos y experimentales, tanto en humanos como
lipotóxico mediado por los metabolitos de los AGL en ratones, el desequilibrio entre TNFa y adiponec-
juega un papel preponderante en la patogenia de la tina parece desempeñar un papel importante en la
EHNA en humanos. progresión de esteatosis a esteatohepatitis.
La adiponectina y el TNFa son las adipoquinas En resumen, el descubrimiento de que el tejido
más implicadas en la patogenia de la EHGNA. Se adiposo está sometido a un estado de inflamación
ha descrito que la adiponectina es una hormona crónica y se comporta como un órgano endocrino
anti-esteatósica que promueve la b-oxidación mi- capaz de secretar adipoquinas ha permitido es-
tocondrial de los AGL, y además posee un efecto tablecer un nexo de unión entre las alteraciones
817
Sección 6. Hígado
10 - 40%
8 - 13 años
Esteatosis Esteatohepatitis
15% 25%
Si F ≤ 2 8 - 13 años Si F = 3
Cirrosis
≈ 50% 10 años 7%
Muerte/trasplante Hepatocarcinoma
F: estado de fibrosis
metabólicas que conducen al acúmulo de AGL y la EHGNA es una enfermedad hepática de pronós-
triglicéridos en el hígado y la inflamación hepática, tico benigno, en los últimos años se ha puesto de
reforzando el papel de la lipotoxicidad hepatocelu- manifiesto que los pacientes con EHGNA, y parti-
lar en la patogenia de la EHNA (figura 1). cularmente aquellos con esteatohepatitis y fibrosis
significativa, tienen una tasa de supervivencia sig-
Historia natural nificativamente más baja que la población general,
La evolución de la EHGNA va a depender del esta- siendo las causas de muerte más frecuentes la en-
dio histológico de la enfermedad hepática (figura fermedad cardiovascular y la enfermedad hepática
2). Diferentes estudios prospectivos han compro- avanzada16,17.
bado que del 10 al 40% de los pacientes con estea-
tosis simple progresarán a esteatohepatitis en un
Factores de riesgo de fibrosis hepática
período de 8-13 años. Alrededor del 15% de los pa- Diferentes estudios, basados en la evaluación
cientes con esteatohepatitis y un estadio de fibro- transversal de cohortes, han analizado la presencia
sis menor o igual a 2 progresarán a cirrosis en un de factores de riesgo asociados a la presencia de
período de tiempo similar, incrementándose hasta fibrosis hepática en pacientes con EHNA. Así se han
el 25% en los casos de esteatohepatitis con estadio identificado una serie de variables, como la edad,
fibrótico de 3. Un 7% de los pacientes con EHNA la hipertransaminasemia, la hipertrigliceridemia y
en estadio cirrótico desarrollarán un hepatocarci- la presencia de comorbilidades como la obesidad
noma en 10 años, y alrededor del 50% necesitarán y la diabetes que se asociaban significativamente
un trasplante hepático o morirán por complicacio- con un mayor estadio fibrótico (tabla 2)18-21. Estos
nes de su enfermedad hepática15,16. Por lo tanto, estudios, sin embargo, en los que únicamente se
aunque tradicionalmente se ha considerado que evaluaban los hallazgos proporcionados por una
818
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica
TABLA 2. Factores de riesgo de fibrosis en la enfermedad dios longitudinales, que incluyan un mayor núme-
hepática grasa no alcohólica. ro de pacientes bien caracterizados y con criterios
diagnósticos homogéneos, con el fin de identificar
correctamente los potenciales factores de riesgo de
❱❱ Edad > 45 años progresión de la fibrosis en la EHNA.
❱❱ Índice de masa corporal > 30 kg/m2
❱❱ GPT > 2 veces su valor normal Anatomía patológica
❱❱ GOT/GPT > 1 La principal característica histológica de la EHGNA
❱❱ Hipertrigliceridemia es el acúmulo de grasa en los hepatocitos, funda-
❱❱ Presencia de comorbilidades: mentalmente triglicéridos, lo que se denomina
• Diabetes mellitus tipo 2 esteatosis. La presencia de más de un 5% de he-
• Síndrome metabólico
patocitos esteatósicos es el criterio mínimo para el
diagnóstico histológico de esteatosis hepática.
• Síndrome de apnea del sueño
La esteatosis en la EHGNA es generalmente macro-
vesicular, caracterizada por la presencia de grandes
biopsia hepática diagnóstica, no aportan infor- gotas de grasa en el interior de los hepatocitos que
mación acerca de si los diferentes factores iden- desplaza el núcleo a la periferia. No es infrecuen-
tificados se relacionaban con un mayor riesgo de te la presencia combinada de esteatosis macro y
progresión de la fibrosis hepática. En cambio, en microvesicular. En la esteatosis simple (figura 3a),
una revisión sistemática de 10 estudios longitudi- se observa en ocasiones un leve infiltrado inflama-
nales que incluía una cohorte de 221 pacientes con torio lobulillar o portal. En cambio, por definición,
EHNA, que tenían 2 biopsias hepáticas separadas en la esteatosis simple no hay signos de daño he-
por 5 años de promedio, se comprobó que sólo patocelular ni fibrosis. La extensión de la esteato-
la edad y la presencia de inflamación, lobulillar o sis se evalúa semicuantitativamente, dividiendo al
periportal, en la biopsia hepática inicial constituían lobulillo en tercios y diferenciando un grado 1 o
factores de riesgo independiente de progresión de esteatosis leve cuando el porcentaje de hepatoci-
la fibrosis hepática22. Esta reciente revisión adolece, tos esteatósicos oscila entre el 6 y el 32%; grado 2
no obstante, de ciertas limitaciones metodológicas o esteatosis moderada, del 33 al 66%, y grado 3 o
que impiden extraer conclusiones definitivas, por esteatosis intensa cuando ocupa más del 66% del
lo que es fundamental la realización de más estu- lobulillo hepático23.
Figura 3. Características histológicas de la esteatosis simple y de la esteatohepatitis no alcohólica. En la esteatosis simple (panel
A), el acúmulo de grasa es predominantemente macrovesicular (flechas), y no hay signos de daño hepatocelular ni fibrosis. En la
esteatohepatitis (panel B), se evidencian signos de daño hepático, generalmente en forma de hepatocitos balonizados (flechas), y
grados variables de fibrosis. En ocasiones, se puede observar hialina de Mallory (cabezas de flecha).
819
Sección 6. Hígado
❱❱ Grado:
1. Esteatosis Macrovesicular
• Grado 0: No
• Grado 1: < 33%
• Grado 2: 33%-66%
• Grado 3: > 66%
2. Actividad Necroinflamatoria
• Grado 1 (leve): Esteatosis < 66%, algunos hepatocitos balonizados (zona 3), escasos neutrófilos
(NT) ± linfocitos (zona 3), inflamación portal mínima o inexistente.
• Grado 2 (moderada): Esteatosis, abundantes hepatocitos balonizados (zona 3), numerosos NT
(zona 3), inflamación portal.
• Grado 3 (intensa): Esteatosis panlobulillar, degeneración balonizante difusa, infiltración difusa
por NT, inflamación portal.
❱❱ Estadio:
0. Sin fibrosis.
1. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3).
2. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3) y fibrosis portal o periportal.
3. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3), fibrosis portal y fibrosis en puentes focal o extensa.
4. Cirrosis.
Los criterios mínimos para el diagnóstico histoló- como portal. En relación con la fibrosis, el estadio
gico de EHNA (figura 3b) incluyen la presencia de 1 incluiría la fibrosis perisi-nusoidal, especialmente
esteatosis, daño hepatocelular, generalmente en centrolobulillar; el estadio 2, la fibrosis perisinusoi-
forma de degeneración balonizante, apoptosis o dal y portal; el estadio 3, igual que la anterior más
necrosis, e infiltración inflamatoria lobulillar. La puentes de fibrosis, y el estadio 4, cirrosis (tabla 3).
presencia de fibrosis es frecuente en la esteatohe- El índice de actividad histológica de la EHNA más
patitis, pero no es un requisito necesario para el utilizado actualmente por los hepatopatólogos es
diagnóstico histológico23. Típicamente, la fibrosis el índice descrito por Kleiner et al.25 que está ba-
en la esteatohepatitis comienza en la zona 3 del sado en la evaluación y puntuación semicuantita-
lobulillo hepático (región central o perivenular) tiva de cuatro parámetros histopatológicos: grado
adquiriendo un patrón pericelular y perisinusoidal. de esteatosis (de 0 a 3), grado de inflamación lo-
La fibrosis puede progresar hasta formar puentes bulillar (de 0 a 3), grado de abalonamiento de los
porto-portales o veno-portales, desestructurando hepatocitos (de 0 a 2) y estadio de fibrosis (de 0
a 4). La puntuación alcanzada permite diferenciar
la arquitectura lobulillar hasta configurar la cirrosis.
de manera adecuada a los casos con EHNA defini-
Se han descrito diferentes sistemas para la clasifica- da (puntuación mayor o igual a 5) de aquellos sin
ción de la EHNA de acuerdo con las lesiones histoló- EHNA (puntuación menor de 3).
gicas. Un sistema propuesto por Brunt et al.24 (tabla
3) establece la actividad o grado según la intensi- Diagnóstico
dad del daño hepatocelular y de la inflamación, y el La EHGNA es una enfermedad fundamentalmente
estadio según la intensidad de la fibrosis. La EHNA asintomática, por lo que el diagnóstico de esta he-
grado 1 o leve presenta esteatosis, degeneración patopatía debe sospecharse en los pacientes que
balonizante o abalonamiento ocasional de los he- no consumen alcohol (menos de 3 bebidas alco-
patocitos y ligera inflamación portal o lobulillar. El hólicas al día en hombres y menos de 2 al día en
grado 2 o moderado se caracteriza por esteatosis mujeres) y presentan algún factor de riesgo, espe-
más marcada, abalonamiento evidente e infiltra- cialmente obesidad y diabetes mellitus tipo 2, con
dos inflamatorios más intensos que el grado 1. La una elevación persistente y moderada de las tran-
EHNA grado 3 o intensa presenta esteatosis impor- saminasas de causa no aclarada o que presentan
tante, abalonamiento e inflamación, tanto lobulillar una hepatomegalia aislada26.
820
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica
La historia clínica, las pruebas de laboratorio y algu- ocasiones la esteatosis puede ser focal y dar falsas
nas pruebas de imagen ayudan a seleccionar aque- imágenes sugestivas de lesiones nodulares. En estos
llos casos que pueden beneficiarse de una biopsia casos, la tomografía computarizada y la resonancia
hepática, única prueba que permite efectuar un magnética pueden ser de utilidad. En fases avanza-
diagnóstico de certeza y establecer un pronóstico das de la enfermedad, las pruebas de imagen tam-
con mayor fiabilidad. bién pueden mostrar cambios sugestivos de cirrosis
o signos de hipertensión portal. Existen nuevas prue-
Pruebas de laboratorio bas de imagen como la espectroscopia protónica por
resonancia magnética y la elastografía transitoria
Hasta el 80% de los pacientes con EHGNA tienen las
que parecen muy prometedoras para la valoración
concentraciones séricas de las enzimas hepáticas
de la esteatosis y de la fibrosis, respectivamente,
dentro de los límites normales, independientemen-
pero aún necesitan ser validadas mediante estudios
te de si se trata de una esteatosis simple o una es-
clínicos en grandes poblaciones de pacientes antes
teatohepatitis1, excepto en aquellos pacientes con
de su implementación en la práctica clínica1.
una cirrosis establecida. Éstos pueden presentar
elevación de las transaminasas y de la bilirrubina Biopsia hepática
así como un descenso de la albúmina, del tiempo
de protrombina y de las plaquetas. El examen histológico de la biopsia hepática es ac-
tualmente el método más fiable para diferenciar la
Por el contrario, es común encontrar alteraciones esteatosis simple de la esteatohepatitis, y la prin-
bioquímicas que se relacionan con las comorbilida- cipal indicación para realizar la biopsia hepática es
des que se asocian con la EHGNA, particularmente conocer el estadio fibrótico de la enfermedad, ya
la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2. En este que diferentes estadios fibróticos condicionan pro-
sentido, es frecuente la alteración de los lípidos sé- nósticos distintos y, por tanto, estrategias terapéu-
ricos, especialmente la hipertrigliceridemia y el des- ticas más o menos enérgicas1.
censo de los valores de colesterol HDL, así como la
hiperglucemia y la hiperinsulinemia. La ferritina sé- Sin embargo, la necesidad de practicar una biopsia
rica en ocasiones está elevada en los pacientes con hepática a todos los pacientes es motivo de contro-
EHGNA, por lo que en estos casos se debe analizar versia. Ello se debe a que, en general, los pacientes
la saturación de transferrina y, si está anormalmen- están asintomáticos, el pronóstico en muchos de
te aumentada, realizar el genotipado del gen de la los casos es bueno y no existe un tratamiento bien
hemocromatosis hereditaria1. Dado que la EHGNA establecido. Por otro lado, la biopsia es una técnica
puede coexistir con otras enfermedades crónicas del con un coste y un riesgo que deben ser tenidos en
hígado, es imprescindible descartarlas mediante de- consideración. Por todo esto, en los últimos años se
terminaciones bioquímicas e inmunoserológicas que ha despertado un enorme interés en la predicción
incluyan marcadores víricos, autoanticuerpos, cu- por métodos no invasivos de la histología hepática
premia, cupruria y ceruloplasmina, alfa-1-antitripsi- de la EHGNA. Se han realizado numerosos estudios
na, hormonas tiroideas y anticuerpos antiendomisio con el objetivo de encontrar marcadores séricos de
fibrosis hepática. En un estudio multicéntrico con
o antitransglutaminasa. También debe descartarse
733 pacientes diagnosticados histológicamente de
de manera cuidadosa el consumo de fármacos po-
EHGNA, Angulo et al.27 han demostrado que el índi-
tencialmente hepatotóxicos.
ce denominado “NAFLD fibrosis score”, que incluye
Pruebas de imagen 6 variables (edad, IMC, GOT/GPT, hiperglucemia,
plaquetas y albúmina), puede predecir con bastan-
Tanto la ecografía como la tomografía computari- te fiabilidad la presencia de fibrosis avanzada (es-
zada y la resonancia magnética son técnicas que tadios 3 y 4). En un estudio prospectivo realizado
permiten observar con facilidad la existencia de por Guha et al.28 en una población de 196 pacien-
un depósito aumentado de grasa en el hígado. Sin tes con EHGNA, se determinó el valor predictivo de
embargo, estas pruebas de imagen no permiten fibrosis del índice denominado ELF, que incluye 3
diferenciar la esteatosis simple de la esteatohepati- marcadores directos de fibrosis como el inhibidor
tis con o sin fibrosis. De entre ellas, la ecografía es tipo I de las metaloproteinasas, el ácido hialurónico
la técnica más asequible y económica y, por tanto, y el procolágeno tipo III. Los autores encontraron
sería la técnica a utilizar en primer lugar. Aunque el que el índice ELF mostraba una excelente eficacia
depósito de grasa en el hígado suele ser difuso, en (área bajo la curva ROC (AROC) de 0,90) para el diag-
821
Sección 6. Hígado
nóstico de fibrosis intensa (estadios 3-4), una buena de conseguir una pérdida de peso gradual y progre-
eficacia (AROC: 0,82) para el diagnóstico de fibrosis siva al tiempo que sostenible. Lo ideal es que estos
moderada (estadios 1-2) y aceptable (AROC: 0,76) pacientes pierdan entre el 7% y el 10% de su peso
para la ausencia de fibrosis. Los autores observaron en un período de entre 6 y 12 meses, como con-
que la eficacia del índice ELF mejoraba significativa- secuencia de una dieta con un bajo contenido en
mente cuando se utilizaba conjuntamente con el ín- glucosa y fructosa así como de grasas saturadas, y
dice NAFLD fibrosis store, demostrando además que un ejercicio aeróbico moderado y regular (un mí-
el índice ELF, sólo o combinado con el NAFLD fibrosis nimo de 5 sesiones semanales de 45 minutos de
store, podría disminuir un 82% y un 88%, respectiva- duración)26. Se deben evitar los períodos de ayuno
mente, la necesidad de biopsias hepáticas. Harrison prolongado y las pérdidas de peso rápidas median-
et al.29 han evaluado la eficacia del índice BARD, que te dietas muy estrictas ya que en esta situación
se basa en la suma de 3 variables predefinidas: IMC se produce una movilización de ácidos grasos del
mayor o igual a 28 (1 punto), GOT/GPT mayor o igual tejido adiposo al hígado, el cual también se ve pri-
a 0,8 (2 puntos) y diabetes o índice HOMA mayor de vado de un aporte correcto de proteínas y de otros
6,2 (1 punto), en el diagnóstico no invasivo de fibro- nutrientes esenciales. Todo ello agrava la esteatosis
sis avanzada en una población de 827 pacientes con y empeora las lesiones histológicas preexistentes.
EHGNA. Estos autores comprobaron que una pun-
Aunque en los ensayos clínicos iniciales el orlistat,
tuación mayor de 2 del índice BARD mostraba una
un inhibidor de la lipasa gástrica y pancreática,
buena eficacia (AROC: 0,81) para el diagnóstico de
mostró cierta eficacia mejorando el grado de es-
fibrosis avanzada (estadios 3-4), con un valor predic-
teatosis y la actividad histológica de la EHNA, un
tivo positivo del 43% y negativo del 96%. También
posterior estudio clínico controlado con placebo
se ha comunicado que Fibrotest, un algoritmo mate-
no ha demostrado superioridad de este fármaco.
mático basado en una combinación de parámetros
Actualmente se están llevando a cabo ensayos clí-
bioquímicos, se ha mostrado eficaz como predictor
nicos multicéntricos y aleatorizados con el fin de
de fibrosis avanzada en pacientes con EHGNA30.
determinar la eficacia y seguridad del orlistat y de
Aunque los distintos paneles de marcadores séri- otros fármacos que promueven la pérdida de peso,
cos de fibrosis presentan resultados prometedores como el rimonabant, en el tratamiento de la EHNA
para la evaluación no invasiva del estadio fibrótico asociada a la obesidad.
en la EHGNA, aún se necesitan más estudios de
La cirugía bariátrica se ha asociado con una eviden-
validación por autores independientes antes de
te mejoría de las lesiones histológicas típicas de la
recomendar su uso de rutina en la práctica clínica.
EHNA, incluida la fibrosis26. En la práctica actual, la
Hasta entonces, parece razonable limitar la indica-
técnica quirúrgica más utilizada es el bypass gástri-
ción de la biopsia hepática a aquellos pacientes con
co en Y de Roux, y su indicación se restringe a los
sospecha clínica de EHNA que presenten al menos
pacientes con obesidad mórbida y EHNA con fibro-
2 de los factores riesgo de fibrosis que se exponen
sis avanzada que no consiguen disminuir de peso
en la tabla 2.
con medidas dietéticas y farmacológicas.
Tratamiento Tratamiento específico
Medidas generales Se han ensayado múltiples fármacos en los pacien-
tes con EHNA, algunos de los cuales han mostrado
La EHGNA es, en la mayoría de los casos, una mani-
ser potencialmente útiles (tabla 4). En la actuali-
festación de la obesidad y el síndrome metabólico,
dad, los fármacos más prometedores son los que
por lo que la primera medida terapéutica debe ir
mejoran la resistencia a la insulina, como la met-
dirigida a mejorar las enfermedades asociadas,
formina y las tiazolidindionas o glitazonas, y los an-
como la obesidad y la diabetes, y corregir las alte-
tioxidantes, fundamentalmente la vitamina E.
raciones que caracterizan al síndrome metabólico y
que contribuyen a la patogenia de la EHNA, como Aunque no se conoce bien el mecanismo de acción
la resistencia a la insulina. La principal recomenda- de la metformina, su efecto farmacológico se debe
ción a los pacientes con EHNA que sean obesos o a que mejora la sensibilidad a la insulina en el teji-
con sobrepeso es la adopción de hábitos de vida do adiposo y muscular. Se han realizado numero-
más saludables, consistentes en disminuir la inges- sos estudios clínicos que han evaluado la eficacia
ta calórica y aumentar el ejercicio físico, con objeto de la metformina en el tratamiento de la EHNA,
822
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica
TABLA 4. Fármacos potencialmente útiles en el tratamiento un importante ensayo clínico aleatorizado en 247
de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. pacientes con EHNA32. Su objetivo primario era
evaluar la eficacia y la seguridad del tratamiento
durante 96 semanas con pioglitazona a dosis de 30
❱❱ Fármacos que incrementan la sensibilidad a la
mg/día (80 pacientes), vitamina E a dosis de 800
insulina
UI/día (84 pacientes) y placebo (83 pacientes). Am-
• Metformina bos fármacos mejoraron la bioquímica hepática y
• Rosiglitazona también la histología (34% con pioglitazona y 43%
• Pioglitazona con vitamina E, ambos respecto al placebo), básica-
❱❱ Fármacos antioxidantes mente la esteatosis y la balonización hepatocelular.
• Vitamina E No hubo disminución significativa de la fibrosis ni
de la inflamación lobulillar con ninguno de los dos
• S-adenosil-L-metionina (SAMe)
fármacos. Aunque estos resultados sugieren que la
❱❱ Fármacos que promueven la pérdida de peso
vitamina E podría ser superior a la pioglitazona en
• Orlistat el tratamiento de la EHNA, no son lo suficientemen-
• Rimonabant te consistentes como para recomendar la vitamina
❱❱ Otros E como tratamiento de elección en pacientes con
• Ácido ursodesoxicólico EHNA. En cualquier caso, los prometedores resulta-
• Pentoxifilina dos obtenidos en el estudio de Sanyal et al.32 debe-
rán ser confirmados en posteriores ensayos clínicos
• Silimarina
con un mayor número de pacientes con EHNA.
Finalmente, el trasplante hepático es una opción
básicamente en pacientes no diabéticos, obtenien- terapéutica que debe considerarse en los pacientes
do resultados contradictorios; pero en un reciente con EHNA en fase de cirrosis avanzada. Los resulta-
metaanálisis se ha comprobado que la metformina dos del trasplante hepático en estos pacientes son
mejora la bioquímica hepática y el grado de es- buenos, aunque a medio plazo pueden reaparecer
teatosis sin mostrar efectos significativos sobre la en el injerto las lesiones histológicas características
inflamación y la fibrosis hepática. Estos resultados, de la EHNA.
no obstante, no permiten extraer conclusiones de-
finitivas, ya que el número de pacientes tratados Bibliografía
con metfotmina en estudios clínicos controlados es
1. Wilfred de Alwis NM, Day CP. Non-alcoholic
bajo, por lo que aún se debe seguir investigando
fatty liver disease: the mist gradually clears. J
el posible efecto beneficioso de este fármaco, que
Hepatol 2008;48:S104-12.
tiene un buen perfil de seguridad, en el tratamiento
2. Bedogni G, Miglioli L, Masutti F, Castiglione A,
de la EHNA.
Croce L,Tiribelli C et al. Incidence and natural
Las glitazonas actúan a través de la activación de course of fatty liver in the general population:
una proteína nuclear denominada PPAR-gamma, The Dionysos Study. Hepatology 2007;46:1387-
que incrementa la utilización periférica de la glu- 91.
cosa. En los pacientes con EHNA se han ensayado 3. Neuschwander-Tetri BA, Caldwell SH. No-
fundamentalmente dos fármacos: la rosiglitazona y nalcoholic steatohepatitis: Summary of an
la pioglitazona. Un reciente metaanálisis31 concluye AASLD single topic conference. Hepatology
que el tratamiento de la EHNA con glitazonas con- 2003;37:1202-19.
lleva una mejoría histológica y bioquímica significa- 4. Fabbrini E, Sullivan S, Klein S. Obesity and no-
tiva, especialmente en pacientes no diabéticos. nalcoholic fatty liver disease: biochemical, me-
tabolic and clinical implications. Hepatology
La importancia del estrés oxidativo en la patogenia 2010;51:679-89.
de la EHNA justifica el ensayo de antioxidantes, 5. Salamone F, Bugianesi E. Nonalcoholic fatty li-
como la vitamina E, en el tratamiento de esta en- ver disease: the hepatic trigger of the metabo-
fermedad. Los suplementos orales diarios de vita- lic syndrome. J Hepatol 2010;53:1146-7.
mina E durante 6 meses han mejorado la bioquími- 6. Browning JD, Szczepaniak LS, Dobbins R, Nur-
ca y la histología hepática en pacientes con EHNA. emberg P, Horton JD, Cohen JC et al. Prevalen-
Recientemente se han publicado los resultados de ce of hepatic steatosis in an urban population
823
Sección 6. Hígado
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tology 2004;40:1387-95. fatty liver disease: predictors of nonalcoholic
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824
57 Enfermedades
metabólicas del hígado
Manuel Hernández-Guerra, Enrique Quintero
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
H Í G A D O 825
Sección 6. Hígado
Enfermedades adquiridas
Sobrecarga férrica en enfermedades Hierro Quelantes del hierro
hematológicas
Sobrecarga en hepatopatías Hierro Flebotomías
crónicas
Esteatosis hepática Triglicéridos Sintomático
Amiloidosis secundaria Amiloide Sintomático
Intoxicación por cobre Cobre Quelantes del cobre, retirada de
(cirrosis infantil de la India) recipientes de latón para preparación
de alimentos
Porfirias hepáticas secundarias Ácido d-aminolevulínico Sintomático
porfobilinógeno,
protoporfirinógeno,
coproporfirinógeno
Glucogenosis hepática diabética Glucógeno Sintomático
De este modo, en situaciones de aumento del hie- de HH en población caucásica, existe la sustitución
rro libre circulante, se estimula la síntesis de hep- de cisteína por tirosina en la posición 282 (C282Y).
cidina, con el objeto de inhibir la excreción celular Aunque se han descrito otras mutaciones (H63D,
de hierro por el enterocito y los macrófagos. Así, S65C, I105T, G93R, G168T y G169A), la homocigo-
cualquier interrupción en esta secuencia conduce sidad para C282Y es responsable de la enfermedad
a un marcado aumento en la absorción duodenal en aproximadamente el 80% de los pacientes de
de hierro ingerido con la dieta. Por el contrario, la raza caucásica, mientras que los heterocigotos com-
expresión de hepcidina disminuye en estados ca- puestos (C282Y/H63D y C282Y/S65C) representan el
renciales de hierro, eritropoyesis ineficaz e hipoxia, resto de casos4. Otras formas como los heterocigo-
lo que conduce a un aumento en la absorción de tos C282Y aunque se pueden asociar con niveles
hierro desde el intestino y a una liberación de hie- elevados de parámetros del hierro, no se asocian a
rro por los macrófagos3. sobrecarga capaz de provocar enfermedad.
En la HH con pérdida de función de la proteína HFE, Existen otras HH menos frecuentes, no relaciona-
que representa más del 95% de todas las causas das con las mutaciones HFE, como la denominada
826
57. Enfermedades metabólicas del hígado
827
Sección 6. Hígado
Paciente con sospecha clínica de HH + elevación del IST (> 45%) y ferritina sérica
Ferritina < 1.000 µg/l Ferritina > 1.000 µg/l Ferritina < 1.000 µg/l
Transaminasas Transaminasas Transaminasas
normales elevadas normales
No hepatomegalia Hepatomegalia No hepatomegalia
Figura 2. Algoritmo diagnóstico en individuos en los que se sospeche hemocromatosis hereditaria (HH).
como un reactante de fase aguda y puede elevarse rio acelerando la progresión de la hepatopatía, in-
en el contexto de numerosas enfermedades infec- cluso en formas heterocigotos C282Y y H63D.
ciosas, inflamatorias, neoplásicas y con el consumo
Actualmente, es imprescindible para establecer el
de alcohol. Por tanto, la ferritina sérica no es un
diagnóstico de HH la presencia de sobrecarga de
buen método para la detección de HH y no debe de-
hierro (demostrada por elevación del IST y de la fe-
terminarse aisladamente, sin acompañarse del IST.
rritina sérica) asociada bien a una prueba genética
Una vez detectada la sobrecarga férrica debe reali- positiva (homocigotos C282Y/C282Y o heterocigotos
zarse el diagnóstico diferencial con otras causas de compuestos C282Y/H63D) o bien a una enfermedad
sobrecarga de hierro, especialmente con el que se hepática constatada por biopsia hepática. Ésta per-
observa en otras hepatopatías como la alcohólica, mite no solamente confirmar o descartar el diag-
la hepatitis por VHC, la porfiria cutánea tarda o la nóstico en casos dudosos, sino que añade un valor
esteatohepatitis no alcohólica. Estas pueden ma- pronóstico al determinar la presencia de cirrosis y/o
nifestar una expresión clínica, analítica e incluso fibrosis significativa, a menudo asociadas con niveles
histológica indistinguible de la HH o bien pueden de ferritina superiores a 1.000 µg/l y elevación con-
agravar la expresión clínica del trastorno heredita- comitante de transaminasas (figura 3)4.
828
57. Enfermedades metabólicas del hígado
829
Sección 6. Hígado
rro puesto que el hierro que podemos aportar en lica (EHNA) y la cirrosis hepática, preferentemente
la dieta es bajo (2-4 mg/día) si lo comparamos con de origen alcohólico. En estas enfermedades es ca-
el que eliminamos con las flebotomías. Es aconse- racterística la elevación sostenida de ferritina séri-
jable disminuir o suprimir el consumo de alcohol, ca, generalmente asociada a IST inferior al 45%, sin
evitar el consumo de vitamina C ya que puede mo- que ello se asocie con un importante depósito de
vilizar el hierro en exceso y evitar el marisco crudo hierro hepático.
por haberse descrito casos de infección por Vibrio Recientemente, se ha sugerido que en pacientes
vulnificus. Beber té, por el contrario, es beneficioso, con hepatitis C crónica la depleción de hierro con
ya que disminuye la absorción intestinal de hierro. flebotomías podría detener la progresión histoló-
De forma reciente, se ha constatado que el uso de gica de la enfermedad, aunque no ha demostrado
inhibidores de la bomba de protones podría dismi- que mejore la tasa de respuesta al tratamiento. Por
nuir la absorción intestinal del hierro9. Por último, su parte, en la EHNA puede mejorar la hipertran-
es recomendable que a los pacientes con HH y saminasemia y la resistencia insulínica. Estos datos
sobrecarga férrica se les vacune frente al virus de sugieren que la depleción de hierro puede mejorar
hepatitis A y B. el pronóstico de estas hepatopatías, pero se necesi-
tan estudios controlados aleatorizados para poder
En pacientes con manifestaciones clínicas de la
recomendar el tratamiento de forma sistemática.
enfermedad (estadio 3) el tratamiento con flebo-
tomías puede mejorar la astenia, la hiperpigmen- Sobrecarga férrica en
tación cutánea y normalizar la hipertransaminase- enfermedades hematológicas
mia. Sin embargo, no suele modificar el curso de
la diabetes, la miocardiopatía, la artropatía y la Los síndromes mielodisplásicos (SMD) y otros tras-
impotencia. Con respecto a la cirrosis, por su con- tornos hematológicos con hematopoyesis ineficaz
dición de lesión irreversible, no se modifica con se caracterizan por la presencia de anemia que
las flebotomías, aunque es interesante destacar requiere tratamiento en forma de transfusión de
que dicho tratamiento tiene un efecto beneficioso hemoderivados. Cada concentrado de hematíes
sobre la hipertensión portal, ya que disminuye el (250-300 mg de hierro) supone el equivalente de
riesgo de hemorragia por varices esofágicas. Sin absorción de hierro de un año. Este aporte exógeno
embargo, dicho tratamiento no previene, el riesgo mantenido de forma regular supone un riesgo de
de desarrollo de hepatocarcinoma una vez instau- sobrecarga férrica a largo plazo.
rada la cirrosis. Actualmente para el tratamiento de enfermedades
Los quelantes del hierro se consideran sólo como hematológicas con sobrecarga férrica son varias
las alternativas terapéuticas disponibles, si bien se
un tratamiento de rescate en pacientes en los que
reducen a un solo fármaco cuando se evalúan no
no resulta factible realizar flebotomías periódicas,
solo la eficacia sino también su efectividad. La ex-
generalmente debido a anemia, insuficiencia car-
periencia con el uso de la deferoxamina (Desferin®,
diaca avanzada o mal acceso venoso. Recientemen-
dispensado con receta médica) administrado por
te, un estudio controlado multicéntrico ha consta-
vía subcutánea, mediante la implantación de una
tado que el deferasirox, un quelante del hierro de
minibomba para perfusión continua durante las 24
última generación que se administra por vía oral en
horas, es muy amplia, especialmente en enfermos
dosis única (10 mg/día), es eficaz para reducir la
con talasemia, y su eficacia está bien contrastada.
sobrecarga férrica en estos pacientes con un acep-
Sin embargo, sus efectos adversos, como neuro-
table perfil de seguridad10. Aunque son necesarios
toxicidad (pérdida de visión y sordera) e infecciones
más estudios para confirmar este hallazgo, el trata- (mucormicosis) y su vía de administración dificultan
miento con deferasirox puede ser una alternativa la adherencia al tratamiento y resulta poco prácti-
terapéutica para los pacientes con hemocromatosis ca. La deferiprona (Ferriprox®, dispensado con re-
hereditaria en los que no es posible la realización ceta médica de uso hospitalario) mejora su poso-
de flebotomías. logía pero tiene el inconveniente de producir con
Tratamiento de la sobrecarga férrica frecuencia síntomas gastrointestinales y, ocasional-
mente, artritis erosiva, neutropenia y agranulocito-
asociada a hepatopatías crónicas
sis por lo que se desaconseja su utilización sobre
La sobrecarga férrica se asocia frecuentemente con los SMD. El quelante más recientemente introduci-
la hepatitis C crónica, la esteatohepatitis no alcohó- do en la práctica clínica es el deferasirox (Exjade®,
830
57. Enfermedades metabólicas del hígado
831
Sección 6. Hígado
Biopsia hepática
> 250 µg/g y cuantificación de < 250 µg/g
cobre en tejido
o test de estimulación
con D-penicilamina
Cupruria > 1.000 Cupruria < 1.000
EW
µg/24 horas µg/24 horas
Iniciar tratamiento
Descartar otros
y seguimiento
diagnósticos distintos
Además, estudio a
a EW
familiares
Figura 5. Algoritmo diagnóstico en individuos en los que se sospeche enfermedad de Wilson (EW).
832
57. Enfermedades metabólicas del hígado
833
Sección 6. Hígado
dosis que la D-Penicilamina y produce efectos se- cobre en posición atóxica. De esta forma, el cobre
cundarios similares a ésta. ingerido con la dieta se acumula en los enteroci-
tos y se elimina por descamación en el intestino.
Tanto la D-penicilamina como la trientina son efi-
El cobre presente en los hepatocitos también se
caces para tratar las manifestaciones hepáticas de
combina con la metalotioneína, y permanece en
la EW, normalizándose las cifras de transaminasas
una forma no tóxica. Su máximo efecto terapéutico
antes de un año en la mayoría de los pacientes.
se consigue a partir de los 6 meses de tratamiento,
El tetratiomolibdato de amonio actúa interfiriendo por lo que se aconseja realizar primero una deple-
la absorción intestinal de cobre. Se administra en ción de cobre con un quelante e iniciar concomitan-
dosis de 120 mg/día, repartidos en 3 tomas entre temente el tratamiento con cinc.
las comidas y otras 3 con las comidas principales.
Los preparados de cinc no tienen frecuentes efec-
Es bien tolerado y tiene pocos efectos secundarios,
tos secundarios, pero se debe vigilar el hemograma
entre los que destaca la depresión de la médula
por el riesgo de aparición de anemia sideroblásti-
ósea, que puede producir anemia y/o leucopenia,
ca, especialmente cuando se administra junto con
y la elevación moderada de las transaminasas, que
quelantes. El acetato de cinc (Wilzin®) tiene una
suelen resolverse al reducir la dosis de tetratiomo-
mejor tolerancia gástrica que el sulfato de cinc. Se
libdato. Al compararlo con la trientina, parece que
administra en una pauta de 150 mg/día en 3 dosis,
el deterioro neurológico es menor por lo que se
media hora antes de las comidas (separado en el
considera el fármaco más seguro en pacientes con
tiempo de los quelantes si se usan de forma con-
manifestaciones neurológicas de la EW.
comitante) y durante toda la vida. Su efecto sobre
El tratamiento de la EW debe mantenerse toda la los valores de transaminasas es más lento que el
vida12 y su interrupción puede precipitar la apari- observado con los quelantes.
ción de una insuficiencia hepática aguda grave,
La selección del fármaco depende de los síntomas
atribuida a la rotura de los complejos cobre-meta-
de debut13,14. Así, en el paciente asintomático se
lotioneína inducidos por el tratamiento, con depó-
procede a utilizar las sales de cinc de forma aislada;
sito hepatocitario de grandes cantidades de cobre
cuando el paciente presenta signos de descompen-
tóxico, que produce destrucción de hepatocitos y
sación hepática se recomienda iniciar el tratamien-
liberación de cobre a la sangre, lo cual induce he-
to con trientina o D-penicilamina, por su rápida
mólisis.
capacidad en eliminar el cobre, conjuntamente con
En caso de embarazo, el uso de D-penicilamina las sales cinc, retirando el quelante a los 4-6 meses
o trientina son seguros debiendo bajar de 1 g a de iniciado el tratamiento; en las formas neuroló-
0,5 g/día durante el último trimestre, medida que gicas se asociaría al cinc el tetratiomolibdato, evi-
podría favorecer la cicatrización en caso de cesárea. tando en lo posible la administración de D-penicila-
mina. En los pacientes que presentan insuficiencia
A los pacientes que reciben tratamiento con que-
hepática aguda grave, el único tratamiento curativo
lantes del cobre se les debe efectuar un seguimien-
es el trasplante hepático.
to, inicialmente mensual y posteriormente anual,
para verificar que tienen una excreción urinaria Déficit de a-1-antitripsina
elevada de cobre (superior a 2 mg/24 h al inicio,
para descender a 0,5 mg/24 h después de tres El déficit de a-1-antitripsina es la enfermedad me-
meses de tratamiento). Ello constituye un buen tabólica hepática que cursa característicamente con
indicador de cumplimiento terapéutico y permite enfermedad pulmonar. Afecta aproximadamente a
descartar la presencia de proteinuria, insuficiencia uno de cada 2.000 nacidos vivos. Se estima que la
renal o alteración de las series hemáticas en el he- forma más grave de la enfermedad (PIZZ) afecta a
mograma. unas 8.000 personas en España y las formas más le-
ves probablemente al menos a 300.000 personas15.
Cinc
Los preparados de sulfato o acetato de cinc consti-
Patogenia
tuyen en la actualidad el tratamiento de manteni- La proteína a-1-antitripsina se sintetiza en el híga-
miento de elección en la EW. Administrados por vía do y se libera a la sangre. Su función es la de inhibir
oral, aumentan la síntesis de proteínas endógenas la acción de una enzima de los leucocitos denomi-
intracelulares, como la metalotioneína, que fijan el nada elastasa. La elastasa, cuya actividad puede
834
57. Enfermedades metabólicas del hígado
835
Sección 6. Hígado
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836
58 Infecciones sistémicas que
pueden afectar al hígado:
virus, bacterias, hongos y
parásitos (incluyendo abscesos
hepáticos)
Salvador Augustin, Jaime Guardia
Servicio de Medicina Interna-Hepatología. Hospital Universitari Vall d’Hebron.
Universitat Autónoma, Barcelona
H Í G A D O 837
Sección 6. Hígado
Infecciones víricas sistémicas que pueden TABLA 1. Principales viriasis sistémicas con afectación
hepática
afectar al hígado
En la tabla 1 se presentan, de manera resumida, los
❱❱ HERPESVIRUS:
virus que más frecuentemente pueden producir al-
teraciones hepáticas. • Virus Epstein-Barr.
• Citomegalovirus.
Herpesvirus • Otros herpesvirus.
838
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
tiorgánica y alta morbimortalidad. La infección peri- adultos inmunodeprimidos, puede ser muy grave.
natal suele ser asintomática, aunque se ha descrito En estos casos, el diagnóstico precoz es esencial,
que puede producir una hepatitis granulomatosa ya que la hepatitis herpética es una de las pocas
persistente e hipertensión portal. En el adolescente causas de hepatitis aguda grave tratable (capítulo
y el adulto joven inmunocompetentes, la primoin- 52). La hepatitis neonatal por VHS es la causa más
fección por CMV puede manifestarse en forma de frecuente de insuficiencia hepática aguda en esta
mononucleosis infecciosa, generalmente en eda- franja de edad, y suele formar parte de un cuadro
des algo mayores que la asociada al EBV, y con fie- multivisceral grave. El diagnóstico ha de basarse en
bres más prolongadas. La afectación hepática es, en la sospecha clínica y en una confirmación mediante
general, más leve, con elevaciones moderadas de serología, PCR y/o biopsia. El tratamiento de elec-
transaminasas, LDH y fosfatasa alcalina, pero más ción es el aciclovir, y su empleo empírico hasta la
marcadas de GGT. La ictericia es rara. El diagnóstico confirmación diagnóstica debe considerarse en ca-
es clínico y serológico. En la biopsia, son caracterís- sos de hepatitis aguda grave.
ticas las inclusiones intranucleares en ojo de búho.
El virus de la varicela-zóster (VVZ), causa afecta-
En el paciente receptor de un trasplante de órgano ción hepática casi exclusivamente en pacientes gra-
sólido, la infección por CMV representa un proble- vemente inmunocomprometidos. Generalmente,
ma especialmente relevante2-4 (capítulo 69). En los se trata de una hepatitis leve concomitante a un
pacientes que reciben un trasplante hepático y, es- brote cutáneo, aunque se han descrito casos de
pecialmente en aquellos seronegativos para CMV, hepatitis fulminante. El tratamiento de los casos
la infección por este virus se ha asociado con hepa- graves ha de hacerse con aciclovir. En niños, se ha
titis, cirrosis y fracaso del injerto, así como a recidi- descrito que el curso de la varicela puede preceder
vas más agresivas del virus C. Además, la inmuno- o solaparse, en un pequeño porcentaje de casos, a
supresión inducida por el propio virus, incrementa la aparición de un síndrome de Reye, entidad grave
el riesgo de infecciones oportunistas y neoplasias debida a una infiltración grasa aguda del hígado,
en estos pacientes. Por este motivo, actualmente con insuficiencia hepática fulminante.
se preconiza una profilaxis activa de la enfermedad La primoinfección por herpesvirus humano 6
por CMV, a través de dos posibles estrategias. Por (HHV-6) se puede manifestar en forma de hepatitis
un lado, puede realizarse una profilaxis universal, aguda, en algunos casos grave. El HHV-8 es el agen-
en todos los receptores seronegativos para CMV te causal del sarcoma de Kaposi, y se ha relaciona-
que reciben un injerto de un paciente seropositi- do también con la enfermedad de Castleman. En
vo, mediante una pauta secuencial de ganciclovir pacientes receptores de trasplante de donantes in-
endovenoso y oral, durante 3 meses. Por otro lado, fectados se han descrito casos de hepatitis graves.
puede hacerse una profilaxis con ganciclovir más
selectiva y menos prolongada, sólo en aquellos que Otros virus
presentan datos de infección sin enfermedad, que
se conoce como terapia anticipada. Esta última exi- La afectación hepática en los pacientes infectados
ge, sin embargo, una monitorización estrecha de la por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
infección, que hoy día se realiza mediante PCR. La es frecuente5. Se ha demostrado la presencia de
elección de una u otra estrategia puede individua- RNA del virus en hepatocitos, células de Kupffer y
lizarse según el riesgo del paciente y los recursos células del endotelio hepático, tanto en la primoin-
de cada centro, pero los datos disponibles sugieren fección como en fases avanzadas de la enfermedad.
que ambas son eficaces. El tratamiento de la enfer- La forma de enfermedad hepática por VIH más ca-
medad establecida ha de realizarse con ganciclovir racterística ha sido tradicionalmente la colangiopa-
endovenoso, o foscarnet en caso de resistencias, tía esclerosante crónica, aunque desde la introduc-
entre 2-4 semanas. ción de la terapia antirretroviral de gran actividad
(TARGA), es infrecuente. La afectación directa por
Otros Herpesvirus el virus puede dar lugar también a una hepatitis
concomitante, con necrosis focal, inflamación por-
Los virus herpes simple (VHS) tipo 1 y 2 son her-
tal, granulomas e incluso peliosis.
pesvirus humanos ubicuos que pueden afectar to-
dos los tejidos. La enfermedad visceral en el adulto En el sarampión pueden objetivarse elevaciones
inmunocompetente es excepcional, pero tanto moderadas de transaminasas (sobre todo en adul-
en el periodo neonatal, como en embarazadas y tos jóvenes), aunque la hepatitis clínicamente signi-
839
Sección 6. Hígado
840
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
TABLA 2. Principales infecciones bacterianas que pueden da. La infección por S. paratyphi puede ocasionar
afectar al hígado también una colangitis supurativa. Las enteritis por
Shigella y Campylobacter pueden asociar también
hepatitis concomitante, aunque la ictericia es rara.
❱❱ Cocos piógenos.
• Neumococo. Micobacterias
• S. milleri y otros estreptococos.
La forma de afectación hepática más frecuente es la
• Estafilococos. presencia en el parénquima de múltiples granulo-
❱❱ Neisseria gonorrheae. mas pequeños. Aunque la hepatitis granulomatosa
❱❱ Enterobacteriáceas. tuberculosa es frecuente, su expresión clínica es
• E. coli. generalmente leve, y rara vez se da independien-
• Salmonella sp. temente de manifestaciones de enfermedad en
otras localizaciones, que suelen dominar el cuadro.
• Otras: Shigella, Campylobacter.
