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© De los textos: Los autores, 2012
© De la maquetación y dibujos: Jarpyo Editores, 2012

Coordinación editorial:

Jarpyo Editores, S.A.


Avda. de Concha Espina, nº 9, 1º Dcha. 28016, Madrid.
Tel. 91 314 43 38. Fax 91 314 44 99
Plaza de Eguilaz, nº 8 bis, 3º, 3. 08017 Barcelona.
Tel. 93 203 04 46. Fax 93 203 02 62
e-mail: editorial@jarpyo.es www.jarpyo.es

Patrocinado por Almirall, S.A.

Depósito Legal:
ISBN: 978-84-92982-31-9

Las opiniones expresadas en este documento pertenecen a los autores y no necesariamente reflejan las
opiniones y recomendaciones del laboratorio.

Reservados todos los derechos de edición. Se prohíbe la reproducción total o parcial de los artículos, mate-
rial fotográfico, dibujos o cuadros contenidos en el presente libro, ya sea por medio mecánico, de fotocopia
o sistema de grabación, sin la autorización por escrito de los titulares del Copyright.
EDITORES
Dirección y Coordinación
MIGUEL A. MONTORO HUGUET
(Gastroenterología)
Unidad de Gastroenterología y Hepatología
Hospital San Jorge. Huesca
Departamento de Medicina
Universidad de Zaragoza

JUAN CARLOS GARCÍA PAGÁN


(Hepatología)
Unidad de Hepatología
Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas (IDIBAPS)
Hospital Clinic
Barcelona

Oncología gastrointestinal Emergencias gastrointestinales


Antoni Castells Julián Panés
Servicio de Gastroenterología Servicio de Gastroenterología
Instituto de Enfermedades Digestivas Instituto de Enfermedades Digestivas
y Metabólicas (IDIBAPS) y Metabólicas (IDIBAPS)
Hospital Clinic Hospital Clinic
Barcelona Barcelona

Enfermedades inflamatorias del intestino Enfermedades relacionadas con el ácido


Fernando Gomollón Javier P. Gisbert
Servicio de Aparato Digestivo Servicio de Gastroenterología
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Hospital Universitario La Princesa
Zaragoza Madrid

Trastornos funcionales digestivos Ilustraciones


Fermín Mearin Manrique Santos Santolaria Piedrafita
Instituto de Trastornos Motores Unidad de Gastroenteriología y Hepatología
y Funcionales Digestivos Hospital San Jorge
Centro Médico Teknon Huesca
Barcelona

III
Dedicado a nuestras esposas, Casti y Esther y a nuestros hijos, Ana, Miguel y
Jorge y Carla y Albert por todo el cariño que nos dispensan. También a nuestros
padres, Antonio (q.p.d.) y Esperanza, y Juan y Agustina (q.p.d.), por habernos
inculcado el valor del esfuerzo y el trabajo bien hecho.

MIGUEL A. MONTORO
JUNA CARLOS GARCÍA PAGÁN
AUTORES Y COLABORADORES
Alcedo, Javier Bernal, Vanesa
Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Digestivos. Hospital de San Jorge, Huesca.
Unidad Asistencial de Aparato Digestivo.
Hospitales de San Jorge y Barbastro. Huesca. Bixquert Jiménez, Miguel
Servicio de Digestivo.
Andrade, Raúl J. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia.
Unidad de Gestión Clínica de Digestivo. Departamento de Medicina de la Facultad de
Hospital Universitario Vírgen de la Victoria. Medicina de Valencia.
Málaga.
Boixeda, Daniel
Arroyo, María Teresa Servicio de Gastroenterología.
Servicio de Digestivo. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Zaragoza. Bosch, Jaume
Unidad de Hepatología.
Arroyo, Vicente Instituto de Enfermedades Digestivas y
Unidad de Hepatología. Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Hospital Clinic. Barcelona.
Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd. Universidad de Barcelona.


Aspuru Rubio, Kattalin
Bruguera Cortada, Miguel
Servicio Aparato Digestivo.
Servicio de Hepatología.
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Hospital Clínic. Barcelona.

Departamento de Medicina.
Augustin, Salvador
Universidad de Barcelona.
Servicio de Medicina Interna-Hepatología.

Hospital Universitari Vall d’Hebron.
Bruix, Jordi
Universitat Autónoma de Barcelona.
Unidad de Oncología Hepática (BCLC).
Balaguer Prunés, Francesc Servicio de Hepatología.
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic.Barcelona.
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd.

Balboa, Agustín Cabré, Eduard
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo.
Digestivos. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol.
Servicio de Aparato Digestivo. Badalona.
Centro Médico Teknon. Barcelona. Centro de Investigación Biomédica en Red.
Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
Barberà Mir, Joan Alber Barcelona.
Servicio de Neumología.
Hospital Clínic de Barcelona. Casamayor, Menchu
Institut d’Investigacions Biomèdiques August Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Pi i Sunyer (IDIBAPS). Hospital San Jorge. Huesca
Universidad de Barcelona, CIBER Enfermedades Departamento de Medicina.
Respiratorias. Barcelona. Universidad de Zaragoza.

V
Autores y colaboradores

Servicio de Cirugía General y Digestiva Hospital Centro de Investigación Biomédica en Red.


Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd),
Barcelona.
Castellano Tortajada, Gregorio
Servicio de Aparato Digestivo. Domínguez, Manuel
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Hospital de San Jorge, Huesca.
Castells Garangou, Antoni
Departamento de Medicina y Psiquiatría.
Servicio de Gastroenterología.
Hospital Clinic. Barcelona.
Domínguez Muñoz, J Enrique

Castellví Bel, Sergi Servicio de Aparato Digestivo.
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínico Universitario de Santiago.
Hospital Clinic. Barcelona.
Esteve Comas, María
Córdoba, Juan Servicio de Aparato Digestivo.
Servei de Medicina Interna-Hepatologia. Hospital Mutua Terrassa. Barcelona
Hospital Vall d’Hebron.
Universitat Autònoma de Barcelona y Centro de Fabregat, Gemma
Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Servicio de Geriatría.
Hepáticas y Digestivas (CIBERehd). Hospital Sagrado Corazón de Jesús. Huesca.

Cortés, Luis Fernández Bañares, Fernando
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital de San Jorge, Huesca.
Hospital Mutua Terrassa. Barcelona.
Departamento de Medicina y Psiquiatría.


Fernández Esparrach, Gloria
De La Mata García, Manuel
Sección de Hepatología. Unidad de Gestión Servicio de Gastroenterología.
Clínica de Aparato Digestivo. Hospital Clínic. Barcelona.
Unidad de Trasplante Hepático.
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. Ferrández Arenas, Ángel
CIBERehd. IMIBIC. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Del Pozo Rivas, Roberto Zaragoza.
Servicio de Neumología.
Hospital Clínic. Forner, Alejandro
Institut d’Investigacions Biomèdiques August Unidad de Oncología Hepática (BCLC).
Pi i Sunyer (IDIBAPS). Servicio de Hepatología.
Universidad de Barcelona. Hospital Clínic. Barcelona.
CIBER Enfermedades Respiratorias, Barcelona. Universidad de Barcelona.

IDIBAPS. CIBERehd.
De-Madaria Pascual, Enrique

Unidad de Patología Pancreática
García Egea, Jorge
Unidad de Gastroenterología y Endoscopia
Digestiva. Servicio de Cirugía Digestiva.
Hospital General Universitario de Alicante. Hospital San Jorge. Huesca

Domènech, Eugeni García López, Santiago
Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo. Servicio Aparato Digestivo.
Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Hospital Universitario Miguel Servet.
Badalona. Zaragoza.

VI
Autores y colaboradores

García Monzón, Carmelo Guarner Aguilar, Carlos


Unidad de Investigación Unidad de Hepatología.
Hospital Universitario Santa Cristina. Servicio Patología Digestiva.
Instituto de Investigación Sanitaria Princesa. Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Centro de Investigación Biomédica en Red de Universitat Autònoma de Barcelona.
Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
Madrid. Guevara, Mónica
Unidad de Hepatología.
García-Gil, Agustín Hospital Clinic. Barcelona.
Servicio de Aparato Digestivo y Servicio de Cirugía. Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Zaragoza.
Guevara, Teresa

Unidad Docente de MFyC.
García-Pagán, Juan Carlos
Hospital San Jorge. Huesca.
Laboratorio de Hemodinámica Hepática.

Unidad de Hepatología.
Institut de Malalties Digestives i Metabòliques. Hernández-Guerra, Manuel
IDIBAPS. CIBERehd. Hospital Universitario de Canarias.
Hospital Clínic. Barcelona.
Hervás, Antonio José
Gargallo Puyuelo, Carla Jerusalén Unidad Clínica de Aparato Digestivo.
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Zaragoza. Hinojosa del Val, Joaquín
Servicio Medicina Aparato Digestivo.
Garrigues Gil, Vicente Hospital Universitario de Manises. Valencia.
Servicio de Medicina Digestiva.
Hospital Universitari i Politécnic La Fe. Valencia. Lanas, Ángel
Servicio de Aparato Digestivo.
Gassull, Miquel A. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Instituto de Investigación en Ciéncias de la Salud Zaragoza.
Germans Trias i Pujol. Badalona. Departamento de Medicina y Psiquiatría.
Universidad de Zaragoza. CIBERehd. IIS Aragón.
Gisbert, Javier P.
Servicio de Aparato Digestivo. Lera, Inmaculada
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid. Unidad de Gastroenterología y Hepatología.

Hospital San Jorge. Huesca.
Gomollón García, Fernando

Servicio de Aparato Digestivo.
Lorente Pérez, Sara
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Servicio de Aparato Digestivo y Servicio de Cirugía.
Zaragoza.
Departamento de Medicina y Psiquiatría Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Universidad de Zaragoza. Zaragoza.

González Lama, Yago Lucena, María Isabel
Servicio de Aparato Digestivo. Servicio de Farmacología Clínica.
Hospital Universitario Puerta de Hierro. Centro de Investigación Biomédica en Red de
Majadahonda, Madrid. Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
Barcelona.
Guardia, Jaime
Servicio de Medicina Interna-Hepatologia. Maroto Arce, Nuria
Hospital Universitari Vall d’Hebron. Servicio de Medicina Digestiva.
Universitat Autónoma de Barcelona. Hospital de Manises. Valencia.

VII
Autores y colaboradores

Martín de Argila, Carlos Muñoz, Fernando


Servicio de Gastroenterología. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Ramón y Cajal. Madrid. Complejo Asistencial Universitario de León.

Martínez Sempere, Juan F. Nicolás Pérez, David
Unidad de Patología Pancreática. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Universitario de Canarias.
Unidad de Gastroenterología y Endoscopia

Digestiva. Nos Mateu, Pilar
Hospital General Universitario. Alicante. Servicio de Medicina Aparato Digestivo.
Hospital Universitario La Fe. Valencia.
Mas, Antoni
Servicio de Hepatología. Unidad de Cuidados Ordás, Ingrid
Intensivos del Instituto de Enfermedades Servicio Gastroenterología.
Digestivas y Metabólicas, IDIBAPS. Hospital Clínic. Barcelona.
Hospital Clínic. Barcelona.
Panés, Julián
Mearin Manrique, Fermín Servicio Gastroenterología.
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínic. Barcelona.

Instituto de Trastornos Funcionales
Parés, Albert
y Motores Digestivos.
Unidad de Hepatología.
Centro Médico Teknon. Barcelona. Hospital Clinic. Barcelona.
Universidad de Barcelona.
Monés Xiol, Joan IDIBAPS, CIBERehd. Barcelona.
Unidad de Gastroenterología.
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Parra Blanco, Adolfo
Universidad Autónoma de Barcelona. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Central de Asturias.
Montoro Huguet, Miguel A.
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Pellisé Urquiza, María
Hospital San Jorge. Huesca. Servicio de Gastroenterología.
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Hospital Clínic de Barcelona.

Universidad de Zaragoza.
Pérez Carreras, Mercedes
Servicio de Aparato Digestivo.
Moreira Ruíz, Leticia Hospital Universitario 12 de Octubre.
Servicio de Gastroenterología Madrid.
Hospital Clínic. Barcelona.
Pérez-Mateo Regadera, Miguel
Moreno Otero, Ricardo Hospital General Universitario. Alicante.
Unidad de Hepatología.
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid. Pertejo, Virginia
Instituto de Investigación Sanitaria Princesa (IP). Servicio de Medicina Digestiva.
Universidad Autónoma de Madrid. Hospital Universitari La Fe. Valencia.
Centro de Investigaciones Biomédicas en Red
Piñol Sanchez, Virginia
(CIBERehd).
Servicio de Gastroenterología.
Instituto de Salud Carlos III. Madrid.
Hospital Clinic. Barcelona.

Morillas, Rosa Mª Planas, Ramón
Unidad de Hepatología, CIBERehd. Servicio de Unidad de Hepatología, CIBERehd.
Aparato Digestivo. Servicio de Aparato Digestivo.
Universidad Autónoma de Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona.
Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona.

VIII
Autores y colaboradores

Poca Sans, María Unidad de Trasplante Hepático.


Unidad de Hepatología. CIBERehd. IMIBIC.
Servicio Patología Digestiva. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba.
Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Universitat Autònoma de Barcelona. Rodríguez Roisin, Roberto
Servicio de Neumología.
Ponce, Julio Hospital Clínic. Barcelona.
Servicio de Medicina Digestiva. Institut d’Investigacions Biomèdiques August
Hospital Universitario La Fe. Valencia. Pi i Sunyer (IDIBAPS)
Unidad de Patología Digestiva. Universidad de Barcelona
Hospital Quirón. Valencia. CIBER Enfermedades Respiratorias, Barcelona.

Ponce, Marta Sáinz, Ricardo
Servicio de Medicina Digestiva. Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Universitario La Fe. Valencia. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Unidad de Patología Digestiva. Zaragoza.
Hospital Quirón. Valencia.
Salmerón, Javier
Quintero, Enrique Unidad Clínica de Aparato Digestivo.
Hospital Universitario de Canarias. CIBERehd
Hospital Universitario San Cecilio. Granada.
Rafael-Valdivia, Lourdes

Servicio Hepatología.
Sánchez Puértolas, Ana Belén
IDIBAPS, CIBERehd.
Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Hospital Clínic. Barcelona.
Hospital San Jorge. Huesca.


Reig, María
Sans Cuffí, Miquel
Unidad de Oncología Hepática (BCLC).
Servicio de Gastroenterología.
Servicio de Hepatología.
Centro Médico Teknon. Barcelona.
Hospital Clínic. Barcelona.

Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd.
Santolaria Piedrafita, Santos
Ricart, Elena Unidad de Gastroenterología.
Departamento de Gastroenterología. CIBERehd. Hospital San Jorge de Huesca.
Hospital Clínic. Barcelona.
Sanz Puértolas, Patricia
Rimola, Antoni Unidad de Gastroenterología y Hepatología.
Servicio Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca.
IDIBAPS, CIBERehd.
Hospital Clínic. Barcelona. Seijo, Susana
Laboratorio de Hemodinámica Hepática.
Rodés Teixidor, Joan Unidad de Hepatología.
Hospital Clinic. Barcelona. Institut de Malalties Digestives i Metabòliques.
IDIBAPS. CIBERehd.
Rodríguez de Lope, Carlos Hospital Clínic. Barcelona.
Unidad de Oncología Hepática (BCLC).
Servicio de Hepatología. Sempere Robles, Laura
Hospital Clínic. Barcelona. Hospital General Universitario. Alicante.
Universidad de Barcelona. IDIBAPS. CIBERehd.
Serrano, Mª Trinidad
Rodríguez Perálvarez, Manuel L. Servicio de Aparato Digestivo y Servicio de Cirugía.
Sección de Hepatología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo. Zaragoza.

IX
Autores y colaboradores

Simón Marco, Miguel Ángel Trapero Marugán, María


Servicio de Aparato Digestivo. Unidad de Hepatología.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid.
Instituto de Investigación Sanitaria Princesa (IP).
Zaragoza.
Universidad Autónoma de Madrid.

Centro de Investigaciones Biomédicas en Red
Soriano, Antonio (CIBERehd).
Servicio de Gastroenterología. Instituto de Salud Carlos III. Madrid.
Instituto de Enfermedades Digestivas
y Metabólicas IDIBAPS. Vaquero Raya, Eva C.
Hospital Clinic. Barcelona. Servicio de Gastroenterología.
Hospital Clínic. Barcelona.

Soriano Pastor, Germán
Villanueva, Càndid
Unidad de Hepatología.
Servicio de Patología Digestiva.
Servicio Patología Digestiva. Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau. Barcelona.
Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. Centro de Investigación Biomédica en Red de
Universitat Autònoma de Barcelona. Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).

X
PRÓLOGO

Fue en 1978 cuando animado por el Dr. López Za- como uno de los coeditores de aquella obra. En el
borras compré la primera edición de un libro que tomo II hay un capítulo dedicado a los síndromes
llevaba por título “Tratado de Gastroenterología” de malabsorción secundarios, escrito por Martin H.
firmado por Marvin H. Sleisenger y John S. For- Kalser. Uno asiste con perplejidad a un hecho insó-
dtran. El libro había sido editado en inglés por la lito en las producciones editoriales del siglo XXI. El
W-B. Saunders Company, en Filadelfia (año 1973) Dr. Kalser ilustraba los conceptos con casos clínicos.
y traducido al español por la Nueva editorial inte-
«Veámos el siguiente ejemplo, escribía… » y enton-
ramericana. Por entonces, estudiaba 5º curso de
ces, relataba un caso de la vida real, repartiendo al
Medicina, ni siquiera sabía si algún día podría ser
cincuenta por ciento, rigor científico y belleza lite-
gastroenterólogo. Cuando escribo estas líneas, ten-
go sobre la mesa uno de los 3.300 ejemplares que raria. Era prolijo en sus descripciones (incluía, por
se terminaron de imprimir el 14 de noviembre de ejemplo, la letra pequeña de los informes anato-
1978 en los talleres de Bdemex, S.A. de la calle 3, mopatológicos y la descripción de la hoja operato-
número 9-A, en la ciudad de Naucalpan de Juárez ria), y respetuoso con todos aquellos que en algún
(Méjico). Es un libro de tapas rojas y letras dora- modo habían intervenido, a quienes no dudaba en
das, sencillo, austero y editado a dos columnas. nombrar. Al final hacía un comentario del caso. Con
Creo que fue la primera vez que tuve la sensación el debido respeto, los gestores de hoy en día, de-
de que un libro quería enseñarme algo importan- berían leer aquellas historias del Dr. Kalser. Tal vez
te, sin que tuviese que rendir cuentas de ello en un entonces, comprenderían, que lo más barato es
examen. Las horas se me hacían cortas con aquél hacer bien las cosas… desde el principio. Aquellos
libro; cuando veía una radiografía o el estudio his- libros, y aquellas historias, me han acompañado
tológico de una pieza de resección quirúrgica, me
siempre, permanecen indelebles en mi corazón, a
quedaba fascinado. En la página 707 hay un dibujo
pesar del paso del tiempo. Nunca me abandonaron
fantástico de la piloroplastia al estilo de Jaboulay
en los momentos de dificultad. “Problemas Comu-
(Fig 60.3). No he vuelto a ver uno semejante. En
1982, siendo residente de Gastroenterología, bajo nes en la Práctica Clínica” (Copyright, 2012) es una
la dirección del Profesor Sainz Samitier, adquirí la producción española, escrita por gastroenterólogos
3ª edición de la obra de Henry L. Bockus. El autor y hepatólogos que comparten estos principios. Mi
de uno de los capítulos de la presente edición de respeto, mi admiración y mi gratitud a todos ellos.
“Problemas Comunes”, Miguel Ángel Gasull, parti-
cipó en la traducción de aquella edición. El Dr. Boc-
kus había invitado al Dr. Vilardell, para participar Miguel A. Montoro

XI
Agradecimientos

Deseo expresar mi gratitud, en primer lugar a mi haber sido capaz de detenerse en medio de una
coeditor Juan Carlos García Pagán. Él es el coedi- intervención quirúrgica para obtener algunas foto-
tor de los capítulos dedicados a las enfermedades grafías para esta edición, agradecimiento que hago
del hígado. A través de él deseo testimoniar mi
extensible a otros cirujanos, como los Drs. Jiménez
respeto y admiración al Servicio de Hepatología
del Hospital Clinic de Barcelona. Los especialistas Bernadó y Agustín García Gil (Hospital Clínico de
de mi generación estaremos siempre en deuda con Zaragoza), el Dr. Placer (Hospital de Donostia) y el
Joan Rodés, Vicente Arroyo, Jaume Bosch, Miguel Dr. García Omedes (Hospital San Jorge de Huesca).
Bruguera y Jose María Sánchez Tapias. La mayoría Muchos de los conceptos expresados en este libro
de ellos, y buena parte de sus discípulos han teni- han sido reforzados por fotografías realizadas por
do a bien colaborar en este libro. Toni Castells, es
expertos patólogos de nuestro hospital, así como
el editor de los capítulos dedicados a la oncología
del hospital 12 de octubre y del Royal Free de Lon-
gastrointestinal, y a él agradezco la cuidadosa elec-
ción de los autores de cada uno de estos capítulos. dres.
El resultado es bien patente. Fernando Gomollón,
Gran parte del mérito de esta obra reside en la es-
un privilegio para mí contar con su amistad, es el
cuela de Patología Digestiva del hospital de la Santa
editor de la sección de enfermedad inflamatoria
intestinal y enfermedades malabsortivas. Siempre Creu y Sant Pau de Barcelona. No en vano, fue en
está ahí, cuando se le necesita. Fermín Mearin, se este hospital donde se formaron mis maestros, el
ocupó de revisar todos los capítulos dedicados a los Dr. López Zaborras y el Prof. Sainz Samitier. Todos
trastornos funcionales digestivos. Su condición hu- los residentes de mi generación, incluyendo Eduar-
mana y su cercanía, todo lo hacen fácil. El espíritu do Bajador, Ángel Lanas, Julio Ducons y Fernando
crítico y el rigor científico de Julián Panés, también
Gomollón llevamos un sello de esta escuela.
ha quedado patente en esta obra, al igual que el
sello de la evidencia científica que Javier P. Gisbert Eva Cepeda y José Mora, director editorial, son los
lleva siempre consigo. Santos Santolaria, -la joya de responsables de la original tipografía de esta obra.
la Corona-, como lo llama mi buen amigo Ramón
Finalmente, Cristina García, Ángeles López y el De-
Guirao, es el responsable de ilustrar esta obra, con
muy numerosas figuras, tratadas con gran devoción partamento Médico de Almirall, volvieron a confiar
y meticulosidad. en esta obra. El importante coste de producción de
la misma ha sido íntegramente asumido por esta
Quiera dejar patente mi gratitud a todos los auto-
res senior y junior que asumieron el compromiso entidad, muy querida para mí.
de redactar sus respectivos capítulos, a Miguel
Bruguera por la amable cesión de algunas figuras
de anatomía patológica, a Menchu Casamayor por Miguel A. Montoro

XII
ÍNDICE

SECCIÓN 1 SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES


Capítulo 1 Disfagia y odinofagia..................................................................... 3
Marta Ponce, Julio Ponce

Capítulo 2 Náuseas y vómitos...................................................................... 17


Miguel A. Montoro, Inmaculada Lera

Capítulo 3 El enfermo con dispepsia............................................................ 37


Javier Alcedo, Teresa Guevara, Fermín Mearin

Capítulo 4 Hematemesis y melenas............................................................. 61


Càndid Villanueva, Antonio José Hervás

Capítulo 5 Hemorragia gastrointestinal oculta............................................. 81


Laura Sempere Robles, Miguel Pérez-Mateo Regadera

Capítulo 6 Dolor abdominal agudo.............................................................. 91


Miguel A. Montoro, Menchu Casamayor

Capítulo 7 Diarrea crónica.......................................................................... 125


Fernando Fernández Bañares, María Esteve Comas

Capítulo 8 Estreñimiento............................................................................ 147


Fermín Mearin, Agustín Balboa, Miguel A. Montoro

Capítulo 9 Rectorragia................................................................................ 171


Ingrid Ordás, Julián Panés

Capítulo 10 Ictericia y colestasis................................................................... 183


Joan Rodés Teixidor

SECCIÓN 2 ESÓFAGO
Capítulo 11 La enfermedad por reflujo gastroesofágico
y sus complicaciones................................................................. 197
Javier Alcedo, Fermín Mearin

XIII
Índice

Capítulo 12 Esofagitis infecciosas................................................................. 213


Luis Cortés, Vanesa Bernal

Capítulo 13 Esofagitis por cáusticos............................................................. 221


María Teresa Arroyo, Miguel A. Montoro

Capítulo 14 Cuerpos extraños...................................................................... 229


Santiago García López, Kattalin Aspuru

Capítulo 15 Trastornos motores del esófago................................................ 243


Carlos Martín de Argila, Daniel Boixeda

Capítulo 16 Tumores malignos del esófago.................................................. 251


Gloria Fernández Esparrach, Antoni Castells Garangou

SECCIÓN 3 ESTÓMAGO

Capítulo 17 Trastornos el vaciamiento gástrico. Gastroparesia.
Atonía gástrica. Estenosis pilórica............................................. 261
Yago Gonzalez Lama, Javier P. Gisbert

Capítulo 18 Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida........... 271


Ángel Lanas, Ángel Fernández, Ricardo Sáinz

Capítulo 19 Infección por Helicobacter pylori.............................................. 281


Javier P. Gisbert

Capítulo 20 Tumores malignos del estómago.............................................. 291


Ignasi Elizalde, Antonio Soriano, Antoni Castells

SECCIÓN 4 INTESTINO DELGADO Y COLON


Capítulo 21 Nutrición en gastroenterología................................................. 301
Miguel A. Gasull, Eduard Cabré

Capítulo 22 Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología.............. 315


Fernando Gomollón

Capítulo 23 Enfermedad celíaca (sensibilidad al gluten).............................. 331


Fernando Gomollón

Capítulo 24 Sobrecrecimiento bacteriano.................................................... 347


Fernando Gomollón

XIV
Índice

Capítulo 25 Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal........................ 357


Fernando Gomollón

Capítulo 26 Gastroenteropatía pierde-proteínas......................................... 365


Juan Monés

Capítulo 27 Oclusión y seudooclusión intestinal.......................................... 373


Nuria Maroto, Vicente Garrigues

Capítulo 28 Isquemia intestinal.................................................................... 383


Miguel A. Montoro, Jorge García Egea, Gemma Fabregat

Capítulo 29 Colitis isquémica....................................................................... 411


Miguel A. Montoro, Ana Belén Sánchez Puértolas, Patricia Sanz

Capítulo 30 Tumores del intestino delgado.................................................. 435


María Pellisé, Antoni Castells

Capítulo 31 Enfermedad inflamatoria intestinal.


Enfermedad de Crohn............................................................... 443
Fernando Gomollón, Miquel Sans

Capítulo 32 Colitis ulcerosa.......................................................................... 459


Elena Ricart

Capítulo 33 Afectación perianal en la enfermedad


inflamatoria crónica intestinal.................................................. 473
Joaquín Hinojosa, Pilar Nos

Capítulo 34 Manifestaciones y complicaciones extraintestinales


de la enfermedad inflamatoria intestinal.................................. 483
Eduard Cabré, Eugeni Domènech

Capítulo 35 Riesgos y complicaciones de las terapias


inmunomoduladoras y biológicas de la enfermedad
inflamatoria intestinal............................................................... 497
Fernando Muñoz

Capítulo 36 Síndrome de intestino irritable................................................. 523


Fermín Mearin, Miguel A. Montoro

Capítulo 37 Megacolon congénito y adquirido............................................ 569


Miguel Bixquert

XV
Índice

Capítulo 38 Enfermedad diverticular del colon............................................ 581


Adolfo Parra, David Nicolás

Capítulo 39 Diarrea aguda de naturaleza infecciosa.................................... 593


Santos Santolaria

Capítulo 40 Pólipos y poliposis colorrectales............................................... 607


Leticia Moreira, Antoni Castells, Sergi Castelví

Capítulo 41 Cáncer colorrectal..................................................................... 617


Francesc Balaguer, Virginia Piñol, Antoni Castells

SECCIÓN 5 PÁNCREAS Y VÍAS BILIARES


Capítulo 42 Pancreatitis aguda..................................................................... 629
Enrique de Madariaga, Juan F. Martínez Sempere

Capítulo 43 Pancreatitis crónica y sus complicaciones................................. 645


J. Enrique Domínguez

Capítulo 44 Tumores malignos de páncreas................................................. 657


Eva C. Vaquero, Antoni Castells

Capítulo 45 Cálculos biliares y sus complicaciones...................................... 667


Carla Jerusalén, Miguel Ángel Simón

Capítulo 46 Disfunción del esfínter de Oddi................................................. 683


Virginia Pertejo, Julio Ponce

Capítulo 47 Tumores de la vesícula y vías biliares........................................ 689


María Pellisé, Antoni Castells

SECCIÓN 6 HÍGADO
Capítulo 48 Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas.................. 701
Luis Cortés, Miguel A. Montoro

Capítulo 49 Hepatitis vírica aguda................................................................ 723


Miguel Bruguera

Capítulo 50 Hepatitis tóxica......................................................................... 735


Raúl J. Andrade, María Isabel Lucena

XVI
Índice

Capítulo 51 Hepatitis autoinmune............................................................... 747


Rosa M. Morillas, Ramón Planas

Capítulo 52 Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)........ 759


Antoni Más

Capítulo 53 Hepatitis B................................................................................. 769


Luis Cortés, Manuel Domínguez, Miguel Ángel Simón

Capítulo 54 Hepatitis C crónica.................................................................... 787


María Trapero, Ricardo Moreno

Capítulo 55 Hígado y alcohol........................................................................ 799


Mercedes Pérez Carreras, Gregorio Castellano

Capítulo 56 Enfermedad hepática grasa no alcohólica................................ 815


Carmelo García Monzón

Capítulo 57 Enfermedades metabólicas del hígado..................................... 825


Manuel Hernández-Guerra, Enrique Quintero

Capítulo 58 Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado:


virus, bacterias, hongos y parásitos (incluyendo abscesos
hepáticos)................................................................................. 837
Salvador Augustin, Jaime Guardia

Capítulo 59 Enfermedades vasculares del hígado........................................ 853


Susana Seijo, Juan Carlos García Pagán

Capítulo 60 Cirrosis hepática........................................................................ 867


Vanesa Bernal, Jaume Bosch

Capítulo 61 Hemorragia digestiva por hipertensión portal.......................... 893


Juan Carlos García Pagán, Jaume Bosch

Capítulo 62 Ascitis y trastornos de la función renal


del enfermo con cirrosis hepática............................................. 903
Mónica Guevara, Vicente Arroyo

Capítulo 63 Encefalopatía hepática.............................................................. 917


Luis Cortés, Juan Córdoba

Capítulo 64 Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos ....................... 931


María Poca, German Soriano, Carlos Guarner

XVII
Índice

Capítulo 65 Patología vascular pulmonar


en las enfermedades del hígado............................................... 943
Roberto del Pozo, Roberto Rodríguez Roisin, Joan Albert Barberà

Capítulo 66 Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria.......... 957


Albert Parés

Capítulo 67 Carcinoma hepatocelular.......................................................... 973


Carlos Rodríguez de Lope, Alejandro Forner, María Reig, Jordi Bruix

Capítulo 68 Indicaciones de trasplante hepático......................................... 987


Mª Trinidad Serrano, Sara Lorente, Agustín García-Gil

Capítulo 69 Complicaciones en el periodo precoz


postrasplante hepático............................................................. 995
Manuel L. Rodríguez Perálvarez, Manuel de la Mata

Capítulo 70 Control del postrasplantado de hígado a largo plazo.............. 1005


Lourdes Rafael-Valdivia, Antoni Rimola

Capítulo 71 Enfermedades hepáticas durante la gestación....................... 1017


Javier Salmerón

Índice de palabras......................................................................................... 1025

XVIII
1 Disfagia y odinofagia
Marta Ponce, Julio Ponce*
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitari La Fe. Valencia
*Unidad de Patología Digestiva. Hospital Quirón. Valencia

Introducción Objetivos de este capítulo


El término disfagia se refiere a la dificultad para ❱❱ Identificar adecuadamente al paciente que
la deglución1. Es un síndrome frecuente, cuya presenta disfagia u odinofagia.
prevalencia aumenta con la edad, y que reper-
❱❱ Conocer los rasgos clínicos que ayudan a
cute de forma muy negativa sobre la calidad
diferenciar disfagia orofaríngea o esofágica
de vida. En los casos más graves puede causar
y las características que permiten distinguir
deshidratación, pérdida de peso y desnutri-
una disfagia orgánica de otra de origen
ción, así como complicaciones pulmonares por
funcional.
aspiración, e incluso la muerte. Con frecuencia
requiere la participación de equipos médicos ❱❱ Proporcionar una guía adecuada para
especializados y multidisciplinarios para su co- establecer el diagnóstico etiológico, así
rrecto diagnóstico y tratamiento. No obstante, la como las bases del tratamiento.
orientación diagnóstica realizada por el médico
de familia es esencial para un manejo precoz y REFERENCIAS CLAVE
correcto. En este sentido, se ha indicado que la 1. Spechler SJ. AGA technical review on
anamnesis y la exploración física permiten co- treatment of patients with dyspha-
nocer la causa en el 80% de los casos. El eso- gia caused by benign disorders of the
fagograma y la esofagoscopia son suficientes en distal esophagus. Gastroenterology 1999;
muchos pacientes para confirmar la impresión 117:233-254.
clínica inicial. Sólo algunos casos requerirán
2. Cook IJ, Kahrilas PJ. AGA technical review
pruebas diagnósticas complejas, disponibles
on management of oropharyngeal dyspha-
únicamente en un ámbito especializado. Éstas
gia. Gastroenterology 1999;116: 455-478.
incluyen estudios neurológicos, videorradiolo-
gía, manometría y pHmetría esofágicas. 3. Ortiz V, Clavé P. Disfagia orofaríngea y
trastornos motores esofágicos. En: Ponce
J, ed. Tratamiento de las enfermedades
Fisiología de la deglución gastroenterológicas. Elsevier Doyma. Bar-
La deglución se divide en tres fases: oral, farín- celona, 2011:3-17.
gea y esofágica1. La fase oral incluye la mastica-
ción, la formación del bolo alimenticio y su paso
a la faringe. La fase faríngea consta de procesos contracción peristáltica del esófago y la relajación
altamente coordinados —cierre de la nasofa- coordinada del esfínter esofágico inferior (EEI).
ringe mediante el velo del paladar, elevación y
cierre de la laringe, apertura del esfínter esofá-
gico superior (EES) y contracción del músculo Tipos de disfagia
faríngeo— que hacen posible la incorporación
del bolo al esófago a la vez que impiden su en- Desde un punto de vista eminentemente clínico y
trada en la vía respiratoria. La llegada del bolo al práctico, la disfagia se clasifica en dos tipos: oro-
esófago inicia la fase esofágica, que permite la faríngea y esofágica. En ambos casos puede haber
trasferencia del mismo al estómago gracias a la causas de naturaleza orgánica o funcional. Dada

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 3


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

la naturaleza de la musculatura que interviene en ¿Padece el paciente disfagia?


las fases de la deglución, cuando la disfagia tiene
un origen funcional, se asume que la causa afec- Habitualmente, es fácil determinar que el motivo
ta al músculo estriado si se trata de una disfagia de consulta es la presencia de disfagia. El paciente
orofaríngea y al músculo liso cuando se trata de suele describirla como dificultad para el inicio de
una disfagia esofágica. Las manifestaciones clínicas la deglución o, lo que es más común, como sensa-
propias de estos dos síndromes, así como sus con- ción de parada del bolo o sensación de dificultad
secuencias y su tratamiento, tienen diferencias que para el paso del mismo en algún lugar del cuello o
justifican que deban ser consideradas por separa- de la región esternal. La presencia de otros sínto-
do en la práctica clínica. mas relacionados, como la regurgitación o los sín-
tomas respiratorios coincidentes con la deglución,
pueden afianzar la impresión clínica, además de
Valoración clínica inicial del paciente ayudar en el diagnóstico etiológico.
con disfagia En alguna ocasión, sin embargo, el enfermo puede
referir sus síntomas de forma confusa, siendo ne-
El paciente con disfagia puede solicitar atención
cesario un interrogatorio meticuloso para obtener
médica a varios niveles: asistencia primaria o espe-
una conclusión clara. A este respecto, el motivo de
cializada; en régimen ambulatorio u hospitalario. En
confusión más habitual es el globo faríngeo1. Éste
cualquier caso, la valoración inicial debe comenzar
suele definirse como una sensación de ocupación
intentado responder a dos preguntas: ¿Padece el
que el paciente localiza en el cuello, de forma más
paciente realmente una disfagia?; ¿se trata de una
o menos continua y sin relación con la deglución.
disfagia orofaríngea o de una disfagia esofágica?
De hecho, no es infrecuente que esta sensación

TABLA 1. Principales diferencias entre la disfagia orofaríngea y la esofágica

Disfagia orofaríngea Disfagia esofágica

Etiología Predominan las alteraciones Alteraciones orgánicas


funcionales neuromusculares y funcionales
Manifestaciones clínicas
• Localización Cuello Región esternal y/o cuello
• Acompañantes Dificultad para la masticación Regurgitación tardía
Escape de comida por la boca Dolor torácico
Sialorrea Pirosis
Deglución fraccionada
Disartria
Dificultad para iniciar la deglución
Deglución repetida
Regurgitación nasal
Regurgitación oral inmediata
Aspiración: tos, asfixia
Disfonía
Valoración Inmediata Generalmente, no inmediata
riesgo deglución

4
1. Disfagia y odinofagia

desaparezca en el momento de la ingesta. La sensa-


ción de globo no se acompaña de un trastorno en el Disfagia orofaríngea
tránsito del bolo y su causa queda, habitualmente,
desconocida, no requiriendo ningún tratamiento.

¿Es la disfagia orofaríngea o esofágica? Valoración etiológica


Anamnesis
Las diferencias existentes en cuanto a la causa, Exploración física
consecuencias y manejo diagnóstico y terapéutico
entre estos dos síndromes hacen necesario alcan-
zar una respuesta clara a esta pregunta (tabla 1).
El lugar donde el paciente localiza la detención del Identificación No se
Causa
bolo es el primer dato que se debe investigar. Como de causas con identifica
sin
regla general debe tenerse en cuenta que la sensa- tratamiento ninguna
tratamiento
ción de parada se localiza en el mismo nivel donde específico causa
asienta la alteración causante de la disfagia o por
encima de aquél. Por lo tanto, si el trastorno es
referido por debajo del hueco supraesternal debe
Evaluación riesgo aspiración
sospecharse que la disfagia es de origen esofági- Evaluación alteraciones Valoración
co. Sin embargo, si éste es referido a la altura del deglución etiológica
cuello, deben investigarse otros datos que ayuden Endoscopia
a diferenciar ambos trastornos, ya que tanto la oro- Videorradiología
faríngea como la esofágica pueden presentar esta Manometría
localización para el paciente.
La presencia o ausencia de síntomas acompañan-
tes pueden ser de ayuda en estos casos. La disfagia Decisión Lesión
oral puede ir acompañada de alteración en la for- terapéutica orgánica
mación del bolo, dificultad para iniciar la deglución,
escape de comida por la boca, sialorrea, deglución
fraccionada y disartria. La disfagia faríngea suele
ocasionar sensación inmediata de parada del bolo, Figura 1. Algoritmo de actuación en la disfagia orofaríngea.
regurgitación nasal, deglución repetida, síntomas
de aspiración como tos y asfixia coincidentes con la
deglución y disfonía1. Además, la identificación de
Buena parte de la información necesaria puede ob-
enfermedades que pueden cursar con disfagia ayu-
tenerse mediante una historia clínica y una explo-
da en el diagnóstico diferencial. Ejemplos típicos
son la coexistencia de una enfermedad neurológica ración física minuciosas. En muchos pacientes, sin
o muscular (p. ej.: enfermedad de Parkinson), que embargo, se precisará la realización de exploracio-
apoyaría el diagnóstico de disfagia orofaríngea, o la nes complementarias para completar la búsqueda
presencia de síntomas previos de enfermedad por etiológica y definir el tratamiento más adecuado.
reflujo gastroesofágico (ERGE), que sugiere un ori- Entre ellas, las más habituales son la endoscopia,
gen esofágico de la disfagia. la videorradiografía de la deglución, la manometría
esofágica y las pruebas de imagen del sistema ner-
vioso central. El objetivo ideal de esta valoración
Disfagia orofaríngea diagnóstica y terapéutica debería ser la norma-
Establecido el diagnóstico sindrómico de disfagia lización o, al menos, una mejoría suficiente de la
orofaríngea, la evaluación del paciente tiene por deglución, que permita una adecuada nutrición del
objetivos: 1) identificar la causa; 2) considerar el paciente, evite o disminuya el riesgo de aspiración
riesgo de aspiración; 3) valorar las alteraciones fun- y, en definitiva, mejore la calidad de vida del enfer-
cionales de la deglución y 4) decidir el tratamiento. mo, todo ello con el menor coste posible. Es nece-
En la figura 1 se esquematiza la actuación clínica en sario comprobar que, en muchos casos, estos ob-
un paciente con disfagia orofaríngea. jetivos sólo pueden obtenerse con la instauración

5
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

de una vía alternativa de nutrición, habitualmente TABLA 2. Causas de disfagia orofaríngea


mediante gastrostomía o alimentación por sonda;
siendo la primera opción además de la más segura
y efectiva2, la más cómoda tanto para el paciente ❱❱ Enfermedades orgánicas:
como para su entorno familiar.
• Divertículo de Zenker.
• Neoplasias.
Identificar la causa de la disfagia
• Membranas: síndrome de Plummer-Vinson.
Las causas más comunes de disfagia orofaríngea se
• Compresión extrínseca: osteófitos, bocio,
refieren en la tabla 2. La importancia de su identifi- adenomegalias.
cación viene determinada por el hecho de que para
❱❱ Yatrogenia:
algunas existe tratamiento específico y eficaz.
• Postquirúrgica.
Anamnesis • Radiación.

Las características evolutivas de la disfagia pueden • Fármacos.


proporcionar pistas importantes para el diagnósti- ❱❱ Enfermedades infecciosas:
co1. Una disfagia de instauración brusca, a menudo • Bacterianas.
asociada a otros síntomas y signos neurológicos, • Víricas.
sugiere que la causa pueda relacionarse con un ac- • Candida.
cidente vascular cerebral. En estos casos, la explo-
• Sífilis.
ración puede revelar la existencia de hemiparesia
o hemiplejia. Si la disfagia presenta una progresión • Botulismo.
rápida y se acompaña de pérdida de peso debe sos- ❱❱ Enfermedades neurológicas:
pecharse una neoplasia. Si la evolución es lenta, las • Accidente vascular cerebral.
causas más probables son las miopatías inflamato- • Enfermedad de Parkinson.
rias y degenerativas, la miastenia grave y las enfer- • Traumatismo cráneoencefálico.
medades neurológicas no vasculares.
• Tumor del tronco del encéfalo.
Los síntomas asociados pueden ser también de uti- • Demencia.
lidad diagnóstica. Si existe temblor o ataxia sugiere • Esclerosis múltiple.
que el origen del problema puede ser la enferme-
• Esclerosis lateral amiotrófica.
dad de Parkinson. Un episodio brusco de pérdida
de conciencia sugiere, nuevamente, un accidente • Poliomielitis.
vascular cerebral o tumor cerebral, especialmente ❱❱ Enfermedades musculares:
del tronco del encéfalo. Las alteraciones del tronco • Miastenia gravis.
de encéfalo se manifiestan por náuseas, vómitos, • Miositis.
hipo, diplopía, vértigo y acúfenos. Una alteración • Conectivopatías.
generalizada de la función del músculo esqueléti-
• Distrofias musculares.
co ocurre en las miopatías y en la miastenia gravis.
La disfagia puede ser la primera y, durante mucho • Síndrome paraneoplásico.
tiempo, la única manifestación de algunas enfer- ❱❱ Enfermedades metabólicas:
medades neuromusculares, como las distrofias • Amiloidosis.
musculares, la miastenia gravis y las miopatías me- • Hipertiroidismo.
tabólicas o inflamatorias. La anamnesis puede des- • Enfermedad de Wilson.
cubrir, a su vez, la toma de fármacos que pueden
• Síndrome de Cushing.
facilitar la aparición de disfagia orofaríngea. Entre
ellos debe citarse los anticolinérgicos, psicofárma- ❱❱ Alteraciones funcionales:
cos o algunos que causan extrapiramidalismo, in- • Acalasia cricofaríngea.
cluyendo ciertos antieméticos. • Disinergia del esfínter esofágico superior.

Exploración física
La exploración física, no sólo proporciona pistas úti- información general relativa a las consecuencias
les para el diagnóstico etiológico, sino que aporta de la disfagia (estado de hidratación y de nutrición,

6
1. Disfagia y odinofagia

Figura 2. Esofagograma baritado que muestra la imagen de Figura 3. Esofagograma baritado. Membrana esofágica
un divertículo de Zenker (imagen lateral). superior (síndrome de Plummer-Vinson).

secuelas relacionadas con el tratamiento pueden


semiología respiratoria indicativa de complicacio-
ser la causa de la disfagia.
nes pulmonares por aspiración). Algunos datos de
la exploración general pueden sugerir la existencia Pruebas complementarias
de hipertiroidismo, como exoftalmos, taquicardia,
Aunque la anamnesis y la exploración física per-
temblor y sudor. En la esclerodermia y otras co-
miten descifrar la causa de la disfagia en muchos
nectivopatías, que a menudo se asocian a disfagia pacientes, con frecuencia se necesita realizar ex-
orofaríngea, existen alteraciones en la piel que pue- ploraciones complementarias para alcanzar el diag-
den resultar diagnósticas, como eritema en alas de nóstico etiológico.
mariposa, púrpura, piel seca, telangiectasias o el
fenómeno de Raynaud. Las pruebas de laboratorio son útiles en algunos ca-
sos. El hipertiroidismo se confirma mediante la de-
La exploración neurológica es muy útil desde el terminación de los niveles de hormonas tiroideas.
punto de vista etiológico y, con frecuencia, debe Las colagenosis producen elevación de los reactan-
ser realizada por un neurólogo que pueda evaluar tes de fase aguda y positividad de determinados
con mayor precisión la existencia de alguna enfer- autoanticuerpos.
medad neuromuscular. El temblor y las alteraciones
El esofagograma baritado puede ser útil para des-
del tono muscular sugieren enfermedad de Parkin-
cubrir lesiones orgánicas muy evidentes como el
son. La ptosis palpebral y la debilidad muscular
divertículo de Zenker y las membranas del esófago
hacen pensar en miastenia gravis. La pérdida focal
superior típicas del síndrome de Plummer-Vinson
de fuerza muscular sugiere enfermedad vascular (figuras 2 y 3). Salvo en esos casos, en general, es
neurológica. más útil la videorradiología de la deglución que
La exploración de la cabeza, de la boca y del cuello aporta, sobre todo, información funcional.
es también muy útil. Puede descubrirse una tumo- La exploración endoscópica de la faringe, la larin-
ración que protuye en el cuello y cuya compresión ge y el esófago superior es el mejor método para
provoca regurgitación, un signo característico del descubrir lesiones orgánicas que cursan con dis-
divertículo de Zenker. Las cicatrices quirúrgicas, tra- fagia orofaríngea. Es necesario realizarla en todos
queostomía o la radiodermitis en el cuello indican los pacientes sin diagnóstico etiológico, siendo de
el tratamiento previo de una lesión orgánica, por lo primera elección si se sospecha una neoplasia tras
común neoplásica y sugieren que su recidiva o las la anamnesis.

7
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

La manometría esofágica3 tiene unas indicaciones


muy concretas en pacientes con disfagia orofa-
ríngea. Su principal utilidad es la valoración de la
capacidad de relajación del EES, alterada en la aca-
lasia cricofaríngea que frecuentemente acompaña
al divertículo de Zenker. Con la metodología habi-
tualmente utilizada es poco fiable para medir la
capacidad contráctil de la faringe, pero sí lo es para
valorar su coordinación con la relajación del EES y la
capacidad contráctil del esófago superior, que pue-
de estar alterada en las miopatías. Actualmente, el
empleo de la manometría de alta resolución permi- Figura 4. Esofagograma baritado. Imagen de broncograma
te caracterizar con mayor precisión las alteraciones por penetración de bario en la vía respiratoria.
funcionales de la región faringoesofágica.

Evaluación del riesgo de aspiración mostrar la aspiración, si bien, no detecta a todos


los pacientes que la padecen.
Éste es un aspecto importante de la valoración de la
disfagia orofaríngea4. De la existencia de aspiración Valoración de las alteraciones
se deriva en buena manera el pronóstico del cua-
dro clínico, dada la posibilidad de complicaciones funcionales de la deglución
pulmonares, que pueden ser graves, y de muerte Permite caracterizar mejor la enfermedad y esta-
por asfixia. Otro factor importante para el pronós- blecer un pronóstico más cierto, a la vez que posi-
tico es la propia causa de la disfagia. Cuando existe bilita la toma de decisiones terapéuticas con mayor
riesgo significativo de aspiración, debe optarse por seguridad. La videorradiología es la prueba más
un cambio en la alimentación, bien sea por sonda o adecuada para ello. Consiste en la grabación por
por gastrostomía. video de la deglución administrando bolos de ma-
En principio, todo paciente con disfagia orofarín- terial radiopaco de diferente consistencia. Este pro-
gea tiene riesgo de presentar complicaciones por cedimiento permite valorar: 1) la fase oral de la de-
aspiración. Algunos síntomas sugieren o confirman glución, al analizar la masticación, la formación del
su presencia. Entre ellos, la tos o sensación de as- bolo, la contención oral y el inicio de la deglución
fixia durante la deglución, así como el desarrollo de o trasferencia del bolo hacia la faringe; 2) la fase
broncopatía crónica, neumonía o absceso pulmo- faríngea de la deglución, analizando la progresión
nar (figuras 4 y 5). Debe tenerse en cuenta que los del bolo hacia el EES, la regurgitación nasofaríngea,
síntomas infravaloran la presencia de aspiración. La la aspiración a la vía respiratoria y la existencia de
videorradiología es la prueba adecuada para de- residuo faríngeo tras la deglución; y 3) la apertura

A B

Figura 5. Rx de tórax que muestra la imagen de un absceso pulmonar con un nivel hidroaéreo, días después de un episodio de
broncoaspiración. A) Proyección PA. B) Proyección lateral.

8
1. Disfagia y odinofagia

del EES, comprobando la facilidad para el paso del Disfagia esofágica


bolo hacia el esófago.
La localización de la disfagia por debajo del hueco
Decisión del tratamiento supraesternal, en ausencia de las manifestaciones
propias de la disfagia orofaríngea, permite estable-
Algunas causas de disfagia orofaríngea son suscep- cer que el paciente padece una disfagia esofágica.
tibles de un tratamiento que puede mejorar e inclu- El primer objetivo es identificar su causa para po-
so hacer desaparecer las alteraciones de la deglu- der indicar un tratamiento adecuado (tabla 3).
ción. Entre ellas, el hipertiroidismo; las miopatías
inflamatorias y las colagenosis que mejoran con La anamnesis y la exploración física son básicas
corticosteroides o inmunosupresores. En la enfer- para realizar el diagnóstico sindrómico y aportan
medad de Parkinson existe un disbalance entre la información primordial para discernir si el origen
inervación colinérgica y dopaminérgica en favor de reside en una causa orgánica o funcional. Final-
la primera, que mejora con anticolinérgicos o dopa- mente, el diagnóstico será confirmado mediante la
minérgicos. En el ictus que cursa con disfagia suele realización de esofagograma baritado, endoscopia
producirse una mejoría de la deglución durante las digestiva alta o una manometría y pHmetría esofá-
dos primeras semanas tras el episodio agudo, lo gicas en la mayoría de los casos.
que aconseja un compás de espera antes de tomar
decisiones agresivas. Diagnóstico sindrómico
Las lesiones neoplásicas pueden ser tratadas me- La tabla 4 muestra las características de la disfagia
que sirven de ayuda para establecer el origen orgá-
diante resección quirúrgica, el divertículo de Zenker
nico o funcional, así como su naturaleza benigna o
con diverticulotomía, diverticulopexia o miotomía
maligna.
del cricofaríngeo, la acalasia cricofaríngea me-
diante miotomía y las estenosis postquirúrgicas,
postradioterapia y las membranas con dilatación
endoscópica.
TABLA 3. Causas de disfagia esofágica
Cuando no se ha identificado una etiología tribu-
taria de tratamiento específico la estrategia tera-
péutica se basa en la rehabilitación de la deglución, ❱❱ Enfermedad de la mucosa:
la adecuación de las características del bolo, la • Enfermedad por reflujo gastroesofágico
gastrostomía endoscópica y la miotomía del crico- • Anillo esofágico inferior (anillo de Schatzki)
faríngeo4. El tratamiento rehabilitador consiste en
• Esofagitis eosinofílica
enseñar posiciones favorables para la deglución,
maniobras deglutorias específicas, incrementar • Esofagitis infecciosa
la sensibilidad oral, así como cambios en el volu- • Lesión por cáusticos
men y consistencia del bolo. Cuando se aplica en • Esofagitis por fármacos
unidades con experiencia consigue resultados muy • Lesión yatrogénica (tras escleroterapia, ligadura
valiosos, siendo muy relevante el beneficio que se de varices, radiofrecuencia, etc.)
obtiene por disminuir el riesgo de aspiración. El • Esofagitis por radioterapia
estudio de las alteraciones de la deglución con vi-
• Tumores esofágicos
deorradiología ayuda a decidir la dieta y la postura
más apropiadas1. En general son mejores las dietas ❱❱ Enfermedades mediastínicas:
de consistencia semisólida con líquidos espesados, • Compresión vascular
tomadas en pequeñas cantidades. La gastrostomía • Tumores: linfoma, cáncer de pulmón
endoscópica es la mejor opción cuando fracasan las • Infecciones: tuberculosis
medidas anteriores y existe una esperanza de vida ❱❱ Trastornos motores:
de al menos 3 meses. La miotomía del cricofaríngeo
• Acalasia
se reserva para pacientes en los que se ha docu-
mentado resistencia al tránsito faringoesófagico, • Espasmo difuso esofágico
por alteración de la apertura del esfínter esofágico • Esclerodermia
superior y que conservan buena propulsión orofa- • Otros trastornos motores esofágicos
ríngea del bolo.

9
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 4. Diagnóstico diferencial entre los diferentes tipos de disfagia esofágica

Funcional Orgánica benigna Maligna


Tipo de alimento Sólidos o líquidos Primero sólidos Primero sólidos
indistintamente
Localización Variable Fija Fija
Presentación Intermitente Constante Constante
Progresión Muy lenta Media Rápida
Repercusión Nula o escasa Escasa Importante

El paradigma de disfagia funcional es la acalasia casa durante años. Sin embargo, en estadios avan-
esofágica, un trastorno caracterizado por la au- zados puede provocar pérdida significativa de peso.
sencia de peristaltismo primario en el esófago y la
El paradigma de la disfagia orgánica benigna es la
ausencia o dificultad para la relajación del esfínter
estenosis péptica del esófago. Se trata de una disfa-
esofágico inferior. Todo ello conduce a una dila- gia lógica, que aparece primero para alimentos sóli-
tación progresiva del esófago que, en fases avan- dos y sólo si persiste durante muchos meses puede
zados, puede adquirir la morfología típica de un aparecer para semisólidos o, rara vez, para líquidos.
esófago sigmoide (figura 6). La disfagia es habitual- Su localización es fija y su presentación, constante.
mente paradójica, apareciendo indistintamente y Progresa en el tiempo con una velocidad interme-
de forma variable para sólidos y líquidos, pudiendo dia y suele repercutir de forma escasa o modera-
influir en ello las situaciones que provocan estrés. da en el estado general del paciente. El carcinoma
Su localización puede variar en un mismo paciente. esofágico es el ejemplo más representativo de la
Se presenta de forma intermitente, aunque en es- disfagia de origen maligno. Aparece primero para
tadios avanzados la disfagia es con cada comida. En sólidos y rápidamente también para alimentos se-
todo caso, la progresión suele ser lenta y la reper- misólidos e incluso líquidos. Su localización es fija y
cusión sobre el estado general puede ser nula o es- su presentación constante. Se agrava rápidamente

a b c

Figura 6. La acalasia es un trastorno motor primario del esófago consistente en una ausencia de relajación del EEI y una ausencia
del peristaltismo primario del esófago que conduce a una dilatación progresiva del esófago.
a) Radiografía simple de tórax. Se observa un ensanchamiento del mediastino con un nivel en el mediastino superior debido a la
presencia de un megaesófago secundario a acalasia esofágica.
b) Esofagograma baritado. Dilatación esofágica moderada en un paciente con acalasia en sus estadios iniciales.
c) Esofagograma baritado. Megaesófago en un paciente con acalasia en una fase avanzada.

10
1. Disfagia y odinofagia

y repercute significativamente en el estado gene- tomas de ERGE que no responden al tratamiento


ral del paciente, provocando una pérdida de peso con inhibidores de la bomba de protones se debe
importante. valorar la presencia de una esofagitis eosinofílica
mientras que en los pacientes inmunodeprimidos
Además de estos ejemplos típicos de disfagia eso-
debe considerarse la posibilidad de una esofagitis
fágica, existen otras formas agudas o crónicas con
infecciosa (véase capítulo 12). Finalmente, el co-
características peculiares. La disfagia vascular o
nocimiento o la sospecha de la existencia de una
disfagia lusoria, provocada por alteraciones cardio-
conectivopatía puede sugerir que ésta es la causa
vasculares como el aneurisma ventricular o aórtico
debido a una alteración motora o a la existencia de
o malformaciones vasculares, es constante y fija,
reflujo gastroesofágico concomitante. La diabetes
aunque no progresa y no repercute en el estado ge-
mellitus provoca con frecuencia alteraciones moto-
neral. Los anillos esofágicos y, en menor medida, la
ras del músculo liso esofágico, que ocasionalmente
hernia hiatal provocan episodios repetidos de im-
pueden provocar disfagia.
pactación de alimentos sólidos que, en ocasiones,
requieren su extracción endoscópica. La esofagitis Estudios radiológicos
eosinofílica también puede cursar con episodios de
impactación alimentaria que requieren, en ocasio- El esofagograma baritado proporciona, en general,
nes, la extracción endoscópica5. Otros tipos de eso- información complementaria a la que puede ob-
fagitis (infecciosa, por fármacos, por cáusticos) y los tenerse con la endoscopia. De hecho, es más útil
cuerpos extraños provocan disfagia de instauración que la endoscopia para valorar estenosis esofágicas
brusca y evolución aguda, generalmente acompa- con un diámetro superior a 10 mm (figura 7) y en
ñada de odinofagia. algunos pacientes con acalasia en quienes la endos-
copia puede ser normal. Además permite obtener
La exploración física permite verificar la repercu- información útil respecto al calibre y longitud de las
sión de la disfagia en el estado general del paciente, estenosis identificadas en la endoscopia, así como
lo que puede ser de ayuda en el diagnóstico sin- valorar la presencia de una fístula esofágica. Igual-
drómico. mente posibilita el descubrimiento de una compre-
sión extrínseca. La videorradiología de la deglución
Diagnóstico etiológico tiene poco rendimiento en la disfagia esofágica.
Finalmente, en algunos pacientes pueden ser de
Anamnesis y exploración física utilidad tanto la radiografía simple de tórax como
Durante la valoración clínica inicial es posible ob- la tomografía axial computarizada.
tener información que permita una aproximación Endoscopia
al diagnóstico etiológico, aunque con frecuencia se
deberá recurrir a pruebas diagnósticas confirmato- Es la prueba más útil para evaluar la mucosa eso-
rias. La presencia de pirosis y regurgitación ácida fágica, permitiendo un diagnóstico preciso de las
previas o simultáneas con la disfagia sugieren que lesiones benignas y malignas (figuras 8 y 9). Permi-
la ERGE es la causa de la misma. La disfagia puede te tomar muestras para citología, cultivo y estudio
estar causada por alteraciones motoras secunda- anatomopatológico, necesarias para el diagnóstico
rias al reflujo, por la existencia de esofagitis o por de esofagitis infecciosa, eosinofílica y neoplasias.
la presencia de estenosis péptica. Los antecedentes Además posibilita la dilatación para el tratamiento
familiares o personales de neoplasia y los hábitos de las estenosis benignas y de la acalasia, la coloca-
tóxicos como el tabaco y el alcohol incrementan ción de prótesis para el tratamiento de neoplasias y
el riesgo de carcinoma esofágico. El tratamiento determinadas estenosis benignas y la extracción de
previo de un carcinoma esofágico debe hacer sos- cuerpos extraños impactados en el esófago.
pechar recidiva tumoral, estenosis postquirúrgica o
El desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías en-
lesión por radioterapia.
doscópicas (cromoendoscopia óptica y electrónica,
Debe investigarse la toma de cáusticos, fármacos y endomicroscopia confocal, autofluorescencia), así
la ingestión de un cuerpo extraño, especialmente como el uso cada vez más extendido de endosco-
en niños y enfermos psiquiátricos y cuando la dis- pios de magnificación y alta definición ha supuesto
fagia es de aparición brusca. En pacientes jóvenes un avance en el diagnóstico y caracterización de la
con antecedentes de patología alérgica y episodios mucosa esofágica y sus lesiones; así como facilitar
de impactación alimentaria o aquellos con sín- la toma de biopsias dirigidas. Por el contrario, la

11
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 7. El esofagograma es una


técnica que posee mayor sensibilidad
que la endoscopia en la detección
de la estenosis. Obsérvese la dife-
rencia entre una estenosis péptica,
secuela de la reparación cicatricial de
una lesión benigna relacionada con
el reflujo gastroesofágico, de contor-
nos lisos, regulares y uniformes (a) y
la estenosis abrupta, anfractuosa e
irregular producida por un carcino-
ma del esófago (b y c).

a b c

Figura 8. Esofagoscopia. Esofagitis péptica. Puede observarse


la presencia de mucosa ulcerada, como consecuencia del Figura 9. Esofagoscopia. Imagen vegetante que protruye
efecto lesivo de la secreción clorhidropéptica en un caso de sobre la luz del esófago, correspondiente a un adenocarcino-
enfermedad por reflujo. ma del esófago.

cápsula endoscópica de esófago no tiene papel en junto con la endoscopia, la prueba más sensible
la actualidad en el estudio de la disfagia, estando para el diagnóstico de la ERGE (figura 11). Su máxi-
contraindicada ante la sospecha de estenosis eso- mo rendimiento diagnóstico viene dado cuando la
fágica6. endoscopia es normal (ausencia de esofagitis) y
Manometría y pHmetría esofágicas en pacientes con síntomas atípicos de reflujo gas-
troesofágico (síntomas laríngeos, dolor torácico o
La principal indicación de la manometría es la con- asma de origen no aclarado).
firmación del diagnóstico de dismotilidad esofági-
ca3 siendo la acalasia el paradigma (figura 10). La En los últimos años se han producido avances en las
pHmetría esofágica ambulatoria de 24 horas es, pruebas de evaluación de la función motora esofá-

12
1. Disfagia y odinofagia

Figura 10. Manometría esofágica de alta resolución. a) Normal: trazado de presión (izda.) y una imagen topográfica (dcha.) en
los que se registra esfínter esofágico superior e inferior normales y cuerpo esofágico con una onda primaria de características
normales. b) Trazado de presión y una imagen topográfica obtenidos en un paciente con acalasia esofágica. Se registran varias
ondas terciarias y ausencia de relajación del esfínter esofágico inferior (izda.) y una imagen topográfica (dcha.) de un paciente
con acalasia esofágica.

13
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 11. pHmetría esofágica ambulato-


ria. La línea roja marca el valor de pH 4. Se
observa reflujo gastroesofágico anormal en
bipedestación y en decúbito.

gica con aparición de nuevas tecnologías como la ción de la ERGE. Cuando la manometría es normal
impedancia y mejora de otras ya existentes, como puede ser necesario realizar endoscopia o pHme-
la manometría de alta resolución7,8. La impedancia tría según la evolución y características clínicas del
evita la radiación en la evaluación del tránsito del paciente.
bolo mediante monitorización intraluminal de la re-
Si la sospecha clínica es de disfagia orgánica el es-
sistencia y proporciona evidencia cualitativa del va-
tudio debe iniciarse con una endoscopia. Cuando
ciamiento esofágico. Por otro lado, el desarrollo de
ésta confirma la existencia de una lesión orgánica,
la manometría de alta resolución ha permitido un
mejor conocimiento de la fisiopatología esofágica la mayoría de las veces debe ser biopsiada para co-
lo que se ha traducido en una nueva clasificación de nocer su naturaleza. Si se observa una lesión sub-
los trastornos motores esofágicos, la denominada mucosa, la toma de biopsias endoscópicas no suele
clasificación de Chicago9. ser útil para obtener tejido de la lesión, debiendo
realizar ecoendoscopia o tomografía computariza-
da. No hay que olvidar que en la esofagitis eosi-
Utilización racional de las pruebas nofílica, la endoscopia puede ser aparentemente
normal (aunque con frecuencia se identifican ani-
diagnósticas llos circulares que confieren al esófago un aspecto
Las pruebas descritas se emplean a menudo en el similar al de la tráquea), por lo que para su diagnós-
diagnóstico de pacientes con disfagia esofágica. Las tico se requiere un alto índice de sospecha clínica
figuras 12 y 13 muestran en forma de algoritmo el y la toma de biopsias a varios niveles. Cuando la
orden en que deben ser utilizadas en función de la exploración endoscópica es normal o muestra alte-
sospecha clínica inicial (disfagia funcional u orgá- raciones sugerentes de trastorno motor, el esofa-
nica). Si la sospecha inicial es disfagia funcional, la gograma puede aportar información adicional con
primera exploración a realizar es un esofagograma. utilidad clínica, aunque generalmente deberá ser
Si éste permite objetivar alteraciones compatibles complementado con la manometría para evaluar
con una lesión orgánica debe realizarse una endos- la actividad motora del esófago. El esofagograma
copia; y si se observan cambios sugerentes de una puede sugerir la existencia de una compresión eso-
compresión extrínseca debe practicarse una radio- fágica extrínseca. Su naturaleza debe ser evaluada
grafía de tórax o una tomografía computarizada. mediante una radiografía simple de tórax y una to-
Cuando el esofagograma es normal o muestra alte- mografía computarizada, si se considera necesario.
raciones sugerentes de un trastorno motor esofági-
co debe indicarse una manometría esofágica. Ésta
puede informar patrón de acalasia, en cuyo caso
Decisión de tratamiento
debe realizarse endoscopia para excluir cualquier En primer lugar hay que garantizar una nutrición
indicio de malignidad. Si la manometría muestra adecuada sin riesgo de complicaciones, en particu-
otros patrones de alteración motora, (espasmo di- lar la aspiración pulmonar y la impactación esofági-
fuso esofágico, peristalsis sintomática o trastornos ca. Para ello, en ocasiones sólo es necesario supri-
motores inespecíficos), debería realizarse pHmetría mir la ingesta de alimentos sólidos o compactos. En
ambulatoria de 24 horas para descartar la implica- casos extremos es imperativo anular todo tipo de

14
1. Disfagia y odinofagia

Sospecha clínica de disfagia funcional Sospecha clínica de disfagia orgánica

Esofagograma Endoscopia

Compresión Normal/ Lesión Normal/ Lesión


Lesión
extrínseca sospecha de orgánica sospecha de orgánica
submucosa
trastorno trastorno
motor motor

Rx tórax Ecoendoscopia
Manometría Endoscopia Esofagograma Biopsia
TAC TAC

Otro trastorno Sospecha de


Acalasia Normal Compresión Normal
motor trastorno
extrínseca
motor

Endoscopia pHmetría Endoscopia Rx tórax


Manometría
TAC

Figura 12. Algoritmo de actuación ante la disfagia de posible Figura 13. Utilización racional de pruebas diagnósticas en la
origen funcional. disfagia de posible causa orgánica.

ingesta e indicar nutrición artificial en tanto se arbi- tratamiento dilatador de la estenosis por cáusticos,
tran medidas específicas para resolver el cuadro clí- la aplicación de prótesis en tumores esofágicos o la
nico, bien mediante la aplicación de un tratamiento propia gastrostomía endoscópica.
efectivo, bien por la instauración de medidas tera-
péuticas paliativas. Odinofagia
En ocasiones, la disfagia tiene una etiología para la La odinofagia se define como dolor durante la de-
que existe tratamiento específico y eficaz10. Es el glución. Oscila desde dolor leve retroesternal du-
caso de la estenosis péptica (dilataciones y trata- rante la deglución hasta dolor de intensidad extre-
miento antirreflujo), la acalasia (dilatación forzada ma, referido como una puñalada que irradia hacia
del cardias, cardiomiotomía), la esofagitis infeccio- la espalda impidiendo la deglución de la propia sa-
sa (antimicrobianos según el agente causal), esofa- liva. Suele reflejar la presencia de una lesión esofá-
gitis eosinofílica (corticoides), etc. En otros casos gica ya sea por infiltración neoplásica, inflamación
sólo es posible un tratamiento paliativo que permi- o ulceración; sin embargo, al igual que ocurre con
ta la nutrición del paciente; ejemplos típicos son: el la disfagia, puede ser secundaria a lesiones orofa-

15
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

ríngeas. La etiología de la odinofagia es variable tive study. Am J Gastronterol 2007;102:2627-


ocupando un papel importante las causas infeccio- 32.
sas. El lector puede ampliar información sobre este 6. Waterman M, Gralnek IM. Capsule endoscopy
tópico en el capítulo 12.
of esophagus. J Clin Gastroenterol 2009;43:
605-12.
Bibliografía 7. Kahrilas PJ, Sifrim D. High-resolution manome-
1. Cook IJ, Kahrilas PJ. AGA technical review on try and impedance-pH/manometry: valuable
management of oropharyngeal dysphagia. tools in clinical and investigational esophago-
Gastroenterology 1999;116:455-78.
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2. Gomes CA Jr, Lustosa SA, Matos D, Andriolo
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endoscopic gastrostomy versus nasogastric DO. Multichannel intralunimal and esophageal
tube feeding for adults with swallowing distur- manometry data for unrestricted swallowing:
bances. Cochrane Database Syst Rev 2010;Nov establishing normal values. Dis Esophagus
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3. Pandolfino JE, Kahrilas PJ. AGA Technical re-
view on clinical use of esophageal manometry. 9. Kahrilas PJ, Ghosh SK, Pandolfino JE. Esopha-
2005;128:209-24. geal motility disorders in terms of pressure
4. Ortiz V, Clavé P. Disfagia orofaríngea y trastor- topography: the Chicago classification. J Clin
nos motores esofágicos. En: Ponce J, ed. Trata- Gastroenterol 2008;42:627-35.
miento de las enfermedades gastroenterológi- 10. Spechler SJ. American Gastroenterological
cas. Elsevier Doyma. Barcelona, 2011:3-17.
Association medical position statement on
5. Prasad GA, Talley NJ, Romero Y, Arora AS, Kry-
zer LA, Smyrk TC, Alexander JA. Prevalence and treatment of patients with dysphagia caused
predictive factors of eosinophilic esophagitis in by benign disorders of the distal esophagus.
patients presenting with dysphagia: a prospec- Gastroenterology 1999;117:229-33.

16
2 Náuseas y vómitos
Miguel A. Montoro*, Inmaculada Lera, Julio Ducons**
*Departamento de Medicina. Universidad de Zaragoza
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
**Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Introducción Objetivos de este capítulo


Las náuseas y los vómitos constituyen un motivo ❱❱ Conocer las causas implicadas en la
muy frecuente de consulta en el ámbito de la aten- patogénesis de la náusea y el vómito.
ción primaria de salud, en los servicios de urgencias
❱❱ Subrayar la importancia de la historia
y en las consultas de gastroenterología. Los costes
clínica, examen físico y pruebas
derivados de esta patología son importantes. Ello
elementales de laboratorio para discernir el
obedece tanto al consumo de recursos sanitarios,
origen de los síntomas.
como a la pérdida de horas de trabajo (absentismo)
y a la pérdida de productividad en el puesto de tra- ❱❱ Conocer las complicaciones asociadas
bajo (presentismo). Dos ejemplos que apoyan estas al vómito y las distintas opciones
afirmaciones son el coste que representa el trata- terapéuticas.
miento de los vómitos que acompañan a las infec-
ciones entéricas (125.000 millones de dólares/año REFERENCIAS CLAVE
en los EEUU)1 y la pérdida de productividad laboral 1. Quigley EM, Hasler WL, Parkman HP. AGA
atribuible a las náuseas y vómitos del embarazo technical review on nausea and vomiting.
(8,5 millones de días de trabajo/año, en el Reino Gastroenterology 2001:120:263-286.
Unido)2. Los vómitos que acompañan a la quimio-
2. American Gastroenterological Association
terapia para el tratamiento del cáncer y aquellos
medical position statement: nausea and
que aparecen en el curso de un postoperatorio
vomiting. Gastroenterology 2001:120;261-
constituyen nuevos ejemplos de condiciones que,
263.
al prolongar la estancia hospitalaria, gravan el coste
sanitario. Los tres objetivos básicos del médico que 3. Trost JR, Feldman M. El paciente con náu-
asiste a un paciente con náuseas y vómitos son por seas y vómitos. En: Montoro M, Bruguera
este orden de prioridad: 1) identificar y tratar las M, Gomollón F, Santolaria P, Vilardell F, eds.
complicaciones asociadas; 2) discernir la causa del Principios Básicos de gastroenterología
síndrome con un consumo racional de recursos y para el médico de familia, 2.ª edición. Jarp-
3) corregir los síntomas y el trastorno que los ha yo Editores. Madrid, 2002:229-245.
originado.

Definiciones
existen una inspiración forzada contra un cierre
La náusea se define como la sensación desagrada- de la boca y de la glotis, sin llegar a exteriorizar el
ble e inminente de vomitar. Se localiza vagamente contenido gástrico. Otros términos que deben ser
en el epigastrio o la garganta y puede o no culmi- tenidos en cuenta en el diagnóstico diferencial son
nar en un vómito. El vómito se refiere a la eyección la regurgitación y la rumiación3. La regurgitación
enérgica del contenido gastrointestinal a través de consiste en el retorno del contenido gastrointesti-
la boca, mediante contracciones involutarias de la nal hacia la boca, sin el esfuerzo y la participación
musculatura de la pared torácica y abdominal. Las de la musculatura del abdomen y diafragma que
arcadas consisten en movimientos espasmódicos caracterizan al vómito. Finalmente, la rumiación es
de la musculatura toracoabdominal en la que co- una condición en la que el alimento, después de ha-

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 17


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

ber sido regurgitado, es masticado y deglutido de área postrema, en el suelo del cuarto ventrí-
nuevo, generalmente en el curso de una comida o culo e integra diversos receptores (D2, H1, M1
después de ella. Incide con mayor frecuencia en ni- y HT3) que responden a diversos estímulos
ños y adultos con retraso mental, aunque también químicos, neurotransmisores endógenos y
se ha descrito en adultos con inteligencia normal. neuropéptidos. Entre ellos se incluyen, agen-
tes quimioterápicos, diversas drogas y toxinas
y la hipoxia. Los impulsos procedentes de la
¿Cómo se produce el vómito? región vestibular y ciertas alteraciones meta-
El acto del vómito obedece a un mecanismo motor bólicas incluyendo la uremia y la cetoacidosis
complejo y bien coordinado que incluye el descen- diabética también pueden inducir vómitos por
so de los diafragmas, acompañado de contraccio- este mecanismo (tabla 1). Se piensa que la ZGQ
nes intensas y mantenidas de la musculatura ab- transmite la señal generada por estos estímu-
dominal, que elevan la presión intragástrica. Una los directamente al centro del vómito.
contracción fásica y simultánea del píloro impide la
Una vez activado el CV, éste transmite señales efe-
propulsión caudal del contenido gástrico, forzando
rentes a través del vago, nervio frénico y nervios
la apertura del esfínter esofágico inferior, tras la
espinales hacia el estómago, intestino delgado, dia-
relajación simultánea del cuerpo y fundus gástri-
fragma y musculatura abdominal, responsables, en
co. Todo ello permite la eyección anterógrada del
última instancia, de la secuencia final del vómito: el
contenido intragástrico que es expulsado por la
aumento de la presión intragástrica y la expulsión
boca. La elevación del paladar blando por los pila-
del contenido gastroesófágico hacia la boca.
res posteriores de las fauces impide que el material
expulsado penetre en la rinofaringe, en tanto que El conocimiento de los receptores que interaccio-
el cierre de la glotis impide la aspiración del conte- nan con los estímulos descritos ha permitido el de-
nido gástrico, a la vía respiratoria. sarrollo de fármacos que al ejercer un efecto an-
tagonista sobre los mismos resultan eficaces para
Fisiopatología del vómito tratar el vómito. Tal es el caso de las drogas antido-
paminérgicas (p. ej.: metoclopramida, domperido-
Diversos estudios experimentales llevados a cabo na y haloperidol), o de los fármacos antagonistas
en animales y extrapolados al ser humano han per- de los receptores HT3 (ondansetrón, granisetrón)
mitido conocer que el acto del vómito se describe esenciales en el tratamiento del vómito asociado
como un complejo arco reflejo neural (figura 1). al uso de citostáticos3 (ver más adelante).
Los diferentes estímulos capaces de provocar vó-
mitos responden, por lo general, a dos tipos de
mecanismos.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de las náuseas y vómitos
❱❱ Estímulos que influyen directamente sobre el
centro del vómito (CV). Éste se localiza en la es amplio e incluye un amplio espectro de condi-
formación reticular del tronco del encéfalo y re- ciones clínicas (tabla 2). La mayoría de ellas pue-
cibe impulsos aferentes viscerales procedentes den ser incluidas en cualquiera de estas categorías:
del tracto gastrointestinal (faringe, estómago, 1) toxinas y fármacos, incluyendo la quimioterapia
intestino, conductos biliares, mesenterio y pe- antineoplásica; 2) causas viscerales que engloban
ritoneo) y de otros órganos como el corazón y afecciones gastrointestinales, cardiovasculares
sistema uroexcretor. La inflamación, isquemia, y nefrourológicas; 3) enfermedades del sistema
oclusión y perforación de estas estructuras ge- nervioso central (SNC) causantes de hipertensión
nera impulsos que son conducidos por el vago endocraneal y/o trastornos vestibulares y 4) tras-
y el simpático activando el CV. En este proceso tornos hormonales o endocrino-metabólicos, in-
se hallan implicados algunos neurotransmiso- cluyendo el embarazo; una 5.ª categoría se reserva
res como la dopamina, histamina y serotonina para una miscelánea de causas que incluyen las
que actúan a través de la interacción con sus náuseas y vómitos que aparecen en el postope-
respectivos receptores (D2, H1 y HT3, respectiva- ratorio, el síndrome de los vómitos cíclicos, y las
mente). causas psicógenas.

❱❱ Estímulos que influyen sobre la zona gatillo ❱❱ Medicaciones y agentes tóxicos: las náuseas
quimiorreceptora (ZGQ). Ésta se localiza en el y los vómitos figuran entre los efectos adver-

18
2. Náuseas y vómitos

TABLA 1. Estímulos que influyen sobre la zona rados de herbolarios. Por tanto, el médico debe
quimiorreceptora obtener una historia minuciosa en relación con
la toma de medicaciones, drogas ilícitas y uso de
alcohol, incluyendo medicinas que se dispensan
❱❱ Fármacos: sin receta médica y remedios herbarios5.
• Agonistas de la dopamina.
❱❱ Causas viscerales de origen gastrointestinal o
• Digoxina.
hepatobiliar, cardiovascular o nefrourológico:
• AINE.
como ya se ha mencionado, la inflamación, is-
• Opiáceos. quemia, distensión o perforación de una víscera
• Nicotina. genera impulsos que son transmitidos por afe-
• Antineoplásicos. rentes vagales o del sistema simpático hasta el
❱❱ Alteraciones metabólicas: centro del vómito. Por tanto, una amplia misce-
lánea de procesos que afectan a órganos tanto
• Uremia.
intraabdominales (estómago, intestino, hígado,
• Cetoacidosis diabética.
páncreas y vias biliares y sistema uroexcretor),
• Hipoxemia. como extraabdominales (miocardio y arterias
• Hipercalcemia. coronarias) puede manifestarse con náuseas
❱❱ Toxinas bacterianas: y vómitos (tabla 2). Este punto es importante,
• Clostridium perfringens. dado que la presencia de náuseas y vómitos
caracteriza tanto a la presencia de entidades
• Bacillus cereus.
propiamente gastrointestinales (colecistito-
• Estafilicoco aureus. pancreatitis, apendicitis, oclusión intestinal o
❱❱ Radioterapia. isquemia mesentérica) como extraintestinales
(pielonefritis, cólico renoureteral, angina de pe-
cho o infarto de miocardio). La distensión de la
sos de numerosos fármacos (tabla 3). En tal cápsula de Glisson en el curso de una hepatitis
caso suelen aparecer precozmente tras ini- aguda o de una insuficiencia cardiaca congestiva
ciar el tratamiento, lo que constituye una pis- (hígado de estasis) puede provocar vómitos por
ta impor-tante para establecer una relación este mecanismo. Un subgrupo de especial re-
causa-efecto. Muchos de estos fármacos son levancia en este apartado, debido a su elevada
de uso muy frecuente. Entre ellos cabe desta- prevalencia, es el de las infecciones gastrointes-
car algunos agentes dopaminérgicos (L-dopa, tinales por virus y bacterias. Éstas son capaces
bromocriptina), parches de nicotina, digoxina, de producir náuseas y vómitos por un doble me-
diuréticos, antiarrítmicos y antihipertensivos, así canismo: activando mecanismos de inflamación
como hipoglucemiantes orales, antiinflamato- en la mucosa del intestino (con implicación di-
rios no esteroideos y anticonceptivos orales. Un recta en la liberación de neurotransmisores se-
subgrupo dentro de este apartado es el enfer- rotoninérgicos) y liberando toxinas que ejercen
mo oncológico. Tanto los analgésicos opiáceos un efecto directo sobre la zona gatillo quimio-
empleados para el control del dolor, como la rreceptora. La gastroenteritis por virus produce
propia quimioterapia antineoplásica pueden además gastroparesia, un trastorno caracteriza-
hallarse claramente implicados en la patogenia do por la incapacidad del estómago para aclarar
de los síntomas. En el último caso, los vómitos su contenido. Muchos enfermos con gastroen-
pueden aparecer de modo precoz (en menos de teritis de etiología vírica refieren sensación nau-
24 h), tardío (en más de 24 h) o incluso antes de seosa y vómitos por este mecanismo antes de
la administración del citostático, un hecho re- presentar diarrea. Otros pacientes presentan
lativamente frecuente después de varios ciclos náuseas y vómitos debido a la presencia de una
(“vómitos de anticipación”). La intoxicación por gastroparesia y/o seudoobstrucción intestinal
alcohol puede producir un episodio de náuseas de curso crónico. Numerosas causas pueden
y vómitos y los bebedores asiduos pueden expe- estar implicadas en este síndrome (ver capítulo
rimentar náuseas a primera hora de la mañana. 25). La dispepsia funcional, un trastorno muy
A su vez, la náusea y el vómito figuran entre la frecuente en las consultas de atención primaria,
lista de efectos secundarios de muchos prepa- representa el paradigma de trastorno funcional

19
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 2. Diagnóstico diferencial de las náuseas y vómitos.

❱❱ Fármacos (Ver tabla 3) ❱❱ 2. Intestino y peritoneo


❱❱ Causas infecciosas • Inflamación visceral
• Gastroenteritis vírica o bacteriana – Gastroduodenitis
• Hepatitis – Úlcera péptica
• Ingesta de toxinas bacterianas – Hepatitis aguda
• Infecciones no gastrointestinales – Cólico biliar
– Otitis media – Colecistitis aguda
– Meningitis – Colangitis aguda
– Pielonefritis – Pancreatitis aguda
❱❱ Causas endocrinometabólicas – Apendicitis aguda
• Embarazo
– Diverticulitis aguda
• Uremia
– Enfermedad inflamatoria intestinal
• Diabetes
– Enfermedad pélvica inflamatoria
• Hiper- e hipoparatiroidismo
– Salpingitis
• Hiper- e hipotiroidismo.
• Enfermedad de Addison – Inflamación peritoneal de origen metabólico
(fiebre mediterránea familiar, porfiria, intoxicación
• Porfiria aguda intermitente
por plomo, déficit de C1-inhibidor esterasa, etc.)
❱❱ Alteraciones del SNC
– Adenocarcinoma de páncreas
• Migraña
• Obstrucción intestinal
• Hipertensión endocraneal
– Mecánica
– Tumores cerebrales
– Estenosis pilórica
– Hemorragia cerebral o cerebelosa
– Absceso cerebral – Adherencias intraperitoneales
– Hidrocefalia – Hernias
• Alteraciones vestibulares – Neoplasias
– Laberintitis aguda – Vólvulo
– Enfermedad de Meniere – Invaginación
– Cinetosis – Funcional
– Tumores – Gastroparesia (diabetes, vagotomía, etc.)
• Enfermedades desmielinizantes – Seudoobstrucción intestinal crónica
❱❱ Alteraciones psiquiátricas – Dispepsia funcional
• Trastornos ansiodepresivos – Dismotilidad secundaria a trastornos sistémicos:
• Trastornos de conducta alimentaria amiloidosis, escleroderma
• Vómitos psicógenos • Isquemia intestinal
• Dolor – Isquemia mesentérica aguda
• Percepciones anómalas del olor y del sabor – Isquemia mesentérica crónica
❱❱ Causas viscerales – Colitis isquémica
❱❱ 1. Extraintestinales
• Perforación a peritoneo libre
• Nefrourológicas
❱❱ Causas viscerales extraintestinales
– Cólico nefrítico
❱❱ Miscelánea
– Pielonefritis aguda
• Náuseas y vómitos postoperatorios
– Hidronefrosis
• Cardiovasculares • Síndrome de vómitos cíclicos
– Síndrome coronario agudo
– Insuficiencia cardiaca congestiva
– Ablación con radiofrecuencia

20
2. Náuseas y vómitos

TABLA 3. Medicaciones de uso común que pueden producir náuseas y vómitos

❱❱ Quimioterápicos para el cáncer ❱❱ Antibióticos/antivirales


• Graves • Eritromicina
– Cisplatino • Tetraciclina
– Dacarbacina • Sulfonamidas
– Mostaza nitrogenada • Tuberculásticos (isoniacida)
• Moderados • Aciclovir
– Metrotexate ❱❱Antidiabéticos
– Citarabina • Metformina
• Leves ❱❱Antiparkinsonianos (agonistas dopaminérgicos)
– 5-fluorouracilo • Bromocriptina
– Vinblastina • Levodopa
– Tamoxifeno ❱❱Anticonvulsivantes
❱❱ Analgésicos • Fenitoína
• Aspirina® • Carbamacepina
• AINE ❱❱Antiasmáticos
• Analgésicos opiáceos • Teofilina
• Antigotosos ❱❱Anestésicos
❱❱ Medicaciones cardiovasculares ❱❱Inmunosupresores
• Digoxina • Azatioprina
• Antiarrítmicos (quinidina, amiodarona) ❱❱Otros
• Antihipertensivos (b-bloqueantes, diuréticos, • Sulfasalacina
calcioantagonistas) • Nicotina
• Abuso de alcohol
• Hipervitaminosis

causante de náuseas y vómitos. Estos pacientes último subgrupo, la náusea y el vómito resultan
suelen referir dolor o malestar en la línea media de la activación de receptores histaminérgicos
superior del abdomen, de curso crónico e inter- H1 y muscarínicos M1 y no de receptores dopa-
mitente, que no puede atribuirse a una anoma- minérgicos o serotoninérgicos, lo que debe ser
lía bioquímica o estructural del tracto digestivo. tenido en cuenta a la hora de seleccionar el an-
tiemético apropiado.
❱❱ Enfermedades del sistema nervioso central y
trastornos vestibulares. Diversas afecciones ce- ❱❱ Trastornos hormonales y endocrinometabó-
rebrales pueden ser una causa de vómitos con licos. Algunas enfermedades endocrinometa-
o sin náuseas asociadas. Éstas incluyen funda- bólicas pueden cursar con vómitos. Las más
mentalmente dos subgrupos. a) Aquellas que frecuentes son la uremia, la cetoacidosis y la
cursan con un cuadro de hipertensión endo- hipercalcemia, que pueden producir náuseas
craneal (tumores, malformaciones congénitas, y vómitos al activar la ZGQ del área postrema.
infarto cerebral, hemorragia parenquimatosa Otras como el hipertiroidismo, hipotiroidismo
o subaracnoidea e infecciones) y b) Aquellas e hipoparatiroidismo pueden ser causa de náu-
que cursan con vértigo. En este subgrupo se seas y vómitos al originar anomalías motoras
incluyen la migraña, la cinetosis o sensación en el tracto digestivo. El embarazo constituye
de mareo asociada al movimiento, la laberinti- probablemente, la causa endocrinológica más
tis, el síndrome o enfermedad de Ménière y la frecuente de náuseas y vómitos. De hecho, llega
presencia de tumores de la fosa posterior. En el a afectar al 70% de las gestantes en el primer tri-

21
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

mestre del embarazo. Aunque la patogenia de TABLA 4. Factores que incrementan la probabilidad de
este trastorno no es clara, su mayor prevalencia náuseas y vómitos postoperatorios
entre las mujeres que presentan síntomas simi-
lares durante la toma de anticonceptivos orales
❱❱ Historia previa de vómitos postoperatorios.
sugiere una relación directa con los niveles de
❱❱ Historia previa de cinetosis.
estrógenos y progesterona. Numerosos estu-
❱❱ Utilización de óxido nítrico en inhalación.
dios coinciden en señalar que este trastorno es
más frecuente entre las primigestas jóvenes con ❱❱ Uso concomitante de opiáceos.
un nivel educativo más bajo y obesidad. Aunque ❱❱ Anestesia general (vs anestesia regional).
la concomitancia de estos factores incremen- ❱❱ Tiempo operatorio prolongado.
ta la probabilidad de náuseas y vómitos en el ❱❱ Intervenciones sobre el oído medio.
embarazo, éstas pueden aparecer en cualquier ❱❱ Intervenciones ginecológicas.
mujer gestante6. Como promedio, los síntomas ❱❱ Cirugía abdominal a cielo abierto (vs. laparoscópica).
aparecen y finalizan 39 y 84 días después de la
pérdida de la menstruación. Si bien la mayoría
presentan un curso leve y desaparecen en el nino9. Su patogenia parece relacionarse con
segundo trimestre, entre un 1-5% de los casos una liberación incontrolada de prostaglandi-
desarrollan una hiperemesis gravídica, término nas por parte de la hipófisis.
que implica la aparición de anomalías hidroelec-
trolíticas y malnutrición que obligan a hospitali- ■■ ómitos psicógenos: algunos vómitos de
V
zar a la gestante. Los vómitos que aparecen en etiología no aclarada pueden tener su origen
en conflictos psicológicos que conducen a
el tercer trimestre presentan connotaciones dis-
estados de ansiedad o depresión mayor. Sue-
tintas y, a menudo, reflejan la existencia de una
len afectar con mayor frecuencia a mujeres
esteatosis gravídica. Ésta puede conducir a un
jóvenes, particularmente si muestran rasgos
estado de insuficiencia hepática, acompañado
de dependencia emocional o una historia re-
de coagulación intravascular diseminada y ele-
ciente o pasada de maltratos físicos, sexuales
vada morbimortalidad materno-infantil7.
o psicológicos. Datos que apoyan esta etio-
❱❱ Miscelánea: aunque la mayoría de los pacientes logía son a) la existencia de antecedentes
con náuseas y vómitos pueden ser incluidos en familiares del mismo problema; b) una histo-
cualquiera de las categorías señaladas, existen ria que data desde la infancia; c) su carácter
algunas condiciones específicas que deben ser matutino o inmediatamente postingesta, sin
igualmente consideradas. Éstas incluyen las náuseas previas; d) la facilidad para contener
náuseas y vómitos postoperatorios, el síndrome o inducir el vómito y e) la escasa relevancia
de vómitos cíclicos y los vómitos psicógenos. que el enfermo concede a su problema. Aun-
que el apetito suele estar conservado, a me-
■■ Náuseas y vómitos postoperatorios: su pre- nudo coexiste un estado de adelgazamiento.
valencia oscila según las series comunica- Suelen responder mal a los tratamientos
das con tasas promedio de 37% y 23% para antieméticos, siendo más útil la adopción de
las náuseas y vómitos respectivamente. Las medidas de apoyo anímico o afectivo y psico-
mujeres jóvenes son más vulnerables. Otros terapia10.
factores que aumentan la probabilidad de
este trastorno han quedado reflejados en la
tabla 48. Aproximación al paciente con náuseas
■■ ómitos cíclicos: este síndrome conocido
V
y vómitos
también como “migraña” o “epilepsia” ab- A pesar del amplio espectro de posibilidades etioló-
dominal, consiste en la aparición de brotes gicas, una proporción mayoritaria de casos puede
episódicos de náuseas y vómitos, asociados ser diagnosticada por los datos que proporciona la
a menudo con episodios de migraña, vértigo historia clínica, el examen físico y algunas pruebas
y atopia. Los ataques suelen durar un prome- elementales de laboratorio. En ciertos casos se
dio de unas 20 horas y se repiten 6-8 veces hace necesaria la realización de algunas pruebas
por año. Suelen comenzar sobre los 5 años y complementarias que varían en función del modo
afectan con mayor frecuencia al sexo feme- de presentación del síndrome (véase más ade-

22
2. Náuseas y vómitos

Arco neural del vómito


Impulsos aferentes

Impulsos aferentes

Zona quimiorreceptora
Centro del vómito Vía eferente

(Receptores D2, H1, M1, 5HT3) (Receptores D2, H1, M1, 5HT3)

Faringe Corazón Estímulos


Estómago químicos Impulsos
Riñón
Intestino Neurotransmi- de la región
Vejiga
Conductos sores vestibular
biliares endógenos Uremia
Mesenterio Neuropéptidos Cetoacidosis
Peritoneo Quimioaterá- diabética
picos
Toxinas
Hipoxia

Figura 1. Estímulos y mecanismos implicados en la fisiopatología del vómito.

lante). La literatura médica abunda en diferentes máximo, debe pensarse en la posibilidad de una
modos de afrontar el diagnóstico3,5,11,12, pero pocas gastroenteritis infecciosa o en la prescripción de
descripciones resultan tan ilustrativas como la de una medicación nueva, incluyendo la probabilidad
Mark Feldman et al.5. de una tentativa de suicidio (intoxicación por para-
cetamol) y la administración de citostáticos. Una
Historia clínica clave importante en el diagnóstico de las gastroen-
teritis infecciosas por virus o toxinas (Clostridium
Las cuestiones esenciales que deben ser investiga-
perfringens, Bacilus cereus, Estafilococo aureus) es
das son:
su curso autolimitado (inferior a 5 días). La reciente
❱❱ Duración, frecuencia y gravedad de los síntomas. aparición de náuseas y vómitos en una mujer fértil
obliga a considerar la posibilidad de un embarazo.
❱❱ elación de los síntomas con las comidas.
Otras entidades que cursan con vómitos de ins-
❱❱ Características organolépticas del vómito. tauración aguda son aquellos procesos que cursan
con hipertensión endocraneal, incluyendo trauma-
❱❱ Síntomas asociados.
tismos, hemorragia aguda, meningitis y abscesos
Respecto al primer punto –duración de los sínto- cerebrales. El vómito suele formar parte del com-
mas– deben distinguirse claramente los vómitos de plejo sintomático del paciente que consulta por un
reciente instauración de aquellos de curso crónico dolor abdominal agudo. Algunos de estos pacien-
(superior a 1 mes). Por lo general, cuando los sín- tes requerirán una intervención quirúrgica para la
tomas se han iniciado hace uno o dos días como resolución de sus síntomas. Una característica co-

23
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 2. Úlcera péptica cercana al canal pilórico.

mún a todos ellos es que el dolor abdominal suele TABLA 5. Causas más frecuentes de vómitos matutinos.
preceder al vómito. Así ocurre, por regla general,
en la apendicitis, colecistitis, pancreatitis, oclusión
intestinal e isquemia mesentérica. Otras entidades ❱❱ Embarazo.
como el infarto agudo de miocardio o el cólico ne- ❱❱ Alcoholismo.
frítico suelen acompañarse de náuseas y vómitos, ❱❱ Uremia.
aunque en todos estos casos, el vómito no es el sín- ❱❱ Goteo postnasal.
toma guía o principal. Por supuesto, el vómito pue- ❱❱ Aumento de la presión intracraneal.
de ser un síntoma que acompaña al comienzo de ❱❱ Vómitos postgastrectomía.
un trastorno endocrinometabólico como la uremia,
cetoacidosis diabética y fallo suprarrenal.
Algunos pacientes describen síntomas que se ha- Las náuseas y vómitos matutinos (incluso antes del
llan presentes en el momento de su evaluación, desayuno) ocurren básicamente en cuatro tipos de
pero que se iniciaron algunas semanas o meses situaciones: el embarazo, el alcoholismo, la uremia
atrás. En estos casos, no debe subestimarse la con- y la hipertensión endocraneal (tabla 5). Los vómitos
tribución de algún fármaco en su etiología, espe- que aparecen durante o inmediatamente después
cialmente digoxina o teofilina, cuyos niveles plas- de la ingesta deben sugerir una causa psicógena o
máticos deberían ser monitorizados. Los vómitos la presencia de una úlcera cercana al canal pilórico
de curso crónico (superior a 1 mes) requieren una (figura 2). Algunas condiciones inflamatorias que
evaluación distinta e incluyen un amplio espectro cursan con dolor abdominal como síntoma relevan-
de posibilidades diagnósticas, incluyendo fenóme- te (colecistitis, pancreatitis) suelen cursar con sig-
nos de dismotilidad gastrointestinal (gastroparesia nos manifiestos de intolerancia alimenticia. En tal
y seudoobstrucción intestinal crónica) y causas psi- caso, el vómito suele aparecer en un intervalo infe-
cógenas. rior a una hora después de la ingesta. Finalmente,
los vómitos que aparecen en un intervalo superior
Respecto al segundo punto –relación de los sínto-
a 12 horas deben sugerir una obstrucción del píloro
mas con las comidas– es un hecho admitido que la
o un cuadro de dismotilidad.
cronología del vómito y su ritmo prandial constitu-
yen una valiosa ayuda para el diagnóstico. Deben Un tercer punto, hace referencia a las característi-
distinguirse los vómitos matutinos, aquellos que cas organolépticas del vómito. El contenido, sabor
ocurren durante o inmediatamente después de una u olor del vómito, nuevamente proporciona pistas
comida, los que suceden en la primera hora post- de interés para el diagnóstico (tabla 6). Existen dos
ingesta y los vómitos tardíos (más de 12 horas). extremos que merecen una mención especial; 1) la

24
2. Náuseas y vómitos

Figura 3. Obstrucción duodenal por mesenteritis retráctil (a)


radiología baritada que permite ver una estenosis de la 3.ª
porción duodenal. La fuga de bario a las vías biliares se expli-
ca por la existencia previa de una coledocoduodenostomía.
(b) TAC abdominal que muestra la dilatación del estómago y
a el duodeno.

TABLA 6. Características organolépticas que pueden ser claves en el diagnóstico etiológico del vómito

Alimentos ingeridos > 12 h Gastroparesia


Alimentos ingeridos > 24-48 h Estenosis pilórica
Obstrucción del intestino proximal
Alimentos no digeridos Acalasia
Divertículo-Zenker
Presencia de bilis Excluye estenosis pilórica
Olor fétido Obstrucción intestinal
Íleo secundario a peritonitis
Fístula gastrointestinal
Sobrecrecimiento de bacterias

presencia de alimentos no digeridos, más propia de (excluye estenosis del píloro) y el hallazgo de restos
la regurgitación que del vómito propiamente dicho, hemáticos (sangre fresca o “poso de café”).
sugiere la presencia de una estasis de alimento Finalmente existe un cuarto punto que debe de ser
en la luz del esófago, una circunstancia típica del minuciosamente investigado: la presencia de sín-
divertículo de Zenker, la acalasia y la obstrucción tomas asociados. Mención especial requieren los
mecánica del esófago. 2) La presencia de vómitos siguientes:
retencionistas (más de 12 horas desde que fueron
❱❱ Dolor abdominal: por regla general, el dolor
ingeridos) sugiere poderosamente la presencia de
abdominal agudo tiene un peso específico de
una estenosis pilórica o un trastorno motor. Si ade- suficiente relevancia como para considerar al
más, el contenido del vómito es fecaloideo y de olor vómito como un síntoma secundario. En tal
pestilente, debe sospecharse íleo, oclusión mecáni- caso, el diagnóstico diferencial debe centrarse
ca del intestino delgado o colon o fístula gastrocóli- en el dolor abdominal y no en el vómito, dado
ca (figura 3). Otras propiedades sobre las que debe que aquél es el motivo real de consulta. Algunas
ser interrogado el paciente son la presencia de bilis consideraciones pueden tener interés en este

25
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

punto. Ya se ha mencionado, por ejemplo, que me de Ménière, el neurinoma del acústico y la


el dolor abdominal suele preceder al vómito (y laberintitis.
no al contrario) en la mayoría de los cuadros
❱❱ Ictericia: cuando el vómito se asocia a ictericia
de dolor abdominal agudo que van a requerir
y/o síntomas de colestasis, suele haber un cálcu-
laparotomía. El vómito suele aliviar el dolor
lo impactado en el cístico o el colédoco distal. El
propio de una úlcera péptica (probablemente
adenocarcinoma de la cabeza del páncreas que
al liberar al cráter ulceroso del efecto irritante
obstruye el colédoco puede cursar con ictericia
del pH ácido). Ello no ocurre, sin embargo, en
y vómitos, producidos tanto por la congestión
otros procesos abdominales como la colecistitis,
biliar, como por un mecanismo de inhibición
la pancreatitis o la apendicitis, donde el vómito
paraneoplásica de la motilidad antroduodenal
no logra aliviar los síntomas. Un alivio tempo-
causante de gastroparesia. La hepatitis aguda es
ral del dolor, puede obtenerse, tras el vómito,
una causa conocida de ictericia asociada a ma-
cuando la causa del dolor guarda relación con
nifestaciones dispépticas que incluyen náuseas
una obstrucción intestinal. En el último caso,
y vómitos. El fallo hepático fulminante puede
los vómitos suelen ser un síntoma importante
producir vómitos debido a la liberación de toxi-
si la obstrucción afecta a tramos proximales del
nas en el torrente circulatorio y al aumento de
intestino. En las oclusiones del colon, sin embar-
la presión intracraneal que se observa en estos
go, predomina la distensión abdominal y el vó-
casos. En la mujer embarazada, la presencia de
mito es menos frecuente y más tardío. El cólico
vómitos e ictericia en el tercer trimestre debe
nefrítico es una de las condiciones clínicas que
sugerir esteatosis gravídica y en algunos casos
puede cursar con vómitos paroxísticos como
obliga a interrumpir la gestación.
síntoma relevante.
❱❱ Pérdida de peso: este síntoma puede reflejar
❱❱ Fiebre: la presencia de fiebre obliga a considerar
un estado de malnutrición secundario a la im-
una enfermedad de naturaleza infecciosa, bien
posibilidad de alimentarse por vía oral, una cir-
sea de origen intraabdominal o sistémica. En el
cunstancia frecuente en la gastroparesia y en la
primer caso, es obligado valorar la posibilidad
obstrucción pilórica, o ser un síntoma que for-
de una gastroenteritis aguda, particularmente
ma parte de la causa primaria del vómito (por
si existen mialgias, diarrea o afectación simul-
ej: depresión, cáncer o hipertiroidismo).
tánea de otros familiares. La peritonitis como
complicación evolutiva de un cuadro abdominal ❱❱ Otros síntomas asociados: algunos síntomas
agudo explica la aparición de dolor abdominal, como el dolor precordial asociado a síntomas
vómitos y fiebre en este orden cronológico. Los vegetativos, incluyendo náuseas y vómitos, for-
ejemplos más representativos de infecciones man parte del espectro sintomático del síndro-
extraintestinales que cursan con vómitos son la me coronario agudo. El médico debe estar aten-
pielonefritis, la otitis y la meningitis. to cuando los mismos síntomas afectan a un
paciente con factores de riesgo coronario que
❱❱ Síntomas neurológicos: la cefalea constituye el
no refiere dolor precordial, sino dolor en epi-
síntoma guía de la migraña, un cuadro que sue-
gastrio, una característica no infrecuente en el
le cursar con náuseas y vómitos como síntomas
infarto de cara diafragmática. Algunos síntomas
asociados. La asociación de cefalea, rigidez de
sistémicos, pueden sugerir una condición en-
nuca y obnubilación debe sugerir de inmedia-
docrinometabólica, conectivopatía, amiloidosis
to un cuadro de meningitis. Síntomas similares
que pueden estar implicados en la patogénesis
pueden aparecer en la hemorragia subaracnoi-
de una seudoobstrucción intestinal crónica.
dea y en tumores primarios o metastáticos así
como en abscesos cerebrales que cursan con
hipertensión endocraneal. Aunque se ha enfati-
Exploración física
zado el valor del “vómito en escopetazo” como El examen físico proporciona datos importantes,
síntoma sospechoso de hipertensión endocra- tanto para evaluar la repercusión de los vómitos
neal, solo una proporción minoritaria de estos sobre el organismo, como para determinar la causa
pacientes presentan vómitos de estas caracte- del síndrome. Algunos datos de la exploración ge-
rísticas. Los tumores de la fosa posterior pueden neral poseen un gran valor, incluyendo la presencia
cursar con vértigo, un síntoma que acompaña a de ictericia, bocio, linfadenopatias o alteraciones
otros procesos otoneurológicos como el síndro- cutáneas. La presencia de alguno de estos signos

26
2. Náuseas y vómitos

a b c

Figura 4. Radiografía simple de abdomen que muestra tres condiciones clínicas causantes de náuseas y vómitos. a) Gastropare-
sia en el contexto de cetoacidosis diabética (obsérvese la atonía y dilatación del estómago cuya silueta se aprecia contrastada
por gas). b) Imagen de estenosis pilórica con retención aérea en la luz del cuerpo gástrico y antro. c) Obstrucción del intestino
delgado. En la imagen se aprecia una gran distensión de las asas del intestino delgado.

puede centrar el diagnóstico diferencial, limitan- tos sugieren poderosamente la presencia de una
do el espectro de posibilidades diagnósticas. Tres oclusión intestinal. La presencia de una cicatriz de
aspectos de la exploración requieren una especial laparotomía previa o de una hernia abdominal po-
consideración: see un inusitado valor para relacionar la etiología
❱❱ Las constantes que informan sobre el estado he- de la oclusión con una brida postquirúrgica o una
modinámico. hernia incarcerada, respectivamente. La palpación
cuidadosa del abdomen puede revelar la existencia
❱❱ La exploración del abdomen. de áreas de hipersensibilidad compatibles con un
❱❱ La exploración neurológica. estado de inflamación visceral. Cuando ésta se cir-
cunscribe al epigastrio, debe considerarse la posibi-
Respecto al primer punto, es interesante obser-
lidad de una úlcera péptica gastroduodenal. Otros
var que una tensión arterial y frecuencia cardiaca
diagnósticos posibles son la colecistitis, la pancrea-
normales en decúbito supino no asegura un co-
rrecto estado de la volemia. No es infrecuente que titis, la apendicitis y la diverticulitis. En todos estos
al adoptar la sedestación durante 1-2 minutos se casos, la palpación descubre áreas de hiperalgesia
aprecie un incremento del pulso superior a 20x´ o en los cuadrantes abdominales correspondientes.
un descenso de la PA sistólica > 20 mmHg o de la La percusión (y la auscultación) pueden mostrar
tensión diastólica > 10 mmHg. Estos signos sugie- un sonido típico de “chapoteo” que resulta audible
ren efectivamente la presencia de una depleción cuando el abdomen es movido de lado a lado –“sig-
significativa de volumen del compartimento extra- no del bazuqueo”-. Este signo solo tiene valor cuan-
celular. Por el contrario la evidencia de hipotensión do han pasado al menos 4-6 horas desde la última
ortostática, sin un incremento simultáneo de la ingesta y sugiere la presencia de una estasis gástri-
frecuencia cardíaca, sugiere neuropatía autónoma. ca asociada a un estado de gastroparesia, síndrome
La exploración del abdomen debe seguir un orden de estenosis pilórica u obstrucción del intestino
meticuloso incluyendo la inspección, palpación, delgado proximal (figura 4). El silencio abdominal
percusión y auscultación. Todas ellas pueden pro- indica íleo, que puede ser secundario a isquemia,
porcionar pistas de gran valor. La inspección, por inflamación peritoneal o trastornos electrolíticos,
ejemplo puede mostrar un abdomen distendido tales como hipopotasemia. Un tacto rectal puede
con o sin peristaltismo visible de lucha. Estos da- ser de utilidad para demostrar la presencia de san-

27
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

gre macroscópica u oculta, sugestivas de maligni- pacientes que toman este tipo de medicaciones y
dad o isquemia. presentan vómitos de un origen no aclarado.
La exploración neurológica, a menudo pasada por
Pruebas complementarias
alto, es importante en el paciente con náuseas y
vómitos. De hecho, puede aportar información Aunque la historia clínica, el examen físico y las
crucial para el diagnóstico en los pacientes con hi- pruebas elementales de laboratorio pueden orien-
pertensión endocraneal, meningitis o vértigo. Una tar el diagnóstico en una proporción importante
exploración sistemática de los pares craneales, así de casos, otros necesitan de algunas pruebas com-
como la búsqueda intencionada de un edema de plementarias para certificar el diagnóstico. Éstas
papila, rigidez de nuca o nistagmo, pueden ser de incluyen, por regla general, pruebas de imagen o
valiosa ayuda para el diagnóstico. estudios de motilidad. La elección de unas u otras
depende de la sospecha clínica. El protocolo suele
Exámenes de laboratorio ser distinto según la duración de los síntomas.

En los casos agudos de curso autolimitado, las Vómitos de instauración aguda


pruebas de laboratorio pueden ser innecesarias.
A menudo, la forma de presentación clínica y el
Sin embargo en los casos más graves o de curso
contexto en que se desarrollan los síntomas son
prolongado, los exámenes de laboratorio permi-
suficientemente claros y no se requieren pruebas
ten conocer las consecuencias metabólicas y nu- complementarias (ej: vómitos que aparecen en
tricionales del vómito, a la vez que proporcionan el contexto de una intoxicación alimentaria o una
información útil para descifrar la etiología5. La gastroenteritis vírica con afectación simultánea de
evaluación inicial debe incluir determinaciones otros familiares o amigos cercanos). Para el resto
de glucemia, urea, electrolitos séricos, calcio y de los casos, tiene un inusitado interés formativo
un análisis elemental de orina. Estas determi- seguir los siguientes pasos.
naciones permiten detectar enfermedades me-
tabólicas, que pueden hallarse implicadas en la ❱❱ Considerar la posibilidad de una causa yatró-
patogénesis de los vómitos como la diabetes, in- gena o un problema endocrinometabólico.
suficiencia renal, hiper- o hipoparatiroidismo, a la En este punto deben investigarse fármacos de
vez que reflejan las consecuencias inherentes a la reciente prescripción (incluyendo remedios her-
pérdida de electrolitos tales como hiponatremia, barios), citostáticos y problemas metabólicos
hipernatremia (hemoconcentración) o alcalosis (ej: diabetes). En una mujer en edad fértil debe
hipoclorémica e hipopotasémica. El hemograma valorarse siempre la posibilidad de embarazo.
puede ser útil para detectar un estado de anemia ❱❱ Considerar la posibilidad de un origen oto-
consecutivo a condiciones inflamatorias o a una neurológico. Este apartado incluye problemas
pérdida aguda o crónica de sangre. A su vez, la cerebrovasculares causantes de hipertensión
presencia de leucocitosis con desviación izquierda endocraneal (tumores, traumatismos), infeccio-
sugiere el padecimiento de una condición de na- nes (meningoencefalitis), o trastornos vestibu-
turaleza inflamatoria o infecciosa. Otras pruebas lares causantes de vértigo. Las exploraciones
de laboratorio que proporcionan información de deben dirigirse hacia la sospecha clínica y pue-
utilidad para el diagnóstico son el perfil hepáti- den incluir un examen del fondo de ojo, punción
co, incluyendo enzimas de citolisis (AST/ALT) y de lumbar, TC cerebral, RMN y pruebas funcionales
colestasis (F. alcalina y GGT), una investigación para evaluar el VIII par.
de amilasas en sangre y orina, lipasa (cuando la
elevación de amilasas no puede atribuirse con ❱❱ Valorar la posibilidad de una causa visceral
de origen extraintestinal: básicamente causas
claridad a una pancreatitis aguda) y una deter-
cardiovasculares y nefrourológicas, incluyendo
minación de hormona tiroestimulante (TSH) y de
la cardiopatía isquémica y el cólico renal. No es
cortisol (particularmente si se ha detectado una
inhabitual atribuir los vómitos a un origen gas-
hiponatremia significativa, que puede sugerir en-
trointestinal, sin haber considerado estas posi-
fermedad de Addison). Todas estas pruebas deben
bilidades.
solicitarse en un contexto clínico apropiado5,13. Un
ejemplo claro es la necesidad de solicitar niveles ❱❱ Evaluar una condición propiamente gastroen-
plasmáticos de digoxina, teofilina o salicilatos en terológica:

28
2. Náuseas y vómitos

Figura 5. Oclusión del intestino delgado, como causa de vómitos de instauración aguda. a) Asas del intestino delgado dilatadas
a distintos niveles. b) En bipedestación se aprecian niveles hidroaéreos. La radiografía permite observar los clips metálicos de una
laparotomía reciente (obstrucción por brida postoperatoria).

■■ P rimer paso: excluir obstrucción intestinal. ■■ S egundo paso: considerar la posibilidad de


La presencia de vómitos repetidos de aspecto un íleo asociado a un cuadro abdominal
bilio-fecaloideo, con o sin distensión, acom- agudo. La presencia de silencio abdominal
pañados de dolor cólico y dificultad para la a la auscultación y asas distendidas en la
emisión de heces y gases debe sugerir un Rx simple de abdomen debe sugerir la pre-
cuadro de oclusión mecánica del intestino. sencia de una parálisis intestinal. Aunque
Si la oclusión es total, una Rx simple de ab- existen causas extraintestinales de íleo (ej:
domen puede mostrar niveles hidroaéreos fractura vertebral), ordinariamente el íleo
típicos que avalan el diagnóstico (figura 5). La es la consecuencia de un cuadro abdominal
presencia de aerobilia debe sugerir íleo biliar agudo asociado a perforación, isquemia
(figura 6). Los casos en los que la obstrucción mesentérica aguda, o inflamación visceral
es parcial son más difíciles de diagnosticar y avanzada (colecistito-pancreatitis, apendici-
pueden beneficiarse de otros procedimien- tis o diverticulitis). Estas condiciones son dis-
tos de imagen como el tránsito intestinal con cutidas con mayor detalle en otras secciones
papilla baritada (la sensibilidad del procedi- de esta obra y casi siempre requieren una
miento aumenta si se realiza enteroclisis) y evaluación conjunta por médicos, cirujanos
la TAC del abdomen con contraste oral e in- y radiólogos expertos en dolor abdominal
travenoso. Hoy en día, esta técnica resulta de agudo.
elección para la detección y localización de la ■■ T ercer paso: excluir enfermedad biliopan-
obstrucción intestinal, dado que proporciona creática o gastroduodenal. El vómito es un
información tanto de las causas intrínsecas síntoma que acompaña con frecuencia a las
como extrínsecas de oclusión (masas hepáti- enfermedades del tracto biliar y a condicio-
cas, pancreato-biliares o retroperitoneales)14. nes inflamatorias del aparato digestivo supe-

29
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

sos, la duodenografía hipotónica proporciona infor-


mación de utilidad para el diagnóstico de tumores
insospechados del duodeno o el síndrome de la ar-
teria mesentérica superior, un cuadro caracterizado
por la aparición de plenitud postprandial y vómitos
de carácter bilioso que aparecen como consecuen-
cia de la compresión ejercida por la arteria mesen-
térica superior sobre la segunda porción duodenal.
Los síntomas suelen venir precipitados por episo-
dios de reposo prolongado y adelgazamiento, una
cirugía abdominal previa o un estado de hiperlor-
dosis lumbar y alivian de forma característica con
la adopción del decúbito prono. Cuando las explo-
raciones mencionadas no proporcionan evidencias
a favor de una dolencia orgánica gastrointestinal,
el siguiente paso, es evaluar la posibilidad de una
causa insospechada de origen extraintestinal. És-
tas incluyen enfermedades del sistema nervioso
central, trastornos vestibulares, trastornos meta-
bólicos, hormonales o sistémicos y la disfunción
autonómica (tabla 7). Descartadas estas opciones
debe considerarse firmemente la posibilidad de un
Figura 6. Rx simple de abdomen que muestra un asa de origen psicógeno del vómito, antes de someter al
intestino delgado dilatada e imágenes de cálculos biliares en
la luz del intestino (íleo biliar). paciente a un protocolo de exploraciones dirigido
a la búsqueda intencionada de un trastorno motor
(gastroparesia o seudoobstrucción intestinal).
rior (enfermedad por reflujo gastroesofágico
con esofagitis, úlcera gastroduodenal o gas- En la gastroparesia existe un estado de hipomoti-
troduodenitis). La elección del procedimien- lidad gástrica que provoca un retardo en el vacia-
miento gástrico del alimento, parte del cual puede
to (ecografía abdominal, endoscopia o radio-
quedar retenido en su interior. A diferencia de la
logía baritada) depende del contexto clínico.
estenosis pilórica, no existe un obstáculo mecáni-
Vómitos de curso crónico y co que dificulte el vaciamiento. Clínicamente se
recidivante manifiesta por sensación de saciedad precoz, dis-
tensión postprandial, náuseas, vómitos y, en casos
Muchas de las causas implicadas en la etiopatoge- extremos, deterioro nutricional. Los vómitos pue-
nia de los vómitos de instauración aguda pueden den contener alimentos que han sido ingeridos
prolongarse en el tiempo justificando la aparición diversas horas antes. Su diagnóstico se basa en la
de síntomas de curso crónico. Por tanto, la historia combinación de síntomas compatibles, la evidencia
clínica debe recabar información relativa al em- de un retraso en el vaciamiento gástrico demos-
pleo de fármacos, quimioterapia, alteraciones en- trado por gammagrafía y la ausencia de patología
docrino-metabólicas conocidas o la posibilidad de obstructiva o de la mucosa demostrada por en-
un embarazo. Excluidas estas causas, el protocolo doscopia o radiología. Con frecuencia existe una
debe continuar explorando el tracto digestivo su- diabetes de larga evolución implicada en su etio-
perior y la encrucijada hepatobiliar y pancreática. patogenia. La electrogastrografía, una técnica que
En este punto, el orden de las exploraciones debe permite el registro de la frecuencia y ritmo de la
estimarse en función de la orientación clínica. Pro- actividad mioeléctrica del estómago puede revelar
bablemente no sea adecuado solicitar una gastros- en estos casos signos de taquigastria (superior a
copia en un paciente con sospecha de un cuadro 4 ciclos/min) o de bradigastria (inferior a 2 ciclos/
biliar o una ecografía en un enfermo con sospecha min). Estos hallazgos también han sido comunica-
de gastropatía por AINE. Tampoco debe olvidarse dos en otras condiciones que cursan con náuseas y
que la endoscopia y la radiología son exploraciones vómitos como la cinetosis o el embarazo. La seudo-
complementarias y no excluyentes. En algunos ca- obstrucción intestinal es un síndrome originado por

30
2. Náuseas y vómitos

TABLA 7. Pasos a seguir en el paciente con náuseas y vómitos de curso crónico

1.er paso Historia, examen físico y analítica elemental, incluyendo hemograma, glucemia, urea, creatinina,
ionograma (incluir calcemia) y hormonas tiroideas. Considerar desde el primer momento las
siguientes etiologías:
• Consumo de fármacos o hierbas (monitorizar niveles de digoxina y teofilina).
• Quimio o radioterapia
• Alteración endocrino-metabólica conocida o sospechada.
• Probabilidad de embarazo.
2.º paso Considerar la posibilidad de una dolencia orgánica gastrointestinal. Indicar pruebas complemen-
tarias dirigidas a excluir enfermedad del tracto digestivo superior o de la encrucijada bilio-pancreáti-
ca. El orden de las exploraciones depende del contexto clínico.
• Gastroduodenoscopia y/o estudio gastroduodenal.
• Ecografía abdominal.
• Duodenografía hipotónica.
• Tránsito intestinal / TC abdominal.
3.er paso Evaluar la posibilidad de una enfermedad extradigestiva insospechada.
• Trastorno del SNC ( TAC, angio-RMN).
• Enfermedad vestibular (exploración O.R.L.).
• Trastorno metabólico, hormonal o sistémico
• Disfunción autonómica (hipotensión ortostática sin taquicardia).
4.º paso Investigar un posible origen psicógeno1.
5.º paso Búsqueda intencionada de un trastorno motor: gastroparesia, seudoobstrucción intestinal crónica
(Remitir a un centro especializado).
• Evaluar vaciado gástrico mediante gammagrafía, ecografía o comida de prueba con octanoico-13C.
• Manometría intestinal.
• Biopsia transmural de intestino delgado2.

(1): El contexto clínico puede sugerir un origen psicógeno desde el principio, evitando pruebas complementarias
innecesarias.
(2): Consultar capítulo 27 (“Oclusión y seudooclusión intestinal”).

la propulsión inefectiva del intestino, cuya función tudio del paciente con náuseas y vómitos de curso
motora se ve comprometida por alteraciones del crónico.
músculo liso, plexo mientérico o sistema nervioso
extraintestinal (central, periférico o autónomo). Clí- Complicaciones de las náuseas y vómitos
nicamente se manifiesta por la aparición episódica
El paciente con náuseas y vómitos puede desarro-
de síntomas y signos de obstrucción intestinal, sin llar dos tipos de complicaciones:
una causa mecánica que los justifique. Su diagnós-
tico requiere la confirmación de una manometría ❱❱ Trastornos hidroelectrolíticos y del estado de
nutrición. El contenido del vómito es rico en
y obliga a una investigación exhaustiva para excluir
hidrogeniones, sodio, potasio y cloro. Ello jus-
causas secundarias antes de etiquetar el caso como tifica que los vómitos reiterados puedan pro-
idiopático. El lector puede encontrar una descrip- ducir depleción de volumen (agravada por las
ción más detallada de este síndrome en el capítulo pérdidas de sodio), y alcalosis hipoclorémica e
27. La tabla 8 muestra los pasos a seguir en el es- hipopotasémica. El hiperaldosteronismo secun-

31
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

dario a la hipovolemia contribuye a exacerbar la


hipopotasemia. En casos de deshidratación gra-
ve el filtrado glomerular disminuye apareciendo
signos de insuficiencia renal. En los casos más
graves, la alcalosis inicial puede dar paso a una
acidosis metabólica secundaria al propio fallo
renal. La intolerancia alimenticia que acompaña
al síndrome emético puede conducir a estados
de malnutrición.
❱❱ Lesiones estructurales. La exposición repetida
de la mucosa del esófago al efecto de la secre-
ción clorhidropéptica puede provocar una eso-
fagitis erosiva grave, un hallazgo habitual en el
examen endoscópico del esófago de los pacien-
tes con estenosis pilórica (figura 7). El vómito
emitido con esfuerzo puede lacerar la unión de
la mucosa esofagogástrica pudiendo resultar en Figura 7. Imagen endoscópica de esofagitis erosiva grave.
una hematemesis significativa (figura 8). En ca- Pueden observarse erosiones confluyentes y cubiertas de
sos más graves, el desgarro puede abocar a una fibrina.
rotura de la pared esofágica (síndrome de Böer-
haave) que requiere de una atención quirúrgica
urgente5.

Tratamiento
❱❱ Objetivos del tratamiento: el tratamiento de
las náuseas y vómitos debe cumplir tres ob-
jetivos esenciales: (1) corregir los disturbios
hidroelectrolíticos y el estado de malnutrición
resultantes del síndrome; (2) identificar y tra-
tar la causa subyacente, cuando ello es posible;
(3) conseguir el alivio de los síntomas.
❱❱ Principios generales. A menudo, la reposición
de líquidos y electrolitos puede llevarse a cabo
sin necesidad de hospitalizar al paciente, cuan-
do la causa del vómito es banal y rápidamente Figura 8. Imagen endoscópica de una laceración de la unión
reversible. El enfermo debería ser ingresado de la mucosa esofagogástrica (Mallory-Weiss), una complica-
ción frecuente de las náuseas y vómitos repetidos.
en las siguientes circunstancias; (1) cuando las
perspectivas de alimentación oral son inciertas;
(2) cuando el examen físico detecta una gra- corrección hemodinámica deben orientarse de
ve depleción de volumen con deshidratación; acuerdo con la gravedad de la condición clíni-
(3) ante la sospecha de una causa grave (p. ej.: ca. Debe considerarse que las glándulas saliva-
hipertensión endocraneal o abdomen agudo); res y el estómago segregan diariamente entre
(4) en presencia de una complicación (broncoas- 1,5-2 litros de jugo y que estas pérdidas pueden
piración, síndrome de Mallory-Weiss, síndrome verse acentuadas por la aspiración nasogástrica,
de Böerhaave). A su vez, la hospitalización debe una medida que, a menudo, resulta necesaria
de ser firmemente considerada en pacientes con para el alivio sintomático. En algunas circunstan-
diabetes de larga evolución, inmunosupresión y cias, como en el caso del paciente con náuseas y
ancianos, una población especialmente predis- vómitos relacionados con gastroparesia, pueden
puesta a la deshidratación. La reposición de las resultar de utilidad algunas medidas dietéticas,
pérdidas puede llevarse a cabo con suero salino entre ellas, el consumo de comidas frecuentes y
y suplementos de potasio. Los cálculos para la poco copiosas, la reducción del contenido en gra-

32
2. Náuseas y vómitos

TABLA 8. Medicaciones utilizadas en el tratamiento de las náuseas y vómitos

Grupo farmacológico/ Dosis Indicaciones Efectos adversos


principio activo

Anticolinérgicos
Escopolamina1 500-1.000 mmg Cinetosis Estreñimiento
Sequedad de boca
Antihistamínicos
Mezlicina 25 mg vo/i.m. o iv Cinetosis Somnolencia
Difenhidramina 2 mg vo/8 h o 5 mg i.m. o iv Trastornos laberínticos Sequedad de boca
Ciclicina 2-4 mg vo en dosis única Migraña Estreñimiento
Fenotiacinas
Proclorperacina 5-10 mg vo i.m. o iv/6 h Vómitos inducidos por Sedación
Prometacina 12,5-25 mg vo/i.m/iv/6 h anestésicos y fármacos Cambios de humor
Clorpromacina 10-25 mg vo/i.m/iv/4 h Gastroenteritis Reacciones distónicas
Tietilperacina 6,5 mg vo o rectal cada 8-12 h Trastornos laberínticos Hiperprolactinemia
Benzamidas
Metoclopramida 10 mg vo/iv/6-8 horas Gastroparesia Distonías
Domperidona 5 mg vo/8 h Dispepsia funcional Hiperprolactinemia
Clebopride 500 mmg vo/8 h Cambios de humor
Cinitaprida 1 mg vo/8 h
Antagonistas 5-HT3
Ondansetrón 8 mg vo/122 Vómitos inducidos Cefalea
Granisetron 1 mg vo/12 h 3 mg iv/8-12 h por quimioterapia Dolor abdominal
Estreñimiento/diarrea
Cannabinoides
Dronabinol 15-25 mg/día Vómitos incoercibles Euforia
Dependencia
Benzodiacepinas
Loracepán 1-5 mg vo/8-12 h Vómitos asociados Somnolencia
Alprazolán 0,25-2 mg vo/8-12 h a ansiedad y depresión Mareo
Temblor
Incoordinación
Irritabilidad
Corticoesteroides
Dexametasona 4 mg iv/8 h Hipertensión Euforia
Metilprednisolona 0,5-1 mg/kg vo o iv endocraneal Hipertensión arterial
Hiperglucemia
Butirofenonas
Haloperidol Individualizar la dosis Vómitos postanestesia Sedación
Droperidol en cada paciente Trastornos psiquiátricos Somnolencia
Taquicardia
(1) Disponible en parche transdérmico. Administrar 4-12 h antes del viaje.
(2) En quimioterapia altamente emetógena administrar 8-32 mg iv inmediatamente antes de la quimioterapia.

33
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 9. Esofagograma que muestra extravasación del contraste del 1/3 inferior del esófago al mediastino. Corresponde a
un paciente de 42 años con una pancreatitis aguda enólica que presentó rotura del esófago como consecuencia de vómitos
emitidos con violencia.

sas y la eliminación de bebidas carbonatadas que o en el momento de presentarse los sínto-


contribuyen a incrementar la distensión gástrica. mas) o difenhidramina (vo o rectal). Debe
conocerse que la mezlicina es teratógena y
❱❱ Tratamiento sintomático.
está contraindicada en el embarazo. Entre
Existen diversos fármacos que han demostrado su los segundos puede utilizarse escopolamina
utilidad para el control de las náuseas y vómitos4. (parches transdérmicos de 500-1.000 mmg,
Éstos pueden agruparse en fenotiacinas, antihista- 4-12 horas antes de emprender un viaje).
mínicos, anticolinérgicos, agonistas dopaminérgi- Otros agentes antimuscarínicos más selecti-
cos y antagonistas de la serosonina. Otros fármacos vos (antagonistas M2-M3) como zamifenacín
que han demostrado propiedades antieméticas parecen igualmente efectivos. Deben tener-
son butirofenonas, cannabinoides, benzamidas, se en cuenta los efectos secundarios de estos
esteroides y benzodiacepinas. La tabla 9 recoge fármacos derivados de sus propiedades anti-
sus indicaciones y efectos adversos principales. La colinérgicas: sedación, sequedad de boca y
mayoría actúan bloqueando los receptores para ocular, estreñimiento y retención de orina.
los neurotransmisores implicados en la vía del vó-
■■ Gastroparesia: en la gastroparesia y en los
mito. El conocimiento de su fisiopatología ayuda a
trastornos motores que producen retardo del
seleccionar el antiemético más apropiado para una
vaciamiento gástrico (incluyendo un subgrupo
condición específica. Se citan, algunas de las más
de enfermos con dispepsia funcional), pue-
frecuentemente observadas en la práctica clínica:
den resultar de utilidad los antieméticos con
■■ C inetosis: La sensación de mareo o vértigo efectos procinéticos. Los más utilizados en el
asociada al movimiento es modulada por re- momento actual son los antidopaminérgicos,
ceptores vestibulares histaminérgicos y mus- incluyendo la metoclopramida, domperidona,
carínicos. De ahí que los síntomas puedan clebopride y cinitaprida. Su potencial benefi-
prevenirse o tratarse con antihistamínicos cio debe ser contrastado con sus efectos ad-
–H1 y anti-muscarínicos. Entre los primeros, versos sobre el SNC (sedación, distonías), más
puede utilizarse mezlicina (25 mg vo/6 horas, frecuentes en niños y ancianos y dependientes

34
2. Náuseas y vómitos

de la amplia distribución de muchos de estos selectivos de los receptores 5HT3 han de-
receptores en diversos sistemas neuronales. mostrado ser eficaces en el tratamiento de
La domperidona no atraviesa la barrera he- las náuseas y de los vómitos inducidos por la
matoencefálica y comporta menos riesgo de quimioterapia. Los efectos secundarios inclu-
efectos extrapiramidales. Otro inconveniente yen cefalea, estreñimiento o diarrea y fatiga
de estos fármacos es que su utilidad terapéu- generalizada.
tica disminuye a largo plazo, lo que representa
un problema en el manejo de los trastornos de Resumen
curso crónico. La cisaprida actúa facilitando la
liberación de acetilcolina en las neuronas del Las náuseas y vómitos constituyen un síntoma
plexo mientérico, interviniendo como media- frecuente en la práctica clínica. El espectro de po-
dor un receptor HT4. Probablemente tenga sibilidades etiológicas es amplio e incluye no sola-
además una débil acción antidopaminérgica. mente afecciones gastrointestinales, sino trastor-
Su empleo ha demostrado ser de utilidad en el nos cerebrovasculares causantes de hipertensión
control de los síntomas de algunos pacientes endocraneal, trastornos vestibulares y una amplia
con dispepsia funcional, gastroparesia y seu- miscelánea de alteraciones sistémicas, hormonales
doobstrucción intestinal crónica. Sin embargo, y endocrinológicas. El protocolo diagnóstico varía
su uso ha sido restringido debido a sus poten- en función del tiempo de evolución e incluye una
ciales efectos inductores de arritmias ventri- anamnesis dirigida que incluye la búsqueda inten-
culares. Éstas se han descrito en el contexto cionada sobre el consumo de fármacos de nueva
de coterapias con otros fármacos que deterio- prescripción, un examen físico que permite ade-
ran el metabolismo de la cisaprida o alargan el más evaluar las consecuencias nutricionales del
intervalo QT. Finalmente, la eritromicina a la vómito y algunos exámenes básicos de laboratorio.
dosis de 3 mg/kg /8 horas por vía iv seguida Las pruebas complementarias deben orientarse en
de su administración oral (250 mg/8 h), duran- función del contexto clínico. Rara vez será necesa-
te 5-7 días ha demostrado mejorar la tasa de ria una evaluación exhaustiva. La definición de un
vacia-miento gástrico en situaciones de atonía trastorno motor puede requerir, sin embargo, la
gástrica. En el momento actual se están inves- intervención de un equipo altamente especializa-
tigando otros macrólidos sin propiedades an- do. El tratamiento debe dirigirse no solamente al
tibióticas, desprovistos de los efectos adversos control de los síntomas, sino al de la causa subya-
de la eritromicina4. cente y al de las complicaciones asociadas. Algunas
condiciones requieren un tratamiento específico.
■■ Vómitos del embarazo. Usualmente, no sue- Tal es el caso de la cinetosis, el embarazo, la gas-
len prescribirse antieméticos antes de las 12 troparesia y las náuseas y vómitos inducidos por la
semanas de gestación. Aunque no existen cla- quimioterapia.
ras evidencias de su efectividad, la piridoxina
(25 mg/día) ha demostrado ser inocua. La pre-
sencia de hiperemesis obliga a hospitalizar a la BIBLIOGRAFÍA
gestante y llevar a cabo reposición hidroelec- 1. Garthright WE, Archer DL, Kvenberg JE. Esti-
trolítica. El control de los síntomas puede ob- mates of incidence and costs of intestinal in-
tenerse con tiamina iv. Los antieméticos que fectious diseases in the United States. Public
han demostrado ser efectivos en el manejo de Health Rep 1988;103:107-15.
la hiperemesis gravídica incluyen antihistamí- 2. Gadsby R. Pregnancy sickness and symptoms:
nicos como la mezlicina y fenotiacinas como your questions answered. Prof Care Mother
la prometacina. Para los casos más graves Child 1994;4:16-7.
puede indicarse proclorperacina parenteral, 3. Quigley EM, Hasler WL, Parkman HP. AGA te-
clorpromacina o metoclopramida. Un ensayo chnical review on nausea and vomiting. Gas-
reciente ha demostrado la efectividad de la troenterology 2001;120:263-286.
prednisolona oral15. Los casos auténticamente 4. American Gastroenterological Association me-
refractarios deben ser nutridos por vía paren- dical position statement: nausea and vomiting.
teral o enteral. Gastroenterology 2001;120:263-286.
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35
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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36
3 El enfermo con dispepsia
Javier Alcedo*, Teresa Guevara**, Fermín Mearin***
*Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Digestivos. Unidad Asistencial de Aparato
Digestivo de los Hospitales de San Jorge y Barbastro.Huesca
** Unidad Docente de MFyC. Hospital San Jorge. Huesca
*** Servicio de Digestivo. Centro Médico Teknon. Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La dispepsia —dolor o malestar localizado en ❱❱ Conocer las diferencias conceptuales
la parte central del abdomen superior— es un entre los términos “dispepsia”, “dispepsia
problema muy común tanto en las consultas de orgánica vs dispepsia funcional” y
atención primaria como especializada. Los es- “dispepsia no investigada”.
tudios llevados a cabo en países occidentales, ❱❱ Analizar las causas de dispepsia orgánica
reflejan una prevalencia poblacional próxima al y el protocolo de actuación en un paciente
25% (10-40%), estable a lo largo de las últimas con dispepsia no investigada.
décadas y sin diferencias en función del sexo1,2.
❱❱ Conocer las bases para una aproximación
Más de la mitad de los sujetos sintomáticos
coste-efectiva al paciente con dispepsia
demandará asistencia médica por este motivo,
funcional.
lo que se traduce en un impacto muy acusado
sobre el consumo de recursos sociosanitarios.
En este apartado deben considerarse tanto los REFERENCIAS CLAVE
costes directos, derivados de visitas facultativas, 1. Grupo de trabajo de la guía de práctica
exámenes complementarios y gasto farmacéu- clínica sobre dispepsia. Manejo del paciente
tico (70% de los sujetos sintomáticos precisan con dispepsia. Guía de práctica clínica. Bar-
algún tipo de medicación), como indirectos, de- celona. Asociación Española de Gastroente-
pendientes de la pérdida de productividad labo- rología; Sociedad Española de Medicina de
ral (absentismo y presentismo del 12%)3,4. No en Familia y Comunitaria y Centro Cochrane
vano, la clínica dispéptica suele ser persistente Iberoamericano. 2012. Programas de
o recurrente y puede deteriorar de forma nota- elaboración de guías de práctica clínica en
ble la calidad de vida relacionada con la salud. El Enfermedades Digestivas. 3. http:// www.
presente capítulo expone la sistemática aconse- guiasgastro.net
jada para evaluar a un paciente con dispepsia, su 2. Delaney B, Ford AC, Forman D, Moa-
diagnóstico diferencial y su tratamiento. El lec- yyedi P, Qume M. WITHDRAWN: Initial
tor puede ampliar información sobre este tópico management strategies for dyspepsia.
en la guía de práctica clínica sobre “Manejo del Cochrane Database Syst Rev. 2009 Oct
paciente con dispepsia” elaborada por la Asocia- 7;(4):CD001961.
ción Española de Gastroenterología, la Sociedad 3. Talley NJ, Vakil NB, Moayyedi P. American
Española de Medicina de Familia y Comunitaria Gastroenterological Association Technical
y el Centro Cochrane Iberoamericano (ver refe- Review on the Evaluation of Dyspepsia.
rencias clave). Gastroenterology 2005;129:1756–1780.

Definiciones y nomenclatura
Etimológicamente el término dispepsia provie-
ne de las palabras griegas dys ”malo” o “difícil”

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 37


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

y “pepto”, “cocer” o “digerir”. Por lo tanto, su sig- la línea media abdominal y en su mitad superior,
nificado estricto es “mala digestión”. No obstante, de tal forma que el dolor en los hipocondrios de-
en la actualidad el término dispepsia se utiliza para recho o izquierdo, el dolor en hemiabdomen infe-
referirse a síntomas que no necesariamente se re- rior y el dolor abdominal difuso no se consideran
lacionan con la ingesta. Para los propósitos de este característicos de la dispepsia. La pirosis tampoco
capítulo es esencial distinguir entre los términos: suele considerarse parte del concepto de dispep-
“dispepsia”, “dispepsia no investigada”, “dispepsia sia debido a su considerable especificidad para la
orgánica” y “dispepsia funcional”. enfermedad por reflujo gastroesofágico. Sin em-
bargo, es frecuente la coexistencia de ambas enti-
Dispepsia dades por lo que algunas guías de práctica clínica
proponen su manejo conjunto, bajo una estrategia
De acuerdo al consenso de expertos alcanzado
unificada.
en Roma en 1999, la dispepsia se define como
cualquier dolor o molestia localizados en la par-
te central del abdomen superior. El término
Dispepsia no investigada
malestar/disconfort se refiere a una percepción Este término se aplica a aquellos pacientes que
negativa no dolorosa que engloba síntomas como presentan síntomas de reciente aparición o de
la saciedad precoz, la pesadez postprandial y la carácter recidivante pero que nunca han sido so-
sensación urente epigástrica, y otros menos espe- metidos a una evaluación diagnóstica, no pudien-
cíficos como la hinchazón abdominal, la necesidad do, por tanto, excluir una causa específica de sus
frecuente de eructar y las náuseas. Los síntomas síntomas.
pueden ser continuos o intermitentes, y suelen es-
tar relacionados con la ingesta aunque no es ésta Dispepsia orgánica
una condición obligada. Es importante recordar
Concepto empleado en pacientes con síntomas
que el dolor/molestia debe localizarse próximo a
dispépticos en los que logra identificarse una causa

Tabla 1. Criterios diagnósticos de dispepsia funcional (Roma III) 5

Deben cumplirse los dos criterios siguientes:


1º. Las condiciones que definen al menos a uno de los siguientes síndromes (ambos pueden coexistir) deben
estar presentes durante los 3 meses previos, y los síntomas deben haberse iniciado un mínimo de 6 meses
antes del diagnóstico:
A. Síndrome del distrés postprandial: pesadez que provoca molestia tras una comida normal y/o saciedad
precoz que impide finalizar una comida normal, cumpliendo:
a. Deben ocurrir varias veces por semana.
b. Pueden asociar hinchazón abdominal en la parte superior del abdomen, náuseas postprandiales o
eructos excesivos.
B. Síndrome del dolor epigástrico: dolor o sensación urente (ardor) localizada en epigastrio
(no retrosternal), que cumple:
a. Intensidad al menos moderada y un mínimo de una vez por semana.
b. Presentación intermitente.
c. No se generaliza ni se localiza en otra zona del abdomen o el tórax.
d. No mejora con la emisión de heces o gases.
e. No cumple criterios diagnósticos para los trastornos funcionales de la vesícula biliar o del esfínter de
Oddi.
f. Suele aparecer o mejorar tras la ingesta, pero puede ocurrir en ayunas.
2º. No existe evidencia de alteraciones estructurales (incluyendo la realización de una endoscopia digestiva
alta) que puedan explicar los síntomas.

38
3. El enfermo con dispepsia

Tabla 2. Causas de dispepsia orgánica

1. Causas gastrointestinales comunes


Úlcera péptica (úlcera gástrica, úlcera duodenal).
Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Diversos medicamentos (véase tabla 3).

2. Causas gastrointestinales menos comunes


• Esófago, estómago e intestino delgado:
– Cáncer de esófago.
– Cáncer de estómago.
– Cáncer del colon transverso.
– Gastroparesia: diabética, postvagotomía, neurológica, metabólica, farmacológica e idiopática.
– Seudoobstrucción intestinal.
– Oclusión parcial del intestino delgado.
– Estados malabsortivos: déficit de disacaridasas y enteropatía sensible al gluten.
– Enfermedades infiltrativas del estómago: enfermedad de Crohn, Mènétrier, sarcoidosis, gastroenteritis
eosinofílica, gastritis linfocítica, amiloidosis, linfoma.
– Isquemia mesentérica crónica.
– Infecciones: sífilis, TBC, CMV, hongos, Giardia, Strongyloides estercoralis.
• Páncreas y vías biliares:
– Colelitiasis y sus complicaciones.
– Pancreatitis crónica.
– Cáncer de páncreas.
• Hígado:
– Hepatitis aguda (vírica, tóxico-medicamentosa o alcohólica).
– Hepatitis crónica.
– Cirrosis hepática.
– Hepatocarcinoma.

3. Enfermedades sistémicas y alteraciones endocrinometabólicas


– Diabetes mellitus.
– Uremia.
– Enfermedades del tiroides (hipertiroidismo e hipotiroidismo).
– Hiperparatiroidismo.
– Insuficiencia suprarrenal.
– Conectivopatías.
– Isquemia miocárdica.
– Insuficiencia cardiaca congestiva.
– Neoplasia abdominal extradigestiva.
– Embarazo.

orgánica, después de llevar a cabo una evaluación expertos en conferencias de consenso, cuya última
diagnóstica sistemática. actualización se llevó a cabo en Roma en el año
2006 (Criterios de Roma III)5 (ver tabla 1). Los mis-
Dispepsia funcional mos conceptos clínicos que forman parte del diag-
nóstico permiten además realizar una clasificación
Define aquellos casos en los que tras realizar las
sindrómica de la dispepsia funcional en función del
pruebas diagnósticas pertinentes (incluyendo en-
patrón sintomático dominante, pudiendo diferen-
doscopia digestiva alta) no se encuentra una cau-
ciar entre los subtipos:
sa orgánica obvia que justifique los síntomas. Su
diagnóstico firme se establece mediante el cumpli- ❱❱ Síndrome del distrés postprandial: cursa con
miento de una serie de criterios establecidos por sensación molesta de plenitud tras una comida

39
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

normal o saciedad precoz. Puede añadir otros efecto irritante de ciertos aditivos alimentarios, la
síntomas del tipo hinchazón abdominal, náu- cafeína y el alcohol; la malabsorción que es capaz
seas y eructación excesiva. de provocar el consumo enólico crónico9; la disten-
❱❱ Síndrome del dolor epigástrico: caracterizado sión excesiva del estómago asociada a una ingesta
por dolor o ardor en epigastrio (no retroester- copiosa; el retraso del vaciado gástrico inducido
nal). por alimentos con elevado contenido en grasas;
y el incremento en la presencia de gas provocado
Esta subdivisión, aunque conceptualmente válida,
es de una utilidad clínica relativa ya que en muchos por aerofagia, o por la ingestión de carbohidratos
casos los síntomas se superponen. En la práctica poco absorbibles, particularmente si existe déficit
hasta un 40% de los pacientes no pueden ser clasifi- de disacaridasas. En raras ocasiones, se evidencian
cados definitivamente en una de las dos categorías. verdaderas alergias alimentarias.
Además no se ha demostrado una clara relación
Mención aparte merecen el espectro de la ente-
entre las diferentes manifestaciones dispépticas y
ropatía sensible al gluten (ESG) —incluye la en-
los mecanismos fisiopatológicos objetivables (ta-
bla 4)22. Salvo en aspectos terapéuticos concretos, fermedad celiaca potencial, latente y definida, y
el subtipo sindrómico no se considera un criterio la sensibilidad al gluten—, y el sobrecrecimiento
suficiente para establecer cambios en el abordaje bacteriano intestinal. En ambas situaciones, los
clínico del paciente. carbohidratos no absorbidos son fermentados por
la flora sacarolítica del colon o por las bacterias co-
Dispepsia de causa orgánica mensales migradas al intestino delgado producien-
Aproximadamente en un 30% de los pacientes que do elevadas concentraciones de gas (C02, metano
son investigados por presentar dispepsia se identi- e hidrógeno) que provocan distensión abdominal y
fica una dolencia orgánica que puede justificar los disconfort10. La ESG es una enfermedad infradiag-
síntomas. Así, cuando la sintomatología dispépti- nosticada en cuya fisiopatología se han implicado
ca es el rasgo clínico fundamental, las patologías factores genéticos, neuroendocrinos, inflamato-
identificadas con mayor frecuencia por la endos- rios, inmunológicos y motores, así como un aumen-
copia son la esofagitis erosiva (10-13%) y la úlcera to en la permeabilidad de la barrera intestinal11. En
péptica (8-9%), mientras que la patología maligna
el adulto suele manifestarse de forma atípica y con
es rara (inferior al 1%). Ahora bien, sólo la úlcera
carácter oligo- o monosintomático. La coexistencia
péptica es más frecuente en sujetos con dispepsia
de ferropenia u osteoporosis, de otros desórdenes
con respecto a aquellos asintomáticos, y su preva-
lencia es superior a la de la esofagitis (11% vs. 6%) autoinmunes, de alteraciones cutáneas y aftas ora-
en el subgrupo que cumple estrictamente los crite- les, así como de antecedentes familiares de primer
rios de Roma para definir la dispepsia. La esofagi- grado de enfermedad celiaca, incrementan las po-
tis muestra asociación estadística con la dispepsia sibilidades de que esta patología sea la responsable
sólo si existe presencia concomitante de pirosis, y de la “dispepsia”.
su frecuencia aumenta considerablemente (hasta
el 20%) conforme se es más laxo en los criterios Intolerancia a fármacos
que definen la dispepsia6,7. A continuación se men-
cionan y explican las entidades que con mayor fre- Algunos medicamentos pueden producir síntomas
cuencia justifican los síntomas dispépticos (tabla 2). dispépticos, como consecuencia de un efecto direc-
to irritante de la mucosa, alteraciones de la moti-
Intolerancia a alimentos lidad, reflujo gastroesofágico u otros mecanismos
idiosincrásicos. El ejemplo más clásico es la admi-
Contrariamente a la creencia popular, no existen
nistración de Aspirina® u otros antiinflamatorios no
estudios doble ciego que establezcan firmemente
la responsabilidad de determinados alimentos en esteroides (AINE) que pueden producir síntomas en
la patogénesis de la dispepsia. No obstante, se han hasta el 20% de los casos, incluso sin necesidad de
descrito varios mecanismos que podrían explicar que aparezcan lesiones. Otros fármacos potencial-
la relación existente entre la ingesta de ciertos nu- mente responsables de dispepsia se recogen en la
trientes y la aparición de síntomas8. Entre ellos, el tabla 38,12.

40
3. El enfermo con dispepsia

TABLA 3. Medicamentos que suelen causar dispepsia

• Etanol • Aspirina®/AINEs*
• Glucocorticoides • Digital
• Teofilina • Tabletas de cloruro potásico
• Suplementos de hierro • Colchicina
• Estrógenos • Levodopa
• Mórficos • Gemfibrozilo
• Orlistat • Nitratos
• Diuréticos de asa • Inhibidores de ECA**
• Antibióticos (macrólidos, metronidazol) • Antidepresivos

*AINE: Antiinflamatorio no esteroide


**ECA: Enzima conversor de angiotensina

Úlcera péptica babilidad de encontrar una úlcera en un paciente


con dispepsia es mayor cuando el enfermo tiene
La úlcera péptica (UP) constituye la causa más fre- más de 40 años, es varón, consume AINE, o está
cuente de dispepsia de naturaleza orgánica. La pro- infectado por Helicobacter pylori8.

TABLA 4. Mecanismos fisiopatológicos y factores etiológicos implicados en la dispepsia funcional y su asociación


sintomática más frecuente

Mecanismo fisiopatológico o factor etiológico.......... Síntoma asociado

- Infección por H. pylori.............................................. Dolor epigástrico


- Hipersensibilidad a la distensión gástrica................. Dolor epigástrico, eructación excesiva y pérdida de peso
- Acomodación fúndica disminuida............................ Saciedad precoz y pérdida de peso*
- Vaciamiento gástrico retardado............................... Pesadez postprandial, saciedad precoz, hinchazón y náuseas
- Vaciamiento gástrico acelerado............................... Pesadez postprandial, hinchazón, náuseas y dolor epigástrico**
- Contractilidad fásica fúndica persistente................. Hinchazón postprandial sin náuseas
- Trastorno en el ritmo eléctrico gástrico................... No comunicado
- Desorden nervioso autónomo................................. No comunicado
- Hipersensibilidad duodenal a ácido o lípidos........... Náuseas y dolor epigástrico
- Dismotilidad intestinal.............................................. No comunicado
- Factores psicosociales.............................................. No comunicado
- Alergia (eosinofilia tisular)........................................ Pesadez postprandial y saciedad precoz
- Postinfeccioso (inflamación, permeabilidad ............ No comunicado
de la barrera epitelial, hipersensibilidad visceral)

* La asociación sintomática con la acomodación fúndica disminuida fue descrita inicialmente por Tack et al. —Gas-
troenterology 1998—, pero estudios posteriores no han podido confirmar estos datos (Kim et al. Am J Gastroente-
rol 2001 y Bredenoord et al. Clin Gastroenterol Hepatol 2003).
** La asociación sintomática con el vaciamiento gástrico acelerado fue descrita por Delgado-Aros et al. —Gastroen-
terology 2004—, pero estudios posteriores no han podido confirmar estos datos (Bisschops et al. Gut 2008).

41
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 5. Polimorfismos genéticos con asociación descrita o si debe antes investigarse la posibilidad de una
para dispepsia funcional ERGE no erosiva. Hoy en día la aproximación más
coste-efectiva a este grupo de pacientes puede ser
el tratamiento empírico con inhibidores de la bom-
Polimorfismos que incrementan el riesgo. ba de protones.
• C825T del gen de la proteína GNβ3.
Cáncer
• 779 de colecistoquinina 1-intron 1.
• C159T del gen promotor CD14. El cáncer del estómago o del esófago está presen-
te en menos del 1% de los pacientes con dispepsia
• Val158met del gen COMT
remitidos para la realización de una endoscopia6.
(catecol-O-metiltransferasa).
Algunos signos y síntomas, considerados de “alar-
• T1676C del gen promotor de la COX-1
ma” (ver tabla 6) constituyen formas habituales de
(ciclooxigenasa 1).
presentación de una neoplasia en estadio avanza-
• CYP2C19 (variedad silvestre) del gen del citocromo do, por lo que su identificación durante el manejo
P450.
inicial de la dispepsia es fundamental para la toma
• C1291G del gen de la proteína α(2A) adrenérgica. de decisiones.
• SLC6A4 del de la proteína transportadora de 5-HT.
• Del 332-325 del gen de la proteína α(2C). Enfermedad biliopancreática
• 7488T del gen de la IL-17. Aunque la colelitiasis suele ser incluida en el diag-
• 173C del gen del factor inhibidor de macrófagos nóstico diferencial de la dispepsia, realmente las
(MIF). características del dolor de tipo biliar difieren no-
• G315C del gen del receptor de tablemente del dolor/malestar referido por los
capsaicina/vanilloid1 (TRPV1). pacientes con dispepsia. El dolor de tipo biliar se
manifiesta clásicamente de forma episódica, en for-
ma de crisis recortadas de dolor intenso, que si bien
Polimorfismos protectores: puede iniciarse en la línea media superior del ab-
• C242T del gen de la proteína p22PHOX. domen, en general irradia al hipocondrio derecho
• C28G del gen regulador de la expresión y escápula, acompañándose a menudo de náuseas
de linfocitos T (RANTES). y vómitos. Una vez que la crisis se resuelve, el en-
fermo puede quedar asintomático hasta que ocurre
un nuevo episodio. Es importante considerar estas
diferencias, dado que debido a la elevada preva-
lencia de ambas —colelitiasis y dispepsia— no es
Enfermedad por reflujo infrecuente que un enfermo con colelitiasis asinto-
gastroesofágico mática presente a su vez clínica de dispepsia. En tal
caso, la colecistectomía no resolverá los síntomas
Es frecuente que los pacientes con dispepsia refie- de dispepsia. Los ancianos constituyen un grupo
ran entre sus síntomas la presencia concomitante de especial dificultad porque la intensidad de los
de pirosis (sensación de quemazón retroesternal) síntomas biliares puede ser menor. Un paciente
o regurgitación, característicos de una enfermedad de edad avanzada y diabetes, por ejemplo, puede
por reflujo gastroesofágico (ERGE). Además, en un presentar una colecistitis gangrenosa con una ex-
porcentaje relevante la endoscopia muestra como presión clínica poco florida que hace subestimar la
único hallazgo una esofagitis, lesión que se con- verdadera gravedad del problema. La pancreatitis
sidera suficiente para justificar la clínica. En otras aguda no suele plantear dificultades en el diagnós-
ocasiones, en las que no se observa daño mucoso, tico diferencial dado el carácter abrupto del dolor,
un estudio mediante pHmetría puede revelar la su acusada intensidad y su irradiación característica
existencia de un reflujo ácido patológico cuyo papel hacia la espalda. Más dificultades puede plantear
etiopatogénico en la dispepsia es incierto. La mayor el dolor crónico y recidivante de la pancreatitis
dificultad estriba en discernir si un paciente con clí- crónica, que al igual que ocurre en la dispepsia
nica de dolor o ardor epigástrico, con o sin pirosis funcional puede verse agravado o precipitado
asociada, y con una endoscopia normal, debe ser por la ingesta. El antecedente de ingesta etílica
directamente catalogado como dispepsia funcional crónica puede ser un rasgo característico de am-

42
3. El enfermo con dispepsia

TABLA 6. Datos clínicos de alarma en dispepsia en un paciente generalmente de edad avanza-


da.
❱❱ Finalmente, existe un grupo de enfermedades
❱❱ Pérdida de peso significativa no intencionada.
infiltrativas potencialmente responsables de
❱❱ Vómitos recurrentes. síntomas dispépticos (tabla 2), cuyo diagnóstico
❱❱ Disfagia progresiva. a menudo sólo es factible realizando una endos-
❱❱ Signos de sangrado digestivo: anemia, hemate- copia con macrobiopsia gástrica.
mesis o melenas.
❱❱ Dolor continuo y de intensidad relevante. Enfermedades sistémicas
❱❱ Presencia de masa abdominal palpable, linfade- El dolor en el epigastrio puede ser también la ex-
nopatías u organomegalias. presión de un problema sistémico de naturaleza
❱❱ Ictericia. extraintestinal. Se incluyen en este apartado la car-
❱❱ Ascitis. diopatía isquémica, que puede ser causa de dolor
❱❱ Antecedentes familiares de cáncer gástrico. epigástrico a menudo referido por los pacientes
como sensación de “indigestión”, y alteraciones
endocrinometabólicas como la uremia, el hiper- o
hipotiroidismo, el hiperparatiroidismo y la enfer-
medad de Addison8.
bas entidades. Finalmente, el cáncer de páncreas
o el de la región ampular a menudo se expresan Aproximación al paciente con dispepsia no
con dolor en epigastrio de intensidad variable.
Algunos síntomas como la ictericia, la anorexia
investigada
y la pérdida de peso pueden ayudar a orientar el La prevalencia de dispepsia entre la población es
diagnóstico. muy alta y con las estrategias de manejo actuales
hasta en un 70% de los enfermos investigados no
Otros problemas gastrointestinales se identifica una patología orgánica que justifique
los síntomas. Realizar un estudio sistemático en
Además de los descritos existen otros trastornos
todos los casos (incluyendo pruebas complemen-
gastrointestinales que pueden cursar con dispep-
tarias) probablemente no resultaría coste-efectivo
sia pero que, bien por su menor frecuencia o bien
y añadiría incomodidad y riesgo para el conjunto
por un bajo índice de sospecha entre los clínicos, a
de los individuos evaluados. El médico que asiste a
menudo han sido “ignorados” en el diagnóstico di-
este tipo de pacientes debe proponerse, por tanto,
ferencial de este síntoma. Brevemente se exponen
seleccionar a aquellos con mayor probabilidad de
en este apartado los siguientes:
presentar una dolencia orgánica, evitando genera-
❱❱ Entidades capaces de provocar un estado de lizar la indicación de pruebas invasivas, molestas o
gastroparesia, especialmente la diabetes melli- de elevado coste. A continuación se exponen los
tus, la vagotomía y aquellas implicadas en los factores que ayudan en la toma de decisiones y las
estados de seudoobstrucción intestinal crónica. exploraciones disponibles para orientar el diagnós-
Estos pacientes, a menudo refieren clínica de tico.
naúseas, saciedad precoz, dolor postprandial y
vómitos. Historia clínica
❱❱ Infecciones bacterianas, víricas, fúngicas y para- La anamnesis proporciona datos claves para el ma-
sitarias del intestino, como la giardiasis, causan- nejo ulterior de los pacientes. Se revisa a continua-
te de malabsorción crónica y cuyo diagnóstico ción la información clínica de mayor valor que pue-
puede ser complejo. de obtenerse de un interrogatorio bien orientado.
❱❱ La insuficiencia mesentérica crónica (angina ❱❱ Edad. De acuerdo con estudios epidemiológicos
intestinal), caracterizada por dolor abdominal sobre incidencia de cáncer gástrico en los dife-
postprandial que alivia 2-3 horas después de su rentes tramos etarios y observando el resulta-
comienzo. El diagnóstico viene sugerido por la do oncológico de aplicar diferentes puntos de
asociación de este síntoma con la pérdida pon- corte13, la mayor parte de las guías clínicas han
deral motivada por el temor a ingerir alimento, adoptado los 55 años como la edad a partir de

43
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

la cual es adecuado indicar la realización de una ciente puede ser muy rentable en el manejo a
endoscopia precoz en el caso de que un indivi- largo plazo de una patología funcional.
duo inicie síntomas dispépticos1.
❱❱ Uso de medicamentos. Como ya se ha mencio-
❱❱ Síntomas y signos de alarma. Algunos datos nado, el consumo de determinados fármacos,
clínicos (detallados en la tabla 6) sugieren la especialmente Aspirina® y AINE, es responsable
existencia de una patología orgánica. El médi- de la aparición de síntomas dispépticos. Por lo
co debe realizar una búsqueda intencionada tanto es esencial no olvidar este aspecto en el
de cualquiera de estos antecedentes, signos y interrogatorio.
síntomas, pues su presencia constituye una cla- ❱❱ Comorbilidades. Finalmente, la anamnesis
ra indicación de endoscopia en las principales debe incluir una búsqueda intencionada de pa-
guías clínicas. Desafortunadamente, la sensibi- tologías concomitantes que por sí solas podrían
lidad de los síntomas de alarma en la detección explicar la naturaleza de los síntomas o ayudar
de malignidad es muy baja (11-53%)14, lo que se a interpretarlos. Tiene interés no sólo el cono-
ve parcialmente compensado por un excelente cimiento de determinados antecedentes que
valor predictivo negativo ante la ausencia de puedan alterar la motilidad gastrointestinal (dia-
todos ellos (99%). Es decir, es muy infrecuen- betes, vagotomía, conectivopatía), sino también
te que un paciente con dispepsia sin datos de la presencia de síntomas o diagnósticos firmes
alarma padezca un cáncer del tracto digestivo de patología psiquiátrica y funcional extradiges-
superior. tiva. Estos pueden deteriorar la calidad de vida
relacionada con la salud y magnificar la intensi-
❱❱ Clínica de malabsorción. Los síntomas del tipo dad percibida de la clínica dispéptica.
hinchazón abdominal recurrente y grave, me-
teorismo, diarrea y estreñimiento pertinaz; Exploración física
condiciones clínicas como anemia o ferropenia
crónica, osteoporosis en edad temprana, derma- El examen físico puede proporcionar información
topatías, estomatitis, infertilidad, retraso pondo- relevante para corroborar o sugerir la existencia de
estatural; y antecedentes de enfermedad auto- una dolencia orgánica. Así ocurre con la detección
inmune, enolismo crónico, pancreatopatía y de de signos de alarma (ver tabla 6). Incluso cuando
familiares con enfermedad celiaca, conforman el examen físico es normal, la exploración del ab-
un escenario clínico que debe hacer sospechar domen tiene un efecto positivo en los pacientes
al clínico la presencia de un proceso de mala con un trastorno funcional, dado que transmite al
paciente seguridad y la sensación de que el médico
asimilación de nutrientes debidos a una maldi-
ha tomado en serio sus síntomas.
gestión o una malabsorción propiamente dicha
que pueden ser la causa de la dispepsia. Cuando
concurren las condiciones mencionadas parece
Pruebas de laboratorio
recomendable orientar el proceso diagnóstico La probabilidad de que una analítica elemental
hacia la realización de técnicas diagnósticas es- pueda aportar información relevante en un pa-
pecíficas que permitan confirmar la presencia de ciente joven con dispepsia (especialmente si los
patología relacionada con malabsorción (TAC o síntomas son de larga evolución) y sin síntomas de
resonancia abdominal, biopsia intestinal con in- alarma es muy baja, por lo que su indicación ruti-
munotinción específica para linfocitos CD3, test naria no parece necesaria en estas circunstancias.
de aliento para evaluar intolerancia a azúcares, Sin embargo, las pruebas de laboratorio pueden
estudio de grasa en heces, etc.). ser de utilidad en pacientes de más de 45-50 años,
debido a que a partir de esta edad se incrementa
❱❱ Factores psicosociales. La probabilidad de que la prevalencia de trastornos endocrinometabólicos
los síntomas dispépticos sean debidos a un tras- o de enfermedades sistémicas que pueden influir
torno funcional es elevada, particularmente en en la aparición de síntomas dispépticos. También
personas jóvenes y sin datos de alarma. En es- son aconsejables si el contexto clínico sugiere la
tos casos la clínica puede debutar o agravarse posibilidad etiológica de una malabsorción. Los pa-
coincidiendo con una situación de estrés vital. rámetros que suelen aportar información de valor
Incluir en la anamnesis algunas cuestiones diri- incluyen la determinación de hemoglobina y valor
gidas a explorar el entorno psicosocial del pa- hematocrito, metabolismo del hierro, recuento

44
3. El enfermo con dispepsia

Figura 1. La endoscopia digestiva alta


permite descartar un origen orgánico de la
dispepsia. A) úlcera duodenal; B) leiomioma
gástrico ulcerado; C) poliposis gástrica; D)
adenocarcinoma gástrico ulcerado.

y fórmula leucocitaria, perfil hepático, glucemia, al fármaco es una estrategia alternativa a la inves-
función renal, electrolitos (incluyendo calcemia) y tigación y erradicación de H. pylori en pacientes sin
hormonas tiroideas. datos de alarma. Incluso, ha demostrado una me-
jor relación entre coste y efectividad en áreas con
Pruebas no invasivas para la baja prevalencia de infección por el germen (me-
detección de Helicobacter pylori nor de 20%), o si coexisten síntomas de ERGE1,15.
Consigue una rápida mejoría o desaparición de los
Se trata de técnicas poco complejas (test de aliento síntomas en el 80% de los pacientes, si bien una vez
con urea marcada con 13C, serología validada o de- se suspenden la recidiva clínica a medio plazo es
terminación del antígeno en heces) con un elevado la norma. Los antagonistas de los receptores tipo
rendimiento clínico. De acuerdo a las conclusiones 2 de la histamina (antiH2) y los antiácidos son me-
de modelos analíticos de decisión15 se acepta que nos efectivos16,17. Algunos algoritmos de manejo
en áreas con prevalencia alta o intermedia de in- en dispepsia no investigada proponen estrategias
fección por Helicobacter pylori (mayor de 20%), la híbridas consistentes en la aplicación secuencial y
estrategia de investigar la colonización digestiva alternativa de uno u otro de los test expuestos (test
por este germen y tratarlo cuando se detecta (test and treat o test con IBP) recurriendo al contrario
and treat) será la más coste-eficaz como abordaje cuando ha fracasado el primero aplicado. En otras
inicial en pacientes sin clínica de alarma. La erra- ocasiones es precisamente la buena respuesta al
dicación del germen consigue la curación de la IBP la que sugiere el potencial beneficio de investi-
mayor parte de las úlceras pépticas y la resolución gar y erradicar el H. pylori.
de la sintomatología en un porcentaje menor de
dispepsias funcionales, siendo su efecto terapéuti- Endoscopia
co prolongado en el tiempo1,16. De esta manera se
evita la indicación de numerosas pruebas invasivas Las evidencias disponibles hasta el momento indi-
innecesarias. can que la endoscopia precoz, realizada en condi-
ciones favorables, es decir, sin tratamiento antise-
Test empírico con inhibidores cretor previo que pueda haber resuelto las lesiones
mucosas agudas, es discretamente más efectiva
de la bomba de protones que las otras dos estrategias descritas —test and
La administración de un inhibidor de la bomba de treat y test con IBP— en el abordaje inicial de la
protones (IBP), durante un plazo aproximado de dispepsia no investigada, pero su coste es también
dos semanas, para evaluar la respuesta sintomática superior (peor relación coste-efectividad), y en ge-

45
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

neral es peor aceptada por los pacientes. Se consi- Estudios selectivos de motilidad/
dera, no obstante de elección cuando existe algún
dato clínico de alarma (tabla 6), cuando la sintoma-
percepción visceral
tología se inicia después de los 55 años, o cuando Varias exploraciones avanzadas pueden ser de
se produce una respuesta insuficiente o nula al tra- utilidad en casos seleccionados. Algunos auto-
tamiento empírico inicial (erradicación de H. pylori res aconsejan realizar una pHmetría ambulatoria
o terapia antisecretora)1,16 (figura 1). En situaciones de 24 horas a los pacientes con dolor epigástrico
como síntoma dominante (sin pirosis) y endosco-
en las que el paciente manifiesta excesiva preocu-
pia negativa, como único medio de asegurar que
pación por la naturaleza de sus síntomas también
los síntomas no dependen de una enfermedad
puede ser útil para reducir la ansiedad que genera por reflujo gastroesofágico. Sin embargo, con toda
la incertidumbre diagnóstica. Se ha comunicado probabilidad resulta más coste-efectivo tratar a
que la realización de una endoscopia en la que no estos pacientes con inhibidores de la bomba de
se evidencian lesiones posee un impacto positivo protones (IBPs), una estrategia que ha demostrado
sobre la calidad de vida relacionada con la salud19. una elevada sensibilidad para confirmar la sospe-
cha clínica de ERGE. Un subtipo de enfermos con
El examen endoscópico posee la ventaja añadida de
clínica de saciedad precoz y vómitos persistentes
facilitar la toma de biopsias gástricas para la realiza- puede beneficiarse de una gammagrafía gástrica,
ción de un test rápido de ureasa que investigue la de una resonancia magnética gástrica, o de un test
colonización por H. pylori. También permite la ob- de aliento con 13C-ácido octanoico, que confirmen
tención de muestras de la mucosa duodenal, cuyo la sospecha de gastroparesia, especialmente si se
examen con las técnicas inmunológicas adecuadas trata de personas con factores de riesgo (diabetes
puede revelar signos sugerentes de malabsorción avanzada, vagotomía). La persistencia de vómitos,
o patología infiltrativa. Estas entidades, cada vez en ausencia de gastroparesia manifiesta y sin otra
causa orgánica que los justifique puede obedecer
con más frecuencia relacionadas con la dispepsia,
a una neuropatía intestinal que conduce a un es-
pueden permanecer ocultas largo tiempo bajo una
tado de seudoobstrucción intestinal crónica. En tal
apariencia de funcionalidad (véanse capítulos 22 caso puede estar indicada una manometría intesti-
y 23). nal para establecer el diagnóstico. También existen
El descenso en el coste económico de la endosco- métodos para evaluar la acomodación gástrica y la
sensibilidad visceral. Éstos incluyen básicamente el
pia, su mayor confortabilidad y seguridad por los
test de saciedad precoz, el barostato, y la tomogra-
progresos de la sedoanalgesia, las nuevas eviden-
fía por emisión de fotones (SPECT). Aunque en la
cias etiológicas, y la disminución en la tasa de in- actualidad su empleo suele circunscribirse al ám-
fección por H. pylori en nuestra población, pueden bito de la investigación, podrían tener indicación
favorecer que en un futuro las estrategias prioricen en casos seleccionados de pacientes con dispepsia
la opción de la endoscopia temprana sobre las es- inveterada, cuando los síntomas no dependen de
trategias alternativas actuales, o al menos adelan- un retardo en el vaciamiento gástrico. Finalmente,
ten su indicación. En este sentido, el Ministerio de la electrogastrografía permite registrar la actividad
Sanidad editó en el año 2008 un protocolo con las mioeléctrica del estómago permitiendo el diagnós-
tico de disritmias (taqui- o bradigastria) que pue-
directrices para el diagnóstico precoz de la enfer-
den alterar la motilidad gastroduodenal20.
medad celiaca en el que se propone la realización
de endoscopia temprana con biopsia duodenal ru- Por último, se dispone de pruebas de imagen con-
tinaria y examen de las muestras mediante inmu- vencionales como la ultrasonografía, la TAC o la re-
notinción específica en todos aquellos pacientes sonancia magnética abdominal que pueden ser de
utilidad para excluir organicidad biliopancreática
que cumplan un determinado perfil clínico (véase
en el curso de la evaluación del paciente con dis-
más arriba apartado de “Clínica de malabsorción”)
pepsia. Una TC con técnica de multicorte (multide-
o serológico (anticuerpos antitransglutaminasa ti- tector) permite evaluar con precisión los vasos del
sular humana) y muestren datos de predisposición territorio esplácnico (tronco celiaco, mesentérica
genética (positividad de los haplotipos HLA DQ2 o superior e inferior), lo que puede ser de indudable
DQ8)18. interés en pacientes ancianos con arterioesclerosis

46
3. El enfermo con dispepsia

Paciente con dispepsia no investigada


ERGE

Anamnesis y exploración (fármacos) No
¿Mejora?

Gastroscopia con Clínica de alarma o


Sí No Sí
test ureasa +/– datos sugerentes de ¿Pirosis? IBP
biopsia duodeno enteropatía por gluten
No

No
¿Organicidad? Preval. H. pylori <20% Preval. H. pylori >20%


Test IBP Test and treat
(+) (+)
Dispepsia Dispepsia
Fin estudio No respuesta D. por Hp
orgánica funcional

Test and treat Test IBP


No Sí
No respuesta
Negativa Gastroscopia Gastroscopia

Figura 2. Estrategia de manejo para la dispepsia no investigada.

avanzada y dolor abdominal postprandial sugestivo endoscopia, la tasa de prevalencia de infección por
de angina abdominal (capítulo 28). H. pylori y el coste de los fármacos. Todos estos pa-
rámetros varían según el área geográfica estudiada,
Actitud en el enfermo con dispepsia TABLA 7. Estrategias propuestas con mayor frecuencia
Diseñar un algoritmo de actuación en el enfermo para el manejo de la dispepsia no investigada en pacientes
con dispepsia no es fácil. Como ya se ha mencio- sin síntomas de alarma
nado, la prevalencia de dispepsia funcional es muy
elevada y, a priori, realizar pruebas complemen-
tarias a todos los individuos sintomáticos no sería • Tratamiento empírico con medicamentos
coste-efectivo. Numerosos factores influyen en la antisecretores.
decisión de indicar exámenes invasivos, entre ellos • Tratamiento erradicador del Helicobacter pylori,
la edad del paciente en el momento de presenta- sin confirmación previa de su presencia.
ción de los síntomas, la intensidad e impacto de és-
• Investigar la presencia de Helicobacter pylori y
tos sobre su calidad de vida, la presencia o ausencia erradicar en caso positivo (test and treat).
de datos de alarma, la coexistencia de síntomas o
• Investigar la presencia de Helicobacter pylori y
condiciones clínicas que sugieran malabsorción, la
realizar endoscopia en caso positivo
contribución del ambiente psicosocial, y el temor o (test and scope).
la preocupación del enfermo a padecer una enfer-
• Realizar endoscopia temprana a todos los
medad maligna. Otros factores que influyen en la
pacientes.
decisión de investigar o tratar de un modo empírico
a estos pacientes son el coste y disponibilidad de la

47
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

por lo que las conclusiones de un determinado es- llos casos en los que se ha demostrado la presencia
tudio pueden no ser extrapolables con facilidad a de H. pylori (test and scope), o llevar a cabo una
otro medio. Teniendo en cuenta estas limitaciones endoscopia en todos los casos en el momento de
se propone en la figura 2 un algoritmo de manejo presentación de los síntomas (tabla 7). Cada una de
sustentado en las recomendaciones de las socieda- estas opciones tiene ventajas e inconvenientes que
des científicas de mayor prestigio y en las revisiones obligan a adecuar la decisión a las características
sistemáticas de mayor calidad metodológica1,15-18. individuales de cada paciente y al medio sociosani-
Los aspectos destacados de este algoritmo son: tario en el que desempeña el facultativo su labor1.
En el algoritmo propuesto se adopta una estrate-
1º. La exploración endoscópica de inicio está for-
malmente indicada cuando se descubran datos de gia combinada que recurre a test and treat y al uso
alarma o el inicio de los síntomas sea posterior a los empírico de antisecretores de forma secuencial y
55 años. Un contexto clínico sugestivo de malabsor- alternativa (se aplica uno de ellos y si no es eficaz
ción también aconsejaría seguir la misma actitud, existe la posibilidad de aplicar el otro método de
con obtención de muestras duodenales en caso de manejo), en función de la prevalencia de la infec-
ausencia de lesiones macroscópicas relevantes. ción por H. pylori en la población. En España los
datos poblacionales disponibles cifran en un 70%
2º. Durante la anamnesis debe investigarse el con- la tasa de colonización gástrica por el germen21,
sumo de fármacos que puedan relacionarse con la lo que hace recomendable empezar el abordaje
dispepsia (especialmente Aaspirina® o AINE, pero mediante la opción test and treat. La ausencia de
también cualquier otro de los incluidos en la tabla respuesta a ambos tratamientos nos conduce de
3). Si están presentes lo óptimo sería suspender su nuevo a la necesidad de practicar una endoscopia.
administración, o en su defecto disminuir la dosis,
pero a menudo no es recomendable por existir cla- 5º. El subtipo clínico (distrés postprandial vs. dolor
ra indicación para su prescripción. Afortunadamen- epigástrico) no determina diferencias en el manejo
te, el tratamiento con medicamentos antisecreto- inicial de los pacientes con dispesia no investigada.
res consigue el control sintomático en la mayoría 6º. La ausencia de organicidad tras completar el
de los casos. La persistencia de los síntomas, a pe- algoritmo de manejo conduce al diagnóstico de dis-
sar de la adopción de estas medidas constituye una pepsia funcional.
indicación añadida para la endoscopia.
3º. Una vez descartada la presencia de datos de Dispepsia funcional
alarma o de malabsorción, así como el consumo
de fármacos que justifiquen los síntomas, debe Mecanismos fisiopatológicos
considerarse si la sintomatología pudiera deberse a En el momento actual no se conocen con exactitud
ERGE. Especialmente si coexisten síntomas típicos las alteraciones fisiopatológicas responsables de
de reflujo (pirosis o regurgitación), resulta coste- la aparición de síntomas en la dispepsia funcional
eficaz ensayar un tratamiento empírico con IBP17. (DF). Numerosos estudios coinciden en señalar la
También debe valorarse por la clínica y los antece- existencia de alteraciones en la función motora del
dentes, la posibilidad de que intervengan causas estómago, alteraciones en la sensibilidad y desór-
menos frecuentes de dispepsia orgánica (tabla 2) denes neurohormonales. Las alteraciones de la mo-
que pudieran requerir de técnicas diagnósticas es- tilidad incluyen tanto un retardo en el vaciamiento
pecíficas (TAC, ultrasonografía, etc.). gástrico del alimento (23-59%) como un vaciamien-
4º. En ausencia de las posibilidades etiológicas to excesivamente rápido (41%), un fallo en los me-
descritas hasta el momento el debate se centra canismos de relajación adaptativa del fundus tras
en la actitud a seguir en el paciente de menos de la ingesta (40-50%) y la aparición de contracciones
55 años. Se han formulado numerosas propuestas fásicas postprandiales en el estómago proximal
que oscilan desde iniciar un tratamiento empírico (15%). Se han descrito alteraciones mioeléctricas
con medicamentos antisecretores en todos los ca- causantes de hipomotilidad antral y anomalías en
sos, administrar un tratamiento erradicador para el la motilidad antroduodenoyeyunal que podrían
H. pylori, aun sin verificar su presencia, erradicar participar en el retardo del vaciamiento gástrico y
únicamente a los casos en los que la infección ha en un déficit del aclaramiento duodenal de ácido.
sido bien documentada con una prueba no invasiva Algunos pacientes presentan también manifesta-
(test and treat), realizar endoscopia sólo en aque- ciones de disfunción autonómica y un menor tono

48
3. El enfermo con dispepsia

vagal eferente que pudiera ser el mecanismo res- ❱❱ Infección por Helicobacter pylori.
ponsable de la hipomotilidad antral y de la falta de
La relación entre dispepsia funcional y H. pylori es
acomodación tras la ingesta. La presencia de todas
aún hoy controvertida. De una parte, los pacien-
las alteraciones descritas ha sido constatada en nu-
tes con DF no poseen una mayor prevalencia de
merosos estudios, pero su correlación con las ma-
infección por H. pylori que la población general, y
nifestaciones clínicas de la DF es menos clara (tabla no se ha encontrado asociación estadística entre
4)22. Asimismo, el desarrollo de nuevas herramien- los síntomas y mecanismos implicados en la fisio-
tas no invasivas para evaluar la función motora patología de la DF (retraso en el vaciado gástrico
gastroduodenal, como la tomografía por rmisión e hipersensibilidad gástrica) y la infección por el
de fotones (SPECT), ha permitido identificar nuevos germen. Pero por otro lado se ha constatado que
parámetros relacionados con la aparición de sínto- la erradicación de esta infección comporta una dis-
mas dispépticos. Cabe destacar entre los mismos el minución en el riesgo relativo de DF del 10% y una
volumen gástrico en ayunas, la reducción de este mejoría sintomática en un subgrupo de pacientes25.
volumen postingesta y las dimensiones del antro, Debe recordarse también que el H. pylori se ha re-
que podrían contribuir a explicar la variabilidad clí- lacionado con la aparición de enteritis linfocítica
nica entre pacientes. (superior al 25% linfocitos intraepiteliales en la mu-
Las alteraciones de la sensibilidad se han encon- cosa duodenal), y que su erradicación se asocia en
trado en el 34-66% de los enfermos, e incluyen muchos casos a la regresión de la lesión histológica.
fenómenos de hiperalgesia visceral (percepción La intervención de esta entidad en la patogenia de
la dispepsia “funcional” no ha sido bien estudiada.
incrementada de estímulos fisiológicos) que afec-
tan tanto a mecanorreceptores (hipersensibilidad Etiología postinfecciosa
a la distensión), como a quimiorreceptores (sen-
Existen evidencias epidemiológicas que prueban
sibilidad a los nutrientes y al ácido) situados en el
la asociación entre infecciones gastrointestinales
estómago y el duodeno. Para la evaluación de la
agudas y la posterior aparición de síntomas de
presencia de estos mecanismos el parámetro que
dispepsia26, y también se dispone de información
de forma aislada ha mostrado mayor utilidad es la
prospectiva al respecto. En una cohorte de suje-
detección mediante barostato de hipersensibilidad
tos con antecedentes de gastroenteritis aguda
gastrointestinal tras comida de prueba con nutrien-
por Salmonella que fue seguida durante el año
tes líquidos, que en una serie de pacientes con dis- posterior a la infección se describió la aparición
pepsia estuvo presente en el 72% de los casos23. de dispepsia en 1 de cada 7 casos, lo que supo-
Entre los desórdenes neurohormonales descritos nía un aumento del riesgo relativo de 5 veces con
hasta el momento se aduce que un aumento de los respecto a individuos sin el citado antecedente27.
niveles plasmáticos circulantes de colecistoquini- Un fenómeno similar fue descrito tras la infección
na (CCK) en respuesta a la presencia de grasa en por Giardia lamblia, constatándose en este caso
la luz duodenal, podría desempeñar un papel en la una elevación plasmática de colecistoquinina que
patogénesis de síntomas dispépticos, al ejercer un guardaba una buena correlación con la aparición
efecto inhibitorio sobre la motilidad gástrica23. La de síntomas dispépticos28. Recientes estudios han
ghrelina es una hormona con actividad favorece- comunicado la migración y persistencia de células
dora de la motilidad antroduodenal, cuyos niveles inflamatorias (macrófagos y agregados de linfoci-
plasmáticos podrían, así mismo, estar disminuidos tos T) en la mucosa duodenal de los pacientes con
en algunos pacientes con DF24. dispepsia funcional postinfecciosa, habiendo po-
dido establecerse relación directa entre el grado
Etiopatogenia de duodenitis y la presencia de ardor epigástrico,
y asociación entre la presencia de agregados linfo-
No se conoce bien la causa inicial de las alteracio- citarios y retraso en el vaciamiento gástrico29,30. Se
nes fisiopatológicas mencionadas. Se ha investi- especula con la posibilidad de que los propios me-
gado el papel del Helicobacter pylori y el de otras canismos de la inflamación pudieran activar fenó-
infecciones gastrointestinales, la relación con fenó- menos de hipersensibilidad visceral, un fenómeno
menos alérgicos, la dieta, la intervención de facto- que también ha sido descrito en el síndrome del
res psicosociales, y una posible base genética. intestino irritable.

49
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Dolor Plenitud Hinchazón Saciedad Náuseas Vómitos Eructación Ardor en
epigástrico postpandrial precoz epigastrio

Figura 3. Frecuencia de síntomas en una serie de 438 pacientes diagnosticados de dispepsia funcional en un hospital terciario.
Fischler B et al. Gastroenterology 2003:124:310-319.

❱❱ Fenómenos alérgicos misma línea, los pacientes con DF muestran con


respecto a controles sin dispepsia niveles más ele-
Los resultados de varios estudios controlados 31
vados de psicopatología del tipo ansiedad, depre-
han permitido concluir que los pacientes con DF
sión, psicoticismo, fobia y somatización, así como
tipo distrés postprandial presentan una elevación
estilos de afrontamiento (coping) centrados en la
significativa de los eosinófilos en la mucosa duo- emoción (empleando estrategias tipo autocontrol,
denal y que ésta se asocia con procesos alérgi- distanciamiento, huída y autoinculpación). La seve-
cos concomitantes. El hallazgo podría traducir la ridad de los síntomas digestivos se correlaciona po-
intervención de reacciones de hipersensibilidad sitivamente, aunque en general de forma modes-
en la génesis de los síntomas de un subgrupo de ta, con la presencia e intensidad de los trastornos
pacientes. psíquicos. Así, algunos autores llegan a considerar
❱❱ Dieta que la gravedad de la clínica dispéptica puede atri-
buirse más a factores psicosociales que a la magni-
Se sabe que la dieta es capaz de desencadenar la tud de los trastornos sensoriomotores implicados
aparición de los síntomas o agravar su intensidad (expuestos en el apartado de fisiopatología)35-37. En
en la mayoría de los pacientes con DF, y especial- relación al tipo sindrómico de dispepsia, sólo el dis-
mente en aquellos con síndrome de distrés pos- trés postprandial se asocia de forma independiente
tprandial32. No se conocen con detalle los mecanis- a los rasgos de patología psiquiátrica. Ahora bien,
mos patogénicos que participan en este proceso, si el solapamiento de síntomas de ambos síndromes
bien el contenido de grasa parece tener un papel (distrés postprandial y dolor epigástrico) se corre-
relevante y podría actuar favoreciendo la liberación laciona con un malestar psicológico más acusado38.
de colecistoquinina33. Por último en la evaluación médica inicial de un in-
❱❱ Factores psicosociales dividuo con dispepsia funcional tiene especial inte-
rés la búsqueda intencionada de acontecimientos
Los pacientes con depresión padecen con mayor vitales estresantes que puedan explicar la aparición
frecuencia síntomas gastrointestinales compara- o agravamiento de los síntomas. Una historia de
dos con los individuos sin patología psiquiátrica. abusos físicos se ha relacionado con hipersensibili-
Además, entre los sujetos con clínica digestiva la dad y trastornos en la acomodación gástrica39.
demanda de ayuda médica por este motivo se in-
❱❱ Genética
crementa si existe una depresión asociada (24 vs.
13% en controles no deprimidos), lo que posee Se ha comunicado la existencia de cierto grado de
un efecto magnificador de esta asociación34. En la agregación familiar en la DF, así como su asociación

50
3. El enfermo con dispepsia

estadística con numerosos genes, pero se descono- aproximación coste-efectiva del paciente con dis-
ce la vía por la cual éstos son capaces de generar pepsia funcional puede ser la siguiente:
los síntomas40. Una revisión de los polimorfismos
1ª Explicar la naturaleza de la enfermedad y obte-
genéticos relacionados con mayor frecuencia se re-
ner la confianza del enfermo:
coge en la tabla 5.
Como en cualquier trastorno funcional, el interés
Manifestaciones clínicas mostrado por el médico en esta fase es de im-
portancia crucial para la evolución posterior del
Los síntomas de la DF incluyen, dolor en la parte
paciente. Deben considerarse los siguientes prin-
central y superior del abdomen y otros como ple-
cipios.
nitud postprandial, hinchazón, saciedad precoz,
náuseas, vómitos, eructación y sensación de que- ❱❱ Desde el primer momento, el enfermo percibe
mazón en epigastrio (figura 3). La diferenciación del la actitud y el interés del médico por su caso
patrón clínico en síndrome de distrés postprandial concreto. No es infrecuente que el enfermo
y síndrome de dolor epigástrico, cuando es posible haya sido visitado anteriormente por uno o va-
(ya se ha mencionado que en la mayor parte de los rios facultativos que “restaron importancia a su
casos existe solapamiento sintomático entre ambos problema” aduciendo que no padecía ningún
síndromes), ayuda a la toma de decisiones en el trastorno serio, una explicación que no resultó
abordaje terapéutico de la DF, ya que en el primero convincente para el paciente. Por este motivo,
se aconseja ensayar inicialmente procinéticos y en mostrar interés desde el principio realizando
el segundo empezar administrando inhibidores de una historia clínica y una exploración física mi-
la bomba de protones. Recordemos que este crite- nuciosas, aumenta la credibilidad del médico y
rio no es válido para el manejo inicial de la dispep- la confianza del paciente en el futuro plan tera-
sia no investigada. péutico.

Un elevado número de pacientes con DF presentan, ❱❱ Una vez establecido el diagnóstico, el enfermo
a su vez, síntomas característicos de otros trastor- debería recibir información acerca de la verda-
nos del tracto digestivo, siendo la ERGE y el síndro- dera naturaleza de su enfermedad incluyendo
me de intestino irritable los observados con mayor una explicación sencilla y asumible sobre los
frecuencia41. Otros pacientes pueden referir sínto- mecanismos patogénicos implicados en su de-
mas que constituyen la expresión de un trastorno sarrollo. Términos como “hipersensibilidad vis-
somatomorfo global como migraña, fibromialgia, ceral” o la influencia que el cerebro o la mente
polaquiuria, dismenorrea y dispareunia. La presen- pueden llegar a ejercer sobre la función intes-
cia de síntomas de alarma sugiere más bien una cau- tinal pueden llegar a ser bien entendidos por
sa orgánica, pero en cualquier caso la clínica posee cualquier persona de una inteligencia o nivel
baja sensibilidad y especificidad (50-70% y 40-80% cultural medios y, sin duda, ayudan al paciente
respectivamente) para el diagnóstico de DF1. a comprender la influencia que determinados
factores ambientales pueden ejercer sobre sus
Tratamiento de la dispepsia funcional síntomas.

La DF es una enfermedad de etiología no aclarada ❱❱ En un clima de cordialidad y empatía, el médico


y de curso crónico. El objetivo primordial del trata- debería esforzarse en identificar la implicación
miento debería ser, por tanto, ayudar al paciente a de factores psicosociales. No es infrecuente que
comprender la naturaleza de su problema, a la vez un acontecimiento vital estresante haya sido el
detonante de los primeros síntomas o simple-
que a aceptar sus síntomas, atenuar su intensidad
mente justifiquen la preocupación actual sobre
y lograr con ello una mejora en su calidad de vida.
síntomas crónicos hasta entonces infravalo-
La mayoría de los pacientes refieren síntomas le-
rados.
ves y de curso intermitente que pueden responder
a pequeñas modificaciones en el estilo de vida y a ❱❱ En esta fase, el clínico debe transmitir al enfer-
algunos consejos dirigidos a reducir la ansiedad y mo la sensación de que sus síntomas no son
preocupación por los síntomas. El tratamiento far- imaginarios, sino reales, pero, a la vez, subrayar
macológico posee una eficacia limitada e implica un que una percepción muy negativa sobre los mis-
coste adicional por lo que debería reservarse para mos puede llegar a ser más seria que el proble-
los casos refractarios a estas medidas iniciales. Una ma en sí mismo. El enfermo debería ser cons-

51
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 8. Alternativas farmacológicas propuestas para el manejo de la dispepsia funcional refractaria al tratamiento
empírico con antisecretores (anti-H2, IBP) y/o procinéticos

Fármacos que relajan el fundus gástrico y favorecen la acomodación


CisapridaN Agonista receptores 5-HT4
TegaserodN Agonista parcial rec. 5 HT4
SumatriptánN Agonista receptores 5HT1D
Buspirona Agonista parcial rec. 5HT1A
Tandospirona N
Agonista receptor 5HT1A
Acotiamida (Z338) N
Antagonista muscarínico M1 y M2
Nitratos Donantes de óxido nítrico
Sildenafil N
Inhibidor de 5-fosfodiesterasa
Fármacos que modulan la sensibilidad visceral
Octreótrido Análogo sintético de somatostatina
Alosetrón N
Antagonista receptores 5HT3
Desloxiglumide N
Antagonista receptores CCK
FedotozinaN Agonista receptores ĸ opioides
Fármacos con acción mixta
ClonidinaN Agonista receptores a-2
Analgesia a nivel central
Mianserina Antidepresivo tricíclico
Paroxetina Inhibidor recaptación serotonina
Estimulantes de la motilidad
Eritromicina Antibiótico macrólido (agonista de receptores de motilina)

N. No disponibles o indicación no aprobada para el tratamiento de la dispepsia funcional.

ciente de que el objetivo del tratamiento tal vez en exceso, alcohol de alto grado, grasas, bebidas
no sea la remisión completa y sostenida de los carbónicas, cacao y chocolate). Evitar comidas muy
síntomas, sino una comprensión más realista copiosas o ricas en grasas puede ayudar al control
de su naturaleza crónica y fluctuante, con inde- de los síntomas cuando éstos tienen su origen en
pendencia del alivio que puedan proporcionar
un fallo en la acomodación gástrica durante la fase
determinados medicamentos.
postprandial o en un retraso en el vaciamiento
2ª Medidas higienicodietéticas: gástrico. En todo caso, debemos tener en cuenta
Algunos pacientes con dispepsia funcional refie- que ensayos clínicos bien diseñados no han conse-
ren además una clínica de reflujo gastroesofágico guido demostrar un beneficio claro de las medidas
y pueden obtener alivio evitando algunos alimen- higienicodietéticas sobre la calidad de vida del pa-
tos que aumentan la probabilidad de reflujo (café ciente42.

52
3. El enfermo con dispepsia

3º Erradicación de Helicobacter pylori: anti-H2 de su mayor potencia antisecretora y de


precisar dosis únicas diarias, pero no existen es-
Una revisión sistemática reciente concluye que la
tudios que comparen la eficacia de ambos tipos
erradicación de la infección por H. pylori comporta
de fármacos en DF. Tampoco parece que haya
un beneficio escaso pero significativo en pacientes
diferencias entre la dosis y el tipo de IBP admi-
con DF (10% de reducción del riesgo relativo y ne-
nistrado48. Puede utilizarse omeprazol 20 mg,
cesidad de tratar a 14 pacientes para conseguir cu-
lansoprazol 15-30 mg, pantoprazol 20-40 mg,
rar a uno de ellos). Un modelo económico sugiere
rabeprazol 10-20 mg o esomeprazol 20-40 mg.
que el procedimiento es además coste-efectivo43.
Es conveniente advertir al paciente que tome la
4º Tratamiento farmacológico: medicación entre 15 y 30 minutos antes de la in-
gesta y hacer hincapié en que la administración
Establecer que un determinado medicamento es
de IBP en situación de ayuno prolongado pierde
verdaderamente útil para el tratamiento de la dis-
efectividad. El tratamiento se mantiene durante
pepsia funcional no es fácil si se considera que la
cuatro semanas y se evalúa la respuesta.
eficacia del placebo muestra un amplio rango de
variabilidad según los estudios (32-80%), que éstos ❱❱ Procinéticos: Actúan favoreciendo el vaciado
suelen realizar valoraciones de corta duración, sin gástrico y la motilidad intestinal, por lo que se
considerar los efectos del medicamento a largo pla- recomiendan esencialmente en los casos con
zo sobre una patología de curso crónico, y que, a distrés postprandial. Aunque su eficacia ha que-
menudo, se mezclan subgrupos de pacientes bajo dado demostrada con los estudios disponibles,
los que subyacen mecanismos fisiopatológicos di- se especula sobre la posibilidad de que se hayan
versos. La falta de uniformidad en los criterios para producido sesgos de publicación45,47. Por otro
definir la DF, y la diversidad de herramientas para lado, los mejores resultados se obtuvieron con
evaluar el impacto de un determinado tratamiento cisaprida, un agonista de los receptores 5-HT4
sobre la calidad de vida, han propiciado dificultades cuyo uso ha sido restringido al medio hospita-
y sesgos metodológicos que obligan a interpretar lario al comunicarse efectos cardiovasculares
con cautela las conclusiones de los metaanálisis y graves. Las alternativas son metoclopramida,
revisiones sistemáticas efectuadas con este pro- clebopride, cinitaprida, levosulpirida o dom-
pósito1,44-49. Numerosos fármacos empleados en la peridona. Este último no atraviesa la barrera
dispepsia no investigada y en la patología péptica hematoencefálica y, por tanto, presenta menor
han sido ensayados en pacientes con DF. La efecti- riesgo de inducir síntomas extrapiramidales
vidad de los más usados fue objeto de una reciente (temblor, distonía).
revisión sistemática de la Cochrane Library44. En ella
se concluye que el beneficio de antiácidos, bismu- ❱❱ Antidepresivos: La amitriptilina, un antidepresi-
to y sucralfato no alcanza significación estadística; vo tricíclico, ha demostrado ser útil en un ensa-
sin embargo, anti-H2, IBP y procinéticos sí obtienen yo con escaso número de pacientes, aunque su
ventaja con respecto al placebo para obtener la re- mecanismo de acción es incierto (no parece in-
misión o alivio de los síntomas. Sus indicaciones y fluir en la sensibilidad visceral). Otros fármacos
resultados se exponen a continuación con mayor de este grupo no han podido confirmar estos
detalle, junto con los de otros fármacos que tam- resultados47,48.
bién pueden ser de utilidad. ❱❱ La tabla 8 resume otras alternativas farmacoló-
❱❱ Antisecretores: Tienen su indicación fundamen- gicas que se han propuesto para el manejo de la
tal en el grupo de pacientes en los que predo- dispepsia funcional refractaria47-49.
mina el dolor o ardor epigástrico, especialmen- 4º Intervención psicológica
te si asocian pirosis, ya que los resultados son
netamente superiores a los obtenidos en el Los enfermos que no responden al tratamiento fár-
subtipo con distrés postprandial, donde no han macológico podrían beneficiarse de un tratamiento
demostrado ser superiores al placebo. Esto se psicológico. Según los resultados de una revisión
ha explicado porque la inhibición ácida no pa- sistemática50, la psicoterapia cognitivoconductual,
rece modificar la respuesta motora duodenal, y las técnicas de relajación y la hipnoterapia, son
sin embargo sí afectaría a la actividad digestiva aparentemente más efectivas que el placebo en el
de la pepsina, lo que demoraría el vaciamiento control de los síntomas a corto plazo y el beneficio
gástrico46. Los IBP presentan la ventaja sobre los se mantiene al cabo de un año. Sin embargo, los en-

53
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Dispepsia funcional

Información
Recomendaciones dietéticas


¿Infección H. pylori? Erradicación H. pylori

No
Tratamiento según
síntoma predominante ¿Respuesta clínica?

Distrés postprandial, náuseas,


Dolor epigástrico
hinchazón

Procinéticos con o sin antisecretores o Tratamiento antisecretor


evaluar antes vaciamiento gástrico (A) (IBP o anti-H2)


¿Refractariedad? Antidepresivos.
Psicoterapia. Otros

(A): Test de aliento con 13C-Oclanato, IBP: Inhibidores de la bomba de protones


gammagrafía o ecografría Anti-H2: Antagonistas de receptores H2

Figura 4. Algoritmo de actuación en el paciente con dispepsia funcional.

sayos evaluados en esta revisión han incluido esca- De acuerdo a lo expuesto y a la luz de las últimas
so número de pacientes y su potencia estadística es evidencias se propone en la figura 4 un algoritmo
escasa, por lo que sus conclusiones no son firmes. de manejo para la dispepsia funcional. En él se si-
gue el esquema desarrollado en este apartado y se
5º Otras terapias recomienda inicialmente aportar una información
Desde las medicinas llamadas alternativas también adecuada al paciente, explicándole la naturaleza
se ha realizado una revisión sistemática de los po- de la patología que padece y ofreciéndole conse-
jos higiénicodietéticos que pueden aliviar síntomas
sibles beneficios de productos de herboristería,
leves. Cuando estas medidas son insuficientes se
productos naturales, acupuntura y homeopatía
aconseja la erradicación del H. pylori en los pa-
sugiriendo un posible beneficio del aceite de pe- cientes infectados. Se continúa el manejo farmaco-
ppermint y del STW5 (una preparación europea lógico de los no infectados o no respondedores a
con múltiples hierbas que incluye peppermint y ca- la terapia mediante procinéticos o IBP, en función
raway, también denominada Iberogast®), aunque del subtipo sindrómico predominante (distrés pos-
la calidad de esta evidencia se puede considerar tprandial vs. dolor epigástrico). Finalmente, en los
baja47,49. casos graves y refractarios se ha de valorar la posi-

54
3. El enfermo con dispepsia

70 50 70
49
48
60 60

50 50

40 40

30 30

20 20

10 10

0 0
LIEpre LIEpost LIEpre LIEpost

Figura 5. Recuento de linfocitos intraepiteliales antes y después de instaurar un régimen sin gluten en una serie de pacientes con
dispepsia tipo distrés postprandial (dismotilidad) y endoscopia negativa. Cortesía del Dr. Santolaria (Ref 74).

bilidad de usar antidepresivos, recurrir a interven- bien estudiado53-54, pero sí se conoce que puede ser
ciones psicológicas o proponer el empleo de deter- el resultado de un conjunto muy heterogéneo de
minados remedios de herboristería. desórdenes, entre los que se incluyen la enteropa-
tía sensible al gluten (ESG) (de hecho, el aumento
Enteritis linfocítica de LIE es el primer cambio morfológico que se ob-
La enteritis linfocítica (EL), también denominada serva en las personas que presentan intolerancia al
duodenosis linfocítica (DL) es un término que hace gluten)55-63, la alergia a las proteínas de la leche de
referencia al incremento del número de linfocitos vaca64,65, la infección por H. pylori62,66, diversos esta-
existentes en el epitelio de la mucosa intestinal dos de malabsorción que aparecen como secuela
(normal inferior a 7%). Se estima que un paciente de infecciones (gastroenteritis víricas, giardiasis,
presenta EL cuando el recuento de linfocitos intrae- estados de sobrecrecimiento bacteriano)51,67, la
piteliales (LIE) es superior al 25% (25 linfocitos por toma de AINE, y otras como el déficit de inmuno-
cada 100 células epiteliales). Las tinciones habitua- globulina A68, la enfermedad de Crohn52, la derma-
les con hematoxilina-eosina (HE) a menudo infra- titis herpetiforme69, la enteropatía autoinmune52 y
valoran la verdadera densidad de LIE en la mucosa el linfoma70. Todas estas entidades son tributarias
duodenal, siendo más preciso el contaje cuando se de un tratamiento específico, pero la mayoría de
utilizan inmunotinciones específicas para linfocitos ellas requieren el análisis histológico de la mucosa
CD3. Hasta fecha muy reciente no se disponía de duodenal para su identificación. Un aspecto de es-
información fiable sobre la verdadera prevalencia pecial relevancia, es la elevada prevalencia de casos
de esta entidad en la población general. Un estudio bien documentados de ESG con lesiones histológi-
prospectivo y controlado llevado a cabo en EE.UU.51 camente leves y serología negativa71-73. Ello conlleva
acaba de establecer que aproximadamente el 5% que el único procedimiento para diagnosticar a es-
de la población general es portador de una duode- tos pacientes es el análisis histológico del duodeno.
nosis linfocítica. El papel que desempeña la EL en Como ejemplo, baste citar un estudio retrospectivo
la patogenia de los síntomas dispépticos no ha sido que investigó a 154 pacientes con dispepsia tipo

55
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 6. Imagen histológica de la mucosa intestinal de un paciente de 21 años que fue derivado al medio especializado por
presentar saciedad precoz y plenitud postprandial de varios meses de evolución sin ningún síntoma de alarma. Ante la falta de
respuesta al tratamiento empírico con procinéticos e inhibidores de la bomba de protones (IBP) se indicó una endoscopia para
“tranquilizar al paciente sobre la naturaleza de los síntomas”. La endoscopia fue negativa, pero una biopsia de la 2.ª porción
duodenal muestra una atrofia leve y focal de las vellosidades con un recuento de linfocitos intraepiteliales del 35% (n superior
al 7%). El paciente presentaba el haplotipo DQA1*05 y DQB1*02 del sistema HLA con serología negativa para antitrans-
glutaminasa. El enfermo presentó alivio de los síntomas tras instaurar un régimen sin gluten y un año después los cambios
histológicos se habían normalizado apreciando restitución de la altura de las vellosidades y un descenso del n.º de linfocitos
intraepiteliales hasta situarse en el 16%. En el campo superior de la imagen puede apreciarse la morfología de la mucosa duo-
denal con hematoxilina eosina (izda.) y el aspecto de los LIE tras aplicar inmunotinciones para CD3 (dcha.). En el campo inferior
se aprecian los cambios ocurridos 12 meses después de iniciar la dieta sin gluten. Cortesía del Dr. Vera. Servicio de Anatomía
Patológica del Hospital San Jorge de Huesca.

56
3. El enfermo con dispepsia

dismotilidad (distrés postprandial) y endoscopia pecha clínica bien fundada, y obligan a considerar
negativa y que reunían, por tanto, criterios de firmemente la biopsia del duodeno en el protocolo
Roma para un diagnóstico de dispepsia funcional. de actuación de un enfermo con dispepsia no inves-
Este estudio encontró diferentes grados de lesiones tigada. Debe subrayarse que la enteritis linfocítica
histológicas duodenales en un 35% de los casos74. comporta un daño estructural (microscópico) y por
Aproximadamente la mitad de estos pacientes pre- tanto, no puede ser incluida en la categoría de dis-
sentaban únicamente una EL en la biopsia duode- pepsia funcional74-68.
nal. Aquellos pacientes que presentaban una sero-
logía positiva (6,7%) o bien los haplotipos DQ2-DQ8 Resumen y conclusiones
del sistema HLA (84,1%) fueron invitados a retirar el
La dispepsia es una de las causas más frecuentes
gluten de la dieta durante un periodo no inferior a
de consulta tanto en atención primaria como en
1 año. Esta estrategia redundó en alivio o desapari-
especializada. El 70% de los pacientes que son
ción de los síntomas dispépticos en un 91,9% y en
investigados por este motivo son finalmente ca-
regresión o mejoría de la lesión histológica en un
talogados de dispepsia funcional. La historia clíni-
87,5% (figura 5). Éste es sólo un ejemplo de otros
ca constituye la piedra angular sobre la que debe
muchos relativos a una amplia miscelánea de con-
diciones clínicas asociadas a síntomas dispépticos, sustentarse la toma de decisiones con respecto a
cuya identificación sólo puede llevarse a cabo si se la necesidad de investigar o tratar empíricamente
incorpora la biopsia duodenal en el protocolo de al enfermo con dispepsia. La edad del enfermo, la
evaluación de la dispepsia no investigada, cuando presencia o ausencia de datos clínicos de alarma o
se ha de realizar una endoscopia55-70. Es obvio que de un escenario sugerente de malabsorción, y la
la relación coste-efectividad de este procedimien- preocupación del paciente por sus síntomas, son
to ha de ser evaluada con rigor, sobre la base de elementos primordiales para establecer la indica-
evidencias sustentadas en estudios bien diseñados. ción de endoscopia. En los casos subsidiarios de
Mientras tanto, es indudable que un subgrupo de manejo conservador la estrategia de investigar y en
pacientes que finalmente son diagnosticados de su caso tratar una infección por Helicobacter pylo-
dispepsia funcional, probablemente padecen una ri (test and treat) puede ser la más apropiada de
EL (o incluso lesiones histológicas más avanzadas) inicio. El tratamiento más coste-efectivo de la dis-
y que sólo su detección por los procedimientos pepsia funcional probablemente sea un abordaje
indicados proporciona la oportunidad de una in- integral del problema basado en una información
vestigación etiológica y un tratamiento específico adecuada al paciente y en un clima de confianza y
(figura 6). de cordialidad con su médico. La administración de
medicamentos antisecretores o procinéticos puede
Entretanto, y teniendo en cuenta el creciente nú- ser útil para el control de los síntomas durante los
mero de enfermos con ESG bien documentada con periodos de exacerbación. Los casos refractarios
serología negativa71-73 parece razonable, cuando pueden requerir antidepresivos o una interven-
menos, interrogar a los pacientes con dispepsia, ción psicológica para mejorar la calidad de vida. No
acerca de aspectos, a menudo pasados por alto, por debe olvidarse que detrás de una dispepsia “fun-
no tratarse de síntomas propiamente gastrointesti- cional” refractaria puede haber una ESG no ade-
nales, entre ellos, cualquier retraso de crecimiento cuadamente investigada u otras entidades capaces
en la infancia, la identificación de una osteoporosis de producir lesiones histológicamente leves, pero
a una edad temprana, la presencia de una ferrope- clínicamente relevantes.
nia persistente y de origen incierto, o una historia
de infertilidad, abortos o menopausia precoz. Otras
cuestiones como la presencia de aftas orales fre- Bibliografía
cuentes o lesiones cutáneas inespecíficas (psoria- 1. Talley NJ, Vakil NB, Moayyedi P. American Gas-
sis, acné, urticaria idiopática…) a menudo perma- troenterological Association Technical Review
necen ocultas porque el enfermo no las manifiesta on the Evaluation of Dyspepsia. Gastroentero-
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57
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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60
4 Hematemesis y melenas
Càndid Villanueva*, Antonio José Hervás**
* Servicio de Patología Digestiva del Hospital de la Santa Creu y de San Pau, Barcelona
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd)
** Unidad Clínica de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba

Introducción Objetivos de este capítulo


La hemorragia digestiva alta (HDA) es la pérdida ❱❱ Describir la forma de presentación de
sanguínea provocada por una lesión localizada en la hemorragia digestiva alta (HDA) y las
algún punto del esófago, estómago o duodeno. claves clínicas para evaluar la magnitud del
Esta entidad representa una de las condiciones clí- sangrado y el pronóstico del paciente.
nicas más prevalentes en los Servicios de Urgencia ❱❱ Conocer la pauta de actuación ante un
hospitalaria y de Gastroenterología. Su inciden- paciente con HDA desde su admisión en el
cia varía, según el área estudiada, entre 48 y 160 área de Urgencias hasta el momento del
casos de HDA por 100.000 habitantes/año y sus alta hospitalaria.
causa más frecuentes es la úlcera péptica, gástri-
ca o duodenal. Entre otras causas frecuentes se ❱❱ Facilitar criterios para el manejo de la
cuentan las lesiones agudas de la mucosa gástrica, hemorragia digestiva de acuerdo con
las varices esofagogástricas, los desgarros cardia- recomendaciones basadas en la evidencia.
les de Mallory-Weiss, la esofagitis y los tumores
(tabla 1)1. En los últimos años se ha modificado el REFERENCIAS CLAVE
patrón epidemiológico de esta complicación. Se ha
1. Barkun AN, Bardou M, Kuipers EJ, Sung J,
constatado en nuestro medio un discreto descenso
Hunt RH, Martel M, Sinclair P. Internatio-
de la incidencia de HDA y un aumento de la inciden-
nal consensus recommendations on the
cia de HD baja2. La edad de los pacientes es cada
management of patients with nonvariceal
vez más avanzada, y la úlcera gástrica se ha ido ha-
upper gastrointestinal bleeding. Ann Intern
ciendo más frecuente en detrimento de la úlcera
Med 2010;152:101-13.
2. Gralnek IM, Barkun AN, Bardou M. Mana-
TABLA 1. Causas de hemorragia digestiva alta no varicosa 1 gement of Acute Bleeding from a Peptic
Ulcer. N Engl J Med 2008; 359:928-37.
3. Palmer DR. Nonvariceal upper gastro-
Enfermedad Frecuencia (%)
intestinal haemorrhage: guidelines. Gut
Úlcera péptica 50 2002;51(suppl 4):IV1-IV6.
Erosiones 25-30 4. Lanas A, Calvet X, Feu F, Ponce J, Gisbert JP,
Desgarro de Mallory-Weiss 8 Barkun A. Primer consenso español sobre
Estómago en sandía 3-5 el tratamiento de la hemorragia diges-
(Watermelon stomach) tiva por úlcera péptica. Med Clin (Barc)
Carcinomas 1-5
2010;135:608-16.
Angiomas 1-2
Lesión de Dielafoy 1-2
Hemobilia <1 duodenal. Estos cambios se deben al envejecimien-
Fístula aorto-entérica <1 to progresivo de la población en los países desarro-
llados. En este grupo de edad es más prevalente la
Otras 6-10
coexistencia de enfermedades asociadas graves y
un mayor consumo de fármacos potencialmente

Síntomas gastrointestinales frecuentes 61


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

lesivos para la mucosa gastrointestinal, como el matoquecia puede verse en hemorragias digestivas
ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no es- altas masivas (al menos 1.000 ml), generalmente
teroideos (AINE)3. Estas circunstancias parecen ser asociadas a un tránsito rápido o la presencia de una
la causa de que la mortalidad por HDA de origen no hemicolectomía derecha. En una serie de pacientes
varicoso siga siendo considerable y se sitúe todavía con hematoquecia grave, el 74% tenían lesiones
entre el 5% y el 10%. Aunque esta mortalidad se ha cólicas (angiodisplasias, divertículos y neoplasias),
reducido algo en la últimas décadas4, posiblemente el 11% lesiones gastroduodenales y un 9% lesiones
lo haya hecho menos de lo previsible considerando en el intestino delgado. En un 6% no logró demos-
los indudables avances terapéuticos introducidos trarse la lesión responsable del sangrado9. Con fre-
en las dos últimas décadas, incluyendo la aparición cuencia variable y dependiendo de la cantidad de
de antisecretores cada vez más potentes o el co- sangre extravasada, estos hallazgos se acompañan
nocimiento del papel del Helicobacter pylori en la de los síntomas propios de la hipovolemia y de la
fisiopatología de la enfermedad ulcerosa5-7. anemia aguda posthemorrágica como palidez, ta-
quicardia, sudor frío e hipotensión. Tampoco es
Todos los hospitales que atienden a pacientes de excepcional que un paciente con HDA grave se pre-
estas características deben disponer de protoco- sente con una clínica de síncope, ángor o disnea,
los que permitan un abordaje multidisciplinar de antes de producirse la exteriorización hemorrágica.
este problema, incluyendo la disponibilidad de Esta forma de presentación traduce la existencia
un endoscopista con experiencia en técnicas de de un fallo de oxigenación cerebral, miocárdica o
hemostasia y el apoyo de personal de enfermería de insuficiencia respiratoria, que, por sí solas, son
entrenado. En el año 2010 el American College of indicativas de gravedad. Tal situación debe sospe-
Physicians publicó un Consenso de Recomendacio- charse en cualquier paciente que presenta además
nes para el manejo de los pacientes con HDA no de los signos mencionados, los típicos de una ane-
varicosa5. En el mismo año se publicó en nuestro mia aguda posthemorrágica. La ingesta previa o
país el primer consenso sobre el tratamiento de la reciente de AINE aumenta la probabilidad de que
hemorragia digestiva por úlcera péptica8. En el pre- estos síntomas sean debidos a una HDA todavía no
sente capítulo se expondrá la sistemática a seguir exteriorizada.
en estos enfermos siguiendo la secuencia de actua-
ción lógica desde el momento en que el enfermo es
admitido en el hospital hasta que es dado de alta.
Evaluación y manejo del paciente
La hemorragia digestiva por hipertensión portal no con hemorragia digestiva alta
será tratada en el presente capítulo dado que ha
sido expuesta con mayor detalle en la sección co- Actuación en el área de Urgencias
rrespondiente a las enfermedades del hígado (ca- Ante un paciente con sospecha de HDA debe llevar-
pítulo 61). se a cabo una historia y examen físico minuciosos
y una evaluación analítica elemental que permitan
Presentación clínica asegurar el cumplimiento de tres principios bási-
cos:
La HDA se manifiesta habitualmente en forma de
hematemesis o deposiciones melénicas. Se de- ❱❱ Confirmar la presencia de la hemorragia.
nomina hematemesis al vómito de sangre fresca, ❱❱ Evaluar la magnitud del sangrado.
coágulos sanguíneos o restos hemáticos oscuros
(“posos de café”) y melena a la emisión de heces ❱❱ Comprobar si la hemorragia persiste activa.
blandas, de color negro intenso y brillante y muy Adicionalmente debe obtenerse información que
malolientes. La melena requiere de una extravasa- resulte útil tanto para establecer una primera
ción de al menos 60-100 ml de sangre en el estóma- aproximación etiológica, como para identificar fac-
go. La hematoquecia es la exteriorización, a través tores de reconocido valor pronóstico. No hay que
del ano, de sangre roja fresca o de color rojo oscu- olvidar que las medidas de reanimación prevalecen
ro. El color de las heces no siempre es un indicador sobre cualquiera de estos puntos. De hecho, es
fiable del origen de la hemorragia. Así, la melena la situación clínica del paciente la que determina
puede aparecer en hemorragias procedentes del las prioridades de actuación del médico que trata
intestino delgado o del colon derecho, especial- este proceso. Así, cuando la condición clínica del
mente si existe un tránsito lento. A su vez, la he- enfermo es óptima, se puede realizar una anam-

62
4. Hematemesis y melenas

nesis detallada y una exploración clínica cuidadosa. gástrico, aseguran el origen alto de la hemorragia,
Sin embargo, cuando se trata de una HDA masiva, la presencia de un aspirado claro no excluye total-
que provoca un shock hipovolémico, el paciente mente esta posibilidad. De hecho, entre un 15% y
no puede proporcionar información y además se un 20% de los pacientes con HDA bien documen-
encuentra en grave riesgo vital. En tal caso, es ne- tada por endoscopia presentan un aspirado naso-
cesario iniciar las maniobras de reanimación, que gástrico limpio. Otro factor de confusión puede ser
restituyan la estabilidad cardiovascular y aseguren la presentación de epistaxis o hemoptisis. La san-
la perfusión adecuada de los órganos vitales, ob- gre procedente de las fosas nasales o del territorio
teniendo los datos más relevantes a partir de los broncopulmonar, puede ser deglutida y posterior-
familiares o acompañantes del paciente10. mente vomitada en forma de hematemesis fresca
o en “posos de café”. Tampoco la existencia de
Confirmar que se trata de una HDA anemia en la analítica puede ser considerada una
El médico de familia que atiende al paciente en su prueba irrefutable de HDA, ya que puede tratarse
domicilio o el médico de urgencias que lo recibe en de una anemia crónica. En estos casos puede ser
el hospital debe confirmar que se trata realmente útil la valoración del volumen corpuscular medio,
de una HDA. El diagnóstico es evidente cuando el que puede estar descendido en las situaciones de
enfermo ha presentado una hematemesis cuantio- carencia crónica de hierro o aumentado en el caso
sa, melenas recientes y abundantes o una pérdida de anemias por carencia de ácido fólico o cianoco-
de conciencia concomitante. Pueden plantearse balamina.
dudas, sin embargo, cuando el enfermo refiere de-
Valorar la magnitud del sangrado
posiciones “melénicas” no objetivadas por el mé-
dico, con poca o nula repercusión hemodinámica. Una vez que se ha confirmado la existencia de una
En estos casos, la anamnesis y la exploración física HDA, debe determinarse su magnitud. En este sen-
deben descartar que se trate de deposiciones fal- tido, es tan importante la cantidad de sangre per-
samente melénicas. Ciertas substancias alteran el dida como la velocidad a la que se ha producido.
color de las heces y pueden simular melenas. Así Un mismo volumen de hemorragia distribuido en
ocurre con la ingesta de determinados alimentos el tiempo puede ser bien tolerado mientras que si
(morcilla, calamares en su tinta, etc.) o fármacos se pierde bruscamente puede provocar un cuadro
(sales de hierro, bismuto, regaliz, etc.). En caso de de shock hipovolémico. Para estimar la cuantía de
duda, antes de avisar al endoscopista, puede ser las pérdidas hemáticas es básico proceder a una
útil la búsqueda de evidencias más consistentes evaluación rápida de la situación hemodinámica
como la presencia de sangre en el aspirado naso- determinando la tensión arterial y la frecuencia
gástrico, el propio tacto rectal o la elevación de los cardiaca (tabla 2). En general, puede afirmarse que
niveles de urea plasmática, un hallazgo frecuente- la sensación de mareo y la presencia de una piel pá-
mente observado en la HDA . Si bien la presencia de lida, sudorosa y fría reflejan un estado neurovege-
sangre roja o “posos de café” en el aspirado naso- tativo alterado como corresponde a una situación

TABLA 2. Parámetros clínicos que permiten evaluar la magnitud de la pérdida hemática

Gravedad Síntomas y signos clínicos


HDA leve Paciente asintomático, constantes normales, piel normocoloreada, templada
y seca. Indica una pérdida de hasta un 10% de la volemia circulante
HDA moderada TA sistólica > 100 mmHg, FC < 100 ppm, discreta vasoconstricción periférica
(palidez, frialdad), signos posturales negativos. Pérdida de un 10-25% de la volemia
HDA grave TA sistólica: < 100 mmHg, FC 100-120 ppm, intensa vasoconstricción periférica (palidez
intensa, frialdad, sudoración, etc.), inquietud o agitación, oliguria, signos posturales
positivos. Pérdida del 25-35% de la volemia
HDA masiva Shock hipovolémico, intensa vasoconstricción periférica y colapso venoso, agitación,
estupor o coma, anuria. Pérdida superior al 35% de la volemia

63
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

de inestabilidad hemodinámica. Por el contrario, la presencia de un aspirado normal no permite


la presencia de una piel caliente, normocoloreada descartar la presencia de una hemorragia activa.
y seca, supone un estado neurovegetativo intacto, De hecho, éste es un fenómeno posible en las úl-
equivalente a una situación de estabilidad hemo- ceras duodenales sangrantes cuando existe un pi-
dinámica. loroespasmo asociado. La sonda debe retirarse tras
evaluar las características del aspirado gástrico ya
Los denominados signos posturales son positivos
cuando al pasar de decúbito a la posición sentada que no ha demostrado su utilidad, respecto al con-
se produce un incremento de la frecuencia cardia- trol clínico, para detectar la recidiva hemorrágica.
ca de más de 20 pulsaciones por minuto (ppm) y Tampoco permite la limpieza de la cavidad gástrica
la tensión arterial (TA) sistólica desciende más de como paso previo a la realización de la endoscopia,
10 mmHg. La presencia de estos signos también y el lavado con suero frío está contraindicado por
refleja un estado de compromiso hemodinámico. ser ineficaz y constituir un riesgo para el paciente.
Estos signos son menos valorables en los ancianos, Obtener información clínica
dado que pueden aparecer ante pequeñas pérdi-
relevante para el diagnóstico
das sanguíneas o en pacientes que toman b-blo-
queantes, que pueden enmascarar la aparición de etiológico
taquicardia en respuesta a la hipovolemia. Una vez cumplidos los objetivos prioritarios men-
cionados e iniciadas las medidas de estabilización,
Averiguar si la hemorragia el clínico puede detenerse con mayor precisión
está activa para recabar información que pueda resultar útil
Un tercer aspecto de la HDA que es importante co- para establecer un diagnóstico etiológico. Este pun-
nocer es si la hemorragia ya ha cesado o persiste to adquiere una especial relevancia, si se considera
activa en el momento de la evaluación. La hema- que algunos tratamientos de elevado coste podrían
temesis de sangre fresca, la presencia de peristal- ser iniciados ante la mera sospecha de hemorragia
tismo intestinal aumentado o la hematoquecia son asociada al síndrome de hipertensión portal. Por
indicadores de que la hemorragia está activa. Aun- consiguiente, resulta vital la búsqueda intenciona-
que existen opiniones contrarias, algunos autores da de cualquier dato sospechoso de una hepatopa-
recomiendan colocar una sonda nasogástrica (SNG) tía subyacente (ingesta enólica, infección crónica
en los casos en los que los hallazgos puedan tener por el virus de la hepatitis B o C, estigmas cutáneos
valor diagnóstico o pronóstico (figura 1). En un es- de hepatopatía crónica, etc.). Es igualmente im-
tudio auspiciado por la American Society for Gas- portante interrogar al enfermo (o a sus familiares)
trointestinal Endoscopy11, el aspirado nasogástrico acerca de la ingesta de: 1) fármacos potencialmen-
claro se asoció con un 6% de mortalidad, compara- te lesivos para la mucosa gastroduodenal como áci-
do con un 18% cuando el aspirado reveló la presen- do acetilsalicílico (AAS) u otros antiinflamatorios no
cia de sangre roja y con un 30% cuando el aspirado esteroideos (AINE); 2) medicamentos que pueden
y las heces mostraban sangre roja. Por otra parte, agravar la hemorragia (anticoagulantes, antiagre-
gantes plaquetarios) o 3) fármacos que dificultan
la reanimación del paciente (b-bloqueadores, hipo-
tensores, etc.). Hay que tener en cuenta que una
gran mayoría de úlceras secundarias a la ingesta
crónica de AINE son asintomáticas hasta que san-
gran. La anamnesis debe también recoger informa-
ción concerniente al padecimiento de una úlcera
péptica previa (o de síntomas sugerentes como
dolor epigástrico postprandial y nocturno de apari-
ción recurrente), clínica de enfermedad por reflujo
gastroesofágico, disfagia, vómitos emitidos con es-
fuerzo, pérdida inexplicable de peso, cirugía gastro-
intestinal previa, tratamiento con quimioterápicos
o citostáticos y cualquier antecedente relativo al
Figura 1. Aspirado nasogástrico hemático. padecimiento de discrasias sanguíneas, conectivo-
patías u otras enfermedades sistémicas (tabla 3).

64
4. Hematemesis y melenas

TABLA 3. Valor de la anamnesis en el diagnóstico etiológico de la HDA

Síntomas Diagnóstico sugerido


Dolor epigástrico postprandial que se calma con ingesta o alcalinos Úlcera péptica
Historia de cirugía por úlcera péptica Úlcera recurrente
Úlcera de anastomosis
Síntomas de ERGE: pirosis, regurgitaciones... Esofagitis
Disfagia progresiva para sólidos, pérdida de peso, anorexia Neoplasia de esófago
Dolor epigástrico, repleción precoz, anorexia, pérdida de peso, vómitos Neoplasia gástrica
Hematemesis tras varios vómitos violentos S. de Mallory-Weiss
Historia de enolismo, estigmas de hepatopatía crónica Varices esofágicas
S. de Mallory-Weiss
Consumo reciente de AAS o AINE Úlcera gástrica
Úlcera duodenal
Lesiones agudas de la mucosa
Antecedente de quemaduras, traumatismos, sepsis Úlcera de estrés
By-pass aorto-femoral Fístula aorto-duodenal

El examen físico debe ser igualmente concienzudo, terminados procesos hepáticos, cardiovasculares,
no solo para determinar la presencia de inestabi- neumológicos, neurológicos, renales, neoplásicos y
lidad hemodinámica (pulso, TA, coloración y tem- la propia diabetes. Todas estas condiciones clínicas
peratura de la piel), sino para detectar cualquier agravan el pronóstico del paciente, al constituirse
anomalía que pueda relacionar el origen del san- en un factor de riesgo adicional. De ahí que su bús-
grado con la hipertensión portal asociada a cirro- queda intencionada en el interrogatorio y el exa-
sis hepática (ictericia, hepatoesplenomegalia, cir- men físico sea de importancia vital para la preven-
culación colateral, arañas vasculares, ascitis), una ción de posibles descompensaciones6,7. La tabla 4
enfermedad cardiovascular relevante (cianosis, resume los factores asociados a un peor pronóstico
ingurgitación yugular) o una enfermedad sistémica en la HDA. En los últimos años se han desarrollado
potencialmente causante de la hemorragia (pete- diversos sistemas que permiten ponderar el pro-
quias del síndrome de Shönlein-Henoch, manchas nóstico de los pacientes con HDA. Entre ellos, cabe
melánicas peribucales del síndrome de Peutz-
Jeghers, o telangiectasias del síndrome de Rendu- TABLA 4. Factores asociados a un peor pronóstico
Osler-Weber). en la HDA no varicosa 5
Búsqueda de factores clínicos de
importancia para el pronóstico ❱❱ Edad > 60 años.
❱❱ Presencia de comorbilidades.
La forma de presentación del cuadro, la edad del
❱❱ Comienzo de la hemorragia en el hospital.
paciente y la coexistencia de enfermedades asocia-
das constituyen factores claramente implicados en ❱❱ Inestabilidad hemodinámica en la presentación
clínica.
el pronóstico. La hemorragia exteriorizada en for-
ma de hematemesis de sangre roja o aquella que ❱❱ Aspirado nasogástrico hemático (sangre roja).
sitúa al paciente en una condición hemodinámica ❱❱ Historia de hematoquecia o hematemesis.
crítica se asocia, en general, a un peor pronóstico. ❱❱ Necesidad de transfusiones múltiples (> 5 uds.).
La edad es un factor importante que también en- ❱❱ Necesidad de cirugía de emergencia.
sombrece el pronóstico. Otro aspecto relevante es
❱❱ Hemorragia persistente o recidivante.
la existencia de enfermedades asociadas que incre-
mentan la mortalidad en la HDA. Así ocurre con de-

65
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 5. Índice de Rockall para evaluar el pronóstico logra que el paciente se remonte mínimamente de-
de la HDA 10 bido a la gran magnitud de la hemorragia que está
sufriendo, está justificado emprender una endos-
Parámetro Puntuación copia con intención de practicar terapéutica endos-
< 60 años 0 cópica o, si ésta fracasa, intervenir quirúrgicamente
60-79 años 1 al paciente de forma inmediata, aun asumiendo el
> 80 años 2
grave riesgo que ello supone. En tales casos, es pru-
dente realizar la endoscopia en el quirófano, con el
Sin shock (PAS > 100; FC< 100) 0
enfermo intubado y en presencia del anestesista.
Taquicardia (PAS > 100; FC >100) 1
Hipotensión (PAS < 100) 2 Sistemática de la reanimación
Sin enfermedades asociadas 0 hemodinámica
Enfermedades asociadas graves 2 ❱❱ Los pacientes con hemorragia activa que pre-
Insuficiencia renal, cirrosis, neoplasias 3 sentan hematemesis, especialmente si presen-
Sin lesiones ni signos de HR o M-W 0 tan alteración del nivel de consciencia, tienen
un alto riesgo de sufrir una aspiración bronco-
Resto de lesiones 1
pulmonar. Por ello es conveniente colocar al
Neoplasias EGD 2
paciente en posición de decúbito lateral y con-
Sin signos de hemorragia, Forrest III e IIc 0 siderar la intubación en pacientes con deterioro
Sangre fresca, resto de Forrest 2 del estado de conciencia y hemorragia activa o
con alto riesgo de recidiva. Si además existe una
Riesgo bajo ≤ 2 puntos grave alteración hemodinámica se debe incluso
adoptar la posición de Trendelembourg para fa-
Riesgo intermedio: 3-4 puntos
vorecer el flujo cerebral. Una vez recuperados
Riesgo alto ≥ 5 puntos.
es más adecuado mantenerlos en una posición
semisentada que facilita los movimientos respi-
ratorios. Otra medida que contribuye a mejorar
destacar los índices de Rockall12 (tabla 5), de Ba- la oxigenación es la administración de oxígeno,
ylor13 y el índice predictivo del Cedars-Sinai Medical preferentemente mediante cánula nasal, ya que
Center14. Todos ellos requieren de la información la mascarilla podría facilitar la aspiración pul-
proporcionada por la endoscopia. Blatchford et al. monar en caso de hematemesis.
han desarrollado un sistema que permite estrati-
❱❱ Se deben colocar dos catéteres venosos perifé-
ficar el riesgo basándose exclusivamente en datos
ricos gruesos (calibre 16-18 G.) para iniciar la re-
clínicos y de laboratorio15. El índice de Blatchford
posición de volumen. En general es más rápido
ha demostrado su utilidad en la selección de pa-
obtener dos vías periféricas, lo que puede lle-
cientes que pueden ser manejados con seguridad y
varse a cabo, si es preciso, por dos enfermeras
de forma ambulatoria sin necesidad de realizar una
simultáneamente, que tratar de conseguir pun-
endoscopia precoz.
cionar una vía central. Por otra parte, un catéter
Reanimación grueso y corto permite una infusión de fluidos o
sangre más rápida que una larga vía central.
La primera medida terapéutica que debe estable-
cerse en un paciente con HDA es recuperar su si- ❱❱ En las HDA graves o masivas, una vez mejorada
tuación hemodinámica10,11. De ello dependerá que la situación hemodinámica, se cateterizará una
el paciente se mantenga con vida y evitará que se vía venosa central (nosotros preferimos colocar
dañen órganos vitales por una inadecuada oxige- un catéter de doble luz en la vena yugular in-
nación tisular. Por tanto, las medidas diagnósticas terna) que permita controlar la presión venosa
como la endoscopia deben realizarse cuando el pa- central (PVC) y ajustar la velocidad de infusión
ciente ya se encuentra recuperado de la situación a la situación cardiovascular del paciente. Natu-
de shock, adecuadamente perfundido y bien oxige- ralmente, en aquellos casos en que resulta difí-
nado. Tan sólo en casos desesperados en los que, cil obtener una vía periférica (colapso venoso,
a pesar de establecer una adecuada reposición grandes edemas, etc.) se intentará rápidamente
hemodinámica durante un tiempo juicioso, no se la cateterización de la vía central. Del mismo

66
4. Hematemesis y melenas

modo, es preceptivo practicar en estos casos TABLA 6. Factores que influyen en la decisión
sondaje vesical. de hemotransfusión en la HDA
❱❱ Al tiempo que se logra obtener la primera vía
venosa, y antes de iniciar la perfusión de líqui- ❱❱ Situación hemodinámica del paciente.
dos, se extraerán muestras sanguíneas para ❱❱ Magnitud y persistencia de la hemorragia
hemograma completo (incluido recuento de (hematemesis abundantes, aspirado hemático
plaquetas), urea/BUN, creatinina, glucosa, so- fresco, hematoquecia, shock, etc.).
dio, potasio, estudio de coagulación (tiempos ❱❱ Capacidad de adaptación del paciente (cardiopatía
de protrombina, INR y tiempo parcial de trom- isquémica, EPOC, etc.).
boplastina), gasometría/equilibrio ácido-base, ❱❱ Etiología (por ejemplo: varices esofágicas).
determinación de grupo sanguíneo y pruebas
❱❱ Evidencia de estigmas de alto riesgo de recidiva
cruzadas. Si la hemorragia es importante se
(vaso visible, coágulo fresco).
deben reservar 4 unidades de concentrado de
hematíes ya tipadas en el banco de sangre, que ❱❱ Terapéutica endoscópica efectuada con éxito.
podrán ser utilizadas de forma inmediata si es
necesario. transfundir con niveles de hemoglobina por de
❱❱ Fluidoterapia: se iniciará con la administración bajo de 7 g/dl con un objetivo de hemoglobi-
rápida de soluciones cristaloides (solución sali- na entre 8 y 9 g/dl5,8. En los pacientes con alto
na fisiológica o Ringer Lactato) y, si el paciente riesgo, incluyendo a los ancianos y a los que
lo requiere, expansores plasmáticos (gelatinas, presentan comorbilidades importantes como
dextranos, etc.). En determinados pacientes patología cardiovascular o respiratoria deberían
debe evitarse infundir cantidades importantes recibir concentrados de hematíes para mante-
de soluciones salinas (hepatopatías crónicas, ner unos niveles de hemoglobina de 10 g/dl.
cardiopatías, presencia de edemas, etc.) aun- Otros parámetros que influyen en la decisión
que, si la situación clínica lo exige, tendrá prio- de transfundir son la actividad de la hemorragia
ridad la recuperación hemodinámica frente a y la información proporcionada por la endosco-
pia.
otras consideraciones. La velocidad de infusión
se debe adecuar a la gravedad de la hemorragia ❱❱ Respecto al producto a transfundir, debe recor-
y a la recuperación de los indicadores hemodi- darse que el objetivo de la transfusión sanguí-
námicos del paciente (TA, frecuencia cardiaca nea es mejorar el transporte de oxígeno a los
[FC], PVC, diuresis). tejidos, por lo que deben transfundirse con-
centrados de hematíes. En general, no debe
❱❱ Transfusión sanguínea: la decisión de trans-
usarse sangre completa para la corrección de la
fundir sangre debe ser individualizada en cada
situación hemodinámica, que puede llevarse a
paciente. Los valores iniciales del hemogra-
cabo aportando soluciones cristaloides y expan-
ma (hemoglobina [Hb], hematocrito [Hto])
sores plasmáticos. En pacientes con hemorragia
no reflejan la verdadera magnitud de la pér-
activa y coagulopatía (tiempo de protrombina
dida hemática, y es necesario un tiempo de prolongado con INR superior a 1,7) o plaqueto-
48-72 horas necesario para completar el pro- penia (inferior a 50.000 cm3) deberá valorarse
ceso de la hemodilución. Solo entonces pue- la transfusión de plasma fresco o plaquetas,
de llevarse a cabo una estimación real de las respectivamente. Si el paciente presenta una
pérdidas. Inversamente, durante la reposición coagulopatía específica (hemofilia, enfermedad
hemodinámica, una administración excesiva de de Von Willebrand, etc.) se reemplazarán los
fluidos puede hacer descender artificiosamente factores deficitarios.
estos valores. El sentido común y la experiencia
ayudan a encontrar un equilibrio entre el uso y ❱❱ Trastornos de la coagulación: es recomendable
el abuso de la transfusión. La tabla 6 muestra corregir la coagulación en pacientes con valores
los parámetros que influyen en la toma de de- de anticoagulación supraterapéuticos y en he-
cisiones. Brevemente, en los enfermos de bajo morragia grave, aunque existe escasa evidencia
riesgo, incluyendo personas jóvenes, sin enfer- científica que analice este aspecto16. En estos
medades graves asociadas y con buena capa- casos, la utilización de crioprecipitados puede
cidad de adaptación hemodinámica se acepta ser de utilidad, sin embargo, dicho tratamiento

67
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

no debe retrasar la realización de la endoscopia.


De otra parte, no hay pruebas concluyentes so-
bre la utilidad de corregir la anticoagulación en
pacientes con INR en el intervalo terapéutico.
❱❱ Monitorización: los pacientes con signos de he-
morragia activa y grave inestabilidad hemodiná-
mica (shock, hipotensión ortostática, alteración
del nivel de conciencia y oliguria) deben ser in-
gresados en una unidad de cuidados intensivos
para proceder a las medidas de estabilización y
llevar a cabo una estrecha monitorización clíni-
ca, incluyendo el control de la FC, TA, PVC, ECG Figura 2. Enfermo con grave inestabilidad hemodinámica por
y pulsioximetría (figura 2). El control de la diu- HDA, asistido en una UCI.
resis, mediante sonda vesical, es un excelente
indicador de la perfusión tisular. Se registrará la hibición de la secreción gástrica de ácido antes
aparición de nuevas hematemesis o melenas y y después de la endoscopia (con o sin interven-
el volumen y caracteres del aspirado gástrico en ción terapéutica). La administración de anti-H2
aquellos casos en los que el clínico estimó pru- no ha demostrado reducir la tasa de recidiva en
dente tal procedimiento (ver apartado “Averi- la úlcera péptica con signos de sangrado activo.
guar si la hemorragia está activa”). Las hemorra- Sin embargo, la administración de dosis altas de
gias leves o moderadas pueden ser observadas inhibidores de la bomba de protones (IBP) redu-
en una unidad de hospitalización convencional. ce de forma significativa la frecuencia de reci-
La frecuencia de los controles viene determina- diva hemorrágica, por lo que su utilización está
da por la situación clínica del paciente, oscilan- justificada, aun antes de obtener el diagnóstico
do desde una monitorización constante de la FC etiológico de la lesión sangrante17-20.
y TA al inicio de la reanimación, hasta intervalos
de 4 horas durante las primeras 24-48 horas tras ❱❱ En HDA activas o con elevado riesgo de recidiva
la estabilización, y cada 8-12 horas durante los de acuerdo a las características de la lesión es
días posteriores hasta el momento del alta. preceptivo informar al Servicio de Cirugía de
Guardia, por si es necesario practicar un trata-
❱❱ Otras exploraciones: resulta pertinente obtener miento quirúrgico de urgencia en el curso de la
un ECG en el momento del ingreso a todos los evolución del paciente.
pacientes con HDA. Así mismo, es aconsejable
la obtención de una Rx de tórax, aunque no es Endoscopia
imprescindible en un primer momento. Deben
La endoscopia es, sin duda alguna, la prueba de
realizarse analíticas periódicas para controlar la
elección para efectuar el diagnóstico de la lesión
evolución de la HDA y la concentración plasmá-
sangrante y debería ser llevada a cabo virtualmen-
tica de electrolitos, calcio, equilibrio ácido-base, te en la práctica totalidad de los pacientes21. La
factores de la coagulación, etc., que pueden endoscopia permite además estratificar el riesgo y
ser alterados por la fluidoterapia y las transfu- adaptar las medidas terapéuticas de forma indivi-
siones. A menudo se observa una leucocitosis dualizada.
moderada y una elevación de urea o BUN con
creatinina normal en ausencia de patología re- Consideraciones previas a la
nal, al inicio de la hemorragia, normalizándose realización de la endoscopia
ambos valores cuando ha cesado. La elevación
La endoscopia debe ser llevada a cabo por un en-
del BUN en las HDA tiene un origen mixto: por
doscopista asistido por personal de enfermería
una parte la hipovolemia provocada por la he-
adiestrado en la realización de endoscopias tera-
morragia aguda y por otra, la absorción intesti-
péuticas y en una dependencia dotada del material
nal de los productos nitrogenados procedentes
necesario para realizar una reanimación urgente si
de la digestión de la sangre.
es necesario (figura 3). Por otro lado, y especial-
❱❱ Supresión de la secreción gástrica de ácido: di- mente en el paciente inestable y/o grave, debe
versos estudios han examinado el papel de la in- contarse con personal médico adecuado para mo-

68
4. Hematemesis y melenas

aquellos con aspirado de sangre fresca por SNG,


inestabilidad hemodinámica y hemoglobina por
debajo de 80 g/l23.
❱❱ Medidas previas que permiten optimizar los
resultados de la endoscopia. La aspiración por
sonda nasogástrica ha sido utilizada durante
tiempo con el fin de mejorar la visión durante
la endoscopia y disminuir el riesgo de broncoas-
piración. Hoy en día, esta actitud se cuestiona
en muchos ámbitos y probablemente exis-
tan métodos alternativos igualmente eficaces
Figura 3. La endoscopia debe llevarse a cabo en una sala con que causan menor malestar a los pacientes.
el equipamiento necesario para garantizar una reanimación Aunque no se ha demostrado la utilidad del
adecuada. empleo sistemático de agentes procinéticos
antes de la endoscopia, se ha sugeridos que la
eritromicina, un agonista de los receptores de
nitorizar la situación hemodinámica y respiratoria la motilina con propiedades procinéticas, ad-
del paciente grave, administrar sedación si es ne- ministrada en una dosis única de 3 mg/kg iv
cesario e iniciar maniobras de reanimación cuando entre 30 y 90 minutos antes de la endoscopia,
sea preciso5,8. puede facilitar la evacuación de los restos he-
máticos y mejorar notablemente la visibilidad y
Algunas consideraciones importantes para optimi- la calidad del examen endoscópico24. Un recien-
zar los resultados y evitar complicaciones asociadas te metaanálisis sugiere efectivamente que los
al procedimiento son las que se citan: procinéticos reducen la necesidad de repetir la
❱❱ Momento óptimo para realizar la endoscopia endoscopia, pero no mejoran la estancia hospi-
urgente. La mayoría de expertos coinciden en talaria, las unidades de sangres transfundidas,
que la endoscopia debe realizarse precozmente o la necesidad de cirugía25, por lo que su em-
ya que permite el tratamiento hemostático de pleo de forma rutinaria no parece justificado.
forma temprana en pacientes de alto riesgo, a También existe consenso en que el tratamiento
la vez que identifica un subgrupo de pacientes con IBP antes de la endoscopia es de utilidad
de bajo riesgo (seleccionado por criterios clí- para reducir la frecuencia de estigmas endoscó-
nicos y endoscópicos) que probablemente no picos de alto riesgo y, consiguientemente, la ne-
precisen ingreso hospitalario8. En este punto, cesidad de terapia endoscópica. Algunos datos
existe consenso en que la endoscopia urgen- sugieren que la perfusión endovenosa de IBP a
te debería realizarse dentro de las primeras dosis altas permite optimizar estos resultados26.
24 horas5,8. En la mayoría de los pacientes se Sin embargo esta actitud no mejora las tasas
podrá practicar una vez estabilizada la situación de mortalidad, recidiva hemorrágica o cirugía.
hemodinámica. Para evitar las complicaciones Probablemente su empleo sea más relevante
inherentes a la exploración debe ponderarse la en aquellos centros en donde la endoscopia no
relación riesgo-beneficio en las situaciones con pueda realizarse de forma precoz.
más posibilidades de complicaciones. Es el caso ❱❱ Riesgos y contraindicaciones potenciales. Las
del síndrome coronario agudo, la insuficiencia complicaciones que pueden aparecer antes o
respiratoria o ante la sospecha de perforación. durante la endoscopia incluyen la broncoas-
En situaciones de este tipo es preferible retra- piración (especialmente en pacientes agita-
sar o diferir el procedimiento. En otros casos,
dos o con depresión del nivel de consciencia),
sin embargo, es aconsejable que la endoscopia
la hipoventilación (generalmente asociada a
se realice con mayor precocidad, –dentro de las
sobresedación) y la hipotensión. El riesgo de
primeras 6-12 horas–, ya que ello puede acele-
broncoaspiración es más elevado durante la
rar el control de la hemorragia y disminuir los re-
gastroscopia. Su prevención hace aconseja-
querimientos transfusionales y la estancia hos-
ble la intubación orotraqueal en pacientes de
pitalaria22. Ello puede ser particularmente útil
alto riesgo, básicamente pacientes con obnu-
en pacientes con hemorragia grave, incluyendo
bilación, coma o hemorragia masiva. En este

69
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

mismo escenario, es esencial conseguir una dado que su historia natural es favorable. Cuando
adecuada perfusión y oxigenación tisular21. se detecta un coágulo adherido a la úlcera, debe
Factores como la broncoaspiración, la hipovo- aplicarse lavado con objeto de desprenderlo y rea-
lemia mantenida o la multitransfusión pueden lizar, si es necesario, tratamiento endoscópico de
inducir un inadecuado intercambio gaseoso. la lesión subyacente. Se ha descrito que el lavado
Todo ello hace necesario disponer de gasome- vigoroso del coágulo adherido al lecho de la úlcera
tría arterial o de pulsioximetría, adecuando (por ejemplo, con una bomba de agua) permite vi-
los controles y la periodicidad de los mismos sualizar con éxito estigmas endoscópicos hasta en
a la situación clínica. La oxigenotrerapia y la un 26-43% de los casos y que en un 70% de los ca-
fisioterapia respiratoria deberían formar par- sos logra identificar estigmas de alto riesgo28. Una
te del tratamiento cuando resulte necesario. vez liberado el coágulo se deberá actuar en función
Otras complicaciones como la inducción de de los hallazgos endoscópicos: (1) En caso de que
hemorragia o la perforación pueden ser la con- el coágulo no se desprenda con el lavado, el trata-
seuencia de la propia terapéutica endoscópica. miento endoscópico es seguro y podría reducir las
Finalmente, el riesgo de la endoscopia es máxi- tasas de recidiva hemorrágica. Sin embargo, actual-
mo en presencia de infarto agudo de miocardio, mente no existen pruebas definitivas de que este
arritmias graves, insuficiencia cardiaca o respi- tratamiento sea superior al tratamiento solo con
ratoria grave, abdomen agudo y en pacientes IBP a dosis altas29,30. (2) Los pacientes con sangrado
incapaces de cooperar. activo o vaso visible no sangrante tienen indicación
de tratamiento endoscópico, ya que su eficacia ha
❱❱ Corregir los trastornos de la coagulación. La
sido constatada desde hace más de dos décadas.
utilización de crioprecipitados puede ser de uti-
El metaanálisis ha demostrado que el tratamiento
lidad en la corrección de la coagulación en casos
endoscópico en los pacientes de alto riesgo reduce
de hemorragia masiva y alteración grave de la
el riesgo de resangrado, la necesidad de cirugía y la
coagulación. En otras circunstancias puede bas-
mortalidad31,32. Las figuras 5 y 6 ilustran ejemplos
tar con la administración de una única dosis de
de úlceras sangrantes con estigmas de alto o bajo
10 mg de vitamina K iv. Se ha sugerido que es po-
riesgo de recidiva.
sible realizar de forma segura una técnica endos-
cópica hemostática con un INR en rango terapéu- En aquellos casos en los que el tipo de lesión cau-
tico27, aunque en la mayoría de casos puede ser sal de la HDA lo requiera (úlcera gástrica, lesiones
preferible su corrección previa a la exploración. neoplásicas, etc.), deberán tomarse biopsias múlti-
ples para estudio anatomopatológico. Si las carac-
Optimizar el rendimiento terísticas de la lesión desaconsejan su muestreo en
de la endoscopia el momento de la endoscopia diagnóstica, por el
La endoscopia, además de identificar la etiología riesgo de precipitar un nuevo sangrado, el proce-
en el 95% de las HDA, tiene valor pronóstico al dimiento debe diferirse para un momento ulterior,
proporcionar información relativa a la presencia una vez el riesgo haya cesado.
de sangrado activo o estigmas de hemorragia re-
Técnicas de hemostasia endoscópica
ciente (EHR), lo que permite estimar el riesgo de
recidiva hemorrágica y, por tanto, seleccionar a los En el momento actual se dispone de numerosas
pacientes candidatos a hemostasia transendoscó- técnicas de hemostasia transendoscópica. Éstas in-
pica (figura 4). Brevemente, una lesión con sangra- cluyen básicamente técnicas de inyección (adrena-
do activo tiene un riesgo de continuar sangrando o lina, esclerosantes, pegamentos), procedimientos
resangrar superior al 80%. Cuando se visualiza un térmicos de contacto (electrocoagulación mono- o
vaso visible no sangrante el riesgo es del 50%. La bipolar, termocoagulación) o no (láser, gas argón)
probabilidad de recidiva disminuye si se observa un y procedimientos mecánicos (hemoclips, ligadura
coágulo adherido (20-30%), mancha plana de he- con bandas) (figura 7).
matina (signos indirectos, 5-10%) o un fondo de la
Mecanismos de acción
lesión limpio (1-2%). La clasificación de Forrest, ba-
sada en estos parámetros, ha permitido sistemati- Básicamente, el mecanismo por el que se obtiene
zar los EHR (tabla 7). El tratamiento hemostático no la hemostasia es la formación de un trombo que
está indicado en pacientes con lesiones endoscópi- ocluye el punto sangrante de la pared vascular.
cas de bajo riesgo (úlcera limpia o signos indirectos) Éste es el objetivo común de todos los métodos

70
4. Hematemesis y melenas

EVALUACIÓN INICIAL
Confirmar la presencia de hemorragia
Evaluar la magnitud del sangrado
Valorar signos de hemorragia activa
Investigar factores que influyen de forma adversa en el pronóstico
Reanimación
Terapia antisecretora empírica

Estratificar riesgo antes de la endoscopia (tabla 5)

Alto riesgo 1 Bajo riesgo

Endoscopia urgente 2 Endoscopia < 12-24 h

Estigmas de alto riesgo


Estigmas de bajo riesgo Ulcus con base limpia
(hemorragia activa, vaso visible)

Punto negro plano


Coágulo adherido 3
(flat spot) 4

Terapéutica endoscópica Sala de hospitalización Alta precoz


(UCI 1 día – Sala 48 h) 3 días (< 24 horas)

1
Valorar ingreso en UVI.
2
Medidas para optimizar el resultado de la endoscopia (eritromicina iv).
3
Aplicar terapéutica endoscópica si existen factores clínicos que gravan el pronóstico.
4
Valorar alta hospitalaria si no existen factores clínicos que agravan el pronóstico.

Figura 4. Algoritmo de actuación en la HDA no varicosa. (Adaptado de Huang CS, Lichtenstein DR. Gastroenterol Clin N Am
2003 (32): 1053-1078 [ref 4]).

TABLA 7. Riesgo de recidiva hemorrágica según los hallazgos del examen endoscópico (clasificación de Forrest)

Grado de Forrest Descripción % de recidivas

Ia Sangrado activo arterial en forma de jet o chorro 90%


Ib Sangrado en forma rezumante o “en sábana” 60-80%
IIa Vaso visible en el lecho de la lesión 50%
IIb Coágulo fresco adherido 25-30%
IIc Coágulo oscuro o negro 7-10%
III Lesión con base limpia, cubierta por fibrina 3-5%

71
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

A B C
Figura 5. Estigmas de alto riego de recidiva hemorrágica: A) úlcera gástrica con sangrado activo arteria en “jet”; B) úlcera duo-
denal con sangrado activo en “sábana”. Se puede apreciar la prominencia del vaso sangrante en el fondo de la úlcera; C) úlcera
duodenal con vaso visible en el fondo de la lesión.

A B C
Figura 6. Estigmas de bajo riesgo de recidiva hemorrágica: A) úlcera gástrica con un coágulo fresco adherido; B) úlcera gástrica
con pequeños coágulos oscuros y puntos de hematina; C) úlcera gástrica con base limpia cubierta de fibrina.

expuestos, al actuar sobre los tejidos por distintas comprime el vaso favoreciendo el contacto de las
vías, incluyendo el estímulo químico (esclerosis), paredes vasculares opuestas (hemostasia por com-
térmico (calor local) o mecánico33. También la in- presión) y posteriormente se aplica el calor para
ducción de vasoconstricción (principalmente con obtener el sellado final35. Teóricamente la compre-
la inyección de adrenalina) y el propio edema que sión física del vaso detiene el flujo sanguíneo lo que
comprime el vaso sangrante contribuyen a obtener facilita la aplicación de calor y potencia su efecto.
la hemostasia33. Para evitar complicaciones, es im- Cabe señalar que en los estudios experimentales,
portante que el efecto del tratamiento quede con- incluso los métodos térmicos han resultado esca-
finado selectivamente a su lugar de acción y que samente efectivos para conseguir hemostasia en
no afecte a otras capas de la pared intestinal. En los vasos de mayor calibre (de más de 2 mm). Solo
modelos experimentales de úlcera sangrante, los determinados métodos mecánicos, no disponibles
métodos térmicos han resultado mas efectivos que en la práctica clínica rutinaria, parecen efectivos en
la inyección para conseguir una hemostasia com- los vasos de gran calibre. Sin embargo, los modelos
pleta. A su vez, entre los métodos térmicos, los de de úlcera experimental no se adecuan suficiente-
contacto han resultado más efectivos que los que mente a la úlcera péptica crónica de los humanos.
actúan sin contactar con la pared vascular34. Los Es probable, por ejemplo, que el prolongado efec-
métodos térmicos de contacto utilizan el principio to compresivo que se consigue con la inyección de
de coagulación coactiva: inicialmente, la sonda substancias, en un espacio escasamente expansi-

72
4. Hematemesis y melenas

A B C
Figura 7. Técnicas endoscópicas de hemostasia. A) Esclerosis de úlcera gástrica subcardial. B) Termocoagulación.C) Endoclip
sobre el “vaso visible” en una úlcera duodenal.

ble, como el fondo fibrótico de una úlcera péptica, ra31,32. Otros parámetros como los requerimientos
no se reproduzca en los modelos experimentales transfusionales, la necesidad de rescate quirúrgico
de úlcera, habitualmente inducidas en sacaboca- urgente y la duración de la estancia hospitalaria
dos y con escaso componente fibrótico. De hecho, también mejoran significativamente con este tra-
en múltiples estudios clínicos comparativos no se tamiento, mientras que el metaanálisis también ha
han observado diferencias significativas entre los demostrado que mejora la supervivencia31,32. Con la
distintos tratamientos endoscópicos. inyección endoscópica es posible conseguir la he-
mostasia inicial en más del 95% de las úlceras san-
En la práctica clínica los métodos de inyección son
grantes36. Sin embargo, aunque también disminuye
los más ampliamente disponibles, posiblemente
significativamente la tasa de recidiva hemorrágica,
debido a que constituyen la opción más simple,
ésta alcanza todavía alrededor del 20% de los ca-
barata y fácil de ejecutar. Probablemente los mé-
sos. La técnica más utilizada es la inyección de adre-
todos térmicos más empleados son la sonda de
nalina sola o asociada a polidocanol o etanolamina.
calor (heater probe) y la electrocoagulación bipolar
Incluso la inyección de suero salino ha resultado
o multipolar. Con los dispositivos de electrocoagu-
efectiva, aunque menos que otros métodos, lo que
lación bipolar, el electrodo positivo y el negativo
sugiere la trascendencia del efecto compresivo que
que completan el circuito eléctrico están muy cerca
ejerce sobre el vaso el volumen depositado en un
entre sí (en la punta de la sonda) lo que produce
espacio poco expansible como es el fondo ulcero-
un flujo puntual de corriente entre ambos35. Como
so36. Cuando se emplean métodos térmicos, sean o
consecuencia de ello tienen menor riesgo de indu-
no de contacto, se consiguen resultados similares a
cir quemaduras profundas que la coagulación uni-
los observados con las técnicas de inyección37.
polar, y por lo tanto menor riesgo de perforación,
además de otras ventajas como la de permitir la A pesar de su eficacia, el metaanálisis de estu-
compresión mecánica previa y la aplicación tangen- dios aleatorizados demuestra que la inyección de
cial de la sonda. Los dispositivos de electrocoagula- adrenalina es subóptima y que su capacidad he-
ción multipolar tienen tres pares de electrodos en mostática se puede mejorar significativamente
la punta de la sonda, y cualquiera de ellos puede añadiendo a ésta otras técnicas de tratamiento
completar el circuito al contactar con el tejido, endoscópico38,41. Dicho metaanálisis, que en su
lo que facilita su empleo. En algunos modelos de conjunto incluye más de 1.000 pacientes, sugiere
electrocoagulación multipolar los electrodos se al- que la asociación de adrenalina con un segundo
ternan en una disposición espiral en la punta de la tratamiento endoscópico (esclerosante, térmico o
sonda, lo que facilita su aplicación tangencial. clips) disminuye significativamente la incidencia de
fracaso terapéutico y mejora la supervivencia38,39.
Eficacia clínica
La monoterapia con métodos térmicos, clips o in-
Tanto los estudios controlados como su metaaná- yección de esclerosantes, trombina o pegamentos
lisis han constatado la eficacia de la inyección en- consigue una hemostasia más efectiva que la inyec-
doscópica en el control de la hemorragia por úlce- ción de adrenalina41.

73
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Por otra parte, el metaanálisis no ha demostrado mayor riesgo de recidiva. No se ha determinado si


que la combinación de un método térmico con la alguna medida terapéutica puede prevenir el fraca-
inyección de adrenalina mejore los resultados ob- so en estos grupos de alto riesgo.
tenidos empleando solo tratamiento térmico, ni
En caso de fracaso del tratamiento endoscópico, es
que la combinación de clips con inyección de adre-
recomendable un segundo intento de terapéutica
nalina mejore los resultados obtenidos empleando
endoscópica, antes de plantear la cirugía. Esta ac-
solo clips39,42. En consecuencia, en distintos foros
titud se sustenta en los resultados de un estudio
se ha recomendado como opción válida de trata-
prospectivo y aleatorizado, que evaluó de forma
miento el uso de termocoagulación o clips aisla-
comparativa los resultados de la terapéutica en-
dos, como alternativa al tratamiento endoscópico
doscópica con los de la cirugía en un grupo de
dual5,8. Sin embargo, existe un claro riesgo de error
pacientes con signos de recidiva hemorrágica48. La
en ese metaanálisis, ya que el número de pacientes
endoscopia se asoció a una menor tasa de compli-
incluido resulta más de dos veces inferior al que se
caciones que la cirugía, sin incrementar el riesgo de
hubiera requerido para demostrar si la diferencia
mortalidad.
observada entre ambas aproximaciones tiene o no
significación estadística43. Además, hay que consi- Revisión endoscópica electiva
derar que la eficacia, sencillez, seguridad y rapidez “second look”
de la inyección de adrenalina para conseguir la he-
mostasia inicial en una lesión con sangrado activo, En un intento de minimizar el riesgo de recidiva
están contrastadas y resultan compatibles con cual- hemorrágica, hace ya unos años se propuso la posi-
quier otro tratamiento sin añadir riesgo ni coste. bilidad de llevar a cabo de forma electiva un segun-
do examen endoscópico precoz (en las primeras
En estudios no controlados se han utilizado con 24 horas) con el propósito de identificar lesiones
éxito las bandas elásticas para el tratamiento de de alto riesgo susceptibles de una segunda terapia
lesiones como el Mallory-Weiss, malformaciones endoscópica49. El metaanálisis de los estudios que
vasculares o la enfermedad de Dieulafoy21,36. han evaluado esta opción, incluyendo a más de 700
Distintos estudios sugieren que el argón plasma, un pacientes, demuestra que el “second-look” dismi-
método térmico que no requiere contacto y cuyos nuye el riesgo de resangrado y de cirugía, pero no
efectos en la pared gástrica son superficiales (lo mejora la mortalidad ni disminuye de forma clara
que disminuye el riesgo de complicaciones), pue- la necesidad de cirugía urgente50,51. Los mejores re-
de ser útil en el tratamiento de lesiones sangrantes sultados se han obtenido cuando los pacientes se
de forma difusa como el watermellon o las lesio- han seleccionados por su elevado riesgo50. También
nes actínicas. Recientemente, en algunos estudios se ha sugerido que el empleo de termocoagulación
controlados, se ha empleado también la termocoa- en el “second-look” mejora la eficacia obtenida me-
gulación con argón plasma en el tratamiento de la diante la inyección de adrenalina52. Una cuestión a
hemorragia por úlcera péptica. Sin embargo, los resolver es si el “second-look” es verdaderamente
resultados no han mejorado los conseguidos em- útil cuando el tratamiento farmacológico y endos-
pleando inyección u otros métodos térmicos44. cópico inicial se han optimizado al máximo.

Fracaso de la hemostasia Angiografía


endoscópica
En aquellos pacientes con hemorragia persistente o
A pesar del éxito de la hemostasia endoscópica ini- recidivante, puede realizarse una arteriografía se-
cial, aproximadamente un 10-15% de los pacientes lectiva del tronco celiaco y de la arteria mesentéri-
presentarán signos de nuevo sangrado, habitual- ca superior. Esta exploración permite diagnosticar
mente en el curso de las primeras 72 horas. Entre hemorragias arteriales o capilares si existe un extra-
los factores que predicen con mayor probabilidad vasado sanguíneo mínimo de 0,5 ml/min, aunque
esta eventualidad se incluyen la presentación de la no suele detectar sangrados venosos. La emboliza-
HDA con signos de shock, niveles de hemoglobina ción arterial percutánea puede ser una alternativa
por debajo de 10 g/dl, la presencia de sangrado ac- a la cirugía cuando fracasa la terapia endoscópica,
tivo en el momento de la endoscopia y la presencia especialmente en pacientes de alto riesgo quirúrgi-
de úlceras de gran tamaño (>2 cm.)45-47. Las úlceras co y/o en los centros que cuentan con un servicio
localizadas en la curvatura menor del estómago o de radiología vascular intervencionista experimen-
en la cara posterior del bulbo también comportan tado53,54. Para la embolización de lesiones sangran-

74
4. Hematemesis y melenas

A B C
Figura 8. Angiografía que muestra un punto de sangrado en el yeyuno (A y B) en un paciente de 38 años con una HDA de
origen incierto. La inyección de un coil logra obtener la hemostasia (C). (Por cortesía del Dr. De Gregorio).

tes, se han utilizado esponjas de gelatina, alcohol que los pacientes con lesión péptica de base
polivinílico, pegamentos cianoacrílicos o “coils”. La limpia o con signos indirectos y con contexto clí-
angiografía también puede ser útil para diagnosti- nico favorable, constituyen un subgrupo de bajo
car lesiones que pueden pasar desapercibidas a la riesgo que puede ser dado de alta hospitalaria
endoscopia, como tumores submucosos o lesiones en un intervalo inferior a 24 horas5,8. Para que
vasculares (figura 8). un tratamiento ambulatorio resulte seguro en
este contexto se hace necesaria una evaluación
Tratamiento médico minuciosa del riesgo en función de la comorbi-
Medidas generales lidad, la edad y el apoyo familiar. Un reciente
estudio epidemiológico demuestra que el alta
❱❱ Dieta y régimen de vida: la evidencia disponible precoz inadecuada se relaciona con un incre-
indica que el tiempo en reiniciar la alimentación mento de la mortalidad55. Dado que se precisan
no influye en el curso evolutivo, por lo que en hasta 72 horas para que una lesión de alto ries-
pacientes con una úlcera de bajo riesgo puede go evolucione a una de bajo riesgo56 y la mayo-
hacerse de forma precoz tras la endoscopia. En ría de las recidivas ocurren en este periodo36, en
casos de alto riesgo, sin embargo, parece pru- los pacientes con úlceras que muestran crite-
dente mantener una dieta líquida hasta trans- rios de alto riesgo es aconsejable prolongar la
curridas 24 horas libres de hemorragia por si se hospitalización al menos durante este periodo
hace necesario un nuevo tratamiento. La activi- (72 horas).
dad física se restablece de forma progresiva de
acuerdo con el grado de anemia posthemorrá- Medidas específicas
gica existente. La reanudación de la actividad Inhibición de la secreción gástrica de ácido (SGA)
laboral dependerá de la recuperación de sus va-
lores hemáticos y de las características del tra- La inhibición de la SGA sigue siendo un objetivo
bajo, pero habitualmente puede reinstaurarse primordial en el tratamiento de la HDA debida a
entre 15 y 30 días, si no existen otros problemas lesiones pépticas. Puede resultar beneficiosa por
que aconsejen prolongar el reposo. dos mecanismos: 1) la menor SGA favorece la cica-
trización de las lesiones mucosas y 2) la inhibición
❱❱ Ferroterapia: es aconsejable cursar un estudio
de la secreción favorece la agregación plaquetaria y
del metabolismo férrico antes del alta y admi-
la formación y estabilización del coágulo. Se estima
nistrar suplementos de hierro en caso de que se
que para optimizar la hemostasia se debe mante-
requieran, por vía oral o endovenosa en caso de
ner un pH intragástrico superior a 4, o mejor supe-
anemia grave y/o según comorbilidad.
rior a 6 de forma sostenida, lo que consiguen con
❱❱ Criterios de alta hospitalaria: el paciente pue- mayor eficacia dosis altas de IBP. En la actualidad,
de ser dado de alta cuando ya no existe riesgo dada la eficacia probada de los IBP y el beneficio
apreciable de recidiva. Ya se ha mencionado marginal de los antagonistas-H217, no se recomien-

75
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

da la utilización de estos últimos en la HDA. Los es- TABLA 8. Fármacos antisecretores utilizados en la HDA no
tudios realizados a este respecto han proporciona- varicosa
do evidencias de que el tratamiento con dosis altas
de un IBP endovenoso, tras el tratamiento endos-
cópico, reducen el riesgo de recidiva hemorrágica, ❱❱ Bloqueadores de los receptores H2.
aunque el efecto sobre el requerimiento de cirugía • Ranitidina 50 mg/vía iv/cada 4 horas.
y la mortalidad es menos marcado19,57,58. Queda por • Famotidina 40 mg/vía iv/cada 12 horas.
establecer si dosis bajas de IBP endovenoso o do- ❱❱ Inhibidores de la bomba de protones.
sis altas de IBP oral pueden también ser efectivas, • Omeprazol Bolo inicial de 80 mg iv.
especialmente en poblaciones de menor riesgo,
Después 40 mg/vía iv/8 horas o infusión
como la asiática. Su empleo puede considerarse
continua a 8 mg/h.
cuando el tratamiento con dosis elevadas por vía
• Pantoprazol Bolo inicial de 80 mg iv.
intravenosa no esté disponible. Dado que el riesgo
de sangrado se reduce de forma significativa des- Después 40 mg/vía iv/8 horas o infusión
pués de las primeras 72 horas, el tratamiento con continua a 8 mg/h.
IBP puede continuarse por vía oral hasta la cicatri- • Esomeprazol Bolo inicial de 80 mg.
zación de la úlcera, para lo que puede ser suficiente Después 40 mg/iv/8 horas o infusión continua a
una dosis estándar5,8. En la tabla 8 se muestra la 8 mg/h.
dosificación de distintos IBP.
Somatostatina y octreótido
rragia (hematemesis o melenas) junto con ines-
Se ha sugerido que el tratamiento con somatosta-
tabilidad hemodinámica y anemización (más de
tina u octreótido puede reducir el riesgo de resan-
20 g/l en un periodo inferior a 12-24 horas). La
grado cuando el paciente es tratado con antagonis-
cirugía es obligada cuando el fracaso persiste
tas-H2 o placebo59, pero no se ha demostrado que tras dos intentos de hemostasia endoscópica.
mejoren la eficacia de los IBP, solos o asociados a
tratamiento endoscópico60. Su empleo, por tanto, En el contexto de la emergencia, la cirugía de elec-
no está justificado de forma rutinaria en la hemo- ción suele ser la sutura de la lesión sangrante aso-
rragia por úlcera péptica. ciada a una vagotomía y piloroplastia. Si la condi-
ción clínica del enfermo es muy precaria y el riesgo
Tratamiento quirúrgico quirúrgico es prohibitivo, la angiografía con fines
terapéuticos constituye una opción alternativa54.
La cirugía está indicada cuando la hemorragia no
se logra controlar con las medidas terapéuticas Un caso especial es el de la la hemorragia causa-
farmacológicas o endoscópicas habituales. En la da por una fístula aortoentérica. Ésta debe sospe-
hemorragia por úlcera péptica debe establecerse charse en enfermos portadores de injerto aórtico,
indicación quirúrgica en las siguientes situaciones: aneurisma de aorta, cuerpos extraños enclavados
en esófago, etc. Ante la mera sospecha debe rea-
❱❱ Hemorragia masiva o exanguinante: se define lizarse endoscopia urgente, y en caso de confirma-
como aquella que provoca un estado de grave ción proceder a la cirugía urgente. No es infrecuen-
inestabilidad hemodinámica que no logra con- te (de hecho, suele ser habitual) que la hemorragia
trolarse con una reposición vigorosa de la vole- inicial sea de escasa magnitud y de curso autolimi-
mia incluyendo transfusión (generalmente más tado, para dar paso en pocas horas a una hemorra-
de 6 concentrados en un intervalo inferior a gia exanguinante, a menudo de curso fatal. En estos
12 h). enfermos la tomografía axial computarizada puede
❱❱ Hemorragia persistente o recidivante: aun- contribuir al diagnóstico.
que no existe una definición unánimemente
consensuada, los términos de persistencia o Prevención de la recidiva
recidiva de la hemorrragia quedan englobados,
hoy en día, en el concepto de “fracaso del tra-
a largo plazo
tamiento endoscópico inicial”. Este término se ❱❱ Todos los pacientes que han sufrido una HDA
aplica a aquellos pacientes en quienes después por úlcera péptica gastroduodenal deben recibir
del tratamiento inicial existen signos de hemo- un tratamiento antisecretor hasta lograr la com-

76
4. Hematemesis y melenas

pleta cicatrización de la lesión. En el caso de la logía cardiovascular, la interrupción prolongada


úlcera gástrica es preceptivo realizar un control de AAS puede aumentar el riesgo de trombosis
endoscópico en torno a las ocho semanas para (la misma afirmación resulta válida para los di-
confirmar la cicatrización y asegurar, mediante cumarínicos) y, de hecho, se ha constatado en
estudio histológico, el carácter péptico y benig- estos casos un aumento significativo de la tasa
no de la lesión. de mortalidad63. Por este motivo, es recomen-
dable reiniciar el tratamiento con AAS entre el
❱❱ En pacientes con úlcera péptica sangrante se
tercer y el séptimo día del tratamiento endoscó-
debe investigar, y en su caso tratar, la infección
pico. Recientes estudios sugieren que el riesgo
por H. pylori, así como confirmar la erradica-
de resangrado es menor cuando se combinan
ción5,8. Las pruebas para H. pylori presentan una
AAS + IBP que cuando se emplea clopidogrel
tasa muy elevada de resultados falsamente ne-
como antiagregante en monoterapia64.
gativos, cuando se realizan durante el episodio
de hemorragia. Por tanto, dichas pruebas deben ❱❱ Si la úlcera péptica no está asociada a la pre-
repetirse siempre que los resultados iniciales sencia de H. Pylori ni a la toma de AINE, deben
sean negativos. investigarse otras causas menos frecuentes de
úlcera péptica gastroduodenal, incluyendo el
❱❱ La erradicación de H. pylori es más eficaz que
gastrinoma (ver capítulo 18). Finalmente cuan-
el tratamiento con IBP en la prevención de reci-
do la causa de la HDA es una esofagitis péptica
diva hemorrágica por úlcera péptica61. Además,
o una úlcera esofágica, deberá instituirse trata-
la tasa de recidiva hemorrágica es aún menor
miento de mantenimiento con un IBP.
entre el subgrupo de pacientes con éxito en la
erradicación. De hecho, el tratamiento empírico
de la infección por H. pylori en estos pacientes,
Resumen
especialmente en el caso de úlcera duodenal, La hemorragia digestiva no varicosa constituye
podría ser una alternativa en algunos casos. una de las emergencias más frecuentemente ob-
servadas en los servicios de urgencia hospitalaria.
❱❱ En todos estos casos resulta obligada la admi-
Todos los hospitales deben disponer de protocolos
nistración de antisecretores hasta confirmar la
de actuación interdisciplinar orientados según la
efectividad del tratamiento erradicador. Poste-
mejor evidencia científica. Las claves para un ma-
riormente no es necesario prolongar el trata-
nejo eficiente y efectivo de estos enfermos incluyen
miento con IBP a largo plazo, salvo que el enfer-
una reanimación adecuada (objetivo prioritario en
mo necesite gastroprotección por algún motivo.
la evaluación inicial) y una endoscopia precoz que
❱❱ En pacientes con hemorragia previa por úlcera permita identificar la lesión responsable y estra-
péptica que requieren AINE, tanto el tratamien- tificar el riesgo de resangrado. En los pacientes
to con un AINE tradicional junto con IBP, como con sangrado activo o con un vaso visible en el
la monoterapia con un inhibidor selectivo de la estudio endoscópico debe aplicarse tratamien-
COX-2 se asocian a un riesgo residual alto de to endoscópico dual con inyección de adrenalina
recurrencia hemorrágica. Con objeto de reducir junto a un segundo método con inyección de es-
al máximo la posibilidad de recurrencia hemo- clerosante, termocoagulación o clips. Los IBP son,
rrágica, estos pacientes deben ser tratados con hoy en día, los fármacos de elección para inhibir la
la combinación de un inhibidor selectivo de la secreción ácida gástrica. Inicialmente es recomen-
COX-2 asociado a IBP5,8. dable su administración en infusión iv continua a
altas dosis. Sin embargo, después de un periodo de
❱❱ Un punto importante a considerar en los pa-
48-72 horas libre de hemorragia pueden ser admi-
cientes que requieren AINE a largo plazo es el
nistrados con seguridad por vía oral. Los enfermos
reconocimiento de que su empleo no solamen-
que no responden al tratamiento médico y endos-
te se asocia a riesgos gastrointestinales (véase
cópico pueden requerir una intervención quirúrgi-
capítulo 18), sino también cardiovasculares.
ca. La embolización transcatéter por vía angiográfi-
Este riesgo puede estar incrementado con inhi-
ca constituye una alternativa en enfermos de alto
bidores COX-2 y también con AINE tradiciona-
riesgo. Una vez superado el episodio de hemorragia
les62.
debe establecerse un plan de prevención de la re-
❱❱ En pacientes con hemorragia previa por úlcera cidiva. Éste se basa en la mayoría de los casos en
péptica que requieren antiagregación por pato- la erradicación de la infección por H. Pylori, o en

77
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

la gastroprotección permanente con IBP cuando el prognostic factors. Gastrointest Endosc 1981;
enfermo precisa tomar AINE o antiagregantes. 27:80-93.
12. Rockall TA, Logan RF, Devlin HB, Northfield TC.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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80
5 Hemorragia
gastrointestinal oculta
Laura Sempere Robles, Miguel Pérez-Mateo Regadera
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital General Universitario. Alicante

Introducción Objetivos de este capítulo


La hemorragia gastrointestinal oculta (HGO) se ❱❱ Definir los conceptos de hemorragia
define como la existencia de un test de sangre gastrointestinal oculta y hemorragia
oculta en heces positivo o anemia ferropénica, gastrointestinal oculta de origen
sin que el paciente o el médico hayan eviden- indeterminado.
ciado sangre macroscópicamente visible en las
❱❱ Establecer las ventajas, inconvenientes
heces1. Cuando el origen de esta hemorragia no
y limitaciones de las diversas pruebas
logra filiarse tras un estudio inicial con endosco-
utilizadas para el diagnóstico etiológico de
pia alta, colonoscopia y estudio radiológico de
estas situaciones clínicas.
intestino delgado, y el sangrado es persistente o
recurrente, el término empleado es hemorragia ❱❱ Esquematizar el abordaje diagnóstico de un
gastrointestinal oculta de origen oscuro2. paciente con hemorragia gastrointestinal
oculta y hemorragia gastrointestinal oculta
El sangrado gastrointestinal crónico constituye de origen indeterminado.
la causa más frecuente de anemia ferropénica,
aunque no la única. Este hecho debe tener-
se muy en cuenta al iniciar el estudio de una REFERENCIAS CLAVE
ferropenia, especialmente en hombres adultos y 1. Zuckerman GR, Prakash C, Askin MP,
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En general, cuando el clínico se enfrenta ante un the evaluation and management of occult
paciente con hemorragia gastrointestinal oculta and obscure gastrointestinal bleeding.
objetivada por un test de sangre oculta en heces Gastroenterology 2000;118: 201-21.
(SOH), la prueba ha sido solicitada en el contexto
de un cribado de cáncer colorrectal (CCR) o de 2. Raju GS, Gerson L, Das A, Lewis B. American
un estudio de anemia ferropénica. Gastroenterological Association (AGA)
Institute technical review on obscure
La aplicación de una estrategia diagnóstica ade- gastrointestinal bleeding. Gastroenterology
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le a una pérdida digestiva de 0,25-0,75 mg de
hierro elemental al día3. En un individuo sano,

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 81


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 1. Origen de la HGO, metabolitos de la Hb en heces y test adecuados para su detección

Localización
hemorragia Hemorragia tracto Hemorragia Hemorragia colon
oculta gastrointestinal superior colon derecho izquierdo y recto

Metabolitos Hemoglobina – Hemoglobina – Hemoglobina + ó ++


en heces Globinas – Globinas + Globinas +++
Grupo Hem + Grupo Hem + Grupo Hem +++
DP +++ DP ++ DP – ó +
Test SOH Test detección Test detección Test guayaco
adecuados Hem y DP Hem y DP Test inmunoquímicos

*DP: Derivados porfirínicos

una mínima erosión localizada entre la boca y el están presentes en hemorragias del tracto gastro-
ano puede provocar un sangrado autolimitado que intestinal superior y colon derecho, descendiendo
lleve a un falso positivo en el test de SOH. Por el progresivamente en los sangrados procedentes de
contrario, las lesiones orgánicas no autolimitadas zonas más distales6 (tabla 1).
del tracto gastrointestinal originan a veces hemo-
rragias intermitentes que, junto con la distribución Test de sangre oculta en heces
no uniforme de la sangre en las heces, condicionan
Existen tres tipos de test de detección de SOH:
la obtención de falsos negativos.
guayaco, inmunoquímico y el basado en la de-
La hemoglobina sufre procesos de transformación tección de Hem y derivados porfirínicos. Para la
en la luz intestinal, produciendo diversos meta- toma de la muestra, aunque existe controversia,
bolitos que pueden o no ser detectados por los a modo general no se recomienda realizarla me-
distintos test de medición de SOH4. Así, la hemo- diante el tacto rectal, ya que pequeños trauma-
globina se escinde en la luz intestinal dando lugar tismos en la zona rectoanal pueden conducir a
a cuatro cadenas polipeptídicas denominadas glo- falsos positivos. Aun así, cuando llega a la consul-
binas y cuatro grupos Hem. Las globinas son di- ta un paciente con test de SOH positivo con mues-
geridas en el intestino delgado por las proteasas, tra obtenida por tacto rectal debemos incluirlo en
disminuyendo progresivamente su concentración el estudio de hemorragia gastrointestinal oculta3.
en la luz. Además, cuando llegan al colon dere- Debido a que cada tipo de test determina compo-
cho también son metabolizadas por las bacterias nentes de la hemoglobina diferentes, su validez
intestinales. Ambos procesos son los responsables dependerá de la localización de la lesión en el
de que las globinas sólo se detecten en las heces tubo digestivo, del volumen de sangrado y de la
de los pacientes con hemorragia procedente del motilidad intestinal3 (tabla 1).
colon izquierdo y del recto5. El grupo Hem no se
Los test de guayaco (Hemoccult®, Hemoccult II®,
metaboliza hasta llegar al colon derecho, donde
Hemoccult R®, Hemoccult Sensa®) son los anti-
las bacterias ejercen su acción produciendo deri-
guos y los más usados7. Es una prueba cualita-
vados porfirínicos. Por lo tanto, al igual que las glo-
tiva, sencilla de realizar y de bajo coste. Detecta
binas, el grupo Hem sólo se detecta en hemorra-
hemoglobina y grupo Hem, por lo que tiene una
gias procedentes del colon izquierdo y del recto.
baja sensibilidad en la hemorragia oculta de trac-
En cambio los derivados porfirínicos en las heces

82
5. Hemorragia gastrointestinal oculta

TABLA 2. Lesiones halladas tras endoscopia alta y baja en fármacos9. Al igual que el guayaco, realizan una
paciente con HGO medición cualitativa y tienen una baja sensibilidad
para hemorragias ocultas del tracto gastrointestinal
Lesiones % superior y colon derecho. Su sensibilidad y especifi-
❱❱ Lesiones gastroduodenales: 29-56% cidad para la detección de cáncer colorrectal es del
Úlcera péptica 7-19% 65-94% y del 96% respectivamente.
Esofagitis 6-18%
Gastritis 4-6% El test basado en la detección de Hem y deriva-
Angiodisplasia/ectasia vacular 0-8% dos porfirínicos (HemoQuant®) comporta mayor
Cáncer gástrico 1-4% complejidad técnica. Identifican tanto grupo Hem,
Enf. celiaca 0-11% como derivados porfirínicos, por lo que son sensi-
❱❱ Lesiones en colon: 20-30% bles para hemorragias del tracto gastrointestinal
Cáncer colorrectal 5-11% alto y colon derecho, pero menos sensibles para las
Adenoma 5-14% originadas en el colon izquierdo y recto10. A dife-
Angiodisplasia 1-9%
rencia de las dos pruebas anteriores, realizan una
❱❱ Lesiones sincrónicas: 1-17%
Sin lesiones tras estudio: 29-52%
medición cuantitativa. Sus resultados son signifi-
cativos cuando hay más de 2 mg de hemoglobina
Resultados según referencias 19-23 por gramo de heces. Los únicos falsos positivos se
pueden dar con la ingesta de carne roja.
En la práctica clínica habitual del gastroenterólogo
los test de SOH se utilizan para el cribado de cáncer
to gastrointestinal superior y colon derecho (tabla colorrectal y no para el estudio de la anemia ferro-
1). Su fundamento es el cambio de coloración del pénica. No existe evidencia científica que apoye su
sustrato en presencia de peróxido de hidrógeno y uso en la anemia ferropénica establecida, aunque
actividad peroxidasa o pseudoperoxidasa, propia desde el punto de vista teórico, por su capacidad de
de la hemoglobina y del grupo Hem. Por esta razón, detectar lesiones en distintos tramos los únicos test
algunos alimentos (determinadas frutas, vegetales, que serían potencialmente útiles en este contexto
carne roja) y fármacos (p. ej.: cimetidina, sucralfa- serían los basados en la detección de grupo Hem
to) pueden provocar falsos positivos ya que poseen y derivados porfirínicos2. En el cribado del cáncer
actividad peroxidasa. Por el contrario, el consumo colorrectal se prefieren los test de SOH sencillos,
de ácido ascórbico o determinados antiácidos pue- baratos y cualitativos (guayaco e inmunoquímicos).
den conducir a resultados falsamente negativos.
No hay razón por la que deban suspenderse los su-
plementos de hierro oral durante la realización de Cribado de cáncer colorrectal
los test, ya que no conducen a falsos positivos8. Se
puede aumentar la sensibilidad del test hidratan- El cribado de CCR en población de riesgo medio se
do la muestra, pero no se recomienda esta técnica fundamenta en la detección de SOH o en la endos-
porque disminuye de forma significativa la espe- copia11.
cificidad. Actualmente hay una nueva generación La sensibilidad de los test de SOH es del 30-90% y la
de test denominado Hemoccult Sensa® que tiene especificidad del 96-98% para la detección de CCR,
una mayor sensibilidad, pero con una menor espe- en función del test seleccionado. Una disminución
cificidad. La sensibilidad y la especificidad para la del intervalo entre las pruebas incrementa la sen-
detección de cáncer colorrectal del Hemoccult II®
sibilidad. Se ha demostrado que con la detección
no hidratado y del Hemoccult Sensa® es del 25-38%
de SOH la mortalidad por CCR se ha reducido en un
frente al 64-80% y del 98-99% frente al 87-90%, res-
16%12-14. La estrategia recomendada en la actuali-
pectivamente.
dad conlleva investigar a los sujetos de 50 años o
Los test imunoquímicos (HemoSelect®, Hemoccult mayores con un test de SOH, anual o bienal, o sig-
ICT® y FECA®) se basan en la detección de hemo- moidoscopia cada 5 años o colonoscopia cada 10
globina humana en heces mediante anticuerpos años. El lector puede ampliar información sobre la
específicos. Es una técnica relativamente barata prevención primaria y secundaria del cáncer colo-
y simple, que no se ve afectada por la ingesta de rrectal y síndromes de poliposis en los capítulos 40
carne roja, alimentos con actividad peroxidasa o y 41.

83
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

de sangre y la malabsorción intestinal. La causa


más frecuente en países desarrollados es la pérdi-
da crónica de sangre15. En las mujeres, las causas
más frecuentes son las pérdidas de sangre de ori-
gen ginecológico y en los hombres, las originadas
a nivel del tubo digestivo16. Aunque en las mujeres
premenopáusicas la causa más frecuente es el san-
grado de origen ginecológico, están descritas le-
siones gastrointestinales responsables de la ferro-
penia entre un 12-27% en esta población (ver más
adelante)17,18. Cuando se analiza a hombres y mu-
jeres conjuntamente, tras realizar endoscopia oral
y colonoscopia sólo se encuentran lesiones en el
48-71% de los pacientes. Como puede observarse
en la tabla 2, entre el 29% y el 56% tienen un origen
en el tracto digestivo superior, un 20-30% proceden
del colon y un 1-17% tienen un doble origen19-23. En
Figura 1. Lesiones en el tracto digestivo superior que a
el tramo alto, las causas más frecuentes son las le-
menudo son la causa de anemia ferropénica: A) esofagitis
péptica; B) erosiones en el antro gástrico asociadas a la toma siones pépticas (figura 1), mientras que en el colon
de AINE; C) úlcera gástrica; D) adenocarcinoma gástrico. predominan las neoplasias (figura 2).

Sistemática de estudio
Anemia ferropénica El primer paso para estudiar una anemia ferropé-
nica es realizar una anamnesis y exploración física
Causas especialmente orientadas hacia la búsqueda inten-
cionada de causas potenciales de ferropenia. Cues-
La anemia ferropénica se caracteriza por la presen-
tiones fundamentales a tener en cuenta son:
cia de una hemoglobina menor de 13 g/dL en los
hombres y de 12 g/dL en las mujeres. Los hematíes ❱❱ La edad del enfermo: una edad superior a 50
tienen un volumen reducido (microcitosis) y tanto años se asocia a un mayor riesgo de neoplasias
la saturación de transferrina como la ferritinemia digestivas.
están por debajo de los límites de la normalidad. ❱❱ Los antecedentes familiares y personales de
Afecta a un 5-10 % de las mujeres premenopáusi- neoplasias que aumentan la probabilidad de
cas y a un 2-5 % de los hombres adultos y mujeres padecer lesiones neoplásicas.
postmenopáusicas. Las causas que pueden explicar ❱❱ Los síntomas. En este punto tan importante es
un estado de ferropenia son primordialmente tres: valorar la existencia de un posible origen extra-
la disminución de la ingesta, las pérdidas crónicas digestivo de sangrado (pérdidas ginecológicas,

Figura 2. La colonoscopia puede iniciar o completar el estudio diagnóstico del paciente con anemia ferropénica y sangre oculta
en heces positiva: A) cáncer colorrectal; B) pólipos de colon; 3) angiodisplasias en colon derecho.

84
5. Hemorragia gastrointestinal oculta

epistaxis, hemoptisis...), como la de cualquier


síntoma sospechoso de patología tumoral (pér-
dida de peso no justificada, disfagia, alteración
del ritmo deposicional). La localización (alta o
baja) del origen del sangrado no es fácil y a me-
nudo la información clínica es confusa o poco
fiable19-23.
❱❱ Examen físico. Una exploración minuciosa del
abdomen y la realización de un tacto rectal,
ayudan a delimitar la presencia de masas abdo-
minales o rectales compatibles con neoplasias.
La valoración de la piel y las mucosas además de Figura 3. Histología de una enferma de 29 años con ente-
ropatía inducida por el gluten. Obsérvese la dilatación de
aportar información sobre el grado de anemia, asas del intestino delgado y la atrofia severa de vellosidades.
puede proporcionar otras pistas claves para sos- Cortesía de los Dres. Domínguez y Abascal.
pechar el diagnóstico. Tal es el caso de la pre-
sencia de múltiples telangiectasias vasculares
en labios y lengua características de una telan- bles a las técnicas endoscópicas básicas: endosco-
giectasia hereditaria hemorrágica (síndrome de pia oral y la colonoscopia. La primera debe incluir la
Osler-Weber-Rendu). toma de biopsias de la segunda porción duodenal
❱❱ En las mujeres premenopáusicas debe conside- para excluir la enteropatía sensible al gluten (ESG)
rarse firmemente la existencia de una posible en cualquiera de sus formas histológicas. No es in-
causa digestiva de su ferropenia en aquellas con habitual que un paciente con anemia ferropénica
presencia de niveles de Hb menor de 10 g/dl, clí- inicialmente atribuida a pérdida de sangre oculta,
nica digestiva, pérdida de peso, un test de SOH acabe siendo diagnosticado de una entidad causan-
positivo o pérdidas de menstruales que no justi- te de malabsorción (ambas circunstancias no son
fiquen la alteración analítica3,17. excluyentes). En este punto es importante conside-
rar la conveniencia de llevar a cabo inmunotincio-
La analítica no suele aportar información relevan- nes específicas para linfocitos CD3 en los especíme-
te adicional salvo que en la actualidad, el umbral nes remitidos al Servicio de Anatomía Patológica,
para sospechar enfermedad celiaca debe rebajarse con el fin de aumentar la sensibilidad para la detec-
y, por lo tanto, la determinación de anticuerpos an- ción de enteritis linfocítica, una entidad asociada
tiendomisio o antitransglutaminasa resulta obliga- no solamente a la ESG, sino a la infección por Hp, la
da para excluir una fuente potencial de ferropenia toma de AINE, la propia enfermedad de Crohn o la
atribuible a malabsorción. No es excepcional que giardiasis, entre otras. Todas estas entidades pue-
formas histológicamente leves de enteropatía sen- den conducir a grados variables de enteritis linfocí-
sible al gluten (ESG) cursen con serología negativa. tica con o sin atrofia vellositaria que hace deficita-
En tales casos, la determinación de los haplotipos ria la absorción de hierro, conduciendo a un estado
DQ2-DQ8 del sistema HLA, puede ser de valiosa de anemia ferropénica (figura 3). Por su parte, la
ayuda, dado que su valor predictivo negativo es colonoscopia debe incluir la exploración del íleon.
muy alto y un test genético negativo hace excep- Ambas técnicas deben ser de alta calidad visuali-
cional este diagnóstico (cap. 23). La infección por zando correctamente los puntos ciegos y con tiem-
Helicobacter pylori, también se ha documentado pos de exploración que permitan visualizar lesiones
como una causa reconocida de ferropenia que se de pequeño tamaño del tipo de las angiodisplasias
resuelve tras la erradicación. (figura 5). Respecto al orden de estas exploracio-
nes, y salvo que los datos clínicos orienten hacia un
Si la historia y examen físico y las pruebas de labo-
origen hipotético en el tracto digestivo superior, la
ratorio no permiten orientar la causa de la ferrope-
exploración debería iniciarse con una colonoscopia,
nia, probablemente en el momento actual no re-
por la mayor frecuencia de lesiones neoplásicas en
sulte adecuado continuar el estudio con un test de
colon, sobre todo si se trata de personas con una
SOH, dada su baja sensibilidad en este contexto2.
edad mayor de 50 años. Como siempre, el sentido
El estudio de la hemorragia gastrointestinal debe común debe presidir las actuaciones clínicas y no
iniciarse con la exploración de los tramos accesi- debe cometerse el error de atribuir la ferropenia

85
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Anamnesis y exploración física completa


Marcadores de enfermedad celiaca

Localización probable de la lesión

Alta Baja o sin localización

Endoscopia oral Colonoscopia

+ – – +

¿Justifica la anemia? Colonoscopia Endoscopia oral Tratamiento

Sí No + – – +

Tratamiento Tratamiento Inicio del estudio por test de SOH positivo sin ferropenia

Sí No

Fin del estudio Algoritmo 2


(figura 6)

Figura 4. Algoritmo 1 del diagnóstico de la hemorragia gastrointestinal oculta.

a causas banales, como divertículos o pequeñas Los tramos del intestino delgado que han queda-
erosiones no complicadas detectadas en una pri- do sin explorar tras las endoscopias convenciona-
mera exploración, ignorando potenciales lesiones les son la tercera porción duodenal, el yeyuno y el
relevantes en el resto del intestino no investigado. íleon proximal y medio. A este nivel, las lesiones
Además, como se expresa en la tabla 2, existe la que con más frecuencia causan hemorragia gastro-
posibilidad de encontrar hasta un 17% de lesio- intestinal oculta son las angiodisplasias (figura 5),
nes sincrónicas. Teniendo en cuenta estos hechos, seguidas de los tumores y de una miscelánea que
nuestra propuesta ante un caso de HGO es seguir incluye úlceras (AINEs, enfermedad de Crohn), di-
la secuencia diagnóstica reflejada en el algoritmo vertículos, endometriosis y otras entidades menos
de la figura 4. frecuentes.
Después de llevar a cabo las exploraciones endos- Para la exploración del intestino delgado, la técnica
cópicas mencionadas (colonoscopia y endoscopia más sencilla y tradicional ha sido la radiología con
oral) entre el 29-52% de las hemorragias gastroin- bario, ya sea mediante un tránsito gastrointestinal
testinales ocultas siguen sin una clara filiación etio- o de una enteroclisis. Sin embargo, la sensibilidad
lógica. Se continuará el estudio en todos los pacien- de este procedimiento para detectar lesiones vas-
tes, salvo en aquellos en los que el estudio se haya culares es nula. Ésta puede incrementarse para la
iniciado por un test de SOH sin ferropenia asociada, detección de tumores, cuando se realiza la técni-
en ellos el estudio puede ser interrumpido en ese ca de la enteroclisis, pero aun con todo no alcanza
momento24. el 10%.

86
5. Hemorragia gastrointestinal oculta

hemorragias gastrointestinales ocultas de origen


oscuro28. Su disponibilidad es cada vez mayor. Su
principal inconveniente es la imposibilidad de to-
mar biopsias o realizar maniobras terapéuticas29. La
figura 6 muestra la imagen de un tumor carcinoide
obtenida por medio de una cápsula endoscópica
(figura 5).
La enteroscopia de doble balón permite, en la gran
mayoría de los casos, examinar todo el intestino
delgado y realizar terapéutica de las lesiones en-
contradas. Su rendimiento podría ser similar al de
la cápsula endoscópica, pero su invasividad y su
escasa accesibilidad hacen que se deba considerar
como una técnica complementaria (terapéutica) y
Figura 5. Pruebas diagnósticas para el diagnóstico etiológico
no competitiva a la cápsula endoscópica3,30.
de la hemorragia gastrointestinal oculta, cuando la gastros-
copia y la colonoscopia no consiguen una clara filiación de su Las pruebas isotópicas no tienen un papel relevan-
origen; 1) tránsito intestinal, en el que se observa una dila-
tación de asas de yeyuno en un paciente con un adenocar- te en la investigación de este tipo de pacientes. La
cinoma estenosante de intestino delgado; 2) angiodisplasia única excepción es la gammagrafía con pertecneta-
de yeyuno diagnosticada mediante enteroscopia; 3) cápsula to Tc-99m en pacientes jóvenes, con el fin de des-
endoscópica, que permite visualizar un tumor carcinoide en cartar un divertículo de Meckel.
el íleon; 4) tumor estromal en yeyuno (flechas), diagnostica-
do mediante arteriografía. La angioTC helicoidal permite identificar lesiones
vasculares como malformaciones arteriovenosas
o angiodisplasias a nivel intestinal. Es una técni-
La enterografía por TC o por RMN es una técnica ca utilizada recientemente con este fin y que está
de reciente desarrollo que permite una mejor vi- pendiente de ser validada en la hemorragia gastro-
sualización de la patología transmural del intestino intestinal oculta31. Debería ayudarnos a localizar
delgado que el tránsito baritado. Su mayor aplica- lesiones vasculares no visualizadas en el estudio
bilidad es en la detección de lesiones neoplásicas e realizado por la cápsula endoscópica. No obstante,
inflamatorias (enfermedad de Crohn), pero tampo- la angiografía sigue siendo una buena técnica para
co son útiles en la detección de lesiones vasculares. el diagnóstico de angiodisplasias y de tumores hi-
La enteroscopia por pulsión examina hasta 150 cm pervascularizados32 (figura 5).
distales al ángulo de Treitz. El desarrollo de la cáp- En definitiva, para el correcto manejo del paciente
sula endoscópica, debido a su baja invasividad y su con hemorragia oculta cuyo origen no ha sido filia-
alto rendimiento, ha hecho que el uso de la ente- do tras la realización de la endoscopia oral y la co-
roscopia por pulsión haya descendido en los últi- lonoscopia, el clínico debería elegir las técnicas más
mos años. Aun así, es una técnica que “en el tramo adecuadas según las características del paciente, el
explorado” tiene una alta sensibilidad y consigue el equipamiento disponible y la experiencia del explo-
diagnóstico en un 20-75% del total de las hemorra- rador. Es aconsejable que el estudio evalúe de un
gias gastrointestinales ocultas de origen oscuro3,25-27. modo progresivo los escalones que han sido refle-
Además, permite la toma de biopsias y aplicar me-
jados en el algoritmo de la figura 6. Éstos incluyen:
didas terapéuticas. Si se carece de enteroscopia por
pulsión una alternativa eficaz es la realización de ❱❱ Estudio radiológico de intestino delgado: transi-
endoscopia oral mediante un colonoscopio. to intestinal ± enteroclisis por TC o RMN.
La cápsula endoscópica ha supuesto una revolución ❱❱ Gammagrafía con pertecnetato Tc-99m en suje-
en la hemorragia gastrointestinal de origen indeter- tos jóvenes.
minado. Es una prueba mínimamente invasiva que
❱❱ Exploración con la cápsula endoscópica.
permite la valoración total del intestino delgado
con una alta sensibilidad, sobre todo para lesiones ❱❱ Por último, la realización de una angioTC heli-
vasculares. Detecta lesiones entre un 27-64% de las coidal abdominal.

87
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

HGO con endoscopia oral y colonoscopia normal

Estudio de intestino delgado


(Tránsito baritado a enterografía por TC a RNM)

+ –

Tratamiento Cápsula endoscópica*

Tratamiento + -
Enteroscopia

AngioTC abdominal

Tratamiento + –

Respuesta a hierro oral ± transfusiones


Reevaluar malabsorción

Tratamiento + –

* En jóvenes previamente a cápsula realizar Enteroscopia intraoperatoria


una gammagrafía con pernectato Tc-99m

Figura 6. Algoritmo 2 del diagnóstico de la hemorragia gastrointestinal oculta.

Si tras realizar estas pruebas todavía no se ha filia- te leves (aunque clínicamente relevantes) de ESG,
do la etiología, puede plantearse la observación del permite descubrir cambios mínimos compatibles
paciente prescribiendo tratamiento con hierro oral que obligan a considerar la retirada del gluten de
y siempre valorar la posibilidad de una malabsor- la dieta, especialmente si el paciente tiene ante-
ción de hierro. En este punto, debe considerarse cedentes familiares de primer grado o presenta el
que la negatividad de los anticuerpos antigliadina haplotipo DQ2 o DQ8 del sistema HLA33,34. Si el pa-
y antiendomisio (o antitransglutaminasa) no exclu- ciente continúa con anemia ferropénica grave que
ye la enfermedad celiaca al 100% y que la biopsia requiere transfusiones periódicas, debe plantearse
del intestino delgado puede haber sido informa- la realización de una laparotomía exploradora con
da como “normal” en algunos enfermos con ESG. enteroscopia intraoperatoria. En esta situación, la
A menudo, un elevado índice de sospecha clínica morbimortalidad de la intervención es inferior al
y la revisión de la biopsia por un experto familiari- beneficio diagnóstico, con un éxito en la localiza-
zado en el diagnóstico de formas histológicamen- ción de la lesión del 70-88%35-36.