La presentación de la tuberculosis en su forma di-
❱❱ Micobacterias. seminada o miliar, sin embargo, sí puede simular
• M. tuberculosis. una hepatitis vírica aguda, y representa un reto
• Otras: M. scrofulaceum, M. leprae, M. avium diagnóstico relevante (figura 1). Clínicamente, sue-
intracellulare. le presentarse en forma de afectación del estado
❱❱ Espiroquetas. general, con fiebre prolongada y hepatoespleno-
• Leptospirosis. megalia, y puede evolucionar rápidamente a fallo
multiorgánico con hepatitis fulminante8. El diag-
• Sífilis.
nóstico ha de basarse en un alto índice de sospe-
• Enfermedad de Lyme.
cha clínica y en la anatomía patológica, ya que la
❱❱ Rickettsias. confirmación microbiológica puede demorarse más
• Fiebre Q. de lo que suele permitir el estado del paciente. En
• Ehrlichiosis. caso de alteración hepática, la biopsia percutánea
• Fiebre botonosa mediterránea. tiene una alta sensibilidad8-9. El inicio del trata-
❱❱ Otras: chlamydia, listeriosis, tularemia, enferme- miento antituberculoso no debe retrasarse, y ha de
dad de Whipple, brucelosis, meliodosis, bartone- plantearse incluso en espera del diagnóstico, si la
losis. sospecha es alta y la gravedad lo justifica. La mor-
talidad del cuadro es alta. En los casos de curación,
se ha descrito de manera ocasional la presencia de
peritoneo a ese nivel. La laparoscopia es útil, tan- focos de transformación cicatricial con vasculariza-
to para confirmar el diagnóstico, como para aliviar ción, fibroblastos y tejido fibroso, sin granulomas.
el dolor mediante la liberación de las adherencias De forma notable, estos casos suelen cursar sin una
alteración relevante de la función hepática. Es la lla-
(adhesiolisis). El tratamiento ha de completarse con
mada tuberculosis pseudocirrótica, que tiene buen
doxiciclina y ceftriaxona. La perihepatitis aguda se
pronóstico.
ha descrito también asociada al virus coxackie y a
Chlamydia trachomatis7. En formas más tórpidas de la enfermedad, la coa-
lescencia de granulomas puede dar lugar a tuber-
Enterobacteriáceas culomas, de aspecto nodular y de tamaño variable
(1-4 cm), que a su vez pueden ser la causa de colan-
Las bacterias Gram-negativas entéricas represen-
gitis tuberculosas con esclerosis biliar secundaria.
tan en su conjunto la principal causa de absceso
También pueden degenerar hacia la formación de
hepático, cuyas particularidades se comentan apar-
un absceso por caseificación.9
te. En la sepsis por E. coli u otras enterobacterias, la
presencia de grados variables de afectación hepáti- Otras micobacterias se han descrito también aso-
ca no es infrecuente, y está ligada esencialmente a ciadas a afectación hepática. En la lepra, la afecta-
la presencia de endotoxemia y shock. La infección ción hepática aparece en el 50-90% de los casos,
por Salmonella tiphy cursa como una enteritis fe- aunque su expresión clínica no suele ser relevan-
bril que, con relativa frecuencia, se acompaña de te. El M. scrofulaceum forma parte también de la
hepatomegalia y hepatitis reactiva leve o modera- larga lista de agentes causantes de hepatitis granu-
841
Sección 6. Hígado
Figura 1. Rx de tórax que muestra la imagen de un infiltrado tuberculoso bilateral en un paciente con fiebre y hepatomegalia.
La biopsia hepática muestra un granuloma intrahepático constituido por algunos linfocitos, células epitelioides y una célula de
Langhans. Cortesía del Dr. Vera.
842
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
gada con alteración de transaminasas. Al examen plenomegalia, aunque rara vez se observa una he-
físico puede existir hepatomegalia. La elevación patitis clínicamente significativa. El bruceloma es
de transaminasas es frecuente, pero la ictericia es también raro. La meliodosis, infección provocada
rara. La biopsia hepática puede mostrar hepatitis y por la Burkholderia pseudomalleii, es una causa
granulomas rodeados de un anillo fibrinoide y, en frecuente de sepsis grave durante la época de llu-
ocasiones, centrados sobre una vacuola grasa (li- vias en zonas endémicas (sudeste asiático y Cen-
pogranuloma), dándoles el característico aspecto troamérica). Puede provocar hepatitis reactiva,
de dónut. La figura 2 ilustra el caso de un paciente pero la forma de afectación hepática es el absceso.
diagnosticado de una fiebre Q cuya presentación La Bartonella henselae es el agente causal de la
clínica inicial fue la de una colecistitis aguda alitiá- enfermedad por arañazo de gato, que en pacien-
sica. El diagnóstico suele hacerse mediante serolo- tes inmunocompetentes suele manifestarse en
gía o PCR. El tratamiento de elección es la doxicicli- forma de linfadenopatía granulomatosa regional.
na. Otras rickettsiosis en las que el hígado se afecta La afectación hepática en estos casos es infecuen-
con relativa frecuencia son la ehrlichiosis (en la
te. En pacientes inmunodeprimidos, la Bartonella
que puede darse una hepatitis granulomatosa) y la
puede causar hepatitis granulomatosas graves y
fiebre botonosa mediterránea10.
peliosis hepática, con importante hepatomegalia y
nódulos hepáticos múltiples en las exploraciones
Otras bacterias
de imagen.
La infección por Chlamydia psittaci se ha asociado
con una presentación clínica parecida a la de la fie- Manifestaciones hepáticas en
bre Q, aunque los lipogranulomas son menos fre- infecciones por parásitos
cuentes. La C. trachomatis también se ha descrito
como causa del síndrome de Fitz-Hugh-Curtis. La Aunque las parasitosis se distribuyen predominan-
listeria, la tularemia y la enfermedad de Whipple temente en países tropicales y subtropicales, su
se han descrito como causas de hepatitis granulo- importancia en nuestro medio es creciente, como
matosa. En la brucelosis, es frecuente la hepatoes- consecuencia de los cambios demográficos. Las
843
Sección 6. Hígado
❱❱ Protozoos.
• Entamoeba hystolitica.
• Leishmania donovani.
• Plasmodium falciparum.
• Toxoplasma gondii.
• Giardia lamblia.
• Trypanosoma cruzii Figura 3. TAC abdominal que muestra la figura de un gran
• Cryptosporidium sp. absceso amebiano.
❱❱ Helmintos.
• Schistosoma (mansoni, japonicum).
• Fasciola hepatica. abdominal permite identificar el absceso (puede
ser múltiple en 30-50% de pacientes) y guiar la pun-
• Clonorchis Sinensis.
ción y aspiración del mismo. Ésta da salida a un ma-
• Echinococcus (granulosus, alveolaris). terial viscoso verdoso-marronáceo, que en menos
• Otros: Ascaris lumbricoides, Strongyloides del 10% de los casos permite identificar el germen.
stercolaris, Toxocara canis. El diagnóstico es, por tanto, casi siempre serológi-
co (sensibilidad mayor del 95%). El tratamiento de
elección es el metronidazol endovenoso, aunque
en abscesos grandes y/o complicados (ruptura, in-
parasitosis que con más frecuencia tienen manifes-
vasión vascular), puede ser necesaria la cirugía. El
taciones hepáticas, se resumen en la tabla 3.
pronóstico, en general, es muy bueno, aunque las
lesiones pueden tardar meses en desaparecer12.
Protozoos
La leishmaniasis es una zoonosis de distribución
La amebiasis (Entamoeba hystolitica) es la terce-
mundial que se transmite al hombre (fundamen-
ra parasitosis más frecuente en el mundo. Tiene
talmente desde perros y roedores) a través de la
una distribución geográfica global, aunque es más
picadura del mosquito phlebotomus. La afectación
frecuente en países subtropicales y tropicales. La
hepática más relevante se observa en las formas
transmisión suele ocurrir por vía fecal/oral, me-
viscerales asociadas a L. donovani. La leishmaniasis
diante ingestión de la forma quística del parásito.
visceral, o kala-azar suele presentarse de manera
En el intestino, la forma minuta puede provocar
insidiosa, en forma de fiebre remitente prolongada,
un síndrome diarreico leve o moderado, y parasi-
que en su fase florida se acompaña de una marcada
tar de manera más o menos permanente el tracto
esplenomegalia. Esta última provoca, por hiperes-
digestivo del portador sano. En determinadas cir-
plenismo, una pancitopenia que puede llegar a ser
cunstancias, puede pasar a su forma magna, que
profunda (simulando incluso una leucosis), y que
es capaz de invadir la pared intestinal y diseminar a
condiciona en gran medida el riesgo de complica-
otros órganos11. En la forma disentérica, es frecuen-
ciones (infecciones, hemorragias) y el pronóstico.
te encontrar una hepatitis reactiva inespecífica, ge-
En el examen de la biopsia hepática pueden identi-
neralmente poco aparente. Sin embargo, la ameba
ficarse numerosos gérmenes (en las células de Kup-
es capaz de afectar de manera directa al hígado y
ffer) y abundantes granulomas. El diagnóstico suele
provocar una marcada necrosis citolítica focal, que
realizarse mediante serología o PCR. Sin tratamien-
da lugar al denominado absceso amebiano (figura
to, la infección es letal. El tratamiento de elección
3). Éste se presenta característicamente de manera
es la amfotericina B, aunque su disponibilidad es
brusca, en forma de hepatomegalia dolorosa febril.
muy limitada en gran parte del mundo. El fármaco
Es importante tener en cuenta que la diarrea, ya
oral miltefosin puede ser una buena alternativa en
sea concomitante o en los días previos, sólo es re-
la mayoría de estos casos13.
ferida en menos de un tercio de los casos. El análisis
de sangre suele mostrar leucocitosis y elevación de La malaria es la parasitosis más relevante en el
fosfatasa alcalina (la ictericia es rara). La ecografía mundo, debido a su prevalencia y morbimortali-
844
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
845
Sección 6. Hígado
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58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
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Sección 6. Hígado
siones, la enfermedad por Candida se presenta TABLA 4. Factores predisponentes para el desarrollo de
de manera más tórpida, con afectación hepatoes- infecciones fúngicas sistémicas
plénica predominante en relación al desarrollo de
lesiones parenquimatosas de carácter granuloma-
toso con escasos hongos, que tienden a necrosar- ❱❱ Enfermedades de base del paciente.
se, confluir y originar abscesos. Esta forma hepa- • Neutropenia.
toesplénica suele manifestarse clínicamente en • Trasplante: médula ósea, órgano sólido
forma de síndrome febril prolongado inespecífico. (hígado, riñón).
En ocasiones hay hepatoesplenomegalia, no siendo • Leucosis, linfoma.
infrecuente la aparición de hepatitis bioquímica o • Neoplasias sólidas.
episodios de colangitis. Sin embargo, lo más fre-
• Traumatismo grave.
cuente es que no haya datos clínicos que orienten
• Grandes quemados.
a una localización hepática del hongo, lo que hace
difícil su diagnóstico etiológico. La identificación de ❱❱ Procedimientos diagnósticos y terapéuticos.
factores predisponentes, y la mala respuesta a los • Catéteres endovasculares, sonda urinaria.
antibióticos empíricos, debe despertar la sospecha • Alimentación parenteral.
el origen fúngico. La elevación de fosfatasa alcali- • Quimioterapia o radioterapia recientes.
na es constante, y puede persistir durante meses.
• Corticoides.
Las pruebas de imagen (ecografía, TC, resonancia)
• Antibióticos de amplio espectro.
son claves en el diagnóstico, y permiten objetivar
múltiples abscesos hepáticos y/o esplénicos de • Ventilación mecánica durante más de 3 días.
0,5-2 cm. La afectación concomitante de hígado • Cirugía tubo digestivo.
y bazo (que aparece en más de dos tercios de los • Hemodiálisis.
casos), así como la apariencia en “rueda dentro de
rueda” de los abscesos, deben orientar hacia esta
(Adaptado de: Pappas PG. Invasive candidiasis. Infect
etiología. El diagnóstico puede confirmarse me- Dis Clin North Am 2006;20:485-506.)
diante estudio biópsico y/o microbiológico (cultivo,
PCR). El tratamiento de elección suele consistir en
una terapia secuencial basada en la administración
de anfotericina B endovenosa seguida de flucona- tías, hepatoesplenomegalia y pancitopenia. En sus
zol oral. Como alternativas, pueden utilizarse nue- formas graves, puede evolucionar a shock y fallo
vos antifúngicos (voriconazol, caspofungina), aun- hepático y renal. En hígado, la lesión fundamental
que hay menor experiencia con su uso20. es el granuloma centrado en el hongo. La confirma-
ción puede hacerse mediante cultivo o métodos
Otros hongos serológicos. El tratamiento de las formas graves es
La afectación hepática en la histoplasmosis por H. la amfotericina.
capsulatum es frecuente en las zonas endémicas En las aspergilosis, blastomicosis y coccidiosis
(todo el continente americano, India). El hongo es sistémicas, suele predominar la afectación pulmo-
eliminado en los excrementos de los murciélagos nar. En todas ellas puede haber daño hepático con
y otras aves, y el hombre se contagia por vía res- granulomas y microabscesos, cuya expresividad clí-
piratoria. Desde el pulmón, la diseminación ocurre nica queda en segundo plano.
preferentemente por vía linfática. Aunque la infec-
ción suele ser asintomática o autolimitada, en caso Absceso hepático
de exposición masiva puede presentarse en forma
de síndrome febril pulmonar agudo. Es más fre- El absceso hepático consiste en una inflamación
cuente, sin embargo, la forma subaguda o crónica purulenta más o menos circunscrita del parénqui-
progresiva, bien a partir de una infección aguda o ma hepático. Pueden ser causados por muchos y
una reactivación de una infección latente. Suele ser variados microorganismos (tabla 5). Éstos pueden
necesario un cierto grado de compromiso de la res- llegar al parénquima por vía hematógena (arterial,
puesta inmune (tratamientos inmunosupresores, en sepsis graves, o venosa, en pileflebitis de origen
sida, edades extremas). En general, se presenta en apendicular o cólico); por vía biliar ascendente; por
forma de síndrome febril prolongado, linfadenopa- extensión desde abscesos en órganos contiguos;
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58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
849
Sección 6. Hígado
Figura 6. Rx simple de abdomen que muestra la imagen de quistes hidatídicos parcialmente calcificados. Cortesía del Dr. Arenas
de Pablo. El examen ecográfico muestra una masa quística compatible con una hidatidosis hepática.
850
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado
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851
59 Enfermedades vasculares
hepáticas
Susana Seijo, Juan Carlos García-Pagán
Laboratorio de Hemodinámica Hepática. Unidad de Hepatología. Institut de
Malalties Digestives i Metabòliques. IDIBAPS. Ciberehd. Hospital Clínico, Barcelona
H Í G A D O 853
Sección 6. Hígado
crónicas representan la causa más frecuente. No brusca, ictericia y ascitis. Si la obstrucción es com-
obstante, su diagnóstico puede ser difícil, al que- pleta, rápidamente se observan signos de insufi-
dar enmascarado el aumento de las células sanguí- ciencia hepática aguda grave, con encefalopatía
neas, por la presencia de hipertensión portal con hepática y muerte. Actualmente, la presentación
la consiguiente expansión de la volemia plasmática más común en nuestro medio es la de un síndro-
y/o por el hiperesplenismo. El diagnóstico de las me de hipertensión portal con todas sus posibles
neoplasias mieloproliferativas se ha visto facilitado complicaciones: ascitis, peritonitis bacteriana es-
desde el hallazgo de que más de un 90% de pa- pontánea, síndrome hepatorrenal y hemorragia
cientes con policitemia vera y un 50% de pacientes digestiva por varices esofágicas. Cuando el SBC se
con trombocitosis esencial o mielofibrosis primaria asocia a trombosis de la vena cava inferior puede
presentan la mutación JAK2V617F. aparecer además circulación colateral cava-cava
y síndrome nefrótico (proteinuria y edema en
Manifestaciones clínicas miembros inferiores).
La gravedad del SBC viene determinada por el nú-
mero de venas afectas y por la velocidad de ins-
Diagnóstico
tauración de la trombosis. La tendencia natural de El diagnóstico de SBC requiere la demostración
la enfermedad consiste en presentar episodios de inequívoca de la existencia de una obstrucción al
trombosis separados en el tiempo. Entre los episo- flujo venoso hepático. La US-Doppler sigue siendo
dios, las áreas de parénquima con obstrucción de la técnica de elección. Cuando es realizada por un
flujo pueden desarrollar colaterales veno-venosas facultativo experimentado obtiene el diagnóstico
que descomprimen las zonas afectadas, de tal en aproximadamente el 75% de los casos. La an-
modo que dichos episodios pueden pasar desaper- gio-TC o angio-RM son útiles en casos equívocos. El
cibidos desde el punto de vista clínico hasta que cateterismo de venas suprahepáticas (figura 1) es
el daño hepático es ya muy importante. En otros útil para evaluar la extensión de la obstrucción al
casos la enfermedad evoluciona de un modo brus- flujo y permitiría obtener una biopsia hepática en
co, debido a una trombosis inicial muy extensa, algunos casos para descartar otros procesos como
a retrombosis de lesiones antiguas o a trombosis la enfermedad sinusoidal oclusiva o una enferme-
asociada de la vena porta. Por ello, la forma de dad hepática de otra causa.
presentación clínica es heterogénea. La forma de
presentación del SBC puede oscilar entre formas Tratamiento
paucisintomáticas, o formas con dolor abdominal,
El tratamiento del SBC se basa en el tratamiento
vómitos, hepatomegalia dolorosa de aparición
de las manifestaciones clínicas, el control de la en-
854
59. Enfermedades vasculares hepáticas
855
Sección 6. Hígado
hepático, por lo que siempre ha de realizarse por su realización ya que su colocación es más compleja
personal experimentado. que en pacientes con cirrosis hepática. Pero no obs-
tante, en manos experimentadas la técnica es rea-
Tratamiento derivativo
lizable en más del 90% de los casos a pesar de que
Quirúrgico en un 50% de ellos no se puede canular ninguna
vena suprahepática y se debe realizar el abordaje
La base racional para utilizar técnicas derivativas en
de la vena porta a través de una punción directa
el tratamiento del SBC es convertir la porta en un
conducto de drenaje del hígado congestivo5. de la vena cava inferior intrahepática. La trombosis
precoz del stent no es infrecuente (incluso durante
El shunt más utilizado es el mesocava con interposi- la liberación de la prótesis). Por ello se recomienda
ción de prótesis de politetrafluoroetileno calibrada iniciar una perfusión de heparina sódica inmedia-
de 8-10 mm o de vena yugular autóloga. Éste se tamente después de la punción de la vena porta12.
prefiere al shunt porto-cava latero-lateral porque
es más fácil de realizar cuando existe hipertrofia del El TIPS está indicado en los pacientes que no res-
lóbulo caudado6. Para la realización de cualquiera ponden al tratamiento médico. Un estudio reciente
de los dos tipos de anastomosis es necesaria la per- multicéntrico europeo que incluyó 124 pacientes
meabilidad de la vena cava inferior. En el caso de con SBC tratados con TIPS, mostró una excelente
que exista trombosis de la vena cava, algunos gru- supervivencia: 90% al año y 84% a los 5 años13.
pos han descrito la realización de un shunt meso-
En algunos pacientes, a pesar de que el TIPS se obs-
atrial (anastomosis entre la vena mesentérica y la
aurícula), pero es una técnica difícil y con elevada truye, ello no se acompaña de la reaparición de sín-
morbimortalidad7. tomas de hipertensión portal debido a la formación
de colaterales durante el tiempo en que éste fue
En aquellos casos en los que no se identifica una permeable. La introducción de prótesis recubiertas
trombosis de la cava inferior, pero sí una importan- ha hecho disminuir de forma marcada la incidencia
te estenosis de la misma por compresión extrínse- de obstrucción del TIPS14.
ca debida a la hipertrofia del lóbulo caudado, se ha
sugerido que la existencia de una presión superior Trasplante hepático
a 20 mmHg en la cava infrahepática o un gradiente
El trasplante (THO) está indicado en aquellos pa-
de presión entre ésta y la aurícula derecha superior
a 15 mmHg serían predictivos de una inadecuada cientes que presentan deterioro progresivo a pesar
función del shunt a menos que dicha estenosis de la colocación de un TIPS. El TIPS previo no em-
sea corregida previamente con la colocación de peora la supervivencia de aquellos pacientes que
un stent1,8. Es por ello por lo que en estas situacio- finalmente requieren la realización de un trasplan-
nes algunos autores han utilizado también el shunt te hepático15. En pacientes con un deterioro inicial
meso-atrial. muy grave de la función hepatocelular (menos del
10% de enfermos con SBC) se puede considerar el
La elevada mortalidad operatoria (próxima al 25% THO como tratamiento inicial. En un estudio multi-
de los pacientes)9 y de disfunción/trombosis del
céntrico Europeo13 se identificó a un subgrupo de
shunt (aproximadamente en un 30% de los ca-
pacientes que presentaron mala evolución a pesar
sos)10, ensombrecen el efecto beneficioso de los
de la colocación de un TIPS. Estos pacientes pueden
shunts quirúrgicos. En contraste, los pacientes que
ser identificados mediante un modelo pronóstico
sobreviven a la intervención quirúrgica y en quie-
nes el shunt se mantiene permeable, tienen una basado en la edad, niveles de bilirrubina y INR, y es
excelente calidad de vida11. No obstante, hoy en día en ellos en quienes debe evaluarse si el trasplante
tenemos una mejor alternativa terapéutica deriva- hepático precoz puede mejorar su pronóstico. Al-
tiva, el TIPS. gunas consideraciones en relación al trasplante se
mencionan a continuación:
Derivación portosistémica percutánea
intrahepática (TIPS) ❱❱ La supervivencia tras el trasplante hepático es
elevada 76% y 71% al año y 5 años respectiva-
El TIPS ofrece frente a la cirugía una menor morbi- mente.
mortalidad y la superación de la estenosis de la cava
inferior provocada por la hipertrofia del lóbulo cau- ❱❱ El TIPS previo no empeora la supervivencia
dado. Se requiere un entrenamiento especial para post-THO15,16.
856
59. Enfermedades vasculares hepáticas
❱❱ En los pacientes en los que la causa del SBC es trombo. El episodio agudo puede ocasionar un
una neoplasia mieloproferativa crónica, el tras- cuadro característico con múltiples manifestacio-
plante hepático no parece alterar la historia nes clínicas (trombosis portal aguda), pero más
natural de esta enfermedad pese a la inmuno- frecuentemente este momento pasa inadvertido
supresión17. De todos modos, es evidente que en la historia del paciente y la trombosis portal se
un manejo multidisciplinario de estos pacientes diagnostica en fases avanzadas, cuando el paciente
que incluya un tratamiento adecuado para su ha desarrollado una cavernomatosis portal.
enfermedad hematológica es fundamental.
TRombosis portal aguda
❱❱ El trasplante hepático además corregiría el tras-
torno primario que desencadenó la trombosis La principal manifestación suele ser el dolor ab-
en aquellos casos debidos a un déficit de anti- dominal. Pueden aparecer síntomas inespecíficos
trombina, de proteína S o proteína C o los casos como fiebre, síntomas dispépticos (náuseas y ple-
de mutación del factor V de Leiden18. Inicialmen- nitud postpandrial) y malestar general. Cuando el
te, era frecuente la recurrencia de la trombosis diagnóstico se demora y la trombosis se extiende
en el injerto. No obstante, esto se ha evitado, en hacia las arcadas venosas mesentéricas aparecen
gran medida, debido a la instauración precoz y las manifestaciones de una trombosis venosa me-
continuada de tratamiento anticoagulante (ha- sentérica de curso agudo (o subagudo) que puede
bitualmente en las 6-12 primeras horas). abocar finalmente a una necrosis del intestino. En
tales casos, el paciente desarrolla de modo pro-
Trombosis del eje esplenoportal gresivo: dolor abdominal, hematoquecia, y signos
de peritonismo en la exploración abdominal. Si el
El término trombosis venosa portal debería restrin-
cuadro no se detecta con precocidad aparecerán
girse a los casos en que la trombosis afecta única-
las manifestaciones de una necrosis isquémica del
mente al tronco portal. Se prefiere el término trom-
intestino con perforación, líquido libre intraabdo-
bosis del eje esplenoportal cuando la trombosis se
minal y acidosis metabólica con insuficiencia renal
extiende proximalmente a la vena esplénica, a la y pulmonar. La aparición de una estenosis intestinal
vena mesentérica superior o la vena mesentérica puede ser la secuela tardía de la isquemia venosa
inferior19. mesentérica.
Etiología Trombosis portal crónica
En ausencia de un tumor maligno que invada o Con frecuencia, la cavernomatosis portal o trombo-
comprima el eje esplenoportal, la trombosis es el sis portal crónica es un hallazgo fortuito durante el
mecanismo etiopatogénico más frecuente que oca- estudio de un paciente con trombopenia, espleno-
siona la obstrucción venosa. megalia o signos de hipertensión portal detectados
Según las series estudiadas, en un 7-22% de los por endoscopia e incluso por una ecografía abdo-
pacientes con trombosis portal no se identifica una minal indicada por otro motivo.
condición protrombótica (trombosis portal idio- La interrupción del flujo portal da lugar al desa-
pática)20. No obstante, en el resto de ocasiones, rrollo rápido, incluso en el término de días, de
hasta en un 40% logra identificarse un factor local colaterales en un intento de superar el territorio
desencadenante y en el 60% de casos restantes fac- trombosado. A pesar de ello, la presión portal se in-
tores trombogénicos sistémicos20-22. En más de un crementa. En un reciente estudio multicéntrico rea-
15% de estos pacientes coexisten factores etioló- lizado en nuestro país, más del 60% de los pacien-
gicos múltiples. Ello apoya la teoría que considera tes que sobreviven a una trombosis portal aguda y
la trombosis venosa portal como una enfermedad no lograban recanalizar el eje espleno-portal desa-
multifactorial23 (tablas 1 y 2). Por ello, el estudio de rrollaban varices gastroesofágicas en los dos años
la presencia de factores trombogénicos sistémicos posteriores al episodio agudo24. Las varices pueden
se debe llevar a cabo aun habiendo sido reconocida aparecer tan precozmente como al mes del episo-
la existencia de factores locales. dio de agudo. Por esta razón, parece razonable re-
comendar la realización de una endoscopia precoz
Manifestaciones clínicas (a los 2-3 meses del episodio agudo) para descartar
Las consecuencias clínicas de la trombosis depen- la presencia de varices y repetirla a los 9-12 meses
den del momento evolutivo y de la extensión del si la primera resultó negativa, ya que en nuestra
857
Sección 6. Hígado
858
59. Enfermedades vasculares hepáticas
Tratamiento
Trombosis portal aguda
La anticoagulación siempre está indicada ya que
la repermeabilización espontánea es infrecuente y
debe iniciarse lo más precozmente posible. En un
estudio reciente, la tasa de recanalización (parcial
o completa) ascendía al 60% cuando la anticoagu-
lación se iniciaba en la primera semana desde el
inicio de los síntomas, y de tan solo el 20% cuan-
do se iniciaba más tarde (dentro de los 30 prime- Figura 2. Imagen de colangio-RMN (thick-slab) en la que se
ros días)32. El dolor abdominal suele remitir en observa la presencia una estenosis (flecha) acompañada de
1-2 semanas. Con estas medidas, incluso en pacien- dilatación de la vía biliar intrahepática. Cortesía de la Dra.
García-Criado, Servicio de Radiología, Hospital Clínic)
tes con afectación trombótica extensa, se puede
esperar al menos una repermeabilización parcial.
Por ello la indicación de terapias agresivas como la
administración de fármacos trombolíticos vía sisté-
culares36. Aunque la decisión debe individualizarse
mica o a nivel arterial mesentérico, o bien su admi-
en cada paciente, la anticoagulación debe conside-
nistración in situ mediante acceso venoso transyu-
rarse cuando existe un alto riesgo de recurrencia
gular o percutáneo transhepático, es controvertida.
trombótica debido a una entidad procoagulante de
Se ha propuesto la realización de un TIPS para man-
base, o cuando existen antecedentes personales o
tener un flujo elevado en la vena porta y lograr la
familiares de trombosis venosa profunda. En los
repermeabilización del eje esplenoportal, pero no
pacientes con antecedentes de hemorragia gastro-
existen estudios que hayan evaluado si estas técni-
intestinal o con varices esofágicas es recomendable
cas invasivas ofrecen ventajas en relación a la an-
retrasar el inicio de la anticoagulación hasta haber
ticoagulación precoz33. Es recomendable prolongar
instaurado un tratamiento adecuado para prevenir
la anticoagulación por un mínimo de 6 meses-1 año
la recidiva hemorrágica. La anticoagulación no in-
debido a que la repermeabilización puede tener
crementa la gravedad ni la mortalidad de los episo-
lugar hasta 4-6 meses después de iniciado el tra-
dios de hemorragia36.
tamiento34. Parece razonable mantener este trata-
miento de forma indefinida en pacientes con enfer- Tratamiento de la hemorragia
medad trombofílica subyacente, con antecedentes por varices esofágicas
personales o familiares de trombosis venosa pro-
funda o con historia previa de dolor abdominal Si bien no existen estudios controlados que hayan
sospechoso de ser isquémico35. En pacientes en los evaluado esta actitud, se recomienda el uso de
que no se dan estas circunstancias, la decisión de β-bloqueantes no selectivos o tratamiento endos-
mantener la anticoagulación de forma indefinida es cópico para prevenir el primer episodio de sangra-
controvertida. do. En nuestra unidad recomendamos la utilización
combinada de β-bloqueantes y tratamiento endos-
Trombosis portal crónica cópico con ligadura para la profilaxis secundaria.
Tampoco hay estudios que evalúen cuál es el mejor
Anticoagulación
tratamiento para lograr el control del episodio agu-
La indicación de anticoagulación en la cavernoma- do de hemorragia por varices gastroesofágicas. Pa-
tosis portal es evitar la aparición de nuevos epi- rece razonable aplicar a estos pacientes las mismas
sodios trombóticos en el eje esplenoportal, que recomendaciones que para enfermos cirróticos
puedan descompensar el paciente al agravarse la utilizando fármacos vasoconstrictores y/o trata-
hipertensión portal, o bien en otros territorios vas- mientos endoscópicos37. En caso de fracaso del tra-
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860
59. Enfermedades vasculares hepáticas
861
Sección 6. Hígado
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59. Enfermedades vasculares hepáticas
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60 Cirrosis hepática
Vanesa Bernal*, Jaume Bosch**
H Í G A D O 867
Sección 6. Hígado
❱❱ Alcohol
❱❱ Hepatitis vírica
❱❱ Obstrucción biliar
• Cirrosis biliar primaria
• Cirrosis biliar secundaria
ej., colangitis esclerosante primaria
❱❱ Enfermedad metabólica congénita Figura 1. Histología de la cirrosis hepática: la imagen muestra
las dos características más relevantes: nódulos de regenera-
• Hemocromatosis ción y septos fibrosos (Cortesía del Dr. Marigil).
• Enfermedad de Wilson
• Déficit de alfa-1-antitripsina
• Fibrosis quística
lar se debía exclusivamente a un factor mecánico,
• Galactosemia
ligado a la distorsión de la arquitectura vascular
• Glucogenosis tipos III y IV originada por la fibrosis, los nódulos de regene-
• Tirosinemia ración y fenómenos de microtrombosis u oclusión
• Intolerancia hereditaria a la fructosa vascular. Sin embargo, hoy sabemos que a este
• Telangiectasia hemorrágica hereditaria componente, relativamente fijo del incremento de
la resistencia vascular, se suma otro componente
❱❱ Enfermedad metabólica adquirida
dinámico, dependiente de la contracción activa
• Esteatohepatitis no alcohólica de las células estrelladas perisinusoidales, que se
❱❱ Causas vasculares activan en la cirrosis hepática y desarrollan capa-
• Hígado de estasis crónico. cidades contráctiles que les permiten funcionar
• Enfermedad veno-oclusiva del hígado como pericitos sinusoidales. También se incluyen
a los miofibroblastos periportales y las células del
❱❱ Hepatitis autoinmune
músculo liso de las vénulas portales.
❱❱ Drogas y toxinas
❱❱ Sífilis La activación de estos elementos contráctiles se
ve favorecida por un estado de disfunción endo-
❱❱ Sarcoidosis
telial en los sinusoides, que da lugar a una insu-
❱❱ Bypass yeyuno-ileal ficiente producción de factores vasodilatadores
❱❱ Hipervitaminosis A endógenos, como el óxido nítrico (ON), junto con
❱❱ Idiopática o criptogenética el aumento de factores vasoconstrictores, como el
tromboxano A2, la endotelina y el sistema renina-
angiotensina.
la diferencia entre la presión venosa hepática de
El conocimiento de estos mecanismos resulta de
enclavamiento (u ocluida) y la presión libre. Existe
gran importancia, dado que el componente diná-
hipertensión portal cuando el GPVH está eleva-
mico de la resistencia vascular intrahepática es
do. Si la elevación es inferior a 10 mmHg, consi-
reversible y, por tanto, una diana terapéutica. De
deramos que la hipertensión portal es subclínica,
hecho, la mayoría de los tratamientos existentes
mientras que valores del GPVH mayores o iguales
para la hipertensión portal se centran en la correc-
a 10 mmHg definen lo que se denomina como “hi-
ción de las alteraciones hemodinámicas mediante
pertensión portal clínicamente significativa” pues a
fármacos vasoactivos (terlipresina, somatostati-
partir de estos valores pueden aparecer todas las
na, betabloqueantes no selectivos). A su vez, el
complicaciones de la hipertensión portal.
componente mecánico podría modificarse favora-
El factor inicial que conduce a la aparición de hi- blemente mediante tratamientos que mejoren la
pertensión portal en la cirrosis es el aumento de la enfermedad hepática subyacente (abstención de
resistencia vascular hepática. Tradicionalmente se alcohol, tratamiento antiviral, fármacos antifibró-
pensaba que este aumento de la resistencia vascu- ticos, etcétera).
868
60. Cirrosis hepática
869
Sección 6. Hígado
870
60. Cirrosis hepática
1%
No varices
Estadio 1
No ascitis
Cirrosis hepática 7% 7%
compensada 3,4%
Estadio 2 Varices
No ascitis
6,6% Éxitus
Varices ± 20%
Estadio 3
Ascitis
Cirrosis hepática 7,6% 4%
descompensada
57%
Estadio 4 HDV ±
Ascitis
Figura 3. Historial natural de la cirrosis hepática: probabilidad de progresión al año según el estadio clínico..
871
Sección 6. Hígado
Vasodilatación esplácnica
Figura 5. Fisiopatología de los trastornos de la función renal del cirrótico con hipertensión portal.
servar casos de hidrotórax sin ascitis concomitante o intravaricosa supera el límite elástico de su pared, se
con ascitis grado I. Ello acontece cuando el trasvase genera una tensión excesiva que produce su rotura
de líquido al espacio pleural ocurre en una tasa equi- (teoría de la explosión). El riesgo es más alto entre
valente a su producción en el abdomen8. los pacientes con mala función hepática y varices
de gran tamaño o con signos de color rojo (estrías
Hemorragia por varices longitudinales o manchas de color rojo cereza sobre
esofagogástricas la superficie de la variz) (figura 7). Por ejemplo, un
paciente con un grado Child C, ascitis a tensión y
El incremento de la presión portal y los fenómenos varices de gran tamaño con signos endoscópicos de
de angiogénesis asociados promueven la apertura riesgo, presenta una probabilidad de sangrado del
de colaterales y la consiguiente formación de va- 76%. La tabla 2 muestra los parámetros de Child-
rices esofagogástricas, que desvían una parte del Pugh para evaluar la función del hígado10.
flujo sanguíneo hacia la vena cava. Globalmente, la
probabilidad de que un enfermo con cirrosis hepá- Cualquier circunstancia que conduce a un deterioro
tica desarrolle varices esofágicas es del 5% al año de significativo de la función hepática o a un agrava-
establecer el diagnóstico y del 12% a los tres años. miento de la hipertensión portal puede ser el de-
Este hecho no es probable que ocurra sin un gra- tonante de un episodio de sangrado. Es el caso de
diente de presión portal superior a 10 mm Hg9. Con una transgresión enólica, una cirugía mayor recien-
el tiempo, el aumento de la presión portal produce te, una infección bacteriana (especialmente la pe-
una dilatación progresiva de la variz y un adelgaza- ritonitis bacteriana espontánea) o una transfusión
miento de su pared. Cuando la presión hidrostática de hemoderivados.
872
60. Cirrosis hepática
TABLA 2. Clasificación de Child-Pugh modificada para evaluar el estado de la función hepática. Fuente: Arun J Sanyal.
Prediction of variceal hemorrhage in patients with cirrhosis. Uptodate, 2006.
Puntuación asignada
Parámetro 1 2 3
Bilirrubina (mg/dl) ≤2 2-3 >3
Albúmina (g/dl) > 3,5 2,8-3,5 > 3,5
Tiempo de protrombina
• Segundos sobre el control 1-3 4-6 >6
• INR < 1,7 1.8-2.3 > 2,3
Ascitis Ausente Leve Moderada
Encefalopatía No Grado I-II Grado III-IV
873
Sección 6. Hígado
Figura 7. Signos endoscópicos de riesgo para la hemorragia por varices esofágicas: a) varices esofágicas de gran tamaño; b)
manchas rojas sobre la superficie de la variz; c) “red wale marks” (estrías longitudinales y sinuosas de color rojo sobre la superfi-
cie de la variz) sobre unas varices de gran tamaño..
874
60. Cirrosis hepática
Conducta inapropiada
Trastornos del sueño
Somnolencia
Euforia/depresión
Confusión
Desorientación
Inconsciencia
Psiquiátricos
Síntomas neurológicos
Nistagmus Coma
O I II III IV
Uptodate 2006 (ref 11)
espontánea (25%), infecciones del tracto urinario meabilidad intestinal y alteraciones del sistema in-
(20%), neumonía (15%) y bacteriemia espontánea mune. Todo ello favorece la migración de bacterias
(12%). La mortalidad en pacientes cirróticos que procedentes de la luz intestinal hasta los ganglios
desarrollan infecciones bacterianas es alta, entre el linfáticos y, desde allí, hasta la circulación general.
25-50%15. Este hecho se conoce como traslocación bacteriana
y se considera el principal mecanismo en la pato-
La secuencia de hechos fisiopatológicos que favo-
génesis de la infección en la cirrosis. Los factores
recen el desarrollo de infecciones en los pacientes
que predisponen al sobrecrecimiento bacteriano
con cirrosis comienza en la luz intestinal, donde se
ha comprobado una elevada incidencia de sobre- son la hipomotilidad intestinal y probablemente el
crecimiento bacteriano, un aumento de la per- consumo de inhibidores de la bomba de protones.
El aumento de la permeabilidad intestinal se debe
a alteraciones estructurales del intestino, principal-
TABLA 4. Síntomas que permiten sospechar
mente congestión vascular, edema, aumento de los
el padecimiento de un hepatocarcinoma espacios intracelulares e inflamación. Finalmente,
en el curso evolutivo de la cirrosis hepática en el paciente con cirrosis se han descrito diversas
alteraciones inmunes tanto a nivel local (intestinal)
como sistémico que favorecen la traslocación bac-
❱❱ Dolor continuo y gravativo en el hipocondrio
teriana. La principal defensa frente a las infeccio-
derecho
nes hematógenas es el sistema reticuloendotelial,
❱❱ Pérdida progresiva de peso
localizado en el hígado y encargado de eliminar
❱❱ Fiebre de origen no aclarado las bacterias y sus productos. Este objetivo está
❱❱ Hemoperitoneo agudo comprometido en los pacientes con cirrosis debido
❱❱ Crisis paroxísticas de disnea (microembolismos a la existencia de shunts portosistémicos y a una
pulmonares) disfunción de las células de Kupffer. También se ha
❱❱ Dolores óseos generalizados (metástasis) descrito una reducción en la actividad bactericida
❱❱ Poliglobulia (eritropoyetín dependiente)
de las células fagocíticas, de la capacidad de opso-
nización y de los niveles de complemento. Todo ello
❱❱ Hipocalcemia (parathormona dependiente)
explica por qué los pacientes con niveles bajos de
❱❱ Hipoglucemia (insulín-dependiente) proteínas en el líquido ascítico (menor de 1 g/dl)
❱❱ Diarrea crónica presentan un mayor riesgo de peritonitis bacteria-
na espontánea (véase capítulo 64).
875
Sección 6. Hígado
TABLA 5. Signos que pueden encontrarse en la exploración son complejos, habiéndose observado alteraciones
física del enfermo con cirrosis hepática. en los receptores beta-adrenérgicos y en el ECG y
ecocardiografía, así como un aumento de sustan-
cias cardiodepresoras y vasodilatadoras, como el
❱❱ Arañas vasculares óxido nítrico.
❱❱ Telangiectasias Las principales características de la miocardiopatía
❱❱ Eritema palmar del cirrótico son:
❱❱ Estrías ungueales
❱❱ Función sistólica normal en reposo, pero que se
❱❱ Enrojecimiento del 1/3 distal de las uñas puede convertir en patológica cuando el pacien-
❱❱ Dedos en palillo de tambor te es sometido a un estrés, ya sea fisiológico o
❱❱ Contractura de Dupuytren farmacológico.
❱❱ Ginecomastia ❱❱ Disfunción diastólica en reposo y bajo estrés.
❱❱ Atrofia testicular
❱❱ Alteraciones electrofisiológicas como la presen-
❱❱ Distribución feminoide del vello pubiano cia en el electrocardiograma de un intervalo QT
❱❱ Hepatomegalia prolongado.
❱❱ Esplenomegalia
❱❱ Alteraciones estructurales y posibles cambios
❱❱ Circulación colateral en los flancos del abdomen histológicos en el corazón.
❱❱ Circulación periumbilical en “cabeza de medusa”
❱❱ Niveles elevados de marcadores séricos suges-
❱❱ Signo de Cruveilhier-Baumgarten
tivos de disfunción cardiaca.
❱❱ Abdomen distendido (“en batracio”)
❱❱ Foetor hepático
Estas características deben estar presentes en
ausencia de enfermedad cardiaca conocida e inde-
❱❱ Ictericia
pendientemente de la etiología de su enfermedad
❱❱ Asterixis hepática.
❱❱ Equimosis y hematomas
La verdadera importancia de la miocardiopatía ci-
❱❱ Lesiones por rascado
rrótica es desconocida y puede haber sido subesti-
❱❱ Hiperpigmentación 1 mada ya que en la práctica clínica no es frecuente
observar en estos enfermos síntomas de insufiencia
1
En hemocromatosis y cirrosis biliar primaria. cardiaca. Ello guarda relación con el patrón hemo-
dinámico mencionado previamente (disminución
de la postcarga y aumento del gasto cardiaco) que
explica que el corazón funcione aparentemente con
normalidad y que esta entidad habitualmente pase
Miocardiopatía cirrótica inadvertida. Sin embargo, estudios electrofisiológi-
Como consecuencia de la hipertensión portal, el cos han permitido documentar alteraciones en el
paciente con cirrosis hepática presenta una circula- comportamiento cardiaco 40-60% de pacientes con
ción hiperdinámica caracterizada por un aumento cirrosis. En esta fase de la enfermedad, cualquier
del gasto cardiaco y un descenso de la resistencia evento clínico que exija mayor rendimiento al siste-
vascular sistémica. Este fenómeno nace como un ma cardiocirculatorio (trasplante hepático, PBE, co-
mecanismo compensatorio del sistema nervioso locación de una DPPI, etc.) puede desencadenar un
central frente a la disminución de la volemia efec- cuadro de insuficiencia cardiaca descompensada
tiva y a la hipoxia tisular producida por la vasodila- así como un síndrome hepatorrenal. Sin embargo,
tación esplácnica y el shunt portosistémico. Con la ello contrasta con la evidencia clínica de ausencia
progresión del fallo hepático, la circulación hiper- de episodios de insuficiencia cardiaca en la inmen-
dinámica se agrava, los mecanismos de compensa- sa mayoría de pacientes tratados con DPPI, incluso
ción se tornan insuficientes y se ha propuesto que en el contexto de complicaciones agudas o de asci-
en determinadas circunstancias, como la sepsis y tis refractaria y síndrome hepatorrenal. Obviamen-
el síndrome hepatorrenal tipo 1, el gasto cardiaco te, son precisos datos más estrictos que cambios
puede llegar a disminuir (“miocardiopatía“del cirró- electrocardiográficos no específicos para definir
tico). Los mecanismos etiopatogénicos implicados una alteración como una real miocardiopatía, por
876
60. Cirrosis hepática
Pulmón
Hematíes
O2
Shunt derecha-izquierda
Figura 9. Fisiopatología del síndrome hepatopulmonar: los hematíes tienden a circular por el centro de los capilares. Cuando el
lecho arteriolo-capilar está dilatado, los hematíes se alejan del alvéolo, lo que explica su menor saturación de O2 a su paso por el
pulmón (shunt dcha.-izqda.).
las implicaciones pronósticas que este diagnóstico siste en el descenso de la PaO2 mayor de 10%, al
lleva aparejadas. incorporarse desde la posición de decúbito. La pla-
tipnea expresa el acortamiento de los movimientos
Se ha sugerido que complicaciones como la perito-
respiratorios al adoptar la sedestación, momento
nitis bacteriana espontánea y la traslocación bacte-
en que el desplazamiento de la sangre a las porcio-
riana estén relacionadas con la miocardiopatía del
nes más declives acentúa el deterioro en la relación
cirrótico16. ventilación/perfusión. En fases más avanzadas, el
síndrome hepatopulmonar provoca disnea de mo-
Síndrome hepatopulmonar
derados esfuerzos, cianosis y acropaquia, síntomas
e hipertensión portopulmonar que generalmente revierten tras el trasplante17.