88
5. Hemorragia gastrointestinal oculta

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89
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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90
6 Dolor abdominal agudo
Miguel A. Montoro, Menchu Casamayor*
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
*Servicio de Cirugía General y Digestiva
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
Departamento de Medicina. Universidad de Zaragoza

Introducción Objetivos de este capítulo


El dolor se define como una experiencia locali- ❱❱ Comprender los mecanismos
zada y desagradable que refleja la existencia de neurofisiológicos del dolor abdominal,
un daño tisular presente o inmediato. El término incluyendo tipos de estímulos dolorosos,
dolor abdominal agudo (DAA) se aplica a aque- vías de transmisión y factores que modulan
llos pacientes que presentan dolor abdominal de la percepción del dolor.
comienzo gradual o súbito, sin una causa conoci- ❱❱ Describir la semiología del dolor abdominal
da en el momento de su evaluación. La mayoría subrayando la importancia de la historia
clínica y del examen físico para establecer
de los expertos coinciden en señalar las dificul-
una hipótesis diagnóstica.
tades que comporta establecer un diagnóstico
❱❱ Conocer los principales síndromes que son
etiológico correcto en una situación de este tipo.
causa de dolor abdominal agudo.
No en vano, solo el 60% de los casos subsidiarios
de ingreso son diagnosticados correctamente. El
dolor abdominal agudo debe ser considerado, REFERENCIAS CLAVE
por tanto, como un auténtico desafío clínico1. Su 1. Cope, Z. Early Diagnosis of the Acute
evaluación requiere de un conocimiento básico Abdomen, 2nd ed. Oxford. London, 1921.
de los posibles mecanismos responsables del 2. Kendall JL, Moreira M. Evaluation of the
dolor, así como del amplio espectro de entida- adult with abdominal pain in the emergency
des clínicas implicadas en su etiopatogenia, los department. Uptodate, 2011 (www.uptodate.
com).
patrones típicos de presentación y también de
aquellas causas inusuales o de aquellos factores 3. Montoro M. Dolor abdominal agudo. En:
que con frecuencia conducen a error. Tres ejem- Montoro M, García Pagán JC, eds. Manual
de Emergencias en Gastroenterología y
plos representativos son el paciente anciano, el
Hepatología. Jarpyo Editores S.A. Madrid,
sexo femenino y la inmunosupresión2. 2010:79-91.
4. Millham FH. Acute Abdominal Pain. En:
Bases anatomofisiológicas Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds.
Sleisenger & Fordtran. Gastrointestinal and
Receptores del dolor Liver Disease, 9th edition. Saunders Elsevier.
En el abdomen existe una serie de terminacio- Philadelphia, 2010:151-62.
nes libres o receptores del dolor situados espe-
cíficamente tanto en el músculo liso de las vís-
ceras huecas (vesícula y vías biliares, intestino,
vejiga y uréteres), como en la cápsula de algunas químicos. En contraste, los receptores existentes
vísceras sólidas (hígado, bazo y riñones), el peri- en la mucosa de las vísceras huecas únicamente
toneo parietal y el mesenterio. Estos receptores responden a estímulos químicos. Otras estructuras
responden tanto a estímulos mecánicos, como como el peritoneo visceral o el epiplón, carecen de

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 91


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

receptores, lo que explica la insensibilidad de estas TABLA 1. Factores que modifican el umbral del dolor
estructuras.

Tipos de estímulos dolorosos ❱❱ Disminuyen el umbral del dolor (el enfermo es más
sensible al dolor).
Distensión o estiramiento • Ansiedad.
Representa el principal mecanismo implicado en la • Depresión.
nocicepción visceral. Puede tratarse de la disten- • Dolor recidivante.
sión de una víscera hueca, como ocurre en el có- • Inflamación.
lico hepático o renal o de la contracción vigorosa
• Isquemia.
del músculo liso, tal como sucede en la obstrucción
intestinal. Finalmente puede tratarse del estira- ❱❱ Aumentan el umbral del dolor (el enfermo manifies-
ta menos sensibilidad al dolor).
miento o tracción del peritoneo o la distensión
de las cápsulas que envuelven las vísceras sólidas. • Demencia.
Así ocurre en el hígado turgente y congestivo de la • Somnolencia.
trombosis de las venas suprahepáticas que acom- • Concentración.
paña al síndrome de Budd-Chiari. • Estimulación simpática.

Inflamación o isquemia • Hipnotismo.


• Placebo-analgésicos.
Tanto la inflamación como la isquemia pueden pro-
ducir dolor abdominal por diversos mecanismos.
Estos incluyen la liberación de mediadores como
serotonina, bradiquinina, histamina, sustancia P y
prostaglandinas que actúan directamente sobre el
las neuronas talámicas, el córtex frontal y el siste-
sistema nociceptivo, así como cambios en la tem- ma límbico (figura 1).
peratura y pH (asociados al metabolismo anaerobio
en el caso de la isquemia). A su vez, ambos fenóme- Tipos de dolor abdominal
nos (isquemia e inflamación) son capaces de dismi-
nuir el umbral del dolor aumentando la intensidad Básicamente se describen tres tipos de dolor abdo-
de percepción. Otros factores que pueden modular minal: dolor visceral, dolor referido y dolor parietal.
la intensidad del dolor han quedado reflejados en
Dolor visceral
la tabla 1.
Su origen se relaciona con la distensión o contrac-
Bases neurológicas del dolor ción violenta de la musculatura de una víscera hue-
abdominal ca. El estímulo se transmite a través de las fibras C
que forman parte de los nervios esplácnicos. Éstos
En presencia de un estímulo adecuado se produce
transmiten impulsos de conducción lenta que dan
la activación de las terminaciones libres específi-
cas –receptores del dolor–, que forman parte de lugar a un dolor mal delimitado, de comienzo gra-
lo que se denomina “primera neurona”. Su cuerpo dual e intensidad creciente, denominado protopá-
celular se sitúa en los ganglios de las raíces dorsa- tico. Así es el dolor referido por el paciente en el
les existentes en los agujeros vertebrales. La señal epigastrio, durante las fases iniciales de un cuadro
generada se transmite hasta la “segunda neurona” apendicular. La cualidad del dolor es variable y os-
situada en el asta posterior medular, cuyo axón cru- cila entre un dolor sordo y urente hasta un dolor
za al lado opuesto de la médula para constituir el manifiestamente cólico. Es un tipo de dolor que
haz espinotalámico. Este último establece conexión frecuentemente se asocia a síntomas vegetativos:
con la “tercera neurona” a nivel del tálamo. Desde inquietud, sudoración, palidez, náuseas y vómitos.
allí, los axones se proyectan hacia la corteza soma-
No existen áreas de hiperalgesia ni de contractura
tosensorial permitiendo la percepción del estímulo
muscular y, debido a que la inervación visceral al-
y sus características: localización, intensidad y ca-
canza ambos lados de la médula, su localización se
rácter. El aspecto emocional del dolor ocurre como
consecuencia de las conexiones establecidas entre sitúa en la línea media (figura 2).

92
6. Dolor abdominal agudo

Tálamo Córtex
somatosensorial Estómago
Lóbulo frontal
Duodeno
Hígado
Vesícula
Sustancia reticular Colédoco
Páncreas
Asta posterior
medular Haz
Ganglio de raíz espinotalámico
dorsal Colon
Nervio espinal Médula espinal Órganos
pélvicos

Intestino delgado
Colon ascendente
Comunicante Víscera
blanca Ganglio
abdominal
esplácnico
Simpático
Figura 2. Localización del dolor visceral verdadero en función
del origen embriológico del órgano afectado.

Figura 1. Vías transmisoras del dolor abdominal.

Dolor referido
En ocasiones, el dolor originado en una víscera es
percibido como si procediese de una zona localiza- Cerebro
da a distancia del órgano afectado. Aparece cuando
el estímulo visceral es más intenso o bien el umbral
del dolor está disminuido. Su origen puede expli-
carse por la teoría de la convergencia-proyección.
Así, las fibras que conducen los estímulos viscerales
convergen en el asta posterior de la médula junto
con las fibras que conducen los estímulos somáti-
cos (p. ej: procedentes de la piel). Debido a que la
densidad de estos últimos es muy superior y a que
los impulsos procedentes de la piel son mucho más
frecuentes, cuando un impulso de origen visceral es
más intenso o el umbral del dolor está disminuido,
las neuronas del asta posterior medular localizan
erróneamente la procedencia del estímulo, situán- Figura 3. Fisiopatología del dolor referido. El haz espinota-
dolo en el área cutánea inervada por el mismo lámico proyecta los estímulos de las estructuras somáticas y
viscerales que convergen en la misma neurona medular. El
segmento medular. Por ejemplo, los impulsos no- cerebro interpreta erróneamente el origen del estímulo loca-
ciceptivos procedentes de la vesícula entran en la lizado en las estructuras somáticas, debido a que las señales
médula entre las dorsales D5-D10 (figura 3). Cuan- aferentes de estas estructuras (p. ej: la piel) son recibidas por
do la vesícula es afectada por un proceso inflama- el cerebro con mayor frecuencia que las procedentes de las
mismas vísceras.
torio –colecistitis–, la inflamación hace descender

93
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

el umbral del dolor, justificando la aparición de un ANEURISMA DE AORTA ABDOMINAL


dolor referido a la escápula. (AAA)
Dolor parietal El AAA es una dilatación permanente y focal de la
Aparece en casos de peritonitis. En este caso el aorta que implica a las tres capas de la pared ar-
impulso álgido se transmite a través de fibras A D terial y que supera en un 50% su diámetro normal
mielínicas, que se hallan integradas en los nervios medido a la altura de la aorta renal (1,4-3,00 cm).
somáticos o cerebroespinales. Son de conducción Su incidencia oscila entre 30-40 casos por 100.000
rápida, poseen pequeños campos de recepción y habitantes y año y su prevalencia se estima en un
producen un impulso álgido y bien localizado. En 5-9% por encima de los 65 años y del 15-18% por
definitiva, son responsables del denominado dolor encima de los 75 años. Factores de riesgo clara-
epicrítico, como el que se describe en el punto de mente asociados al AAA son la edad avanzada, la
McBurney en un caso de apendicitis aguda avan- existencia de factores de riesgo vascular y la pre-
zada. Este tipo de dolor se localiza exactamente sencia de antecedentes familiares. La mayoría de
en la zona estimulada, agravándose con la tos, la los AAA permanecen quiescentes hasta su rotura,
deambulación y la palpación de la zona afectada. momento en el que aparecen las manifestaciones
En todos estos casos es característica la presencia de una hemorragia exanguinante con profunda
de hiperalgesia y defensa muscular. inestabilidad hemodinámica e hipotensión (figura
4). Otros pacientes refieren dolor abdominal o de
La apendicitis aguda representa, probablemente,
espalda desde semanas o meses antes. Casi un 30%
el ejemplo más representativo para ilustrar los tres
de los pacientes con rotura de AAA muestran una
tipos de dolor descrito, según la fase evolutiva de
la enfermedad. En una etapa inicial, la distensión presentación atípica, que explica la elevada tasa de
brusca del apéndice provocada por la oclusión error diagnóstico. Así ocurre cuando la rotura del
del segmento proximal conduce a la aparición de AAA es inicialmente contenida (taponada) en el
un dolor visceral verdadero, localizado en la línea retroperitoneo, contribuyendo al mantenimiento
media superior del abdomen. En una fase ulterior, inicial de la TA, o cuando aparece hematuria condu-
la inflamación de la mucosa disminuye el umbral ciendo a un diagnóstico erróneo de nefrolitiasis4 .
de percepción justificando la aparición de un do- ISQUEMIA MESENTÉRICA AGUDA (IMA)
lor referido a la fosa ilíaca derecha. Finalmente la
extensión del proceso inflamatorio al peritoneo Este término se aplica a aquellos pacientes que
determina la aparición de un dolor epicrítico, de presentan las manifestaciones clínicas que siguen
mayor intensidad, localizado exactamente en la a la interrupción del flujo vascular dependiente del
zona estimulada, junto con un área de hiperestesia territorio de la arteria mesentérica superior (AMS)
cutánea y de defensa abdominal. e incluye formas arteriales (embolia, trombosis e
isquemia no oclusiva) y venosas (trombosis venosa
Causas de dolor abdominal agudo aguda). La supervivencia de estos pacientes depen-
de primordialmente del reconocimiento precoz del
Existe un amplio espectro de causas de DAA intra- y síndrome basado en un elevado índice de sospecha
extraabdominales (tablas 2 y 3)1-4. clínica (véase capítulo 28). A pesar de los avances
en la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de
Causas de dolor abdominal que
esta enfermedad su elevada mortalidad apenas se
ponen en riesgo la vida del enfermo ha modificado en las últimas décadas debido fun-
Se incluyen en esta categoría aquellas entidades damentalmente al retraso en el diagnóstico, cuan-
que entrañan un riesgo vital inminente para el do el infarto intestinal ya es una realidad irreversi-
enfermo, para distinguirlas de aquellas otras que ble (figura 5). La aparición de un dolor abdominal
aun pudiendo tener un curso desfavorable (p. ej.: de intensidad extrema que contrasta con la escasa
pancreatitis aguda necrotizante), éste no depende relevancia de los signos encontrados en la explo-
tanto de las consecuencias de un retraso en el diag- ración del abdomen, debería suscitar rápidamente
nóstico, como de la propia naturaleza de su enfer- la sospecha clínica en un paciente con factores de
medad y sus complicaciones. riesgo4,57.

94
6. Dolor abdominal agudo

TABLA 2. Causas intraabdominales de dolor abdominal agudo

❱❱ Estómago y duodeno ❱❱ Bazo


• Úlcera péptica con penetración • Rotura de bazo
o perforación • Infarto esplénico
• Vólvulo gástrico ❱❱ Aparato genital femenino
❱❱ Intestino delgado • Rotura o torsión de quiste ovárico
• Gastroenteritis • Salpingitis aguda
• Apendicitis • Embarazo ectópico
• Enfermedad inflamatoria intestinal • Rotura uterina
• Obstrucción • Endometritis
• Perforación • Piosalpinx
• Isquemia intestinal • Amenaza de aborto
• Diverticulitis de Meckel ❱❱ Problemas urológicos
❱❱ Intestino grueso • Cólico nefrítico
• Colitis infecciosa • Pielonefritis
• Enfermedad inflamatoria intestinal • Perinefritis
• Megacolon • Absceso perirrenal
• Diverticulitis • Torsión de testículo
• Perforación • Retención urinaria
• Oclusión • Prostatitis
• Colitis isquémica ❱❱ Retroperitoneo
❱❱ Hígado • Rotura o disección de aneurisma
• Hepatitis aguda abdominal
• Síndrome de Budd-Chiari • Hemorragia retroperitoneal
• Trombosis portal ❱❱ Pared abdominal
• Infarto hepático • Hematomas de los músculos rectos
• Absceso hepático ❱❱ Peritoneo
• Rotura o necrosis de tumor hepático
• Fiebre mediterránea familiar
❱❱ Vias biliares y páncreas
• Peritonitis bacteriana primaria
• Colangitis o espontánea
• Colecistitis ❱❱ Mesenterio
• Pancreatitis
• Linfadenitis mesentérica

PERFORACIÓN DE VÍSCERA HUECA deos (AINE), en cuyo caso la perforación puede ser
la primera manifestación de la enfermedad (ver ca-
La causa más frecuente de perforación es la úlcera pítulo 18). La presentación típica es la de un dolor
péptica gastroduodenal. La anamnesis retrospecti- abdominal de comienzo súbito e intensidad extre-
va suele revelar en la mayoría de estos casos sín- ma, que se acompaña de rápido deterioro del esta-
tomas previos compatibles con una enfermedad do general con colapso periférico y signos de peri-
ulcerosa péptica, salvo en los casos de pacientes tonismo. La desaparición de la matidez hepática no
ancianos que toman antiinflamatorios no esteroi- es un hecho constante en todas las perforaciones

95
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 3. Causas extraabdominales de dolor abdominal


agudo

❱❱ Torácicas:
• Infarto agudo de miocardio.
• Pericarditis.
• Miocarditis.
• Endocarditis.
• Neumonía basal.
• Neumotórax.
• Infarto pulmonar.
Figura 4. La rotura del aneurisma de la aorta abdominal es
• Rotura del esófago. una causa de DAA que entraña un riesgo vital inminente
❱❱ Metabólicas: para el paciente. La imagen corresponde a la rotura de un
aneurisma de la aorta iliaca interna. Cortesía de la Dra.
• Insuficiencia suprarrenal. Casamayor. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
• Hiperparatiroidismo.
• Uremia.
• Cetoacidosis diabética.
• Porfiria aguda intermitente.
• Hiperlipoproteinemia.
❱❱ Tóxicas:
• Intoxicación por plomo.
• Picaduras.
• Deprivación de opiáceos.
❱❱ Hematológicas:
• Crisis hemolíticas.
• Leucemia aguda.
• Hemocromatosis. Figura 5. La aparición de un dolor abdominal de intensidad
extrema que contrasta con la escasa relevancia de los signos
❱❱ Neurológicas: encontrados en la exploración del abdomen, debería suscitar
• Herpes zoster. rápidamente la sospecha clínica de isquemia mesentérica
aguda, especialmente en un paciente con factores de riesgo.
• Tabes dorsal. La imagen corresponde a la laparotomía de un paciente con
• Causalgia. una trombosis de la arteria mesentérica superior. Cortesía del
Dr. Placer. Hospital de Donostia.
• Epilepsia abdominal.
❱❱ Vertebrales:
• Dolor radicular. transcurrido entre el comienzo de los síntomas y
el momento de la cirugía (8% cuando la cirugía se
• Íleo secundario a fractura vertebra.l
lleva a cabo antes de las 36 horas y 25% cuando la
cirugía se retrasa más de 36 horas). Síntomas habi-
tuales de oclusión son la aparición de dolor abdo-
viscerales. Un retraso en el diagnóstico superior a minal de carácter cólico, náuseas, vómitos y cierre
24 h se asocia a un incremento de la mortalidad4. abdominal con dificultad para la emisión de heces
y gases (capítulo 27). Las obstrucciones del intes-
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL tino delgado suelen provocar vómitos paroxísticos,
La obstrucción intestinal con estrangulación (com- episodios de dolor a intervalos de pocos minutos
promiso vascular) pone en riesgo la vida del pa- y escasa distensión abdominal. Cuando el dolor se
ciente y, de hecho, la mortalidad de la oclusión hace persistente debe sospecharse compromiso
intestinal se relaciona claramente con el tiempo vascular. Sus causas más frecuentes son las bridas

96
6. Dolor abdominal agudo

peritoneales (50-70%) y las hernias incarceradas


(15%). El íleo biliar es una etiología a considerar en
el anciano (20%). En la obstrucción del colon pre-
domina la distensión abdominal, el vómito aparece
más tardíamente y el intervalo entre los episodios
de dolor abdominal suele ser más prolongado. En
sus fases iniciales, el “cierre abdominal” puede es-
tar enmascarado por la evacuación de heces que
permanecían retenidas en un punto distal a la oclu-
sión. El vólvulo (ver más abajo) y el cáncer de colon
constituyen las causas más frecuentes. La figura 6
muestra diferentes condiciones clínicas que condu-
cen a fenómenos de obstrucción intestinal. A
VÓLVULO
La torsión del colon, bien sea en el nivel del ciego
o del sigma, constituye una causa no infrecuente
de dolor abdominal que pone en riesgo la vida del
enfermo. El vólvulo del ciego suele asociarse a la
presencia de adherencias congénitas o adquiridas
(postcirugía) y su mortalidad alcanza el 12-17%
(más del 65% en ancianos). El vólvulo de sigma es
más frecuente y aparece con mayor frecuencia en
pacientes con un uso abusivo de laxantes, medica-
ciones ansiolíticas y fármacos con propiedades an-
ticolinérgicas, incluyendo los antiparkinsonianos.
Típicamente cursan con una gran distensión asi- B
métrica del abdomen asociada al dolor abdominal.
Cuando éste se hace constante y se acompaña de
fiebre, peritonismo o hipotensión, debe sospechar-
se estrangulación (figura 7). Los casos de más difícil
diagnóstico corresponden a personas jóvenes. En
ellos la presentación es más insidiosa con ataques
frecuentes de dolor que se resuelven coincidiendo
con la desvolvulación espontánea del colon.
EMBARAZO ECTÓPICO
El embarazo ectópico se define como la implanta-
ción del huevo fertilizado fuera del útero y es una
de las causas más frecuentes de morbimortalidad C
materna en el primer trimestre del embarazo. Algu-
nos antecedentes como la enfermedad inflamato-
ria pélvica, el embarazo tubárico previo o la cirugía
Figura 6. La oclusión intestinal con estrangulación constituye
pélvica, así como el dispositivo intrauterino (DIU) una emergencia quirúrgica frecuente. La imagen A corresponde
constituyen claros factores de riesgo, pero real- a una isquemia focal segmentaria de intestino delgado secun-
mente éstos solo aparecen en el 50% de los casos. daria a una brida postquirúrgica. Nótese la transición brusca
La tríada típica: dolor abdominopélvico unilateral entre el tejido isquémico y el tejido viable, consecuencia de la
de comienzo brusco y de gran intensidad, sangra- compresión extrínseca del intestino por la brida. La imagen B
corresponde a otro caso de isquemia focal segmentaria debida
do vaginal y amenorrea aparece únicamente en la a estrangulación del asa por una brida peritoneal. La imagen
mitad de los casos. Un 30% de los casos, por ejem- C corresponde a un vólvulo de sigma. Obsérvese la coloración
plo, cursan sin sangrado vaginal. El diagnóstico se rojo-violácea y el aspecto congestivo del intestino afectado por
basa en la determinación de los niveles de β-HCG el compromiso vascular. Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital
(generalmente por debajo de lo que corresponde a Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

97
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

A B

Figura 7. El vólvulo del colon es la causa más frecuente de obstrucción del colon. La imagen corresponde a un vólvulo del colon
transverso. (A) Gran distensión del colon derecho visible en la Rx simple de abdomen. (B) Imagen obtenida en el curso de la
laparotomía que muestra una perforación diastásica del ciego.

su edad gestacional) y los datos que proporciona la curso evolutivo puedan aparecer o no complicacio-
ecografía endovaginal. nes de pronóstico incierto.

DESPRENDIMIENTO DE PLACENTA GASTROINTESTINALES


El desprendimiento de placenta es una urgencia ❱❱ APENDICITIS
obstétrico-ginecológica que cursa con dolor abdo- La apendicitis aguda (AA) constituye la urgencia
minal o de espalda, acompañado de hemorragia quirúrgica más común (una de cada diez personas
vaginal y contracciones uterinas. Cuando el des- la padecerá a lo largo de su vida), afecta por igual
prendimiento afecta al menos al 50% de la placen- a ambos sexos y es más frecuente en la adolescen-
ta, la vida de la madre y del feto están amenzadas. cia y más rara en lactantes y ancianos. Se trata de
Típicamente aparece en mujeres hipertensas (al una inflamación del apéndice cecal condicionada
menos en un 40% de ocasiones). Otros factores de por la obstrucción de su luz por fecalitos, parási-
riesgo incluyen el abuso de cocaína o de alcohol, el tos o hiperplasia folicular linfoide. A la congestión
hábito de fumar, traumatismos y la edad avanzada inicial le sigue la apendicitis flemonosa, que pue-
de la mujer gestante. de regresar, o progresar a la supuración, gangrena
y perforación. Típicamente, se inicia con dolor en
INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO (IAM) epigastrio o periumbilical de tipo visceral que acaba
A menudo el IAM puede presentarse de una forma desplazándose 3-6 horas después a la FID, donde
atípica. Ello ocurre con más frecuencia en mujeres aparece contractura muscular e irritación perito-
de edad superior a los 65 años. Aproximadamente neal. Síntomas comunes son las náuseas, vómitos,
en un tercio de estas formas atípicas, el IAM puede inapetencia y fiebre. Estos síntomas típicos, a me-
manifestarse como dolor abdominal, especialmen- nudo se ven modificados, debido a localizaciones
te en su localización diafragmática. atípicas del apéndice. Tal es el caso de la apendicitis
retrocecal que puede cursar sin signos peritoneales
Causas comunes de dolor abdominal o el de la apendicitis pelviana que puede cursar con
agudo síntomas urinarios o diarrea. En la mujer gestante,
la FID sigue siendo la localización más frecuente del
En esta categoría se incluyen causas frecuentes de dolor apendicular, pese a que en algunos casos el
DAA, que no entrañan un riesgo vital inminente desplazamiento del apéndice por el útero grávido
para el enfermo, con independencia de que en su pueda ser causa de dolor en hipocondrio derecho.

98
6. Dolor abdominal agudo

La mortalidad de la AA es del 0,1% pero se eleva al (seudodivertículos) en las zonas de mayor debili-
0,6-5% en las formas complicadas. Un caso especial dad de la pared intestinal. El sigma es la región más
es el de la apendicitis del anciano con tasas de mor- afectada debido a las mayores presiones endolu-
talidad que pueden llegar a alcanzar hasta el 70%. minales en este segmento. Aproximadamente un
❱❱ VESÍCULA Y VÍAS BILIARES 15-25% de los pacientes desarrollarán una diverti-
culitis aguda (DA) consistente en una inflamación
Los cálculos biliares y sus complicaciones consti- necrotizante de un divertículo que conduce a la
tuyen una de las causas más frecuentes de dolor micro o macroperforación del mismo (figura 8). La
abdominal en el cuadrante superior derecho del expresión clínica de la DA depende de la gravedad
abdomen. Típicamente los pacientes describen de la perforación y de la respuesta del organismo.
un dolor en la línea media superior del abdomen La mayoría se limitan a una inflamación de la pared,
con irradiación al hipocondrio derecho y a la región quedando la perforación cubierta por la grasa epi-
subescapular, acompañado de náuseas, vómitos y
ploica (diverticulitis aguda no complicada). Un 25%
anorexia. A menudo, el enfermo refiere una ingesta
presentarán complicaciones, incluyendo abscesos
rica en grasas 1-2 horas antes y no es infrecuente
pericólicos o a distancia, fístulas en órganos veci-
el comienzo nocturno de los síntomas. Cuando el
nos, estenosis, obstrucción y perforación a perito-
dolor se prolonga más de 5 horas debe sospechar-
neo libre. La pileflebitis (trombosis séptica del árbol
se una colecistitis aguda. En tal caso, el dolor se
hace más relevante (salvo en los ancianos) y puede venoso portal) es una complicación infrecuente,
aparecer fiebre. La impactación de un cálculo en el pero grave. La presentación más común es el dolor
colédoco distal es un motivo muy frecuente de con- en el cuadrante inferior izquierdo del abdomen (en
sulta en los Servicios de Urgencias. En tales casos casos de sigma redundante, el dolor puede estar
es común la asociación de icteria, fiebre y eleva- centrado en hipogastrio e incluso en FID), acom-
ción de los enzimas hepáticos (AST, ALT, F. alcalina pañado de signos de peritonitis focal (no difusa),
y GGT) como expresión de colangitis (capítulo 45). náuseas, anorexia y fiebre en grado variable. Al-
gunos enfermos refieren disuria y polaquiria como
❱❱ PANCREATITIS expresión de irritación vesical por vecindad. El diag-
La pancreatitis aguda es una condición inflamatoria nóstico de DA es más probable cuando el enfermo
del páncreas clínicamente caracterizada por dolor lleva varios días con disconfort abdominal hasta
abdominal y elevación de los niveles plasmáticos que acude al hospital (aunque la presentación
de enzimas pancreáticos. En España se registra una brusca con peritonitis difusa no es excepcional). No
incidencia de 350 casos por millón de habitantes y es infrecuente que el enfermo haya presentado 1-2
año, siendo la litiasis biliar y el abuso de alcohol las episodios previos de DA.
causas más frecuentes (80%). Su mortalidad global
es del 5-10%, elevándose al 25-30% en las formas
graves4. En su forma más típica, el enfermo descri-
be un dolor inicialmente centrado sobre la línea
media superior del abdomen o el mesogastrio, con
irradiación (en banda o en cinturón) hacia ambos
hipocondrios o región dorsal. El dolor suele adquirir
una intensidad máxima en el curso de los primeros
20-30 minutos desde su comienzo y permanece al
menos 48-72 horas. En los casos de mayor grave-
dad, el dolor es difuso y se acompaña de distensión
abdominal, íleo y signos peritoneales. Excepcional-
mente, la pancreatitis puede debutar con un cua-
dro de shock y coma, sin dolor abdominal (capítulo
42).
❱❱ ENFERMEDAD DIVERTICULAR Figura 8. Pieza de laparotomía que muestra la imagen de
una perforación de un divertículo del intestino delgado.
La enfermedad diverticular del colon es una enti- Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital Universitario Miguel
dad frecuente cuya prevalencia aumenta con la Servet. Zaragoza.
edad. Consiste en protusiones de la mucosa cólica

99
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

❱❱ ENFERMEDAD ULCEROSA PÉPTICA hystolitica). Estos agentes son causa de ulceración


en la mucosa con exudación de moco, sangre y
La úlcera péptica puede ser una causa de dolor ab-
proteínas que justifican la aparición de una diarrea
dominal agudo, especialmente cuando se trata de
“inflamatoria”. Una complicación infrecuente, pero
úlceras de gran tamaño con penetración visceral
grave, en estos casos es la perforación de una úlce-
en el epiplon gastrohepático o el páncreas. En tales
ra transmural con peritonitis o el megacolon tóxico
casos, el dolor pierde su ritmo habitual y se vuelve
(capítulo 39).
intenso y continuo, con frecuente irradiación a la
región dorsal. La perforación de la úlcera ha sido ❱❱ HEPATITIS
tratada en el apartado de condiciones que ponen La hepatitis aguda, cualquiera que sea su etiología,
en riesgo la vida del paciente (ver más arriba). puede producir dolor abdominal, centrado en el
❱❱ HERNIA INCARCERADA hipocondrio derecho, asociado a diversas manifes-
taciones dispépticas gastrointestinales (anorexia,
La incarceración de una hernia inguinal es una cau- náuseas, vómitos, diarrea) junto con fiebre general-
sa de DAA de intensidad relevante que requiere de mente de bajo grado. En general, se trata de un do-
una intervención quirúrgica precoz para evitar las lor de intensidad leve-moderada, con la excepción
consecuencias de la estrangulación. Con frecuencia de la hepatitis alcohólica aguda que puede ser una
el enfermo refiere desde varias semanas o meses causa de dolor relevante. La asociación de ictericia
antes un dolor en el hipogastrio que se exacerba franca y fiebre puede crear confusión y conducir a
con la tos y el esfuerzo de la defecación. un diagnóstico erróneo de colangitis aguda.

❱❱ ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL (EII) ❱❱ SÍNDROME DE BUDD-CHIARI


La interrupción brusca del flujo venoso hepático
La historia natural de la EII implica el desarrollo de
por oclusión de las venas suprahepáticas o de la
numerosas complicaciones que se acompañan de cava inferior es una causa de DAA relacionada con
DAA. En la enfermedad de Crohn se incluyen la la distensión de la cápsula de Glisson por un hígado
penetración transmural de una fisura, la oclusión congestivo y turgente. La etiología más frecuente
intestinal debida al estrechamiento de la luz del es la trombosis de las venas suprahepáticas. En más
intestino por el edema y los fenómenos de repa- del 90% de estos pacientes existe un factor trom-
ración cicatricial, la formación de un absceso y la bofílico siendo los síndromes mieloproliferativos
perforación a peritoneo libre (capítulo 31). El me- crónicos la causa más común. El cuadro debe sos-
gacolon tóxico representa la causa más frecuente pecharse ante la aparición de un DAA asociado a las
de DAA en la colitis ulcerosa (capítulos 32 y 37). manifestaciones de un síndrome de hipertensión
portal con ascitis, peritonitis bacteriana espontá-
❱❱ SÍNDROME DE INTESTINO IRRITABLE (SII) nea, síndrome hepatorrenal o hemorragia por vari-
ces. Algunos pacientes desarrollan un fallo hepáti-
El SII es un cuadro caracterizado por dolor abdomi- co fulminante con encefalopatía (capítulos 52 y 59).
nal que alivia con la defecación y que se acompaña
de un trastorno concomitante en la consistencia ❱❱ PERITONITIS BACTERIANA ESPONTÁNEA (PBE)
y/o frecuencia de las deposiciones. Aproximada-
La PBE es una complicación de la cirrosis hepática
mente un 10% de la población se ve afectada por
con hipertensión portal y ascitis. Aproximadamente
este síndrome. En pacientes con un umbral bajo
un 20% de los pacientes cirróticos que ingresan en
para el dolor, no es excepcional que la intensidad
un hospital por presentar ascitis presentan signos de
de los episodios de dolor conduzcan al paciente a
infección espontánea del líquido ascítico, por lo gene-
un servicio de Urgencias. A diferencia de otras cau- ral asintomática. Otros casos, sin embargo, presentan
sas de DAA, en el SII la palpación del abdomen pue- un cuadro de dolor abdominal agudo con signos pe-
de causar alivio del dolor. ritoneales, fiebre y rápido deterioro de la condición
❱❱ GASTROENTERITIS INFECCIOSA general asociado a insuficiencia renal, encefalopatía
hepática y hemorragia digestiva (capítulo 64).
Los pacientes con una gastroenteritis infecciosa
pueden presentar dolor abdominal de carácter GENITOURINARIAS
cólico y relevante. Especial interés tienen aquellos
❱❱Causas urológicas
casos de gastroenteritis producidos por gérmenes
enteroinvasivos (Shigella, Salmonella, Campylobac- Una miscelánea de causas urológicas de DAA con-
ter, Yersinia, E. coli enterohemorrágico, Entamoeba ducen a menudo a los pacientes a los Servicios de

100
6. Dolor abdominal agudo

Urgencia hospitalaria. Entre ellas se incluyen el có- ❱❱ CAUSAS GENITALES EN EL SEXO FEMENINO
lico renal, las infecciones del tracto urinario, el do-
Además de la apendicitis aguda, existen cinco en-
lor testicular agudo (escroto agudo) y la retención
tidades que cursan con dolor abdominopélvico en
vesical. El cólico renal es un cuadro clínico caracte-
la mujer y que pueden ser causa de morbilidad re-
rizado por un dolor intenso, lancinante, paroxístico levante e incluso de mortalidad. Éstas incluyen la
y agitante que no se alivia con el cambio postural rotura de un embarazo ectópico (ya mencionada),
ni posición antiálgica determinada y que es debi- la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), el absceso
do a la obstrucción del tracto urinario superior. El tuboovárico, la torsión de la trompa de Falopio y
cólico “séptico” es una urgencia urológica, debida la rotura de un quiste de ovario, además de la en-
a la sobreinfección de la orina retenida. Cursa con dometriosis. La EIP es el resultado de la migración
fiebre y las alteraciones hemodinámicas propias atraumática de microorganismos desde la vagina
de un proceso séptico con repercusión sistémica. o el cérvix hacia estructuras superiores del apa-
Las infecciones del tracto urinario (ITU) compren- rato reproductor femenino y, potencialmente a la
den una amplia variedad de patologías que tienen cavidad peritoneal. Típicamente cursa con dolor
en común la colonización bacteriana progresiva abdominopélvico, coitalgia, secreción o sangrado
de tejidos y vías que se extienden desde el meato vaginal anormal y peritonitis. El dolor al movilizar
uretral hasta la corteza renal. Se caracterizan por el cuello uterino es un signo prácticamente cons-
disuria, polaquiuria, micción urgente y, a menudo, tante. Debe sospecharse en mujeres jóvenes con
van acompañadas de dolor suprapúbico, orina ma- múltiples parejas sexuales, especialmente si no uti-
loliente y, en ocasiones, hematuria. El síndrome de lizan métodos contraceptivos de barrera. Aunque
escroto agudo define una situación clínica de ur- poco frecuente, la EPI puede complicarse con un
gencia que se caracteriza por dolor testicular agu- absceso tuboovárico. Aproximadamente un 10% de
do de instauración brusca, acompañada habitual- las pacientes con EPI desarrollan una perihepatitis
mente de signos locales y sistémicos. Su etiología encapsulante (síndrome de Fitz-Hugh Curtis). Dado
es variable y precisa de una actuación quirúrgica que estas pacientes presentan dolor e hiperalge-
urgente. Engloba una serie de patologías que inclu- sia en el hipocondrio derecho, el síndrome puede
yen la torsión del conducto espermático, la orquitis simular las características de una colecistitis, una
u orquioepididimitis, traumatismos y, en menor neumonía o una embolia pulmonar. La torsión del
medida, varicocele, tumores e hidrocele. La torsión ovario se define como el giro del ovario alrededor
testicular tiene una incidencia anual de 1/4.000 de su pedículo vascular, ocasionando obstruc-
varones menores de 25 años. Es característico en-
contrar un testículo elevado en posición horizontal
(signo de Gouverneur), con dolor que aumenta
al elevarlo (signo de Prehn), reflejo cremastérico
abolido, edema periescrotal y dolor intenso que no
disminuye con la elevación del testículo. La viabili-
dad del testículo depende del tiempo de evolución,
siendo del 100% cuando el tiempo de evolución es
inferior a 3 horas y del 0% cuando supera las 24 ho-
ras. En pacientes ancianos, diabéticos, alcohólicos
o inmunocomprometidos, se ha descrito, rara vez,
una fascitis necrotizante del testículo y tejidos peri-
rrectales de etiología polimicrobiana que conducen
a la esfacelación y gangrena (síndrome de Fournier)
(figura 9). Finalmente, la retención y la obstrucción
urinaria aguda son términos que se utilizan para
definir la dificultad o impedimento al flujo de la ori-
na en cualquier nivel del tracto urinario. En algunos
casos, la retención vesical, provoca un cuadro seu-
doperitonítico que puede conducir al paciente al Figura 9. Escroto agudo con fenómenos de fascitis necro-
quirófano erróneamente, cuando el clínico ha pa- tizante perirrectal. Cortesía de la Dra. Casamayor. Hospital
Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
sado por alto los signos clínicos de un globo vesical.

101
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

ción del drenaje venoso y linfático con necrosis pro- posible origen miocárdico del dolor (especialmente
gresiva del tejido. Típicamente debuta con un dolor en ancianos).
abdominal de inicio brusco localizado en el hemiab-
❱❱NEUMONÍA
domen inferior, acompañado de náuseas y vómitos.
Además del dolor, la palpación puede mostrar una La neumonía puede asociarse a síntomas abdomi-
masa anexial unilateral. Solo un 3% muestran sig- nales como naúseas, vómitos, diarrea, pérdida de
nos de irritación peritoneal. La rotura de un quiste peso, anorexia y dolor abdominal. El dolor abdomi-
de ovario puede ser asintomática o asociada con un nal se explica por la irritación pleural y, de forma
dolor de comienzo súbito en cualquiera de los cua- típica, se agrava con la tos y la inspiración profunda.
drantes abdominales inferiores. A menudo, el dolor ❱❱EMBOLIA PULMONAR (EP)
se inicia coincidiendo con una intensa actividad fí-
sica o durante las relaciones sexuales y se acom- La EP puede ser una causa de dolor abdominal cuyo
paña de discreto sangrado vaginal. La preeclamsia origen cabe relacionar con diversos mecanismos
ocurre habitualmente en el último trimestre del que incluyen la irritación pleural, el íleo secundario
embarazo y se define por la tríada: hipertensión, a la afectación pleurodiafragmática y la congestión
proteinuria y edema. Algunas de estas pacientes hepática (hígado de estasis) debida al fallo ventri-
pueden presentar daño hepático concomitante con cular derecho.
dolor en hipocondrio derecho. Finalmente, la en- ❱❱HERPES ZOOSTER
dometriosis, entidad caracterizada por la aparición
de tejido similar al endometrio fuera de la cavidad El herpes zooster es una reactivación de una infec-
uterina puede ser causa de inflamación y de dolor ción latente por el virus de la varicela zooster en
en distintas localizaciones de la región pelviana. El un ganglio de la raíz dorsal que puede cursar con
dolor suele tener un curso crónico con frecuentes dolor abdominal, según el nivel (dermatoma) afec-
exacerbaciones durante el período menstrual o la tado por la infección. Debe conocerse que el dolor
ovulación. Son típicas la dismenorrea, la infertilidad puede preceder en días o semanas a la aparición
y la dispareunia. del rush.
❱❱DISFUNCIÓN DE LA RAIZ DEL NERVIO TORÁCICO
Causas menos frecuentes (a menudo
La disfunción de la raíz del nervio torácico puede
insospechadas) de DAA cursar con dolor abdominal constante que empeo-
A menudo, el abdomen se comporta como “caja de ra por la noche. Típicamente pueden desarrollar
resonancia” de diversas afecciones sistémicas que una hipoalgesia con pérdida de la sensibilidad al
pueden manifestarse con dolor abdominal como pinchazo (loss of pinprick sensation) sobre la pared
síntoma principal o secundario. Se trata de causas abdominal.
“inusuales” de DAA que deben ser conocidas por el
INFECCIONES Y AGENTES TÓXICOS
médico práctico, dado que su mera consideración
evitará en algunos casos una laparotomía innece- Ante un DAA de origen incierto debe tenerse en
saria. consideración la posible implicación de agentes
infecciosos, tóxicos o farmacológicos capaces de
CAUSAS TORÁCICAS provocar efectos deletéreos sobre el abdomen, in-
❱❱CARDIOVASCULARES cluyendo la aparición de ulceración, perforación y
peritonitis. Algunas infecciones extraabdominales
Ya se ha mencionado el IAM como causa de dolor como la faringitis estreptocócica o la enfermedad
abdominal que puede poner en riesgo la vida del de Lyme (además de la neumonía y la infección por
enfermo. Alrededor del 50% de los pacientes diag- el virus varicela zooster) pueden ser una causa de
nosticados de un un síndrome coronario agudo DAA. En este mismo apartado debe incluirse la lin-
(SCA) debutan con síntomas distintos al dolor to- fadenitis mesentérica reactiva a una infección víri-
rácico. De ellos, entre un 2% y un 15% presentan ca o bacteriana, una causa no infrecuente de dolor
dolor abdominal comúnmente localizado en el epi- en FID que puede imitar al de una apendicitis, la
gastrio y asociado a náuseas y vómitos. Por lo tan- infección por Yersinia enterocolítica y por Yersinia
to, la presencia de tabaquismo, diabetes mellitus, paratuberculosis y la mononucleosis infecciosa. Un
hipertensión arterial, dislipemia y antecedentes 50% de estos últimos presentan esplenomegalia.
familiares de coronariopatía obliga a considerar un En este escenario, un dolor abdominal súbito lo-

102
6. Dolor abdominal agudo

calizado en el cuadrante superior izquierdo o de el manejo de la infertilidad. En tales casos pueden


forma difusa debería suscitar la sospecha acerca de aparecer múltiples y grandes quistes de ovario que
una posible rotura del bazo. La ingesta de ácidos conducen a situaciones de depleción de volumen y
o metales pesados (hierro, mercurio), así como la a un estado de shock asociado a dolor abdominal.
ingesta de opiáceos o anticolinérgicos puede ser la
❱❱ La fiebre mediterránea familiar (FMF) es un
causa de un íleo. Por su parte el abuso de cocaína o
de anfetaminas puede provocar isquemia intestinal trastorno hereditario (autonómico recesivo)
por vasoconstricción y la ingesta de paracetamol o caracterizado por episodios recidivantes de fie-
de alcohol, daño hepático y pancreatitis, respectí- bre, asociada a peritonitis (95%), con o sin otras
vamente. En este mismo contexto debe valorarse serositis concomitantes (pleuritis, pericarditis,
el envenenamiento por setas y los efectos de la sinovitis e incluso meningitis aséptica). Los bro-
picadura de la araña de la especie Lactodrectus tes suelen empezar en edad temprana, duran
mactans. El veneno de este arácnido estimula la li- 48-72 horas y ceden espontáneamente, perma-
beración de acetilcolina a nivel periférico y central, neciendo asintomáticos durante las intercrisis.
apareciendo a las 6-8 horas de la picadura dolor La colchicina previene de nuevas crisis y evita
abdominal y “vientre en tabla” aunque con ruidos el desarrollo de amiloidosis. Otros síndromes
intestinales preservados. autoinflamatorios incluyen la fiebre periódica
familiar (síndrome TRAPS), la hiperinmunoglo-
CAUSAS ENDOCRINOMETABÓLICAS bulinemia IgD (HIDS) y el síndrome PFAPA (esto-
Y SISTÉMICAS matitis aftosa, faringitis y adenitis).
El DAA puede formar parte del espectro de presen- ❱❱ El angioedema hereditario, un trastorno origi-
tación clínica de la acidosis metabólica que compli- nado por el déficit del C-1 inhibidor esterasa, es
ca la evolución de la diabetes mellitus, la insuficien- causa de ataques periódicos de dolor abdomi-
cia renal o el propio alcoholismo. De hecho, entre nal, provocados por el edema de la pared intes-
el 40-75% de los pacientes con cetoacidosis diabé- tinal, asociados a vómitos, diarrea y, en ocasio-
tica presentan DAA. La presencia de una infección nes, signos de colapso periférico. La asociación
concomitante (factor que con mayor frecuencia de edema facial (sin prurito) y laríngeo (riesgo
precipita esta complicación), asociada a otros sín- de asfixia) puede ser determinante para la sos-
tomas clásicos de la cetoacidosis, debería alertar pecha clínica. El cuadro suele iniciarse en la ado-
al clínico sobre esta complicación. La persistencia lescencia y es típica la aparición de pródromos
del dolor abdominal, a pesar de las medidas tera- (fatiga, exantema cutáneo). Las crisis pueden
péuticas adecuadas obliga a considerar un diagnós- venir precipitadas por leves traumatismos o ex-
tico alternativo y plantea la posibilidad de que el tracciones dentarias. Existen formas adquiridas
DAA haya sido la causa y no la consecuencia de la de debut tardío, casi siempre asociadas a tras-
descompensación hiperglucémica. La enfermedad tornos linfoproliferativos o autoinmunes.
de Addison puede ser la causa de un DAA asociado
a la presencia de signos peritoníticos e inestabili- ❱❱ La drepanocitosis (anemia de células falcifor-
dad hemodinámica. Siempre debe considerarse la mes) y la porfiria aguda intermitente (PAI) son
supresión brusca del tratamiento con corticoides causas reconocidas de DAA de origen hemato-
como factor causal. La tirotoxicosis puede originar lógico. En el primer caso, una forma defectuosa
DAA acompañado de pérdida de peso y diarrea. de hemoglobina (HbS) aumenta su adhesión a
El estreñimiento, sin embargo, forma parte del los capilares provocando oclusión de pequeños
espectro sintomático de la hipercalcemia debida vasos y dolor adominal que, a menudo, simula
a hiperparatiroidismo, que también es causa de un abdomen quirúrgico. La afectación simultá-
episodios de DAA asociados a náuseas y vómitos. nea del tórax y de las extremidades puede ser
Finalmente, el feocromocitoma es un raro tumor útil para aumentar la sospecha. Las crisis pue-
secretor de catecolaminas, que puede cursar con den precipitarse por infecciones respiratorias,
episodios repetidos de DAA, asociados a náuseas y estresores metabólicos y psicológicos. La PAI es
vómitos. La cefalea y las crisis hipertensivas conco- un trastorno autonómico dominante que tiene
mitantes deben sugerir el diagnóstico. El síndrome su origen en una deficiencia de los enzimas res-
de hiperestimulación ovárica es una emergencia ponsables de la síntesis del grupo HEMO y es
ginecológica que puede ocurrir en mujeres que causa de dolor abdominal difuso, irradiado a es-
reciben tratamientos inductores de la ovulación en palda, glúteos o muslos. El dolor es refractario a

103
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

los analgésicos habituales. Con frecuencia aso- sensibilidad más común en niños, aunque también
cia síntomas neuropsiquiátricos, vómitos e hi- puede afectar a adultos, caracterizada por púrpura,
ponatremia secundaria a síndrome de secreción artralgias, hematuria secundaria a glomerulonefri-
inadecuada de ADH. Los brotes pueden venir tis, dolor abdominal cólico, náuseas, vómitos y dia-
precipitados por múltiples circunstancias (inclu- rrea. La poliarteritis nodosa cursa con síntomas gas-
yendo fármacos) que interfieren con la síntesis trointestinales en más del 50% de los casos y hasta
del grupo hemo (estrógenos, barbitúricos, feni- 1/3 de los pacientes desarrollará complicaciones
toína, etanol, sulfonamidas, infecciones, ayuno que pueden requerir una actuación quirúrgica (in-
y menstruación). farto intestinal, hemorragia y perforación).
❱❱ La gastroenteritis eosinofílica es una entidad CAUSAS PARIETALES
poco frecuente caracterizada por una densa
infiltración eosinofílica de la pared intestinal (la Entre las causas de DAA no pueden olvidarse aque-
eosinofilia periférica no es una constante). Sus llas cuyo origen se sitúa en la propia pared abdomi-
manifestaciones clínicas dependen de la capa nal (“dolor abdominal de origen parietal”). Aunque
intestinal predominantemente afectada (mu- son pocos los escenarios donde la patología de la
cosa, muscular propia o serosa). Los casos con pared comporta un riesgo vital (hemorragia in-
afectación de la mucosa conducen a una diarrea coercible por hematoma de la vaina de los rectos
crónica con malabsorción y enteropatía pierde- abdominales, isquemia focal por incarceración y es-
proteínas. Los casos con afectación de la mus- trangulación herniaria), su identificación temprana
cular propia provocan episodios de obstrucción es de importancia crucial para evitar un desenlace
intestinal en relación con el engrosamiento de no deseado. Entre las causas de dolor abdominal
la pared muscular y pueden ser difíciles de diag- de origen parietal deben destacarse el hematoma
nosticar. Los casos con afectación de la serosa de la vaina de los rectos debido a la rotura súbita
cursan con episodios recidivantes de serositis de los vasos epigástricos favorecido por el aumento
con ascitis rica en eosinófilos. de la presión intraabdominal (tos, embarazo) y la
anticoagulación oral; la incarceración del omento
NEOPLASIAS de hernias abdominales (sin oclusión intestinal), el
Diversas afecciones neoplásicas pueden expresarse atrapamiento del nervio cutáneo anterior por ede-
por dolor abdominal, especialmente el cáncer de ma (e isquemia), favorecido por los anticonceptivos
ovario y el cáncer colorrectal, este último asocia- orales, la radiculopatía sensorial compresiva (neu-
do generalmente a cambios en el ritmo intestinal ralgia abdominal parietal) (ver importancia del test
y rectorragia. Los pacientes con leucemia pueden de Carnett, más adelante) y la neuralgia postherpé-
presentarse con los síntomas de un abdomen agu- tica, entre otras (tabla ).
do, debido a obstrucción funcional (seudoobstruc-
SÍNDROME DE VÓMITOS CÍCLICOS
ción) secundaria a disfunción autonómica, trastor-
nos vasculares localizados o irritación peritoneal.
(EPILEPSIA O MIGRAÑA ABDOMINAL)
La propia quimioterapia y la radioterapia pueden El síndrome de vómitos cíclicos (asocia dolor abdo-
ser causa de dolor abdominal. La vincristina, por minal con frecuencia) cursa con episodios recidi-
ejemplo, puede originar dolor abdominal cólico y vantes de vómitos de comienzo abrupto y duración
relevante hasta 10 días después de su administra- inferior a 1 semana. Se requieren al menos tres epi-
ción. Algunos pacientes con leucemia que reciben sodios en al año previo al diagnóstico y ausencia de
quimioterapia pueden presentar tiflitis o colitis ne- náuseas y vómitos durante las intercrisis (criterios
crotizante con afectación del ciego y apéndice. de Roma). Apoya el diagnóstico una historia fami-
liar de migraña.
VASCULITIS Y CONECTIVOPATÍAS
El lupus eritematoso sistémico (LES) puede ser la
causa de un DAA debido al padecimiento de di-
Diagnóstico del dolor abdominal agudo
versas afecciones gastrointestinales relacionadas, La evaluación del paciente que consulta por pre-
incluyendo peritonitis, úlcera péptica, vasculitis sentar un DAA reviste, a menudo, una gran com-
mesentérica con infarto intestinal y pancreatitis plejidad y constituye un reto, incluso para los más
aguda. La púrpura de Shönlein-Henoch (PSH) es expertos3. Aproximadamente un 25% de los pacien-
una vasculitis mediada por mecanismos de hiper- tes que son dados de alta tras haber sido evaluados

104
6. Dolor abdominal agudo

por presentar un DAA en los Servicios de Urgencia bacteriana espontánea que complica la evolución
hospitalaria son diagnosticados finalmente de un de una cirrosis hepática. En el segundo caso, por-
dolor abdominal inespecífico; esta proporción au- que los AINE incrementan el riesgo de perforación
menta hasta un 35-40% cuando los enfermos son de una úlcera péptica o del propio intestino. La pre-
ingresados por este mismo motivo5-7. Debe recor- sencia de factores de riesgo cardiovascular (p. ej.:
darse que existen causas intra- y extraabdominales arterioesclerosis), arritmias cardiacas o un estado
y que el listado de aquellas es amplio (tablas 2 y 3). de hipercoagulabilidad debe siempre despertar la
Los puntos esenciales sobre los que debe susten- sospecha de un cuadro de isquemia intestinal, en
tarse el juicio diagnóstico son siempre una historia cualquiera de sus modalidades clínicas (ver capítulo
clínica concienzuda y un examen físico minucioso, 28). Es crucial pensar en esta entidad antes de que
así como la interpretación juiciosa de exámenes de el infarto intestinal sea una realidad insoslayable y
laboratorio y algunas pruebas complementarias bá- de pronóstico infausto (figura 5). Cualquier detalle
sicas o avanzadas. Otras claves que resultan de gran de la historia clínica puede resultar de gran utilidad,
ayuda son el valor de la observación, la experiencia por insignificante que pueda parecer. Por ejemplo,
acumulada y el conocimiento de las etiologías más los corredores de grandes distancias o los consu-
frecuentes4. midores de cocaína (un potente vasoconstrictor)
tienen una probabilidad mayor de desarrollar epi-
Historia clínica sodios de isquemia cólica, lo mismo que aquellas
La historia clínica debería centrarse en tres puntos personas que han sufrido una cirugía reciente de
esenciales: los antecedentes clínicos del enfermo, reemplazamiento aórtico o sesiones frecuentes de
la semiología del dolor y los síntomas asociados. hemodiálisis. El antecedente de una laparotomía
previa es importante, dado que la presencia de
Antecedentes médico-quirúrgicos bridas intraperitoneales constituye la causa más
frecuente de oclusión del intestino delgado, parti-
El conocimiento de los antecedentes clínicos del
cularmente cuando la intervención se realizó sobre
paciente aporta valiosa información para orientar
el apéndice, el útero o el colon pélvico (figura 6).
el diagnóstico. Especial relevancia tiene la edad del
Algunas enfermedades metabólicas como el hiper-
enfermo. Así, la probabilidad de que el DAA obe-
paratiroidismo o la hiperlipoproteinemia tipo I, IV o
dezca a una causa grave (rotura de aneurisma de
V se hallan implicadas en la etiopatogenia de algu-
aorta abdominal, isquemia mesentérica, infarto
nos cuadros de pancreatitis. Otras como el hipoti-
agudo de miocardio) es netamente superior en el
roidismo, la diabetes o la enfermedad de Parkinson
anciano. Por otro lado, la expresividad clínica de
pueden provocar episodios de seudoobstrucción
determinadas enfermedades, –como la colecistitis
intestinal. La historia debe proporcionar detalles en
aguda–, puede ser diferente en edades avanzadas,
relación con el uso de drogas ilícitas, alergias, via-
donde el dolor abdominal a menudo es un síntoma jes recientes, medicación inmunosupresora y datos
menor o incluso inexistente8. La mujer en edad fér- psicosociales, incluyendo los antecedentes de vio-
til también constituye un problema a la hora de in- lencia doméstica.
terpretar el origen de un DAA, dado que ha de valo-
rarse la posibilidad de un embarazo ectópico o una Semiología del dolor
preeclampsia. Otras entidades como la salpingitis
Localización
o la torsión de un quiste ovárico han de ser igual-
mente consideradas en el sexo femenino. El ante- La localización del dolor constituye una valiosa ayu-
cedente de inmunosupresión (p. ej.: sida) debe ser da para reducir el espectro de posibilidades diag-
firmemente considerado en el paciente con DAA, nósticas (tabla 4)9. El dolor de origen visceral tiende
dado que puede haber una infección oportunista o a localizarse de acuerdo con el origen embriológico
una complicación derivada del empleo de fármacos del órgano afectado. Así, la afectación de órganos
antirretrovirales (p. ej.: pancreatitis aguda), como situados desde la boca hasta la porción proximal
causa del dolor. Igualmente importante es consig- del intestino causa dolor en el abdomen superior,
nar el consumo crónico de alcohol o de antiinfla- los órganos localizados desde el duodeno proximal
matorios no esteroideos (AINE). En el primer caso hasta el colon transverso medio causan dolor en la
porque el alcoholismo conduce al desarrollo de en- región periumbilical y los localizados entre el co-
fermedades que pueden cursar o debutar con DAA, lon transverso distal y el recto, producen dolor en
incluyendo la pancreatitis aguda, o la peritonitis el hemiabdomen inferior. Desde un punto de vista

105
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

práctico, el clínico debe considerar las siguientes derecho del pulmón10. El dolor centrado en el
posibilidades: epigastrio debería sugerir una enfermedad re-
❱❱ Abdomen superior: el dolor localizado en el lacionada con el ácido (duodenitis, úlcera pép-
cuadrante superior derecho suele tener su tica gastroduodenal) o pancreática (pancrea-
origen en procesos hepatobiliares (hepatitis, titis aguda, crónica o cáncer de páncreas), en
colangitis, colecistitis) y otros como el infarto tanto que el dolor localizado en el hipocondrio
agudo de miocardio, la neumonía del lóbulo in- izquierdo debería sugerir enfermedad pancreá-
ferior derecho del pulmón y la embolia del lado tica o infarto esplénico, así como embolia del

TABLA 4. Causas comunes de DAA ordenadas en función de la localización predominante del dolor

❱❱ Hipocondrio derecho ❱❱ Hipocondrio izquierdo


• Hepatitis • Absceso esplénico
• Colecistitis • Infarto esplénico
• Colangitis • Gastritis aguda
• Pancreatitis • Úlcera gastroduodenal con penetración
• Síndrome de Budd-Chiari • Pancreatitis
• Neumonía – empiema pleural • Rotura de bazo
• Abscesos subdiafragmáticos • Infarto esplénico
• Embolia pulmonar • Neumonía-empiema pleural
❱❱ Fosa iliaca derecha • Embolia pulmonar
• Apendicitis ❱❱ Fosa iliaca izquierda
• Salpingitis • Diverticulitis aguda
• Endometriosis • Colitis isquémica
• Embarazo ectópico • Salpingitis
• Torsión de ovario • Endometriosis
• Rotura de quiste ovárico • Embarazo ectópico
• Hernia inguinal • Torsión de ovario
• Nefrolitiasis • Rotura de quiste ovárico
• Enfermedad inflamatoria intestinal • Hernia inguinal
• Linfadenitis mesentérica • Nefrolitiasis
• Ileocecitis por Yersinia. • Enfermedad inflamatoria intestinal
❱❱ Epigástrico • Síndrome de intestino irritable
• Úlcera gastroduodenal ❱❱ Difuso
• Enfermedad por reflujo gastroesofágico • Isquemia mesentérica aguda
• Gastritis aguda • Obstrucción intestinal
• Pancreatitis aguda • Peritonitis difusa aguda
• Infarto agudo de miocardio • Gastroenteritis aguda
• Pericarditis • Síndrome de intestino irritable
• Rotura de aneurisma de aorta • Enfermedades sistémicas y endocrinometabólicas
❱❱ Periumbilical - Cetoacidosis diabética
• Apendicitis aguda (fase inicial) - Enfermedad de Addison
• Gastroenteritis - Fiebre mediterránea familiar
• Obstrucción intestinal - Edema angioneurótico
• Rotura de aneurisma de aorta abdominal - Porfiria aguda intermitente.
- Etc. (ver texto)

106
6. Dolor abdominal agudo

lado izquierdo del pulmón, neumonía o herpes rior derecho del abdomen. Un estudio informó
zooster. una tasa de errores de hasta el 30-40% cuando
el diagnóstico se centró en el patrón del dolor11.
❱❱ Abdomen inferior: los procesos que con mayor
frecuencia causan dolor en esta localización son Irradiación
la apendicitis aguda, la enfermedad diverticular
La irradiación del dolor a menudo proporciona
del colon, los cálculos renoureterales y la enfer-
información útil para el diagnóstico. La figura 10
medad pélvica inflamatoria, entre otras causas
muestra irradiaciones tipicas de algunos procesos
ginecológicas como el embarazo ectópico, la ro-
abdominales frecuentes. Entre ellas deben mencio-
tura de un quiste ovárico, la torsión de las trom-
narse:
pas de Falopio y la endometriosis.
❱❱ El dolor irradiado al hipocondrio derecho y zona
❱❱ Dolor abdominal difuso: a diferencia de los
subescapular, típico del cólico biliar y la colecis-
anteriores –casi siempre expresión de un sín-
titis.
drome de inflamación visceral–, la localización
difusa del dolor debe hacer considerar la posi- ❱❱ El “dolor en cinturón” que suele aparecer en in-
bilidad de entidades que pueden comprometer dividuos con bajo umbral frente al dolor, marca-
gravemente la vida del enfermo, entre ellas, da distensión gástrica o intestinal o pancreatitis.
la isquemia mesentérica aguda, la oclusión
❱❱ El dolor irradiado a la espalda es característico
intestinal y la peritonitis difusa aguda. Otras
de procesos biliopancreáticos, úlcera péptica
entidades menos graves, pueden originar un
con signos de penetración o perforación, pato-
dolor abdominal difuso, incluyendo la propia
logía renoureteral o vertebral y procesos gine-
gastroenteritis (la intensidad del dolor es me-
cológicos. Nunca debe olvidarse el aneurisma
nor), la migraña abdominal y una miscelánea de
de aorta abdominal, entre las causas de dolor
causas endocrino-metabólicas o sistémicas de
abdominal agudo con irradiación a la espalda.
dolor abdominal: fiebre mediterránea familiar,
enfermedad de Addison, hiperparatiroidismo, ❱❱ La irradiación a la ingle es propia del cólico ne-
edema angioneurótico e intoxicación por plo- frítico, pero también del aneurisma disecante
mo. En todo caso, basar el diagnóstico de pre- de aorta. Algunos pacientes han presentado
sunción en la localización del dolor abdominal muerte súbita después de haber sido diagnos-
puede conducir a error. Un ejemplo típico es el ticados de un cólico renoureteral, debido a que
caso de un paciente con apendicitis retrocecal, ambas entidades comparten, a menudo, carac-
que puede referir el dolor en el cuadrante supe- terísticas semejantes en la irradiación del dolor.

Irritación diafragmática

Cólico biliar Cólico biliar

Páncreas
Cólico renal
Aneurisma de aorta Útero
abdominal

Figura 10. Irradiaciones más frecuentemente observadas en los procesos que cursan con dolor abdominal agudo.

107
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Forma de comienzo
El modo de comienzo puede aportar datos inte-
resantes para un diagnóstico precoz. Un dolor de
comienzo súbito sugiere la perforación de una vís-
cera hueca, una oclusión vascular mesentérica o
la torsión de un quiste ovárico. El cólico nefrítico y
la pancreatitis aguda también pueden originar un
cuadro de dolor de comienzo brusco o que adquie-
re una intensidad extrema en pocos minutos. Am-
bas entidades, sin embargo, pueden manifestarse
de un modo más insidioso, como ocurre, en gene-
ral, en el síndrome de inflamación visceral.
Figura 11. La presencia de una estenosis en el intestino
Calidad o carácter del dolor justifica la aparición de un dolor abdominal manifiestamente
cólico. La imagen revela la presencia de una onda peristáltica
El matiz, carácter o calidad del dolor es con frecuen- por delante de un segmento estenótico en un paciente con
cia difícil de precisar, particularmente cuando el pa- una yeyunoileítis ulcerativa no granulomatosa.
ciente es poco colaborador, presenta deterioro cog-
nitivo, hipoacusia o, simplemente, se muestra poco
receptivo –entre otros factores por la sensación de
disconfort que experimenta o por la necesidad de carácter del dolor típicamente descrito por el en-
contestar una y otra vez a las mismas preguntas fermo ulceroso cuando el ulcus evoluciona hacia la
formuladas por distintos médicos–. Sin embargo, penetración en el epiplón gastrohepático o el pán-
el carácter o calidad del dolor puede ser de valiosa creas. En tal caso, el dolor típicamente postprandial
ayuda para discernir el origen del cuadro. Ello es que alivia con la ingesta, se vuelve continuo y ad-
más probable cuando el paciente describe un do- quiere una mayor intensidad, justificando su irra-
lor manifiestamente cólico –intensidad creciente diación a cualquiera de los hipocondrios o la región
hasta alcanzar una meseta y desaparición gradual dorsal (véase fisiopatología del dolor referido).
hasta remitir totalmente, para repetir nuevamente
Intensidad del dolor
después de un intervalo libre de algunos segundos
o minutos–. Este tipo de dolor refleja el peristal- La intensidad del dolor suele relacionarse con la
tismo de lucha propio de la obstrucción intestinal gravedad del cuadro, particularmente cuando el
(figura 11), el espasmo intestinal que acompaña a comienzo de aquél es agudo. Las causas más fre-
la gastroenteritis, la distensión del sistema uroex- cuentes de dolor abdominal de intensidad “extre-
cretor por un cálculo renoureteral y, en ocasiones, ma” son el cólico biliar o renal, la peritonitis, la
el modo de comienzo de una oclusión embólica de pancreatitis aguda y el aneurisma de aorta abdomi-
la arteria mesentérica superior. El mal denominado nal. Tiene interés conocer algunas patologías que
“cólico hepático” no se comporta realmente como pueden cursar con un dolor de intensidad despro-
un dolor cólico, sino que se expresa de un modo porcionada en relación a los hallazgos encontrados
continuo y con exacerbaciones, como también ocu- en el examen físico. Éstas incluyen la isquemia me-
rre con la pancreatitis debida a la impactación de sentérica aguda, el aneurisma de aorta abdominal,
un cálculo en el esfínter de Oddi. el cólico renal y la porfiria.
Se han definido otros términos como “lancinante” Circunstancias que agravan o alivian el dolor
para expresar el dolor de la disección de un aneu-
risma aórtico, “terebrante” para describir el dolor Es importante interrogar al paciente acerca de cir-
típicamente transfixivo de la pancreatitis aguda o cunstancias que alivian o agravan el dolor, particu-
de la úlcera penetrante, el dolor “en puñalada” de larmente aquellas que se relacionan con la ingesta
la úlcera péptica perforada o el dolor “gravativo” o la defecación. La úlcera gástrica y pilórica, así
propio del disconfort experimentado por los pa- como las enfermedades pancreáticas y la “angina
cientes portadores de una masa quística o tumoral. intestinal” son situaciones en las que el dolor abdo-
Sin embargo, la validez orientativa de estos térmi- minal típicamente se inicia o se agrava con la inges-
nos no ha sido validada por estudios prospectivos. ta hasta el punto de que algunos pacientes refieren
Resulta característico, sin embargo, el cambio de una pérdida ponderal progresiva secundaria al te-

108
6. Dolor abdominal agudo

mor que suscita la ingesta del alimento –sitofobia–. citis. Este hecho es importante, dado que algunos
De igual modo, el dolor abdominal dependiente procesos urológicos o ginecológicos que, a menu-
de una oclusión intestinal de etiología inflamatoria do, pueden confundirse con un cuadro apendicular
o neoplásica se agrava con la ingesta de alimento pueden cursar sin anorexia. Es habitual, igualmen-
como consecuencia del peristaltismo gastrointesti- te, la presencia de náuseas y vómitos. El vómito es
nal. En estos casos resulta orientativo el tiempo que un síntoma inespecífico, pero su relación cronológi-
media desde la toma del alimento y la aparición del ca con el dolor puede ser de utilidad en determina-
dolor. Así, las obstrucciones del íleon producidas dos contextos. Así el vómito que aparece después
por una enfermedad de Crohn, por ejemplo, pro- del inicio del dolor abdominal responde, a menudo,
vocan un dolor que aparece entre una y dos horas a un proceso que requiere resolución quirúrgica. El
después de la ingesta. En otras ocasiones, el dolor vómito que acompaña al síndrome de inflamación
se alivia típicamente con la ingesta. Ello es carac- visceral suele ser el resultado de una estimulación
terístico de la úlcera duodenal no complicada. En refleja del centro medular del vómito. Este tipo de
lo que concierne al hábito intestinal, el dolor abdo- vómitos no suele aliviar el disconfort del paciente.
minal que se alivia con la emisión de heces o gases Distinta es la situación del vómito que acompaña
es propio de enfermos con meteorismo, intestino a la oclusión mecánica del intestino, que puede
irritable, obstrucción intestinal y enterocolitis. aliviar temporalmente los síntomas. El carácter fe-
caloideo del vómito sugiere un cuadro de oclusión,
Otras circunstancias que influyen en la aparición o pero también puede aparecer en el íleo secundario
percepción del dolor son los cambios posturales, a un cuadro peritonítico.
el ejercicio físico y la palpación del abdomen. Así,
la flexión del tronco alivia en algunos casos el do- El estreñimiento es un síntoma que acompaña a la
lor pancreático. El dolor propio de la peritonitis se mayoría de los episodios de dolor abdominal agudo
agrava con cualquier maniobra que implique mo- secundario a oclusión intestinal, isquemia mesen-
vimiento del abdomen –tos, estornudo o deambu- térica o inflamación visceral (con excepción de la
lación– y alivia al mantener las piernas flexionadas gastroenteritis infecciosa, la enfermedad inflama-
sobre el abdomen. El ejercicio físico puede desen- toria intestinal y la colitis isquémica). Por el contra-
cadenar o agravar el dolor de la isquemia miocárdi- rio, la presencia de diarrea acuosa asociada al dolor
ca o intestinal o precipitar un cólico biliar o nefrítico sugiere gastroenteritis por mecanismo enterotóxi-
en relación con la impactación súbita de un cálculo co. La presencia de sangre y pus en la deposición
en el conducto cístico o el uréter. Finalmente, la sugiere colitis infecciosa, enfermedad inflamatoria
palpación del abdomen suele agravar el dolor de intestinal o colitis isquémica. Una hemorragia de
la mayoría de los procesos abdominales, excepto mayor relevancia es más propia de otras entidades
el del síndrome de intestino irritable que puede como la enfermedad diverticular, angiodisplasia o
aliviar con la propia maniobra de palpación. Una la fístula aortoentérica. La presencia de un cuadro
última reflexión debe plantearse en relación con sincopal concomitante debe hacer pensar en un in-
la posibilidad de enmascarar datos esenciales para farto de miocardio, aneurisma de aorta abdominal,
el diagnóstico cuando se administra un analgésico embarazo ectópico, hemorragia gastrointestinal o
para aliviar el dolor. En la última década se han rea- rotura de bazo.
lizado algunos estudios controlados, aleatorizados La fiebre es un síntoma de alarma que acompaña
y doble ciego10 que inducen a pensar que la admi- con frecuencia al dolor abdominal agudo2. La tabla
nistración de analgesia en los pacientes con dolor 5 muestra los cuadros de dolor abdominal asocia-
abdominal de origen incierto no enmascara los dos con mayor frecuencia a fiebre. Cuando aparece
signos básicos del examen físico ni repercute ne- pocas horas después del comienzo del cuadro debe
gativamente sobre el diagnóstico final, por lo que pensarse en un proceso neumónico, infección re-
su administración es segura y humana y debe ser nal, biliar o enterocolitis. Por el contrario, la apari-
firmemente considerada en este tipo de pacientes. ción de fiebre como síntoma tardío es más propia
de entidades como la apendicitis, la diverticulitis
Síntomas asociados
o la colecistitis. Debe considerarse que algunas de
La anorexia es un síntoma frecuentemente obser- estas entidades pueden cursar sin fiebre cuando se
vado en el dolor abdominal agudo. Aunque se trata trata de enfermos ancianos o inmunodeprimidos.
de un síntoma inespecífico, su ausencia es práctica- La presencia de ictericia y dolor abdominal debe
mente incompatible con el diagnóstico de apendi- sugerir un problema en la encrucijada hepatobilio-

109
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 5. Cuadros de dolor abdominal agudo asociados TABLA 6. Factores proporcionados por la historia
a la presencia de fiebre y examen físico que aumentan la probabilidad de una
causa potencialmente grave de DAA
❱❱ Apendicitis.
❱❱ Colecistitis. ❱❱ Historia
❱❱ Diverticulitis. • Edad > 65 años.
❱❱ Gastroenteritis. • Alcoholismo (riesgo de pancreatitis, hepatitis
❱❱ Hepatitis. y PBE).
❱❱ Enfermedad inflamatoria intestinal. • Inmunosupresión (VIH, cáncer, corticoides,
quimioterapia).
❱❱ Absceso tuboovárico.
• Enfermedad cardiovascular (coronariopatía,
❱❱ Absceso intraabdominal.
hipertensión, fibrilación auricular).
❱❱ Enfermedad pélvica inflamatoria.
• Estados de hipercoagulabilidad.
❱❱ Neumonía.
• Comorbilidades relevantes (diabetes, insuficien-
❱❱ Pielonefritis o sepsis urinaria. cia renal, cirrosis hepática).
❱❱ Peritonitis bacteriana espontánea. • Episodios previos de dolor abdominal asociados
❱❱ Fiebre mediterránea familiar. a cálculos biliares, enfermedad pancreática o
diverticular o isquemia intestinal).
• Cirugía previa o procedimientos instrumenta-
pancreática, sin olvidar el hígado de sepsis o las les en fecha reciente (riesgo de obstrucción o
crisis hemolíticas. El enfermo también ha de ser perforación respectivamente).
interrogado acerca de la presencia de síntomas • Embarazo.
miccionales, respiratorios (disnea, tos), cardiovas- ❱❱ Características del dolor abdominal
culares y oculares (dolor ocular, visión borrosa).
• Comienzo súbito.
En el caso de la mujer en edad fértil es importante
obtener información en relación con su historial • Intensidad extrema desde el comienzo.
obstétrico-ginecológico. La tabla 6 muestra un lis- • El dolor abdominal precede a los vómitos.
tado de datos proporcionados por la historia y el • Dolor constante y persistente de menos de dos
examen físico que sitúan al paciente en un contexto días de duración.
de alto riesgo. ❱❱ Examen físico
• Rigidez o contractura abdominal.
Examen físico • Defensa involuntaria.
El examen físico proporciona información primor- • Signos de shock o inestabilidad hemodinámica.
dial para el diagnóstico del dolor abdominal agudo.
Brevemente, el médico práctico no debe olvidar al-
PBE: Peritonitis bacteriana espontánea.
gunos principios esenciales:
❱❱ El examen físico debe comenzar con una evalua-
ción del estado general. La actitud del enfermo co y el íleo asociado a la peritonitis suelen aso-
(agitado en el cólico hepático o renal, inmóvil ciarse a un secuestro importante de líquidos en el
en el abdomen con peritonitis), el registro de las tercer espacio que pueden influir en la condición
constantes (pulso, tensión arterial, frecuencia hemodinámica. La presencia de fiebre es un he-
respiratoria y temperatura), así como la colora- cho relevante en el abdomen agudo. Su ausen-
ción de la piel y el estado de hidratación, pro- cia, sin embargo, no descarta una enfermedad
porcionan valiosa información para evaluar el de naturaleza inflamatoria o genuinamente in-
impacto de la enfermedad sobre la condición ge- fecciosa, particularmente en el enfermo anciano,
neral. Puede ser útil comprobar la presencia de inmunodeprimido o debilitado13-18.
cambios significativos en la frecuencia cardiaca y
❱❱ La inspección del abdomen resulta esencial para
la tensión arterial con el ortostatismo (como in-
identificar la presencia de hernias y cicatrices
dicadores de hipovolemia). Algunas condiciones
quirúrgicas, a menudo implicadas en la patogé-
como la oclusión intestinal, el infarto mesentéri-
nesis de la oclusión mecánica del intestino.

110
6. Dolor abdominal agudo

❱❱ La auscultación debería preceder a la palpación ❱❱ Aunque poco sensibles, las maniobras del
del abdomen. El fonendoscopio debe aplicarse psoas, del obturador y de Rosving presentan
al menos durante 2 minutos. La frecuencia de una buena especificidad para el diagnóstico de
ruidos intestinales que reflejan el peristaltismo apendicitis27. La maniobra del psoas resulta po-
normal oscila entre 2-12 por cada minuto. La sitiva si al extender pasivamente la cadera de-
presencia de “silencio abdominal” durante más recha del paciente –hallándose tumbado sobre
de 2 minutos debe sugerir un cuadro de perito- su lado izquierdo– se produce exacerbación del
nitis difusa aguda19. Por el contrario la existen- dolor. Esta maniobra a menudo es positiva en
cia de ruidos hiperactivos de elevada tonalidad la apendicitis retrocecal. El signo del obturador
–peristaltismo de lucha– permite sospechar la puede ser positivo en la apendicitis pelviana. En
presencia de una obstrucción intestinal en su tales casos, la rotación interna del muslo flexio-
fase más precoz. La identificación de soplos vas- nado despierta o exacerba el dolor. Finalmente,
culares o de ruidos de fricción debe sugerir la el signo de Rovsing consiste en provocar dolor
presencia de un aneurisma de aorta o de un in- en la fosa iliaca derecha del paciente cuando se
farto esplénico, respectivamente, pero no siem-
ejerce presión sobre el lado opuesto (fosa iliaca
pre están presentes.
izquierda).
❱❱ La palpación del abdomen debe realizarse con
❱❱ La maniobra de Murphy resulta positiva cuando
especial cuidado, comenzando por el punto más
el enfermo interrumpe bruscamente una ins-
alejado de la zona problema con el fin de no
piración profunda, mientras el explorador está
provocar una contractura abdominal que difi-
palpando el hipocondrio derecho. Aunque esta
culte la palpación de otras áreas. La mayoría de
los médicos han sido instruidos para identificar maniobra debería sugerir el diagnóstico de co-
algunos signos como señales evidentes de irri- lecistitis aguda, su sensibilidad puede estar muy
tación peritoneal (dolor intenso tras la descom- disminuida en el anciano28.
presión brusca del abdomen, hipersensibilidad ❱❱ En ocasiones es difícil diferenciar un dolor visce-
desencadenada por la tos o los movimientos ral de un dolor parietal. Un ejemplo es el origi-
bruscos del mismo, contractura abdominal y nado por una radiculopatía sensorial compresi-
dolor significativo al percutir el área comprome- va o neuralgia abdominal parietal, frecuente en
tida)20. La sensibilidad y especificidad de estos mujeres afectadas por patología vertebral. En el
signos es variable en los diferentes estudios. último caso puede ser útil la maniobra de Car-
Algunos autores abogan por suprimir la ma- nett consistente en palpar la región abdominal
niobra de descompresión abdominal, cuando
afectada por el dolor (frecuentemente el hipo-
el contexto clínico es claramente sugestivo de
condrio o la fosa iliaca derecha) a la vez que se
peritonitis, por considerar que aquella no hace
invita al paciente a contraer la prensa abdomi-
sino incrementar el disconfort del enfermo sus-
nal (incorporándose sobre la cama sin apoyarse
citando recelo y desconfianza para ulteriores
con las manos). Cuando el dolor tiene un origen
exploraciones. La aparición de dolor tras una
parietal, se incrementa notablemente de inten-
percusión suave sobre el área del problema o
tras algunas maniobras simples como la tos o sidad, con una exactitud diagnóstica del 95%29.
la caída de los talones sobre el suelo a menudo ❱❱ La percusión sobre el área hepática proporciona
proporcionan información suficiente y menos valiosa infomación cuando sugiere la presencia
traumática21-23. de un neumoperitoneo (ausencia de matidez).
❱❱ La palpación de una masa pulsátil siempre debe Sin embargo, este hallazgo no es usual en las
sugerir la presencia de un aneurisma de aorta perforaciones de un divertículo o del propio
(AAA). En personas de más de 50 años debe rea- apéndice. Su ausencia, no permite excluir, por
lizarse siempre una búsqueda intencionada de consiguiente, esta complicación. A su vez, la
este signo. La maniobra de flexionar las piernas percusión puede sugerir la presencia de líqui-
sobre el abdomen con el paciente en decúbito do libre en el peritoneo (ascitis). Es importante
supino puede facilitar esta maniobra al relajar la considerar la posibilidad de un líquido ascítico
pared del abdomen. No obstante, la presencia infectado, circunstancia frecuentemente obser-
de un AAA no siempre se expresa por una masa vada en el enfermo cirrótico con hipertensión
pulsátil24-26. portal.

111
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

❱❱ El examen del recto puede revelar una impac- pre en el paciente anciano, donde es más fre-
tación fecal como causa responsable de los cuente.
síntomas abdominales en un paciente anciano.
Aunque tradicionalmente se ha dado un gran Pruebas diagnósticas
valor al tacto rectal para identificar un “apén-
Aunque la historia clínica y el examen físico pro-
dice inflamado”, su sensibilidad es ciertamente
porcionan información esencial para una correcta
baja, encontrándose en menos de la mitad de
orientación diagnóstica, es indiscutible el peso es-
los casos de apendicitis. La apendicitis retroce-
pecífico de algunas pruebas complementarias en el
cal puede ser una excepción a esta regla. A su
estudio del dolor abdominal agudo31. Estas pueden
vez, el tacto rectal proporciona la posibilidad de
clasificarse en pruebas básicas o elementales, de
extraer una muestra de heces para la detección
uso rutinario, y exploraciones avanzadas, que resul-
de sangre oculta, un dato que puede ser impor-
tan de utilidad en casos muy concretos4. La comple-
tante en el abdomen agudo.
jidad de las pruebas diagnósticas suele aumentar
❱❱ Resulta imperativa una exploración ginecológica en modo proporcional a la edad de los pacientes.
en toda mujer en edad fértil que presenta un En un 30% de estos casos el clínico encuentra difi-
cuadro abdominal agudo. La ayuda del espéculo cultades para elaborar una historia clínica concien-
puede ser valiosa para recoger muestras de la zuda debido a las taras biológicas inherentes a la
secreción vaginal para tinción de Gram y cultivo. edad (hipoacusia, deterioro cognitivo). A su vez, el
En cualquier caso, tanto el examen de la pelvis, enfermo anciano suele tener una menor sensibili-
como de los testículos en los casos de dolor ab- dad visceral, hecho que contribuye a enmascarar
dominal en hipogastrio conduce con frecuencia los síntomas y signos32.
a errores de apreciación, cuando la exploración
no es efectuada por expertos29,30. El lector pue- Datos de laboratorio
de encontrar más adelante algunas considera-
La petición de cualquier prueba de laboratorio en
ciones acerca del examen físico del abdomen en
el DAA en un individuo, por otra parte sano, de-
el anciano, la mujer o el enfermo inmunodepri-
bería ir orientada para confirmar o descartar una
mido.
sospecha diagnóstica inicial o simplemente para
❱❱ Finalmente, en un paciente con DAA no puede obtener información que resulte de utilidad para
obviarse una exploración general, incluyendo el discernir el origen de un dolor abdominal sin una
tórax. La auscultación del corazón puede descu- etiología clara. El umbral para solicitar un amplio
brir soplos o signos de fibrilación auricular que panel de pruebas analíticas debe reducirse en en-
obligan a valorar la posibilidad de un accidente fermos con comorbilidades relevantes como ocurre
vascular intraabdominal (embolia o trombosis en el enfermo con cirrosis, diabetes, inmunode-
mesentérica). El examen del pulmón puede re- presión, o cáncer. Una determinación de β-HCG en
velar la semiología típica de una condensación sangre o en orina resulta obligada en toda mujer
neumónica (una causa no infrecuente de dolor en edad fértil con DAA. Es práctica común solicitar
abdominal) o de una embolia pulmonar. La ex- un hemograma en todo paciente con DAA, aunque
ploración del raquis y de la pelvis pueden des- ciertamente sus resultados no suelen alterar el ma-
cubrir anomalías esqueléticas implicadas en la nejo de los pacientes33-35. El recuento leucocitario,
patogénesis de un dolor radicular o procesos de por ejemplo, suele estar alterado en el 70-80% de
naturaleza inflamatoria o séptica que afectan a los casos de apendicitis aguda, pero también en el
la articulación de la cadera y explican la apari- 70% de los pacientes con otras causas de dolor en
ción de un dolor referido a la región inguinal. El la fosa iliaca derecha36. Es bien conocido, por otra
dolor provocado por la percusión en los ángulos parte, que el recuento de leucocitos es frecuente-
costovertebrales sugiere patología renourete- mente normal en el paciente anciano con DAA, en
ral, incluyendo la pielonefritis. Tampoco puede tanto que la leucocitosis es un hecho común en la
pasarse por alto la exploración de la piel que a mujer sana en estado de gestación37. La determina-
menudo descubre la presencia de equimosis en ción de las enzimas hepáticas (AST, ALT, fosfatasa
la región periumbilical o en el flanco (signos de alcalina y GGT), es obligada ante todo paciente con
Turner y Grey-Turner), propios de una pancrea- DAA centrado en el cuadrante superior derecho
titis necrotizante, o la existencia de un herpes del abdomen, epigastrio o región periumbilical, así
zooster, entidad que debe ser investigada siem- como ante la sospecha de pileflebitis como compli-

112
6. Dolor abdominal agudo

cación secundaria a un foco séptico-inflamatorio en radiológico depende de la localización de la per-


otra región del abdomen (p. ej.: apendicitis, diver- foración, hallándose presente en 2/3 de los casos
ticulitis). La determinación de amilasa para confir- de perforación gastroduodenal y solo en 1/3 de los
mar la sospecha de pancreatitis aguda, encuentra casos de perforación de intestino delgado o colon.
la dificultad de su escasa especificidad, dado que La sensibilidad del procedimiento es menor cuando
este parámetro puede elevarse en otros procesos el paciente ha sufrido una intervención quirúrgi-
abdominales graves como la oclusión intestinal ca previa43 y aumenta cuando la Rx se obtiene en
con estrangulación, la perforación de una úlcera decúbito lateral (proyección aconsejada, por otra
gastroduodenal o la isquemia mesentérica aguda, parte, cuando la condición clínica del paciente no
además de algunas causas ginecológicas de dolor permite la bipedestación). Esta proyección permite
abdominal. La determinación de lipasa es más es- detectar hasta 1-2 cm3 de aire libre43,44. Otro recur-
pecífica en este contexto (ver capítulo 42). Otras so para incrementar la sensibilidad de la técnica es
determinaciones analíticas como la glucemia, los la inyección de aire (50 ml) o de contraste hidro-
parámetros de la función renal y los electrolitos soluble a través de una sonda nasogástrica. Glo-
resultan de utilidad para evaluar el impacto de la balmente, la sensibilidad y especificidad de la Rx
enfermedad causante de DAA sobre la condición simple de abdomen para el diagnóstico de obstruc-
general del paciente y su situación hemodinámica. ción intestinal es del 69 y 57%, respectívamente45.
Una marcada elevación de los niveles de glucosa Signos característicos de oclusión son la distensión
obliga a considerar la cetoacidosis diabética como de las asas (más de 2,5 cm), la presencia de nive-
causa de DAA. La acidosis metabólica siempre es un les hidroaéreos y el signo de la cuenta de rosarios
marcador de gravedad en el DAA. Algunos paráme- (string of beads), resultante del atrapamiento de
tros como la elevación simultánea de LDH, fosfatasa burbujas de gas que flotan en el líquido retenido
alcalina, CPK y amilasa suelen reflejar la presencia sobre las válvulas conniventes (figura 12). Éste es
de necrosis gangrenosa del intestino (capítulo 28). el único signo patognomónico de obstrucción43. La
La elevación del dímero-D constituye un marcador presencia de íleo, impresiones dactilares (thumb-
de trombosis que puede ser de utilidad, en fases printing) o de gas intramural (neumatosis) o en el
más precoces de isquemia mesentérica aguda. Un territorio venoso portal constituye un hallazgo in-
análisis elemental de orina puede aportar informa- equívoco de gangrena. Un estudio demostró que
ción de valor, pero también puede confundir al mé- la presencia de estos hallazgos radiológicos en un
dico. Por ejemplo, el hallazgo de hematuria, piuria paciente con isquemia mesentérica aguda compor-
y proteinuria es común en la infección del tracto ta una tasa de mortalidad superiro al 75%, frente a
urinario (ITU), pero a menudo se observan en la un 29% cuando la Rx simple de abdomen es normal
apendicitis aguda. De hecho, entre el 20 y el 40% (capítulo 28)46.
de los pacientes con apendicitis aguda muestran
alteraciones en el sedimento urinario38-39 y la piuria Ecografía abdominal
es un hallazgo común en el anciano40. Todas estas El examen con ultrasonidos (US) puede ser llevado
circunstancias pueden inducir a error en la valora- a cabo a la cabecera del paciente (lo que consti-
ción diagnóstica. tuye un valor añadido en el enfermo en estado
crítico) y constituye la técnica de elección en tres
Exploraciones de imagen situaciones: 1) ante la sospecha de aneurisma de
aorta abdominal (AAA); 2) cuando la clínica orienta
Rx simple de abdomen
hacia una enfermedad de la vesícula biliar y 3) en
Hoy en día, se desaconseja la realización de Rx sim- el embarazo. También proporciona información de
ple de abdomen de forma indiscriminada, dado que utilidad en el cólico renal (permite evaluar hidrone-
su rendimiento diagnóstico es bajo en el DAA41,42. frosis), la pancreatitis (informa sobre la presencia
Su mayor utilidad sigue siendo la detección de de cálculos biliares) y el hemoperitoneo. El registro
signos de perforación o de obstrucción intestinal, con Doppler puede aportar, a su vez, datos a favor
aunque la ausencia de estos signos no excluye en de una trombosis venosa en el territorio mesenté-
modo alguno este diagnóstico. La demostración rico-portal o suprahepático. Un estudio efectuado
de aire libre intraperitoneal (neumoperitoneo) es sobre una larga serie de pacientes en el que se uti-
diagnóstico de perforación de víscera hueca (salvo lizó como estrategia la realización de una ecografía
que el enfermo haya sido sometido recientemente abdominal y posteriormente una tomografía com-
a una laparoscopia). La sensibilidad de este signo putarizada del abdomen, cuando el examen con US

113
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 12. Rx simple de abdomen que muestra distensión de asas de intestino delgado en un caso de oclusión intestinal por
adherencias postapendicectomía.

fue negativo o no concluyente, permitió reducir la cos equívocos. Debe considerarse que los hallazgos
exposición a la radiación en una elevada propor- más frecuentemente observados en la apendicitis
ción de pacientes47. son los cambios inflamatorios en la región pericecal
y en la grasa periapendicular. Estos signos pueden
Tomografía computarizada pasar inadvertidos en pacientes jóvenes con poca
del abdomen (TC) grasa retroperitoneal y mesentérica. La TC abdo-
A pesar de una considerable dosis de radiación minal es superior a la ecografía abdominal en la
(aspecto a considerar siempre), la TC del abdomen valoración de los enfermos con pancreatitis aguda
proporciona información de gran valor y a menudo (figura 13). Su indicación, sin embargo, queda res-
definitiva en el diagnóstico del DAA48,49. De especial tringida a los casos que exhiben signos biológicos
utilidad es en el anciano, donde la TC abdominal es predictivos de un curso grave o complicado. En es-
capaz de establecer el diagnóstico de la causa en tos casos es importante la angio-TC con el fin de
el 75% de los casos totales y en el 85% de aquellos
que precisan una resolución quirúrgica48,49. Aunque
la US es de elección en el paciente inestable con
sospecha de rotura de AAA, en el paciente que per-
manece estable, la TC es excelente para delimitar
el diámetro de la aorta y la extensión del aneuris-
ma, así como para evidenciar signos de hemorra-
gia retroperitoneal, sin necesidad de administrar
contraste iv. Ni la presencia de gas, ni la obesidad
constituyen un inconveniente para la TC en estos
escenarios. En manos experimentadas, la TC ofrece
una sensibilidad y especificidad para el diagnósti-
co de apendicitis aguda del 90-100% y del 83-97%,
respectivamente y ha contribuído de forma notable
a disminuir la tasa de apendicectomías negativas Figura 13. Imagen de una pancreatitis aguda obtenida por
desde un 20 hasta un 4%50-56. De hecho, hoy en día, TC abdominal. Obsérvese el aumento difuso de la glándula
pancreática con infiltración y desdibujamiento del plano
se considera el procedimiento diagnóstico de elec- graso peripancreático.
ción ante la sospecha de apendicitis y signos clíni-

114
6. Dolor abdominal agudo

confirmar la sospecha de pancreatitis necrotizante, (dirigida primordialmente al recuento de PMN), el


un diagnóstico que modifica de forma sustancial el lavado peritoneal (útil para investigar la rotura de
manejo de estos pacientes. La TC resulta de elec- una víscera maciza), la ecografía transvaginal cuyo
ción igualmente en el diagnóstico de la diverticulitis valor en la detección de embarazo ectópico está su-
aguda y alguna de sus complicaciones (p. ej.: abs- peditado a los niveles de β-HCG (superior a 1.000-
ceso peridiverticular), así como ante la sospecha 2.000 mlU/ml) y la laparoscopia. Esta última ofrece
de absceso hepático o intraabdominal de cualquier un rendimiento diagnóstico elevado en el estudio
etiología. En tales casos, la TC añade la posibilidad del dolor abdominal en FID o en la pelvis menor.
de llevar a cabo un drenaje percutáneo y evitar con Algunos autores preconizan su empleo en todas las
ello la cirugía. mujeres jóvenes con dolor abdominopélvico agu-
do, dado el elevado porcentaje de error diagnóstico
Angiografía observado en este grupo59-62.
Aunque la TC con multidetector es un procedimien-
to sensible y fiable para el diagnóstico de la oclu- Otras claves para el diagnóstico
sión vascular mesentérica, la angiografía aporta
como valor añadido importante, la posibilidad de
EL VALOR DE LA OBSERVACIÓN
perfundir papaverina intraarterial para neutralizar Una proporción considerable de casos de dolor
el vasoespasmo asociado a todas las formas de is- abdominal agudo se muestran de un modo oscu-
quemia mesenterica aguda, así como la perfusión ro en sus etapas iniciales. A pesar del esfuerzo y la
de agentes trombolíticos en casos seleccionados sagacidad del clínico, su interpretación es difícil. En
(véase capítulo 28)57. La angiografía, sin embargo, una situación de este tipo y en ausencia de signos
no puede llevarse a cabo en los pacientes en estado de alarma, resulta aconsejable mantener al enfer-
crítico. En tales casos, solo puede contribuir a re- mo en un área de observación y repetir el examen
trasar peligrosamente el diagnóstico y únicamente clínico algunas horas después. Con gran frecuencia,
puede plantearse de forma perioperatoria58. este tiempo de espera permite una mejor defini-
ción de los síntomas y hace posible un diagnósti-
Otras exploraciones
co63.
complementarias
LA EXPERIENCIA ACUMULADA
La RMN, los estudios digestivos con contraste, es-
pecialmente el enema opaco, la gammagrafía con El interés por conocer el diagnóstico final, tras la
leucocitos o con HIDA, la urografía de eliminación, evaluación personal del caso, ofrece la oportunidad
la ecografía transvaginal y la laparoscopia, consti- de obtener una información que puede ser de gran
tuyen procedimientos alternativos o complementa- utilidad en el futuro. Este aspecto contribuye, sin
rios que en determinados contextos resultan de uti- duda, a mejorar sensiblemente la capacidad diag-
lidad en la evaluación de un paciente con DAA. Su nóstica del médico63.
indicación debe apoyarse siempre en un juicio clíni-
co bien ponderado. Los estudios con contraste po- CONOCER LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES
seen limitadas indicaciones en el estudio del DAA. DE DOLOR ABDOMINAL AGUDO
Un estudio gastroduodenal con contraste hidroso- Un aspecto importante en la evaluación diagnósti-
luble puede demostrar signos de extravasación en ca del DAA es el conocimiento de las causas más
un caso de perforación sin neumoperitoneo visible frecuentes de este síndrome. Es cierto que el es-
o una fístula gastroyeyunocólica. El enema opaco pectro de posibilidades etiológicas es muy amplio.
puede ser útil para discernir el origen mecánico o Sin embargo, en la práctica clínica, solo un número
funcional de una obstrucción de colon. En algunos reducido de ellas es responsable del 90% de los ca-
casos puede ser utilizado con fines terapéuticos, sos2 (tabla 7).
como ocurre con las invaginaciones cólicas o ileo-
cólicas de los niños. El papel del enema opaco en Factores que aumentan la incidencia
el vólvulo de sigma y en la diverticulitis aguda (ene-
ma con baja presión) ha quedado relegado por la
de error diagnóstico
desvolvulación endoscópica y la TC abdominal, res- Algunos factores aumentan la incidencia de error
pectivamente. Otras exploraciones avanzadas en diagnóstico: el sexo femenino, la edad avanzada y
el estudio del DAA incluyen la citología peritoneal el tratamiento inmunosupresor.

115
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 7. Causas más frecuentes de dolor abdominal agudo ❱❱ El dolor abdominal puede ser difícil de inter-
pretar en niños y ancianos. La historia es difícil
de obtener en ambas situaciones debido a los
❱❱ Dolor abdominal inespecífico. problemas de comunicación que representa el
❱❱ Apendicitis aguda. contacto con niños muy pequeños o ancianos
❱❱ Colecistitis aguda. con demencia o hipoacusia severa. La pared
abdominal de los niños está poco desarrollada
❱❱ Obstrucción intestinal.
y los signos de peritonitis (defensa y contrac-
❱❱ Cólico nefrítico.
tura abdominal) pueden ser poco relevantes.
❱❱ Perforación de víscera hueca. Algunos signos biológicos como la fiebre o la
❱❱ Pancreatitis. leucocitosis resultan poco específicos por su
❱❱ Diverticulitis. elevada prevalencia en otras entidades. Algunas
consideraciones deben realizarse en el enfermo
anciano2,8,14,17,18,21,25,32,35,38:
❱❱ El sexo femenino viene gravado por una eleva- ■■ T anto la mortalidad como la probabilidad de
da incidencia de errores diagnósticos. Algunas error diagnóstico se incrementan de modo
patologías como la salpingitis aguda, el emba- exponencial a partir de los 50 años.
razo ectópico y la torsión o rotura de un quiste
■■ lgunos estudios demuestran que un dolor
A
de ovario pueden simular los síntomas de una
abdominal generalizado (y no localizado)
apendicitis aguda65. De hecho, éste es un diag-
nóstico que se formula de forma errónea en una puede aparecer en un 14% de los pacientes
tasa importante de casos. Algunos datos como de más de 50 años, con apendicitis, compa-
la fecha de la última menstruación, los ante- rado con solo un 2%, entre los pacientes más
cedentes obstétricos y la historia sexual de la jóvenes.
paciente tienen indudable interés para el diag- ■■ La maniobra de descompresión puede ser
nóstico. Igualmente tiene valor la presencia de negativa, con mayor probabilidad entre los
leucorrea, una adecuada palpación de la pelvis pacientes de mayor edad.
(una masa anexial hipersensible debe sugerir
embarazo ectópico) y la exploración vaginal (la ■■ E ntre los ancianos es más probable el diag-
aparición de dolor pélvico bilateral con el des- nóstico de una enfermedad de evolución
plazamiento del cuello uterino debe sugerir fatal, incluyendo la isquemia mesentérica
enfermedad pélvica inflamatoria). En algunos aguda, la rotura de un aneurisma de aorta, el
casos puede ser necesaria una prueba de em- propio infarto agudo de miocardio y la cole-
barazo o el cultivo de las secreciones vaginales, cistitis gangrenosa (figura 14).
asi como el análisis bacteriológico del líquido
obtenido por punción del fondo de saco de ❱❱ Una categoría especial está constituída por el
Douglas. Una ecografía endovaginal o una lapa- paciente inmunodeprimido65-68. Es el caso de
roscopia pueden ser necesarias para completar pacientes con sida, enfermos de cáncer some-
el estudio. En todo caso, no debe olvidarse que tidos a tratamiento con citostáticos o pacientes
la apendicitis aguda sigue siendo la causa más que toman regularmente corticosteroides. En
frecuente de dolor abdominal agudo en la mu- algunos pacientes, la neutropenia determina
jer embarazada. Dos hechos deben ser tenidos reacciones oligosintomáticas en respuesta a un
en cuenta para reducir la posibilidad de error: proceso inflamatorio. De este modo, las prime-
1) el fondo uterino desplaza progresivamente ras manifestaciones clínicas de una inflamación
el apéndice desde su posición habitual hasta visceral pueden ser las de una sepsis evolucio-
el vacío derecho (6.º mes) y región subcostal nada y de difícil control. En el paciente VIH, de-
derecha (8.º mes), lo que debe ser tenido en ben considerarse algunos diagnósticos, además
cuenta a la hora de explorar a la mujer gestante de las causas habituales de dolor abdominal.
con dolor abdominal; 2) el desplazamiento del Estos incluyen: 1) la enterocolitis aguda con
apéndice por el útero grávido evita, a menudo, diarrea y deshidratación; 2) la perforación del
una irritación evidente del peritoneo parietal, intestino grueso por CMV; 3) una obstrucción
lo que explica que los signos de peritonitis focal del intestino delgado por linfoma, sarcoma de
puedan estar ausentes en algunos casos2. Kaposi o micobacterias atípicas y 4) enfermedad

116
6. Dolor abdominal agudo

A B

Figura 14. La colecistitis gangrenosa es una entidad que incide con mayor frecuencia en el paciente anciano. A menudo existe
una desproporción entre la escasa relevancia de la semiología abdominal y el deterioro de la condición general, con evolución a
shock séptico. El caso que se muestra corresponde a una colecistitis grave A): obsérvese la presencia de un nivel hidroaéreo en el
cuadrante superior derecho del abdomen indicativo de la presencia de gas intraluminal (sobreinfección por anaerobios); B) pieza
de colecistectomía.

del tracto biliar por CMV o criptosporidium. Fi- Actitud ante el enfermo con dolor
nalmente se han descrito algunos casos de pan-
creatitis grave asociada al consumo de fármacos
abdominal agudo
retrovirales. El dolor abdominal agudo representa un auténtico
desafío para el médico práctico. Incluso los más
❱❱ Analgesia como factor que induce a error. Du- expertos con frecuencia interpretan la condición
rante mucho tiempo se pensó que la administra- clínica del paciente de un modo equívoco1-5,63. Ya se
ción de analgésicos constituía una grave interfe- ha mencionado que el sexo femenino, el anciano y
rencia en la evaluación del DAA70. Numerosos el enfermo inmunodeprimido comportan mayores
estudios han cuestionado recientemente este probabilidades de error. Como siempre, en medi-
concepto71-74. Hoy en día el proceso de diagnós- cina, la probabilidad de orientar correctamente el
tico del DAA ha avanzado considerablemente cuadro aumenta con una historia clínica y un exa-
gracias al advenimiento de técnicas avanzadas men físico minucioso. El uso juicioso de algunas
de imagen, disponibles en todos los hospitales. pruebas complementarias básicas o avanzadas,
Una vez registrada la información proporciona- según los casos, permite confirmar o descartar la
hipótesis inicial. El protocolo a seguir ha de ir orien-
da por la historia y el examen físico, y tenien-
tado siempre a descartar en primer lugar cualquier
do en cuenta que en muchos casos el cirujano
patología que comporte riesgo vital inminente para
participa desde el principio en la evaluación del
el paciente. Dado que estas patologías inciden con
paciente, carece de sentido mantener al enfer- mayor frecuencia en los pacientes de mayor edad,
mo con dolor abdominal para no “enmascarar algunos autores abogan por establecer un algorit-
los síntomas”. El uso juicioso de analgésicos en mo de actuación distinto, en función de la edad del
este contexto no debería suponer un hándicap paciente (mayor o menor de 50 años). En su exce-
en la valoración del caso. lente revisión, John L. Kendall y María E. Moreira69

117
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

No Sí
Signos de toxicidad, shock o peritonitis

Clínica y/o FR Clínica y FR sugestivos Reanimación


sugestivos de IAM de AAA Consulta quirúrgica
US-cabecera del paciente
(evaluar aorta
y hemoperitoneo)
ECG,
No Sí (Rx, ECG, lactato, lipasa,
enzimas cardiacos
PFH)

Clínica y FR sugestivos de IMA Consulta quirúrgica


[dolor abdominal desproporcionado US-cabecera del
en relación con el examen físico] paciente/TC

No Sí Consulta quirúrgica- TC/angiografía

Clínica sugestiva de obstrucción


intestinal (vómitos persistentes, Sí Rx simple de abdomen
distensión y cierre abdominal) o de
perforación (contractura + íleo)
No “Neumo” Aire +
Obstrucción
¿Dónde está el dolor localizado? obstrucción

Cirugía TC TC
¿Epigastrio/hipocondrio derecho?

No US hepatobiliar
¿Dolor en la FID? Lipasa/enzimas hepáticos
Rx tórax/ECG
No
Sí ¿Dolor en la FII?
Mujer Hombre No Sí
“Signos de escroto agudo”
Dolor en el Evaluar con el
Exploración pélvica No Sí hipocondrio mismo protocolo
US/TC según los hallazgos izquierdo que el paciente
Consulta con dolor en FID
urológica ¿Síntomas/signos
¿Elevada sospecha de apendicitis?
de mononucleosis + Considerar
infecciosa? diverticulitis
No Sí
No Sí aguda
Observación activa
Cirugía Valorar infarto esplénico/
vs. TC abdominal
enfermedad pancreática/ Valorar rotura
FR: factores de riesgo; SCA: síndrome corona- neumonía/embolia de bazo
rio agudo; AAA: aneurisma de aorta abdomi- pulmonar[lipasa, ECG, tórax, [US/TC]
nal; IMA: isquemia mesentérica aguda;
US hepatobiliar] Consulta quirúrgica
PFH: pruebas hepáticas.

Figura 15. Algoritmo de actuación en el paciente con DAA con edad mayor de 50 años (modificado de Kendall J & Moreira ME.
Ref-69).

118
6. Dolor abdominal agudo

proponen el algoritmo de actuación que ha queda- perforación (rigidez en la pared abdominal y au-
do expuesto en la figura 15. sencia de ruidos intestinales). En ambos casos,
una Rx simple de abdomen puede demostrar la
Protocolo de actuación en el paciente presencia de signos de obstrucción o aire libre
con edad mayor de 50 años en la cavidad peritoneal. En caso negativo, y si
la sospecha clínica es razonable, debe indicarse
Brevemente, y considerando las entidades que una TC abdominal.
comportan riesgo vital para el enfermo, el protoco-
lo propuesto es el siguiente: ❱❱ Una vez que se han descartado la mayoría de
las entidades que comportan riesgo vital para el
❱❱ En primer lugar el médico debería centrar su paciente (IAM, AAA, IMA, oclusión con estran-
atención en la presencia de cualquier signo gulación y perforación), el diagnóstico puede
de inestabilidad hemodinámica, peritonitis o orientarse en función de la localización predo-
toxicidad sistémica. En tales casos, debe esta- minante del dolor abdominal (tabla 4) y del sexo
blecerse consulta quirúrgica de inmediato, a la del paciente.
vez que se inician las medidas de reanimación
hemodinámica. Un examen con ultrasonidos ■■ Si el dolor está centrado en el epigastrio o el
(US) a la cabecera del paciente permite evaluar hipocondrio derecho, debe obtenerse una
la aorta y la presencia de hemoperitoneo. Al- Rx tórax, ECG y US de la encrucijada hepato-
gunas pruebas analíticas elementales (lactato, bilio-pancreática, así como pruebas analíticas
lipasa y perfil hepático), un ECG y una Rx simple que puedan certificar la existencia de cual-
de abdomen pueden aportar información com- quier complicación asociada a la presencia
plementaria esencial. de cálculos biliares (lipasa y perfil hepático).

❱❱ En ausencia de signos de compromiso hemodi- ■■ Si el dolor está centrado en la fosa iliaca de-
námico o de peritonitis, la siguiente cuestión a recha, el protocolo depende en gran medida
plantear es si el paciente presenta síntomas, sig- del sexo del paciente. Si el paciente es una
nos o factores de riesgo de AAA o de síndrome mujer, además de considerar el diagnóstico
coronario agudo (SCA). Ante la sospecha de AAA de apendicitis aguda, el clínico debe valorar
es obligatorio solicitar una US a la cabecera del la posibilidad de una enfermedad ginecológi-
paciente, a la vez que se establece consulta qui- ca y proceder en consecuencia (examen pél-
rúrgica. Una TC abdominal puede proporcionar vico y US o TC de la región abdomino-pélvica,
información más precisa sobre el tamaño y ca- según los casos). Si el paciente es del sexo
racterísticas del aneurisma cuando el paciente masculino, el médico puede considerar cual-
está estable. quiera de las entidades que pueden conducir
a un “escroto agudo”. Por lo tanto, si el en-
❱❱ Si el enfermo no presenta síntomas, signos o fermo presenta una masa escrotal sensible o
factores de riesgo de AAA, la siguiente cuestión dolor a la palpación o elevación del testículo,
a considerar es si la historia o el examen físico debe establecerse consulta urológica y en su
proporcionan evidencias en favor de una isque- caso, explorar el testículo con US. Cuando la
mia mesentérica aguda (IMA) (p. ej.: dolor de historia y el examen físico no orientan hacia
intensidad desproporcionada a los hallazgos del una patología urogenital, el diagnóstico de
examen físico en un paciente con factores de apendicitis aguda debe de ser firmemente
riesgo). En caso positivo y, en ausencia de pe- considerado. Si la sospecha es elevada, el en-
ritonitis, debe consultarse con cirugía, a la vez fermo debe ser conducido al quirófano. Si los
que se inician las medidas de reanimación y se datos clínicos son equívocos, alternativamen-
planifican las pruebas de imagen que puedan te puede recurrirse a la observación clínica
certificar la naturaleza del accidente vascular. activa o a la realización de una TC (valorar
siempre el riesgo-beneficio de la radiación).
❱❱ El siguiente paso en los pacientes sin signos
de inestabilidad hemodinámica y sin evidencia ■■ Las consideraciones relativas a la posibilidad
alguna de IAM, AAA o IMA es preguntarse si la de una patología urogenital son igualmente
historia o el examen físico sugieren la presencia aplicables cuando el dolor está centrado en
de una posible obstrucción intestinal (vómitos la fosa iliaca izquierda. En estos casos, sin
persistentes, distensión y cierre abdominal) o embargo, se valora la diverticulitis aguda en-

119
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

tre los diagnósticos posibles. En tal caso, la vaginal en el 1/3 trimestre del embarazo) y un
exploración de elección es la TC abdominal, examen con US transabdominal o transvaginal.
especialmente cuando se trata de un primer El decubrimiento de un embarazo ectópico obli-
episodio o existe sospecha de una complica- ga a establecer consulta ginecológica urgente.
ción supurativa (capítulo 38).
En las pacientes en quienes se demuestra un
■■ Una cuestión a plantear cuando el dolor esta embarazo intrauterino no complicado, debe re-
centrado en el hipocondrio izquierdo, es si cordarse que la apendicitis aguda siendo siendo
el paciente presenta síntomas o signos de la enfermedad quirúrgica más frecuentemente
mononucleosis infecciosa, ya que en estos encontrada en el embarazo. La US puede ser
enfermos existe riesgo de rotura de bazo. La
útil en este escenario, dado que la TC abdomi-
mejor opción en estos casos es un examen
nal está formalmente contraindicada durante la
con US. Si éste es positivo (hemoperitoneo)
se indica cirugía. Si es negativo, y la sospe- gestación.
cha persiste se aconseja completar el estudio ❱❱ Si el embarazo no es posible o probable y la de-
con una TC. Si la mononucleosis infecciosa no terminación cualitativa de β-HCG es negativa, el
es considerada en el diagnóstico diferencial,
siguiente punto a considerar es la existencia de
cabe pensar en una enfermedad pancreática,
infarto esplénico o una enfermedad del tórax dolor y sensibilidad a la palpación en cualquiera
(neumonía, embolia pulmonar) con repercu- de las regiones anexiales. Si la respuesta es afir-
sión abdominal y las exploraciones deben ir mativa, debe realizarse una US para descartar
dirigidas con esta orientación (ECG, Rx tórax, torsión o rotura de quiste ovárico.
lipasa, US-TC abdominal).
❱❱ Si la exploración del abdomen no revela dolor a
Protocolo de actuación en el paciente la palpación en una región anexial (unilateral),
el clínico debe plantearse la posibilidad de una
con edad menor de 50 años
enfermedad pélvica inflamatoria (EPI). El diag-
El protocolo de actuación en el paciente con edad nóstico diferencial puede ser difícil con la apen-
inferior a 50 años es similar al descrito para el pa- dicitis aguda cuando el dolor se ha centrado
ciente con edad superior a 50 años, pero teniendo más en la FID75. Dos signos que pueden ser de
en cuenta que algunas entidades que ponen en
ayuda son el dolor a la movilización del cuello
riesgo la vida del enfermo como el AAA y la IMA son
infrecuentes en este grupo etario y que el DAA en la uterino (característico de la EPI) y el hecho de
mujer joven comporta una pauta de actuación es- que en la apendicitis suele haber anorexia (un
pecífica, para disminuir la posibilidad de error (ver síntoma que no es constante ni obligado en la
más arriba). El protocolo aconsejado para la mujer EPI). La conducta a seguir si se confirma la pre-
en edad fértil es el siguiente: sencia de una EPI depende de la condición clí-
❱❱ En presencia de signos de shock o peritonitis, nica de la paciente. En ausencia de vómitos o
debe establecerse consulta quirúrgica de in- signos de toxicidad, el manejo puede realizarse
mediato, a la vez que se inician las medidas de con antibióticos por vía ambulatoria. En caso
reanimación hemodinámica, se solicita un test contrario, la enferma debe de ser hospitalizada
de embarazo y se indica una US a la cabecera de y recurrir a la vía iv.
la paciente para excluir la presencia de líquido
libre en el peritoneo o signos de gestación. ❱❱ Las pacientes que presentan como síntoma pre-
dominante dolor en la FID y no existen datos en
❱❱ En las pacientes estables, resulta prioritario es- la historia a favor de EPI, deben ser investiga-
clarecer cualquier posibilidad de embarazo, me-
das para descartar apendicitis aguda en primer
diante una determinación cualitativa de β-HCG,
lugar, sin olvidar otras entidades responsables
para orientar la pauta a seguir. Si ésta es positi-
va, debe ordenarse una determinación cuanti- de una clínica similar (nefrolitiasis, ITU, neopla-
tativa, así como indicar un examen pélvico con sia intraabdominal y violencia doméstica, entre
medidas apropiadas de esterilidad (este último otras). Nuevamente la US y la TC pueden ser de
está contraindicado en presencia de sangrado utilidad en este contexto.

120
6. Dolor abdominal agudo

¿Puede seguir el enfermo su evaluación Bibliografía


por vía ambulatoria? 1. American Collage of Emergency Physicians. Cli-
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Un paciente puede ser derivado para efectuar un
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moderada, mal delimitado, no asociado a síntomas 15.
o signos relevantes (ver tabla 4), con un examen fí- 2. García Cabezudo J. Montoro Huguet M et al.
sico normal, al igual que el resto de exploraciones Aproximación al paciente con dolor abdomi-
complementarias básicas. Algunos pacientes son nal agudo (I y II). En: Montoro M, Bruguera M,
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un dolor abdominal localizado o difuso, sin signos 2002:751-82.
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mal. Su curso clínico suele ser autolimitado y su with abdominal pain in the emergency de-
evolución incierta y heterogénea. Muchos acaban partment. Uptodate, 2011 (www.uptodate.
cumpliendo criterios de dolor abdominal funcional com).
o de intestino irritable. En otros llega a descubrir- 4. Montoro M. Dolor abdominal agudo. En: Mon-
se finalmente una patología orgánica. En cualquier toro M, García Pagán JC, eds. Manual de Emer-
caso, el alta de un paciente que ha sido evaluado en gencias en Gastroenterología y Hepatología.
un Servicio de Urgencias por DAA debería ir acom- Jarpyo Editores S.A. Madrid, 2010:79-91.
pañada de un documento con instrucciones con- 5. Irvin TT. Abdominal pain: a surgical audit of
cretas acerca del peligro potencial que comporta la 1190 emergency admissions. Br J Surg 1989;
aparición de cualquier cualquier síntoma o signo de 76:1121-5.
alto riesgo que pueda aparecer en el intervalo de 6. Jess P, Bjerregaard B, Brynitz S et al. Prognosis
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partment evaluation of geriatric patients with
lánea de causas intra- o extraabdominales. El abor-
acute cholecystitis. Acad Emerg Med 1997;
daje diagnóstico de estos pacientes es complejo y
4:51-5.
puede orientarse según el órgano afectado por la
9. Yamamoto, W, Kono, H, Maekawa, H, Fukui, T.
enfermedad causal, según la localización del dolor
The relationship between abdominal pain re-
o el riesgo vital que comporta. Sin embargo, ningu- gions and specific diseases: An epidemiologic
na aproximación acaba siendo tan eficiente como approach to clinical practice. J Epidemiol 1997;
aquella basada en los datos proporcionados por 7:27.
una historia y examen físico efectuados con rigor. El 10. Thomas, SH, Silen, W, Cheema, F et al. Effects
valor de la observación, la experiencia acumulada of morphine analgesia on diagnostic accuracy
y el conocimiento de las patologías que con mayor in emergency department patients with abdo-
frecuencia son causa de DAA son determinantes a minal pain: A prospective, randomized trial. J
la hora de escoger aquellas exploraciones que con Am Coll Surg 2003;196:18-31.
mayor probabilidad permiten confirmar o descar- 11. Kelso LA, Kugelmas M. Nontraumatic abdomi-
tar una hipótesis diagnóstica. El sexo femenino, el nal pain. AACN Clin Issues 1997;8:437-48.
anciano y el paciente inmunodeprimido son fac- 12. Staniland JR, Ditchburn J, De Dombal FT. Clini-
tores que incrementan la probabilidad de error, lo cal presentation of acute abdomen: study of
que debe ser tenido muy en consideración para no 600 patients. Br Med J 1972;3:393-8.
pasar por alto enfermedades cuyo pronóstico pue- 13. Bugliosi TF, Meloy TD, Vukov LF. Acute abdomi-
de verse ensombrecido por un diagnóstico equívo- nal pain in the elderly. Ann Emerg Med 1990;
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123
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

71. Thomas SH, Silen W, Cheema F, R.eisner A, 74. Ranji SR, Goldman LE, Simel DL, Shojania KG.
Aman S, Goldstein JN et al. Effects of morphine Do opiates affect the clinical evaluation of pa-
analgesia on diagnostic accuracy in Emergency tients with acute abdominal pain? JAMA 2006;
Department patients with abdominal pain: a 296:1764-74.
prospective, randomized trial. J Am Coll Surg 75. Rothrock SG, Green SM, Dobson M, Colucciello
2003;196:18-31. SA, Simmons CM. Misdiagnosis of appendicitis
72. Pace S, Burke TF. Intravenous morphine for in nonpregnant women of childbearing age.
early pain relief in patients with acute abdomi- J Emerg Med 1995;13:1-8.
nal pain. Acad Emerg Med 1996;3:1086-92. 76. Graff L, Russell J, Seashore J, Tate J, Elwell A,
73. Gallagher EJ, Esses D, Lee C, Lahn M, Bijur PE. Prete M et al. False-negative and false-positive
Randomized clinical trial of morphine in acute errors in abdominal pain evaluation: failure to
abdominal pain. Ann Emerg Med 2006;48:150- diagnose acute appendicitis and unnecessary
60. surgery. Acad Emerg Med 2000;7:1244-55.

124
7 Diarrea crónica
Fernando Fernández Bañares, María Esteve Comas
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Mutua Terrassa
Terrassa (Barcelona)

Introducción Objetivos de este capítulo


La diarrea crónica es un problema común tanto ❱❱ Clarificar el concepto de diarrea crónica.
en las consultas de atención primaria, como en
❱❱ Realizar un enfoque diagnóstico práctico y
el ámbito especializado. Realizar un abordaje
didáctico de la diarrea crónica.
coste-efectivo de este problema conlleva la ne-
cesidad de conocer no solo las causas frecuen- ❱❱ Plantear las posibilidades terapéuticas de
tes de este síndrome, sino también las causas, a un paciente con diarrea crónica.
menudo insospechadas, de enfermedades cuyo
descubrimiento puede modificar sustancialmen- REFERENCIAS CLAVE
te la calidad de vida del paciente. El presente
1. Fine KD, Schiller LR. AGA technical review
capítulo se centrará en la descripción de aque-
on the evaluation and management
llas claves que ayudan a diferenciar el origen
of chronic diarrhea. Gastroenterology
orgánico o funcional de la diarrea y el protocolo
1999;116:1464-86.
a seguir en función de la orientación inicial pro-
porcionada por una historia y examen físico mi- 2. Schiller LR, Sellin JH. Diarrhea. En: Feldman
nuciosos. La diarrea aguda (menos de 3-4 sema- M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger
nas de evolución) ha sido tratada en otra sección and Fordtran’s gastrointestinal and liver
de esta obra. disease: pathophysiology, diagnosis, ma-
nagement. Saunders Elsevier. Philadelphia,
Definición 2010:211-32.
3. Schiller LR. Chronic diarrhea. Gastroentero-
Diarrea crónica logy 2004;127:287-93
Se define la diarrea como cualquier variación sig-
nificativa de las características de las deposicio-
nes, respecto al hábito deposicional previo del
paciente, tanto en lo que se refiere a un aumen- consistencia líquida. De forma arbitraria se consi-
to del volumen o de la frecuencia de las heces, dera que la diarrea es crónica cuando su duración
como a una disminución de su consistencia. Hay es superior a las 4 semanas.
que distinguir la diarrea de la pseudodiarrea en
la que existe un aumento de la frecuencia pero Malabsorción
con heces sólidas. En la literatura médica norte-
americana se define diarrea por el peso de las Conceptualmente, es útil separar el término de
heces (mayor de 200 g/día). Sin embargo, esta maldigestión del de malabsorción. Se entiende por
definición no tiene en cuenta que personas con maldigestión la alteración en la hidrólisis de los
una elevada ingesta de fibra insoluble pueden nutrientes. En cambio, la malabsorción se refiere,
presentar un peso de la deposición elevado de a la alteración en la absorción mucosa de los nu-
forma habitual (tan alto como 300 g/día), pero trientes. Actualmente el cuadro clínico clásico de
con una consistencia normal. Por el contrario, malabsorción (paciente con deposiciones abun-
algunos sujetos que consultan por diarrea pre- dantes, pastosas, y espumosas, con desnutrición,
sentan un peso de las heces normal, pero con y distension abdominal) es muy poco frecuente,

S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 125
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

siendo lo más habitual encontrarse ante el diag- vas que retienen fluido dentro de la luz intestinal,
nóstico diferencial de un cuadro de diarrea crónica reduciendo con ello la absorción de agua. Este
acuosa o síntomas gastrointestinales inespecíficos, tipo de diarrea se denomina diarrea osmótica.
pérdida de peso, anemia o, simplemente, una al- Los ejemplos más característicos son la ingestión
teración de una prueba de laboratorio. Aunque en de carbohidratos no absorbidos (por ej.: lactosa,
el presente capítulo se abordarán ambos temas, el fructosa, sorbitol), y la ingestión de laxantes a
lector puede ampliar información sobre la fisiopa- base de magnesio, fosfato o sulfato. La caracte-
tología de la digestión y absorción de nutrientes y rística esencial de la diarrea osmótica es que des-
los estados malabsortivos en el capítulo 22. aparece con el ayuno o al evitar la ingesta de la
sustancia que la provoca. Esta circunstancia se ha
Fisiopatología y mecanismos utilizado en clínica para diferenciar la diarrea os-
de la diarrea mótica de la secretora, que típicamente continua
después del ayuno, aunque puede disminuir algo
Mientras la diarrea aguda puede entenderse como de volumen debido a la disminución de secrecio-
una respuesta protectora frente a una variedad de nes endógenas.
agresiones intestinales (agentes infecciosos, toxi-
nas, etc.), la diarrea crónica es siempre inadecuada Aunque la clasificación de la diarrea en los subti-
y perjudicial. En general, la diarrea implica la exis- pos mencionados es interesante desde un punto
tencia de una alteración en el transporte de agua de vista fisiopatológico, esta diferenciación po-
en el intestino. Normalmente, el intestino delgado see escasa aplicabilidad clínica. Una misma en-
y el colon absorben el 99% del líquido procedente tidad es capaz de producir diarrea por múltiples
no solo de la ingesta, sino de las secreciones en- mecanismos fisiopatológicos que comportan un
dógenas salivares, gástricas, hepatobiliares y pan- aumento de secreción hidroelectrolítica y de la
creáticas. Todo ello supone unos 10 litros de fluido motilidad intestinal, incluyendo los efectos de
al día. La reducción de la absorción de agua en tan sustancias liberadas por las células neuroendo-
solo un 1% de este volumen total, puede ser causa crinas (paracrinas), citoquinas liberadas por cé-
de diarrea. lulas inmunológicas activadas localmente o a dis-
tancia, péptidos y hormonas liberados de forma
El transporte de agua intestinal está regulado por periférica y la propia actividad del sistema ner-
mecanismos muy precisos. Éstos comprenden un vioso entérico. Estos moduladores pueden actuar
sistema complejo de comunicación de mensajeros además sobre más de un efector (función epi-
extra- e intracelulares que contribuyen a mantener telial, contracción muscular, vías paracelulares,
el equilibrio hídrico en un amplio abanico de con- etc.) ocasionando alteraciones simultáneas en el
diciones fisiológicas1. Normalmente, en el intesti- transporte de iones, la motilidad o la permeabili-
no se produce tanto absorción como secreción de dad mucosa. Por otro lado, en cualquiera de estas
agua, aunque la primera es cuantitativamente su- entidades que causan secreción cólica la diarrea
perior. La diarrea puede surgir tanto por una dismi- puede verse agravada por la ingesta de sustancias
nución de la absorción, como por un aumento de osmóticas. Un ejemplo claro de este concepto
la secreción. Este tipo de diarrea debida a la altera- es la propia enfermedad inflamatoria intestinal
ción del transporte epitelial de electrolitos y agua (EII) (figura 1), donde coexisten alteraciones de
se conoce como diarrea secretora, aunque normal- la motilidad, fenómenos exudativos debidos a la
mente es debida a una disminución de la absorción destrucción mucosa, el efecto de múltiples secre-
y no a un aumento neto de la secreción. Diversas tagogos liberados por las células inmunes sobre
enfermedades afectan el transporte hidroelectrolí- el enterocito, y el efecto de toxinas bacterianas
tico a través de una alteración de los sistemas regu- sobre la función epitelial. Aunque la intolerancia
ladores, inducida por el efecto de mediadores de la a la lactosa no es más frecuente en la EII que en
inflamación, citoquinas, hormonas y toxinas. Todo la población general (alrededor de un 40-50% de
ello justifica que la lista de condiciones clínicas la población española presenta intolerancia a la
asociadas a diarrea secretora sea muy ampliain- lactosa), la frecuencia de los síntomas y su inten-
cluyendo la práctica totalidad de las entidades que sidad son mayores en los brotes de EII, ya que a
conocemos como causa de diarrea crónica. todos los mecanismos descritos se suma la dia-
rrea osmótica producida por la malabsorción de
La otra causa principal de diarrea es la ingesta de
este carbohidrato. Otro ejemplo es la enferme-
substancias no absorbibles y osmóticamente acti-

126
7. Diarrea crónica

Figura 1. La enfermedad inflamatoria intestinal, un ejemplo de enfermedad en la que se produce una diarrea de origen multifac-
torial. a) Colitis ulcerosa. b) Enfermedad de Crohn (ver texto).

dad celiaca donde la diarrea es secretora por dis- Historia


minución de absorción de agua y electrolitos, pero
también, osmótica por la alteración de la absor- La historia clínica es la piedra angular para orientar
ción de carbohidratos (monosacáridos y disacári- el diagnóstico de un paciente con diarrea crónica.
dos), y asimismo, se han descrito alteraciones de La historia debería recabar la información suficien-
la motilidad gastrointestinal en esta enfermedad. te para establecer una primera aproximación tanto
en lo que se refiere a la naturaleza de la diarrea
Clasificación y enfoque diagnóstico del (orgánica o funcional), como a la ubicación del
trastorno que la produce (intestino delgado o co-
paciente con diarrea crónica lon). Es necesario realizar una anamnesis rigurosa
La lista de causas que pueden ocasionar diarrea y sistematizada teniendo en cuenta los siguientes
crónica es extensa (tabla 1). En la mayoría de los aspectos:
tratados clásicos de gastroenterología, el enfoque
diagnóstico se realiza de acuerdo con la clasifica- Frecuencia de las deposiciones
ción fisiopatológica de la diarrea crónica (inflama- Debe consignarse el número de deposiciones en 24
toria, secretora, osmótica y por alteración de la horas, y los cambios respecto al hábito deposicio-
motilidad). Sin embargo, como hemos mencionado nal previo del paciente, que junto con la disminu-
en el apartado anterior, la mayoría de las causas de ción de la consistencia de la heces permiten definir
diarrea crónica producen alteraciones fisiopatoló- la presencia de diarrea.
gicas a diversos niveles, haciendo que esta clasifi-
cación sea irreal, y de hecho poco utilizada en la Características de las heces
práctica clínica habitual. Desde un punto de vista
El aspecto más importante es la disminución de
práctico, tiene mucho más interés el enfoque diag- la consistencia de la heces. Debe registrarse si se
nóstico basado en la presencia de una serie de ca- trata de heces líquidas o semilíquidas (diarrea cró-
racterísticas que permiten distinguir entre pacien- nica acuosa) o de heces pastosas (más frecuentes
tes con una diarrea de probable origen funcional o en pacientes con malabsorción o maldigestión).
de probable origen orgánico. Tal distinción es pri- Otros aspectos como el volumen de la deposición o
mordial para la selección de las pruebas diagnósti- la presencia de productos patológicos pueden ayu-
cas pertinentes en cada circunstancia. Hay que con- dar a discernir la naturaleza de la diarrea (orgánica
siderar que algunas de las diarreas aparentemente vs. funcional), así como la ubicación del trastorno
debidas a un trastorno funcional, pueden, en reali- (colon vs. intestino delgado). En general, las heces
dad obedecer a una causa orgánica. A continuación pastosas, voluminosas, de coloración amarillenta,
se describen los puntos clave que permiten al clíni- brillantes y que dejan un halo aceitoso a su alrede-
co establecer estas diferencias. dor sugieren la presencia de esteatorrea asociada

127
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 1. Causas de diarrea crónica agrupadas en orden a su mecanismo fisiopatológico 1

❱❱ Diarrea crónica acuosa • Otros tumores


1. Osmótica – Carcinoma de colon
• Laxantes osmóticos (Mg+2, PO-3, SO4-2) – Linfoma
• Malabsorción de carbohidratos – Adenoma velloso
• Ingestión excesiva de carbohidratos poco • Diarrea secretora idiopática
absorbibles • Otras: amiloidosis
– Lactulosa
– Sorbitol y manitol (chicles “sin azúcar”) ❱❱ Diarrea crónica inflamatoria
– Fructosa (frutas, bebidas blandas) • Enfermedad inflamatoria intestinal.
– Fibra (bran, frutas, vegetales) – Colitis ulcerosa
2. Secretora – Enfermedad de Crohn
• Clorhidrorrea congénita – Diverticulitis
• Enterotoxinas bacterianas – Yeyunoileitis ulcerativa
• Malabsorción de ácidos biliares – Enfermedades infecciosas
• Enfermedad inflamatoria intestinal • Bacterias
– Colitis ulcerosa – Shigella, salmonella
– Enfermedad de Crohn – Campylobacter, Yersinia
– Colitis microscópica – Clostridium diffícile
• Colágena – Virus
• Linfocítica – Herpes simple, CMV
• Vasculitis – Parásitos
• Abuso de laxantes estimulantes (tabla 7) – Amebiasis, estrongyloides
• Fármacos (ver tabla 4) – Colitis isquémica
• Alergias alimentarias. – Colitis por radiación
• Envenenamiento por metales pesados • Neoplasias
• Alteraciones de la motilidad – Cáncer de colon
– Diarrea postvagotomía – Linfoma
– Diarrea postsimpatectomía
– Neuropatía autónoma diabética ❱❱ Diarrea crónica con esteatorrea
– Síndrome de intestino irritable • Síndromes de malabsorción (tabla 3)
– Impactación fecal – Enfermedades de la mucosa
– Incontinencia anal • Celiaquía, Whipple
• Causa endocrinológica – Síndrome de intestino corto
– Enfermedad de Addison – Sobrecrecimiento bacteriano
– Hipertiroidismo – Isquemia mesentérica crónica
– Gastrinoma • Síndromes de maldigestión (tabla 3)
– Vipoma – Insuficiencia exocrina del páncreas
– Somatostatinoma – Concentración inadecuada de ácidos
– Síndrome carcinoide biliares en la luz del intestino
– Mastocitosis

Adaptado de Schiller LR. Evaluation of Chronic Diarrhea. En Lichtenstein G and Wu GD, eds. The Requisites in
1

Gastroenterology. Small and Large Intestine. Mosby. Philadelphia, 2004:31-51.

a un síndrome de maldigestión/malabsorción. Este colon proximal. Por el contrario, las heces semilí-
patrón clásico, sin embargo, es hoy en día poco quidas, de pequeño volumen, generalmente acom-
frecuente y su ausencia no excluye la presencia pañadas de tenesmo sugieren un origen en el colon
de un síndrome de malabsorción. Las heces pro- izquierdo y recto. En ciertos pacientes con diarrea
fusamente acuosas y de gran volumen sugieren crónica es necesario medir el peso de las deposi-
también un origen en el intestino delgado o en el ciones en 24 horas (media de 3 días) para valorar la

128
7. Diarrea crónica

se tanto en diarreas funcionales como orgánicas.


Hay que interrogar acerca de las circunstancias que
pueden agravar o inducir la aparición de diarrea,
como la ingesta de sustancias osmóticas, bebidas
con cafeína, fármacos o aparición de situaciones de
estrés emocional, que pueden precipitar o agravar
cualquier tipo de diarrea, tanto de base orgánica
como funcional.

Síntomas asociados
La presencia de fiebre y pérdida de peso asociada
a una diarrea de curso crónico proporciona claves
muy importantes que permiten su clasificación
como de origen orgánico. Éstas incluyen la EII, el
linfoma, la enfermedad de Whipple, la tuberculo-
sis y la amebiasis, además de otras infecciones o
Figura 2. Pólipo adenovelloso del colon. neoplasias. Otros síntomas o signos que sugieren
la presencia de una causa orgánica incluyen la es-
importancia de la diarrea: un peso medio inferior a tomatitis aftosa, la uveítis, el eritema nodoso y el
300 g/día es más sugestivo de diarrea funcional, en pioderma gangrenoso, que se asocian con relativa
cambio, un peso superior a 1.000 g/día, de consis- frecuencia a la EII. Las aftas bucales son también
tencia líquida, obliga a descartar la existencia de un características del esprúe celiaco (la palabra esprúe
corresponde a un término holandés apruw que
tumor neuroendocrino (ver más adelante). Por otro
significa afta). La presencia de artralgias o artritis
lado, la presencia de moco y sangre apoya un origen
obliga a centrar la atención sobre una posible EII,
inflamatorio con afectación predominante del colon,
un linfoma o una enfermedad de Whipple.
pero también puede verse en pacientes con neopla-
sias de rectosigma. La presencia de moco con las Finalmente, el dolor abdominal que precede a la
heces sin sangre es inespecífica y tiene escaso signi- deposición es un síntoma que puede acompañar a
ficado patológico, sin embargo, la presencia de gran la diarrea crónica, tanto de origen orgánico como
cantidad de moco puede observarse en los grandes funcional. Algunas características del dolor asocia-
adenomas vellosos del rectosigma (figura 2). das al aspecto de las deposiciones sugieren orga-
nicidad. Así, el dolor de tipo cólico de predominio
Tiempo de evolución periumbilical que acompaña a unas heces volumi-
nosas, líquidas o pastosas, es más característico de
Ya se ha mencionado que una diarrea de duración
la diarrea originada en una enfermedad del intes-
menor de 3 semanas es categorizada conceptual-
tino delgado. En cambio, el dolor en hipogastrio
mente como diarrea aguda, aunque también puede
o en zona sacra que se asocia a diarrea de escaso
tratarse del inicio de una diarrea crónica.
volumen con sangre y pus, a urgencia y tenesmo
rectal (síndrome rectal) orientan hacia un origen en
Modo de comienzo
el colon.
El comienzo abrupto de la diarrea debe sugerir
una posible infección gastrointestinal como primer Factores epidemiológicos
diagnóstico dado la frecuencia de esta entidad en la
El clínico debe de hacer una búsqueda intenciona-
población. Sin embargo, diversas causas de diarrea
da de algunos datos epidemiológicos que pueden
crónica pueden iniciarse de un modo abrupto (EII,
ser de valiosa ayuda para discernir el origen de la
colitis microscópica, diarrea inducida por fármacos,
diarrea. Estos incluyen el antecedente de un viaje
etc.).
reciente, la procedencia urbana o rural, la profesión
u ocupación habitual (trabajadores en guarderías,
Curso de la diarrea en mataderos, cuidadores en centros de día), y
El curso de la diarrea puede ser continuo o intermi- también las preferencias sexuales del paciente. Los
tente. Ambas formas de presentación pueden ver- homosexuales masculinos presentan mayor riesgo

129
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

de algunas enfermedades infecciosas que pueden de sobrecrecimiento bacteriano (síndrome de


ser causa de diarrea crónica (proctitis asociada a asa ciega). Por otro lado, el propio vaciamien-
gonorrea, chlamidia, sífilis y amebiasis). A su vez las to gástrico rápido postgastrectomía justifica
relaciones promiscuas (homo- o heterosexuales) la aparición de diarrea que puede, aunque no
constituyen un factor de riesgo de sida que tam- siempre, asociarse a síntomas de hipovolemia,
bién puede ser causa de diarrea crónica, ya sea por hipotensión, palpitaciones y flushing (síndrome
efecto del propio virus, como por otros gérmenes de Dumping). La diarrea postcolecistectomía
oportunistas (Criptosporidium, Isospora belli, Cito- es secundaria a malabsorción de ácidos bilia-
megalovirus y Mycobacterium avium). Finalmente, res y mejora con colestiramina. Finalmente,
debe considerarse la ingesta de alcohol, que puede las resecciones masivas del intestino delgado,
causar diarrea por múltiples mecanismos (ver más debidas generalmente a enfermedad de Crohn,
adelante), el consumo habitual de fármacos y el isquemia mesentérica o enterocolitis necroti-
uso ilícito de drogas (la cocaína, por ejemplo, es un zante pueden provocar diarrea crónica en el
factor de riesgo de colitis isquémica, una entidad contexto de un síndrome de intestino corto (ver
que en su forma más leve puede ser erróneamente capítulo 25).
interpretada como una enteritis de naturaleza in-
fecciosa o inflamatoria). ❱❱ Radioterapia: no es infrecuente la aparición de
diarrea como secuela de una enteritis actínica
Relación de la diarrea con la ingesta, en mujeres que han sido sometidas a irradia-
ción pélvica después de una neoplasia ginecoló-
el ayuno, y el sueño gica o en hombres después de una neoplasia de
Tiene importancia conocer la relación de la diarrea próstata.
con la dieta. Algunos enfermos relacionan el co- ❱❱ Enfermedades endocrinometabólicas: el cono-
mienzo de sus síntomas con la ingesta de algunos cimiento de enfermedades sistémicas de origen
alimentos (lácticos, frutas, zumos de frutas, alimen- endocrinometabólico como la diabetes mellitus
tos dietéticos “sin azúcar”) que pueden ser causa o el hipertiroidismo puede ser clave para desci-
de diarrea osmótica debido a su contenido en lac- frar el origen de una diarrea crónica.
tosa o fructosa y sorbitol. Otros pacientes refieren
la aparición de diarrea tras la ingesta de alimentos Examen físico
potencialmente alergénicos, que junto con la apa-
rición de otros síntomas de alergia (asma, rinitis, La exploración física proporciona nuevamente
urticaria) permiten diagnosticar una alergia alimen- datos importantes para el diagnóstico. Es impor-
taria. En la mayoría de las ocasiones la ingesta agra- tante obtener una evaluación general del estado
va la diarrea pero no es posible identificar ningún de hidratación (turgencia de la piel) y también del
alimento específico como origen de la diarrea. Los estado de nutrición. La hipotensión ortostática es
efectos del ayuno deben ser igualmente conside- un rasgo de neuropatía autónoma, a menudo aso-
rados. Como ya se ha mencionado, la diarrea que ciada a diabetes mellitus de larga evolución. La
cede totalmente con el ayuno sugiere un origen pu- exploración del tiroides puede descubrir un bocio
ramente osmótico. Finalmente, debe investigarse que podría estar implicado en la patogénesis de
el comportamiento de la diarrea en relación con el la diarrea tanto si es hiper como hipofuncionante.
sueño. La diarrea que despierta al paciente por la La presencia de adenopatías múltiples asociada a
noche es sugestiva de organicidad. diarrea y artropatía debe sugerir enfermedad de
Whipple. Algunos hallazgos como la presencia de
Otras claves para el diagnóstico flushing obligan a considerar la posibilidad de un
tumor carcinoide, un carcinoma medular del tiroi-
Algunos antecedentes patológicos son de especial
des o un vipoma. Otros hallazgos como el eritema
importancia en la anamnesis de un paciente con
necrolítico migratorio deben sugerir que la dia-
diarrea crónica:
rrea tiene su origen en un glucagonoma. Ya se ha
❱❱ Cirugía gastrointestinal previa: no es infrecuen- mencionado el valor del descubrimiento de aftas
te que una enfermedad celiaca o una intoleran- bucales, epiescleritis, eritema nodoso o pioderma
cia a la lactosa debuten después de una gas- gangrenoso y su asociación con la EII. La urticaria
trectomía. Las gastrectomías Billroth II con un pigmentosa es característica de la mastocitosis. La
asa aferente muy larga pueden ser una fuente exploración del tórax es igualmente importante. No

130
7. Diarrea crónica

puede olvidarse que algunas enfermedades, como En muy raras ocasiones pueden encontrarse Cam-
la enfermedad de Whipple, pueden afectar al mio- pylobacter o Salmonella como origen de una dia-
cardio, al pericardio y a la pleura. La exploración rrea persistente. Las infecciones por Candida albi-
del abdomen tiene valor, especialmente cuando cans o Clostridium difficile pueden originar diarrea
permite descubrir cicatrices de laparotomía, hepa- crónica sobre todo tras el uso de antibióticos de
toesplenomegalia y masas abdominales. La presen- amplio espectro. Todas estas infecciones son más
cia de una masa palpable en el abdomen no solo frecuentes en pacientes inmunodeprimidos. Hay
debe sugerir neoplasia, sino también enfermedad que tener en cuenta que algunos pacientes pre-
de Crohn, tuberculosis intestinal y enfermedad de sentan diarrea crónica tras un episodio de diarrea
Whipple. La exploración debe incluir una inspec- infecciosa que suele ceder de forma espontánea
ción del ano que puede descubrir las manifestacio- tras unos 2 meses de evolución. Se ha descrito que
nes perianales típicas de la EII (fisuras, abscesos y algunos pacientes desarrollan un síndrome de in-
fístulas) y un tacto rectal con especial atención a testino irritable (SII) después de una infección gas-
la continencia de los esfínteres. Algunos pacientes trointestinal (SII postinfeccioso). Algunos de estos
que se quejan de diarrea, en realidad solo padecen casos presentan, en realidad, un estado de sobre-
una incontinencia anal con heces de volumen y crecimiento bacteriano intestinal (SBI).
consistencia normal.
Una vez obtenidos los datos proporcionados por
la historia clínica, el examen físico, la analítica
Analítica elemental elemental, y los exámenes microbiológicos en las
La evaluación inicial de un paciente con diarrea heces el clínico está en condiciones de establecer
crónica debería de incluir una analítica que incluya una orientación inicial y clasificar al paciente en dos
hemograma completo, velocidad de sedimentación grandes grupos:
globular (VSG), proteína C reactiva (PCR), electroli-
❱❱ Diarrea crónica con características sugestivas de
tos séricos, incluyendo calcio y fósforo, función re-
un origen funcional.
nal, función hepática, tasa de protrombina, proteí-
nas totales, albúmina, colesterol y función tiroidea. ❱❱ Diarrea crónica con características sugestivas
Estas pruebas solicitadas de rutina proporcionan de organicidad. A continuación se describe
información del impacto de la diarrea sobre el es- la pauta de actuación en cada uno de estos
tado general y nutricional del paciente y a menudo grupos.
ofrecen pistas importantes para el diagnóstico. La
existencia de anemia, trombocitosis, VSG elevada, Diarrea crónica con características
PCR elevada, hipoproteinemia, hipoprotrombine-
mia o hipocolesterolemia constituyen claros indica-
de funcionalidad
dores de una enfermedad de base orgánica. La ausencia de síntomas o signos de alarma, de
antecedentes familiares de interés (EII, celiaquía o
Estudios microbiológicos en heces cáncer de colon), la normalidad del examen físico y
la ausencia de alteraciones en las determinaciones
En todos los pacientes debe realizarse un coprocul-
analíticas y microbiológicas mencionadas, sugie-
tivo, estudio de parásitos en heces (3 muestras) y
ren la existencia de una diarrea de posible origen
determinación en heces de toxina de Clostridium
funcional (tabla 2). Sin embargo, hay que tener en
difficile. En los últimos años diversos estudios han
cuenta que existen algunas enfermedades de base
sugerido que el test inmunológico que detecta an-
orgánica que producen un cuadro de diarrea cróni-
tígenos específicos de Giardia (ELISA) es más sensi-
ca clínicamente indistinguible de la diarrea “funcio-
ble, rápido y coste-efectivo que el examen conven-
nal”. El enfoque diagnóstico en estos casos deberá
cional para huevos y parásitos (microscopía) en la
dirigirse, por tanto, a descartar estas entidades de
detección de Giardia lamblia en muestras de heces.
origen orgánico.
La sensibilidad para el test convencional realizado
en dos o tres muestras de heces es superior al 90% Dentro del concepto de enfermedad funcional de
(67-80% en sólo 1 muestra), y la del test inmuno- intestino con diarrea deben distinguirse dos entida-
lógico es cercana al 100% (80-93% en 1 muestra). des. La primera es el síndrome de intestino irrita-
Su uso, sin embargo, debería restringirse a zonas ble (SII) con predominio de diarrea y la segunda es
geográficas donde la prevalencia de otros parásitos la diarrea funcional. La diferencia entre ambas es
intestinales patógenos sea baja o nula4. que en el SII existe dolor o malestar abdominal que

131
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 2. Antecedentes, síntomas, signos y alteraciones analíticas que deben despertar la sospecha de un origen orgánico
de la diarrea

❱❱ Antecedentes familiares
• Antecedentes de cáncer o pólipos colorrectales.
• Antecedentes de enfermedad celiaca.
• Antecedentes de enfermedad inflamatoria intestinal.

❱❱ Antecedentes personales
• Historia de retraso de crecimiento o diarrea crónica en la infancia.
• Menarquia tardía, infertilidad, abortos, menopausia precoz1.
• Osteoporosis del adulto joven o historia de fracturas ante traumatismos banales1.
• Coexistencia de una o varias enfermedades autoinmunes (diabetes tipo 1, hipotiroidismo…)1.
• Antecedentes de trisomía (ej.: síndrome de Down)1.

❱❱ Características de la diarrea
• Inicio de los síntomas a una edad mayor de 40 años.
• Inicio reciente de los síntomas o cambio en sus características previas.
• Diarrea que persiste tras el ayuno.
• Diarrea nocturna.
• Heces voluminosas, abundantes o de aspecto esteatorreico.
• Volumen de las heces mayor de 400 ml/día.
• Presencia de sangre en las heces.
• Coexistencia de síntomas sistémicos:
– Fiebre.
– Pérdida progresiva de peso sin una causa que lo explique: por ej.: depresión.
– Síntomas articulares.
– Problemas oculares: blefaritis, blefaroconjuntivitis, epiescleritis, uveítis…

❱❱ Hallazgo en el examen físico


• Aftas orales.
• Adenopatías.
• Eritema nodoso.
• Pioderma gangrenoso.
• Masa abdominal palpable.
• Hepatoesplenomegalia.

❱❱ Datos de laboratorio
• Anemia.
• Macrocitosis.
• Hipoprotrombinemia.
• Hipoalbuminemia.
• Hipocolesterolemia.
• Anomalías electrolíticas.
• Aumento de VSG.
• Aumento de proteína C reactiva.
• Hipogammaglobulinemia A.

1
Obligan a realizar una búsqueda intencionada de enfermedad celiaca

precede a la deposición y alivia tras la misma. Los vo” y no en un “diagnóstico por exclusión” en los
criterios diagnósticos que permiten definir estas pacientes con SII, en los casos con diarrea crónica
entidades se describen con detalle en el capítulo
36. Aunque hoy en día se plantea iniciar un trata- el diagnóstico diferencial de esta entidad es más
miento empírico basado en un “diagnóstico positi- amplio.

132
7. Diarrea crónica

Ante un paciente con diarrea acuosa de caracterís-


ticas funcionales, con o sin dolor abdominal, de-
bería descartarse la presencia de colitis microscó-
pica, diarrea inducida por malabsorción de ácidos
biliares, intolerancia a la lactosa (y otros azúcares,
como la fructosa y el sorbitol) y algunas formas de
enfermedad celiaca, antes de catalogar al paciente
como portador de una enfermedad funcional de
intestino. Como ya hemos mencionado, el cuadro
de diarrea crónica que originan estas entidades es
clínicamente indistinguible del SII con predominio
de diarrea o de la diarrea funcional7,9-11. Por otro
lado, la importancia de estas entidades radica en
que afectan a un número importante de pacientes,
son de fácil diagnóstico y tienen un tratamiento es-
pecífico. Las pruebas requeridas para su diagnósti-
co son sencillas y coste-efectivas, pero no se hallan
plenamente difundidas, realizándose algunas de
ellas tan solo en centros muy especializados. El si-
guiente protocolo permite realizar su diagnóstico.
Figura 3. Histopatología de la enfermedad celiaca según la
Considerar firmemente la posibilidad clasificación de Marsh. La serología de enfermedad celiaca es
de una enfermedad celiaca positiva dependiendo del grado de lesión histológica: 30%
en la lesión tipo Marsh I; 60-70% en la lesión tipo Marsh II-
Deben determinarse anticuerpos antiendomisio IIIa; y 90% en la lesión tipo Marsh IIIb-IIIc (imágenes cedidas
(AAE) y antitransglutaminasa tisular (Ac t-TG) séri- por el Dr. Antonio Salas, Servicio de Anatomía Patológica,
Hospital Mutua Terrassa; Marsh 0 y I: inmunotinciones anti-
cos junto con la dosificación de inmunoglobulina A CD3 para valorar la linfocitosis intraepitelial, Marsh II a IIIc:
(IgA) para descartar enfermedad celiaca. Los valo- hematoxilina y eosina).
res séricos de AAE y Ac t-TG tienen una sensibilidad
y especificidad para el diagnóstico de enfermedad
celiaca con atrofia completa (grado IIIc de la cla-
sificación de Marsh) cercanos al 95%. En sujetos cional en la actualidad6. En este sentido, se consi-
dera que alrededor del 5% de los pacientes con sín-
con déficit selectivo de IgA hay que determinar los
tomas sugestivos de SII con predominio de diarrea
anticuerpos de tipo IgG. Sin embargo, hay que te-
presentan en realidad una enfermedad celiaca. El
ner en cuenta que en las formas histológicamente
diagnóstico de certeza se establece después de
menos graves (atrofia subtotal o parcial y enteri-
comprobar la respuesta clínica y serológica o his-
tis linfocítica: grados I a IIIb de la clasificación de
tológica a la dieta sin gluten (véase capítulo 21). El
Marsh), los porcentajes de positividad de los au-
lector puede acceder al protocolo de diagnóstico
toanticuerpos específicos oscila entre el 30-70%
precoz de la enfermedad celiaca publicado por el
dependiendo de la gravedad de la lesión (figura 3).
Ministerio de Sanidad donde aparece un decálogo
Por tanto, si existe un alto índice de sospecha de-
de recomendaciones para incrementar el índice de
ben realizarse biopsias endoscópicas del duodeno
sospecha clínica para esta enfermedad en: http://
(con cuatro muestras, pues la lesión puede ser par-
www.msps.es/profesionales/prestacionesSanita-
cheada), independientemente del resultado de los
rias/publicaciones/DiagnosticoCeliaca.htm.
marcadores serológicos5. La positividad del estudio
enético HLA-DQ2/HLA-DQ8 junto con una lesión
compatible apoya fuertemente el diagnóstico de
Excluir la colitis microscópica
una enteropatía sensible al gluten. Es importante La colitis microscópica es causa de diarrea crónica
hacer énfasis en que la mayoría de los pacientes acuosa y afecta a pacientes de cualquier edad, aun-
con celiaquía presentan formas poco sintomáticas que es mucho más frecuente en pacientes de más
de la enfermedad, de manera que el cuadro de ma- de 50 años. Se aconseja realizar una colonoscopia
labsorción con heces esteatorreicas que describen total que, por otro lado es necesaria ante todo
los tratados de gastroenterología clásicos es excep- paciente de más de 40 años con un cambio del

133
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

mos mencionado, pueden presentarse en personas


jóvenes, en ambas enfermedades se ha observado
un pico de incidencia en mujeres de edad avanzada
(mayores de 60 años). La respuesta al tratamiento
y el pronóstico a largo plazo son excelentes, perma-
neciendo la mayoría de los pacientes sin síntomas
una vez iniciado el tratamiento.

Evaluar una posible malabsorción


idiopática de ácidos biliares
La malabsorción idiopática de ácidos biliares (MAB
tipo II) era considerada hasta hace poco como una
entidad poco frecuente; sin embargo, una reciente
revisión sistemática de la literatura demuestra que
se trata de un problema frecuente en pacientes con
diarrea crónica acuosa con características de fun-
cionalidad (tipo “diarrea funcional” o “síndrome
de intestino irritable con predominio de diarrea”;
ver capítulo 36)9. Estudios realizados en España
Figura 4. La toma de biopsias escalonadas de un colon ma- muestran resultados similares a los de la literatu-
croscópicamente normal permite el diagnóstico de diferentes ra10. El diagnóstico se realiza mediante la prueba
entidades que pueden ser causa de diarrea crónica. A) Colitis de retención abdominal de 75Se-homotaurocolato
colágena (tinción de tricrómico), se observa una banda colá- (SeHCAT) (figura 5). También puede observarse ma-
gena subepitelial con un espesor superior a las 10 micras, in-
filtrado inflamatorio en lámina propia y desestructuración del labsorción de ácidos biliares como causa de diarrea
epitelio de superficie; B) colitis colágena (inmunotinción con tras la colecistectomía (MAB tipo III). En ambos ca-
tenascina), en casos dudosos la inmunotinción con tenascina sos, la diarrea mejora ostensiblemente con la ad-
es de gran ayuda en la valoración del espesor de la banda ministración de colestiramina. La respuesta a este
colágena; C) colitis linfocítica (H y E), se observa un infiltrado
linfocitario marcado en el epitelio de superficie (>20 linfo-
fármaco es tan espectacular, que se ha considerado
citos por 100 células epiteliales) y un infiltrado inflamatorio que una prueba terapéutica con colestiramina pue-
crónico en lámina propia; D) colitis linfocítica, aproximación de ser una alternativa para realizar el diagnóstico
del caso previo; E) espiroquetosis colónica (a-hematoxilina cuando no se dispone del test de SeHCAT.
y eosina, b-tinción de PAS, c-tinción de plata). Se observan
las espiroquetas sobre las vellosidades intestinales formando
una empalizada. Imágenes cedidas por el Dr. Antonio Salas, Excluir malabsorción de azúcares
Servicio de Anatomía Patológica, Hospital Mutua Terrassa.
La malabsorción de azúcares de la dieta como la
lactosa, la fructosa y el sorbitol es relativamente
ritmo deposicional para descartar una neoplasia frecuente, y puede considerarse como fisiológica
de colon, con toma de biopsias escalonadas de la en la población adulta sana. En estos individuos no
mucosa macroscópicamente normal. Ello permite suele asociarse a síntomas importantes de intole-
establecer el diagnóstico de una colitis microscó- rancia. Sin embargo, la malabsorción de azúcares
pica (colágena o linfocítica) (figura 4). En la colitis puede acompañarse de síntomas de intolerancia
colágena y linfocítica la clínica es, en general, su- en forma de diarrea, meteorismo o dolor abdomi-
perponible a una diarrea funcional o a un SII y la nal. La Asociación Americana de Gastroenterología
analítica general suele ser normal7. Ambas se han (AGA) recomienda realizar una prueba para des-
considerado enfermedades raras, estando muchos cartar la intolerancia a la lactosa antes de hacer un
clínicos y patólogos poco familiarizados con este diagnóstico de diarrea funcional. Probablemente,
diagnóstico. En España se ha observado una inci- debería descartarse, también, la malabsorción de
dencia de colitis colágena menor que en países del los otros azúcares mencionados, aunque este as-
norte de Europa y EE.UU., alrededor de 5 casos por pecto no se ha evaluado ampliamente. El diagnós-
100.000 habitantes, aunque ha ido aumentando en tico es sencillo y se realiza mediante la prueba del
los últimos años siendo en la actualidad de 2,6 ca- aliento de hidrógeno (figura 6), que es una explora-
sos por 100.000 habitantes8. Aunque, como ya he- ción simple, no invasiva y muy económica11. Como

134
7. Diarrea crónica

H2 Lactosa

75 Se-homotau-
rocolato

H2
CO2
CH4

Figura 5. Prueba de retención abdominal de 75Se-homotau- Figura 6. Prueba del aliento de hidrógeno. El carbohidrato
rocolato (SeHCAT). Esta prueba se utiliza para valorar la ab- administrado por vía oral que no es absorbido alcanza el
sorción de ácidos biliares. El SeHCAT se comporta como una colon, donde es fermentado por la flora bacteriana con
sal biliar endógena y pasa a formar parte de la circulación producción de hidrógeno, que pasa al torrente sanguíneo y
enterohepática. Una retención abdominal del radioisótopo al alcanza el pulmón donde es eliminado con el aire espirado.
7.º día inferior al 10% del valor basal se considera patológico El aumento en la excreción de hidrógeno en el aire espirado
e indicativo de malabsorción de ácidos biliares. tras la administración del carbohidrato implica que se ha
producido malabsorción del mismo.

la malabsorción de azúcares es frecuente en la po- Por otro lado, la normalidad de todas las pruebas
blación general, puede encontrase asociada y agra- descritas descarta con una razonable seguridad la
var los síntomas de otras enfermedades causantes existencia de una enfermedad orgánica y permite
de diarrea crónica como la colitis colágena, la en- establecer el diagnóstico de SII con predominio de
fermedad celiaca o el SII. En estos casos, la diarrea diarrea o de diarrea funcional.
persiste, a veces no tan intensa, después de iniciar
una dieta sin los azúcares malabsorbidos. Diarrea crónica con características
de organicidad
Otras exploraciones
Cuando la historia, el examen físico o las determi-
La realización de un tránsito baritado de intestino naciones elementales de laboratorio sugieren una
delgado o una enterografía por resonancia permite causa orgánica (tabla 2), deben solicitarse pruebas
evidenciar algunos casos de enfermedad de Crohn complementarias dirigidas a establecer con seguri-
con patrones estenosantes puros que cursan con dad la causa de la diarrea. Ya se ha mencionado que
una analítica normal, o alteraciones anatómicas ésta puede tener su origen en el intestino delgado
que se asocian a sobrecrecimiento bacteriano de o en el colon, aunque a veces la distinción no es
intestino delgado (diverticulosis yeyunoileal). Una fácil. En general resultan válidas las siguientes re-
manometría anorectal puede confirmar la presen- comendaciones:
cia de una incontinencia anal cuando éste es el sín-
toma dominante. Por último, se utiliza la prueba del Diarrea inflamatoria
aliento de hidrógeno administrando como substra-
El enfermo suele referir heces líquidas o semilí-
to glucosa o lactulosa para descartar el sobrecreci-
quidas, escasas en volumen, con moco, sangre y
miento bacteriano en intestino delgado.
pus. A menudo el enfermo refiere urgencia por la
Debe considerarse que en algunas situaciones pue- defecación, tenesmo y dolor en hipogastrio. No es
den coexistir varias de las entidades mencionadas. infrecuente que presente fiebre y el examen de las

135
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 3. Enfermedades que causan malabsorción o maldigestión

❱❱ Fase luminal
• Disminución de la disponibilidad de los nutrientes.
– Deficiencia de cofactores (anemia perniciosa; cirugía gástrica).
– Consumo de nutrientes (sobrecrecimiento bacteriano).
• Alteración en la solubilización de las grasas.
– Reducción de la síntesis de sales biliares (enfermedad hepatocelular).
– Alteración en la secreción de sales biliares (colestasis crónica).
– Inactivación de sales biliares (sobrecrecimiento bacteriano).
– Alteración en la liberación de CCK (enfermedad de la mucosa).
– Aumento en la pérdida de sales biliares (enfermedad del íleon terminal o resección).
• Alteración en la hidrólisis de los nutrientes.
– Inactivación de lipasas (síndrome de Zollinger-Ellison).
– Deficiencia enzimática (insuficiencia pancreática o cáncer).
– Mezcla inapropiada o tránsito rápido (resección; bypass; hipertiroidismo).

❱❱ Fase mucosa
– Pérdida extensa de mucosa (resección o infarto).
– Enfermedad difusa de la mucosa (celiaquía, esprúe tropical, enfermedad de Crohn, enteritis por radiación,
infección –enfermedad de Whipple, enteropatía del sida, otras infecciones intestinales—, fármacos, infiltra-
ciones –mastocitosis, gastroenteritis eosinofílica, amiloidosis).
– Alteración del enterocito (déficit de hidrolasas —lactasa, sacarasa-isomaltasa, trehalasa—, defectos de
transporte –cistinuria de Hartnup, captación de folato y vitamina B12—, alteraciones en el procesamiento
epitelial –abetalipoproteinemia).

❱❱ Fase de transporte
– Insuficiencia vascular (ateromatosis, vasculitis).
– Obstrucción linfática (linfangiectasia intestinal, radiación, pericarditis obstructiva, endometriosis intestinal,
linfoma, mesenteritis retractil, tuberculosis y sarcoidosis mesentérica, enfemedad de Crohn, enfermedad de
Whipple).

heces puede mostrar leucocitos abundantes. En la especialmente si existen antecedentes familiares


mayoría de estos casos el origen de la diarrea se de cáncer colorrectal.
halla en el colon y la íleocolonoscopia es la prueba
de elección. Ésta puede proporcionar evidencias en Sospecha de malabsorción/
favor de una EII, cáncer, colitis por radiación o coli- maldigestión
tis isquémica. Los enfermos con EII suelen presen-
tar además marcadores biológicos de inflamación El perfil más típico es el de un paciente que refiere
elevados (VSG, proteína C reactiva, fibrinógeno). heces voluminosas, líquidas o pastosas y brillantes,
generalmente acompañadas de dolor cólico pe-
No puede olvidarse que algunos gérmenes ente-
riumbilical y pérdida ponderal progresiva. Con fre-
roinvasivos pueden ulcerar la mucosa provocando
cuencia el enfermo se queja además de flatulencia,
síntomas indistinguibles de los de la una EII. Éstos
borborigmos y ruidos hidroaéreos, así como depo-
deben ser descartados mediante los estudios bac-
siciones “explosivas”. Este cuadro de diarrea debe
teriológicos correspondientes. Si el diagnóstico es sugerir la presencia de un estado de maldigestión o
concordante con EII, el estudio debe completarse malabsorción. El protocolo a seguir en estos casos
con un tránsito baritado del intestino delgado y en ha sido descrito de forma más exhaustiva en el ca-
algunas ocasiones con una TC del abdomen. Como pítulo 22. Brevemente, ante una situación de este
se ha mencionado, la colonoscopia es la prueba de tipo, el clínico debe plantearse la posibilidad de una
elección en los pacientes de más de 40 años que esteatorrea de origen pancreático, casi siempre en
debutan con un cuadro de diarrea crónica, para el contexto de un abuso crónico de alcohol, o de
descartar la existencia de una neoplasia de colon, una enfermedad que lesiona la mucosa intestinal

136
7. Diarrea crónica

y compromete la absorción de los nutrientes. En el diarrea per se puede inducir una leve esteatorrea
primer caso, el diagnóstico puede confirmarse me- secundaria (7-14 g/día).
diante pruebas de imagen como la TC abdominal
o la resonancia del páncreas que pueden mostrar Diarrea acuosa
los hallazgos característicos de una pancreatitis
Como ya se ha mencionado, la distinción entre una
crónica (cambios en el tamaño y densidad de la diarrea del colon o del intestino delgado no siem-
glándula pancreática, calcificaciones en fases avan- pre es fácil. El caso más típico es el de un paciente
zadas y wirsung arrosariado, con áreas estenósti- con diarrea de consistencia acuosa, sin ninguna
cas o pseudoquistes), así como pruebas dirigidas a evidencia de malabsorción, ni por las característi-
explorar la función exocrina del páncreas (capítulo cas de la diarrea, ni por la presencia de síntomas
43). En el segundo caso debe plantearse una gas- asociados. Este tipo de diarrea puede confundirse
troscopia con biopsias de la 2ª-3ª porción duode- con una diarrea funcional como se ha comentado
nal para excluir cualquier enteropatía causante de en el apartado anterior.
malabsorción. La lista de enfermedades causantes
de malabsorción por afectación de la mucosa es Mención especial merece la diarrea acuosa profu-
extensa e incluye celiaquía, giardiasis, enfermedad sa, con volúmenes fecales superiores a un litro dia-
de Crohn, linfoma intestinal, enfermedad de Whi- rio, frecuentemente asociados a hipopotasemia,
pple, gastroenteritis eosinofílica, linfangiectasia, deshidratación y en ocasiones acidosis metabólica.
a-b-lipoproteinemia, amiloidosis, mastocitosis y En estos casos debe sospecharse la presencia de un
numerosas infecciones por parásitos, hongos, mi- tumor neuroendocrino secretor de hormonas que
cobacterias y protozoos. La presencia de esteato- estimulan la secreción de agua y electrolitos en la
rrea o sangre oculta en heces aumenta la probabi- luz del intestino. Los más frecuentes son el vipoma,
el carcinoma medular del tiroides, el gastrinoma,
lidad de realizar uno de estos diagnósticos durante
el tumor carcinoide y el feocromocitoma. Menos
la endoscopia alta. La tabla 3 muestra un listado de
frecuentes son el somatostatinoma, el ganglioneu-
las causas de malabsorción según el mecanismo fi-
roma y el ganglioneuroblastoma. Con la excepción
siopatológico responsable.
del gastrinoma que puede producir síntomas en
Sin embargo, el cuadro clínico clásico de malabsor- presencia de un tumor de pequeño tamaño, la ma-
ción es muy poco frecuente en la actualidad, pro- yoría de los tumores mencionados solo producen
bablemente porque los pacientes se diagnostican diarrea cuando han adquirido un tamaño signifi-
con anterioridad, al presentar cuadros de diarrea cativo o han producido metástasis a distancia. Por
crónica acuosa. De hecho hasta un 40% de los pa- esta razón, ante la sospecha de tumor neuroendo-
cientes con celiaquía clásica pueden presentar una crino se recomienda solicitar una TC de abdomen
absorción de grasas normal. En estos casos el clí- o una gammagrafía con octreótido antes de medir
nico debe realizar una búsqueda intencionada de la concentración plasmática de los péptidos impli-
otros síntomas o signos que, por sí solos, sugieren cados en la patogénesis de la diarrea. Este criterio
la posibilidad de una enfermedad malabsortiva. se sustenta en la frecuencia con que se producen
Éstos incluyen, además de la diarrea, el retraso de falsos positivos con estas determinaciones. La dia-
crecimiento en niños, la pérdida de peso, la ane- rrea acuosa profusa puede presentarse, también,
mia ferropénica, las aftas bucales recidivantes, la en pacientes con diarrea ficticia, ya sea por ingesta
presencia de macrocitosis con o sin anemia, o la de laxantes a escondidas o simplemente por añadir
disminución del tiempo de protrombina. En todos agua a las heces. El diagnóstico se realiza con faci-
estos casos también está indicada la realización de lidad al estudiar la osmolaridad y la concentración
una biopsia intestinal mediante gastroscopia (para de electrolitos en las heces, así como, mediante la
descartar atrofia vellositaria) sin necesidad de rea- detección de laxantes en el agua fecal, como se co-
lizar otras pruebas complementarias. Las pruebas menta más adelante.
de grasa fecal, no se encuentran disponibles en la
mayoría de los hospitales, y su interpretación en ca-
Otras
sos con esteatorrea leve es dudosa. Hay que tener Hay que considerar la posibilidad de una diarrea
en cuenta que un nivel de grasa fecal elevado no inducida por fármacos. Múltiples medicaciones
tiene un valor diagnóstico en términos de la causa pueden ocasionar diarrea, siendo ésta el efecto
entérica, biliar o pancreática que lo origina, y que la secundario descrito con mayor frecuencia (tabla

137
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 4. Fármacos que potencialmente pueden causar diarrea crónica

❱❱ Antibióticos y antivirales ❱❱ Antiestrógenos ❱❱ Inhibidores acetilcolinesterasa


• Tamoxifeno • Donezepilo
❱❱ Antineoplásicos • Galantamina
– 5-fluoracilo ❱❱ Antihipertensivos • Tacrina
– Irinotecan • I-ECA
– Alemtuzumab • ARA-II ❱❱ Inhibidores
– Capecitabina • b-bloqueantes de la fosfodiesterasa
– Cis-platinum • Hidralacina • Sildenafilo
– Doxorubicina • Reserpina
– Imatinib ❱❱ Inmunosupresores
❱❱ Antiácidos y antisecretores • Ciclosporina A
❱❱ Agentes antiinflamatorios y • Contienen magnesio • Micofenolato mofetilo
antiartríticos • Anti-H2 • Sirolimus
• AINE • IBP • Tacrolimus
• Sales de oro
• 5- aminosalicilatos ❱❱ Antiparkinsonianos y otros ❱❱ Prostaglandinas y análogos
• Colchicina fármacos neurológicos • Misoprostol
• Leflunomida • Entacapone
• D-penicilamina • Acetato de glatiramer ❱❱ Laxantes osmóticos
• Rilucole • Lactulosa
❱❱ Antiadrenérgicos en acción • Tolcapone • Lactitol
periférica • Sorbitol
• Fentolamina ❱❱ Antiplaquetarios • Polietilenglicol
• Fenoxibenzamina • Dipiridamol • Fosfato de magnesio
• Metirosina • Ticlodipina • Fosfato sódico
• Tolazolina • Clopidogrel
❱❱ Laxantes estimulantes
❱❱ Antiarrítmicos ❱❱ Antirretrovirales • Fenolfataleína
• Quinidina • Bisacodilo
• Digital Bifosfonatos ❱❱ Bifosfonatos • Aceite de ricino
• Alendronato • Alendronato • Antraquinonas
• Etidronato • Etidronato (áloe, cáscara, sen)

❱❱ Antiasmáticos ❱❱ Agentes biológicos ❱❱ Quelantes del fósforo


• Aminofilina • Interferón • Sevelamero
• Esteroides inhalados • Eritropoietina
• Vacunas ❱❱ Progestágenos
❱❱ Antidepresivos • Megestrol
• ISRS ❱❱ Diuréticos
• Amiloride ❱❱ Broncodilatadores
❱❱ Antidiabéticos • Teofilina
• Acarbosa ❱❱ Hipolipemiantes
• Metformina • Colestiramina ❱❱ Pilocarpina
• Repaglinida • Gemfibrozilo
• Rosigilitazona • Estatinas ❱❱ Talidomida
• Sulfonilureas (Inhibidores de la HMG-CoA
• Meglitinidas reductasa) ❱❱ Metales pesados

❱❱ Extractos tiroideos ❱❱ Tretinoína oral (ATRA) ❱❱ Vitaminas y suplementos


minerales
❱❱ Antiepilépticos
• Lamotrigina ❱❱ Productos de herboristería
• Tiagabina
• Ácido valproico

138
7. Diarrea crónica

TABLA 5. Factores implicados en la etiopatogenia de la la espiroquetosis cólica (figura 3), la amiloidosis, la


diarrea inducida por alcohol enfermedad de Whipple, infecciones granulomato-
sas, y la esquistosomiasis (en su forma crónica).
❱❱ Desarrollo de cirrosis hepática y pancreatitis La tabla 6 muestra un listado de las exploraciones
crónica1. disponibles para el estudio de una diarrea crónica.
❱❱ Malabsorción de carbohidratos, lípidos, proteínas
y vitaminas en el duodeno y yeyuno proximal2. Situaciones especiales
❱❱ Inhibición de la absorción de agua y sodio en el
intestino proximal3. Diarrea ficticia
❱❱ Alteraciones de la función motora del intestino
delgado y del colon. Vamos a empezar este apartado comentando un
❱❱ Alteraciones de la función inmune de la mucosa caso clínico:
intestinal.
❱❱ Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino Se trata de una mujer de 30 años sin anteceden-
delgado. tes patológicos de interés que ingresó por dolor
abdominal, pérdida de peso, vómitos y diarrea.
Se observó una antritis erosiva en la gastroscopia
1
Induce malabsorción y maldigestión de nutrientes. siendo todo el resto de pruebas normales. Se inició
2
Independiente de la presencia de cirrosis y o pan-
tratamiento con ranitidina con mejoría parcial, per-
creatitis crónica.
3
Causa importante de diarrea en el alcohólico. sistiendo diarrea crónica y aumentando la pérdida
de peso. Desde hacía más de 6 meses refería 10-15
deposiciones líquidas al día sin sangre ni moco y
4). Las clases de medicamentos que con mayor dolor abdominal difuso no relacionado con la de-
frecuencia pueden originar diarrea son: antiácidos, posición. La exploración física mostraba signos de
antiarrítmicos, antibióticos, antidiabéticos orales, malnutrición, sin otras alteraciones. La analítica
antineoplásicos, antihipertensivos, colchicina, co- general de rutina, incluyendo proteína C reactiva
linérgicos, lactulosa, suplementos de magnesio y y hormonas tiroideas fue normal. Asimismo, la se-
prostaglandinas. Aunque la diarrea suele aparecer rología de celiaquía fue normal, y el coprocultivo y
pronto tras el inicio del fármaco o tras un aumento estudio de parásitos en heces negativos. Se prac-
de la dosis, a veces se produce después de un trata- ticó una colonoscopia con biopsias múltiples del
miento crónico con un fármaco sin haberse produ- colon y un tránsito baritado del intestino delgado
cido cambios de dosis. que fueron normales. Se observó malabsorción de
ácidos biliares mediante la prueba de SeHCAT, pero
Asimismo, debe evaluarse la posibilidad de un el tratamiento con colestiramina no fue efectivo. Se
consumo abusivo de alcohol. La ingesta crónica valoró la absorción de lactosa, fructosa y sorbitol
de grandes cantidades de alcohol se asocia con
que fue normal. Se midió el peso de la deposición
frecuencia a diarrea crónica por múltiples meca-
de 24 horas que fue superior a 1.000 g y se decidió
nismos, que no necesariamente implican la exis-
su ingreso para completar el estudio.
tencia de hepatopatía o pancreatopatía asociada,
incluyendo un tránsito intestinal rápido y el propio Se descartó definitivamente enteropatía mediante
déficit de disacaridasas. La tabla 5 enumera distin- biopsias endoscópicas de duodeno distal que fue-
tos factores implicados en la etiopatogenia de la ron normales. Se determinaron gastrina, cromo-
diarrea inducida por alcohol. granina, serotonina, cortisol, glucagón y calcitonina
séricas y 5-hidroxiindolacético en orina que fueron
Además de la colitis microscópica existen otras
normales. El análisis del agua fecal para la concen-
entidades con afectación del colon, mucho más
tración de electrolitos sugirió que se trataba de una
raras, que pueden ser causa de diarrea crónica y
diarrea secretora: Na+: 77 mmol/l; K+: 53 mmol/l;
en las que la mucosa del colon puede ser macros-
Osmotic gap ([290-(2 x ([Na+] + [K+])]): 30 mmol/l
cópicamente normal. Estas enfermedades solo se
(menor de 50 mmol/l sugiere diarrea secretora y
descubren cuando se toman biopsias múltiples de
mayor de 100 mmol/l sugiere diarrea osmótica,
la mucosa del colon de forma rutinaria ante todo
entre ambos valores existe una “zona gris”). Una
paciente en que se efectúa una colonoscopia para
ecografía abdominal mostró un área dudosa de
estudiar una diarrea crónica y en los que la muco-
aumento de densidad en la cola del páncreas de
sa es macroscópicamente normal. Éstas incluyen
2 x 4 cm. Sin embargo, el TC abdominal y una colan-

139
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

giografía retrógrada endoscópica fueron normales.


Se determinó la concentración de VIP plasmático
que, asimismo, fue normal.
Se sospechó que podía existir una ingesta escon-
dida de laxantes, que ella había negado con ante-
rioridad. Su estado general se había deteriorado y
la diarrea persistía igual. Apareció hipopotasemia
que se corrigió con suplementos de potasio oral.
No se apreció melanosis coli macroscópica en el co-
lon y una búsqueda dirigida de la habitación de la
paciente para laxantes fue negativa. Se practicó un
análisis de orina para fenoltaleína y bisacodilo que
fueron negativos y, por último, una determinación
de laxantes en orina mediante espectrofotometría
de masas fue positiva para antraquinonas (senósi-
dos).
Figura 7. Melanosis coli. Aspecto endoscópico que demues-
Este caso ilustra la gran dificultad de diagnosticar
tra la coloración marronácea de la mucosa del colon.
este tipo de pacientes. La historia detrás de este
abuso de laxantes fue bastante simple. La paciente
había vivido más de 10 años con un hombre diez
años más joven, y que ahora quería dejarla. Inten- (senósidos, cáscara sagrada, áloe); un osmotic gap
tó, por ello, ganar su atención, simpatía y afecto elevado puede sugerir la ingesta de magnesio13. La
poniéndose enferma. melanosis coli aparece 4 meses tras el inicio de la
ingesta de laxantes, y puede desaparecer dentro
En general, se considera que hasta un 15% de los del mismo periodo de tiempo o hasta 1 año des-
pacientes con diarrea crónica de origen incierto pués de suspenderlos (figura 7). Sin embargo, no
presenta abuso de laxantes1,12. Aunque, en gene- aparece en todos los pacientes, incluso después
ral, se trata de un abuso voluntario, puede ser in- de una ingesta crónica de laxantes. En estos casos,
advertido ya que muchos preparados adelgazantes aunque el pigmento no sea detectable endoscópi-
contienen laxantes. Esta entidad afecta, fundamen- camente, es posible observarlo histológicamente.
talmente, a mujeres, muchas veces con alteracio- El pigmento se halla confinado en los macrófagos,
nes psiquiátricas (fuertes rasgos psiconeuróticos, aunque en casos graves puede extenderse hasta la
conducta histeriforme, tendencias obsesivas, tras- submucosa. Aunque su presencia es sugestiva de
tornos de la alimentación). Existe una disociación ingesta crónica de laxantes, también puede visua-
entre la gravedad de los síntomas clínicos y el es- lizarse en otras circunstancias. En sí, la melanosis
tado emocional, con una falta de preocupación coli, no tiene ningún significado patológico. Su im-
casi completa por los mismos. La frecuencia de las portancia radica en que permite realizar el diagnós-
deposiciones suele ser elevada, y pueden aparecer tico de ingesta de laxantes antraquinónicos. Otros
de modo nocturno. El peso de las deposiciones es laxantes (laxantes difenólicos: fenolftalaína, bisaco-
también elevado, más de 1 litro en 24 horas. En dilo; laxantes osmóticos) no producen melanosis.
principio, no tiene que haber sangre en las depo- La tabla 7 muestra la lista de laxantes más frecuen-
siciones, pero puede existir sangrado hemorroidal. temente implicados en este trastorno.
La presencia de dolor abdominal es frecuente, así
El diagnóstico definitivo se realiza mediante el
como la pérdida de peso, que puede ser importan-
análisis de una muestra de orina o de heces para
te. Puede existir esteatorrea (leve), alteración de la
la presencia de laxantes. La mayoría de los mismos
excreción de d-xilosa, malabsorción de ácidos bilia-
pueden detectarse mediante espectrofotometría
res y pérdidas proteínicas intestinales.
o cromatografía. La presencia de fenolftalaína en
Existen algunas claves diagnósticas, por ejemplo, la orina puede investigarse mediante alcalinización
hipopotasemia puede sugerir la ingesta de laxan- de la misma, que adquiere un color rosado. Algu-
tes estimulantes como los senósidos; la melanosis nos pacientes aumentan el volumen de las heces
coli observada durante la colonoscopia es sugesti- añadiendo agua u orina hipotónica. En este caso,
va de ingesta crónica de laxantes antraquinónicos la medición de la osmolaridad del agua fecal per-

140
7. Diarrea crónica

TABLA 6. Pruebas que pueden ser necesarias para el mite demostrar unas heces diluidas (menor de 290
diagnóstico de la diarrea crónica mmol/l). La búsqueda no autorizada de laxantes en
la habitación del paciente debería ser evitada en
❱❱ De utilización frecuente: lo posible, dados los problemas legales que pue-
• Bioquímica general. de comportar. En casos graves y con alta sospecha
• Hemograma y recuento. diagnóstica, debería realizarse por dos médicos y
• Hormonas tiroideas. una enfermera para evitar reclamaciones de robo, y
• Dosificación de inmunoglobulinas.
tener testigos del hallazgo. En esta situación, es im-
• Anticuerpos antiendomisio y antitransglutami-
nasa tisular. portante confirmar que el paciente está tomando
• Coprocultivo. este laxante mediante el recuento de comprimidos
• Parásitos y huevos en heces. en días sucesivos o mediante un nuevo análisis de
• Sangre oculta en heces. laxantes en orina y heces. En caso de que se con-
• Test cualitativo grasa fecal (tinción de Sudán). firme, antes de hablar con el paciente y la familia,
• Gastroscopia
– Biopsias de duodeno. es importante realizar una consulta con Psiquiatría
– Aspiración de jugo duodenal para parásitos y ya que algunos pacientes con abuso de laxantes
cultivo bacteriano cuantitativo. podrían intentar suicidarse al verse descubiertos y
• Enteroscopia. necesitan consejo. El pronóstico final es incierto ya
• Ileocolonoscopia con biopsias escalonadas del que muchos niegan la ingesta de laxantes y recha-
colon e íleon.
zan el tratamiento psiquiátrico. Con bastante fre-
• Tránsito de intestino delgado.
• Enema opaco. cuencia estos pacientes siguen tomando laxantes y
• Ecografía abdominopélvica. consultan en otro centro por su problema. Algunos
• Prueba de retención abdominal de 75SeHCAT acaban incluso con laparotomías innecesarias.
(absorción de ácidos biliares).
• Prueba del aliento de hidrógeno:
– absorción de lactosa, fructosa y sorbitol;
Diarrea en el anciano
– absorción de glucosa (sobrecrecimiento bacte- La diarrea en el anciano es una causa importante
riano); de morbilidad y mortalidad. El diagnóstico precoz
– tiempo de tránsito boca-ciego (lactulosa).
• Manometría rectal (si la incontinencia es un pro-
y el tratamiento son necesarios para prevenir la
blema importante). deshidratación, la pérdida de electrolitos y la alte-
ración del estado nutricional. En el individuo joven
❱❱ De utilización menos frecuente: las pérdidas hídricas importantes se compensan
• Gammagrafía con leucocitos marcados. concentrando la orina y aumentando la ingesta de
• TAC abdominal.
líquidos como respuesta a la sed. En cambio, en el
• Arteriografía mesentérica.
• Osmolaridad, pH y electrolitos (sodio, potasio) anciano, la capacidad de concentración urinaria
en el agua fecal. está generalmente disminuida en comparación con
• Determinación de laxantes en agua fecal una persona joven con el mismo grado de deshidra-
(alcalinización para fenolftaleína). tación. Asimismo, los mecanismos que producen la
• Serología yersinia enterocolítica. sed están alterados. Es decir, las pérdidas hídricas
• Test de grasa fecal cuantitativa o semicuantitativa
(Test de Van de Kamer y esteatocrito).
pueden no traducirse en un deseo aumentado de
• Determinación en sangre de: beber. Por todo ello, las pérdidas de volumen cir-
– Gastrina. culante pueden producirse rápidamente y tener
– Serotonina. graves consecuencias en el paciente anciano que
– Cromogranina. además es más vulnerable a la hipoperfusión de
– Histamina.
órganos vitales, al infarto y a las arritmias.
– Glucagón.
– Cortisol. En general, la diarrea crónica en el anciano es un
– Péptido vasoactivo intestinal.
tema que ha recibido poca atención en la literatu-
– Calcitonina,
• Determinación en orina de: ra14. La mayoría de las enfermedades gastrointesti-
– Ácido 5-hidroxiindolacético. nales que producen diarrea crónica o malabsorción
– Ácido vanilmandélico/metanefrinas. se producen de forma similar en los ancianos y en
– Histamina. los jóvenes. Algunas enfermedades, sin embargo,
son más comunes en edades avanzadas, entre ellas
Pruebas de función pancreática exocrina (elastasa
fecal, triglicéridos).
la colitis microscópica, la impactación fecal, la co-
litis isquémica o la diverticulosis yeyunal múltiple.

141
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 7. Laxantes habitualmente implicados en la diarrea ficticia (“simulada”)

Laxantes causantes de diarrea osmótica Laxantes causantes de diarrea secretora

• Lactulosa • Fenolftaleína
• Lactitol • Aceite de ricino
• Sorbitol1
• Antraquinonas
• Polietilenglicol – Áloe
• Fosfato de magnesio – Sen2
• Fosfato sódico – Cáscara sagrada
• Laxantes difenólicos (bisacodilo)2

1
Contenido como edulcorante en los chicles “sin azucar” y en algunos medicamentos.
2
Pueden inhibir la absorción de nutrientes provocando esteatorrea leve y enteropatía pierde-proteínas con pérdida
consiguiente de peso.

Antes de comentar algunos aspectos de éstas y Aunque la diverticulosis intestinal es frecuente en


otras entidades es importante conocer los cambios sujetos ancianos, la frecuencia de diarrea o ma-
fisiológicos que aparecen en la función gastrointes- labsorción por este motivo es baja. Hoy en día es
tinal con la edad. bien conocido que la enfermedad celiaca se puede
presentar a cualquier edad, incluso en pacientes de
Diversos estudios muestran que no existe disminu-
80 años o más. Además, la posibilidad de que un
ción de secreciones salivares con la edad, aunque la
linfoma complique la evolución de una enfermedad
respuesta de las glándulas salivares a los alimentos
celiaca es superior en el anciano. Ya se ha comen-
u otros estímulos puede estar alterada. La secreción
tado que la colitis microscópica presenta su pico de
ácida gástrica disminuye con la edad, en general,
incidencia en mujeres de más de 60 años, con ci-
como consecuencia de la existencia de una gastritis
fras de hasta 30 casos por cada 100.000 habitantes/
atrófica. Hasta un 80% de los individuos ancianos
año. Por este motivo, es necesario realizar una co-
sanos (entre 80 y 90 años) presentan aclorhidria y
lonoscopia con biopsias múltiples de colon en todo
colonización bacteriana gástrica. En cambio, estu-
paciente de edad avanzada con diarrea crónica de
dios en voluntarios de edades entre 61 y 78 años
causa no aclarada8. La impactación fecal puede ser
y controles a jóvenes no mostraron diferencias en
un motivo de falsa diarrea (“diarrea por rebosa-
la secreción pancreática de tripsina, quimiotripsina
miento”) que empeora con la toma de antidiarrei-
y lipasa después de estimulación con secretina o
cos y que se diagnostica con facilidad mediante un
ceruleína. La evaluación de biopsias yeyunales de
tacto rectal. Aunque se ha sugerido que la isquemia
voluntarios sanos ancianos mostró que la arquitec-
intestinal crónica puede ser causa de atrofia vello-
tura de las vellosidades intestinales no difiere de la
sitaria de la mucosa de intestino delgado con apari-
hallada en los jóvenes, por tanto, la alteración de
ción de diarrea y malabsorción, no existen pruebas
la misma es sinónimo de enfermedad y no de un
fehacientes que lo demuestren y el síndrome clíni-
fenómeno secundario a la edad. El porcentaje de
co de dolor abdominal y malabsorción asociado a la
sujetos con hipolactasia aumenta con la edad de-
oclusión de las arterias mesentéricas es muy raro.
bido a una alteración genética, pero se trata de un
aumento gradual que ya se inicia en los jóvenes. En Un síndrome único que puede estar restringido al
general, no se han descrito cambios importantes en anciano es el sobrecrecimiento bacteriano intes-
la absorción de lípidos ni carbohidratos en edades tinal (SBI) en ausencia de anomalías anatómicas
avanzadas. En cambio, sí que se ha descrito alte- intestinales14. Factores que contribuyen a su pato-
ración en la absorción de algunos micronutrientes génesis incluyen (1) la propia inmunosenescencia,
como calcio, folato, vitamina B12, hierro y, proba- (2) la hipoclorhidria secundaria a la gastritis atrófica
blemente, otros, con una patogenia multifactorial. y a la frecuente administración de inhibidores de

142
7. Diarrea crónica

la bomba de protones (IBP) y (3) el fallo de aclara- lansoprazol, sertralina, Aspirina® a dosis antiagre-
miento intestinal de bacterias inducido por cam- gantes, ranitidina y fármacos venotónicos.
bios en la motilidad intestinal inherentes a la edad
y las comorbilidades que conlleva (diabetes, hipoti- Diarrea crónica en la diabetes mellitus
roidismo, enfermedad de Parkinson). Con frecuen-
La diarrea es frecuente en pacientes con diabetes
cia el SBI es asintomático, pero puede ser una causa
mellitus. Se estima que su prevalencia es de un
frecuente de diarrea y flatulencia en el anciano, es-
20%, aunque no existen estudios prospectivos que
pecialmente tras la administración de antibióticos o
hayan evaluado este aspecto. Típicamente, la dia-
el padecimiento de una gastroenteritis vírica. Estos
rrea del enfermo diabético es crónica y se produ-
casos pueden beneficiarse de la administración de ce en pacientes con una historia larga de diabetes
ciclos intermitentes de rifaximina o metronidazol mellitus insulinodependiente. La diarrea puede ser
(en general, peor tolerado). Asimismo, el SBI es una muy importante con 20 a 50 deposiciones al día,
causa frecuente de malabsorción de vitamina B12 acuosas, voluminosas, en ocasiones acompañadas
que debe ser firmemente considerada en pacientes de tenesmo. Con frecuencia es nocturna y se acom-
ancianos con clínica de parestesias, debilidad en paña de incontinencia (sobre todo en ancianos).
EEII o macrocitosis en el hemograma (capítulo 24). Los brotes de diarrea son, en general, episódicos
En ausencia de síntomas o de déficit de vitamina alternando con deposiciones normales o incluso
B12, el SBI no requiere un tratamiento específico. estreñimiento. En la mayoría de los pacientes se
En las personas ancianas la diarrea crónica inducida observa neuropatía periférica y neuropatía auto-
por fármacos es frecuente14,15. Los ancianos consu- nómica, que incluye hipotensión ortostática, impo-
men un gran número de fármacos. El mecanismo de tencia, eyaculación retrógrada, sudores nocturnos,
la diarrea inducido por fármacos es poco conocido respuestas pupilares anormales, y disfunción de la
aunque, probablemente sea multifactorial habién- vejiga urinaria. Algunos pacientes presentan, ade-
dose descrito alteraciones en la absorción/secre- más, síntomas sugestivos de alteración del vaciado
ción de líquidos (laxantes catárticos, misoprostol, gástrico, es decir, saciedad precoz, distensión, náu-
olsalazina, digoxina, colchicina), fenómenos osmó- seas y vómitos (capítulo 17). Pueden existir formas
ticos (hidróxido de magnesio, lactulosa, sorbitol, más leves de la enfermedad en pacientes ancianos
acarbosa, propanolol), alteraciones en la motilidad con diabetes mellitus tipo 2 que requieren insulina.
gastrointestinal (anticolinérgicos: antidepresivos La patogénesis de la diarrea diabética no es bien
tricíclicos, propantelina: para la incontinencia uri- conocida aunque probablemente tenga un origen
naria; colinérgicos; inhibidores de la colinesterasa multifactorial (tabla 8). Los pacientes con diabetes
como la tacrina: para la enfermedad de Alzheimer; avanzada suelen padecer una disfunción autonómi-
irinotecan: terapia del cáncer colorrectal), así como ca, existiendo evidencias a favor de una neuropatía
en la microbiota intestinal (antibióticos). En algu- visceral asociada16,17. En algunos casos, las altera-
nos casos causan una lesión directa, tanto sobre el ciones de la motilidad asociadas a la neuropatía
intestino delgado (neomicina, colchicina, fármacos favorecen el sobrecrecimiento de bacterias, mejo-
antineoplásicos, AINE) como del colon (sales de rando la diarrea con antibióticos de amplio espec-
oro, agentes antimetabolitos para el tratamiento tro. Asimismo, estudios en el animal de experimen-
del cáncer, penicilamina, metildopa, antibióticos, tación sugieren que pueden existir alteraciones en
AINE, flucitosina). Otros muchos fármacos podrían la secreción y absorción intestinal debido a altera-
ser causa de diarrea. De hecho, este es uno de los ciones en la regulación adrenérgica del transporte
efectos adversos más frecuentes con la toma de mucoso de electrolitos y fluidos. Por otro lado, la
fármacos (tabla 4). Con frecuencia, el agente espe- disfunción anorrectal es relativamente frecuente
cífico que produce la diarrea no queda claro debido en pacientes con diabetes, apreciando incontinen-
a la toma de múltiples fármacos de forma concu- cia fecal en casi el 20% de los pacientes. Estos en-
rrente. En la colitis microscópica se ha sugerido que fermos se quejan de “diarrea” aunque el volumen
diversos fármacos podrían ser la causa de la enfer- fecal y la consistencia de las heces son normales.
medad o de la aparición de la diarrea. En tal caso, Estudios funcionales sugieren que existe una dis-
el primer paso en el tratamiento sería la supresión función del esfínter anal interno con disminución
de la toma de los mismos. Los más frecuentemente de la presión basal de reposo en los pacientes con
implicados son: antiinflamatorios no esteroideos, incontinencia. Por otro lado, algunos fármacos utili-

143
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 8. Mecanismos de diarrea crónica en pacientes con en la secreción intestinal como causa principal de
diabetes mellitus sus síntomas. En el resto, la celiaquía, el sobrecre-
cimiento bacteriano y la incontinencia anal son las
❱❱ Causas asociadas a neuropatía autonómica: causas más frecuentes16,17. El tratamiento debe ser
• Motilidad anormal del intestino delgado. dirigido a la causa de la diarrea. Dieta sin gluten
• Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. para la celiaquía, antibióticos de amplio espectro
• Disfunción anorrectal. para el sobrecrecimiento bacteriano, técnicas de
biorretroalimentación para la incontinencia fecal y
• Insuficiencia pancreática exocrina.
colestiramina si existe malabsorción de ácidos bi-
• Alteración del transporte de fluidos y electrolitos. liares. En los pacientes con una causa no aclarada
debe intentarse un tratamiento sintomático con
❱❱ Causas asociadas a la diabetes mellitus: loperamida, que disminuye el número de las depo-
• Enfermedad celiaca. siciones, sobre todo si la diarrea es secundaria a un
• Malabsorción de ácidos biliares. tránsito intestinal rápido. La clonidina, a dosis de
• Alimentos dietéticos (malabsorción de fructosa y 0,1 a 0,3 mg cada 8 horas por vía oral, disminuye el
sorbitol). número y volumen de las deposiciones en algunos
• Uso de algunos fármacos (metformina, acarbosa)
pacientes con diarrea diabética, aunque los efectos
secundarios pueden ser importantes (hipotensión
ortostática, somnolencia, empeoramiento del va-
❱❱ Causas incidentales. ciado gástrico). El octreótido administrado de for-
ma subcutánea a dosis de 50 a 75 µg/8 a 12 horas,
puede ser útil en estos pacientes19; sin embargo,
zados en la diabetes, como la metformina y la acar- puede inhibir la secreción pancreática exocrina y
bosa, pueden ser causa de diarrea crónica. agravar la malabsorción de nutrientes.
Otro factor que puede explicar la presencia de
diarrea en el enfermo diabético es la existencia de Tratamiento empírico de la diarrea
enfermedades asociadas. La disfunción pancreá- crónica
tica exocrina suficientemente importante como
para producir malabsorción es rara en los pacien- El tratamiento de la diarrea crónica debe ser etio-
tes con diabetes mellitus. La enfermedad celiaca, lógico siempre que sea posible, es decir, dirigido
sin embargo, comparte genes de predisposición a corregir la causa que la ocasiona. Se utiliza un
tratamiento empírico de la diarrea crónica en tres
con la diabetes mellitus tipo 1; la frecuencia de los
situaciones: 1) tratamiento inicial o temporal has-
antígenos de histocompatibilidad HLA-B8, HLA-DR3 ta obtener el diagnóstico; 2) cuando las distintas
y HLA-DQ8 está aumentada en ambas enferme- pruebas diagnósticas no permiten realizar un diag-
dades en comparación con la población general. nóstico definitivo; y 3) cuando se consigue obtener
Estudios recientes sugieren que alrededor del 5% un diagnóstico preciso, pero no existe tratamiento
de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 tienen específico o éste no resulta efectivo.
celiaquía asociada, aunque en general es poco sin-
tomática18. De todas maneras, se ha sugerido que la Un tratamiento empírico con antibióticos podría
ser considerado como la terapia inicial si la preva-
celiaquía silenciosa no tratada se asocia a un ries-
lencia de infecciones bacterianas o por protozoos
go aumentado de hipoglicemia y que la dieta sin es elevada en la comunidad o en una situación es-
gluten mejora el control metabólico de la glucemia. pecífica (por ej.: metronidazol ante la sospecha de
La malabsorción ileal de ácidos biliares, probable- giardiasis en personas que trabajan en guarderías
mente secundaria a una motilidad ileal acelerada, infantiles).
puede ser causa de diarrea crónica en algunos pa-
cientes con diabetes mellitus. Estos pacientes pue- El tratamiento sintomático de la diarrea crónica
se puede efectuar con varios fármacos. El opio y
den mejorar con colestiramina. Por último, algunos
la morfina son agentes potentes para controlar la
diabéticos desarrollan diarrea osmótica en rela-
diarrea. Su eficacia es elevada excepto en los ca-
ción con un consumo excesivo de alimentos que sos con diarreas de volumen elevado. La codeína
contienen cantidades importantes de fructosa y es algo menos eficaz, y los derivados sintéticos
sorbitol como edulcorantes11. En definitiva, aproxi- difenoxilato y loperamida son con claridad de me-
madamente el 50% de los enfermos diabéticos con nor potencia. Dado el riesgo potencial de abuso y
diarrea presentan alteraciones en la motilidad o dependencia, se utilizan con mayor frecuencia los

144
7. Diarrea crónica

fármacos menos activos, que resultan igualmente Racecadotrilo (1,5 mg/kg/8 h en niños, 100 mg/
efectivos en el control de diarreas no intensas. Otra 8 h en adultos, vo). Varios ensayos clínicos doble
alternativa es el racecadotrilo, inhibidor de la ence- ciego, controlados con placebo o con loperamida
falinasa, que disminuye la hipersecreción de agua y han demostrado su eficacia, similar a loperamida
electrolitos sin efectos sobre la motilidad intestinal. en el control de la diarrea (nivel de evidencia 1a,
Sin embargo, los narcóticos más potentes son, pro- grado de recomendación A)21.
bablemente, infrautilizados en el tratamiento de la ■■ Octreótido (50-300 µg/8 h, sc)
diarrea crónica grave. Por otro lado, el uso de este
tipo de fármacos está contraindicado en pacientes Existen 12 ensayos clínicos controlados con place-
con diarrea con sangre y fiebre (colitis bacterianas bo o con antidiarreicos en diferentes situaciones de
con cuadro disenteriforme, brotes graves de colitis diarrea refractaria (principalmente, diarrea post-
ulcerosa o colitis granulomatosa) por el riesgo de quimioterapia y diarrea asociada a sida) que han
desencadenar un megacolon tóxico. sido motivo de una reciente revisión sistemática22.
Aunque la eficacia global de octreótido es elevada
El octreótido es un análogo de la somatostatina (porcentaje de respuesta del 64%; riesgo relativo
que, administrado por vía subcutánea en varias de 0,5, IC95% de 0,27 a 0,91), existe una heteroge-
inyecciones al día, ha sido efectivo para el control neidad significativa entre los estudios. Los estudios
de la diarrea secundaria a síndrome carcinoide y en diarrea asociada a SIDA fueron homogéneos,
a otros tumores neuroendocrinos, así como en la pero el octreótido fue menos efectivo. En cambio,
diarrea inducida por quimioterapia, en el síndrome el octreótido fue muy efectivo en la diarrea post-
de dumping y en la diarrea asociada al síndrome quimioterapia, si bien hubo heterogeneidad (nivel
de intestino corto. Sin embargo, su uso prolongado de evidencia 2b, grado de recomendación B).
favorece la formación de litiasis biliar y su precio ■■ Fibra
es elevado.
Su eficacia se ha evaluado en ensayos clínicos
La fibra dietética (plántago, metilcelulosa) puede controlados con un escaso número de pacientes
modificar la consistencia de la deposición pero no realizados generalmente en pacientes críticos
disminuye el peso de la misma; podría ser, por tan- o en individuos con un síndrome de intestino
to, útil en algunos pacientes con diarrea funcional. irritable. Los estudios demuestran en general
Las soluciones de rehidratación que incluyen glu- la eficacia de la suplementación tanto con fibra
cosa u otros nutrientes y sal son útiles para la re- soluble como insoluble (Plantago ovata o psilio:
posición de fluidos corporales. Las soluciones de 10-20 g/día, vo) (nivel de evidencia 2b, grado de
recomendación B).
rehidratación a base de cereales se han utilizado
en los últimos años, demostrando su eficacia en las ■■ Soluciones de hidratación oral
diarreas agudas secretoras con deshidratación tales
como el cólera, pero tienen poca utilidad en la ma- En la diarrea crónica son poco útiles. La mayoría
de los estudios publicados se han realizado en pa-
yoría de las diarreas crónicas.
cientes con diarrea aguda.
Esquema terapéutico Resumen
❱❱ Tratamiento específico siempre que sea posible.
❱❱ Definición de diarrea y malabsorción: Se define
Por ejemplo: dieta sin gluten en la celiaquía, me-
diarrea como cualquier variación significativa de
tronidazol en la diardiasis, inmunosupresores en
volumen o consistencia de las deposiciones res-
la enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
pecto al hábito deposicional previo del pacien-
❱❱ Tratamiento empírico: te. Se define maldigestión como la alteración
en la hidrólisis de los nutrientes y malabsorción
■■ Antidiarreicos como la alteración en la absorción mucosa de
Codeína (15-60 mg/6-8 h, vo), loperamida (0,03 los nutrientes.
mg/kg/8 h en niños, 2-4 mg/6-8 h en adultos, vo) ❱❱ Clasificación y diagnóstico. Clásicamente se ha
y difenoxilato (2,5-5 mg/6-8 h, vo). Un ensayo clí- utilizado una clasificación de las causas de dia-
nico con diseño cruzado con un número reduci- rrea crónica basada en el mecanismo fisiopato-
do de pacientes demostró un efecto terapéutico lógico que la ocasiona. Desde el punto de vista
similar de loperamida y codeína pero superior a práctico tiene mayor interés distinguir entre
difenoxilato (nivel de evidencia 2b, grado de re- pacientes con diarrea crónica con característi-
comendación B)20. cas que sugieren funcionalidad o que sugieren

145
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

organicidad. Esta distinción es importante pues 8. Fernández-Bañares F, Salas A, Esteve M, Pardo


el enfoque diagnóstico de ambas situaciones L, Casalots J, Forné M, Espinós JC, Loras C, Ro-
varía ostensiblemente. Algunos pacientes con sinach M, Viver JM. Evolution of the incidence
criterios de aparente funcionalidad, presentan of collagenous colitis and lymphocytic colitis in
en realidad una causa orgánica subyacente. Terrassa, Spain: a population-based study. In-
flamm Bowel Dis 2011;17:1015-20.
El cuadro clínico clásico de malabsorción (pa- 9. Wedlake L, A’Hern R, Russell D, Thomas K,
ciente con deposiciones abundantes, pastosas, Walters JR, Andreyev HJ. Systematic review:
y espumosas, con desnutrición, y distensión the prevalence of idiopathic bile acid malab-
abdominal) es muy poco frecuente en la actuali- sorption as diagnosed bySeHCAT scanning in
dad, siendo lo más habitual encontrarse ante el patients with diarrhoea-predominant irrita-
diagnóstico diferencial de un cuadro de diarrea ble bowel syndrome. Aliment Pharmacol Ther
crónica acuosa o síntomas gastrointestinales 2009;30:707-17.
inespecíficos, pérdida de peso, anemia o, sim- 10. Fernández Bañares F, Esteve M, Salas A, Alsina
plemente la malabsorción selectiva de un deter- M, Farré C, González C, Buxeda M, Forné M,
minado nutriente. Rosinach M, Espinós JC, Maria Viver J. Systema-
tic evaluation of the causes of chronic watery
❱❱ Tratamiento. Será etiológico siempre que sea diarrhea with functional characteristics. Am J
posible (dieta sin gluten en la celiaquía, an- Gastroenterol 2007;102:2520-8.
tibióticos en algunas formas de enterocolitis 11. Fernández Bañares F, Esteve-Pardo M, De León
infecciosa, etc.). Se utiliza un tratamiento em- R, Humbert P, Cabré E, Llovet JM, Gassull MA.
pírico de la diarrea crónica en tres situaciones: Sugar malabsorption in functional bowel disea-
1) tratamiento inicial o temporal hasta obtener se. Am J Gastroenterol 1993;88:2044-50.
el diagnóstico; 2) cuando las distintas pruebas 12. Ewe K, Karbach U. Factitious diarrhoea. Clin
diagnósticas no permiten realizar un diagnósti- Gastroenterol 1986;15:723-40.
co definitivo; y 3) cuando se consigue obtener 13. Philips S, Donaldson L, Geisler K, Pera A, Ko-
un diagnóstico preciso, pero no existe trata- char R. Stool composition in factitial diarrhea:
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miento específico o éste no resulta efectivo. Intern Med 1995;123:97-100.
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tological features, response to treatment, and of somatostatin or octreotide in refractory
long-term follow-up. Am J Gastroenterol 2003; diarrhoea. Aliment Pharmacol Ther 2001;
98:340-7. 15:1889-97.

146
8 Estreñimiento
Fermín Mearin, Agustín Balboa, Miguel A. Montoro
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos
Servicio de Aparato Digestivo. Centro Médico Teknon. Barcelona
Unidad de Gastroenterología del Hospital de San Jorge. Huesca

Introducción Objetivos de este capítulo


El estreñimiento constituye un motivo muy fre- ❱❱ Describir los tipos de estreñimiento
cuente de consulta entre los pacientes que acu- y proporcionar las claves para una
den a centros de Atención Primaria. Aunque la evaluación diagnóstica coste-efectiva.
mayoría de estos enfermos pueden ser tratados
❱❱ Conocer los recursos terapéuticos
eficazmente por el médico de familia, algunos
disponibles para el tratamiento del
son derivados a servicios de Gastroenterología
estreñimiento crónico funcional y las
para recibir una atención especializada. Discer-
bases para un uso racional de los mismos.
nir qué tipo de pacientes será subsidiario de
pruebas complementarias específicas, es una ❱❱ Describir someramente las complicaciones
decisión importante que requiere de un juicio asociadas al estreñimiento y su
clínico bien ponderado. Éste debe de susten- pronóstico.
tarse en el conocimiento de las claves que pro-
porciona la historia, el examen físico y algunas REFERENCIAS CLAVE
pruebas analíticas elementales. El objetivo del
1. Longstreth GF, Thompson WG, Chey
presente capítulo es proporcionar al lector los
WD, Houghton LA, Mearin F, Spiller RC.
recursos necesarios para establecer un diag-
Functional Bowel Disorders. Gastroentero-
nóstico clínico eficiente y el modo en que estos
logy 2006;130: 1480-91.
pacientes pueden ser tratados de una manera
coste-efectiva. 2. Bharucha AE, Wald A, Enck P, Rao S.
Functional anorectal disorders. Gastroen-
Definiciones y nomenclatura terology 2006;130:1510-8.
3. Ford AC, Suares NC. Effect of laxatives
Para las sociedades occidentales, los límites nor-
and pharmacological therapies in chronic
males del ritmo deposicional oscilan entre tres
idiopathicconstipation: systematic review
deposiciones diarias como máximo y tres de-
and metaanalysis. Gut 2011;60:209-18.
posiciones semanales como mínimo. Debe ha-
cerse notar que estas frecuencias consideradas
“normales” se hicieron públicas para atenuar la
preocupación, a menudo obsesiva, de las socie-
dades occidentales por los hábitos defecatorios.
Sin embargo, aunque el médico suele centrar
su atención en la frecuencia del ritmo deposi- consigue evacuar, a pesar de experimentar el de-
cional, los resultados de una encuesta realizada seo consciente de la defecación. Solo el 32% de la
sobre población general demuestran que este población define el estreñimiento como una baja
síntoma tiene significados diversos para las per- frecuencia en el ritmo deposicional. Otras acepcio-
sonas1. Así, el 52% entiende por estreñimiento nes incluyen la sensación de evacuación incomple-
la necesidad de un esfuerzo defecatorio excesi- ta o la simple ausencia de deseo por la defecación
vo o desproporcionado; un 44% considera que (tabla 1). Por lo tanto, desde la perspectiva global
padece estreñimiento cuando exterioriza heces del médico y del paciente, una función defecatoria
duras y de escaso volumen y un 34%, cuando no saludable es aquella en la que la persona realiza,

S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 147
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 1. Distintas acepciones del estreñimiento para el litar la expulsión (extracción digital o compresión
paciente 1 del suelo pélvico), o evacúa menos de tres veces
por semana (tabla 2)2.

❱❱ Esfuerzo y/o dificultad excesivos para expulsar el Estreñimiento funcional


contenido fecal.
❱❱ Heces de menor volumen y consistencia dura. Los pacientes con un cuadro de estreñimiento que
no puede ser atribuido a una patología orgánica
❱❱ Deseo de defecar sin conseguirlo.
reconocible o al efecto de un fármaco —estreñi-
❱❱ Disminución en la frecuencia de las miento secundario— se considera que padecen un
deposiciones.
trastorno primario o funcional de la función defe-
❱❱ Sensación de evacuación incompleta. catoria. Como en cualquier trastorno funcional se
❱❱ Ausencia de deseo de defecar. trata de pacientes con un cortejo sintomático ge-
neralmente de curso crónico y recidivante que no
puede ser atribuido a una alteración estructural o
al menos tres evacuaciones por semana, es indolo- bioquímica. De acuerdo con los criterios de Roma
ra y se realiza sin un esfuerzo excesivo. Además el III, la definición de estreñimiento funcional preci-
individuo debe alcanzar una sensación de desocu- sa que el paciente haya presentado en los últimos
pación completa del recto. Los criterios de Roma III 3 meses y con un inicio de los síntomas al menos
han permitido conciliar la dispersión de criterios y 6 meses antes del diagnóstico, dos o más de los
acepciones, incorporando términos cuantitativos y síntomas asociados al estreñimiento expuestos
cualitativos. con anterioridad (tabla 2). Además, las heces líqui-
das deben ser infrecuentes si no hay consumo de
Estreñimiento laxantes y el paciente no debe reunir criterios de
síndrome del intestino irritable (SII) (no debe tener
Según los criterios de Roma III se considera que dolor abdominal relacionado con la deposición)2.
un paciente sufre estreñimiento cuando en más
del 25% de las deposiciones, presenta dos o más Epidemiología
de los siguientes síntomas: precisa de un esfuer-
zo excesivo, presenta heces duras o caprinas, no La prevalencia de estreñimiento entre la pobla-
logra una sensación confortable de desocupación ción general oscila entre un 2% y un 28% según las
rectal, tiene sensación de obstrucción en el área fuentes consultadas3-6. Este amplio rango de varia-
anorrectal, utiliza maniobras manuales para faci- bilidad refleja, en gran medida, la diversidad de
acepciones y definiciones de este síntoma (véase

TABLA 2. Criterios de Roma III para el diagnóstico de estreñimiento 2

❱❱ 1. Debe reunir dos o más de los siguientes síntomas:


• Esfuerzo defecatorio en más del 25% de las deposiciones.
• Heces duras o caprinas en más del 25% de las deposiciones.
• Sensación de evacuación incompleta en más del 25% de las deposiciones.
• Sensación de obstrucción anorrectal en más del 25% de las deposiciones.
• Necesidad de maniobras manuales para facilitar la defecación en más del 25% de las deposiciones
• Menos de tres deposiciones por semana.
❱❱ 2. Heces líquidas infrecuentes si no hay uso de laxantes.
❱❱ 3. No debe reunir criterios para síndrome del intestino irritable.

Estos criterios deben cumplirse en los últimos 3 meses, con inicio de los síntomas al menos 6 meses antes del
diagnóstico.

148
8. Estreñimiento

más arriba). El estreñimiento es más frecuente en estreñimiento. En los niños, las infecciones urina-
las clases sociales más bajas7. Durante la infancia es rias, la enuresis nocturna y el reflujo vesicoureteral;
más frecuente en los niños, pero en la edad adulta en los ancianos, la úlcera estercorácea, el prolapso
afecta más al sexo femenino que al masculino, en rectal, la incontinencia y el vólvulo con isquemia.
una relación aproximada de 3:1. Por encima de los Muchos de estos problemas constituyen un factor
65 años, la prevalencia aumenta en ambos sexos, determinante del traslado de pacientes de edad
de forma que un 34% de las mujeres y un 26% de avanzada, desde sus hogares hasta instituciones
los varones se autodefinen como estreñidos. Estas cerradas, lo que también grava los costes sanita-
cifras aumentan en personas ancianas hospitaliza- rios12,13.
das o en instituciones geriátricas7.
Tipos de estreñimiento
Calidad de vida
El tipo más frecuente de estreñimiento es el deno-
La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) minado estreñimiento crónico simple o “constipa-
se ve notablemente deteriorada en los pacientes ción idiopática”. Existen, sin embargo, otras causas
con estreñimiento funcional8. Su carácter crónico de estreñimiento condicionadas por la presencia de
y recurrente y el disconfort propiciado por los sín- alteraciones orgánicas o por un trastorno “secun-
tomas referidos repercuten de manera clara y evi- dario” de la función motora, cuyo origen puede re-
dente sobre el bienestar psicológico9. Este hecho es lacionarse con el consumo de determinados fárma-
más significativo entre los pacientes que muestran cos o con la presencia de enfermedades sistémicas
un tiempo de tránsito colónico normal (véase más de naturaleza endocrinometabólica, neurógena o
adelante). En un estudio realizado sobre una pobla- neuromuscular (tabla 3). Es importante discernir la
ción en la que se detectó una prevalencia de estre- presencia de cualquiera de estas afecciones, dado
ñimiento funcional del 7,8%, el estreñimiento llegó
que su identificación y tratamiento ayudan a corre-
a afectar a la función mental en mayor medida que
gir el trastorno, evitando con ello incomodidad a
otros trastornos funcionales como la pirosis funcio-
los pacientes, pruebas complementarias superfluas
nal, la dispepsia funcional y el SII10. Recientemente
y un coste inapropiado para las administraciones
se ha validado en nuestro país un cuestionario es-
sanitarias13.
pecífico de CVRS para pacientes con estreñimiento,
una herramienta muy útil si queremos valorar por
ejemplo el impacto de un tratamiento11.
Estreñimiento secundario a una
dolencia orgánica gastrointestinal
Repercusiones económicas
❱❱ Enfermedad del tracto digestivo superior: algu-
Aunque solo una minoría de los pacientes con es- nas circunstancias como la acalasia, la estenosis
treñimiento llega a consultar con el médico (1,2%), pilórica y las neoplasias, pueden provocar estre-
solo en los EE.UU., esta cifra representa más de 2,5 ñimiento relacionado con un menor grado de
millones de consultas facultativas anuales. Un 4% vaciamiento del alimento (figura 1).
de estas personas (100.000/año) son derivadas a
un medio especializado. El impacto económico de ❱❱ Enfermedades que causan obstrucción del co-
este problema viene condicionado por tres hechos: lon: la obstrucción de la luz intestinal determina
1) el coste de los laxantes, que en los EE.UU. re- la aparición de un estreñimiento, generalmente
presenta entre 350-400 millones de dólares, solo asociado a otros síntomas de cierre abdominal.
en productos dispensados sin receta médica; 2) el Deben distinguirse las causas extraluminales de
coste de las exploraciones complementarias. Por las intraluminales. Entre las primeras cabe citar
ejemplo, la colonoscopia, una exploración frecuen- algunas que pueden resolverse con tratamien-
temente indicada para excluir una dolencia orgáni- to conservador (hernias reductibles, bridas,
ca, implica un gasto aproximado de 150 € en nues- vólvulos) y otras que requieren una resolución
tro país. Por lo tanto, es una grave responsabilidad quirúrgica (compresión extrínseca por tumores
del clínico determinar qué pacientes deben ser o o mesenteritis retráctil). Respecto a las causas
no tributarios de una atención especializada. 3) Un intraluminales, la mayoría de ellas obedecen a
tercer aspecto a considerar es el gasto imputable a tumores o a procesos de naturaleza isquémica
las complicaciones, a menudo graves, asociadas al o inflamatoria que ocluyen la luz durante la fase

149
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 3. Causas secundarias de estreñimiento debidas a cicatricial: diverticulitis, colitis isquémica o en-
alteraciones de la función neuromuscular fermedad inflamatoria.
❱❱ Alteraciones anorrectales: determinadas patolo-
❱❱ Enfermedades endocrinometabólicas: gías que afectan al anorrecto como fisuras, he-
• Diabetes mellitus: acidosis, neuropatía. morroides, fístulas o tumores pueden favorecer
• Hipotiroidismo. la aparición o agravamiento de un estreñimiento,
• Uremia. al provocar una hipertonía del esfínter anal.
• Hipercalcemia.
• Porfiria. Estreñimiento secundario a
• Feocromocitoma. enfermedades que alteran la función
• Glucagonoma.
motora del colon
• Panhipopituitarismo.
• Intoxicación por plomo. ❱❱ Trastornos endocrinometabólicos: algunos tras-
❱❱ Causas neurógenas: tornos metabólicos van acompañados de estre-
– Enfermedades que afectan al sistema nervioso ñimiento (tabla 3). Los más frecuentes son el
entérico. hipotiroidismo y la diabetes mellitus. El hipoti-
• Enfermedad de Hirschsprung. roidismo provoca un trastorno motor que en-
• Hipoganglionosis. lentece el ritmo eléctrico básico intestinal14. En
• Hiperganglionosis (displasia neuronal intestinal). la mayoría de los casos, éste se corrige al resti-
• Ganglioneuromatosis. tuir la función tiroidea a la normalidad. La dia-
• Enfermedad de Chagas. betes también puede provocar estreñimiento.
• Neuropatía visceral paraneoplásica (Ca de De hecho, un 60% de los pacientes diabéticos
pulmón, tumor carcinoide). muestran formas leves o moderadas de estre-
– Trastornos que comprometen a la inervación ñimiento. El trastorno puede llegar a ser grave
extrínseca del colon. en los casos que cursan con neuropatía autóno-
• Traumatismos medulares. ma15. Dentro de este apartado debe considerar-
• Mielomeningocele sacro. se igualmente la hipercalcemia que acompaña
• Tabes dorsal. al hiperparatiroidismo, la sarcoidosis o el cáncer
• Esclerosis múltiple. (hipercalcemia paraneoplásica).
• Tumores.
❱❱ Enfermedades neurógenas: la actividad motora
– Enfermedades que afectan al cerebro.
del colon depende de una adecuada coordina-
• Demencia.
ción de distintos sistemas que incluyen la iner-
• Accidentes vasculares cerebrales.
vación extrínseca (simpática y parasimpática) y
• Esclerosis múltiple.
el propio sistema nervioso entérico. Una disre-
• Enfermedad de Parkinson.
gulación de estos sistemas puede conducir a es-
• Neoplasias.
tados de constipación, bien por alteraciones del
– Trastornos psiquiátricos.
sistema nervioso central o del sistema nervioso
• Depresión.
periférico (tabla 3).
• Psicosis.
• Anorexia nerviosa ❱❱ Alteraciones del sistema nervioso entérico: el
❱❱ Enfermedades que afectan al músculo liso ejemplo más representativo de este trastorno
intestinal: es la enfermedad de Hirschsprung, caracteri-
• Miopatías congénitas o adquiridas que originan zada por una ausencia de células ganglionares
pseudoobstrucción intestinal.
intramurales, tanto en la submucosa como en el
• Miopatía hereditaria del esfínter anal
interno.
plexo mientérico. Este defecto anatómico deter-
• Esclerosis sistémica progresiva.
mina un fallo en la relajación del esfínter inter-
• Amiloidosis.
no del ano, en respuesta a la distensión rectal,
• Distrofias musculares (por ej.: distrofia
y una dilatación progresiva del colon proximal.
miotónica). El diagnóstico viene sugerido por la manometría
❱❱ Fármacos (véase tabla 5). anorrectal al demostrar la ausencia del reflejo
rectoanal inhibitorio, y se confirma mediante
biopsia rectal. Aunque la mayoría de los casos

150
8. Estreñimiento

TABLA 4. Factores que explican la aparición de


estreñimiento en la enfermedad de Parkinson

❱❱ Inactividad física.
❱❱ Disminución del nº de neuronas que contienen
dopamina en el plexo mientérico.
❱❱ Hipomotilidad secundaria al efecto anticolinérgico
de las drogas antiparkinsonianas.
❱❱ Fallo en la relajación del músculo estriado del suelo
pélvico.

La enfermedad de Parkinson, puede provocar


estreñimiento de origen multifactorial16 (tabla
4). A su vez, la esclerosis múltiple, que puede
afectar tanto al cerebro como a la médula, con-
duce a situaciones de constipación.
❱❱ Enfermedades psiquiátricas: en la depresión,
la constipación puede ser una manifestación
Figura 1. Algunos casos de estreñimiento están condicio- somática del trastorno afectivo o una conse-
nados por un menor vaciado del alimento al intestino. La
imagen corresponde a un esófago tortuosamente dilatado
cuencia del efecto anticolinérgico de los anti-
en un paciente con acalasia. depresivos. En una mujer joven con signos de
adelgazamiento, el estreñimiento obliga a con-
siderar la anorexia nerviosa en el diagnóstico
se descubren en los seis primeros meses de diferencial. Finalmente, la constipación puede
vida, algunos pacientes son descubiertos en ser el primer motivo de consulta de un cuadro
edades más avanzadas, al estudiar un estreñi- psicótico.
miento crónico inveterado.
❱❱ Enfermedades que afectan a la inervación ex-
Enfermedades que alteran la
trínseca del colon: en este apartado se incluyen musculatura lisa intestinal
básicamente los traumatismos que provocan
Algunas enfermedades pueden producir estre-
lesiones medulares, sobre todo los que inciden
ñimiento al alterar el músculo liso de la pared in-
sobre los segmentos sacros de la médula. Debe
testinal. Entre ellas deben citarse las miopatías
considerarse que la integración neural, tanto del congénitas o adquiridas que provocan cuadros de
control esfinteriano, como de la actividad pro- pseudoobstrucción intestinal, la miopatía heredita-
pulsora del recto-sigma, se localiza fundamen- ria del esfínter anal interno, la esclerosis sistémica
talmente en el nivel D5-S3. Una grave lesión progresiva, en la que el músculo liso es sustituido
medular a este nivel conduce a un estado de por tejido fibroso y las distrofias musculares (in-
constipación grave asociada tanto a un estado cluyendo la distrofia miotónica), en las que puede
de hipomotilidad, como a un descenso del tono existir afectación concomitante del músculo liso y
y sensibilidad del recto. Otros trastornos que al- estriado17.
teran la inervación extrínseca incluyen el mielo-
meningocele sacro, la tabes dorsal, la esclerosis Fármacos
múltiple y los tumores.
Se ha descrito una amplia miscelánea de fármacos
❱❱ Enfermedades del sistema nervioso central: los causantes de estreñimiento. Entre ellos cabe desta-
accidentes vasculares cerebrales, las neoplasias car la utilización de opiáceos, frecuentes en el con-
que afectan al cerebro y la demencia senil pue- trol del dolor crónico de pacientes oncológicos y los
den alterar la percepción visceral o deteriorar medicamentos con propiedades anticolinérgicas.
la atención sobre el hábito regular de la defe- Entre ellos, los antidepresivos tricíclicos, anties-
cación, abocando a estados de estreñimiento. pasmódicos, fenotiacinas, utilizadas como agentes

151
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 5. Medicaciones de uso frecuente que pueden afectar a la función colónica y causar estreñimiento*

Grupo farmacológico Indicaciones comunes Ejemplos

Antiácidos Alivio del ardor y la pirosis Fórmulas con aluminio


Bismuto Terapia anti-Helicobacter pylori Subsalicilato de bismuto
Ranitidina-bismuto
Anticolinérgicos Alivio de los síntomas del Parkinson, Diciclomina, amitriptilina,
depresión, ansiedad y nerviosismo levodopa y carbodopa
Anticonvulsivantes Antiepilépticos y trastornos vertiginosos Fenitoína, ácido valproico
Antidepresivos Tratamiento de la depresión Amitriptilina, imipramina
Antihipertensivos Control de la hipertensión Metildopa, clonidina
Antipsicóticos Tratamiento de la esquizofrenia Haloperidol, risperidona
Quelantes de las sales biliares Hipercolesterolemia Colestiramina, colestipol
Calcioantagonistas Tratamiento de la angina Diltiazem, nifedipina,
y de la hipertensión verapamilo
Suplementos de calcio Osteopenia y osteoporosis Carbonato cálcico, fosfato cálcico
Suplementos de hierro Anemia y deficiencias de hierro Sulfato ferroso
Opiáceos Alivio del dolor oncológico Fármacos que contienen morfina o
codeína
* Adaptado de Harmful Effects of Medicine on the Adult Digestive System. National Digestive Diseases Information
Clearinghouse and Evaluation and Treatment of Constipation. Scott Harris, MD. IFFGD Publication nº 118. 2004.

neurolépticos y las drogas antimuscarínicas em- Estreñimiento crónico idiopático


pleadas en el Parkinson. Los calcioantagonistas, los
antiácidos que poseen aluminio en su composición (estreñimiento simple o primario)
y los recientemente incorporados antagonistas de En la mayoría de los pacientes no logra identificarse
los receptores de la serotonina, también deben ser una causa reconocible que explique los síntomas.
considerados entre la lista de fármacos capaces de Tales casos presentan un estreñimiento idiopático
justificar la aparición de estreñimiento (tabla 5). y su patogenia se relaciona con un trastorno prima-
rio de la motilidad colónica o anorrectal. Durante
Trastornos anorrectales largo tiempo se ha estimado que las dietas pobres
o del suelo pélvico en fibra y la inactividad física ejercen una influencia
determinante en la aparición de este trastorno. Sin
Se trata de problemas que afectan de forma selecti-
embargo, no existen claras evidencias que susten-
va a la región anorrectal o el suelo pélvico generan-
ten estos postulados18-22. Algunos pacientes mejo-
do una seria dificultad para completar la evacua-
ran con el ejercicio físico y suplementos de fibra.
ción. Estos incluyen el rectocele o prolapso rectal,
Otros, sin embargo, no obtienen una mejoría con-
más frecuente en mujeres con antecedentes de
sistente. La tabla 6 enumera los factores de riesgo
histerectomía, el síndrome del periné descendente
(debilidad de los músculos del periné), igualmente tradicionalmente vinculados al estreñimiento cró-
frecuente en mujeres con antecedentes de trau- nico idiopático.
mas obstétricos y el síndrome de la úlcera solitaria
del recto. Todos estos problemas se asocian a un
Fisiopatología
esfuerzo defecatorio excesivo, proctostasia, y sen- Desde un punto de vista fisiopatológico el estre-
sación de evacuación incompleta. Algunos de ellos ñimiento primario puede categorizarse en cuatro
pueden beneficiarse de un tratamiento quirúrgico. subgrupos12.

152
8. Estreñimiento

TABLA 6. Factores ambientales que han sido relacionados


con la aparición de estreñimiento Músculo
Recto puborrectal

❱❱ Sexo femenino.
❱❱ Edad avanzada.
❱❱ Inactividad física.
❱❱ Ingesta baja en calorías.
❱❱ Ingesta deficitaria en fibra.
❱❱ Bajo nivel socioeconómico.
❱❱ Bajo nivel educativo.
❱❱ Consumo de fármacos (tabla 5).
❱❱ Depresión.
❱❱ Historia de abusos o maltratos físicos
o psicológicos.

❱❱ Disfunción cólica o estreñimiento por tránsito Esfínter anal


lento. En este tipo se identifica una progresión interno
Canal anal
lenta y defectuosa del contenido fecal desde el
colon proximal hasta el colon distal y recto. Den- Esfínter anal
tro de esta categoría se han descrito dos subti- externo
pos: a) Inercia cólica, propiamente dicha, cuya
patogenia se relaciona con un descenso del nú-
mero de ondas propulsivas de alta amplitud. Su Figura 2. Anatomía de la región rectoesfinteriana y pubo-
rrectal. En la disinergia rectoesfinteriana el esfínter externo
ausencia determina un tiempo superior de per- no se relaja durante el esfuerzo de la defecación, sino que se
manencia del residuo fecal en el colon derecho. contrae, de forma paradójica, aumentando la presión.
b) El segundo grupo está constituido por pacien-
tes que presentan un incremento de la actividad meno viene favorecido por el hecho de reprimir
motora descoordinada en el colon distal que, al de forma voluntaria la defecación debido a con-
oponer una resistencia al bolo fecal, favorece la dicionantes personales o de tipo social8.
retropropulsión de las heces.
❱❱ Disminución de la prensa abdominal. En algu-
❱❱ Obstrucción funcional distal. En esta categoría nos pacientes la expulsión de las heces se ve
se incluyen un grupo heterogéneo de trastornos dificultada por la imposibilidad de aumentar la
caracterizados por una disfunción anorrectal presión abdominal, y por ende la intrarrectal,
selectiva que provoca una dificultad para la durante la maniobra defecatoria. Este es el caso
eyección del bolo fecal. El más importante es la de los enfermos con lesiones medulares altas,
disinergia rectoesfinteriana o disfunción de los con miopatías, o personas de edad avanzada.
músculos del suelo pélvico. Básicamente con-
siste en una ausencia de la relajación o incluso Evaluación diagnóstica
contracción paradójica del músculo puborrectal
y del esfínter externo durante la defecación (fi- Historia clínica
gura 2). Ello conduce a un esfuerzo defecatorio
desproporcionado. Algunos pacientes presen- La anamnesis constituye la piedra angular para una
tan ambos trastornos (constipación de tránsito aproximación coste-efectiva al paciente con estre-
lento y obstrucción funcional distal). ñimiento. De hecho, en el ámbito de una consulta
especializada, aquella debería ser guiada por un
❱❱ Percepción rectal anómala. Este subgrupo de cuestionario dirigido con el fin de no soslayar nin-
pacientes no experimenta el deseo normal de
gún aspecto relevante13. A continuación se enume-
la defecación porque cuando llegan las heces al
ran los aspectos que pueden proporcionar informa-
recto no lo notan. En algunos casos, este fenó-
ción crucial para el diagnóstico:

153
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

❱❱ Edad. Como en otros trastornos funcionales, la causa orgánica. Así, con la excepción de la en-
edad debe ser justamente ponderada a la hora fermedad de Hirschsprung, el estreñimiento de
de evaluar la probabilidad de una lesión malig- larga duración sugiere el padecimiento de un
na. De hecho, el cáncer colorrectal debe de ser trastorno funcional idiopático. Por el contrario,
firmemente considerado en cualquier persona un cambio reciente en el hábito intestinal, en un
que consulta por este problema a partir de los sujeto que ordinariamente presentaba un ritmo
50 años. La sospecha adquiere mayor peso es- deposicional regular, debe hacer sospechar la
pecífico cuando existen antecedentes familiares existencia de una dolencia orgánica.
de neoplasias colorrectales o cuando el enfer-
mo refiere otros síntomas de alarma (véase más 2. ¿En qué consiste realmente su estreñimien-
adelante). to?: ¿ausencia de deseo o esfuerzo excesivo
durante la evacuación?
❱❱ Comorbilidades. Como ya se ha mencionado,
la coexistencia de determinadas enfermedades El paciente que no experimenta la sensación
puede explicar la presencia de estreñimiento espontánea de defecar, al menos de un modo
(tabla 3). Es importante, por consiguiente, re- frecuente y regular, probablemente padece
cabar información acerca del padecimiento de una constipación originada por un trastorno
enfermedades endocrinometabólicas como la de la motilidad (tránsito lento) o ha suprimido
diabetes o el hipotiroidismo, enfermedades los reflejos defecatorios normales por falta de
desmielinizantes como la esclerosis múltiple, al- hábito (percepción rectal anómala). Por su par-
teraciones medulares de naturaleza infecciosa, te, los pacientes que refieren dificultad para la
traumática o tumoral, especialmente si afectan evacuación (esfuerzo defecatorio excesivo, sen-
a la cola de caballo, y alteraciones congénitas sación de bloqueo anorrectal o de evacuación
como el mielomeningocele sacro o la propia en- incompleta), pueden ser portadores tanto de un
fermedad de Hirschsprung, un diagnóstico que problema orgánico (impactación fecal, carcino-
puede pasar desapercibido durante la infancia. ma de recto), como funcional.
Algunos cuadros como la enfermedad de Par- 3. ¿Ha observado un cambio reciente en el há-
kinson pueden producir estreñimiento, no solo bito deposicional?
por el impacto que ejercen sobre la actividad
motora del colon, sino por las propiedades anti- Aun en el caso de que se trate de un paciente
colinérgicas de algunos de los fármacos emplea- con estreñimiento habitual, un cambio recien-
dos para su tratamiento. te en el hábito intestinal debe alertar sobre el
padecimiento de una lesión orgánica. Una ex-
❱❱ Fármacos. Ya se ha insistido en la necesidad de cepción a esta regla es el trastorno del ritmo
verificar la posible influencia que cualquier me- deposicional que se inicia coincidiendo con un
dicación pueda ejercer sobre un estreñimiento cambio en los hábitos higienicodietéticos, con
de reciente aparición (tabla 5). En ocasiones, la aparición de un suceso vital estresante o un
el paciente olvida mencionar la toma habitual viaje, o con la toma de determinados fármacos.
o frecuente de algunos medicamentos de libre
prescripción y de uso muy común incluyendo 4. ¿Cada cuánto tiempo efectúa una deposi-
antiácidos que contienen calcio o aluminio en ción?
su composición o analgésicos que contienen co-
Aunque los actuales criterios de Roma contem-
deína.
plan otras acepciones para definir el estreñi-
❱❱ Descripción del síntoma guía. Como en cual- miento, la frecuencia del ritmo deposicional
quier otro apartado de la medicina clínica, una sigue siendo primordial para mensurar la mag-
correcta descripción del síntoma guía constitu- nitud del problema. Con frecuencia el pacien-
ye una valiosa ayuda para orientar la etiología te contesta con poca precisión a ésta y a otras
del trastorno. El clínico dispone de siete pregun- cuestiones relacionadas con las características
tas claves para cumplir este objetivo23. de las deposiciones. Este aspecto puede mejo-
rar sensiblemente mediante la administración
1. ¿Cuándo comenzó el estreñimiento?
de un diario de síntomas donde el enfermo pue-
La duración del problema guarda una relación de consignar con mayor detalle la información
inversa con la posibilidad de encontrar una solicitada por el clínico.

154
8. Estreñimiento

Tránsito lento
Figura 3. La escala de Bristol
(por ej., 100 horas) permite evaluar de forma
sencilla el aspecto y
características de las heces.
Tipo 1

Tipo 2

Tipo 3

Tipo 4

Tipo 5

Tipo 6

Completamente Tránsito rápido


Tipo 7
líquidas (por ej., 10 horas)

5. ¿Cómo son las deposiciones? 7. ¿Tiene dolor coincidiendo con la deposición?


Debe interrogarse al paciente sobre la consis- El estreñimiento funcional rara vez se caracte-
tencia, aspecto y morfología de las deposicio- riza por dolor importante. El dolor abdominal
nes. Nuevamente, puede requerirse la ayuda de cólico de intensidad relevante, particularmente
sistemas de apoyo visual como la escala de Bris- si se asocia con un estreñimiento de aparición
tol que ha demostrado ser una herramienta de reciente, sugiere obstrucción intestinal. Debe
gran valor para describir la forma y consistencia recordarse, no obstante, que el dolor cólico o
de las heces (figura 3). el malestar abdominal que alivia tras la deposi-
6. ¿Tiene la sensación de haber vaciado el in- ción constituye uno de los criterios de Roma III
testino por completo? para el diagnóstico de SII. En este último caso,
los síntomas suelen ser intermitentes y no de
Una respuesta negativa implica la existencia carácter progresivo, como ocurre en el enfer-
de residuos fecales en la luz rectal (proctosta- mo con una neoplasia colorrectal estenosante.
sia) o una ausencia de relajación adecuada de Finalmente el dolor anorrectal que aparece du-
los músculos rectales y pélvicos, tras la expul- rante o después de la defecación sugiere la pre-
sión de las heces. La distinción puede hacerse sencia de una patología del canal anal (fisura,
fácilmente por examen digital o proctoscopia,
hemorroides).
dado que normalmente no existen heces en
la luz rectal, salvo inmediatamente antes de la ❱❱ Síntomas de alarma. Algunos síntomas sugie-
deposición. ren poderosamente la presencia de una dolen-

155
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

cia orgánica y obligan a realizar pruebas com-


plementarias para certificar la sospecha clínica.
Entre ellos tiene gran valor la pérdida de peso
inexplicable y la presencia de sangre o pus en
las heces. El moco no se considera un produc-
to patológico, aunque a menudo está presente
en las heces de pacientes con grandes pólipos
vellosos del colon (figura 4). El dolor abdominal
intenso en forma de crisis intermitentes debe
de sugerir la posibilidad de una porfiria aguda
intermitente o una intoxicación por plomo. El
dolor abdominal postprandial cólico e inten-
so que se acompaña de distensión abdominal
sugiere obstrucción. Debe tenerse en cuenta
que cualquier antecedente familiar de cáncer
colorrectal, enfermedad inflamatoria o enfer-
medad celiaca aumenta la probabilidad de una
patología orgánica en estos pacientes (algunos
enfermos con celiaquía padecen estreñimien-
to). Finalmente, el clínico debe de estar atento
a cualquier síntoma sospechoso de hipotiroidis- Figura 4. Imagen de un pólipo velloso en el sigma. Los
mo, incluyendo la sensación de frío, el aumento pólipos adenovellosos pueden ser causa de pérdida de moco
de peso y la alopecia. en la deposición.
❱❱ Síntomas gastrointestinales asociados. No es
infrecuente que un paciente con estreñimiento
crónico de origen funcional presente otros sín- suceso vital estresante ocurrido en los últimos
tomas gastrointestinales como pirosis, plenitud meses (pérdida de un ser querido, separación
postprandial, saciedad precoz, náuseas, hincha- conyugal, enfermedad grave) haya propiciado
zón o flatulencia. Ello refleja el padecimiento de la aparición de los primeros síntomas o hacer
un trastorno funcional que afecta a la globalidad que el enfermo comience a preocuparse por
del aparato digestivo. Algunos de estos pacien- una clínica hasta entonces infravalorada. Debe
tes deberán ser categorizados como portadores observarse cualquier cambio en el estilo de vida
de un SII. o en el patrón de comportamiento, y buscar de
❱❱ Estilo de vida y hábitos dietéticos. Es importan- forma intencionada síntomas que puedan suge-
te recabar información sobre los hábitos dieté- rir el comienzo de una depresión; por ejemplo,
ticos del paciente, incluyendo número de inges- insomnio, pérdida de energía o de vitalidad,
tas en las 24 h, aporte diario de fibra y volumen falta de concentración, pérdida de autoestima
de líquidos ingerido. Algunos pacientes omiten o sentimientos de desesperanza o culpabilidad.
voluntariamente el desayuno por diversas razo- No es raro que detrás de un estreñimiento gra-
nes. Ello representa un inconveniente impor- ve y refractario exista una historia de abusos o
tante dado que el reflejo gastrocólico es más maltratos físicos o sexuales en épocas anterio-
intenso por las mañanas, al despertarse o tras el res (incluso en la infancia). Con frecuencia este
desayuno. No ingerir alimento en un momento tipo de información no es fácil de obtener en
tan propicio es privar al colon de un importante la primera visita, pero puede aflorar en visitas
estímulo fisiológico. sucesivas, si el clínico ha sido capaz de ganar el
crédito y la confianza de su paciente17,24.
❱❱ Consumo de laxantes. Es igualmente impor-
tante interrogar al enfermo sobre la utilización Exploración física
habitual de laxantes debiendo consignar la for-
mulación, dosis y periodicidad de la adminis- La exploración física puede proporcionar signos
tración. A veces, existe una historia familiar de sugestivos de neuropatía, endocrinopatía o enfer-
abuso de laxantes. medad sistémica. Algunos datos de la exploración
❱❱ Factores psicosociales. Antes de finalizar la his- abdominal pueden ser de valiosa ayuda. Tal es el
toria clínica, el médico debería obtener infor- caso de una cicatriz de laparotomía previa, la pre-
mación acerca del motivo que ha conducido al sencia de distensión o peristaltismo de lucha o la
enfermo a consultar. No es infrecuente que un palpación de una masa en el abdomen. No es infre-

156
8. Estreñimiento

cuente la palpación de heces duras en el cuadrante clínica. En algunas ocasiones puede ser de utilidad
inferior izquierdo del abdomen. Es igualmente im- investigar la presencia de leucocitos o sangre oculta
portante realizar un examen minucioso de la región en las heces. De hecho, la colitis ulcerosa que afecta
perineal y del recto. La inspección anorrectal puede al colon izquierdo puede cursar con estreñimiento.
revelar escoriaciones, la presencia de fisuras o de
hemorroides. Un ligero pinchazo en los cuatro cua- Pruebas complementarias
drantes de la región perianal permite comprobar la
Exploraciones para descartar
preservación del reflejo anal (contracción del esfín-
lesiones estructurales
ter). Su ausencia permite sospechar la presencia de
una neuropatía. Finalmente, el tacto rectal puede ❱❱ Rx simple de abdomen: A menudo, una radio-
detectar la presencia de una estenosis, una masa o grafía simple de abdomen proporciona pruebas
sangre mezclada con las heces. Debe aprovecharse en relación con una excesiva cantidad de heces
el tacto rectal para explorar la respuesta del esfínter en el colon y puede ser de utilidad en la valo-
anal externo al esfuerzo simulado de la defecación. ración de pacientes ancianos con estreñimiento
Esta maniobra debería provocar la relajación del inveterado que requieren ser valorados en el
esfínter anal externo y del perineo descendente. área de urgencias. No es infrecuente que la pro-
La ausencia de este fenómeno sugiere obstrucción pia Rx simple de abdomen muestre la imagen
funcional o disinergia rectoesfinteriana (anismo)25. típica de un vólvulo de sigma o la presencia de
una impactación fecal en la ampolla rectal.
Exámenes de laboratorio
❱❱ Enema opaco. El enema opaco es de escasa uti-
Una analítica elemental, incluyendo hemograma y lidad; permite evaluar el tamaño y morfología
VSG, así como las determinaciones bioquímicas ha- del colon y establecer el diagnóstico de un doli-
bituales, calcemia y hormonas tiroideas pueden ser cocolon o un megacolon, pero pocas veces exis-
de utilidad, para evaluar la condición general del te una relación entre la longitud o el diámetro
paciente, detectar signos de alarma (p. ej.: anemia
del colon y la intensidad del estreñimiento. A su
microcítica) o una condición endocrinometabólica
que pudiera explicar los síntomas (p. ej.: diabetes, vez, el enema baritado puede descubrir una es-
hipotiroidismo). Otras investigaciones más avanza- tenosis residual de origen isquémico o inflama-
das como el estudio de porfirinas en orina, niveles torio (colitis isquémica o enfermedad de Crohn)
plasmáticos de cortisol, parathormona (PTH) o o la presencia de una neoplasia colorrectal que
anticuerpos antinucleares deberían solicitarse úni- estenosa de forma parcial la luz del colon (figura
camente sobre la base de una fundada sospecha 5). La diverticulosis es una condición que puede

Figura 5. El enema opaco permite apreciar


una estenosis de origen neoplásico o
a b inflamatorio. Estas últimas pueden origi-
narse durante la fase de colagenización
reparativa de una lesión ulcerativa de origen
isquémico, actínico o inflamatorio. a) Visión
radiológica de un carcinoma estenosante del
colon ascendente. b) Imagen endoscópica
del mismo tumor. c) Enema opaca que
muestra una estenosis de origen inflama-
torio en el ángulo esplénico en un paciente
de 42 años con enfermedad de Crohn. d)
Imagen endoscópica de una estenosis de
c d naturaleza inflamatoria en un paciente con
enfermedad de Crohn.

157
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

estar o no asociada al estreñimiento y que se de-


muestra mejor en un estudio baritado (figura 6).
❱❱ Colonoscopia. El examen endoscópico del colon
goza de una mayor sensibilidad para la detec-
ción de pólipos y neoplasias colorrectales, así
como para la evaluación de condiciones infla-
matorias (p. ej.: colitis ulcerosa) que, a menudo,
cursan con estreñimiento y que pueden pasar
desapercibidas en un estudio radiológico. A su
vez, permite la toma de biopsias para el estudio
anatomopatológico de estas enfermedades (fi-
gura 5).
Exploraciones para evaluar
la función motora del colon
El estudio funcional de la defecación y de la fisiopa-
tología del estreñimiento es útil no solo desde un
punto de vista diagnóstico, sino también terapéu- Figura 6. La diverticulosis es una condición frecuentemente
tico ya que en algunos casos permite la utilización asociada a estreñimiento que se demuestra mejor en un
de técnicas de reeducación (biofeedback). Las téc- estudio baritado. La imagen demuestra la presencia de
nicas que aportan información acerca de la función numerosos divertículos en el colon descendente.
y motilidad recto-cólica incluyen: la manometría
anorrectal, la electromiografía del suelo pélvico, el
estudio del tiempo de tránsito colónico, el estudio torno, el intento de la defecación se ve frustra-
de la motilidad colorrectal y el estudio dinámico de do por una ausencia de relajación o incluso un
la defecación. incremento paradójico de la presión del esfínter
externo provocando una verdadera obstrucción
❱❱ Manometría anorrectal. Es una técnica que
permite obtener información tanto de la pre- funcional distal25. Algunos de estos pacientes
sión generada por la actividad contráctil del muestran, a su vez, un incremento en el umbral
recto, como de la actividad de la región esfin- sensorial del recto, asociado en ocasiones, a
teriana. A su vez, permite realizar una estima- un incremento en la complianza del recto. Este
ción de la sensación rectal, de su complianza y trastorno condiciona que el nivel de presión ne-
del funcionamiento del reflejo rectoanal. Este cesario para suscitar el deseo de la defecación
tipo de información es importante para excluir, sea más alto en estos enfermos. La manometría
por ejemplo, la disfunción observada en la en- permite evaluar también este aspecto25.
fermedad de Hirschsprung. Normalmente, la ❱❱ Electromiografía del suelo pélvico. La actividad
distensión provocada por un balón intrarrectal eléctrica de los músculos del suelo pélvico se
provoca una relajación del esfínter interno del registra mediante electromiografía. Para ello se
ano, mediada por el reflejo mientérico. Esta res- utilizan electrodos que recogen la actividad del
puesta refleja está ausente en la enfermedad de esfínter anal y del músculo puborrectal tanto en
Hirschsprung. A su vez, la manometría permite reposo, como durante la contracción voluntaria
evaluar la función anorrectal durante el acto de y la defecación. Esta técnica es útil para el estu-
la defecación (figura 2). En condiciones norma- dio del estreñimiento provocado por disinergia
les, cuando el individuo experimenta el deseo rectoesfinteriana. En estos casos, se registra un
consciente de la defecación, se eleva la presión aumento de la actividad eléctrica de la muscu-
del recto, a la vez que se inicia la fase de relaja- latura esfinteriana y puborrectal durante el in-
ción del esfínter externo del ano. Este mecanis- tento de defecación. Las molestias que ocasiona
mo sincrónico y voluntario forma parte de una la electromiografía han hecho que su uso haya
conducta aprendida. La incapacidad para llevar disminuido y se utilice más la manometría.
a cabo este movimiento de forma coordinada ❱❱ Estudio del tiempo de tránsito colónico. Se
constituye la piedra angular en la fisiopatología trata de una técnica muy útil para determinar
de la disinergia rectoesfinteriana. En este tras- la velocidad del tránsito del contenido fecal a

158
8. Estreñimiento

través del colon, soslayando la inexactitud con ❱❱ Estudio dinámico de la defecación. La dinámica
que los pacientes hacen referencia al ritmo y de la defecación se puede estudiar mediante la
frecuencia de sus hábitos defecatorios (no es in- observación de las maniobras de expulsión de
habitual, por ejemplo, que el tiempo de tránsito un balón introducido en el recto, y también me-
colónico sea normal en pacientes “severamen- diante técnicas radiológicas tales como el proc-
te estreñidos” en los que subyace algún tipo tograma y la defecografía.
de psicopatología). La medición del tiempo de
Durante las maniobras de expulsión del balón
tránsito colónico se realiza de acuerdo al méto-
intrarrectal se pueden valorar, el comporta-
do de Metcalf-Chaussade que permite el cálculo
miento del esfínter anal, la capacidad expulsiva,
del tiempo de tránsito colónico y segmentario
así como el volumen intrarrectal, lo que puede
con la práctica de una única radiografía realiza-
ayudar a detectar pacientes estreñidos con disi-
da al cuarto día y otra al séptimo día tras ingerir nergia del suelo pélvico27.
dos cápsulas que contienen 10 marcadores só-
lidos radiopacos durante tres días consecutivos El proctograma utiliza un balón relleno de con-
(figura 7)26. traste que se introduce en el interior del recto.
Posteriormente se practican radiografías del pa-
❱❱ Estudio de la motilidad colónica. El estudio de ciente sentado tanto en reposo como durante el
la motilidad colónica entraña numerosas dificul- intento de defecación. De esta forma se valora
tades técnicas por lo que es una técnica todavía el ángulo anorrectal, el nivel de descenso peri-
con escasa aplicación clínica. Puede realizarse neal durante la defecación y la capacidad de ex-
mediante registro de presiones intraluminales pulsión del balón. Además, permite identificar
por manometría o de la actividad mioeléctrica posibles alteraciones de la pared rectal como el
por electromiografía. Su mayor utilidad es el rectocele.
registro de la actividad motora en niños con
constipación grave. La ausencia de ondas pro- La defecografía se realiza introduciendo en el
pulsoras de gran amplitud es sinónimo de un recto 150 ml de una solución de bario de con-
trastorno grave de la motilidad y podría apoyar sistencia similar a la de las heces, y observando
la indicación de una resección cólica segmenta- a través de un sistema de vídeo al paciente en
ria o total25. reposo y durante el intento de defecación. Con

Figura 7. Imagen radiológica de un estudio de tránsito colónico. Pueden verse los marcadores radiopacos distribuidos a lo largo
del colon.

159
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

esta técnica se valoran los mismos parámetros familiar positiva. Deben revisarse todos los fárma-
que con el proctograma y, además, se observa cos que toma el enfermo, incluyendo aquellos de
la apertura del canal anal y el vaciado del recto. libre prescripción, y llevar a cabo una breve historia
dietética que permita estimar la cantidad de fibra
Algoritmo de actuación ingerida. El examen del recto permite explorar el
tono del esfínter y la relajación voluntaria del mús-
El manejo del enfermo estreñido comienza con una culo puborrectal, así como la presencia de masas o
valoración global e individualizada de cada caso28. sangre en la ampolla rectal. Una analítica elemental
Este principio es importante dado que a menudo puede descubrir condiciones subyacentes como la
se dictan normas generales que pueden resultar in- diabetes o el hipotiroidismo que pueden contribuir
adecuadas para un paciente concreto. Como ya se a la patogénesis de los síntomas. A su vez, una colo-
ha mencionado, la historia y el examen físico pro- noscopia o un examen baritado del colon permiten
porcionan las claves esenciales para una correcta excluir cualquier lesión estructural. Sin embargo,
orientación. Los enfermos deben ser interrogados este tipo de exploraciones implican un coste adicio-
acerca de la frecuencia de sus movimientos intes- nal por lo que su indicación debería restringirse a
tinales, así como de la consistencia de las heces, el los pacientes con síntomas o signos de alarma. Los
esfuerzo necesario para la defecación, la sensación estudios que permiten evaluar la función motora
de evacuación incompleta y la presencia de sangre anorrectal se reservan para casos seleccionados
en la deposición. El cáncer de colon, por ejem- (véase más arriba). Las figuras 8 y 9 muestran en
plo, debería sospecharse en cualquier paciente forma de algoritmo la secuencia de actuación ante
de más de 50 años que refiere un cambio recien- un paciente con estreñimiento de reciente apari-
te en el ritmo deposicional, con sangre visible en ción y la pauta recomendada para el diagnóstico
las heces, especialmente si presenta una historia del paciente con estreñimiento crónico29.

Considerar: Considerar:
Anamnesis, exploración física,
• Fármacos • Endocrinopatía
analítica elemental
• Gestación • Depresión

Sospecha de patología
Esfuerzo defecatorio Signos Cambio reciente en
anorrectal aguda (fisura
excesivo - Sensación de de cierre estilo de vida y/o dieta
anal, congestión hemo-
bloqueo anorrectal abdominal Suceso vital estresante
rroidal, absceso)

Tacto rectal
Inspección anal Rectosigmoidoscopia Introducir cambios
Rx simple
Anuscopia Manometría dietéticos/laxantes/
de abdomen
anorrectal1 evaluar otros TFD3

Fecaloma impactado
Neoplasia Oclusión
Obstrucción funcional mecánica/íleo2
distal

1
Indicar según el contexto clínico
2
Véase capítulo 25: “Oclusión y seudooclusión intestinales”.
3
TFD: trastornos funcionales digestivos.

Figura 8. Algoritmo diagnóstico en un paciente con estreñimiento de reciente aparición.

160
8. Estreñimiento

Anamnesis, exploración física, Considerar enfermedad


Considerar Hemograma, VSG, glucemia, sistémica o
fármacos Ca, Mg, TSH endocrinometabólica

Sí ¿Síntomas de alarma?
No
¿Sospecha de daño estructural?

Enema opaca vs. ¿Criterios de


colonoscopia intestino irritable?

No Sí
Evidencia de patología
orgánica
Tratamiento
Sí No Estreñimiento crónico
idiopático

Tratamiento
Ensayo terapéutico.
Cambios de estilo
de vida y dieta

Ausencia de respuesta

Patrón de defecación Esfuerzo excesivo para


infrecuente la defecación

Tiempo de tránsito Manometría anorrectal (MA)


colónico (TTC) Test de expulsión con balón (TEB)
Defecografía (DF)

Retención de • Disfunción del suelo pélvico


Tránsito • Defecto anatómico
Normal radiomarcadores
lento – Enfermedad de Hirschsprung
en el recto
– Prolapso (rectocele)
• Sensación rectal disminuida
Evaluación psicológica – Alteración sensorial
– Neuropatía

Figura 9. Algoritmo diagnóstico en un paciente con estreñimiento crónico.

161
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Tratamiento chazan este suplemento, optando por otras formu-


laciones de mejor sabor. En este sentido, el enfer-
El tratamiento del estreñimiento crónico primario mo debe de ser instruido para leer el etiquetado de
o idiopático debe desglosarse en cuatro apartados: los alimentos que incorporan fibra (p. ej.: cereales)
1) Medidas higienicodietéticas y educativas; 2) Uso para verificar su contenido porcentual (All-Bran®:
racional de laxantes; 3) Biorretroalimentación (bio- 26,70%; Cornflakes®: 11%; Krispies®: 4,51%). Otros
feddback); y 4) Cirugía. alimentos como las legumbres y algunas frutas
como los kiwis o las ciruelas pasas poseen una
Medidas higienicodietéticas cantidad de fibra considerable. Debe explicarse al
paciente que el efecto terapéutico de la fibra no es
Educación
tan inmediato como el obtenido con otros laxantes
El manejo integral del paciente con estreñimien- y que su administración, a menudo va acompañada
to debería incluir una breve explicación sobre la por un cuadro transitorio de flatulencia debido al
fisiología de la defecación. Con frecuencia los mé- incremento en la producción de gas por parte de
dicos son instruidos en una serie de consejos que las bacterias intestinales. Por este motivo, se reco-
podrían ser beneficiosos para los pacientes, pero mienda que el aporte de suplementos de fibra se
pocas veces el médico dispone del tiempo suficien- realice de un modo gradual28.
te para explicar al enfermo la importancia de estas
medidas educativas. Esta dificultad, podría sosla- Laxantes
yarse entregando al paciente una hoja informativa
donde se razonen este tipo de medidas. Es impor- Los laxantes siguen siendo el recurso más utilizado
tante que la información escrita pueda ser asumi- para tratar el estreñimiento. Un informe mostró
ble por la mayoría de las personas con un nivel in- que solo en los EE.UU. el gasto en laxantes de libre
telectual medio. Debe subrayarse que los consejos prescripción, sin receta médica alcanzó la cifra de
acerca de determinados hábitos dietéticos o del 821 millones de dólares. Su clasificación, mecanis-
estilo de vida deberían apoyarse en una explicación mo de acción y efectos secundarios han sido objeto
fisiopatológica comprensible. La tabla 7 muestra un de recientes revisiones sistemáticas y metaanáli-
ejemplo que puede ser modificado o adaptado a sis29,31,32. Uno de los mayores inconvenientes para
cada entorno. Brevemente, los enfermos deberían evaluar de forma crítica los resultados de estos
ser instruidos sobre la importancia de un ejercicio estudios es que la mayoría de ellos han emplea-
regular, la necesidad de incrementar el contenido do como parámetro de eficacia clínica la frecuen-
de fibra en la dieta, la ingesta de líquidos abundan- cia de las deposiciones, obviando otros síntomas,
tes (1,5-2 litros/24 h) y el beneficio que comporta igualmente importantes para el paciente, como el
el adoptar un horario regular para la defecación esfuerzo defecatorio, la emisión de heces duras o la
(especialmente después del desayuno) y también sensación de evacuación incompleta, aspectos que
el perjuicio que conlleva reprimir con frecuencia el deberían ser tenidos en consideración en inves-
deseo consciente de la evacuación. tigaciones futuras. A continuación se resumen las
propiedades, indicaciones y efectos adversos más
Fibra dietética frecuentes de los laxantes más utilizados.
El promedio de consumo de fibra en el mundo oc- Agentes formadores de volumen
cidental oscila entre 10-15 gramos por día. Un in- (mucílagos)
cremento de 15-20 gramos, hasta completar la can-
tidad de 30 gramos al día determina un aumento Muchos pacientes no se sienten confortables con
del volumen de las deposiciones, una disminución el suplemento de fibra en la dieta y el médico aca-
de su consistencia y una reducción del tiempo de ba prescribiendo preparados comercialmente dis-
ponibles conocidos como agentes formadores de
tránsito colónico30. Este hecho es particularmen-
volumen o mucílagos. Su mecanismo de acción es
te cierto en aquellos pacientes con estreñimien- similar al de la fibra dietética y requieren ser ad-
to y tránsito colónico normal. Los enfermos con ministrados junto con abundante agua. Entre ellos
un tiempo de tránsito enlentecido, obstrucción se incluyen mucílagos naturales obtenidos a partir
funcional distal o megacolon suelen empeorar al de la semilla del psilio (procedentes de plantas del
aumentar la ingesta de fibra. El salvado de trigo género Plantago) o de algas marinas (agar-agar) y
constituye la fuente principal de aporte de fibra otros derivados semisintéticos de la fibra vegetal
(44 g/100 g). Algunos pacientes, sin embargo, re- como la metilcelulosa y carboximetilcelulosa. La

162
8. Estreñimiento

TABLA 7. Información escrita donde se explican las funciones del colon y la importancia de algunas medidas
higienicodietéticas para evitar el estreñimiento

❱❱ El colon es un órgano cuya misión primordial es favorecer la propulsión (arrastre) del contenido procedente del
intestino delgado y facilitar su expulsión a través del ano (defecación). Diariamente, entran en el colon unos 1.000
cm3 de líquido procedente de los jugos digestivos y de la propia ingesta. El colon es capaz de reabsorber la mayoría
de este líquído, reduciendo la cantidad de agua de las heces a la décima parte aproximadamente (100 cc). La fibra
que contiene la dieta retiene agua en las heces contribuyendo de este modo a que éstas aumenten de volumen, se
vuelvan más blandas y se deslicen mejor a lo largo del intestino. Por la misma razón, ingerir un volumen de 1,5-2
litros diarios de agua puede ser beneficioso para mejorar la función intestinal.
❱❱ El colon descendente es un conducto a través del cual las heces son conducidas hasta el sigma, un segmento
donde las heces son almacenadas, permitiendo que gran parte de su contenido acuoso se absorba a través de la
mucosa. La incorporación del bolo fecal desde el sigma hasta el recto tiene lugar por medio de un movimiento pe-
ristáltico. Este último suele desencadenarse en respuesta al llenado del estómago, un fenómeno que conocemos
como reflejo gastroentérico o gastrocólico. Éste suele ser más enérgico tras el desayuno, si bien algunas personas
perciben esta sensación en la práctica totalidad de las comidas. Por esta razón, es buena costumbre adquirir el
hábito regular de intentar la evacuación cuando el enfermo percibe esta sensación después de las comidas.
❱❱ Una vez que las heces alcanzan el recto, la distensión de sus paredes pone en marcha el deseo consciente de la
defecación, al tiempo que se relaja el esfínter interno del ano. En este momento se inicia la fase voluntaria de la
defecación. Durante esta fase tiene lugar la relajación de los músculos del suelo de la pelvis y del esfínter externo
del ano (un músculo que en condiciones normales evita la salida espontánea de las heces o incontinencia). La
contracción de las paredes del recto y de la propia musculatura abdominal y del diafragma permiten finalmente la
exteriorización del bolo fecal. Del conocimiento de estos mecanismos se deducen tres importantes consecuencias
prácticas:
• El ejercicio físico permite fortalecer los músculos del abdomen haciendo más efectiva la prensa abdominal en
el momento de la evacuación.
• La fase voluntaria de la defecación es una conducta aprendida durante la infancia. Algunas personas, sin
embargo, tienen dificultades para relajar el esfínter externo del ano y los músculos del suelo de la pelvis en el
momento de la defecación. Incluso pueden experimentar una contracción paradójica y no deseada de estos
músculos. Este fenómeno determina que el esfuerzo necesario para la defecación sea desproporcionado.
De hecho, algunos pacientes experimentan una sensación de bloqueo anorrectal, precisando de maniobras
manuales para favorecer la extracción de las heces. Es importante que este tipo de personas intenten relajarse
durante el acto de la defecación, buscando un lugar cómodo y apropiado, evitando la sensación de urgencia y
distrayendo su atención mediante la lectura de un texto relajante. En algunas clínicas especializadas se dispo-
ne de métodos de reeducación (biofeedback) para mejorar este tipo de estreñimiento.
• Reprimir el deseo consciente de la defecación de forma frecuente o continuada acaba por alterar la coordi-
nación de los mecanismos descritos y puede conducir a situaciones de estreñimiento crónico. En definitiva,
el ejercicio regular, una ingesta adecuada de fibra y de líquidos, así como el adquirir el hábito de intentar
la defecación cuando surge el deseo consciente y espontáneo de la misma (especialmente después del desayu-
no), así como procurar un ambiente cómodo y relajado, puede mejorar el estreñimiento de una proporción
mayoritaria de los pacientes, evitando con ello un consumo excesivo o inadecuado de laxantes.

dosis debe incrementarse de un modo gradual, te para la limpieza intestinal antes de un enema
dado que poseen los mismos efectos secundarios baritado o una colonoscopia. La eficacia de este
que la fibra dietética. tipo de laxantes se basa en que tanto el magnesio
Laxantes osmóticos como el ion sulfato son escasamente absorbidos
por el tubo digestivo, por lo que tienen un efecto
Laxantes salinos osmótico dentro de la luz intestinal, incrementan-
Se trata de sales de magnesio (hidróxido, citrato o do con ello el contenido de agua de las heces y la
sulfato de magnesio) o de sodio (fosfato de sodio), frecuencia deposicional. Además de este mecanis-
este último reservado como solución evacuan- mo se les atribuye también un efecto mediado por

163
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

prostaglandinas (PGE2) o por hormonas (colecisto- uso debería reservarse para tratar episodios transi-
quinina). Debido a su bajo coste y eficacia, la Aso- torios de estreñimiento intenso o cuando el enfer-
ciación Americana de Gastroenterología (AGA) los mo no ha respondido a otro tipo de regímenes. La
recomienda como primer paso cuando las medidas melanosis coli es una pigmentación característica
higienicodietéticas no han sido suficientes. Las sa- de la mucosa del colon que aparece en personas
les de magnesio se desaconsejan en casos de insu- que consumen regularmente derivados antraqui-
ficiencia renal por su toxicidad. nónicos (figura 10).
Azúcares no absorbibles Agentes emolientes
Cuando el tratamiento con fibra no es suficiente, (reblandecedores de heces)
otra de las opciones terapéuticas válidas son los
En este grupo se incluyen el dioctilsulfosuccinato
azúcares no absorbibles. Estos incluyen el manitol,
sódico, también denominado docusato sódico y
sorbitol, lactulosa, lactitol y polietilenglicol. Al llegar
los aceites minerales incluyendo el aceite de pa-
al colon intactos, son metabolizados por las bacte-
rias del colon, formando por un lado, ácidos grasos rafina. Actúan como detergentes favoreciendo la
de cadena corta que tienen un efecto osmótico y mezcla del componente graso de las heces con el
estimulante de la motilidad, y, por otro, anhídri- componente hidrófilo. El resultado es un reblan-
do carbónico, que es el responsable de uno de los decimiento de las heces, por lo que resultan muy
principales efectos secundarios de estos fármacos: beneficiosos en personas encamadas, en ancianos
la flatulencia. Por su aplicabilidad en la clínica des- que presentan frecuentes episodios de impacta-
tacan la lactulosa, el lactitol, y más recientemente, ción fecal y en pacientes que reciben opiáceos
el polietilenglicol, que incluso ha demostrado ser para el tratamiento del dolor. El aceite de parafina
más eficaz que la lactulosa tal como se comprueba ejerce además un efecto lubricante que favorece el
en un reciente metaanálisis33. El polietilenglicol se deslizamiento de las heces. Cuando se administran
emplea además como solución evacuante para lim- aceites minerales existe el riesgo de neumonitis
piar el colon de forma rápida antes de efectuar un lipoideas por aspiración. Por este motivo resul-
enema de bario o una colonoscopia. Al igual que los tan desaconsejables en pacientes encamados con
anteriores, este tipo de laxantes —de acción rápi- dificultades para incorporarse o en personas con
da— son de utilidad en todas aquellas condiciones problemas neurológicos que hacen difícil la deglu-
en las que se desea evitar un esfuerzo defecatorio ción. Se ha comunicado que el consumo crónico de
intenso como ocurre en patologías agudas del ca- aceite mineral produce malabsorción de vitaminas
nal anal, después de la cirugía rectal o durante el liposolubles. Sin embargo, este efecto solo ha sido
embarazo. Su uso continuado se asocia a una pér- descrito en niños que ingerían aceite mineral junto
dida de efectividad clínica, por lo que se aconsejan con las comidas. Se recomienda, por consiguiente,
ciclos terapéuticos cortos e intermitentes. El lactitol que su administración se lleve a cabo en momentos
y la lactulosa siguen siendo de elección en el enfer- en que el estómago este vacío de alimento28.
mo cirrótico con encefalopatía hepática.
Agentes de contacto (laxantes
estimulantes)
Los agentes de contacto también denominados
laxantes estimulantes actúan sobre el plexo mien-
térico activando la peristalsis y promoviendo la
secreción de agua y electrolitos. Bajo esta denomi-
nación se incluyen los derivados antraquinónicos
(sen, cáscara sagrada o áloe) y los polifenólicos (fe-
nolftaleína, bisacodilo y picosulfato sódico). Existe
controversia acerca de los efectos nocivos que el
uso continuado de estos agentes produce sobre el
plexo mientérico29. En cualquier caso, se desacon-
seja un uso frecuente o prolongado de este tipo de
laxantes por el riesgo de causar disturbios hidro- Figura 10. Imagen endoscópica de una melonosis coli.
electrolíticos (hiponatremia, hipopotasemia). Su

164
8. Estreñimiento

Preparados de uso rectal TABLA 8. Agentes procinéticos y estimulantes de la


(enemas y supositorios) secreción intestinal en el tratamiento del estreñimiento
La administración de enemas debe de ser firme-
mente considerada como alternativa en pacientes ❱❱ Parasimpaticomiméticos:
con heces acumuladas en la región rectosigmoide, • Betanecol.
un hecho frecuente en pacientes con constipación • Neostigmina.
crónica y en enfermos que permanecen internados
❱❱ Agonistas de la motilina:
en residencias geriátricas28. La administración de
• Eritromicina.
cualquiera de los laxantes mencionados con an-
terioridad suele producir dolor cólico y distensión ❱❱ Antagonistas de la CCK:
abdominal en este tipo de pacientes. Pueden em- • Dexloxiglumida.
plearse enemas de agua templada en un volumen ❱❱ Estimulantes de la motilidad y la secreción:
no superior a 600 cm3 o enemas de fosfato sódico • Misoprostol.
(igualmente efectivos). Se desaconseja, sin embar-
• Colchicina.
go, el uso de enemas de agua jabonosa dado que
❱❱ Agonistas de los receptores 5-HT4:
se han comunicado casos de colitis con necrosis
mucosa y shock anafiláctico13. • Prucaloprida.
• Velusetrag.
Glicerina
• ATI-7505.
Se utiliza en forma de supositorios y es de gran uti- ❱❱ Estimulantes de la secreción:
lidad en niños y ancianos. Estimula la evacuación al • Lubiprostona.
promover la incorporación rápida de líquidos hacia
• Linaclotida.
la luz intestinal, ejerciendo además un efecto lubri-
cante sobre las heces. Los supositorios de glicerina
pueden ayudar a conseguir un hábito defecatorio,
pero no son un buen tratamiento para el estreñi- peos. En un reciente metaanálisis en el que se re-
miento. unían datos de siete estudios clínicos se concluye
que prucaloprida es significativamente más eficaz
Estreñimiento difícil de tratar que el placebo en el control del estreñimiento32.
Otros agonistas 5-HT4 que están siendo desarrolla-
Estreñimiento con tránsito lento dos son el velusetrag y el ATI-7505.
En condiciones ideales, el estreñimiento grave aso- Otra reciente opción de tratamiento son los laxan-
ciado a un tiempo de tránsito lento (inercia cólica) tes estimulantes de la secreción, de los que hay ya
debería ser tratado con agentes procinéticos que dos fármacos desarrollados: la lubiprostona, co-
estimulasen de forma selectiva el peristaltismo del mercializada en Estados Unidos de América, y la li-
colon. Desafortunadamente, y desde la retirada de naclotida que se encuentra en la fase final de desa-
la cisaprida o del tegaserod por sus efectos adver- rrollo, y que muy probablemente se comercializará
sos cardiovasulares, tal agente no está disponible próximamente tanto en Europa como en Estados
para su uso clínico. La tabla 8 muestra un listado Unidos. Ejercen su acción estimulando la secreción
de fármacos con efecto laxante que se han utilizado intestinal de cloro lo que se acompaña de un au-
en pacientes que no han respondido al tratamien- mento de la secreción de agua en la luz intestinal.
to con los laxantes comentados con anterioridad y Ambos fármacos han demostrado su eficacia en el
otros nuevos laxantes cuyo desarrollo está ya muy control del estreñimiento, tanto aislado como aso-
avanzado34. Así, la colchicina (0,6 mg/8 h) o el miso- ciado al SII en varios ensayos clínicos comparados
prostol, en ensayos controlados y doble ciego han con placebo32,36. Además linaclotida ha mostrado
demostrado acortar el tiempo de tránsito colónico tener efecto antinociceptivo controlando no solo el
y mejorar la frecuencia del ritmo deposicional35. estreñimiento sino también el dolor abdominal en
pacientes con SII36.
Entre los nuevos laxantes procinéticos, que son
agonistas de los receptores 5HT4, la prucaloprida Estos nuevos laxantes probablemente puedan re-
es el fármaco cuyo desarrollo está más avanzado, emplazar en el futuro a los laxantes estimulantes,
estando ya comercializada en algunos países euro- evitando con ello sus efectos deletéreos25.

165
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Obstrucción funcional distal


Los casos de estreñimiento producidos por disfun-
ción del suelo pélvico o disinergia rectoesfinteriana
pueden responder al tratamiento con biorretroali-
mentación o biofeedback, una técnica cuyo objeti-
vo es restablecer el patrón normal de la defecación
mediante la utilización de un programa de reedu-
cación basado en un sistema de apoyo visual que
permite al paciente comprobar, en la pantalla de
un ordenador, la adecuada relajación esfinteriana
durante la maniobra defecatoria37. Mediante este
procedimiento, el 60-70% de los pacientes pueden
mejorar no solamente la disinergia rectoesfinteria-
na, sino el umbral de percepción sensorial rectal,
deteriorado en el 60% de aquellos. A menudo se
requieren varias sesiones para obtener buenos re-
sultados38.
Impactación fecal
Algunos pacientes crónicamente estreñidos, fre-
cuentemente encamados o de muy avanzada edad,
presentan fenómenos de impactación fecal que Figura 11. Imagen de un fecaloma impactado en la ampolla
requieren de una extracción digital del fecaloma rectal con gran distensión del colon.
(figura 11). Esta maniobra puede ser extremada-
mente molesta e incluso dolorosa, requiriendo de
sedación e incluso anestesia. Tras la extracción T7, que presentan muy frecuentemente estreñi-
deben adoptarse medidas para prevenir nuevos miento (86%) con dificultad defecatoria, debido a
episodios. En algunos casos se hace necesaria la incapacidad para aumentar la presión intraabdo-
administración de supositorios de glicerina o de minal y a la ausencia de relajación anal durante la
bisacodilo que pueden alternarse con enemas de maniobra defecatoria; patrón B, en pacientes con
agua templada o de fosfato sódico (véase más arri- lesión medular por debajo de T7 y con reflejos sa-
ba). Alternativamente, algunos pacientes pueden cros preservados, en los que el estreñimiento no
beneficiarse de la administración de laxantes sali- es tan frecuente (50%) pero tienen importante di-
nos u osmóticos. Un estudio multicéntrico y doble ficultad evacuatoria debida a que aunque en este
ciego ha demostrado que la administración de una caso pueden aumentar la presión intraabdominal,
solución de polietilenglicol (PEG-4000) a la dosis de presentan un aumento de la resistencia anal y de
14,6 g dos veces al día mejora no solamente la fre- la presión del esfínter anal externo que dificulta la
cuencia de las deposiciones, sino que disminuye su defecación; y patrón C, en pacientes con lesión me-
consistencia y el esfuerzo defecatorio39. dular por debajo de T7 y sin reflejos sacros, en los
Estreñimiento en el paciente con lesión medular que el estreñimiento no es tan frecuente pero sí lo
es la incontinencia anal, debido fundamentalmente
La lesión medular es un problema médico, social y a una incapacidad para aumentar la resistencia anal
económico de primera magnitud. Estos pacientes y la presión del esfínter anal externo41. Según las ca-
tienen en muchas ocasiones dificultad de control racterísticas del paciente pueden necesitar laxantes
de los esfínteres, de forma que el 77% requiere del orales o rectales, tacto rectal, enemas, e incluso in-
uso de laxantes para conseguir una evacuación, el
yección de toxina botulínica en el esfínter anal para
68% precisa tacto rectal, y un 18% necesita más
lograr una evacuación satisfactoria.
de una hora para la defecación40. Se han definido
3 patrones neuropatofisiológicos dependiendo de
Cirugía en el estreñimiento refractario
la altura del nivel de la lesión medular y de si los
reflejos sacros están preservados o no: patrón A, La cirugía debería ser considerada como el últi-
en pacientes con lesión medular por encima de mo recurso para el tratamiento del estreñimiento

166
8. Estreñimiento

crónico inveterado. Antes de considerar esta alter- Megacolon funcional adquirido


nativa debe excluirse la presencia de un trastorno
neuromuscular generalizado con afectación de Su prevalencia es superior entre niños trastornados
la globalidad del intestino, siendo imprescindible y portadores de psicopatías. Su tratamiento con-
realizar una manometría gastrointestinal25. Las op- siste en la descompresión total y continuada del
ciones incluyen la colectomía segmentaria, la colec- intestino dilatado en exceso (figura 12). La adminis-
tomía subtotal con anastomosis ileorrectal o la co- tración de varios enemas diarios asociados o no a
lectomía total con ileostomía. El advenimiento de un laxante suave puede ayudar al colon a recuperar
la cirugía laparoscópica ha contribuído a disminuir su tono muscular.
el trauma operatorio. Es importante subrayar que
la colectomía no mejorará los síntomas que depen- Vólvulo de sigma
den de una obstrucción funcional distal a menos Con frecuencia los pacientes con un dolicomegaco-
que la disinergia haya sido corregida con anteriori-
lon funcional adquirido presentan fenómenos de
dad. Igualmente, la colectomía no proporciona ali-
torsión (vólvulo) del sigma que requieren de una
vio a los pacientes estreñidos con dolor abdominal
desvolvulación endoscópica o quirúrgica para evi-
o problemas psicosociales25,42,43.
tar la necrosis gangrenosa del asa comprometida
Estreñimiento en el niño, el anciano (figura 13).

y la mujer embarazada Resumen y conclusiones


El estreñimiento que aparece en edades extremas El estreñimiento constituye la causa más frecuente
de la vida o en el embarazo representa una situa- de consulta médica por síntomas gastrointestinales
ción especial cuyo abordaje escapa al propósito entre la población general. El consumo de laxantes
editorial de esta obra. Existen excelentes revisiones y la utilización de recursos humanos y técnicos en
de los problemas gastrointestinales en la infancia, el ámbito especializado elevan considerablemente
el enfermo anciano y el embarazo, donde el lector los costes sanitarios para el manejo de este proble-
puede ampliar esta información44,45. ma de salud. Por dicho motivo, es necesario selec-
cionar cuidadosamente a aquellos pacientes que
Complicaciones del estreñimiento serán tributarios de una evaluación especializada.
La decisión de llevar a cabo una prueba comple-
Impactación fecal
Como ya se ha mencionado, ocurre con frecuencia
en pacientes ancianos, debilitados o sometidos a en-
camamiento prolongado. La acumulación de las he-
ces en la ampolla rectal es un fenómeno progresivo,
que endurece paulatinamente el bolo fecal, dificul-
tando su eliminación. La disquecia inicial va dando
paso de forma paulatina a una ausencia de deseos
por defecar, debido a la pérdida de tono muscular
que implica la progresiva distensión de aquella. No
es infrecuente la aparición de una diarrea paradó-
jica con incontinencia, por rebosamiento de heces
líquidas por encima del fecaloma. El diagnóstico no
es difícil si se efectúa un tacto rectal. En los casos
de duda puede procederse a una proctoscopia. Su
tratamiento ha sido comentado más arriba.

Úlcera estercorácea
Suele ser una consecuencia de la situación anterior
y su patogénesis hay que buscarla en la necrosis is-
quémica secundaria a la compresión ejercida por el
Figura 12. Megacolon adquirido en un caso de constipación
fecaloma. Su localización habitual es la cara poste-
crónica.
rior del recto.

167
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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tes mayores de 50 años, que presentan un cambio 10. Koloski NA, Talley NJ, Boyce PM. The impact of
reciente en el ritmo intestinal, particularmente si functional gastrointestinal disorders on quality
presentan síntomas de alarma, incluyendo la pre- of life. Am J Gastroenterol 2000;95:67-71.
sencia de sangre en las heces, la pérdida de peso 11. Perona M, Mearin F, Guilera M, Mínguez M,
y la existencia de una historia familiar positiva. El Ortiz V, Montoro M, Serra J, Casanova C, Rey
tratamiento de un estreñimiento crónico idiopáti- E, Alarcón O, Bujanda L, Lima A, Andreu M,
co incluye básicamente medidas educativas y un Castro M, López A, Carrillo R, Sempere L, Ba-
uso juicioso de laxantes. Aunque la mayoría de los día X. Study group on functional gastrointesti-
nal disorders from the Spanish Association of
pacientes responden a este tipo de medidas, algu-
Gastroenteroloy (AEG). Cuestionario específico
nos casos seleccionados requerirán una evaluación de calidad de vida para pacientes con estre-
compleja de la función motora anorrectal y un ma- ñimiento: desarrollo y validación del CVE-20.
nejo especializado del problema. La disinergia rec- Med Clin (Barc) 2008;131:371-7.
toesfinteriana puede beneficiarse de técnicas de 12. Harris MS. Evaluation and treatment of consti-
biorretroalimentación (biofeedback), en tanto que pation. International Foundation for functional
la cirugía se reserva para casos muy seleccionados Gastrointestinal Disorders. 2004. www.iffgd.org
de constipación grave secundaria a inercia cólica. 13. Montoro M, Guirao R, Jiménez JC. Estreñimien-
Antes de tomar una decisión de este tipo se hace to crónico y estreñimiento de nueva aparición.
necesaria una profunda evaluación psicológica del ¿Cómo enfocar el problema? En: Montoro M,
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8. Estreñimiento

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170
9 Rectorragia
Ingrid Ordás, Julián Panés
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínico de Barcelona
IDIBAPS y CIBERehd

Introducción Objetivos de este capítulo


La rectorragia es un signo clínico que se define ❱❱ Establecer la estrategia diagnóstica general
como la emisión de sangre roja por el ano de ante un paciente con rectorragia.
forma aislada o junto con las heces. La sangre
❱❱ Identificar aquellos pacientes que requieren
emitida de forma aislada puede aparecer tanto
ser atendidos en un centro hospitalario por
en el papel higiénico, como directamente en el
la gravedad de la hemorragia o morbilidad
inodoro. La sangre junto con las heces puede
asociada.
aparecer recubriendo su superficie o mezclada
con ellas. ❱❱ Detallar las pautas de actuación
diagnósticas y terapéuticas para las causas
La hematoquecia se define como la emisión de más frecuentes de rectorragia en Atención
sangre rojo-vinosa de forma aislada o junto con Primaria.
las heces.
La melena es la emisión de sangre por vía anal REFERENCIAS CLAVE
en forma de heces pastosas de color negro, pe-
1. Kumar R, Mills AM. Gastrointestinal
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2011;29:239-52
una pérdida mayor de 60 ml de sangre y una per-
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Bajo el término hemorragia digestiva baja se bleeding. Nat Rev Gastroenterol Hepatol
engloban aquellas pérdidas hemáticas que tie- 2009;6:637-46.
nen su origen por debajo del ángulo de Treitz.
3. Peter DJ, Dougherty JM. Evaluation of the
Se puede manifestar en forma de rectorragia,
patient with gastrointestinal bleeding: an
hematoquecia o melenas dependiendo de su
evidence based approach. Emerg Med Clin
punto de origen y de la velocidad del tránsito
North Am 1999;17:239.
intestinal.
En este capítulo se consideran las causas, aproxi-
mación diagnóstica, y tratamiento de las causas
más frecuentes de rectorragia y hematoquecia
en atención primaria, cuando estos constituyen los individuos presentarán algún episodio de rec-
los síntomas primarios del paciente. El estudio torragia1. No obstante la verdadera frecuencia de la
y tratamiento de las manifestaciones de hemo-
rectorragia probablemente sea más elevada ya que
rragia digestiva baja asociados a otros síntomas,
se ha estimado que sólo entre el 13% y el 45% de
especialmente diarrea, se consideran en otra
sección de esta misma obra (capítulo 38). los pacientes con rectorragia consultan al médico1.
Una revisión de estudios epidemiológicos indica
Epidemiología que la frecuencia de rectorragia en las consultas de
Diversos estudios epidemiológicos indican que atención primaria en Europa es de un 4-6 por 1.000
a lo largo de la vida entre un 22% y un 33% de anual2. Además se pone de manifiesto que durante

S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 171
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

el año anterior a la realización del estudio la fre-


cuencia de rectorragia en la población general era
del 20%, en los últimos 6 meses del 7-16% y en las
últimas 2 semanas del 2%.

Causas de rectorragia
En atención primaria las causas más frecuentes son
las hemorroides, la fisura anal y la inexistencia de
causa aparente y con menor frecuencia, la diverti-
culosis, los pólipos, el cáncer colorrectal, y la en-
fermedad inflamatoria intestinal1. La distribución
de las causas de rectorragia está condicionada por
la edad. Cuando los estudios incluyen a pacientes
mayores de 40 años, aunque el orden de las causas
más frecuentes se mantiene, se observa un au- Figura 1. Exploración endoscópica del canal anal. Se observa
mento de los pólipos, el cáncer colorrectal, los di- un cordón hemorroidal a las 3 h que no tenía prolapso
vertículos, la colitis isquémica y la angiodisplasia3. exterior (hemorroide interna grado I).

En los estudios realizados en las consultas de aten-


ción especializada, esta distribución de las afeccio- ciertos casos de hemorroides externas trombosa-
nes graves aumenta y casi se triplica para el cáncer das, el coágulo de sangre puede eliminarse espon-
colorrectal, los pólipos y la enfermedad inflamato- táneamente a través de una ulceración cutánea,
ria intestinal. Estos estudios reflejan obviamente pudiendo provocar un sangrado5.
una selección previa de los pacientes que han sido
visitados en las consultas de atención primaria y Las hemorroides internas se sitúan por encima de
ello justifica, por tanto, una mayor prevalencia de esta línea dentada y están cubiertas por mucosa. Los
estas enfermedades1,4. signos principales de las hemorroides internas son
la rectorragia y el prolapso5. En ocasiones, a conse-
A continuación se revisan los aspectos básicos de cuencia de la irritación de la mucosa prolapsada, las
las enfermedades que son causas frecuentes de hemorroides internas se acompañan de prurito o
rectorragia en atención primaria, así como la es- mucosidad asociada. Estas hemorroides raramente
trategia de tratamiento de las dos causas más pre- se manifiestan por una trombosis. Las hemorroides
valentes y que pueden resolverse en la atención internas se clasifican de acuerdo con el grado de
primaria sin necesidad de derivación hospitalaria: prolapso tal como se detalla en la tabla 1.
las hemorroides y la fisura anal.
El tratamiento inicial de las hemorroides consiste
Hemorroides en medidas generales conservadoras (higiénico-
dietéticas y de estilo de vida), dirigidas principal-
La manifestación clínica más característica de las mente a combatir el estreñimiento y disminuir los
hemorroides es la aparición de sangre roja al final síntomas locales. Cuando las hemorroides no me-
de la deposición o recubriendo las heces, y en oca- joran con estas medidas se dispone de tratamien-
siones el goteo de sangre roja tras la deposición o tos farmacológicos y quirúrgicos.
manchando el papel higiénico. La prevalencia de la
enfermedad hemorroidal según los diferentes es- Los resultados de diversos ensayos clínicos6
tudios y la edad de la población estudiada es muy muestran que una dieta rica en fibra es superior
variable y oscila entre el 4% y el 86%5. al placebo en los pacientes con hemorroides, dis-
minuyendo el dolor, el prolapso y el sangrado. El
Las hemorroides se clasifican en externas e inter- tratamiento con fibra dirigido a aumentar y reblan-
nas. Las hemorroides externas se sitúan por deba- decer el bolo fecal disminuye el dolor, el prolap-
jo de la línea dentada y están cubiertas con epitelio so y el sangrado de las hemorroides. Los laxantes
escamoso (figura 1). Generalmente se presentan formadores de bolo (Plantago ovata) pueden ser
como uno o varios nódulos y suelen ser asintomá- una alternativa a la dieta rica en fibra, puesto que
ticos, pero a menudo causan prurito, dolor y, en su acción puede considerarse similar. La ingesta de
ocasiones, cuando se trombosan, dolor intenso. En líquidos, la higiene local y la actividad física diaria,

172
9. Rectorragia

TABLA 1. Clasificación de las hemorroides internas según técnica no extirpa las hemorroides, sino que las va-
el grado de prolapso cía al interrumpir la circulación arterial a través de
la submucosa. La mucosectomía circunferencial se
ha mostrado superior a la hemorroidectomía con-
❱❱ Grado I. Protrusión en el canal anal sin prolapso vencional en varios ensayos clínicos aleatorizados
exterior.
para las variables de dolor postoperatorio y tiempo
❱❱ Grado II. Prolapso con resolución espontánea. de recuperación9,10. Las técnicas de cirugía menor
❱❱ Grado III. Prolapso con reducción manual. están indicadas en las hemorroides internas grados
❱❱ Grado IV. Prolapso continuo que se reproduce tras I-III, mientras que la hemorroidectomía está indi-
su reducción. cada en las hemorroides de grado IV y en aquellos
pacientes que no responden a las técnicas de ciru-
gía menor.
son medidas higiénico-dietéticas que pueden ser
efectivas en el tratamiento de las hemorroides.
Fisura anal
La presencia de una fisura anal puede sospechar-
Los preparados tópicos en forma de pomadas o
se a partir de síntomas característicos; el paciente
cremas que contienen compuestos anestésicos y
refiere dolor intenso con el paso de las heces y la
corticoides pueden aliviar la sintomatología, pero
aparición de una escasa cantidad de sangre man-
deben de aplicarse sólo durante unos pocos días
(una semana aproximadamente), ya que pueden chando el papel higiénico. Se trata de una lesión
provocar pérdida de sensibilidad de la piel, irrita- del canal anal de origen probablemente traumáti-
ción o alergias. El flebotónico diosmina parece dis- co, que suele aparecer en la pared posterior, debi-
minuir el tiempo de duración del sangrado en los do a que el espacio subepitelial y el esfínter anal
episodios agudos de hemorroides7. están poco vascularizados en esta región. Un ele-
vado porcentaje de fisuras anales agudas se curan
El tratamiento quirúrgico de las hemorroides in- espontáneamente, aunque en ocasiones se croni-
ternas está indicado en aquellas personas que no fican. Se considera una fisura anal como crónica
responden a las medidas conservadoras y en caso cuando se acompaña de una hemorroide centinela,
de hemorragia aguda grave o crónica persistente. una induración de los bordes de la fisura con ex-
Los métodos quirúrgicos consisten en técnicas de posición de las fibras musculares del esfínter anal
cirugía menor y hemorroidectomía quirúrgica. El interno en el suelo de la fisura, y una duración de
objetivo de la cirugía menor es conseguir la fibrosis los síntomas mayor de 4-8 semanas. La evolución a
entre el esfínter anal interno subyacente y las he- la cronicidad podría deberse a la hipertonía del es-
morroides, evitando su deslizamiento, congestión y fínter y a la isquemia local11. La presencia de fisuras
prolapso. En el caso de la hemorroidectomía, el ob- múltiples, muy dolorosas (aunque no es la norma),
jetivo es la escisión de las almohadillas vasculares y en otras localizaciones debe hacernos sospechar
mediante diferentes procedimientos quirúrgicos. la posible existencia de otras enfermedades, entre
Las técnicas de cirugía menor más utilizadas son la otras: enfermedad de Crohn, tuberculosis, sífilis y
escleroterapia, la fotocoagulación con infrarrojos VIH12.
o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía y El tratamiento debe basarse inicialmente en me-
la ligadura con banda elástica. Todas estas técnicas didas higiénico-dietéticas (prevención del estre-
preservan el tejido hemorroidal y se pueden reali- ñimiento, baños de asiento tras la defecación,
zar sin necesidad de anestesia general. La ligadura
lavados con jabones neutros). Cuando las fisuras
con banda elástica se muestra superior al resto de
no mejoren con estas medidas, se ha de valorar el
técnicas de cirugía menor8.
tratamiento farmacológico. Según la acción princi-
La hemorroidectomía, comparada con el resto de pal del fármaco se puede diferenciar en dos grupos.
técnicas de cirugía menor, se muestra más eficaz El primer grupo combate los síntomas de la fisura
para el tratamiento de las hemorroides. No obs- (anestésicos tópicos), mientras que el segundo gru-
tante, la hemorroidectomía presenta un mayor nú- po disminuye la hipertonía del esfínter anal (nitro-
mero de complicaciones, como es el dolor posto- glicerina, toxina botulínica, diltiazem) al producir
peratorio8. Recientemente se está introduciendo una relajación del esfínter, durante el tiempo nece-
la mucosectomía circunferencial con grapas9. Esta sario para la cicatrización de las fisuras. Los nitratos

173
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Plexo hemorroidal Recto Columna de Morgagni


interno
Cripta anal
Esfínter interno (glándula)

Conducto anal Línea pectínea


Anodermo

Plexo hemorroidal
Esfínter externo externo

Figura 2. Esquema anatómico de la región anorrectal.

tópicos son superiores a los preparados de anesté- superior a cualquiera de las opciones de tratamien-
sicos en el tratamiento de las fisuras anales agudas, to médico15.
y son también eficaces en el tratamiento de las
fisuras crónicas12,13. Entre sus efectos secundarios Divertículos
más frecuentes debe considerarse la cefalea (suele La diverticulosis del colon es una patología frecuen-
atenuarse a partir de 2-3 semanas) y la hipotensión te en el mundo occidental. Habitualmente afecta
ortostática. Como ocurre con otros nitratos, la ad- a personas mayores con una prevalencia estimada
ministración de sildenafilo aumenta el riesgo de entre un 37% y 45%, incrementándose de forma li-
hipotensión, de manera que este principio activo neal con la edad, de manera que aproximadamente
no debería tomarse en las 24 h siguientes a la ad- el 50-60% de las personas de más de 80 años están
ministración de nitroglicerina. La nifedipina o el dil- afectas16. Se ha estimado que sólo una quinta parte
tiazem por vía oral (20 mg/12 h y 60 mg/12 h, res- de los individuos con divertículos en el colon desa-
pectivamente) o tópica (0,2%), durante 8 semanas, rrollará síntomas.
pueden ser de utilidad en algunos casos. El efecto
Los divertículos del colon se definen como divertí-
secundario más frecuente es la incontinencia que
culos falsos por pulsión, compuestos por mucosa y
puede observarse en algunos casos. La inyección de
serosa. Aparecen en áreas de debilidad estructural
toxina botulínica en el esfínter anal es también un
en la pared del colon, donde los vasos rectos pene-
método altamente eficaz para el tratamiento de la tran a través de la muscularis para irrigar la muco-
fisura anal, que se ha mostrado incluso superior a sa. Estos vasos discurren por la cúspide del divertí-
la aplicación tópica de nitratos14; en la mayoría de culo. Se ha estimado que el riesgo de hemorragia
casos se requiere una sola inyección para lograr la no es superior al 5%16. Los divertículos sangran por
curación de la fisura. ruptura de los vasos rectos en el cuello de la lesión,
El tratamiento quirúrgico está indicado en aquellas o cuando un fecalito erosiona un vaso en el vértice
personas con fisuras crónicas que no responden a del divertículo.
las medidas higiénico-dietéticas ni al tratamiento De forma característica el sangrado es de inicio
farmacológico. La esfinterotomía lateral interna es brusco, indoloro y a menudo grave, ya que la hemo-
la técnica quirúrgica más eficaz en el tratamiento rragia es de origen arterial (figura 2). La hemorragia
de las fisuras crónicas, y en esta patología resulta puede ser intermitente o continua en un periodo

174
9. Rectorragia

una tumoración rectal. El valor predictivo de estos


síntomas para cáncer colorrectal aumenta también
con la edad, el cambio del ritmo de las deposiciones
(heces blandas y mayor número de deposiciones) y
la presencia de sangre mezclada con las heces21,22.
El sangrado macroscópico después de una polipec-
tomía endoscópica puede aparecer hasta 14 días
tras la resección, y es responsable del 0,2-0,6% de
todos los casos de hemorragia digestiva baja. El
sangrado precoz tras la polipectomía se puede pro-
ducir por una coagulación insuficiente de la base
del pólipo o por la existencia de un vaso de calibre
considerable en el pedículo. El sangrado tardío sue-
le estar en relación con el desprendimiento del coá-
Figura 3. Divertículos en el colon. Uno de los divertículos gulo de la base de resección17. La no suspensión de
presenta hemorragia activa.
la medicación antiagregante, antes de la polipecto-
mía, comporta un riesgo no desdeñable de hemo-
rragia, y los enfermos deben ser cuidadosamente
de varios días. La hemorragia cede de forma es- advertidos en este punto.
pontánea en el 80-90% de los pacientes17. Mientras
que la mayoría de los divertículos se localizan en
el colon izquierdo, la mitad de las hemorragias de
Angiodisplasia
origen diverticular se originan en el colon derecho. La angiodisplasia es una ectasia vascular adquirida
La hemorragia recurre en el 25% de los pacientes, resultante de cambios degenerativos. La contrac-
pero tras una segunda hemorragia, el riesgo de re- ción muscular o aumento de la presión intraluminal
currencia aumenta al 50%18. Existe alguna eviden- hace que las venas perforantes del colon se obs-
cia indicativa de que la ingesta de antiinflamatorios truyan transitoriamente y tras episodios repetidos
no esteroideos puede favorecer la hemorragia de durante años las venas submucosas se dilatan ha-
origen diverticular19,20. El lector puede hallar más ciéndose tortuosas. Más tarde, las venas y vénulas
información sobre este tópico en el capítulo 38. que drenan hacia las venas submucosas anormales
se afectan de forma similar, el anillo capilar se dila-
Cáncer y pólipos de colon ta, haciéndose incompetente el esfínter precapilar,
La rectorragia, la presencia de sangre oculta en he- y provocando comunicaciones arteriovenosas. El
ces, y menos comúnmente la hematoquecia, son ciego es la zona afectada con más frecuencia, po-
signos cardinales de la posible presencia de pólipos siblemente porque según la ley de Laplace soporta
o adenocarcinoma de colon (figura 3). Ocasional- la mayor tensión de pared debido a su mayor diá-
mente estas lesiones, cuando se sitúan en el colon metro23.
derecho, pueden dar lugar a melenas como ma-
La hemorragia por angiodisplasia representa un
nifestación del sangrado. El valor predictivo de la
2-6% de los casos de hemorragia digestiva baja17.
rectorragia para los pólipos adenomatosos de recto
y colon se estima del 3-8% en población general, al- Se concentra fundamentalmente en el segmento
rededor del 7-12% en las consultas de atención pri- de población de más de 60 años. Las lesiones de
maria y del 8-32% en las consultas especializadas21. angiodisplasia se suelen identificar sin problemas
Por lo que se refiere al valor predictivo de la rec- mediante angiografía. En exploraciones colonos-
torragia para el cáncer colorrectal en la población cópicas se observan de forma incidental lesiones
general es muy bajo (menor del 1%). En las con- de angiodisplasia en individuos sin historia de he-
sultas de atención primaria se estima entre el 5% y morragia en un 2% de los pacientes mayores de
el 15,4% y en las consultas de especialistas puede 65 años24. Menos de un 10% de los pacientes con
llegar a ser del 40%1. La presencia de otros signos y angiodisplasia van a sangrar (figura 4). En caso de
síntomas asociados a la rectorragia aumenta el va- hemorragia, suele manifestarse como pérdidas
lor predictivo: entre ellos los más destacables son ocultas, anemia ferropénica, melena o hemato-
la pérdida de peso, fatiga, astenia o la palpación de quecia. La hemorragia cede espontáneamente en

175
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 4. Neoplasia del colon: lesión mamelonada que afecta Figura 5. Angiodisplasia del colon. Se observan varias
a un tercio de la circunferencia. Se aprecia también un lesiones con dilatación de pequeños vasos, algunas con
divertículo. hemorragia activa.

el 80% de los pacientes pero recurre en un 85% de sales o ante un aumento de la demanda asociado
los casos25. a la digestión, y la colitis isquémica en la que una
deficiente irrigación sanguínea del colon resulta
Enfermedad inflamatoria intestinal en grados variables de necrosis y manifestaciones
sistémicas (figura 6). Esta última es la que se ma-
La enfermedad inflamatoria intestinal puede ser
nifiesta con hematoquecia o rectorragia como uno
causa de rectorragia o hematoquecia. No es infre-
de los síntomas principales (especialmente cuando
cuente, en estos casos, la asociación de otros sínto-
mas como diarrea y emisión de moco (capítulo 31). se ve afectado el colon izquierdo), mientras que en
La emisión de sangre sin otros productos patológi- las formas oclusivas el dolor abdominal suele ser
cos puede ocurrir en la colitis ulcerosa con afecta- el síntoma guía principal27. La colitis isquémica es
ción limitada al recto (proctitis ulcerosa), en cuya la causa más frecuente de isquemia en el intestino
situación puede existir incluso estreñimiento (capí- y se presenta de forma mayoritaria en pacientes
tulo 32). En la enfermedad de Crohn, una reducida de edad avanzada, en estados de hipercoagulabi-
proporción de pacientes (2-4%) puede presentar lidad o tras reparaciones quirúrgicas de la aorta
rectorragia o hematoquecia como manifestación abdominal. Aunque la isquemia intestinal es una
principal o única debido a la existencia de úlceras causa infrecuente de hemorragia digestiva baja, la
profundas en la pared intestinal que pueden ero- rapidez en el diagnóstico de este proceso es clave
sionar la pared de arteriolas de considerable cali- en cuanto al pronóstico, y debe ser tenido siempre
bre26 (figura 5). presente (capítulos 28 y 29).