El síndrome hepatopulmonar se produce por la va- La hipertensión portal es una de las causas recono-
sodilatación del lecho arteriolo-capilar pulmonar, cidas de hipertensión arterial pulmonar. La hiper-
así como la aparición de anastomosis arteriove- tensión portopulmonar se define por la presencia
nosas, predominantemente localizadas en las por- de una presión arterial pulmonar media superior a
ciones más declives del pulmón, condicionando un 25 mmHg junto con una presión capilar pulmonar
efecto shunt derecha-izquierda. En estas circuns- enclavada inferior a 15 mmHg, en un paciente con
tancias, un porcentaje de la sangre dependiente del hipertensión portal. El mecanismo fisiopatológi-
flujo de la arteria pulmonar no se satura suficien- co de esta entidad no se conoce con exactitud. El
temente de oxígeno (O2) a su paso por el pulmón desarrollo de hipertensión portal y la circulación
(figura 9). Estos pacientes presentan alteraciones hiperdinámica son elementos claves que pueden
en la relación ventilación/perfusión, así como una contribuir a los cambios vasculares observados
reducción en la capacidad de difusión pulmonar y en la hipertensión portopulmonar (hipertrofia del
una desaturación de oxígeno (síndrome hepatopul- músculo liso vascular, fibrosis concéntrica de la
monar). No es infrecuente, por consiguiente, en- capa íntima, arteriopatía plexogénica y vasculitis
contrar a enfermos con cirrosis hepática y una PaO2 necrotizante). El hecho de que esta complicación
en el rango de 60-70 mmHg (figura 10). Existen dos pueda aparecer en el mismo contexto clínico que
signos que permiten sospechar el padecimiento de el síndrome hepatopulmonar, sugiere que ambas
un síndrome hepatopulmonar. La ortodeoxia con- entidades pueden compartir un mismo origen sien-
877
Sección 6. Hígado
878
60. Cirrosis hepática
des. La hemorragia por rotura de varices rectales es periférica y signos característicos de degeneración
menos amenazante para la vida, pero se han descri- hepatolenticular. Se han descrito casos de mielopa-
to casos de hemorragia grave o persistente que re- tía portosistémica, expresados como una mielitis
quieren la colocación de un balón, escleroterapia e transversa con signos de paraplejía espástica.
incluso procedimientos de derivación portosistémi-
Otras manifestaciones se relacionan con el consu-
ca20. En algunos pacientes la endoscopia puede re-
mo crónico de alcohol y la desnutrición, y no con
velar signos de ectasia vascular (gastropatía portal
hipertensiva). Su importancia radica en la frecuen- la hepatopatía crónica propiamente dicha. Tal es el
cia con que provoca anemización consecutiva a caso de la encefalopatía de Wernicke o la neuro-
pérdidas de sangre oculta o a verdaderos episodios patía periférica, que puede observarse hasta en el
de hemorragia digestiva. Ésta puede venir precipi- 40% de los pacientes con cirrosis de etiología alco-
tada por fenómenos de vasocongestión, isquemia hólica.
e hipoxia tisular. Igualmente, se ha documentado
una mayor prevalencia de hernia hiatal, así como Alteraciones hematológicas
de gastropatía por alcohol y úlcera péptica. Los trastornos en la hemostasia constituyen la
La diarrea es un síntoma frecuente entre los en- manifestación hematológica fundamental en la ci-
fermos con cirrosis hepática. Su patogenia podría rrosis hepática. No en vano, todos los factores de
relacionarse con fenómenos de malabsorción aso- la coagulación, excepto el factor VIII, son sintetiza-
ciados a la ingesta crónica de alcohol, sobrecreci- dos en el hígado. Este hecho se había considerado
miento bacteriano intestinal y, en ocasiones, el como un factor de riesgo para fenómenos hemo-
propio tratamiento de la encefalopatía hepática rrágicos, si bien esto se limita a los enfermos con
con disacáridos no absorbibles (lactulosa, lactitol). trombocitopenia extrema (menor de 25.000 por
mm3), alteraciones en la función plaquetaria o es-
Finalmente, en la cirrosis es característico el de- tados de fibrinólisis. La coagulopatía intravascular
sarrollo de cálculos biliares pigmentarios. Su pa- diseminada no es frecuente en la cirrosis hepática,
togenia se relaciona con una hiperproducción de salvo en casos de sepsis sobreañadida o en los por-
bilirrubina (hiperesplenismo). Los cálculos de bili- tadores de un shunt de Le Veen. Recientemente, se
rrubinato cálcico son más amorfos que los de coles- ha descrito un aumento del riesgo de trombosis en
terol. Por tanto, los episodios de impactación biliar los pacientes con cirrosis hepática. Los principales
son menos frecuentes. La pancreatitis crónica es anticoagulantes endógenos (proteína C, proteína S
más común cuando el alcohol ha sido la causa de y antitrombina III) también se sintetizan en el híga-
la enfermedad20. do y en los pacientes con cirrosis se ha observado
una disminución de su producción favoreciendo un
Síntomas neurológicos estado de hipercoagulabilidad.
Ya se ha mencionado la importancia de la ence- La anemia es un rasgo comúnmente observado
falopatía portosistémica en el origen de los sínto- en los enfermos con cirrosis. Su patrón puede ser
mas neuropsiquiátricos típicos de la enfermedad microcítico, debido a pérdidas gastrointestinales,
avanzada. El flapping tremor o asterixis es un signo macrocítico, por déficit de folato (alcohol) o mixto.
característico que aparece en relación con una su- Con frecuencia, la anemia se asocia a leucopenia
presión del sistema reticular descendente. Su inhi- o trombocitopenia, como una manifestación de hi-
bición conduce a estados de rigidez, anormalidades peresplenismo. En otras ocasiones, la hemólisis se
en los reflejos piramidales y flapping20. Este último,
ve enmascarada por un incremento de la síntesis
sin embargo, no es específico de la encefalopatía
eritrocitaria y sólo puede sospecharse por la pre-
hepática. De hecho, se ha descrito en otras anoma-
sencia de reticulocitosis, hiperbilirrubinemia no
lías metabólicas, como en la uremia, hipoglucemia,
conjugada o un aumento de la LDH. Ello ocurre con
intoxicación por barbitúricos y narcosis por dióxido
frecuencia en pacientes portadores de una DPPI.
de carbono. Se trata de un fenómeno bilateral y re-
Otros pacientes muestran acantocitosis, debido a
versible, directamente relacionado con los niveles
la acumulación de colesterol libre en la membrana
de amonio en sangre.
de los hematíes. Ello resulta más frecuente cuando
En estados avanzados de la cirrosis puede apreciar- la hemólisis va asociada a hipercolesterolemia e in-
se exageración de los reflejos tendinosos profun- filtración masiva de grasa por alcohol (síndrome de
dos con signo de Babinski, rigidez de la musculatura Zieve). El alcohol provoca, a su vez, hemosiderosis,
879
Sección 6. Hígado
rasgo comúnmente observado en la cirrosis de este hallazgo inespecífico que puede aparecer en otras
origen. entidades, como el embarazo, el hipertiroidismo y
la artritis reumatoidea. Otros signos característicos
Sistema musculoesquelético son los cambios observados en las uñas. A menu-
do se aprecian unas bandas o estrías horizontales
Es bien conocida la osteopenia dependiente de una
blanquecinas separadas entre sí por otras zonas de
malabsorción de vitaminas liposolubles en la cirro-
color normal (uñas de Muehrcke). Su patogenia se
sis biliar primaria. Algunos pacientes con cirrosis de
ha relacionado con estados de hipoalbuminemia.
etiología alcohólica desarrollan osteoporosis. Su
De hecho, también se observan en el síndrome
mecanismo no es bien conocido, pero puede tener
nefrótico. Es también característica la desaparición
relación con un deterioro de la función osteoblásti-
de las lúnulas ungueales y el enrojecimiento de la
ca o un aumento de la resorción ósea. El sedenta-
porción distal de las uñas.
rismo, frecuente en los pacientes con enfermedad
hepática avanzada, también favorece la amioatro-
fia y la osteopenia. Éste es un aspecto importante,
Sistema endocrino
porque la pérdida de masa ósea puede acelerarse El fallo hepático en el catabolismo de algunas hor-
en el postrasplante, debido a los esteroides y otros monas condiciona la aparición de algunas anoma-
factores que conducen a una mayor incidencia de lías endocrinológicas en la cirrosis hepática21. El
fracturas y colapsos vertebrales. En raras ocasio- alcoholismo, por ejemplo, origina una sobrepro-
nes, se ha documentado la presencia de periostitis, ducción de débiles esteroides andrógenos que son
dedos en palillo de tambor y sinovitis. La contrac- transformados en estrógenos en los tejidos perifé-
tura de Dupuytren es el resultado de un engrosa- ricos (piel, tejido adiposo, músculo y hueso). El hi-
miento y acortamiento de la fascia palmar (figura perestrogenismo contribuye a la formación de spi-
11) y se atribuye a una proliferación de fibroblastos ders, y eritema palmar, así como a los cambios en la
y a un anormal depósito de colágeno en la fascia. distribución del vello corporal. La ginecomastia es
Su prevalencia es superior entre la cirrosis alcohóli- un signo típico, agravado por el uso de espirolacto-
ca, pero también se ha observado en personas con na, y consiste en la proliferación de tejido glandular
hábito tabáquico y enólico, diabetes, algodistrofia y en la mama del varón.
en la enfermedad de Peyronie.
El hipogonadismo representa un efecto directo del
consumo de alcohol y menos de la cirrosis en sí20.
Sistema dermatológico De hecho, no es habitual en otro tipo de cirrosis,
En la cirrosis hepática son característicos algunos salvo en la hemocromatosis donde existe un de-
estigmas cutáneos. Aisladamente poseen poca es- pósito de hierro, tanto en la hipófisis, como en los
pecificidad, pero la confluencia de varios de ellos testículos. Ambos sexos son afectados por eleva-
en un mismo paciente resulta orientativa para das tasas de infertilidad, cambios en los caracteres
sospechar el padecimiento de la enfermedad. En- sexuales secundarios y pérdida de la líbido. En el
tre ellos destacan, por su prevalencia, los spiders varón se ha documentado atrofia testicular, impo-
o arañas vasculares, consistentes en lesiones vas- tencia y oligospermia. En la mujer son caracterís-
culares con una pequeña arteriola central rodeada ticas la oligomenorrea y una disminución en los
de pequeños vasos (figura 11). Pueden apreciarse niveles de estradiol y progesterona. No obstante,
predominantemente en la cara, tronco y extremi- el embarazo es posible y puede culminar con éxito.
dades superiores. Las arañas vasculares no son es-
La prevalencia de diabetes es superior entre los
pecíficas de la cirrosis hepática. De hecho, pueden
pacientes con cirrosis hepática. Suele manifestarse
verse también en el embarazo, los estados de mal-
por hiperglucemia, leve glucosuria e intolerancia
nutrición e incluso en personas normales. Aunque
a la glucosa. Su origen debe relacionarse con una
su patogenia es desconocida, se aduce que guar-
resistencia periférica a la acción de la insulina. No
da relación con una alteración en el metabolismo
son habituales, sin embargo, las lesiones vasculares
de las hormonas sexuales, habiéndose observado
o la cetoacidosis.
un aumento en la relación estradiol/testosterona
libre. Su número y tamaño guardan relación con Los pacientes críticos, principalmente aquellos en
la probabilidad de presentar una hemorragia di- shock séptico, pueden presentar una insuficiencia,
gestiva por varices y síndrome hepatopulmonar. El funcional o relativa, del eje hipotálamo-hipófisis-
eritema de las eminencias tenar e hipotenar es un adrenal que disminuye la respuesta cardiovascular
880
60. Cirrosis hepática
881
Sección 6. Hígado
882
60. Cirrosis hepática
883
Sección 6. Hígado
necroinflamatorio), una cirugía mayor reciente o cortante y nodular, con signos de hiperesplenismo,
la propia hemorragia por varices esofagogástricas. alteraciones evidentes de la función hepática y una
marcada hipergammaglobulinemia. Un paciente de
Ante un primer episodio de hemorragia digestiva
estas características probablemente pueda evitar la
por hipertensión portal, en una cirrosis hepática
biopsia hepática y con ello soslayar el riesgo poten-
hasta entonces inadvertida, debe considerarse la
cial de complicaciones asociadas al procedimiento.
posibilidad de una trombosis portal que complica
la evolución de un hepatocarcinoma insospechado. Los datos que proporciona una prueba de imagen
De hecho, no es excepcional que las primeras ma- como la ecografía pueden ser suficientes, al de-
nifestaciones de la cirrosis guarden relación con la mostrar la presencia de un hígado de ecoestructura
aparición de un hepatoma injertado sobre la enfer- heterogénea, borde festoneado y signos indirec-
medad de base23. En este caso, el paciente puede tos de hipertensión portal. Distinta es la situación
presentarse con dolor sordo y continuo en el hipo- de un paciente que presenta episodios de ascitis
condrio derecho, pérdida de peso, fiebre inexplica- recurrente sin apenas alteraciones de la función
ble o un hemoperitoneo agudo (tabla 4). hepática, y sin otras alteraciones biológicas suges-
tivas (hiperesplenismo, hipergammaglobulinemia),
Laparotomía o necropsia
máxime cuando no existe una etiología sugestiva
Finalmente, no es inhabitual que una cirrosis hepá- (alcoholismo, infección por el virus de la hepatitis
tica sea descubierta en el curso de una laparotomía C, etc.). Establecer un diagnóstico de cirrosis hepá-
indicada por otra causa o durante el examen post tica en un caso de estas características puede ser
mortem de un paciente fallecido por otra enferme- muy arriesgado e incluso pasar por alto un cuadro
dad. De hecho, en algunas series históricas, hasta de hipertensión portal de otro origen (por ejem-
un 30-40% de los casos de cirrosis eran diagnostica- plo, un síndrome de Budd-Chiari o una pericarditis
dos en el curso de una autopsia25. constrictiva).
884
60. Cirrosis hepática
sobre la etiología de la cirrosis, dado que ello puede Recomendaciones generales en el manejo
ser esencial para adoptar determinadas decisiones
terapéuticas, proporcionar consejo genético a los de la cirrosis hepática
familiares y predecir ciertas complicaciones. Ejem- Una vez establecido el diagnóstico de cirrosis he-
plos claros son las cirrosis de origen autoinmune, pática, el enfermo debe ser controlado en un me-
que pueden obtener un beneficio tangible con la dio especializado. La periodicidad de los controles
administración de corticosteroides e inmunosu- depende, en gran medida, de la condición clínica
presores; la hemocromatosis, que puede mejorar del enfermo. Es importante que el paciente sea
de forma espectacular tras iniciar un programa de evaluado por un mismo facultativo en las visitas
flebotomías, o la cirrosis secundaria al virus de la sucesivas. De hecho, en pocas enfermedades cró-
hepatitis B, indicación firme de tratamiento anti- nicas resulta tan necesario un “especialista de ca-
viral con un análogo de nucleótidos/nucleósidos becera”. Este concepto no está en contraposición
potente, rápido y con un perfil de resistencias ópti- con la intervención, a menudo crucial, de un médi-
mo, como son entecavir y tenofovir. Determinadas co de familia bien preparado que, sin duda, forma
causas de cirrosis como las producidas por virus o parte del equipo que atiende a estos pacientes.
la propia hemocromatosis suponen un riesgo ma- Los enfermos deben ser informados de la natura-
yor de hepatocarcinoma que otras entidades, como leza de su enfermedad y de los recursos disponi-
la hepatitis autoinmune o la EHNA y requieren, por bles para su tratamiento, incluyendo el trasplante
tanto, un programa de vigilancia más exhaustivo. hepático. Aunque esta información puede y debe
Las tablas 6 y 7 muestran las claves clínicas y los ser proporcionada por su propio médico, existen
procedimientos esenciales para alcanzar un diag- páginas informativas dirigidas a pacientes con
nóstico etiológico en la cirrosis hepática24. cirrosis hepática en numerosas fuentes de reco-
nocida solvencia científica (www.uptodate.com),
Estratificar el riesgo incluyendo asociaciones nacionales (www.aeeh.
Actualmente, el riesgo de mortalidad en los pacien- org) e internacionales (www.easl.ch; www.aaasld.
tes con cirrosis se estratifica de acuerdo con el es- org) dedicadas al estudio de las enfermedades del
tadío en el que se incluye el paciente basado en el hígado y fundaciones que proporcionan numero-
sistema propuesto en la Conferencia de Consenso sos recursos a los pacientes con enfermedades del
de Baveno IV (figura 3)6. Sin embargo, la mayoría hígado (www.liverfoundation.org). El tratamiento
de los pacientes con cirrosis hepática compensada de estos pacientes incluye una serie de recomen-
desarrollarán un episodio de descompensación o daciones generales, la prevención de complicacio-
un hepatocarcinoma antes de morir. Es por ello que nes y el manejo de las descompensaciones26.
en la práctica clínica resulta más interesante estra-
tificar a los pacientes en fase compensada según el Recomendaciones generales
riesgo de desarrollo de estos eventos. Ello permite
implantar estrategias de cribado o medidas preven- Dieta
tivas. Ambos acontecimientos, el episodio de des- Los enfermos con enfermedad compensada no re-
compensación o el desarrollo de hepatocarcinoma, quiren una dieta específica. Es más, hoy en día, exis-
están íntimamente relacionados con la presencia
ten claras evidencias que apoyan la necesidad de no
de hipertensión portal clínicamente significativa y
restringir ninguno de los principios inmediatos esen-
el grado de insuficiencia hepática, valorado por el
ciales (incluyendo las proteínas) dado que el estado
índice MELD, un índice pronóstico que incluye en
de nutrición es esencial en estos pacientes14,19. Por
una fórmula matemática compleja, la bilirrubina, el
supuesto, deben evitarse todas aquellas sustancias
INR y la creatinina.
que pueden contribuir a exacerbar el daño hepático,
En los pacientes en fase descompensada, la pun- especialmente el alcohol y algunos remedios her-
tuación total en la clasificación de Child-Pugh (tabla barios, que pueden resultar hepatotóxicos. Sin em-
2) o el antecedente de hemorragia digestiva, insu- bargo, se debe recomendar la ingesta de alimentos
ficiencia renal o hepatocarcinoma, son los factores como fruta, verdura fresca y chocolate negro, que
predictivos independientes más importantes rela- por su alto contenido en antioxidantes pueden favo-
cionados con el riesgo de muerte. recer un descenso de la presión portal27.
885
TABLA 6. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.
886
Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas
Alcohol > 40-60 g de alcohol/día > 15 Desde casos asintomáticos hasta Elevación desproporcionada de Necrosis centrolobulillar. Abandono del hábito enólico.
años (> 20-30 g en la mujer) formas graves de hepatitis alcohólica AST en relación a la ALT (> 2). Hialina de Mallory. Complejo B.
Sección 6. Hígado
con anorexia marcada, ictericia, Niveles de AST y ALT generalmente Infiltración por PMN.
fiebre, hepatomegalia y ascitis. inferiores a 300 UI/l. Fibrosis perivenular.
VCM aumentado. Extensión de la fibrosis al resto del
Elevación significativa de GGT si lobulillo si persiste el hábito enólico.
enolismo activo.
VHC Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos hasta ALT > AST Permite evaluar severidad histológica Es posible plantear tratamiento
sangre o hemoderivados. formas severas de descompensación. Anti-VHC (+) y estimar la influencia de otros antiviral en casos seleccionados de
Adicción a drogas por vía Coexistencia de manifestaciones RNA-VHC (+) factores concomitantes (ej.: alcohol). cirrosis compensada.
parenteral. extrahepáticas sugestivas:
Exposición nosocomial. - Crioglobulinemia
Otros: acupuntura, tatuajes... - Aplasia medular…
VHB Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos ALT > AST Presencia de HbcAg en el núcleo de Posibilidad de indicar
sangre o hemoderivados. hasta formas severas de HbsAg (+) los hepatocitos. antivirales específicos
Adicción a drogas por vía parenteral. descompensación. HbeAg y DNA-v (+) Presencia de HbsAg en citoplasma. (lamivudina, adefovir, entecavir) +
Contacto con pareja HbsAg (+). Anti-Hbe (+) y DNA-v (+) Permite evaluar severidad histológica gammaglobulina anti-VHB en caso
Transmisión vertical. (formas mutantes) y estimar la influencia de otros de trasplante.
Otros: acupuntura, tatuajes… factores concomitantes (ej.: alcohol).
EHNA Coexistencia de sobrepeso, Obesidad. Coexistencia frecuente de: Alteraciones indistinguibles de la Control de los factores metabólicos
diabetes o dislipemia, bypass Dismetabolismo (síndrome X). - Hiperglucemia hepatopatía por alcohol. asociados a la patogenia de la
digestivo para el tratamiento de la Síntomas precedidos de un largo - Hipercolesterolemia. EHNA, incluyendo el sobrepeso.
obesidad, entre otros factores de período asintomático.
riesgo (capítulo 49).
Ausencia de un consumo significativo
de alcohol.
Cirrosis Predominio franco en la mujer Asintomática. Astenia, prurito e Fosfatasa alcalina (≥ 3 veces). Obliteración y posterior destrucción Reposición de vitaminas
biliar (> 90%) hiperpigmentación. Hepatomegalia Aumento de colesterol. y desaparición de los ductos biliares liposolubles (A,D,K,E).
primaria (< frecuente esplenomegalia). Elevación de IgM y de AMA. precedida de cambios inflamatorios. Ácido ursodesoxicólico.
Elevación tardía de los niveles de
bilirrubina plasmática.
TABLA 7. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.
Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas
Colangitis Predominio en el varón (> 90%). Prurito. Elevación de fosfatasa alcalina Ductopenia progresiva. Reposición de vitaminas
esclerosante Coexistencia con enfermedad Esteatorrea. y GGT con AMA (-). Cambios inflamatorios menos liposolubles (A,D,K,E).
primaria inflamatoria intestinal, Malabsorción de vitaminas Ig M elevados (50%). prominentes que en la cirrosis Ácido ursodesoxicólico.
especialmente colitis ulcerosa (90% liposolubles (A, D, K, E). P-Ancas positivos. biliar primaria. Metronidazol.
cuando se efectúa biopsia rectal). Osteopenia y osteoporosis. Haplotipo DRw52 del HLA (50-100%)
Colangitis de repetición. CPRE/CRMN: áreas de estenosis
Puede debutar con colangiocarcinoma multifocales con dilataciones saculares
o con cáncer de colon. de los conductos biliares.
Ausencia de cirugía previa. VIH (-)
Hepatitis Predominio en la mujer. Episodios fluctuantes de remisión Hipergammaglobulina marcada. Infiltrado de células mononucleares Corticoesteroides.
autoinmune Coexistencia con otros y exacerbación. ANA, ASMA, anti-actina, anti-LSP/LP portales y periportales. Inmunosupresores
fenómenos autoinmunes. o ANCA (tipo 1). Presencia de células plasmáticas. (azatioprina,
Anti-LKM-1 o anti-ALC (citosol) (tipo 2). Formación de rosetas. mercaptopurina).
Considerar síndrome “overlap”
(AMA +) y colangiopatía
autoinmune (ANA, ASMA +).
Hemocromatosis Historia familiar de cirrosis. Diabetes, hiperpigmentación, Saturación de transferrina > 60% Índice hepático de hierro > 1,9 Flebotomías.
hereditaria Comorbilidades asociadas. seudogota, miocardiopatía, (> 50% en la mujer) en más del 90% de sugiere un estado homocigótico. Especial vigilancia para el
Los estados heterocigóticos no hipogonadismo. los estados homocigóticos. IHH: cribado de hepatoma.
suelen desarrollar cirrosis, salvo Ferritina > 300 ng/mL (> 200 ng/ml en (μmol/g / edad en años).
que existan otros factores asociados: mujer) sugieren sobrecarga de hierro.
-Hepatitis viral Test genético de hemocromatosis.
-EHNA.
Enfermedad de < 45 años. Síntomas extrapiramidales. Ceruloplasmina: < 20 mg/dl Concentración de Cu tisular: D-penicilamina.
Wilson Historia familiar. Anillo de Kayser Fleischer. (>85% de los casos). > 250 mcg/g de tejido seco. Trientina.
Hepatitis fulminante. Cu sérico no unido a ceruloplasmina Trasplante hepático.
> 25 mcg/dl.
Cupruria ≥100 mcg (1,6 mmol).
Déficit de alfa- Niños. Enfisema pulmonar. Niveles de alfa-1-AT < 11μmol Inclusiones globulares PAS Trasplante hepático.
1-antitripsina Adultos con enfermedad Paniculitis necrotizante. (80 mg/dl) son compatibles positivas en el citoplasma.
pulmonar obstructiva Glomerulonefritis con un déficit severo.
887
60. Cirrosis hepática
888
60. Cirrosis hepática
889
Sección 6. Hígado
890
60. Cirrosis hepática
891
Sección 6. Hígado
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892
61 Hemorragia digestiva
por hipertensión portal
Juan Carlos García Pagán, Jaume Bosch*
Laboratorio de Hemodinámica Hepática. Servicio de Hepatología. Hospital Clinic. Barcelona
**Unidad de Hepatología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona
H Í G A D O 893
Sección 6. Hígado
894
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal
Fibrogastroscopia
Control
Control 2-3 años
1-2 años
Tratamiento farmacológico
con b-bloqueantes*
En contraindicaciones absolutas a los b-bloqueantes y/o efectos secundarios graves puede plantearse
ligadura endoscópica
320 mg/día. El nadolol se administra una vez al día diabetes insulinodependiente son contraindicacio-
llegando a una dosis máxima de 240 mg/día. El ob- nes relativas. Respetando estas contraindicaciones,
jetivo de alcanzar una reducción del 25% de la fre- la tasa de efectos adversos, casi siempre leves, es
cuencia cardiaca basal cada vez es menos utilizado. escasa, apareciendo en cerca del 15% de los pa-
No obstante, habitualmente la frecuencia cardiaca cientes. Los más frecuentes son la fatiga muscular,
se intenta mantener por encima de 50 lpm ya que la disnea de esfuerzo, el insomnio, el cansancio
por debajo de estas cifras el tratamiento no suele muscular, la impotencia y la apatía. Muchos de es-
ser bien tolerado. tos efectos secundarios desaparecen disminuyen-
do la dosis de propranolol. Por este motivo, resulta
El tratamiento con propranolol o con nadolol redu-
esencial que el médico práctico haga una adecuada
ce la incidencia de hemorragia por rotura de vari-
monitorización e incluso una búsqueda intenciona-
ces esofágicas en todos los subgrupos de pacien-
da de estos posibles efectos adversos para ajustar
tes tratados (con y sin ascitis, con varices grandes,
las dosis y garantizar con ello un mejor cumplimien-
medianas o pequeñas y con buena o mala función
to terapéutico.
hepatocelular)5. El efecto beneficioso se limita al
periodo de administración por lo que una vez ini-
ciado el tratamiento, éste debe mantenerse indefi-
Ligadura endoscópica
nidamente. Las contraindicaciones se observan en La ligadura endoscópica consiste en la colocación
un 15% de los pacientes. Las más frecuentes son la de bandas elásticas sobre una variz que provocan
hiperreactividad bronquial, enfermedad pulmonar la isquemia, necrosis y cicatrización de la misma
obstructiva crónica, bloqueos aurículo-ventricula- (figura 4). Los estudios comparativos frente al
res, valvulopatías aórticas, claudicación intermiten- tratamiento con b-bloqueantes no cardioselecti-
te, y en psicosis graves. La bradicardia sinusal y la vos muestran que si bien la ligadura endoscópica
895
Sección 6. Hígado
se asocia a menor incidencia de hemorragia por do de presentar una recidiva hemorrágica (más del
varices, el coste es muy superior, no hay ninguna 60% de pacientes tras un seguimiento de 2 años)
mejora en la sobrevida y el tratamiento tiene un con una mortalidad del 20% aproximadamente. Por
mayor riesgo potencial, incluyendo complicaciones ello es indispensable que aquellos pacientes que
mortales (lo que no ocurre con el tratamiento far- sobreviven a un episodio de hemorragia por vari-
macológico). Asimismo, el seguimiento medio de ces inicien un tratamiento para prevenir la recidiva
los pacientes en estos estudios es insuficiente para antes de ser dados de alta del hospital. Las opcio-
valorar su eficacia a largo plazo. Por este motivo, se nes terapéuticas en la prevención de la hemorragia
recomienda restringir el tratamiento con ligadura a por varices son: los fármacos, las técnicas endoscó-
pacientes de muy alto riesgo o que no puedan reci- picas, la cirugía y la derivación portosistémica per-
bir el tratamiento farmacológico6. cutánea intrahepática (DPPI) más conocida por el
acrónimo anglosajón TIPS.
Un estudio reciente demuestra que carvedilol, un
b-bloqueante no cardioselectivo que reúne en la
misma molécula un efecto bloqueante a-adrenér-
Tratamiento farmacológico
gico, capaz de provocar un mayor descenso en la ❱❱ b-BLOQUEANTES
presión portal que el propranolol, resulta más
El tratamiento farmacológico para la prevención de
eficaz que la ligadura endoscópica en la profilaxis
la recidiva hemorrágica está basado, al igual que en
primaria. Este prometedor fármaco debe ser más
la profilaxis primaria, en la administración de b-blo-
ampliamente evaluado.
queantes no selectivos. Los mecanismos de acción,
En conclusión, los resultados de los estudios pu- dosificación, contraindicaciones, efectos adversos y
blicados hasta la actualidad señalan que los b- correlaciones clínico-hemodinámicas han sido des-
bloqueantes no selectivos constituyen la primera critos con detalle previamente. La eficacia de los
opción terapéutica ampliamente ensayada y acep- b-bloqueantes en la prevención de la recidiva he-
tada para la profilaxis primaria de la hemorragia morrágica está bien establecida. Los b-bloqueantes
por varices esofágicas. Solamente en aquellos pa- reducen la recidiva desde el 63% hasta el 42% y la
cientes con varices de gran tamaño, con riesgo muy mortalidad hasta el 20%7.
elevado de presentar un episodio hemorrágico, o
en aquellos que tengan contraindicaciones o intole- ❱❱ b-BLOQUEANTES + NITRATOS
rancia a los b-bloqueantes, la ligadura endoscópica La combinación de b-bloqueantes no selectivos con
de varices esofágicas podría constituir una alterna- 5-mononitrato de isosorbida ha mostrado una ma-
tiva (figura 3). yor eficacia clínica a la hora de prevenir la recidiva
hemorrágica que los b-bloqueantes administrados
Prevención de la recidiva hemorrágica de forma aislada8. Por ello, a pesar de que son ne-
Los pacientes que sobreviven al primer episodio de cesarios estudios más amplios, esta combinación
una hemorragia por varices tienen un riesgo eleva- terapéutica es considerada hoy en día como el tra-
tamiento farmacológico de elección para prevenir
la recidiva hemorrágica.
Tratamiento endoscópico
❱❱ Escleroterapia endoscópica
La escleroterapia endoscópica es útil en la preven-
ción de la recidiva hemorrágica7. La tasa de compli-
caciones asociadas a la escleroterapia oscila entre
las series y depende de la experiencia del endos-
copista. Son frecuentes complicaciones menores
como disfagia, dolor torácico retroesternal y fie-
bre. Las ulceraciones mucosas son muy frecuentes
(90%) y pueden causar hemorragia hasta en un 20%
de los pacientes. No obstante, la mayor eficacia de
la ligadura endoscópica ha desplazado a la esclero-
Figura 4. Banda elástica colocada sobre una variz esofágica.
terapia en la mayoría de los centros.
896
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal
Menor
Seguir ligadura + fármacos Mayor
(optimizando dosis e intervalos) TIPS/cirugía
Recidiva
Figura 5. Representación esquemática del tratamiento recomendado para la prevención de la recidiva hemorrágica.
897
Sección 6. Hígado
bimortalidad que los tratamientos quirúrgicos, in- muy restrictiva en la transfusión de sangre. Actual-
cluso en pacientes críticos. Al igual que la cirugía, mente se recomienda transfusión para mantener
el TIPS ha demostrado una elevada eficacia en la un valor hematocrito entre el 21% y el 24% (hemo-
prevención de la recidiva hemorrágica (menor del globina entre 7 y 8 gdL), a menos que el paciente
20% tras un seguimiento de dos años). Por otro tenga una cardiopatía isquémica o presente una
lado, el TIPS logra una mejor protección de la re- hemorragia exanguinante. Se aconseja la perfusión
cidiva hemorrágica que las técnicas endoscópicas simultánea de expansores plasmáticos (coloides)
o farmacológicas11. Anteriormente, el principal para mantener una presión arterial sistólica supe-
problema del TIPS era la estenosis progresiva del rior a 90 mmHg, una frecuencia cardiaca inferior a
trayecto parenquimatoso o de la vena suprahepá- 100 lat/min y una presión venosa central por en-
tica por proliferación y fibrosis de la neoíntima que cima de 5 cm H2O. Una reposición excesiva de la
recubre la prótesis, lo que determina un aumento volemia puede agravar la hipertensión portal y re-
progresivo del gradiente de presión portal. La alta anudar la hemorragia si ésta se había detenido. No
posibilidad de disfunción obligaba a efectuar un es- existen evidencias de que transfundir plasma fresco
trecho seguimiento ecográfico, angiográfico y he- o concentrado de plaquetas mejore el pronóstico.
modinámico para detectar y tratar correctamente
esta complicación. Este problema se ha reducido Prevención de las complicaciones
enormemente con el uso de prótesis recubiertas Las principales complicaciones de la hemorragia
con PTFE (politetrafluoretileno)11,12. Sin embargo, por varices son: la neumonía por broncoaspira-
un problema todavía real y que comparte con la ción, la encefalopatía hepática, las infecciones por
cirugía derivativa, es que el TIPS favorece el desa- microrganismos de origen entérico y la alteración
rrollo de encefalopatía hepática. Por este motivo, de la función renal o del balance electrolítico, que
en la actualidad el TIPS únicamente está indicado a su vez puede precipitar o aumentar la presencia
en aquellos pacientes en los que han fallado los de ascitis.
tratamientos farmacológico y endoscópico en la
prevención de la recidiva. ❱❱ La broncoaspiración de sangre o contenido gás-
trico es especialmente frecuente en pacientes
Tratamiento del episodio agudo con encefalopatía hepática. La aspiración puede
ocurrir en cualquier momento, pero el riesgo
hemorrágico es mucho mayor durante una hematemesis, en
El tratamiento de los pacientes con hemorragia por el curso de la endoscopia, del taponamiento
varices esofágicas persigue tres objetivos: corregir esofágico con balón o durante la aplicación de
la hipovolemia, prevenir las complicaciones relacio- técnicas endoscópicas con fines terapéuticos.
nadas con la hemorragia y conseguir la hemosta- Para prevenir esta complicación es imprescin-
sia de la variz sangrante. Así, tras la estabilización dible proceder a la intubación orotraqueal en
hemodinámica del paciente es imprescindible la los pacientes comatosos y aspirar el contenido
realización de una endoscopia diagnóstica a fin de gástrico mediante la colocación de una sonda
determinar el origen de la hemorragia e iniciar el nasogástrica. La colocación de una sonda naso-
tratamiento específico dirigido a obtener la hemos- gástrica es una medida de uso no generalizado.
tasia. No obstante, nosotros creemos que su utiliza-
ción es extraordinariamente útil para controlar
Medidas generales la actividad de la hemorragia, lo que permite to-
mar de forma precoz decisiones de manejo del
Tratamiento de la hipovolemia
paciente, y además permite la administración
La reposición de la volemia requiere colocar un enteral de fármacos en pacientes comatosos y
catéter para medir la presión venosa central y una la aspiración de la sangre contenida en el estó-
cánula intravenosa de grueso calibre, que permita mago, lo que ayudará a prevenir y resolver la
la transfusión rápida si ésta es necesaria. Se debe encefalopatía hepática. Además, ningún estudio
contactar con el banco de sangre para que dis- ha demostrado que su colocación empeore o
ponga de 4 unidades de sangre o concentrado de reactive el episodio hemorrágico. Si se produce
hematíes, con pruebas cruzadas ya determinadas, una broncoaspiración, el paciente debe recibir
preparadas para ser transfundidas en cualquier de forma inmediata un tratamiento antibiótico
momento. Cada vez más se opta por una política adecuado.
898
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal
899
Sección 6. Hígado
tes cuando se compara con aquellos que reciben la co lo antes posible, ante la sospecha de hemorragia
dosis estándar de 250 mg/hora13. de origen variceal. Dependiendo de la disponibili-
dad se puede utilizar terlipresina, somatostatina u
Dada su elevada eficacia y la falta de efectos se- octreótido, aunque las mayores evidencias de efec-
cundarios graves asociados a su administración, la tividad apoyan el uso de terlipresina. La endoscopia
terlipresina y la somatostatina son los fármacos de diagnóstica debería de realizarse lo antes posible y
elección en el tratamiento de la hemorragia por va- realizar un tratamiento endoscópico (preferente-
rices (figura 6). mente ligadura) si se confirma el origen variceal
Octreótido y Vapreótido: se trata de análogos cí- de la hemorragia. En caso de fracaso o recidiva
clicos sintéticos de la somatostatina con una vida precoz debe considerarse la posibilidad de aplicar
media más prolongada. Los estudios publicados una segunda sesión endoscopica de tratamiento.
hasta la actualidad han mostrado resultados dis- Si todavía no se logra el control deberá realizarse
cordantes. No obstante, de ellos se desprende que un tratamiento derivativo de rescate (preferente-
la administración de estos fármacos mejora la efi- mente TIPS utilizando prótesis recubiertas). Datos
cacia de las técnicas endoscópicas. Sin embargo, su recientes sugieren que el empleo inicial del TIPS
eficacia cuando se administran de forma aislada no para el control de la hemorragia y prevención pos-
es clara. La dosis de octreótido utilizada en los dife- terior de su recidiva mejora las expectativas de un
rentes estudios ha sido muy variable. Sin embargo, subgrupo de pacientes que presentan inicialmente
la dosis más utilizada es en forma de infusión endo- un alto riesgo de fracaso al tratamiento estándar
venosa continua a 50 mg/hora. El tiempo de admi- con fármacos vasoactivos y terapia endoscópica14.
nistración también ha sido muy variable, oscilando Así, en un grupo de pacientes de alto riesgo de fra-
entre 12 horas y 5 días. caso terapéutico definido por la presencia de un
grado de insuficiencia hepática C de Child (hasta 13
Tratamiento endoscópico puntos) o de un grado B asociado a la presencia de
La ligadura endoscópica es la técnica endoscópica hemorragia activa en el momento de la endoscopia
de elección por su menor riesgo y mayor eficacia diagnóstica, la implantación precoz de la DPPI (den-
que la escleroterapia. La primera sesión se efectúa tro de las 72 horas del ingreso hospitalario y en la
durante la endoscopia diagnóstica cuando el pa- mayoría de pacientes en las primeras 24 horas) se
asoció a un mejor control del episodio hemorrágico
ciente ya se encuentra con tratamiento farmacoló-
y, más importante aún, a una mayor supervivencia
gico. La segunda sesión suele efectuarse 2 semanas
frente al mismo cuando se comparó con otro grupo
después de la primera, con el objeto de prevenir
de pacientes que recibió el tratamiento estándar
recidivas precoces, cuya aparición, como se ha se-
convencional. Los pacientes que no pueden bene-
ñalado, es frecuente y comporta un mal pronóstico.
ficiarse de la implantación de un TIPS en su centro
En el caso de que la ligadura no sea técnicamente
de origen pueden beneficiarse de un taponamien-
posible, puede realizarse escleroterapia endoscó-
to con balón como procedimiento de rescate para
pica.
obtener una hemostasia transitoria, en tanto son
Las técnicas endoscópicas son eficaces en un eleva- trasladados a un centro con capacidad y experien-
do porcentaje de pacientes (80-90%) pero requie- cia en la técnica. Aquél no debe ser mantenido más
ren personal muy cualificado, pues pueden oca- allá de 24 h debido a la elevada probabilidad de
sionar numerosas complicaciones, especialmente complicaciones, incluyendo la necrosis de la pared
cuando se realizan en condiciones no óptimas. del esófago. La complicación más frecuente del ta-
Las más frecuentes son las úlceras esofágicas, que ponamiento es la bronconeumonía por aspiración;
pueden causar hemorragias y perforación del esó- de ahí que deba ser llevado a cabo por personal
fago, estenosis esofágica, sepsis y complicaciones adiestrado en este procedimiento, respetando ri-
respiratorias. La mortalidad de la técnica, en el tra- gurosamente las normas estandarizadas para su
tamiento urgente de la hemorragia, alcanza el 5%. utilización.
El tratamiento endoscópico es al menos tan efi-
caz como el farmacológico. Dado que tanto el uno
Varices gástricas
como el otro están lejos de controlar todas las he- La historia natural de las varices gástricas es mu-
morragias, la recomendación actual es la de com- cho menos conocida que la de la varices esofágicas.
binar tratamiento farmacológico y endoscópico en Ello es debido, en gran medida, a la confusión exis-
todos los pacientes. tente hasta hace poco tiempo en su clasificación y
El algoritmo terapéutico recomendado en pacien- nomenclatura. Actualmente las varices gástricas se
tes con un episodio de hemorragia por varices (fi- diferencian en aquellas que son la prolongación de
gura 6) consiste en iniciar tratamiento farmacológi- varices esofágicas y que se extienden por la curva-
900
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal
Control Fracaso
Considerar esclerosis
o ligadura de rescate
Control Fracaso
Tratamiento efectivo
TIPS/cirugía derivativa
de rescate
tura menor del esófago (varices esofagogástricas ción de realizar un TIPS o cirugía derivativa debe ser
tipo 1 o VEG1) o por la curvatura mayor (VEG2), más precoz que en el caso de las varices esofágicas.
de aquellas otras que no son continuación de las
esofágicas, sino que se encuentran aisladas en el Gastropatía de la hipertensión portal
fornix (varices gástricas aisladas tipo 1 o VG1) o La gastropatía de la hipertensión portal (GHP) es
bien en cualquier otra localización del estómago una lesión de la mucosa gástrica asociada de forma
(VG2)15. La importancia de esta clasificación radica característica a la hipertensión portal y que se ca-
en su diferente prevalencia y riesgo en el control de racteriza por la dilatación de los capilares y vénulas
la hemorragia. La prevalencia de varices gástricas de la mucosa y la submucosa gástricas, en ausencia
en pacientes con hipertensión portal es de aproxi- de fenómenos erosivos o inflamatorios. La única
madamente un 20% (14% VEG1, 4% VEG2, 2% VG1 manifestación clínica de la GHP en la cirrosis es la
o 2). Las varices gástricas representan la causa del hemorragia digestiva, que puede presentarse de
5-10% de todas las hemorragias por varices en pa- forma aguda en forma de hematemesis o melenas,
cientes con cirrosis. La incidencia de sangrado, así o de forma crónica con anemia por pérdidas he-
como la gravedad de la hemorragia y el grado de máticas ocultas por el tubo digestivo. La incidencia
dificultad para su control es superior en las vari- de hemorragia aguda por GHP es baja (menos del
ces VG1 y 2 que en las VEG1 o VEG2. En general 3% a los 3 años) y la de hemorragia crónica oscila
las VEG1 y VEG2 siguen esquemas de tratamiento entre el 10% y el 15% a los 3 años. En la hemorra-
semejantes a las varices esofágicas. No obstante, gia aguda por estas lesiones no hay un tratamien-
si bien la profilaxis primaria se establece con fár- to bien establecido, pero para la prevención de la
macos b-bloqueantes, el tratamiento del episodio recidiva hemorrágica, tanto aguda como crónica,
agudo o de la prevención de la recidiva de las VG1 el tratamiento profiláctico con propranolol es el
y 2 no está bien establecido. El tratamiento inicial de elección, asociado o no a ferroterapia16. Es po-
suele ser el farmacológico, añadiendo tratamiento sible que casos refractarios puedan mejorar con
endoscópico con adhesivos tisulares como el bucri- la administración de estrógenos y progestágenos.
lato en la endoscopia diagnóstica. Dado el mayor En algunas ocasiones se ha utilizado con éxito la
riesgo de fracaso del tratamiento médico, la indica- coagulación endoscópica con plasma de argón. Los
901
Sección 6. Hígado
902
62 Ascitis y trastornos
de la función renal del enfermo
con cirrosis hepática
Mónica Guevara, Vicente Arroyo
Unidad de Hepatología. Hospital Clínic de Barcelona.
Universidad de Barcelona. IDIBAPS. Ciberhed. Barcelona
H Í G A D O 903
Sección 6. Hígado
oscila entre 5 y 20 l/día en pacientes con cirrosis ficiente para mantener la homeostasis circulatoria.
e hipertensión portal)6. Sin embargo, cuando la La presión arterial disminuye, dando lugar a la es-
hipertensión portal es de mayor magnitud, la for- timulación de barorreceptores y secundariamente
mación de linfa desborda la capacidad de absorción a un aumento de la actividad de los sistemas ner-
del conducto torácico, provocando la fuga de líqui- vioso simpático, renina-angiotensina-aldosterona
do del espacio intersticial a la cavidad abdominal y ADH. Todo ello provoca una retención renal de
y la consiguiente formación de ascitis. La salida de sodio y agua12. Esta hipótesis se sustenta en estu-
líquido del compartimento intravascular determi- dios que demuestran cómo el volumen sanguíneo
naría una disminución de la volemia y un deterioro del compartimento vascular central (circulación
secundario de la función renal. De acuerdo con esta cardiopulmonar y aorta), donde se encuentran los
hipótesis, el volumen plasmático y el gasto cardiaco barorreceptores de alta y baja presión, se encuen-
en la cirrosis deberían estar disminuidos y las resis- tra reducido en los pacientes cirróticos con ascitis
tencias vasculares periféricas aumentadas. pero no en los pacientes sin ascitis14. Finalmente,
el aumento de la presión hidrostática, debido a la
Posteriormente se propuso la teoría del hiperflujo
entrada masiva de sangre a alta presión en los ca-
al demostrar cómo en los pacientes cirróticos con
pilares del territorio esplácnico, determinaría la ex-
ascitis, contrariamente a lo que proponía la teoría
travasación del agua y sodio, retenidos por el riñón,
inicial, el volumen plasmático y el gasto cardiaco
en la cavidad peritoneal.
están elevados y las resistencias vasculares peri-
féricas disminuidas7. De acuerdo con esta teoría, El volumen de ascitis depende no sólo de la canti-
el evento inicial en la formación de ascitis es una dad de líquido que se incorpora de la circulación
retención primaria de sodio y agua8 como conse- esplácnica a la cavidad peritoneal, sino también de
cuencia de un reflejo hepatorrenal promovido por la velocidad de reabsorción de ascitis hacia el com-
la hipertensión portal9. La retención renal de sodio partimento intravascular. En este aspecto, debe
y agua provocaría una expansión de la volemia, subrayarse el papel que desempeñan los linfáticos
aumentando el gasto cardiaco. En consecuencia, en la superficie externa del diafragma. Estos vasos
las resistencias periféricas descenderían para aco- y el peritoneo diafragmático están especialmente
modar este aumento del gasto y el flujo sanguíneo preparados para reabsorber ascitis. De hecho, exis-
esplácnico aumentaría. De acuerdo con esta teoría, ten unos orificios (estomas) que conectan directa-
la alteración hemodinámica de la cirrosis sería con- mente la cavidad peritoneal con la luz de los capi-
secuencia y no causa de la retención renal de sodio. lares linfáticos terminales. Estos orificios permiten
La demostración de que la vasodilatación arterial la incorporación desde la cavidad peritoneal de
no es un fenómeno generalizado, como ocurriría si agua, proteínas y elementos formes. Sin embargo,
fuera secundaria a un aumento del gasto cardiaco, la capacidad de reabsorción de líquido ascítico es
sino localizado en el área esplácnica10 y que la pre- variable y oscila según los individuos entre 0,5 litros
sión arterial es baja y no alta como cabría esperar y 5 litros diarios, con un promedio de 1,4 litros15.
si la retención renal de sodio y agua fueran un fe- Ello explica, en parte, la respuesta variable al tra-
nómeno primario, determinaron que esta teoría tamiento diurético en los pacientes cirróticos con
pronto cayera en desuso. hipertensión portal y ascitis.