Isquemia intestinal Colitis por radiación


El espectro clínico de la isquemia intestinal com- Es responsable del 1-5% de los casos de rectorragia
prende diversos síndromes que incluyen la isque- y suele presentarse en pacientes que han recibido
mia mesentérica aguda que resulta de procesos irradiación pélvica en el contexto del tratamiento
embólicos, trombosis arterial o venosa, vasocons- de neoplásicas ginecológicas o de próstata. La for-
tricción asociada a síndromes de hipoperfusión, o ma aguda raramente se manifiesta como recto-
procesos de compresión vascular extrínseca (p. ej.: rragia y la forma crónica suele cursar con diarrea
hernia estrangulada), la isquemia intestinal crónica sanguinolenta. La frecuencia del daño se asocia a la
(también denominada ángor intestinal) debida a dosis de radiación y al volumen de intestino irradia-
episodios transitorios y recurrentes de disminución do. La fisiopatología de la lesión crónica se debe a
del flujo sanguíneo de suficiente intensidad como los cambios vasculares inducidos por la radiación y
para comprometer el mantenimiento de los reque- la respuesta inflamatoria. Inicialmente, se produce
rimientos metabólicos, ya sea en condiciones ba- un edema de las células endoteliales en las arterio-

176
9. Rectorragia

Figura 6. Enfermedad de Crohn colónica. Ulceración profun- Figura 8. Proctitis actínica crónica. Se aprecia la existencia de
da en el colon sigmoides, rodeada de mucosa de aspecto múltiples telangiectasias y erosiones en la mucosa rectal.
endoscópico normal.

Datos esenciales en la historia, incluyen la forma


de presentación, las características del sangrado y
la presencia de síntomas asociados. La anamnesis
sobre las características de la rectorragia ayuda a
discernir la naturaleza del sangrado. La presencia
de sangre roja en el papel higiénico o el sangrado
en forma de goteo después de la defecación se aso-
cia, aunque no de forma exclusiva, con una afec-
ción anal benigna. La rectorragia acompañada de
un cambio en el ritmo de las deposiciones (mayor
número y consistencia más blanda) y en ausencia
de quemazón, picor o dolor anal, se asocia más
frecuentemente a cáncer colorrectal. Se debe in-
cidir en la existencia de antecedentes recientes o
remotos que puedan tener relevancia, como los
Figura 7. Hemorragia digestiva baja por colitis isquémica. La episodios previos de sangrado, la cirugía abdomi-
colonoscopia demuestra en el sigma un área con mucosa nal o vascular, la polipectomía endoscópica o una
marcadamente eritematosa y edematosa, con ulceraciones, historia de irradiación pélvica. Finalmente, hay
exudado que forma seudomembranas y hemorragia activa.
que considerar la ingesta de medicamentos, como
AINE, antiagregantes o anticoagulantes29.
las pequeñas; a continuación se produce una trom- Valoración de la gravedad
bosis arteriolar y posteriormente, una progresiva
endarteritis obliterativa que termina en fibrosis, La cuantía del sangrado estimada por la anamnesis
no es un buen indicador de la gravedad de la hemo-
ulceración y fisuración de la mucosa28 (figura 7).
rragia. La estimación de las pérdidas hemáticas se
debe establecer en función de la repercusión he-
Estrategia diagnóstica modinámica. Un episodio se considera grave si la
presión arterial sistólica es inferior a 100 mmHg, la
Características de la rectorragia y frecuencia cardiaca es superior a 100 latidos/min,
síntomas asociados existen cambios en dichas constantes con el ortos-
tatismo o se observan signos de baja perfusión ti-
El proceso diagnóstico de un paciente con rectorra- sular. La presencia de una presión arterial inferior
gia se esquematiza en el algoritmo de la figuras 8 a 100 mmHg y una frecuencia cardiaca superior a
y 9. 100 lat/min, sobre todo si se acompaña de otros

177
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Rectorragia

Repercusión hemodinámica
Sí No

Derivación urgente hospital Morbilidad asociada

Sí No

Considerar derivación hospital Posible origen alto (HDA)

Sí No

Aspirado SNG Historia familiar


Fibrogastroscopia cáncer
Sí No

Colonoscopia Pruebas
diagnósticas
(figura 10)

Figura 9. Valoración inicial del paciente con rectorragia. La valoración del estado hemodinámico, morbilidad asociada e historia
de cáncer, constituyen los aspectos básicos en la toma inicial de decisiones.

signos de baja perfusión, supone una pérdida esti- está indicado en caso de hemorragia masiva. En ge-
mada de más de 1.500 ml de sangre (30% del volu- neral los fármacos vasopresores no están indicados,
men circulante). La existencia de cambios ortostá- ya que la hipovolemia constituye habitualmente la
ticos, entendiéndose como tales un descenso de la causa de la hipotensión.
presión arterial de más de 10 mmHg o un ascenso
de la frecuencia cardiaca de más de 10 latidos/min, Enfermedades asociadas
al colocar al enfermo en posición erguida, denota Los pacientes con enfermedades asociadas (altera-
una pérdida hemática estimada de unos 800-1.000 ciones de la coagulación, cirrosis hepática, insufi-
ml (15-20% del volumen circulante). La hemorragia ciencia renal, polimedicación o fármacos de riesgo,
se considera leve si la presión arterial sistólica es como los anticoagulantes y los antiinflamatorios no
superior a 100 mmHg, la frecuencia cardiaca es in- esteroides), requieren una evaluación individuali-
ferior a 100 latidos/min y no hay otros signos de zada según su enfermedad de base. Esta valoración
compromiso hemodinámico30. clínica junto con las preferencias de los pacientes
Si se observa repercusión hemodinámica se debe permiten valorar las diferentes alternativas de for-
iniciar una restauración del volumen intravascular ma individual. Las intervenciones a realizar, tanto
que permita estabilizar al paciente y realizar un co- diagnósticas como terapéuticas, dependerán de la
rrecto traslado desde el centro de salud al hospital gravedad de la enfermedad de base y de las posibi-
(figura 8). Para la reposición de la volemia se deben lidades de su resolución en el ámbito de la atención
primaria29 (figura 8).
canalizar dos vías periféricas de grueso calibre (18 F,
16 F o 14 F) y reponer el volumen a una velocidad
de perfusión elevada. Hay que reponer la volemia
Historia personal y familiar
con soluciones isotónicas (suero salino isotónico o La historia personal, la historia familiar y la herencia
Ringer lactato). El uso de expansores plasmáticos han sido identificadas como factores de riesgo en el

178
9. Rectorragia

Inspección anal
Tacto rectal

Masa rectal Normal Hemorroides/fisura

Anuscopia

No Sí
Lesión causante Tratamiento médico
de sangrado inicial

No
Remisión rectorragia

Curación

No Persiste lesión causante Sí Tratamiento


Colonoscopia de sangrado especializado/cirugía

Figura 10. Estrategias diagnóstica y terapéutica del paciente con rectorragia en el ámbito extrahospitalario.

desarrollo del cáncer colorrectal31. Hay que identifi- te (ver más arriba), sino una exploración anorrectal
car en especial las siguientes situaciones: 1) historia y del abdomen. Brevemente, los pasos a seguir son
familiar de cáncer colorrectal o pólipos en un fami- los siguientes: 1) inspección general para valorar
liar de primer grado (padres, hermanos e hijos) me- la apariencia cutáneo-mucosa, haciendo especial
nor de 60 años o en dos familiares de primer grado hincapié en la mucosa conjuntival para evaluar
de cualquier edad; 2) historia familiar de síndromes la posible presencia de anemia. La presencia de
de cáncer colorrectal hereditario (poliposis adeno- palidez cutáneo-mucosa es útil para predecir la
matosa familiar y cáncer colorrectal hereditario no presencia de valores de hemoglobina inferiores a
polipoide); 3) historia personal de cáncer colorrectal; 11 g/dl; 2) inspección abdominal para buscar signos
4) historia personal de pólipos adenomatosos; y 5) de hepatopatía (telangiectasias, circulación colate-
historia personal de enfermedad inflamatoria intes- ral, etc.), asimetrías, cicatrices de intervenciones
tinal. A los pacientes que presenten historia familiar previas, etc.; y 3) palpación abdominal para evaluar
de cáncer colorrectal o situaciones de riesgo (pólipos la presencia de masas abdominales, hepatospleno-
adenomatosos tubulares, pancolitis ulcerosa), se les megalia, signos de peritonismo o ascitis.
debe indicar una colonoscopia o derivar directamen-
La presencia de alteraciones en la exploración física
te al especialista (figura 8).
y la presencia de otros síntomas o signos asocia-
dos, como astenia importante o pérdida de peso,
Exploración física constituyen una valiosa ayuda para establecer la
El examen físico incluye no solamente (y de forma sospecha diagnóstica, a la vez que permiten el des-
prioritaria) la evaluación hemodinámica del pacien- cubrimiento de comorbilidades relevantes, que por

179
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

sí solas hacen aconsejable la derivación del enfer- rrectal mediante anuscopia puede aportar datos
mo a un centro hospitalario. definitivos para el diagnóstico. Esta técnica explora
fundamentalmente el canal anal, mediante un tubo
Exclusión de un origen alto rígido de 7 cm de longitud. Es una técnica sencilla,
no ocasiona grandes molestias al paciente y no re-
Hasta un 11% de las hematoquecias tienen su ori-
quiere sedación. Se puede realizar sin preparación
gen en el tramo digestivo superior, en relación con
previa, aunque si se realiza esta preparación me-
un tránsito acelerado debido a una hemorragia pro-
diante la administración de una enema de escaso
fusa. En estos casos existen, por lo general, signos
volumen (250 ml), mejora la visualización y facilita
de inestabilidad hemodinámica, de forma que una
la aceptación de la prueba por parte del paciente34.
exteriorización hemática copiosa sin cambios en es-
tas constantes orienta hacia un origen colorrectal. En Si la rectorragia se manifiesta sólo como sangre al
la hemorragia digestiva alta puede encontrarse una limpiarse o mínimas gotas de sangre al final de la
elevación de la urea plasmática en relación con la deposición con quemazón, prurito o dolor anal, se
cifra de creatinina (disociación urea/creatinina); sin procede con la exploración anorrectal. Si se con-
embargo, existe una superposición entre casos de firma la presencia de hemorroides o fisura anal,
hemorragia digestiva baja y hemorragia de origen se inicia un tratamiento adecuado para cada una
alto y su capacidad discriminatoria es más bien baja. de éstas. Si después del tratamiento la rectorragia
En todo caso, su interpretación debe realizarse siem- cesa, puede considerarse resuelto el episodio. Si a
pre en un contexto global32. En casos de duda, puede pesar del tratamiento el paciente sigue sangrando y
recurrirse a un aspirado nasogástrico. La presencia es obvio que la hemorragia continúa siendo produ-
de un aspirado bilioso sin restos hemáticos hace cida por las hemorroides o la fisura anal (sangrado
muy poco probable la hemorragia alta. En los demás espontáneo o provocado por el roce del dedo, he-
supuestos, incluso si el aspirado es líquido claro, morroides trombosadas o coágulos sobre la hemo-
pero no contiene bilis, no puede excluirse este ori- rroide), se debe derivar el paciente al cirujano o al
gen dado que puede existir una lesión con sangrado especialista en coloproctología.
activo asociada a un piloroespasmo. En tales casos,
sólo la endoscopia alta puede excluir el origen alto Colonoscopia
de la hemorragia (figura 8). De hecho, muchos au-
tores aconsejan, dadas las limitaciones de los otros La colonoscopia se realiza con un videoendoscopio
indicadores, proceder a la endoscopia alta precoz en diseñado para examinar la totalidad de la superfi-
caso de dudas, sobre todo si hay una afección hemo- cie de la mucosa del colon. Para considerarse com-
dinámica grave o ciertos antecedentes, como úlcera pleta debe llegar a ciego y visualizarse la válvula
péptica, episodios de hemorragia digestiva alta, ci- ileocecal. La visualización de la válvula ileocecal se
rrosis hepática o ingesta de AINE33. consigue en el 80-95% de las colonoscopias35. La
colonoscopia requiere la preparación del colon con
Exploración anorrectal laxantes antes de la exploración35. Puede realizarse
con sedación profunda o con sedación superficial
Una vez evaluada la gravedad de la rectorragia y la que mantenga al paciente consciente y le permita
existencia de enfermedades graves asociadas, a todo colaborar durante el procedimiento36. En algunos
paciente con rectorragia, con independencia de la centros se realiza con anestesia general.
edad, se le debe realizar una exploración anal y un
tacto rectal. En la inspección anal se ha de valorar Si bien se ha propuesto que ante una exploración
la existencia de lesiones perianales, fístulas, fisuras, rectal y anuscopia negativas, podría proseguirse el
abscesos, hemorroides externas o procesos prolap- proceso diagnóstico del origen del sangrado bajo
santes a través del canal anal (hemorroides internas mediante sigmoidoscopia, esta técnica al no poder
prolapsadas, papila hipertrófica, pólipos pediculados explorar completamente el colon, deja de diagnos-
del margen anal interno o papilar). Por otra parte, en ticar un porcentaje importante de lesiones graves.
el tacto rectal se ha de valorar la presencia de masas. Por otra parte, el enema opaco no se considera un
método diagnóstico idóneo para las afecciones co-
Anuscopia lorrectales en caso de rectorragia.
Cuando no se observan lesiones en la exploración La colonoscopia resulta obligada en las siguientes
anorrectal externa, la exploración de la región ano- circunstancias:

180
9. Rectorragia

❱❱ Cuando existen dudas acerca de que la rectorra- 10. Rowsell M, Bello M, Hemingway DM. Circumfe-
gia provenga de una lesión anal (hemorroides o rential mucosectomy (stapled haemorrhoi-
fisura). dectomy) versus conventional haemorrhoi-
dectomy: randomised controlled trial. Lancet
❱❱ Si la rectorragia no se manifiesta como sangre al 2000;355:779-81.
limpiarse o mínimas gotas de sangre al final de 11. Lund JN, Scholefield JH. Aetiology and
la deposición. treatment of anal fissure. Br J Surg
❱❱ Si no se observa ninguna lesión aparente en la 1996;83:1335-44.
exploración anorrectal y anuscopia. 12. Herzig DO, Lu KC. Anal fissure. Surg Clin North
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❱❱ Si se detecta la presencia de una masa en el tac- 13. Nelson RL. Operative procedures for fis-
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❱❱ En pacientes con historia familiar de cáncer se- 2010:CD002199.
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Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

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182
10 Ictericia y colestasis
Joan Rodés Teixidor
Hospital Clinic, Barcelona

KWWSERRNVPHGLFRVRUJ

Ictericia Objetivos de este capítulo


❱❱ Conocer las alteraciones del metabolismo
La ictericia constituye la traducción clínica de la de la bilirrubina que pueden explicar la
acumulación de pigmento biliar en el organismo aparición de ictericia.
que confiere a la piel y también a las mucosas una
coloración amarillenta. Su aparición es siempre ❱❱ Facilitar al médico una guía de actuación
para discernir el origen de una ictericia
consecutiva a una alteración del metabolismo de
subrayando el valor de la historia, examen
la bilirrubina y se detecta cuando su concentración
físico y pruebas de laboratorio.
plasmática es superior a 2 mg/dl. Cuando es inci-
piente se detecta mejor en el paladar o en la escle- ❱❱ Conocer las pruebas complementarias
rótica. Debe distinguirse de la coloración cutánea necesarias para orientar el diagnóstico de
amarillenta que se produce por la ingesta abundan- la colestasis.
te de carotenos (naranjas, zanahorias, tomates), en
la uremia, y en pacientes tratados con atebrina. En REFERENCIAS CLAVE
ninguna de estas situaciones se encuentra pigmen-
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bilirrubinemia precisa, en primer lugar, del conoci- 2. Fevery J, Blanckaert N. Hiperbilirrubine-
miento de la fracción de la bilirrubina que está más mia. En: Rodés J, Benhamou JP, Bircher J,
elevada en el suero1. La hiperbilirrubinemia puede McIntyre N, Rizzetto M, eds. Tratado de
estar causada por un aumento de la fracción no Hepatología Clínica. Masson-Salvat. Barce-
conjugada, de la fracción conjugada o de ambas. lona, 1993:1147-1154.
La bilirrubina no conjugada es liposoluble, se de- 3. Sherlock S. Disease of the liver and biliary
posita en la piel y en las mucosas, pero no puede sistem. Blackwell Scientific Publ. Londres,
filtrarse por el riñón; por este motivo, cuando se 1989.
eleva su concentración plasmática no se observa
coluria.
La bilirrubina conjugada es hidrosoluble, se depo- y elevación sérica de la fosfatasa alcalina, secunda-
sita preferentemente en la piel, la esclerótica, el rio a un trastorno excretor de la bilis y los aniones
velo del paladar y los vasos sanguíneos, y se filtra orgánicos. Si el lugar donde radica esta alteración
por el riñón. Por ello, en caso de hiperbilirrubine- es el hepatocito o las vías biliares situadas en el in-
mia conjugada aparece coluria. En caso de obstruc- terior del parénquima hepático, la colestasis recibe
ción biliar completa o incompleta se observa una el nombre de intrahepática; por el contrario, si la
decoloración total (acolia) o parcial (hipocolia) de obstrucción es posterior a la salida de las vías bilia-
las heces2,3. res del hígado recibe el nombre de extrahepática.
Las colestasis intrahepáticas se deben a una am-
Colestasis plia variedad de causas que, a pesar de poseer un
La colestasis es un síndrome clínico y bioquímico substrato morfológico muy diferente, tienen como
caracterizado por la presencia de prurito, ictericia rasgo común la reducción del flujo biliar. En cuanto

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES FRECUENTES 183


Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

to de la producción de bilirrubina no conjugada.


El diagnóstico se basa en la normalidad de la vida
media de los hematíes, aumento de la sideremia y
aceleración del ciclo metabólico del hierro.

Enfermedad de Crigler-Najjar
La enfermedad de Crigler-Najjar, de herencia au-
tosómica recesiva, se observa con rara frecuencia.
Se inicia en los primeros días después del naci-
miento, cursa con una intensa hiperbilirrubinemia
no conjugada y aparece como consecuencia de
un déficit muy acusado de glucuroniltransferasa
Figura 1. Obsérvese la ictericia conjuntival en un paciente con (enzima responsable de la conjugación de la bi-
hepatitis alcohólica aguda. lirrubina) que puede ser absoluto (enfermedad
de Crigler-Najjar tipo I) o parcial (enfermedad de
a las colestasis extrahepáticas, presentan un meca- Crigler-Najjar tipo II).
nismo idéntico en todas sus formas, con indepen- Tipo I
dencia de su causa, y consiste en una obstrucción
parcial o total de las vías biliares extrahepáticas En el hígado destaca la ausencia absoluta de glu-
que impiden el paso de la bilis hasta el duodeno. curoniltransferasa, por lo que no se detecta bili-
rrubina conjugada ni en la bilis ni en la sangre. Los
El término ictericia incluye todas las entidades pacientes alcanzan cifras elevadísimas, de hasta
nosológicas debidas exclusivamente a un trastor- 30 mg/dl. Fallecen antes del primer año de vida
no del metabolismo de la bilirrubina. Pueden ser afectos de ictericia nuclear o kernicterus.
consecuencia del aumento de la sobrecarga de
bilirrubina, de la alteración de su captación y/o
de su conjugación o de un déficit en el transporte
intrahepatocitario de la bilirrubina conjugada. Las
ictericias metabólicas se dividen en tres grandes
grupos: a) ictericia por aumento de la bilirrubina TABLA 1. Clasificación de las ictericias
no conjugada, b) ictericia por aumento de la bili-
rrubina conjugada, y c) ictericia mixta (tabla 1).
Ictericia por aumento de la bilirrubina no conjugada.
Ictericias por aumento ❱❱ Aumento de la producción de bilirrubina.
de la bilirrubina no conjugada • Hemólisis.
• Eritropoyesis ineficaz.
Síndrome hemolítico ❱❱ Alteración de la conjugación de la bilirrubina.
En la hemólisis existe un exceso de producción de • Enfermedad de Gilbert.
bilirrubina no conjugada debido a la destrucción • Enfermedad de Crigler-Najjar.
intravascular o extravascular de hematíes circu-
Ictericia por aumento de la bilirrubina conjugada.
lantes. Los niveles de bilirrubina no acostumbran
a superar los 4 mg/dl. El diagnóstico suele ser fácil ❱❱ Sin colestasis.
en presencia de anemia, reticulocitosis, hiperside- • Enfermedad de Dubin-Johnson.
remia, disminución de los niveles plasmáticos de • Enfermedad de Rotor.
haptoglobina, proliferación eritroblástica de la mé- ❱❱ Colestasis intrahepáticas.
dula ósea, y vida media de los hematíes acortada.
❱❱ Colestasis extrahepáticas.
Ictericias mixtas.
Eritropoyesis ineficaz
❱❱ Alteración de la función hepatocelular.
Es un trastorno muy poco frecuente causado por
• Daño hepatocelular agudo o subagudo.
la destrucción precoz de los hematíes en el interior
de la médula ósea, lo que determina un aumen- • Enfermedad hepatocelular crónica.

184
10. Ictericia y colestasis

Hiperbilirrubinemia no conjugada

Anemia Sin hemólisis


Reticulocitosis
Hipersideremia
Haptoglobina
Vida media de los hematíes
acortada o normal Bilirrubinemia
moderada Bilirrubinemia
Prueba del ayuno elevada
positiva

Eritropoyesis
Hemólisis
ineficaz
Enfermedad Enfermedad
de Gilbert de Crigler-Najjar

Figura 2. Algoritmo diagnóstico en la hiperbilirrubinemia no conjugada.

Tipo II prolongado favorece el aumento de la bilirrubina


no conjugada.
Es más benigna que el tipo I y los enfermos pue-
den alcanzar la vida adulta. La glucuroniltransferasa El diagnóstico se basa en el aumento moderado de
está muy reducida en el hígado y, aunque presente, la bilirrubina no conjugada, la ausencia de hemóli-
no puede detectarse en los exámenes bioquímicos sis y la normalidad rigurosa de la función hepática.
habituales. Esta enfermedad no es siempre benig- Se puede confirmar mediante la prueba del ayuno
na, por lo que estos pacientes deben ser tratados (dieta famis de 24 horas), en la que se observa un
con fenobarbital, de eficacia excelente, y con foto- aumento de la bilirrubina no conjugada del 50% por
terapia para mantener las concentraciones de bi- encima del valor basal. La figura 2 muestra en for-
lirrubina no conjugada por debajo de 26 mg/dl y ma de algoritmo el esquema diagnóstico ante una
evitar el desarrollo de trastornos neurológicos. hiperbilirrubina no conjugada.

Síndrome de Gilbert Ictericias por aumento de la


Se define como un trastorno familiar, benigno, con bilirrubina conjugada
aumento muy moderado de la bilirrubina no conju-
gada (menos de 5 mg/dl). No cursa con hemólisis y Síndrome de Dubin-Johnson
la función y la biopsia hepática son absolutamente Es poco frecuente, se hereda de forma autosómi-
normales. Es muy frecuente y afecta al 2-5% de la
ca recesiva y consiste en un defecto hereditario
población. Se hereda de forma autosómica recesiva.
del transporte intrahepatocitario de la bilirrubina
La sospecha diagnóstica se establece tras una ex- conjugada y de la bromosulftaleína, así como una
ploración médica de rutina o cuando se realiza un alteración del metabolismo de las coproporfirinas
análisis de sangre por otro motivo. La ictericia es (excreción urinaria del 90% del isómero I). Los va-
muy moderada e intermitente y puede ser más lores plasmáticos de bilirrubina conjugada oscilan
evidente durante un proceso infeccioso, en el em- entre 2 y 5 mg/dl, siendo las pruebas de función
barazo o incluso durante la menstruación. El ayuno hepática normales. El aclaramiento de la bromo-

185
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

TABLA 2. Etiología de las colestasis intrahepáticas

Aguda.
❱❱ Hepatitis vírica.
❱❱ Hepatitis tóxica.
❱❱ Colestasis pura por fármacos.
❱❱ Colestasis benigna postoperatoria.
❱❱ Asociada a infecciones bacterianas.
Crónica del adulto.
Figura 3. Imagen histológica de una enfermedad de Dubin- ❱❱ Cirrosis biliar primaria.
Johnson. Puede apreciarse el pigmento negruzco característico
alrededor de la vena centrolobulillar. ❱❱ Hepatitis autoinmune (forma colestásica).
❱❱ Colangitis esclerosante.
❱❱ Colangiocarcinoma.
sulftaleína es muy característico de la enfermedad Crónica infantil.
y permite establecer el diagnóstico. Así, la inyec- ❱❱ Atresia biliar.
ción intravenosa de bromosulftaleína (5 mg/kg) es ❱❱ Déficit de α-1-antitripsina.
rápidamente eliminada del plasma, pero al cabo de ❱❱ Displasia arteriohepática.
45-90 minutos se observa un aumento plasmático
❱❱ Enfermedad de Caroli.
paradójico debido al reflujo de bromosulftaleína
conjugada por un defecto metabólico en el trans- ❱❱ Enfermedad de Byler.
porte intrahepatocitario de este colorante. La biop- Otras.
sia hepática no suele ser necesaria y muestra un ❱❱ Recurrente del embarazo.
típico pigmento negruzco centrolobulillar (figura 3). ❱❱ Idiopática recurrente benigna.
Síndrome de Rotor Causas menos frecuentes.
❱❱ Sarcoidosis.
Se trata de un trastorno muy poco frecuente, de
tipo familiar y de herencia autosómica recesiva, ❱❱ Enfermedad de Hodgkin.
que se caracteriza por un aumento de la bilirrubina ❱❱ Insuficiencia cardiaca.
conjugada de tipo fluctuante. Los pacientes están ❱❱ Amiloidosis.
asintomáticos. El aclaramiento de la bromosulfta-
leína es normal. Existe un incremento en la elimi-
nación urinaria de coproporfirinas, con un ligero
aumento de la proporción del isómero I frente al co las colestasis pueden ser debidas a una amplia
isómero III. variedad de causas, tal como se muestran en las
tablas 2 y 3. La figura 4 muestra el protocolo diag-
Colestasis nóstico de una hiperbilirrubinemia conjugada4.

Se entiende por colestasis la existencia de un blo- Ictericia mixta


queo o supresión del flujo biliar que impide, total o
La aparición de una hiperbilirrubinemia mixta se
parcialmente, la llegada de bilis al duodeno. Clínica-
presenta como consecuencia de una lesión hepa-
mente la colestasis suele manifestarse por ictericia,
tocelular en la que se alteran de forma simultánea
coluria, acolia y ocasionalmente prurito intenso. En
varios pasos del metabolismo de la bilirrubina en el
el suero se detecta un aumento de los productos
interior de la célula hepática. Así, se pueden alterar
normalmente excretados por las vías biliares: sales
la captación, conjugación y excreción de la bilirrubi-
biliares, bilirrubina conjugada, fosfatasa alcalina,
na, por lo que se produce un aumento de bilirrubi-
g-glutamiltransferasa, 5’nucleotidasa, colesterol na conjugada y no conjugada.
total y esterificado. Según la localización, las coles-
tasis se dividen en intrahepáticas o extrahepáticas. En estos pacientes la alteración de la función he-
Cronológicamente también se pueden clasificar en patocelular, puede ser aguda o subaguda, o bien
agudas y crónicas. Desde el punto de vista etiológi- crónica. Habitualmente la hiperbilirrubinemia que

186
10. Ictericia y colestasis

TABLA 3. Etiología de las colestasis extrahepáticas En las enfermedades hepáticas crónicas, como
la hepatitis crónica activa y la cirrosis hepática de
cualquier etiología, la hiperbilirrubinemia tradu-
Coledocolitiasis. ce un fallo hepatocelular y la cifra de bilirrubina
Neoplasia de la cabeza del páncreas. suele estar en relación con el grado de insuficien-
Neoplasia de vías biliares. cia hepática. En estos casos la hiperbilirrubinemia
se acompaña de otras alteraciones biológicas
Lesiones inflamatorias de los conductos biliares.
como hipertransaminasemia, hipoalbuminemia,
Pancreatitis. aumento de las gammaglobulinas, alargamiento
Causas menos frecuentes: del tiempo de protrombina que no mejora con la
❱❱ Hemobilia. administración de vitamina K y signos de hiperes-
❱❱ Parásitos. plenismo. El origen de cada una de estas altera-
ciones ha sido explicado con mayor detalle en el
❱❱ Quiste de colédoco.
capítulo 43 “Pruebas hepáticas alteradas”. Estas al-
❱❱ Divertículo duodenal. teraciones biológicas, unidas a otros datos clínicos
como estigmas de hepatopatía crónica y hepatoes-
plenomegalia, y ecográficos, ayudan al diagnóstico
se observa en las enfermedades hepatocelulares que puede confirmarse mediante una biopsia he-
siempre va acompañada de una alteración de las pática. En una cirrosis compensada la aparición de
pruebas hepáticas particularmente de las transami- una hiperbilirrubinemia de forma brusca obliga a
nasas. Los pacientes con lesiones agudas o subagu- descartar un hepatocarcinoma. La figura 5 muestra
das acostumbran a presentar malestar general, un la sistemática diagnóstica en un paciente con hiper-
valor de las transaminasas superior a diez veces el bilirrubinemia mixta.
valor normal y una moderada elevación de las en-
zimas de colestasis. En estos casos las cifras de bili- Aproximación al enfermo con ictericia
rrubina son muy variables. Las causas más frecuen-
tes de lesión hepatocelular aguda son las hepatitis La evaluación inicial debe incluir una anamnesis,
víricas o tóxicas. una exploración física completa y estudios de la-

Hiperbilirrubinemia conjugada

Colestasis (F. alcalina/GGT)

No Sí

Bromosulftaleína Ecografía
Coproporfirinas
Biopsia hepática

Intrahepática Extrahepática
Enfermedd de Enfermedad
Dubin-Johnson de Rotor
Ver algoritmo figura 14

Figura 4. Actitud en la hiperbilirrubinemia conjugada.

187
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Hiperbilirrubinemia mixta

Lesión hepatocelular

Transaminasas (> 10 veces normal) Transaminasas < 10 veces normal


Hipoalbuminemia
Gammaglobulinemia
Moderada colestasis Tasa de protrombina

Hepatitis aguda Hepatopatía crónica

Ecografía
Vírica Tóxica
Biopsia hepática

Cirrosis Hepatitis crónica

Figura 5. Algoritmo diagnóstico en la hiperbilirrubinemia mixta.

boratorio generales5. Dada la amplia difusión de le ser intermitente, mientras que en las neoplasias
la ecografía abdominal, esta técnica se incluye en habitualmente es continua.
la mayoría de los casos en la evaluación inicial. A El prurito es frecuente en las enfermedades coles-
partir de estos datos, los pacientes se estudiarán de tásicas, aunque también puede estar presente en
forma distinta en función de si presentan hiperbili- las hepatopatías con afección predominantemente
rrubinemia aislada o asociada a otros datos suges- hepatocelular. Un cuadro de prurito que precede
tivos de hepatopatía. en meses o en años a la aparición de ictericia en
una mujer de mediana edad permite sospechar el
Anamnesis padecimiento de una cirrosis biliar primaria. El pru-
rito puede ser, igualmente, un síntoma característi-
La forma de presentación de la ictericia puede co del tercer trimestre del embarazo.
ofrecer información diagnóstica. Así, en las he-
Los pródromos y la sintomatología acompañante
patitis agudas suele ser brusca y progresiva; en la
también son de gran interés. Las hepatitis víricas
coledocolitiasis suele ser brusca y oscilante; en las van precedidas con frecuencia de malestar general,
colestasis crónicas, como en la cirrosis biliar prima- anorexia, náuseas o molestias abdominales. La pér-
ria o la colangitis esclerosante primaria, de progre- dida de peso orienta hacia una etiología neoplásica,
sión muy lenta, y en las neoplasias de cabeza de una elevada ingesta etílica o una hepatopatía ter-
páncreas, relativamente rápida. La coluria indica minal. La asociación de fiebre y escalofrios sugiere
la existencia de una hiperbilirrubinemia conjuga- la presencia de colangitis, hepatitis vírica, un origen
da. En la ictericia de causa hepatocelular no suele farmacológico o etílico o una leptospirosis icterohe-
aparecer acolia, salvo en la primera semana de una morrágica. El dolor en el hipocondrio derecho su-
giere litiasis biliar. El dolor del cáncer de páncreas
hepatitis aguda. En la coledocolitiasis la acolia sue-

188
10. Ictericia y colestasis

suele ser sordo e irradiado a la espalda, aumenta TABLA 5. Antecedentes que proporcionan claves
en decúbito supino y mejora con la flexión del tron- importantes para el diagnóstico de la ictericia
co. No obstante, la colestasis que tiene su origen en
una neoplasia del área periampular suelen ser de
curso indoloro y progresivo, al menos en sus fases ❱❱ Consumo de fármacos.
iniciales. Un dato que debe despertar la sospecha ❱❱ Consumo de alcohol.
de ampuloma es la ictericia que desaparece tras ❱❱ Exposición a drogas o estupefacientes.
un cuadro de anemización rápida con o sin melena
❱❱ Exposición a productos tóxicos.
aparente. La necrosis del tumor explica la anemiza-
ción y la disminución o desaparición de la ictericia. ❱❱ Factores de riesgo de hepatitis.
La asociación de urticaria debe hacer sospechar la ❱❱ Historia de viajes recientes.
posibilidad de una hidatidosis hepática complicada. ❱❱ Infección bien documentada por el VIH.
Es importante investigar la ingesta de alcohol y de ❱❱ Historia de operaciones abdominales, incluyendo
fármacos potencialmente hepatotóxicos (tabla 4), cirugía de la vesícula o vías biliares.
así como los antecedentes epidemiológicos de po- ❱❱ Cirugía reciente con politransfusión (ictericia benig-
sibles fuentes de contagio de hepatitis víricas o sida. na postoperatoria).
El antecedente de otros fenómenos supuestamente ❱❱ Trasplante de médula ósea (enfermedad del injerto
autoinmunes debe hacer pensar en una hepatitis frente al huésped).
crónica autoinmune o en una cirrosis biliar primaria. ❱❱ Trasplante hepático (rechazo agudo o crónico,
estenosis de las vías biliares).
Una historia familiar de ictericia leve puede sugerir la
presencia de un síndrome de Gilbert, anemia hemo- ❱❱ Malignidad conocida (p. ej.: compresión del hilio,
lítica congénita, síndrome de Dubin-Johnson, síndro- hepático por adenopatías en la enfermedad de
Hodgkin).
me de Rotor o colestasis recurrente intrahepática. La
tabla 5 resume algunos datos cuya búsqueda inten- ❱❱ Enfermedad granulomatosa conocida (tuberculosis,
cionada en la anamnesis puede ser de valiosa ayuda brucelosis, sarcoidosis).
en el diagnóstico etiológico de la ictericia6. ❱❱ Infección reciente por Neumococo, Salmonella, E.
coli, Leptospira.
Exploración física ❱❱ Biopsia hepática reciente (hemobilia).
Ante todo se debe comprobar la existencia de ic- ❱❱ Historia previa de colitis ulcerosa (colangitis esclero-
sante primaria).
tericia tanto en piel como en mucosas. Además,
❱❱ Historia de enfermedades hereditarias incluyendo
trastornos hemolíticos y enfermedades del hígado.
TABLA 4. Fármacos que pueden ocasionar colestasis.

pueden hallarse signos que orienten el diagnóstico


Hepatitis colestásica Colestasis pura etiológico, como la presencia de ascitis, circulación
Clorpromacina y derivados Metiltestosterona colateral abdominal, eritema palmar o arañas vas-
Desipramina Noretandrolona culares, telangiectasias, hipertrofia parotidea o
Propoxifeno Oximetalona Dupuytren que suelen indicar la presencia de una
cirrosis hepática. Los antecedentes de punciones
Hidantoínas Metilestrenolona
venosas o tatuajes pueden sugerir una hepatitis
Alopurinol Etinilestradiol
vírica por inoculación parenteral. Las lesiones de
Indometacina Anovulatorios rascado, la presencia de xantomas o xantelasmas,
Oxacilina Nitrofurantoína coluria, hipocolia o acolia orientan hacia una coles-
Cloranfenicol Clorpropamida tasis de curso crónico. En el último caso, es carac-
Estolato de eritromicina Tolbutamida terística una hiperpigmentación por rascado en la
región dorsal. La hiperpigmentación debe sugerir
Oleandomicina
igualmente la presencia de una hemocromatosis.
Ácido paraaminosalicílico
Otros hallazgos como la observación del anillo cor-
Sulfamidas neal de Kayser-Fleischer sugieren el padecimiento
Busulfán de una enfermedad de Wilson.

189
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 7. Los cuadros que cursan con granulomas en el


hígado pueden ser una causa de colestasis disociada. Las
imágenes corresponden a granulomas hepáticos en un caso
Figura 6. La palpación de una vesícula biliar distendida e de fiebre Q.
indolora (signo de Curvoisier-Terrier) es muy característica de
las lesiones neoplásicas localizadas por debajo de la unión del
cístico y el hepático común. La imagen corresponde a una
vesícula muy dilatada debida a la compresión del colédoco En los pacientes con colestasis se produce una ele-
por una neoplasia de páncreas. vación de la concentración sérica de fosfatasa alca-
lina, GGT, colesterol y lípidos totales, sin que ningún
patrón bioquímico permita identificar su naturale-
La palpación del abdomen puede revelar la exis- za. Elevaciones muy marcadas de fosfatasa alcalina
tencia de hepatomegalia, cuyas características (más de 10 veces el límite superior de la norma-
permiten, a veces, sospechar el padecimiento de lidad) se producen en las colestasis por lesión de
una hepatitis aguda, una hepatopatía crónica o un conductos intrahepáticos (cirrosis biliar primaria,
hígado tumoral. La palpación de una vesícula biliar colangitis esclerosante primaria), enfermedades
distendida e indolora (signo de Curvoisier-Terrier) granulomatosas (figura 7) y colangiocarcinoma.
es muy característica de las lesiones neoplásicas Cuando la colestasis cursa con niveles normales
localizadas por debajo de la unión del cístico y el de bilirrubina, hablamos de colestasis anictérica o
hepático común: cáncer de páncreas y con menor disociada. La figura 8 muestra los hallazgos histo-
frecuencia un ampuloma (3)8. lógicos de una cirrosis biliar primaria una entidad
que en sus estadios más incipientes puede cursar
Marcadores analíticos con una colestasis disociada. Otras enfermedades
Ante un paciente ictérico, es importante saber como la colangitis esclerosante primaria, los pro-
combinar los datos de la evaluación clínica con los cesos expansivos intrahepáticos y la propia litiasis
marcadores analíticos, puesto que proporciona una coledocal pueden expresarse, de igual modo, en
elevada probabilidad de obtener un enfoque diag- forma de una colestasis anictérica.
nóstico. Los capítulos 48 y 49 exponen con mayor En las colestasis es frecuente el alargamiento del
detalle la interpretación de los datos de laboratorio tiempo de protrombina, que se corrige con la ad-
relacionados con el perfil hepático y los marcado- ministración de vitamina K por vía parenteral; esta
res serológicos, respectivamente. corrección no se produce en los casos de disfunción
En síntesis, la presencia de una hiperbilirrubinemia hepatocelular grave tanto aguda como crónica (fi-
aislada, sin alteración de las demás pruebas de fun- gura 9).
ción hepática, es típica de la enfermedad hemolíti- El hallazgo de anemia es frecuente en casos de
ca, eritropoyesis ineficaz o alteraciones aisladas del hemólisis, eritropoyesis ineficaz, neoplasias, infec-
metabolismo de la bilirrubina, tal como ocurre en ciones crónicas o cirrosis. La elevación de la lacto-
el síndrome de Gilbert. deshidrogenasa, el descenso de la haptoglobina
y la presencia de hemosideruria sugieren una
La presencia de hipertransaminasemia intensa (más
hemólisis.
de 1.000 U/l) es típica de la hepatitis aguda tóxica
o vírica. En las hepatopatías alcohólicas e frecuente El hiperesplenismo que acompaña a la cirrosis a
observar un cociente ASAT/ALAT superior a 2. menudo cursa con trombocitopenia o pancitope-

190
10. Ictericia y colestasis

negativo al inicio de la hepatitis aguda por virus C


(capítulos 49 y 54).
Anticuerpos antitisulares
Más del 90% de los pacientes con cirrosis biliar pri-
maria presentan positividad de los anticuerpos an-
timitocondriales en suero; además, es frecuente en
estos pacientes una elevación de la concentración
de IgM (capítulo 66).
Los pacientes con una hepatitis crónica autoinmu-
ne presentan positividad de los anticuerpos anti-
Figura 8. Imagen histológica de una cirrosis biliar primaria en nucleares, antimúsculo liso o antimicrosomas de
estadio I. hígado y riñón (anti-LKM) (capítulo 51).
Aproximadamente el 75% de los pacientes con co-
langitis esclerosante primaria presentan positividad
de los anticuerpos frente a los neutrófilos del cito-
plasma, los denominados (ANCAS) (capítulo 66).
Niveles de cupremia, ceruloplasmina y cupruria
ante la sospecha clínica de la presencia de enfer-
medad de Wilson (capítulo 57).
Niveles de ferritina, saturación de transferrina y
sideremia ante la sospecha clínica de la presencia
de hemocromatosis (capítulo 57).
Determinación de la a-1-antitripsina.
Figura 9. El síndrome colestásico puede provocar malab- Estudio de porfirinas.
sorción de grasas y vitaminas liposolubles. La vitamina K es
esencial para la síntesis de protrombina, una proteína que La elevación de la a-fetoproteína es prácticamente
contribuye a preservar los mecanismos de la coagulación. exclusiva del hepatocarcinoma, aunque su deter-
Obsérvese la presencia de numerosas equimosis y hematomas minación carece de la sensibilidad y especificidad
en el antebrazo de un paciente con colestasis de curso adecuadas (capítulo 67). En los tumores de origen
prolongado. La administración de vitamina K iv restituye los
niveles de protrombina a niveles normales, salvo que exista pancreático o digestivo y en los colangiocarcinomas
un fracaso concomitante de la función hepatocelular. es común la elevación de marcadores como el antí-
geno carcino-embrionario (CEA) o el CA-19.9.
nia leve. La leucocitosis con neutrofilia debe hacer Exploraciones complementarias
pensar en hepatitis alcohólica, colangitis, hepatitis
tóxica y leptospirosis. Puede encontrarse eosino- Ecografía abdominal
filia en las enfermedades parasitarias o de origen
farmacológico y en los linfomas. La ecografía es una exploración rápida, segura,
efectiva, barata y fácilmente transportable, que
Otras determinaciones analíticas específicas que permite apreciar la dilatación de la vía biliar en más
pueden aportar información de utilidad en función del 95% de los casos de colestasis extrahepática8 y,
de la evaluación inicial incluyen las siguientes:
además, detectar el lugar de la obstrucción en el
Serología del virus A,B,C,D 80% de los casos y su causa en el 40%; asimismo,
permite descubrir la presencia de cálculos biliares.
Así, el diagnóstico de hepatitis aguda por el virus
El patrón ecográfico del hígado puede sugerir la
B, requiere de la positividad del antígeno de su-
presencia de hepatitis crónica o cirrosis o detectar
perficie (HBsAg) y/o de IgM anticore (anti-HBc). En
metástasis u otras lesiones focales (figura 10).
la hepatitis A se positiviza el IgM frente al virus A.
La presencia de los anticuerpos anti-VHC indica la La ecoendoscopia puede tener interés para visuali-
presencia de hepatitis C, si bien el anti-C puede ser zar el colédoco terminal y la ampolla de Vater. Hoy

191
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Figura 10. Ecografía abdominal: 1) dilatación de la vía biliar


extrahepática. En el hilio hepático se observa la típica imagen
en “cañón de escopeta” constituida por el conducto hepáti-
co común dilatado (VB) y la vena porta (P). 2) Dilatación de la
vía biliar intrahepática. Se observa una imagen a nivel intra-
hepático de demasiados “tubos” (flechas) que en los cortes A
transversales pueden originar una imagen en “medusa”.

Figura 11. TAC abdominal que muestra una evidente dilata-


ción del árbol biliar intrahepático.

en día, se considera una exploración importante B


para completar el estudio de procesos expansivos
localizados en la encrucijada bilio-pancreática,
obtener material para estudio histológico y con- Figura 12. La colangiografía retrógrada por vía endoscópica
es una técnica muy eficaz para evaluar el estado de la vía
tribuir a su correcta estadificación, como ocurre biliar en los casos de colestasis extrahepáticas. Además per-
en las neoplasias periampulares o de la cabeza del mite la identificación y extracción de cálculos en el colédoco,
páncreas. A su vez, añade mayor precisión y sen- una patología cuya prevalencia se ha incrementado en forma
sibilidad para la detección de cálculos coledocales paralela al envejecimiento de la población. a) Momento de
que permanecen ocultos a otras exploraciones la canulación de la papila de Vater; b) puede observarse un
defecto de repleción a la altura del colédoco medio corres-
como la ecografía convencional o la colangiorre- pondiente a una litiasis.
sonancia.

Tomografía axial computarizada (TAC) ecografía para localizar la obstrucción y su causa,


La TAC permite descubrir la dilatación biliar en más sobre todo en caso de lesiones pancreáticas (figura
del 95% de los casos (figura 11). Es superior a la 6). La TAC es, a su vez, la exploración de elección en

192
10. Ictericia y colestasis

Figura 13. Imágenes obtenidas por colangiorresonancia. A)


Puede apreciarse una neoplasia de la cabeza del páncreas
(flecha) que origina una dilatación manifiesta del colédoco
A y del Wirsung, así como de la vesícula. C: colédoco. W.
Wirsung. B) Imagen de un colangiocarcinoma. Obsérvese la
amputación brusca (stop) de la columna de contraste a nivel
del conducto hepático común (tumor de Klaskin) y la marca-
da dilatación de las vías biliares intrahepáticas. (Cortesía del
Dr. Jordi Aldomá).

los pacientes en quienes la ecografía es inadecuada obtener imágenes pancreáticas, tanto normales
y cuando se sospecha una neoplasia. como patológicas.
Su indicación más precisa en el momento actual es
Colangiopancreatografía retrógrada para aquellos pacientes en quienes la realización de
endoscópica (CPRE) una CPRE no tenga que acompañarse de un proce-
dimiento terapéutico. En este sentido se ha señala-
Se trata de una técnica invasiva con un 95% de sen- do la utilidad de esta exploración tanto para el diag-
sibilidad y especificidad para el diagnóstico de la nóstico y extensión de la colangitis esclerosante
obstrucción biliar9. Además, es útil por sus ventajas primaria, como del colangiocarcinoma (figura 13).
terapéuticas, puesto que, permite realizar papiloto-
mías, extracción de cálculos y colocación de drena- Biopsia hepática
jes biliares (figura 12).
Se debe realizar cuando se sospecha una enfer-
medad hepatocelular difusa o colestasis intrahe-
Colangiografía transparietohepática pática de etiología no clara. Es de máxima utilidad
(CTPH) en la hepatitis alcohólica, la hepatitis crónica, la
cirrosis biliar primaria y en las enfermedades sis-
Es equiparable a la anterior, en cuanto a la eficacia temicas que afectan al hígado, incluyendo enfer-
diagnóstica, y ofrece además la posibilidad de rea- medades granulomatosas, sarcoidosis y amiloido-
lizar un drenaje biliar, siendo preferible cuando se sis. También puede ser útil en las hepatopatías por
trata de lesiones obstructivas altas. fármacos.

Resonancia magnética (RM) Ante la presencia de una masa hepática está indi-
cado el estudio citológico a través de una punción
La RM ha evolucionando en los últimos años y per- con aguja fina bajo control ecográfico o de TAC. La
mite evaluar de forma muy precisa el estado del figura 14 muestra el glosario de actuación ante un
árbol biliar intrahepático y extrahepático, así como enfermo con colestasis.

193
Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes

Sospecha de colestasis

Evaluación clínica y analítica

Ecografía

Dilatación de la vía biliar Sin dilatación

Sospecha clíica de colestasis


Intrahepática1 Extrahepática extrahepática
[con o sin dilatación
intrahepática]
Colangiorresonancia Sí No
[Colangiografía
transparietohepática Considerar CRMN como paso Pruebas
si la probabilidad previo a CPRE (por ej.: si existen analíticas
de indicar un drenaje dudas acerca de la existencia especiales
biliar es elevada] de cálculos en el colédoco)2

CPRE Considerar biopsia hepática


(1)
Posibilidad de TC
(2)
La CRMN puede no detectar cálculos coledocales < 2 mm
CPRE: colangiografía endoscópica
CRMN: Colangiorresonancia nuclear magnética

Figura 14. Pruebas de imagen ante la sospecha de colestasis.

Bibliografía 5. Rodés J. El enfermo ictérico. En: Bruguera M,


Bordas JM, Rodés J, eds. Técnicas de explora-
1. Blanckaert N, Fevery J. Physyology and patho- ción y diagnóstico en Hepatología. Salvat Eds.
physiology of bilirrubin metabolism. En: Zakim
Barcelona, 1990:139-145.
D, Boyer T, eds. Hepatology: A textbook of liver
disease. WB Saunders. Filadelfia, 1990:245- 6. Chowdury NR, Chowdury JR. Diagnostic appro-
302. ach to the patient with jaundice or asympto-
2. Sherlock S. Disease of the liver and biliary sis- matic hyperbilirubinemia. Uptodate, 2004.
tem. Blackwell Scientific Publ. Londres, 1989. 7. Sherlock S. Overview of chronic cholestasic
3. Fevery J, Blanckaert N. Hiperbilirrubinemia. conditions in adults. Terminology and defini-
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4. Parés A, Rodés J. Colestasis. En: Vilardell F, et 9. Barish MA, Soto JA. MR cholangiopancreato-
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Madrid, 1998:1995-2007. Am J Roentgenol 1997;169:1295-1303.

194
SECCIÓN 2

ESÓFAGO
11 La enfermedad por reflujo
gastroesofágico y sus
complicaciones
Javier Alcedo1, Fermín Mearin2
1
Unidad de Trastornos Motores y Funcionales Digestivos. Unidad Asistencial de Aparato Digestivo
Hospitales de San Jorge y Barbastro. Huesca
2
Servicio de Aparato Digestivo. Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos
Centro Médico Teknon. Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Definir la enfermedad por reflujo
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
gastroesofágico y conocer sus distintas
es un trastorno altamente prevalente, tanto en el
formas de expresión clínica.
ámbito de la atención primaria, como en el entor-
no especializado. Su fisiopatología y clínica son muy ❱❱ Revisar los mecanismos fisiopatológicos
heterogéneas y justifican variadas formas de pre- implicados en su patogenia.
sentación con y sin daño tisular esofágico, reflujo ❱❱ Proporcionar recursos para un
ácido patológico o manifestaciones extraesofági- acercamiento coste-efectivo al manejo de
cas. El impacto de la ERGE sobre la calidad de vida esta entidad y de sus complicaciones.
de los pacientes y el elevado coste que representa
su manejo (incluyendo el seguimiento del esófago
REFERENCIAS CLAVE
de Barrett) justifican la necesidad de realizar un
abordaje efectivo y eficiente basado en la mejor 1. Richter JL. The Many Manifestations
evidencia disponible. of Gastroesophageal Reflux Disease:
Presentation, Evaluation, and Treatment.
Gastroenterol Clin N Am 2007;36:
Definición 577-599.
La definición de Montreal1 concibe la ERGE como 2. Richter JL, Friedenberg FK. Gastroesopha-
“una condición que ocurre cuando el reflujo del geal Reflux Disease. En: Feldman M,
contenido gástrico provoca síntomas molestos o Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger
complicaciones”. Esta definición es poco concreta and Fordtran’s Gastrointestinal And Liver
con respecto a la fisiopatología del problema y a Disease. Pathophysiology/Diagnosis/Ma-
sus consecuencias, pero tiene la ventaja de incluir nagement, 9.ª edition. Saunders Elsevier.
tanto a los pacientes que desarrollan una esofagi- Philadelphia, 2010:705-726.
tis péptica y sus complicaciones, como a aquellos 3. Grupo de trabajo de la guía de práctica
que no han desarrollado lesiones pero manifiestan clínica sobre ERGE. Manejo del paciente
síntomas que deterioran su calidad de vida; y todo con enfermedad por reflujo gastroeso-
ello con independencia de la naturaleza del ma- fágico (ERGE). Guía de Práctica Clínica.
terial refluido (ácido, débilmente ácido, alcalino o Actualización 2007. Asociación Española de
gaseoso). Gastroenterología, Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria y Cen-
Clasificación: síndromes que constituyen tro Cochrane Iberoamericano; 2007. Pro-
grama de Elaboración de Guías de Práctica
la enfermedad Clínica en Enfermedades Digestivas, desde
La ERGE se considera hoy una entidad constituida la Atención Primaria a la Especializada: 1.
por numerosos síndromes de patogenia variada, http://www.guiasgastro.net.
que son diferenciables en función de su modo de

E S Ó FAG O 197
Sección 2. Esófago

presentación clínica (figura 1). El tipo de síntomas sexos, la esofagitis es dos veces más frecuente en
permite establecer la primera distinción entre sín- el varón. A su vez, el esófago de Barrett y el ade-
dromes esofágicos (con manifestaciones del tipo nocarcinoma son 2 y 7 veces más frecuentes en el
pirosis o regurgitación y dolor torácico), y extraeso- hombre que en la mujer, respectivamente. Se han
fágicos (incluyen síntomas laríngeos, respiratorios, observado igualmente diferencias raciales, hasta el
tos, etc.). Otras clasificaciones posibles las aportan punto de que en los EE.UU., los individuos de raza
los signos proporcionados por la endoscopia y los blanca poseen un riesgo de esófago de Barrett y de
hallazgos de la pH-metría convencional de 24 h y la adenocarcinoma 7 y 9 veces superior que los indi-
impedancia esofágica (tabla 1). La endoscopia per- viduos de raza negra. En cuanto a la edad los datos
mite clasificar a los pacientes con ERGE en función no son definitivos pero parece que la ERGE podría
de la presencia o ausencia de esofagitis, mientras ser más prevalente en ancianos, y en todo caso pre-
que la combinación de pH-metría e impedancia senta mayor índice de complicaciones2,5.
determina si el paciente presenta un reflujo ácido
o no ácido patológico, y establece su correlación
con el síntoma. En un grupo aparte se incluye a los
Etiopatogenia
pacientes con “pirosis funcional”, enfermos que La fisiopatología de la ERGE es compleja y obedece
no presentan esofagitis, ni signos de reflujo pato- a un modelo multifactorial en el que parecen estar
lógico, pero que padecen reiteradamente este sín- implicados mecanismos digestivos, respiratorios,
toma. Su calidad de vida puede verse tan alterada neuroendocrinos y psicológicos diversos. Desde un
como la de los individuos con reflujo patológico y/o punto de vista didáctico, deben clarificarse las si-
esofagitis erosiva, y a menudo responden peor al guientes cuestiones:
tratamiento.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico
Epidemiología (RGE)?
En el mundo occidental se estima que entre el 10% El RGE es el escape del contenido gástrico o duode-
y el 30% de la población presenta síntomas típicos nal hacia la luz del esófago a través de un esfínter
de ERGE al menos una vez por semana2. En España esofágico inferior (EEI) incompetente. A lo largo del
la última tasa calculada en población general es del día, todas las personas presentan relajaciones tran-
15%, y en este grupo los síntomas provocan dete- sitorias del EEI, un fenómeno que debe ser consi-
rioro grave de la calidad de vida en 1 de cada 10 pa- derado como fisiológico y que ordinariamente no
cientes3,4. Aunque la ERGE afecta por igual a ambos produce síntomas ni lesiones.

Síndromes esofágicos Síndromes extraesofágicos

Sd. sintomáticos Sd. con lesión Asociación Asociación


esofágica establecida propuesta

- Sd. típico - Esofagitis por reflujo - Faringitis


- Tos por reflujo
- Sd. dolor torácico - Estenosis por reflujo - Sinusitis
- Laringitis por reflujo
por reflujo - Esófago de Barrett - Otitis media
- Asma por reflujo
- Adenocarcinoma recurrente
- Erosión dental por
esofágico - Fibrosis pulmonar
reflujo
ERGE no erosiva idiopática
(60%)
ERGE erosiva y
complicada (35% y 5%) Manifestaciones atípicas

Figura 1. Clasificación actual de la ERGE y su correspondencia con la nomenclatura previa. (Adaptado de referencia 1).

198
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

TABLA 1. Clasificación de la ERGE en función del resultado de las pruebas diagnósticas

EE* ENE‡ con reflujo ERGE con reflujo NO Pirosis funcional


ácido patológico ácido patológico† (sin reflujo patológico)
Endoscopia Patológica§ Normal Normal Normal
pH-metría Anormal Anormal Normal Normal
Impedancia Anormal Anormal Anormal Normal

*
EE: ERGE erosiva.

ENE: ERGE no erosiva.

Incluye los conceptos de reflujo débilmente ácido (pH: 4 a 6,5), alcalino, duodenal y gaseoso. No causa lesión
tisular en esófago.
§
Por endoscopia patológica se entiende aquella que muestra lesiones inflamatorias y/o sugestivas de metaplasia
en esófago distal.

¿Cuándo se produce una esofagitis táneas del EEI (RTEEI) que con una hipotonía
propiamente dicha. Aunque la presencia de
por reflujo? una hernia hiatal por deslizamiento no es una
La esofagitis erosiva por reflujo es la consecuencia condición necesaria para el RGE, la disrupción
de un desequilibrio entre factores agresivos y de- anatómica del anclaje del EEI constituye un fac-
fensivos de la mucosa. Entre los primeros debe ci- tor coadyuvante en algunos casos, habiéndose
tarse la secreción clorhidropéptica y la presencia de relacionado con un aumento de RTEEI y de re-
sales biliares y enzimas pancreáticos. Se ha postula- lajaciones prolongadas tras la deglución, con hi-
do que éstos últimos podrían desempeñar un papel potonía esfinteriana y con formas complicadas
importante en la patogenia del esófago de Barrett de ERGE (figura 2). Finalmente, el retraso en el
y del adenocarcinoma. Debe aclararse que el ácido, vaciamiento gástrico podría favorecer el RGE en
por sí solo, no es el responsable de la lesión muco- algunos pacientes, especialmente si el vacia-
sa, sino un factor permisivo necesario para la acti- miento está seriamente comprometido como
vación de la pepsina. La acción proteolítica de esta ocurre en la estenosis pilórica o en la diabetes
última explica la solución de continuidad que apa- con disautonomía avanzada.
rece en la mucosa. Aunque no se ha demostrado
❱❱ El aclaramiento esofágico del ácido es la capa-
una buena correlación entre la magnitud de la se-
cidad del órgano para eliminar el volumen re-
creción gástrica de ácido y la severidad de las lesio-
fluido y restaurar el pH esofágico normal tras un
nes, es obvio que en algunas condiciones (por ej.:
episodio de reflujo. Depende de una adecuada
síndrome de Zollinguer-Ellison), la hipersecreción
ácida juega un papel determinante. Los elementos peristalsis, del efecto de la gravedad y de una
defensivos incluyen la barrera antirreflujo, el acla- adecuada secreción salivar. El aclaramiento
ramiento esofágico y los factores defensivos intrín- esofágico es importante porque condiciona la
secos del epitelio. Se detalla a continuación cada duración de los episodios de reflujo. De hecho,
uno de ellos, así como los diferentes mecanismos el tiempo que la mucosa permanece expuesta a
que pueden desbordarlos y dar lugar a la ERGE6,7. los efectos de la secreción ácido-péptica es más
importante que la frecuencia de los episodios
❱❱ La barrera antirreflujo está constituida por una de RGE en la patogenia de la esofagitis.
zona de alta presión (10-30 mmHg) localizada
en la unión esófago-gástrica que opone una re- ❱❱ Los factores defensivos epiteliales incluyen
sistencia natural al RGE. En algunas entidades una serie de elementos morfológicos y fisio-
como la esclerodermia existe una hipotonía lógicos que impiden la retrodifusión de hidro-
del EEI que justifica la presencia de un reflujo geniones. Todo ello depende de un adecuado
significativo. Sin embargo, en la mayoría de los flujo sanguíneo, de una correcta salivación, de
pacientes con ERGE la patogenia de la enfer- la integridad de las “tight junctions” (uniones
medad se relaciona más con un incremento en estrechas intercelulares) y de la producción de
el número de relajaciones transitorias espon- moco y bicarbonato por las células epiteliales.

199
Sección 2. Esófago

Ligamento frenoesofageal
Cruce cardioesofageal Esófago abdominal
Cardias

Diafragma

Estómago

Saco peritoneal Ligamento frenoesofageal


Ligamento frenoesofageal atenuado
Fundus
normal
Peritoneo
Peritoneo parietal

Esófago abdominal Pleura parietal


Cardias
Peritoneo visceral

Figura 2. Hernia hiatal por deslizamiento y hernia parahiatal.

Los AINE deterioran estos mecanismos al inhibir ¿Qué factores ambientales se han
la producción local de prostaglandinas con efec-
to mucoprotector.
relacionado con la aparición de
síntomas por reflujo?
¿Cuál es la patogenia de las
La obesidad central, propia de los varones, se ha
manifestaciones extraesofágicas y del asociado a mayor frecuencia y severidad del reflu-
dolor torácico? jo, lo que podría explicar que complicaciones como
La fisiopatología en estos casos es compleja y la vin- el esófago de Barrett y el adenocarcinoma sean
culación etiopatogénica con el reflujo es cuestiona- más prevalentes en el sexo masculino9. Algunos ali-
ble en muchos casos, especialmente en ausencia mentos, ciertos hábitos y determinados fármacos
de sintomatología típica. La tos podría deberse a contribuyen a disminuir la presión del EEI favore-
una irritación de la laringe por la secreción ácida, ciendo el RGE (tabla 2).
a fenómenos de aspiración del tracto respiratorio
inferior y/o a hipersecreción de moco mediada por ¿Juega algún papel el Helicobacter
el vago. Pero a su vez la tos, que suele responder de pylori?
forma deficiente o tardía al tratamiento antisecre-
tor, podría estar vinculada al reflujo por procesos Los estudios epidemiológicos poblacionales su-
centrales y ser causa y no consecuencia del mismo. gieren un papel protector de la infección por He-
El asma se explicaría por la acción aislada o conjun- licobacter pylori (Hp) en la ERGE, e incluso en
ta de tres mecanismos; un reflejo mediado por el complicaciones tales como el esófago de Barrett
vago y precipitado por la presencia de ácido en el y el adenocarcinoma esofágico. Sin embargo un
esófago distal, un aumento de la reactividad bron- reciente metaanálisis que incluyó ensayos de alta
quial y/o la microaspiración del contenido gástrico8. calidad metodológica no pudo demostrar una ma-
El dolor torácico debido al reflujo podría deberse a yor incidencia de ERGE en pacientes sometidos a
contracciones sostenidas de la fibra longitudinal o terapia erradicadora eficaz10. Por lo tanto, no existe
ser el resultado de una hipersensibilidad visceral. evidencia suficiente que sustente la necesidad de

200
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

TABLA 2. Alimentos, hábitos y fármacos que pueden TABLA 3. Manifestaciones clínicas de la ERGE
provocar disfunción del EEI

❱❱ Alimentos. ❱❱ Síntomas típicos.


• Grasas. • Pirosis.
• Dulces. • Regurgitación.
• Chocolate. ❱❱ Síntomas atípicos.
• Cebolla. • Tos.
• Especias. • Disfonía.
• Menta. • Asma.
• Bebidas carbonatadas. • Dolor torácico.
• Cítricos. ❱❱ Síntomas de alarma.
• Cafeína. • Disfagia.
• Alcohol. • Odinofagia.
❱❱ Hábitos. • Pérdida de peso.
• Tabaquismo. • Anemia.
• Ingestas voluminosas. • Hematemesis o melenas.
• Comer deprisa. ❱❱ Manifestaciones atípicas asociadas a los efectos
• Ejercicio físico intenso. del RGE 1.
• Decúbito postprandial. • Laringitis péptica.
• Decúbito lateral derecho. • Neumonitis.
• Anteflexión del tronco. • Sinusitis.
❱❱ Fármacos. • Laringoespasmo.
• Benzodiacepinas. • Caries.
• Anticolinérgicos. • Faringitis.
• Agonistas b. • SAOS.
• Antagonistas a. • Otitis.
• Calcioantagonistas. • Rinitis.
• Dopamina. ❱❱ Otros síntomas gastrointestinales frecuentemente
• Teofilina (aminofilinas). observados en los pacientes con ERGE2.
• Nitratos. • Sialorrea.
• Serotonina. • Hipo.
• Morfina. • Eructación.
• Prostaglandinas E2 e I2. • Náuseas.
• Alendronato. • Vómitos.
• Progesterona. • Dolor epigástrico.
• Secretina. • Alteraciones del ritmo intestinal.

1
Requieren un alto índice de sospecha clínica para
relacionar su patogenia con los efectos del RGE.
un cambio de actitud en el manejo de la infección 2
Síntomas característicos de otros trastornos
por Hp en estos enfermos. funcionales digestivos, incluyendo dispepsia
funcional e intestino irritable, con los que existe
solapamiento.
Manifestaciones clínicas
En primer lugar, se ha de tener en cuenta que la
pacientes con pirosis presentan manifestaciones
severidad de la sintomatología (típica o atípica) no
extraesofágicas relacionadas con el reflujo. Un lis-
es un buen predictor de la intensidad del reflujo, ni
tado de todos estos síntomas y manifestaciones se
de la existencia de lesiones. Sin embargo, la apa-
expone en la tabla 3. A continuación se definen y
rición de la denominada clínica de alarma sí pue-
comentan algunos de los más importantes:
de orientar de manera fiable hacia la presencia de
una complicación, y obliga a la realización de una ❱❱ Pirosis: sensación de ardor o quemazón que as-
endoscopia digestiva. Otro hecho de singular im- ciende desde el estómago hacia el cuello. Junto
portancia es que aproximadamente un tercio de los con la regurgitación es el síntoma más frecuente

201
Sección 2. Esófago

de la ERGE. Se estima que cuando ambos están cluyendo la dispepsia funcional y el síndrome del
presentes la probabilidad de que el paciente intestino irritable, entidades que han sido tratadas
presente un reflujo ácido patológico es del 70%. en otras secciones de esta obra.
❱❱ Regurgitación: retorno sin esfuerzo del conteni-
do gástrico al esófago, o incluso hasta la boca. Calidad de vida en la ERGE
❱❱ Disfagia esofágica: dificultad para la deglución La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS)
a lo largo del órgano. Cuando es intermitente, es un concepto que enfatiza el modo en que la en-
e indistintamente para líquidos y para sólidos, fermedad es percibida por el paciente y las con-
sugiere un origen motor; mientras que cuando secuencias que de ella se derivan en su entorno
es progresiva y exclusiva para sólidos obliga a sociolaboral, afectivo y personal. Hoy en día existen
descartar una causa mecánica (estenosis). cuestionarios (tabla 4) que permiten mensurar to-
das estas dimensiones y evaluar no solo el impacto
❱❱ Odinofagia: dolor con la deglución. Si aparece
de la enfermedad sobre la CVRS sino también el
en zona retroesternal suele traducir la presencia
resultado de las distintas opciones terapéuticas.
de ulceración.
Este último aspecto resulta primordial, en los casos
❱❱ Dolor torácico de causa esofágica: puede ser de ERGE sin lesiones endoscópicas. Distintos estu-
indistinguible del coronario, e incluso no es dios coinciden en señalar que la CVRS es peor en
infrecuente que coexistan. Por lo tanto es im- los pacientes con ERGE que en la población gene-
portante recordar que la demostración de un ral, y también, en algunas dimensiones, cuando se
reflujo gastroesofágico no excluye por sí misma compara con otras enfermedades altamente pre-
la existencia de isquemia miocárdica. valentes como la diabetes mellitus, la hipertensión
arterial, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia
❱❱ Síntomas y manifestaciones respiratorias: son
cardiaca e incluso la depresión. Es un hecho bien
muy variados y enormemente prevalentes. Para
contrastado que la ERGE puede interferir con el
el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
sueño nocturno y ocasionar una pérdida de pro-
existen estudios de calidad que avalan la asocia-
ductividad laboral. El grado de lesión mucosa o la
ción con el reflujo, sin embargo, la evidencia de
presencia de esófago de Barrett no parecen ser
la asociación es más débil para la tos crónica, la
determinantes en el grado de deterioro de CVRS re-
laringitis y la disfonía11.
ferido por el paciente. Sin embargo, otros factores
A menudo, los pacientes con ERGE presentan sín- como el sexo femenino, la obesidad, la intensidad
tomas propios de otros trastornos funcionales, in- con que se perciben los síntomas, la presencia de

TABLA 4. Principales cuestionarios de calidad de vida relacionada con la salud en la ERGE

❱❱ Genéricos
SF-36 Medical Outcomes Study Short-Form-36 Health Survey
SIP Sickness Impact Profile
PGWB Psychological General Well-Being index
❱❱ Específicos para síntomas gastrointestinales
GSRS Gastrointestinal Sympton Rating Scale
GIQLI Gastrointestinal Quality of Life Index
❱❱ Específicos para ERGE
GERD-HRQL GastroEsophageal Reflux Disease-Health-Related Quality-Of-Life
GORQ Gastro-Oesophageal Reflux Questionnaire
HBQOL Heart- Burn-Specific Quality of Life
QOLRAD Quality of Life in Reflux and Dispepsia
RQLS Reflux Quality of Life Score (Reflux Questionnaire)
Reflux-Qual Quality of Life Questionnaire in Gastroesophageal Reflux

202
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

clínica nocturna y el estrés psicológico parecen ju- ❱❱ La hemorragia digestiva derivada de la ERGE
gar un papel más relevante12. suele ser leve, aunque sostenida en el tiempo.
Habitualmente se manifiesta por el hallazgo de
una anemia microcítica y/o la positividad de un
Historia natural y complicaciones estudio de sangre oculta en heces. Raramente
Inicialmente se ha de considerar a la ERGE como debuta como melenas o hematemesis.
una enfermedad crónica de curso benigno y patrón ❱❱ El esófago de Barrett (EB) supone una susti-
clínico recurrente. Es controvertido que el grado de tución del epitelio escamoso que recubre el
lesión tisular sea estable en el tiempo. Aunque exis- esófago normal por otro columnar especiali-
ten datos discordantes, parece que la mayor parte zado, de tipo intestinal. Obedece a un reflujo
de los pacientes sin esofagitis en el momento del gastroesofágico grave y de larga evolución, en
diagnóstico no la desarrollarán nunca, pocos de los el que parece poseer un papel determinante
que presentan lesiones sufrirán un agravamiento el contenido bilio-pancreático. Además, suelen
de las mismas en el futuro y una parte sustancial presentar disfunción esfinteriana y descenso en
de los que presentaron lesión tisular al inicio del la amplitud de las ondas peristálticas esofágicas
cuadro regresarán hacia formas no erosivas. Sin de forma más acusada que el resto de pacien-
embargo, en un porcentaje de los casos, que varía tes con reflujo pero sin metaplasia. Su princi-
según diferentes estudios (0-25%)13 y según el fe- pal interés estriba en su capacidad de generar
notipo con el que debuta la enfermedad (ERGE no cambios displásicos que conducen a la aparición
de un adenocarcinoma. La prevalencia de esta
erosiva, esofagitis o esófago de Barrett) se produce
lesión premaligna en sujetos sintomáticos (con
una progresión de la enfermedad y pueden surgir
pirosis) es de un 4% para segmentos superiores
complicaciones.
a 3 cm (EB largo) y de un 15% para segmentos
❱❱ La úlcera péptica esofágica es la complicación de menor longitud (EB corto), aunque la presen-
más frecuente. Suele asentar en el tercio infe- cia de estos últimos podría ser independiente
rior, sobre islotes de mucosa metaplásica, y se de la existencia de síntomas. En población no
caracteriza por ser bastante más profunda que seleccionada la prevalencia de EB oscila entre el
las que asientan sobre epitelio escamoso. Esta 1% y el 7%. El riesgo de adenocarcinoma en es-
particularidad le confiere la capacidad de cau- tos pacientes es 40-50 veces superior que en el
resto de la población, estimándose que el 0,5%
sar hemorragias graves, e incluso de perforar la
maligniza anualmente14 (figura 3).
pared del órgano.
❱❱ El adenocarcinoma esofágico y/o de de la
❱❱ La estenosis péptica esofágica se produce cuan- unión esófago-gástrica ha incrementado nota-
do el reflujo ácido es grave y prolongado. En las blemente su incidencia en las últimas décadas.
fases iniciales se debe sobre todo al edema Se admite que más de la mitad de los adenocar-
mucoso y al espasmo asociado, pero cuando el cinomas de la unión, y prácticamente la totali-
proceso inflamatorio alcanza la submucosa, se dad de los esofágicos asientan sobre segmentos
produce una estenosis fibrótica anular. Clínica- metaplásicos, por lo que la secuencia de malig-
mente se manifiesta por la aparición de disfagia nización mayoritariamente aceptada es reflu-
mecánica y por la mejoría de la pirosis. jo → esofagitis → e. de Barrett → displasia →

A B C D

Figura 3. Esófago de Barrett largo (A) vs. corto (B) y circunferencial (C) vs. longital (D).

203
Sección 2. Esófago

carcinoma. Varios estudios poblacionales y un sensibilidad es del 75-80%, y su especificidad


metaanálisis reciente15 han demostrado que la del 55-85%, si bien el mayor valor diagnóstico
clínica de reflujo frecuente, grave y de larga evo- del test se alcanza con dosis altas de IBP y en
lución es un importante factor de riesgo para el ensayos sobre pirosis o dolor torácico. En todo
desarrollo de adenocarcinoma esofágico. caso, se considera de primera elección en los
pacientes sin clínica de alarma que presenten
Diagnóstico tanto sintomatología típica como atípica.

En la ERGE no existe una exploración considerada ❱❱ Endoscopia digestiva alta (EDA): posee una
como patrón de referencia (“gold standard”) para baja sensibilidad en el diagnóstico de ERGE,
el diagnóstico de certeza. La principal herramienta aunque resulta de elección para determinar
disponible es la realización de una historia clínica la presencia de esofagitis. Sus hallazgos no se
completa. Hoy en día se considera que la presen- correlacionan con la intensidad de la clínica
cia de síntomas típicos (pirosis y/o regurgitación) percibida por el paciente. Su indicación es in-
es suficiente para establecer el diagnóstico clínico cuestionable cuando existen síntomas o signos
de la enfermedad y, por lo general, no es preciso de alarma y recomendable si se interpreta que
recurrir a exploraciones complementarias antes el paciente va a requerir un tratamiento pro-
de iniciar el tratamiento. Cuando el paciente pre- longado o cuando éste fracasa, pero no debe
senta síntomas de alarma es obligado recurrir al recomendarse de forma sistemática a todos los
examen endoscópico para excluir la presencia de pacientes con síntomas de ERGE. Las lesiones
una complicación. En caso de que el paciente sea endoscópicas se estratifican según su gravedad
valorado por síntomas atípicos y/o manifestaciones
mediante el empleo de diversas clasificaciones.
extraesofágicas es recomendable llevar a cabo al-
Las más empleadas son la de Savary-Miller y la
gunas pruebas diagnósticas para certificar que los
de Los Ángeles, que posee menor variabilidad
síntomas guardan una relación inequívoca con el
interobservador (tabla 5, figura 4).
reflujo. A continuación se detallan las principales
pruebas disponibles, así como sus indicaciones16-18.
❱❱ Cuestionarios de valoración sintomática: se han
validado cuestionarios para el diagnóstico de la
ERGE y su gravedad, en atención primaria y espe-
cializada. Su utilidad diagnóstica es moderada,
con valores predictivos similares o inferiores a
los que proporciona la mera opinión clínica del
médico de familia o del gastroenterólogo.
❱❱ Tratamiento de prueba con IBP: consiste en la
administración durante 2 a 4 semanas (hasta
12 semanas para algunas manifestaciones ex-
traesofágica) de un IBP a dosis estándar o supe-
rior, para valorar la respuesta clínica al mismo.
Con la pH-metría como patrón de referencia su Figura 4. Esofagitis grave (clase D de Los Ángeles).

TABLA 5. Clasificaciones endoscópicas de la ERGE

Savary-Miller (1977) Los Ángeles (1999)

I. Eritema o erosión única o múltiple no confluente A. Una o más erosiones mucosas < 5 mm que no se
II. Erosiones confluentes, no circunferenciales extienden entre dos pliegues mucosos
III. Lesión circunferencial B. Ídem con tamaño > 5 mm
IV. Lesiones crónicas: úlceras, estenosis, metaplasia C. La lesión supera el espacio entre dos pliegues,
cilíndrica y braquiesófago pero no el 75% de la circunferencia
D. La lesión afecta a más del 75% de la circunferencia

204
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

❱❱ pH-metría de 24 horas: no es una exploración de anomalías motoras que pudieran invalidar el


suficientemente sensible para obtener el califi- diagnóstico.
cativo de “patrón oro” en el diagnóstico de la
De acuerdo a la evidencia actual, un esquema de
ERGE, aunque resulta muy útil para conocer si
manejo diagnóstico recomendado para el manejo
los síntomas se correlacionan con los episodios
de la ERGE se expone en la figura 5.
de reflujo ácido. El registro puede realizarse
mediante un catéter habitualmente introducido
a través de una fosa nasal, o bien mediante un Tratamiento
sistema de cápsula con electrodo anclada en-
En general, en el tratamiento de la ERGE se persi-
doscópicamente en el esófago, que transmite
gue un cuádruple objetivo:
mediante ondas de radiofrecuencia los datos de
pH a un receptor externo (sistema Bravo). Está ❱❱ Control de la sintomatología.
indicada en los casos refractarios al tratamiento
❱❱ Curación de las lesiones.
y con EDA negativa, y como paso previo a la rea-
lización de cirugía antirreflujo, o si reaparece la ❱❱ Prevención de la recidiva y de las complicacio-
clínica tras la misma. También se recomienda en nes.
los pacientes con síntomas o atípicos, aunque
❱❱ Evitar la progresión hacia displasia y adenocarci-
en este caso debiera ir precedida de una endos-
noma.
copia. Los casos con laringitis péptica a menu-
do requieren una pH-metría con catéter de dos Aunque la terapia óptima debería cumplir todas es-
electrodos, uno de ellos en la hipofaringe, para tas premisas, no todos los tratamientos disponibles
demostrar la presencia de reflujo a este nivel. logran el cumplimiento de estos objetivos en todos
los pacientes. Se detallan las más importantes:
La combinación del registro de pH con la me-
dición de la impedancia esofágica intraluminal
aporta teóricas ventajas sobre la pH-metría ais-
Medidas higiénico-dietéticas
lada convencional ya que es capaz de diagnos- Incluyen una serie de consejos (se recogen en la
ticar además de los episodios de reflujo ácido tabla 6) de frecuente recomendación entre el co-
(pH <4), otros de reflujo débilmente ácido lectivo médico y que, sin embargo, poseen en su
(pH entre 4 y 7) e incluso alcalino (pH >7), di- gran mayoría un carácter empírico, contándose con
ferenciando además entre contenidos líquido evidencias científicas débiles o no concluyentes
y gaseoso. A su vez los eventos pueden corre- acerca de su verdadera utilidad17. Parece razona-
lacionarse con la presencia de síntomas. Estas ble por tanto, no ser excesivamente tajante en las
prestaciones convierten a la prueba en el mé- restricciones dietéticas y solo recurrir a las mismas
todo más sensible para el diagnóstico del reflu- en subgrupos de pacientes en los que, por ejem-
jo gastroesofágico tanto con síntomas típicos plo, hay clara relación entre la aparición de la clí-
como atípicos; sin embargo su verdadera utili- nica de reflujo y el aumento del peso corporal, o
dad clínica aún no ha sido bien definida. la ingesta de determinados alimentos o fármacos.
Para la modificación de ciertos hábitos higiénicos
❱❱ Radiología con contraste: posee muy baja sen-
el colectivo que probablemente obtenga el mayor
sibilidad y especificidad, salvo para la detección
beneficio sea el de sujetos con reflujo nocturno o
de una estenosis péptica.
favorecido por el decúbito, gracias a medidas como
❱❱ Manometría esofágica: no está indicada en la la elevación de la cabecera de la cama, practicar ce-
evaluación de la ERGE no complicada, pero sue- nas ligeras, o evitar acostarse inmediatamente tras
le recomendarse para documentar la adecuada la ingesta.
peristalsis esofágica antes de realizar una ciru-
gía antirreflujo. Para este fin puede ser de uti- Fármacos
lidad añadir la determinación de la impedancia
Antiácidos y alginatos
para evaluar el tránsito del bolo alimenticio por
el esófago. Otros posibles usos de la manome- Actúan neutralizando la secreción ácida y creando
tría en el estudio de la ERGE son la localización un efecto barrera entre el contenido refluido y la
del EEI previa a una pH-metría y descartar en mucosa esofágica. En general son menos eficaces
algunos casos de pirosis funcional la presencia que los antisecretores, aunque la asociación de

205
Sección 2. Esófago

Síntomas de ERGE sin datos de alarma

Test empírico IBP (dosis estándar o superior, 1 a 4 semanas)

Sí No
Clínica persistente

Diagnóstico clínico de ERGE


Implementar test IBP
Asegurar cumplimiento, aumentar dosis de IBP
o cambiar tipo de IBP

Tratamiento
Clínica persistente No

Endoscopia* Patológica ERGE no erosiva


(vs. otros diagnósticos)
Normal

pH-metría de 24 h y/o Patológica Diagnóstico de certeza


pH-impedancia con IBP §
de ERGE
Normal
Síntomas no atribuibles a ERGE
o pirosis funcional

*La realización de endoscopia tras el fallo del tratamiento de prueba con IBP en pacientes con clínica
atípica es controvertida, aunque en general suele recomendarse antes de realizar pH-metría o pH-impe-
dancia, y tras suspender el IBP, especialmente si los síntomas son ORL. En estos casos se ha descrito una
frecuencia de esofagitis del 46% [Poelmans J, Tack J. Gut 2005(54):1492-9].
§
La combinación de pH-impedancia hallándose el paciente en tratamiento con IBP ha demostrado au-
mentar el rendimiento diagnóstico con respecto a la pH-metría convencional en un 46% en los casos con
síntomas típicos y/o atípicos refractarios [Mainie et al. Gut 2006;55(10):1398-402].

Figura 5. Estrategia general de manejo diagnóstico propuesta para el paciente con síntomas típicos o atípicos de ERGE, en
ausencia de síntomas de alarma.

antiácido y alginato podría ser superior en la re- Sucralfato


solución de los síntomas a los anti-H2 empleados
a demanda19. Su indicación se ciñe al control sin- Ejerce un efecto citoprotector local uniéndose a los
tomático en los casos leves y al alivio de la clínica ácidos biliares y a la pepsina además de facilitar la
que pueda aparecer de forma esporádica, mientras cicatrización de las lesiones. No posee indicación
el paciente es tratado con otros fármacos. Algunos específica en la ERGE, aunque pudiera ser de uti-
expertos, considerando la frecuente utilización de lidad en casos en los que interese tratar de forma
antiácidos fuera de prescripción y también el alivio específica el reflujo alcalino.
añadido que puede proporcionar su administración Antisecretores
a demanda, sugieren su indicación ocasional como
terapia adyuvante a los IBP, con el objetivo de me- Dentro de este grupo se incluyen los antagonistas
jorar el control de los síntomas típicos en casos en de los receptores de la histamina 2 (anti-H2) y los
los que el antisecretor presente pérdidas esporádi- inhibidores de la bomba de protones (IBP). En ge-
cas de eficacia. neral son fármacos seguros y eficaces.

206
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

TABLA 6. Recomendaciones higiénico-dietéticas en la ERGE TABLA 7. Recomendaciones para optimizar el efecto


terapéutico de los IBP en la ERGE refractaria
❱❱ Evitar comidas copiosas.
❱❱ Asegurar la adherencia al tratamiento.
❱❱ Evitar exceso de grasas, cacao, chocolate, dulces,
cebolla y especias. ❱❱ Aumentar dosis (dosis doble o superior).
❱❱ Controlar el sobrepeso. ❱❱ Administrar al menos la primera dosis antes del
desayuno.
❱❱ Evitar el tabaco y el alcohol de alto grado.
❱❱ Cambiar de IBP (empleo de isómeros o de IBP con
❱❱ Disminuir la ingesta de café, cítricos y bebidas
metabolismo más lento o con mayor rapidez de
carbónicas.
acción).
❱❱ Considerar el efecto negativo de ciertos fármacos en
❱❱ Realizar modificaciones higiénico-dietéticas.
los pacientes con ERGE (xantinas, sedantes, calcio-
antagonistas, nitritos, anticolinérgicos, b-agonistas, ❱❱ Suplementar con antiácidos, procinéticos, sucralfato,
a-antagonistas, etc.). anti-H2 (dosis nocturna) y baclofeno. Para su indicación
es conveniente conocer el mecanismo que produce la
❱❱ Evitar ejercicio físico intenso.
refractariedad (reflujo ácido residual, reflujo no ácido,
❱❱ Evitar el decúbito en las 1-2 horas postingesta. retraso en el vaciamiento gástrico, etc.).
❱❱ Dormir sobre el lado izquierdo y con la cabecera ❱❱ Introducir fármacos que modulan la percepción
elevada. visceral (antidepresivos tricíclicos e inhibidores de
la recaptación de serotonina). Especialmente indica-
dos cuando se sospecha una pirosis funcional.
❱❱ Anti-H2: son menos eficaces que los IBP en el
control sintomático y en la resolución de la eso-
fagitis, así como en la prevención de recidivas y estándar durante 4 semanas (doblar la dosis y
complicaciones17. Mantienen su indicación como prolongar otras 4 semanas si no responde) y
alternativa válida en las formas con sintomato- continuar con un tratamiento de mantenimien-
logía leve, y asociados a un IBP cuando existen to basado en IBP a demanda o intermitente.
síntomas nocturnos persistentes20. Hay que seña- Si la necesidad de tratamiento intermitente
lar que su eficacia no mejora al superar la dosis es superior a 3 ciclos anuales, una alternativa
estándar (300 mg/d de ranitidina, 40 mg/d de puede ser la administración de una terapia de
famotidina, 800-1.000 mg/d de cimetidina, 300 mantenimiento a la menor dosis que resulte
mg/d de nizatidina, y 150 mg/d de roxatidina). eficaz para el control sintomático.
❱❱ IBP: son eficaces tanto en su administración a
■■ En la ERGE complicada (esofagitis grave) se
demanda, como de forma continua o intermi-
recomienda emplear dosis dobles de IBP du-
tente, y con carácter empírico21. Sus tasas de cu-
rante 8 semanas, y continuar con una terapia
ración mucosa inicial son próximas al 90%, pero
de mantenimiento a dosis estándar o inferior,
la resolución completa de los síntomas cuando
en función del control sintomático.
se emplean dosis estándar solo se alcanza en
el 60-70% de los casos22. Las moléculas que ■■ En la ERGE no erosiva la efectividad del tra-

constituyen este grupo, y las dosis estándar de tamiento antisecretor es inferior con res-
las mismas son: omeprazol 20 mg/d, lansopra- pecto a las formas con esofagitis. En caso de
zol 30 mg/d, rabeprazol 20 mg/d, pantoprazol refractariedad a la dosis estándar de IBP es
40 mg/d y esomeprazol 40 mg/d. En algunos adecuado incrementar la dosis y prolongar su
estudios, esomeprazol ha demostrado ser supe- periodo de administración, o cambiar de IBP.
rior a omeprazol, si bien debe subrayarse la ne- Si estas medidas no obtienen respuesta debe
cesidad de incluir series muy largas de pacientes plantearse la posibilidad de que el paciente
para detectar estas diferencias. Las pautas e in- padezca una pirosis funcional22.
dicaciones establecidas para el empleo de IBP ■■ En pacientes con ERGE bien definida (endos-
en la ERGE son las siguientes: copia o pH-metría/pH-impedancia patológi-
■■ En la ERGE típica no complicada con síntomas cas), pero refractaria a IBP, debe optimizarse
leves puede ser adecuado informar sobre re- el tratamiento mediante una serie de medi-
comendaciones higiénico-dietéticas y emplear das que se recogen en la tabla 7. Si éstas no
IBP a demanda. Si los síntomas son ya modera- obtienen el resultado deseado, se procederá
dos, lo más coste-efectivo es dar un IBP a dosis a una reevaluación diagnóstica que incluya

207
Sección 2. Esófago

nueva endoscopia (especialmente si existía ❱❱ Agentes antirreflujo: su acción se basa en con-


esofagitis previa) y/o nuevos registros de pH- trarrestar los mecanismos fisiopatológicos que
metría o pH-impedancia bajo tratamiento an- generan el reflujo. El baclofeno es un agonista
tisecretor, e incluso estudios de motilidad y de los receptores para el GABA capaz de incre-
vaciamiento gástrico20,22. Esta actitud permite mentar la presión del EEI y reducir el número de
conocer el mecanismo responsable del fallo eventos de reflujo, tanto ácido como no ácido.
del IBP y seleccionar pacientes subsidiarios Los cannabinoides reducen el número de rela-
de nuevas terapias médicas (por ej.: baclofe- jaciones transitorias del EEI. Ambos han visto
no), o de cirugía antirreflujo. limitada su aplicación por sus efectos adversos
■■ En el esófago de Barrett los IBP podrían
sobre el sistema nervioso central20.
poseer algún efecto protector frente a la ❱❱ Moduladores de la sensibilidad visceral: no
degeneración neoplásica, aunque no se ha existen evidencias suficientes que permitan re-
demostrado que su empleo comporte una comendar su empleo generalizado en la ERGE.
reducción en el riesgo de adenocarcinoma23. Se piensa que los pacientes con pirosis funcio-
Se desconoce cuál es la dosis adecuada de nal podrían beneficiarse de este heterogéneo
antisecretor en estos casos, ya que aquella grupo farmacológico que incluye, entre otros,
capaz de controlar los síntomas típicos no antidepresivos tricíclicos, trazodona, e inhibido-
suele ser suficiente para normalizar el pH res de la recaptación de serotonina.
esofágico y aún menos puede evitar el reflujo
❱❱ Quimioprevención: la asociación de Aspirina®
no ácido y duodenal que se han implicado en
o AINE y antisecreción enérgica ha demostra-
la patogenia de la metaplasia y la displasia. La
do ser capaz de inhibir la proliferación celular
tendencia actual es la de proponer dosis altas
en el esófago de Barrett. Datos preliminares
de IBP ya que algunos estudios sugieren que
con antioxidantes sugieren su beneficio sobre
una supresión intensa y mantenida del ácido la prevención del daño mucoso provocado por
disminuye la progresión hacia displasia24. el reflujo biliar20. Todavía es prematuro llevar a
■■ En los casos con clínica atípica se ha reco- cabo una recomendación firme en este campo.
mendado el empleo de dosis doble de IBP Cirugía
durante largos periodos de tiempo (más de
12 semanas), pero recientes revisiones siste- La funduplicatura total o parcial constituye una
máticas y ensayos randomizados24 ponen en alternativa al tratamiento médico en grupos selec-
duda le efectividad de este manejo, especial- cionados de pacientes. Su efectividad es similar o
mente en ausencia de clínica típica asociada. incluso superior al tratamiento médico en términos
de control sintomático, de curación de esofagitis,
❱❱ Procinéticos: actúan estimulando la motilidad y de calidad de vida medida al año de la interven-
esófagogástrica, aumentando el tono y redu- ción25. La posibilidad de realizar la intervención por
ciendo las relajaciones transitorias del EEI, y en vía laparoscópica comporta ventajas añadidas en
algún caso también modificando el flujo y com- términos de ahorro de costes, días de estancia hos-
posición de la saliva y la secreción de bicarbona- pitalaria y tiempo de incorporación al trabajo26. Sus
to por las glándulas esofágicas. La cisaprida es indicaciones con mayor consenso son7:
el fármaco mejor estudiado. Posee una eficacia
similar a los anti-H2, pero su uso ha sido restrin- ❱❱ Pacientes jóvenes con buena respuesta sinto-
mática a tratamiento farmacológico pero que, o
gido por la aparición de efectos adversos gra-
bien prefieren la cirugía a la opción de un trata-
ves cardiovasculares. El tegaserod, un agonista
miento médico crónico, o bien son intolerantes
parcial de receptores 5-HT4, con efecto sobre la
a éste.
motilidad y citoprotector también fue retirado
del mercado por razones de seguridad20. El resto ❱❱ Síntomas persistentes debidos a regurgitación,
de procinéticos (cinitaprida, levosulpirida, cle- y especialmente si aparecen complicaciones
boprida, metoclopramida, domperidona y ma- respiratorias.
crólidos como la eritromicina) han sido insufi-
❱❱ Estenosis pépticas esofágicas recurrentes en in-
cientemente evaluados, aunque pudieran tener
dividuos jóvenes.
indicación, asociados a un IBP, en el subgrupo
de pacientes con predominio de la regurgitación Sin embargo, la morbilidad de este tipo de ciru-
y con retraso del vaciamiento gástrico. gía –imposibilidad para eructar o vomitar, disfagia,

208
11. La enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones

saciedad precoz– se sitúa en torno al 10-20% y la resultados concluyentes sobre su eficacia a largo
mortalidad es aproximadamente del 0,5%. En algu- plazo se consideran alternativas válidas a la esofa-
nas series, al cabo de 5 años más del 50% de los guectomía en el tratamiento de la displasia de alto
pacientes requieren nuevamente fármacos antise- grado y el adenocarcinoma superficial del esófago.
cretores27. Por estos motivos debe subrayarse la ne- Se precisan más estudios para avalar su aplicación
cesidad de que el abordaje quirúrgico sea llevado a sistemática en pacientes con EB sin displasia31.
cabo por un grupo con experiencia.
En lo que se refiere a los pacientes con EB, com- Seguimiento
parado con el tratamiento médico la funduplica- La ERGE no complicada no se considera subsidiaria
tura no ha demostrado firmemente ser capaz de de seguimiento endoscópico periódico. El segui-
mejorar la tasa global de degeneración neoplásica, miento solo debe ser clínico salvo que aparezcan
aunque pudiera obtener ventaja en el subgrupo de síntomas de alarma o refractariedad al tratamien-
pacientes en los que la intervención es eficaz y con- to. La relación entre coste y efectividad no justifica
sigue un control mantenido del reflujo20. Finalmen- la realización de esofagoscopias periódicas para
te, la esofaguectomía es una opción a considerar evaluar el posible asiento de un esófago de Barrett
ante el hallazgo de displasia de alto grado (DAG), o de un adenocarcinoma32. La presencia de esteno-
especialmente si ésta es multifocal, debido a que sis y/o úlceras profundas en el esófago, obliga, sin
las posibilidades de degeneración carcinomatosa embargo a la realización de endoscopias periódicas
en este subgrupo son superiores al 50%. Ahora hasta la resolución de la lesión, con toma de biop-
bien, la elevada morbilidad y mortalidad del pro- sias repetidas para el despistaje de malignidad6.
cedimiento (40-50% y 2-15%, respectivamente)28
desaconsejan su aplicación cuando el equipo qui- Se discute hoy en día si resulta “rentable” el segui-
rúrgico posee escasa experiencia y existen alterna- miento endoscópico de los pacientes con esófago
tivas de tratamiento endoscópico. La cirugía será de Barrett sin signos de displasia. Las guías de con-
inevitable cuando se produzca un fallo en la terapia senso proponen que se efectúe, con independencia
endoscópica o se constate la presencia de invasión de la longitud del segmento metaplásico, cada 3-5
submucosa profunda o metástasis linfáticas. años en ausencia de displasia, cada 6-12 meses si
existe displasia de bajo grado, y en un plazo inferior
a 3 meses si se ha detectado una displasia de alto
Tratamiento endoscópico
grado33 (figura 6).
La dilatación endoscópica de una estenosis péptica
constituye un procedimiento rutinario en la ma-
yoría de las Unidades de Endoscopia. Para el tra-
Resumen y conclusiones
tamiento del reflujo se han ensayado una amplia La ERGE es una enfermedad que produce síntomas
variedad de técnicas que incluyen la gastroplastia de curso crónico y recidivante. Aunque la mayoría
endoluminal (plicaturas y suturas), la radiofrecuen- de los pacientes evolucionan de un modo benigno
cia (método de Stretta), la inyección de polímeros, y se dispone de recursos terapéuticos altamente
y la colocación de prótesis expandibles de hidrogel. eficaces para su control, el clínico no puede sub-
Ninguna ha obtenido indicación terapéutica por lo estimar la importancia de este problema de salud.
que su uso debe restringirse a un contexto de ensa- No en vano, el impacto que produce sobre la ca-
yos clínicos prospectivos29. lidad de vida y el reconocimiento de su potencial
de malignidad convierten a esta enfermedad en un
El tratamiento endoscópico del esófago de Barrett problema asistencial de primer orden y justifica la
incluye técnicas de resección mucosa y técnicas necesidad de un esfuerzo investigador permanen-
ablativas que pueden utilizarse de forma combi- te. Solo de este modo podrán resolverse las nu-
nada. Entre estas últimas están la radiofrecuencia merosas interrogantes que sigue suscitando, tanto
(método HALO), la terapia fotodinámica, la ter- en el ámbito de la atención primaria, como en los
mocoagulación con argón plasma y la crioterapia. foros más especializados.
Si bien no son procedimientos exentos de efectos
adversos (estenosis, fotosensibilización, sangrado,
etc.), su seguridad es superior a la de la alternativa Bibliografía
quirúrgica, y su relación entre coste y utilidad alta- 1. Vakil N, van Zanten SV, Kahrilas P, Dent J, Jones
mente favorable30. Aunque aún no se dispone de R; Global Consensus Group. The Montreal de-

209
Sección 2. Esófago

1º sospecha endoscópica 3º Evaluación de displasia


Esófago de Barret
(diagnóstico inicial)

Sin displasia CID-DBG DAG-CIS ACE



2º ¿Confirmación
AP (MI)?

No EDA en un año EDA en
(solo en diagnóstico
EDA en 6-12
meses 3 meses
inicial)
EDA en un año

¿Persiste sin Sin displasia Progresión


¿Confirmación (confirmado a los 12 Confirmación
displasia? meses)*
(DAG-CIS-ACE)
AP (MI)?
No No Sí

Abandonar Manejo Manejo Terapia


EDA cada endoscópica
seguimiento según según
3 años vs. cirugía
grado grado

EDA: endoscopia digestiva alta.


AP: anatomía patológica. Cirugía
MI: metaplasia intestinal.
CID: cambios indefinidos para displasia. *Si tras el diagnóstico de CID-DGB la EDA realizada a los 6-12
DBG: displasia abajo grado. meses no encuentra displasia, el diagnóstico de ausencia de
DAG-CIS: displasia alto grado - carcinoma in situ. displasia debe confirmarse con una EDA en 1 año antes de
ACE: adenocarcinoma invasivo de esófago. pasar a seguimiento cada 3 años.

Figura 6. Estrategia de seguimiento para el esófago de Barrett.

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211
12 Esofagitis infecciosas
Luis Cortés, Vanesa Bernal
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca

Introducción Objetivos de este capítulo


Los mecanismos de defensa del esófago frente ❱❱ Conocer los factores que influyen en el
a la infección incluyen la salivación, el peristal- desarrollo de infecciones en el esófago.
tismo, los episodios aislados de reflujo ácido, la
❱❱ Ayudar a identificar con precocidad los
integridad del epitelio y un adecuado equilibrio
síntomas que sugieren la presencia de
entre la flora fúngica y la bacteriana (figura 1).
una esofagitis infecciosa.
Este último puede verse alterado tras la admi-
nistración de antibióticos, al permitir la prolife- ❱❱ Conocer los microorganismos más
ración de microorganismos que forman parte de frecuentemente implicados en el desarrollo
la flora habitual de la orofaringe. La inmunidad de esofagitis infecciosas, así como los
humoral y, sobre todo, la inmunidad celular tie- procedimientos diagnósticos disponibles
nen un papel primordial en la etiopatogenia de y pautas de tratamiento.
las infecciones esofágicas. De hecho, la mayoría
de los pacientes que presentan una esofagitis in-
fecciosa tienen una alteración del sistema inmu- REFERENCIAS CLAVE
ne. Así ocurre con los pacientes infectados por el
virus de la inmunodeficiencia humana1, aquellos 1. Baehr PH, McDonald GB. Esophageal infec-
en tratamiento quimioterápico o radioterápico y tions: risk factors, presentation, diagnosis
and treatment. Gastroenterology 1994;
aquellos sometidos a trasplantes de órganos con
106:509-32,
tratamiento inmunodepresor. En este contexto,
los agentes infecciosos más frecuentes son Can- 2. Pappas PG, Kaufman CA, et al. Clinical
dida albicans, virus herpes simple, Citomegalo- Practice Guidelines for the management of
virus y Mycobacterium tuberculosis. candidiasis: 2009 Update by the Infectious
Diseases Society of America. CID 2009; 48:
Estas infecciones también pueden aparecer en 503-35,
el paciente inmunocompetente, asociadas habi-
3. Genereau T, Lortholary O, Bouchaud O,
tualmente a la presencia de alteraciones esofá-
Lacassin F, Vinceneux P, De Truchis P et al.
gicas subyacentes (que favorecen el estasis pro-
Herpes simplex esophagitis in patients with
longado del contenido luminal), o al tratamiento
AIDS: report of 34 cases. The Cooperative
con corticoesteroides tópicos inhalados. En este Study Group on Herpetic Esophagitis in HIV
contexto, el agente infeccioso más frecuente es Infection. Clin Infect Dis 1996; 22:926-31.
Candida albicans.
Por otra parte, debe considerarse que no todos
los problemas que inciden sobre el esófago de otros medicamentos hace que aumente la inciden-
los pacientes inmunodeprimidos guardan rela- cia de esofagitis medicamentosas.
ción con agentes infecciosos. Por ejemplo, al-
gunos tumores como el sarcoma de Kaposi, el El presente capítulo se centra en la discusión de las
linfoma o el carcinoma escamocelular pueden tres infecciones más frecuentemente observadas
afectar también al esófago de estos pacientes. en el esófago: 1) Candida albicans; 2) virus del her-
A su vez, la toma de fármacos antirretrovíricos y pes simple y 3) Citomegalovirus.

E S Ó F A G O 213
Sección 2. Esófago

Equilibrio en la zona fúngica ellos, el 50% son atribuibles a Candida albicans y


y bacteriana el resto a otro tipo de microorganismos. Es impor-
tante considerar que, a menudo, coexisten distin-
tos tipos de infecciones en un mismo individuo. Por
Salivación tanto, la identificación de Candidas en un examen
endoscópico no excluye una infección concomitan-
te por CMV o VHS, particularmente en pacientes
Peristaltismo
con inmunosupresión grave3 (tabla 1).

Inmunidad
Integridad del Manifestaciones clínicas
humoral
epitelio Los síntomas característicos de la esofagitis por
Inmunidad Candidas son la disfagia y la odinofagia. La intensi-
celular Reflujo ácido dad de los síntomas es variable y puede oscilar des-
fisiológico de una leve disfagia orofaríngea, hasta una grave
dificultad para la deglución con signos de deshidra-
tación y malnutrición. En ocasiones, la odinofagia
únicamente se manifiesta con la deglución de be-
bidas muy calientes o muy frías. Hasta en un 25%
de los casos, los síntomas pueden estar presentes
Figura 1. Causas más frecuentes de hipoproteinemia.
en forma de infección leve, pacientes muy debilita-
dos o enfermos con una candidiasis mucocutánea
(CMC). En el último caso, los pacientes pueden
Infecciones por hongos presentar síntomas de insuficiencia suprarrenal
–hipotensión e hiperpigmentación–, dado que la
Epidemiología CMC puede formar parte de un síndrome MEN-1.
En el otro extremo se sitúan los pacientes con gra-
El hongo que con mayor frecuencia infecta el esófa- ves neutropenias que pueden mostrar síntomas y
go es Candida albicans. Otras especies de Candidas
como C. tropicales, C. glabrata y C. parapsilosis, son
menos frecuentes. Aunque la esofagitis candidiási- TABLA 1. Factores de riesgo para el desarrollo de
ca puede aparecer sin un factor predisponente aso- esofagitis infecciosas
ciado, en la mayoría de los casos se puede observar
al menos uno de los siguientes2: 1) enfermedades ❱❱ Uso de antibióticos (alteran la flora normal).
que producen estasis grave, como la acalasia o la
❱❱ Estasis esofágica debida a un trastorno motor.
esclerodermia (la supresión ácida sería un factor
adicional en estos pacientes); 2) el consumo recien- • Acalasia.
te de antibióticos de amplio espectro, que rompe • Esclerosis sistémica progresiva.
el equilibrio natural entre hongos y bacterias favo- • Divertículos.
reciendo la proliferación de levaduras; 3) glucocor- ❱❱ Estenosis del esófago.
ticoides tópicos, que se administran por vía intra-
❱❱ Quimioterapia o radioterapia del esófago.
nasal u oral para el asma o la rinitis; 4) fármacos
inmunosupresores, que interfieren con la función ❱❱ Compromiso del sistema inmune.
de los leucocitos polimorfonucleares (corticoste- • Diabetes mellitus.
roides, azatioprina, citostáticos); 5) condiciones • Edad avanzada.
sistémicas que deterioran la función inmune del • Malnutrición.
huésped: diabetes mellitus, insuficiencia suprarre- • Alcoholismo.
nal, edad avanzada, alcoholismo y malnutrición;
• Abuso de drogas.
6) neoplasias en estado avanzado, especialmente
hematológicas (leucemias, etc.); 5) trasplante de • Cáncer avanzado (neoplasias hematológicas).
órganos (por ej., médula ósea) y 7) infección por • Uso frecuente de corticoides.
VIH, particularmente cuando el recuento de CD4 es • Estado postrasplante (por ej., médula ósea).
inferior a 200/cm3. El 40% de los pacientes con sida • Sida.
desarrollan esofagitis de naturaleza infecciosa. De

214
12. Esofagitis infecciosas

signos de sepsis, así como dolor abdominal debido que no responden al tratamiento o cuando se hace
a la formación de abscesos fúngicos en el hígado, necesario descartar otra infección concomitante.
bazo o riñón. En los pacientes con VIH, el muguet Tal es el caso de los enfermos con síntomas graves:
bucal suele predecir una esofagitis concomitante, náuseas y vómitos persistentes, dolor abdominal,
con un valor predictivo positivo del 90% y un valor hemorragia gastrointestinal, tos, fiebre o diarrea;
predictivo negativo del 82%. síntomas que sugieren la implicación de otros mi-
croorganismos en la patogenia del cuadro.
Diagnóstico
El método de elección para establecer el diagnós-
Tratamiento
tico es la endoscopia digestiva alta que muestra En el momento actual se dispone de terapias an-
típicas seudomembranas o placas blanquecinas ad- tifúngicas de reconocida eficacia. Éstas incluyen
heridas a la mucosa esofágica (figura 2). Cuando és- agentes poco absorbibles que ejercen un efecto tó-
tas se desprenden, es característica la visión de una pico, como la nistatina y el cotrimazol, agentes que
escara eritematosa y friable. En las formas graves se absorben por vía oral como el ketoconazol, flu-
las placas tienden a confluir, apareciendo úlceras y conazol e itraconazol, y agentes de uso parenteral
seudomembranas. El diagnóstico puede confirmar- como la anfotericina B, fluconazol e itraconazol. La
se mediante citología por cepillado (más sensible) tabla 2 muestra los agentes disponibles y las dosis
o biopsias (permite excluir otras infecciones como recomendadas. La elección del mejor tratamiento
VHS y CMV, especialmente en el enfermo con sida depende primordialmente del grado de deterioro
o neutropenia severa). El estudio histológico mues- de la condición inmune, de la gravedad de la infec-
tra la presencia de inflamación y de hifas junto con ción y de la capacidad para tolerar la vía oral5. En
masas de hongos en desarrollo (que no suelen ob- todos los casos es esencial identificar y corregir los
servarse cuando existe sólo colonización). El cultivo posibles factores precipitantes. Resultan de utilidad
puede ser útil cuando se sospecha la presencia de las siguientes recomendaciones:
Candidas resistente a los azoles, Mycobacterium
❱❱ En los pacientes inmunocompetentes se acon-
tuberculosis, esofagitis bacterianas o infecciones
seja el uso de fluconazol por vía oral, a la dosis
por virus, en cuyo caso aquél goza de mayor sensi-
de 200-400 mg/día (3-6 mg/kg) durante 14-21
bilidad que el propio examen histológico4.
días. A diferencia del ketoconazol, la absorción
La endoscopia puede ser innecesaria en los pacien- del fluconazol no es pH dependiente, por lo que
tes con sida que presentan disfagia u odinofagia, puede administrarse a pacientes con hiposecre-
si la orofaringe muestra la presencia de aftas. En ción ácida debida a gastritis atrófica o a la admi-
tal caso, es lícito iniciar tratamiento antifúngico nistración de fármacos antisecretores (anti-H2
empírico, reservando la endoscopia para aquellos o IBP). El fluconazol aumenta los niveles séri-

A B C D
Figura 2. Las figuras a y b corresponden a una esofagitis por Candidas. (A) Múltiples placas blanquecinas y seudomembranas
distribuidas de forma irregular por toda la circunferencia del esófago; (B) las placas confluyen configurando extensos cordones
que afectan longitudinalmente a todo el trayecto del esófago. Las figuras b y c corresponden a una esofagitis herpética; (C) las
vesículas iniciales han dado paso a la aparición de úlceras (mucosa rojiza) de bordes geográficos y ligeramente sobreelevados
(mucosa blanquecina); (D) en la mitad izquierda de la imagen se aprecia una amplia zona de mucosa superficialmente ulcerada.
Las biopsias deben tomarse del borde de las lesiones cuando se sospecha esofagitis herpética y del fondo cuando se sospecha
esofagitis por CMV.

215
Sección 2. Esófago

TABLA 2. Agentes disponibles para el tratamiento de las Si todo ello se descarta, se debe sustituir por
esofagitis fúngicas voriconazol (200 mg/12 horas, oral o intraveno-
so) o posaconazol (400 mg/12 h, solución oral).
La duración habitual del tratamiento es de 2-3
Agente Dosificación
semanas a partir del inicio de la mejoría clínica.
❱❱ Tópicos Si el paciente no responde a esta pauta debe
• Nistatina 1-3 millones de unidades contemplarse la anfotericina B vía i.v..
(10-30 ml) 4-5 veces/día ❱❱ Pacientes neutropénicos con riesgo de enfer-
• Clotrimazol Una tableta de 10 mg, medad diseminada y pacientes con resistencia
5 veces al día a azoles. El fármaco de elección en estos casos
❱❱ Sistémicos es la caspofungina (50 mg/día, intravenoso, du-
• Ketoconazol 200-400 mg una vez al día, rante 14-21 días). La anfotericina B por vía i.v.
por vía oral (0,3-0,7 mg/kg/día) se asocia con una mayor
• Fluconazol 200-400 mg una vez al día,
toxicidad, principalmente renal, pero puede
por vía oral o i.v. usarse en caso de infecciones multirresistentes,
infecciones por otros hongos como Aspergillus
• Caspofungina 50 mg una vez al día por
vía i.v. flavus o Histoplasma capsulatum, o embarazo.
La presentación liposomal (3-5 mg/kg/día) es
• Anfotericina B 0,3-0,6 mg/kg/día por vía i.v.
mejor tolerada. Si el enfermo presenta insufi-
• Voriconazol 200 mg dos veces al día, vía ciencia renal, puede optarse por administrar
oral o i.v.
fluconazol i.v. (eficacia del 80% vs 95% respecto
• Posaconazol 400 mg dos veces al día, a la anfotericina B). En este grupo de pacientes
vía oral debe pautarse siempre una nutrición parenteral
total y valorar el empleo de estimulantes de las
colonias de neutrófilos.
cos de algunos fármacos como la ciclosporina,
frecuentemente utilizada para evitar el rechazo Profilaxis
postrasplante, o la fenitoína y puede interaccio-
nar con las warfarinas. Entre sus efectos adversos Se debe considerar la profilaxis en pacientes con
se incluyen la aparición de náuseas y toxicidad enfermedad VIH avanzada, neutropenia inducida
hepática. En caso de interacción farmacológi- por quimioterapia, receptores de trasplante de ór-
ca o desarrollo de efectos adversos, se pueden gano sólido o de células madre, pacientes ingresa-
utilizar antimicóticos tópicos, como nistatina (10- dos en UCI con algún riesgo de candidiasis invasiva
30 ml, 4-5 veces/día durante un máximo de 14 o aquellos con antecedente de candidiasis grave o
días) o clotrimazol (10 mg, 5 veces/día durante recurrente. En estos casos se aconseja el uso de flu-
una semana). En caso de intolerancia a la vía oral conazol oral (200-400 mg/día).
se puede utilizar por vía intravenosa: fluconazol
(400 mg/día), anfotericina B (0,3-0,7 mg/kg/día)
o caspofungina (50 mg/día). Virus del herpes simple (VHS)
❱❱ Enfermos con deterioro del sistema inmunoló- Tanto el VHS tipo 1 como el tipo 2 son capaces de
gico leve o moderado (por ejemplo, enfermos producir esofagitis, constituyendo la segunda causa
con sida y disminución de CD4, pero sin neu- más común de esofagitis infecciosa. El VHS puede
tropenia). En estos casos, la mera presencia de afectar a personas sanas aunque es más frecuente
lesiones en la orofaringe y síntomas esofágicos que ello ocurra en pacientes que tengan compro-
justifica el empleo de fluconazol (por vía oral o metido el sistema inmune, especialmente en aque-
intravenosa según tolerancia) a la dosis de 200- llos pacientes con trasplante de órgano sólido o de
400 mg/día durante 14-21 días. Sólo si el enfer- médula ósea que requieren fármacos o medidas in-
mo no responde favorablemente en 72 horas munosupresoras significativas, sin olvidar a pacien-
debería realizarse una endoscopia con citología, tes con tratamientos quimioterápicos o infectados
biopsias y cultivo, para excluir una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
concomitante por otro microorganismo y/o la En las personas sanas, en las que es más frecuente
presencia de una cepa resistente al fluconazol. el VHS tipo 1, se ha descrito después de un ejercicio

216
12. Esofagitis infecciosas

físico extenuante o una situación de estrés, pudien- TABLA 3. Clasificación de las lesiones herpéticas en el
do tratarse de una infección primaria o de la reac- esófago (grados)
tivación de una infección latente. Los factores de
riesgo son similares a los descritos en las esofagitis
por Candidas debiendo incluir, además, la intuba- ❱❱ I. Aparición de vesículas de tamaño
ción orotraqueal y nasogástrica. variable.
Las manifestaciones clínicas de la esofagitis suelen ❱❱ II. Úlceras circunscritas, superficiales,
agruparse en una tríada sintomática consistente de bordes ligeramente sobreelevados
en: fiebre, odinofagia y dolor retroesternal, que no cubiertas de exudado fibrinoso.
siempre están presentes en todos los pacientes. El
❱❱ III. Úlceras confluyentes que afectan a
dolor puede faltar en pacientes muy debilitados o
extensas áreas del esófago.
por el contrario ser muy intenso e irradiarse a la es-
palda, impidiendo la deglución y provocando disfa-
gia. A menudo, coexisten signos de gingivoestoma-
titis y lesiones herpéticas nasolabiales. Los casos en El tratamiento difiere en función de la intensidad
los que exista un grave compromiso inmune pue- de los síntomas y el estado inmunológico del pa-
den presentar signos de enfermedad diseminada ciente. Aunque en muchos pacientes no inmuno-
con afectación de órganos como el pulmón, hígado comprometidos con síntomas leves la infección
y sistema nervioso central. se resuelve espontáneamente en dos semanas, la
mayoría recomienda tratar a los enfermos inmuno-
El diagnóstico requiere la realización de una endos- competentes con aciclovir (Zovirax®) a la dosis de
copia. Los hallazgos endoscópicos en la esofagitis 400 mg v.o cada 8 horas, durante 7 días. En el caso
por VHS no difieren significativamente entre los pa- de los pacientes inmunodeprimidos se recomienda
cientes inmunocompetentes o inmunodeprimidos. ampliar dicho tratamiennto a los 14-21 días. Alter-
Estos hallazgos consisten en lesiones típicas locali- nativamente puede utilizarse valaciclovir (1.000 mg
zadas en el esófago medio y distal, que evolucionan v.o. tres veces al día) o el famciclovir (500 mg v.o.
desde vesículas a úlceras aisladas o coalescentes tres veces al día). En los pacientes con síntomas que
(tabla 3), con bordes ligeramente sobreelevados, impiden la deglución, se hace necesaria su hospita-
a diferencia de las úlceras provocadas por el CMV lización para rehidratar al paciente y valorar la ne-
que tienden a ser profundas, lineales o longitudi- cesidad de nutrición parenteral, así como instaurar
nales (figura 2). La probabilidad de confirmar el medidas sintomáticas (tales como la administración
diagnóstico es mayor si las biopsias se toman del de soluciones tópicas de lidocaína viscosa que pue-
borde de las úlceras. El examen histológico puede den aliviar los síntomas orofaríngeos) e iniciar la
mostrar células gigantes multinucleadas y cuerpos administración de aciclovir por vía i.v. (5 mg/kg/día
de inclusión intranucleares tipo Cowdry A. En au- cada 8 horas) durante 7-14 días que puede pasarse
sencia de estos signos, tiene valor la identificación a oral en el caso de que los síntomas reviertan. La
de agregados de grandes células mononucleares administración de foscarnet (40 mg/kg i.v. cada 8
(macrófagos) con núcleos convoluted. Su presencia horas) es un tratamiento de mayor coste y efectos
en el exudado adyacente al epitelio resulta sospe- secundarios, por lo que debe reservarse para los
chosa de esofagitis herpética y obliga a realizar téc- casos resistentes 6,7.
nicas de inmunohistoquímica e hibridación in situ
La profilaxis está indicada en los pacientes con sida
para confirmar la presencia del VHS. El cepillado
y en los receptores de trasplante, con serología po-
de la base de las úlceras puede revelar la presencia sitiva para VHS, que presentan recidivas frecuentes.
de Candidas, no siendo infrecuente que coexistan En estos casos puede administrarse aciclovir a la
ambas infecciones en los pacientes inmunodepri- dosis de 400 mg v.o. dos veces al día.
midos. Las pruebas serológicas son otro método
complementario en caso de hallazgo de títulos ele-
vados de IgM que revelan una primoinfección por Citomegalovirus (CMV)
el VHS. El diagnóstico diferencial de esta entidad
debe hacerse con otras causas de esofagitis infec- Las manifestaciones clínicas derivadas de la in-
ciosas (fundamentalmente Candida y CMV), sin ol- fección por CMV son muy diversas y dependen
vidar la esofagitis secundaria a la toma de pastillas fundamentalmente del estado inmunológico del
(pill esophagitis). paciente. En la mayoría de las personas inmu-

217
Sección 2. Esófago

nocompetentes, la infección por CMV suele ser tos subepiteliales y las células del endotelio. De ahí
asintomática o producir un síndrome de mono- que las biopsias deban tomarse del fondo y no del
nucleosis. Por el contrario, en los pacientes inmu- borde de las lesiones. Los signos típicos incluyen la
nocomprometidos (especialmente trasplantados y presencia de inclusiones intranucleares y la apari-
VIH) puede producir una morbilidad y mortalidad ción de un halo que, de forma característica, rodea
el núcleo de las células. A diferencia de la infección
significativa.
herpética, también pueden apreciarse pequeños
El CMV es un herpes virus ampliamente distribuido cuerpos de inclusión en el citoplasma. Los casos
con una proporción de seroprevalencia que varía sospechosos sin estos hallazgos pueden beneficiar-
entre el 40 y el 100% de la población adulta, sien- se de la inmunohistoquimia y la hibridación in situ.
En algunos puede ser necesario el cultivo de las
do factores de riesgo la edad, la raza y el nivel de
muestras obtenidas para demostrar el DNA por téc-
desarrollo socio-económico de la población. Ello
nicas de PCR. Al igual que en los casos anteriores, el
explica la elevada prevalencia de transmisión del examen citológico y el histológico puede demostrar
virus a través de transfusiones de sangre o con mo- la infección simultánea por otros virus, hongos o
tivo de un trasplante, especialmente de pulmón o bacterias (figura 3).
de corazón (75%). La probabilidad de desarrollar la
enfermedad es alta si no se efectúa profilaxis cuan- El tratamiento de primera línea consiste en la admi-
do el donante es seropositivo y el receptor es se- nistración de ganciclovir a la dosis de 5 mg/kg, por
ronegativo. La utilización de sueros antilinfocíticos vía i.v. cada 12 horas durante 3-6 semanas como
para el tratamiento del rechazo también comporta dosis de inducción, si la respuesta clínica es satis-
un elevado riesgo de infección. En el enfermo con factoria puede entonces ser sustituida por valganci-
sida, el CMV representa la causa más frecuente clovir oral (900 mg v.o. dos veces al día) hasta com-
de úlceras esofágicas, pudiendo también producir
una enteritis o una colitis que se manifiestan por
dolor abdominal y diarrea. Tales condiciones se
Paciente con sida y síntomas de esofagitis
desarrollan especialmente en pacientes con un re-
¿Puede el enfermo tomar medicación por v.o.?
cuento linfocitario de CD4 inferior a 50 /mm3, por
lo que en la actualidad su incidencia ha disminuido
notablemente desde la introducción de la terapia
antirretroviral de gran actividad (TARGA). En el su- Sí No
jeto inmunocompetente, la enfermedad por CMV
puede desarrollarse de forma primaria (primoinfec-
ción) o secundaria a la reactivación de una infec- Tratamiento empírico para
ción latente. Candida albicans
Los síntomas de la esofagitis por CMV pueden ser (Fluconazol 100 mg v.o.)
indistinguibles de los encontrados en una esofagitis
por Candida o VHS. Los enfermos suelen consultar
por disfagia, odinofagia, dolor subesternal, fiebre, Ausencia de mejoría
náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los casos más 5-7 días
graves pueden cursar con hematemesis, melenas
y signos de perforación. No es inhabitual la forma-
ción de estenosis o fístulas como complicación evo-
lutiva de las úlceras profundas. En el enfermo con
sida puede aparecer una coriorretinitis por lo que Endoscopia
es recomendable descartar dicha entidad mediante
Cepillado (OHK, PAS, citología)
examen oftalmológico en aquellos casos diagnosti-
Examen histológico
cados de infección por CMV extraocular.
Cultivo (inmunohistoquímica, hibridación,
El diagnóstico de la esofagitis por CMV puede reali- PCR)
zarse por endoscopia. Ésta suele mostrar erosiones
de bordes serpinginosos y no sobreelevados que se
extienden por los tercios medio e inferior del esófa-
go. En las formas más graves las erosiones pueden Figura 3. Algoritmo diagnóstico en el paciente con sida
convertirse en úlceras profundas. A diferencia de la y síntomas de esofagitis.
infección por el VHS, el CMV infecta los fibroblas-

218
12. Esofagitis infecciosas

pletar el periodo de tratamiento. Aunque no existe a quimioterapia antineoplásica. Suele tratarse


una recomendación formal, la administración de de bacterias procedentes de la flora orofaríngea
ganciclovir en pacientes trasplantados de alto ries- (Streptococcus viridans, estafilococo) u otras que
go (donante seropositivo, receptor seronegativo o infectan con facilidad al enfermo con sida (Acti-
administración de anticuerpos antilinfocíticos para nomyces, Bartonella, Nocardia). Estos gérmenes
el rechazo) pueden beneficiarse de la administra- pueden colonizar la mucosa del esófago desvita-
ción de ganciclovir oral o valgancoclovir, durante lizada por la quimioterapia o radioterapia. La en-
un período de 3-6 meses8. Los enfermos con sida doscopia suele mostrar una mucosa eritematosa
que presentan infecciones recidivantes son tributa- y ulcerada con áreas de hemorragia submucosa y
rios de una terapia de mantenimiento con valganci- seudomembranas. La tinción de Gram y el cultivo
clovir por vía oral. En estos casos debe considerarse permiten establecer el diagnóstico y orientar el tra-
el riesgo de mielosupresión, particularmente si van tamiento antibiótico.
asociados antirretrovirales como la zidovudina y la
aparición de resistencias. Los enfermos refractarios Micobacterias
o resistentes pueden responder al foscarnet a la
dosis de 90 mg/kg por vía i.v. dos veces al día, du- La afectación del esófago por micobacterias es
rante 2-3 semanas, seguidos de 90-120 mg/kg en rara, y ocurre con más frecuencia con Mycobacte-
dosis única diaria como terapia de mantenimien- rium tuberculosis que con Mycobacteriun avium 9.
to. Si se utiliza foscarnet debe vigilarse la posible La esofagitis tuberculosa puede ocurrir en el con-
aparición de toxicidad renal. Otra alternativa es el texto de una enfermedad pulmonar reactivada, al
cidofovir que, debido a su larga vida media, puede deglutir elevadas concentraciones de bacilos o, por
ser administrado una vez por semana. extensión directa, desde el mediastino y/o ganglios
linfáticos.
La mayoría de los pacientes con esofagitis tubercu-
Otras causas de esofagitis infecciosas losa no muestran signos de enfermedad pulmonar
en la radiografía de tórax. El diagnóstico debe sos-
Hongos pecharse ante la presencia de disfagia y síntomas
Además de las infecciones por Candida, se ha co- respiratorios que, a menudo, sugieren la presencia
municado la afectación del esófago por otros hon- de una fístula esofagobronquial y se confirma por
gos incluyendo Histoplasma capsulatum, Aspergi- el hallazgo endoscópico de áreas ulceradas y zonas
llus flavus, Blastomyces y mucormicosis. estenóticas (figura 4). La biopsia y la citología por
La infección por Histoplasma capsulatum puede
ocurrir de forma primaria en pacientes inmunode-
primidos (diabéticos, tratados con corticoides o con
sida) o de forma secundaria como complicación de
una histoplasmosis pulmonar con extensión esofá-
gica a través del mediastino. En el último caso, el
diagnóstico suele efectuarse por TC torácica, dado
que la endoscopia no suele mostrar alteración mu-
cosa. Cuando el esófago se ve afectado de forma
primaria, las biopsias endoscópicas demuestran la
alteración del epitelio escamoso.
Los pacientes pueden ser tratados con ketonona-
zol, itraconazol o anfotericina B.
Aspergillus flavus requiere altas dosis de anfoteri-
cina B 2.

Bacterias
La esofagitis bacteriana es una entidad que debe Figura 4. La tuberculosis esofágica es una entidad clínica
ser considerada en cualquier paciente con fiebre poco frecuente, que habitualmente se presenta como una
neoformación ulcerada de gran tamaño, semejando un
y bacteriemia de origen no aclarado, particular- carcinoma de esófago.
mente en individuos con neutropenia secundaria

219
Sección 2. Esófago

cepillado pueden mostrar granulomas caseifican- 2. Tortorano AM, Peman J, Bernhardt H, et al. Epi-
tes con o sin presencia de bacilos ácido-alcohol demiology of candidaemia in Europe: results of
resistentes. El cultivo del esputo puede ser positivo 28-month European Confederation of Medical
incluso en pacientes con Rx de tórax normal. El tra- Mycology (ECMM) hospital-based surveillan-
tamiento es idéntico al de la tuberculosis pulmonar ce study. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 2004;
e incluye generalmente la administración durante 23:317–22.
dos meses de isoniacida, rifampicina, pirazinami- 3. Darouiche, RO. Oropharyngeal and esophageal
da y etambutol. Posteriormente se completará el candidiasis in immunocompromised patients:
tratamiento con isoniacida y rifampicina durante treatment issues. Clin Infect Dis 1998; 26:259-72.
cuatro meses más. 4. Baehr PH, McDonald GB. Esophageal infec-
tions: risk factors, presentation, diagnosis and
Bibliografía treatment. Gastroenterology 1994; 106:509-32.
1. Wilcox CM, Monkemuller KE. Diagnosis and 5. Pappas PG, Kaufman CA, et al. Clinical Practice
management of esophageal disease in the Guidelines for the management of candidiasis:
acquired immunodeficiency syndrome. South 2009 Update by the Infectious Diseases Society
Med J 1998; 91:1002-8. of America. CID 2009; 48: 503-35.

220
13 Esofagitis por cáusticos
María Teresa Arroyo, Miguel A. Montoro
Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
*Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
*Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza

Introducción Objetivos de este capítulo


La ingestión de cáusticos representa un grave ❱❱ Conocer el espectro de lesiones y síntomas
problema, a menudo de consecuencias devasta- que pueden aparecer en el tracto digestivo
doras, tanto sobre el esófago como del estóma- superior tras la ingestión de sustancias
go. A pesar de que los estudios epidemiológicos cáusticas.
son escasos en nuestro medio, se calcula que
❱❱ Adquirir un conocimiento básico del
la incidencia en nuestro país oscila en torno a
manejo de las lesiones esofagogástricas
38,7 casos/100.000 habitantes. Los niños, adultos,
por cáusticos en el área de Urgencias.
generalmente alcohólicos, y pacientes con enfer-
medades psiquiátricas y tendencia autolítica, cons- ❱❱ Conocer los factores que predicen el
tituyen la población más vulnerable. Los productos desarrollo de complicaciones a medio y
domésticos en su forma líquida, y entre ellos la largo plazo tras la ingesta de sus-tancias
lejía, son los agentes que con mayor frecuencia corrosivas.
se ingieren. En cambio, las lesiones son de mayor
gravedad con los cáusticos ácidos. El conocimiento REFERENCIAS CLAVE
de unos puntos clave en el manejo inicial de la in- 1. Montoro M. Lesiones esofagogástricas
gesta por cáusticos y el tratamiento multidisciplinar
por cáusticos. Gastroenterol Hepatol
hospitalario son muy importantes porque inciden
2000;23:436-47.
considerablemente en la disminución de la tasa de
morbimortalidad1-3. 2. Ducons J, Peña A. Lesiones por cáusti-
cos. Traumatismos esofágicos y cuerpos
Etiopatogenia extraños. En: Ponce J, Castells A, Gomollón
Existen cuatro factores que determinan la exten- F, eds. Tratamiento de las enfermedades
sión y gravedad de las lesiones esofagogástricas gastroenterológicas, 3.º edición AEG.
por cáusticos: Doyma S.L. Barcelona, 2011:39-48.
❱❱ El carácter fortuito o intencionado de la inges- 3. Ginsberg GG, Pfau PR. Foreign Bodies,
tión. Bezoars, and Caustic Ingestions. En: Feld-
man M, Friedman L, Brandt LJ. Sleisenger
❱❱ Las propiedades corrosivas de la solución ingeri-
and Fordtran’s Gastrointestinal and Liver
da (álcali o ácido).
Disease, 9.ª edition, 397-410.
❱❱ El volumen, concentración y forma física del
4. Zargar SA, Kochhar R, Nagi B, Metha S,
agente que se ha deglutido (sólido o líquido).
Metha SK. Ingestion of corrosive acids.
❱❱ El tiempo que el cáustico permanece en contac- Spectrum of injury to upper gastrointesti-
to con la mucosa del esófago o del estómago. nal tract and natural history. Gastroentero-
Las ingestiones llevadas a cabo con fines suicidas logy 1989;97:702-7.
comportan, por lo general, mayor gravedad al tra-
tarse de soluciones de mayor volumen o concentra-
ción. Por el contrario, las ingestiones accidentales

E S Ó F A G O 221
Sección 2. Esófago

que ocurren en los niños corresponden habitual- donde causan el mayor grado de lesión. La tabla 1
mente a pequeños volúmenes de álcalis débiles y muestra los cáusticos más frecuentemente identi-
se asocian a una menor gravedad. Las soluciones ficados y sus utilidades.
alcalinas suelen penetrar rápidamente a través de
la mucosa del esófago provocando necrosis por un Clasificación de las lesiones
mecanismo de licuefacción. La extensión transmu-
De manera similar a las quemaduras, las lesiones
ral de la necrosis puede conducir a la perforación
por cáusticos se dividen en tres grados:
con mediastinitis. En el estómago, sin embargo,
las soluciones alcalinas son tamponadas por la se- ❱❱ Lesiones de primer grado. Se caracterizan por
creción ácida gástrica causando un menor grado la presencia de edema y eritema de la mucosa.
de lesión. Aun con todo, cuando el volumen y/o Su pronóstico es benigno y no condicionan la
la concentración son elevados, pueden provocar aparición de estenosis.
perforación con peritonitis. A diferencia de los
❱❱ Lesiones de segundo grado. Se afectan las ca-
cáusticos en solución líquida, los álcalis contenidos
pas submucosa y muscular, con formación de
en baterías ejercen un efecto corrosivo local. Su
úlceras profundas y lesiones exudativas. Los
elevada concentración, la descarga eléctrica que
fenómenos de reparación cicatricial a menudo
producen y la presión que ejercen sobre la mucosa
conducen a la aparición de estenosis únicas o
explican la facilidad con que provocan perforación
múltiples dentro de las 8 primeras semanas.
del esófago y justifican la necesidad de una endos-
copia urgente para su extracción. Los ácidos pro- ❱❱ Lesiones de tercer grado. La afectación es trans-
vocan intenso dolor en la orofaringe, suscitando mural y conduce a la perforación.
reflejos protectores que limitan su deglución. Sin
embargo, una vez ingerida la solución y debido a Manifestaciones clínicas
su menor viscosidad alcanzan rápidamente el es-
tómago, causando un menor daño en el esófago. Síntomas precoces
El intenso espasmo pilórico que provocan condi- El espectro sintomático de las lesiones esofagogás-
ciona que la solución quede retenida en el antro tricas por cáusticos es muy variado, desde casos

TABLA 1. Lista de cáusticos identificados con más frecuencia

Tipo de agente Ingredientes de la sustancia cáustica


Álcali
Productos de limpieza doméstica en general Cloruro de amonio, hidróxido de amonio
Productos de limpieza para el horno Hidróxido sódico
Limpiatuberías Hidróxido sódico, hipoclorito sódico
Productos de limpieza para el inodoro Cloruro de amonio
Agentes blanqueadores Hipoclorito sódico, peróxido de hidrógeno, perborato sódico
Detergentes para su uso en lavavajillas Carbonato y/o silicato sódico
Pilas (de botón) Hidróxido sódico, hidróxido potásico
Líquidos utilizados para permanentes (peluquerías) Hidróxido de calcio o de litio
Cosméticos y jabones Hidróxido sódico y potásico
Pasta dentífrica Fosfato sódico

Ácido
Productos de limpieza para el inodoro Ácido clorhídrico, sulfúrico
Limpiametales Ácido clorhídrico
Productos para la limpieza de piscinas Ácido clorhídrico
Productos antioxidantes Ácido clorhídrico, sulfúrico
Líquido de baterías Ácido sulfúrico
Tintes Ácido nítrico
Disolventes para pinturas Ácido acético
Tintas para escritura Ácido férrico

222
13. Esofagitis por cáusticos

asintomáticos hasta situaciones que comprometen seguida un tiempo después de náuseas y vómitos
la vida del enfermo, y no siempre se correlaciona de retención.
con la gravedad de las lesiones5. En el momento de
ser evaluados, muchos pacientes pueden presen- Diagnóstico
tar lesiones en los labios, paladar y orofaringe. Se
trata de seudomembranas, úlceras y exudado se- Endoscopia
cundarias a la quemadura que induce el cáustico.
La ausencia de lesiones orofaríngeas no excluye, sin La endoscopia constituye el “patrón oro” para de-
embargo, la presencia de lesiones graves esofago- limitar la topografía, extensión y gravedad de las
gástricas (20-40% en series infantiles). No es inhabi- lesiones, permitiendo establecer un pronóstico y
tual que el edema y la inflamación de la orofaringe orientar la terapéutica. En ciertos casos, la endos-
se acompañen de sialorrea y dificultad para la de- copia podría evitarse, cuando el paciente cumple
glución de las secreciones. La afectación de la epi- todas y cada una de las siguientes condiciones:
glotis y de la laringe explica la aparición de estridor, 1) la ingestión no ha sido voluntaria; 2) la solución
ronquera y disfonía, síntomas a menudo premoni- ingerida es de escaso volumen y se trata de un ál-
tores de compromiso de la vía aérea. Los enfermos cali débil o un ácido en baja concentración; 3) el
pueden referir dolor orofaríngeo, retroesternal o paciente no refiere síntomas y 4) existen garantías
epigástrico, así como odinofagia, náuseas, vómitos
de que el paciente acudirá a un centro sanitario si
y hematemesis. Un dolor retroesternal persistente
o de intensidad relevante, con o sin irradiación a la desarrolla síntomas en los días posteriores4,6,7. A su
espalda, debe sugerir perforación del esófago. En vez, la endoscopia está contraindicada cuando el
tal caso, puede aparecer enfisema subcutáneo y paciente muestra síntomas o signos de inestabili-
algunas horas después fiebre y taquicardia, signos dad hemodinámica, perforación, distrés respirato-
sospechosos de mediastinitis. Si la perforación ocu- rio o intenso edema de la orofaringe o de la glotis.
rre en el estómago o el duodeno, el síntoma más En el resto de los casos debe realizarse un examen
típico es el dolor terebrante irradiado a la región endoscópico del tracto digestivo superior tan pron-
dorsal o al hombro, acompañado de signos de pe- to como sea posible (24-48 h). La intubación orotra-
ritonitis y shock. El reconocimiento de estos sínto- queal se reserva para los pacientes que no pueden
mas resulta crucial, haciendo obligado el concurso cooperar o que presentan síntomas de distrés res-
del cirujano. Se han comunicado otras formas evo-
piratorio. Si el enfermo presenta intenso edema de
lutivas graves incluyendo la aparición de una fístula
glotis, la intubación está contraindicada debiendo
traqueoesófago-aórtica con hematemesis masiva, y
neumonía por aspiración con disnea, fiebre y ob- practicar traqueostomía. En el resto de los casos, la
nubilación2. endoscopia puede realizarse sólo con una sedación
consciente7-9. Los autores con mayor experiencia
Síntomas tardíos informan que la endoscopia es segura entre las
Los casos que sobreviven al episodio agudo pueden 6-96 horas10. Sin embargo, durante la fase de re-
desarrollar una estenosis del esófago. Ello suele paración cicatricial (5-15 días), resulta desaconse-
ocurrir hacia la 2.ª-3.ª semana, después de una jable, por el riesgo incrementado de perforación.
fase latente de reparación. Otros casos se vuelven Zargar11 propuso un sistema para clasificar las lesio-
sintomáticos algunos meses o años después. El nes que permite predecir el curso evolutivo de los
riesgo de desarrollar carcinoma escamoso a largo pacientes. Los dos factores pronósticos relaciona-
plazo es 1.000-3.000 veces superior al de la pobla- dos con perforación y desarrollo de estenosis son la
ción normal. La mayoría de las lesiones ocurren al profundidad de las lesiones y el grado de afectación
nivel de la carina, con un tiempo medio de latencia circunferencial (tabla 2). Los pacientes con grados
de alrededor de 40 años4. Su pronóstico suele ser
0-IIa apenas presentan morbilidad y prácticamente
menos infausto, debido a que incide en personas
ninguno desarrolla estenosis del esófago. Los pa-
más jóvenes, la disfagia es más precoz (estenosis
preexistente) y la colagenización previa del esófa- cientes con lesiones de tipo IIb o IIIa desarrollan es-
go hace más difícil la diseminación linfática. Otros tenosis entre el 70-100% de los casos. Los enfermos
pacientes desarrollan estenosis en el estómago, con lesiones de grado IIIb presentan una elevada
generalmente a nivel del antro. Los síntomas que tasa de mortalidad y la gran mayoría son tributarios
sugieren esta complicación son la saciedaz precoz, de cirugía (figuras 1-4).

223
Sección 2. Esófago

TABLA 2. Clasificación de Zargar, correlación evolutiva

GRADO Descripción endoscópica Profundidad Pronóstico

0 Ninguna Curación 100%


I Edema e hiperemia de la mucosa Mucosa Curación 100%
IIa Exudados, erosiones y úlceras superficiales, Submucosa Estenosis < 15%
hemorragias

IIb Úlceras circunscritas, profundas o circunferenciales Submucosa-muscular Estenosis >90%

IIIa Pequeñas áreas aisladas de necrosis (la mucosa


aparece decolorada, mostrando un aspecto gris, Graves
marronáceo o incluso negruzco) Transmural complicaciones
IIIb Extensas áreas de necrosis Mortalidad
IV Perforación

Figura 1. Tipo I (áreas de edema e hiperemia de la mucosa). Figura 2. Tipo IIa (erosiones y úlceras superficiales).

Figura 3. Tipo IIb (úlceras profundas que afectan a toda la Figura 4. Tipo IIIa (necrosis extensa de todo el esófago tras
circunferencia del antro gástrico). ingesta voluntaria de ácido sulfúrico).

Figuras 1-4. Visión endoscópica de distintos grados de lesiones esofagogástricas por cáusticos.

224
13. Esofagitis por cáusticos

Estudios radiológicos
La radiografía simple del tórax y del abdomen per-
mite excluir neumotórax, neumomediastino o aire
libre subdiafragmático, expresión inequívoca de per-
foración. En los casos dudosos es lícito administrar
contraste hidrosoluble. Sin embargo, la administra-
ción de bario no está indicada en la fase aguda. Si
la endoscopia muestra extensas áreas de necrosis
(Zargar IIIb) debe llevarse a cabo una TC toracoab-
dominal con contraste oral e iv para detectar pre-
cozmente la aparición de perforación o de com-
plicaciones mediastínicas graves que requerirían
actuación quirúrgica4. Un engrosamiento de la pa-
red esofagogástrica superior a 9 mm se ha correla-
cionado con un mayor riesgo para el desarrollo de
estenosis (figura 5).
Figura 5. Correlación de hallazgos TC con desarrollo de este-
Tratamiento nosis esofágica y gástrica en paciente con ingesta autolítica
de cáustico.
Medidas prehospitalarias
Durante el traslado del paciente a un hospital, el seleccionar a los pacientes que no van a requerir
médico debe tener en consideración tres cues- endoscopia. Ya se ha mencionado que pueden que-
tiones esenciales: 1) la inducción del vómito está dar exentos los pacientes asintomáticos que han
contraindicada dado que favorece una nueva ex- ingerido un pequeño volumen de un álcali o ácido
posición del esófago al agente corrosivo. Además, débil. Estos pacientes pueden ser dados de alta
incrementa el riesgo de broncoaspiración. 2) El hospitalaria y ser revisados por vía ambulatoria.
beneficio potencial de la administración de agen- En el resto de los casos debe cumplirse el siguiente
tes neutralizantes (agua, leche o bicarbonato) es protocolo:
controvertido. Algunos estudios experimentales
sugieren que el calor desprendido por la reacción ❱❱ Efectuar un examen físico completo, incluyendo
exotérmica podría incluso incrementar el daño. pulso y tensión arterial, temperatura y frecuen-
Además, el efecto lesivo del agente corrosivo suele cia respiratoria.
ser inmediato y el esfuerzo por atenuar sus efectos ❱❱ Efectuar una inspección minuciosa de la orofa-
con una solución neutralizante suele ser fútil. 3) La ringe comprobando si existen signos de edema,
maniobra de colocar una sonda nasogástrica para úlceras, exudado y/o seudomembranas grisá-
aspirar la solución ingerida a menudo provoca náu- ceas o áreas de necrosis. Ya se ha mencionado
seas y vómitos, aumentando el riesgo de reexposi- que su ausencia no excluye la presencia de le-
ción y perforación. siones esofagogástricas. Si aparecen signos de
distrés respiratorio debe efectuarse una larin-
Actuación en el área de Urgencias goscopia. Debe insistirse en que la presencia de
Una vez que el enfermo llega al área de Urgencias, un intenso edema de glotis hace desaconsejable
el médico debe centrar su atención en tres obje- la intubación, siendo preferible la traqueosto-
tivos primordiales: 1) mantener al enfermo en mía.
ayunas; 2) asegurar la vía aérea y 3) estabilizar la
❱❱ Iniciar medidas de reposición hidroelectrolítica
situación hemodinámica2. Cumplidos estos objeti-
y corrección de las pérdidas hemáticas cuando
vos el siguiente paso es obtener información en re-
éstas han sido significativas.
lación a la naturaleza, volumen y concentración de
la solución ingerida, carácter intencional o fortuito ❱❱ Obtener una muestra de sangre para analítica
de la ingestión, administración de soluciones neu- elemental. Debe investigarse la presencia de
tralizantes y presencia de vómitos espontáneos o leucocitosis, acidosis metabólica o coagulopatía
autoinducidos. Esta información es necesaria para de consumo.

225
Sección 2. Esófago

❱❱ Realizar una Rx simple de tórax y de abdomen Tratamiento específico


para la búsqueda intencionada de neumotórax,
neumomediastino o neumoperitoneo. En casos Tratamiento médico-conservador
de duda, puede administrase contraste hidroso- La actitud viene condicionada por el informe en-
luble o realizar una TAC toracoabdominal. doscópico7-11.

❱❱ Aquellos pacientes que presentan un estado ❱❱ Los pacientes con un grado 0 no precisan medi-
crítico y/o complicaciones con grave riesgo vital das especiales, salvo aquellos con tentativa sui-
cida que requieren una evaluación psiquiátrica.
deben ser ingresados en una Unidad de Cuida-
dos Intensivos. Es el caso de los enfermos con ❱❱ Los enfermos con grados I o IIa únicamente re-
síntomas de mediastinitis, peritonitis, shock o quieren dieta líquida, introduciendo alimenta-
distrés respiratorio. ción blanda, a partir de las 24-48 h, cuando el
paciente no refiere odinofagia ni dificultad para
❱❱ El resto de los casos deben ser sometidos a la deglución de la saliva.
una endoscopia, una vez estabilizada la condi-
❱❱ Los pacientes con lesiones grado IIb (úlceras
ción hemodinámica y asegurada la vía aérea. circunscritas profundas o circunferenciales) y
El informe endoscópico debe ser preciso y bien IIIa (necrosis focal) requieren hospitalización,
documentado para clasificar correctamente las nutrición y medidas específicas para prevenir la
lesiones e instaurar un tratamiento específico. estenosis (figura 6).

Ingesta de cáustico

Estabilización hemodinámica
Asegurar vía aérea
Mantener situación de ayuno

RX SIMPLE DE TÓRAX Y ABDOMEN


Analítica elemental

No Sí
Perforación

Endoscopia
Cirugía urgente

0 - IIa IIb-IIIa IIIb-IV

Tratamiento Nutrición naso-enteral


sintomático Prevención de la estenosis
Valoración psiquiátrica
si intento suicida
Monitorización radiológica
Cribado de cáncer de esófago
a largo plazo

Figura 6. Algoritmo de actuación en las lesiones inducidas por cáusticos.

226
13. Esofagitis por cáusticos

Nutrición esofagitis necrotizante la cirugía sí que representa


una alternativa para rescatarlos de una situación
La vía nasoenteral (NE), resulta más coste-efectiva, dramática que comporta un pronóstico infausto4.
fisiológica y carece de las complicaciones sépticas, La técnica de elección es la gastrectomía total con
metabólicas y tromboembólicas ligadas al uso de la esofaguectomía subtotal, mediante un stripping, a
nutrición parenteral. Ésta debería quedar restringi- través de un doble abordaje cervical y abdominal
da a los casos que no toleran la NE o que exhiben transdiafragmático, cierre del muñón duodenal, ye-
un riesgo elevado de perforación, es decir, aque- yunostomía de alimentación y drenajes suprameso-
llos en los que la endoscopia revela lesiones de cólicos y mediastínicos. Esta técnica implica buenos
grado III generalmente relacionadas con la inges-
resultados en términos de eficacia y seguridad12.
tión de una solución cáustica de gran volumen y/o
elevada concentración Tratamiento de las secuelas tardías
Antibióticos Los sobrevivientes con lesiones grado IIb y III deben
Las infecciones graves son infrecuentes en las lesio- ser vigilados para detectar y tratar las estenosis re-
nes por cáusticos. En las lesiones de 1.er o 2.º grado tráctiles. Un primer estudio baritado puede realizar-
los antibióticos son totalmente innecesarios. Sin se dos semanas después del alta hospitalaria, con
embargo, en los pacientes con grave riesgo de per- estudios secuenciales cada 15-20 días durante las
foración los antibióticos pueden ayudar a disminuir 8 primeras semanas (figura 7). La identificación de
el riesgo de infección asociada a la mediastinitis o un área estenótica puede ser tratada de forma alter-
peritonitis. nativa con dilataciones anterógradas o mediante la
implantación de un stent. La mayoría de los autores
Prevención de la estenosis recomiendan comenzar con las sesiones de dilata-
La estenosis aparece en el 50% y 100% de los pa- ción, tras la tercera-sexta semana, una vez iniciada
cientes con lesiones grados IIb y IIIa, respectiva- la fase de cicatrización. En general, las estenosis
mente. Con el fin de disminuir este riesgo, se han cáusticas son más fibróticas, largas e irregulares que
propuesto diferentes medidas terapéuticas sin el resto de las estenosis benignas, y requieren un
suficientes evidencias de eficacia. En las primeras
series se abogaba por la utilización de corticoste-
roides gracias a sus propiedades inhibitorias de
la fibrogénesis. Sin embargo, se conoce bien que
éstos influyen negativamente sobre la reparación
cicatricial, deterioran los mecanismos de defensa
inmune, y enmascaran los signos de infección y
perforación visceral. En la actualidad, a pesar de
que algunos metaanálisis sugieren un modesto be-
neficio en las lesiones de 2.º grado, la mayoría de
los expertos desaconsejan su uso porque los ries-
gos superan a los beneficios13,14. Algunos autores
defienden la implantación precoz de un stent como
método eficaz y seguro. Todavía son escasos los es-
tudios controlados que apoyen su utilización y se
requiere una alta experiencia endoscópica15,16. En
cambio, el empleo de dilataciones no está justifi-
cado durante la fase aguda17. Finalmente, algunos
estudios experimentales sugieren que la utilización
de heparina subcutánea podría disminuir el riesgo
de estenosis por sus propiedades antitrombóticas y
sus efectos protectores del epitelio18.
Cirugía de emergencia
La cirugía urgente no está indicada de forma gene- A B
ralizada en los pacientes con lesiones grado III, ya
que puede no existir necrosis transmural y el riesgo Figura 7. Estudios baritados realizados a las dos y seis sema-
de complicaciones y mortalidad es elevado. En los nas de la ingesta de hipoclorito sódico. En el control de las
pacientes con graves complicaciones del tracto res- seis semanas se aprecia una estenosis filiforme que requirió
reparación quirúrgica.
piratorio, perforación, hemorragia masiva o extensa

227
Sección 2. Esófago

mayor número de sesiones (habitualmente 5 o más) 5. Goldman LP, Weigert JM. Corrosive substance
con una mayor tasa de refractariedad y de compli- ingestion. A review. Am J Gastroenterol 1984;
caciones (perforación 0,5%)3. El empleo temporal de 79:85-90.
un stent autoexpandible obtiene una elevada tasa 6. Christesen HB. Prediction of complications
de éxito terapéutico en las estenosis refractarias. following unintentional caustic ingestion in
Existen también estudios (no controlados y no alea- children. Is endoscopy always necessary? Acta
Paediatr 1995;84:1177-82.
torizados) que preconizan la utilidad de inyecciones
locales de dexametasona en el manejo de estas 7. Zargar SA, Kochhar R, Nagi B, Metha S, Metha
SK. Ingestion of corrosive acids. Spectrum of in-
estenosis refractarias19. El fracaso del tratamiento jury to upper gastrointestinal tract and natural
conservador obliga a considerar una esofagoplastia, history. Gastroenterology 1989;97:702-7.
siendo preferible realizarla con el colon o el íleon, 8. Di Costanzo J, Noirclerc M, Jouglard J, Escoffier
dado que el estómago suele presentar afectación JM, Cano N, Martin J, Gauthier A. New thera-
concomitante y los resultados funcionales a largo peutic approach to corrosive burns of the upper
plazo son mejores. Un cribado para la prevención gastrointestinal tract. Gut 1980(21):370-5.
del cáncer es obligado una vez cumplidos 20 años. 9. Berthet B, Bernardini D, Lonjon T, Assadourian
R, Gauthier A. Treatment of caustic stenoses of
Mortalidad the upper digestive tract. J Chir (París) 1996;
132:447-50.
Afortunadamente la mortalidad de las lesiones por 10. Zargar AA, Kochhar R, Nagi B, Metha S, Me-
cáusticos ha decrecido considerablemente pudiendo hta AK. Ingestion of strong corrosive alkalis:
estimarse en menos del 1% en el momento actual. Spectrum of Injury to Upper. Gastrointestinal
Ello obedece a numerosos factores, entre ellos, la tract and natural history. Am J Gastroenterol
menor concentración de las soluciones cáusticas, la 1992;87:337-41.
mejoría en las técnicas quirúrgicas y la disponibilidad 11. Zargar SA, Kochar R, Mehta S, Mehta SK. The
de antibióticos más eficaces. Un avance importante role of fiberoptic endoscopy in the management
ha sido la mejora en las técnicas de nutrición arti- of corrosive ingestion and modified classifica-
tion of burns. Gastroint Endosc 1991;37:165-9.
ficial. La mayoría de los fallecimientos sobrevienen
12. Sans M. Lesiones cáusticas del esófago y del
como consecuencia de mediastinitis y/o peritonitis estómago. En: Vilardell F, ed. Enfermedades
en pacientes con lesiones de tercer grado4. digestivas (1). Grupo Aula Médica. Madrid-
Barcelona, 1998:407-11.
Conclusiones 13. Anderson KD, Rouse MR, Randolph JGA. A con-
trolled trial of corticosteroids in children with
El manejo de las lesiones esofagogástricas por cáusti- corrosive injury of esophagus. N Engl J Med
cos constituye un auténtico desafío para el clínico. El 1990;6(323):637-40.
tratamiento no puede ser improvisado para cada pa- 14. Howell JM, Dalsey WC, Hartsell FW, Butzin CA.
ciente y se hace necesaria una guía consensuada por Steroids for the treatment of corrosive esopha-
intensivistas, ORL, neumólogos, endoscopistas, exper- geal injury: a statistical analysis of past studies.
tos en nutrición y cirujanos con capacidad de efectuar Am J Emerg Med 1992;10:421-5.
un doble abordaje transtorácico y abdominal2-4. Este 15. Berkovits RN, Bos CE, Wijburg FA, Holzki J. Caustic
manejo interdisciplinar ha sido determinante a la hora injury of the oesophagus. Sixteen years experien-
de reducir la mortalidad de este evento. ce, and introduction of a new model oesophageal
stent. J Laryngol Otol 1996;110:1041-5.
Bibliografía 16. Broto J, Asensio M, Marhuenda C, Gil Vernet
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troenterol. Clin North Am 1991;20:847-57. caustic ingestion. Cir Pediatr 1999;12:107-9.
2. Montoro M. Lesiones esofagogástricas por cáus- 17. Broor SL, Raju GS, Bore PP, Lahoti D, Ramesh
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3. Ducons J, Peña A. Lesiones por cáusticos. Trau- endoscopic dilation for treatment of corrosive
matismos esofágicos y cuerpos extraños. En: esophageal strictures. Gut 1993;34:1498-501.
Ponce J, Castells A, Gomollón F, eds. Tratamiento 18. Bingol-Kologlu M, Tanyel FC, Muftuoglu S, Ren-
de las enfermedades gastroenterológicas, 3.º edi- da N, Cakar N, Buyukpamukcu N et al. The pre-
ción AEG. Doyma S.L. Barcelona, 2011: 39-48. ventive effect of heparin on stricture formation
4. Loeb PM, Núñez MJ. Caustic injury to the after caustic esophageal burns. J Pediatr Surg
Upper Gastrointestinal tract. En: Feldman M, 1999;34:291-4.
Friedman LS, Sleisenger M, eds. Sleisenger & 19. Kochhar R, Suresh K. Intralesional steroid injec-
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siology, Diagnosis, Management. W.B. Saun- gastrointestinal strictures. World J Gastroente-
ders Company. Philadelphia, 2002:399-407. rol Endosc 2010:2;61-68.

228
14 Cuerpos extraños
Santiago García López, Kattalin Aspuru
Servicio Aparato Digestivo, Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

Importancia del problema REFERENCIAS CLAVE


La ingestión de cuerpos extraños (CE) constitu- 1. Pfau PR, Ginsberg GG. Cuerpos extraños
ye un importante problema de salud, tanto por y bezoares. En: Feldman M, Friedman LS,
su frecuencia, como por su morbilidad e incluso Brandt LJ, Editores. Sleisenger y Fordtran.
potencia mortalidad. En cuanto a la frecuencia, Enfermedades Digestivas y Hepáticas,
se estima que constituye actualmente la segun- Fisiopatología, Diagnóstico y Tratamiento.
da causa de urgencia endoscópica en nuestros 8.ª Ed. Elsevier, Madrid, 2008:499-513.
hospitales, siendo los niños la población más 2. Elisen GM, Baron TH, Huerta F et al. Gui-
afectada (80% del total). Entre los adultos, la delines for the management of ingested
incidencia es mayor en determinados colectivos foreign bodies. Gastrointest Endosc
incluyendo personas con retraso mental, altera- 2002;55:802-806.
ciones psiquiátricas y reclusos. Una caracterís-
tica común en estas poblaciones es el carácter
intencionado de la ingestión1. No obstante, la
ingesta involuntaria es la más frecuente, espe-
cialmente en el anciano. Algunas circunstan- Tipos de cuerpos extraños
cias, como la mala dentición o una inadecuada y su localización anatómica
masticación de los alimentos constituyen claros
“Cualquier” CE es posible, desde los más habitua-
factores de riesgo. Las prótesis dentarias no con-
les, como las monedas y el “bolo alimenticio im-
siguen suplir a la dentadura propia, comprome-
pactado, hasta prácticamente cualquier otro objeto
tiendo la sensibilidad táctil discriminativa de la
que podamos imaginar. La voluntariedad o no de
cavidad bucal. La mala visión constituye otro fac-
la ingestión y la edad del paciente, condicionan en
tor añadido que a menudo coexiste en estas per-
gran medida el tipo de CE. Así, mientras en los ni-
sonas. En cuanto a la morbimortalidad causada ños las monedas son uno de los más frecuentes, en
por la ingestión de CE, es importante, aunque no los adultos lo son la impactación de un bolo alimen-
se dispone de datos fiables en nuestro medio. ticio o la detención o enclavamiento de espinas de
Globalmente, es cierto que el 80-90% de los CE pescado o huesos de animales. En los adultos que
ingeridos atravesarán todo el tubo digestivo y han ingerido el CE de forma voluntaria, sobre todo
serán expulsados por vía rectal sin producir nin- reclusos que buscan salir temporalmente de la pri-
gún problema2. No obstante, cuando el CE posee sión, es frecuente la ingesta de múltiples CE, algu-
capacidad lesiva, por sus características (objetos nos especialmente peligrosos (cuchillas de afeitar,
punzantes, cortantes, de gran tamaño) o conte- agujas, etc.). Las características del CE condicionan
nido, la situación es distinta, pudiendo aparecer su potencial lesivo y, en gran medida, nuestra ac-
complicaciones inherentes al cuerpo extraño, en titud terapéutica. En aras a homogeneizar su ma-
sí mismo, o a las maniobras para su extracción. nejo, podríamos clasificar a los CE en: 1) “bolo
Por lo tanto, la presencia de un cuerpo extraño alimenticio” (habitualmente comida fibrosa mal
en el tubo digestivo nunca es una circunstancia masticada), 2) objetos romos (el ejemplo típico son
banal y su gravedad potencial debe ser justa- las monedas), 3) objetos cortantes o punzantes, 4)
mente ponderada. CE de contenido especialmente peligroso (paque-

E S Ó F A G O 229
Sección 2. Esófago

tes de droga o pilas) y 5) material médico despla- ciones complementarias, serán determinantes
zado de su ubicación (prótesis dentarias, entéricas, en la pauta a seguir en cada caso concreto.
cápsula endoscópica detenida, etc.).
Anamnesis y exploración física
Respecto a la localización donde se ubica o detiene
el CE, lo más frecuente son las estrecheces anató- Anamnesis
micas fisiológicas del tubo digestivo. El esófago es Generalmente es el propio paciente quien nos ex-
la región más habitual, aunque cualquier otra es plica que ha ingerido por error (menos frecuente-
posible. En este capítulo nos centraremos en el ma- mente de forma voluntaria) un objeto no deseado.
nejo de los CE que se alojan en esófago, estómago En otras ocasiones refiere un cuadro de disfagia
y duodeno. En ocasiones nos referiremos a los ob- de instauración aguda durante la ingesta, con sen-
jetos concretos más habituales, porque ello influye sación de detención del bolo alimenticio o de los
directamente en su manejo. Trataremos también elementos contenidos en su interior, tales como
aspectos técnicos endoscópicos, aunque no con espinas de pescado o huesos de animal. Debemos
demasiado detalle. concretar detalladamente las características del CE
para evaluar su potencial lesivo (tamaño, consis-
tencia, bordes cortantes o punzantes, etc.). En ese
Evaluación inicial del paciente que ha sentido, si se trata de un bolo alimenticio se debe
ingerido un cuerpo extraño (algoritmo 1) intentar averiguar si en él se hallan incluidos o no
fragmentos de hueso o espinas. Debe obtenerse
Objetivos información acerca del momento de la ingestión,
ya que el desarrollo de complicaciones guarda una
La evaluación inicial de un paciente que ha ingerido estrecha relación con el tiempo de permanencia
un CE incluye los siguientes objetivos secuencial- del CE en la luz del esófago. Algunos síntomas pue-
mente: den orientar respecto a la presencia o no del CE y
su localización. La presencia de disfonía, disfagia,
❱❱ Excluir compromiso de la vía aérea. Debido a odinofagia o sialorrea supone que el CE permanece
su importancia vital, éste es el primer aspecto a alojado en la luz del tracto digestivo, al menos en el
valorar, y puede obligar a una actuación urgente 80% de los casos. Por el contrario, si los síntomas
para mantener la vía aérea libre. En un pacien- son dolor faríngeo o retroesternal, este porcentaje
te con sospecha de CE, la existencia de disnea, disminuye hasta menos del 50%. En cuanto a la lo-
tiraje o estridor requiere la rápida presencia del calización, el dolor cervical o faríngeo sugiere que
otorrinolaringólogo para asegurar una adecua- el CE enclavado permanece alojado en la hipofarin-
da ventilación. En ocasiones el CE puede estar ge o el esófago cervical y no más distalmente. Sin
alojado en una porción más distal de la vía aé- embargo, el paciente con CE en el esófago medio
rea, siendo precisa la intervención del broncos- o inferior también puede referir una sensación de
copista. “estorbo” en la zona cervical. La odinofagia o el
dolor retroesternal de intensidad relevante y, por
❱❱ Descartar complicaciones (fundamentalmente supuesto, la presencia de fiebre sugieren la existen-
perforación). Su existencia condiciona por com- cia de una perforación. Es importante interrogar al
pleto el manejo, contraindica formalmente la paciente sobre episodios previos similares o ante-
endoscopia y obliga a establecer consulta qui- cedentes de enfermedades predisponentes, como
rúrgica. reflujo gastroesofágico, esofagitis cáustica, trastor-
no motor esofágico o cirugía digestiva, entre otros3.
❱❱ Confirmar que el CE se ha detenido y localizar-
En otras ocasiones, el diagnóstico no es tan senci-
lo. Todos estos objetivos pueden ser cubiertos
llo y se precisa de un alto índice de sospecha. Es el
en el área de Urgencias del hospital, que debe
caso de niños o pacientes psiquiátricos con sínto-
coordinar todo el proceso asistencial, con la mas compatibles, sialorrea o rechazo de la comida,
participación interdisciplinar de numerosas es- pero incapaces de relatar o relacionar este hecho
pecialidades. No sólo el gastroenterólogo, sino con la ingesta de un CE. Finalmente, en algunos
el radiólogo, otorrinolaringólogo, neumólogo y casos, el CE se descubre de un modo accidental al
cirujano pueden ser necesarios. Como siempre explorar a un paciente con motivo de una perfora-
en medicina, una adecuada anamnesis y explo- ción o una hemorragia digestiva secundarias a su
ración física y el uso juicioso de algunas explora- ingestión inadvertida.

230
14. Cuerpos extraños

Exploración física
Aunque suele ser anodina, descartaremos la crepi-
tación que implicaría la presencia de una perfora-
ción, contraindicando cualquier maniobra endos-
cópica. La fiebre es también un signo muy sugestivo
de perforación, aunque más tardío. En el caso de
los CE faríngeos, la simple inspección puede poner-
los de manifiesto.

Pruebas diagnósticas
Estudios radiológicos
El objetivo de la evaluación radiológica es confirmar
y localizar el CE, además de descartar la existencia
de una perforación. Debemos tener presente que
la falta de visualización del CE no siempre descarta
por completo su existencia. Es el caso de aquellos
que no son radioopacos por naturaleza o, aun sién-
dolo, son de pequeño tamaño (huesos de pollo,
espinas de pescado, astillas de madera, plásticos,
cristales) o están localizados en zonas anatómicas
de valoración especialmente compleja (cuello). En
todo paciente con sospecha de CE alojado en tracto
digestivo (o faringe) deben realizarse una o varias
Figura 1. Radiografía lateral de torax en la que se observa
de las siguientes exploraciones radiológicas, en fun- una tapa de lata alojada en el esófago inferior.
ción de la sospecha clínica4:
Radiología simple
❱❱ Región cervical, frontal (anteroposterior) y late- cluya el área rectoanal, ya que no es excepcional
ral, con técnica de partes blandas. Está indicada la coexistencia de CE introducidos por vía anal.
ante la sospecha de CE alojado en el área otorri-
nolaringológica o esófago superior (dolor cervical Tomografía computarizada (TC) cervical
o sensación de cuerpo extraño faríngeo). Es una o abdominal
zona especialmente difícil de interpretar, por la La TC está especialmente indicada ante la ingesta de
existencia de calcificaciones fisiológicas (cartíla- CE de alto riesgo, especialmente de naturaleza pun-
gos laríngeos o tiroides, hueso hioides), que hace zante o cortante (agujas, cuchillas, etc.), debido al
que su normalidad no excluya por completo la elevado riesgo de perforación en estos casos. Una
existencia de un CE, incluso radio-opaco5. TC cérvico-torácica o abdominal sin contraste (oral
❱❱ Tórax posteroanterior y lateral (figura 1). Si el ni intravenoso), además de ayudar a localizar el CE
CE está alojado en el esófago, suele visualizarse permite la detección precoz de una perforación (neu-
mejor en la proyección frontal, ya que tienden momediastino, enfisema subcutáneo, etc.) (figura 2).
a alinearse en ese plano. Sin embargo, aquellos Resonancia magnética (RM)
que se localizan en la vía aérea se objetivan me-
jor en la radiografía lateral por su tendencia a Aunque no suele realizarse, puede ser de utilidad
orientarse en el plano sagital. Este hecho debe en CE radiotransparentes que no han sido localiza-
dos por las técnicas previas. Como es lógico, nunca
ser tenido en cuenta, especialmente en niños.
debe indicarse en caso de CE metálico, ya que en
❱❱ Abdomen simple (decúbito, anteroposterior y estos casos la fuerza del campo magnético lo po-
lateral). Debe realizarse si sospechamos que el dría desplazar, con consecuencias imprevisibles.
objeto ingerido puede estar localizado más allá
Estudios con contraste
del esófago y también para descartar CE múlti-
ples. Se recomienda siempre en el caso de niños, En general no deben realizarse, por diversas razo-
pacientes psiquiátricos y presos. En estos últimos nes: su valor diagnóstico es limitado, crea dificul-
es conveniente que la radiografía de abdomen in- tades al endoscopista y, en algunos casos conlleva

231
Sección 2. Esófago

su paso espontáneo frente al riesgo de una com-


plicación, así como la posibilidad de su extracción
endoscópica, incluyendo el grado de dificultad y la
seguridad. Otros factores a tener en cuenta son la
clínica del paciente, la experiencia y capacitación
del endoscopista y personal auxiliar de guardia y
el beneficio o riesgo que comportaría demorar la
endoscopia para realizarla en las mejores condicio-
nes posibles. Todas estas consideraciones resultan
determinantes a la hora de responder a las siguien-
tes interrogantes: 1) ¿debe extraerse el CE o cabe
esperar su expulsión espontánea? 2) ¿Debe reali-
zarse la extracción con carácter urgente o puede
ser demorada y durante cuanto tiempo? 3) ¿Qué
procedimiento es el idóneo en este caso: endos-
copia flexible, rígida o cirugía? Ninguna de estas
Figura 2. Reconstrucción sagital de TC, que muestra encla- preguntas puede responderse sobre la base de es-
vamiento en hígado de CE ingerido (“palillo”) y absceso tudios controlados y la decisión se ha de sustentar
perihepático, por perforación directa desde duodeno. en los datos proporcionados por estudios observa-
cionales, la opinión y recomendación de expertos
y la experiencia y sentido común del profesional.
riesgo de aspiración respiratoria. Nunca debe in-
dicarse si hay sospecha de perforación u obstruc- La demostración de una perforación obliga a esta-
ción completa. La única situación en la que podría blecer consulta quirúrgica y contraindica cualquier
plantearse es ante la sospecha de CE punzante o maniobra endoscópica, excepción hecha de la en-
cortante enclavado en esófago que no ha sido vi- doscopia intraoperatoria cuando ésta es requerida
sualizado en la radiología simple. En tal caso debe por el cirujano. La intervención del otorrinolaringó-
evitarse el uso de bario, aconsejando el empleo de
logo o del cirujano torácico o general vendrá condi-
contraste hidrosoluble que interfiere menos con la
endoscopia posterior y comporta un riesgo menor cionada por la localización de la perforación. Una
en caso de aspiración. vez descartada cualquier complicación, la conducta
a seguir debe ser expectante cuando se trata de CE
Estudios endoscópicos pequeños y romos. En el resto de los casos (tamaño
En los pacientes en los que persiste la sospecha de grande o potencialmente lesivo) está indicada su
CE pero no ha podido ser demostrado por las prue- extracción, al igual que en aquellos con bajo poten-
bas radiológicas o la exploración del otorrinolarin- cial lesivo pero que no progresan. El momento en
gólogo, está justificada la realización de una endos- que debe procederse a la extracción depende tam-
copia alta. Por supuesto también debe realizarse si bién de sus características, localización y síntomas
tras su localización se ha indicado su extracción por que produce (ver más adelante). Finalmente, cuan-
este método. do se indica la extracción, lo ideal es realizarla me-
El esquema global de esta evaluación inicial queda diante la maniobra menos invasiva, pero siempre
reflejado en el algoritmo 1. que sea segura, principio que debe guiar siempre
nuestra actuación. En general, la extracción endos-
Tratamiento del paciente que ha ingerido cópica será preferible en la mayoría de los casos,
por su menor invasividad, eficacia y seguridad, su-
un cuerpo extraño periores al 95% en la mayoría de las series publica-
das6. El endoscopista debe sentirse capacitado para
Principios generales realizar la técnica a la que se enfrenta con garantías
Una vez llevada a cabo esta evaluación diagnóstica razonables de éxito, minimizando el riesgo de que
inicial y descartada la existencia de una complica- su propia actuación genere yatrogenia grave. En
ción, los factores esenciales para decidir el mane- ocasiones puede ser preferible esperar la llegada
jo de un CE son sus características y localización. de otro endoscopista más experimentado o desde
Ambas circunstancias determinan la posibilidad de el principio indicar una esofagoscopia rígida o inclu-

232
14. Cuerpos extraños

Evaluación inicial ante la sospecha de ingestión


de un cuerpo extraño (CE)

Objetivos prioritarios:
Evaluar permeabilidad vía aérea
Descartar complicaciones
Confirmar y localizar CE

¿Compromiso de
la vía aérea1?
Sí No

Consulta urgente con Anamnesis dirigida


ORL (ocasionalmente +
broncoscopista) Exploración física
+
Estudio Rx2

¿Complicación

Sí No

1
Disnea, tiraje estridor. Abstenerse de maniobras Decisión terapéutica
endoscópicas según tipo de CE y
2
Simples, con contraste o tomografía localización (ver
computarizada según cada caso
Consultar con cirugía algoritmos 2 y 3)

Algoritmo 1. Evaluación inicial del paciente que ha ingerido un cuerpo extraño.

so una actuación quirúrgica, cuando la experiencia miento. El tipo de sedación, la protección de la vía
y el sentido común dictan este proceder. aérea, y el tipo de utillaje necesario para el caso,
Con respecto a la extracción endoscópica de un CE, deben individualizarse (figura 3). Durante la endos-
es importante destacar algunos aspectos. Antes de copia, la norma quizá más importante es no reali-
empezar la exploración informaremos al pacien- zar ninguna maniobra intempestiva. Si durante el
te de la situación, la necesidad de realizarla y sus procedimiento no somos capaces de extraer el CE,
ventajas y riesgos, y se obtendrá el consentimiento o aparecen dificultades mayores de las esperadas
informado. Cuando se trate de un menor, éste debe que implican asumir un riesgo demasiado alto, lo
ser informado con prudencia, así como su tutor le- mejor es desistir y dar paso al otorrinolaringólogo
gal, de quien debe obtenerse también el consenti- o al cirujano. Finalmente, tras la extracción del CE,

233
Sección 2. Esófago

es decisión del endoscopista, la pertinencia de revi-


sar el tracto digestivo para evaluar la presencia de
lesiones mucosas residuales o la existencia de una
condición anatómica que predispone a la impacta-
ción. El momento del alta hospitalaria (inmediata
o tras unas horas de observación) debe ser justa-
mente ponderado de acuerdo a las características
del CE extraído, la dificultad del procedimiento y el
riesgo o sospecha de yatrogenia. Las tablas 1, 2 y 3
resumen todas estas recomendaciones.

Manejo clínico de las situaciones


Figura 3. Accesorios para extracción endoscópica de CE.
más frecuentes De izquierda a derecha y de arriba abajo: trípode, pinza de
cocodrilo pequeña y grande, pinza de dientes de ratón, asa
Cuerpo extraño en la hipofaringe de polipectomía, cesta de dormia, asas de red de 30 y 20
mm de ancho respectivamente.
Es una situación con la que con frecuencia tiene
que enfrentarse el endoscopista, aunque habitual- TABLA 1. Recomendaciones previas a la realización de una
mente es responsabilidad del otorrinolaringólogo. endoscopia en el paciente que ha ingerido un CE
El paciente suele referir sensación de cuerpo extra-
ño o “estorbo” en la garganta y la simple inspección
faríngea puede detectar el CE. En otras ocasiones ❱❱ Plantearnos la pregunta ¿es seguro extraer endos-
se precisa de la radiología, a menudo difícil de in- cópicamente este objeto concreto, por el personal
terpretar y con frecuencia no diagnóstica y una de guardia disponible?, ¿existe otra alternativa me-
laringoscopia indirecta (LI). Cuando la LI no consi- jor?, ¿es urgente o es preferible esperar a realizarla
gue identificar un CE y la sospecha clínica es firme, por personal más entrenado, en la siguiente sesión
de trabajo normal?.
puede ser necesaria una laringoscopia directa con
anestesia general, con fines diagnósticos y a veces ❱❱ Informar adecuadamente al paciente de los riesgos
terapéuticos. También suele ser necesaria cuando y beneficios, tranquilizarlo y posteriormente obte-
el CE es cortante o punzante y difícil de extraer. ner siempre su consentimiento escrito.
❱❱ Revisar las pruebas radiológicas realizadas previa-
Dicho esto, no es excepcional que al realizar una mente, y comprobar que son recientes.
endoscopia flexible por sospecha de CE esofágico, ❱❱ Revisar el material endoscópico y accesorio
éste se encuentre alojado en la hipofaringe, incluso (pincería, sobretubo, campana de extracción, etc.),
sin que una LI previa lo haya detectado. Aunque es verificando su correcto funcionamiento.
una zona difícil para la endoscopia, debemos inten- ❱❱ Recomendable disponer de laringoscopio, pinzas
tar extraerlo siempre que sea posible. de Magill y en casos concretos de la presencia del
otorrinolaringólogo.
Cuerpos extraños esofágicos ❱❱ Disponer de personal entrenado en extracción
(algoritmo 2) endoscópica de CE (conocimiento del manejo de las
pinzas e instrumental endoscópico).
Como ya se ha mencionado, constituye la localiza- ❱❱ Ensayar si es posible con un objeto similar al
ción más frecuente donde se detiene un CE (75%). ingerido cuál es la pinza más adecuada para su
Ello suele ocurrir en las zonas de estrechamiento extracción.
fisiológico (región del cricofaríngeo, arco aórtico, ❱❱ Considerar cuál es la mejor sedación en ese caso
o por encima del cardias) o en cualquier estenosis concreto (no sedación, sedación superficial o pro-
patológica. La existencia de una alteración moto- funda o incluso anestesia general, según previsible
ra también constituye un factor determinante o colaboración, dificultad de la extracción y existencia
coadyuvante. Clínicamente el paciente suele refe- o no de alimento en el estómago). Si no sedamos al
rir disfagia de instauración aguda, acompañada en paciente, enfatizar la necesidad de su colaboración.
ocasiones de sialorrea, odinofagia o dolor torácico Valorar intubación orotraqueal en caso de riesgo de
o cervical. Algunos de estos síntomas pueden ser el conversión a CE bronquial (CE de difícil agarre).
resultado de la acción traumática del objeto inge- ❱❱ Recomendable ayunas en las 6 horas previas (obli-
rido sobre la mucosa, aunque no se haya detenido gatoria si sedación profunda o anestesia general).
o enclavado.

234
14. Cuerpos extraños

TABLA 2. Recomendaciones para el tratamiento TABLA 3. Recomendaciones tras la extracción endoscópica


endoscópico de un CE digestivo de un CE digestivo

❱❱ Introducir el endoscopio bajo visión directa, visua- ❱❱ Decidir si es necesario reintroducir el endoscopio
lizando hipofaringe (sobre todo si sospecha de CE para evaluar los efectos de la extracción sobre la
alojado en esófago cervical). mucosa (siempre en CE cortantes/punzantes).
❱❱ Maniobras siempre “delicadas”, evitar brusquedad. ❱❱ Decidir alta directa u observación hospitalaria (en
❱❱ Evaluar las características del CE a extraer; situa- pacientes con alto riesgo de complicación).
ción, posición, puntos de agarre, zonas punzantes y ❱❱ Decidir si es pertinente un tratamiento complemen-
cortantes. tario tras la extracción (IBPs en caso de sospecha de
❱❱ No empujar el CE (en alguna ocasión, si comproba- ERGE, considerar antibióticos si hay lesión mucosa
mos fehacientemente que hay adecuada luz distal, “importante”).
podría empujarse parcialmente desde la zona distal ❱❱ Decidir si es oportuno remitir a su especialista de
del CE). digestivo (si se sospecha TME, ERGE u otras enfer-
❱❱ Si el CE es esofágico, realizar las maniobras con medades esofágicas, por ejemplo).
insuflación máxima. ❱❱ Instrucciones para minimizar el riesgo de nuevos
❱❱ Decidir la zona de mejor agarre, comprobar que no problemas con CE, según el caso concreto: comer
está enclavado (si lo está el cuidado debe ser espe- despacio, masticar adecuadamente y evitar la
cialmente escrupuloso), orientarlo al eje más favo- deglución de alimentos que comportan especial
rable respecto al del esófago, ayudarnos de las fases riesgo.
de relajación del músculo esofágico y en ocasiones
realizar giros semicirculares para minimizar el daño
mucoso. Detenernos ante la mínima resistencia. En
objetos alargados, hiperextender el cuello cuando el medad por reflujo, o alteraciones motoras. Lo más
CE atraviesa esófago superior/faringe. frecuente es el “bolo de carne”. Siempre que no
❱❱ Considerar multiplicidad de objetos ingeridos. existan fragmentos óseos en él (la radiología ayuda
❱❱ Vigilar en todo momento la posibilidad de yatro- en ese sentido), la urgencia para la extracción viene
genia. definida por la existencia o no de sialorrea, síntoma
que diferencia una obstrucción completa de otra
que no lo es.
Deben distinguirse dos situaciones completamente Si el paciente no presenta sialorrea (obstrucción
diferentes por su riesgo. La primera y más frecuen- incompleta) puede intentarse la administración in-
te es la impactación de un bolo alimenticio, situa- travenosa de glucagón (1,5-2 mg en bolo), fármaco
ción no banal pero con menos riesgo y manejo más que supuestamente reduce el espasmo esofágico
sencillo. La segunda situación, mucho más grave y reflejo y relaja el esfínter esofágico inferior. Su efi-
comprometida, es el enclavamiento de un CE pun- cacia es escasa pero presenta muy pocos efectos
zante. En estos casos, el riesgo de complicaciones adversos (náuseas y taquicardia leve, además de
muy graves, como la perforación y subsiguiente hiperglucemia momentánea) y puede facilitar la
mediastinitis o la hemorragia masiva por erosión endoscopia8. Otra alternativa, aunque quizás me-
de algún vaso periesofágico (aorta en el cayado nos recomendable, es el uso de diazepam (5-10 mg
aórtico o el tronco innominado), no es desdeñable. iv diluidos, en administración lenta). Si el cuadro
Además existe una tercera situación, quizá de ries- no se resuelve antes de 12-24 horas, debe inten-
go intermedio, la detención de objetos romos, cuyo tarse la extracción endoscópica. Si por el contrario
ejemplo tipo son las monedas. En cualquier caso, la el bolo se desimpacta con estas medidas y pasa al
permanencia del CE por más de 24 horas en el esó- estómago (resolución completa de la clínica), el pa-
fago aumenta de forma considerable la posibilidad ciente podrá ser dado de alta desde urgencias, con
de complicaciones7. A continuación se describe el la recomendación de que sea valorado por su gas-
manejo de situaciones concretas diferentes. troenterólogo para descartar un trastorno orgánico
Bolo alimenticio esofágico o motor subyacente.
(sin contenido óseo aparente) Si el paciente presenta sialorrea (obstrucción teó-
ricamente completa) y por ende muy sintomático,
Es la situación más habitual en el adulto y suele ser debe intentarse la extracción endoscópica del bolo
secundaria a la coexistencia de patología esofágica, alimenticio de forma precoz (dentro de las prime-
sobre todo estenosis por anillo de Schatzki o enfer- ras 6 horas), debido al riesgo de aspiración y a la

235
Sección 2. Esófago

Cuerpo extraño en el esófago

¿Características del cuerpo extraño?

Bolo alimenticio CE punzante o cortante 1,2 CE romo (monedas, etc.)1

¿Sialorrea?

No Sí

Glucagón Endoscopia Endoscopia precoz


(o diacepam) precoz Endoscopia (6 horas quizá en esófago
(<6 horas) urgente3 cervical o medio y hasta
(± glucagón)2 24 en distal)

¿Resolución
clínica? ¿fracaso o riesgo
(12 horas) elevado?

Sí No Sí No

Endoscopia Endoscopia
diferida (en 12 horas)2 Esofagoscopia Observación
(± otros rígica (ORL) clínica
estudios)

1
Considerar la necesidad de intubación, si el CE es de difícil agarre (sobre todo en CE romos) y existe la posibilidad de que
se suelte en hipofaringe y entre en la vía respiratoria.
2
Considerar el uso de sobretubo en CE especialmente peligrosos.
3
Si la extracción endoscópica no es posible o resulta demasiado arriesgada (por dificultad técnica o falta de experiencia
del endoscopista o del personal auxiliar), desistir y reconsiderar alternativa (extracción por endoscopia rígida por el ORL)

Algoritmo 2. Manejo de los cuerpos extraños esofágicos.

intensidad de los síntomas. El empleo de glucagón empujar el bolo, salvo que con las maniobras en-
iv antes de realizar la exploración, puede facilitar la doscópicas se haya comprobado una adecuada per-
endoscopia. meabilidad esofágica distal. En tal caso puede in-
La extracción endoscópica de un bolo alimenticio tentarse con un golpe suave efectuado por la punta
impactado entraña menos riesgo que otros proce- del endoscopio. Si con estas maniobras, siempre
dimientos, pero es prudente seguir algunas reco- realizadas con insuflación “máxima”, el bolo alcan-
mendaciones. Como norma general debe evitarse za el estómago, el cuadro agudo está resuelto. Si

236
14. Cuerpos extraños

no es así, debe procederse a la extracción siendo sentido contrario a la retirada, para proteger la mu-
los accesorios más útiles el asa de polipectomía, cosa. Por el mismo motivo puede ser útil aproximar
convencional o con red, o el trípode. Cualquiera de contra el extremo del endoscopio alguna zona lesi-
ellos, especialmente el asa de polipectomía, permi- va del CE, evitando contacto con la pared esofági-
te la extracción completa del bolo de una sola vez, ca, sobre todo en el Killian. Realizar movimientos
especialmente si han pasado pocas horas desde giratorios en ambos sentidos durante la extracción
la impactación. Si ha pasado más tiempo, el bolo puede conseguir que las zonas que inevitablemen-
se habrá macerado y la tracción hace que se frag- te contacten con el CE, lo hagan por menos tiem-
mente, haciendo necesarias varias maniobras de po siendo así menos dañadas. En cualquier caso,
introducción y extracción del endoscopio. En esos nos detendremos si hay resistencia excesiva a la
casos podría utilizarse un sobretubo, balanceando extracción. En algunas situaciones puede ser re-
la ventaja de supone introducir el endoscopio a su comendable la utilización de un sobretubo, siem-
través cuantas veces sea necesario, frente al riesgo pre que el tamaño del CE permita ser alojado en
esencial de este accesorio que es la lesión de la mu- su interior. Este procedimiento minimiza el riesgo
cosa por “pellizcamiento”. de lesión mucosa, protege la vía aérea y permite la
extracción de CE múltiples. Algunos endoscopistas
Cuerpo extraño cortante/punzante recomiendan como alternativa el capuchón de mu-
Es una situación muy diferente a la anterior y cosectomía o el de ligadura si el CE es de pequeño
mucho más peligrosa. Las complicaciones graves tamaño y cabe en su interior.
pueden venir determinadas tanto por la acción
Objetos romos
traumática del propio CE, como por las maniobras
endoscópicas efectuadas para su extracción. La va- El paradigma, por su elevada frecuencia, son las
riedad de CE de estas características es muy eleva- monedas, especialmente habituales en los niños.
da. Los más frecuentes son los huesos de animales No obstante, las recomendaciones descritas a
(conejo, pollo, codorniz...) y las espinas de pescado, continuación son aplicables también para otros CE
aunque otros muchos son relativamente habituales romos, a excepción de las pilas, sobre todo de las
(agujas, clavos, cuchillas de afeitar, etcétera) y “casi denominadas botón (véase más adelante).
todos” posibles9.
La extracción de una moneda alojada en el esófago
Estos CE siempre deben ser extraídos y de forma debe ser intentada por endoscopia en un plazo de
urgente, para minimizar las complicaciones. Aun- unas 12 horas, quizá menos si es en el esófago cer-
que el procedimiento habitual para su extracción vical o medio. La extracción de una moneda, al igual
es la endoscopia flexible, en algunas circunstan- que ocurre con otros CE de difícil agarre, comporta
cias podrá ser aconsejable la endoscopia rígida. No el riesgo de que pueda deslizarse a las vías respi-
puede olvidarse que esta última permite una mejor ratorias. De ahí que deba disponerse del material
manipulación del CE enclavado, pero es compleja y necesario para solventar esta situación. En muchas
comporta un elevado riesgo de perforación (hasta ocasiones, la mejor forma de evitar esta complica-
10-12%). En todos los casos, es importante que la ción, sobre todo en niños o en presos, en los que la
radiología realizada para descartar una perforación colaboración se prevé que no será la adecuada, es
previa, sea muy reciente. la intubación orotraqueal. El uso del asa con red, si
el tamaño lo permite (ver más adelante), simplifica
Técnicamente, es en este tipo de CE donde la ex- mucho la extracción y la hace segura. En caso con-
tracción endoscópica entraña mayor riesgo y difi- trario, las alternativas son las pinzas de ratón que
cultad debiendo aplicarse de forma rigurosa las permiten un adecuado agarre del borde con relieve
recomendaciones descritas. Debe analizarse el CE, de la moneda y la cesta de Dormia, especialmente
con sus zonas más peligrosas, evaluando si ya pare- útiles para asir monedas o CE redondeados y lisos,
ce enclavado en la mucosa. Si es así la maniobra de siempre que su tamaño lo permita.
desimpactación debe realizarse con sumo cuidado,
habitualmente con una pinza con dientes, para des- Cuerpos extraños gástricos
pués asirlo firmemente con la misma pinza o con un
asa o dormia. La retirada será muy cuidadosa para
(algoritmo 3)
evitar yatrogenia. Dependiendo de la forma del CE, En general, los CE que alcanzan el estómago no van
éste puede ser alineado en el eje axial esofágico, a producir síntomas y habitualmente atraviesan el
orientado las zonas punzantes, si las hubiere, en resto del tubo digestivo sin provocar complicacio-

237
Sección 2. Esófago

nes, salvo si son cortantes o punzantes o de gran mienda el uso de sobretubo, asir el CE con asa de
tamaño. Los CE cortantes o punzantes pueden pro- polipectomía e hiperextender el cuello cuando el
ducir lesión de la mucosa gástrica, pero el peligro CE atraviesa la zona cervical.
principal viene determinado por la lesión del intes-
tino delgado, una vez atravesado el píloro, pudien- Objetos punzantes/cortantes
do ser causa de perforación (especialmente a la al- Al igual que en el caso del esófago, siempre deben
tura de la válvula ileocecal) o de hemorragia. En el ser extraídos y de forma urgente, para evitar com-
caso de los CE romos grandes y alargados, el riesgo plicaciones (figura 4). Podría recomendarse que el
es la falta de progresión y su detención, especial- paciente con un CE punzante o cortante alojado en
mente en el duodeno. Todo ello justifica la extrac- el estómago, permanezca en decúbito lateral iz-
ción de estos tipos de CE. El uso de antisecretores quierdo hasta que se practique la endoscopia, a fin
como terapia adyuvante puede ser recomendable. de evitar en lo posible, su paso a través del píloro.
Objetos romos Con la misma intención se puede administrar gluca-
gón, que disminuye la motilidad gástrica9.
El tamaño y en menor medida la forma del CE, con-
diciona nuestra actitud. Veamos los diferentes su- Técnicamente, remitimos a lo descrito para este
puestos y recomendaciones concretas. tipo de CE en el esófago, añadiendo la posibilidad
de uso de una campana de látex como medida de
❱❱ Objetos redondeados. El ejemplo tipo son nue- protección de la mucosa durante la extracción. Di-
vamente las monedas, aunque otros muchos cha campana se fija en la punta del endoscopio me-
son posibles. Si el diámetro de la moneda o de diante esparadrapo o seda para suturar, y se coloca
otro CE romo redondeado es inferior a 2-2,5 evertida hacia atrás en la introducción del aparato.
cm suele atravesar el píloro y posteriormen- Una vez asimos el CE, al retirar el endoscopio en
te el resto del tubo digestivo sin causar más su paso por el cardias generalmente la campana se
problemas. Este hecho se conoce bien por las evierte hacia delante, protegiendo a la mucosa del
descripciones previas a la introducción de la en- contacto con el CE. Una dificultad añadida en los CE
doscopia, y ha sido confirmado recientemente. gástricos, sobre todo cuando son pequeños, puede
A modo de ejemplo, los diámetros de nuestras ser encontrarlos en el estómago10.
monedas mayores son: 2 euros (25,75 mm), 1
euro (23,25 mm), 50 céntimos (24,25 mm). Es Cuerpos extraños en duodeno
discutible el tiempo que se debe esperar para
permitir la progresión espontánea, antes de in- Se trata de una situación infrecuente para la que re-
dicar la extracción por endoscopia. No obstante, sultan aplicables las mismas medidas y recomenda-
la mayoría de los autores recomiendan control ciones descritas para los CE alojados en el estóma-
radiológico semanal, y si no se ha producido la go. Por tanto, debe intentarse su extracción cuando
progresión espontánea en 3-4 semanas, inten- se trata de un objeto cortante/punzante o alargado
tar su extracción. Por el contrario, si el diámetro mayor de 5-7 cm con las mismas consideraciones
es mayor de 2-2,5 cm, es probable que no atra- técnicas mencionadas. La “C” rígida que forma el
viese el píloro por lo que resulta aconsejable duodeno con sus dos rodillas, hace que un CE largo
intentar su extracción en las primeras 24 horas. y rígido difícilmente pueda atravesarlo, con el ries-
go de complicaciones.
❱❱ Objetos esencialmente alargados. Una longitud
superior a los 5-7 cm también aconseja la ex-
tracción, dentro de las primeras 24 horas9.
Situaciones especiales
Estas normas generales no son aplicables a los pa- Ingestión de pilas
cientes con estómagos intervenidos, o con pato-
Las pilas pueden provocar lesión no sólo por la
logía conocida que dificulte la evacuación gástrica
presión que ejercen sobre la pared, sino también
(estenosis pilórica básicamente).
por la quemadura eléctrica y por el escape de las
Técnicamente, en el caso de las monedas deben sustancias que contienen (mercurio entre otras)
seguirse las recomendaciones descritas en el apar- que pueden ser la causa de intoxicación sistémi-
tado previo. En cuanto a los CE alargados grandes, ca. Las pilas convencionales son menos peligrosas
como pueden ser un cepillo de dientes o una cu- que las alcalinas y mucho menos que las “pilas bo-
charilla, además de las pautas descritas, se reco- tón”. Estas últimas contienen elementos altamente

238
14. Cuerpos extraños

Cuerpo extraño en el estómago1

¿Características del cuerpo extraño?

Romo1 Punzante o cortante1

Redondos: <2-2,5 cm (*)


Alargados: <5-7 cm

Sí No

Control Rx2

¿Progresión en
2-4 semnas?

Sí No
Endoscopia
Actitud Extracción Extracción urgente
expectante endocópica endocópica <24 (± glucagón)
electiva3 horas3

Algoritmo 3. Manejo de los cuerpos extraños gástricos.

cáusticos (hidróxido potásico, de aluminio, etc.) y nuación se describen un conjunto de recomenda-


pueden provocar perforación de la pared en pocas ciones concretas11.
horas. Además algunas son pequeñas y fácilmente
Esófago
ingeridas por los niños. Es importante, sobre todo
en el caso de los niños, diferenciar radiológicamen- La existencia de una pila alojada en el esófago re-
te las pilas botón de las monedas, dado que éstas quiere una actuación urgente, especialmente si
últimas permiten un mayor margen de espera. En se trata de una “pila botón”. Su extracción es más
visión frontal, una pila botón suele mostrar un halo difícil que la de las pilas convencionales cilíndricas
que se agarran bien con el asa de polipectomía. Si
radiolúcido en la periferia y un borde liso, sin es-
su tamaño lo permite el material ideal para extraer
trías, a diferencia de la mayoría de las monedas. En
una pila botón es el asa de red o en su defecto la
visión lateral suele identificarse un mayor grosor en cesta de dormia. Ambas atenúan considerable-
la zona central. No obstante, en algunas ocasiones, mente el riesgo de que se suelten al retirarlas. Sin
son indistinguibles radiológicamente. Con las pilas embargo, si son más grandes o no disponemos de
alcalinas y sobre todo con las convencionales, el estos accesorios la extracción se complica mucho.
riesgo de complicación es considerablemente infe- El agarre con las diferentes pinzas es menos firme y
rior, salvo que se detengan en el esófago. A conti- el riesgo de que se suelten y puedan ir hacia la vía

239
Sección 2. Esófago

Figura 4. Imagen endoscópica de cuerpo extraño gástrico


(punta de un compás) que ha provocado una hemorragia
leve.

aérea es importante. Por ello, en esos casos parece


recomendable la intubación orotraqueal. Si no es
posible la extracción endoscópica, debe recurrirse
a una esofagoscopia rígida y en última instancia a la
cirugía dado que la permanencia del CE comporta
Figura 5.Radiografía simple de abdomen de un paciente (pre-
un elevado riesgo de fistulización y estenosis.
so) que ingirió voluntariamente múltiples cuerpos extraños
Estómago largos y punzantes.

Una vez atravesado el cardias, con gran probabili-


dad atravesarán el resto del tubo digestivo sin oca- (la mayoría de éstas son visibles radiológicamente)
sionar problemas (sobre todo si su diámetro no es y permitir su expulsión por las heces de forma es-
superior a 2-2,5 cm y su longitud inferior a 5-7 cm). pontánea. Mientras el paquete con droga esté alo-
No obstante, se ha descrito un caso de intoxicación jado en estómago, administraremos antisecretores.
por mercurio tras la ingestión de una pila. Se discu- El uso de laxantes para acelerar el tránsito, es dis-
te, por consiguiente, si la actitud más prudente es cutible. Si en un período de 48 horas el sujeto no ha
extraer toda pila ingerida alojada en el estómago, o expulsado la/s bolsa/s o aparece cualquier síntoma
si se debe permitir su progresión espontánea, bajo que sugiera la liberación y absorción de la droga, se
control radiológico, procediendo a la extracción debe intervenir quirúrgicamente12,13,14.
sólo si no progresa en 24-48 horas. En el caso de
pilas botón existe consenso en indicar la extracción Material médico desplazado
endoscópica urgente-precoz. Aunque no hay nin- Nos referimos esencialmente al desplazamiento de
gún estudio que lo demuestre, parece razonable el prótesis esofágicas tras radio o quimioterapia en
empleo de antisecretores para minimizar el efecto
neoplasias de esófago. Lo habitual es que la pró-
de la agresión ácida sobre la pila.
tesis se haya desplazado al estómago, de donde se
debe extraer utilizando un asa de polipectomía, ha-
Paquetes de droga bitualmente sin requerir sobretubo/campana. Otra
Es relativamente frecuente el transporte ilegal de situación es la detención de la cápsula endoscópi-
cocaína y otras drogas mediante la ingestión de pe- ca, habitualmente en intestino delgado, debido a la
queños paquetes, generalmente formados por pre- existencia de una estenosis no sospechada. El ma-
servativos de látex. En estos casos nunca debemos nejo dependerá esencialmente de la etiología de la
intentar la extracción endoscópica, ya que nuestras estenosis. En muchos pacientes se hace necesaria
maniobras pueden romper el continente, liberar su la enteroscopia de doble balón (como primera op-
contenido y provocar con ello la muerte por sobre- ción) o la cirugía. Para la extracción prematura de
dosis. Debemos vigilar la progresión de la/s bolsa/s un balón de tratamiento endoscópico de la obesi-

240
14. Cuerpos extraños

dad (por ejemplo, porque se ha objetivado su rotu- 3. Pfau PR, Ginsberg GG. Cuerpos extraños y be-
ra accidental), se utilizarán siempre los accesorios zoares. En: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ,
específicos diseñados a tal efecto. Editores. Sleisenger y Fordtran. Enfermedades
Digestivas y Hepáticas, Fisiopatologia, Diag-
Cuerpos extraños en reclusos/presos nóstico y Tratamiento. 8.ª Ed. Elsevier, Madrid,
Esta es una situación especial, con ciertas particu- 2008:499-513.
laridades (figura 5): 4. Hunter TB, Taljanovic MS. Foreign Bodies. Ra-
dioGraphics 2003;23:731-757.
❱❱ Frecuentemente se trata de CE múltiples, por lo
5. Karnwal A, Ho EC, Hall A, Molony N. Lateral soft
que es mandatario realizar radiografías de tórax
tissue neck X-rays: are they useful in manage-
y abdomen que incluyan el recto.
ment of upper aero-digestive tract foreign bo-
❱❱ Habitualmente son CE de bordes cortantes, pun- dies? J Laryngol Otol 2008;122:845-7.
zantes y de gran tamaño. A menudo han sido 6. Webb WA. Management of foreign bodies of
protegidos con silicona o cinta aislante, no visi- the upper gastrointestinal tract: update. Gas-
ble en las radiografías, pero que puede despren- trointest Endosc 1995;41:39-51.
derse a lo largo del tubo digestivo.
7. Smith MT, Wong RK. Esophageal foreign bodies:
❱❱ Es muy previsible la mala colaboración del pa- types and techniques for removal. Curr Treat
ciente durante la extracción, lo que hace acon- Options Gastroenterol 2006;9:75-84.
sejable la sedación profunda y en algunos casos 8. Sodeman TC, Harewood GC, Baron TH. As-
la anestesia general con intubación. Esto es sessment of the predictors of response to
obligado en CE de difícil extracción o mal agarre, glucagon in the setting of acute esophageal
para minimizar el riesgo de yatrogenia. food bolus impaction. Dysphagia 2004 Win-
❱❱ Durante el ingreso debe tomarse la precaución ter;19:18-21.
de no dejar al alcance de estos pacientes obje- 9. Sung SH, Jeon SW, Son HS, Kim SK, Jung MK,
tos que puedan ser ingeridos de nuevo, con la Cho CM et al. Factors predictive of risk for com-
misma finalidad. En este sentido no es aconseja- plications in patients with esophageal foreign
ble permitir el acceso a instrumentos eléctricos bodies. Dig Liver Dis 2011:3. [Epub ahead of
como radios (pilas) o cualquier otro objeto que print].
pueda ser deglutido. 10. Bertoni G, Pacchione D, Conigliaro R, Sassatelli
R, Pedrazzoli C, Bedogni G. Endoscopic pro-
Agradecimientos tector hood for safe removal of sharp-pointed
❱❱ Dr. Miguel Ángel Simón Marco (Servicio Aparato gastroesophageal foreign bodies. Surg Endosc
Digestivo, Hospital Clínico Universitario Lozano 1992;6:255-8.
Blesa, Zaragoza). 11. Litovitz T, Schmitz BF. Ingestion of cylindrical
❱❱ Dra. Pilar Cebollero Benito (Servicio de Cirugía and button batteries: an analysis of 2382 cases.
General, Hospital Universitario Miguel Servet, Pediatrics 1992;89:747-57.
Zaragoza). 12. Mandava N, Chang RS, Wang JH, Bertocchi M,
Yrad J, Allamaneni S et al. Establishment of a
❱❱ Dra. Elena Martínez Mombila (Servicio de Ra- definitive protocol for the diagnosis and mana-
diodiagnóstico, Hospital Universitario Miguel gement of body packers (drug mules). Emerg
Servet, Zaragoza).
Med J 2011;28:98-101.
Bibliografía 13. Ducons García J, Peña Aldea A. Lesiones por
cáusticos. Traumatismos esofágicos y cuerpos
1. O’Sullivan ST, Reardon CM, McGreal GT, Hehir extraños. En: Julio Ponce Editor. Tratamiento
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2. Weiland ST, Schurr MJ. Conservative manage- 14. Elisen GM, Baron TH, Huerta F et al. Guidelines
ment of ingested foreign bodies. J Gastrointest for the management of ingested foreign bo-
Surg 2002;6:496-500. dies. Gastrointest Endosc 2002;55:802-806.

241
15 Trastornos motores del esófago
Carlos Martín de Argila, Daniel Boixeda
Servicio de Gastroenterología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid

Introducción Objetivos de este capítulo


Los trastornos motores del esófago incluyen ❱❱ Conocer el conjunto de los trastornos
una serie de situaciones clínicas cuyos síntomas, motores esofágicos de orígenes primario y
especialmente la disfagia y el dolor torácico, se secundario.
sospecha que tienen un origen esofágico y están ❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos
relacionados con disfunciones de los esfínteres para sospechar el padecimiento de este
y/o alteraciones en la peristalsis del esófago. La tipo de trastornos y derivar al paciente a
mayoría de estos trastornos se localizan en los un ámbito especializado.
dos tercios inferiores del esófago (musculatura
❱❱ Conocer los recursos diagnósticos
lisa), siendo infrecuentes los del tercio superior
disponibles y las posibilidades terapéuticas
(musculatura esquelética). Existen diversas cla- actuales.
sificaciones de estos trastornos. De todas ellas,
probablemente la más útil desde el punto de vis-
ta práctico sea la que distingue entre trastornos
motores primarios y secundarios (tablas 1 y 2)1. REFERENCIAS CLAVE
Estos últimos se producen en el contexto de en- 1. Richter JE. Oesophageal motility disorders.
fermedades sistémicas como la diabetes, enfer- Lancet 2001;358:823-28.
medades del tejido conectivo, dermatomiositis, 2. Mittal RK, Bhalla V. Oesophageal motor
esclerodermia, amiloidosis, alcoholismo, enfer- functions and its disorders. Gut 2004;
medad de Chagas y neoplasias (generalmente de 53:1536-1542.
esófago y estómago). La enfermedad por reflujo
3. Mearín F. Trastornos motores esofágicos.
gastroesofágico es la situación clínica que con
En: Farreras P, Rozman C, eds. Medicina
mayor frecuencia se asocia a alteraciones moto-
Interna. Barcelona: Mosby/Doyma, 2000.
ras del esófago. En todas estas enfermedades el
trastorno motor del esófago es consecuencia de 4. Francis DL, Katzka DA. Achalasia: Update on
the disease and its treatment. Gastroente-
la enfermedad de base (neuropatía autonómica
rology 2010;139:369-74.
en la diabetes, reemplazamiento del músculo
liso por tejido conectivo en la esclerodermia,
irritación de la mucosa esofágica y cambios in-
(síntoma prácticamente presente en todos estos
flamatorios provocados por el reflujo en la en-
pacientes) sea de origen coronario y no esofágico.
fermedad por reflujo gastroesofágico, etc.). Los
trastornos motores primarios no tienen una cla-
ra etiología y se relacionan con alteraciones en Trastornos motores esofágicos primarios
el funcionamiento del esfínter esofágico inferior
(EEI) y de la peristalsis de la pared esofágica. Un Acalasia
aspecto común a todos los trastornos motores
del esófago es que es necesario hacer siempre La acalasia (“fallo en la relajación”) es el trastorno
una adecuada valoración desde el punto de vista motor primario esofágico más representativo. Aun-
cardiológico para descartar que el dolor torácico que su fisiopatología es bien conocida, su etiología

E S Ó F A G O 243
Sección 2. Esófago

TABLA 1. Trastornos motores primarios del esófago 1.

Trastorno motor Hallazgos en la manometría

Acalasia clásica Relajación inadecuada del EEI


Trastornos atípicos de la relajación del EEI

Espasmo esofágico difuso Contracciones incoordinadas



Esófago en cascanueces Hipercontracción
EEI hipertenso

Motilidad esofágica ineficaz Hipocontracción

TABLA 2. Trastornos motores esofágicos secundarios y sus hallazgos manométricos 25.

Enfermedad Hallazgos en la manometría

Diabetes Contracciones bicúspides de baja amplitud

Pseudoobstrucción crónica idiopática Contracciones repetitivas, pérdida


segmentaria de la peristalsis

Esclerodermia, enfermedad mixta del Baja presión del EEI y contracciones simultáneas
tejido conectivo, artritis reumatoide y de baja amplitud en los dos tercios distales
lupus sistémico diseminado esofágicos

Acalasia secundaria, enfermedad de Chagas Evidencia de enfermedad sistémica, neoplasia,


megauréter y megacolon

Amiloidosis, alcoholismo, mixedema Contracciones de baja amplitud en el esófago distal


y esclerosis múltiple

no está clara, habiéndose sugerido factores de habitantes5. Clínicamente se manifiesta por la pre-
carácter hereditario, degenerativo, autoinmune e sencia de disfagia de larga evolución, tanto para
infeccioso2. Se caracteriza por una infiltración in- sólidos como para líquidos, acompañada de inten-
flamatoria del plexo mientérico de Auerbach que sa regurgitación de alimentos y saliva. No es infre-
acaba provocando una degeneración neuronal en cuente que en las fases iniciales sea intermitente
la pared del esófago. La afectación es predominan- y predominantemente para líquidos (disfagia para-
temente de las neuronas inhibitorias productoras dójica). Algunos pacientes refieren pirosis, proba-
de óxido nítrico y polipéptido intestinal vasoactivo: blemente en relación con la producción de ácido
todo ello conduce a una actividad neuronal man- láctico del alimento retenido en el esófago. Otros
tenida de la estimulación colinérgica que provoca enfermos refieren dolor torácico, generalmente en
un aumento de la presión basal del EEI, una insufi- las formas más leves. La imposibilidad de nutrirse
ciente relajación del mismo tras la deglución y una adecuadamente conduce, en fases avanzadas, a
aperistalsis esofágica por la pérdida del gradiente estados de adelgazamiento y anemización. Otras
latente de presiones que permite las contracciones complicaciones incluyen la aparición de neumonitis
secuenciales (proceso mediado por el óxido nítrico
e incluso de abscesos pulmonares secundarios a epi-
en el esófago inferior)3,4.
sodios de broncoaspiración (figura 1). Éstos son de-
La incidencia de la acalasia es de 5 casos/100.000 bidos a la presencia de alimentos y secreción salival
habitantes/año y la prevalencia de 10 casos/100.000 retenidos en la luz del esófago y suelen manifestarse

244
15. Trastornos motores del esófago

A B

Figura 1. Imágenes radiológicas


características de la acalasia.
a) Rx PA del tórax que muestra un nivel
hidroaéreo en la parte superior del
mediastino.
b) Rx lateral del tórax que muestra niveles
hidroaéreos en el lóbulo superior izquierdo
del pulmón en un paciente con acalasia
complicada con broncoaspiración y absceso
del pulmón.
c) Esofagograma de un paciente con acalasia
que muestra un esófago moderadamente
dilatado, sin peristalsis y con una terminación
típicamente afilada (pico de ave o cola de
ratón).
d) Esófago tortuosamente dilatado en un
paciente con acalasia avanzada.

C D

por episodios de tos y sensación asfíctica de predo- ción esofágica de aspecto tortuoso, con ausencia
minio nocturno. Algunos pacientes desarrollan un de vaciamiento del contraste y un nivel hidroaéreo
carcinoma escamoso del esófago a largo plazo. superior irregular como consecuencia de los ali-
mentos retenidos (figura 1). Es característico el afi-
El diagnóstico viene sugerido por la clínica6. Ante
lamiento distal esofágico en forma de “pico de pá-
la sospecha debe realizarse un estudio radiológico
jaro”. La presencia de un divertículo epifrénico en
del esófago con bario que mostrará, en los estadios
el esófago distal también es sugestiva de acalasia4.
iniciales, un esófago de diámetro normal pero con
pérdida de la perístasis fisiológica. En fases más El diagnóstico debe confirmarse mediante una
avanzadas de la enfermedad, aparece una dilata- manometría esofágica (figura 2). Esta exploración

Peristalsis esofágica
Paciente con acalasia
Deglución Deglución Deglución

100 mmHg

Cuerpo
esofágico

Figura 2. Manometría de un paciente con acalasia. Obsérvese la ausencia de respuesta motora a la deglución en el cuerpo del
esófago.

245
Sección 2. Esófago

muestra la ausencia de peristaltismo primario en ❱❱ Inyección de toxina botulínica: la inyección de toxi-


el cuerpo esofágico. Típicamente, las ondas de na botulínica tipo A en el EEI por vía endoscópi-
contracción suelen ser de amplitudes bajas (10-40 ca es el tratamiento alternativo más reciente de
mmHg), salvo en la denominada “acalasia vigo- la acalasia14,15. La toxina botulínica inhibe la libe-
rosa”, en la que se observa aperistalsis, pero con ración calcio-dependiente de acetilcolina desde
amplitudes normales o aumentadas de las contrac- las terminaciones neuronales compensando el
ciones. La presión del EEI suele estar aumentada efecto de la pérdida selectiva de inhibición me-
(nunca baja), si bien puede ser normal hasta en un diada por neurotransmisores. Su eficacia es alta
50% de los casos (10-45 mmHg). Es característica a corto plazo (80%); sin embargo, disminuye de
la relajación anormal del EEI que resulta corta e modo considerable a los seis meses y al año de
inadecuada. Hasta en un 70-80% de los enfermos seguimiento (68% y 54%, respectivamente)16.
no se produce con la deglución de líquidos o es in- La mejoría de la sintomatología parece ser más
completa7,8. prolongada (más de 1,5 años) en pacientes ma-
yores de sesenta años y en aquellos con aca-
La manometría de alta resolución y la impedancio- lasia vigorosa15. Si bien la realización previa de
metría intraluminal multicanal parecen tener una una miotomía o una dilatación neumática no
mayor sensibilidad diagnóstica que la manometría parece disminuir la eficacia de la inyección de
convencional en el diagnóstico de esta enfermedad; toxina botulínica, esta última terapia sí parece
permitiendo, además, la identificación de subtipos que puede dificultar y reducir la eficacia de la
de la enfermedad con valor pronóstico9. Dado que realización posterior de una miotomía17. El tra-
algunos tumores de la unión gastroesofágica pue- tamiento con toxina botulínica es seguro; sin
den producir una pseudoacalasia, en todo paciente embargo, su eficacia transitoria condiciona que
con sospecha de esta enfermedad debe realizarse actualmente se reserve para pacientes con co-
una panendoscopia oral para valorar dicha región4. morbilidad importante en los que se recomien-
No existe ningún tratamiento de la acalasia que de no utilizar tratamientos más agresivos18,19.
logre restaurar la normal peristalsis del esófago y ❱❱ Dilatación neumática del cardias: es el tratamien-
la ausencia de relajación del EEI. Todos los trata- to no quirúrgico más efectivo de la acalasia5,20.
mientos actualmente disponibles son de carácter Consiste en la rotura de las fibras musculares
paliativo y van dirigidos a reducir el gradiente de del EEI mediante la insuflación de un balón neu-
presión a través del EEI con el fin de facilitar el paso mático que es introducido por vía endoscópica
del alimento por el efecto de la gravedad, desde el hasta el cardias. Se puede realizar de modo
esófago a la cavidad gástrica. ambulatorio y la recuperación es rápida. La efi-
❱❱ Tratamiento farmacológico: la administración de cacia de esta técnica es elevada (60-85%) tras
nitratos o antagonistas del calcio antes de las una primera dilatación, pero más del 50% de
comidas puede mejorar transitoriamente la dis- los enfermos requieren otro tratamiento (nueva
fagia, pero su eficacia real está limitada por los dilatación o cirugía) en el transcurso de los cin-
efectos adversos y la ausencia de efectividad a co años de seguimiento21,22. Es menos eficaz en
largo plazo. Estudios controlados no han mos- pacientes menores de cuarenta años y es más
trado beneficio de estos medicamentos cuando eficaz cuando la presión del EEI es menor de 10
se comparan con placebo10. Estos tratamientos mmHg23. La perforación es la principal compli-
cación a corto plazo de esta técnica terapéutica
se indican en pacientes con sintomatología leve,
y su incidencia es baja (2-6%)24. El reflujo gas-
en quienes no es posible otra opción terapéu-
troesofágico es la complicación más frecuente
tica o la rechazan. Recientemente se ha pro-
a corto y medio plazo, siendo bien controlado
puesto el empleo del sildenafilo (inhibidor de la
con el empleo de inhibidores de la bomba de
enzima responsable de la degradación del óxido
protones.
nítrico) en pacientes con acalasia. Este fármaco
relaja el EEI y reduce la amplitud de las contrac- ❱❱ Cardiomiotomía quirúrgica: junto a la dilatación
ciones esofágicas9,10. Sin embargo, aún no se neumática son los únicos tratamientos que lo-
dispone de estudios con este medicamento en gran mejoría prolongada de la sintomatología
la acalasia. La trazadona (ansiolítico) ha mos- y del vaciamiento esofágico en la acalasia. El
trado beneficio en estos pacientes en estudios tratamiento quirúrgico suele emplearse cuan-
controlados13. do ha fracasado o no ha podido emplearse

246
15. Trastornos motores del esófago

la dilatación neumática. La miotomía del EEI del paciente, de la disponibilidad y experiencia


estándar (miotomía de Heller), generalmente local en las distintas técnicas terapéuticas, de la
realizada por vía torácica, logra un excelente opinión del paciente y de la intensidad de los
alivio de la sintomatología en un 70-90% de síntomas.
los pacientes25, con una prolongada efectividad
en el tiempo (hasta 20 años)26. El abordaje la- Espasmo esofágico difuso
paroscópico de esta técnica, además de lograr El espasmo esofágico difuso (EED) es un trastorno
también excelentes resultados, se acompaña de motor que se caracteriza por una peristalsis normal
un menor tiempo de hospitalización y una más interrumpida de modo intermitente por las con-
rápida recuperación postquirúrgica27. Dada la tracciones esofágicas simultáneas. Representa un
relativa frecuencia con que se produce la sin- 3-5% de los trastornos motores esofágicos. Aunque
tomatología de reflujo gastroesofágico (10%) puede presentarse a cualquier edad, suele ocurrir
tras la cardiomiotomía quirúrgica, algunos au- en pacientes mayores de cincuenta años. Su etio-
tores aconsejan añadir a esta técnica quirúrgica logía es desconocida. Se han descrito casos de aso-
una funduplicatura24. Sin embargo, dada la alta ciación familiar. Los pacientes con este trastorno
efectividad de los inhibidores de la bomba de presentan una hipersensibilidad esofágica frente
protones para controlar la sintomatología del a estimulaciones con fármacos colinérgicos y pen-
reflujo, y el riesgo de que tras la funduplicatura tagastrina, desarrollando contracciones esofágicas
se produzca una disfagia, actualmente muchos anormales y dolor torácico. Algunos estudios han
autores recomiendan la miotomía sin fundu- encontrado relación entre la aparición de EED y
plicatura18,28. La figura 3 muestra, en forma de situaciones de estrés o el propio reflujo gastroeso-
algoritmo, la secuencia de actuación terapéuti- fágico. Se piensa que esta hipersensibilidad eso-
ca en la acalasia, que dependerá del riesgo vital fágica puede estar mediada por un defecto en la

Enfermos con elevado riesgo quirúrgico


Enfermos con bajo riesgo quirúrgico
o rechazo a cirugía

Dependiendo de las preferencias del


paciente y la disponibilidad en técnicas
terapéuticas del medio sanitario
Tratamiento farmacológico
y/o toxina botulínica

Dilatación
Miotomía Fracaso
neumática

Fracaso Fracaso Reconsiderar manejo


estándar/gastrostomía
Repetir Dilatación
dilatación* neumática

Fracaso Fracaso

Resección * Considerar cirugía tras tres sesiones de


Miotomía
esofágica dilatación neumática sin éxito

Figura 3. Algoritmo de actuación en el paciente con acalasia 37.

247
Sección 2. Esófago

inhibición neuronal a lo largo del cuerpo esofágico, En el tratamiento es importante lograr convencer
probablemente en relación con un descenso en la al enfermo de que el motivo de sus molestias no
biodisponibilidad de óxido nítrico4. es de origen cardiaco, sino esofágico. No se dispo-
ne actualmente de medicamentos que logren una
Clínicamente se caracteriza por dolor torácico de
desaparición completa de la sintomatología en este
frecuencia, intensidad y localización variables, que
trastorno esofágico. Los nitratos, bloqueantes del
generalmente tiene unas características difícil-
calcio y anticolinérgicos, reducen la amplitud de
mente distinguibles del dolor anginoso de origen
las contracciones pero no logran controlar de un
cardiaco y que además suele responder a la admi-
modo efectivo la sintomatología. Es importante
nistración de nitratos. Este dolor suele desenca-
denarse con las comidas. El otro síntoma cardinal tratar eficazmente el reflujo gastroesofágico31-33. La
de este cuadro es la disfagia. La disfagia es inter- dilatación neumática endoscópica, la inyección de
mitente, no progresiva, a sólidos y líquidos y suele toxina botulínica y la cirugía se han empleado en
desencadenarse con la ingestión de líquidos muy enfermos con sintomatología persistente no alivia-
calientes, situaciones de estrés e ingesta rápida de da con las medidas anteriormente citadas34-36. Sin
alimentos. No es raro que este trastorno se asocie embargo, no se dispone de estudios controlados
a sintomatología compatible con el síndrome del con estos tratamientos.
intestino irritable o disfunción urinaria y sexual en
mujeres4,29. Esófago en “cascanueces” y EEI hipertenso
El diagnóstico del espasmo esofágico difuso se rea- Estos dos trastornos pueden englobarse en la de-
liza mediante la manometría esofágica. El trazado nominación de esófago hipertenso. En el esófago
típico es el de contracciones simultáneas intermi- “en cascanueces” se observan contracciones de
tentes interrumpidas por trazados con peristalsis gran amplitud (dos veces la desviación estándar
normal30. “La manometría de alta resolución ha observada en personas normales) que afectan
permitido caracterizar mejor este trastorno mo- al cuerpo esofágico. Cuando estas contracciones
tor”9. La radiografía con bario esofágica muestra afectan al EEI se utiliza el término EEI hipertenso4.
imágenes muy dispares y diferentes según el mo- En ambas situaciones la peristalsis es normal. Con
mento en que se realiza la exploración (figura 4). Se cierta frecuencia ambas alteraciones coinciden, en
pueden emplear pruebas de provocación del dolor cuyo caso la denominación apropiada es esófago
torácico (distensión con balón, test del tensilon). hipercontráctil37. La etiología de estos trastornos se
La realización de una pH-metría de 24 horas es útil desconoce. Como en el espasmo esofágico difuso,
para identificar la presencia de una enfermedad se aduce que pudieran estar en relación con situa-
por reflujo gastroesofágico (ERGE), presente en un ciones de estrés y con reflujo gastroesofágico.
20-50% de estos pacientes4.
Desde el punto de vista clínico, estos trastornos
se caracterizan por la aparición de dolor torácico
provocado por la gran amplitud de las ondas de
contracción esofágica (peristalsis sintomática). Más
rara es la presencia de disfagia.
Aunque el diagnóstico puede venir sugerido por la
clínica, su confirmación requiere de una manome-
tría esofágica (tabla 1). La radiografía con bario es
de poca utilidad dado que la peristalsis esofágica
es normal.
El tratamiento es similar al descrito en el espasmo
esofágico difuso.

Motilidad esofágica ineficaz


(esófago hipocontráctil)
Es un trastorno motor esofágico caracterizado ma-
nométricamente por trazados de baja amplitud
Figura 4. Radiografía baritada en un caso de espasmo (< 30 mmHg), contracciones simultáneas en el esó-
esofágico difuso. Pueden observarse ondas de contracción fago distal o peristalsis ineficaz (tabla 2). En el últi-
simultáneas y no propulsoras. mo caso, las ondas no atraviesan la extensión total
del esófago distal6. La etiología de este trastorno es

248
15. Trastornos motores del esófago

también de origen incierto; sin embargo, muchos


de los pacientes con motilidad esofágica ineficaz
Conclusiones
tienen una ERGE, habiéndose sugerido que el tras- Los trastornos motores del esófago son entidades
torno motor esofágico pudiera ser consecuencia relativamente frecuentes que cursan generalmente
del daño crónico producido por el ácido en el esó- con dos síntomas cardinales, la disfagia y el dolor
fago distal38. torácico. Este último síntoma obliga siempre a des-
cartar un posible origen cardiológico. De todos los
Desde el punto de vista clínico, la sintomatología trastornos motores, la acalasia es el más represen-
más frecuente en estos pacientes es la pirosis y tativo, el que está mejor descrito y del que se cono-
la regurgitación, siendo poco frecuente la disfa- ce mejor su fisiopatología. Además, es el trastorno
gia (cuando aparece debe sospecharse de alguna motor primario para el que se dispone de un trata-
complicación de la ERGE). El tratamiento debe ir miento más eficaz, fundamentalmente la dilatación
dirigido fundamentalmente al control de la secre- neumática por vía endoscópica y el tratamiento
ción clorhidropéptica mediante el empleo de inhi- quirúrgico mediante la miotomía del EEI. No debe
bidores de la bomba de protones. No se dispone de olvidarse que muchas enfermedades con afecta-
ningún medicamento que actúe específicamente ción multisistémica pueden cursar con alteraciones
aumentando la amplitud de las contracciones. Un motoras esofágicas como trastorno secundario. És-
proquinético, la cisaprida, sería el medicamento tas incluyen la diabetes, amiloidosis, enfermedad
más apropiado para este trastorno, pero su uso ha de Chagas, alcoholismo, mixedema, esclerosis múl-
sido restringido por haberse relacionado con alte-
tiple y artritis reumatoide, entre otras.
raciones del ritmo cardiaco. Una alternativa es la
metoclopramida o la cinitaprida18.
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249
Sección 2. Esófago

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250
16 Tumores malignos del esófago
Gloria Fernández Esparrach, Antoni Castells Garangou*
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic, Barcelona
* IDIBAPS, CIBERehd

Epidemiología Objetivos de este capítulo


El cáncer de esófago (CE) es el octavo cáncer ❱❱ Identificar los factores de riesgo del cáncer
más frecuente en el mundo. En 2010, el número esofágico para establecer una profilaxis
estimado de nuevos casos en Estados Unidos fue primaria adecuada.
de 16.640 y el de muertes por CE de 14.500. Se ❱❱ Reconocer los signos clínicos de sospecha y
trata de un cáncer endémico en muchos países establecer la estrategia diagnóstica idónea.
desarrollados y su incidencia es de las más varia-
❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos de
bles, siendo sesenta veces superior en las regio-
las pautas actuales de tratamiento.
nes con una incidencia más elevada. Las áreas
de prevalencia más elevadas son el sudeste de
África, Irán, India y China (el “cinturón asiático
del cáncer de esófago”) con unas tasas de inci- REFERENCIAS CLAVE
dencia de hasta los 20-30 casos/105 habitantes. 1. Enzinger PC, Mayer RJ. Esophageal cancer.
En determinadas regiones de esas áreas geográ- N Engl J Med 2003;349:2241-52.
ficas superan los 150 casos/105 habitantes. El
2. Allum WH, Griffin SM, Watson A, Colin-
riesgo aumenta con la edad, siendo la media de
Jones D; Association of Upper Gastrointes-
67 años en el momento del diagnóstico.
tinal Surgeons of Great Britain and Ireland;
Más del 90% de los tumores malignos del esófa- British Society of Gastroenterology; British
go corresponden a carcinoma escamoso (CEE) y Association of Surgical Oncology. Guide-
adenocarcinoma (AE). En raras ocasiones, otros lines for the management of oesophageal
carcinomas, melanomas, leiomiosarcomas, car- and gastric cancer. Gut 2002;50:v1-v23.
cinoides y linfomas pueden asentar en la pared 3. Scheppach W, Bresalier RS, Tytgat GN.
esofágica. Aproximadamente el 75% de los AE se Gastrointestinal and liver tumors. Berlín,
localizan en el esófago distal mientras que el CEE Springer, 2004.
suele afectar al tercio medio o distal. 4. NCCN Practice Guidelines in Oncology.
Esophageal cancer. v.2.2010.
La incidencia global del CE en los países occiden-
tales ha experimentado un incremento del 15-
20% durante las últimas tres décadas. Durante
y el uso de algunos medicamentos pueden haber
este período se ha producido, además, un cam- contribuido a estos cambios.
bio en el patrón histológico. En 1975, el 75% de
los tumores malignos del esófago correspondían
a CEE y el 25% restante a AE. Desde entonces, se Etiología
ha observado un descenso de la incidencia del
CEE, junto con un aumento de la del AE superior Los factores que constituyen un factor de riesgo co-
mún para el desarrollo de ambos tipos de tumores
al 45%. En la actualidad, en EE.UU. se diagnos-
son2,3:
tica un mayor número de casos de AE que de
CCE1. Variaciones en el hábito tabáquico y dieté- ❱❱ Tabaco: el humo de los cigarrillos contiene un
tico, así como la mayor prevalencia de obesidad elevado número de nitrosaminas, hidrocarbu-

E S Ó F A G O 251
Sección 2. Esófago

ros aromáticos policíclicos, aminas aromáticas, Iocalizado en el cromosoma 17. Se caracteriza


aldehídos y fenoles que pueden contribuir a la por hiperqueratosis palmoplantar y fragilidad
carcinogénesis esofágica. En este sentido, existe de la mucosa oral. Este síndrome se asocia a un
una asociación entre la duración del hábito ta- riesgo próximo al 95% de desarrollar CEE a los
báquico y la incidencia de CEE y AE. setenta años de edad.
❱❱ Radioterapia: la radioterapia a nivel del medias- ❱❱ Otros: la incidencia del CEE es inversamente pro-
tino empleada en el tratamiento del cáncer de porcional al estatus social, siendo mucho más
mama o linfoma predispone al CE. Éste puede frecuente en áreas geográficas desfavorecidas.
aparecer al cabo de diez años o incluso más des- Las dietas pobres en verdura fresca y frutas (a
de la exposición a la radiación. través de un déficit de riboflavina y vitamina
Otros factores comportan riesgo solo para un de- A) y la presencia de aflatoxinas o nitrosaminas
terminado tipo de tumor: en determinados alimentos son también facto-
res de riesgo. El síndrome de Plummer-Vinson,
Carcinoma escamoso caracterizado por disfagia, anemia ferropénica
y membranas esofágicas, es excepcional en el
❱❱ Irritación crónica: una ingesta importante de al- momento actual en nuestro medio debido a la
cohol, especialmente en combinación con el mejora nutricional.
tabaco, aumenta el riesgo de CEE, así como de
neoplasias de cabeza y cuello. Otras causas de Adenocarcinoma
irritación crónica esofágica incluyen la acalasia y
los divertículos esofágicos (en los últimos la co- ❱❱ Enfermedad por reflujo gastroesofágico: los indivi-
mida queda retenida y sometida a fenómenos de duos con síntomas recurrentes de reflujo po-
fermentación bacteriana, desencadenando va- seen un riesgo ocho veces superior de desarro-
rios mecanismos de irritación química), el consu- llar un AE. Los fármacos que relajan el esfínter
mo de bebidas extremadamente calientes (café, esofágico inferior y favorecen el reflujo (antico-
té) y los cáusticos. En el último caso, el cáncer linérgicos, aminofilinas, betabloqueantes, etc.)
puede aparecer hasta 30-40 años después de la pueden contribuir a su aparición. Se ha sugerido
ingesta del agente corrosivo y, a menudo, asienta que la infección por Helicobacter pylori podría
sobre una estenosis previa (capítulo 13). disminuir la probabilidad de presentar una en-
fermedad por reflujo gastroesofágico, pudiendo
❱❱ Predisposición genética: la tilosis o queratoderma constituir un factor de protección para el desa-
palmoplantar no epidermolítico es una enfer- rrollo de AE.
medad autosómica dominante poco frecuente
causada por mutaciones en un gen supresor ❱❱ Sexo: el AE es más frecuente en hombres que en
mujeres. Independientemente de la edad, el ries-
go de una mujer con clínica de reflujo gastroeso-
fágico de desarrollar AE es menor que el de un
varón que no presenta síntomas de reflujo.
❱❱ Obesidad: el aumento de la obesidad en los
países occidentales se ha relacionado con el
incremento de la incidencia de AE. Se ha pos-
tulado que la obesidad incrementaría la presión
intraabdominal y, consecuentemente, el reflujo
gastroesofágico.
❱❱ Esófago de Barrett: el esófago de Barrett se carac-
teriza por la sustitución del epitelio escamoso
del esófago distal por epitelio columnar gástrico
con metaplasia intestinal (figura 1). Se presenta
en un 5-10% de los pacientes con enfermedad
Figura 1. Imagen endoscópica de un paciente con un esófago por reflujo gastroesofágico aunque ocasional-
de Barrett con una extensión circunferencial de 1 cm y máxi- mente puede aparecer en pacientes sin sínto-
ma de 3 cm (clasificación de Praga C1M3).
mas de reflujo. Los pacientes con esófago de

252
16. Tumores malignos del esófago

Barrett poseen un riesgo elevado de AE (de 30 a


125 veces superior al de la población sana), con
un índice anual de transformación neoplásica
de 0,5%, aproximadamente.
❱❱ Factores genéticos: los cambios moleculares y ge-
néticos que sustentan el desarrollo del esófago
de Barrett y ulterior AE no están bien estable-
cidos en la actualidad. Se han identificado di-
versos genes potencialmente implicados (COX2,
Bcl-2, TP53, p16, p27, ciclina D1, RB, EGF, erb-2,
alfa y beta catenina), así como pérdidas (4q, 5q,
9p y 18q) y ganancias (8q, 17q y 20q) cromosó-
Figura 2. La presencia de dolor torácico retroesternal
micas y, en ocasiones, amplificaciones génicas suele ser síntoma de un tumor localmente avanzado. La
(7, 8 y 17 q). imagen corresponde al TC torácico de un paciente con un
carcinoma escamoso en esófago medio. Se observa un
engrosamiento de la pared del esófago (flechas) junto con
Presentación clínica la presencia de adenopatías mediastínicas (A).

Los síntomas más frecuentes en el momento del


diagnóstico son disfagia, dolor y pérdida de peso. no inequívoco de invasión mediastínica (figura 2).
Estas manifestaciones acostumbran a traducir la Otros pacientes refieren sintomatología respirato-
presencia de una neoplasia avanzada. La disfagia ria secundaria a una fístula esofagotraqueal, o he-
suele ser de tipo mecánico y de carácter progresivo, morragia digestiva. La presencia de dolores óseos
primero para sólidos y posteriormente para líqui- obliga a descartar la presencia de metástasis óseas.
dos. Muchos pacientes refieren sensación de en-
clavamiento tras la ingesta. Es frecuente el antece- El examen físico es habitualmente poco específico,
dente de sintomatología relacionada con el reflujo siendo el signo más frecuente un grado variable de
gastroesofágico. La disfonía debe sugerir afectación desnutrición. A menudo se observan adenopatías,
del nervio recurrente. Otros síntomas como hipo particularmente en la fosa supraclavicular izquier-
secundario a afectación diafragmática por invasión da (ganglio de Virchow), hepatomegalia y derrame
transmural, sialorrea, regurgitación, odinofagia y pleural. Todos ellos son indicadores de enfermedad
anorexia son manifestaciones que contribuyen a la metastásica.
desnutrición del paciente. La pérdida de más de un
10% de la masa corporal constituye un factor inde-
pendiente de mal pronóstico. En estadios avanza-
Diagnóstico
dos, el paciente puede referir dolor retroesternal o La endoscopia digestiva alta es la técnica diagnós-
epigástrico de gran intensidad. Ello suele ser un sig- tica de elección y debe realizarse ante cualquiera

Figura 3. Imágenes endoscópicas de cáncer de esófago. A) Adenocarcinoma sobre esófago de Barrett. Por ecoendoscopia se
apreció infiltración de la submucosa (T1N0M0). B) Neoformación vegetante y estenosante en esófago distal (adenocarcinoma).
C) Neoformación ulcerada en esófago medio (carcinoma escamoso).

253
Sección 2. Esófago

La estadificación se realiza mediante tomografía


computarizada toracoabdominal (TC), si bien esta
exploración tiene limitaciones para evaluar la pro-
fundidad de la invasión tumoral local o la afecta-
ción ganglionar. Con el fin de soslayar estas limi-
taciones, en los pacientes con CE potencialmente
resecable debe efectuarse una ultrasonografía en-
doscópica (UE). Esta técnica permite establecer el
grado de penetración transmural con una precisión
del 80-90% y la afectación de ganglios regionales
con una precisión del 70-80% (figura 6). Ello es es-
pecialmente importante cuando se valora la posi-
bilidad de realizar tratamientos neoadyuvantes. La
Figura 4. Imagen de un esófago de Barrett con Narrow Band probabilidad de detectar metástasis ganglionares
Imaging (NBI): la exploración con luz azul realza los patrones aumenta con la utilización de la punción aspirativa
mucoso y vascular que, en este caso, no muestran anomalías. con aguja fina guiada por UE (precisión diagnóstica
del 90%). La broncoscopia es necesaria para des-
cartar invasión traqueobronquial, especialmente
de los signos de alarma antes mencionados2,4. Esta cuando se contempla la opción quirúrgica o antes
exploración permite observar alteraciones en la de realizar tratamiento quimioterápico o radiote-
superficie de la mucosa y obtener biopsias para la rápico, a fin de valorar el riesgo de inducir fístulas
confirmación histológica (figura 3). Las técnicas de esofagotraqueobronquiales.
cromoendoscopia (azul de toluidina, solución yoda- La tomografía con emisión de positrones está sien-
da de Lugol y otras) y el Narrow Band Imaging (NBI) do utilizada de forma creciente para detectar en-
pueden ser útiles para el diagnóstico de lesiones fermedad metastásica. Estudios recientes sugieren
precoces (figura 4). El esofagograma con bario per- que esta exploración puede detectar la presencia
mite establecer la extensión local de la lesión, en de metástasis en el 15% de los pacientes en los que
especial cuando existe una estenosis infranqueable se ha descartado esta eventualidad mediante las
con el endoscopio (figura 5). técnicas convencionales. Los marcadores tumora-

Figura 5. Imágenes radiológicas de un carcinoma del esófago. La imagen de la izquierda muestra un defecto de repleción en
el esófago medio y una estenosis en el extremo distal. La imagen de la derecha muestra un segmento de bordes anfractuosos
claramente sugestivos de infiltración neoplásica.

254
16. Tumores malignos del esófago

A B C
Figura 6. Imágenes ecoendoscópicas de cáncer de esófago. A) El tumor afecta la mucosa y no se puede descartar afectación de la
submucosa (T1). B) El tumor infiltra todas las capas hasta la muscular propia sin sobrepasarla (T2). C) Se aprecia infiltración de la
pared gástrica del fundus hasta la serosa (T3).

les (antígeno carcinoembrionario, CA19-9 y CA125) momento del diagnóstico. Además, en menos del
poseen una baja sensibilidad y especificidad, por lo 60% de los pacientes con cáncer resecable va a ser
que son de poca utilidad en el cribado, predicción posible realizar una resección curativa. De manera
de la respuesta, valoración pronóstica y seguimien- global, la supervivencia a cinco años es inferior al
to del CE. 20%. Tras una cirugía radical, la supervivencia a
cinco años es del 95% en el estadio 0, 50-80% en
el estadio I, 30-40% en el estadio IIA, 10-30% en el
Estadio y pronóstico estadio IIB y 10-15% en el estadio III. Los pacientes
El estadio del CE se establece de acuerdo a la cla- con enfermedad metastásica (estadio IV) tratados
sificación TNM (tabla 1), la cual tiene en cuenta las con quimioterapia paliativa tienen una media de
características del tumor primario, la afectación supervivencia inferior a doce meses.
ganglionar y la presencia de metástasis a distan-
cia5. Alrededor de un 50% de los pacientes pre- Entre las variables con valor predictivo en relación
sentan enfermedad irresecable o metastásica en el con la supervivencia destacan la pérdida de peso

TABLA 1. Clasificación TNM en el cáncer de esófago

Clasificación TNM Estadios

Tumor primario O Tis N0 M0


T0 sin evidencia de tumor primario I T1 N0 M0
Tis carcinoma in situ IIA T2 N0 M0
T1 invasión de la lámina propia o de la submucosa T3 N0 M0
T2 invasión de la muscular propia IIB T1 N1 M0
T3 invasión de la adventicia T2 N1 M0
T4 invasión de las estructuras adyacentes III T3 N1 M0
T4 N0-1 M0
Afectación ganglionar IVA T1-4 N0-1 M1a
N0 ausencia IVB T1-4 N0-1 M1b
N1 afectación de los ganglios regionales

Metástasis
M0 ausencia
M1a afectación de los ganglios celíacos o cervicales
M1b presencia de metástasis a distancia

255
Sección 2. Esófago

superior al 10%, la disfagia, el tamaño del tumor, ción de tratamiento resectivo. En los últimos años
la edad avanzada y la presencia de micrometástasis se ha demostrado la eficacia de la mucosectomía
ganglionares identificadas mediante técnicas inmu- endoscópica y, más recientemente, del tratamien-
nohistoquímicas. Recientemente, se ha propuesto to ablativo con radiofrecuencia6. Este último, tiene
un índice pronóstico que combina niveles de pro- menos complicaciones que la mucosectomía exten-
teína C reactiva, peso perdido y estadio TNM. sa y es igual de efectivo. Si no se efectúa ningún tra-
tamiento, la probabilidad de CE invasivo a los tres
años es del 50%.
Prevenciones primaria y secundaria
Los dos pilares más importantes en la profilaxis Tratamiento del cáncer de esófago
primaria del CE son el abandono del hábito tabá-
quico y la moderación en el consumo de alcohol. localizado
En este sentido, el riesgo de CEE se reduce de for- El pronóstico global de los pacientes con CE no se
ma significativa, diez años después del abandono ha visto modificado sustancialmente en los últimos
del hábito tabáquico, mientras que son necesarios años a pesar de la introducción de las nuevas mo-
treinta años para que se observe un efecto similar dalidades terapéuticas. Ello se debe, fundamental-
en relación con el AE. Por otra parte, se ha sugerido mente, a que el diagnóstico sigue efectuándose en
que el consumo de frutas y vegetales frescos podría fases avanzadas de la enfermedad5. Sin embargo, la
reducir el riesgo de CE. morbilidad y mortalidad asociadas a la cirugía han
disminuido sustancialmente gracias a la mejora en
Excepto en áreas de alto riesgo, la relativa baja inci-
las técnicas de estadificación, selección de pacien-
dencia del CE, la ausencia de sintomatología precoz
tes y experiencia quirúrgica.
y la rareza de las formas hereditarias hacen inviable
una estrategia de cribado poblacional. Distinto es el La resección quirúrgica es el tratamiento de elec-
caso de los pacientes con esófago de Barrett que son ción en pacientes con tumores en estadios iniciales
claramente tributarios de un programa de cribado (T1-T2N0M0) siendo la modalidad más frecuente
mediante la realización de un seguimiento endoscó- la esofaguectomía total o subtotal con linfadenec-
pico periódico ya que la incidencia de displasia de tomía y reconstrucción del tránsito mediante una
bajo grado, de alto grado y de cáncer es de 4%, 1% y gastroplastia o coloplastia7. La morbimortalidad
0,5% por año, respectivamente. La mayoría de las re- perioperatoria tiene relación con la experiencia del
comendaciones abogan por la realización de una en- equipo quirúrgico. Un estudio reciente demuestra
doscopia alta cada 2-4 años en ausencia de displasia que la mortalidad oscila entre 3 y 12% en función
epitelial, y más frecuentemente si se detecta displa- del número de esofaguectomías realizadas (más o
sia de bajo grado (ver capítulo 11: “La enfermedad menos de cinco al año, respectivamente). La mor-
por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones”). bilidad operatoria oscila entre 30 y 50%. Las com-
plicaciones más frecuentes son pulmonares (ate-
Es bien conocido que la administración de inhibi- lectasia, neumonías), cardiacas (arritmias, infarto
dores de la bomba de protones mejora los sínto- de miocardio, insuficiencia cardiaca), infecciones y
mas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico y fugas del asa anastomótica.
consigue una reparación completa de la mucosa de
pacientes con esofagitis péptica, pero no es efecti- La mucosectomía endoscópica es una terapéutica
va para revertir la metaplasia del tratamiento del mínimamente invasiva del tracto gastrointestinal y
esófago de Barrett. Por otro lado, y tal como se ha está siendo usada como tratamiento del CEE superfi-
demostrado en un estudio retrospectivo reciente, cial en Japón aunque en los últimos años ha ganado
el uso diario de dosis variables de Aspirina® duran- aceptación en los países occidentales. Las indicacio-
te un mínimo de cinco años ha demostrado reducir nes de mucosectomía incluyen CEE bien o modera-
la mortalidad por AE (HR 0,36; rango 0,21-0,63). El damente diferenciado limitado a la lámina propia y
con ausencia de invasión venosa o linfática6.
tratamiento ablativo con radiofrecuencia consigue
el restablecimiento de la mucosa esofágica normal La radioterapia como alternativa al tratamiento
casi en el 100% de los pacientes con esófago de quirúrgico ha sido evaluada en pacientes con CEE y
Barrett a los cinco años del tratamiento inicial. La contraindicaciones para la cirugía7. Una revisión de
detección de displasia de alto grado (carcinoma in estudios no controlados sugería una supervivencia
situ) en pacientes con esófago de Barrett es indica- a los cinco años similar a la de los pacientes ope-

256
16. Tumores malignos del esófago

rados. Sin embargo, era menos eficaz en el trata- tumor en el 25-35% de los casos con una supervi-
miento de la disfagia y se asociaba a la aparición de vencia de aproximadamente cinco meses7.
fístulas esofagotraqueales.
La quimioterapia mediante administración de 5-fluo-
La utilidad de la quimioterapia preoperatoria7 (ha- ruracilo o irinotecan consigue una respuesta parcial
bitualmente cisplatino y 5-fluoruracilo) ha sido (reducción del 50% del tamaño tumoral) en el 15-
evaluada en dos estudios multicéntricos con resul- 30% de los pacientes con CE avanzado. La combi-
tados dispares. En uno de ellos realizado en EE.UU. nación de cisplatino a estos fármacos podría incre-
no se observaron diferencias en la supervivencia, mentar la tasa de respuestas hasta el 35-55%. Otras
mientras que en un segundo estudio efectuado combinaciones podrían incluso conseguir un mayor
en Gran Bretaña se constató un incremento de la efecto antitumoral pero a expensas de una toxicidad
supervivencia a los dos años (34% con cirugía sola muy elevada. Aunque el tratamiento quimioterápico
versus 43% con tratamiento combinado). puede paliar los síntomas en una proporción signifi-
cativa de pacientes, no aporta ningún beneficio en
Diversos ensayos clínicos aleatorizados han eva-
términos de supervivencia6.
luado la utilidad del tratamiento neoadyuvante
mediante combinación de radioterapia y quimiote-
rapia previa a la cirugía, demostrando un beneficio
en términos de resecabilidad, supervivencia libre
Tratamiento sintomático
de enfermedad y desarrollo de metástasis a distan- ❱❱ Disfagia y obstrucción. La cirugía ofrece la mejor
cia, pero no en relación con la supervivencia global. paliación y la más rápida en el tratamiento de
la disfagia en pacientes con CE localizado. En
La quimioterapia y radioterapia postoperatoria se pacientes con enfermedad irresecable, la admi-
utilizan frecuentemente en pacientes con afecta- nistración de quimioterapia parece ser tan eficaz
ción de los márgenes de resección aunque no se ha como la radioterapia en la paliación de la disfagia,
demostrado de forma inequívoca un efecto benefi- pudiendo ejercer además un efecto antitumoral
cioso de esta estrategia. a nivel metastásico. Con la quimioterapia cabe
esperar una mejoría o resolución de la disfagia
Tratamiento del cáncer de esófago en el 70-90% de los pacientes tras 2-6 semanas
de tratamiento. Otras alternativas que pueden
avanzado paliar la disfagia incluyen la dilatación con balón,
la terapia fotodinámica, la ablación con láser o
La braquiterapia es una modalidad de tratamiento
la colocación de una prótesis esofágica (figura
paliativo con la que se consigue un control local del
7). Esta última representa la opción más coste-
efectiva. No obstante, las prótesis esofágicas

Figura 7. Prótesis enteral cubierta colocada para el tratamiento paliativo de la disfagia de un paciente con un
adenocarcinoma de la unión gastroesofágica.

257
Sección 2. Esófago

pueden favorecer el reflujo ácido si se extienden Bibliografía


más allá de la unión gastroesofágica.
1. Daly JM, Fry WA, Little AG, Winchester DP, Mc-
❱❱ Fístula traqueoesofágica. La reciente introducción
Kee RF, Stewart AK et al. Esophageal cancer: re-
de las prótesis metálicas autoexpandibles re-
sults of a American College of Surgeons Patient
cubiertas ha revolucionado el manejo de esta
Care Evaluation Study. J Am Coll Surg 2000;
complicación, siendo en la actualidad el trata-
190:562-72.
miento de elección.
2. Enzinger PC, Mayer RJ. Esophageal cancer. N
Engl J Med 2003; 349:2241-52.
Resumen 3. Rustgi AK. Gastrointestinal cancers. Filadelfia,
El cáncer del esófago es el octavo cáncer más fre- Saunders, 2003.
cuente en el mundo, siendo menos frecuente en la 4. Allum WH, Griffin SM, Watson A, Colin-Jones D.
mujer. Su incidencia estimada en el 2010 en Esta- Association of Upper Gastrointestinal Surgeons
dos Unidos fue de 16.640 y el número de muertes of Great Britain and Ireland; British Society of
por CE de 14.500. Aunque el carcinoma escamoso Gastroenterology; British Association of Surgi-
sigue siendo el tipo histológico más frecuente, la cal Oncology. Guidelines for the management
incidencia de adenocarcinoma ha experimentado of oesophageal and gastric cancer. Gut 2002;
un crecimiento exponencial en los últimos años. 50:v1-v23.
Ello probablemente guarde relación con la elevada 5. Rice TW, Adelstein DJ. Precise clinical staging
prevalencia de esófago de Barrett que complica la allows treatment modifications of patients
evolución de la enfermedad por reflujo gastroeso-
with esophageal carcinoma. Oncology 1997;
fágico. El hábito de fumar y de beber alcohol cons-
11:58-62.
tituyen reconocidos factores de riesgo para el de-
6. McCann P, Stafinski T, Wong C, Menon D. The
sarrollo de carcinoma escamoso. El pronóstico de
este tumor sigue siendo infausto, debido a que el safety and effectiveness of endoscopic and
diagnóstico suele efectuarse en estadios avanza- non-endoscopic approaches to the manage-
dos, cuando la exéresis quirúrgica ya no es viable. ment of early esophageal cancer: a systematic
Evitar el consumo de tabaco y alcohol y llevar a review. Cancer Treat Rev 2011;37:11-62.
cabo un cribado periódico del esófago de Barrett 7. NCCN Practice Guidelines in Oncology. Esopha-
constituyen las mejores estrategias de prevención. geal cancer. v.2.2010.

258
SECCIÓN 3

ESTÓMAGO
17 Trastornos del vaciamiento
gástrico. Gastroparesia. Atonía
gástrica. Estenosis pilórica
Yago González Lama*, Javier P. Gisbert**
Servicio de Aparato Digestivo
*Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda, Madrid
** Hospital Universitario de La Princesa. Madrid. CIBERehd

Los trastornos del vaciamiento gástrico consti-


Objetivos de este capítulo
tuyen un grupo heterogéneo de entidades que
al alterar la fisiología de la función motora del ❱❱ Conocer la fisiopatología de los trastornos
estómago abocan a diferentes estados patológi- del vaciamiento gástrico.
cos. Estos pueden cursar con un retraso o con ❱❱ Identificar las diferentes situaciones
una aceleración del vaciado gástrico según las clínicas responsables de trastornos del
circunstancias. En el primero de los casos, el vaciamiento gástrico.
retardo del vaciamiento puede tener su origen ❱❱ Realizar una adecuada aproximación
en un trastorno motor propiamente dicho (ej.: terapéutica a los pacientes con patología
gastroparesia) o en una estenosis de la región motora gástrica.
antropilórica o duodenal. En el segundo de los
casos, existe una alteración anatómica postqui- REFERENCIAS CLAVE
rúrgica que ocasiona un vaciamiento rápido del
1. Quigley EM. Gastric motor and sensory
alimento provocando síntomas gastrointestina-
function and motor disorders of the
les y sistémicos (síndrome de Dumping).
stomach. En: Feldman M, Friedman L,
Sleisenger M, eds. Gastrointestinal and liver
disease. 8.ª edición. Saunders. Philadelphia,
Trastornos de la función motora 2008:999-1029.
La función motora gastrointestinal es el resulta- 2. Mearin F, Perelló A, Balboa A. Functional
do de una compleja cadena de acontecimientos and motor gastrointestinal disorders. Gas-
que está controlada tanto por la inervación ex- troenterol Hepatol 2008;31 Suppl. 4:3-17.
trínseca desde el cerebro y la médula espinal,
como por los plexos nerviosos que se encuen-
tran en la pared intestinal o las aminas y pép-
tidos que se liberan localmente. Alteraciones a Fundus
cualquiera de estos niveles derivan en un retraso
del vaciamiento gástrico. El término “gastropa- ❱❱ Disfunción motora postvagotomía. Tras la va-
resia” se reserva para aquellos casos de retraso gotomía tanto el proceso de acomodación o
del vaciamiento gástrico sin evidencia de obs- relajación adaptativa del fundus postingesta,
trucción mecánica y cuya alteración de la moti- como la contractilidad fásica en respuesta a la
lidad gastrointestinal sea demostrable mediante distensión se encuentran abolidas, de tal forma
exploraciones complementarias. que en algunos pacientes el paso hacia el intes-
Numerosos procesos resultan en disfunciones tino delgado de la porción líquida de los alimen-
motoras de las diferentes regiones gástricas1: tos se produce de forma temprana, mientras

E S T Ó M A G O 261
Sección 3. Estómago

que la parte sólida sufre estasis en la cavidad ca, por lo que su erradicación estaría indicada como
gástrica. primera aproximación terapéutica incluso cuando
existe estasis gástrico o se sospecha que exista un
❱❱ Diabetes mellitus. En aquellos pacientes en que
componente fibrótico en la estenosis3.
se desarrolla una neuropatía autónoma llegan
a objetivarse alteraciones postprandiales tanto
en la acomodación, como en la contracción del
estómago proximal.
Gastroparesia
Se debe considerar el diagnóstico de gastroparesia
❱❱ Dispepsia funcional tipo dismotilidad (distrés en aquellos pacientes que presenten síntomas ca-
postprandial). Se trata de un cuadro caracteri- racterísticos de dificultad del vaciamiento gástrico,
zado por la presencia de epigastralgia, náusea, como son: náuseas (93%), epigastralgia (90%), vó-
sensación de saciedad precoz y/o plenitud pos- mitos (68%), sensación de saciedad precoz (86%),
tprandial sin evidencia alguna de causa orgánica plenitud postprandial o de distensión abdominal, e
o trastorno bioquímico que justifique los sínto- incluso pérdida de peso, y padezcan además algu-
mas. Se ha comprobado que algunos de estos na enfermedad susceptible de tener esta complica-
pacientes tienen una capacidad de adaptación a ción4, 5. Entre ellas deben citarse las siguientes:
la presión intraluminal (compliance) menor que
los controles sanos, lo que podría justificar los ❱❱ Diabetes mellitus. Se reconoce como la causa
síntomas. Además muchos de estos pacientes más frecuente de gastroparesia. De hecho, se
sufren un trastorno sensitivo que contribuye a ha observado retraso del vaciamiento gástrico
la sintomatología (hipersensibilidad visceral)2. en una importante proporción de pacientes con
ambos tipos de diabetes, aunque la prevalencia
Antro y coordinación antroduodenal de pacientes sintomáticos es mucho menor, en
torno al 10%. La fisiopatología de este trastorno
Cuando la función antral o la coordinación antro-
tiene su origen en la disfunción autonómica aso-
duodenal no son adecuadas, la mezcla y triturado
ciada a la neuropatía, típica de pacientes de larga
de los nutrientes es deficiente, así como el aclara-
evolución, con un mal control de la enfermedad.
miento de las partículas sólidas. Las alteraciones
No es inhabitual que estos pacientes presenten,
motoras antrales pueden ser de varios tipos. Así,
a su vez, otras complicaciones típicas de la dia-
puede haber tanto un descenso de la frecuencia,
betes avanzada (oftalmológicas, nefrológicas o
como una reducción en la amplitud de las contrac-
neurológicas). Además, se ha comprobado que la
ciones, (ej.: enfermedades infiltrativas). Por otro
hiperglucemia, en sí misma, enlentece la motili-
lado, la hipomotilidad antral puede ser el resultado
dad gástrica contribuyendo a un mal control de
de una disritmia del marcapasos gástrico, tanto por
las glucemias. Así, en los pacientes con diabetes,
exceso (taquirritmia), como por defecto (bradirrit-
el retraso en el vaciamiento gástrico del alimento
mia). En algunos casos se ha descrito una mezcla
puede resultar en un desfase entre el momento
de ambas (taquibradirritmia), como se ha descrito
de la inyección de la insulina y la absorción del
en la gastroparesia diabética o en la hiperemesis
alimento, contribuyendo a la aparición de hipo-
gravídica.
glucemias. Estas consideraciones han propiciado
el desarrollo de diferentes estrategias terapéuti-
Píloro cas dirigidas a modular el vaciamiento gástrico
Existen dos cuadros asociados a la disfunción mo- con el propósito de alcanzar un adecuado control
tora del píloro: la estenosis hipertrófica idiopática glucémico6, 7.
del píloro y la gastroparesia diabética. En el primer
❱❱ Esclerodermia. Se trata de una enfermedad
caso, la falta de neuronas inhibitorias conduce a
infiltrativa en la que el enlentecimiento del
una ausencia de relajación pilórica. En la gastro-
vaciamiento gástrico contribuye a empeorar la
paresia el tono basal del píloro está aumentado,
sintomatología esofágica, además de producir
lo que contrasta con la hipomotilidad antral. No
vómitos y en ocasiones malnutrición. La tabla 1
obstante, la alteración más frecuentemente rela-
muestra los signos que permiten sospechar el
cionada con una dificultad para el vaciado gástri-
padecimiento de esclerodermia.
co es la estenosis pilórica (véase más adelante).
La presencia de Helicobacter pylori juega un papel ❱❱ Alteraciones yatrogénicas. Existen numerosas
fundamental en muchos casos de estenosis pilóri- causas, médicas y quirúrgicas, causantes de

262
17. Trastornos del vaciamiento gástrico

TABLA 1 . Síntomas y signos que permiten sospechar el cia ello, o alteración en su percepción corporal.
padecimiento de esclerodermia Algunos casos de anorexia pueden conducir a si-
tuaciones de atonía y dilatación aguda gástrica
(ver más adelante).
❱❱ Fenómeno de Raynaud.
❱❱ Piel áspera en las manos. Métodos diagnósticos
❱❱ Telangiectasia facial y malar.
El diagnóstico de gastroparesia requiere la demos-
❱❱ Artropatía de pequeñas articulaciones. tración de un vaciamiento gástrico enlentecido
❱❱ Síndrome de Sjogren. mediante diferentes procedimientos diagnósticos.
❱❱ Crepitantes a la auscultación por afectación Habitualmente, estos se llevan a cabo en pacientes
pulmonar. con síntomas importantes o que no responden al
❱❱ Signos de disfunción autonómica. tratamiento médico inicial.
• Ausencia de reacción pupilar a la luz. ❱❱ Aproximación inicial. La anamnesis y la explo-
• Seudopupila de Argyll-Robertson. ración física son primordiales para determinar
no solo las características de los síntomas, sino
aquellas enfermedades subyacentes que pue-
den cursar con gastroparesia. Una analítica
gastroparesia. De especial importancia son los general ayuda a identificar enfermedades aso-
fármacos: antidepresivos, antibióticos, antico- ciadas y detectar alteraciones nutricionales. Por
linérgicos, dopaminérgicos… La cirugía gástrica otra parte, la endoscopia digestiva alta permite
previa suele producir estasis gástrico general- excluir obstrucción mecánica o enfermedad mu-
mente por denervación vagal, accidental o in- cosa responsable de los síntomas.
tencionada, lo que no se debe confundir con
los cuadros suboclusivos secundarios a adhe- ❱❱ Escintigrafía. El estudio del vaciamiento gástrico
rencias intestinales típicos de los pacientes con con radioisótopos constituye el patrón oro para
antecedentes de cirugía abdominal. De hecho, diagnosticar este tipo de trastornos, siendo más
este problema se reconoce como la complica- eficaz cuando se emplea una g-cámara para
ción más frecuente de la cirugía de diferentes múltiples isótopos, que permite evaluar el va-
procesos pancreáticos, que incluye pancreato- ciamiento de sólidos (tecnecio), aparentemente
duodenectomía8. más sensible que el de líquidos (indio). Este últi-
mo queda reservado en principio para la evalua-
❱❱ Enfermedades neurológicas. Numerosas enfer- ción del síndorme de Dumping o los trastornos
medades neurológicas tienen un componente de
postquirúrgicos10. Recientemente se han hecho
dismotilidad intestinal que se puede presentar
como estasis gástrico con náuseas y vómitos. El esfuerzos por estandarizar este procedimiento,
control neurológico extrínseco, dependiente del de forma que este test sea más uniforme, fiable
nervio vago y la inervación simpática espinal se y útil para la práctica clínica11.
ven afectados en la esclerosis múltiple, patología ❱❱ Otras exploraciones. La manometría gastroin-
cerebral vascular o tumoral, neuropatía diabética
testinal permite medir variaciones en la presión
o amiloide, etc. En la enfermedad de Parkinson
la gastroparesia forma parte de los múltiples sín- intraluminal y distinguir así entre trastornos
tomas digestivos que con frecuencia la acompa- miopáticos o neuropáticos. Existe la posibilidad
ñan, con la particularidad de que en estos casos de efectuar un registro de 24 horas que permite
no pueden administrarse ciertos fármacos anti- evaluar la actividad postprandial y nocturna. En
dopaminérgicos en su tratamiento9. los últimos años se ha desarrollado una cápsula
que, una vez ingerida por el paciente, es capaz
❱❱ Enfermedades psiquiátricas. En ocasiones, dis- de medir el pH, la temperatura y la presión a la
tinguir un trastorno del vaciamiento gástrico de lo largo del tubo digestivo, lo que permite en-
un desorden alimentario que curse con vómitos tre otras cosas medir el tiempo de vaciamiento
puede ser difícil. Además, se han documentado gástrico. El procedimiento se correlaciona de
disritmias en el tracto digestivo de pacientes forma fiable con los métodos escintigráficos,
con anorexia nerviosa. Es de capital importan- con la ventaja de que se trata de un método
cia la historia clínica, especialmente en mujeres sencillo, ambulatorio y no radiactivo12. También
jóvenes, con pérdida de peso e indiferencia ha- se ha empleado el test del aliento con 13C13, la

263
Sección 3. Estómago

ultrasonografía abdominal (2D y 3D)14 e incluso pero cuya eficacia en este escenario no está
la resonancia magnética15, pero su aplicabilidad tan clara, es la cinitaprida19.
clínica es menor.
■■ Eritromicina (3 mg/kg/8 h iv). Es un poten-
te gastroquinético, que se usa de forma en-
Tratamiento dovenosa en situaciones agudas20. También
El tratamiento de la gastroparesia incluye tres me- se puede emplear de forma oral21 aunque
didas básicas: induce taquifilaxia e importantes efectos
secundarios, tanto por su acción antibiótica
❱❱ Corregir la deshidratación, las alteraciones elec- (colitis seudomembranosa, resistencias bac-
trolíticas y del equilibrio ácido-base y el estado terianas...), como por su toxicidad intrínseca
nutricional. Se recomiendan ingestas frecuentes (ototoxicidad).
y poco copiosas, pobres en grasas y sin fibra. El
hecho de comer de pie puede favorecer el va- ■■ Levosulpirida (25 mg/8 h vo). Se trata de un
ciado gástrico debido a la fuerza de la gravedad. antagonista dopaminérgico que a la vez es un
Si no se consigue un aporte oral adecuado, se agonista serotoninérgico, lo que le confiere
puede intentar la alimentación a través de una un efecto colinérgico que acelera el vacia-
miento gástrico y vesicular, con un perfil de
sonda yeyunal. Probablemente, el dato que re-
seguridad aceptable22.
fleja compromiso nutricional de un modo más
objetivo, es la pérdida de peso, por el cual se Cabe llamar la atención sobre el hecho de que el
han de iniciar diferentes intervenciones nutri- papel que los inhibidores de la bomba de proto-
cionales10. nes (IBP) pueden tener en este tipo de pacientes
es controvertido, ya que en algunos casos pueden
❱❱ Control de la glucemia (puede mejorar la fun-
llegar a dificultar el vaciamiento gástrico23. Los IBP
ción motora gástrica). pueden, a su vez, agravar el sobrecrecimiento bac-
❱❱ Tratamiento farmacológico: teriano, comúnmente observado en casos de seu-
doobstrucción intestinal.
■■ etoclopramida (10-20 mg/8 h vo, 20 min
M
antes de las comidas). Posee una acción an- ❱❱ Marcapasos gástrico. La estimulación eléctrica
tiemética y procinética. La formulación en- gástrica, de alta frecuencia y con baja energía,
dovenosa resulta adecuada para pacientes ha demostrado mejorar la calidad de vida de
hospitalizados. Su utilización se ve limitada estos pacientes, reducir los costes y aliviar los
por sus posibles efectos secundarios extrapi- síntomas, incluidos los vómitos, las alteraciones
ramidales, especialmente frecuentes con su nutricionales e incluso el mal control de la dia-
uso a largo plazo. betes24.

■■ Domperidona (10-20 mg/8 h vo, 20 min an- ❱❱ Tratamiento quirúrgico. Se han ensayado nume-
rosos procedimientos como gastrostomía, yeyu-
tes de las comidas). Posee menos efectos
nostomía, gastrectomía... Aunque la experien-
adversos neurológicos ya que no atraviesa la
cia en la literatura es muy limitada, parece que
barrera hematoencefálica. Se ha demostrado
el procedimiento más eficaz es la gastrectomía
una mejoría clínica tras su administración a
completa, aunque la valoración quirúrgica de
largo plazo, pero ello no se ha podido rela-
este tipo de pacientes ha de ser llevada a cabo
cionar con un mejor vaciamiento gástrico16. con cautela25.
■■ Cisaprida (10-20 mg/8 h vo, 20 min antes de
las comidas). Tanto su administración oral
como endovenosa ha conseguido mejorar Dilatación aguda gástrica
el vaciamiento gástrico17. Su utilización, sin La dilatación aguda del estómago puede ser el
embargo, ha sido restringida por su poten- resultado de una disfunción motora gástrica o de
cial arritmiogénico al prolongar el segmento una obstrucción mecánica causante de una este-
QT18. Este riesgo aumenta cuando se emplea nosis pilórica. En el último caso, la etiología más
junto a otros fármacos que también alargan frecuente es una úlcera péptica, el cáncer de estó-
el QT (b-bloqueantes, antiarrítmicos, antide- mago o un tumor retroperitoneal. Cuando la atonía
presivos...). Una alternativa oral más segura, es la consecuencia de una disfunción motora, en

264
17. Trastornos del vaciamiento gástrico

la mayoría de los casos suele identificarse una ce- TABLA 2 . Causas de dilatación aguda gástrica
toacidosis diabética, un traumatismo o una cirugía
abdominal reciente. En otros casos se detecta un
problema neuropsiquiátrico, incluyendo la parálisis ❱❱ Traumatismos y cirugía abdominal.
cerebral, la distrofia miotónica de Duchenne o la ❱❱ Cetoacidosis diabética.
anorexia nerviosa. La tabla 2 expone las causas de
❱❱ Anorexia nerviosa.
dilatación aguda gástrica no asociadas a estenosis
del píloro. La patogénesis de la dilatación aguda del ❱❱ Parálisis cerebral.
estómago no está clara. En algunas ocasiones surge ❱❱ Distrofia miotónica de Duchenne.
como consecuencia de un desequilibrio hidroelec- ❱❱ Aerofagia psicógena y bulimia.
trolítico (ej.: cetoacidosis diabética). En los trastor- ❱❱ Gastroscopia.
nos neurológicos, el mecanismo responsable pare-
❱❱ Esclerosis de varices.
ce guardar relación con una denervación extrínseca
del vago o en una degeneración del músculo liso. ❱❱ Gastrostomía percutánea.
En los casos de anorexia nerviosa, la dilatación agu-
da puede ser el resultado de una atrofia de la capa
muscular. En raras ocasiones la dilatación aparece
broncoaspiración. En algunas ocasiones la presión
como complicación de una técnica endoscópica, in-
intragástrica puede conducir a la perforación del
cluyendo la esclerosis de varices o la gastrostomía
órgano. La presentación clínica de la dilatación agu-
endoscópica.
da gástrica es variable e incluye sensación de pleni-
En la dilatación aguda gástrica el estómago se dis- tud y malestar en el estómago, náuseas y vómitos
tiende con gas provocando un incremento de la y en las formas más graves los síntomas propios de
presión intragástrica (figura 1). La mucosa adquiere cualquiera de las complicaciones mencionadas. En
un estado congestivo con áreas de infiltración he- estos casos el examen físico muestra un paciente
morrágica. La compresión que ejerce el estómago pálido y sudoroso con taquicardia o bradicardia. La
sobre la cava inferior disminuye el retorno venoso percusión del abdomen puede mostrar timpanismo
siendo causa de compromiso hemodinámico con y chapoteo gástrico. El diagnóstico puede verificar-
taquicardia e hipotensión. La compresión sobre los se mediante una Rx simple de abdomen (figura 1).
diafragmas puede provocar insuficiencia respira- El tratamiento debe ir dirigido a la corrección del
toria restrictiva y el vómito causar neumonitis por

A B C

Figura 1. Radiografía simple de abdomen que muestra una dilatación aguda gástrica en relación con diferentes etiologías:
A) Diabetes mellitus. B) Estenosis pilórica péptica. C) Estenosis pilórica neoplásica.

265
Sección 3. Estómago

factor precipitante y a la descompresión del estó- gran mayoría son úlceras duodenales o del canal
mago mediante aspiración nasogástrica. pilórico), especialmente desde el advenimiento de
los fármacos capaces de producir una inhibición
potente de la secreción ácida gástrica (SGA) y de
Síndrome de Dumping nuestra capacidad para identificar y erradicar la
infección por Helicobacter pylori interrumpiendo
El síndrome de Dumping se define como el conjun- con ello la historia natural de la úlcera péptica, ca-
to de manifestaciones digestivas y sistémicas que racterizada por remisiones y recidivas. Otras cau-
surgen como resultado de un vaciamiento rápido sas incluyen el cáncer de la región antropilórica o
de gran cantidad de líquidos, alimentos osmótica- algunos procesos que comprimen esta misma re-
mente activos y sólidos. La mayoría de los casos gión de forma extrínseca (tumores o seudoquistes
aparecen como secuela de una cirugía gástrica pancreáticos,etc.).
(vagotomía y piloroplastia, gastroyeyunostomía,
En su patogenia intervienen algunos factores re-
funduplicatura de Nissen), aunque se han descrito
versibles como el edema y el espasmo pilórico que
formas idiopáticas. Clínicamente se manifiesta por
acompañan a la inflamación y otros difícilmente
saciedad precoz, malestar abdominal, hipotensión
reversibles como la fibrosis que surge como con-
e hipoglucemia. La hipotensión traduce una situa-
secuencia del proceso de colagenización reparati-
ción de hipovolemia que se explica por el trasva-
va de la lesión. Es importante considerar estos dos
se de líquidos desde el compartimento vascular a
elementos, porque el tratamiento médico-conser-
la luz intestinal atraídos por la presencia de una
vador basado en reposo digestivo, aspiración naso-
carga osmótica importante en el intestino (funda-
gástrica y fármacos antisecretores, logran revertir
mentalmente glúcidos). La liberación de péptidos
el componente inflamatorio y el espasmo asociado,
intestinales con poder vasoactivo (neurotensina,
resolviendo el componente reversible de la enfer-
VIP, serotonina, sustancia P y catecolaminas) es
medad. Sin embargo, cuando existe un componen-
responsable de algunos síntomas sistémicos como
te fibrótico importante, puede ser necesaria una
palpitaciones, diaforesis y flushing. Con menor fre-
corrección quirúrgica.
cuencia los síntomas del Dumping aparecen algu-
nas horas después de la ingesta. Ello obedece a la A menudo el primer síntoma de la estenosis pilórica
hipoglucemia que surge como consecuencia de la es la hipoorexia. Llama la atención que pacientes
liberación pancreática de insulina en respuesta a la que con anterioridad encontraban alivio de dolor
presencia de elevadas concentraciones de glucosa ulceroso al taponar el pH ácido del estómago con
en la circulación portal, tras su absorción intestinal el propio alimento, muestran ahora inapetencia
(Dumping tardío). La mayoría de los pacientes con y rechazo del alimento. Este síntoma, a menudo
Dumping responden a medidas dietéticas (comidas constituye el primer indicador de un problema para
poco copiosas, ricas en grasas y proteínas y bajas el vaciado gástrico. Otros síntomas que sugieren la
en carbohidratos en el Dumping precoz y ricas en presencia de una retención gástrica incluyen náu-
carbohidratos en los casos de Dumping tardío), las seas, saciedad precoz, disconfort o dolor epigástri-
cuales se pueden reforzar con la adición de acar- co y finalmente vómitos y pérdida de peso. En las
bosa, para los pacientes en los que predomina la series más largas publicadas, el vómito constituye
hipoglucemia, o con goma de Guar o pectina para el síntoma de presentación más frecuente (80%). La
retardar el vaciamiento gástrico. En algunos casos, presencia de vómitos que contienen alimentos in-
puede ensayarse un tratamiento con análogos de la geridos al menos 8-12 horas antes (vómitos “reten-
somatostatina, habiéndose empleado preparados cionistas”) no aparece siempre, pero su presencia
de liberación retardada con buenos resultados26. apoya fuertemente el diagnóstico.
Los raros casos que no responden a estas medidas La duración promedio de los síntomas suele ser de
deben ser considerados para una cirugía que logre un mes, aunque un 30% de los casos presentan sín-
retardar el vaciamiento gástrico (por ejemplo, con- tomas durante más de tres meses, antes del diag-
vertir una vagotomía y piloroplastia en una antrec- nóstico. No obstante, existe una amplia variabilidad
tomía con reconstrucción en Y de de Roux)27, o para en la forma de presentación. Así, algunos factores
diferentes formas de nutrición enteral, si bien los como la edad o la presencia de enfermedades
resultados de ambas alternativas son variables26. asociadas pueden distorsionar el patrón típico de
presentación. Los pacientes ancianos, por ejemplo,
Estenosis pilórica a menudo presentan un grado importante de hipo-
sensibilidad visceral que determina una aparición
La estenosis pilórica es la menos frecuente de las tardía de los síntomas. El dolor llega a ser importan-
complicaciones de la úlcera gastroduodenal (la te sólo en un grupo reducido de pacientes.

266
17. Trastornos del vaciamiento gástrico

El examen físico puede revelar en formas avanza- insuficiencia renal con elevación de los niveles
das signos de malnutrición y deshidratación, con plasmáticos de urea y creatinina. A su vez, resulta
manifestaciones de hipovolemia: taquicardia e hi- característica la presencia de una alcalosis hipoclo-
potensión. La percusión sobre el epigastrio puede rémica e hipopotasémica, debida a las pérdidas de
revelar un bazuqueo o chapoteo gástrico caracte- Na, Cl, K e hidrogeniones contenidos en el vómito.
rístico (persistencia de ruidos hidroaéreos 4-6 ho- El riñón contribuye a mantener la homeostasis cir-
ras después de la ingesta). culatoria reteniendo sodio (un fenómeno común
Los exámenes elementales de laboratorio pueden a todas las situaciones de depleción del comparti-
mostrar un valor hematocrito falsamente normal mento vascular) mediante la activación del eje reni-
o incluso aumentado, debido a la hemoconcen- na-angiotensina-aldosterona. En fases más avanza-
tración asociada a situaciones de deshidratación das, el fallo renal puede abocar a una situación de
o disminuido cuando el enfermo es portador de acidosis metabólica.
una lesión que ha provocado anemia por déficit
de aporte de nutrientes (vómitos y anorexia) o por La Rx simple de abdomen puede mostrar un nivel
pérdidas de sangre oculta en las heces (más fre- hidroaéreo de retención con el paciente en bipe-
cuentemente en neoplasias). destación. La administración de papilla de bario
Cuando los vómitos han sido cuantiosos y pro- revela la imposibilidad de vaciado gástrico y el
longados la hipovolemia determina un fallo en la examen endoscópico la naturaleza de la estenosis
presión de filtrado glomerular que conduce a una (benigna o maligna) (figura 2).

A B

C D

Figura 2. Imágenes endoscópicas de varias lesiones causantes de estenosis pilórica: A) Úlcera pilórica. B) Estenosis fibrótica bulbar
postpilórica secundaria a la cicatrización de una úlcera duodenal. C) Neoformación ulcerada en antro gástrico prepilórico. D) Neo-
formación infiltrante en antro gástrico.

267
Sección 3. Estómago

A B C

Figura 3. La dilatación endoscópica con balón es una opción terapéutica en los pacientes con estenosis péptica benigna, que
puede evitar la cirugía.

El tratamiento incluye medidas generales (aspira- Bibliografía


ción nasogástrica y reposición hidroelectrolítica)
y medidas específicas dirigidas a la corrección del 1. Quigley EM. Gastric motor and sensory
function and motor disorders of the stomach.
factor causal, lo que con frecuencia incluye la erra-
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estenosis pépticas pueden revertir con fármacos Saunders, Philadelphia, 2008;999-1029.
antisecretores (inhibidores de la bomba de pro- 2. Mearin F, Perelló A, Balboa A. Functional and
tones iv) cuando el componente reversible de la motor gastrointestinal disorders. Gastroente-
enfermedad (espasmo y edema) es el responsable rol Hepatol 2008;31 Suppl. 4:3-17.
principal de los síntomas. Cuando predomina el 3. Gisbert JP, Pajares JM. Review article: Helico-
componente fibrótico se hace necesario el trata- bacter pylori infection and gastric outlet obs-
miento quirúrgico. Las estenosis de origen maligno truction-prevalence of the infection and role
y aquellas originadas por compresión extrínseca of antimicrobial treatment. Aliment Pharmacol
de la región antropilórica o duodenal (tumores, Ther 2002;16:1203-8.
seudoquistes, etc.) también requieren de la correc- 4. Hoogerwerf WA, Pasricha PJ, Kalloo AN, Schus-
ción del proceso causal y si ello no es posible de un ter MM. Pain: the overlooked symptom in
bypass (gastroyeyunostomía). Por su parte, el de- gastroparesis. Am J Gastroenterol 1999;94:
sarrollo de las diferentes técnicas endoscópicas en 1029-33.
los últimos años hace posible el uso de alternativas 5. Maia Bosca M, Martí L, Mínguez M. Diagnos-
tic and therapeutic approach to patients with
conservadoras en un grupo cada vez más nutrido
gastroparesis. Gastroenterol Hepatol 2007;
de pacientes; así, la dilatación endoscópica con ba-
30:351-9.
lón de las obstrucciones benignas al vaciamiento
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gástrico28, 29, o la colocación de prótesis metálicas what we have learned and had to unlearn in
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268
17. Trastornos del vaciamiento gástrico

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269
18 Trastornos relacionados
con la secreción gástrica ácida
Ángel Lanas*, Ángel Fernández, Ricardo Sáinz**
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
* Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza. CIBERehd. IIS Aragón
** Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza

Introducción Objetivos de este capítulo


Una de las propiedades únicas de los estómagos de ❱❱ Conocer las afecciones gastrointestinales
los mamíferos es la capacidad de secretar grandes relacionadas con la secreción ácido-péptica.
cantidades de ácido clorhídrico y pepsina, que tie- ❱❱ Conocer la fisiopatología y las principales
nen por objeto digerir los alimentos y ser una de las entidades gastroduodenales relacionadas con
la secreción clorhidropéptica, incluyendo la
primeras barreras antibacterianas del tubo diges-
gastropatía por antiinflamatorios no esteroideos
tivo. La secreción ácida es el proceso final de una (AINE).
serie de mecanismos reguladores. Dichos mecanis-
❱❱ Reconocer los síntomas y manifestaciones
mos tienen su origen tanto en el sistema nervioso clínicas relacionadas con los trastornos de la
central (fase cefálica) como en el periférico (fases secreción clorhidropéptica.
gástrica e intestinal) y ponen en marcha diferentes
vías nerviosas y hormonales, dentro de un proceso
REFERENCIAS CLAVE
común que en muchas ocasiones se solapa1.
1. Cryer B, Spechler SJ. Peptic Ulcer Disease. En:
Secreción gástrica Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisen-
ger & Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Di-
El estómago secreta agua, electrolitos (H+, K+, Na+, sease. Pathophysiology/Diagnosis/Management,
Cl+, HCO3-), enzimas como pepsina y lipasa gástri- 8.ª edition. Saunders Elsevier. 2006:1089-110.
ca y diferentes glicoproteínas, incluyendo factor 2. Chan FKL, Lau JYW. Treatment of Peptic Ulcer
intrínseco y mucinas. Existen además otros com- Disease. En: Feldman M, Friedman LS, Brandt
LJ, eds. Sleisenger & Fordtran’s Gastrointestinal
puestos secretados en cantidades mucho menores
and Liver Disease. Pathophysiology/Diagnosis/
como cinc, hierro, calcio y magnesio1. Los principa- Management, 8.ª edition. Saunders Elsevier.
les estimuladores de la secreción ácida gástrica son 2006:1111-37.
la acetilcolina, la gastrina y la histamina. La gastrina 3. Gisbert JP, Martin de Argila C. Úlcera péptica e
es el estimulante más potente de la secreción gás- infección por Helicobacter pylori. En: Ponce J,
trica y es una hormona segregada por las células G ed. Tratamiento de las enfermedades gas-
situadas en el antro y en el bulbo duodenal. Tras troenterológicas. Editorial Elsevier España S.L.
su unión a los receptores específicos de las células 2011:109-21.
parietales (receptor de gastrina/colecistocinina-2)
se produce un estímulo de la bomba de protones vez, la liberación de gastrina también se encuentra
(que es una ATPasa H/K) utilizando calcio iónico regulada por factores estimulantes (estímulo vagal,
como segundo mensajero. La inhibición de esta bombesina, distensión antral y comidas ricas en
enzima por benzoimidazoles, bloquea la secreción proteínas, aminoácidos y calcio) e inhibitorios (so-
gástrica de ácido. Éste es el fundamento de la admi-
matostatina y secretina).
nistración de inhibidores de la bomba de protones
(IBP) para el control de la secreción ácida gástrica La acetilcolina se libera por los nervios postganglio-
con fines terapéuticos y de gastroprotección. A su nares, cuyos cuerpos celulares se encuentran en el

E S T Ó M A G O 271
Sección 3. Estómago

plexo submucoso de Meissner, y provoca estímulo muscularis mucosae y que permanece como con-
de la secreción gástrica al actuar sobre los recep- secuencia de la actividad ácido-péptica. Se localiza
tores muscarínicos (M3) de las células parietales principalmente en el bulbo duodenal y el estómago
movilizando el calcio intracelular2. Los cuerpos y raramente en el tercio inferior esofágico, duode-
celulares de las neuronas colinérgicas están iner- no distal o en lugares donde existe mucosa gástrica
vados por fibras vagales preganglionares y también ectópica, como sucede en el divertículo de Meckel5.
por otras neuronas entéricas implicadas en reflejos
locales (p. ej.: distensión). La acetilcolina también Epidemiología
puede estimular la secreción gástrica de manera
Aunque la incidencia de la UP ha disminuido du-
indirecta al estimular la secreción de gastrina. Ade-
rante los últimos años, todavía es una enfermedad
más, sensibiliza la célula parietal a los efectos de
frecuente en países occidentales. La prevalencia
la histamina. Hay otros agentes implicados en esta
actual de esta enfermedad se estima entre el 5%
vía como es el neuropéptido GRP, que parece ser
y el 10% de la población general. En las personas
un neurotransmisor en la vía colinérgica vagal a las
infectadas por Helicobacter pylori la prevalencia es
células parietales3.
del 10% al 20%, con una incidencia de aproxima-
La histamina es otro factor estimulador que es li- damente el 1% anual. Se han observado notables
berado por las células enterocromafines (ECL) de la variaciones regionales y raciales. De hecho, en
mucosa oxíntica y los mastocitos. Las células ECL, los países occidentales es más frecuente la úlce-
a su vez, pueden ser estimuladas por acetilcolina, ra duodenal (UD) que la úlcera gástrica (UG), al
gastrina y colecistocinina, mientras que son inhibi- contrario que en los países orientales, particular-
das por la somatostatina, liberada por las células mente en Japón. La UD es 2 veces más frecuente
D. Las células ECL liberan la histamina, que actúa a en varones que en mujeres, mientras que la UG
nivel paracrino y activa la bomba de protones utili- incide por igual en ambos sexos5.
zando c-AMP como segundo mensajero tras actuar
sobre el receptor H2 en la membrana4. Etiopatogenia
La inhibición de la secreción ácida se produce fun- Las dos causas más frecuentes de esta enferme-
damentalmente a dos niveles, gástrico e intestinal. dad son la infección por H. pylori y el consumo de
La inhibición gástrica sucede cuando el pH antral AINE, incluido el ácido acetilsalicílico (AAS)6,7. Sin
desciende por debajo de 2,5. La inhibición intestinal embargo, existen otras causas menos frecuentes
depende de las enterogastronas que se liberan en que pueden producir una UP (tabla 1). El tabaco
respuesta a la presencia de diferentes sustancias. y el grupo sanguíneo 0 se consideran factores de
Los inhibidores de la célula parietal incluyen la se- riesgo para desarrollar una enfermedad ulcerosa.
cretina, la colecistocinina y sobre todo la somatos- Aunque el tabaco no puede ser considerado como
tatina, liberada por las células D oxínticas y pilóricas. un factor etiológico primario de la UP, esta enfer-
Estas hormonas ejercen un efecto inhibidor funda- medad es 2 veces más frecuente en fumadores.
mentalmente sobre las células ECL y las células G. Además, el tabaco retrasa la cicatrización, favore-
La colecistocinina tiene un efecto paradójico, ya que ce las recidivas e incrementa las complicaciones.
se une al mismo receptor que la gastrina, pero es un Se han descrito también factores genéticos con
estimulante débil del ácido; sin embargo, también una agregación familiar de la enfermedad ulcerosa
se fija a receptores colecistocinina-1 en las células péptica. No existen datos epidemiológicos ni expe-
D, que liberan somatostatina, una hormona que tie- rimentales que demuestren relación alguna entre
ne un efecto inhibidor potente. Asimismo, las pros- cualquier tipo de dieta o consumo de alcohol y de
taglandinas (sobre todo las de la clase E) también café con la UP. La teoría de que los pacientes con
provocan inhibición de la secreción ácida a través de problemas psíquicos crónicos desarrollan úlceras
receptores específicos de las células parietales1. nunca ha sido confirmada, aunque sí es posible
que factores psicosociales influyan en la percep-
ción de los síntomas5. Diversas enfermedades se
Úlcera péptica asocian con más frecuencia con UP (enfermedad
por reflujo gastroesofágico, esófago de Barrett, en-
Definición
fermedad pulmonar obstructiva crónica, cirrosis,
La úlcera péptica (UP) es un defecto de la muco- insuficiencia renal), mientras que en otras situa-
sa gastrointestinal que se extiende más allá de la ciones la incidencia de esta enfermedad es menor

272
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida

(gastritis atrófica tipo A, enfermedad de Addison, Como ya se ha comentado, los factores más im-
tiroiditis autoinmune, hipoparatiroidismo). portantes que explican la recidiva ulcerosa son la
persistencia de la infección por H. pylori y el con-
Clínica sumo de AINE. De hecho, la erradicación de H.
pylori modifica radicalmente la historia natural de
Los pacientes con una UP suelen describir un do-
la enfermedad, evitando las recidivas. Este hecho
lor de carácter urente, localizado en el epigastrio
explica que el curso natural de la enfermedad, ca-
“a punta de dedo”. Típicamente aparece en ayunas,
racterizado por periodos de exacerbación y remi-
alivia con la ingesta o la toma de alcalinos y reapa-
sión con una duración indefinida, sea excepcional
rece a las 2-3 horas. En algunos casos despierta al
hoy en día. Por su parte, suprimir el consumo de
enfermo por la noche. Este “patrón clásico” carece
de suficiente sensibilidad, ya que solo se observa AINE supone también, en algunos casos, la curación
en el 50-70% de los casos de UD y en menos del de la enfermedad5,6,7.
50% de los casos de UG. De hecho, en la UG el dolor
puede exacerbarse con la ingesta. Además, es poco Diagnóstico
específico, ya que pacientes con dispepsia y espe- La generalización de la endoscopia como herra-
cialmente con enfermedad por reflujo gastroeso- mienta diagnóstica y terapéutica ha supuesto que
fágico también pueden presentar estos síntomas. apenas se utilicen otras técnicas como la radiología
Debido a esta falta de especificidad, se plantea el o técnicas de provocación5. La endoscopia permi-
diagnóstico diferencial con múltiples entidades te además obtener biopsias que hacen posible el
pero, especialmente, con la dispepsia funcional, la diagnóstico etiológico de otras patologías como
enfermedad por reflujo gastroesofágico y el cáncer tumores o diagnosticar la infección por H. pylori6,7
gástrico5. (capítulo 19). A pesar de que esta prueba permite
una visión clara de la morfología, tamaño y profun-
didad de la lesión (figura 1), un 5% de las lesiones
TABLA 1. Etiologías poco frecuentes de la UP malignas ofrece un aspecto endoscópico de benig-
nidad. Es por ello que, en el caso de las UG, se de-
ben obtener sistemáticamente biopsias del borde y
❱❱ Hipersecreción ácida.
fondo de la lesión para descartar adecuadamente
❱❱ Gastrinoma. un proceso maligno. En el caso de la UD no es ne-
❱❱ Mastocitosis sistémica. cesario biopsiar la lesión, dada la rareza de lesiones
❱❱ Síndromes mieloproliferativos con basofilia. malignas en esa localización.
❱❱ Hiperplasia-hiperfunción de células G antrales.
❱❱ Infecciones virales: VHS tipo I, CMV.
Complicaciones
❱❱ Otras infecciones. Las complicaciones de la UP son responsables de
❱❱ Obstrucción intestinal (anillo congénito, páncreas la morbimortalidad asociada a esta patología. Nue-
anular). vamente, las estrategias de gastroprotección y las
❱❱ Insuficiencia mesentérica crónica: terapias erradicadoras de la infección por H. pylori
han logrado disminuir de forma significativa su inci-
• Abuso de tóxicos que causan isquemia de la
dencia, en relación a la observada hace décadas8,9.
mucosa (cocaína).
Son más frecuentes en fumadores y en pacientes
❱❱ Radiación. con consumo crónico de AINE5. Brevemente, desta-
❱❱ Quimioterapia (vía arterial). can las siguientes:
❱❱ Amiloidosis tipo III.
Penetración
❱❱ Síndrome de Neuhaser: tremor–nistagmus–úlcera.
❱❱ Porfiria cutánea tarda. Entre un 25-30% de las UD y un 15% de las UG
❱❱ Idiopática.
penetran en órganos vecinos, fundamentalmente
páncreas, hígado o epiplón5. En tales casos, el pa-
trón del dolor suele cambiar y es frecuente que
UP: úlcera péptica. VHS: virus del herpes simple. se haga continuo, no alivie con la ingesta (incluso
CMV: citomegalovirus.
empeora) y despierte al enfermo por la noche con
mayor frecuencia. Es típica la irradiación a la espal-

273
Sección 3. Estómago

Figura 1. La endoscopia es el método de elección para el diagnóstico de la úlcera péptica, si bien la radiología puede aportar
información adicional en diferentes situaciones. a) Úlcera gástrica con fondo de fibrina en curvatura menor de antro gástrico.
b) Úlcera duodenal con un coágulo rojo en uno de los bordes indicativo de hemorragia reciente. c) Estudio radiológico en un
paciente con una estenosis pilorobulbar (flechas) secundaria a una úlcera duodenal postpilórica. d) Úlcera duodenal penetrante
en páncreas en un paciente con dolor abdominal en epigastrio irradiado a la espalda y elevación de amilasas en sangre y orina.
e) Úlcera gástrica perforada. El estudio radiológico muestra la salida del contraste bariatado fuera de la cavidad gástrica (flechas).

da (penetración en páncreas) o al hipocondrio de- Perforación


recho (penetración en epiplón gastrohepático). Es
Esta complicación se presenta hasta en un 5% de
esencial conocer estas características clínicas, dado
los ulcerosos. Las perforaciones suelen correspon-
que a menudo son los únicos indicadores de pe-
der en un 60% de los casos a UD y en un 40% a
netración. Las pruebas complementarias son poco
UG. El diagnóstico debe ser clínico y no ha de sufrir
sensibles en este escenario (figura 1).
retrasos en aras de determinaciones analíticas que
Hemorragia poco contribuyen al diagnóstico. La clínica es de do-
lor epigástrico de comienzo brusco e intensidad ex-
Esta complicación constituye una urgencia poten- trema, que puede irradiarse a la espalda o hacerse
cialmente grave y aunque su incidencia ha dismi- difuso. Típicamente, el enfermo permanece inmó-
nuido continúa siendo una causa frecuente de vil, a menudo con los muslos flexionados sobre el
ingreso en los servicios de Aparato Digestivo. La abdomen, y sensación de gravedad. Es habitual la
incidencia estimada en nuestro medio en el año presencia de signos de colapso periférico, así como
2005 fue de 47 casos por 100.000 habitantes, con respiración superficial y signos de peritonitis, inclu-
una mortalidad asociada del 5,5%8-10. El 80-90% yendo contractura abdominal, silencio auscultato-
de las hemorragias digestivas altas son de origen rio y signo de Blumberg positivo. En el 70% de los
no varicoso, siendo la UP la causa más frecuente casos se observa neumoperitoneo. Los principales
(40-50%). La probabilidad de que ocurra esta com- factores etiológicos son el consumo de alcohol, el
plicación es mayor entre los pacientes que consu- tabaco y, muy especialmente, la ingesta de AINE,
men AINE o ácido acetilsalicílico. En la mayoría de ya que más de un tercio de las perforaciones están
los casos, se manifiesta como hematemesis y/o me- relacionadas con la administración de éstos, fun-
lenas (capítulo 4). damentalmente en personas de edad avanzada5,11.

274
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida

Obstrucción vencional, siempre debe considerarse el consumo


subrepticio de AINE5,13.
Con los años, la estenosis pilórica ha pasado a ser
una complicación infrecuente en la enfermedad ul- Tratamiento de las complicaciones
cerosa (menos del 4%) y representa la consecuen-
Al igual que ocurría con el tratamiento general, las
cia de los procesos de cicatrización y retracción de complicaciones deben tratarse etiológicamente. La
la UP pilórica o duodenal. Uno de los síntomas que penetración se trata de la misma forma que la úlce-
anuncia esta complicación es la anorexia. Pacientes ra convencional, dependiendo de la etiología. En la
que anteriormente recurrían a la ingesta para ali- hemorragia es necesario priorizar la estabilización
viar el dolor epigástrico, comienzan a estar inape- hemodinámica y aplicar hemostasia endoscópica
tentes y rechazan la comida. Un tiempo después, cuando sea preciso (véase capítulo 4). Cuando es-
los pacientes refieren plenitud postprandial, sensa- tas medidas fracasan está indicada la cirugía. Los
ción nauseosa y finalmente vómitos que contienen IBP resultan eficaces para evitar la recidiva. Una
restos de alimentos ingeridos 1-2 días antes (vómi- vez cesa la hemorragia, la UP debe tratarse etioló-
tos de retención). La exploración puede mostrar gicamente. En este punto, debe recalcarse que la
signos de adelgazamiento y deshidratación, y en terapia de mantenimiento con IBP no está indicada
el abdomen se comprueba chapoteo gástrico has- en aquellos pacientes en los que se ha obtenido
ta 4 horas después de la ingesta. En pacientes con la erradicación del H. pylori y no precisan la toma
vómitos incoercibles, la analítica revela signos de de AINE. El tratamiento recomendado en la perfo-
hemoconcentración, uremia prerrenal y alcalosis ración es quirúrgico, preferiblemente por vía lapa-
hipoclorémica. La sospecha clínica debe confirmar- roscópica, aunque en algunos casos seleccionados
se mediante una endoscopia, que permite, a su vez, se puede intentar tratamiento conservador13-17.
excluir el origen maligno de la estenosis (figura 1). En las estenosis debe considerarse que existe un
componente reversible, dependiente del edema
Tratamiento y espasmo asociado a la lesión, y un componente
irreversible dependiente de la fibrosis retráctil. El
Tratamiento general tratamiento inicial, basado en medidas de reposo
El tratamiento de cualquier patología y, por ende, digestivo, aspiración nasogástrica, hidratación y
de la UP, debe ser –si es posible– el de su etiolo- administración de antisecretores, consigue en mu-
gía6,12. Como se ha mencionado con anterioridad, chos casos repermeabilizar la estenosis al revertir
las dos causas más frecuentes de UP son la infec- su componente reversible. Posteriormente se pro-
ción por H. pylori y el consumo de AINE. El trata- cede a indicar el tratamiento etiológico (erradicar la
miento de la primera se expone en otro capítulo y infección por H. pylori, evitar el consumo de AINE).
el de la segunda se detalla más adelante en este Los casos de evolución tórpida, donde los sucesivos
mismo capítulo. Sin embargo, aunque reducido, un fenómenos de reparación cicatricial han condicio-
pequeño grupo de pacientes precisan tratamiento nado una estenosis infranqueable que no se resuel-
fisiopatológico y son aquellos que presentan hiper- ve con el tratamiento conservador, son subsidiarios
secreción ácida o bien aquellos en quienes se des- de dilataciones endoscópicas o de cirugía, según
conoce su etiología. los casos14.

No existen fundamentos científicos para imponer Gastropatía por AINE


cualquier tipo de dieta a los pacientes ulcerosos
y, por lo tanto, pueden consumir café o alcohol en Los AINE lesionan la mucosa gastrointestinal por
forma moderada. Sin embargo, debe restringirse el dos mecanismos, tópico y sistémico, si bien se cree
tabaco, recomendando al paciente el abandono de que el efecto sistémico es el más importante, pues
este hábito. las lesiones pueden ocurrir también tras la admi-
nistración por vía parenteral. En la lesión directa de
En algunos casos no logra documentarse una infec- los AINE tienen gran importancia las características
ción por H. pylori y el paciente niega el consumo químicas del AINE, que dependen de la acidez (pKa)
de AINE. En estos casos el diagnóstico diferencial y la lipofilia del compuesto. En la luz gástrica y de-
incluye enfermedades subyacentes no pépticas, bido al pH ácido, estos fármacos se encuentran en
como el carcinoma en la UG6,12. Asimismo deben forma no ionizada y pueden ser altamente liposo-
descartarse los estados hipersecretores, funda- lubles, favoreciendo con ello su migración hacia el
mentalmente cuando aparecen múltiples úlceras interior de la célula epitelial, donde quedan atrapa-
de evolución tórpida y localizaciones atípicas, y la dos al pasar a un pH neutro e inducen muerte celu-
enfermedad de Crohn en el caso de la UD. En pa- lar18. Por otra parte, los AINE inhiben la síntesis de
cientes con úlceras refractarias al tratamiento con- prostaglandinas, sustancias esenciales en el mante-

275
Sección 3. Estómago

nimiento de la barrera mucosa. Hoy sabemos que to más eficaz son los IBP a dosis convencionales y
los AINE también producen lesiones en la mucosa durante al menos 8-12 semanas, ya que la cicatriza-
intestinal donde no existe ácido, pero la ruptura ción es lenta. En cualquier caso, resulta prudente y
de la barrera mucosa permite a las bacterias, bilis adecuado comprobar endoscópicamente la evolu-
y contenido intraluminal penetrar en la mucosa e ción de la lesión. Una vez cicatrizadas las lesiones,
inducir inflamación y ulceraciones (figura 2). y para prevenir su reaparición, puede indicarse un
IBP (de elección) o misoprostol a dosis plenas (200
Actualmente se estima que aproximadamente un mg/6 h)19. La diarrea es un efecto secundario a tener
70% de los pacientes que consumen AINE presen- en cuenta con la administración de prostaglandinas.
tarán en alguna medida un daño de la mucosa del
tracto gastrointestinal (alto o bajo) y que hasta un El tratamiento con AAS se asocia también a un au-
4% de los pacientes sufrirá complicaciones como mento del riesgo de UP y de hemorragia digestiva
hemorragia (o menos frecuentemente perforación por UP. Los pacientes que presentan factores de ries-
u obstrucción) o UP sintomática. Un estudio recien- go y precisan AAS deben también recibir terapia de
te ha evidenciado una mortalidad de 1,2 casos por prevención con IBP. Finalmente se debe señalar que
cada 10.000 en personas que consumen AINE en AINE y AAS originan lesiones mucosas en el intestino
un periodo de al menos 2 meses al año. No todos delgado y el colon pudiendo causar o precipitar com-
los pacientes presentan el mismo riesgo de desa- plicaciones de la misma o de lesiones preexistentes
rrollar complicaciones. Los factores de riesgo están (figura 3)22,23,24.
bien establecidos, tal y como quedan recogidos en
la tabla 2. Es por ello que la profilaxis de este tipo Helicobacter pylori y AINE
de complicaciones adquiere especial relevancia en
La infección por H. pylori y el consumo de AINE son
el grupo de pacientes con factores de riesgo que
factores independientes pero interaccionan en el
precisan tomar AINE19 .
desarrollo de UP y de sus complicaciones. Existen
Antes de abordar cuál es el tratamiento más efec- múltiples estudios que han evaluado la interacción
tivo y en qué pacientes debemos instaurarlo, la entre ambos agentes en el desarrollo de UP y las
primera pregunta que nos debemos plantear es si complicaciones de la misma. Muchos de ellos ofre-
el AINE es estrictamente necesario para el pacien- cen conclusiones contradictorias. Un metaanálisis
te. Un estudio reciente llevado a cabo en España de datos epidemiológicos concluye que la infección
ha puesto de manifiesto que más del 50% de los por H. pylori en el paciente tratado con AINE incre-
pacientes no recibe la prescripción adecuada a las menta el riesgo de padecer UP y hemorragia diges-
recomendaciones de las guías actuales de práctica tiva25. Igualmente se considera que H. pylori es un
clínica20. Las recomendaciones actuales se basan factor de riesgo para el desarrollo de hemorragia
en ensayos clínicos y básicamente señalan que en el paciente que toma AAS a dosis bajas26.
los pacientes con uno o más factores de riesgo
Los ensayos clínicos demuestran que la erradicación
deben recibir AINE asociado a IBP a dosis plenas
de H. pylori reduce el riesgo de UP y hemorragia por
(20 mg/día de omeprazol, 40 mg de pantopra- UP en los pacientes sin historia ulcerosa, infectados
zol, 30 mg de lansoprazol, 20 mg de rabeprazol o por H. pylori, que inician terapia con AINE27, pero no
40 mg de esomeprazol) o bien misoprostol a dosis en los que ya estaban en tratamiento crónico con los
200 mg cada 6-8 horas. Como alternativa se puede mismos. En pacientes con UP activa, tratados con
prescribir un inhibidor de la COX-2, que presen- omeprazol y AINE, la erradicación de H. pylori no in-
ta una menor gastrolesividad. En este sentido, es fluye sobre la cicatrización y tampoco disminuye las
importante señalar que celecoxib en monoterapia recidivas ulcerosas ni los síntomas dispépticos28.
ha demostrado un perfil de seguridad superior al
de AINE+IBP en el tracto gastrointestinal bajo21. En Existe consenso en considerar que la erradicación de
pacientes con muy alto riesgo (p. ej.: historia previa H. pylori en pacientes con historia previa de hemo-
de hemorragia digestiva por UP) se recomienda ad- rragia digestiva por UP no es suficiente para reducir
ministrar un inhibidor de la COX-2 junto con un IBP. el riesgo de resangrado si el paciente necesita AINE
o AAS29. En estos casos se debe evitar el tratamiento
Una vez que el daño mucoso ya está establecido, con AINE o AAS, pero si es estrictamente necesario
todos los fármacos antiulcerosos se muestran muy se debe proceder a la erradicación de H. pylori e in-
efectivos, alcanzando tasas de cicatrización próximas dicar la toma de IBP mientras dura el tratamiento29.
al 100% si se pueden suprimir los AINE. Desafortuna-
damente, suprimir el AINE no siempre es posible y,
con frecuencia, es estrictamente necesario continuar
Síndromes de hipersecreción ácida
su administración para que el paciente conserve una Los síndromes de hipersecreción ácida son poco
aceptable calidad de vida. En este caso, el tratamien- frecuentes. En la tabla 4 se exponen los síndromes

276
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida

Figura 2. Los AINE pueden producir lesiones en la mucosa todo el tracto digestivo, si bien las localizadas a nivel gastroduodenal
son las más frecuentes. El espectro de lesiones es amplio e incluye desde áreas de hiperemia y hemorragia submucosa, erosiones
y úlceras, hasta complicaciones como hemorragia, perforación y estenosis. a) Áreas hiperémicas en antro gástrico. b) Erosiones
en antro gástrico. c) Úlcera gástrica. d) Úlcera duodenal sangrante.

que causan UP por hipersecreción ácida gástrica se- de estos pacientes con antagonistas H2, e incluso
cundaria a altos niveles de sustancias secretagogas, con IBP, suele ser poco efectivo.
entre ellas la gastrina o la histamina. Destacaremos
entre ellas la hipersecreción idiopática y el síndro- Síndrome de Zollinger-Ellison
me de Zollinguer-Ellison1.
Se caracteriza por una concentración elevada de
gastrina sintetizada ectópicamente por un tumor
Hipersecreción basal idiopática (gastrinoma). Esta anormal concentración hormo-
Es una rara entidad en la que los pacientes secretan nal provoca una hiperestimulación de las células
elevadas cantidades de ácido sin evidenciarse una parietales gástricas y, secundariamente, una hiper-
elevación en las concentraciones séricas de gas- secreción ácida basal. Esta situación hipersecreto-
trina1. La base fisiológica de este trastorno parece ra conduce a la aparición de múltiples úlceras de
depender de la activación del cAMP de las células evolución tórpida y localizaciones atípicas. Además,
parietales de forma independiente a la activación estos pacientes pueden presentar otros síntomas
de los receptores H2 de la histamina. El tratamiento derivados de la hipersecreción de ácido, incluyen-

277
Sección 3. Estómago

TABLA 2. Factores de riesgo de lesiones GI por AINE y AAS

Factor de riesgo Evidencia Recomendación

Historia previa ulcerosa. Ib A


Historia previa de HDA. Ib A
Edad > 65 años. III B
Dosis altas de AINE. III B
Uso concomitante de 2 AINE (AAS a dosis bajas)
corticoides o anticoagulantes. Ib A
Enfermedad concomitante grave. III B

HDA: hemorragia digestiva alta. AINE: antiinflamatorios no esteroideos. AAS: ácido acetilsalicílico.

TABLA 3. Estrategias de profilaxis de gastropatía por AINE

1. Como norma general: AINE menos lesivo a la menor dosis efectiva posible
2. Estrategia de prevención según grupo de riesgo
Grupo Estrategias Comentarios

• Bajo riesgo (ningún factor de riesgo) No precisa –


• Riesgo moderado (1-2 factores de riesgo) Añadir IBP o misoprostol (misprostol = 200 mg/6-8 h)
• Alto riesgo Coxib + IBP Erradicar Hp si historia de UP
(> 3 factor de riesgo o historia reciente de UP)
• Historia de hemorragia digestiva baja o lesiones Celecoxib
potencialmente sangrantes en el tracto digestivo inferior

do diarrea crónica, malabsorción (el pH ácido inac- infección por H. pylori7. Si la situación de aclorhidria
tiva la lipasa pancreática), alcalosis metabólica, etc. se prolonga en el tiempo y se asocia a una dismi-
Con frecuencia este síndrome se encuentra dentro nución del factor intrínseco (hecho muy frecuente
de otro más amplio en el contexto de un síndrome en la gastritis crónica atrófica), puede conducir a la
neuroendocrino múltiple tipo I30. aparición de una anemia perniciosa por malabsor-
ción de vitamina B12. La infección por el VIH tam-
Estados hiposecretores bién se asocia a hipoclorhidria, fundamentalmente
en pacientes con sida.
Hoy en día, la principal causa de hiposecreción áci-
da es el tratamiento farmacológico, fundamental- Asimismo, la reducción de la secreción gástrica se
mente con fármacos antisecretores (IBP y anti-H2 asocia a diferentes condiciones, como la propia UG,
principalmente). Existen otras patologías asociadas los pólipos gástricos y el cáncer gástrico. Situacio-
a la hipoclorhidria. Destaca por su frecuencia la gas- nes menos comunes son las derivadas de tumores
tritis crónica atrófica, entidad caracterizada por una neuroendocrinos que segregan hormonas inhibito-
destrucción de las células parietales y principales, rias de la secreción ácida, como los VIPomas y los
que conduce a una reducción de la secreción ácido- somatostatinomas. La hipocalcemia asociada al
péptica gástrica31. La destrucción celular asociada hipoparatiroidismo también es una causa de hipo-
a esta enfermedad puede ser el resultado de un secreción gástrica que es reversible tras la correc-
proceso autoinmune (gastritis autoinmune tipo A) ción del déficit metabólico30. La resección gástrica
o ser la consecuencia del proceso evolutivo de la y la vagotomía reducen, obviamente, la secreción

278
18. Trastornos relacionados con la secreción gástrica ácida

TABLA 4. Síndromes genéticos que cursan con hipersecreción

Síndrome Patogenia Lesión Herencia

Adenomatosis endocrina múltiple (MEN I) Hipergastrinemia UD AD


Gastrinoma esporádico Hipergastrinemia UD Esporádico
Mastocitosis sistémica Exceso histamina UD AD-AR
Tremor-nistagmus-úlcera Desconocido UD AD

AD: autonómica dominante. AR: autonómica recesiva.

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Sección 3. Estómago

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280
19 Infección por
Helicobacter pylori
Javier P. Gisbert
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
CIBERehd

Introducción Objetivos de este capítulo


La infección por H. pylori es la causa fundamen- ❱❱ Conocer los métodos disponibles para
tal de la enfermedad ulcerosa gastroduodenal1 y llevar a cabo el diagnóstico de la infección
constituye un cofactor primordial en el desarro- por H. pylori.
llo del adenocarcinoma y linfoma gástricos (fi-
❱❱ Establecer una estrategia coste-efectiva
gura 1). El tratamiento erradicador de H. pylori
para el diagnóstico de la infección por
ha supuesto una auténtica revolución en la gas-
H. pylori en el paciente con dispepsia.
troenterología al permitir no solamente la cica-
trización de la úlcera péptica, sino su curación ❱❱ Conocer las recomendaciones más
definitiva2. En el presente capítulo se exponen actualizadas para el tratamiento de la
los métodos que deben ser empleados para un infección por H. pylori.
correcto diagnóstico3 y el tratamiento más ade-
cuado para erradicar la bacteria4. REFERENCIAS CLAVE
1. isbert JP, Calvet X, Gomollón F, Monés J.
G
Infección por H. pylori como causa Tratamiento erradicador de Helicobacter
pylori. Recomendaciones de la II Conferencia
de úlcera péptica Española de Consenso. Med Clin (Barc) 2005;
Nadie duda, hoy en día, que H. pylori representa 125: 301-316.
el principal agente causal de la úlcera gastroduo- 2. alfertheiner P, Megraud F, O’Morain
M
denal. De hecho, los seis criterios postulados por C, Bazzoli F, El-Omar E, Graham D, et al.
Bradford-Hill en 1965 para establecer una rela- Current concepts in the management of
ción de causalidad entre un agente y una enfer- Helicobacter pylori infection: the Maastricht
medad se cumplen en este caso1. III Consensus Report. Gut 2007; 56: 772-81.
3. Graham DY, Fischbach L. Helicobacter pylori
❱❱ Características de la asociación. La fuerza de la
treatment in the era of increasing antibiotic
asociación puede considerarse elevada. De
resistance. Gut 2010; 59: 1143-53.

hecho, se han descrito prevalencias próximas al


100% entre los pacientes con úlcera duodenal.
La solidez de la asociación es igualmente alta.
No en vano, numerosos estudios realizados en
los cinco continentes han constatado esta estre-
cha relación. Debe considerarse, no obstante,
que la asociación entre H. pylori y úlcera péptica
no es específica, dado que la bacteria se halla
Figura 1. Helicobacter pylori. presente en una proporción importante de pa-
cientes con dispepsia funcional y también en

E S T Ó M A G O 281
Sección 3. Estómago

individuos asintomáticos. Ello refleja, con toda tración “directa” del microorganismo mediante el
probabilidad, que la presencia de H. pylori es estudio de muestras obtenidas por biopsia gástri-
necesaria (en la mayoría de los casos), pero no ca. Son, por lo tanto, técnicas que precisan de una
suficiente para el desarrollo de una úlcera pép- endoscopia, generando incomodidad al paciente.
tica. Los métodos indirectos se basan en el estudio y la
detección de ciertas características de la bacteria
❱❱ Relación temporal. Se ha establecido una clara (por ejemplo, la capacidad de hidrolizar la urea,
relación entre el desarrollo inicial de una gas- propiedad en la que se basa la prueba del aliento)
tritis por H. pylori y la aparición posterior de o de la respuesta del sistema inmunitario (medición
una úlcera péptica. Aunque esta evolución no de anticuerpos específicos). Su ventaja primordial
se cumple en todos los casos, la presencia de es su carácter no invasor. A continuación se revisan
una gastritis asociada a la infección por H. pylori brevemente y por separado los mencionados mé-
constituye, sin duda, un factor de riesgo para el todos diagnósticos.
desarrollo de úlcera péptica.
❱❱ Gradiente biológico. Se ha constatado una mayor Histología
densidad de H. pylori en la mucosa antral de los La presencia del germen puede reconocerse con la
pacientes con úlcera en comparación con los in- tinción habitual de hematoxilina-eosina, aunque
dividuos infectados sin enfermedad péptica. se demuestra más fácilmente con otras tinciones
❱❱ Explicación biológica. Se ha propuesto como hi- como la de Giemsa (figura 2). La histología no sola-
pótesis que la úlcera duodenal aparece en una mente demuestra la presencia del microorganismo,
sino que informa sobre los cambios morfológicos
zona del bulbo inicialmente afectada por una
de la mucosa gástrica, lo que representa una venta-
metaplasia gástrica, un requisito necesario para
ja en relación con otros procedimientos (figura 3).
su colonización por H. pylori. El desarrollo de
Razones de coste-beneficio aconsejan que el exa-
duodenitis activa y, finalmente, de úlcera pép-
men histológico quede reservado para los casos en
tica vendría favorecido por el deterioro de los
los que el test rápido de ureasa (el método directo
mecanismos de defensa de la mucosa.
más barato) sea negativo.
❱❱ Efecto de la intervención. El argumento más sóli-
do para establecer una relación causal entre H.
pylori y úlcera péptica es el hecho bien contras-
tado de que la erradicación de la bacteria ace-
lera la cicatrización de la úlcera y reduce de un
modo drástico las recidivas y la tasa de compli-
caciones5.
❱❱ Coherencia entre los datos previos y posteriores al
aislamiento de H. pylori. La hipótesis de que la
úlcera péptica surge como consecuencia de un
desequilibrio entre factores agresivos y defen-
sivos de la mucosa no es incompatible con el
papel etiopatogénico de H. pylori. De hecho, se Figura 2. Obsérvense las formaciones bacilares de H. pylori
ha comprobado que la bacteria altera algunos adheridas a la luz glandular con la tinción de Giemsa. Corte-
sía del Dr. Abascal.
parámetros de la secreción gástrica ácida, a la
vez que ejerce un efecto pernicioso sobre los
mecanismos de defensa. Cultivo
Posee la ventaja de tipificar el organismo y deter-
Métodos de diagnóstico de la infección minar su sensibilidad frente a los agentes antibac-
terianos (figura 4). Ello tiene importancia tanto
por H. pylori desde el punto de vista epidemiológico, como para
Los métodos diagnósticos de la infección por H. pylo- conocer el patrón de resistencia frente a distintos
ri se han clasificado tradicionalmente en directos e regímenes terapéuticos. Se trata de un procedi-
indirectos 3,6-11. Los primeros se basan en la demos- miento relativamente complejo y de elevado coste,

282
19. Infección por Helicobacter pylori

Figura 3. La histología no sólo informa de la presencia de H. Figura 4. El cultivo es un procedimiento altamente específico.
pylori sino que muestra el tipo de lesión mucosa que ha pro- Su utilidad fundamental es evaluar la sensibilidad del
vocado. La imagen muestra una gastritis crónica superficial microorganismo a los diferentes antimicrobianos. Cortesía
(hematoxilina-eosina). Cortesía del Dr. Vera. del Dr. Ferrero.

con una especificidad del 100% y una sensibilidad mente un protocolo europeo que utiliza el méto-
inferior a la de otras técnicas diagnósticas. Su em- do simplificado con 13C-urea únicamente con dos
pleo rutinario no resulta necesario si se considera muestras (basal y a los 30 minutos) y ácido cítrico
la elevada eficacia del tratamiento empírico. (para retrasar el vaciamiento gástrico y optimizar la
absorción de urea). La utilización de 13C comporta
Test rápido de ureasa indudables ventajas, ya que se trata de un isótopo
natural estable y no radiactivo, que puede utilizarse
Consiste en poner en contacto una muestra de la
mucosa con un medio líquido que contiene urea y
un indicador de pH; si existe actividad ureasa, el pH
del medio se modifica, produciéndose un cambio
de color (figura 5). Se trata de un método sencillo,
barato y rápido (con frecuencia permite conocer
la presencia de infección en tan sólo una hora). Su
sensibilidad es menor cuando se utiliza para con-
firmar la desaparición de H. pylori tras haber ad-
ministrado un tratamiento erradicador, por lo que
en esta situación no debe emplearse como único
método.

Prueba del aliento con urea marcada


con 13C o 14C
Se basa en la capacidad de la ureasa producida
por H. pylori para hidrolizar una solución de urea
previamente marcada con 13C o 14C. Si la bacteria
está presente la actividad ureasa desdobla el en-
lace 13C-urea, incrementando la proporción del Figura 5. La actividad ureasa de H. pylori modifica el pH
de un medio líquido que contiene urea, produciéndose un
isótopo de carbono espirado (figura 6). Para reducir
cambio de color. Cortesía del Dr. Ducons.
el coste y la duración de la prueba existe actual-

283
Sección 3. Estómago

hecho conocido que ambos pueden “aclarar” tem-


poralmente la infección e inducir un falso resultado
C-urea
13
negativo cuando se utilizan otros métodos diagnós-
ticos. Recientemente han aparecido los denomina-
dos métodos de serología rápida, que utilizan san-
Ureasa
gre capilar en lugar de suero, obtenida mediante
H. pylori
13
CO2 en aire punción digital. Aunque el procedimiento implica
espirado 13
CO2 + NH3 una mayor rapidez y facilidad de empleo, múltiples
estudios han mostrado resultados subóptimos. A la
luz de estos datos, y siguiendo las recomendacio-
nes de diversas reuniones de consenso nacionales
e internacionales, es cuestionable el uso generali-
zado de este método12-15.

Figura 6. Fundamento de la prueba del aliento con urea


marcada con 13C. Antígeno de H. pylori en heces
La detección del antígeno de H. pylori en heces
tantas veces como sea necesario, incluso en niños puede considerarse como un método fiable para
y mujeres embarazadas. El empleo de antibióticos el diagnóstico de la infección en pacientes no tra-
o inhibidores de la bomba de protones (IBP) en los tados16. Diversos estudios han demostrado que la
días previos puede ser el origen de resultados fal- técnica monoclonal es más exacta que la policlonal,
sos negativos. Por ello, se recomienda retrasar la tanto para el diagnóstico de la infección, como para
prueba al menos un mes desde la finalización del la confirmación de la erradicación17. No se reco-
tratamiento antibiótico, y al menos catorce días mienda su empleo antes de que hayan transcurrido
desde que concluya la administración de IBP. A di- cuatro semanas desde la finalización del tratamien-
ferencia de las pruebas serológicas, la prueba del to antibiótico.
aliento confirma de modo precoz la desaparición
de H. pylori tras el tratamiento. De ahí que deba Elección entre los diferentes métodos
ser considerada como la técnica de elección para
confirmar la erradicación. de diagnóstico
Serología En el apartado anterior se han descrito los procedi-
mientos disponibles para establecer el diagnóstico
Las técnicas serológicas únicamente indican una de infección por H. pylori. A continuación se expone
exposición previa al microorganismo, pero no dis- la estrategia a seguir, en función de la condición clí-
criminan entre personas con infección activa y en- nica subyacente (figura 7).
fermedad e individuos sanos con exposición previa
a la infección. La técnica del enzimoinmunoensayo ❱❱ Paciente con antecedentes bien documentados de
(ELISA) es muy útil para realizar estudios epide- úlcera duodenal, en el que se desconoce si la infec-
miológicos a gran escala. Sus inconvenientes son ción está presente (porque el diagnóstico inicial se
la difícil definición del “punto de corte” y la nece- llevó a cabo por radiología o porque no se obtuvie-
sidad de su valoración en cada medio. De hecho, ron biopsias en la endoscopia). En este caso sería
se ha recomendado que toda técnica serológica suficiente confirmar la infección mediante una
sea validada localmente antes de proceder a su uso técnica indirecta (prueba del aliento o serología
rutinario. Otro inconveniente del método es la exis- validada), sin necesidad de realizar una endos-
tencia de un prolongado tiempo de latencia entre copia. Algunos autores sugieren que, en algu-
la administración del tratamiento erradicador y la nas circunstancias, se podría soslayar incluso la
evidencia de un descenso significativo en los títulos necesidad de una prueba diagnóstica. Aducen
de anticuerpos (aproximadamente seis meses). Ello que H. pylori está presente prácticamente en el
limita considerablemente la utilidad de esta técnica 100% de las úlceras duodenales no asociadas al
para confirmar la erradicación. En contraste, los re- consumo de antiinflamatorios no esteroideos
sultados de la serología no se ven afectados por un (AINE) y que, por tanto, no resulta coste-efecti-
tratamiento reciente con antibióticos o IBP. Es un vo verificar la presencia de infección. Este pun-

284
19. Infección por Helicobacter pylori

Síntomas dispépticos

Antecedentes de úlcera duodenal


Síntomas de reciente aparición
bien documentada

Test del aliento


Síntomas de alarma (1)
o serología validada

Sí No

Estrategia
Endoscopia
test and treat
Test indirectos

Úlcera Endoscopia
péptica Cáncer
normal

(1) Los síntomas o factores de alarma constituyen clara


Test rápido de ureasa Tratamiento indicación de endoscopia. Pueden considerarse como
Histología específico tales: pérdida de peso, disfagia, anemia, vómitos,
hemorragia digestiva o masa abdominal.

Figura 7. Estrategia de diagnóstico en la infección por H. pylori.

to de vista es controvertido, pero su aplicación alarma se ha planteado la posibilidad de ensa-


podría ser razonable cuando la accesibilidad a yar una pauta distinta, basada en investigar la
determinadas pruebas es limitada. presencia de H. pylori mediante una prueba in-
directa (serología o, preferentemente, prueba
❱❱ Paciente que acude por presentar síntomas dispépti-
del aliento) y tratarla si se confirma la infección.
cos de reciente aparición, sin antecedentes de úlcera
Los argumentos a favor o en contra de esta es-
duodenal. Ante este caso, debe considerarse en
trategia denominada test and treat se discuten
primer lugar que la naturaleza de los síntomas
más adelante. Obviamente, los pacientes que
no permite discernir con precisión si el pacien-
rechazan la endoscopia o que presentan una
te padece una úlcera péptica, un carcinoma o
contraindicación formal para la toma de biop-
una dispepsia funcional. Desde esta perspecti-
sias son subsidiarios de una prueba indirecta
va, sólo la endoscopia proporciona una elevada
(test del aliento o serología), si se desea confir-
seguridad en el diagnóstico. Si la endoscopia
mar la infección. Un aspecto a considerar es que
informa de la presencia de una úlcera duode-
el test rápido de ureasa posee una elevada tasa
nal, el test rápido de ureasa, o en su defecto la
de resultados falsos negativos en presencia de
histología, confirmarán la presencia de H. pylori.
sangrado activo. Por tanto, ante la presencia de
Cabría preguntarse si la endoscopia es siempre
una úlcera sangrante, el test rápido de ureasa
necesaria en un paciente con dispepsia. Breve-
no es totalmente fiable. Un resultado negativo
mente, la endoscopia está claramente indicada
en estas circunstancias debería ser verificado
en los enfermos con síntomas de nueva apari-
con un método indirecto.
ción y edad superior a los 50-55 años, o ante
cualquier síntoma de alarma (figura 7). En los ❱❱ ¿Qué método diagnóstico se debe utilizar para con-
enfermos más jóvenes y sin ningún síntoma de firmar la erradicación? La respuesta depende de

285
Sección 3. Estómago

la enfermedad de base. Así, en la úlcera duo- investigar y tratar la infección por H. pylori en todos
denal o en la dispepsia (en el supuesto de que los casos de úlcera duodenal y gástrica activas, tan-
estuviese indicada la erradicación) la prueba del to en las formas no complicadas, como en las aso-
aliento constituye el método de elección. Sin ciadas a complicaciones (hemorragia, perforación
embargo, en los casos en que la endoscopia re- y estenosis). La erradicación también está indicada
sulta obligada (úlcera gástrica y linfoma MALT) en los pacientes con antecedentes bien documen-
puede recurrirse a métodos directos basados tados de úlcera péptica, aunque se hallen asinto-
en la toma de biopsias. ¿Debe confirmarse el máticos en el momento de su evaluación.
éxito erradicador en todos los casos? La res-
puesta es claramente afirmativa en el caso de ¿Cuál o cuáles son los tratamientos
úlceras complicadas (puesto que si no se logra la
erradicación, incluso tras varios intentos, habría erradicadores de elección en España?
que administrar tratamiento de mantenimiento La combinación de un IBP junto con claritromicina y
con antisecretores), en la úlcera gástrica (ya que amoxicilina (tabla 1) ha sido la terapia más amplia-
la endoscopia de control resulta obligada para
mente utilizada en España. Desde la I Conferencia
confirmar la cicatrización y descartar maligni-
de Consenso Española se han publicado múltiples
dad) y en el linfoma MALT. Se ha sugerido que la
datos que confirman su eficacia, lo que explica que
confirmación de la erradicación no sería impres-
siga siendo considerada como la pauta de primera
cindible en la úlcera duodenal no complicada y
elección en las Reuniones de Consenso más recien-
en el paciente dispéptico, en el que se resuelven
los síntomas. Esta propuesta es discutible dado tes, incluida la II Conferencia de Consenso Español
que todavía no se dispone de tratamientos con (publicada en el año 2005) y la III Conferencia de
una eficacia del 100% y la persistencia de la in- Consenso Europeo (publicada en el año 2007).
fección implica un riesgo considerable de recidi- No obstante, la eficacia de la mencionada terapia
va y de complicaciones ulcerosas. triple con claritromicina parece ir en descenso. Re-
❱❱ ¿Qué actitud debe adoptarse ante un paciente con cientemente, se han publicado diversos estudios
úlcera duodenal que presenta persistencia o recidiva en los que la tasa de erradicación se encuentra por
de los síntomas un tiempo después de confirmada debajo del 80%. Este descenso en la eficacia de las
la erradicación? En este caso es suficiente con terapias basadas en claritromicina se relaciona con
efectuar una prueba del aliento y plantear una el incremento en la tasa de resistencias de H. pylori
nueva terapia si se confirma la reaparición de la a dicho antibiótico18,19 . Por tanto, si las tasas locales
infección (no es necesaria la endoscopia). de resistencia de H. pylori a claritromicina son altas
(superior al 15-20%) o bien la triple terapia obtiene
Preguntas y respuestas sobre el tasas de curación inaceptablemente bajas (inferior
al 80% “por intención de tratar”), deben evaluar-
tratamiento erradicador de H. pylori se otras opciones de primera línea. Las alternati-
vas al tratamiento triple con claritromicina son las
En el siguiente apartado se plantean una serie de
siguientes: a) terapia cuádruple clásica incluyendo
cuestiones, de índole eminentemente práctica, que
bismuto, b) terapia “secuencial” y c) terapia “con-
se responderán basándose en la mejor evidencia
comitante”.
científica disponible.
La terapia cuádruple clásica (bismuto junto con un
¿Por qué y cuándo está indicado el IBP, tetraciclina y metronidazol) (tabla 1) ha obte-
tratamiento erradicador de H. pylori nido como tratamiento de primera línea resultados
similares a los de la triple terapia, tanto en eficacia
en la úlcera péptica? como en seguridad. La eficacia del tratamiento cuá-
La indicación del tratamiento erradicador resulta druple con bismuto no depende de la resistencia a
incuestionable en la úlcera péptica. La desaparición la claritromicina (ya que no incluye este antibiótico)
del microorganismo ha demostrado acelerar la ci- y solamente disminuye ligeramente en presencia
catrización de la úlcera y disminuir la tasa de recidi- de resistencia al metronidazol20. No obstante, una
vas, así como las complicaciones. Todo ello implica desventaja de este tratamiento es la complejidad
una reducción de costes. Por tanto, está indicado de su administración.

286
19. Infección por Helicobacter pylori

TABLA 1. Tratamientos erradicadores de Helicobacter pylori de elección y de rescate

Tratamiento Fármacos Dosis y posología Duración (días)


1.ª línea (de elección) IBP Dosis doble/12 h 10-14
Claritromicina 500 mg/12 h
Amoxicilina* 1 g/12 h

IBP† Dosis estándar/12 h 10


Amoxicilina† 1 g/12 h
Claritromicina† 500 mg/12 h
Metronidazol† 500 mg/12h

2.ª línea (tras fracaso de IBP Dosis estándar/12 h 10


IBP + claritromicina + amoxicilina) Amoxicilina 1 g/12 h
Levofloxacino 500 mg/12-24h

3.ª línea IBP Dosis estándar/12 h 7-14


Subcitrato de bismuto 120 mg/6 h
Tetraciclina clorhidrato 500 mg/6 h
Metronidazol 500 mg/8h

IBP: inhibidor de la bomba de protones.


*En caso de alergia a la penicilina la amoxicilina deberá ser sustituida por metronidazol 500 mg/12 h. Otra opción
es emplear una terapia cuádruple con bismuto.
†En el tratamiento “secuencial” se administra inicialmente el IBP y la amoxicilina durante 5 días, seguido durante
otros 5 días por el IBP, claritromicina y metronidazol; mientras que en el tratamiento “concomitante” se adminis-
tran los 4 fármacos conjuntamente durante los 10 días.

La terapia “secuencial” consiste en una fase de “in- “concomitante” [tabla 1]), en lugar de secuencial-
ducción” de cinco días con un tratamiento dual (un mente, ha demostrado que con tan sólo cinco
IBP y amoxicilina), seguido inmediatamente por días de tratamiento (la mitad de los que precisa la
una terapia triple durante cinco días (con un IBP, terapia “secuencial”) se puede lograr una tasa de
claritromicina y metronidazol)21. Los resultados erradicación del 90%24. Además, un reciente estu-
parecen satisfactorios, con tasas de erradicación dio aleatorizado ha demostrado que las terapias
significativamente superiores a las de la terapia “secuencial” y “concomitante” poseen una eficacia
triple. No obstante, cuando existe resistencia doble equivalente25.
frente a la claritromicina y frente al metronidazol
En resumen, ante la evidencia disponible y a la vista
la eficacia del tratamiento “secuencial” disminuye
de los datos locales de eficacia y seguridad, se reco-
considerablemente. Por otra parte, un estudio ini-
mienda la terapia triple clásica (IBP, claritromicina y
cial realizado en nuestro medio mostró una eficacia
amoxicilina) como primera línea en áreas donde la
inferior al 90%22. Más recientemente, un segundo
tasa de resistencia a la claritromicina es baja (inferior
estudio español ha confirmado estos datos: aun-
al 15-20%) o este tratamiento continúa siendo efi-
que la terapia “secuencial” fue más eficaz que la
caz, mientras que se debería añadir un cuarto anti-
triple clásica, los resultados fueron subóptimos,
biótico (metronidazol) o emplear bismuto en áreas
con cifras de erradicación de tan sólo el 77%23. Por
donde la tasa de resistencia a la claritromicina sea
tanto, la ventaja del tratamiento “secuencial” sobre
alta (superior al 15-20%) o la terapia triple haya de-
el triple estándar debería confirmarse en nuestro
mostrado ser ineficaz (tabla 1).
medio antes de recomendar un cambio generali-
zado en la elección del tratamiento erradicador de
primera línea.
¿Cuál es la duración más apropiada
Por otra parte, una revisión sistemática de la lite-
del tratamiento erradicador?
ratura incluyendo los estudios que habían admi- Se han publicado cuatro metaanálisis que eva-
nistrado IBP, amoxicilina, claritromicina y nitroimi- lúan este aspecto de la duración del tratamiento,
dazol concomitantemente (la denominada terapia y todos ellos demuestran que la prolongación del

287
Sección 3. Estómago

tratamiento de siete a catorce días incrementa la bargo, diversos autores han demostrado que para
eficacia erradicadora26-29. En dichos metaanálisis, obtener una elevada tasa de cicatrización ulcerosa
la duración de diez días es superior a la de siete, y duodenal es suficiente con el empleo de un IBP du-
la de catorce días más eficaz que la de diez. Salvo rante una semana, es decir, el perido de adminis-
excepciones (por ej. países como Suecia), la efica- tración de los antibióticos30 (figura 8). Ello implica
cia de los tratamientos de siete días de duración importantes beneficios, tanto económicos, como
es claramente insatisfactoria. Por otra parte, es de de sencillez terapéutica. En la úlcera gástrica, sin
destacar que ninguno de los cuatro metaanálisis ha embargo, carecemos de información para esta-
demostrado diferencias en cuanto a la incidencia blecer recomendaciones definitivas al respecto.
de efectos adversos entre las diferentes duracio- Por otra parte, parece prudente que en una úlcera
nes. Además, el incremento en el coste al aumentar gastroduodenal que haya sufrido complicaciones
la duración del tratamiento es pequeño comparado se administren antisecretores hasta confirmar la
con el coste que supone un fracaso erradicador. erradicación de H. pylori.
Por todo ello, parece razonable recomendar el in-
cremento de la duración del tratamiento a diez o ¿Qué tratamiento de “rescate”
catorce días, aunque el beneficio terapéutico es-
debemos utilizar cuando fracasa un
perable sea discreto. Por tanto, se recomienda una
pauta de diez a catorce días en lugar de la previa primer intento erradicador?
de siete días. Cuando ha fracasado el tratamiento de primera
línea habitual (IBP, claritromicina y amoxicilina) se
¿Es necesario prolongar la ha recomendado tradicionalmente como rescate la
administración de los antisecretores terapia cuádruple clásica (IBP, bismuto, tetraciclina
y metronidazol), con la que se ha logrado una efica-
en la úlcera duodenal después de cia erradicadora media del 80% aproximadamente.
haber concluido el tratamiento Más recientemente se han llevado a cabo diversos
estudios empleando levofloxacino como tratamien-
antibiótico? to de rescate tras el fracaso de un primer intento
La mayoría de los autores que empleaban IBP en erradicador, con resultados alentadores (tabla 1).
las terapias erradicadoras iniciales prolongaban Dos metaanálisis han comparado dicha pauta triple
estos fármacos de dos a cuatro semanas más tras incluyendo levofloxacino con la terapia cuádruple
la conclusión del tratamiento antibiótico. Sin em- clásica. Ambos demuestran una mayor eficacia y

100

75
% de cicatrización

50

25

0
Labenz Labenz Misiewicz Adamek Schutze Jaup Forné Gisbert
et al et al et al et al et al et al et al et al

Cicatrización global Cicatrización en éxito erradicador

Figura 8. Estudios que evalúan la cicatrización ulcerosa con un IBP y dos antibióticos durante una semana.

288
19. Infección por Helicobacter pylori

una menor incidencia de efectos adversos con la te- 3. Gisbert JP. Diagnóstico de la infección por He-
rapia triple basada en levofloxacino31,32. Por lo tan- licobacter pylori. Rev Clin Esp 2000; 200: 370-
to, se puede concluir que la terapia de rescate con 372.
levofloxacino durante diez días tiene una elevada 4. Gisbert JP, Calvet X, Gomollón F, Monés J. Reco-
eficacia en la erradicación de H. pylori y representa mendaciones de la II Conferencia Española de
una alternativa a la cuádruple terapia tras el fracaso Consenso. Med Clín (Barc) 2005; 125: 301-316.
de un primer intento erradicador, con la ventaja de 5. Gisbert JP, Khorrami S, Carballo F, Calvet X,
ser un régimen sencillo y bien tolerado. Gene E, Dominguez-Munoz JE. H. pylori era-
dication therapy vs. antisecretory non-era-
dication therapy (with or without long-term
¿Estaría indicado en algún caso maintenance antisecretory therapy) for the
realizar tratamiento erradicador, ante prevention of recurrent bleeding from pep-
tic ulcer. Cochrane Database Syst Rev 2003:
un enfermo sintomático infectado, sin CD004062.
efectuar una endoscopia? 6. Malfertheiner P, Chan FK, McColl KE. Peptic ul-
cer disease. Lancet 2009; 374: 1449-61.
Con la intención de reducir el número de endosco- 7. Breslin NP, O’Morain CA. Noninvasive diagnosis
pias se ha propuesto recientemente una estrategia of Helicobacter pylori infection: A review. Heli-
basada en el diagnóstico de la infección por H. pylori cobacter 1997; 2: 111- 117.
mediante métodos “indirectos”, como son la serolo- 8. Cohen H, Laine L. Endoscopic methods for the
gía, la prueba del aliento o el test de antígeno en he- diagnosis of Helicobacter pylori. Aliment Phar-
ces. Ante un paciente joven con síntomas dispépticos macol Ther 1997; 11 (Suppl. 1): 3-9.
y en ausencia de signos de “alarma”, se ha propuesto 9. De Boer WA. Diagnosis of Helicobacter pylori
que la primera exploración a realizar podría ser un infection. Scand J Gastroenterol 1997; 32 (Su-
test «indirecto» para el diagnóstico de H. pylori. Así, ppl. 223): 35-42.
en la estrategia denominada test and treat (diagnos- 10. Glupczynski, Y. Microbiological and serologi-
ticar y tratar), los pacientes infectados recibirían tra- cal diagnostic tests for Helicobacter pylori: an
tamiento erradicador para H. pylori, mientras que en overwiew. Br Med Bull 1998; 54: 175-186.
los enfermos no infectados se administraría trata- 11. Gisbert JP, Pajares JM. Review article: 13C-urea
miento sintomático33. Obviamente, en caso de no breath test in the diagnosis of Helicobacter
observarse una mejoría sintomática sería necesario pylori infection: a critical review. Aliment Phar-
realizar una gastroscopia, con la intención de des- macol Ther 2004; 20: 1001-17.
cartar otras patologías. Cada vez van apareciendo 12. Mones J, Gisbert JP, Borda F, Domínguez-Mu-
más argumentos, basados en estudios prospectivos ñoz E. Indicaciones, métodos diagnósticos y
tratamiento erradicador de Helicobacter pylori.
y en modelos de análisis de decisión, que abogan
Recomendaciones de la II Conferencia Españo-
por su uso, al demostrar que su aplicación implica la de Consenso. Rev Esp Enferm Dig 2005; 97:
una disminución en el número de endoscopias y un 348-74.
considerable ahorro económico. Los estudios de 13. Howden CW, Hunt RH. Guidelines for the ma-
coste-efectividad demuestran que cuanto mayor es nagement of Helicobacter pylori infection. Am
la prevalencia poblacional de H. pylori –y por tanto J Gastroenterol 1998; 93: 2330-2338.
más pacientes se benefician del tratamiento erradi- 14. Lam SK, Talley NJ. Helicobacter pylori Consen-
cador– mayor es la relación coste-efectividad de la sus Report of the 1997 Asia Pacific Consensus
estrategia test and treat. Conference on the management of Helicobac-
ter pylori infection. J Gastroenterol Hepatol
1998; 13: 1-12.
Bibliografía 15. Malfertheiner P, Megraud F, O’Morain C, Ba-
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289
Sección 3. Estómago

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bismuth-containing “concomitant therapy” muth-based quadruple therapy for persistent
versus triple therapy for Helicobacter pylori Helicobacter pylori infection: a meta-analysis.
eradication. Helicobacter 2009; 14: 109-18. Am J Gastroenterol 2006; 101: 488-96.
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IC, et al. Sequential and concomitant therapy “test-and-treat” strategy for dyspeptic pa-
with four drugs is equally effective for eradi- tients. Scand J Gastroenterol 1999; 7: 644-52.

290
20 Tumores malignos
del estómago
Ignasi Elizalde, Antonio Soriano, Antoni Castells*
Servicio de Gastroenterología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas, IDIBAPS,
Hospital Clinic. Barcelona
* IDIBAPS, CIBERehd

Adenocarcinoma gástrico Objetivos de este capítulo


El cáncer gástrico es una de las causas funda- ❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos
mentales de mortalidad por cáncer. Este capí- para comprender la patogénesis y los
tulo se centrará en el adenocarcinoma gástrico factores de riesgo que predisponen al
(AG), un subtipo que representa más del 90% de desarrollo del cáncer gástrico.
todos los tumores de estómago. Otras neopla-
❱❱ Conocer los síntomas que deben alertar
sias gástricas menos frecuentes son el linfoma,
sobre la presencia de un cáncer gástrico.
el tumor carcinoide y los tumores del estroma.
❱❱ Ayudar al médico práctico al manejo
Epidemiología diagnóstico y terapéutico de los pacientes
con este tipo de neoplasia.
El AG constituye el tercer tumor más frecuente
y la segunda causa de muerte relacionada con el
cáncer en el mundo 1. A pesar de ello, su inciden- REFERENCIAS CLAVE
cia y mortalidad han disminuido en los últimos 1. ustgi AK, Crawford JM, eds.
R
cincuenta años, especialmente en los países de- Gastrointestinal cancers. 2nd ed. Filadelfia,
sarrollados 2. Esta disminución puede explicarse Saunders, 2003.
por la mejora de las condiciones de vida, de la 2. Scheppach W, Bresalier RS, Tytgat GN.
conservación de los alimentos, y por el incre- Gastrointestinal and liver tumors. Berlín,
mento del consumo de frutas frescas, vitaminas Springer, 2004.
y vegetales. El aumento de la supervivencia ha
sido mayor en Japón, país donde los programas
de cribado han permitido detectar hasta el 40%
de los tumores en estadios precoces (en Europa gerir que estos tumores podrían estar asociados al
suponen menos del 15%). El AG muestra una cla- reflujo gastroesofágico.
ra variación geográfica (su incidencia es mayor
en Japón y otros países orientales), suele afec- Etiología
tar a personas de edad avanzada (el 80% de los
Los factores de riesgo para el desarrollo de AG están
casos diagnosticados corresponde a personas
representados en la tabla 1. Su origen se encuentra
mayores de 65 años), es más frecuente en hom-
en la compleja interacción entre la infección por
bres (casi el doble que en mujeres) y se asocia,
Helicobacter pylori 5, la dieta y la predisposición ge-
de manera consistente, con un pobre estatus
nética. Se ha calculado que los factores ambienta-
económico.
les son responsables del 62% de los cánceres gástri-
Desde 1970 se está produciendo un cambio in- cos, los factores hereditarios del 28% y que ambos
trigante en la distribución anatómica del AG, con lo son del 10%. Está plenamente aceptado que la
una tendencia a localizarse más en el estómago infección por H. pylori es carcinógena para los hu-
proximal, alrededor del cardias, y una reducción manos, siendo responsable de alrededor del 40%
de su incidencia en el estómago distal 3,4. El au- de todos los cánceres gástricos (figura 1). Su preva-
mento de los cánceres de cardias y de los adeno- lencia en la población general es muy elevada, aun-
carcinomas esofágicos distales ha llevado a su- que parece que algunas cepas, como la cagA, están

E S T Ó M A G O 291
Sección 3. Estómago

TABLA 1. Factores de riesgo para el desarrollo del más implicadas en los procesos carcinogénicos. La
adenocarcinoma gástrico proporción de población infectada en los países en
vías de desarrollo es del 80-90%, aunque menos
❱❱ Confirmados: se recomienda efectuar vigilancia. del 5% de estas personas desarrollarán un cáncer,
• Poliposis adenomatosa familiar. lo que sugiere que la infección por sí misma no es
• Adenoma gástrico.
suficiente. El efecto de la erradicación de H. pylori
en la prevención del AG no se conoce, aunque ello
• Displasia.
elimina la presencia de gastritis crónica atrófica en
❱❱ Confirmados. alrededor del 50% de los pacientes.
• Infección por Helicobacter pylori. Los individuos con un familiar de primer grado
• Gastritis crónica atrófica. afecto de AG tienen dos-tres veces más riesgo de
• Metaplasia intestinal. padecer esta neoplasia. Las alteraciones genéticas
• Cáncer colorrectal hereditario no asociado a más comunes son: la presencia de mutaciones en
poliposis. los genes TP53, APC (en el contexto de la poliposis
adenomatosa familiar) y E-caderina.
• Gastrectomía parcial previa.
• Familiares de primer grado con cáncer gástrico. En 1965, Laurén describió dos subtipos histoló-
❱❱ Probables. gicos de AG, intestinal y difuso, con diferencias
epidemiológicas y pronósticas. El tipo intestinal se
• Síndrome de Peutz-Jeghers. caracteriza por la formación de estructuras tubu-
• Tabaco. lares que recuerdan a glándulas intestinales, suele
• Anemia perniciosa. afectar la parte distal del estómago y es más fre-
• Ingesta abundante de sal. cuente en personas de edad avanzada. Se cree que
se desarrolla a partir de la gastritis crónica atrófica,
• Toma escasa de Aspirina®.
inducida por factores de riesgo ambientales y die-
• Ingesta escasa de frutas y vegetales. téticos. Esta forma de neoplasia tiende a ocurrir en
• Ingesta escasa de ácido ascórbico. regiones con una alta incidencia de cáncer gástrico
❱❱ Posibles. y representa la forma de cáncer que está experi-
mentando una disminución global. Por otra parte,
• Estatus socioeconómico bajo.
el AG difuso no presenta ninguna estructura glan-
• Enfermedad de Ménétrier. dular. Es más frecuente en jóvenes y en personas
• Úlcera gástrica. del grupo sanguíneo A, no suele asociarse a lesio-
❱❱ Cuestionados nes precancerosas y poseen una mayor importan-
cia los factores hereditarios. Su frecuencia es simi-
• Ingesta abundante de alcohol. lar en cualquier parte del mundo y tienen un peor
• Pólipo hiperplásico/fúndico. pronóstico que la forma intestinal.

Patogenia
El desarrollo del AG de tipo intestinal es un proceso
secuencial (figura 2) parecido al descrito en el cáncer
colorrectal. Este modelo, desarrollado en gran parte
por Correa et al, postula que existe una secuencia
temporal de cambios premalignos que conducen al
desarrollo del cáncer 6. A diferencia del cáncer de
colon, en el AG no se conocen con precisión los ge-
nes implicados en las diferentes etapas. En la actua-
lidad se desconoce si el AG de tipo difuso presenta
una progresión histopatológica similar.

Clínica
El cáncer gástrico, cuando es superficial y poten-
Figura 1. Microorganismos espirilados (H. pylori) en la super-
ficie de la mucosa gástrica (tinción de Giemsa).
cialmente curable, no suele producir síntomas. Por
ello, la enfermedad suele estar localmente avan-

292
20. Tumores maligmos del estómago

TABLA 2. Síntomas-guía que deben motivar la remisión del


Mucosa normal paciente al especialista para descartar cáncer gástrico

Helicobacter pylori ❱❱ Disfagia.


Sal ❱❱ Dispepsia junto con uno o más de estos síntomas
Nitratos/nitritos de alarma:
Ácidos biliares
• Pérdida de peso.
Gastritis crónica atrófica • Anemia.
• Anorexia.
APC/ß-catenina
❱❱ Dispepsia en un paciente de edad igual o superior
a 55 años con, al menos, una de las siguientes
características de “alto riesgo”:
Atrofia gástrica
• Comienzo de la dispepsia hace menos de un
año.
• Síntomas continuos desde el inicio.
Metaplasia intestinal
❱❱ Dispepsia combinada con, al menos, uno de los
p53 siguientes factores de riesgo conocido:
Inestabilidad de
microsatélites • Historia familiar de cáncer gastrointestinal en
más de un familiar de primer grado.
Displasia de bajo grado
• Esófago de Barrett.
• Anemia perniciosa.
• Antecedente de cirugía gástrica hace 20 años o
Displasia de alto grado más.
• Displasia conocida.
• Gastritis atrófica.
• Metaplasia intestinal.
Cáncer gástrico ❱❱ Ictericia.
❱❱ Masa abdominal.

Figura 2. Secuencia de acontecimientos en la patogenia del en los tumores que infiltran el cardias o la presen-
cáncer gástrico. cia de náuseas y vómitos “retencionistas” cuando
el tumor llega a causar obstrucción parcial o total
del píloro (figura 3). El examen físico es, usualmen-
zada cuando el diagnóstico viene sugerido por la te, normal. En el momento del diagnóstico, el cán-
presencia de manifestaciones clínicas. En la tabla 2 cer avanzado suele haber ocasionado metástasis,
se especifican los síntomas-guía que deben motivar las cuales afectan con frecuencia al hígado (40%),
la remisión del paciente al médico especialista. Es pulmón, peritoneo y médula ósea.
importante resaltar la eficacia de los inhibidores de
la bomba de protones para cicatrizar úlceras malig-
nas, por lo que se aconseja establecer un diagnós-
Diagnóstico
tico antes de que estos agentes sean usados para La técnica diagnóstica de elección ante la sospecha
tratar a pacientes con factores de riesgo. de cáncer gástrico es la endoscopia digestiva alta,
En el momento del diagnóstico, el síntoma más que permite establecer la localización exacta de la
frecuente es la pérdida de peso, que ocurre en el lesión y tomar biopsias para el diagnóstico histoló-
62% de los pacientes, seguido del dolor abdominal gico (figura 4). El estudio baritado con doble con-
(52%). Otros síntomas menos prevalentes son las traste puede sugerir la presencia de una neoplasia
náuseas, vómitos, anorexia, disfagia, melenas, sa- cuando se observa un lecho ulceroso asimétrico,
ciedad precoz o síntomas de enfermedad ulcerosa. una masa o una úlcera dentro de la misma, pliegues
Algunos de los síntomas mencionados sugieren una irregulares o nodularidad y la pérdida de distensibi-
localización determinada. Es el caso de la disfagia lidad gástrica (figura 5).

293
Sección 3. Estómago

Sin embargo, aunque la monitorización de los nive-


les del antígeno carcinoembrionario no es útil para
el diagnóstico precoz de estos pacientes, sí puede
Carcinoma gástrico servir en su seguimiento postoperatorio.
que infiltra el cardias
Diagnóstico de extensión
La exhaustividad de la estadificación tumoral de-
penderá tanto de la situación clínica del paciente
(valorada por su performance status) como de las
Carcinoma posibilidades terapéuticas (figura 6). La tomografía
de estómago computarizada (TC) helicoidal es útil para la detec-
que causa ción de metástasis a distancia y para la evaluación
estenosis del de los ganglios linfáticos regionales (figura 7). Mu-
píloro chos grupos abogan por la realización de una TC
torácica para la detección de metástasis pulmona-
res, en lugar de la radiografía de tórax. También se
aconseja la realización de una TC toracoabdominal
en los tumores de localización cardial.
La ultrasonografía endoscópica (USE) es superior a
la TC para la estadificación local del cáncer gástrico,
ya que permite distinguir las diferentes capas que
conforman la pared gástrica, lo que la convierte
Figura 3. Algunos de los síntomas del cáncer de estómago en la mejor modalidad de imagen para determinar
sugieren una localización determinada. Es el caso de la
la profundidad de la invasión tumoral (estadio T).
disfagia en los tumores que infiltran el cardias o la presencia
de náuseas y vómitos “retencionistas” cuando el tumor llega Además, su capacidad para la detección de los gan-
a causar obstrucción parcial o total del píloro. glios perigástricos es comparable a la de la TC. Otra
ventaja de esta técnica es que permite la punción
aspirativa con aguja fina, con lo que puede obte-
Los estudios analíticos en el cáncer gástrico sue- nerse la confirmación citológica de adenopatías
len ser normales hasta que la neoplasia está muy metastásicas y completar el estudio de lesiones
avanzada. La aparición de anemia (42% de los pa- submucosas.
cientes) indica un sangrado crónico por la lesión.
La elevación de las enzimas hepáticas (26%) puede La laparoscopia permite establecer la resecabilidad
reflejar la invasión tumoral del hígado. Lamentable- del tumor con una exactitud diagnóstica superior
mente, no existen en la actualidad marcadores tu- al 90%, lo que consigue evitar hasta el 40% de la-
morales séricos específicos para este tipo de tumor. parotomías innecesarias. El lavado de la cavidad

A B C

Figura 4. Diversas formas endoscópicas de cáncer gástrico. a) Neoformación infiltrante en el antro gástrico prepilórico; b) neofor-
mación vegetante en la curvatura mayor del cuerpo gástrico; c) neoformación ulcerada que afecta prácticamente a la totalidad
del antro gástrico y al píloro.

294
20. Tumores maligmos del estómago

A B C D
Figura 5. Imágenes radiológicas de diferentes formas de presentación del cáncer gástrico: a) Forma ulcerada. Se observa el nicho
ulceroso (flecha blanca) y un defecto de repleción rodeándolo (menisco de Carman) (puntas de flecha). b) Forma polipoide
localizada en la curvatura mayor gástrica. c) Forma vegetante localizada en el fundus gástrico, junto con infiltración del cuerpo
gástrico (puntas de flecha). d) Forma infiltrante que origina una estenosis concéntrica del cuerpo gástrico. Cortesía del Dr.
Domínguez.

Performance status
3-4 <3

Sin estadificación Radiografía de tórax


(tratamiento sintomático) TC abdominal helicoidal
TC toracoabdominal (si hay tumor cardial)

Metástasis Sin metástasis


(tratamiento de la enfermedad avanzada)

Disponibilidad del tratamiento neoadyuvante

No Sí

Ultrasonografía endoscópica si:


Ultrasonografía endoscópica
• Cáncer de la unión esófago-gástrica
(± punción aspirativa)
• Cáncer gástrico precoz
Laparoscopia
• Sospecha de afectación pancreática

Performance status (escala ECOG):


0. Actividad normal 3. En cama más del 50% del tiempo diurno
1. Sintomático pero ambulante 4. Postrado en cama el 100% del tiempo
2. En cama menos del 50% del tiempo diurno

Figura 6. Algoritmo para la estadificación del cáncer gástrico.

295
Sección 3. Estómago

Figura 7. La tomografía computarizada helicoidal permite la detección de las metástasis hepáticas. En la imagen izquierda se
observan múltiples lesiones focales hipodensas de diferentes tamaños (puntas de flecha) localizadas en el lóbulo derecho y en el
izquierdo del hígado (H) compatibles con metástasis, junto con un engrosamiento de la curvatura menor (flechas) del estómago
(E) que correspondía a un adenocarcinoma infiltrante. La imagen derecha corresponde al estudio radiológico gastroduodenal del
mismo paciente, en el que se aprecia una rigidez de la curvatura menor del antro gástrico (flechas) en relación con la infiltración
neoplásica. Cortesía del Dr. Domínguez.

peritoneal permite detectar la presencia de células La extensión de la resección gástrica es controverti-


tumorales en el peritoneo, lo que también posee da. En general, el cáncer gástrico proximal debe ser
valor pronóstico. tratado mediante gastrectomía total. Sin embargo,
se considera apropiada la realización de una gas-
Pronóstico trectomía subtotal en un tumor precoz o T2 si su
margen proximal está a más de 2 cm del cardias. En
El pronóstico de los pacientes con AG se correlacio- el supuesto de que el tumor sea más infiltrante, el
na con el estadio evolutivo del tumor. La supervi- tumor debe estar a una distancia de 5 cm del car-
vencia global del cáncer gástrico a los cinco años es dias para poder realizar una resección subtotal. Se
del 19% en hombres y del 25% en mujeres, mien- recomienda realizar una gastrectomía total si la dis-
tras que el del cáncer gástrico precoz (limitado a la tancia al cardias es menor de 5 cm o el tumor es di-
mucosa o submucosa) puede ser superior al 90%. fuso e infiltra la submucosa. En el AG distal (antral),
Sin tratamiento, la supervivencia media de los pa- la gastrectomía subtotal debería ser el tratamiento
cientes con metástasis hepáticas es de cuatro a seis de elección, ya que se asocia a una mejor capacidad
meses, y la de aquellos con carcinomatosis perito- nutricional y a una mayor calidad de vida. Las resec-
neal, de cuatro a seis semanas. ciones gástricas limitadas sólo están indicadas con
fines paliativos o en personas muy ancianas.
Tratamiento En relación con la extensión de la linfadenectomía,
El tratamiento depende tanto de la situación clínica la experiencia de autores japoneses demuestra
del paciente (performance status) como del esta- que la extirpación del tumor primario y de los dos
dio, tipo histológico y localización del tumor (figura primeros niveles de ganglios linfáticos (ganglios pe-
8). La resección quirúrgica constituye el único trata- rigástricos –N1–, y ganglios del tronco celiaco, de
miento potencialmente curativo para el AG avanza- la arteria hepática común, de la arteria esplénica
do. Además, proporciona la paliación más efectiva y del hilio esplénico –N2–) se asocia a un mejor
de los síntomas. Por ello, debe ofrecerse el trata- pronóstico. Esta linfadenectomía recibe el nombre
miento quirúrgico a la mayoría de los pacientes. Sin de linfadenectomía D2 en contraste con la linfade-
embargo, si existe linitis plástica, enfermedad me- nectomía D1 (extirpación exclusiva de los ganglios
tastásica, invasión retroperitoneal o el paciente pa- perigástricos) que es la más empleada en los países
dece enfermedades graves, el pronóstico empeora occidentales. Sin embargo, los dos estudios multi-
notablemente, lo que cuestiona el beneficio de la céntricos y aleatorizados realizados en los países
cirugía. En EE.UU. y Europa, la tasa de resecabilidad occidentales no han confirmado la superioridad
media es del 50%, y sólo en la mitad de estos casos de la linfadenectomía D2 en relación con la D1 en
puede realizarse una gastrectomía con pretensión términos de supervivencia e incluso se ha obser-
curativa. vado un aumento de la mortalidad, sobre todo en

296
20. Tumores maligmos del estómago

Performance status

3-4 <3

Tratamiento sintomático

Cáncer gástrico localmente Cáncer gástrico


Cáncer gástrico precoz
avanzado resecable no resecable

T in situ/T1 mucosa T1 submucosa

Resección mucosa Cirugía


endoscópica +
Linfadenectomía D1

Quimioterapia de enfermedad
Cirugía avanzada
+ (epirrubicina + cisplatino +
Linfadenectomía D2 5-fluoruracilo)
+ +/-
Quimioterapia complementaria Cirugía paliativa, prótesis
(mitomicina C + tegafur) endoscópica...

Figura 8. Actitud terapéutica en el cáncer de estómago.

pacientes en los que fue necesaria la resección es- La mortalidad asociada a la gastrectomía total (infe-
plénica y de parte de la glándula pancreática para rior al 10% en centros especializados) es del doble
poder extirpar todos los ganglios afectos 7,8. En este que la de la gastrectomía subtotal/parcial (inferior al
sentido, el beneficio de la linfadenectomía D2 pare- 5%). Dada la influencia de la experiencia del grupo en
ce confinado a los estadios tumorales II y IIIA, por lo relación con la mortalidad operatoria, es importante
que la Asociación Internacional de Cáncer Gástrico que los pacientes con AG sean derivados a centros
aconseja la realización de esta resección en todos especializados en su tratamiento, donde puedan ser
atendidos por equipos multidisciplinarios.
los pacientes con AG potencialmente resecable sin
asociar esplenectomía ni resección del páncreas A pesar de realizar una cirugía radical (R0), el 35-
distal, a excepción de que exista invasión directa 50% de los pacientes desarrollan recidiva de la
de estos órganos o que haya ganglios afectos en el enfermedad neoplásica. El patrón de recidiva tras
hilio esplénico. una cirugía correcta es, sobre todo, peritoneal (34-
46%) o a distancia (26-31%) y, en menor medida,
La esofagoyeyunostomía en Y de Roux es la anasto- locorregional (19-32%). Por ello, el tratamiento
mosis de elección para la reconstrucción tras la complementario más utilizado es la quimioterapia
gastrectomía total, tanto por prevenir el reflujo del adyuvante. Aunque los resultados de un metaa-
contenido intestinal al esófago como por su sencillez nálisis sugieren una discreta ventaja en términos
técnica. de supervivencia para los pacientes tratados con

297
Sección 3. Estómago

quimioterapia postoperatoria, en la actualidad


no existe suficiente evidencia para indicarla como
Bibliografía
tratamiento estándar en los pacientes con AG 9. De 1. Koh TJ, Wang TC. Tumors of the stomach. En:
manera similar, la quimioterapia intraperitoneal, la Feldman M, Friedman LS, Sleisenger MH, eds.
quimioterapia preoperatoria o la quimiorradiotera- Sleisenger and Fordtran’s gastrointestinal and li-
pia precisan de más estudios que evalúen su verda- ver disease: pathophysiology, diagnosis, manage-
dera eficacia. ment. 7ª ed. Saunders. Filadelfia, 2002; 829-855.
La importancia del tratamiento paliativo es fácil de 2. Hohenberger P, Gretschel S. Gastric cancer.
comprender si tenemos en cuenta la gran propor- Lancet 2003;362:305-15.
ción de pacientes que son diagnosticados en fases 3. Allum WH, Griffin SM, Watson A, Colin-Jones D;
avanzadas de su enfermedad. Association of Upper Gastrointestinal Surgeons
of Great Britain and Ireland; British Society of
En estos casos pueden emplearse diversas combi- Gastroenterology; British Association of Surgical
naciones que incluyen fluoropirimidinas y cisplati- Oncology. Guidelines for the management of oe-
no aunque recientemente se ha demostrado que sophageal and gastric cancer. Gut 2002;50:v1-23.
cuando existe sobreexpresión tumoral de HER2 la 4. Kelsen DP. Gastric Cancer. En: Kelsen DP, Daly
adición de trastuzumab mejora significativamen- JM, Kern SE, Levin B, Tepper JE, eds. Gastroin-
te la supervivencia10. Los métodos endoscópicos testinal Oncology: principles and practice. Fila-
como la dilatación cardial, la colocación de pró-
delfia, Lippincott Williams, 2002: 309-422.
tesis y la fotoablación con láser constituyen otras
alternativas de tratamiento. El seguimiento de los 5. Suerbaum S, Michetti P. Helicobacter pylori in-
pacientes con AG tratado es controvertido ya que fection. N Engl J Med 2002; 347:1175-86.
no existe consenso en relación a qué exploraciones 6. Correa P. Human gastric carcinogenesis: a mul-
debe incluir ni cuál debe ser la duración e intensi- tistep and multifactorial process -the first Ame-
dad del mismo. En la actualidad no hay evidencia rican Cancer Society award lecture on cancer
de que el seguimiento intensivo promueva una de- epidemiology and prevention. Cancer Res 1992;
tección más precoz de la recurrencia tumoral. 52:6735.
7. Cuschieri A, Weeden S, Fielding J, Bancewicz J,
Craven J, Joypaul V, Sydes M, Fayers P. Patient
Resumen survival after D1 and D2 resections for gastric
cancer: long-term results of the MRC randomi-
El AG sigue siendo una de las causas más frecuentes zed surgical trial. Surgical Co-operative Group.
de muerte por cáncer en el mundo. No obstante, se Br J Cancer 1999; 79:1522-30.
ha observado un descenso significativo de su preva-
8. Bonenkamp JJ, Hermans J, Sasako Van de Velde
lencia en el mundo occidental. Es probable que ello
CJ. Extended lymph-node dissection for gastric
guarde relación con la mejora de las condiciones de
cancer. Dutch Gastric Cancer Group. N Engl J
vida, las técnicas de conservación de los alimentos y
Med 1999; 340:908-14.
el aumento en el consumo de frutas frescas, vitami-
nas y minerales. La infección por Helicobacter juega 9. Mari E, Floriani I, Tinazzi A, Buda A, Belfiglio
un papel etiológico incuestionable, pero de escasa M, Valentini M, Cascinu S, Barni S, Labianca
relevancia en relación con la tasa de población colo- R, Torri V. Efficacy of adjuvant chemotherapy
nizada por esta bacteria. El clínico debe estar atento after curative resection for gastric cancer: a
a los pacientes con dispepsia y síntomas de alarma. meta-analysis of published randomised trials.
Aun con todo, en la mayoría de las ocasiones, la pre- A study of the GISCAD (Gruppo Italiano per lo
sencia de síntomas se asocia a un estadio localmente Studio dei Carcinomi dell’Apparato Digerente).
avanzado del tumor. La endoscopia suele ser el pro- Ann Oncol 2000; 11:837-43.
cedimiento diagnóstico más utilizado. Aunque la TC 10. Bang YJ, Van Cutsem E, Feyereislova A, Chung
toracoabdominal es útil para detectar la presencia HC, Shen L, Sawaki A, Lordick F, Ohtsu A, Omu-
de adenopatías, la ecoendoscopia se ha convertido ro Y, Satoh T, Aprile G, Kulikov E, Hill J, Lehle M,
en el mejor procedimiento para delimitar la profun- Rüschoff J, Kang YK; ToGA Trial Investigators.
didad del tumor en las capas del estómago y valorar Trastuzumab in combination with chemothe-
la presencia de adenopatías perigástricas. Sólo el tra- rapy versus chemotherapy alone for treatment
tamiento quirúrgico implica posibilidades curativas, of HER2-positive advanced gastric or gastro-
si bien el 35-50% de los casos presentarán recidiva oesophageal junction cancer (ToGA): a phase
neoplásica. La supervivencia global oscila entre el 3, open-label, randomised controlled trial. Lan-
19-25% a los cinco años del diagnóstico. cet 2010 Aug 28;376(9742):687-97.

298
SECCIÓN 4

INTESTINO DELGADO
Y COLON
21 Nutrición en gastroenterología
Miquel A. Gassull*, Eduard Cabré**
* Instituto de Investigación en Ciéncias de la Salud “Germans Trias i Pujol”, Badalona
** Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Germans Trials i Pujol, Badalona
Centro de Investigación Biomédica en Red, Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd), Barcelona

Introducción ❱❱
Objetivos de este capítulo
Poner de relieve la importancia clínica de los trastornos
La malnutrición energético-proteica (MEP) es una nutricionales en las enfermedades digestivas y sus
mecanismos causales.
situación frecuente en los pacientes hospitalizados,
entre los cuales los enfermos gastroenterológicos ❱❱ Establecer las indicaciones y contraindicaciones de
las diferentes modalidades de nutrición artificial en
no son una excepción. A pesar de ello, durante años patología digestiva, así como los conceptos básicos
se ha prestado escasa atención al diagnóstico y tra- para su aplicación práctica.
tamiento de la MEP. Es más, alguna de las medidas ❱❱ Introducir el concepto de farmacología nutricional
terapéuticas más habituales en estos enfermos como la posibilidad de que los nutrientes puedan
ejercer efectos terapéuticos primarios, más allá de su
(v. gr. ayuno “terapéutico”) contribuían a la apari- mera acción nutricional.
ción o empeoramiento de la misma, de tal manera
que la hospitalización era per se un factor de riesgo REFERENCIAS CLAVE
nutricional. Afortunadamente, esta tendencia ha 1. Cabré E, Gassull MA. Nutrición y hepatopatía crónica.
ido revirtiendo en los últimos años, a medida que Nutr Hosp 1999;14(Supl 2):62S-70S.
el interés de los médicos por los problemas nutri- 2. Cabré E, Gassull MA. Nutrición en la Enfermedad Infla-
matoria Intestinal. En: Gil A, ed. Tratado de Nutrición
cionales ha aumentado y las técnicas de nutrición (vol. 4 - Nutrición Clínica), 2.ª ed. Editorial Panamerica-
artificial (parenteral y, sobre todo, enteral) han ex- na. Madrid, 2010:669-687.
perimentado un importante desarrollo. 3. Lochs H, Dejong CHC, Hammarqvist F, Hébuterne
X, León-Sanz M, Schütz T et al. ESPEN Guidelines
Malnutrición en las enfermedades on Enteral Nutrition: Gastroenterology. Clin Nutr
2006;25:260-274.
digestivas 4. Plauth M, Cabré E, Riggio O, Assis-Camilo M, Pirlich M,
Kondrup J. ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Liver
La patología digestiva es una de las que más contri- Disease. Clin Nutr 2006;25:285-294.
buye a la alta prevalencia de MEP en los hospitales. 5. Meier R, Ockenga J, Pertkiewicz M, Pap A, Milinic N,
Ciertas enfermedades contribuyen especialmente Macfie J et al. ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition:
a este hecho. Por ejemplo, entre el 80% y el 100% Pancreas. Clin Nutr 2006;25:275-284.
de los pacientes con cirrosis avanzada presenta 6. Weimann A, Braga M, Harsanyi L, Laviano A, Ljungqvist
O, Soeters P et al. ESPEN Guidelines on Enteral Nu-
MEP1-3. Algo parecido sucede con los pacientes con trition: Surgery including organ transplantation. Clin
neoplasias digestivas, especialmente del tracto su- Nutr 2006;25:224-244.
perior y el páncreas4,5. La colitis ulcerosa y la enfer- 7. Van Gossum A, Cabré E, Hebuterne X, Jeppesen P,
medad de Crohn también se asocian a MEP hasta Krznaric Z, Messing B et al. ESPEN Guidelines on
en un 80% de los pacientes hospitalizados6. Otras Parenteral Nutrition: Gastroenterology. Clin Nutr
2009;28:415-427.
situaciones como la pancreatitis crónica grave o los
8. Plauth M, Cabré E, Campillo B, Kondrup J, Marchesini
síndromes de malabsorción se asocian casi siem- G, Schutz T et al. ESPEN Guidelines on Parenteral
pre a MEP. Aunque hasta hace unos años se han Nutrition: Hepatology. Clin Nutr 2009;28:436-444.
considerado enfermedades relativamente poco 9. Gianotti L, Meier R, Lobo DN, Bassi C, Dejong CH,
frecuentes, actualmente, como ocurre en otras Ockenga J et al. ESPEN Guidelines on Parenteral Nutri-
tion: Pancreas. Clin Nutr 2009;28:428-435.
enfermedades de base inmune y debido al avance
10. Braga M, Ljungqvist O, Soeters P, Fearon K, Weimann A,
en los recursos y criterios diagnosticos utilizados ha Bozzetti F. ESPEN Guidelines on Parenteral Nutrition:
aumentado el número de diagnósticos y por ende Surgery. Clin Nutr 2009;28:378-386.
el de pacientes con riesgo de malnutrición.

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 301
Sección 4. Intestino delgado y colon

El nivel de serotonina en el hipotálamo depende


sobre todo de la disponibilidad de su precursor
triptófano en el SNC. Tanto en el cáncer como en
otras situaciones, como la cirrosis o la insuficien-
cia renal, existe un aumento de los niveles plas-
máticos de triptófano libre respecto a los del resto
de aminoácidos neutros que compiten con aquél
en su paso a través de la barrera hematoencefá-
lica10. Otro mecanismo, posiblemente sinérgico
con el anterior, está mediado por algunas citoki-
nas, como la interleukina-1 o el factor de necrosis
tumoral, cuya producción está aumentada en di-
versas situaciones como las infecciones, el cáncer
y la inflamación. Estas citokinas modularían la ac-
tividad de los centros hipotalámicos del apetito y
la saciedad, bien directamente o a través de otros
mediadores como las prostaglandinas9.
La malabsorción y la maldigestión son causas
obvias de MEP en las enteropatías difusas como
la enfermedad celiaca (figura 1), en la resección
intestinal extensa, o en la insuficiencia pancreá-
tica exocrina. En enfermedades segmentarias del
Figura 1. Lesiones histológicas características en un paciente intestino delgado como la enfermedad de Crohn,
con enteropatía sensible al gluten. Arriba, puede observarse
la atrofia focal, leve y segmentaria de las vellosidades
sólo se produce malabsorción significativa cuando
intestinales (hemtaxilina-eosina). Abajo, puede apreciarse un la afectación es muy extensa. Una causa potencial
notable incremento de la población de linfocitos intraepitelia- de malabsorción que hay que tener siempre en
les visibles con las inmunotinciones para CD3. cuenta es el sobrecrecimiento bacteriano intesti-
nal que puede ocurrir en presencia de estenosis o
trastornos de la motilidad intestinal.
Etiopatogenia La enteropatía perdedora de proteínas es una
En términos generales, la MEP se puede originar situación que característicamente acompaña a
por un déficit en la incorporación de nutrientes al ciertas enfermedades digestivas, algunas poco
organismo, por pérdidas excesivas de los mismos, frecuentes como la enfermedad de Menetrier (fi-
por un aumento en su utilización o, lo que es más gura 2) o la linfangiectasia intestinal primaria11.
habitual, por combinaciones de estos mecanismos. En estos casos, la pérdida proteica intestinal es la
causa principal de malnutrición proteica. En otras
La disminución de la ingesta es muy frecuente en
enfermedades digestivas, en las que este factor
los pacientes con patología digestiva. En el hospi-
tal ésta puede alcanzar hasta el 50% de la ingesta etiológico normalmente no es tenido en cuenta,
esperada7, en especial en pacientes con cáncer, ci- las pérdidas proteicas a través del tracto gastroin-
rrosis y pancreatitis aguda. La mala ingesta suele testinal también contribuyen a la MEP. En este sen-
deberse a factores yatrogénicos (dietas poco apeti- tido, cabe señalar que enfermedades que cursen
tosas, ayuno “terapéutico”, preparación para prue- con ulceración de la mucosa intestinal (v. gr. colitis
bas diagnósticas) y especialmente a la anorexia ulcerosa, enfermedad de Crohn, gastroenteritis
asociada a estas enfermedades7. eosinofílica), aumento del recambio celular vello-
sitario (v. gr. enfermedad celiaca) o dificultades de
La falta de apetito es un fenómeno presente en drenaje linfático esplácnico, con hipertensión por-
muchas enfermedades agudas y crónicas, la pato- tal asociada (v. gr. cirrosis) o sin ella (v. gr. enferme-
genia de la cual probablemente sea común en to- dad de Crohn, linfoma intestinal), pueden presen-
das ellas8,9. Un mecanismo patogénico importante tar pérdidas proteicas intestinales aumentadas11.
es el aumento de la actividad serotoninérgica cere-
bral que desequilibraría los centros hipotalámicos Es bien conocido que el gasto energético se en-
del apetito y la saciedad en favor de este último10. cuentra aumentado en los pacientes críticos (sép-

302
21. Nutrición en gastroenterología

Figura 2. Patrón de pliegues gruesos en una enfermedad de Menetrier, uno de los ejemplos paradigmáticos de gastroenteropatía
pierde-proteínas. En la imagen histológica (hematoxilina-eosina x 20) puede observarse con detalle la dilatación quística glandu-
lar y un discreto infiltrado linfocitario en la lámina propia.

ticos, traumáticos, postoperados). Los pacientes cialmente si se tiene en cuenta que, además, estos
con enfermedades digestivas sufren con frecuencia pacientes oxidan preferentemente lípidos y proteí-
infecciones graves o han de ser operados, todo lo nas, en lugar de carbohidratos, para la obtención
cual puede aumentar su consumo de energía y la de energía14,15.
degradación proteica, contribuyendo a su deple-
También los brotes de EII cursan con aumento del
ción nutricional. Además, algunas enfermedades
consumo energético16,17 e incremento del recambio
digestivas pueden cursar –al menos en ciertos
proteico18. Ambos fenómenos parecen correlacio-
periodos de su evolución– con hipermetabolismo
narse directamente con la gravedad del brote17,18.
y aumento del catabolismo proteico. Por ejemplo,
alrededor del 20% de los enfermos de una serie
amplia de cirróticos no infectados presentaban un
Consecuencias
aumento del gasto energético12. El aumento del ca- La MEP tiene consecuencias importantes sobre la
tabolismo proteico también se ha documentado en estructura y función de todos los órganos de la eco-
la cirrosis estable13. Estos fenómenos contribuyen nomía y condiciona negativamente el pronóstico
de forma importante a la MEP en la cirrosis, espe- de los pacientes19. En los pacientes digestivos, son

303
Sección 4. Intestino delgado y colon

especialmente relevantes los efectos sobre el híga- plica un menor riesgo de complicaciones graves, y
do, el sistema inmune y el intestino, en tanto que b) la NE posee efectos tróficos sobre el tracto gas-
contribuyen a empeorar la función hepática de los trointestinal de los que carece la NP.
enfermos hepatópatas, aumentar la susceptibilidad
En general, la frecuencia de complicaciones poten-
a las infecciones y autoperpetuar la MEP3,6.
cialmente graves es mayor con NP que con NE. Has-
Estas consecuencias morfológicas y funcionales de ta hace unos años, la diferencia fundamental entre
la MEP, invitan a pensar que ésta influya negativa- ambos tipos de nutrición artificial radicaba en el
mente sobre la morbimortalidad de los pacientes. riesgo de sepsis por catéter, inherente a la NP. Aun-
Éste es un concepto ya tradicional, que se ha pues- que últimamente dicho riesgo se ha minimizado,
to especialmente de relieve en los enfermos con todavía existen diferencias de morbilidad a favor de
cirrosis y/o hepatitis alcohólica3. la NE, sobre todo por lo que se refiere a trastornos
metabólicos o alteraciones hepáticas relacionados
El impacto de la MEP sobre la evolución de los
con la nutrición artificial que son más frecuentes y
pacientes justifica una actitud proactiva para pre-
graves con la NP26.
venirla y/o tratarla. En una mayoría de pacientes,
este objetivo se consigue optimizando la dietote- Estudios experimentales acerca de la capacidad de
rapia. Sin embargo, en pacientes especialmente adaptación del intestino residual tras la resección
desnutridos o con dificultades para subvenir sus intestinal parcial han demostrado que la presencia
necesidades nutricionales con dieta convencional, de nutrientes en la luz del tubo digestivo (lo que
debe recurrirse al empleo de técnicas de nutrición se conoce como “nutrición luminal”) es un factor
artificial. clave en el mantenimiento del trofismo de la mu-
cosa intestinal27,28. La nutrición luminal produce di-
Nutrición artificial: cho efecto trófico por mecanismos diversos, tales
como la estimulación de las secreciones biliares y
¿enteral o parenteral? pancreáticas o la liberación de hormonas gastroin-
En la década de 1970, los pacientes gastroentero- testinales (gastrina, enteroglucagón, glucagon-like
lógicos candidatos a nutrición artificial eran tra- peptide 2, péptido YY, neurotensina y bombesi-
tados con nutrición parenteral (NP), pues se creía na)27,28. De todos los principios inmediatos (lípidos,
que con toda probabilidad no iban a tolerar la proteínas, hidratos de carbono) los lípidos parecen
nutrición enteral (NE). La década siguiente propor- poseer la mayor capacidad trófica. Por otra parte,
cionó evidencias que desmintieron este concepto, determinados nutrientes, como la glutamina, son
de manera que actualmente la NE ya se conside- sustratos específicos para las células del epitelio di-
ra la modalidad de nutrición artificial de elección, gestivo, por lo que son particularmente importan-
incluso en pacientes con enfermedad del tracto tes en el mantenimiento del trofismo intestinal29. El
gastrointestinal20,21 el hígado22,23 y el páncreas24,25. papel de la inclusión de fibra soluble en las fórmu-
En los últimos años, se ha introducido el concepto las enterales destinadas a enfermos con patología
de que, en determinadas enfermedades, la NE tie- digestiva es todavía motivo de controversia30.
ne propiedades terapéuticas más allá de la simple
repleción nutricional. La identificación de los nu- Indicaciones y contraindicaciones
trientes específicos responsables de estas acciones
terapéuticas (lo que se conoce como “farmacología
de la nutrición enteral
nutricional”) ha sido un floreciente campo de inves- en Gastroenterología
tigación nutricional en las dos últimas décadas, y lo
Sentado el concepto de que la NE es la modalidad
seguirá siendo en el futuro.
de nutrición artificial de elección, hablar de indica-
Siempre que no exista una contraindicación formal, ciones de nutrición artificial equivale a hablar de
o se documente una intolerancia manifiesta a ésta, indicaciones de NE. La razón tradicional para admi-
la NE debe ser la técnica de nutrición artificial de nistrar NE a un enfermo (sea o no gastroenterológi-
elección. Este concepto, que es aplicable a cual- co) es la existencia de MEP moderada o grave, o el
quier paciente, también lo es a los enfermos gas- riesgo de desarrollarla en poco tiempo, sobre todo
troenterológicos20,21. Consideraciones económicas si los requerimientos nutricionales no se pueden
aparte (la NE es más barata que la NP), las razones cubrir con dieta oral convencional, bien porque es-
para preferir NE son básicamente dos: a) la NE im- tén aumentados o porque la ingesta oral sea difícil

304
21. Nutrición en gastroenterología

TABLA 1. Indicaciones de la nutrición enteral en gastroenterología

❱❱ Como tratamiento nutricional


• MEP o riesgo elevado de desarrollarla/imposibilidad de cubrir los requerimientos con dieta oral:
– Enfermedad inflamatoria intestinal (Colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn).
– Síndromes de malabsorción/maldigestión.
– Síndrome de intestino corto (como coadyuvante a la NP).
– Cáncer digestivo.
– Cirrosis hepática avanzada.
– Hepatitis alcohólica grave.
– Pre y postoperatorio de cirugía digestiva.
• Necesidad de mantener en reposo determinados tramos del tubo digestivo:
– Fístulas digestivas altas y bajas.
– Pancreatitis aguda grave.
❱❱ Como tratamiento primario de determinadas enfermedades digestivas
• Encefalopatía hepática crónica.
• «Inmunonutrición».
• Enfermedad de Crohn activa.

MEP: malnutrición energético-proteica; NP: nutrición parenteral.

o imposible. En la tabla 1 se recogen las enfermeda-


TABLA 2. Contraindicaciones de la nutrición enteral
des digestivas que con mayor frecuencia conducen
a esta indicación. Una segunda razón para adminis-
trar NE en enfermedades digestivas es la necesidad
❱❱ Perforación gastrointestinal libre.
de mantener “en reposo” determinados tramos del
tracto gastrointestinal (tabla 1). Así mismo, la NE ❱❱ Oclusión intestinal completa (las estenosis y oclusio-
nes incompletas no son, a priori, una contraindica-
precoz está indicada, como complemento a la NP
ción).
total, para favorecer la adaptación intestinal en el
intestino corto quirúrgico (tabla 1). Por último, una ❱❱ Megacolon tóxico.
indicación todavía controvertida de la NE es el tra- ❱❱ Fístulas medioyeyunales.
tamiento primario de ciertas enfermedades digesti- ❱❱ Hemorragia digestiva aguda activa.
vas (tabla 1). Las contraindicaciones absolutas para ❱❱ Intolerancia manifiesta a la nutrición enteral.
la NE (y por tanto indicaciones de NP si se cumple
alguna de las condiciones descritas anteriormente)
son la perforación gastrointestinal libre y la oclu- nutritiva en un punto suficientemente alejado del
sión completa del tubo digestivo (tabla 2). Hay que origen de la fístula (tabla 2). Por último, la hemorra-
tener presente que las estenosis intestinales que gia digestiva aguda es una contraindicación relativa
no son totalmente obstructivas, como las que o- (mientras persista el sangrado activo) para adminis-
curren en la enfermedad de Crohn, no contraindi- trar NE (tabla 2).
can a priori la administración de NE. Otra contra-
indicación importante es el megacolon tóxico, que, Medidas para optimizar la tolerancia a
salvo en casos muy incipientes, debe ser manejado
con NP total (tabla 2). Aunque la mayor parte de
nutrición enteral en gastroenterología
fístulas digestivas pueden tratarse con NE, ello no La descripción pormenorizada de los diferentes
es posible en aquellas originadas en el yeyuno me- métodos de acceso enteral, selección de la dieta-
dio, en las que no es factible infundir la solución fórmula y técnicas de administración más ade-

305
Sección 4. Intestino delgado y colon

cuadas para favorecer la tolerancia, y prevenir las tación y broncoaspiración, tales como aquéllos con
complicaciones de la NE en patología digestiva31, depresión del nivel de consciencia o gastroparesia
está fuera del propósito del presente capítulo. Con severa.
todo, conviene apuntar algunas directrices gene-
rales al respecto. El éxito de la NE, sobre todo en
patología digestiva, depende en gran medida de
Nutrición enteral como tratamiento
nuestra capacidad para prevenir la diarrea asocia- nutricional en patología digestiva
da a ésta (tabla 3). Prolongar al máximo el tiempo (figura 3)
de contacto de los nutrientes con la superficie ab-
sortiva intestinal es fundamental para conseguirlo. Enfermedad inflamatoria intestinal
Ello requiere la infusión continua de la NE, a débito
suficientemente lento, con la ayuda de una bomba Hasta hace algunos años, la nutrición artificial de
peristáltica. Además, hay que evitar que la dieta elección en estos pacientes era la NP total. Esta
sea excesivamente osmolar. En este sentido, es im- práctica se basaba en el concepto de que el “re-
portante remarcar que la inmensa mayoría de los poso intestinal absoluto” y la reducción drástica
pacientes podrán recibir una “dieta polimérica es- de la carga antigénica intraluminal en el intestino
tándar” a base de proteína entera (sin hidrolizar), afectado eran básicos en el tratamiento de estos
triglicéridos de cadena larga y maltodextrina u otro pacientes (figura 4).
tipo de hidrato de carbono complejo como fuentes
En los últimos 30 años, ha prevalecido el concepto
de principios inmediatos, todas ellas con escaso
poder osmótico. Sólo en raras ocasiones habrá que de que el reposo intestinal absoluto no es impres-
recurrir a dietas con péptidos o triglicéridos de ca- cindible para el manejo de la enfermedad infla-
dena media que son más osmolares. El sobrecreci- matoria intestinal, ya que no se han demostrado
mento bacteriano intestinal es causa frecuente de diferencias en la respuesta al tratamiento espe-
diarrea asociada a NE que hay que sospechar y tra- cífico de los brotes agudos tratados con NP, NE o
tar. Cualquier aumento súbito e inadvertido de la dieta oral convencional32,33. Estudios controlados
velocidad de infusión de la dieta en un paciente con comparando NE frente a NP como coadyuvante
enfermedad intestinal puede provocar diarrea, so- al tratamiento esteroideo en pacientes con colitis
bre todo si la infusión se realiza directamente en el grave demuestran que ambas son equiparables en
duodeno o el yeyuno, en lugar de en el estómago, cuanto a efecto nutricional y respuesta del brote al
donde existe el efecto regulador de la válvula piló- tratamiento. Sin embargo, la incidencia de compli-
rica. Por tanto, la infusión pospilórica no parece en caciones postquirúrgicas de aquellos pacientes que
general recomendable, excepto en enfermos con requieren colectomía es menor en los enfermos
elevado riesgo de reflujo gastroesofágico, regurgi- que reciben NE34.

TABLA 3. Posibles causas de diarrea asociada a nutrición enteral y su prevención

Causa Prevención

Velocidad de infusión excesiva Utilización de bomba peristáltica


Infusión intragástrica*
Excesiva osmolaridad de la dieta-fórmula Evitar sustratos hiperosmolares (péptidos, MCT,
etc.)
Administración concomitante de laxantes o procinéticos Evitar dichos fármacos
Sobrecrecimiento bacteriano intestinal Metronidazol oral (250 mg/8 h) en los casos en
que éste sea probable (estenosis, asas ciegas,
dismotilidad)
Contaminación bacteriana de la dieta-fórmula Utilizar dietas preparadas comercialmente,
en contenedores de gran volumen
(para minimizar la manipulación)

*A menos que exista riesgo de broncoaspiración. MCT: triglicéridos de cadena media.

306
21. Nutrición en gastroenterología

Anorexia asociada a enfermedades


1
gastrointestinales (cirrosis, cáncer, etc.)

2 Síndrome de malabsorción/maldigestión

3 Gastroenteropatía pierde-proteínas

4 Enfermedad inflamatoria intestinal

Malnutrición
5 Sobrecrecimiento bacteriano intestinal
energético-proteíca

6 Síndrome de intestino corto

7 Cirrosis hepática

8 Pancreatitis aguda necrotizante/


pancreatitis crónica

9 Cáncer digestivo

(1) La anorexia es consecuencia de muy numerosas condiciones gastrointestinales (cirrosis hepática,


cáncer) y contribuye a la malnutrición y caquexia.
(2) La malabsorción/maldigestión conduce a la malasimilación de los nutrientes.
(3) La gastroenteropatía pierde-proteínas es la consecuencia de numerosas enfermedades digestivas,
incluyendo enfermedad de Menetrier, linfoma, gastroenteritis eosinofílica, linfangiectasia y colitis
ulcerosa, entre otras.
(4) La EII lleva a malnutrición por múltiples mecanismos (malabsorción, enteropatía pérdida de
proteínas, sobrecrecmiento bacteriano…).
(5) El sobrecrecimiento bacteriano (SBI) es una causa de atrofia focal de las vellosidades, contribuye
a la malabsorción de azúcares por un déficit secundario de disacaridasas, consume vit. B12 y
provoca desconjugación de sales biliares con diarrea secretora, esteatorrea y malabsorción de
vitaminas liposolubles.
(6) El síndrome de intestino corto es una causa de malabsorción, además de favorecer el SBI.
(7) La cirrosis hepática lleva a estados de anorexia, favorece el SBI, disminuye la síntesis de proteínas
y a su vez favorece la pérdida de grasas por disminuir el pool de sales biliares en la luz intestinal.
(8) La pancreatitis aguda grave genera un estado hipercatabólico asociado al fallo multiórgano. La
pancreatitis crónica es causa de maldigestión.
(9) El cáncer conduce a un estado de anorexia e hipercatabolismo.

Figura 3. Enfermedades y condiciones gastrointestinales que pueden conducir a situaciones de malnutrición energético-proteica.

Los pacientes con enfermedad de Crohn, que a me- tomía endoscópica percutánea) y la administración
nudo presentan un curso insidioso con actividad in- de la NE a domicilio pueden ser útiles6. Los niños
flamatoria persistente, pueden necesitar nutrición con enfermedad de Crohn, una de cuyas complica-
artificial durante largo tiempo. En estos casos, la ciones es el retraso de crecimiento y desarrollo, son
implantación de un acceso digestivo alternativo a particularmente susceptibles de ser tratados con
la sonda nasoenteral convencional (p. ej.: gastros- NE a largo plazo6. La posibilidad de utilizar NE como

307
Sección 4. Intestino delgado y colon

utilizar dietas peptídicas en lugar de fórmulas


con proteína entera37.
❱❱ El aporte relativo de lípidos e hidratos de car-
bono dependerá, sobre todo, de la presencia o
ausencia de colon37. En los pacientes con colon
(capaz de fermentar los hidratos de carbono
no absorbidos y aprovecharlos desde el punto
de vista energético en forma de ácidos grasos
de cadena corta) una dieta rica en hidratos de
carbono disminuye las pérdidas energéticas fe-
cales, comparada con una dieta rica en grasas,
por lo que aquélla está particularmente indi-
cada. Además, la absorción cólica de los ácidos
grasos de cadena corta favorece la absorción de
sodio y agua, mejorando así la diarrea de estos
Figura 4. Imagen endoscópica de un paciente con una colitis
pacientes.
ulcerosa grave y marcada hipoalbuminemia.
❱❱ En cambio, en los pacientes sin colon la dieta
rica en hidratos de carbono incrementa el débi-
tratamiento primario del proceso inflamatorio en
to por la ostomía. En este caso, la fuente lipídica
la enfermedad de Crohn se discutirá más adelante. preferida deben ser los triglicéridos de cadena
larga que son los nutrientes con mayor efecto
Fallo intestinal-síndrome
adaptativo27. No obstante, los ácidos grasos
de intestino corto de cadena larga malabsorbidos poseen efecto
catártico a su llegada al colon. Por ello, en los
Bajo el concepto de “fallo intestinal” se incluyen
pacientes con colon in situ puede ser útil sus-
aquellas situaciones clínicas en las cuales la función
tituir parte del aporte lipídico por triglicéridos
absortiva intestinal es incapaz de subvenir las ne-
de cadena media, cuya absorción es más fácil e
cesidades nutricionales del individuo. El paradigma
independiente de la formación de micelas.
de fallo intestinal es el síndrome de intestino corto
(SIC) que se produce tras la resección intestinal ex- ❱❱ En estudios de perfusión intestinal se ha demos-
tensa (figura 5). Sin embargo, algunas enteropatías trado que existe una secreción neta de sodio en
difusas graves pueden considerarse también como el intestino residual de estos pacientes que sólo
un verdadero SIC “no quirúrgico”, de tal modo que revierte cuando la concentración intraluminal
su manejo nutricional no difiere, en términos ge- de sodio alcanza los 80-90 mmol/l. Por ello, se
nerales, de aquél. Algunas consideraciones de es- ha recomendado la adición de cloruro sódico a
pecial relevancia en el manejo de estos pacientes la dieta enteral de estos pacientes en cantidad
son las siguientes: suficiente para alcanzar dicha concentración.

❱❱ Durante las fases iniciales del SIC es indudable ❱❱ La utilidad de la adición de determinados tipos
que la nutrición del paciente debe confiarse a de fibra dietética (p. ej.: pectina) para enlente-
la NP total, pero también existe unanimidad en cer el tránsito intestinal no ha sido suficiente-
indicar que el aporte de nutrientes en forma de mente demostrada en el SIC. Así mismo, la uti-
NE, siquiera en pequeñas cantidades, debe ini- lización de glutamina, hormona de crecimiento
ciarse lo antes posible para favorecer la adapta- y, especialmente, de analógos del glucagon-like
ción del intestino residual35-37. peptide-2 como factores coadyuvantes de adap-
tación intestinal está en fase de investigación
❱❱ Durante la administración de NE en los casos de clínica con resultados prometedores38,39.
SIC se deben extremar las precauciones mencio-
nadas anteriormente, encaminadas a prevenir Hepatopatía crónica
la diarrea asociada a NE.
❱❱ Aunque no existen estudios que comparen am-
❱❱ A pesar de que la función pancreática no tiene bas modalidades nutricionales, la NE es preferi-
por qué verse comprometida, a veces hay que ble a la NP en los cirróticos descompensados no

308
21. Nutrición en gastroenterología

Figura 5. Imágenes correspondientes a un paciente con isquemia mesentérica aguda que fue sometido a una extensa exéresis de
intestino delgado, una causa habitual de fallo intestinal. (izda.) Imagen obtenida durante la laparotomía; (dcha.) pieza operatoria
(hemicolon derecho y extenso segmento ileal). Cortesía del Dr. Placer.

sólo por las razones de carácter general mencio- ingesta dietética adecuada en pacientes como
nadas anteriormente, sino porque: a) el riesgo los cirróticos en los que ésta es extraordinaria-
de complicaciones sépticas es especialmente mente deficitaria.
elevado en estos enfermos, y b) la carga osmó-
❱❱ En algún estudio, además, la administración de
tica de los nutrientes intravenosos obliga a un
NE se acompañó de una disminución significa-
aporte hídrico relativamente alto que dificulta
tiva de la mortalidad intrahospitalaria con res-
el manejo de la ascitis3.
pecto al grupo alimentado con dieta convencio-
❱❱ Por el contrario, una dieta enteral hiposódica y nal40.
con restricción hídrica (y, en consecuencia, re-
lativamente hiperosmolar) es usualmente bien Cáncer digestivo
tolerada (siempre y cuando se administre a dé-
Los pacientes neoplásicos, especialmente aquellos
bito continuo y con ayuda de una bomba peris-
con determinados tipos de cáncer digestivo (esófa-
táltica) y no dificulta el manejo de la ascitis en
go, estómago, páncreas), presentan con frecuencia
comparación con la dieta oral convencional3.
MEP que, en ocasiones, puede ser extremadamen-
❱❱ Así mismo, la colocación de una sonda nasoen- te grave (caquexia neoplásica). Sin embargo, el pa-
teral fina no parece predisponer a la rotura de pel de la nutrición artificial en el manejo de estos
varices esofágicas, incluso en enfermos con he- pacientes es todavía motivo de controversia, pues-
morragia reciente por esta causa. to que no se han podido documentar efectos bene-
ficiosos de manera inequívoca, e incluso la NP se ha
❱❱ La mayoría de dietas enterales destinadas a los
asociado a un incremento de la tasa de infecciones.
pacientes hepatópatas tienen su fuente pro-
Los estudios controlados que evalúan los posibles
teica enriquecida en aminoácidos de cadena
beneficios de la NE en el tratamiento de los pacien-
ramificada, con objeto de mejorar la tolerancia
tes con cáncer son particularmente escasos y he-
a las proteínas y prevenir el desarrollo de ence-
terogéneos para obtener conclusiones definitivas41.
falopatía hepática. No obstante, es posible que
De la información de que se dispone se podría in-
la mayoría de cirróticos puedan tolerar dietas
ferir que la NE, utilizando fórmulas convencionales,
enterales con aporte proteico estándar.
no tiene un efecto nutricional apreciable en pacien-
❱❱ En estudios controlados, la NE se ha mostrado tes neoplásicos sometidos a quimioterapia, mien-
nutricionalmente más efectiva que la dieta oral tras que parece frenar la pérdida ponderal asocia-
convencional en cirróticos hospitalizados22. El da a radioterapia. No obstante, todos los estudios
beneficio nutricional de la NE en estos pacientes publicados hasta la fecha han utilizado NE de corta
puede ser debido, al menos en parte, a que la duración. Es posible que la administración de NE a
NE administrada mediante sonda garantiza una largo plazo, y quizás utilizando dietas enterales con

309
Sección 4. Intestino delgado y colon

cambios cualitativos en su formulación, sea benefi- y de fallo multiorgánico, así como las necesidades
ciosa en determinados pacientes con cáncer diges- de cirugía en la pancreatitis aguda25. De hecho, las
tivo. No existen estudios controlados con NE con- guías clínicas más recientes incorporan la recomen-
vencional que hayan evaluado dicha posibilidad. dación de utilizar NE como técnica de elección en la
Existen datos que sugieren que, cuando son bien pancreatitis aguda grave24,45.
tolerados, los suplementos nutricionales enriqueci-
dos en ácidos grasos omega-3 son superiores a los
suplementos estándar en la caquexia neoplásica42.
Posible efecto terapéutico primario de la
nutrición enteral en patología digestiva
Preoperatorio y postoperatorio En los últimos años, ha tomado cuerpo la idea de
de cirugía digestiva que determinados nutrientes o formas de NE pue-
El soporte nutricional perioperatorio es una de den tener efectos terapéuticos más allá de la pre-
las indicaciones principales de nutrición artificial. vención y tratamiento de los déficit nutricionales.
En los últimos años, se ha llegado al consenso de Algunos autores han acuñado para este concepto
que los pacientes quirúrgicos gravemente desnu- el término de “farmacología nutricional”. A conti-
tridos necesitan nutrición artificial preoperatoria. nuación se discuten algunas de las situaciones en
Ésta está así mismo indicada en el postoperatorio las que este concepto ha sido evaluado.
si la ingesta de alimentos se va a demorar más de
7 días43,44. Sin embargo, como en otras situaciones
Aminoácidos de cadena ramificada
clínicas, las indicaciones relativas de NP y NE en el (AACR) en la encefalopatía hepática
paciente quirúrgico se están redefiniendo, de modo El uso de mezclas de AACR (valina, leucina, isoleu-
que la NE ha ido ganando terreno43,44. De hecho, cina), tanto por vía parenteral como enteral, en el
existen pruebas de que, desde el punto de vista nu- tratamiento de la encefalopatía hepática puede
tricional, la NE y la NP son equivalentes tanto si se considerarse el primer intento serio de “farmacolo-
administran en el pre- como en el postoperatorio. gía nutricional”. La eficacia de las soluciones paren-
La utilización de vías de acceso enteral postpilórico, terales de AACR en el tratamiento de los episodios
como la colocación de una sonda nasoyeyunal o de de encefalopatía aguda es bien conocida, aunque
una yeyunostomía a catéter durante el acto qui- no superior a la del tratamiento estándar (mucho
rúrgico ha facilitado la administración de NE en el más barato) con lactulosa46,47. La administración de
postoperatorio inmediato a pesar del íleo gástrico suplementos enterales de AACR a largo plazo para
de los pacientes laparotomizados. el tratamiento y prevención de las formas crónicas
de encefalopatía hepática tiene a priori más sen-
Pancreatitis aguda tido. Con todo, los estudios realizados hasta aho-
y sus complicaciones ra no permiten obtener conclusiones definitivas,
dada su heterogeneidad48. Desgraciadamente, en
Uno de los principios en que se basa el tratamiento
muchos de los estudios, un porcentaje variable de
de la pancreatitis aguda es el mantenimiento del
enfermos recibía al mismo tiempo lactulosa. Has-
páncreas “en reposo”. Se acepta, en general, que
ta la fecha, no se han llevado a cabo estudios que
la estimulación de la secreción pancreática es míni-
comparen AACR por vía enteral frente a lactulosa o
ma o nula con NP. Por estas razones, la pancreatitis
lactitol en pacientes con encefalopatía crónica.
aguda siempre se había considerado una contrain-
dicación para la NE. En teoría, para minimizar el es- Otros autores han propuesto el uso de suplemen-
tímulo pancreático con NE, ésta debe infundirse en tos de AACR a largo plazo en los cirróticos, no tanto
el yeyuno y, aun así, existe controversia de que esto por su potencial efecto sobre el desarrollo de ence-
pueda conseguirse. Sin embargo, en los últimos falopatía, sino por la acción anticatabólica de estos
años se han publicado estudios, tanto controlados aminoácidos. Un estudio controlado demuestra
como no controlados, que indican que la NE puede que la administración durante un año de este tipo
ser tan útil como la NP en la pancreatitis aguda. Un de suplementos es superior a la administración de
reciente metaanálisis de los 8 estudios controlados cantidades isocalóricas de maltodextrina o isonitro-
publicados hasta la fecha concluye que, compara- genadas de lactalbúmina, en mejorar la evolución
da con la NP, la NE disminuye significativamente global de los pacientes (definida por el fallecimien-
la mortalidad, el riesgo de infecciones sistémicas to, la entrada en lista de espera para trasplante o el

310
21. Nutrición en gastroenterología

desarrollo de complicaciones)49. Además, la tasa de de la fuente proteica. Estudios recientes, reciente-


hospitalización fue significativamente inferior con mente revisados56, sugieren que el contenido y tipo
AACR que en los otros dos grupos49. de los lípidos de la dieta es probablemente el factor
clave en el efecto primario de la NE en la enferme-
Nutrientes “inmunomoduladores” dad de Crohn57, aunque la identificación de la com-
De algunos nutrientes, se tiene evidencia experi- posición lipídica idónea todavía está por definir.
mental de su capacidad para modular la respuesta La caracterización del subgrupo de pacientes con
inmune. Entre éstos cabe citar la arginina, la gluta- enfermedad de Crohn susceptibles de responder a
mina, los nucleótidos y los ácidos grasos poliinsatu- la NE y la identificación del nutriente o nutrientes
rados omega-3 (derivados de los aceites de pesca- responsables del efecto terapéutico primario son
do). Sobre esta base, se ha estimulado el desarrollo los retos de futuro en este campo.
de dietas enterales enriquecidas en estos compo-
nentes. Los primeros estudios controlados frente Resumen
a NE estándar en pacientes quirúrgicos, críticos o Los déficits nutricionales son comunes en los pa-
neoplásicos, sugieren que estas dietas mejoran la cientes afectos de enfermedades digestivas, sobre
respuesta inmune y disminuyen la frecuencia de todo cirrosis hepática, enfermedad inflamatoria
complicaciones infecciosas. Este efecto es particu- intestinal y determinadas neoplasias del tracto gas-
larmente evidente en pacientes quirúrgicos (sobre trointestinal y el páncreas.
todo neoplásicos)50, mientras que es mucho menos
consistente en pacientes críticos51. Todos estos re- La administración de NE en muchos pacientes con
sultados deben ser, sin embargo, corroborados y patología digestiva pone a prueba los conocimien-
ampliados a otras enfermedades antes de poder tos del gastroenterólogo sobre fisiología y fisiopa-
recomendar en firme el uso de estas dietas. tología de las enfermedades gastrointestinales,
para poder aprovechar al máximo las capacidades
Nutrición enteral como tratamiento absortivas del intestino enfermo y optimizar la tole-
primario de la enfermedad de Crohn rancia a la dieta enteral. A pesar de estas dificulta-
des y de que, en algunas situaciones, faltan estudios
En 1984, se publicó un estudio controlado que controlados que demuestren su preponderancia, la
demostraba como la administración de una dieta NE debe considerarse como la técnica de nutrición
elemental era tan eficaz como los corticosteroides artificial de elección, incluso en estos enfermos.
en inducir la remisión en la enfermedad de Crohn Existen razones de orden fisiológico (efecto trófico
activa52. Desde entonces, se han hecho varios estu- intestinal), de seguridad (menor morbilidad) y eco-
dios con dietas elementales (a base de aminoácidos nómico (menor coste) que así lo aconsejan.
libres), peptídicas y poliméricas con resultados dis-
La investigación de las posibles capacidades de la
pares. Todos los metaanálisis de los estudios con-
NE, o de determinados nutrientes, como agentes
trolados realizados hasta la fecha han coincidido en
terapéuticos primarios en determinadas situacio-
señalar que, globalmente, el tratamiento esteroi-
nes patológicas, está abriendo nuevas perspectivas
deo es superior a la NE para curar los brotes de la
a la NE, particularmente en las enfermedades in-
enfermedad53. Sin embargo, es de destacar que la
testinales. Es de esperar que ello permita, en años
tasa de remisión global obtenida con NE se acerca
venideros, ampliar la lista de indicaciones de la NE
al 60%, cifra muy superior al porcentaje de remi-
en gastroenterología.
sión espontánea de la enfermedad de Crohn tra-
tada con placebo. Además, la tasa de respuesta es
especialmente favorable en pacientes pediátricos, Bibliografía
tanto con enfermedad activa54 como en remisión55. 1. Italian Multicentre Cooperative Project on Nu-
Todo ello sugiere que la NE tiene un efecto terapéu- trition in Liver Cirrhosis. Nutritional status in
tico primario, al menos en determinados enfermos. cirrhosis. J Hepatol 1994;21:317-25.
Este efecto no parece depender del grado de hidró- 2. Caregaro L, Alberino F, Amodio P, Merkel C, Bo-
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313
Sección 4. Intestino delgado y colon

ce of remission in Crohn’s disease: a systematic in Inflammatory Bowel Disease. ENE Editores,


review. Eur J Gastroenterol Hepatol 2010;22: Madrid, 2010:167-74.
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56. Gassull MA, Cabré E. Nutrición enteral como Papo M, Giaffer MH, Sánchez-Lombraña JL et
tratamiento primario de la enfermedad de al. Fat composition may be a clue to explain the
Crohn. Evidencias, posibles mecanismos tera- primary therapeutic effect of enteral nutrition
péuticos e indicaciones. En: Cabré E, Gassull in Crohn’s disease: results of a double blind
MA, eds. Terapia Nutricional en la Enfermedad randomised multicentre European trial. Gut
Inflamatoria Intestinal/Nutritional. Therapy 2002;51:164-8.

314
22 Síndrome de malabsorción:
fisiología y fisiopatología
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd

Fisiología general de la absorción. Objetivos de este capítulo


Introducción ❱❱ Conocer los fundamentos básicos de la
Por motivos didácticos, es frecuente simplificar y fisiología general de la absorción intestinal.
atribuir a cada órgano una única función fisiológica. ❱❱ Establecer los conceptos de maldigestión y
Si ese fuera el caso real, el intestino sería el encar- malaborción, tanto en términos generales
gado de la absorción de nutrientes. Sin embargo, como en referencia a nutrientes, vitaminas
el intestino es un órgano con funciones inmunoló- y oligoelementos específicos.
gicas, neurológicas, excretoras, y endocrinas, entre ❱❱ Identificar los puntos esenciales para la
otras, y no es fácil separarlas: todas ellas se realizan sospecha y diagnóstico de los síndromes de
de forma coordinada e interrelacionada, sin que malabsorción en clínica humana.
un esquema sencillo permita ni siquiera esbozar la
complejidad de los fenómenos biológicos que allí
se desarrollan. No obstante, resulta evidente que REFERENCIAS CLAVE
la absorción de nutrientes es una misión esencial 1. Johnson LR. Physiology of the Gastrointes-
del intestino. Basta observar su organización es- tinal Tract. New York. Raven Press. 1987.
tructural, para comprobar que siguiendo un com- 2. Farell JJ. Digestion and absorption of
plejo modelo matemático de fractales la mucosa nutrients and vitamins. En Feldman M,
intestinal se pliega, se divide en vellosidades, y és- Friedman LS, Brandt LJ. (eds) Gastroin-
tas en microvellosidades, lo que proporciona una testinal and Liver Diseases. 9ª Edition. WB
superficie de contacto con el exterior de alrededor Saunders. Philadelphia. 2010: 1695-733.
de 400 m2. La mucosa intestinal tiene que conse- 3. Högenhauer C, Hammer HF. Maldiges-
guir absorber lo necesario, excretar lo preciso, e tion and malabsorption. En Feldman M,
impedir el paso de moléculas o agentes infecciosos Friedman LS, Brandt LJ (eds). Gastroin-
dañinos, mientras colabora activamente con la mi- testinal and Liver Diseases. 9ª Edition. WB
crobiota intestinal (mutualismo). En la luz intestinal Saunders. Philadelphia. 2010: 1735-67.
se acumulan una mezcla de substancias externas
(los alimentos), secreciones internas (esofágicas,
gástricas, intestinales, hepáticas, y pancreáticas),
y agentes vivos (algunos externos y sobre todo la
microbiota intestinal). Los fenómenos de absorción
tremas. Así, por ejemplo, un paciente gastrectomi-
intestinal se producen en este ambiente, condicio-
zado puede llevar una vida prácticamente normal,
nados por las leyes físicas, químicas y biológicas.
y, a menudo, no observaremos nada clínicamente
Quizás, de todas las propiedades del proceso, cabe evidente hasta que haya desaparecido el 85% de
destacar especialmente la extraordinaria capacidad la secreción pancreática exocrina. Este punto nos
de reserva. Todos los componentes mencionados indica que, en muchos casos, hace falta un alto
son precisos para una correcta función fisiológica índice de sospecha clínico o una correcta interpre-
global, pero el sistema intestinal puede suplir casi tación de sutiles datos analíticos para considerar la
cualquier déficit que pueda producirse por fenóme- posibilidad de una malabsorción. En algunos casos,
nos patológicos, excepto en las situaciones más ex- la probabilidad de que se esté produciendo una ma-

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 315
Sección 4. Intestino delgado y colon

labsorción subclínica inicialmente, hace que nuestra res (en este caso activos y pasivos, regulados sobre
actitud haya de ser preventiva, no meramente tera- todo a través de los mecanismos de transporte de
péutica: por ejemplo, la probabilidad de que años los iones fundamentales, especialmente el sodio).
después de una gastrectomía total se produzca una La complejidad de estos mecanismos trasciende
osteoporosis por malabsorción de calcio es muy claramente este capítulo, y basta señalar que están
alta, pero es un fenómeno que podemos evitar si lo implicados muy diversos transportadores de sodio,
tenemos en cuenta desde el mismo momento de la cloro, bicarbonato y ácidos grasos de cadena corta;
intervención. en unos casos independientes y en otros ligados a
la absorción de otros nutrientes, como por ejemplo
Otro punto general que hay que señalar inicial-
la glucosa o los aminoácidos. Estos mecanismos no
mente, es que en algunos casos concretos hay
sólo son complejos, sino que son variables a lo largo
nutrientes o oligoelementos cuya absorción está
del tracto intestinal, que tiene activadas funciones
regulada de forma muy compleja: por ejemplo en
relativamente específicas en cada tramo. Así, la
el caso del hierro, elemento cuya absorción debe
mucosa del yeyuno es fisiológicamente la más per-
estar regulada de forma muy estricta puesto que el
meable, y la del colon la más impermeable; y los
organismo es susceptible tanto a un déficit como a
mecanismos de transporte de sodio ligados a gluco-
un superávit, como más adelante veremos.
sa son más activos en el yeyuno proximal, mientras
Como fundamento de los conocimientos fisiopato- que los transportadores de ácidos grasos de cadena
lógicos básicos, repasaremos brevemente los me- corta son mucho más activos en el colon proximal.
canismos fisiológicos de la absorción intestinal, y
Todo el proceso está regulado por péptidos locales
paralelamente las alteraciones más frecuentes que
y sistémicos: hormonalmente, inmunológicamen-
se presentan en la clínica diaria. Sólo nos deten-
te (las citoquinas, por ejemplo, pueden modificar
dremos en algunos puntos esenciales o ejemplari-
el transporte de electrolitos a través de la muco-
zantes, debiendo el lector recurrir a las referencias
sa), y por la microbiota intestinal: las bacterias
básicas que facilitamos para un abordaje más ex-
intestinales influyen directamente en varios meca-
haustivo. No está de más señalar, cómo del conoci-
nismos de absorción, e indirectamente a través de
miento cada vez más profundo de los mecanismos
sus efectos metabólicos o reguladores de la situa-
de malabsorción, se derivan también técnicas tera-
ción inflamatoria de la mucosa.
péuticas, dándose la paradoja de que, en el mundo
subdesarrollado la malabsorción sea una de las pa- Desde el punto de vista clínico, cabe destacar que
tologías más frecuentes mientras que en los países hay algunos reguladores de la absorción de agua
occidentales desarrollados, se apliquen técnicas y electrolitos con especial repercusión. Así, cabe
quirúrgicas sofisticadas para provocar malabsor- citar que los glucocorticoides son (globalmente)
ción en el tratamiento de la obesidad mórbida. fármacos que favorecen la absorción de sodio y
agua, por lo que parte de sus efectos clínicos en las
Absorción intestinal de agua y electrolitos enfermedades inflamatorias intestinales se deben
A través del intestino delgado proximal (yeyuno) se a un efecto neto favorecedor de la absorción de
estima que circulan a lo largo del día entre 8.000 y sodio. Los opioides son los fármacos antidiarreicos
9.000 cc de líquido, mientras que por las heces se más potentes: parte de su efecto se debe a que
excretan entre 100 y 200 cc. Aunque factores die- inhiben la secreción a la luz de iones y electroli-
téticos pueden hacer variar el volumen final (por tos. El racecadotrilo es un fármaco que se ha de-
ejemplo con la dieta típica de un país subdesarro- sarrollado como inhibidor de la degradación de las
llado, como Senegal, los volúmenes medios de las encefalinas, análogos naturales de los opiáceos, y
heces pueden llegar a ser de 400 cc) la mayor parte que tiene un efecto antidiarreico en diversas cir-
del volumen procede de líquidos generados endó- cunstancias patológicas precisamente al inhibir la
genamente, que son reciclados a través de comple- hipersecreción de electrolitos y agua a la luz in-
jos mecanismos de secreción y absorción, estrecha- testinal. Por el contrario, hay péptidos endógenos
mente regulados. El movimiento de los iones y del que tienen un efecto neto secretor, como el VIP
líquido (nótese que el resultado neto es la suma de y que pueden expresarse clínicamente como un
fenómenos activos y pasivos de absorción y secre- síndrome diarreico con un balance muy negativo
ción) se produce por diversos mecanismos parace- de líquidos; y el mecanismo fisiopatológico funda-
lulares (en este caso sobre todo pasivos, regulados mental en muchas diarreas inducidas por gérme-
por los mecanismos físicos osmóticos) y transcelula- nes viene mediado por enterotoxinas que interfie-

316
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

ren con los mecanismos de secreción intestinales. los procesos patológicos: una gastrectomía impedirá
El paradigma es el efecto de la toxina colérica, que la mezcla adecuada, una pancreatitis crónica redu-
bloquea la absorción de cloruro sódico y estimula cirá la presencia de lipasa y colipasa y acidificará el
la secreción de cloro, creando un balance de secre- medio, un problema de drenaje biliar dificultará la
ción de agua hacia la luz intestinal muy potente. presencia de cantidades adecuadas de sales biliares,
Es precisamente el cólera el ejemplo clínicamente un sobrecrecimiento bacteriano puede modificar la
más relevante de la complejidad de los mecanis- concentración de sales biliares, y así en múltiples si-
mos de absorción y secreción intestinales, y de la tuaciones patológicas. A pesar de la complejidad del
importancia clínica que puede tener una buena proceso, el intestino normal es capaz de extraer has-
base fisiopatológica. Aunque la toxina provoca ta el 99% de la grasa presente en la dieta. Sin embar-
un efecto neto de secreción, otros mecanismos de go, este sistema tan eficiente es dependiente de la
absorción de sodio (y por lo tanto de agua, que di- integridad de tantos factores que prácticamente en
fundirá pasivamente siguiendo mecanismos osmó- todas las patologías puede verse afectado. Aunque
ticos) siguen funcionando íntegramente durante la no todas las vitaminas liposolubles son igualmente
infección. En particular, los mecanismos de trans- dependientes de la integridad del sistema (por ejem-
porte de sodio ligados a glucosa y a aminoácidos plo, sólo la absorción de vitamina K depende de la
continúan funcionando; por lo tanto, si se suminis- presencia de sales biliares luminales), sus mecanis-
tran por vía oral glucosa o aminoácidos junto con mos de transporte intracelulares pueden estar liga-
sodio y agua, los mecanismos de absorción pueden dos a la formación de quilomicrones y otras lipopro-
equilibrar las grandes pérdidas de líquido a la luz in- teínas, y por lo tanto ser sensibles a las alteraciones
testinal, hasta que el sistema inmunológico elimina en la absorción de lípidos.
a la bacteria dañina. Este concepto fisiopatológico
La dependencia de la integridad de diversos facto-
es el fundamento básico de la rehidratación oral,
res, hace que la medición de la absorción de grasas
el tratamiento más efectivo de la diarrea aguda, y,
sea el método preferido para evaluar la integridad
probablemente, el concepto médico que más vidas
general del proceso de absorción intestinal. A pesar
ha salvado (literalmente) en los últimos decenios .
de su dificultad técnica, durante muchos años el
Absorción de grasas test de Van de Kamer, que mide la absorción intes-
tinal de grasas, fue la prueba de referencia clínica
Los lípidos son substancias grasas que pueden ex- en el estudio de la absorción intestinal (figura 1).
traerse por solventes orgánicos como el alcohol,
el éter, o el benceno; y los lípidos dietéticos más Absorción de hidratos de carbono
importantes son los triglicéridos, colesterol, fosfo-
Los carbohidratos son también una base calórica
lípidos y vitaminas liposolubles. Los lípidos, y en
fundamental en la dieta, representando la fuente
este caso sobre todo los triglicéridos, representan
más importante (tal vez el 45% de las calorías) tan-
habitualmente el 40% de las calorías en la dieta oc-
to en Occidente como en países subdesarrollados.
cidental. En condiciones fisiológicas, la mayor parte
Quizás no tan compleja como la absorción de lípi-
de la absorción de los lípidos se lleva a cabo en el
dos, la asimilación de los glúcidos no deja de ser un
yeyuno proximal y medio. Aunque el paso final a
proceso biológico difícil de aprehender. Gran parte
través de la membrana y la célula intestinal es, muy
de los hidratos de carbono dietéticos son azúcares
probablemente, en gran parte pasivo (se han des-
complejos, algunos no asimilables por el organismo
crito también procesos de difusión facilitada por
humano como la celulosa, otros dependientes de
ejemplo para el ácido linoleico); para que ocurra,
las acciones fisiológicas de la microbiota intestinal;
los lípidos tienen que llegar en concentraciones al-
y muchos precisan su transformación previa en di-
tas y condiciones bioquímicas adecuadas, al borde
sacáridos a través de la acción de las amilasas sali-
acuoso de la membrana.
var y pancreática; para después ser el blanco de la
En el proceso de absorción de los triglicéridos in- acción de las disacaridasas presentes en el borde
tervienen el pH local, la lipasa gástrica, la lipasa y en cepillo de la mucosa intestinal, porque sólo los
colipasa pancreáticas, y las sales biliares; todo ello monosacáridos serán transportados por la célula
con la mezcla adecuada de todas las substancias, con intestinal para completar el proceso de absorción.
los fenómenos de emulsión y formación de micelas Entre ellas, cabe destacar a la lactasa, maltasa, sa-
como pasos intermedios necesarios. La absorción de carasa y trehalasa. El proceso de absorción no está
grasas es, por tanto, muy sensible a cualquiera de sólo influido por la microbiota intestinal, el pH, o

317
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 1. A pesar de su dificultad técnica, durante muchos años el test de Van de Kamer, que mide la absorción intestinal de
grasas, fue la prueba de referencia clínica en el estudio de la absorción intestinal.

la integridad de la función pancreática y de la pro- de la mucosa intestinal, ya que las propias células
pia mucosa: también varía con la edad y la raza. El mucosas sintetizan las disacaridasas. De hecho, la
ejemplo más citado es la actividad de la lactasa, base de los tests que se dirigen a diferenciar los
disacaridasa que se expresa ya en el período fetal, síndromes de malabsorción con origen en anoma-
para alcanzar su máxima actividad durante el pe- lías de la mucosa es medir la absorción de azúcares
ríodo de lactancia. Posteriormente su actividad se simples como la D-Xilosa. Un factor que no debe-
reduce muy significativamente, quizás hasta un 5 mos olvidar, es que la acción de la microbiota intes-
a un 10% de la presente en el neonato, y en de- tinal es especialmente llamativa en el caso de los
pendencia de la etnia esta disminución es todavía azúcares. Las bacterias utilizan los carbohidratos
mayor, provocando una intolerancia a la lactosa, como sustratos nutritivos y de su metabolismo se
un fenómeno especialmente común en algunas derivan gran parte de los efectos más evidentes de
poblaciones. La introducción en los últimos siglos la microbiota intestinal.
de los azúcares refinados y preprocesados en la
alimentación de los países occidentales, hace que
Absorción de proteínas
una gran parte de la absorción fisiológica de glúci- Las proteínas representan una parte proporcio-
dos sea dependiente únicamente de la inte-gridad nalmente menor de la ingesta calórica, en la gran

318
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

mayoría de las poblaciones, entre un 10 y un 20% Aunque podemos encontrar a menudo hipoprotei-
aproximadamente. Sin embargo, su variabilidad en nemia, en la mayoría de los casos, ésta es más una
composición y estructura es enorme, de hecho son consecuencia de defectos de síntesis hepática o de
el fundamento básico de la gran biodiversidad ve- enteropatía pierdeproteínas, que de un verdadero
getal, animal y del resto de los seres vivos. Su pieza fallo en la absorción intestinal. Sólo en casos extre-
básica son los veinte aminoácidos, para los cuales mos de fallo de función pancreática o de síndrome
existen varios transportadores específicos en la cé- de intestino corto, la absorción de péptidos estará
lula intestinal. En este caso, la célula intestinal no gravemente comprometida, gracias a la capacidad
sólo es capaz de absorber los aminoácidos simples de reserva y redundancia del sistema.
sino que, además, puede absorber dipéptidos o in-
cluso tripéptidos; lo que le proporciona una capaci- Absorción de vitaminas. Absorción de ácido fólico.
dad mucho mayor de reserva. Absorción de vitamina B12
El proceso digestivo de las proteínas depende de
Absorción de vitaminas
un conjunto de enzimas, que van transformando
las estructuras complejas en moléculas progresiva- La absorción de vitaminas es esencial para la vida,
mente más sencillas. Las pepsinas gástricas, crítica- y también es un conjunto de fenómenos en los que
mente dependientes en su acción del pH del medio, interviene, además, de forma muy activa la micro-
inician el proceso; que continúan las peptidasas biota intestinal. En algunos casos se absorben por
pancreáticas, y posteriormente las peptidasas del difusión pasiva, en otros por mecanismos activos
borde en cepillo e intracelulares. Como una prueba que pueden implicar mecanismos de hidrólisis
más de las múltiples interacciones presentes fisio- previa además de un transportador específico de
lógicamente, cabe mencionar el papel clave de la membrana. El déficit de vitaminas es parte esen-
enteroquinasa, un enzima presente en el borde en cial de muchas de las entidades clínicopatológicas
cepillo de la mucosa intestinal, que activa el trip- en las que se produce malabsorción. No podemos
sinógeno a tripsina, un punto clave para a conti- revisar específicamente todas ellas, pero por su im-
nuación iniciar la cascada de funcionamiento del portancia en muchos síndromes de malabsorción:
resto de peptidasas pancreáticas. La enteroquinasa el ácido fólico y la vitamina B12.
es liberada, paso necesario para poder ejercer su
acción, por los ácidos biliares; un ejemplo más de
Absorción de ácido fólico
la interdependencia entre los diversos mecanismos La mayor parte del ácido fólico dietético está en
de absorción de nutrientes. Dado que varios de los realidad en forma de poliglutamatos, presentes es-
aminoácidos son esenciales, es decir, el organismo pecialmente en las espinacas, nueces, cacahuetes,
por sí mismo es incapaz de sintetizarlos, no es muy la carne de hígado, o el zumo de naranja. La cocción
sorprendente que existan sistemas aparentemente prolongada reduce considerablemente el valor en
redundantes de absorción de péptidos. Asimismo, folatos de los alimentos. Estos poliglutamatos de-
desde un punto de vista fisiopatológico, convie- ben ser primero hidrolizados en la luz intestinal y
ne resaltar como en condiciones de enfermedad el borde en cepillo, un proceso que es interferido
puede facilitarse el proceso de asimilación de los por el alcohol etílico; para luego ser absorbido por
péptidos administrándolos parcialmente digeridos, el enterocito con un mecanismo activo, que es se-
en forma de aminoácidos, dipéptidos, tripéptidos lectivamente inhibido por algunos fármacos como
o péptidos no muy complejos; obviando parte la sulfasalazina. La ingesta diaria de folatos es, en
del proceso previo necesario antes del transporte muchas personas, muy próxima a la cantidad diaria
transcelular. Ello constituye el fundamento de las mínima recomendada (200 mg, 400 en el embara-
nutriciones elementales (aminoácidos simples) o zo), y las bacterias intestinales son ávidas consumi-
poliméricas (péptidos sencillos). Este sistema no doras de ácido fólico; por lo que es muy frecuente
sólo facilita la asimilación al no requerir un proce- el déficit de ácido fólico en muchos procesos de
malabosorción.
so digestivo complejo, sino que además reduce la
“carga antigénica”, puesto que no se administran
proteínas estructuralmente íntegras, que pueden
Absorción de la vitamina B12
constituir determinantes antigénicos fácilmente re- El organismo humano es capaz de extraer de la die-
conocibles por el sistema inmunológico intestinal. ta cantidades mínimas de vitamina B12: de hecho

319
Sección 4. Intestino delgado y colon

Alimentos

Pepsina

Vitamina B12

Proteína R (saliva)

Complejo B12 – proteína R

Tripsina (páncreas)

B12 libre

Factor intrínseco (estómago)

Complejo B12 – Factor intrínseco

Receptores específicos en íleon terminal

Absorción en íleon terminal

Almacenamiento en hígado Sangre B12 – transcobalamina

Figura 2. Absorción de la vitamina B12.

la cantidad mínima recomendada en la ingesta dia- producido por las células oxínticas, tiene menos afi-
ria es de 1,5 µg (nótese microgramos). Probable- nidad por la B12 hasta que la acción de la quimotrip-
mente ello es debido a su escasez en los alimentos, sina pancreática cambia la situación; formándose
y a la competición con las bacterias intestinales o complejos factor intrínseco-B12. Estos complejos, si
parásitos (situación frecuente en países subdesa- no son degradados o utilizados por parásitos o bac-
rrollados). Para que este mecanismo sea tan eficaz, terias presentes en la luz intestinal, llegan al ileon,
selectivo y exacto, se precisa la integridad de va- donde son reconocidos por receptores específicos,
rios órganos y funciones: la presencia de proteínas y luego absorbidos (figura 3).
R (salivares, esofágicas y gástricas), la secreción de Por tanto, muy diversas patologías pueden pro-
factor intrínseco por parte del estómago, la acción vocar una deficiente absorción de la vitamina B12,
de las peptidasas pancreáticas (que disminuyen la que es crítica para la síntesis de mielina, así como
afinidad de la B12 por las proteínas R y la aumen- para la constante regeneración de células sanguí-
tan por el factor intrínseco), la ausencia de pará- neas. En la gastritis atrófica autoinmune, la defi-
sitos o sobrecrecimiento bacteriano, la integridad ciente producción de factor intrínseco lleva a la
anatómica del ileon terminal, y la presencia de re- anemia perniciosa por déficit de vitamina B12; en
ceptores específicos en las células ileales encarga- la pancreatitis crónica avanzada el déficit de B12 es
das del transporte del complejo factor intrínseco- muy frecuente; en el sobrecrecimiento bacteriano
cobalamina. En resumen, la vitamina B12 presente puede ser una característica clave; y es una con-
en el alimento se une primero a las proteínas R, un secuencia frecuente de la enfermedad de Crohn,
complejo que no se absorbería. El factor intrínseco bien por daño estructural del íleon, bien por su

320
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

Déficit B12 en suero


Ingesta inadecuada B12

Origen no digestivo: NEG


Test Schilling
• Embarazos
• Fármacos POS
• Enf. hematológica
Malabsorción B12

NEG Test Schilling


Anemia perniciosa +
Factor intrínseco
Sob. bacteriano
Ins. pancreática
Afectación íleon
Sobrecrecimiento NEG
Test Schilling + Antibióticos
bacteriano
POS
Ins. pancreática
NEG Afectación íleon
Insuficiencia pancreática
Test Schilling
+
POS
Afectación íleon En. pancreáticas

Figura 3. Test de Schilling para el diagnóstico de malabsorción de vitamina B12.

resección quirúrgica. Siendo todos estos hechos B12: aislado, con administración previa de factor
relativamente bien conocidos, vale la pena citar al- intrínseco (para confirmar la atrofia gástrica como
gunos datos recientes que son del máximo interés origen), de enzimas pancreáticos (para confirmar
clínico. En primer lugar, se han descrito múltiples la insuficiencia pancreática), o de antibióticos (para
variantes genéticas que pueden llevar a un déficit confirmar el sobrecrecimiento bacteriano) (figura 4).
de B12 (citamos un ejemplo). En segundo lugar, y
probablemente mucho más importante desde el Absorción de minerales y oligoelementos:
punto de vista epidemiológico y clínico, la deficien-
cia de vitamina B12 puede ser mucho más frecuente
hierro y calcio
de lo que pensábamos, especialmente en la, cada
vez más numerosa, población anciana de los paí- Absorción de hierro
ses occidentales. En tercer lugar, y curiosamente, No es necesario resaltar la importancia biológica
probablemente aprovechando mecanismos de di- del hierro. Su absorción intestinal está estrecha-
fusión pasiva, el tratamiento antes necesariamente mente regulada por una serie de mecanismos
intramuscular o intranasal, puede hacerse por vía locales y sistémicos, muchos de ellos de conoci-
oral siempre que se utilicen dosis muy elevadas, de miento muy reciente. El hierro está presente en la
0,5 a 1 mg (nótese miligramos) diarios . alimentación en cantidades variables, en Occidente
Por otra parte, la complejidad del sistema también entre 20 y 30 mg/diarios; pero en muchos países
es la base de las diversas variantes del Test de Schi- subdesarrollados en áreas con alimentación predo-
lling, con el cual se mide la absorción de vitamina minantemente vegetariana la cantidad es substan-

321
Sección 4. Intestino delgado y colon

siendo uno de los nexos entre inflamación y ane-


mia, conexión sobre la que se ha avanzado significa-
tivamente en los últimos 10 años. Deliberadamente
he obviado hasta este momento que la absorción
de hierro es, fisiológicamente, casi exclusivamente
duodenal. Esta localización precisa hace de la ab-
sorción de hierro la principal damnificada en las
enfermedades predominantemente duodenales,
como la enfermedad celíaca (la anemia ferropénica
es la manifestación más común de la enfermedad
en el adulto, ver capítulo 23) y todas aquellas inter-
venciones quirúrgicas, por fortuna cada vez menos
frecuentes, que evitan el paso del bolo alimenticio
por el duodeno. El estudio del hierro, y de los datos
analíticos que reflejan su metabolismo es esencial
en la clínica de la malabsorción. La ferritina refleja
bien, en ausencia de inflamación, los depósitos de
hierro, y el receptor soluble de transferina puede
ser un índice de déficit tisular de hierro .

Absorción de calcio
El calcio se absorbe por un doble mecanismo: ac-
Figura 4. Aftas en la mucosa orofaríngea de un enfermo con tivo, casi exclusivamente duodenal; y pasivo, a lo
celiaquía (el término esprue se deriva de la palabra holandesa
“apruw”, que significa afta). largo de todo el intestino delgado. Ambos meca-
nismos, pero especialmente el activo duodenal,
presentan gran variabilidad a lo largo de la vida del
cialmente menor. En dependencia de la edad (los sujeto, siendo especialmente activos en el neonato
requerimientos son mucho mayores durante el pro- o en el embarazo, y menos eficientes en el ancia-
ceso de crecimiento, por ejemplo) y las circunstan- no. En ambos casos, la vitamina D regula el pro-
cias fisiológicas (embarazo, menstruación, pérdidas ceso a través de su acción sobre la concentración
por enfermedad o heridas) la capacidad de absor- intracelular de calbindina. Además de por el calcio
ción intestinal puede modificarse, multiplicándose dietético, por otros factores endoluminales como la
hasta por 10 con respecto a la absorción normal. concentración de oxalatos, y por la vitamina D; vale
la pena recordar, como en el caso del hierro, la im-
La proteína transportadora DMT-1 presente en el
portancia de la integridad duodenal en la absorción
enterocito es clave en el proceso, y su expresión y
de calcio; factor a tener en cuenta en los pacientes
función están regulados estrechamente. Además
celíacos o con intervenciones quirúrgicas gástricas.
del gen HFE, claramente implicado en la hemo-
cromatosis (enfermedad en la que la absorción de
hierro sería anómalamente excesiva); un cúmulo
Fisiopatología: maldigestión
de datos recientes demuestran que un péptido y malabsorción
conocido como hepcidina es probablemente una El objetivo de este capítulo no es llevar a cabo una
substancia reguladora clave en el metabolismo del revisión general de las diferentes enfermedades
hierro; controlando su absorción en función no que pueden causar malabsorción (una lista parcial
sólo de la situación de los depósitos de hierro, sino se facilita en la tabla 1), y algunas de las entidades
también de la presencia o ausencia de inflamación. más importantes constituyen capítulos completos
En este punto es donde queríamos señalar como de este libro (referencias cruzadas). Clásicamente
la absorción intestinal puede estar influida no sólo se distinguen, desde un punto de vista fisiopatoló-
por factores estructurales (daño tisular directo, por gico dos grandes tipos de síndromes: maldigestión
ejemplo) sino por la situación general del organis- cuando la alteración fundamental reside en la di-
mo. A través de la expresión de la hepcidina, la IL6 gestión intraluminal de los alimentos (el prototi-
(interleucina 6) producida en un proceso inflamato- po sería una pancreatitis crónica) y malabsorción
rio puede limitar seriamente la absorción de hierro, cuando el defecto primario reside en la propia

322
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

mucosa intestinal (ejemplos en la tabla 2). Si bien TABLA 1. Causas frecuentes (*) de malabsorción
desde un punto de vista estrictamente fisiopatoló-
gico, y en ocasiones para orientar parte del proceso
diagnóstico, la distinción puede tener interés; des- ❱❱ Enfermedades intestinales
de el punto de vista estrictamente clínico resulta • Enfermedad de Crohn
más práctico agrupar las distintas entidades clínicas • Enfermedad celíaca
como causantes de malabsorción, concepto que
• Sobrecrecimiento bacteriano
englobaría ambos. De hecho, en muchas circuns-
• Síndrome de inmunodeficiencia adquirida
tancias clínicas aparentemente puras, finalmente
se da una mezcla de alteraciones. Así, el prototipo • Síndromes de intestino corto
de enfermedad mucosa que causaría malabsorción • Tuberculosis intestinal
y no maldigestión sería la enfermedad celíaca, en la • Enfermedad inmunoproliferativa del intestino
que el daño primario reside en la mucosa intestinal. delgado
Sin embargo, hay varias circunstancias que hacen
• Giardiasis
que también exista maldigestión. La deficiente ab-
sorción hace que la mezcla de los diversos compo- ❱❱ Enfermedades pancreáticas
nentes necesarios para la absorción sea deficiente, • Pancreatitis crónica
hay una mayor contenido luminal de sustratos para • Fibrosis quística
el metabolismo bacteriano y, sobre todo, la des- ❱❱ Enfermedades gástricas
trucción de la mucosa repercute en daño también • Gastritis atrófica
en los receptores que tienen que activarse para li-
• Cirugía gástrica
berar secretina y colecistoquinina; hormonas que
intervienen directamente en la secreción biliar y ❱❱ Enfermedades hepáticas y biliares
pancreática, necesarias para la «digestión». • Cirrosis hepática
• Cirrosis biliar primaria
Malabsorción de grasas • Obstrucción biliar tumoral
La malabsorción de grasas puede depender de ❱❱ Enfermedades sistémicas
diversos factores: 1) mezcla inadecuada del con- • Enfermedades endocrinas
tenido intestinal con las secreciones biliar y/o - Diabetes mellitus
pancreática (habitualmente tras intervenciones
- Hipertiroidismo e hipotiroidismo
quirúrgicas); 2) falta de sales biliares con dificultad
en la formación de micelas (por ejemplo por obs- • Enfermedades cardiacas
trucción biliar); 3) falta de hidrólisis de las grasas - Insuficiencia cardíaca congestiva
por reducción o ausencia de secreción pancreática; • Enfermedades inmunológicas
4) anomalías estructurales en la mucosa que impi- - Esclerodermia
dan el tránsito por la célula intestinal normal; y 5)
(*) Un listado exhaustivo incluiría más de 100 enfer-
obstrucción linfática que dificulte el transporte de medades diferentes, algunas muy infrecuentes en la
quilomicrones y lipoproteínas. La propia comple- práctica clínica diaria. Hemos escogido para la tabla
jidad de la absorción de los lípidos hace que nu- aquellas muy frecuentes o que constituyen un ejem-
merosas enfermedades puedan repercutir en una plo paradigmático. Son las causas de malabsorción
malabsorción de grasas, que, de hecho, es el factor más frecuentes en países occidentales. En los países
común más frecuente en la mayoría de los trastor- subdesarrollados las parasitosis, el esprue tropical
nos malabsortivos. Además del déficit en la ingesta y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, son
calórica, puede acompañarse de absorción inade- las causas más frecuentes. American Association for
cuada de vitaminas liposolubles. Por otra parte, los the Study of Liver Diseases. Tavil AS, ed. Hepatology
2001, 33: 1321.
lípidos que quedan libres en la luz intestinal son
sustratos para el metabolismo bacteriano, lo cual
puede producir otra serie de efectos en los tramos embargo, la esteatorrea es mucho más intensa y
intestinales más bajos. manifiesta en los cuadros de maldigestión que en
La esteatorrea es tan común en los síndromes de las enfermedades propiamente mucosas. De he-
malabsorción, que en algunos textos los términos cho, la enfermedad que cursa con una esteatorrea
llegan a confundirse. En términos generales, sin clínicamente más relevante, incluso en el aspecto

323
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 2. Ejemplos de maldigestión y malabsorción. creática exocrina, o por alteraciones estructurales


de la mucosa intestinal. Además hay un número
importante de alteraciones congénitas de transpor-
❱❱ Maldigestión tadores intestinales de aminoácidos concretos, que
• Esteatorrea por insuficiencia pancreática exocrina resultan en enfermedades específicas.
• Esteatorrea por obstrucción biliar tumoral
Malabsorción de otros nutrientes,
• Malabsorción de vitamina B12 por
sobrecrecimiento bacteriano vitaminas y oligoelementos
• Intolerancia a la lactosa por deficiencia congénita Cada uno de los nutrientes específicos puede re-
de lactasa sultar afectado en diversas entidades, con repercu-
❱❱ Malabsorción siones clínicas no siempre fáciles de identificar en
• Esteatorrea por enfermedad celíaca el contexto de una enfermedad compleja. La ma-
• Malabsorción de vitamina B12 por enfermedad de labsorción de vitamina K puede llevar a trastornos
Crohn ileal de coagulación, la de vitamina D a alteraciones en
• Esteatorrea por linfangiectasia intestinal el metabolismo óseo, la de vitamina B12 a anemia
macrocítica y neuropatías periféricas y centrales, la
de calcio a osteopenia e incluso osteoporosis y un
de las heces, es la pancreatitis crónica (figura 4). En largo etcétera. En la clínica diaria, sin embargo, no
las enfermedades primariamente mucosas, la gran son frecuentes los cuadros puros, porque la mayo-
capacidad de reserva del intestino hace que, salvo ría de las entidades que causan malabsorción son
en casos extremos, la esteatorrea sea mucho menos complejas. Por ejemplo, la enfermedad de Crohn
manifiesta. Así, cuando se utiliza el test de van de puede causar malabsorción por múltiples mecanis-
Kamer, que cuantifica la excreción de triglicéridos, si mos: daño mucoso, daño pancreático, sobrecreci-
las cifras son muy extremas (normal hasta 7 gramos/ miento bacteriano, alteración del ciclo de las sales
día), por ejemplo 40 ó 50 gramos/día; el cuadro es biliares, déficit de absorción de B12 por daño ileal,
muy probablemente de origen pancreático; mien- trastorno en la motilidad intestinal, etc. Además de
tras que los cuadros mucosos suelen repercutir en los tests específicos, recalcamos una vez más la ne-
elevaciones moderadas (10-20 gramos día). cesidad de una historia clínica muy detallada: en el
caso del paciente con enfermedad de Crohn habrá
Malabsorción de hidratos de carbono que conocer sus antecedentes quirúrgicos, farma-
cológicos, y preguntar no sólo sobre síntomas intes-
En este caso la causa puede estar en una hidrólisis tinales, sino también generales.
defectuosa bien sea debida a insuficiencia pancreá-
tica o a un déficit concreto de una disacaridasa (la
deficiencia de lactasa es la más frecuente); o en
Clínica y diagnóstico general
la anomalía estructural de la mucosa. Como en el de malabsorción
caso de las grasas, puede repercutir en una menor
ingesta calórica, con lo que el organismo ha de uti- (Es recomendable consultar el capítulo de diarrea
lizar otros mecanismos para obtener energía; pero crónica). Sin lugar a dudas, el punto esencial del
además causa síntomas indirectamente por pro- diagnóstico es mantener siempre un alto índice de
porcionar un sustrato a la microbiota de los tramos sospecha. En las últimas décadas se ha producido
más bajos del intestino. La fermentación de los car- un considerable cambio en los países desarrolla-
bohidratos no aborbidos por las bacterias provoca, dos: es mucho menos frecuente encontrar síndro-
por una parte, un incremento en la producción de mes de malabsorción muy “floridos”, siendo cada
gas (CO2, H2 e incluso gas metano) responsable de vez más común llegar al diagnóstico a partir de la
la flatulencia y el carácter “explosivo” de las heces detección de anomalías analíticas, a veces muy su-
de estos pacientes, y por otra, de ácidos grasos de
tiles. El paradigma de este fenómeno es la enfer-
cadena corta, responsables en gran medida del
medad celíaca del adulto, que hoy se detecta más
componente secretor de la diarrea.
frecuentemente por el estudio de cambios ana-
líticos (ferropenia especialmente) o por estudios
Malabsorción de proteínas en familiares directos de pacientes afectos, que
La malabsorción de proteínas puede producirse por porque los pacientes presenten una esteatorrea
la hidrólisis defectuosa debida a insuficiencia pan- o un edema por hipoproteinemia. Desde el punto

324
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

de vista clínico los síndromes que más a menudo centros de referencia. Podemos citar algunos ejem-
llevan al diagnóstico son la diarrea crónica y la pér- plos reales:
dida no explicada de peso. Analíticamente, pueden
❱❱ Un hermano de un paciente con enfermedad
sugerir la presencia de malabsorción la presencia
celíaca acude a nuestra consulta. El examen fí-
de anemia micro o macrocítica, la hipocolestero-
sico descubre aftas en la mucosa oral (figura 4).
lemia, la hipoalbuminemia, una hipocalcemia, o
En su análisis general todo es normal excepto
alteraciones en la coagulación; por ejemplo. Es pro-
la hemoglobina (12,5 g/dl; normal a partir de
bable que en ancianos sean mucho más frecuentes
13 g/dl) y la ferritina (2 ng/ml; normal a partir
de lo aparente diversos cuadros de malabsorción,
de 12 ng/ml). En este caso, la probabilidad de
como el sobrecrecimiento bacteriano o el déficit enfermedad celíaca es tan alta, que directa-
de vitamina B12. Es probable que en los próximos mente hemos de proceder a realizar tanto una
años tengan que desarrollarse estrategias activas biopsia duodenal, como una determinación de
de búsqueda de estos trastornos en las revisiones anticuerpos antitransglutaminasa. No tendría
de salud de los pacientes de más de 70 años. Des- ningún sentido clínico llevar a cabo tests de ab-
de otro punto de vista, determinados diagnósticos sorción, ni otras determinaciones complejas.
establecidos por otros criterios deben sugerir la
presencia de malabsorción. Un ejemplo es la pan- ❱❱ Un paciente con enfermedad de Crohn ileocóli-
creatitis crónica diagnosticada por criterios morfo- ca acude a su revisión anual: está asintomático,
lógicos, tras una evaluación por dolor abdominal mantiene el peso, y no refiere diarrea. La pro-
crónico o dispepsia. babilidad de malabsorción es clínicamente tan
baja, que no es preciso hacer tests de absorción
Tradicionalmente se ha recomendado un esquema de ningún tipo. Sin embargo, la analítica de con-
que incluiría tres pasos: a) sospecha de malabsor- trol debe incluir ácido fólico y vitamina B12. El
ción por criterios clínicos o analíticos; b) demos- déficit subclínico de vitamina B12 es frecuente
tración de la presencia de malabsorción mediante en la enfermedad de Crohn, puede ser incluso
tests específicos; y c) búsqueda de la enfermedad un marcador de actividad inflamatoria persis-
causal de la malabsorción. Esta sería, podríamos tente en el íleon. Si la vitamina B12 está baja, no
decir, una aproximación fisiopatológica al diagnós- podremos instituir tratamiento hasta conocer el
tico. Si bien en ocasiones puede resultar práctica, status del ácido fólico.
hoy en día es una estrategia raramente utilizada en
la clínica. Como se detalla en el capítulo de diarrea ❱❱ Un paciente con pancreatitis crónica acude a la
crónica, resulta mucho más efectivo utilizar un es- consulta porque sufre diarrea, a pesar del trata-
quema basado en la frecuencia epidemiológica de miento con enzimas pancreáticos orales. En este
las enfermedades en el área concreta, buscando caso serán necesarios varios tests: a) generales
primero la etiología, y confirmando y cuantificando para conocer el estado nutricional del paciente
(ferritina, vitamina B12, ácido fólico, proteínas,
en su caso la malabsorción más adelante; especial-
triglicéridos, colesterol); b) específicos (TC para
mente con vistas al seguimiento del paciente.
descartar un carcinoma complicando el proce-
Evaluación diagnóstica de la malabsorción so); y c) si el TC es normal: tests específicos de
absorción, en concreto van de Kamer o test de
Ante la sospecha de una malabsorción disponemos trioleína marcada con 13C mientras el paciente
básicamente de tres tipos diferentes de explora- continúa con los enzimas para valorar los reque-
ciones que pueden resultar útiles: a) exploraciones rimientos de nuevos tratamientos y tests para
para valorar la situación nutricional general o de un descartar otras causas de malabsorción, en con-
nutriente, mineral u oligoelemento específico; b) creto un sobrecrecimiento bacteriano.
exploraciones dirigidas al diagnóstico específico de
La gran variabilidad clínica marcará nuestras deci-
una enfermedad concreta que causa la malabsor-
siones diagnósticas. No obstante, sí podemos hacer
ción; y c) tests específicos para valorar la absorción
algunas generalizaciones útiles.
intestinal. Los escenarios clínicos posibles son múl-
tiples y variados, lo que hace imposible una siste- ❱❱ En el caso de los tests generales, son especial-
matización; teniendo en cuenta que la accesibilidad mente importantes la ferritina, la vitamina B12,
y el coste de algunas deteminaciones no permiten el ácido fólico, triglicéridos, colesterol total, al-
su uso más que en algunos pacientes y en algunos búmina, proteínas totales, calcio, y el hemogra-

325
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 5. El tránsito intestinal es una prueba diagnóstica de utilidad cuando se sospecha una enfermedad intestinal. a) Hiper-
plasia nodular difusa en un paciente con sobrecrecimiento bacteriano; b) Imagen en “empedrado” en ileon terminal en un
paciente con una enfermedad de Crohn; c) Linfoma intestinal. Se observan múltiples segmentos estenóticos con irregularidad y
especulación de la mucosa.

ma (hemoglobina, volumen corpuscular medio, que a veces hay que completar la información
linfocitos). La valoración del estado nutricional con una resonancia pancreática previo estímulo
puede requerir tests específicos, como por con secretina i.v. (mayor sensibilidad que la TC),
ejemplo una densitometría ósea para valorar la una ecoendoscopia o una ERCP (ver capítulo
posible osteopenia/osteoporosis en un paciente 43). El diagnóstico diferencial implica excluir,
gastrectomizado. en lo posible, el carcinoma en todos los casos.
❱❱ En el caso de los tests específicos de cada en-
En el caso específico de los tests de absorción
fermedad, en la práctica hay que mencionar
intestinal, su uso más frecuente en la práctica
dos grandes posibilidades. Cuando se sospecha
actual se da en la valoración (y cuantificación) del
una enfermedad intestinal, la demostración
trastorno de la absorción, fundamentalmente
morfológica tanto de anomalías inespecíficas
para servir posteriormente como guía del trata-
que sugieren malabsorción (segmentación,
miento en algunas de las enfermedades. Clásica-
fragmentación, floculación, imagen en nevada),
mente los tests más empleados eran la prueba
y específicas de alguna entidad (diverticulosis
de van de Kamer (cuantificación de la grasa en
de intestino delgado, signos de enfermedad
heces); y el test de la D-Xilosa (valoración de la
de Crohn, linfoma, tuberculosis, etc.), hacen
absorción de este monosacárido no metaboliza-
que el estudio radiológico (tránsito) del intes-
ble por el ser humano, aunque sí por la micro-
tino delgado conserve un importante valor en
biota intestinal). Básicamente, la prueba de van
el proceso diagnóstico (figura 5). En los últimos
de Kamer se indicaba como una prueba general
años se ha demostrado, además, que la cápsula
de absorción intestinal, puesto que sea cual sea
intestinal puede aumentar el rendimiento, pro-
la causa de la malabsorción, salvo excepciones
porcionando imágenes patológicas en pacientes
muy limitadas, la absorción de grasas está afec-
con enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn
tada. Una prueba de van de Kamer anormal era
con radiologías normales, y en ocasiones tiene
considerada como el punto de referencia para
que completarse con una enteroscopia para la
definir la malabsorción en muchos centros. Si
obtención de biopsias de la mucosa.
se demostraba malabsorción, a continuación
❱❱ Cuando se sospecha una enfermedad pancreá- se indicaba una prueba de D-Xilosa: si ésta era
tica, es indispensable disponer de información anormal, el trastorno se localizaba en la muco-
morfológica del páncreas, y en la mayoría de los sa intestinal, si era normal el trastorno era una
centros lo más práctico es realizar una TC, aun- maldigestión. Además de estos tests, se utiliza-

326
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

ban en circunstancias más concretas, tests más rosis, aún con resultados normales de los tests
específicos como el test de tolerancia a la lactosa, de absorción intestinal. La gran capacidad de
por ejemplo. El paradigma de test más fisiopato- reserva del intestino, previamente mencionada,
lógico, es sin embargo el test de Schilling, en el es la responsable de este fenómeno: el daño
cual se administra una pequeña dosis radioactiva selectivo duodenal puede provocar malabsor-
de B12 oral y simultáneamente una dosis grande ción de hierro y calcio; y el resto del intestino
intramuscular de B12 no marcada (con objeto de absorber las grasas con la eficiencia suficiente
rellenar los depósitos, lo que hará que la vitami- para que la prueba de van de Kamer de un re-
na B12 que se absorba de la dosis oral sea elimi- sultado normal.
nada por vía urinaria). Si la cantidad recuperada
❱❱ En todo caso, la multiplicidad de tests aplicables
en la orina de B12 radiactiva es pequeña (menos
en circunstancias clínicas muy específicas, hace
del 10% de la administrada por vía oral), pode-
que muchos de ellos estén disponibles única-
mos afirmar que existe una deficiente absorción
mente en Unidades de Referencia. La figura 6
de vitamina B12. Un repaso de los conceptos fi-
muestra distintos ejemplos del rendimiento de
siológicos resumidos anteriormente nos indica,
las pruebas de imagen en el diagnóstico de la
no obstante, que la alteración puede residir en
malabsorción.
múltiples puntos, por lo que localizar el punto
exacto puede requerir modificaciones sucesivas
del tests: con administración simultánea de fac-
Tratamiento general del síndrome
tor intrínseco (detectar la gastritis atrófica), con de malabsorción
preadministración de antibióticos (detectar el Además del tratamiento causal, es esencial recupe-
sobrecrecimiento bacteriano), o con administra- rar lo antes posible una situación nutricional nor-
ción simultánea de enzimas pancreáticos (detec- mal. Evidentemente un tratamiento efectivo tiene
tar la insuficiencia pancreática). que estar guiado por un conocimiento previo de
❱❱ En los últimos años, se han producido varios los déficits presentes. La mayoría de los déficits de
cambios en esta estrategia. En primer lugar, oligoelementos, minerales y vitaminas pueden tra-
prácticamente cualquier test de absorción in- tarse con los complejos vitamínicos disponibles en
testinal puede ser modificado para realizarse el mercado. Pueden ser muy útiles los diversos pre-
como un test del aliento, lo que hace las prue- parados de nutrición enteral, por varias razones.
bas más cómodas para el paciente y también En primer lugar pueden ser fáciles de tomar para
para el laboratorio. Una revisión exhaustiva pacientes en condiciones precarias, además de no
de este tipo de exploraciones ha sido publica- contener gluten ni lactosa, lo que es importante en
da recientemente30. Aunque no están disponi- circunstancias específicas. En segundo lugar pue-
bles en todos los laboratorios, es muy posible den tener valor terapéutico intrínseco en algunas
que vayan substituyendo poco a poco a los circunstancias, como la enfermedad de Crohn. En
tests tradicionales. Así, en la evaluación de tercer lugar, al proporcionar las proteínas en forma
la pancreatitis crónica, el test de la trioleína de péptidos simples puede facilitar la asimilación,
marcada con 13C está adquiriendo la posición en algunos procesos. Y, en cuarto lugar, contienen
de referencia en las Unidades de Pancreatolo- oligoelementos y vitaminas, lo que disminuye la
gía, porque la prueba de van de Kamer, si bien necesidad de utilizar otros suplementos. Algunos
muy precisa, es muy difícil de llevar a cabo puntos pueden requerir atención específica, y re-
correctamente por el paciente (especialmente cordamos algunos que nos parecen especialmente
cuando hay que repetirla a lo largo del segui- importantes:
miento) y muy incómoda para el laboratorio.
❱❱ El calcio hay que suministrarlo con vitamina D, y
En segundo lugar, numerosos estudios, particu-
la tolerancia a los diversos productos es tan in-
larmente en el ámbito de la enfermedad celíaca
dividual que es bueno asegurarse de la respues-
(ver capítulo correspondiente) han demostrado
ta individual de cada paciente para garantizar
que los tests tradicionales, incluso la prueba de
una buen cumplimiento terapéutico.
van de Kamer, tienen una sensibilidad muy baja
para detectar malabsorción, y muchos pacien- ❱❱ El hierro se administra a menudo en dosis ex-
tes sufren de consecuencias clínicas, incluso cesivas insistiendo en que el paciente tome los
graves, como anemia ferropénica u osteopo- preparados en ayunas, o utilizando productos

327
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 6. El tránsito intestinal es una prueba diagnóstica de utilidad cuando se sospecha una enfermedad intestinal. a) Hiper-
plasia nodular difusa en un paciente con sobrecrecimiento bacteriano; b) Imagen en “empedrado” en ileon terminal en un
paciente con una enfermedad de Crohn; c) Linfoma intestinal. Se observan múltiples segmentos estenóticos con irregularidad y
especulación de la mucosa.

nuevos teóricamente mejor tolerados que las ❱❱ El ácido fólico es muy a menudo deficitario en
sales tradicionales: muchos pacientes abando- los cuadros malabsortivos, y a corto plazo hay
nan el hierro si se prescribe como es tradicional. que suministrarlo específicamente, aunque a
Una dosis única de sulfato ferroso después de medio y largo plazo las recomendaciones dieté-
la comida principal suele ser suficiente y es tan ticas pueden resultar muy útiles.
bien tolerada como cualquier preparado, con lo
que se consigue una mejor adherencia al trata- Bibliografía
miento. Además, en caso de necesidad de efec- 1. Madara JL, Traer JS. Functional morphology of
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siempre que el producto escogido contenga al 2005;85:835-52.
menos 500 µg (0,5 mg). Muchos polivitamínicos 3. Sellin JH. Intestinal electrolyte absorption and
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328
22. Síndrome de malabsorción: fisiología y fisiopatología

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329
23 Enfermedad celíaca
(sensibilidad al gluten)
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
Departamento de Medicina y Psiquiatría, Universidad de Zaragoza.
CIBERehd

Introducción Objetivos de este capítulo


La enfermedad celíaca es un trastorno inmuno- ❱❱ Reconocer la enfermedad celíaca como una
lógico, cuyo desencadenante es el contacto de la entidad común, frecuente en la población
mucosa intestinal con determinados péptidos pre- adulta, y con un patrón de presentación
sentes en el trigo, la cebada y el centeno. Aparece heterogéneo.
en algunas de las personas con un haplotipo HLA
❱❱ Conocer el proceso diagnóstico que
DQ2 o DQ8, con un riesgo diferente según los alelos
lleva desde la sospecha clínica hasta el
presentes y otros factores genéticos y ambientales
diagnóstico final, con el uso juicioso de los
sólo parcialmente conocidos, con un espectro muy
marcadores serológicos, el test genético y
variable de manifestaciones clínicas que van desde
la biopsia intestinal.
la completa ausencia de síntomas hasta una malab-
sorción muy evidente. ❱❱ Comprender la importancia de la dieta sin
gluten, la dificultad de su cumplimiento y
En los últimos años se han producido grandes avan- el importante papel que desempeñan las
ces en nuestra comprensión de esta entidad, avances asociaciones de pacientes en este contexto.
que contradicen algunos tópicos que, por desgracia,
todavía forman parte del acervo cultural de muchos
médicos, y que impiden en demasiadas ocasiones REFERENCIAS CLAVE
una aproximación clínica correcta al problema. Entre 1. Marsh M. Coeliac Disease. Blackwell Scien-
ellos deberían subrayarse los siguientes: tific Publications. Oxford, 1992.
❱❱ La enfermedad celíaca es frecuente, llegando en 2. DiSabatino A, Corazza GR. Coeliac Disease.
algunos estudios epidemiológicos occidentales Lancet 2009;73:1480-1493.
a una cifra de prevalencia del 1% o incluso supe- 3. Vivas S, Santolaria S. Enfermedad celíaca.
rior. No es, por tanto, una entidad rara. En: Ponce J, ed. Tratamiento de las En-
fermedades Gastroenterológicas (AEG).
❱❱ La enfermedad celíaca afecta por igual a los adul-
Elsevier. Barcelona, 2011:265-278.
tos y a los niños. Además, hoy por hoy es incura-
ble No es, por tanto, una enfermedad infantil.
❱❱ La enfermedad celíaca puede causar sintoma-
tología muy variada (tablas 1 y 2), y no es infre- tancias adecuadas, para establecer el diagnóstico.
cuente que el estado nutricional del paciente sea La importancia de un diagnóstico precoz es obvia
aparentemente bueno. De hecho, en muchos ca-
teniendo en cuenta que la identificación precoz del
sos la enfermedad es asintomática. Por tanto, no
problema puede evitar el desarrollo a largo plazo
es siempre una causa de malabsorción obvia.
de complicaciones graves e incluso mortalidad.
Estas premisas hacen especialmente relevante el
papel del médico de familia y del gastroenterólogo Epidemiología
general. Al tratarse de una enfermedad frecuente
en la población adulta, pero clínicamente inaparen- En los países occidentales, en los que el trigo es
te en muchos casos, se requiere de un alto índice el cereal esencial en la alimentación, diversos es-
de sospecha por parte del clínico, en las circuns- tudios epidemiológicos poblacionales demuestran

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 331
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Manifestaciones clínicas de la enfermedad celíaca TABLA 2. Manifestaciones clínicas de la enfermedad


en el niño celíaca en adultos

❱❱ Patrón clásico de presentación. ❱❱ Diarrea.


• Distensión abdominal. ❱❱ Anorexia.
• Anorexia. ❱❱ Dispepsia.
• Diarrea crónica. ❱❱ Náuseas y vómitos.
• Vómitos. ❱❱ Estreñimiento.
• Fallo del crecimiento. ❱❱ Anemia ferropénica.
– Retraso puberal. ❱❱ Anemia megaloblástica.
– Sin ganancia de peso. ❱❱ Astenia.
• Debilidad muscular. ❱❱ Debilidad muscular.
• Irritabilidad. ❱❱ Miopatía.
• Edemas. ❱❱ Edema periférico.
❱❱ Otras formas de presentación (“atípica”). ❱❱ Tendencia hemorrágica.
• Artritis. ❱❱ Osteopenia/osteoporosis.
• Estomatitis aftosa. ❱❱ Parestesias.
• Estreñimiento. ❱❱ Ataxia.
• Anemia ferropénica. ❱❱ Irregularidad menstrual.
• Hipertransaminasemia. ❱❱ Infertilidad no explicada.
• Neuropatía periférica. ❱❱ Dermatitis herpetiforme.
• Dolor abdominal crónico. ❱❱ Estomatitis aftosa.
❱❱ Déficit de ácido fólico.
❱❱ Déficit de vitamina B12.

que la prevalencia real de la enfermedad celíaca res ambientales y/o genéticos. La importancia de
se sitúa entre el 0,33% y el 1%, siendo en muchas otros factores genéticos parece clara si tenemos
series más frecuente en mujeres con un relación en cuenta que la concordancia para la enfermedad
2:1. La enfermedad celíaca es más frecuente en- es del 80% en gemelos univitelinos, mientras que
tre los familiares de primer grado de una persona es similar a la del resto de los familiares de primer
afecta (entre un 5% y un 15%), y se asocia signifi- grado en los gemelos bivitelinos.
cativamente con otras entidades de naturaleza in-
En las personas susceptibles, el contacto con unos
munológica como la deficiencia selectiva de IgA, la
determinantes antigénicos presentes en las pro-
tiroiditis autoinmune o la diabetes mellitus de tipo
teínas de algunas familias de cereales (trigo, ce-
I (ver tabla 3). Estas asociaciones deben tenerse en
bada, centeno) y ausentes en otras (arroz, maíz,
cuenta a la hora de la sospecha diagnóstica.
soja), desarrollan una lesión mediada inmunológi-
camente, en la que intervienen tanto mecanismos
Etiología y fisiopatología básicas de inmunidad innata, como de inmunidad adqui-
rida. En el trigo estas fracciones “tóxicas” están
Todavía desconocemos puntos clave del mecanis-
presentes en las proteínas solubles en alcohol, que
mo, pero la enfermedad aparece sólo en personas
se conocen genéricamente como gluten, concep-
con determinados haplotipos del sistema HLA (HLA
to que por extensión se suele aplicar a todos los
DQ2 o HLA DQ8). Los pacientes homocigotos para
desencadenantes del trastorno. En su variante más
el HLA DQ2 son mucho más susceptibles que los
conocida, la lesión afecta a la mucosa intestinal,
heterocigotos para la enfermedad. Sin embargo, la
sobre todo la más proximal.
gran mayoría de personas con dichos haplotipos
no presentan la enfermedad, por lo que resulta Los síntomas “clásicos” de la entidad obedecen
evidente la necesaria contribución de otros facto- fundamentalmente al daño en la absorción intes-

332
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

y en segundo término las formas oligosintomáticas


a menudo caracterizadas por síntomas gastrointes-
tinales poco específicos frecuentemente caracteri-
zados como un trastorno funcional digestivo (ver
tablas 1 y 2). No es frecuente encontrar en adultos
una enfermedad celíaca con una sintomatología
muy florida. Ello subraya la necesidad de un buen
médico a la hora de establecer el diagnóstico. Aun-
que es obvio que la enfermedad celíaca constituye
una de las entidades a descartar en un paciente con
diarrea crónica, existen tres situaciones frecuentes
en el ámbito de la atención primaria que siempre
Figura 1. Dermatitis herpetiforme.
deberían suscitar el interés del clínico. La primera
de ellas es la anemia ferropénica, especialmente
cuando el estudio de sangre oculta en las heces es
tinal (ver capítulo 22). Sin embargo, algunas de las negativo y no existe una causa aparente que pueda
manifestaciones de la enfermedad son consecuen- explicar una carencia crónica de hierro (errónea-
cia de fenómenos inflamatorios e inmunológicos mente atribuida a hipermenorrea en muchos ca-
que tienen repercusión sistémica. Las lesiones, y sos). La segunda es la osteopenia o la osteoporosis.
por tanto la clínica, presentan una enorme varia- La enfermedad celíaca debería ser valorada en el
bilidad, inter- e intraindividual. Ello se cumple tan- diagnóstico de esta entidad, especialmente cuando
to para el momento de aparición de los síntomas afecta a personas jóvenes o se asocia a otros sínto-
(desde pocos meses tras la introducción del gluten mas sugestivos como la presencia de aftas bucales,
hasta la década de los 90), como para la intensidad depresión o flatulencia. Finalmente la distensión
del daño (desde la más sutil infiltración anómala abdominal, la propia flatulencia y el meteorismo,
linfocítica hasta la destrucción total de la mucosa), síntomas altamente prevalentes en el medio de
y la extensión de las lesiones (desde sólo el duo-
atención primaria. A menudo estos síntomas son
deno proximal, incluso en forma discontinua o par-
atribuidos a un síndrome de intestino irritable (ver
cheada, hasta todo el intestino delgado incluyendo
el íleon terminal, de forma más difusa). Es más, en capítulo 36). No puede olvidarse que el celíaco sue-
algunos pacientes en los que la lesión intestinal es le presentar déficits asociados de disacaridasas que
a veces mínima, la sensibilidad al gluten se expresa explican, por sí solos, un incremento en la produc-
en la piel con un trastorno bien definido clínica e ción de H2 y CO2, derivado de la fermentación de los
histológicamente: la dermatitis herpetiforme (fi- azúcares no absorbidos (ver capítulo 22). Cuando
gura 1). El grado de lesión intestinal se valora uti- estos síntomas se asocian a otros como lasitud, as-
lizando la clasificación de Marsh, de la cual se han tenia, depresión y frecuentes despeños diarreicos,
propuesto varias modificaciones, la más utilizada la intolerancia al gluten debe ser considerada en el
de las cuales es la de Oberhuber diagnóstico diferencial. No es infrecuente que un
enfermo celíaco haya sido evaluado en distintos
Clínica departamentos de un hospital, sin alcanzar un diag-
nóstico definitivo. La figura 2 muestra las lesiones
La descripción más típica de la enfermedad celíaca
histológicas de una mujer celíaca de 28 años que
es la de un síndrome de malabsorción, que aparece
había sido evaluada sucesivamente en los Servicios
pocos meses después de la introducción del gluten
en la dieta, con diarrea crónica, detención del cre- de Neurología (epilepsia), Ginecología (infertili-
cimiento, abombamiento abdominal, edemas (por dad), Psiquiatría (depresión) y Hepatología (hiper-
hipoproteinemia), y deterioro progresivo que aca- transaminasemia) hasta que el propio médico de
baba en la muerte1. Esta patrón “clásico” de presen- familia solicitó una determinación de antitransglu-
tación es, hoy en día, excepcional en la población taminasa que fue positiva. Hoy en día, el cribado de
de adultos, donde es más frecuente la presentación enfermedad celíaca se impone en cualquier caso de
asintomática: el paciente no nota ningún síntoma, hipertransaminasemia de origen no aclarado.

333
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 3. Enfermedades asociadas a la enfermedad celíaca

❱❱ Diabetes mellitus tipo I.


❱❱ Tiroiditis.
❱❱ Colitis microscópica (colitis linfocítica).
❱❱ Síndrome de Sjögren.
❱❱ Púrpura trombocitopénica idiopática.
❱❱ Nefropatía por IgA.
❱❱ Enfermedad de Addison.
❱❱ Hepatopatía autoinmune.
❱❱ Miocardiopatía dilatada.
❱❱ Trastornos neurológicos (neuropatía, ataxia y otros).
❱❱ Linfoma intestinal.
❱❱ Déficit selectivo de IgA.
❱❱ Síndrome de Down.
❱❱ Síndrome de Turner.
❱❱ Síndrome de Williams.

tados. La figura 3 muestra el caso de un paciente


celíaco no tratado que debutó con un linfoma del
intestino delgado. Asimismo, se observan con más
Figura 2. Enfermedad celíaca. frecuencia infertilidad, osteoporosis, trastornos del
a) Radiología baritada del intestino delgado que muestra di-
latación de las asas intestinales. Cortesía del Dr. Domínguez. crecimiento, y varias enfermedades autoinmunes.
Hospital San Jorge. Algunos estudios sugieren incluso una relación
b) Imagen histológica de la mucosa intestinal con atrofia cuantitativa entre el tiempo que se ha tomado el
total de las vellosidades. Cortesía del Dr. Marigil. Hospital
San Jorge. gluten y la frecuencia de alteraciones autoinmunes
(a más tiempo de exposición al gluten, mayor fre-
cuencia); aunque no es un hallazgo constante. La
figura 2 muestra el caso de una paciente que a lo
Enfermedades asociadas e largo de un período de 20 años fue diagnosticada
historia natural 10 de hipotiroidismo autoinmune, cirrosis biliar pri-
En la tabla 3 se relacionan las entidades más im- maria, poroqueratosis folicular, síndrome de Sjö-
portantes en las que se ha probado una asociación gren y finalmente enfermedad celíaca.
con la enfermedad celíaca. En unos casos (p. ej.: el
síndrome de Down) la asociación se debe proba- Diagnóstico
blemente a compartir algún determinante genético El diagnóstico de la enfermedad celíaca sólo se
no identificado. En otros casos, las enfermedades puede confirmar si se demuestra la presencia de
asociadas se observan con mayor frecuencia en la
una lesión típica en la mucosa de intestino delgado,
enfermedad celíaca no tratada, lo que sugiere que
lesión que mejora hasta prácticamente desapare-
son consecuencia de la propia entidad, al menos
cer si se elimina el gluten de la dieta. La muestra se
en parte. Así, en diversos estudios epidemiológi-
cos se ha observado un mayor riesgo de diversos obtiene mediante una endoscopia, y más raramen-
cánceres: linfoma T intestinal, adenocarcinoma te con una cápsula de biopsia peroral. Sin embargo,
de intestino delgado, y carcinomas orofaríngeos; el clínico dispone de más herramientas que son ex-
tumores que no son más frecuentes que en la po- traordinariamente útiles y que vamos a considerar
blación general en los pacientes correctamente tra- de forma práctica4.

334
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

Figura 3. El linfoma puede complicar la evolución del paciente con enfermedad celíaca. Radiología baritada de un paciente
celíaco afectado por un linfoma. Cortesía del Dr. Domínguez. Hospital San Jorge.

Sospecha diagnóstica para establecer la sospecha y/o valorar la grave-


dad. Se han descrito una serie de marcadores sero-
Se debe excluir la presencia de una enfermedad ce- lógicos que pueden ser de utilidad: los anticuerpos
líaca en: a) familiares de primer grado de un paciente (IgG e IgA) antigliadina, antireticulina, antitransglu-
con enfermedad celíaca y/o dermatitis herpetifor- taminasa, y antiendomisio. Los más útiles son los
me; b) síndromes de malaborción; c) anemia cróni- antitransglutaminasa y los antiendomisio. Por la
ca, especialmente la ferropénica; d) enfermedades facilidad de su determinanción y su fiabilidad, en
asociadas (ver tabla 3), particularmente el déficit la mayoría de los laboratorios se están imponiendo
selectivo de IgA y la diabetes mellitus autoinmune, como test de referencia los anticuerpos antitrans-
especialmente cuando asocian síntomas gastrointes- glutaminasa. No hay que olvidar que la enfermedad
tinales “inespecíficos”. En realidad la posibilidad de celíaca se asocia con el déficit selectivo de IgA. En
enfermedad celíaca debería ser considerada en mu- tal caso, las determinaciones basadas en la titula-
chas otras circunstancias (tablas 1, 2 y 3), especial- ción de este anticuerpo podrían ser falsamente ne-
mente en la osteoporosis idiopática ya mencionada. gativas. Por lo tanto, se hace necesario titular en
La figura 4 muestra el árbol genealógico de varios ca- todos los casos la IgA total para interpretar correc-
sos de enteropatía sensible al gluten diagnosticados
tamente los resultados (muchos laboratorios sólo
a partir de un caso índice con osteoporosis “idiopá-
estudian los anticuerpos IgA en la rutina). Se están
tica” del adulto joven. El lector dispone de un decá-
desarrollando sistemas de detección de estos anti-
logo de recomendaciones editado por el Ministerio
cuerpos en sangre total con tiras rápidas que faci-
de Sanidad y Consumo para incrementar el índice
litarán de forma notable su uso. Las determinacio-
de sospecha para esta enfermedad en: http://www.
nes de anticuerpos tienen dos grandes indicaciones
msps.es/profesionales/prestacionesSanitarias/pu-
clínicas: a) descartar el posible diagnóstico en situa-
blicaciones/DiagnosticoCeliaca.htm.
ciones de muy baja prevalencia (población general
por ejemplo) o en casos de alta prevalencia en los
Estudios analíticos que el paciente se niegue al estudio histológico, y
Los datos analíticos generales (anemia, ferropenia, b) confirmar que las alteraciones histológicas del
déficit de B12, hipoalbuminemia) sólo nos sirven intestino delgado se deben a una enfermedad ce-

335
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 4. Criterios propuestos por Catassi para el diagnóstico de la enfermedad celíaca (a menos 4 de 5 o 3 de 4 si no se ha
realizado el test genético)

❱❱ Síntomas típicos de enfermedad celíacaa


❱❱ Presencia de autoanticuerpos de tipo IgA de enfermedad celíaca a títulos altosb
❱❱ Genotipos HLA DQ2 o DQ8c
❱❱ Enteropatía celíaca en la biopsia del intestino delgadod
❱❱ Respuesta a la dieta sin glutene

Notas:
• Una historia familiar de enfermedad celíaca añade evidencias al diagnóstico.
• En pacientes asintomáticos, especialmente en niños, es aconsejable confirmar la seropositividad en 2 o más mues-
tras de sangre con intervalos de 3 meses.
• En casos seleccionados puede ser necesaria una prueba de provocación, al menos 2 años después de la retirada
del gluten, para confirmar el diagnóstico.
(a) Ejemplos de síntomas típicos pueden ser diarrea crónica con emaciación, retraso de crecimiento en niños, ane-
mia con carencia de hierro.
(b) IgA antiendomisio o antitransglutaminasa o IgG antiendomisio o antitransglutaminasa, en pacientes con déficit
de IgA. La presencia de IgG anti-gliadina añade evidencia al diagnóstico.
(c) La positividad para el haplotipo DQ2 del sistema HLA incluye la presencia de la mitad del heterodímero
(DQB1*02).
(d) Incluye las lesiones catalogadas como Marsh 3 o aquellos con lesiones Marsh 1-2 asociadas a serología positiva o
con lesiones tipo Marsh 1-3 con serología negativa y demostración de depósitos subepiteliales de IgA.
(e) La respuesta histológica es esencial en pacientes con serología negativa o déficit asociado de IgG.

líaca. El estudio del HLA puede servir para excluir el bacteriano intestinal (SBI) favorecido por un mal
diagnóstico en casos puntuales, especialmente con aclaramiento de bacterias consecutivo al estado
histología conflictiva. Por otro lado, y dado el ele- inflamatorio de la mucosa. En tales casos, la de-
vado valor predictivo negativo del test genético, la mostración de SBI (por ejemplo, mediante un test
determinación de los haplotipos DQ2-DQ8 del HLA de lactulosa) puede contribuir al alivio sintomático
puede ser de valiosa ayuda para seleccionar qué tras administrar una pauta antibiótica apropiada
pacientes con una sospecha clínica bien fundada (rifaximina, metronidazol) (ver más adelante).
y serología negativa pueden ser tributarios de una
biopsia intestinal. Biopsia
La histología es esencial (aunque no suficiente)
Estudios de absorción para el diagnóstico, pero conlleva la realización
Los tests de absorción intestinal (D-Xilosa, prueba de una técnica molesta y con riesgos (bajos pero
de Van de Kamer, test de lactulosa/manitol; y otros) presentes). Es muy importante obtener un número
pueden ser útiles a la hora de valorar algunos pa- adecuado (mínimo de cuatro muestras) de la zona
cientes, en el contexto de clínicas especializadas, adecuada (2.ª porción duodenal) y es esencial la co-
y particularmente en los casos atípicos en su evo- laboración de un patólogo con un profundo cono-
lución clínica o con mala respuesta al tratamiento cimiento de las variantes leves de la enfermedad,
convencional. Un ejemplo son aquellos pacientes para no excluir incorrectamente el diagnóstico. En
que tras retirar el gluten de la dieta persisten con casi todos los centros la biopsia se obtiene, hoy en
clínica de flatulencia, meteorismo y diarrea a pesar día, mediante la realización de una endoscopia que
de un buen cumplimiento del régimen sin gluten. puede mostrar, además, signos macroscópicos muy
Casi 2/3 de los pacientes con enteropatía sensible sugerentes. Se utiliza la clasificación de Marsh, en
al gluten presentan un estado de sobrecrecimiento la que se distinguen varios estadios (0, I, II, III) de

336
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

menor a mayor grado lesional. Sólo el estadio III es TABLA 5. Enfermedades que pueden acompañarse
el descrito clásicamente (atrofia de vellosidades, de un aumento en el recuento de linfocitos intraepiteliales
hiperplasia de criptas, infiltración de células infla- (> 25%)
matorias), pero los demás estadios pueden tener
la misma relevancia diagnóstica, como se ha de-
mostrado en estudios en nuestro medio. En este ❱❱ Enteropatía sensible al gluten.
punto es esencial que el patólogo lleve a cabo in- ❱❱ Gastritis por Helicobacter Pylori.
munotinciones específicas para linfocitos CD3 para
❱❱ Consumo de antiinflamatorios no esteroideos
cuantificar correctamente la población de linfocitos (AINE).
intraepiteliales. Una población superior al 25% LIE
❱❱ Duodenitis péptica.
es concordante con la existencia de una duodenitis
linfocítica (Marsh 1), entidad que puede incluirse en ❱❱ Sobrecrecimiento bacteriano intestinal.
el espectro de una enteropatía sensible al gluten, ❱❱ Intolerancia a proteínas de la leche de vaca o del
especialmente en presencia de una serología posi- huevo.
tiva o la demostración de un depósito subepitelial ❱❱ Postgastroenteritis vírica.
de IgA (tabla 4). Si la serología es negativa (aun con ❱❱ Infestación por Giardia lamblia.
un test genético positivo), la presencia de una duo- ❱❱ Enfermedad de Crohn.
denitis linfocítica no es suficiente para establecer ❱❱ Colitis microscópica.
el diagnóstico y el clínico ha de valorar minuciosa-
❱❱ Enteropatía autoinmune.
mente otras entidades capaces de incrementar la
población de LIE para no sobrediagnosticar casos ❱❱ Esprúe tropical.
de ESG que realmente no lo son (tabla 5). Algunos
autores proponen que la relación vellosidad-cripta
siga siendo el criterio esencial, porque de hecho
permitiría identificar todos los estadios de la clasifi- En la práctica diaria, por tanto, nos enfrentamos al
cación de Marsh con su análisis cuidadoso. En todo menos a dos tipos de situaciones:
caso, el diagnóstico definitivo de una ESG exige la ❱❱ Escenario clínico con baja probabilidad (inferior
regresión o mejoría de las lesiones histológicas tras al 5%) de enfermedad celíaca, pero en el que es
la retirada del gluten de la dieta. necesario descartarla (por ejemplo una pacien-
te con infertilidad, un familiar de segundo gra-
Cápsula endoscópica y enteroscopia do, o el caso clínico más común del síndrome de
intestino irritable). En este caso se debe realizar
La cápsula permite la demostración de una atrofia
analítica general con determinación de ferriti-
de la mucosa, incluso en casos raros con poca afec-
na, vitamina B12, proteínas, albúmina y coleste-
ción duodenal. La enteroscopia permite no sólo la
rol; así como anticuerpos antitransglutaminasa
visualización de la mucosa, sino también la obten-
IgA (o antiendomisio IgA), y determinación de
ción de muestras para el estudio histológico.
IgA total. Si no hay alteraciones analíticas, y los
Densitometría ósea anticuerpos antitransglutaminasa son negativos
la probabilidad de enfermedad celíaca es muy
Cuando se establezca el diagnóstico de enferme- baja (inferior al 1/1.000) por lo que queda razo-
dad celíaca, un paciente adulto debe ser sometido nablemente excluida. Si hay un déficit selectivo
a una densitometría ósea para, en su caso, ser tra- de IgA, hay que titular los anticuerpos IgG. En
tado de osteopenia u osteoporosis. casos seleccionados estaría indicada una biop-
sia duodenal para aumentar el valor predictivo
Estrategia diagnóstica negativo hasta prácticamente el 100%.
La utilización de las herramientas disponibles de- ❱❱ Escenario clínico con una alta probabilidad
pende del caso concreto, y de un correcto conoci- (superior al 5%) de enfermedad celíaca. En este
miento del valor predictivo positivo y negativo de caso el valor predictivo negativo de los anti-
los tests, y de su utilización conjunta en casos se- cuerpos es relativamente bajo. Por ello, sería
leccionados. Es esencial para la elección de los tests recomendable hacer tanto una biopsia intes-
una evaluación clínica previa de la probabilidad ba- tinal como una determinación de anticuerpos,
sal de enfermedad celíaca en el caso concreto. además de los análisis generales señalados pre-

337
Sección 4. Intestino delgado y colon

viamente. Básicamente nos podemos encontrar primer grado, por ejemplo, tiene un 10-15% de
con cuatro tipos de resultados: probabilidades de tener una enfermedad celíaca
(25-30% si es positivo para DQ2-DQ8), por lo que
■■ Histología positiva y anticuerpos antitrans-
deberíamos hacer anticuerpos y biopsia. Es proba-
glutaminasa (o antiendomisio) positivos. En
ble, sin embargo, que muchos pacientes, e incluso
este caso el diagnóstico puede establecerse,
muchos clínicos acepten, en ausencia de clínica
aunque la confirmación definitiva se obten-
y alteraciones analíticas, un margen de un 5% de
drá mediante la demostración de mejoría de
error de unos anticuerpos negativos en esas cir-
las lesiones (y/o negativización de los anti-
cunstancias. En todos los casos es preciso un perío-
cuerpos) en el seguimiento.
do de observación por parte del clínico. La deter-
■■ istología positiva y anticuerpos negativos.
H minación del haplotipo HLA puede ser de utilidad
En este caso es esencial excluir otras posibles en estos casos. El seguimiento de reglas sencillas
causas de cambios histológicos compatibles, como las que proponemos, es más práctico en la
con lo que el diagnóstico definitivo debe es- clínica diaria que el uso de algoritmos complejos.
perar en cualquier caso a la evaluación de la
Un error muy común es sugerir una dieta sin gluten
respuesta a la dieta sin gluten. Resulta per-
en aquellos casos de diagnóstico dudoso. La dieta
tinente recordar que la sensibilidad de los
sin gluten sólo debe instituirse una vez estableci-
anticuerpos disminuye conforme la lesión
do completamente el diagnóstico. Los anticuerpos
histológica es menor: desde un 90% a un
pueden negativizarse rápidamente tras instaurar
100% cuando la lesión es de tipo Marsh III
la dieta, y un paciente con una histología relativa-
hasta un 30% cuando es de tipo I. El estudio
mente poco llamativa y anticuerpos negativos plan-
del HLA puede ser de utilidad diagnóstica en
tea unas dudas diagnósticas, que no existirían si el
estos pacientes. Debe considerarse que algu-
anticuerpo fuera positivo. No hay prisa para poner
nas entidadades como la giardiasis o la into-
la dieta en un paciente, salvo en la circunstancia
lerancia a las proteínas de la leche de vaca y
excepcional de la crisis celíaca, en la cual la malab-
otras como la enfermedad del injerto contra
sorción suele ser muy evidente. Por otra parte, la
el huésped o el propio sobrecrecimiento bac-
enfermedad celíaca no es la única manifestación de
teriano pueden cursar con atrofia de vellosi-
sensibilidad al gluten, por lo que el diagnóstico no
dades.
puede ser sustentado nunca en la sola respuesta a
■■ istología negativa y anticuerpos positivos.
H la dieta, debiendo cumplirse los criterios que he-
Los anticuerpos antitransglutaminasa (o los mos indicado.
antiendomisio) son tan específicos, que mu-
chos expertos consideran que se trata de una Tratamiento
enfermedad celíaca latente. Probablemente
La parte esencial del tratamiento es eliminar el glu-
estos casos deban ser seguidos en una uni-
ten de la dieta, es decir eliminar aquellos alimentos
dad especializada. El estudio del HLA es es-
que contengan trigo, cebada o centeno. En la prác-
pecialmente útil en estos casos, porque si el
tica, conviene eliminar también los productos con
paciente no es ni DQ2 ni DQ8, la enfermedad
avena, porque muchas veces están contaminados
celíaca queda prácticamente excluida. Sin
con trigo, aunque se ha demostrado que la avena
embargo, si es DQ2 o DQ8 se deben seguir los
por sí misma no es lesiva.
siguientes pasos: a) evaluación de la biopsia
por un experto en enfermedad celíaca, pues- Este primer párrafo es aparentemente muy simple.
to que reconocer los estadios 0 o I de Marsh Sin embargo, el trigo se utiliza de forma ubicua
no es siempre sencillo; y b) en caso de con- en la industria alimentaria, como nutriente, como
siderarse la histología normal, seguimiento espesante, o incluso como adhesivo: una dieta sin
clínico con realización de una nueva biopsia gluten no equivale a eliminar el pan de la dieta.
en uno o dos años. Cualquier médico práctico debería hacer el ejer-
cicio de intentar ajustarse a una dieta sin gluten
■■ istología y anticuerpos negativos. En este
H
durante 24 horas: es difícil y caro. Se suele mencio-
caso la enfermedad celíaca queda excluida.
nar en los textos la importancia del dietista en este
No siempre es fácil en la práctica situar a un pa- punto. En la realidad española, lo más importante
ciente en uno de estos dos grupos. Un familiar de es poner en contacto al paciente con la asociación

338
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

de pacientes más cercana. Gracias al esfuerzo vo- Actitud ante la falta de respuestas a la
luntario de muchos afectados, las asociaciones de
pacientes disponen de la experiencia y los recursos
dieta sin gluten (protocolo de actuación)
realmente útiles para el paciente (y su familia). Por [figura 5]
supuesto, la tecnología facilita también el acceso Algunos pacientes que han sido diagnosticados de
a la información en esta área, y gran parte de los una ESG no responden adecuadamente a la dieta
recursos están disponibles de forma gratuita en la sin gluten (DSG). Antes de etiquetar el caso como
red. Una dirección especialmente útil para los pa- una enfermedad celíaca refractaria (aproxima-
cientes es www.celiacos.org. En los primeros me- damente un 1% de los pacientes celíacos) deben
ses del tratamiento puede ser necesario suprimir considerarse firmemente tres posibilidades: 1) El
enfermo no ha sido correctamente diagnosticado;
la lactosa, y añadir suplementos de hierro, calcio
2) el paciente no cumple bien la dieta sin gluten
y vitaminas. La dieta sin gluten normaliza hasta tal (DSG) y 3) existe una condición asociada que expli-
punto la situación del paciente, que las diferencias ca la persistencia de los síntomas. En este punto,
con la población no celíaca tienden a desaparecer: los expertos aconsejan seguir los siguientes pasos y
así, por ejemplo, la enfermedad se asocia con pro- recomendaciones16:
blemas en el desarrollo fetal, que no se pueden de- ❱❱ El primer paso debe ser revisar cuidadosamen-
mostrar en las pacientes que llevan correctamente te las pruebas sobre las que se ha sustentado
la dieta sin gluten. el diagnóstico, dado que si éste es erróneo no
cabe esperar una mejoría tras la retirada del
El papel del médico no acaba con el diagnóstico y el
gluten (asumiendo incluso, el efecto placebo
tratamiento del caso individual y la recomendación
de cualquier dieta). Este paso es especialmente
del estudio de todos los familiares de primer gra- importante en aquellos pacientes con serología
do. Además, debe ser un agente socialmente activo negativa en el momento de la presentación o
promoviendo el conocimiento de la enfermedad, y enteropatías bordeline. En circunstancias de
presionando a la administración para que se avan- este tipo puede tener interés la revisión de la
ce en la legislación para el etiquetado correcto de biopsias por un patólogo experto con el fin de
los productos, la regulación de la disponibilidad de buscar posibles alternativas al diagnóstico.
dietas sin gluten en comedores escolares, medios ❱❱ La causa más frecuente de no respuesta a la
de trasporte, restaurantes; además de apoyar a las DSG es la ingestión inadvertida o subrepticia
asociaciones de pacientes en su trabajo y su labor de gluten en la dieta. Se dispone de pruebas
social. objetivas que demuestran que en muchos pa-
cientes, ínfimas cantidades de gluten pueden
Control y seguimiento provocar alteraciones en la absorción intestinal
(la elevación de antitransglutaminasa en el sue-
Tras instituir el tratamiento se deben realizar análi- ro es un indicador sensible de exposición de la
sis y estudios serológicos, y en ocasiones es preciso mucosa intestina al gluten)17. Por tanto, antes
comprobar la mejoría de las lesiones mediante una de llevar a cabo nuevas pruebas complementa-
segunda biopsia a realizar entre un año (niños) y rias es importante que la dieta sea revisada por
2 años (adultos) después del diagnóstico inicial. un nutricionista. En este punto, es igualmente
importante revisar el contenido de lactosa en la
Posteriormente se debe evaluar a los pacientes
alimentación, dado la frecuente coexistencia de
anualmente. Es conveniente reforzar la idea de déficit de disacaridasa, una causa frecuente de
que la dieta sin gluten deberá mantenerse durante persistencia de diarrea18.
toda la vida, vigilar el peso y también los niveles
❱❱ Si los síntomas persisten a pesar de haber revi-
circulantes de hierro. Algunos pacientes requieren
sado la dieta, algunos autores consideran esen-
suplementos de hierro por vía oral, a pesar de una
cial repetir la biopsia del duodeno y comparar
aparente buena respuesta clínica. Igualmente es los hallazgos con los encontrados en la biopsia
pertinente vigilar la aparición de otras enfermeda- pretratamiento (se aconsejan al menos 6 meses
des comúnmente asociadas a la enfermedad celía- desde el comienzo de la DSG). En este punto
ca, especialmente entidades autoinmunes. existen dos posibilidades:

339
Sección 4. Intestino delgado y colon

No PADR MAD Osteoporosis en edad temprana


Menarquía tardía/menopausia
precoz

3
Hijo HERMANO
(CASO ÍNDICE) (55 años) Osteoporosis en
Retraso de crecimiento en edad temprana
infancia/osteoporosis idiopática
grave de adulto joven
Serología negativa
Hijo Hijo Hijo
DQA1*05
[NI] [NI] [NI]

4
2
Hermano Hermano Hija [32 años]
Hija [45 años] Dolor abdominal +
Púrpura trombocitopénica diarrea de 1 año
Síndrome de Sjogren de evolución
Serología negativa Serología positiva
DQA1*05/DQB1*02 (Anti-TG: 70 UI)
DQA1*05/DQB1*02
2

3
Hijo [30 años]
Hijo [25 años]
Infertilidad
Síntomas
Osteoporosis del
gastrointestinales
adulto joven
precipitados por estrés
Serología negativa
Serología negativa
DQA1*05/DQB1*02
DQA1*05/DQB1*02
Marsh 1 con 35%

Figura 4. Diagrama de una familia con varios casos de enteropatía sensible al gluten investigados por diferentes motivos. En lo
que se ha dado en llamar “EL NUEVO ROSTRO DE LA ENFERMEDAD CELÍACA” se distinguen 4 patrones de presentación y/o
motivos diferentes por los que estos pacientes son investigados. (1) patrón clásico (por ej.: diarrea crónica con emaciación); (2)
patrón de síntomas gastrointestinales inespecíficos (por ej: dispepsia, meteorismo, flatulencia, dolor abdominal inespecifíco,
diarrea crónica sin emaciación; (3) patrón de manifestaciones extraintestinales (se refiere a síntomas extraintestinales que fueron
el motivo de la investigación: anemia ferropénica, osteoporosis, infertilidad…). (4) Cuando la investigación se realiza en un
programa de cribado por tratarse de familiares de primer grado o por la presencia de enfermedades asociadas (generalmente
autoinmunes) asociadas o no a manifestaciones digestivas inespecíficas, a menudo descubiertas en un interrogatorio dirigido. El
diagrama muestra las numeraciones correspondientes a los motivos que llevaron a la investigación de cada paciente.

■■ L a enteropatía ha curado o existe una me- colitis microscópica –CM– (en presencia de
joría notable de las lesiones: en este caso diarrea debería realizarse una colonoscopia
deben considerarse una serie de condiciones con biopsias múltiples y escalonadas del co-
clínicas frecuentemente asociadas a la ESG lon para cuantificar la población de linfocitos
que pueden explicar la persistencia de los T y las características del epitelio de reves-
síntomas y que deben ser razonablemente timiento)19, el sobrecrecimiento bacteriano
excluidas19-24. Éstas incluyen básicamente la intestinal20 (puede realizarse un test de lac-

340
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

Clínica e histología sugestiva de ESG + falta de


respuesta a la dieta sin gluten (DSG)

NIVEL 1 Considerar un posible error en la evaluación diagnóstica


(Especialmente en pacientes con serología negativa y/o enteropatía
bordeline)

NIVEL 2 Revisar dieta (nutricionista)


Valorar posible ingestión inadvertida de gluten
Valorar niveles séricos de anti-G (indicador de exposición al gluten
Valorar cumplimiento de régimen sin lactosa

NIVEL 3 Evaluar respuesta histológica después de 6 meses de DSG

Histología normal Sin cambios


o notable mejoría histológicos relevantes

Considerar condiciones clínicas Considerar otras causas de


asociadas lesiones histológicas similares
SII a la ESG
Sobrecremiento bacteriano Sobrecremiento bacteriano
Intolerancia a fructosa Postgastroenteritis
Colitis microscópica Giardiasis
Insuficiencia pancreática exocrina Estados de inmunodeficiencia
Intolerancias alimentarias Enfermedad de Crohn
Esprúe tropical
Gastroenteritis eosinofílica
Enteropatía autoinmune

NIVEL 4 CELÍACA REFRACTARIA (Condiciones excluidas)

Descartar yeyunoileítis ulcerativa y linfoma (tránsito intestinal, TC


abdominal, enterografía por RMN, enteroscopia, cápsula endoscópica...)
Descartar linfoma intracríptico (LIE aberrantes)

Tipo I Tipo II

Figura 5. Niveles de actuación ante la falta de respuesta a la dieta sin gluten en un paciente con características clínicas e histoló-
gicas sugestivas de enteropatía sensible al gluten (ESG).

341
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 6. Yeyunoileítis ulcerativa. Las imágenes radiológicas muestran áreas de estenosis y dilatación del intestino delgado.
Obsérvese la estenosis del intestino delgado durante la laparotomía. Cortesía de los doctores Domínguez y Ligorred. Hospital San
Jorge.

tulosa o ensayar un tratamiento empírico situación de este tipo, debe plantearse la posi-
con antibióticos –rifaximina o metronidazol–) bilidad de una celiaquía refractaria. Antes, sin
o la insuficiencia exocrina del páncreas (la embargo, es preciso considerar otras entida-
atrofia de la mucosa repercute en el estímu- des que comparten algunos rasgos histopa-
lo de la secreción pancreática debido a una tológicos similares a los de una enfermedad
menor liberación de secretina). Todas estas celíaca, básicamente: sobrecrecimiento bac-
condiciones poseen un tratamiento específi- teriano intestinal, hipogammaglobulinemia,
co21-24. Otras entidades como el síndrome de esprúe tropical, infecciones (giardiasis)25,
intestino irritable (presente en el 10% de la enfermedad de Crohn, gastroenteritis eosin-
población) pueden coexistir con la ESG y ha- ofílica, y enteropatía autoinmune21,22,26,27. La
cen especialmente difícil la interpretación de demostración de una giardiasis puede hacer
la persistencia de los síntomas. Finalmente, necesario el cultivo del aspirado duodenal y
aproximadamente un 1% de los pacientes con el diagnóstico de enteropatía autoinmune,
ESG presentan otras alergias alimentarias o in- la presencia de anticuerpos antienterocito y
tolerancias. En nuestro laboratorio realizamos
anti-goblet cell antibodies y la demostración
un test de fructosa a estos pacientes.
de hallazgos histológicos característicos, inclu-
■■ Las alteraciones histológicas duodenales per- yendo atrofia subtotal de vellosidades, infiltra-
sisten o apenas se han modificado. En una ción de la lámina propia por linfocitos y células

342
23. Enfemedad celíaca (sensibilidad al gluten)

plasmáticas y relativamente poca cantidad aparición de úlceras irregularmente distribuidas


de linfocitos intraepiteliales. Excluidas todas por el yeyuno e íleon (con menos frecuencia) y es-
estas posibilidades, el clínico debe considerar tenosis de extensión variable que pueden afectar
firmemente la posibilidad de una enfermedad a diversos segmentos del intestino. Aparece con
celíaca refractaria23. mayor frecuencia entre la 5.ª-6.ª década de la vida,
predomina en la mujer y es más probable en aque-
Celiaquía refractaria llos pacientes que no siguen el régimen sin gluten.
Típicamente conduce a un cuadro de malabsorción
Se considera que un paciente sufre una enferme-
grave con diarrea, enteropatía pierdeproteínas y
dad celíaca refractaria cuando los síntomas o las
adelgazamiento progresivo. Otros síntomas inclu-
manifestaciones histológicas (por lo general atrofia
yen fiebre y dolor abdominal. En otras ocasiones
grave de vellosidades) persisten (o recidivan tras
debuta con una complicación grave, incluyendo
una aparente respuesta inicial), a pesar de una DSG
hemorragia, perforación u obstrucción. La figura
durante al menos 12 meses, y no pueden ser ex-
6 muestra el caso de un paciente esquizofrénico
plicadas por otras condiciones capaces de provocar
que hubo de ser intervenido por una obstrucción
atrofia vellositaria28-30. Desde un punto de vista in-
intestinal secundaria a una yeyunoileítis ulcerativa
munológico, este síndrome se subdivide en tipo I y
complicando la evolución de una enfermedad ce-
tipo II, según se identifiquen linfocitos intraepitelia-
líaca. Si bien algunos pacientes evolucionan a un
les (LIE) inmunofenotípicamente normales o abe-
linfoma de células T, esta complicación no es cons-
rrantes, respectivamente. En el tipo II, la expansión tante. La sobrevida a los 5 años es inferior al 5%.
clonal de linfocitos intraepiteliales aberrantes, que Algunos pacientes responden al régimen sin gluten.
no expresan receptores de superficie CD3, CD4 y La respuesta a los corticoides o la azatioprina es va-
CD8, pero sí expresan CD3 en el citoplasma, puede riable35-38.
conducir al desarrollo del linfoma intracríptico de
células T asociado a enteropatía. Cribado
Este proceso puede ser lento y podría verse influi- La enfermedad celíaca es muy frecuente en la po-
do por la secreción de una citocina proinflamatoria blación general (hasta un 1%) y puede tener conse-
(IL-15) que segrega interferón γ, dotando a esta cuencias importantes a lo largo de la vida del pa-
población de linfocitos de un fenotipo citotóxico ciente (aumento de la mortalidad global, aumento
capaz de destruir células epiteliales, provocando del riesgo de tumores, osteoporosis, enfermedades
inicialmente ulceración y finalmente la transfor- autoinmunes, etc.); por lo que se ha llegado a plan-
mación linfomatosa de la mucosa31,32. Este tipo de tear la posibilidad del cribado poblacional. Tenien-
linfoma puede ocurrir hasta en el 60-80% de los do en cuenta las ventajas e inconvenientes de un
casos de celíaca refractaria tipo II, en los 5 años programa poblacional de cribado, por el momento
siguientes al diagnóstico, con una tasa de supervi- no hay acuerdo general ni de autoridades sanitarias
vencia del 15%33,34. En un estudio reciente, la cla- ni de asociaciones científicas para recomendar este
dribina (2-chlorodeoxyadenosine), un agente que procedimiento45.
induce apoptosis, necrosis e inhibición de la sínte-
sis de DNA-RNA, y que ha mostrado su eficacia en Estrategias futuras
determinadas leucemias y en la esclerosis múltiple,
Disminuir la incidencia de la enfermedad y sus con-
ha proporcionado resultados alentadores en pa-
secuencias, así como facilitar su tratamiento son
cientes con enfermedad celíaca refractaria tipo II
objetivos de gran importancia social dado que entre
cuando se adeministra precozamente34. Los pacien-
el 0,5% y el 1% de la población occidental padece
tes con celíaca refractaria tipo I presentan un curso
el trastorno. No se ha probado que las estrategias
más benigno y pueden responder a un ciclo de tra-
de cribado poblacional sean efectivas. En parte, la
tamiento con corticoides (prednisona, budesonida)
dificultad reside en que el tratamiento es complejo,
o inmunomoduladores (azatioprina, ciclosporina).
por lo que convencer a una persona asintomática
de asumirlo es complicado. Sin embargo, sí parece
Yeyunoileítis ulcerativa razonable la búsqueda selectiva en los grupos de
La yeyunoileítis ulcerativa (enterocolitis ulcerativa riesgo, particularmente a partir de los pacientes
no granulomatosa) es una rara pero grave compli- afectos de enfermedad celíaca o de enfermedades
cación de la enfermedad celíaca consistente en la asociadas a la misma.

343
Sección 4. Intestino delgado y colon

Se ha sugerido el uso de peptidasas que al digerir logy, clinical aspects and treatment. Nat Rev
los péptidos impidieran su efecto en la mucosa in- Gastroenterol Hepatol 2010;7:204-13.
testinal, pero parece una estrategia muy compleja 3. DiSabatino A, Corazza GR. Coeliac Disease. Lan-
para llevar a cabo en grandes poblaciones. Asimis- cet 2009;373:1480-93.
mo, se está investigando en el cultivo de variedades 4. Fasano A, Berti I, Gerarduzzi T, Not T, Colleti RB,
de trigo que, conservando la capacidad de producir Drago S et al. Prevalence of celiac disease in
una harina de gran calidad, no contengan los pép- at-risk and not-at-risk groups in the United Sta-
tes: a large multicenter study. Arch Intern Med
tidos dañinos. Sin embargo, resulta muy complejo
2003;163:286-92.
porque las variedades actuales de trigo tienen una
5. Lewis NR, Holmes GKT. Risk of morbidity in
estructura genética compleja poliploide, que pue-
contemporary celiac disease. Expert Rev Gas-
de producir gliadinas tóxicas a partir de múltiples troenterol Hepatol 2010;4:767-80.
áreas del genoma. Hay, además, estudios en otras 6. Ludvigsson JF, Montgomery SN, Ekbom A,
áreas para tratar de bloquear alguno de los pasos Brandt L, Granath F. Small-intestinal histopa-
alterados en el control inmunológico local en la thology and mortality risk in celiac disease.
mucosa46. JAMA 2009;302:1171-8.
7. Cassinotti A, Brindelli S, Clerici M, Trabatto-
Resumen ni D, Lazzaroni M, Ardizzone S et al. HLA and
Autoimmune Digestive Disease: a clinically
La enfermedad celíaca (ESG) es una enteropatía
oriented review for gastroenterologists. Am J
mediada por el sistema immune y desencadenada Gastroenterol 2009;104:195-217.
por la ingestion del gluten en individuos genéti- 8. Arranz E, Garrote JA. Inmunología de la enfer-
camente susceptibles. Su distribución es mundial medad celíaca. Gastroenterol Hepatol 2010;
y afecta al menos al 1% de la población46. El daño 33:643-51.
histológico característico de esta enfermedad es la 9. Jabri B, Sollid LM. Tissue-mediated control of
consecuencia de una reacción anómala del sistema immunopathology in coeliac disease. Nature
inmune que comprende tanto alteraciones de la Reviews Immunology 2009;9:858-70.
inmunidad innata, como de la respuesta inmune 10. Murray JH, Rubio-Tapia A, Van Dyke CT, Brogan
adaptativa frente a las prolaminas contenidas en DL, Knipscheld MA, Lahr B et al. Mucosal atro-
el gluten. El perfil clínico de la ESG ha experimen- phy in celiac disease: extent of involvement,
tado cambios notables en las últimas décadas. Así, correlation with clinical presentation, and res-
el debut como un cuadro de malabsorción florido ponse to treatment. Clin Gastroenterol Hepatol
2008;6:186-93.
es, hoy en día, excepcional, siendo más frecuente
11. Enzari A. Gluten-sensitive enteropathy (ce-
la presentación como síntomas gastrointestinales
liac disease). Controversies in diagnosis and
inespecíficos o como manifestaciones extraintes- classification. Arch Pathol Lab Med 2010;134:
tinales (anemia ferropénica, osteoporosis, inferti- 826-36.
lidad). Es creciente el descubrimiento de esta en- 12. Vivas S, Santolaria S. Enfermedad celíaca. En:
fermedad al investigar a familiares de primer grado Ponce J, ed. Tratamiento de las Enfermedades
o a personas con otras dolencias autoinmunes Gastroenterológicas (AEG). Elsevier. Barcelona,
concomitantes. Por todo ello, se precisa un elevado 2011:265-78.
índice de sospecha clínica para el diagnóstico de la 13. Drut R. Contribución del patólogo en el diag-
enfermedad. De acuerdo con Catassi C et al.48 (tabla nóstico de la enfermedad celíaca. Comen-
6), el reconocimiento de que formas leves de en- tario sobre recientes avances. Rev Esp Patol
teropatía pueden cursar con síntomas igualmente 2011;44:179-181.
relevantes, hace necesario reconsiderar algunos de 14. Wong RCW, Steele RH, Reeves GEM, Wislon
los criterios diagnósticos todavía vigentes (EPSGAN, RJ, Pink A, Adelstein S. Antibody and genetic
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Sección 4. Intestino delgado y colon

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346
24 Sobrecrecimiento bacteriano
Fernando Gomollón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd

Introducción: las bacterias intestinales


Objetivos de este capítulo
Con casi total seguridad, los lectores de este capítu-
❱❱ Describir de forma básica la importancia
lo recordarán los conceptos básicos que estudiaron fisiológica de las bacterias intestinales.
en Biología: evolutivamente primero aparecieron
❱❱ Conocer el concepto de consenso actual y
organismos unicelulares, para posteriormente sur-
práctico de sobrecrecimiento bacteriano.
gir los pluricelulares. El hombre sería un ejemplo de
ser pluricelular, cuya base de organización es una ❱❱ Resumir el proceso diagnóstico y
célula eucariota que en un número de aproxima- terapéutico actual del sobrecrecimiento
damente 1013, y, eso sí con una enorme diversidad, bacteriano.
se agruparía en tejidos y órganos formando un or-
ganismo reconocible como una entidad única, de- REFERENCIAS CLAVE
finida básicamente por un genoma único presente 1. Xaus J. Papel fisiológico de las bacterias
en cada una de las células, tal vez con unos 30.000 comensales. Enfermedad Inflamatoria
genes1. Sin embargo, aunque nos pueda causar Intestinal al Día 2004;3:82-89. (Accesible
problemas de identidad, la biología y la evolución gratuitamente en www.geteccu.org).
son mucho más complejas2. Ya en el siglo XVII An- 2. O’Mahoney S, Shanahan F. Enteric
tón van Leuwenhoek demostró la presencia de microbiota and small intestinal bacterial
microorganismos en los raspados de la superficie overgrotwth. En: Feldman M, Friedman LS,
dental. Posteriormente se fue reconociendo la pre- Brandt LJ, eds. Gastrointestinal and Liver
sencia de bacterias en la piel, el aparato respirato- Disease, 9.ª edición. Saunders. Philadelphia,
rio, el tracto urogenital, e incluso la leche materna3. 2010:1769-78.
Conforme los avances tecnológicos lo han ido per- 3. Singh VV, Toskes Ph P. Small bowel bacte-
mitiendo se ha reconocido que la presencia de bac- rial overgrowth: presentation, diagnosis,
terias y otros organismos como algunos hongos; and treatment. Current Gastroenterolo-
éstos forman parte del organismo que, metafísica- gy Reports 2003;5:365-372. (Accesible
mente, identificamos como el yo. Es más, sólo las gratuitamente previo registro en www.
bacterias presentes en el tracto intestinal son mu- gastrosource.com).
cho más numerosas que las células eucariotas del
organismo (se suele estimar su número en 1014),
y, sobre todo, su variabilidad genética es muchísi-
mo mayor: entre 500 y tal vez hasta 800 especies
y 7.000 cepas diferentes con al menos 700.000 ge-
En el intestino humano vive una microbiota muy
nes diferentes3,4. Creemos que vale la pena resumir
algunos conceptos que el lector puede encontrar compleja, de la que probablemente sólo hemos
mucho más desarrollados en las magníficas revisio- identificado una parte relativamente pequeña,
nes de Xaus y Tannock que hemos citado, además compuesta por números ingentes de bacterias con
de recomendar al lector revisar textos microbioló- una variabilidad genética enorme6. En cada área
gicos, para recordar los conceptos biológicos y eco- del intestino la flora es muy diferente, siendo espe-
lógicos más básicos5. cialmente abundante en el colon. En el esófago, es-

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 347
Sección 4. Intestino delgado y colon

tómago, y la parte proximal del intestino delgado, extraordinario número de especies y cepas, no
tanto el número como la variabilidad de las bacte- impide que en realidad haya algunas especies
rias es considerablemente menor, cuando se com- claramente dominantes, y que sean identificables
para con el intestino delgado distal, y sobre todo algunas funciones básicas que, en cierto modo,
el intestino grueso, en condiciones fisiológicas. son independientes de la variabilidad: ocurren de
Aunque la relación entre la microbiota intestinal y forma similar en diversos sujetos con microbiotas
el huésped se ha descrito en diferentes momentos no exactamente idénticas. Así, es posible que una
como simbiosis, comensalismo, o incluso parasitis- sola molécula como el PSac (polisacárido asociado
mo; probablemente el concepto biológico que me- a Bacteroides fragilis) desempeñe una importan-
jor la define es “mutualismo”7. Se han identificado tísima función inmunomoduladora determinando
diversas funciones de la microbiota3: nutritiva, tró- varias funciones inmunológicas esenciales: entre
fica, protectora e inmunológica: ellas el predominio de la vía Th110. Estas nuevas
vías sugieren que aunque actualmente sólo esta-
❱❱ Así, es conocido que las bacterias intestinales
mos capacitados para modificar la microbiota con
son capaces de metabolizar sustratos nutritivos
herramientas relativamente toscas por su escasa
previamente “inútiles” para el huésped, trans-
selectividad (antibióticos, prebióticos y probióti-
formándolos en substancias con valor energé-
cos), en el futuro un mejor conocimiento de los
tico, además de ser esenciales en la síntesis mecanismos y moléculas implicados puede llevar
de algunas vitaminas; tanto en el ser humano a terapéuticas mucho más eficaces11.
como en otros animales: es conocida su impor-
tancia en los rumiantes. Los ratones que crecen En este contexto, resulta claro que la presencia
con una microbiota normal tienen en la vida de anomalías en la complejísima relación entre la
adulta un 40% más de grasa que los animales microbiota intestinal, el huésped, y el medio am-
que crecen sin gérmenes (germ-free)5. biente es más que probable durante la vida. Tam-
bién es claro que la propia velocidad con la que se
❱❱ Los ácidos grasos de cadena corta, producidos están produciendo los avances en este terreno de
a partir del metabolismo bacteriano de los po- la biología, haga obsoletos los próximos párrafos
lisacáridos, son esenciales para el crecimiento en pocos años. Sin embargo, tenemos que resumir
normal de las células del epitelio intestinal, y el la situación de un modo que resulte práctico para
factor nutritivo fundamental del colonocito. el clínico en el día a día.
❱❱ La presencia de una microbiota normal ejerce
una función protectora al impedir o dificultar la Sobrecrecimiento bacteriano:
colonización por gérmenes con capacidad pa-
tógena: el mejor ejemplo clínico es la infección
concepto y fisiopatología 12
por Clostridium difficile, un problema con cada Convencionalmente hablamos de sobrecrecimien-
vez mayor entidad epidemiológica en los hospi- to bacteriano (SB) cuando se diagnostica un síndro-
tales, asociado claramente a las modificaciones me de malabsorción atribuido a un número exce-
de las bacterias ocasionadas por el uso de anti- sivo de bacterias en el intestino, habitualmente en
bióticos de amplio espectro8. el intestino delgado13. Ya a finales del siglo XIX se
identificó esta posibilidad al asociarse la presencia
❱❱ Quizás el punto más interesante, desde el pun- de anemia a estenosis del intestino delgado. Pos-
to de vista clínico, es que las bacterias intestina- teriormente, se han ido identificando situaciones
les son esenciales para el desarrollo de un siste- que tienen como denominador común una alte-
ma inmunológico adecuado. Sin el estímulo de ración anatómica o funcional del intestino, que al
las bacterias son probables alteraciones en los dificultar el tránsito favorecen el sobrecrecimiento
mecanismos de tolerancia oral y de defensa; lo y la aparición de síntomas de malabsorción (véase
que puede favorecer la aparición posterior de más adelante). Es muy probable que, hoy por hoy,
enfermedades inflamatorias o alérgicas9. sólo seamos capaces de identificar las alteraciones
Curiosamente, la microbiota de una misma per- más groseras de la microbiota intestinal, ya que las
sona es, exceptuando en los primeros años de la propias dificultades conceptuales y metodológicas
vida, muy estable a lo largo del tiempo, a pesar hacen imposible definir con exactitud la normali-
de factores externos nutricionales o de otra ín- dad. Por otra parte, algunos datos indican que el
sobrecrecimiento podría ser, incluso, el responsa-
dole. Además, la gran complejidad genética y el

348
24. Sobrecrecimiento bacteriano

ble de cuadros clínicos tan frecuentes como el sín- tología muy frecuente: la diabetes. Por otro lado,
drome de intestino irritable14. se ha identificado SB hasta en 2/3 de los pacientes
con enfermedad celiaca, probablemente debido a
En la práctica médica actual se reconocen, no obs-
un fallo de aclaramiento intestinal favorecido por
tante, algunas situaciones claves (figura 1) en las
el estado inflamatorio de la mucosa. Es impor-
que es probable una anomalía en la distribución de
tante considerar este fenómeno, porque algunos
la microbiota intestinal10 (tabla 1). Éstas incluyen:
pacientes que no responden a la dieta sin gluten,
mejoran finalmente tras la administración de tan-
Estasis del intestino delgado
das intermitentes de antibióticos (rifaximina, me-
Hay una serie de trastornos estructurales (sobre tronidazol…) (véase capítulo 23). El hipotiroidismo
todo postquirúrgicos) y funcionales (pseudoobs- y la neuropatía que acompañan a la enfermedad de
trucción intestinal) que dificultan el tránsito intesti- Parkinson, también pueden llegar a comprometer
nal. Una serie de evidencias indirectas obtenidas en el aclaramiento (barrido) intestinal de bacterias,
seres humanos y en animales de experimentación, contribuyendo a la proliferación de bacterias en la
sugieren fuertemente que en estos casos la micro- luz del intestino.
biota del intestino delgado aumenta en número y
se asemeja en fenotipo a la presente habitualmen- Rotura de barreras anatómicas
te en el colon. El prototipo de este mecanismo es
el síndrome de asa ciega en el que tras una cirugía
naturales con el colon
un asa queda aislada del tránsito intestinal normal, En este caso, bien sea por una cirugía en la que se
con lo que la microbiota aumenta en número y extirpa la válvula ileocecal, o bien por la aparición
diversidad. Cabe recordar aquí, que por diversos de una fístula enterocólica —el caso más habitual
mecanismos fisiopatológicos, el trastorno motor es el de la enfermedad de Crohn— se rompe la ba-
del intestino es especialmente común en una pa- rrera natural anatómica y peristáltica entre el intes-

Figura 1. Deficit IgA. Tránsito intestinal con hiperplasia nodular difusa, en un paciente con deficit de IgA y sobrecrecimiento
bacteriano. En las imágenes histopatológicas se observa una atrofia vellositaria con infiltrado inflamatorio en la lámina propia.
Cortesía de los doctores Domínguez y Abascal. Hospital San Jorge.

349
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Trastornos asociados a sobrecrecimiento bacteriano

❱❱ Estasis intestinal
1. Alteraciones anatómicas:
• Diverticulosis del intestino delgado.
• Asas ciegas postcirugía.
• Estenosis (enfermedad de Crohn, radioterapia, cirugía).
2. Anomalías motoras del intestino delgado:
• Diabetes.
• Esclerodermia.
• Pseudoobstrucción intestinal idiopática.
• Enteritis por radiación.
• Amiloidosis.
❱❱ Comunicaciones anómalas entre el tracto gastrointestinal proximal y el distal
• Fístula gastrocólica o yeyunocólica.
• Resección de la válvula ileocólica.
❱❱ Causas multifactoriales
• Hipoclorhidria (gastritis atrófica, medicaciones antisecretoras)1.
• Estados de inmunodeficiencia (sida, inmunodeficiencia común variable, malnutrición grave)
• Pancreatitis crónica.
• Cirrosis.
• Alcoholismo.
• Insuficiencia renal terminal.
• Edad avanzada.

1
Clínicamente no suele ser significativa, salvo que exista un trastorno asociado de la motilidad intestinal.
Adaptado de: Vanderhoof JA, Young RJ. Pathogenesis and clinical manifestations of bacterial overgrowth.
UpToDate. 2005 (www.uptodate.com).

tino delgado y el colon, con el consiguiente cambio Tratamiento antibiótico


de la microbiota.
Es indudable que el uso de los agentes antibióti-
cos modernos tiene una profunda influencia en la
Hipoclorhidria biota intestinal, especialmente cuando se utilizan
La secreción de ácido gástrico se ha mantenido agentes con amplio espectro que incluye a las bac-
evolutivamente probablemente por su efecto limi- terias anaerobias dominantes en el colon fisioló-
tante para la colonización por algunas especies de gicamente.
bacterias, hongos y parásitos. Tanto por enferme-
dad (gastritis atrófica), como por resecciones qui-
Cirrosis hepática
rúrgicas (vagotomía, gastrectomía) o por el uso de La cirrosis hepática puede ser también un factor de
fármacos antisecretores (sobre todo los inhibidores riesgo para el sobrecrecimiento bacteriano. Es bien
de la bomba de protones) la secreción ácida puede conocida la influencia que este factor desempeña
estar muy disminuida, lo que favorece la coloniza- en la patogenia de la peritonitis bacteriana espon-
tánea del cirrótico con hipertensión portal (véase
ción bacteriana de los tramos altos del intestino.
capítulo 64).
Inmunodeficiencia Me detengo, no obstante, en dos ejemplos clíni-
cos de gran interés. En la enfermedad de Crohn se
En los pacientes con inmunodeficiencia común va- pueden producir varias de las circunstancias referi-
riable y, con menos intensidad, en aquellos con un das: estasis por la presencia de estenosis, fístulas
déficit selectivo de IgA son comunes las infecciones que rompen las barreras anatómicas normales,
intestinales, incluso por gérmenes normalmente intervenciones que eliminen la válvula de Bahuin,
no agresivos (figura 2). uso de inhibidores de la bomba de protones y an-

350
24. Sobrecrecimiento bacteriano

Figura 2. Imágenes radiológicas de diversas situaciones asociadas a sobrecrecimiento bacteriano. A) Divertículos de gran tamaño
en yeyuno (flechas). B) Paciente con anastomosis ileoanal tras colectomía total por colitis ulcerosa que presenta estenosis de
la misma con importante dilatación del íleon. C) Estenosis actínica del intestino delgado con dilatación de asas del yeyuno. D)
Adenocarcinoma en anastomosis Billroth II con dilatación del asa aferente. E) Fístulas enteroentéricas (flechas) en paciente con
enfermedad de Crohn. Cortesía del Dr. Domínguez. Hospital San Jorge.

tibióticos, y situación de inmunodeficiencia real El exceso de microbiota, su localización anómala,


provocada por los fármacos utilizados como los o una combinación de ambos factores pueden re-
corticoides. Como vemos, prácticamente todas sultar en estados de maldigestión o malabsorción.
las circunstancias favorecedoras de un sobrecreci- Las bacterias anaerobias se adhieren a la mem-
miento se pueden dar en la enfermedad de Crohn. brana del enterocito y liberan enterotoxinas que
provocan un daño directo en la mucosa. A su vez,
El segundo ejemplo es mucho más relevante para
las bacterias aerobias liberan enzimas que también
el médico práctico. Se trata del paciente con edad provocan daño epitelial. Estos mecanismos condu-
avanzada. En estas personas concurren varias de cen a estados de malasimilación de los nutrientes16.
las circunstancias fisiopatológicas implicadas en la
patogenia del sobrecrecimiento bacteriano. Entre Malabsorción de grasas
ellas deben incluirse: deficiencias en la motilidad
Las bacterias presentes en el intestino delgado
intestinal, antecedentes quirúrgicos intestinales, el desconjugan las sales biliares favoreciendo su ab-
uso frecuente de inhibidores de la bomba de proto- sorción en el yeyuno. Ello conduce a una concen-
nes y la exposición frecuente al uso de antibióticos. tración insuficiente de aquellas en la luz intestinal y
La inmunosenescencia comporta, por sí misma, un consiguientemente a una maldigestión que provo-
factor de riesgo para el desarrollo de SB. ca esteatorrea y pérdida de vitaminas liposolubles.

351
Sección 4. Intestino delgado y colon

Por otra parte, los ácidos biliares libres (hidroxila- Malabsorción de ácido fólico
dos) ejercen un efecto tóxico sobre la mucosa in-
crementando la secreción de agua y electrolitos a El consumo bacteriano del ácido fólico puede igual-
la luz intestinal. Ello explica el carácter acuoso de mente impedir su absorción intestinal normal.
la diarrea en muchos casos. El ácido litocólico, un
producto de la degradación bacteriana de las sales Otras alteraciones fisiopatológicas
biliares resulta igualmente tóxico para el epitelio in- En el enfermo cirrótico con hipertensión portal, el
testinal, contribuyendo a la malabsorción de grasas sobrecrecimiento de bacterias contribuye a la de-
y de otros nutrientes. gradación de proteínas y urea y su conversión en
amonio, un factor inductor de encefalopatía hepá-
Malabsorción de hidratos de carbono tica. En los pacientes con bypass yeyunoileal para
La malabsorción de los carbohidratos obedece bá- el tratamiento de la obesidad mórbida, la produc-
sicamente a dos mecanismos. ción de toxinas por las bacterias podría estar im-
plicada en la patogenia de la esteatohepatitis que
❱❱ La degradación intraluminal de los azúcares por aparece en algunos pacientes. La inflamación de
las propias bacterias. la mucosa intestinal debida al efecto tóxico de las
❱❱ El déficit de disacaridasas secundario al daño bacterias puede propiciar en algunos casos una re-
del enterocito (ver más arriba). Todo ello condu- acción inmune aberrante que explica la aparición
ce a la aparición de un contenido hiperosmolar de algunas manifestaciones sistémicas, incluyendo
en la luz intestinal que explica la aparición de una artropatía que se asemeja a la observada en los
diarrea, al atraer fluido desde el compartimen- pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.
to vascular (diarrea osmótica). Por otra parte, Finalmente, el sobrecrecimiento bacteriano puede
los azúcares no absorbidos son producto de la abocar a un estado de acidosis D-láctica.
actividad fermentativa de las bacterias explican-
do la aparición de elevadas cantidades de gas
Manifestaciones clínicas
(CO2, H2 y metano). Ello justifica la distensión y Las consecuencias clínicas de estos trastornos pue-
la flatulencia que padecen a menudo estos pa- den ir desde una simple astenia, hasta un síndrome
cientes. A su vez, la degradación de los carbohi- de malabsorción muy florido, especialmente en al-
dratos por las bacterias produce elevadas con- gunos cuadros postquirúrgicos de síndrome de asa
centraciones de ácidos grasos de cadena corta ciega.
(butirato, propionato, lactato y acetato) que
Sin duda, los textos clásicos recogen los cuadros
incrementan la excreción de agua y electrolitos
más llamativos, y se mencionan como síntomas la
en la luz del colon.
diarrea, a menudo con características esteatorrei-
cas (heces muy abundantes, brillantes, y pegajo-
Malabsorción de proteínas sas), la distensión abdominal, el dolor, y la pérdida
El daño del epitelio intestinal conduce a un déficit de peso; junto con alteraciones clínicas en relación
en la produción mucosa de aminoácidos. Además, con déficits vitamínicos específicos (ceguera noc-
algunos precursores de las proteínas presentes en turna, osteomalacia, polineuropatías) o incluso
la luz intestinal son degradados por las bacterias. Se manifestaciones clínicas de la hipoproteinemia:
ha descrito una enteropatía pierde-proteínas rever- edemas e incluso ascitis. Es claro que en presencia
sible asociada al SB. de antecedentes que aumenten el riesgo (tabla 1)
cualquiera de estos síntomas debería indicar la sos-
Malabsorción de cobalamina pecha clínica de sobrecrecimiento bacteriano. Sin
embargo, si esperamos a la aparición de cuadros
(vitamina B12) clínicos tan llamativos es probable que por una
Aunque las bacterias intestinales sintetizan vitami- parte dejemos de tratar gran parte de los casos,
na B12, algunas cepas ejercen un efecto competitivo y por otra que en el momento del tratamiento se
con los mecanismos de absorción de la cianocoba- hayan producido daños difíciles de mejorar como
lamina determinando finalmente una malabsor- una osteoporosis o una neuropatía por déficit de
ción de esta vitamina. vitamina B12.

352
24. Sobrecrecimiento bacteriano

Es muy probable que hoy en día lleguemos al diag- TABLA 2. Alteraciones clínicas y biológicas del
nóstico la mayor parte de la veces con dos con- sobrecrecimiento bacteriano.
diciones: a) un alto índice de sospecha, tanto en
pacientes con factores de riesgo generales (ancia-
nos, diabéticos) como en aquellos con riesgos más ❱❱ Flatulencia y distensión abdominal
específicos (cirugía abdominal, tratamiento crónico ❱❱ Náuseas
con inhibidores de la bomba de protones, enferme- ❱❱ Diarrea acuosa
dad de Crohn, celiaquía, radioterapia abdominal) y ❱❱ Astenia
b) prestar la debida atención a las determinaciones ❱❱ Pérdida de peso
analíticas. La anemia macrocítica, la hipoprotei-
❱❱ Retraso del crecimiento en la infancia
nemia, una cifra de colesterol relativamente baja
para la edad del paciente, o más directamente los ❱❱ Neuropatía por déficit de cianocobalamina
niveles bajos de ácido fólico o vitamina B12; deben ❱❱ Ataxia 1
hacernos sospechar la posibilidad de un sobrecre- ❱❱ Delirium 1
cimiento bacteriano. La tabla 2 recoge un listado de ❱❱ Tetania 2
las manifestaciones clínicas y biológicas que pue- ❱❱ Osteopenia/osteoporosis
den observarse en el sobrecrecimiento bacteriano.
❱❱ Hemeralopía
Diagnóstico ❱❱ Dermatitis
❱❱ Artritis
Es difícil establecer el diagnóstico de SB con certe-
❱❱ Esteatosis 3
za. En primer lugar, el método de referencia teóri-
co es el cultivo del aspirado yeyunal. Sin embargo, ❱❱ Encefalopatía hepática 4
nadie ha definido todavía con exactitud cuáles son ❱❱ Anemia 5
los parámetros de normalidad del cultivo yeyunal,
que por otra parte no se practica fuera del contexto 1
Tras ingestión de carbohidratos debido a
de la investigación clínica prácticamente en ningún acidosis D-láctica.
centro. Por ello, resulta inútil dedicarle más es- 2
En casos asociados a síndrome del intestino
pacio. Más sencillos y generalizados son los tests
de hidrógeno, como el test de glucosa y el test de corto.
lactulosa. En estos tests se mide la concentración 3
Tras bypass yeyunoileal.
de hidrógeno en el aire espirado del paciente, tras 4
En la cirrosis hepática con hipertensión portal.
administrarle por vía oral una cantidad estándar de 5
Generalmente macrocítica por déficit de Vit B12.
glucosa o de lactulosa. En el primer caso las bacte- Puede ser microcítica si asocia ulceración del intesti-
rias presentes en el delgado metabolizan la glucosa no delgado.
antes de ser absorbida y se produce un pico precoz
de hidrógeno en el aire espirado, y en el segundo
la lactulosa es metabolizada por las bacterias y los
monosacáridos resultantes también son metaboli-
zados aumentando el hidrógeno en aire espirado la D-Xilosa, y se ha sugerido que es mucho más
de forma similar. Son pruebas muy sencillas, pero sensible y específico que cualquier otro test del
con gran cantidad de falsos positivos (tal vez por aliento utilizado para este fin, al menos cuando se
un tránsito rápido) y, sobre todo, de falsos negati- compara con el estándar del cultivo, y con otros da-
vos, puesto que no en todas las personas la biota tos clínicos13. Además de la dificultad inherente al
intestinal es productora de hidrógeno. Además es uso de un isótopo radiactivo, lo que limita su uso
difícil identificar sobrecremientos de la porción a centros con Servicio de Medicina Nuclear, no es
baja del intestino con estos tests. Se ha informa- un test disponible con carácter general. El mismo
do en algún estudio de una sensibilidad tan baja principio puede utilizarse, no obstante, utilizando
como un 16%13, por lo que resulta discutible, cuan-
13
C como átomo marcado, no radiactivo, detecta-
do menos, su utilidad real. Más interesante es el ble con el mismo espectrómetro de masas que se
test de D-Xilosa marcada con 14C. En este test se usa para el test del aliento con urea en el caso de
evalúa la presencia de 14C en el aliento del pacien- la infección por Helicobacter pylori. A pesar de su
te en los primeros 30-60 minutos tras administrar sencillez teórica, el test no está todavía muy difun-

353
Sección 4. Intestino delgado y colon

dido en la práctica. Es posible que otros tests, como rro, calcio, vitamina D, y ácido fólico. Si se detecta
el que utiliza 13C-sorbitol sean útiles en el futuro. déficit de vitamina B12, el tratamiento es urgente,
Es evidente que si queremos avanzar en el conoci- pero no necesariamente intramuscular o subcutá-
miento clínico de este síndrome es preciso estan- neo, con la dosis adecuada (en torno al miligramo,
darizar métodos diagnósticos sencillos, asequibles no al microgramo) la vitamina B12 oral es eficaz y
y generalizables. En los pacientes con déficit de sencilla de administrar.
vitamina B12, el test de Schilling modificado con un
tratamiento antibiótico puede confirmar la presen- Antibióticos
cia del sobrecrecimiento.
El punto clave del tratamiento es el uso de antibió-
En la mayoría de las ocasiones, no obstante, el clíni- ticos. Por una parte son el tratamiento más eficaz,
co práctico tiene que conformarse con establecer el y por otra parte las dificultades diagnósticas hacen
diagnóstico por un conjunto de factores: a) presen- que en la práctica clínica diaria la respuesta clínica al
cia de uno o más factores de riesgo de sobrecreci- uso de antibióticos sea el dato con más valor en el
miento bacteriano; b) clínica o alteraciones analíti- diagnóstico. El tratamiento ha sido objeto de una re-
cas compatibles y c) una buena respuesta clínica al visión exhaustiva reciente18. Los textos clásicos reco-
tratamiento médico. mendaban la utilización de tetraciclina (250 mg cua-
tro veces al día), pero estudios recientes sugieren
Tratamiento que esta pauta es eficaz en menos de la mitad de
los pacientes. Se han utilizado por diversos autores
El tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano debe
amoxicilina y clavulánico; trimetoprim-sulfametoxa-
ser multifactorial. Por supuesto, lo más importante
zol, metronidazol solo o asociado a un b-lactámico,
es corregir el factor desencadenante cuando ello es
quinolonas (ciprofloxacina, ofloxacina), cloranfe-
posible. En ocasiones el montaje quirúrgico que ha
nicol, rifaximina y otros antibióticos. Aunque la
dado lugar al problema clínico puede reconstruirse,
experiencia clínica con algunos de estos fármacos
puede eliminarse una estenosis en una enfermedad
es muy grande, hay una carencia manifiesta de en-
de Crohn, o puede eliminarse una fístula. Además,
sayos clínicos, y es muy difícil objetivar diferencias
en algunos trastornos motores un tratamiento mé-
reales dadas las dificultades diagnósticas y de se-
dico efectivo podría cambiar la situación, mediante
guimiento: muchas veces la simple respuesta clínica
el uso de proquinéticos (cisapride, eritromicina, oc-
es el único indicador que tenemos de respuesta al
treótido), por ejemplo. No obstante, estos fármacos
tratamiento. Curiosamente, no es raro que, en au-
son poco potentes o han sido retirados del mercado
sencia de alteraciones estructurales postquirúrgi-
como en el caso del cisapride, por lo que tienen una
cas graves, un ciclo de 7 a 14 días de tratamiento
utilidad real muy limitada en la práctica. Algunos au-
se siga de respuesta prolongada, algo que sugiere
tores proponen el uso de “lavados” periódicos intes-
que el tratamiento ha permitido restaurar el nicho
tinales con laxantes osmóticos (polietelinglicol), y es
ecológico previo (los nichos ecológicos para ser más
teóricamente posible que en algunos trastornos de
exactos biológicamente). Sin embargo, en muchos
motilidad, su uso prudente y periódico pudiera mo-
pacientes son necesarios ciclos de tratamiento pro-
dificar la microbiota de forma suficiente para influir
longados. De forma empírica, se tiende a rotar fár-
en la situación clínica. En la mayoría de los pacien-
macos utilizando las dosis mínimas eficaces, y existe
tes, no es posible actuar con eficacia sobre el factor
interés en comprobar si la eficacia de un agente no
o factores causales. En todos ellos hay dos puntos
absorbible y con escasísima toxicidad como la rifaxi-
esenciales: el uso de antibióticos y la corrección de
mina se mantiene en el tiempo y es comparable a
los déficits nutricionales.
otras pautas, puesto que su perfil farmacodinámico
(casi nula absorción intestinal, escasa generación de
Corrección de déficits nutricionales resistencias) lo hace un buen candidato para el tra-
Es claro que si se detectan déficits deben suminis- tamiento de este síndrome. No hay dosis ni duracio-
trarse los nutrientes, vitaminas u oligoelementos nes del tratamiento estandarizadas, debiendo con-
necesarios. Muchas veces es útil atender a la nu- siderarse siempre que el tratamiento puede causar
trición general del paciente, administrando además por sí mismo nuevos problemas, incluso similares a
agentes polivitamínicos que contienen los requeri- los que se trata de combatir. Se recomienda, tam-
mientos de oligoelementos y minerales. Es preciso, bién de forma empírica, rotar los fármacos para evi-
además, en la mayoría de los pacientes utilizar hie- tar generar resistencias.

354
24. Sobrecrecimiento bacteriano

Teóricamente el uso de prebióticos/probióticos 4. Tannock GW. New perceptions of the gut mi-
sería una aproximación lógica al tratamiento del crobiota: implications for future research. Gas-
sobrecrecimiento bacteriano. Sin embargo, care- troenterol Clin N Am 2005;34:361-82.
cemos de estudios controlados que nos permitan 5. Baquero F. Microflora normal del hombre. En:
recomendar su uso sistemático en estos pacientes. Perea E, ed. Enfermedades Infecciosas. Doyma.
Es probable que en el futuro se utilicen al menos Barcelona, 1991:31-45.
como coadyuvante del tratamiento antibiótico, 6. Arumugam M, Raes J, Pelletier E, Le Paslier D,
tratando de dirigir el efecto sobre la microbiota al Yamada T, Mende DR et al. Enterotypes of the
deseado por todo clínico: aumento de las bacterias human gut microbiome. Nature 2011;29:415-20.
antiinflamatorias y disminución de las proinflama- 7. Bäckhed F, Ley RE, Sonnenburg JL, Peterson
torias (o sus productos metabólicos respectivos). DA, Gordon JI. Host-bacterial mutualism in the
human intestine. Science 2005;307:1915-20.
Otras terapias 8. Hull MW, Beck PL. Clostridium dificcile associated
colitis. Can Fam Physician 2004;50:1536-1540.
Existen algunos informes aislados sugiriendo que
9. MacDonald TT, Monteleone G. Immunity, infla-
en algunos casos graves el uso de antiinflamatorios
mmation, and allergy in the gut. Science 2005;
como corticoides puede ser útil, tal vez porque el
307:1920-25.
sobrecrecimiento haya desencadenado en la muco-
10. Mazmanian SK, Liu C-H, Tzianabos AO, Kasper
sa un proceso inflamatorio que sea en parte respon-
DL. An immonomodulatory molecule of sym-
sable de la clínica. En casos seleccionados de sobre- biotic bacteria directs maturation of the host
crecimiento bacteriano refractario a otras medidas, immune system. Cell 2005;122:107-18.
especialmente en pseudoobstrucciones graves
11. Fiocchi C. One comensal bacterial molecule—
debidas a neuropatía intestinal o en situaciones de all we need for health? N Engl J Med 2005;
inmunodeficiencia (figura 1) ha demostrado ser útil 353:2078-80.
el empleo de análogos de la somatostatina como el
12. O’Mahoney S, Shanahan F. Enteric microbiota
octreótido, (Sandostatín LAR®; ampollas de 10, 20 and small intestinal bacterial overgrotwth. En
y 30 mg) que puede administrarse por vía im cada Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ. Gastroin-
28 días. Es probable que el lanreotido (Somatulina testinal and Liver Disease. 9.ª edición. Saun-
Autogel®; ampollas de 60, 90 y 120 mg) pueda ser ders. Philadelphia, 2010:1769-78.
útil en el mismo escenario, con la ventaja adicio- 13. Li E. Bacterial Overgrowth. En: Yamada T, ed.
nal que conlleva la posibilidad de su administración Textbook of Gastroenterology. Lippincot Wi-
subcutánea en pacientes que toman dicumarínicos lliams and Wilkins. Philadelphia, 1999:1697-703.
para la prevención de accidentes tromboembóli- 14. Lin HC. Small intestinal bacterial overgrothw:
cos. Un inconveniente de ambos productos es su a framework for understanding irritable bowel
elevado coste y la posibilidad de favorecer el de- síndrome. JAMA 2004;292:852-8.
sarrollo de colelitiasis a largo plazo, generalmente 15. Morencos FC, De las Heras G, Martín L, López
asintomática. Ambos fármacos disminuyen los MJ, Ledesma F, Pons F. Small bowel bacterial
niveles plasmáticos circulantes de ciclosporina, lo overgrowth in patients with alcoholic cirrhosis.
que debe ser tenido en consideración en pacientes Dig Dis Sci 1995;40:1252-6.
en tratamiento con este inmunosupresor. Su utiliza- 16. Singh VV, Toskes PP. Small bacterial overgrowth:
ción requiere el permiso del Ministerio de Sanidad presentation, diagnosis and treatment. Current
(uso compasivo)17. Gastroenterology Reports 2003;5:365-72.
17. Riordan SM, McIver CJ, Walter BM et al. The
Bibliografía lactulose breath hydrogen test and small bac-
1. Cavalli-Sforza LL. The human genome diverstity terial intestinal overgrowth. Am J Gastroente-
project: past, present and future. Nat Rev Ge- rol 1996;91:1795-803.
net 2005;6:333-340. 18. Desai A, Toskes PP. Bacterial overgrowth síndro-
2. Gould SJ. La Estructura de la Teoría de la Evolu- me. Curr Treta Opt Infect Dis 2003;5:189-96.
ción. Ed. Tusquets. Barcelona, 2004. 19. Soudah HC, Hasler WL, Owyang C. Effect of
3. Xaus J. Papel fisiológico de las bacterias co- octreotide on intestinal motility and bacterial
mensales. Enfermedad Inflamatoria Intestinal overgrowth in scleroderma. N Engl J Med 1991;
al Día 2004;3:82-8. 21;325:1461-7.

355
25 Síndrome de intestino corto.
Fracaso intestinal
Fernando Gomollón
Servicio de Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza.
CIBERehd

Introducción
Objetivos de este capítulo
El concepto de síndrome de intestino corto solía
❱❱ Definir la importancia epidemiológica del
referirse a aquellos cuadros de malabsorción re-
síndrome de intestino corto.
sultantes de resecciones previas del intestino (cua-
dros adquiridos), o de su ausencia por malforma- ❱❱ Reconocer los diversos subtipos y grados
ción (cuadros congénitos). Sin embargo, cada vez del síndrome de intestino corto.
resulta más práctico utilizar el concepto de fraca- ❱❱ Conocer las bases fundamentales del
so intestinal que incluye todas las entidades que tratamiento del síndrome de intestino
pueden causar un defecto de la función intestinal, corto.
como la seudoobstrucción intestinal crónica, ya
que plantean los mismos problemas de diagnóstico
REFERENCIAS CLAVE
y manejo. Si se aplica de forma restrictiva (longitud
de intestino delgado remanente menor de 200 cm), 1. Buchman AL. Short Bowel Syndrome. En
el síndrome de intestino corto es una patología in- Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ (edi-
frecuente1; sin embargo, resecciones menores se tors) Gastrointestinal and Liver Disease. 9ª
siguen a menudo de alteraciones de la absorción edición. Saunders. Philadelphia, 2010:1779-
cuya repercusión a largo plazo sobre el paciente 1795.
puede ser significativa2. 2. Shatnawei A, Parekh NR, Rhgoda KM et al.
Intestinal failure management at the Cle-
Epidemiología veland Clinic. Arch Surg 2010;145:521-527.
La falta de acuerdo sobre la definición del síndrome 3. Fishbein TM. Intestinal Transplantation. N
hace difícil obtener las cifras de incidencia o preva- Engl J Med 2009;361:998-1008.
lencia. Se suele estimar indirectamente la frecuen-
cia a través del número de personas que reciben
Nutrición Parenteral Total (NPT) domiciliaria a cau-
sa de este síndrome. La incidencia y prevalencia de
NPT se sitúa en 3 y 4 por millón respectivamente, de algunas enfermedades como la enfermedad de
en algunos estudios no demasiado recientes2. Alre- Crohn han reducido de forma considerable la ne-
dedor de 1/3 de estos pacientes tienen un síndro- cesidad de exéresis del intestino delgado, disminu-
me de intestino corto. Hay que tener en cuenta que yendo la incidencia de intestino corto. Sin embargo,
menos de la mitad de los pacientes con intestino los avances en el manejo de otras entidades, como
corto requieren NPT, y que la indicación de NPT la isquemia intestinal, las malformaciones o los
puede variar sustancialmente según las zonas geo- traumatismos condicionarán, probablemente en
gráficas. No obstante, en su expresión más comple- un futuro próximo, un aumento de su prevalencia,
ta el síndrome de intestino corto es una patología al aumentar la supervivencia de estos pacientes.
infrecuente. En Suecia, por ejemplo, con una po-
blación de 9.000.000 de habitantes, hay unos 400
Etiología
pacientes3. Ello implicaría unos 2.000 casos en Es- En el adulto las causas más frecuentes de síndrome
paña, si la prevalencia fuera similar a la de Suecia. de intestino corto son la isquemia intestinal, la en-
Debe subrayarse que los avances en el tratamiento fermedad de Crohn (figura. 1), las resecciones tras

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 357
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Causas de intestino corto

❱❱ En adultos
• Accidentes vasculares graves del territorio
mesentérico.
- Embolia de la arteria mesentérica superior
- Trombosis de la arteria mesentérica superior.
- Trombosis venosa mesentérica.
• Seudoobstrucción intestinal crónica*
• Resección intestinal por neoplasia.
• Vólvulo del intestino delgado.
• Resecciones múltiples por enfermedad de
Crohn.
• Enteritis por radiación*
• Esprúe refractario*.
• Esclerodermia y enfermedades del tejido
conectivo*
• Traumatismos.
❱❱ En el niño
Figura 1. La enfermedad de Crohn sigue siendo la causa • Atrofia vellositaria congénita*
más frecuente de intestino corto postquirúrgico. La imagen • Aganglionosis extensa*
(cortesía del Dr. Crespo) corresponde a una enfermedad de
Crohn con extensa afectación del intestino delgado. Pueden • Gastrosquisis
apreciarse áreas estenóticas, seudidivertículos y fístulas • Atresia yeyunal o ileal
enteroentéricas.
• Enterocolitis necrotizante
* No debida a amputación anatómica, sino a déficit
grave de la función intestinal.
accidentes y el daño por radiación. En los niños las
causas más frecuentes son diversas malformacio-
nes congénitas y la enteritis necrotizante2 (tabla 1).
en el ser humano adulto al menos entre uno y dos
Fisiopatología y clasificación años. No se produce a expensas de un aumento de
longitud, sino a través de un proceso de ensancha-
La falta o pérdida del intestino resulta en una ob- miento de las asas, con aumento del tamaño de
via disminución de funcionalidad. Aunque lo más las vellosidades tanto en diámetro como en altura,
evidente es la pérdida de capacidad de absorción como se demuestra en experimentos animales y
intestinal, también se ven afectadas las funciones se confirma en observaciones clínicas radiológicas
endocrinas, neurológicas, e inmunológicas del en humanos. Resulta curioso cómo la hiperfagia
intestino; funciones que no sólo repercuten tam- también puede ser una parte importante del fenó-
bién en el propio proceso de absorción, sino que meno de adaptación6. En este punto, resulta esen-
también tienen consecuencias sistémicas. Es claro cial distinguir dos tipos de síndrome de intestino
que la longitud del segmento remanente es ex- corto: aquellos en los que se ha resecado también
tremadamente importante, y así si el único intes- el colon y aquellos en los que persiste el colon. En
tino remanente lo constituyen menos de 1 metro aquellos pacientes que conservan el colon (o al
de yeyuno, la respuesta secretora ante la comida menos una porción significativa del mismo que vie-
desaparece, por ejemplo4. Cuando se extirpa una ne a cifrarse en unos 50 cm), éste puede transfor-
porción relevante de intestino interviene además marse en un órgano con importantes capacidades
un fenómeno de adaptación5 paulatino que trata de absorción que remedan en muchos aspectos al
de normalizar los procesos de absorción intesti- intestino delgado perdido7, por lo que la situación
nal. Este proceso es complejo, progresivo, y dura clínica será mucho más benigna. Aunque existe

358
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal

Figura 2. Uno de los factores determinantes de la diarrea en


el síndrome de intestino corto es la presencia o ausencia de
válvula íleo-cecal tras la resección y la persistencia o no de
enfermedad en el intestino remanente. La imagen corres-
ponde a una pieza de resección del ciego e íleon terminal en
un paciente con enfermedad de Crohn. (Reproducida con
permiso de Propuestas Informáticas, S.L. Atlas de Patología
Digestiva (I). R. Sáinz Samitier, M. Montoro, M.A. Simón, eds.
Barcelona, 1997.).

una clara correlación entre la longitud remanente y


la gravedad del cuadro8, hay otros muchos factores Figura 3. La exéresis de extensiones variables de intestino
delgado provoca diferentes síntomas y complicaciones
a tener en cuenta, como la pérdida de zonas con atribuídas al “fracaso intestinal”. Campo operatorio corres-
receptores concretos, de zonas especializadas en la pondiente a dos cuadros de isquemia mesentérica aguda con
producción de diversos péptidos u hormonas, así extensa necrosis intestinal (Cortesía del Dr. Placer. Hospital
como la desaparición o no de la válvula ileocecal de Donostia).
en el proceso quirúrgico, o el daño persistente en
el intestino remanente (figura 2). Algunos de estos
fenómenos pueden ejemplificarse claramente en la
enfermedad de Crohn. En la resección ileal, la más
común en esta entidad, desaparecen receptores y vitamina B12, además de afectar indirectamente a
esenciales en la absorción normal de la vitamina B12 otros procesos mediante una aceleración del trán-
y de las sales biliares, a menudo es extirpada la vál- sito. Obviamente, las resecciones más extensas se
vula ileocecal, favoreciendo la migración y coloniza- siguen de ambos tipos de consecuencias.
ción de bacterias procedentes del colon, y además En los pacientes con resecciones masivas las princi-
es muy probable que siga existiendo enfermedad pales alteraciones fisiopatológicas incluyen no sólo
en el segmento de intestino remanente. la malabsorción de macro y micronutrientes, sino la
De forma más general, la resección del yeyuno se hipersecreción gástrica secundaria a la hipergastri-
sigue de pocos defectos en la absorción de macro- nemia (presente al menos 6 meses) y las pérdidas
nutrientes o líquidos (figura 3), pero determina un de líquidos y electrolitos que acompañan a la acele-
estado de hipersecreción gástrica, a menudo tran- ración del tránsito intestinal. Estas alteraciones son
sitorio, y un cierto grado de insuficiencia pancreá- particularmente intensas en las primeras semanas,
tica. El primer fenómeno es debido a un fallo en la hasta que los fenómenos de adaptación intestinal
liberación de hormonas intestinales con capacidad consiguen corregir al menos parcialmente esta si-
para inhibir la secreción gástrica (enterogastronas), tuación. La situación es mucho más complicada,
siendo una causa conocida de hipergastrinemia. cuando también falta el colon. En este caso, las pér-
La insuficiencia exocrina obedece a un déficit en didas de sodio, magnesio, calcio y otros iones son
la excrección de enzimas al disminuir la señal que mucho más difíciles de equilibrar por vía oral. Por
estimula su secreción durante la digestión. Por el supuesto, el primer período de una o dos semanas
contrario, la resección del íleon tiene menos efec- tras la cirugía es crítico, y resulta muy difícil com-
tos hormonales, pero causa malabsorción de grasas pensar la situación hidroelectrolítica.

359
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 4. El síndrome de intestino corto constituye un factor


de riesgo para el desarrollo de colelitiasis y de litiasis renal.
En la imagen de la arriba pueden apreciarse varios cálculos
radiotransparentes (litiasis de colesterol). En la imagen de
abajo se aprecia una litiasis renal coraliforme bilateral (corte-
sía del Dr. Arenas. Hospital 12 de Octubre. En: Montoro M,
et al (ed). Principios Básicos de Gastroenterología 2ª edición.
Madrid 1997. Reproducida con permiso de Jarpyo editores
S.A.).

Otro punto a recordar, como ejemplo de las con- tamente los fármacos que el paciente necesita por
secuencias indirectas de una resección intestinal, otros motivos, por lo que hay que reconsiderar las
es que la defectuosa absorción de grasas deja que dosis y vías de administración, en cada caso.
el calcio dietético se una de forma preferente a los
ácidos grasos libres. El oxalato incorporado en la Manifestaciones clínicas y diagnóstico
dieta queda libre y se absorbe en cantidades des-
Las manifestaciones clínicas típicas del síndrome de
proporcionadas en el colon. La consiguiente hiper-
intestino corto son indistinguibles de las de otros
oxaluria puede favorecer la aparición de cálculos en
síndromes de malabsorción e incluyen primordial-
el riñón9. A su vez, la malabsorción de sales biliares
repercute directamente sobre el círculo entero- mente la diarrea y la esteatorrea, en grados varia-
hepático, disminuyendo la excrección biliar de bles, junto con los síntomas resultantes de déficits
aquéllas, un factor que sobresatura la bilis de co- de macro y micronutrientes. Por supuesto, la in-
lesterol, favoreciendo la aparición de litiasis biliar tensidad de los síntomas depende de la extensión
(figuras 4 y 5 ). de la resección, de la afectación o no del colon, y
del área anatómica específicamente afectada. El
En orden al pronóstico y tratamiento posterior tiempo transcurrido desde la intervención también
resulta práctico distinguir tres grandes tipos de constituye un factor modulador de los síntomas. El
síndrome de intestino corto2: 1) pacientes con una diagnóstico resulta sencillo en los casos que apare-
anastomosis yeyunoileal que no tienen colon; 2) cen en personas adultas, puesto que el anteceden-
pacientes con una yeyunostomía terminal; y 3) pa- te quirúrgico es claro. No obstante, siempre resulta
cientes con una anastomosis yeyuno o ileocólica de ayuda estimar radiológicamente la longitud del
con preservación del colon. Aunque en todos los segmento intestinal remanente. La citrulina es un
grupos la longitud del intestino remanente será aminoácido que producen los enterocitos, y se ha
determinante en el pronóstico y la necesidad o sugerido que puede ser un marcador de la función
no de nutrición parenteral a medio y largo plazo,
de absorción intestinal. Aunque sólo lo ha sugeri-
el último grupo, que es el más común en adultos,
do un grupo, parece que una concentración baja
comporta un mejor pronóstico.
(menor del 20 µmol/l) tiene una alta sensibilidad
Una consecuencia a tener en cuenta, asimismo, es y especificidad para detectar los casos con un fallo
que también pueden dejar de absorberse correc- de absorción definitivo, que requerirán nutrición

360
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal

parenteral10. Es preciso, por supuesto, valorar la calcio, y probablemente también de magnesio.


situación nutricional del paciente mediante las Es importante controlar analíticamente la situa-
determinaciones clínicas y analíticas, no olvidando ción real del paciente, porque tanto el déficit de
valorar objetivamente proteínas, albúmina, coles- vitamina B12, como el de calcio pueden tener
terol, vitamina B12, ferritina, ácido fólico, hemoglo- consecuencias negativas a medio o largo plazo
bina, calcio, magnesio y todos aquellos parámetros para el paciente. La vitamina B12 puede adminis-
que resultan de utilidad para el seguimiento del trarse, en contra del dogma establecido, por vía
caso tras establecer el tratamiento. Parte de la clí- oral12; y el calcio debe administrarse junto con
nica puede provenir de un sobrecrecimiento bacte- vitamina D. Muy probablemente, lo más prácti-
riano que aparece frecuentemente. co sea administrar como suplementos la vitami-
na B12 y el calcio con vitamina D en todos estos
Tratamiento pacientes. Además de otras evaluaciones, es
probable que una densitometría ósea sea reco-
❱❱ En los casos con una resección ileal limitada
mendable, puesto que además del calcio y la vi-
(menos de 100 cm), la situación más habitual en
tamina D algunos pacientes se beneficiarán del
la práctica diaria en la enfermedad de Crohn, el uso de fármacos que aumentan la masa mineral
control postoperatorio inmediato no suele pre- ósea (según el caso bisfosfonatos, derivados de
sentar grandes dificultades, y la mayoría de los estroncio, o teriparatida).
pacientes toleran con facilidad la reinstauración
progresiva de la dieta oral. Sin embargo, en el ❱❱ En los casos con resección intestinal extensa
curso de días o semanas pueden desarrollar una sin colectomía o con colectomía sólo parcial, el
diarrea de difícil control. Una vez descartada la objetivo es conseguir a medio plazo una alimen-
etiología inflamatoria del cuadro, la diarrea pue- tación sólo oral, pero en el postoperatorio la
de relacionarse bien con los efectos de los áci- situación puede ser en extremo complicada. Ini-
dos biliares hidroxilados por las bacterias o bien cialmente suele requerirse la nutrición parente-
por esteatorrea. Ésta suele aparecer sobre todo ral, junto con la rehidratación por la misma vía.
en resecciones superiores a 100 cm. En exéresis La reintroducción de la alimentación oral será
más limitadas, el déficit de absorción de sales paulatina pero precoz (ya que el efecto trófico
biliares logra ser compensado por un incre- de la nutrición enteral u oral es esencial para el
mento de su íntesis hepática evitando en gran fenómeno de adaptación), y parece que lo más
medida la maldigestión de las grasas. Cuando la adecuado es utilizar una dieta baja en grasas y
diarrea depende básicamente del efecto secre- rica en proteínas con un aporte controlado de
tagogo de las sales biliares hidroxiladas, puede hidratos de carbono, aumentando y diversifi-
ser de utilidad la administración de un quelante, cando el contenido de forma paulatina. Hay que
como la colestiramina o el colestipol, que pue- evitar los alimentos hiperosmolares, porque in-
de proporcionar una mejoría de los síntomas. ducirán diarrea con facilidad, inicialmente usar
En ocasiones, sin embargo, especialmente si la nutrición enteral controlada por sonda, y poste-
resección es extensa o con hemicolectomía, la riormente nutrición oral en pequeños volúme-
colestiramina es poco eficaz. No es excepcional, nes repetidos; para ir poco a poco normalizando
además, que la colestiramina sea simplemente la situación en lo posible. Se discute si es nece-
mal tolerada. Aunque sólo son datos no contro- sario restringir la lactosa, algo que puede inten-
lados, se ha sugerido que otro agente quelante tarse de forma individual. Además de los suple-
de sales biliares, el colesevelam, podría ser útil mentos de vitaminas, calcio, magnesio, y otros
oligoelementos; hay varios grupos de fármacos
para mejorar la diarrea con menos efectos se-
que pueden resultar útiles, en dependencia de
cundarios en estos pacientes11. Una dieta pobre
las circunstancias clínicas.
en grasas y rica en hidratos de carbono puede
atenuar la diarrea en los casos de esteatorrea.
En estos casos, resulta apropiado incorporar
Tránsito intestinal muy acelerado
en la dieta grasas en forma de triglicéridos de Pueden ser de utilidad agentes que inhiben la mo-
cadena media (MCT)2. Además de la propia mo- tilidad: loperamida, difenoxilato, codeína, clonidina
lestia clínica de la diarrea, de forma perceptible u octreótido. El fármaco y las dosis dependerán de
o imperceptible, puede producirse además un la respuesta inicial a cada uno de ellos. De elección
déficit de vitamina B12, un balance negativo de es la loperamida, que se puede dar hasta en dosis

361
Sección 4. Intestino delgado y colon

de 16 mg/día; pero no es infrecuente que se re- la mayoría de los casos con menos de 100 cm de
quiera codeína. Sólo si estos fármacos fracasan se longitud remanente será preciso instaurar nu-
utilizará el octreótido, cuyo mecanismo de acción trición parenteral de forma indefinida, aunque
no es bien comprendido, pero que ha mostrado ser deben recibir en cuanto sea posible una parte
eficaz al menos en estudios no controlados. Se ha de la nutrición por vía oral. En estos casos pue-
informado, en casos aislados, de una posible efica- de ser difícil incluso mantener el equilibrio del
cia de la clonidina para lentificar el tránsito en algu- agua, el sodio y el potasio; especialmente en el
nos pacientes13. período del postoperatorio inmediato. Cuando
la situación se estabiliza, van apareciendo poco
Hipersecreción gástrica a poco las complicaciones que limitan el uso a
largo plazo de la nutrición parenteral: la infec-
Puede controlarse con inhibidores de la bomba de
ción, la trombosis, y la esteatohepatitis. Por
protones. Aunque en los textos tradicionales se
supuesto, pueden ser necesarias y útiles las me-
mencionan los antiH2, la superioridad de los IBPs
didas farmacológicas que hemos esbozado en el
junto con su facilidad de administración, los hacen
tratamiento del subtipo anterior.
preferibles en la mayoría de los casos. No obstan-
te, en algunos pacientes también puede haberse Es claro que, sea cual sea el subtipo de síndrome
dañado la capacidad de absorción de los IBPs, que de intestino corto que padece el paciente, es pre-
puede, además, estar comprometida paradójica- ciso un manejo dietético que tiene que ser perso-
mente por la misma hipersecreción (dado que son nalizado y muy especializado. Debe atenderse al
moléculas ácidosensibles). Por ello, puede ocurrir contenido calórico, a la composición en macro y
que se necesiten dosis muy altas, similares a las ne- micronutrientes y al contenido en oxalatos. Igual-
cesarias en la esofagitis refractaria o en el síndrome mente debe considerarse el contenido en lactosa,
de Zollinger-Ellison. la proporción de triglicéridos de cadena media en-
tre las grasas administradas, y la cantidad de fibra
Sobrecrecimiento bacteriano soluble14. Este aspecto requiere una asistencia muy
especializada, con un objetivo claro: conseguir una
En este caso deben emplearse antibióticos apro-
buena situación nutricional si es factible sin nutri-
piados: se han utilizado sobre todo tetraciclinas,
ción parenteral, para alcanzar una calidad de vida lo
metronidazol, rifaximina, ciprofloxacina y otros an-
más próxima a la normal15. En muchos casos, a pe-
tibióticos; a veces acompañados o alternando con
sar de todo, no se puede evitar el requerimiento de
probióticos. Es probable que en algunos pacientes
una nutrición parenteral a largo plazo: es probable
se necesiten cambios de fármacos. Se desconoce
que estos pacientes se beneficien de un tratamien-
la posible utilidad del uso de prebióticos en esta
to en centros específicos de referencia. Las medi-
indicación, pero es probable que se trate de una
das terapéuticas exigen, además, de considerables
indicación “ideal” para este tipo de aproximación,
esfuerzos educacionales, puesto que la tasa de
tratando de favorecer la recuperación de una flo-
complicaciones de la NPT es críticamente depen-
ra intestinal más “fisiológica”. La escasa fiabilidad
diente no sólo de los profesionales, sino también
de los tests habitualmente utilizados hace que en
del manejo por parte del propio paciente o de sus
ocasiones sea razonable instaurar el tratamiento
familiares en los casos infantiles. Considerando la
empíricamente, y decidir según la respuesta clínica.
posible importancia de las complicaciones infeccio-
sas, no se deben escatimar medios en la formación.
Insuficiencia exocrina del páncreas
En algunos de estos pacientes, la única solución a
Los suplementos con enzimas pancreáticos pueden
largo plazo pasa por un trasplante intestinal. Sus
ser de utilidad en algunos pacientes en los que la
resultados van mejorando poco a poco, aunque el
resección yeyunal causa una falta de secreción pan-
número de adultos trasplantados de intestino sigue
creática. Un alto índice de sospecha ayuda a diag-
siendo muy bajo porque, aunque es factible, se
nosticar el proceso, algo no siempre fácil en estas
asocia con una tasa muy alta de complicaciones y
circunstancias.
mortalidad. No obstante, los últimos informes de-
❱❱ Finalmente, en aquellos casos con una resec- muestran que podría ser una aproximación con un
ción intestinal extensa con colectomía, la situa- porcentaje relativamente alto de éxitos16. Hay, tam-
ción más grave, todos los pacientes necesitan bién, varias líneas experimentales que tratan de
nutrición parenteral inicialmente. Además, en favorecer, acelerar y extender el proceso natural de

362
25. Síndrome de intestino corto. Fracaso intestinal

adaptación intestinal, utilizando GH (hormona del increases incidence of renal stones, but does
crecimiento) o análogos del Glucagon-like peptide not change high prevalence of gallstones in pa-
2 (GLP-2): los resultados con este fármaco (teduglu- tients with a short-bowel. Gut 1992;33:1493-7.
tide) no son uniformemente positivos, pero parece 10. Crenn P, Coudray-Lucas C, Thuillier F, Cynober
claro que en algunos pacientes permite volver a la L, Messing B. Postaborptive plasma cirtulline
nutrición oral, y mejora significativamente la situa- concentration is a marker of absorptive ente-
ción clínica, lo que se ha comprobado en un ensayo rocyte mass and intestinal failure in humans.
multicéntrico reciente17. En el futuro, será posible Gastroenterology 2000;119:1496-505.
regenerar tejido intestinal, como sugieren estudios
11. Puleston J, Morgan H, Andreyev J. New
muy recientes18.
treatment for bile salt malabsorption. Gut
Bibliografía 2005; 54:441-2.
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servation reduces need for parenteral therapy, tinal tissue in vitro. Nature 2011;470:105-109.

363
26 Gastroenteropatía
pierde-proteínas
Juan Monés
Unidad de Gastroenterología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Universidad Autónoma de Barcelona

Concepto y definición Objetivos de este capítulo


El término gastroenteropatía pierde proteínas ❱❱ Conocer la conducta a seguir ante un
(GEPP) incluye a un grupo de enfermedades paciente con edemas e hipoproteinemia,
poco frecuentes que tienen en común una ex- sin evidencia de proteinuria ni hepatopatía
cesiva pérdida de proteínas por el tubo digestivo avanzada.
provocando un estado de hipoproteinemia en ❱❱ Cómo confirmar la pérdida de proteínas
la mayoría de los pacientes, que a su vez puede por el tubo digestivo, sobre todo con la
acompañarse de edemas, ascitis, derrame pleural determinación del aclaramiento de α1
y pericárdico. Hasta los años 1950 se pensaba que antitripsina.
el origen de la hipoproteinemia se basaba en un ❱❱ Proporcionar información acerca del
defecto de síntesis, pero Citrin et al1 observaron diagnóstico etiológico, clínica y aspectos
generales del tratamiento.
que tras la administración endovenosa de 131I-
albúmina en pacientes con gastritis hipertrófica o
enfermedad de Ménétrier se producía una pérdi- REFERENCIAS CLAVE
da excesiva de proteínas en el jugo gástrico, pu- 1. Pérez-Mateo M. Malabsorción intestinal.
diendo ser éste el mecanismo de la hipoproteine- En: Medicina Interna. Farreras, Rozman. Ed:
Elsevier España S.A. 15ª Edición, 2004. Pag
mia. Dicha hipótesis fue confirmada en diferentes
198-211.
patologías tras el marcaje de diversas proteínas,
2. Monés Xiol J. Medidas generales en diarrea
objetivándose la existencia de pérdidas excesivas crónica y malabsorción. En: Tratamiento
de proteínas en el tracto gastrointestinal, configu- de las enfermedades gastroenterólogicas.
rando el síndrome de GEPP también llamado gas- Asociación Española de Gastroenterología.
troenteropatía proteinorreica o pierde proteínas. Ediciones Doyma, Madrid: 2001. Pag 149-55.
3. Karen E Kim. Gastroenteropatía perdedora de
En situaciones fisiológicas la pérdida gastroin- proteínas. En Enfermedades gastrointestinales
testinal de albúmina y, en general, la de proteí- y Hepáticas. Editorial Médica Panamericana..7ª
nas representa el 10% de su catabolización2. En edición. 2004. Pag 477-84.
pacientes con GEPP las pérdidas de proteínas por 4. Umar SB, DiBaise JK, Protein-Losing
el tracto gastrointestinal pueden llegan a repre- enteropathy: Case illustrations and
clinical Review. The American Journal of
sentar el 50-60% del total, quedando tanto los Gastroenterology 2010;105:43-9
depósitos de albúmina como su vida media dis-
5. Marjet JA, Braamskamp M, Doman KM,
minuidos debido a que la síntesis de albúmina y Tabberts MM. Protein-Losing enteropathy in
proteínas no pueden compensar el exceso de pér- children. Eur J Pediatr 2010;169:1179-85.
didas, aún a pesar de que la capacidad de síntesis
puede permanecer en niveles normales (0,15 g/
kg/día) e incluso estar discretamente incrementa- Etiopatogenia
da. Su diagnóstico se basa en demostrar concen- El excesivo paso de proteínas a la luz gastrointesti-
traciones altas de alpha-1-antitripsina en heces. nal, se puede producir por tres mecanismos:

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 365
Sección 4. Intestino delgado y colon

❱❱ Incremento de la permeabilidad gastrointestinal de células parietales (hipoclorhidria). Algunas


en mucosa macroscópicamente normal. de las etiologías que se le atribuyen son la in-
fección por citomegalovirus y por Helicobacter
❱❱ Erosiones o ulceraciones de la mucosa gastroin-
pylori. El lupus eritematoso sistémico es una
testinal.
enfermedad autoinmune que provoca isquemia
❱❱ Obstrucción linfática. intestinal, edema y alteración de la permeabili-
dad vascular intestinal por la vasculitis asocia-
Las principales enfermedades que pueden producir da, provocando una pérdida de proteínas a la
GEPP están resumidas en la tabla 1 y agrupadas se- luz gastrointestinal, que puede incrementarse
gún los tres mecanismos citados con anterioridad en el caso de que desarrollen úlceras mucosas.
(figura 1). Dependiendo de la enfermedad causal, También la gastroenteritis eosinofílica puede
la pérdida de proteínas puede ser autolimitada, tal dar este síndrome, sobre todo en niños, debi-
como ocurre en la gastroenteritis aguda3 o la neu- do a que la enorme infiltración de eosinófilos
monía en niños4, o bien mantenida en el tiempo si en el tejido gastrointestinal incrementa la per-
no se instaura un tratamiento adecuado, como su- meabilidad de la mucosa, así como la púrpura
cede en la Enfermedad de Whipple o la celiaquía, de Schönlein Henoch en la que la hipoalbumine-
en la que la enfermedad es crónica y puede ser de mia se debe a un aumento de la permeabilidad
difícil control5. Las enfermedades más importantes capilar. A veces se observa el síndrome de GEPP
de GEPP según el mecanismo productor son: en la celiaquía y Enfermedad de Whipple.
❱❱ Incremento de la permeabilidad gastrointesti- ❱❱ Erosiones o ulceraciones de la mucosa gastro-
nal secundaria a daño microscópico o pérdidas intestinal que producen exudación. Tanto la
celulares, pero sin erosiones ni ulceraciones. La colitis ulcerosa como la enfermedad de Crohn
entidad más conocida, es la infrecuente enfer- son ejemplos clásicos de GEPP secundaria a ero-
medad de Ménétrier o gastropatía hipertrófica siones o ulceraciones de la mucosa, no obstan-
gigante, en la que las glándulas gástricas norma- te, el desarrollo de linfangiectasias que a veces
les son reemplazadas por numerosas células se- acompaña a la enfermedad inflamatoria intesti-
cretoras de moco con la subsiguiente reducción nal puede también aumentar la pérdida de pro-

Enfermedad de Ménétrier
Parasitosis Gastritis eosinófila
Amiloidosis Gastritis erosiva
Yeyunoileítis ulcerativa Cáncer de estómago
Linfoma intestinal Linfoma
Sobrecrecimiento bacteriano
Enfermedad celíaca
Enfermedad de Whipple
Linfangiectasia
Amiloidosis Colitis ulcerosa

Enfermedad de Crohn Enfermedad de Crohn


Cáncer de colon

Figura1. Enfermedades que con mayor frecuencia producen gastroenteropatía pierde-proteínas.

366
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas

teínas. Se ha descrito el síndrome de GEPP en marcado en las proteínas de vida media más corta
enfermedades tales como la amiloidosis, enfer- como la transferrina, el fibrinógeno, la insulina o
medad del injerto contra el huésped, el síndro- la IgE. En los niveles de proteínas séricas también
me carcinoide y ocasionalmente en carcinomas pueden influir otros factores a tener en cuenta ta-
gastrointestinales. También puede aparecer el les como la síntesis hepática y la degradación endó-
síndrome de GEPP de manera habitual en infec- gena. La hipoproteinemia no es la única alteración
ciones bacterianas (Salmonella, Shigela,etc.), analítica presente en el síndrome GEPP, pudiendo
parásitos (Giardia liamblia) o virus (Rotavirus), coexistir en ocasiones una hiposideremia, niveles
especialmente en niños y de forma autolimitada reducidos de lípidos y de algunos oligoelementos,
al periodo de la enfermedad. así como linfopenia por pérdida entérica de linfo-
❱❱ Obstrucción linfática. Provoca pérdida de pro- citos debida a la obstrucción y rotura de los vasos
teínas en el tubo digestivo a consecuencia de linfáticos, asociando generalmente anomalías de la
pequeñas roturas de los conductos linfáticos inmunidad celular.
con pérdida de linfa. Hay una causa primaria
muy infrecuente, la linfangiectasia intestinal
que se caracteriza por una dilatación difusa de
Manifestaciones clínicas
los vasos linfáticos intestinales, con acúmulo e La variedad de procesos que pueden conducir a
incremento de presión de la linfa que conduce una GEPP, permite intuir la diversidad de las mani-
a una eventual ruptura de algunos de ellos y la festaciones clínicas. La hipoproteinemia es la causa
llegada de linfa a la luz intestinal. Hay linfangiec- de un síntoma y un signo común: el edema, que se
tasias secundarias, como sucede en aquellas origina debido a la disminución de la presión os-
situaciones en las que la presión venosa central mótica del plasma y al aumento de trasudación del
está elevada (insuficiencia cardiaca congestiva, espacio intravascular (capilares) al intersticio. Los
pericarditis constrictiva) o se produce una obs- edemas suelen aparecer en las extremidades in-
trucción de los vasos linfáticos por patologías feriores, aunque en algunos pacientes (sobre todo
tales como linfoma o sarcoidosis, en las que se en la linfangiectasia intestinal) se observa también
produce una congestión de los vasos linfáticos edema facial o de extremidades superiores. Un es-
de la pared intestinal con una pérdida secunda- tado de anasarca es poco frecuente.
ria de la linfa a la luz intestinal. Una causa espe-
cífica de GEPP aparece en pacientes interveni- En la GEPP hay hipoproteinemia. El descenso de
dos de la operación de Fontan, que se realiza en proteínas séricas, excepto de albúmina, pocas ve-
complejas enfermedades congénitas cardiacas ces tiene consecuencias clínicas relevantes. Por
(atresia tricúspide o pulmonar, hipoplasia del ejemplo la hipogammaglobulinemia (descenso de
corazón izquierdo, etc). En estos niños interve- IgA, IgG e IgM) no suele predisponer a la apari-
nidos se produce una hipertensión venosa y en ción de infecciones, y el descenso de los factores
algunos (5-10%) se acompaña de linfangiectasia de coagulación no necesariamente condiciona la
y GEPP de causa no bien aclarada. Algunos auto- aparición de diátesis hemorrágica. A su vez la dis-
res la relacionan con procesos infecciosos post- minución de proteínas fijadoras o transportadoras
intervención quirúrgica incluyendo enteritis por de hormonas produce una reducción analítica de
rotavirus, amigdalitis estreptocócica, etc6, don- sus niveles, pero no de su actividad, ya que se man-
de la GEPP se asocia con una alta mortalidad de tienen dentro de la normalidad hormonas libres no
hasta el 50%. unidas a proteínas, como las tiroideas o el cortisol.
En la GEPP, el paso de proteínas a la luz del tubo Hay algunos pacientes con GEPP que pueden pre-
digestivo es independiente de su peso molecular, a sentar una malabsorción de grasas o hidratos de
diferencia del síndrome nefrótico (principal síndro- carbono, lo que puede conducir al desarrollo de
me a considerar en el diagnóstico diferencial) en el una diarrea osmótica y a déficits de vitaminas lipo-
que preferentemente se produce una pérdida uri- solubles, con sus correspondientes manifestacio-
naria de proteínas de bajo peso molecular. Por otro nes clínicas. En la obstrucción linfática (linfangiec-
lado se produce una disminución más acusada de tasia, intervención quirúrgica de Fontan, esclerosis
los niveles sanguíneos de las proteínas de vida me- mesentérica, pericarditis, etc.), existe una linfocito-
dia más larga como la albúmina o las inmunoglo- penia con alteraciones de la inmunidad celular. Este
bulinas (IgG, IgM e IgA), siendo el descenso menos tipo de pacientes con obstrucción linfática y GEPP

367
Sección 4. Intestino delgado y colon

parece que están más predispuestos


al desarrollo de infecciones.
Déficit de ingesta

Diagnóstico
El diagnóstico de la GEPP debe con-
siderarse en todo paciente con hipo- Insuficiencia
proteinemia (con o sin edemas), en el Síndrome
hepática Hipoproteinemia
que razonablemente se ha descarta- nefrótico
crónica
do malnutrición proteica, síndrome
nefrótico (proteinuria e hipercoleste-
rinemia) y enfermedad hepática cró-
nica avanzada (figura 2).
El hallazgo bioquímico por excelencia Gastroenteropatía pierde-proteínas
es la hipoproteinemia. Un estudio7 ha
demostrado cómo un grupo de pa-
cientes con GEPP muestran niveles Figura 2. Causas más frecuentes de hipoproteinemia.
bajos de proteínas totales (x: 4,3 g/dl),
de albúmina (x: 2,1 g/dl) y de IgG (x:
226 mg/dl) así como de proteínas de su actividad antiproteolítica no es digerida por las
vida media larga, mientras que se mantenían en proteasas intestinales, excretándose mayoritaria-
los limites normales las proteínas de vida media mente por las heces. Por lo tanto, la cuantificación
corta como la prealbúmina o la transferrina. En la de esta proteína en heces durante tres días es una
GEPP los niveles plasmáticos de colesterol pueden forma indirecta, pero fiable, de conocer las pérdi-
encontrarse normales o disminuidos. Estas diferen- das de proteínas por el tubo digestivo9. Sin embar-
cias en la distribución de las diferentes proteínas no go, tiene un mayor rendimiento si también se cuan-
se observan en los otros dos grandes grupos que tifica su aclaramiento en plasma tras la recogida
pueden provocar hipoproteinemia y edemas (sín- de heces durante tres días. Un aclaramiento de α1
drome nefrótico y hepatopatía crónica avanzada). antitripsina superior a 24 ml/día en un paciente sin
Además, en el síndrome nefrótico los niveles de diarrea o de 56 ml/día en los pacientes con diarrea,
colesterol en el plasma están elevados. En la linfan- es claramente indicativo de pérdida patológica de
giectasia intestinal (pacientes con edema y diarrea proteínas en tubo digestivo10. Los pacientes con he-
por esteatorrea) además de la hipoproteinemia, se morragia digestiva o con prueba de sangre oculta
observa linfopenia y un descenso de las IgG, IgM en heces positiva pueden tener un aclaramiento de
e IgA, pero no de la IgE. Casi la mitad tienen dis- α1 antitripsina anormal, sin que necesariamente se
minuidos los niveles plasmáticos de fibrinógeno y deba interpretar como GEPP. Si hay sospecha de En-
transferrina. La constatación de estas peculiarida- fermedad de Menétriér se recomienda la medición
des analíticas justifica la realización de pruebas más
de proteínas en jugo gástrico, que están elevadas.
específicas.
Una vez establecido el diagnóstico mediante la
La prueba más fiable y usada en el pasado, pero no
cuantificación de la α1 antitripsina, es necesario
en la actualidad, es la determinación en heces de
investigar la enfermedad de base, realizando las
una macroproteína marcada con I, Tc-99m, o Cr
131 53
exploraciones complementarias adecuadas en
que ha sido previamente inyectada por vía endove-
función de la orientación clínica del caso (tabla 1).
nosa8. Sin embargo, este método es complejo (re-
Si se repasan las diferentes etiologías de este sín-
quiere la recogida de heces durante al menos una
drome es fácil deducir que en un notable número
semana), caro y conlleva asociado una irradiación
de pacientes será necesaria la práctica de una en-
del paciente.
doscopia digestiva alta con biopsias gástricas (sos-
La α1 antitripsina (alpha 1 antitripsina) es una gli- pecha de Menétriér, gastroenteritis eosinofílica,
coproteina sintetizada por el hígado cuya función enfermedad del injerto contra el huésped, etc…) o
principal es inhibir las proteasas. Tiene un peso duodenales (celiaquía, linfangiectasia, enfermedad
molecular similar al de la albúmina (50.000 d) y por de Whipple, etc…). A menudo es necesario realizar

368
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas

Figura 3. Paciente varón de 38 años que ingresa por cuadro clínico de epigastralgia, vómitos, edemas periféricos e hipoalbumine-
mia. El estudio radiológico puso de manifiesto la existencia de un engrosamiento de los pliegues gástricos. La realización de una
macrobiopsia gástrica permitió establecer el diagnóstico de enfermedad de Ménétrier. En la imagen histológica se observa un
engrosamiento de la mucosa, con hiperplasia foveolar y dilatación quística de las glándulas próximas a la submucosa (puntas de
flechas). Cortesía de los Drs. Domínguez y Abascal.

Figura 4. La gastroenteritis eosinofílica es otra entidad que puede cursar con enteropatía pierde-proteínas.
En el estudio radiológico gastroduodenal se observa un engrosamiento de los pliegues gástricos y en las imágenes histológicas
obtenidas tras la realización de una macrobiopsia gástrica observamos un infiltrado de eosinófilos de la submucosa y muscularis
mucosae (foto superior) y la infiltración por eosinófilos de la pared de una arteriola (arteriolitis eosinófila) (foto inferior). Cortesía
de los Drs. Domínguez y Vera.

una macrobiopsia de la mucosa para obtener un Tratamiento


diagnóstico etiológico (figuras 3, 4 y 5). La resonan-
cia magnética es capaz de detectar los linfáticos di- El enfoque terapéutico de la gastroenteropatía
latados y prominentes de la linfangiectasia y puede pierde proteínas debe orientarse principalmente al
confirmar la sospecha diagnóstica sin necesidad de tratamiento de la enfermedad de base, así como a
realizar pruebas más invasivas como la enterosco- la mejoría de la hipoproteinemia y del edema. Se
pia con biopsia11. considerarán los siguientes principios:

369
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 5. Macrobiopsia de un pliegue gigante.

❱❱ Son útiles las dietas basadas en disminución ❱❱ Se han comunicado casos de niños con inter-
de lípidos, incremento de las proteínas y su- vención de Fontan y GEPP, en los que el trata-
plementos con triglicéridos de cadena media miento con calcio y vitamina D para la hipocal-
(MCTs), sobre todo en entidades que cursan con cemia normalizó las proteínas plasmáticas y los
obstrucción linfática como la linfangiectasia in- edemas. Su supresión supuso recidiva y el retra-
testinal, la tuberculosis o sarcoidosis mesentéri- tamiento una nueva normalización. Se especula
ca y la enfermedad de Whipple. que el ión calcio podría actuar en la membrana
celular formando una unión con la carga negati-
❱❱ Para el tratamiento del edema, pueden utilizar- va de las cadenas proteicas, impidiendo su pér-
se diuréticos, aunque tienen un valor limitado. dida en el intestino17.
Para el edema de las extremidades inferiores se
recomiendan medidas externas como medias ❱❱ Recientemente se ha publicado un estudio de
elásticas y cuidados especiales para prevenir la nueve niños intervenidos con la técnica de Fon-
tan y con GEPP, en los que la administración de
celulitis.
budesonida incrementó los niveles de albúmina
❱❱ Los corticoides pueden ser de utilidad en algu- a los 6 meses, incluso utilizando dosis de bude-
nos casos, sobre todo con elevados marcadores sonida inferiores a las habituales que conllevó
serológicos o histológicos de inflamación. En a una menor tasa de efectos secundarios. Sin
casos especiales como los secundarios a lupus embargo al cesar el tratamiento hubo recidiva
y en algunos idiopáticos se han documentado de la hipoproteinemia18.
remisiones completas a los dos años12. Se han ❱❱ Finalmente la cirugía puede ser necesaria en
publicado algunos pacientes con lupus y GEPP aquellos procesos localizados y sin posibilida-
rebelde a corticoides, con buena respuesta a ci- des médicas (cáncer de estómago o colon, En-
clofosfamida13. fermedad de Menétriér rebelde a tratamiento
❱❱ El octreótido es un fármaco que se ha utiliza- médico, pericarditis constrictiva, etc.). Reciente-
do en este síndrome en los que la enfermedad mente se han comunicado varios casos de niños
de base es intratable constatando mejorías en con intervención de Fontan y GEPP resueltos
unos pocos pacientes14. totalmente después de trasplante cardiaco19-20.

❱❱ Se han publicado casos de enfermedad de Me-


nétriér que se han resuelto mediante diferentes Bibliografía
enfoques terapéuticos, tales como la erradica- 1. Citrin Y, Sterlling K, Halsted JA. Mechanisms
ción de H. pylori15, el tratamiento con cetuximab of hypoproteinemia associated with giant
o la administración de ganciclovir en población hypertrophy of gastric mucosa. N Engl J Med
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370
26. Gastroenteropatía pierde-proteínas

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371
27 Oclusión y seudooclusión
intestinal
Nuria Maroto1, Vicente Garrigues2
1
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital de Manises. Valencia
2
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitari i Politécnic La Fe. Valencia

Conceptos básicos y etiología


Objetivos de este capítulo
La interrupción de la progresión distal del conteni-
❱❱ Conocer los términos que definen
do intestinal recibe el nombre de íleo. Existen dos
los diferentes tipos de oclusión y
grandes grupos, el íleo mecánico u obstructivo y el
seudooclusión intestinal.
íleo paralítico o adinámico.
❱❱ Proporcionar recursos para realizar un
❱❱ La oclusión intestinal o íleo obstructivo es un diagnóstico diferencial de la oclusión
cuadro clínico caracterizado por la alteración en intestinal.
la progresión caudal del contenido intestinal de-
❱❱ Realizar las indicaciones terapéuticas
bido a una obstrucción de su luz originada por
adecuadas a cada situación clínica.
una causa mecánica (tabla 1). La obstrucción
puede ser completa, cuando la imposibilidad
para el tránsito intestinal es total; o incomple- REFERENCIAS CLAVE
ta —suboclusión intestinal— cuando el tránsi- 1. Accarino A, Malagelada JR. Obstrucción
to intestinal está dificultado, pero persiste. La intestinal, íleo y seudoobstrucción intes-
estrangulación consiste en la existencia de un tinal crónica. En: Berenguer ed. Gastroen-
compromiso de la vascularización intestinal, terología y Hepatología. Harcourt. Madrid,
ocasionada por la oclusión. 2002:280-9.
❱❱ La seudooclusión intestinal, íleo paralítico o adi- 2. Cappell MS, Batke M. Mechanical obstruc-
námico consiste en un compromiso del tránsito tion of the small bowel and colon. Med Clin
sin una causa mecánica que lo justifique atri- North Am 2008;92:575-97.
buyéndose, por tanto, a una alteración de la 3. Kahi CJ, Rex DK. Bowel obstruction and
función motora del intestino. La causa más fre- pseudo-obstruction. Gastroenterol Clin
cuente es la cirugía abdominal previa (tabla 2). North Am 2003;32:1229-47.
Es habitual reservar el término de íleo paralítico
para la seudooclusión intestinal aguda que afec-
ta globalmente al intestino delgado y al colon.
ortopédica previa; traumatismos; fármacos y deter-
Existen dos formas clínicas de seudooclusión intes- minadas condiciones clínicas que por diferentes me-
tinal que merecen una consideración específica: el canismos contribuyen a paralizar la actividad moto-
síndrome de Ogilvie y la pseudoobstrucción intes- ra del colon, entre ellas, la sepsis, el hipotiroidismo,
tinal crónica. enfermedades neurológicas, infecciones virales y
alteraciones hidroelectrolíticas (tabla 2).
La seudoobstrucción cólica aguda
(síndrome de Ogilvie) La seudoobstrucción intestinal crónica
Se caracteriza por una dilatación masiva del colon, Es un cuadro clínico caracterizado por episodios
de instauración aguda, en ausencia de obstruc- recurrentes de oclusión o suboclusión intestinal,
ción mecánica (ver capítulo 37). Las causas que lo sin una alteración anatómica mecánica que pueda
desencadenan son múltiples1. Las más frecuentes explicarlos. Las causas implicadas en la aparición
incluyen cirugía digestiva, ginecológica, cardiaca u de este síndrome son diversas, aunque un análisis

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 373
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Causas más frecuentes de oclusión intestinal. TABLA 2. Causas de íleo paralítico.

❱❱ A. Extrínsecas ❱❱ Causa intraabdominal


• Hernias • Laparotomía
• Vólvulos • Traumatismo abdominal
• Adherencias • Peritonitis
• Masas: abscesos, hematomas, tumores • Perforación víscera hueca
❱❱ B. Intrínsecas • Patología retroperitoneal
• Congénitas • Colecistitis
- Atresias • Pancreatitis aguda
- Estenosis congénitas • Isquemia intestinal
- Divertículo de Meckel • Hemorragia intraperitoneal
• Inflamatorias ❱❱ Causa extraabdominal
- Diverticulitis • Infecciones extraabdominales
- Enfermedad de Crohn • Síndrome coronario agudo
- Actínica • Cirugía torácica
- Neoplásicas • Fracturas pélvicas y de columna vertebral
• Intraluminales • Trastornos hidroelectrolíticos
- Pólipos • Uremia
- Bezoares • Hipotiroidismo
- Litiasis ❱❱ Fármacos
- Cuerpos extraños • Mórficos
- Fecalomas • Antiepilépticos
• Otras • Fenotiacidas
- Intususcepción • Antidepresivos tricíclicos
- Hematomas • Anticolinérgicos
- Endometriosis

pormenorizado de todas ellas escapa del ámbito una o más capas del tejido muscular y se traduce
editorial de esta obra2. Brevemente, es posible en una contractilidad intestinal ordenada, aunque
detectar, a menudo, una causa, neurológica (enfer- débil e inefectiva. La neuropatía visceral engloba
medad de Parkinson, tumores cerebrales) o mus- procesos que pueden afectar a cualquier eslabón
cular (miositis, esclerodermia, amiloidosis). No es de la regulación nerviosa del intestino: desde el
infrecuente, asimismo, identificar una enfermedad plexo mientérico hasta el SNC. Se caracteriza por
endocrinológica (hipotiroidismo, hipoparatiroidis- presentar contracciones de magnitud normal pero
mo, feocromocitoma) o el consumo reciente o ha- con un patrón desorganizado y, por tanto, inefecti-
bitual de determinados fármacos (opiáceos y psi- vo en la propulsión.
colépticos). Finalmente, en algunos casos no logra
identificarse una causa aparente, considerándose Diagnóstico
estas formas como idiopáticas. Entre ellas deben
En la valoración de los pacientes con síntomas y
distinguirse esencialmente dos cuadros: la miopa-
signos sugerentes de un síndrome obstructivo se
tía visceral y la neuropatía visceral.
debe, en primer lugar, confirmar el diagnóstico sin-
En la miopatía visceral existe una alteración en la drómico y, en segundo lugar, precisar si se trata de
musculatura lisa del intestino, caracterizada por una oclusión mecánica o de una pseudooclusión.
una degeneración de las células musculares lisas En el caso de la oclusión verdadera, algunos datos
y su sustitución por tejido fibroso. Puede afectar a pueden ayudar a discernir si se trata de una oclu-

374
27. Oclusión y seudooclusión intestinal

sión alta o baja, completa o incompleta. Un objeti- distensión abdominal es menor y las náuseas y vó-
vo básico, aunque no siempre posible, es identificar mitos más intensos que en las más bajas (íleon o
la causa, lo que, sin duda, constituye una valiosa colon). La existencia de vómitos fecaloideos indica
ayuda para orientar el tratamiento específico. oclusión baja. En los pacientes con oclusión incom-
pleta, el cuadro clínico característico suele resolver-
Anamnesis se de forma espontánea una vez transcurridas unas
horas desde el inicio. En tales casos, es muy típico
El dolor abdominal, la distensión y las náuseas y
que el paciente presente un despeño diarreico que
vómitos son los síntomas más habituales, práctica-
precede al alivio del dolor y la distensión abdominal.
mente constantes, que definen la presencia de un
síndrome oclusivo intestinal. Con frecuencia exis- Los antecedentes personales del paciente y, en me-
te estreñimiento e incluso ausencia en la emisión nor medida, los familiares pueden ayudar, asimis-
de heces y gases por el ano. No obstante, el cierre mo, al diagnóstico etiológico. Una intervención qui-
intestinal no es constante, e incluso puede existir rúrgica muy reciente, de tipo abdominal, cardiaca u
diarrea en las primeras horas. Típicamente, estos ortopédica apoya fuertemente que se trate de una
síntomas aparecen de forma aguda, estableciéndo- seudooclusión. Del mismo modo, la coexistencia de
se el síndrome completo en pocas horas. El cambio una sepsis, un trastorno hidroelectrolítico o una in-
de las características del dolor, de cólico a continuo, suficiencia cardiorrespiratoria sugieren una seudo-
acompañado de fiebre y deterioro del estado gene- obstrucción aguda. El encamamiento prolongado,
ral sugieren la posibilidad de estrangulación. sobre todo en ancianos, es una causa frecuente de
fecalomas, que pueden producir oclusión intestinal
Algunos aspectos clínicos pueden diferenciar la oclu-
por impactación, habitualmente rectal. Una cirugía
sión de la seudooclusión, aunque esto no siempre
intestinal o ginecológica previa a menudo es la cau-
es posible. En la oclusión mecánica, el dolor es típi-
sa de adherencias que pueden manifestarse clíni-
camente cólico, muy intenso, reflejando el peristal-
camente, desde unos días a muchos años después
tismo de lucha que, en la primera fase del cuadro,
de la intervención. Un diagnóstico previo de hernia
pretende vencer la obstrucción. La distensión y los
o de enfermedad de Crohn obliga igualmente a
vómitos son de intensidad variable, en función del
considerar estas enfermedades como una posible
nivel de la obstrucción (véase más adelante) y el cie-
causa. Algo similar ocurre con el antecedente de ra-
rre intestinal puede tardar en instaurarse, dado que
dioterapia abdomino-pélvica, incluso muchos años
con frecuencia tiene lugar primero la expulsión del
antes. La aparición de episodios oclusivos repeti-
contenido intestinal distal al punto de la oclusión. En
dos debería hacer pensar en una causa mecánica
la pseudooclusión, el dolor suele ser menos intenso,
responsable de suboclusión intestinal, incluyendo
más generalizado y de carácter constante y no cólico,
las adherencias postquirúrgicas, la enfermedad de
ya que se produce por la distensión de las asas; la
Crohn, la enfermedad diverticular del colon, las
distensión abdominal y los vómitos suelen ser mar-
hernias y los vólvulos. Si estas causas se excluyen,
cados, así como el cierre intestinal. Habitualmente,
el clínico debe considerar también la posibilidad de
la pseudooclusión aguda aparece en un paciente
una pseudoobstrucción intestinal crónica secunda-
ingresado, que ha sido intervenido recientemente o
ria o idiopática3,4. En estos pacientes, los períodos
que padece una patología grave de instauración agu-
intercríticos pueden estar libres de síntomas o cur-
da —sepsis, insuficiencia cardiorrespiratoria, etc.—,
sar con alteración del ritmo intestinal y dolor.
o que presenta un trastorno hidroelectrolítico (p. ej.:
hipopotasemia). Por el contrario, la instauración de La anamnesis debe incluir la búsqueda intenciona-
un síndrome oclusivo en un paciente no hospitaliza- da de antecedentes familiares de cáncer colorrec-
do, sin patología asociada de interés, debe sugerir tal o de otras enfermedades en las que la herencia
una oclusión mecánica. pueda desempeñar un papel etiológico, especial-
mente neuromusculares.
Algunos datos clínicos ayudan a establecer el nivel
de la obstrucción, en el caso de una oclusión mecáni-
ca, y discernir, a su vez, si se trata de una oclusión in-
Exploración física
completa. Todo ello puede ser de valiosa ayuda para La exploración física proporciona información pri-
orientar el diagnóstico etiológico y tomar decisiones mordial, no solamente para establecer un diag-
acerca del momento más apropiado para indicar la nóstico sindrómico y etiológico, sino para estimar
cirugía. En las oclusiones más altas, por ejemplo, la la gravedad. Este último aspecto puede ser impor-

375
Sección 4. Intestino delgado y colon

tante para establecer las prioridades en el trata- vas, coincidiendo con los episodios de dolor3. Si la
miento, en cuanto a la rapidez de actuación. Así, la obstrucción se ha prolongado varios días o existe
exploración general permite apreciar la existencia estrangulación con isquemia, peritonitis y necrosis
de deshidratación, desnutrición, anemia o icteri- suele haber silencio abdominal. En el íleo paralíti-
cia, signos que ayudan a cumplir con los objetivos co existe silencio abdominal o disminución de los
mencionados. La anemia debe hacer pensar en la ruidos hidroaéreos, desde el principio. Sin embar-
presencia de un adenocarcinoma intestinal o en go, en el síndrome de Ogilvie se pueden detectar
cualquier condición que curse con pérdida de san- ruidos procedentes del intestino delgado, que man-
gre oculta en las heces o malabsorción (p. ej.: linfo- tiene su movilidad, en ocasiones incluso incremen-
ma que complica la evolución de una enfermedad tada.
celíaca). La ictericia debe sugerir la posibilidad de
una litiasis biliar responsable de un íleo biliar y la Exámenes de laboratorio
desnutrición en una enfermedad neoplásica, una
enfermedad de Crohn o una seudoobstrucción in- Su utilidad para el diagnóstico etiológico del íleo
testinal crónica. Algunos signos, como la presencia es limitada, pero son importantes para valorar la
de fiebre, taquicardia, sudoración o hipotensión, gravedad del cuadro clínico y necesarios para pro-
siempre reflejan una situación de gravedad debida gramar adecuadamente el tratamiento, sobre todo
probablemente a la existencia de una sepsis se- la reposición hidroelectrolítica. En las fases iniciales
cundaria a estrangulación de un asa intestinal o al de la enfermedad la analítica suele ser normal. Sin
secuestro de líquidos en el tercer espacio, caracte- embargo, a medida que el proceso avanza se hace
rístico del íleo paralítico. Algunas lesiones cutáneas patente la deshidratación y la hipovolemia secun-
(eritema nodoso, pioderma gangrenoso) facilitan el daria al secuestro de líquidos. Tode ello se traduce
diagnóstico de enfermedades sistémicas o de una en hemoconcentración y elevación del nitrógeno
enfermedad inflamatoria intestinal que puede ser ureico, siendo también frecuentes las alteraciones
causa de oclusión intestinal. en los niveles de potasio y del equilibrio ácido-base
secundarias a la presencia de vómitos y diarrea. La
La inspección del abdomen permite confirmar la leucocitosis y neutrofilia son frecuentes, aun en
distensión abdominal. En ocasiones, el predominio ausencia de infección. Si se produce isquemia in-
de la distensión en alguna región abdominal ayuda testinal debido a la existencia de estrangulación,
a establecer el nivel de la oclusión. Es típica, por puede detectarse aumento de los niveles de amila-
ejemplo, la distensión asimétrica del abdomen en sa y otras enzimas presentes en la pared intestinal
el vólvulo de sigma. Igualmente importante es la (LDH y fosfatasa alcalina). La presencia de anemia
búsqueda de cicatrices de laparotomía previa y de hipocroma-microcítica puede sugerir neoplasia in-
hernias. testinal.
La palpación permite detectar hernias inguino-
escrotales, crurales o masas que pueden corres- Radiografía simple
ponder a una neoplasia, absceso o diverticulitis. La radiografía simple del abdomen es esencial para
También permite identificar la existencia de signos el diagnóstico de la oclusión y seudooclusión intes-
de peritonitis —defensa muscular y dolor a la des- tinal; puede ayudar en el diagnóstico diferencial
compresión (signo de Blumberg)— que anuncian entre causa mecánica y dinámica; y puede sugerir
la presencia de estrangulación o de perforación de la etiología del cuadro.
una víscera hueca, ambas indicativas de la necesi-
dad de tratamiento quirúrgico urgente. Cuando la obstrucción intestinal es completa, la
radiografía simple de abdomen puede ser suficien-
La percusión permite descubrir el acúmulo excesivo
te para el diagnóstico. En estos casos, es típica la
de aire en las asas intestinales, al escucharse un so-
aparición de asas de intestino delgado dilatadas
nido timpánico. Su principal interés es el diagnósti-
en la parte proximal a la obstrucción (figura 1) y
co diferencial con la ascitis.
la ausencia o disminución de aire en la zona distal
La auscultación debe realizarse de forma minucio- a ésta. La radiografía realizada con el paciente en
sa, en los cuatro cuadrantes abdominales. En la bipedestación, o con el paciente en decúbito late-
obstrucción mecánica, los ruidos hidroaéreos están ral y rayo horizontal, muestra niveles hidroaéreos
aumentados y reflejan el peristaltismo de lucha. Es (figura 2). En fases más avanzadas de la oclusión,
típica su tonalidad metálica y su cadencia por sal- la luz del intestino delgado se dilata y las válvulas

376
27. Oclusión y seudooclusión intestinal

Figura 2. Niveles hidroaéreos en un paciente con oclusión


intestinal.

Figura 1. Dilatación gástrica y del intestino delgado en un tación de intestino delgado y grueso indistinguible
paciente con íleo biliar. Nótese la presencia de neumobilia y del íleo paralítico.
de una imagen radioopaca en la pelvis, correspondiente a un
gran cálculo biliar. En ocasiones, la radiografía simple del abdomen
puede aclarar la causa de una oclusión intestinal.
conniventes se hacen patentes. En fases tardías, Así, en pacientes con íleo biliar se observa la pre-
si existe estrangulación, el edema de la mucosa y sencia de aire en la vía biliar —neumobilia o aero-
submucosa, asociados a la necrosis determinan la bilia— e incluso puede objetivarse la imagen de un
aparición de imágenes con aspecto de impresiones cálculo biliar radioopaco impactado en alguna zona
dactilares. La presencia de aire subdiafragmático del tracto intestinal (figura 1). En pacientes con vól-
en bipedestación o aire libre en la cavidad perito- vulo intestinal, la imagen radiográfica, en grano de
neal en decúbito lateral izquierdo es diagnóstico de café, suele ser suficientemente expresiva para per-
perforación intestinal. mitir el diagnóstico (figura 4).

En el íleo paralítico es característico que la dilata- En los pacientes con oclusión intestinal debe in-
ción de las asas afecte o pueda afectar a todo el dicarse además una Rx de tórax. Esta exploración
intestino. Sin embargo, la presencia de niveles hi- permite identificar otras patologías como una neu-
droaéreos hace difícil su diferenciación de la oclu- monía que puede ser tanto la causa del íleo como
sión intestinal. una consecuencia del mismo (por aspiración). Ade-
más es útil para valorar el estado cardiopulmonar,
En el síndrome de Ogilvie se aprecia una dilatación previo a una intervención y facilita la detección de
del colon ascendente y transverso (figura 3). Se aire libre infradiafragmático.
considera diagnóstico cuando el calibre del colon
ascendente es superior a 9 cm. Si supera los 12 cm, Radiología con bario
el riesgo de perforación es muy elevado.
La diferenciación entre oclusión y seudooclusión
La Rx simple de abdomen realizada durante los epi- intestinal no siempre es posible con una radiografía
sodios agudos de seudoobstrucción crónica idio- simple del abdomen, por ello los estudios radioló-
pática muestra una dilatación de asas de delgado gicos con bario o con contraste hidrosoluble (Gas-
similar a los casos de obstrucción mecánica, o dila- trografín) pueden utilizarse si la valoración de los

377
Sección 4. Intestino delgado y colon

Otras pruebas complementarias


❱❱ La ecografía del abdomen suele ser poco útil
dada la interferencia que supone el incremento
de gas abdominal; sin embargo, en casos se-
leccionados, como en pacientes con una masa
abdominal, puede resultar de alguna utilidad
diagnóstica.
❱❱ La tomografía axial computarizada (TC) pue-
de aportar información relevante en pacientes
con íleo. Permite valorar el retroperitoneo, el
sistema urinario y la pelvis, posibilitando la de-
tección de patología que pudiera tener relación
con el cuadro oclusivo. Esta prueba permite
valorar la existencia y características de masas
abdominales, así como el grosor de la pared
intestinal, los cambios de calibre entre asas
proximales y distales, o si éstas presentan una
dilatación difusa y uniforme1.