La hipótesis actualmente más aceptada sobre la
formación de la ascitis es la teoría de la vasodila-
Disfunción renal de la cirrosis
tación arterial periférica (figura 1). De acuerdo con Los trastornos más relevantes de la función renal
esta hipótesis, el evento inicial en la formación de en el enfermo cirrótico son tres:
ascitis es una vasodilatación arterial esplácnica
❱❱ Reducción en la capacidad de excreción de so-
secundaria a la hipertensión portal11 (ver capítulo
dio.
60). En las fases iniciales de la enfermedad, cuan-
do la ascitis aún no está presente, la homeostasis ❱❱ Disminución de la capacidad para excretar agua
circulatoria se mantiene por el desarrollo de una libre.
circulación hiperdinámica (volumen plasmático,
❱❱ Descenso de la perfusión renal y del filtrado glo-
gasto cardiaco y frecuencia cardiaca elevados). Sin
merular16.
embargo, a medida que la enfermedad progresa, la
vasodilatación arterial esplácnica se hace más in- El curso de estos trastornos es usualmente progre-
tensa y este mecanismo compensador resulta insu- sivo, exceptuando a los pacientes con cirrosis he-
904
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática
Figura 1.
pática alcohólica en los que la función renal puede Fase 1: Alteración del metabolismo
mejorar tras suprimir la ingesta enólica. La princi-
renal de sodio en la cirrosis
pal consecuencia de la retención renal de sodio es
la formación de ascitis. Esto ocurre cuando la ex-
compensada
creción urinaria de sodio es inferior al aporte del Cronológicamente, el primer trastorno de la fun-
mismo en la dieta17. Por lo que respecta al aclara- ción renal que ocurre en la cirrosis es una altera-
miento de agua libre, debe conocerse que la capa- ción del metabolismo renal de sodio. Esta altera-
cidad del riñón para excretar agua libre en sujetos ción puede ser detectada antes del desarrollo de
sanos es muy superior a la requerida para eliminar ascitis, cuando la enfermedad está aún compen-
sada. En esta fase de la enfermedad, los pacientes
el agua ingerida en una dieta estándar. De hecho,
presentan perfusión renal, filtrado glomerular y
el aclaramiento de agua libre en individuos sanos
aclaramiento de agua libre normales, siendo ca-
se aproxima a 10 ml/min (14 l/día). Un volumen de
paces de excretar el sodio ingerido en la dieta. Sin
agua de estas características sólo es ingerida por embargo, ya se detectan en esta fase anormalida-
pacientes con serios problemas psiquiátricos18. La des mínimas en la excreción renal de sodio23. Estos
hiponatremia dilucional (arbitrariamente defini- pacientes, por ejemplo, presentan una respuesta
da como sodio sérico menor de 130 mEq/l) es la natriurética reducida a la administración aguda de
consecuencia clínica de una disminución intensa una carga de sodio (infusión de solución salina) y
de la capacidad renal de excretar agua libre (usual- pueden no ser capaces de compensar la retención
mente por debajo de 1 ml/min)19. Finalmente, la de sodio inducida por mineralcorticoides24. Otra al-
principal consecuencia de la hipoperfusión renal teración relevante en esta fase de la enfermedad es
es el síndrome hepatorrenal (SHR), el cual ha sido una respuesta natriurética anormal a los cambios
arbitrariamente definido como un aumento de la posturales. Así, la excreción urinaria de sodio es
menor cuando el enfermo permanece en posición
concentración sérica de creatinina superior a 1,5
ortostática, pero aumenta con el decúbito supino
mg/dl. Como ya se ha mencionado, la retención de
cuando se compara con sujetos normales25. Estas
sodio, la hiponatremia dilucional y el SHR aparecen anormalidades se desarrollan en aquellos pacien-
cronológicamente en distintas etapas de la enfer- tes con mayor presión portal y resistencias perifé-
medad20-22 (figura 1). Por lo tanto, el curso clínico ricas más disminuidas, lo que indica una relación
de la cirrosis con ascitis puede ser dividido en fases con el deterioro de la función circulatoria25. El vo-
acorde con el inicio de cada una de las alteraciones lumen plasmático está aumentado12,25. El término
de la función renal. de cirrosis pre-ascítica ha sido usado para definir
905
Sección 6. Hígado
esta fase de la enfermedad aunque no existen evi- la retención de sodio9. Sin embargo, como ya se ha
dencias de que estos cambios antecedan a la for- comentado anteriormente, cualquier tipo de reten-
mación de ascitis en un corto espacio de tiempo. Es ción primaria de sodio (no relacionada con una dis-
posible que en muchos de estos casos la capacidad función circulatoria) llevaría aparejada un aumento
renal de excretar sodio esté justamente por encima de presión arterial. En cambio, la presión arterial en
de la ingesta de sodio, y que sean estos pacientes esta fase de la enfermedad es normal o baja.
los que desarrollan ascitis bien por un aumento de
la ingesta de sodio o por cualquier deterioro de la Fase 3: Estimulación de sistemas
hemodinámica sistémica propiciado por la adminis- vasoconstrictores endógenos
tración de fármacos vasodilatadores como nitritos
entre otros26.
e hiponatremia dilucional
Cuando la retención de sodio es intensa (excreción
Fase 2: Retención renal de sodio urinaria inferior a 10 mEq/día), la actividad renina
sin activación del sistema renina- plasmática y las concentraciones plasmáticas de
angiotensina-aldosterona aldosterona y norepinefrina están invariablemente
elevadas31. La aldosterona aumenta la reabsorción
y sistema nervioso simpático de sodio en los túbulos distal y colector. El siste-
Como resultado de la progresión de la enfermedad ma nervioso simpático estimula la reabsorción de
llega un momento en el que los pacientes son in- sodio en el túbulo proximal, asa de Henle y túbu-
capaces de excretar su ingesta regular de sodio. El lo distal32. Por tanto, la retención de sodio en es-
sodio es retenido junto con agua y el líquido se acu- tos pacientes es secundaria a un aumento de la
mula en la cavidad abdominal en forma de ascitis. reabsorción tubular de sodio a lo largo de toda la
La excreción urinaria de sodio, si bien reducida, es nefrona. El volumen plasmático, gasto cardiaco y
usualmente mayor a 10 mEq/día y en algunos casos resistencias vasculares periféricas no difieren de la
por encima de 50-90 mEq/día. A partir de este mo- fase previa. La disfunción circulatoria, sin embargo,
mento, un balance negativo de sodio, y, por tanto, es más intensa dado que requiere de la estimula-
la disminución de la ascitis, puede lograrse redu- ción del sistema nervioso simpático y del sistema
ciendo el contenido de sodio en la dieta27. La per- renina-angiotensina-aldosterona para mantener
fusión renal, el filtrado glomerular y la capacidad la homeostasis. La presión arterial en esta fase de
renal de excretar agua libre, así como la actividad la enfermedad depende de la activación de estos
renina plasmática y las concentraciones plasmáti- sistemas vasoconstrictores, y la administración de
cas de noradrenalina y ADH son todavía normales. drogas que interfieren con estos sistemas puede
La concentración plasmática de péptido natriuréti- precipitar hipotensión arterial intensa e insuficien-
co atrial, péptido natriurético cerebral y hormona cia renal. A pesar de que la angiotensina II, la nore-
natriurética están incrementadas en estos pacien- pinefrina y la ADH son potentes vasoconstrictores
tes, indicando que la retención de sodio no es debi- renales, la perfusión renal y el filtrado glomerular
da a una síntesis reducida de péptidos natriuréticos son normales o sólo ligeramente reducidos en esta
endógenos28. Se ha sugerido que la disfunción cir- fase ya que sus efectos en la circulación renal son
culatoria en esta fase, aunque si bien es mayor que antagonizados por mecanismos vasodilatadores
en la cirrosis sin ascitis, no es lo suficientemente in- intrarrenales, particularmente prostaglandinas,
tensa como para estimular la actividad del sistema cuya síntesis está aumentada en estos pacientes33.
nervioso simpático y del sistema renina-angiotensi- La cirrosis hepática es la enfermedad en la que la
na-aldosterona. Sin embargo, podría estimular fac- perfusión renal y el filtrado glomerular son más de-
tores antinatriuréticos aún desconocidos (renal o pendientes de una adecuada producción local de
extrarrenales) sumamente sensibles a cambios he- prostaglandinas. Cuando se inhibe la síntesis renal
modinámicos sistémicos29. Otra posibilidad es que de prostaglandinas, por ejemplo, tras la administra-
la retención de sodio en esta fase de la enfermedad ción de antiinflamatorios no esteroideos, estos pa-
fuera independiente de la disfunción circulatoria. cientes pueden desarrollar insuficiencia renal agu-
Así, se ha sugerido que existiría una hipersensibi- da34. Otros sistemas vasodilatadores involucrados
lidad a la acción tubular renal de la aldosterona y en el mantenimiento de la función renal en esta
catecolaminas30, una disminución en la síntesis de fase son el óxido nítrico35 y los péptidos natriuré-
un hipotético factor natriurético hepático, o la exis- ticos36. La capacidad renal de excretar agua libre se
tencia de reflejos hepatorrenales que promuevan encuentra reducida debido a la existencia de nive-
906
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática
les plasmáticos elevados de ADH37. Estos pacientes TABLA 1. Criterios diagnósticos de Síndrome Hepatorrenal
desarrollan hiponatremia dilucional en el contexto
de un aumento del volumen del líquido extracelular
evidenciado por la presencia de ascitis o edemas38. ❱❱ Cirrosis con ascitis.
La hiponatremia suele ser una complicación tardía ❱❱ Creatinina sérica >133 umol/ (1,5 mg/dl).
en la evolución de la cirrosis que ocurre cronoló- ❱❱ Falta de mejoría en la creatinina sérica (disminución
gicamente después del desarrollo de retención de hasta un valor de 133 umol/L o inferior, al menos
sodio y la aparición de ascitis y que se asocia a un dos días después de la suspensión de los diuréticos
y de la expansión con volumen. La dosis de volumen
mal pronóstico. En pacientes con cirrosis y ascitis, la
recomendada es 1 g/kg de peso de albúmina por día
prevalencia de la hiponatremia definida por un sodio hasta un volumen máximo de 100 g/día.
inferior a 130 mEq/l es del 21,6% y aumenta hasta
❱❱ Ausencia de shock.
un 49% si se eleva el punto de corte a 135 mEq/l39.
❱❱ No haber recibido tratamiento reciente con fárma-
Fase 4: Desarrollo de Síndrome cos neurotóxicos.
907
Sección 6. Hígado
❱❱ Grado II: ascitis moderada manifestada por dis- dio y administrando diuréticos sólo en el caso de
tensión asimétrica del abdomen. que desarrolle ascitis clínica.
❱❱ Grado III: ascitis importante con marcada dis-
tensión abdominal.
Ascitis grado II
Reposo en cama
Ascitis refractaria
Ha sido sugerido como medida inicial en los pacien-
Es la ascitis que no disminuye o que recidiva rápi- tes con ascitis moderada53. La posición en decúbito
damente (por ejemplo, tras paracentesis terapéu-
disminuye el grado de activación del sistema reni-
tica) a pesar del tratamiento diurético. Ocurre en
el 5-10% de los pacientes con ascitis, y se subdivide na-angiotensina-aldosterona. Sin embargo, no hay
en dos subgrupos: estudios clínicos que muestren que esta medida
mejore la eficacia del tratamiento médico.
❱❱ Ascitis resistente a los diuréticos: es la ascitis
que no puede ser eliminada o cuya recidiva no Restricción de sodio
puede ser evitada debido a una falta de res-
puesta a la restricción de la ingesta de sodio y
en la dieta
dosis máxima de diuréticos. La restricción de sodio consigue la desaparición
❱❱ Ascitis intratable: es la ascitis que no puede lenta de la ascitis en un 10 a 15% de los pacientes54.
ser eliminada o cuya recurrencia no puede ser La restricción debe ser moderada, siendo aconse-
evitada debido al desarrollo de complicaciones, jable una dieta con 90 mmol/día (2 g). Ello se con-
principalmente encefalopatía hepática, insufi- sigue evitando el consumo de alimentos salados
ciencia renal, hiponatremia e hiper o hipoka- y el uso de sal en la preparación de los alimentos.
lemia, inducidas por los propios diuréticos ha-
Dietas más estrictas son difíciles de cumplir y pue-
ciendo inviable el uso de dosis efectivas de estos
fármacos. den agravar la desnutrición que presentan estos
pacientes55.
■■ L a encefalopatía inducida por diuréticos con-
siste en el desarrollo de encefalopatía sin Diuréticos
ningún otro factor precipitante que el propio
tratamiento diurético. Existen estudios controlados en pacientes cirróticos
con ascitis que demuestran que la espironolactona
■■ L a insuficiencia renal inducida por diuréticos
se define como un aumento de la concen- es más eficaz que la furosemida en lograr un balan-
tración plasmática de creatinina superior al ce negativo de sodio y la desaparición de la ascitis56.
100%, por encima de 2 mg/dl, en pacientes La espironolactona constituye, por tanto, el diuré-
con ascitis que están respondiendo al trata- tico base en estos pacientes. Si se desea acelerar
miento diurético (aumento de la diuresis y la pérdida de ascitis, puede asociarse la adminis-
natriuresis y disminución del peso corporal). tración de furosemida57. Sin embargo, administrar
■■ La hiponatremia inducida por diuréticos furosemida de forma aislada no es aconsejable.
consiste en un descenso en la concentración Un elevado porcentaje de pacientes no responden
plasmática de sodio superior a 10 mEq/l has- cuando este diurético se administra de forma ais-
ta un nivel inferior a 125 mEq/l. lada. Por otra parte, puede dar lugar a hipopota-
■■ ipo o hiperkalemia inducida por diuréticos
H semia. La respuesta al tratamiento diurético debe
se definen como un descenso de la concen- ser controlada midiendo periódicamente el peso
tración plasmática de potasio por debajo de corporal (tabla 2). La medición de la excreción uri-
3 mEq/l o un aumento hasta niveles superio- naria de sodio es también un buen parámetro dado
res a 6 mEq/l, respectivamente, a pesar de que permite identificar pacientes que no pierden
usar medidas apropiadas para prevenirlas.
ascitis por incumplimiento de la dieta hiposódica.
Tratamiento del paciente cirrótico Estos pacientes no pierden peso tomando diuréti-
cos a pesar de tener excreciones urinarias de sodio
con ascitis muy superiores a 90 mmol/l58. En todos los casos
es aconsejable efectuar controles periódicos de la
Ascitis grado I función renal para detectar precozmente signos de
No requiere tratamiento específico. El paciente insuficiencia renal o alteraciones electrolíticas aso-
debe ser seguido restringiendo el contenido en so- ciadas al uso de diuréticos.
908
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática
ESP Fur Esp Fur Esp Fur Esp Fur
100 40 200 40 100 — 200 —
200 80 300 80 200 — 200 —
300 120 400 120 200 40 300 80
400 160 400 160 300 80 400 120
400 120 400 160
400 160
909
Sección 6. Hígado
910
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática
TIPS
Dado que la hipertensión portal es el evento ini-
cial de la disfunción circulatoria en el cirrótico, la
disminución de la presión portal a través de una
anastomosis portocava es un método racional en
el tratamiento del SHR. Existen varios estudios
en series cortas de pacientes que demuestran la
normalización de la creatinina sérica en pacientes
con SHR tratados con shunt portocava quirúrgico
o TIPS80,81. Una limitación a considerar es la mala
función hepática que por lo general presentan es-
tos pacientes.
Figura 3.
Tratamiento de substitución renal
La información respecto a la eficacia del trata-
presión intensa de la actividad renina plasmática y
miento con diálisis en pacientes con SHR es esca-
de la concentración plasmática de noradrenalina,
sa. En la mayoría de estudios estos pacientes están
y un aumento de la presión arterial media. El tra- incluidos dentro del grupo de pacientes con insufi-
tamiento con terlipresina ha de mantenerse hasta ciencia renal y no es posible extraer conclusiones
conseguir un descenso de la creatinina sérica infe- claras respecto a la evolución y pronóstico82,83.
rior a 1,5 mg/dl o por un máximo de 15 días. La Respecto a los sistemas de diálisis con albumina
expansión de volumen se logra mediante la admi- (MARS o Prometheus) existen pocos estudios y los
nistración intravenosa de albúmina (1 g/kg de peso resultados no son concluyentes84,85. Por lo tanto,
durante el primer día, seguido de 20-40 g/día)73. La hasta ahora sólo deben utilizarse dentro del mar-
administración de albúmina debe interrumpirse si co de estudios de investigación.
la presión venosa central es superior a 18 cm de
Trasplante hepático
H2O. Otras pautas vasoconstrictoras como midro-
drina (un agonista a adrenérgico)75,76 asociada con El trasplante hepático es el tratamiento definiti-
albúmina iv y octreotide subcutáneo, y la norepine- vo del SHR. Sin embargo, se sabe que estos pa-
frina (0,5-3 mg/h) + albúmina iv han demostrado cientes tienen un pronóstico muy malo y que si
se trasplantan con insuficiencia renal se observa
ser efectivas en el tratamiento del SHR tipo I76-78.
un aumento importante de la morbi-mortalidad
Sin embargo, estos estudios han incluido pocos pa-
en el período precoz post-trasplante86. Por tanto,
cientes y estos resultados deberían confirmarse en debe iniciarse tratamiento médico con vasocons-
estudios aleatorizados comparándolos con la terli- trictores y albúmina para revertir el SHR antes de
presina y la albúmina. realizar el trasplante hepático. En este sentido,
Si bien los estudios que utilizaron terlipresina y al- un solo estudio ha evaluado las complicaciones y
supervivencia de pacientes con SHR tratados an-
búmina no observaron una diferencia clara en la
tes del trasplante. Este estudio observó que los
supervivencia, un metaanálisis publicado reciente-
pacientes tratados y trasplantados con creatinina
mente demostró un aumento de supervivencia en inferior a 1,5 mg/dl presentaban igual morbilidad
los pacientes que recibían este tratamiento79. Este y supervivencia al año comparado con un grupo
hecho está en relación con un aumento significativo de pacientes trasplantados sin insuficiencia renal
en la supervivencia que se observa en los pacientes apareados por el grado de insuficiencia hepática
que responden al tratamiento (superviencia media y edad87.
de 90 días). Finalmente, la incidencia de efectos is-
quémicos (enfermedad cardiaca isquémica o isque- Tratamiento del SHR tipo 2
mia arterial periférica) que requieren interrumpir el La principal complicación que presentan estos pa-
tratamiento es baja (5-15%) y los efectos adversos cientes es la ascitis refractaria, por tanto, deben
revierten con la supresión de la medicación. tratarse con paracentesis evacuadoras periódicas.
911
Sección 6. Hígado
912
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Sección 6. Hígado
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916
63 Encefalopatía hepática
Luis Cortés1, Juan Córdoba2
1
2
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
Servei de Medicina Interna-Hepatología, Hospital Vall d’Hebron, Universitat Autònoma de Barcelona y
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD)
H Í G A D O 917
Sección 6. Hígado
Todas estas circunstancias van a implicar un eleva- nas desde la circulación portal a la sistémica debido
do consumo de recursos sanitarios destinados al a la existencias de derivaciones circulatorias (arti-
tratamiento y prevención de la EH. ficiales, congénitas o espontáneas) que evitan el
paso intermedio del hígado. La EH tipo C es el tipo
de EH más común y se asocia a la presencia de una
Nomenclatura cirrosis hepática que puede acompañarse o no de
La heterogeneidad y variabilidad de la etiología y shunts o colaterales portosistémicos8.
de las diferentes formas clínicas que puede adoptar
Por otro lado, la EH tipo B y tipo C puede subdi-
la EH motivaron el desarrollo de una nomenclatu-
vidirse en tres categorías en función del modo de
ra estandarizada para optimizar el diagnóstico y
presentación, diferenciando entre forma episódi-
el tratamiento de estos pacientes. Esta estandari-
ca, persistente y mínima (figura 1). Los pacientes
zación contribuye a un mejor conocimiento de los
que desarrollan una EH episódica se caracterizan
mecanismos fisiopatológicos y abre las puertas a la
porque las alteraciones clínicas y cognitivas no se
posibilidad de realizar ensayos clínicos para evaluar
mantienen a lo largo del tiempo, de tal forma que
nuevos fármacos a incorporar al arsenal terapéuti-
el estado mental basal se recupera una vez resuelto
co. Dicha estandarización fue realizada por un gru-
el episodio de EH. Esta es la forma más frecuente
po de trabajo en 19981 y permite definir tres tipos
de EH y suele estar relacionada con la existencia de
de EH de acuerdo con el origen de la hepatopatía,
factores precipitantes o favorecedores en cuyo caso
la duración del cuadro y el tipo de manifestaciones
hablaremos de EH episódica precipitada, reservan-
neurológicas asociadas (tabla 1).
do el término de EH episódica espontánea para los
La EH tipo A se produce como consecuencia de casos en los que no se identifican estos factores.
una insuficiencia hepática aguda en el seno de una El término de EH recurrente se reserva para aque-
hepatitis fulminante. Está asociada con una alta llos pacientes que presentan dos episodios de EH
tasa de mortalidad debido al desarrollo de hernia- episódica en un año, independientemente de que
ción cerebral e hipoxia secundarias a un aumento existan o no factores desencadenantes1. Cuando las
de la presión intracraneal motivada por el edema alteraciones neuropsiquiátricas de la EH no remiten
cerebral. Las causas más frecuentes de este tipo completamente fluctuando entre diferentes niveles
de EH suelen ser las hepatitis virales y las tóxicas- de conciencia, se considera que el enfermo padece
medicamentosas, especialmente por paracetamol una EH persistente leve o grave según la graduación
en la población anglosajona. Un segundo tipo de de la escala de West-Haven y el grado de depen-
EH, denominada EH tipo B, se asocia a la existencia dencia que origina. Aunque no existe un consenso
de bypass portosistémicos sin evidencia alguna de respecto al número de días necesarios parece razo-
enfermedad hepática. El mecanismo por el cual se nable esperar un tiempo de 28 días8 para estable-
desarrolla dicha EH se debe al paso de neurotoxi- cer la existencia de una EH persistente. En el caso
Mínima ––
918
63. Encefalopatía hepática
4 4 4
Grado EH (West-Havent)
3 3 3
2 2 2
1 1 1
0 0 0
Días - meses Días - meses Días - meses
EH episódica EH episódica EH mínima
Figura 1. Tipos de EH según nivel de detección clínica (mostrado en líneas discontinuas en las figuras). Adaptado de Bajaj JS 9.
de que dichos episodios de EH persistente depen- de lesiones neuronales. Una descripción exhaustiva
dan de la suspensión del tratamiento hablaremos de la multitud teorías existentes y de su compleji-
de EH dependiente del tratamiento. dad escapa al ámbito editorial de esta obra. La figu-
ra 2 muestra una propuesta de interrelación entre
La encefalopatía hepática mínima (EHM) es un
los diferentes mecanismos patogénicos implicados.
categorización de la EH tipo B o C (pacientes con
shunts colaterales portosistémicos o cirrosis) que Entre las diferentes hipótesis formuladas, la más
se caracteriza por la existencia de un deterioro aceptada es aquella que implica al amoniaco (NH3)
cognitivo leve en pacientes que presentan un nivel como piedra angular en el desarrollo de este tras-
de conciencia normal, por lo que son difícilmente torno. El NH3 proviene, en su mayor parte, del
identificables ya que la exploración física y la histo- metabolismo bacteriano de las proteínas y de la
ria clínica no revelan alteraciones. Para su diagnós- glutamina contenidas en el tracto digestivo inferior
tico se precisa de la realización de test neuropsico- y en menor proporción del metabolismo del riñón
métricos o neurofisiológicos apropiados, así como y músculo esquelético. En condiciones normales
de la exclusión de otras enfermedades que pudie- el NH3 circulante es conducido al hígado donde se
ran ocasionar dicho trastorno cognitivo10. Se estima transforma en urea excretándose a través de la ori-
que la prevalencia de la EHM es especialmente ele- na y las heces. En los pacientes con EH (bien sea
vada entre los pacientes con hepatopatía avanzada por insuficiencia hepatocelular o por la presencia
(Child-Pugh B-C), pudiendo oscilar entre el 22% y de shunts) el NH3 circulante no es adecuadamente
74% en función de los test y los puntos de corte detoxificado, lo que conduce a un incremento de
utilizados10,11. La presencia de una EHM conlleva su concentración plasmática en la mayoría de los
una importante afectación en diferentes esferas de pacientes cirróticos. En presencia de un pH alcalino,
la vida cotidiana incluyendo un déficit de atención el amoniaco en exceso atraviesa la barrera hemato-
y un deterioro de habilidades psicomotoras tales encefálica provocando un conjunto de alteraciones
como la capacidad para conducir vehículos7. Final- estructurales y funcionales que explican la mayoría
mente es necesario destacar que los pacientes con
de las manifestaciones clínicas de la EH13.
EHM desarrollan más frecuentemente episodios de
EH respecto a aquellos pacientes que no presentan El mecanismo por el cual se producen dichas alte-
este trastorno12. raciones hay que buscarlo en el metabolismo ce-
rebral del NH3, dependiente en su mayor parte de
la enzima glutamino-sintetasa, enzima presente en
Patogenia los astrocitos encargada de sintetizar glutamina a
Se han descrito múltiples etiologías y mecanismos partir de glutamato y amonio. El acúmulo de gluta-
fisiopatológicos involucrados en el desarrollo de EH mina conduce a un desequilibrio osmótico que ge-
estableciéndose diversas hipótesis que comparten nera un edematización de los astrocitos14, desenca-
el origen metabólico de esta entidad y la ausencia denando múltiples mecanismos que podrían estar
919
Sección 6. Hígado
Incremento de permeabilidad de la
Patogenia de la encefalopatía hepática
barrera hematoencefálica
Insuficiencia
Hiperamoniemia
hepática
Shunting ¿Aminoácidos aromáticos?
¿Benzodiazepinas endógenas?
¿GABA? • Edematización de astrocitos
• Alteración de neurotransmisión
• Acúmulo de manganeso
Alteración metabolidsmo del
oxígeno y glucosa cerebral
Degradación Translocación
productos bacteriana
nitrogenados en
tracto digestivo
920
63. Encefalopatía hepática
cal Hepatic Encephalophaty Staging Scale)16 o HESA del ciclo sueño/vigilia. A medida que el cuadro
(Hepatic Encephalopathy Scaling Algorithm)17 que progresa, el paciente sufre una desconexión de
intentan solventar la variabilidad interobservador. su entorno vital y tiene una dificultad de expre-
En el momento actual su empleo se restringe fun- sión que le impide mantener una conversación
damentalmente al ámbito de ensayos clínicos. coherente. En fases más avanzadas el paciente
puede presentar agitación psicomotriz y deli-
Los pacientes con clínica manifiesta de EH van a
rios.
presentar diferente sintomatología que podemos
agrupar en tres clases: la alteración del nivel de ❱❱ Estas manifestaciones clínicas pueden acompa-
conciencia, los síntomas neuropsiquiátricos y los ñarse de signos neuromusculares entre los cua-
signos neuromusculares. les destaca la existencia de una hiperreflexia,
la posible aparición del signo de Babinski en
❱❱ Las alteraciones del nivel de conciencia pueden
situaciones de coma y la presencia de asterixis
progresar desde un estado de confusión leve
o temblor aleteante (flapping) en los grados 2
hasta un estado de coma, habitualmente pre-
y 3 de West-Haven. Este signo aparece al ha-
cedido de estados de letargia o estupor, siendo
cer que el paciente extienda los brazos con las
conveniente la utilización de la escala de CAM
manos en dorsiflexión, dando lugar a un aleteo
(Confusion Assessment Method) para su detec-
característico de las palmas de las manos como
ción y la escala de coma de Glasgow para su
consecuencia de una pérdida momentánea del
evaluación y seguimiento.
tono muscular normal (figura 3). El signo puede
❱❱ Los síntomas neuropsiquiátricos consisten en también observarse en la lengua y en las extre-
una afectación variable de la personalidad, la midades inferiores. El registro electromiográfico
conciencia, el habla y la capacidad intelectual. muestra una estrecha correlación entre el ale-
Típicamente aparece una disminución de la ca- teo y la interrupción absoluta del potencial eléc-
pacidad de atención y una lentitud en la elabo- trico en los músculos. Aunque la asterixis es un
ración de procesos mentales simples, deficien- signo muy frecuente en la EH, debemos tener en
cias que suelen acompañarse de desorientación cuenta que pueden presentarlo pacientes con
progresiva con relación al tiempo y el espacio, otros trastornos metabólicos, como en casos
así como un deterioro de las facultades intelec- de insuficiencia respiratoria con hipercapnia,
tuales y cambios en el comportamiento y perso- uremia o bien en pacientes que estuvieran bajo
nalidad del paciente. La irritabilidad inicial pue- el efecto de sedantes. Asimismo no debemos
de dar paso a estados de bradipsiquia y apatía. confundirlo con el temblor asociado al abuso de
En esta fase es frecuente observar una inversión alcohol o al síndrome de abstinencia alcohólica.
921
Sección 6. Hígado
922
63. Encefalopatía hepática
923
Sección 6. Hígado
TABLA 4. Otras causas de encefalopatía en pacientes con hepatopatía crónica avanzada (Adaptado de Mullen KD20).
Metabólica
Hipoxia, hipercapnia Gasometría arterial
Hipo- e hiperglucemia Analítica sanguínea
Hipo- e hipernatremia Analítica sanguínea
Hipo- e hipertiroidismo Determinación de TSH y T3-T4
Hipercalcemia Analítica sanguínea
Patología Neurológica
Traumatismo craneal Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Accidente cerebrovascular Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Hematoma intracraneal Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Metástasis cerebrales Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Convulsiones (periodo postictal) Electroencefalograma
Delirium tremens Cuadro clínico y antecedentes
Intoxicaciones
Alcohol Determinación alcohol en sangre
Sustancias depresoras del SNC Tóxicos en sangre y orina
Infección
Sepsis Paracentesis, cultivos de sangre y orina, etc.
Meningitis Análisis de líquido cefalorraquídeo
Absceso intracraneal Pruebas imagen SNC
Encefalitis Cuadro clínico, serologías, biopsia cerebral, pruebas de imagen SNC
En determinadas ocasiones, especialmente cuando tivas de EH. Esto es debido a la existencia de una
el diagnóstico diferencial no ha quedado resuelto o insuficiencia hepática y shunts portosistémicos,
ante la sospecha de EHM, puede ser necesaria la in- así como a la pérdida de la masa muscular que
dicación de otras exploraciones complementarias. metaboliza el NH3. Por lo tanto, la presencia de un
aumento de NH3 no puede ser diagnóstica de EH
Determinación de amonio (NH3) a no ser que exista una clínica acompañante. Del
La determinación de los niveles de NH3 es utiliza- mismo modo, la ausencia de una elevación de NH3
da frecuentemente en la práctica clínica como una en un paciente con cirrosis y encefalopatía no de-
prueba diagnóstica de EH sin ninguna evidencia de bería cambiar la orientación diagnóstica, ni retrasar
su precisión diagnóstica y teniendo por lo tanto un el inicio del tratamiento20 ya que existen casos de
uso controvertido, si bien se ha demostrado recien- EH que no se acompañan de un aumento de NH3.
temente la correlación entre los niveles de NH3 y la Posiblemente la determinación de NH3 pueda tener
gravedad de la EH21. Debe tenerse en cuenta que la su indicación en aquellos pacientes sin evidencia de
determinación de los niveles de NH3 es compleja, hepatopatía avanzada que presentan una altera-
debido a que existen múltiples factores externos ción del estado mental.
que alteran su cuantificación (uso de torniquete,
transporte de muestra en hielo, tiempo transcurri- Pruebas de imagen
do entre la extracción y su análisis, utilización de
La utilidad de la tomografía computarizada (TC) en
sangre venosa o arterial, etc.) existiendo una gran
el proceso diagnóstico de la EH se basa en la ex-
tasa de falsos positivos y negativos que hacen que
clusión de otras patologías intracraneales median-
no sea una prueba diagnóstica fiable20,22.
te la realización de una TC cerebral, así como en la
Por otro lado, los pacientes con cirrosis hepática identificación de shunts portosistémicos, mediante
presentan frecuentemente una hiperamonemia sin la realización de una TC helicoidal del hígado, que
acompañarse de manifestaciones clínicas suges- pudieran justificar la presencia de una EH tipo B.
924
63. Encefalopatía hepática
Figura 3. El flapping o asterixis aparece como consecuencia de una pérdida momentánea del tono muscular. Podemos observarlo
al hacer que el paciente extienda los brazos con las manos en ligera dorsiflexión.
925
Sección 6. Hígado
CLAVE DE
TCN A TCN B
NÚMEROS
Ende
Ende
Beginn
Beginn
LÍNEA
PUNTOS
QUEBRADA
SERIADOS
Figura 4. Batería de test psicométricos para el diagnóstico de la EHM (PHES): Test de conexión numérica A y B, test de clave de
números, test de serie de puntos y test de línea quebrada.
del PHES han sido validados para el diagnóstico de locar en el campo visual del paciente una luz que
la EHM en nuestro país25 y las instrucciones para parpadea a una elevada frecuencia de manera que
su cumplimentación y el cálculo de la puntuación el enfermo ve un foco de luz constante. De forma
PHES están disponibles en http://www.redeh.org. progresiva disminuye la frecuencia de parpadeo,
La ventaja de estos test radica en que son fáciles de con lo que la luz pasa a ser percibida como inter-
realizar por personal entrenado, que no requieren mitente. El paciente debe identificar el momento
mucho tiempo ni otros medios adicionales, salvo el en el que la luz pasa de ser continua a intermitente.
papel de los test y el lápiz para realizarlos, y que En los pacientes que presentan EHM la presencia
tienen una gran sensibilidad, habiéndose propues- de un déficit de atención produce una disminución
to como método diagnóstico para la EHM. Entre los de la FCP. La principal ventaja de este test es que,
inconvenientes, hay que señalar que el rendimien- a diferencia de los psicométricos, no se ve afectado
to se ve influido por la edad, el nivel de estudios y por la edad ni la educación, aunque sí por déficits
la existencia de una variación geográfica. visuales. Se ha demostrado una buena asociación
entre la FCP y la batería PHES26.
Además de las pruebas neuropsicológicas que sir-
ven para establecer el defecto cognitivo se dispone Entre la pruebas neurofisiológicas deben destacar-
de una serie de métodos computarizados como la se dos: la medición del porcentaje de actividad q
frecuencia crítica de parpadeo (FCP) y el inhibitory dominante en el electroencefalograma (EEG) y los
control test (ICT). Ambos resultan de utilidad como potenciales evocados (PE). Los PE evalúan la fun-
sistemas de cribado, si bien se aconseja completar ción del sistema sensorial y sus vías por medio de
el estudio con otras pruebas neuropsicológicas para respuestas provocadas frente a estímulos cono-
confirmar el diagnóstico antes de tomar decisiones cidos. Ello genera señales eléctricas que pueden
clínicas, ya que únicamente proporcionan una in- ser registradas por electrodos, tras una adecuada
formación incompleta de la función cognitiva23. El estimulación. Ésta puede ser exógena (PE visuales,
ICT es un test que se realiza para detectar déficits del tronco o somatosensitivos) o endógena, per-
de atención al presentar una secuencia de letras en mitiendo esta última la detección de potenciales
la pantalla de un ordenador. La FCP consiste en co- retardados (P300). De forma global se admite que
926
63. Encefalopatía hepática
los PE somatosensoriales y los P300 son las pruebas 4 veces al día para detectar precozmente cual-
neurofisiológicas más objetivas para el diagnóstico quier deterioro.
de EHM, mientras que el EEG es un método poco
❱❱ En segundo lugar, resulta determinante la iden-
sensible y por lo tanto carece de utilidad para el
tificación y el tratamiento de los factores preci-
diagnóstico de este trastorno.
pitantes de la EH. Ello supone la incorporación
de un protocolo encaminado a la búsqueda in-
Otras pruebas diagnósticas tencionada de todos los factores descritos que
La sobrecarga oral con glutamina se desarrolló para incluye esencialmente analítica completa, una
el estudio del metabolismo del NH3 en pacientes radiografía de tórax, una paracentesis diagnósti-
cirróticos. Su mayor utilidad radica en la capacidad ca si el enfermo presenta semiología de ascitis,
para seleccionar dentro del grupo de pacientes con cultivos de sangre y orina, así como un examen
EHM a aquellos que tienen un mayor riesgo de de- físico completo para descartar la existencia de
sarrollar EH clínicamente relevante a corto plazo y celulitis o signos de HDA. En los casos que cur-
que presentan una menor supervivencia27. san con diarrea deben cursarse coprocultivos y
la detección de toxina de Clostridium difficile. Ac-
El EEG es una prueba neurofisiológica que tra- tualmente no existe una evidencia científica para
duce la actividad eléctrica cerebral. La EH, como recomendar el uso de antibióticos profilácticos
cualquier otro trastorno metabólico de la función a no ser que exista una hemorragia digestiva o
cerebral, produce alteraciones de dicha actividad signos de infección (incluida la presencia de un
eléctrica, produciendo cambios en el EEG. Inicial- síndrome de respuesta inflamatoria sistémica).
mente se observan trazados de ondas lentas con in-
❱❱ Como última reseña, y al contrario de la creencia
cremento de su amplitud pudiendo aparecer ondas
clásica que abogaba por una restricción proteica
trifásicas en fases mas avanzadas del coma. Esta
como parte del tratamiento de la EH, es preciso
exploración no es de gran ayuda en el diagnóstico
mantener un estado nutricional adecuado ase-
diferencial con otros comas de origen metabólico
gurándonos un aporte de 35-40 kcal/kg/día y
ya que pueden cursar con un trazado similar. Por
una ingesta de 0,8-1,2/kg/día28. Un aporte me-
tanto, la monitorización de pacientes mediante EEG nor no solo puede empeorar un estado de des-
tiene escasa utilidad en la práctica clínica diaria. nutrición, ya de por sí frecuente en los pacientes
cirróticos, sino también estimular el catabolismo
Tratamiento muscular y aumentar por lo tanto el NH3 circu-
lante.
La aproximación terapéutica de los pacientes con
EH debe tener en cuenta varios aspectos como el Agentes farmacológicos disponibles
estado clínico del paciente, la presencia de sínto-
mas agudos o persistentes y el grado de insuficien- La mayor parte de los agentes farmacológicos dis-
cia hepática. El trasplante hepático debe ser firme- ponibles actúan disminuyendo la producción de
mente considerado como tratamiento definitivo de NH3, siendo los disacáridos no absorbibles y la ri-
la EH y otras complicaciones asociadas a la cirrosis. faximina los principales exponentes del tratamien-
to actual de la EH.
Medidas generales Disacáridos no absorbibles
❱❱ Ante un episodio de EH debe valorarse la ca- La lactulosa y el lactitol fueron introducidos en el
pacidad del paciente para mantener permea- tratamiento de la EH de forma empírica hace más
ble la vía aérea. Cuando la encefalopatía es de 50 años. Estos fármacos se metabolizan en el
avanzada (grado 3-4 de West-Haven) debe in- colon transformándose en ácido láctico y acético.
dicarse el ingreso del paciente en una unidad Aunque se desconoce su mecanismo íntimo de
de cuidados intensivos para garantizar una acción, además de sus efectos catárticos, parecen
correcta ventilación y evitar una broncoaspira- actuar a través de la acidificación del colon y la con-
ción. En este escenario puede ser necesaria la secuente eliminación de bacterias. La experiencia
intubación orotraqueal. Si el paciente ingresa clínica con estos productos es amplia y aunque un
en la planta de hospitalización se hace necesa- reciente metaanálisis no demuestre un beneficio
rio vigilar el estado de conciencia al menos 3 o tangible29, es posible que ello obedezca a la pobre
927
Sección 6. Hígado
calidad de los estudios realizados previamente, dado que en nuestro país únicamente está disponi-
dado que la utilización de dichos fármacos en el ble en comprimidos de 200 miligramos en cajas de
episodio agudo se asocia con una mejoría de la EH. 12 unidades. Dado que la pauta aconsejada es de
Debe considerarse en todo momento el beneficio 1.200 miligramos/día la adhesión al tratamiento es
adicional que comporta la identificación y trata- un inconveniente, tanto para el médico como para
miento de los factores precipitantes. Actualmente el paciente.
se considera el tratamiento de elección en los pa-
cientes con un episodio agudo de EH, así como en Otros tratamientos
la profilaxis de EH recurrente30,31. Se han propuesto numerosos fármacos para el
La lactulosa se puede administrar vía oral a dosis tratamiento de la EH. En la mayoría de ellos, los
de 20 gramos (30 mililitros) 2 o 4 veces al día hasta ensayos clínicos y metaanálisis han proporciona-
conseguir de 2 a 4 deposiciones semiblandas dia- do resultados controvertidos, por lo que no puede
rias. En el caso de que no pueda administrarse por recomendarese su utilización sistemática. En todo
vía oral se puede recurrir a su utilización en enema caso, pueden ser una alternativa válida ante una
(200 gramos en 700 ml de agua) aunque algunos EH refractaria al tratamiento habitual. Un ejem-
autores prefieren su administración a través de una plo puede ser la administración de L-ornitina-L-
sonda nasogástrica32. El lactitol es administrado a Aspartato (LoLa) a dosis de 18-30 g/día, que ha
dosis de 10 gramos cada 6 horas para conseguir demostrado la mejoría del estado mental y de las
2 deposiciones/día. Ambos fármacos comparten funciones cognitivas en pacientes cirróticos con EH,
sus efectos secundarios incluyendo la aparición de al disminuir del NH3 circulante34. No ha demostrado
flatulencia, hinchazón abdominal y deshidratación su utilidad en pacientes con hepatitis fulminante.
(en caso de una dosis excesiva) que puede desenca- Un metaanálisis reciente ha permitido constatar el
denar o empeorar otro episodio de EH. beneficio de la utilización de prebióticos y probióti-
cos en pacientes con EHM35, aunque son necesarios
Antimicrobianos no absorbibles: estudios más amplios para recomendar su uso. Así
Rifaximina sucede con otros productos como la acarbosa, el
flumacenilo o los suplementos de zinc.
Desde hace años, la utilización de antimicrobianos
no absorbibles ha tenido una amplia difusión en el La administración de aminoácidos de cadena rami-
tratamiento de la EH debido a su eficacia, a pesar ficada, cuya utilización se propuso para compensar
de la existencia de potenciales efectos secundarios el desequilibrio existente a favor de los aminoácidos
como la nefrotoxicidad y ototoxicidad en el caso de aromáticos en el plasma y sus consiguientes efec-
la neomicina, o la aparición de neuropatía perifé- tos sobre la síntesis de falsos neurotransmisores en
rica irreversible en tratamientos prolongados con el cerebro, es sustentada por pocos estudios, con
metronidazol, motivo por el que a lo largo del tiem- un corto periodo de seguimiento y de baja calidad
po se ha ido restringiendo su uso. metodológica, por lo que no puede recomendarse
La rifaximina es un antibiótico con una absorción su utilización sistemática36. Hoy en día, encuentran
intestinal mínima que presenta un gran espectro de aplicación como suplementos nutricionales.
cobertura antimicrobiana, tanto de gérmenes gram-
positivos y negativos como de aerobios y anaerobios. Bibliografía
Dicho antibiótico es ampliamente utilizado en di-
1. Ferenci P, Lockwood A, Mullen K, Tarter R,
versas patologías digestivas tales como la diverticu-
Weissenborn K, Blei AT. Hepatic encephalo-
litis aguda o la diarrea del viajero, presentando un pathy -definition, nomenclature, diagnosis,
excelente perfil de seguridad y un bajo riesgo de and quantification: final report of the working
resistencias. Su incorporación al arsenal terapéuti- party at the 11th World Congresses of Gas-
co de la EH está avalada por numerosos estudios troenterology, Vienna, 1998. Hepatology 2002;
recientes, siendo efectivo tanto en el tratamiento 35:716-21.
de episodios agudos, como en la recurrencia de los 2. Abou-Assi S, Vlahcevic ZR. Hepatic encephalo-
mismos. La rifaximina ha demostrado disminuir sig- pathy. Metabolic consequence of cirrhosis of-
nificativamente el número de episodios de EH, el ten is reversible. Postgrad Med 2001;109:52-4,
número de ingresos hospitalarios o su duración31,33. 57-60, 63-5.
Uno de los principales inconvenientes de la rifaxi- 3. Amodio P, Del Piccolo F, Pettenò E, Mapelli D,
mina es su precio y su distribución farmacéutica, Angeli P et al. Prevalence and prognostic value
928
63. Encefalopatía hepática
929
Sección 6. Hígado
for episodic hepatic encephalopathy: results of 33. Lawrence KR, Klee JA. Rifaximin for the
a randomized study. J Hepatol 2004;41:38-43. treatment of hepatic encephalopathy. Phar-
29. Als-Nielsen B, Gluud LL, Gluud C. Nonabsorba- macotherapy 2008;28:1019-32
ble disaccharides for hepatic encephalopathy. 34. Malaguarnera M, Vacante M, Motta M, Giorda-
Cochrane Database Syst Rev 2004:CD003044. no M, Malaguarnera G et al. Acetyl-L-carnitine
30. Sharma BC, Sharma P, Agrawal A, Sarin SK. Se- improves cognitive functions in severe hepatic
condary prophylaxis of hepatic encephalopa- encephalopathy: a randomized and controlled
thy: an open-label randomized controlled trial clinical trial. Metab Brain Dis, 2011 (en prensa).
of lactulose versus placebo. Gastroenterology
35. Shukla S, Shukla A, Mehboob S, Guha S. Meta-
2009;137:885-891.
analysis: the effects of gut flora modulation
31. Bass NM, Mullen KD, Sanyal A, Poordad F, Neff
using prebiotics, probiotics and synbiotics
G, Leevy CB et al. Rifaximin treatment in he-
patic encephalopathy. N Engl J Med 2010;362: on minimal hepatic encephalopathy. Aliment
1071-1081. Pharmacol Ther 2011;33(6):662-71.
32. Perumalswami PV, Schiano TD. The manage- 36. Als-Nielsen B, Koretz RL, Kjaergard LL, Gluud
ment of hospitalized patients with cirrhosis: C. Branched-chain amino acids for hepatic
the Mount Sinai experience and a guide for encephalopathy. Cochrane Database Syst Rev.
hospitalists. Dig Dis Sci 2011;56:1266-81. 2003;(2):CD001939.