Figura 3. Dilatación cólica masiva en un paciente con síndro- ❱❱ La angiografía mesentérica (o la propia TC con
me de Ogilvie técnica de multicorte) pueden ser necesarias si
se sospecha una isquemia intestinal. En estos
casos, la presencia de un íleo establecido es una
datos clínicos no aclara el diagnóstico diferencial y señal inequívoca de gangrena (véase capítulo
el estado clínico del paciente lo permite. Los estu- 28).
dios de tránsito intestinal deberían realizarse con ❱❱ La colonoscopia es la prueba diagnóstica más
contraste hidrosoluble si existe la posibilidad de eficaz para valorar la existencia de lesiones en el
oclusión completa y no debe administrarse bario si colon. En pacientes con sospecha o diagnóstico
se sospecha la existencia de estrangulación o per- cierto de síndrome de Ogilvie se puede realizar
foración intestinal. durante el episodio agudo, con el fin de descar-
tar lesión orgánica. Además permite realizar una
El estudio del tránsito mediante contraste hidroso- descompresión terapéutica del colon, cuando la
luble es una prueba útil para el diagnóstico de su- descompresión farmacológica (neostigmina) no
boclusión si aparece contraste en el colon. También ha dado buenos resultados (capítulo 37).
puede detectarse el paso de contraste hidrosoluble
❱❱ En pacientes con sospecha de seudoobstrucción
al colon mediante TC 5.
intestinal crónica idiopática, la manometría in-
La radiografía baritada que con mayor frecuencia se testinal y la biopsia intestinal con estudios es-
realiza es la enema opaca, en pacientes con dilata- peciales del tejido muscular y nervioso pueden
ción del colon o del intestino delgado más distal, en ser de valiosa ayuda para establecer un diagnós-
quienes se duda del carácter obstructivo o funcio- tico etiológico (neuropatía o miopatía visceral).
nal del cuadro clínico. Esta exploración posee tam-
bién utilidad terapéutica en pacientes, sobre todo
Tratamiento
niños, con vólvulo de sigma. El estudio baritado del
Oclusión intestinal
intestino delgado durante la fase aguda es poco útil
y no está exento de riesgos. El tratamiento de la oclusión intestinal debe ser
médico-quirúrgico. Sus objetivos generales son co-
En pacientes con obstrucción intestinal incomple- rregir las alteraciones del equilibrio hidroelectrolíti-
ta de causa desconocida, las pruebas radiológicas co y ácido-base que pudieran existir3; evitar o tratar
baritadas, como la enema opaca y, sobre todo, el las complicaciones sépticas; eludir el obstáculo que
tránsito baritado intestinal se realizan tras la reso- obstruye el intestino y, en definitiva, recuperar la
lución del episodio oclusivo. motilidad intestinal.

378
27. Oclusión y seudooclusión intestinal

Figura 4. Vólvulo de sigma. La Rx simple de abdomen muestra el típico signo del “grano de café”. En el campo operatorio
aparece un sigma enormemente distendido con signos de isquemia focal segmentaria (cortesía de la Dra. Casamayor).

El tratamiento quirúrgico es obligado en la mayoría y cuando el episodio no se resuelve tras 48-72 ho-
de pacientes con oclusión intestinal completa. Ante ras de tratamiento conservador. Se basa en liberar
un diagnóstico de certeza, la cirugía debe realizar- las asas intestinales e identificar los segmentos
se lo antes posible, una vez controladas las altera- intestinales no viables, realizando resecciones y
ciones de volumen plasmático, electrolíticas y del anastomosis primarias de los segmentos isquémi-
equilibrio ácido-base. Los retrasos innecesarios en cos no recuperables6. Los pacientes con episodios
la cirugía incrementan el riesgo de estrangulación
repetidos de oclusión intestinal secundaria a bridas
intestinal, que no siempre puede preverse tras la
pueden ser candidatos a intervenciones quirúrgicas
valoración del paciente, y la morbimortalidad.
más complejas, encaminadas a fijar las asas intes-
En pacientes con oclusión intestinal incompleta, tinales.
suele ser posible diferir el tratamiento quirúrgico
hasta que las pruebas complementarias proporcio- Vólvulos
nan información concluyente sobre la etiología y
El tratamiento general es la devolvulación quirúrgi-
naturaleza del proceso.
ca y la resección del segmento intestinal afectado,
Bridas y adherencias si procede (figura 4). No obstante, el tratamiento
del vólvulo sigmoide es inicialmente la devolvula-
Constituyen la causa más frecuente de obstrucción
ción mediante enema opaca o colonoscopia, aun-
intestinal y aparecen tras una laparotomía previa,
como respuesta a materiales extraños (talco, sutu- que esta prueba está contraindicada si existe per-
ras, contenido intestinal). Aunque se han estudiado foración o estrangulación. En todo momento debe
numerosos métodos experimentales para tratar de considerarse que la tasa de recurrencia es del 50%;
prevenirlas, la mayoría de ellos no han demostrado por lo que en enfermos con buen estado de salud
ningún beneficio4. El tratamiento quirúrgico se in- se debe programar la cirugía resectiva, que presen-
dica ante la sospecha de estrangulación intestinal ta baja tasa de morbimortalidad y recidivas.

379
Sección 4. Intestino delgado y colon

Neoplasia de colon Íleo paralítico


El adenocarcinoma de colon es el responsable de La evolución del íleo paralítico depende principal-
más del 75% de las obstrucciones de colon ma- mente de la naturaleza de la enfermedad que lo
lignas7. produce y de su curso evolutivo. En este punto,
es esencial la identificación y corrección precoz
La oclusión intestinal por cáncer de colon plantea
de cualquier factor implicado en su patogenia.
tres problemas: conseguir la descompresión, eli-
Se precisan determinaciones de laboratorio re-
minar el tumor, y restaurar el tránsito intestinal. petidas para detectar y tratar las alteraciones
En las últimas décadas el tratamiento resectivo del equilibrio hidroelectrolítico y ácido base, que
primario frente a la colostomía de entrada y re- pudieran ser causa o la consecuencia del íleo. En
sección posterior se ha consolidado como trata- ocasiones, especialmente en casos de insuficien-
miento electivo siempre que las condiciones del cia prerrenal, la reposición hemodinámica hace
paciente lo permitan10. La restauración del tránsi- aconsejable el ingreso del paciente en una unidad
to en los tumores de colon derecho se realiza con de cuidados intensivos con el objeto de garantizar
una anastomosis ileotransversa; sin embargo, en una adecuada monitorización. Aunque es habitual
los tumores de ángulo esplénico, colon descen- realizar una descompresión intestinal mediante
dente o sigma es algo más compleja. La opción aspiración nasogástrica, hasta el momento actual
más aceptada hoy en día es la resección tumoral no se ha demostrado que este recurso terapéuti-
con exteriorización de los extremos proximal y co sea útil para mejorar la evolución del cuadro
distal del colon (colostomía y fístula mucosa, res- clínico. Sin embargo, en pacientes con náuseas y
pectivamente), o bien el cierre del muñón rectal vómitos significativos, el uso apropiado de la as-
(operación de Hartmann) con reconstrucción en piración nasogástrica puede aliviar la sintomato-
un segundo tiempo. El tratamiento siempre debe logía del paciente y evitar complicaciones como la
individualizarse en función de las características aspiración pulmonar.
del enfermo, la experiencia del cirujano y la do-
tación del centro hospitalario10. Siempre ha de te- Seudooclusión aguda del colon
nerse en cuenta la existencia de pacientes con ele- (Síndrome de Ogilvie)
vado riesgo quirúgico que son malos candidatos
a la cirugía por diferentes motivos: enfermedad El tratamiento de la seudoobstrucción cólica aguda
se basa en medidas conservadoras, fármacos y des-
metastásica avanzada en el momento del diag-
compresión endoscópica o quirúrgica2.
nóstico, edad avanzada, o patología grave avanza-
da. La colostomía de descarga urgente tiene una Medidas conservadoras
mortalidad de más del 10% y una morbilidad de
El enfermo debe permanecer a dieta absoluta, con
más del 40%8. Por ello, en los últimos años se han
sonda nasogástrica y rectal para favorecer la des-
desarrollado técnicas endoscópicas alternativas a
compresión abdominal. Se deben suplir todos los
la cirugía urgente: descompresión mediante tubos
déficits nutricionales y electrolíticos que presente
o prótesis metálicas autoexpandibles, y ablación
el paciente, incluso con nutrición parenteral total si
tumoral9. La colocación de prótesis metálicas au-
fuera necesario. Igualmente deben suspenderse los
toexpandibles es una alternativa a la descompre- fármacos que pudieran inhibir la movilidad intesti-
sión quirúgica en la obstrucción cólica, obtenien- nal, como los narcóticos y anticolinérgicos, y tratar
do buenos resultados en centros con experiencia, las posibles causas que han desencadenado el cua-
fundamentalmente en neoplasias del colon dere- dro. La posición en decúbito prono con una almo-
cho. hada bajo las caderas puede favorecer la expulsión
Las prótesis pueden constituir un tratamiento de gases y la defecación espontánea. Esta posición
puente hasta la cirugía definitiva, evitando así la debe alternarse con el decúbito lateral izquierdo y
morbimortalidad de la colostomía de urgencia; y derecho si es posible.
aportando tiempo adicional para mejorar el esta- Estas medidas pueden mantenerse un intervalo de
do del paciente. También pueden valorarse como 24-48 horas, siempre que el enfermo permanezca
tratamiento paliativo para pacientes con alto riesgo estable y no presente síntomas de peritonitis u
quirúrgico. otros signos de alarma (fiebre, hipotensión, leuco-

380
27. Oclusión y seudooclusión intestinal

citosis o acidosis metabólica) indicativos de isque- Soporte nutricional


mia o perforación. En todo caso, es prudente vigilar
Como norma general, la alimentación oral debe
el diámetro cecal mediante estudios radiográficos
mantenerse el mayor tiempo posible, corrigiendo
cada 12–24 horas11. La probabilidad de perforación
los déficits de vitaminas y oligoelementos. La ali-
e isquemia aumentan cuando el diámetro del ciego
mentación líquida o semilíquida es mejor tolerada
es mayor de 10-12 cm, sobre todo si la evolución ha
en aquellos enfermos con alteración del vaciamien-
sido rápida, y cuando la duración de la distensión
to gástrico. Las formas leves y moderadas pueden
abdominal es mayor de 6 días12.
beneficiarse de la ingesta de alimentos pobres en
Tratamiento farmacológico lactosa y fibra, suplementos de Fe, folatos, calcio
y vitaminas D, K, y B12. Cuando la alimentación oral
La neostigmina es el único fármaco que ha demos-
es insuficiente, pueden beneficiarse de nutrición
trado ser beneficioso en el tratamiento del síndro-
enteral, al presentar una capacidad absortiva intes-
me de Ogilvie2. Se trata de un inhibidor reversible
tinal normal. En fases más avanzadas de la enfer-
de la acetilcolinesterasa, enzima que metaboliza a medad suele requerirse nutrición parenteral total.
la acetilcolina, con lo que se consigue incrementar
el efecto colinérgico. Se administra por vía iv (bolo Sobrecrecimiento bacteriano
de 2-2,5 mg), obteniendo con ello un aumento la
El sobrecrecimiento bacteriano secundario a esta-
actividad contráctil gastrointestinal. Está contrain-
sis crónico intestinal se trata con pautas cíclicas de
dicada en casos de obstrucción urinaria e intestinal.
7-10 días al mes de diferentes antibióticos de am-
Otras contraindicaciones relativas son la acidosis, el
plio espectro, como las tetraciclinas, ciprofloxacino,
asma, el infarto de miocardio reciente y la terapia
metronidazol y cotrimoxazol. La rifaximina puede
concomitante con b-bloqueantes2. Los efectos ad-
ser una alternativa eficaz. A pesar de que los be-
versos incluyen bradicardia, hipotensión, miosis,
neficios no han sido documentados por la eviden-
náuseas, vómitos, sudación y diarrea. En algunos
cia científica, en algunos pacientes se obtiene una
casos se ha observado asistolia. La toxicidad se tra-
clara mejoría.
ta con atropina.
Tratamiento farmacológico
Tratamiento descompresivo
El tratamiento farmacológico se basa fundamental-
Los pacientes con contraindicaciones a la neos-
mente en potenciar un efecto colinérgico, aunque
tigmina o aquellos en los que falla el tratamiento
este tipo de fármacos no son muy efectivos en la
médico, son candidatos a la descompresión intes-
práctica clínica debido a la corta duración de su ac-
tinal por vía endoscópica o quirúrgica. La primera
ción y sus potenciales efectos secundarios a largo
es el método de elección13,14. De hecho, se han
plazo16.
comunicado elevadas tasas de éxito en diferentes
series, aunque también se ha descrito la recurren- La cisaprida, agonista de los receptores 5-HT4, se
cia (sobre todo cuando no se deja una sonda de administra a una dosis de 5-20 mg antes de las co-
aspiración hasta el ciego tras el procedimiento). Su midas y al acostarse. Con ello, se consigue mejorar
eficacia no se ha valorado en ensayos clínicos alea- el vaciamiento gástrico y el tiempo de tránsito in-
torizados. La cecostomía o colectomía quirúrgica testinal17. Su efecto secundario principal es la toxi-
presenta mayor mortalidad que la descompresión cidad cardiaca en forma de arritmias ventriculares
colonoscópica y se reserva para aquellos pacientes que se manifiestan como síncopes o presíncopes.
en los que han fracasado las medidas anteriores La cardiotoxicidad es más frecuente en pacientes
o para los que han desarrollado complicaciones añosos, cardiópatas, o en tratamiento con fárma-
como perforación y peritonitis. cos que utilizan la misma vía metabólica1 (antiarrít-
micos, eritromicina, ketoconazol).
Seudoobstrucción intestinal crónica La eritromicina es un macrólido agonista de la mo-
Los objetivos del tratamiento son garantizar el tilina que induce fases III del complejo motor inter-
estado de nutrición, mejorar la propulsión intes- digestivo acortando el tiempo orocecal. Aunque
tinal y evitar complicaciones, además de aliviar ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la
los síntomas. Para ello, se dispone de soporte gastroparesia, sus efectos sobre la seudoobstruc-
dietético, agentes farmacológicos, y tratamiento ción intestinal crónica no han sido claramente es-
quirúrgico15. tablecidos.

381
Sección 4. Intestino delgado y colon

El octreótrido y otros análogos de la somatostatina, Cochrane Library, 2008 Issue 2. Chichester, UK:
como el lanreótido, también tiene acción sobre la John Wiley & Sons, Ltd.).
motilidad gastrointestinal. En enfermos con seudo- 6. Silen W, Hein MF, Gadman L. Strangulation
obstrucción intestinal puede provocar la aparición obstruction of the small intestine. Arch Surg
de fases III —frentes de actividad motora—, que 1962;85:121-9.
mejoran la propulsión intestinal y el aclaramiento 7. Buechter KJ, Boustany C, Caillouette R, Cohn
de bacterias, contribuyendo a mejorar los síntomas I Jr. Surgical management of the acutely obs-
del sobrecrecimiento bacteriano. Existen fórmulas tructed colon. A review of 127 cases. Am J Surg
de liberación retardada que permiten la adminis- 1988;156:163-8.
tración de estos fármacos por vía im o subcutánea 8. Ascanelli S, Navarra G, Tonini G, Feo C, Zerbinati
A, Pozza E et al. Early and late outcome after
profunda con periodicidad mensual.
surgery for colorrectal cancer: elective versus
Tratamiento quirúrgico emergency surgery. Tumori 2003;89:36-41.
9. ASGE Standards of Practice Committee, Harri-
La cirugía diagnóstica está indicada en aquellos pa- son ME, Anderson MA, Appalaneni V, Banerjee
cientes en quienes no es posible excluir, mediante S, Ben-Menachem T, Cash BD et al. The role
la valoración clínica e instrumental, la existencia de of endoscopy in the management of patients
una causa mecánica. Si durante la intervención no with known suspected colonic obstruction
se objetivan lesiones que justifiquen el cuadro oclu- and pseudoobstruction. Gastrointest Endosc
sivo, se deben tomar biopsias transmurales de dife- 2010;71:669-79.
rentes tramos del intestino delgado para un análisis 10. Fielding LP, Wells BW: Survival after primary
histológico. La cirugía terapéutica sólo está indica- and after stageal resection for large bowel
da en los pacientes con pseudoobstrucción intesti- obstruction caused by cancer. Br J Surg
nal crónica con afectación segmentaria, debiendo 1986;73:360-3.
realizarse una resección lo más limitada posible, en 11. SloyerAF, Panella VS, Demas be, Shike M, Light-
el contexto de un análisis individualizado. dale CJ, Winawer SJ et al. Ogilvie´s syndrome:
successful management without colonoscopy.
Dig Dis Sci 1988;33:1391-6.
Bibliografía 12. Caner H, Baybeck M, Albayrak A, Calisanellar T,
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Goldstein JA, Johanson JF. Acute colonic pseu- cation of lumbar disc surgery. Can J Neurol Sci
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www.update-software.com. (Traducida de The rology 1989;96:704.

382
28 Isquemia intestinal
Miguel A. Montoro Huguet*, Jorge García Egea**, Gemma Fabregat***
* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge, Huesca
Departamento de Medicina y Psiquiatría, Universidad de Zaragoza
** Servicio de Cirugía Digestiva. Hospital San Jorge, Huesca
*** Servicio de Geriatría. Hospital Sagrado Corazón de Jesús, Huesca

Introducción Objetivos de este capítulo


Un equipo de cirujanos de Dusseldorf publicó en
❱❱ Describir las distintas formas clínicas de
2002 los resultados de 20 años de experiencia en isquemia intestinal.
el manejo de pacientes con isquemia mesentéri-
ca aguda en su institución, un hospital terciario, ❱❱ Proporcionar recursos para establecer un
diagnóstico precoz.
universitario y con programa de trasplante. En su
artículo “The acute mesenteric ischemia -not un- ❱❱ Facilitar las claves para un manejo eficiente de
derstood or incurable?”, se subraya el hecho de este síndrome y disminuir la mortalidad.
que el 59% de sus pacientes fueron diagnostica- REFERENCIAS CLAVE
dos en la mesa de operaciones, mientras que solo
el 41% disponían de un diagnóstico sustentado en 1. Brandt LJ, Boley SJ. AGA technical review on
pruebas complementarias, incluyendo angiografía intestinal ischemia. American Gastrointestinal
Association. Gastroenterology 2000;118:954-68.
o tomografía computarizada. Menos de 1/3 de los
pacientes sobrevivieron al accidente vascular y la 2. American Gastroenterological Association Medi-
mortalidad se relacionó claramente con el tiempo cal Position Statement: Guidelines on Intestinal
transcurrido entre el comienzo de los síntomas y la Ischemia. Gastroenterology 2000;118:951-953.
actuación quirúrgica1. Éste es solo un ejemplo de los 3. Menke J. Diagnostic accuracy of multidetec-
muchos que abundan en la literatura, procedentes tor CT in acute mesenteric ischemia: syste-
de países tan diversos como EE.UU.2-5, Finlandia6, matic review and meta-analysis. Radiology
Alemania1, Irán7, Tailandia8, México9 o España10-12. 2010;256:93-101.
La sentencia, desafortunadamente clásica en la li- 4. Humar S, Sarra MG, Kamath PS. Mesenteric
teratura anglosajona “Delayed diagnostic and ope- venous thrombosis. N Eng J Med 2001;345:
ration caused higher mortality…” pretende llamar 1683-88.
la atención a un colectivo muy heterogéneo de pro- 5. Oldenburg W.A. Lau L, Rodenberg TJ, Edmons
fesionales que intervienen en el manejo clínico de HJ, Burher CD. Acute Mesenteric Ischemia. Arch
estos pacientes. Médicos generales, especialistas Intern Med 2004;164:1054-62.
en medicina de urgencia, gastroenterólogos, ex-
6. Kougias P, Lau D, El Sayed HF, Zhou W, Huynh
pertos en radiología vascular, cirujanos digestivos TT, Lin PH. Determinants of mortality and
y vasculares, intensivistas y expertos en nutrición, treatment outcome following surgical interven-
debieran actuar de forma coordinada para garanti- tions for acute mesenteric ischemia. J Vasc Surg
zar una asistencia de calidad, acorde con el estado 2007;46:467-74.
actual del conocimiento en esta materia, y sobre 7. Eltarawy IG, Etman YM, Zenati M, Simmons RL,
todo con la necesaria celeridad para que el pronós- Rosengart MR. Acute mesenteric ischemia: the
tico de estos pacientes deje de ser infausto13. Las importance of early surgical consultation. Am
claves para un manejo eficiente de este síndrome Surg 2009;75:212-9.
se sustentan en tres principios: un elevado índice 8. Rawat N, Gibbons CP; Joint Vascular Research
de sospecha clínica, una adecuada selección de las Group. Surgical or endovascular treatment for
técnicas de imagen disponibles para el diagnóstico chronic mesenteric ischemia: a multicenter
y un conocimiento de los factores que aumentan study. Ann Vasc Surg 2010;24:935-45.
la eficacia de la cirugía cuando ésta está indicada12.

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 383
Sección 4. Intestino delgado y colon

Hígado Aorta Esófago Tronco celíaco

Arteria hepática Arteria gástrica izquierda


Arteria gástrica derecha Bazo

Arteria gastroepiploica Arteria esplénica


derecha
Estómago
Arteria mesentérica
superior Arteria gastroepiploica
izquierda
Arteria cólica media
Arteria mesentérica
Arteria cólica derecha
inferior
Arteria ileocólica
Arteria cólica izquierda
Ramas yeyunales
Colon descendente
Ramas ileales

Colon ascendente Arteria sigmoidea

Intestino delgado Arteria ilíaca común

Arteria rectal superior Recto

Figura 1. Anatomía vascular del tracto intestinal.

Concepto isquémica, forma más frecuente de isquemia in-


testinal, es tratada en el capítulo 29.
La isquemia intestinal es la condición clínica que
aparece cuando el flujo sanguíneo del territorio Anatomía de la circulación esplácnica
mesentérico resulta insuficiente para satisfacer los
El eje celíaco, la arteria mesentérica superior
requerimientos del intestino. Su prevalencia ha au-
(AMS) y la arteria mesentérica inferior (AMI) pro-
mentado debido al envejecimiento progresivo de
porcionan la mayor parte del flujo sanguíneo del
la población y en el momento actual representa 1
tracto gastrointestinal (figura 1). En conjunto, el
de cada 1.000 ingresos hospitalarios y en algunas
flujo vascular del territorio esplácnico representa
series hasta el 5% de la mortalidad hospitalaria14,15.
el 20% del gasto cardiaco. Los volúmenes de flujo
De acuerdo con la clasificación propuesta por la
en cada uno de estos territorios se incrementan
Asociación Americana de Gastroenterología (AGA),
en mayor o menor medida durante la digestión,
la isquemia intestinal se subdivide en tres formas
alcanzando el 35% del gasto cardiaco16.
clínicas bien diferenciadas: isquemia mesentérica
aguda, isquemia mesentérica crónica y colitis is- ❱❱ El tronco celíaco surge de la aorta anterior y
quémica. Esta clasificación tiene utilidad concep- de él surgen tres ramas principales: la arteria
tual y práctica, dado que el origen y mecanismo de gástrica izquierda, la arteria hepática común y
la isquemia, su expresión clínica y su manejo clíni- la arteria esplénica. Este sistema proporciona
co difieren de forma sustancial (ver más adelante). el flujo vascular al hígado, estómago, parte del
El presente capítulo se centra en la descripción de páncreas y la porción más proximal del duo-
la isquemia mesentérica aguda y crónica. La colitis deno. Su flujo basal es de 800 cm3/min, pero

384
28. Isquemia intestinal

después de una comida, se incrementa un 30% arcada pancreatoduodenal que también hace a
(1.100 cm3/min). este órgano menos vulnerable al daño vascular.
❱❱ La arteria mesentérica superior (AMS) surge ❱❱ Algunas áreas del colon (colon derecho, ángu-
asimismo de la aorta anterior y su diámetro es lo esplénico y flexura sigmoidea) son más sen-
similar al del tronco celíaco. Desde ella surgen 5 sibles a los efectos de la isquemia por razones
vasos principales: las ramas pancreaticoduode- anatómicas (véase capítulo 29). El recto, que
nales anterior y posterior, las arterias cólica me- también recibe un doble soporte vascular, es
dia y cólica derecha y las arterias ileocólicas, así afectado con menor frecuencia18.
como diversas ramas yeyunoileales. El sistema
dependiente de la AMS irriga la parte distal del Fisiopatología (mecanismos de isquemia)
duodeno, el intestino delgado íntegro y el hemi- El suministro de oxígeno a las células depende de
colon derecho. Su flujo es de 500 cm3 ml/min, una compleja interacción de factores:
pero se incrementa en un 150% tras una comi-
❱❱ El flujo de sangre que circula por los vasos princi-
da, alcanzando volúmenes de 1.400 ml/min.
pales.
❱❱ Finalmente la arteria mesentérica inferior
❱❱ La concentración de hemoglobina y su satura-
(AMI) surge de la aorta, 3-4 cm por encima de su
ción de oxígeno.
bifurcación y desde la arteria cólica izquierda se
subdivide en una rama ascendente que irriga el ❱❱ La distribución de sangre en la pared intestinal.
colon transverso distal, ángulo esplénico y colon
❱❱ El intercambio de oxígeno entre la capa más ba-
descendente y una rama descendente de donde sal de la mucosa y la porción más distal constitui-
surgen las ramas sigmoideas y la arteria rectal da por las vellosidades.
superior, que irriga el recto proximal. El recto
distal es irrigado por ramas de la arteria ilíaca ❱❱ El balance entre las demandas metabólicas y el
interna (hipogástrica). La AMI posee un calibre aporte real de oxígeno y nutrientes en la mu-
inferior al de la AMS. Algunos sistemas anasto- cosa.
móticos (arco de Riolano y arteria central) dan ❱❱ La capacidad de las propias células para utilizar
lugar a una conexión entre la AMS y la AMI que el oxígeno.
proporciona flujo vascular indistintamente a
ambos territorios, en condiciones de isquemia. Con independencia del mecanismo que desenca-
De ahí la importancia en determinar la dirección dena la isquemia, en todos los casos aparece una
del flujo sanguíneo de este sistema colateral, misma secuencia de acontecimientos. Éstos son de-
bidos tanto a la isquemia propiamente dicha, como
antes de proceder a la ligadura de la AMI en el
a la reperfusión del órgano cuando se restablece el
curso de una cirugía de reemplazamiento aór-
flujo vascular. Inicialmente, el aporte disminuído
tico, ya que este circuito es esencial para pre-
de oxígeno causa una depleción del ATP intrace-
servar el flujo al intestino delgado cuando existe
lular que altera la homeostasis favoreciendo la re-
una oclusión de la AMS (ver capítulo 29)17.
tención de agua y electrolitos. Este incremento del
❱❱ Algunos órganos como el hígado reciben el flujo volumen intracelular aboca finalmente a un estado
de dos sistemas vasculares: la vena porta, que de necrosis. Las células necróticas desencadenan
suministra entre un 70-80% del flujo y la arte- una respuesta inflamatoria con liberación de diver-
ria hepática que aporta el 20-30% restante. En sas citoquinas, que al modificar la permeabilidad
condiciones basales, el flujo venoso portal es de de las uniones intercelulares, alteran la función de
1.200 ml/min, pero llega a incrementarse hasta barrera epitelial, permitiendo la fuga de bacterias a
2.000 ml/min después de una comida. Esta do- los ganglios linfáticos del mesenterio (translocación
ble vascularización hace al hígado relativamente bacteriana). Desde allí se incorporan al torrente
resistente a la isquemia, salvo en situaciones de circulatorio, siendo causa de bacteriemia. Una vez
bajo gasto. Lo mismo ocurre con el duodeno que se restaura el flujo vascular (reperfusión) el oxí-
geno entra en el tejido isquémico desencadenando
que recibe un doble soporte vascular de la ar-
una serie de fenómenos18-22:
teria pancreaticoduodenal superior (procedente
del tronco celíaco) y de la pancreaticoduodenal ❱❱ El oxígeno es rápidamente reducido por la xan-
inferior (procedente de la AMS), configurando la tina oxidasa (XO) que contienen las células epi-

385
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Factores fisiológicos y farmacológicos que regulan el flujo vascular mesentérico 24

Hacen descender el flujo sanguíneo Aumentan el flujo sanguíneo

Factores humorales (Endógenos y exógenos)


Epinefrina (altas dosis) Epinefrina (dosis bajas)
Norepinefrina (dosis moderadas a altas) Noerpinefrina (dosis bajas)
Dopamina (altas dosis) Dopamina (dosis bajas)
Felilefrina Dobutamina
Vasopresina Nitroprusiato sódico
Angiotensina II Papaverina
Digoxina Óxido nítrico
Factores neurales
Receptores a-adrenérgicos Receptores b-adrenérgicos
Receptores dopaminérgicos

teliales en especies reactivas de oxígeno (ERO) ❱❱ En las formas más leves, las ERO logran ser de-
que ejercen una actividad oxidativa tanto sobre puradas por barredores endógenos como el glu-
el DNA, como sobre enzimas y fosfolípidos de la tation, catalasa, superóxido dismutasa y el óxido
membrana. Como consecuencia de ello, la inte- nítrico, que poseen una alta afinidad por estos
gridad de la membrana celular se pierde apare- radicales. Sin embargo, en los casos más graves,
ciendo nuevos fenómenos de necrosis16. la acción de estas sustancias depuradoras se ve
desbordada por la producción masiva de ERO.
❱❱ A su vez, la xantina oxidasa promueve la activa- En estos casos, la incorporación de citoquinas y
ción de células proinflamatorias que atraen leu- de neutrófilos activados a la circulación general
cocitos polimorfonucleares (LPMN). Éstos con- acaba provocando daño en otros órganos a dis-
tienen enzimas que reducen las moléculas de tancia como el hígado o el pulmón, en el con-
oxígeno a aniones superóxido que promueven texto de un síndrome de respuesta inflamatoria
la producción de ácido hipoclórico, una fuente sistémica con fallo multiorgánico22.
para la formación de nuevas especies reactivas
de oxígeno (ERO)20. Los avances en el conocimiento del papel de la re-
perfusión en el daño isquémico pueden proporcio-
❱❱ Además, durante la reperfusión se activa la nar nuevas oportunidades en el manejo de estos
fosfolipasa A2 incrementando la producción de pacientes, basadas en el empleo de agentes farma-
lisofosfolípidos citotóxicos dentro del tejido is- cológicos como el captopril23 o el carvedilol24. Así,
quémico que modulan al alza la producción de el carvedilol, un nuevo bloqueador b-adrenérgico
leucotrienos y prostaglandinas21. con capacidad para aclarar radicales libres ha de-
❱❱ El daño producido en el DNA por las ERO activa mostrado ejercer un efecto protector de las células
una serie de enzimas reparadoras incluyendo la endoteliales del territorio esplácnico en modelos
poli-ADP-ribosa sintetasa (PARS) y la poli-ADP- experimentales de reperfusión24. La tabla 1 mues-
ribosa polimerasa (PARP). La activación de es- tra los factores fisiológicos y farmacológicos que
regulan el flujo mesentérico24,25.
tas enzimas conduce a una grave depleción de
energía que contribuye a la necrosis celular. De El tipo de lesiones que aparece en el curso de una
este modo, el efecto de las ERO acaba siendo isquemia intestinal depende de numerosos facto-
peor que el de la propia isquemia, favoreciendo res, incluyendo el tipo de vaso afectado, el grado
la expansión de la necrosis hacia zonas conti- de oclusión, el mecanismo de la isquemia (oclusiva
guas16. o no oclusiva), su duración y la presencia de circu-

386
28. Isquemia intestinal

TABLA 2. Tipos e incidencia aproximada de isquemia intestinal

Colitis isquémica 70-75%


Isquemia mesentérica aguda 25-30%
Isquemia mesentérica crónica 5%
Isquemia focal segmentaria 5%
Trombosis venosa mesentérica1 Incluida en la IMA

1
Existen formas agudas, subagudas y crónicas. La forma aguda queda incluida en la isquemia mesentérica aguda.

lación colateral. La mucosa y la submucosa, que en Tipos de isquemia mesentérica


condiciones normales reciben el 70% del flujo vas- aguda (tabla 2)
cular son las capas más vulnerables a los efectos de
IMA de orgen arterial
la hipoxia. De ahí que las lesiones iniciales asienten
en la mucosa donde se aprecian áreas de edema ❱❱ Embolia de la arteria mesentérica superior
y hemorragia submucosa, ulceración y finalmente (EAMS)
necrosis. Solo si la isquemia persiste, la afectación
La EAMS representa aproximadamente el 40-50%
llega a hacerse transmural con posibilidad de perfo-
de los episodios de IMA25-26. La mayoría de las
ración, sepsis y peritonitis.
émbolos se originan en la aurícula o ventrículo
izquierdos, o en una lesión valvular. Las arritmias
Formas clínicas de isquemia intestinal son el factor precipitante más común y con menor
La isquemia intestinal engloba tres condiciones frecuencia la cardioversión y el cateterismo. La
clínicas bien diferenciadas: 1) isquemia mesenté- endocarditis, miocardiopatías y aneurismas ventri-
rica aguda (IMA); 2) isquemia mesentérica crónica culares también constituyen factores de riesgo28.
(IMC) y colitis isquémica (CI). La tabla 1 muestra Un dolor abdominal de comienzo súbito en estos
datos en relación con la frecuencia de las distintas contextos debe despertar la sospecha de EAMS.
formas clínicas, obtenidos fundamentalmente de la Casi en 1/3 de los casos existe una historia previa o
literatura anglosajona13-15,21,27. concomitante de embolismos en otras localizacio-
nes (figura 2). Cuando el émbolo queda impactado
ISQUEMIA MESENTÉRICA AGUDA muy cerca del origen de la AMS (15%) la afectación
(IMA) intestinal puede ser extensa. Aproximadamente en
el 50% de los casos, el émbolo se aloja distalmente
Concepto al origen de la arteria cólica media que es la pri-
mera rama mayor de la AMS28,29. Cuando el émbolo
Surge como consecuencia del déficit de aporte
se aloja por encima de la bifurcación de la arteria
sanguíneo dependiente de la arteria mesentérica ileocólica se utiliza el término “embolia mayor”. En
superior (AMS) pudiendo afectar, por tanto, al in- contraste, si el émbolo se aloja por debajo de esta
testino delgado y/o al colon derecho (irrigado por bifurcación o en cualquiera de las ramas distales
la AMS). Representa aproximadamente un tercio de la AMS, se habla de “embolia menor”. Esta dis-
de todas las formas de isquemia intestinal y su evo- tinción es importante en la estrategia terapéutica.
lución suele ser dramática debido a que el diagnós- Con frecuencia, el diagnóstico de EAMS se realiza
tico suele realizarse tarde, cuando el infarto intesti- durante el acto operatorio al comprobar la distribu-
nal ya es una realidad irreversible. Su incidencia ha ción del intestino isquémico. Debido a que la ma-
aumentado en los últimos 20 años y a pesar de los yoría de las embolias ocurren distalmente al origen
avances en el conocimiento de su fisiopatología, si- de la arteria cólica media, quedando preservado el
gue gravada con una elevada mortalidad (60-70%). flujo de la rama pancreaticoduodenal inferior, el
Solo un diagnóstico y tratamiento precoces pueden yeyuno proximal puede estar indemne, mientras el
reducir significativamente estas cifras. resto del intestino aparece isquémico o infartado.

387
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 2. Con frecuencia la embolia de la arteria mesentérica superior va acompañada de embolismos sincrónicos en otras locali-
zaciones. La figura corresponde a una paciente de 56 años de edad que presentó una embolia menor (por debajo de la inserción
de la arteria ileocólica), que se resolvió con descoagulación sistémica. La presencia de cefalea y ligera desorientación motivó la
indicación de una TC cerebral que muestra un infarto isquémico en el lóbulo frontal derecho.

❱❱ Trombosis de la arteria mesentérica superior (figura 3). La elevada mortalidad perioperatoria,


(TVMS) estimada entre el 70-100%28-30 se explica por el
retraso habitual en el diagnóstico, la extensión de
La TAMS representa el 20-30% de los casos de IMA
la necrosis y la mayor complejidad en los procedi-
y afecta a pacientes de edad avanzada con marcada mientos de revascularización.
arterioesclerosis12,28-30. El desarrollo de la enferme-
dad arterioesclerótica es lento, permitiendo con ❱❱ Isquemia mesentérica no oclusiva (IMNO)
ello el desarrollo de circulación colateral. Por este La IMNO es responsable del 20-30% de los episo-
motivo, las oclusiones mayores de la AMS pue- dios de IMA31,32 y surge como consecuencia de la
den ser relativamente bien toleradas, hasta que vasoconstricción esplácnica debida al efecto de
las arterias viscerales remanentes o una colateral sustancias vasoactivas liberadas en respuesta a una
de grueso calibre se ve afectada por la oclusión24. situación de bajo gasto. Factores de riesgo en este
No es inhabitual, en este contexto, que el enfer- contexto incluyen el shock de cualquier etiología, el
mo refiera una historia de angina intestinal en las infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardia-
semanas o meses que preceden al episodio trom- ca congestiva, arritmias, bypass cardiopulmonar,
bótico. De hecho, hasta en un 50% de los casos, la insuficiencia hepática o renal y cirugía cardiaca o
TAMS representa la culminación de una isquemia abdominal mayor. En todas estas circunstancias,
mesentérica crónica. La vasculitis, las enfermeda- el organismo libera sustancias vasoactivas como la
des trombogénicas y el aneurisma de aorta cons- endotelina que provocan una intensa vasoconstric-
tituyen también factores de riesgo. La trombosis ción en el territorio esplácnico, con el propósito de
suele ocurrir en los 2 cm proximales al origen de desviar la sangre hacia otros órganos vitales como
una rama arterial importante y sus efectos suelen el corazón, el cerebro o el riñón. Esta “autotransfu-
ser devastadores al afectar extensas áreas del in- sión” deja al intestino transitoriamente privado del
testino, desde el duodeno hasta el colon transverso flujo vascular ocasionando hipoxia tisular e inclu-

388
28. Isquemia intestinal

IMA de origen venoso


❱❱ Trombosis venosa mesentérica (TVM)
La TVM incluye tres variantes: aguda, subaguda
y crónica. La extensión, localización y rapidez con
que se forma el trombo determinan la evolución
de los pacientes. Solo las formas “agudas” se com-
portan clínicamente como una IMA y representan
el 10-15% de los casos26,34-39. Las formas subagudas
cursan con dolor abdominal, pero la velocidad con
que se forma el trombo permite el desarrollo de
colaterales que evitan el infarto intestinal13,16. Las
Figura 3. Pieza de exéresis masiva del intestino delgado
formas crónicas suelen ser indoloras y a menudo
afectado por un infarto extenso debido a una trombosis
mesentérica aguda de origen arterial. Por cortesía del Dr. se descubren accidentalmente o en el curso de una
Jiménez Bernardo. Servicio de Cirugía B. Hospital Clínico hemorragia digestiva por varices esofagogástricas.
Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. La trombosis puede ser primaria cuando se debe
a un trastorno de coagulación (30%) y secundaria
cuando obedece a otros mecanismos, incluyendo
so infarto15,21. Algunos agentes vasoactivos como la trombosis que complica el curso de un proceso
la digital, han sido implicados en la patogenia de inflamatorio intraabdominal por pileflebitis (apen-
algunos casos de IMNO debido a sus propiedades dicitis, diverticulitis, pancreatitis) o la propia hiper-
vasoconstrictoras33. En otros casos no logra identi- tensión portal que, por sí sola, constituye un factor
ficarse ningún factor de riesgo32,34. El clínico debe de riesgo de trombosis portal (tabla 3). Hoy en día,
conocer que esta complicación puede no ser in- menos del 10% de los casos son clasificadas como
mediata y aparecer horas o incluso días después idiopáticas26,34-39. La TVM es usualmente segmenta-
de haber desaparecido el factor causal. Una forma ria y se manifiesta por edema y hemorragia en la
inusual de IMNO ha sido descrita en pacientes que pared intestinal y desprendimiento de la mucosa.
han sufrido el estrés de un procedimiento quirúrgi- En las formas primarias, el trombo suele afectar
co o un traumatismo y que permanecen ingresados inicialmente a las arcadas venosas y desde allí se
en la UCI con una sonda de nutrición enteral. La in- propaga en sentido proximal. El infarto hemorrá-
cidencia de IMA comunicada en este escenario os- gico únicamente aparece cuando se ven afectados
cila entre el 0,3-8,5%. Se aduce que en estos casos los vasos intramurales. El trombo suele palparse en
el acto operatorio cuando afecta a la vena mesen-
puede existir un desequilibrio entre las demandas
(creadas por la propia nutrición enteral) y la oferta
de flujo, disminuida por la hipoperfusión sistémica TABLA 3. Causas e incidencia aproximada de isquemia
y la vasoconstricción esplácnica24. La mayoría de es- mesentérica aguda 1
tos pacientes desarrollan un cuadro de distensión
abdominal y sepsis con una mortalidad superior al
Embolia de la arteria mesentérica 40-50%
50%. Es importante diferenciar la IMNO de otras superior
formas de IMA dado que su reconocimiento precoz
Trombosis de la arteria mesentérica 20-30%
proporciona una oportunidad al manejo médico- superior
conservador basado en la perfusión intraarterial de
Isquemia mesentérica no oclusiva 10-20%
agentes vasodilatadores (ver más adelante) y evitar
con ello una laparotomía13,14. Trombosis venosa mesentérica 10%
Isquemia focal segmentaria 5%
❱❱ Isquemia focal segmentaria (IFSA)
En la IFS de origen arterial, un corto segmento de 1
Nótese que el término isquemia intestinal no equi-
intestino se ve comprometido por circunstancias vale al de isquemia mesentérica aguda. Esta es solo
diversas: embolias de colesterol, vasculitis, trau- una de las tres formas clásicas de isquemia intestinal
matismos o lesiones por radiación. Éstas no suelen que engloba a tres formas clínicas: isquemia mesen-
térica aguda, crónica y colitis isquémica.
conducir a un deterioro clínico tan dramático de-
bido a la rápida aparición de circulación colateral.

389
Sección 4. Intestino delgado y colon

lación a los hallazgos del examen físico. Así, en


las fases iniciales, el abdomen es blando y no se
aprecian signos peritoneales. La deshidratación
y el secuestro de líquidos en el tercer espacio
conducen a un estado de confusión mental, ta-
quicardia, taquipnea y signos de colapso circula-
torio. Algunos pacientes presentan las manifes-
taciones de un embolismo sincrónico en otras
áreas del organismo (figura 2).
❱❱ Trombosis. La oclusión trombótica de la AMS
conduce a síntomas igualmente dramáticos que
los observados en la EAMS, cuando se presen-
Figura 4. Imagen obtenida en el curso de una laparotomía tan de forma aguda. Sin embargo, y debido a
correspondiente a un vólvulo de sigma. Un ejemplo de que los pacientes con marcada arterioesclero-
isquemia focal segmentaria de origen venoso. Por cortesía de
sis suelen presentar abundante circulación co-
la Dra. Casamayor.
lateral, algunos enfermos presentan un cuadro
subagudo y tardan más tiempo en consultar
térica superior (VMS)40. La afectación de la vena con el médico. En aproximadamente el 30% de
mesentérica inferior (VMI) es inusual. A diferencia los casos, el accidente vascular ha venido pre-
de lo que se observa en las isquemias de origen cedido de una clínica de angina abdominal de
arterial, en las venosas, la transición entre tejido semanas o meses de duración que anuncian o
isquémico y no isquémico es más gradual. La mor- preceden al accidente agudo (angina intestinal:
talidad depende del carácter agudo o crónico de la véase más adelante).
isquemia y de la extensión del segmento afectado.
Las formas agudas con afectación de la VMS o de la ❱❱ Isquemia mesentérica no oclusiva. El esce-
vena porta presentan una mortalidad a los 30 días, nario habitual de la IMNO es el de un anciano
del 30%. La sobrevida a largo plazo oscila entre el críticamente enfermo (frecuentemente en UCI)
30-40% en las formas agudas y del 80% en las for- con severa arterioesclerosis mesentérica que
mas de curso crónico36. presenta un evento hemodinámico agudo. Con
frecuencia se trata de pacientes intubados y
❱❱ Isquemia focal segmentaria (IFSV)
sedados y, por consiguiente, incapaces de ex-
La IFS de origen venoso aparece en la oclusión in- presar la presencia de dolor abdominal. En ta-
testinal con estrangulación (figura 4). les circunstancias, la isquemia intestinal puede
no hacerse patente hasta pasadas unas horas o
PRESENTACIÓN CLÍNICA días tras el comienzo del accidente hemodiná-
Los síntomas y signos de la IMA difieren según la mico inicial. Ello es particularmente importante
forma clínica. En general, los pacientes con embo- en pacientes con hipotensión grave y sostenida
lia o trombosis de la AMS muestran un comienzo que han sido tratados con agonistas a-adrenér-
más agudo y un deterioro rápido de la condición gicos. En estos casos, tanto la hipotensión como
general, mientas que los afectados por una IMNO o el tratamiento administrado constituyen facto-
una TVM presentan un comienzo más gradual y un res predisponentes. Con frecuencia la aparición
curso clínico más prolongado. de una distensión abdominal no explicable por
otra causa, o una hemorragia gastrointestinal
❱❱ Embolia. El comienzo de los síntomas es usual- inesperada, constituyen las primeras manifesta-
mente dramático, debido a la falta de circu- ciones clínicas. Cualquier deterioro clínico, des-
lación colateral, y se manifiesta por un dolor pués de una aparente recuperación del cuadro
de comienzo súbito e intensidad relevante e
que motivó su ingreso, debería hacer sospechar
implacable. A menudo el dolor se sigue de un
esta complicación.
deseo urgente por la defecación, que puede
ir mezclada con sangre (especialmente si se ❱❱ Trombosis venosa. Salvo en las formas fulmi-
afecta el colon derecho), así como de náuseas nantes de curso agudo, la mayoría de los pacien-
y vómitos. Tradicionalmente, el dolor es de una tes presentan un curso inicialmente indolente y
intensidad desproporcionadamente alta en re- pueden tardar 1-2 semanas (o incluso más) en

390
28. Isquemia intestinal

consultar. Los enfermos refieren un dolor abdo- TABLA 4. Causas de trombosis venosa mesentérica
minal inespecífico de carácter difuso, asociados
a anorexia y en ocasiones diarrea. Cuando el
dolor es más localizado, suele estar centrado en ❱❱ Primaria (30%).
el hemiabdomen inferior. La fiebre, la distensión • Deficiencia de antitrombina III.
abdominal y la presencia de sangre oculta en la
• Deficiencia de proteína C.
deposición son frecuentes en la TVM. Por otra
parte, la ascitis hemorrágica y el secuestro de • Deficiencia de proteína S.
líquidos en el tercer espacio contribuyen a la • Policitemia vera.
deshidratación y la hipotensión, favoreciendo la • Trombocitosis.
extensión de la trombosis y el agravamiento de • Neoplasias.
la isquemia. No debe olvidarse que los síntomas • Anticonceptivos orales.
de la TVM a menudo vienen precedidos de los
• Embarazo.
secundarios a un foco de inflamación visceral
intraabdominal (diverticulitis, pancreatitis, cole- • Esplenectomía.
cistitis) y que el solapamiento entre ellos puede • Anemia de células falciformes.
hacer difícil la interpretación del cuadro. • Síndrome mieloproliferativo.

Todas las formas clínicas descritas de IMA pueden ❱❱ Secundaria (60%).


conducir a un infarto intestinal. Hallazgos comunes • Procesos sépticos intraabdominales: apendicitis,
en tales casos son la presencia de signos peritonea- diverticulitis, colangitis, perforación gastrointes-
les, inestabilidad hemodinámica y sepsis con fallo tinal, abscesos.
multiórgano24. • Pancreatitis aguda y crónica.
• Enfermedad inflamatoria intestinal.
DIAGNÓSTICO
• Hipertensión portal.
Índice de sospecha • Gastroenteritis aguda.
Muchos de los síntomas y signos asociados con • Neoplasia.
la IMA son comunes a otras condiciones clínicas • Traumatismo abdominal.
intraabdominales, tales como la pancreatitis o la
diverticulitis aguda, la obstrucción del intestino
delgado o la propia colecistitis (especialmente las y pérdida de peso durante las semanas o me-
formas graves). Este hecho, unido a la elevada mor- ses previos al episodio actual. Otros factores de
talidad que comporta un diagnóstico tardío en la riesgo para el desarrollo de IMNO y de TVM (in-
IMA obliga a tener un elevado índice de sospecha cluyendo cualquier estado de hipercoagulabili-
clínica para esta entidad29,30,41. La sobrevida de un dad) han sido descritos más arriba.
paciente con IMA es aproximadamente del 50%
cuando el diagnóstico se establece dentro de las ❱❱ No subestimar la importancia del cuadro por
24 horas que siguen al comienzo de los síntomas, y la inexpresividad de la exploración abdomi-
desciende a menos del 30% cuando el diagnóstico nal. Casi todos los pacientes con IMA presen-
se retrasa28. Algunos postulados pueden ser de va- tan inicialmente un dolor abdominal agudo de
liosa ayuda para elevar la capacidad del clínico para intensidad desproporcionada en relación a los
sospechar IMA. hallazgos detectados en el examen físico. Solo
cuando la oclusión se prolonga durante horas,
❱❱ Considerar siempre los factores de riesgo. El aparece un vasoespasmo que al agravar la hi-
conocimiento de los diferentes escenarios que poxia conduce a la necrosis gangrenosa con pe-
predisponen al desarrollo de una IMA es de im- ritonitis. Este principio es esencial y su omisión
portancia crucial para sospechar el cuadro. Una es la causa de errores graves en la evaluación
IMA debería ser considerada en el diagnóstico inicial de estos pacientes en los Servicios de Ur-
diferencial de cualquier paciente mayor de 60 gencia hospitalarios.
años con una historia previa de fibrilación auri-
❱❱ El dolor puede estar ausente hasta en un 25% de
cular, infarto reciente de miocardio, insuficien-
los casos con isquemia no oclusiva (IMNO)13,27.
cia cardiaca congestiva, embolia arterial o una
En tal caso, los únicos signos podrían ser la pre-
clínica previa de dolor abdominal postprandial

391
Sección 4. Intestino delgado y colon

sencia de una distensión abdominal no expli- agudo como oclusión intestinal o perforación de
cada por otra causa, una hemorragia gastroin- una víscera hueca (figura 5).
testinal o el agravamiento del estado clínico del
US-Doppler
paciente tras una aparente recuperación inicial
del evento que ha precipitado el vasoespasmo. La ultrasonografía con registro Doppler-color pue-
de ser utilizada para evaluar a los pacientes con
❱❱ A estos tres postulados, podría añadirse uno
sospecha de IMA51-53. Sin embargo, esta técnica
más: en los pacientes ancianos, el cuadro clí-
está limitada por las siguientes razones16:
nico puede estar enmascarado por un estado
de confusión mental (un 30% de los ancianos ❱❱ Únicamente las porciones proximales de los va-
muestran deterioro cognitivo, hipoacusia u ob- sos esplácnicos mayores pueden ser exploradas
nubilación, que dificultan la interpretación de la con fiabilidad, pero no así los vasos periféricos.
semiología clínica).
❱❱ La detección de una oclusión vascular no esta-
Laboratorio blece con seguridad el diagnóstico de IMA, dado
que también pueden estar presentes en pacien-
En el momento de la admisión, un 75% de los pa-
tes asintomáticos.
cientes con IMA muestran una leucocitosis superior
a 15.000 cel/mm3, a menudo con desviación iz- ❱❱ El flujo de la AMS y sus ramas es muy variable
quierda, y alrededor del 50% una acidosis metabó- (300-600 ml/min), lo que hace difícil la interpre-
lica. La ausencia de estos marcadores no permite, tación de los registros.
por tanto, descartar el diagnóstico. Por otra parte,
❱❱ Finalmente, los pacientes con IMNO, que repre-
las elevaciones de algunas enzimas (fosfatasa al-
sentan hasta un 25% de los casos de IMA, no
calina, lactodeshidrogenasa, creatinfosfokinasa y
pueden ser diagnosticados de forma fiable por
amilasa), reflejan la presencia de una necrosis in- este procedimiento.
testinal establecida4. Aunque no se ha descrito un
marcador sérico específico para establecer un diag- No obstante, en manos experimentadas52,53, el re-
nóstico precoz, la elevación del dímero-D resulta gistro Doppler-color del intestino delgado propor-
sugestiva en un contexto apropiado. Su sensibilidad ciona información acerca de la presencia de asas
y especificidad son variables43-45, pero unos niveles intestinales aperistálticas con retención de líquido,
plasmáticos en el rango normal hacen poco proba- engrosamiento de la pared (más de 3 mm) y flujo
ble el diagnóstico de IMA oclusiva. intramural (preservado o ausente) que pueden ser
de valiosa ayuda para tomar la decisión de operar
Rx simple de abdomen o no a un paciente.
Los hallazgos proporcionados por la Rx simple de
abdomen en la IMA son inespecíficos46-49. Nótese Tomografía computarizada del abdomen (TC)
que en las fases iniciales de la enfermedad la Rx Los avances de los últimos años han hecho de la
simple de abdomen puede ser rigurosamente nor- TC una técnica primordial ante la sospecha de
mal (un error frecuente es ignorar esta observación IMA16,24,54-65. Habitualmente resulta necesaria una
en la sala de emergencias). De hecho, un estudio combinación de hallazgos para establecer el diag-
alemán demostró que la mortalidad de la IMA en nóstico51. Los hallazgos de mayor especificidad
un momento en que la Rx simple era normal alcan- son la presencia de gas intramural (neumatosis),
zaba el 29%, comparada con un 78%, cuando la Rx gas en el territorio venoso mesentérico-portal y
simple mostraba hallazgos “inespecíficos”50. Ello es la ausencia de realce de la pared intestinal tras la
así, porque habitualmente la presencia de hallaz- inyección de contraste iv59-61 (debe subrayarse que
gos radiológicos, tales como distensión de asas o la inyección de contraste está contraindicada en
“huellas de dedo” (thumbprinting) es concordante presencia de shock o insuficiencia renal con nive-
con la presencia de un segmento intestinal infarta- les de creatinina mayores de 2 mg/dl). Hallazgos
do13,16,24. Tales signos únicamente se observan en el de menor especificidad son el engrosamiento de la
40% de los casos en el momento de la presenta- pared, la congestión de las venas mesentéricas y la
ción24. Otros signos, como la presencia de gas en presencia de ascitis16,51. Hasta muy recientemente,
el territorio portal sugieren un pronóstico infausto. el mayor rendimiento de la TC era el diagnóstico de
En la práctica, la Rx simple de abdomen resulta de la TVM (sensibilidad y especificidad próximas al 90-
utilidad para descartar otras causas de abdomen 100%)37,39,58. De hecho, existía (y sigue existiendo) la

392
28. Isquemia intestinal

Figura 5. En la isquemia intestinal, el hallazgo de asas dilatadas y la visión de impresiones dactilares (thumbprinting) en el colon
reflejan la presencia de infarto y una mortalidad elevada (más del 70%).

recomendación expresa de solicitar una TC abdo- co celíaco, así como para la identificación de una
minal en todo paciente con dolor abdominal y una TVM (sensibilidad del 100%, especificidad del 98%).
historia de trombosis venosa profunda, o de hiper- Sin embargo, no es útil para el diagnóstico de las
coagulabilidad13,16. Hoy en día, la TC con técnica de formas no oclusivas o para la identificación de oclu-
multicorte (multidetector) permite obtener imáge- siones en las ramas distales. Su principal ventaja
nes de gran precisión, tanto de los vasos de grueso, frente a la tomografía es la ausencia de toxicidad
como de pequeño calibre y en manos de radiólogos renal, al no precisar contrastes yodados13,16,24,66,67.
experimentados ofrece un rendimiento “diagnósti-
Angiografía mesentérica
co” similar al de la angiografía clásica para estable-
cer la causa y el nivel de la oclusión, tanto arterial La sensibilidad y especificidad de la angiografía en
como venosa, con una sensibilidad y especificidad el diagnóstico de la IMA es de 90-100% y del 100%,
del 92-100%, respectivamente62-65. Probablemente respectivamente13. Un valor añadido de esta técnica
el valor predictivo de esta técnica no sea tan alto en (importante) es que permite la perfusión intraarte-
ámbitos menos especializados16, pero es indudable rial de agentes vasodilatadores (p. ej.: papaverina)
que la TC multicorte en dos fases, se ha converti- o de sustancias trombolíticas (ver más adelante).
do en un procedimiento esencial ante la sospecha De hecho, los centros que incorporan este principio
clínica de IMA (figura 6). Una limitación de la TC es en el manejo de la IMA han demostrado una mejora
que podría no discernir determinados procesos ab- en las tasas de supervivencia, cuando se emplean
dominales que en fases avanzadas pueden imitar el de un modo precoz28,40,68. Otra ventaja importante
comportamiento clínico y radiológico de la isque- de la angiografía es que proporciona un mapa qui-
mia intestinal, incluyendo procesos infecciosos, in- rúrgico idóneo para la revascularización13,16. Ello es
flamatorios o de carácter infiltrativo. posible cuando la técnica proporciona imágenes en
dos planos distintos. La proyección anteroposterior
Resonancia nuclear magnética
(AP) permite una mejor visión del flujo mesentérico
Posee una elevada sensibilidad y especificidad para distal y de las colaterales, en tanto que la visión late-
detectar estenosis u oclusión de la AMS o del tron- ral es mejor para visualizar el origen de los grandes

393
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 6. Paciente de 85 años con antecedente de insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular, que presentó una isquemia
mesentérica aguda posiblemente de origen embólico. El diagnóstico se confirmó mediante la realización de una angio-TC, que
demostró la existencia de una obstrucción completa y abrupta de la arteria mesentérica superior (AMS), a unos 7 cm de su salida
de la aorta. a) Salida de la AMS de la aorta (círculo). Se observa aerobilia en conductos biliares intrahepáticos (flechas); b) AMS
a su paso por detrás del páncreas (círculo). Se aprecia dilatación de asas intestinales con engrosamiento de sus paredes; c) AMS
con obstrucción abrupta de su luz (círculo); d) Dilatación de asas intestinales con engrosamiento de sus paredes.

vasos, que en la proyección AP quedan superpuestos sausages sign”) y un flujo venoso preservado. Tanto
sobre la aorta. La angiografía permite distinguir con la TVM como la IMNO pueden mostrar en el angio-
relativa facilidad el tipo de IMA (embolia, trombosis grama contraste que refluye hacia la aorta.
o IMNO). El émbolo se localiza habitualmente en el
La angiografía mesentérica presenta algunos in-
punto donde la AMS se estrecha, es decir, justamen- convenientes que deben ser debidamente pon-
te por detrás de su primera rama mayor, la arteria derados: 1) en pacientes en estado crítico resulta
cólica media (ver más arriba). En contraste, la en- impracticable y su realización, una vez obtenida la
fermedad trombótica suele localizarse en el origen estabilización del enfermo, contribuye a retrasar
de la AMS y se caracteriza por la ausencia total de el diagnóstico; 2) el mismo comentario es aplica-
opacificación de la arteria en la proyección lateral ble a cualquier retraso debido a la ausencia de un
del aortograma, y en un retraso en la opacificación angiografista experto y disponible; 3) finalmente,
de las colaterales prominentes en la proyección AP24. la presencia de claros signos de peritonitis hace
Por su parte, en la TVM se aprecia un enlentecimien- desaconsejable cualquier maniobra que comporte
to generalizado del flujo arterial (superior o igual a retraso a la actuación quirúrgica. Todas estas cir-
20 seg) y una ausencia de repleción del territorio cunstancias deben ser firmemente consideradas,
venoso afectado por la trombosis (mesentérico o dado que configuran un escenario desfavorable
portal). Este fenómeno es segmentario, a diferencia para la angiografía preoperatoria. Sin embargo, los
de lo que se observa en la IMNO donde se aprecia un beneficios potenciales de la angiografía mesenté-
estrechamiento difuso y generalizado del árbol arte- rica, especialmente los derivados de la infusión de
rial, que muestra un aspecto arrosariado (“string of papaverina intraarterial para tratar el vasoespasmo

394
28. Isquemia intestinal

Sospecha de IMA

Presencia de signos de peritonitis

Sí No

Hallazgos sugestivos
Angiografía mesentérica de IMA
TC-multidetector
intraoperatoria
Ausencia de evidencias
radiológicas de IMA

Exploración Observación/tratamiento
del abdomen conservador

Figura 7. Algoritmo diagnóstico y tratamiento en pacientes con sospecha de IMA (isquemia mesentérica aguda). Adaptado de
Kougias P et al. Division of Vascular Surgery and Endovascular Therapy. Baylor College of Medicine VA Medical Center. Houston,
Tex. EE.UU.4.

concomitante, hacen que aquella pueda plantear- TRATAMIENTO


se de forma intraoperatoria. La figura 7 muestra en
Los fundamentos del tratamiento de la IMA se
forma de algoritmo un modo realista de abordar el
basan en las recomendaciones de la Asociación
problema y responde de un modo eficiente al dile- Americana de Gastroenterología (AGA)13,14, y en
ma planteado acerca de la técnica más adecuada la opinión de expertos, tanto en el ámbito de la
(TC-multidetector y/o angiografía mesentérica) en gastroenterología16, como de la cirugía vascular
función de las características individuales del caso4. y digestiva4,5,8,10,24,68-70. Por su parte, la radiología
vascular e intervencionista ha abierto nuevas ex-
Laparoscopia
pectativas en el manejo de estos pacientes con
La peritoneoscopia puede ser de utilidad en deter- relevantes contribuciones en las dos últimas dé-
minados contextos, especialmente en la TVM36. El cadas13,71-83. Antes de exponer los principios en el
escenario más típico es el de un paciente mayor de manejo de estos pacientes, deben tenerse en con-
edad, con dolor abdominal de origen oscuro, he- sideración dos observaciones importantes:
moconcentración, leucocitosis y presencia de líqui- ❱❱ El tiempo transcurrido desde el comienzo de
do serosanguinolento en la cavidad abdominal24,36. los síntomas hasta que el paciente es conduci-
En algunos casos, sin embargo, la laparoscopia do al quirófano es un factor determinante en la
puede conducir a error, dado que la apariencia mortalidad. En este punto, tan importante es in-
de la serosa a menudo no es concordante con la crementar el índice de sospecha de los clínicos,
existencia de isquemia (e incluso de necrosis) en como evitar dilaciones innecesarias en el proce-
la mucosa. Ello es debido a que en presencia de so diagnóstico durante la estancia del paciente
isquemia aparecen shunts que desvían la sangre en el departamento de emergencias (un fenó-
meno que ha comenzado a tener implicaciones
desde la mucosa hacia la serosa proporcionando
médico-legales)24,69. Una revisión retrospectiva
un aspecto externo “normal”. Por otro lado, la pe- reciente, efectuada por cirujanos vasculares en
ritoneoscopia es potencialmente peligrosa dado EE.UU., comunicó una tasa de mortalidad del
que el aumento de la presión intraperitoneal por 16% cuando el tiempo transcurrido desde el
encima de 20 mmHg disminuye el flujo sanguíneo comienzo de los síntomas hasta la revasculariza-
mucoso16. ción fue inferior a 12 h4. Como ha sido reflejado

395
Sección 4. Intestino delgado y colon

en el algoritmo de la figura 7, un paciente con sig- elevada tasa de hemocultivos positivos registrados
nos claros de peritonitis y una firme sospecha de en la IMA. Se ha demostrado que la administración
IMA, debe ser conducido a la sala de operaciones precoz de antibióticos puede reducir la extensión
y en todo caso obtener un angiograma preopera- y la gravedad del daño isquémico en modelos ani-
torio4,24. males16,86.

❱❱ La vasoconstricción del territorio esplácnico es ❱❱ Anticoagulación


un hecho fisiopatológico común a todas las for- El uso de anticoagulación en la IMA es controverti-
mas de IMA (no solamente a los casos de IMNO) do. Algunas opiniones expertas13,16 sugieren no des-
y es frecuente que se prolongue un tiempo des- coagular al paciente antes de la cirugía, salvo en los
pués de restablecer el flujo mesentérico. Por lo casos de TVM, por el riesgo de causar hemorragia
tanto, las terapias endovasculares basadas en la intestinal o intraperitoneal y aconsejan esperar al
perfusión de agentes vasodilatadores constitu- menos 48 horas después de la embolectomía o la
yen un valor añadido en el manejo integral de reconstrucción arterial (momento en que el riesgo
este proceso13,16,24,84,85. de trombosis es más alto) para iniciar la anticoagu-
lación con heparina. Otros grupos con acreditada
El tratamiento incluye una serie de medidas gene- experiencia y excelentes resultados en el manejo
rales, dirigidas esencialmente a estabilizar la con- de la IMA4,24 aconsejan el empleo de heparina sódi-
dición hemodinámica del paciente, y un conjunto ca tan pronto como el diagnóstico es sospechado, a
de medidas específicas para cada una de las formas la dosis necesaria para mantener el tiempo parcial
clínicas descritas (ver más abajo). de tromboplastina dos veces por encima del valor
normal.
Medidas generales
Sustancias vasodilatadoras por vía iv.
❱❱ Estabilización hemodinámica
Una vez obtenida la estabilización hemodinámica
La estabilización hemodinámica es primordial antes del paciente e iniciada la anticoagulación (ver pun-
de indicar cualquier maniobra invasiva, incluidas la to anterior acerca de ventajas e inconvenientes de
angiografía y la laparotomía. Las medidas básicas la descoagulación), los esfuerzos deben ir dirigidos
incluyen una adecuada reposición hidroelectrolíti- a reducir el vasoespasmo del territorio mesentéri-
ca con soluciones cristaloides y la restauración del co. Si el diagnóstico de IMA se ha llevado a cabo sin
equilibrio ácido-base. Un uso juicioso de la repo- angiografía, puede administrarse glucagón iv. a una
sición de líquidos puede requerir la colocación de dosis inicial de 1 µg/kg por minuto, dado que su
un catéter de Swan-Ganz, especialmente en los pa- administración puede ayudar a disminuir el vasoes-
cientes en estado crítico. Ello permite un adecuado pasmo. En cualquier caso, las mayores evidencias
control del gasto cardiaco y de la presión pulmonar. acerca del beneficio potencial de la administración
En cualquier caso, se aconseja una reposición de de sustancias vasodilatadoras, se han basado en su
líquidos tan alta como de 100 ml/kg. Es esencial administración intraarterial (ver punto siguiente).
optimizar la función cardiaca y normalizar, en lo po- Cateterismo arterial percutáneo
sible, la hipovolemia, dado que los estados de hipo-
tensión exacerban la vasoconstricción del territorio Si la condición clínica del paciente lo permite, antes
esplácnico. En este punto, debe recordarse que de la laparotomía resulta de utilidad obtener una
algunos fármacos de uso común poseen un efecto visión angiográfica del territorio esplácnico por una
vasoconstrictor (p. ej.: digital). serie de razones: 1) en primer lugar, permite confir-
mar el diagnóstico (especialmente en los casos en
❱❱ Descompresión intestinal los que no ha sido posible la realización de una TC
abdominal por el estado crítico del paciente); 2) en
Los casos que cursan con distensión abdominal segundo lugar, la angiografía proporciona informa-
pueden beneficiarse de medidas de descompresión ción crucial para el cirujano vascular, en relación a
intestinal (sonda nasogástrica) y atenuar con ello el la afectación de 1 o de 2 vasos. Este punto es im-
efecto negativo de la presión endoluminal sobre la portante para delinear la estrategia de revascula-
perfusión del intestino. rización y ello puede acortar el tiempo operatorio;
❱❱ Antibioterapia 3) disponer de un catéter en la AMS permite ini-
ciar la perfusión de sustancias vasodilatadoras (p.
Existe consenso en la administración de antibióti- ej.: papaverina). La papaverina intraarterial resul-
cos de amplio espectro (levofloxacino, metronida- ta de utilidad tanto para tratar la vasoconstricción
zol, piperacilina-tazobactán, etc.) para cubrir tanto de la IMNO, como para aliviar el vasoespasmo que
gérmenes gramnegativos como anaerobios, dada la acompaña a las formas oclusivas. Debe recordarse

396
28. Isquemia intestinal

que este último suele persistir varios días después cópica en este contexto, puso de relieve que el
de haber repermeabilizado el vaso ocluido y ser abordaje mínimamente invasivo presenta claras
responsable de un infarto mesentérico tardío. Por ventajas en un escenario tan delicado para es-
lo tanto, muchos expertos recomiendan mantener tos pacientes95.
la perfusión antes, durante y después del acto qui-
rúrgico hasta obtener un angiograma normal. Se ❱❱ Algunos pacientes requerirán un programa de
recomienda utilizar una concentración de 1 mg/ nutrición parenteral domiciliaria para paliar las
ml y una velocidad de perfusión de 30-60 mg/h. El consecuencias nutricionales de un síndrome de
tratamiento no puede administrarse en casos de intestino corto13,16,99.
shock y debe suspenderse de inmediato si apare- ❱❱ Finalmente, es importante disponer de anes-
ce una caída repentina de la TA (sustituir por suero tesistas expertos en el control de pacientes an-
glucosado o salino). En este caso se aconseja indi- cianos en estado crítico, como ha señalado un
car una radiografía de abdomen para comprobar reciente informe100.
la correcta colocación del catéter13,16,27,87. Los pa-
cientes con insuficiencia hepática también pueden Manejo de las formas específicas de IMA
presentar episodios de hipotensión debido a un ❱❱ Embolia de la arteria mesentérica superior
fallo de aclaramiento hepático del fármaco vasodi- (EAMS)
latador. Finalmente, determinadas formas de em-
bolia o trombosis mesentérica pueden beneficiarse El tratamiento de la EAMS depende de la presen-
además del uso de agentes trombolíticos, especial- cia o ausencia de peritonitis, del grado de oclusión
mente en ausencia de signos de peritonitis75,77-92 (p. arterial (total o parcial) y de la localización del ém-
ej.: urokinasa: bolus de 2 x 105 U intraarterial se- bolo, por encima o por debajo de la inserción de
guidos de perfusión de 60.000-200.000 U/h) (véase la arteria ileocólica (embolia mayor o menor, res-
más adelante). pectivamente)16. En ausencia de signos peritonea-
les, existen tres alternativas a la cirugía, siempre y
Tratamiento quirúrgico cuando se trate de una embolia menor (en la em-
El propósito de la cirugía es evaluar la viabilidad del bolia mayor la cirugía sigue siendo obligada, salvo
intestino93, repermeabilizar la luz del vaso y extirpar en casos de elevado riesgo quirúrgico). Una prime-
el tejido necrótico. Algunas consideraciones son de ra opción es la infusión intraarterial de fármacos
aplicación general a todas las formas de IMA y de vasodilatadores como la papaverina. Esta opción
hecho, la probabilidad de éxito aumenta si se res- puede ser válida si tras la inyección de un bolus de
petan los siguientes principios: vasodilatador se demuestra una buena perfusión
del lecho vascular distal a la oclusión13,16,28. Una
❱❱ Mantener la perfusión de papaverina, antes, segunda modalidad es la perfusión transcatéter
durante y después de la cirugía y no retirarla de agentes trombolíticos (p. ej.: urokinasa: bolus
hasta que haya revertido el vasoespasmo. de 2 x 105 U intraarterial seguidos de perfusión de
❱❱ La revascularización (embolectomía, trombec- 60.000-200.000 U/h). Algunos estudios prospecti-
tomía, endarterectomía o bypass) debería pre- vos y metaanálisis han demostrado que la trombó-
ceder a la evaluación de la viabilidad intestinal lisis puede ser efectiva en resolver el trombo, ali-
ya que con frecuencia este gesto se acompaña viar los síntomas y evitar la cirugía90-92. Los mejores
de una espectacular mejoría de un segmento resultados de esta terapia se obtienen cuando la
intestinal aparentemente infartado. oclusión es parcial y el intervalo de tiempo transcu-
rrido desde el comienzo de los síntomas es inferior
❱❱ Si se aprecian extensas áreas de intestino de a 12 horas. La desaparición del dolor en la hora si-
dudosa viabilidad, extirpar únicamente el tejido guiente a la fibrinólisis es un buen indicador de que
claramente necrótico realizando un second look el procedimiento ha tenido éxito101. Estudios lleva-
en las siguientes 12-24 h. Este intervalo permite dos a cabo en animales, han demostrado como la
precisar mejor el límite del tejido viable y recu- administración de estreptoquinasa (especialmente
perar intestino, como resultado de la perfusión si se asocia a papaverina) también puede ser útil
de fármacos vasodilatadores y de las medidas en estos casos16. En cualquier caso, la experiencia
de reanimación. Algunos grupos abogan por la comunicada en la literatura con la fibrinólisis es
laparoscopia para llevar a cabo la revisión de la relativamente corta, y el procedimiento no está
cavidad abdominal, evitando con ello los efec- exento de complicaciones90,101-103. Finalmente, la
tos deletéreos de una segunda cirugía a cielo propia descoagulación sistémica con heparina só-
abierto en un intervalo de tiempo tan corto94-98. dica iv. puede proporcionar buenos resultados en
Un estudio reciente que evaluó los resultados algunos casos de embolia menor, con un tiempo de
de la cirugía abierta frente a la cirugía laparos- evolución corto, desde el comienzo de los síntomas

397
Sección 4. Intestino delgado y colon

indicación para un second look104. La US-Doppler es


un procedimiento alternativo y puede ser emplea-
do de forma intraoperatoria105, pero los estudios
efectuados al respecto no han demostrado una cla-
ra superioridad respecto a la valoración clínica106.
Una vez evaluada la viabilidad intestinal, el cirujano
procede a la exéresis (si es necesaria) del o de los
segmentos intestinales claramente necróticos. La
decisión de efectuar una revisión del campo opera-
torio (second look) algunas horas después de la re-
permeabilización, tanto si se ha realizado resección
como si no, es una decisión que el cirujano toma de
acuerdo con una evaluación global del caso25,60. En
Figura 8. Imagen angiográfica de una embolia mesentérica, todo caso, la política de revascularizar antes de re-
por debajo de la inserción de la arteria ileocólica (embolia secar y de extirpar únicamente el tejido claramente
menor). necrótico, puede evitar las consecuencias de un
síndrome de intestino corto (figura 9)24.

(figura 8). Las terapias mencionadas (papaverina in- ❱❱ Trombosis de la arteria mesentérica superior
traarterial, trombolisis transcatéter y/o descoagu- (TAMS)
lación sistémica) también pueden ser una alternati- La actitud ante una TAMS difiere según la presencia
va en pacientes con embolia mayor (sin peritonitis) o ausencia de peritonitis y el riesgo quirúrgico del
y elevado riesgo quirúrgico13,16. paciente. En presencia de peritonitis debe indicar-
se laparotomía con la doble finalidad de efectuar
En presencia de signos peritoneales, la laparotomía
revascularización (no es suficiente la simple trom-
es obligada para repermeabilizar el vaso y proceder
bectomía, sino que debe asociarse una derivación
a la exéresis del tejido necrótico. En algunos casos,
mediante reimplantación de la arteria ocluída,
es probable que la mejoría de los parámetros he-
bypass o injerto) y exéresis del tejido necrótico,
modinámicos debida a las medidas de reanimación
siguiendo los mismos principios enumerados con
preoperatoria proporcione una falsa sensación de anterioridad: infusión intraarterial de papaverina,
“seguridad”. Sin embargo, el infarto intestinal, la antes, durante y después de la intervención, no
sepsis y el fallo multiórgano harán acto presencia resecar intestino antes de repermeabilizar el vaso
de forma ineludible si el enfermo no es sometido y explorar el campo operatorio 12-24 horas des-
a una laparotomía, confundidos por esta falsa apa- pués si en el acto operatorio se descubren áreas
riencia de recuperación. de intestino de dudosa viabilidad. Algunos detalles
La embolectomía debe efectuarse a través de una técnicos deben ser subrayados107,108; 1) en contraste
arteriotomía transversa en la porción proximal de con la embolectomía, es preferible el acceso me-
la AMS (solo ante la duda de trombosis debe efec- diante arteriotomía longitudinal (no transversal),
tuarse arteriotomía longitudinal)24,26,29,41. Después ya que este gesto facilita la anastomosis en el caso
de la embolectomía se procede al cierre de la arte- de precisar la colocación de un bypass24. Si el flujo
riotomía con sutura no absorbible de polipropileno. vascular se ha restablecido sin necesidad de recu-
rrir a un bypass, la arteriotomía longitudinal puede
Una vez efectuada la revascularización es momen- ser cerrada mediante una angioplastia (patch an-
to de evaluar la viabilidad del intestino. La simple gioplasty) para asegurar que el diámetro de la luz
inspección de las asas intestinales puede no ser del vaso no se verá comprometido24. 2) Existen di-
fiable, dado que puede haber áreas infartadas en ferentes procedimientos para revascularizar el vaso
la mucosa, sin signos de isquemia en la serosa. afectado por arterioesclerosis4. Éstos incluyen el in-
Más fiable es la detección de latido arterial en los jerto autólogo con vena safena (una buena opción
pequeños vasos yeyunales y la recuperación del para evitar contaminación en casos de necrosis
peristaltismo en las asas intestinales. El uso de gangrenosa con perforación), la colocación de una
fluoresceína intravenosa y la inspección con una endoprótesis, la reimplantación de la arteria me-
lámpara de hendidura es un procedimiento sensi- sentérica superior, la angioplastia (patch angioplas-
ble para estratificar la viabilidad del intestino. Una ty) y la endarterectomía; 3) el procedimiento para
distribución uniforme de la fluoresceína sugiere la realización de un injerto puede ser anterógrado
generalmente un estado de viabilidad intestinal; o retrógrado. El bypass anterógrado conlleva mayor
cuando la distribución es parcheada el segmento dificultad, pero utiliza como vaso donante la aorta
intestinal es dudosamente recuperable y una clara supracelíaca que suele estar relativamente libre de

398
28. Isquemia intestinal

Actuación en la embolia de la arteria mesentérica superior

Signos de peritonitis

Sí No

Embolectomía + exéresis del tejido


necrótico1 (second Look). Embolia mayor Embolia menor

Mantener perfusión de papaverina


intraarterial antes, durante y Elevado riesgo
12 - 24 horas después de la cirugía. quirúrgico
Control angiográfico del vasoespasmo
antes de retirar el catéter. No Sí

Alternativas

Papaverina intraarterial2 Trombólisis3 Heparina iv.4


1
La heparinización es aconsejable después de 48 horas de la cirugía.
2
En el paciente con embolia mayor, sin signos de peritonitis y alto riesgo quirúrgico, la papaverina intraarterial puede ser
útil si se demuestra buena perfusión del lecho distal tras administrar un vasodilatador.
3
La perfusión intraarterial de drogas trombolíticas tiene mayor probabilidad de éxito en pacientes con oclusión parcial y/o
un tiempo de evolución < 12 h.
4
Es necesaria la anticoagulación a largo plazo para prevenir la recurrencia.

Figura 9. Algoritmo de actuación en una embolia mesentérica.

arterioesclerosis. El bypass retrógrado es técnica- evaluarse la viabilidad del intestino (valoración clí-
mente más sencillo y rápido, lo que representa una nica, fluoresceína y/o US-Doppler) y en su caso pro-
ventaja en los enfermos inestables o con marcada ceder a la exéresis del tejido necrótico, reservando
obesidad. Sin embargo, el empleo de la aorta in- para el second look la actitud a seguir en las zonas
frarrenal o de la arteria ilíaca como vaso donante dudosamente viables. La perfusión de agentes va-
conllevan riesgos derivados de la existencia de ex- sodilatadores permite neutralizar los efectos de-
tensas calcificaciones (frecuentes en la arteria ilía- letéreos del vasoespasmo y debería mantenerse
ca) y/o de la torsión del injerto4; 4) en todo caso, hasta la obtención de un angiograma normal en el
y siempre que ello sea posible, el flujo vascular postoperatorio. Si el enfermo no ha sido heparini-
debería ser restaurado en al menos 2 vasos mesen- zado antes, debería serlo, una vez pasadas 48 horas
téricos para asegurar una completa revasculariza- para evitar el riesgo de trombosis en el injerto.
ción y prevenir futuros accidentes isquémicos69,106. Especial dificultad comporta la actitud en el pa-
Algunos investigadores sugieren que la revasculari- ciente sin signos peritoneales. Con frecuencia, los
zación de la AMS sola es una alternativa aceptable enfermos con oclusiones arterioescleróticas de los
que ofrece los mismos buenos resultados con una vasos esplácnicos han desarrollado extensas cola-
menor morbilidad postoperatoria24,69. Al igual que terales para preservar el flujo. En un enfermo con
en la embolia, después de la revascularización debe dolor abdominal agudo y sospecha de IMA que no

399
Sección 4. Intestino delgado y colon

presenta signos peritoneales, es crucial disponer soconstricción. La aparición de peritonitis en cual-


de la opinión de un angiografista experto. Aquellos quier momento de su evolución constituye indica-
pacientes en los que se visualizan colaterales bien ción de cirugía.
replecionadas (no afectadas por vasoespasmo re-
flejo) es improbable que la clínica de dolor abdo- ❱❱ Trombosis venosa mesentérica (TVM)
minal tenga su origen en un fenómeno trombótico El tratamiento de una TVM difiere según la pre-
agudo y en tales casos es lícito adoptar una con- sencia o ausencia de síntomas. En algunos casos,
ducta expectante y/o evaluar un diagnóstico alter- la TVM se descubre accidentalmente al realizar
nativo. Por el contrario, si el estudio angiográfico una TC abdominal por otra causa. En tales casos
no permite demostrar colaterales o la repleción de puede optarse por iniciar anticoagulación duran-
éstas es pobre debido a la presencia de intenso va- te 3-6 meses o mantener una actitud expectante.
soespasmo, es más verosímil la presencia de una En presencia de síntomas, el protocolo depende
trombosis arterial como causa de los síntomas. En de la existencia o no de peritonitis. En ausencia
tales casos debe procederse con el mismo proto-
de signos peritoneales el tratamiento consiste en
colo descrito para el paciente con signos de perito-
la descoagulación sistémica con un bolus inicial de
nitis (vasodilatadores, revascularización y exéresis
5.000 UI de heparina seguido de la infusión conti-
del tejido necrótico). Dentro de este subgrupo, los
nua de 1.000 UI/h, ajustando la dosis para mante-
enfermos con alto riesgo quirúrgico, podrían be-
neficiarse de una revascularización no quirúrgica, ner el TTP alargado 2-2,5 veces respecto al control.
basada en angioplastia percutánea (con o sin stent) Esta pauta se mantiene durante 7-14 días, iniciando
o trombólisis endosvascular, aunque la experiencia posteriormente la administración de cumarínicos,
en este campo es limitada109-111. La figura 10 mues- al menos durante seis meses. Un estudio que com-
tra la visión angiográfica de una trombosis de la paró esta actitud “conservadora” con el manejo
AMS en un paciente que sobrevivió a la cirugía. quirúrgico demostró que el tratamiento médico
es una opción razonable en este grupo de pacien-
❱❱ Isquemia mesentérica no oclusiva (IMNO) tes36,112. El tratamiento debe prolongarse indefini-
El tratamiento inicial debe ir dirigido a la corrección damente en aquellos casos en los que se descubre
del factor precipitante. Cualquier intento de mejo- un estado de trombofilia. Los casos con peritonitis
rar la perfusión intestinal resulta estéril si persiste al ingreso son subsidiarios de laparotomía y resec-
una situación de bajo gasto. Por otro lado, muchos ción del segmento infartado. Cuando se aprecian
casos de IMNO sobrevienen como consecuencia extensas áreas de intestino de dudosa viabilidad, el
de los tratamientos administrados para el control paciente puede beneficiarse del efecto combinado
de la situación hemodinámica, incluyendo el uso de la revascularización (trombectomía) y la perfu-
de fármacos con propiedades a-adrenérgicas que sión de papaverina intraarterial. Si la papaverina
ejercen un potente estímulo vasoconstrictor sobre consigue aliviar el vasoespasmo, es rentable es-
el territorio esplácnico. Con ello se crea un esce- perar unas horas y decidir en un second look si la
nario complejo y difícil de revertir, al hacer pre- resección intestinal es realmente necesaria. Tras la
valecer el control de la situación hemodinámica, cirugía debe procederse de inmediato a la hepari-
sobre el flujo vascular mesentérico. El diagnóstico nización por vía iv. durante 7-10 días. Esta actitud
angiográfico de IMNO exige el cumplimiento de 4 ha demostrado disminuir la mortalidad del 26% al
criterios: (1) el estrechamiento marcado del origen 14% y la tasa de recurrencias del 59% al 22%35,36,113.
de las ramas de la AMS; (2) irregularidades en las Hoy en día, la radiología vascular e intervencionista
ramas intestinales; (3) espasmo de las arcadas y ofrece la posibilidad de llevar a cabo la revasculari-
(4) fallo de repleción de los vasos intramurales16. zación por medio de una trombectomía endovas-
Cuando estos 4 signos están presentes, en ausen- cular. El procedimiento puede llevarse a cabo por
cia de shock, fármacos vasopresores o pancreatitis vía anterógrada a través de la AMS79,82,83,114, por vía
aguda, puede considerarse que el enfermo presen- transparietohepática80,81, o por vía retrógrada tran-
ta una IMNO. La piedra angular del tratamiento se syugular115,116. Estos procedimientos de trombólisis
basa en la administración intraarterial de fármacos intravascular están contraindicados si se sospecha
vasodilatadores13,16,24. Cuando la papaverina es uti- infarto intestinal24.
lizada como único tratamiento para la IMNO (casos
sin peritonitis), debe mantenerse al menos durante El tratamiento de la TVM crónica consiste en el
24 horas y repetir el angiograma 30 minutos des- control de la hemorragia por varices mediante es-
pués de interrumpir la perfusión del vasodilatador cleroterapia, ligadura con bandas, shunts portosis-
y ser sustituido por suero salino. Los angiogramas témicos quirúrgicos o transyugulares (TIPS) o pro-
pueden repetirse diariamente hasta comprobar la cedimientos de desvascularización (véase capítulo
ausencia de cualquier evidencia radiológica de va- 61). El empleo de b-bloqueantes no selectivos y de

400
28. Isquemia intestinal

anticoagulación ha demostrado mejorar la supervi-


vencia en estos pacientes117.
Manejo postoperatorio y pronóstico
El postoperatorio de los pacientes que han sufrido
una intervención por IMA debe llevarse a cabo en
una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Aspec-
tos primordiales en el control postoperatorio son
la corrección de la acidosis metabólica y de la hi-
perkaliemia. La existencia de la acidosis (en ausen-
cia de fallo renal) permite sospechar la persistencia
de un segmento intestinal isquémico o infartado.
La reposición de volumen es igualmente esencial
para evitar las consecuencias de una hipoperfu- Figura 10. Visión angiográfica de una trombosis cercana al
sión mesentérica. Es bien conocido el síndrome de ostium de la arteria mesentérica. El cuadro debutó con un
fuga capilar mesentérica tras la revascularización dolor abdominal agudo asociado a un íleo con signos de
(mesenteric capillary leak sindrome). Los pacientes peritonitis. El enfermo sobrevivió a una resección extensa del
que padecen este síndrome pueden requerir de intestino delgado y colon derecho.
10-20 l de soluciones cristaloides durante las pri-
meras 24-48 h tras la cirugía24. Si la revasculariza-
ción ha tenido éxito, los esfuerzos deberían dirigir- y el 90% (superior al 75% cuando el tiempo trans-
se a evitar cualquier daño añadido derivado de la currido entre el comienzo de los síntomas y la inter-
reperfusión, ya que ésta puede conducir a un es- vención es mayor de 12 h)4,118-120. En algunas series,
tado de isquemia persistente o incluso infarto. En sin embargo, se han descrito tasas de mortalidad a
este contexto, y si la condición hemodinámica del los 30 días de la revascularización “tan bajas” como
paciente lo permite, el enfermo puede beneficiarse del 30%, cuando la IMA ha sido tratada de un modo
de la administración de sustancias vasodilatadoras precoz y “agresivo”4. Algunos parámetros que se
(glucagón iv. o papaverina intraarterial). Otros fár- asocian con un incremento de la mortalidad incluyen
macos que pueden disminuir el daño inducido por la insuficiencia renal, la edad, la acidosis metabólica,
la reperfusión son el alopurinol, los inhibidores de la duración de los síntomas y la necesidad de una se-
la enzima convertidora de angiotensina y otras sus- gunda resección en el second look. La mayoría de los
tancias con capacidad para aclarar radicales libres estudios que incorporan análisis multivariables para
de oxígeno24. En muchos pacientes con IMA pue- evaluar el pronóstico de estos pacientes, indican que
den aparecer las manifestaciones de la sepsis y del la edad superior a 70 años y la duración prolongada
fallo multiórgano118. El manejo de tales complica- de los síntomas constituyen variables independien-
ciones es similar al descrito para otras causas. Sin tes asociadas a una mayor mortalidad4. Un estudio
embargo, se recomienda especial precaución con llevado a cabo en nuestro país, demostró, de nue-
el empleo de vasoopresores que pueden empeo- vo, que la viabilidad del intestino afectado por una
rar la isquemia en los márgenes de intestino viable. embolia mesentérica tenía una relación directa con
Las mejores opciones en esta situación son la dopa- el tiempo transcurrido desde el comienzo de los
mina (3-8 µg/kg por minuto) y la epinefrina (0,05- síntomas hasta el momento de la revascularización
0,10 µg/kg por minuto). Los a-adrenérgicos puros (100% por debajo de 12 horas; 54% entre 12-24 h;
deberían ser evitados, en lo posible13,16,24,58. 18% por encima de 24 h)121. Todos los expertos real-
zan este concepto, subrayando la importancia en no
La tasa de complicaciones ocurridas en el postope-
retrasar los procedimientos diagnósticos (o malgas-
ratorio de un paciente con IMA supera el 70%, sien-
tar tiempo en pruebas innecesarias) abogando por
do las más frecuentes la neumonía (14%), la insufi-
el uso liberal, precoz y no restringido de la angiogra-
ciencia renal (creatinina superior a 2 mg/dl) (11%) y
fía, siempre que sea posible. Por otro lado, una es-
la sepsis (10%)4. Otras complicaciones comúnmen-
tabilización hemodinámica pobre o inadecuada (un
te observadas incluyen la necesidad de intubación
hecho común y frecuente cuando el enfermo pasa
prolongada (en algunos casos traqueostomía),
demasiado tiempo en observación) conduce a gra-
complicaciones cardiovasculares, íleo postoperato-
ves depleciones de volumen, acidosis metabólica y
rio prolongado, hemorragia gastrointestinal, infec-
fallo renal y, lo que es peor, contribuye a exacerbar el
ciones del tracto urinario, colecistitis acalculosa, y
daño por reperfusión, una vez que el flujo visceral se
accidentes vasculares cerebrales.
ha restablecido. En estas circunstancias, el desarrollo
La mortalidad perioperatoria en los pacientes so- de una respuesta inflamatoria local y sistémica con-
metidos a una revascularización oscila entre el 44% tribuye al desarrollo de un fracaso en la función de

401
Sección 4. Intestino delgado y colon

órganos a distancia como el pulmón, hígado, riñones que el hallazgo de estenosis de grado variable en
y corazón122-126. los vasos esplácnicos no siempre se acompaña de
síntomas y viceversa, la aparición de dolor abdo-
Existen pocos datos relativos a tasas de superviven- minal postprandial en un paciente con arterioes-
cia a largo plazo de pacientes que han sufrido una clerosis avanzada no siempre es sinónimo de IMC,
cirugía de revascularización por IMA. En general, el dado que el dolor puede tener su origen en otras
pronóstico es menos favorable cuando la IMA ha enfermedades que típicamente cursan con dolor
sido la culminación de un síndrome de insuficiencia postprandial (véase más adelante).
vascular mesentérica de curso crónico (ver siguiente
apartado). Aunque la recurrencia de IMA es inusual, Manifestaciones clínicas
cuando ocurre su pronóstico es desfavorable. Una
Los pacientes con IMC desarrollan un cuadro clí-
pequeña proporción de pacientes que sobreviven
nico característico denominado “angina abdomi-
a un infarto masivo desarrollarán un síndrome de
nal”, consistente en dolor abdominal que aparece
intestino corto requiriendo alimentación parenteral
precozmente tras la ingesta, incrementándose de
a largo plazo o un trasplante de intestino delgado.
modo gradual hasta llegar a desaparecer en el plazo
de 2-3 horas. Con el paso de las semanas, el dolor
Isquemia mesentérica crónica (IMC) conduce a una situación de sitofobia (temor a la in-
Concepto gesta), que explica el adelgazamiento progresivo de
estos pacientes. Esta asociación (dolor postprandial
La IMC es una causa inusual pero relevante de do- y adelgazamiento progresivo) es muy típica y en
lor abdominal crónico y aparece cuando en el curso un anciano siempre debería suscitar la sospecha
de la digestión ocurre una manifiesta despropor- clínica de IMC. Finalmente, el dolor, anteriormen-
ción entre las demandas de O2 en el intestino y el te provocado por la ingesta, se vuelve continuo y
flujo real proporcionado por el sistema vascular. pertinaz, un signo inequívoco de que un accidente
Aparece en personas con marcada arterioesclerosis trombótico agudo está cercano. Otras presentacio-
y representa menos del 5% de los casos de isque- nes poco frecuentes, pero dignas de tener en con-
mia intestinal127-129. sideración, son la aparición de úlceras antrales132-135
Etiología o duodenales136 no asociadas a la infección por He-
licobacter pylori y que no curan con antisecretores,
La arterioesclerosis es la causa habitual de este la colecistitis acalculosa137,138 y la gastroparesia que
síndrome, aunque se han descrito otras entidades se resuelve con la revascularización139.
como enfermedades vasculares del colágeno o
vasculitis que pueden ser el origen de estenosis de Diagnóstico
los vasos del territorio mesentérico. No existe una El diagnóstico de IMC no es sencillo por tres razo-
asociación específica entre el tabaco y la IMC, pero nes fundamentalmente: (1) el síntoma cardinal de
se ha descrito que hasta un 75% de los pacientes la angina intestinal, —dolor postprandial precoz—
con IMC refieren el antecedente de un hábito de no es exclusivo de la IMC y es común observarlo en
fumar130. la úlcera gastroduodenal con signos de penetración
Fisiopatología visceral, enfermedades del páncreas (básicamente
cáncer y pancreatitis crónica), así como en la cole-
La IMC surge como consecuencia del “robo” del litiasis sintomática, (2) no existe ninguna prueba
flujo sanguíneo desde el intestino delgado hasta complementaria específica para este síndrome y
el estómago, una vez que el alimento ha sido in- (3) la demostración de una o varias estenosis en los
gerido131. Esta razón resulta más verosímil que la vasos del territorio mesentérico por US-Doppler,
explicación clásica de que un flujo mesentérico li- angio-TC o angiorresonancia, no aseguran una re-
mitado por las estrecheces anatómicas de los va- lación causa-efecto entre la limitación anatómica
sos, es incapaz de adaptarse al incremento de las del flujo esplácnico y la naturaleza de los síntomas.
demandas metabólicas que ocurren en el intestino La elevación de la velocidad sistólica pico determi-
delgado en el curso de la digestión16,131. La enferme- nada por registro Doppler en la AMS y el tronco
dad puede tener un curso indolente durante años, celíaco del orden de 275 y 200 cm/seg, respectiva-
debido a que la arterioesclerosis de los vasos me- mente, es un signo fiable de que estos vasos están
sentéricos conduce normalmente a la aparición de afectados por una estenosis de más del 70% de su
extensas colaterales en el territorio esplácnico que luz141. La tonometría gástrica tras el ejercicio (GET)
mantienen la circulación. Por esta razón, los sínto- es un test que permite medir la concentración de
mas no aparecerán hasta que al menos dos vasos CO2 en la luz gástrica y la sangre arterial, antes, du-
principales estén ocluidos o presenten estenosis de rante y después del ejercicio. Requiere, por tanto,
alto grado. Este punto es importante para entender la colocación de una sonda nasogástrica (antes de

402
28. Isquemia intestinal

la medición deben administrarse inhibidores de la 10% y el 67%19. La técnica combinada (angioplastia


bomba de protones) y la colocación de un catéter + stent), mejora estos resultados en términos de
en una arteria periférica. La demostración de un in- recidiva sintomática a largo plazo. En la última dé-
cremento en el gradiente entre la concentración de cada se han llevado a cabo diversos estudios com-
CO2 existente en la luz gástrica y el observado en la parando los resultados de la RQ y de la APT + stent.
sangre arterial, después del ejercicio, constituye un El resultado de la mayoría de las series analizadas
signo de isquemia intestinal. Algunas opiniones ex- sugiere que ambas estrategias ofrecen excelentes
pertas sugieren que el uso combinado del registro resultados en términos de repermeabilización efi-
de la circulación esplácnica mediante US-Doppler ciente de los vasos estenóticos y de alivio sintomá-
y la tonometría postejercicio (GET), presentan una tico precoz144-155. Una revisión reciente basada en
sensibilidad que se aproxima al 100% para el diag- una recopilación de artículos publicados en lengua
nóstico de IMC, por lo que cabe pensar en que ésta inglesa entre los años 1990 y 2010 y que incluyó un
sea una estrategia útil en un futuro142. Hoy en día, total de 1993 pacientes (edad media de 65 años)
el diagnóstico de IMC se sustenta en tres criterios: mostró los siguientes resultados; (1) el alivio sinto-
(1) presencia de una clínica compatible con angina mático fue 2,4 veces más probable con la RQ com-
abdominal; (2) demostración angiográfica de obs- parada con la TEV (95% CI 1,5 a 3,6; p < 0,001); (2)
trucción de los vasos esplácnicos, y 3) exclusión el período libre de síntomas a los 5 años fue 4,4
de otras patologías, que puedan explicar síntomas veces mayor con la RQ que con la TEV (95% CI 2,8 a
similares (figuras 11 y 12). El diagnóstico es más 7,0; p < 0,001); (3) la tasa de complicaciones para la
verosímil si se demuestra la oclusión de al menos RQ fue 3,2 veces superior, comparada con la obser-
dos de los tres vasos principales. En un estudio de vada en la TEV (95% CI 2,5 a 4,2; p < 0,001). La dife-
revisión de casos, se demostró que el 91% de los rencia en la mortalidad de ambos procedimientos
pacientes con IMC tenían oclusión de al menos dos no fue significativa (p = 0,75)154. Otro estudio que
vasos y que un 55% tenían afectación de los tres. revisó un conjunto de artículos relevantes obteni-
Únicamente un 7% y un 2% tenían oclusión aislada dos de la base MEDLINE observó una menor tasa
de la AMS o del tronco celíaco, respectivamente130. de mortalidad y una estancia hospitalaria más corta
en los pacientes sometidos a TEV comparada con la
Tratamiento registrada con la RQ, pero, nuevamente, una mayor
Los pacientes que reúnen criterios diagnósticos de tasa de recurrencia a largo plazo155. Este hecho, que
IMC (ver más arriba) requieren una revasculariza- es una constante en la literatura, ha sido atribuido
ción. El método más utilizado hasta el momento a que los procedimientos de RQ a menudo logran
ha sido la revascularización quirúrgica (RQ). Los repermeabilizar dos vasos, lo que constituye una
procedimientos incluyen el bypass mediante injer- mayor garantía de buena perfusión esplácnica a
to por vía retrógrada o anterógrada, la reimplan- largo plazo144,145. Algunos autores sugieren que esta
tación de la AMS en la aorta y la endarterectomía estrategia debería ser igualmente incorporada en
mesentérica transarterial13,128. Los resultados de las técnicas de TEV, aunque existen opiniones con-
esta modalidad de revascularización dependen, en trarias149. Entre tanto y a la luz de los niveles de evi-
gran medida, del tipo de intervención, del núme- dencia disponibles, resulta razonable recomendar
ro de vasos repermeabilizados y de si se llevan a como primera opción la RQ en aquellos pacientes
cabo otras técnicas concomitantes, como la recons- con un riesgo operatorio razonablemente bajo, y
trucción aórtica. Del análisis de múltiples series de reservar la TEV para aquellos pacientes con comor-
pacientes llevado a cabo por autores con experien- bilidades relevantes y/o una expectativa de vida
cia16, se desprende que el éxito de la RQ alcanza un más corta145.
90%, con una tasa de mortalidad por debajo del
10% y una tasa de recurrencia inferior al 10%. La
supervivencia acumulada a los 5 años del procedi-
Resumen y conclusiones
miento oscila entre el 80% y el 90%. A lo largo de La isquemia intestinal es la condición clínica resul-
las tres últimas décadas, la radiología vascular e in- tante de la deprivación de oxígeno y nutrientes ne-
tervencionista ha comenzado a ofrecer soluciones cesarios para mantener la integridad del intestino.
alternativas a la RQ, incorporando la angioplastia Deben distinguirse tres formas clínicas bien dife-
percutánea transluminal (APT) y la implantación de renciadas: isquemia mesentérica aguda, isquemia
un stent, en lo que se ha dado en llamar terapia mesentérica crónica y colitis isquémica. La IMA
endovascular (TEV). El alivio sintomático propor- surge como consecuencia del déficit de aporte san-
cionado por la ATP oscila entre el 63-100%, según guíneo dependiente de la AMS, pudiendo afectar,
las series, con muy bajas tasas de mortalidad142,143. por lo tanto, al intestino delgado y al colon dere-
El procedimiento, sin embargo, viene gravado por cho. Incluye formas arteriales (embolia, trombosis
elevadas tasas de recurrencia que oscilan entre el e isquemia no oclusiva) y venosas. Tanto las formas

403
Sección 4. Intestino delgado y colon

Actitud ante la sospecha de IMC

Síntomas compatibles
Factores de riesgo de arterioesclerosis

Considerar otras causas de dolor


abdominal postprandial

Alta probabilidad de IMC


No Sí

Pruebas no invasivas Angiografía1


(US-Doppler, angio-RMN)

Normal Anormal

1
Especialmente si se prevé la necesidad de aplicar terapia intervencionista angioplastia o stent.

Figura 11. Algoritmo de diagnóstico ante la sospecha de isquemia mesentérica crónica.

Opciones terapéuticas en la IMC

Síntomas compatibles
Demostración angiográfica de oclusión de los vasos esplácnicos1
Exclusión de otras patologías

Riesgo quirúrgico apreciable


Sí No2

Angioplastia percutánea Cirugía de


transluminal con o sin stent revascularización

1
El diagnóstico es más verosímil si la angiografía demuestra oclusión de al menos 2 vasos.
2
La angioplastia con stent puede ser el tratamiento del futuro si estudios prospectivos demuestran
que la tasa de reestenosis es similar o inferior a la de la revascularización quirúrgica.

Figura 12. Opciones terapéuticas en la isquemia mesentérica crónica.

404
28. Isquemia intestinal

arteriales como la forma aguda de la trombosis 4. Kougias P, Lau D, El Sayed HF, Zhou W, Huynh
venosa comportan un riesgo vital para el paciente, TT, Lin PH. Determinants of mortality and
debido a que el diagnóstico suele efectuarse tarde, treatment outcome following surgical inter-
cuando el infarto intestinal es ya una realidad insos- ventions for acute mesenteric ischemia. J Vasc
layable. Disminuir esta elevada mortalidad obliga a Surg 2007;46:467-74.
considerar una serie de recomendaciones que de- 5. Eltarawy IG, Etman YM, Zenati M, Simmons RL,
Rosengart MR. Acute mesenteric ischemia: the
ben iniciarse en la atención primaria identificando
importance of early surgical consultation. Am
y tratando a los pacientes con fibrilación auricular Surg 2009;75:212-9.
(descoagulación) y a los enfermos con síntomas 6. Jrvinen O, Laurikka J, Salenius JP, Tarkka M.
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tarse el índice de sospecha clínica, piedra angular 7. Haghighi PH, Lankarani KB, Taghavi SA, Marvas-
para establecer un diagnóstico precoz. Hoy en día, ti VE. Acute mesenteric ischemia: causes and
la TC con técnica multicorte permite la identifica- mortality rates over sixteen years in southern
ción de la mayoría de estos pacientes, pero solo la Iran. Indian J Gastroenterol 2008;27:236-8.
angiografía convencional permite la administración 8. Nonthasoot B, Tullavardhana T, Sirichindakul
de fármacos vasodilatadores o de agentes trombo- B, Suphapol J, Nivatvongs S. Acute mesenteric
líticos. El tratamiento agresivo de la hipovolemia y ischemia: still high mortality rate in the era of
el bajo gasto que aparece con frecuencia en pacien- 24-hour availability of angiography. J Med As-
tes en estado crítico, es igualmente esencial para soc Thai 2005 Sep;88 Suppl 4:S46-50.
evitar las consecuencias del efecto vasoconstrictor 9. Sánchez Fernández P, Mier, Díaz J, Blanco-Be-
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esplácnico de aquellas sustancias vasoactivas libe-
of an aggressive disease. Rev Gastroenterol
radas para mantener la homeostasis circulatoria. Mex 2000;65:134-40.
La perfusión de papaverina intraarterial puede re- 10. Acosta Merida MA, Marchena Gómez J, Hem-
vertir en estos casos el vasoespasmo y evitar una mersbach Miller M, Roque Castellano C,
laparotomía. Aquellos casos que resultan subsidia- Hernández Romero JM. Identification of risk
rios de cirugía deben seguir un protocolo básico factors for perioperative mortality in acute
que incluye la necesidad de revascularizar antes de mesenteric ischemia. World J Surg 2006;30:
resecar y mantener la perfusión de vasodilatadores 1579-85.
hasta que el vasoespasmo revierte en su totalidad. 11. Marchena Gómez J, Acosta Merida MA, He-
El second look permite rescatar intestino de dudosa mmersbach Miller M, Conde Martel A, Roque
viabilidad en la primera intervención y evitar con Castellano C, Hernández Romero J. The age-ad-
ello un síndrome de intestino corto. La IMC es una justed Charlson Comorbidity Index as an outco-
me predictor of patients with acute mesenteric
forma inusual, pero clínicamente relevante, de is-
ischemia. Ann Vasc Surg 2009;23:458-64.
quemia intestinal. Aquellos pacientes que manifies-
11. Sitges Serra A, Mas X, Roqueta F, Figueras J,
tan clínica evidente de angina abdominal, oclusión Sanz F. Mesenteric infarction: an analysis of 83
de al menos dos vasos del territorio esplácnico y patients with prognostic studies in 44 cases un-
ninguna otra enfermedad que pueda explicar los dergoing a massive small-bowel resection. Br J
síntomas, deben ser sometidos a un procedimiento Surg 1988;75:544-8.
de revascularización, preferiblemente quirúrgico. 12. Florian A, Jurcut R, Lupescu I, Grasu M, Croi-
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expectativa de vida corta pueden beneficiarse, hoy complex disease requiring an interdisciplinary
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* Departamento de Medicina y Psiquiatría. Universidad de Zaragoza
**Servicio de Urgencias. Hospital San Jorge. Huesca.

Introducción Objetivos de este capítulo


En 1953 Robert S. Shaw y Thomas H. Green publi- ❱❱ Conocer la anatomía vascular del colon
caron el caso de un paciente de 66 años oriundo de y la existencia de áreas vulnerables a los
Lituania, que presentó un infarto mesentérico ma- efectos de la isquemia.
sivo tras ligar la arteria mesentérica inferior (AMI)
❱❱ Describir los factores de riesgo para el
en el curso de una resección de colon por carcino-
desarrollo de una colitis isquémica y las
ma1. Diez años después, en 1963, Scott Boley et al2
alteraciones fisiopatológicas que explican
comunicaron una serie de 5 casos afectados por
la naturaleza de los síntomas.
una entidad que denominaron «oclusión vascular
reversible del colon» subrayando el curso benigno ❱❱ Proporcionar información sobre la
de algunos de estos pacientes. En el mismo año presentación clínica, procedimientos
Bernstein WC et al.3 describen el primer caso de diagnósticos y terapéuticos y factores que
un paciente que desarrolla un cuadro de colitis per- predicen una evolución desfavorable.
sistente tras una agresión isquémica del colon. El
término “colitis isquémica (CI)” es acuñado por vez REFERENCIAS CLAVE
primera por un cirujano londinense, Adrian Mars- 1. Brandt LJ, Feuerstadt P, Blaszka MC. Ana-
ton, en 1966, englobando con este término, tanto tomic Patterns, Patient Characteristics, and
las formas oclusivas como no oclusivas4. Gran parte Clinical Outcomes in Ischemic Colitis: A
de nuestro conocimiento de esta enfermedad se Study of 313 Cases Supported by Histology.
sustenta en la experiencia publicada por el propio Am J Gastroenterol 2010;105:2245-52.
Scott Boley y Lawrence J. Brandt2,5-7 a lo largo del
2. Montoro M, Brandt LJ, Santolaria S,
tiempo. En su manuscrito, «Colonic ischemia», que
Gomollón F, Sánchez-Puértolas AB, Vera
recoge la experiencia del Hospital Montefiori de
J et al. Clinical patterns and outcomes of
Nueva York, se anuncia que «el número de casos de
ischaemic colitis: Results of the Working
CI aumentará en las próximas décadas, en la medi-
Group for the Study of Ischaemic Colitis in
da que aumente la población de más de 65 años y
Spain (CIE study). Scand J of Gastroenterol
también nuestra capacidad para sospechar y diag- 2011;46:236-246.
nosticar esta enfermedad». Estas previsiones han
empezado a hacerse realidad en nuestro país, don- 3. Baixauli J, Kiran RP, Delaney CP. Inves-
de el 25% de la población alcanza ya una edad igual tigation and management of ischemic
o superior a los 65 años. La mayoría de la informa- colitis. Cleveland Clinic Journal of Medicine
ción relativa a esta entidad se ha basado a lo largo 2003;70:920-934.
de los años en la opinión de expertos, así como en
la descripción de casos y series retrospectivas. Dos
estudios recientes, uno de carácter retrospectivo7
y otro de carácter prospectivo8 han proporcionado
Concepto y clasificación
información de gran valor para conocer los diferen- La CI representa la forma más frecuente de isque-
tes patrones clínico-evolutivos de estos pacientes, mia intestinal (el 60-70%) y surge cuando el colon
los factores que predicen un curso desfavorable y se ve transitoriamente privado del flujo vascular
su mortalidad. debido a una alteración de la circulación sistémica

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 411
Sección 4. Intestino delgado y colon

o a un problema local de naturaleza anatómica o gresiva. El diagnóstico se confirma por laparosco-


funcional. Su presentación oscila entre las formas pia, laparotomía o en la autopsia.
leves y transitorias con afección de la mucosa y la
Estudios recientes llevados a cabo en nuestro país
submucosa, y las formas fulminantes que condu-
han corroborado la utilidad práctica de esta clasi-
cen a un estado de necrosis gangrenosa con per-
ficación que resulta determinante en el manejo clí-
foración, peritonitis y muerte. De acuerdo con la
nico de los pacientes y también en su pronóstico8.
clasificación propuesta por Brandt y Boley5 la CI se
Igualmente importante es considerar la localización
clasifica en las siguientes formas clínicas.
anatómica del segmento afectado por la isquemia,
debiendo distinguirse los casos con afectación ais-
Colopatía reversible (25-35%) lada del colon derecho de aquellos en los que la is-
Consiste en la aparición de edema y hemorragia in- quemia afecta a cualquier otro segmento del colon.
tramural o submucosa. La hemorragia subepitelial Esta distinción también posee importantes conno-
típicamente se reabsorbe en los 3 primeros días o taciones, dado que la presentación clínica difiere
bien el epitelio se ulcera evolucionando a una co- considerablemente en ambos subgrupos, al igual
litis transitoria. que su evolución y pronóstico, registrando mayores
tasas de cirugía o mortalidad en los pacientes del
Colitis transitoria (25-40%) primer grupo (colon derecho)6-12.
Consiste en la aparición de erosión o ulceración
con síntomas que se resuelven habitualmente en
Epidemiología
las dos primeras semanas, aunque algunos casos La incidencia estimada de CI en la población gene-
permanecen con ulceración asintomática que per- ral oscila entre 4,5 y 44 casos por 105 habitantes y
siste varios meses hasta su resolución. año según se desprende de revisiones sistemáti-
cas13. Datos obtenidos de centros que han comu-
Colitis isquémica segmentaria crónica nicado series largas de pacientes sugieren que la CI
constituye el diagnóstico primario de 1-3 de cada
(15-20%) 1.000 ingresos hospitalarios en un hospital ter-
Aparece ulceración que implica a un segmento ais- ciario y de 1-1,5 de cada 100 colonoscopias7,8. En
lado del colon, flanqueado por dos áreas indemnes, nuestro país se ha documentado un incremento en
con síntomas que persisten por un tiempo superior el número de casos hasta situarse en 20-25 casos
a 2 semanas. Este subgrupo puede presentar a su por 100.000 habitantes y año14 (figura 1). Todas es-
vez distintos patrones evolutivos que incluyen: tas estimaciones posiblemente no reflejan la reali-
dad de esta enfermedad, dado que muchas formas
❱❱ Diarrea con sangre, pus y colopatía pierdepro- leves pasan desapercibidas al no ser motivo de
teínas con hipoalbuminemia que imita el curso consulta o ser erróneamente interpretadas como
de una enfermedad inflamatoria intestinal (EII). colitis de naturaleza infecciosa o inflamatoria15-16.
❱❱ Sepsis recurrente con fiebre y leucocitosis (de- En otros casos el diagnóstico es una mera hipóte-
bida a fenómenos de translocación bacteriana). sis dado que los procedimientos diagnósticos se
efectúan en un momento en el que las lesiones
❱❱ Estenosis cicatricial (puede no producir sínto- han desaparecido y ya no es posible identificarlas
mas o causar oclusión intestinal). (casos posibles)17. Datos obtenidos del estudio CIE
(Colitis Isquémica en España) señalan que la colo-
Colitis gangrenosa (8-12%) noscopia se llevó a cabo dentro de las primeras 48
Los pacientes pueden presentar hipersensibilidad, horas, desde el comienzo, de los síntomas única-
fiebre y signos de peritonitis sugestivos de infarto. mente en un 25% de los casos8. La CI es 1,5 veces
El diagnóstico viene sugerido por la presencia de superior en la mujer y su incidencia aumenta con
íleo, hipotensión y acidosis metabólica y se confir- la edad18. Aunque se han documentado casos en
ma en la laparotomía o en la necropsia. personas de menos de 60 años (probablemente en
relación con trombofilia, vasculitis, o abuso de sus-
Colitis fulminante universal (< 5%) tancias con propiedades vasoconstrictoras como
la cocaína), la edad media de presentación se si-
Comienzo súbito de un cuadro de pancolitis con túa en torno a los 70 años y aproximadamente el
signos de toxicidad y peritonitis rápidamente pro- 85% aparecen a una edad superior a 65 años7,8,10.

412
29. Colitis isquémica

Figura 1. Incidencia de colitis isquémica registrada entre los años 2000 y 2010 en el Hospital San Jorge de Huesca (nº de
casos/105 habitantes y año.

De hecho, las comorbilidades más frecuentemente ausente hasta en el 20% de la población. Ello expli-
identificadas en estos pacientes son enfermedades ca que el colon derecho sea uno de los tres puntos
propias de edades avanzadas tales como la hiper- más vulnerables a los efectos de la hipoxia, espe-
tensión arterial (63%), la diabetes mellitus (27%), cialmente en situaciones de bajo gasto21. El colon
dislipemia (28%) y la propia enfermedad coronaria izquierdo está irrigado por tres ramas de la arteria
(24%)7,8-10. Existen datos fiables acerca de la inci- mesentérica inferior (AMI) (cólica izquierda, sig-
dencia de CI entre los pacientes que han sufrido moidea y rectal superior). Éstas se hallan igualmen-
cirugía de reemplazamiento de aorta abdominal19. te interconectadas entre sí por la arteria marginal
Un 10% de estos pacientes presentan grados va- de Drummond. Existe un sistema de colaterales
riables de isquemia en el colon en el curso posto- conocido como arco de Riolano que une la AMS y la
peratorio. Se ha observado igualmente una mayor AMI mediante una conexión entre la arteria cólica
incidencia de CI entre pacientes con enfermedad media y la cólica izquierda. Este sistema garantiza
pulmonar obstructiva13 y probablemente entre los el aporte de flujo en condiciones de isquemia al
enfermos con síndrome de intestino irritable (SII), ángulo esplénico del colon. Sin embargo, hasta en
donde se ha documentado una incidencia 3,4 veces un 30% de la población, el soporte vascular propor-
superior de CU, cuando se compara con la observa- cionado por el arco de Riolano y la arteria marginal
da en población general20. de Drummond es pobre o inexistente, haciendo
del ángulo esplénico (punto de Griffith) un punto
Anatomía vascular y áreas especialmente vulnerable a la isquemia22. Existe un
de riesgo del colon tercer punto de riesgo en la unión rectosigmoidea,
donde ramas de la arteria sigmoidea se unen con
El colon recibe la irrigación de dos sistemas vascula- la arteria rectal superior (punto de Sudek). La cir-
res principales (figura 2). La arteria mesentérica su- culación a este nivel también es pobre haciéndola
perior (AMS) proporciona el flujo vascular al colon especialmente sensible a los efectos de la hipoxia
derecho y al colon transverso proximal, por medio (figura 2). Aun cuando los tres puntos descritos
de tres arterias (cólica media, cólica derecha e íleo- (colon derecho, flexura esplénica y flexura recto-
cólica). Estas tres arterias se hallan interconectadas sigmoidea) son especialmente vulnerables, real-
entre sí por un sistema de arcadas que configuran mente, cualquier área del colon, incluido el recto,
la arteria marginal de Drummond. Desde esta ar- puede verse afectada por una colitis isquémica6. En
teria, el flujo vascular es conducido a través de los una serie de 364 casos comunicada en España, el
vasos rectos hasta el colon derecho. La arteria mar- colon izquierdo fue el más comúnmente afectado
ginal de Drummond está pobremente desarrollada [sigma (69,5%), colon descendente (58%)], apre-
en el 50% de la población y además una o más de ciando afectación del colon derecho en el 16,5%,
las tres ramas principales de la AMS puede estar del colon transverso en el 22,9% y una pancolitis en

413
Sección 4. Intestino delgado y colon

Flexura esplénica
Vasos rectos 4 5 6 (punto de Griffith).
Es un punto
vulnerable debido
Arteria marginal de a que en esta zona
Drummond la arteria marginal
de Drummond
puede ser tenue e
El colon derecho es incluso ausente (5%).
una zona vulnerable Además puede haber
especialmente en áreas de 1,2-2,8 cm2
estados de bajo carentes de vasos
flujo, debido a que la rectos
arteria marginal de
Drummond está poco
desarrollada en este 3 Vasos rectos
segmento
en alrededor del 50% Arteria marginal de
de la población 2 1
Drummond

Unión rectosigmoidea (punto de


1. Arteria mesentérica inferior Sudek). Es vulnerable debido a
2. Arteria ileocólica que es un punto distal a las últi-
3. Arteria cólica derecha mas conexiones colaterales con
4. Arteria cólica media las arterias proximales
5. Arteria mesentérica superior
6. Arteria cólica izquierda

Figura 2. Representación esquemática de la anatomía vascular del colon. La figura muestra las tres áreas más vulnerables a los
accidentes isquémicos: el colon derecho, la flexura explénica (punto de Griffith) y la flexura rectosigmoidea (punto de Sudeck).

el 2,8%. El recto, un órgano muy bien vascularizado, arterial) o un traumatismo. El ejemplo más caracte-
fue afectado en el 15% de los casos8. Datos simi- rístico de isquemia cólica secundaria a un trauma
lares han sido comunicados en EEUU7. Finalmente, es la cirugía de reconstrucción aórtica19. Se han co-
se ha comprobado que en los ancianos se aprecia municado episodios de isquemia cólica en el 3-7%
una mayor tortuosidad en los vasos que irrigan el de los casos de cirugía aórtica electiva y hasta en el
colon. Este factor anatómico incrementa el riesgo 60% de los pacientes que son sometidos a cirugía
de accidentes vasculares al aumentar la resistencia de emergencia por rotura de un aneurisma de aor-
vascular1. ta23. En estos casos, la CI surge tras la ligadura de la
AMI, en pacientes con pobre circulación colateral
Etiología (véase más arriba). La oclusión de pequeños vasos
puede obedecer a estados de hipercoagulabilidad
La CI puede ser el resultado de una enfermedad o vasculitis24-26. Por su parte, las formas no oclusi-
oclusiva o no oclusiva (tabla 1). En el primer caso, vas pueden aparecer de forma espontánea o como
la isquemia cólica aparece como consecuencia de consecuencia de la vasoconstricción esplácnica que
la obstrucción mecánica de una de las ramas vas- aparece en situaciones de bajo gasto secundario a
culares que irrigan el colon. Ello puede ocurrir en el shock27, insuficiencia cardiaca, hemorragia, sepsis o
curso de una embolia, una trombosis (casi siempre deshidratación. En tal caso, el colon derecho suele

414
29. Colitis isquémica

TABLA 1. Causas de isquemia en el colon.

❱❱ Arterioesclerosis. • Otras

❱❱ Estados de hipovolemia o bajo gasto –


Amiloidosis
– Lesiones por radiación
• Insuficiencia cardiaca
– Causas yatrogénicas
• Arritmias
• Quirúrgicas
• Sepsis

Aneurismectomía
• Hemorragia

Reconstrucción aortoilíaca
• Deshidratación – Bypass arterial coronario
• Hemodiálisis – Enema de bario
❱❱ Oclusión de grandes vasos (AMS, AMI) – Colectomía con ligadura de la arteria
mesentérica inferior
• Trombosis mesentérica arterial
– Bypass cólico
• Trombosis venosa mesentérica
– Colonoscopia
• Embolia de colesterol

Operaciones ginecológicas
❱❱ Oclusión de pequeños vasos – Aortografía lumbar
• Estados de hipercoagulabilidad • Medicaciones y drogas (consultar tabla 2)
– Déficit de proteína C ❱❱ Obstrucción del colon
– Déficit de proteína S • Tumores
– Déficit de antitrombina III • Adherencias

– Mutación del gen de la protrombina • Vólvulo


20210A • Hernia estrangulada

– Factor V de Leyden • Diverticulitis


• Invaginación
– Síndrome anticardiolipina
• Impactación de fecaloma
• Otras enfermedades hematológicas
❱❱ Procesos inflamatorios intraabdominales
– Anemia de células falciformes
• Pancreatitis

Policitemia vera
❱❱ Infecciones
– Hemoglobinuria paroxística nocturna • Bacterias (E. coli O157/H7)

Purpura trombocitopénica • Parásitos (Angiostrongylus costaricensis,
• Vasculitis y vasculopatías Entamoeba hystolítica)
• Virus (Norovirus, Virus de la hepatitis B,
– Enfermedad de Buerguer
Citomegalovirus)
– Granulomatosis de Wegener
❱❱ Rotura de embarazo ectópico
– Displasia fibromuscular ❱❱ Feocromocitoma
– Enfermedad de Kawasaki ❱❱ Corredores de larga distancia
– Poliarteritis nodosa ❱❱ Vuelos en aeroplano
– Vasculitis reumatoidea ❱❱ Síndrome de intestino irritable
– Lupus eritematoso sistémico ❱❱ Constipación
❱❱ Alergia
– Arteritis de Takayasu
❱❱ Idiopática

415
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 2. Medicaciones y drogas relacionadas con isquemia con oclusión del colon por una neoplasia o por una
en el colon. impactación fecal asociada a un estreñimiento in-
tenso17. En estos casos, la distensión que aparece
en el segmento proximal provoca un incremento de
❱❱ Alosetrón
la presión intramural que conduce a un estado de
❱❱ Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) hipoxia relacionada con el éstasis venoso. Numero-
❱❱ Cocaína sos estudios coinciden en señalar que casi 1/3 de
❱❱ Danazol los pacientes con un episodio de CI han presentado
❱❱ Digital estreñimiento en los días o semanas previas al epi-
sodio8,35. Algunos informes de la literatura parecen
❱❱ Ergotamina
relacionar el SII con una mayor incidencia de CI. No
❱❱ Fenilefrina
está claro si ello obedece a la existencia de una re-
❱❱ Flutamida lación patogénica clara o si los síntomas referidos
❱❱ Enemas de glicerina por estos pacientes obedecían desde el principio a
❱❱ Sales de oro manifestaciones de isquemia en el colon36. Por otro
❱❱ Polietilenglicol (solución evacuante) lado, se ha documentado una asociación entre el
empleo de agentes serotoninérgicos y una mayor
❱❱ Inmunosupresores
incidencia de CI. El alosetrón, un antagonista de los
❱❱ Interferón alfa
receptores HT3 que ha demostrado su efectividad
❱❱ Metanfetamina para el control de la diarrea en casos graves de SII
❱❱ Penicilina fue retirado del mercado en EE.UU. por su asocia-
❱❱ Pseudoefredina ción con casos de CI bien documentada37. Hoy en
❱❱ Progestinas día se permite su uso con restricciones. Igualmente
se han documentado casos de CI tras la aprobación
❱❱ Picotropos
del Tegaserod, un agonista de los receptores HT4
❱❱ Laxantes salinos
indicado para el tratamiento del estreñimiento
❱❱ Sumatriptán asociado a SII38. Algunas infecciones por bacterias,
❱❱ Tegaserod virus o parásitos pueden ser causa de isquemia en
❱❱ Vasopresina el colon (ver más adelante).

Fisiopatología
ser el órgano más sensible al vasoespasmo. Los ca- La isquemia cólica aparece como resultado de un
sos de isquemia no oclusiva que aparecen de forma flujo vascular inadecuado para responder a las de-
espontánea (los más frecuentes) no suelen estar mandas metabólicas del intestino39. Cuando este
asociados a un factor precipitante claro, pero debe fenómeno surge como consecuencia de la oclusión
conocerse que son más frecuentes entre las perso- o de la hipoperfusión de un vaso de grueso calibre,
nas que exhiben factores de riesgo vascular como la afección suele ser transmural y conduce a un es-
la diabetes, la hipertensión arterial o los enfermos tado de necrosis gangrenosa39-40. Por el contrario,
en diálisis15,28,29. Algunos fármacos se han implicado cuando la isquemia es el resultado de la oclusión o
en el desarrollo de colitis isquémica30,31, entre ellos baja perfusión de los vasos de pequeño calibre, los
la digital, diuréticos, estrógenos, seudoefedrina, cambios morfológicos quedan limitados a la muco-
antiinflamatorios no esteroideos, y fármacos psico- sa y muscular mucosa (infarto mural) o exclusiva-
tropos (tabla 2). Entre los pacientes jóvenes, debe mente a la mucosa (infarto mucoso) y el pronóstico
hacerse una búsqueda intencionada del uso de co- es más favorable41. La respuesta intestinal a la is-
caína30-32,33, un potente vasoconstrictor, o la prácti- quemia se caracteriza inicialmente por un estado
ca de atletismo (corredores de largas distancias)34. de hipermotilidad. Esta intensa respuesta motora
Nuevamente, en estos casos, la importante vasodi- explica el dolor intenso experimentado por el pa-
latación asociada al ejercicio extenuante y la des- ciente en las fases inciales, así como la urgencia por
hidratación pueden desviar la sangre del territorio la defecación, un fenómeno que aparece incluso
esplácnico hacia los órganos vitales (autotransfu- en los casos en que la isquemia queda limitada a la
sión) provocando isquemia en el colon. La CI puede mucosa. A medida que la isquemia progresa, la ac-
igualmente complicar la evolución de los pacientes tividad motora cesa y la permeabilidad del intesti-

416
29. Colitis isquémica

no aumenta, apareciendo fenómenos de transloca- mejando a los cambios observados en la colitis


ción bacteriana. En las formas graves, la extensión seudomembranosa43. En fases más avanzadas
transmural de la isquemia permite el desarrollo de pueden aparecer típicos macrófagos cargados
inflamación parietal, apareciendo signos de perito- de hemosiderina y áreas de fibrosis que reflejan
nitis y un síndrome de respuesta inflamatoria sisté- los fenómenos de reparación cicatricial (figura
mica (SRIS) con fallo multiórgano42. 3). En las formas totalmente reversibles la mu-
cosa tiende a recuperar su aspecto normal con
Anatomía patológica restitutio ad integrum de las lesiones, aunque
algunos casos pueden desarrollar una estenosis
Los cambios morfológicos ocurridos tras un episo-
como secuela de la colagenización reparativa de
dio de isquemia en el colon dependen de la causa úlceras profundas.
que provoca la interrupción del flujo vascular, así
como de su intensidad y duración. ❱❱ Los casos de infarto transmural usualmente son
debidos a la oclusión de vasos de grueso cali-
❱❱ En las formas leves, generalmente asociadas a bre (embolia o trombosis), o a fenómenos de
fenómenos de hipoperfusión por vasoespasmo, vasoespasmo intenso y prolongado secundarios
la mucosa aparece edematosa, con áreas de a shock o bajo gasto. En tales casos, el intestino
hemorragia submucosa, erosión y, en ocasio- presenta una apariencia congestiva, con áreas
nes, ulceración. El análisis histológico muestra de coloración negruzca o rojo púrpura con focos
fenómenos de congestión y dilatación vascular de equimosis submucosa y subserosa. A medida
con extravasación de hematíes, y fenómenos de que la enfermedad progresa la pared del colon
necrosis hemorrágica en las capas más superfi- se vuelve edematosa y aparece engrosada y de
ciales de la mucosa que pueden extenderse en aspecto hemorrágico. La luz del intestino puede
algunos casos a las capas submucosa y muscu- contener moco y sangre en su interior. Cuando
lar mucosa. En algunos casos la necrosis celular la oclusión es arterial es característica la presen-
conduce a la aparición de componentes disper- cia de un límite abrupto y bien definido entre
sos de la membrana citoplasmática sin conteni- el intestino infartado y el resto de las áreas in-
do en su interior (ghost cells o células sombra). testinales bien vascularizadas. En las oclusiones
La contaminación bacteriana del colon puede venosas, sin embargo, la demarcación entre te-
favorecer la aparición de fenómenos inflama- jido viable y no viable es menos clara. El análisis
torios con formación de seudomembranas, ase- histológico revela sufusión en la pared intestinal

A B

Figura 3. A) Imagen correspondiente a una colitis isquémica que muestra erosión/ulceración con atrofia de las criptas y fenó-
menos de regeneración, así como fibrosis y tejido de granulación en la lámina propia, (HE, x 50). Compárese con B) Criptas
normales con adecuada capacidad de mucosecrecion, (HE, x50). Cortesía del Dr. Marigil. Servicio de Anatomía Patológica del
hospital San Jorge de Huesca.

417
Sección 4. Intestino delgado y colon

que puede enmascarar los fenómenos de ne- das19,17,21,41,42,45,46. La localización del segmento afec-
crosis isquémica subyacente. Más tarde, en el tado por la isquemia también resulta determinante
curso de la enfermedad, aparecen fenómenos en la expresión clínica6-9. Deben distinguirse las si-
de infiltración inflamatoria de la pared y sobre- guientes formas de presentación:
vienen fenómenos de esfacelación y ulceración,
En esta etapa, la contaminación bacteriana es Formas no gangrenosas
un hecho frecuente y la perforación del intes- En su forma más típica, el paciente presenta un
tino ocurre dentro de los 3-4 días desde el co- cuadro de dolor abdominal cólico, a menudo refe-
mienzo de los síntomas44. rido al hemiabdomen izdo, de intensidad modera-
da, seguido de urgencia por la defecación y por la
Evaluación diagnóstica emisión de heces mezcladas con sangre de color
rojo brillante u oscura en las 12-24 h siguientes a la
Índice de sospecha presentación del dolor5-9,17. En nuestra experiencia
El diagnóstico de CI requiere un elevado índice esta tríada (dolor abdominal, urgencia defecatoria
de sospecha clínica. Una evaluación retrospectiva y diarrea sanguinolenta) aparece en el 56,8 y 49,1%
de una serie de 62 casos, que analizó el grado de de los casos de colopatía reversible y colitis tran-
concordancia entre los diagnósticos emitidos al in- sitoria, respectivamente, en tanto que únicamente
greso y al alta hospitalaria, mostró que sólo en el está presente en el 25% de los casos de colitis gan-
8,1% de los casos considerados como definitivos o grenosa8. Un rasgo clínico interesante es la intensi-
probables, de acuerdo con los criterios de Brandt, dad leve-moderada de la rectorragia7,8,17. De hecho,
se había consignado esta posibilidad en el informe sólo una minoría de los pacientes presenta anemia
con valores de hemoglobina inferiores a 12 g/dl al
emitido en la sala de urgencias14. Estos datos han
tercer día del ingreso. Ello ocurre con mayor proba-
sido validados en un estudio prospectivo de carác-
bilidad en los casos con afectación aislada del co-
ter multicéntrico al confirmar en distintas áreas
lon derecho8. En general, una hemorragia de gran
geográficas que el índice de sospecha clínica para
magnitud que requiere hemotransfusión debería
esta entidad en los servicios de Urgencia hospita-
sugerir otro diagnóstico17,47. Algunos pacientes no
laria es del 24%8. Este bajo índice se explica por
presentan la tríada característica y únicamente re-
dos razones fundamentalmente: a) en la CI coexis-
fieren un cuadro de rectorragia sin dolor abdominal
ten manifestaciones de tres grandes síndromes, el
previo (5-12%) o un cuadro de diarrea no sanguino-
dolor abdominal agudo, la diarrea y la rectorragia.
lenta que hace pensar en una colitis de naturaleza
Todos estos síntomas constituyen la expresión de
infecciosa (1-6%). En las formas no gangrenosas,
numerosas enfermedades que pueden afectar al
la palpación del abdomen puede mostrar una mo-
colon, y b) el peso específico de cada uno de es-
derada hipersensibilidad sobre el área afecta, sin
tos síntomas varía considerablemente de unos ca-
signos de peritonismo (35-45%). Este patrón de
sos a otros. Mientras que en algunos pacientes el
presentación (forma no gangrenosa) incluye a los
proceso patológico se inicia con un cuadro de do-
casos de colopatía reversible y colitis transitoria
lor abdominal agudo de extrema gravedad, otros
que representan globalmente al 75-80% de los pa-
únicamente presentan un cuadro de diarrea aguda
cientes. De ellos, aproximadamente el 80-85% evo-
indolora y de curso autolimitado (con o sin sangre
lucionan a la curación con restitutio ad íntegrum
en las heces). Esta heterogeneidad en el patrón de
de las lesiones, en tanto que el 15-20% restante
presentación unido a que los factores de riesgo vas-
desarrollará síntomas compatibles con una colitis
cular son altamente prevalentes en la población de
ulcerativa crónica (ver más adelante).
más de 65 años (por tanto, carecen de valor dis-
criminante), explican en gran medida, la dificultad Formas gangrenosas
para establecer la sospecha clínica.
Alrededor de un 10% de los pacientes muestran
signos de peritonitis en el momento de la presen-
Presentación clínica
tación. Se trata de los casos de afección transmural
La forma de presentación de la CI es heterogé- que conducen al infarto y necrosis gangrenosa del
nea y varía en función de la causa y la extensión colon. En tales casos, el paciente suele presentar
de la oclusión vascular, el tiempo que el colon anorexia, náuseas, vómitos y distensión abdominal
permanece privado del flujo vascular, el grado de como expresión de íleo. Otros síntomas de alarma
circulación colateral y las comorbilidades asocia- incluyen fiebre mayor de 38 ºC, obnubilación e hi-

418
29. Colitis isquémica

potensión, además de los signos de irritación peri- ❱❱ Diarrea frecuentemente acompañada de san-
toneal. Su evolución natural es hacia la perforación gre y pus, que imita el curso habitual de una
con peritonitis, sepsis y fracaso multiorgánico, con EII. A menudo va acompañada de una colopa-
una tasa de mortalidad del 30-35%7,8,45,48. Una eva- tía con pérdida de proteínas con hipoalbumi-
luación prospectiva sobre una larga serie de pacien- nemia.
tes8 ha proporcionado información de gran utilidad ❱❱ Episodios recidivantes de fiebre alta acompaña-
para incrementar el índice de sospecha clínica en da de leucocitosis. Estos casos se explican por la
las formas gangrenosas: presencia de un corto segmento ulcerado desde
❱❱ La rectorragia sólo está presente en el 36,1% de donde se producen fenómenos de translocación
los casos de las colitis gangrenosas. bacteriana.

❱❱ La tríada característica (dolor abdominal, urgen- ❱❱ Síntomas de oclusión intestinal debidos a la


aparición de una estenosis cicatricial.
cia por la defecación y diarrea sanguinolenta)
sólo está presente en un 25%.
Pruebas complementarias
❱❱ A diferencia de lo observado en las formas no
Datos de laboratorio
gangrenosas, hasta un 75% de los pacientes
presentan niveles de hemoglobina menor de Desafortunadamente, no hay un marcador sérico
12 g/dl. Varios estudios han demostrado que que pueda establecer de una forma precoz y fiable
la prevalencia de colitis gangrenosa es superior el diagnóstico de CI. Una leucocitosis moderada
entre los pacientes con afectación aislada del (superior a 15 x 109/l) se observa en el 30% de los
casos8,17. Como ya se ha mencionado, menos del
colon derecho6-9.
30-40% de los pacientes presentan anemia con
Colitis fulminante universal valores de hemoglobina inferior a 12 g/dl. Igual-
mente, puede apreciarse una elevación de la urea
Este término se aplica a un subgrupo (menor del y alteraciones en los electrólitos séricos en los pa-
5%) caracterizado por síntomas de curso rápida- cientes que muestran deshidratación. La elevación
mente progresivo similares a los observados en de la creatinfosfocinasa, la fosfatasa alcalina y la
una colitis ulcerosa grave con diarrea profusa y lactato deshidrogenasa, sugiere la presencia de
una necrosis gangrenosa. En estos casos suele ha-
signos de toxicidad: fiebre, taquicardia, hipoten-
ber una acidosis metabólica, un marcador de mal
sión, obnubilación, deshidratación, alteraciones pronóstico. Algunos estudios indican que los valo-
hidroelectrolíticas, anemia, leucocitosis (mayor de res plasmáticos de D-lactato, un producto del me-
15.000 leucocitos/μl) e hipoalbuminemia. Su evo- tabolismo bacteriano del colon, aumentan de un
lución natural es también hacia la perforación con modo precoz49.Ello se explica por el aumento de la
peritonitis. Este subtipo puede ser erróneamente permeabilidad de la pared intestinal en condiciones
interpretado como una colitis de naturaleza infec- de hipoxia. Una gran proporción de los pacientes
ciosa, especialmente cuando la sangre no está pre- con CI presentan una elevación de los valores del
dímero D en el momento del ingreso. Por lo tanto,
sente en las heces (22%) o incluso como el inicio
este parámetro tiene valor en un contexto clínico
de una enfermedad inflamatoria intestinal (EII), con apropiado. Globalmente, un 23% de los pacientes
el riesgo sobreañadido que comporta el empleo de muestran hipoalbuminemia (menor de 2,8 g/dl),
corticoides en estos casos. Su mortalidad es muy siendo más frecuente en las formas gangrenosas
elevada. (60% frente al 20% en formas no gangrenosas).

Colitis ulcerativa crónica Rx simple de abdomen


Este subgrupo de pacientes (15-18%) se caracteriza En el momento de la presentación, especialmente
por la aparición de un patrón ulcerativo crónico que en las formas que cursan con un abdomen agudo,
afecta a una extensión variable del colon. Es impor- la radiografía simple de abdomen permite descar-
tar otras afecciones clínicas, como la oclusión o la
tante conocer este patrón evolutivo, dado que no
perforación. En las formas leves, los hallazgos que
es excepcional que los síntomas del episodio inicial proporciona la radiografía simple son inespecíficos
hayan pasado desapercibidos17,42 y el paciente con- e incluyen asas moderadamente dilatadas, pérdi-
sulte por primera vez por cualquiera de las siguien- da de haustración y engrosamiento de la pared50.
tes manifestaciones: Aproximadamente un 20% de los pacientes mues-

419
Sección 4. Intestino delgado y colon

tran típicas impresiones dactilares (thumbprinting) a la posibilidad de tomar biopsias5,17,47. Existen algu-
que reflejan la presencia de edema y hemorragia nas recomendaciones al respecto. En primer lugar,
submucosa en la pared del colon. La presencia de la exploración debería realizarse sin preparación
neumatosis coli, neumoperitoneo o gas en el terri- (las soluciones de polietilenglicol pueden agravar
torio venoso portal puede aparecer en formas gan- la isquemia). En todos los casos debe evitarse una
grenosas y sugiere un pronóstico infausto. insuflación excesiva, dado que la distensión dismi-
nuye el flujo sanguíneo mucoso52. Por otro lado, el
Enema opaco momento ideal para su realización es en un tiempo
El enema opaco con doble contraste tiene una ma- inferior a 48 h desde el comienzo de los síntomas,
yor sensibilidad que la radiografía simple de abdo- momento en que es más probable la presencia de
men para mostrar impresiones dactilares (signo de los típicos nódulos rojo-violáceos característicos de
las huellas de dedo) y otros signos de colitis segmen- la enfermedad (figura 4). Cuando la colonoscopia
taria51. Sin embargo, el bario representa un proble- se realiza 5-7 días después, la apariencia de la mu-
ma en los casos en que se precisa una angiografía cosa refleja la evolución natural de la enfermedad:
(ver más adelante), y supone una dificultad añadida restitutio ad integrum de la mucosa o aparición
en el caso en que sea necesario planificar una lapa- de un patrón de ulceración segmentaria que hace
rotomía. Hoy en día, es una exploración en desuso. difícil su distinción con otras entidades. Finalmen-
te, aunque la colonoscopia ha demostrado ser un
Colonoscopia procedimiento seguro8, está formalmente contra-
La colonoscopia ofrece ventajas en relación con indicada en presencia de peritonitis. Igualmente,
otras pruebas de imagen debido a su mayor sensi- la identificación de áreas de mucosa gangrenosa
bilidad para evaluar las alteraciones de la mucosa y obliga a interrumpir la exploración por el riesgo de

Figura 4. Diferentes patrones endoscópicos de colitis isquémica. a) nódulos rojo violáceos, b) erosión; c) ulceración; d) necrosis.

420
29. Colitis isquémica

Figura 5. a) Colon single-stripe sign. Lesión consistente en una línea de eritema, erosión o ulceración orientada a lo largo del eje
longitudinal del colon La presencia de este signo se correlaciona con la presencia de un daño isquémico del colon en un 75% de
los casos y además refleja una menor gravedad que la existencia de un daño circunferencial (b).

perforación (figura 4). Existen tres hallazgos que sangre en la luz del colon y finalmente áreas de
sugieren poderosamente la existencia de una co- mucosa de coloración grisáceo-negruzca o azulada
litis isquémica: la indemnidad del recto (aunque sugestivas de gangrena (figura 3). Ninguna de estas
existen casos de proctitis isquémica bien docu- alteraciones, salvo la presencia de gangrena, per-
mentados7,8,53), el carácter segmentario de la le- mite asegurar la presencia de isquemia; de ahí que
sión (flanqueada por dos áreas de mucosa indem- un diagnóstico definitivo o de certeza sólo pueda
ne) y la presencia de nódulos hemorrágicos (áreas establecerse mediante el análisis histológico de las
de hemorragia mucosa y submucosa equivalentes biopsias tomadas en el curso de una endoscopia,
a las impresiones dactilares observadas en los exá-
de la laparotomía o de una necropsia. Es importan-
menes radiológicos (thumbprinting). Este hallazgo
te, tomar varias biopsias, tanto de las zonas afecta-
tan característico (no patognomónico) se aprecia
das por la isquemia, como de las zonas sanas que
en el 47,1% de los casos cuando la colonoscopia
se realiza dentro de las primeras 48 horas8. Sin em- sirven de control al anatomopatólogo (importante
bargo, cuando la exploración se realiza entre los 3 en estudios de investigación). Respecto a la ulce-
y 5 días, su incidencia se reduce al 33,3% de los ración, ésta puede o no estar presente, en depen-
casos, apreciándose en menos del 10% una vez dencia del momento en que se lleva a cabo la ex-
han pasado más de 5 días desde el comienzo de ploración (ver más arriba). Generalmente éstas se
los síntomas8. En los últimos años se ha descrito la resuelven en un corto período de tiempo (6-7 días)
presencia de una lesión consistente en una línea de aunque en ocasiones pueden prolongarse hasta 6
eritema, erosión o ulceración orientada a lo largo meses, sin causar síntomas.
del eje longitudinal del colon (colon single-stripe
Análisis morfológico
sign) (figura 5). La presencia de este signo se co-
rrelaciona con la presencia de un daño isquémico Los cambios morfológicos observados en las biop-
del colon en un 75% de los casos y además refleja sias obtenidas por colonoscopia varían con la
una menor gravedad que la existencia de un daño duración y gravedad del daño isquémico e inclu-
circunferencial54. Otros hallazgos del examen en- yen edema y hemorragia submucosa, congestión
doscópico incluyen edema y friabilidad de la mu- vascular, pérdida de células epiteliales, distorsión
cosa, presencia de ulceraciones de profundidad de las críptas, edema intersticial, infiltración por
variable, estrechamiento endoluminal y estenosis, células inflamatorias, seudomembranas, tejido

421
Sección 4. Intestino delgado y colon

de granulación, hialinización de la lámina propia y TABLA 3. Criterios para el diagnóstico de CI por medio de
trombos plaquetarios intravasculares. La presencia la tomografía computarizada del abdomen (ref. 55)
de infarto de la mucosa y de ghost cells (únicos
signos patognomónicos de isquemia ) se aprecian ❱❱ Engrosamiento segmentario de la pared del colon (>
en el 7,7 y 5,5%, de las biopsias endoscópicas y en 3 mm de diámetro con la luz del colon parcialmente
el 64 y 20% de las biopsias quirúrgicas, respecti- distendida). La pared muestra un aspecto festonea-
vamente8. Otros hallazgos característicos como la do e irregular debida al edema submucoso.
presencia de macrófagos cargados de hemoside- ❱❱ Realce de la mucosa, consistente con un proceso
rina, aparecen de forma infrecuente (10%). Cuan- agudo, pérdida de la haustración cólica y grados
variables de espiculación o bien engrosamiento
do la muscular propia es reemplazada por tejido
simétrico de la pared que muestra atenuación de
fibroso puede aparecer una estenosis. En algunos sus contornos y límites bien definidos entre el área
casos, las consecuencias del daño provocado por la afectada por la isquemia y el resto del colon.
isquemia simulan a las observadas en la enferme- ❱❱ Otros hallazgos que pueden asociarse:
dad inflamatoria intestinal apareciendo fenómenos • Anillos concéntricos (signo del doble halo)
de ulceración crónica, abscesos crípticos y seudo-
• Líquido libre en la cavidad peritoneal en
pólipos. Las formas más graves evolucionan a un cantidad (volumen escaso o moderado)*
infarto transmural43,47. • Presencia de líquido de densidad sugestiva
de contenido hemático*
TC abdominal
• Presencia de aire en el territorio venoso
Cuando la endoscopia está contraindicada, la to- portal o en sus ramas intrahepáticas*
mografía computarizada (TC) del abdomen puede
ser de utilidad, al mostrar el engrosamiento de la (*) Estos signos reflejan mayor gravedad.
pared y la extensión del segmento afectado. En al-
gunos casos, incluso, puede ser la exploración ini-
cial, con independencia de la gravedad siempre que
el observador sea un radiólogo experimentado (ver
más adelante)55. En cualquier caso, la TC abdominal Angiografía abdominal
no permite establecer un diagnóstico definitivo o
La angiografía mesentérica no está recomendada
de certeza, dado que éste requiere una confirma-
como parte de la evaluación de la CI debido a que
ción histológica. Se ha establecido que el engrosa-
en el momento de la presentación de los síntomas,
miento de la pared permite graduar la CI como leve
típicamente el flujo sanguíneo del colon ya se ha
(3-6 mm), moderada (6-12 mm) y grave (superior restablecido. Dos excepciones potenciales a esta
a 12 mm). Es bien conocido que algunos signos regla son cuando la presentación clínica no permite
tomográficos, como el signo del «doble halo», la hacer una clara distinción entre la CI y una isquemia
presencia de líquido libre en el peritoneo, la neu- mesentérica aguda (IMA), y en los casos de afec-
matosi coli o el gas en el territorio venoso portal, tación aislada del colon derecho. En estos casos la
comportan gravedad55. La tabla 3 muestra los ha- mayor preocupación es la exclusión de una obs-
llazgos que sugieren el padecimiento de una CI en trucción de la arteria mesentérica superior (AMS),
la TC del abdomen. antes de que las consecuencias de este accidente
sean irreversibles.
US-Doppler
Otras exploraciones
Recientes estudios indican que la ultrasonografía
(US) Doppler aporta datos de interés en el diagnós- Se han propuesto algunas técnicas pare evaluar la
tico de la CI, especialmente cuando se plantea el viabilidad de los márgenes mucosos antes de pro-
diagnóstico diferencial con la EII. Su especificidad ceder a la exéresis del colon afectado, cuando se
oscila entre el 92 y el 100%, aunque su sensibilidad plantea una indicación quirúrgica. En estos casos
es inferior. La ausencia de flujo vascular en la pared debe subrayarse que el aspecto de la serosa pue-
de ser engañoso y no concordante con la presencia
del colon no sólo permite establecer el diagnóstico,
de signos de infarto en la mucosa. Se han descrito
sino que constituye un marcador de mal pronós-
numerosas técnicas intraoperatorias para verificar
tico56-58.

422
29. Colitis isquémica

este aspecto, incluyendo la US-Doppler, la fotople- para establecer el diagnóstico de CI como posible,
tismografía y la medición del gradiente de oxígeno probable o de certeza en función de los hallazgos
transcólico por tonometría21,59,60. Desde un punto proporcionados por la clínica, la endoscopia y la
de vista práctico, la colonoscopia intraoperatoria anatomía patológica y los criterios propuestos por
puede ser suficiente en la mayoría de los casos21. Longstreth GF et al.9 para estratificar los grados de
evidencia basados en los hallazgos proporcionados
Protocolo diagnóstico por la clínica, la colonoscopia y la TC.
El protocolo de actuación ante la sospecha de CI El paciente presenta signos
depende primordialmente de la presencia o ausen- de peritonitis
cia de peritonitis61.
En presencia de peritonitis, la endoscopia está
El paciente no presenta signos contraindicada y debe indicarse cirugía. Antes de
de peritonitis proceder a la laparotomía, puede realizarse una
En ausencia de peritonitis, el protocolo depende en US-Doppler o una TC abdominal que, en manos
gran medida de las características del paciente y la experimentadas, aportan una valiosa información
disponibilidad de equipamiento de los centros. En para confirmar el diagnóstico. Las mayores dificul-
hospitales dotados de TC con tecnología helicoidal tades estriban en el paciente cuyos síntomas no
o multicorte, la TC puede proporcionar una infor- permiten discernir con claridad si el caso corres-
mación rápida que a menudo es suficiente para ponde a una CI grave (forma gangrenosa) o a una
orientar el diagnóstico en el área de Urgencias. No IMA (dependiente de la AMS). En el último caso
obstante, los cambios observados en la TC en las puede haber una afección concomitante del intes-
formas leves suelen ser muy inespecíficos o incluso tino delgado y del colon derecho que requieren de
ausentes y sólo la visión de la mucosa obtenida en medidas específicas. El protocolo recomendado en
el examen endoscópico ofrece un diagnóstico de esta situación es el siguiente:
seguridad. Por lo tanto, si la condición clínica del ❱❱ Si no existe contraindicación para realizar una
paciente lo permite, es recomendable llevar a cabo
TC multicorte con contraste iv (p. ej.: shock o
una colonoscopia. Esta exploración permite: 1) es-
fallo renal con niveles de creatinina mayores de
tablecer la localización del segmento afectado por
2 mg/dl), esta exploración goza de una sensibi-
la isquemia; 2) clasificar la forma clínica (el informe
lidad muy alta para la detección de oclusiones,
endoscópico debe consignar claramente la presen-
no sólo de los vasos de grueso calibre, sino de
cia de colopatía reversible, colitis transitoria, colitis
los vasos distales (si bien no ofrece las posibili-
ulcerativa segmentaria o gangrena) y 3) obtener la
dades terapéuticas de la angiografía).
confirmación histológica. Debe considerarse que
el informe anatomopatológico no siempre aporta ❱❱ Si la TC confirma la presencia de una IMA con
datos concluyentes y que únicamente algunos ras- afectación concomitante del intestino delgado,
gos, como el infarto de la mucosa o la presencia mientras se prepara el quirófano, el enfermo
de ghost cells, son patognomónicos de CI. Por esta puede ser conducido a la sala de radiología vas-
razón, tanto el clínico como el endoscopista deben cular para colocar un catéter en la mesentérica
tener muy en consideración otras opciones en el superior que permitirá la infusión intraarterial
diagnóstico diferencial (véase más adelante). Las de fármacos vasodilatadores para neutralizar el
tablas 4 y 5 muestran los criterios de Brandt y Boley vasoespasmo del territorio esplácnico, antes,

TABLA 4. Criterios de Brandt para el diagnóstico de colitis isquémica.

Diagnóstico Clínica Colonoscopia Anatomia Patológica

Definitivo + + +
Probable + + No disponible o negativa > 24 h
Posible + No realizada o negativa > 24 h No realizada o negativa > 24 h

423
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 5. Niveles de evidencia (a) para el diagnóstico de CI basados en la combinación de síntomas y exámenes
complementarios (sistema propuesto por George F. Longstreth y Manis F. Yao [ Clinical Gastroenterol Hepatol 2009;7:
1075-1080]).

Aparición de dolor abdominal, rectorragia o diarrea dentro de los 10 días que preceden a la hospitalización más:

Nivel 1 Hallazgos endoscópicos e histológicos compatibles CI o hallazgos de isquemia cólica documentados en la


pieza de resección quirúrgica o en la autopsia17,21,39.
Nivel 2 Colonoscopia con hallazgos típicos de colitis isquémica, sin confirmación histológica8,82.
Nivel 3 Hallazgos radiológicos obtenidos por TAC abdominal típicos o compatibles con colitis isquémica55
(ver tabla 3).
Nivel 4 Episodio con características clínicas similares a las observadas en evento anterior que cumplió un nivel 1
de evidencia para el diagnóstico.

(a) Se requiere además ausencia de pruebas a favor de una etiología distinta para la colitis (ej.: infecciosa).

durante y después de la operación y en algunos tan la probabilidad de que una colitis hemorrágica
casos la infusión de agentes trombolíticos (ver tenga su origen en una infección bacteriana del co-
capítulo 28). Si la TC no confirma la presencia de lon63,64. Por este motivo, resulta pertinente solicitar
una IMA con participación del intestino delga- pruebas para la detección de gérmenes enteroinva-
do, no es necesaria la angiografía y el enfermo sivos, incluidos Salmonella, Shigella, Campylobac-
puede ser conducido directamente a la sala de
ter y, muy especialmente, el serotipo 0157:H7 de E.
operaciones. La figura 6 resume en forma de al-
coli. Este último puede hallarse en la carne (p. ej.:
goritmo el protocolo de actuación68.
hamburguesas poco hechas o ternera poco cocina-
Diagnóstico diferencial da) y en vegetales y hortalizas contaminados y pue-
de originar un cuadro indistinguible de una CI e in-
Como ya se ha mencionado, la coexistencia de cluso ser causa de isquemia cólica65. Otros agentes
tres síntomas que, a su vez, forman parte de tres microbianos implicados como posibles causantes
grandes síndromes (dolor abdominal agudo, hemo-
de CI son algunos parásitos (Entamoeba histolyti-
rragia gastrointestinal y diarrea aguda) hace difícil
ca y Angiostrongylus costaricensis) y algunos virus
orientar el diagnóstico, que obliga necesariamen-
(citomegalovirus). La toxina de Clostridium difficile
te a situar el cuadro en un contexto determinado.
La cronología de los síntomas (dolor abdominal, debe investigarse en especial si el paciente ha reci-
urgencia por la defecación y rectorragia) y la pre- bido antibióticos o permanece hospitalizado en el
sencia de factores de riesgo son críticos para esta- momento de aparecer los síntomas. La endoscopia
blecer el diagnóstico17,47,62 (tabla 1). Las dificultades muestra en estos casos típicas placas de coloración
aumentan cuando los síntomas inciden en pacien- blanco-amarillenta de 7-9 mm de diámetro firme-
tes ancianos, en quienes son más prevalentes al- mente adheridas a la mucosa (seudomembranas).
gunas entidades, como la enfermedad diverticular,
Enfermedad inflamatoria
la colopatía por AINE y el cáncer colorrectal. Las
intestinal
siguientes consideraciones pueden ayudar en el
diagnóstico diferencial: Un estudio de Brandt et al.29 demostró que una
proporción significativa de pacientes diagnostica-
Colitis de naturaleza infecciosa
dos de EII a una edad superior a los 50 años (se-
Algunos factores, como las deficiencias del sistema gundo pico de incidencia de la EII) correspondía en
inmune del anciano (inmunosenescencia), aumen- realidad a casos probables o definitivos de CI. La

424
29. Colitis isquémica

Sospecha clínica

Peritonitis

Sí No

US-Doppler/TC
Colonoscopia + biopsias

Sospecha clínica de IMA1


Necrosis gangrenosa

No Sí
Sí No

Angiografía2

Determinar Evaluar opciones


Laparotomía topografía y en el diagnóstico
extensión diferencial

(1) IMA: Isquemia mesentérica aguda (interrupción del flujo vascular dependiente de la arteria mesentérica superior)
(2) Únicamente si el procedimiento puede realizarse con celeridad y en ausencia de shock y/o fracaso renal

Figura 6. Algoritmo diagnóstico en la colitis isquémica.

distinción con la colitis ulcerosa suele ser más fácil, así como la infiltración grasa o la demostración de
dado que la afección del recto es habitual en la coli- granulomas en el examen histológico.
tis ulcerosa y una excepción en la CI (10-15% de los
casos). Otros rasgos que apoyan colitis isquémica Cáncer colorrectal
frente a colitis ulcerosa son el carácter segmentario
En algunos casos, la isquemia puede originar un as-
de la lesión, la transición abrupta entre la mucosa
pecto seudotumoral17. La rápida regresión de las le-
normal y la mucosa afectada por la isquemia y la
siones en la CI y el examen histológico contribuyen
resolución más rápida de las lesiones. La distinción
con la enfermedad de Crohn puede ser más difícil a resolver el diagnóstico en los casos de duda. Se ha
debido a la concomitancia de algunas característi- descrito la coexistencia de ambas entidades cuan-
cas, como el carácter segmentario y la indemnidad do el carcinoma provoca estenosis. En estos casos,
macroscópica del recto. Algunos rasgos apoyan es característica la interposición de un segmento de
la enfermedad de Crohn, incluida la afección del colon con mucosa normal entre la neoformación y
íleon, la presencia de fisuras, fístulas o abscesos, el segmento afectado por la isquemia.

425
Sección 4. Intestino delgado y colon

Enfermedad diverticular ❱❱ Se recomienda reposo intestinal para reducir los


requerimientos de O2 al intestino e hidratación
La enfermedad diverticular complicada puede ser endovenosa. Los enfermos con malnutrición,
difícil de distinguir de algunas formas leves de CI, diarrea profusa o que presentan un curso pro-
especialmente cuando la diarrea o la rectorragia longado deben ser alimentados de forma arti-
están presentes. La colitis segmentaria asociada a ficial. Lo mismo es aplicable para aquellos en
diverticulosis, una entidad bien reconocida, cuya los que se prevé una lenta mejoría y son pobres
patogenia podría relacionarse con fenómenos infla- candidatos a la cirugía.
matorios inducidos por la proliferación de bacterias
❱❱ Los enfermos con distensión abdominal pueden
en el residuo fecal (especialmente Aeromona sp.),
beneficiarse de una sonda rectal, dado que el
puede provocar un cuadro clínico, endoscópico e
aumento de la presión en el colon puede agra-
histológico similar al de una EII. Los rasgos histo-
var la isquemia y favorecer la perforación.
lógicos de esta entidad, incluida la depleción de
células caliciformes, la infiltración por células infla- ❱❱ Debe optimizarse la función cardiaca, controlar
matorias crónicas y los abscesos crípticos, difieren cualquier situación de bajo gasto y retirar los
de los observados en la CI49. La diverticulitis suele fármacos vasoconstrictores, incluyendo la digi-
originar dolor e hipersensibilidad en el cuadrante tal, cuando ello es posible. Si la condición del
inferior izquierdo del abdomen. La TC del abdomen enfermo es crítica, el balance de líquidos pue-
ayuda a diferenciar ambos procesos. Así, el engro- de requerir una adecuada monitorización de la
samiento de la pared, puede acompañarse de sig- presión venosa central y un control estricto de
nos de espasticidad, inflamación pericólica, fístulas, la diuresis.
microperforación y absceso. La asociación entre CI ❱❱ El empleo de antibióticos de amplio espectro se
y diverticulitis aguda también es posible17. apoya en evidencias experimentales que sugie-
ren un hipotético beneficio, al acortar el tiempo
Megacolon tóxico
de evolución de la enfermedad y neutralizar la
Aunque puede aparecer como complicación de una translocación bacteriana, un fenómeno muy
CI, es más habitual que ocurra en el escenario de común en la mucosa intestinal afectada por la
una colitis ulcerosa. hipoxia. No existen estudios controlados y alea-
torizados que hayan comprobado fírmemente
Pancreatitis aguda esta hipótesis69. Los corticoesteroides no juegan
La pancreatitis puede provocar, en casos graves, ningún papel en el tratamiento de la CI. Igual-
íleo y una marcada dilatación del colon. El diagnós- mente se desaconseja el uso de narcóticos y
tico de una pancreatitis viene sugerido por el an- agentes catárticos.
tecedente de alcoholismo, episodios previos simi- ❱❱ Una vez iniciado el tratamiento el enfermo
lares o colelitiasis. El dolor suele estar centrado en debe de ser estrechamente monitorizado para
el epigastrio o en el cuadrante superior izquierdo y identificar cualquier signo de deterioro clínico.
se agrava con la ingesta. Los pacientes con cálculos Parámetros que resultan útiles en el seguimien-
biliares a menudo presentan alteraciones del perfil to son los niveles de hemoglobina, leucocitos,
hepático, lo que resulta infrecuente en la CI (salvo electrolitos séricos, LDH, equilibrio ácido-base y
aquellos casos complicados con una pileflebitis o albúmina. El desarrollo de acidosis metabólica o
gangrena con sepsis generalizada). El diagnóstico de hipoalbumimemia se relaciona con una peor
se confirma por la demostración de niveles séricos evolución70.
elevados de amilasa o lipasa, así como por el ha- ❱❱ En el curso de la hospitalización debería plan-
llazgo de pancreatomegalia y signos de inflamación tearse una evaluación cardiológica, incluyendo
peripancreática en la TC del abdomen. un electrocardiograma, un ecocardiograma y en
caso necesario un registro Holter del ritmo car-
Tratamiento díaco, para descartar cualquier condición pre-
disponerte al desarrollo de embolismos. Un es-
Médico tudio realizado sobre una serie de pacientes con
El tratamiento médico se aplica a los pacientes sin colitis segmentaria no gangrenosa, demostró
signos de peritonitis al ingreso y se basa en los si- que esta aproximación permite identificar fac-
guientes principios: tores de riesgo de enfermedad cardiaca en una

426
29. Colitis isquémica

TABLA 6. Parámetros que deben investigarse ante la ❱❱ Es recomendable una colonoscopia entre 7-14
sospecha de un estado de hipercoagulabilidad *. días después del ingreso (probablemente no
sea necesaria en casos de colopatía reversible
o colitis transitoria) para certificar la curación
❱❱ Hemograma de las lesiones o documentar la evolución a una
❱❱ Bioquímica (incluye perfil lípidico, glucemia y ácido colitis ulcerativa segmentaria. En el último caso,
úrico) es obligado un seguimiento para determinar si
❱❱ Balance de hemostasia la enfermedad se resuelve, evoluciona a colitis
❱❱ Tiempo de protrombina persistente o se complica con una estenosis17,68.
❱❱ Actividad de protrombina ❱❱ Un estudio de hipercoagulabilidad puede ser
❱❱ INR necesario en aquellos pacientes que han pre-
❱❱ Tiempo de tromboplastina parcialmente activado sentado un episodio de colitis isquémica an-
❱❱ Fibrinógeno tes de los 60 años, sin una causa reconocible
(tabla 6).
❱❱ Plaquetas
❱❱ Tiempo de trombina Quirúrgico
❱❱ Anticoagulante lúpico
Al ingreso del paciente, constituyen indicaciones de
❱❱ Anticuerpos anticardiolipina IgG
cirugía inmediata la presencia de hemorragia ma-
❱❱ Anticuerpos anticardiolipina IgM siva, gangrena con perforación o colitis fulminante
❱❱ Antitrombina III (funcional) universal. Otras indicaciones de cirugía incluyen:
❱❱ Proteína C (funcional)
❱❱ Aparición de neumoperitoneo en las pruebas
❱❱ Resistencia a la proteína C activada de imagen o signos sugestivos de gangrena en
❱❱ Proteína S libre (funcional) la exploración endoscópica (figura 4).
❱❱ Plasminógeno
❱❱ Sepsis persistente y activa a pesar de tratamien-
❱❱ Inhibidor de la plasmina to médico.
❱❱ Factores coagulantes: VII, VIII
❱❱ Signos de deterioro clínico durante el curso de
❱❱Genética de las mutaciones trombofílicas más la hospitalización, incluyendo la presencia de
frecuentes:
fiebre no explicada por otra causa, maniobra de
❱❱ Mutación FVR506Q (factor V Leiden) descompresión positiva, marcada leucocitosis,
❱❱ Mutación G20210A de la protrombina íleo, hipotensión o acidosis metabólica. Todos
❱❱ Mutación C677T de la MTHFR (valorándola estos signos constituyen una señal inequívoca
únicamente como factor de riesgo protrombótico si de gangrena (figura 7).
se asocia a déficit de fólico o vitamina B12, no relacio-
nado con los déficits por falta de ingesta)
❱❱ Diarrea persistente con sangre o colopatía
pierde proteínas que se prolonga más de 2 se-
❱❱ Homocisteína
manas. Estos casos suelen evolucionar hacia la
❱❱ Lipoproteína (a) perforación con peritonitis y también son tribu-
❱❱ Vitamina B12 y ácido fólico tarios de laparotomía17.
La probabilidad de éxito de la cirugía aumenta si se
En el caso de deficiencia funcional de proteína C, S o respetan los siguientes principios.
AT III, debe realizarse estudio antigénico para estable-
cer el tipo de deficiencia. ❱❱ Evaluar la extensión real del daño mucoso. En
*Cortesía de la Dra. Lezaun, del Servicio de Hematolo- el momento de la intervención, el daño muco-
gía del Hospital San Jorge. so suele ser extenso, debiendo subrayar que el
aspecto de la serosa puede ser engañoso y no
concordante con la presencia de signos de in-
proporción 2,5 veces superior a la observada farto de la mucosa. Generalmente el segmento
en una población control71. Este hallazgo puede infartado muestra una apariencia engrosada y
ser importante para prevenir futuros episodios aperistáltica. La extensión de la resección de-
bería guiarse bien por la distribución de las le-
tromboembólicos en otras localizaciones.
siones evidenciadas en los estudios preoperato-

427
Sección 4. Intestino delgado y colon

rios, bien por los hallazgos de una colonoscopia este aspecto sobre una larga serie de pacientes8,
intraoperatoria o mediante la comprobación de ésta alcanzó una tasa global del 7,7%, con una fre-
los bordes de resección tras abrir la pieza de co- cuencia diferente para cada subtipo evolutivo (0%
lectomía en la sala operatoria. Si los márgenes para los casos de colopatía reversible, 3,1% para
de resección están afectados, debe procederse la colitis transitoria; 4,6% para los casos de colitis
a ampliar la exéresis hasta comprobar la viabili- ulcerativa crónica y 30,5% para las formas gangre-
dad de los límites de resección (figura 7). nosas), demostrando la utilidad pronóstica de esta
clasificación. En el mismo estudio, la mortalidad de
❱❱ Áreas de dudosa viabilidad. A diferencia de lo
los casos de colitis fulminante universal alcanzó el
aconsejable para el intestino delgado, las áreas
100%8, aunque se han descrito porcentajes meno-
de dudosa viabilidad en el colon son habitual-
res7. Algunos estudios han evaluado los factores
mente extirpadas. Únicamente en el caso de
demográficos y las comorbilidades que gravan el
afectación concomitante del intestino delgado
(ello puede ocurrir cuando se interrumpe el flu- pronóstico de los pacientes con CI. De los datos
jo de la arteria mesentérica superior) se respe- proporcionados por estos estudios, se estima que
tan las áreas de dudosa viabilidad, reservando la comorbilidad que mayor impacto tiene sobre
la decisión para un second look a las 12-24 h la mortalidad en la CI es la enfermedad pulmonar
(ver capítulo 28). obstructiva crónica (EPOC)7. La CI que aparece en el
postoperatorio de una cirugía de reemplazamiento
❱❱ Anastomosis. Usualmente no se lleva a cabo aórtico también comporta un peor pronóstico. Otro
una anastomosis primaria por el riesgo implícito estudio demostró que la ausencia de flujo vascular
de dehiscencia de suturas. El extremo proximal en la pared del colon evidenciable por US-Doppler
se exterioriza a través de una colostomía y el ex- constituye una variable independiente predictora
tremo distal puede exteriorizarse mediante una de mortalidad71.
fístula mucosa (recomendable si se comprueba
una pobre perfusión del margen de resección) Un estudio multicéntrico encontró que la presen-
o mediante su cierre por el procedimiento de cia de signos peritoneales, el dolor abdominal
Hartmann. sin rectorragia, la diarrea no sanguinolenta y los
niveles de Hb menor de 12 g/dl se asociaron de
No considerar estos principios comporta una ma- forma independiente a una mayor probabilidad de
yor morbimortalidad en el postoperatorio21. Cir- evolución desfavorable, definida por la necesidad
cunstancias especiales incluyen la pancolitis fulmi- de cirugía o mortalidad8. En el mismo estudio, se
nante que requiere de una pronta colectomía total demostró cómo la afectación aislada del colon de-
con ileostomía y la isquemia cólica que aparece en recho se relacionaba con una mayor frecuencia de
el postoperatorio de una cirugía de aorta abdomi- evolución desfavorable, cuando se comparaba con
nal. El descubrimiento de una CI en este contexto la afectación de cualquier otro segmento del colon
obliga a interrumpir la alimentación por vía oral y (40,9% frente a 10,3%). De forma interesante, la
a la administración de antibióticos. La cirugía debe mayoría de los pacientes con dolor abdominal sin
indicarse ante cualquier signo de deterioro clínico, rectorragia y de diarrea no sanguinolenta como
debiendo proceder a la extirpación de todo el colon forma de presentación, presentaron afectación ais-
isquémico (ver más adelante)47. lada del colon derecho comparados con aquellos
con afectación de cualquier otro segmento del co-
Curso clínico y factores pronósticos lon (59,1% frente 11,3% [p menor de 0,001] y 18,2
La CI presenta un curso favorable en más de 2/3 frente a 5,4% [p menor de 0,05]). Todo ello sugiere
de los pacientes7,8. Los síntomas se resuelven ha- que la presencia de dolor abdominal sin rectorra-
bitualmente en 2-3 días y las lesiones curan en 1-2 gia o de diarrea no sanguinolenta, no solamente
semanas. Menos del 5% presentan una recidiva a conlleva un peor pronóstico en los pacientes con
largo plazo. Cuando el daño ha sido más intenso, CI, sino que en estos casos la localización del seg-
las lesiones pueden tardar en desaparecer hasta 6 mento afectado por la isquemia es más probable
meses, aunque el paciente suele permanecer sin que corresponda al colon derecho8. Otros estudios
síntomas a lo largo de este tiempo. La mortalidad de carácter retrospectivo coinciden en señalar que
de la CI se relaciona directamente con la forma clí- la afectación aislada del colon derecho comporta
nica que caracteriza a la enfermedad. En el único un curso más desfavorable y una mayor mortali-
estudio que ha evaluado de un modo prospectivo dad6,7,9,10,48,73. Igualmente, los síntomas que persis-

428
29. Colitis isquémica

Figura 7. Imágenes correspondientes a un enfermo psiquiátrico que presentó un episodio de colitis isquémica tras un cuadro de
impactación fecal. El enfermo desarrolló un cuadro de distensión abdominal que se complicó con un episodio de fibrilación auri-
cular con hipotensión. El paciente tomaba fármacos psicotropos. El cuadro evolucionó a una necrosis gangrenosa, falleciendo en
el postoperatorio debido a complicaciones sépticas intraabdominales. a) Obsérvese la enorme distensión del colon en el momen-
to de la laparotomía. b) Imagen macroscópica de la pieza operatoria que muestra una tonalidad negruzca típica de la necrosis.
Obsérvese que el borde de la resección muestra signos de isquemia, un signo que predice mala evolución en el postoperatorio.
c y d) Imágenes microscópicas de la pieza operatoria. Cortesía de los Drs Baqué y Vera de los Servicios de Cirugía Digestiva y
Anatomía Patológica del hospital San Jorge de Huesca.

ten más de 2 semanas también se asocian a una


mayor incidencia de complicaciones e irreversibili-
dad, incluyendo gangrena y perforación, colitis cró-
nica y estenosis.
Ya se ha mencionado que entre el 15-20% de los
pacientes con CI desarrollarán una colitis segmen-
taria crónica debido a la persistencia de ulceración
segmentaria en el colon (figura 8). Este tipo evolu-
tivo afecta con mayor frecuencia a pacientes con
enfermedad vascular arterioesclerótica y plantea
un problema importante en su manejo, aunque
aproximadamente un 60% evolucionan a la cura-
ción espontánea8,45. Los corticoesteroides pueden
producir un agravamiento de los síntomas en estos
pacientes. Se ha comunicado un hipotético bene- Figura 8. Ulceración segmentaria que persiste varias semanas
ficio con la administración de ácidos grasos de ca- después de un episodio de isquemia en el colon. El enfermo
desarrolló diarrea persistente con colopatía pierdeproteínas e
dena corta en forma de enema (observaciones no hipoalbuminemia.
publicadas), probablemente debido a sus efectos

429
Sección 4. Intestino delgado y colon

tróficos y antiinflamatorios sobre la mucosa del


colon, pero no existen datos contrastados acerca
de su eficacia. Tampoco se dispone de información
sobre el hipotético beneficio de la mesalazina (en
todo caso, no contraindicada) o de la administra-
ción de sucralfato en forma de enemas. Indicacio-
nes claras de cirugía en la colitis isquémica segmen-
taria crónica incluyen:
❱❱ La aparición de picos febriles recurrentes atri-
buibles a fenómenos de translocación bacteria-
na. En tal caso, sólo la exéresis quirúrgica resuel-
ve las bacteriemias.
❱❱ La presencia de una estenosis que causa sínto- Figura 9. Estenosis segmentaria del sigma visible por enema
mas de obstrucción. opaco en un paciente que presentó una colitis isquémica con
ulceración profunda.
Algunos autores han informado resultados favora-
bles tras la colocación de una prótesis autoexpan-
dible, evitando con ello la cirugía74. Esta situación
contribuyen a este fenómeno incluyen la hipoten-
debe diferenciarse de otros casos de estenosis asin-
sión grave y prolongada que ocurre tras la rotura
tomática que pueden resolverse de forma espontá-
nea en el curso de 6-18 meses (figura 9). del aneurisma, el trauma operatorio del colon y
otros, como la hipoxemia, arritmias, un tiempo pro-
Circunstancias especiales longado de clampaje, o un inapropiado manejo de
la arteria mesentérica inferior durante la aneuris-
Lesiones obstructivas en el colon mectomía. La determinación del pH intramural del
sigma por tonometría antes y después del clampaje
Es bien conocido que el estreñimiento y aquellas de la aorta ha sido utilizado con éxito para predecir
medicaciones que son causa de constipación cons- qué pacientes desarrollarán una CI tras la aneuris-
tituyen un factor de riesgo para el desarrollo de mectomía78.
CI35. A su vez, aquellas lesiones que son causa de
obstrucción en el colon, tales como el carcinoma, la Los casos de CI que aparecen en el postoperatorio
diverticulitis o la impactación fecal, pueden originar de una cirugía de aorta abdominal suelen ser gra-
isquemia en el colon. Se aduce en estos casos que ves y difíciles de diagnosticar de un modo precoz23.
el aumento de la presión en la luz del colon condi- Algunos autores sugieren que debería realizarse
ciona un desvío de la sangre desde la mucosa hacia una colonoscopia a los 2-3 días de haber llevado a
la serosa (mucosal-to-serosal shunting) provocan- cabo una cirugía de reemplazamiento aórtico, tras
do hipoxia76. Aunque infrecuentes, es importante la rotura de un aneurisma de aorta, o al menos en
excluir la presencia de tales lesiones en cualquier aquellos pacientes con un tiempo de clampaje pro-
paciente que presenta una CI, y viceversa, conside- longado o la demostración de un flujo no pulsátil en
rar la posibilidad de isquemia ante la presencia de las arterias hipogástricas durante la cirugía. Así mis-
una lesión causante de obstrucción en el colon dis- mo, es indicación de colonoscopia la aparición de
tal. En el último caso, la anastomosis sobre el tejido diarrea o rectorragia en el curso postoperatorio47.
isquémico, tras la exéresis de la lesión obstructiva, Un estudio reciente informa una mortalidad del
conduce a un alto riesgo de dehiscencia. 20% cuando el diagnóstico se realiza dentro de los
primeros 4 días desde la intervención, elevándose
Cirugía de aorta abdominal al 70% a partir de este tiempo79.

La CI aparece como una complicación en el 7% de Colitis isquémica en la enfermedad


las operaciones electivas de aorta y hasta en un
60% de las operaciones debidas a rotura de un
inflamatoria intestinal
aneurisma de aorta abdominal, siendo la respon- La presentación clínica y los cambios morfológicos
sable de hasta un 10% de las muertes tras la ciru- que aparecen en una CI pueden asemejar a aque-
gía de reemplazamiento aórtico77. Los factores que llos vistos en la enfermedad inflamatoria intestinal

430
29. Colitis isquémica

(EII). Ello no debe de sorprender, dado que el co- transitoriamente del flujo vascular, debido a una
lon, al igual que ocurre con otros órganos, puede alteración de la circulación sistémica o a una alte-
expresar el daño originado por diversos agentes de ración local de naturaleza anatómica o funcional.
una manera muy similar, con ulceración, friabilidad, Aunque no se conoce bien el factor precipitante
fibrosis y estenosis. Es bien conocido que la EII es de un episodio de isquemia cólica, es interesante
inusual en personas mayores de 50 años. Brandt et conocer que el flujo sanguíneo del colon es inferior
al.29 publicaron hace 30 años un estudio en el que al de cualquier otro segmento intestinal, desciende
demostraron cómo aproximadamente ¾ partes de con la actividad motora y se ve afectado, en gran
los pacientes de más de 50 años que ingresaron por medida, por la estimulación autónoma. Estos fac-
un cuadro de colitis, mostraban criterios clínicos, tores, unidos al hecho de que los pequeños vasos
radiológicos y anatomopatológicos compatibles afectados por la arteriosclerosis responden exage-
con una CI. Al menos un 50% de estos pacientes, sin
radamente a los estímulos vasoconstrictores hacen
embargo, habían sido diagnosticados de una colitis
que el colon de los pacientes mayores de 65 años,
ulcerosa, una enfermedad de Crohn o una colitis
diabéticos, hipertensos o en diálisis sean más vul-
inespecífica en el momento del alta hospitalaria. A
nerables a este tipo de accidentes. El diagnóstico
pesar de la naturaleza retrospectiva de este estudio
de CI requiere de un elevado índice de sospecha
(y su limitada capacidad para evaluar causas infec-
ciosas de colitis) demostró la frecuencia con que clínica, dado que en su presentación coexisten
una CI es erróneamente interpretada como una EII. manifestaciones de tres grandes síndromes: dolor
Esta confusión podría explicar por qué algunas co- abdominal, diarrea y rectorragia, que a su vez cons-
litis atribuidas a una EII poseen un comportamien- tituyen la expresión de otras enfermedades que
to tan diferente en jóvenes y ancianos, incluyendo afectan al colon. En ausencia de peritonitis, la co-
casos que se resuelven definitivamente después de lonoscopia proporciona información de gran valor
un único episodio o aquellos otros que al no res- respecto a la localización anatómica del segmento
ponder a ningún tratamiento requieren finalmente afectado por la isquemia y la forma clínico-evolu-
de una colectomía47. Indudablemente, estas carac- tiva de la enfermedad. Si la condición clínica del
terísticas “atípicas” de EII en el anciano, responden enfermo no lo permite o el enfermo presenta sig-
bien a los rasgos de una CI y es más que probable nos de peritonitis, es mejor indicar una TC que, en
que muchos de los casos incluidos en el clásico 2º manos experimentadas, proporciona información
pico de incidencia de EII se trate, en realidad de ca- fiable para orientar el diagnóstico. La angiografía se
sos de CI o de naturaleza infecciosa. reserva para aquellos casos con afectación aislada
Por otro lado, algunos casos de CI no se resuelven del colon derecho o cuando la presentación clíni-
y acaban desarrollando síntomas propios de una ca no permite diferenciar claramente el cuadro de
colitis de curso crónico (ver más arriba). Las razo- una IMA. La presencia de dolor abdominal sin rec-
nes para este fenómeno no están claras, pero po- torragia, diarrea no sanguinolenta o la presencia de
drían sustentarse en una base inmunológica80. Un signos peritoneales constituyen variables que pre-
estudio que evaluó la prevalencia de marcadores dicen de forma independiente un curso desfavora-
de biológicos de EII en el suero de una cohorte de ble definido por la necesidad de cirugía o de mor-
pacientes diagnosticados de CI de curso crónico o talidad. Estas variables son significativamente más
recurrente encontró que el 56% de los pacientes frecuentes en los pacientes con afectación aislada
con CI recurrente y el 88% de los pacientes con CI del colon derecho. Hoy en día, la mortalidad global
de curso crónico presentaban positividad de uno de la CI se estima en menos del 10%, elevándose al
o más marcadores del tipo anti-C-Bir-1 o pANCA. 30% en las formas gangrenosas80.
Todo ello sugiere que la seropositividad para mar-
cadores autoinmunes no solamente es común en Bibliografía
los casos de CI de curso crónico o recurrente, sino
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434
30 Tumores del intestino delgado
Maria Pellisé, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic de Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


Los tumores del intestino delgado son raros y sue- ❱❱ Describir los diferentes tumores benignos
len dar síntomas vagos e inespecíficos. Es por ello y malignos del intestino delgado.
por lo que su diagnóstico suele realizarse en un es- ❱❱ Reconocer los signos clínicos de sospecha
tadio avanzado cuando las expectativas terapéuti- y establecer la estrategia diagnóstica más
cas son más limitadas y el pronóstico más incierto. adecuada.
Es importante, por consiguiente, incrementar el ín-
❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos de
dice de sospecha clínica para este tipo de tumores.
las pautas actuales de tratamiento.
Existen estudios que demuestran como el retardo
en el diagnóstico depende fundamentalmente
de una interpretación errónea de los síntomas o REFERENCIAS CLAVE
de las pruebas diagnósticas por parte del clínico. 1. Scheppach W, Bresalier RS, Tytgat GN.
Estos factores son responsables de un retraso de Gastrointestinal and liver tumors. Springer.
8-12 meses en el diagnóstico de este tipo de tumo- Berlín, 2004.
res. En contraste, el retraso diagnóstico atribuido a 2. Rustgi AK, Crawford JM, eds. Gastrointes-
la falta de reconocimiento de los síntomas por par- tinal cancers. 2.ª ed. Saunders, Filadelfia,
te del paciente sólo es de dos meses1. 2003.
Los síntomas más habituales son: dolor abdomi- 3. Edge, SB, Byrd, DR, Compton, CC et al.,
eds. AJCC (American Joint Committee on
nal que suele ser cólico e intermitente, pérdida de
Cancer) Cancer staging Manual, 7.ª edición,
peso y anorexia. A ellos deben añadirse las mani-
Springer, New York, 2010:181, 285,175.
festaciones clínicas propias de las complicaciones
del tumor, incluyendo la hemorragia, la obstruc-
ción y la perforación. En caso de sospecha se debe
realizar una historia clínica y exploración física com-
pletos y una prueba de sangre oculta en heces. Los Tumores benignos
estudios de laboratorio deben incluir un hemogra-
Los tumores benignos del intestino delgado repre-
ma, bioquímica básica y perfil hepático. No existe sentan algo menos del 5% del total de tumores del
ningún método de diagnóstico ideal para el estudio tubo digestivo. Suelen ser asintomáticos y su diag-
del intestino delgado. La opciones son radiológicas nóstico se realiza, en la mayoría de las ocasiones,
(tomografia computarizada, enteroclisis, tránsito de forma accidental en el curso de una laparoto-
intestinal y resonancia magnética) o endoscópicas mía o de un estudio necrópsico. Su incidencia es si-
(cápsula endoscópica, enteroscopia de pulsión y milar en varones y mujeres, y pueden diagnosticar-
enterosocopia de balón simple y de doble balón). se a cualquier edad, aunque es más frecuente en
La mejor estrategia y secuencia diagnóstica no está edades avanzadas. Cuando ocasionan síntomas,
todavía establecida. Sin embargo, se considera que los más frecuentes son los derivados de la obstruc-
cuando existe una sospecha alta se deben realizar ción que producen al tránsito intestinal por sí mis-
como mínimo dos pruebas para poder descartar la mos o al provocar una invaginación, en cuyo caso
existencia de un tumor. se manifiestan con dolor abdominal intermitente

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 435
Sección 4. Intestino delgado y colon

de tipo cólico y distensión abdominal. Otra forma dividen en tubulares, vellosos y tubulovellosos. Los
de presentación clínica es la hemorragia digestiva adenomas vellosos son menos frecuentes. Suelen
aguda o, con mayor frecuencia, la anemia crónica localizarse en la segunda porción duodenal y, en ge-
por pérdida de sangre oculta en las heces. neral, son sesiles, de mayor tamaño y con signos de
degeneración maligna en un 40-45% de los casos
A diferencia de los tumores benignos del colon,
en el momento del diagnóstico. El tratamiento con-
fácilmente detectables por colonoscopia, los del
intestino delgado suelen ser de difícil diagnóstico siste en la resección local. Es importante realizar un
y pueden pasar inadvertidos en la exploración ra- seguimiento posterior, especialmente en el caso de
diológica convencional. Los tumores duodenales o los adenomas vellosos, dada su elevada capacidad
del íleon terminal pueden diagnosticarse mediante de recurrencia. También resulta prudente realizar
técnicas endoscópicas convencionales. Para el diag- una colonoscopia para descartar la presencia con-
nóstico de los tumores del yeyuno e íleon proximal comitante de adenomas o cáncer en el colon. La
debe recurrirse a técnicas radiológicas o endoscó- poliposis adenomatosa familiar es la enfermedad
picas específicas. La cápsula endoscópica, es una que se asocia más frecuentemente con la aparición
de las técnicas diagnósticas con mayor rendimiento de adenomas en el intestino delgado, principal-
para el diagnóstico de estos tumores, especialmen- mente en el duodeno.
te para aquellos casos que se presentan en forma Los leiomiomas son los segundos tumores benig-
de pérdidas ocultas de sangre2,3. nos más frecuentes del intestino delgado y pueden
Los adenomas, leiomiomas y lipomas son los tumo- hallarse en cualquier localización. Inciden por igual
res benignos más frecuentes del intestino delgado. en ambos sexos y suelen diagnosticarse en edades
De forma excepcional pueden encontrarse también avanzadas por síntomas de obstrucción intestinal o
hamartomas, fibromas, angiomas y tumores neu- hemorragia (figura 1).
rogénicos.
Los lipomas representan el 8-20% de todos los tu-
Los adenomas se pueden localizar en cualquier mores benignos del intestino delgado y se localizan
tramo del intestino delgado aunque su localización predominantemente en el íleon. Su tamaño en el
más frecuente es el duodeno o el íleon. Estos tu- momento del diagnóstico suele ser grande y los sín-
mores representan 1/3 de todos los tumores be- tomas son similares a los de otros tumores benig-
nignos del intestino delgado. Histológicamente se nos. Cuando son asintomáticos no se deben tratar.

A B

Figura 1. Hemorragia digestiva secundaria a un leiomioma del yeyuno. A) Arteriografía realizada en un paciente con una hemo-
rragia digestiva de etiología no filiada, que pone de manifiesto la existencia de extravasación de contraste en ramas de la arteria
mesentérica superior (flechas). B) La laparotomía exploradora puso de manifiesto la existencia de una tumoración de aspecto
benigno en el yeyuno cuyas características histológicas se correspondían con un leiomioma.

436
30. Tumores del intestino delgado

Tumores malignos
Aproximadamente dos tercios de los tumores del
intestino delgado son malignos por lo que repre-
sentan el 1,1-2,4% de los tumores malignos gastro-
intestinales. Los tumores malignos más frecuentes
del intestino delgado son el adenocarcinoma, el lin-
foma, el sarcoma y el tumor carcinoide. De forma
excepcional pueden encontrarse tumores metastá-
sicos, en especial secundarios a melanoma, cáncer
de mama o hipernefroma (figuras 2 y 3).

Adenocarcinoma Figura 2. Pieza de resección quirúrgica de la metástasis de un


melanoma en el intestino delgado.
Es el tumor maligno más común del intestino delga-
do y suele originarse en un adenoma. Más del 90%
de ellos se localizan en el duodeno distal y en la
parte proximal del yeyuno. Su frecuencia es mayor
en varones y en la sexta década de la vida. La inci-
dencia del adenocarcinoma intestinal aumenta en
pacientes afectos de diversas enfermedades intes-
tinales. Ello incluye a los síndromes de cáncer here-
ditario como el síndrome de Lynch que se considera
responsable de un 5-10% de los adenocarcinomas
de intestino delgado, la poliposis adenomatosa
familiar que se suele asociar a múltiples pólipos
duodenales de predominio en la zona ampular y el
síndrome de Peutz-Jeghers donde la incidencia de
adenocarcinoma del intestino delgado es también Figura 3. Laparoscopia realizada en un paciente con un
más elevada que en la población general. Por otro cuadro de obstrucción intestinal a nivel del intestino delgado
lado, este tipo de tumor incide con mayor frecuen- que puso de manifiesto la existencia de una tumoración
estenosante a nivel del íleon que histológicamente se
cia en áreas del intestino afectadas por un estado correspondió con una mestástasis de un carcinoma de células
de inflamación crónica. Es el caso de la ileítis termi- gigantes del pulmón.
nal (enfermedad de Crohn), que presenta un riesgo
incrementado de desarrollo de adenocarcinoma,
especialmente en los segmentos crónicamente La endoscopia con biopsia suele ser diagnóstica en
afectados por la inflamación y en aquellos donde el adenocarcinoma duodenal (figura 4). En localiza-
se ha llevado a cabo una derivación de una zona ciones más distales, la radiología convencional con
inflamatoria estenótica. Este riesgo guarda una bario o la enteroclisis suelen mostrar un segmen-
correlación clara con la extensión y duración de la to intestinal estenosado, e irregular, con pérdida
enfermedad. completa del patrón mucoso y dilatación preeste-
nótica. Aunque puede observarse nodulación y/o
Este tumor suele afectar a un segmento intesti- ulceración, estos signos son más frecuentes en los
nal corto. Su crecimiento suele ser anular y con linfomas y leiomiosarcomas. La tomografía compu-
frecuencia causa estenosis y ulceración. Los sínto- tarizada (TC) del abdomen es la técnica radiológica
mas más frecuentes se derivan de la presencia de de más utilidad para la diagnóstico de estos tumo-
obstrucción intestinal y de la hemorragia macros- res. Su sensibilidad para el diagnóstico es del 70%
cópica u oculta. Los adenocarcinomas duodenales al 80% y además, proporciona datos sobre la po-
localizados en la proximidad de la ampolla de Vater sible extensión locorregional4,5. Actualmente la en-
pueden provocar, a su vez, ictericia obstructiva clí- terografía obtenida TC o por resonancia magnética
nicamente indistinguible de la causada por otros representa un avance muy importante en el diag-
tumores periampulares. nóstico y aunque no disponible en todos los cen-

437
Sección 4. Intestino delgado y colon

regionales en la laparotomía; e) hígado y bazo no


afectos, a excepción del compromiso por contigüi-
dad. Factores de riesgo para su desarrollo incluyen
la infección por Helicobacter pylori, la enfermedad
celiaca, la enfermedad inflamatoria intestinal (su
incidencia es 2-3 veces superior a la observada en
población general y 5 veces superior si el paciente
toma fármacos inmunomoduladores) y los estados
de inmunosupresión asociados a la infección por
VIH o al trasplante de órganos sólidos.
El linfoma intestinal primario representa un espec-
tro de distintas entidades que se pueden categori-
zar en tres grupos principales: 1) linfoma del tejido
linfoide asociado a la mucosa (MALT): dentro de
Figura 4. Adenocarcinoma del duodeno (ángulo de Treitz). A) este grupo se encuentra la enfermedad immuno-
y B) imágenes de una neoplasia de la 4.ª porción duodenal, proliferativa del intestino delgado también deno-
obtenidas por cápsula endoscópica. C) Gran defecto de re- minada linfoma mediterráneo (o enfermedad de
pleción indicativo de la presencia de una neoplasia vegetante cadenas pesadas a o enfermedad de Seligman);
en el duodeno distal.
2) linfoma de células T asociado a enteropatía por
intolerancia al gluten; 3) otros tipos de linfomas
tros, se anuncia como una técnica verdaderamente (como el linfoma difuso de células B, linfoma del
prometedora en la patología inflamatoria o tumoral manto, linfoma de Burkitt o linfoma folicular).
del intestino delgado6-8. La cápsula endoscópica, la La enfermedad inmunoproliferativa del intestino
cual se ha erigido como técnica de elección para el (EIPID) (también llamado linfoma mediterráneo) es
estudio de los pacientes con hemorragia digestiva
una enfermedad casi exclusiva de árabes y judíos
oculta, también ha demostrado ser de gran utilidad
del área mediterránea. Este tipo de linfoma suele
para la detección de estos tumores2,3. Sus princi-
afectar a varones jóvenes con nivel socioeconó-
pales limitaciones son la incapacidad para obtener
mico bajo. Se asocia a una alta tasa de infestación
biopsias y la posibilidad de quedarse impactada en
parasitaria endémica, enteritis infecciosa infan-
el caso de que el tumor haya causado una esteno-
til, así como a factores genéticos (asociación con
sis.
HLA-Aw19, -B12, haplotipos -A9) e infección por
El tratamiento es quirúrgico y requiere la práctica Campilobacter. Afecta de forma difusa al intestino
de resecciones amplias del segmento afecto, in- delgado y se caracteriza por infiltración de linfo-
cluyendo el mesenterio y las zonas linfáticas conti- citos y células plasmáticas de la lámina propia y a
guas. El pronóstico es malo dado que alrededor del la aparición de un clon productor de una cadena
80% de los casos tienen diseminación metastásica pesada a (IgA).
en el momento del diagnóstico. No en vano, la su-
pervivencia a los 5 años de la resección quirúrgica El linfoma asociado a enteropatía es más común
es inferior al 20%. La utilidad de la quimioterapia o en áreas con alta prevalencia de celiaquía, como
la radioterapia no está bien establecida. son el oeste de Irlanda y norte de Europa y afecta
con mayor frecuencia a varones en la sexta déca-
Linfoma intestinal da de la vida. Su verdadera prevalencia no es bien
conocida y sin duda es inferior a la comunicada en
El linfoma primario del intestino delgado tiene su series históricas relativas a pacientes procedentes
origen en el tejido linfoide de la mucosa y submu- de hospitales terciarios con especial dedicación a la
cosa y, en su mayoría, corresponde a un linfoma enfermedad celiaca. Muchos de los casos descritos
de células B grandes. Para considerarlo primario en esta época fueron descubiertos de forma con-
debe cumplir los siguientes requisitos: a) ausencia comitante a la enfermedad. Estudios más recientes
de ganglios palpables; b) ausencia de linfoadeno- realizados sobre amplias cohortes de pacientes se-
patías mediastínicas en la radiografía de tórax; guidos de forma prospectiva durante años, indican
c) extensión de sangre periférica normal; d) afec- que si bien la prevalencia de linfoma intestinal es
ción exclusiva de intestino y ganglios linfáticos hasta 40 veces superior a la observada en la po-

438
30. Tumores del intestino delgado

blación general, el número de casos en términos


cuantitativos es muy bajo (1 caso por cada 5.648
pacientes y año) 9. La localización más frecuente es
el yeyuno proximal y su pronóstico es poco favora-
ble debido a las complicaciones y a las recurrencias,
con una supervivencia media de tres meses, llegan-
do a los 5 años menos del 25% de los casos.
La clínica del linfoma intestinal depende de la lo-
calización y extensión del tumor. El cuadro clínico
de los linfomas localizados no difiere del de otras
neoplasias del intestino delgado. Suelen presentar-
se con dolor abdominal tipo cólico, náuseas, vómi- Figura 5. La acropaquia es un hallazgo característico en la
tos, pérdida de peso, alteración del ritmo intestinal enfermedad inmunoproliferativa del intestino delgado.
y, a menudo, síndrome anémico. La perforación
intestinal causada por la tendencia ulcerativa del
crecimiento tumoral se produce en el 20-25% de radiológico debe hacerse con la enteritis regional
los casos. Dadas las características del crecimiento y otras neoplasias. La tuberculosis debe ser consi-
de este tumor, con poca tendencia a ocluir la luz derada en aquellos casos con afección de la región
intestinal, los síntomas de obstrucción completa ileocecal. En el linfoma difuso la imagen radiológica
suelen ser más tardíos que en otras neoplasias. Sin puede ser similar a la del esprúe, con fragmenta-
embargo, es frecuente la hemorragia, en general de ción y floculación de la columna de bario, o bien
forma intermitente y poco cuantiosa, que origina puede observarse engrosamiento de los pliegues
anemia ferropénica por pérdidas crónicas en las he- intestinales junto con infiltración transmural de la
ces. En los linfomas difusos que se diagnostican en pared y defectos nodulares múltiples, con un pa-
los países occidentales la afección predomina por trón radiológico similar al de otras enfermedades
lo general en el íleon, mientras que en la EIPID la del intestino (linfangiectasia intestinal, hiperplasia
afección suele ser más intensa en el duodeno y el nodular linfoide, amiloidosis, etc.). La endoscopia
yeyuno. En ambos casos los síntomas más frecuen- convencional es útil en el linfoma de localización
tes son mal estado general, fiebre, dolor abdominal duodenal, pero en el linfoma difuso debe recurrir-
y síntomas de malabsorción, como diarrea, pérdida se a los distintos tipos de enteroscopia para poder
de peso, edemas y anemia. En el síndrome inmu- conseguir una biopsia intestinal.
noproliferativo es muy frecuente hallar una acropa-
quia manifiesta en la exploración física (figura 5).
A menudo resulta difícil establecer el diagnósti- B
co de linfoma intestinal. Los recursos disponibles
para el diagnóstico ante la sospecha clínica inclu-
yen la TC del abdomen, radiología con contraste,
endoscopia convencional y cápsula endoscópica.
La laparotomía exploradora con resección del in-
testino implicado se considera indicada cuando la C
presentación inicial sea en forma de obstrucción,
perforación o hemorragia masiva. Los hallazgos de
la TC del abdomen son variables e incluyen múlti-
ples tumores, segmentos intestinales estenosados, A
dilatados o ambos, y nódulos mesentéricos que
pueden originar el clásico “signo en hamburguesa”
Figura 6. Linfoma del intestino delgado. A) Tránsito intestinal
cuando rodean los vasos mesentéricos10. La radio- en el que se observan asas irregulares de intestino delgado
logía con contraste proporciona información útil con mucosa espiculada (flechas) y zonas de estenosis (puntas
para el diagnóstico en una elevada proporción de de flecha) junto con dilatación preestenótica. B) TC abdominal
casos (figura 6). En el linfoma localizado suele apre- en el que se observa un asa de yeyuno con pared engrosada
ciarse una masa infiltrante que no reduce excesi- (puntas de flecha). C) Gammagrafía con galio con captación a
nivel hepático y asas de intestino delgado.
vamente la luz intestinal. El diagnóstico diferencial

439
Sección 4. Intestino delgado y colon

En los casos de linfoma difuso pueden ser de utili- immunohistoquímica. Estos tumores presentan un
dad pruebas dirigidas a la identificación de estados apariencia morfológica muy similar al leiomiosarco-
de malabsorción (grasa en heces, D-xilosa) y/o so- ma por lo que antes de la identificación de los GIST
brecrecimiento bacteriano. En este tipo de linfomas por sus características moleculares, fueron muy a
se detecta habitualmente un notable incremento menudo confundidos.
de la actividad de la fosfatasa alcalina en suero.
Aproximadamente en el 40% de los pacientes con Los GIST se localizan mayormente en la pared del
EIPID se detectan cadenas pesadas de inmunoglo- yeyuno y del íleon y suelen presentarse en forma
bulinas en sangre, orina y jugo duodenal, así como de dolor, pérdida de peso, hemorragia, perforación
una banda anómala entre las α2-globulinas y las o masa palpable. Teniendo en cuenta que su creci-
β-globulinas. miento suele ser extraluminal, no suelen presentar-
se en forma de obstrucción. Se presentan con igual
Antes de decidir el tratamiento es necesario deter- frecuencia en ambos sexos y suelen diagnosticarse
minar el estadio de la enfermedad con el fin de es- entre la quinta y séptima décadas de la vida. Por lo
tablecer el pronóstico y la utilidad de la cirugía. Ello general, los GIST son tumores de gran tamaño, con
incluye la necesidad de obtener tejido de la pared tendencia a la ulceración central.
del intestino delgado por medio de laparotomía o
laparoscopia, así como biopsia hepática y estudio En la radiografía con bario suele observarse una
de la médula ósea. masa de notable tamaño que desplaza las asas in-
testinales próximas y que presenta a menudo un
Existe controversia respecto a las indicaciones del cráter ulceroso en su parte central. Debido a su lo-
tratamiento quirúrgico en el linfoma intestinal loca- calización yeyunal o ileal, el diagnóstico histológico
lizado. Deben intervenirse los linfomas que provo- debe obtenerse mediante laparotomía o laparos-
can obstrucción, perforación o hemorragia. En los copia.
linfomas no complicados, con tumores de pequeño
tamaño, histología de bajo grado y ausencia de di- El tratamiento de elección es la resección quirúrgi-
seminación, puede ensayarse quimiorradioterapia. ca en bloque. Hasta 2001, la cirugía era la única op-
En los tumores de mayor tamaño y extensión suele ción terapéutica por lo que en aquellos pacientes
ser precisa la cirugía. Como tratamiento comple- con enfermedad no resecable (el 50% de los casos)
mentario a la cirugía puede indicarse la poliquimio- el pronóstico era muy desalentador, rondando los
terapia tipo CHOP. 10-23 meses de supervivencia media. Actualmen-
te existen unos fármacos específicos que son inhi-
En el linfoma difuso con malabsorción, pueden bidores de la tirosina quinasa (imatinib), que han
adoptarse medidas dirigidas a paliar la desnutri-
logrado resultados espectaculares en el control de
ción incluyendo la administración de triglicéridos
la enfermedad metastásica y el rescate de tumores
de cadena media, suplementos de hierro y vitami-
no resecables.
nas. En la enfermedad inmunoproliferativa en sus
estadios iniciales, se han descrito buenas respues- Tumor carcinoide
tas al tratamiento con tetraciclinas, a la dosis de
2 g/día, administradas durante periodos prolonga- Los tumores carcinoides intestinales se desarrollan
dos. Este hecho refleja, probablemente, la mejoría a partir de las células enterocromafines de las crip-
del síndrome de sobrecrecimiento bacteriano fre- tas de Lieberkühn. Son neoplasias de bajo grado de
cuentemente asociado. malignidad que, junto con los adenocarcinomas,
constituyen los tumores malignos más frecuentes
Sarcoma del intestino delgado. De hecho, en los últimos
años se ha evidenciado un incremento notable en
Los sarcomas son tumores malignos de origen di- la prevalencia de estos tumores de forma que en
verso (tumor del estroma, leiomiosarcoma, fibro- algunos casos llega a superar a la de los adenocar-
sarcoma, liposarcoma, angiosarcoma y neurofibro- cinomas11.
sarcoma). El más frecuente es el tumor del estroma
gastrointestinal (GIST), que representa el 83-86% Su localización más frecuente es en los 60 cm dis-
de los casos10. El 80% de los GIST presentan mu- tales del íleon, el apéndice y el recto, aunque tam-
taciones activadoras en el protooncogen KIT. Esto bién pueden localizarse en el esófago, estómago,
conlleva una sobreexpresión de c-kit, un receptor colon, páncreas u órganos extradigestivos como
tirosina quinasa que se puede detectar mediante pulmón y ovario. Se caracterizan por su pequeño

440
30. Tumores del intestino delgado

tamaño, su localización preferente en la submuco- La endoscopia sólo es útil en los casos localizados
sa y por su potencial multifocalidad (en 30% de los en el estómago y el duodeno en los de localización
casos). Tienden a infiltrar la pared intestinal llegan- alta, y en el recto y el colon en los de localización
do a afectar la serosa y provocar una marcada re- baja. A menudo, sólo la laparotomía permite detec-
acción desmoplástica. Pueden adoptar una forma tar la tumoración primitiva (figura 7), aunque ésta
polipoide, y microscópicamente se caracterizan por puede ser localizada preoperatoriamente en algu-
la proliferación de células pequeñas y uniformes nos casos mediante gammagrafía con anticuerpos
con núcleos redondos hipercromáticos y citoplas- dirigidos contra los receptores de somatostatina
ma granular que se tiñe con anticuerpos dirigidos (figura 8). Actualmente la cápsula endoscópica ha
contra componentes de los gránulos de neurose- demostrado ser una técnica de gran utilidad para
creción como la cromogranina. Los localizados en la detección de estos tumores12. Los análisis de la-
apéndice y recto raramente metastatizan, mientras boratorio pueden revelar alteración del perfil hepá-
que los localizados en intestino delgado pueden ha- tico como consecuencia de la infiltración metastá-
cerlo, fundamentalmente en función de su tamaño. sica del hígado. En este caso la TC del abdomen y
la arteriografía pueden ser de utilidad, ya que las
Dado su pequeño tamaño, los tumores carcinoides metástasis hepáticas de este tumor son muy vas-
suelen ser asintomáticos. Por ello, su diagnóstico cularizadas. La TC del abdomen también puede
a menudo es casual (localización apendicular). En contribuir al diagnóstico en pacientes con masas
otras ocasiones el diagnóstico se realiza a partir del retroperitoneales.
estudio de un dolor abdominal recurrente de ori-
gen incierto y de larga evolución. En un 25% de los El tratamiento del tumor carcinoide no metastásico
casos puede presentarse en forma de obstrucción es siempre quirúrgico. En la localización de intes-
intermitente. Este cuadro puede ser secundario al
crecimiento intramural del tumor, pero a menudo,
es debido a la distorsión y torsión del mesenterio
provocado por la invasión tumoral y respuesta des-
moplástica. El síndrome carcinoide tiene lugar como
consecuencia de la liberación de sustancias vasoac-
tivas tales como serotonina, bradicinina, histamina,
catecolaminas y prostaglandinas a la circulación
sistémica. Ello puede ser debido a la diseminación
metastásica del tumor al hígado, la presencia de
enfermedad retroperitoneal extensa o la presencia
de un tumor primario extraintestinal. Este síndro- Figura 7. Pieza de resección de un carcinoide en la válvula
me se presenta de manera episódica en forma de ileocecal.
palpitaciones, sudoración, enrojecimiento facial
(flushing), diarrea acuosa y dolor abdominal. En
casos graves se acompaña de hipotensión y diarrea
explosiva. También puede aparecer broncospasmo
con crisis asmáticas, disnea y soplos cardiacos por
afección de las válvulas cardiacas afectadas por
fibrosis subendocárdica. Las manifestaciones del
síndrome carcinoide pueden desencadenarse por
el ejercicio físico, el estrés o la ingesta de alcohol o
ciertos alimentos como quesos fermentados. A su
vez, la anestesia, cirugía o quimioterapia pueden
desencadenar las denominadas crisis carcinoides
que son habitualmente refractarias al tratamiento
con expansores y drogas vasoopresoras. Figura 8. Gammagrafía con octreótido en un paciente con
un tumor carcinoide con metástasis pulmonares y hepáticas.
El diagnóstico de la tumoración primitiva suele ser En la proyección posteroanterior (PA) se observa captación
a nivel pulmonar y hepática, mientras que en la proyección
difícil y sólo en casos avanzados es posible detectar
anteroposterior (AP) se aprecia captación en pulmón, hígado,
lesiones polipoides o rigidez e irregularidades de al- intestino delgado y riñón izquierdo (paciente monorreno).
gún segmento intestinal en la radiología con bario.

441
Sección 4. Intestino delgado y colon

tino delgado, donde el diagnóstico suele realizarse 2. Cobrin GM, Pittman RH, Lewis BS. Increased
en tumores de un cierto tamaño, está indicada una diagnostic yield of small bowell tumors with
intervención oncológica reglada con extirpación de capsule endoscopy. Cancer 2006; 107:22-7.
la cadena ganglionar regional. Lamentablemente 3. Lewis BS, Eisen GM, Friedman S. A pooled
en el 45% de los casos existe diseminación metas- analysis to evaluate results of capsule endos-
copy trials. Endoscopy 2005;37:960-5.
tásica en el momento del diagnóstico, en cuyo caso
4. Laurent F, Raynaud M, Biset JM, Boisserie-
el beneficio de la cirugía sólo está bien estableci- Lacroix M, Grelet P, Drouillard J. Diagnosis and
do en pacientes con metástasis hepáticas únicas o categorization of small bowel neoplasm: role
limitadas. En estos casos es imprescindible admi- of computed tomography. Gastrointest Radiol
nistrar octreótido, un análogo de la somatostatina, 1991;16:115-9.
antes de la cirugía, para evitar la aparición de crisis 5. Horton KM, Fishman EK. Multidector-row com-
carcinoides. La embolización de la arteria hepática puted tomography imaging of small bowel
también es una alternativa válida en los pacientes neoplasms: current concept in diagnosis. J
con metástasis hepáticas no resecables, en especial Comput Assist Tomogr 2004;28:106-16.
si son sintomáticas. 6. Paulsen SR, Huprich JE, Fletcher JG, Booya F,
Young BM, Fidler JL et al. CT enterography as
La utilidad de la quimioterapia no está bien es- a diagnostic tool in evaluating small bowel di-
tablecida, aunque puede obtenerse una tasa de sorders: review of clinical experience over 700
respuesta del 15-30% y contribuir al control de los cases. Radiographics 2006;26:641-62.
síntomas del síndrome carcinoide. Los fármacos 7. Masselli G, Polettini E, Casciani E, Bertini L,
Vecchioli A, Gualdi G. Small-bowel neoplasms:
más utilizados son 5-fluoruracilo, adriamicina y ci- prospective evaluation of MR enteroclysis. Ra-
clofosfamida, utilizados en diferentes combinacio- diology 2009;251:743-50.
nes y en general asociados a estreptozotocina. El 8. Van Weyenberg SJ, Meijerink MR, Jacobs MA,
octreótido tiene también un cierto efecto antimi- Van der Peet DL, Van Kuijk C, Mulder CJ et al.
cótico. En la mayoría de los pacientes con síndrome MR enteroclysis in the diagnosis of small bowel
carcinoide, la administración de octreótido a dosis neoplasms. Radiology 2010;254:765-73.
de 150 μg/8 horas por vía subcutánea permite pa- 9. Card TR, West J, Holmes GKT. Risk of malig-
liar los síntomas derivados del exceso de sustancias nancy in diagnosed coeliac disease: a 24-year
vasoactivas. prospective, population-based, cohort study.
Aliment Pharmacol Ther 2004;20:769-75.
La supervivencia global del tumor carcinoide a 10. Ghai S, Pattison J, Ghai S, O’Malley ME, Kha-
los cinco años es del 50%, aproximadamente. Sin lili K, Stephens M. Primary gastrointestinal
embargo, el pronóstico depende de la localización lymphoma: spectrum of imaging findings
del tumor, siendo la supervivencia superior en los with pathologic correlation. Radiographics
2007;27:1371-88.
tumores localizados en el apéndice (85%) o en el
11. Bilimoria KY, Bentrem DJ, Wayne JD, Ko CY,
recto (72%). Bennett CL, Talamonti MS. Small bowel cancer
in the United States: changes in epidemiology,
Bibliografía treatment and survival over the last 20 years.
Ann Surg 2009;249:63-71.
1. Maglinte DD, O’Connor K, Bessette J, Chernish 12. Forner A, Mata A, Puig M, Varela M, Rodríguez
SM, Kelvin FM. The role of the physician in the F, Feu F et al. Ileal carcinoid tumor as a cause
late diagnosis of primary malignant tumors of of massive lower gastrointestinal bleeding. The
the small intestine. Am J Gastroenterol 1991; role of capsule endoscopy as a diagnostic pro-
86:304-8. cedure. Gastrointest Endosc 2004;60:483-5.

442
31 Enfermedad inflamatoria
intestinal. Enfermedad de Crohn
Fernando Gomollón, Miquel Sans*

Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza


Departamento de Medicina y Psiquiatría – Universidad de Zaragoza. CIBERehd
*Servicio de Gastroenterología. Centro Médico Teknon. Barcelona

Concepto Objetivos de este capítulo


El término enfermedad inflamatoria intestinal (EII) ❱❱ Describir el concepto de enfermedad
incluye a un grupo de entidades clínicas que se ca- inflamatoria intestinal (EII), su clasificación
racterizan por ser procesos inflamatorios crónicos1 y su importancia epidemiológica.
de etiología desconocida, y afectar primordialmen-
❱❱ Describir el concepto de enfermedad de
te, aunque no de forma exclusiva, al intestino. En
Crohn (EC), con especial atención a su
estos momentos se reconocen varias entidades
diagnóstico.
que se engloban en este concepto: colitis ulcerosa
(CU), enfermedad de Crohn (EC)2,3, colitis inclasi- ❱❱ Proporcionar la información fundamental
ficada (CI), colitis microscópica (CM), y reservori- acerca de los recursos terapéuticos
tis. Hemos adoptado en este capítulo las últimas disponibles en la enfermedad de Crohn
recomendaciones de la Organización Mundial de teniendo en cuenta la diversidad de
Gastroenterología (OMGE), dadas a conocer en el escenarios posibles, incluyendo las
Congreso de Montreal de septiembre de 20054. La complicaciones más frecuentes.
heterogeneidad de estas entidades justifica que en
los tratados más modernos se hable de las “enfer- REFERENCIAS CLAVE
medades inflamatorias intestinales” en plural1.
1. Gassull MA, Gomollón F, Obrador A, Hinojo-
❱❱ La colitis ulcerosa afecta sólo al colon, es una sa J, eds. Enfermedad Inflamatoria Intesti-
enfermedad predominantemente mucosa, su nal, 2.ª edición. Ergon. Madrid, 2002.
síntoma fundamental es la rectorragia, y pue- 2. Van Assche G, Dignass A, Panés J,
de clasificarse en dependencia de su extensión Beaugerie L, Karagiannis J, Allez M et al.
(proctitis, colitis izquierda, y colitis extensa) y de The second European evidence-based
su gravedad: silente, leve, moderada, o grave. Consensus on the diagnosis and manage-
Profundizamos en detalle en el capítulo 32. ment of Crohn’s disease. J Crohns Colitis
❱❱ La enfermedad de Crohn puede afectar a cual- 2010;4:7-27.
quier tramo del intestino, aunque su localiza- 3. Dignass A, Van Assche G, Lindsay JO,
ción más frecuente es el íleon. En este caso se Lémman M, Söderholm J, Colombel JF et al.
trata de una enfermedad transmural y sus sínto- The second European evidence-based Con-
mas fundamentales son la diarrea y/o el dolor sensus on the diagnosis and management
abdominal. Su clasificación debe realizarse en of Crohn’s disease. Current management. J
orden a su localización (ilecólica, ileal, cólica, Crohns Colitis 2010;4:28-62.
perianal, o de otras localizaciones), de su patrón
clínico (inflamatorio, estenosante o fistulizan-
te), y de su gravedad (leve, moderada, grave).
La clasificación de Montreal4 se ha generalizado claramente como CU o EC. Representa alre-
y aceptado en los consensos internacionales2 dedor del 10% de los casos de afección infla-
(tabla 1). matoria crónica idiopática. El concepto colitis
❱❱ La colitis inclasificada es una entidad inflamato- indeterminada (utilizado más a menudo en la
ria del colon que no puede llegar a clasificarse literatura) debe reservarse para aquellas colitis

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 443
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Clasificación de Montreal de la enfermedad de Crohn (*)

❱❱ Edad al diagnóstico (A)


A1 16 años o menos
A2 17-40 años
A3 > 40
❱❱ Localización (L)
L1 Íleon terminal L1+L4 (íleon terminal+tracto digestivo alto)
L2 Colon L2+L4 (colon+tracto digestivo alto)
L3 Ileocólica L3+L4 (ileocólica+tracto digestivo alto)
L4 Tracto digestivo alto
❱❱ Patrón clínico (B)
B1 No estenosante, no fistulizante(**), o inflamatorio B1p (inflamatorio con afección perianal asociada)
B2 Estenosante B2p (estenosante con afección perianal asociada)
B3 Fistulizante B3p (fistulizante con afección perianal asociada)

(*) Esta clasificación es una versión modificada de la CLASIFICACIÓN DE VIENA que se ha utilizado durante los últi-
mos años (ver referencias). Las diferencias substanciales son añadir el grupo A1, separando los pacientes con
inicio antes de los 16 años, añadir el modificador de tracto digestivo superior (L4) a las demás localizaciones, y
no incluir la forma perianal en las penetrantes sino considerarlo un modificador de cualquiera de los subtipos.
Sólo el tiempo permitirá conocer si esta clasificación se impone, aunque la hemos reflejado por ser la recomen-
dada por la Organización Mundial de Gastroenterología.
(**) Utilizamos el término fistulizante, aunque el original es penetrante. Este patrón de comportamiento clínico se
considera transitorio, porque la historia natural lleva casi siempre a los patrones B2 o B3, o mixtos.

intervenidas quirúrgicamente en las que sea im- cialmente cuando se hacía mención de los países
posible establecer definitivamente si se trata de mediterráneos o los del sur de Europa. Los datos
EC o CU3. poblacionales más actuales indican, sin embargo,
que al menos 300 de cada 100.000 personas pade-
❱❱ La colitis microscópica engloba un grupo de
cen una de estas entidades en España1. Ello signi-
trastornos histopatológicamente diferentes, y
fica que el médico de familia medio debe atender
probablemente muy comunes (colitis linfocítica,
a 4 o 5 pacientes con EII. Aunque algunos datos
colitis colágena), pero que afectan a la mucosa,
recientes, escandinavos, sugieren que la CM pue-
causando diarrea crónica. Este tipo de enferme-
de ser muy común, en nuestro medio la CU es la
dades a menudo sólo son evidentes tras un es-
entidad más frecuente, si bien la incidencia de la EC
tudio cuidadoso de la biopsia.
ha ascendido de forma particularmente importan-
❱❱ La reservoritis (pouchitis) es una entidad mu- te en muchas áreas de España en los últimos años,
cosa, inflamatoria, que afecta aproximadamen- como se había descrito anteriormente en otros
te al 30-50% de los reservorios ileales que se países desarrollados. Estas enfermedades suelen
crean artificialmente para mantener la función debutar en la juventud, sobre todo entre los 15 y
esfinteriana después de una colectomía total los 30 años, pero se observan casos nuevos a cual-
con anastomosis ileonanal para el tratamiento quier edad, y llama la atención la incidencia en la
de la EII, especialmente de la CU y con menor infancia, sobre todo en el caso de la EC1. Parece
frecuencia de la EC y la CI. que cuando se alcanzan altas cifras de incidencia,
los casos infantiles son incluso más frecuentes1.
Hay en España en este momento (octubre de 2011)
Epidemiología más de 20 unidades de enfermedad inflamatoria
Hasta no hace mucho tiempo las EII se conside- intestinal que atienden a más de 1.000 pacientes, y
raban entidades “raras” en muchos textos, espe- el Grupo Español de Trabajo de Crohn y Colitis Ulce-

444
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

rosa tiene 487 miembros: estamos hablando de un situación del paciente10. Por el momento sólo es
problema numéricamente muy importante en los un caso aislado, pero puede marcar una línea in-
países desarrollados y en un claro aumento en los teresante de investigación genética con aplicación
subdesarrollados. clínica en el futuro.
Entre los factores ambientales, es indudable la con-
Etiología tribución de la microbiota intestinal11,12. Un gran nú-
mero de evidencias experimentales confirman que
Las EII son entidades de origen complejo, en las que
la presencia de bacterias es una condición sine qua
la interacción de factores genéticos y ambientales
non para la aparición y mantenimiento de las lesio-
es particularmente interesante, desde el punto de
nes, pero estamos en los albores del estudio de una
vista científico5. Sobre todo en la EC existe eviden-
población ingente (superior a la de células eucario-
cia de que diversas alteraciones genéticas puntua-
tas del organismo), con una enorme diversidad (al
les (al menos 71 hasta la fecha) influyen no sólo en
menos 500 especies, con mucha más variabilidad
su aparición, sino además en su fenotipo clínico,
genética que el propio anfitrión). Los datos proce-
y en otras variables como la respuesta a determi-
dentes de varios modelos experimentales confir-
nados tratamientos6. El modelo de transmisión es
man que el papel de la flora es importante, y que
poligénico, y por tanto complejo. Entre los genes
se observan respuestas diferentes con las diversas
identificados hasta la fecha queremos destacar en especies, pero no ha sido posible aislar un único
primer lugar el NOD2/CARD15 7. Se han identificado germen como responsable potencial, ni tampoco
tres mutaciones presentes en este gen, que codifica un determinante antigénico único5. Curiosamente,
una proteína que está implicada en la respuesta in- muchas de las variantes genéticas asociadas con el
munológica innata a las bacterias, que son mucho riesgo de EC descritas en los últimos años, se re-
más frecuentes en los pacientes con EC que en la lacionan con los mecanismos de defensa frente a
población general, particularmente en las poblacio- las bacterias, y muy particularmente en torno a la
nes de origen caucásico. Aunque la mayoría de los autofagia5, un mecanismo clave en la relación entre
pacientes no las presentan, y en algunas poblacio- virus, bacterias, y células eucariotas, y cuyos fallos
nes (origen asiático) ni siquiera se observan; su aso- pueden resultar en fenotipos muy similares a la EC
ciación con la EC es muy clara, e incluso cuantitati- como ya hemos citado8.
va: el riesgo es mayor para los homocigotos para
una alteración y los heterocigotos compuestos, que Relevante es también el papel del tabaquismo, que
en los heterocigotos simples. Las mutaciones del constituye un factor de riesgo doble (aumenta su
gen NOD2/CARD15 son específicas de la EC, y no se incidencia y empeora su curso clínico) para la EC;
observan en la CU. Experimentalmente se pueden y sin embargo, disminuye la incidencia y mejora la
reproducir fenotipos muy similares a la EC huma- evolución de la CU. Especialmente llamativos son
na mediante la interacción de variantes genéticas algunos hallazgos que se observan al estudiar her-
como las descritas e infecciones víricas en presen- manos con la enfermedad: en las parejas discor-
cia de la microbiota intestinal habitual, en un com- dantes el fumador tiene EC y el no fumador CU13. El
plejo proceso de interacción que, seguramente, modelo etiopatogénico de las enfermedades infla-
será muy similar al que ocurre en los humanos8. matorias intestinales es de gran relevancia concep-
tual para toda la medicina porque ejemplifica las
En la mayoría de las ocasiones, las mutaciones y complejas relaciones entre genética y ambiente,
alteraciones identificadas sólo parecen ser factores demostrando además que el factor ambiental res-
contribuyentes, pero en algún caso particular, la ponsable de más mortalidad evitable en el mundo
mutación puede ser determinante como se ha des- desarrollado (el tabaco), podría ser puntualmente
crito en un caso infantil. Un cambio en la funciona- beneficioso para una persona concreta, una prueba
lidad de la IL10 por una alteración genética puntual, evidente de que la variabilidad y complejidad de la
determinaba una enfermedad que apareció en el biología no son compatibles con un modelo simplis-
primer año de vida, muy agresiva, sin respuesta a ta o reduccionista (una causa-una enfermedad)5.
los tratamientos convencionales. En este caso clíni-
co concreto, el hallazgo por un gran equipo interna-
cional de investigación llevó a la decisión de indicar
Clínica
un trasplante de médula ósea9, lo que (al menos En la EC, la clínica es muy proteiforme, puesto que
durante el primer año de seguimiento) resolvió la aunque la diarrea y el dolor abominal son muy fre-

445
Sección 4. Intestino delgado y colon

cuentes, ambos pueden ser variables y atípicos1. El proceso, sino también porque puede deberse a ma-
dolor, en concreto, puede ser de localizaciones y labsorción, sobrecremiento bacteriano, la propia
características muy diversas, y de patrón inflama- inflamación, trastornos motores y/o malabsorción
torio u obstructivo. La localización más frecuente de sales biliares. No es rara la fiebre, y casi un tercio
(fosa ilíaca derecha) facilita la sospecha, pero en los de los pacientes presenta manifestaciones “peria-
cuadros agudos iniciales complica especialmente el nales”, amplio concepto que engloba fisuras, fís-
diagnóstico diferencial con cuadros tan comunes tulas, abscesos, estenosis anales y otras complica-
como la apendicitis aguda y la enfermedad inflama- ciones. La rectorragia no es tan frecuente como en
toria pélvica. La aparición de un dolor abdominal la CU, pero no es en modo alguno excepcional. En
de carácter cólico, entre 60-90 minutos después de niños, las manifestaciones suelen ser especialmen-
la ingesta y que alivia tras una fase de borborigmos te atípicas, y no hay que olvidar estas entidades en
y expulsión de gases puede sugerir la presencia de el diagnóstico diferencial de los procesos inflama-
una estenosis en el íleon, una de las complicacio- torios articulares, los procesos febriles de origen
nes más comunes en la EC (figura 1). Ésta puede no claro, y el retardo no explicado del crecimiento.
ser debida al edema de la mucosa, a la fibrosis con- La EC puede cursar con complicaciones extraintes-
secutiva a la reparación cicatricial o a la compre- tinales, alguna de las cuales pueden abocar a un
sión extrínseca de un asa intestinal por una masa grave deterioro de la condición clínica del paciente
inflamatoria o un absceso. Con mucha frecuencia (tabla 2). Algunos pacientes desarrollan complica-
la estenosis es la consecuencia de una combinación ciones debidas a la afectación del intestino delgado,
de varios factores. Es importante diferenciar este entre ellas la ureterohidronefrosis no calculosa, la
tipo de situaciones dado que el tratamiento puede litiasis biliar y la nefrolitiasis. La amiloidosis es una
ser distinto para cada una de las causas (véase más complicación hoy infrecuente de difícil tratamien-
adelante). La diarrea también puede ser de muchos to. La osteopenia y la osteoporosis son particular-
tipos, no sólo por las localizaciones variables del mente interesantes, puesto que pueden aparecer

Figura 1. Imágenes de un paciente con enfermedad de Crohn con un patrón fibroestenosante que hubo de ser intervenido por
una obstrucción del íleon terminal. A) Radiología baritada que muestra una estenosis filiforme del íleon terminal. B) Imagen de
campo operatorio, previa a la resección. C) Pieza de resección. Cortesía del Dr. Jiménez Bernadó. Servicio de Cirugía B. Hospital
Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.

446
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

TABLA 2. Complicaciones extraintestinales asociadas a la


EII que pueden presentarse como una emergencia

❱❱ Tromboembólicos.
• Trombosis venosa profunda.
• Tromboflebitis.
• Embolia pulmonar.
• Trombosis venosa portal o hepática.
• Trombosis venosa cerebral.
• Trombosis venosa retiniana.
• Trombosis venosa gonadal.
❱❱ Oculares.
• Epiescleritis.
• Uveítis (puede conducir a ceguera).
• Cataratas subcapsulares (complicación del Figura 2. La colangitis esclerosante primaria puede ser una
tratamiento con corticosteroides). complicación extraintestinal en los pacientes con enfermedad
❱❱ Hepatobiliares. inflamatoria intestinal. Imágenes de una colangiografía por
RMN en un paciente joven con enfermedad de Crohn y
• Colangitis esclerosante primaria. colestasis disociada en la que se observan múltiples estenosis
• Colelitiasis. del árbol biliar intrahepático alternando con dilataciones sa-
culares preestenóticas, compatible con colangitis esclerosan-
• Hepatitis.
te. Cortesía del Dr. Víctor Villacampa. Centro de Diagnóstico
por Imagen (CDI). Huesca

incluso en fases con inflamación muy silente14,


que debe cumplir el proceso diagnóstico son (por
pero además pueden agravarse como consecuen-
este orden)2:
cia del uso de corticosteroides, algo muy común
en la EC. En este punto conviene recordar que los ❱❱ Excluir las enfermedades infecciosas.
tratamientos utilizados no son inocuos y pueden
❱❱ Obtener datos que tengan un valor predictivo
ser, igualmente, responsables de complicaciones
(positivo o negativo) para respectivamente con-
como las infecciones ligadas a los inmunosupreso-
firmar o excluir una EII.
res o la obstrucción por adherencias secundarias
a la cirugía. Otra complicación de extraordinaria ❱❱ Valorar la extensión y la gravedad de la EII, caso
importancia es la predisposición a los fenómenos de estar presente, además de excluir complica-
tromboembólicos que si bien es mucho mayor en ciones. En el caso de un brote de EC, por ejem-
las fases de actividad inflamatoria, puede observar- plo, a menudo es primordial excluir el absceso.
se también en las fases relativamente silentes15. La Sin todos estos datos, la aproximación terapéu-
colangitis esclerosante primaria (CEP) es una com- tica será siempre difícil e incluso arriesgada.
plicación extraintestinal más frecuente en la CU,
❱❱ Evaluar factores de riesgo individuales que pue-
pero también puede apreciarse en la EC. La figura
den predisponer a una mayor toxicidad del tra-
2 corresponde a un paciente con EC que fue diag-
tamiento, con especial énfasis en la prevención
nosticado de una CEP tras el descubrimiento de una
de algunas complicaciones infecciosas.
colestasis disociada.
La analítica es esencial en el diagnóstico diferencial
Diagnóstico con el síndrome de intestino irritable (SII) (por de-
finición la analítica ha de ser normal en el SII), pero
El clínico dispone de diversas herramientas para el su utilidad mayor reside en valorar la gravedad y
diagnóstico, y debe decidir la estrategia de su uso las complicaciones de las EII, y en ocasiones la se-
en dependencia de las circunstancias del paciente guridad de los tratamientos. Son indispensables es-
concreto y también del medio (muchas exploracio- tudios microbiológicos que excluyan una causa in-
nes son observador-dependientes). Los objetivos fecciosa del cuadro, dado que las consecuencias de

447
Sección 4. Intestino delgado y colon

un tratamiento erróneo podrían ser catastróficas. nes; b) obtener muestras para estudio histológico;
En este punto, debe insistirse en que muchos labo- y c) excluir la presencia de un cáncer de colon que,
ratorios no hacen una búsqueda intencionada del particularmente en el paciente mayor de 50 años,
serotipo O157:H7 del E. coli enterohemorrágico, si constituye una preocupación frecuente. Sin ánimo
no se especifica en la petición. Ello es importante de reproducir todas las posibles situaciones clíni-
en las ileítis o ileocolitis derechas de instauración cas, sí nos gustaría resumir lo más habitual en las
aguda que cursan con dolor en la FID, fiebre y dia- dos grandes entidades:
rrea con sangre, especialmente si existen datos epi-
demiológicos favorables para el desarrollo de esta ❱❱ Ante la sospecha de una EC, en la gran mayoría
infección (ver capítulo 33: “Infecciones agudas del de los casos el estudio se inicia con una colo-
tracto gastrointestinal”). En este mismo contexto, noscopia que incluye a ser posible el estudio
es importante no olvidar la determinación de la del íleon, y la toma correspondiente de biop-
toxina de Clostridium difficile, infección cuya fre- sias (figura 3). Es obligatorio, además, estudiar
cuencia y gravedad está aumentando espectacular- el intestino delgado, inicialmente mediante un
mente en los países occidentales. En los casos ini- estudio radiológico, tanto para establecer el
ciales de ileítis, es también importante llevar a cabo diagnóstico en los casos de afección exclusiva
una serología de Yersinia. No se puede establecer del delgado, como para valorar la extensión
un diagnóstico de EC sin asegurar la negatividad de en los casos con afección baja (figura 4). La
esos datos, especialmente cuando se trata de un cápsula endoscópica es claramente superior al
primer brote inflamatorio. tránsito intestinal en la evaluación del intestino
delgado. Sin embargo, su coste y disponibilidad
Se pueden utilizar además: colonoscopia, gastros- limitan hoy por hoy su uso. Además, para eva-
copia, ecografía transabdominal (sin o con contras- luar morfológicamente el intestino delgado, la
te), tc abdominal, tránsito intestinal, resonancia enterorresonancia está encontrando un papel
nuclear magnética, ecografía transanal (endosó- cada día más relevante puesto que: a) permi-
pica), exploración anal y perineal bajo anestesia, te valorar las lesiones luminales y la actividad
gammagrafía con leucocitos marcados, cápsula inflamatoria, b) permite valorar a la vez las le-
endoscópica, enteroscopia, enema opaco y otras siones extraluminales, y c) no radia al pacien-
técnicas puntualmente útiles. La ileocolonoscopia
es esencial en todos los casos que se sospeche EC.
En el resto de las pruebas, en los últimos años han
ganado en aplicabilidad las relacionadas con la
ecografía, TC, y resonancia16,17, además de las en-
doscópias avanzadas como la cápsula o la enteros-
copia. Sin embargo, han perdido relevancia los es-
tudios radiológicos tradicionales como el tránsito
intestinal o el enema opaco que sólo se realizarán
en indicaciones muy puntuales o en centros que
todavía no dispongan de las técnicas más avanza- A B
das. Es muy importante tratar de progresar en la
elaboración de índices semicuantitativos al me-
nos, objetivos, que permitan comparar entre dos
pacientes y, sobre todo, entre dos momentos dife-
rentes de la evolución del mismo paciente, como
se está haciendo con la enterorresonancia por un
grupo de nuestro país17.
Las indicaciones dependen de la enfermedad que C D
se sospeche, y del momento clínico. Así, por ejem-
plo, la presencia de rectorragia obliga a realizar
Figura 3. La ileocolonoscopia suele ser la prueba diagnostica
una ileocolonoscopia con el propósito de: a) valorar
inicial en los casos que se sospeche una enfermedad de
directamente la mucosa y la extensión de la lesión Crohn. A) EC úlceras en empedrado; B) úlceras en “rastrillo”;
obteniendo datos positivos en caso de existir lesio- C) úlceras aftoides en colon; D) estenosis ileal.

448
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

A B C D
Figura 4. El tránsito intestinal tiene utilidad en el diagnóstico de aquellos casos en los que existe afectación del intestino delgado.
A) Ileítis (“empedrado”); B) afectación extensa de íleon; C) estenosis en íleon terminal (“signo de la cuerda”); D) estenosis de la
anastomosis ileocólica en paciente con resección ileocecal previa. Hoy en día ha perdido relevancia a favor de la entero-RMN y
técnicas endoscópicas avanzadas como la cápsula o la enteroscopia. Cortesía del Dr. J.I. Domínguez. Hospital Sagrado Corazón
de Jesús. Huesca.

te. Si hay síntomas altos, se debe realizar una Desde el punto de vista práctico, cabe señalar que
gastroscopia, en la que se tomarán biopsias de si bien el valor predictivo positivo de la presencia
estómago y duodeno incluso cuando macroscó- de alteraciones típicas en la colonoscopia es muy
picamente no se detecten alteraciones. En mu- grande, el valor predictivo negativo es bajo cuando
chas ocasiones, y de forma casi obligatoria en la enfermedad de Crohn afecta al intestino delgado.
los brotes graves, está indicado hacer una TC. No se puede descartar una EC sin un estudio ade-
Esta permite detectar lesiones extraintestinales, cuado del intestino delgado, que en algunos casos
y, sobre todo identificar abscesos. En el caso de puede hacerse con enterorresonancia, y en otros
la enfermedad perianal, además de la explora- requiere del uso de la cápsula endoscópica.
ción física, la ecografía endoanal y la RMN son La variabilidad de la enfermedad a lo largo del
las exploraciones esenciales. El uso juicioso de tiempo nos obliga a desarrollar el concepto de ac-
las exploraciones complementarias, tiene como tividad. No siempre es factible disponer de datos
objetivos: establecer el diagnóstico, valorar la complementarios, y sería demasiado costoso y
actividad, valorar la extensión y valorar las com- arriesgado tener que llevar a cabo nuevas explo-
plicaciones2. raciones en cada valoración del paciente. Tanto
en los ensayos clínicos, como en la consulta del
❱❱ Pero el proceso no se detiene aquí. Es también
día a día, son precisos índices clínicos de actividad
fundamental llevar a cabo una evaluación de los
para un mejor seguimiento de los pacientes. Hay,
riesgos de complicaciones del tratamiento, que
literalmente, decenas de índices. Sin embargo, el
debe incluir: determinación de la actividad de
más sencillo y práctico (y que puede valorarse en
la TPMT (tio-purin-metil-transferasa), encuesta gran parte incluso telefónicamente) es el índice de
epidemiológica del riesgo de tuberculosis, prue- Harvey-Bradhsaw (tabla 3).
ba de Mantoux (y en caso de estar inmunosupri-
mido Booster), radiografía de tórax, y serología
de hepatitis B; como mínimo. En realidad, es re- Tratamiento
comendable un estudio algo más exhaustivo, si Para el tratamiento de las EII el clínico dispone de
seguimos los consensos europeos18 pero hemos muchas herramientas que incluyen: manipulaciones
seleccionado los puntos clave que no pueden dietéticas, fármacos y tratamiento quirúrgico. Cada
olvidarse. Es recomendable hacer un mínimo paciente requiere en cada momento una aproxi-
checklist de estos puntos en la historia clínica mación diferente. Antes de esbozar los conceptos
de todo paciente con EC, si es posible en el mo- esenciales cabe recordar algunos principios básicos.
mento del diagnóstico. Además de en la literatura que citaremos específica-

449
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 3. Índice de Harvey-Bradhsaw da, es uno de los puntos clave para conseguirla.
El paciente debe “interiorizar” la necesidad de
un tratamiento continuo de mantenimiento.
❱❱ Estado general Debemos enfrentar la enfermedad con el pa-
• Muy bueno 0 ciente y no hacia el paciente. El médico es un
• Regular 1 cooperador necesario para el éxito del trata-
• Malo 2 miento, pero la clave está en el propio paciente.
• Muy malo 3 ❱❱ En ocasiones el mejor tratamiento es, por el
• Terrible 4 contrario, ningún tratamiento. Algunos pacien-
❱❱ Dolor abdominal tes no requieren ninguna medicación. En mu-
chas ocasiones, en enfermedades crónicas, el
• Ausente 0
médico se siente inquieto si no prescribe ningún
• Leve 1
tratamiento como consecuencia del proceso
• Moderado 2 educativo al que ha sido sometido en la Facul-
• Intenso 3 tad (cada clase acaba con una prescripción).
❱❱ Número de deposiciones al día = Sólo deben utilizarse tratamientos avalados
❱❱ Masa abdominal científicamente o bien en el contexto de ensa-
• No 0 yos clínicos. Los tratamientos sin evidencia son
los más caros: se paga mucho por nada.
• Dudosa 1
• Definida 2 ❱❱ No se trata de enfermedades psicosomáticas, y
• Dolorosa 3 ningún tipo de terapia psíquica o ansiolítica cura
❱❱ Complicaciones estas entidades. Sólo son precisos los psicofár-
macos en aquellos pacientes diagnosticados de
• Artralgia 1
trastornos bien identificados, exactamente igual
• Uveítis 1 que en el resto de la población.
• Eritema nodoso 1
❱❱ Las soluciones mágicas (a menudo conocidas
• Aftas 1
como “alternativas”) no funcionan, y su anti-
• Pioderma 1
güedad o inocuidad no son pruebas de eficacia,
• Fístula anal 1 sino de que la ignorancia y la superstición abun-
• Absceso 1 dan incluso en el tecnificado siglo XXI. Además,
• Otras fístulas 1 no son inocuas, no sólo por sus posibles efectos
adversos, sino además porque, a menudo, difi-
Se suman todos los puntos, y en general < 5 es cultan o impiden que el paciente reciba el tra-
inactivo, 6 o más es activo, > 10 es grave. tamiento adecuado. Sólo hay dos medicinas: la
buena y la mala. No existen “alternativas” como
no existen “alternativas” a la física. La realidad
mente, recomendamos al lector revisar los capítulos es suficientemente maravillosa sin buscarle ex-
de enfermedad inflamatoria de la tercera edición plicaciones misteriosas21.
del Manual de Tratamiento de la Asociación Espa-
ñola de Gastroenterología19,20, accesible de forma ❱❱ La historia clínica previa de cada paciente es
libre en Internet (www.manualgastro.es). Conviene nuestra mejor aproximación actual a lo que
recordar algunos principios generales que pueden será la farmacogenómica en el futuro: la histo-
aplicarse a toda EII, y después detallaremos algunos ria clínica sigue siendo la herramienta esencial
aspectos clave de la EC. del clínico, y no puede ser sustituida por
ningún instrumento diagnóstico por sofisticado
❱❱ Se trata de enfermedades crónicas, incurables,
que parezca.
por lo que a menudo el paciente requiere tra-
tamiento en periodos asintomáticos. En estos ❱❱ El tratamiento debe ser individualizado, y es
periodos es especialmente difícil una buena muy conveniente establecer en cada caso no
adherencia al tratamiento y una buena relación sólo un plan a corto, sino también a medio y
médico-paciente, con una información detalla- largo plazo para el tratamiento integral del pa-

450
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

ciente. Este plan debe ser consensuado con el el contacto con programas activos de deshabitua-
paciente, y a menudo con sus allegados. ción. En la EC los fármacos que han demostrado
eficacia en ensayos clínicos son los corticoides (tan-
❱❱ La cirugía no es el tratamiento para los casos
to los llamados sistémicos como la budesonida),
desesperados: tiene sus indicaciones precisas, y
azatioprina (o mercaptopurina), metotrexato, in-
en esos casos retrasar su uso puede representar
fliximab, adalimumab, certolizumab, natalizumab y
un considerable daño (y riesgo) para el pacien-
en determinadas circunstancias los antibióticos (en
te. Especialmente importante resulta recordar
concreto metronidazol y ciprofloxacina)13,14 (tabla
este punto no sólo en el tratamiento de los
4). Además se ha demostrado, particularmente en
brotes graves de colitis ulcerosa, sino especial-
niños, un efecto terapéutico primario de la nutri-
mente en la enfermedad de Crohn con clínica
ción enteral (del que, por cierto, carece la nutrición
obstructiva.
parenteral). A pesar de su uso tan habitual, no hay
Tratamiento de la enfermedad datos convincentes que demuestren la eficacia de
los aminosalicilatos en la EC y, por tanto, su utiliza-
de Crohn ción no tiene una justificación clínica en la mayoría
En la EC el tratamiento depende de la extensión, de las circunstancias. Las circunstancias clínicas po-
el fenotipo clínico y la gravedad; siendo esencial el tenciales en la EC son mucho mayores que en la CU,
abandono del tabaquismo 3,19,20. En este punto, la pero vamos a tratar de sintetizar las más comunes.
intervención del médico no debe limitarse al simple
Brote leve
consejo. Además de una información exacta y deta-
llada sobre la influencia del tabaquismo en la evolu- En el brote leve ileal o ileocecal el fármaco más útil
ción de la EC, sería conveniente facilitar al paciente es la budesonida (9 mg al día, en una única dosis

TABLA 4. “Check list” previo al tratamiento con agentes biológicos

❱❱ Comprobaciones obligatorias:
1) Se ha descartado infección activa SÍ NO
2) Se ha descartado absceso abdominal y/o perineal SÍ NO
3) Se ha descartado tuberculosis latente SÍ NO
3bis) Se ha confirmado tuberculosis latente pero está siendo correctamente tratada SÍ NO
4) Se ha descartado infección activa por virus de la Hepatitis B Sí NO
4bis) Hay infección por virus B pero está siendo tratada con antivirales SÍ NO
5) Se ha descartado una enfermedad desmielinizante SÍ NO
6) Se ha descartado una insuficiencia cardiaca avanzada SÍ NO
❱❱ Comprobaciones recomendadas
7) Se han valorado los antecedentes de cáncer y/o linfoma del paciente SÍ NO
8) Se ha reevaluado todo el calendario vacunal del paciente SÍ NO
8bis) Se ha completado el proceso de vacunación para inmunosuprimidos SÍ NO
9) Se ha descartado un embarazo SÍ NO
10) Se ha descartado una infección por VIH del paciente SÍ NO
11) Se ha descartado un antecedente de Lupus eritematoso SÍ NO

Interpretación: cualquier NO en las comprobaciones obligatorias contraindica de forma ABSOLUTA el uso del agen-
te biológico hasta no ser solucionado el problema. Cualquier NO en las comprobaciones recomendadas implica
reevaluar los pros y los contras del uso del agente biológico, y valorar de nuevo la indicación con un conocimiento
exacto de los riesgos por el paciente.

451
Sección 4. Intestino delgado y colon

preferiblemente matinal), que también puede ser tanto de las últimas recomendaciones3,22,23. Es im-
de utilidad en los brotes moderados de estas lo- portante saber de antemano qué se puede esperar
calizaciones. Con pocos efectos secundarios, es con el tratamiento, cuáles son las tasas de respues-
claramente superior al placebo. En algunos casos, ta, remisión, y el tiempo medio hasta alcanzarlas24.
lo más razonable es mantener una actitud expec- Algunos datos recientes sugieren fuertemente que
tante, y algunos datos sugieren que en la afección estos cambios en el tratamiento sí que están te-
leve del colon el metronidazol (1 gramo al día en niendo efectos positivos en la historia natural de la
dos dosis de 500 mg) y/o la ciprofloxacina (1 gramo EC25. Otros estudios, sin embargo, demuestran que
al día en dos dosis de 500 mg) pueden ser eficaces, salirse de las normas establecidas fuera del contex-
con escasos riesgos. A menudo sólo es preciso, no to de los ensayos clínicos podría tener consecuen-
obstante, el tratamiento sintomático. Es prudente cias muy negativas a largo plazo para el paciente26.
reevaluar al paciente, tanto clínica como analítica-
Brote grave
mente, y si en dos a cuatro semanas no hay mejo-
ría, se debe tratar como un brote moderado. En ocasiones, no siempre fáciles de definir, el pa-
ciente presenta una situación de gravedad que re-
Brote moderado quiere ingreso hospitalario. En la EC es obligatorio
En el brote moderado, sea cual sea la localización, los descartar, en esa circunstancia, una complicación
esteroides son, probablemente, la mejor alternativa. infecciosa, porque los síntomas del absceso (dolor
En los brotes ileales o ileocecales se puede empezar abdominal y fiebre) son indistinguibles de los de
con budesonida, y si en dos semanas no se observa la enfermedad primaria. Es más, muy a menudo
ninguna mejoría o la enfermedad se localiza en el co- los síntomas dependen de la acción conjunta de
lon, se debe utilizar prednisona (o equivalente) a una la enfermedad y una complicación infecciosa si-
dosis de 1 mg/kg/día, para reevaluar al paciente en multáneamente. El tratamiento del brote grave se
unas dos semanas. Si se objetiva una clara respuesta basa en los esteroides (probablemente sea mejor
se comenzará el descenso de la dosis, tras mantener utilizar la vía intravenosa en estos casos para ase-
la dosis alta dos a tres semanas, y lo más sencillo es gurar la ausencia de problemas de biodisponibili-
quitar 10 mg de la dosis diaria cada 7 días hasta lle- dad), prevenir las complicaciones, y en el uso de
gar a una dosis de 30 mg/día, para luego continuar agentes biológicos y/o la cirugía en casos concre-
descendiendo la dosis a razón de 5 mg/día cada tos. Las circunstancias de cada caso indican qué
semana. Una alternativa, especialmente útil en ni- alternativa es la más correcta: es absolutamente
ños, es administrar una nutrición enteral completa, precisa una completa evaluación diagnóstica antes
lo que ha demostrado ser superior al placebo. La de recomendar las decisiones. Se pueden dar tan-
nutrición parenteral no tiene este efecto, y sólo tos escenarios, que es imposible revisarlos todos,
está indicada cuando es necesaria por la situación por ello las recomendaciones contenidas en los
nutricional del paciente. consensos de la ECCO (European Crohn and Co-
litis Organization) son muy numerosos3. La publi-
Si en ocasiones anteriores el paciente no ha respon- cación que los resume es de acceso libre en internet
dido a los esteroides y/o se ha producido toxicidad (www.ecco-ibd.eu). Debemos mencionar como
significativa, el infliximab o el adalimumab pueden particularmente importante, por su influencia en
ser una buena opción para inducir la remisión. El la mortalidad intrahospitalaria, que es absoluta-
infliximab se utiliza habitualmente a una dosis de mente clave la prevención de la trombosis venosa
5 mg/kg de peso por vía intravenosa, y cuando se profunda15.
inicia el tratamiento se recomienda una pauta de
“inducción” con dosis los días 1, 14 y 42; para a par-
tir de ese momento establecer una pauta de man-
Complicaciones intraabdominales
tenimiento cada 8 semanas22,23. El adalimumab se Casi un 25% de los pacientes con EC presentarán
inicia a una dosis de 160 mg subcutáneos el primer un absceso intraabdominal como complicación
día, 80 mg el día 14 y 40 mg cada dos semanas a evolutiva a lo largo de su vida. La historia natural
partir de la tercera dosis22,23. Utilizar el tratamiento de esta complicación suele iniciarse con una fisura
con estos agentes “biológicos” implica conocer la profunda que al penetrar a lo largo de la pared, lle-
respuesta a diversos interrogantes, muy cambian- ga a alcanzar la serosa provocando finalmente una
tes en cada paciente, con una evidencia que se perforación cubierta. El paso de contenido intesti-
acumula muy rápidamente y que obliga a estar al nal y de gérmenes entéricos por este trayecto y su

452
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

posterior colonización condicionan la aparición de


la complicación supurativa. En algunos pacientes la
colección acaba fistulizando en otra asa intestinal,
en una víscera hueca o en la piel (figura 5). Ya se ha
mencionado la dificultad que comporta el diagnós-
tico de esta complicación ya que la fiebre y el dolor
abdominal son síntomas que también aparecen en
el curso de un brote de exacerbación de la enfer-
medad. Por otro lado, en los pacientes que están
recibiendo corticosteroides la fiebre puede ser
inexistente o de bajo grado. La realización de una
TC del abdomen puede ayudar a discernir ambas
situaciones (figura 6). Si se confirma la presencia
de un absceso deben indicarse antibióticos útiles
en las infecciones intraabdominales y proceder a
su drenaje percutáneo. Ello resulta factible en mu-
chos casos con la guía proporcionada por ultrasoni-
dos o TC. No obstante, casi el 50% de los pacientes
sometidos a drenaje percutáneo acabarán requi-
riendo cirugía para extirpar el segmento afectado.
En España, podemos recomendar una combinación
de cefotaxima y metronidazol, ciprofloxacina y me-
tronidazol, o el uso de imipenem como alternativas
Figura 5. Complicaciones supurativas de la enfermedad de
más razonables en cuanto a la antibioterapia en Crohn. Las imágenes corresponden a un paciente con una
estos pacientes. fístula compleja tras resección del colon por una perforación.
En las imágenes radiológicas del enema opaco se observa el
La obstrucción intestinal es un problema igualmen- trayecto fistuloso complejo (F) que comunica con un asa de
te frecuente en los pacientes con EC. Aunque se han yeyuno, cavidad abscesificada en región subfrénica izda. (A) y
descrito en múltiples localizaciones, la más habitual piel. En la TC abdominal se observa la colección abscesificada
es la que afecta al íleon. La mayoría de los pacientes localizada en la región subfrénica izda. (flechas). H: hígado;
B: bazo; A: aorta. Cortesía del Dr. Uribe. Servicio de Radiodiag-
se presentan con síntomas recurrentes que reflejan nóstico. Hospital San Jorge. Huesca.
la presencia de una obstrucción parcial del intesti-
no (suboclusión) más que de una obstrucción com-
pleta. En estos casos es frecuente la aparición de recidiva rápidamente en las siguientes semanas o
episodios de dolor abdominal cólico de intensidad meses, y en estos casos el tratamiento quirúrgico
relevante que se acompañan de distensión abdo- es la medida más eficaz. Nuevamente, la enterogra-
minal, náuseas, vómitos y dificultad para la emisión fía por enterorresonancia ayuda a establecer cuál
de gases (véase más arriba). A menudo, el episodio es el componente predominante en una estenosis
se resuelve después de una diarrea “explosiva” que que complica la evolución de una enfermedad de
traduce el paso rápido del contenido intestinal. El Crohn: inflamatorio o fibrótico (figura 7). Algunos
manejo de la obstrucción intestinal incluye medidas casos de estenosis cortas situadas en la región pi-
de reposo intestinal, hidratación iv y la descompre- loroduodenal o en el colon pueden beneficiarse de
sión del abdomen mediante sonda nasogástrica. La una dilatación endoscópica con balón18.
obstrucción debida a una EC prácticamente siem-
pre se resuelve con medidas conservadoras en la Prevención de recaídas y/o recurrencias
fase aguda. La administración de corticosteroides
por vía iv puede ayudar a resolver la obstrucción al Al entrar el paciente en remisión, su evolución a
revertir el componente inflamatorio (edema) que largo plazo es imprevisible.
contribuye a la oclusión, aunque a menudo es in- ❱❱ Si se ha producido resistencia a esteroides, o
necesaria. En tal caso, la mejoría es ostensible en el paciente presenta esteroidependencia, o
24-48 horas. Cuando la estenosis es el resultado hay una enfermedad fistulizante está indicado
de la colagenización reparativa de una lesión in- el tratamiento de mantenimiento con azatiopri-
flamatoria recurrente (fibrosis), el cuadro clínico na a una dosis media de 2,5 mg/kg de peso19,

453
Sección 4. Intestino delgado y colon

A B

C D

Figura 6. La TC abdominal es una prueba diagnóstica necesaria en los brotes graves. Permite detectar lesiones extraintestinales,
y, sobre todo identificar abscesos: A) estenosis en íleon terminal (flechas) (CA: colon ascendente); B) imágenes en “peine” en un
paciente con una enfermedad de Crohn extensa. Se visualizan los vasos mesentéricos muy claros (flecha) por la intensa vasculariza-
ción que corresponde a la inflamación aguda; C) absceso de psoas derecho (flechas). El paciente acudía por impotencia funcional
en la extremidad inferior derecha y dolor abdominal. D) Absceso de psoas izdo. (flecha) en contigüidad con un absceso pericólico.
Cortesía de los Drs. Freire y Benito. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.

aunque puede variar mucho en algunos pa-


cientes (la mercaptopurina a una dosis de 1 a
1,5 mg/kg es una alternativa igualmente razo-
nable a la azatioprina).
❱❱ Una alternativa en casos de toxicidad o intole-
rancia es el metotrexato, que para la inducción
se utiliza a una dosis de 25 mg subcutáneos
semanales, y para el mantenimiento (habitual-
mente tras cuatro meses) se pauta a 15 mg sub-
cutáneos semanales.
❱❱ Si estos fármacos fracasan, los agentes biológi-
cos como infliximab y adalimumab constituyen
la alternativa más razonable. aunque en algunas
Figura 7. La enterorresonancia permite valorar las lesiones lu- circunstancias clínicas la cirugía es más válida.
minales y extraluminales, así como valorar la actividad inflama-
toria. En esta paciente con una enfermedad de Crohn de locali- La respuesta a los agentes biológicos no siem-
zación ileal se observa un engrosamiento mucoso concéntrico, pre se mantiene en el largo plazo, y a menudo
con hipercaptación de Gadolinio, en íleon terminal (flechas), es preciso intensificar el tratamiento; lo que en
así como afectación de dos segmentos cortos de íleon, con el caso del infliximab significa utilizar una dosis
engrosamiento mucoso que condiciona ligera estenosis de la de 10 mg/kg de peso y/o acortar los intervalos
luz. Cortesía del Dr. Jordi Aldomá. Centro de Diagnóstico por
Imagen (CDI). Huesca. entre infusiones, y en el caso del adalimumab
implica pasar a 40 mg semanales o incluso hasta

454
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

80 mg semanales en algunos casos más infre- y/o infliximab para aumentar las garantías de
cuentes. éxito terapéutico.
❱❱ La cirugía no representa una curación y lo habi- ❱❱ Si la fístula no ha cerrado tras el tratamiento
tual es que la enfermedad “recurra”, por lo que agudo la administración de azatioprina o mer-
en muchos pacientes operados también es pru- captopurina a largo plazo ha demostrado una
dente el tratamiento de mantenimiento, siendo, eficacia contrastada, aunque escasa puesto que
probablemente, la mejor opción la azatioprina sólo en el 40% de los pacientes se produce un
indefinida, combinada con metronidazol los tres cierre definitivo de las fístulas.
primeros meses. Aunque limitados por su coste, ❱❱ Los casos refractarios o intolerantes a la azatio-
y en menor grado por sus riesgos, los agentes prina (hepatitis tóxica, supresión de la médula
biológicos están adquiriendo un papel cada vez ósea, anemia o pancreatitis) pueden responder
más preeminente en el tratamiento de la EC. al infliximab. De hecho, en ocasiones es pruden-
De hecho, se tiende a utilizarlos cada vez más te instaurar desde el principio el tratamiento
precozmente, y en el caso del infliximab sus in- con infliximab, para dejar tiempo a que la aza-
dicaciones se han extendido a la enfermedad tioprina sea efectiva.
pediátrica y la prevención de la recurrencia (y
probablemente se extenderán al adalimumab ❱❱ El tacrolimus puede ser eficaz en algunos pa-
en un futuro próximo). cientes, y existen datos que sugieren que el ada-
limumab también puede ser una alternativa.
❱❱ Algunos datos sugieren, como se ha demos-
trado en la artritis reumatoide, que el uso más ❱❱ Los casos refractarios a todas estas medidas,
precoz de estos agentes puede modificar la his- incluyendo el desbridamiento quirúrgico pue-
toria natural de la enfermedad disminuyendo den ser subsidiarios de una resección del recto
las complicaciones a largo plazo22,24. No obstan- y colon afectados por la enfermedad con una
te, a pesar de los 11 años que hemos utilizado colostomía o ileostomía terminal (figura 8). Una
estos agentes todavía hay muchas cosas por revisión más exhaustiva de la enfermedad pe-
definir que hacen bastante difíciles algunas de- rianal puede ser consultada en el capítulo 33. El
cisiones3,23. capítulo 5 expone de forma detallada los ries-
gos y complicaciones inherentes al tratamiento
con inmunomoduladores y terapias biológicas y
Enfermedad perianal el capítulo 21 el papel de la nutrición en estas
La enfermedad perianal exige de una aproximación enfermedades.
específica y un tratamiento personalizado para Probablemente los puntos esenciales en los que
cada paciente20. Deben tenerse en cuenta las si- puede contribuir el médico de familia son:
guientes recomendaciones:
❱❱ Alto índice de sospecha diagnóstica (particular-
❱❱ Los abscesos perianales pueden drenarse me- mente si hay antecedentes familiares).
diante una pequeña incisión en la piel con anes-
tesia local. ❱❱ Insistencia en la adherencia al tratamiento en
las fases crónicas de la enfermedad.
❱❱ Una inspección completa del trayecto fistulo-
so exige un examen minucioso con anestesia ❱❱ Detección precoz de los brotes e inicio del trata-
miento lo antes posible.
general.
❱❱ Educación permanente del paciente.
❱❱ Una vez que el absceso ha sido drenado debe
instaurarse un tratamiento médico que favo- ❱❱ Control de los pacientes en tratamiento médico
rezca el cierre de la fístula. El paso inicial suele continuo con inmunosupresores y biológicos.
ser la administración de metronidazol y cipro-
❱❱ Contribuir al abandono del hábito tabáquico.
floxacina.
❱❱ Actuar como contacto con el equipo de la Uni-
❱❱ En este punto es esencial conocer además si
dad de Enfermedad Inflamatoria.
existe actividad o no de la enfermedad intesti-
nal. Si el recto presenta inflamación activa, se A menudo los médicos de familia se muestran re-
precisa tratamiento simultáneo con esteroides ticentes a instaurar cualquier tratamiento médico

455
Sección 4. Intestino delgado y colon

periencias que demuestran que el manejo del pa-


ciente puede mejorarse de forma substancial con
estas herramientas28. Es labor de la administración
y de las sociedades científicas mejorar en esta área.
Por el momento, se puede obtener información
adicional muchas veces útil en www.geteccu.org
(página web oficial del Grupo Español de Trabajo
de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa) y en
www.aegastro.es. Se dispone de recursos útiles
para el médico (información, revisiones, revisiones
Cochrane) y para el paciente (folletos informati-
vos sobre muy diversos aspectos de las EII). No
está de más que un clínico que ve pacientes con
EII visite alguna vez www.accuesp.com y valore
un poco más la perspectiva del paciente, que tam-
bién obtendrá informaciones muy valiosas si visita
www.ccfa.org. El punto de vista del paciente no
siempre es el del médico, y la EC causa un daño
considerable en la capacidad de trabajo, y en otros
aspectos de la vida personal, familiar y social de los
pacientes que no conviene olvidar29. Aunque sea
muy brevemente, debemos mencionar que dada la
edad de comienzo de esta enfermedad, se plantean
Figura 8. La RMN pélvica es una prueba de gran utilidad
a menudo dudas sobre el embarazo y la fertilidad,
diagnóstica en la evaluación de la enfermedad perianal. En que pueden resolverse en gran parte consultando
esta paciente con varias fístulas complejas tratadas quirúrgi- las guías europeas específicas30. Finalmente, te-
camente mediante la colocación de setones o sedales en los nemos que recordar que nuestra formación conti-
trayectos fistulosos, se observa la presencia de un absceso nuada es absolutamente imprescindible para tratar
isquioanal (puntas de flecha), una fístula transesfinteriana
y una fístula rectovaginal. Cortesía de los Drs. Victor Villa-
bien a estos pacientes, y que aunque aparentemen-
campa (CDI-Huesca) y Luis Escribano. Servicio de Cirugía A. te los médicos que responden encuestas demues-
Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. tran un buen conocimiento teórico de las guías31, si
vamos a la realidad del trabajo diario muchos indi-
cadores son todavía subóptimos32: nuestro trabajo
a estos pacientes por el temor a causar un daño al debe incluir formación y educación constantes.
enfermo. Sin embargo, los problemas de salud de
un paciente con EII pueden ser abordados como Bibliografía
en cualquier otra persona. Aproximadamente un 1. Gassull MA, Gomollón F, Obrador A, Hinojosa
20% de los pacientes sufren de brotes cuando son J, eds. Enfermedad Inflamatoria Intestinal, 2.ª
tratados con AINE, y se han descrito exacerbacio- edición. Ergon. Madrid, 2002.
nes tras el uso de algunos antibióticos de amplio 2. Van Assche G, Dignass A, Panés J, Beaugerie L,
espectro (amoxicilina y clavulánico, por ejemplo) Karagiannis J, Allez M et al. The second Euro-
aunque no se dispone de datos controlados: de pean evidence-based Consensus on the diag-
hecho los estudios poblacionales de mejor calidad nosis and management of Crohn’s disease. J
no reflejan un aumento de riesgo de brotes con el Crohns Colitis 2010;4:7-27.
uso de antibióticos y/o AINE27. Es más que lógico 3. Dignass A, Van Assche G, Lindsay JO, Lémman
pensar que los pacientes con EII se beneficiarán M, Söderholm J, Colombel JF et al. The second
European evidence-based Consensus on the
de una mejor comunicación entre el médico de
diagnosis and management of Crohn’s disease.
familia y el gastroenterólogo. Existen algunas de Current management. J Crohns Colitis 2010;
las herramientas (teléfono, correo electrónico), 4:28-62.
y esperamos que exista la historia clínica única 4. Silverberg M, Satsangi J, Ahmad T, Arnott I,
informatizada en un próximo futuro, pero no las Bernstein Ch, Brandt SR et al. Toward and inte-
utilizamos suficientemente, aunque ya existen ex- grated clinical, molecular, and serological clas-

456
31. Enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn

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457
Sección 4. Intestino delgado y colon

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458
32 Colitis ulcerosa
Elena Ricart
Departamento de Gastroenterología.
Hospital Clínic. Barcelona
IDIBAPS y CIBERehd

Colitis ulcerosa: diagnóstico y Objetivos de este capítulo


clasificación ❱❱ Definir los criterios diagnósticos de la colitis
La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad in- ulcerosa, así como su clasificación y gravedad
flamatoria intestinal crónica que afecta a la con el objetivo de establecer la estrategia
mucosa del colon. La afectación se inicia en el terapéutica adecuada para cada situación
recto y, de forma continua, puede alcanzar una clínica.
extensión variable en sentido proximal hasta el ❱❱ Proporcionar información acerca del arsenal
ciego. Típicamente, cursa en forma de brotes de terapéutico disponible hoy en día para el
actividad inflamatoria durante los cuales el pa- tratamiento de la colitis ulcerosa, tanto en
ciente presenta la sintomatología clásica de la lo que concierne a recursos médicos como
enfermedad (diarrea, rectorragia y dolor abdo- quirúrgicos.
minal) acompañada o no de síntomas sistémicos ❱❱ Subrayar los factores de riesgo para el
(dependiendo de la extensión de la CU y de la desarrollo de cáncer colorrectal y displasia, en
gravedad del brote) y/o de manifestaciones ex- la colitis ulcerosa; establecer pautas para su
traintestinales. Estos periodos se siguen de pe- detección precoz y profilaxis.
ríodos de inactividad (remisión) en los que los
pacientes se hallan asintomáticos.
REFERENCIAS CLAVE
No existe ningún síntoma ni ningún hallazgo en 1. Lennard-Jones JE. Classification of
las exploraciones complementarias que sea pa- inflammatory bowel disease. Scand J
tognomónico o exclusivo de la CU, por lo que Gastroenterol Suppl 1989;170:2-6.
para llegar a un diagnóstico definitivo suele ser 2. Truelove SC, Witts LJ. Cortisone in ulcerative
necesaria la combinación de hallazgos clínicos, colitis; final report on a therapeutic trial. Br
biológicos, endoscópicos, radiológicos e histoló- Med J 1955;2:1041-8.
gicos sugestivos de la entidad. Los criterios más 3. Lichtiger S, Present DH, Kornbluth A, Gelernt
comúnmente utilizados son los de Lennard-Jones, I, Bauer J, Galler G, et al. Cyclosporine in
que incluyen criterios clínicos, endoscópicos, ra- severe ulcerative colitis refractory to steroid
diológicos y anatomopatológicos1 (tabla 1). therapy. N Engl J Med 1994;330:1841-5.
El cuadro clínico depende de la extensión de la 4. Rutgeerts P, Sandborn WJ, Feagan BG,
enfermedad y del grado de actividad. El sínto- Reinisch W, Olson A, Johanns J, et al.
ma más característico es la diarrea con sangre. Infliximab for induction and maintenance
Por lo general, el paciente consulta cuando ya therapy for ulcerative colitis. N Engl J Med
han pasado varias semanas desde el comienzo 2005;353:2462-76.
de los síntomas. Aunque la instauración lenta e 5. AGA technical review on the diagnosis
insidiosa es característica de la CU, también pue- and management of colorectal neoplasia
de presentarse como un cuadro de instauración in inflammatory bowel disease.
aguda simulando una colitis infecciosa. El núme- Gastroenterology 2010;138:746-774.
ro de deposiciones se incrementa y su volumen
disminuye en la mayoría de los pacientes debi-

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 459
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Criterios diagnósticos de Lennard-Jones para la colitis ulcerosa

❱❱ Criterios clínicos.
• Rectorragias.
• Diarrea crónica (en un 10% de los casos puede haber estreñimiento).
• Dolor abdominal.
• Manifestaciones extraintestinales.

❱❱ Criterios endoscópicos.
• Mucosa eritematosa, granular, edematosa y/o friable.
• Exudados o ulceraciones.
• Friabilidad espontánea o al roce.
• Pseudopólipos y pólipos.
• Lesiones continuas y con afectación prácticamente constante del recto.

❱❱ Criterios radiológicos.
• Cambios mucosos: mucosa granular, úlceras espiculares o en botón de camisa, pseudopólipos.
• Cambios de calibre, aumento del espacio recto-sacro.
• Acortamiento del colon.
• Pérdida de haustración.

❱❱ Criterios histológicos .
• Mayores: inflamación exclusiva de la mucosa, úlceras superficiales, distorsión de las criptas, microabscesos,
depleción de células caliciformes.
• Menores: infiltrado inflamatorio crónico difuso, aumento de la vascularización mucosa, metaplasia de células
de Paneth, atrofia mucosa, hipertrofia linfoide.

do a la inflamación del recto. Cuando la afectación y/o un déficit de hierro, así como hipoalbuminemia
rectal es intensa se produce la emisión frecuente y elevación de reactantes de fase aguda2.
de pequeñas cantidades de sangre y moco, aisla-
La colonoscopia con toma de biopsias es la explo-
das o junto a pequeña cantidad de heces líquidas.
ración complementaria que permite confirmar el
Asimismo, estos pacientes pueden presentar el de-
diagnóstico de CU. La afectación macroscópica de
nominado “síndrome rectal”, término que incluye la mucosa es difusa y continua (sin áreas interle-
urgencia, incontinencia y tenesmo rectal. Algunos sionales aparentemente sanas), afectando desde
pacientes con colitis izquierda presentan estreñi- el recto en sentido proximal. Las lesiones varían
miento en lugar de diarrea durante los brotes. Se en función de la gravedad del brote. En los casos
aduce, en estos casos, que la actividad inflamatoria más leves aparece disminución o desaparición del
provoca un estado de espasticidad que enlentece patrón vascular, edema y eritema mientras que en
el tránsito. casos más graves aparecen úlceras de diversos ta-
La falta de especificidad de las alteraciones analíti- maños y sangrado espontáneo al roce3 (figura 1).
cas que se pueden presentar en la CU hace que los El examen histológico permite obtener datos de
estudios de laboratorio no sean herramientas muy gran valor para el diagnóstico de CU. No obstante,
útiles a la hora de establecer el diagnóstico de esta los hallazgos no son exclusivos de esta entidad y
enfermedad pero sí para valorar la actividad clínica están en estrecha relación con el grado de activi-
de la misma. Así, mientras los pacientes que debu- dad inflamatoria. En los brotes agudos la mucosa
tan con una enfermedad leve no suelen mostrar presenta un importante infiltrado inflamatorio
alteraciones en los valores de laboratorio, aquellos compuesto por linfocitos y células plasmáticas, jun-
que presentan brotes moderados o graves pueden to a neutrófilos que aparecen predominantemente
cursar con anemia de mayor o menor intensidad en las criptas, formando abscesos crípticos muy

460
32. Colitis ulcerosa

A B C

Figura 1. Hallazgos endoscópicos en la CU según su gravedad de las lesiones de la mucosa: A) Leve (eritema, disminución del
patrón vascular, discreta friabilidad); B) Moderada (marcado eritema, ausencia del patrón vascular, friabilidad y erosiones);
C) Grave (exudado y hemorragia espontánea, úlceras profundas).

característicos, pero no patognomónicos. Durante Índices de actividad de la colitis ulcerosa


las fases de remisión desaparece el infiltrado infla-
matorio y los abscesos crípticos; sin embargo, las La gran dificultad para evaluar la gravedad y la ac-
criptas permanecen distorsionadas. tividad de la CU, debido principalmente a su gran
heterogeneidad y al hecho de ser un proceso in-
La extensión de las lesiones en la CU tiene una im- flamatorio que cursa con periodos de actividad y
plicación pronóstica y terapéutica muy importante. de remisión, ha llevado al desarrollo de diferentes
Tradicionalmente, la CU se ha clasificado en: índices de actividad que, basándose en variables
concretas y objetivas, permiten establecer la grave-
❱❱ Proctitis ulcerosa: afectación circunscrita al recto dad del brote y evaluar la eficacia de los tratamien-
(15 cm desde el esfínter anal). Representa entre tos. Los más utilizados, tanto en la práctica clínica,
el 25-30% del global de la CU. como, especialmente, en los estudios controlados,
❱❱ Rectosigmoiditis y colitis izquierda: se incluyen los incluyen el índice de Truelove-Witts5 y el índice de
actividad de la Clínica Mayo6 (tablas 3 y 4).
pacientes con afectación de recto, sigma y co-
lon descendente hasta el ángulo esplénico. En A pesar de que la mayoría de los índices desarro-
ocasiones la rectosigmoiditis se agrupa en esta llados posteriormente no han logrado desplazar al
denominación y pueden llegar a representar el de Truelove-Witts, éste comporta una serie de pro-
40- 45 % de las colitis ulcerosas. blemas o deficiencias. En primer lugar, no es capaz
de reflejar con exactitud la gravedad y, de modo
❱❱ Colitis extensa: la inflamación rebasa el ángulo inexacto, pacientes con gran repercusión clínica
esplénico, extendiéndose desde el recto hasta son clasificados como moderados. En segundo lu-
el ángulo hepático, incluyendo el colon trans- gar, presenta una tendencia a sobrevalorar algunos
verso. brotes distales que, sin tener una grave repercusión
general, suelen presentar un elevado número de
❱❱ Pancolitis: afectación de todo el marco cólico. deposiciones, la mayoría con sangre.
Este grupo representa el 10-15 % del total de
CU. El índice de actividad de la Clínica Mayo es otro de
los índices de actividad más utilizados en la práctica
Más recientemente, la CU se ha clasificado según clínica y se ha convertido en el índice de elección
su extensión y su gravedad en la denominada clasi- de los grandes ensayos clínicos en la CU6. Una ven-
ficación de Montreal4 (tabla 2). taja importante de este índice es la incorporación

461
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 2. Clasificación de Montreal de la colitis ulcerosa

❱❱ Extensión (E).
• E 1 Proctitis ulcerosa: afección limitada al recto (el límite superior de la inflamación no supera la unión
rectosigmoidea).
• E 2 Colitis izquierda (o colitis distal): afección limitada al colon izquierdo (el límite superior de la inflamación
no supera el ángulo esplénico).
• E 3 Colitis extensa (pancolitis): afección que se extiende más allá del ángulo esplénico.

❱❱ Gravedad (S)
• S 0 Colitis en remisión (colitis silente): no hay síntomas de la enfermedad.
• S 1 Colitis leve: presencia de cuatro o menos deposiciones al día con sangre, sin fiebre, leucocitosis,
taquicardia, anemia ni aumento de la VSG.
• S 2 Colitis moderada: criterios intermedios entre leve y grave, siempre con signos de afección sistémica leves.
• S 3 Colitis grave: presencia de seis o más deposiciones diarias con sangre, fiebre, leucocitosis, taquicardia,
anemia y aumento de la VSG, a menudo con signos de afección (“toxicidad”) sistémica grave.

TABLA 3. Índice de Truelove-Witts.

Clínica Grave (3) Moderado (2) Leve (1)

Número deposiciones > 6 4 - 6 <4


Sangre en heces +++ + –
Hemoglobina V < 10 10 - 14 > 14
(g/ l) H < 10 10 - 12 > 12
Albúmina (g/ l) < 3 3 – 3,2 > 3,2
Fiebre (ºC) > 38 37 – 38 < 37
Taquicardia > 100 80 – 100 < 80
VSG > 30 15 – 30 < 15
Leucocitos (x 1.000) > 13 10 – 13 < 10
Potasio < 3 3 – 3,8 > 3,8

Inactiva: 9- 10
Leve: 11- 15
Moderada: 16- 21
Grave: 22- 27

de hallazgos endoscópicos en la valoración, de de la remisión). Aunque la indicación del tratamien-


gran utilidad para evaluar con mayor objetividad la to viene determinada fundamentalmente por el
respuesta a diversos tratamientos farmacológicos. grado de actividad y la extensión de la enfermedad,
Otros índices de actividad de la CU incluyen el índi- existen otros factores que deben tenerse en cuenta
ce de Seo7 y la escala de Lichtiger 8. En niños puede cuando se trata de prescribir uno u otro fármaco
ser de utilidad el índice PUCAY, el único que ha sido
o incluso indicar tratamiento quirúrgico. La edad,
sometido a un proceso de valoración formal 9.
el tiempo de evolución de la CU, la comorbilidad y
la disposición del paciente para adherirse al trata-
Tratamiento médico de la colitis ulcerosa miento son algunos de los factores que inducen a
El manejo de la CU incluye tanto el tratamiento de escoger una u otra opción terapéutica. A continua-
los brotes de actividad (inducción de la remisión) ción se describen las diferentes opciones farmaco-
como la prevención de los mismos (mantenimiento lógicas disponibles tanto para inducir la remisión

462
32. Colitis ulcerosa

TABLA 4. Índice de Mayo (UCDAI)

Variable Puntuación

1. Frecuencia defecatoria
Normal 0
1-2 dep/día más de lo habitual 1
3-4 dep/día más de lo habitual 2
> 4 dep/día más de lo habitual 3

2. Sangrado rectal
Ninguno 0
Hilos hemáticos en menos de la mitad de las deposiciones 1
Sangrado visible en la mayoría de las deposiciones 2
Rectorragias sin heces 3

3. Apariencia endoscópica de la mucosa


Normal 0
Enfermedad leve 1
Enfermedad moderada 2
Enfermedad grave 3

4. Valoración médica
Normal 0
Leve 1
Moderado 2
Grave 3

Remisión: UCDAI < 2


Enfermedad grave: UCDAI > 9

de un brote, como para prevenir y/o disminuir el CU activa leve o moderada y son los fármacos de
riesgo de recidiva. El lector puede consultar en la elección en esta situación clínica10,11. A pesar de
tabla 5 pautas concretas de actuación en función que los 5-ASA tienen un coste económico más ele-
de la gravedad de los brotes. Especialmente en vado, su mejor perfil de seguridad se ha traducido
los casos en que el brote debuta con diarrea (a en una reducción progresiva de la utilización de la
menudo sanguinolenta) resulta prudente conside- salazopirina en la práctica clínica aunque esta últi-
rar la posibilidad de una infección gastrointestinal ma podría ser de elección para aquellos pacientes
concomitante, mediante el examen bacteriológico con manifestaciones articulares de la enfermedad y
de las heces, con el fin de excluir la presencia de buena tolerancia al fármaco.
un patógeno entérico subsidiario de tratamiento
específico. Éstos incluyen básicamente la toxina Entre los compuestos de 5-ASA, la mesalazina es la
de Clostridium difficile, Salmonella, Shigella, Cam- única utilizada en nuestro medio ya que otras mo-
pylobacter, Aeromonas, Escherichia coli 0157:H7 y léculas no están disponibles, bien por haber sido
enfermedades de transmisión sexual en pacientes retiradas del mercado español (olsalazina), bien
con proctitis. por no haber sido comercializadas (balsalazida). La
mesalazina se halla disponible tanto para adminis-
Inducción de la remisión tración oral (comprimidos, gránulos) como tópica
(supositorios, enemas líquidos o en espuma). Este
Aminosalicilatos aspecto es altamente relevante teniendo en cuenta
Tanto la salazopirina como los aminosalicilatos (5- que los compuestos de 5-ASA tienen efecto tópico
ASA) son superiores al placebo para la inducción de y que una vez absorbidos son rápidamente acetila-
la remisión tanto, clínica como endoscópica, en la dos, dando lugar a metabolitos inactivos.

463
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 5. Pautas recomendadas para el tratamiento de los brotes de la CU

❱❱ Brote leve–moderado.
a. Proctitis ulcerosa.
• Salicilatos tópicos [los supositorios se toleran mejor que los enemas].
b. Colitis distal y extensa [tratamiento combinado por vía sistémica y tópica].
• Salicilatos sistémicos vía oral.
– 5-ASA ≥ 3 g/día.
– Alternativas al 5-ASA.
- Sulfasalazina [2-4 g/día] si buena tolerancia. Considerar especialmente en pacientes con síntomas
articulares concomitantes.
- Dipropionato de beclometasona, 5 mg vo/24h. Considerar especialmente en pacientes que llevaban
terapia de mantenimiento con 5-ASA a dosis > 2 g/día. No es una alternativa al 5-ASA sino una
terapia complementaria.
• Tratamiento tópico
– Enemas de 5-ASA (1-4 g/día) ( > efectividad que los enemas de esteroides).
– Alternativas a los enemas de 5-ASA.
- 5-ASA en espuma (1-4 g/día).
- Enemas de budesonida (2 mg/12-24h).
- Espuma de acetato de triamcinolona (1-2 aplicaciones/día).
• En caso de no respuesta después de 2-4 semanas:
– Corticoesteroides de acción sistémica (1 mg/kg de prednisona o dosis equivalente de otros esteroides).
• En ausencia de respuesta después de 3-5 días tratar al paciente como si sufriera un brote grave.

❱❱ Brote grave
Medidas generales:
• Nutrición:
– Mantener la dieta oral siempre que sea posible.
– En el caso de precisar nutrición artificial, es de elección la vía enteral (más fisiológica, más económica y
con menos efectos adversos).
– Reservar la nutrición parenteral exclusivamente para casos de intolerancia a la nutrición enteral o
complicaciones locales graves, incluyendo obstrucción intestinal, hemorragia masiva, megacolon tóxico
o sospecha de perforación.
• Efectuar siempre Rx simple de abdomen para obtener una aproximación inicial a la extensión de la colitis
(las heces no se localizan habitualmente en la mucosa inflamada) y descartar megacolon tóxico, gas
intramural (premonitorio de perforación) o neumoperitoneo. Monitorizar la evolución radiológica cada
24-48 h durante el seguimiento del brote1.
• Solicitar cultivos para la detección de gémenes enteroinvasivos, incluyendo parásitos y la toxina de
Clostridium difficile.
• Efectuar rectosigmoidoscopia sin preparación y con baja insuflación y tomar biopsias de la mucosa para
excluir sobreinfección por CMV.
• Profilaxis de tromboembolismo con heparina (excepto en casos de hemorragia masiva).

Medidas específicas:
• Corticoesteroides sistémicos:
– 1 mg/kg/día de prednisona o 0,8 mg/kg/día de metilprednisolona o dosis equivalente de otros
esteroides (dosis única, perfusión continua o dosis fragmentadas son igualmente eficaces).
– Administración de suplementos de calcio (1-1,5 g/día) y Vit D (800 ui/día) como prevención de la
pérdida de masa ósea.
• Enemas (o espuma) de 5-ASA (1-2 dosis diarias) cuando los síntomas rectales son prominentes.
• Los pacientes que no toleran los enemas de 5-ASA pueden beneficiarse de un goteo intrarrectal de
hidrocortisona (100 mg en 200 cc de agua) cada 8-12 h.

464
32. Colitis ulcerosa

TABLA 5. Pautas recomendadas para el tratamiento de los brotes de la CU (continuación)

• Si el paciente presenta corticorrefractariedad con falta de respuesta a los 3-5 días, puede plantearse
tratamiento con ciclosporina iv o infliximab:
– Opción 1: tratamiento con CyA iv.
- Dosis inicial de 2 mg/kg/día dividida en dos dosis fraccionadas.
- Medir niveles de CyA cada 2-3 días y ajustar posteriormente la dosis para mantener niveles
plasmáticos de CyA entre 150-250 ng/ml (efectuar la extracción antes de administrar el fármaco).
- Control estricto de las cifras de presión arterial, control de la función renal cada 2-3 días y niveles de
colesterolemia (por debajo de 120 mg/dl aumenta la probabilidad de temblor y convulsiones).
- Prolongar el tratamiento un mínimo de 7 días durante los cuales deben mantenerse los
corticoesteroides a las mismas dosis.
- Opcionalmente puede llevarse a cabo profilaxis de neumonía por Pneumocistis jiroveci con
cotrimoxazol, tres veces por semana (igualmente efectiva que la dosis diaria y con menor probabilidad
de aumentar la nefrotoxicidad por CyA1).
- Si se documenta la existencia de una sobreinfección por CMV administrar de forma simultánea
ganciclovir a la dosis de 5 mg/kg/día por vía iv. Alternativamente puede emplearse vanganciclovir
a la dosis de 900 mg/día. Ambas estrategias son eficaces y contribuyen a prevenir además infecciones
por otros herpesvirus como el VHS y el VEB, a la vez que disminuyen el riesgo de bacteriemias
e infecciones fúngicas, cuya prevalencia aumenta en presencia del CMV debido a sus propiedades
inmunomoduladoras.
– Opción 2. Infliximab a la dosis de 5 mg/kg/iv.
- Especialmente en pacientes con insuficiencia renal, hipertensión arterial o niveles plasmáticos de
colesterol < 120 mg, en los que la CyA está contraindicada.
- Antes es imprescindible disponer del estado de infección por VHB (HBsAg, AcHBc) y descartar
tuberculosis activa o latente y/o contactos recientes mediante anamnesis dirigida, Rx tórax, test de
tuberculina y/o test de producción de interferón gamma.

1
El lector puede ampliar información sobre el megacolon tóxico y los criterios para su diagnóstico (criterios de
Jalan) en el capítulo 37.
2
Green H, Paul M, Vidal L, Leibovici L. Profilaxis para la neumonía por Pneumocystiscarinii (NPC) en pacientes
inmunocomprometidos sin infección por VIH (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008
Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The
Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley&Sons, Ltd.).

La eficacia de 5-ASA en la inducción de la remi- rectorragia) es inferior cuando se utiliza una terapia
sión depende de la dosis utilizada, por lo que se combinada (oral y tópica) que cuando se prescribe
recomienda la utilización de dosis no inferiores a monoterapia. Los aminosalicilatos son más eficaces
3 gramos/día cuando se administra por vía oral. que los esteroides rectales, por lo que éstos deben
Sin embargo, estos resultados no se han reprodu- constituir el tratamiento tópico de elección como
cido en estudios específicamente diseñados para monoterapia o como adyuvante a 5-ASA oral o es-
comparar distintas dosificaciones de 5-ASA en la teroides sistémicos.
CU activa. La administración de dosis más elevadas Se considera que el efecto terapéutico de los 5-ASA
podría conseguir un efecto más rápido sin aumen- debe verificarse tras 1-2 semanas de tratamiento y,
tar la incidencia de efectos adversos12. En el caso aunque no se ha establecido una duración mínima,
de la administración tópica, la dosificación utilizada se aconseja mantener la misma dosis durante unas
en los distintos estudios ha sido muy variable, osci- seis semanas si se evidencia respuesta clínica. En
lando entre 1-4 gramos/día, sin haberse asociado este punto es importante informar al paciente de
la eficacia a la dosis utilizada. Diversos estudios co- que la mejoría o desaparición de los síntomas suele
inciden en señalar que, si bien la eficacia en inducir preceder en el tiempo a la desaparición de las lesio-
la remisión no aumenta, el tiempo para obtener la nes y que un abandono precoz del tratamiento pue-
respuesta (en especial para obtener el cese de la de favorecer la aparición de una recidiva precoz.

465
Sección 4. Intestino delgado y colon

El perfil de seguridad de mesalazina es muy bueno, mantes desde el punto de vista médico son: la os-
siendo infrecuentes los efectos adversos a corto teonecrosis aséptica, osteoporosis, hiperglucemia,
plazo. Entre éstos, la cefalea (especialmente cuan- dislipemia, cataratas, psicopatía (manía corticoi-
do se utilizan dosis elevadas), la diarrea, el dolor dea), trastornos del sueño, concentración o con-
abdominal o la dispepsia son los más frecuentes. ducta o el retraso del crecimiento en niños.
Se ha descrito la nefritis intersticial por mesalazina,
Dado el efecto prácticamente constante (especial-
aunque es altamente infrecuente.
mente en los primeros días de tratamiento) de los
Corticoides esteroides sobre la pérdida de masa ósea, es acon-
sejable la administración de calcio (1-1,5 g/día) y
Los corticoides son el tratamiento de elección de los vitamina D (800 ui/día) de forma concomitante.
brotes de actividad moderada a grave5. La principal
ventaja de los corticoides reside en su rapidez de Ciclosporina
acción. Los estudios epidemiológicos más recientes La ciclosporina A (CyA) es un inhibidor de la calci-
coinciden en señalar que aquellos pacientes con neurina que actúa bloqueando de forma directa la
un brote moderado-grave de CU que no mejoran proliferación de linfocitos T. La CyA ha representa-
tras tres días de tratamiento con corticoides en- do, durante los años previos a la introducción de in-
dovenosos presentan un elevado riesgo de colec- fliximab, la única alternativa a la proctocolectomía
tomía, por lo que es posible decidir qué pacientes en los pacientes con CU grave refractaria a corticoi-
son candidatos a iniciar tratamientos de rescate de des. Desde la publicación del único estudio contro-
una forma precoz, evitando de este modo su dete- lado con placebo de Lichtiger et al 8, que demostró
rioro nutricional y reduciendo los efectos adversos la eficacia de CyA administrada por vía endovenosa
secundarios al uso prolongado de corticoides13. La en dosis de 4 mg/kg/día en pacientes con CU re-
eficacia de los corticoides sistémicos para inducir fractaria al tratamiento con corticoides endove-
la remisión se sitúa alrededor del 50-80% según nosos, numerosos estudios retrospectivos y series
distintas series. Tras un primer curso de corticoides de pacientes han corroborado que la CyA es eficaz
por un brote de actividad de CU, un 28% de los pa- para el tratamiento del brote grave de CU y evita la
cientes presentan corticorrefractariedad y un 22%, colectomía urgente en un 60-70% de los casos 14.
corticodependencia. Por tanto, los corticoides son
realmente útiles sólo en el 50% de los pacientes La limitación más importante del uso de ciclosporina
tratados. La eficacia no parece depender del tipo es su toxicidad. En este sentido, un estudio controla-
de corticoide utilizado (ACTH, hidrocortisona, me- do demostró que CyA administrada a dosis inferiores
tilprednisolona, prednisona) o de la forma de ad- (2 mg/kg/día) es igual de eficaz que la considerada
ministración. Aunque el manejo de los corticoides como estándar de 4 mg/kg/día, con menor frecuen-
varía de forma significativa de un país a otro, en cia de efectos adversos, aunque la dosis final debe
general se considera que una vez se decide iniciar ajustarse siempre a los niveles plasmáticos del fár-
corticoterapia ésta debe pautarse a dosis plenas maco (150-250 ng/ml) y a la aparición de efectos
(1 mg/kg/día, o en su defecto un mínimo de 40-60 adversos. Los efectos adversos más frecuentes in-
mg/día de prednisona o equivalente). En los bro- cluyen: neurotoxicidad (especialmente en pacien-
tes moderados pueden administrarse por vía oral, tes con niveles de colesterol inferiores a 120 mg/
siendo aconsejable la administración endovenosa dl), hiperplasia gingival, hirsutismo, nefrotoxicidad
en los brotes graves. Una vez se obtiene respuesta y riesgo de infecciones oportunistas. En este punto
clínica, se inicia una pauta de retirada progresiva es importante la toma de biopsias del colon para la
que suele durar de seis a diez semanas (dependien- exclusión de una sobreinfección por citomegalovirus
do de la dosis inicial y del ritmo de retirada). (CMV) antes de comenzar el tratamiento. Su presen-
cia no contraindica el empleo de CyA iv pero obliga
La aparición de efectos adversos a las dosis y pautas a incorporar el ganciclovir de forma concomitante.
utilizadas habitualmente en la CU es prácticamen- Otra precaución a tomar en aquellos pacientes trata-
te constante. Acné, obesidad troncular, hirsutismo, dos con CyA en el contexto de un brote grave, aun-
estrías cutáneas o miopatía esteroidea son efectos que sin un nivel de evidencia importante que permi-
secundarios muy frecuentes y especialmente mal ta sustentar la recomendación, es la prevención de
tolerados por estos pacientes, en general jóvenes la neumonía por Neumocistis jirovecii (trimetropin-
y activos tanto social como laboralmente. Otros sulfametoxazol). La tabla 5 incluye algunos aspectos
efectos adversos menos frecuentes pero más alar- complementarios que deben ser firmemente consi-

466
32. Colitis ulcerosa

derados en el manejo de un brote grave (figura 2). de administrar CyA en monoterapia para el control
Finalmente, en pacientes con buena respuesta a CyA de brotes moderados o graves.
endovenosa no parece necesario el cambio a CyA en
Por último, la experiencia con el uso de CyA en
microemulsión oral durante 3-6 meses como puente
microemulsión oral es todavía escasa, aunque los
a las tiopurinas (como se había aconsejado clásica-
datos publicados la convierten en una opción atrac-
mente), de forma que al acortar del tiempo de trata-
tiva en pacientes con respuesta parcial a esteroides
miento puede mejorar de forma significativa el perfil
o sin respuesta a éstos pero con actividad modera-
de seguridad15.
da. Una dosis oral de 4-6 mg/kg/día equivale a una
En un estudio controlado, CyA se mostró tan eficaz dosis de 2 mg/kg/día administrada por vía endo-
como los esteroides convencionales en la induc- venosa. Existen datos similares con el uso de otro
ción de la remisión en CU activa grave. Por tanto, calcineurínico, el tacrolimus o FK 506, procedentes
en pacientes con intolerancia, antecedentes de de series retrospectivas o de estudios abiertos, más
efectos adversos graves o situaciones en las que utilizado que CyA en algunos países del centro de
sea desaconsejable el uso de esteroides (p.e. os- Europa por su manejo más fácil a medio y largo
teoporosis), debe tenerse en cuenta la posibilidad plazo.

A B

C D

Figura 2. Un paciente de 62 años con un brote grave de colitis ulcerosa con criterios de corticorrefractariedad fue tratado con
CyA endovenosa. El enfermo presentó una hemorragia grave que obligó a realizar una colectomía total. El análisis de la pieza
operatoria mostró la presencia de citomegalovirus y el enfermo falleció finalmente por una neumonía postoperatoria que fue la
causa de un distrés respiratorio. El lavado broncoalveolar demostró la presencia de Pnemocystiis jiroveci. (a) Gran inclusión in-
tranuclear en una célula del revestimiento vascular (H-E, 100x); (b) La tinción inmunohistoquímica para citomegalovirus muestra
tinción nuclear y también citoplasmática (CMV, 100x). (c). Rx Tórax PA-L que muestra infiltrados retículo-nodulares y acinosos
de distribución preferentemente central y media en ambos pulmones. (d) Los cortes de TAC de alta resolución confirman la
afectación parenquimatosa e intersticial y la ausencia de compromiso mediastínico o pleural. La presentación radiológica es
característica de infección por Pneumocistis speciaes. El lavado broncoalveolar confirmó la presencia de Pneumocistis jirovecci.
Imágenes cedidas con permiso por los Drs. Jesús Vera (patólogo) y Jose María Marín (neumólogo).

467
Sección 4. Intestino delgado y colon

Infliximab Mantenimiento de la remisión


Infliximab (IFX) es un anticuerpo quimérico mono-
clonal anti-TNF α aprobado para el tratamiento de
Aminosalicilatos
la CU. La eficacia de infliximab en CU fue evaluada Tres cuartas partes de los pacientes que entran en
por Järnerot et al16 en 45 pacientes hospitalizados remisión presentan recidiva en el transcurso de los
por un brote moderado-grave de CU sin respues- siguientes doce meses si no siguen ningún trata-
ta clínica tras cuatro días de tratamiento con cor- miento. Además, diversos estudios retrospectivos
ticoides endovenosos. Los pacientes recibieron coinciden en señalar que el tratamiento a largo pla-
una dosis única de infliximab 5 mg/kg o placebo zo con 5-ASA se asocia a una reducción en el riesgo
observándose una mayor tasa de colectomías a los de desarrollar cáncer colorrectal y/o displasia en
noventa días en los pacientes tratados con place- pacientes con CU de larga evolución.
bo (67%) que en aquellos que recibieron infliximab Tanto los nuevos derivados de 5-ASA como la sa-
(29%). Los pacientes con criterios de CU fulminante lazopirina son superiores a placebo en el manteni-
presentaron peor respuesta que los pacientes con miento de la remisión de la CU18. No existen eviden-
CU moderada-grave. Los estudios ACT-I y ACT-II, cias sobre cuál es la dosis óptima para obtener una
han demostrado que IFX es superior a placebo para mejor prevención de la recidiva, si bien se recomien-
inducir la remisión –incluso en pacientes con fraca- dan dosis iguales o superiores a 1 g/día. La adminis-
so a otros fármacos como 5-ASA, corticoides o tio- tración tópica de 5-ASA es otra alternativa eficaz
purinas– con una eficacia a corto plazo que oscila para el mantenimiento de la remisión en pacientes
entre el 66 y el 85% de los pacientes con CU grave6. con CU distal. Al igual que ocurre con la inducción
Una revisión sistemática reciente que incluyó 34 es- de la remisión, no existe una clara asociación entre
tudios con 896 pacientes con CU demostró que in- eficacia y dosis utilizada y algunos estudios han de-
fliximab es superior a placebo para el tratamiento mostrado que 5-ASA administrado dos o tres veces
de la CU grave, no solo a corto plazo, sino también por semana en forma de enema o supositorio, es
para evitar la colectomía a largo plazo (a los nueve superior a placebo en pacientes con proctosigmoi-
ditis o proctitis. Es muy importante concienciar al
meses de haber iniciado el tratamiento un 40% de
paciente sobre la necesidad de realizar un trata-
pacientes mantenían la remisión sin colectomía). miento de mantenimiento, bien oral o tópico, ya
Recientemente, se han presentado los resultados que la falta de adherencia está directamente rela-
de un estudio aleatorizado en el que se compara- cionada con la aparición de nuevos brotes. En la ac-
tualidad se dispone de nuevas formas de liberación
ban ciclosporina e infliximab para inducir la remi-
de los 5-ASA que permiten la administración del
sión en brotes moderados-graves de CU refractaria tratamiento por vía oral en tomas únicas diarias,
a corticoides endovenosos sin hallar diferencias facilitando un mayor cumplimiento terapéutico a
entre ambos fármacos17. Tanto ciclosporina como largo plazo.
infliximab son fármacos eficaces en el tratamiento
Tiopurinas
del brote grave de CU refractario a corticoides y la
(azatioprina/mercaptopurina)
decisión de usar uno u otro debe individualizarse.
En términos generales, en aquellos pacientes que Las principales indicaciones de las tiopurinas en la
no han recibido nunca azatioprina y presentan un CU incluyen la corticodependencia (indicación en
la que constituyen el fármaco de elección, con una
brote grave de CU el uso de ciclosporina y mante-
eficacia del 65%) y como tratamiento de manteni-
nimiento posterior de la remisión con azatioprina
miento tras alcanzar la remisión con CyA endove-
puede ser una buena alternativa terapéutica. En nosa. La dosis recomendada es 2,5-3 mg/kg/d para
cambio, aquellos pacientes con fracaso previo a azatioprina y 1-1,5 mg/kg/d para mercaptopurina.
azatioprina se benefician más del tratamiento con
Las tiopurinas presentan una incidencia de efectos
infliximab, especialmente por la posibilidad de
adversos/intolerancia considerable, que obliga a la
mantener la remisión. La presencia de hipocoles- retirada del tratamiento en el 20% de los pacientes
terolemia, hipomagnesemia, insuficiencia renal o tratados. Ciertos efectos adversos, como la mielo-
HTA de difícil control también favorece el empleo toxicidad, pueden aparecer en cualquier momento
de infliximab como la decisión más prudente. del tratamiento, lo que obliga a la realización de

468
32. Colitis ulcerosa

controles hematológicos y de la función hepática tiva para pacientes pediátricos o pacientes con in-
de forma trimestral mientras se mantiene el tra- tolerancia a múltiples fármacos.
tamiento. Otro factor limitante de estos fármacos
es su inicio de acción lento, considerándose que su Tratamiento quirúrgico de la colitis
efecto terapéutico se hace patente entre los dos y
seis meses. ulcerosa
Infliximab A pesar de los avances en el tratamiento médico,
aproximadamente un 30-40% de pacientes con CU
Infliximab es un fármaco eficaz para mantener la requieren tratamiento quirúrgico para el control de
remisión en la colitis ulcerosa. Los estudios ACT-I y su enfermedad.
ACT-II mostraron que un 35-40% de los pacientes
se mantenía en remisión a los seis meses del inicio Las indicaciones quirúrgicas en el tratamiento de la
del tratamiento y que un 20-25% de los pacientes CU incluyen: megacolon tóxico, perforación, hemo-
que recibían tratamiento con corticoides en el mo- rragia grave, refractariedad al tratamiento médico
mento de la inclusión en el estudio se mantenían y displasia/cáncer. Retrasar la cirugía en pacientes
en remisión y sin esteroides6. Series posteriores de refractarios al tratamiento médico aumenta el ries-
pacientes que reflejan la realidad de la práctica clí- go de complicaciones postoperatorias. Esto pone
nica diaria han corroborado esta eficacia con tasas de manifiesto la importancia de valorar al paciente
de remisión más elevadas. conjuntamente con el equipo quirúrgico y no retra-
sar la colectomía más de lo necesario, especialmen-
Otras alternativas te en los brotes graves. La intervención quirúrgica
recomendada en un brote grave de CU es la colec-
Al igual que ocurría con el tratamiento para inducir
tomía con ileostomía manteniendo el recto in situ.
la remisión, existen pocas alternativas a aminosali-
La cirugía reconstructiva del tránsito intestinal me-
cilatos y tiopurinas para mantener la remisión en la
diante proctectomía y reservorio ileoanal se realiza
CU. Se dispone de datos prometedores con el uso
habitualmente tras unos meses de la cirugía inicial,
de probióticos como E. coli Nissle 1917 o de algunos
siendo el reservorio ileoanal en J el más utilizado
prebióticos como Plantago ovata, que se han mos-
(figura 3).
trado tan eficaces como la mesalazina en estudios
controlados. En los casos electivos, en los que el paciente pre-
senta un buen estado general, nutricional y con ba-
Existe mucha controversia sobre el uso de meto-
jos requerimientos de medicación, la intervención
trexato en la CU corticodependiente con fracaso
puede realizarse en un solo tiempo quirúrgico.
previo o intolerancia a tiopurinas, los datos al res-
pecto son todavía escasos y discordantes, por lo La realización de una proctocolectomía total con re-
que son necesarios estudios controlados correcta- servorio ileoanal está contraindicada en pacientes
mente diseñados19,20. con disfunción esfinteriana grave, en pacientes con
irradiación pélvica previa y en pacientes con discapa-
Igualmente, los datos acerca de la eficacia de la leu-
cidad psíquica importante, por los malos resultados
cocitoaféresis en el tratamiento de la CU son con-
en cuanto a calidad de vida. También deben conside-
trovertidos. Tras múltiples estudios no controlados
rarse contraindicaciones relativas la edad superior a
que demostraban su eficacia en series abiertas de
sesenta-setenta años y la obesidad importante.
pacientes, el estudio randomizado procedente de
los Estados Unidos no mostró diferencias significa- La cirugía laparoscópica presenta una serie de ven-
tivas entre la leucocitoaféresis con Adacolumn® y tajas respecto a la cirugía convencional, ventajas
las columnas simuladas (placebo)21. No obstante, que aparecen principalmente en el periodo posto-
se están llevando a cabo nuevos estudios contro- peratorio y que están relacionadas con la menor
lados para establecer el papel que puede desem- agresión quirúrgica que supone este tipo de ciru-
peñar este tipo de terapia, especialmente en la CU gía. Estas ventajas incluyen: menor dolor postope-
corticodependiente. La principal ventaja de este ratorio, menor incidencia de íleo paralítico, menor
tratamiento es su perfil de seguridad difícilmente incidencia de complicaciones y una movilización
mejorable, con una incidencia de efectos adversos más rápida del paciente, todo lo cual deriva en una
atribuibles a la técnica casi inexistente, lo que la recuperación más rápida del paciente y una incor-
convierte en una alternativa terapéutica muy atrac- poración más precoz a sus actividades habituales.