930
64 Infecciones bacterianas
en pacientes cirróticos
María Poca, Germán Soriano, Carlos Guarner
Unidad de Hepatología. Servicio de Patología Digestiva. Hospital Santa Creu i Sant Pau
Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona
H Í G A D O 931
Sección 6. Hígado
TABLA 1. Pruebas diagnósticas ante la sospecha de pacientes con cirrosis la permeabilidad intestinal
infección en paciente con cirrosis está incrementada. Si bien en estos pacientes se
han descrito alteraciones estructurales de la mu-
cosa intestinal, los trastornos funcionales, como el
❱❱ Hemograma completo. daño oxidativo, la activación del sistema inmune
❱❱ Determinación de pruebas hepáticas y función local, la liberación de citocinas y la endotoxemia
renal. parecen jugar un papel importante8.
❱❱ Hemocultivos.
❱❱ Sedimento de orina. Traslocación bacteriana
❱❱ Paracentesis diagnóstica. La traslocación bacteriana es el fenómeno clave en
❱❱ Radiografía de tórax. la patogenia de la PBE y se define como el paso de
❱❱ Valoración de catéteres. bacterias desde la luz intestinal, hasta los ganglios
linfáticos del mesenterio. Una vez superado este
filtro bacteriano, las bacterias pueden alcanzar la
sangre y provocar bacteriemias prolongadas, e in-
ves alteraciones en los mecanismos de defensa an- cluso llegar a colonizar el líquido ascítico9.
tibacterianos, tanto intestinales, como sistémicos y
del propio líquido ascítico. Destacan las alteracio- Alteraciones inmunitarias sistémicas
nes en la motilidad intestinal, el sobrecrecimiento
bacteriano intestinal, la traslocación bacteriana, y del sistema reticuloendotelial
las alteraciones en los mecanismos de defensa En la cirrosis hepática se han descrito alteracio-
inmunitaria locales y sistémicos y la instrumenta- nes de la inmunidad humoral y celular, como
lización, a la que se ven sometidos la mayoría de disminución en la síntesis de factores del sistema
los pacientes durante el ingreso hospitalario por del complemento, trastornos en la quimiotaxis
cualquier causa5. La figura 1 muestra un esquema leucocitaria, de su capacidad fagocítica y dismi-
de la patogenia de la PBE. nución de la actividad del sistema reticuloendote-
lial. Éste se localiza en un 90% en los macrófagos
Alteraciones en la motilidad hepáticos (células de Kupffer). En los pacientes
intestinal. Sobrecrecimiento con cirrosis hepática e hipertensión portal, una
proporción importante de la sangre procedente
bacteriano intraluminal del territorio esplácnico alcanza la circulación
Los pacientes con cirrosis presentan un enlenteci- general, a través de shunts portosistémicos, sin
miento en el tiempo de tránsito intestinal, que se atravesar los sinusoides, lugar donde las células
ha atribuido a diversos factores6. Este trastorno de Kupffer deberían fagocitar las bacterias proce-
conduce a un fallo de aclaramiento que favorece el dentes del intestino5.
sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SBI) en la
cirrosis (ocurre hasta en un 40% de los pacientes), Mecanismos de defensa
especialmente en aquellos con ascitis e insuficien- del líquido ascítico
cia hepática más avanzada (Child-Pugh C). De he-
cho, se ha comprobado que estos pacientes tienen El líquido ascítico posee una actividad opsonizante
una mayor incidencia de PBE en el seguimiento7. y bactericida, que supone un mecanismo de defen-
Los fármacos que aceleran el tránsito intestinal, sa básico frente al desarrollo de la infección. Tras la
como los procinéticos y el propranolol, disminuyen llegada de un gérmen al líquido ascítico, se activa
la incidencia de SBI. este sistema a través de la vía alternativa del com-
plemento estimulada por los lipopolisacáridos de
Alteraciones estructurales y la pared de los bacilos gramnegativos. La capaci-
dad bactericida está en relación directa con la con-
funcionales de la barrera intestinal centración de proteínas y niveles de complemen-
En condiciones normales, la integridad de la ba- to, por lo que aquellos pacientes con proteínas en
rrera intestinal es el mecanismo fisiológico fun- líquido ascítico menores de 1 g/dl o niveles bajos
damental que evita que los gérmenes intestinales de C3 son los que mayor predisposición presentan
sean capaces de atravesar la pared intestinal. En para el desarrollo de PBE10.
932
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos
Cirrosis hepática
Hipomotilidad intestinal
Déficit inmunidad intestinal
Traslocación bacteriana
Disfunción del sistema reticuloendotelial
Otras infecciones
Disfunción de la inmunidad humoral y celular
(respiratorias, urinarias,
cutáneas, catéteres)
Bacteriemia
933
Sección 6. Hígado
35-60% de ellos desarrollarán una infección noso- TABLA 3. Indicaciones de la paracentesis diagnóstica
comial durante los primeros días de ingreso5. Este en la cirrosis
hecho es importante, por cuanto justifica la nece-
sidad de efectuar una profilaxis adecuada en este
subgrupo de pacientes (ver más adelante). ❱❱ Paciente con primer episodio de ascitis.
❱❱ Paciente con cirrosis y ascitis que ingresa en el
La concentración de proteínas en el líquido ascíti- hospital.
co es el factor predisponente más importante para
❱❱ Paciente ingresado que presenta signos o
el desarrollo del primer episodio de PBE11,12. Más síntomas de infección.
de la mitad de los pacientes con proteínas totales
❱❱ Paciente ingresado que presenta deterioro
en el líquido ascítico inferior a 15 g/l presentarán
clínico.
esta complicación durante el primer año de segui-
miento, especialmente si presentan una bilirrubina ❱❱ Paciente ingresado que presenta alteraciones
analíticas de la función renal y del hemograma.
sérica elevada (superior a 3,2 mg/dl) o una cifra de
plaquetas disminuida (inferor a 98.000/mm3)13.
Es importante también tener presente que aquellos
de ser positiva se puede iniciar inmediatamente el
pacientes que sobreviven a un primer episodio de
tratamiento empírico15. En cualquier caso, el diag-
PBE tienen una alta probabilidad de recidiva de la
nóstico deberá ser confirmado mediante la cuanti-
infección. De hecho, entre el 35% y el 69% de es-
ficación de polimorfonucleares en líquido ascítico,
tos pacientes desarrollan otro episodio de PBE en
ya que puede haber falsos negativos o positivos se-
el plazo de un año14, si no se toman medidas pre-
gún la sensibilidad de la tira reactiva utilizada.
ventivas o son sometidos a trasplante hepático, si
el paciente cumple criterios de trasplante. Recuento de PMN en líquido ascítico: El diagnós-
tico de PBE se establece con un recuento de PMN
Manifestaciones clínicas superior a 250/mm3. De hecho, esta situación cons-
tituye una clara indicación para iniciar tratamiento
Las manifestaciones clínicas características de in-
antibiótico empírico. En pacientes con ascitis he-
fección peritoneal —fiebre y dolor abdominal—,
morrágica (ascitis de aspecto hemático con recuen-
solo las presentan aquellos pacientes con infección
to de hematíes superior a 10.000/mm3, consecuen-
avanzada. En muchos casos, sin embargo, la infec-
cia de paracentesis traumática, coagulopatía severa
ción se detecta en pacientes asintomáticos o poco
o neoplasia concomitante) se debe aplicar un factor
sintomáticos5.
de corrección de 1 PMN por cada 250 hematíes en
Diagnóstico y diagnóstico diferencial líquido ascítico11.
Es importante que el diagnóstico se realice precoz- Cultivo de líquido ascítico: La tinción de Gram solo
mente, ya que el tratamiento precoz es mucho más es positiva en el 5% de los casos de PBE, debido
efectivo y mejora el pronóstico del paciente. Por probablemente a que la concentración de gérme-
ello, debe realizarse una paracentesis con intención nes es muy baja en los estadios iniciales de la in-
fección. Por este motivo, es necesario el cultivo. El
diagnóstica (tabla 3) a todo paciente cirrótico con
cultivo convencional del líquido ascítico es positivo
ascitis que ingresa en el hospital, así como a los pa-
en menos del 50% de los casos, de ahí que deba
cientes ingresados que desarrollan signos o sínto-
realizarse siempre inoculación de 10 cm3 del líquido
mas sugestivos de infección (fiebre, dolor abdomi-
en cada frasco de hemocultivo en ambiente aero-
nal, encefalopatía hepática o deterioro del estado
bio y anaerobio en la cabecera del paciente16. Este
general) o muestran alteraciones en los parámetros
método aumenta la sensibilidad del procedimiento
de laboratorio como insuficiencia renal, acidosis o
(figura 2b).
leucocitosis5.
En función de las características del líquido ascítico
El diagnóstico de la PBE se basa en la determina-
(PMN y cultivo), se han descrito diferentes varian-
ción del recuento de polimorfonucleares (PMN) y
tes de infección (tabla 4), con una evolución clínica,
en el cultivo del líquido ascítico5,11. Recientemente,
pronóstico y tratamiento diferentes5,11.
se ha propuesto la utilización de tiras reactivas, usa-
das previamente para el cribado de la infección uri- ❱❱ PBE con cultivo positivo: El recuento de PMN
naria, para el diagnóstico precoz, ya que en el caso en líquido ascítico es mayor de 250/mm3 y el
934
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos
935
Sección 6. Hígado
la PBE, en todo paciente con PBS siempre debe va- TABLA 5. Criterios de sospecha de peritonitis bacteriana
lorarse la cirugía o bien el drenaje percutáneo con secundaria en pacientes con cirrosis
control radiológico (en el caso de absceso abdomi-
nal) lo más precoz posible, en función del grado de
insuficiencia hepática y la presencia de patologías ❱❱ Criterios analíticos:
asociadas17. La mortalidad de los pacientes con PBS • Proteínas >10 g/l
sometidos a cirugía, sobre todo precoz, es menor • Glucosa <50 mg/dl
que la de los pacientes sometidos a tratamiento • LDH >225 mU/ml
médico, especialmente si son Child-Pugh A o B17. El
• Fosfatasa alcalina >240 Ul
tratamiento antibiótico asociado de la PBS consis-
• CEA >5 ng/ml
te en la administración de antibióticos de amplio
espectro (para cubrir gérmenes gramnegativos, en- ❱❱ Criterios microbiológicos:
terococos y anaerobios), por ejemplo piperacilina/ • Tinción de Gram positiva
tazobactam o bien imipenem/cilastatin. • Cultivo polimicrobiano
❱❱ Respuesta terapéutica:
Pronóstico • Descenso de PMN <25% en líquido ascítico a las
La mortalidad hospitalaria de los pacientes con cirro- 48-72 horas del inicio del tratamiento
sis que desarrollan una PBE ha disminuido notable-
mente en las últimas tres décadas. Así, a principios
de los años setenta la mortalidad era prácticamente pendiendo del estado general y de la estabilidad
del 100% de los casos, siendo actualmente alrede-
del paciente, convendrá colocar vías intravenosas,
dor del 10-20%. Esta importante mejoría se debe al
mejor conocimiento de la enfermedad. El alto índice fluidoterapia e incluso fármacos vasoactivos en
de sospecha de PBE existente hoy en día, comporta aquellos pacientes que se encuentren en situación
un diagnóstico y tratamiento precoces en la mayoría de shock séptico. En casos excepcionales puede ser
de los casos. La identificación y control de las com- necesaria incluso una vigilancia intensiva.
plicaciones asociadas a la cirrosis han contribuido
igualmente a mejorar el pronóstico5. Antibioticoterapia
Desafortunadamente, el pronóstico de los pacien- Es muy importante iniciar tratamiento antibiótico
tes que sobreviven a un episodio de PBE sigue empírico inmediatamente después del diagnós-
siendo infausto a largo plazo. De hecho, la supervi- tico de la PBE, debiéndose mantener hasta 24-48
vencia de dichos pacientes es de un 30% al año de horas después de confirmar la resolución de la in-
seguimiento14, por lo que estos pacientes deben ser fección mediante paracentesis y la normalización
siempre evaluados para trasplante hepático. del recuento de PMN (superior a 250/mm3) (figura
3). Habitualmente la duración del tratamiento an-
Tratamiento tibiótico oscila entre 5-10 días. El antibiótico que
se debe emplear inicialmente de forma empírica
Medidas generales debe ofrecer cobertura frente a los gérmenes ha-
En la actualidad la PBE se considera una complica- bituales causantes de PBE (bacilos gramnegativos
ción que requiere tratamiento hospitalario11. De- y cocos grampositivos). En cualquier paciente cirró-
936
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos
Sospecha de PBE
tico, pero especialmente en aquellos con ascitis y La resolución de la PBE con estos antibióticos es
en el contexto de una PBE, debe evitarse el uso de cercana al 90% de los casos.
fármacos nefrotóxicos, como los aminoglicósidos y
los antiinflamatorios no esteroideos. Amoxicilina-ácido clavulánico
937
Sección 6. Hígado
938
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos
cirrosis, ya que son la causa más frecuente de bac- ponsables son Hemophilus influenzae, anaerobios,
teriemias e incluso se ha sospechado que pueda estafilococos, Legionella spp. y, especialmente en
ser la puerta de entrada de episodios de PBE ex- pacientes con cirrosis alcohólica avanzada, bacilos
trahospitalarios24. Por ello, toda infección urinaria aerobios gramnegativos entre los que destaca Kleb-
debe ser tratada lo más precozmente posible con siella pneumoniae. En las neumonías intrahospita-
los antibióticos adecuados, después de obtener larias las bacterias más frecuentes en la población
muestras de la orina para la realización de urinocul- general son los bacilos aerobios gramnegativos
tivo y, si existe repercusión general, de sangre para (enterobacterias y Pseudomonas spp.) y Staphylo-
hemocultivo. coccus aureus2.
En las infecciones urinarias leves (vías bajas) las Existen escasos datos disponibles sobre el trata-
quinolonas, como la norfloxacina o el ciprofloxa- miento de las neumonías en los pacientes cirróti-
cino, o la combinación de amoxicilina y ácido cla- cos. El tratamiento antibiótico empírico para una
vulánico por vía oral son una cobertura empírica neumonía extrahospitalaria en un paciente cirró-
adecuada. Cuando se dispone de la tinción de Gram tico sin antecedentes de aspiración debería incluir
del sedimento de orina, y se observan cocos gram- una cefalosporina de tercera generación como la
positivos, la asociación de amoxicilina y ácido cla- cefotaxima o la ceftriaxona asociada o no a un ma-
vulánico suele ser efectiva. El tratamiento por vía crólido según la gravedad del paciente y el grado de
oral debe continuarse durante 7 días. En el caso de sospecha de neumonía por Legionella. En el caso
infecciones graves (vías altas), las cefalosporinas de del antecedente de aspiración, probablemente la
tercera generación por vía endovenosa como cefo- asociación de una cefalosporina de tercera gene-
taxima o ceftriaxona serían el tratamiento empírico ración y clindamicina (600 mg/8 h iv) asegura una
de elección si se observan bacilos gramnegativos cobertura antibiótica adecuada. En las neumonías
en el sedimento y amoxicilina y ácido clavulánico intrahospitalarias, la cobertura empírica puede
por vía endovenosa si se observan cocos gramposi- consistir en una cefalosporina de tercera gene-
tivos. La duración total del tratamiento debería ser ración, valorando la ceftazidima en los pacientes
de 10 a 15 días. sometidos a una mayor instrumentalización, prin-
cipalmente intubación traqueal, asociada a clinda-
Infecciones respiratorias micina si existe el antecedente de aspiración, o a un
Las infecciones respiratorias (neumonías, bronco- macrólido en hospitales con alta incidencia de Le-
neumonías y empiemas pleurales) constituyen otro gionella intrahospitalaria o si el paciente presenta
grupo de infecciones frecuentes en la cirrosis he- una evolución desfavorable. La levofloxacina puede
pática. Su incidencia se sitúa entre el 6% y el 9% de ser una alternativa a las cefalosporinas y el imipe-
todos los cirróticos hospitalizados y se consideran nem puede ser útil en los casos de aspiración y en
infecciones graves con una elevada mortalidad1,2. los pacientes más graves.
Entre los factores predisponentes destacan el alco- Los pacientes cirróticos, generalmente con ascitis,
holismo activo, la encefalopatía hepática, el tapo- desarrollan con frecuencia derrame pleural como
namiento esofágico y la intubación endotraqueal. consecuencia del paso del líquido ascítico a la ca-
Como en otros grupos de pacientes, es importante vidad pleural a través de defectos en el diafragma
hacer la distinción entre neumonías extrahospita- (hidrotórax). De forma similar a la PBE, este líqui-
larias e intrahospitalarias (superior a 48 horas del do pleural puede infectarse de forma espontánea
ingreso), y además considerar si la neumonía se dando lugar a un empiema pleural espontáneo25.
ha producido por aspiración2. La importancia de Se considera que las bacterias, principalmente ba-
esta clasificación reside en que los organismos res- cilos aerobios gramnegativos como en el caso de la
ponsables son distintos en cada caso y, por tanto, PBE, alcanzan el líquido pleural en el curso de una
el tratamiento antibiótico empírico también. Este bacteriemia espontánea de origen principalmente
hecho es especialmente importante en el caso de intestinal o a partir del líquido ascítico infectado
las infecciones respiratorias, ya que en muchas oca- en el curso de una PBE. El diagnóstico se estable-
siones no se consigue el diagnóstico microbiológico ce mediante la determinación de PMN (mayor
del agente causal. Las bacterias más frecuente- de 500/mm3) y el cultivo del líquido pleural obte-
mente responsables de las neumonías extrahospi- nido por toracocentesis25. El tratamiento de esta
talarias, tanto en la población general como en los entidad es idéntico al de la PBE: administración de
alcohólicos y probablemente en los cirróticos son antibióticos de amplio espectro como cefotaxima o
los neumococos. En este sentido debe destacarse la ceftriaxona, no siendo necesaria la colocación de
creciente frecuencia de neumococos resistentes a un drenaje torácico. Es importante, sin embargo,
la penicilina en nuestro medio. Otras bacterias res- excluir un empiema secundario, en cuyo caso, ade-
939
Sección 6. Hígado
más del tratamiento de la causa, puede ser necesa- tificado como factores predictores independientes
rio un drenaje torácico. de mortalidad la presencia de insuficiencia hepáti-
ca en un grado C de Child-Pugh y la presencia de
Bacteriemia ampollas hemorrágicas26.
La bacteriemia es otra infección frecuente en los Respecto a la etiología, además de los gérmenes
pacientes cirróticos, con una incidencia que oscila grampositivos, comúnmente implicados en las ce-
entre el 1% y el 10% de los pacientes ingresados lulitis de los pacientes inmunocompetentes (Strep-
en el hospital1,2. Se distinguen dos tipos de bacte- tococcus pyogenes y Staphylococcus aureus), en los
riemias, aquellas secundarias a maniobras terapéu- pacientes cirróticos hay que añadir los gramnega-
ticas y colocación de catéteres y las bacteriemias tivos (Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, …).
espontáneas. Estas últimas están causadas en la Otro microrganismo a tener en cuenta es Vibrio
mayoría de los casos por bacilos aerobios gramne- vulnificus, que puede causar una infección muy
gativos de procedencia intestinal, mientras que los grave con fascitis necrosante y mal pronóstico en la
cocos grampositivos, especialmente Staphylococ- mayoría de casos.
cus aureus y Staphylococcus epidermidis, son las
El diagnóstico es principalmente clínico. También
bacterias responsables de la mayoría de las bacte-
es recomendable el cultivo de la secreción de las
riemias secundarias2.
ampollas. Solo hay que realizar pruebas de imagen
La bacteriemia es una infección grave que requie- con el fin de descartar complicaciones (radiografía
re un tratamiento antibiótico empírico adecuado y convencional y TAC para descartar osteomielitis o
lo más precoz posible. Ante la sospecha clínica de presencia de gas; resonancia magnética (RM) para
bacteriemia, que en los cirróticos puede presen- el estudio de la fascia profunda, (colecciones o ne-
tarse de forma atípica, debe instaurarse un trata- crosis). En caso de sospecha de necrosis hay que
miento antibiótico empírico después de practicar valorar el desbridamiento quirúrgico.
los cultivos pertinentes de sangre, orina y líquido
Debido a la gravedad de las infecciones del tejido
ascítico. Es importante la realización de una explo-
celular subcutáneo en pacientes con cirrosis, se
ración clínica cuidadosa y una valoración adecuada
recomienda iniciar de forma precoz antibióticos
de los catéteres endovenosos. Si no se detecta un
activos frente a gramnegativos27. Inicialmente se
foco infeccioso primario debemos considerar que
puede plantear el tratamiento con ceftriaxona
se trata de una bacteriemia espontánea e instau-
2 g/24 h + clindamicina 600 mg/8 h o amoxicilina-
rar un tratamiento empírico con cefalosporinas de
clavulánico o piperacilina/tazobactam 4 g/8 h o
3.ª generación, las nuevas quinolonas o la asocia-
meropenem 1 g/6-8 h durante 7-10 días. En caso
ción de amoxicilina y ácido clavulánico. Una vez se
de alergia a ß-lactámicos puede estar indicada la
disponga de los resultados de los hemocultivos y
combinación de levofloxacino 500 mg + clindami-
los antibiogramas, el tratamiento se adecua a los
cina. Las quinolonas están poco indicadas dada la
criterios clínicos, microbiológicos y económicos. El
elevada tasa de resistencias y muy especialmente
tratamiento debe mantenerse de 10 a 14 días. En
en los casos en que el paciente sigue profilaxis con
caso de infección de un catéter se ha de proceder
norfloxacino. En el caso de una infección de origen
a su retirada y puede ser necesario el tratamiento
nosocomial debe añadirse vancomicina 1 g/12 h o
con un glucopéptido (vancomicina o teicoplanina). linezolid 600 mg/12 h o tigerciclina 100 mg inicial
y luego 50 mg/12 h. En caso de una infección por
Celulitis Vibrio vulnificus, iniciar tratamiento con doxicilina
La celulitis es la infección de la piel con extensión 200 mg inicial y luego 100 mg/24 h.
en profundidad a la dermis y los tejidos subcutá-
neos. Se caracteriza por una zona de piel roja, ca- Profilaxis de las infecciones bacterianas
liente y dolorosa. Con frecuencia se origina debido
Es importante prevenir las infecciones bacterianas
a la sobreinfección bacteriana de una herida o úlce-
en pacientes de alto riesgo, habida cuenta del mal
ra, la insuficiencia venosa también puede favorecer
pronóstico de los pacientes cirróticos después de
la sobreinfección. Las infecciones de piel y partes
presentar una infección bacteriana o una PBE. Se
blandas ocurren generalmente por inoculación ex-
han sugerido muchas medidas que podrían ayudar
terna, pero también pueden producirse desde un
foco endógeno del organismo, por contigüidad e a la prevención de estas infecciones, como son la
incluso por vía hemática. abstinencia alcohólica, reducir la estancia hospi-
talaria, evitar la instrumentalización innecesaria
La incidencia de celulitis en la cirrosis se sitúa entre (sondajes, etc.), mejorar el estado nutricional de
el 8% y el 11%2,26. En estudios retrospectivos se ha los pacientes y prevenir otras complicaciones de la
descrito una mortalidad de un 22%26. Se han iden- cirrosis. No obstante, la administración de antibió-
940
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos
TABLA 6. Indicaciones de la profilaxis antibiótica de las coste sanitario30. El efecto sobre la supervivencia a
infecciones bacterianas en la cirrosis hepática y duración largo plazo no ha sido valorado, ya que estos pa-
de la profilaxis cientes deben ser siempre evaluados para trasplan-
te hepático. La profilaxis previa con norfloxacino
no determina una mayor incidencia de infecciones
❱❱ Pacientes con cirrosis y hemorragia digestiva después del trasplante hepático.
durante 7 días.
❱❱ Pacientes que sobreviven a un episodio de PBE de Pacientes con proteínas bajas en
forma indefinida o hasta el trasplante hepático.
líquido ascítico sin PBE previa
❱❱ Pacientes cirróticos con ascitis y proteínas bajas en
líquido ascítico (< 15 g/l) con enfermedad hepática Los pacientes cirróticos con ascitis, sin antecedente
grave (bilirrubina > 3,2 mg/dl o plaquetas < 98.000 previo de PBE y con niveles de proteínas en líquido
mm3, hiponatremia < 130 mEq/l o insuficiencia ascítico inferiores a 15 g/l, tienen una elevada inci-
renal con creatinina sérica > 1,2 mg/dl) de forma dencia de PBE en el seguimiento, pero la profilaxis
indefinida o hasta el trasplante hepático. antibiótica, especialmente a largo plazo, había sido
controvertida. Diversos estudios han demostrado
la eficacia de la profilaxis antibiótica en la preven-
ción del primer episodio de PBE en estos pacientes,
ticos orales o intravenosos es la medida profiláctica especialmente en los pacientes que requieran una
más efectiva5. La descontaminación intestinal se- hospitalización prolongada31. Además, reciente-
lectiva consiste en la administración de antibióticos mente se ha demostrado que la profilaxis primaria
orales poco absorbibles, como el norfloxacino, que en aquellos pacientes con insuficiencia hepática
conducen a la inhibición de los bacilos aerobios avanzada (bilirrubina sérica suerior a 3,2 mg/dl o
gramnegativos de la flora intestinal, preservando el plaquetas superiores a 98.000/mm3)12, hiponatre-
resto de bacterias comensales. mia grave o insuficiencia renal no solo disminuye
la incidencia de PBE, sino que también previene el
La tabla 6 muestra los pacientes que se consideran
desarrollo del síndrome hepatorrenal y mejora la
candidatos a profilaxis antibiótica por su alto riesgo
supervivencia32. Se han de buscar tratamientos pre-
de desarrollar una PBE u otra infección grave. Estos
ventivos alternativos a los antibióticos (probióticos,
incluyen los siguientes:
prebióticos, etc.), para evitar la aparición de infec-
ciones por gérmenes resistentes u oportunistas.
Pacientes cirróticos con hemorragia
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Sección 6. Hígado
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942
65 Patología vascular pulmonar
en las enfermedades del hígado
Roberto del Pozo, Roberto Rodríguez Roísin, Joan Albert Barberà
Servicio de Neumología. Hospital Clínic-Institut d’Investigations Biomèdiques August Pi i Sunyer
(IDIBAPS), Universidad de Barcelona, CIBER Enfermedades Respiratorios, Barcelona
H Í G A D O 943
Sección 6. Hígado
Definición de abreviaciones: DLCO: capacidad de difusión alveolo-capilar para el monóxido de carbono. RVP: resisten-
cia vascular pulmonar. IT: insuficiencia tricuspídea. PSAP: presión sistólica de arteria pulmonar.
944
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
Figura 1. A: Imagen histológica de vaso precapilar pulmonar dilatado en paciente con síndrome hepatopulmonar.
B: Imagen histológica de arteria muscular pulmonar con engrosamiento de la pared vascular y disminución de la luz vascular en
paciente con hipertensión portopulmonar.
llegar a ocluirse completamente; así como fenóme- tensión pulmonar avanzada e indicativos de un pro-
nos angiogénicos perivasculares con formación de nóstico pobre.
lesiones plexiformes.
En la exploración física se puede observar aumento
de la presión venosa yugular, soplo de insuficiencia
Diagnóstico tricuspídea y refuerzo o desdoblamiento del segun-
Manifestaciones clínicas do tono cardiaco en el foco pulmonar, signos de
y exploración física sobrecarga ventricular derecha y edemas en extre-
midades inferiores.
La PoPH tiene un inicio insidioso con síntomas poco
específicos, lo que hace que el diagnóstico se esta- Exploraciones complementarias
blezca tardíamente. El síntoma más frecuente es la ❱❱ Radiografía de tórax: En el caso de PoPH avan-
presencia de disnea, de tal forma que en los pacien- zada, puede mostrar aumento del tamaño de
tes con hipertensión portal que refieran disnea de las arterias pulmonares principales o cardio-
reposo o durante el ejercicio debería descartarse megalia, en ausencia de otras alteraciones del
la presencia de hipertensión pulmonar asociada. parénquima pulmonar.
Es de gran importancia definir desde el inicio de la
❱❱ Electrocardiograma: Puede mostrar desviación
valoración clínica del paciente el grado en que la del eje axial hacia la derecha, signos de hiper-
enfermedad limita las actividades de la vida diaria. trofia ventricular derecha (onda R monofásica
Para dicha valoración, la escala más utilizada es en V1 onda S persistente en V5 y V6), signos de
la escala de clase funcional de la New York Heart sobrecarga del ventrículo derecho (inversión de
Association (NYHA) modificada (escala de la World la onda T en las derivaciones precordiales dere-
Health Organization, WHO). La clase funcional es chas), bloqueo de rama derecha y crecimiento
de gran utilidad para elegir la estrategia terapéutica de la aurícula derecha.
y valorar la respuesta clínica en el seguimiento de
❱❱ Exploración funcional respiratoria: La altera-
los pacientes.
ción más frecuente es la disminución de la ca-
El dolor torácico, el deterioro del estado general y pacidad de difusión de monóxido de carbono
el síncope son características clínicas de la hiper- (DLCO). En la gasometría arterial se puede obser-
945
Sección 6. Hígado
var hipoxemia de leve a moderada intensidad, referencia para el diagnóstico de HP. Este pro-
hipocapnia y aumento del gradiente alveolo- cedimiento permite medir las presiones intra-
arterial de oxígeno. vasculares y el flujo pulmonar, lo que permite el
diagnóstico de hipertensión pulmonar, así como
❱❱ Gammagrafía de perfusión pulmonar: Puede
valorar su gravedad, evaluar la función del ven-
mostrar un patrón de distribución de la per-
trículo derecho y la potencial reversibilidad de
fusión en mosaico. La presencia de defectos
la hipertensión. Las mediciones hemodinámicas
segmentarios de la perfusión obliga a descartar
deben incluir los siguientes parámetros: PAP
embolia pulmonar.
(sistólica, diastólica y media), presión de oclu-
❱❱ Péptido natriurético cerebral (BNP) o NT-pro- sión de la arteria pulmonar (POAP), presión de
BNP: Puede estar elevado, y ser un marcador aurícula derecha (PAD), y gasto cardiaco (Qt);
plasmático útil, dado que su valor se correlacio- de tal forma que la resistencia vascular pulmo-
na con la sobrecarga ventricular derecha. nar (RVP) pueda ser calculada [RVP = (PAPm -
PAOP)/Qt x 79,9 (expresada en dinas•s•cm-5)].
❱❱ Ecocardiografía Doppler transtorácica: Se trata
A diferencia de lo que ocurre en los pacientes con
de una exploración imprescindible para la de-
HAP idiopática, la mayor parte de los pacientes
tección de la hipertensión pulmonar, dado que
con hepatopatía crónica suelen presentar un es-
permite estimar de forma no invasiva la presión
tado circulatorio hiperdinámico, que cursa con
sistólica de la arteria pulmonar y valorar las
Qt elevado y RVP disminuida. En esta situación,
características de las cavidades cardiacas dere-
y debido al incremento del flujo, en el lecho vas-
chas. Suele objetivarse dilatación e hipertrofia
cular puede haber cierto incremento de la PAP,
del ventrículo derecho. El ventrículo izquierdo
pero la RVP suele ser normal o baja (figura 2).
suele ser de tamaño reducido con un ligero au-
El estudio hemodinámico pulmonar permite
mento del grosor del septo interventricular, que
efectuar el diagnóstico diferencial de las di-
puede estar aplanado y tener un movimiento
ferentes situaciones que pueden cursar con
paradójico. En la mayoría de los casos existe in-
hipertensión pulmonar en la cirrosis hepática,
suficiencia tricuspídea, lo que permite calcular
que puede obedecer a 3 mecanismos (tabla 2):
el gradiente de presión sistólica entre la aurícula
y el ventrículo derechos a partir de la velocidad ■■ ipercinético: Qt elevado, mínimo incremen-
H
pico del flujo regurgitante transtricuspídeo, to de la PAP y RVP normal o disminuida.
y de esta forma estimar la presión sistólica en
■■ ipervolémico: aumento de todas las presio-
H
la arteria pulmonar. Todo ello puede hacerse
nes (PAP, PAOP y PAD). La RVP es normal o
mediante la ecuación simplificada de Bernoui-
disminuida.
lli [gradiente de presión pico de regurgitación
transtricuspídea = 4 x (velocidad de regurgita- ■■ L esión arteriolar: PAP y RVP aumentadas, con
ción transtricuspídea)2] a cuyo valor hay que su- Qt aumentado, normal o disminuido (en fa-
mar el valor estimado de la presión sistólica en ses avanzadas de la hipertensión pulmonar).
la aurícula derecha (5-15 mmHg). La detección Este grupo es el que constituye la verdadera
de un aumento de la PAP sistólica por ecocar- PoPH. A medida que aumenta la RVP puede
diografía no es diagnóstico de hipertensión pul- llevar a la aparición de fallo ventricular dere-
monar, sino que ésta siempre debe confirmarse cho y aumento de la presión de aurícula de-
mediante estudio hemodinámico pulmonar. recha.
El cribaje de la hipertensión pulmonar median-
❱❱ Prueba vasodilatadora aguda: Sirve para eva-
te ecocardiografía Doppler debería efectuarse
luar el grado de reversibilidad de la hiperten-
en todos los pacientes candidatos a trasplante
sión pulmonar. La exposición aguda a vasodila-
ortotópico hepático (TOH), dada su implicación
tadores únicamente debería llevarse a cabo con
de la posible contraindicación del mismo. En los
fármacos de acción inmediata, seguros, fáciles
pacientes ya incluidos en lista de espera para
de administrar y que produzcan escasos efectos
TOH sin evidencia de hipertensión pulmonar en
sistémicos. En los pacientes con HAP idiopática
la valoración inicial, debería realizarse una eco-
el agente más utilizado es el óxido nítrico (NO)
cardiografía anual.
inhalado. Sin embargo, en nuestra experiencia
❱❱ Estudio hemodinámico pulmonar: El catete- los pacientes con PoPH son poco respondedores
rismo cardiaco derecho es la exploración de a NO y se ha observado una mejor respuesta va-
946
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
100
RVP 500
80
PAPm-POAP (mmHg)
60 RVP 240
40
RVP 120
20
0
0 4 8 12 16 20
Figura 2. Diagrama de la relación entre el gradiente de presión transpulmonar (PAPm-POAP) y el gasto cardiaco en pacientes
con cirrosis hepática (q) y pacientes con hipertensión portopulmonar (n). La gráfica muestra datos de 581 pacientes. Las líneas
discontinuas muestran la resistencia vascular pulmonar (RVP) calculada para valores de 120, 240 y 500 din·seg·cm-5.
Definición de abreviaciones: PoPH: hipertensión portopulmonar. PAP: presión de arteria pulmonar. POAP: presión de
oclusión de arteria pulmonar. Qt: gasto cardiaco. RVP: resistencia vascular pulmonar.
sodilatadora aguda con el uso de prostanoides, mentar la tolerancia al esfuerzo, y en los candi-
siendo iloprost inhalado el agente que nosotros datos a trasplante hepático colocarles en una
empleamos. En la PoPH un resultado positivo de situación hemodinámica de bajo riesgo de com-
esta prueba podría permitir incluir al paciente plicaciones y mortalidad perioperatorias. El trata-
en la lista de espera para TOH y/o indicar el tra- miento de la hipertensión pulmonar incluye tra-
tamiento con agentes vasodilatadores. tamiento de soporte, fármacos vasodilatadores y
terapia específica.
Tratamiento Tratamiento de soporte
Los objetivos del tratamiento son aumentar la En los pacientes tratados con fármacos β-bloqueantes
supervivencia, mejorar la sintomatología, incre- es recomendable suspender dicho tratamiento debi-
947
Sección 6. Hígado
Figura 3. Principales vías implicadas en la regulación del tono vascular pulmonar por parte de la célula endotelial. Las sustancias
con acción vasodilatadora también poseen efecto antiproliferativo sobre la célula muscular lisa, mientras que los agentes vaso-
constrictores promueven la proliferación de dicha célula.
Abreviaciones: ET: endotelina; ECE: enzima convertidor de endotelina; ETA: receptor de endotelina A; ETB: receptor de endotelina
B; NO: óxido nítrico; eNOS: óxido nítrico sintasa endotelial; sGC: guanilato ciclasa soluble; GTP: guanosina trifosfato; GMP: gua-
nosina monofosfato; cGMP: GMP cíclico; PDE: fosfodiesterasa; PGH2: prostaglandina H2; PGI2: prostaciclina; PGI2S: prostaciclina
sintasa; ATP: adenosina trifosfato; AC: adenilato ciclasa; AMP: adenosina monofosfato; cAMP: AMP cíclico; ERA: antagonistas de
los receptores de endotelina; iPDE-5: inhibidores de fosfodiesterasa-5.
do a su efecto inotrópico negativo, que puede ser de- El mononitrato de isosorbide (MNI) ha sido uti-
letéreo en casos de función ventricular derecha depri- lizado ampliamente en pacientes con hepatopa-
mida. Se ha demostrado que solo con dicha medida tía crónica y su administración aguda produce un
mejora la hemodinámica pulmonar y la tolerancia al efecto vasodilatador selectivo sobre la circulación
esfuerzo. En aquellos pacientes que presentan varices pulmonar, sin modificar el gasto cardiaco. Por este
esofágicas con riesgo elevado de sangrado, puede ser motivo, en nuestra experiencia, la administración
necesario realizar la ligadura de las mismas con ban-
a largo plazo de MNI podría ser una opción tera-
das.
péutica válida en pacientes con respuesta vasodi-
La oxigenoterapia crónica domiciliaria estaría indi- latadora positiva, aunque falta evidencia científica
cada en pacientes con presión arterial parcial de contrastada.
O2 (PaO2) inferior a 60 mmHg. El objetivo del trata-
miento con diuréticos es disminuir el volumen in- Terapia específica de hipertensión
travascular y la congestión hepática que ocurre en pulmonar
pacientes con fallo ventricular derecho.
Actualmente, el tratamiento de las formas más
Fármacos vasodilatadores frecuentes de HAP (idiopática y asociadas a enfer-
medad del tejido conectivo) se fundamenta en el
En pacientes con HAP idiopática y respuesta vasodi-
latadora aguda positiva está indicado el tratamien- empleo de fármacos con acción moduladora de la
to con vasodilatadores (antagonistas del calcio). Sin función endotelial a través de tres vías de acción: la
embargo, en los pacientes con hipertensión portal, vía NO-guanosin monofosfato cíclico (cGMP), don-
dichos fármacos pueden incrementar el gradiente de actúan los inhibidores de la fosfodiesterasa-5; la
de presión venosa hepática, por lo que su empleo vía de la prostaciclina (PGI2)–adenosin monofosfato
no está recomendado. cíclico (cAMP), donde actúan los prostanoides; y la
948
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
vía de la endotelina-1 (ET-1), donde actúan los an- ❱❱ Antagonistas de los receptores de endotelina
tagonistas de los receptores de ET-1 (figura 3). (ERA): Incluye bosentán (antagonista dual de los
receptores ETA y ETB) y ambrisentán (inhibidor
La evidencia de la eficacia y seguridad de estos selectivo del receptor de ETA), ambos de admi-
fármacos en las formas más frecuentes de HAP se nistración por vía oral. Estudios no controlados
ha obtenido mediante ensayos clínicos controla- han demostrado mejoría hemodinámica y de
dos multicéntricos. Sin embargo, los pacientes con la tolerancia al esfuerzo en los pacientes con el
PoPH han sido excluidos en gran parte de ellos, por empleo de bosentán en pacientes con PoPH. Sin
lo que la evidencia científica existente acerca de la embargo, los ERA pueden producir aumento de
eficacia y seguridad de estos fármacos en la PoPH los niveles de transaminasas hepáticas, que en
es escasa, siendo necesaria la realización de estu- el caso de bosentán puede ocurrir hasta en el
dios prospectivos y controlados con dichos agentes 10% de los pacientes y en el caso de ambrisen-
en esta entidad. tán en el 3-4% de los pacientes. Por dicho moti-
vo se contraindica su utilización en los pacientes
De todas formas, existen algunas experiencias no con hepatopatía avanzada (Child B o C).
controladas con el empleo de dichos fármacos (ta-
bla 3). En un reciente análisis retrospectivo de la ❱❱ Inhibidores de fosfodiesterasa-5 (iPDE-5): Ac-
Clínica Mayo se ha comprobado que los mejores ín- tualmente se dispone de sildenafilo y de tada-
dices de supervivencia en la PoPH se obtuvieron en lafilo. Estudios no controlados han demostrado
aquellos pacientes que fueron tratados con terapia mejoría hemodinámica y de la tolerancia al
específica de hipertensión pulmonar y además se esfuerzo con el empleo de sildenafilo. Si bien
les practicó trasplante hepático. el empleo de iPDE-5 puede producir vasodila-
tación esplácnica y empeorar la hipertensión
Actualmente se dispone de 3 clases de fármacos portal, un estudio reciente ha demostrado que
para el tratamiento específico de la hipertensión sildenafilo no tuvo efecto sobre el gradiente de
pulmonar: presión venosa hepática, por lo que su empleo
puede ser considerado en los pacientes con
❱❱ Prostanoides: El epoprostenol (prostaciclina sin- PoPH.
tética) solamente puede ser administrado con
infusión continua iv ya que su vida media es muy Trasplante ortotópico hepático
corta (3-5 min), lo que requiere una colocación (TOH)
de un catéter permanente y un sistema de in-
A diferencia de lo que ocurre en el SHP, la PoPH no
fusión ininterrumpido. Los efectos secundarios constituye una indicación de TOH, y el beneficio de
más frecuentes son dolor mandibular, eritema éste no está establecido. Al contrario, la presencia
cutáneo, diarrea, náuseas, dolor de cabeza y ar- de hipertensión pulmonar se asocia a mayor riesgo
tralgias, así como aquellos derivados de la vía de de morbimortalidad perioperatoria, especialmente
administración. cuando los valores de PAP media son superiores a
Los análogos de la prostaciclina actualmente dis- 35 mmHg y los de RVP superiores a 400 din•s•cm-5.
ponibles son iloprost, que se administra por vía Por dicho motivo, valores de PAP y RVP superiores a
dichas cifras constituyen una contraindicación para
inhalada, y trepostinil que se administra por vía
el trasplante hepático.
subcutánea.
Dado que los pacientes con PoPH pueden ser can-
Estudios no controlados en grupos reducidos de
didatos a terapia específica de hipertensión pulmo-
pacientes han demostrado que los agentes pros-
nar, tanto como alternativa o como complemento
tanoides mejoran la hemodinámica pulmonar y del TOH, se recomienda que dichos pacientes sean
la tolerancia al esfuerzo, permitiendo la realiza- controlados en centros de trasplante que además
ción del TOH en algunos casos. Dada la rapidez posean experiencia en HAP. En algunos pacientes,
y reversibilidad del efecto de iloprost inhalado la terapia específica de hipertensión pulmonar se-
junto con la evidencia de que no aumenta el gra- guida de trasplante hepático ha permitido mejorar
diente de presión venosa hepática, en nuestra los resultados del trasplante y la supervivencia de
experiencia lo empleamos como tratamiento de los pacientes con PoPH. En la figura 4 se muestra
rescate en situaciones clínicas que contraindican de forma esquemática el algoritmo diagnóstico y
el TOH. terapéutico de la PoPH.
949
TABLA 3. Experiencia con el empleo de terapia específica de hipertensión pulmonar en la hipertensión portopulmonar
950
Fármaco N Seguimiento Child Cambios Cambios PAP Exitus TOH
(meses) % A,B,C TM6M (exitus)
Sección 6. Hígado
Definición de abreviaturas: EPO: epoprostenol. ILO: iloprost. TRE: trepostinil. BOS: bosentán. AMB: ambrisentán. SIL: sildenafilo
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
Variable Criterios
Defectos de oxigenación arterial PaO2 < 80 mmHg o AaPO2 ≥ 15 mmHg respirando aire ambiente
Dilataciones vasculares Resultado positivo en ecocardiografía de contraste o captación
intrapulmonares anómala cerebral (con gammagrafía de perfusión pulmonar con Tc99)
Enfermedad hepática Cirrosis hepática con o sin hipertensión portal
Grado de severidad AaPO2 PaO2
Leve ≥ 15 mmHg ≥ 80 mmHg
Moderado ≥ 15 mmHg ≥ 60 mmHg y < 80 mmHg
Grave ≥ 15 mmHg ≥ 50 mmHg y < 60 mmHg
Muy grave ≥ 15 mmHg < 50 mmHg (< 300mmHg respirando O2 100%, y/o
índice cerebral > 20%)
951
Sección 6. Hígado
Sospecha de PoPH
Ecocardiografía Doppler
transtorácica
Figura 4. Algoritmo para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con hipertensión portopulmonar candidatos a trasplante
hepático (TOH). La terapia específica incluye prostanoides, antagonistas de los receptores de endotelina o inhibidores de fosfo-
diesterasa-5 a largo plazo.