469
Sección 4. Intestino delgado y colon

Íleon

Reservorio Manguito
ileal rectal
Ano
Esfínter
anal

Figura 3. Reservorio ileoanal en J.

Otra de las ventajas de la cirugía laparoscópica, que La administración de 5-ASA de forma regular y a
tiene gran relevancia en el tratamiento de enferme- una dosis mínima de 1,2 g/d se asocia a una dismi-
dades benignas (como la CU que afecta a población nución del riesgo de cáncer colorrectal y del riesgo
joven), es el mejor resultado estético. A largo plazo, de displasia y cáncer si se consideran como una
la cirugía laparoscópica se asocia también a una variable conjunta. En pacientes con CU y colangitis
menor formación de adherencias postoperatorias. esclerosante primaria debe considerarse la preven-
ción de cáncer colorrectal mediante la administra-
ción de ácido ursodesoxicólico a una dosis mínima
Displasia y cáncer colorrectal: de 13-15 mg/kg/día.
prevención y diagnóstico Algunos datos recientes sugieren que los inmuno-
moduladores también se asocian a una disminu-
La relación entre CU y cáncer colorrectal está bien
ción del riesgo de CCR. Ello constituye un argumen-
establecida. Aunque los estudios iniciales, basados
to más para incentivar el cumplimiento terapéutico
en series hospitalarias y de grandes centros de re- en estos pacientes. Respecto a los agentes biológi-
ferencia, tenían sesgos de selección que proporcio- cos anti-TNFα, no se dispone todavía de informa-
naron estimaciones del riesgo de cáncer colorrectal ción relevante, la evidencia es escasa y son nece-
inicialmente más elevadas, estudios más recientes sarios más estudios que evalúen este aspecto de
sugieren una menor incidencia tanto en EE.UU forma directa.
como en Europa. Las razones para esta observación
El programa de despistaje debe iniciarse a los ocho
pueden ser: el uso más generalizado de progra-
o diez años del diagnóstico y repetirse periódica-
mas de vigilancia endoscópica, quimioprotección mente (cada uno o dos años). Si existe una colan-
atribuible a aminosalicilatos y mejor control de la gitis esclerosante primaria asociada, el programa
inflamación. A pesar de ello, existe consenso acer- debe iniciarse desde el diagnóstico de la CU.
ca de la conveniencia de realizar programas de vigi-
Clásicamente, el despistaje de displasia en la CU se
lancia para realizar el diagnóstico precoz del cáncer
realizaba mediante la toma de biopsias tomadas al
colorrectal o de la lesión histológica preneoplásica
azar (cuatro biopsias cada 10 cm) y biopsias dirigi-
conocida como displasia. El tiempo de evolución, das de las lesiones visibles. Sin embargo, múltiples
la extensión de la enfermedad, la coexistencia de estudios han demostrado que la cromoendoscopia
colangitis esclerosante primaria, la historia familiar con índigo carmín o azul de metileno permite un
de cáncer colorrectal, el diagnóstico a edades tem- mayor grado de detección de displasia. Aunque no
pranas y la gravedad de la inflamación son factores se conoce el impacto real que ello puede suponer
predisponentes de displasia y cáncer en la CU22. sobre la práctica clínica, es la técnica de elección

470
32. Colitis ulcerosa

para la detección de displasia en pacientes con CU 14. García-López S, Gomollón-García F, Pérez-Gis-


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471
33 Afectación perianal en la
enfermedad inflamatoria
crónica intestinal
Joaquín Hinojosa*, Pilar Nos**
* Servicio de Medicina Aparato Digestivo. Hospital Universitario de Manises. Valencia
** Servicio de Medicina Aparato Digestivo. Hospital Universitario La Fe. Valencia. CIBERehd

Objetivos de este capítulo


Definición y clasificación ❱❱ Describir los tipos de lesiones perianales
de las lesiones característicos de la enfermedad inflamatoria
intestinal.
Con la denominación de enfermedad perianal
(EPA) se incluyen aquellas anomalías anorrectales ❱❱ Conocer los procedimientos disponibles para
(fisura, fístula o absceso, los repliegues cutáneos la correcta identificación y clasificación de
y la maceración perianal) presentes en los pacien- estas lesiones.
tes con enfermedad de Crohn (EC) de cualquier ❱❱ Proporcionar recursos terapéuticos y
otra localización y también aquellos hallazgos pautas concretas de actuación ante la
anorrectales compatibles con dicha enfermedad enfermedad perianal en cualquiera de sus
aunque todavía no exista evidencia objetiva de la manifestaciones clínicas.
misma en otras áreas del intestino1. REFERENCIAS CLAVE
Aunque hasta en un 80% de los pacientes con 1. Dignass A, Van Asschee L, Lindsay JO, Lemann
EC puede existir alguna anomalía perianal a lo M, Söderholm J, Colombel JF et al. Second
largo de su evolución, en la gran mayoría de los European evidence based consensus on
casos ésta no se acompaña de síntomas. Sin em- the diagnosis and management of Crohn’s
bargo, en aproximadamente uno de cada diez disease: current managements. J Crohn´s
pacientes, el primer brote de la enfermedad se Colitis 2010;4:28-62.
asocia a manifestaciones perianales clínicamen- 2. Van Assche G, Dignass A, Panes J, Beaugerie L,
te relevantes. En algunos casos la EPA precede Karagiannis J, Allez M et al. Second European
al resto de manifestaciones, incluso en años; y evidence based consensus on the diagnosis
en raras ocasiones es la única manifestación. La and management of Crohn’s disease:
incidencia global varía mucho según las series, definitions and diagnosis. J Crohn´s Colitis
entre un 20% y un 80%, siendo en general un 2010;4:7-27.
poco más comunes cuando está afectado el co-
3. Van Assche G, Dignass A, Reinisch W, Van der
lon; pero podemos estimar que son clínicamen-
Woude JC, Sturm A, De Vos M et al. Second
te relevantes en aproximadamente uno de cada
European evidence based consensus on
cuatro pacientes1,2.
the diagnosis and management of Crohn’s
La historia natural de la EPA sólo es conocida disease: Special situations. J Crohn´s Colitis
muy parcialmente, y es muy variable según el 2010:63-101.
tipo de lesión y su gravedad. En un estudio de 4. Keshaw H, Foong K, Forbes A, Day R. Perainal
cohorte de inicio (1970-1993) que recoge la to- fistulae in Crohn´s disease: current and future
talidad de los pacientes con EC del condado de approaches to treatment. Inflamm Bowel Dis
Olmsted (Minnesota, EE.UU.) el 20% desarrolla- 2010;16:870-880.
ron fístulas perianales en el seguimiento, siendo
el riesgo acumulativo a los 10 y 20 años del 21%
y 26%, respectivamente. En uno de cada tres

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 473
Sección 4. Intestino delgado y colon

casos, las fístulas fueron recurrentes, ocho de cada estenosis anal, múltiples orificios fistulosos, o esca-
diez fueron sometidos a algún tipo de tratamien- sa sintomatología a pesar de un llamativo aspecto
to quirúrgico, y en uno de cada cuatro se practicó, macroscópico1-3.
además, una resección intestinal. En este sentido
Las fístulas en la EC son la segunda manifestación
una revision realizada en nuestro país que incluye
en orden de frecuencia después de los repliegues
2.391 pacientes con EC, y un seguimiento medio de
cutáneos muy típicos, pero de escasa importancia.
12 años, confirma que uno de cada cuatro pacien-
Pueden originarse en una fisura penetrante o en
tes desarrolla fístulas clínicamente relevantes, la
una glándula anal infectada y es frecuente que exis-
mitad de las cuales son complejas, asociándose con
tan varios orificios fistulosos externos no sólo en la
gran frecuencia a complicaciones como abscesos y
región perianal, sino en zonas más alejadas como
estenosis anal.
los glúteos, muslos o genitales (figura 1). Estas fís-
La EPA incluye tres tipos de lesiones: primarias, se- tulas son crónicas e indoloras, salvo cuando exis-
cundarias y concomitantes o casuales (tabla 1). Las te infección activa. La mayoría suelen ser bajas y
lesiones primarias derivan del proceso patológico simples, pero no son raras las fístulas complejas. Es
primario encontrado en el intestino y reflejan la ac- importante el clasificarlas adecuadamente, puesto
tividad general de la propia EC. Las lesiones secun- que el tratamiento es muy diferente en cada tipo
darias son complicaciones mecánicas o infecciosas de lesión. En la actualidad el sistema más acepta-
de las lesiones primarias, más que una manifesta- do, por su precisión anatómica, sencillez y utilidad
ción directa de la EC. Las lesiones concomitantes clínica es la clasificación de Parks. En ella se utilizan
(o casuales), no relacionadas directamente con la el esfínter anal interno y externo como referencias,
EC, hacen referencia a cualquiera de las lesiones y admite cinco tipos diferentes de fístulas: super-
anteriores que pueden preceder a la aparición de ficial, interesfinteriana, transesfinteriana, supraes-
la enfermedad con independencia de ésta1. finteriana y extraesfinteriana. De una forma más
esquemática pueden ser englobadas en dos gran-
des grupos: fístulas simples y fístulas complejas
Manifestaciones clínicas (tabla 2)3.
El diagnóstico de EPA es relativamente fácil si el
Los abscesos anorrectales son la principal causa de
paciente ya está diagnosticado de EC. Sin embargo,
dolor en el paciente con EPA (figura 2). Alrededor
si las manifestaciones anales son los primeros sín-
del 78% suelen ser abscesos simples, mientras que
tomas de la enfermedad el diagnóstico de EII pue-
el 22% son complejos y/o en herradura.
de ser difícil o pasar desapercibido. La EPA se ma-
nifiesta como erosiones superficiales, repliegues Las estenosis deben ser siempre estudiadas, ya
cutáneos, fisura, fístula, absceso o estenosis anal. que pueden ocultar un absceso o una neoplasia del
Algunas características sugieren una EC como son: canal anal. En el caso de que se trate de estenosis
multiplicidad de las lesiones, localización lateral de fibrosas cortas, pueden ser tratadas por dilatación
las fisuras, úlceras anales y/o perianales profundas, con anestesia, seguida de autodilataciones.

TABLA 1. Clasificación de las lesiones en la enfermedad perianal

Lesiones primarias Lesiones secundarias Lesiones concomitantes

Fisuras anales Fístulas perianales Todas las anteriores con


independencia de la propia
enfermedad
Úlceras cavitadas Fístulas ano/rectovaginales

Colgajos cutáneos edematosos Fístulas rectouretrales


Estenosis anal
Absceso perianal
Colgajos cutáneos

474
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal

Figura 1. Fístulas complejas.

TABLA 2. Clasificación general de las fístulas perianales Aunque en un paciente con EC puede aparecer una
fisura anal típica idiopática, lo habitual es que apa-
❱❱ Fístulas simples rezcan úlceras relacionadas con la enfermedad y
con unas características especiales, entre las que se
• Fístulas superficiales incluyen las siguientes: 1) suelen ser de gran tama-
• Fístulas interesfinterianas
ño y profundas; 2) en un tercio de los casos se tra-
• Fístulas transesfinterianas bajas
ta de lesiones múltiples; 3) alrededor del 70% son
❱❱ Fístulas complejas asintomáticas; 4) la mayoría se sitúan en la línea
media posterior y son poco sintomáticas: de hecho,
• Fístulas transesfinterianas altas
cuando aparecen síntomas hay que pensar en una
• Fístulas supraesfinterianas
• Fístulas extraesfinterianas infección subyacente (figura 2). Todas estas lesio-
• Fístulas con orificio interno por encima de la nes deben ser tratadas, ya que pueden profundizar
línea dentada y lesionar los esfínteres, con el riesgo consiguiente
• Fístulas con múltiples orificios externos de incontinencia. Se carece de estudios específicos,
pero se suelen aplicar los mismos medios que para
❱❱ Fístulas en herradura el tratamiento de las fisuras. En el caso de las fisu-
• Cualquier fístula asociada a incontinencia ras anales no relacionadas con la enfermedad de
• Fístulas ano/rectovaginales Crohn, la manometría anal mostrará generalmente
hipertonía de esfínteres. El tratamiento quirúrgico

Absceso
Úlcera

Figura 2. Úlcera con fístula asociada (izquierda) y absceso con orificios fistulosos.

475
Sección 4. Intestino delgado y colon

de estas fisuras debe hacerse por parte de un ci- menudo hay que completar la exploración con una
rujano especializado, para no comprometer más la ecografía perineal5-7.
función esfinteriana.
La tomografía computarizada (TC) podría ser útil
para identificar abscesos, fístulas u otras complica-
Diagnóstico ciones no sospechadas (infiltración grasa del me-
senterio y retroperitoneo, sinus, adenopatías, etc.);
En la evaluación inicial de la EPA es fundamental
pero en la valoración de la enfermedad perianal,
realizar una correcta exploración de la región anal
especialmente en los trayectos fistulosos localiza-
y perianal así como del periné. Sería aconsejable
dos en pelvis menor y canal anal, su sensibilidad
hacer esta exploración conjuntamente gastroente-
es muy baja (24-60%), por lo que no se lleva a cabo
rólogo y cirujano. No es sencilla, y de hecho muy
habitualmente5-7.
a menudo se debe realizar con anestesia general.
En realidad, la exploración anal con anestesia rea- La RM de la pelvis, sin embargo, es de gran ayuda
lizada por una persona experta es el patrón “oro” en la mayoría de los casos, siendo especialmente
de referencia para la valoración de las fístulas pe- útil para valorar las colecciones purulentas de la
rianales. Dado que por otra parte, la exploración pelvis menor, así como en la demostración de fís-
con anestesia permite en muchas ocasiones llevar tulas ocultas, en la evaluación de la extensión de la
a cabo los primeros gestos terapéuticos, siempre enfermedad proximal y en la delimitación del nivel
debe considerarse como el primer procedimiento, de la fístula, especialmente en los pacientes con
especialmente si la EPA es muy sintomática4,5. sepsis perianal y con síntomas recurrentes refrac-
tarios al tratamiento5,6.
No se puede obviar, por otra parte, un examen
endoscópico del recto para valorar la existencia La combinación de dos de las tres técnicas (explora-
de actividad inflamatoria; una información que es ción efectuada con anestesia, la ecografía endoanal
fundamental a la hora de plantear la estrategia y la RMN) permite clasificar de forma adecuada el
terapéutica. Además, es importante el establecer 95-100% de las lesiones8. En los pacientes con en-
la existencia de actividad inflamatoria y definir la fermedad perianal complicada debería realizarse
gravedad del brote intestinal mediante los criterios una exploración con anestesia junto con alguna téc-
clínicos (índices de actividad) y biológicos (marca- nica de imagen para poder establecer el tratamien-
dores de inflamación) habituales (ver capítulos 31 to médico-quirúrgico más adecuado. La elección de
y 32). las técnicas está fuertemente condicionada por la
experiencia y disponibilidad locales.
Las técnicas complementarias son muchas, pero
en realidad sólo las técnicas ecográficas y la RNM
son realmente relevantes. Así, por ejemplo, la fis- Valoración de la actividad y gravedad de
tulografía tiene una baja sensibilidad diagnóstica las lesiones
(50-60%), por lo que no es clínicamente útil.
El índice de actividad clínica de la enfermedad de
La ecografía endoanal, sin embargo, es una técni- Crohn (CDAI) no es capaz de reflejar la gravedad de
ca de gran ayuda, no sólo por su valor diagnóstico las lesiones perianales, siendo necesario el uso de
(abscesos, trayectos fistulosos, integridad esfinte- índices específicos como el índice de actividad de la
riana, detección de carcinoma), sino también por enfermedad perianal (PDAI)9-10. Una alternativa es
su potencialidad terapéutica (drenajes de coleccio- el índice de Present-Rutgeerts que valora el núme-
nes purulentas, colocación de sedales). Su sensibili- ro de orificios que supuran tanto de forma espontá-
dad y especificidad es superior en la evaluación de nea, como a la presión digital en la región perianal
los abscesos que en la de las fístulas (100% y 77% (figura 3) (tabla 3).
frente a 89% y 66%, respectivamente). La ultraso-
nografía endoscópica (USE), que combina la técni-
ca endoscópica con la ecográfica, ha demostrado
Tratamiento médico
una seguridad diagnóstica similar a la de la RM en El tratamiento de la EPA en los pacientes con EC
la evaluación de las complicaciones perianales y/o debe ser siempre individualizado y en general lo
perirrectales de la EC (abscesos, fístulas) y en la más conservador posible. Los objetivos del trata-
valoración de la región anorrectal en los pacientes miento son obtener la mejoría sintomática y pre-
con estenosis del canal anal. En estos pacientes, a venir las complicaciones, recordando siempre que

476
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal

Pacientes con enfermedad de Crohn

Sin clínica de EPA Con clínica de EPA

Exploración región anal y perianal

Patología
Intentar clasificar las lesiones
Calcular el PDAI

Absceso Fístula Fisura Estenosis Colgajo


Úlcera

A,B "C,D
E/B/F " C " D?
Drenaje
Simple Compleja

A/B " C " D? E " A+C

Figura 3. Aproximación al diagnóstico de las lesiones perianales. A: ecografía endoanal; B: ecografía transperineal; C: resonancia
magnética; D: tomografía de pelvis; E: exploración anestesia, F: ultrasonografía endoscópica.

una cirugía agresiva inoportuna puede tener con- metilprednisolona) pueden usarse en el tratamien-
secuencias indeseables (y a veces definitivas) y que to de la enfermedad activa del recto distal y/o del
es aconsejable realizarla siempre en periodos de canal anal.
inactividad de la enfermedad (excepto el drenaje
de abscesos). En la tabla 4 se indican los principios Tratamiento farmacológico
que deben regir el tratamiento médico y quirúrgico de la enfermedad perianal
de la EPA1,3,6.
En el tratamiento de la EPA se han utilizado diferen-
Tratamiento de la actividad intestinal tes agentes farmacológicos4,6,11.

No hay estudios controlados que analicen la efica- Antibióticos


cia de los aminosalicilatos en el tratamiento de la
El metronidazol es un antibiótico que, a pesar de
EPA: no es probable que sean muy activos. Sola-
la inexistencia de ensayos clínicos controlados, se
mente un estudio abierto sugiere que los pacientes
considera eficaz en el tratamiento de la EPA, ya que
con EC rectal mejoran al ser tratados con suposi-
reduce significativamente el drenaje de las fístu-
torios de 5-ASA; por lo tanto, administrados por
las. La dosis recomendada es de 10-20 mg/kg/día
vía rectal (supositorios, enemas, espuma) pueden
durante 8-12 semanas. Es mejor ajustar las dosis a
mejorar las lesiones cólicas distales.
la baja, porque las dosis altas disminuyen la tole-
Los corticoides sistémicos no están indicados como rancia y suponen un riesgo de neurotoxicidad. Tras
opción única en el tratamiento de la EPA, pero su supresión se suele producir (60%) una recidiva
pueden ser necesarios para controlar la actividad precoz de los puntos de drenaje con una buena res-
intestinal. Los corticoides tópicos (triamcinolona, puesta al retratamiento. Actualmente se considera

477
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 3. Índice de actividad de la enfermedad perianal TABLA 4. Principios generales del tratamiento médico
(PDAI) y quirúrgico de la enfermedad de Crohn perianal

❱❱ Descarga: ❱❱ Tratamiento individualizado.


0. Ausente. ❱❱ Tratar sólo síntomas y complicaciones.
1. Mínimo mucoso. ❱❱ Clasificar las lesiones.
2. Moderado.
❱❱ Establecer si hay afectación rectal.
3. Importante.
❱❱ Tratamiento médico de la enfermedad de Crohn
4. Incontinencia fecal. intestinal activa.
❱❱ Dolor/restricción actividades:
❱❱ Evitar cirugía en presencia de proctitis.
0. No restricción actividades.
❱❱ Evitar grandes heridas quirúrgicas.
1. Escaso disconfort, no restricción.
❱❱ Preservar la función esfinteriana.
2. Moderado disconfort, no restricción.
3. Marcado disconfort, algunas limitaciones.
4. Severo dolor y limitación.
❱❱ Grado de induración:
estos fármacos en la inducción de la remisión
0. No induración. en los pacientes con EPA (OR: 4,44; IC95%1,50-
1. Induración mínima. 13,20). Por ello, las tiopurinas se consideran
2. Induración moderada. indicadas en pacientes con EPA que no han res-
3. Induración marcada. pondido al tratamiento antibiótico combinado,
4. Fluctuación/absceso. que presentan una recidiva precoz, o incluso al
❱❱ Restricción actividad sexual: principio si la fístula es compleja12.
0. No restricción actividad sexual. ❱❱ Infliximab (IFX). Es un anticuerpo monoclonal
1. Restricción leve. dirigido al factor de necrosis tumoral α (TNFα)
2. Limitación moderada. y sus receptores específicos, que resulta eficaz
3. Limitación marcada. en la EC refractaria y/o fistulosa. Ha demostrado
4. Limitación total. ser significativamente superior a placebo en la
❱❱ Tipo de enfermedad perianal: obtención del cierre de las fístulas y en la reduc-
0. Ausente/colgajos cutáneos. ción de los puntos de drenaje (55% y 68% frente
1. Fisura anal o desgarro mucoso.
a 13% y 26% del grupo placebo, respectivamen-
te)13. La dosis recomendada es de 5 mg/kg (per-
2. Menos de tres fístulas perianales.
fusión endovenosa) administrada basalmente y
3. Tres o más fístulas perianales.
a las 2 y 6 semanas. La mayoría de los pacientes
4. Ulceración esfínter anal. responden después de la primera y segunda
dosis, y los que no lo hacen es poco probable
Irvine EJ. J Clin Gastroenterol 1995;20:27-32. que lo hagan a la tercera; en estos casos puede
administrarse una dosis adicional de 10 mg/kg.
Los resultados del estudio ACCENT-II confirman
la eficacia de los tratamientos repetidos a inter-
al ciprofloxacino (500 mg/12 h) como un tratamien- valos de 8 semanas en el mantenimiento de la
to alternativo al metronidazol. Por otra parte, aso- remisión en los pacientes con enfermedad de
ciado al metronidazol (750 mg/día) en pacientes Crohn fistulosa (48% en el grupo de infliximab
refractarios a éste, conduce a la remisión o mejoría frente a 27% en el de placebo) (nivel de eviden-
de las lesiones hasta en un 65% de los pacientes. cia 1b, grado de recomendación A)14.

Inmunomoduladores Por otra parte, se ha observado que si se sus-


pende el tratamiento de mantenimiento con IFX
❱❱ Azatioprina/mercaptopurina: un metaanálisis al cabo de un año en los pacientes con fístulas
de cinco estudios controlados frente a placebo complejas en remisión clínica, la probabilidad
que analizó la eficacia de la azatioprina o MP en de recidiva es del 60% a los seis meses de la
el tratamiento de la EC confirmó la eficacia de suspensión, lo que sugiere la necesidad de pro-

478
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal

rrogar el tratamiento más allá de este periodo (0,2 mg/kg/día). Inconvenientes para su empleo
de tiempo en este subgrupo de pacientes: muy son la necesidad de monitorizar los niveles plas-
probablemente muchos pacientes lo requerirán máticos circulantes, sus efectos secundarios fre-
de forma indefinida. La inyección de infliximab cuentes (HTA, función renal) y la rápida pérdida
en el orificio interno y externo de la fístula y a de respuesta, todo lo cual limita su empleo6. Re-
lo largo del trayecto fistuloso puede facilitar el cientemente, se ha notificado que el tacrolimus
control de la actividad y el cierre del trayecto en administrado tópicamente (preparado para so-
pacientes con fístulas complejas que no han res- lución tópica a partir de la oral o intravenosa ob-
pondido al tratamiento con IFX parenteral15,16. teniendo una concentración final de 0,5 mg/g)
puede ser una alternativa en los pacientes con
La complicación más común asociada al IFX con-
úlceras perineales.
siste en la aparición de abscesos, más probables
si el drenaje de la fístula (o fístulas) no es el más ❱❱ El papel de los biomateriales (fibrina biológica
adecuado, por lo que siempre hay que valorar o materiales basados en el colágeno) así como
el tratamiento combinado con técnicas quirúr- el uso combinado de células madre autólogas y
gicas, especialmente mediante la colocación de biomateriales (fibrina y microesferas) requiere
sedales (ver más abajo)17. validación en ensayos clínicos controlados19.
Cuando se pierda la respuesta, cabe la posi- Oxígeno hiperbárico
bilidad de aumentar las dosis, o disminuir los
periodos entre las administraciones, o ambas Se ha utilizado en el tratamiento de la EC asumien-
cosas, lo que se suele incluir en el concepto de do que existe una alteración en la oxigenación ti-
“intensificación”. Sin embargo, ante cualquier sular que facilita la proliferación de anaerobios. La
posible cambio del tratamiento, se debería elevación de la presión parcial del O2 durante un
reevaluar la situación local para descartar otras periodo de tiempo de 90 minutos en cámara hiper-
causas de refractariedad, como la presencia de bárica (2,5 atmósferas absolutas) ha demostrado su
una estenosis fibrosa, por ejemplo. eficacia en la inducción de la remisión en pacientes
con EC perianal crónica refractaria a otros trata-
Ante una pérdida de respuesta a infliximab, la mientos o como complemento de la cirugía. No hay
primera alternativa es el adalimumab. La dosis datos procedentes de estudios controlados1,3,6.
de inducción es de 160 mg el primer día y 80
mg a las dos semanas, evaluando la respuesta a Tratamiento quirúrgico
las 4 semanas del inicio del tratamiento. En los
Las diferentes y múltiples formas de presentación
respondedores debe continuarse el tratamiento
de las lesiones anales y las posibles combinaciones
(40 mg/2 semanas) teniendo presente que un de cada una de ellas con la EC intestinal con sus
porcentaje de pacientes variable (40-60%) pue- diversos grados de actividad hacen que el enfoque
den requerir ajustes de dosis a 40 mg/semana18. del tratamiento deba ser analizado de forma indi-
❱❱ Ciclosporina: su indicación principal es el tra- vidualizada y en permanente colaboración entre
paciente, gastroenterólogo y cirujano. Con estas
tamiento de la enfermedad perianal activa y el
premisas sólo entre un 3% y un 5% de pacientes
de las fístulas refractarias al tratamiento médi-
con EC perianal van a ser candidatos a cirugía1,3,6.
co convencional y siempre como tratamiento
puente hacia la utilización de azatioprina o MP. Lesiones perianales:
La vía intravenosa es la más adecuada, la dosis indicaciones y técnicas quirúrgicas
óptima es de 5 mg/kg/día y el tiempo de cierre Las alteraciones perianales propias de la EC que
varía entre 4 días y 4 semanas con una mediana pueden requerir intervención quirúrgica son varia-
de respuesta de 2 semanas. El cierre inicial de bles e incluyen los pliegues cutáneos hipertróficos,
las fístulas es del 76% (0-100%) y el cierre man- abscesos perianales, fístulas, fisuras, úlceras del ca-
tenido del 55% (0-100%), no observándose dife- nal anal, estenosis e incontinencia por destrucción
rencias entre los diferentes tipos de fístulas6. esfinteriana, aunque esta última puede ser yatro-
génica en un gran porcentaje de estos pacientes.
❱❱ Tacrolimus: en los pacientes no respondedores Además, pueden aparecer otros procesos anales
a agentes biológicos (infliximab/adalimumab) y de modo concomitante que también pueden te-
antes de plantear una ileostomía puede utilizar- ner indicación de cirugía como las hemorroides,
se como tratamiento de rescate tacrolimus oral la hidrosadenitis supurativa y el carcinoma anal.

479
Sección 4. Intestino delgado y colon

Desde un punto de vista práctico se puede resumir de buenos resultados11,12. Si existiera proctitis limi-
que la cirugía en la EC perianal puede ser de dos tada o riesgo de incontinencia puede emplearse un
tipos: cirugía local, más o menos compleja, para el sedal blando de drenaje a través de todo el reco-
tratamiento específico de las lesiones perianales, y rrido de la fístula o un colgajo de avance mucoso
cirugía mayor o radical, mucho menos frecuente y asociado a la exéresis del trayecto desde el orificio
reservada para casos graves y complejos de EPA. En fistuloso externo hasta el esfínter. Si existe proctitis
función del tipo de lesión anal variará la indicación en actividad el tratamiento médico puede comple-
y la técnica quirúrgica (tabla 5). tarse con un sedal de drenaje.
Cirugía local En las fístulas complejas, el manejo varía en función
de la presencia o ausencia de proctitis. Si no existe
Los repliegues cutáneos rara vez son subsidiarios proctitis o ésta es limitada, el colgajo de avance mu-
de extirpación y, sólo si interfieren seriamente la coso, con exéresis y drenaje del trayecto fistuloso,
higiene local, se puede proceder a su exéresis me- es una buena opción con resultados satisfactorios
diante anestesia local. entre el 60% y el 75%, pudiendo volverse a realizar
El tratamiento del absceso se basa en el drenaje en caso de fracaso; sin embargo, es preferible el
quirúrgico y el empleo simultáneo de antibióticos. empleo de sedales anudados laxamente para que
El drenaje debe llevarse a cabo lo más precozmen- actúen de drenaje. Lo habitual, sin embargo, es que
te posible. Si se trata de cavidades grandes puede estas fístulas se acompañen de afectación rectal, en
ser útil dejar en su interior una sonda tipo Pezzer cuyo caso el tratamiento de elección es el sedal de
para facilitar el drenaje e incluso para poder hacer drenaje asociado a la terapia biológica11,12,17.
irrigaciones. Entre el 45% y el 56% de los abscesos El tiempo de retirada del sedal permanece en dis-
drenados recidivarán con posterioridad. Si tras la cusión17. En las fístulas simples realmente la fis-
intervención la herida no cicatriza debe pensarse tulotomía es la elección y por lo tanto el sedal se
en la existencia de una fístula subyacente en la retirará en ese momento en el supuesto de que se
mayoría de los casos. El tratamiento antibiótico hubiese colocado antes. En las fístulas complejas el
concomitante se basa en la administración de ci- problema es distinto. Si la tolerancia por parte del
profloxacino y metronidazol, a las dosis indicadas enfermo es buena la tendencia es a mantenerlo. No
con anterioridad. obstante, el tratamiento con infliximab propociona
El éxito del tratamiento quirúrgico de las fístulas se la oportunidad de retirar el sedal si la respuesta es
correlaciona con la ausencia de enfermedad rectal satisfactoria, lo que suele ocurrir después de la se-
y con la inactividad de la EC en cualquier tramo del gunda o tercera dosis. En ocasiones el atrapamien-
tubo digestivo. Por ello, es esencial y prioritario el to del sedal puede indicar inicio de fibrosis y marcar
manejo médico preoperatorio de la EC intestinal el momento de la retirada (figura 4).
(tabla 6). Las fístulas simples pueden tratarse de Las fístulas anovaginales o rectovaginales aparecen
forma adecuada mediante la administración de an- en un 9% de las pacientes. Los mismos principios
tibióticos y el control de la actividad intestinal. La que se aplican para el tratamiento de las fístulas
fistulotomía es la técnica de elección con un 80% perianales sirven para este tipo de fístulas20.

TABLA 5. Aproximación al tratamiento quirúrgico de las lesiones propias de la EPA en las que ha fracasado el tratamiento
médico

Tipo de lesión Proctitis Sin proctitis

Repliegues cutáneos No operar Operar sólo si dificultan la higiene


Fisura anal No operar Esfinterotomía en casos muy
seleccionados
Abscesos Drenaje Drenaje
Estenosis Dilatación digital Dilatación digital
Fístula simple (baja) Sedal Fistulotomía
Fístula compleja (alta) Sedal Colgajo de avance endorrectal
Fístula rectovaginal Sedal + ileostomía derivativa Colgajo cutáneo, rectal o vaginal
Asociar o no estoma derivativo
Sepsis perianal Ileostomía vs. proctectomía Estoma derivativo y tratar fístulas

480
33. Afectación perianal en la enfermedad inflamatoria crónica intestinal

TABLA 6. Principios del tratamiento de las fístulas en la Las hemorroides internas son muy poco frecuentes
enfermedad de Crohn perianal y en la mayoría de ocasiones el tratamiento local
con esteroides o pomadas anestésicas es suficien-
te. Si provocan rectorragia es muy difícil discernir
❱❱ Definir actividad intestinal: si se debe a las propias hemorroides o a la infla-
• Gravedad del brote. mación mucosa de la EC. En estas circunstancias
la esclerosis hemorroidal puede ser diagnóstica y
• Tratamiento médico específico.
terapéutica. Rara vez se prolapsan y en estos casos
❱❱ Fístula con dolor asociado: se pueden emplear con gran cautela las ligaduras
• Evaluación cirujano. elásticas o la fotocoagulación por infrarrojos. Sin
• Descartar absceso.
embargo, la posibilidad de que estos métodos
provoquen úlceras, sepsis y estenosis debe balan-
- Exploración bajo anestesia. cearse frente a sus potenciales beneficios. Aunque
- Drenaje + sedal (sobre todo si fístula compleja). la conclusión es que hay que ser lo más conserva-
- Posteriormente RNM pelvis. dores posibles por los problemas mencionados,
algún autor ha obtenido buenos resultados con la
• Tratamiento antibiótico.
hemorroidectomía.
- Metronidazol + ciprofloxacino.
Cirugía mayor o radical
❱❱ Fístula con supuración activa sin dolor:
• Tratamiento antibiótico. La ileostomía derivativa debe ser el primer paso a
considerar ante una sepsis perianal grave, en caso
- Metronidazol y/o ciprofloxacino.
de ulceraciones profundas recurrentes y en fístulas
complejas o rectovaginales21. Con esta técnica se
consiguen hasta el 80-90% de remisiones a corto
plazo, pero un 70% acabarán en proctectomía por
Las fisuras suelen curar espontáneamente (80% de recurrencia de los síntomas a lo largo del tiempo.
los casos) por lo que sólo se planteará la cirugía si la Sólo entre un 10% y un 22% tendrán la posibilidad
fisura es muy dolorosa y ha fracasado el tratamien- de reconstruir la continuidad intestinal. Los mejo-
to médico convencional (aplicación de nitrogliceri- res resultados se obtienen cuando el recto no está
na tópica, diltiazem al 2% en pomada, cremas con afectado y la EC intestinal está inactiva.
anestésicos locales e incluso teóricamente la toxina
El procedimiento de Hartmann se suele realizar
botulínica, aunque con ésta no existe experiencia
como paso intermedio a la proctectomía definitiva
documentada en la EC. De todos modos, en un pa-
en un paciente con proctitis y enfermedad anorrec-
ciente con EC que tenga una fisura anal dolorosa a
tal grave.
pesar de todas estas medidas, y en el que se vaya
a realizar cirugía, resulta obligado descartar otras Aproximadamente el 9-18% de pacientes con EC pe-
causas de dolor como el absceso interesfinteriano. rianal acabarán con una proctectomía e ileostomía
Si la cirugía se indica, la técnica de elección es la definitiva. Sus indicaciones más habituales son la
esfinterotomía lateral interna, preferentemente ce- sepsis perianal grave refractaria al tratamiento mé-
rrada, si no hay proctitis en actividad.

Figura 4. Fístulas con sedal.

481
Sección 4. Intestino delgado y colon

dico-quirúrgico descrito, la estenosis rectal grave, las 7. Ardizzone S, Maconi G, Cassinotti A, Massari A,
úlceras rectales progresivas con gran destrucción ti- Porro GB. Imaging of perianal Crohn’s disease.
sular y la incontinencia por destrucción esfinteriana Dig Liver Dis 2007;39:970-978.
secundaria a la EPA grave. Tras la protectomía puede 8. Schwartz DA, Wiersema MJ, Dudiak, KM et al. A
quedar una herida o sinus perineal persistente (30%) comparison of endoscopic ultrasound, magne-
que es una fuente de morbilidad considerable. tic resonance imaging, and exam under anes-
thesia for evaluation of crohn’s perianal fistu-
Tratamiento general las. Gastroenterology 2001;121:1064-72.
9. Irvine EJ. Usual therapy improves perianal
En cada caso, y considerando cuidadosamente las Crohn’s disease as measured by a new disea-
alternativas, el cirujano, el gastroenterólogo y el se activity index. McMaster IBD Study Group. J
paciente deben consensuar el sistema de trata- Clin Gastroenterol 1995;20:27-32.
miento más adecuado; que a menudo requiere de 10. Hughes LE. Clinical classification of perianal
una combinación de los procedimientos y medidas Crohn’s disease. Dis Colon Rectum 1992; 35:928-
referidas. Durante muchos años se ha recomendado 32.
una aproximación en “escalera”, iniciando el trata- 11. Keshaw H, Foong K, Forbes A, Day R. Perainal
fistulae in Crohn´s disease: current and future
miento por los fármacos más sencillos (antibióticos),
approaches to treatment. Inflamm Bowel Dis
y progresando sucesivamente en caso de falta de 2010;16:870-880.
respuesta, hasta llegar a los tratamientos más “agre- 12. Pearson DC, May GR, Fick GH, Sutherland LR.
sivos”. En muchos pacientes esta estrategia supone Azathioprine and 6-mercaptopurine in Crohn´s
meses de sufrimiento inútil, con la dificultad añadida disease. A meta-analysis. Ann Intern Med
de que las lesiones más evolucionadas pueden ser 1995;123:132-42.
más difíciles de tratar. En algunos tipos de lesión (la 13. Present DH, Rutgeerts P, Targan S et al. Anti-TNF for
mayoría de las fístulas complejas, por ejemplo) es the treatment of fistulas in patients with Crohn´s
mucho más razonable una actitud mucho más inter- disease. N Engl J Med 1999;340:1398-1405.
vencionista al principio, utilizando pronto los trata- 14. Sands B, Abderson F, Bernstein C et al. Infliximab
mientos biológicos que, además, deben combinarse maintenance therapy for fistulizing Crohn’s di-
sease. N Engl J Med 2004;350:876-84.
con medidas quirúrgicas locales y con inmunosupre- 15. Lichtiger SI. Healing of perianal fistulae by local
sores en muchos casos. Lo realmente “agresivo” es injections of antibody TNF. Gastroenterology
tardar en utilizar el tratamiento, lo que puede tener 2008;120(suppl):A 3154
consecuencias muy negativas y definitivas. 16. Poggioli G, laureti S, Pierangeli F et al. Local in-
jection of infliximab for the treatment of pe-
rianal Crohn´s disease. Dis Colon rectum 2005;
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482
34 Manifestaciones
y complicaciones
extraintestinales de la
enfermedad inflamatoria
intestinal
Eduard Cabré, Eugeni Domènech
Unidad de EII, Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Badalona.
Centro de Investigación Biomédica en Red – Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd),
Barcelona

Objetivos de este capítulo


Introducción ❱❱ Describir las manifestaciones y
complicaciones extraintestinales más
La enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa importantes de la colitis ulcerosa y la
(CU) son las principales entidades incluidas bajo enfermedad de Crohn.
el concepto de enfermedad inflamatoria intesti- ❱❱ Proporcionar información acerca de
nal (EII). los síntomas y/o signos que permiten
sospechar el diagnóstico.
Ambas enfermedades deben considerarse como
❱❱ Describir las líneas maestras de su
trastornos sistémicos, ya que con frecuencia apa- tratamiento.
recen síntomas y signos extraintestinales, que no
siempre coinciden con la actividad de la EII de
REFERENCIAS CLAVE
base. Los órganos más frecuentemente afectados
1. Rothfuss KS, Stange EF, Herrlinger KR.
son las articulaciones, la piel, los ojos y la vía biliar. Extraintestinal manifestations and complications
La afectación extraintestinal en la EII depende in inflammatory bowel diseases. World J
Gastroenterol 2006;12:4819-4831.
de varios factores y, a veces, es difícil distinguir
las verdaderas manifestaciones extraintestinales 2. Danese S, Semeraro S, Papa A, Roberto I,
Scaldaferri F, Fedeli G, et al. Extraintestinal
(afectación sistémica primaria) de las compli- manifestations in inflammatory bowel disease.
caciones extraintestinales propias de la enfer- World J Gastroenterol 2005;11:7227-7236.
medad, bien sean secundarias a la inflamación 3. Larsen S, Bendtzen K, Nielsen OH. Extraintestinal
crónica, a la malnutrición o a los efectos adver- manifestations of inflammatory bowel disease:
sos de los fármacos1. Aunque algunas manifesta- epidemiology, diagnosis, and management. Ann
ciones extraintestinales (por ejemplo: colangitis Med 2010;42:97-114.
esclerosante primaria (CEP,) espondilitis anqui- 4. García-Planella E, Domènech E. Osteopenia y
losante) tienen un curso independiente de la osteoporosis en la enfermedad inflamatoria
enfermedad intestinal, en general las manifes- intestinal. Gastroenterol Hepatol 2004;27:417-424.
taciones extraintestinales siguen el curso de la 5. Danese S, Papa A, Saibeni S, Repici A, Malesci
A, Vecchi M. Inflammation and coagulation in
enfermedad de base y pueden tener un impacto
inflammatory bowel disease: The clot thickens.
importante en la calidad de vida, morbilidad y Am J Gastroenterol 2007;102:174-186.
mortalidad de estos pacientes. 6. Gomollón F, Gisbert JP. Anemia and inflammatory
En diferentes series de la literatura, la frecuencia bowel diseases. World J Gastroenterol
2009;15:4659-4665.
de las manifestaciones extraintestinales de la EII

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 483
Sección 4. Intestino delgado y colon

oscila entre el 10% y el 50%2,3. Por otro lado, el de- sistémica de antígenos procedentes de la luz del
sarrollo de una manifestación extraintestinal pare- intestino (sobre todo de origen bacteriano) que pe-
ce incrementar la susceptibilidad a padecer otras. netrarían a través de un epitelio intestinal con una
Enfermedades como la artritis periférica, el eritema función de barrera disminuida, y b) un desborda-
nodoso, la CEP y la uveítis muestran una especial miento de la respuesta inflamatoria intestinal que
propensión a solaparse, lo cual hace pensar en un encontraría en las articulaciones otra localización
mecanismo patogénico común. Se ha sugerido la donde manifestarse.
existencia de una reacción autoinmune frente a
La artropatía enteropática se asocia estrechamente
una isoforma de la tropomiosina (tropomyosin re-
con el HLA-B27, aunque esta asociación es variable
lated peptide) que se expresaría en el ojo (epitelio
en los diferentes tipos de artropatía e incluye aso-
ciliar no pigmentario), la piel (queratinocitos), las
ciaciones con otros marcadores del HLA.
articulaciones (condrocitos) y el epitelio biliar e in-
testinal4,5.
Artritis periférica
La elevada concordancia de manifestaciones extra-
La artritis periférica puede presentarse en dos for-
intestinales de la EII en familiares de primer grado
mas: a) tipo 1 o pauciarticular. Se caracteriza por
sugiere una base genética común1,6. Tanto la CU afectar a menos de cinco articulaciones, cursar
como la EC son trastornos poligénicos y determi- en forma de brotes agudos autolimitados (menos
nados genes de susceptibilidad en el complejo ma- de diez semanas) que, en general, coinciden con
yor de histocompatibilidad (CMH) parecen ligados los brotes de la EII y su frecuente asociación con
al desarrollo de manifestaciones extraintestinales. otras manifestaciones extraintestinales como erite-
En la EC, la comorbilidad extraintestinal es más ma nodoso y uveítis; y b) tipo 2 o poliarticular. En
frecuente en pacientes con HLA-A2, HLA-DR1 y este subtipo la artritis afecta a cinco o más articu-
HLA-DQw5, mientras que en la CU los genotipos laciones, sus síntomas persisten durante meses o
HLA-DRB1*0103, HLA-B27 y HLA-B58 estarían rela- años con independencia del curso de la EII y puede
cionados con manifestaciones articulares, cutáneas asociarse a uveítis pero no a otras manifestaciones
y oculares. Entre el 50% y el 80% de pacientes con extraintestinales.
espondilitis anquilosante son positivos para el HLA-
B27. Además, el haplotipo HLA-B8/DR3 se asocia Las articulaciones más frecuentemente afectadas
con CEP y otras enfermedades autoinmunes en pa- son las rodillas (55%), los tobillos (35%) y las articu-
cientes con CU. Finalmente, los polimorfismos del laciones de los dedos de las manos y los pies (18%).
gen NOD2/CARD15 en la EC no sólo se asocian a Es frecuente la presencia de manifestaciones pe-
afectación ileal sino a la presencia de sacroileítis.
En este capítulo se repasan las manifestaciones y TABLA 1. Clasificación de la artropatía enteropática
complicaciones extraintestinales de la EII más fre-
cuentes, haciendo hincapié en sus aspectos clínicos
y terapéuticos. ❱❱ Artritis periférica.
• Tipo 1 (pauciarticular).
Manifestaciones articulares 1, 6-9 • Tipo 2 (poliarticular).
Los trastornos articulares son, probablemente, la ❱❱ Artritis axial.
manifestación extraintestinal más frecuente de la • Sacroileítis.
EII. Estas artropatías se incluyen en el grupo de las • Espondilitis anquilosante.
llamadas espondiloartropatías seronegativas, bajo
❱❱ Otras manifestaciones.
la denominación de artropatía enteropática. Ésta
puede adoptar dos formas clínicas principales: la • Artralgias.
artritis periférica y la artritis axial, además de un • Entesitis.
variado grupo de otras manifestaciones periar- • Tendinitis.
ticulares (tabla 1). La patogenia de la artropatía • Periostitis.
enteropática no se conoce con exactitud. Las dos • Osteopatía hipertrófica.
hipótesis más verosímiles (y no mutuamente exclu-
• Lesiones granulomatosas articulares.
yentes) son: a) la activación de los mecanismos de
inflamación articular a causa de la llegada por vía

484
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

riarticulares como entesitis o dactilitis. A diferencia de las veces son de características mecánicas sin
de la artritis reumatoide, las artritis periféricas aso- que sea fácil demostrar una relación con la EII. La
ciadas a EII no suelen ser erosivas ni deformantes, entesitis es la presencia de signos inflamatorios
y radiológicamente cursan sin destrucción articu- en la inserción ósea de los tendones, en ausencia
lar. Aunque el momento de aparición es variable, de infección o traumatismo. En la EII la forma más
usualmente se presentan con posterioridad al diag- frecuente de entesitis es la del tendón de Aquiles.
nóstico de la EII (entre el 45% y el 75% de los casos, Otras localizaciones son la fascia plantar y la inser-
según las series). ción del tendón del cuádriceps.

Artritis axial Tratamiento de la artropatía


La afectación axial en la EII se comporta como una enteropática
espondilitis anquilosante idiopática o como una sa- Cuando existe EII conocida o activa, el tratamiento
croileítis asintomática. La espondilitis anquilosante de ésta es prioritario porque en muchos casos –so-
enteropática (EAE) difiere de la idiopática en que bre todo cuando se trata de artritis periférica– me-
puede presentarse a cualquier edad (la idiopática jorará el problema articular. En el caso de la espon-
es más frecuente antes de los 40 años) y no mues- dilitis anquilosante –que, como se ha mencionado,
tra predominio de sexo (la idiopática es 2,5 veces precede con gran frecuencia a la EII– es importante
más frecuente en varones). determinar si esta última está presente ya que el
empleo de AINE puede conducir a la aparición o
Clínicamente, la EAE se manifiesta con dolor de es-
empeoramiento de los síntomas (figura 1). Cuando
palda de características inflamatorias, dolor en las
el tratamiento de la EII no mejora el cuadro artro-
nalgas de carácter esporádico y alternante o dolor
pático, debe aplicarse el mismo tratamiento que en
torácico. Típicamente evolucionan a una anquilosis
las espondiloartropatías primarias. Medidas gene-
ósea generalizada y progresiva desde la región lum-
rales incluyen un adecuado equilibrio entre reposo
bar a la columna cervical. Los cambios radiológicos
y actividad física, mediante programas de ejercicios
de la EAE son semejantes a los de la forma idiopá-
apropiados y regulares, fisioterapia, hidroterapia
tica y consisten en un acortamiento de los cuerpos y estiramientos pasivos de las articulaciones. Los
vertebrales y disminución de su densidad, seguidos AINE tienen un papel relevante en el tratamiento
de calcificación ligamentosa (“columna en caña de de las espondiloartropatías en general, ya que mu-
bambú”). chas veces son el único tratamiento capaz de con-
El curso de la EII y el inicio de la afectación articu- trolar el dolor y la rigidez producidos por la afec-
lar axial son generalmente independientes, y con tación axial. Por tanto, su empleo puede resultar
frecuencia los síntomas preceden en varios años inevitable también en la artropatía enteropática.
a la afectación intestinal. Esta cronología es prác- Sin embargo, debe considerarse que estos fárma-
ticamente la regla en el caso de la CU y aparece en cos comprometen los mecanismos de defensa de la
aproximadamente el 50% de los casos asociados a mucosa gastrointestinal y pueden causar lesiones
EC. La asociación con uveítis, entesitis y artritis pe- –tanto gastroduodenales como íleocólicas– hasta
riférica es mayor en los casos de EII y espondilitis en el 65% de pacientes que los consumen. Por otro
anquilosante que en ausencia de esta última. lado, el tratamiento frecuente o continuado con
AINE produce lesiones como enteritis, colitis o es-
La sacroileítis radiológica es mucho más frecuente tenosis intestinales, que pueden remedar una EII.
que la espondilitis anquilosante y su frecuencia es Se ha argumentado que los AINE pueden desenca-
similar en la CU y en la EC, sobre todo en pacientes denar o reactivar la EII, si bien los datos disponibles
con enfermedad de larga evolución. En la mayo- al respecto son controvertidos. Los AINE inhibido-
ría de los casos, la sacroileítis es asintomática, no res selectivos de la Cox-2 producen menos daño in-
produce dolor ni reducción de la movilidad y no se testinal y en algunos casos pueden ser tan eficaces
asocia a artritis periférica. como los AINE no selectivos, por lo que pueden ser
una alternativa válida a estos últimos.
Otras manifestaciones articulares
La sulfasalazina es un fármaco ampliamente utili-
Las artralgias, caracterizadas por dolor articular sin zado para el tratamiento de las espondiloartropa-
signos inflamatorios asociados, ocurren en una ter- tías, dados sus conocidos efectos beneficiosos en
cera parte de los pacientes con EII. La mayor parte la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante

485
Sección 4. Intestino delgado y colon

Espondilitis anquilosante
(probabilidad de EII 5-10%

Sí ¿Síntomas intestinales? No
(diarrea, sangre en heces, dolor abdominal)

Realizar
ileocolonoscopia No realizar
ileocolonoscopia

No
¿Colitis ulcerosa?
¿Enfermedad de Crohn?
¿Inflamación intestinal No
subclínica?

Tratar la EII
Evitar AINEs Tratar la EA:
Infliximab si es necesario - ¿AINEs?
- Infliximab si es necesario
- Esteroides locales

Figura 1. Algoritmo de manejo de la espondilitis anquilopoyética en función de la afectación intestinal (modificado de referencia 8).

idiopática y la propia EII. Sin embargo, estudios otras medidas 10. También el etanercept ha demos-
controlados más recientes indican que su papel trado ser eficaz en el tratamiento de la espondilitis
en el tratamiento de las espondiloartropatías está anquilosante. Sin embargo, su falta de eficacia en
restringido a la artritis periférica7. El papel de la la EII constituye una limitación importante para su
mesalazina en la artropatía enteropática no ha sido empleo en los casos de espondiloartropatía ente-
evaluado. Los corticoides sistémicos sólo son útiles ropática11.
para el control de la enfermedad intestinal, y quizás
para el manejo de la artritis periférica, pero no para
la artropatía axial. Su administración intrarticular
Manifestaciones dermatológicas 1,6,9,12
puede ser útil si hay pocas articulaciones afectadas. Aproximadamente una tercera parte de las mani-
Los inmunosupresores (azatioprina, metotrexato) festaciones extraintestinales de la EII afectan a la
no son útiles en la artropatía enteropática. piel y las mucosas. Estas manifestaciones incluyen
básicamente a las siguientes:
Finalmente, los agentes anti-TNF son una alternati-
va terapéutica válida en casos rebeldes de artropa- Pioderma gangrenoso
tía enteropática. El infliximab se ha mostrado eficaz
en el tratamiento de la artritis, tanto axial como El pioderma gangrenoso es una dermatosis neutro-
periférica en pacientes con EII, por lo que su uso fílica ulcerativa grave de carácter no infeccioso. Es
puede ser recomendable en casos refractarios a más frecuente en la CU (entre el 1% y el 10% de

486
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

los pacientes lo presentan en algún momento de su la enfermedad de base. Respecto al primer punto,
evolución) que en la EC. También puede asociarse el manejo local de las lesiones debe ir encaminado
a otras enfermedades, como síndromes mieloproli- a prevenir la sobreinfección, mediante la aplicación
ferativos o enfermedades reumatológicas. Alrede- de apósitos húmedos. Por otra parte, los cortico-
dor del 30% de los casos ocurre en pacientes sin esteroides sistémicos, se consideran, en general,
ninguna otra enfermedad de base. La patogenia del como el tratamiento de elección12. Para los casos
pioderma gangrenoso no es bien conocida, aunque refractarios, la administración de ciclosporina A, a
se cree que es debida a un trastorno de la inmuni- la dosis de 3 a 5 mg/kg/día ha demostrado ser efi-
dad celular que conduce a una función anormal de caz sola o asociada a corticoesteroides 12. El inflixi-
los neutrófilos. mab se ha utilizado en los últimos años con buenos
resultados 13, 14.
Se han descrito cuatro variantes de pioderma gan-
grenoso (figura 2): 1) ulcerado, 2) pustuloso, 3)
ampolloso, y 4) vegetante. Las formas ulceradas y
Eritema nodoso
pustulosas son las que se asocian a EII, enfermeda- El eritema nodoso es la causa más habitual de
des reumatológicas o neoplasias; las formas ampo- nódulos inflamatorios en las extremidades infe-
llosas suelen relacionarse con síndromes mielopro- riores. Alrededor del 10% de los casos de eritema
liferativos, mientras que el pioderma gangrenoso nodoso se asocian a EII, tanto CU como EC, aunque
vegetante no suele asociarse a enfermedad de base con mayor frecuencia se asocia a otras situaciones
alguna. patológicas como: infecciones estreptocócicas, fár-
macos, sarcoidosis, etc. El eritema nodoso es seis
El pioderma gangrenoso puede preceder, coinci-
veces más frecuente en mujeres que en varones,
dir o seguir al diagnóstico de EII. En su forma más
con un pico de edad de incidencia entre los veinte
típica, se inicia con dolor, seguido de una pústula
y los treinta años. Se atribuye a una reacción de hi-
que rápidamente evoluciona a úlcera, con un cen-
persensibilidad con depósito de inmunocomplejos
tro necrótico estéril rodeado de un borde violáceo.
en las vénulas de los septos de tejido conectivo del
La localización más habitual son las extremidades
tejido celular subcutáneo.
inferiores, pero puede aparecer en cualquier loca-
lización. El pioderma gangrenoso es un diagnóstico Clínicamente se caracteriza por la aparición brusca
de exclusión y el examen histológico, aunque no de nódulos subcutáneos múltiples, bilaterales, si-
es específico, permite descartar otras etiologías. métricos, calientes, dolorosos y de coloración rojo-
La tabla 2 muestra un listado de las enfermedades violácea. Estas lesiones ocurren más a menudo en
a considerar en el diagnóstico diferencial de esta la cara anterior de la pierna, pero pueden apare-
entidad. El tratamiento del pioderma gangrenoso cer en las pantorrillas, el tronco o la cara. A veces
debe dirigirse tanto a las lesiones cutáneas, como a puede haber sintomatología sistémica en forma de

A B C D

Figura 2. Variantes de pioderma gangrenoso: ulcerado (A), pustuloso (B), ampolloso (C) y vegetante (D).

487
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 2. en pacientes con EII debe restringirse por su capaci-


Diagnóstico diferencial del pioderma gangrenoso dad para empeorar el cuadro intestinal.

Síndrome de Sweet
❱❱ Infecciones.
El síndrome de Sweet es una dermatosis neutrofíli-
• Bacterianas.
ca poco frecuente que, en ocasiones, se asocia a la
• Micobacterianas. EII. Descrita originalmente como una manifestación
• Fúngicas. cutánea que puede acompañar a estados febriles
• Parasitarias. agudos (70% de los casos), también se ha descrito
• Víricas. asociada a neoplasias (10% de casos), EII (15% de
❱❱ Síndrome de Sweet. casos) o al embarazo (5% de casos). Habitualmente
afecta a adultos con edades comprendidas entre
❱❱ Picaduras de araña.
treinta y sesenta años, predominantemente mu-
❱❱ Neoplasias. jeres (3:1). Las lesiones características son placas
• Carcinoma espinocelular. eritematosas, dolorosas, de bordes bien definidos,
• Carcinoma basocelular. de entre 2 y 10 cm de diámetro, que se distribuyen
• Linfoma cutáneo de células T. –habitualmente de manera asimétrica– en cara,
cuello, parte superior del tronco y extremidades. El
❱❱ Halogenoderma (yodo, bromo).
inicio es abrupto y las lesiones crecen rápidamente.
❱❱ Vasculopatía periférica. Son frecuentes la fiebre, mialgias, artritis, conjunti-
• Insuficiencia arterial o venosa. vitis, leucocitosis y afectación renal. Desde el punto
• Síndrome antifosfolípido. de vista histológico es característica la presencia
• Tromboflebitis con gangrena. de un denso infiltrado neutrofílico perivascular sin
❱❱ Enfermedades sistémicas. signos de vasculitis. El tratamiento de elección con-
siste en la administración de corticosteroides por
• Lupus eritematoso sistémico.
vía sistémica.
• Artritis reumatoide.
• Enfermedad de Behçet. Manifestaciones orales
• Granulomatosis de Wegener.
Las manifestaciones orales asociadas a EII incluyen
la estomatitis aftosa, la nodularidad mucosa (em-
pedrado) y la pioestomatitis vegetante. Estas ma-
nifestaciones aparecen en alrededor del 10% de los
fiebre, quebrantamiento y artralgias. Habitualmen- pacientes con EII (sobre todo, EC) y pueden prece-
te, las lesiones evolucionan en tres a seis semanas der al diagnóstico de esta última.
sin producir ulceración y no dejan cicatriz, aunque
las manchas residuales –semejantes a equimosis–
pueden permanecer durante meses. En pacientes
Manifestaciones oculares 1,6,9,15
con EII los brotes de eritema nodoso se asocian a Las manifestaciones oculares de la EII son raras
menudo con brotes de la enfermedad intestinal, (menos del 10% de casos) pero con frecuencia son
con independencia de su localización y gravedad. ignoradas o confundidas con trastornos banales
frecuentes, a pesar de que pueden comportar pro-
El diagnóstico de eritema nodoso es casi siempre
blemas graves, incluida la ceguera. El examen of-
clínico. De ser necesaria, la biopsia debe interesar
siempre el tejido celular subcutáneo, pues de otro talmológico debería formar parte de las exploracio-
modo el diagnóstico histológico es imposible. nes de rutina en los pacientes con EII. Los síntomas
oculares en la EII son a menudo inespecíficos y su
Cuando se asocia a EII, el eritema nodoso habi- relevancia puede pasar por alto, tanto al paciente
tualmente se resuelve con el tratamiento del brote como al médico. Es importante recordar que estas
intestinal, y recurre con las recidivas de la enfer- manifestaciones pueden preceder al diagnóstico
medad. En casos particularmente intensos, la ad- de CU o EC y que a menudo coexisten con otras
ministración de yoduro potásico por vía oral se ha manifestaciones extraintestinales de la EII, en es-
demostrado útil. Aunque el empleo de Aspirina® y pecial artritis y eritema nodoso. Dicha asociación
otros AINE es eficaz para el eritema nodoso, su uso podría ser debida a las similitudes entre la micro-

488
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

vasculatura sinovial y la de la úvea, ambas con gran TABLA 3. Manifestaciones oculares de la enfermedad
capacidad de presentación de antígenos, migración inflamatoria intestinal
leucocitaria y activación de citocinas. Como ya se
ha mencionado, otros apuntan a la existencia de
una proteína específica del colon (una isoforma de ❱❱ Frecuentes.
la tropomiosina) con reactividad cruzada en el te- • Episcleritis.
jido ocular, articular, cutáneo y de las vías biliares. • Escleritis.
La tabla 3 ofrece un listado de la manifestaciones • Uveítis.
oftalmológicas asociadas a EII. ❱❱ Raras.
• Queratitis.
Episcleritis
• Retinitis.
La inflamación de la episclera –la capa ricamente • Uveítis intermedia (pars planitis).
vascularizada justo por debajo de la conjuntiva– es
• Enfermedad marginal de la córnea.
la complicación ocular más frecuente de la EII. Tí-
picamente, aparece coincidiendo con un brote de • Escleromalacia perforans.
inflamación intestinal y muchas veces se resuelve • Enfermedad inflamatoria orbitaria.
con el tratamiento del mismo. • Oclusión de las arterias retinianas.

Se debe sospechar una episcleritis en pacientes con • Oclusión de la vena central de la retina.
EII que presenten un enrojecimiento ocular agudo • Neuritis óptica.
con sensación de irritación o quemazón. El dolor, ya • Vasculitis de los vasos de la retina.
sea espontáneo o a la palpación, es frecuente. No
existe pérdida de visión, fotofobia, ni reactividad
anormal de la pupila. La episcleritis puede confun-
dirse con la mucho más frecuente conjuntivitis, la
tenso, con discreto enrojecimiento anterior. Esta
cual suele debutar en un solo ojo y es mucho me-
situación es potencialmente grave ya que puede
nos sintomática que la episcleritis. El examen of-
desembocar en un desprendimiento de retina o en
talmológico muestra enrojecimiento focal o difuso
un edema papilar.
y es posible observar áreas blancas de esclerótica
rodeadas de vasos episclerales dilatados que des- La escleritis debe tratarse agresivamente con cor-
aparecen tras la aplicación tópica de fenilefrina. ticosteroides sistémicos, AINEs o inmunosupreso-
res, con objeto de prevenir la pérdida de visión. La
El tratamiento depende de la gravedad de los sínto- sospecha de este diagnóstico requiere la consulta
mas. La aplicación de compresas frías y colirios de urgente con un oftalmólogo.
corticoides puede ser suficiente (además del trata-
miento de la enfermedad de base). En algunos ca- Uveítis
sos pueden ser necesarios los AINE, aunque deben
utilizarse con precaución ya que pueden exacerbar Esta afección comporta la inflamación de la capa
la enfermedad intestinal. vascular del ojo, ya sea en su porción anterior –el
iris y el cuerpo ciliar– como posterior, afectando al
Escleritis vítreo, la coroides e incluso la retina. Con frecuen-
cia, la uveítis asociada a EII se acompaña de mani-
La escleritis es un trastorno ocular más grave que festaciones cutáneas y articulares.
la episcleritis, ya que puede disminuir la visión. Los
pacientes a menudo aquejan dolor ocular intenso Los pacientes con uveítis anterior presentan dolor
asociado a dolor a la palpación. En la escleritis, ade- ocular, visión borrosa y fotofobia. En casos graves,
la pupila está miótica y con escasa respuesta a la
más de los vasos episclerales y conjuntivales, están
luz. El enrojecimiento ocular en la uveítis se carac-
inyectados los vasos esclerales profundos. Los va-
teriza por la presencia de flush ciliar, caracterizado
sos esclerales ingurgitados no “desaparecen” con la
porque el enrojecimiento es más intenso en la zona
fenilefrina tópica.
perilímbica (figura 3A). Ante una disminución mar-
Ocasionalmente, la escleritis puede afectar al polo cada de la agudeza visual debe sospecharse la exis-
posterior del globo ocular. En tal caso, el paciente tencia de uveítis posterior con posible afectación
aqueja dolor ocular profundo de moderado a in- retiniana (figura 3B). Ello comporta una verdadera

489
Sección 4. Intestino delgado y colon

A B

Figura 3. Uveítis anterior (A) y posterior (B) con afectación retiniana.

urgencia oftalmológica. El diagnóstico definitivo se vidar las causas habituales de hepatopatía crónica
establece mediante examen con lámpara de hen- en la población general: virus hepatotropos, alco-
didura. hol, etc.). En otras ocasiones, la alteración hepática
tiene una base inmunológica y puede considerarse
Como en el caso de la espondilitis anquilosante, la
una verdadera manifestación extraintestinal de la
uveítis relacionada con la EII se asocia con frecuen-
EII. La más frecuente de las manifestaciones hepa-
cia a la presencia de HLA-B27. La uveítis puede apa-
tobiliares de base inmune en estos pacientes es la
recer durante los brotes de EII, en periodos de re-
colangitis esclerosante primaria (CEP), pero tam-
misión, e incluso antes del diagnóstico de la misma.
bién se han descrito hepatitis autoinmunes y sín-
La complicación más importante a largo plazo de dromes de overlap.
la uveítis es la formación de adherencias intraocu-
lares debidas al proceso inflamatorio, que pueden Colangitis esclerosante primaria17, 18
conducir al desarrollo de glaucoma secundario o
cataratas. También se pueden producir anomalías La CEP es una hepatopatía crónica colostásica ca-
pupilares y disfunción macular. racterizada por inflamación y fibrosis de los con-
ductos biliares intra- y extrahepáticos que conduce
El tratamiento de la uveítis se basa en la aplicación inexorablemente a cirrosis. La mayor parte de casos
de ciclopléjicos y esteroides tópicos. Con frecuencia de CEP se asocian a EII, la cual casi siempre precede
son también necesarios los esteroides sistémicos o al desarrollo de la hepatopatía. En Europa y Estados
el uso de inmunosupresores. Las experiencias con Unidos, se estima que entre el 70% y el 80% de los
agentes biológicos deben considerarse todavía muy pacientes con CEP padecen también EII, predomi-
preliminares16. En determinados casos de gravedad nantemente CU. La frecuencia de CEP entre los pa-
extrema, la uveítis ha respondido a la colectomía. cientes con EII es, sin embargo, relativamente baja.
De hecho, sólo la llegan a padecer el 2-4% de los
Manifestaciones hepatobiliares enfermos con CU, y el 1,5-3,5% de los pacientes con
EC. Una descripción más pormenorizada de esta
Las enfermedades hepatobiliares son frecuentes
enfermedad puede consultarse en el capítulo 66.
en los pacientes con EII. De hecho, la frecuencia
de alteraciones de las pruebas de función hepática Brevemente, un número sustancial de pacientes
en series amplias de pacientes oscila entre el 10% (entre el 15% y el 40%) se encuentran asintomáti-
y el 50%. En muchos casos, sin embargo, estas al- cos en el momento del diagnóstico y la sospecha se
teraciones pueden ser atribuidas a alguno de los establece por la alteración de las pruebas de labo-
medicamentos utilizados para el tratamiento de la ratorio. Es importante señalar que hasta un 17% de
enfermedad, a trastornos nutricionales asociados a pacientes asintomáticos pueden tener signos histo-
la misma o al uso de nutrición parenteral (sin ol- lógicos de cirrosis en el momento del diagnóstico.

490
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

Otros pacientes presentan síntomas como astenia, dad de valorar el parénquima hepático y las estruc-
prurito, fiebre, ictericia o pérdida de peso, que pue- turas vasculares en busca de signos de cirrosis y/o
den remontarse hasta dos años antes del diagnósti- hipertensión portal.
co. La probabilidad de supervivencia es menor con
Dada la sensibilidad de la colangiografía para el
respecto a la de la población general de su misma
diagnóstico, la biopsia hepática sólo se hace nece-
edad y sexo incluso en pacientes asintomáticos, y
saria para evaluar el estadio histológico de la en-
aún más en los sintomáticos (96% vs. 75% vs. 56% a
fermedad. El dato histológico más característico,
8 años, respectivamente)19.
como es la colangiopatía fibroobliterante, se ve
El hallazgo de laboratorio más característico es la raramente, siendo más frecuente la observación de
elevación de la fosfatasa alcalina y de la γ-GT séri- fibrosis periductal con inflamación, la proliferación
cas. De hecho, en el 95% de los casos la fosfatasa ductular y la ductopenia. La tabla 4 muestra los di-
alcalina se encuentra entre tres y diez veces por ferentes estadios histológicos de la enfermedad.
encima del límite superior de normalidad. Los nive-
Una de las limitaciones de la biopsia hepática es el
les de ALT y AST también presentan habitualmente
error de muestreo, dado el carácter no uniforme de
elevaciones más modestas (de dos a tres veces el
la afectación biliar.
valor normal). Las cifras de bilirrubina pueden estar
elevadas, pero son normales en hasta el 60% de los Además de la EII, la CEP puede asociarse a otras en-
casos en el momento del diagnóstico. La presen- fermedades. Las más frecuentes son: pancreatitis
cia de hiperbilirrubinemia marcada es un signo de crónica (10% a 25%), diabetes mellitus (5% a 15%),
alarma ya que puede indicar enfermedad avanza- y tiroiditis autoinmune (3% a 5%). Otras asociacio-
da, existencia de coledocolitiasis sobreañadida o el nes más raras se enumeran en la tabla 5.
desarrollo de un colangiocarcinoma (ver más ade-
Entre un 10-15% de los pacientes con CEP sinto-
lante). Los niveles séricos de albúmina y el tiempo
mática desarrollan cálculos en las vías biliares que
de protrombina sólo se alteran en la enfermedad
a menudo obligan a llevar a cabo técnicas de des-
avanzada con insuficiencia hepatocelular grave.
compresión biliar, especialmente cuando aparecen
La colangiografía se considera el “estándar de oro” en etapas tempranas de la enfermedad. Siempre
en el diagnóstico de CEP. La fibrosis segmentaria de que sea factible, ésta se llevará a cabo por vía en-
los conductos biliares con dilataciones saculares de doscópica o percutánea. En caso contrario es nece-
las zonas respetadas produce una imagen caracte- sario recurrir a técnicas quirúrgicas de extracción
rística de “cuentas de rosario” que puede verse en de cálculos o anastomosis bilioentérica.
los casos más floridos. En otras ocasiones el cuadro
radiológico no es tan abigarrado. La afectación de
TABLA 4. Estadios histológicos de la colangitis
los conductos biliares intrahepáticos ocurre prácti-
camente en el 100% de los casos y en la mayoría
esclerosante primaria
de ellos tanto la vía biliar intra- como extrahepática
están afectadas. ❱❱
Estadio I o portal.
Se identifica colelitiasis, a menudo asintomática, en
• Inflamación en la membrana limitante,
alrededor del 20% de casos.
habitualmente
❱❱ Estadio sin fibrosis.
II o periportal.
Las técnicas colangiográficas más ampliamente
• Inflamación y edema que sobrepasa la
utilizadas en el diagnóstico de CEP han sido la co- membrana limitante.
langiografía retrógrada endoscópica y, en menor
• Aumento del tamaño de los espacios porta.
medida, la colangiografía transparietal. Cada vez
se utiliza más la colangiografía mediante técnicas • Es frecuente la presencia de fibrosis concéntrica
de resonancia magnética nuclear, que ha mostra- alrededor de los ductos biliares.
do tener una precisión diagnóstica superior al 90%, ❱❱ Estadio III o septal.
aunque con esta técnica la longitud de las estenosis • Presencia de fibrosis septal o en puentes, junto a
puede sobreestimarse. Entre las ventajas de esta necrosis en puentes.
técnica cabe citar: la posibilidad de visualizar los ❱❱ Estadio IV.
conductos biliares proximales a las zonas obstrui- • Presencia de cirrosis biliar secundaria bien
das, una mayor facilidad –al menos teórica– para establecida.
detectar la transformación neoplásica y la capaci-

491
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 5. nes (TEP) está por demostrar. Finalmente, la biop-


Enfermedades asociadas a CEP (además de la EII) sia endoscópica y la citología por cepillado son muy
específicas pero poco sensibles para la detección
de este tumor. Probablemente debido a todas estas
❱❱ Pancreatitis. dificultades, las opciones terapéuticas en el colan-
❱❱ Diabetes mellitus. giocarcinoma son limitadas. Si la enfermedad está
❱❱ Tiroiditis autoinmune. avanzada, la radioterapia y/o quimioterapia son
❱❱ Síndrome de Sjögren. poco eficaces y el trasplante hepático con intención
curativa no suele tener éxito, salvo en pacientes
❱❱ Púrpura trombocitopénica inmune.
muy seleccionados.
❱❱ Anemia hemolítica autoinmune.
❱❱ Gromerulonefritis membranosa. Diversos estudios sugieren la existencia de un in-
cremento en el riesgo de desarrollar displasia y
❱❱ Enfermedad celiaca.
cáncer colorrectal (CCr) en pacientes con CU y CEP,
❱❱ Artritis reumatoide. respecto a los que padecen sólo CU. La incidencia
❱❱ Fibrosis retroperitoneal. acumulada de CCr a los 10, 20 y 25 años se ha esti-
❱❱ Esclerosis sistémica. mado el 5%, 30% y 50% respectivamente en los pri-
❱❱ Enfermedad de Peyronie. meros, frente al 2%, 5% y 10%, respectivamente en
❱❱ Lupus eritematoso sistémico.
los segundos. No todos los estudios, sin embargo,
coinciden en señalar estas diferencias.
❱❱ Vasculitis.
El tratamiento de la CEP puede ser consultado en el
capítulo 66. Brevemente, incluye:
Hasta un 5-10% de los pacientes con CEP pueden
desarrollar una marcada estenosis de la vía biliar. ❱❱ Medidas terapéuticas específicas para el control
Su presencia debe sospecharse ante un aumento de los síntomas y la progresión de la enfermedad.
relativamente brusco de los enzimas de colostasis
❱❱ Abordaje endoscópico/quirúrgico de las esteno-
o de la bilirrubina, ictericia progresiva, o colangi-
sis significativas.
tis bacteriana. Su manejo exige la administración
de antibioterapia empírica por vía sistémica y la ❱❱ Trasplante hepático en los estadios avanzados
posterior dilatación de la estenosis, mediante ba- de la enfermedad. Este último comporta tasas
lón o mediante la colocación de una prótesis. En de supervivencia que oscilan entre el 90% y el
todos estos casos se hace necesaria una citología 97% a un año, y entre el 83% y el 88% a los cinco
por cepillado y biopsia para descartar el colangio- años.
carcinoma que es la complicación más temible de
Indicaciones claras de trasplante son:
la enfermedad. Su prevalencia oscila entre el 4% y
el 20% en centros de referencia. Debe subrayarse ❱❱ Colangitis bacteriana recurrente a pesar de tra-
que del 30% al 50% de los colangiocarcinomas se tamiento médico y endoscópico.
diagnostican durante los dos primeros años tras el
diagnóstico de CEP. Después, el incremento de ries- ❱❱ Obstrucción grave de la vía biliar extrahepática
go anual se estima en el 0,5-1,5%. No se conocen que no se pueda reparar quirúrgicamente.
bien los factores de riesgo de colangiocarcinoma, ❱❱ Hemorragia incontrolada por varices periosto-
aunque se ha sugerido una relación estrecha con males (en pacientes portadores de colectomía
el tabaquismo. Algunos estudios señalan una cierta total e ileostomía).
coincidencia entre el desarrollo de colangiocarcino-
ma y de displasia o cáncer colorrectal en pacientes El prurito intratable puede ser también una indica-
con CU. ción de trasplante hepático. Un hecho destacable
es el aumento de la actividad inflamatoria intestinal
El diagnóstico de colangiocarcinoma es difícil. Mar- observado en el 30-50% de pacientes trasplantados
cadores tumorales como el CA 19-9 son de dudosa por CEP, algunos de los cuales han requerido proc-
utilidad y las técnicas de imagen como la ecografía, tocolectomía. Asimismo, la frecuencia de inflama-
la TC o la RMN son poco sensibles para distinguir ción del reservorio íleo-anal parece superior en
entre CEP con y sin un colangiocarcinoma injerta- pacientes portadores de trasplante hepático. Por
do. Por otro lado, la eficacia de nuevas técnicas de otra parte, cada vez hay más evidencia de que la
imagen como la tomografía de emisión de positro- CEP puede recurrir tras el trasplante hepático (has-

492
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

ta entre un 10% a 20% de casos). Se ha descrito El tratamiento de la osteopenia asociada a los pa-
un aumento de la actividad inflamatoria intestinal cientes con EII no es fácil porque en estos pacientes
en el 30-50% de pacientes trasplantados por CEP, no se han llevado a cabo ensayos clínicos en los que
algunos de los cuales han requerido proctocolec- el objetivo primario sea la prevención de fracturas.
tomía. Asimismo, la frecuencia de inflamación del Por otra parte, la extrapolación de los resultados
reservorio íleo-anal parece superior en pacientes de ensayos llevados a cabo primariamente en pa-
portadores de trasplante hepático. Datos recientes, cientes con osteopenia/osteoporosis no es posible,
que requieren verificación, sugieren que la colecto- ya que estos estudios incluyen un gran número de
mía previa podría proteger de la recurrencia de la mujeres postmenopáusicas, cuyas características
enfermedad hepática. no son semejantes a las de los pacientes con CU o
EC. La figura 4 muestra una propuesta de enfoque
diagnóstico y terapéutico de la osteopatía metabó-
Osteopatía metabólica 20 lica en la EII20.
La EII se asocia a un riesgo incrementado de os-
Un estudio controlado con pocos pacientes sugiere
teopenia y osteoporosis. Las tasas de prevalencia
que un año de tratamiento con alendronato mejora
oscilan entre el 2% y el 30% para la osteoporosis, y
la densidad mineral ósea espinal en pacientes con
entre el 40% y el 50% para la osteopenia. Sin em-
EII. Asimismo, la azatioprina parece tener cierto
bargo, esto no se traduce en un aumento unifor-
grado de eficacia en retardar la pérdida de masa
me del riesgo de fractura espontánea en los tres
ósea en estos pacientes (cuando menos, su uso su-
estudios de base poblacional publicados hasta la
pone un ahorro de esteroides).
fecha21-23 (tabla 6).
Las recomendaciones de los expertos en cuanto al
La pérdida de masa ósea es un proceso de etiología
tratamiento de la osteopatía metabólica en la EII no
multifactorial. Además de las causas que operan en
difieren demasiado de las que se aplican a la pobla-
la población general (edad avanzada, sexo femeni-
ción general. Se recomienda el uso de suplementos
no, sedentarismo, tabaquismo, etc.), en los pacien-
de calcio y vitamina D en pacientes de más de se-
tes con EII existen factores nutricionales (malnutri-
senta años, tratamiento con bifosfonatos si existe
ción, ingesta pobre de calcio, déficit de vitamina D
osteoporosis o fracturas osteoporóticas y terapia
y vitamina K), factores yatrogénicos (relacionados
hormonal sustitutiva en casos de menopausia pre-
con el uso de corticosteroides) y factores relaciona-
coz o hipogonadismo masculino, etc.
dos con la propia inflamación intestinal.

TABLA 6. Riesgo de fractura ósea en la EII en estudios de base poblacional

Autor, año n EII Grupo RR (IC 95%)


Vestergaard, 2000 22
817 pac. CU Todos 1,1 (0,8-1,6)
635 con. EC Todos 1,7 (1,2-2,3)*
Mujeres 2,5 (1,7-3,6)*
Mujeres premen. 2,9 (1,8-4,8)*
Mujeres postmen. 1,8 (1,0-3,3)
Varones 0,6 (0,3-1,3)
Bernstein, 200021 6.027 pac. CU+EC Todos 1,4 (1,3-1,6)*
60.270 con.
Loftus, 200223 238 pac. EC Todos 0,9 (0,6-0,4)
238 con.

*p < 0,05

493
Sección 4. Intestino delgado y colon

EII + factores de riesgo de osteoporosis en la población general


(¿También al diagnóstico de EII?)

Densitometría ósea

Normal Osteopenia Osteoporosis

Completar estudio etiológico


(Vit. D, hormonas tiroideas,
paratohormona, Ca, P,
Medidas gonadotrofinas)
higiénico-dietéticas
Rx columna si hay dolor, cifosis
Valorar suplementos o disminución de talla
de calcio

Tratar según etiología


y tipo de paciente

Repetir densitometría si
aparecen factores de riesgo, Repetir densitometría Repetir densitometría
o en doce meses si recibe en 12-24 meses en 12-24 meses
esteroides

Figura 4. Algoritmo de manejo diagnóstico y terapéutico de la osteopatía metabólica en la enfermedad inflamatoria intestinal
(EII) (modificado de referencia 20).

Enfermedades tromboembólicas 24 cientes que no la padecen. El riesgo de esta com-


plicación no depende del tipo de EII ni del sexo. El
Los pacientes con EII presentan un riesgo aumen- estudio de factores predictivos mediante análisis
tado de fenómenos trombóticos –tanto arteriales multivariante ha demostrado que la EII es un pre-
como venosos– que pueden desembocar en ac- dictor independiente del desarrollo de fenómenos
cidentes cerebrovasculares, trombosis arteriales tromboembólicos que serían, por tanto, una carac-
periféricas o trombosis venosa profunda con o sin terística específica de la enfermedad. De hecho, es-
tromboembolismo pulmonar asociado. La frecuen- tos fenómenos no ocurren en otras enfermedades
cia de fenómenos tromboembólicos asociados a EII inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide,
oscila entre el 1,2% y el 6%, pero en series necróp- ni en otro tipo de enteropatías crónicas como la en-
sicas puede llegar al 40%. fermedad celiaca.
De todos éstos, el más frecuente es el tromboem- Es cierto que los pacientes con EII están expuestos
bolismo pulmonar secundario a trombosis venosa a los factores de riesgo de trombosis clásicos: inmo-
profunda. En los pacientes con EII estos fenómenos vilidad, cirugía, tratamiento con corticosteroides,
se producen a edad más temprana que en los pa- colocación de catéteres venosos centrales, uso de

494
34. Manifestaciones y complicaciones extraintestinales de la EII

anticonceptivos o de terapia hormonal sustitutiva, y en quienes no logra identificarse ninguno de los


tabaquismo, etc. Sin embargo, estos factores no factores mencionados, deben ser investigados para
explican completamente el aumento de riesgo de excluir una enteropatía sensible al gluten dado que
padecer tromboembolismo de estos enfermos. Es excepcionalmente ambas enfermedades pueden
bien conocido que en los pacientes con EII existe un incidir en un mismo paciente (capítulo 23).
desequilibrio entre coagulación y fibrinolisis a favor
de la primera y que este desequilibrio puede estar
influido por el proceso inflamatorio24. En todo caso,
Bibliografía
la actividad inflamatoria no es el único determinan- 1. Rothfuss KS, Stange EF, Herrlinger KR. Extrain-
te ya que alrededor del 30% o 40% de las trombo- testinal manifestations and complications in in-
sis tienen lugar durante periodos de remisión de la flammatory bowel diseases. World J Gastroen-
terol 2006;12:4819-31.
enfermedad intestinal, y la proctocolectomía no ha
demostrado tener un efecto protector del desarro- 2. Bernstein CN, Blanchard JF, Rawsthorne P, Yu
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llo de trombosis en pacientes con CU.
inflammatory bowel disease: a population-ba-
Sea cual fuere la etiología de los fenómenos trom- sed study. Am J Gastroenterol 2001;96:1116-
boembólicos en la EII, es aconsejable su preven- 22.
ción, mediante la administración de heparina de 3. Mendoza JL, Lana R, Taxonera C, Alba C, Iz-
bajo peso molecular en pacientes con brotes de quierdo S, Díaz-Rubio M. Manifestaciones ex-
actividad moderados o graves que requieran hos- traintestinales en la enfermedad inflamatoria
pitalización y/o tratamiento quirúrgico. En caso de intestinal. Diferencias entre la enfermedad
de Crohn y la colitis ulcerosa. Med Clin (Barc )
producirse un episodio trombótico, probablemente
2005;125:297-300.
esté indicada una evaluación de los diferentes pa-
4. Bhagat S, Das KM. A shared and unique pepti-
rámetros de coagulación y una investigación de las
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Anemia 25 5. Geng X, Biancone L, Dai HH, Lin JJ, Yoshizaki N,
Dasgupta A, et al. Tropomyosin isoforms in in-
Alrededor de una tercera parte de los pacientes testinal mucosa: production of autoantibodies
con EII muestran anemia. Si bien en los casos leves to tropomyosin isoforms in ulcerative colitis.
es infrecuente, más de dos tercios de los pacientes Gastroenterology 1998;114:912-22.
hospitalizados la presentan. La anemia de estos pa- 6. Danese S, Semeraro S, Papa A, Roberto I, Scal-
cientes es con frecuencia de características mixtas, daferri F, Fedeli G, et al. Extraintestinal ma-
lo cual refleja los múltiples factores que intervienen nifestations in inflammatory bowel disease.
en su patogenia. Entre ellos cabe destacar: la he- World J Gastroenterol 2005;11:7227-36.
morragia gastrointestinal crónica, el bloqueo de la 7. Paredes JM, Barrachina MM, Roman J, More-
eritropoyesis y de la eritropoyetina por los media- no-Osset E. Patología articular en la enferme-
dores de la inflamación , la malabsorción de hierro, dad inflamatoria intestinal. Gastroenterol He-
vitamina B12 o ácido fólico y el efecto mielotóxico de patol 2005;28:240-49.
algunos fármacos. Dada la trascendencia de la pre- 8. Rudwaleit M, Baeten D. Ankylosing spondylitis
sencia de anemia en la EII, los niveles de hemoglo- and bowel disease. Best Pract Res Clin Rheu-
matol 2006;20:451-71.
bina, el estatus de hierro, vitamina B12 y ácido fólico
deben formar parte de la evaluación rutinaria pe- 9. Larsen S, Bendtzen K, Nielsen OH. Extraintes-
tinal manifestations of inflammatory bowel
riodica de estos pacientes. Además del tratamiento
disease: epidemiology, diagnosis, and manage-
de la propia EII, debe considerarse la corrección de ment. Ann Med 2010;42:97-114.
los déficits presentes utilizando hierro intravenoso,
10. Zochling J, van der Heijde D, Burgos-Vargas
hierro oral, vitamina B12, ácido fólico y en ocasiones R, Collantes E, Davis JC, Jr., Dijkmans B, et al.
incluso transfusiones. Si con estas medidas no se ASAS/EULAR recommendations for the mana-
corrige la anemia debe tomarse en consideración la gement of ankylosing spondylitis. Ann Rheum
administración de eritropoyetina. Aquellos pacien- Dis 2006;65:442-52.
tes que presentan ferropenia persistente a pesar de 11. Braun J, Baraliakos X, Listing J, Davis J, van der
un largo periodo de remisión clínica de la enferme- Heijde D, Haibel H, et al. Differences in the in-
dad, sin evidencia de sangre oculta en la deposición cidence of flares or new onset of inflammatory

495
Sección 4. Intestino delgado y colon

bowel diseases in patients with ankylosing 19. Wiesner RH, Grambsch PM, Dickson ER, Lud-
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496
35 Riesgo y complicaciones de las
terapias inmunomoduladoras
y biológicas de la enfermedad
inflamatoria intestinal
Fernando Muñoz
Servicio de Aparato Digestivo. Complejo Asistencial Universitario de León

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Describir los principales riesgos y efectos
En esta revisión nos centraremos en los efectos secundarios de los inmunosupresores y
secundarios de los fármacos inmunomoduladores biológicos empleados en la enfermedad
inflamatoria intestinal.
utilizados en la enfermedad inflamatoria intestinal
❱❱ Conocer las medidas preventivas que
(EEI). El hablar exclusivamente de seguridad puede pueden adoptarse para evitar su aparición
condicionar la falsa impresión de que se trata de o minimizar sus consecuencias.
tratamientos con una relación riesgo-beneficio des- ❱❱ Proporcionar las recomendaciones de
monitorización de estos fármacos para
favorable o condicionar reticencias para su empleo. detectar precozmente la aparición de un
Sin embargo, en los pocos estudios en que se ha efecto secundario.
valorado esta relación, los beneficios siempre han
superado a los riesgos1,2 y por otro lado el emplear- REFERENCIAS CLAVE
1. Rahier JF, Ben-Horin S, Chowers Y, Conlon
los precozmente cuando son necesarios, no solo
C, De Munter P, D’Haens G et al. European
conlleva una mayor eficacia3 sino que además po- evidence-based Consensus on the preven-
siblemente consiga prevenir el desarrollo de com- tion, diagnosis and management of oppor-
tunistic infections in inflammatory bowel
plicaciones con un número probablemente inferior disease. Journal of Crohn’s and Colitis.
de efectos adversos4 mejorándose la eficiencia [doi: DOI: 10.1016/j.crohns.2009.02.010].
2009;3(2):47-91.
global. Por tanto, no hay motivo para retrasar su
2. Gisbert JP. Safety of immunomodulators
introducción ni mucho menos para evitar o limitar and biologics for the treatment of infla-
su empleo. mmatory bowel disease during pregnancy
and breast-feeding. Inflamm Bowel Dis
Para intentar mejorar la seguridad global de estos 2010 May;16:881-95.
tratamientos no solo es necesario conocer los efec- 3. Siegel CA, Sands BE. Review article:
practical management of inflammatory
tos secundarios y su frecuencia de aparición, sino bowel disease patients taking immu-
también la monitorización más adecuada con obje- nomodulators. Aliment Pharmacol Ther
2005;1;22:1-16.
to de detectar precozmente su aparición, tratarlos
4. Viget N, Vernier-Massouille G, Salmon-
pronto y así limitar sus consecuencias. Por último Ceron D, Yazdanpanah Y, Colombel JF.
es fundamental proporcionar una información ade- Opportunistic infections in patients with
inflammatory bowel disease: prevention
cuada, veraz e inteligible a los pacientes sobre es- and diagnosis. Gut 2008;57:549-58.
tos aspectos del tratamiento.

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 497
Sección 4. Intestino delgado y colon

Inmunomoduladores tiopurínicos TABLA 1. Clasificación de los efectos adversos de los


inmunosupresores tiopurínicos
La frecuencia de aparición de efectos adversos (EA)
con estos fármacos, fundamentales en el manejo
de la EII, se sitúa en un 10% en el global de ensayos ❱❱ Alérgicos - idiosincrásicos:
clínicos5 siendo la causa de la retirada del fármaco • Pancreatitis.
en un 6%. Globalmente, el número de pacientes a • Fiebre.
tratar para que aparezca daño (NND) es de 20. Sin • Exantema.
embargo, el seguimiento en los ensayos clínicos es
• Artralgias.
limitado y se trata de una población seleccionada
(exclusión de tramos de edad, comorbilidad, etc.) • Malestar.
que no necesariamente representa el riesgo en un • Vómitos.
entorno clínico habitual. Por estos motivos, proba- • Diarrea.
blemente sea más adecuado valorar la seguridad • Dolor abdominal.
en series abiertas amplias o sobre todo en estudios
• Hepatitis colestásica.
basados en registros o bases de datos. En España,
en una reciente revisión de la base de datos ENEI- ❱❱ No alérgicos:
DA con 3.900 pacientes tratados con estos fárma- • Acúmulo metabolitos tóxicos.
cos seguidos durante una media de 44 meses, la – Leucopenia.
incidencia acumulada de efectos adversos fue de – Trombopenia.
un 26% lo que representa un 7% por paciente y año
– Hepatitis.
de tratamiento6, siendo el motivo de la retirada del
fármaco en un 17% de los pacientes. • Inmunomodulación.
– Infecciones.
Los EA de las tiopurinas los podemos clasificar en
– Tumores.
dos grupos diferenciados (tabla 1). Los EA idiosin-
crásicos se caracterizan por aparecer precozmente,
generalmente en las primeras 3-4 semanas, y con graves, siendo lo habitual que se resuelva rápida-
independencia de la dosis administrada. La reex- mente (1-11 días) tras la retirada del fármaco, por
posición es habitual que reproduzca el mismo EA. lo que es fundamental la adecuada educación del
En este grupo se incluyen la pancreatitis, el sín- paciente sobre esta complicación. Si el anteceden-
drome pseudogripal, los vómitos, y la intolerancia te de este EA no se recoge correctamente existe
digestiva. Los EA no alérgicos pueden aparecer en el riesgo de reexponer al paciente a estos fárma-
cualquier momento del seguimiento, generalmen- cos, en cuyo caso, la recidiva es constante, de ahí
te son dosis-dependientes y son consecuencia del que sea importante constatar su presencia ante un
acúmulo de metabolitos tóxicos o de su capacidad cuadro compatible y no limitarse a retirar el fárma-
inmunomoduladora. Globalmente los EA más fre- co sin más. Se han intentado diferentes estrategias
cuentes son las náuseas y vómitos (tabla 2) y al para reintroducir las tiopurinas en pacientes con
igual que otros idiosincrásicos, como el síndrome esta complicación como pautas de desensibiliza-
pseudogripal o las artralgias, el cambio a otro in- ción o cambio a mercaptopurina sin que se hayan
munosupresor tiopurínico, generalmente de aza- demostrado eficaces, por la que la aparición de
tioprina a mercaptopurina, consigue rescatar en este EA supone la retirada definitiva del fármaco.
torno a un 60% de pacientes7,8.
Mielotoxicidad
Pancreatitis
La leucopenia leve (entre 3 y 4 x 109/l) es frecuen-
Esta complicación aparece en un 2-4% de los casos te durante el tratamiento con estos fármacos
y generalmente lo hace de forma precoz, en las pri- (5-25%). También la linfopenia es frecuente, aun-
meras 2-4 semanas del inicio del tratamiento, aun- que en general no conlleva riesgo de infecciones
que se han descrito casos excepcionales de apari- oportunistas y en la mayoría de los casos se resuel-
ción tardía (hasta 6 meses)9. Se ha propuesto que ve espontáneamente11. La mielosupresión es la
sería más frecuente en la enfermedad de Crohn complicación más temida de las tiopurinas siendo
(EC) que en otros procesos, sin embargo esto no la neutropenia (neutrófilos menor de 1,5 x 109/l)
se ha confirmado10. Excepcionalmente hay casos la forma más frecuente, seguida de la trombope-

498
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 2. Efectos adversos más frecuentes de los inmunosupresores tiopurínicos

Global ensayos clínicos15 ENEIDA

n=1.000 n=3.900
Vómitos 1,3% 8%
Leucopenia 3,6% 4%
Pancreatitis 1,7% 4%
Reacciones alérgicas 1,5% -
Hepatotoxicidad 0,5% 4%
Infecciones 3,5% -
Mortalidad atribuible 1 caso -

Hepatotoxicidad

Moderada-grave Colestasis grave


Leve <x5 VN
(sin ictericia) (ictericia)

Mantener Dosis al 50% Retirada definitiva

Sí No
¿Bioq. hepática Cambiar a Biopsia
normal? 6-MP hepática

Figura 1. Manejo de la hepatotoxicidad por tiopurinas24.

nia y la aplasia medular. En una reciente revisión semanas por lo que en este periodo los controles
sistemática, la incidencia de esta complicación se analíticos deben ser más frecuentes13 (figura 2).
sitúa aproximadamente en un 3% por paciente y
Clásicamente se consideraba que ambos fármacos,
año de tratamiento, siendo grave (neutrófilos me-
azatioprina y mercaptopurina, tenían el mismo
nor de 0,5 x 109/l) en menos de un 1% por paciente
riesgo de desarrollo de mielosupresión. Sin em-
y año. La mortalidad acumulada por esta compli-
bargo, en una revisión retrospectiva de los EA de
cación es muy baja (0,06%) y el riesgo de muerte estos fármacos en la base de datos española ENEI-
en pacientes que desarrollan mielosupresión oscila DA, con casi 4.000 pacientes tratados, la mercapto-
alrededor del 1%12. Puede aparecer en cualquier purina se asociaba con un riesgo 5 veces superior
momento, habiéndose descrito tan pronto como (OR=5; 2,5-11)14.
a los 12 días del inicio, como después de 27 años
de tratamiento. La monitorización continua resulta El manejo de esta complicación depende de su gra-
obligada, aunque la incidencia de mielosupresión, vedad. Dado que el riesgo de infección está más es-
sobre todo de la grave, es mayor en las primeras trechamente relacionado con el recuento de neu-

499
Sección 4. Intestino delgado y colon

dad intermedia (11% de la población) para intentar


Leucopenia leve
1,3 minimizar el riesgo de leucopenia que en estos pa-
1,2 Leucopenia grave cientes está aumentado 4 veces con respecto a la
1,1 actividad normal.
Incidencia (100 personas-mes)

1
Sin embargo, aunque de utilidad, aún se discute
0,9
si es imprescindible su determinación sistemática
0,8
antes de iniciar el tratamiento o si es necesario el
0,7
ajuste de dosis en función de su actividad. Parti-
0,6
darios de la determinación obligatoria son la FDA
0,5
y la Asociación Americana de Gastroenterología
0,4
(AGA)15. Además, dos estudios de coste-eficacia
0,3
con modelos simulados apoyan su rentabilidad16,17.
0,2
Sin embargo, otras organizaciones como la ECCO
0,1
(European Crohn´s and Colitis Organization), la
0
< 8 sem. 9-26 sem. > 26 sem. consideran como opcional puesto que existe una
amplia experiencia previa en el empleo de estos
fármacos con un margen de seguridad razonable.
Figura 2. Momento de aparición de la leucopenia con tiopu- Por otra parte, aunque en los pacientes con activi-
rínicos. dad intermedia el riesgo de leucopenia es mayor,
la mayoría de ellos no la desarrollarán y el utilizar
dosis más bajas de las habituales puede restar
trófilos que con los leucocitos totales, la actitud a eficacia. Además, solo una cuarta parte de los pa-
tomar depende de este valor. Así, si la neutropenia cientes que desarrollan mielotoxicidad tienen una
es leve (entre 1,0 y 1,5 x 109/l) la reducción de la actividad TPMT baja, de forma que no evita realizar
dosis (p. ej.: un 50%) será suficiente en la mayoría en todos los pacientes la monitorización aconseja-
de los casos. Sin embargo, cuando la neutrope- da. Por último, en un pequeño estudio (29 pacien-
nia es grave, la suspensión de la medicación es la tes) que compara la estrategia clásica de aumento
medida más adecuada. Una vez resuelta se puede progresivo de dosis frente a la determinación de la
reintroducir el fármaco, pero siempre a una dosis TPMT con ajuste según su actividad concluye que
inferior a la que provocó el EA, puesto que a las el conocer la actividad TPMT no evita la aparición
mismas dosis la recidiva es la regla. La reaparición de EA y supone un incremento de los costes18. En
con dosis inferiores supone la retirada definitiva del nuestra opinión se sobrevaloran los costes de una
tratamiento12. determinación que hay que hacer una sola vez en
cada paciente y que cuesta menos de 50 €.
Utilidad de la determinación de TPMT También se ha propuesto la determinación de los
y metabolitos metabolitos 6-TG y 6MMP tanto para predecir res-
puesta en caso del primero, como para valorar la
En el metabolismo de las tiopurinas participan va- posibilidad de EA, ya que se correlacionan con mie-
rios enzimas con actividad relativamente constante lotoxicidad el primero de ellos y con hepatotoxici-
en la población salvo la tiopurina-metil-transferasa dad el segundo. De esta forma podemos identificar
(TPMT) que tiene una distribución trimodal, de en cuál de las posibles ventanas terapéuticas que
forma que en los pacientes con actividad baja el se muestran en la figura 4 se sitúa el paciente. Sin
metabolismo se deriva hacia la producción de nu- embargo, su capacidad predictiva dista mucho de
cleótidos 6-tioguanina que son los farmacológica- ser perfecta. En una revisión sistemática19 la co-
mente activos, pero también los responsables de rrelación de los nucleótidos 6-TG con la eficacia es
la mielosupresión. El conocimiento de la actividad significativa (OR=3,1; 1,77-5,62) pero con una sen-
de esta enzima permitiría por un lado evitar el tra- sibilidad y especificidad del 60% y 58% respectiva-
tamiento en aquellos pacientes con actividad muy mente, claramente insuficiente para tener utilidad
baja (0,3% de la población; 1 de cada 300 pacien- clínica real. Resultados muy similares se obtienen
tes), dado que en estos casos la mielosupresión es posteriormente en el estudio prospectivo español
precoz y prácticamente constante, y por otro lado METAZA20. Por otro lado, también la capacidad de
ajustar la dosis (un 50% menor) en caso de activi- predicción de hepatotoxicidad con los metabolitos

500
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal

6-metil mercaptopurina
6-metil mercaptopurina ribonucleótidos
TPMT TPMT
HGPRT
Azatioprina 6-mercaptopurina 6-TIMP

84% XO IMPDH
TPMTHH 88,6% 6-tioguanina
TPMTHL 11,1% Ácido 6-tioúrico Nucleótidos
TPMTLL 0,3%

Catabólica Anabólica
Metil-4-
nitroimidazol

Figura 3. Esquema del metabolismo de las tiopurinas.

6-MMP
Disminuir dosis
(pmol/8x108 AZA Resistencia Respuesta clínica
RBC)
Riesgo de
Riesgo de Riesgo de
Hepatotoxicidad y
Hepatotoxicidad Hepatotoxicidad
mielotoxicidad
5.700
Disminuir dosis
Dosis insuficiente
Falta de adherencia Respuesta clínica
Riesgo de
mielotoxicidad
Respuesta clínica poco Venta terapéutica ideal
Probable déficit de
probable
TPMT
235 450 Nucleótidos 6-TG
(pmol/8x108 RBC)

Figura 4. Utilidad potencial de la determinación de metabolitos 6-MMP y 6-TG.

6-MMP es incompleta, porque hasta el 90% de los disponible aún es escasa. Además, el alopurinol
pacientes con niveles superiores a los considerados es un fármaco con numerosas interacciones que
de riesgo no desarrollarán esta complicación y a la pueden dificultar el tratamiento global de estos
inversa, hasta un 40% de pacientes con alteración pacientes.
de la bioquímica hepática tienen niveles norma-
les21. Por tanto la utilidad real de estos metabolitos Monitorización aconsejada
es limitada. Algunas de las posibles aplicaciones Los controles analíticos deben concentrarse al
clínicas donde podrían tener un mayor rendimien- inicio del tratamiento, cuando el riesgo de mie-
to son: detectar falta de adhesión al tratamiento, losupresión es mayor. Las recomendaciones de
vigilar interacciones como en la coadministración la ficha técnica incluyen analíticas semanales du-
de tiopurinas con alopurinol o identificar la situa- rante las 8 primeras semanas y posteriormente
ción de metabolismo preferencial hacia la produc- con una periodicidad no inferior a 3 meses. Sin
ción de 6-MMP, donde la asociación con alopurinol embargo esta pauta conservadora (no basada en
podría mejorar los resultados, aunque la evidencia la evidencia) contrasta con la recomendada por la

501
Sección 4. Intestino delgado y colon

FDA con analítica cada 15 días hasta el ajuste de la limitado a 9 meses, por lo que podría ser incluso
dosis y controles trimestrales después15 o con las mayor26. Por tanto, la hepatotoxicidad es una com-
recomendaciones de la Sociedad Canadiense de plicación frecuente, cuando se busca de forma in-
Gastroenterología22 que aconseja controles en las tencionada. Puede aparecer en cualquier momen-
semanas 1, 2, 4, 6, 8, 12 y después cada 8 semanas to, pero al igual que otros EA, es más frecuente en
de forma indefinida. No está definida cuál es la me- los primeros 5 meses del inicio del tratamiento y
jor pauta de monitorización, pero en cualquier caso constituye el motivo de retirada del fármaco en un
debe extenderse a lo largo de todo el periodo de 3,5% de los pacientes25. Como factor predictivo de
tratamiento ante la posibilidad de leucopenias de esta retirada se ha propuesto una elevación de la
aparición tardía. GGT por encima de 4 veces el límite superior de la
normalidad (LSN) al inicio de la alteración enzimá-
La dosificación inicial del fármaco también está tica26.
sujeta a controversia. Se ha propuesto que en au-
sencia de disponibilidad de la TPMT el tratamiento Existen tres posibles síndromes de lesión hepática
pueda iniciarse con dosis bajas (25-50 mg) con pos- inducida por tiopurinas. La forma más frecuente
teriores incrementos semanales hasta alcanzar la es un patrón hepatocelular citolítico, dosis-depen-
dosis objetivo en un intento de evitar la aparición diente y provocado por el acúmulo de metabolitos
precoz de mielotoxicidad, sobre todo en los pacien- tóxicos (6MMP). También puede aparecer un sín-
tes con actividad TPMT muy baja. Sin embargo, con drome de hipersensibilidad con colestasis impor-
esta pauta retrasamos el inicio de acción del fárma- tante y elevaciones menores de las transaminasas .
co y no evitamos la aparición de otros EA no dosis- Suele ser de aparición precoz, a las 2-3 semanas, y
dependientes. Además con la dosis de 25-50 mg no aparece independientemente de la dosis utilizada.
evitamos la aparición de esta complicación en ho- Por su gravedad conlleva la retirada definitiva del
mocigotos y, por otra parte, el primer control ana- fármaco24. El tercer síndrome engloba varias enti-
lítico suele realizarse antes del momento previsible dades mediadas por una posible lesión endotelial,
de aparición más precoz de la leucopenia (12 días) dependiente de la dosis administrada, e incluyen a
con lo que se podría detectar a tiempo. En este sen- la enfermedad venooclusiva hepática, la hiperpla-
tido, el porcentaje de descenso de leucocitos en el sia nodular regenerativa (HNR) y la peliosis hepáti-
primer recuento realizado con respecto a los nive- ca. Estos cuadros tienen en común la aparición de
les basales se correlaciona con el riesgo de leuco- hipertensión portal (HTP) que en ocasiones puede
penia precoz grave13, incluso aunque se encuentre no acompañarse de alteraciones analíticas. Por
dentro de límites normales. Esto permite identificar este motivo, es obligada la realización de una biop-
un subgrupo de pacientes de mayor riesgo. Queda sia hepática ante un cuadro de HTP en un paciente
por determinar la rentabilidad diagnóstica de este en tratamiento con tiopurinas, independientemen-
parámetro. te de la existencia de alteraciones analíticas o no.
Afortunadamente, la incidencia de estos cuadros es
Es importante además instruir al paciente sobre los baja con tasas acumuladas de HNR a los 10 años del
posibles síntomas de alarma como fiebre, hema- 1,28%. Se ha identificado a la resección intestinal
tomas, etc., así como de las posibles interacciones como un factor de riesgo27.
con otros fármacos de especial riesgo, destacando
al alopurinol y la ribavirina23. El manejo de los pacientes con hepatotoxicidad
por tiopurinas se muestra en la figura 1. La mayor
Hepatotoxicidad parte de los pacientes con elevaciones leves de las
transaminasas (menor de 5 veces el LSN) son tran-
Definida como un aumento de transaminasas 2 sitorias y se puede mantener la dosis del fármaco.
veces por encima de los valores normales, una Cuando las cifras superan estos valores, la actitud
reciente revisión sistemática24 sitúa la prevalencia será disminuir la dosis en un 50% y reevaluar al pa-
de este EA en un 3,4%, con una incidencia anual ciente. En el caso de persistir la alteración, lo acon-
del 1% aproximadamente, aunque si se consideran sejable sería retirar el fármaco, al igual que en el
elevaciones menores la frecuencia puede alcanzar caso de aparición de colestasis grave. Una opción
al 7% de los pacientes tratados25. La mayoría de los antes de retirar el fármaco es intentar el cambio de
estudios incluidos son retrospectivos y en el único azatioprina a mercaptopurina, actitud que viene
estudio prospectivo publicado, la incidencia es mu- refrendada por algún estudio retrospectivo (31 pa-
cho más alta, alcanzando el 10% en un seguimiento cientes) donde pudo observarse que la alteración

502
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
aunque no de infecciones respiratorias virales32. Al
6 5,41 contrario que los corticoides, la administración de
tiopurínicos, no comporta un riesgo aumentado de
Incidencia anual (por 100 PY)

5
abscesos intraabdominales33. En cuanto a las com-
4 plicaciones infecciosas postquirúrgicas no parece
que estos fármacos las favorezcan. Únicamente un
3 2,58 estudio34 de los 4 publicados34-37 muestra un mayor
1,88
2 1,68 riesgo. Sin embargo, el metaanálisis de los estu-
0,66 dios llevados a cabo no muestra una asociación
1 0,37 0,4 (OR=1,17; 0,81-1,69; I2=43%).
0 0
0
< 50 años 50 - 65 años > 65 años Neoplasias
La administración de tiopurinas no comporta un
Tiopurinas actual
mayor riesgo de tumores, cuando éstos se consi-
Tiopurinas retiradas
deran de un modo global, como se deriva de un
Nunca tiopurinas
metaanálisis que incluyó 9 estudios con más de
4.000 pacientes tratados38. Sin embargo, hay tres
neoplasias que podrían estar relacionadas con el
Figura 5. Incidencia de linfoma con tiopurinas. Estudio
CESAME. tratamiento con tiopurinas: el linfoma, el cáncer de
piel no melanoma y la displasia cervical.
bioquímica (incluyendo formas colestásicas) no re- La relación entre linfoma y tiopurinas se conoce
apareció hasta en un 87% de pacientes. desde hace años y se fundamenta en la comuni-
cación de casos aislados de localización atípica,
Infecciones excepcionales fuera de una situación de inmuno-
Los inmunosupresores tiopurínicos aumentan el supresión, como el linfoma cerebral primario, por
riesgo de infecciones graves en otras indicaciones el hecho de estar asociado frecuentemente a la
como la artritis reumatoide. En un amplio estudio presencia del VEB, de forma análoga a la enferme-
casos-control anidado29 con más de 23.000 pa- dad linfoproliferativa postrasplante y por último
cientes estos fármacos se asociaban con un riesgo por casos aislados de regresión espontánea tras la
aumentado de infecciones que requerían hospi- retirada del fármaco. Sin embargo, son dos los estu-
talización (RR=1,52; 1,18-1,97), aunque inferior al dios que han establecido firmemente esta relación
observado con corticoides (RR=2,56; 2,29-2,89). Sin y su magnitud. El primero es un metaanálisis39 que
embargo, los datos no son tan claros en la EII. En los incluye 6 estudios con 11 casos de linfoma frente
ensayos clínicos, las infecciones no eran superiores a los 2,63 esperados lo que supone un riesgo rela-
a las observadas en el grupo placebo y en series tivo de 4,18 (2,07-7,51). El segundo es un estudio
abiertas esta complicación aparece en aproxima- de cohortes poblacional con casi 20.000 pacientes
damente un 7% de los pacientes tratados (1,8% seguidos durante una media de 3 años en el que
graves)30, aunque sin poder valorar la influencia de encontraron 23 linfomas (1 linfoma de Hodgkin y
otros factores, dada la ausencia de grupo control. 22 LNH), de los cuales 15 fueron diagnosticados en
En los registros publicados (TREAT) tampoco se ob- pacientes que recibían tratamiento con tiopurinas:
serva un aumento de las infecciones31; sin embargo en 2 casos las habían tomado previamente y en 5
se han descrito infecciones graves en el 6,5% de los
nunca las habían recibido. La hazard ratio no ajus-
pacientes con leucopenias12 y diversas infecciones
tada con respecto a los pacientes no tratados fue
oportunistas no asociadas a mielotoxicidad como
de 3,45 (1,34-8,89), para los que recibían el fárma-
herpes zoster, listeriosis, etc.15, constituyendo glo-
co y de 0,74 (0,15-3,68), para quienes lo habían to-
balmente la principal causa de mortalidad atribuida
a estos fármacos, aunque el riesgo es muy bajo. mado con anterioridad. En el análisis multivariante
se encontraron como factores de riesgo, la edad
Entre las infecciones no graves se ha encontra- mayor de 65 años, el sexo masculino y el empleo
do un aumento de las producidas por el virus del actual (no pasado) de tiopurinas con una HR=5,26
herpes simple o genital y de verrugas cutáneas, (2,20-12,6; p=0,0002).

503
Sección 4. Intestino delgado y colon

Este riesgo plantea la duda de si existe una adecua-


da relación riesgo-beneficio para estos fármacos y 6 5,06
en el único estudio que lo valora a través de un mo- 5

Incidencia (por 1.000 PY)


delo teórico existe un beneficio claro a favor de tra- 4,04
tar, mayor cuanto más dure el tratamiento y cuanto 4
más joven sea el paciente1.
3 2,59
La incidencia del cáncer de piel no melanoma
2 1,96
(CPNM) parece estar aumentada en pacientes con
EII, como se observa de forma constante en los 3 0,84
1 0,59 0,6
estudios epidemiológicos de cohortes retrospecti- 0,5
vos publicados40 con tasas de incidencia ajustadas 0
0
que oscilan entre 1,4 y 2,2 con respecto la pobla- < 50 años 50 - 65 años > 65 años
ción general. Uno de los factores predisponentes
es la inmunosupresión, como se ha comprobado Tiopurinas actual
en el caso de los trasplantes de órgano sólido, y Tiopurinas previas
de forma particular el tratamiento con tiopurinas. No tiopurinas
Éstas tienen la capacidad de incorporarse al ADN
de la piel, favoreciendo la aparición de metabolitos
mutagénicos, en presencia de radiación ultravio- Figura 6. Incidencia de cáncer de piel no melanoma con
tiopurinas. Estudio CESAME.
leta A (UVA). Existen datos recientes que apoyan
la asociación entre tiopurinas y este tipo de neo-
plasia en la EII. El primer estudio con un diseño
de casos control anidado incluyó a 742 pacientes ginecológicas aconsejadas para pacientes inmuno-
con EII y CPNM y encontró una incidencia mayor deprimidos, generalmente anuales.
de este tumor en pacientes con empleo reciente
(OR=2,07; 1,28-3,33) o continuado de tiopurinas Gestación y lactancia
(OR=4,27; 3,08-5,92)41. Nuevamente, la eviden- Estos fármacos están incluidos dentro de la catego-
cia más sólida de la aporta el estudio CESAME42 ría D de la FDA, es decir que este organismo asume
ya mencionado. Éste informó la aparición de 32 que hay evidencia de riesgo, pero los beneficios
casos de CPNM, mostrando una incidencia mayor pueden superar a los riesgos. Sin embargo, las da-
en pacientes con empleo actual o pasado de tio- tos sobre su teratogenicidad se basan en modelos
purinas, diferencias que aumentaban con la edad experimentales animales donde las dosis utilizadas
(figura 6). Los factores asociados al desarrollo de son mucho más elevadas que las empleadas en la
CPNM fueron tres: tratamiento actual con tiopu- clínica habitual. De hecho, en animales no se ob-
rinas (OR=7,3), tratamiento pasado (OR=5,1) y la servan alteraciones por debajo de una dosis de
edad (OR=1,1). 5 mg/kg48. Por otro lado, aunque la azatioprina
pase la placenta, el hígado fetal carece de la enzi-
Finalmente, se discute la relación entre la admi- ma encargada de la conversión a mercaptopurina
nistración de tiopurinas y la probabilidad de desa- (inosinato fosforilasa) protegiendo al embrión en el
rrollar una displasia cervical. De hecho, se ha en- periodo de organogénesis de la exposición a estos
contrado una incidencia aumentada de citologías fármacos49. Algunos estudios publicados han en-
patológicas con respecto a la población general en contrado una asociación entre bajo peso al nacer y
varios estudios de casos-control43-46 aunque en el prematuridad50,51 y el empleo de azatioprina en pa-
que incluye un mayor número de pacientes47 no se cientes con EII durante la gestación. En general se
encuentra esta asociación. Por tanto, la asociación, acepta que ello puede ser más bien la consecuencia
caso de existir, es débil con unos riesgos relativos de la propia actividad de la enfermedad que del fár-
discretos (1,4-1,5). Conceptualmente, esta asocia- maco en sí y, de hecho, esta asociación no se recoge
ción es posible, dado el origen vírico de este tipo en otros estudios52-54.
de tumores, además de haberse descrito la regre-
En cuanto a si estos fármacos aumentan el riesgo
sión de este tumor tras la retirada de la inmuno-
de malformaciones, los datos de la mayoría de los
supresión44. Por este motivo, es recomendable la
estudios52,53,55,56, destacando el de cohortes pros-
vacunación cuando corresponda y las revisiones

504
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 3. Efectos adversos más frecuentes del metotrexate ría la administración del fármaco en una dosis única
nocturna, procediendo a la evacuación de la leche
excretada en las 4 horas siguientes60. En definitiva,
Leves Graves con los datos actuales podemos recomendar a la
paciente mantener el fármaco durante la gestación
y la lactancia.
Gastrointestinales Mielotoxicidad
Náuseas y vómitos Leucopenia
Metotrexato
Diarrea Trombopenia
Este fármaco se emplea con menos frecuencia en
Estomatitis Macrocitosis
la EII y prácticamente se limita a la enfermedad de
Rash Hepatotoxicidad
Crohn, como alternativa a los inmunosupresores
Alopecia Toxicidad pulmonar tiopurínicos. Los EA con este fármaco son frecuen-
Toxicidad neurológica Teratogenicidad tes, al menos en series abiertas62, donde hasta un
79% de los pacientes experimentan algún efecto
secundario obligando a la retirada del fármaco en
pectivo realizado dentro del proyecto CESAME54, el 33%. Esto contrasta claramente con los resulta-
muestran una incidencia similar a la observada dos de los ensayos clínicos presentados donde los
en la población general y en pacientes no trata- EA son poco frecuentes y con retiradas excepciona-
dos. Únicamente en el Registro Médico Sueco les63. En la tabla 3 se enumeran los EA relacionados
de Nacimientos50 que recoge 300 gestaciones de con este fármaco, destacando por su frecuencia los
mujeres tratadas con azatioprina (la mayor se- gastrointestinales (náuseas y vómitos, diarrea y es-
rie en la actualidad) se encuentra una tenden- tomatitis) y los relacionados con toxicidad hepática.
cia a una mayor frecuencia de malformaciones La hepatotoxicidad debida a la administración cró-
(6,2% vs. 4,7%; OR=1,41; 0,98-2,04) y una asocia- nica de metotrexato consiste en una infiltración
ción significativa con defectos septales auriculares grasa con grados variables de inflamación que
o ventriculares (OR=3,18; 1,45-6,04). Sin embargo, pueden conducir a necrosis celular y finalmente a
el riesgo global es bajo y probablemente sean nece- fibrosis-cirrosis. La progresión a cirrosis depende
sarios más estudios prospectivos y multicéntricos de la dosis administrada y puede ocurrir en au-
para establecer con mayor precisión este riesgo. sencia de alteraciones analíticas. Por este motivo,
A pesar de este potencial y pequeño riesgo de estos y dada la elevada incidencia encontrada en otras
fármacos hay que tener presente que el principal indicaciones (7%), fundamentalmente en pacientes
condicionante del resultado de la gestación en la EII con psoriasis, se ha aconsejado la realización de
es la actividad de la enfermedad y en este sentido una biopsia hepática a partir de una determinada
las principales sociedades científicas57,58 recomien- dosis acumulada (mayor de 1,5 g)64. La frecuencia
dan continuar con su administración durante el em- de fibrosis observada en la biopsia hepática de
barazo porque los beneficios superan claramente a pacientes con otras enfermedades como la artritis
los riesgos. reumatoide65 es claramente inferior (0,5%) aunque
ello contraste con la frecuencia con la que se ob-
En cuanto a la lactancia, a pesar de estar desacon- servan alteraciones de las enzimas hepáticas (31%
sejada por la ficha técnica del fármaco, la adminis- en 3 años). A menudo éstas se resuelven de forma
tración de tiopurinas probablemente sea segura espontánea o tras disminuir la dosis del fármaco. La
puesto que no se ha detectado en la leche mater- información disponible en la enfermedad de Crohn
na59 o bien a concentraciones mínimas, estimadas es más pobre pero probablemente se acerque más
en un nivel inferior a 0,008 mg/kg/día, en el lac- a la incidencia observada en la artritis reumatoide
tante60, probablemente de consecuencias nulas o (AR). Así, en una serie de 20 pacientes66 con una
irrelevantes. De hecho, en un pequeño estudio de dosis acumulada media de 2.633 mg únicamente
casos-control realizado sobre 11 lactantes de ma- un paciente mostraba fibrosis grave en la biop-
dres en tratamiento con azatioprina no se encontró sia, asociando en este caso otros factores de ries-
un aumento del riesgo de infecciones61. La concen- go como diabetes y obesidad. Por este motivo, la
tración de mercaptopurina en la leche materna es biopsia hepática no se aconseja67 en función de una
más alta durante las 4 horas siguientes a su admi- dosis acumulada del fármaco, aunque es posible
nistración, por lo que una medida a considerar se-
que métodos no invasivos de valoración de fibrosis

505
Sección 4. Intestino delgado y colon

Intolerancia a AZA/6-MP


STOP Obesidad Alcoholismo
Bio Diabetes Hepatopatía
psia
hep No Anticoncepción
átic
a
Metrotexate + Ác. fólico

Monitorización
GOT/GPT x 3 VN Albúmina
Dosis Hemograma + 1/mes x2 Biopsia
Fibroscan < 7,3
Albúmina + 1/4-8 sem. hepática
GOT/GPT en 5/9
Transaminasas

Figura 7. Manejo y monitorización aconsejada del metrotexato.

como el Fibrotest® o el Fibroscan® puedan ser de maco lo antes posible, porque tiene una mortalidad
utilidad en la monitorización de estos pacientes68,69. elevada (17%)71. Respecto al riesgo de neoplasia, y
Las recomendaciones para evitar esta complica- en particular de linfoma, no hay datos de que este
ción15 son las propuestas por el American College fármaco esté relacionado con el desarrollo de este
of Rheumatology (ACR)65 y consisten en evitar el tumor72.
empleo de este fármaco en pacientes con factores
En cuanto a los efectos inmunosupresores, el ries-
de riesgo de esteatosis como diabetes, obesidad,
go de infecciones está mínimamente aumentado y
ingesta elevada de alcohol o hipertransaminasemia
es poco probable que aumente el riesgo de infec-
basal. Los controles bioquímicos aconsejados (figu-
ciones oportunistas. Aunque la experiencia en la
ra 7) son mensuales debiendo reducir la dosis del
EII es limitada, en la AR existen amplios estudios
fármaco al 50% cuando se observa una elevación
que lo corroboran. Así, un estudio casos-control
de las transaminasas superior a 3 veces el LSN. La
anidado con más de 23.000 pacientes informó un
biopsia hepática estaría indicada en caso de hiper-
riesgo de neumonía discretamente aumentado
transaminasemia persistente (5 de 9 determinacio-
(RR=1,6; 1,02-1,33) pero no se registraron infeccio-
nes en 12 meses), sobre todo si se acompaña de
nes graves u oportunistas.
hipoalbuminemia. En todos los casos, se aconseja
la administración de ácido fólico, dado que redu- Por último, recordar que es un fármaco que está
ce en un 80% el riesgo de hipertransaminasemia, formalmente contraindicado en el embarazo al ser
además de mejorar la tolerancia digestiva70 sin dis- abortígeno y teratógeno, habiéndose descrito una
minuir su eficacia. embriopatía por metotrexato que incluye malfor-
maciones craneofaciales, del tubo neural y alveo-
Otro EA a tener en cuenta por su gravedad es la
litis fibrosante. Las recomendaciones en este senti-
toxicidad pulmonar. Su forma más representativa
do15,58 son las de adoptar medidas anticonceptivas
es la neumonitits intersticial que aparece con una
eficaces durante el tratamiento y retirar el fármaco
frecuencia de 2-3 casos/100 pacientes-año. Suele
al menos 3-6 meses antes de la concepción.
aparecer en el primer año de tratamiento y se ca-
racteriza por tos seca, disnea y fiebre, además de
la aparición de un infiltrado intersticial en la radio-
Ciclosporina
logía de tórax. Es importante reconocerla precoz- La ciclosporina es un fármaco cuya indicación en la
mente y tratarla con corticoides y retirada del fár- EII está limitada al brote grave de colitis ulcerosa

506
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 4. Efectos adversos de la ciclosporina 75 pacientes reciben además corticosteroides. Para
intentar minimizar este riesgo se aconseja utilizar,
sobre todo en situaciones de triple inmunosupre-
Leves sión, profilaxis frente al P. jiroveci (P. carinii) con
Gastrointestinales: trimetoprim-sulfamatoxazol (160/800 3 veces/se-
Náuseas y vómitos (6%). mana)75. Por otro lado, es posible que se pueda evi-
tar la recomendación de prolongar el tratamiento
Dispepsia.
con ciclosporina 3-6 meses evitando la triple inmu-
Diarrea.
nosupresión, dado que los resultados en cuanto a
Hepatotoxicidad (3%). eficacia podrían ser similares76. También es impor-
Metabólicas: tante utilizar las dosis mínimas eficaces y en este
Hiperglucemia. sentido la utilización de 2 mg/kg con ajuste poste-
Hiperpotasemia. rior para conseguir unos niveles de ciclosporinemia
entre 150-250 ng/ml es tan eficaz como el empleo
Neurotoxicidad:
de las dosis inicialmente aconsejadas de 4 mg/kg77.
Parestesias.
En este punto, es primordial el poder disponer de
Temblor (7%). una monitorización adecuada con determinación
Cefalea (5%). de sus niveles cada 48 horas o bien diarios, si no
Hiperplasia gingival (2%). se encuentran dentro del rango aconsejado. Espe-
Hirsutismo (13%). cial importancia tiene la monitorización de algunos
parámetros como la función renal y los valores de
Graves
colesterol y de magnesio, dado que la probabilidad
Neurotoxicidad: de neurotoxicidad parece mayor cuando están dis-
Convulsiones (1%). minuidos. De hecho se aconseja no iniciar el trata-
Encefalopatía. miento si el colesterol es inferior a 120 mg/dl (una
Nefrotoxicidad (6%). aseveración que se repite constantemente en la
Hipertensión (11%). literatura, sin que pueda sustentarse en evidencias
consistentes). Es bien conocido que la ciclosporina
Alergia.
puede elevar los niveles de tensión arterial y la glu-
Infecciones (3%). cemia.
Neoplasias.
Biológicos: anti-TNF
(CU) donde en la actualidad los fármacos anti-TNF En el presente apartado se comentan los EA de los
constituyen una alternativa con una eficacia simi- dos agentes biológicos autorizados para el trata-
lar73 y una monitorización más sencilla (aunque miento de la EII, infliximab y adalimumab y de otros
con un coste notablemente superior), por lo que relacionados con alguno de los que puede utilizar-
es un fármaco que probablemente tienda a em- se con la nomenclatura de fármaco fuera de indi-
plearse con menos frecuencia en el futuro. Los EA cación, entre los que se incluyen el certolizumab,
más frecuentes han quedado reflejados en la tabla golimumab, natalizumab y ustekinumab.
4. Globalmente son frecuentes, apareciendo en un Los EA de los fármacos anti-TNF se pueden clasifi-
31-67% de los pacientes, aunque generalmente son car en 3 grupos en dependencia de su especificidad
leves. El principal riesgo son las infecciones oportu- (tabla 5): específicos de clase, esto es comunes a
nistas, un hecho que debe de ser firmemente con- todos los fármacos; específicos de fármaco, en este
siderado, especialmente en el contexto de un brote
caso vinculados al empleo de un biológico concre-
grave, donde es utilizado con mayor frecuencia. Aun-
to, con opción a cambiar a otro agente sin riesgo de
que en alguna serie constituye la causa principal de
que reaparezca el EA y específicos de la enferme-
mortalidad asociada a este fármaco (2,8%)74, la tasa
dad, es decir que favorecerían la aparición de in-
de mortalidad global de todas las series publicadas,
fecciones dependientes de la enfermedad, aunque
con más de 1.200 pacientes tratados, se situaría en
este punto no está suficientemente aclarado.
el 1%. El riesgo de infección aumenta con la dosis y
con las asociaciones con otros inmunosupresores, La frecuencia de EA en todas las indicaciones, no
algo habitual en el brote grave de CU, donde los solo en la EII, se ha establecido en un reciente

507
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 5. Efectos adversos de los fármacos anti-TNF.

Específicos de la enfermedad E.S. de clase E.S. específicos de cada fármaco

Infecciones intracelulares Autoinmunidad


Neoplasias (linfoma) Inmunogenicidad
Sepsis abdominal Insuficiencia cardiaca Alergias
Enfermedad desmielinizante Hepatotoxicidad
Hematológicos Raros: Broncoespasmo, retinopatía,
mialgias

metaanálisis78 que incluyó a más de 60.000 pacien- y sobre todo porque la comorbilidad y el riesgo de
tes en 163 ensayos clínicos y 46 estudios de exten- infección en general pueda ser más bajo que el
sión. Globalmente, los EA son más frecuentes en existente en un “entorno real”83. Sin embargo, tam-
el grupo tratado que en los controles, aunque con poco los registros TREAT y ENCORE encontraron en
una magnitud muy discreta (OR=1,19; 1,09-1,3). De el análisis multivariante un aumento en la tasa de
hecho, el número de pacientes a tratar para que infecciones graves con respecto a los controles31,84.
aparezca daño (NNH) es de 37. Similares resultados Esto ha cambiado recientemente, ya que en la últi-
se obtienen para la retirada de la medicación por ma actualización del registro TREAT85 se encuentra
EA, con una OR de 1,32 (1,06-1,64) y un NNH de un aumento discreto pero significativo del riesgo
37. Es decir que los EA de estos fármacos aparecen de infección (HR=1,44; 1,03-2,01). En cifras abso-
con una frecuencia ligeramente superior al place- lutas, el riesgo es bajo en las series publicadas. En
bo o a los tratamientos clásicos, si bien es cierto la más numerosa de Lovaina86 con 734 pacientes y
que algunos de ellos pueden ser graves (véase más un seguimiento medio de 58 meses, el porcentaje
adelante). de pacientes que desarrolló infecciones era del 6%
frente al 9% en el grupo control, lo que representa-
Infecciones ba una tasa de 1,6 eventos/paciente-año. En series
iniciales como la de la Clínica Mayo la frecuencia es
Si bien el riesgo global de infección asociado al em-
superior con un 4% de infecciones graves y hasta
pleo de anti-TNF está bien establecido en la artri-
un 0,8% de mortalidad, aunque es cierto que prác-
tis reumatoide79, en la EII no es tan evidente, al no
ticamente todos los fallecimientos tuvieron lugar
haberse documentado un aumento de infecciones
en pacientes mayores de 60 años, en un momento
frente a los controles, ni en los ensayos clínicos, ni
en el que no se conocía por completo el perfil de
en los registros publicados. Además, los resultados
seguridad del fármaco (insuficiencia cardiaca, tu-
en las indicaciones reumatológicas no son necesa-
berculosis, etc.). En definitiva, y a título orientativo,
riamente extrapolables a la EII, porque en general
la tasa de infecciones graves asociadas al empleo
los pacientes son más jóvenes y con una menor co-
de estos fármacos y que se mantiene de forma re-
morbilidad. En el metaanálisis de Peyrin-Biroulet80
lativamente constante y llamativa en todos los re-
que engloba todos los ensayos clínicos publicados
gistros y revisiones sistemáticas, se sitúa en alrede-
con IFX en la EC hasta ese momento, no se detec-
dor de 5/100 pacientes-año79,4,81,87,88 incluyendo un
taron diferencias en la prevalencia de infecciones
0,8-2% de infecciones oportunistas.
graves cuando se comparó con la observada en
sujetos control. Los resultados con otros fármacos El tratamiento combinado con inmunomodulado-
anti-TNF como el adalimumab81 o el certolizumab82 res, no parece incrementar el riesgo de infecciones
son similares. Probablemente los ensayos clínicos (globalmente consideradas) en los pacientes con
no son capaces de detectar diferencias porque la EII, a la luz de los datos proporcionados por estu-
propia enfermedad puede predisponer a las in- dios que han evaluado la tasa de infecciones en
fecciones, el seguimiento es corto, el número de pacientes con monoterapia, frente a tratamiento
pacientes incluidos es relativamente pequeño, en combinado, tanto en ensayos clínicos89, como en
comparación con otros diseños como los registros, series abiertas86 o estudios poblacionales90. Sin em-

508
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
bargo, el riesgo de infecciones oportunistas sí pa-
rece que aumente con la asociación. En el estudio 20
de casos-control de Toruner et al.91 la OR para un 18
p=0,005
inmunosupresor en monoterapia es de 2,9 (1,5-5,3) 16
p=0,034
frente a 14,5 (4,9-43) para la asociación de 2-3 fár- 14 11,6
p=0,064

Pacientes (%)
macos. Por otra parte, el perfil de infecciones es di- 12
8,9 9,9
ferente para cada medicación, así los corticoides se 10
asocian más con infecciones fúngicas, los anti-TNF 8
5,7
con procesos granulomatosos y los inmunomodu- 6
ladores con infecciones víricas, aunque con mucho 4
solapamiento entre ellos. A pesar de que algunos 2
estudios sugieren que la combinación con inmuno- 0
supresores podría aumentar el riesgo de infeccio- ADA ADA + IMM ADA + Cx ADA + IMM
nes92,93, (figura 8) en condiciones de ensayo clínico + Cx
controlado (las más rigurosas) esto no es realmente
así. Mención aparte, los corticoides aumentan los Figura 8. Aumento del riesgo de infecciones con la asocia-
riesgos en muchos estudios (Toruner, TREAT, el re- ción de biológicos con IMM y corticoides. Global de ensayos
gistro europeo de infliximab, etc.). clínicos con adalimumab en la enfermedad de Crohn93.

No solo los fármacos y su asociación aumentan


el riesgo de infección, existen otros factores que
13%100. Los casos de TBC aparecen precozmente
debemos tener en cuenta en la toma de decisio-
tras el inicio del tratamiento. En el caso del IFX, la
nes, unos dependientes de la enfermedad como la
mayoría ocurren tras la 2ª-3ª dosis, por tratarse
duración, gravedad, malnutrición, etc. y otros de-
de reactivaciones de formas latentes. Las medidas
pendientes del individuo, como las comorbilidades propuestas por las principales sociedades científi-
existentes o la edad. En este sentido el empleo de cas15,101,102 van dirigidas a la identificación de estas
fármacos anti-TNF aumenta no solo las infecciones formas latentes, ya que en estos casos el tratamiento
graves en pacientes mayores de 65 años, sino tam- adecuado ha demostrado ser eficaz. De hecho, tras
bién la mortalidad94. la implantación de estos programas de prevención,
Son múltiples las infecciones que se han descrito las tasas de incidencia han llegado a igualarse con
con estos fármacos y no es posible hacer una re- las de la población general103. Estas medidas inclu-
visión de todas ellas, por ello nos centraremos en yen la realización de Mantoux, que en caso de re-
las que son susceptibles de medidas preventivas sultar negativo hay que repetir entre 1-8 semanas
eficaces. después (Booster) (especialmente en pacientes con
tratamiento inmunosupresor), radiología de tórax y
Infecciones bacterianas: tuberculosis una detallada investigación relativa a la exposición
con posibles contactos. En caso de un Mantoux po-
Aunque han sido los fármacos anti-TNF los que han sitivo (induración mayor o igual a 5 mm), radiología
despertado la alarma sobre esta infección, ya en la compatible o contacto comprobado reciente, debe
era prebiológicos los pacientes con EII presentaban descartarse la existencia de una TBC activa y realizar
un riesgo aproximadamente doble de sufrir esta quimioprofilaxis con alguna de las pautas existen-
enfermedad95, posiblemente en relación con la ex- tes, aunque la más frecuentemente empleada es la
posición a corticoides, entre otros factores. Con los isoniazida durante 9 meses102. Es prioritario seguir
anti-TNF el riesgo de tuberculosis (TBC) está clara- estas recomendaciones puesto que un seguimiento
mente aumentado. En áreas de baja prevalencia, la incompleto conlleva un riesgo 7 veces superior de
probabilidad de desarrollar esta infección es entre tuberculosis, algo que se detecta en cerca del 40%
4 y 8 veces superior a la observada en la población de los tratamientos iniciados104. Una vez hecho el
no expuesta96,97, sin embargo en áreas endémicas estudio inicial, no hay que relajar la atención sobre
como España el riesgo es mucho mayor, con una esta infección puesto que ni la quimioprofilaxis tiene
incidencia de hasta 90 veces la esperada98. Además, una eficacia completa100, ni podemos descartar con-
la presentación es agresiva, con predominio de for- tactos futuros. Aunque no hay recomendaciones en
mas extrapulmonares (60%) y diseminadas (24%)99 este sentido, en algunos centros se realiza Mantoux
y con una mortalidad que oscila entre el 0,9% y el anual que permitiría identificar en el seguimiento

509
Sección 4. Intestino delgado y colon

EII

Serología VHB Al diagnóstico

Ag HBs + Ac HBc + Ag HBs y Ac HBc –

DNA y GOT/GPT DNA Anti HBs +


Vacunación Anti HBs –
previa
VHB crónica
VHB VHB inactivo VHB resuelto
DNA> 2000 UI/ml
inactivo DNA>50 UI/ml DNA<50 UI/ml Vacunar
↑GOT/GPT

Tratamiento Profilaxis Anti HBs < 10 mUI/ml


Vigilancia
antiviral • Tenofovir
• ¿Interferón? (EC) • Entecavir
• Tenofovir • Lamivudina si Revacunar
• Entecavir tto. corto (< 1 año)

Figura 9. Manejo de la hepatitis B en la EII151.

hasta un 8% anual de nuevos diagnósticos de TBC sis, nocardiosis o la infección por micobacterias no
latente105 (nuevos contactos o falsos negativos de las tuberculosas. De todas ellas, debe subrayarse a la
determinaciones iniciales). Además es importante la primera, dada su gravedad y su tasa de mortalidad,
vigilancia de contactos y síntomas para diagnosticar que puede alcanzar hasta un 30%, a pesar del trata-
y tratar precozmente los casos que se produzcan. Los miento antibiótico102. Medidas dietéticas de carác-
IGRA (Interferon-Gamma Release Assays), cuando ter preventivo incluyen el evitar la leche y queso no
están disponibles, aportan varias ventajas, incluyen- pasteurizados, carnes poco cocinadas o vegetales
do su comodidad y rapidez (no es necesario acudir crudos.
de nuevo a la lectura), su mayor especificidad, al no
interferir con la vacunación, y su mayor sensibilidad Infecciones víricas: Hepatitis B
al conseguir un 10-20%106 más de diagnósticos de
En el año 2004 se describe por primera vez la reac-
TBC latente. Sin embargo, es difícil que sustituyan al
tivación del virus de la hepatitis B (VHB) en dos pa-
Mantoux puesto que son pruebas diagnósticas que
cientes con EII tratados con IFX que eran portadores
tienen una baja concordancia entre sí (k=0,2-0,3)
del antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHBs),
y sobre todo porque su capacidad diagnóstica está
uno de los cuales fallece. Ya se había descrito con
limitada en un contexto de inmunosupresión107,108.
anterioridad esta situación en enfermedades reu-
Por este motivo, probablemente, y al menos en
matológicas110,111. La probabilidad de reactivación
áreas como la nuestra, deban emplearse conjunta-
quedó bien patente en el estudio prospectivo es-
mente.
pañol REPENTINA112, cifrándose en un 36% de los
pacientes con AgHBs que se hallaban en tratamien-
Otras infecciones bacterianas to inmunosupresor. El único factor predictivo de
Dentro de las infecciones bacterianas cabe destacar que este hecho ocurriera fué la asociación de 2 o
a las infecciones granulomatosas83 como la listerio- más IMM. A partir de ese momento, se consideró

510
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
obligado evaluar la situación con respecto a la in- tratados119 y su pronóstico es infausto en la mayo-
fección por el VHB antes de iniciar el tratamiento ría de los casos, aunque recientemente se ha publi-
con anti-TNF, aunque estas recomendaciones se cado un enfermo tratado con éxito y sin secuelas
puedan generalizar al empleo de fármacos con po- graves120.
tencial inmunosupresor. En el caso de detectarse
Virus como el HHV-6, Epstein-Barr y CMV no pare-
una hepatitis crónica o la presencia del AgHBs, es
cen tener un papel destacado tras el tratamiento
obligado iniciar tratamiento antiviral, al menos 3
con biológicos121. Destacar al VVZ con el que se
semanas antes del biológico y prolongarlo al me-
nos 3 meses después de abandonarlo102, siempre han descrito casos de infecciones graves tanto con
que el estado de la infección virológica lo permita. corticoides, como con inmunomoduladores o bio-
Se ha descrito un único caso de reactivación en lógicos122. Por este motivo, ante la aparición de una
ausencia de AgHBs y con AcHBc positivo113 tras tra- infección por este virus se aconseja retirar la inmu-
tamiento con IFX. Sin embargo, este hecho parece nosupresión temporalmente e iniciar tratamiento
excepcional y en una serie reciente que incluyó a antiviral102.
72 pacientes con este patrón de infección, no logró
demostrarse la replicación del virus B en ninguno Infecciones fúngicas y parasitarias
de ellos tras el tratamiento con IFX114. Por este mo- Son múltiples las infecciones descritas102 aunque
tivo, no se recomienda en la actualidad realizar pro- poco frecuentes. Deben destacarse la infección por
filaxis sistemática en pacientes con AcHBc positivo P. Jiroveci (anteriormente P. Carinii) por su eleva-
y AgHBs negativo, aunque esto no excluye una vigi- da mortalidad (hasta un 27%)123. Es posible utilizar
lancia cuidadosa de los marcadores y del DNA viral. tratamiento quimiopreventivo (cotrimoxazol 160-
Finalmente, en todos los pacientes con EII es acon- 800 mg 3 veces/semana, p.o) que adoptaremos en
sejable la vacunación frente al VHB, idealmente en función de la prevalencia local. En general, se acon-
el momento del diagnóstico. En todos los casos se seja en caso de triple inmunosupresión cuando uno
aconseja una vigilancia monitorizando los títulos de de los fármacos corresponde a un anti-TNF102 o ci-
anti-HBs con periodicidad, ya que hasta un 57% de closporina como ya se ha mencionado.
los pacientes pierden la protección al cabo de un
año de seguimiento115. En la figura 9 se describe el Neoplasias
manejo de la hepatitis B en pacientes con EII.
De forma global las neoplasias no se han encon-
En la hepatitis C no parece que los inmunomodula- trado con más frecuencia en los pacientes en tra-
dores tengan un efecto deletéreo sobre la replica- tamiento con anti-TNF en los diferentes tipos de
ción viral, por lo que estos tratamientos se pueden estudios: ensayos clínicos80, registros124, estudios
iniciar o continuar si es preciso102. En el caso parti- de cohortes125 o series abiertas86. En la artritis reu-
cular de los fármacos anti-TNF tampoco parece que matoide (AR), un metaanálisis de los ensayos clíni-
influyan sobre la evolución de la hepatitis C, aun- cos publicados hasta ese momento, encontraba un
que el número de pacientes recogido en la litera- riesgo aumentado de neoplasia en pacientes que
tura (85 pacientes en 11 publicaciones) es todavía recibían dosis altas79 del fármaco. De nuevo, estos
escaso116. datos no son necesariamente extrapolables a la EII
Dentro de las infecciones víricas habría que desta- por el diferente riesgo basal de neoplasia en am-
car a la reactivación del virus JC con aparición de bas patologías o por una edad media superior en la
leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), tal AR. Recientemente la European Medicines Agency
como se ha observado tras el tratamiento con al- ha publicado un metaanálisis con 22.000 pacientes
gunos biológicos como natalizumab, efalizumab y en 74 ensayos clínicos en todas las indicaciones
rituximab117. Ninguno de ellos está aprobado para posibles y con todos los fármacos anti-TNF, encon-
el tratamiento de la EII, aunque el natalizumab está trando un riesgo de neoplasia similar al de los con-
disponible en Europa bajo la fórmula de tratamien- troles126 salvo para el cáncer de piel no melanoma
to fuera de indicación (uso compasivo) pero some- (CPNM) con un riesgo relativo de 2,02 (1,11-3,95).
tido a un estrecho programa de vigilancia (TOUCH Un riesgo similar encuentran en el estudio de ca-
prescibing program). La legislación obliga en este sos-control anidado127 comentado a propósito de
supuesto a su administración en monoterapia, aun- los tiopurínicos, por lo que las recomendaciones
que esto no evita que pueda aparecer la LMP118. La de prevención para estos fármacos son extensivas
incidencia estimada es de 1 caso/1.500 pacientes a los anti-TNF.

511
Sección 4. Intestino delgado y colon

El linfoma es la neoplasia que más preocupación a un solo caso en el grupo control. Por este motivo,
ha suscitado, no solo por un riesgo aumentado, aunque el abandono del hábito tabáquico resulta
sino por la descripción de formas especialmente prioritario en todos los casos, cobra más importan-
graves como el linfoma hepatoesplénico. El único cia, si cabe, cuando el paciente está siendo tratado
metaanálisis128 que valora este aspecto y que in- con tratamiento inmunosupresor o biológico.
cluye cerca de 9.000 pacientes con un seguimiento
medio de 74 semanas, encuentra una incidencia de Reacciones locales e infusionales
6,1 casos/10.000 persona-año (PA) frente a los 2 ca-
La administración de proteínas exógenas tiene el
sos/10.000 de la población general, lo que la hace
potencial de inducir inmunogenicidad con apari-
tres veces superior (SIR=3,23; 1,5-6,9) y similar a la
ción de anticuerpos frente al fármaco que estemos
encontrada con las tiopurinas. Datos procedentes
administrando, bien anticuerpos antiinfliximab
del registro prospectivo francés RATIO que incluye
(ATI) o antiadalimumab (AAA). Estos anticuerpos
a pacientes de todas las indicaciones, no solo EII,
se han correlacionado con pérdida de respuesta al
apoyan estos resultados al encontrar una inciden-
fármaco y la aparición de reacciones infusionales131
cia de 4,2 casos/10.000 PA doblando a la de la po-
o reacciones locales132 aunque no se encuentran en
blación general129.
todos los pacientes que experimentan este tipo de
El linfoma hepatoesplénico es una entidad excep- EA. De hecho, su valor predictivo positivo es solo
cional habiéndose descrito 36 casos en la EII130, ha- del 36%133. Las reacciones infusionales se presen-
bitualmente asociado a inmunosupresores tiopurí- tan hasta en un 27% de los pacientes cuando el
nicos o bien a la utilización conjunta de éstos con tratamiento es episódico y en un 4-6% en el caso
fármacos anti-TNF. Su incidencia calculada aproxi- de que el tratamiento de mantenimiento sea conti-
mada se situaría en torno a 1:22.000 pacientes con nuo. Menos de un 3% de los pacientes tratados se
tratamiento combinado y algo menor (1:45.000) ven obligados a interrumpir o abandonar la terapia
para la monoterapia con tiopurinas. Aparece ge- por esta razón. En el caso del adalimumab, las reac-
neralmente en pacientes varones y menores de 35 ciones locales serían el equivalente y se presentan
años, aunque hay casos descritos por encima de hasta en un 19% de los pacientes tratados, si bien
dicha edad. Su pronóstico es generalmente infaus- es excepcional que motiven la sustitución del fár-
to, lo que ha llevado a la recomendación de evitar maco (menor de 1%)134. Las reacciones infusionales
la asociación de tiopurinas y anti-TNF en pacientes pueden ser agudas (aparecen durante la infusión
jóvenes67. o poco después de retirarla) o retardadas. Son si-
milares a una reacción anafiláctica de intensidad
Existen menos datos que con los fármacos tiopurí-
variable y se manifiestan por síntomas como pal-
nicos sobre el papel de los anti-TNF en la displasia
pitaciones, sudoración, mareo, con o sin hipoten-
cervical. Un único estudio casos-control45 encuen-
sión, dolor torácico, disnea, urticaria y fiebre en
tra una incidencia discretamente elevada con res-
casos graves. La administración concomitante de
pecto a la población general (1,82; 1,39-2,39), pero
inmunosupresores o la premedicación con corticoi-
no con respecto a pacientes con EII y sin esta me-
des tienen un papel protector135. Sin embargo, se
dicación (1,25; 0,65-2,40), por lo que los resultados
consideran reacciones anafilactoides al no tener las
son contradictorios. En todo caso, la magnitud de
características de una reacción de hipersensibilidad
la asociación es pequeña y no cambia la recomen-
tipo I, y no estar medidas por la IgE. Su tratamien-
dación de las revisiones ginecológicas que establez-
to consiste en detener la infusión y reintroducirla a
can las sociedades correspondientes.
ritmo creciente, junto con la administración de an-
El cáncer de pulmón se ha encontrado con una tihistamínicos y corticoides en los casos graves. En
frecuencia mayor de la esperada en alguna serie las siguientes infusiones la mayoría de los autores
abierta (hasta un 23% en pacientes fumadores ma- recomiendan premedicación (sobre todo si la reac-
yores de 65 años), incluso con algún caso de regre- ción fue grave), aunque existe escasa evidencia al
sión espontánea tras la retirada del anti-TNF, lo que respecto133. Las reacciones infusionales retardadas
apoya la responsabilidad del fármaco en su apari- aparecen entre 3-12 días después de la infusión y
ción. Además, en un ensayo clínico con infliximab se caracterizan por mialgias, artralgias, rash, fie-
realizado sobre 157 pacientes con EPOC se detecta- bre o urticaria. Generalmente aparecen cuando ha
ron 9 casos de este tipo de tumor en el grupo trata- existido un periodo más o menos largo sin adminis-
do y 2 casos más en el seguimiento posterior, frente tración del fármaco.

512
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 6. Efectos adversos de base inmune como aunque si se buscan intencionadamente pueden
complicación del tratamiento con anti-TNF aparecer hasta en un 62%140. Las lesiones pueden
ser muy variadas: vasculitis leucocitoclástica, piel
seca, pustulosis, infecciosas, etc., siendo las más
Switch características las lesiones inflamatorias eczema-
Sistémicas tiformes y psoriasiformes. En general, bien por su
• Lupus medicamentoso + extensión limitada o por buena respuesta al trata-
• Vasculitis ?
miento tópico solo obligan a suspender el anti-TNF
en un 1% de los pacientes, aunque en el caso de las
• Sarcoidosis +
lesiones inflamatorias este porcentaje asciende a
Órgano-específicos un 22-34%140,141. Las localizaciones más frecuentes
• Cutáneos→Psoriasis – de las lesiones psoriasiformes son el cuero cabellu-
• Enf. desmielinizantes y polineuropatías ? do, las flexuras (“psoriasis inversa”) y la pustulosis
• Uveítis ? palmoplantar, esta última muy característica. La
retirada del fármaco consigue el control de las le-
• Hepatitis +
siones en la mayoría de los casos, pero tras la rein-
• Renales (Sd. nefrótico y glomerulonefritis) ? troducción o el cambio a otro anti-TNF es habitual
• Neumonitis intersticial ? que reaparezca la sintomatología141.

Manifestaciones neurológicas
Se ha descrito la aparición o exacerbación de enfer-
Fenómenos autoinmunes medades desmielinizantes previas, principalmente
Existen múltiples manifestaciones de base inmune esclerosis múltiple, por lo que se debe evitar en
que se han asociado al empleo de fármacos anti- este grupo de pacientes. La frecuencia estimada
TNF (tabla 6). Todos ellos aparecen con una fre- es de 1/1.000 PA y los síntomas más frecuentes
cuencia excepcional, salvo las manifestaciones cu- son parestesias, alteraciones visuales, confusión y
táneas, y en la mayoría de los casos son específicas alteraciones de la marcha. La retirada del fármaco
de grupo, es decir que el cambio a otro anti-TNF conlleva la resolución de los síntomas en casi todos
conlleva la reaparición del EA. Sin embargo, en al- los casos, aunque no siempre142. Es cierto que la es-
gunos casos como la sarcoidosis, hepatitis autoin- clerosis múltiple podría estar aumentada en la EII143
mune o el lupus, el cambio a otro fármaco del mis- pero la secuencia temporal y sobre todo la resolu-
mo grupo permite continuar el tratamiento136,137. ción tras la retirada apoya el papel de los fármacos
anti-TNF en la aparición de este EA. Se han descri-
La aparición de marcadores de autoinmunidad to muchos otros EA neurológicos, aunque con una
durante el tratamiento es muy frecuente con apa- frecuencia excepcional, entre los que se incluyen:
rición de ANAs hasta en un 44-56%138,139. Aunque síndrome de Guillain-Barré144, neuritis óptica o neu-
este fenómeno suele ocurrir generalmente de ropatía desmielinizante.
forma precoz, no conllevan un riesgo elevado de
lupus medicamentoso, por lo que su determina- Gestación y lactancia
ción sistemática no está recomendada. En series
abiertas138,139, se sitúa en un 1% aproximadamente, Los estudios más amplios publicados49 con inflixi-
predominando la afectación articular y cutánea. La mab que incluyen las gestaciones recogidas en el
afectación visceral, sin embargo, es excepcional. registro TREAT (66) o las de la base de datos Inflixi-
Los factores de riesgo que se asocian a la aparición mab Safety Database (96) no detectan un aumento
de este EA son la edad avanzada y unos niveles de del riesgo de abortos o prematuridad con este fár-
anti-DNA mayores o iguales a 9 U/ml. Los IMM, por maco. Con adalimumab, los resultados del estudio
el contrario, parecen tener un papel protector138. OTIS son similares, aunque en este caso se observa
un aumento de abortos espontáneos que pudieran
Lesiones cutáneas explicarse más por la actividad de la enfermedad
que por el propio fármaco. En estas series no se
Las lesiones cutáneas asociadas al tratamiento con ha detectado un aumento de malformaciones,
fármacos anti-TNF se observan hasta en un 20% aunque en una revisión de más de 120.000 EA con
de los pacientes tratados en series retrospectivas86 anti-TNF registrados en la base de datos de la FDA

513
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 7. Medidas preventivas a adoptar ya desde el diagnóstico para prevenir complicaciones del tratamiento

Evaluación previa al tratamiento inmunosupresor Educación


❱❱ Historia clínica • Aprendizaje de síntomas de alarma
• Antecedentes de viajes o estancias en áreas tropi- • Evitar exposición solar
cales • Listeria: evitar leche no pasteurizada y comidas
• Antecedentes de infecciones bacterianas o fúngi- procesadas (patés, embutidos)
cas (intertrigo, candidiasis vaginal u oral) • Salmonella: evitar huevos y carnes poco cocina-
• Antecedentes de contactos con pacientes con das
tuberculosis Vacunaciones
• Vacunación BCG ❱❱ Contraindicadas si inmunosupresión (administrar
• Antecedente de infección tuberculosa latente o antes, idealmente al diagnóstico)
activa • Varicela
• Historia de infecciones víricas: VVZ, VHB, VHS • Sarampión, rubeola y parotiditis (bajo riesgo en
• Vacunaciones previas: DTP, VHB, etc. adultos en países industrializados)
❱❱ Examen físico • Tifoidea oral, cólera oral o fiebre amarilla en caso
• Investigar la presencia de infecciones activas de viajes a países endémicos
locales o sistémicas ❱❱ Aconsejadas en inmunodeprimidos
• Evaluación de la salud bucodental • Papilomavirus
• Visita ginecológica y citología cervical • DTP cada 10 años
❱❱ Laboratorio • Gripe anualmente
• Proteína C reactiva • Neumococo cada 5 años
• Sedimento/urocultivo en pacientes con síntomas • VHB (3 dosis)
antecedentes de infecciones urinarias Quimioprofilaxis
• Serologías: VVZ, CMV, VHC, VHB, HIV • Antituberculosa: contactos recientes, pacientes
• Examen de heces y serología estrongiloides en PPD positivos (≥ 5 mm) o signos TBC residual no
pacientes con estancias en áreas tropicales tratada en Rx tórax
❱❱ Otros • Anti-pneumocistis jiroveci: considerar en función
• Intradermorreacción tuberculínica o PPD de la prevalencia local en caso de 2 o más IMM o
CD4 ≤ 300/μl
• Radiología de tórax
Tratamiento de infecciones víricas subyacentes
• VHB: iniciar tratamiento antiviral al menos
3 meses antes (sobre todo del biológico)
• VIH: considerar tratamiento anti-TNF solo si
CD4≥500/μl

se encontraron 61 malformaciones congénitas, la en un estudio de más de 600 embarazos y sus co-


mayoría con alguna de las incluidas en la asociación rrespondientes controles (Gisbert JP et al., comuni-
conocida como VACTERL (anomalías vertebrales, cación personal).
atresia anal, defecto cardiaco y anormalidades re-
nales, traquoesofágicas o de las extremidades)145. Tanto el infliximab como el adalimumab experi-
Sin embargo, no se conoce la incidencia real, que mentan un paso activo por la placenta detectándo-
probablemente sea muy baja, y además la malfor- se niveles en el recién nacido hasta 6 meses des-
mación completa solo estaba presente en un niño. pués del parto por lo que se ha recomendado evitar
Datos no publicados de un estudio español multi- su administración, siempre que sea posible, a partir
céntrico demuestran que los biológicos, como las de la semana 30 de la gestación para el infliximab
tiopurinas, son fármacos seguros en el embarazo, y de la 32-34 para el adalimumab y así evitar inter-

514
35. Riesgos y complicaciones de las terapias inmunomodulares y biológicas
de la enfermedad inflamatoria intestinal
TABLA 8. Vacunaciones recomendadas en pacientes con EII.

Vacuna Dosis Comentarios


Recomendaciones ECCO
Papilomavirus 0,1-2,6 9 a 26 años
Neumococo 1 dosis Repetir cada 3-5 años
VHB 0,1,6 Comprobar eficacia
Gripe 1 dosis Anual
Varicela 2 dosis No en inmunodep.
Otras recomendaciones (British Society of Rheumatology)
Haemophilus B Única -
Meningococo C Única -
Zoster* Única > 50 años
VHA 0,6 Booster 10 años

ferencias con las vacunaciones, fundamentalmente portante (47%) los infraestimaba148. Por este moti-
rotavirus y BCG que son las que están elaboradas vo, es importante proporcionar la información de
con gérmenes vivos. La lactancia probablemente una forma adecuada, utilizando riesgos absolutos
sea segura, al no detectarse niveles de infliximab146 en lugar de relativos y evitando porcentajes peque-
o mínimos de adalimumab147. ños poco intuitivos (p. ej.: 0,01%) o términos im-
precisos como “raro”. Suele ser de utilidad expresar
Otros efectos secundarios estos riesgos en forma de gráfica o ponerlos en re-
lación con situaciones de riesgo percibido conoci-
Insuficiencia cardiaca das149. Por último, siempre hay que destacar que la
relación de riesgo-beneficio en los pocos estudios
Del empleo de anti-TNF a en dos ensayos clínicos en
que hay publicados es favorable al fármaco2.
pacientes con insuficiencia cardiaca se desprende
que estos fármacos están contraindicados en grados
avanzados de la enfermedad (NYHA III y IV) al encon-
Medidas preventivas
trarse un aumento de la mortalidad133. La incidencia Es importante incorporar como parte fundamental
de este tipo de complicación es de 3/1.000 PA de for- del manejo de los pacientes con EII una serie de
ma global, siendo mucho menor en pacientes meno- medidas preventivas encaminadas a evitar com-
res de 50 años (1/3.333 PA). Hay que tener presente plicaciones, fundamentalmente infecciosas, deri-
que hasta en un 50% de los casos puede aparecer vadas del tratamiento o de la propia enfermedad.
en pacientes sin insuficiencia cardiaca o factores de Este tipo de medidas hay que adoptarlas de forma
riesgo cardiovascular, siendo lo habitual la resolu- ideal desde el mismo momento del diagnóstico, no
ción del cuadro tras la retirada del biológico142. solo porque no vamos a retrasar la introducción de
fármacos con potencial inmunomodulador, cuando
Comunicación de riesgos al paciente sean necesarios, sino porque van a ser más efica-
ces, especialmente las vacunas, cuando estos trata-
La comunicación al pacientes de las complicaciones
mientos aún no se han introducido.
del tratamiento es fundamental que se haga de
forma adecuada para que la percepción del riesgo Entre las actuaciones a realizar se incluyen (tabla 7):
sea la correcta, sin infraestimar ese riesgo. Existen
❱❱ Una evaluación previa del riesgo del paciente.
pocos datos publicados al respecto, pero en una
entrevista realizada por el Dr. Siegel a pacientes en ❱❱ Medidas preventivas propiamente dichas que
una reunión de la CCFA, hasta un 45% de ellos no incluyen quimioprofilaxis cuando corresponda
recordaban la conversación con su médico sobre (tuberculosis, P. Jiroveci, hepatitis B), vacuna-
los riesgos de la medicación y una proporción im- ciones (tabla 8) y educación del paciente sobre

515
Sección 4. Intestino delgado y colon

síntomas de alarma, evitar exposición solar, o flammatory bowel disease. Aliment Pharmacol
consejos dietéticos. Ther 2008(1);27:220-7.
9. Haber CJ, Meltzer SJ, Present DH, Korelitz BI.
❱❱ Dado que las medidas recomendadas son mu- Nature and course of pancreatitis caused by
chas y que es relativamente frecuente su incum- 6-mercaptopurine in the treatment of infla-
plimiento150 puede ser de utilidad la adopción mmatory bowel disease. Gastroenterology
de listas de comprobación o checklist. En http:// 1986;91:982-6.
10. Van Geenen EJ, de Boer NK, Stassen P, Linskens
gow.im/w5 se pone a disposición del lector un RK, Bruno MJ, Mulder CJ et al. Azathioprine or
ejemplo. mercaptopurine-induced acute pancreatitis is
not a disease-specific phenomenon. Aliment
❱❱ Por último, para intentar minimizar riesgos es Pharmacol Ther 2010;31:1322-9.
importante una monitorización estrecha de 11. Al Rifai A, Prasad N, Shuttleworth E, McBur-
estos pacientes para intentar un diagnóstico y ney H, Pushpakom S, Robinson A et al. Natural
tratamiento precoz de los EA, cuando se produ- history of azathioprine-associated lymphope-
cen, disminuyendo al máximo sus consecuen- nia in inflammatory bowel disease patients:
cias. Finalmente debe optimizarse la relación de a prospective observational study. Eur J Gas-
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riesgo-beneficio para cada paciente, teniendo
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522
36 Síndrome de intestino irritable
Fermín Mearin1, Miguel A. Montoro2
1

2
Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos. Centro Médico Teknon. Barcelona
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
2
Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza

Introducción REFERENCIAS CLAVE


El síndrome de intestino irritable (SII) representa 1. Chey WD. Irritable bowel síndrome. Gas-
el paradigma de los trastornos funcionales diges- troenterology Clinics 2011;40(1): 1-264.
tivos (TFD) en el campo de la patología digestiva. 2. American College of Gastroenterology Task
Ninguna otra enfermedad suele suscitar mayores Force on Irritable Bowel Syndrome, Brandt
LJ, Chey WD, Foxx-Orenstein AE, Schiller
discrepancias entre el modo en que el facultativo
LR, Schoenfeld PS, Spiegel BM et al. An
transmite al enfermo el origen de su problema y las evidence-based position statement on the
expectativas reales que el enfermo había deposi- management of irritable bowel syndro-
tado en su médico. Realmente, la percepción que me. Am J Gastroenterol 2009;104(Suppl
tiene el paciente de su dolencia es muy distinta: 1):S1–35.
al enfermo casi nunca le interesa saber cuál es la 3. Longstreth, GF. Thompson WG, Chey WD,
causa de su daño, ni si existe un trastorno orgánico Houghton LA, Mearin F, Spiller RC et al.
o funcional, lo que le importa es que se alivien sus Functional bowel disorders. Gastroentero-
síntomas. Durante años, en las consultas médicas logy 2006;130:1480-91.
se ha venido repitiendo la expresión “Doctor, a mí 4. Mearin F. Síndrome de intestine irritable.
me duele – Tranquilo, Vd. no tiene nada”. Solo se En: Ponce J, Castells T, Gomollón F, Esteve
consideraba como enfermo a aquél en el que había M, Martín de Argila C, Molero X, Vázquez
una causa demostrable de sus molestias, mientras Sequeiros E, eds. Tratamiento de las enfer-
que el resto (¡una multitud!) eran etiquetados de medades gastroenterológicas, 3.ª edición.
hipocondríacos, “quejicas”, psicópatas o somatiza- Elsevier España. Barcelona, 2011:155-66.
dores. Urge, por consiguiente, transmitir una nue-
va filosofía al médico práctico y adecuar el nivel
de nuestros conocimientos a las expectativas de
nuestros pacientes1. Nunca puede olvidarse que Como tal trastorno funcional, se asume que el pa-
los trastornos funcionales producen un deterioro ciente con un SII no presenta ninguna alteración
de la calidad de vida, superior incluso, al observado bioquímica o estructural que pueda justificar la
en otras dolencias orgánicas2. Más de 2.000 artícu- naturaleza de los síntomas3. A lo largo del tiempo,
los relacionados con este tópico se han publicado se han propuesto diversos criterios que permitie-
en revistas de gastroenterología a lo largo de los sen establecer un diagnóstico positivo basado en la
últimos 5 años (SI Web of Knowledge), por lo que presencia de síntomas, evitando con ello pruebas
parece obligado proporcionar al lector una actua- superfluas. El hecho de que algunos de estos sín-
lización del capítulo que se publicó en la primera tomas sean compartidos por numerosas dolencias
edición de esta obra en 2006. orgánicas, explica la dificultad para establecer un
consenso a la hora de establecer qué síntoma o
combinación de síntomas gozan de un mayor va-
Definición lor predictivo positivo, sensibilidad y especificidad
para el diagnóstico. Desde los criterios iniciales de
¿Qué es un SII? Manning formulados en 19784, se han realizado
El SII es un TFD caracterizado por la presencia de distintas propuestas. En los últimos años, la ma-
dolor o molestia abdominal asociado a cambios en yoría de los clínicos han utilizado los denominados
la frecuencia y/o consistencia de las deposiciones. criterios de Roma, fruto de una labor llevada a cabo

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 523
Sección 4. Intestino delgado y colon

por comités de expertos que se reúnen periódica- TABLA 1. Criterios de Roma III para el diagnóstico de SII
mente en Italia. En 1992 se publicaron los criterios
de Roma I5, en 1999 los criterios de Roma II6,7 y en
2006 los criterios de Roma III8. En todos los casos, Dolor o disconfort1 abdominal recidivante al menos
es condición sine qua non la presencia de dolor o 3 días al mes durante los últimos tres meses2 que se
molestia abdominal (sin el cual no puede estable- asocia a dos o más de los siguientes:
cerse el diagnóstico), asociado a un cambio en la ❱❱ Mejoría con la defecación.
frecuencia o consistencia de las deposiciones (al ❱❱ El comienzo se asocia a un cambio en la frecuencia
menos 3 días al mes) por un periodo no inferior a de las deposiciones 3.
3 meses, y un comienzo de los síntomas al menos ❱❱ El comienzo se asocia con un cambio en la forma
6 meses antes del diagnóstico. Dentro de esta cate- (consistencia) de las deposiciones 3.
goría se reconocen 4 subtipos: 1) SII con predomi-
nio de estreñimiento (SII-E); 2) SII con predominio 1
El término disconfort se refiere a una sensación
de diarrea (SII-D); 3) SII con patrón alternante y 4)
desagradable que no se describe como dolor. Para
SII con patrón indefinido. Algunos síntomas como estudios de investigación fisiopatológica y ensayos
la urgencia defecatoria, la sensación de evacuación clínicos, se requiere que el dolor o disconfort abdo-
incompleta, así como la hinchazón abdominal, la minal aparezca al menos 2 días por semana durante
emisión de moco en al deposición o el esfuerzo el periodo de cribado de los casos.
defecatorio excesivo, apoyan el diagnóstico, pero 2
Los síntomas deben cumplirse al menos durante
no son imprescindibles para establecerlo (tabla 1)8. tres meses y haber comenzado al menos 6 meses
antes del diagnóstico.
¿Qué no es un SII? 3
Los requerimientos para establecer las diferentes
La propia definición de SII permite establecer claras categorías de SII son los siguientes:
diferencias con otras condiciones clínicas con las a. SII con predominio de estreñimiento: heces
que frecuentemente se confunde. Diversas consi- duras ≥ 25% de las ocasiones/heces “sueltas” o
deraciones deben ser tenidas en cuenta. acuosas ≤ 25% de las ocasiones.
b. SII con predominio de diarrea: heces “sueltas” o
❱❱ Los síntomas tienen que aparecer durante un acuosas ≥ 25% de las ocasiones/heces duras
periodo mínimo de tiempo (12 semanas/año, < 5% de las defecaciones.
no necesariamente consecutivas). Se excluyen,
c. Patrón mixto: heces duras ≥ 25% de las oca-
por consiguiente, periodos cortos de alteracio-
siones/heces “sueltas” o acuosas ≥ 25% de las
nes del ritmo intestinal acompañadas de males- ocasiones.
tar abdominal, propiciadas por circunstancias
d. Patrón indefinido: anormalidad insuficiente de
diversas (viajes, estrés, transgresiones dietéti-
la consistencia de las deposiciones para reunir
cas) que constituyen un hecho frecuente en la
los criterios expuestos para el resto de las cate-
población general. gorías.
❱❱ La presencia de diarrea o estreñimiento cróni- • Síntomas que apoyan el diagnóstico pero que
co, sin una causa orgánica identificable no pue- no forman parte de los criterios de Roma III son:
de atribuirse a un SII si no existe además dolor a. Frecuencia de las deposiciones ≤ 3 veces por
abdominal. Aquellos entran en la categoría de semana o > 3 veces por día.
diarrea o estreñimiento crónico funcional. b. Esfuerzo defecatorio excesivo.
❱❱ Inversamente, la presencia de dolor abdominal c. Urgencia defecatoria.
crónico sin alteraciones concomitantes en la d. Sensación de evacuación incompleta.
frecuencia o consistencia de las deposiciones
e. Emisión de moco en la deposición.
no puede ser categorizada como SII, sino como
dolor abdominal crónico funcional. f. Sensación de hinchazón abdominal.

❱❱ Un paciente con dolor abdominal centrado en


el hemiabdomen superior, a menudo definido
como plenitud o pesadez postprandial, no pue-
de ser incluido tampoco en el término SII. Estos gánica). No obstante, en algunos enfermos co-
pacientes probablemente padecen una dispep- existen ambos trastornos (dispepsia funcional y
sia funcional (si logra excluirse una dolencia or- SII).

524
36. Síndrome de intestino irritable

❱❱ Algunos pacientes, especialmente mujeres, con personas que consultan al médico. De hecho, el
flatulencia como síntoma principal, son etique- SII explica el 10-15% de las consultas de atención
tados de SII, sin que reúnan plenamente los cri- primaria y entre el 25-30% de los pacientes deri-
terios necesarios para el diagnóstico de este sín- vados a las consultas de gastroenterología18. Estas
drome. Con frecuencia estos pacientes padecen cifras son el resultado de estudios basados en un
otro trastorno funcional, como aerofagia o pre- “diagnóstico positivo” basado en síntomas. En todo
sentan un incremento real en la producción de momento debe considerarse que cualquier estrate-
gas intestinal en relación con una intolerancia gia basada en la búsqueda intencionada de orga-
a lactosa o fructosa, un síndrome de sobrecre- nicidad “diagnóstico por exclusión”, reduciría con
cimiento bacteriano o incluso una enfermedad toda probabilidad estos valores al identificar enfer-
celíaca. medades con una base orgánica cuya presentación
❱❱ Por último, aquellos pacientes en los que llega a clínica puede simular, en gran medida, a la de un
identificarse un trastorno endocrinometabólico TFD, como han sugerido algunos autores19.
(por ej.: diabetes o hipertiroidismo) y que con-
sultan por síntomas gastrointestinales concor- Incidencia
dantes con el padecimiento de un SII no pueden
La incidencia de SII no es fácil de determinar, ya que
ser categorizados como tal en un sentido estric-
a menudo el comienzo de los síntomas se desarro-
to, dado que conceptualmente, en todo pacien-
lla de forma insidiosa y el enfermo puede tardar en
te con un TFD se exige la ausencia de anomalías
consultar10. Estudios de base poblacional realizados
bioquímicas que puedan explicar los síntomas.
en EE.UU. y en Europa sugieren que el SII aparece
en 200-300 personas por cada 100.000 habitantes y
Epidemiología año19-21. Debe considerarse que estas estimaciones
se basan en el resultado de estudios en pacientes
Prevalencia que consultan por sus síntomas. Una evaluación
La prevalencia de SII oscila entre el 5-15%, en de- más realista, considerando la proporción de pacien-
pendencia de los criterios empleados para el diag- tes que no llegan a consultar nunca con el médico,
nóstico9,10. Un estudio, por ejemplo, encontró que permite estimar, que la verdadera incidencia de SII
únicamente el 31% de los pacientes con SII diag- en población general probablemente doble estas
nosticados por criterios de Roma II, cumplían los cifras, alcanzando la cifra de 400 casos por cada
criterios de Roma III para el mismo diagnóstico11. El 100.000 habitantes y año, valores que se ajustarían
70% restante padecían otro tipo de trastornos fun- más a una prevalencia estimada del 12%. Por otro
cionales digestivos (TFD) incluyendo estreñimiento lado, en determinados subgrupos de pacientes,
o diarrea funcional o hinchazón funcional. Otras como aquellos que han sufrido una gastroenteritis
variables que influyen en la prevalencia incluyen la infecciosa, la incidencia de SII puede alcanzar el
edad, el sexo, la procedencia geográfica y la pobla- 10% (IC 95%: 9,5-85,6)22.
ción que es objeto de estudio (población general o
población que consulta con el médico)10. Así, la pre- Concomitancia con otros TFD
valencia de SII estimada en los países occidentales
oscila entre el 10-18%12,13, mientras que en Asia se Estudios de base poblacional y revisiones sistemá-
cifra entre un 1-9%14,15. La prevalencia encontrada ticas demuestran la existencia de un solapamiento
en España es del 7,8%16. Un aspecto notable es que entre el SII y otros TFD, de manera que la probabi-
la relación mujer/hombre observada en el mundo lidad de que un paciente con SII presente además
occidental (2:1) no se ha constatado en los países clínica de enfermedad por reflujo gastroesofágico
asiáticos. Por otro lado, el SII es más prevalente en (ERGE) o de dispepsia alcanza el 47% y el 15-42%,
edades más jóvenes16,17, aunque se ha descrito un respectivamente, prevalencias muy superiores a las
segundo pico de incidencia en edades avanzadas. observadas en población general24-26. En un estu-
Talley et al., encontraron una prevalencia de SII del dio, Locke et al. informaron que entre el 4-9% de la
8% entre los pacientes con edades comprendidas población general presenta síntomas de al menos 2
entre 65 y 75 años, elevándose hasta el 12% entre TFD y que de un 1% a un 4% manifiesta clínica de al
las personas de más de 85 años17. Indudablemen- menos 3 TFD, lo que ha hecho considerar una base
te estas cifras son diferentes entre la población de patogénica común en estos trastornos27.

525
Sección 4. Intestino delgado y colon

Concomitancia con otras o peor que la observada en enfermedades de curso


crónico, incluyendo la ERGE, diabetes, insuficiencia
manifestaciones extraintestinales renal, depresión, o artritis reumatoide33,36.
La presencia de síntomas extraintestinales es más
común entre los pacientes con SII, incluyendo fatiga Cuestionarios de calidad de vida
crónica y dolor abdomino-pélvico, entre otros28. Así en el SII
mismo, entre los pacientes con SII, se ha comuni-
Además del SF-36 (cuestionario genérico de calidad
cado una mayor prevalencia de síntomas psiquiá-
de vida) se han diseñado diversos cuestionarios es-
tricos, incluyendo ansiedad, depresión y neuroticis-
pecíficos para evaluar el impacto del SII, tanto so-
mo. En un estudio controlado que incluyó una serie
bre la condición física, como del bienestar emocio-
de 3.153 pacientes, ajustados por sexo y edad,
nal y las repercusiones sociales de la enfermedad
Whitehead et al.28 demostraron una prevalencia de
sobre el individuo. La mayoría de ellos (IBS-QOL,
morbilidad psiquiátrica de hasta el 94%, entre los
IBSQOL y IBS HRQOL)38-40 proporcionan información
pacientes con SII. Con toda probabilidad, rasgos de
exhaustiva sobre todas estas variables, pero tienen
psiconeuroticismo, ansiedad y depresión contribu-
el inconveniente de su difícil implementación en
yen a modular al alza la percepción de los síntomas
los 10-12 minutos de que dispone habitualmente
y resultan determinantes de la frecuencia con que
un gastroenterólogo general para ver a un paciente
estos pacientes visitan al médico.
en su consulta. Spiegel et al.41, crearon un cuestio-
nario corto específicamente diseñado para su em-
Historia natural pleo rutinario en la práctica clínica. El cuestionario
Aproximadamente la mitad de los pacientes con SII consta únicamente de 4 preguntas (tabla 2) y está
permanecen estables y no modifican el fenotipo de pensado para su cumplimentación en menos de 1
su comportamiento clínico (predominio de diarrea, minuto, mientras el paciente permanece en la sala
de estreñimiento o patrón alternante)29. El otro de espera. Una enfermera calcula el score final en
50% puede mostrar un cambio en su patrón de sín- un tiempo no superior a 30 segundos y lo entrega
tomas dominantes30. al médico antes de recibir al paciente. El cuestiona-
rio denominado BEST-score proporciona informa-
Mortalidad ción sobre 4 cuestiones esenciales: 1) gravedad de
los síntomas intestinales, tal como son percibidos
El SII es una entidad que no viene gravada por una
por el paciente; 2) impacto de los síntomas sobre
mayor tasa de mortalidad en relación a la observa-
la capacidad de disfrutar de las cosas cotidianas;
da en la población general. Un estudio que investi-
3) percepción del enfermo acerca del padecimiento
gó la evolución de una serie de pacientes seguidos
de una enfermedad seria o potencialmente grave
por un periodo de 29 años, no demostró diferen-
y 4) repercusión de los síntomas sobre el estado
cias en relación a la mortalidad esperada31 y ello ha
de ánimo y el humor del enfermo. Los autores
sido corroborado por otros autores32. Pese a ello,
cotejaron los resultados proporcionados por el
es un hecho constatado que si bien el SII no “mata”
BEST-score en una serie de 59 pacientes con SII, con
puede hacer la vida insoportable y algunos infor-
otro instrumento de medición de CVRS específico
mes sugieren un aumento en el riesgo de suicidio,
de SII (IBS-QQL score), constituido por 34 paráme-
así como en la necesidad de cirugía37.
tros, encontrando un elevado grado de concordan-
cia entre ambas medidas y subrayando el valor de
Calidad de vida relacionada con la salud esta nueva herramienta en la toma de decisiones
(CVRS) en el escenario de la práctica clínica habitual (busy
clinics)41.
La CVRS de los pacientes con SII está notablemen-
te alterada debido a importantes repercusiones
físicas, emocionales, sociales y económicas, como
Repercusiones económicas
reflejan las revisiones sistemáticas33, y existen exce- Los costes asociados al SII son importantes. Baste
lentes revisiones al respecto34,35. Datos consistentes citar que solo en los EE.UU. consultan anualmente
revelan que los pacientes con SII presentan scores por este problema 3,5 millones de personas. Ello
más bajos en las 8 escalas del SF-36, cuando se supone un gasto anual de 20 billones de dólares42.
comparan controles sanos34 y que su CVRS es igual Por otro lado, se ha estimado que los pacientes con

526
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 2. Cuestionario BEST para evaluar el impacto de los síntomas de un intestino irritable sobre la CVRS

1. Durante las últimas 4 semanas, ¿Cómo se ha sentido en relación a su hábito de defecar?


• Muy bien: mis deposiciones han sido normales.
• Bien: apenas ha habido alteraciones en mi ritmo intestinal y, de hecho, las he ignorado.
• Regular: no he podido ignorar las alteraciones en mi ritmo intestinal.
• Mal: las alteraciones de mi ritmo intestinal han llegado a afectar a mi estilo de vida.
• Muy mal: las alteraciones del ritmo intestinal han afectado gravemente a mi estilo de vida.
2. Lea Vd. la siguiente declaración y diga lo que opina sobre ella: “Los síntomas intestinales que estoy sufrien-
do significan que algo muy serio está ocurriendo en mi cuerpo”.
• No, de ninguna manera.
• Sí, quizás en algún momento, pero muy pocas veces.
• Sí, algo sí.
• Sí, bastante.
• Sí, mucho.
3. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia sus síntomas intestinales han hecho que se sienta tenso
o profundamente afectado?
• La mayoría del tiempo.
• En muchas ocasiones.
• Solo muy de vez en cuando.
• En ningún momento.
4. Díganos lo que piensa sobre la siguiente frase: “Debido a los síntomas intestinales que sufro, durante las
últimas 4 semanas no he podido disfrutar de las cosas que antes me divertían”.
• De ninguna manera me ha ocurrido esto.
• Sí, quizás en algún momento, pero muy pocas veces.
• Sí, algo sí.
• Sí, bastante.
• Sí, mucho.

Las respuestas a estas preguntas se miden en una escala de 0 (el mejor estado de salud) a 100 (el peor estado
de salud). La calificación final asignada de acuerdo a un algoritmo estándar se entrega al médico, antes de que
éste entre en la consulta. [Spiegel BMR, Naliboff, Mayer E, et al. Development and initial validation of a concise
point-of-care IBS severity index: the 4-item BEST questionnaire. Gastroenterology 2006;130:S1040].

SII consumen un 50% más de recursos sanitarios estas entidades son potencialmente curables con
que los controles sanos44,45. Ello obliga a reflexionar un tratamiento específico19. Otra fuente impor-
acerca de la solicitud, a menudo reiterada, de prue- tante de gasto sanitario en estos pacientes son las
bas y exámenes complementarios que siguiendo frecuentes visitas facultativas derivadas del padeci-
las recomendaciones de las guías de práctica clí- miento de síntomas extraintestinales, fruto de di-
nica45 probablemente no estén justificados, en pa- versas somatizaciones. Finalmente, se estima que
cientes en quienes podría establecerse un diagnós- un tercio de los costes imputables al SII se derivan
tico positivo, basado en la presencia de síntomas
de la pérdida de productividad laboral (absentismo
compatibles y la ausencia de signos de alarma (ver
y presentismo laboral). Los empleados que sufren
apartado de diagnóstico). Este pensamiento debe
de SII presentan una merma de su productividad
balancearse con el criterio de aquellos que preco-
laboral estimada en un 26-31%, tasas que exceden
nizan que el gasto imputable a esta patología, se
reduciría a largo plazo, si en la valoración inicial pu- en un 20% a las observadas en controles sanos46,47.
diese descartarse cualquier otra patología orgánica Esta pérdida de productividad laboral se concentra
que a menudo se manifiesta con criterios de “apa- mayoritariamente entre los pacientes que presen-
rente funcionalidad”. Así ocurre con algunos casos tan comorbilidades asociadas, incluyendo fatiga
de colitis microscópica, enteropatía sensible al glu- crónica y fibromialgia, entre otras48. A todo ello
ten, intolerancia a carbohidratos (lactosa, fructosa) deben sumarse los costes intangibles atribuibles al
o malabsorción idiopática de sales biliares. Todas sufrimiento personal.

527
Sección 4. Intestino delgado y colon

Fisiopatología lorosos) y quimiorreceptores (detectan cambios en


la osmolaridad, temperatura y pH). La información
En la actualidad no se conoce con precisión cuáles de estos receptores es transmitida al cerebro don-
son los mecanismos por los que se produce el SII. de tiene lugar la percepción consciente. La hiper-
No parece probable que una sola causa pueda ser sensibilidad puede presentarse en forma de hiper-
el motivo de todas las molestias en un síndrome algesia (percepción incrementada del dolor ante
tan heterogéneo. Se han postulado alteraciones un estímulo determinado, comparada con la po-
de la motilidad, fenómenos de hipersensibilidad blación general), alodinia (el enfermo siente dolor
visceral, factores psicológicos, mecanismos infla- ante un estímulo que en condiciones normales no
matorios y una disfunción del eje cerebrointestinal, sería percibido como tal), hipervigilancia (exceso de
entre otros49-58. atención a los estímulos nociceptivos), y exagerada
percepción del dolor referido (percepción de dolor
Alteraciones de la función fuera de las regiones anatómicas habitualmente es-
sensorio-motora timuladas). La hipersensibilidad puede ser la conse-
cuencia de fenómenos de sensibilización de las neu-
Motilidad ronas del asta posterior medular o de un anormal
Se han comunicado numerosas alteraciones de la procesamiento de la información transmitida por las
motilidad en el SII incluyendo una aceleración del vías aferentes en el sistema nervioso central (SNC)53.
tránsito tanto en el intestino delgado como en el Numerosos estudios han permitido documentar que
colon en el SII-D, y un enlentecimiento de aquél la insuflación con balón en distintos segmentos del
en el SII-E49. A su vez, los pacientes con SII mues- intestino es percibida por los enfermos con SII con
tran contracciones intestinales intensas y anormal- una intensidad desproporcionada cuando se compa-
mente prolongadas, tanto en el íleon como en el ra con controles sanos (figura 1)54,55. Ello permitiría
colon, en respuesta a diversos estímulos exógenos, explicar la urgencia defecatoria que los pacientes
incluyendo la inyección de colecistoquinina (CCK), describen ante leves incrementos de la presión en-
la ingesta de alimento, el estrés psicológico y la doluminal en respuesta al estrés o al propio reflejo
distensión del colon con balón50. Estas alteraciones gastrocólico. Es un hecho admitido por la mayoría
podrían explicar la aparición de síntomas después de los clínicos que la palpación del abdomen suele
de las comidas o la exacerbación de aquellos en pe- mostrar un área de hipersensibilidad en la región
riodos de estrés. Igualmente, en el SII coexisten, a donde se sitúa el sigma en muchos pacientes con
menudo, trastornos de la motilidad gastroduodenal SII y que la insuflación del colon sigmoide durante
(retardo del vaciamiento gástrico) y biliar (retardo la realización de una colonoscopia produce un do-
en el vaciamiento de la vesícula y relajación insufi- lor, probablemente excesivo, en los pacientes con
ciente del esfínter de Oddi tras la inyección de CCK). SII. Nuevamente, sin embargo, estos fenómenos no
En algunos pacientes (especialmente en el SII-E) se se registran en todos los pacientes con SII y la co-
detecta defecación disinérgica51 y en otros, altera- rrelación de estos hallazgos con la gravedad de los
ciones en el tono del músculo detrusor de la vejiga síntomas es incierta52,56.
y fenómenos de hiperreactividad bronquial en res-
Gas y distensión abdominal
puesta a la inyección de metacolina, todo lo cual ha
hecho suponer a algunos autores la existencia de La sensación de hinchazón y la distensión abdomi-
una disfunción generalizada del músculo liso49. La nal forman parte del espectro de síntomas y signos
investigación, sin embargo, ha demostrado que las referidos habitualmente por los pacientes con SII,
alteraciones descritas, no están presentes en todos especialmente de aquellos con un patrón predo-
los pacientes y que la correlación entre aquellas y la minante de estreñimiento. El empleo de técnicas
aparición de los síntomas es pobre52. basadas en pletismografía con impedancia, gam-
magrafía y tomografía computarizada (TC) sugieren
Sensibilidad
que algunos pacientes con SII muestran dificultades
Numerosas evidencias han demostrado que al- para aclarar el gas perfundido en el yeyuno y re-
gunos enfermos (no todos) con SII presentan una tención de gas en el intestino delgado tras la per-
sensibilidad incrementada a ciertos estímulos (hi- fusión endoluminal de ácidos grasos57-59. Otros au-
peralgesia visceral)49. Las sensaciones abdomina- tores han relacionado la distensión abdominal con
les son mediadas por vías aferentes activadas por fenómenos de disfunción anorrectal asociados a
estímulos que actúan sobre mecanorreceptores propulsión retardada del bolo fecal y heces duras60.
(detectan cambios producidos por la distensión), Finalmente, estudios realizados en nuestro país,
nociceptores mesentéricos (detectan estímulos do- han permitido documentar por TC alteraciones en

528
36. Síndrome de intestino irritable

Figura 1. Hiperalgesia visceral. El umbral de percepción en el SII es más bajo que en los sujetos normales. Un estímulo de una
determinada magnitud es percibido con una intensidad desproporcionada en relación al observado en sujetos normales.

los movimientos del diafragma y de la musculatura tudios realizados con resonancia magnética cerebral
de la pared abdominal, debiendo distinguir entre o tomografía de positrones han puesto de manifies-
aquellos que presentan una verdadera retención to, por ejemplo, que la respuesta cerebral a los estí-
de gas debida a una dismotilidad del intestino del- mulos viscerales es muy distinta en los pacientes con
gado, asociada a migración del diafragma en senti- SII, en comparación con personas sanas, incluyendo
do craneal y protusión de la pared abdominal an- los aspectos emocionales y la respuesta autonómica
terior, de aquellos otros con hinchazón “funcional” a la distensión49,64. Se ha postulado igualmente que
que no presentan retención de gas propiamente una anomalía en las concentraciones de neurotrans-
dicha, sino un fenómeno de migración caudal del misores que regulan la función del sistema nervioso
diafragma asociado igualmente a protusión de la entérico podría desempeñar también un papel pri-
pared anterior del abdomen61,62. mordial en la patogénesis de los diferentes subtipos
de SII (tabla 3)65,66. De hecho, la investigación en este
Disfunción autonómica campo ha hecho posible el desarrollo de agentes
Algunos estudios han demostrado la existencia de serotoninérgicos (antagonistas 5-HT3 y agonistas
fenómenos de disfunción autónoma (predominio HT4) que han demostrado su efectividad en formas
de tono simpático en el SII-D y predominio de tono graves de SII asociado a diarrea o estreñimiento,
vagal en el SII-E) que persisten incluso durante el respectivamente (ver más adelante).
sueño, sugiriendo que se trata de un fenómeno in-
TABLA 3. Neurotransmisores que participan en la
trínseco asociado a la enfermedad y no una conse-
cuencia de la misma63. regulación de la función intestinal

Disfunción del eje cerebrointestinal


❱❱ Encefalinas.
La normalidad de la función gastrointestinal es el ❱❱ Sustancia P.
resultado de una adecuada coordinación entre los
impulsos sensoriales procedentes del intestino y la ❱❱ Polipéptido relacionado con el gen de la calcitonina.
respuesta motora del tubo digestivo. En ella juega ❱❱ Óxido nítrico.
un papel primordial la integración de estos meca- ❱❱ Serotonina (5-hidroxitriptamina).
nismos a nivel central y la intervención del sistema ❱❱ Colecistoquinina.
nervioso autónomo. El sistema nervioso central
❱❱ Somatostatina.
ejerce una actividad moduladora de todos estos
mecanismos y, de hecho, puede modificar tanto la ❱❱ GABA.
percepción sensorial, como la respuesta motora. Es-

529
Sección 4. Intestino delgado y colon

Factores psicosociales sentimientos de culpa y ocultación de los hechos


por parte de las pacientes afectadas75-78.
Aunque los criterios de Roma no requieren de la
presencia de factores psicosociales para establecer Genética
el diagnóstico, numerosos estudios han demostra-
do que los pacientes con SII padecen con mayor Diversos estudios sugieren la existencia de una
frecuencia diversos trastornos psiquiátricos, inclu- agregabilidad familiar en el SII en forma similar a
yendo síndromes de ansiedad generalizada, páni- lo que ocurre en otras enfermedades gastrointesti-
co, neuroticismo, alteraciones del estado de ánimo nales como la enfermedad inflamatoria o la enfer-
(distimia, depresión) y diversos trastornos somato- medad celíaca79. De hecho, estudios bien diseñados
morfos. Se han comunicado igualmente elevadas permiten concluir que los familiares de un paciente
tasas de fenómenos de adaptación ineficiente a con SII presentan una probabilidad 2-3 veces mayor
situaciones dramáticas67,68. Así, no es infrecuente de presentar un trastorno similar y que el trastor-
que un acontecimiento grave en la vida del pacien- no afecta también con mayor frecuencia a gemelos
te constituya el punto de partida de los primeros homo- y heterocigotos80-82. Los resultados de estos
síntomas o agrave un cortejo sintomático hasta estudios sugieren que la contribución de la genética
entonces infravalorado por el propio paciente69. Es es razonablemente elevada en el SII79. Estos mismos
bien conocido, por ejemplo, el comienzo de los sín- estudios señalan que tanto en los pacientes con SII
tomas en tiempos de guerra70. A su vez, el suicidio (casos), como en los familiares afectados por la mis-
es 2-4 veces más frecuente entre los pacientes con ma enfermedad, es más prevalente el antecedente
SII37 y la probabilidad de que los pacientes con SII de una infección gastrointestinal (9% vs. 5%), una
tomen ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos o historia de abusos (35% vs. 25%) y un cuadro de
sedantes es dos veces superior a la observada en ansiedad o de depresión (44% vs. 22%) cuando se
la población normal71. Aunque no todos los estu- comparan con los controles80. Estos hallazgos pro-
dios coinciden, todos estos trastornos se ven con porcionan evidencias a favor de una interacción
independencia de que los enfermos hayan o no entre factores hereditarios y ambientales en la pa-
consultado por sus síntomas y la mayoría de éstos togénesis del SII.
ya estaban presentes o resultan coincidentes con el
comienzo de la clínica de SII, lo que sugiere que el Se ha postulado que el SII podría responder a un
trastorno emocional no es la consecuencia del dis- modelo de trastorno genético complejo poligénico
confort gastrointestinal67,68. multifactorial79. La investigación en este campo se
ha centrado en el estudio de genes que codifican
Sueño proteínas implicadas en la regulación de procesos
biológicos relacionados con el sexo, con el control o
Entre los pacientes con SII son más frecuentes los
modulación de la sensación a nivel periférico y cen-
trastornos del sueño, tales como el insomnio inter-
tral o la motilidad, e incluso la regulación de la res-
dormiccional, sensación de no haber descansado
puesta cerebral al estrés83. Una preocupación que
al despertar por la mañana, y prolongación de las
añade incertidumbre en estos estudios es la pre-
fases 3 y 4 del sueño evidenciadas en los estudios
sencia de cualquier otra enfermedad de base ge-
polisomnográficos73. Estudios realizados en enfer-
meras demuestran que los síntomas del SII son más nética que al cursar con síntomas gastrointestinales
pronunciados en aquellas que realizan turnos de similares o parecidos pueda estar contribuyendo
noche comparadas con las que únicamente traba- falsamente a la “agregabilidad familiar” observada
jan por el día74. en el SII79. Tal es el caso de la enfermedad de Crohn,
la enfermedad celíaca o la intolerancia a lactosa o
Maltratos y abusos físicos fructosa que deben ser razonablemente excluidas
y sexuales en estos casos.
En las últimas décadas se ha acumulado una evi- Hasta la fecha se han evaluado cerca de 60 genes
dencia creciente acerca de una mayor prevalencia para determinar la influencia de variantes genéti-
de maltratos y abusos sexuales tanto durante la cas en el SII. Los genes estudiados han sido selec-
infancia como a lo largo del resto de la vida, entre cionados debido a su potencial implicación en la re-
los (las) pacientes con SII77-78. Entre ellas se incluyen gulación proteica de la función motora y sensorial
diversas formas de agresión verbal, exhibicionismo, del intestino, tanto a nivel central como periférico
acoso y violación, a las que también se añaden los (incluyendo la mediación serotoninérgica y adre-

530
36. Síndrome de intestino irritable

SII [predominio SII


de diarrea] • TDO2
• HTR2A • HTR2A SII + Alteraciones psiquiátricas
• HTR3A • HTR3B
• HTR7 • BDNF
• HTR3C
SII [mixto] • HTR3E • IL10
• SCN5A • TNFα
• FAAH • IL1R
• OPRM1 IL6
SLC6A4
POSTINFECCIOSO
SII [predominio
TLR9
de estreñimiento]
CDH1
• HTR4 ADRA2C
• HTR7 COMT

Figura 2. Asociaciones genéticas en el síndrome de intestino irritable en función del fenotipo. Puede observarse cómo algunas
asociaciones genéticas son compartidas por diferentes subtipos de SII y otras son exclusivas de un subtipo determinado.

nérgica) o por su papel regulador de la respuesta patogénesis del SII89. Los argumentos más sólidos
inmunológica del intestino frente a la infección mi- para sustentar esta hipótesis surgen de una serie
crobiana (función de barrera)83-88. La figura 2 mues- de evidencias:
tra un listado de los genes que se han identificado
❱❱ Cambios en la composición de la microflora en
hasta el momento como potenciales marcadores
las heces. Por medio de cultivos de las heces se ha
de susceptibilidad al padecimiento de SII, debiendo
establecido que la concentración de algunas espe-
subrayar la existencia de una diferente base genéti-
cies de bacterias (Lactobacillus y Bifidobacterium)
ca para los casos esporádicos o familiares y para los
está disminuida en los pacientes con SII compara-
casos de SII postinfeccioso versus no infeccioso79.
da con la observada en controles sanos90,91.
Genes que han sido implicados en el desarrollo del
SII incluyen el HTR2A, HTR3E, IL10 e IL6. A su vez ❱❱ Sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SBI).
los genes IL-6, CDH1 y TLR9 pueden representar un Los metaanálisis efectuados han informado
locus de susceptibilidad para el desarrollo del SII una prevalencia de SBI, medida tanto por test
postinfeccioso. En última instancia, y al igual que de lactulosa como por cultivos del aspirado ye-
sucede en la enfermedad de Crohn, la susceptibi- yunal, significativamente más elevada entre los
lidad genética solo es un factor que contribuye al pacientes con SII comparada con los controles
desarrollo del síndrome, pero sin duda es necesaria [odds ratio 9,64 (IC) 5 4,26–21,82)]92,93. Al me-
la contribución de otros factores ambientales. nos 5 estudios controlados y aleatorizados co-
inciden en señalar que la administración de an-
Inflamación y microflora tibióticos mejora los síntomas de los pacientes
con SII, en la misma medida que normaliza los
Microbiota intestinal
resultados de los test del aliento94-95. La razón
En el tracto digestivo conviven más de 500 especies por la que los pacientes con SII desarrollan SBI
diferentes de bacterias en una relación simbiótica podría guardar relación con un fallo de aclara-
con el huésped. En los últimos años se ha postu- miento de bacterias debido a un enlentecimien-
lado la hipótesis de que alteraciones en la micro- to del tránsito propiciado por una disminución
biota pueden desempeñar un papel relevante en la de la fase III del complejo motor migratorio in-

531
Sección 4. Intestino delgado y colon

terdigestivo (CMMI)96. Dada la relevancia de las entéricos, sugiriendo igualmente un papel en el


células intersticiales de Cajal en la preservación desarrollo de los mecanismos de hipersensibili-
de estos mecanismos, es probable que una in- dad ya mencionados en esta población104.
flamación de bajo grado en los plexos mienté-
❱❱ Inmunidad innata. Los estudios que han evalua-
ricos (ver más adelante) pueda ser el punto de
do el balance entre citocinas pro- y antiinflama-
partida de este trastorno.
torias en el SII sobre series amplias de pacientes
❱❱ SII postinfeccioso: diversas investigaciones han muestran un incremento en los niveles de IL-6,
llamado la atención acerca del desarrollo de un así como de IL-1b y factor de necrosis tumoral
SII tras un episodio de gastroenteritis infecciosa a (TNF-a), pero no de IL-10 o de IL-12 en pa-
(GI). Al menos 2 metaanálisis han confirmado cientes con SII-D comparados con controles sa-
estos hallazgos informando de que un 10% de los nos, pacientes con SII-E y con SII-mixto105. Otros
pacientes que sufren de una GI desarrollan sínto- autores han encontrado una elevación de Il-1b.
mas compatibles con un SII [odds ratio: 6-7]97,98. TNF-a y mRNA en la mucosa rectosigmoidea e
Factores de riesgo implicados en el desarrollo ileal de pacientes con SII-PI89. De forma intere-
de SII-PI incluyen la duración y gravedad de los sante, un estudio ha demostrado un incremento
síntomas, el estrés psicológico relacionado con de los niveles fecales de defensinas (proteínas
acontecimientos vitales traumáticos y una per- innatas que intervienen en el control de la flora
sonalidad neurótica99,100. De forma interesante, intestinal por medio de sus propiedades antimi-
las biopsias rectales de estos pacientes muestran crobianas) en los pacientes con SII-D, propor-
un incremento en la población de linfocitos in- cionando nuevas evidencias en la interacción
traepiteliales y de células enteroendocrinas101,102 microbiota-sistema inmune106.
que persisten hasta 12 meses y una elevada ❱❱ Terapia antiinflamatoria. Aunque la prednisona
expresión de citocinas proinflamatorias (IL-1b) no proporciona mejoría de los síntomas en los
tanto en biopsias rectales como ileales103. Queda pacientes con SII, algunos estudios han proporcio-
por definir si el desarrollo de un SII-PI guarda nado evidencias en favor de un efecto beneficio-
relación con la activación de mecanismos de so de la mesalazina en términos de reducción de
inflamación de bajo grado o con un estado de síntomas y de mastocitos en la mucosa intestinal
disbiosis (alteración en la composición de la mi- comparados con placebo108. A su vez, el ketotife-
crobiota intestinal)89. no, un estabilizador de los mastocitos, consigue
Inflamación reducir tanto los síntomas, como la hipersensibi-
lidad visceral de los pacientes con SII108. En ambos
A lo largo de los últimos 20 años se han acumulado casos se requieren estudios a mayor escala para
evidencias que sugieren la presencia de cambios validar estos resultados.
inflamatorios en la mucosa de los pacientes con SII.
La mayoría de los estudios se han centrado en el
papel de los linfocitos, los mastocitos y las citoci-
Diagnóstico
nas.
Historia clínica
❱❱ Linfocitos. Una infiltración por linfocitos intrae-
La historia clínica es esencial en el diagnóstico del
piteliales ha sido observada no solamente en la
SII. De hecho, en ausencia de “síntomas de alar-
mucosa rectal de pacientes con SII-PI101, sino en ma” la presencia de una clínica compatible permite
los ganglios del plexo mientérico de pacientes llevar a cabo un “diagnóstico positivo” sin necesi-
con formas refractarias de SII-D. Los autores dad de pruebas complementarias. Este enfoque
de este estudio, sugieren que esta mienteritis presenta ventajas e inconvenientes (ver apartado
podría contribuir a explicar la hipersensibilidad “Criterios diagnósticos basados en síntomas”). En
observada en diferentes segmentos del intesti- todo caso, resulta crucial que el clínico disponga
no en el SII, hipótesis que requiere de una vali- del tiempo necesario para recabar cualquier in-
dación futura103. formación que pueda ser relevante en la toma de
❱❱ Mastocitos. Unos pocos estudios han detectado decisiones.
un incremento en la población de mastocitos y ❱❱ Edad. La edad del paciente es un factor primor-
de triptasa en la mucosa del intestino, próximos dial. La probabilidad de que un paciente con
a la cercanía de las terminaciones de los nervios síntomas compatibles con un SII presente una

532
36. Síndrome de intestino irritable

dolencia orgánica aumenta a partir de los 50 con un patrón predominante de diarrea, como
años. Ello probablemente justifique la necesi- aquellos en los que predomina el estreñimiento
dad de llevar a cabo algunas exploraciones en pueden abocar a un ritmo alternante110. El moco
este subgrupo (por ej.: colonoscopia) con el pro- es un componente, frecuente, si no habitual con
pósito de asegurar la ausencia de una patología independencia del patrón defecatorio predomi-
potencialmente grave (ej.: cáncer de colon). nante.
Esta consideración es particularmente cierta
❱❱ Síntomas de alarma. La anamnesis debe incluir
cuando los síntomas son de reciente aparición.
preguntas dirigidas a la búsqueda intencionada
❱❱ Sexo. El sexo femenino comporta mayores pro- de cualquier semiología sospechosa de una cau-
babilidades de que la causa de los síntomas sa orgánica del problema (figura 3). Estos sínto-
obedezca a un SII, especialmente en el grupo de mas de alarma incluyen la pérdida de peso no
pacientes que consultan de forma reiterada por explicable por otra causa, la fiebre y la presencia
sus síntomas. de sangre en las heces. Otros síntomas o ante-
cedentes que deben alertar al clínico son: 1) en
❱❱ Antecedentes familiares. La presencia de ante- caso de diarrea: la toma reciente de antibióti-
cedentes familiares de cáncer de colon, enferme- cos, el antecedente reciente de un viaje a una
dad inflamatoria intestinal (EII) o enfermedad ce- zona endémica de causas infecciosas de diarrea
líaca obliga a considerar firmemente cualquiera y los antecedentes familiares de celiaquía o EII.
de estas patologías en el diagnóstico diferencial. 2) En el caso de estreñimiento: el antecedente
De hecho cualquiera de estos antecedentes es personal o familiar de cáncer colorrectal (véase
considerado como un dato de “alarma”. más arriba). Finalmente, debe considerarse que
❱❱ Síntomas característicos de SII. Típicamente, una patología orgánica puede aparecer también
los pacientes con SII refieren dolor o malestar en cualquier paciente con un SII previo. En este
abdominal que alivia con la defecación y tras- contexto, el clínico debería estar atento a cual-
tornos en el patrón de evacuación. El dolor sue- quier cambio en la naturaleza de los síntomas,
le ser descrito como “retortijones” y de forma especialmente si existen antecedentes familia-
característica alivia con la deposición. Aunque res de cáncer de colon o de enfermedad infla-
su localización más frecuente es la parte baja matoria intestinal.
del abdomen, no es inhabitual una localización ❱❱ Síntomas que refuerzan el diagnóstico: como ya
difusa. A su vez, el enfermo con un SII refiere al- se ha mencionado, los pacientes con SII presen-
teraciones en el ritmo intestinal y/o cambios en tan con frecuencia un conjunto de síntomas inhe-
la forma de las deposiciones. Los pacientes en rentes a otros trastornos motores y funcionales
los que predomina la diarrea, suelen referir he- digestivos, especialmente pirosis y dispepsia tipo
ces blandas, semilíquidas o acuosas. Es habitual dismotilidad o distrés postprandial. Por otro lado
que el enfermo presente en estos casos 3-6 de- no es inhabitual la coexistencia de manifestacio-
posiciones diarias, emitidas con imperiosidad. nes extraintestinales como urgencia miccional, fi-
Con frecuencia, la urgencia por la defecación se bromialgia, fatiga crónica, cefalea o dismenorrea
manifiesta ya en el momento de despertarse o (tabla 4) y comorbilidades psiquiátricas como
bien después de cada ingesta o ante situaciones ansiedad, depresión o un trastorno por somati-
de estrés, momentos en los que la actividad mo- zación. Ya se ha mencionado la relevancia de una
tora del colon es más intensa. Sin embargo, es historia de maltratos y abusos físicos o sexuales.
excepcional que el enfermo se despierte por la A menudo, la concomitancia de estos rasgos psi-
noche con necesidad de evacuar. Los pacientes cológicos resulta determinante de consultas fre-
en los que predomina el estreñimiento, suelen cuentes y reiteradas que pueden hacer necesaria
quejarse de un esfuerzo defecatorio excesivo, a una intervención psicológica.
menudo acompañado de una sensación “frus-
trante” de evacuación incompleta. Síntomas Exploración física
como sensación de hinchazón, flatulencia o dis-
tensión abdominal son más frecuentes en este Al igual que la anamnesis, el examen físico puede
subgrupo. Otros pacientes refieren un ritmo proporcionar algunos datos de incuestionable valor
deposicional fluctuante alternando periodos para establecer la sospecha de una dolencia orgá-
de estreñimiento con fases de diarrea. Estos nica. Tal es el caso de la presencia de lesiones cutá-
tres patrones de comportamiento pueden no neas (ej.: eritema nodoso), signos de artritis, bocio
ser estables en el tiempo y tanto los pacientes o linfadenopatía. La palpación de una masa en el

533
Sección 4. Intestino delgado y colon

Historia
• Pérdida de peso no explicable por otra causa
• Fiebre Examen físico
• Diarrea o estreñimiento crónico severo Hallazgos sospechosos de pato-
• Sangre en las heces logía orgánica asociada (eritema
• Ingesta previa de antibióticos (diarrea) nodoso, pioderma gangrenoso,
• Comienzo de los síntomas después de los 50 años artritis, bocio, adenopatías).
• Historia familiar de cáncer de colon, EII o enferme-
dad celíaca
• Antecedentes personales de cáncer de colon
• Escenario favorable o sospechoso de ESG
– Retraso de crecimiento en la infancia
– Osteoporosis a una edad temprana Laboratorio
– Ferropenia o anemia de origen incierto • Anemia.
– Historia de infertilidad, abortos o menopausia • Leucocitosis.
precoz • VSG elevada.
– Coexistencia de otras enfermedades inmunoló- • Hormonas tiroideas alteradas.
gicas (diabetes tipo 1, hipotiroidismo, Sjögren,
psoriasis)

Figura 3. Síntomas y signos que deberían sugerir una patología orgánica en pacientes que cumplen criterios de Roma para el
diagnóstico de intestino irritable.

TABLA 4. Síntomas extraintestinales comúnmente de una disfunción del suelo pélvico (ver capítulo 9:
asociados al SII “estreñimiento”).

Criterios diagnósticos basados


❱❱ Urgencia miccional.
en síntomas
❱❱ Dispareunia.
❱❱ Dismenorrea. El empleo de los criterios de Roma, basados exclu-
sivamente en la información proporcionada por la
❱❱ Dolor de espalda.
historia y examen físico, permite establecer una
❱❱ Fibromialgia. aproximación diagnóstica razonablemente fiable y
❱❱ Cefalea. segura, sin necesidad de recurrir a otras pruebas
❱❱ Insomnio. y exámenes complementarios. Esta política (“diag-
❱❱ Fatiga crónica. nóstico positivo basado en síntomas”) es concor-
❱❱ Vértigo. dante con las recomendaciones del American Co-
llege of Gastroenterology and the British Society of
Gastroenterology45,112,113 y puede ser de gran utili-
dad en el ámbito de las consultas de atención pri-
abdomen es un claro signo de alarma. Otros sig- maria y gastroenterología general, en oposición a la
nos típicos del SII como la palpación de una cuerda estrategia del diagnóstico por exclusión. Las tablas
cólica hipersensible en la fosa ilíaca izquierda son, 5 y 6 muestran escalas de síntomas y signos que
sin embargo, muy inespecíficos. Debe subrayarse han demostrado una razonable sensibilidad para el
que aunque el contexto clínico sea altamente su- diagnóstico de SII, mediante el cálculo de un score
gestivo para el diagnóstico de un intestino irrita- sencillo que puede ser aplicado de forma eficiente
ble, no debe subestimarse el efecto positivo que en cualquier ámbito (asistencia primaria y especia-
representa para el paciente que su médico “ponga lizada)109. Algunas consideraciones deben realizarse
las manos sobre el abdomen”. El tacto rectal pue- en relación a las ventajas e inconvenientes de estos
de aportar información valiosa para el diagnóstico criterios109:

534
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 5. Modelo propuesto por Bellentani et al. para el TABLA 6. Modelo propuesto por Hammer et al . para el
cálculo de un score indicador de la presencia de un SII diagnóstico de SII basado en síntomas 115. A diferencia de
(una puntuación < 0 define un SII) (ref. 125) otras escalas que aplican un score basado en la presencia
de determinados síntomas o signos, la escala de Hammer
Parámetro Puntuación calcula el score a través de la odds ratio . Una odds ratio
1 Distensión visible del abdomen -39 < 1 (IC 95%) apoya el diagnóstico de un SII (ref. 126)
2 Familiares de primer grado afectos
de colitis -35 Odds ratio 95% IC
3 Sensación subjetiva de distensión Edad > 50 años 2,96 1,47-5,94
(hinchazón) -34
Sexo femenino 0,43 0,22-0,86
4 El enfermo padece flatulencia -33
Sangre al limpiarse
5 Irregularidades en el patrón de tras la evacuación 2,19 1,06-4,52
evacuación -26
Dolor abdominal
6 VSG < 17 mm/1.ª h +134 intenso 0,85 0,42-1,74
7 Historia de sangre en las heces +112 Dolor abdominal
8 Edad > 45 años + 95 ( > 6 veces en el
9 Leucocitosos > 10.000/cm3 + 85 último año) 0,21 0,08-0,52
10 Temperatura entre 37-38 ºC + 74 Dolor irradiado 0,38 0,16-0,88
11 Historia de cáncer en familiares Dolor/heces de
de primer grado + 33 consistencia más blanda 0,47 0,23-0,96
Diarrea 2,69 1,03-7,02
Pirosis 0,36 0,13-0,98

❱❱ El uso de criterios basados en síntomas, sin ne- teratura numerosos e inquietantes estudios que
cesidad de recursos complementarios, supone alertan sobre la existencia de organicidad oculta
un ahorro de costes que en los EE.UU. se ha en pacientes previamente diagnosticados de un
estimado en 364 dólares por paciente. Algunos SII. Tal es el caso de entidades como la colitis
estudios longitudinales sugieren que la realiza- microscópica19, el sobrecrecimiento bacteria-
ción de pruebas complementarias en fases más no 121, la malabsorción de sales biliares19,122, la
avanzadas no descubrirá una causa orgánica de enteropatía sensible al gluten (ESG)19,123 y la in-
los síntomas en la mayoría de los casos114. suficiencia exocrina del páncreas124, entidades
❱❱ La estandarización de los criterios basados en que pueden manifestarse con criterios de apa-
síntomas permite clasificar a los pacientes en or- rente funcionalidad. Ello obligará en un futuro
den al patrón clínico dominante y establece una a considerar entre los “síntomas de alarma”, no
homogeneidad en la selección de pacientes para solamente aquellos que permiten sospechar la
su inclusión en ensayos clínicos. Tal es el caso de presencia de un cáncer de colon o de una enfer-
los estudios que se han realizado con alosetrón, medad inflamatoria intestinal (EII) (fiebre, recto-
tegaserod, lubiprostona y linaclotide115-118. rragia, pérdida de peso), sino cualquier síntoma
o signo que pueda despertar la sospecha de una
❱❱ A pesar de las bondades de estos criterios para ESG, incluyendo una historia de retraso de creci-
la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, miento en la infancia, osteoporosis que debuta
su utilidad en la práctica clínica y su exactitud a una edad temprana, infertilidad o aftas orales
en la exclusión de una dolencia orgánica sigue recurrentes (ver más adelante). Algunos rasgos
siendo especulativa109. Estos criterios fueron de- característicos del SII como el predominio en
sarrollados por gastroenterólogos de hospitales el sexo femenino, la elevada concomitancia de
secundarios y terciarios y su aplicación en el intolerancia a lactosa y sobrecrecimiento bacte-
ámbito de la atención primaria ha sido escaso, riano y su asociación a otras entidades como la
como reflejan algunos estudios119,120. Por otro fatiga crónica, fibromialgia y el distrés psicológi-
lado, en los últimos años han aparecido en la li- co son también compartidas por la enfermedad

535
Sección 4. Intestino delgado y colon

celíaca del adulto, que a su vez también asocia la fiebre, la diarrea con un volumen superior a 300
síntomas de otros trastornos funcionales diges- cm3/24 h, la diarrea nocturna o el antecedente de
tivos (pirosis, dispepsia, flatulencia), al igual que una historia familiar de cáncer, EII o EC (figura 3).
se describe en el SII. Basados en esta estrategia, las revisiones sistemá-
ticas efectuadas entre los años 1980 y 2001 con-
Rendimiento de las pruebas y cluyeron que el empleo de una batería sistemática
exámenes complementarios en el SII de pruebas diagnósticas fuera de este contexto, no
era coste-efectiva y que la probabilidad pretest de
Una encuesta realizada en 2006 puso de relieve
detectar una causa orgánica como cáncer colorrec-
que el 53% de los médicos generales, un 63% de
tal, disfunción tiroidea o intolerancia a lactosa no
los internistas y un 24% de los gastroenterólogos
era diferente entre los pacientes con síntomas de
se sentían confortables con la estrategia de un
intestino irritable y la población normal. Un único
diagnóstico positivo de intestino irritable basado
estudio mostró una prevalencia ligeramente supe-
en síntomas compatibles en la primera visita127. Sin
rior de EC130-134. Un resumen de las pruebas más
embargo, en otra encuesta un 75% de los clínicos
empleadas en el diagnóstico diferencial del SII se
opinaba que al diagnóstico de SII solo podía llegar-
expone a continuación (figura 4, tabla 8).
se por exclusión de cualquier patología orgánica128.
Ello sigue poniendo de manifiesto que el debate en- Analítica elemental
tre ambas estrategias sigue abierto entre el médico
práctico. Como afirma Furman DL en su excelente La petición de un hemograma y una bioquímica
revisión129, la preocupación del clínico que evalúa a elemental, incluyendo velocidad de sedimentación
un paciente con SII es el despistaje de un conjunto globular y proteína C reactiva (PCR) y un sedimento
de enfermedades (algunas de pronóstico incierto) urinario, forma parte de la práctica clínica habitual
que pueden ser susceptibles de un tratamiento es- en un paciente que consulta por síntomas gastroin-
pecífico. Éstas incluyen básica y primordialmente el testinales en un medio especializado. Estudios rea-
cáncer colorrectal, infecciones entéricas, trastor- lizados en distintos ámbitos coinciden en señalar
nos hormonales y estados malabsortivos, especial- que en ausencia de síntomas de alarma la proba-
mente la enfermedad celíaca. Sin duda, la relación bilidad de identificar una causa orgánica con estas
coste-efectividad de cualquier prueba indicada con determinaciones no es mayor en el SII comparado
este objetivo depende de la probabilidad pretest con los controles sanos133,135.
de que se cumpla la condición clínica que se desea
Despistaje de la enfermedad celíaca
excluir (tabla 7)129. Éste es el papel que desempe-
ñan los “síntomas de alarma”, entendiendo como Los síntomas de un SII y de una enfermedad celíaca
tales el comienzo de los síntomas a partir de los 50 pueden ser indistinguibles. Una encuesta efectua-
años, la presencia de sangre en las heces, la pér- da sobre una serie de 1.032 miembros de la Celiac
dida no intencionada de peso (superior a 4,5 kg), Disease Foundation informó que muchos pacientes

TABLA 7. Probabilidad pretest y prevalencia de enfermedades orgánicas frecuentemente excluidas en pacientes con SII
y población normal
Enfermedad Prevalencia entre personas Prevalencia en la población
con SII (%) general (%)

Colitis/EII 0,51-0,98 0,3-1,2


Cáncer colorrectal 0-0,5 0-6
Disfunción tiroidea 4 5-9
Infección gastrointestinal 0-1,5 N/A
Maldigestión a lactosa 38 26
Enfermedad celíaca 0,4-4 0,7

N/A: no aplicable.
Datos obtenidos de Cash BD, Schoenfeld PS, Chey WD. The utility of diagnostic tests in irritable bowel
syndrome patients: a systematic review. Am J Gastroenterol 2002;97:2812-9.

536
36. Síndrome de intestino irritable

Presencia de síntomas típicos


(Criterios de Roma)

Historia, examen físico, laboratorio

Sí Síntomas/signos de alarma (tabla 3) No

Investigar según patrón Diagnóstico de SII


clínico dominante

Tratar como SII 4-6 semanas

Causa orgánica detectada


Respuesta No respuesta

Sí No Reevaluar (tabla 8)

Figura 4. Aproximación al paciente con síntomas sugestivos de SII

TABLA 8. Diagnóstico diferencial del SII.

❱❱ Efecto secundario de fármacos:


• Fármacos inductores de diarrea (por ej.: laxantes que contienen magnesio, antiácidos, colchicina).
• Fármacos inductores de estreñimiento (por ej.: opiáceos para el control del dolor, sales de aluminio).
❱❱ Enfermedad metabólica:
• Diabetes o disfunción tiroidea (hiper- o hipofunción tiroidea).
❱❱ Infecciones gastrointestinales (por ej.: Giardia, Entamoeba hystolítica, Yersinia enterocolítica…)1.
❱❱ Enfermedad inflamatoria intestinal:
• Colitis ulcerosa.
• Enfermedad de Crohn.
• Colitis microscópica (linfocítica o colágena).
❱❱ Síndromes de malabsorción/maldigestión:
• Enteropatía sensible al gluten y sensibilidad al gluten.
• Intolerancia a la lactosa, fructosa o sorbitol.
• Malabsorción de sales biliares.
• Insuficiencia exocrina del páncreas.
• Sobrecrecimiento bacteriano intestinal.
❱❱ Alergias alimentarias.
❱❱ Neuropatía o miopatía intestinal.
❱❱ Malignidad: cáncer de páncreas y cáncer colorrectal.
❱❱ Tumores neuroendocrinos (por ej.: vipoma, gastrinoma, carcinoma medular de tiroides, carcinoide).
❱❱ Pólipos adenovellosos 1 y carcinoma colorrectal2.

1 Para descartar Giardia lambia puede ser necesario un cultivo del aspirado yeyunal.
2 Los pólipos adenovellosos grandes pueden provocar dolor abdominal cólico y moco abundante en la deposición.

537
Sección 4. Intestino delgado y colon

presentaban síntomas similares a los de un SII, y, enteropatía sensible al gluten)19,143. Nuevamente, la


de hecho, éste había sido el diagnóstico inicial en historia clínica puede proporcionar información de
muchos casos, hasta el descubrimiento de su en- gran valor en este punto. Cualquier antecedente fa-
fermedad136. Ello no debe de sorprender porque la miliar de ESG, la coexistencia de otros desórdenes
enfermedad celíaca suele cursar con dolor abdomi- autoimunes (diabetes tipo 1, Sjögren, hipotiroidis-
nal (77%), hinchazón (73%), diarrea (52%), estre- mo) o el antecedente de retraso de crecimiento,
ñimiento (7%) y un patrón alternante en el ritmo infertilidad, osteoporosis o ferropenia de origen
de evacuación (24%), alcanzando una prevalencia no aclarado deberían probablemente ser incluidos
de alrededor del 1% en países del mundo occi- entre los “síntomas de alarma” en las estrategias
dental137. Rasgos comunes a ambas enfermedades futuras de cribado (figura 5).
incluyen su predominio en la mujer, el hecho de
que los síntomas puedan venir precipitados por un Colonoscopia
acontecimiento estresante de la vida y la frecuente La probabilidad de que un paciente con SII sea so-
concomitancia de distimia, depresión, fatiga cró- metido a una colonoscopia es del 50%. De hecho,
nica, fibromialgia y manifestaciones de otros TFD en los EE.UU., el 25% de las colonoscopias se rea-
(pirosis funcional, dispepsia). Sanders et al.135 al lizan en pacientes con síntomas de SII145. Diversos
efectuar un cribado de 300 pacientes consecutivos estudios llevados a cabo en pacientes con SII, sin
que reunían criterios de Roma II para el diagnósti-
clínica de alarma, a quienes se les realizó una colo-
co de SII y compararlos con una población control,
noscopia no lograron evidenciar patología orgánica
ajustada por sexo y edad, identificaron una EC en
alguna que pudiese explicar la naturaleza de los
14 casos en el grupo de SII (4,6%) y solamente en
síntomas146,147. Estudios más recientes de carácter
2 (0,7%) en el grupo control (OR, 7,0; p: 0,04). En
prospectivo y retrospectivo que incluyen series lar-
un reciente metaanálisis, que incluyó a 4.202 pa-
gas de pacientes confirman estos resultados, si bien
cientes, la prevalencia de EC en individuos con sos-
alertan del hallazgo de diferentes lesiones (diver-
pecha de SII fue 4 veces superior a la encontrada
tículos, pólipos, angiodisplasias, hemorroides) que
en una población control138. De acuerdo con estas
si bien no explican la naturaleza de los síntomas,
observaciones, la ACG Task Force declara que el
permiten establecer un diagnóstico que en algunos
cribado de la EC mediante serología, y en caso po-
sitivo, biopsia duodenal, resulta coste-efectivo en casos puede tener relevancia a largo plazo (no debe
pacientes con síntomas de SII no asociado a estre- olvidarse que el enfermo consultó, y probablemen-
ñimiento, dado que la probabilidad pretest de esta te consultará de forma reiterada por la misma sin-
estrategia excede del 1%129. Debe considerarse que tomatología)148-150. Un caso particular es el hallazgo
esta estrategia establece la indicación de biopsiar de una colitis microscópica (CM). Estudios realiza-
el duodeno únicamente en aquellos pacientes con dos en diferentes países sugieren que la estrategia
una serología positiva (anticuerpos antiendomisio o de llevar a cabo biopsias escalonadas en diferentes
antitransglutaminasa), dada la elevada sensibilidad segmentos del colon (desde el recto hasta el colon
y especificidad de esta determinación. Esta afirma- derecho) permite detectar casos de CM, una enti-
ción, sin embargo, se basa en estudios en los que el dad englobada hoy en día en el concepto de la EII
diagnóstico de EC se sustentó en el hallazgo de una y potencialmente curable con un tratamiento es-
atrofia severa de las vellosidades (Marsh 3c). Hoy pecífico19. La probabilidad de detectar una CM en
en día, sin embargo, es creciente el reconocimiento pacientes con síntomas compatibles con un SII-D
de formas histológicamente leves de enfermedad y edad mayor de 45 años es superior al 5%149. Por
que abarcan desde la presencia de un infiltrado otro lado, una revisión retrospectiva comprobó que
de linfocitos intraepiteliales (superior al 25%) en el 56% de los pacientes diagnosticados de CM re-
la mucosa duodenal (Marsh 1), hasta formas de unían criterios de Roma II de SII y que hasta un ter-
atrofia leve (Marsh 3a)139-144. Estas formas histológi- cio de ellos había sido diagnosticado previamente
camente leves (pero clínicamente relevantes) pue- de un SII149. Por este motivo la ACG IBS Task Force
den cursar con serología negativa y en tales casos, establece la recomendación de biopsiar el colon a
la determinación de los haplotipos DQ2–DQ8 del diferentes niveles a los pacientes con SII con edad
sistema HLA puede ayudar a tomar una decisión superior a 50 años (figura 6). La recomendación se
respecto a la necesidad de ensayar una dieta sin extiende a pacientes de cualquier edad en quienes
gluten, tras haber realizado un correcto diagnóstico se indica una colonoscopia por sospecha de SII-D45.
diferencial (no existe una lesión patognomónica de El íleon terminal debería ser incluido para el des-

538
36. Síndrome de intestino irritable

A B
Figura 5. Mucosa intestinal observada tras aplicar inmunotinciones para linfocitos CD3 antes y después de iniciar una dieta sin
gluten en una paciente que fue inicialmente catalogada de SII-D. Se trataba de una mujer de 43 años de edad que refería desde
tres años antes, episodios frecuentes de diarrea con emisión de hasta 8-10 deposiciones diurnas y nocturnas, precedidas de
dolor abdominal que aliviaba tras la deposición. Con frecuencia refería pesadez y plenitud postprandial, vómitos ocasionales,
regurgitaciones frecuentes y flatulencia, así como astenia y pérdida de peso. Analítica elemental normal. Tras excluir otras causas
de enteritis linfocítica, se retiró el gluten de la dieta, desapareciendo toda la sintomatología gastrointestinal. A) Aspecto de la
mucosa con un aumento de la población de linfocitos intraepileliales (28%), sin atrofia vellositaria, antes de la DSG. B) La ente-
ritis linfocítica ha revertido un año después de haber retirado el gluten de la dieta (8% de linfocitos intraepiteliales). La enferma
mostraba una serología negativa (IgA-anti-transglutaminasa) y un test genético positivo (DQA1*05 + / DQB1*02 -). Un tiempo
después, una hermana de la paciente, de 35 años de edad, con antecedentes de conjuntivitis, rinitis vasomotora, depresión y
trastorno de pánico, fue diagnosticada de ESG (Marsh 1) tras una clínica de dolor abdominal y alternancia en el ritmo deposicio-
nal, asociada a dispepsia, vómitos frecuentes y lesiones descamativas en la piel. En alguna ocasión se había detectado ferropenia.
Todos sus síntomas habían sido atribuídos a estrés psicológico. Cortesía de los Drs. Vera y Marigi.

A B
Figura 6. La colitis microscópica (colágena o linfocítica) debe ser incluida en el diagnóstico diferencial del paciente con SII y
diarrea refractaria al tratamiento. A) Imagen histológica de una colitis colágena; B) colitis linfocítica. Cortesía de los Drs. Abascal
y Prats.

pistaje de casos de una nueva entidad emergente: trastornos motores mencionados (ver apartado so-
ileítis colágena151. bre gas y distensión abdominal), es probable que
algunos pacientes con síntomas de “intestino irri-
Test respiratorios de Malabsorción
table”, presenten en realidad una dolencia orgánica
de carbohidratos con aumento de la producción de gas. Ello podría
La hinchazón (bloating) es uno de los síntomas obedecer bien a la presencia de un sobrecrecimien-
más frecuentes referidos por los pacientes con SII to de bacterias en el intestino delgado (SBI), bien a
(75%). Ciertamente y con independencia de los la existencia de una maldigestión de azúcares (un

539
Sección 4. Intestino delgado y colon

sustrato utilizado por las bacterias para la produc- derivadas de neutrófilos, tales como lactoferrina,
ción de H2, CO2 o gas metano) o por la coexistencia calpropectina y elastasa leucocitaria, establece el
de ambos fenómenos129. Respecto al primer punto, carácter inflamatorio de una diarrea157. Su elevado
una revisión sistemática y un metaanálisis de 12 se- valor predictivo negativo para descartar inflama-
ries de casos y de estudios caso-control informaron ción es la causa de que algunos clínicos utilicen este
que la prevalencia de SBI observada en un total de marcador como prueba no invasiva para el despis-
2.000 pacientes que reunían criterios de SII, oscila- taje de una EII en pacientes con síntomas de intes-
ba entre el 4-64%, según el test empleado121. Esta tino irritable. No se ha evaluado, sin embargo, la re-
amplia variabilidad, confirmada en otros estudios, lación coste-efectividad de este procedimiento158.
llevó a la ACG Task Force a declarar que no existe
suficiente evidencia para recomendar el empleo Biomarcadores en el SII
rutinario del test del aliento para la detección de Un biomarcador es un indicador de un estado fisioló-
SBI en estos pacientes45. Por su parte, la maldiges- gico o patológico que puede ser objetivamente me-
tión de lactosa y de fructosa es un hecho frecuente dido y evaluado. Una de las principales aplicaciones
entre los pacientes que han sido diagnosticados de de estos marcadores biológicos es la de identificar el
SII (66% vs. 33%, respectivamente)152,153 y aquellos tratamiento más apropiado para un individuo concre-
que se adhieren a una dieta restrictiva en estos to, en dependencia del mecanismo fisiopatológico im-
carbohidratos mejoran su sintomatología después plicado en la patogénesis de sus síntomas (alteración
de un año de seguimiento153. Incluso aquellos pa- de la motilidad, hipersensibilidad visceral, respuesta
cientes en quienes el test del aliento no demuestra anormal al estrés o inflamación)159,160. La tabla 9 ex-
una maldigestión de carbohidratos, suelen obte- pone múltiples biomarcadores potenciales que
ner una mejoría de los síntomas, cuando limitan reflejan diferentes aspectos de la fisiopatología
la ingesta de azúcares154 o, alternativamente, son del SII. Algunos de estos indicadores han permi-
tratados con antibióticos o probióticos que modifi- tido evaluar la respuesta de los diversos subtipos
can el microbioma del huésped. Este hecho, unido de SII a diferentes agentes farmacológicos que in-
a la preocupación sobre la validez de las pruebas fluyen sobre la motilidad, la secreción intestinal, la
respiratorias (pobre especificidad) ha suscitado la sensibilidad visceral o la inflamación. Por diversas
necesidad de plantearse si realmente ésta es una razones, esencialmente relacionadas con el coste,
estrategia coste-efectiva o si resulta más racional y el carácter invasivo de algunas técnicas y el amplio
pragmática, la recomendación de reducir la ingesta rango de variabilidad en los resultados, es difícil de-
de aquellos carbohidratos que el enfermo identifica finir, hoy en día, un biomarcador que reúna todas
claramente como agentes que empeoran su sinto- las condiciones exigibles para su generalización en
matología154,155 o la administración de un régimen la práctica clínica159. Por otro lado, muchas de las
empírico de antibióticos dirigidos a reducir bacte- alteraciones fisiopatológicas descritas para el SII
rias coliformes, estrategia que ha demostrado ser no se cumplen en una proporción muy importan-
efectiva en la reducción de síntomas en pacientes te de pacientes, lo que constituye per se un sesgo
con SII no asociado a estreñimiento93,94. importante a la hora de evaluar los resultados de
una determinada intervención terapéutica en un
Pruebas en heces
paciente concreto. En un estudio reciente, por
La probabilidad de detectar una infección gastro- ejemplo, únicamente se registraron anomalías en
intestinal mediante un cultivo de las heces es muy el tránsito en 38 de 118 pacientes con SII161. Otro
baja entre los pacientes con síntomas de SII (menos estudio demostró que las alteraciones de la sensibi-
del 2%)132,133. De ahí que la ACG Task Force no re- lidad neurosensorial tradicionalmente descritas en
comiende el uso rutinario de los estudios de heces el SII, únicamente reflejan un bajo umbral para el
en ausencia de una historia de viajes a zonas en- dolor de cualquier estímulo162 y que en un mismo
démicas de parasitosis o ante la presencia de sín- paciente, el umbral de sensibilidad a la distensión
tomas de alarma (diarrea intensa e incontrolable, con balón puede variar a lo largo del tiempo, como
hematoquecia o pérdida de peso)45. En un estudio, se ha demostrado en estudios longitudinales163. Por
prácticamente en la mitad de los cultivos positivos su parte, una determinación negativa de calpro-
se aisló Blastocystis hominis que ha sido implicado pectina fecal apoya el diagnóstico de SII, pero no
en la patogénesis de algunos casos de SII, aunque excluye en su totalidad la presencia de una EII dado
el significado clínico de esta observación es incier- que hasta un 11% de estos pacientes pueden dar
to129,156. La determinación de diversas proteínas un falso negativo159. El panel serológico Prometeus

540
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 9. Biomarcadores potenciales y su relación con posibles mecanismos de enfermedad en el SII (ref. 159)

Mecanismo Biomarcador potencial

Trastornos de la motilidad Manometría


y de la secreción intestinal que Tiempo de tránsito colónico (TTC) con marcadores radioopacos
conducen a alteraciones del tránsito Gammagrafía intestinal
en la forma y consistencia de las heces Cápsula inalámbrica de medición de pH-motilidad
Gráficos de las heces

Hipersensibilidad visceral Barostato


Disfunción autónomica Registro de las variaciones de la frecuencia cardiaca en respuesta


a estímulos nociceptivos

Respuesta al estrés Determinación de cortisol en respuesta a estímulos viscerales

Inflamación de la mucosa Análisis histológico de la mucosa

Evidencias de activación inmune Medición de células mononucleares en sangre periférica/producción


de citocinas

Incremento de proteasas fecales Pruebas en heces

Alteraciones en el microbioma DNA en heces/cultivos/evaluación de metabolitos bacterianos

Alergia alimentaria Skin prick test, medición de anticuerpos séricos

Polimorfismos genéticos Ensayos de polimorfismos de nucleótidos simples

combina una batería de test, entre los que se in- que no fueron reproducidos en otro estudio, salvo
cluyen los anticuerpos antitransglutaminasa de la para el caso del trigo. En un estudio, la presencia de
enfermedad celíaca, los anticitoplasma de los neu- una prueba cutánea positiva para ciertos alimentos
trófilos (p-ANCA) y los anticerevisiae Saccharomy- (skin prick test) incrementó las posibilidades de
ces, presentes en la EII, y otros dirigidos contra el respuesta al cromoglicato disódico167, pero estos
TNF-α, la interleucina-1b o la flagelina bacteriana, resultados no se han reproducido y no hay claras
todos ellos sugestivos de un estado de infección evidencias de que el skin prick test aporte un valor
previa o de inflamación activa160. Otros biomarca- añadido en la evaluación de un paciente con SII. Fi-
dores propuestos incluyen aquellos que evalúan un nalmente, algunos estudios sugieren que el estudio
estado de alergia alimentaria (ver más adelante). de algunos polimorfismos de enzimas que intervie-
De hecho, los pacientes con reacciones inmunoa- nen en el metabolismo de fármacos o de los genes
lérgicas a alimentos comparten alguna de los sín- transportadores de serotonina podrían predecir la
tomas propios del SII, como el dolor abdominal y respuesta al tratamiento con antagonistas de los
la diarrea. Sin embargo, los pacientes con una ver- receptores HT3 (ej.: alosetrón) o los agonistas HT4
dadera alergia alimentaria suelen presentar urtica- (ej.: tegaserod)159.
ria164,165. Ciertamente, solo un 3,6% de los pacientes
remitidos a clínicas especializadas en SII presentan
datos objetivos de alergia alimentaria164. Un estu-
Alimentos y síndrome de intestino irritable
dio demostró que en el SII podían detectarse títulos En los últimos años se ha acumulado una evidencia
de IgG4 significativamente más elevados contra el creciente acerca de la influencia de algunos consti-
trigo, carne de ternera, cerdo y cordero, compara- tuyentes de la dieta sobre los síntomas del SII. De
dos con los observados en controles167, hallazgos hecho, más de un 60% de los pacientes con SII re-

541
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 10. Beneficios potenciales de los psicofármacos dera A-Alim. solo ocurre en aproximadamente un
en el manejo del SII 4-8% de los niños y un 1-4% de los adultos174. Una
verdadera A-Alim es una reacción adversa, media-
da inmunológicamente, tras la exposición de un
❱❱ Efectos centrales alimento determinado en un huésped susceptible.
• Modulan la percepción central de los síntomas: La tabla 11 expone la clasificación de las A-Alim. en
analgesia o antihiperalgesia. función del mecanismo fisiopatológico implicado.
• Efectos terapéuticos sobre el humor y el estado De todas ellas, las que mejor se han caracterizado
de ánimo: mejoran la ansiedad, hipervigilancia, son aquellas medidas por anticuerpos de tipo IgE
agorafobia y la respuesta exagerada al estrés. como es el caso de la alergia a las proteínas de la
• Tratamiento de trastornos psiquiátricos asocia- leche de vaca, huevos, cacahuetes, nueces y maris-
dos: depresión, trastorno por estrés postraumá- cos. Su diagnóstico requiere de una cuidadosa his-
tico, somatización. toria clínica y se sustenta en la demostración de una
• Tratamiento de los trastornos del sueño. sensibilización mediada por anticuerpos de tipo IgE
(skin prick test o por test in vitro) y la reproducción
❱❱ Efectos periféricos de los síntomas ante la exposición al alimento im-
plicado (oral food challenge). Los dos criterios son
• Efectos analgésicos periféricos: alteran la señal
aferente visceral. necesarios. El espectro de alergias alimentarias in-
cluye también enfermedades de comienzo tardío
• Efectos sobre la fisiología gastrointestinal (moti-
o medidas por la inmunidad celular, entre las que
lidad y secreción) a través de vías serotoninérgi-
cas, colinérgicas y adrenérgicas.
se citan las gastroenteropatías eosinofílicas (esofa-
gitis, gastroenteritis y colitis), diversos síndromes
• Efectos sobre el músculo liso visceral, ej.: relaja-
de enterocolitis asociadas a proteínas alimentarias
ción del fundus gástrico.
(más propias de niños) y la dermatitis atópica in-
ducida por alimentos. Deben citarse además el sín-
drome pollen food y el síndrome de alergia cruzada
fieren un empeoramiento de los síntomas tras las
comidas168. Un estudio de base poblacional comu- al látex. Ambas pueden manifestarse por síntomas
nicó una tasa de intolerancia a alimentos percibida gastrointestinales, así como por síntomas cutáneos,
por el paciente superior al 50% entre los sujetos broncoespasmo y anafilaxia. Las intolerancias ali-
con SII, una tasa 2 veces superior a la observada en mentarias son reacciones adversas a determinados
una población control169. Muchos pacientes iden- alimentos, no medidas inmunológicamente y que
tifican algunos alimentos específicos como claros son debidas a agentes farmacológicos contenidos
desencadenantes de los síntomas, especialmente en los alimentos (histamina, sulfitos y cafeína), defi-
productos lácteos, alimentos ricos en fructosa, pro- ciencias enzimáticas inherentes al huésped (déficit
ductos derivados del trigo y cafeína. Sin embargo, de lactasa), trastornos metabólicos (galactosemia e
la prevalencia de verdaderas alergias alimentarias intolerancia al alcohol) o respuestas idiosincrásicas
(A-Alim.) entre los pacientes con SII es ciertamente
por mecanismos desconocidos.
baja170-172. Una encuesta dirigida a más de 1.200 pa-
cientes con SII encontró que una proporción impor-
tante de pacientes habían iniciado cambios de estilo
Alergia e intolerancia alimentaria
de vida que incluían restricciones a determinados en el SII
alimentos en el 69% de los casos [comidas grasas
en el 64%, productos lácteos en el 54%, carbohidra- La prevalencia de síntomas semejantes a los del SII
tos en el 43%, alimentos con elevado contenido en está aumentada entre los pacientes con síntomas
proteínas, tales como carnes rojas en el 21%]. En el alérgicos como rinitis y asma y viceversa, lo que
mismo estudio, un 58% de los pacientes habían au- podría sugerir una relación entre atopia y sínto-
mentado el consumo de fibra en la dieta173. Breve- mas gastrointestinales175. A este respecto, algunos
mente, se comentan a continuación los siguientes estudios han documentado una relación entre ato-
apartados. pia, presencia de inflamación de bajo grado en la
mucosa intestinal y alteraciones en la función de
Alergias e intolerancias alimentarias barrera (permeabilidad) del intestino, proponiendo
Hasta un 25% de la población piensa que padece un nuevo subgrupo de SII “atópico” con una clara
algún tipo de A-Alim., pero en realidad una verda- implicación de los mastocitos en la fisiopatología
de este síndrome175. La relación entre síntomas de

542
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 11. Clasificación fisiopatológica de las reacciones adversas a los alimentos

Inmunopatología Trastorno

Mecanismo alérgico Dependiente de IgE (comienzo agudo) Urticaria/angioedema


Síndrome alérgico-oral (pollen-food
related)
Asma, rinitis
Anafilaxia

Asociadas a anticuerpos IgE/mediadas Dermatitis atópica
por células (comienzo tardío/crónico) Gastroenteropatías eosinofílicas

Mediadas por inmunidad célular Enterocolitis por proteínas de la dieta


(comienzo tardío/crónico) Proctitis por proteínas de la dieta
Enfermedad celíaca

No inmunológico Tóxico Infección/intoxicación alimentaria



Metabólico Cafeína, histamina, tiramina, glutamato
monosódico

Farmacológico Galactosemia, intolerancia al alcohol,


intolerancia a lactosa

Eswaran S, Tack J, Chey WD. Food: the forgotten factor in the irritable bowel syndrome. Gastroenterol Clin N Am
2011;40:141-162.
Cianferoni A, Spergel JM. Food allergy: review, classification and diagnosis. Allergol Int 2009;58:457-66.

intestino irritable e hipersensibilidad a alimentos histológica característica, pero no específica de la


constituye, hoy en día, un campo abierto a la in- enfermedad. Típicamente, los síntomas mejoran
vestigación. Nuevas técnicas basadas en la deter- rápidamente tras retirar el gluten de la dieta, a la
minación de anticuerpos específicos de tipo IgE o vez que se produce una lenta regresión de las le-
IgG4, la prueba de activación de basófilos in vitro, siones. Estudios procedentes de diferentes áreas
así como el resultado de pruebas de provocación si- geográficas revelan que algunos pacientes con sín-
guiendo la técnica de doble ciego (esencial en este tomas de intestino irritable, padecían en realidad
tipo de estudios) o las más recientes pruebas de una ESG (ver más arriba)135-138; 181-183. Otros estudios
provocación mediadas por la instilación de alérge- han puesto de manifiesto que una proporción de
nos a través de una colonoscopia, permitirán escla- pacientes con SII que no reúnen los criterios de una
recer en un futuro gran parte de las interrogantes EC presentan sin embargo, sensibilidad al gluten
planteadas77-180. (gluten sensitivity) (SG). Este término incorpora
una variedad de escenarios clínicos e inmunopa-
Restricción de gluten tológicos que han sido recientemente descritos184.
La enfermedad celíaca (EC) o enteropatía sensible Éstos incluyen casos de diarrea sensible al gluten,
al gluten (ESG) es un trastorno mediado inmuno- cambios inmunológicos en la mucosa intestinal en
lógicamente que aparece como consecuencia de la familiares de pacientes celíacos, personas con se-
exposición de la mucosa intestinal al gluten conte- rología persistentemente positiva en ausencia de
nido en el trigo, cebada y centeno, en individuos enteropatía y cambios inmunopatológicos sutiles
genéticamente susceptibles. Los pacientes con este en el intestino expuesto al gluten (linfocitosis in-
trastorno sufren una variedad de síntomas como traepitelial, depósitos subepiteliales de IgA, cam-
dolor abdominal, hinchazón y diarrea (no es excep- bios en el borde de las microvellosidades y quizá un
cional el estreñimiento) y desarrollan una lesión incremento en la secreción de anticuerpos dirigidos

543
Sección 4. Intestino delgado y colon

contra la gliadina). Todos estos desórdenes ocurren dando lugar a la producción de ácidos grasos de
típicamente en individuos portadores de los haplo- cadena corta, hidrógeno, anhídrido carbónico y
tipos DQ2-DQ8 del sistema HLA. Un estudio demos- gas metano. Una reciente revisión sistemática en-
tró como la instilación de gluten en el recto de ni- contró que más de un tercio de los pacientes con
ños parientes de enfermos celíacos, provocaba una SII presentaban intolerancia a la lactosa y que este
respuesta inmune, en ausencia de atrofia vellosita- fenómeno era más frecuente que en una población
ria, apoyando el concepto de que en la SG puede control45. Las consecuencias clínicas de la intoleran-
ocurrir una respuesta inmune sin ninguna eviden- cia a la lactosa probablemente son percibidas con
cia morfológica de la enteropatía que caracteriza a mayor intensidad en los pacientes con SII debido a
la enfermedad185,186. En otro estudio, se demostró las anormalidades subyacentes que presentan en la
como 8 de 10 pacientes con síntomas sugestivos de función motora y sensorial de su intestino168. Todo
enfermedad celíaca únicamente mostraban cam- ello explica que entre el 40-85% de los pacientes
bios mínimos (Marsh 1 o 2) y que tanto síntomas con SII e intolerancia a lactosa experimenten una
como lesiones mejoraron tras retirar el gluten de la mejoría de sus síntomas tras la restricción de lacto-
dieta. Todos estos pacientes tenían DQ2 o DQ8187. sa en la dieta. La fructosa es otro azúcar que ha sido
Estos mismos hallazgos han sido refrendados por implicado como un potencial desencadenante de
otros autores, señalando a la SG como una entidad síntomas en los pacientes con SII. Se encuentra en
emergente, caracterizada por la presencia de sín- elevadas concentraciones en la miel, frutas y azúcar
tomas, a menudo con cambios inmunopatológicos de mesa, así como en el jarabe de maíz, principal
mínimos que revierten tras la retirada del gluten edulcorante empleado en la manufacturación de
de la dieta188-190. El concepto de SG incluye también bebidas blandas y otros muchos alimentos prepa-
a aquellos pacientes con serología negativa (au- rados en el mundo occidental. El organismo carece
sencia de anticuerpos antitransglutaminasa) que de enzimas específicos para la hidrólisis de fructosa
muestran una enteritis linfocítica tras una prueba y su absorción va ligada a los transportadores de
de provocación con gluten184. Todas estas conside- glucosa (GLUT 5 y GLUT 2). Una carga excesiva de
raciones deben ser tenidas en cuenta, dado que fructosa genera un gradiente osmótico que puede
entre los pacientes con SII-D, existe un subgrupo ser causa de diarrea con abundante gas. La litera-
de enfermos DQ2-DQ8 positivos, con serología ne- tura sugiere que la malabsorción de fructosa (MF)
gativa y Marsh 0-1, cuya sintomatología podría re- es similar en voluntarios sanos y pacientes con
vertir tras retirar el gluten de la dieta (figura 5). Un trastornos funcionales digestivos. Nuevamente, sin
hecho a tener muy en cuenta es que la duodenitis embargo, los síntomas derivados de la MF se ma-
linfocítica es una lesión inespecífica compartida por nifiestan de un modo más intenso en los pacientes
otras entidades (infección por Helicobacter pylori, con SII. Debe considerarse que los resultados del
infestación por Giardia lamblia, toma de AINE o test respiratorio de fructosa pueden sobrevalorar
estados de sobrecrecimiento bacteriano) y que su la verdadera incidencia de este trastorno, tanto en
identificación en un paciente DQ2-DQ8 no es crite- población general, como en pacientes con SII, dado
rio suficiente para establecer el diagnóstico de SG. que la prueba emplea fructosa de forma aislada y
La identificación de depósitos subepiteliales de IgA no combinada con glucosa, como ocurre en la dieta
o de anticuerpos antigliadina en el jugo duodenal, ordinaria de las personas, donde fructosa y glucosa
la respuesta clínica y morfológica a la retirada del suelen ir mezcladas (la presencia de glucosa faci-
gluten y en algunos casos la reaparición de la lesión lita la absorción de fructosa). Ello explica, proba-
tras una prueba de provocación pueden ser de va- blemente, la elevada prevalencia de malabsorción
liosa ayuda para asegurar el diagnóstico184. de fructosa observada tanto en controles sanos
(11-70%), como en pacientes con SII (40-80%)193.
Restricción de carbohidratos Ciertamente, la restricción de alimentos ricos en
fructosa, puede mejorar algunos síntomas (espe-
La malabsorción de carbohidratos es una causa po- cialmente diarrea, flatulencia), a la vez que mejora
tencial de síntomas en los pacientes con síntomas el humor y el estado de ánimo en pacientes con di-
de SII. La lactosa es un disacárido que es hidroli- versos trastornos funcionales digestivos, incluyen-
zado en el borde en cepillo del enterocito liberan- do el SII194,195. Las mismas consideraciones relativas
do sus dos constituyentes: glucosa y galactosa. El a la lactosa y fructosa deberían hacerse con otros
déficit de lactasa conlleva que la lactosa sea pre- azúcares ingeridos en exceso, como el sorbitol o el
sentada a la flora del colon donde es fermentada, manitol.

544
36. Síndrome de intestino irritable

Tratamiento prender. Algún tipo de explicación sobre las po-


sibles alteraciones en los movimientos de su in-
Medidas generales testino o sobre una excesiva sensibilidad de éste
puede ayudar al paciente a entender el origen
Sin duda alguna el “mejor tratamiento” del SII es de sus molestias, pero sin preocuparlo en exce-
asegurar que los síntomas del paciente no obede- so. A su vez, el enfermo debe asumir que aun-
cen en realidad a una dolencia orgánica y grave. que el pronóstico de su enfermedad es bueno,
En este punto, tan importante es llevar a cabo una con frecuencia presentará periodos de exacer-
búsqueda intencionada de cualquier síntoma o sig- bación de los síntomas –a menudo precipitados
no de alarma, como la firme consideración de que por situaciones de estrés–. Mostrar interés por
bajo la apariencia de un trastorno con criterios de ciertos aspectos relacionados con el entorno fa-
“aparente funcionalidad” a menudo subyace una miliar, laboral o emocional, aumentan sin duda
enfermedad de base orgánica19,184. No tener en la confianza del enfermo en su médico, al per-
cuenta esta premisa puede abocar al enfermo a cibir que se está haciendo un abordaje integral
multitud de visitas facultativas, exámenes o tera- de su problema de salud. Es igualmente impor-
pias psicológicas que no eran necesarias, y un des- tante permitir al paciente preguntas sobre cues-
orbitado consumo de fármacos no desprovistos de tiones que pueden parecer banales, pero que
potenciales y desagradables efectos adversos. en cierta medida son un reflejo de la preocupa-
Para los pacientes en quienes se ha descartado de ción e incertidumbre del enfermo. El hándicap
un modo “coste-efectivo” una dolencia orgánica, que representa para muchos médicos el escaso
el tratamiento puede variar en dependencia de tiempo del que disponen podría soslayarse, al
varios factores: 1) la frecuencia e intensidad de los menos en parte, proporcionando al paciente
síntomas; 2) la preocupación que suscitan en el en- información escrita que pueda resolver muchas
fermo; 3) la repercusión sobre la calidad de vida; de sus interrogantes y evitar con ello preguntas,
4) el tipo de síntoma predominante y 5) la posible a menudo tediosas y repetitivas que restan efi-
existencia de trastornos psicológicos concomitan- ciencia a las visitas sucesivas. Todo este tipo de
tes. Todas estas variables influyen en las decisiones medidas tienen un impacto muy positivo, al dis-
terapéuticas. Algunos pacientes pueden beneficiar- minuir la ansiedad del paciente y además pro-
se de medidas terapéuticas sencillas, incluyendo porcionan al médico argumentos convincentes
consejos dietéticos o cambios en el estilo de vida. para evitar exploraciones innecesarias.
Otros pacientes requerirán tratamiento farmaco- ❱❱ Dieta. Proporcionar al paciente un diario de sín-
lógico para atenuar la intensidad de los síntomas tomas, puede ayudar a identificar qué alimentos
en periodos de exacerbación. Finalmente, algunos pueden estar ejerciendo una influencia negativa
pacientes requerirán un tratamiento psiquiátrico. en un paciente concreto. Intervenir sobre la die-
❱❱ Relación médico-paciente. En el tratamiento ta puede resultar clave cuando el origen de los
del SII es muy importante obtener la confianza síntomas guarda relación con una intolerancia a
del enfermo. No es inhabitual que el paciente la lactosa o la fructosa o una “sensibilidad al glu-
haya visitado a otros médicos con un nivel de ten” (ver más arriba). Otros pacientes refieren
conocimientos adecuado pero con poco tiempo una clara mejoría al excluir algunos alimentos
disponible para explicar al paciente la naturale- que favorecen la producción de gas (cebollas,
za de su problema. El hecho de que el paciente apio, zanahorias, pasas, plátanos, albaricoques,
haya visitado a distintos facultativos, a menudo ciruelas, coles de Bruselas, galletas y paneci-
suscita prejuicios en el médico y una percepción llos). El aporte de fibra puede ser beneficioso en
muy negativa sobre el enfermo. Debe compren- algunos pacientes con SII-E. En estos casos, la
derse, sin embargo que algunas expresiones evidencia apoya más el empleo de suplementos
como “Vd. no tiene nada”, no resultan apropia- de fibra soluble como ispaghula o psillium196-198.
das y en absoluto responden a las expectativas La pauta recomendada es comenzar con dosis
de los pacientes. Una aproximación centrada en bajas que pueden ir incrementándose a lo largo
el paciente debería comenzar por una explica- de varias semanas, hasta alcanzar un máximo
ción somera, pero eficiente, acerca de los meca- de 20-30 g de fibra en las 24 h. Incluso un uso
nismos que contribuyen a explicar sus síntomas, excesivo de la fibra puede exacerbar algunos de
utilizando términos asumibles y fáciles de com- los síntomas del SII como la flatulencia. No es

545
Sección 4. Intestino delgado y colon

prudente, sin embargo, transmitir al paciente la Tratamiento farmacológico


idea de que su enfermedad requiere de riguro-
sas medidas restrictivas, dado que éstas podrían Agentes que actúan a nivel periférico
deteriorar su calidad de vida o comprometer el
estado de nutrición. ANTIDIARREICOS
❱❱ Estilo de vida. Algunos pacientes pueden obte- Los pacientes con un SII-D pueden beneficiarse del
ner un beneficio tangible, adquiriendo hábitos empleo de antidiarreicos como la loperamida o el
saludables como el ejercicio físico regular o el difenoxilato, especialmente durante los periodos
hecho de dedicar un tiempo por las mañanas de exacerbación. Solo la loperamida ha sido eva-
para realizar la evacuación, momento en el que luada en diferentes estudios, metodológicamente
el reflejo gastroentérico es más intenso (en los poco plausibles. Un metaanálisis de estos estudios
casos de estreñimiento). permite concluir que la loperamida a dosis com-
prendidas entre 2-8 mg/24 horas consigue mejorar
❱❱ Factores psicosociales. El tratamiento de un
la consistencia y frecuencia de las deposiciones
paciente con SII debería incluir la consideración
(grado 2C), aunque no resulta más eficaz que place-
de cualquier factor psicosocial que pueda estar
bo para el control del dolor y los síntomas globales
modulando la percepción sintomática. Aunque
de la enfermedad.
la intervención psicológica por un experto se
valora como una posibilidad terapéutica en el ANTIESPASMÓDICOS
SII (ver más abajo), la enorme prevalencia de
La participación del músculo liso en la patogénesis
este trastorno entre la población general hace
de los síntomas del SII ha conducido al empleo de
inviable esta opción en todos los pacientes. Sin
agentes con propiedades relajantes del músculo
embargo, el médico práctico puede hacer una
liso con la intención de obtener alivio del dolor
introspección en el entorno psicosocial del en-
espasmódico que caracteriza a la enfermedad.
fermo con el propósito de identificar factores
Una limitación importante de estos agentes es
ambientales que puedan ejercer una influencia
la aparición de efectos adversos inherentes a sus
negativa sobre los síntomas y también evaluar
propiedades anticolinérgicas, incluyendo seque-
posibles indicadores de maladaptación a la en-
dad de boca, vértigo, visión borrosa, retención
fermedad. Estos indicadores incluyen la incapa-
urinaria, confusión (especialmente en ancianos) y
cidad del paciente para comprender su dolen-
estreñimiento. La revisión sistemática más recien-
cia, la dificultad para expresar sus sentimientos,
te sobre la eficacia y seguridad de estos fármacos
o el sentimiento de frustración exacerbada
fue llevada a cabo por la ACG-IBS Task Force45. Las
(“catastrofismo”) ante determinados síntomas
conclusiones obtenidas del análisis de 22 estudios
(“cuando percibo dolor abdominal a primera
que incluyeron a 1.778 pacientes fueron que los
hora de la mañana, pienso que me espera un día
antiespasmódicos (incluyendo los más empleados
terrible”). Es igualmente importante considerar
en nuestro país, como octilonio bromuro y mebe-
cualquier comorbilidad psiquiátrica (ansiedad,
verine) logran un modesto beneficio en el control
depresión, neuroticismo), el antecedente de
del dolor a corto plazo cuando se comparan con
una historia de maltratos o abusos y, por su-
placebo (grado 2B) (RR relativo a la persistencia del
puesto, cualquier carencia en términos de apo-
dolor: 0,64 [95% IC 0,57-0,81]), siendo menos con-
yo sociofamiliar. Algunas páginas para pacien-
sistente la evidencia de esta mejoría a largo plazo
tes proporcionan información veraz y honesta
(grado 2C). El riesgo relativo de presentar un efec-
que ayuda a obtener un equilibrio entre sus
to adverso asociado a la medicación fue de 1,62
expectativas y el curso real de la enfermedad
(95% IC 1,05-2,50). Una revisión sistemática sobre
(www.uptodate.com/patients) 45.
el efecto del mebeverine en el tratamiento del SII
❱❱ Terapias psicosociales: determinados pacientes que incluyó 8 ensayos aleatorizados (6 comparados
con síntomas graves pueden beneficiarse de te- con placebo) con un total de 555 pacientes de to-
rapias cognitivo-conductuales o psicodinámicas, dos los subtipos de SII (63% mujeres), no permitió
biofeedback e incluso hipnosis, especialmente establecer diferencias significativas en términos
cuando logran identificarse acontecimientos de alivio global y sintomático cuando se comparó
estresantes y/o niveles elevados de ansiedad o con placebo, aunque la medicación fue bien tole-
neurosis (grado 2C). rada199. Finalmente, un metaanálisis que evaluó

546
36. Síndrome de intestino irritable

el efecto de los antiespasmódicos en 23 estudios parado con placebo202. Alosetrón fue retirado del
aleatorizados, concluyó que los relajantes del mús- mercado en noviembre de 2000 debido a la apa-
culo liso proporcionan mejoría global y alivio del rición de efectos adversos significativos incluyendo
dolor en 56% y 53% de los casos, respectivamente, casos de colitis isquémica (CI) y otras complicacio-
comparado con el 38% y 41%, respectivamente en nes asociadas al estreñimiento con una incidencia
el grupo placebo (p < 0,001)200. significativamente superior a la observada en los
controles (0,15% vs. 0,0%; p:0,03). En junio de
SEROTONINÉRGICOS 2002, debido, en gran medida, a la demanda de
La serotonina (5-HT) es un neurotransmisor que es muchas pacientes con formas graves e invalidan-
sintetizado y almacenado en las células enterocro- tes de SII-D, la FDA volvió a aprobar el empleo de
mafines del epitelio intestinal (95% del contenido alosetrón para formas graves de SII-D refractarias a
corporal total de 5-HT) con importantes funciones otras formas de tratamiento. Alosetrón se prescri-
reguladoras de las funciones secretora, absortiva, be inicialmente a la dosis de 0,5 mg una o dos veces
motora y sensorial del intestino. Recientes observa- al día, dosis que puede incrementarse al cabo de 4
ciones han identificado una actividad serotoninér- semanas hasta 1 mg cada 12 horas, siempre que
gica anómala en el SII (incremento de la actividad resulte bien tolerado y sea realmente necesario
serotoninérgica en el SII-D y descenso de la acti- para el control de los síntomas. El tratamiento debe
vidad en el SII-C). Entre los diferentes subtipos de ser interrumpido si después de este tiempo no se
receptores de la serotonina, los receptores 5-HT1p, ha obtenido una respuesta satisfactoria. Los datos
5HT3, 5HT4 y 5HT7 resultan clínicamente relevantes de seguridad comunicados en relación con más de
para la función intestinal. Los antagonistas de los 200.000 prescripciones para 30.000 pacientes indi-
receptores 5-HT3 causan un enlentecimiento del can que con esta pauta sigue existiendo un riesgo
tránsito y de la secreción intestinal, a la vez que bajo, pero real de CI. Los casos comunicados hasta
disminuyen el tono y tránsito cólicos. En contraste, la fecha son formas leves, de corta duración, que
los agonistas de los receptores HT4 son capaces de mejoran rápidamente tras la retirada del alosetrón,
acelerar el vaciamiento gástrico, mejorar la acomo- no habiéndose comunicado casos de isquemia me-
dación del fundus, acelerar el tránsito del intestino sentérica, perforación intestinal, necesidad de ciru-
delgado y del colon y posiblemente disminuir la gía, megacolon tóxico o muerte203.
sensibilidad visceral201.
TEGASEROD
ALOSETRON Tegaserod fue el único agonista HT4 disponible
El alosetrón es el único antagonista de los receptores en Norteamérica para el tratamiento de mujeres
HT3 aprobado por la US Food and Drug Administra- con SII-E hasta que fue voluntariamente retirado
tion (FDA) para el tratamiento del SII-D. Numerosos del mercado en 2009. Los ensayos controlados y
estudios controlados y aleatorizados han demostra- aleatorizados disponibles proporcionaron claras
do que alosetrón proporciona un adecuado alivio del evidencias en favor de una superioridad del tega-
dolor y/o disconfort abdominal, un descenso en la serod frente a placebo, tanto para el alivio global
sensación de urgencia defecatoria, una reducción en de los síntomas, como para el control del dolor
la frecuencia de los movimientos intestinales y un in- abdominal, la frecuencia y consistencia de las he-
cremento en la consistencia de las heces, significati- ces, el esfuerzo defecatorio y la hinchazón204-205. Los
vamente superiores a placebo201. Una revisión siste- efectos adversos más frecuentemente observados
mática basada en la evidencia publicada por la ACG en los ensayos clínicos fueron cefalea, diarrea y do-
Task Force concluyó que alosetrón es más efectivo lor abdominal y aunque no se comunicaron casos
que placebo a la hora de proporcionar un alivio sin- de CI durante los ensayos, datos obtenidos en el
tomático global en hombres (grado 2B) y mujeres periodo postmarketing permitieron observar una
(grado 2A) con SII-D, con una calidad de evidencia tasa de 7-8 casos de CI para una población calcu-
alta45. Estos datos han sido confirmados por un me- lada de 100.000 habitantes. En marzo de 2007, las
taanálisis reciente que recopiló información de 11 ventas y el marketing de tegaserod se suspendie-
ensayos clínicos con un total de 7.216 pacientes, ron tras verificar en un subanálisis retrospectivo
tratados con alosetrón o cilansetrón (producto que una incidencia inesperada de accidentes vasculares
no llegó a comercializarse), informando un RR de cerebrales y miocárdicos (13 accidentes vasculares:
persistencia de síntomas en el grupo tratado con 3 infartos agudos de miocardio, 1 caso de muerte
antagonistas HT3 de 0,78 (95% IC 0,71-0,86) com- súbita, 6 casos de angina inestable y 3 accidentes

547
Sección 4. Intestino delgado y colon

cerebrovasculares) en 11.614 pacientes tratados aliviar la sintomatología global de las pacientes con
con tegaserod comparados con un evento en 7.031 SII-C (grado 1B)45. Este fármaco está contraindicado
pacientes que recibieron placebo. Aunque la tasa en casos de obstrucción mecánica del intestino y
de accidentes vasculares fue baja (0,1% en el gru- debería ser evitado en pacientes con diarrea pre-
po de tegaserod comparada con 0,01% en el grupo existente. Además de otros efectos adversos como
placebo), la diferencia fue estadísticamente signifi- náuseas y cefalea (menos del 5% de los casos), cabe
cativa (p: 0,02). Aunque las razones de esta inciden- destacar la aparición de “opresión en el pecho” o
cia no están aclaradas, el efecto de tegaserod sobre “sensación de falta de aire” que pueden aparecer
los receptores 5HT4 podría activar la agregación en la hora siguiente a la toma de la dosis, resolvién-
plaquetaria203. Estudios posteriores de alta calidad dose de forma paulatina a lo largo de las siguientes
metodológica, no han logrado reproducir estos ha- horas. Este efecto se observó con mayor frecuen-
llazgos206,207, pese a lo cual tegaserod fue retirado cia en pacientes que recibieron dosis de 24 µg que
definitivamente del mercado en 2009 y por el mo- en aquellos que recibieron la dosis de 8 µg (2,5 vs.
mento ha dejado de estar disponible. 0,4%, respectivamente). Lubiprostona ha sido cla-
sificada en la categoría C para pacientes en estado
LUBIPROSTONA de gestación, existiendo la firme recomendación
Lubiprostona es un ácido graso bicíclico derivado de disponer de una prueba de embarazo negativa
de la prostaglandina E1 que ejerce una potente y antes de iniciar el tratamiento, así como la prescrip-
selectiva activación de los canales de cloro de tipo ción de medidas de contracepción si se ha de tomar
2 (CC-2), localizados en el extremo apical de las cé- este medicamento203.
lulas epiteliales del intestino humano. La activación
dosis-dependiente de estos canales promueve un Agentes que actúan a nivel central
flujo neto de ion cloro a través de la membrana SII Y MODELO BIOPSICOSOCIAL
apical de las células epiteliales y secundariamente
DE LA ENFERMEDAD
un movimiento pasivo de ion sodio y de agua que
redundan en un incremento de la secreción en la El SII es uno de los paradigmas de modelo biopsico-
luz del intestino203. Los ensayos iniciales con lubi- social de la enfermedad (figura 7)213. El desarrollo
prostona mostraron un incremento del número de de técnicas de imagen avanzadas del cerebro y el
movimientos intestinales espontáneos semanales, mejor conocimiento del papel de los neurotrans-
así como una mejoría significativa en la consisten- misores en la regulación de la motilidad y de la
cia de las deposiciones, el esfuerzo defecatorio percepción visceral, ha permitido desarrollar el
y la sensación de hinchazón en los pacientes con concepto de que determinados agentes que ac-
SII-E, cuando se comparó con placebo, siendo las túan sobre el SNC, tanto a niveles espinales como
náuseas, la cefalea y la diarrea los efectos adversos supraespinales, pueden resultar en disfunciones
más frecuentes208-210. Posteriormente, dos ensayos de la actividad motora y sensorial del intestino. El
controlados, aleatorizados, doble ciego, muy bien desencadenante puede ser periférico (ej.: infección
diseñados para atenuar al máximo el efecto pla- gastrointestinal, cirugía) o central (por ej.: historia
cebo, demostraron como lubiprostona a la dosis de abusos o maltratos). Existen claras evidencias de
de 8 µg, dos veces al día, lograba reducir de for- que los factores psicosociales pueden desempeñar
ma significativa la intensidad del estreñimiento, a un papel importante en cualquiera de los estadios
la vez que mejorar la CVRS, el dolor abdominal, el de la historia natural de la enfermedad, pudiendo
esfuerzo defecatorio y la hinchazón en los pacien- ser corresponsables de la predisposición, precipita-
tes con SII-E, apreciando nuevamente diferencias ción o perpetuación de los síntomas, así como del
significativas frente a placebo211-212. Los resultados comportamiento del individuo ante la enfermedad.
de estos estudios fueron determinantes para que la Un ejemplo es el SII postinfeccioso, en el que se ha
FDA aprobase en abril de 2008 la indicación de lu- demostrado cómo la presencia de distrés psicoló-
biprostona para el tratamiento del SII-C en mujeres gico en el momento de adquirir la infección cons-
de edad igual o superior a 18 años. Estudios pos- tituye una variable predictiva independiente en
teriores publicados en forma de abstract confirma- su desarrollo215. Un estudio puso de relieve cómo
ron estos hallazgos. Finalmente, una revisión crítica hasta un 75% de los pacientes que fueron referidos
de la ACG IBS Task Force, basada en la evidencia, a un centro terciario por síntomas de intestino irri-
permitió concluir que lubiprostona a una dosis de table presentaban un trastorno psiquiátrico, esen-
8 µg dos veces al día es más eficaz que placebo en cialmente ansiedad o depresión214. Por otro lado,

548
36. Síndrome de intestino irritable

NIVEL COGNITIVO
Actitud ante la enfermedad
Capacidad de adaptación

NIVEL EMOCIONAL NIVEL CONDUCTUAL


Ansiedad SII (Factores ambientales
Depresión estrés psicológico)

NIVEL FISIOLÓGICO
Respuesta a diferentes estímulos
(dieta, infecciones, estrés)
Respuesta neuroendocrina
Respuesta inmune
Inflamación de bajo grado
Mecanismos moduladores del dolor
Control autonómico de la motilidad

Figura 7. Heterogeneidad fisiopatológica en el SII. Implicación del modelo biopsicosocial. Adaptado de Mayer EA. Em J Med
1999; 107(5A):12S-19S. En: Digestive Health Matters 2004;13:4-11. IFFGD.

la maladaptación ante circunstancias adversas de de la neuroplasticidad (pérdida neuronal atribuida


la vida ejerce una influencia determinante en la a un trauma psíquico), mejorando la neurogénesis
intensidad con que se perciben los síntomas y la vi- (capacidad de regenerar las neuronas), contribu-
sión excesivamente negativa del enfermo acerca de yendo de forma determinante a la recuperación del
su enfermedad (“catastrofismo”). Por esta razón, el bienestar psicológico217.
uso juicioso de fármacos psicotropos o la interven-
ción psicológica pueden cumplir un papel coadyu- AGENTES PSICOTROPOS
vante en el manejo de estos pacientes. En el SII se han ensayado cuatro tipos diferentes
AGENTES PSICOTROPOS de psicofármacos: antidepresivos tricíclicos, inhi-
bidores de recaptación selectiva de la serotonina,
Y TERAPIAS CONDUCTUALES
inhibidores de recaptación de serotonina-noradre-
El uso de psicofármacos comporta numerosos be- nalina y antipsicóticos atípicos.
neficios potenciales inherentes a sus propiedades
Antidepresivos tricíclicos (ATC)
reguladoras tanto a nivel central, como periférico
(tabla 11). Su empleo ha sido suficientemente tes- Los ATC son los psicofármacos que han sido más
tado en ensayos clínicos y el resultado de metaa- ampliamente estudiados en el manejo de los pa-
nálisis sugiere que el riesgo de persistencia de los cientes con SII215,219. Sus efectos beneficiosos se de-
síntomas tras el empleo de antidepresivos disminu- rivan de su capacidad para modular la percepción
ye de forma significativa (OR: 2,6-4,2), apreciando, del dolor a nivel central y, de hecho, disminuyen la
a su vez, unas tasas de cumplimiento terapéutico hipersensibilidad rectal inducida por el estrés. Sus
superiores al obtenido con otros fármacos216. A su efectos secundarios más frecuentes se derivan de
vez, se ha comunicado recientemente que el em- sus propiedades anticolinérgicas (estreñimien-
pleo de antidepresivos (y posiblemente de la in- to, taquicardia, retención urinaria y xerostomía)
tervención psicológica) puede atenuar los efectos y de sus efectos centrales (insomnio, agitación y

549
Sección 4. Intestino delgado y colon

pesadillas nocturnas). Estos efectos son menos (solos o en combinación con otros antidepresivos)
frecuentes y pronunciados cuando se utilizan ami- debido a sus propiedades analgésicas y sus efectos
nas secundarias (ej.: desipramina, nortriptilina) en sedantes y ansiolíticos. La quetiapina es un agente
comparación con las aminas terciarias (amitriptili- antipsicótico atípico con efectos dopaminérgicos
na, imipramina) debido a su menor poder antihis- que a dosis de 25-100 mg/día logra mejorar los
tamínico y anticolinérgico30,215. síntomas de intestino irritable y de dolor abdomi-
Inhibidores de recaptación selectiva nal funcional en pacientes que no han respondido
de serotonina (IRSS) al tratamiento con otros antidepresivos226.
El principal mecanismo de acción de los IRSS es TERAPIAS CONDUCTUALES
la inhibición selectiva de la recaptación de 5-HT y
el bloqueo de la proteína transportadora de 5HT Diferentes modalidades de terapias conductuales,
al nivel de las terminaciones nerviosas presináp- tienen su aplicación en pacientes con SII con sín-
ticas, incrementando con ello la concentración tomas incapacitantes y refractarios a otras medi-
sináptica de 5HT. Los ISRS pueden ser de utilidad das. Entre ellas se incluyen las terapias cognitivo-
en los trastornos funcionales digestivos debido a conductuales227-230, técnicas de relajación231-232,
diversas razones220-223: a) mejoran la sensación de terapias psicodinámicas interpersonales233-235,
bienestar global; b) poseen propiedades ansiolí- meditación e hipnoterapia236-243. Todas ellas in-
ticas; c) potencian el efecto analgésico de otros cluyen entre sus objetivos establecer un modelo
agentes como los propios ATC y d) permiten el racional de enfermedad, atenuar los efectos de
tratamiento de otras comorbilidades psiquiátri- una respuesta exagerada al estrés, modificar las
cas. Dado que los ISRS pueden producir diarrea, la respuestas psicológicas maladaptativas (ansiedad,
paroxetina puede ser de elección en los enfermos
catastrofismo, sentimientos de culpa o vergüenza)
con SII-D debido a sus mayores propiedades mus-
y modificar los comportamientos negativos ante
carínicas. La fluoxetina posee una vida media más
los síntomas (agorafobia, búsqueda persistente de
larga y menos efectos secundarios tras su retira-
da, resultando de elección en pacientes con pobre pruebas diagnósticas, etc.). Todas estas terapias
cumplimiento terapéutico. han tenido éxito en el manejo de síntomas graves
y refractarios, y a diferencia de los psicofármacos
Inhibidores de recaptación de serotonina- que logran reducir la intensidad del dolor percibi-
noradrenalina (IRSN) do y la CVRS, la intervención psicológica consigue
Este grupo terapéutico incluye la venlafaxina, du- además disminuir los costes sanitarios a largo pla-
loxetina y desvenlafaxina. De todos ellos, solo la zo233-235. Todas estas modalidades de tratamiento,
duloxetina ha sido estudiada en pacientes con SII. requieren de una clara implicación del paciente,
A dosis de 60 mg/día demostró su efectividad en así como de estrategias bien delineadas para favo-
el control del dolor y mejoró la consistencia de recer la adherencia a los programas. Se han publi-
las deposiciones, con un efecto positivo sobre la cado excelentes guías al respecto244.
CVRS y la productividad laboral. Algunos pacien-
tes abandonaron el estudio por presentar estreñi- Terapias dirigidas a la microbiota
miento como efecto secundario224. La venlafaxina
es un IRSN que mejora la acomodación postpran- e inflamación
dial y disminuye la sensibilidad rectal a la disten- La hipótesis de que alteraciones en la microbio-
sión225. Las dosis pueden ajustarse según los re- ta intestinal y/o estados de inflamación de bajo
sultados de la terapia (37,5 a 75 mg). Su principal
grado puedan desempeñar un papel relevante en
efecto secundario es la náusea215. El milnaciprán
la patogénesis de los síntomas en determinadas
es un IRSN que podría ser empleado en pacientes
con SII asociado a fibromialgia. subpoblaciones de pacientes con SII (ver apartado
sobre fisiopatología), ha conducido al desarrollo
Antipsicóticos atípicos de nuevas estrategias en el manejo de estos en-
Algunos antipsicóticos a dosis más bajas que las fermos. Antibióticos, prebióticos, probióticos, sim-
empleadas para el tratamiento del trastorno bipo- bióticos y fármacos con propiedades antiinflamato-
lar y la esquizofrenia pueden ser de utilidad en el rias forman ya parte del armamentario terapéutico
tratamiento de trastornos funcionales digestivos disponible para estos enfermos 245.

550
36. Síndrome de intestino irritable

PROBIÓTICOS oligosacáridos, abundan en frutas y vegetales co-


mestibles, tales como trigo, cebolla, achicoria, ajo,
El término probiótico se aplica a organismos vivos puerros, alcachofas y plátanos. Una vez que alcan-
que ingeridos en cantidades apropiadas, ejercen zan el colon, su fermentación por bacterias autóc-
un efecto beneficioso sobre la salud. Los más co- tonas genera ácido láctico y ácidos carboxílicos
múnmente empleados son bacterias productoras de cadena corta. La mayoría de las evidencias en
de ácido láctico y levaduras no patógenas. Se ha favor del empleo de prebióticos proceden de estu-
propuesto el empleo de probióticos para el trata- dios experimentales en animales y series cortas de
miento de la enfermedad inflamatoria intestinal, pacientes, aduciendo un beneficio potencial en el
enfermedades infecciosas, neoplásicas y trastornos SII252-253. Debe recordarse, en este escenario, que
alérgicos. El reconocimiento de que el SII puede ser los suplementos de fibra, así como la lactulosa y
inducido por una gastroenteritis infecciosa, la ob- las soluciones de polietilenglicol poseen propieda-
servación de importantes cambios cualitativos y des prebióticas254. Los simbióticos se definen como
cuantitativos en la microbiota de estos pacientes y una combinación de un probiótico y un prebiótico y
las crecientes evidencias a favor de una disfunción su objetivo es aumentar la sobrevida y la actividad
inmune en este trastorno, han propiciado el uso de de los prebióticos in vivo, a la vez que estimular la
probióticos también para el SII246-249. Sus beneficios producción endógena de bifidobacterias y lactoba-
potenciales residen no solamente en sus efectos cilus. Datos preliminares sugieren un potencial y
antivíricos y antibacterianos (en el caso del SII-PI), prometedor efecto beneficioso en el SII255-258.
sino en su capacidad para disminuir la producción
de gas, promover cambios en la conjugación de las ANTIBIÓTICOS
sales biliares, y otros, basados en sus propiedades
El papel que pudiera desempeñar el SBI en la pa-
estimulantes de la motilidad, de la secreción de
togénesis de los síntomas de un paciente con SII,
moco e incluso antiinflamatorias245.
ha llevado a algunos autores a ensayar el empleo
Se ha comprobado cómo algunos microorganis- de antibióticos poco absorbibles en el tratamiento
mos, incluyendo Lactobacilus GG, L. plantarum, L. de estos enfermos. Numerosos estudios, aleato-
acidophilus, L. casei, así como el cocktail VSL-3 y rizados y controlados frente a placebo, han de-
Bifidobacterium animalis, proporcionan alivio de mostrado cómo la administración de rifaximina,
algunos síntomas aislados del SII tales como hin- un antibiótico pobremente absorbible (menos del
chazón, flatulencia y estreñimiento. Pocos produc- 1%), administrado a la dosis de 550 mg, tres veces
tos, sin embargo, han demostrado ser capaces de al día, durante 14 días, mejora tanto los síntomas
proporcionar un alivio sintomático global, especial- globales (ganancia terapéutica del 8-13%), como la
mente del dolor abdominal. Entre ellos, destacan hinchazón (ganancia terapéutica del 4-8%) en los
los ensayos realizados con Bifidobacterium infantis pacientes con SII con predominio de diarrea93,96,259.
35.624. A una dosis de 108, B. infantis ha demostra- Estos resultados han sido reproducidos e incluso
do su superioridad frente a Lactobacilus y placebo mejorados en estudios multicéntricos posteriores
en todos los parámetros evaluados (dolor/discon- efectuados sobre series largas de pacientes96. Es
fort abdominal; hinchazón/distensión y dificultad probable que el beneficio de los antibióticos no
para la evacuación)250,251. absorbibles resida no solamente en el control del
SBI, sino en la reducción de bacterias cólicas con
PREBIÓTICOS Y SIMBIÓTICOS capacidad para fermentar carbohidratos260. Nue-
Un prebiótico se define como un alimento no di- vamente, debe recordarse, que la prevalencia de
gerible que al ser fermentado estimula de forma intolerancia a carbohidratos (lactosa, fructosa) es
selectiva y preferencial el crecimiento y la actividad elevada tanto en población general, como en suje-
de un número limitado de especies bacterianas del tos con SII45,193-95. Una limitación de esta estrategia
colon (básicamente, aunque no de modo exclusivo, terapéutica es la duración limitada de sus efectos,
lactobacilos y bifidobacterias), que ejercen un efec- que obliga en muchos casos a repetidos ciclos te-
to beneficioso sobre la salud245. Los oligosacáridos rapéuticos, cuya seguridad a largo plazo no ha sido
contenidos en la leche materna constituyen el pro- bien estudiada.
totipo de sustancias con propiedades prebióticas,
ANTIINFLAMATORIOS
explicando, en gran medida, los enormes benefi-
cios de la lactancia materna. Algunos prebióticos En otra sección de este capítulo se han discutido di-
como los fructanos del tipo inulina, o los propios ferentes teorías que inducen a pensar que en el SII

551
Sección 4. Intestino delgado y colon

puede haber, en realidad, un estado de inflamación yendo las agencias reguladoras del medicamento,
de bajo grado. Para algunos investigadores, este las industrias farmacéuticas, y por supuesto, médi-
fenómeno inmunológico representa la respuesta cos y pacientes. Por otro lado, y aunque el SII es una
del huésped al contenido intraluminal, incluida la condición que no pone en riesgo la vida del pacien-
propia microbiota, como también se aduce para te y, por tanto, las cotas de seguridad que se exigen
la EII. Evidencias experimentales que apoyan este a cualquier nuevo medicamento son muy elevadas,
concepto incluyen una activación de los mastoci- no es menos cierto que la CVRS de algunos pacien-
tos104, así como de determinadas poblaciones linfo- tes, puede llegar a verse muy deteriorada en fun-
citarias101,103, alteraciones en la permeabilidad83-88, ción de la gravedad de los síntomas y el modo en
alteraciones en los genes relacionados con citoci- que éstos son percibidos por el/la paciente. Este
nas79, desregulación del TLRs e incrementos en las factor condiciona mucho el nivel de riesgo capaz de
b-defensinas106. Hoy por hoy, las evidencias sobre ser asumido por los pacientes, en función de la in-
el beneficio de agentes antiinflamatorios en el SII tensidad y gravedad de aquellos (baste citar como
son escasas. Un estudio doble ciego y controlado ejemplo que la FDA volvió a aceptar la dispensación
frente a placebo demostró como mesalazina, ad- de alosetrón en respuesta a la multitud de cartas
ministrada a dosis de 2,4 g/día durante 8 semanas y llamadas telefónicas de muchas mujeres con un
resultó en un descenso significativo de las células SII-D invalidante, que se sentían decepcionadas por
inmunes de la mucosa, especialmente mastocitos, la retirada del mercado de este fármaco).
y en una mejoría del bienestar global, pero no mo- TERAPIAS EMERGENTES PARA EL SII-E
dificó de forma significativa el dolor, la hinchazón o
los hábitos intestinales107. Igualmente se ha inves- Entre las terapias emergentes para el tratamiento
tigado el papel del ketotifeno, un estabilizador de del SII-E se citan algunos moduladores de los re-
los mastocitos y antagonista de los receptores de ceptores de la serotonina incluyendo agonistas de
histamina-1, en un estudio aleatorizado y controla- los receptores 5-HT4 (prucalopride y mosapride),
do frente a placebo demostrando un beneficio tan- agonistas parciales 5-HT3 (prumosetrag –MKC-733,
gible, en términos de reducción de síntomas y de DDP-733), los agonistas del receptor C de la gua-
la hipersensibilidad visceral108. Pocos autores han nilato-ciclasa (linaclotide [MD-1100] y plecanatide
investigado el papel del cromoglicato disódico en [SP-304]), moduladores de los ácidos biliares (CDCA
el SII. A una dosis de 1.500 mg/día durante un mes e inhibidores del transportador de ácidos biliares
se obtuvieron resultados favorables, especialmente [A3309]) y los antagonistas dopaminérgicos (itopri-
en aquellos en quienes logró identificarse una rela- de) (tabla 12). De todos ellos, mencionaremos es-
ción de los síntomas con la dieta261,262. pecíficamente la prucalopride y el linaclotide, por la
fase de desarrollo avanzado en que se encuentran.
Terapias emergentes en el SII PRUCALOPRIDA
Durante los últimos años, la investigación se ha Prucaloprida es un agonista de los receptores 5-HT4
centrado en el desarrollo de moléculas capaces de más selectivo que cisaprida y tegaserod. Aunque
controlar alguno de los mecanismos más íntimos todos ellos comparten sus propiedades procinéti-
que subyacen en la patogenia de los síntomas. cas, cisaprida y tegaserod interactúan tanto con el
Alosetrón, tegaserod y lubiprostona han sido los gen K+ “human Ethera go-go”, como con los canales
primeros ejemplos. Las tablas 12 y 13 muestran un 5-HT1b, lo que según se ha postulado podría ser la
listado de estas nuevas moléculas, las fases en que causa del desarrollo de efectos adversos cardiovas-
se encuentra su desarrollo y su mecanismo de ac- culares. Prucaloprida carece de esta interacción.
ción. Siempre debe tenerse en cuenta que el SII no La eficacia de prucaloprida ha sido establecida en
es una enfermedad propiamente dicha, sino un sín- estudios doble ciego controlados con placebo de
drome definido por un conjunto de síntomas que hasta tres meses de duración, para pacientes con
responden a muy diversos trastornos fisiopatológi- estreñimiento crónico idiopático265-267. 2.700 pa-
cos. Ello explica, en gran medida, que el éxito obte- cientes fueron tratados en el contexto de diferen-
nido con cualquiera de estas moléculas sea siempre tes ensayos clínicos. De ellos casi 1.000 pacientes
parcial y que la ganancia terapéutica obtenida fren- recibieron una dosis de 2 mg al día, mientras que
te a placebo, a menudo no responda de forma to- aproximadamente 1.300 pacientes fueron tratados
talmente satisfactoria a las expectativas “irreales” con 4 mg de prucaloprida diarios. La proporción de
depositadas por todas las partes implicadas, inclu- pacientes que consiguieron 3 o más deposiciones

552
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 12. Terapias emergentes en el síndrome de intestino irritable (Ref 263 Gastroenterol Clin N Am 2011; 40 223-43)

Tipo de fármaco Nombre Mecanismo de acción Efectos terapéuticos


Moduladores de Prucaloprida, Los agonistas 5-HT4 y Prucaloprida: tres ensayos
los receptores de la mosaprida, 5-HT3 aceleran el tránsito clínicos de fase III en EC
serotonina pumosetrag gastrointestinal y pueden mostraron beneficios en
alterar la sensación visceral frecuencia de las deposiciones
y otros síntomas relacionados
con el estreñimiento a dosis
Agonistas de los Linaclotida, de 2 y 4 mg.
receptores C de la plecanatida Mosapride: ensayo de fase
guanilato-ciclasa III (inclusión completada en
Oriente Medio)
Pumosetrag: ensayo de
fase II, un estudio con dosis
escalonadas en 14 pacientes
con EC mostró mejoras en los
síntomas de estreñimiento y
en el tránsito colónico

Moduladores de los Ácido Agonista de la guanilato Linaclotida: los ensayos de


ácidos biliares quenodesoxicólico ciclasa C: estimula la fase III en SII-E muestran
(CDA), A3309 secreción luminal de una superioridad frente a
cloruro y la difusión pasiva placebo en el alivio del dolor
de sodio y agua, así como e hinchazón abdominal,
efectos secundarios sobre el así como en la frecuencia
peristaltismo y consistencia de las
deposiciones y el esfuerzo
defecatorio (objetivos
primario y secundario del
ensayo)
Plecanatide:estudio en fase
IIa en pacientes con EC:
demuestra alivio sintomático

A3309 (inhibidor del CDA: tránsito intestinal


transportador intestinal de acelerado, hasta un 45%
ácidos biliares): de pacientes desarrollaron
Los ácidos biliares aceleran el calambres/dolor abdominal
tiempo de tránsito colónico, A3309: ensayo de fase IIb
el índice de motilidad y la de A3309, 5 10 y 15 mg/d,
secreción. una vez al día mostró efectos
dosis-dependientes en la
frecuencia de las deposiciones
y otros resultados positivos
secundarios relacionados con
el estreñimiento

Agonistas Itoprida Antagonistas dopaminérgicos Fase II. La evaluación de la


dopaminérgicos con efectos procinéticos eficacia de itoprida (50 y 100
mg) ha sido completada,
pero no se han informado los
resultados)

553
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 13. Terapias emergentes en el síndrome de intestino irritable (ref. 263 Gastroenterol Clin N Am 2011;40 223-43)

Tipo de fármaco Nombre Mecanismo de acción Efectos terapéuticos


SII-E
Moduladores de Prucaloprida, Los agonistas 5-HT4 y Prucaloprida: tres ensayos
los receptores de la mosaprida, 5-HT3 aceleran el tránsito clínicos de fase III en EC
serotonina pumosetrag gastrointestinal y pueden mostraron beneficios para la
alterar la sensación visceral frecuencia de las deposiciones
y otros síntomas relacionados
con el estreñimiento a dosis
de 2 y 4 mg
Mosaprida: ensayo de fase
III (inclusión completada en
Oriente Medio
Pumosetrag: ensayo de
fase II, un estudio con dosis
escalonada en 14 pacientes
con EC mostró mejoras en los
síntomas de estreñimiento y
en el tránsito colónico

Agonistas de los Linaclotida, El agonista de la guanilato Linaclotida: los ensayos de


receptores C de la plecanatide ciclasa C: estimula la fase III en SII-E muestran
guanilato-ciclasa secreción de cloruro luminal una superioridad frente a
con la difusión pasiva de placebo en el alivio del dolor e
sodio y agua, y efectos hinchazón abdominal así como
secundarios sobre el en la frecuencia y consistencia
peristaltismo de las deposiciones y el
esfuerzo defecatorio (objetivos
primario y secundario del
ensayo)
Plecanatide: estudio en fase
IIa en pacientes con EC: alivio
sintomático

Moduladores de los Ácido CDA: tránsito intestinal


ácidos biliares quenodesoxicólico A3309 (ácido biliar intestinal acelerado, hasta un 45%
(CDA), A3309 inhibidor del transportador): de pacientes desarrollaron
los ácidos biliares aceleran el calambres/dolor abdominal
tiempo de tránsito colónico A3309: ensayo de fase IIb
y aumentan el índice de de A3309, 5, 10 y 15 mg/d,
motilidad y de secreción una vez al día mostró efectos
dosis-dependientes en la
frecuencia de las deposiciones
y otros resultados secundarios
relacionados con el
estreñimiento

Agonistas Itoprida Fase II la evaluación de la


dopaminérgicos Antagonista dopaminérgico eficacia de itoprida
con efecto procinético (50 y 100 mg) ha sido
completada, pero no se ha
informado de los resultados

554
36. Síndrome de intestino irritable

TABLA 13. (Continuación)

Tipo de fármaco Nombre Mecanismo de acción Efectos terapéuticos


SII-D o SII no asociado a estreñimiento
Agonista de Asimadoline Activa los receptores El estudio en fase II mostro
los receptores opioides, que pueden reducir un efecto global en SII, pero
k-opioides la percepción visceral su eficacia se demostró en
el SII-D con un mínimo de
intensidad moderada, y en
menor medida, en el SII-A
SII-D
Agonistas de los Asimadolina Activa los receptores Un estudio en fase II no
receptores kapa- opioides, ejerciendo un mostró un beneficio global en
opioides efecto reductor de la el SII pero sí mostró eficacia
percepción visceral en el SII-D de intensidad
moderada-grave y, en menor
grado en el SII-M

Adsorbentes AST-120 Absorbe las sustancias Los ensayos de fase II


basados en el luminales, incluyendo mostraron que AST-120
carbono serotonina y ácidos biliares se asoció con una mayor
proporción de pacientes
respondedores (porcentaje
de pacientes que informaron
de una reducción del 50% de
días con dolor) y una mayor
reducción en la intensidad de
la hinchazón frente a placebo
después de 4 semanas

Oligomeros de Crofelemer Reduce la secreción de iones Fase IIa demostró que los
proantocianidina de cloruro a través de los pacientes con SII-D, en
canales de CFTR y CaCC particular las mujeres, tenían
más dolor y molestias los días
libres, pero no se observó
efecto sobre la consistencia
de las heces u otros síntomas
de SII

Antagonistas CRF Pexacerfont, Bloquea los receptores Un estudio de fase IIa


GW876008 RCF1 para disminuir la no mostró ningún efecto
motilidad gastrointestinal y la significativo en el tránsito
sensibilidad visceral gastrointestinal o los síntomas
del SII.
Un ensayo clínico inicial con
GW876008 sugiere que este
medicamento no es eficaz
en SII, aunque es probable
que el diseño del estudio no
responda adecuadamente a
sus objetivos

Modulador Dextofisopam Modula las respuestas Un estudio de fase IIb


2,3-Benzodiacepina autonómicas demostró un beneficio más
significativo en pacientes con

555
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 13. (Continuación)

Tipo de fármaco Nombre Mecanismo de acción Efectos terapéuticos


SII-D/A en el primer mes de
tratamiento que en el segundo
y tercer mes

Inhibidor de LX1031 Reducción de los niveles de Un ensayo de fase II


la triptófano serotonina gastrointestinal demostró que una mayor
hidroxilasa-1 dosis de LAX1031 (1000 mg
cuatro veces al día) mejora
significativa y globalmente los
síntomas y la consistencia de
las heces durante un periodo
de 4 semanas en el SII no
asociado a estreñimiento.
La mejoría de los síntomas se
correlaciona con los niveles de
5-HIAA orina de 24 horas

Antagonista 5HT3 Ramosetrón Bloquean los receptores Un ensayo de fase II mostró


5-HT3 para frenar el tránsito que ramosetrón 5 y 10 mg
gastrointestinal y disminuir la proporciona un alivio global de
percepción visceral los síntomas frente a placebo

Dolor abdominal

Análogo del péptido Rose-010 Inhibe la motilidad del Una alta proporción de
similar al glucagón-1 intestino delgado pacientes manifestó alivio del
(GLP-1) dolor > 50% con dosis de 100 y
300 mg frente a placebo

semanales fue de 28,4%; 30,9% y 12,0% para quie- estructura similar a la enterotoxina estable en calor
nes tomaron 4 mg, 2 mg o placebo, respectivamen- de Escherichia coli y otras bacterias entéricas que
te. Las reacciones adversas notificadas con mayor son causa de diarrea secretora. Se trata de péptidos
frecuencia han sido cefalea y síntomas gastroin- que al unirse a estos receptores estimulan la pro-
testinales (dolor abdominal, náuseas o diarrea) ducción de monofosfato de guanosina cíclica, que,
ocurriendo cada una de ellas en aproximadamen- a su vez, activa una cascada de acontecimientos
te un 20% de los pacientes. Las reacciones adver- intracelulares que resultan finalmente en la secre-
sas ocurren principalmente al inicio de la terapia ción transepitelial de iones Cl- y K+ desde los ente-
y suelen desaparecer al cabo de unos pocos días rocitos, aumentando con ello el arrastre pasivo de
sin necesidad de interrumpir el tratamiento. Un es- agua a la luz del intestino. Linaclotide es un péptido
tudio realizado en ancianos con antecedentes de de 14 aminoácidos que muestra gran avidez por los
eventos cardiovasculares, no demostró una mayor receptores C de la guanilato-ciclasa (C-GC) y que
incidencia de efectos proarrítmicos o prolongación ejerce un efecto local, ya que tras su administración
del intervalo QT entre los pacientes que tomaron por vía oral no se detectan niveles sistémicos. Lina-
prucaloprida, comparados con placebo268. Su efica- clotide incrementa el flujo de electrolitos a través
cia en el manejo del SII-E permanece a la espera. de la pared intestinal, acelera el tiempo de tránsito
intestinal y, de forma interesante, reduce la hipe-
LINACLOTIDE
ralgesia visceral provocada por diferentes modelos
Linaclotide pertenece al grupo de antagonistas del de estrés. De todas estas propiedades se deriva un
receptor C de la guanilato-ciclasa que poseen una potencial beneficio de linaclotide en el tratamien-

556
36. Síndrome de intestino irritable

to de los pacientes con SII-E. En un primer estudio Resumen


llevado a cabo en 39 mujeres con SII-C, linaclotide
a la dosis de 1.000 µg/día aceleró el tiempo del El intestino irritable no puede conceptuarse como
una enfermedad propiamente dicha, sino como un
primer movimiento intestinal, disminuyó la consis-
síndrome constituido por un conjunto de síntomas
tencia de las heces y consiguó disminuir el esfuerzo
bien caracterizados que, hoy en día, pueden ser es-
defecatorio269. En otro estudio piloto, controlado y tratificados según el patrón dominante (SII-E; SII-D;
doble ciego, sobre 42 pacientes con estreñimien- SII-M). En las últimas décadas se han ido sumando
to crónico, linaclotide a la dosis de 100, 300 o evidencias a favor de una etiología multifactorial
1.000 mg, una vez al día durante 14 días mejoró la que podría abocar a un estado de inflamación de
consistencia y frecuencia de las heces e igualmente bajo grado, responsable, en gran medida, de las al-
disminuyó el esfuerzo defecatorio270. Más recien- teraciones motoras y de la sensibilidad visceral que
temente, en un estudio aleatorizado y doble ciego caracterizan a este síndrome. Determinados esta-
frente a placebo de fase IIa sobre 310 pacientes dos psicológicos podrían modular al alza la mag-
nitud y percepción de los síntomas, configurando
con estreñimiento crónico, linaclotide, empleado a
un paradigma de modelo biopsicosocial de la en-
dosis de 75, 150, 300 y 600 mg consiguió mejorar fermedad. Recientes investigaciones, sugieren que
el número de deposiciones semanales (objetivo al igual que ocurre en la enfermedad inflamatoria,
primario) y otros objetivos secundarios asociados el sistema inmune del huésped podría responder
al estreñimiento, incluyendo la consistencioa de las de forma anormal (en individuos genéticamente
heces, el esfuerzo defecatorio (efecto dosis-depen- susceptibles), a un conjunto de factores incluyendo
diente) y la sensación de hinchazón abdominal271, determinados componentes de la dieta, infeccio-
redundando además en una mejoría en la CVRS, nes entéricas o el propio estrés. Alteraciones en la
comparado con placebo272. La frecuencia global de microbiota intestinal podrían desempeñar un papel
efectos adversos comunicados con linaclotide fue
similar a placebo271, siendo la diarrea el efecto ad-
verso más frecuentemente observado. Los resulta- GENES F. AMBIENTALES
dos de los ensayos en fase IIb fueron confirmados
Sexo Dieta
por dos estudios de fase III que aleatorizaron a más
Neurobiología Infección
de 1.200 pacientes con estreñimiento crónico para Estrés
Personalidad
recibir linaclotide a la dosis de 133 mg o 266 mg, o Traumas
Inmunidad
placebo, una vez al día, durante 12 semanas272,273, y
otros estudios en fase III en los que se aleatorizaron
1.600 pacientes con SII-C para recibir linaclotide a
una dosis de 266 mg frente a placebo durante 26
semanas274,275. Nuevamente, la administración de Función motora y sensorial
del intestino
linaclotide mejoró de forma significativa el dolor
e hinchazón abdominal y los síntomas intestinales
(p < 0,001).

Terapias emergentes para el SII-D Fenotipo de SII Otros


trastornos
A este grupo pertenecen los agonistas de los recep- Patrón Patrón Patrón funcionales
tores opioides como asimadoline, el adsorbente de de SII-D de SII-E mixto digestivos
carbón oral AST-120, al antagonista del receptor
tipo 1 del factor liberador de corticotropina, los
inhibidores de la secreción de ion cloro (crofelemer) Figura 8. Representación esquemática de un modelo inte-
grado de factores genéticos y ambientales en la patogénesis
y una benzodiacepina atípica (dextofisopam). Tam- del SII. Las combinaciones entre genes implicados y factores
bién forman parte de este grupo el inhibidor de la de riesgo ambiental pueden ser múltiples y de su interacción
triptófano-hidroxilasa-1 LX1031 y el antagonista de surgen las diferentes expresiones fenotípicas de la enferme-
dad (ref. 79).
los receptores 5-HT3: ramosetrón (tabla 13).

557
Sección 4. Intestino delgado y colon

determinante al interaccionar con todos estos me- ral population. Scand J Gastroenterol 2001;36:
canismos (figura 8). El debate acerca de una estra- 1155-61.
tegia diagnóstica basada en la presencia de sínto- 11. Seon Choung RS, Locke III GR. Epidemiology of
mas (diagnóstico positivo) frente a la estrategia de IBS. Gastroenterol Clin N Am 2011;40:1-10.
un diagnóstico por exclusión, volverá a ser motivo 12. Jung HK, Halder S, McNally M, Cho SW. Over-
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de controversia en la próxima reunión del Comité irritable bowel syndrome: prevalence and
de Expertos de la Fundación Roma. En todo caso, el risk factors in the general population. Aliment
clínico debe ponderar la relación coste-efectividad Pharmacol Ther 2007;26:453-61.
de ambas estrategias y valorar el impacto a largo 13. Olafsdottir LB, Gudjonsson H, Jonsdottir HH,
plazo de un diagnóstico equívoco, en pacientes con Thjodleifsson B. Stability of the irritable bowel
criterios de “aparente funcionalidad” y organicidad syndrome and subgroups as measured by
three diagnostic criteria—a 10-year follow-
subyacente. En este punto, valdría la pena insistir up study. Aliment Pharmacol Ther 2010;32:
en que los síntomas de alarma no deben ir exclu- 670-80.
sivamente orientados a la exclusión de malignidad, 14. Sorouri M, Pourhoseingholi MA, Vahedi M,
sino a cualquier rasgo que pueda suscitar una ra- Safaee A, Moghimi-Dehkordi B, Pourhoseing-
zonable sospecha de otras entidades altamente holi A et al. Functional bowel disorders in Ira-
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568
37 Megacolon congénito
y adquirido
Miguel Bixquert Jiménez
Servicio de Digestivo. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia.
Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina. Valencia

Conceptos básicos, etiopatogenia Objetivos de este capítulo


y fisiopatología ❱❱ Conocer el megacolon congénito, su
El término megacolon (del griego “colon grande”) frecuencia, sus diferentes tipos y su manejo
hace referencia a la dilatación masiva del intestino diagnóstico y terapéutico.
grueso no causada por una obstrucción mecánica; ❱❱ Reconocer los factores que pueden influir
cuando se limita al recto hablamos de megarrecto. en el desarrollo del megacolon adquirido,
Este problema se define en función del diámetro agudo o crónico.
observado en la Rx simple de abdomen, de forma ❱❱ Identificar precozmente el megacolon
que si el cecal es mayor de 12 cm o el del colon tóxico y sus complicaciones para establecer
izquierdo de 8 cm, se considera megacolon. Se ha- el tratamiento adecuado.
bla de megarrecto cuando el diámetro de la región
rectosigmoidea es superior a 6,5 cm. La dilatación
rectal puede ser un hallazgo aislado (en particular REFERENCIAS CLAVE
en niños o ancianos con estreñimiento crónico), 1. Gamarra RM, Manuel DM, Piper MH. Mega-
aunque a menudo se asocia a megacolon. Mega- colon, Acute. emedicine.com/gastroentero-
colon y megarrecto son términos descriptivos, sin logy. April 2008.
implicaciones etiológicas ni patogénicas. El concep- 2. Manuel DM, Piper MH, Gamarra RM, Ko CY.
to de megacolon no incluye la elongación simple Chronic megacolon. emedicine.com/gas-
del colon (dolicocolon), que carece de importancia troenterology. February 2010.
clínica.
3. Devuni D, Rossi L, Wu GY, Liu JH, Ko C Y.
Los dos tipos principales etiopatogénicos de mega- Megacolon, Toxic. emedicine.com/gas-
colon son el congénito o enfermedad de Hirschs- troenterology. April 2009.
prung, generalmente diagnosticado en la infancia
temprana, y el adquirido, que puede afectar a niños
o adultos, pero es más frecuente en ancianos. A su
vez, el adquirido puede ser agudo (incluye el me- parietal o extrínseca). Se distinguen dos formas:
gacolon tóxico y el síndrome de Ogilvie) y crónico la crónica, que afecta típicamente, aunque no de
(incluye básicamente la enfermedad de Chagas y el forma exclusiva, al intestino delgado, y la aguda,
megacolon idiopático). El megacolon es adquirido asociada a dilatación del intestino grueso y me-
cuando se verifica que la dilatación actual del colon garrecto. El megacolon agudo no tóxico llamado
no estaba presente anteriormente, y puede apare- asimismo síndrome de Ogilvie representa la seu-
cer como complicación del estreñimiento crónico, doobstrucción aguda del colon por excelencia. Éste
por lo que se supone que una base común para aparece típicamente en pacientes médicos y qui-
cualquiera de sus tipos es la inercia cólica. rúrgicos gravemente enfermos, y debe distinguirse
del íleo paralítico.
Algunos autores hablan en conjunto de seudoobs-
trucción intestinal para referirse a un síndrome clí- Megacolon congénito1,2,3,4
nico caracterizado por el deterioro de la propulsión
intestinal en ausencia de causa mecánica obstruc- La enfermedad de Hirschsprung (EH) o megacolon
tiva que pueda justificarla (sea intraluminal, intra- agangliónico es una entidad de causa desconocida,

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 569
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Criterios de toxicidad sistémica en el megacolon TABLA 2. Factores precipitantes de megacolon tóxico en
tóxico la EII

❱❱ 1) Dos o más de los criterios siguientes: ❱❱ Mayor gravedad del brote agudo o extensión de la
a. temperatura superior a 38,6 ºC colitis.
b. frecuencia cardiaca superior a 120 lm ❱❱ Interrupción brusca de la medicación antiinflamato-
ria (mesalazina, corticosteroides)
c. leucocitosis > a 10.500/mm3
❱❱ Fármacos con efectos sobre la motilidad del colon:
d. Hb o Hcto < en un 60% o más a los valores
opiáceos inluyendo loperamida, anticolinérgicos
normales
incluyendo anti-H1, espasmolíticos, ansiolíticos y
❱❱ 2) Uno o más de los siguientes criterios: antidepresivos
a. deshidratación ❱❱ Hipokaliemia, hiponatremia, hipocloremia, uremia
b. hipotensión (precaución con diuréticos)
c. alteraciones electrolíticas ❱❱ Exploraciones complementarias (enema opaco,
colonoscopia), incluyendo la preparación previa con
d. estado mental alterado (confusión, letargia,
sales de fosfato o polietilenglicol.
agitación)
❱❱ Sobreinfección bacteriana o vírica concomitante
(por ejemplo, CMV)

que se caracteriza por la ausencia de células gan- ciones enormes1. No es infrecuente que la EH se
glionares y fibras nerviosas de la parte distal del asocie a otras anomalías como hidrocefalia, epen-
colon, generalmente desde los 3 a los 40 cm. En dimoma del IV ventrículo, agenesia renal, crip-
el 10% de los casos, se afecta un segmento de co- torquidia, divertículo de Meckel y útero hipoplá-
lon más largo, y excepcionalmente la totalidad del sico; también con el síndrome de Mowat-Wilson,
órgano. Habitualmente se utilizan ambos términos descrito en 1998 y caracterizado por incapacidad
—megacolon congénito y EH— como sinónimos. mental grave, microcefalia, enfermedad cardiaca
Se presenta en aproximadamente 1 de cada 5.000 congénita, hipospadia, anomalías urológicas, age-
nacidos vivos, aunque sólo el 7% son prematuros, nesia del cuerpo calloso y estatura corta2.
y puede ser esporádico o heredofamiliar (2,5-8%
de los casos en las formas cortas, 20% en las lar- Megacolon adquirido
gas). En las formas cortas hay un neto predominio
masculino (3-4:1) pero ello no ocurre en las formas El megacolon adquirido puede ser agudo o cróni-
largas. El rasgo heredado es autosómico y puede co. El megacolon tóxico (MT) es una de las dos for-
ser dominante o recesivo, de tal forma que la co- mas de megacolon agudo, y representa el término
incidencia de EH en hermanos es del 2-16%. Con clínico que empleamos para referirnos a la colitis
cierta frecuencia se asocia al síndrome de Down aguda con signos de toxicidad y dilatación del in-
(2% de los pacientes con EH tienen Down). testino grueso, sea segmentaria o total. Este cua-
En el segmento afectado por la enfermedad no hay dro fue reconocido por vez primera como entidad
peristaltismo propulsivo ni relajación muscular, lo clínica en 1950 en el curso de la colitis ulcerosa.
que hace que se comporte como una obstrucción Los signos de toxicidad sistémica fueron descritos
funcional. El intestino grueso previo al segmento por Jalan et al.5 en 1969 (tabla 1). Debe subrayar-
afecto se contrae con mayor frecuencia y energía se que las manifestaciones de colitis inflamatoria
para empujar su contenido en dirección distal, por pueden existir desde 6-8 días antes de que se de-
lo que las capas musculares aumentan de espesor.
sarrolle la dilatación del colon.
Dado que la eficacia de este mecanismo compen-
sador es sólo parcial y la zona paralizada lo hace en El MT ocurre aproximadamente en el 5-8% de
contractura por hiperactividad colinérgica (ley de los brotes graves de colitis ulcerosa (CU), aunque
Cannon), una gran parte del contenido permanece puede también complicar la evolución de la colitis
en su luz y el colon se distiende de forma progre- granulomatosa (1-4% de los casos), las colitis infec-
siva, llegando a adquirir en algunos casos propor- ciosas causadas por Clostridium difficile, Salmone-

570
37. Megacolon congénito y adquirido

Figura 1. Visión histopatológica de la pared del colon tras realizar una colectomía subtotal por un megacolon tóxico. Obsérvese
la existencia de una fisura profunda que llega hasta la muscular propia, confirmando la afectación tansmural (a). A la derecha de
la imagen puede apreciarse la reacción inflamatoria de la serosa peritoneal (b). (Cortesía del Dr. Vera).

lla, Shigella, Campylobacter o CMV (en particular La forma de megacolon agudo no tóxico es el sín-
en pacientes con SIDA) y también las isquémicas, drome de Ogilvie, descrito por vez primera en 1948,
postirradiación y las secundarias a quimioterapia y que presenta un discreto predominio masculino
antineoplásica o ciertos fármacos (sales de oro, es- (1,5:1). Aunque su patogenía no es bien conocida,
trógenos o metotrexate). En el caso de la CU están se ha relacionado con algunos factores o causas
afectados ambos sexos por igual y suelen ser adul- desencadenantes incluyendo el infarto agudo del
tos jóvenes (20-40 años), sin que la incidencia se miocardio, ACVA, enfermedad de Parkinson, infec-
vea afectada por la raza. ción grave y fractura de cadera o vertebral. Otros
factores coadyuvantes incluyen la hiperglucemia,
Aunque no se conoce bien el factor que precipita
deshidratación e hipokaliemia. En general se tra-
un megacolon tóxico se sabe que hay algunos fac-
ta de una enfermedad del anciano. De hecho, en
tores predisponentes, especialmente en la enfer-
los más jóvenes sólo se presenta en relación con
medad inflamatoria intestinal. Éstos incluyen: hi-
trastornos o traumatismos de la médula espinal. La
pokaliemia, uso de opiáceos y otros antidiarreicos,
mortalidad oscila del 15 al 50%, en relación con la
fármacos anticolinérgicos en general (espasmolí-
causa subyacente.
ticos, antihistamínicos antiH1, ansiolíticos, antide-
presivos tricíclicos, etc.), y también la insuflación Las causas del megacolon crónico adquirido son
excesiva que puede acompañar al enema opaco o muy variadas (tabla 3). Su patogenia es multifacto-
la colonoscopia (tabla 2). No es infrecuente que un rial y en gran parte desconocida. Ningún segmento
MT aparezca un tiempo después de haber retira- del colon es agangliónico. Con frecuencia existe una
do bruscamente el tratamiento con sulfasalazina, afectación neurológica o del músculo liso intestinal
5-ASA o corticoesteroides6,7,8,9. Respecto a su pato- que suele ser secundaria a trastornos neurológicos,
genia, se aduce que en el contexto de una colitis sistémicos (incluyendo síndrome paraneoplásico) o
grave, la inflamación habitualmente limitada a la metabólicos.
mucosa se extiende de forma transmural afectan-
do a la capa muscular (figura 1). Los mediadores Diagnóstico
de la inflamación y ciertos productos bacterianos
estimulan la producción de óxido nítrico sintetasa Megacolon congénito1,4
inducible incrementando la concentración de óxido
Aunque el diagnóstico puede sugerirlo la clínica (se
nítrico (NO), inhibidor del tono de la musculatura
precisa un alto índice de sospecha), la confirmación
lisa, que a elevadas concentraciones sería el res-
requiere de algunas pruebas complementarias.
ponsable de la dilatación consiguiente y progresi-
va del colon8,9. El peligro fundamental del MT es la ❱❱ Sospecha clínica: en el 90% de los casos los sín-
perforación y la subsiguiente peritonitis estercorá- tomas aparecen en la primera infancia. Es típico
cea, que tiene una mortalidad significativa. el retraso en la expulsión del meconio, el llanto

571
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 3. Causas de megacolon crónico no congénito.

❱❱ 1) Adquirido:
a. Enfermedades neurológicas y musculares:
• disfunción autonómica familiar
• parálisis cerebral por anoxia durante el parto
• neuropatía diabética
• distrofia miotónica
• demencia
• lesiones de la médula espinal*
b. Enfermedades endocrino-metabólicas:
• hipotiroidismo
• feocromocitoma
• porfiria
• hipokaliemia, hiponatremia, hipocloremia
• hipercalcemia por hiperparatiroidismo u otras causas
c. Enfermedades sistémicas:
• esclerodermia y otras colagenosis
• amiloidosis primaria
• miopatía visceral con seudoobstrucción intestinal crónica
d. Enfermedades infecciosas: infestación por Tripanosoma cruzi (enfermedad de Chagas)
e. Suboclusión mecánica (postirradiación, postcolitis isquémica, fibrosis parietal en EIIC)
f. Fármacos que causen dismotilidad intestinal o estreñimiento:
• anticolinérgicos espasmolíticos, ansiolíticos antidepresivos tricíclicos, anti-H1
• analgésicos, sobre todo opiáceos, incluyendo tramadol; también AINE
• antitusígenos derivados de codeína
• antihipertensivos: inhibidores de los canales del calcio, b-bloqueantes
• diuréticos
• antiparkinsonianos antimuscarínicos
• antiepilépticos derivados de la hidantoína
• calcitonina
• antiácidos: sales de calcio, sucralfato
• ciertos citostáticos como vinscristina

❱❱ 2) Idiopático (complica el estreñimiento crónico funcional):


a. estreñimiento crónico funcional del anciano con disquecia
b. ¿estreñimiento psicogéno?

*El 73% de los pacientes con trauma espinal crónico (7-33 años después de la lesión) desarrollan megacolon
crónico (52% con estreñimiento grave). Los factores de riesgo para megacolon crónico en estos casos
son: 1) edad avanzada; 2) cronicidad del padecimiento; 3) síntomas de distensión abdominal; 4) antecedentes
de cirugía uretral, vesical o prostática; y 5) toma de anticolinérgicos o antiácidos con sales de calcio.

e irritabilidad durante la ingesta con intensos rectal. Igualmente es indicativo el peristaltismo


ruidos abdominales y un estreñimiento crónico de lucha en sentido derecha-izquierda, llegando
característico (a menudo se requiere la estimu- a palparse, a menudo, un colon transverso muy
lación rectal para lograr una defecación efecti- dilatado. Ambos signos desaparecen cuando
va). Otros síntomas incluyen la hinchazón abdo- se consigue que el niño defeque, para volver
minal progresiva, la inapetencia o sitofobia y la a aparecer cuando se vuelve a estreñir. Pese
malnutrición. Todos ellos conducen a un retraso a la presencia de un cuadro como el descrito,
del crecimiento. Es característico que el niño hasta un 25% de los infantes no son diagnosti-
haga una defecación enorme y explosiva cuan- cados hasta más allá de los tres meses de vida,
do el pediatra retira el dedo tras hacer un tacto y pueden pasar a veces varios años hasta que

572
37. Megacolon congénito y adquirido

se plantea la sospecha de EH. El 75% de estos TABLA 4. Diagnóstico diferencial de la enfermedad de


pacientes manifiestan además de estreñimien- Hirschsprung en relación con la edad del paciente.
to crónico, diversas combinaciones de vómitos,
distensión abdominal y cuadros esporádicos de
diarrea fétida, líquida, explosiva, con fiebre, que ❱❱ 1. Recién nacido:
se deben a enterocolitis graves por Clostridium • a) tapón meconial.
difficile, Rotavirus u otros gérmenes1,5. La des- • b) íleo meconial.
nutrición y la caquexia contrastan con un tórax • c) síndrome del colon descendente estrecho
y vientre abombados. transitorio (hijos de diabéticas insulindepen-
dientes)
❱❱ Exploraciones complementarias: permiten es-
tablecer un diagnóstico de certeza y determinar • d) atresia/imperforación anal
la extensión de la zona agangliónica.
■■ R adiología: la Rx simple de abdomen es ❱❱ 2. Lactante:
fundamental y debe hacerse antes del tacto • a) estenosis orgánicas rectales o cólicas
rectal o cualquier maniobra de evacuación • b) fibrosis quística (mucoviscidosis)
intestinal. Se observa el patrón radiográfico • c) otros cuadros de estreñimiento crónico
de oclusión intestinal baja, con recto vacío y funcional
dilatación del colon más proximal. En ocasio-
nes se aprecian especulaciones o improntas
❱❱ 3. Niño mayor:
en “huella de pulgar”. A continuación, sin
• a) fibrosis quística
preparación, se introduce papilla de bario en
el recto de forma lenta hasta evidenciar la • b) estreñimiento crónico/recidivante por
zona en “embudo” de transición y la zona di- disquecia (imposibilidad para defecación),
por ejemplo, por fisura anal crónica
latada supraestenótica. No es preciso, y pue-
de tener ciertos riesgos, llenar todo el colon. • c) estreñimiento psicogéno, con frecuencia
A las 24 h debe realizarse una nueva Rx sim- asociado a encopresis
ple de abdomen que suele mostrar la persis-
tencia del bario en la zona supraestenótica. El
examen radiológico proporciona información histoquímica para acetilcolinesterasa, que
acerca de la extensión de la enfermedad, al demuestra gran actividad en la EH (en sujetos
delimitar con precisión la transición entre el sanos es prácticamente indetectable). En el
segmento afectado y el resto del colon sano. curso de la intervención quirúrgica se pueden
En los lactantes, esta diferenciación puede realizar biopsias extemporáneas para asegu-
ser difícil. rar la extensión de la zona agangliónica.
■■ anometría: es típica la ausencia del reflejo
M La tabla 4 muestra las entidades con que debe es-
rectoanal inhibitorio. Este reflejo no se desa- tablecerse el diagnóstico diferencial de EH, en fun-
rrolla hasta después de las 2-3 semanas de ción de la edad del paciente.
vida y consiste en la relajación transitoria
del esfínter anal interno, con descenso de la Megacolon adquirido
presión anal en reposo, al producirse la dila-
tación rectal. Esta exploración no es fácil en Megacolon tóxico (MT)
lactantes y puede dar resultados equívocos El diagnóstico de sospecha clínico se basa en los
en el 25% de los niños de menos de un mes antecedentes recientes: el enfermo tiene síntomas
de vida. y signos de colitis aguda, que puede ser refractaria
■■ istología: el diagnóstico definitivo de EH lo
H al tratamiento inicial. Cerca del 15% de los enfer-
proporciona la biopsia rectal. Ésta debe de mos en brote agudo de CU sufren una colitis agu-
ser profunda e incluir los plexos neurológicos da grave o fulminante. Las manifestaciones inclu-
submucoso y mioentérico; en niños mayores yen: vómitos, diarrea, rectorragia, tenesmo, dolor
puede ser precisa la biopsia quirúrgica, pues abdominal y fiebre superior a 37,8ºC; el paciente
tienen la mucosa engrosada. Las técnicas de suele estar ya diagnosticado de enfermedad intes-
tinción normal deben complementarse con tinal inflamatoria (EII) u otro tipo de colitis aguda,

573
Sección 4. Intestino delgado y colon

Paciente con colitis infecciosa o EII en brote, que comienza con dolor y distensión
abdominales, fiebre y mal estado general

Rx simple de abdomen

¿diámetro del colon transverso > 6,5 cm?

No Sí

no >> gas sí >> gas > 38º C


120 lpm
anemia al menos 3
leucocitosis con neutrofilia (1)
no es MT vigilar estrechamente alteraciones electrolíticas
+

¿deshidratación?
No ¿hipotensión?
¿alteraciones noivel de al menos 1
conciencia?

Megacolon tóxico ¡comenzar


(1) La neutropenia debe ser igualmente conside-
tratamiento!
rada

Figura 2. Actitud ante la sospecha de megacolon tóxico.

aunque el MT puede ser la forma de presentación ello es el cese de la diarrea cuando ésta ha sido la
inicial de la EII. La anamnesis debe incluir la bús- manifestación inicial (falsa mejoría). En estos casos,
queda sistemática de: viajes recientes a países el enfermo deja de emitir heces y también gases.
exóticos, posibles contagios (incluyendo sexuales), Los criterios diagnósticos de Jalan y cols. (tabla 1)
empleo de antibioterapia (sobre todo quinolonas, siguen siendo útiles para guiar el diagnóstico ante
cefalosporinas y macrólidos), administración de la sospecha clínica (figura 2).
quimioterapia anti-neoplásica o de agentes inmu- El examen físico muestra fiebre elevada, taquicar-
nosupresores. Los pacientes con colitis fulminante dia, taquipnea e hipotensión; puede haber signos
están muy enfermos, con fiebre alta, taquicardia, físicos de malnutrición (delgadez, atrofia muscular,
deshidratación, estupor, dolor abdominal espontá- disminución del pliegue subtricipital) y deshidrata-
neo (que no cede con la defecación) y sensibilidad ción (pliegue cutáneo positivo, lengua seca). Si el
difusa a la palpación del vientre. Puede haber in- paciente estaba recibiendo corticosteroides, en el
cluso peritonismo. Entre el 10-20% de los casos de contexto de un brote agudo de EII, los signos físicos
colitis fulminante pueden empeorar y progresar a pueden ser mínimos, si bien en el MT el abdomen
MT. Un dato fundamental que debe alertar sobre aparece distendido y los ruidos abdominales están

574
37. Megacolon congénito y adquirido

Figura 3. El síndrome de Ogilvie puede ocasionar también una dilatación de todo el colon. Sin embargo, a diferencia del mega-
colon tóxico (a) en el que desaparece la haustración, en el síndrome de Ogilvie (b) ésta suele estar conservada.

disminuidos o ausentes. El médico debe de estar El diagnóstico del MT precisa de la radiología. De


atento a los signos sospechosos de perforación: hecho, los datos que aporta la Rx simple de ab-
dolor selectivo, ausencia de movilidad abdominal domen permiten distinguir la “colitis fulminante”
al respirar, rigidez abdominal y dolor al rebote a la del “megacolon tóxico”, propiamente dicho. Así,
palpación o percusión, porque es la principal com- un paciente puede presentar las manifestaciones
plicación del MT8. de toxicidad típicas de un brote fulminante (fiebre
Suele haber leucocitosis, incluso más de 20.000 alta, obnubilación, hipotensión, alteraciones hi-
leucocitos/mm3, con neutrofilia y desviación iz- droelectrolíticas, etc.) pero no presentar signos de
quierda. La ausencia de leucocitosis o incluso leu- megacolon (y viceversa). La Rx simple de abdomen
copenia con neutropenia no descartan MT, y más muestra un colon transverso de más de 6 cm o un
aún si el paciente recibía corticoesteroides o tra- ciego de más de 9 cm de diámetro, con pérdida de
tamiento inmunosupresor. El enfermo suele tener la haustración normal del colon, como sucede en el
anemia normocítica si la rectorragia es reciente o íleo paralítico, pero al contrario que en el síndrome
microcitaria si es crónica/recidivante. Son comu- de Ogilvie, en el que las haustras están conserva-
nes las alteraciones electrolíticas: hipokaliemia, das (figura 3). Otros hallazgos radiológicos posibles
hiponatremia, hipocloremia, debidas a la diarrea son: a) presencia de “huellas de pulgar” por edema
y el empleo previo de esteroides. La VSG y la PCR submucoso (que también pueden aparecer en la
están habitualmente elevadas. Finalmente puede colitis isquémica), b) existencia de masas de tejido
haber hipoalbuminemia, relacionada con la mal- blando intraluminales, por ejemplo, seudopólipos,
nutrición (en cuyo caso se asocia a hipocalcemia) y c) neumoperitoneo (se ve mejor en la Rx de tórax
o con la propia colopatía pierde proteínas. Todos con el paciente en bipedestación, o en la Rx sim-
estos datos biológicos apoyan el diagnóstico, pero ple de abdomen con el enfermo en decúbito lateral
son inespecíficos. izquierdo y rayo horizontal)9. La figura 4 muestra

575
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 2. Signos radiológicos que pueden aparecer en el megacolon tóxico: a) Dilatación difusa de todo el colon con desaparición
de la haustración. b) Impresiones dactilares en la pared del colon (puntas de flecha); c) La presencia de neumoperitoneo (puntas
de flecha) indica la evolución natural del megacolon hacia la perforación.

diversas alteraciones radiológicas observadas en el ralítico la dilatación afecta de forma global a todo
megacolon tóxico. Es muy útil comparar las radio- el colon, y apenas se dibujan las haustras, en el SO
grafías con anteriores, y repetirlas al menos cada la dilatación predomina en el colon ascendente y
12 horas. Se deben evitar los estudios baritados, transverso y las haustras son visibles10.
ya que el potencial de perforación es elevado. Si
Megacolon crónico (MC)
hay dudas acerca de la posibilidad de un absceso
intraabdominal (más frecuente en la enfermedad La mayor parte de estos enfermos se presentan con
de Crohn que en la CU), debe indicarse una TAC estreñimiento crónico indoloro, aunque pueden te-
abdominal, que tiene la ventaja adicional de poder ner episodios de dolor abdominal cólico, que alivia
diagnosticar perforación local o cubierta del colon, al defecar. Si hay megarrecto y está distendido por
o absceso intraabdominal. La colonoscopia suele heces, el paciente puede aquejar seudodiarrea por
estar contraindicada en estas circunstancias por el rebosamiento o incluso incontinencia anal. En ge-
riesgo de septicemia o perforación. neral, el MC se ha categorizado en dos grupos, de
acuerdo al comienzo de los síntomas: el tipo de MC
Síndrome de Ogilvie congénito (EH), ya mencionado, debuta con estre-
(Seudoobstrucción aguda ñimiento antes del año de edad, mientras que el
del colon) MC adquirido desarrolla los síntomas a partir de los
10-15 años de edad, o en la ancianidad. Es impor-
Entre las manifestaciones clínicas del Síndrome de tante tener en cuenta que, aunque la enfermedad
Ogilvie (SO), destacan: distensión abdominal (90- de Chagas (ECh) estuvo originalmente confinada en
100%), dolor abdominal espontáneo (80%), náuseas Centro y Sudamérica, en el momento presente han
y vómitos (60-80%) y dolor abdominal a la palpación comenzado a detectarse un número creciente de se-
(65%). Los ruídos abdominales están ausentes en el ropositivos en los países occidentales (por ejemplo,
50-60% de los casos, pero pueden estar aumenta- en los EEUU entre 350-400.000 personas), un tercio
dos hasta en un 30-40%; hay ausencia de defeca- de los cuales tiene enfermedad de Chagas crónica,
ción o ventoseo en 50-60% de los pacientes, aunque con megaesófago, megacolon y megauréteres11. La
puede haber defecación espontánea, habitualmen- inmigración a España de personas oriundas de paí-
te de pequeñas cantidades, y ventoseo en cerca del ses del cono andino, Colombia, Brasil y Argentina,
40%. El diagnóstico diferencial debe hacerse frente plantea este mismo problema en nuestro entorno,
al íleo adinámico o paralítico, también más frecuen- habiendo resaltado la prensa que sólo en la región
te en ancianos polimedicados. En este caso nunca de Murcia hay más de 300 casos diagnosticados.
hay dolor abdominal, no hay ruidos abdominales, Debe, asimismo, considerarse que en la población
ni tampoco defecación espontánea o ventoseo. Por adulta es particularmente importante excluir una
otro lado, la RX simple de abdomen proporciona obstrucción mecánica completa o parcial, especial-
una clave importante. Así, mientras en el íleo pa- mente por cáncer.

576
37. Megacolon congénito y adquirido

El examen físico revela un abdomen distendido, tim- Tratamiento


pánico de forma difusa, y que puede o no estar ten-
so; el estado general suele ser bueno. El tacto rectal Enfermedad de Hirschsprung
puede demostrar un recto vacío o lleno de heces y
un calibre aumentado; a veces se palpa una masa El tratamiento definitivo es siempre quirúrgico,
dura fecal (fecaloma) por encima del anillo anorrec- aunque en los casos de segmento ultracorto puede
tal, y el paciente refiere episodios de impactación fe- intentarse una dilatación anal forzada o miotomía
cal previos. Algunos exámenes complementarios son extramucosa. El manejo se realiza en dos etapas, la
de utilidad ante la sospecha de este cuadro: primera consiste en descomprimir el colon median-
te enemas de limpieza periódicos. Si la descompre-
❱❱ Laboratorio: un hemograma y bioquímica bá- sión falla o si los enemas de limpieza no son posi-
sicos permiten excluir entidades como la dia- bles o el paciente presenta una enterocolitis grave
betes, a menudo relacionadas con cuadros de no controlable por enemas puede realizarse una
seudoobstrucción. Igualmente útil puede ser la colostomía o ileostomía en casos de Hirschprung
determinación de iones, incluyendo Na, K, Cl, cólico con afectación global del colon. La segunda
Ca y Mg y el estudio de la función tiroidea, para etapa consiste en la cirugía correctora. El objetivo
descartar hipotiroidismo. es resecar el máximo del segmento agangliónico,
restableciendo la continuidad intestinal con preser-
❱❱ Técnicas de imagen: se comienza con una Rx vación de la función esfinteriana anal. Las técnicas
simple de abdomen, que revela el megacolon; quirúrgicas clásicas (intervenciones de Swenson,
a continuación se indica un enema con medio Duhamel, Soave o de Rehben) que requerían un
de contraste soluble en agua, cuya utilidad es doble abordaje abdominal y endoanal, han dado
triple: 1) define la anatomía, 2) ayuda a diferen- paso finalmente al abordaje endoanal, técnica de
ciar si hay megacolon, megarrecto o ambos, y 3) elección en el momento actual para la mayoría de
valora adecuadamente el tamaño del colon. En los casos. Éste implica una resección de la mucosa
ocasiones se plantea una colonoscopia comple- rectal hasta entrar en la cavidad peritoneal, libe-
ta para descartar lesión estenosante, o una TAC ración de los vasos mesentéricos, sin entrar en la
abdominal para descartar lesión compresiva ex- cavidad abdominal, y descenso del intestino sano
trínseca. (pull-through) con anastomosis directa inmediata-
mente proximal a la línea pectínea. Si el segmento
Para distinguir el estreñimiento crónico por hi-
agangliónico es más largo, puede completarse la
pomotilidad (inercia cólica) de la disquecia por
disección del mesenterio por laparoscopia o lapa-
obstrucción a la salida, el test más sencillo y
rotomía. Hoy en día, la mayoría de los casos pue-
apropiado es la medida del tiempo de tránsito
den ser intervenidos en los primeros meses de vida
colónico (TTC) con marcadores radiopacos: se
con buenos resultados en el 85% de los casos y una
ingieren 20 marcadores (2 cápsulas con 10 mar-
mortalidad global inferior al 5%. Entre un 10-40%
cadores) cada día durante tres consecutivos, y
de los enfermos desarrollan a largo plazo (7-17
se realiza una Rx simple de abdomen los días años) incontinencia fecal, sea cual fuere el tipo de
4º y 7º desde el comienzo; el TTC en minutos aganglionosis, rectosigmoidea o total1,4,13.
lo da directamente la suma del total de marca-
dores ambos días, multiplicado por 1,2 (rango Megacolon tóxico
17-71 h). Los pacientes con inercia cólica tienen
los marcadores distribuidos a través de todo el Las medidas generales del tratamiento del MT, y las
colon, mientras que los enfermos con disquecia específicas para el que se presenta en la EII, han
los tienen acumulados en el recto. quedado expuestas en la tabla 56,8,9. Si el MT se pre-
senta en un paciente con EII u otro tipo de colitis,
❱❱ Otros tests: dependiendo de los hallazgos pre- sin estar previamente tratado, se puede intentar el
vios puede ser necesario solicitar un test de ex- tratamiento médico durante 24-48 horas. La ausen-
pulsión de balón rectal, manometría anorrectal, cia de mejoría o cualquier deterioro clínico durante
electromiografía anorrectal o defecografía. Es- el tratamiento debe ser motivo de consulta quirúr-
tos estudios morfo-funcionales se reservan para gica. La cirugía está indicada igualmente cuando el
las unidades de motilidad digestiva, altamente MT se presenta en el curso de un brote grave de EII
especializadas4. (colitis fulminante) (figura 5).

577
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 5. Tratamiento del megacolon tóxico establecido

❱❱ Medidas generales:
• Ingreso en UCI.
• Dieta absoluta, sonda nasogástrica o, mejor, nasoyeyunal. Suspender toda medicación que pueda ser
responsable de dismotilidad intestinal.
• Maniobra de rolling: adoptar los cuatro decúbitos (supino, lateral derecho e izquierdo y prono) cada
15 minutos (una hora/total para completar la secuencia).
• NPT sólo en casos de enfermedad de Crohn; no ha demostrado eficacia en la colitis ulcerosa.
• Sueroterapia de corrección del desequilibrio hidroelectrolítico y acidobásico.
• Profilaxis de HDA por LAMG con IBP parenterales (omeprazol o pantoprazol).
• Profilaxis de tromboembolismo con heparina de bajo PM, subcutánea.
• Antibioterapia de amplio espectro para Gram-neg y anaerobios (por ejemplo, cefalosporina + metronidazol).
Si la causa es Clostridium difficile el antibiótico de elección es vancomicina.
❱❱ Medidas específicas:
• En la colitis ulcerosa: corticoides por vía ev a dosis de 1-1,2 mg/kg de peso/día. Si fallan en 3-5 días, pasar
a ciclosporina A ev a dosis de 3-5 mg/kg de peso/día.
• En la enfermedad de Crohn: NPT + corticoides a dosis altas por vía ev (no se ha demostrado beneficio con
ciclosporina A).
• Si fallan ambos o se demuestra perforación del colon → cirugía (32-50% de los casos).

American Association for the Study of Liver Diseases. Tavil AS, ed. Hepatology 2001;33:1321.

Síndrome de Ogilvie6 cópica, mediante colonoscopia con aspiración y


descompresión en todos los niveles del colon. En
Medidas esenciales en el manejo del síndrome de algunos casos es necesario repetir el procedimien-
Ogilvie (SO) es corregir cualquier factor precipitan- to en varias ocasiones. La última posibilidad es la
te incluyendo: infección, hipoxemia, hipovolemia cecostomía no quirúrgica, por vía percutánea que
y desequilibrios acidobásicos e hidroelectrolíticos, tiene una morbilidad significativa, aunque menor
especialmente las concentraciones de K y Ca. De- que la cecostomía quirúrgica, que comporta riesgos
ben retirarse los opiáceos y los fármacos con efecto adicionales10.
anticolinérgico. Los enemas de limpieza pueden ser
efectivos ocasionalmente, pero hay que tener cui- Megacolon crónico
dado con el riesgo de perforación. Se ha emplea-
do la neostigmina con cierto éxito (bolo de 2-2,5 El enfoque del MC es siempre multidisciplinar e
mg), pero en los ancianos existe un mayor riesgo de integra los cuidados del médico de atención pri-
efectos colinérgicos como bradicardia, hipotensión, maria, dietista, gastroenterólogo, y en ocasiones
sudoración, salivación excesiva y dolor abdominal. un cirujano experto en colopatías. El tratamiento
Especialmente en ancianos se debe monitorizar la varía en función de la condición clínica del paciente
función cardiovascular y disponer de atropina por en el momento de ser evaluado. En situaciones de
si se producen bradiarritmias. La neostigmina está “emergencia” con una marcada dilatación del co-
lon, debe descartarse en primer lugar una perfora-
contraindicada en casos de bronquitis asmática. La
ción. En ausencia de perforación, el tratamiento ini-
naltrexona se ha utilizado cuando el SO ha sido pre-
cial debe de ser conservador. Si existe impactación
cipitado por metadona o analgésicos narcóticos.
fecal deben establecerse las medidas oportunas
Si las medidas mencionadas no son eficaces en para la desimpactación y la profilaxis de su recidi-
un plazo de 48-72 horas se puede emplear la des- va. Pueden ser necesarios una sonda nasogástrica
compresión rectal, mediante una cánula anal, que para descompresión del tracto digestivo superior
puede ser útil si el sigma está dilatado, o la endos- y prevenir los vómitos (y la broncoaspiración), y la

578
37. Megacolon congénito y adquirido

Figura 5. La aparición de un megacolon tóxico en el contexto de un brote grave de una enfermedad inflamatoria constituye una
indicación de cirugía. En la figura se observan el ciego y colon ascendente muy dilatados (izqda). Puede observarse la imagen
macroscópica de la pieza de colectomía y una imagen microscópica con fenómenos de congestión vascular y hemorragia mucosa
(véase también la figura 1).

descompresión del colon mediante colonoscopia. tes osmóticos como sales de magnesio, soluciones
Esta última medida debe meditarse bien por dos de fosfato o polietilenglicol o estimulantes como
razones: 1) tras la descompresión, la recidiva de la los derivados antraquinónicos o polifenólicos; 4)
dilatación es la norma, y 2) una colonoscopia sin eventualmente pueden ser necesarios enemas
preparación del paciente tiene muchos riesgos. La pautados de limpieza (preferentemente de suero
sonda rectal o el tubo de descompresión por vía co- fisiológico) 2-3 veces por semana, para evitar que
lonoscópica pocas veces vale la pena, ya que suele pasen más de 3 días sin defecar con el riesgo con-
obstruirse por detritus o heces y deja de funcionar siguiente de impactación de fecalomas. La colecto-
con rapidez. Una vez resuelto el episodio agudo de- mía total con anastomosis ileorrectal o ileostomía
ben excluirse posibles causas subyacentes y retirar de descarga sólo debe indicarse en casos que no
o sustituir los medicamentos que causen dismotili- responden a ningún tratamiento y en circunstan-
dad o estreñimiento (ver tabla 3). cias extremas.
En un paciente estable con MC el régimen terapéu-
tico ambulatorio recomendado es el siguiente6: 1)
Enfermedad de Chagas
reeducación esfinteriana por biorretroalimentación La ECh o Trypanosomiasis americana es una enfer-
anorrectal cuando por manometría anorrectal se medad parasitaria causada por Trypanosoma cruzi,
haya evidenciado un trastorno expulsivo; 2) instruir protozoo flagelado, que se transmite comúnmen-
al paciente en medidas preventivas del estreñi- te a los humanos por un insecto vector, un tipo de
miento (líquidos, fibra, rehabilitación musculatura chinche que se alimenta de la sangre de los ani-
abdominal); 3) uso juicioso de procinéticos y laxan- males mamíferos. Si no se trata la fase aguda (lo
tes. Entre estos últimos pueden administrarse de que consigue curaciones del 60-90%), se desarrolla
un modo gradual y escalonado mucílagos como el la fase crónica, asintomática para el 60-80% de los
plántago ovata (no aconsejable en ancianos), laxan- individuos infectados de por vida. Entre un 20-40%

579
Sección 4. Intestino delgado y colon

de los infectados crónicos desarrollan graves tras- 3. Boix J, Marhuenda C. Enfermedad de Hirschs-
tornos cardiovasculares y digestivos a lo largo de prung. En: Vilardell F, ed. Enfermedades Diges-
su existencia. Entre éstos destacan el megaesófago tivas, 2.ª ed. Aula Médica. Madrid, 1998:920-
y el megacolon. Si la enfermedad crónica no es tra- 25.
tada puede resultar mortal por las complicaciones 4. Kahn E, Daum F. Anatomía, histología, embrio-
cardiovasculares, además de alterar gravemente la logía y anomalías congénitas del intestino del-
calidad de vida de los pacientes debido a la disfa- gado y grueso, en Sleisenger & Fordtran, eds.
gia, el estreñimiento y la distensión abdominal11. 8.ª ed. En español, Elsevier-Saunders, Madrid,
El diagnóstico, basado en la sospecha clínica, es 2008:2061-91.
de laboratorio (inmunoanálisis) y parasitológico. 5. Jalan KN, Sircus W, Card WI. An experience of
Dado que no se dispone todavía de una vacuna, la ulcerative colitis. I. Toxic dilation in 55 cases.
única prevención es la lucha contra el vector; ello Gastroenterology 1969;57:68-82.
incluye tener en cuenta la posibilidad de transmi- 6. Su Ch, Lichtenstein GR. Colitis ulcerosa, en Slei-
sión por sangre contaminada o por órganos, en el senger & Fordtran, eds. Enfermedades diges-
curso de un trasplante. En España los donantes tivas y hepáticas, 8.ª ed. en español. Elsevier-
son evaluados mediante cuestionario, y los sos- Saunders. Madrid, 2008:2499-548.
pechosos de estar infectados, mediante tests de 7. Camilleri M. Seudoobstrucción aguda y cróni-
cribado de la enfermedad. El tratamiento de la ca. En: Sleisenger & Fordtran, eds. Enfermeda-
E. de Chagas no se limita a los casos agudos. Los des digestivas y hepáticas, 8.ª ed. en español.
fármacos de elección son derivados nitroazólicos Elsevier-Saunders. Madrid, 2008:2679-702.
como benznidazol o nifurtimox, que aunque sólo 8. Hinojosa J, Nos P. Colitis Ulcerosa. En: Beren-
consiguen menos del 60% de curaciones, pueden guer J, ed. Gastroenterología y Hepatología,
hacer que se enlentezca la progresión del daño 3.ª ed. Elsevier. Madrid, 2002:328-46.
cardiovascular, esofágico y cólico11-12. El problema 9. Stenson WF, Korzenik J. Inflammatory bowel di-
de ambos fármacos es la gran frecuencia de efec- sease, en Yamada T, ed. Textbook of Gastroen-
tos secundarios que comporta su administración. terology, 4.ª ed. Williams & Wilkins. Lippinco-
Así, el benznidazol puede ser causa de neuropatía tt, 2003:1699-759.
periférica y supresión medular. Por su parte, el ni- 10. Remy P, Kumbum K, Carpenter S, Holmstrom B.
furtimox puede originar vómitos, dolor abdominal, Ogilvie syndrome. Emedicine/gastroenterolo-
inquietud, insomnio, desorientación y polineuritis, gy. December 2009.
que son casi la regla dado que el tratamiento se 11. Neva FA. Tripanosomiasis Americana (enfer-
administra durante 60-90 días. Estos efectos se- medad de Chagas), en Cecil Tratado de Me-
cundarios remiten tras finalizar el tratamiento12. dicina Interna, 23.ª ed. en español. Elsevier
España.Madrid, 2009:2383-87.
Bibliografía 12. Wikipedia.org/wiki/Chagas disease, February
1. Bixquert M. Estreñimiento. Enfermedad de 2011.
Hirschsprung. En: Berenguer J, eds. Gastroen- 13. Serra J, de Diego M. Megacolon congénito y
terología y Hepatología, 3ª ed. Elsevier, Ma- adquirido. En: Ponce J et al., ed. Tratamien-
drid, 2002:268-79. to de las enfermedades gastroenterológicas.
2. Mowat DR, Wilson MJ, Goosens M. Mowat-Wil- 3.ª edición. Elsevier España S,L. Barcelona,
son syndrome. J Med Genet 2003;40:305-10. 2011:167-74.

580
38 Enfermedad diverticular
del colon
Adolfo Parra*, David Nicolás**
*Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Central de Asturias
**Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de Canarias. Tenerife

Concepto y epidemiología Objetivos de este capítulo


❱❱ Conocer la epidemiológica, etiopatogenia y
Los divertículos son protrusiones saculares (her-
manifestaciones clínicas de la enfermedad
niaciones) de la mucosa y submucosa a través de
diverticular del colon.
la capa muscular del colon. Estas saculaciones
miden habitualmente entre 5-10 mm, aunque en ❱❱ Adquirir un conocimiento básico para
ocasiones pueden alcanzar los 20 mm. La mayoría el diagnóstico y tratamiento de la
de los divertículos son falsos o de pulsión y están enfermedad diverticular no complicada.
constituidos por mucosa y muscularis mucosae. El ❱❱ Facilitar recursos para un correcto manejo
modo de expresión clínica de la enfermedad oscila clínico de sus complicaciones: diverticulitis
desde la ausencia completa de síntomas, hasta el aguda y hemorragia.
desarrollo de complicaciones diversas que inclu-
yen la diverticulitis, la hemorragia digestiva baja y REFERENCIAS CLAVE
la perforación. La diverticulosis es la enfermedad
1. Hall J, Hammerich K, Roberts P. New para-
cólica más frecuente en Occidente y llega a afectar
digms in the management of diverticular
al 10% de la población. Las personas mayores son
disease. Curr Probl Surg 2010;47:680-735.
más vulnerables. De hecho, el 50% de la población
de más de 50 años presenta divertículos, siendo 2. Touzios JG, Dozois EJ. Diverticulosis and
más frecuente en el sexo femenino. En menos del acute diverticulitis. Gastroenterol Clin
5% se presenta antes de los 40 años, en cuyo caso North Am 2009;38:513-25.
es más frecuente en varones obesos (tabla 1). A di- 3. Barnert J, Messmann H. Diagnosis and
ferencia del mundo occidental donde los divertícu- management of lower gastrointestinal
los afectan predominantemente al colon izquierdo bleeding. Nat Rev Gastroenterol Hepatol
(menor del 15% presentan divertículos en el colon 2009;6:637-46.
derecho), en Oriente, donde la enfermedad es me-
nos frecuente, la localización predominante (70%)
es el hemicolon derecho.
elastina3. Al mismo tiempo, se ha documentado un
Etiopatogenia aumento de la actividad motora en el colon. Ambos
Los divertículos se forman en los puntos débiles fenómenos condicionan un aumento de la presión
de la musculatura circular del colon, en el lugar intraluminal y un incremento de la segmentación
de inserción de los vasa recta intramurales. No se intestinal (deformidad denominada miocosis). Esta
conoce bien el mecanismo responsable de este excesiva segmentación condiciona un retraso en el
trastorno, pero en su patogenia intervienen proba- transporte intestinal y un aumento de la absorción
blemente alteraciones anatómicas intrínsecas del intestinal de agua. El aumento de la presión intra-
colon y trastornos de la función motora1,2. luminal propiciada por estos mecanismos facilitaría
En la mayoría de pacientes con diverticulosis iz- la transmisión del trabajo motor sobre la pared del
quierda, tanto las tenias (capas musculares longi- colon dando lugar a la herniación de la mucosa. No
tudinales externas) como la capa muscular circular todos los pacientes con diverticulos presentan seg-
se encuentran engrosadas, debido a un exceso de mentación colónica y aumento de la presión intra-

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 581
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Prevalencia de la diverticulosis en función de la


edad y el género. No complicada
(75-80 %)
❱❱ Prevalencia según la edad
< 40 años 5%
40-60 años 30%
Síntomas
60-80 años 65% Asintomática
inespecíficos
❱❱ Prevalencia según el género
< 50 años Más frecuente en el sexo
masculino
50–70 años Ligeramente más frecuente en Diverticulosis
el sexo femenino
> 70 años Más frecuente en el sexo
femenino

No complicada
(75-80 %)

luminal, por lo que es posible que otros factores


todavía desconocidos intervengan en la patogenia
de esta enfermedad. Recientemente se ha pro-
Síntomas
puesto una hipótesis alternativa4 en la que se pos- Asintomática
inespecíficos
tula que los divertículos se forman como conse-
cuencia de una denervación vagal, trastorno que
se ha relacionado con el envejecimiento. Como
efecto compensatorio se produciría una hipersen- Figura 1. Presentación clínica de la enfermedad diverticular.
sibilidad colinérgica y una disfunción de la muscu-
latura lisa del colon, facilitando la formación de
los divertículos. Se ha sugerido que los síntomas Otros factores de riesgo asociados al desarrollo de
persistentes tras la resolución de una diverticulitis divertículos son el sedentarismo y la obesidad3.
pueden ser secundarios a una hipersensibilidad Aunque existe una asociación clara con la edad, la
visceral, probablemente debida a lesión neural e aparición de divertículos en personas de menos de
hiperinervación tras regeneración neural. 50 años comporta un mayor riesgo de diverticuli-
El hecho de que la enfermedad diverticular del co- tis con necesidad de cirugía. Otras complicaciones
lon afecte con mayor frecuencia a las sociedades como la hemorragia diverticular inciden con mayor
industrializadas del mundo occidental ha hecho frecuencia en el varón.
considerar que un bajo consumo de fibra consti-
tuye un factor de riesgo. Los consumos de dietas
Diverticulosis no complicada
refinadas con bajo contenido en fibra se asocian a
un tránsito lento (≈ 80 horas) y a un escaso volu-
Clínica
men de heces (≈ 110 g/día). Una hipótesis atractiva Aproximadamente el 75-80% de los pacientes con
es considerar que el aumento de la presión intra- divertículos en el colon permanecen asintomáticos
cólica favorecida por estos mecanismos aumenta- (figura 1). Un porcentaje indeterminado de pa-
ría el riesgo de herniación de la mucosa. Algunos cientes con diverticulosis no complicada presentan
estudios experimentales llevados a cabo en ratas síntomas inespecíficos como dolor abdominal de
sugieren efectivamente que una dieta con bajo localización predominante en el hipogastrio y en
contenido en fibra comporta un mayor riesgo de hemiabdomen izquierdo, flatulencia o cambios del
desarrollo de divertículos (50% vs 9%). Por otro hábito intestinal, preferentemente estreñimiento5.
lado, se ha observado que las alteraciones mo- El dolor suele exacerbarse con las comidas y mejo-
toras descritas en pacientes con diverticulosis se rar tras la defecación. El cuadro padecido por estos
normalizan con la ingesta de fibra. pacientes es superponible, en gran medida, al de

582
38. Enfermedad diverticular del colon

Figura 2. El diagnóstico de diverticulosis no complicada,


habitualmente asintomática, se suele efectuar durante la
realización de un enema opaco (a) o una colonoscopia
(b y c).

los pacientes con síndrome de intestino irritable son diagnosticados casualmente en el curso de un
(SII). La exploración del abdomen es normal y las estudio radiológico para el diagnóstico de síntomas
determinaciones analíticas elementales no reflejan abdominales no relacionados con la diverticulosis.
signos de alarma. Por esta razón, a menudo es difí- Sin embargo, el enema opaco es una prueba poco
cil atribuir los síntomas de estos enfermos a la pre-
precisa y con una alta tasa de falsos negativos y po-
sencia de divertículos. Algunos autores consideran,
sitivos para el diagnóstico de pólipos o neoplasia
de hecho, que ambas enfermedades pueden estar
relacionadas. cólica, tumores cuya incidencia aumenta también
a partir de la quinta década de la vida. Por ello,
Diagnóstico actualmente se recomienda la realización de una
colonoscopia a todos los pacientes con diverticu-
Durante muchos años el enema opaco fue la técni-
ca de imagen más utilizada para el diagnóstico de losis sintomática, con la intención de descartar la
la diverticulosis colónica (figura 2). Este procedi- presencia de una neoplasia. Aunque hace años se
miento proporciona información sobre el número consideraba que la colonoscopia podía incremen-
de divertículos y su localización. Muchos pacientes tar el riesgo de perforación en pacientes con diver-

583
Sección 4. Intestino delgado y colon

tículosis no complicada, no existe ninguna prueba misión de un episodio sintomático de diverticulosis


que permita sustentar esta afirmación (figura 2). no complicada, 90 pacientes consecutivos fueron
asignados aleatoriamente a tomar mesalazina, L.
Tratamiento casei o mesalazina suplementada con L. casei. Tras
12 meses de tratamiento, todos los pacientes que
Algunos estudios longitudinales sugieren que una
llevaron el tratamiento combinado se encontraban
dieta rica en frutas y vegetales reduce de forma
asintomáticos en comparación con el 76,7% de los
significativa el riesgo de complicaciones en los pa-
pacientes incluidos en los grupos con monoterapia,
cientes con enfermedad diverticular. No obstante,
y tanto L. casei como mesalazina eran efectivos en
los niveles de evidencia son escasos y el grado de
mantener la remisión clínica9. Se ha sugerido que la
recomendación no puede basarse en estudios con-
administración de mesalazina en monoterapia du-
trolados y aleatorizados. En cualquier caso, existe
rante 10 días al mes y durante un año puede aliviar
un fundamento fisiopatológico para ofrecer este
la sintomatología de la enfermedad diverticular no
consejo a los pacientes, dado que la dieta rica en fi-
complicada10,11.
bra induce un aumento del volumen fecal, disminu-
ye la presión en la luz del colon y acelera el tránsito
intestinal, lo que podría prevenir el engrosamiento
Diverticulosis complicada
de la capa muscular y la segmentación del colon Diverticulitis
(para lograr este efecto se aconseja consumir un
mínimo de 32 g al día de fibra). Así, se debe men- La diverticulitis es la complicación más frecuente
cionar el estudio de Aldoori y colaboradores6, don- de la enfermedad diverticular (10-25%) y ocurre
de la hipótesis del papel fisiopatológico de la fibra cuando la abrasión de la mucosa, debida general-
se vio notablemente reforzada tras incluir a 47.888 mente a la acción de fecalitos, conduce a una infla-
sujetos masculinos sanos y controlados durante un mación necrotizante de un divertículo12 (figura 3).
período de 4 años. La incidencia general de enfer- Aproximadamente 1-2% de los sujetos con diver-
medad diverticular fue del 0,75% y las dietas ricas ticulosis requerirán en algún momento un ingreso
en fibra tuvieron un efecto protector para el desa- por este motivo y casi la mitad de éstos precisarán
rrollo de la enfermedad (RR de 0,63). en algún momento un tratamiento quirúrgico. Se
considera que la diverticulitis es no complicada
El diagnóstico incidental de una diverticulosis no cuando el cuadro se limita a la aparición de una pe-
requiere tratamiento farmacológico ni seguimiento ridiverticulitis, un flemón (o ambos) y complicada
clínico alguno. La administración de antiespasmó- cuando aparecen signos de obstrucción, absceso,
dicos o anticolinérgicos puede ser útil en el alivio fístula o perforación libre a peritoneo. La clasifica-
de los síntomas superponibles a los de un SII. Sin ción de Hinchey diferencia cuatro estadios: estadio
embargo, no existen estudios controlados que ava- I, absceso pericólico localizado; estadio II, absceso
len su utilización en diverticulosis asintomática. Por
otra parte, se ha propuesto el empleo de rifaximina
(antibiótico no absorbible) en la diverticulosis sinto-
mática no complicada. Su utilización se justificaría
porque algunos de los síntomas (dolor, distensión
abdominal) pueden deberse a la presencia de gas
intraluminal producido por la fermentación bacte-
riana. Existe evidencia proveniente de dos estudios
abiertos que sugieren una mejoría sintomática con
rifaximina administrada de forma intermitente du-
rante 1 año (400 mg/12 h 7 días cada mes)7,8.
Otros tratamientos ensayados incluyen el uso de
prebióticos y mesalazina, en monoterapia o en
combinación. En un estudio multicéntrico, prospec-
tivo, aleatorizado y controlado, se evaluó la eficacia
y la seguridad de la mesalazina, con o sin Lactoba-
Figura 3. Divertículos en el colon sigmoide con fecalitos en
cillus casei (L. casei) en la prevención de la recu- su interior.
rrencia de la diverticulosis sintomática. Tras la re-

584
38. Enfermedad diverticular del colon

Figura 4. El enema opaco constituyó durante muchos años la prueba de imagen más empleada para el diagnóstico de diverticu-
litis aguda, si bien actualmente la tomografía computarizada es la prueba de elección. En la figura se observa un enema opaco
con un segmento de sigma con divertículos y una estenosis secundaria al espasmo y edema de la mucosa. En la TC se observa
un engrosamiento de la pared del sigma, y zonas de afectación inflamatoria de la grasa pericólica (flechas).

a distancia (retroperitoneal o pélvico); estadio III, No es inhabitual la aparición de síntomas miccio-


peritonitis purulenta por rotura de un absceso peri- nales. Éstos pueden ser debidos a la irritación de
cólico, y estadio IV, peritonitis fecal con perforación la vejiga por el proceso inflamatorio adyacente o a
libre de un divertículo13. la aparición de una fístula colovesical (véase más
adelante).
Clínica Algunas de las manifestaciones de la diverticulitis
En la diverticulitis sigmoide, el síntoma más común aguda sólo aparecen en los casos con complicacio-
es el dolor en la fosa iliaca izquierda, aunque este nes. Tal es el caso de los pacientes que desarrollan
síntoma puede faltar en pacientes inmunodepri- un absceso intraabdominal. Éstos presentan fiebre
midos. No es infrecuente que el paciente acuda al alta y persistente a pesar del tratamiento antibió-
médico cuando han pasado 48-72 h desde el co- tico y a menudo una masa palpable e hipersensi-
mienzo de los síntomas. En la diverticulitis derecha, ble en el abdomen. Los enfermos que desarrollan
el cuadro es generalmente superponible al de una una fístula colovesical o colovaginal pueden referir
apendicitis aguda. La fiebre es frecuente, aunque neumaturia o fecaluria y los enfermos con esteno-
sólo en los casos más graves aparecen signos de sis, clínica de cierre abdominal. Esta última es más
shock. Otros síntomas que pueden aparecer son la frecuente en los pacientes que han presentado epi-
diarrea, el estreñimiento y las náuseas. El estreñi- sodios previos. En estos casos se suman el efecto
miento puede deberse al atrapamiento de asas de del espasmo y edema propios de la inflamación
intestino delgado en el tejido inflamatorio, a irrita- aguda y la fibrosis retráctil que acontece después
ción peritoneal, o a la formación de una estenosis. de la colagenización reparativa de episodios de in-

585
Sección 4. Intestino delgado y colon

flamación previa. La compresión extrínseca por un El enema opaco (EO) fue durante años la técnica de
absceso peridiverticular también puede provocar elección para el diagnóstico de la diverticulitis agu-
estenosis. En tal caso el enfermo desarrolla un cua- da. Sin embargo, debe considerarse que la diverti-
dro de distensión abdominal, náuseas y dificultad culitis es un proceso eminentemente extraluminal
para la emisión de heces y gases. La perforación a y que la ECO/TC proporcionan mayor información.
peritoneo libre es infrecuente. Además no está exento de riesgos. En caso de rea-
lizarse se recomienda con contraste hidrosoluble y
Diagnóstico con baja presión. Los hallazgos sugestivos de diver-
ticulitis son la presencia de divertículos, engrosa-
El diagnóstico de diverticulitis aguda se basa pri- miento de pliegues mucosos, espasmo local, rigidez
mordialmente en los datos proporcionados por la de la pared colicaica, extravasación del contraste y
clínica. La exploración suele revelar la presencia de la presencia de trayectos fistulosos3.
dolor a la palpación superficial y profunda con sig-
nos de irritación peritoneal o empastamiento con La colonoscopia está contraindicada ante la sos-
efecto de masa. Más del 50% de los casos muestran pecha de una diverticulitis aguda por el riesgo de
leucocitosis y algunos pacientes presentan piuria perforación. Una vez que el episodio inflamatorio
cuando hay inflamación próxima a las vías urinarias cede puede realizarse para descartar otras patolo-
y bacteriuria en caso de fístula colovesical. La Rx gías, especialmente el cáncer colorrectal que pue-
simple de abdomen puede mostrar distensión de de debutar con un episodio de inflamación visceral
asas y niveles hidroaéreos en caso de íleo u oclu- secundario a la abscesificación del tumor y plan-
sión y neumoperitoneo en los raros casos de perfo- tear un problema de diagnóstico diferencial. Se han
ración. La radiografía de tórax aporta información descrito igualmente episodios de colitis isquémica
complementaria de la condición cardiopulmonar secundarios a la oclusión del colon por diverticu-
en pacientes de edad avanzada. litis. La presencia de rectorragia debe despertar
la sospecha clínica en tales casos, especialmente
Cuando existen dudas en el diagnóstico, la tomo- en los pacientes con factores de riesgo vascular.
grafía computarizada (TC) constituye, hoy en día, la Otros procesos que deben ser considerados en el
modalidad de imagen de elección para la diverticu- diagnóstico diferencial son la apendicitis aguda, la
litis aguda debido a su especificidad y sensibilidad. enfermedad pélvica inflamatoria, la enfermedad
La TC está igualmente indicada ante la sospecha de inflamatoria intestinal, el SII, colitis isquémica, pie-
diverticulitis complicada, en pacientes graves o en lonefritis, absceso tubo-ovárico, litiasis ureteral,
caso de deterioro clínico importante14. El examen torsión ovárica, vólvulo del colon y endometriosis3.
debe realizarse, en lo posible, con contraste hidro-
soluble por vía oral, y con contraste iv. La TC puede Tratamiento (figura 5)
valorar patología cólica intra- y extraluminal, eva-
luar los tejidos circundantes, definir la afectación Diverticulitis no complicada
de órganos adyacentes y descartar otras patolo-
gías, como la apendicitis o afecciones ginecológicas En la diverticulitis no complicada (75%) es posible
(figura 4). Otro aspecto que hace de la TC la prueba realizar en ocasiones el tratamiento de forma am-
de elección en la diverticulitis aguda es la posibili- bulatoria. Éste puede ser aplicado a los enfermos
dad de intervención terapéutica, como el drenaje que presentan síntomas leves, toleran la vía oral,
percutáneo de abscesos (ver más adelante)15. y no muestran ninguna evidencia de enfermedad
diverticular complicada15. Estos pacientes pueden
La ecografía es una técnica igualmente útil en el ser tratados con dieta líquida, para mantener una
diagnóstico de la diverticulitis aguda (especialmen- adecuada hidratación, y antibióticos por vía oral
te en personas delgadas), y puede demostrar sig- con actividad frente a bacilos Gramnegativos y
nos de engrosamiento mural y abscesos. Además anaerobios (fundamentalmente Escherichia Coli y
permite guiar drenajes percutáneos de estos últi- Bacteroides fragilis). El tratamiento debe mante-
mos. Sus ventajas principales son su bajo coste y su nerse durante 7-10 días. Remitimos al lector a una
carácter no invasivo. Además permite el diagnósti- revisión reciente donde puede consultar las pautas
co diferencial con patología ginecológica en muje- antibióticas más adecuadas de acuerdo a una guía
res. Su mayor inconveniente es que se trata de una de consenso16. Los opiáceos deben evitarse por
técnica operador-dependiente. aumentar la presión intracólica. Los enfermos que

586
38. Enfermedad diverticular del colon

no mejoran después de un período de 48-72 h o culitis, así como la presencia de síntomas continuos
aquellos que presentan deterioro clínico deben ser tras la resolución de un episodio agudo15. El trata-
hospitalizados así como llevar a cabo exploraciones miento quirúrgico electivo comprende la exéresis
que permitan descartar la presencia de complica- del colon afecto (generalmente el sigmoides) por
ciones. vía abierta o laparoscópica. El abordaje laparos-
cópico ofrece menor incidencia de infección de la
En los pacientes ingresados con signos inflamato-
herida quirúrgica y de íleo postoperatorio, así como
rios de mayor intensidad se procederá al reposo in-
menores requerimientos transfusionales21.
testinal, sueroterapia y antibioterapia intravenosa.
Las pautas antibióticas suelen incluir metronidazol En los pacientes inmunodeprimidos se recomienda
o clindamicina para cubrir anaerobios, y una cefa- tratamiento quirúrgico después del primer episo-
losporina de tercera generación, un aminoglucósi- dio, ya que el diagnóstico puede ser difícil, siendo
do o una quinolona para los Gramnegativos. más frecuente la necesidad de tratamiento qui-
rúrgico, el riesgo de perforación y la mortalidad22.
Al mejorar el cuadro inicial se puede ir aumentando
También se ha recomendado la resección quirúrgi-
la consistencia de los alimentos ingeridos. Una vez ca en los pacientes que han presentado un primer
pasado el episodio agudo, existe la recomendación episodio de diverticulitis antes de los 40 años. Esta
de llevar a cabo una colonoscopia en un intervalo actitud se basa en que la enfermedad suele ser más
de 6-8 semanas con el objetivo de descatar la pre- agresiva (mayor del 60% cursan con complicacio-
sencia de una neoplasia (Grado 2B), especialmente nes), el riesgo de recurrencia es mayor y la cirugía
si se trata de un primer episodio. A su vez suele tiene poco riesgo (menor tasa de comorbilidades)23.
recomendarse aumentar el consumo de fibra, ya
que algunos datos sugieren que ésta reduce el ries- Diverticulitis complicada
go de recurrencia de la diverticulitis y previene la
aparición de nuevos divertículos. Ensayos clínicos Absceso
recientes han demostrado que la asociación entre
El absceso constituye la complicación supurativa
fibra y rifaximina no sólo disminuye los síntomas
de un flemón y debe sospecharse cuando persisten
asociados de la diverticulosis, como la distensión
la fiebre y la leucocitosis, a pesar del tratamiento
o el dolor abdominal, sino que esta asociación
antibiótico, o ante la presencia de una masa en la
disminuye el riesgo de desarrollar un episodio de
exploración. El diagnóstico puede realizarse por
diverticulitis Por otro lado, la rifaximina potencia
ecografía o TC. Los abscesos de pequeño tamaño
los efectos beneficiosos de la fibra, al evitar su de-
pueden ser manejados de forma conservadora con
gradación por la flora bacteriana. En estos estudios,
antibióticos iv. Si el enfermo no responde a esta
se observó que la administración del antibiótico a
medida o el absceso tiene un tamaño superior a 4-5
largo plazo fue segura y bien tolerada por los pa-
cm debe indicarse su drenaje percutáneo guiado
cientes, confirmando la utilidad de esta estrategia
por ecografía o por tomografía computarizada. Hoy
terapéutica7,8,17-20. No se ha demostrado que la me-
en día, sólo los abscesos de difícil abordaje, multi-
salazina administrada en monoterapia pueda dis-
loculados o refractarios al drenaje percutáneo son
minuir la incidencia de diverticulitis a largo plazo11.
tributarios de cirugía. En el resto de los casos, el
Clásicamente se ha postulado que tras un segun- abordaje debe de ser conservador, procediendo a
do episodio de diverticulitis aguda no complicada, la retirada del drenaje cuando el débito es mínimo
resulta recomendable un tratamiento quirúrgico (menor de 10 cm3).
entre 4 y 6 semanas después de la resolución de la
Fístula
inflamación (figura 5). Esta recomendación en basa
en que los episodios recurrentes responden peor Las fístulas más frecuentes son las colovesicales.
al tratamiento conservador y tienen mayor mortali- Éstas predominan en varones por la protección que
dad. Ciertamente, se carece de estudios que hayan ejerce el útero en las mujeres; de hecho en la mitad
comparado esta estrategia con otras más conser- de los casos de mujeres existe el antecedente de
vadoras. Por lo tanto, la decisión de someter a un una histerectomía24. Los síntomas más frecuentes
paciente a tratamiento quirúrgico debe hacerse de son la neumaturia y la fecaluria, siendo extraor-
forma individualizada considerando diversos facto- dinaria la eliminación de orina con las heces. Le
res como la edad, las comorbilidades asociadas, la siguen en frecuencia las fístulas colovaginales, co-
gravedad y la frecuencia de los episodios de diverti- loentéricas, y colouterinas. La TC es útil en el estu-

587
Sección 4. Intestino delgado y colon

Diverticulitis

Aislada y no Recurrente y no
Complicada*** Quiescente***
complicada* complicada**

Antibioterapia Considerar Antibioterapia


Antibioterapia
Observación cirugía cirugía

Grupos de alto riesgo Obstrucción Fístula


• Inmunocomprometidos o estenosis • Cirugía tras
• Intervalos cortos entre • Considerar resolución
episodios prótesis del proceso
• Cirugía inflamatorio

Absceso
• Drenaje
percutáneo Perforación
• Cirugía tras • Cirugía
resolución urgente
del proceso
inflamatorio

* Episodio aislado de diverticulitis aguda.


** Episodios múltiples de diverticulitis aguda.
*** Diverticulitis aguda asociada a absceso, obstrucción, fístula o perforación.
**** Diverticulitis aguda asociada a sintomatología continua, crónica.

Figura 5. Algoritmo terapéutico de la diverticulitis (modificada de Touzios y Dozois15)

dio de las fístulas colovesicales, ya que además de pudiendo preservar la vejiga en la mayoría de las
mostrar neumaturia permite evaluar la extensión y ocasiones.
grado de la inflamación pericólica. El enema opa- Obstrucción
co confirma la existencia de divertículos, pero sólo
Ésta puede ser una complicación tanto aguda como
muestra la fístula en la mitad de los casos. La cis-
crónica de la diverticulitis aguda. Ya se ha men-
toscopia permite detectar anomalías vesicales en
cionado que su etiología puede ser multifactorial.
la mayoría de ellos. El tratamiento de las fístulas Cuando la oclusión es el resultado del edema y es-
suele ser quirúrgico. En las colovesicales suele ser pasmo asociados a la inflamación, los síntomas se
suficiente con la resección de la zona diverticular, resuelven al desaparecer el proceso inflamatorio. Si

588
38. Enfermedad diverticular del colon

la estenosis es debida a la compresión extrínseca to anómalo de la pared cólica, no siendo necesario


de un absceso peridiverticular, habitualmente se extirpar todos los segmentos con divertículos. El
requiere de su drenaje percutáneo o quirúrgico. margen distal debe llegar al recto para reducir la re-
Finalmente cuando la oclusión es el resultado de cidiva postoperatoria (que ocurre en el 10% de los
una estenosis retráctil secundaria a la reparación pacientes)26. La técnica más frecuente es la resec-
cicatricial de episodios previos (a veces subclíni- ción y anastomosis primaria, siendo contraindica-
cos) puede ser necesaria la exéresis quirúrgica del ciones relativas la contaminación intraabdominal y
segmento afectado. La cirugía está igualmente indi- la incapacidad para realizar el lavado prequirúrgico
cada cuando existen dudas acerca de la naturaleza del colon proximal. En el tratamiento urgente de la
benigna de la estenosis. En este punto debe con- diverticulitis complicada, la técnica más empleada
siderarse que la colonoscopia puede no resolver a lo largo del tiempo ha sido la resección con colos-
el diagnóstico diferencial en aproximadamente la tomía sigmoidea y cierre del muñón rectal (proce-
tercera parte de los casos. La inserción de prótesis dimiento de Hartmann), procediendo a restablecer
metálicas autoexpandibles, con el fin de evitar la ci- la continuidad intestinal y retirar la colostomía en
rugía urgente y en dos fases, ha sido descrita como un tiempo aproximado de 3-6 meses. Hoy en día
una alternativa terapéutica permitiendo posterior- se aboga por la resección segmentaria con anasto-
mente la cirugía electiva25. mosis en grupos seleccionados en pacientes, ha-
Perforación libre llándose formalmente contraindicado en aquellos
que presentan signos de peritonitis purulenta o fe-
Es inhabitual y acontece de forma más frecuente en caloidea (estadíos III y IV de Hinchey), así como en
los pacientes inmunocomprometidos. El tratamien- los enfermos con malnutrición, inmunosupresión
to consiste en la cirugía urgente (figura 6). o comorbilidades graves. En estos subgrupos, la
aproximación tradicional (Hartmann) sigue siendo
Tratamiento quirúrgico en la enfermedad la mejor opción.
diverticular del colon
Historia natural
Como ya se ha mencionado, tradicionalmente el
tratamiento quirúrgico electivo se ha venido indi- El 75% de los casos de diverticulitis cursa sin com-
cando en pacientes que han presentado al menos plicaciones (peridiverticulitis con o sin flemón). La
un episodio de diverticulitis aguda complicada o gran mayoría de estos pacientes pueden ser ma-
dos o más ataques de diverticulitis aguda no com- nejados con tratamiento conservador. En un 30%
plicada. Sin embargo, las evidencias más recien- de ellos aproximadamente se producirá a lo largo
tes sugieren que esta aproximación puede no ser de su vida un segundo episodio de diverticulitis,
apropiada para todos los casos, debiendo ponderar en cuyo caso la sintomatología recurrente es la tó-
siempre el riesgo-beneficio de la indicación sobre nica, salvo que el segmento afectado sea extirpado
una base individualizada. El margen proximal de quirúrgicamente. De los pacientes que no experi-
resección debe incluir las zonas con engrosamien- mentan un segundo ataque de diverticulitis (70%),

Figura 6. Imagen de una diverticulitis con perforación a peritoneo libre.

589
Sección 4. Intestino delgado y colon

la mitad presentarán dolor abdominal recurrente. comporte diferencias significativas en términos de


El 25% de las diverticulitis cursan con complicacio- mortalidad, estancia hospitalaria, requerimientos
nes (véase más arriba) y son subsidiarias, por lo transfusionales, tasas de recidiva y necesidad de ci-
tanto, de tratamiento quirúrgico (una excepción rugía28. Tampoco existen estudios suficientemente
son los abscesos que logran ser drenados por vía amplios y con seguimiento prolongado como para
percutánea). Un 10% de los pacientes con diverti- poder afirmar que la intervención endoscópica ten-
culitis complicada presentarán nuevos episodios de ga efecto sobre las tasas de sangrado a largo plazo.
inflamación en los divertículos que permanecen en En todo caso, las recomendaciones deben tener en
las áreas no extirpadas o que aparecen de nuevo. cuenta la experiencia, disponibilidad y equipamien-
to del medio en que son atendidos estos pacien-
Hemorragia diverticular tes28. Finalmente, la angiografía selectiva permite
localizar la hemorragia y aplicar tratamiento he-
La hemorragia diverticular se produce por la rotura
mostático farmacológico o mediante embolización
de los vasa recta a nivel de la cúpula o del cuello
con microcoils, con una eficacia del 80% en manos
del divertículo. Aunque se han observado altera-
expertas29. Para poder localizar la hemorragia me-
ciones estructurales en la pared de dichos vasos,
diante esta técnica se requiere un débito mínimo
la inflamación es escasa o nula. Aparece en 3-5%
de 1 ml/min.
de pacientes con diverticulosis, y es responsable de
hasta el 40% de episodios de hemorragia digestiva El empleo de la videocápsula endoscópica se reser-
baja27. Muchos episodios de hemorragia diverticu- va para los casos en los que un examen mediante
lar vienen precedidos de la ingesta de AINE, hasta gastroscopia y colonoscopia han sido negativos, a
el punto de haberse considerado como un cofactor fin de descartar la posibilidad de que el origen de
responsable o determinante del sangrado. Un as- la hemorragia digestiva se encuentre en el intesti-
pecto interesante es que la lesión responsable de no delgado, lo que ocurre en aproximadamente el
la hemorragia se localiza en el colon proximal en la 5% de las hemorragias digestivas. Esta técnica y la
mitad de las ocasiones, a pesar de que los divertí- enteroscopia de doble balón son complementarias
culos se localizan con mayor frecuencia en el colon permitiendo la segunda el tratamiento de lesiones
distal. Se ha postulado que ello puede deberse a detectadas con la videocápsula30.
que los divertículos proximales son más anchos,
La cirugía urgente permite controlar el sangrado di-
quedando los vasa recta más expuestos a las agre-
verticular en el 90% de los casos, y se reserva para
siones. La hemorragia suele ser de volumen abun-
aquellos pacientes con inestabilidad hemodinámi-
dante y en una tercera parte requiere de soporte
ca que no responden a las medidas habituales, po-
transfusional. Cede espontáneamente en 75% de
litransfundidos (menor de 2 litros), o con hemorra-
los casos, pero una tercera parte de éstos experi-
gia recurrente masiva. Están justificados todos los
mentan recidiva hemorrágica.
esfuerzos razonables para localizar preoperatoria-
En la figura 7, se presenta la aproximación al ma- mente la lesión hemorrágica, porque el pronóstico
nejo de la hemorragia digestiva baja (incluida la de la colectomía a ciegas en la hemorragia masiva
diverticular). En los pacientes con sangrado activo es sombrío, con tasas de mortalidad de hasta el
por diverticulosis y hemodinámicamente estables, 30%31,32.
se ha propuesto la realización de una colonoscopia
a la mayor brevedad posible (tras un lavado rápido Bibliografía
con solución de polietilenglicol) e idealmente den- 1. Bassotti G, Chistolini F, Morelli A. Pathophysio-
tro de las primeras 12-24 horas. Ello permite detec- logical aspects of diverticular disease of colon
tar con mayor probabilidad el origen del sangrado and role of large bowel motility. World J Gas-
y aplicar en muchos casos un tratamiento hemos- troenterol 2003;9:2140-2.
tático (inyección de adrenalina, métodos térmicos 2. Stollman N, Raskin JB. Diverticular disease of
o clips hemostáticos), cuando logra visualizarse un the colon. Lancet 2004;363(9409):631-9.
estigma de sangrado activo o reciente (figura 6). 3. Hall J, Hammerich K, Roberts P. New paradigms
Aunque existen estudios que parecen demostrar in the management of diverticular disease.
que este proceder comporta una reducción en el Curr Probl Surg 2010;47:680-735.
número de recidivas precoces14, recientes datos 4. Yun AJ, Bazar KA, Lee PY. A new mechanism for
obtenidos de un modo prospectivo y aleatorizado diverticular diseases: aging-related vagal with-
no permiten concluir que la endoscopia “urgente” drawal. Med Hypotheses 2005;64:252-5.

590
38. Enfermedad diverticular del colon

Hematoquecia

¿Estabilidad hemodinámica?

No

Estabilización del paciente Colonoscopia

No posible Posible

Gastroscopia Lesión sangrante Sin lesiones Imposibilidad de


detectada sangrantes localización del
No punto sangrante
por hemorragia
Localización de la grave
Tratamiento
lesión sangrante Gastroscopia
endoscópico

Tratamiento
endoscópico Si fracaso Lesión sangrante
terapéutico no detectada

Arteriografía + embolización Enteroscopia con


Cirugía videocápsula

Lesión en intestino Enteroscopia de


delgado doble balón

Ausencia de lesión
Observación
sangrante

Figura 7. Algoritmo diagnóstico y terapéutico de la hemorragia digestiva baja (modificada de Barnet y Messmann33)

5. Papaconstantinou HT SC. Diverticular disease 7. Latella G, Pimpo MT, Sottili S et al. Rifaximin im-
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591
Sección 4. Intestino delgado y colon

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592
39 Diarrea aguda
de naturaleza infecciosa
Santos Santolaria, Ramón Guirao*, Blanca Belloc*
Unidad de Gastroenterología. Hospital San Jorge, Huesca
*Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge, Huesca

Introducción
La diarrea aguda infecciosa es un síndrome ca- Objetivos de este capítulo
racterizado por la inflamación o disfunción del ❱❱ Conocer las causas más frecuentes de
intestino producida por un microorganismo o diarrea de naturaleza infecciosa en la
sus toxinas, que aparece en una persona hasta comunidad.
ese momento asintomática. Clínicamente se ca- ❱❱ Subrayar la importancia de la semiolo-
racteriza por la aparición de diarrea aguda (me- gía clínica para un abordaje correcto del
nos de 14 días), definida por la realización de 3 o síndrome.
más deposiciones diarias de menor consistencia, ❱❱ Establecer las claves para un manejo coste-
acompañada frecuentemente de otros síntomas efectivo del paciente con diarrea aguda.
como sensación nauseosa, vómitos, dolor ab-
dominal y fiebre. La forma de adquisición suele
ser por contagio de persona a persona o más REFERENCIAS CLAVE
frecuentemente por la ingesta de alimentos o 1. Montoro M. Gastroenteritis infecciosas.
agua contaminada, y en la mayoría de los casos En: Farreras-Rozman (ed.). Medicina
el cuadro clínico cede espontáneamente en el interna, 16ª edición. Elsevier. Barcelona,
transcurso de varios días 1. 2008:222-230.
La diarrea aguda infecciosa representa la prime- 2. Guerrant RL, Van Gilder T, Steiner TS,
ra o segunda causa de muerte en la mayoría de Thielman NM, Slutsker L, Tauxe RV, et al.
los países en vías de desarrollo, fundamental- Practice guidelines for the management of
mente en niños como consecuencia de estados infectious diarrhea. Clin Infect Dis 2001;32:
de deshidratación, y constituye una patología 331-51.
muy prevalente. En Estados Unidos, se ha es- 3. Thielman, NM, Guerrant RL. Acute infec-
timado que existen entre 200-300 millones de tious Diarrhea. N Engl J Med 2004;350:
nuevos casos de diarrea aguda cada año y esta 38-47.
cifra podría incluso estar infraestimada debido
a que la mayoría de los episodios son autoli-
mitados y los pacientes no solicitan asistencia
médica. La repercusión económica de estas in-
fecciones no es menos importante ya que a los
costes médicos se deben añadir los derivados de
la pérdida de productividad laboral que podrían
alcanzar los 23 billones de dólares/año en Esta- clínica y la exploración clínica constituyen elemen-
dos Unidos 2. tos primordiales en el manejo de estos pacientes
La mayoría de los episodios de diarrea aguda in- ya que nos permiten identificar aquellos casos que
fecciosa van a ser autolimitados y no van a preci- debido a su gravedad sí van a precisar de un estudio
sar un estudio diagnóstico específico. La historia diagnóstico y un tratamiento específico 3.

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 593
Sección 4. Intestino delgado y colon

Aproximación al paciente con diarrea TABLA 1. Causas de diarrea aguda

aguda
❱❱ Infecciosa.
Se define como diarrea la emisión de heces líquidas
• Bacterias.
o de menor consistencia, lo que ordinariamente
se acompaña de un incremento en la frecuencia – Enteroinvasivas.
del ritmo deposicional. Este síntoma expresa una – Enterotoxígenas.
alteración en la función normal del intestino, que • Virus.
se traduce en un mayor contenido de agua en las – Norovirus (Norwalk) , rotavirus,
evacuaciones (más de 200 cm3/24 h). El término adenovirus, astrovirus.
diarrea aguda lleva implícita la consideración de un
– Citomegalovirus.
tiempo de evolución inferior a 2-3 semanas. Aun-
que existen múltiples causas que pueden ocasio- • Parásitos: Giardia lamblia, Cryptosporidium,
Microsporidium, Enamoeba histolytica.
narla (tabla 1), la mayoría de las veces va a tener
un origen infeccioso. Básicamente se considera que • Hongos: Candida albicans, Histoplasma.
existen cuatro mecanismos implicados en la fisio- ❱❱ No infecciosa.
patología de la diarrea: 1) aumento de la osmo- • Fármacos.
laridad del contenido luminal (diarrea osmótica); • Aditivos alimentarios.
2) disminución de la absorción o aumento en la se-
• Tóxicos.
creción intestinal (diarrea secretora); 3) alteracio-
nes en la motilidad; 4) exudación de sangre, moco • Colitis isquémica.
y proteínas (diarrea inflamatoria). La mayoría de las • Enfermedad inflamatoria intestinal*.
infecciones del tracto gastrointestinal van a causar • Enteritis rádica.
diarrea por un mecanismo secretor (bacterias ente- • Sepsis generalizada.
rotoxígenas) o inflamatorio (bacterias enteroinvasi-
• Inflamación pélvica.
vas, Entamoeba hystolitica, etc.). Las toxinas bac-
• Impactación fecal.
terianas se pueden clasificar en citotónicas (Vibrio,
E. coli enterotoxigénico, etc.) y citotóxicas (Shigella, • Estrés psicológico.
E. coli enterohemorrágico, etc.). Las primeras au-
mentan la secreción intestinal por activación de en- * Aunque se conceptúa como causa de diarrea de
zimas intracelulares (como la adenilato ciclasa) sin curso crónico y recidivante, se debe considerar
producir daño en la superficie epitelial, mientras esta posibilidad ante cualquier episodio de
que las segundas inducen la secreción por daño diarrea aguda de características exudativas,
directo sobre el enterocito. En ocasiones, puede dado que puede tratarse de un primer brote de
existir una diarrea osmótica en relación con una la enfermedad.
malabasorción de disacáridos como consecuencia
de una afectación de las vellosidades intestinales
(Giardia lamblia, virus) 2.
aquella producida por gérmenes enteroinvasivos.
Historia clínica y examen físico Los primeros provocan pérdidas importantes de
La primera cuestión que debe plantearse es si el agua y electrolitos con deshidratación, en tanto que
paciente tiene realmente una diarrea, porque no los segundos conducen a un estado inflamatorio de
es infrecuente que se interpreten como diarrea la mucosa con exudación de moco, sangre y pro-
frecuentes emisiones de escíbalos o simplemente teínas, así como presencia de leucocitos polimor-
varias deposiciones de consistencia normal. Si el fonucleares en las heces (tabla 2). En relación con
paciente presenta efectivamente una diarrea, el el segundo punto, las edades extremas de la vida,
siguiente paso a realizar es evaluar su gravedad. la existencia de algún estado de inmunosupresión
Ésta depende fundamentalmente de dos factores: (VIH, tratamiento inmunosupresor, enfermedades
la virulencia del agente patógeno y el estado inmu- autoinmunes, etc.) o enfermedades crónicas graves
nitario del paciente. En relación con el primero de (insuficiencia hepática, insuficiencia renal crónica,
los factores mencionados, debemos distinguir la insuficiencia cardiaca y/o respiratoria) agravan el
diarrea inducida por agentes enterotoxígenos, de pronóstico de la diarrea. Aquellos pacientes porta-

594
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa

TABLA 2. Microorganismos asociados a diarrea El carácter inflamatorio de la diarrea es importante


por tres razones: 1) con frecuencia constituye un
inflamatoria
marcador de gravedad; 2) ayuda a localizar topo-
gráficamente el tramo intestinal afecto y 3) permite
❱❱ Virus orientar el diagnóstico etiológico. Habitualmente la
• Citomegalovirus 1. diarrea inflamatoria asienta en el colon y se acom-
❱❱ Bacterias
paña de tenesmo rectal, sensación de urgencia de-
fecatoria y dolor cólico en el hemiabdomen inferior.
• Shigella 1.
Las heces, poco voluminosas, tienen un aspecto
• E. coli enteroinvasivo 2. mucosanguinolento y el enfermo suele estar febril
• E. coli enterohemorrágico. (tabla 3).
• Plesiomona shigelloides 1.
De una forma general, los signos asociados a una
• Clostridium difficile 1. mayor gravedad de la diarrea son:
• Campylobacter jejuni 1,2.
❱❱ Duración superior a tres días.
• Vibrio parahemolítico
• Salmonella tiphy. ❱❱ Síntomas y/o signos de deshidratación (sed in-
tensa, sequedad de piel y mucosas, hipotensión
• Salmonella enteritidis.
ortostática y/o disminución del ritmo de diure-
• Yersinia enterocolítica 1. sis).
• Trichenella espirales.
❱❱ Carácter inflamatorio de la diarrea.
• Spirilum.
❱❱ Parásitos La presencia de alguno de estos signos justifica la
• Entamoeba histolytica . 3 necesidad de llevar a cabo una investigación del
agente etiológico y a menudo obliga a tratar al pa-
• Balantidium coli.
ciente en un medio hospitalario (tabla 4).
• Schistosoma.
Además del tiempo de evolución de la diarrea, el
número de deposiciones en las 24 horas y la pre-
1
Puede causar diarrea acuosa o mucosanguinolenta.
sencia o ausencia de productos patológicos, la
2
Inicialmente puede provocar diarrea acuosa. historia clínica debe consignar cualquier informa-
3
Considerar sobre todo en países en vías de ción relativa a la afectación simultánea de otros
desarrollo. miembros de la familia, antecedentes de toma de
antibióticos y/o viajes recientes al extranjero. La
infección por ciertos parásitos es más frecuente
en países tropicales (Entamoeba histolytica) o en
dores de una prótesis valvular constituyen también algunos países del Este (Giardia, Criptosporidium y
un grupo de mayor riesgo ya que la bacteriemia Ciclospora). La relación temporal con el consumo
que puede acompañar a la diarrea puede aumentar de algún alimento puede orientar hacia la causa
el riesgo de endocarditis 4,5. de la diarrea. Así, un inicio precoz de los síntomas

TABLA 3. Características clínicas de la diarrea inflamatoria

Inflamatoria No inflamatoria

Diarrea Frecuente y poco voluminosa Voluminosa


Aspecto de las heces Mucosanguinolentas Acuosas
Dolor abdominal Hipogastrio/difuso/FII* Mesogastrio/difuso
Fiebre Frecuente Poco frecuente
Sensación de urgencia Sí No
Tenesmo o dolor rectal Frecuente (si existe proctitis) No
Localización Preferentemente colon Preferentemente I. delgado

*FII: Fosa iliaca izquierda.

595
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 4. Criterios de ingreso hospitalario El examen físico, por su parte, permite comprobar
el grado de deshidratación, nivel de conciencia,
evidencia de distensión abdominal, dolor o signos
de irritación peritoneal y la presencia de signos
❱❱ Intolerancia a líquidos por vómitos que no ceden a extraintestinales que también proporcionan claves
pesar del tratamiento antiemético.
interesantes para el diagnóstico (tabla 5, figura 1).
❱❱ Dolor abdominal de intensidad relevante.
❱❱ Síntomas y signos de deshidratación grave. Pruebas de laboratorio
❱❱ Alteración analítica o signos de complicaciones en
En todos los pacientes que requieren una valora-
las pruebas complementarias.
ción médica específica debe procederse a la reali-
❱❱ Diarrea aguda moderada-grave que no mejora en 2-3 zación de algunas determinaciones analíticas ele-
días a pesar de realizar un tratamiento adecuado.
mentales, incluyendo un hemograma completo y
❱❱ Diarrea inflamatoria. bioquímica, con determinación de iones, función
renal y perfil hepático. Un estudio de coagulación
En pacientes ancianos (mayores de 70 años) o en puede ser obligado en los casos que exhiben signos
los que coexista un estado de inmunosupresión o de toxicidad o bacteriemia persistente, para de-
enfermedad crónica grave se deberá considerar el tectar precozmente una coagulopatía de consumo
ingreso hospitalario según la situación clínica del
asociada a sepsis.
paciente.
Las determinaciones anteriores deben ser com-
pletadas con una investigación de leucocitos (o de
(antes de 8 horas) sugiere la ingesta de una toxina lactoferrina fecal) y sangre oculta en las heces 4,5. Se
preformada (Estafilococus aureus, Bacillus cereus o requiere la documentación de, al menos, tres leu-
Clostridium perfringens) 6. cocitos por campo para que el examen sea positivo.
En este último caso, la diarrea puede etiquetarse
TABLA 5. Manifestaciones extraintestinales de la diarrea sindrómicamente como inflamatoria y su ubicación
aguda infecciosa más probable será el colon. Por el contrario, un
resultado negativo sugiere que nos hallamos ante
una diarrea no inflamatoria, de probable ubicación
Signo o síntoma Agente causal
en el intestino delgado. Existen casos particulares
Tos-coriza Shigella, Campylobacter que requieren una consideración especial. Así, en
Exantema Shigella, Yersinia casos de salmonelosis, infección por Yersinia, Vibrio
Artritis reactiva Salmonella, Shigella, parahemolítico o Clostridium difficile, la presencia
Campylobacter, de leucocitos en heces es variable, dependiendo
Yersinia enterocolítica
Eritema nodoso 1 Yersinia enterocolítica
Signos peritoníticos 2 Clostridium difficile
E. coli enterohemorrágico
Dolor abdominal en FID* Yersinia enterocolítica
Sd. hemolítico urémico E. coli enterohemorrágico,
Shigella, Campylobacter
(raro)
Sd. Guillain-Barré Campylobacter jejuni
(raro)

1 Aunque más raramente puede asociarse también a


Salmonella, Shigella y Campylobacter. Figura 1. El eritema nodoso es una lesión dermatológica
que se presenta como nódulos subcutáneos de coloración
2 Pueden aparecer en cualquier caso de diarrea rojo violácea localizados típicamente en la región pretibial,
infecciosa que evolucione a megacolon tóxico que puede asociarse a la infección intestinal por Yersinia
*FID: Fosa iliaca derecha. enterocolítica y otras bacterias como Salmonella, Shigella y
Campylobacter.

596
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa

de la virulencia de la cepa y de la mayor o menor ❱❱ Criterios de diarrea grave y presencia de células


afectación cólica. Otras bacterias, como Shigella inflamatorias en heces, con independencia del
y Escherichia coli enterohemorrágico pueden cur- tiempo de evolución.
sar inicialmente sin leucocitos en las heces. Por lo
❱❱ Pacientes con enfermedad inflamatoria intesti-
tanto, un resultado positivo establece de forma nal en quienes resulta esencial la distinción en-
concluyente el carácter inflamatorio del proceso, tre un brote o una sobreinfección bacteriana.
pero la negatividad del test no lo excluye de forma
fehaciente. En este último caso, las características ❱❱ Pacientes con evidencia o sospecha elevada de
clínicas de la diarrea resultan determinantes en la sida u homosexualidad.
orientación sindrómica del proceso. Las caracterís- ❱❱ Manipuladores de alimentos que requieren la
ticas epidemiológicas y clínicas de la diarrea aguda confirmación de un cultivo negativo antes de
causada por las bacterias enterotoxígenas, ente- reincorporarse al trabajo.
roinvasivas así como por los virus y parásitos más
frecuentes se muestran en las tablas 6, 7, 8. La muestra debe ser remitida inmediatamente
para su procesamiento o guardarla en una nevera
La presencia de sangre suele ir asociada a los leu- para evitar la proliferación de la flora intestinal y
cocitos fecales. Sin embargo, en ocasiones, existe así, reducir la tasa de falsos negativos. Es habitual
una marcada disociación entre estos dos tipos de que los laboratorios únicamente determinen un
células. Un ejemplo lo constituyen las infecciones reducido número de bacterias (Shigella, Salmone-
por Entamoeba histolytica, Salmonella, Yersinia o lla, Campylobacter), por lo que aquellos deben ser
Clostridium difficile que pueden cursar con gran informados cuando se sospeche de la presencia
cantidad de hematíes y escaso número de leuco- de determinado tipo de agentes microbianos (ej:
citos en heces. serotipo 0157 de E. coli enterohemorrágico). Esta
infección debe ser sospechada en pacientes con
Exploraciones avanzadas clínica de dolor en hemiabdomen derecho, fiebre y
diarrea, con o sin sangre en heces, particularmen-
Actualmente se dispone de una amplia gama de te si existen antecedentes recientes de ingesta de
test microbiológicos, serológicos y endoscópicos carne de cerdo o de ternera poco cocida o comidas
dirigidos a investigar el agente causal. La elección de preparación rápida (hamburguesas, etc.) en res-
de estos procedimientos depende de la sospecha taurantes. Por supuesto, debe investigarse la toxina
clínica. En última instancia debe considerarse que, de C. difficile si la diarrea aparece en el contexto de
hasta en un 40% de los casos, no llega a obtenerse una hospitalización o el enfermo ha recibido recien-
un diagnóstico etiológico. temente un tratamiento antibiótico.
Examen microbiológico de las heces La investigación de parásitos requiere ser llevada a
cabo al menos en tres muestras tomadas en días
La utilización sistemática del coprocultivo ha sido
distintos dado que su emisión suele ser intermiten-
cuestionada, debido fundamentalmente al carác- te. Son indicaciones claras de parasitocultivo 5:
ter autolimitado de muchos episodios de diarrea y
al coste del procedimiento. Si se tiene en cuenta la ❱❱ Diarrea que se prolonga durante más de 14 días.
sensibilidad del procedimiento, el valor de un copro- ❱❱ Antecedente de viaje a un país tropical (Enta-
cultivo positivo se estima en torno a los 900 €. Por moeba histolytica) o a Rusia y Nepal (Giardia,
ello, es necesario restringir su solicitud a aquellos Criptosporidium y Ciclospora).
casos donde el resultado tiene más posibilidades
de ser positivo, influyendo con ello en la toma de ❱❱ Paciente homosexual (Giardia, Entamoeba his-
decisiones respecto a la terapia a seguir. Teniendo tolytica) o afectado por el sida (Cryptospori-
en cuenta este aspecto y basándonos en la historia dium, Microsporidium).
clínica, el examen físico y la investigación de células ❱❱ Diarrea prolongada en niños de guarderías
inflamatorias en heces, se debería limitar la solici- (Giardia, Criptosporidium).
tud del coprocultivo a las siguientes situaciones 3:
❱❱ Diarrea mucosanguinolenta con leucocitos es-
❱❱ Diarrea de más de tres días de evolución con casos o ausentes en las heces (Entamoeba his-
leucocitos positivos en las heces. tolytica).

597
TABLA 6. Epidemiología, clínica y tratamiento antibiótico de la diarrea aguda infecciosa por bacterias enteroinvasivas

598
Microorganismo Incubación Vía de contagio Manifestaciones Tratamiento antibiótico
Indicación Recomendado Alternativa
Shigella 48-72 h Agua, verduras Dolor abdominal y diarrea inflamatoria. En casos moderados Ciprofloxacino TMP-SMZ
y leche En ocasiones manifestaciones extraintestinales: y graves 500 mg/12 h (5 días) 160-800 mg/12 h
exantema, coriza, artritis, trombocitopenia, (5 días)
reacciones leucemoides y sd. hemolítico-urémico
Salmonella 6-48 h Huevos, leche, Forma gastroenterítica: dolor abdominal, vómitos En casos graves, edades Ciprofloxacino TMP-SMZ
no tifoidea pollo y diarrea de coloración verdosa extremas, prótesis valvulares, 500 mg/12 h (5 días) 160-800 mg/12 h
Forma cólica: dolor abdominal y diarrea inflamatoria anemia hemolítica o (5 días)
inmunosupresión Ampicilina 1 g/8 h
Sección 4. Intestino delgado y colon

(7 días)
Campylobacter 24-48 h Carne, leche o Dolor abdominal, tenesmo y diarrea acuosa o inflamatoria En casos graves o diarrea Eritromicina Ciprofloxacino
jejuni contacto con En ocasiones manifestaciones extraintestinales: colecistitis, prolongada 250 mg/6 h (5 días) 500 mg/12 h
animales pancreatitis, cistitis, Guillain-Barré, glomerulonefritis (5 días)
contaminados y artritis
Yersinia 24-72 h Leche o contacto Dolor abdominal y diarrea inflamatoria En casos graves, adenitis TMP-SMZ Tetraciclina
enterocolítica con animales En niños puede ocasionar ileítis y adenitis mesentérica o manifestaciones 160-800 mg/12 h 500 mg/6 h
contaminados En ocasiones manifestaciones extraintestinales: exantema, extraintestinales (7 días) (7 días)
eritema nudoso, artritis y faringitis
E. coli Agua, leche Similar a Shigella En casos graves Ciprofloxacino TMP-SMZ
enteroinvasivo o alimentos 500 mg/12 h 160-800 mg/12 h
contaminados (5 días) (5 días)
E. coli 3-4 días Hamburguesas o Vómitos, dolor abdominal cólico, diarrea acuosa No indicado 1 –––– ––––

enterohemorrágico agua en y posteriormente sanguinolenta


contenedores Puede asociarse a sd. hemolítico urémico
Listeria 24 h Agua, verduras, Diarrea acuosa, vómitos, fiebre, mialgias y artralgias En casos moderados Ampicilina TMP-SMZ
monocytogeness y alimentos Diarrea grave con riesgo de bacteriemia y meningoencefalitis y graves 2 g iv/4h 10-20 mg/kg
procesados en inmunosupresión, neonatos, ancianos y embarazadas (14-28 días) 2 iv/24 h
(carne, lácteos, etc.)
TMP-SMZ: trimetropim-sulfametoxazol
1
La utilización de quinolonas o TMP-SMZ en pacientes infectados por el serotipo 0157 del E. coli enterohemorrágico que puede inducir la aparición de un síndrome urémico-hemolítico.
2
En pacientes con inmunosupresión asociar gentamicina 3 mg/kg iv /24 horas (en tres dosis).
TABLA 7. Epidemiología, clínica y tratamiento antibiótico de la diarrea aguda infecciosa por bacterias enterotoxígenas

Microorganismo Incubación Vía de contagio Manifestaciones Tratamiento antibiótico


Indicación Recomendado Alternativa
Vibrio cholerae 2-7 días Agua Diarrea acuosa que conduce a la deshidratación Siempre Doxiciclina
300 mg dosis única
Tetraciclina Ciprofloxacino
500 mg/6 h 500 mg/12 h
(3-5 días) (3-5 días)
Vibrio 24-72 Pescado Diarrea autolimitada En casos graves = Vibrio cholerae ––
parahemolítico horas o marisco crudo
Aeromonas 24-72 Agua y mariscos Diarrea autolimitada (en ocasiones diarrea inflamatoria) En casos graves Ciprofloxacino TMP-SMZ
y plesiomonas horas 500 mg/12 h 160-800 mg/12 h
(3-5 días) (3-5 días)
E. coli 24-48 Agua Diarrea del viajero En casos graves Ciprofloxacino TMP-SMZ
enterotoxigénico horas Diarrea acuosa y dolor abdominal 500 mg/12 h 160-800 mg/12 h
(3-5 días) (3-5 días)
Estafilococo 2-4 Nata y crema, Vómitos, dolor abdominal y diarrea autolimitados No indicado –– ––
aureus horas jamón, carne en 24-48 horas
enlatada
Bacillus cereus 8-10 Carne, patatas, Dolor abdominal y diarrea autolimitada en 24 horas No indicado –– ––
horas pasta, crema,
arroz frito
Clostridium 2-8 Carne precocinada Dolor abdominal y diarrea autolimitada en 24-36 horas No indicado –– ––
perfringens horas y recalentada
Clostridium Variable Toma reciente Colitis sin seudomembranas: diarrea acuosa, Siempre 2 Metronidazol Vancomicina oral 3
difficile de antibióticos1 dolor abdominal y fiebre 500 mg/8 h oral 125 mg/6 h
Colitis seudomembranosa: diarrea inflamatoria y fiebre (10-14 días) (10-14 días)
Puede evolucionar a megacolon tóxico
TMP-SMZ: trimetropim-sulfametoxazol
1
Clindamicina, ampicilina/amoxicilina, cefalosporinas, neomicina, metronidazol, quinolonas. 2 Retirar siempre el antibiótico responsable del cuadro clínico. 3 Indicada en casos graves (leucocito-
sis, fiebre alta, etc). En caso de evolución desfavorable (hipotensión, acidosis, megacolon toxico, etc) vancomicina 500 mgr/ 6 horas oral (o por sonda nasogastrica) asociada a metronidazol
500 mg iv/8 horas.

599
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa
TABLA 8. Epidemiología, clínica y tratamiento de la diarrea aguda infecciosa por virus y parásitos

600
Microorganismo Incubación Vía de contagio Manifestaciones Tratamiento específico

❱❱ Virus
Norkwalk (norovirus) 24-48 h Contacto personal, agua, marisco Causa más frecuente de diarrea aguda en adultos No requiere
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Rotavirus 48-72 h Contacto personal, agua, marisco Causa más frecuente de diarrea aguda en niños No requiere
Afecta habitualmente a niños menores de 2 años
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Adenovirus tipo 40 y 41 48-72 h Contacto personal Afecta habitualmente a niños No requiere
Vómitos, diarrea acuosa, cefalea y mialgias
Sección 4. Intestino delgado y colon

Citomegalovirus Variable Asociado a inmunosupresión Dolor abdominal, diarrea acuosa o inflamatoria Ganciclovir 5 mg/kg/12 h
(2-3 semanas)

❱❱ Parásitos
Giardia lamblia 1-2 semanas Contacto personal o agua Causa frecuente de diarrea en los países del Este Metronidazol 250-750 mg/8 h
de Europa y Nepal (7-10 días)
Dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea acuosa
Puede ocasionar también diarrea crónica
Entamoeba histolytica 1-3 semanas Agua Causa frecuente de diarrea en India, África, México Metronidazol 750 mg/8 h
y Sudamérica (10 días)
Diarrea inflamatoria
Riesgo de absceso hepático
Otros:
Criptosporidium 7-10 días En pacientes inmunodeprimidos Dolor abdominal cólico y diarrea con malabsorción Paromomicina 500 mg/6 h (14 días)
La diarrea por Criptosporidium en pacientes con y octreótido 100-200 mcg/8-12 h
inmunosupresión severa puede ocasionar deshidratación
Microsporidium Variable En pacientes inmunodeprimidos Albendazol 400 mg/12 h (21 días)
Isospora belli Variable TMP-SMZ 160-800 mg/12 h (7-14 días)

TMP-SMZ: trimetropim-sulfametoxazol.
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa

❱❱ Brote epidémico que se ha transmitido por 200 y cultivos negativos la endoscopia con toma
aguas sin higienizar (Giardia, Cryptosporidium). de biopsias puede aportar información valiosa
como la presencia de las típicas inclusiones cito-
Al igual que en el caso anterior, la sospecha de de-
plasmáticas características del citomegalovirus.
terminado tipo de agentes implica la necesidad de
Éste también puede estar presente en pacientes
una comunicación especial con el laboratorio. Así
con enfermedad inflamatoria intestinal tratados
ocurre ante la sospecha de Criptosporidium, Mi-
con corticoides, explicando la refractariedad al
crosporidium e Isospora belli, que requieren me-
tratamiento (capítulo 32).
dios de cultivo específicos. No es el caso de Giardia
lamblia o Entamoeba histolytica. ❱❱ En el paciente homosexual masculino con clí-
nica de proctitis. En estos pacientes la afecta-
Endoscopia
ción de los últimos 15 cm sugiere infección por
La exploración endoscópica del intestino grueso, herpes-virus, gonococo, clamidias o sífilis. Si la
generalmente combinada con la biopsia para cul- colitis se extiende más proximalmente debe
tivo y/o estudio histológico, es un procedimiento pensarse en una infección por Campylobacter,
útil en aquellos pacientes con clínica de proctitis Shigella, Clostridium difficile o Clamydia.
(tenesmo, dolor rectal, presencia de moco y pus
Con menor frecuencia, se utilizan el aspirado
en la deposición). En estos casos constituye una
duodenal o la panendoscopia oral con biopsia. Su
valiosa ayuda para establecer un diagnóstico dife-
contribución puede ser importante cuando existe
rencial con otras entidades que cursan con diarrea
sospecha clínica de infecciones por Giardia, Mi-
inflamatoria, como la enfermedad de Crohn, la co-
crosporidium, Criptosporidium o Mycobacterium
litis ulcerosa o la colitis isquémica (figura 2). Otras
avium. La figura 3 resume en forma de algoritmo
situaciones en las cuales la sigmoidoscopia tiene
los conceptos primordiales respecto al diagnóstico
especial utilidad son las siguientes 3:
y tratamiento de la diarrea aguda infecciosa.
❱❱ Cuando se sospecha una colitis por C. difficile;
en este caso la demostración de seudomem-
branas permite adoptar medidas terapéuticas, Tratamiento
antes de recibir el resultado de los cultivos.
Los principios básicos del tratamiento son: prevenir
❱❱ En el huésped inmunodeprimido. En los enfer- o corregir la deshidratación, mejorar los síntomas y
mos con sida, con un recuento de CD4 inferior a controlar la infección.

A B C

Figura 2. La sigmoidoscopia, combinada con la toma de biopsias, permitirá establecer un diagnóstico diferencial con otras enti-
dades que pueden cursar con diarrea inflamatoria, como por ejemplo la enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis isquémica o
la colitis seudomembranosa.

601
Sección 4. Intestino delgado y colon

Diarrea aguda

Considerar: Valorar:
Toxiinfección alimentaria Enfermedades asociadas
Abuso dietético Viajes recientes
Fármacos, en especial antibióticos Homosexualidad
Estrés psicológico Estado de inmunodeficiencia

< 2-3 días > 2-3 días Toxicidad


Ausencia de toxicidad Ausencia de toxicidad (deshidratación, fiebre,
diarrea inflamatoria)

Investigar
Tratamiento sintomático
leucocitos en heces
Hospitalización
Coprocultivos
Parasitocultivos
Sigmoidoscopia
Cede Persiste < 3/campo > 3/campo

Fluidoterapia
Antibioterapia empírica
Tratamiento sintomático (ciprofloxacino o
TMP-SMZ)

Persiste
Cede Coprocultivos
> 7-10 días
Parasitocultivos

Negativos Positivos

Valorar repetir cultivos


o ensayo terapéutico Tratamiento específico

Persiste la diarrea Derivar para estudio de diarrea crónica

Figura 3. Algoritmo de actuación ante el paciente con sospecha de diarrea aguda infecciosa.

602
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa

Reposición hidroelectrolítica su alta osmolaridad y al exceso de azúcares que


aportan.
La reposición de líquidos es el tratamiento común
a todos los episodios de diarrea. La forma de ad- ❱❱ Si existen signos de deshidratación severa –hi-
ministración, oral o intravenosa, así como su com- potensión en decúbito o alteraciones en el nivel
posición dependen de la condición general del en- de conciencia– o vómitos persistentes que impi-
fermo4. den la ingesta oral se utilizará la ruta intraveno-
sa para rehidratar.
❱❱ Los pacientes sin signos apreciables de deshi-
dratación –frecuencia cardiaca y TA, normales–, Tratamiento sintomático
no requieren otra medida que un aporte líquido
Los antidiarreicos, como la loperamida, difenoxila-
en forma de caldos elaborados con hidratos de
to y codeína, suelen disminuir el número de depo-
carbono, zumos, cola o té sin cafeína. Pueden
siciones y limitan las pérdidas acuosas y electrolíti-
ser útiles algunas bebidas isotónicas, ordina-
cas. Estos fármacos ejercen su acción reduciendo
riamente utilizadas por muchos deportistas,
la motilidad y enlenteciendo el tránsito intestinal,
como procedimiento de reposición energética e
aunque tienen también una mínima acción redu-
hidroelectrolítica. En la medida en que el enfer-
ciendo la secreción intestinal. La loperamida es el
mo mejore, puede iniciarse paulatinamente una más comúnmente utilizado, debiéndose realizar
dieta a base de alimentos blandos y astringentes una toma inicial de 4 mg y posteriormente tomas
(arroz, jamón cocido, carne de pollo o pescado de 2 mg después de cada deposición líquida, sin
blanco al vapor, patata y manzana cocida, pan llegar a sobrepasar los 16 mg/día. Existe cierta con-
tostado), incorporando posteriormente proteí- troversia sobre el papel que una inhibición profun-
nas y finalmente grasas. Como es obvio, deben da de la motilidad pudiera desempeñar en la pato-
evitarse aquellas bebidas que pueden agravar génesis del megacolon tóxico, de ahí que deban ser
la diarrea, como el alcohol y los productos que utilizados con precaución o incluso no emplearse
contienen sorbitol, así como los alimentos ricos en los casos de diarrea inflamatoria 7.
en fibra. La leche y otros productos lácteos, a
excepción del yogur, también deben evitarse Otros fármacos con potencial antidiarreico son el
dado que tanto los virus como ciertas bacterias subsalicilato de bismuto y el racecadotrilo. El sub-
suelen provocar un déficit transitorio de lactasa salicilato de bismuto tiene un efecto antibacteriano
directo, estimula la reabsorción de sodio y agua y
en el intestino.
fija enterotoxinas bacterianas. La posología em-
❱❱ Si el enfermo muestra moderados signos de pleada es de 524 mg (2 comprimidos) cada hora
deshidratación –hipotensión ortostática o ta- hasta el cese de la diarrea o un máximo de 8 to-
quicardia en decúbito– debe recurrirse a solu- mas. El racecadotrilo actúa inhibiendo la encefali-
ciones para la rehidratación oral (SRO), elabora- nasa intestinal, reduciendo la secreción de agua y
das según las recomendaciones de la OMS: 3,5 electrolitos a la luz intestinal, por lo que tiene su
g de ClNa; 2,5 g de CO3HNa; 1,5 g de ClK y 20 utilidad en el tratamiento de la diarrea aguda acuo-
g de glucosa (o 40 g de sacarosa), procediendo sa o secretora. Diversos estudios randomizados con
a la disolución de todo ello en 1 litro de agua. placebo y loperamida han confirmado su eficacia y
Esta fórmula, sin embargo, estaba calculada seguridad tanto en niños como en adultos. La admi-
para una pérdida alta de sodio (90 meq/l de nistración de 100 mg/8 horas ha demostrado acor-
sodio) por lo que en estos momentos se acon- tar el periodo sintomático de la diarrea, disminuir
sejan soluciones con menor cantidad de este el número de deposiciones y reducir la necesidad
ion y menor osmolaridad (inferior a 250 mOsm/ de rehidratación 8.
kg). Estos productos están comercializados por
la industria farmacéutica, pero pueden ser ela- Antibióticos
borados en el propio domicilio diluyendo en un El tratamiento antibiótico en la diarrea infecciosa
litro de agua el zumo de un limón, media cu- es controvertido. La mayor parte de los cuadros de
charadita (1,8 g) de sal fina, media cucharadita diarrea aguda infecciosa van a ser leves y autolimi-
(1,8 g) de bicarbonato y 4 cucharadas soperas tados en el tiempo, por lo que no precisan trata-
(40 g) de azúcar. Los refrescos comerciales no miento antibiótico. Además, la antibioterapia pue-
son recomendables en esta situación debido a de retrasar la eliminación de la salmonela en heces,

603
Sección 4. Intestino delgado y colon

favorecer el desarrollo de resistencias bacterianas, alimentos o bebidas contaminadas. La diarrea sue-


alteraciones en la microbiota intestinal, y aumen- le aparecer varios días después de haber llegado a
tar el riesgo de desarrollar un síndrome hemolítico la zona y, en ocasiones, incluso después del regreso
urémico en pacientes infectados por el serotipo al país de origen 10.
0157 del E. coli enterohemorrágico 5.
Dado que la mayoría de los episodios se resuelven de
La indicación de iniciar tratamiento antibiótico en un modo espontáneo, no se requiere un tratamiento
una diarrea aguda depende de dos factores: el específico, y basta con adoptar medidas dietéticas y
microorganismo responsable y el tipo de paciente de rehidratación oral y administrar un antidiarreico,
sobre el que incide la infección. Las tablas 6, 7 y 8 como loperamida. El tratamiento antibiótico con qui-
exponen las indicaciones de tratamiento antibióti- nolonas (ciprofloxacino 500 mg/12 h o norfloxacino
co en función de la etiología, especificando el anti- 400 mg/12 h durante 3 días) o azitromicina (500
biótico de elección 5,9. Respecto al paciente, existe mg o 1.000 mg en una sola dosis) ha demostrado
consenso en que determinadas circunstancias son acortar la duración de los síntomas cuando éste
subsidiarias de tratamiento antibiótico con inde- se administra en las primeras 24 h. Sin embargo,
pendencia del agente causal: 1) diarrea aguda con solamente se debe emplear en aquellos casos de
criterios de gravedad (tabla 4); 2) edades extremas afectación más grave (más de 4 deposiciones/día, o
(lactantes o ancianos); 3) inmunosupresión o enfer- bien fiebre o presencia de moco, sangre y pus en las
medad crónica grave; 4) prótesis valvular cardiaca; heces) o cuando existe una enfermedad sistémica
5) anemia hemolítica. En estos casos, se puede uti- de base (enfermedad cardiovascular, insuficiencia
lizar empíricamente una quinolona via oral (cipro- renal o inmunosupresión) 7. Rifaximina a la dosis de
floxacino 500 mg/12 h; norfloxacino 400 mg/12 200 mg/8 horas durante 3 días ha demostrado ser
h; o levofloxacino 500 mg/24 h) hasta disponer del eficaz en la diarrea acuosa no disenteriforme (90%
resultado del coprocultivo. En caso de alergia o sos- de los casos de diarrea del viajero) 11.
pecha de infección por Campylobacter resistente
a quinolonas, se puede utilizar azitromicina (500 Clostridium difficile y diarrea
mg/24 h) trimetropim-sulfametoxazol (160-800
relacionada con antibióticos (DRA)
mg/12 h). El empleo de probióticos del género Lac-
tobacillus podría acortar la duración de la diarrea. La diarrea es un síntoma que aparece en el 5% de
Sin embargo, no está claro si estos modestos bene- los pacientes tratados con antibióticos, especial-
ficios justifican el uso rutinario de los mismos en mente cefalosporinas, clindamicina y ampicilina.
una patología que en la mayoría de los casos cede Los mecanismos que pueden explicar este síndro-
espontáneamente en 2-3 días. me son diversos y no siempre guardan relación con
la proliferación de Clostridium difficile. Éste es un
bacilo anaerobio, presente en menos del 3% de los
Situaciones especiales sujetos sanos, que llega a identificase en el 10%
de los casos de DRA registrados en la comunidad
Diarrea del viajero y en el 60% de los ocurridos en pacientes hospi-
talizados. Deben distinguirse tres formas clínicas:
La prevalencia de diarrea en turistas del mundo oc-
1) diarrea leve sin colitis (forma más frecuente).
cidental que viajan por áreas subdesarrolladas o en
Este tipo evolutivo no siempre se relaciona con la
vías de desarrollo se cifra en alrededor del 40%. En
proliferación de C. difficile, pudiendo tratarse, en
general, se trata de un proceso leve y autolimitado,
algunos casos, de una diarrea osmótica relacionada
pero puede tener ciertas consecuencias en pacien-
con un déficit en la fermentación de carbohidratos
tes con enfermedades de base, y no deja de ser un
en el colon; 2) otro subgrupo desarrolla colitis sin
trastorno de notable magnitud al distorsionar un
seudomembranas. Suelen presentar diarrea acuo-
periodo vacacional o un viaje de trabajo.
sa, dolor abdominal y fiebre de bajo grado; 3) el
La mayoría de los episodios son producidos por tercer grupo incide en personas mayores, a menu-
cepas de E. coli, especialmente enterotoxígenas. do hospitalizadas, con comorbilidades y deterioro
Otros agentes implicados son las bacterias del de la condición inmune. Este grupo desarrolla con
genero de Salmonella y Shigella y parásitos como frecuencia colitis seudomembranosa con diarrea
Giardia lamblia y Entamoeba histolytica. En todos mucosanguinolenta, fiebre alta y leucocitosis (fi-
los casos, la transmisión es fecal oral, a través de gura 2). Pueden presentarse complicaciones graves

604
39. Diarrea aguda de naturaleza infecciosa

como deshidratación, hipoalbuminemia y acidosis y dicitis y se han descrito casos de colitis isquémica.
se han descrito casos de megacolon tóxico, perfora- Dos hechos deben despertar la sospecha clínica: la
ción y sepsis con peritonitis 12. ausencia de fiebre y el predominio de sangre en las
heces (E- coli O157/H7 es la causa más frecuente
El diagnóstico debería sospecharse ante cualquier
de diarrea con sangre de origen infeccioso). En-
paciente que desarrolle diarrea durante el curso de
tre un 5%-15% desarrollan un síndrome urémico-
un tratamiento antibiótico o en las 6-8 semanas si-
hemolítico, caracterizado por la triada: anemia
guientes a su interrupción y puede ser confirmado
microangiopática, fallo renal (50% requieren diá-
mediante la investigación de la toxina de C. difficile
en las heces (80-95% sensibilidad; 99% especificidad) lisis) y trombocitopenia. Su mortalidad es del 5%.
o por cultivo tisular. La colonoscopia debe reservarse Un serotipo distinto del O157/H7, el O104:H4 fue
para los casos dudosos o que requieren un diagnósti- el causante de la epidemia ocurrida en el norte de
co rápido debido a su condición de gravedad. La mu- Alemania en el año 2011 donde la frecuencia de
cosa suele mostrar un aspecto eritematoso, granular síndrome urémico-hemolítico se elevó al 25% con
y friable con ulceración y seudomembranas típicas. una tasa de mortalidad del 3,3% 14.
Hasta un 30% no muestra seudomembranas o éstas
quedan limitadas al colon derecho. El metronidazol Diarrea en pacientes
y la vancomicina, en los casos en que el primero fra- inmunodeprimidos
casa, administrados por vía oral constituyen el trata-
miento de elección 13 (tabla 8). Aquellos pacientes con enfermedades que conlle-
van un estado de inmunosupresión tienen un ries-
En la última década se ha aislado una nueva cepa go aumentado de infección por patógenos entéri-
de Clostridium difficile caracterizada por un mayor cos. Dentro de este grupo, los pacientes con sida
grado de virulencia, resistencia a fluoroquinolonas tienen un riesgo especialmente alto. Hasta un 60%
y mayor morbimortalidad. Esta cepa, denominada de estos pacientes desarrollan diarrea en los paí-
NAP1/BI/027, expresa una toxina binaria, similar ses desarrollados y hasta un 95% en los países en
a la de Clostridium perfringens, y carece del gen vías de desarrollo. Una investigación de bacterias
que regula de forma negativa la expresión de las y parásitos está indicada en cualquier paciente con
toxinas A y B. Se la ha relacionado con una mayor sida o inmusupresión de otro origen que presente
frecuencia de casos de megacolon tóxico, reaccio- diarrea. Su finalidad es la identificación de micro-
nes leucemoides, shock, necesidad de colectomía organismos más comunes y la búsqueda intencio-
y fallecimientos. En estos casos, el tratamiento de nada de Criptosporidium, Microsporidium, Isospora
elección es vancomicina 125 mg/6 horas vía oral, belli, Mycobacterium avium intracelular, Chlamydia
que se puede aumentar a 500 mg/6 horas y asociar y Giardia. Si los cultivos son negativos se debe rea-
metronidazol 500 mg/8 horas si existe una evolu- lizar una sigmoidoscopia con toma de biopsias, que
ción desfavorable (hipotensión, acidosis láctica, puede revelar colitis por citomegalovirus, colitis is-
megacolon tóxico) 13. quémica o sarcoma de Kaposi. Si ésta no muestra
alteraciones, puede llevarse a cabo una panendos-
Escherichia coli O157/H7 copia oral con biopsia y un aspirado y cultivo del
jugo duodenal que puede demostrar la presencia
El serotipo O157/H7 del E. coli enterohemorrágico
de Giardia lamblia y Norovirus entre otros. El tra-
(productor de toxina Sigha) es una causa frecuente
tamiento de estos pacientes vendrá condicionado
de casos epidémicos y esporádicos de diarrea in-
por el agente causal 7 (tabla 8).
fecciosa y representa un serio problema de salud
pública debido a las complicaciones potencialmen-
te letales que comporta. La mayoría de los brotes Bibliografía
se relacionan con el consumo de carne de terne-
ra poco cocinada. Otros vehículos son la leche, así 1. Thielman NM, Guerrant RL. Acute infectious
como frutas, hortalizas y agua contaminada. Una diarrhea. N Engl J Med 2004;350:38-47.
pequeña cantidad de inóculo puede causar una 2. Montoro M. Gastroenteritis infecciosas. En:
Farreras-Rozman (ed.). Medicina interna. 16ª
enfermedad clínicamente relevante, pero solo un edición. Elsevier, Barcelona 2008;222-230.
20% de las personas afectadas llega a consultar con 3. Blesa E, Montoro MA. ¿Cuándo debo solicitar
el médico. Algunos pacientes presentan dolor en la un coprocultivo y cuándo una exploración en-
fosa ilíaca derecha imitando el curso de una apen- doscópica? En: Piqué J.M (ed.). Claves para un

605
Sección 4. Intestino delgado y colon

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nes for the management of infectious diarrhea. 12. Sánchez-Puértolas AB, Montoro MA. ¿Cuáles
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9. Pawlowski SW, Warren CA, Guerrant R. Diagno- M, Heiden MN et al. Eng J Med; 2011: Epidemic
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10. DuPont HL. Systematic review: the epidemio- minary Report June 22, 2011 (10.1056/NE-
logy and clinical features of travellers’ diarr- JMoa1106483).

606
40 Pólipos y poliposis
colorrectales
Leticia Moreira, Antoni Castells, Sergi Castelví
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic. Barcelona

Pólipos colorrectales Objetivos de este capítulo


Se denomina pólipo a todo tumor circunscrito que ❱❱ Establecer las estrategias de cribado y
protruye desde la pared hacia la luz intestinal. La vigilancia en pacientes con pólipos y
definición obedece, por tanto, a una descripción poliposis colorrectales.
macroscópica, con independencia de las caracterís-
❱❱ Identificar los factores de riesgo asociados
ticas histológicas de la lesión. Según la superficie de
a la transformación carcinomatosa.
fijación a la pared intestinal, los pólipos pueden ser
pediculados o sesiles (figura 1). En relación con el
número de lesiones pueden ser únicos o múltiples; REFERENCIAS CLAVE
cuando el número de pólipos es muy elevado se 1. Grupo de trabajo de la guía de práctica
habla de poliposis intestinal (véase más adelante). clínica de prevención del cáncer colorrectal.
Los pólipos colorrectales se clasifican según sus Guía de práctica clínica de prevención del
características histológicas en adenomatosos (60- cáncer colorrectal. Barcelona, Asociación
70%), hiperplásicos o serrados (10-30%) y una Española de Gastroenterología, Sociedad
miscelánea (10-20%) que incluye pólipos inflama- Española de Medicina de Familia y Comuni-
torios, juveniles, hamartomatosos y otras lesiones taria, y Centro Cochrane Iberoamericano,
no mucosas1. 2009.
2. Andreu M, Ferrández A. Pólipos
Etiopatogenia colorrectales y poliposis intestinal. En:
Ponce J, ed. Tratamiento de las enfermeda-
Diversos estudios epidemiológicos y de intervención des gastroenterológicas. Barcelona, Doyma,
han demostrado de manera inequívoca que el ade- 2011:345-358.
noma del colon constituye una lesión premaligna.
Además, se han podido establecer las alteraciones
genéticas que participan en la secuencia adenoma-
do de displasia. Esta última situación no es distinta
carcinoma (véase Cáncer colorrectal). La probabili-
dad de transformación carcinomatosa aumenta en del carcinoma in situ (pTis de la clasificación TNM),
relación con el tamaño de la lesión, la proporción del en el cual los focos neoplásicos no superan la capa
componente velloso y la edad (figura 2). muscularis mucosae y, por tanto, posee una nula
capacidad de diseminación (figura 3). Es impor-
Anatomía patológica tante diferenciar esta entidad del pólipo maligno
(pT1), el cual representa un adenoma con áreas de
Pólipos adenomatosos transformación carcinomatosa que se extienden a
Los pólipos adenomatosos o adenomas constituyen la capa submucosa y, en consecuencia, constituye
una proliferación no invasiva de células epiteliales. un carcinoma invasivo precoz, con capacidad de
El 85% son adenomas tubulares (menos de un 20% diseminación.
de componente velloso), el 10% son tubulovellosos
Pólipos hiperplásicos o serrados
y el 5% son vellosos (más de un 80% de componen-
te velloso). En función de las anormalidades citoló- Los pólipos hiperplásicos constituyen el 10-30%
gicas y estructurales pueden ser de bajo o alto gra- de todos los pólipos del colon, lo que los convierte

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 607
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 1. Los pólipos pueden ser pediculados o sesiles, según la superficie de fijación a la pared intestinal. La figura muestra
ejemplos de pólipos pediculados (arriba) y sesiles (abajo)

en los pólipos no neoplásicos más frecuentes. Son nominados pólipos serrados) pueden progresar a
más prevalentes en personas de edad avanzada cáncer colorrectal. Los pólipos serrados compren-
y suelen localizarse en la parte distal del colon y den un grupo heterogéneo de lesiones con una
en el recto. En general, los pólipos son pequeños, característica común: la presencia de una arqui-
habitualmente inferiores a 5 mm. Sin embargo, su tectura en “dientes de sierra” en el epitelio de la
aspecto macroscópico es indistinguible del de los cripta, con o sin la presencia de displasia citológi-
adenomas1. Tradicionalmente se ha considerado ca2. Existen cuatro tipos de pólipos serrados: 1) pó-
que los pólipos hiperplásicos no tienen potencial lipos hiperplásicos, 2) adenomas serrados sesiles,
de malignización, sin embargo, estudios recien- 3) adenoma serrados tradicionales y 4) adenomas
tes han demostrado que algunos subtipos de los mixtos. Los pólipos serrados que no tienen displa-
llamados pólipos hiperplásicos (actualmente de- sia son los pólipos hiperplásicos y los adenomas

608
40. Pólipos y poliposis colorrectales

siendo estas ultimas dos variables, las de mayor


importancia.
Edad Tamaño
Pólipos inflamatorios
Se forman como consecuencia del proceso regene-
Potencialidad de rativo de un foco inflamatorio, por lo que carecen
transformación de potencial de degeneración neoplásica. Pueden
maligna alcanzar un tamaño notable y se encuentran en la
enfermedad inflamatoria intestinal, la esquistoso-
miasis crónica, la colitis amebiana o la disentería
% componente bacilar, entre otras.
velloso Pólipos hamartomatosos
Son consecuencia de la proliferación de células ma-
duras de la mucosa. Se presentan principalmente
Figura 2. Factores que influyen en la transformación maligna en elcontexto de dos entidades clínicas: la poliposis
de un pólipo adenomatoso.
juvenil y el síndrome de Peutz-Jeghers.

Manifestaciones clínicas
serrados sesiles, mientras que los pólipos serrados La mayoría de pólipos son detectados en el trans-
que característicamente presentan displasia citoló- curso de exploraciones endoscópicas indicadas
gica incluyen a los adenomas serrados tradicionales por motivos diversos y corresponden a pólipos
y a los adenomas mixtos. El adenoma serrado sésil hiperplásicos o adenomas tubulares de pequeño
se considera la lesión precursora de cáncer colo- tamaño, los cuales no tienen traducción clínica. En
rrectal a través de la llamada vía serrada de carci- los casos sintomáticos, la presencia de anemia por
nogénesis3. La prevalencia de pólipos serrados es pérdidas crónicas en heces y la rectorragia consti-
alta a expensas de los pólipos hiperplásicos distales tuyen las manifestaciones más frecuentes. Los ade-
(25,7%), descendiendo hasta 7,9% al considerar nomas localizados en el recto suelen manifestarse
sólo los situados en colon derecho y a 1,4-2,3% si con tenesmo y emisión rectal de sangre y moco. En
se trata de pólipos serrados mayores a 1 cm4,5. El ocasiones, los adenomas vellosos en esta localiza-
riesgo de malignización está condicionado por las ción liberan cantidades elevadas de moco rico en
características histológicas, el número de pólipos, potasio que pueden conducir a hipopotasemia y
el tamaño mayor a 1 cm y la localización proximal, alcalosis metabólica.

Mucosa

Muscular
mucosae

Submucosa

Muscular

Serosa

Figura 3. Diferencias entre carcinoma in situ y carcinoma “invasivo”

609
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 4. Imagen de un pólipo sésil. Procedimiento de la polipectomía con el asa de diatermia.

Diagnóstico a

El método diagnóstico de elección es la colonosco-


pia, ya que no sólo consigue determinar el núme-
ro, tamaño y localización de los pólipos, sino que
además permite la obtención de biopsias para su
evaluación histológica y realizar su exéresis. Sin em-
bargo, a pesar de ser la mejor técnica disponible,
hasta un 15% de las lesiones de tamaño inferior a
1 cm pueden pasar desapercibidas. La colonosco-
pia virtual es una técnica de reciente introducción
que posee un rendimiento diagnóstico similar a la
colonoscopia para las lesiones superiores a 8 mm. b
El uso de nuevas técnicas endoscópicas como la
cromoendoscopia, NBI (de alta resolución) no está
aún protocolizado y debe considerarse de forma in-
dividualizada (por ejemplo, para la delimitación de
pólipos planos).

Tratamiento
El tratamiento de elección de los adenomas co-
lorrectales es la polipectomía endoscópica (figu-
ra 4). Mediante este procedimiento, que puede
realizarse con asa o pinzas cauterizantes, es posible Figura 5. Imágenes histológicas de pólipos adenomatosos
efectuar la exéresis completa de más del 90% de (a). Pólipo pediculado revestido de mucosa normal. En la
parte cefálica se aprecia proliferación adenomatosa de
las lesiones. En un porcentaje reducido de casos, el
seudoglándulas tubulares que no invaden el tallo (b). Pólipo
tratamiento de los adenomas colorrectales incluye malignizado que en el margen lateral superficial conserva un
la resección quirúrgica, ya sea convencional o por área de adenoma residual y en el centro infiltra la mucosa y
vía laparoscópica. En la mayoría de ocasiones, ello muscular propia. Cortesía del Dr. Ortego.
se debe a la existencia de pólipos sesiles o planos,
con una base de implantación amplia. grado o carcinoma in situ (pTis), la resección endos-
En los casos en los que ha sido posible efectuar la cópica debe considerarse suficiente. Sin embargo,
polipectomía endoscópica y el análisis histológico cuando el estudio anatomopatológico demuestra la
revela la presencia de focos de displasia de alto existencia de un carcinoma invasivo (afectación de

610
40. Pólipos y poliposis colorrectales

la submucosa), habitualmente debe procederse a TABLA 1. Clasificación de los síndromes de poliposis


una colectomía segmentaria, ya que hasta un 10% intestinal
de estos pacientes presentan extensión de la enfer-
medad más allá de los márgenes de resección o en
ganglios locorregionales (figura 5). No obstante, si ❱❱ Hereditarios
coexisten varios factores de buen pronóstico (mar- • Adenomatosos
gen de resección libre de enfermedad, carcinoma – Poliposis adenomatosa familiar
bien o moderadamente diferenciado y ausencia de – Poliposis adenomatosa familiar atenuada
afectación vascular o linfática) el tratamiento en- – Poliposis asociada al gen MYH
doscópico puede ser suficiente6.
– Síndrome de Gardner

Vigilancia postpolipectomía – Síndrome de Turcot


• Hamartomatosos
Los pacientes que han desarrollado un adenoma en
– Síndrome de Peutz-Jeghers
el colon tienen una mayor probabilidad de presen-
tar otros pólipos durante el seguimiento. Ello suce- – Poliposis juvenil
de con mayor frecuencia cuando la lesión inicial es – Neurofibromatosis
múltiple, mayor de 1 cm o con componente vello- – Síndrome de Cowden
so7. Por ello, una vez comprobada la extirpación de – Síndrome de Bannayan-Ruvalcaba-Riley
todas las lesiones, los pacientes deben ser incluidos ❱❱ No hereditarios
en programas de vigilancia endoscópica. La periodi-
• Síndrome de Cronkhite-Canada
cidad de las exploraciones dependerá de las carac-
• Poliposis serrada
terísticas y número de pólipos, la edad de presen-
tación y la existencia de antecedentes familiares de
adenoma o cáncer colorrectal8. Brevemente, pue-
den establecerse las siguientes recomendaciones:
plasia de bajo grado, este intervalo puede ser
❱❱ En los pacientes con un adenoma con áreas de 5 ó 10 años.
de carcinoma invasivo tratado mediante poli-
❱❱ En pacientes con pólipos hiperplásicos rectales
pectomía endoscópica y que cumple todos los
de pequeño tamaño se recomienda la siguiente
criterios de buen pronóstico mencionados debe
colonoscopia a los 10 años.
realizarse una colonoscopia con toma de biop-
sias en un periodo de 3 meses con el fin de con- La frecuencia de sucesivas exploraciones depende-
firmar la resección completa de la lesión. rá de los hallazgos de la colonoscopia previa6.
❱❱ Así mismo, en pacientes con adenomas sesiles Pólipos colorrectales
de más de 2 cm resecados de forma fragmen-
tada, se recomienda una nueva colonoscopia Las poliposis intestinales pueden clasificarse en dos
en un periodo de 3-6 meses para confirmar la grandes categorías en función de que sean o no he-
resección completa. reditarias9. A su vez, las primeras pueden subdividirse
❱❱ En los pacientes con más de 10 adenomas se según la estirpe histológica de los pólipos (tabla 1).
debería realizar una colonoscopia en menos de
3 años y valorar la posibilidad de un síndrome
Poliposis adenomatosa familiar (PAF)
polipósico. La PAF es el síndrome polipósico más frecuente,
con una incidencia de 1 caso por cada 20.000 ha-
❱❱ En los pacientes que presentan adenomas múl-
bitantes. Se trata de una enfermedad hereditaria
tiples (3-10) o un adenoma avanzado (> 10 mm,
autosómica dominante caracterizada por la presen-
con componente velloso o displasia de alto
cia de múltiples pólipos adenomatosos (mayor de
grado), el intervalo desde la exploración basal
100) a lo largo de todo el intestino grueso (figura 6).
hasta la primera colonoscopia de seguimiento El desarrollo de pólipos suele iniciarse a partir de la
debería ser de 3 años. pubertad, aunque habitualmente no ocasionan sin-
❱❱ En los pacientes con 1 ó 2 adenomas tubulares tomatología hasta los 30-35 años de edad. Se trata
de pequeño tamaño (menor de 10 mm) y dis- de una enfermedad con un alto potencial de malig-

611
Sección 4. Intestino delgado y colon

Anatomía patológica
Como su nombre indica, los pólipos son de estirpe
adenomatosa, pudiendo coexistir en el intestino las
tres variedades (tubulares, túbulo-vellosos y vello-
sos). En general, son pólipos de pequeño tamaño
(inferiores a 5 mm) que cubren difusamente la mu-
cosa del colon.
La mayoría de los pacientes presentan lesiones gas-
troduodenales asociadas. Mientras que los pólipos
gástricos suelen ser no neoplásicos (hiperplasia
Figura 6. Pieza de resección de una poliposis adenomatosa glandular fúndica), los pólipos duodenales son de
familiar. Obsérvese la proliferación de cientos de pólipos que naturaleza adenomatosa, se localizan preferen-
emergen de la mucosa temente en la región periampular y su incidencia
aumenta con la edad. Los pólipos duodenales se
pueden clasificar en 4 estadios de acuerdo a la cla-
nización, de manera que si no se efectúa tratamien- sificación de Spiegelman, tomando en cuenta sus
to quirúrgico, la práctica totalidad de pacientes de- características endoscópicas e histológicas, siendo
sarrollarán un carcinoma colorrectal antes de los 40 el estadio IV el que tiene mayor riesgo de cáncer
años de edad9. Así mismo, presentan también un (tabla 2).
riesgo aumentado de neoplasias extracólicas.
Manifestaciones clínicas
Etiopatogenia
Las manifestaciones clínicas son inespecíficas. Los
La presencia de una mutación germinal en el gen síntomas más frecuentes son rectorragia o hemato-
APC -adenomatous polyposis coli-, localizado en el quecia, dolor abdominal y diarrea. Sin embargo, las
cromosoma 5q, es responsable de la mayoría de los manifestaciones de esta enfermedad no se hallan
casos de PAF. La existencia de mutaciones germina- limitadas al colon y recto, sino que pueden ser de-
les en este gen permite el diagnóstico molecular de bidas a la existencia de pólipos gastroduodenales o
la enfermedad y, consecuentemente, su aplicación a la presencia de tumores de partes blandas (des-
en el cribado familiar de la misma. La localización moides, fibromas), quistes dentarios, y osteomas
de la mutación determina el espectro clínico de la en maxilares, cráneo y huesos largos (figura 7). La
enfermedad. En este sentido, se ha descrito una va- asociación con estas manifestaciones extracolínicas
riante denominada poliposis adenomatosa familiar se denomina síndrome de Gardner, y constituye
atenuada (PAFA) que se caracteriza por un inicio una variante de la poliposis adenomatosa familiar.
más tardío y un menor número de pólipos locali- Es frecuente observar hipertrofia congénita del epi-
zados de manera preferente en el colon derecho, y telio pigmentario de la retina1.
cuya alteración molecular consiste en la presencia
de mutaciones en el extremo 5’ del gen APC. En Diagnóstico
estos casos, el desarrollo de cáncer colorrectal no El hallazgo de una mucosa colónica tapizada de
suele producirse hasta la quinta década de la vida múltiples pólipos de diversos tamaños es casi pa-
y desde un punto de vista fenotípico a menudo se tognomónico de la PAF. No obstante, es necesario
plantea el diagnóstico diferencial con otras formas comprobar su naturaleza adenomatosa mediante
familiares de cáncer colorrectal, como el cáncer estudio histológico. El diagnóstico de PAFA debe
colorrectal hereditario no asociado a poliposis. En
sospecharse cuando un individuo presenta 10 o
general, se encuentra una mutación en el gen APC
más adenomas en una o en sucesivas colonosco-
en el 85% de las familias con PAF clásica y tan sólo
pias.
en el 20-30% de los casos de PAFA. Recientemen-
te se ha implicado al gen MUTYH como el segundo Dada la posible existencia de manifestaciones ex-
responsable de esta enfermedad. Las mutaciones traintestinales, una vez establecido el diagnóstico
en este gen explican 10-20% de los casos de PAF de PAF es necesario realizar una fibrogastroscopia,
clásica y 30% de los casos de PAFA (ver apartado un examen del fondo de ojo y una ortopantomo-
siguiente de Poliposis asociada al gen MYH). grafía. Posteriormente se recomienda realizar una

612
40. Pólipos y poliposis colorrectales

TABLA 2. Clasificación de Spiegelman de los adenomas duodenales en la poliposis adenomatosa familiar.

1 2 3

Número 1-4 5-20 >20


Tamaño (mm) 1-4 5-10 >10
Histología Tubular Túbulo-velloso Velloso
Displasia Bajo grado Moderada Alto grado

Estadio I: 4 puntos; Estadio II: 5-6 puntos; Estadio III: 7-8 puntos; Estadio IV: 9-12 puntos.

endoscopia gastroduodenal con visión lateral cada Existen evidencias consistentes de la regresión de
4-5 años a partir de los 25-30 años. los adenomas mediante un tratamiento prolonga-
do con antiinflamatorios no esteroideos (sulinda-
La identificación del gen APC como responsable co y celecoxib, entre otros)10,11. Sin embargo, es
de esta enfermedad ha permitido desarrollar importante señalar que los pólipos reaparecen al
técnicas moleculares para el diagnóstico presin- interrumpir el tratamiento y que la administración
tomático de la misma. Si no se encuentra muta- de este fármaco no elimina el riesgo de transfor-
ción en el gen APC se procede a analizar el gen mación neoplásica. Además estos fármacos se
MUTYH. En el caso de PAFA, especialmente si el asocian a un aumento del riesgo cardiovascular,
patrón de herencia es recesivo, se recomienda gastrointestinal y renal. Por este motivo, su admi-
iniciar el estudio genético por el gen MUTYH y nistración únicamente está aceptada como terapia
en caso negativo continuar con el gen APC. Una adyuvante a la cirugía en pacientes con pólipos re-
vez identificada la mutación, se recomienda rea- siduales y nunca como alternativa a la misma. En el
lizar el test genético en el resto de miembros de momento actual, no está justificada su administra-
la familia, indicándose a partir de los 10-12 años, ción en pacientes con adenomas duodenales, en
previo al desarrollo de los síntomas. la prevención primaria en pacientes portadores de
mutaciones en el gen APC, ni en la prevención de
Tratamiento la recurrencia tras el tratamiento quirúrgico6.
El tratamiento de la PAF es siempre quirúrgico y
debe realizarse sin demora en los pacientes que
Poliposis asociada al gen MYH
han sobrepasado los 25 años de edad. La elección La poliposis asociada al gen MYH (PAM) es una
de la técnica quirúrgica (colectomía con anastomo- entidad de herencia autosómica recesiva debida a
sis ileorrectal, o proctocolectomía con reservorio la presencia de mutaciones germinales bialélicas
ileal y anastomosis ileoanal) dependerá de la edad en el gen MUTYH (previamente conocido como
de diagnóstico de la enfermedad, del fenotipo MYH), localizado en el brazo corto del cromosoma
de la misma y de la historia familiar, así como del 1. Las características clínicas suelen ser similares a
propio paciente tras recibir una información ex- la PAF atenuada, es decir, los pacientes presentan
habitualmente entre 10 y 100 adenomas, y las ma-
haustiva de los beneficios y riesgos de cada una
nifestaciones extracólicas son muy poco frecuen-
de ellas. Tras la cirugía, se recomienda realizar un
tes. Es posible identificar una mutación bialélica
seguimiento endoscópico con una periodicidad de
en el 30% de los casos de poliposis atenuada sin
6-12 meses para aquellos pacientes con remanen- mutación en el gen APC y en alrededor del 10%
te rectal y de 3 años para aquellos con reservorio de los casos de poliposis clásica sin mutación en el
ileal6. En la PAFA en ocasiones el tratamiento pue- gen APC, sobre todo en aquellos casos en los que
de ser endoscópico y sólo si éste no es posible se existe un patrón de herencia recesivo12. Además,
lleva a cabo el tratamiento quirúrgico similar a la existe hasta un 30% de casos de cáncer colorrectal
PAF clásica. en el contexto de la mutación de MUTYH sin poli-

613
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 7. Imagen radiológica de un osteoma craneal en un síndrome de Gardner.

posis asociada. Así, en los pacientes con un fenoti- ser menor que en los casos de poliposis adenoma-
po de PAFA, la estrategia diagnóstica en el estudio tosa familiar y el tratamiento es el mismo que para
genético depende de la historia familiar; si presen- esta enfermedad. No hay guías que establezcan la
ta un patrón familiar dominante, se debe empezar frecuencia ni la forma de realizar el cribado de tu-
con el estudio de APC y si éste es negativo, conti- mores cerebrales en estos pacientes.
nuar con el gen MYH. Por el contrario, si el patrón
familiar es recesivo, el estudio debe empezarse por Síndrome de Peutz-Jeghers
MYH y continuar con APC en caso de no encontrar
mutación. Es un síndrome autonómico dominante causado
por la mutación germinal en el gen STK11 (también
Dado que los pólipos comienzan a desarrollarse a conocido como LKB1) y la incidencia se estima en-
partir de la segunda o tercera década de la vida, tre 1 en 50.000 y 1 en 200.000 nacidos vivos. Con-
se aconseja realizar una primera colonoscopia a siste en la asociación de pólipos gastrointestinales
los 20-25 años y continuar cada 1-2 años, asocian- múltiples de tipo hamartomatoso con pigmenta-
do una endoscopia gastroduodenal cada 4-5 años.
ción melánica de la mucosa bucal, labios, manos,
Los individuos con mutación en un solo alelo del
pies y región perianal (figura 8).
gen no parecen presentar un riesgo incrementado
de cáncer colorrectal. El tratamiento depende del Las lesiones polipoideas son de diferentes tama-
número de pólipos, reservándose el abordaje qui- ños y se hallan difusamente distribuidos por todo
rúrgico (colectomía total con anastomosis ileorrec- el tracto digestivo, con predominio en el intestino
tal o proctocolectomía total con reservorio ileal delgado (60-90%) y colon (50-64%). Histológica-
y anastomosis ileoanal si el recto está afectado) mente se caracterizan por poseer un eje conectivo
cuando no es posible un control endoscópico. fino y muy ramificado que contiene músculo liso y
les confiere un aspecto arborescente. Las pigmen-
Síndrome de Turcot taciones melánicas características no tienen poten-
cial de malignización y se hallan presentes en las
Esta enfermedad hereditaria autosómica dominan- mucosas desde el nacimiento, mientras que las de
te fue inicialmente descrita como una asociación la piel acostumbran a aparecer durante la puber-
de PAF y tumores del sistema nervioso central. Sin tad. Las lesiones de la piel pueden involucionar con
embargo, recientemente, se ha descrito la presen- el tiempo, pero las de la mucosa suelen persistir.
cia de mutaciones germinales tanto en el gen APC
como en genes responsables de la reparación del El síntoma predominante es el dolor abdominal
ADN, por lo que estos tumores también pueden recidivante de tipo cólico debido a episodios inter-
considerarse dentro del espectro de neoplasias mitentes de invaginación intestinal. El tratamiento
asociadas al cáncer colorrectal hereditario no aso- es la polipectomía endoscópica. Dada la distri-
ciado a poliposis13. El número de adenomas suele bución difusa de la poliposis, no está indicado el

614
40. Pólipos y poliposis colorrectales

tratamiento quirúrgico. Sin embargo, en ocasiones


es necesario efectuar una resección intestinal seg-
mentaria debido a complicaciones asociadas a los
pólipos, como sangrado crónico con anemia secun-
daria, invaginación y obstrucción intestinal.
En el síndrome de Peutz-Jeghers, existe una in-
cidencia superior de cáncer en relación al obser-
vado en población general. De hecho, diferentes
estudios han descrito un riesgo global de cáncer a
lo largo de la vida de hasta el 93%, siendo los más
frecuentes los cánceres de mama y colon, seguidos
de páncreas, estómago, ovario y testículos15.
Se aconseja iniciar el cribado en la infancia, enfo- Figura 8. Pigmentación melánica peribucal en una paciente
cándose en la identificación de rasgos fenotípicos con síndrome de Peutz-Jeghers. Cortesía de la doctora
característicos, como la hiperpigmentación meláni- Yolanda Gilaberte, (hospital San Jorge, Huesca)
ca. Se recomienda realizar una primera exploración
gastrointestinal a los 8 años de edad, por medio
de una endoscopia gastroduodenal, así como una
cápsula endoscópica o un tránsito baritado. A partir una endoscopia gastroduodenal y un tránsito bari-
de los 18 años de edad se aconseja la realización tado o cápsula endoscópica a partir de los 25 años.
de colonoscopia, gastroduodenoscopia y tránsito
baritado o cápsula endoscópica cada 2-3 años, así Poliposis hamartomatosas asociada
como examen ginecológico anual. A partir de los 25
años de edad se recomienda añadir la realización al gen PTEN
de una mamografía o resonancia magnética anual. Término que incluye un conjunto heterogéneo de
Hasta el momento no existe evidencia que apoye
síndromes con mutación germinal en el gen PTEN,
medidas de cribado de cáncer de páncreas.
abarcando el síndrome de Cowden y el síndrome
de Bannayan-Ruvalcaba-Riley.
Poliposis juvenil
Síndrome de Cowden
Es una enfermedad con herencia autonómica domi-
nante con penetrancia variable, con una incidencia Es una entidad muy poco frecuente, con una inci-
de 1 en 100.000 nacimientos. En su patogenia se dencia estimada de 1 en 300.000 habitantes, con
han visto implicados diversos genes, entre los que herencia autosómica dominante, con penetrancia
destacan SMAD4 y BMPR1, y en menor grado ENG y variable. Dentro de las manifestaciones clínicas, el
PTEN. Suele diagnosticarse durante la infancia y se 90% de los pacientes presentan unas lesiones cutá-
caracteriza por la existencia de pólipos hamartoma- neas características, los triquilemomas faciales, la
tosos a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. En queratosis acra y los fibromas orales. A nivel gas-
general, los pólipos presentan un tamaño superior trointestinal presentan múltiples pólipos hamar-
a 2 cm y se distinguen por contener glándulas con tomatosos, sin mayor riesgo de cáncer colorrectal,
dilatación quística y un infiltrado inflamatorio en pero sí de cáncer de tiroides, endometrio y prin-
la lámina propia. A pesar de que estas lesiones no cipalmente de mama. También pueden presentar
poseen un potencial intrínseco de malignización, alteraciones craneales en forma de macrocefalia
en un elevado porcentaje de casos (10-60%) se aso- o dolicocefalia. El 80% de los casos presentan una
cian a neoplasias gastrointestinales. El tratamiento mutación en el gen PTEN.
consiste en la polipectomía endoscópica, debido a Síndrome de Bannayan-
su tendencia a la hemorragia y a la obstrucción. La Ruvalcaba-Riley
resección quirúrgica está indicada en casos de pó-
lipos múltiples o cuando existe hemorragia grave, Es una entidad muy rara, de herencia autosómica
dominante. Se caracteriza por la presencia de pó-
obstrucción intestinal o invaginación16.
lipos hamartomatosos localizados en tracto gastro-
Como medidas de cribado para los familiares se intestinal, retraso mental, macrocefalia, lipomas y
recomienda la realización de una colonoscopia a máculas pigmentadas en el pene. El 60% de los ca-
partir de los 15-18 años cada 1-2 años, asociándose sos presentan una mutación en el gen PTEN17.

615
Sección 4. Intestino delgado y colon

Poliposis serrada associated with neoplasia. Gastroenterology


2010;139:1497-502.
Es una entidad de reciente descripción (conocida 6. Grupo de trabajo de la guía de práctica clíni-
también como poliposis hiperplásica) caracteriza- ca de prevención del cáncer colorrectal. Guía
da por la presencia de pólipos hiperplásicos (ahora de práctica clínica de prevención del cáncer
denominados globalmente pólipos serrados), princi- colorrectal. Barcelona, Asociación Española
palmente en colon derecho, y un aumento del riesgo de Gastroenterología, Sociedad Española de
de cáncer colorrectal. De acuerdo a los criterios de Medicina de Familia y Comunitaria, y Centro
la OMS se define como: 1) 5 o más pólipos serrados Cochrane Iberoamericano, 2009.
proximales al colon sigmoides, dos de ellos mayores 7. Atkin WS, Morson BC, Cuzick J. Long-term risk of
a 10 mm de diámetro; 2) cualquier número de póli- colorectal cancer after excision of rectosigmoid
pos serrados proximales al sigma en individuo con adenomas. N Engl J Med 1992;326:658-62.
antecedentes familiares de primer grado de polipo- 8. Winawer S, Fletcher R, Rex D, Bond J, Burt R,
Ferrucci J et al. Colorectal cancer screening and
sis serrada, o 3) más de 30 pólipos serrados de cual-
surveillance: clinical guidelines and rationale-
quier tamaño, distribuidos a lo largo del colon. Update based on new evidence. Gastroentero-
Tan sólo el 50% de los pacientes con esta poliposis logy 2003;124:544-60.
tienen historia familiar de cáncer de colon y no se 9. Rustgi AK. Hereditary gastrointestinal polypo-
ha confirmado hasta el momento una base heredi- sis and nonpolyposis syndromes. N Engl J Med
taria, aunque existe una evidencia sustancial de un 1994;331:1694-702.
componente de etiología genética. Se ha observado 10. Giardiello FM, Hamilton SR, Krush AJ, Pianta-
una alta frecuencia de mutación de BRAF y fenotipo dosi S, Hylind LM, Celano P et al. Treatment of
colonic and rectal adenomas with sulindac in
metilador en las lesiones serradas y metilación abe- familial adenomatous polyposis. N Engl J Med
rrante inclusive en la mucosa normal, sugiriendo un 1993;328:1313-6.
defecto de regulación epigenético. No se sabe con 11. Steinbach G, Lynch PM, Phillips RK, Wallace
exactitud el riesgo real de cáncer colorrectal en este MH, Hawk E, Gordon GB et al. The effect of
síndrome, sin embargo, con la información actual, se celecoxib, a cyclooxygenase-2 inhibitor, in fa-
estima una incidencia entre 40-50%18. milial adenomatous polyposis. N Engl J Med
2000;342:1946-52.
Se requieren más estudios, pero dada su estrecha
12. Nielsen M, Hes FJ, Nagengast FM, Weiss MM,
asociación con cáncer colorrectal, se recomienda
Mathus-Vliegen EM, Morreau H et al. Germli-
la realización de una colonoscopia cada 1-3 años, y ne mutations in APC and MUTYH are respon-
colectomía en aquellos pacientes con pólipos de di- sible for the majority of families with attenua-
fícil manejo endoscópico. En cuanto a los familiares ted familial adnomatous poliposis. Clin Genet
de primer grado, es aconsejable una colonoscopia 2007;71:427-33.
de cribado a partir de los 35-40 años o 10 años an- 13. Hamilton SR, Liu B, Parsons RE, Papadopoulos
tes de la edad del familiar diagnosticado más joven. N, Jen J, Powell SM et al. The molecular basis
of Turcot’s syndrome. N Engl J Med 1995;332:
839-47.
Bibliografía 14. Giardiello FM, Brensinger JD, Tersmette AC,
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nal. En: Ponce J, ed. Tratamiento de las enfer- Very high risk of cancer in familial Peutz-Jeg-
medades gastroenterológicas. Barcelona, Doy- hers syndrome. Gastroenterology 2000;119:
ma, 2000:247-56. 1447-53.
2. Leggett B, Whitehall V. Role of the serrated 15. Beggs A, Latchford A, Vasen H, Moslein G,
pathway in colorectal cancer patogénesis. Gas- Alonso A, Aretz S et al. Peutz-Jeghers síndro-
troenterology 2010;138(6):2088-100. me: a systematic review and recommendations
3. East JE, Saunders BP, Jass JR. Sporadic and syn- for management. Gut 2010;59:975-86.
dromc hyperplastic polyps and serrated adeno- 16. Dunlop MG. Guidance on gastrointestinal sur-
ma of the colon: classification, molecular gene- veillance for hereditary non-polyposis colorec-
tics, natural history, and clinical management. tal cancer, familial adenomatous polypolis, ju-
Gastroenterol Clin North Am 2008:37:25-46,v. venile polyposis, and Peutz-Jeghers syndrome.
4. Hioraka S, Kato J, Fujiki S, Kaji E, Morikawa T, Gut 2002;51:V21-7.
Murakami T et al. The presence of large serra- 17. Blumenthal GM, Dennos PA. PTEN hamar-
ted polyps increases risk for colorectal cancer. toma tumor síndromes. Eur J Hum Gen
Gastroenterology 2010;139:1503-10. 2008;16:1289-300.
5. Schreiner MA, Weiss DG, Lieberman DA. Proxi- 18. Huang C, Farraye F, Yang S, O´Brien M. The Cli-
mal and large hyperplastic and nondysplastic nical Significance of Serrated Polyps. Am J Gas-
serrated polyps detected by colonoscopy are troenterol 2011;106:229-40.

616
41 Cáncer colorrectal
Francesc Balaguer, Virginia Piñol1, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clinic, Barcelona.
1
Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitari Dr. Josep Trueta, Girona

Epidemiología Objetivos de este capítulo


El cáncer colorrectal (CCR) es una de las neopla- ❱❱ Conocer los factores de riesgo asociados al
sias más prevalentes en los países occidentales. desarrollo de cáncer colorrectal.
En nuestro país representa la segunda causa
más frecuente de cáncer en hombres y mujeres ❱❱ Reconocer los signos clínicos de sospecha y
detrás del cáncer de pulmón y de mama, respec- establecer la estrategia diagnóstica idónea.
tivamente. En España, su incidencia se estima en ❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos
26.000 nuevos casos/año, y constituye la segun- para su tratamiento y prevención.
da causa de muerte por cáncer. La incidencia del
CCR varía en función de la edad, incrementán-
dose de forma notoria a partir de los 50 años1.
REFERENCIAS CLAVE
Existen numerosos factores dietéticos, del estilo
de vida y hereditarios implicados en el desarro- 1. Grupo de trabajo de la guía de práctica
llo de CCR. En cuanto a la dieta, a pesar de la clínica de prevención del cáncer colorrectal.
constatación de este hecho desde hace décadas, Guía de prática clínica de prevención del
aun no ha sido posible determinar inequívoca- cáncer colorrectal. Barcelona. Asociación
mente qué alimentos o nutrientes están involu- Española de Gastroenterología, Sociedad
crados, aunque existen estudios que muestran Española de Medicina de Familia y Comuni-
una asociación inversa entre el consumo de fi- taria, y Centro Cochrane Iberoamericano,
bra, vegetales y fruta, y el riesgo de CCR, y una actualización 2009.
relación directa con el consumo de carne roja y 2. Scheppach W, Bresalier R, Tytgat G. Gastro-
grasas. En cuanto al estilo de vida se estima que intestinal and liver tumors. Berlin, Springer,
el ejercicio físico regular reduce el riesgo de CCR 2004.
en un 40%, mientras que el consumo de tabaco
y alcohol lo incrementan1. 3. Castells A, Pique JM. Tumores intestinales.
En: Farreras V, Rozman C, eds. Medicina in-
Por otra parte, está bien establecido el efecto de terna. Volumen I. 16ª ed. Madrid: Harcourt,
los factores hereditarios en el desarrollo del CCR 2009:231-240.
(figura 1)2-5. Ciertamente, aunque en la mayoría
de casos de CCR no se identifican factores de
riesgo relacionados con la historia familiar (de-
nominado CCR esporádico), en el 2-3% de los establecidos para las formas hereditarias citadas,
casos, este tumor aparece en el contexto de una denominado CCR familiar1, 4, 7.
enfermedad hereditaria que incluye el síndro-
me de Lynch o cáncer colorrectal hereditario no Patogenia
asociado a poliposis (CCHNP), el CCR asociado Independientemente de la naturaleza hereditaria o
a mutaciones en el gen MUTYH y la poliposis esporádica del CCR, diversos estudios epidemioló-
adenomatosa familiar u otros síndromes poli- gicos y de intervención han permitido conocer la
pósicos2, 4, 6. En un porcentaje menor de casos historia natural de esta neoplasia. En este sentido,
(< 1%), el CCR complica una enfermedad infla- ha sido posible establecer que el adenoma o pólipo
matoria intestinal de larga evolución. Por úl- adenomatoso es una lesión premaligna que precede
timo, en una proporción aun no bien definida en la mayoría de ocasiones a la aparición del cán-
(10-30%), existen diversos grados de agregación cer, de manera que su extirpación reduce o incluso
familiar, aunque sin llegar a cumplir los criterios anula el riesgo de desarrollar esta neoplasia8, 9. Con

I N T E S T I N O D E L G A D O Y C O L O N 617
Sección 4. Intestino delgado y colon

CCR esporádico

Enfermedad inflamatoria intestinal

Poliposis adenomatosa familiar

CCR asociado a MUTYH

Síndrome de Lynch

CCR familiar

Figura 1. Distribución porcentual de las formas heredofamiliares de cáncer colorrectal en relación con las formas esporádicas.
CCR: cáncer colorrectal.

independencia de su importancia clínica, la consta- cuentemente hipermetilación de múltiples genes


tación de la secuencia adenoma-carcinoma ha sido supresores de tumores, conocido como fenotipo
fundamental en la caracterización de los mecanis- CIMP o fenotipo metilador13. De hecho, la inactiva-
mos moleculares que participan en el desarrollo ción de MLH1 mediada por metilación es la causa
del CCR10. más frecuente de tumores con inestabilidad de mi-
crosatélites, presente hasta en el 10-15% de todos
Existen tres vías de carcinogénesis bien caracteri- los CCRs. Este grupo de tumores presentan un feno-
zadas en el CCR, la vía supresora (o inestabilidad tipo clínico, patológico y molecular característico,
cromosómica), la vía mutadora (o inestabilidad tal como la localización proximal del tumor, el sexo
de microsatélites), y el fenotipo CIMP (CpG Island femenino, pobre diferenciación, y asociación con
Methylator Phenotype)11, 12. La vía supresora es la mutaciones somáticas en el oncogen BRAF. Esta vía
más frecuente y se caracteriza por la presencia de de carcinogénesis se ha asociado recientemente a
anomalías cromosómicas con pérdidas y ganancias la vía serrada de carcinogénesis, en la que la lesión
alélicas. Estas alteraciones promueven la carcino- precursora del CCR es el pólipo serrado en lugar del
génesis mediante la inactivación de genes supre- adenoma convencional14.
sores de tumores (APC, SMAD4, DDC y TP53) y el
aumento del número de copias de oncogenes10. La
vía mutadora supone una vía alternativa a la supre-
sora, en la que el mecanismo de carcinogénesis es Anatomía patológica
el acúmulo de mutaciones en el genoma por un de- Más del 95% de los cánceres colorrectales son
fecto en el llamado sistema de reparación del ADN, adenocarcinomas, con presencia de estructuras
compuesto por cuatro genes (MLH1, MSH2, MSH6 glandulares más o menos diferenciadas que produ-
y PMS2). Estas mutaciones tienden a ocurrir con cen diferentes cantidades de moco (figura 2). Los
mayor frecuencia en secuencias repetitivas cortas tumores indiferenciados, que son alrededor del
del ADN (microsatélites), lo que comporta el acú- 20% de los adenocarcinomas de colon, presentan
mulo de mutaciones en determinados genes claves una menor diferenciación glandular y tienen peor
en el ciclo celular que contienen dichos microsaté- pronóstico que los bien diferenciados. La presencia
lites (ej. TGFBR2, BAX). Esta alteración molecular de células en «anillo de sello», caracterizadas por
constituye el marcador fenotípico del síndrome de la presencia de vacuolas de mucina que desplazan
Lynch, en el que existe una mutación germinal en al núcleo, es típica del síndrome de Lynch, de las
uno de los cuatro genes reparadores del ADN2, 12. Por formas asociadas a la colitis ulcerosa y del CCR de
último, la inactivación transcripcional mediada por individuos jóvenes15.
metilación de las citosinas localizadas en las llama-
das islas CpG del promotor de determinados genes El carcinoma de células escamosas es el tumor más
supresores de tumores es un mecanismo importan- frecuente de la unión anorrectal (80%), si bien tam-
te en la carcinogénesis humana. Así, en el CCR se bién es posible hallar carcinomas originados a partir
ha descrito un subtipo de tumor que presenta fre- del epitelio de transición (carcinoma cloacogénico)

618
41. Cáncer colorrectal

y melanomas. El carcinoma de células escamosas


se caracteriza por su extensión local y ganglionar,
hallándose en un 30% afectación ganglionar abdo-
minoperineal, y en un 20% afectación de ganglios
inguinales. Las metástasis a distancia ocurren en un
10% de los pacientes15.
El pronóstico de los pacientes con CCR depende
fundamentalmente de la profundidad de la afecta-
ción transmural y de la extensión de la afectación
ganglionar. La extensión a través de la pared intes-
tinal y a los órganos vecinos se clasifica de acuerdo
al sistema TNM (tabla 1).
Figura 2. Adenocarcinoma de colon moderadamente diferen-
Las vías de diseminación más frecuentes del CCR son: ciado. Corte histológico con tinción de hematoxilina eosina
❱❱ Linfática: habitualmente sigue un orden anató- en el que se observan glándulas neoplásicas con cantidades
mico ascendente a través de los ganglios que variables de mucina.
acompañan a los vasos cólicos. Alrededor del
40% de los casos presentan afección ganglionar
en el momento del diagnóstico. ta y los síntomas referidos por el paciente son los
atribuibles a la anemia crónica secundaria, aunque
❱❱ Hematógena: ocurre a través de los vasos de la también es posible que se manifieste en forma de
pared colorrectal y, mediante el drenaje venoso enterorragia. Los tumores en estadios avanzados
portal, al hígado, que es el órgano más frecuen- pueden producir dolor abdominal inespecífico o la
temente afectado por metástasis en el cáncer presencia de una masa palpable. Una complicación
de colon. Los tumores del tercio inferior del rec- poco frecuente del cáncer de colon pero que em-
to drenan en la cava inferior, por lo cual pueden peora el pronóstico es la perforación intestinal, que
causar metástasis pulmonares, óseas, cerebra- conduce a una peritonitis fecal o la formación de un
les, etc., en ausencia de metástasis hepáticas. absceso (figura 6)1, 9, 15.
❱❱ Por contigüidad: puede determinar invasión y/o El cáncer de recto puede manifestarse por un sín-
fistulización de órganos vecinos como asas in- drome anorrectal, con urgencia rectal, tenesmo y
testinales (figura 3), vejiga urinaria, vagina, etc; diarrea con moco y sangre. No es infrecuente, en
este contexto, la emisión de heces acintadas. Cuan-
❱❱ Peritoneal: poco frecuente pero de pronóstico do el tumor invade órganos de vecindad, el pacien-
infausto9. te puede presentar síntomas urinarios atribuibles a
afectación vesical, como hematuria y polaquiuria, o
incluso neumaturia, e infecciones urinarias recidi-
Clínica vantes si se ha establecido una fístula rectovesical.
Asimismo, puede existir invasión de la vagina, con
La edad de presentación habitual del CCR esporádi- emisión de heces a través de ésta.
co se sitúa entre la sexta y la octava décadas de la
vida, a diferencia de las formas hereditarias en las Además de los síntomas locales, el CCR causa a me-
que el diagnóstico suele ser antes de los 50 años. nudo síntomas generales, como astenia, anorexia,
pérdida de peso o fiebre, y también síntomas de-
Excepto en los casos de CCR que se desarrollan por pendientes de la presencia de metástasis a distancia.
la vía mutadora, en la que la carcinogénesis está
acelerada12, el CCR es un tumor de crecimiento
lento, por lo que puede estar presente varios años
antes de realizarse el diagnóstico. La forma de pre-
Diagnóstico
sentación depende, en gran medida, de la localiza- El CCR debe sospecharse ante todo paciente que
ción del tumor (figura 4). Así, los tumores del colon presenta un cambio reciente del ritmo deposicional
izquierdo se manifiestan en general en forma de (especialmente cuando ello ocurre en edades avan-
rectorragia y/o cambios en el ritmo deposicional zadas, sin una causa aparente), rectorragia, hemato-
(estreñimiento o falsa diarrea), condicionados por quecia, o anemia crónica atribuída a la presencia de
la reducción de la luz del colon. En algunos casos sangre oculta en las heces. Todos estos síntomas o
la manifestación inicial es la de un cuadro de obs- signos son comunes en otras entidades clínicas con
trucción intestinal (figura 5). Los tumores del colon las que debe establecerse un diagnóstico diferencial.
derecho acostumbran a causar hemorragia ocul- Éstas incluyen la enfermedad inflamatoria intesti-

619
Sección 4. Intestino delgado y colon

TABLA 1. Estadificación del cáncer colorectal (TNM).

❱❱ Categoría T para el cáncer colorrectal (extensión del tumor en la pared del colon y recto)
• Tx: No se puede determinar la extensión tumoral por falta de información.
• Tis: El cáncer se encuentra en la fase más precoz (in situ), afectando exclusivamente a la mucosa. El tumor no ha
crecido más allá de la muscularis mucosa (capa muscular interna).
• T1: El cáncer ha crecido a través de la muscularis mucosa y se extiende hasta la submucosa.
• T2: El cáncer ha crecido a través de la submucosa y se extiende hasta la muscular propia (capa muscular externa).
• T3: El cáncer ha crecido a través de la muscular propia y afecta a las capas más externas del colon o recto, sin
atravesarlas. No existe afectación de órganos vecinos.
• T4a: El cáncer ha crecido a través de la serosa (también conocido como el peritoneo visceral), la capa más externa
del colon y recto.
• T4b: El cáncer ha crecido a través de la pared del colon o del recto y se existe invasión de órganos o tejidos vecinos.
❱❱ Categoría N para el cáncer colorrectal (afectación de ganglios linfáticos regionales)
• Nx: No se puede determinar la afectación ganglionar por falta de información.
• N0: Ausencia de afectación de ganglios linfáticos.
• N1: Presencia de células tumorales en 1-3 ganglios linfáticos regionales.
N1a: Células tumorales en 1 ganglio linfático regional.
N1b: Células tumorales en 2-3 ganglios linfáticos regionales.
N1c: Depósitos de células tumorales en la grasa alrededor de los ganglios linfáticos regionales,
pero no en los ganglios linfáticos.
• N2: Presencia de células tumorales en 4 o más ganglios linfáticos regionales
N2a: Células tumorales en 4-6 ganglios linfáticos regionales.
N2b: Células tumorales en 7 o más ganglios linfáticos regionales.
❱❱ Categoría M para el cáncer colorrectal (afectación de órganos o ganglios linfáticos a distancia)
• M0: Ausencia de metástasis a distancia.
• M1a: El cáncer se ha extendido un órgano o paquete de ganglios linfáticos a distancia.
• M1b: El cáncer se ha extendido a más de un órgano o paquete de ganglios linfáticos a distancia, o se ha propagado
a partes distantes del peritoneo.

Clasificación por estadios del cáncer colorrectal

Estadio Clasificación TNM


0 Tis, N0, M0
I T1-T2, N0, M0
IIA T3, N0, M0
IIB T4a, N0, M0
IIC T4b, N0, M0
IIIA T1-T2, N1, M0
T1, N2a, M0
IIIB T3-T4a, N1, M0
T2-T3, N2a, M0
T1-T2, N2b, M0
IIIC T4a, N2a, M0
T3-T4a, N2b, M0
T4b, N1-N2, M0
IVA cualquier T, cualquier N, M1a
IVB cualquier T, cualquier N, M1b

620
41. Cáncer colorrectal

nal, angiodisplasias, diverticulitis, colitis actínica, is-


quémica o infecciosa, y tuberculosis intestinal. Casi
todas ellas se descubren a través de una colonosco-
pia, por lo que resulta imperativo llevar a cabo esta
exploración que además de confirmar la neoforma-
ción, permite la toma de biopsias para su diagnósti-
co histológico (figura 7). En el caso de la diverticulitis,
la exploración puede efectuarse algunas semanas
después del episodio agudo. No seguir esta reco-
mendación (especialmente después de un primer y
único episodio) puede pasar por alto la presencia de
una neoformación que puede debutar con fenóme-
nos de necrosis y abscesificación expresados con sín-
tomas superponibles a los de una diverticulitis (cap
38). La endoscopia permite además la identificación
de potenciales lesiones sincrónicas. Cuando el grado
de estenosis provocado por el tumor no permite la
progresión del endoscopio, es recomendable com- Figura 3. Enema baritado que muestra extravasación de
pletar la exploración con una colonografía por to- contraste producido por fistulización de un carcinoma de
colon al yeyuno (cortesía del Dr. Domínguez. Servicio de
mografía computarizada (figura 8) o, en su defecto, Radiodiagnóstico. Hospital San Jorge).
mediante un enema opaco, con el fin de descartar la
presencia de lesiones sincrónicas.
ta diseminación locorregional o a distancia, debe
En los casos en los que el CCR se presenta de ma-
efectuarse la estadificación del tumor. Las explo-
nera aguda con síntomas de obstrucción o perfo-
raciones complementarias para el diagnóstico de
ración intestinal, el diagnóstico habitualmente se
extensión incluyen una radiografía de tórax con el
realiza durante una intervención quirúrgica urgen-
fin de descartar metástasis pulmonares, y una ul-
te. En ocasiones, si la situación clínica del paciente
trasonografía o tomografía computarizada abdo-
lo permite, puede realizarse un enema opaco con
minal para investigar la existencia de metástasis
contraste soluble a baja presión con el fin de dispo-
hepáticas (figura 9). La precisión diagnóstica de am-
ner de un diagnóstico preoperatorio.
bas técnicas para esta finalidad es similar, pero la
Una vez establecido el diagnóstico de CCR, y dado tomografía computarizada es superior en relación
que un elevado porcentaje de pacientes presen- con la afección mesentérica, ganglionar y pélvica.

Cambios en el
Anemia crónica ritmo intestinal
Seudodiarrea
Masa palpable en FID Rectorragia
Síntomas de
oclusión

Figura 4. Las manifestaciones clínicas del cáncer colorrectal dependen en gran medida de su localización. Los tumores del colon
izquierdo suelen manifestarse por cambios en el ritmo de evacuación, seudodiarrea, rectorragia y oclusión. Las neoplasias del
colon derecho suelen producir anemia crónica por pérdida de sangre oculta en la deposición y/o una masa palpable en la FID.

621
Sección 4. Intestino delgado y colon

Figura 5. Rx simple de abdomen que muestra dilatación de asas intestinales y niveles hidroaéreos producidos por un cáncer
localizado en el hemicolon izquierdo.

A B
Figura 6. A) Enema opaco que muestra un gran defecto de repleción en el ciego. B) En la FID se aprecia una protusión asimétrica
con una piel eritematosa que refleja el proceso inflamatorio. (Cortesía del Dr. Domínguez. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital
San Jorge).

La ultrasonografía intraoperatoria es útil para de- pecha una recidiva neoplásica y las exploraciones
tectar metástasis hepáticas profundas y de peque- complementarias habituales no son concluyentes.
ño tamaño que resultan difíciles de identificar por En las neoplasias rectales es conveniente efectuar
palpación durante la intervención quirúrgica. Otras una ultrasonografía endoscópica y/o una RM pélvi-
exploraciones como la gammagrafía ósea, la cistos- ca (figura 10) para conocer el grado de infiltración
copia o la ultrasonografía ginecológica sólo deben de la pared intestinal y la existencia de adenopatías
realizarse cuando exista sospecha de afectación de locales, en especial cuando se plantea la realización
un determinando órgano a partir de los datos obte- de tratamiento neoadyuvante.
nidos en la anamnesis o en la exploración física. En Los niveles séricos del antígeno carcinoembrionario
el momento actual se desconoce el beneficio real (CEA) tienen una reducida sensibilidad y especifici-
de la tomografía por emisión de positrones en la es- dad para el diagnóstico del CCR. Sin embargo, su
tadificación de la lesión inicial, por lo que su indica- determinación posee valor pronóstico en el mo-
ción queda limitada a situaciones en las que se sos- mento del diagnóstico y su monitorización es útil

622
41. Cáncer colorrectal

Figura 7. Imágenes
endoscópicas de cáncer
colorrectal.

A B
Figura 8. Imágenes de un pólipo sésil y de un carcinoma colorrectal obtenidos por colonografía por tomografía computarizada.
Imágenes cedidas por de Judy Yee. Hospital Universitario de California. San Francisco. (Cortesía de Jonathan Terdiman).

Figura 9. Metástasis hepáticas visibles por TC.

623
Sección 4. Intestino delgado y colon

para el seguimiento de los pacientes tras la resec- realizarse por esta vía de abordaje, con garantías de
ción quirúrgica9. efectuar una resección oncológicamente correcta.
En este sentido, se ha demostrado que la cirugía
laparoscópica se asocia a una menor morbilidad y
Tratamiento estancia hospitalaria, con una supervivencia y re-
currencia como mínimo similares a los de la cirugía
Tratamiento quirúrgico convencional (figura 11) 17.

El tratamiento de elección es la cirugía. La resec- Tratamiento complementario


ción con finalidad curativa debe incluir el segmen-
to cólico afecto por la neoplasia, con ampliación del CCR no metastásico
de unos 4-5 cm de intestino sano en cada uno de En los pacientes en los que la resección quirúrgica
los extremos, y los ganglios linfáticos regionales. ha sido radical y no hay evidencia de diseminación
El tipo de tratamiento quirúrgico varía en función a otros órganos, es conveniente efectuar un trata-
de la localización del tumor y de la presencia o no miento complementario con el fin de reducir la tasa
de complicaciones asociadas (perforación, obstruc- de recidiva locorregional o a distancia y, consecuen-
ción). En los tumores situados en el ciego y colon temente, mejorar la supervivencia. El tratamiento
ascendente es obligado efectuar una hemicolec- complementario incluye la quimioterapia y/o la
tomía derecha con ileotransversostomía, mientras radioterapia. En relación con el cáncer de colon, la
que en los del colon descendente o sigmoide puede administración intravenosa de 5-fluoruracilo (5-FU)
efectuarse una hemicolectomía izquierda o una re- modulado con ácido folínico y asociado a oxalipla-
sección segmentaria (sigmoidectomía). En el cán- tino mejora tanto el intervalo libre de enfermedad
cer de recto, la resección del segmento afecto y la como la supervivencia especialmente en pacientes
anastomosis término-terminal es siempre la inter- con tumores en estadio III de la clasificación TNM,
vención deseable. Ello depende de la distancia que y aquellos en estadio II denominados de alto ries-
separa el tumor del margen anal. Por ello, y aunque go (análisis anatomopatológico de < 12 ganglios;
la seguridad de la anastomosis ha mejorado nota- tumores pobremente diferenciados; invasión vas-
blemente con el uso de la sutura mecánica, en tu- cular o linfática; presentación en forma de obs-
mores situados en el tercio distal del recto puede trucción o perforación, y estadios T4). De manera
ser necesario efectuar una amputación anal con similar, en los pacientes con cáncer de recto, la ra-
colostomía definitiva (operación de Miles). En la ci- dioterapia, ya sea preoperatoria o postoperatoria,
rugía del cáncer de recto, la escisión total del meso- asociada a la quimioterapia favorece el control local
rrecto ha demostrado reducir la recurrencia local y de la enfermedad e incrementa la supervivencia 18.
aumentar la supervivencia libre de enfermedad16.
Existen algunas situaciones concretas que requie- Tratamiento del CCR metastásico
ren un abordaje quirúrgico diferenciado. Los pa- El tratamiento óptimo del CCR con diseminación
cientes afectos de poliposis adenomatosa familiar metastásica requiere habitualmente un enfoque
son tributarios de proctocolectomía total con rea- multidisciplinar y se basa en la quimioterapia. Di-
lización de un reservorio y anastomosis ileoanal, versos estudios demuestran que la administración
o colectomía total con anastomosis ileorrectal, en intravenosa de 5-FU modulado con ácido folínico
función de la afectación del recto. De manera simi- aumenta significativamente la supervivencia de los
lar, los pacientes pertenecientes a familias con sín-
drome de Lynch que desarrollen CCR podrían be-
neficiarse de una colectomía total con anastomosis
ileorrectal, dado el elevado riesgo de presentar le-
siones metacrónicas.
En los casos de laparotomía urgente por perfo-
ración u obstrucción con compromiso vascular,
la resección cólica debe acompañarse de una co-
lostomía de descarga provisional (operación de
Hartmann). En ocasiones, es posible efectuar un
lavado quirúrgico que permita la realización de una
anastomosis termino-terminal.
Figura 11. Cirugía laparoscópica del cáncer colorrectal. (Cor-
La introducción de la cirugía laparoscópica ha per- tesía del Dr. Lacy. Hospital Clinic de Barcelona).
mitido que las intervenciones mencionadas puedan

624
41. Cáncer colorrectal

pacientes con enfermedad diseminada. Además,


su administración precoz enlentece la progresión
Pronóstico
de la enfermedad, prolonga la duración del período El análisis de la supervivencia en los pacientes diag-
asintomático y, en consecuencia, mejora la calidad nosticados de CCR en el período 2000-2002 a par-
de vida. La administración de 5-FU en infusión con- tir de los datos provenientes de los registros que
tinua consigue una mayor tasa de respuesta (supe- participan en el estudio EUROCARE-4 (European
rior al 30%) con una buena tolerancia. La combina- Cancer Registry Study of Survival and Care of Can-
ción de 5-FU/folínico/oxaliplatino (FOLFOX) o 5-FU/ cer Patients) muestran que la supervivencia media
folínico/irinotecan (FOLFIRI) se asocia a una mayor a los cinco años ajustada por edad para el CCR en
tasa de respuestas y mejor supervivencia libre de España es del 61,5%, situándose por encima de la
progresión que los esquemas en monoterapia con media europea, que es del 56,2% y más baja que la
5-FU. FOLFOX y FOLFIRI presentan una actividad de Estados Unidos, que se estima en un 65,5% 1. La
supervivencia del CCR depende fundamentalmente
similar, con un perfil de efectos secundarios dife-
del estadio tumoral en el momento del diagnósti-
rente: mayor frecuencia de alopecia y diarrea con
co. Así, en los pacientes con estadio I, II, III y IV, de
irinotecan, y mayor frecuencia de polineuropatía
acuerdo con la clasificación TNM, la supervivencia a
asociada a oxaliplatino9. Los esquemas con capeci-
los cinco años es del 95-100%, el 70-85%, el 50-70%
tabina (5-FU oral) son una alternativa a la vía intra- y el 5-15%, respectivamente1.
venosa. Recientemente han aparecido anticuerpos
monoclonales dirigidos contra dianas claves de la Se han descrito otros factores asociados a un peor
carcinogénesis colorrectal como el factor de cre- pronóstico. Éstos incluyen la edad (diagnóstico
cimiento endotelial (VEGF, vascular endothelial antes de los 40 años o después de los 70 años),
growth factor) o el receptor del factor de creci- la presencia de complicaciones relacionadas con
miento epidérmico (EGFR, epidermal growth factor el tumor (perforación, obstrucción) o de comorbi-
receptor). Bevacizumab (anti-VEGF), o cetuximab/ lidades, el estado general del paciente, el tamaño
panitumumab (anti-EGFR) en combinación con del tumor, la afectación de órganos adyacentes, el
5-FU/oxaliplatino o irinotecan han demostrado au- grado de diferenciación tumoral, la presencia de
mentar la supervivencia libre de progresión en pa- invasión vascular, linfática o perineural, la concen-
cientes con CCR metastásico, pero no la supervien- tración sérica de CEA basal, y la presencia de altera-
cia global. La actividad de los anticuerpos anti-EGFR ciones moleculares como la aneuploidia, sobreex-
está confinada a los tumores sin mutación somática presión de p53, pérdidas alélicas en el cromosoma
en KRAS19. 18q e hipometilación de LINE-1.

En los pacientes en los que las metástasis hepáti-


cas constituyen el único foco tumoral extracólico Prevención
es conveniente plantearse su resección quirúrgica.
La indicación dependerá de las posibilidades de El mayor conocimiento de la historia natural y de
realizar una extirpación radical del tumor prima- los factores patogénicos implicados en el CCR ha
permitido la instauración de programas preventi-
rio, del número de nódulos y su localización, y del
vos dirigidos a evitar su aparición (profilaxis prima-
estado general del paciente. En general, la mayo-
ria), detectarlo precozmente (profilaxis secundaria)
ría de grupos consideran candidatos a resección
o minimizar su impacto en el pronóstico del pacien-
quirúrgica de las metástasis aquellos pacientes en te (profilaxis terciaria).
los que se confirma la ausencia de diseminación
extrahepática y que presentan un número limitado Las medidas de profilaxis primaria comprenden
de nódulos (habitualmente menos de 4). En estas moderar el consumo de carne roja, carne proce-
mismas condiciones, una alternativa terapéutica a sada y carne cocinada en contacto directo con el
la resección quirúrgica en pacientes con contrain- fuego, ingerir una dieta rica en leche y productos
dicaciones para la cirugía es la ablación mediante lácteos, realizar ejercicio físico regular, y evitar el
radiofrecuencia. Esta técnica consiste en la punción sobrepeso, la obesidad y el consumo de tabaco y
del tumor con una aguja fina bajo control ecográfi- de alcohol1.
co continuo y la administración de calor mediante En cuanto a la profilaxis secundaria o cribado se ha
un aparato generador de ondas de radiofrecuencia, demostrado que en los individuos mayores de 50
con lo que se consigue la destrucción del nódulo9. años sin antecedentes personales ni familiares de
En pacientes con metástasis hepáticas resecables, CCR o adenomas (denominada población de riesgo
la administración perioperatoria de quimioterapia medio), la realización de determinación de sangre
con FOLFOX ha demostrado mejorar la superviven- oculta en heces anual o bienal, sigmoidoscopia
cia libre de progresión19. cada 5 años o colonoscopia cada 10 años disminuye

625
Sección 4. Intestino delgado y colon

la incidencia y la mortalidad por CCR1, 5, 20. En pobla- 7. Castells A, Castellvi-Bel S, Balaguer F. Concepts
ción de riesgo elevado (antecedente de adenomas in familial colorectal cancer: where do we
o CCR, síndromes hereditarios y CCR familiar), los stand and what is the future? Gastroenterolo-
programas de cribado son más intensivos que en gy 2009;137:404-9.
población general de riesgo medio y requieren una 8. Winawer SJ, Zauber AG, Ho MN, O’Brien MJ,
evaluación adecuada en unidades de alto riesgo de Gottlieb LS, Sternberg SS, et al. Prevention of
colorectal cancer by colonoscopic polypec-
CCR21. Así, por ejemplo, a parte del consejo y es- tomy. The National Polyp Study Workgroup. N
tudio genético, a los individuos pertenecientes a Engl J Med 1993;329:1977-81.
familias con poliposis adenomatosa familiar se les 9. Castells A, Pique JM. Tumores intestinales. In:
recomienda la realización de una sigmoidoscopia a Farreras V, Rozman C, eds. Medicina ínterna.
partir de la pubertad, debiéndose realizar una co- Volume I. 16ª ed. Madrid: Harcourt, 2009:231-
lectomía/proctocolectomía total en el momento de 240.
detectarse la aparición de pólipos. En familias con 10. Fearon ER, Vogelstein B. A genetic model for
síndrome de Lynch debe realizarse una colonosco- colorectal tumorigenesis. Cell 1990;61:759-67.
pia anual o bienal a partir de los 20-25 años. Por 11. Ogino S, Goel A. Molecular classification and
último, en el grupo de CCR familiar, la estrategia de correlates in colorectal cancer. J Mol Diagn
cribado dependerá del número, grado de parentes- 2008;10:13-27.
co y edad de diagnóstico de los familiares afectos1. 12. Boland CR, Goel A. Microsatellite instability
in colorectal cancer. Gastroenterology 2010;
Las medidas de profilaxis terciaria o vigilancia con- 138:2073-2087 e3.
templan la realización de un seguimiento diferen- 13. Toyota M, Ahuja N, Ohe-Toyota M, Herman JG,
ciado de los pacientes con antecedentes de ade- Baylin SB, Issa JP. CpG island methylator phe-
noma colorrectal, CCR o enfermedad inflamatoria notype in colorectal cancer. Proc Natl Acad Sci
intestinal1, 5, 22. USA 1999;96:8681-6.
14. Leggett B, Whitehall V. Role of the serrated pa-
thway in colorectal cancer pathogenesis. Gas-
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626
SECCIÓN 5

PÁNCREAS
Y VÍAS BILIARES
42 Pancreatitis aguda
Enrique de Madaria, Juan F. Martínez Sempere
Unidad de Patología Pancreática. Unidad de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva.
Hospital General Universitario. Alicante

Introducción Objetivos de este capítulo


La pancreatitis aguda es un proceso inflamatorio ❱❱ Describir el concepto, las causas y la
agudo que afecta a la glándula pancreática. Pro- fisiopatología de la pancreatitis aguda.
ducido por una gran variedad de causas, tiene la
❱❱ Conocer los recursos disponibles para el
característica de que con cierta frecuencia es ca-
diagnóstico y las claves para diferenciar
paz de activar una serie de sistemas inflamatorios
esta entidad de otras causas de dolor
y antiinflamatorios de efectos sistémicos que con-
abdominal agudo.
ducen a la aparición de fallo orgánico cuyas conse-
cuencias pueden ser fatales. Su síntoma guía es un ❱❱ Aprender a detectar las posibles
dolor abdominal agudo cuya intensidad obliga al complicaciones que pueden aparecer en el
paciente a acudir prácticamente en todos los casos curso de la pancreatitis aguda y revisar las
a un Servicio de Urgencias determinando su ingre- medidas terapéuticas recomendadas para
so hospitalario. De acuerdo con la aparición o no el manejo de la enfermedad en función de
de complicaciones el episodio de pancreatitis agu- su gravedad.
da se clasifica como grave o leve respectivamente.
Ello quedó establecido en la reunión de expertos REFERENCIAS CLAVE
en Atlanta 19921. En esta reunión se consensuó
1. Forsmark CE et al. AGA Institute technical
una clasificación de acuerdo con criterios clínicos
review on acute pancreatitis. Gastroentero-
y evolutivos, reconociéndose 2 tipos de PA: leve y
logy 2007;132:2022-44.
grave, caracterizada esta última por la presencia de
fallo orgánico o complicaciones locales (necrosis, 2. Navarro S et al. Recomendaciones del Club
absceso o seudoquiste) (tabla 1). Actualmente esta Español Bilio-pancreático para el trata-
clasificación está siendo revisada dado que el pro- miento de la pancreatitis aguda. Confe-
nóstico que confiere la aparición de complicaciones rencia de consenso. Gastroenterol Hepatol
locales difiere del observado en los pacientes que 2008;31:366-87.
desarrollan fallo orgánico2. 3. Bradley EL, III. A clinically based classi-
fication system for acute pancreatitis.
Epidemiología Summary of the International Sympo-
sium on Acute Pancreatitis. Arch Surg
La pancreatitis aguda constituye un problema sani-
1993;128:586-90.
tario frecuente si tenemos en cuenta los ingresos
hospitalarios. No existen datos recientes en nues- 4. Gravante G et al. Prediction of mortality
tro país, pero en Estados Unidos supone la tercera in acute pancreatitis: a systematic review
causa de ingreso en Unidades de Gastroenterología of the published evidence. Pancreatology
y representa la quinta causa de muerte por enfer- 2009;9:601-14.
medades no malignas3. No existen datos recientes 5. Van Santvoort HC et al. A step-up appro-
sobre su frecuencia en España. No obstante, se es- ach or open necrosectomy for necrotizing
tima que la incidencia es aproximadamente 35-40 pancreatitis. N Engl J Med 2010;362:1491-
casos por cada 100.000 habitantes y año4. En cuan- 502.
to a las variables demográficas, la incidencia de la
pancreatitis aguda según el sexo está condicionada

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 629
Sección 5. Páncreas y vías biliares

TABLA 1. Clasificación de Atlanta: definición de gravedad en la pancreatitis aguda

❱❱ Pancreatitis aguda leve: disfunción orgánica mínima del páncreas con buena respuesta al tratamiento y recupera-
ción sin complicaciones.
❱❱ Pancreatitis aguda grave: episodio de pancreatitis aguda que cursa con alguna de las siguientes complicaciones:
• Fallo orgánico: definido por la existencia de alguna de las siguientes situaciones:
– Insuficiencia respiratoria: PaO2 < 60 mmHg.
– Insuficiencia renal. Creatinina plasmática > 2 mg/dl.
– Shock: presión arterial sistólica < 90 mmHg.
– Hemorragia digestiva alta con emisión de > 500 ml de sangre en 24 h.
• Complicaciones locales:
– Necrosis: tejido pancreático no viable que se asocia con frecuencia a necrosis grasa peripancreática y que en
un TC dinámico afecta al menos a un 30% de la glándula.
– Seudoquiste: colecciones de jugo pancreático rodeadas por una pared de tejido de granulación o fibroso que
se desarrolla como consecuencia de una pancreatitis aguda, pancreatitis crónica o traumatismo pancreático.
– Absceso pancreático: colección de pus bien definida intraabdominal, habitualmente en la proximidad del
páncreas, conteniendo escasa o nula cantidad de necrosis y que se desarrolla tras una pancreatitis aguda o
un traumatismo pancreático.

por la etiología de la enfermedad. Así, la pancreati- frecuencia de la enfermedad. Probablemente ello


tis aguda alcohólica es más frecuente en hombres se deba a un incremento en la tasa de obesidad de
reflejando un consumo mayor de alcohol en este la población general con el consiguiente aumento
sexo mientras que la pancreatitis aguda biliar es li- de la prevalencia de colelitiasis. Sin embargo, el
geramente más común en mujeres debido a su ma- consumo de alcohol se ha estabilizado o incluso en
yor tasa de colelitiasis. También la etiología explica algunos países ha sufrido un decremento. En estos
las diferencias observadas por grupos de edad. La mismos estudios europeos se informa de una dis-
pancreatitis alcohólica tiene un pico de incidencia minución progresiva de la mortalidad atribuible a
alrededor de los 45-55 años, con disminución pro- la pancreatitis aguda pese a este incremento en su
gresiva posteriormente, mientras que la incidencia incidencia. La explicación de esta aparente discor-
de la pancreatitis aguda biliar se incrementa con dancia estriba en un diagnóstico más temprano de
la edad. Durante la infancia también pueden apa- la enfermedad y a una más estricta monitorización
recer episodios de pancreatitis aguda aunque se de los pacientes en las primeras horas de evolu-
suelen desarrollar en el contexto de enfermedades ción de la enfermedad.
sistémicas. No existe una influencia estacional re-
conocida.
Etiología
Al parecer, la incidencia de pancreatitis aguda está
En nuestro medio, las causas más frecuentes de
aumentando progresivamente en las últimas déca-
pancreatitis aguda son la litiasis biliar (50%), y el
das4. Desafortunadamente, los datos epidemioló-
consumo de alcohol (15-20%). Sin embargo, hasta
gicos de esta enfermedad no son completamente
en un 15-25% de los casos no logra identificarse
fiables debido a la existencia de casos no diagnos-
una causa reconocible.
ticados, diferentes criterios diagnósticos en distin-
tos centros, variables sistemas de codificación de
la enfermedad y diferencias en la inclusión o no
Litiasis biliar
de pacientes con pancreatitis aguda recurrente. La incidencia de litiasis biliar está aumentada en
En la figura 1 se muestran datos ordenados en el ciudadanos añosos, en mujeres, en ciertas razas
tiempo extraídos de una revisión sistemática de (algunos grupos de nativos americanos), en em-
18 estudios, todos ellos europeos5, en los que se barazadas, obesos, pacientes que pierden peso
observa una tendencia hacia un incremento en la rápidamente, pacientes que consumen ciertos fár-

630
42. Pancreatitis aguda

100

80
Hospitalizaciones por
100.000 habitantes

60

40

20

0
1985-1987 1988-1990 1991-1993 1994-1996 1997-1999 2000-2002 2003-2005
Años

Figura 1. Evolución epidemiológica de la pancreatitis aguda5.

macos (estrógenos, clofibrato, nutrición parenteral, ocasional de grandes cantidades de alcohol no sue-
ceftriaxona u octreótido) y en ciertas enfermeda- le producir pancreatitis. No se conoce claramente
des (hipertrigliceridemia, cirrosis, anemias hemolí- la patogenia de la pancreatitis etílica.
ticas, resección ileal). El desarrollo de pancreatitis
aguda depende de que la litiasis, formada general- Obstrucción al flujo pancreático no
mente en la vesícula, recorra el conducto cístico y
colédoco hasta producir una obstrucción a la salida
relacionado con litiasis
del jugo pancreático; por ello en general las litiasis Existe una multitud de causas obstructivas que
causantes de pancreatitis aguda son de un tamaño pueden producir pancreatitis aguda de forma in-
inferior a 5 mm. La microlitiasis o barro vesicular y frecuente. Cualquier tumor pancreático, de co-
la colesterolosis de la pared de la vesícula son una lédoco intrapancreático o papila puede causarla.
causa reconocida de pancreatitis aguda6, y, en el Es muy típico el paciente con pancreatitis aguda
primer caso, se estima que explica una proporción recidivante y dilatación focal o total del Wirsung o
importante de las pancreatitis inicialmente etique- sus ramas, que en realidad padece una neoplasia
tadas como idiopáticas tras el estudio realizado mucinosa papilar intraductal (tumor que tapiza el
durante el ingreso hospitalario. Dado que el desa- sistema ductal y que produce moco como causa
rrollo de pancreatitis aguda de origen biliar supone de obstrucción al flujo pancreático normal). Alte-
el paso al colédoco de una litiasis, se debe tener en raciones estructurales de la encrucijada biliopan-
cuenta en todo momento la posibilidad de que la creática pueden producir pancreatitis. Es el caso
coledocolitiasis persista, con el riesgo que ello su- de entidades como el páncreas divisum, páncreas
pone para el desarrollo de colangitis aguda y recidi- anular, divertículos duodenales y coledococele, en-
va de la pancreatitis. tre otros. En algunos casos, la hipertonía o fibrosis
del esfínter de Oddi puede ser una causa de difícil
Alcohol diagnóstico de pancreatitis. Raramente un parásito
que migra al colédoco o al Wirsung puede producir
En general el paciente que desarrolla una pancrea-
pancreatitis (Ascaris).
titis aguda de origen etílico toma 4 o más consumi-
ciones de bebidas alcohólicas al día7 a lo largo de al
menos 2 décadas, de forma continuada. Se estima
Yatrogenia
que un 10% de los alcohólicos crónicos llega a pa- Las principales causas de yatrogenia son la manipu-
decer una pancreatitis aguda. Con el tiempo, una lación de la encrucijada biliopancreática (general-
proporción importante de pacientes con pancrea- mente secundaria a CPRE, en ocasiones por CTPH o
titis aguda etílica que continúan consumiendo al- cirugía) y los fármacos8. Entre éstos, cabe destacar
cohol desarrollan pancreatitis crónica. El consumo a los diuréticos (del asa o tiazidas) y a los emplea-

631
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Pancreatitis aguda

Anamnesis
Analítica
Ecografía abdominal
Biliar
Alcohol Sí No Pruebas de imagen:
Hipercalcemia
¿Positivo? TAC, USE,
Hipertrigliceridemia
Colangio-RMN
Fármacos
Yatrogénica
Infecciosa
Hereditaria
Valorar:
Sí No Pancreatitis
Tumores
¿Positivo? autoinmune
Pancreatitis crónica
Pancreatitis de
Alteraciones
causa genética
anatómicas
Disfunción de
Microlitiasis
esfínter de Oddi

Figura 2. Estudio etiológico de la pancreatitis aguda.

dos en la enfermedad inflamatoria intestinal: aza- quística y del inhibidor de la proteasa sérica Kazal
tioprina y mesalazina. tipo 1 (SPINK-1)9.
En raros casos la pancreatitis puede tener un ori-
Metabólicas gen autoinmune (pancreatitis autoinmune). Puede
La hipertrigliceridemia, a partir de un nivel de orientar a esta etiología la asociación con otras en-
500 mg/dl, pero sobre todo a partir de 1.000 mg/dl, fermedades autoinmunes (a destacar la enferme-
puede producir una pancreatitis aguda. Se debe sos- dad inflamatoria intestinal) y la elevación de IgG4
pechar cuando la sangre presenta un aspecto lipémi- en sangre, así como la existencia concomitante de
co, el enfermo muestra xantelasmas y los niveles de lesiones en pulmones, riñones, glándulas salivales
amilasa sérica se hallan en el rango normal. En tales o vía biliar, así como la respuesta de cualquiera de
casos es conveniente determinar los niveles de trigli- estas lesiones a los corticoides10.
céridos en los primeros días de evolución para evitar La isquemia pancreática puede desencadenar una
que un ayuno prolongado los disminuya. Respecto a pancreatitis. Ello ocurre con mayor probabilidad
la hipercalcemia, se ha relacionado con episodios de tras una cirugía abdominal o en relación con vas-
pancreatitis en casos de hiperparatiroidismo, pero culitis. Ciertas infecciones se han relacionado con
no se ha comprobado la misma relación con hiper- pancreatitis, incluyendo los virus de la parotiditis, o
calcemias de otra etiología. de la hepatitis B y micoplasma.

Otras etiologías La incidencia de pancreatitis está igualmente au-


mentada en pacientes en diálisis, sobre todo peri-
Varias mutaciones se han relacionado con pancrea- toneal, pero también en hemodiálisis. Finalmente,
titis aguda de origen genético, sobre todo la del gen la pancreatitis puede tener su origen en un trauma-
del tripsinógeno catiónico (PRSS1), de la fibrosis tismo o contusión abdominal.

632
42. Pancreatitis aguda

Estudio etiológico 24 h de evolución. Además del delirium tremens


que puede complicar la evolución de la enferme-
En todo paciente con pancreatitis aguda debe in- dad en pacientes alcohólicos, en raros casos la
vestigarse la etiología de la enfermedad con el fin pancreatitis unida a la presencia de dolor, al uso de
de prevenir una recidiva en el futuro. En aquellos analgésicos opiáceos y a la respuesta inflamatoria
casos en los que el estudio inicial (anamnesis, ana- sistémica puede cursar con síntomas psiquiátricos
lítica y ecografía abdominal) no descubre una causa (incluso en pacientes no alcohólicos) que varían
aparente, lo primero a considerar es que la pan- desde la obnubilación hasta la agitación, alucina-
creatitis tenga una etiología frecuente pero oculta: ciones y alucinosis; ello se ha denominado ence-
microlitiasis vesicular no detectada por ecografía falopatía pancreática. También se ha descrito una
o consumo no confesado de alcohol. La analítica afectación retiniana (retinopatía de Purtscher por
inicial puede proporcionar pistas valiosas. Una ele- oclusión de la arteria retiniana posterior).
vación de ALT (GPT) mayor de 150 mg/dl orienta
hacia una etiología biliar; en tanto que la elevación La exploración del abdomen muestra dolor e hiper-
aislada de GGT-AST (GOT), VCM, ferritina y transfe- sensibilidad a la palpación predominantemente en
rrina deficiente en carbohidratos orienta claramen- el hemiabdomen superior y mesogastrio. Algunos
te hacia una etiología etílica. La esteatosis hepática pacientes presentan un marcado síndrome de res-
ecográfica es casi universal en pacientes con eti- puesta inflamatoria sistémica ya desde etapas pre-
lismo importante. Se debe reinterrogar acerca del coces de la enfermedad, con fiebre, taquicardia y
consumo de fármacos, sobre todo los esporádicos taquipnea. Un subgrupo de estos pacientes puede
que frecuentemente se obvian en la anamnesis ini- tener fallo orgánico desde su primera evaluación
cial, y si el paciente tiene antecedentes familiares en urgencias (anuria, shock, insuficiencia respira-
de pancreatitis. En la figura 2 se resume el estudio toria), asociándose a una mortalidad elevada. En
etiológico de la pancreatitis aguda. No está claro ocasiones, tras una mejoría inicial del síndrome de
cuánto se debe profundizar en el estudio etiológico respuesta inflamatoria sistémica, éste se presenta
de un episodio único de pancreatitis aguda en lo de nuevo a partir de la 2.ª semana de evolución de
que se refiere a pruebas complementarias. Siem- la enfermedad, lo que sugiere infección nosocomial
pre debe tenerse en consideración la posibilidad o de la necrosis pancreática. Es frecuente el íleo
de que la pancreatitis sea producida por un tumor, paralítico, que puede prolongarse varios días. En
particularmente en pacientes mayores de 40 años, tales casos, el abdomen aparece distendido y sin
con síndrome constitucional o diabetes de reciente evidencia de peristaltismo. En pancreatitis necroti-
comienzo11. zantes, en raras ocasiones el exudado hemorrágico
diseca planos anatómicos hasta alcanzar el tejido
Presentación clínica subcutáneo, produciendo un tinte violáceo de la
piel de flancos (signo de Grey-Turner, (figura 3) o en
El dolor abdominal es casi universal en la pancrea-
la región periumbilical (signo de Cullen); estos sig-
titis aguda. Puede no ser aparente en los raros ca-
nos se asocian a mal pronóstico. Es típico pero muy
sos de pancreatitis postquirúrgica o isquémica (por
infrecuente el desarrollo de paniculitis subcutánea
ejemplo pacientes que permanecen ingresados en
por acción de las enzimas pancreáticas.
UCI o reanimación con sedación) o en pacientes
trasplantados. En la mayor parte de los casos el
paciente describe un dolor de inicio súbito o rápi-
Diagnóstico
do en epigastrio irradiado a ambos hipocondrios y El diagnóstico de una pancreatitis aguda puede rea-
espalda “en cinturón”, continuo y de intensidad re- lizarse sobre la base de datos clínico-biológicos en
levante. En otras ocasiones el dolor es generalizado el propio Servicio de Urgencias. Las determinacio-
en el abdomen. Con el paso de las horas, el dolor nes analíticas deben incluir un hemograma y bio-
puede localizarse en zonas donde se están forman- química con amilasemia, enzimas hepáticas, gluco-
do colecciones agudas como la fosa renal. En tal sa, función renal, calcio, sodio y potasio. La lipasa
caso, la presencia de líquido en la fascia pararrenal puede ser particularmente útil sobre todo cuando
anterior, puede asociarse a puñopercusión renal el cuadro lleva varios días de evolución (ya que tie-
positiva. A su vez, la acumulación de líquido en la ne un aclaramiento plasmático más lento que la
gotiera parietocólica puede ser causa de dolor en amilasa) y cuando existe una hipertrigliceridema
el vacío y fosa ilíaca derecha. La presencia de náu- (que puede interferir con la determinación de la
seas y vómitos es muy frecuente en las primeras amilasemia, no así con la amilasuria). Aunque la

633
Sección 5. Páncreas y vías biliares

pancreatitis aguda se caracteriza por un incremen-


to de las enzimas pancreáticas, no se ha estableci-
do con precisión un rango definido a partir del cual
pueda establecerse el diagnóstico de forma inequí-
voca. No obstante, se acepta que una elevación de
al menos tres veces el límite superior de la norma-
lidad (LSN), junto con un cuadro clínico sugestivo
sirve para el diagnóstico de la enfermedad.
Debe considerarse que otras enfermedades pue-
den cursar con dolor abdominal e hiperamilasemia
incluyendo la colecistitis aguda, colangitis, isque-
mia mesentérica aguda, perforación de víscera
hueca, cetoacidosis diabética, obstrucción intes-
tinal, apendicitis aguda, y embarazo ectópico. En
todos estos casos, la magnitud de la elevación de
la amilasa es considerablemente más baja que la
observada en los casos habituales de pancreatitis
y una historia y examen físico minuciosos ayudan a Figura 3. Signo de Grey-Turner.
orientar el diagnóstico. En caso de duda, una prue-
ba de imagen como la ecografía abdominal (que
además proporciona información sobre la posible demostrado tener valor pronóstico. Recientemente
etiología biliar de la pancreatitis) o una TC confir- se ha publicado el sistema BISAP13 que recoge solo
marán el diagnóstico de la mayoría de estos cua- cinco variables (tabla 4). Con un valor predictivo si-
dros. La figura 4 muestra un algoritmo diagnóstico
milar al APACHE II, supone una gran simplificación
de la pancreatitis aguda.
y también es aplicable al inicio de la enfermedad.
Clasificación y predicción de gravedad
Datos analíticos
Escalas multifactoriales Un factor predictivo de gravedad ampliamente
Como se ha comentado, la clasificación de Atlanta utilizado es la proteína C reactiva (PCR)14. Su pico
define la PA como leve o grave según presente o en suero se alcanza al menos 48 horas después del
no complicaciones (tabla 1). Estas complicaciones inicio de la enfermedad. Sus valores séricos se han
pueden aparecer tardíamente. Por este motivo, se correlacionado con la presencia de necrosis pan-
han diseñado diversos sistemas que pretenden es- creática con un punto de corte de 150 mg/l.
tratificar o predecir el riesgo de evolución hacia una
pancreatitis grave. Existen varias escalas que tienen Por su parte, la ausencia de hemoconcentración
en común un elevado valor predictivo negativo, (hematocrito menor del 44%) al ingreso del pacien-
pero con un bajo valor predictivo positivo. La escala te y la falta de elevación del mismo a las 24 h tam-
más contrastada es el APACHE II12 (tabla 2). A dife- bién hacen improbable la presencia de necrosis. Un
rencia del sistema clásico de Ranson (tabla 3) cuyo BUN aumentado al ingreso (mayor de 20 mg/dl) o
cálculo no puede completarse hasta que no han pa- que se eleva a las 24 h se ha asociado con una ma-
sado 48 horas desde el ingreso, el sistema APACHE yor mortalidad.
II permite establecer el score en cualquier momen-
to evolutivo. Su principal desventaja es que precisa Fallo orgánico
de la recogida de 14 factores. Un punto de corte de
8 puntos parece razonable para mantener el obje- La aparición de FO es el mejor marcador de grave-
tivo de un valor predictivo negativo elevado y así dad y mortalidad, sobre todo si es persistente (du-
evitar subestimar la gravedad. Un índice de masa ración mayor de 48 h) o multiorgánico16. Éste suele
corporal mayor de 30 kg/m2 se asocia a una mayor estar precedido de un síndrome de respuesta infla-
frecuencia de PA grave y de mortalidad15. De hecho, matoria sistémica (definido en pie de tabla 4), que
añadiendo la obesidad a la escala de APACHE II se ha también es un marcador de gravedad, sobre todo
confeccionado la escala APACHE-O que también ha si es persistente.

634
42. Pancreatitis aguda

TABLA 2. Escala APACHE para la valoración del paciente crítico. La puntuación de esta escala se realiza mediante la suma
de los puntos de las doce variables, a los que se suman los correspondientes a la edad (≤ 44 años: 0 puntos; 45-54: 2; 55-64:
3; 65-74:5; ≥ 75: 6) y a las enfermedades crónicas previas (pacientes no quirúrgicos o en postoperatorios tras cirugía
urgente: 5 puntos; postoperatorios tras cirugía programada: 2 puntos)


Intervalo anormal alto Intervalo anormal bajo
Variable 4 3 2 1 0 1 2 3 4
Tª rectal ºC ≥41 39-40,9 38,5-39,9 36-38,4 34-35,9 32-33,9 30-31,9 ≤29,9
PA media (mmHg) ≥160 130-159 110-129 70-109 50-69 ≤49
Frecuencia cardiaca ≥180 140-179 110-139 70-109 55-69 40-54 ≤39
Frecuencia respiratoria ≥50 35-49 25-34 12-24 10-11 6-9 ≤5
Oxigenación (mmHg)
FIO2≥ 0,5: ≥500 350 a 499 200 a 349 <200
pAO2/FIO2
FIO2< 0,5: >70 61 a 70 55 a 60 <55
pO2
pH arterial ≥7,7 7,6-7,69 7,5-7,59 7,33-7,49 7,25-7,32 7,15-7,24 <7,15
Na sérico (nmol/l) ≥180 160-179 155-159 150-154 130-149 120-129 111-19 ≤110
K sérico (nmol/l) ≥7 6-6,9 5,5-5,9 3,5-5,4 3-3,4 2,5-2,9 <2,5
Creatinina sérica ≥3,5 2-3,4 1,5-1,9 0,6-1,4 <0,6
Hematocrito (%) ≥60 50-59,9 46-49,9 30-45,9 20-29,9 <20
(mg/100 ml)
Leucocitos (x1.000/ml) ≥40 20-39,9 15-19,9 3-14,9 1-2,9 <1
Glasgow*: 15-Glasgow actual
*Escala de Glasgow Apertura de los ojos: Respuestas motoras: Respuestas verbales:
Espontánea 4 Obedece órdenes 6 Orientado 5
Al sonido 3 Localiza dolor 5 Confuso 4
Al dolor 2 Retirada 4 Incoherente 3
Ausente 1 Flexión 3 Ininteligible 2
Extensión 2 Ausente 1
Ausentes 1

Datos radiológicos inicio de los síntomas, ya que podría subestimar la


gravedad de la PA. La gradación de la gravedad de
La presencia de derrame pleural en la radiografía de
la PA por TAC se basa en las escalas de Balthazar e
tórax realizada en Urgencias predice una evolución
más desfavorable. índice TC (tabla 5).

La TC tiene un papel fundamental en la confirma- Con todos estos datos, muy recientemente, el Club
ción de la gravedad de una PA ya que es el patrón Español Pancreático ha publicado un consenso so-
oro para el diagnóstico de complicaciones locales, bre el manejo de la PA en el que se afirma que “la
especialmente la necrosis. El procedimiento debe combinación de dos o más de los factores pronós-
realizarse con contraste ya que la necrosis se de- ticos actualmente disponibles es útil para predecir
fine radiológicamente como la ausencia de realce la gravedad”17.
de la glándula pancreática en la fase parenquima-
tosa 1. Además permite caracterizar la presencia de ❱❱ En las primeras 24 horas: impresión clínica,
colecciones líquidas, así como su posible evolución APACHE II o APACHE-O mayor de 8.
a seudoquistes. La TC únicamente está indicada en
aquellos pacientes con una PA potencialmente gra- ❱❱ A las 48 horas: criterios de Ranson o Glasgow
ve estimada por los factores expuestos con anterio- mayor de 3, PCR mayor de 150 mg/l y hemato-
ridad y no antes de las primeras 72 horas desde el crito y su modificación con la fluidoterapia.

635
Sección 5. Páncreas y vías biliares

TABLA 3. Escala multifactorial de Ranson

PA alcohólica PA biliar
Al ingreso:
• Edad >55 años >79 años
• Leucocitos > 16.000/mm3 >18.000/mm3
• Glucemia > 200 mg/dl > 200 mg/dl
• LDH > 350 u/l > 400 u/l
• AST > 250u/l > 250 u/l
A las 48 horas:
• Descenso valor hematocrito > 10% >10%
• Aumento de BUN > 5 mg/dl > 2 mg/dl
• Calcemia < 8 mg/dl < 8 mg/dl
• paO2 <60 mmHg –
• Déficit de bases > 4 meq/l > 5 meq/l
• Secuestro estimado de líquidos >6 l >4 l

0-2 criterios: predice PA leve; > 3 criterios: predice PA grave.

TABLA 4. Sistema BISAP ❱❱ Al cuarto día: TC dinámica con contraste, ade-


más de la cuantificación de fallo orgánico en
cualquier momento.
Blood Urea Nitrogen (BUN) BUN >25 mg/dl
Impaired mental status Alteración de la
consciencia
Tratamiento
Systemic inflammatory Presencia de criterios
Response Syndrome de SRIS Medidas de soporte
Age Edad >60 años
Al ingreso, todo paciente con PA debe ser estre-
Pleural Effusion Presencia de derrame
chamente monitorizado, tanto en lo que concierne
pleural en radiografía
de tórax a sus constantes vitales, como en los parámetros
analíticos mencionados (figura 5). Todo ello permi-
SIRS: síndrome de respuesta inflamatoria sistémica: te 1) detectar precozmente FO (desaturación, oli-
presencia de 2 o más criterios: 1) frecuencia cardiaca guria, deterioro de la función renal, hipotensión);
>90 lpm, 2) Tª>38 o <36 ºC, 3) frecuencia respiratoria 2) guiar el aporte de fluidos (hemoconcentración,
>20 respiraciones por minuto o PaCO2 <32 mmHg, 4) aumento de BUN); y 3) detectar complicaciones
leucocitos >12.000 o <4.000/mm3 o >10% inmaduros (hipocalcemia, hiperglucemia)17. En pacientes con

TABLA 5. Índice TC


Colecciones agudas (escala de Balthazar) Necrosis
Balthazar Puntos
A 0 % Necrosis Puntos
B 1 0 0
C 2 0-30% 2
D 3 30-50% 4
E 4 >50% 6
El índice TC se obtiene mediante la suma de los puntos obtenidos de la escala de Balthazar y los del porcentaje de
necrosis. Escala de Balthazar: A) Páncreas normal. B) Páncreas aumentado de tamaño. C) Rarefacción de la grasa
peripancreática. D) Una colección. E) Más de una colección.

636
42. Pancreatitis aguda

Paciente con sospecha de pancreatitis aguda

Anamnesis
Exploración física
Analítica de sangre
Radiografía de tórax y abdomen

¿Cumple ambos criterios? No


1. Amilasemia >x3 LSN
2. Dolor abdominal

Sí Prueba de imagen:
¿Tiene clínica atípica?
TAC y/o ecografía abdominal
No

Pancreatitis aguda ¿Cumple 2 de los siguientes criterios?
1. Amilasemia >x3 LSN
2. Dolor abdominal
LSN: límite superior de la normalidad 3. Prueba de imagen compatible

Figura 4. Algoritmo diagnóstico en la pancreatitis aguda.

riesgo de sobrecarga de fluidos (cardiopatía, he- elevado (mayor del 44%), niveles elevados de urea
modiálisis, oliguria que no responde a sobrecarga plasmática (mayor de 43 mg/dl) o de BUN (mayor
de fluidos) puede ser necesaria la medición de la de 20 mg/dl) o que a las 12-24 horas de ingreso
presión venosa central o incluso la colocación de presentan un incremento de los mismos, se benefi-
un catéter de Swan-Ganz para la medición de la ciarían de una carga extra de fluidos. 3) La diuresis
precarga. es extraordinariamente útil en el manejo de los flui-
dos. El objetivo es lograr una diuresis de 40-50 ml/h
A pesar del postulado ampliamente aceptado de
(aproximadamente 400 ml cada 8 h). Una diuresis
la necesidad de una administración precoz y abun-
menor requiere un mayor aporte de fluidos (bolus
dante de fluidos para prevenir el FO y probable-
de suero fisiológico comprobando diuresis y valorar
mente la necrosis pancreática, no se ha demostra-
la posibilidad de aumentar el volumen de líquido
do su beneficio ni existe evidencia directa alguna
prefundido en las 24 h. 4) En el caso de no obtener
para recomendar pautas concretas18. Por ello y
respuesta a una fluidoterapia abundante se debe
ante la carencia de pautas basadas en la eviden-
sopesar la medición de la presión venosa central.
cia, pueden recomendarse una serie de medidas
Un error común es el inicio de diuréticos antes de
orientativas: 1) Dado que la PA se asocia con fre-
una adecuada expansión de volumen. Cada vez que
cuencia a secuestro de líquido en retroperitoneo,
se explora al paciente debe monitorizarse cualquier
vasodilatación, vómitos e incremento de pérdidas
signo de sobrecarga (ingurgitación yugular, crepi-
insensibles, todo paciente (salvo aquellos con ries-
tantes, edemas)19.
go elevado de edema agudo de pulmón) debe re-
cibir unos aportes diarios de fluidos superiores a
los normales (al menos entre 3 y 4 l diarios según
Analgesia
el caso). 2) Aquellos pacientes que al ingreso pre- El principal síntoma del paciente es un dolor abdo-
sentan signos de deshidratación, un hematocrito minal de intensidad relevante. Por este motivo, un

637
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Paciente con pancreatitis aguda

Monitorización de constantes (A)


Analíticas de control (B)
Fluidoterapia (C)
Analgesia

¿Predicción de gravedad?
APACHE II o APACHE-O≥8
Ranson o Imrie≥3
Fallo orgánico múltiple o persistente
SRIS persistente
PCR>150 mg/l a partir de 48 h
Hto>44%
BUN>20 mg/dl
No Sí

Pancreatitis potencialmente grave


Valorar ingreso en UCI (D)
Pancreatitis sin predicción de gravedad TAC abdominal a partir 72 h (E)
Dieta oral Soporte nutricional (F)
Valorar tratamiento etiológico Valorar profilaxis TVP-TEP (G)
Valorar indicación CPRE

(A): Se medirá la temperatura, frecuencia cardiaca, respiratoria, presión arterial y diuresis idealmente cada
4 horas hasta la estabilización del paciente. Monitorizar saturación de O2 de forma continua los primeros
días; en pacientes con saturación de oxígeno baja (<95%), taquipneicos, con trabajo respiratorio o disnea
se debe realizar una gasometría arterial.
(B): Idealmente en urgencias, a las 12 horas (para ver evolución de hto y BUN-urea con fluidoterapia) y
diarias hasta estabilización del paciente.
(C): Guiada por exploración física, diuresis y analítica.
(D): Se debe considerar el ingreso en UCI de aquellos pacientes con FO o altas probabilidades de desarro-
llarlo.
(E): Evitar contraste si creatinina >1,5 mg/dl.
(F): La indicación de soporte nutricional en la mayoría de estudios de calidad fueron APACHE II >8 puntos,
Glasgow o Ranson >3 puntos o proteína C reactiva>150 mg/l.
(G): TVP-TEP: trombosis venosa profunda-tromboembolismo pulmonar.

Figura 5. Algoritmo terapéutico en la pancreatitis aguda.

objetivo primordial del tratamiento es mantener El metamizol es probablemente el analgésico más


al enfermo libre de este síntoma, mediante una empleado, pero existen otras alternativas. No se ha
pauta analgésica que resulte eficaz. Para ello exis- demostrado que los opiáceos empeoren el curso
te un amplio arsenal de recursos farmacológicos. de la pancreatitis aguda al producir hipertonía del

638
42. Pancreatitis aguda

esfínter de Oddi. De hecho, en un estudio piloto diseño de dichos estudios. Tampoco se ha demos-
frente a metamizol se concluyó que la utilización de trado que diferencias en la composición de la nu-
morfina no producía un deterioro en la evolución trición enteral comporten ventajas adicionales. En
de la PA, aunque paradójicamente el dolor se con- condiciones ideales el inicio de la nutrición enteral
trolaba mejor con metamizol20. También se dispone debe ser precoz, en las primeras 48 h. En caso de no
de anestésicos por vía intravenosa (procaína), AINE ser posible la nutrición enteral, se debe optar por la
y anestesia epidural. En ausencia de estudios con- parenteral. En tal caso, se recomienda empezar la
trolados que demuestren una superioridad de un NPT a los 5 días del ingreso para minimizar el riesgo
determinado fármaco frente al resto, una pauta re- de hiperglucemia e infecciones.
comendable es la siguiente: a) primer escalón: me-
tamizol 2 g cada 6-8 h, con rescates de meperidina Complicaciones de la PA
(50-100 mg) o morfina (5-10 mg) subcutáneas cada
4 h, si es necesario; b) segundo escalón: bomba de Necrosis pancreática
analgesia de 6-8 g de metamizol + 30 mg de mor- y sus complicaciones
fina a los que se puede asociar metoclopramida
como antiemético en 500 cm3 suero fisiológico en La necrosis pancreática es un marcador de grave-
infusión continua para perfundir en 24 h (20 ml/h) dad, ya que se asocia al desarrollo de FO precoz
—adicionalmente pueden emplearse rescates de (por la propia PA) y tardío (asociado a la infección
morfina o meperidina subcutáneas—; c) tercer es- de necrosis). Sin embargo, no todo paciente con PA
calón: analgesia epidural. necrotizante desarrolla FO, ni todo paciente con FO
tiene esta complicación16.
Soporte nutricional El beneficio de la profilaxis antibiótica de la infec-
La PA leve no requiere soporte nutricional, ya que ción cuando existe necrosis pancreática solo se ha
el paciente puede comenzar la alimentación oral demostrado en ensayos clínicos de baja calidad
en pocos días. En general, el momento de probar metodológica22. Los estudios de alta calidad y los
la tolerancia a la dieta oral es cuando el paciente últimos metaanálisis23 no muestran ninguna venta-
está asintomático, con presencia de peristaltismo. ja que apoye su utilización, por lo que actualmente
Se puede reiniciar la ingesta oral con una dieta no se pueden recomendar. Se debe sospechar in-
blanda pobre en grasa (en un estudio aleatorizado fección de la necrosis cuando persiste la respues-
no se encontraron ventajas al comenzar la dieta de ta inflamatoria sistémica del paciente más allá
un modo más gradual, con tolerancia inicial a líqui- de la 1.ª-2.ª semana de evolución o bien cuando
dos). La PA grave, sin embargo, sitúa al paciente en tras una mejoría inicial de la misma, el paciente
un estado de gran catabolismo. Este hecho, unido al empeora apareciendo de nuevo leucocitosis, au-
íleo paralítico, el dolor abdominal y la compresión mento de la frecuencia cardiaca o respiratoria o
del tubo digestivo por colecciones, además de la fiebre. Ante un paciente de estas características
posibilidad (no demostrada) de un empeoramiento se deben descartar focos infecciosos nosocomiales
del cuadro al estimular el páncreas con alimentos, frecuentes como flebitis-infección de catéter, neu-
hacen aconsejable el soporte nutricional. Existe monía o infección urinaria. Si la fiebre no tiene su
evidencia científica para recomendar la nutrición origen en un foco aparente, debe llevarse a cabo
enteral por sonda nasoyeyunal (colocando el ex- una punción-aspiración con aguja fina de la necro-
tremo de la sonda al menos en el ángulo de Treitz) sis, guiada por ecografía o por TC y efectuar tinción
antes que la nutrición parenteral ya que se asocia de Gram y cultivo de la muestra, al tiempo que se
a un menor coste, y comporta una menor tasa de inicia tratamiento antibiótico empírico17. Se puede
complicaciones sépticas, metabólicas (hipergluce- utilizar un carbapenem (imipenem o meropenem
mia) y tromboembólicas, a la vez que una menor 1 g cada 8 horas iv) o bien ciprofloxacino asociado
estancia hospitalaria y una menor probabilidad o no a metronidazol. Si el análisis del material ob-
de cirugía. En un metaanálisis reciente también se tenido por punción informa la presencia de gram
describe una menor mortalidad en pacientes con negativos, se recomienda mantener el mismo régi-
nutrición enteral frente a parenteral21. No se ha de- men antibiótico, hasta disponer de los resultados
mostrado que la nutrición por sonda nasoyeyunal del antibiograma; en caso de ser Gram-positivos se
sea superior a la nasogástrica en dos ensayos alea- recomienda vancomicina iv. Si la punción es apa-
torizados, aunque hay cierta polémica respecto al rentemente estéril y el paciente persiste con el cua-

639
Sección 5. Páncreas y vías biliares

dro inflamatorio, el procedimiento puede repetirse lidos hacen que el drenaje endoscópico o percutá-
en una semana. neo no sea tan efectivo, con el riesgo consiguiente
de sobreinfección. En tales casos debe optarse por
Clásicamente, el abordaje de la necrosis pancreá-
un drenaje quirúrgico o una necrosectomía endos-
tica infectada ha venido siendo la cirugía abierta
cópica) y (3) la existencia de comunicación con el
(necrosectomía y drenaje con lavados postquirúr-
Wirsung (en tales casos, sobre todo si se identifica
gicos), que debe demorarse si es posible a la 3.ª-4.ª
una estenosis en el Wirsung, el drenaje percutáneo
semana de evolución, dado que la mortalidad de la
se asociará invariablemente al desarrollo de una
cirugía es muy elevada en estadios más precoces.
fístula pancreática a piel y es preferible plantear un
Recientemente se ha publicado un ensayo clínico
abordaje endoscópico o quirúrgico).
aleatorizado y multicéntrico24 en el que se compara
la cirugía abierta con un tratamiento escalonado Papel de la endoscopia
basado en primer lugar en el drenaje percutáneo o
endoscópico de la necrosis y en caso de mala evo-
intervencionista avanzada en
lución proceder a la necrosectomía retroperitoneal las colecciones abdominales y
videoasistida (técnica mínimamente invasiva) con retroperitoneales
drenajes. Esta última estrategia se asoció a varias
ventajas: un tercio de los pacientes pudo evitar la Hoy en día, la endoscopia intervencionista avanza-
cirugía (el drenaje fue suficiente), la tasa de compli- da ofrece alternativas a la cirugía para el manejo
caciones fue menor, tanto a corto, como a largo pla- de las colecciones, con elevadas tasas de eficacia y
zo, y el coste global fue de la estrategia fue inferior una baja tasa de complicaciones25. Debe subrayar-
comparado con la cirugía abierta desde el principio. se que únicamente está indicada cuando provocan
Otras opciones, no estudiadas en ensayos aleatori- síntomas o complicaciones. Las indicaciones para el
zados, son la necrosectomía endoscópica (ver más abordaje endoscópico serían: (1) la presencia de una
adelante) o el drenaje percutáneo intensivo. colección o seudoquiste infectado; (2) la aparición
de síntomas derivados de la compresión de órganos
En la práctica clínica es altamente recomendable vecinos (duodeno, vía biliar) o afectación de vasos
un manejo multidisciplinario de la necrosis infecta- circundantes (seudoaneurisma, trombosis esple-
da con la intervención de gastroenterólogos, ciruja- noportal) y (3) la presencia de una necrosis organiza-
nos y radiólogos teniendo en cuenta básicamente da cuando ésta provoca síntomas o aparecen signos
3 factores: el tiempo de evolución, el estado del de infección atribuibles a esta complicación.
paciente y la experiencia local.
Manejo de las colecciones líquidas
Colecciones abdominales y seudoquistes
y retroperitoneales La vía de abordaje endoscópico puede ser trans-
papilar o transmural (gástrico o duodenal según la
Tras un episodio de pancreatitis aguda se pueden
localización del seudoquiste: quistogastrostomía o
formar colecciones líquidas, que pueden resolverse
quistoduodenostomía). Siempre es prudente eva-
de forma espontánea. En caso contrario, a medida
luar el estado del conducto pancreático principal
que pasan las semanas acaban siendo encapsula-
mediante pancreatografía retrógrada endoscópica
das por el tejido inflamatorio circundante forman-
(CPRE) o por resonancia (CPRMN) para descartar la
do un quiste sin pared epitelial (seudoquiste). En
presencia de una rotura o estenosis del Wirsung. En
el contexto de una pancreatitis aguda necrotizante,
tal caso, se recomienda la colocación de una endo-
pueden formarse además colecciones constituidas
prótesis para garantizar un buen drenaje y evitar, en
por restos de parénquima necrosado “necrosis or-
lo posible, la recurrencia. El drenaje transpapilar se
ganizada”.
recomienda en seudoquistes de pequeño tamaño
El manejo de estas complicaciones depende de un en comunicación con el Wirsung (50%). El procedi-
conjunto de factores que incluyen: (1) tiempo de miento cursa con una baja tasa de complicaciones
evolución (la cirugía debe evitarse cuando el tiem- (10%) y una eficacia del 85%. El drenaje transmural
po de evolución es inferior a 4 semanas ya que to- se utiliza con más frecuencia y requiere que el seu-
davía no existe una pared bien definida, siendo pre- doquiste esté situado a menos de 1 cm de la pared.
ferible el drenaje percutáneo o endoscópico); (2) la En condiciones ideales la punción debería llevarse a
presencia en su seno de necrosis (los restos semisó- cabo guiada por ecoendoscopia (USE) dado que se

640
42. Pancreatitis aguda

atenúa considerablemente el riesgo de complicacio- Tratamiento de la PA biliar: utilidad de


nes (hemorragia, perforación). Una vez efectuada la
la colangiopancretografía retrógrada
punción, sin retirar la aguja y a través de una guía
de 0,035” se avanza un cistotomo/esfinterotomo endoscópica (CPRE) y momento de la
de aguja con corriente de diatermia o un balón de colecistectomía
dilatación hidroneumático (6-10 mm). Con ello se
Todo paciente con PA en el que se demuestra co-
consigue crear una fístula entre el quiste y la luz del
ledocolitiasis precisa una CPRE para su extracción
estómago/duodeno, por la que drenará el contenido aunque existe controversia sobre el momento en
del seudoquiste. Para evitar que la fístula se cierre, que debe realizarse la técnica. Lógicamente es im-
se aconseja la colocación de una o varias prótesis prescindible realizar la CPRE urgente en pacientes
plásticas o en su defecto una prótesis metálica au- con PA asociada a colangitis aguda. Los primeros
toexpandible totalmente recubierta. La respuesta ensayos clínicos aleatorizados mostraban un be-
del seudoquiste se suele monitorizar mediante TAC neficio para la CPRE precoz (primeras 72 horas)
en la PA con criterios predictivos de gravedad. Sin
abdominal y las prótesis se suelen retirar a los 3-6
embargo, en estudios posteriores, de mayor cali-
meses. La tasa de recidiva oscila entre el 10-15%.
dad metodológica, y en un metaanálisis27 no se ha
Necrosis organizada demostrado ningún beneficio en la CPRE precoz en
PA biliar. No obstante se deben individualizar los
También en estos casos, el acceso endoscópico es casos: un paciente con PA biliar y coledocolitiasis
una alternativa a la cirugía debido a la alta tasa de que presenta de forma precoz FO puede necesitar
mortalidad de la última (20-35%). En todo caso, la una CPRE siempre que exista elevada sospecha de
tasa de éxito es menor y oscila entre el 26-95%, obstrucción biliar ante la posibilidad de que la mala
evolución se deba a una sepsis biliar.
según las series consultadas. Existen dos procedi-
mientos, el desbridamiento por lavado y la necro- Por otro lado, todo paciente con PA biliar precisa
sectomía (figura 6). El primero consiste en la crea- algún tipo de profilaxis de nuevos episodios, ya
ción de un fístula de gran tamaño (15-18 mm), a que la recidiva ocurre en un 25% en un periodo de
6 meses, a lo que se añade otro 25% de complica-
través de la cual se colocan 3-4 prótesis plásticas.
ciones biliares no pancreáticas (cólico biliar, cole-
El drenaje se lleva a cabo a través de un catéter
cistitis aguda, coledocolititasis y colangitis). Por
nasoquístico conectado a una bomba de perfusión tanto, en pacientes con riesgo quirúrgico asumible
que permite la irrigación continua de la cavidad se debe realizar una colecistectomía, idealmente
con suero salino a una velocidad de 20-40 ml/h con colangiografía intraoperatoria para descartar
(500-1.000 cm3/24 h). La necrosectomía puede coledocolitiasis asociada, aunque se puede realizar
llevarse a cabo creando una comunicación amplia previamente una colangiopancreatografía por re-
(hasta 20 mm) a través de la cual se introduce un sonancia magnética (CPRM). En general, la colecis-
endoscopio convencional en el retroperitoneo. tectomía debe ser realizada lo antes posible, ideal-
mente en el mismo ingreso hospitalario en PA leve.
Posteriormente se realiza un desbridamiento ac-
Estudios retrospectivos sugieren que aquellos pa-
tivo retirando inicialmente el material sólido me- cientes con PA biliar con colecciones se benefician
diante asas, cestas o balones. Una vez evacuados de una colecistectomía diferida (menor incidencia
los detritus sólidos se lava abundantemente. La de complicaciones). Lo habitual en estos casos es
necrosectomía activa es más eficaz y efectiva que hacer un seguimiento de las colecciones por técni-
el lavado sin desbridamiento (88 vs. 45%). De he- cas de imagen e intervenir al paciente cuando éstas
cho, la necesidad de una actuación quirúrgica pos- se reabsorben o no son clínicamente relevantes.
terior en ambos procedimientos es del 0% y 50%, Alternativamente puede realizarse junto al trata-
miento quirúrgico de aquellas si está indicado28. En
respectivamente. La única serie larga de pacientes
pacientes con alto riesgo quirúrgico se puede optar
descrita hasta el momento describe un éxito inicial por una CPRE con esfinterotomía como profilaxis de
y a largo plazo de la necrosectomía del 80% y 68% nuevos episodios, ya que disminuye eficazmente la
respectivamente, con una aceptable tasa de com- posibilidad de recidiva. Por último en pacientes que
plicaciones (26%) y de mortalidad (7,5%)26. rechacen todo tratamiento invasivo o de muy alto

641
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 6. La necrosectomía puede llevarse


a cabo creando una comunicación amplia
(hasta 20 mm) a través de la cual se
introduce un endoscopio convencional en
el retroperitoneo. Posteriormente se realiza
un desbridamiento activo retirando inicial-
mente el material sólido mediante asas,
cestas o balones. Una vez evacuados los
detritus sólidos se lava abundantemente.
La imagen muestra diferentes momentos
del procedimiento (Cortesía del Dr. Enrique
Vázquez Sequeiros).

riesgo se puede optar por el ácido ursodeoxicólico como el valor hematocrito o la proteína C reactiva
(10 mg/kg al día en 2 tomas), aunque su utilidad ayudan a predecir si un paciente puede desarrollar
en la profilaxis de la PA no ha sido bien estudiada. complicaciones (pancreatitis potecialmente grave).
La realización de una TC dinámica confirma la pre-
Resumen sencia de las complicaciones locales. La PA leve se
trata mediante analgésicos, ayuno y fluidoterapia.
La PA es un proceso inflamatorio que afecta a la
La alimentación oral se introduce cuando el pacien-
glándula pancreática. Aunque su etiología es mul-
te ya no refiere dolor y existe peristaltismo normal.
tifactorial, en nuestro medio, suele tener su origen Sin embargo, en la PA potencialmente grave o con
en la presencia de cálculos biliares o en el abuso de fallo orgánico ya establecido, la monitorización ha
alcohol (70%). Suele debutar de forma aguda con de ser mucho más estrecha (incluso en ocasiones
la presencia de un dolor abdominal intenso que es indispensable su ingreso en UCI). Además de la
prácticamente siempre hace acudir al paciente a un analgesia precisa de fluidoterapia abundante con
Servicio de Urgencias hospitalario. Criterios diag- monitorización invasiva si fuera necesario, un so-
nósticos son la presencia de un dolor abdominal porte nutricional artificial preferentemente en for-
característico, la elevación sérica de enzimas pan- ma de nutrición nasoenteral y antibioterapia si exis-
creáticas o la evidencia de inflamación pancreáti- ten signos sépticos. Si la etiología es biliar y existen
ca (y en ocasiones peripancreática) en pruebas de signos de colangitis o de manifiesta obstrucción
imagen. El manejo de la PA difiere según la grave- biliar está indicada la realización de una CPRE ur-
dad del episodio. Ésta se clasifica de acuerdo con gente. El tratamiento invasivo está reservado a las
la presencia (grave) o no (leve) de complicaciones complicaciones locales pudiendo ser endoscópico
locales o sistémicas. La PA grave ocurre hasta en (de primera elección en manos experimentadas),
un 20% de los casos. Las complicaciones locales in- percutáneo o quirúrgico.
cluyen la presencia de necrosis estéril o infectada,
el seudoquiste y el absceso, en tanto que las sisté- Bibliografía
micas consisten en la aparición de fallo orgánico, 1. Bradley EL, III. A clinically based classification
un factor claramente determinante de mortalidad system for acute pancreatitis. Summary of the
cuando es persistente o múltiple. La utilización de International Symposium on Acute Pancreati-
escalas multifactoriales o datos analíticos aislados tis. Arch Surg 1993;128:586-90.

642
42. Pancreatitis aguda

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643
43 Pancreatitis crónica
y sus complicaciones
J. Enrique Domínguez
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario de Santiago

Concepto Objetivos de este capítulo


La pancreatitis crónica se define como una enfer- ❱❱ Conocer la patogenia y los factores de
medad inflamatoria crónica del páncreas, con fi- riesgo involucrados en el desarrollo de la
brosis del parénquima y pérdida de tejido funcio- pancreatitis crónica.
nal que comporta en fases avanzadas insuficiencia
❱❱ Describir las características clínicas de la
exocrina y endocrina de la glándula. Clásicamente
pancreatitis crónica y los procedimientos
se considera la pancreatitis crónica como una le-
disponibles para su diagnóstico.
sión irreversible, que persiste e incluso progresa
a pesar de eliminar el factor etiológico primario. ❱❱ Facilitar guías para un enfoque terapéutico
No obstante, el conocimiento más profundo de la de los pacientes con pancreatitis crónica y
enfermedad, sobre todo de sus distintas etiologías, sus complicaciones.
obliga a aceptar la posibilidad de reversibilidad del
proceso en determinados casos, con la aplicación REFERENCIAS CLAVE
de las medidas terapéuticas oportunas. El ejemplo
1. Domínguez Muñoz JE. Diagnosis of chronic
más claro en este sentido lo constituye la pancreati-
pancreatitis: Functional testing. Best Pract
tis crónica autoinmune, cuyas lesiones pueden me-
Res Clin Gastroenterol 2010.
jorar e incluso desaparecer con el tratamiento es-
teroideo, y la pancreatitis crónica obstructiva, que 2. Domínguez Muñoz JE. Chronic pancreatitis
puede mejorar tras el tratamiento de la obstrucción and persistent steatorrhea: What is the
del conducto pancreático. correct dose of enzymes? Clin Gastroente-
rol Hepatol 2011;9:541-6.
Desde el punto de vista histológico, la pancreatitis
3. LaRusch J, Whitcomb DC. Genetics of
crónica está definida por la presencia de un infiltra-
pancreatitis. Curr Opin Gastroenterol
do inflamatorio crónico, fibrosis del parénquima y
2011;27:467-74.
pérdida progresiva de tejido exocrino, con relativa
preservación de islotes de Langerhans y del epitelio 4. Braganza JM, Lee SH, McCloy RF, Mc-
ductal. La aparición de calcificaciones y atrofia glan- Mahon MJ. Chronic pancreatitis. Lancet
dular constituye el estadio final de la enfermedad. 2011;377:1184-97.

Epidemiología
La pancreatitis crónica puede permanecer asin- que sujetos que ingieren cantidades socialmente
tomática durante años, por lo que basar su diag- aceptadas de alcohol pueden igualmente pade-
nóstico en síntomas sugestivos conlleva inexora- cer la enfermedad. A todas estas dificultades hay
blemente un infradiagnóstico de la enfermedad. que añadir la escasa sensibilidad de los métodos
Aunque el abuso de alcohol sigue siendo la causa diagnósticos no invasivos, tanto funcionales como
más frecuente, cerca de la mitad de los pacientes de imagen, que limitan la relevancia de cualquier
diagnosticados presentan una etiología distinta al resultado epidemiológico poblacional. Todos estos
alcohol1. Debe conocerse, por otra parte, que la factores condicionan en gran medida la exactitud
susceptibilidad del páncreas al alcohol muestra una de los datos publicados. En España, por ejemplo,
importante variabilidad interindividual, de forma la incidencia de pancreatitis crónica alcanza cifras

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 645
Sección 5. Páncreas y vías biliares

de 14 nuevos casos por 100.000 habitantes y año cohol es probablemente multifactorial, inclu-
y una prevalencia de unos 18 casos por 100.000 yendo fenómenos de hipertensión intraductal,
habitantes. Sin embargo, estudios en autopsias disminución del flujo sanguíneo pancreático,
demuestran la presencia de pancreatitis crónica estrés oxidativo, toxicidad directa sobre la célu-
en más del 70% de sujetos alcohólicos que fallecen la acinar, cambios en la síntesis proteica, incre-
por causas no relacionadas con el alcoholismo. Al mento de la respuesta inflamatoria, y/o estimu-
lación de la fibrogénesis pancreática.
ser una enfermedad incurable, la prevalencia de la
pancreatitis crónica, depende de la incidencia de la ❱❱ Distintas mutaciones genéticas se han relacio-
enfermedad y de la supervivencia de los pacientes. nado con la activación intracelular del tripsinó-
Estudios publicados demuestran una supervivencia geno (PRSS1), que es causa de pancreatitis he-
media desde el momento de diagnóstico de entre reditaria, con la disminución de la capacidad de
12 y 20 años. Aceptando la incidencia de 14 nuevos inactivación de tripsina intracelular (SPINK1) y
casos por 100.000 habitantes y año, aunque muy con la alteración de la secreción de bicarbonato
(CFTR), que predisponen al desarrollo de pan-
probablemente está infravalorada en función de
creatitis crónica3.
los datos expuestos más arriba, y una superviven-
cia media de 16 años, la prevalencia real de la en- ❱❱ En la actualidad se reconocen dos tipos de pan-
fermedad es superior a los 200 casos por 100.000 creatitis autoinmune. El tipo 1 se asocia a afec-
habitantes. tación autoinmune de otros órganos (colangitis
esclerosante, enfermedad inflamatoria intesti-
nal, etc.) y elevación de los niveles séricos o ti-
Clasificación etiopatogénica sulares de IgG4; por el contrario, el tipo 2 afecta
Se conocen distintos factores predisponentes para exclusivamente al páncreas y presenta niveles
el desarrollo de pancreatitis crónica. Según la clasi- séricos de IgG4 normales4. El reconocimiento
ficación actual TIGAR-O, éstos pueden ser divididos de esta etiología autoinmune es de suma im-
en tóxico-metabólicos, idiopáticos, genéticos, au- portancia por su buena respuesta al tratamien-
toinmunes, pancreatitis aguda grave y recurrente y to esteroideo.
obstructivos (tabla 1)2. El avance producido en los ❱❱ Los cambios de reparación producidos tras un
últimos años en el conocimiento etiopatogénico de episodio de pancreatitis aguda grave o tras
la pancreatitis crónica hace que progresivamente episodios de pancreatitis aguda recidivante
vayan disminuyendo los casos alcohólicos e idio- pueden conducir a la aparición de fibrosis pan-
páticos, mientras aumentan básicamente los casos creática, fenómenos obstructivos y de atrofia
autoinmunes y, sobre todo, aquellos relacionados glandular, factores que determinan la progre-
con mutaciones genéticas1: sión hacia pancreatitis crónica.
❱❱ En los países industrializados, el alcohol es la ❱❱ Por último, cualquier obstrucción del conducto
causa del 50-70% de los casos de pancreatitis pancreático puede favorecer el desarrollo de
crónica. El daño pancreático inducido por al- atrofia glandular en los segmentos proximales.

TABLA 1. Clasificación etiológica TIGAR-O de la Manifestaciones clínicas


pancreatitis crónica El diagnóstico de la pancreatitis crónica se ve li-
mitado porque el índice de sospecha clínica en
ausencia de alcoholismo crónico suele ser bajo.
❱❱ Tóxico-metabólica. Los síntomas y signos de pancreatitis crónica son
• Alcohol, tabaco. inespecíficos. La edad de presentación clínica está
• Hipercalcemia, insuficiencia renal crónica. en relación con la etiología de la enfermedad. En
la pancreatitis crónica alcohólica los síntomas apa-
❱❱ Idiopática.
recen frecuentemente entre la tercera y la quinta
❱❱ Genética. década de la vida. Las formas hereditarias, sin em-
• Mutaciones del PRSS1, SPINK1, CFTR. bargo, suelen debutar en las primeras dos décadas
❱❱ Autoinmune. de la vida, en forma de episodios de pancreatitis
aguda recidivante. Las formas idiopáticas y otras
❱❱ Recidivante. formas pueden debutar en edades más tardías.
• Pancreatitis aguda grave o recidivante.
❱❱ El dolor abdominal es el síntoma más frecuen-
❱❱ Obstructiva. te. Habitualmente se localiza en epigastrio y
frecuentemente irradia a la espalda o al hipo-

646
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones

condrio izquierdo. Es muy frecuente que el do- mellitus en un sujeto en la sexta década de la
lor no guarde una clara relación con la ingesta. vida.
Ello obedece a que la causa más frecuente de
❱❱ La pancreatitis crónica se asocia a alteracio-
dolor es la infiltración inflamatoria de los ner-
nes de la motilidad gastrointestinal que son la
vios intrapancreáticos. Cuando el dolor es de
causa de síntomas dispépticos, de predominio
predominio postprandial, debe sospecharse un
postprandial. Son frecuentes la hinchazón ab-
proceso obstructivo ductal pancreático. El dolor dominal y el meteorismo por sobrecrecimiento
secundario a pancreatitis crónica puede ser más bacteriano, así como la pesadez postprandial.
o menos continuo, pero frecuentemente apare- Estos síntomas dispépticos “tipo dismotilidad”
ce de forma recidivante, con ausencia de dolor pueden constituir la única manifestación clínica
entre las crisis. La pancreatitis crónica supone de una pancreatitis crónica.
hasta el 3% de los pacientes con dispepsia no
investigada y la cuarta parte de los pacientes ❱❱ La pérdida de peso es una manifestación muy
diagnosticados de dispepsia funcional tipo sín- tardía de la pancreatitis crónica y su origen es
drome de dolor epigástrico, lo que da una idea multifactorial, pudiendo estar involucrada una
de su elevada prevalencia real5. Ocasionalmen- reducción de la ingesta condicionada por las
te, la primera manifestación clínica de una pan- molestias abdominales postprandiales, la mal-
creatitis crónica es un episodio de pancreatitis digestion secundaria a insuficiencia pancreática
aguda. Contrariamente a lo que ocurre en la exocrina y el alcoholismo crónico.
pancreatitis crónica de inicio precoz, en la de
comienzo tardío, el dolor es poco frecuente y de Métodos diagnósticos
intensidad menos relevante.
Las dificultades clásicas asociadas a la toma de
❱❱ La presencia de diarrea crónica con esteatorrea biopsias del páncreas han limitado el papel de la
es una manifestación tardía de la enfermedad, histología en el diagnóstico de la pancreatitis cró-
y requiere de la pérdida de más de un 90% de nica. Aunque el advenimiento y desarrollo de la
la función exocrina pancreática. Sin embargo, ecografía endoscópica y la punción guiada por la
y debido al retraso diagnóstico de muchos pa- misma pueden y deben cambiar esta situación en
cientes, hasta un tercio de los casos presentan un futuro, el diagnóstico de la pancreatitis crónica
insuficiencia pancreática exocrina en el momen- sigue basándose en la demostración de los cambios
to del diagnóstico de la enfermedad. La pérdi- morfológicos y/o funcionales que son consecuencia
da de la función exocrina se produce de forma de las lesiones histológicas.
progresiva, a lo largo de muchos años. Esto hace
que el paciente con pancreatitis crónica adap- Pruebas de imagen
te progresivamente su dieta, a menudo de un
modo inconsciente, evitando comidas ricas en La pancreatitis crónica determina la aparición de
grasa, lo que justifica la ausencia de diarrea en lesiones histopatológicas de curso progresivo que
muchos casos. De hecho, no es inhabitual en- condicionan alteraciones tanto ductales, como pa-
contrar pacientes con insuficiencia pancreática renquimatosas. Las primeras pueden detectarse
exocrina y estreñimiento. Es interesante reseñar por colangiopancreatografía retrógrada endoscópi-
que alrededor del 6% de los pacientes diagnos- ca (CPRE), colangiopancreatografía por resonancia
ticados de síndrome de intestino irritable con magnética (CPRM) o ultrasonografía endoscópi-
predominio de diarrea presentan en realidad ca (USE). Las segundas pueden demostrarse por
pancreatitis crónica con insuficiencia pancreáti- USE, tomografía computarizada (TC) o resonancia
ca exocrina y, de hecho, el tratamiento enzimá- nuclear magnética (RNM). Tanto unas como otras
tico sustitutivo se asocia a la desaparición de los pueden definirse de acuerdo con la clasificación de
síntomas6. Cambridge (tabla 2). En la actualidad se considera
la USE como el método más sensible y eficaz para
❱❱ La insuficiencia pancreática endocrina se ma- el diagnóstico de pancreatitis crónica mediante la
nifiesta en forma de hiperglucemia y diabetes valoración de los criterios que se muestran en la
mellitus insulinodependiente. Este hallazgo es, tabla 37. La CPRM con secretina (sCPRM) asociada
lógicamente, poco específico de pancreatitis a la RNM con gadolinio ofrecen una eficacia diag-
crónica, pero cualquier diabetes de difícil con- nóstica similar a la USE. La decisión de realizar USE
trol, con tendencia a la hipoglucemia, debe ha- o sCPRM+RNM en pacientes con sospecha de pan-
cer sospechar la presencia de esta enfermedad. creatitis crónica depende básicamente de la dispo-
No es infrecuente que una pancreatitis crónica nibilidad de estas técnicas en los diferentes ámbitos
idiopática de inicio tardío debute como diabetes y de la experiencia del explorador en la evaluación

647
Sección 5. Páncreas y vías biliares

pancreática. La TC muestra una sensibilidad clara- los estudios de eficacia diagnóstica en pancreatitis
mente inferior a la USE y a la sCPRM/RNM en casos crónica siempre están limitados por la ausencia de
no avanzados de la enfermedad, mientras que la un patrón oro aceptado, la presencia de 3 o más
CPRE en la actualidad ha perdido en gran medida criterios ecoendoscópicos de pancreatitis crónica
su papel diagnóstico. Tanto la ecografía abdominal es muy sugestiva de la presencia de esta enferme-
como la radiografía simple de abdomen muestran dad, con una especificidad que aumenta progresi-
una sensibilidad muy baja para el diagnóstico de vamente a medida que se incrementa el número
pancreatitis crónica, limitándose prácticamente a de criterios8. De hecho, el diagnóstico es altamente
los casos avanzados de calcificaciones pancreáticas. probable en casos con 5 o más criterios, mientras
que es dudoso en casos con 3-4 criterios. Además,
Papel de la USE (figura 1)
los estudios que emplean la histología como patrón
La USE permite el estudio con alta definición tan- oro demuestran que la pancreatitis crónica en es-
to del parénquima pancreático como del conduc- tadios iniciales puede presentarse con menos de
to principal y sus colaterales7. Su sensibilidad es 3 criterios ecoendoscópicos de la enfermedad. Más
muy alta para la detección de cambios precoces recientemente, y con el fin de optimizar la eficacia
de pancreatitis crónica. Una ventaja adicional es diagnóstica de esta técnica, un grupo de expertos
la posibilidad de llevar a cabo una punción guiada ha dividido los criterios ecoendoscópicos en ma-
del parénquima pancreático para su estudio histo- yores y menores en la denominada clasificación
patológico. Los criterios ecoendoscópicos de pan- de Rosemont (tabla 3)7. No obstante esta clasifica-
creatitis crónica se resumen en la tabla 3. Aunque ción no ha sido todavía adecuadamente validada.

TABLA 2. Criterios para el diagnóstico morfológico de la pancreatitis crónica mediante CPRE o sCPRM (criterios ductales)
y TC o RNM (criterios parenquimatosos)
Criterios ductales Criterios parenquimatosos

Cambios equívocos CPP normal y < 3 ramas colaterales Ligero aumento del tamaño
anormales glandular
Cambios leves CPP normal y > 3 ramas colaterales Ligero aumento del tamaño
anormales glandular y parénquima
heterogéneo
Cambios moderados CPP irregular y/o ligeramente dilatado Contorno glandular irregular, y/o
quistes < 10mm, y/o pancreatitis
focal
Cambios graves CPP marcadamente irregular Calcificaciones, y/o quistes
y dilatado, y/o calcificaciones intraductales > 10 mm, y/o afectación de
órganos vecinos

CPRE = colangiopancreatografía retrógrada endoscópica; sCPRM = colangiopancreatografía por resonancia magné-


tica tras inyección iv de secretina; TC = tomografía computarizada; RNM = resonancia nuclear magnética;
CPP = conducto pancreático principal.

TABLA 3. Criterios ecoendoscópicos de pancreatitis crónica

Criterios parenquimatosos Criterios ductales

Puntos hiperecogénicos con sombra acústica Cálculos en conducto pancreático principal


Lobularidad con o sin patrón en panal de abeja Contorno irregular del conducto pancreático principal
Puntos hiperecogénicos sin sombra acústica Dilatación de ramas colaterales
Quistes Dilatación del conducto pancreático principal
Bandas hiperecogénicas Márgenes hiperecogénicos del conducto pancreático
principal

648
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones

tre el 83-100% en la detección de dilatación duc-


tal, el 70-92% en la identificación de estenosis, y el
92-100% en la detección de defectos de repleción
intraductal, según las series. La sensibilidad de la
sCPRM en el diagnóstico de pancreatitis crónica es
cercana al 90%, con un valor predictivo negativo de
A B enfermedad de hasta de un 98%. La sCPRM permi-
te, por último, disponer de información indirecta
sobre la capacidad funcional del páncreas exocrino
mediante la evaluación del volumen de secreción.
Otras ventajas de la sCPRM frente a la CPRE son el
hecho de ser una prueba no invasiva y, por tanto, no
asociada a la morbilidad de aquélla y su capacidad
C D para evaluar los segmentos proximales a una obs-
trucción total del conducto pancreático.

Figura 1. Hallazgos ecoendoscópicos de pancreatitis crónica. Las alteraciones parenquimatosas que caracterizan
A) Lobularidad del parénquima pancreático. B) Puntos y a la pancreatitis crónica se muestran en la tabla 2.
bandas hiperecogénicas. C) Calcificaciones pancreáticas. El papel de la TC en el diagnóstico de pancreatitis
D) Pseudoquiste. crónica es muy limitado. Su utilidad en la práctica
clínica se centra básicamente en la detección de las
complicaciones de la enfermedad. La eficacia de la
CPRM con secretina asociada a RNM RNM es muy similar a la de la TC pero, sin embargo,
con gadolinio (figuras 2 y 3) permite evaluar el grado de fibrosis parenquimato-
Las alteraciones ductales que definen la presencia sa a través del estudio dinámico de la intensidad
de pancreatitis crónica se resumen en la tabla 2. de señal pancreática tras la inyección intravenosa
La eficacia de la CPRM para el estudio del sistema de gadolinio. Una relación de intensidad de señal
ductal pancreático es muy elevada. No obstante, es pancreática tras gadolinio vs basal inferior a 1,7 en
imprescindible el estudio pancreático basal y tras la fase arterial, y/o un pico retrasado de realce tras
inyección intravenosa de secretina para obtener la inyección de gadolinio presenta una sensibilidad
unas cifras de sensibilidad diagnóstica adecuadas9. cercana al 80% y una especificidad del 75% en el
Sin el empleo de secretina, el valor de la CPRM es diagnóstico de pancreatitis crónica precoz, com-
claramente inferior a la de otras técnicas de ima- parado con una sensibilidad del 50% obtenida me-
gen para el estudio del sistema ductal pancreático diante el análisis de las alteraciones morfológicas
y su uso no es recomendable. Teniendo esto en del parénquima pancreático9. Estas características,
cuenta, la concordancia entre la CPRE y la sCPRM junto a la posibilidad de realizar la sCPRM en la
en el diagnóstico de pancreatitis crónica oscila en- misma sesión, hacen de la RNM un método óptimo

Figura 2.Colangiopancreatografía por resonancia magnética


tras inyección de secretina en un paciente con pancreatitis Figura 3.Resonancia nuclear magnética con gadolinio de un
crónica. Irregularidad del conducto pancreático principal con paciente con pancreatitis crónica. Relación intensidad máxi-
dilatación de colaterales y presencia de un pequeño cálculo ma de contraste vs basal menor a 1,7. Máximo realce del
prepapilar (flecha). parénquima pancreático obtenido en fase venosa tardía.

649
Sección 5. Páncreas y vías biliares

para el diagnóstico por imagen de pancreatitis cró- co (cuantificación de la concentración de bicarbo-


nica, claramente superior a la TC. nato tras inyección de secretina) durante la realiza-
ción de una ecoendoscopia en casos en los que los
Pruebas de función pancreática hallazgos ecoendoscópicos no sean concluyentes.
Las pruebas que permiten evaluar la función exocri- Test de insuficiencia pancreática
na del páncreas incluyen básicamente métodos que exocrina-maldigestión
requieren intubación duodenal, métodos orales y
La cuantificación de grasa fecal (test clásico de
métodos en heces (tabla 4). La eficacia diagnóstica
Van de Kamer) sigue siendo el patrón oro para el
de estas pruebas es muy variable, lo que obliga a
diagnóstico de insuficiencia pancreática exocrina
una elección adecuada de las mismas en función
con maldigestión grasa. Se basa en el cálculo del
de su indicación. El diagnóstico funcional de la pan-
coeficiente de absorción grasa mediante el conoci-
creatitis crónica en fases iniciales solo es posible
miento de la grasa ingerida y excretada durante 72
mediante los métodos de intubación duodenal. Por
horas consecutivas. Este método tiene importantes
el contrario, otras pruebas como la cuantificación
inconvenientes tanto para el paciente (dieta es-
de grasa fecal y el test del aliento con 13C-triglicé-
tricta con una cantidad concreta de grasa durante
ridos mixtos son de elección para el diagnóstico de
5 días y recolección de la cantidad total de heces
insuficiencia pancreática exocrina con maldigestión
excretadas durante los últimos 3 días) como para
grasa en pacientes previamente diagnosticados de
el personal de laboratorio (trabajo con un volumen
pancreatitis crónica. Entre ambos extremos se sitúa
elevado de heces). Este hecho, unido al desarrollo
el test de elastasa fecal, cuya utilidad se centra en
del test de aliento con 13C-MTG, hace de la cuantifi-
el diagnóstico de pacientes con pancreatitis crónica
cación de grasa fecal un test poco adecuado para la
moderada o grave.
práctica clínica diaria.
Tests de intubación duodenal El objetivo del test de aliento con 13C-MTG es el
Se basan en la cuantificación de la secreción pan- diagnóstico de insuficiencia pancreática exocrina
creática de enzimas y/o bicarbonato en muestras con maldigestión grasa como alternativa al test de
de jugo duodenal obtenidas mediante intubación cuantificación fecal de grasa en pacientes con pan-
duodenal durante la estimulación submáxima del creatitis crónica conocida. Tras la administración
páncreas con secretina y/o CCK o ceruleína. El test de una comida de prueba con 13C-MTG se evalúa
clásico de secretina-CCK es el más eficaz para el mediante espectrometría de masas o infrarrojos el
diagnóstico de pancreatitis crónica, con cifras de porcentaje de 13CO2 recuperado en aire espirado,
sensibilidad y especificidad que alcanzan el 95%10. que es proporcional a la cantidad de grasa digerida
No obstante, este test tiene los inconvenientes de (normal > 29% a las 6 horas)10. Este test, que permi-
su invasividad (requiere de la colocación de una te reemplazar a la cuantificación de grasa fecal en
sonda nasoduodenal), complejidad, elevado coste la práctica clínica, es muy eficaz en el diagnóstico
y falta de estandarización, por lo que su empleo de maldigestion grasa, así como en el control de la
queda reducido a unidades especializadas en en- eficacia del tratamiento enzimático sustitutivo.
fermedades del páncreas. Más recientemente ha
Tests en heces
sido desarrollado el test endoscópico de función
pancreática que, a diferencia del test clásico, obtie- Dentro de la cuantificación de enzimas pancreáticas
ne el jugo pancreático mediante la aspiración del en una muestra aislada de heces, la quimotripsina
contenido duodenal tras la inyección de secretina fecal se ha visto claramente superada por la cuan-
en el curso de una endoscopia digestiva alta10. El tificación de elastasa fecal. La elastasa es más sen-
futuro del diagnóstico funcional de la pancreatitis sible y específica que la quimotripsina y es un buen
crónica pasa probablemente por el test endoscópi- test de cribado de pancreatitis crónica en pacientes

TABLA 4. Test de función pancreática con aplicabilidad clínica actual

Test de intubación duodenal Test orales Test en heces

Test de secretina-CCK Test de aliento con 13C-MTG Cuantificación de grasa fecal (CFA)
Test endoscópico Elastasa fecal
Quimotripsina fecal
MTG = triglicéridos mixtos; CFA = coeficiente de absorción grasa.

650
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones

con sospecha clínica de esta enfermedad. El test de pérdida de peso. Todas estas circunstancias obligan
elastasa fecal es muy simple y fácilmente aplica- a descartar patología pancreática (pancreatitis cró-
ble a la práctica clínica. Los pacientes con cambios nica o cáncer de páncreas). Un elevado nivel de sos-
moderados o graves de pancreatitis crónica tienen pecha debe tenerse igualmente en pacientes con
típicamente una concentración fecal de elastasa in- enfermedades asociadas de origen autoinmune.
ferior a 200 µg/g10. La cuantificación de la actividad
de quimotripsina fecal muestra una baja eficacia En caso de sospecha elevada, el primer méto-
en el diagnóstico de pancreatitis crónica. Su uso ha do diagnóstico a aplicar es la ecoendoscopia o la
quedado relegado al control del cumplimiento tera- sCPRM/RNM. En el resto de casos con sospecha
péutico con suplementos pancreáticos. clínica de pancreatitis crónica es adecuado comen-
zar el estudio con una ecografía abdominal y la
cuantificación de elastasa fecal. La sensibilidad de
Diagnóstico de pancreatitis crónica la ecografía abdominal para el diagnóstico de pan-
en la práctica clínica (figura 4) creatitis crónica es muy baja, pero la demostración
de calcificaciones y/o marcada dilatación del Wir-
La clave diagnóstica en pancreatitis crónica es una sung es altamente específica de la enfermedad. La
adecuada sospecha clínica. La situación de menor elastasa fecal debe ser utilizada en asociación a la
dificultad la constituye el paciente con pancreati-
ecografía abdominal. Si la sospecha clínica persiste
tis aguda recidivante o de una pancreatitis aguda
y la ecografía abdominal es normal, debe realizar-
alcohólica o idiopática, dado que todas estas con-
se una USE o, como alternativa, la sCPRM+RNM
diciones requieren de una exploración adecuada
en función de la disponibilidad y de la experiencia
del páncreas. La presencia de dolor epigástrico que
no cede con inhibidores de la bomba de protones o local. La normalidad de estas pruebas permite des-
que se irradia a la espalda, o incluso de un dolor de cartar la presencia de enfermedad pancreática. La
espalda (dorsal bajo o lumbar alto) sin patología os- realización de USE o sCPRM+RNM es igualmente
teoarticular o renal que lo justifique, obligan a sos- necesaria en pacientes diagnosticados de pancrea-
pechar enfermedad pancreática. Lo mismo ocurre titis crónica mediante ecografía y/o test de función
con el paciente que refiere una historia de “into- para una adecuada caracterización y estadificación
lerancia” a las comidas grasas, la aparición de una de la enfermedad. Tras el diagnóstico, es necesaria
diabetes mellitus de difícil control con tendencia la realización de un test de aliento con 13C-MTG o
a la hipoglucemia (en este caso es imprescindible cuantificación de grasa fecal para detectar insufi-
descartar un cáncer de páncreas), o la presencia de ciencia pancreática exocrina y, en su caso, estable-
episodios de diarrea crónica o de repetición, espe- cer la indicación de tratamiento enzimático susti-
cialmente si se asocian a la ingesta de grasa o de tutivo.

Sospecha clínica de
pancreatitis crónica

Ecoendoscopia Ecografía abdominal +


o sCPRM/RNM elastasa fecal

Diagnóstico de Estudios normales, persiste Diagnóstico distinto a


pancreatitis crónica sospecha clínica pancreatitis crónica

Descartar insuficiencia
Diagnóstico
pancreática exocrina
etiológico
y endocrina

Figura 4. Algoritmo diagnóstico de pancreatitis crónica en la práctica clínica.

651
Sección 5. Páncreas y vías biliares

De suma importancia es realizar un diagnóstico puesta clínica, mediante la resección quirúrgica


etiológico, ya que el enfoque terapéutico depende de la misma.
en gran medida del mismo. El estudio debe de in-
cluir una adecuada anamnesis (consumo de alcohol ❱❱ Hipertensión intraductal e intrapancreática:
y tabaco, enfermedades asociadas, antecedentes el dolor secundario a hipertensión intrapan-
de enfermedades pancreáticas y autoinmunes), creática presenta típicamente un predominio
estudios apropiados de imagen del páncreas y, en postprandial. En estos casos, el tratamiento
determinados casos, la realización de estudios de debe ir dirigido a reducir la secreción postpran-
inmunidad y genéticos. dial pancreática. La administración de derivados
de somatostatina, el tratamiento endoscópi-
co de obstrucciones del conducto pancreático
Enfoque terapéutico principal, o las intervenciones de derivación
El tratamiento de la pancreatitis crónica incluye quirúrgica del conducto pancreático constitu-
tres aspectos primordiales: identificar y corregir la yen el armamentario terapéutico global en este
causa de la enfermedad, controlar sus manifesta- escenario. El tratamiento de elección lo consti-
ciones clínicas (dolor, maldigestion y diabetes melli- tuye el drenaje quirúrgico (pancreaticoyeyunos-
tus) y tratar las complicaciones (ver más adelante). tomía laterolateral), que consigue una mayor
eficacia analgésica y calidad de vida que el dre-
Respecto al tratamiento etiológico, resulta obligada naje endoscópico11. No obstante, la respuesta
la abstinencia absoluta de alcohol y de tabaco en analgésica al drenaje endoscópico mediante la
todos los casos independientemente de la etiología colocación de un stent plástico puede permitir
de la enfermedad. El tratamiento con corticoides predecir la respuesta a la derivación quirúrgica,
es de elección en pancreatitis crónica de etiología
por lo que puede ser empleado como técnica
autoinmune, mientras que el tratamiento endoscó-
inicial para una mejor selección del paciente
pico o quirúrgico de un proceso obstructivo ductal
candidato a la cirugía.
está indicado en pancreatitis obstructiva. En ambos
casos, es posible la reversibilidad o mejoría de la ❱❱ Complicaciones: pseudoquistes pancreáticos cró-
lesión pancreática. nicos, obstrucción del colédoco intrapancreático
Tratamiento del dolor o de segmentos duodenales pueden causar dolor
abdominal en pacientes con pancreatitis crónica.
Existen cuatro causas básicas de dolor abdominal Aunque el papel de estas complicaciones en la
en pancreatitis crónica. Cada una de ellas puede patogenia del dolor en estos pacientes es discu-
tener un enfoque terapéutico diferente: tible, su presencia requiere en todo caso de un
❱❱ Inflamación aguda del páncreas: estos pacien- tratamiento adecuado.
tes presentan episodios recidivantes de reagu- El primer paso en el tratamiento del dolor en pan-
dización de la pancreatitis crónica, hallándose creatitis crónica lo constituye siempre la abstinen-
frecuentemente asintomáticos entre los epi- cia absoluta de bebidas alcohólicas y tabaco. Esta
sodios. Clínicamente los episodios de reagudi- medida consigue eliminar el dolor incluso en más
zación se comportan como pancreatitis aguda, de un 50% de los pacientes. Una dieta pobre en gra-
habitualmente leve y, por tanto, el tratamiento
sas con el fin de reducir la estimulación postpran-
del dolor en estas circunstancias es similar al del
dial de la secreción pancreática solo tiene sentido
proceso agudo. Algunos autores recomiendan
en pacientes con dolor de predominio postpran-
el tratamiento con antioxidantes de manteni-
miento en un intento de disminuir la frecuen- dial en los que, en cualquier caso, el tratamiento
cia de las reagudizaciones, aunque la evidencia de descompresión endoscópica o quirúrgica es de
científica al respecto es muy limitada. elección.

❱❱ Infiltración inflamatoria de las terminaciones La administración mantenida de antioxidantes (se-


nerviosas intrapancreáticas: la inflamación lenio 600 mg/día + vitamina C 540 mg/día + b-caro-
neural y perineural es una constante en pan- teno 9.000 U/día + vitamina E 270 U/día + metioni-
creatitis crónica y probablemente la causa más na 2 g/día) es recomendable en todo paciente con
relevante y frecuente de dolor en estos pacien- pancreatitis crónica, no solo por su efecto positivo
tes. En estos casos la administración de analgé- sobre el dolor, sino también en un intento de frenar
sicos es la base del tratamiento. La presencia la progresión del proceso inflamatorio. La eviden-
de una masa inflamatoria, habitualmente de cia científica sobre el papel de los antioxidantes en
cabeza de páncreas, causante de dolor, puede la progresión de la enfermedad es, sin embargo,
ser tratada adecuadamente, con una buena res- inexistente.

652
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones

El tratamiento analgésico se realiza siguiendo el El tratamiento quirúrgico mediante resección de


protocolo habitual escalonado: 1) analgésicos no una masa inflamatoria de páncreas y/o el drenaje
opioides, 2) asociación de analgésicos no opioides del conducto pancreático principal mediante pan-
con un opioide suave (p. ej.: tramadol), 3) opioides creaticoyeyunostomía latero-lateral es muy efecti-
potentes (p. ej.: morfina, buprenorfina, parches de vo en el alivio del dolor secundario a pancreatitis
fentanilo) (tabla 5). Paracetamol y metamizol son crónica (figura 5)13. No obstante, su eficacia dis-
los fármacos de elección en el tratamiento inicial minuye a largo plazo, por lo que nuevamente es
del dolor por pancreatitis crónica. En determinados fundamental una buena selección, tanto del can-
casos en los que se sospecha un importante com- didato quirúrgico como de la técnica a realizar. En
ponente inflamatorio, puede ser de utilidad asociar este sentido, la adecuada respuesta analgésica a la
un antiinflamatorio no esteroideo a los analgésicos descompresión endoscópica es un buen factor pre-
anteriores. La evidencia científica actual permite dictivo de respuesta a la descompresión quirúrgica.
recomendar el uso de analgésicos habitualmente
empleados en el tratamiento del dolor neuropáti- Por último, señalar como alternativa temporal
co (pregabalina) en pacientes con respuesta insu- el bloqueo del plexo celiaco mediante inyección
ficiente al tratamiento analgésico inicial y antes de percutánea o guiada por ecoendoscopia de cor-
prescribir un fármaco opioide12. ticoides básicamente en pacientes con adicción
La inhibición de la secreción pancreática mediante a los opiáceos, en un intento de suspender dicho
altas dosis de enzimas pancreáticas puede ser de uti- tratamiento. Algunos autores proponen el uso de
lidad en algunos pacientes con dolor de predominio radioterapia a bajas dosis como tratamiento del
postprandial, pero su eficacia es, al menos, contro- dolor grave e intratable por los métodos anteriores
vertida. El uso de derivados de la somatostatina en en pacientes con pancreatitis crónica sin dilatación
el tratamiento del dolor en la pancreatitis crónica está ductal ni masa inflamatoria y, por tanto, sin clara
limitado a casos concretos, como prueba del papel indicación quirúrgica.
patogénico de la secreción pancreática en el origen
La figura 6 resume las distintas opciones terapéu-
del dolor. Ello ayuda a seleccionar pacientes para tra-
ticas para el tratamiento del dolor en pancreatitis
tamientos más invasivos, básicamente quirúrgicos.
crónica en función de su probable etiopatogenia.
Los casos de dolor secundario a obstrucción del
conducto pancreático principal por estenosis, pseu- Tratamiento de la insuficiencia
doquiste o cálculos, pueden beneficiarse del trata-
miento endoscópico de dichos procesos. La eficacia
pancreática exocrina
de estos procedimientos (esfinterotomía pancreáti- La insuficiencia pancreática exocrina define la si-
ca, dilatación con balón del Wirsung, colocación de tuación en la cual el páncreas no es capaz de man-
endoprótesis, extracción de cálculos, etc.) es con- tener su función digestiva normal. Por tanto, y por
trovertida y depende de una adecuada selección de definición, la insuficiencia pancreática exocrina
los pacientes11. se asocia a maldigestión y cualquier paciente con

TABLA 5. Analgésicos empleados para el tratamiento del dolor en pancreatitis crónica y su dosis

Tipo de fármaco Nombre Dosis habitual

Analgésicos no opioides Paracetamol 0,5-1 g/6-8 h


Metamizol 500 mg/6-8 h

Antiinflamatorios no esteroideos Diclofenaco 50-100 mg/8-12 h


Naproxeno 250-500 mg/12 h

Antiepilépticos Pregabalina 150-300 mg/12 h

Opioides de baja potencia Tramadol 50-100 mg/6-8 h

Opioides potentes Fentanilo 25-50 μg/h (parche transdérmico)


Buprenorfina 35-52,5 μg/h (parche transdérmico)
Morfina 5-10 mg/4-8 h

653
Sección 5. Páncreas y vías biliares

insuficiencia pancreática exocrina requiere trata- dilatación del conducto pancreático principal, se
miento enzimático sustitutivo independientemen- asocian muy frecuentemente a insuficiencia pan-
te de su modo de expresión clínica. La esteatorrea creática exocrina14.
clínicamente evidente no es frecuente en la pan-
creatitis crónica, ya que la reducción progresiva de El tratamiento de la insuficiencia pancreática exocri-
la función pancreática a lo largo de los años hace na se basa en la administración de preparados enzi-
que el paciente adapte su dieta limitando la ingesta máticos en minimicroesferas (con el fin de asegurar
de grasas, frecuentemente de manera inconscien- el vaciamiento gástrico de las enzimas en paralelo
te. Así, no es raro encontrar pacientes con maldi- con el de la comida), y con cubierta entérica con
gestion grasa y estreñimiento. La pérdida de peso el fin de evitar la inactivación de la lipasa mediada
como manifestación de insuficiencia pancreática por el ácido gástrico. Se recomienda la ingesta de
exocrina es un signo demasiado tardío. Es frecuen- estos preparados junto con las comidas principales.
te la presencia de datos bioquímicos de malnutri- La dosis inicial debe ser de 40.000-50.000 Eur.Ph.U.
ción, por maldigestion, en pacientes por otra parte de lipasa en cada comida y 20.000-25.000 Eur.Ph.U.
asintomáticos. Por ello, es importante descartar con la merienda15. Esta dosis es suficiente para nor-
la presencia de insuficiencia pancreática exocrina malizar la digestión en más de la mitad de los casos
mediante un test de aliento con 13C-MTG o cuanti- de insuficiencia pancreática exocrina secundaria a
ficación del coeficiente de absorción grasa en todo pancreatitis crónica16. En caso de respuesta insufi-
paciente diagnosticado de pancreatitis crónica13. ciente, demostrada bien por test de aliento o por
Como alternativa, una adecuada valoración nutri- la no normalización del estado nutricional, la aso-
cional antropométrica y bioquímica permite detec- ciación de un inhibidor de la bomba de protones
tar pacientes con un estado nutricional deficiente a dosis doble (antes de desayuno y cena) permite
y, por tanto, con alta probabilidad de insuficiencia normalizar la digestión grasa en la mayoría de los
pancreática exocrina. Del mismo modo, hallazgos pacientes, al elevar el pH en intestino proximal y
morfológicos compatibles con pancreatitis crónica así facilitar la liberación de la lipasa en los tramos
avanzada, como la presencia de calcificaciones y la proximales del intestino y evitar la precipitación de

A B

C D E

Figura 5. Intervención de Puestow. A) Puede apreciarse el Wirsung tortuosamente dilatado en un paciente con una pancrea-
titis crónica y dolor intratable (wirsungrafía preoperatoria). B) TC abdominal en la que se aprecia la dilatación del Wirsung.
C) Pancreatectomía longitudinal. D) Imagen del yeyuno con el que se va a realizar la anastomosis. E) Cierre de la anastomosis
pancreaticoyeyunal. Por cortesía de los Drs. Omedes y Ligorred.

654
43. Pancreatitis crónica y sus complicaciones

las sales biliares17. En caso de respuesta insuficien-


te debe incrementarse progresivamente la dosis de Abstinencia de alcohol y tabaco
enzimas hasta 80.000-100.000 Eur.Ph.U. en cada
comida (40.000-50.000 Eur.Ph.U. con la merienda), Antioxidantes
así como descartarse causas extrapancreáticas de
maldigestion, básicamente sobrecrecimiento bac- Probable origen
teriano. obstructivo

Las medidas dietéticas, salvo la abstinencia alcohó- Descompresión – Analgésicos no


lica, juegan un papel secundario en el tratamiento endoscópica opioides/AINE
de la insuficiencia pancreática exocrina. Salvo en
pacientes con dolor de predominio postprandial, la +
restricción de la grasa en la dieta no es necesaria.
Solo en los casos excepcionales de esteatorrea in- Descompresión
controlable mediante las medidas comentadas ante- quirúrgica
riormente se recomienda la sustitución de las grasas Pregabalina
de la dieta por triglicéridos de cadena media.

Tratamiento de la insuficiencia
pancreática endocrina Analgésicos
Aunque la insuficiencia pancreática endocrina se- opioides
cundaria a pancreatitis crónica debe ser tratada
por endocrinólogos, conviene conocer sus hechos
diferenciales con respecto a la diabetes mellitus
primaria. Básicamente, la diabetes secundaria a Resección
pancreatitis crónica se asocia a alteración de la sín-
quirúrgica
tesis y liberación tanto de insulina como del resto
de hormonas de los islotes de Langerhans, como el
glucagón. Por ello, estos pacientes presentan una
importante tendencia a los episodios de hipogluce-
Figura 6. Tratamiento del dolor abdominal secundario a pan-
mia, que dificultan el tratamiento insulínico.
creatitis crónica. El paso al siguiente escalón terapéutico está
justificado en caso de fracaso del tratamiento aplicado.
Complicaciones y su tratamiento (+) Descompresión endoscópica eficaz en términos de alivio
del dolor. (-) Descompresión endoscópica ineficaz en térmi-
Todo paciente diagnosticado de pancreatitis cró- nos de alivio del dolor.
nica debe ser sometido a revisiones periódicas.
Como norma general, un control analítico anual
incluyendo hemograma y bioquímica habitual, y menticia) o si se complica (infección, rotura, pseu-
una ecografía abdominal son suficientes junto con doaneurisma). El tamaño del pseudoquiste per se
la anamnesis y la exploración física para descartar no es indicación de tratamiento. Siempre que sea
complicaciones relevantes. Otras exploraciones posible, un pseudoquiste pancreático debe drenar-
más invasivas o costosas, como la ecografía endos- se endoscópicamente, bien a través de la papila, si
cópica, la sCPRM+RNM o la TC deben reservarse a existe comunicación entre el quiste y el conducto
situaciones de duda diagnóstica o para planificar la pancreático, o mediante drenaje transgástrico o
terapéutica más adecuada en cada caso. Las com- transduodenal guiado por USE, en caso contrario.
plicaciones relevantes que deben ser descartadas El drenaje percutáneo o quirúrgico es la alternati-
en cada control, se muestran en la tabla 6. va en caso de fracaso o imposibilidad de drenaje
endoscópico. La erosión de una arteria por el quis-
Las complicaciones más frecuentes de la pancreati-
te con producción de un pseudoaneurisma es una
tis crónica incluyen los pseudoquistes pancreáticos
complicación grave. El tratamiento de elección en
y la estenosis del colédoco intrapancreático con
estos casos lo constituye la embolización del vaso
ictericia obstructiva secundaria. Hasta un tercio de
afecto guiada por radiología vascular.
los pacientes con pancreatitis crónica desarrollan
pseudoquistes, habitualmente únicos y frecuente- La progresión del proceso fibrótico del parénqui-
mente asintomáticos. Un pseudoquiste pancreáti- ma pancreático conlleva la estenosis del colédoco
co crónico debe tratarse solo en caso de producir intrapancreático en hasta la mitad de los casos de
síntomas (habitualmente dolor o intolerancia ali- pancreatitis crónica, y su tratamiento es quirúrgico.

655
Sección 5. Páncreas y vías biliares

En estos casos, el tratamiento de drenaje biliar en- TABLA 6. Complicaciones de la pancreatitis crónica
doscópico mediante la colocación de endoprótesis
solo puede considerarse como un tratamiento pro-
visional en aquellos casos en los que el tratamiento ❱❱ Pseudoquiste pancreático.
quirúrgico definitivo se retrase por cualquier mo- ❱❱ Absceso pancreático.
tivo.
❱❱ Estenosis biliar.
Otras complicaciones poco frecuentes (menos del ❱❱ Obstrucción duodenal.
5%) incluyen la trombosis de la vena esplénica o
trombosis portal, cuyo tratamiento es el de sus ❱❱ Cáncer de páncreas.
complicaciones (hemorragia digestiva alta por va- ❱❱ Trombosis de la vena esplénica y/o portal.
rices esofágicas o gástricas), la estenosis duodenal, ❱❱ Pseudoaneurisma.
cuyo tratamiento es quirúrgico, o el absceso pan-
❱❱ Enfermedades extrapancreáticas.
creático. No debe olvidarse que la pancreatitis cró-
nica supone un factor de riesgo para el desarrollo
de cáncer de páncreas, que alcanza hasta el 4% a
los 20 años tras el diagnóstico de la enfermedad18.
Por último, los pacientes con pancreatitis crónica 11. Cahen DL, Gouma DJ, Laramée P, Nio Y, Rauws
son frecuentemente bebedores y fumadores, por EA, Boermeester MA et al. Long-term Outcomes
lo que presentan el riesgo de las enfermedades ex- of Endoscopic Versus Surgical Drainage of the
trapancreáticas propias de estos hábitos. Pancreatic Duct in Patients With Chronic Pan-
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656
44 Tumores malignos del páncreas
Eva C. Vaquero, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic. Barcelona

Objetivos de este capítulo


Introducción ❱❱ Conocer los factores predisponentes,
Más del 90% de tumores pancreáticos correspon- identificar los grupos de riesgo y saber
den al adenocarcinoma ductal de páncreas (ADP), cuándo y cómo realizar el cribado de
en el cual se centrará el presente capítulo. El res- cáncer de páncreas.
to de neoplasias pancreáticas corresponde mayo- ❱❱ Reconocer las manifestaciones clínicas del
ritariamente al adenocarcinoma acinar, tumores cáncer de páncreas.
neuroendocrinos, tumores quísticos, carcinoma
pseudopapilar y pancreatoblastoma. ❱❱ Definir la actitud diagnóstica, establecer
el diagnóstico de extensión y exponer
Epidemiología el esquema terapéutico del cáncer de
páncreas.
La incidencia del ADP es de 8-10 casos por 100.000
habitantes/año, representa el segundo tumor ma-
ligno gastrointestinal en frecuencia y es la cuarta REFERENCIAS CLAVE
causa de muerte por cáncer en adultos. Su inci- 1. Navarro S, Vaquero E, Maurel J, Bombí
dencia aumenta a partir de los 45 años, es más fre- JA, de Juan C, Feliu J, Fernández-Cruz L,
cuente en hombres que en mujeres (ratio 1,3:1) y Ginés A, Girela E, Rodríguez R, Sabate L,
en la raza negra. Se considera uno de los cánceres en representación del Grupo Español de
humanos más letales y uno de los más difíciles de Consenso en Cáncer de Páncreas, Club
tratar. En el año 2000 la incidencia mundial fue de Español Biliopancreático (CEBP), Grupo
217.000 nuevos casos y la mortalidad de 213.000, Español Multidisciplinar de Cáncer Digestivo
por lo que se calcula que el número anual de nuevos (GEMCAD), Sociedad Española de Diag-
casos equipara al de fallecidos. nóstico por Imagen del Abdomen (SEDIA),
Sociedad Española de Endoscopia Digestiva
Factores pronósticos (SEED) y la Sociedad Española de Anatomía
La supervivencia a los 5 años de los pacientes diag- Patológica (SEAP). Recomendaciones para el
nosticados de ADP es inferior al 5%. Si se analiza diagnóstico, la estadificación y el tratamien-
considerando la extensión inicial del tumor, la su- to del cáncer de páncreas (parte I y II). Med
pervivencia es de 12-20 meses en el ADP localizado Clin 2010:134;643-55 y 692-702.
y resecado quirúrgicamente (inferior al 20% de los 2. Hidalgo M. Pancreatic cancer. N Engl J Med
casos), de 6-10 meses en el ADP localmente avan- 2010;362:1605-17.
zado (40% de los casos) y de 3-6 meses en el ADP 3. Ghaneh P, Costello E, Neoptolemos JP. Bio-
metastático (30-40% de los casos). Los factores logy and management of pancreatic cancer.
que se asocian a un mejor pronóstico son el tama- Postgrad Med J 2008;84:478-97.
ño tumoral inferior a 3 cm, la ausencia de invasión
ganglionar y perineural, la existencia de márgenes 4. AJCC (American Joint Committee on Cancer)
de resección libres de neoplasia y la alta diferen- Cancer staging Manual, 7.ª ed. Edge SB,
ciación tumoral. Byrd DR, Compton CC et al., eds. Springer,
New York, 2010(201); 211;285-96.
Factores de riesgo (tabla 1)
Factores ambientales elevado, la obesidad y la actividad física reducida
se han identificado como factores de riesgo del
El tabaco, ciertos factores dietéticos (bajo con- cáncer de páncreas. El tabaco incrementa al menos
sumo de frutas y verduras), el consumo calórico 1,5 veces el riesgo de desarrollar ADP. Este riesgo

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 657
Sección 5. Páncreas y vías biliares

disminuye progresivamente tras cesar el consumo ces superior cuando existe 1 familiar afecto, 6,4
de tabaco, siendo nulo a los 10-15 años de haber veces con 2 familiares afectos y 32 con 3 familiares
abandonado el hábito tabáquico. Se estima que afectos4. El riesgo es especialmente alto cuando
la eliminación del consumo de tabaco evitaría un existe un familiar de menos de 50 años con ADP5.
25% de ADP en Estados Unidos. Respecto al consu-
mo de café y alcohol, no existe una demostración El riesgo de ADP es mayor en ciertos síndromes
clara sobre su contribución como factor de riesgo hereditarios con elevada frecuencia de neoplasias,
de ADP. En el caso del alcohol, los datos son difí- como son el síndrome de Peutz-Jegers (riesgo 120
ciles de interpretar porque a menudo se asocia al superior), el melanoma lunar múltiple atípico fami-
liar, el cáncer de mama familiar con mutaciones de
consumo de tabaco.
BRCA1 y BRCA2, y la ataxia-telangectasia (tabla 2).
Diabetes mellitus El grupo sanguíneo ABO es también una condición
hereditaria que condiciona el riesgo de desarrollar
Diversos estudios epidemiológicos han mostrado cáncer de páncreas. Según dos estudios indepen-
una clara asociación entre la existencia de diabetes dientes de cohortes realizados en un gran número
mellitus y el desarrollo de ADP, con un riesgo relati- de sujetos, los individuos del grupo A, B y AB pre-
vo de 2,1 respecto a los individuos no diabéticos1. sentan un mayor riesgo de ADP que los del grupo
Algunos datos sugieren que la diabetes mellitus es la O6.
consecuencia y no la causa del ADP, ya que a menu-
do tiene una evolución inferior a 2 años y en muchos
casos (57%) se resuelve tras la resección del tumor.
Vigilancia en pacientes con riesgo
de desarrollar ADP
Pancreatitis crónica Actualmente no está recomendado el cribado pobla-
Independientemente de la etiología, la pancrea- cional de ADP. Sólo se aconseja realizar vigilancia de
titis crónica no hereditaria incrementa en torno a ADP precoz en pacientes con factores hereditarios
un 15-25% el riesgo de ADP, siendo mayor el riesgo asociados a un riesgo alto de ADP. Se desconoce cuál
en los casos con más de 20 años de evolución2. El es la estrategia de cribado más adecuada así como
riesgo aumenta hasta un 70% en la pancreatitis he- su eficacia real en términos de supervivencia, por lo
reditaria, especialmente en pacientes fumadores y que el seguimiento de estos pacientes debe realizar-
con diabetes mellitus3. se en centros especializados y como parte de progra-
mas de investigación. La recomendación actual más
Factores hereditarios aceptada es realizar ecoendoscopia cada 1-3 años a
partir de los 35 años en pacientes con pancreatitis
En un 5-10% de los casos existe un componente crónica hereditaria o 10-15 años antes de la edad del
hereditario. Se habla de cáncer de páncreas here- caso más joven sucedido en la familia7,8.
ditario cuando existen mayor o igual de 2 familia-
res de primer grado con ADP o mayor o igual de Patogenia
2 familiares de segundo grado, uno de los cuales
haya sido diagnosticado antes de los 50 años. En El ADP es el resultado de la acumulación de mu-
estas familias el riesgo de desarrollar ADP es 4 ve- taciones genéticas sucesivas originadas en el
epitelio ductal pancreático9. Se ha propuesto un
modelo secuencial que describe la carcinogénesis
TABLA 1. Factores de riesgo del cáncer de páncreas. del ADP basado en los cambios genéticos e histo-
lógicos desarrollados (figura 1). El epitelio ductal
pancreático progresa desde la normalidad hacia
❱❱ Edad avanzada grados sucesivos de neoplasia intraepitelial pan-
❱❱ Tabaco creática (PanIN 1A y 1B: displasia mínima; PanIN 2
y 3: displasia grave) y finalmente hasta el carcino-
❱❱ Obesidad ma invasivo. Paralelamente se producen acúmulos
❱❱ Diabetes mellitus de inicio tardío sin factores de mutacionales que incluyen la activación del enco-
riesgo de diabetes gen KRAS (presente en el 90% de los casos) y la
❱❱ Cáncer de páncreas hereditario inactivación de los genes supresores de tumores
❱❱ Pancreatitis hereditaria
CDKN2A (95%), p16 (95%), p53 (50-75%), y DPC4 o
Smad4 (55%). La base genética del cáncer de pán-
❱❱ Pancreatitis crónica creas es muy compleja y heterogénea y se estima
❱❱ Síndromes familiares de cáncer hereditario (tabla 2) que el ADP contiene una media de 63 mutaciones
genéticas10.

658
44. Tumores malignos de páncreas

TABLA 2. Síndromes hereditarios asociados a un riesgo elevado de ADP.

❱❱ Riesgo bajo (< 5 veces)


• Poliposis adenomatosa familiar
• Cáncer de colon familiar no polipósico (síndrome de Lynch)
• Ataxia telangiectasia
❱❱ Riesgo moderado (5-10 veces)
• Cáncer de páncreas hereditario (2 familiares de primer grado afectos)
• Fibrosis quística
❱❱ Riesgo elevado (> 10 veces)
• Cáncer de páncreas herediario (≥ 3 familiares de primer grado afectos)
• Síndrome de Peutz-Jeghers
• Melanoma lunar múltiple atípico familiar
• Pancreatitis hereditaria
❱❱ Riesgo variable según el tipo de mutación genética
• Cáncer de mama y ovario familiar con mutaciones del gen BRCA1 y BRCA2

El 0,5-1% de la masa tumoral pancreática correspon- de páncreas y señalan la necesidad de desarrollar


de a células madre neoplásicas, las cuales se caracte- terapias dirigidas a eliminar esta población celular11.
rizan por su capacidad de auto-renovación ilimitada,
de generar células más diferenciadas capaces de re- Clínica
producir el tumor, y de ser altamente resistentes a la
quimio y radioterapia. Estas características justifican Los síntomas del ADP están condicionados princi-
la ineficacia de los tratamientos actuales del cáncer palmente por la localización y extensión del tumor.

Adenocarcinoma
Normal PanIN-1A PanIN-1B PanIN-2 PanIN-3
invasivo
K-ras, p21, HER2/neu, acortamiento telomerasa

Ciclina D1, p 16, COX-2, Notch 1

P53, BRCA2, DPC4/Smad4

Figura 1. Cambios histológicos y principales alteraciones moleculares que suceden durante el desarrollo del adenocarcinoma
pancreático. El epitelio ductal pancreático progresa por diferentes grados de PanIN hasta finalmente el adenocarcinoma invasivo.
Ello se acompaña de una sucesión de mutaciones genéticas que se van acumulando durante la progression histológica.

659
Sección 5. Páncreas y vías biliares

especificidad del 90%. Es especialmente útil para


valorar la respuesta terapéutica y para la identifi-
cación precoz de recurrencia tumoral tras el trata-
miento, sin embargo, su determinación no está indi-
cada como marcador de cribado de ADP. El CA 19.9
puede hallarse falsamente elevado en la ictericia
obstructiva de cualquier etiología y en la pancrea-
titis crónica y es indetectable en sujetos con el an-
tígeno Lewis a o b (10% de los pacientes con ADP).

Técnicas de imagen
La ecografía transabdominal es una técnica de bajo
coste que puede ser de utilidad en el estudio inicial
Figura 2. Imagen obtenida mediante tomografía computa- de pacientes con ictericia. Con ella se pueden de-
rizada multicorte que muestra un adenocarcinoma ductal tectar tumores mayores de 2 cm, dilatación de la
de páncreas localizado. Se observa una masa en cabeza de vía biliar y del conducto del Wirsung y metástasis
páncreas (flecha amarilla) que contacta con la vena mesenté- hepáticas. Sin embargo, no es útil en el estadío pre-
rica superior (VMS) pero que no invade la arteria mesentérica coz, cuando no existe dilatación de la vía biliar o en
superior (AMS). Este tumor es considerado resecable y por
tanto tributario de tratamiento quirúrgico y quimioterapia
enfermos obesos.
adyuvante. La tomografía computarizada (TC) multicorte con
administración de contraste es la técnica de elec-
ción en el diagnóstico y estadificación de ADP (figu-
La mayoría de estos tumores se desarrolla en la ra 2). Esta técnica consigue el diagnóstico de ADP
cabeza pancreática, y ello comporta con frecuencia en el 97% de los casos y suele ser suficiente para
colestasis obstructiva por compresión del colédoco. confirmar la existencia de una masa pancreática y
Los tumores de cuerpo y cola pancreática son de para orientar la actitud a seguir. Las limitaciones de
presentación más insidiosa, por lo que su diagnósti- la TC son la detección de metástasis hepáticas infe-
co suele ser más tardío. El dolor abdominal intenso riores a 1 cm y de los implantes peritoneales.
en epigastrio, típicamente irradiado en cinturón o
hacia la espalda, es un síntoma frecuente, así como La ultrasonografía endoscópica ha supuesto una
su carácter nocturno. Inicialmente puede manifes- mejora sustancial en el diagnóstico del ADP (figura
tarse como dolor abdominal vago y náuseas que a 3). Esta técnica posibilita una gran proximidad del
menudo no levantan sospecha durante meses. Las transductor al páncreas, lo que hace posible obte-
manifestaciones de afectación sistémica, como la ner imágenes de alta resolución que permiten de-
astenia, anorexia y pérdida de peso, son también tectar lesiones de 2-3 mm. Su valor predictivo nega-
manifestaciones tempranas frecuentes. tivo es muy alto, de modo que si no detecta lesión

El 15-20% de los pacientes presentan diabetes melli-


tus al inicio del diagnóstico y hasta un 80% desarrolla
diabetes durante la evolución de la neoplasia. El ADP
puede debutar también como una pancreatitis aguda.
Por ello, el diagnóstico diferencial de la diabetes me-
llitus de nuevo diagnóstico (menos de 2 años de evo-
lución en pacientes sin historia familiar de diabetes
mellitus) y la pancreatitis aguda deben incluir el ADP.
Otras manifestaciones menos frecuentes incluyen la
trombosis venosa superficial, la paniculitis, la obs-
trucción gástrica, la alteración de las pruebas de fun-
ción hepática, la obstrucción gástrica y la depresión.

Diagnóstico (figura 5)
Figura 3. Imagen obtenida por ecoendoscopia de un
adenocarcinoma ductal de páncreas. Se observa una masa
Marcadores tumorales en cabeza de páncreas (flecha amarilla) que no invade el eje
El CA 19.9 es el marcador de mayor utilidad en la mesentérico-portal, pero que causa una gran dilatación del
práctica clínica. Su sensibilidad es del 70-90% y su colédoco.

660
44. Tumores malignos de páncreas

en el páncreas la posibilidad de ADP es práctica- los tumores resecables no está indicada la confir-
mente nula. Además la USE permite la adquisición mación citológica salvo en caso de duda diagnósti-
de una muestra de tejido pancreático mediante ca de otro tipo de lesión, como pueden ser el linfo-
punción-aspiración con aguja fina. La sensibilidad y ma, la pancreatitis autoinmune o una metástasis.
especificidad de la USE son superiores al 95%. Esta
técnica está indicada en casos de alta sospecha de Diagnóstico de extensión (figura 5)
ADP en los que la TC no confirma el diagnóstico y
cuando sea necesaria la obtención de una muestra Estadificación mediante el sistema TNM
pancreática.
La estadificación o diagnóstico de extensión del
Con la disponibilidad de la TC y la USE, la colangio- tumor es fundamental para determinar la rese-
pancreatografía retrógrada endoscópica ha queda- cabilidad del tumor, lo cual representa el único
do relegada del diagnóstico y limitada al tratamien- tratamiento potencialmente curativo del ADP. El
to paliativo de la ictericia obstructiva mediante la sistema más utilizado para realizar la estadificación
colocación de prótesis biliares. del ADP se basa en la clasificación TNM (Tumor-
La resonancia magnética abdominal no aporta nin- Node-Metastasis) establecida por la American Joint
gún beneficio adicional a la TC en el diagnóstico de Comité on Cancer (figura 4, tabla 3). Este sistema
ADP. Ésta puede ser útil en casos de alergia al con- clasifica el tumor en estadío I o II (tumor localiza-
traste utilizado en la TC o cuando los resultados de do, resecable), estadío III (localmente avanzado, no
la TC y la USE son indeterminados. La tomografía resecable) o estadío IV (metastásico, no resecable).
por emisión de positrones no añade información T1, T2 y T3 corresponden a tumores resecables en
adicional a los resultados de la TC. tanto que los T4, en los que la arteria mesentérica
superior o el tronco celíaco están afectados, son
tumores irresecables. La afectación de la vena me-
Confirmación citológica sentérica superior, la vena porta o la vena esplénica
Es imprescindible la confirmación citológica en to- se clasifica como T3, ya que estas estructuras vas-
dos los pacientes con tumor irresecable que hayan culares pueden ser resecadas y reconstruidas. No
de iniciar tratamiento oncológico con quimio y/o obstante, existen pocos datos sobre el pronóstico
radioterapia. La citología puede obtenerse a partir de la invasión venosa. La distinción entre T3 y T4
de una metástasis, habitualmente hepática, o de refleja la diferencia entre potencialmente reseca-
la lesión pancreática mediante punción aspirativa ble (T3) y localmente avanzado (T4), a pesar de que
guiada por ecografía transabdominal, TC o USE. En ambos muestran afectación extrapancreática.