Abreviaciones: PoPH: hipertensión portopulmonar. PSAP: presión sistólica de arteria pulmonar. VD: ventrículo derecho. CCD:
cateterismo cardiaco derecho. PAP: presión arteria pulmonar. POAP: presión de oclusión de arteria pulmonar. RVP: resistencia
vascular pulmonar. HAP: hipertensión arterial pulmonar. PAPm: presión arterial pulmonar media.
condiciona que la sangre venosa mezclada (arte- cremento desmesurado del flujo sanguíneo en pre-
rial pulmonar) tenga un tránsito exageradamente sencia de una ventilación alveolar uniformemente
rápido por la zona de interfase alveolo-capilar, pu- preservada. Además, esta situación puede compli-
diendo también sortear la zona alveolo-capilar al carse aún más por la existencia de una respuesta
desplazarse directamente, a través de auténticos vasoconstrictora hipóxica disminuida o ausente
cortocircuitos, hacia las venas pulmonares. El de- hasta en un tercio de los pacientes con cirrosis he-
fecto en la oxigenación es debido principalmente pática. La gravedad de la hipoxemia arterial empeo-
al desequilibrio de las relaciones ventilación-per- ra en función de la coexistencia del cortocircuito
fusión, que aparece como consecuencia de un in- intrapulmonar y/o el defecto de la difusión alveolo-
952
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
capilar de oxígeno. A destacar, que el papel de las binación de la lesión hepática e hipertensión portal
comunicaciones vasculares porto-pulmonares es para aumentar la producción endógena de NO y de
completamente marginal. El agravamiento del des- ET-1. En un individuo sano, la ET-1, que se genera
equilibrio de las relaciones ventilación-perfusión y en las células endoteliales de los vasos sanguíneos,
del cortocircuito arteriovenoso al pasar de la posi- produce vasoconstricción al unirse al receptor A
ción supina a la ortostática es un dato de interés, (ETA) en las células musculares lisas, y, en menor
aunque no frecuente, aproximadamente en menos medida es causa de una vasodilatación al estimular
del 25% de los pacientes con SHP, y es el causan- la NO-sintasa tras unirse a los receptores B (ETB) de
te de la reducción de la PaO2 (igual o superior a las células endoteliales. En este modelo experimen-
4 mmHg y/o al 5% del valor basal) y ortodesoxia tal de SHP, la producción de ET-1 está aumentada y
(disnea en posición erecta) acompañantes del SHP. se uniría de forma preferente a los receptores ETB,
Característicamente, la mayoría de los pacientes estimulando la producción de NO y la vasodilata-
con SHP son capaces de aumentar su PaO2 (hasta ción pulmonar.
más de 350-400 mmHg) cuando respiran oxígeno
al 100%. Asimismo existe un grado de limitación en Diagnóstico
la difusión del oxígeno debido a un doble mecanis-
mo. Por un lado, las moléculas de oxígeno han de Manifestaciones clínicas
recorrer una larga distancia desde el alveolo hasta No existen síntomas específicos de SHP. El sínto-
los glóbulos rojos de la parte central del capilar di- ma más frecuente es la presencia de disnea de es-
latado; por otro la circulación hipercinética acorta fuerzo y/o de reposo, que aparece habitualmente
el tiempo de tránsito del hematíe por el capilar pul- tras años de enfermedad hepática. La disnea es
monar. Por todo ello, la administración de oxígeno un hallazgo inespecífico, común en pacientes con
a altas concentraciones resuelve parcialmente los enfermedad hepática avanzada, debido al gran nú-
valores de PaO2.
mero de complicaciones que pueden coexistir, tales
Por tanto, pacientes en estadios tempranos del como la anemia, la ascitis y la retención de líquidos,
SHP (alteración única del AaPO2 y/o PaO2 entre 80 y la atrofia muscular.
y 60 mmHg), el mecanismo principal es la altera-
ción de las relaciones ventilación-perfusión, con
Exploración física
o sin ligero incremento del cortocircuito intrapul- Tampoco el examen físico aporta signos caracterís-
monar (usualmente, por debajo del 10% del gasto ticos de SHP. Sin embargo, existen datos que per-
cardiaco). Por el contrario, en pacientes con formas miten sospechar el SHP, como son la presencia de
más avanzadas de SHP (PaO2 inferior a 60 mmHg), abundantes arañas vasculares, la acropaquia y/o la
subyace una conjunción de diferentes mecanismos, cianosis. La ortodesoxia ocurre en menos del 20%
como son, por un lado los propios trastornos de de los pacientes con SHP, y puede ser causa de pla-
las relaciones ventilación-perfusión, y por otro, el tipnea (disnea en la posición erecta que mejora con
cortocircuito intrapulmonar y la limitación de la di- el decúbito supino). Con la bipedestación se pro-
fusión alveolo-capilar de oxígeno. duce una redistribución heterogénea gravitacional
Por lo que respecta a los mecanismos patogénicos del flujo sanguíneo hacia las zonas más declives
implicados en el SHP, éstos están todavía poco es- del pulmón, con mayor abundancia de dilataciones
tablecidos. En general, se acepta que existe un des- vasculares pulmonares. Ello acentúa el desequili-
equilibrio entre las sustancias vasodilatadoras y las brio subyacente de las relaciones ventilación-perfu-
vasoconstrictoras, a favor de las primeras. El NO es sión lo que puede dar lugar a descenso de la oxige-
un importante componente vasodilatador vascular nación arterial (ortodesoxia) y disnea. Al adoptar la
pulmonar y ha sido implicado en el desarrollo de posición supina, por el contrario, la redistribución
dilatación vascular pulmonar en pacientes cirróti- del flujo sanguíneo es más uniforme, lo que reduce
cos con SHP. De hecho, los niveles de NO exhalado el desequilibrio de las relaciones ventilación-perfu-
están aumentados en el paciente con SHP y se nor- sión, mejora la oxigenación arterial y consiguiente-
malizan tras el TOH cuando se resuelve el SHP. La mente la disnea (platipnea).
causa del aumento de la producción de NO en es-
Exploraciones complementarias
tos pacientes aún es desconocida. Recientemente,
estudios realizados sobre un modelo experimental ❱❱ Radiografía de tórax: Habitualmente es inespe-
de ratas con SHP sugieren que se necesita la com- cífica, aunque en ocasiones sugiere un patrón
953
Sección 6. Hígado
954
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado
Candidato a TOH
Paciente con hepatopatía y disnea
Gasometría arterial
No SHP Positiva
PaO2 ≥ 60 < 80 mm Hg
PO2 ≥ 50-60 mmHg PaO2 < 50 mmHg
y/o AaPO2 ≥ 15 mmHg
Riesgo habitual
TOH TOH de alto riesgo
de TOH
Figura 5. Algoritmo para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con síndrome hepatopulmonar (SHP).
Abreviaciones: PaO2: presión arterial de oxígeno. AaPO2: gradiente alveolo-arterial de oxígeno. TOH: trasplante ortotópico
hepático.
riovenosas, potencialmente accesibles a la em- rizados, controlados con placebo, sean necesarios
bolización. para investigar nuevas alternativas terapéuticas. En
el ínterin, los pacientes con SHP e hipoxemia grave
❱❱ TC de tórax: suele ser útil para excluir enferme- (PaO2 igual o inferior a 60 mmHg) respirando aire
dades respiratorias crónicas coexistentes, como ambiente son tributarios de oxigenoterapia domi-
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
ciliaria continua.
(EPOC), cuando se sospecha el SHP.
La reducción de la hipertensión portal, podría hipo-
Tratamiento téticamente redundar en un beneficio sobre estos
pacientes, dado el papel central de este trastorno
Actualmente, no existe ninguna estrategia terapéu-
tica médica eficaz para el SHP. Los datos de ensa- en la patogénesis del SHP (todavía no totalmente
yos clínicos terapéuticos no controlados usando esclarecido). Hasta la fecha, se han publicado unos
diversos tipos de fármacos, que incluyen análogos pocos casos de la implantación de un shunt por-
de somatostatina, β-bloqueantes, inhibidores de ci- tosistémico intrahepático transyugular (TIPS). En
clooxigenasa, glucocorticoides, ciclofosfamida, NO nuestra experiencia, esta opción no ha sido bene-
inhalado, inhibidores del NO, antibióticos, almitrina ficiosa a corto plazo sobre los valores gasométricos
e incluso, preparados de ajo abundante, no han de- arteriales. En los casos de SHP subtipo 2 angiográfi-
mostrado mejoría alguna en la oxigenación arterial co, la embolización de las comunicaciones arterio-
y la vasodilatación pulmonar subyacente. De ahí venosas pulmonares ha mostrado en un caso aisla-
que nuevos ensayos clínicos multicéntricos aleato- do una mejoría de la oxigenación arterial.
955
Sección 6. Hígado
Actualmente el transplante hepático (TOH) es el 3. Galie N, Hoeper MM, Humbert M et al. Gui-
único tratamiento que ha resultado ser eficaz, con delines for the diagnosis an treatment of pul-
resolución completa del SHP en el seguimiento en monary hypertension: The Task Force for the
un 80% o más de los casos practicados. Sin embar- Diagnosis and Treatment of Pulmonary Hiper-
go, la mortalidad postoperatoria y el intervalo de tension of the European Society of Cardiology
tiempo hasta la resolución de la hipoxemia arterial (ESC) and the European Respiratory Society
ha demostrado ser mayor en pacientes con hipoxe- (ERS), endorsed by the International Society
mia más grave (PaO2 inferior a 50 mmHg). En la of Heart and Lung Transplantation (ISHLT). Eur
Respir J 2009;34:1219-63.
serie más amplia de un solo centro, los pacientes
con SHP tuvieron una supervivencia a los 5 años del 4. Krowka MJ, Swnason KL, Frantz RP et al. Por-
topulmonary hypertension: Results from a 10-
orden del 76%, cifra que no difiere de los pacientes
year screening algorithm. Hepatology 2006;
trasplantados sin SHP. Debido al pobre pronóstico
44(6):1502-10.
sin TOH, el diagnóstico de SHP asociado a PaO2 in-
5. Swanson KL, Wiesner RH, Nyberg SL et al. Sur-
ferior a 60 mmHg es una indicación imperiosa para
vival in Portopulmonary Hypertension: Mayo
TOH y de total prioridad. Por el contrario, la existen- Clinic Experience Categorized by Treatment
cia de SHP muy grave con PaO2 inferior a 50 mmHg, Subgroups. American Journal of Transplatation
asociado o no a shunt por gammagrafía de per- 2008;8:2445-53.
fusión pulmonar (más específicamente conocido 6. Krowka MJ. Portopulmonary hypertension:
como índice de detección cerebral igual o superior diagnostic advances and caveats. Liver Transpl
al 20%), es un indicador de mal pronóstico posto- 2003;9(12):1336-7.
peratorio y constituye, en la actualidad, una con- 7. Ricci GL, Melgosa MT, Burgos F et al. As-
traindicación casi absoluta en la mayoría de centros sessment of acute pulmonary vascular reac-
a escala mundial. La resolución espontánea del SHP tivity in portopulmonary hypertension. Liver
y el desarrollo de PoPH, antes o después del TOH Transpl 2007;13(11):1506-14.
practicado a raíz de un SHP, es muy poco frecuente. 8. Melgosa MT, Ricci GL, García-Pagán JC et al.
En la figura 5 se muestra de forma esquemática el Acute and long-term effects of inhaled iloprost
algoritmo diagnóstico y terapéutico del SHP. in portopulmonary hypertension. Liver Transpl
2010;16:348-56.
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956
66 Cirrosis biliar primaria
Colangitis esclerosante primaria
Albert Parés
Unidad de Hepatología. Hospital Clínic. Universidad de Barcelona. IDIBAPS, CIBERehd
Barcelona
H Í G A D O 957
Sección 6. Hígado
los hepatocitos periportales y se inicia la síntesis la membrana de las células ductales junto con
de colágeno que causa inicialmente una fibrosis antígenos del sistema HLA. Estos antígenos no ca-
portal y periportal y más tarde la formación de ta- racterizados tienen una similitud con el complejo
biques fibrosos interportales, hasta constituirse la de la piruvato-cinasa de la membrana interna de
cirrosis. En los estadios avanzados es característica las mitocondrias, y explicaría la presencia de an-
la desaparición de los conductos biliares en los es- ticuerpos antimitocondriales. Se ha sugerido que
pacios porta. En algunos casos se observa hiper- un agente etiológico desconocido sería el iniciador
plasia nodular regenerativa8. de la alteración del epitelio biliar, y se ha obser-
vado la presencia de reactividad cruzada entre los
Etiología y patogenia anticuerpos antimitocondriales y ciertas bacterias
gramnegativas10 y micobacterias11. También se ha
La causa de la CBP es desconocida, pero la presen-
señalado la posible participación de virus12 y de
cia de importantes alteraciones, tanto de la inmu-
xenobióticos ambientales como desencadenantes
nidad celular como humoral, sugiere una patoge-
del proceso13.
nia autoinmune en sujetos con una predisposición
genética. Así, la enfermedad se ha descrito entre La deficiente función de los linfocitos T supresores
familiares y hay una incuestionable asociación con permitiría la persistencia de la agresión sobre el
antígenos del sistema de histocompatibilidad9. La epitelio de los conductos biliares. La lesión biliar
frecuente asociación con otras enfermedades de se produciría de modo continuado pero imper-
carácter autoinmune y ciertas similitudes con la ceptible a lo largo del tiempo, con destrucción de
enfermedad crónica del injerto contra el huésped los conductos e interrupción de la secreción biliar.
también proporciona fundamentos para sustentar La incapacidad de los conductos biliares para re-
la patogenia autoinmune. generarse explica la irreversibilidad de la lesión
histológica y la acumulación progresiva en los
La destrucción del epitelio de los pequeños con-
hepatocitos de sustancias tóxicas, como ciertos
ductos biliares intrahepáticos está ocasionada
ácidos biliares, que contribuyen a la lesión del pa-
por linfocitos T citotóxicos dirigidos contra antí-
rénquima hepático.
genos todavía no caracterizados, expresados en
958
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria
Figura 2. Historia natural de la cirrosis biliar primaria con las formas preclínicas o silentes, asintomáticas y sintomáticas. Esta
última tiene una fase terminal con intensa ictericia y signos secundarios a la hipertensión portal.
959
Sección 6. Hígado
960
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria
TABLA 1. Características clínicas e inmunológicas de los pacientes con cirrosis biliar primaria y colangitis esclerosante
primaria
Prurito 50% 69
Ictericia 15% 59
Astenia 65% 69
Hepatomegalia 45% 56
Ascitis 3% 7
Hiperpigmentación 24% 9
Colangitis 0% 28
AMA 95-100% 0%
ANA 25-50% 32-71%
SML 10 % 16-50%
pANCA 13-20% 82%
Ig aumentada IgM IgG, IgM
descrito afección pulmonar y acidosis tubular renal, de colestasis y proceder a otros exámenes con fi-
esta última relacionada con el acúmulo de cobre33. nalidad diagnóstica (ecografía, colangiopancreato-
grafía retrógrada endoscópica, colangiorresonan-
Se ha relatado la asociación de insuficiencia pan-
cia, biopsia hepática). Es aconsejable, sin embargo,
creática en pacientes con CBP. Esta asociación pue-
indicar una ecografía hepatobiliar para descartar la
de intensificar el grado de esteatorrea. Asimismo,
existencia de una colestasis de origen mecánico36.
se ha señalado que la incidencia de cálculos bilia-
res, generalmente pigmentarios, es relativamente Algunos pacientes con colestasis crónica y negati-
alta (39% de los casos)34. vidad de los anticuerpos antimitocondriales mues-
tran lesiones histológicas idénticas a las de la CBP
Diagnóstico y títulos elevados de anticuerpos antinucleares37.
Se ha discutido si estos casos corresponden a una
Debe establecerse el diagnóstico de CBP en todo
variante de CBP, a un subgrupo de hepatitis autoin-
paciente con colestasis crónica y títulos de anti-
mune o a una enfermedad distinta denominada co-
cuerpos antimitocondriales superiores a 1:40, in-
langitis (o colangiopatía) autoinmune, de patogenia
dependientemente de sus manifestaciones clínicas.
y etiología también desconocidas. De hecho existen
Un título de anticuerpos antimitocondriales supe-
controversias sobre los síndromes de solapamiento
rior a 1:40 con una biopsia hepática compatible es
que incluyen las hepatitis autoinmunes colestásicas
suficiente para establecer el diagnóstico de CBP, in-
y la CBP sin anticuerpos antimitocondriales.
cluso en pacientes asintomáticos y con una bioquí-
mica normal35 (tabla 1). La biopsia hepática no es
indispensable para el diagnóstico, pero es útil para
Historia natural y pronóstico
determinar el estadio de la enfermedad. Si los AMA La CBP habitualmente progresa de forma lenta y
son negativos deberán considerarse otras causas las manifestaciones clínicas pueden permanecer
961
Sección 6. Hígado
inmodificadas durante varios años, para acelerarse portal no es tan constante. Sí que se ha documen-
su curso en las fases finales. Es entonces cuando se tado un enlentecimiento de la progresión del es-
observa un marcado incremento de los niveles de tadio histológico y mejoría de la necrosis parcelar
bilirrubina plasmática, y aparecen las manifestacio- periférica, de la inflamación portal y de la necrosis
nes de la hipertensión portal tales como ascitis y lobulillar41. El tratamiento con AUDC tiene menor
tardíamente encefalopatía hepática1,2. En esta fase eficacia en pacientes con enfermedad más avanza-
final también puede observarse hipoalbuminemia y da, con niveles elevados de bilirrubina, y con signos
descenso de la tasa de protrombina, así como una de insuficiencia hepática.
disminución de los niveles séricos de lípidos y de
Estudios de seguimiento a muy largo plazo de pa-
colesterol. Las demás alteraciones bioquímicas e
cientes con CBP tratados con AUDC demuestran
inmunológicas suelen permanecer inmodificadas o
una clara eficacia sobre la supervivencia, cuando
con mínimos cambios.
se compara con la de la población general de la
La supervivencia estimada desde el diagnóstico os- misma edad y sexo38,42. En uno de estos estudios
cilaba entre los 6 y los 10 años en la mayoría de se demuestra que los pacientes con una respuesta
las series antiguas, pero en las series más recien- bioquímica excelente al tratamiento, evidenciada
tes, que incluyen un mayor número de pacientes por una normalización o una disminución del 40%
diagnosticados en estadios iniciales, la supervi- de la fosfatasa alcalina al cabo de un año de trata-
vencia media es mucho más prolongada y el curso miento, tienen una probabilidad de supervivencia
clínico puede sobrepasar los 15 o 20 años después comparable a la de la población general38 (figu-
del diagnóstico2. Además, desde que los pacientes ra 4). Por otra parte, se constata que los pacientes
se tratan con ácido ursodesoxicólico el curso y la con respuesta parcial tienen una probabilidad de
historia natural de la enfermedad han mejorado supervivencia superior a la estimada por el índice
sensiblemente38. pronóstico de la Clínica Mayo, aunque inferior a la
población general.
La bilirrubina sérica es el mejor índice pronóstico,
ya que esta variable entra en todos los modelos No existen recomendaciones específicas sobre la
matemáticos que se han elaborado para establecer utilización de AUDC en pacientes embarazadas,
los factores pronósticos de la enfermedad. La edad aunque no se han descrito efectos adversos ni ac-
avanzada, la hipoalbuminemia, la baja tasa de pro- ción teratógena en recién nacidos de madres con
trombina, y la presencia de hepatomegalia, edema, enfermedades colestásicas crónicas que tomaron
ascitis y encefalopatía hepática también son varia- AUDC durante el embarazo.
bles predictivas de mal pronóstico. La existencia de
En los pacientes que tienen una menor o una fal-
colestasis centrolobulillar y de cirrosis también son
ta de respuesta al tratamiento se están ensayando
datos histológicos asociados a un mal pronóstico.
tratamientos combinados, entre los que destaca la
En casos avanzados, la aparición de ascitis y de
budesonida43-45, la colchicina46 y el metotrexato47.
encefalopatía hepática como manifestación de in-
No existen, sin embargo, resultados concluyentes
suficiencia hepática indican un pronóstico fatal en
respecto a estos tratamientos combinados. Como
un periodo muy corto de tiempo4,39. El desarrollo
tratamientos específicos se han ensayado otros
de varices esofágicas también es una manifestación
fármacos con propiedades inmunomoduladoras y
que implica un mal pronóstico.
antifibrogénicas, los cuales no han mostrado una
eficacia clara en términos de supervivencia, ni a
Tratamiento la hora de retrasar la progresión histológica de la
El tratamiento específico consiste en la administra- enfermedad. Sin embargo, todavía no hay una in-
ción de ácido ursodesoxicólico (AUDC) a dosis de formación suficientemente contrastada sobre el
14-16 mg/kg peso40. Tiene efectos favorables sobre beneficio potencial del metotrexato y de la colchi-
la bioquímica hepática, impide la progresión histo- cina como agentes únicos para el tratamiento de la
lógica de la enfermedad y alarga la supervivencia. CBP. Últimamente también se ha señalado el efecto
Hay un descenso significativo de la bilirrubina, fos- beneficioso del tamoxifeno48 o de los fibratos para
fatasa alcalina, g-glutamiltransferasa, colesterol e disminuir la colestasis bioquímica49,50, especialmen-
IgM. El efecto sobre los síntomas, particularmente te de estos últimos, con claros efectos favorables,
la mejoría del prurito, y su eficacia en la prevención aunque todavía con una experiencia limitada y sin
de las manifestaciones propias de la hipertensión datos sobre la supervivencia. Datos preliminares
962
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria
Población española
1,0
0,9 p = 0,16
0,7
0,6
0,5
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Años
Figura 4. Los pacientes con cirrosis biliar primaria y buena respuesta bioquímica al ácido ursodesoxicólico tienen una probabilidad
de supervivencia similar a la población estandarizada.
apoyan la eficacia de un ácido biliar sintético (obe- (5-10 mg/kg/día) que es más eficaz que el fenobar-
ticólico) sobre la colestasis y la citólisis en pacientes bital54. Se han utilizado multitud de otros agentes,
con CBP51. con resultados inciertos, aunque la utilización de
naltrexona55 (50 mg/día) y la sertralina permite
Cuando el AUDC no consigue detener el curso de
controlar el prurito en casos rebeldes al resto de
la enfermedad el tratamiento final es el trasplante
fármacos56. Cuando todo falla la diálisis con albú-
hepático (24), que consigue unas tasas de super-
mina ha mostrado su eficacia en la mayoría de los
vivencia que superan el 75% a los 5 años52. Se ha
pacientes, y debe ser el tratamiento a realizar en
descrito la posibilidad de reaparición de la CBP en
pacientes en quienes el prurito refractario es la úni-
el hígado trasplantado.
ca indicación de trasplante57.
Además del tratamiento específico, deben tratarse
Para prevenir las deficiencias vitamínicas y mine-
los síntomas y las complicaciones de la colestasis
rales ocasionadas por la malabsorción se pres-
crónica36 (tablas 2 y 3). Para el prurito se utiliza la
criben 260 µg de 25 hidroxicolecalciferol (Hi-
colestiramina o el colestipol, y cuando no hay una
droferol® solución oral 0,266 mg. Cada ampolla
buena respuesta se puede utilizar la rifampicina53
contiene 0,266 µg de 25-hidroxicolecalciferol) cada
963
Sección 6. Hígado
Resin-colestiramina Inicio 4 g/d aumentar hasta 16 g/d En ayunas y no coincidir con AUDC u otros
Colestipol 15-30 g/d fármacos. Produce estreñimiento
Rifampicina 300-600 mg/d Monitorizar hepatitis tóxica
Naltrexona 25-50 mg/d Efectos neurológicos indeseables frecuentes
y eficacia incierta
Fenobarbital Inicio 3 mg/kg/d Efecto pequeño. Induce el sueño
50-100 mg/d y se aconseja antes de dormir
Hidroxicina 25 mg/d Efecto incierto. Induce el sueño
MARS 2 sesiones Reduce el prurito con duración variable
Sertralina 75-100 mg/d Resultados variables
una o dos semanas, y suplementos de calcio, tales mente bifosfonatos59-61. El alendronato a dosis de
como 3 g/d de gluconato cálcico, que representa 10 mg/día o 70 mg/semana es el fármaco que ha
1.500 mg de calcio elemento58. En los pacientes mostrado una mayor eficacia para prevenir la pér-
con colestasis muy intensa, con hiperbilirrubinemia dida de masa ósea62. En las mujeres postmenopáu-
se recomienda la administración de 50.000 UI de sicas, el tratamiento hormonal sustitutivo también
vitamina A cada 15 días para evitar una hemera- puede ser una alternativa terapéutica63, aunque
lopia, y también vitamina K por vía intramuscular actualmente está superada por los bisfosfonatos.
(10 mg/semana) cuando hay una disminución de la Estos tratamientos no se acompañan de efectos ad-
tasa de protrombina. También se aconseja suple- versos importantes generales, ni relacionados con
mentar con 200 mg/día de vitamina E. Cuando hay la enfermedad hepática.
una notable desnutrición se deben prescribir trigli-
céridos de cadena media (MCT). Colangitis esclerosante primaria
A pesar de los suplementos con calcio y vita- La colangitis esclerosante primaria (CEP) es una
mina D, los pacientes pierden masa ósea. Cuan- enfermedad colestásica crónica, caracterizada por
do hay una osteopenia se aconseja administrar inflamación y fibrosis de las vías biliares intrahepá-
fármacos que mejoren la masa ósea especial- ticas y extrahepáticas. Aunque el curso clínico es
964
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria
muy variable, en la mayoría de los pacientes pro- fibrosis concéntrica alrededor de los conductos bi-
duce una obliteración irregular de los conductos liares que ocasiona una obliteración progresiva y, fi-
y progresa hasta originar una cirrosis biliar y sus nalmente, la sustitución de los conductos por tejido
complicaciones. Frecuentemente se asocia a una conjuntivo. Sin embargo, el hallazgo más frecuente
enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en la CEP es la afección de las grandes vías biliares
a una colitis ulcerosa64,65. tanto intra- como extrahepáticas con estenosis y
dilataciones saculares.
El término primario se utiliza para distinguirlo de
otras enfermedades que también ocasionan al-
teraciones colangiográficas similares, como la
Etiopatogenia
colangitis bacteriana crónica en pacientes con es- Es desconocida, pero se han detectado diferentes
tenosis de las vías biliares o coledocolitiasis, las factores genéticos y adquiridos, tóxicos o infeccio-
lesiones isquémicas de las vías biliares producidas sos, que podrían jugar un papel73. La hipótesis de
por agentes como formol, alcohol o fluoxuridina, la un agente tóxico o infeccioso se ha basado en la
colangiopatía infecciosa asociada al síndrome de frecuente asociación con una colitis ulcerosa y en la
inmunodeficiencia adquirida, la cirugía previa de aparición de cuadros de colangitis en pacientes con
las vías biliares, así como las neoplasias del tracto infección crónica de la vía biliar por citomegalovi-
biliar, y últimamente la colangiopatía con aumen- rus. También se ha sugerido que algunos retrovirus
to de IgG4, generalmente asociada a pancreatitis podrían estar implicados en el inicio de la enferme-
autoinmune. dad y se ha especulado que la lesión biliar podría
ser debida al paso de ácidos biliares tóxicos o la
Epidemiología presencia de bacterias de origen intestinal. Se ha
propuesto que la enfermedad se iniciaría por una
Se ha establecido una incidencia de 0,9 casos por
respuesta inmunogénica a productos de la pared
100.000 personas/año y una prevalencia de 13,6
bacteriana, que activaría la producción de factor
casos por 100.000 habitantes, con tasas de inci-
de necrosis tumoral a. El aumento de esta citoci-
dencia y prevalencia superiores en varones66. Es-
na a nivel peribiliar atraería neutrófilos, monoci-
tos datos concuerdan con los observados en los
tos, macrófagos y linfocitos, e iniciaría el proceso
países escandinavos, donde esta enfermedad es
inflamatorio. Consecuentemente se produciría una
particularmente prevalente y la primera causa de
fibrosis concéntrica que conduciría a una atrofia del
trasplante hepático. Así, en un clásico estudio epi-
endotelio biliar secundario a la isquemia. La pérdi-
demiológico, realizado en Noruega, la incidencia y
da paulatina de los conductos biliares abocaría a un
la prevalencia fueron de 1,3 y 8,5 casos por 100.000
estado de colestasis progresiva, fibrosis y cirrosis
habitantes, respectivamente67. En otros estudios biliar74 (figura 5). En cuanto a la predisposición ge-
más actuales en Gran Bretaña y Canadá se han es-
nética se ha demostrado una asociación con distin-
tablecido incidencias parecidas68-70 (tabla 4). Estos tos antígenos de histocompatibilidad75,76. También
datos contrastan con la menor incidencia de la en- se ha observado una estrecha asociación de la CEP
fermedad observada en otras áreas geográficas. La con un alelo del factor de necrosis tumoral a que
CEP es mucho menos prevalente en los países del confiere predisposición para padecer la enferme-
sur de Europa, como España71 o Italia, o en otras dad en los pacientes DRB1*030177.
áreas, como Asia72.
Manifestaciones clínicas
Anatomía patológica y alteraciones analíticas
En la biopsia hepática se observan depósitos de
La enfermedad suele presentarse en varones (70%)
pigmento biliar en los hepatocitos, así como ede-
alrededor de los cuarenta años, que además tienen
ma e infiltración portal por leucocitos polimorfo-
una colitis ulcerosa. Generalmente transcurren
nucleares que se asocia a proliferación de dúctulos
unos cuatro años desde la primera alteración bio-
biliares. Son cambios poco específicos que pueden
química hasta que se confirma el diagnóstico.
confundirse con una colestasis extrahepática. En
ocasiones, se observa un ligero infiltrado linfocita- Las manifestaciones clínicas son muy variables36,64.
rio alrededor de los conductos biliares (pericolangi- Algunos pacientes carecen de síntomas y son eva-
tis). La lesión que permite establecer el diagnóstico luados ante el descubrimiento de un aumento de
de colangitis esclerosante es el hallazgo de una la fosfatasa alcalina, habitualmente en el contexto
965
Sección 6. Hígado
de una enfermedad inflamatoria intestinal (formas rístico es la detección de anticuerpos frente a los
asintomáticas)78. Otros pacientes tienen síntomas neutrófilos (pANCA) que se observa en el 26-85%
inespecíficos e intermitentes más o menos noto- de los casos80. Estos anticuerpos que se hallan en la
rios de hepatopatía crónica. En estos casos puede CEP son distintos de los anticuerpos antineutrófilos
haber signos de colestasis, concretamente prurito, que se detectan en los pacientes con granuloma-
y muy raramente ictericia como primera manifes- tosis de Wegener y otras vasculitis81. En la CEP así
tación. En ocasiones la enfermedad se diagnostica como en la colitis ulcerosa los pANCA se localizan
cuando ya hay una hipertensión portal, con ascitis o en la periferia del núcleo de los neutrófilos y por
hemorragia digestiva por varices esofágicas. ello se ha propuesto que deberían denominarse
Las determinaciones analíticas revelan un patrón anticuerpos antinucleares de los neutrófilos. Estos
de colestasis con aumento de la fosfatasa alcalina anticuerpos son poco específicos y en consecuen-
y de la g-glutamiltransferasa. Una elevación de la cia poco útiles para el diagnóstico de la CEP, ya que
fosfatasa alcalina en un paciente con enfermedad también se observan en pacientes con colitis ulce-
inflamatoria intestinal puede sugerir el diagnósti- rosa y hepatitis autoinmune.
co de CEP, pero no es un requisito indispensable,
ya que la fosfatasa alcalina es normal en 8,5% de Exploraciones de imagen
los pacientes en el momento del diagnóstico de La colangiorresonancia es el procedimiento no in-
la enfermedad hepática79. También se observa un vasivo imprescindible para hacer el diagnóstico de
aumento moderado de las transaminasas. En el
la enfermedad82 (figura 6). Los hallazgos radiológi-
60% de los casos, la bilirrubinemia es normal en el
cos son característicos apreciando estenosis difusas
momento del diagnóstico, así como la albumine-
mia y la tasa de protrombina. Puede observarse un y zonas con dilataciones saculares que confieren un
aumento de las inmunoglobulinas en el 61% de los aspecto arrosariado a los conductos biliares intra- y
casos, preferentemente de la IgG. La IgM está au- extrahepáticos. En la mayoría de los casos hay afec-
mentada en menos casos (20-45%). Los anticuer- ción intra- y extrahepática. Menos del 25% de los
pos antimitocondriales son negativos, y desde el casos tienen únicamente afección intrahepática y
punto de vista inmunológico, el dato más caracte- la enfermedad está confinada exclusivamente en
966
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria
967
Sección 6. Hígado
apoyados por los cambios en la colangiorresonan- gráficas100. También se ha referido una tendencia a
cia o en la colangiografía retrógrada endoscópica. mejorar el proceso inflamatorio y alargar la super-
Esta combinación se ha referido en hasta el 6% de vivencia99. Estas dosis más altas de AUDC se tole-
los pacientes con HAI. Cobra especial interés este ran bien y no se han descrito efectos secundarios,
solapamiento en la infancia, ya que se ha descrito por lo cual se habían propuesto dosis incluso más
que hasta el 30% de los pacientes pediátricos con elevadas, de 25-30 mg/kg/día. Sin embargo, un es-
CEP tienen rasgos histológicos de HAI, y la enfer- tudio multicéntrico realizado en EE.UU., en el que
medad se manifiesta con una importante hiper- se comparaban dosis de 28-30 mg/kg/día de AUDC
gammaglobulinemia93. Se ha propuesto una deno- frente a placebo, se concluyó antes del tiempo pre-
minación específica para esta situación en la que visto debido a una mayor tasa de fallecimiento o
predominan cambios de HAI, conocida con colangi- trasplante en los pacientes que recibieron el fár-
tis esclerosante autoinmune94. maco98. Por consiguiente, estas dosis tan altas son
contraproducentes y no deben administrarse a pa-
Historia natural y pronóstico cientes con enfermedad avanzada.
La CEP sigue un curso progresivo, aunque con fre- Cuando hay una estenosis biliar única o predomi-
cuencia tiene periodos asintomáticos de duración nante debe tratarse mediante dilatación con balón
prolongada. La supervivencia media de los pacien- o prótesis, mejor por vía percutánea para reducir la
tes oscila entre 10 y 15 años desde el diagnóstico95. incidencia de episodios de colangitis ascendente102.
Las formas asintomáticas tienen un mejor pronós-
Como profilaxis de los episodios de colangitis bac-
tico, aunque la supervivencia es inferior a la de la
teriana recurrente se aconseja la administración de
población general. La enfermedad asintomática
antibióticos de forma cíclica, tales como ciprofloxa-
tiene, no obstante, un curso progresivo y aparecen
cino, trimetoprim/sulfametoxazol, norfloxacina o
síntomas de colestasis crónica tales como prurito,
ampicilina durante periodos de 3 a 4 semanas103.
molestias abdominales e ictericia, y manifestacio-
nes de hipertensión portal como esplenomegalia, El trasplante hepático es la última opción terapéu-
ascitis y varices esofágicas. En los pacientes sinto- tica. Está indicado con niveles de bilirrubinemia
máticos la supervivencia media oscila entre los 7 y superiores a 6 mg/dl durante más de seis meses,
los 9 años. manifestaciones secundarias a la hipertensión
portal como hemorragia varicial, ascitis y encefa-
Entre el 8% y el 18% de los pacientes con CEP desa-
lopatía hepática, episodios recurrentes de colangi-
rrollan un colangiocarcinoma, neoplasia que com-
tis bacteriana, y prurito refractario al tratamiento
porta muy mal pronóstico, con una supervivencia
médico convencional en ausencia de una estenosis
media inferior al año96.
dominante susceptible de ser corregida mediante
La edad, los niveles de bilirrubina, la albúmina, las un abordaje radiológico, endoscópico o mixto104. La
transaminasas, la hemorragia variceal, el estadio supervivencia esperable después del trasplante es
histológico avanzado y la existencia de enfermedad del 80-90% en el primer año y del 60-80% a los 5
inflamatoria intestinal se han asociado a un mal años105. En la actualidad está bien documentada la
pronóstico. Los criterios para indicar el trasplan- recurrencia de la enfermedad primaria en el hígado
te son similares a los de la cirrosis biliar primaria, trasplantado con una incidencia que va desde el 5%
además de los episodios de colangitis bacteriana al 20%, a partir del primer año del trasplante106.
recurrente.
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H Í G A D O 973
Sección 6. Hígado
asociado a un mayor riesgo de presentar CHC, poca utilidad y por esto no se recomienda. Muchos
probablemente mediante el desarrollo de esteato- CHC aparecen y progresan con AFP normal (poco
hepatitis no alcohólica (EHNA).Otras causas como sensible), puede verse elevada en otras neoplasias
la hemocromatosis, la cirrosis biliar primaria, la como el colangiocarcinoma22, y además en ocasio-
esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), la hepatitis nes pueden verse elevaciones de AFP en pacientes
autoinmune u otras enfermedades metabólicas con infección crónica por VHB23 y VHC24 sin CHC
hereditarias, también pueden predisponer al de- (poco específica). Un ensayo clínico realizado en
sarrollo de CHC15,16. China no mostró diferencias en supervivencia en-
tre el grupo que realizaba seguimiento con AFP
Hasta finales de los 90, la incidencia de este tumor
exclusivamente, comparado con el que no realiza-
había ido aumentando en Estados Unidos y Europa.
En los últimos años se ha observado una estabiliza- ba seguimiento25. Cuando se añade a la ecografía
ción en la incidencia, a excepción del sur de Europa abdominal, no aumenta significativamente la sensi-
–incluyendo España– donde la incidencia sigue en bilidad y tan solo incrementa el coste del programa
aumento17,18. En los países del área mediterránea, de detección precoz21. Por tanto, aunque proba-
el alcohol, el VHC y el VHB son los responsables blemente la AFP puede que tenga un papel como
de más del 85% de los CHC19, y en la gran mayoría factor pronóstico una vez el diagnóstico de CHC ya
de los casos aparece en pacientes con cirrosis, en está establecido, en el caso de la detección precoz,
los que se ha convertido en la principal causa de no tiene ningún valor.
muerte8.
Diagnóstico
Programas de detección precoz El CHC puede diagnosticarse mediante citohistolo-
Hace algunos años, cuando no se realizaba cribado gía o mediante criterios radiológicos no invasivos16
en la población de riesgo (pacientes con cirrosis), (tabla 1 y figura 1). Estos últimos se basan en la
esta neoplasia solía diagnosticarse cuando apare- mayor arterialización del CHC con respecto al pa-
cían síntomas, es decir, en una fase muy avanzada, rénquima hepático, que en los estudios de imagen
con un pésimo pronóstico. dinámicos se traduce en una lesión con hipercapta-
ción de contraste en la fase arterial (mayor inten-
La aplicación de programas de detección precoz sidad que el resto del parénquima), seguido de un
mediante ecografía abdominal cada seis meses en aclaramiento o lavado del mismo en las fases veno-
pacientes con cirrosis hepática, ha permitido avan- sas, lo que hace que se vea con menor intensidad
zar el diagnóstico de la enfermedad, a estadios más que el resto del parénquima hepático (figura 2).
precoces, en los que la aplicación de tratamiento Este patrón radiológico propuesto en las guías de
puede mejorar el pronóstico. la American Association for the Study of Liver Di-
En un estadio inicial, la aplicación de tratamientos seases (AASLD)16, se ha validado para el diagnóstico
radicales potencialmente puede eliminar la enfer- de CHC en pacientes con cirrosis, donde tiene una
medad. Por este motivo, es fundamental diagnos- especificidad de prácticamente el 100% para nó-
ticarlo precozmente, y dado que se trata de una dulos a partir de 1 cm26-28. Por tanto, para nódulos
enfermedad que no presenta síntomas hasta fases mayores de 1 cm, basta con una técnica de imagen
muy avanzadas, es necesario aplicar técnicas de cri- dinámica, ya sea TC o RM, para establecer el diag-
bado en la población de riesgo, es decir, los pacien- nóstico. La ecografía con contraste no se acepta
tes con cirrosis, cuya incidencia acumulada de CHC como técnica única para establecer el diagnóstico
a cinco años oscila en función de la etiología entre no invasivo, ya que otras neoplasias como el colan-
el 5% y el 30%8. giocarcinoma, pueden presentar el mismo patrón
característico de CHC29.
El único ensayo clínico que ha comparado el criba-
do frente a no hacerlo mostró una menor mortali- Gracias a estos criterios no invasivos se ha reducido
dad por CHC en el grupo de cribado20. La estrategia sustancialmente el número de biopsias necesarias,
recomendada es el empleo de ecografía abdominal lo cual es especialmente relevante en pacientes
cada 6 meses16 que tiene una sensibilidad del 65% con mayor riesgo de presentar complicaciones por
para detección de CHC en estadio inicial, y una es- la biopsia, como son aquellos pacientes con ascitis
pecificidad del 90%21. El uso de la alfafetoproteína o marcada alteración de las pruebas de coagula-
(AFP) como herramienta de detección precoz tiene ción. Sin embargo, su sensibilidad es del 61,1%26
974
67. Carcinoma hepatocelular
en tumores de hasta 2 cm (probablemente mayor Aun con la biopsia, no siempre se alcanza el diag-
en lesiones de mayor tamaño, por su mayor arte- nóstico, ya que en aproximadamente un tercio de
rialización), por lo que en un número considerable los casos la biopsia puede mostrar un resultado
de pacientes sigue siendo necesario realizar una falsamente negativo en tumores de hasta 2 cm26.
biopsia. Esto es debido a que en estos pequeños tumores,
❱❱ Criterios citohistológicos
Según el International Consensus Group for Hepatocellular Neoplasia 30.
Detección de hepatocitos malignos de acuerdo con las definiciones convencionales establece el diagnóstico, pero
en el estadio inicial, para el diagnóstico de CHC deben tenerse en cuenta las siguientes aspectos:
• Densidad celular aumentada (> x2) con aumento de la ratio nucleo/citoplasma y patrón de trabécula fina
irregular.
• Número variable de tractos portales en el nódulo.
• Patrón pseudoglandular.
• Transformación grasa difusa.
• Número variable de arterias no pareadas.
• Invasión estromal.
• Tinción inmunohistoquímica para: glypican-3 (GPC3), heat-shock protein 70 (HSP70), glutamina-sintetasa
(GS).
❱❱ Criterios radiológicos 16.
Válidos para nódulos > 1 cm en pacientes con cirrosis o hepatopatía crónica por VHB.
• Hipercaptación de contraste en la fase arterial, seguido de hipocaptación o lavado del mismo en fases
venosas/retardada por TC o RM.
Positivo Negativo
975
Sección 6. Hígado
además de existir riesgo de obtener material no re- En el CHC no sólo la extensión tumoral marca el
presentativo del tumor, es más probable encontrar pronóstico. Dado que habitualmente el CHC ocu-
tumores bien diferenciados, que pueden ser difíci- rre sobre una cirrosis hepática, la función hepática
les de diferenciar de nódulos displásicos, incluso es crítica ya que tiene implicación directa sobre el
entre patólogos con experiencia30. pronóstico de los pacientes33 y puede limitar la apli-
cación de determinados tratamientos. Además el
Para aumentar la capacidad diagnóstica se ha pro- estado general del paciente o la presencia de otras
puesto un panel inmunohistoquímico de marca- enfermedades pueden afectar el pronóstico y de-
dores formado por glypican-3 (GP3), heat-shock ben ser tenidas en cuenta.
protein 70 (HSP70) y glutamina sintetasa (GS), de
Varios autores han intentado identificar factores
manera que cuando se observa positividad para
pronósticos y combinarlos en diferentes sistemas
al menos dos marcadores, la especificidad es del
de clasificación. De todos ellos, el sistema de clasi-
100%31,32. Este panel podría tener utilidad para ficación de Barcelona (BCLC: Barcelona-Clínic Liver
aquellos tumores que no presentan los criterios Cancer) es el único que une el pronóstico basal de
tipicos en las pruebas no invasivas (TAC o RNM), y cada estadio con el tratamiento que se considera
en los que la biopsia con tinción convencional con que ofrece el máximo beneficio para ese estadio,
hematoxilina y eosina, no es diagnóstica o existen basado en la evidencia científica disponible hasta
dudas entre nódulo displásico o hepatocarcinoma el momento. Por esto y dada su alta capacidad de
bien diferenciado. discriminación, validada externamente34, es el sis-
tema que más se utiliza tanto para la práctica clí-
nica como para el diseño de estudios35 (figura 3).
Sistemas de clasificación pronósticos
Básicamente divide a los pacientes en cinco cate-
La identificación de factores pronósticos permite
gorías:
clasificar a los pacientes en grupos con un pronós-
tico determinado. La evaluación del pronóstico ❱❱ BCLC 0 (estadio muy inicial): pacientes con tu-
es fundamental no sólo para informar al paciente mores únicos hasta 2 cm de diámetro máximo,
y para la elección del tratamiento, sino también con función hepática conservada (Child-Pugh A).
desde el punto de vista de la investigación clínica ❱❱ BCLC A (estadio inicial): pacientes con tumores
para estratificar a los pacientes antes de la aleatori- únicos, o tumores múltiples hasta un máximo
zación en ensayos clínicos, para calcular el tamaño de 3 nódulos que no sobrepasen los 3 cm, con
muestral necesario, y para tener una idea del bene- función hepática conservada. También se inclu-
ficio que aporta un tratamiento a partir de estudios yen en este estadio aquellos pacientes con alte-
fase 2. ración de la función hepática que son tributarios
A B C
Figura 2. Patrón radiológico característico de CHC en estudios dinámicos. A: fase arterial. B: fase venosa. C: fase venosa tardía.
976
67. Carcinoma hepatocelular
CHC
Estadio muy Estadio inicial (A) Estadio Estadio avanzado Estadio terminal
inicial (0) Único o 3 intermedio (B) (C) (D)
Único ≤ 2 cm nódulos ≤ 3 cm Multinodular Invasión portal Child-Pugh C,
Child-Pugh A, Child-Pugh A-B, Child-Pugh A-B, Diseminación PS 3-4
PS 0 PS 0 PS 0 extrahepática
Child-Pugh A-B,
PS 1-2
No Sí Presión portal,
bilirrubina
Enfermedades
Normal Aumentado asociadas
No Sí
Quimio-
Ablación Resección TOH Ablación Sorafenib
embolización Tratamiento
sintomático
TRATAMIENTOS CURATIVOS TRATAMIENTOS PALIATIVOS
977
Sección 6. Hígado
fecha ha demostrado un beneficio en términos la mejor opción para estos pacientes por no verse
de supervivencia es sorafenib37,38. limitada por la función hepática, tener un menor
riesgo de recurrencia al eliminar todos los posibles
❱❱ BCLC D (estadio terminal): en este grupo se in-
focos de diseminación microscópica intrahepática,
cluyen aquellos pacientes con función hepática
y ofrecer unas cifras de supervivencia excelentes.
muy deteriorada (Child-Pugh C) no candidatos
Sin embargo, el número de órganos es limitado y un
a trasplante hepático, o con marcado deterioro
porcentaje de pacientes acaba por salir de la lista o
del estado general (ECOG PS 3-4). En estos pa-
cientes, la mediana de supervivencia es inferior fallecer mientras espera el trasplante.
a 3 meses39, y deberían recibir exclusivamente Por todo esto la resección sigue siendo el tratamien-
tratamiento sintomático. to de elección en los candidatos óptimos, que son
aquellos pacientes con CHC sobre hígado sano, o
Tratamiento pacientes cirróticos con tumores únicos, buena fun-
ción hepática (Child-Pugh A), y sin hipertensión por-
Cirugía tal clínicamente significativa (GPVH < 10 mmHg). En
el resto de pacientes con CHC inicial, el trasplante es
La primera opción terapéutica a considerar es la la opción que ofrece la mejor supervivencia. La su-
cirugía. Tanto la resección quirúrgica como el tras- pervivencia tras resección en la población óptima,
plante hepático consiguen buenos resultados de oscila entre el 70-75% a 5 años41,42 que es similar
supervivencia en población bien seleccionada, sin a la del trasplante dentro de los criterios de Milán.
embargo la aplicabilidad de la resección quirúrgica
en pacientes con cirrosis está limitada por la reser- El análisis de la pieza permite además identificar
va funcional hepática; además la recidiva es eleva- aquellos pacientes con riesgo elevado de recu-
da (>70%), especialmente para pacientes con más rrencia (invasión microvascular o microsatélites).
de un nódulo, o aquellos con invasión microvascu- En estos pacientes, si no tienen contraindicación
lar o microsatélites detectados en la pieza quirúr- para recibir un trasplante, varios autores proponen
gica, hallazgos que son más frecuentes a mayor ta- que deben ser evaluados para trasplante43,44, lo que
maño tumoral40. Por tanto desde un punto de vista se conoce como indicación de trasplante ab initio
puramente oncológico, el trasplante hepático sería para diferenciarlo de la indicación de trasplante de
Figura 4. Imagen de un hepatocarcinoma en estadio avanzado. Rx Tórax con derrame pleural derecho. TC abdominal: Masa
hepática de unos 10 cm de tamaño, localizada en los segmentos VII y VIII. Trombosis de la vena porta (puntas de flecha)
978
67. Carcinoma hepatocelular
rescate cuando ocurre la recidiva, ya que en esta supervivencia de 70-75% a cinco años, con una pro-
última situación la mayor parte de los pacientes babilidad de recurrencia baja de 5-15%60,61. Dado
que presentan recurrencia no cumplen criterios de el problema de escasez de órganos, estos criterios
trasplante cuando ésta se detecta44. restrictivos son los que se utilizan en prácticamente
todos los centros.
La resección mediante abordaje laparoscópico,
tiene un menor riesgo de complicaciones y un Desde un punto de vista puramente oncológico,
postoperatorio más corto, por lo que debería ser el trasplante es preferible a otros tratamientos, ya
el abordaje de elección en caso de tumores exofíti- que elimina los posibles focos microscópicos de
cos, o subcapsulares, en una localización favorable diseminación intrahepática y también el resto del
(lóbulo hepático izquierdo o segmentos periféricos hígado con potencial oncogénico. Sin embargo, la
del lóbulo hepático derecho)45,46. escasez de órganos ha hecho que aumenten las
listas de espera, y el tiempo desde que se incluye
La resección anatómica consigue una tasa de re- a un paciente en la lista de trasplante hasta que
currencia más baja y mejor supervivencia que la éste es posible, ha aumentado considerablemente.
resección no anatómica47-49. No existe un consenso Durante este tiempo hay un aumento progresivo
para recomendar un margen de resección mínimo. del riesgo de que el tumor progrese y se tenga que
Algunos estudios han mostrado una menor recu- retirar al paciente de la lista, o de que progrese no
rrencia y una mayor supervivencia cuando en la tanto como para retirarlo de la lista, pero sí como
cirugía buscan un margen de 2 cm frente a 1 cm50, para que su riesgo de recurrencia postrasplante
mientras que otros autores no han encontrado di- aumente62. Todo esto hace que si analizamos la su-
ferencias para un margen ≤ o > a 1 cm47,51. pervivencia según intención de tratamiento, en el
Se han ensayado varias opciones para prevenir la contexto de un centro con gran lista de espera, sea
recurrencia en adyuvancia o neoadyuvancia, tales menor que cuando se analiza la supervivencia por
como quimioembolización52, quimioterapia 53, ra- protocolo, sólo en aquellos pacientes que efectiva-
dioembolización54, inmunoterapia55, retinoides56 mente recibieron un trasplante41,63.
o interferón57-59. Sin embargo, o bien no han mos- Algunos autores han propuesto que algunos pa-
trado buenos resultados, o en aquellos casos en cientes que sobrepasan moderadamente los cri-
los que estudios iniciales parecían prometedores, terios de Milán podrían beneficiarse de recibir un
jamás se han validado. Por tanto, en el momento trasplante hepático60,64,65. Uno de estos estudios,
actual no hay ninguna estrategia que pueda reco- multicéntrico, realizado a nivel internacional, y que
mendarse para prevenir la recurrencia. En el caso incluyó un número muy elevado de pacientes, di-
concreto del uso de interferón los tres metaanáli- señó a partir de sus datos, un modelo para prede-
sis referenciados indican que el interferón podría cir supervivencia, basado en el tamaño del nódulo
prevenir la aparición de recidiva, sin embargo, la principal, el número de nódulos, y la presencia o
calidad de los estudios incluidos en los metaanáli- no de invasión microvascular en el explante60. La
sis es muy heterogénea y por tanto no ofrecen una conclusión del estudio es que a medida que nos
evidencia sólida. alejamos del límite de los criterios de Milán, bien
por aumento del tamaño o bien por aumento del
Trasplante hepático número de nódulos, las cifras de supervivencia se
Cuando existe deterioro de la función hepática, hi- van reduciendo, y en todos los casos, la presencia
pertensión portal clínicamente significativa o hay de invasión microvascular implica un peor pronós-
más de un nódulo, la supervivencia con la cirugía tico que aquellos con igual número de nódulos y
disminuye significativamente41,42, por lo que si no tamaño, sin invasión microvascular. En el estudio se
seleccionó un grupo de pacientes, que en ausen-
existe contraindicación, el trasplante hepático es la
cia de invasión microvascular, y que sobrepasaban
siguiente alternativa a tener en cuenta.
los criterios de Milán según la regla denominada
Los mejores resultados se han obtenido cuando Up-To-Seven (la suma del número de nódulos más
se cumplen los conocidos como criterios de Milán el tamaño del nódulo mayor en centímetros, ha de
(nódulo único hasta 5 cm, o hasta 2 o 3 nódulos, ser como máximo siete), tenían una superviven-
ninguno sobrepasando los 3 cm, en ausencia de cia comparable a la de los pacientes dentro de los
invasión vascular macroscópica o diseminación criterios de Milán. Dado que hasta el momento es
extrahepática). Con estos criterios se obtiene una imposible predecir la presencia de invasión micro-
979
Sección 6. Hígado
vascular antes del análisis anatomopatológico de tes con hepatocarcinoma y buena función hepática
la pieza quirúrgica, y que esta invasión aumenta a y renal. Por este motivo para pacientes con CHC se
medida que aumenta el tamaño tumoral, resulta utilizan reglas de priorización en función del riesgo
imposible realizar una estimación pronóstica pre- que tienen de progresión, asignando una cantidad
cisa por encima de los criterios de Milán. Además de puntos definida, de manera que tengan las mis-
dado el problema de la escasez de órganos, aunque mas oportunidades de recibir un trasplante en fun-
individualmente algunos pacientes que sobrepa- ción de ese riesgo, que los pacientes sin CHC.
san estos criterios podrían mejorar su pronóstico,
La recurrencia tras el trasplante para pacientes
el impacto que tendría en el total de años de vida
dentro de los criterios de Milán, es inferior a la de la
ganados sobre el conjunto de pacientes en lista de
resección, y oscila en torno al 5-15% en la mayoría
trasplante hace que la expansión no se acepte en el
de series60,61. Al igual que sucede con la cirugía, no
momento actual.
hay un tratamiento adyuvante que haya demostra-
Para aumentar la cantidad de órganos donantes do una reducción en la probabilidad de recurrencia.
hay varias estrategias como el uso de órganos mar- En este sentido, la inmunosupresión con inhibido-
ginales (donantes de edad avanzada, o con estea- res de mTOR (mammalian Target Of Rapamycin),
tosis, o infectados por VHC para receptores VHC+, parece una opción prometedora ya que han de-
o la donación de corazón parado), el trasplante do- mostrado tener un papel en estudios in vitro 71 e in
minó, el split, o el trasplante hepático de donante vivo72. En el momento actual hay estudios evaluan-
vivo (THDV). do su beneficio en el trasplante hepático en huma-
nos, pero hasta la fecha, no puede recomendarse
De todas estas alternativas la que mayor interés
su uso de forma sistemática para esta finalidad.
despierta es el THDV ya que podría suponer una
fuente ilimitada de órganos. En cuanto al tratamiento neoadyuvante, no se ha
evaluado ningún tratamiento en estudios aleatori-
La aplicabilidad de este tipo de donación está limi-
zados y controlados, pero dados los elevados tiem-
tada por su alta complejidad técnica que requiere
pos de espera y la probabilidad de progresión en
un entrenamiento especializado por el equipo qui-
lista, es una práctica habitual el realizar tratamien-
rúrgico.
to, fundamentalmente con ablación percutánea o
Su aplicabilidad es baja llegando a realizarse en me- TACE. Estudios de cohortes y de coste-eficacia in-
nos del 20% de los casos que llegan a evaluarse66. dican que realizar tratamiento neoadyuvante con
Los resultados de supervivencia del THDV para el TACE o ablación percutánea cuando el tiempo de
CHC son similares a los obtenidos con donación de espera estimado hasta el trasplante sobrepasa los
cadáver cuando el CHC se limita a los criterios de seis meses es coste-efectivo73,74.
Milán67.
Un concepto controvertido es el llamado downsta-
Dado que con este tipo de donación la inclusión de ging, que consiste en aplicar tratamiento a pacien-
pacientes con CHC con criterios expandidos no tie- tes que exceden los criterios de Milán y en caso de
ne una repercusión sobre el resto de pacientes en conseguir reducción tumoral que sitúe al paciente
lista, en algunos centros se está evaluando esta mo- dentro de los criterios de Milán, de forma manteni-
dalidad como tratamiento para esta indicación. Se da trasplantar al paciente. Ello persigue seleccionar
ha de tener en cuenta que no sólo entra en juego la una subpoblación con CHC de perfil menos malig-
seguridad del receptor, sino también la seguridad no, ya que los mas agresivos progresarán a pesar
del donante que puede presentar complicaciones del tratamiento. Algunos autores han comunicado
en cerca del 40% de los casos, fundamentalmente resultados muy prometedores (supervivencia a
complicaciones infecciosas (10-12%) y biliares (3,5- cuatro años del 69,3%)75, pero nuevamente, la es-
9%), con una mortalidad inferior al 1%68,69. casez de órganos hace que no pueda recomendarse
de forma generalizada.
Para optimizar la adjudicación de órganos, desde
2002 se utiliza el sistema MELD (Model for End-sta-
ge Liver Disease) en la mayoría de centros trasplan-
Ablación percutánea
tadores. Este sistema de puntos, predice el riesgo Para aquellos pacientes en estadio inicial (BCLC A)
de mortalidad a tres meses en pacientes con cirro- que no son candidatos a resección o trasplante, la
sis avanzada70, pero no sirve para predecir mortali- ablación tumoral mediante técnicas basadas en la
dad o riesgo de ser excluido de la lista para pacien- modificación de la temperatura (calor: radiofre-
980
67. Carcinoma hepatocelular
981
Sección 6. Hígado
tura, parece que podría tener una supervivencia si- obesidad y la diabetes, pueden reducir el riesgo de
milar a la obtenida tras TACE o sorafenib87,88. esteatohepatitis y progresión a cirrosis.
Unas mejores condiciones de almacenamiento de
Tratamientos sistémicos los alimentos podrían prevenir la contaminación
La quimioterapia sistémica no ha demostrado ser por hongos productores de aflatoxinas.
eficaz como tratamiento para el CHC16. El estudio
Una vez adquirida una infección crónica por VHC o
de las vías moleculares implicadas en el desarrollo
VHB, el tratamiento antiviral puede reducir el ries-
del CHC ha llevado al desarrollo de moléculas espe-
go de progresión a cirrosis y probablemente reducir
cíficas, dirigidas a bloquear estas vías a diferentes
el riesgo de CHC. En el caso del VHC, el tratamiento
niveles. Únicamente el sorafenib ha demostrado
de mantenimiento con dosis bajas de interferón pe-
tener un beneficio en términos de supervivencia en
gilado en los no respondedores no ha demostrado
estadio avanzado37,38. La mediana de supervivencia
ser útil en la prevención de complicaciones como
en este estadio es de unos 6-8 meses, y en los pa-
el CHC92.
cientes tratados con sorafenib se consigue aumen-
tar hasta los 11 meses 37.Esta mejoría en la supervi- Hasta la fecha no existen otros fármacos que hayan
vencia se consigue gracias a un retraso en el tiempo demostrado utilidad para prevenir la aparición de
de progresión sin reducción de la carga tumoral. CHC.
Otros muchos agentes han sido evaluados o están
en evaluación ya sea en combinación con sorafenib, Bibliografía
o como segundas líneas tras fracaso de éste89 y es
1. Ferlay J, et al. Estimates of worldwide burden
posible que en los próximos años el repertorio de of cancer in 2008: GLOBOCAN 2008. Int J Can-
fármacos útiles aumente. cer, 2010.
Gracias a la mejoría tecnológica y al progresivo co- 2. Naugler WE et al. Gender disparity in liver can-
nocimiento de estas vías, se está trabajando para cer due to sex differences in MyD88-depen-
establecer una clasificación molecular de esta neo- dent IL-6 production. Science 2007;317(5834):
plasia. Se trata de un objetivo sumamente comple- 121-4.
jo ya que la expresión de las diferentes vías molecu- 3. Bosch FX et al. Primary liver cancer: worldwide
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67. Carcinoma hepatocelular
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68 Indicaciones
del trasplante hepático
Mª Trinidad Serrano, Sara Lorente*, Agustín García-Gil**
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
*Servicio de Aparato Digestivo y Servicio de Cirugía. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
** Servicio de Cirugía B. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza
Departamento de Cirugía. Universidad de Zaragoza.
Introducción
Objetivos de este capítulo
El trasplante hepático (TH) se considera hoy en día
❱❱ Conocer las indicaciones de trasplante
el tratamiento de elección para aquellos pacientes
hepático.
con hepatopatías agudas o crónicas cuando se ha-
yan agotado otras alternativas terapéuticas y cuan- ❱❱ Proporcionar información acerca del
do la esperanza de vida estimada al año sea inferior momento en que debe plantearse la
a la que se prevea con el trasplante. En nuestro indicación de trasplante.
país se han realizado 17.315 trasplantes hepáticos ❱❱ Conocer los criterios para establecer la
desde 1984 y 1.099 en el año 2009. Este conside- prioridad de asignación de un órgano y
rable incremento de la actividad trasplantadora se las circunstancias que contraindican el
debe a varios factores entre los que destacan el in- trasplante.
cremento de programas de trasplante en nuestro
país (14 en 1990 y 24 en 2009), el aumento del nú- REFERENCIAS CLAVE
mero de pacientes remitidos para la valoración de
1. Carithers, R. Jr, AASLD PRACTICE GUIDE-
este tratamiento, la ampliación de los criterios de
LINES Liver Transplantation. Liver Transpl
aceptación de órganos y el aumento de la tasa de
2000;6:122-35.
donación que en el momento actual es la más alta
del mundo1. 2. Registro Español de Trasplante Hepático.
Memoria de resultados 1984-2009.
Actualmente, la supervivencia en pacientes adultos
3. Prieto M, Clemente G, Casafont F, Cuende
se encuentra en torno al 85% y es superior al 70% al
N, Cuervas-Mons V, Figueras J, Grande L,
año y 5 años del TH2,3. La calidad de vida de los pa- Herrero JI, Jara P, Mas A, de la Mata M,
cientes también mejora extraordinariamente des- Navasa M. Asociación Española para el
pués del TH, de manera que es casi similar a la de la Estudio del Hígado. Consensus document
población general, con buena reintegración social4. on indications for liver transplantation.
La efectividad del TH ha conducido a un impor- Gastroenterol Hepatol 2003;26:355-75.
tante y progresivo incremento de los candidatos
aceptados para trasplante. El Consejo de Europa
ha estimado que se requieren 50 donantes pmp
para satisfacer las necesidades clínicas. En Espa- criterios de inclusión en lista de espera y gestionar
ña, país con mayor tasa de donación en el mundo adecuadamente la distribución y la asignación de
(34,4 donantes cadáveres pmp en el año 2009) los órganos y, en este sentido, recientemente se han
recursos siguen siendo insuficientes para atender la
celebrado varias conferencias de consenso6-8.
demanda5. La diferencia entre órganos disponibles
para trasplante y los pacientes en lista de espera se Indicaciones
amplía continuamente en todos los países. Este he-
cho crea un continuo debate sobre los criterios de La cirrosis hepática por VHC es la causa más fre-
selección y el momento adecuado del trasplante, cuente de TH en adultos en nuestro medio, segui-
así como la expansión de la fuente de donantes. En da por la cirrosis de origen enólico (tabla I). En la
este contexto es fundamental aplicar con rigor los figura 1, están representadas las causas más fre-
H Í G A D O 987
Sección 6. Hígado
cuentes de TH en España. De modo genérico, po- ca están conservadas, pero el trasplante cura la
demos decir que el TH está indicado en la mayoría enfermedad.
de las enfermedades hepáticas agudas y crónicas
Además de estos criterios generales existen crite-
en las que la supervivencia esperada al año sea
rios particulares para algunas de las enfermedades
inferior a la que se conseguiría con el trasplante,
hepáticas que analizaremos a continuación.
siempre que no existan contraindicaciones ab-
solutas. Por lo tanto, la indicación del trasplante
implica un profundo conocimiento de la historia
Cirrosis de origen no biliar
natural de las enfermedades hepáticas y se basa La cirrosis de origen no biliar es la principal causa
en los estudios realizados sobre modelos pronós- de TH en pacientes adultos, siendo el alcohol y la
ticos en las distintas enfermedades hepáticas. En infección por VHC las etiologías más frecuentes. El
el caso de la cirrosis hepática, la indicación del TH resultado a medio-corto plazo del trasplante en los
vendría condicionada por la aparición de compli- pacientes con infección por VHC es similar al de los
caciones. La ascitis refractaria o de difícil control, pacientes no infectados, pero inferior a largo plazo,
el síndrome hepatorrenal, la peritonitis bacteriana debido a la reinfección (que es universal) del in-
espontánea (PBE), la presencia de encefalopatía y jerto por el virus. De momento no disponemos de
la aparición de hepatocarcinoma celular, condi- pautas de profilaxis eficaces para evitar la reinfec-
cionan un mal pronóstico en la cirrosis hepática ción post-TH aunque el tratamiento pretrasplante
y son, por tanto, indicación de TH6-9 (figura 2). El con interferón pegilado y ribavirina en pacientes
TH también está indicado en determinadas en- seleccionados, con el fin de negativizar el RNA vi-
fermedades metabólicas. El ejemplo más típico lo ral, podría retrasar o evitar la reinfección y condi-
constituye la polineuropatía amiloidótica familiar. cionar un mejor pronóstico10.
Estos pacientes padecen una enfermedad neu-
Los resultados del TH en el grupo de pacientes
rológica por la síntesis hepática de una proteína
con cirrosis hepática enólica son excelentes, con
anómala que se deposita como amiloide en dis-
una supervivencia a los 5 años superior al 70%.
tintos órganos. La estructura y la función hepáti-
988
68. Indicaciones del trasplante hepático
Abstinencia > 6 m
Sin alteraciones ADN (–)
neuropsiquiátricas HBeAg (–)
Presencia de complicaciones
La recidiva del alcoholismo después del trasplante momento del trasplante se relaciona con un impor-
es un problema importante, ya que, aunque en la tante riesgo de recidiva y con una mala evolución
mayoría de los casos no condiciona la reaparición después del TH. A partir de entonces se considera
de enfermedad hepática, sí lleva asociado un mal una contraindicación absoluta la detección de ADN
cumplimiento del tratamiento médico necesario. del VHB en sangre. En el caso de que éste sea posi-
Para evitar al máximo este problema, la mayoría de tivo debe iniciarse un tratamiento antiviral con aná-
los centros exigen un período de abstinencia pre- logos de nucleósidos/nucleótidos, que permiten in-
via de al menos 6 meses y un entorno psicosocial hibir la replicación viral y realizar el trasplante con
favorable11. mayor seguridad (ver capítulo 53)12. Los pacientes
trasplantados con infección por VHB requieren tra-
Otra etiología frecuente es la infección por VHB
tamiento después del trasplante con gammaglobu-
que supone entre el 8-10% de las indicaciones en
lina específica y/o antivirales para evitar la recidiva
nuestro medio. A finales de los 80 y principios de
de la infección.
los 90 la indicación de TH por hepatopatía VHB des-
cendió notablemente debido fundamentalmente a
la mala evolución del injerto hepático secundaria
Cirrosis de origen biliar
a la reinfección por el VHB. Estudios posteriores Las dos entidades más frecuentes son la cirrosis bi-
demostraron que la replicación viral activa en el liar primaria y la colangitis esclerosante primaria.
989
Sección 6. Hígado
5,7 3
Cirrosis
18,7 hepatocelular
Cirrosis colestásica
Enf. metabólicas
Hepatocarcinoma
3,5
Fallo agudo
Otras
9,1
60,5
990
68. Indicaciones del trasplante hepático
TABLA 2. Criterios que con más frecuencia se utilizan para indicar el trasplante hepático en la IHAG.
❱❱ Criterios de Clichy
• Niveles de factor V < 20% (menores 30 años) o < 30% (mayores 40 años)
• Encefalopatía grado 3-4
❱❱ Criterios Meld
• Cumplir la definición de IHAG
• Puntuación ≥ 30
tasis hepáticas de tumores neuroendocrinos (gas- tos ponen de manifiesto la importancia de que ante
trinomas, insulinomas, carcinoides…) bien seleccio- la aparición de una IHAG, el enfermo sea remitido
nados, con tumor primario resecado y sin evidencia cuanto antes a un centro que tenga programa de
de enfermedad extrahepática. trasplante. Por otra parte, los pacientes que con un
soporte adecuado sobreviven sin la necesidad de
La indicación del trasplante en otros tumores como
el colangiocarcinoma es muy controvertida ya que un trasplante, tienen una recuperación completa
la supervivencia a los 5 años es del 25% con tasas de sin daño hepático residual en la mayoría de los ca-
recidiva muy altas, incluso en tumores pequeños. sos. A la luz de estos datos, se precisan buenos mo-
delos pronósticos que permitan identificar las va-
Insuficiencia hepática aguda grave riables relacionadas con una baja probabilidad de
recuperación espontánea y, por tanto, nos ayuden
(IHAG) a decidir el momento de la indicación en estos pa-
La IHAG representa el 6% de los trasplantes hepáti- cientes. Los criterios más utilizados en el momento
cos llevados a cabo en nuestro país, siendo las cau- actual son los descritos por el King’s College17, que
sas viral y tóxica las etiologías más frecuentes. Debe distingue entre la IHAG producida por paracetamol
considerarse que la supervivencia post trasplante de la originada por otras causas y los descritos por
es inferior a la obtenida en otras indicaciones. Esto el grupo de Clichy18 (tabla 2). Sin embargo, los dos
es debido fundamentalmente a que la enfermedad modelos tienen un valor predictivo negativo bajo,
progresa muy rápidamente, el paciente llega al ya que no identifican a un subgrupo de pacientes
trasplante en muy malas condiciones (edema ce- con bajo riesgo de muerte que podrían recuperar-
rebral y fallo multiorgánico) y la urgencia obliga a se sin necesidad de trasplante. Recientemente se
utilizar en ocasiones donantes marginales e incluso ha observado que el sistema MELD es un excelen-
órganos con incompatibilidad de grupo. Estos da- te predictor de mortalidad en adultos y niños con
991
Sección 6. Hígado
IHAG de varias etiologías, excluyendo la intoxica- inicio del tratamiento inmunosupresor. Un caso es-
ción por paracetamol, y que se asocia con una tasa pecial lo constituye la infección por VIH. Hasta hace
más baja de falsos negativos que los criterios del poco tiempo suponía una contraindicación absolu-
King’s College y de Clichy19. ta debido fundamentalmente a su mal pronóstico
y al temor a que la inmunosupresión asociada al
Contraindicaciones trasplante pudiera acelerar la progresión a SIDA
Existen contraindicaciones absolutas y contraindi- o incrementar el riesgo de infecciones oportunis-
caciones relativas. Las contraindicaciones absolutas tas. Sin embargo, con la aparición de los nuevos
engloban situaciones que impiden técnicamente antirretrovirales, el pronóstico de esta infección
la intervención quirúrgica o disminuyen de forma ha cambiado de forma radical, lo que ha hecho
muy importante la supervivencia. Así, enfermeda- replantearse la indicación de trasplante en estos
des graves o invalidantes que no son reversibles pacientes. Aunque los resultados del trasplante en
con el trasplante suponen una contraindicación
los pacientes con infección por VIH no se conocen
para el mismo. Aquí estarían englobadas neopla-
todavía con seguridad, debido al escaso número de
sias extrahepáticas no curadas, según criterio onco-
enfermos trasplantados y al corto seguimiento de
lógico, con la única excepción de los cánceres epite-
liales cutáneos ya que debido a su buen pronóstico los mismos, parecen ser similares a los realizados
no requieren un tiempo de espera (generalmente en pacientes no infectados, sobre todo cuando no
de al menos 2 años) para considerar su curación. existe una coinfección por el VHC. En el momento
Las infecciones extrahepáticas no controladas en actual la mayoría de los centros españoles incluyen
el momento del trasplante contraindican el TH, ya en sus listas de espera de trasplante pacientes se-
que pueden empeorar de modo dramático con el leccionados (no infecciones oportunistas previas,
992
68. Indicaciones del trasplante hepático
CD4 mayor de 100 células/mm3 y carga viral inde- End-stage Liver Disease) —y su variante PELD (Pe-
tectable). diatric End-stage Liver Disease)— que, a partir de
febrero de 2002, reemplazó al modelo Child-Pugh
La edad avanzada, especialmente superior a los 65-
en la priorización de los pacientes adultos en lista
68 años, es considerada por muchos grupos como
una contraindicación para el mismo. Generalmen- de espera para TH electivo.
te, se considera una contraindicación relativa y El MELD es un sistema de puntuación que asigna a
probablemente tenga un mayor peso específico la los pacientes un índice numérico para determinar
presencia de comorbilidades relevantes que pue- la gravedad de su enfermedad hepática, de 6 a 40
dan complicar la evolución postoperatoria a corto puntos, calculado con una fórmula a partir de tres
y medio plazo. variables: creatinina sérica, bilirrubina total e INR
En cuanto a los aspectos quirúrgicos, la trombosis (international normalized ratio) del tiempo de pro-
completa del árbol espleno-mesentérico-portal es trombina. Los pacientes son priorizados en orden
la contraindicación quirúrgica más frecuente. a la puntuación; los que tienen puntuaciones más
altas se trasplantan antes, ya que se les atribuye
Inclusión y manejo de la lista de espera mayor gravedad y mayor riesgo de fallecer dentro
de los tres meses de inclusión en lista. La concor-
En España, los candidatos son incluidos en lista
dancia de la puntuación del sistema MELD con la
de espera (en cada centro y en la lista oficial de la
mortalidad pretrasplante se ha mostrado excelente
ONT) según dos modalidades: urgencia 0 y tras-
en los candidatos a primer TH y buena en los can-
plante electivo. La urgencia 0 incluye la IHAG y el
retrasplante en los siete primeros días después del didatos a reTH20, acreditando que es un sistema útil
primer TH. El código 0 implica prioridad nacional, para priorizar los pacientes en lista de acuerdo con
es decir, el primer órgano disponible en el territorio la gravedad de la enfermedad. En la actualidad se
nacional será asignado a ese paciente, ya que si no está utilizando la priorización basada en este sis-
recibe rápidamente el trasplante no tendrá posibili- tema de medición en la mayoría de los centros de
dad alguna de sobrevivir. El número de órganos que nuestro país21.
se destina en España a las urgencias 0 no supera el
8% (figura 3). Bibliografía
El registro para trasplante electivo incluye al resto 1. Registro Español de Trasplante Hepático. Me-
de pacientes en lista de espera, que representa más moria de resultados 1984-2009.
del 90%, y la prioridad de asignación de un órgano 2. Lucey MR, Brown KA, Everson GT, Fung JJ, Gish
se determina por el equipo de trasplante de cada R, Keeffe EB, Kneteman NM, Lake JR, Martin P,
centro. Los criterios para establecer la prioridad en McDiarmid SV, Rakela J, Shiffman ML, So SK,
Wiesner RH. Minimal criteria for placement of
el TH electivo son esencialmente la gravedad del
adults on the liver transplant waiting list: A Re-
enfermo, reflejada en la probabilidad de fallecer
port of a National Conference Organized by the
mientras espera el trasplante, y la antigüedad en
American Society of Transplant Physicians and
la lista. En 2008 la Sociedad Española de Trasplante the American Association for the Study of Liver
Hepático estableció en su II Reunión de Consenso Diseases. Liver Transplant Surg 1997;3:628-37.
la recomendación de basar la gestión de la lista de
3. Adam R, McMaster P, O’Grady JG, Castaing D,
espera de acuerdo con criterios de gravedad y no Klempnauer JL, Jamieson N, Neuhaus P, Lerut
sobre la base del tiempo de permanencia en lista. J, Salizzoni M, Pollard S, Muhlbacher F, Rogiers
Este criterio temporal sólo se tiene en cuenta en X, García Valdecasas JC, Berenguer J, Jaeck D,
aquellas excepciones en las que el paso del tiem- Moreno González E and the European Liver
po influye en la progresión de la enfermedad sin Association. Evolution of Liver Transplantation
que las fórmulas de medición de la gravedad de la in Europe: Report of the European Liver Trans-
función hepática la reflejen adecuadamente8. Es plant Registry. Liver Transpl 2003;9:1231-43.
necesario disponer de sistemas precisos de eva- 4. Karam V, Castaing D, Danet C, Delvart V, Gas-
luación de la gravedad de la enfermedad hepática quet I, Adam R, Azoulay D, Samuel D, Bis-
y, de acuerdo con ésta, de modelos predictivos de muth H. Longitudinal prospective evaluation of
supervivencia no sólo pretrasplante sino también quality of life in adult patients before and one
postrasplante. Con esta finalidad, se adoptó en la year after liver transplantation. Liver Transpl
UNOS el sistema de puntuación MELD (Model for 2003;9:703-11.
993
Sección 6. Hígado
5. Matesanz R, Miranda B, editors. International 14. Mazzaferro V, Regalia E, Doci R et al. Liver
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Asociación Española para el Estudio del Híga-
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994
69 Complicaciones en el periodo
precoz postrasplante hepático
Manuel L. Rodríguez Perálvarez, Manuel de la Mata
Sección de Hepatología. Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo. Unidad de Trasplante
Hepático. Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba. CIBERehd. IMIBIC
H Í G A D O 995
Sección 6. Hígado
so de flujo existente aunque, en general, suele ser muy precoz y la función del injerto no haya sido
más larvada. dañada de forma irreversible. En cualquier caso,
el fracaso de estas técnicas habrá de conducir al
Ante la sospecha clínica se debe practicar lo an-
retrasplante urgente3.
tes posible una ecografía doppler. En condiciones
normales, esta exploración detecta el flujo de la Complicaciones portales.
arteria hepática y de sus ramas intraparenquima-
tosas. Cuando éste no se detecta o es débil, debe Trombosis/estenosis de la vena porta
indicarse una técnica de imagen más específica. El Las complicaciones que afectan a la vena porta
angio-TAC o la angiorresonancia son dos buenas suelen ser la consecuencia de dificultades técni-
opciones en este caso aunque la arteriografía del cas durante la cirugía. Los principales factores de
tronco celíaco (figuras 1 y 2) continúa siendo el riesgo que favorecen esta situación son la trom-
patrón oro en la actualidad, además de permitir bosis portal pretrasplante con trombectomía en
maniobras terapéuticas en casos seleccionados. La el acto quirúrgico, la presencia de derivaciones
elección de la técnica dependerá de la disponibili- venosas previas, redundancia venosa o torsión de
dad y experiencia de cada centro. Estas exploracio- la anastomosis.
nes permiten confirmar o descartar definitivamen-
te el diagnóstico. En su forma precoz, la trombosis portal cursa con
un deterioro de la función del injerto en la prime-
En el caso en que se detecte una trombosis de la ra semana del trasplante. En la estenosis portal, el
arteria hepática, el tratamiento de elección conti- cuadro puede respetar la función hepática, mani-
núa siendo el retrasplante urgente. Algunos auto- festándose de forma más tardía mediante hiper-
res han comunicado buenos resultados realizando tensión portal presinusoidal y hemorragia digesti-
trombectomía quirúrgica preservando así el órga- va alta por varices esofágicas.
no implantado. Otra alternativa emergente es la
radiología intervencionista. A través de angiografía El diagnóstico requiere la realización de ecogra-
se cateteriza de forma selectiva la arteria hepáti- fía doppler que mostrará una ocupación de la luz
ca y se realiza una trombolisis que, en caso de ser portal por material ecogénico y un flujo portal
exitosa, habrá de completarse con una angioplastia ausente, en ocasiones hepatófugo. Se debe ase-
o la colocación de un stent intraluminal (figura 1). gurar la permeabilidad del tronco portal y de las
Probablemente, estas alternativas puedan valorar- ramas principales para excluir este diagnóstico. Si
se en pacientes cuidadosamente seleccionados en los datos ecográficos son compatibles, el diagnós-
los que el diagnóstico se haya realizado de forma tico debe confirmarse mediante una portografía
Figura 1. Angiografía selectiva de la arteria hepática. En la imagen de la izquierda se aprecia estenosis crítica y acodamiento de
la arteria hepática principal (flecha). A la derecha, la misma proyección tras realización de angioplastia y colocación de stent. Se
puede ver la resolución completa de la estenosis.
996
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático
obtenida en la fase de retorno de la arteriografía lo que motivaría un enlentecimiento del flujo san-
(figura 3) o mediante angio-TAC. Estas técnicas per- guíneo y la trombosis consecuente. A su vez, en un
miten delimitar la anatomía venosa y la presencia injerto desproporcionadamente pequeño para el
de circulación colateral, así como diferenciar entre lecho hepático del donante, pueden ocurrir trac-
trombosis y estenosis portal. ciones o torsiones de la vena cava también respon-
sables de la aparición de complicaciones.
El tratamiento de elección difiere según se trate de
uno u otro proceso. En la trombosis portal está indi- En función de si sólo se afectan las venas suprahe-
cada la realización de una trombectomía quirúrgica páticas o si también se involucra la vena cava, las
con posterior reconstrucción de la anastomosis. Se manifestaciones clínicas difieren. El primer caso
trata de una técnica de elevada complejidad que suele presentarse mediante disfunción grave del
comporta alto riesgo para el paciente. En los casos injerto, ascitis, dolor abdominal y hepatomegalia
que no respondan a este tratamiento habrá que re- (síndrome de Budd-Chiari) aunque existen casos
currir al retrasplante. En algunos casos de aparición oligosintomáticos. En el segundo se añade un sín-
tardía de la trombosis que se manifiestan mediante drome de vena cava inferior consistente en dis-
una hemorragia digestiva alta por varices, puede función renal, hematuria y edemas de genitales y
optarse por la realización de una derivación esple- miembros inferiores.
norrenal distal. En lo que se refiere a la estenosis De nuevo la ecografía doppler es la exploración
portal, la angioplastia percutánea parece ser el inicial ante la sospecha clínica. Es fundamental
tratamiento de elección3. Pueden requerirse varias localizar y comprobar la permeabilidad de las tres
sesiones hasta la resolución completa de esta com- venas suprahepáticas y de la vena cava. Las venas
plicación. Existe cada vez una mayor tendencia a la suprahepáticas muestran un patrón trifásico de flu-
colocación de stent en aquellos casos que recidiven jo en el modo doppler aunque los pacientes tras-
tras la primera sesión de angioplastia. plantados presentan en ocasiones un flujo difásico.
El hallazgo de flujo monofásico, la ausencia de flujo,
Otras lesiones vasculares. o la imposibilidad de localizar alguno de los vasos
Vena cava y suprahepáticas en el modo bidimensional, indican alta sospecha de
patología. Si esto ocurre, la técnica de elección es
La afectación de estos vasos es rara, con una fre-
la cavografía, la cual permite además realizar accio-
cuencia estimada menor del 2%. Aunque los estu-
nes terapéuticas.
dios son escasos, no se ha demostrado que la técni-
ca de piggy back difiera de la del bypass portocava El tratamiento depende de la función del injerto y
en cuanto al desarrollo de este tipo de complicacio- la gravedad del cuadro. Si el injerto es viable pue-
nes. El factor etiológico más importante es una des- de realizarse trombolisis y angioplastia percutánea
proporción entre el tamaño del injerto y del lecho junto con tratamiento anticoagulante. En casos de
hepático. Cuando el injerto es mayor que el lecho, mayor gravedad se optará por una reconstrucción
se puede producir una compresión de la vena cava, quirúrgica inmediata o por el retrasplante.
997
Sección 6. Hígado
❱❱ Anastomosis en Y de Roux.
❱❱ Uso del tubo en T de Kehr.
❱❱ Trombosis de la arteria hepática.
❱❱ Lesiones isquémicas de la vía biliar inducidas
por la isquemia-reperfusión.
❱❱ Infecciones.
❱❱ Incompatibilidad ABO.
❱❱ Donante a corazón parado.
❱❱ Colangitis esclerosante primaria.
998
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático
Figura 5. Estenosis biliar anastomótica en captura de CPRE. En la imagen de la izquierda destaca la presencia de una estenosis
en vía biliar principal, a la altura teórica de la anastomosis quirúrgica (flecha). En la secuencia de la derecha, se ha colocado una
prótesis plástica recta tipo Amsterdam de 10 Fr que salva la estenosis.
je aumenta hasta el 60% de los casos si existe com- las tasas de respuesta rondan el 50% y la morbi-
promiso en el flujo de la arteria hepática. Por ello, mortalidad es elevada. Un porcentaje no desdeña-
el estudio de esta asociación debe ser concienzudo. ble de pacientes acabará requiriendo retrasplante.
La estenosis biliar puede ser anastomótica, en cuyo
En cualquier caso, el seguimiento del paciente con
caso suelen ser únicas y cortas, o no anastomóti-
ca, en cuyo caso suelen ser múltiples y de mayor estenosis de la vía biliar debe ser estrecho median-
longitud. Éstas se localizan en los conductos biliares te analítica, ecografía y/o CRM ya que la tasa de re-
proximales a la anastomosis, es decir, en la vía biliar estenosis es elevada.
del donante. Aunque pueden ocurrir en el periodo
precoz tras el trasplante, su máxima expresión se
Defectos de repleción y disfunción
produce entre el segundo y sexto mes. Existen ca- del esfínter de Oddi
sos de aparición más tardía. La presencia de defectos de repleción en la vía bi-
El tratamiento de elección es colangiográfico, pre- liar del paciente trasplantado responde con mayor
ferentemente mediante acceso endoscópico ya frecuencia a barro biliar “sludge”, litiasis, moldes
que esta vía presenta menor riesgo de complica- o coágulos. El tratamiento en estos casos consiste
ciones. En las estenosis anastomóticas, el primer en la limpieza de la vía biliar, previa esfinterotomía
paso consiste en la dilatación de la estenosis con un endoscópica, con independencia de que exista o no
balón de 6-8 mm. Seguidamente se procede a co- una disfunción del esfínter de Oddi.
locación de prótesis plásticas de 7-11 Fr (figura 5).
Estas prótesis habrán de ser recambiadas de forma Complicaciones parenquimatosas
trimestral durante un año. Finalizado este periodo, Se entiende como complicación parenquimatosa
el éxito del tratamiento descrito en la bibliografía aquella que afecta al injerto y no responde a una
oscila entre el 70-100%. Los factores predictores de etiología vascular ni biliar. La frecuencia y el espec-
mala respuesta son la estenosis infranqueable de tro de gravedad es muy variable en función del tipo
aparición tardía (más de 6 meses), la presencia de de complicación. En el caso de la disfunción prima-
fístula biliar y el uso previo de tubo en T. Si no existe ria del injerto, es poco frecuente (entre el 2-10%
respuesta a este tratamiento, se debe recurrir a la
en la mayoría de las series) pero conlleva un alto
hepaticoyeyunostomía.
riesgo para el paciente y es una causa mayor de re-
Las estenosis no anastomóticas son de alta comple- trasplante urgente. El rechazo agudo tiene una fre-
jidad en su abordaje. Existe la recomendación de cuencia de aparición mayor (25-70%) pero no suele
realizar una dilatación con balón de menor calibre comprometer la función del injerto y se maneja con
(4-6 mm) ya que son estenosis más proximales y la tratamiento médico. Existe un tercer grupo de com-
colocación posterior de una prótesis. No obstante, plicaciones parenquimatosas que incluye la lesión
999
Sección 6. Hígado
de preservación, la recidiva del virus de la hepatitis TABLA 2. Factores predisponentes para disfunción
C (VHC), la hepatitis por citomegalovirus (CMV) o la primaria del injerto
hepatitis tóxica.
El diagnóstico puede establecerse por el patrón de ❱❱ Donante de edad avanzada.
alteración bioquímico y el contexto clínico del pa- ❱❱ Esteatosis hepática (>30%).
ciente. La ecografía convencional y el doppler son
❱❱ Hipernatremia del donante.
útiles para excluir causas vasculares y biliares. En
caso de duda diagnóstica, la biopsia hepática apor- ❱❱ Estancia prolongada en UCI.
ta información sobre el tipo y la gravedad de la ❱❱ Uso de drogas vasoactivas.
afectación parenquimatosa. ❱❱ Tiempo de isquemia prolongado.
1000
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático
la ecografía descarta lesiones vasculares o biliares se deben tener en cuenta otros factores como el
responsables de las alteraciones bioquímicas y los momento de aparición y la coexistencia de VHC.
niveles plasmáticos de inmunosupresores están En el grado I las alteraciones bioquímicas son muy
bajos, el diagnóstico puede establecerse sin nece- discretas y no suele precisarse tratamiento ya que
sidad de otras exploraciones suplementarias. No la tasa de resolución espontánea es muy elevada.
obstante, en casos de duda diagnóstica, la biopsia Suele ser suficiente con elevar algo los niveles de
hepática es la técnica de elección para descartar o inmunosupresión basal. En los grados II y III (mo-
confirmar el proceso, así como para establecer su derado-grave), el tratamiento de elección son los
gravedad. El diagnóstico histológico se basa en la corticoides. Se aplica un ciclo consistente en tres
presencia de dos de los siguientes criterios: infiltra- bolos de corticoides administrados en tres días
do inflamatorio mixto en los espacios porta, cam- consecutivos. La dosis recomendada es de 1 gramo
bios inflamatorios y displásicos en los ductos bilia- de metilprednisolona aunque en algunos centros la
res y endotelitis. Desde el punto de vista histológico dosis se disminuye en el segundo y tercer bolo a 0,5
pueden establecerse tres estadios de gravedad. En y 0,25 gramos respectivamente. Con estas pautas
el grado I (leve) y II (moderado) aparece un infiltra- se alcanza una tasa de respuesta que oscila entre el
do inflamatorio mixto que afecta a menos o más de 50% y el 70%. Si este tratamiento consigue norma-
la mitad de los espacios porta respectivamente. El lizar el nivel de enzimas hepáticas, no se requiere
grado III (grave) se caracteriza por los hallazgos an- biopsia de control. Ante la falta de respuesta con
persistencia de los signos histológicos, se puede
teriores añadiendo extensión periportal, inflama-
administrar un segundo ciclo de corticoides. Acom-
ción perivenular y necrosis central (figuras 6 y 7).
pañando a todo ello es muy importante optimizar
El tratamiento del rechazo agudo depende fun- el tratamiento inmunosupresor de base para lo
damentalmente del grado de afectación, aunque cual existen múltiples estrategias: conversión des-
A B
Figura 6. A) Imagen histológica que muestra la tríada diagnóstica de rechazo celular agudo en un espacio porta. La flecha
superior izquierda muestra el canalículo biliar con infiltrado linfocitario en su pared. Se puede apreciar el infiltrado inflamatorio
por un aumento celular en el espacio porta que incluye linfocitos, células plasmáticas, neutrófilos macrófagos y eosinófilos (re-
cuadro). La doble flecha central señala el endotelio de la rama portal, que se encuentra parcialmente dañado. B) Se muestra una
rama de la vena suprahepática con infiltrado linfocitario a su alrededor. Destaca la presencia de endotelitis (flecha) caracterizada
por el desprendimiento parcial de la célula endotelial.
Imágenes cedidas por: Dr. Tu Vinh Luong y Prof. Amar P. Dhillon. Department of Cellular Pathology. Royal Free Hospital. London.
1001
Sección 6. Hígado
A B
Figura 7. Rechazo celular. Densa inflamación portal (PT) y de las áreas centrolobulillares (CV). La ampliación de una zona central
muestra endotelitis y perivenulitis. Cortesía del Dr. Bruguera.
de ciclosporina a tacrolimus, aumentar dosis de de vista clínico y analítico. Los principales cuadros
tacrolimus (en función de niveles séricos y efectos se resumen en la tabla 3.
secundarios), añadir micofenolato mofetilo o su- La lesión de preservación del injerto puede cursar
plementar con everolimus. con ictericia, colestasis analítica y citolisis, que apa-
Por último, basiliximab (antagonista selectivo de recen a partir del tercer y cuarto día. Si el paciente
la subunidad CD25 del receptor de la IL-2) ha de- no tiene factores de riesgo para desarrollar rechazo
agudo y los niveles plasmáticos de inmunosupre-
mostrado prevenir el desarrollo de rechazo agudo
sores son adecuados, éste es el diagnóstico más
en combinación con inhibidores de la calcineurina
probable. Para los casos en los que exista una duda
y esteroides, por lo que podría ser de utilidad en
razonable, la biopsia hepática permite confirmar
pacientes que presentan factores de riesgo para el el diagnóstico al mostrar degeneración hidrópica
desarrollo de rechazo agudo (ver más arriba). Se de los hepatocitos centrolobulillares, proliferación
administran 20 mg por vía intravenosa en las pri- ductal con trombos biliares y colestasis. La lesión
meras 24 horas postrasplante y se repite una se- de preservación tiene carácter autolimitado y no
gunda dosis a los cuatro días del mismo. precisa tratamiento.
En los pacientes trasplantados por el virus de la he- La hepatitis por citomegalovirus (CMV) ha visto
patitis C se ha demostrado que el uso de bolos de disminuida su incidencia gracias a la profilaxis con
corticoides a dosis altas puede agravar la recidiva
viral y acortar la vida del injerto. Es por ello que en TABLA 3. Complicaciones parenquimatosas que pueden
estos pacientes, el tratamiento del rechazo agudo simular un rechazo agudo
se basa en optimizar la inmunosupresión basal,
reservando los ciclos de corticoides para los casos ❱❱ Lesión de preservación.
más graves y resistentes. ❱❱ Hepatitis por CMV.
1002
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático
ganciclovir, que se ha protocolizado en todos los re- agudo. El diagnóstico preciso es importante debi-
ceptores con donante IgG positivo. El diagnóstico do a que el tratamiento con bolos de esteroides
de esta infección se puede realizar mediante PCR puede agravar la evolución de una recidiva viral C.
de CMV en sangre. La determinación seriada del RNA del virus puede
aportar una información valiosa. Aun así, el diag-
La recidiva del VHC en su fase inicial de hepatitis nóstico debe basarse en datos histológicos, y en la
aguda puede ser difícil de diferenciar del rechazo experiencia del patólogo.
Estenosis Ictericia y dolor en Ecografía convencional CRM, CPRE, CTH o A través de CPRE En estenosis
hipocondrio derecho y doppler colangiografía trans-Kehr o CTH: dilatación y complejas no
colocación de prótesis anastomóticas
puede requerirse
retrasplante
Esfinterotomía
Defectos de Ictericia y dolor en Ecografía convencional CRM, CPRE, CTH o endoscópica y
repleción hipocondrio derecho y doppler colangiografía trans-Kehr limpieza de la vía –––––––––
biliar
Disfunción Deterioro brusco de la Ecografía doppler Biopsia transyugular para Retrasplante –––––––––
primaria
COMPLICACIONES PARÉNQUIMA
Rechazo Oligosintomático. Ecografía doppler Biopsia hepática Grado I: no precisa Se puede aplicar un
agudo Aumento de enzimas de Grados II-III: Ciclo de segundo ciclo de
colestasis y, en menor corticoides y ajuste corticoides si no hay
medida, de transaminasas de tratamiento respuesta
inmunosupresor
1003
Sección 6. Hígado
La hepatitis tóxica requiere un diagnóstico de ex- confirmar el diagnóstico y ayudar a diseñar la me-
clusión y debe asegurarse la mejoría o desaparición jor opción terapéutica. La coordinación del equipo
del cuadro tras la suspensión del fármaco en cues- multidisciplinar que atiende al paciente es impres-
tión. cindible para lograr de modo eficiente la resolución
La tabla 4 muestra un glosario de las principales de estas complicaciones y mejorar la supervivencia
complicaciones aparecidas en el periodo precoz del paciente trasplantado.
postransplante, incluyendo los procedimientos
diagnósticos indicados y su manejo. Bibliografía
1. Koffron A, Stein JA. Liver transplantation: indi-
Resumen cations, pretransplant evaluation, surgery and
En el postoperatorio inmediato del trasplante he- postransplant complications. Med Clin North
pático pueden aparecer complicaciones vasculares, Am 2008;92:861-8.
biliares y parenquimatosas, que condicionan la su- 2. Sánchez-Bueno F, Robles R, Ramírez P, Parrilla
pervivencia del injerto y del paciente. Su diagnós- P. Complicaciones vasculares. En: Berenguer J,
tico y tratamiento precoz es prioritario y se basa Parrilla P, eds. 2.ª ed. Elsevier. Madrid, 2007:
en una estrecha monitorización clínico-analítica 241-6.
durante las primeras semanas. Ante la presencia 3. Miraglia R, Maruzzeli L, Caruso S, Milazzo M,
de signos de alarma como deterioro de la función Marrone G, Mamone G et al. Interventional
hepática, hipertransaminasemia, fiebre, ictericia o radiology procedures in adult patients who
dolor abdominal se debe practicar lo antes posible underwent liver transplantation. World J Gas-
una ecografía convencional y doppler que oriente troenterol 2009;15(6):684-93.
hacia el tipo de complicación. En función del re- 4. Lipshutz GS, Ascher NL, Roberts JP. Rejection
sultado, se dispone de técnicas más específicas after liver transplantation. En: Busuttil RW,
como la arteriografía, colangiografía (trans-Kehr, Klintmalm GB, eds. 2.ª ed. Transplantation of
CRM, CPRE o CTH) o biopsia hepática que pueden the liver. Elsevier. Philadelphia, 2005:1167-82.
1004
70 Control del postrasplantado
de hígado a largo plazo
Lourdes Rafael-Valdivia, Antoni Rimola
Servicio de Hepatología. Hospital Clínic. IDIBAPS, CIBEREHD. Barcelona
H Í G A D O 1005
Sección 6. Hígado
Inhibidores de calcineurina:
Tacrolimusa Prograf
Tacrolimus de liberación prolongada Advagraf
Ciclosporina en microemulsión Sandimmun Neoral
Antimetabolitos:
Micofenolato mofetila Cellcept
Micofenolato sódico Myfortic
Azatioprina Imurel
Inhibidores de mTOR:b
Sirolimus Rapamune
Everolimus Certican
Corticoides Múltiples nombres
Anticuerpos:
Anti-CD25 (basiliximab) Simulect
Antilinfocitarios policlonales ATG Fresenius, Timoglobulina Genzyme
Antilinfocitarios monoclonales Orthoclone OKT3
a
Existen productos genéricos para estos fármacos
b
mTOR: mammalian target of rapamycin
1006
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo
Período precoz
(0-3 meses) Período
intermedio
Tacrolimus/CsA
Período tardío
+ Corticoides (>1 año)
± Microfenolato
Tacrolimus/CsA
± Anticuerpos
± Microfenolato
± imTOR
Figura 1. Fármacos inmunosupresores habitualmente administrados en distintos períodos del postrasplante hepático. Este
esquema puede experimentar cambios importantes en el caso de aparición de rechazo o de efectos secundarios adversos de los
inmunosupresores administrados. CsA: ciclosporina. imTOR: inhibidores de mTOR.
everolimus) pueden presentar interacciones farma- tes importantes, la concentración de los inmuno-
cocinéticas con muchos otros medicamentos. Sin supresores debe monitorizarse estrechamente,
embargo, las interacciones realmente significativas con los pertinentes ajustes de dosis. Para ello, si el
desde el punto de vista clínico suelen producirse médico prescriptor es ajeno a un programa de TH,
con unos pocos fármacos, de los que destacan los debería ponerse rápidamente en contacto con los
siguientes: miembros del equipo de trasplante para diseñar la
❱❱ Fenitoína y rifampicina (y, en menor medida, estrategia oportuna en cada paciente y situación
rifabutina), que aumentan la metabolización particular. Una excepción a estas recomendaciones
de los inmunosupresores mencionados, con sería la azitromicina, un macrólido que, debido a
el consiguiente descenso de la concentración su habitualmente corto período de administración
sanguínea de estos fármacos y, por tanto, con (3 días), no representa una interacción con los in-
incremento del riesgo de rechazo. munosupresores a tener en cuenta.
❱❱ Antibióticos macrólidos, antifúngicos azoles Otras circunstancias que pueden influir en la far-
(especialmente, ketoconazol, itraconazol, vo- macocinética de algunos inmunosupresores son las
riconazol y, con mucha menor intensidad, flu- siguientes:
conazol) e inhibidores de proteasas, como de-
terminados agentes antirretrovirales y futuros ❱❱ Vómitos o diarreas, debido a que pueden dismi-
fármacos anti-hepatitis C, que reducen la meta- nuir sustancialmente su absorción.
bolización de los inmunosupresores menciona-
dos, con el consiguiente aumento de su concen- ❱❱ La administración concomitante de comida y ta-
tración sanguínea y del riesgo de toxicidad. crolimus empeora de forma marcada la absor-
ción de este fármaco, por lo que tacrolimus se
Por ello, en los pacientes con TH que reciben inhi- debe administrar alrededor de una hora antes
bidores de calcineurina o inhibidores de mTOR es de las comidas.
deseable evitar los medicamentos anteriormente
mencionados. Cuando es estrictamente necesario, ❱❱ El zumo de pomelo aumenta la biodisponibili-
debido al padecimiento de problemas intercurren- dad de ciclosporina, con riesgo de toxicidad.
1007
Sección 6. Hígado
TABLA 2. Complicaciones del injerto en el período tardío mada de la inmunosupresión quede restringida al
postrasplante hepático. ámbito de la investigación clínica.
1008
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo
Cirrosis
30% de los pacientes, cifras sensiblemente inferio- es objeto de investigación si se podrían ampliar
res a las obtenidas en pacientes no trasplantados los criterios de Milan sin un aumento significativo
que son inmunocompetentes. de recidiva tumoral. Asimismo, ya que la molécula
mTOR forma parte de las vías de señalización para
Debido a todo ello, la supervivencia de los pacien-
la proliferación tumoral en el hepatocarcinoma, en
tes trasplantados por enfermedades relacionadas
la actualidad se está investigando el papel de los
con VHC es menor que la de los pacientes trasplan-
inhibidores de mTOR (sirolimus y everolimus) en
tados por otras causas (65% vs 75% a los 5 años,
la prevención de la recidiva tumoral y de su trata-
respectivamente). La recidiva de la hepatitis C es la
miento si ésta se produce.
causa de muerte tardía más importante en el TH,
por lo que constituye uno de los mayores proble- La recidiva de cirrosis biliar primaria es relativa-
mas en este campo. mente frecuente pero poco agresiva. En cambio,
la recidiva de la colangitis esclerosante primaria y
Recidiva de otras enfermedades de la hepatitis autoinmune comporta mayor ries-
En la actualidad, la recidiva de la infección y hepatitis go para el injerto. En pacientes trasplantados por
por virus de la hepatitis B es poco frecuente debido a hepatitis autoinmune es recomendable la adminis-
la administración profiláctica de gammaglobulina hi- tración de corticoides a dosis baja de por vida para
perinmune y de fármacos con reconocida actividad prevenir su recidiva en el injerto.
antiviral (principalmente, lamivudina y tenofovir).
La recidiva del alcoholismo es bastante frecuente,
La gammaglobulina hiperinmune se suele adminis-
pero suele consistir en la ingesta ocasional o en
trar durante los primeros meses postrasplante, pero
poca cantidad de alcohol. Por ello, la recidiva de
existe la recomendación de que el tratamiento con
la hepatopatía alcohólica en el injerto es poco fre-
antivirales sea de por vida, ya que el riesgo de reacti-
cuente, limitándose generalmente a una esteatosis
vación de virus residuales latentes persiste a lo largo
hepática. La tasa de recidiva importante de alcoho-
del tiempo.
lismo es solamente de alrededor del 5%, pero suele
La recomendación de seleccionar únicamente para comportar mal pronóstico debido a que se puede
trasplante aquellos pacientes con hepatocarcinoma asociar a un mal cumplimiento del tratamiento in-
poco extenso (criterios de Milan: 1 nódulo menor munosupresor, con riesgo de rechazo, y a mayor
de 5 cm, o 2-3 nódulos menores de 3 cm, sin inva- riesgo de enfermedad cardiovascular y tumores de
sión de grandes vasos hepáticos ni metástasis ex- novo postrasplante (ver más adelante). En los pa-
trahepáticas) ha hecho que la incidencia de recidiva cientes con antecedentes de alcoholismo es impor-
tumoral post-TH sea inferior al 10%. Actualmente tante insistir en la abstinencia de alcohol.
1009
Sección 6. Hígado
Figura 3. Transición de rechazo celular agudo a rechazo crónico ductopénico. A: Espacio porta normal en el que se observan la
rama venosa portal (flecha azul), arteriola (flecha roja) y conducto biliar interlobar (flecha amarilla). B: Rechazo celular agudo
con marcado infiltrado inflamatorio portal y conducto biliar (flecha amarilla) rodeado de linfocitos. C: Conducto biliar destruido
(flecha amarilla), con persistencia de un moderado infiltrado inflamatorio. D: Rechazo ductopénico, con espacio porta en el que
se visualizan la rama venosa portal (flecha azul) y la arteriola (flecha roja) pero no el conducto biliar que ha desaparecido.
Otros procesos en los que se puede observar recidi- dos a efectos secundarios adversos9. Los casos de
va postrasplante son la cirrosis criptogénica (proba- rechazo celular agudo tardío que cursan únicamen-
blemente, la fase final de una esteatohepatitis no te con alteraciones leves o moderadas de la función
alcohólica) y el síndrome de Budd-Chiari. Por ello, hepática suelen solucionarse rápidamente con la
los pacientes trasplantados por síndrome de Budd- reinstauración de la potencia inmunosupresora pre-
Chiari deben recibir anticoagulación profiláctica de via. Los casos con severidad histológica importante
por vida. o alteraciones analíticas muy marcadas suelen re-
querir tratamiento inmunosupresor mucho más po-
Complicaciones de novo del injerto tente que el previo. Los episodios de rechazo celular
Rechazo del injerto agudo tardío no resueltos pueden evolucionar hacia
el rechazo crónico ductopénico, cuya base anato-
Como ya se ha indicado en el capítulo “Complicacio- mopatológica es la lesión y desaparición progresivas
nes en el período precoz postrasplante hepático”, el de los conductos biliares interlobares (figura 3). La
rechazo celular agudo suele presentarse dentro de incidencia de rechazo crónico ductopénico es baja,
las primeras semanas del trasplante. No obstante, inferior al 5%. Sin embargo, su tratamiento es muy
existe un 5-10% de pacientes que presentan recha- limitado, por lo que una proporción notable de pa-
zo celular agudo más tardíamente, generalmente
cientes acaban requiriendo un re-trasplante.
durante la reducción programada de la inmunosu-
presión (comentada en la figura 1) o tras cambios Otra forma de rechazo crónico es la arteriopatía
drásticos en los regímenes inmunosupresores debi- obliterativa, de poca repercusión en el TH debido
1010
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo
a la doble circulación arterial y venosa portal del Debido a la elevada incidencia de complicaciones
hígado. en su injerto y debido a que estas complicaciones
pueden aparecer en períodos muy tardíos postras-
Otras complicaciones de novo plante, los receptores de TH han de ser controla-
del injerto dos periódicamente y de por vida desde el punto
Aproximadamente el 5% de los pacientes desarro- de vista clínico y de pruebas complementarias para
llan una hepatitis autoinmune de novo postrasplan- la detección temprana de dichos problemas. En re-
te. Aunque no se conoce la etiopatogenia de este lación al injerto hepático, el papel fundamental de
proceso, es posible que represente una forma es- los médicos ajenos a los equipos de TH es la detec-
pecial de rechazo. Su tratamiento se basa esencial- ción precoz de las posibles complicaciones a este
mente en corticoides, asociados o no a azatioprina nivel. Cuando ello ocurra, la conducta más razona-
o micofenolato. ble es que estos médicos se pongan rápidamente
en contacto con los miembros de los equipos de
En los pacientes que reciben injertos de donantes trasplante para planificar la estrategia más adecua-
con infección por VHB quiescente (identificados da en cada caso.
por tener anticuerpos anti-HBcore tipo IgG positi-
vos) existe el riesgo de reactivación viral debido a Complicaciones extrahepáticas
la administración del tratamiento inmunosupresor.
Los pacientes con TH a largo plazo pueden presen-
No obstante, en la actualidad este riesgo se ha visto
tar complicaciones en múltiples órganos, aparatos
drásticamente reducido con la administración pro-
y sistemas. Las complicaciones extrahepáticas de
filáctica de agentes antivirales, especialmente la-
mayor relevancia, por su frecuencia o gravedad,
mivudina, a los receptores de tales injertos. Los re- se muestran en la tabla 3. Como se observa en la
ceptores que poseen anticuerpos anti-HBsuperficie tabla 3, la toxicidad de los fármacos inmunosupre-
(por infección pasada o vacunación anti-hepatitis B sores juega un papel importante en la génesis de la
pretrasplante) y anticuerpos anti-HBcore no necesi- mayoría de las complicaciones extrahepáticas. No
tan dicha profilaxis. obstante, hay que señalar que, dado que las dosis
Debido a la frecuente existencia de diabetes, obe- a que suelen administrarse los inmunosupresores
sidad e hipertrigliceridemia (ver más adelante), los en las fases tardías del TH son bajas o medianas, la
pacientes con TH pueden presentar esteatosis he- contribución de estos fármacos en el desarrollo de
pática no alcohólica que, en su grado máximo de determinadas complicaciones no es tan marcada
expresión, puede llegar a esteatohepatitis no alco- como en períodos precoces del TH. El manejo de
hólica o cirrosis. las complicaciones extrahepáticas en los pacientes
con TH no difiere del manejo en los pacientes no
Existen datos que indican que los pacientes con trasplantados. Por ello, los médicos no directamen-
TH a muy largo plazo pueden desarrollar la deno- te involucrados en los programas de TH pueden y
minada hepatitis crónica idiopática postrasplante. deben participar en la detección y tratamiento de
Se trata de una patología no bien caracterizada, estos problemas extrahepáticos. En este contexto,
de naturaleza desconocida y que puede cursar con es deseable una fluida comunicación entre estos
normalidad absoluta y persistente de la analítica médicos y los equipos de TH. A continuación se co-
hepática, por lo que su diagnóstico suele basarse mentan las principales complicaciones extrahepáti-
en los hallazgos histológicos obtenidos en biopsias cas a largo plazo.
hepáticas protocolizadas. Su espectro anatomopa-
tológico abarca desde una simple hepatitis crónica Infecciones
leve a lesiones con fibrosis marcada e, incluso, ci-
rrosis. Coincidiendo con la disminución importante de la
inmunosupresión, antes mencionada, y de la dismi-
Los pacientes trasplantados también pueden pre- nución de la necesidad de reingresos hospitalarios
sentar otras patologías hepáticas de forma similar en períodos tardíos post-TH, el riesgo de infección
a los pacientes no trasplantados, como, por ejem- es relativamente bajo, siendo solamente un poco
plo, hepatitis tóxico-medicamentosas. Por otra par- mayor que el de la población general. En el post-
te, hay que destacar que en estos pacientes no es TH a largo plazo, la mayoría de las infecciones co-
infrecuente la existencia simultánea de dos o más rresponden a infecciones urinarias y respiratorias,
problemas hepáticos. con un impacto leve o moderado sobre la super-
1011
Sección 6. Hígado
TABLA 3. Complicaciones extrahepáticas más importantes en el postrasplante hepático a largo plazo y el papel que juegan
distintos inmunosupresores en su patogenia (+++ intenso, ++ mediano, + leve, ± no bien establecido, - nulo)
Infecciones + + + + +
Tumores de novo +++ +++ + ± ±
Alteraciones renales +++ a +++ - - +b
Hipertensión arterial +++ ++ ++ - -
Diabetes + +++ +++ - ±
Hiperlipidemia ++ + ++ - +++
Obesidad - - ++ - -
Síndrome metabólico ++ ++ +++ - +
Enfermedad cardiovascular +++ +++ +++ - +
vivencia. Las infecciones oportunistas ocurren con presión y la edad avanzada son factores favorece-
poca frecuencia y se suelen limitar a reactivaciones dores generales de estos tumores. Además, como
tuberculosas y víricas (por ejemplo, zóster). En la se observa en la tabla 4, existen otros factores fa-
mayoría de los casos, el curso evolutivo y la seve- vorecedores específicos de cada neoplasia, entre
ridad de las infecciones en los pacientes con TH no los que destacan infecciones víricas (lógicamente,
difieren de las observadas en la población general, relacionadas con la inmunosupresión), tabaquis-
con algunas excepciones, como, por ejemplo, la mo y alcoholismo. Por ello, se ha de recomendar
primoinfección por varicela o las infecciones en con especial insistencia el abandono del hábito
pacientes que, a pesar de estar en períodos pos- tabáquico en pacientes con TH que son fuma-
trasplante tardíos, aún reciben una inmunosupre- dores. Asimismo, es recomendable abstinencia
sión potente. alcohólica o consumo moderado de alcohol; los
pacientes con antecedentes de alcoholismo de-
Los pacientes con TH han de recibir las mismas va-
ben seguir abstinencia absoluta y permanente de
cunaciones recomendadas en la población general,
alcohol. Una vez aparecido un tumor no cutáneo,
aunque están contraindicadas las vacunas con mi-
éste suele seguir un curso especialmente agresivo
croorganismos vivos atenuados (por ejemplo, la va-
debido a la inmunosupresión. Hay que destacar
cuna de la fiebre amarilla, recomendada para viajar
que los tumores de novo constituyen la segunda
a determinados países).
o tercera causa de mortalidad (variable según las
series publicadas) en el post-TH a largo plazo. De
Tumores de novo los hechos anteriores se deriva la conveniencia de
En comparación con la población general, los re- seguir programas de screening tumoral periódico
ceptores de TH presentan un riesgo de desarrollar similares a los recomendados en la población ge-
tumores que es aproximadamente 3 veces más neral, aunque de forma más estricta.
elevado que el de la población general de edad
Los inhibidores de mTOR tienen una marcada acti-
y sexo similares11. Los tumores de novo más fre-
vidad antiproliferativa y antitumoral, y están indica-
cuentes se indican en la tabla 4. El tipo de tumor
dos en la prevención y tratamiento de epiteliomas
más habitual es el epitelioma cutáneo, que está
cutáneos y carcinoma renal. Sin embargo, su papel
en relación directa con la exposición solar acumu-
en otros tumores de novo en pacientes con TH está
lada, por lo que es recomendable que los pacien-
aún sujeto a investigación.
tes con TH usen cremas de protección solar. La
incidencia de tumores de novo no cutáneos es del El riesgo de otros tumores muy frecuentes en el ser
10-20% a los 10 años del trasplante. La inmunosu- humano, como neoplasias de mama, colon o prós-
1012
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo
TABLA 4. Tumores de novo en pacientes con trasplante de la función renal con grados leves de deshidra-
tación secundarios a cuadros intercurrentes apa-
hepático cuya presentación es más frecuente que en la
rentemente banales (por ejemplo, gastroenteritis).
población general. Asimismo, los antiinflamatorios no esteroideos
también pueden provocar insuficiencia renal en es-
tos pacientes, por lo que en caso de ser necesaria
Tipo de tumor Factores favorecedores
su administración es conveniente controlar estre-
Epitelioma cutáneo Exposición solar
chamente la función renal.
Linfoma no Hodgkin Virus Epstein-Barr
Linfoma de Kaposi Virus herpes 8 Hipertensión arterial
Cáncer orofaríngeo Tabaco, virus Epstein-Barr, Su incidencia en pacientes en el período post-TH
alcohol
tardío es de alrededor del 40-60%. Está sobre todo
Cáncer de vejiga urinaria Tabaco, papilomavirus?
Cáncer de cérvix Papilomavirus
relacionada con el efecto vasoconstrictor de los
Cáncer de pulmón Tabaco inhibidores de calcineurina y, en menor medida,
con el efecto mineralocorticoideo de los glucocor-
ticoides.
tata, no está incrementado en los pacientes con El tratamiento es el mismo que para los pacientes
TH, con la excepción de la neoplasia de colon en no trasplantados, si bien hay que tener en cuenta
pacientes trasplantados por colangitis esclerosante una serie de aspectos:
primaria asociada a colitis ulcerosa. ❱❱ Los pacientes que reciben inhibidores de calci-
neurina presentan pérdida del ritmo nictame-
Insuficiencia renal crónica ral de la presión arterial, con la consiguiente
La insuficiencia renal (definida como un filtrado glo- hipertensión nocturna y necesidad de adminis-
merular < 60 mL/min/1,73 m2) en períodos tardíos trar tratamiento anti-hipertensivo por la tarde-
del TH afecta al 50-70% de pacientes10. En su pato- noche.
genia interviene principalmente el efecto nefrotóxi- ❱❱ Es importante recordar que, aunque para la po-
co de los inhibidores de calcineurina, aunque otras blación general los límites tensionales máximos
circunstancias que se dan con frecuencia en estos recomendables son 140 mmHg de presión sis-
pacientes, como hipertensión, diabetes o alteracio- tólica y 90 mmHg de presión diastólica, en los
nes renales relacionadas con infección por virus C pacientes diabéticos y con insuficiencia renal
(por ejemplo, crioglobulinemia), también pueden son solamente 130 y 80, respectivamente.
contribuir al desarrollo de insuficiencia renal. En la
actualidad y coincidiendo con la tendencia a la mi- ❱❱ Hay que reducir al máximo la “inercia clínica”,
nimización de la administración de inhibidores de de forma que el médico tratante no ha de con-
calcineurina implementada de forma generalizada formarse con disminuciones significativas de la
en los últimos años, la incidencia de insuficiencia presión arterial, pero aún con cifras tensionales
renal importante (filtrado glomerular menor de 30) elevadas, sino que el objetivo ha de ser reducir
se observa en alrededor del 10% de pacientes, con la presión arterial hasta alcanzar los límites de la
requerimiento de diálisis o trasplante renal en el normalidad.
1-2%, que son cifras relativamente bajas, especial-
❱❱ En pacientes tratados con inhibidores de calci-
mente si se comparan con las de épocas anteriores.
neurina, los antiinflamatorios no esteroideos
Aparte del manejo convencional, el tratamiento pueden aumentar la presión arterial, por lo que
de la insuficiencia renal crónica en el TH incluye la es recomendable un control frecuente de la pre-
reducción de dosis o retirada de los inhibidores de sión arterial en estos pacientes.
calcineurina, con administración de otros inmuno-
supresores sin acción nefrotóxica, como micofeno- ❱❱ En pacientes con hipertensión arterial difícil de
lato o inhibidores de mTOR, y la corrección de otros controlar y que están tratados con inhibidores
factores si los hubiera. de calcineurina se puede plantear la reducción
de dosis de estos fármacos o su retirada, aun-
Los pacientes que toman inhibidores de calcineu- que esta alternativa ha de ser consensuada con
rina pueden presentar empeoramiento importante el equipo de TH.
1013
Sección 6. Hígado
Diabetes
Hipertensión 20 – 35% Hiperlipemia
40 – 60% 30 – 50%
Enfermedad
cardiovascular Alcohol
Tabacoª
mayor: 5%
15% a 10 años
Obesidad: Síndrome
25 – 40% metabólico:
50 – 60%
a
Frecuencia de consumo de tabaco no bien establecida.
Figura 4. Incidencia de enfermedad cardiovascular y de sus factores de riesgo en pacientes con trasplante hepático.
1014
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo
presentan limitaciones para volver a su anterior o parcial con efectos secundarios de los fármacos
trabajo. La inactividad laboral también contribuye inmunosupresores:
a la obesidad. Al igual que en la población general,
❱❱ Problemas neurológicos, relacionados con la
el tratamiento de la obesidad se basa en el segui-
administración de inhibidores de calcineurina,
miento de una dieta hipocalórica y ejercicio físico.
especialmente cefalea, migraña, temblor, in-
Existen datos en la literatura que sugieren que la
somnio y parestesias.
administración de fármacos con actividad inhibi-
dora de lipasa (orlistat) en pacientes con TH que ❱❱ Problemas osteoarticulares, principalmente
desarrollan obesidad mórbida no altera de forma osteoporosis (con una incidencia muy elevada,
significativa la absorción de fármacos inmunosu- de alrededor del 50%), favorecida particular-
presores, con la excepción de la ciclosporina. No mente por los corticoides. El tratamiento es el
obstante, parece razonable monitorizar estrecha- convencional: suplementos de calcio y vitamina
mente la concentración de los inmunosupresores si D y bifosfonatos. Es posible que estas mismas
se administra orlistat de forma concomitante. medidas puedan ser también útiles de forma
profiláctica.
En relación a la elevada frecuencia de hipertensión
arterial, diabetes, obesidad e hiperlipidemia, la mi- ❱❱ Diarrea y, con menor frecuencia, vómitos, es-
tad o más de pacientes con TH presentan síndro- pecialmente relacionados con micofenolato, en
me metabólico12. Asimismo, la esteatosis hepática particular cuando se administra micofenolato
o esteatohepatitis, una alteración relativamente mofetil. Las medidas a tomar en estos casos in-
frecuente en estos pacientes (ver secciones ante- cluyen la distribución de la dosis diaria total en
riores), también se asocia al síndrome metabólico. tomas de menor cantidad, pero más frecuentes,
Además de las consecuencias adversas per se de la el cambio a micofenolato sódico o la retirada del
obesidad y la esteatosis hepática, estas dos circuns- fármaco.
tancias pueden asociarse a una menor respuesta al
❱❱ Depresión de la médula ósea en relación a la
tratamiento antiviral en caso de recidiva de hepa-
administración de micofenolato o inhibidores
titis C.
de mTOR. El desarrollo de esta complicación
puede verse favorecido por la administración de
Enfermedad cardiovascular interferón formando parte del tratamiento anti-
Los pacientes con TH a largo plazo presentan even- hepatitis C y de ganciclovir como tratamiento de
tos cardiovasculares mayores, como enfermedad la infección por citomegalovirus.
coronaria, insuficiencia cardiaca, accidente vascu-
❱❱ Los inhibidores de mTOR pueden causar pro-
lar cerebral, muerte súbita o patología arterial peri-
blemas respiratorios (fibrosis pulmonar y neu-
férica oclusiva grave, con una frecuencia tres veces
monía organizativa) y mala cicatrización de
mayor que la observada en individuos de la pobla-
heridas. Este último problema obliga en muchas
ción general de edad y sexo similares. La probabili-
ocasiones a retirar transitoriamente estos fár-
dad de enfermedades cardiovasculares es del 5% a
macos por unas pocas semanas (y sustituirlos
los 2 años del trasplante, 15% a los 10 años y mayor
por otros) en pacientes que han de ser someti-
del 20% en períodos posteriores. Ello es debido a
dos a intervenciones quirúrgicas.
la alta incidencia de factores de riesgo cardiovas-
cular, especialmente hipertensión y complicaciones ❱❱ También son relativamente frecuentes proble-
metabólicas (figura 4). El tabaco y la ingesta impor- mas en la visión (principalmente, defectos de
tante de alcohol también pueden contribuir al de- la acomodación y cataratas), alteraciones del
sarrollo de enfermedad cardiovascular. Las enfer- aspecto físico, como hirsutismo (favorecido por
medades cardiovasculares son la segunda o tercera corticoides y ciclosporina), hipertrofia gingival
causa de muerte tardía en pacientes con TH. (favorecida por ciclosporina), facies cushingoi-
de y alteraciones en la distribución de la grasa
Otras complicaciones extrahepáticas corporal (relacionadas con corticoides), y hernia
incisional a nivel de la herida del TH.
Además de los problemas mencionados anterior-
mente, los pacientes en el período postrasplante ❱❱ Finalmente, hay que señalar que aproximada-
tardío del TH pueden presentar complicaciones mente la mitad de pacientes con TH presenta
en otros lugares del organismo, en relación total disfunción sexual, aunque de leve o moderada
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Sección 6. Hígado
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71 Enfermedades hepáticas
durante la gestación
Javier Salmerón
Unidad Clínica de Aparato Digestivo
Hospital Universitario San Cecilio. CIBERehd. Granada
H Í G A D O 1017
Sección 6. Hígado
TABLA 1. Clasificación de las enfermedades hepáticas en función de la vesícula. Así, en la fase precoz del
el embarazo embarazo la vesícula biliar aumenta de tamaño y
aumenta la producción de ácidos biliares, pero no
Trimestre
cambia la saturación de colesterol de la bilis. En la
de presentación última fase del embarazo, la vesícula biliar perma-
❱❱ Enfermedades hepáticas nece agrandada y se modifica la composición de los
propias del embarazo ácidos biliares: el quenodesoxicólico desciende y
• Hiperemesis gravídica 1.º la bilis está sobresaturada de colesterol. Se piensa
• Colestasis gravídica 2.º o 3.º que ambos hechos contribuyen a la formación de
• Preeclampsia y eclampsia 2.º o 3.º cálculos (6%) junto a la disminución de la motilidad
• Síndrome de HELLP 2.º, 3.º y postparto de la vesícula y su vaciamiento. La ictericia aparece
• Esteatosis aguda del embarazo 3.º en una de cada 1.500-5.000 (0,067%) gestaciones:
el 50% de ellas son secundarias a hepatitis virales,
❱❱ Enfermedades hepáticas el 30% a colestasis gravídica y el 20% restante a
concomitantes con el embarazo
otras entidades. Por último, para el estudio de las
• Hepatitis aguda (virales y tóxicas) cualquiera
• Tumores hepáticos cualquiera
enfermedades hepáticas y biliares la ecografía y la
• Síndrome de Budd-Chiari 3.º - postparto RMN sin contraste son seguras.
• Litiasis biliar y colecistitis cualquiera
Enfermedades propias del embarazo
❱❱ Enfermedades hepáticas previas al embarazo
Ictericias metabólicas constitucionales Se entiende por enfermedades hepáticas propias
• Hepatitis crónicas del embarazo aquellas que se presentan exclusiva-
• Cirrosis hepática mente durante la gestación.
• Trasplante hepático
Hiperemesis gravídica
En el primer trimestre, un 50% de las gestantes tie-
TABLA 2. Cambios fisiológicos durante la gestación nen náuseas y vómitos y un 75% náuseas solamente;
en cambio, la hiperemesis gravídica, cuadro carateri-
zado por la aparición de vómitos intensos de curso
Parámetro Variación
autolimitado que conduce a estados de deshidrata-
Hemoglobina Disminución
ción con disturbios hidroelectrolíticos, cetosis y pér-
Leucocitos Aumento dida de al menos un 5% del peso, aparece solo en el
Plaquetas No cambios 0,3-1% durante el primer trimestre y más raramente
Tiempo de protrombina No cambios en el segundo. Después del primer trimestre los sín-
Fosfatasa alcalina Aumento tomas desaparecen, aunque se pueden prolongar
Albúmina Disminución en un 10% de las pacientes. En un 50% de los casos
ALT No cambios se aprecian anomalías en las enzimas hepáticas con-
GGT No cambios sistentes en un moderado aumento de la bilirrubina
Bilirrubina No cambios conjugada (menos de 4 mg/dl), asociado o no a una
a-fetoproteína Aumento discreta elevación de transaminasas (menos de 200
Colesterol Aumento
U/l) y a un aumento de la isoenzima hepática de la
Triglicéridos Aumento
fosfatasa alcalina, dos veces por encima del límite
Ác. úrico Disminución
Velocidad sedimentación Aumento superior de la normalidad (LSN). Este cuadro, de
etiología desconocida y recurrente, es más frecuen-
te en gestantes jóvenes, menores de 20 años, primí-
paras, obesas y no fumadoras. Casi en el 60% de los
zo progresa, suele haber un aumento de la veloci- casos se puede detectar un hipertiroidismo.
dad de sedimentación globular (VSG).
Una rara complicación de la hiperemesis gravídica
Las biopsias hepáticas realizadas en embarazos es la neuropatía por déficit de vit. B6 y B12; en los
no complicados, confirman la ausencia de cambios casos más graves se puede presentar una encefa-
significativos. El embarazo induce alteraciones im- lopatía de Wernicke (alteraciones oculares, ataxia
portantes en el metabolismo lipídico biliar y en la y confusión) por un déficit de B1 (tiamina). La gra-
1018
71. Enfermedades hepáticas durante la gestación
vedad del cuadro viene determinada por el grado gravídica parece relacionarse con mutaciones en la
de deshidratación y la presencia de cuerpos cetó- bomba exportadora de las sales biliares. En el 15%
nicos en orina. En estos casos la gestante requiere de los casos se ha descrito una mutación en MDR3
ingreso hospitalario, fluidoterapia iv y medicación (multidrug resistance protein 3). Esta proteína
antiemética. Como primera línea del tratamiento transporta los fosfolípidos en la membrana canali-
la American College of Obstetricians and Gyneco- cular. Su mutación, que está localizada en el cro-
logists (ACOG) recomienda la administración de
mosoma 7q21.1, es la causa de la colestasis intra-
vit. B6 (piridoxina, 10-25 mg/8 h, vía oral, clase A)
hepática. La colestasis tiene la misma duración que
y doxilamina (Diclectin®, antihistamínico H1, 25 mg
por la noche y si es necesario 12 mg en el desayu- el embarazo, y se resuelve habitualmente después
no y almuerzo, vía oral, clase A). Con esta pauta se del parto en un tiempo máximo de 4 semanas. En la
obtiene una mejoría de las náuseas y vómitos en el bioquímica se observa un aumento moderado de la
70%. En caso de no respuesta se pasaría a la segun- bilirrubina conjugada (menos de 6 mg/dl), fosfata-
da fase. La metoclopramida (10 mg/6 h, vía oral) sa alcalina (menos de 4 veces su valor normal) y la
ha sido utilizada extensamente en las gestantes, es GGT. Las transaminasas pueden ser normales o es-
muy segura (clase B), pero no se debe mantener tar algo aumentadas (menos de 300 U/l). El tiempo
más de 12 semanas por el riesgo de disquinesia tar- de protrombina puede incrementarse por el déficit
día (movimientos incontrolados). En la actualidad, asociado de vit. K y por el uso de colestiramina. El
en lugar de la metoclopramida se está empleando diagnóstico se realiza determinando la concentra-
el ondansetrón (antagonista de los receptores 5-hi- ción plasmática de sales biliares en ayunas, que en
droxitriptamina, Zofran® 4-6 mg/6 h vía oral, clase
este caso están aumentadas (más de 10 μmol/l). Se
B), aunque la experiencia es menor. Otra opción
ha demostrado que la aparición de problemas en el
son las fenotiazinas (Fenergan®, 25 mg/4-6 h, vía
feto se relaciona con la magnitud en la elevación de
oral, clase C). Para los casos refractarios a estas me-
didas y como tratamiento de tercera línea se pue- sales biliares siendo necesaria una concentración
den indicar los esteroides, aunque su efectividad es superior a 40 μmol/l.
dudosa. La pauta recomendada es metilpredniso- El tratamiento ideal de la colestasis gravídica con-
lona (16 mg/8 h durante 3 días, después disminuir siste en la administración oral de ácido ursodesoxi-
la dosis hasta retirarla a las 2 semanas, clase C). No
cólico (15 mg/kg/día). Con él se consigue aliviar el
se deben emplear durante las primeras 10 semanas
prurito y reducir la concentración de sales biliares y
de gestación por el riesgo de labio leporino en el
feto. Si el cuadro de vómitos es prolongado debe transaminasas. Se ha demostrado que el ácido ur-
administrarse tiamina (100 mg/día) para prevenir sodesoxicólico aumenta la bomba exportadora de
la encefalopatía de Wernicke. Finalmente, en algu- las sales biliares. Otros fármacos que pueden ser
nos casos extremos de vómitos persistentes y re- útiles en este contexto incluyen:
fractarios con malnutrición se hace necesaria una
❱❱ Colestiramina (8-16 g/día), aunque no disminu-
nutrición enteral o parenteral.
ye las sales biliares y puede originar una dismi-
Colestasis gravídica nución de la vit. K.
La colestasis gravídica se presenta habitualmen- ❱❱ Fenobarbital (90 mg/día por la noche) es una
te en el tercer trimestre y la prevalencia es de alternativa a la colestiramina.
1/2.000-8.000 embarazos. Entre los factores de ❱❱ Vit. K (10 mg/día) cuando es necesaria.
riesgo destacan los antecedentes familiares y la
historia personal de infección por el VHC y coles- ❱❱ Dexametasona, se ha ensayado pero es menos
tasis secundarias a los anticonceptivos orales. Esta efectiva que el ác. ursodesoxicólico.
enfermedad, que se caracteriza por prurito, sobre
todo en palmas y plantas, y aumento de las sales A partir de la 37.ª semana, es aconsejable la induc-
biliares, puede terminar con repercusiones fetales ción del parto. La colestasis gravídica no contraindi-
graves (insuficiencia placentaria, anoxia, prematu- ca la lactancia materna. Se han descrito raros casos
ridad y muerte fetal). La ictericia es poco frecuente. en que la colestasis no desaparece después del par-
Al igual que se ha descrito para la colestasis induci- to, contribuyendo al desarrollo de fibrosis hepática
da por anovulatorios, la patogenia de la colestasis y hasta cirrosis.
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Sección 6. Hígado
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71. Enfermedades hepáticas durante la gestación
❱❱ Hemólisis. Aunque la anemia hemolítica mi- TABLA 3. Clasificación del síndrome de HELLP
croangiopática es característica, al inicio puede
estar ausente. En el frotis de sangre periférica
se observan las anomalías. La ictericia aparece ❱❱ Clasificación de Tennessee
en el 66% y refleja tanto la hiperbilirrubinemia • AST > 70 UI/l.
no conjugada secundaria a la hemólisis como la • LDH > 600 UI/l.
disfunción hepática. La bilirrubina es superior a • Plaquetas < 100.000 μ/l.
1,2 mg/dl y la LDH mayor de 600 U/l. El diagnós- ❱❱ Clasificación Mississippi
tico diferencial más importante debe hacerse LDH > 600 IU/L y:
con la patología biliar y el síndrome hemolítico- • Clase I: plaquetas: < 50.000 μ/l y AST >70 IU/l.
• Clase II: plaquetas: 50-100.000 μ/l
urémico.
y AST > 70 IU/l.
❱❱ Aumento de enzimas hepáticas. La LDH es • Clase III: plaquetas: 100-150.000 μ/l
la enzima que más aumenta en relación con y AST > 40 IU/l.
la hemólisis y la disfunción hepática (más de
600 U/l). La AST es superior a 70U/l y la ALT au-
menta entre 2-20 veces el valor normal.
❱❱ El tratamiento de la hipertensión arterial, las
❱❱ Plaquetopenia. El recuento de plaquetas es medidas de soporte vital, la corrección de los
inferior a 100.000/μl, aunque puede alcanzar trastornos hemodinámicos y de la coagulación
cifras inferiores a 50.000/μl. El diagnóstico dife- con plasma fresco y concentrados de plaquetas
rencial incluye la púrpura trombocitopénica y el son esenciales, especialmente antes de provo-
síndrome hemolítico-urémico. car el parto.
En resumen, el diagnóstico de un síndrome de ❱❱ Estas pacientes deben ser asistidas en una uni-
HELLP requiere el cumplimiento de los criterios, dad de Cuidados Intensivos y se intubarán pre-
mencionados. Algunos casos no cumplen todos los cozmente. De hecho, una de las causas desen-
parámetros considerándose entonces un síndro- cadenantes de la muerte materna es el edema
me HELLP parcial, que tiene mejor pronóstico. En laríngeo con imposibilidad de intubación. Aun-
la tabla 3 han quedado expuestas las dos clasifica- que la interrupción del embarazo es la medida
ciones más importantes basadas en el diagnóstico. más importante, algunas gestantes pueden con-
Las complicaciones más importantes del síndrome tinuar con el deterioro clínico después del parto.
HELLP incluyen la coagulación intravascular disemi-
nada (21%), el desprendimiento de placenta (16%) Esteatosis aguda del embarazo
y el fallo renal agudo (8%). La mortalidad materna (figuras 1-3)
es del 2-8%, en relación con la aparición de fallo
multiorgánico, y la muerte perinatal oscila entre el Este proceso aparece usualmente en el tercer tri-
7% y el 20%. mestre del embarazo y se caracteriza por una in-
filtración hepática masiva de grasa microvesicular
El tratamiento se basa en la interrupción del em- con repercusiones graves para la madre y el hijo. La
barazo siguiendo las siguientes recomendaciones: frecuencia es de un caso por cada 7.000 a 16.000
embarazos. En el 50% se trata de mujeres jóvenes,
❱❱ Si la gestación ha superado la semana 34 se
nulíparas, que tienen embarazos gemelares.
debe provocar el parto, incluso antes si aparece
una disfunción multiorgánica y no es posible es- La etiopatogenia de la esteatosis gravídica es des-
perar. conocida, aunque se ha comunicado su asociación
con la diabetes insípida del embarazo y la pree-
❱❱ Si la gestación es menor de 34 semanas y el caso clampsia. En los últimos años se ha descrito en las
no es grave, se pueden administrar corticoides madres un defecto en la ß-oxidación mitocondrial
para acelerar la madurez pulmonar del feto y de los ácidos grasos. El defecto está producido por
provocar el parto lo más próximo a la semana una mutación en la 3-hidroxiacil-CoA deshidroge-
34. Se recomienda betametasona 12 mg im nasa (LCHAD-mutación G 1528C, proteína trifun-
cada 24 horas durante 2 días, o dexametasona 6 cional mitocondrial). La ß-oxidación de los ácidos
mg im cada 12 horas durante 2 días. Los esteroi- grasos es la principal fuente de energía del músculo
des no disminuyen la tasa de complicaciones, ni y del corazón y es responsable del metabolismo
influyen en la mortalidad materna. En cambio, intermediario en el hígado, produciendo cuerpos
la evidencia sugiere que los corticoides mejoran cetónicos, 3-hidroxibutirato y acetoacetato. Esta es
la evolución perinatal cuando se usan en el HE- la vía alternativa de energía del cerebro cuando los
LLP antes de la semana 34 de gestación.
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Sección 6. Hígado
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71. Enfermedades hepáticas durante la gestación
VHS y VIH), así como patología tiroidea, enferme- Budd-Chiari o ictericias obstructivas. La ecografía
dad por depósito de hierro y cobre, déficit de α1 se completa con la RMN sin contraste, salvo casos
antitripsina y una posible enfermedad autoinmune. indicados y la TAC. Un aspecto importante a consi-
Entre los métodos de exploración, según los casos, derar es el tiempo de gestación, dado que la TAC
es primordial la realización de una ecografía que comporta una dosis importante de radiación. Es di-
permite descartar lesiones ocupantes de espacio, fícil agrupar todas las enfermedades hepáticas que
TABLA 4. Diagnóstico de las enfermedades hepáticas en el embarazo según síntomas y edad gestacional
Ecografía
Náuseas, Antecedentes de
Fármacos Coledocolitiasis Sólida
vómitos colestasis (prurito)
Angioma
Hiperplasia nodular RMN
Adenoma
* No siempre se detecta una colestasis
Hepatocarcinoma
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Sección 6. Hígado
Marcadores virales
positivos Normal Fármacos
No aumentada
Presión arterial Aumentada
Insuficiencia
hepática Hemólisis
Proteinuria (-) Proteinuria (+)
Edemas (-) Edemas (+ Trombopenia
Virus Aumento LDH
+ – Hipertensión
asociada al Toxemia HELLP
Viral embarazo (20% sin HTA)
Esteatosis
aguda grave*
aparecen durante la gestación. Sin embargo, desde methasone and ursodeoxycholic acid. Hepato-
un punto de vista práctico y didáctico se pueden logy 2005;42:1399-405.
agrupar en cuadros en los que predomina la coles-
4. Ibdah JA. Acute fatty liver of pregnancy: an up-
tasis (figura 4) y aquellos en los que predomina el
date on pathogenesis and clinical implications.
aumento de ALT (figura 5).
World J Gastroenterol 2006;12:7397-404.
5. Sibai BM. Diagnosis, controversies, and mana-
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