Tumor primario
T0 Sin evidencia de tuor
Tis Carcinoma in situ (incluye Pan IM III)
T1 Tumor intrapancreático, < 2 cm
T2 Tumor intrapancreático, ≥ 2 cm
T3 Tumor que se extiende más allá del páncreas
sin afectar TC ni AMS
T1 T2
T4 N1 T4 Tumor que afecta TC o AMS (irresecable)

Ganglios linfáticos
N0 No hay afectación ganglionar
T3 N1 Ganglios linfáticos afectados

Metástasis a distancia
M0 No hay metástasis
M1 Existen metástasis

Figura 4. Definición TMN establecida por la American Joint Comité on Cancer. TC: Tronco celíaco. AMS: Arteria mesentérica
superior.

661
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Un 5% de los ADP se clasifican como tumor bor- TABLA 3. Estadificación del cáncer de páncreas.
derline o potencialmente resecable. Este subgrupo
de tumores corresponde a aquellos que contactan
con la arteria mesentérica superior en menos de ESTADIO
180º de su circunferencia, envuelven o comprimen
IA T1 N0 M0
la arteria hepática sin alcanzar el tronco celíaco, y
aquéllos que ocluyen el tronco venoso mesenté- IB T2 N0 M0
rico-portal en un segmento corto que permite su IIA T3 N0 M0
reconstrucción. IIB T1, T2 o T3 N1 M0
III T4 Cualquier N M0
Técnicas de imagen IV Cualquier T Cualquier N M0
La TC multicorte es la técnica de elección en la es-
tadificación tumoral y en la valoración de la reseca-
bilidad del ADP. Respecto a la TC helicoidal ofrece
mejor resolución espacial y temporal y permite re- resecable, de un tumor localmente avanzado o me-
construcciones multiplanares de alta calidad, ofre- tastásico, en ambos casos irresecable.
ciendo una mayor precisión en la evaluación de me-
tástasis, de invasión vascular y de la extensión de la ADP localizado
infiltración. La TC permite la evaluación del tamaño
del tumor primario y de la invasión locorregional, La resección quirúrgica es el único tratamiento po-
adenopática, vascular y a distancia (figura 6). Una tencialmente curativo del ADP. Sin embargo, sólo el
limitación de la TC es la dificultad para identificar 15-20% de los pacientes son tributarios de cirugía
pequeñas metástasis peritoneales y hepáticas (in- resectiva. La tabla 4 describe las contraindicacio-
feriores a 1 cm) y de diferenciar las adenopatías nes absolutas y relativas de la resección quirúrgica
del ADP. La existencia de metástasis y la invasión
inflamatorias de las metastásicas. Hasta un 5-7% de
de estructuras arteriales mayores (tronco celíaco,
pacientes clasificados como resecables mediante
arteria hepática y arteria mesentérica superior)
TC presentan invasión tumoral en la cirugía.
son criterios de irresecabilidad incuestionables. La
La introducción de la USE ha supuesto una impor- existencia de adenopatías metastásicas no contra-
tante aportación en el diagnóstico de extensión del indica la cirugía, pero si no pueden ser resecadas
ADP, en especial para la evaluación de tumores de en bloque junto con el tumor primario, la recidiva
pequeño tamaño (inferiores a 2 cm) y la afectación tumoral será la norma.
adenopática. Las principales limitaciones de la USE La técnica quirúrgica más habitual para el tumor
son la valoración de la afectación vascular (sensibi- de la cabeza pancreática es la duodenopancrea-
lidad del 73% y especificidad del 90%) y su incapa- tectomía cefálica (intervención de Whipple) con o
cidad para examinar el hígado en su totalidad. La sin preservación pilórica. Los tumores localizados
combinación de TC y USE es, a menudo, la estrate- en el cuerpo o en la cola pancreática requieren
gia recomendada para la estadificación del ADP. La una pancreatectomía distal con esplenectomía. La
USE es más precisa en la valoración de tumores pe- pancreatectomía total no ha demostrado mejores
queños y de la invasión ganglionar y la TC es mejor resultados frente a resecciones más limitadas. La
a la hora de evaluar la invasión vascular, la exten- concentración de esta cirugía compleja en manos
sión locorregional y la existencia de metástasis12. de expertos ha llevado a que la mortalidad de la
duodenopancreatectomía cefálica se haya reduci-
La laparoscopia es útil para identificar metástasis do, pasando de un 20% hace dos décadas a menos
en la superficie hepática o peritoneales, las cuales del 3% en la actualidad, con una disminución con-
existen hasta en un 10% de los tumores conside- comitante de las complicaciones.
rados resecables tras estudio por TC. Sin embargo,
la laparoscopia no está indicada de forma rutina- A pesar de la resección tumoral en pacientes ade-
ria, y su uso se limita a casos en los que exista alta cuadamente seleccionados, el 80% de los pacientes
sospecha de enfermedad avanzada no confirmada recidivan a los 5 años, la mayoría de ellos durante
los 2 primeros años. Por ello, aunque existen dudas
mediante TC o USE.
en relación con su efecto sobre la supervivencia,
se recomienda la realización de tratamiento adyu-
Tratamiento (figura 7) vante. Esta estrategia persigue el tratamiento de la
El tratamiento del ADP depende de si se trata de enfermedad mínima residual, lo que debería tradu-
un tumor localizado, y, por tanto, potencialmente cirse en una disminución de la recidiva tumoral. Al-

662
44. Tumores malignos de páncreas

Sospecha clínica y/o ecográfica


de cáncer de páncreas

TCMC

Sí ¿Diagnóstico No Lesión dudosa


inequívoco o no evidencia
de CP? de lesión

Estadificación

Sí No USE (+/– PAAF)


¿Metástasis?

No ¿Diagnóstico
¿CP resecable? concluyente?
Sí No

Punción metástasis Sí RMN


¿Masa atípica?
o masa pancreática

No Sí ¿Diagnóstico
¿Confirmación Sí concluyente?
histológica de CP?
No
CP
CP localmente
No CP Control del paciente (2)
localizado avanzado
metastásico

Continuar
estudio (1) Ir a algoritmo
terapéutico

Figura 5. Diagrama del algoritmo de diagnóstico y diagnóstico de extensión del cáncer de páncreas (CP). TCMC: Tomografía
computerizada multicorte; USE: Ultrasonografía endoscópica; PAAF: Punción aspirativa con aguja fina; RM: Resonancia mag-
nética. Reproducción autorizada por Elseviere (Navarro et al. 2010. Recomendaciones para el diagnóstico, la estadificación y el
tratamiento del cáncer de pancreas (Parte I). Med Clin 2010:134;643-55.

gunos grupos recomiendan la quimiorradioterapia muy elevado de pacientes demuestra que sólo la
como tratamiento adyuvante13. Sin embargo, un quimioterapia adyuvante mejora de manera signi-
estudio reciente en el que se incluyen un número ficativa la supervivencia, y que la quimiorradiotera-

663
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 6. Angio-TC de abdomen, que muestra una extensa tumoración (T) a nivel de cuello y cuerpo de páncreas (P) de aproxi-
madamente 5 x 3 x 3 cm, con infiltración posterior que afecta la raíz del tronco celiaco (TC) y la arteria mesentérica superior
(AMS).(H: hígado; B: bazo).

TABLA 4. Criterios de irresecabilidad quirúrgica del cáncer de páncreas.

❱❱ Absolutos:
• Metástasis a distancia (hepáticas, peritoneales, omentales, extraabdominales)
• Invasión arterial del tronco celíaco, de la artería hepática o de la arteria mesentérica superior
❱❱ Relativos:
• Invasión venosa de la vena porta o de la vena mesentérica superior
• Invasión por contigüidad de órganos adyacentes (estómago, colon)

pia puede ser incluso perjudicial14. Los quimioterá- su eficacia en términos de supervivencia es contro-
picos utilizados son el 5-fluoracilo y la gemcitabina. vertida.
En los tumores clasificados como borderline, aun-
ADP localmente avanzado que la experiencia es limitada, se recomienda
En este grupo se engloban los tumores irresecables realizar tratamiento neoadyuvante con quimiorra-
por invasión del tronco celíaco o infiltración de la dioterapia para reducir la masa tumoral y valorar
arteria mesentérica superior en más de 180º de la posteriormente la posibilidad de cirugía.
circunferencia. El tratamiento de estos pacientes
es la quimioterapia con gemcitabina o 5-fluoracilo, ADP metastásico
la cual puede combinarse con RT. Sin embargo, no Antes de decidir si el enfermo es tributario de tra-
existen datos concluyentes sobre una mayor efica- tamiento quimioterápico es necesario valorar su ca-
cia de la quimiorradioterapia frente a la quimiote- pacidad funcional o performance status. El objetivo
rapia en este tipo de situación. Este tratamiento de la quimioterapia en estos pacientes es puramente
permite un mejor control del dolor. Sin embargo, paliativa, habiéndose demostrado que la gemcitabi-

664
44. Tumores malignos de páncreas

Tumor localmente
Tumor localizado Tumor metastásico
avanzado
(TNM I o II) (TNM IV)
(TNM III)
15-20% 50-60%
15-20%

No Tratamiento No
Cirugía ¿PS(1)≤2? ¿PS≤2?
resectiva de soporte
+ (supervivencia
QT adyuvante <2 meses) Sí

QT
¿Tumor No
border-line?
(<5%)

Tumor
QT-RT
irresecable
neoadyuvante
(10-15%)

Sí ¿Tumor
QT o QT-RT
resecable?
No

QT

Tratamiento presuntamente curativo Tratamiento paliativo


Supervivencia media 5 años: 10-20% Supervivencia media: 4-10 meses

Figura 7. Diagrama del algorritmo de tratamiento del cáncer de páncreas. QT: quimioterapia; RT: Radioterapia. Reproducción
autorizada por Elseviere (Navarro et al. 2010. Recomendaciones para el diagnóstico, la estadificación y el tratamiento del cáncer
de páncreas (Parte II). Med Clin 2010:134;692-702.

na es más ventajosa que 5-fluoracilo en el control del tinib, un inhibidor de EGFR (epidermal growth fac-
dolor, la calidad de vida y la supervivencia (9 meses tor receptor). El desarrollo de rash cutáneo predice
con gemcitabina frente a 4 meses con 5-FU)15. una mejor respuesta al tratamiento con erlotinib.
Se han evaluado múltiples fármacos en combina-
ción con gemcitabina, pero ninguno de ellos ha Tratamiento de soporte
mostrado un beneficio aditivo. El único fármaco
que ha demostrado una pequeña aunque significa- El dolor de ADP es intenso y de difícil control con
tiva mejoría al combinarlo con gemcitabina es erlo- fármacos analgésicos (paracetamol, AINES, antide-

665
Sección 5. Páncreas y vías biliares

presivos tricíclicos opiáceos). Cuando el dolor no es 8. American gastroenterological association medi-


controlable, la neurolisis del plexo celíaco mediante cal position statement: epidemiology, diagnosis,
punción percutánea o dirigida por USE y la esplacni- and treatment of pancreatic ductal adenocarci-
cectomía transtorácica pueden ser una opción útil. noma. Gastroenterology 1999;117: 1463-1484.
La ictericia y la obstrucción duodenal son otras ma- 9. Hruban RH, Goggins M, Parsons J, Kern SE. Pro-
nifestaciones en tumores no resecables que preci- gression model for pancreatic cancer. Clin Can-
san tratamiento paliativo además del control del cer Res 2000;6:2969-2972.
dolor. La derivación biliar (colecistoyeyunostomía 10. Jones S, Zhang X, Parsons DW, Lin JC, Leary RJ
o coledocoyeyunostomía) es una técnica efectiva et al. Core signaling pathways in human pan-
para tratar la ictericia. Durante el mismo acto ope- creatic cancers revealed by global genomic
ratorio, y de manera preventiva, puede efectuarse analyses. Science 2008(26);321:1801-1806.
una gastroyeyunostomía para evitar la obstrucción 11. Ischenko I, Seeliger H, Kleespies A, Angele MK
duodenal y un bloqueo del plexo celíaco para el et al. Pancreatic cancer stem cells: new unders-
control del dolor. La colocación de prótesis biliares tanding of tumorigenesis, clinical implications.
por vía endoscópica o percutánea es una alternati- Langenbecks Arch Surg 2010;395:1-10.
va menos agresiva para el tratamiento de la ictericia 12. Soriano A, Castells A, Ayuso C, Ayuso JR, de Ca-
obstructiva. La obstrucción duodenal, que tradicio- ralt MT, Ginès MA, Real MI, Gilabert R, Quintó
nalmente ha precisado de tratamiento quirúrgico, L, Trilla A, Feu F, Montanyà X, Fernández-Cruz
también puede tratarse mediante la colocación de L, Navarro S. Preoperative staging and tumor
prótesis metálicas autoexpandibles. Por último, un resectability assessment of pancreatic cancer:
25% de los pacientes sometidos a una operación de prospective study comparing endoscopic ul-
Whipple desarrollan malabsorción, con diarrea y trasonography, helical computed tomography,
esteatorrea, que responde a la suplementación con magnetic resonance imaging, and angiography.
enzimas pancreáticos. Am J Gastroenterol 2004;99:492-501.
13. Klinkenbijl JH, Jeekel J, Sahmoud T, van Pel R,
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4. Klein AP, Brune KA, Petersen GM, Goggins M, MR, Rothenberg ML, Modiano MR, Cripps MC,
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6. Wolpin BM, Chan AT, Hartge P, Chanock SJ, Hecht JR, Gallinger S, Au HJ, Murawa P, Walde
Kraft P, Hunter DJ, Giovannucci EL, Fuchs CS. D, Wolff RA, Campos D, Lim R, Ding K, Clark G,
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666
45 Cálculos biliares
y sus complicaciones
Carla Jerusalén, Miguel Ángel Simón*
Servicio de Aparato Digestivo
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
*Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza.

Introducción Objetivos de este capítulo


La litiasis biliar es una de las principales enfer- ❱❱ Conocer las causas, historia natural y
medades digestivas en la actualidad. Su preva- complicaciones de la litiasis biliar.
lencia en los países occidentales oscila entre el
❱❱ Conocer los recursos disponibles para
10% y el 20%, siendo mayor en edades avanza-
establecer el diagnóstico de la litiasis biliar
das y mujeres. Aunque la mayoría de las litiasis
y sus complicaciones.
biliares son silentes, en un 20% de los casos apa-
recen síntomas o complicaciones. ❱❱ Proporcionar criterios para el tratamiento
de las complicaciones de la litiasis biliar.
En función de su composición podemos diferen-
ciar tres tipos de cálculos: 1) cálculos de coles-
terol que representan el 75% de los cálculos en REFERENCIAS CLAVE
los países occidentales, 2) cálculos de pigmentos 1. Martín L, Vázquez J. Litiasis biliar. En:
marrones (20%) formados fundamentalmente Ponce J, Gomollón F, Martín de Argila C,
por sales de calcio de bilirrubina no conjugada Mínguez M, Miño G, eds. Tratamiento de las
y 3) cálculos de pigmentos negros (5%) que se enfermedades gastroenterológicas (AEG),
asocian típicamente a hemolisis crónica, cirrosis DOYMA, S.L., Barcelona, 2001.
y pancreatitis y cuyo componente principal es el 2. Horton JD, Bilhartz LE. Litiasis biliar y sus
bilirrubinato cálcico1,2. Los cálculos de colesterol complicaciones. En: Feldman M, Friedman
y los de pigmentos negros se forman en la ve- LS, Sleisenger M, eds. Sleisenger & Fordtran.
sícula, mientras que los cálculos de pigmentos Enfermedades gastrointestinales y hepáticas.
marrones pueden originarse en el árbol biliar y Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento,
en la vesícula, siendo el resultado de infecciones 7.ª Ed. Editorial Médica Panamericana, S.A.,
anaerobias de la bilis e infestaciones parasita- Buenos Aires, 2004:1126-1152.
rias.
Aunque los cálculos biliares se pueden localizar
en cualquier punto del árbol biliar, la localiza-
ción más frecuente es la vesícula (85%). El 10%
de los individuos presentan coledocolitiasis con-
comitante y en unos pocos sólo hay cálculos en
particularmente frecuente en Chile, y en las pobla-
la vía biliar. La existencia de cálculos en las vías
ciones escandinavas. Prevalencias intermedias se
intrahepáticas es excepcional en países occiden-
tales3. observan en poblaciones afroamericanas y las más
bajas corresponden a las poblaciones negras del
África subsahariana y a la población del Este Asiáti-
Epidemiología co. También existen diferencias en cuanto a la com-
La prevalencia de colelitiasis tiene una varia- posición de los cálculos. En los países occidentales,
bilidad geográfica y étnica importante. Las los cálculos de colesterol son los más frecuentes,
prevalencias más elevadas se observan en las mientras que en Asia oriental, los cálculos pigmen-
poblaciones con ancestros amerindios, siendo tarios marrones son los predominantes1.

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 667
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Factores de riesgo y factores protectores Entre los factores protectores deben destacarse el
ácido ascórbico o la vitamina C, el consumo mode-
(tabla 1) rado de café y el consumo de proteínas vegetales.
Existen tres factores de riesgo principales para el
desarrollo de cálculos biliares. En primer lugar, Historia natural
la edad. A medida que avanza la edad, la bilis se
vuelve más litogénica aumentando la prevalencia Colelitiasis asintomática
de cálculos. El sexo femenino (probablemente por
influencia de los estrógenos) también aumenta el En la mayoría de los pacientes (60-80%), la colelitia-
riesgo. Finalmente la obesidad que se asocia a un sis es asintomática y se diagnostica incidentalmen-
aumento en la producción y posterior eliminación te al indicar una ecografía por otros motivos (figu-
de colesterol por las vías biliares2. No es infrecuen- ra 1). El riesgo medio anual de desarrollar síntomas
te, en este contexto, la aparición de un cólico biliar es del 2% y la incidencia anual de complicaciones y
tras una dieta de adelgazamiento con pérdida ace- cáncer de vesícula es 0,3% y 0,02% respectivamen-
lerada de peso, debido a la eliminación masiva de te4. Por ello, no es necesario realizar colecistecto-
colesterol por las vías biliares. mía profiláctica a todos los pacientes. Existen varias
excepciones a esta recomendación2,4:
❱❱ Pacientes con alto riesgo de desarrollar cáncer
de vesícula:
TABLA 1. Factores de riesgo asociados a la formación de ■■ E xistencia de pólipos vesiculares con creci-
litiasis biliar miento rápido o mayor de 1 cm.
■■ Vesícula en porcelana.
❱❱ Factores de riesgo asociados a la formación de
cálculos de colesterol. ■■ Cálculo mayor de 3 cm.
• Edad. ■■ Mujer joven de origen amerindio.
• Sexo femenino.
❱❱ Pacientes con riesgo mayor de desarrollar sínto-
• Obesidad.
mas:
• Pérdida de peso rápida.
■■ J oven con anemia drepanocítica. En estos pa-
• Nutrición parenteral total.
cientes las crisis de dolor abdominal podrían
• Embarazo. hacer difícil el diagnóstico diferencial con un
• Multiparidad. cólico biliar o una colecistitis aguda.
• Fármacos.
– Estrógenos exógenos.
– Anticonceptivos orales.
– Clofibrato.
– Octreótido.
– Ceftriaxona.
• Hipertrigliceridemia o niveles bajos de HDL.
• Diabetes resistente a la insulina.
• Enfermedades del íleon terminal.
– Enfermedad de Crohn.
• Lesiones en la médula espinal.
• Etnia (nativos americanos y escandinavos).
❱❱ Factores de riesgo asociados a la formación de
cálculos de pigmentos negros.
Figura 1. Imagen ecográfica de litiasis biliar. El cálculo (C ) se
• Anemia hemolítica crónica. observa como una imagen hiperecogénica en el interior de
• Cirrosis hepática y pancreatitis. la vesícula biliar (VB) que deja una sombra acústica (S) bien
definida. LHD: lóbulo hepático derecho.

668
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

❱❱ Otro subgrupo de pacientes que podría benefi- La colecistografía oral se utiliza, fundamentalmen-
ciarse de una colecistectomía profiláctica serían te, cuando la vesícula biliar no se puede identificar
aquellos en los que se realiza cirugía abdominal mediante ecografía (por ejemplo: cuando está llena
por otro motivo, especialmente si es cirugía ba- de cálculos y contraída) y para valorar la motilidad
riátrica, y en el transplante cardiaco. vesicular y la permeabilidad del cístico antes de ini-
ciar un tratamiento de disolución oral o litotricia.
Colelitiasis sintomática no La tomografía computarizada del abdomen (TC) y la
complicada: cólico biliar simple resonancia magnética (RMN) no son necesarias en
ausencia de complicaciones.
Aproximadamente, el 65% de los pacientes sinto-
máticos presentarán recurrencia clínica en los dos Tratamiento
primeros años con una incidencia anual de compli-
caciones del 1-2%. Durante el episodio de cólico biliar se aconseja
reposo digestivo, calor local y analgesia. Se reco-
Clínica mienda el uso de AINE, ya que además de aliviar los
El único síntoma atribuible a la colelitiasis es el síntomas, pueden prevenir la progresión del cuadro
dolor biliar. Se produce por la obstrucción intermi- hacia una colecistitis aguda5.
tente del conducto cístico por un cálculo y se ma- Tras la presentación de un primer episodio de cóli-
nifiesta como un episodio de dolor visceral, locali- co biliar se debe proponer la realización de colecis-
zado en el epigastrio-hipocondrio derecho. En un tectomía diferida. La colecistectomía laparoscópica
50% de los casos el dolor irradia hacia el hombro
o la de pequeña incisión permite una menor estan-
derecho o la escápula, y se manifiesta como un do-
cia hospitalaria que la colecistectomía abierta, sin
lor constante, que aumenta gradualmente durante
que existan diferencias significativas en cuanto a la
15 minutos-1 hora, se mantiene durante 1 hora o
tasa de complicaciones o mortalidad6.
más y desaparece lentamente. Cuando el dolor se
prolonga por un tiempo superior a 5-6 horas, debe El tratamiento no quirúrgico presenta baja eficacia
sospecharse la posibilidad de una colecistitis agu- y altas tasas de recurrencia. Por ello, sólo debe-
da. A menudo se acompaña de diaforesis, náuseas, ría ofrecerse a aquellos pacientes con alto riesgo
vómitos e inquietud. El gas, la distensión abdomi- quirúrgico o que no deseen someterse a cirugía6
nal, la flatulencia y la dispepsia no están relaciona- (figura 2). El tratamiento médico más usado actual-
dos con los cálculos en sí mismos. Estos síntomas mente es el tratamiento oral disolutivo. Se utiliza
se encuentran con una frecuencia parecida en pa- ácido ursodesoxicólico (a dosis de 8-10 mg/kg de
cientes sin colelitiasis y, por tanto, no cabe esperar peso/día, antes de acostarse). Este ácido disuelve
que la colecistectomía resuelva estos síntomas. La
los cálculos, disminuyendo la secreción biliar de
exploración física suele ser normal en el curso de
colesterol y desaturando la bilis. El tratamiento se
un cólico biliar simple, mostrando únicamente lige-
mantiene hasta que se comprueba la disolución
ra hipersensibilidad a la palpación en el hipocon-
de los cálculos en dos ecografías consecutivas rea-
drio derecho.
lizadas en un intervalo de un mes y se debe inte-
Diagnóstico rrumpir si no es bien tolerado por el paciente, si
presenta complicaciones de la colelitiasis durante
Los parámetros de laboratorio son normales en un
el mismo o si los cálculos no se han disuelto en 6
cólico biliar que no se acompaña de complicacio-
nes. El patrón oro para el diagnóstico es la ecografía meses. En el hipotético caso de que la disolución
abdominal, única exploración necesaria para certi- sea parcial después de 6 meses, el tratamiento
ficar la presencia de cálculos en la vesícula biliar (fi- puede prolongarse hasta 2 años, interrumpiendo
gura 1). Se trata de una técnica inocua, de bajo cos- el mismo si no se logra la disolución total de los
te y disponible en la mayoría de los centros con una mismos. Este tratamiento únicamente es aplicable
sensibilidad y especificidad superior al 95% para los a pacientes muy seleccionados (menos del 15% de
cálculos de tamaño superior a 4 mm2. Típicamen- los pacientes sintomáticos) (tabla 2). El tratamiento
te detecta cálculos móviles, declives y con sombra disolutivo tiene éxito en un 20-70% de los pacien-
acústica posterior. Cuando la sospecha clínica es tes tratados, con un riesgo de recidiva del 50% a los
elevada y la ecografía es negativa, puede indicarse 5 años. En los cálculos de tamaño superior a 10 mm
una ecoendoscopia. se puede asociar litotricia extracorpórea.

669
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Paciente con
colelitiasis

No - Actitud expectante
¿Sintomático?
- Colecistectomía profiláctica en
situaciones especiales (ver texto)

¿Cálculos radiolucentes?
¿Riesgo quirúrgico No ¿≤ 10 mm? Tratamiento
aceptable? ¿Vaciamiento vesicular correcto? sintomático
¿Cístico permeable?

Colecistectomía Tratamiento disolutivo oral ±


laparoscópica litotricia extracorpórea

Figura 2. Algoritmo terapéutico para colelitiasis sintomática.

Actualmente, se encuentran en fase de investiga- res, síndrome de Mirizzi, vesícula en porcelana y la


ción otros fármacos que podrían ser útiles: ezeti- neoplasia vesicular.
miba, estatinas o moduladores de los receptores
nucleares involucrados en la secreción biliar de Colecistitis aguda
lípidos.
La colecistitis aguda (CA) es una entidad clínica ca-
Colelitiasis sintomática con racterizada por la inflamación de la pared vesicular.
complicaciones Su mortalidad global está en torno al 10%, siendo
mayor en las formas acalculosas, en pacientes con
Las complicaciones de la colelitiasis incluyen: cole- una edad igual o superior a los 75 años y en pre-
cistitis aguda, coledocolitiasis que puede producir sencia de ciertas comorbilidades (diabetes, inmu-
colangitis o pancreatitis aguda biliar, fístulas bilia- nodeprimidos…)7.

TABLA 2. Criterios para el tratamiento disolutivo de litiasis Etiopatogenia


biliar
La litiasis biliar es la causante del cuadro en el
90% de los pacientes. Dos factores determinan la
❱❱ Características necesarias para administrar trata- progresión a CA: el grado y la duración de la obs-
miento disolutivo oral. trucción. Si la obstrucción del conducto cístico es
• Colelitiasis sintomática y sin complicaciones parcial y de corta duración el paciente experimen-
(preferiblemente cólicos biliares leves y poco ta un cólico biliar. Si la obstrucción es completa y
frecuentes). duradera se produce un aumento en la presión in-
• Conducto cístico permeable, comprobado travesicular que asociado a la irritación mucosa, la
mediante colecistografía oral, y vaciamiento de activación de la respuesta inflamatoria aguda y la
la vesícula correcto. disminución del flujo vascular de la pared, secun-
• Cálculos de colesterol de pequeño tamaño dario a la distensión, conducen a la aparición de
(diámetro < 10 mm, preferiblemente < 6 mm). esta complicación7. La infección de la bilis proba-
blemente tiene un papel aditivo, pero secundario,

670
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

al desarrollo de CA, ya que sólo el 50% de los pa- TABLA 3. Criterios diagnósticos para colecistitis aguda
cientes la presentan. Los microorganismos hallados
más comúnmente son: Escherichia coli, Klebsiella
pneumoniae, Enterococcus faecalis, Enterobacter ❱❱ A. Signos locales de inflamación.
spp y Streptococcus faecalis. En los casos más gra- 1. Signo de Murphy.
ves pueden encontrarse también anaerobios como 2. Dolor, masa o sensibilidad en HCD.
Bacteroides fragilis o Clostridium perfringens8. ❱❱ B. Signos sistémicos de inflamación.
1. Fiebre.
Criterios diagnósticos (tabla 39)
2. Elevación de PCR (≥ 3mg/dl).
Clínica 3. Leucocitosis.
El síntoma principal es el dolor abdominal agudo, ❱❱ C. Hallazgos de imagen característicos de CA.
constante, en HCD, de duración mayor de 5 horas, Ver descripción en tabla 4.
típicamente irradiado a espalda, y que se acompa-
ña frecuentemente de náuseas, vómitos y fiebre
Diagnóstico definitivo
que oscila entre 37,5 ºC y 39 ºC. En la exploración
física destaca un área de hipersensibilidad en HCD (1) Un ítem en A y un ítem en B son positivos.
y la palpación manual durante la inspiración pro- (2) C confirma el diagnóstico de sospecha.
funda a ese nivel produce dolor y cese inspiratorio
(signo de Murphy). En pacientes ancianos, espe- NOTA: Nivel PCR ≥3 mg/dl con imágenes ecográficas
cialmente si son diabéticos, el cuadro clínico puede compatibles tiene una sensibilidad y especificidad
no ser típico y no es inhabitual que el enfermo no de 97% y 76% respectivamente, y un valor predictivo
manifieste dolor, por lo que es preciso un elevado positivo de 95%.
índice de sospecha. En algunos de estos casos, la
CA puede expresarse por las manifestaciones de
una sepsis con hipotensión. mayoría de los casos (figura 3). Su sensibilidad y es-
Algunos signos, como inestabilidad hemodinámica, pecificidad son del 88% y 80% respectivamente, y a
fiebre alta, acidosis metabólica o íleo indican ma- pesar de que es una técnica operadordependiente,
yor gravedad y obligan a considerar la presencia de tiene un valor predictivo positivo del 92%. Los sig-
una colecistitis gangrenosa o una perforación de la nos ecográficos que apoyan el diagnóstico han sido
vesícula. enumerados en la tabla 4. Una gammagrafía con
derivados del ácido iminodiacético (HIDA) marcado
Pruebas de laboratorio
con Tc puede ser de utilidad cuando existe duda
En un paciente con CA, el laboratorio suele infor- diagnóstica a pesar de la exploración ecográfica.
mar de la presencia de una leucocitosis con neu- La TC abdominal sólo es necesaria si se sospechan
trofilia (puede observarse neutropenia en casos de complicaciones (figura 4).
sepsis grave) y un incremento de la proteína C reac-
tiva (PCR). En algunos casos puede observarse un TRATAMIENTO
leve incremento de la actividad aminotransferasa y Medidas generales
de los niveles de amilasa, habitualmente inferiores
a 3 veces el límite superior de la normalidad (LSN),y El manejo de la CA precisa de ingreso hospitalario,
hasta en un 20% de casos, sobre todo en pacientes reposo en cama, dieta absoluta, fluidoterapia, anti-
con CA grave, ictericia con niveles de bilirrubina in- bioterapia y analgesia.
feriores a 4 mg/dl. Ello refleja la inflamación y ede- ❱❱ Analgesia. Se recomienda el uso de AINE que
ma de la vía biliar o a la compresión directa de la vía además de aliviar el dolor, pueden alterar la his-
por la vesícula distendida. Sin embargo, concentra- toria natural del cuadro como se ha explicado
ciones superiores deben hacer sospechar coledo-
previamente.
colitiasis o síndrome de Mirizzi (ver más adelante).
❱❱ Antibioterapia (ATB). El tratamiento con ATB
Pruebas de imagen
es aconsejable salvo en aquellos pacientes con
La técnica de elección es la ecografía abdominal un cuadro leve en quienes la observación y el
y es suficiente para confirmar el diagnóstico en la tratamiento con AINE pueden ser suficientes.

671
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 3. Diagnóstico ecográfico de colecistitis aguda. A) Vesícula biliar (VB) con presencia de múl-
tiples cálculos en su interior y un engrosamiento con laminación de su pared. LHD: lóbulo hepático
derecho; B) barro biliar con varias litiasis en su seno. Marcado engrosamiento parietal. Ecos en la
zona superior vesicular que corresponden a gas intravesicular. Cortesía del Dr. Juan Nerín. Unidad
de Ecografía Digestiva del HCU Lozano Blesa de Zaragoza.

modificar la pauta. En los casos leves-modera-


TABLA 4. Criterios ecográficos para el diagnóstico
dos puede ser suficiente con una monoterapia
de colecistitis aguda
con piperacilina-tazobactam (4/0,5 g iv/ 6 horas)
❱❱ Signo de Murphy ecográfico: dolor con el transduc- o una cefalosporina de primera o segunda ge-
tor colocado. neración. En los casos más graves se debe ad-
❱❱ Engrosamiento de la pared vesicular > 4 mm (si el ministrar ATB de mayor espectro. De primera
paciente no tiene hepatopatía crónica y/o ascitis elección serían las cefalosporinas de tercera o
y/o insuficiencia cardiaca derecha). cuarta generación asociadas a metronidazol8. Es
❱❱ Aumento del diámetro vesicular > 8 cm. importante tener en cuenta que el uso inapro-
❱❱ Demostración de litiasis biliar. piado de ATB de amplio espectro puede incre-
❱❱ Colecciones líquidas pericolecísticas. mentar las resistencias antibióticas. En la tabla 5
❱❱ Presencia de barro biliar.
se muestran varias pautas empíricas eficaces en
este contexto.
❱❱ Trilaminación de la pared vesicular.
❱❱ Banda intermedia continua y focal hiperecogénica. Tratamiento quirúrgico
La colecistectomía es el tratamiento de elección
para la CA (figura 5). Ello es así por diversas razo-
Los factores que se deben tener en cuenta en el
nes, pero fundamentalmente por el hecho de que
momento de elegir la antibioterapia son: la ac-
aquellos casos que finalmente se resuelven con
tividad antimicrobiana contra los gérmenes más
frecuentes, la gravedad de la CA, la presencia de tratamiento médico-conservador (50% aproxima-
insuficiencia renal o hepática, la toma previa de damente), precisarán un reingreso por un evento
ATB por el paciente y las resistencias locales. El similar, al menos en el 20% de los casos. Todo ello
coste es una variable importante a considerar. comporta morbilidad, pérdida de calidad de vida
Inicialmente, se comienza con una pauta empí- (y en algunos casos de productividad laboral) y un
rica y se realizan hemocultivos y cultivos biliares elevado coste sanitario. El “cómo” y el “cuándo”
siempre que sea posible. Si se reciben cultivos realizar la colecistectomía ha sido tema de debate
positivos para algún germen no cubierto se debe durante años.

672
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

Figura 4. La TC abdominal está indicada si se sospechan complicaciones. A) Absceso perivesicular en relación


con una colecistitis aguda. Se observa una colección líquida heterogénea que capta contraste en su periferia
(flechas) adyacente a la vesícula biliar (VB). LHD: lóbulo hepático derecho; LHI: lóbulo hepático izquierdo; A:
aorta; E: estómago; B: bazo. B) Colecistitis enfisematosa. Se observa la presencia de abundante gas en el
lecho vesicular (flechas). Cortesía del Dr. Francisco Uribe. Servicio de Radiología. Hospital San Jorge de Huesca.

TABLA 5. Opciones de tratamiento antibiótico empírico


para cubrir gérmenes gram negativos y anaerobios

❱❱ Monoterapia.
• Ampicilina-sulbactam (3 g/6 h).
• Piperacilina-tazobactam (4,5 g/6 h).
• Ticarcilina-clavulánico (3,1 g/4 h).
❱❱ Terapia combinada
• Cefalosporina de 3.ª gen. (ej: ceftriaxona
1 g/24 h) + metronidazol (1,5 g/24 h iv).
❱❱ Pautas alternativas (de segunda elección).
• Fluorquinolona ( ej: levofloxacino/24 h) +
Metronidazol ( 1,5 g/24 h iv).
• Monoterapia con carbapenem (imipenem
500 g/6 h, meropenem 1 g/8 h o ertapenem
1 g/24 h).

❱❱ ¿Cuándo es el momento óptimo para realizar


la colecistectomía en los casos de CA?
Varios RCT han demostrado que la colecistectomía Figura 5. La colecistectomía es el tratamiento de elección de la
por vía abierta de forma temprana (en los primeros colecistitis aguda. Cortesía del Dr. Lamata. Servicio de Cirugía
General. Hospital Clínico de Zaragoza.
7 días desde la aparición de los síntomas) no incre-
menta la morbi-mortalidad respecto a la cirugía
diferida (a partir de la 6.ª semana) y presenta una A pesar de los resultados de algunos estudios pre-
menor estancia hospitalaria y un menor tiempo liminares que informaban elevadas tasas de con-
operatorio. Sin embargo, la cirugía diferida incre- versión a cirugía abierta cuando los enfermos eran
menta el riesgo de nuevas complicaciones de ori- tratados de un modo precoz por laparoscopia, los
gen biliar en el tiempo de espera10. resultados de metaanálisis posteriores han demos-

673
Sección 5. Páncreas y vías biliares

trado que estos temores eran infundados. Una re- ❱❱ ¿Cuándo realizar colecistostomía?
visión sistemática11 que evaluó los resultados de la
En los pacientes de alto riesgo quirúrgico con enfer-
colecistectomía laparoscópica precoz frente a dife-
medades graves, como insuficiencia hepática, pul-
rida en la CA ha permitido establecer las siguientes
monar o cardiaca, es preferible la colecistostomía
conclusiones:
que la colecistectomía. Tras resolverse el cuadro se
■■ o hay diferencias significativas entre ambos
N debería realizar colecistectomía laparoscópica si el
procedimientos en lo que se refiere a compli- estado general del paciente lo permite.
caciones o tasas de conversión a colecistecto-
Por todo ello podemos concluir que la colecistec-
mía abierta.
tomía laparoscópica en los primeros 7 días desde
■■ L a estrategia precoz disminuye la estancia la aparición de los síntomas es el tratamiento de
hospitalaria y evita el riesgo de cirugía de elección en la colecistitis aguda en los pacientes
urgencia por episodios no resueltos o recu- promedio (figura 6).
rrentes, que además presentan altas tasas de
conversión.
■■ n 17,5% de los casos de cirugía diferida
U
acaban precisando cirugía de urgencia en el
tiempo de espera, cifra que probablemente
Paciente con colecistitis
sea mayor en la práctica clínica habitual ya
aguda (CA)
que en muchas ocasiones el tiempo de espe-
ra es superior a las doce semanas.
■■ l comparar los resultados de los casos in-
A
tervenidos en los primeros 4 días y los inter- Dieta absoluta
venidos en los primeros 7 días tampoco se Fluidoterapia
encuentran diferencias. Sin embargo, ningún Analgesia
Antibioterapia
RCT ha evaluado el tratamiento quirúrgico
óptimo de la CA según la gravedad del cua-
dro.
❱❱ ¿Colecistectomía abierta o laparoscópica? ¿> 7 días de Sí Colecistectomía
evolución? electiva
A pesar de que desde hace años la colecistectomía
laparoscópica es el tratamiento de elección en la No
colelitiasis sintomática, existían dudas acerca de su
indicación en el caso de la CA, debido a la elevada ¿Riesgo quirúrgico No Colecistectomía
aceptable? percutánea
tasa de lesiones de la vía biliar principal (entre el
1,3% y el 5,5%, según las series) que presentaba. Sí
Sin embargo, la experiencia adquirida ha hecho
que la incidencia de estas lesiones en la actualidad Sí Colecistectomía
¿CA acalculosa? percutánea
esté alrededor del 0,4%, por lo que hoy en día es
considerada como el tratamiento de elección de la
No
CA. Se ha comprobado que la tasa de mortalidad
es similar a la de la cirugía abierta, siendo la mor-
Colecistectomía
bilidad incluso algo menor en el caso de la colecis- laparoscópica
tectomía laparoscópica. En pacientes con CA grave,
debe ser realizada por un cirujano experto. Si las
condiciones anatomoquirúrgicas son difíciles, no se
debe dudar en convertir a cirugía abierta, o incluso Figura 6. Diagrama de decisión terapéutica para colecistitis
a colecistostomía, con el propósito de prevenir po- aguda.
sibles lesiones12.

674
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

Colecistitis aguda alitiásica masculino y en pacientes con diabetes mellitus y


enfermedad vascular periférica. La ecografía po-
Alrededor del 10% de las CA ocurren en ausencia
see una sensibilidad y una especificidad menores
de cálculos biliares. En la mayoría de las ocasio-
que la radiografía simple o que la TC (figura 7). Los
nes sucede en pacientes en estado crítico, o bien
gérmenes aislados con mayor frecuencia son Clos-
asociada a diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca
congestiva, insuficiencia renal terminal o sida. tridium y E. coli. La colecistectomía inmediata es el
tratamiento de elección (figura 5).
La tasa de mortalidad está en torno al 30 %, debido,
en gran medida, a su rápida evolución a gangrena Coledocolitiasis (CDL)
y perforación. Dada la inespecificidad del cuadro
clínico es preciso un alto grado de sospecha en Se define como la presencia de cálculos en los con-
pacientes en estado crítico, con hallazgos clínicos ductos biliares.
compatibles con sepsis o ictericia sin ninguna otra
causa que lo justifique.
ETIOPATOGENIA

Aunque la colecistectomía ha sido históricamente Los cálculos de la vía biliar pueden provenir de la
el tratamiento de elección, actualmente la cole- vesícula biliar o formarse en el conducto. En los paí-
cistostomía percutánea se ha convertido en una ses occidentales, el 95% de los pacientes con CDL
alternativa eficaz y mínimamente invasiva, sobre tienen también colelitiasis. A la inversa, solo el 10-
todo en pacientes de alto riesgo quirúrgico. En el 15% de los pacientes con colelitiasis tienen una CDL
caso de no obtener una mejoría a las tres semanas concomitante3.
de la colocación del drenaje, se debería reconside-
rar el diagnóstico, y en caso de confirmación, reali- CLÍNICA
zar una colecistectomía de forma urgente. Aproximadamente el 10% de los pacientes con CDL
permanecen asintomáticos durante años, pero las
Colecistitis enfisematosa pruebas disponibles indican que su evolución natu-
Es una entidad poco frecuente, con una mortali- ral no es tan benigna como en las colelitiasis asin-
dad en torno al 15%. Es más prevalente en el sexo tomáticas.

Figura 7. Colecistitis enfisematosa o gangrenosa en un un paciente con diabetes mellitus. El diagnóstico se sospechó tras obser-
var en la radiografía simple de abdomen una imagen redondeada de densidad aérea en el cuadrante superior derecho (flechas).
Debido a la presencia de gas en la pared vesicular, en la ecografía abdominal no se puede identificar correctamente la vesícula,
apareciendo únicamente un arco hiperecogénico (puntas de flecha).

675
Sección 5. Páncreas y vías biliares

La obstrucción biliar por cálculos suele ser incom- ❱❱ Ecoendoscopia y colangiorresonancia


pleta. Cuando se produce de forma aguda, el pa-
Ambas tienen una sensibilidad y especificidad para
ciente presenta dolor, similar al del cólico biliar
detectar CDL comparables con la colangiopancrea-
simple, aunque generalmente más prolongado, e
tografía retrógrada endoscópica (CPRE). Su princi-
ictericia, habitualmente moderada y de curso in-
pal inconveniente es que carecen de posibilidades
termitente. Si la obstrucción se desarrolla gradual-
terapéuticas.
mente se puede manifestar como prurito o ictericia
solamente. En las obstrucciones de larga duración ❱❱ CPRE
(más de 5 años) puede producirse una cirrosis biliar
secundaria. Hoy en día, es considerada el patrón oro para el
diagnóstico y tratamiento de la CDL y tiene una sen-
DIAGNÓSTICO sibilidad y especificidad del 95% aproximadamen-
te. Sin embargo, la posibilidad de causar yatrogenia
Pruebas de laboratorio
explica que cuando la probabilidad de CDL es baja,
Las alteraciones de laboratorio observadas en la deban realizarse primero otros estudios menos in-
CDL reflejan la dificultad para la excreción del flu- vasivos (figura 8).
jo biliar y explican la elevación de los enzimas de
❱❱ Colangiografía transhepática percutánea
colestasis (fosfatasa alcalina y GGT), presentes en
el 94% y 91% de los pacientes, respectivamente. Se trata de una prueba en desuso, limitada a situa-
Cuando la obstrucción es parcial, los niveles de ciones especiales. Se realiza principalmente cuan-
bilirrubina plasmática no están elevados (colesta- do la CPRE no está disponible o no ha tenido éxito
sis anictérica o disociada). No es infrecuente, sin técnicamente, aunque actualmente se utiliza la
embargo, encontrar elevaciones transitorias de la ecoendoscopia para facilitar la exploración.
bilirrubina cuya magnitud suele ser proporcional
al grado de obstrucción. No es inhabitual detectar TRATAMIENTO
niveles en torno a 2 y 5 mg/dl y generalmente no La coledocolitiasis se asocia a una elevada tasa de
superiores a 12 mg/dl. Los “picos” transitorios de complicaciones graves, incluso en pacientes asin-
aminotransferasas o amilasa indican paso del cál- tomáticos por lo que se recomienda realizar trata-
culo del colédoco al duodeno2. miento en casi todos los casos.
Pruebas de imagen
La obstrucción de la vía biliar produce dilatación
que se puede detectar mediante pruebas de ima-
gen. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que en
pacientes que han tenido ataques recurrentes de
colangitis o en aquellos en quienes la obstrucción
es poco intensa o intermitente, el conducto puede
no aparecer dilatado.
❱❱ Ecografía abdominal
El examen con ultrasonidos es la prueba de elec-
ción para iniciar la investigación de un paciente con
sospecha de CDL, aunque sólo llegan a visualizarse
en el 50% de los casos. Sin embargo, su sensibilidad
para detectar la dilatación del colédoco (superior a
6 mm en pacientes con vesícula y a 8 mm en cole-
Figura 8. Coledocolitiasis. La CPRE permite el diagnóstico y la
cistectomizados) es de un 75% aproximadamente2. extracción de los cálculos del colédoco tras la realización de
❱❱ TC abdominal una esfinterotomía. Colangiografía en la que se observan varios
defectos de repleción redondeados en el interior del colédoco
La TC convencional tiene mayor sensibilidad en la compatibles con coledocolitiasis. Imagen endoscópica de una
detección de la CDL que la ecografía (70-90%) pero esfinterotomía endoscópica y de la extracción de un cálculo del
colédoco con ayuda de la cesta de Dormia, una vez realizada la
su disponibilidad es menor y comporta mayor coste esfinterotomía
y radiación para el paciente.

676
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

Existen varias opciones terapéuticas que incluyen minuyen su tamaño permitiendo la extracción pos-
el tratamiento de disolución, las técnicas de inter- terior con CPRE. El tratamiento definitivo con pró-
vención radiológicas y endoscópicas y la cirugía. La tesis sólo debería ser considerado en pacientes con
estrategia más adecuada dependerá de muchos importante comorbilidad y esperanza de vida corta.
factores: presentación clínica, comorbilidad del
paciente, experiencia de los especialistas, técnicas En pacientes con coledocolitiasis de gran tamaño
disponibles... (figura 9). se emplean métodos alternativos como la litotricia
mecánica, litotricia piezomecánica, litotricia con lá-
CPRE terapéutica ser o litotricia extracorpórea con ondas de choque
Generalmente es el tratamiento de elección. La es- tras colocar un drenaje endoscópico. Recientemen-
finterotomía es el tratamiento que más se emplea te se ha introducido la dilatación neumática forzada
en la CLD y tiene éxito en más del 90% de los casos con balones de más de 15 mm tras realizar esfinte-
(figura 8). Consiste en la sección del esfínter biliar rotomía endoscópica con buenos resultados.
de la papila y el infundíbulo papilar. Una vez abier- La litotricia mecánica es una opción terapéutica
to, los cálculos pueden salir de forma espontánea,
cuando la extracción de cálculos mediante CPRE es
o bien se extraen mediante cestas de alambre o un
técnicamente difícil por diversos factores: cálculos
balón de oclusión. La CPRE terapéutica presenta
de gran tamaño, impactación del cálculo en colédo-
una tasa de mortalidad inferior al 1% y una tasa de
co no dilatado, litiasis sobre estenosis… Tiene éxito
complicaciones del 5-10%, que incluyen hemorra-
en el 90-95% de los casos.
gia digestiva, pancreatitis, colangitis y perforación
retroduodenal. Su aplicación está limitada en pa- Cualquiera que sea el abordaje terapéutico de la
cientes con divertículos duodenales, en pacientes CDL debe proponerse la colecistectomía ulterior
con coledocoyeyunostomía en Y de Roux, en gas- de forma programada, salvo en ancianos con otras
trectomizados con reconstrucción tipo Billroth II y comorbilidades graves.
cuando existen cálculos de gran tamaño (mayores
de 2 cm)6. COMPLICACIONES DE LA COLEDOCOLITIASIS
En ocasiones, cuando no se pueden extraer los cál- Colangitis aguda (CLA)
culos, la inserción de una prótesis biliar plástica o
Es una infección sistémica que tiene como origen la
un catéter nasobiliar es un tratamiento “puente”
infección del árbol biliar.
en espera del tratamiento definitivo. Incluso, hay
varios estudios que muestran, que los cálculos dis- ❱❱ Etiopatogenia2, 7

Coledocolitiasis (CDL)

CDL conocida antes CDL identificada durante CDL en


de la colecistectomía la colecistectomía colecistectomizados

Conversión a
Colecistectomía colecistectomía CPRE/EE Si tubo
CPRE/EE Colecistectomía de Kehr:
laparoscópica abierta
preoperatoria laparoscópica extracción
+ +
y + radiológica
Exploración Exploración
colecistectomía CPRE/EE del cálculo
intraoperatoria del colédoco y
laparoscópica postoperatoria
del colédoco extracción del
cálculo

Figura 9. Algoritmo diagnóstico en la coledocolitiasis.

677
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Para que se produzca una CLA es necesaria la com- y shock se denomina pentada de Reynolds, general-
binación de dos factores: 1) infección biliar, y 2) mente asociada a una CLA grave y alta mortalidad.
incremento de la presión intraductal en la vía bi- La fiebre y el dolor abdominal son los signos más
liar. La forma de colonización bacteriana de la vía frecuentes, presentando una incidencia cada uno
biliar más frecuente es la vía ascendente desde el de ellos del 80% o más. Sin embargo, la ictericia
duodeno, pero existe otra vía más inusual que es la sólo se observa en un 60-70% de los casos. La inci-
vía portal. Generalmente, esta colonización en au- dencia de la tríada completa es menor del 70% y la
sencia de obstrucción no suele progresar a CLA. Sin de la pentada de Reynolds es extremadamente rara
embargo, si hay incremento de presión intrabiliar, (3,5-7,7% de los pacientes). En pacientes de edad
aumenta la permeabilidad del epitelio, permitien- avanzada, diabéticos o en tratamiento con corti-
do la traslocación bacteriana al sistema vascular coesteroides los cuadros de CLA se presentan fre-
venoso hepático (reflujo colangiovenoso) y final- cuentemente de manera atípica. Por ello, es impor-
mente la bacteriemia. Así, la CLA progresa desde tante un alto grado de sospecha para no retrasar
una infección biliar local a un cuadro de infección el diagnóstico y el comienzo del tratamiento. Los
sistémica. pacientes con historia de litiasis biliar, cirugía biliar
La coledocolitiasis es la causa más frecuente de previa o inserción de prótesis biliar tienen más pro-
CLA (85%), pero hay muchas otras causas de obs- babilidades de desarrollar una CLA.
trucción (estenosis biliares benignas o malignas, Las CLA pueden clasificarse en función de su grave-
infecciones parasitarias, anomalías congénitas de dad, de manera que los casos en los que responden
los conductos biliares…) que pueden producirla. de forma satisfactoria al tratamiento son clasifica-
Cuando la obstrucción es completa, como suele
dos como leves y aquellos en los que se detecta
ocurrir en las estenosis malignas, es más difícil que
disfunción multorgánica son categorizados como
se produzca reflujo duodenobiliar de bacterias,
graves. La ausencia de ambos criterios indicaría un
siendo menos frecuente la aparición de CLA en es-
grado moderado 13. La mortalidad global se sitúa en
tos casos. Sin embargo, hay que tener en cuenta,
el 10-30%.
que el grado de regurgitación de las bacterias de
la bilis hasta la sangre venosa es directamente pro- En pacientes con CLA grave que ha pasado desaper-
porcional a la presión biliar, y por tanto, al grado cibida pueden producirse abscesos intrahepáticos
de obstrucción. Por ello, las manipulaciones instru- como complicación tardía.
mentales de una vía biliar con un grado de obstruc-
ción elevado se infectan con frecuencia. ❱❱ Diagnóstico

Generalmente, las bacterias aisladas en la bilis tie- El diagnóstico de CLA se basa en la asociación de
nen un origen gastrointestinal. Las bacterias aeró- signos y síntomas de infección con los propios de
bicas aisladas más frecuentemente son Echerichia una obstrucción biliar.
coli, Klebsiella, Enterococcus y Enterobacter, Strep-
■■ Pruebas de laboratorio
tococcus spp, Pseudomona y Proteus son menos
frecuentes. También se aíslan a menudo bacterias Los hallazgos de laboratorio indican inflamación
anaeróbicas, como Clostridium y Bacteriodes, pero (leucocitosis y elevación de proteína C reactiva) y
en la mayoría de estos pacientes se trata de infec- colestasis (hiperbilirrubinemia y elevación de tran-
ciones polimicrobinas junto a gérmenes aerobios. saminasas, fundamentalmente GGT y FA). Se obje-
No debe olvidarse que en las CLA nosocomiales, tiva elevación de FA y GGT en más del 90% de los
sobre todo las relacionas con intervenciones qui- casos. No es infrecuente la elevación de las transa-
rúrgicas previas o manipulaciones instrumentales, minasas (AST y ALT) que refleja un aumento en la
son frecuentes las bacterias multirresistentes (Sta- permeabilidad de la membrana de los hepatocitos,
filococcus meticilinresistente, Enterococcus metici- fenómeno común en la obstrucción biliar acompa-
linresistente, Pseudomona…). ñada de infección. De ahí la frecuencia con que el
❱❱ Clínica perfil hepático muestra un patrón mixto de citolisis
y colestasis en una colangitis aguda.
La CLA se caracteriza clínicamente por dolor abdo-
minal en hipocondrio derecho o epigastrio, fiebre, En todos los pacientes con sospecha de CLA deben
generalmente alta y con escalofríos, e ictericia (tría- obtenerse hemocultivos y cultivos de bilis, si es po-
da de Charcot). Cuando se añade confusión mental sible. La tasa de hemocultivos positivos oscila entre

678
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

el 21-71% y generalmente, los gérmenes aislados causante. El uso de cefalosporinas de tercera o


son los mismos que se encuentran en la bilis13. cuarta generación (ej: ceftriaxona 1 g/24 h) asocia-
do a metronidazol (1,5 g/24 h) también es un ré-
■■ Pruebas de imagen
gimen antibiótico adecuado y bastante extendido.
La ecografía y la TC permiten valorar la existencia No obstante, hay que tener en cuenta que no cubre
de dilatación de vía biliar, generalmente secundaria el espectro de los enterococos. Si los antibióticos de
a obstrucción, o la etiología de la misma. También primera elección no son efectivos o no se pueden
nos permiten detectar posibles complicaciones utilizar por la existencia de alergias, las fluorquino-
como los abscesos hepáticos. El resto de las prue- lonas o los carbapenems constituyen una buena
bas ya han sido comentadas con anterioridad. alternativa (tabla 5).
❱❱ Tratamiento En aproximadamente un 80% de los casos, la infec-
ción se controla mediante tratamiento médico (el
El tratamiento de la CLA se dirige hacia los dos com-
estado del paciente mejora en 6-12 horas), permi-
ponentes etiológicos del cuadro: la obstrucción y la
tiendo una evaluación etiológica y un manejo elec-
infección. Así, se basa en la combinación de anti-
tivo similar a los casos de ictericia sin colangitis. Sin
bioterapia y el drenaje biliar.
embargo, en un 15% de los casos el estado clínico
■■ Tratamiento antibiótico (ATB) empeora y es obligado realizar un drenaje biliar
precoz14.
En todos los pacientes en los que se sospeche una
CLA se debe comenzar tratamiento antibiótico em- ■■ Drenaje biliar15
pírico tan pronto como sea posible y siempre tras la
extracción de hemocultivos. Métodos de drenaje

La duración del tratamiento antibiótico depen- El drenaje biliar se puede realizar mediante CPRE,
derá de la gravedad del cuadro y de la respuesta colangiografía transparietohepática (CTPH), drena-
clínica al tratamiento. En las formas leves, 2 ó 3 je guiado por ecoendoscopia o cirugía abierta. Los
días de ATB pueden ser suficientes. En las formas dos primeros métodos son los más usados. No hay
moderadas o graves, el tratamiento antibiótico de- ensayos clínicos aleatorizados y controlados que
bería mantenerse como mínimo durante 5-7 días. los comparen. Sin embargo, la CTPH presenta una
Algunos casos necesitan un tratamiento más pro- mayor tasa de complicaciones, mayor gravedad
longado, ante la presencia de bacteriemia o mala de las mismas, hospitalización más larga y es más
respuesta clínica al mismo (persistencia de fiebre, agresiva para el paciente. Por ello, la CPRE sigue
no descenso de leucocitosis o niveles de PCR…). siendo el método de elección y, sólo en el caso de
que no esté disponible o fracase en la resolución
Para la elección del tratamiento antibiótico intrave- del cuadro, se realiza CPTH. Mediante CPRE se pue-
noso se deben tener en cuenta los mismos factores den colocar prótesis o drenajes nasobiliares que se-
que en el caso de colecistitis aguda. Además, un rían suficientes para lograr un adecuado drenaje bi-
factor en controversia actualmente es la penetra- liar. La adición de esfinterotomía es recomendable,
ción biliar del antibiótico, ya que se sabe que en si las condiciones del paciente lo permiten, ya que
presencia de obstrucción la eliminación biliar de en muchas ocasiones será el tratamiento definitivo.
los antibióticos es prácticamente nula. El contexto La utilización de drenaje mediante ecoendoscopia
clínico también es importante ya que, por ejemplo, todavía está poco extendida y el drenaje quirúrgico
se conoce que los anaerobios son más frecuentes urgente se reserva para aquellos pacientes en quie-
en los cuadros graves. De la misma manera, las CLA nes han fallado los métodos anteriores o no han
nosocomiales en muchas ocasiones son causadas resultado factibles.
por gérmenes multirresistentes como se ha expli-
cado previamente. ¿Cuándo realizar el drenaje?
La pauta más aceptada en el momento actual es la Si la CLA es grave o moderada debería realizarse lo
combinación de una penicilina de amplio espectro antes posible. Para los casos leves, que responden
con un inhibidor de b-lactamasa, como por ejem- favorablemente al tratamiento médico, se reco-
plo: piperacilina-tazobactam 4-5 g/6 horas. Ade- mienda llevarlo a cabo en las primeras 24-48 horas.
más, la combinación piperacilina-tazobactam sería Como siempre, la colecistectomía está indicada tras
de elección si Pseudomona spp fuese el organismo la resolución de la colangitis aguda de origen biliar.

679
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Profilaxis nas. La obstrucción suele ser intermitente, lo que


dificulta el diagnóstico. No es infrecuente que estas
La manipulación de una vía biliar obstruida conlleva pacientes presenten una clínica de vómitos paroxís-
un riesgo elevado de provocar colangitis aguda. Se ticos recidivantes con intervalos libres de síntomas
recomienda tratamiento antibiótico siempre que de duración variable hasta que se produce la im-
no se consiga un drenaje biliar completo hasta que pactación definitiva. Ésta suele ocurrir con mayor
se logre el mismo. Más controvertido es el uso de frecuencia en el área ileocecal por ser la más es-
dosis única previa. trecha (60%). Cuando la obstrucción se produce en
la salida gástrica recibe el nombre de síndrome de
Complicaciones menos frecuentes Bouveret. Sólo entre un 50% y 70% de los pacientes
tienen datos clínicos de obstrucción de intestino
Fístula colecistoentérica e íleo biliar delgado. La ictericia acompaña al cuadro en un 15%
de los pacientes.
(figura 10)
La prueba diagnóstica de elección es la Rx de ab-
Se produce una fístula colecistoentérica cuando un domen. Los datos característicos son: obstrucción
cálculo de la vesícula biliar (generalmente situado intestinal, neumobilia y visualización de un cálculo
en el cuello) atraviesa su pared y se introduce en biliar en localización aberrante. Hay que destacar
una víscera hueca El duodeno es el punto de en- que sólo de un 10% a un 20% de los cálculos son
trada más frecuente. Inicialmente los síntomas son radioopacos.
similares a los de una colecistitis aguda, aunque a
veces son asintomáticas. La resolución del cuadro es, prácticamente siem-
pre, quirúrgica. Se centra en extraer el cálculo para
Si el cálculo es mayor de 20 mm de diámetro puede solucionar la obstrucción. Generalmente, y ante la
producir obstrucción al entrar y migrar por el intes- naturaleza urgente de la técnica, la edad avanzada
tino produciéndose un íleo biliar. Esta complicación de los pacientes y la complejidad de la fístula co-
de la colelitiasis es más frecuente en mujeres ancia- lecistoentérica, se realiza inicialmente enterotomía

Figura 10. Íleo biliar. Radiografia simple de abdomen con una imagen cálcica de unos 3 cm en cuadrante inferior izquierdo y
discreta distensión de asas de intestino delgado. Corte sagital de la TC en el que se visualiza el cálculo impactado a nivel de un
asa de intestino delgado. Corte transversal de la TC en el que se observa la presencia de aire en el interior de la vesícula, así
como aerobilia (flechas), consecuencia de la fístula colecistoduodenal formada.

680
45. Cálculos biliares y sus complicaciones

quirúrgica para extraer el cálculo y revisión del in- TC se puede visualizar la calcificación intraparietal
testino para descartar la presencia de más cálculos. característica.
Posteriormente, en un segundo tiempo, se realiza
una colecistectomía programada con reparación de Bibliografía
la fístula.
1. Tazuma S. Gallstone disease: Epidemiology,
Síndrome de Mirizzi (figura 11) pathogenesis, and classification of biliary sto-
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Existen dos tipos de síndrome de Mirizzi. En el tipo I, Pract Res Clin Gastroenterol 2006;20:1075-83.
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cístico comprime extrínsecamente al colédoco pro- En: Feldman M, Friedman L, Brandt L, eds. Slei-
duciendo obstrucción. En el tipo II, un cálculo se ha senger & Fordtran. Enfermedades digestivas y
introducido en el colédoco a través de una fístula hepaticas. Fisiopatología, diagnostico y trata-
colecistocoledocócica produciendo obstrucción. Clí- miento, 8.ª Ed. Elsevier España S.A., Madrid,
nicamente se manifiesta por episodios repetidos de 2008:1387-1418.
dolor abdominal, fiebre e ictericia. 3. Naranjo Rodríguez A, Rodríguez Ramos C.
Litiasis biliar, colangitis aguda y colecistitis
Vesícula en porcelana aguda. En: Ponce J, Castells A, Gomollon F,
editores. Tratamiento de las enfermedades
Es una calcificación intraparietal de la pared vesicu- gastroenterológicas, 3.ª Ed. Elsevier España
lar, generalmente asociada a cálculos. No produce S.A.,2011:415-426.
síntomas por sí misma, pero incrementa el riesgo 4. Portincasa P, Moschetta A, Petruzzelli M, Palas-
de carcinoma de la vesícula hasta un 20%, sobre ciano G, Di Ciaula A, Pezzolla A. Gallstone di-
todo si la calcificación es focal. Por ello, es reco- sease: Symptoms and diagnosis of gallbladder
mendable la realización de una colecistectomía stones. Best Pract Res Clin Gastroenterol 2006;
profiláctica. En las radiografías de abdomen o en la 20:1017-29.

Figura 11. Síndrome de Mirizzi. Colangiografía con la presencia de dos defectos de repleción (flechas) en el conducto cístico
que hacen impronta en el colédoco. Colangiografía con un defecto de repleción asimétrico y fijo en el colédoco (flechas) que se
correspondió con la existencia de un gran cálculo impactado en el conducto cístico.

681
Sección 5. Páncreas y vías biliares

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682
46 Disfunción del esfínter de Oddi
Virginia Pertejo, Julio Ponce*
Servicio de Medicina Digestiva. Hospital Universitario La Fe. Valencia
*Unidad de Patología Digestiva. Hospital Quirón. Valencia

Introducción
Objetivos de este capítulo
El término de disfunción del esfínter de Oddi (EO)
❱❱ Definir el síndrome clínico de la disfunción
engloba a un grupo heterogéneo de pacientes con
del esfínter de Oddi.
un síndrome clínico caracterizado por dolor abdo-
minal, similar al cólico biliar o al dolor pancreáti- ❱❱ Exponer los métodos diagnósticos para
co, atribuido a alteraciones motoras del EO que confirmar la sospecha clínica de disfunción
causarían una obstrucción del flujo de la bilis y del del esfínter de Oddi.
jugo pancreático. Incluye dos entidades: la disci- ❱❱ Conocer las opciones actuales para su
nesia —anomalía estrictamente funcional— y la tratamiento.
estenosis papilar benigna —alteración estructural
de naturaleza inflamatoria que pueden afectar sólo REFERENCIAS CLAVE
al segmento biliar del EO (disfunción biliar), sólo al
1. Behar J, Corazziari E, Guelrud M, Hogan W,
pancreático (disfunción pancreática) o a ambos—.
Sherman S, Toouli J. Functional gallbladder
La disfunción del EO se manifiesta por, episodios de and sphincter of Oddi disorders. Gastroen-
dolor abdominal intenso, localizado en epigastrio terology 2006;130:1498-1509.
e hipocondrio derecho en la disfunción de tipo bi- 2. Petersen BT. An evidence-based review
liar o en la zona media del hemiabdomen superior of sphincter of Oddi dysfunction: part I,
irradiado a la espalda en la disfunción de tipo pan- presentations with “objetive” biliary fin-
creático que, de acuerdo con los criterios de Roma dings (types I and II). Gastrointest Endosc
III1, tienen una duración de al menos 30 minutos, 2004;59:525-34.
con intervalos libres de dolor, con un episodio o más 3. Petersen BT. Sphincter of Oddi dysfunction,
en los últimos doce meses y en ausencia de altera- part 2: Evidence-based review of the
ciones estructurales que puedan explicarlo. Puede presentations, with “objective” pancreatic
acompañarse de náuseas y vómitos y coexistir una findings (types I and II) and of presumptive
elevación sérica moderada y transitoria de bilirru- type III. Gastrointest Endosc 2004;59:670-
bina, transaminasas, fosfatasa alcalina o amilasa/ 87.
lipasa. La presencia de fiebre o escalofríos es excep-
cional. El dolor no alivia con fármacos específicos
para la enfermedad ácido-péptica o el síndrome de
intestino irritable, y la ingesta y los narcóticos pue-
den desencadenarlo.
tanto biliar como pancreática, según la presencia
La sospecha clínica se establece por el síndrome clí-
nico compatible, en ausencia de patología biliar or- o ausencia de datos objetivos asociados al dolor:
gánica que lo justifique, así como en pacientes con alteraciones analíticas o determinados hallazgos
pancreatitis recurrente de causa desconocida2. Las objetivables durante la colangiopancreatografía re-
características del dolor y las alteraciones analíticas, trógrada endoscópica (CPRE). Esta clasificación se
si ocurren, permiten diferenciar clínicamente entre ha simplificado en aras de una mejor aplicabilidad
disfunción de tipo biliar y de tipo pancreático. Clási- clínica, prescindiendo de valorar parámetros obje-
camente se ha distinguido tres tipos de disfunción, tivos mediante CPRE, acorde con la limitación que

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 683
Sección 5. Páncreas y vías biliares

TABLA 1. Tipos de disfunción del esfínter de Oddi.

Tipo disfunción Definición

Biliar tipo I Clásica Dolor + elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada (>12 mm)**
+ retraso del drenaje (>45 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada (>8 mm)
en US
Biliar tipo II Clásica Dolor + 1 o 2 de: elevación enzimas hepáticos* + VB dilatada
(>12 mm)** + retraso drenaje (>45 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación enzimas hepáticos* o VB dilatada (>8 mm)
en US
Biliar tipo III Dolor biliar sólo
Pancreático tipo I Clásica Dolor + elevación enzimas pancreáticos* + VP dilatada (> 6 mm
en cabeza o >5 mm en cuerpo)** + retraso drenaje
(>8 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación significativa enzimas pancreáticos + VP dilatada
Pancreático tipo II Clásica Dolor + 1 o 2 de: elevación enzimas pancreáticos* + VP dilatada
(>6 mm en cabeza o >5 mm en cuerpo)** + retraso drenaje
(>8 minutos)**
Roma III3 Dolor + elevación significativa enzimas pancreáticos o VP dilatada
Pancreático tipo III Dolor pancreático sólo

EO: esfínter de Oddi VB: vía biliar VP: vía pancreática


* Elevación de enzimas ≥ 2 veces el límite superior de la normalidad, al menos en 2 episodios de dolor.
** Dilatación de la VB o VP y retraso del contraste del conducto biliar o pancreático en la CPRE.

se recomienda en el consenso de Roma III sobre la La estrategia diagnóstica se debe iniciar con un
realización de CPRE1,3,4 (tabla 1). estudio analítico que incluya la determinación de
bilirrubina y enzimas hepáticos, así como de ami-
Es mucho más frecuente en mujeres de mediana
lasa/lipasa, tanto en situación basal como en las
edad y colecistectomizadas, aunque también pue-
crisis dolorosas. Igualmente debe realizarse una
de aparecer en hombres y en pacientes con árbol
ecografía transabdominal. Es imprescindible de-
biliar íntegro. Su prevalencia en pacientes con sos-
mostrar la ausencia de litiasis biliar y de lesiones
pecha clínica de disfunción del EO se estima en
orgánicas biliopancreáticas y de la papila de Vater.
un 55% para la vía biliar y un 66% para la vía pan-
Para ello se aconsejan exploraciones de imagen
creática y se calcula que el 0,5-1% de los pacientes
con una sensibilidad diagnóstica superior o igual
colecistectomizados sufrirán una disfunción biliar5.
a la CPRE, pero menos invasivas6, como la colan-
La figura 1 muestra un esquema de la anatomía del
giopancreatografía (CP) obtenida por resonancia
esfínter de Oddi.
magnética (CPRM) (figura 2) o la ultrasonografía
endoscópica (USE), y en su defecto la CP por to-
Diagnóstico mografía helicoidal o la tomografía axial computa-
Clínicamente es muy difícil diferenciar la disfun- rizada. En ciertos casos será necesario descartar la
ción del EO de otras enfermedades biliopancreá- existencia de una microlitiasis, mediante estudio
ticas, especialmente la litiasis, así como de otros microscópico de la bilis o por USE. En pacientes
trastornos digestivos funcionales. Las mayores con pancreatitis recurrente es obligado además
dificultades estriban en la disfunción tipo III cuya excluir otras causas de pancreatitis: pancreatitis
única manifestación es el dolor, sin otros datos crónica subclínica por abuso de alcohol, metabó-
objetivos que apoyen su origen biliar o pancreá- licas (hipertrigliceridemia, hiperparatiroidismo),
tico (por ejemplo, alteraciones del perfil hepático farmacológicas, anomalías anatómicas (páncreas
en las pruebas de laboratorio o dilatación de la divisum), neoplásicas u otras más infrecuentes (fi-
vía biliar). brosis quística, pancreatitis hereditaria).

684
46. Disfunción del esfínter de Oddi

Vía biliar
principal

Conducto
pancreático
principal

Figura 1. Anatomía de la unión colédoco-duodenal en el


hombre.

Figura 2. Ante la sospecha de disfunción del esfínter de Oddi


debe excluirse la presencia de una coledocolitiasis. La figura
corresponde a una colangio-RMN que muestra un colédoco
Excluida la presencia de patología orgánica bilio- permeable en una paciente de 36 años con crisis recurrentes
pancreática y demás causas citadas se reafirma la de dolor abdominal de tipo biliar, sin alteraciones del perfil
hepático y sin dilatación del árbol biliar (tipo III).
sospecha diagnóstica de disfunción del EO, siendo
la manometría del EO la técnica de elección para
confirmarla y guiar el tratamiento. Es el único mé-
con la administración de estímulos de la secreción
todo actual que permite estudiar directamente la
biliar y pancreática, con resultados controvertidos.
actividad motora del EO y detectar sus alteracio-
nes7. Aunque se pueden registrar diferentes alte-
raciones motoras, el criterio unánimemente acep-
Tratamiento
tado para el diagnóstico de disfunción del EO es el El objetivo del tratamiento de la disfunción del EO
hallazgo de una presión basal anormalmente alta es vencer la resistencia que ofrece el EO al flujo
(mayor de 40 mm Hg) (tabla 2). La manometría del de la bilis o del jugo pancreático al duodeno. Se
EO está gravada por un elevado riesgo de complica- ha probado la administración de fármacos con
ciones (25%), en especial pancreatitis aguda en los acción relajante de la musculatura lisa con pobres
pacientes con disfunción de EO 8,9. Se ha probado resultados. Sólo se aconseja en pacientes con dis-
que la inserción de una prótesis pancreática reduce funciones de tipo II poco sintomáticos y de tipo III
significativamente el riesgo de pancreatitis y su gra- como primera opción terapéutica antes de aplicar
vedad10,11. Por este riesgo, la indicación de mano- tratamientos invasivos, como es la esfinterotomía,
metría se debe limitar a los pacientes con sospecha por sus riesgos. La inyección de toxina botulínica ha
formal de disfunción, valorando individualmente la mostrado buenos resultados a corto plazo en el 50-
relación riesgo-beneficio, y siempre que exista in- 80% de pacientes y sin complicaciones graves, pero
tención terapéutica sustentada en la demostración su efecto transitorio la excluye como tratamiento
objetiva de dismotilidad del EO. definitivo12,13.
Se han buscado métodos diagnósticos no invasivos La evidencia científica disponible sugiere que la
alternativos basados en técnicas de imagen radio- esfinterotomía biliar, sola o asociada a la esfintero-
lógicas (ultrasonografía abdominal, CPRM, USE) e tomía pancreática, es el tratamiento más efectivo
isotópicas (escintigrafía hepatobiliar) en asociación en pacientes con disfunción del EO seleccionados

685
Sección 5. Páncreas y vías biliares

TABLA 2. Etiología más probable, prevalencia (%) de anomalía motora (presión basal del EO > 40 mm Hg) y utilidad de la
manometría en los distintos tipos de disfunción del EO.

Tipo disfunción I II III

Etiología probable Orgánica Orgánica/funcional Funcional


P. basal > 40 mm Hg > 70 50-55 10-30
Manometría Opcional Necesaria Obligada

Figura 3. Esfinterotomía endoscópica.

(figura 3). Su eficacia en la disfunción biliar tipo I, trovertido si la doble esfinterotomía debería reali-
que en opinión mayoritaria corresponde a una es- zarse en todos los pacientes o sólo cuando tras la
tenosis orgánica, se estima en un 90-95%, aceptán- sección del segmento biliar persisten los síntomas.
dose que en este subgrupo la indicación de esfinte-
rotomía es clara. En tales casos, la manometría no El tipo III, biliar y pancreático, es el grupo que
parece útil o necesaria para la toma de decisiones ofrece más dificultades en su diagnóstico y en las
terapéuticas3. En el tipo II, los estudios realizados decisiones terapéuticas. En ellos es imposible di-
confirman que la esfinterotomía biliar es un trata- ferenciar clínicamente si la causa de los síntomas
miento eficaz en los pacientes con presión basal del es una disfunción del EO o es la expresión de otros
EO elevada (mayor de 40 mm Hg) y no es superior trastornos funcionales. Además, la manometría en
al placebo cuando la presión basal es normal14-16. este grupo tiene una menor sensibilidad diagnósti-
Por lo tanto, la presión basal elevada tiene, en este ca para predecir el éxito terapéutico de la esfinte-
grupo, un valor predictivo de buena respuesta a rotomía y la tasa de buena respuesta en pacientes
largo plazo a la esfinterotomía, con buenos resul- con presión basal elevada es mucho menor que en
tados en el 85% de casos. De ahí la importancia de los tipos I y II4.
realizar la manometría en este grupo de pacientes
(tabla 2). Bibliografía
En la disfunción pancreática la evidencia científica 1. Behar J, Corazziari E, Guelrud M, Hogan W,
es menor. Los datos disponibles sugieren que la es- Sherman S, Toouli J. Functional gallbladder and
finterotomía pancreática o biliar puede beneficiar a sphincter of Oddi disorders. Gastroenterology
pacientes con pancreatitis recurrente y disfunción 2006;130:1498-509.
del EO tipo I y II y que en presencia de un esfínter 2. Elta GH. Sphincter of Oddi dysfunction and bile
pancreático hipertensivo la práctica de una doble duct microlithiasis in acute idiopathic pancrea-
esfinterotomía, biliar y pancreática, parece ofrecer titis. World J Gastroenterol 2008;14:1023-6.
mejores resultados que la esfinterotomía biliar ais- 3. Petersen BT. An evidence-based review of
lada, con una tasa de éxitos del 73%17. Resulta con- sphincter of Oddi dysfunction: part I, presen-

686
46. Disfunción del esfínter de Oddi

tations with “objetive” biliary findings (types CP pancreatitis. Clin Gastroenterol Hepatol
I and II). Gastrointest Endosc 2004;59:525-34. 2004;2:322-9.
4. Petersen BT. Sphincter of Oddi dysfunction, 12. Wehrmann T, Seifert H, Seipp H, Lembcke B,
part 2: Evidence-based review of the presen- Caspary WF. Endoscopic injection of botulinum
tations, with “objective” pancreatic findings toxin for biliary sphincter of Oddi dysfunction.
(types I and II) and of presumptive type III. Endoscopy 1998;30:702-7.
Gastrointest Endosc 2004;59:670-87. 13. Wehrmann T, Schmidt TH, Amdt A, Lembcke
5. Allescher H. Clinical significance of sphincter B, Caspary WF, Seifert H. Endoscopic injection
of Oddi dyskinesia. Curr Gastroenterol Rep of botulinum toxin in patients with recurrent
2003;5:164-170. acute pancreatitis due to pancreatic sphincter
6. Sgouros SN, Pereira SP. Systematic review: of Oddi dysfunction. Aliment Pharmacol Ther
sphincter of Oddi dysfunction –non-invasive 2000;14:1469-77.
diagnostic methods and long-term outcome 14. Geenen JE, Hogan WJ, Dodds WJ, Toouli J, Venu
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Pharmacol Ther 2006;24:237-46. after cholecystectomy in patients with sus-
7. Ponce J, Pertejo V. Manometría del EO. GH pected sphincter of Oddi dysfunction. N Engl J
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B, Lee JG, Bjorkman DJ et al. Risk factors for sett J, Sacone GT, Evans P et al. Manometry
post-ERCP pancreatitis: a prospective multicen- based randomised trial of endoscopic sphinc-
ter study. Gastrointest Endosc 2001;54:425-34. terotomy for sphincter of Oddi dysfunction.
9. Cheng Ch L, Sherman S, Watkins JL, Barnett Gut 2000;46:98-102.
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post-ERCP pancreatitis: a prospective multicen- función biliar del esfínter de Oddi. (Revisión
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S, Themtik M, L, Lehman A. Improved stent creatogram. Gastrointest Endosc 2003;57:483-
characteristics for prophylaxis of post-ER- 91.

687
47 Tumores de la vesícula
y vías biliares
Maria Pellisé, Antoni Castells
Servicio de Gastroenterología. Hospital Clínic de Barcelona

Tumores benignos de la vesícula biliar


Objetivos de este capítulo
Los tumores benignos más habituales de la vesícu-
❱❱ Reconocer los signos clínicos que permiten
la biliar son los pólipos, que suelen corresponder sospechar la presencia de un tumor en las
a adenomas. Suelen diagnosticarse de forma inci- vías biliares.
dental en una ecografía o en la pieza de resección
❱❱ Establecer la estrategia más idónea para
de la colecistectomía. Al no ser posible asegurar su
confirmar el diagnóstico.
benignidad por métodos no invasivos, se aconseja
el tratamiento quirúrgico cuando son mayores de ❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos
1 cm. acerca de las pautas actuales de
tratamiento.
La colesterolosis o pseudotumor consiste en una
infiltración de la lámina propia por macrófagos
REFERENCIAS CLAVE
repletos de colesterol, lo que confiere una imagen
característica de “vesícula en fresa”. En ocasiones 1. Rustgi AK, Crawford JM, eds. Gastrointes-
pueden llegar a formarse pseudopólipos (figura 3). tinal cancers. 2nd ed. Filadelfia, Saunders,
2003,
La adenomiomatosis vesicular está caracterizada
2. Scheppach W, Bresalier RS, Tytgat GN.
por una proliferación de la mucosa y una hipertro- Gastrointestinal and liver tumors. Berlín,
fia de la capa muscular subyacente. No se conoce Springer, 2004,
su etiología pero se aduce que puede ser secunda-
3. AJCC (American Joint Committee on
ria a una dismotilidad de la vesícula por obstrucción
Cancer) Cancer staging Manual, 7th ed,
o malfuncionamiento del conducto cístico.
Edge, SB, Byrd, DR, Compton, CC, et al
Tumores malignos de la vesícula biliar (Eds), Springer, New York 2010. p.201;
211;219;227,
Epidemiología y clínica
El cáncer de la vesícula biliar es el quinto cáncer
más común del tracto digestivo y el más frecuente La presentación clínica de los tumores de la vesí-
de los tumores del árbol biliar1. Suele aparece en cula biliar puede desarrollarse en cuatro posibles
edades avanzadas y es de tres a cuatro veces más escenarios: 1) sospecha clínica por síntomas; 2)
frecuente en mujeres que en hombres. Este tumor hallazgo incidental con una técnica de imagen ab-
se ha asociado a diversos factores como la existen- dominal realizada por otro motivo; 3) hallazgo in-
cia de litiasis vesicular (80-90% de los pacientes con cidental durante una cirugía de colecistectomía por
cáncer presentan colelitiasis), la vesícula en porce- presunta patología benigna; 4) hallazgo incidental
lana y el hecho de que los conductos pancreático y en la pieza quirúrgica después de la colecistecto-
biliar presenten una desembocadura común (figura mía simple. La presentación clínica más habitual
1). En el 80% de los casos se trata de un adenocar- es indistinguible de la que aparece en la patología
cinoma, siendo más raros el carcinoma escamoso, benigna de la vesícula incluyendo el cólico biliar y
cistoadenocarcinoma, carcinoma de células peque- la colecistitis aguda. De hecho, sólo un 50% de los
ñas y adenoacantomas. tumores de vesícula son diagnósticados antes de la

P Á N C R E A S Y V Í A S B I L I A R E S 689
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 1. La colelitiasis constituye un factor de riesgo para la Figura 2. TC abdominal en el que se observa una neoforma-
aparición del adenocarcinoma de la vesícula biliar. ción de la vesícula biliar (VB) que infiltra el hígado adyacente
(flechas).

cirugía2. El crecimiento del tumor puede producir estadificación de las lesiones avanzadas3 (figu-
ictericia por obstrucción del conducto hepático ra 2). La colangiografía endoscópica retrógrada
común. Desafortunadamente, la analítica suele ser (CPRE) y percutánea (CTPH) quedan reservadas
normal en las fases iniciales. Los marcadores tu- para los casos en los que es necesario colocar una
morales CEA y CA 19-9 suelen estar elevados pero prótesis biliar.
no son útiles para el diagnóstico ya que carecen de
sensibilidad y especificidad. La clasificación de los tumores malignos de la vesí-
cula biliar se puede hacer siguiendo la clasificación
Diagnóstico de Nevin descrita en 1976 o la clasificación TNM,
que es la más empleada. Está última ha sido mo-
Los hallazgos de las exploraciones radiológicas
dificada recientemente de forma que la nueva cla-
difícilmente permiten diferenciar las patologías
benigna y maligna de la vesícula biliar, salvo en es- sificación del 2010 incluye los siguientes cambios:
tadíos avanzados. Por este motivo, el diagnóstico 1) se han incluido los tumores del conducto cís-
acostumbra a establecerse en el momento de estu- tico; 2) se diferencian las adenopatías regionales
diar la pieza de resección quirúrgica. Sin embargo, hiliares (N1) y a distancia (N2); 3) se han reagru-
se ha visto que al revisar de forma retrospectiva pado los estadíos de forma que la resecabilidad y
la ecografía, que es el método de elección para el el pronóstico quedan mejor correlacionados y, 4)
estudio de las litiasis vesiculares, a menudo se pue- los tumores T4 (localmente irresecables) pasan del
de identificar algún signo altamente sugestivo de
estadio III al IVA.
neoplasia como son: engrosamiento de la pared o
calcificación, masa que protuye a la luz, pérdida de
Tratamiento
interfase entre la vesícula y el hígado o infiltración
hepática. La ultrasonografía endoscópica (USE) El tratamiento del carcinoma de la vesícula biliar
presenta una alta sensibilidad para la detección de depende de la forma de presentación y del estu-
estos tumores y además permite realizar el estu- dio de extensión. Tres situaciones distintas deben
dio de extensión locoregional y puede ser capaz de ser tenidas en cuenta: hallazgo incidental en pieza
predecir la histología y obtener material citológico. de resección de una colecistectomía, tumor rese-
La resonancia magnética (RM) y la colangiografía cable, o tumor irresecable avanzado. La cirugía es
por resonancia magnética (CRM) permiten dife- el único tratamiento potencialmente curativo por
renciar los tumores benignos y malignos siendo lo que debe ser la primera opción a considerar4,5.
la RM especialmente útil para establecer el grado Cuando se sospecha su existencia en un paciente
de invasión a nivel del ligamento hepatoduodenal, que va a ser sometido a una colecistectomía por
del marco portal y para el estudio ganglionar. La patología litiásica, debe evitarse el abordaje lapa-
tomografía computarizada (TC) permite llegar al rocópico ya que se han descrito implantes en los
diagnóstico y es especialmente necesaria para la orificios de los trócares y diseminación peritoneal.

690
47. Tumores de la vesícula y vías biliares

Figura 3. La colangitis esclerosante primaria, frecuentemente asociada con la colitis ulcerosa, constituye un factor de riesgo para
el desarrollo del colangiocarcinoma. En la figura se observa la imagen endoscópica de un brote grave de colitis ulcerosa y una
colangiorresonancia magnética de una paciente de 37 años con una colangitis esclerosante primaria. En ésta existe una estenosis
corta localizada a nivel del conducto hepático común (flecha) con discreta dilatación del árbol biliar intrahepático izquierdo
(VBII). El árbol biliar intrahepático derecho (VBID), así como la vía biliar principal (VBP) y la vesícula biliar (VB), son normales.

La extensión de la resección es controvertida. En empleado es el 5-fluoracilo con tasas de respues-


tumores en estadio I (T1N0M0), la colecistectomía ta del 5-30%. Los beneficios de la radioterapia son
simple es suficiente, siempre que los márgenes modestos ya que no se pueden emplear dosis altas
se encuentren libres de enfermedad. En cambio, debido a la cercanía de estructuras radiosensibles
en los tumores T2 y T3 debe acompañarse de una (hígado, riñón y médula). La braquiterapia y radio-
resección no anatómica del lecho hepático (seg- terapia externa intraoperatoria podrían ser alter-
mentos IV y V) y de linfadenectomía radical de los nativas válidas pero existen pocos datos hasta la
territorios periportales, coledocales, hiliares y pan- fecha.
creáticos altos, dado que la probabilidad de afecta-
ción ganglionar es del 33% y 69%, respectivamente. Pronóstico
En tumores T4, la supervivencia es tan baja que se
Globalmente, la supervivencia de los pacientes con
cuestiona la conveniencia de la cirugía. Sin embar-
neoplasias de vesícula biliar es menor del 5% a los
go, la mayoría de los grupos aconsejan esta opción
5 años, con una supervivencia media inferior a 6
teniendo en cuenta un discreto incremento en la
meses, ya que la mayoría de ellos se diagnostican
supervivencia (de 28% hasta 31-65%) a expensas
en estadios avanzados.
de una mortalidad peroperatoria aceptable (4%).
Cuando no es posible realizar un tratamiento radi- Tumores de vía biliar extrahepática
cal y el paciente presenta ictericia obstructiva, debe
Los tumores benignos de la vía biliar son extrema-
plantearse el drenaje de la vía biliar ya sea por vía
damente infrecuentes e incluyen adenomas, leio-
endoscópica, percutánea o quirúrgica6 .
miomas, lipomas, carcinoides, angioleiomiomas y
El carcinoma de vesícula biliar es resistente a la fibromas. Son indistinguibles de los tumores ma-
mayoría de los agentes quimioterápicos. El más lignos por lo que deben ser resecados. El presente

691
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 5. La colangiorresonancia magnética es, en la actua-


lidad, la técnica no invasiva de elección para el estudio de la
vía biliar.
Figura 4. Imagen radiológica obtenida mediante CPRE de
un colangiocarcinoma perihiliar o tumor de Klastkin, en la
que se observa una estenosis asimétrica a nivel del conducto La presentación clínica depende básicamente de la
hepático común (flechas) y dilatación de la vía biliar intra-
localización del tumor aunque más de un 90% de
hepática.
los casos presentan ictericia obstructiva. Otros sín-
tomas frecuentes son la colangitis (habitualmente
capítulo se centrará en los tumores malignos, más
por manipulación previa de la vía biliar), pérdida de
concretamente en el colangiocarcinoma.
peso, dolor abdominal inespecífico, prurito y alte-
raciones en el perfil hepático.
Epidemiología y clínica
En el momento del diagnóstico, suelen apreciarse
Se trata de un tumor infrecuente que se origina en alteraciones del perfil hepático, con elevación de
el epitelio biliar. En Estados Unidos su incidencia es la bilirrubina, fosfatasa alcalina y gamma-glutamil-
de 1 caso por 100.000 habitantes1. Según su locali- transpeptidasa. Las transaminasas pueden encon-
zación se clasifican en tres tipos: intrahepáticos, pe- trarse discretamente aumentadas. Los marcadores
rihiliares o distales. Los colangiocarcinomas intra- tumorales CEA y CA 19-9 suelen encontrarse ele-
hepáticos son los más infrecuentes y se comportan vados, aunque ninguno de ellos posee suficiente
como tumores primarios hepáticos por lo que no se sensibilidad ni especificidad para ser utilizados en
tratarán en este capítulo. Los tumores perihiliares o el diagnóstico precoz. La primera técnica de imagen
de Klatskin son los más frecuentes y constituyen el suele ser la ecografía abdominal. Los hallazgos de-
60-80% de los colangiocarcinomas. penden de la localización del tumor. Los de localiza-
ción distal son más difíciles de distinguir y pueden
Los factores de riesgo asociados al desarrollo de confundirse con neoplasias primarias pancreáticas
este tipo de tumor son: colangitis esclerosante o periampulares. Los colangiocarcinomas hiliares
primaria7, colitis ulcerosa, quistes coledocales, in- no suelen cursar en forma de masa, sino que típi-
fección biliar por Clonorchis Sinensis y presencia de camente provocan dilatación de la vía biliar intra-
coledocolitiasis (figura 4). Hasta en un 30% de los hepática y colapso de la extrahepática. La TC puede
pacientes con colangitis esclerosante primaria pue- ayudar a identificar el tumor y permite la estadifica-
de detectarse este tumor en la autopsia. ción del mismo. La CRM es, en la actualidad, la téc-

692
47. Tumores de la vesícula y vías biliares

Figura 6. Prótesis biliar expandible para el tratamiento paliativo de la ictericia obstructiva por colangiocarcinoma. En la colangio-
grafía se observa una estenosis neoplásica localizada en el colédoco medio (flechas) con una importante dilatación del conducto
hepático común y la vis biliar intrahepática. Tras la realización de una esfinterotomía biliar, así como citología de la estenosis, se
colocó una prótesis expandible como se aprecia en la imagen radiológica y endoscópica.

nica no invasiva de elección para el estudio de la vía de la ictericia obstructiva mediante la colocación
biliar, ya que proporciona información simultánea de prótesis biliares (figura 7). Actualmente se están
tanto de la anatomía biliar como de la extensión desarrollando distintos sistemas de colangioscopia
locorregional8,9 (figura 5). La USE puede ser de gran peroral que permiten observar directamente la
utilidad, en especial en los tumores del tercio distal vía biliar y mejorar el rendimiento diagnóstico así
ya que no solo permite establecer un diagnóstico como plantear la posibilidad de tratamientos loca-
de sospecha sino que permite realizar el estudio de les11. También existe una minisonda con un micros-
extensión locorregional y la obtención de material copio confocal miniaturizado que permite obtener
citológico mediante punción con aguja fina10. La imágenes microscópicas (1.000 aumentos) de la
colangiografía retrógrada endoscópica y la percu- mucosa biliar in vivo. Estos sistemas podrían ser de
tánea, que años atrás eran las técnicas de elección especial utilidad para el estudio de las estenosis in-
para el diagnóstico de estos tumores, quedan ac- determinadas dónde la confirmación histológica es
tualmente reservadas para el tratamiento paliativo primordial para la toma de decisiones.

Tipo I Tipo II Tipo IIIa Tipo IIIb Tipo IV

Figura 7. Los tumores perihiliares se han subdividido clásicamente en 4 tipos en función de su extensión siguiendo la clasificación
de Bismuth-Corlette. Las zonas en amarillo indican la extensión del tumor (modificado de Groen PC, Gores GJ, LaRusso NF, et al.
N Engl J Med 1999;341:1368).

693
Sección 5. Páncreas y vías biliares

Figura 8. Imagen endoscópica y radiológica (CPRE) de un ampuloma. En la imagen de la derecha se observa la dilatación unifor-
me de la vía biliar extrahepática y del Wirsung.

La clasificación de los colangiocarcinomas es con- pos aconsejan realizar una laparotomía explorado-
trovertida y compleja. Los tumores perihiliares, se ra previa a la indicación de la cirugía con el fin de
han subdividido clásicamente en 4 tipos en función descartar diseminación intraabdominal. La colo-
de su extensión y tipo de resección quirúrgica si- cación de una prótesis biliar previo a la cirugía es
guiendo la clasificación de Bismuth-Corlette (figura controvertido. Mientras algunos grupos consideran
8). El grupo de trabajo del Memorial Sloan-Kette- que mejora la ictericia, permite obtener biopsias y
ring Cancer Center ha propuesto una clasificación facilita el acceso a la vía biliar después de la cirugía,
que se correlaciona mejor con el pronóstico, pero otros postulan que favorece la aparición de compli-
que es muy compleja y no tiene en cuenta los con- caciones (colangitis).
ceptos actuales de resecabilidad. Recientemente, El tipo de resección depende de la localización del
un grupo internacional de trabajo ha diseñado un tumor8. En los colangiocarcinomas distales se efec-
nuevo sistema que todavía ha de ser validado12. En túa una duodenopancreatectomía cefálica. Ésta
el 2010, el American Joint Committee on Cancer debería realizarse en un centro de referencia para
(AJCC) revisó el sistema TNM para el colangiocar- minimizar la morbilidad peroperatoria (30%). En las
cinoma procurando que éste se ajustase más a los lesiones hiliares, la resección debe individualizarse
criterios de resecabilidad y pronóstico. Para ello, ha en función de la extensión del tumor. Habitualmen-
separado en dos clasificaciones diferentes los co- te debe efectuarse una resección hepática que in-
langiocarcinomas perihiliares y los de la vía biliar cluya los segmentos IV y V, ampliándola en función
distal. de la extensión del tumor con el fin de obtener un
margen de resección libre de enfermedad. Éste es,
Tratamiento en definitiva, el principal factor pronóstico. El tras-
plante hepático no es una opción terapéutica debi-
La resecabilidad viene determinada por la ausencia
do a la elevada tasa de recidivas.
de metástasis incluyendo ganglios retropancreá-
ticos y paracelíacos, ausencia de invasión de los En caso de irresecabilidad, es aconsejable drenar
grandes vasos y posibilidad de realizar una resec- la vía biliar por vía endoscópica o percutánea. La
ción quirúrgica con márgenes libres. Algunos gru- vía endoscópica es seguramente más fácil y segura,

694
47. Tumores de la vesícula y vías biliares

sin embargo en el caso de los tumores proximales ma-carcinoma idéntica a la del cáncer colorrectal.
a menudo es más eficaz el abordaje percutáneo. Tan sólo un 5% de los ampulomas son adenomas
La complicación a corto plazo más frecuente es la puros. El resto son carcinomas o presentan focos
colangitis que se puede evitar administrando anti- de degeneración. Las enfermedades de riesgo
bióticos profilácticos. A largo plazo la complicación para la aparición de estos tumores son la poliposis
más frecuente es la obstrucción de la prótesis ya adenomatosa familiar (60% de ellos presentan un
sea por progresión tumoral o por detritus biliares ampuloma) y el síndrome de Peutz-Jeghers.
o alimenticios6.
La clínica de presentación habitual es la ictericia
Un único estudio prospectivo demuestra que la (80%), la pérdida de peso (75%) y el dolor abdo-
radioterapia no mejora la supervivencia de estos minal (50%)8. Un tercio de los pacientes presentan
pacientes. Asimismo, la quimioterapia no es una pérdidas ocultas de sangre en heces. De forma
opción empleada habitualmente ya que no existen ocasional, el tumor se presenta en forma de pan-
datos que demuestren inequívocamente su efica- creatitis aguda debida a obstrucción del conducto
cia. Por último, se ha sugerido que este tumor sería de Wirsung o a disfunción del esfínter de Oddi.
sensible a la radioquimioterapia, aunque hasta la
fecha no existe ningún estudio prospectivo que lo Diagnóstico y estadificación
confirme.
Inicialmente, las pruebas de laboratorio suelen
Pronóstico y prevención mostrar un incremento de la concentración sérica
de fosfatasa alcalina seguida de hiperbilirrubine-
El pronóstico de los tumores biliares es malo. Los
mia, a medida que el tumor obstruye la vía biliar.
tumores hiliares suelen diagnosticarse en fases
No existen marcadores tumorales específicos para
avanzadas cuando ya existe infiltración hepática,
los tumores ampulares. El diagnóstico precoz de
vascular o metástasis, lo que contraindica la cirugía.
este tumor requiere un elevado grado de sospe-
La supervivencia media es de 12-24 meses. Los tu-
mores distales tienen un mejor pronóstico con una cha clínica. La primera prueba diagnóstica ante
supervivencia de 15-25% a los 5 años. un paciente con ictericia obstructiva suele ser la
ecografía abdominal, que, en este caso, pondrá
No se ha demostrado la efectividad del cribado de manifiesto una dilatación uniforme de todo
de este tumor. Sin embargo, en los pacientes con el árbol biliar. La CPRE permite obtener biopsias
colangitis esclerosante se aconseja realizar una vi- o efectuar un cepillado (figura 9). En ocasiones,
gilancia mediante técnicas de imagen (colangiorre- sin embargo, se detectan focos aislados de dis-
sonancia) y determinación de los niveles séricos de plasia de distinto grado, lo que puede conducir a
CA 19-9, aunque ninguna de estas dos técnicas es un diagnóstico falso-negativo. En los tumores que
suficientemente específica. se originan en la zona intraampular es necesario
realizar una esfinterotomía para poder acceder al
Tumores de la papila de Vater tumor. La TC helicoidal con doble contraste es la
La papila de Vater es un área anatómica comple- técnica más informativa y más coste-efectiva para
ja que representa la unión entre el duodeno y el diagnóstico de estos tumores. Esta técnica es
el sistema ductal pancreático y biliar. Aunque su capaz de detectar masas superiores a 1 cm, es-
área es menor a 1 cm, esta zona tiene la mayor tudiar su relación con los órganos de vecindad y
incidencia de tumoraciones del intestino delgado. descartar metástasis hepáticas. La CRM aunque
Los tumores pueden ser benignos (adenomas, li- es una técnica precisa para el estudio de la vía
pomas, tumores estromales o neuroendocrinos) o biliar y permite también realizar el estudio de
malignos. El presente capítulo se centrará en los extensión, es poco sensible para la detección de
más frecuentes que son los adenomas y adeno- tumores pequeños intraduodenales. La ultrasono-
carcinomas. grafía endoscópica ha demostrado ser la técnica
más precisa para la detección de estos tumores
Epidemiología y clínica (incluso para lesiones menores de 1 cm) y para el
El adenocarcinoma es el tumor más frecuente en estudio de extensión locorregional, ya que esta-
la papila de Vater. Su incidencia es de 2,9 casos blece el grado de afectación de las capas de la pa-
por millón de habitantes. Se origina en las células red e informa sobre la presencia de adenopatías o
de la capa mucosa y sigue una progresión adeno- afectación de estructuras vecinas10,13-15.

695
Sección 5. Páncreas y vías biliares

a b

Figura 9. La duodenopancreatectomía cefálica (intervención de Whipple) es el tratamiento de elección de los tumores ampulares
y del colangiocarcinoma distal. a) Campo operatorio; b) Incisión sobre el páncreas.

Tratamiento to hepático común por debajo de la bifurcación,


transección de la porción del páncreas situada a
La resección local de los tumores ampulares está la izquierda de los vasos meséntericos superiores,
reservada para los adenomas benignos, tumores resección de 15 cm de yeyuno a partir del ángulo
neuroendocrinos y adenocarcinomas superficiales
de Treitz y linfadenectomía completa de las regio-
(T1N0M0) o cuando el riesgo quirúrgico es dema-
nes perimesentéricas, portales y adyacentes a la
siado elevado. En el caso de los adenocarcinomas,
arteria hepática común, aorta y vena cava inferior.
la USE es la técnica de elección para discernir aque-
Habitualmente se realiza una variante de esta inter-
llos que podrían ser candidatos a tratamientos lo-
cales. Sin embargo, teniendo en cuenta que hasta vención en la que se preservan 2-3 cm del duodeno
un 10% de los tumores en estadio T1 presenta di- postpilórico, con lo que se evita la resección gástri-
seminación ganglionar, la mayoría de grupos pre- ca (preservación pilórica), disminuyendo con ello la
fieren optar por el tratamiento quirúrgico radical morbimortalidad asociada. En centros de referen-
para minimizar el riesgo de recidiva local. Los trata- cia, esta intervención se asocia a una mortalidad
mientos locales pueden efectuarse por vía endos- inferior al 5% y una morbilidad del 25-50%, sobre-
cópica mediante polipectomía cuando se trata de todo a expensas de fístulas pancreáticas (figura 10).
un pólipo adenomatoso pediculado, o papilectomía Hasta la fecha existen pocos datos en la literatura
cuando se trata de un pólipo sesil. Estas técnicas
que demuestren la utilidad de la quimioterapia y de
sólo permiten realizar una resección local, presen-
la radioterapia. Al ser una patología poco frecuente
tan un riesgo de resección incompleta no despre-
es difícil realizar estudios prospectivos aleatoriza-
ciable y además, a menudo, no logran obtener una
dos para evaluar su eficacia. Sin embargo, si se ex-
única pieza de resección para poder establecer los
márgenes con seguridad. Otra posibilidad es la am- trapolan los resultados obtenidos en pacientes con
pulectomía quirúrgica que consiste en resecar el cáncer de páncreas, parece que estos tratamientos
tumor incluyendo la pared duodenal y la desembo- podrían ser útiles en pacientes con tumores irrese-
cadura de los conductos biliopancreáticos. La duo- cables. Los fármacos más empleados son 5-fluoru-
denotomía se reconstruye y los conductos se reim- racilo, mitomicina y doxorrubicina.
plantan en el duodeno. El riesgo de recidiva local En más del 85% de los pacientes es posible reali-
no es despreciable por lo que se aconseja un segui- zar tratamiento quirúrgico con intención curati-
miento endoscópico anual con toma de biopsias. va. En los tumores no resecables por afectación
La duodenopancreatectomía cefálica (interven- metastásica o vascular está indicado efectuar una
ción de Whipple) es el tratamiento de elección16. derivación biliar, siendo la vía endoscópica la más
Esta incluye colecistectomía, resección del conduc- recomendable6.

696
47. Tumores de la vesícula y vías biliares

Pronóstico y seguimiento 9. Khan SA, Thomas HC, Davidson BR, Taylor-Ro-


binson SD. Cholangiocarcinoma. Lancet 2005;
En los pacientes con enfermedad irresecable, el 366:1303.
pronóstico es similar al del cáncer de páncreas, con
10. Fernández-Esparrach G, Ginès A, Sánchez M,
una supervivencia media de 5-9 meses. Sin embar-
Pagés M, Pellisé M, Fernández-Cruz L, López-
go, cuando puede efectuarse la resección, la super-
Boado MA, Quintó L, Navarro S, Sendino O, Cár-
vivencia a los 5 años oscila entre el 25 y el 55%.
Los factores de mal pronóstico establecidos en la denas A, Ayuso C, Bordas JM, Llach J, Castells
mayoría de estudios son la afectación adenopática, A. Comparison of endoscopic ultrasonography
la presencia de afectación del margen de resección and magnetic resonance cholangiopancreato-
y el grado de diferenciación tumoral. graphy in the diagnosis of pancreatobiliary di-
seases: a prospective study. Am J Gastroenterol
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noma: consensus document. Gut 2002;51:7-9. Oncol 2009;100:651.

697
SECCIÓN 6

HÍGADO
48 Datos de laboratorio:
pruebas hepáticas alteradas
Luis Cortés, Miguel A. Montoro*
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca
*Departamento de Medicina y Psiquiatría

Las alteraciones del perfil hepático constituyen


una de las anomalías más frecuentemente ob- Objetivos de este capítulo
servadas, tanto en los pacientes que son asisti- ❱❱ Ayudar al médico práctico a interpretar
dos en el ámbito hospitalario, como en las con- las anomalías de laboratorio más
sultas de atención primaria. En el último caso, frecuentemente observadas en el perfil
es muy frecuente que las alteraciones del perfil hepático.
hepático constituyan un hallazgo casual en un ❱❱ Proporcionar una guía práctica y coste-
paciente asintomático o que consulta por sín- efectiva para investigar el origen de
tomas banales o inespecíficos, pudiendo detec- una elevación crónica y moderada de
tarse hasta en aproximadamente en el 8-10% de transaminasas.
los análisis rutinarios realizados. En el ámbito
❱❱ Adquirir un conocimiento básico de
hospitalario, las anomalías de la función hepá-
algunas condiciones clínicas inusuales que
tica suelen tener connotaciones distintas y, a
pueden alterar el perfil biológico hepático.
menudo, aparecen en el contexto de condicio-
nes clínicas bien definidas (tabla 1). Discernir el
origen de las anomalías de la “función hepática” REFERENCIAS CLAVE
obliga a centrar la atención en tres claves im- 1. Kaplan MM. Approach to the patient with
portantes: 1) la magnitud de la alteración; 2) la abnormal liver function tests. UpToDate
duración del problema y 3) el contexto clínico en 2010®.
el que aparecen. De acuerdo con la mayoría de
2. Sánchez Tapias JM. El enfermo con
los autores1, este último tiene una importancia
hipertransaminasemia. Interpretación y
primordial dado que la elevación de transami-
actitud a seguir. En: Montoro M, Bruguera
nasas en el suero constituye un hecho inespe-
M, Gomollón F, Santolaria S, Vilardell F.
cífico propio de numerosas condiciones clínicas.
Principios Básicos de Gastroenterología
Es importante, por consiguiente, consignar las para Médicos de Familia. 2ª edición. Jarpyo
circunstancias que acompañan a su descubri- Editores. Madrid, 2002: 511-526.
miento. Un ejemplo que ilustra la importancia
de estas tres claves es el de un paciente que per- 3. Green RM, Flamm S. AGA technical review
manece ingresado en una unidad de cuidados on the evaluation of liver chemistry tests.
intensivos y que presenta un estado de colapso Gastroenterology 2002; 123:1367–1384.
cardiocirculatorio que conduce a un estado de
hipoxia y necrosis hepatocelular aguda. En una
situación de este tipo se produce una elevación
muy marcada de la actividad aminotransferasa ¿Qué entendemos por pruebas hepáticas
(> 40-50 veces el rango superior de la normali- alteradas?
dad) que tiende a retornar a la normalidad en
un intervalo corto de tiempo. La magnitud en la Los términos de pruebas hepáticas alteradas o altera-
elevación de las transaminasas, su duración (2-3 ción de las pruebas de función hepática (PFH) tienen
días) y las circunstancias en las que aparece el una gran difusión tanto en la práctica clínica habi-
trastorno (shock) permiten orientar la etiología tual como en la literatura médica. No obstante es-
del problema hacia una hepatitis isquémica. tas expresiones son imprecisas y pueden conllevar

H Í G A D O 701
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Circunstancias en las que suelen detectarse Las PFH engloban a una serie de determinaciones
pruebas hepáticas alteradas. analíticas, frecuentemente utilizadas en la práctica
clínica, tales como las aminotransferasas, enzimas
de colostasis (fosfatasa alcalina y gammaglutamil-
❱❱ Descubrimiento accidental en el curso de un análisis transpeptidasa), bilirrubina, tiempo de protrom-
rutinario, una donación de sangre o un estudio pre-
operatorio. bina y albúmina, representando estos dos últimos
parámetros una aproximación a la función sintética
❱❱ Enfermos en los que se ha solicitado una analítica
por presentar síntomas banales o inespecíficos. del hígado. A continuación vamos a describir breve-
mente sus características más importantes:
❱❱ Enfermos con hepatitis aguda asociada a la presencia
de marcadores virales. ❱❱ Aminotransferasas séricas o transaminasas: las en-
❱❱ Elevación de transaminasas asociada al consumo de zimas más frecuentemente determinadas son
fármacos, productos de herboristería o contacto con la alanino aminotrasferasa (ALT o transaminasa
tóxicos industriales.
glutámico pirúvica sérica –SGPT–) y la aspartato
❱❱ Enfermos remitidos por presentar ictericia y/o colan- aminotransferasa (AST o transaminasa glutá-
gitis aguda.
mico oxalacética sérica –SGOT–). Mientras que
❱❱ Alteraciones descubiertas en el contexto de otras la ALT se encuentra predominantemente en el
situaciones clínicas:
parénquima hepático, la AST se encuentra en
• Alcoholismo. diferentes localizaciones además del hígado ta-
• Enfermedades metabólicas: obesidad, diabe- les como el miocardio, el músculo esquelético,
tes, enfermedad tiroidea o suprarrenal.
páncreas y pulmones, siendo por lo tanto me-
• Coexistencia con enfermedad autoinmune.
• Coexistencia con enfermedad sistémica o nos específico que la ALT para enfermedades
hematológica. hepáticas. La elevación de los niveles séricos de
• Enfermedad celíaca. transaminasas suele indicar una lesión o necro-
• Enfermedades infecciosas. sis de los hepatocitos; no obstante la magnitud
• Problemas cardiocirculatorios. de dicha elevación no se correlaciona con la gra-
• Miopatías. vedad o extensión de la misma y generalmente
• Embarazo. no tiene un valor pronóstico.

Adaptado de Sánchez Tapias, JM. El enfermo con El cociente sérico AST/ALT suele tener un valor
hipertransaminasemia. Actitud a seguir. En: Miguel de 0,8. En algunas ocasiones la variación del
A. Montoro et al, ed. Principios Básicos de Gas- mismo puede sugerirnos un determinado ori-
troenterología. Jarpyo. Madrid. 2002: 511-526. gen, de tal manera que la presencia de una re-
lación AST/ALT de al menos 2:1 es sugestiva de
hepatopatía alcohólica, y una relación AST/ALT >
1 puede sugerir la presencia de cirrosis hepática
establecida en pacientes con hepatopatía cróni-
a errores conceptuales debido a que las PFH no re- ca viral.
flejan con precisión la función del hígado, pueden
❱❱ Enzimas de colostasis (fosfatasa alcalina –FA– y
estar alteradas por enfermedades extrahepáticas o
gammaglutamiltranspeptidasa –GGT–). Mien-
pueden ser normales en pacientes con hepatopa-
tía avanzada. A pesar de sus limitaciones son am- tras que la GGT es una enzima presente en los
pliamente utilizadas en la práctica clínica ya que: hepatocitos y epitelio biliar, la FA se localiza en
1) Proporcionan un método no invasivo para la el hígado, hueso, intestino y placenta, de ma-
detección de enfermedades hepáticas, 2) Pueden nera que su elevación puede ser producto de
ser utilizadas para valorar la eficacia de tratamien- la alteración en dichos territorios o por un gran
tos (por ejemplo los inmunosupresores en la he- estímulo de los mismos, como ocurre en las mu-
patitis autoinmune) o monitorizar la evolución de jeres embarazadas en las que pueden doblarse
las enfermedades del hígado, 3) Pueden ayudar a sus valores o en los adolescentes en crecimien-
establecer valores pronósticos de hepatopatías cró- to que pueden triplicar los valores normales
nicas como es el caso de la clasificación de Child- séricos. Tal como se menciona más adelante, la
Pugh, la determinación del MELD o los índices de utilidad de la determinación de ambas enzimas
fibrosis hepática. proviene del hecho bien documentado de que

702
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

una elevación simultánea de ambas refleja un Aproximación al paciente con pruebas


estado de colestasis
hepáticas alteradas
❱❱ La bilirrubina es un producto de la degradación
en el catabolismo de la hemoglobina que está Historia clínica
presente en el suero de manera no conjugada La historia clínica constituye, sin duda, la parte más
(bilirrubina indirecta, liposoluble), o conjuga- importante en la evaluación del paciente con prue-
da (bilirrubina directa, hidrosoluble) una vez bas hepáticas alteradas2. De hecho, la investigación
metabolizada en el retículo endoplásmiso liso de estos pacientes debe iniciarse con una anamne-
del hepatocito debido a la intervención de la sis exhaustiva (tabla 2). Mención especial requieren
glucuroniltransferasa. El origen de su elevación las siguientes consideraciones:
puede deberse a etiologías y mecanismos muy ❱❱ La edad y sexo del enfermo. Algunas entidades,
dispares, que engloban desde alteraciones en como la hepatitis aguda de etiología vírica o
la captación y transporte intrahepatocitario del autoinmune o la propia enfermedad de Wilson,
pigmento, problemas en la glucuronoconjuga- son más frecuentes en pacientes de menos de
ción o alteraciones en la excrección. 30 años. Otras, como la colestasis que acom-
paña a la obstrucción del colédoco por litiasis
❱❱ El tiempo de protrombina nos aporta información o cáncer de la región ampular, suelen incidir en
acerca de la función sintética del hígado ya que
depende de la actividad de los factores de coa- TABLA 2. Anamnesis en la investigación del paciente con
gulación de la vía extrínseca (II, V, VII y X) sinte- pruebas hepáticas alteradas.
tizados en el hígado. El diagnóstico diferencial
de una prolongación del tiempo de protrombina
❱❱ Edad y sexo.
incluye: 1) La investigación del déficit de vitami-
❱❱ Profesión u ocupación.
na K que puede ser motivada por malnutrición,
❱❱ Alergias.
malabsorción intestinal (incluido el déficit de sa-
❱❱ Fármacos o productos de herboristería.
les biliares secundario a una obstrucción biliar)
o uso de antibióticos. 2) Tratamiento anticoagu- ❱❱ Ingesta de alcohol.
lante oral. 3) Coagulopatía de consumo o déficit ❱❱ Hábitos sexuales.
congénito de los factores de coagulación. En los ❱❱ Drogadicción.
casos de insuficiencia hepática aguda, puede ❱❱ Antecedentes médico-quirúrgicos con riesgo de
valorarse la función sintética del hígado midien- transmisión nosocomial.
do el tiempo de protrombina o controlando los • Intervenciones quirúrgicas.
niveles de factor VII al tener una semivida más • Procedimientos endoscópicos.
• Transfusión de sangre o hemoderivados.
corta que el resto de factores de coagulación. • Tatuajes, piercings o acupuntura.
❱❱ La albúmina es una proteína sintetizada por el hí- ❱❱ Antecedentes familiares de hepatopatía o enferme-
dad autoinmune
gado con una vida media de 20 días por lo que
no es útil como indicador de síntesis hepática en ❱❱ Enfermedades sistémicas conocidas
el fallo hepático agudo. Los niveles de albúmi- • Endocrinometabólicas: diabetes, obesidad,
enfermedad tiroidea, insuficiencia suprarrenal.
na pueden estar disminuidos en pacientes con • Hematológicas: policitemia vera, anemia hemolí-
cirrosis hepática, no obstante existen otras mu- tica, leucemia, linfoma, estados de hipercoagula-
chas causas extrahepáticas que pueden afectar bilidad.
sus niveles séricos, tales como la desnutrición, • Conectivopatías: poliarteritis nodosa, etcétera
neuropatías, enteropatías pierdeproteínas, sín- • Infecciosas: tuberculosis, brucelosis, fiebre Q,
SIDA.
drome nefrótico o trastornos hormonales. Por
• Enfermedad autoinmune.
dicho motivo la hipoalbuminemia no es un indi- • Cardiovasculares: insuficiencia cardiaca.
cador específico de disfunción hepática aunque ❱❱ Síntomas asociados: ictericia, coluria, acolia, prurito,
puede utilizarse como indicador pronóstico en fiebre, rush, artromialgias, anorexia, pérdida de peso.
los pacientes con cirrosis hepática

703
Sección 6. Hígado

edades más avanzadas. La cirrosis biliar prima- obesidad y la diabetes, por ejemplo, son encon-
ria es mucho más frecuente en la mujer. Otras tradas con frecuencia en el enfermo con estea-
enfermedades causantes de colestasis crónica, tohepatitis no alcohólica (EHNA). La disfunción
como la colangitis esclerosante primaria, inci- tiroidea o la insuficiencia suprarrenal pueden, a
den con mayor frecuencia en el sexo masculino. su vez, explicar una elevación de transaminasas
en el suero. La anamnesis debe consignar igual-
❱❱ Hábitos tóxicos y/o conductas de riesgo. El consu-
mente el padecimiento de cualquier enferme-
mo crónico de alcohol se halla implicado en una
dad de naturaleza infecciosa o hematológica,
proporción importante de pacientes en los que
miopatías o conectivopatías, así como la exis-
se detectan anomalías biológicas que reflejan
tencia de insuficiencia cardiaca. El conocimiento
daño necroinflamatorio hepático. Un consumo
de cualquiera de estas entidades debería centrar
diario de 60-80 g de alcohol en el varón y de 20-
la atención del clínico sobre una posible relación
40 g en la mujer durante un período de 10-12
patogénica entre la enfermedad sistémica y las
años puede ser suficiente para producir un daño
alteraciones biológicas detectadas (figs. 1 y 2).
hepático irreversible. Igualmente importante es
Deben incluirse en este apartado las enfermeda-
interrogar al paciente acerca del consumo ilícito
des autoinmunes, dada la frecuente asociación
de drogas por vía endovenosa o intranasal, así
entre este tipo de entidades.
como del antecedente de promiscuidad sexual,
a menudo implicados en la transmisión de virus ❱❱ Fármacos. El listado de fármacos capaces de
hepatotropos. provocar alteraciones en las pruebas de “fun-
ción hepática” es muy amplio y casi la práctica
❱❱ Profesión u ocupación. Es importante consignar
totalidad de los mismos puede alterar la bio-
cualquier detalle que pueda proporcionar pis-
logía hepática, bien sea por un mecanismo de
tas en relación con posible toxicidad derivada
toxicidad directa (dosis dependiente) o por un
del contacto con metales pesados, tetracloruro
mecanismo de hipersensibilidad o idiosincrasia
de carbono o disolventes orgánicos, a menudo
metabólica (dosis independiente). Es muy im-
implicados en la etiopatogenia de las hepatitis
portante, por tanto, reflejar en el expediente
tóxicas.
clínico del enfermo cualquier medicamento de
❱❱ Antecedentes médico-quirúrgicos. El anteceden- uso frecuente o continuado, especificando el
te de transfusión de sangre o hemoderivados, momento en que se inició la toma del fármaco,
hemodiálisis, así como los antecedentes de pro- la dosis, principio activo y vía de administración.
cedimientos quirúrgicos o endoscópicos, acu- En este apartado deben incluirse los productos
puntura, piercing o tatuajes a menudo se hallan de herboristería, cuya “inocuidad” debe ser
implicados en la inoculación de virus causantes cuestionada dada la creciente incidencia de ca-
de hepatitis crónica. Particular interés tiene el sos de hepatotoxicidad, a menudo grave, comu-
conocimiento de enfermedades metabólicas. La nicados en la literatura médica3.

El conocimiento de cualquier enfermedad sistémica debería centrar la atención del clínico sobre una posible relación patogénica
entre la enfermedad padecida y las alteraciones en el perfil hepático.

Figura 1. Sarcoidosis: granulomas epitelioides intralobulillares Figura 2. Leishmaniasis con afectación del hígado (cortesía
(cortesía de la Dra. Morandeira). del Dr. Vera).

704
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

❱❱ Síntomas asociados. La presencia de determina- etiología vírica o alcohólica, en el hepatocarci-


dos síntomas puede proporcionar claves impor- noma y en una miscelánea de enfermedades
tantes para la orientación diagnóstica. Así, la sistémicas que pueden originar granulomas en
aparición de artromialgias o de un rush cutáneo el hígado, tanto en el enfermo inmunocompe-
que precede a un cuadro de ictericia debe suge- tente, como en el huésped inmunodeprimido
rir hepatitis vírica o tóxico-medicamentosa. Sin (por ej., sarcoidosis, tuberculosis, fiebre Q, lin-
embargo, cuando la ictericia viene precedida de foma). La historia clínica debe reflejar, a su vez,
dolor de instauración aguda en el hipocondrio cualquier cambio de coloración de la orina o de
derecho, fiebre y escalofríos, el diagnóstico de las heces. La presencia de coluria o de acolia (o
mayor probabilidad es la colangitis aguda se- hipocolia) refleja, por regla general, la existencia
cundaria a la presencia de una litiasis coledocal. de una colestasis (figs. 3 y 4). Discernir su origen
La presencia de anorexia es característica de los intra o extrahepático tiene una importancia cru-
estados necroinflamatorios de evolución aguda, cial (veáse más adelante). Mención especial tie-
incluyendo la hepatitis viral, medicamentosa o ne la existencia de prurito, un síntoma que debe
alcohólica. Cuando la anorexia se asocia a una sugerir colestasis de curso prolongado (por ej.,
pérdida de peso significativa, el diagnóstico su- cirrosis biliar primaria o colangitis esclerosante),
gerido es el de un proceso neoplásico que asien- colestasis propia del embarazo (tercer trimestre)
ta en el propio hígado (por ej., hepatocarcinoma o inducida por fármacos (por ej., anovulatorios).
injertado sobre una hepatopatía crónica), en las El prurito puede aparecer en el paciente con en-
vías biliares (por ej., colangiocarcinoma) o en fermedad de Hodgkin con repercusión hepática
el páncreas. En el último caso el perfil hepático por un mecanismo distinto de la colestasis.
alterado suele reflejar una reducción del flujo
biliar debido a la presencia de un obstáculo que Examen físico
impide la llegada de bilis al duodeno. La fiebre La exploración física puede mostrar signos que re-
es un signo que limita el espectro de posibilida- velan tanto la presencia de una enfermedad hepa-
des diagnósticas. Ya se ha mencionado la impor- tocelular como de una enfermedad sistémica que
tancia de este signo en la sospecha de colangitis altera la biología hepática.
secundaria a coledocolitiasis, un problema cuya
incidencia ha experimentado un crecimiento Especial interés tienen las siguientes consideraciones:
exponencial en la última década, particular- ❱❱ La presencia de emaciación muscular o signos
mente entre ancianos con o sin antecedentes de malnutrición sugiere siempre malignidad o
de colecistectomía. La aparición de fiebre de
bajo grado es común en la hepatitis aguda de

Figuras 3 y 4. La presencia de coluria en un paciente con


pruebas hepáticas alteradas refleja, por lo general, la
presencia de una dificultad para la excreción del pigmento
biliar y su posterior filtrado glomerular. La figura corresponde
a un paciente con una colestasis extrahepática debida a la
compresión del colédoco por un tumor en la cabeza del
páncreas. Obsérvese la ictericia conjuntival y la coloración
de la orina.

705
Sección 6. Hígado

una enfermedad degenerativa del hígado en un


estado avanzado (por ej., cirrosis) (capítulo 50).
❱❱ Los denominados “estigmas de hepatopatía cró-
nica”, incluyendo la presencia de ginecomastia,
eritema palmar, telangiectasias y spiders o arañas
vasculares (dilataciones vasculares a partir de una
arteriola central que adopta la forma de una ara-
ña), así como el signo de Cruveilhier-Baumgarten
permiten sospechar el padecimiento de una he-
patopatía crónica con hipertensión portal (fig. 5).
Figura 5. Las arañas vasculares –spider– son dilataciones
❱❱ Otros signos, como la contractura de Dupu- vasculares a partir de una arteriola central que adoptan esta
ytren, la hipertrofia de parótida o la atrofia tes- forma peculiar.
ticular pueden orientar a la cirrosis hepática de
etiología alcohólica (fig 6).
clínico debe centrar su atención sobre el tama-
❱❱ La presencia de ictericia es compatible tanto ño y características del hígado, la presencia o
con la presencia de una enfermedad que llega a ausencia de esplenomegalia y la coexistencia de
comprometer la función hepatocelular (por ej., masas abdominales, semiología de ascitis y/o
hepatitis alcohólica o cirrosis avanzada), como circulación colateral.
con cualquier enfermedad que deteriora los
mecanismos de excreción o drenaje biliar, bien ❱❱ La palpación de una hepatomegalia difusamente
se trate de entidades puramente parenquima- dolorosa de superficie lisa y consistencia turgen-
tosas (por ej., cirrosis biliar primaria), como de te sugiere la presencia de un hígado congestivo.
procesos que afectan a las vías biliares extrahe- En tal caso, la presencia de un reflujo hepatoyu-
páticas (por ej., cáncer de cabeza de páncreas). gular positivo (marcada ingurgitación yugular al
En el último caso, resulta muy orientativa la comprimir el área hepática) debe sugerir insu-
palpación de una vesícula distendida e indolora ficiencia cardiaca derecha o congestiva (por ej.,
que se desplaza bien con los movimientos res- pericarditis constrictiva). La ausencia de reflujo
piratorios (signo de Courvoisier-Terrier). Este hepatoyugular en un paciente con hepatome-
signo puede no aparecer si las paredes de la galia sensible y congestiva es compatible con un
vesícula han perdido su elasticidad como ocurre bloqueo del drenaje de las venas suprahepáticas
en los casos de escleroatrofia, que acompaña a por trombosis (síndrome de Budd-Chiari). Ello
la colecistitis crónica secundaria a litiasis biliar. puede ocurrir con mayor probabilidad en el pa-
ciente con policitemia vera o hemoglobinuria
❱❱ En las colestasis de curso crónico es característi- paroxística nocturna, así como en la mujer emba-
ca la presencia de lesiones de rascado y la apari- razada o que toma anovulatorios.
ción de depósitos lipídicos en el ángulo interno
de los ojos (xantomas y xantelasmas). ❱❱ La presencia de una hepatomegalia dolorosa
de superficie nodular o irregular debe sugerir la
❱❱ Es esencial la búsqueda intencionada de adeno-
patías, especialmente cuando el perfil hepático
alterado es consistente con una colestasis anic-
térica (elevación de fosfatasa alcalina y GGT con
bilirrubina normal). Este patrón puede apare-
cer, entre otras circunstancias, en el hígado me-
tastásico. La presencia de una adenopatía su-
praclavicular izquierda (ganglio de Virchov) o de
un ganglio periumbilical (nódulo de la hermana
María José) sugieren la presencia de un cáncer
gástrico avanzado como primera posibilidad.
❱❱ La exploración del abdomen puede aportar in-
Figura 6. Contractura de Dupuytren en ambas manos de un
formación de gran valor para descifrar la etio- paciente con cirrosis hepática de etiología enólica.
logía de las alteraciones del perfil hepático. El

706
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

presencia de un tumor primario o metastásico


en el hígado.
❱❱ Cuando la hepatomegalia no es dolorosa las
posibilidades diagnósticas son distintas en fun-
ción del carácter liso o irregular de su superficie.
En el primero de los casos deben incluirse las
enfermedades granulomatosas del hígado y las
anomalías por depósito (por ej., esteatosis, glu-
cogenosis o amiloidosis). En el segundo de los
casos (superficie irregular), deben plantearse
como opciones más plausibles la cirrosis hepáti-
ca y el hígado metastásico (fig. 7). Figura 7. Metástasis hepáticas visibles en la tomografía
computarizada del abdomen.
❱❱ Finalmente, en el paciente con pruebas hepá-
ticas alteradas, la existencia de hepatomegalia
proporciona una clave importante para el diag-
nóstico cuando ésta se asocia a otros síntomas o tis constituye con frecuencia el primer signo de
signos, entre ellos la presencia de fiebre, ascitis descompensación de una cirrosis hepática hasta
o esplenomegalia. entonces insospechada. La carcinomatosis peri-
toneal es la segunda causa de ascitis en nuestro
❱❱ La presencia de fiebre constituye una pista medio y, a menudo, tiene su origen en la exten-
importante, dado que el hígado actúa, en oca- sión peritoneal de un tumor gastrointestinal o
siones, como caja de resonancia de un proceso del aparato genital femenino. Este diagnóstico
sistémico de naturaleza granulomatosa (sar- debe ser firmemente considerado cuando el re-
coidosis, enfermedad de Hodgkin) o genuina- sultado del análisis del líquido ascítico obtenido
mente infecciosa (tuberculosis, brucelosis, fie- por paracentesis muestra un gradiente seroascí-
bre Q). En estos casos, la fiebre es un exponente tico de albúmina (diferencia entre la concentra-
del cuadro séptico y la hepatomegalia, un signo ción sérica de albúmina y la del líquido ascítico)
de afectación secundaria del hígado. Ya se ha inferior a 1 (fig 8).
mencionado la importancia de este síntoma en
el enfermo con SIDA. En tal caso deben entrar
en consideración otras infecciones oportunis-
tas: Mycobacterium avium, Citomegalovirus,
Coxiella burnetti (fiebre Q) y Candida albicans,
entre otros.
❱❱ La esplenomegalia es un signo del examen físico
que es más fácil de obtener con el paciente en
decúbito lateral derecho. Su presencia es típica
del enfermo con cirrosis hepática e hipertensión
portal, que presenta, a su vez, signos de hipe-
resplenismo. Entre la población de inmigrantes,
no puede olvidarse la consideración diagnóstica
de un paludismo (esplenomegalia tropical) o de Figura 8. Imagen de un tumor de la cola pancreática asociado
a la presencia de líquido libre perihepático y periesplénico
una esquistosomiasis, una entidad que causa (ascitis). El análisis del líquido ascítico mostraba un gradiente
hipertensión portal con una frecuencia similar a seroascítico de albúmina < 1, característico de carcinomatosis.
la cirrosis hepática en determinadas áreas geo-
gráficas.
❱❱ Finalmente es importante consignar la presen- Pruebas de laboratorio
cia de ascitis. Su presencia viene sugerida por
el signo de la oleada o por la existencia de una Después de la historia clínica y el examen físico, el
matidez a la percusión que cambia con los de- clínico debe centrar su atención en el tipo de ano-
cúbitos. En nuestro medio, la aparición de asci- malía biológica detectada en las determinaciones

707
Sección 6. Hígado

analíticas. Desde un punto de vista didáctico y tam- Hepatitis tóxica


bién desde un punto de vista académico, resulta
En este epígrafe deberían incluirse, no solamente
útil clasificar el caso en cinco categorías en función
los fármacos capaces de provocar daño hepatoce-
de la magnitud de la alteración y del patrón bioquí- lular por un mecanismo de toxicidad directa, de-
mico dominante: pendiente de la dosis (por ej., paracetamol), o por
❱❱ Patrón predominante de citólisis en el rango de un mecanismo idiosincrásico, independiente de la
necrosis hepatocelular aguda. dosis (por ej., tuberculostáticos, antiepilépticos,
AINEs)4 , sino también determinados productos de
❱❱ Elevación moderada de transaminasas de curso herboristería que contienen alcaloides de pirrolici-
crónico y recurrente. na (té de Jamaica), tóxicos industriales como el clo-
ruro de vinilo o amatoxinas altamente hepatotóxi-
❱❱ Elevación aislada de bilirrubina. cas como las contenidas en la Amanita phalloides.
❱❱ Elevación aislada de fosfatasa alcalina y/o GGT.
Hepatitis alcohólica
❱❱ Patrón predominante de colestasis. La hepatitis alcohólica aguda constituye un ejemplo
de daño necroinflamatorio agudo que, sin embar-
Patrón predominante de citólisis go, no suele cursar con una elevación marcada de
en el rango de una necrosis la actividad aminotransferasa (fig. 9). De hecho, el
hepatocelular aguda nivel de AST rara vez se eleva por encima de 300
ui/L. No es infrecuente que el paciente manifieste
En esta categoría se incluyen aquellos pacientes un cuadro de dolor en hipocondrio derecho, fiebre
que muestran una marcada elevación de la activi- (38-38,5º C) y leucocitosis (75%). Estos signos po-
dad aminotransferasa. Incrementos en los niveles drían sugerir el padecimiento de una colangitis se-
de aspartato-aminotransferasa (AST) y de alanino- cundaria a una litiasis coledocal. Este hecho podría
aminotransferasa (ALT) por encima de 15-20 veces añadir dificultades al diagnóstico, particularmente
el rango superior de la normalidad, sugieren el cuando el paciente niega el consumo crónico de
padecimiento de una hepatitis aguda. No es infre- alcohol y el clínico carece de esta importante infor-
cuente que esta elevación pueda superar, incluso, mación epidemiológica. Algunos datos apoyan de
50 veces el nivel normal. A menudo, este incre- forma típica el diagnóstico de hepatitis alcohólica:
1) la presencia de una relación AST/ALT al menos de
mento se asocia a una elevación simultánea de
2:1 (en las hepatitis víricas o tóxicomedicamento-
los enzimas de colestasis como fosfatasa alcalina
sas, la ALT suele ser superior a la AST). 2) Una eleva-
y GGT e incluso de la bilirrubina, de tal modo que
ción marcada de GGT, un signo inespecífico pero de
el paciente puede presentar ictericia franca. Este indudable valor en un contexto clínico apropiado.
rasgo, sin embargo, no es necesario para estimar 3) La elevación del VCM de los hematíes, expresión
la presencia de un daño necroinflamatorio intenso. del déficit de ácido fólico que acompaña a los esta-
Una situación de este tipo debe hacer pensar en las dos de alcoholismo crónico.
siguientes posibilidades:

Hepatitis vírica aguda


No siempre existe un ambiente epidemiológico
sugestivo de contagio o inoculación de virus hepa-
totropos, por lo que resulta obligado realizar una
investigación serológica para descartar esta enfer-
medad, salvo que el contexto clínico oriente desde
el principio hacia una etiología distinta. En el mo-
mento actual el despistaje de una hepatitis vírica
debería incluir a los virus de las hepatitis A, B, C, D
Figura 9. Hepatitis alcohólica aguda. La imagen muestra
y E (el capítulo 49 muestra una guía para la correcta signos de necrosis e infiltración polimorfonuclear centrolobu-
interpretación de los marcadores serológicos de las lillar asociada a esteatosis en el citoplasma de los hepatocitos
hepatitis víricas). (cortesía del Dr. Vera).

708
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

Hepatitis isquémica cuente, por tanto, observar una elevación transi-


toria de los enzimas de “citólisis”, en un rango de
Los estados de bajo gasto que acompañan a situa- “hepatitis aguda” después de un episodio agudo de
ciones de hipotensión prolongada (shock séptico o impactación litiásica de la vía biliar principal. Este
hipovolémico), o insuficiencia cardiaca pobremen- hecho es más notable cuando existe un componen-
te controlada llegan a comprometer la irrigación de te colangítico asociado. Ordinariamente se trata
órganos vitales. En situaciones de este tipo, el orga- de elevaciones transitorias que oscilan entre 10-25
nismo regula el flujo cerebral, miocárdico y renal, veces el rango normal y que tienden a normalizar-
sustrayendo una porción significativa de la volemia se en poco tiempo, una vez resuelto el episodio de
del territorio esplácnico (autotransfusión). Ello con- oclusión (fig. 10).
duce a una situación de hipoxia y de necrosis hepa-
tocelular que se acompaña de una elevación muy
marcada de los niveles de ALT y AST (a menudo
más de 50 veces por encima del límite superior de
la normalidad)5. No es infrecuente que la hepatitis
isquémica vaya acompañada de ictericia, deterioro
de la función hepatocelular e hipoglucemia. Mu-
chos casos muestran signos de insuficiencia renal.
La mayoría de estos signos revierten en poco tiem-
po, una vez estabilizada la condición hemodinámica
del paciente.
Hepatitis autoinmune
La hepatitis autoinmune es una entidad infrecuente
en nuestro medio, que afecta predominantemente
a la mujer y que puede manifestarse con signos de
necrosis hepatocelular aguda. Su diagnóstico exige
un alto índice de sospecha y debe fundamentarse
en la existencia de marcada hipergammaglobuli-
nemia, autoanticuerpos (ANA, ASMA, anti-LKM1; Figura 10. Imagen de cálculos coledocales obtenida por
anti-LC1) y la exclusión de otras etiologías. Siempre colangiografía endoscópica. La impactación de un cálculo
en el colédoco distal representa la causa más frecuente de
debe considerarse esta etiología ante un cuadro de colangitis en nuestro medio y una causa habitual de eleva-
hepatitis fulminante en la que no llegan a identifi- ción de transaminasas y de enzimas de colestasis. Obsérvese
carse marcadores virales, fármacos o toxinas. la presencia de cálculos en el interior de la vesícula.

Enfermedad de Wilson
La enfermedad de Wilson debe ser considera-
da dentro del espectro de entidades capaces de Elevación moderada y persistente
provocar una hepatitis aguda. La probabilidad au- de transaminasas
menta cuando se trata de enfermos de menos de
40 años de edad y existe una anemia hemolítica En el ámbito de la atención primaria, se plantea
asociada. Algunos casos evolucionan hacia la insu- con frecuencia la necesidad de evaluar a un pa-
ficiencia hepática aguda grave (IHAG). ciente que presenta una elevación moderada y
sostenida de transaminasas (< 250 ui/L; > 6 me-
Colangitis aguda ses). Se han postulado distintas estrategias para
estudiar este tipo de situaciones. MM Kaplan y
La impactación brusca de un cálculo en el colédoco
Daniel S. Pratt2,6, propone una pauta de actuación
distal genera un incremento de la presión endo-
que resultaría coste-efectiva en una proporción
luminal en las vías biliares que, además de com-
mayoritaria de casos, teniendo en consideración
prometer el flujo biliar, elevando la concentración
la prevalencia de las enfermedades que pueden
plasmática de los enzimas de colestasis (F. alcalina
estar implicadas en su patogenia (fig. 11). Los pa-
y GGT), incrementa la permeabilidad de la mem-
brana de los hepatocitos permitiendo el escape de sos propuestos se desglosan en cuatro niveles o
enzimas intrahepatocitarios (AST/ALT). No es infre- etapas de actuación.

709
Sección 6. Hígado

Algoritmo de actuación ante hipertransaminasemia crónica (< 250 ui/L > 6 meses)

NIVEL 1 Evaluar causas frecuentes de hipertransaminasemia

Revisar consumo de
fármacos, tóxicos o Evaluar posible Solicitar marcadores Cribado general de
drogas, incluyendo hígado graso de VHB y VHC hematocromatosis
enolismo

Anamnesis
Exploración física HBsAg, Ac HBc, Metabolismo
Hallazgos en los análisis ECO abdominal
Ac VHC del hierro
(AST/ALT, GGT,VCM)

NIVEL 2 Evaluar posible origen extrahepático de la hipertransaminasemia

Enfermedades Patología Insuficiencia Cribado de


musculares tiroidea suprarrenal enfermedad celíaca

Cortisol plasmático Determinación


Aldolasa TSH
basal IgA total
CPK T3, T4
Estimulación rápida Ac antitransglutaminasa
ACTH

NIVEL 3 Evaluar enfermedad autoinmune o error innato del metabolismo

Hepatopatía autoinmune Enfermedad de Wilsom Déficit de alfa-1-antitripsina

Ceruloplasmina
Inmunoglobulinas Excrección urinaria de cobre
Niveles ± fenotipo de
Autoanticuerpos (ANA, Anillo de Kayser-Fleischer
alfa-1-antitripsina
ASMA, Anti-LKM…) ¿Determinación de cobre en el
tejido hepático?

NIVEL 4 Plantear biopsia hepática

Figura 11. Pasos a seguir en la evaluación de un paciente con elevación moderada de transaminasas (< 250 ui/l) de curso prolon-
gado (> 6 meses).

710
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

Primer nivel de forma continuada o presenta otras patologías


sistémicas que pueden alterar las pruebas hepáti-
Las causas más frecuentes de una elevación crónica cas. En general, la relación se establece con mayor
y moderada de transaminasas se relacionan con el probabilidad cuando se reúnen tres condiciones:
abuso de alcohol, la toxicidad inducida por fárma- 1) existe constancia de que el enfermo no presenta-
cos, la hepatitis vírica crónica y la esteatohepatitis ba anomalías bioquímicas previas a la toma del fár-
no alcohólica (EHNA). Por tanto, la investigación maco. 2) Existen evidencias claras de que las prue-
inicial de estos pacientes debería valorar estas po- bas hepáticas se han alterado inmediatamente (o
sibilidades etiológicas. Algunos autores proponen algún tiempo después) de la ingestión del medica-
incluir en este nivel el estudio del metabolismo del mento, y 3) las anomalías desaparecen o mejoran
hierro dada la elevada prevalencia de hemocroma- de un modo significativo tras la retirada del fárma-
tosis primaria en el mundo occidental. co. Con frecuencia, el clínico se enfrenta al dilema
Hepatopatía alcohólica de si debe continuar o no con un tratamiento que
considera imprescindible para su enfermo. En una
El abuso del alcohol constituye una de las causas situación de este tipo debe balancearse el riesgo-
más frecuentes de elevación asintomática de las beneficio del tratamiento, evaluando, en lo posible,
transaminasas7. El médico de familia debe estar la magnitud y posible progresión del daño hepato-
atento a esta posibilidad etiológica y considerar celular. En algunos casos puede hacerse necesaria
que con frecuencia los pacientes niegan este extre- una biopsia hepática para discernir este punto.
mo. Ya se ha mencionado la importancia que tienen
algunas claves para emitir este juicio diagnóstico, Hepatitis B y C
entre ellas la existencia de una relación AST/ALT Los virus de las hepatitis B y C constituyen una cau-
> 2,0, un fenómeno que incide en más del 90% sa frecuente de transaminasas elevadas en nuestro
de los pacientes con hepatopatía alcohólica docu- medio. En los centros de salud es cada día más fre-
mentada histológicamente. Debe considerarse, no cuente la asistencia de inmigrantes que proceden
obstante, que una relación AST/ALT > 2,0 puede de regiones de Asia, África subsahariana y Europa
encontrarse también en casos de EHNA y en algu- del este, donde existe una elevada prevalencia de
nos casos de hepatopatía crónica por VHC cuando infección por VHB. Atribuir la causa de una hiper-
alcanzan el estadio de cirrosis hepática. Aunque transaminasemia a una infección crónica por el
la elevación aislada de GGT es un hecho que po- VHB implica un conocimiento amplio del signifi-
see poca especificidad, su elevación dos veces por cado de los marcadores virales (tabla 3). Especial
encima del rango superior de la normalidad en un mención requieren las siguientes consideraciones:
paciente con un cociente AST/ALT > 2 sugiere fuer-
temente el diagnóstico de hepatopatía alcohólica. ❱❱ La presencia de antiHBs y/o antiHBc con HBsAg
Finalmente, los pacientes con lesiones hepáticas negativo implica una infección pasada y un es-
inducidas por alcohol a menudo presentan una in- tado de inmunidad permanente. Debe buscarse
fección concomitante por el VHC o el VHB, por lo otra causa que explique la elevación de transa-
que su investigación se hace necesaria incluso en el minasas.
paciente con historia de abuso de alcohol. ❱❱ La presencia de HBsAg y antiHBc en el suero re-
Fármacos fleja la presencia de una infección crónica por el
VHB. En tal caso se hace necesario determinar
El listado de fármacos capaces de provocar lesión HBeAg, antiHBe y DNA-VHB para orientar la si-
hepatocelular es muy amplio4. Algunos de ellos son tuación concreta de un paciente determinado.
de uso muy frecuente en el ámbito de la atención La positividad del DNA-VHB es compatible con
primaria de salud, incluyendo AINEs, tuberculostá- un estado de replicación viral activa, con inde-
ticos, algunos antibióticos, y fármacos antiepilép- pendencia de la positividad o negatividad del
ticos. Ya se ha mencionado la importancia de no HBeAg. De hecho, existe una variante, conocida
subestimar el riesgo de hepatotoxicidad de produc- como hepatitis B mutante o mediterránea, en
tos de herbolario y de algunas drogas de diseño. la que una mutación en la región precore del
Establecer una relación causa-efecto entre la toma genoma impide que el HBeAg se exprese en el
de un fármaco y la aparición de lesión hepatoce- plasma. Estos pacientes (HBeAg negativo, anti-
lular puede no ser fácil, particularmente cuando el HBe positivo) presentan, no obstante, DNA-VHB
enfermo toma múltiples fármacos, ingiere alcohol (+), expresión inequívoca de replicación viral.

711
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Patrones serológicos hepatitis B.

Ag HBs Ac-HBs Ac-HBc Ag HBe Ac- HBe


– – IgM +/- +/- Hepatitis aguda B, periodo ventana
+ – IgM + – Hepatitis aguda B, muy contagiosa
+ – IgG + – Hepatitis crónica B
+ – IgG – + Remisión Hepatitis crónica B o variante
mediterránea (confirmar que no hay replicación
de DNA-VHB)
+ + + +/- +/- Seroconversión en curso o HBsAg de un subtipo
y anti Hbs heterotípico (infección por dos subtipos
distintos)
– – IgG – +/- Ex portador, o portador a titulos bajos
– + IgG – +/- Remisión hepatitis aguda B
– + – – – Hepatitis curada o postvacunal

Adaptado de García Caamaño M. Marcadores de hepatitis. Guías Clínicas. 2010 [Internet].


Disponible en: http://www.fisterra.com/guias2/mhepatitis.asp

❱❱ Finalmente, un paciente con HBsAg (+) pero considerablemente en las últimas décadas, pero
que no muestra ningún marcador de replicación debe seguir siendo sospechada en poblaciones
viral (HBeAg y DNA-VHB negativos) sólo puede de riesgo (por ej., adíctos a drogas por vía iv)
considerarse un portador asintomático (el ge- (fig. 13).
noma del VHB se ha integrado en el genoma de
La hepatitis C representa un problema de primera
los hepatocitos, explicando la codificación y sín-
magnitud a escala mundial8. Se estima que alrede-
tesis del HBsAg). La elevación de transaminasas
dor de un 3% de la población está infectada cróni-
en un paciente de estas características no pue-
camente por el VHC. De ahí, que esta etiología deba
de atribuirse a la replicación del VHB, debiendo
ser firmemente considerada en cualquier paciente
investigarse otra etiología (fig. 12).
con una elevación sostenida o fluctuante de tran-
❱❱ El virus de la hepatitis D (VHD) precisa del saminasas. Aunque la probabilidad de infección
VHB para su replicación. Por este motivo, en aumenta en pacientes con antecedentes de hemo-
un paciente HBsAg positivo con elevación de transfusión, diálisis o drogadicción, no debe subes-
transaminasas, aun sin evidencia de actividad timarse el riesgo de contagio a través de punciones
replicativa (DNA-VHB negativo), deberían solici- percutáneas inaparentes o insospechadas. La trans-
tarse anticuerpos anti-D, dado que una sobrein- misión nosocomial a través del contacto con mate-
fección insospechada por el VHD podría ser la rial médico-quirúrgico no desechable es un hecho
causa de las anomalías biológicas detectadas. claramente reconocido en el momento actual. El
La prevalencia de esta infección ha disminuido diagnóstico precoz de esta enfermedad es impor-

Figura 13. HBsAg en el citoplasma de los hepatocitos. Su


Figura 12. Antígeno del core del VHB en el núcleo de los presencia es obligada para permitir una sobreinfección por
hepatocitos. el virus delta (cortesía del Dr. Marigil).

712
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

tante dado que en la actualidad se dispone de tra- situaciones obliga a considerar la realización de una
tamientos eficaces que logran erradicar la infección biopsia cuyo resultado podría modificar el plantea-
en muchos pacientes. En los no respondedores es miento terapéutico de estos pacientes. Por esta ra-
igualmente importante establecer un programa de zón, los autores con mayor experiencia únicamente
vigilancia que permita identificar las complicacio- aconsejan biopsiar a los pacientes con mayor proba-
nes a largo plazo de la enfermedad, incluyendo la bilidad de presentar formas avanzadas de enferme-
cirrosis hepática con hipertensión portal, la insufi- dad9. Éstos incluyen a los enfermos con estigmas de
ciencia hepática y el hepatocarcinoma. hepatopatía crónica, esplenomegalia o citopenia (el
diagnóstico de cirrosis es más probable en este gru-
Ante la sospecha de infección crónica por VHC, el po) o aquellos con un mayor potencial de desarrollar
primer paso debería ser solicitar anticuerpos anti- este tipo de lesión, entre ellos los pacientes de más
VHC. La sensibilidad del procedimiento oscila entre de 45 años de edad con diabetes, obesidad impor-
el 92 y el 97%, y su positividad permite confirmar el tante o que han sufrido un bypass intestinal para el
diagnóstico en los pacientes con factores de riesgo. tratamiento del sobrepeso (fig. 14).
En los pacientes sin factores de riesgo conocido,
debería asegurarse la relación entre la elevación
de la actividad aminotransferasa y la infección por
el VHC, demostrando la presencia del genoma del
virus en la sangre (RNA-VHC) por PCR. En ambos
casos (con o sin factores de riesgo) la actividad ne-
croinflamatoria del hígado podría depender de otro
factor etiológico (por ej., alcoholismo, enfermedad
metabólica o autoinmune), de ahí la importancia
en excluir estas etiologías antes de imputar la res-
ponsabilidad del trastorno al virus C. Finalmente,
la negatividad de los anticuerpos anti-VHC no ex-
cluye al 100% la presencia de una infección activa Figura 14. Esteatohepatitis no alcohólica (cortesía del Dr.
por VHC. Por tanto, en los pacientes con factores Vera).
de riesgo reconocidos y anti-VHC negativo debería
asegurarse la ausencia de infección mediante la de-
Hemocromatosis hereditaria
terminación del RNA-VHC por PCR.
La hemocromatosis hereditaria (HH) engloba varios
Esteatosis y esteatohepatitis
trastornos hereditarios del metabolismo que pro-
no alcohólica (EHNA)
vocan una absorción inapropiadamente alta de hie-
La esteatosis y (la EHNA) se han convertido en la rro, conduciendo a un anormal depósito de hierro
tercera causa de elevación crónica y moderada de en los tejidos y al desarrollo progresivo de compli-
transaminasas en el mundo occidental. Ambas enti- caciones que incluyen el desarrollo de artropatía,
dades pueden elevar la actividad aminotransferasa, diabetes, hipogonadismo, hiperpigmentación cutá-
generalmente en un rango inferior a cuatro veces el nea, miocardiopatía y cirrosis hepática (presentan-
límite superior de la normalidad e inciden con ma- do un mayor riesgo de desarrollo de hepatocarcino-
yor frecuencia en poblaciones que exhiben algunos ma). Estas manifestaciones suelen debutar a partir
factores de riesgo, entre ellos el sexo femenino, la
de los 40 años en el varón y algún tiempo después
diabetes mellitus y la obesidad. El diagnóstico vie-
en la mujer (la absorción inapropiada de hierro es
ne apoyado por el resultado de algunas pruebas
parcialmente compensada por las pérdidas mens-
de imagen, incluyendo la ultrasonografía, la tomo-
truales, los embarazos y la lactancia en la mujer).
grafía computarizada del abdomen y la resonancia
magnética. Aunque la sensibilidad de la ecografía La forma más frecuente de HH es la hemocroma-
es menor, su coste es inferior y no comporta radia- tosis asociada a mutaciones del gen HFE (HH-HFE)
ción por lo que resulta preferible en primera instan- que presentan una herencia autonómica recesiva,
cia. Ninguna de las pruebas mencionadas permite siendo el trastorno genético más frecuentemente
distinguir entre esteatosis y esteatohepatitis (en observado entre la población caucasiana. No obs-
la última existe un componente inflamatorio aso- tante dichas mutaciones tienen una penetrancia
ciado al depósito de grasa). Discernir entre ambas inferior al 33%, por lo que es necesario documen-

713
Sección 6. Hígado

tar la existencia de un aumento de los depósitos ❱❱ La expresión plurisintomática de la enfermedad


de hierro para poder establecer el diagnóstico de que puede afectar a diversos órganos, incluyen-
HH-HFE. do el hígado, páncreas, articulaciones, corazón,
hipófisis y gónadas.
La bases fisiopatológicas de dicha enfermedad se
basan en el desarrollo de una mutación del gen de Estas cuatro consideraciones obligan a implemen-
una proteína (HFE) localizado en el cromosoma 6 tar en el médico práctico un elevado índice de sos-
que, en condiciones normales, frena la incorpora- pecha clínica, incluyendo, a los familiares de primer
ción del hierro transportado por la transferrina a grado del caso índice. La Asociación Americana
las células, produciéndose por lo tanto una disfun- para el Estudio de las Enfermedades del Hígado
ción que condiciona un aumento en los depósitos (AASLD) recomienda llevar a cabo una búsqueda
de hierro del organismo. Básicamente existen dos intencionada de esta enfermedad en los grupos de
variantes genéticas de este trastorno: 1) el estado población descritos en la tabla 4 y describe la pauta
homocigoto para la mutación C282Y de los dos ale- de actuación en estos casos 11.
los del cromosoma 6 (C282Y +/+), que constituye
En resumen, la hemocromatosis debe ser firme-
la variante genética más frecuentemente asociada
mente considerada como una posibilidad diagnós-
(representa más del 80% de las HH-HFE). 2) El esta-
tica ante todo paciente con elevación moderada y
do heterocigoto en el que uno de los componentes
asintomática de transaminasas, debiendo incluir en
se ve afectado por la mutación C282Y y el otro por
la batería de pruebas iniciales el índice de satura-
la mutación H63D (dobles heterocigotos); no obs-
ción de transferrina y los niveles de ferritina sérica
tante la asociación con la HH-HFE es menor y deben
para valorar los depósitos de hierro del organismo.
considerarse otras causas de hiperferritinemia más
Si finalmente se llega al diagnóstico de HH-HFE
exhaustivamente antes de establecer el diagnóstico
de HH10.
TABLA 4. Grupos de población en los que se recomienda la
El diagnóstico de la HH-HFE se basa en la presencia búsqueda intencionada de hemocromatosis primaria.
de variantes genéticas compatibles (especialmente
homocigosidad para C282Y) en el contexto de un
aumento de los depósitos de hierro del organismo, ❱❱ Pacientes sintomáticos
independientemente de la existencia o ausencia de • Signos de enfermedad hepatocelular de causa
manifestaciones clínicas. En la actualidad pueden no aclarada que muestran anomalías en uno o
utilizarse diferentes estrategias diagnósticas y te- más marcadores del metabolismo del hierro.
rapéuticas que han quedado expuestas con mayor • Diabetes mellitus tipo II particularmente
detalle en el capítulo 57 de esta obra. cuando se asocia a hepatomegalia, elevación de
transaminasas, enfermedad cardiaca atípica o
Desde el ámbito de la atención primaria de la salud disfunción sexual de comienzo precoz.
hay que tener en cuenta diversas consideraciones • Artropatía de comienzo precoz, enfermedad
de gran importancia: cardiaca y disfunción sexual en el varón.
❱❱ La elevada prevalencia de este trastorno en la ❱❱ Pacientes asintomáticos
población general. • Conocimiento de un pariente de primer grado
con hemocromatosis confirmada.
❱❱ La probabilidad de diagnosticar el problema
en un estadío subclínico, cuando el enfermo se • Personas que presentan alteraciones en el
halla todavía asintomático y la única manifesta- metabolismo del hierro descubiertas de modo
casual o accidental.
ción de la enfermedad es una elevación mode-
rada de las transaminasas. La hemocromatosis • Personas con elevación inexplicada de los
representa el 3% de las causas de una elevación enzimas hepáticos, hepatomegalia de causa
no aclarada o ausencia de realce adecuado del
sostenida y moderada de las transaminasas.
parénquima hepático en el curso de una TAC
❱❱ El tratamiento de dicho trastorno se basa habi- abdominal después de la administración de
tualmente en la realización de flebotomías o en contraste.
determinados casos en la utilización de quelan-
tes del hierro, de manera que su indicación pre- American Association for the Study of Liver Diseases.
coz puede evitar el desarrollo de la enfermedad Tavil AS, ed. Hepatology 2001, 33: 1321.
y de los síntomas asociados.

714
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

en algunas miopatías congénitas o adquiridas


(polimiositis) o bien inmediatamente después
de un trabajo muscular considerable como
ocurre en los corredores de grandes distancias.
En todas estas circunstancias suele existir una
elevación simultánea de CPK, aldolasa y LDH.
Su determinación puede ser útil para excluir un
origen muscular del trastorno.
❱❱ Patología tiroidea: tanto el hipotiroidismo como
el hipertiroidismo pueden elevar la actividad
aminotransferasa. La determinación de la TSH y
Figura 15. Imagen histológica de una hemocromatosis. La
biopsia hepática es necesaria en los pacientes homocigotos de las hormonas tiroideas está plenamente jus-
que presentan una edad > 40 años, ferritina > 1.000 o ele- tificada en esta etapa de la investigación.
vación de la actividad aminotransferasa y en los casos en los
que no se logra identificar la mutación característica del gen ❱❱ La enfermedad celíaca es un trastorno genética-
HFE, cuando se hace necesario diferenciar esta entidad de mente determinado que provoca cambios mor-
otras condiciones que cursan con hemosiderosis (hemocro- fológicos en la mucosa intestinal que conducen
matosis secundaria). a un estado de malabsorción. Aunque su preva-
lencia es alta y llega a afectar a 1 de cada 100
debe realizarse un cribado de los familiares de pri- personas en determinadas áreas geográficas, su
mer grado, especialmente en los hermanos e hijos expresión clínica puede ser oligosintomática o
dado el riesgo de padecer dicho trastorno genético asintomática, requiriendo un elevado índice de
sospecha clínica para su detección y diagnósti-
Segundo nivel co. Elevaciones moderadas de transaminasas
Las causas más frecuentes de hipertransaminase- (2-4 veces el límite superior de la normalidad)
mia moderada (ALT < 250 ui/L) incluyen, como ya se han sido descritas en los enfermos celíacos, por
ha mencionado, el alcoholismo, la toxicidad farma- lo que existe acuerdo unánime en investigar
cológica o por drogas, los virus de las hepatitis B y esta posibilidad en todo paciente con elevación
C, la esteatosis y la hemocromatosis. Una vez explo- inexplicable de estos enzimas y, muy en particu-
radas estas posibilidades, se plantea la disyuntiva lar, ante cualquier rasgo clínico sospechoso (por
de si evaluar otras enfermedades hepatocelulares ej., anemia ferropénica de larga evolución, aftas
infrecuentes o investigar otras fuentes insospecha- bucales, diabetes tipo 1, depresión u osteopo-
das de elevación de transaminasas. Éstas incluirían rosis). El cribado puede realizarse de un modo
básicamente algunas enfermedades frecuentes del sencillo mediante la determinación de anticuer-
músculo estriado y del tiroides y, menos frecuen- pos antiendomisio de tipo IgA y antitransgluta-
temente, la enfermedad celíaca y la insuficiencia minasa. La negatividad de estas determinacio-
suprarrenal2. Todas estas entidades pueden elevar nes serológicas no excluye el diagnóstico de
la actividad aminotransferasa, por distintos meca- enfermedad celíaca. De hecho, en determina-
nismos, y podrían pasar desapercibidas, incluso en dos estadíos histológicos (Marsh 0, I y II) es muy
un medio especializado en que la atención suele frecuente que estos marcadores sean negativos.
centrarse exclusivamente en la detección de en- En tal caso, si la sospecha clínica es fundada, es
fermedades específicas del hígado (véase más ade- pertinente investigar los haplotipos DQ2 y DQ8
lante). El médico de familia, que posee una visión del sistema HLA. Si éstos son compatibles, de-
de conjunto del problema (y de los antecedentes bería solicitarse una biopsia del duodeno para
del enfermo) sería, por tanto, el más idóneo para determinar la presencia o ausencia de rasgos
considerar las siguientes posibilidades, antes de de- histológicos característicos de celiaquía. La «he-
rivar el caso a una consulta de hepatología. patitis celíaca» mejora notablemente e incluso
❱❱ Enfermedades que afectan al músculo. El músculo llega a desaparecer cuando se retira el gluten de
estriado es una fuente, a menudo insospecha- la dieta.
da, de elevación de transaminasas, especial- ❱❱ La insuficiencia suprarrenal debida a enfermedad
mente de la AST, motivo por el cual suele acom- de Addison u otras causas pueden elevar el nivel
pañarse de una relación AST/ALT > 1. Así ocurre de transaminasas entre 1,5 y 3 veces, normali-

715
Sección 6. Hígado

Figura 16. La enfermedad celíaca debe ser considerada en los pacientes


con elevación no aclarada de transaminasas, particularmente si existen
otros rasgos sospechosos (retraso del crecimiento en la infancia, diarrea,
ferropenia, osteoporosis o depresión). La figura muestra el caso de una
mujer de 24 años que presentaba una hipertransaminasemia de curso
prolongado asociada a diarrea, ferropenia y déficit de folato. Obsérvese el
patrón radiológico característico de un estado malabsortivo con dilatación
y fragmentación de asas y la atrofia grave de las vellosidades en el examen
histológico.

zándose poco tiempo después de haber iniciado do una reacción necroinflamatoria y fibrótica del
el tratamiento adecuado. Otros datos de labora- parénquima hepático. La HAI es una entidad rara,
torio como la existencia de una hiponatremia o pero no excepcional, con una prevalencia estimada
hiperpotasemia no explicadas, así como la de- de 11-17 casos/ por cada 100.000 habitantes y una
terminación del cortisol plasmático basal y la es- incidencia de 1,9 casos por 100.000 habitantes/año
timulación rápida con ACTH pueden confirmar en los países del norte de Europa. Esta patología
la sospecha diagnóstica. debe ser considerada en cualquier paciente que
❱❱ En pacientes con anorexia nerviosa se ha descri- muestra pruebas hepáticas alteradas de origen no
to un aumento de aminotransferasas hasta en aclarado dado el amplio espectro clínico de esta en-
un 12% de los casos, habitualmente relacionado tidad, abarcando desde formas asintomáticas hasta
con aquellas situaciones con un bajo índice de cuadros de insuficiencia hepática aguda. Es impor-
masa corporal. tante sospechar esta condición clínica, dado que su
mortalidad puede alcanzar hasta el 40% en los seis
Tercer nivel meses siguientes al diagnóstico cuando se trata de
Una vez excluidas las causas frecuentes de hepato- formas graves sin tratamiento. Entre los que sobre-
patía crónica y las causas de hipertransaminasemia viven, el 40% llegan a desarrollar una cirrosis he-
no hepática, el siguiente paso en la investigación es pática con hipertensión portal, lo que justifica que
considerar la posibilidad de una enfermedad au- la hepatitis autoinmune represente entre 2-4% de
toinmune y algunas causas de hepatitis crónica de las indicaciones de trasplante hepático en Europa.
base genética, la enfermedad de Wilson y el déficit
de alfa-1-antitripisina. Esta fase de la investigación El diagnóstico de HAI entraña serias dificultades.
debe llevarse a cabo en un medio especializado. De hecho, en algunos casos, el diagnóstico puede
establecerse con seguridad mientras que en otros,
Hepatitis autoinmune únicamente puede formularse un diagnóstico de
La hepatitis autoinmune (HAI) es una enfermedad probabilidad y recurrir a métodos de puntuación
inflamatoria crónica del hígado de causa desco- o scores. Basados en las recomendaciones del
nocida en la que se postula que la conjunción de Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune y
desencadenantes ambientales, la alteración de en las guías de práctica clínica de la AASLD12,13, el
mecanismos de inmunotolerancia y una predispo- diagnóstico de hepatitis crónica autoinmune puede
sición genética inducen una respuesta mediada por establecerse con seguridad cuando se reúnen las
linfocitos T contra antígenos hepáticos, producien- siguientes condiciones:

716
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

❱❱ La presencia de síntomas y signos clínicos com- un capítulo monográfico a la hepatitis autoinmune


patibles. (cap 51).
❱❱ Pruebas hepáticas alteradas con un patrón pre- Enfermedad de Wilson
dominante de citólisis y una elevación policlonal
La enfermedad de Wilson es una entidad genéti-
de gammaglobulinas (o de IgG) > 1,5 veces el
camente determinada (mutaciones del gen ATP7B)
valor normal.
que provoca un déficit en la excreción biliar de co-
❱❱ Presencia de ANA, ASMA, anti-LKM-1,o anti- bre conduciendo a un acúmulo progresivo de cobre
LC1. en el hígado y en otros órganos. Clínicamente pue-
de manifestarse como una hepatopatía (con un am-
❱❱ Histología compatible: evidencia de necrosis
plio espectro clínico), una enfermedad neurológica
erosiva periportal con o sin aumento de células
progresiva o una enfermedad psiquiátrica. Aunque
plasmáticas en el espacio porta y ausencia de
su prevalencia es baja (30 casos por millón de ha-
lesiones biliares, granulomas o alteraciones cla-
bitantes), debe ser sospechada en todo paciente
ramente sugestivas de una entidad distinta.
de edad inferior a 55 años que presenta elevación
❱❱ Exclusión de otras causas de daño necroinfla- crónica de transaminasas sin otra causa aparente.
matorio hepatocelular, incluyendo: El diagnóstico viene sugerido por la presencia de
niveles de ceruloplasmina inferiores a 20 mg/dL
1. Errores innatos del metabolismo: enferme-
(85% de los casos), la demostración de una excre-
dad de Wilson, déficit de alfa-1-antitripsina
ción urinaria de cobre superior a 100 µg (> 40 µg
y hemocromatosis.
comienza a resultar sospechoso) y la existencia del
2. Ausencia de infección por los virus de las he- anillo corneal de Kayser-Fleischer (su ausencia no
patitis A, B y C. excluye la enfermedad). La determinación de cobre
en el tejido hepático es la prueba más fiable, por
3. Ingesta diaria de alcohol < 25 g y ausencia
lo que debe practicarse en todos los casos en que
de contacto reciente con fármacos hepato-
el diagnóstico no sea incuestionable y en todos los
tóxicos.
pacientes jóvenes, siguiendo las recomendaciones
De acuerdo con estos criterios, la recomendación de la Asociación Americana para el Estudio de las
en cualquier paciente con transaminasas elevadas, Enfermedades del Hígado14. Los pacientes con en-
sin otra causa evidente que la explique, es solici- fermedad de Wilson presentan una concentración
tar niveles de gammaglobulina en el suero (80% de cobre superior a 250 µg/g de tejido hepático. Al-
de los pacientes presentan hipergammaglobulina). gunas enfermedades, como la cirrosis biliar prima-
Si éstos se hallan elevados 1,5-2 veces por encima ria (c.b.p), pueden provocar un acúmulo de cobre
del rango normal deberían solicitarse ANA, ASMA en el parénquima hepático similar al observado en
y anti-LKM1. Los pacientes con hipergammaglobu- la enfermedad de Wilson (habitualmente entre 50
linemia y elevación de autoanticuerpos deberían y 250 µg/g de tejido hepático). En estos casos pue-
ser biopsiados para confirmar el diagnóstico. Los den ser necesario el estudio de mutaciones del gen
pacientes (especialmente mujeres) sin marcadores ATP7B. No obstante, en la c.b.p. suele existe una
serológicos de infección vírica, que no muestran colestasis crónica que constituye un claro rasgo di-
hipergammaglobulinemia ni elevación de autoan- ferencial.
ticuerpos también deberían ser biopsiados, dado
Déficit de alfa-1-antitripsina
que hasta un 20% de los casos de hepatitis auto-
inmune no muestran autoanticuerpos en el mo- El déficit de alfa-1-antitripsina (α1-AT) es una causa
mento de su presentación. Numerosos estudios inusual de enfermedad hepática crónica. Sin em-
controlados y aleatorizados han demostrado que bargo, debe ser incluida entre las enfermedades
la administración de corticoesteroides asociados o a considerar entre los pacientes que presentan
no a azatioprina logran mejorar tanto los síntomas, pruebas hepáticas alteradas de causa no aclarada.
como las anomalías de laboratorio, los hallazgos Se trata de un trastorno hereditario que determi-
histológicos y la supervivencia. Otros tratamientos na la presencia de niveles descendidos de α1-AT,
como la budesonida pueden incorporarse progre- un inhibidor de la elastasa polimorfonuclear cuyo
sivamente en la práctica clínica debido a la menor déficit permite a esta última la destrucción de la
tasa de efectos secundarios en comparación con elastina en el pulmón, siendo causa de enfisema.
los corticoides clásicos. La presente edición dedica Se estima que una proporción no despreciable de

717
Sección 6. Hígado

enfermos con enfermedad pulmonar obstructiva Biopsia hepática


crónica padecen este trastorno sin haber sido diag-
nosticados. Entre las manifestaciones extrapulmo- Con alguna frecuencia se plantea la disyuntiva de
nares de la enfermedad se incluyen la afectación recurrir a una biopsia hepática o seguir una con-
del hígado, de la piel (paniculitis) y del riñón (glo- ducta expectante ante un paciente con alteración
merulonefritis). La enfermedad hepática no tiene de las pruebas hepáticas de causa no aclarada tras
la misma patogenia que la enfermedad pulmonar y la realización una historia clínica y un examen físi-
no depende de la ausencia del efecto inhibidor de co detallado, estudios bioquímicos, serológicos y
la α1-AT sobre proteasas, sino de su acúmulo intra- pruebas de imagen que no han logrado esclarecer
hepatocitario. Éste puede abocar a distintas formas el diagnóstico. Aunque resulta admisible mantener
de expresión clínica, incluyendo hepatitis neonatal, una conducta expectante en aquellos pacientes con
cirrosis y hepatocarcinoma. Aunque la mayoría de elevaciones muy discretas de las transaminasas (< 2
los casos inciden en la población infantil y en adul- veces), a menudo el médico acaba por indicar una
tos jóvenes, se han llegado a diagnosticar casos en biopsia hepática para descartar otras causas insos-
edades más avanzadas (fig. 17). El diagnóstico debe pechadas de enfermedad hepática. No es infre-
sospecharse ante las siguientes situaciones: 1) per- cuente, en este contexto, descubrir una alteración
sonas con enfisema pulmonar de menos de 45 años, sistémica que altera el perfil hepático o entidades
especialmente si no existe una historia de abuso de inusuales como la dilatación aislada de los sinusoi-
tabaco (o su consumo es mínimo); 2) historia fami- des hepáticos, a menudo asociada al consumo de
liar de enfisema y/o enfermedad hepática, especial- anovulatorios (fig. 18), la hiperplasia nodular rege-
mente cirrosis o hepatoma, sin una etiología clara, nerativa (frecuentemente asociada a una elevación
y 3) signos o síntomas de hepatopatía crónica sin de fosfatasa alcalina), e incluso una EHNA no de-
causa aparente. Ante la presunción diagnóstica de- tectada con anterioridad. No obstante deben sope-
ben solicitarse niveles de α1-AT: su concentración sarse cuidadosamente los riesgos y beneficios de
plasmática habitual oscila entre 20 y 53 µmol (150- una biopsia hepática, indicando su realización de
350 mg/dl). Niveles por debajo de 11 µmol (80 mg/ manera individualizada16.
dL) son compatibles con un déficit severo de α1-AT
con riesgo elevado de originar enfisema pulmonar. Elevación aislada de bilirrubina
En los casos en los que se detecte un descenso de La elevación aislada de la bilirrubina constituye un
los niveles de α1-AT debe estudiarse el fenotipo hallazgo que se observa con relativa frecuencia en
para poder establecer un diagnóstico si se detecta determinados pacientes a quienes se les ha indica-
un fenotipo PiZZ 15. La realización de una biopsia do un análisis rutinario. No es infrecuente que este
hepática, aunque no se recomienda de manera uni- hallazgo suscite una inquietud desmedida, no so-
versal, proporciona información de gran valor para lamente en el paciente, sino en su propio médico.
conocer el estadio de la enfermedad, pudiendo ob- Realmente, una elevación aislada de la bilirrubina,
servarse el acúmulo de alfa-1-AT en forma de inclu- sin otras pruebas hepáticas alteradas, traduce, en
siones globulares PAS-positivas (fig. 17). la gran mayoría de los casos, una alteración menor

Figura 18. Dilatación sinusoidal perivenular en una paciente


Figura 17. Déficit de alfa-1-antitripsina. Pueden observarse de 30 años que había tomado anovulatorios por tiempo
típicas inclusiones globulares PAS positivas en los hepatocitos prolongado y que mostraba elevaciones discretas de AST y
periportales (cortesía del Dr. Vera). ALT no explicadas por otra causa.

718
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

relacionada con el metabolismo hepático de este gangrenosa del intestino. En tal caso suele haber
pigmento. Brevemente, las elevaciones de bilirru- una elevación de otras enzimas como la LDH y la
bina en el plasma pueden obedecer a una produc- amilasa, así como una leucocitosis llamativa. Afir-
ción excesiva o a un fallo en los mecanismos de mar que una elevación de FA tiene su origen en un
captación, transporte y conjugación del pigmento. problema hepático requiere la demostración, por
El primer paso ante una elevación de bilirrubina electroforesis, de que corresponde al isoenzima
plasmática es determinar si la hiperbilirrubinemia específico o demostrar la coexistencia de un incre-
es predominantemente conjugada o no conjugada. mento de otras enzimas de colostasis como la 5´nu-
Las hiperbilirrubinemias no conjugadas pueden cleotidasa o la gammaglutamiltranspeptidasa, que
explicarse por una sobreproducción de bilirrubi- se elevan de forma paralela cuando el origen del
na que desborda la capacidad de los mecanismos trastorno se localiza en el hígado; en caso contrario
de conjugación hepatocelular, como ocurre en las deberá investigarse la posibilidad de patología ósea
anemias hemolíticas o en los casos de eritropoyesis como causante de dicha elevación (enfermedad de
ineficaz (niveles generalmente inferiores a 5 mg/ Paget, hiperparatiroidismo, metástasis óseas, etc.).
dL) o por un problema en los mecanismos de cap- La tabla 5 muestra las causas más frecuentes de
tación y/o conjugación del pigmento en el retículo elevación de FA de origen hepatobiliar. Éstas inclu-
endoplásmico liso, como ocurre en la enfermedad yen la litiasis coledocal, la colangitis esclerosante
de Gilbert o en la enfermedad de Criggler-Najjar en primaria y los procesos infiltrativos del hígado, in-
sus dos variantes (I y II). cluyendo las metástasis y la presencia de granulo-
mas. El protocolo a seguir una vez confirmado el
Cuando lo hiperbilirrubinemia se desarrolla a ex- origen hepatobiliar comienza con la realización de
pensas de la fracción conjugada, únicamente cabe una ecografía hepatobiliar y una determinación de
pensar en un problema en el transporte intrahe- anticuerpos antimitocondriales (AMA) (especial-
patocitario desde el retículo endoplásmico hasta mente en la mujer). La positividad de los AMA obli-
el polo biliar del hepatocito (síndromes de Dubin- ga a considerar el diagnóstico de una cirrosis biliar
Johnson y Rotor) o en una dificultad en la excreción primaria y realizar una biopsia hepática. El examen
y drenaje de la bilis (colestasis). En el último caso
asistimos a una elevación simultánea de algunos
TABLA 5. Causas frecuentes de elevación de la fosfatasa
enzimas que ordinariamente se eliminan a través
de las vías biliares (fosfatasa alcalina y GGT). Una
alcalina de origen hepatobiliar.
descripción más detallada de estas condiciones
clínicas se describe en el capítulo 10 (ictericia/co- ❱❱ Lesiones ocupantes de espacio en el parénquima
lestasis). hepático.
• Tumores primarios o metastásicos.
Elevación aislada de fosfatasa alcalina • Lesiones quísticas.
y/o gammaglutamil transpeptidasa • Hiperplasia nodular regenerativa.
❱❱ Obstrucción total o parcial de la vía biliar principal
Fosfatasa alcalina (por ej., litiasis coledocal).
La elevación de fosfatasa alcalina (FA) en el suero ❱❱ Colangitis esclerosante primaria.
no siempre traduce un trastorno hepatocelular. ❱❱ Cirrosis biliar primaria.
De hecho, existen otras fuentes de producción de ❱❱ Presencia de granulomas en el hígado.
esta enzima (isoenzimas), incluyendo el hueso, el • Sarcoidosis.
intestino, la placenta y algunos tumores. Es habi- • Enfermedad de Hodgkin.
tual encontrar elevaciones de fosfatasa alcalina en • Tuberculosis.
el suero de la mujer embarazada durante el tercer • Brucelosis.
trimestre del embarazo reflejando el paso de la FA • Fiebre Q.
placentaria a la sangre. Los adolescentes en fase • Tularemia.
de crecimiento y las mujeres en edad menopáu- • Infección por Salmonella.
sica también presentan elevaciones plasmáticas • Sífilis.
de la fosfatasa alcalina de origen óseo. A su vez, • Histoplasmosis.
• Mononucleosis infecciosa.
la isquemia mesentérica aguda puede cursar con
• Infección por CMV.
elevaciones de la fosfatasa alcalina cuando la hi- • Candidiasis.
poxia intestinal ha evolucionado hacia la necrosis

719
Sección 6. Hígado

con ultrasonidos puede informar de la presencia de de estos contextos, una elevación aislada de GGT
una dilatación del árbol biliar. En tal caso deben in- no constituye un fiel reflejo de daño hepatobiliar.
dicarse otras pruebas de imagen (TC, colangio-RMN
o CPRE, según los casos) para discernir la naturale- Patrón predominante de colestasis
za y nivel de la obstrucción. Cuando el origen del
La colestasis es un término que traduce la existen-
problema es un cálculo coledocal, puede llevarse cia de un bloqueo o supresión del flujo biliar que
a cabo su extracción a través de una esfinteroto- impide de forma total o parcial la llegada de bilis
mía endoscópica. A menudo, la obstrucción del al duodeno. En estos casos el perfil hepático cons-
colédoco es suficiente para reflejar cambios enzi- tituye un reflejo de la dificultad existente para la
máticos en el plasma, pero no para provocar una excreción biliar de aquellos productos que en con-
dilatación visible por US. Por tanto, la ausencia de diciones normales son eliminados por la bilis: sales
dilatación de las vías biliares no excluye al 100% la biliares, bilirrubina conjugada, fosfatasa alcalina,
presencia de un obstáculo en las mismas y, a me- 5´nucleotidasa, GGT y colesterol. La elevación ais-
nudo, se requiere comprobar su permeabilidad lada de fosfatasa alcalina y de GGT sin hiperbilirru-
mediante colangio-RMN o colangiografía endoscó- binemia (colestasis anictérica o disociada) traduce
pica, antes de sugerir la realización de una biopsia la existencia de un bloqueo parcial en la excreción
hepática. En otras ocasiones, el examen con US biliar y limita el espectro de posibilidades etiológicas
indica la presencia de un proceso infiltrativo (por a procesos infiltrativos (metástasis hepáticas, enfer-
ej., metástasis hepáticas) que justifican la elevación medades granulomatosas), obstrucciones parciales
de FA. Otros procesos infiltrativos de naturaleza del colédoco por litiasis, colangitis esclerosante y
granulomatosa (por ej., sarcoidosis, enfermedad de cirrosis biliar primaria (véase el apartado anterior:
Hodgkin o TBC) pueden demostrarse por el examen elevación aislada de FA y GGT). La elevación conco-
histológico del hígado. En definitiva, la biopsia del mitante de bilirrubina determina que el paciente
hígado sólo debe plantearse ante la presencia de con un síndrome colestásico presente síntomas o
AMA positivos, para confirmar el padecimiento de signos clínicos más expresivos incluyendo la apari-
cirrosis biliar primaria, y en aquellos casos en los ción de ictericia, coluria y acolia o hipocolia, signos
que el contexto clínico y el examen ecográfico no que ordinariamente no aparecen en las colestasis
apoyan la presencia de un obstáculo mecánico en disociadas. En estos casos el diagnóstico diferencial
el árbol biliar (por ej., litiasis coledocal o cáncer de es más amplio y el objetivo primordial es compro-
páncreas). bar si la causa que subyace en el trastorno reside
en el hígado (colestasis intrahepática) o en las vías
Gammaglutamiltranspeptidasa biliares extrahepáticas (colestasis extrahepática).
La gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) es una Discernir este punto constituye un reto importante
que requiere de una historia y examen físico minu-
enzima que se encuentra en los hepatocitos y en
ciosos y de una adecuada interpretación del resto
las células epiteliales de los conductos biliares. De
de las pruebas complementarias incluyendo las
ahí su elevada sensibilidad para la detección de
problemas hepatobiliares. Sin embargo carece de
especificidad, no siendo infrecuente encontrar ele- TABLA 6. Causas frecuentes de elevación de
vaciones moderadas de esta enzima en otras condi- gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) en el suero
ciones clínicas (tabla 6). A menudo, la elevación de

GGT constituye un signo de inducción enzimática
que aparece en respuesta a la administración de ❱❱ Enfermedades del páncreas
determinados fármacos, entre ellos algunos barbi- ❱❱ Infarto agudo de miocardio
túricos y antiepilépticos como fenitoína. Igualmen- ❱❱ Insuficiencia renal
te, la elevación de GGT permite sospechar abuso ❱❱ Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
de alcohol, en un contexto apropiado. Ciertamente, ❱❱ Diabetes
la ingesta alcohólica es más probable si el enfermo
❱❱ Alcoholismo
muestra otros marcadores positivos como una ele-
vación concomitante de AST o una relación AST/ALT ❱❱ Medicaciones
> 1,5. Ya se ha mencionado la importancia de una • Fenitoína
elevación de la GGT para confirmar el origen hepá- • Barbitúricos
tico de una elevación de fosfatasa alcalina. Fuera

720
48. Datos de laboratorio: pruebas hepáticas alteradas

pruebas de laboratorio y pruebas de imagen apro- información más amplia de las condiciones clínicas
piadas. Como ya se ha mencionado, el examen con responsables de este síndrome en el capítulo corres-
ultrasonidos constituye la piedra angular del estu- pondiente.
dio inicial, debiendo orientar el resto de las explo-
raciones en función del contexto clínico y los datos
aportados por la ecografía. Debe insistirse en que
Resumen
la ausencia de dilatación del árbol biliar no excluye La alteración de las pruebas de laboratorio rela-
totalmente un origen extrahepático. De hecho, es cionadas con el perfil hepático es un hecho muy
habitual este hallazgo en los casos de obstrucción común tanto en el ámbito de la atención primaria
parcial del colédoco por litiasis o cuando existe como en el ámbito hospitalario. La probabilidad de
un componente fibrótico periductular que impide obtener un diagnóstico preciso aumenta con la rea-
la dilatación de las vías biliares como ocurre en la lización de una historia clínica bien documentada y
cirrosis hepática o la colangitis esclerosante pri- la consideración de las circunstancias que acompa-
maria. Estas entidades pueden ser causa de falsos ñan a su descubrimiento. La magnitud de la altera-
negativos en casos de colestasis extrahepática. Por ción, así como la duración del problema y el patrón
este motivo, la evaluación de un enfermo con un bioquímico predominante (citólisis o colestasis),
patrón de colestasis debe ponderar en su justa me- son esenciales para orientar la estrategia a seguir
dida todos los datos proporcionados por la historia y en cada caso. La hepatitis vírica, la toxicidad por fár-
examen físico, antes de decidir la conducta a seguir macos, el abuso de alcohol y la esteatohepatitis no
en cada caso concreto (fig. 19). El lector encontrará alcohólica constituyen, hoy en día, las causas más

Algoritmo de actuación en el enfermo con un patrón bioquímico de colestasis.

Revisar fármacos
Ecografía

Vías biliares Vías biliares


no dilatadas dilatadas

Anticuerpos antimitocondriales Evaluar naturaleza y nivel de la


(AMA) obstrucción mediante pruebas de
imagen (TAC-Colangio-RMN, CPRE)

+ –

Contexto clínico sugestivo de


Biopsia hepática
colestasis extrahepática

No Sí

Figura 19 Algoritmo de actuación en el enfermo con un patrón bioquímico de colestasis.

721
Sección 6. Hígado

frecuentes de pruebas hepáticas alteradas en el chromatosis. J Hepatol (2010). doi: 10.1016/j.


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722
49 Hepatitis vírica aguda
Miguel Bruguera
Servicio de Hepatología. Hospital Clínic, Barcelona
Departamento de Medicina. Universidad de Barcelona

La hepatitis vírica aguda es una enfermedad in-


fecciosa del hígado causada por distintos virus Objetivos de este capítulo
que replican en los hepatocitos, caracterizada ❱❱ Describir someramente los agentes
por necrosis hepatocelular e inflamación. El cua- causales de hepatitis vírica y la respuesta
dro clínico y las lesiones histológicas originadas serológica que inducen en la persona
por los diferentes agentes etiológicos son prác- infectada.
ticamente idénticos, aunque existen diferencias ❱❱ Proporcionar recursos para efectuar el
en el mecanismo de transmisión de la infección, diagnóstico clínico de una hepatitis aguda
y la identificación del agente causal.
el periodo de incubación y la evolución de la
enfermedad y, sobre todo, en los marcadores ❱❱ Facilitar criterios de prevención y
serológicos que permiten reconocer el agente tratamiento.
responsable.
REFERENCIAS CLAVE
Etiología 1. K off RS. Hepatitis A. Lancet 1998;351: 1643-
1649.
En la actualidad se conocen 5 tipos etiológicos
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hepatitis C y hepatitis E (tabla 1). Otros virus
hepatitis C. Lancet 2003;362:2095-2100.
pueden afectar al hígado y causar en ocasio-
nes manifestaciones de hepatitis, aunque estos
agentes afectan primariamente otros órganos.
Entre ellos se incluyen el virus de Epstein-Barr,
el citomegalovirus, el virus del herpes simple, el Virus de la hepatitis B (VHB)
virus varicela-zóster y el parvovirus B 19.
Pertenece a una categoría de virus animales deno-
Virus de la hepatitis A (VHA) minada Hepadnavirus (de Hepa-DNA-virus) junto al
virus de la hepatitis de la marmota, el de la hepati-
Pertenece al género Heparnavirus (de Hepa- tis de la ardilla terrera y el de la hepatitis del pato
RNA-virus) y contiene un RNA lineal y un único de Pekín. Se caracterizan por poseer una envoltura
antígeno. A diferencia de otros enterovirus, no lipoproteínica (antígeno de superficie de la hepa-
tiene replicación intestinal, sino sólo en el cito- titis B, HBsAg) y una nucleocápside (antígeno del
plasma de los hepatocitos. core de la hepatitis B, HBcAg). En el interior de ésta
El virus se excreta por la bilis y, por tanto está se sitúa una doble cadena helicoidal de DNA, que
presente en las heces de los pacientes infecta- posee 4 genes, y una DNA-polimerasa.
dos desde el final del periodo de incubación has- La infección por el VHB determina no sólo la pro-
ta los primeros días después de la aparición de ducción en el hígado de viriones completos, sino
los síntomas. también una gran producción de partículas in-

H Í G A D O 723
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Características de los virus de la hepatitis

Virus Ácido Familia Transmisión Periodo de Cronicidad


nucleico incubación

VHA RNA picornavirus fecal – oral 4 semanas no


(heparnavirus) (agua, comida (2 a 7)
contacto persona-
persona)

VHB DNA hepadnavirus parenteral y 10 semanas 5%


sexual (4 a 24) (recién nacidos 90%)

VHC RNA flavivirus parenteral y 5 semanas 70%


sexual (3 a 12)

VHD RNA virus satélite igual queVHB igual que VHB sí en sobreinfección

VHE RNA calicivirus fecal – oral 6 semanas no (2 a 9)

completas (con capacidad inmunogénica pero no Respuesta serológica a la infección


infecciosa) constituidas exclusivamente por HBsAg
y la liberación a la sangre de un antígeno soluble ❱❱ Virus de la hepatitis A. En las personas infec-
ligado al HBcAg, denominado antígeno E (HBeAg). tadas se desarrollan precozmente anticuerpos
Existe una variante del VHB que no produce HBeAg, contra el antígeno del virus (anti-VHA) de cla-
debido a una mutación del gen del core (variante se IgM y de clase IgG. Los primeros (IgM anti-
precore defectiva). VHA) permanecen en la sangre a título elevado
durante toda la fase aguda de la enfermedad y
Virus de la hepatitis D (VHD) persisten entre 3 y 12 meses después de la cu-
ración. Los anticuerpos de clase IgG persisten
Es un virus defectivo que requiere del VHB para su indefinidamente y confieren inmunidad perma-
replicación y expresión. El virión (agente delta) es nente ante nuevos contactos con el virus.
una partícula esférica de 37 mm, recubierta por
❱❱ Virus de la hepatitis B. Después de la infección
HBsAg, cuyo interior contiene antígeno delta
por el VHB aparecen en la sangre HBsAg, HBeAg
(HDAg) y una molécula de RNA. Las características
y DNA del VHB. Nunca se detecta HBcAg libre en
de este virus son similares a las de los virus RNA
el suero, puesto que está recubierto por HBsAg.
satélites de las plantas que no pueden multiplicarse
sin la ayuda de un virus “cooperador”. Cuando la infección sigue un curso favorable
hacia la curación, el HBeAg y el DNA del VHB
Virus de la hepatitis C (VHC) se vuelven indetectables semanas antes de que
desaparezca el HBsAg. En algunos pacientes con
Se trata de un virus de la familia de los flavivirus, de hepatitis B (5-10%), el HBsAg desaparece muy
50-60 mm de diámetro, provisto de una envoltura precozmente del suero de modo que no puede
lipídica y con un genoma RNA de una sola cadena identificarse en el momento de aparecer los sín-
constituido por unos 10.000 nucleótidos. Existen 5 tomas o en que el paciente es examinado.
genotipos distintos del VHC.
Simultáneamente a la presentación de los pri-
Virus de la hepatitis E (VHE) meros síntomas aparecen en la sangre anticuer-
pos contra el HBcAg (anti-HBC) de las clases IgM
Su forma es esférica, de 32-34 mm de diámetro. Su e IgG. Los primeros persisten en las infecciones
genoma está constituido por una cadena simple de autolimitadas 3-12 meses y acaban por hacerse
RNA de 8,5 kb. Pertenece a la familia de los cali- indetectables, mientras que los segundos per-
civirus. sisten durante toda la vida.

724
49. Hepatitis vírica aguda

El anticuerpo contra el HBsAg (anti-HBs) no sue- de HBsAg, se facilita la replicación del VHD. La
le detectarse durante la fase de enfermedad ac- infección delta tiene, casi indefectiblemente, en
tiva, aunque haya desaparecido el HBsAg, sino estos casos una evolución a la cronicidad, indu-
que se identifica semanas más tarde. ciendo una enfermedad hepática progresiva. En
caso de sobreinfección delta de un paciente con
Menos del 5% de los pacientes inmunocompe-
hepatopatía crónica por el VHB se identifican
tentes con una hepatitis B adquirida en la edad
en la sangre marcadores de infección activa por
adulta desarrolla una infección persistente. Esta
este virus junto con anti-HD.
proporción aumenta en los pacientes con in-
munodeficiencia natural (ancianos) o adquirida ❱❱ Virus de la hepatitis C. La infección por VHC
(hemodiálisis, VIH). En ellos continúan detec- induce la formación de anticuerpos contra las
tándose en la sangre HBsAg y los marcadores diferentes proteínas del virus (anti VHC). Estos
que indican replicación del VHB, como el HBeAg anticuerpos aparecen pocas semanas después
y el DNA del virus, junto con los signos clínicos y del inicio de la hepatitis aguda y persisten tanto
bioquímicos de enfermedad (hepatitis crónica). en los pacientes que evolucionan a la cronicidad
La persistencia de la fase de replicación del VHB (más del 70%) como en los casos que curan.
en estos casos es variable (años). Cuando cesa Su detección suele interpretarse en la práctica
de modo espontáneo o como consecuencia del como evidencia de infección activa cuando se
tratamiento con fármacos de acción antivírica, asocia a elevación de las transaminasas. Cuando
desaparecen de la sangre el DNA del virus y el éstas son normales no permite distinguir entre
HBeAg, aunque continúa detectándose HBsAg. infección activa o pasada, sin recurrir a la de-
Esta situación de interrupción de la replicación terminación del RNA del VHC en el suero, cuya
vírica constituye el estado de portador “sano” positividad es sinónimo de infección activa.
del HBsAg. La persistencia de HBsAg es debida
❱❱ Virus de la hepatitis E. Se produce una respues-
a la síntesis continuada del antígeno por los he-
ta de anticuerpos de clase IgG y IgM en res-
patocitos en que se ha producido la integración
puesta a la infección por este virus. Para iden-
del gen S del VHB, que es el que codifica para
tificar una infección activa hace falta detectar
esta proteína, en el genoma de los hepatocitos
RNA del VHE en suero.
del huésped. En los pacientes infectados por
la mutante precore defectiva nunca se detecta
HBeAg, sino anti-HBe. Epidemiología
❱❱ Virus de la hepatitis D. La infección delta puede
ocurrir en dos circunstancias distintas: a) infec-
Hepatitis A
ción simultánea por VHB y VHD en un individuo La transmisión del VHA se produce por vía fecal-
que no había tenido previamente contacto algu- oral, ya sea por contacto persona a persona o por
no con el VHB (coinfección) y b) infección delta contaminación de agua o alimentos con materias
en un portador de HBsAg (sobreinfección). En fecales que contienen virus. El primer mecanismo
ambos casos se sumarán los cambios serológi- ocurre en niños y personas con hábitos higiénicos
cos propios de la hepatitis B con los propios de inadecuados (lavado deficiente de las manos des-
la infección delta, que consisten en la aparición pués de ir al baño). El segundo es responsable de
en la sangre durante un breve periodo de tiem- brotes epidémicos.
po (días) del antígeno delta (HDAg), seguido de
Los pacientes son infecciosos entre 3 y 12 días an-
la aparición de una respuesta antidelta en for-
tes de la aparición de los síntomas hasta el acmé de
ma de anticuerpos IgM e IgG.
elevación de las transaminasas.
La coinfección por el VHB y el VHD induce una
No se han identificado portadores crónicos del
hepatitis aguda autolimitada, habitualmente
VHA, por lo que la infección se transmite sólo a par-
con resolución hacia la curación. La eliminación
tir de personas con infección aguda, sintomática o
del VHB impide la persistencia de la infección
asintomática. En los países mediterráneos, debido
delta y determina la curación de ambas infec-
a la mejora de las condiciones higiénicas y sanita-
ciones.
rias, la hepatitis A ha dejado de ser una enferme-
Cuando la infección por un inóculo que contiene dad de la infancia, como lo era en el pasado, y lo
VHB y VHD se produce en un portador crónico es más bien de adultos jóvenes, ya que menos del

725
Sección 6. Hígado

20% de las personas de 20 años tienen anti-VHA, nos, y los que conviven con personas con infección
indicativo de inmunidad como consecuencia de crónica por el VHB (figura 2)2.
una infección pasada. Los factores de riesgo más
La hepatitis B postransfusional es hoy en día excep-
comunes para contraer una hepatitis A en los adul-
tos son el consumo de moluscos crudos o al vapor, cional debido a la exclusión de los donantes HBsAg-
los viajes a regiones poco desarrolladas y tener hi- positivos. Puede ocurrir sólo cuando los niveles de
jos en guarderías (figura 1). En los países más desa- HBsAg del donante son tan bajos que no han po-
rrollados la infección es poco prevalente, de modo dido ser detectados con los métodos de examen
que una gran proporción de adultos pueden infec- habituales.
tarse. En los países poco desarrollados la infección La infección puede transmitirse a partir de indivi-
se adquiere en la primera infancia por consumo de duos con infección aguda sintomática o asintomá-
agua contaminada1. tica, o de portadores crónicos del virus. El recono-
cimiento de estos últimos se efectúa en la práctica
Hepatitis B por la positividad del HBsAg. Los pacientes con
La transmisión del VHB se produce fundamental- infección aguda son contagiosos durante los últi-
mente por vía parenteral y por vía sexual. Su fre- mos días del periodo de incubación y los primeros
cuencia ha disminuido mucho en los países con días de enfermedad, aunque en algunos casos el
programas de vacunación universal, como España. periodo de infectividad se alarga durante algunas
semanas.
Los recién nacidos de mujeres con infección activa
por el VHB se infectan (más del 90%) en el momento
del nacimiento si no son protegidos adecuadamente
Hepatitis D
con g-globulina específica y vacuna, probablemente Al estar el VHD íntimamente ligado al VHB, su trans-
por contacto de las mucosas con sangre contamina- misión se efectúa por los mismos mecanismos que la
da en el momento de atravesar el canal del parto de este virus, parenteral y sexual. La infección predo-
(transmisión vertical). El virus no está presente en mina en adictos a drogas por vía parenteral (ADVP).
las heces, por lo que no existe transmisión fecal-oral. La transmisión vertical es posible, pero ocurre con
Las personas más expuestas a contraer una hepatitis muy escasa frecuencia. El reservorio fundamental
B son las que presentan mayores oportunidades de de la infección delta lo constituyen los pacientes que
inoculación percutánea con material contaminado, han desarrollado una infección delta crónica3.
como los drogadictos que utilizan la vía intravenosa,
el personal sanitario y los pacientes hemodializados, Hepatitis C
así como las personas con vida sexual promiscua, La infección por el virus C está extendida por todo
especialmente prostitutas y homosexuales masculi- el mundo y es especialmente prevalente en algunas

Figura 1. Factores de riesgo asociados con la adquisición de hepatitis A en EE.UU. (1990-2000).

726
49. Hepatitis vírica aguda

(1) Inoculaciones parenterales sanitarias


(pinchazos, hemodiálisis, cirugía, dentista,
acupuntura, profesión sanitaria).

Figura 2. Factores de riesgo asociados con la adquisición de la hepatitis B en los casos notificados en 2002 en EE.UU.

zonas de África donde puede llegar a afectar a más aunque es más probable si la madre está coinfec-
del 20% de la población. Se transmite fundamental- tada por el VIH (20%). En algunos casos no se des-
mente por vía parenteral, a partir de transfusiones cubre ninguno de los mecanismos de transmisión
de sangre o hemoderivados (antes de 1990) y el mencionados (figura 3)4.
uso de jeringuillas contaminadas, aunque también
ocurre en personas sin estos antecedentes. Muchas Hepatitis E
de estas personas tienen antecedentes de hospita- Se ha observado en forma de epidemias transmi-
lización, tanto médica, como quirúrgica lo que per- tidas por agua en el subcontinente índico, sudeste
mite sospechar la importancia de la transmisión asiático, África oriental, occidental y del norte y en
nosocomial. La transmisión sexual es posible pero México. En los países desarrollados se han comuni-
poco eficiente, y se da más en personas promiscuas cado casos esporádicos en individuos procedentes
que en parejas monógamas. La transmisión verti- de áreas endémicas y excepcionalmente casos au-
cal del VHC es muy poco frecuente (inferior al 5%), tóctonos5.

Figura 3. Factores de riesgo asociados con la adquisición de la hepatitis C en los EE.UU. (casos notificados en 2002).

727
Sección 6. Hígado

Cuadro clínico La duración de la ictericia varía entre 2 y 6 semanas.


Durante este tiempo el paciente suele perder peso,
La expresión clínica de la hepatitis vírica aguda es incluso sin que exista anorexia y con un contenido
muy variada, sin diferencias específicas atribui- calórico de la alimentación suficiente. Con la dismi-
bles al tipo de virus causal. El curso clínico de la nución de la ictericia se comprueba una recupera-
enfermedad en su forma común consta de cuatro ción de la sensación de bienestar y del apetito, así
períodos: incubación, pródromos, estado y conva- como una normalización del color de la orina y de
lecencia. las heces.
El periodo de incubación es el intervalo entre la La exploración física revela, además de la ictericia
exposición al virus y la aparición de los primeros en los casos ictéricos, una hepatomegalia modera-
síntomas. Varía según el agente etiológico (tabla da, blanda y ligeramente sensible en la mayoría de
1) y, probablemente, según la cantidad de viriones los pacientes y esplenomegalia en el 10-25% de los
del inóculo, acortándose cuanto mayor es ésta. Es casos.
siempre asintomático.
El periodo de convalecencia se inicia con la desapa-
El periodo prodrómico comprende el tiempo en el rición de la ictericia. Con frecuencia el paciente se
que el paciente presenta síntomas antes de la apa- halla todavía asténico y se fatiga después de escasa
rición de ictericia; por lo común, su duración es de actividad física, y no es raro que refiera molestias
3-5 días, pero puede durar varias semanas o inclu- en el hipocondrio derecho.
so no estar presente. En general, el paciente se en-
cuentra cansado, inapetente, con pérdida de su ca-
pacidad olfatoria, que en los fumadores condiciona
Alteraciones bioquímicas
una inapetencia por el tabaco. A veces hay náuseas La alteración más constante es el aumento de la
y vómitos. Muchos pacientes refieren dolor en el actividad de las aminotransferasas séricas (transa-
hipocondrio derecho, junto con una sensación de minasas). Éstas se hallan habitualmente 20-40 ve-
distensión abdominal, y otros presentan diarrea. ces por encima de los valores normales, con mayor
En ocasiones hay cefalea, que puede asociarse a actividad de la ALAT (GPT) que de la ASAT (GOT).
un exantema urticariforme. En la hepatitis A con La actividad de la fosfatasa alcalina está modera-
frecuencia aparece fiebre, que puede alcanzar los damente aumentada, así como la de la g-glutamil-
39 ºC, no acompañada de escalofríos, de 1 ó 2 días transpeptidasa; la VSG y el proteinograma son ha-
de duración. bitualmente normales, al igual que el hemograma
y las pruebas de coagulación. La bilirrubina sérica
El diagnóstico de hepatitis rara vez se sospecha has-
aumenta en los pacientes ictéricos.
ta que el paciente observa un cambio de coloración
de la orina, que adquiere un tono oscuro parecido
al de la Coca-Cola®, así como cierta decoloración de Diagnóstico
las heces. Por esta razón no se efectúa el diagnósti-
El diagnóstico de hepatitis aguda suele establecer-
co en la mayoría de las hepatitis anictéricas.
se por criterios clínicos, basándose en la historia y
Cuando aparece la ictericia, el paciente suele en- las alteraciones analíticas, en especial el inicio agu-
contrarse, paradójicamente, mejor, ya que desapa- do del cuadro y la elevación de las transaminasas;
recen la mayoría de los síntomas presentes durante raras veces debe recurrirse a la biopsia hepática
el periodo prodrómico; sin embargo, persisten la (figura 4).
astenia y la laxitud. La intensidad de la ictericia es
El diagnóstico etiológico exige la determinación de
variable y puede oscilar desde una leve coloración
los marcadores serológicos de infección por los vi-
amarillenta de las escleróticas hasta un intenso co-
rus de la hepatitis A, B, C y D. Deberían efectuarse
lor amarillo verdoso de piel y mucosas. El número
los siguientes exámenes: IgM anti-VHA, HBsAg, IgM
de pacientes con hepatitis que presentan ictericia
anti-HBc, anti-VHC y anti-HD (tabla 2).
es distinto según la edad y el tipo de virus respon-
sable. La mayoría de hepatitis A en la infancia son El diagnóstico de hepatitis A se fundamenta en
anictéricas, pero sólo el 20% de las que ocurren en la positividad del IgM anti-VHA. Debe tenerse en
adultos. Las hepatitis C son generalmente anictéri- cuenta que esta reacción puede ser positiva hasta
cas y con mucha frecuencia asintomáticas. 12 meses después de una hepatitis A, por lo que en

728
49. Hepatitis vírica aguda

TABLA 2. Criterios para el diagnóstico etiólógico en una


hepatitis aguda

❱❱ Hepatitis A.
Positividad de IgM anti-VHA.
❱❱ Hepatitis B.
Positividad de IgM anti-HBc.
❱❱ Hepatitis C.
Positividad de anti-VHC sin marcadores de infección
por VHA o VHB1.
❱❱ Hepatitis D.
Positividad de anti-HD e IgM anti-HBc (coinfección) Figura 4. Hepatitis vírica aguda. Puede observarse la necrosis
focal con linfocitos dispersos y un cuerpo acidófilo.
o positividad de anti-HD y HBsAg con negatividad de
IgM anti-HBc (sobreinfección).
❱❱ Hepatitis E. causadas por otros agentes, como citomegalovi-
Positividad de IgM anti-VHE. rus, virus de Epstein-Barr, Treponema pallidum, o
lesiones inducidas por fármacos o agentes tóxicos.
1
Ante la sospecha de hepatitis C aguda, la negati-
Igualmente es necesario excluir una hepatitis auto-
vidad de los anti-VHC no resulta excluyente en las inmune (figura 5)7.
primeras semanas. En tal caso puede ser útil la deter-
minación del RNA del VHC. Complicaciones
Hepatitis colestásica
pacientes con dos episodios de hepatitis próximos
en el tiempo es poco informativa. En algunos pacientes, la ictericia adquiere un carác-
ter colestásico con coluria intensa, acolia y prurito.
La hepatitis B suele diagnosticarse por la positivi- En general, la duración de los síntomas es más pro-
dad de HBsAg. No obstante, los resultados de este longada que en las formas de curso común (de 1 a
examen pueden inducir a error en determinadas 4 meses), aunque su pronóstico suele ser bueno.
ocasiones, como sucede en los casos de hepatitis Es frecuente en la hepatitis A, especialmente en los
B aguda que ya han depurado el HBsAg cuando adultos. A menudo, plantea problemas de diagnós-
se efectúa el examen, o en los casos de hepatitis tico diferencial con las colestasis extrahepáticas y
causada por otro agente en un portador crónico de con las inducidas por fármacos.
HBsAg. Por esta razón, es conveniente investigar en
el suero la presencia de IgM anti-HBc, que se halla Hepatitis grave
en títulos elevados en la hepatitis aguda B y no en
los portadores crónicos6. Este término, que sustituye al poco afortunado de
hepatitis subaguda, se puede aplicar a los casos de
El diagnóstico de la infección por el VHD suele ba- hepatitis ictérica que presentan manifestaciones de
sarse en la positividad de anti-HD en pacientes HB- enfermedad grave, como ascitis o gran afección del
sAg-positivos. Cuando al mismo tiempo se detecta
estado general, sin llegar a reunir los criterios de
positividad para IgM anti-HBc puede diagnosticarse
hepatitis fulminante. En ocasiones, estos signos se
una coinfección por VHB y VHD. Cuando esta última
hallan ya presentes al inicio del cuadro y en otros
determinación es negativa puede considerarse que
aparecen semanas más tarde. El examen histoló-
se trata de una sobreinfección por el VHD de un
gico del hígado muestra necrosis multilobulillares
portador de HBsAg.
o necrosis extensas que se distribuyen formando
La ausencia de marcadores serológicos de hepatitis puentes entre los espacios porta y las venas centro-
A, B y D en un paciente con hepatitis aguda sugie- lobulillares. Algunos pacientes progresan a una in-
re una hepatitis C. La determinación del RNA del suficiencia hepática grave y fallecen durante la fase
VHC confirma el diagnóstico. Si esta prueba da un aguda (hepatitis subfulminante). Otros presentan
resultado negativo, conviene descartar infecciones una mejoría aparente, pero evolucionan a una ci-

729
Sección 6. Hígado

Sospecha de hepatitis aguda . ALT > 500 UI/l


. Ictericia súbita en sujeto
previamente sano
Solicitar:
IgM anti-VHA, IgM anti-HBc
Anti-VHC

Alguno + Todos –

a) investigar consumo de fármacos, hierbas


Diagnóstico de hepatitis y drogas recreativas
vírica confirmada b) Solicitar ANA, AML, ALKM

a+ b+ a y b+

Posible hepatitis Hepatitis Solicitar biopsia


tóxica autoimnune hepática

Figura 5. Algoritmo diagnóstico de las hepatitis agudas.

rrosis hepática. En menos casos se aprecia una res- ricia y las manifestaciones de mal estado general
titución a la normalidad de las pruebas hepáticas y se intensifican a los pocos días. Aparecen entonces
la histología. En los niños y jóvenes debe efectuarse vómitos, fetor y signos de encefalopatía hepática.
el diagnóstico diferencial con la forma aguda de la Los exámenes bioquímicos muestran las alteracio-
enfermedad de Wilson, en la que además de las nes propias de las hepatitis, pero destaca que los
manifestaciones de la hepatopatía se observa ha- valores de protrombina no sobrepasen el 20%. La
bitualmente una anemia hemolítica. mortalidad de esta complicación es superior al 70%
de los casos. La muerte suele deberse a hipogluce-
Hepatitis fulminante mia, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal o
edema cerebral (cap. 52).
Constituye la complicación más temida y más grave
de la hepatitis vírica aguda y se debe a una necrosis
masiva o submasiva del parénquima hepático. Su Evolución y pronóstico
incidencia es de unos 2 casos por 1.000 hepatitis
El pronóstico de la hepatitis vírica suele ser bueno
ictéricas. Es muy infrecuente en la hepatitis A de
en la mayoría de los casos. El periodo de convale-
los niños, pero ocurre algo más a menudo (1%) en
cencia de la forma aguda y no complicada de la en-
las hepatitis A de los adultos, y más en la hepatitis
fermedad oscila entre 1 y 3 meses, pero en el 10%
B, en particular si existe una coinfección por el virus
aproximadamente de los casos es más largo.
delta. No se han descrito casos de hepatitis fulmi-
nantes causadas por VHC. El criterio de curación es la normalización de las
transaminasas, por lo que se debe considerar que
En algunos casos, los síntomas de insuficiencia he-
los valores altos indican actividad de la enferme-
patocelular grave se manifiestan al inicio del cua-
dad.
dro clínico, incluso antes del establecimiento de
la ictericia, pero en otros la enfermedad comienza El riesgo de evolución a la cronicidad de una he-
como una hepatitis común, de forma que la icte- patitis aguda es distinto para cada tipo etiológico.

730
49. Hepatitis vírica aguda

Es nulo en las hepatitis A y E, de alrededor del 5% bebidas gaseosas suelen ser mejor tolerados que
en las hepatitis B en individuos inmunocompeten- los alimentos sólidos.
tes y superior al 70% en las hepatitis C (tabla 1).
Se conocen algunos, pero no todos, los factores La dieta debe ser bien equilibrada y alcanzar las
que predisponen a la evolución a la cronicidad de 3.000 calorías o más en forma de hidratos de car-
la hepatitis B. Así, las hepatitis anictéricas entrañan bono, proteínas y grasas. Éstas no son perjudiciales
mayor riesgo que las ictéricas, y el estado de inmu- para el hígado, aunque ciertos pacientes con poco
nodeficiencia inducida por la terapéutica con glu- apetito presentan náuseas y diarreas después de
cocorticoides o quimioterapia o causada por otra su ingesta, sobre todo si son de origen animal. En
enfermedad (insuficiencia renal) favorece la tran-
estos casos el mismo paciente debe regular la com-
sición a la cronicidad de una hepatitis B. La edad
en la que se adquiere la infección es un determi- posición de la dieta, evitando los alimentos que no
nante fundamental, como indica el hecho de que el tolere.
90-95% de los recién nacidos infectados por el VHB La abstinencia de alcohol debe mantenerse por lo
desarrolla una infección crónica, mientras que sólo
menos 6 meses después de la curación clínica de
lo hace el 20% de los niños de más edad y menos
del 5% de los adultos. la enfermedad, aunque no hay demostración obje-
tiva de que pequeñas cantidades ejerzan un efecto
Tratamiento nocivo.

No existe un tratamiento específico de las hepati- En la fase inicial de la enfermedad podrán admi-
tis A y E, y no lo requiere la hepatitis B benigna, nistrarse hipnóticos de eliminación rápida del tipo
pero en las formas graves puede administrarse la- fenobarbital, en caso de insomnio ocasionado por
mivudina (100 mg/d), que evita en muchos casos la el reposo y la inactividad diurna; antieméticos del
progresión de la enfermedad a una necrosis hepá-
tipo de las ortopramidas, si las náuseas y los vómi-
tica masiva. En la hepatitis C está recomendado el
tos impiden una alimentación oral, así como laxan-
empleo de interferón, sin necesidad de asociar este
fármaco con ribavirina, en las mismas dosis que en tes suaves (supositorios o enemas de agua calien-
las hepatitis crónicas por VHC, durante 6 meses. te), si el estreñimiento constituye un problema.

La hospitalización raras veces es necesaria en la No es absolutamente indispensable que las muje-


hepatitis vírica aguda de curso normal y puede res que toman contraceptivos orales interrumpan
autorizarse el tratamiento en el domicilio cuando la medicación en caso de adquirir una hepatitis,
están garantizadas las medidas higienicodietéticas aunque su administración implica la posibilidad de
aconsejables. Está justificada la hospitalización si el
que aumente la intensidad de la ictericia.
paciente presenta una protrombina baja y es obli-
gada si aparecen signos de encefalopatía hepática. El tratamiento de la hepatitis vírica de curso común
El aislamiento de los pacientes es una medida prác- consiste en tranquilizar al paciente sobre la benig-
ticamente inútil, ya que la máxima viremia, y por nidad de su enfermedad, aconsejar reposo según
consiguiente el periodo de contagiosidad, se pro- su grado de astenia y no prescribir, si es posible,
duce en la fase prodrómica y en las fases iniciales medicamento alguno, excepto en la hepatitis C,
de la ictericia, por lo general anteriores al diagnósti- con objeto de reducir el riesgo de transición a la
co. A pesar de todo, es conveniente asegurarse del cronicidad.
cumplimiento de las medidas higiénicas mínimas.
El reposo está recomendado en el periodo de máxi- Profilaxis
ma astenia, pero luego es innecesario.
La prevención de la hepatitis vírica incluye la adop-
La dieta en la hepatitis vírica ha sido objeto de una
ción de medidas encaminadas a interrumpir la ca-
mitificación excesiva. Ni las dietas hipercalóricas ni
la restricción abusiva de grasas están justificadas. dena de transmisión de la infección y la aplicación
En la fase inicial, cuando la anorexia, las náuseas de métodos de inmunoprofilaxis, tanto pasiva con
y los vómitos pueden plantear dificultades para la el empleo de g-globulina, como activa con la admi-
alimentación, los zumos de frutas azucarados y las nistración de vacunas.

731
Sección 6. Hígado

Normas higiénicas y sanitarias


Prevención de la hepatitis Prevención de la hepatitis
transmitida por contacto de por inoculación
persona a persona La esterilización adecuada de todo instrumental
que erosiona o penetra en la piel o las mucosas del
Numerosos casos de hepatitis A se transmiten por paciente o que ha estado en contacto con sangre u
vía fecal-oral, en general por la introducción en la otros fluidos orgánicos es esencial para eliminar la
boca de los dedos o de objetos (lápices, cigarrillos, posibilidad de transmisión de la hepatitis de perso-
vasos) contaminados con partículas fecales proce- na a persona. Esta consideración debe aplicarse a
dentes de algún individuo infectado. Esto justifica todo el material médico o quirúrgico no desecha-
la mayor incidencia de hepatitis A en los niños y, ble. En la práctica se pueden considerar efectivos
por consiguiente, la necesidad de extremar las me- la ebullición durante 20 ó 30 min, el calor seco a
didas higiénicas en las casas donde haya pacientes 160 ºC durante 60 min o el autoclave a 150 ºC du-
con hepatitis A. Cuando se da un caso en una guar- rante 30 min8.
dería infantil o en una familia se puede prescribir g- El instrumental que pueda deteriorarse por el calor
globulina a todos los demás niños y al personal que debe ser esterilizado con óxido de etileno (5-10 g/l
los cuida en el primer caso y a los demás familiares, durante 6-10 h a 60 ºC con un grado de humedad
especialmente los menores de 35 años (probable- del 20-30%). Si es posible, debe exigirse que el ma-
mente susceptibles), o, preferiblemente, adminis- terial sea de un solo uso, en particular para la admi-
trar la primera dosis de la vacuna de la hepatitis A nistración de medicación parenteral.
para evitar la aparición de casos secundarios. Las actuaciones dirigidas a los ADVP (programas de
intercambio de jeringuillas) son útiles para reducir
En los pacientes con hepatitis B y C debe recomen-
la incidencia de hepatitis en este grupo de pobla-
darse no compartir los útiles de aseo personal, ción.
como peine, cepillo de dientes, cortaúñas, maqui-
nilla de afeitar y toallas, puesto que pueden cons- Inmunización pasiva-activa
tituir un vehículo de difusión parenteral inaparente
La primera comprende el uso de preparados de g-
de sangre contaminada. Además, considerando
globulina que contienen anticuerpos protectores,
que el VHB se ha detectado en la saliva, el semen y
contra cada agente vírico. El efecto preventivo es
el flujo menstrual, debe recomendarse al paciente de breve duración (semanas) y persiste mientras
que se abstenga de mantener contactos que pue- queda una tasa adecuada de anticuerpos en la san-
den facilitar la difusión del virus. La ropa o las su- gre.
perficies manchadas con sangre del paciente deben
Para la protección de las personas susceptibles de
ser enérgica e inmediatamente desinfectadas. Para
contraer una hepatitis A se utiliza inmunoglobu-
las primeras basta la ebullición y para las segundas,
lina sérica, que se debe administrar lo más pre-
el empleo de lejía. cozmente posible a los contactos domésticos de
Prevención de la hepatitis los pacientes con hepatitis A. La inmunoprofilaxis
pasiva de la hepatitis B se efectúa con preparados
transmitida por alimentos y aguas de g-globulina elaborados a partir de plasma de
contaminadas personas con títulos altos de anti-HBs (g-globulina
La prevención de epidemias de hepatitis A trans- antihepatitis B). Debe administrarse, en situaciones
de postexposición, a las personas que carecen de
mitidas por el agua exige las mismas medidas sa-
marcadores serológicos del VHB después de inocu-
nitarias de control de los suministros de agua que
lación parenteral accidental con material contami-
las aplicadas para evitar la fiebre tifoidea y la gas- nado (personal sanitario) y a los recién nacidos de
troenteritis. Asimismo, debe aconsejarse la máxima madres con HBsAg. La g-globulina debería adminis-
higiene y administrar vacuna de la hepatitis B a los trarse antes de transcurridas 12 h del contacto. En
que deben manipular alimentos para su prepara- los adultos se administra en dos dosis de 5 ml, con
ción. un intervalo de 4 semanas, y a los recién nacidos,

732
49. Hepatitis vírica aguda

en una dosis única de 0,5 ml seguida de una pauta sAg deben ser protegidos con g-globulina específica
de vacuna antihepatitis B. y vacuna en las primeras horas de vida10.
En las situaciones de preexposición la profilaxis con
g-globulina antihepatitis B es poco útil, ya que para Bibliografía
garantizar una protección continuada debería ad-
1. Bell Bp, Shapiro CN, Alter MJ, Moyer LA, Jud-
ministrarse sistemáticamente una dosis cada mes,
son FN, Mottram K, Fleenor M, Ryder PL,
lo cual es caro, poco práctico y no está desprovisto
Margolis HS. The diverse patterns of hepatitis
de riesgos.
A epidemiology in the United States-impli-
La g-globulina no es útil en la prevención de la he- cations for vaccination strategies. J Infect Dis
patitis C, ya que no se conocen anticuerpos neutra- 1998;178(6):1579-84.
lizantes frente a este virus. 2. Alter MJ. Epidemiology of hepatitis B in Europe
and worldwide. Journal of Hepatology 2003;
La inmunoprofilaxis activa consiste en la adminis-
39:S64-S69.
tración de vacuna. En el momento actual se dis-
3. Polish LB, Gallagher M, Fields HA, Hadler SC.
pone de vacunas contra la hepatitis B obtenidas
Delta hepatitis: Molecular biology and clinical
mediante técnica de ingeniería genética y de una
and epidemiological features. Clin Microbiol
vacuna frente a la hepatitis A obtenida de virus
Rev 1993;6:211-229.
muertos. En algunos países, como España, se aplica
la vacunación universal de los niños contra la he- 4. Alter MJ. The epidemiology of acute and chro-
patitis A y la hepatitis B, pero en estos países debe nic hepatitis C. Clinics in Liver Disease 1997;1
contemplarse la vacunación de adultos que forman (3):559-67.
parte de los grupos de riesgo para cada una de es- 5. Aggarwal R, Krawczynski K. Hepatitis E: an
tas infecciones. La vacuna de la hepatitis A se reco- overview and recent advances in clinical and
mienda, para los adultos que deben efectuar via- laboratory research. J Gastroenterol Hepatol
jes internacionales, los varones homosexuales, los 2000;15:9-20.
pacientes hemofílicos, los sujetos drogadictos, el 6. Ganem D, Prince AM. Hepatitis B virus infec-
personal de guarderías infantiles y los trabajadores tion-natural history and clinical consequences.
en contacto con aguas residuales no depuradas9. La N Engl J Med 2004;350:1118-29.
vacuna de la hepatitis B es recomendable en el per- 7. Moyer LA, Mast EE, Alter MJ. Hepatitis C: part I.
sonal sanitario, los pacientes en hemodiálisis pe- Routine serologic testing and diagnosis. Ameri-
riódica, los hemofílicos, los cónyuges de pacientes can Family Physician 1999;59:79-88.
con infección crónica por VHB, las personas de gran 8. Alter MJ. Prevention of spread of hepatitis C.
promiscuidad sexual y los drogadictos. Hoy en día, Hepatology 2002;36(5 Suppl 1):S93-S98.
resulta igualmente obligada en pacientes con en- 9. Craig AS, Schaffner W. Clinical practice. Preven-
fermedades relacionadas con la inmunorregulación tion of hepatitis A with hepatitis A vaccine. N
que previsiblemente puedan llegar a ser subsidarias Engl J Med 2004;350:476-81.
de tratamientos farmacológicos con propiedades 10. Mahoney FJ, Kane M. Hepatitis B vaccine. En:
inmunosupresoras o terapias biológicas (anti-TNF Plotkin S, Orenstein W, eds. Vaccines. W.B.
a), como es el caso de la enfermedad inflamatoria Saunders Company, Philadelphia, 1999:158-
intestinal. Los hijos recién nacidos de mujeres HB- 82.

733
50 Hepatitis tóxica
Raúl J. Andrade*, María Isabel Lucena**
*Unidad de Gestión Clínica de Digestivo. **Servicio de Farmacología Clínica
Hospital Universitario Vírgen de la Victoria, Málaga
Centro de Investigación Biomédica en Red de enfermedades hepáticas y digestivas (CIBERehd),
Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


El hígado por su localización estratégica entre la ❱❱ Revisar la epidemiología y patogenia
circulación portal y la sistémica es un órgano cla- de la hepatopatía tóxica y los agentes
ve en el destino de los fármacos en el organismo, terapéuticos más comúnmente implicados.
al participar en la biotransformación de todas las
❱❱ Proporcionar una guía diagnóstica para
sustancias liposolubles (fármacos y otros xeno-
establecer la sospecha de hepatotoxicidad
bióticos). Dicho escenario de la homeóstasis in-
en atención primaria.
terna, sitúa al órgano como diana de fenómenos
de toxicidad química. ❱❱ Incidir en aspectos pronósticos y en
las medidas terapéuticas y preventivas
La toxicidad hepática causada por fármacos es esenciales.
actualmente un problema de salud de impor-
tancia creciente y un desafío de primer orden de
la hepatología moderna. No en vano, la hepato- REFERENCIAS CLAVE
toxicidad es capaz de remedar todas las varieda- 1. Kaplowitz N. Drug-induced liver disorders:
des de enfermedad hepática aguda y crónica, y implications for drug development and
se carece aún de marcadores específicos de toxi- regulation. Drug Saf 2001;24:483-490.
cidad hepática aplicables a la práctica clínica. Por 2. Andrade RJ, Lucena MI, Fernández C et al.
otra parte, una proporción no despreciable de Drug-induced liver injury: an analysis of 461
las reacciones hepáticas a fármacos son graves e incidences submitted to the Spanish registry
incluso fatales. En Occidente los fármacos (inclu- over a 10-year period. Gastroenterology
yendo el paracetamol) son responsables de más 2005;129:512-21.
del 50% de los casos. 3. Andrade RJ, Tulkens PM. Hepatic safety of
antibiotics used in primary care.
Epidemiología J Antimicrob Chemother 2011; (en prensa).
La incidencia real de hepatotoxicidad en la prác-
tica clínica es desconocida. Se cree que única-
mente una minoría de los casos que ocurren es estima que la causa tóxica supone entre el 4% y
comunicada a las agencias reguladoras por el sis- el 10% de los casos de ictericia ingresados en un
tema de tarjeta amarilla, o publicada en revistas hospital general y hasta un 20% si únicamente se
científicas. De hecho, en un reciente estudio po- contemplan los pacientes geriátricos. En un estudio
blacional prospectivo llevado a cabo en Francia, llevado a cabo en el Reino Unido se encontró que
la incidencia cruda anual de reacciones hepáti- la hepatotoxicidad parecía ser responsable del 9%
cas a fármacos fue de 139 casos por millón de de los casos ingresados con una AST sérica mayor
habitantes (16 veces mayor que las notificadas de 400 UI/l3.
por el sistema de tarjeta amarilla) 1.
Los agentes antibacterianos, los antiinflamatorios
El diagnóstico de hepatotoxicidad por fármacos no esteroideos y los anticonvulsivantes ocupan los
es considerablemente menos frecuente que primeros lugares en la lista de grupos terapéuticos
el de otras causas de enfermedad hepática. Se incriminados4,5; amoxicilina/ácido-clavulánico en-

H Í G A D O 735
Sección 6. Hígado

cabeza en términos absolutos la relación de com- individual tanto constitucionales como adquiridos
puestos causantes de hepatotoxicidad en diversas (tabla 1). La mayoría de las reacciones hepatotóxi-
series5. Pero incluso con éste y otros fármacos, a cas y de los casos de fallo hepático agudo, trans-
menudo imputados en reacciones hepatotóxicas, el
plante hepático y muerte secundarios a reacciones
riesgo de inducir hepatotoxicidad se estima que os-
cila ampliamente (entre 1/10.000 a 1/100.000 suje- hepatotóxicas se producen con fármacos que se
tos expuestos). Esta variabilidad parece relacionar- administran a dosis diarias superiores o iguales
se con la presencia de factores de susceptibilidad a 50 mg, lo que sugiere que a pesar del carácter

TABLA 1. Patrones clinicopatológicos de hepatotoxicidad y factores de susceptibilidad asociados

Tipo de lesión Agente Factores de riesgo

Hepatitis hepatocelular Paracetamol Alcoholismo, ayuno, isoniazida


Isoniazida Alcoholismo, edad avanzada, genotipo
lento NAT-2, rifampicina, VIH, HVB, HVC
Diclofenaco Sexo femenino, osteoartritis

Colestasis canalicular Contraceptivos orales Mutación en ABCB4 (MDR-3)


ABCB11 (BESP)

Hepatitis colestásica Amoxicilina-clavulánico Varones, edad avanzada, alelos HLA


clases I y II
Eritromicina, clorpromacina

Granuloma Fenitoína Déficit genético epóxido hidrolasa


Alopurinol Insuficiencia renal
Sulfonamidas VIH, acetiladores lentos

Hepatitis crónica Nitrofurantoína Sexo femenino, edad avanzada
Diclofenaco, metildopa, bentazepam

Esteatosis macrovesicular Tetraciclina Administración intravenosa,
embarazo

Esteatosis microvesicular Ácido valproico Niños, otros anticonvulsantes
mutación POL G1
NRTI

Esteatohepatitis no alcohólica Amiodarona Tratamiento prolongado (> 1 año)



Tamoxifen Hígado graso

Fibrosis/cirrosis Metrotrexato Dosis diaria, alcoholismo, obesidad,


hígado graso, diabetes, hepatitis crónica

Adenoma hepático Contraceptivos orales Dosis total y duración del tratamiento




Abreviaciones: BSEP: bomba exportadora de sales biliares; HVB, hepatitis vírica B; HVC: hepatitis vírica C; VIH: virus
de la inmunodeficiencia humana; MDR-3: transportador resistente multifármacos-3 ; NAT-2: N-acetiltransferasa-2;
NRTI: nucleósidos inhibidores de la transcriptasa inversa; POL G1: DNA polimerasa mitocondrial γ.

736
50. Hepatitis tóxica

idiosincrásico de la reacción, una dosis más elevada escasamente conocidos. El proceso de biotransfor-
incrementa el riesgo 6. mación de moléculas nativas comprende reaccio-
nes usualmente oxidativas catalizadas por el cito-
cromo P-450 (CYP), seguidas de desactivación de
Etiopatogenia los posibles metabolitos reactivos generados con el
Entre los fármacos comercializados, muy pocos concurso de otros sistemas enzimáticos que inclu-
son capaces de producir lesión hepática en forma yen la conjugación con ácido glucurónico o sulfato,
dependiente de la dosis y por ello se les denomi- epóxido hidrolasa o glutation y finalmente exporta-
na hepatotoxinas intrínsecas. El paracetamol y el ción del compuesto al torrente circulatorio para su
ácido acetilsalicílico son los ejemplos más repre- filtrado por el glomérulo renal o al canalículo para
sentativos. La inmensa mayoría de los fármacos en su transporte al sistema biliar (figura 1).
uso originan reacciones hepatotóxicas de carácter
Durante este proceso, el daño hepático se puede
impredecible y en sujetos que reciben dosis tera-
producir por diversas vías 7,8 que incluyen la forma-
péuticas. Este tipo de reacciones son consideradas
ción de enlaces covalentes (aductos) entre el meta-
como idiosincrásicas, es decir dependen de la sin-
bolito reactivo y proteínas celulares y la generación
gularidad única e intransferible del huésped.
de estrés oxidativo por el consumo de glutation.
Los mecanismos involucrados en la necrosis y dis- De forma indirecta, los aductos formados pueden
función hepatocelulares de naturaleza tóxica son dañar también las células y organelas hepáticas al

Mutaciones Fases I, II y III


ABCB11(BSEP)
ABCB4(MDR3)
Enlace covalente Respuesta
Otros transport? inmunoalérgica
MetaboIito Haptenización
reactivo Genotipo doble nulo GST
Fallos en otros procesos depurativos?
Umbral Agotamiento GSH
mitocondrial Estrés oxidativo
l”
Toxicidad intracelular na
sig
er
Apoptosis ang
Necrosis (-ATP, lysis) “d

Sistema inmune innato

Células NK/NKT Células Kuppfer

Respuesta Respuesta
protectora inflamatoria
RESOLUCIÓN IL-4 INFγ LESIÓN
IL-10 TNFα HEPÁTICA
IL-6 Fas L
Adaptación Amplificación
Eicosanoides
“Tolerancia”

Figura 1. Mecanismos involucrados en la necrosis y disfunción hepatocelular de naturaleza tóxica.

737
Sección 6. Hígado

evocar una respuesta humoral mediada por anti- nocida y cuya intensidad puede oscilar desde ele-
cuerpos o citotoxicidad directa (linfocitos T) previa vaciones asintomáticas de las enzimas hepáticas
exposición en la membrana hepatocitaria con el hasta insuficiencia hepática aguda grave (IHAG) de
concurso de las moléculas del sistema mayor de curso fulminante. La forma de presentación más
histocompatibilidad (MHC). Es importante señalar común es un cuadro clínico que simula la hepatitis
que ambos mecanismos podrían operar de forma vírica aguda, con ictericia, náuseas, astenia y ma-
concurrente. lestar o dolor abdominal, pero son posibles otras
presentaciones, que incluyen la hepatitis o coles-
Una teoría, ampliamente aceptada actualmente tasis crónica, cirrosis hepática, enfermedad veno-
(the danger hypothesis), sostiene que para la pro- oclusiva e incluso neoplasias. Aunque, en teoría la
ducción de lesión hepática franca sería necesario histología hepática sería la herramienta mas apro-
un proceso de respuesta a un estímulo de menor piada para definir el patrón de lesión (tabla 1) rara
entidad. Dicho estímulo podría ser el daño leve vez está disponible, y en el momento actual existe
subclínico (inducido por los metabolitos reactivos) un consenso amplio respecto a que la mejor for-
que en la mayoría de los casos se resuelven (adap- ma de definir la lesión hepática tóxica es utilizan-
tan) espontáneamente, o el producido por otras do los valores de aminotransferasas séricas y de la
condiciones como una infección viral o enfermedad bilirrubina plasmática. Así, podría decirse que hay
sistémica. Es posible, asimismo, que algunos poli- hepatotoxicidad cuando en presencia de un fár-
morfismos raros en citoquinas antiinflamatorias maco sospechoso y sin otra explicación aparente
(IL-4) puedan explicar la incapacidad de algunos se detectan alguna de las siguientes anomalías: a)
sujetos para resolver el proceso una vez iniciado aumento de la alaninoaminotransferasa (ALT) más
(adaptación) y la consiguiente aparición de daño de cinco veces el límite superior normal (LSN), b)
hepático7, 8. aumento de la fosfatasa alcalina (FA) más de dos
Finalmente, algunos fármacos o metabolitos gene- veces el LSN o c) aumento de la ALT más de tres
rados durante su bioactivación pueden alterar las veces el LSN conjuntamente con un aumento de la
proteínas de transporte canalicular impidiendo el bilirrubina sérica total más de dos veces el LSN12. El
flujo biliar. Algunos defectos genéticos en los trans- umbral de ALT para definir un caso de hepatotoxici-
portadores pueden facilitar el proceso, como suce- dad se ha elevado a cinco veces el LSN (frente a dos
de con la mutación MDR-3 que hace a las mujeres veces el LSN del consenso previo) para: a) reducir
portadoras susceptibles a la colestasis gestacional, el número de falsos (p. ej.: elevaciones modera-
das de transaminasas asociadas a la enfermedad
y posiblemente a la colestasis inducida por estróge-
hepática grasa no alcohólica), y b) excluir los casos
nos9. En esta última, también ha sido involucrada
de “adaptación” (elevaciones moderadas de tran-
una mutación de ABCB11 que codifica la bomba
saminasas que acaban resolviéndose a pesar de la
exportadora de sales biliares (BSEP). Se han iden-
continuación del tratamiento; isoniazida, aspirina,
tificado otras variantes de genes implicados en el
estatinas). El tipo de lesión resultante se clasificará
metabolismo hepático de los fármacos y la respues-
en función de la relación (R) entre el incremento de
ta adaptativa a la lesión hepática que incrementan
ALT/fosfatasa alcalina, en hepatocelular, colestási-
la susceptibilidad a padecer hepatotoxicidad, tan-
ca o mixta. Los valores séricos de aspartatoamino-
to en estudios de genes candidatos (con hipótesis
transferasa (AST), podrían reemplazar a los de ALT
previa)10 como en estudios amplios del genoma (sin
en los casos en los que esta última no esté dispo-
hipótesis a priori)11. Estos últimos tienen la ventaja
nible, pero la validez de esta propuesta no ha sido
de que detectan variantes raras afectando a genes
formalmente demostrada12. En la práctica clínica,
que no hubieran sido escogidos en un estudio de
la toxicidad hepatocelular representa aproximada-
genes candidatos y permiten abrir nuevas hipótesis mente un 55%, la colestásica un 21% y la mixta un
patogénicas. 25% de los casos13. Estos patrones pueden no coin-
cidir simétricamente con las lesiones estructurales
Presentación clínicopatológica en el hígado, determinadas por la biopsia hepática
y aunque reflejan de forma imperfecta algunos pa-
y clasificación de las lesiones trones específicos (p. ej.: lesiones vasculares, cró-
La toxicidad hepática puede presentarse con mani- nicas, neoplasias, etc.), exhibe una buena correla-
festaciones clínicas y patológicas que virtualmente ción, en general, con la lesión hepática subyacente
evocan cada variedad de enfermedad hepática co- y es excelente a efectos pronósticos4.

738
50. Hepatitis tóxica

La lesión hepatocelular (citolítica, citotóxica) aguda tacarse la amoxicilina-clavulánico, antibióticos ma-


se define, siguiendo estos criterios, como una ALT crólidos y fenotiazinas.
superior a 5 LSN o R superior o igual a 5. En ocasio-
Se utiliza la nomenclatura de daño hepático mixto
nes coexisten manifestaciones de hipersensibilidad
cuando las alteraciones clínicas y de laboratorio se
tales como fiebre, exantema cutáneo o eosinofilia
periférica que sugieren alergia farmacológica. La sitúan en un rango intermedio entre las de tipo he-
expresión hepatocelular de la hepatotoxicidad es patocelular y colestásico (R mayor que 2 y menor
más frecuente en mujeres jóvenes12 y este perfil que 5), aunque pueden predominar las de uno u
(lesión hepatocelular en mujeres) comporta un otro. En ésta variedad son más frecuentes las ma-
mayor riesgo de evolución grave en presencia de nifestaciones de alergia farmacológica, y el médico
ictericia4. Histológicamente pueden encontrarse debe conocer que el daño hepático mixto es más
grados variables de inflamación y necrosis pero probablemente causado por tóxicos que por agen-
el predominio centrolobulillar de las lesiones y la tes víricos. Casi todos los fármacos que inducen
presencia de un infiltrado inflamatorio rico en eosi- hepatitis colestásica pueden causar asimismo una
nófilos sugieren una etiología tóxica. La necrosis lesión mixta. La tabla 1 muestra un listado de en-
centrolobulillar es especialmente prominente en tidades hepáticas específicas bien documentadas
casos de intoxicación con algunas hepatotoxinas in- por biopsia hepática que han sido relacionadas con
trínsecas tales como el paracetamol, o cocaína. En el consumo de determinados fármacos.
estas circunstancias los niveles séricos de transami-
nasas suelen estar extraordinariamente elevados Abordaje diagnóstico
(100 veces o más el LSN), situándose en el rango de
la hepatitis isquémica. La disponibilidad de marcadores moleculares de
toxicidad hepática aplicables a la práctica clínica
La lesión colestática aguda se define como un in- parece aún lejana. Por ello, el diagnóstico de he-
cremento en los niveles séricos de FA superior a 2N patotoxicidad continúa siendo un desafío para el
o R inferior o igual a 2, y se clasifica en 2 subtipos:
clínico. Solo en ocasiones muy concretas es posible
colestasis pura, “blanda” o canalicular y hepatitis
efectuar un diagnóstico concluyente de hepato-
aguda colestásica o hepatocanalicular. La probabili-
toxicidad. Ello incluye la determinación de niveles
dad de una expresión colestásica de la hepatotoxi-
plasmáticos de algunas hepatotoxinas intrínsecas
cidad se incrementa con la edad avanzada y es más
como paracetamol o Aspirina®. Recientemente se
frecuente en varones13. La presentación habitual
ha comunicado la utilidad de la detección de aduc-
de la colestasis aguda es con ictericia y prurito. La
tos paracetamol-cisteína por cromatografía líquida
variedad canalicular se caracteriza por un incre-
electroquímica de alta presión. Con este método se
mento en la bilirrubina conjugada, FA y g-glutamil
transpeptidasa con alteración mínima o nula de las han proporcionado evidencias de la implicación del
transaminasas. La biopsia hepática muestra coles- paracetamol como agente causal hasta en un 30%
tasis hepatocitaria y canalículos biliares dilatados de los casos de insuficiencia hepática aguda grave
con trombos de bilis, sin evidencia de necrosis o de causa desconocida14. En casos aislados y con
inflamación y el curso es benigno con recuperación fármacos que en su mayoría fueron retirados del
completa y sin secuelas. Este tipo de lesión es ca- mercado se han detectado títulos de anticuerpos
racterística de los anticonceptivos y esteroides ana- circulantes, generalmente contra la fracción micro-
bólicos. En el daño hepatocanalicular puede existir somal encargada del metabolismo del compuesto.
dolor abdominal y fiebre que simula la obstrucción De igual modo, se han utilizado en la búsqueda
biliar aguda y con frecuencia manifestaciones aso- de evidencias de alergia farmacológica pruebas
ciadas de hipersensibilidad. Los hallazgos histológi- de transformación linfocitaria (consistentes en la
cos incluyen inflamación portal y ductal y necrosis exposición de suero del paciente al fármaco sos-
hepatocitaria junto a marcada colestasis de predo- pechoso). Aunque una respuesta positiva ha sido
minio centrolobulillar. Aunque la recuperación sin clásicamente considerada como una evidencia es-
secuelas es la regla, en algunos casos puede instau- pecífica de que el fármaco es responsable del daño
rarse un síndrome de desaparición de conductos hepático, tal respuesta puede reflejar meramente
biliares, con colestasis persistente e incluso cirrosis una exposición previa al medicamento. En última
biliar. Entre los fármacos que han sido involucrados instancia las pruebas de transformación linfocitaria
en este subtipo de toxicidad hepática merecen des- in vitro son difíciles de estandarizar, escasamente

739
Sección 6. Hígado

reproducibles, y no han alcanzado aceptación clí- biológicas tras la reexposición al agente causal. Sin
nica8. embargo, por razones éticas tal práctica no está
justificada salvo en circunstancias excepcionales.
En la práctica clínica el proceso de atribución de
causalidad se sustenta en la sospecha de hepa- No obstante, un cuidadoso interrogatorio puede
totoxicidad junto con la pertinente exclusión de descubrir en algunos casos evidencias sutiles de
causas específicas (figura 2). El elemento clave es reexposición accidental que serían de gran utilidad
un alto grado de sospecha de que cualquier en- para el diagnóstico. En tales casos, el primer episo-
fermedad hepática puede estar relacionada con dio tras la administración del medicamento no se
la exposición a fármacos, seguidos de la minucio- acompañó de ictericia y los síntomas habrían sido
sa búsqueda de exposición a tóxicos, una secuen- inespecíficos (malestar abdominal, fiebre, astenia)
cia temporal compatible, y la cuidadosa exclusión lo que habría dificultado su identificación por parte
de causas específicas de enfermedad hepática15. del médico no familiarizado con la hepatotoxicidad.
Entre los criterios favorables al diagnóstico de he-
patotoxicidad se encuentran la identificación de Evidencia de exposición a fármacos
manifestaciones de hipersensibilidad, y la demos- y secuencia temporal compatible
tración de una rápida mejoría clínico-biológica tras
la retirada de los fármacos. El patrón oro para el La anamnesis farmacológica debe ser exhaustiva,
diagnóstico de hepatotoxicidad es la demostración incluyendo posibles fármacos o medicinas alter-
de una recrudescencia de las alteraciones clínico- nativas proporcionadas por amigos o vecinos o

Hepatopatía

Sospecha

Datos de exposición Incompatible


y cronología temporal

Si compatible evaluar

Potencial hepatotóxico

Evaluar diagnóstico alternativo

Evaluar presencia de criterios


incriminatorios
• Manifestaciones alérgicas No hallado Hallado
• Curso tras supresión tto. Manejo específico
• Curso tras reexposición
• Hallazgos en biopsia y
“firma” bioquímica

Figura 2. Actitud ante la sospecha de hepatotoxicidad por fármacos.

740
50. Hepatitis tóxica

consumo de drogas de abuso. Una cuestión de im- internacional del agente con términos como hepa-
portancia capital es determinar si el tratamiento se totoxicity, hepatitis, drug-induced hepatotoxicity, o
instauró cuando ya habían aparecido los síntomas simplemente liver si los primeros no son producti-
de enfermedad hepática o claramente antes de la vos.
presentación del cuadro. De hecho, el agente sos-
Cuando el paciente está tomando un fármaco de
pechoso podría haber sido prescrito para aliviar los
reciente comercialización los datos acerca del po-
síntomas iniciales de hepatitis15.
tencial hepatotóxico del medicamento, de existir,
El siguiente paso es determinar la duración del tra- se encuentran en los ensayos clínicos de registro.
tamiento con el agente sospechoso. El periodo de
tiempo entre el inicio del tratamiento y el comien- Exclusión de causas alternativas
zo del daño hepático (latencia) es muy variable. Las
Debido a que la exposición a uno o más fármacos
hepatotoxinas intrínsecas provocan lesión hepá- no es una prueba directa de toxicidad hepática, la
tica en unas pocas horas tras la sobredosis. En la exclusión de causas alternativas es un paso obli-
mayoría de los casos de toxicidad idiosincrásica, el gado del proceso diagnóstico. Los estudios perti-
periodo de latencia oscila entre una semana y tres nentes se recogen en la tabla 2. Frecuentemente
meses. Periodos tan cortos como 1-2 días pueden la sospecha diagnóstica emerge tras un cribado ne-
ocurrir en pacientes sensibilizados por un trata- gativo, más o menos exhaustivo, para otras causas
miento previo con el fármaco (hepatitis inmunoa- específicas (figura 2).
lérgica). Exposiciones prolongadas (superiores a un
año) son posibles en otras variedades infrecuentes Criterios positivos
de daño hepático crónico (esteatohepatitis, fibrosis
y hepatitis crónica) en las cuales la expresión de la La presencia de manifestaciones extrahepáticas
hepatotoxicidad es de escasa penetración clínica y asociadas tales como lesiones cutáneas (exantema,
permite la administración continuada del fármaco síndrome de Steven-Johnson o de Lyell), fiebre,
tras el inicio de la lesión hepática16, o meramente manifestaciones hematológicas (eosinofilia, granu-
porque el tipo de lesión (vasculares, tumores) re- locitopenia, trombopenia o anemia hemolítica)
quiere un tiempo de gestación considerable12. y afectación de otros órganos (riñón, páncreas)17,
son fuertemente sugestivas de hipersensibilidad a
En ciertos casos la imputabilidad del medicamen- fármacos como causa de la lesión hepática. No obs-
to es particularmente difícil debido a que hay un tante, dado que estos signos ocurren en una mino-
retraso considerable entre su interrupción y la apa- ría de casos de hepatotoxicidad (un 23% en el Re-
rición de la enfermedad hepática. El ejemplo típico gistro Español de Hepatotoxicidad)4 su sensibilidad
es la amoxicilina/clavulánico que puede originar es muy baja. Es importante conocer que las mani-
hepatitis varias semanas tras su interrupción, pero festaciones de alergia no aparecen de forma con-
dicha particularidad ha sido comunicada con otros sistente, incluso con un mismo agente. Finalmente,
agentes5. en algunos casos faltan las típicas manifestaciones
de alergia, pero la presencia de autoanticuerpos
Evaluación del potencial hepatotóxico circulantes proporciona evidencias en favor de una
Aunque prácticamente cualquier fármaco comer- respuesta inmune.
cializado ha sido involucrado en incidencias de he- La rápida mejoría tras la retirada del medicamento
patotoxicidad, el potencial de producir lesión hepá- es asimismo, sugestiva de una etiología tóxica; un
tica no es, obviamente, el mismo para todos ellos. descenso de ALT/AST al menos del 50% en los pri-
Algunos medicamentos han sido utilizados durante meros 30 días, (sobre todo si ocurre en los prime-
décadas y parecen relativamente seguros. La infor- ros 8 días), en los casos de lesión hepatocelular es
mación acerca de la probabilidad de causar lesión útil para reforzar la sospecha diagnóstica. No obs-
hepática es escasa o ambigua para otros muchos tante, el escrutinio tras la retirada del fármaco pue-
fármacos. Puede recurrirse a las bases de datos de ser de escaso valor en otros casos de evolución
de fármacos hepatotóxicos tales como HEPATOX, atípica; por ejemplo algunas reacciones colestáti-
o las listas de los textos de referencia15. Una base cas mejoran muy lentamente, con niveles alterados
de datos más actualizada es Medline-PubMed de que pueden persistir más de 1 año. En otros casos,
la National Library of Medicine, donde puede ser el cuadro clinicobiológico puede continuar empeo-
útil cruzar las palabras de la denominación común rando tras la retirada, e incluso evolucionar a fallo

741
Sección 6. Hígado

TABLA 2. Principales causas de enfermedad hepática a excluir antes de considerar un diagnóstico de hepatotoxicidad

Test / Características clínicas Enfermedades


Serología viral Hepatitis virales
IgM anti-HAV
IgM anti-HBc
Anti-HCV, RNA-HCV (RT-PCR)
IgM anti-HEV, RNA-HEV
IgM-CMV
IgM-EBV
Serología bacteriana: si fiebre persistente, diarrea Hepatitis bacterianas
(Salmonella, Campylobacter, Listeria, Coxiella)
Serología sífilis/FA muy elevada Sífilis secundaria
AST/ALT > 2, VCM y GGT incrementados Hepatopatía alcohólica
Autoanticuerpos Hepatitis autoinmune
(ANA, ANCA, AMA, ASMA, anti-LKM-1) Cirrosis biliar primaria
Ceruloplasmina, cobre en orina (pacientes < 40 g) Enfermedad de Wilson
a-1 Antitripsina Déficit de α-1-antitripsina
Saturación de transferrina (en daños hepatocelular anictérico) Hemocromatosis
Hipotension, shock, insuficiencia cardiaca Hepatitis isquémica
Enfermedad vascular, ancianos Hepatopatía congestiva
Técnicas de imagen: radiológicas/endoscópicas Obstrucción biliar
Ecografía abdominal, TAC, colangiorresonancia,
ERCP

Abreviaturas: Anti-HAV: hepatitis A anticuerpo; Anti-HBc: hepatitis B core anticuerpo; Anti-HCV: hepatitis C anti-
cuerpo; Anti HEV: hepatitis E anticuerpo; anti-LKM-1: higado-riñón anticuerpo microsomal tipo1; AMA: anticuerpo
antimitocondrial; ANA: anticuerpo antinuclear; ANCA: anticuerpo antineutrófilo citoplasmático perinuclear; ASMA:
anticuerpo antimúsculo liso; CMV: citomegalovirus; EBV: virus Epstein-Barr; ERCP: colangiografía endoscópica
retrógrada; TAC: tomografía abdominal computarizada; VCM: volumen corpuscular medio; GGT: g-glutamil trans-
peptidasa.

hepático fulminante4. Esta forma evolutiva hace es- del medicamento para reproducir el daño hepático
pecialmente difícil la evaluación de causalidad. A la producido por la acumulación de derivados tóxicos.
inversa, un fenómeno de “adaptación” cuya conse- Tales falsos negativos a la reexposición han sido
cuencia es la mejoría a pesar de la continuación del demostrados con isoniazida, pero serían probable-
tratamiento ha sido observado con algunos agentes mente aplicables a muchos otros fármacos. Final-
(Aspirina®, estatinas). mente, una prueba de reexposición debe indicarse
solo si el medicamento parece esencial y tras haber
En el momento actual, el único método para con-
explicado los riesgos al paciente y obtener su con-
firmar objetivamente que un fármaco fue respon-
sentimiento.
sable de una enfermedad hepática es realizar una
prueba de provocación con el mismo. Se considera Un error conceptual común es la creencia de que
diagnóstico un incremento del doble de los valo- el diagnóstico de enfermedad hepática tóxica re-
res de ALT y FA tras la reexposición para la lesión quiere examinar un espécimen de biopsia hepática
hepatocelular y colestática respectivamente. Sin y por tanto no puede hacerse fuera del ámbito hos-
embargo, la reexposición está formalmente contra- pitalario. Sin embargo, muchos de los casos y series
indicada en casos de hepatitis aguda citolítica con de casos publicados lo han sido en pacientes ambu-
manifestaciones de hipersensibilidad asociadas ya latorios1 que carecían de esta herramienta diagnós-
que la reacción provocada es habitualmente de tica y ello no afectó a la fiabilidad de los datos. En
mayor gravedad que el episodio inicial18. Además, realidad, no existen manifestaciones histológicas
la cantidad de fármaco requerida para provocar que puedan ser consideradas absolutamente es-
la reacción es desconocida15. Arbitrariamente se pecíficas de hepatotoxicidad, y, en consecuencia,
utiliza una única dosis del compuesto sospechoso, no debe practicarse una biopsia hepática de forma
pero razonablemente serían necesarias varias dosis rutinaria con esta indicación. La biopsia hepática es

742
50. Hepatitis tóxica

especialmente útil cuando otro diagnóstico es posi- clínica. Ambas escalas proporcionan un sistema de
ble (p. ej.: alcohólico en tratamiento aversivo, exa- puntuación para seis apartados en la estrategia de
cerbación de hepatitis crónica viral), para determi- decisión. Las respuestas corresponden a valores
nar el patrón de lesión con fármacos anteriormente ponderados que se suman para proporcionar una
no implicados en hepatotoxicidad, y para caracteri- puntuación total. Dichas puntuaciones son tras-
zar el substrato de lesión en formas crónicas (cuya ladadas a categorías de sospecha (tabla 3). Estos
escasa expresividad clínica no permite estimar el instrumentos tienen fortalezas y debilidades, pero
verdadero alcance de la lesión) o infrecuentes (p. quizá su mayor inconveniente es no poder confron-
ej.: sospecha de lesiones vasculares)15. tarse con un parámetro objetivo de diagnóstico22.
La escala de CIOMS/RUCAM ha demostrado en un
Escalas diagnósticas estudio una mayor consistencia con el juicio hecho
por clínicos21, y es la recomendada en el momento
Aunque el enfoque mencionado previamente re- actual para la evaluación de causalidad12, aunque
sulta necesario para identificar los casos de hepa- dista de ser perfecta y existe un amplio consenso
totoxicidad por fármacos, tal ejercicio a menudo en que deben hacerse esfuerzos para reducir la am-
resulta en una conclusión ambigua del tipo de “po- bigüedad de las cuestiones que plantea22.
dría ser”. Diversos grupos han intentado sortear
este problema desarrollando escalas diagnósticas
para la evaluación de causalidad que proporcionen Tratamiento y prevención
un enfoque diagnóstico homogéneo y, usualmen-
te, una categoría de probabilidad basada en una
Medidas generales
puntuación numérica. En la actualidad se utilizan La principal medida terapéutica (que debe tomarse
dos escalas o algoritmos diagnósticos para la eva- en cualquier enfermedad hepática en evaluación)
luación de causalidad en hepatotoxicidad: la escala es la inmediata supresión de cualquier tratamiento
de CIOMS/RUCAM19, y la escala de María y Victo- farmacológico no esencial ya que existen pruebas
rino20, también denominada escala diagnóstica de que el factor primordial en una evolución des-

TABLA 3. Criterios y puntuaciones para los apartados individuales de las escalas diagnósticas de CIOMS/RUCAM y M & V

CIOMS/RUCAM M&V

Criterios Puntuación Criterios Puntuación

Criterios cronológicos Criterios cronológicos


Desde inicio tto. hasta comienzo evento +2 a + 1 Desde inicio ttº hasta comienzo evento +1 a +3
Desde retirada del fármaco hasta Desde retirada del fármaco hasta
comienzo evento +1 a 0 comienzo evento -3 a +3
Curso de la reacción -2 a +3 Curso de la reacción 0 a +3

Factores de riesgo Exclusión de causas alternativas -3 a +3


Edad(> 55 años) +1 a 0
Alcohol +1 a 0
Manifestaciones extrahepáticas 0 a +3

Tratamiento concomitante -3 a 0 Datos en la literatura -3 a +2



Exclusión de causas alternativas -3 a +2 Reexposición 0 a +3

Datos en la literatura 0 a +2
Reexposición -2 a +3

Con CIOMS la puntuación total puede ser clasificada en 5 categorías: ≤ 0, excluido; 1-2, improbable; 3-5, posible; 6-8, probable;
> 8 altamente probable o definido.
Con M & V las categorías de probabilidad son: > 17, definido; 14-17, probable; 10-13, posible; 6-9, dudoso; < 6, excluido.

743
Sección 6. Hígado

favorable es la persistencia del agente causal una sincolestiramina) y la rifampicina como segunda
vez iniciada la ictericia. Para los pacientes con reac- línea de tratamiento. Los suplementos de vitami-
ción hepática idiosincrásica del tipo hepatocelular nas liposolubles estarían asimismo indicados en la
clínicamente aparente (ictericia), la proyección de colestasis crónica. Pueden ensayarse los corticoi-
mortalidad (o su marcador subrogado, la necesidad des si la hepatotoxicidad aparece en el contexto de
de transplante) no es inferior al 10%4. Parece pru- un síndrome general de hipersensibilidad, pero la
dente, por tanto, remitir al hospital a pacientes con validez de esta medida no ha sido rigurosamente
sospecha de hepatotoxicidad que presenten estas demostrada. De igual modo, el ácido ursodeoxi-
características. cólico ha sido utilizado con aparente beneficio en
casos de ductopenia y colestasis prolongada pero
Tratamiento de la intoxicación la experiencia no puede superar la categoría de
con paracetamol anecdótica17.

La ingestión de dosis excesivas de paracetamol


proporciona la única posibilidad de un tratamien- Prevención y perspectivas
to específico de la enfermedad hepática tóxica: la reguladoras
administración de N-acetilcisteína. La toxicidad
hepática aguda por paracetamol se produce habi- Debido a la gravedad potencial que los incidentes
tualmente en un escenario de ingestión masiva con de hepatotoxicidad comportan, cada fase del de-
fines accidentales o suicidas, aunque también y de sarrollo de un medicamento incluye un estrecho
manera creciente en un contexto de dosis terapéu- escrutinio de las enzimas hepáticas. Sin embargo,
ticas elevadas por periodos prolongados de tiempo para detectar enfermedad hepática clínicamente
o circunstancias de inducción microsomal (alcohol) expresiva con un intervalo de confianza del 95%, el
o depleción de glutation (desnutrición). Aunque la número de pacientes expuestos al agente debe ser
N-acetilcisteína está indicada en todo paciente con tres veces superior, al menos, a la incidencia espe-
evidencia de sobreexposición al paracetamol, con rada (“regla de tres”)24. Así, la identificación de un
independencia del tiempo transcurrido desde la episodio de toxicidad hepática con una incidencia
misma, para que alcance la máxima eficacia, debe de 1:10.000 (la incidencia máxima aproximada de
administrarse durante las primeras 24 horas (prefe- la mayoría de las reacciones idiosincrásicas) reque-
riblemente antes de que hayan transcurrido ocho) riría el tratamiento de 30.000 pacientes. Si se tiene
tras la ingestión, ya que la mortalidad se incremen- en cuenta que los ensayos fase III incluyen por lo
ta sustancialmente a partir de este momento17. general de 1.500 a 2.500 pacientes, no debe sor-
prender que las reacciones hepatotóxicas sean tí-
Tratamiento de la hepatotoxicidad picamente descubiertas tras la comercialización del
producto, cuando decenas de miles de individuos
idiosincrásica han sido expuestos al fármaco. No obstante, en los
No existe ningún tratamiento específico en la he- ensayos clínicos pueden aparecer señales de alerta
patopatía tóxica idiosincrásica. Deben tratarse las de hepatotoxicidad de menor entidad, como son
complicaciones de la enfermedad hepática grave las elevaciones asintomáticas de ALT y, especial-
como la ascitis y encefalopatía y remitir al paciente mente, de bilirrubina25. Es de particular importan-
a un centro de transplante si el INR es mayor que cia la magnitud del incremento; una ALT superior
1,5 o existe encefalopatía. Los resultados obteni- o igual a 8 x LSN, sobre todo si se acompaña de
dos con el trasplante hepático, son en términos de un incremento en la bilirrubina directa (superior o
supervivencia, superponibles a los obtenidos con igual a 1,5 x LSN) merece una atención especial ya
otras indicaciones. La N-acetilcisteína ha mostrado que tales alteraciones muy rara vez ocurren en la
una cierta eficacia en reducir la necesidad de trans- población control17 y son predictivas de episodios
plante en la insuficiencia hepática aguda de origen clínicos significativos una vez comercializado el me-
variado (incluyendo hepatitis tóxica idiosincrásica), dicamento.
a condición de que se administre en los grados ini-
Los episodios de hepatotoxicidad clínicamente ex-
ciales de encefalopatía23.
presivos ocurrirán en un contexto de un número
El prurito puede ser una manifestación prominente mayor de sujetos que sufrirían un daño asintomá-
en casos de colestasis debiendo emplearse como tico, detectable únicamente por alteraciones del
primera alternativa las resinas de intercambio (re- perfil hepático, especialmente prominentes con

744
50. Hepatitis tóxica

algunos fármacos (isoniazida, estatinas), y que en Injury in The United States? Am J Gastroenterol
su mayoría se resuelven a pesar de la continuación 2007;102:558–62.
del tratamiento. Este fenómeno que se conoce 3. Whitehead MW, Hawkes ND, Hainsworth I,
como tolerancia o adaptación parece representar Kingham JGC. A prospective study of the cau-
la capacidad del huésped para resolver sin secuelas ses of notably raised aspartate aminotransfe-
la agresión iniciada. Los casos de hepatotoxicidad rase of liver origin. Gut 1999;45:129-33.
clínicamente manifiestos podrían pues significar, 4. Andrade RJ, Lucena MI, Fernández C, González-
Grande R, Camargo R, Fernández-Bonilla E et
al menos en parte, una incapacidad del huésped
al. Drug-induced liver injury: an analysis of
para adaptarse. Este hecho constituye, también 461 incidences submitted to the Spanish re-
paradójicamente, la base racional de la monitoriza- gistry over a 10-year period. Gastroenterology
ción mensual del perfil hepático, esto es, prevenir 2005;129:512-21.
los episodios de mayor gravedad mediante la vigi- 5. Andrade RJ, Tulkens PM. Hepatic safety of anti-
lancia estrecha del perfil hepático y la retirada pre- biotics used in primary care. J Antimicrob Che-
coz del tratamiento (si ALT es superior o igual a 3 x mother 2011; (en prensa).
LSN), antes de que la lesión progrese. La estrategia 6. Lammert C, Einarsson S, Saha C, Niklasson A,
de monitorización, sin embargo, no está exenta de Bjornsson E, Chalasani N. Relationship Bet-
problemas24; en primer lugar y dado que la mayoría ween Daily Dose of Oral Medications and Idios-
de los sujetos “se adaptan”, podríamos dejar sin los yncratic Drug-Induced Liver Injury: Search for
beneficios de un fármaco útil a muchos pacientes Signals. Hepatology 2008;47:2003-9.
que finalmente no desarrollarían episodios de sig- 7. Lee WM. Drug-induced hepatotoxicity. N Engl J
nificado clínico. Por otra parte, las elevaciones asin- Med 2003;349:474-85.
tomáticas de las transaminasas no siempre reflejan 8. Kaplowitz N. Idiosyncratic drug hepatotoxicity.
Nat Reviews Drug Discov 2005;4:489-99.
hepatotoxicidad dado que ocurren frecuentemente
en sujetos no expuestos a fármacos. Además, solo 9. Jacquemin E, Cresteil D, Manouvrier S, Bout O,
Hadchouel M. Heterozygous non-sense mutation
sería aplicable en la práctica a los casos de toxici-
of the MDR3 gene in familial intrahepatic choles-
dad hepática de mecanismo metabólico, dado que tasis of pregnancy. Lancet 1999;353:210-1.
el periodo de latencia para las reacciones alérgicas 10. Lucena MI, Andrade RJ, Martínez C, Ulzurrun
es usualmente demasiado breve. De otro lado, la E, García-Martín E, Borraz Y et al. Glutathione
frecuencia ideal de monitorización es desconoci- S-transferase M1 and T1 null genotypes increa-
da; arbitrariamente se elige la mensual, pero se se susceptibility to idiosyncratic drug-induced
han documentado casos de rápida instauración de liver injury. Hepatology 2008;48:588-96.
lesión tras una monitorización previa negativa. No 11. Lucena MI, Molokhia M, Shen Y, Urban TJ,
obstante, un intervalo menor es escasamente prác- Aithal GP, Andrade RJ et al. Susceptibility to
tico. En última instancia, quizá el mayor problema amoxicillinclavulanate induced liver injury is
asociado a la estrategia de monitorización es la fal- influenced by multiple HLA class I and II alleles.
ta de adherencia de médicos y pacientes. De hecho, Gastroenterology 2011; (en prensa).
aunque en supuestos concretos (terapia antituber- 12. Aithal GP, Watkins PB, Andrade RJ, Larrey D,
Molokhia M, Takikawa H et al. Case defini-
culosa) la monitorización mensual ha probado su
tion and phenotype standardization in drug-
eficacia y está perfectamente integrada en las guías induced liver injury (DILI). Clin Pharmacol Ther
de práctica clínica, experiencias recientes con otros 2011;89:806-15.
fármacos (troglitazona y bromfenac en EE.UU.) han 13. Lucena MI, Andrade RJ, Kaplowitz N, García-
sido absolutamente desalentadoras17. Cortes M, Fernández MC, Romero-Gómez M et
al. Phenotypic characterization of idiosyncratic
Bibliografía drug-induced liver injury: the influence of age
and sex. Hepatology 2009;49:2001-9.
1. Sgro C, Clinard F, Ouazir K. Chanay H, Allard C, 14. Davern TJ, James L, Hinson JA, Fontana RJ, La-
Guilleminet C et al. Incidence of drug-induced lani E, Munoz S et al. Measurement of serum
hepatic injuries: a French population-based acetaminophen-protein adducts in patients
study. Hepatology 2002;36:451-5. with acute liver failure. Gastroenterology
2. Vuppalanchi R, Liangpunsakul S, Chalasani N. 2006;130:687-94.
Etiology of New-Onset Jaundice: How Often Is 15. Andrade RJ, Camargo R, Lucena MI, Gonzá-
It Caused by Idiosyncratic Drug-Induced Liver lez-Grande R. Causality assessment in drug-

745
Sección 6. Hígado

induced hepatotoxicity. Expert Opin Drug Saf two clinical scales for causality assessment in
2004;3:329-44. hepatotoxicity. Hepatology 2001;33:123-30.
16. Andrade RJ, Lucena MI, Alcántara R, Fraile JM. 21. García-Cortés M, Stephens C, Fernández-Cas-
Bentazepam-associated chronic liver disease. tañer A, Lucena MI, Andrade RJ. Causality as-
Lancet 1994;343:860. sessment methods in drug induced liver injury:
17. Kaplowitz N, Deleve LD. Drug-induced liver strengths and weaknesses. J Hepatol 2011; (en
disease. Informa, Healthcare. New York 2007. prensa).
Andrade RJ, Robles M, Lucena MI. Rechallenge
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Stravitz RT, Larson AM et al. Intravenous N-ace-
zard. Expert Opin Drug Saf 2009;8:709-71.
tylcysteine improves transplant-free survival
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in early stage non-acetaminophen acute liver
adverse reactions to drugs I. A novel method
failure. Gastroenterology 2009;137:856-64.
based on the conclusions of international con-
sensus meetings: application to drug-induced 23. Kaplowitz N. Drug-induced liver disorders: im-
liver injuries. J Clin Epidemiol 1993;46:1323-30. plications for drug development and regula-
19. María V, Victorino R. Development and valida- tion. Drug Saf 2001;24:483-90.
tion of a clinical scale for the diagnosis of drug- 24. Watkins PB, Seligman PJ, Pears JS, Avigan MI,
induced hepatitis. Hepatology 1997;26:664-9. Senior JR. Using controlled clinical trials to
20. Lucena MI, Camargo R, Andrade RJ, Pérez-Sán- learn more about acute drug-induced liver in-
chez C, Sánchez de la Cuesta F. Comparison of jury. Hepatology 2008;48:1680-9.

746
51 Hepatitis autoinmune
Rosa Mª Morillas, Ramón Planas
Unidad de Hepatología, CIBERehd. Servicio de Aparato Digestivo Ciberehd.
Universidad Autónoma de Barcelona. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona (Barcelona)

Introducción Objetivos de este capítulo


La hepatitis autoinmune (HAI) es una hepatitis cró- ❱❱ Conocer las características principales de
nica de curso generalmente progresivo, con perío- la hepatitis autoinmune, especialmente
dos fluctuantes de mayor o menor actividad que sus manifestaciones clínicas, analíticas e
afecta a niños y adultos de cualquier edad, funda- histológicas.
mentalmente del sexo femenino. Su prevalencia es
❱❱ Proporcionar recursos para efectuar el
relativamente baja, afectando alrededor del 0,02%
diagnóstico de hepatitis autoinmune y
de la población. Aunque la etiología exacta no es
conocer las indicaciones de tratamiento.
completamente conocida, se aduce que la HAI
está mediada por una reacción inmune frente a ❱❱ Describir los objetivos del tratamiento, sus
autoantígenos hepatocitarios en el contexto de un pautas y actuaciones ante la ausencia de
trastorno de la inmunorregulación. Dicha reacción respuesta.
está desencadenada probablemente por agentes
ambientales y sustancias químicas en sujetos gené- REFERENCIAS CLAVE
ticamente predispuestos. El diagnóstico se basa en
1. Manns MP, Czaja AJ, Gorham JD, Krawitt
cambios histológicos hepáticos compatibles, sobre
EI, Mieli-Vergani G, Vergani D, Vierling JM.
todo hepatitis periportal, manifestaciones clínicas y
Hepatology 2010;51:2193-213.
bioquímicas características, autoanticuerpos circu-
lantes y niveles séricos aumentados de gammaglo- 2. Wiegard C, Schramm C, Lohse AW. Semin
bulinas. Existen formas variantes de HAI que com- Liver Dis 2009;29:254-61.
parten rasgos de otras hepatopatías autoinmunes, 3. Strassburg CP, Manns MP. Semin Liver Dis
como la cirrosis biliar primaria y la colangitis escle- 2009;29:273-85.
rosante primaria. A pesar de su heterogeneidad,
la HAI acostumbra a responder al tratamiento con
prednisona, sola o en combinación con azatioprina,
lo que suele acompañarse de una mejoría de los
síntomas, los datos analíticos, las alteraciones his- a ambos sexos, aunque las mujeres la padecen con
tológicas y la supervivencia. El trasplante de hígado mayor frecuencia.
es una medida efectiva en aquellos pacientes que
no responden al tratamiento médico. Patogenia
La etiología de la HAI es desconocida, pero se con-
Epidemiología sidera que el desarrollo de la enfermedad es el re-
El número de nuevos casos anuales en los estados sultado de la combinación de factores ambientales,
europeos es de 0,1-1,9/100.000 habitantes. La pre- una susceptibilidad genética del huésped y altera-
valencia de la enfermedad es aproximadamente de ciones en la regulación del sistema inmunitario. La
2-17/100.000 habitantes. Aunque la enfermedad hipótesis más postulada sobre la patogenia de la
puede aparecer a cualquier edad, el diagnóstico se HAI es que un agente ambiental desencadena una
suele realizar con una frecuencia algo mayor en pa- cascada de hechos modulados por los linfocitos T
cientes jóvenes con edades entre los 10 y 30 años. citotóxicos dirigidos contra antígenos hepáticos en
La HAI aparece en todos los grupos étnicos y afecta un huésped genéticamente predispuesto, dando

H Í G A D O 747
Sección 6. Hígado

lugar a un proceso progresivo de necroinflamación que conduce finalmente a la HAI no está bien esta-
y fibrosis hepática. No se conocen con exactitud los blecido. Se han propuesto distintas hipótesis para
factores desencadenantes, aunque se han incluido explicar este hecho, siendo la más aceptada la del
agentes infecciosos (virus hepatotropos como el mimetismo antigénico. Según esta teoría, distintos
virus de la hepatitis A, B o C, otros virus como el antígenos externos compartirían secuencias de
virus del sarampión, citomegalovirus, virus de Eps- aminoácidos con antígenos propios, lo que provo-
tein-Barr, etc.), así como tóxicos, ciertos fármacos caría una respuesta inmune errónea. Entre otras
(metildopa, diclofenaco, interferón, atorvastatina, hipótesis que se barajan están la formación de su-
y nitrofurantoínas, entre otros) y productos de her- perantígenos (proteínas producidas por bacterias
boristería. y virus con capacidad de estimular gran número
de células T) y la aparición de neoepítopos (nue-
De forma simple podemos resumir que los antíge-
vos determinantes antigénicos) debido a proteínas
nos (o en este caso autoantígenos) son procesados
que han sido presentadas de manera inadecuada
y presentados por las células presentadoras de an-
en el timo o han sido modificadas por acción de
tígenos (CPA), junto a las moléculas HLA tipo II, al
agentes ambientales.
linfocito T helper CD4. Tras el reconocimiento del
antígeno por medio del receptor correspondiente
(TCR), el linfocito T CD4 se activa y promueve la
Características clínicas
secreción de citocinas mediadoras de la respuesta La presentación clínica de la HAI es heterogénea y
inmune. su curso clínico suele caracterizarse por períodos
fluctuantes de mayor o menor actividad. Las for-
Con el fin de buscar asociaciones entre determi- mas de presentación clínica oscilan desde formas
nados genes y su papel en la regulación de la res- asintomáticas, hasta formas de hepatitis aguda
puesta del sistema inmune, se han estudiado los que en algunos casos pueden abocar a una hepa-
haplotipos HLA, hallándose una mayor prevalencia titis fulminante. En una serie española reciente,
de los alelos HLA de clase II DR3 sobre todo en la un 27% de los casos de HAI debutaron en forma
HAI tipo I4, y fundamentalmente en pacientes de de hepatitis aguda y un 30% como hepatitis cró-
raza blanca. Esta asociación es especialmente fre- nica. El 43% restante, correspondía a pacientes
cuente en las formas más graves, habitualmente asintomáticos que presentaban alteraciones de la
observadas en niñas y mujeres jóvenes. El HLA-DR4 analítica hepática6. En nuestra experiencia, el 40%
es más frecuente en adultos y puede asociarse a de las HAI debutaron en forma de hepatitis cróni-
una mayor incidencia de manifestaciones extrahe- ca y el 29% en forma de hepatitis aguda. En muy
páticas, un curso más leve de la enfermedad y una pocas ocasiones la enfermedad debuta como una
mejor respuesta al tratamiento con corticoides. En hepatitis fulminante7. La mayoría de los pacientes
cuanto a la HAI tipo 2, la asociación acostumbra a presentan síntomas inespecíficos, como astenia,
ser con HLA-DRB1 y HLA-DQB14. Es importante su- debilidad, disminución del rendimiento, artromial-
brayar que la susceptibilidad genética no depende gias, y dolorimiento en hipocondrio derecho. Con
de un único gen, sino que depende de la presencia menor frecuencia, la HAI se detecta por la presen-
de polimorfismos en varios genes, tanto los corres- cia de ictericia. Cuando la enfermedad progresa
pondientes a la región HLA, como otros implicados pueden aparecer síntomas de hipertensión portal,
en la inmunorregulación. como ascitis, varices esofágicas, hiperesplenismo y
Respecto a los autoantígenos responsables del ini- encefalopatía hepática. La exploración física puede
cio de la cascada de acontecimientos en la HAI, el ser normal o mostrar hepatomegalia, esplenome-
principal candidato desde hace años es el receptor galia, ictericia e, incluso, signos de hipertensión
asialoglicoproteína, una proteína de membrana portal cuando la enfermedad está evolucionada.
específica hepática con niveles de expresión ele- Alrededor del 25% de los pacientes pueden pre-
vados en los hepatocitos periportales5. También sentar manifestaciones autoinmunes extrahepáti-
parece estar implicada en la patogenia una dismi- cas. En comparación con la población normal, los
nución de las células T reguladoras. pacientes con HAI presentan un riesgo mayor de
Una vez que el factor desencadenante actúa en desarrollar enfermedades autoinmunes extrahe-
un huésped genéticamente predispuesto, el me- páticas. Las más frecuentes son las tiroiditis auto-
canismo íntimo a través del cual se desencadena inmunes, la diabetes mellitus tipo 1 y el síndrome
un defecto en la regulación del sistema inmune de Sjögren. Con menor frecuencia aparecen vitíli-

748
51. Hepatitis autoinmune

go, crioglobulinemia, pancreatitis autoinmune, ar- anti-receptores de asialoglicoproteína (ASGPR).


tritis reumatoide, colitis ulcerosa o celiaquía, entre Hasta en un 5% de pacientes con HAI se pueden de-
otros. tectar anticuerpos antimitocondriales (AMA), que
son muy específicos de la CBP.
Alteraciones analíticas De todos los autoanticuerpos mencionados, el
Por regla general, lo más frecuente es que predo- anti-SLA/LP (anti-antígeno soluble hepático/pan-
mine el patrón de citolisis (aumento de transami- creático) tiene la mayor precisión diagnóstica con
nasas), sobre el de colestasis. Un predominio de la un valor predictivo positivo de casi el 100%. Sin em-
colestasis con marcada elevación de la bilirrubina, bargo, su prevalencia es sólo de un 10-30%. El resto
la gammaglutamil-transpeptidasa y la fosfatasa de autoanticuerpos no son específicos de HAI y los
alcalina, obliga a descartar otras entidades, como títulos pueden variar considerablemente durante
la colestasis extrahepática, hepatitis vírica colestá- el transcurso de la enfermedad. Se han constatado
sica, hepatotoxicidad, cirrosis biliar primaria (CBP), hallazgos serológicos de HAI en pacientes con es-
colangitis esclerosante primaria (CEP) o un síndro- teatohepatitis alcohólica y no alcohólica, así como
me de superposición de HAI con CBP o CEP. en hepatitis inducidas por medicamentos y hepati-
tis virales agudas y crónicas. También se han refe-
Una característica importante en la HAI es el
rido síndromes similares a la HAI tras la ingesta de
aumento de la fracción de gammaglobulinas en la
ciertos fitofármacos o tras recibir algunas vacunas.
electroforesis de proteínas, causado por una proli-
feración policlonal de linfocitos B. La hipergamma- En pacientes adultos con HAI no es seguro que los
globulinemia se produce de forma característica a títulos de autoanticuerpos se correspondan con la
expensas de las IgG, mientras que el resto de in- respuesta al tratamiento, por lo que no es necesaria
munoglobulinas se mantienen dentro de la norma- su monitorización rutinaria durante el tratamiento.
lidad. Las inmunoglobulinas suelen disminuir con
un tratamiento inmunosupresor adecuado, por lo Anatomía patológica
que este parámetro se puede utilizar como un in-
La biopsia hepática es esencial para establecer el
dicador para monitorizar la evolución y respuesta
diagnóstico y para determinar la gravedad de la
al tratamiento. Habitualmente, pero no siempre,
enfermedad, así como la necesidad de tratamien-
existe también un aumento de la velocidad de sedi-
to. No existe, sin embargo, un patrón histológico
mentación globular (VSG).
específico o patognomónico en la HAI, siendo ge-
El diagnóstico de HAI se confirma normalmente neralmente superponible al que se encuentra en
mediante la identificación de autoanticuerpos ca- cualquier otra hepatopatía crónica. Por esta razón,
racterísticos. Éstos no son los responsables de la el análisis histológico no es suficiente para realizar
patogenia de la HAI, pero son importantes marca- el diagnóstico de HAI. Los hallazgos más caracte-
dores serológicos para el diagnóstico de la enfer- rísticas son un infiltrado predominante de células
medad. Una pequeña proporción de pacientes con plasmáticas en la zona periportal, la necrosis pro-
HAI no expresan anticuerpos en el plasma o éstos nunciada en la zona de la interfase, el infiltrado
van apareciendo a medida que avanza la enferme- lobular con necrosis focal y, sobre todo, aunque
dad, de forma que tampoco se puede descartar una poco frecuente, la aparición de “rosetas” en el área
HAI por su ausencia o por la presencia de unos ni- periportal (figura 1), en las que varios hepatocitos
veles circulantes bajos. rodean un canalículo biliar. La emperipolesis define
la entrada de linfocitos y células plasmáticas intac-
Los autoanticuerpos característicos que se encuen-
tas dentro de células epiteliales, como, por ejem-
tran en los pacientes con HAI incluyen los anticuer-
plo, los hepatocitos. Este fenómeno se encuentra
pos antinucleares (ANA), contra el antígeno de la
con frecuencia en la HAI. Como se puede deducir,
musculatura lisa (AML), contra los microsomas
todos estos datos son sólo datos orientativos, pero
hepatorrenales (anti-LKM), contra el antígeno ci-
no definitivos del diagnóstico de HAI.
tosólico hepático tipo 1 (anti-LC-1) y contra los
antígenos hepáticos solubles (SLA/LP). Al margen Es importante remarcar que con el tratamiento, los
de estos anticuerpos típicos, en algunos pacientes hallazgos histológicos pueden revertir o quedar li-
también pueden encontrarse anticuerpos atípicos mitados a las áreas portales. Por su parte, la cirrosis
como los anticitoplasmas de neutrófilos (ANCA), los puede quedar inactiva y la fibrosis disminuir o lle-
anti-membranas hepáticas (LM) o los anticuerpos gar a desaparecer8.

749
Sección 6. Hígado

Un aspecto a subrayar es que la mejoría histológica tis periportal, el riesgo de desarrollar una cirrosis
de las lesiones puede ocurrir tarde, ordinariamen- es de aproximadamente un 17% a los 5 años, que
te de 3 a 8 meses después de la mejoría clínica y aumenta hasta el 82% en los pacientes con puentes
bioquímica. Por tanto, la normalización de los pará- de necrosis. La presencia de cirrosis se asocia a una
metros séricos no constituye un marcador fiable de mortalidad del 58% a los 5 años9.
una remisión histológica completa. Como signo de
Las complicaciones de la HAI son las mismas que las
remisión histológica se aplica la ausencia de hepati-
de otras hepatopatías progresivas y una vez esta-
tis de interfase significativa o de hepatitis lobulillar.
blecida la cirrosis pueden aparecer las mismas des-
El tejido hepático puede mostrar una arquitectura
compensaciones. Aunque los pacientes con cirrosis
normal o mostrar ya una fibrosis avanzada o cirro-
sis, parcialmente con nódulos de regeneración. Un Figura 1. “Rosetas” en áreas periportales en un caso típico
efecto adverso del tratamiento es la esteatosis, que de hepatitis autoinmune.
no es infrecuente.
Algunos estudios sugieren que la valoración de la
actividad inflamatoria en las biopsias puede prede- pueden desarrollar un carcinoma hepatocelular, el
cir el riesgo de recidiva. Así, en ausencia de infil- riesgo es más bajo que el observado en las cirrosis
trados inflamatorios sólo se producen un 20% de de etiología viral.
recidivas, mientras que la presencia de infiltrados
portales, comporta un riesgo de recidiva de hasta Diagnóstico
el 50%. Si hay actividad demostrable en la interfase, En presencia de una histología compatible, el
incluso durante el tratamiento, las recidivas se pro- diagnóstico de HAI se fundamenta en la conjun-
ducen casi en un 100% de los casos. Finalmente, si ción de datos bioquímicos y clínicos característi-
durante el tratamiento se observa un progreso en cos, la presencia de autoanticuerpos circulantes
el grado de fibrosis, la recidiva suele ser la norma. y el aumento de las gammaglobulinas. Hay que
En definitiva, la valoración histológica de la remi- tener presente, no obstante, que en un 10% de
sión antes de suspender el tratamiento también los casos no hay autoanticuerpos circulantes. Por
puede ser muy útil para estimar el riesgo de reci- otro lado, los autoanticuerpos detectados no son
diva, de tal manera que la persistencia de inflama- específicos de la enfermedad. Actualmente sólo
ción o la presencia de cirrosis activa en un paciente se consideran específicos de la HAI los anticuer-
asintomático, hace desaconsejable el abandono de pos anti-SLA, identificados en aproximadamente
la inmunosupresión. el 10-30% de los casos. La concentración de los
Por último, en caso de recidiva, tras la interrupción autoanticuerpos varía mucho durante el desarro-
del tratamiento, no suele ser necesaria la realiza- llo de la enfermedad y parece no tener relación
ción de una biopsia hepática dado que en estos ca- con la actividad inflamatoria del hígado. Por tanto,
sos se encuentran los mismos cambios histológicos unos niveles bajos de autoanticuerpos no deben
que los observados en las biopsias previas al tra- excluir el diagnóstico de HAI, de la misma mane-
tamiento con una actividad inflamatoria bastante ra que unos niveles altos de autoanticuerpos, en
intensa. ausencia de otros parámetros, tampoco deben lle-
var a un diagnóstico precipitado de HAI. A diferen-
Historia natural cia de los adultos, los niveles de autoanticuerpos
y la concentración de IgG en niños sí guardan una
La historia natural y el pronóstico de la HAI están cierta relación con la actividad de la enfermedad,
claramente relacionados con el grado de actividad por lo que su determinación puede resultar ade-
inflamatoria presente al inicio de la enfermedad y cuada para monitorizar el tratamiento.
por la presencia o el desarrollo de cirrosis.
El Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune
Si existe un aumento de las transaminasas entre 5 propuso un sistema de puntuación para facilitar el
y 10 veces con respecto al valor normal y un au- diagnóstico10. El sistema de puntuación propuesto
mento de la gamma globulina superior al doble del consta de 13 ítems, es engorroso y poco utilizado
límite superior de la normalidad, la mortalidad a los en la práctica clínica diaria. Por este motivo recien-
10 años es del 90% si no se realiza tratamiento. A temente se ha desarrollado un nuevo sistema de
pesar del tratamiento, en los pacientes con hepati- puntuación más simplificado (tabla 1)11 que, ade-

750
51. Hepatitis autoinmune

TABLA 1. Criterios simplificados para el diagnóstico de hepatitis autoinmune.

Variable Valor Puntos

ANA o AML ≥ 1:40 1


ANA o AML ≥ 1:80
o anti-LKM ≥ 1:40 2*
o anti-ALS Positivo
IgG > límite superior normal 1
> 1,1 límite superior normal 2
Histología (es necesaria la presencia de datos de hepatitis) Compatible con HAI 1
HAI típica 2
Ausencia de hepatitis vírica Sí 2

* máximo 2 puntos en relación a los autoanticuerpos;


≥ 6 puntos: hepatitis autoinmune probable; ≥ 7 puntos: hepatitis autoinmune definitiva.

más, goza de una mayor especificidad y predicti- Subtipos de HAI


bilidad que el anterior12. Debe considerarse que
ambos sistemas son menos fiables en pacientes En el pasado hubo varias propuestas de clasificar
con colestasis o hepatopatía grasa asociada, en la HAI en diferentes subgrupos según el perfil se-
hepatitis fulminante y en pacientes pediátricos13. rológico. La HAI tipo 1 se caracteriza por la identi-
Este nuevo sistema, validado hasta ahora en tres ficación serológica de ANA y SMA. Los anticuerpos
estudios retrospectivos, sólo tiene en cuenta cua- anti-actina también son frecuentes en la HAI tipo
tro parámetros: autoanticuerpos, concentración
1. La HAI tipo 2 se caracteriza por la presencia de
de IgG, exclusión de una hepatitis vírica y criterios
anticuerpos LKM y anti-LC-1. Algunos autores dife-
histológicos.
renciaron además otro tercer grupo, definido por
Evaluación serológica la presencia de anticuerpos SLA. La HAI tipo 1 es la
HAI clásica, que representa la forma más frecuente
La identificación de autoanticuerpos se suele reali-
de la enfermedad, con un 70-80% de los casos. Las
zar por fases. En la primera fase la prueba de refe-
rencia es el test de inmunofluorescencia (IFT), que HAI tipo 2 y 3 son bastante menos frecuentes. Sin
debería realizarse en laboratorios especializados embargo, no está del todo claro que los autoanti-
con suficiente experiencia en la interpretación de cuerpos permitan diferenciar subgrupos de HAI con
los resultados. Como sustratos se utilizan cortes diferente evolución clínica. También se discute has-
criostáticos de hígados, riñones, estómagos de ta qué punto los pacientes con presencia demostra-
primates, así como células de cultivos tisulares (cé- da de SLA constituyen un grupo bien diferenciado
lulas HEp-2). De esta manera se pueden identificar de HAI (tipo 3). En una serie de investigaciones re-
los anticuerpos ANA, SMA, AMA, anti-LKM y anti- trospectivas, los pacientes SLA positivos eran más
LC1. Adicionalmente, se pueden detectar algunos
jóvenes en el momento del primer diagnóstico que
anticuerpos mediante ELISA, western-blot o radio-
los pacientes SLA negativos, y mostraron un desa-
inmunoensayo, sobre todo aquellos con antígenos
específicos conocidos. Unos niveles de anticuerpos rrollo más grave de la enfermedad. Actualmente, la
de 1:40 se consideran significativamente elevados mayoría de los expertos establecen una subdivisión
en adultos y unos niveles de 1:20 en niños. En la fi- en HAI tipo 1 y tipo 2, debido fundamentalmente a
gura 2 se muestra el empleo de los tests serológicos la menor edad de los pacientes LKM positivos (ta-
en el diagnóstico de la HAI. bla 2).

751
Sección 6. Hígado

Uso de los tests serológicos en el diagnóstico de la HAI

Hepatopatía de causa desconocida

ANA, AML, LKM-1, AMA

Tests convencionales negativos


ANA+ AML+ LKM+ AMA+

F-actina, SLA/LP, LC1, LKM3,


Hepatitis autoinmune CBP
PDH-E2, pANCA

LC1+
pANCA+ F-actina+ SLA/LP+ PDH-E2+ negativos
LKM3

HAI CEP Hepatitis autoinmune CBP HEP crónica


criptogénica

Figura 2. Uso de los test serológicos en el diagnóstico de la hepatitis autoinmune (HAI). Colangitis esclerosante primaria (CEP),
Cirrosis biliar primaria (CBP). Adaptada de ref. 1.

Dificultades diagnósticas 5% de los pacientes con HAI presentan AMA en


ausencia de otros datos biliares “serología de sola-
Datos clínicos e histológicos mixtos pamiento”, que pueden desaparecer o bien persis-
tir hasta 25 años sin que ninguno de ellos desarrolle
Tanto la cirrosis biliar primaria como la colangitis es- finalmente una cirrosis biliar primaria.
clerosante primaria pueden compartir determinados
rasgos clínicos, analíticos, histológicos y genéticos con Procesos inmunes concomitantes
la HAI. De hecho, alrededor del 8% de los pacientes
con colangitis esclerosante primaria podrían clasifi- Ocasionalmente, la existencia de procesos auto-
carse como HAI al aplicar el sistema de puntuación inmunes concurrentes puede enmascarar la he-
original del Grupo Internacional de Hepatitis Auto- patopatía subyacente. La tiroiditis autoinmune, la
inmune. Así mismo, la aplicación de esta puntuación enfermedad de Graves y la colitis ulcerosa son los
en una revisión retrospectiva de 141 pacientes con procesos autoinmunes más frecuentemente aso-
cirrosis biliar primaria calificó al 19 y al 0% de los pa- ciados a la HAI en los Estados Unidos, mientras que
cientes como portadores de una HAI probable o defi- la diabetes mellitus tipo 1, el vitíligo y la tiroiditis
nitiva, respectivamente. En estos casos de dificultades autoinmune son los más frecuentemente asocia-
diagnósticas se requiere un juicio clínico preciso para dos a los pacientes europeos.
determinar el fenotipo predominante del proceso.
Por otro lado, debe tenerse en cuenta que hasta el
44% de los adultos que presentan una HAI y una
Serologías de solapamiento enfermedad inflamatoria intestinal concomitan-
Los pacientes con HAI pueden presentar datos se- te muestran hallazgos sugestivos o compatibles
rológicos que sugieran otros diagnósticos. Así, el con una colangitis esclerosante primaria cuando

752
51. Hepatitis autoinmune

TABLA 2. Clasificación de la hepatitis autoinmune.

Tipo 1 Tipo 2

Edad de presentación Cualquiera Predominantemente jóvenes


Hombre: mujer 4: 1 8: 1
Niveles IgG Altos Variables
Niveles IgA Normal ± IgA alta
Autoanticuerpos ANA, AML LKM-1
Cirrosis a los 3 años ~ 40% ~ 80%
Fracaso del tratamiento Infrecuente Frecuente
Tratamiento a largo plazo Variable ~ 100%

se efectúa una colangiografía. Por este motivo se inmunosupresión casi nunca es efectiva, debe con-
considera indicada la realización de una colangio- siderarse la posibilidad de vacunar a estos pacien-
grafía en los pacientes que presentan una HAI y tes antes de iniciar el tratamiento inmunosupresor
una enfermedad inflamatoria intestinal, así como o durante un período sin tratamiento.
en aquellos que no responden al tratamiento con-
vencional con esteroides a los 3 meses. Indicaciones del tratamiento
Tratamiento en pediatría
Las indicaciones del tratamiento en los niños son
Indicaciones de tratamiento similares a las de los adultos (tabla 3). Habitual-
No todos los casos de HAI son tributarios de trata- mente, la enfermedad en los niños acostumbra a
miento. Se considera enfermedad grave con nece- debutar con mayor gravedad, probablemente debi-
sidad de tratamiento inmediato cuando los valores da a un retraso en el diagnóstico o a la existencia de
de AST están diez veces por encima del límite su- otros procesos autoinmunes concomitantes, como
perior de normalidad (LSN) o cuando los valores de la colangitis esclerosante primaria. Más del 50% de
AST están cinco veces por encima del límite y ade- los niños presentan una cirrosis en el momento del
más las gammaglobulinas se encuentran dos veces diagnóstico. Por este motivo, los niños con HAI son
por encima del LSN. Algunos cambios histológicos siempre tributarios de tratamiento, salvo que pre-
como la “necrosis en puentes” o la necrosis de mu- senten una cirrosis sin signos de actividad inflama-
chos acinos también predicen un desarrollo grave toria, en cuyo caso el tratamiento no es efectivo.
de la enfermedad, identificando a un grupo de pa-
cientes que sin tratamiento desarrollarían rápida- Pautas de tratamiento
mente cirrosis o insuficiencia hepática. Por tanto, la El tratamiento estándar para conseguir la remisión
presencia exclusiva de dichos cambios histológicos en la hepatitis autoinmune es la administración de
ya es un argumento suficiente para iniciar el trata- prednisona en monoterapia (dosis iniciales de 50
miento inmunosupresor, aunque los cambios clíni- mg/día) o bien prednisona (dosis iniciales de 30
cos y serológicos sean poco destacables. La tabla 3
mg/día) asociada a azatioprina (50 mg/día), según
muestra las indicaciones absolutas y relativas, así
el esquema terapéutico que se muestra en la tabla
como las no indicaciones de tratamiento según las
414. En Europa, en ocasiones, se utilizan dosis más
Practice Guidelines de la AASLD1.
altas de azatioprina: 1-2 mg/kg de peso. Los dos
Investigaciones recientes han demostrado que los esquemas son igualmente eficaces al conseguir la
pacientes con HAI presentan una mayor susceptibi- inducción de la remisión, a pesar de que se acos-
lidad a padecer infecciones por el VHB y VHA. Debi- tumbra a preferir la terapia combinada porque, en
do a que sólo una pequeña parte de los pacientes general, permite reducir la dosis de prednisona por
con HAI está vacunada, y la vacuna en estado de debajo de 10 mg/día y así reducir los efectos adver-

753
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Indicaciones de tratamiento

Absoluta Relativa No

AST > 10 veces el valor normal Síntomas No síntomas


AST > 5 veces el valor normal AST < 5 veces valor normal Cirrosis inactiva
y gammaglobulinas > 2 veces el valor normal y gammaglobulinas < 2 veces valor normal
Necrosis en puentes Hepatitis interfase Hepatitis portal

sos de los esteroides. Por tanto, la terapia combina- Una investigación retrospectiva pudo demostrar
da es el tratamiento preferido en Geriatría, en pa- una asociación frecuente entre la positividad de los
cientes con osteoporosis y también en aquellos con autoanticuerpos SLA y Ro/SSA y una mayor tasa de
síndrome metabólico y labilidad psiquiátrica. En complicaciones durante el embarazo. Por tanto, en
cambio, dado que la azatioprina puede causar leu- las mujeres que deseen tener hijos puede analizar-
copenia y anemia, la monoterapia con esteroides se la presencia de estos anticuerpos y, en caso de
sería de elección en pacientes con alteraciones he- embarazo, llevar a cabo controles muy frecuentes.
matológicas, enfermedades neoplásicas, embara- La azatioprina tiene la categoría D en el embarazo
zo, y en pacientes homocigotos para el déficit de la según la FDA y se ha asociado a malformaciones
tiopurin metiltransferasa (TPMT). La azatioprina en congénitas en animales de experimentación. No
monoterapia es ineficaz en conseguir la remisión. obstante, la teratogenicidad asociada a la azatio-
prina en humanos es una consideración teórica, sin
Efectos adversos del tratamiento que se hayan descrito malformaciones en bebés
La naturaleza y frecuencia de los efectos adversos de madres que recibían este tratamiento. A pesar
asociados al tratamiento se muestran en la tabla 5. de todo, la dosis de azatioprina debe mantenerse lo
más baja posible, ya que los metabolitos activos de
Poblaciones especiales con riesgo la azatioprina pueden atravesar la placenta.

de toxicidad farmacológica Durante el embarazo se modifica el tipo de citoqui-


nas. Los niveles altos de estrógenos, condicionan
Pacientes con cirrosis hepática un cambio de un perfil de citoquinas tipo 1 proin-
flamatorio a un perfil de citoquinas tipo 2 antiinfla-
Los pacientes con cirrosis presentan una mayor matorio. Estos cambios posiblemente hacen que la
frecuencia de efectos adversos (25 frente al 8%), HAI pueda mejorar durante el embarazo, por lo que
especialmente aquellos que muestran citopenias se puede reducir el tratamiento inmunosupresor.
debidas a hiperesplenismo, que comprometen cla- En cambio, después del parto y coincidiendo con
ramente la tolerancia a la azatioprina. Por tanto, los el descenso de los niveles de estrógenos, se puede
pacientes con cirrosis hepática tienen que ser mo- producir una exacerbación de la HAI (12-80% de los
nitorizados estrechamente durante el tratamiento casos), que se puede evitar mediante la administra-
y en aquellos que presentan citopenia evaluar la ción del tratamiento unas 2 semanas antes de la fe-
actividad de la TPMT antes de administrar la aza- cha supuesta del parto y su mantenimiento durante
tioprina. el período post-parto.

Pacientes gestantes Pacientes con actividad baja


En general, tanto el embarazo como el tratamiento de la tiopurina metiltransferasa
son bien tolerados por la madre y el bebé. El mayor La mielosupresión grave inducida por la azatiopri-
riesgo es la prematuridad y la tasa de abortos es- na es un hecho infrecuente dado que únicamente
pontáneos que parecen ser algo más elevadas que el 0,3-0,5% de la población presenta una deficiencia
en mujeres sanas, aunque no superior a la de pa- grave de esta enzima. Este hecho, unido a la dosis
cientes con otras hepatopatías crónicas. relativamente baja de azatioprina empleada en la

754
51. Hepatitis autoinmune

TABLA 4. Recomendaciones de la AASLD para la pauta de tratamiento de la HAI en adultos

Prednisona (mg/día) Prednisona (mg/día)+AZA (mg/día)

Semana 1 60 30 50
Semana 2 40 20 50
Semana 3 30 15 50
Semana 4 30 15 50
Hasta remisión 20 10 50

HAI (50-150 mg/día) y a la incapacidad de predecir lógicos e histológicos. No está descrito cuál ha de
el riesgo mediante evaluaciones genotípicas y feno- ser la duración mínima o máxima del tratamiento,
típicas hace que no resulte imprescindible el cribado aunque parece lógico que éste deba mantenerse
rutinario de la actividad TPMT en todos los pacien- hasta conseguir la remisión. El fracaso terapéutico,
tes. Únicamente parece justificada en casos de cito- la respuesta incompleta o la aparición de toxicidad
penia pre-tratamiento, citopenia marcada durante el farmacológica grave también constituyen criterios
tratamiento o ante la necesidad de administrar dosis para la interrupción del tratamiento. La duración
de azatioprina superiores a los 150 mg/día. del mismo varía según la práctica clínica. Algunos
tratan durante un tiempo fijo equivalente al perío-
Objetivos del tratamiento do mínimo habitualmente requerido para obtener
una respuesta completa, en tanto que otros ajustan
El objetivo del tratamiento inmunosupresor es la la duración de la terapia de un modo individualiza-
normalización de los cambios serológicos, inmuno- do en función de la eficacia y tolerancia del aquél.

TABLA 5. Frecuencia y tipo de efectos adversos asociados al tratamiento

Relacionados con Prednisona Relacionados con Azatioprina


Tipo Frecuencia Tipo Frecuencia

Cosméticos (leves) faciales, 80% (2 años) Hematológicos (leves) 46% (esp en cirrosis)
obesidad, hirsutismo, alopecia Citopenia
Somáticos (leves) inestabilidad
emocional, intolerancia
a la glucosa, cataratas
Somáticos (graves) osteopenia, 13% Hematológicos (graves) 6%
compresión vertebral, diabetes, (interrumpir el leucopenia, trombocitopenia (interrumpir el
psicosis, HTA lábil tratamiento) tratamiento)
Inflamatorios/neoplásicos Raros Somáticos (leves) náusea, 5%
pancreatitis, infecciones vómitos, rash, fiebre,
oportunistas, neoplasias artralgias
Neoplasia no hepática 3% (>10 años)
Hematológico/intestinal Raros
aplasia de médula ósea, (interrumpir el
atrofia intestinal, malabsorción tratamiento)
Teratogenicidad Rara (teórica)

755
Sección 6. Hígado

Remisión Respuesta incompleta


La remisión se define como la resolución histoló- Los pacientes en los que el tratamiento induce una
gica y bioquímica completa, así como la desapari- mejora clínica, analítica e histológica, pero no con-
ción de los síntomas clínicos. En EE.UU. se acepta siguen la remisión se considera que presentan una
como remisión que las transaminasas se reduzcan respuesta incompleta. Alrededor del 13% de los
a menos de 2 veces el LSN, lo que se consigue en el pacientes no consiguen la remisión después de 36
87% de los casos, incluso si hay una cirrosis estable-
meses de tratamiento y son clasificados como res-
cida15. Durante el tratamiento, las transaminasas
pondedores incompletos.
acostumbran a normalizarse al cabo de unos 3-6
meses y la remisión histológica, que es el verdade- Las estrategias terapéuticas en estos casos pueden
ro objetivo final del tratamiento, unos 3-6 meses ser: a) dosis bajas de prednisona de mantenimien-
después de la normalización bioquímica, por lo que to, reduciendo las dosis a razón de 2,5 mg/mes has-
una vez alcanzada la remisión serológica el trata- ta el menor nivel posible (menor o igual de 10 mg/
miento debe mantenerse al menos durante este
día) si las transaminasas se mantienen estables; o
período. Recientemente, se ha demostrado que
b) azatioprina de mantenimiento (2 mg/kg peso/
la budesonida asociada a azatioprina es capaz de
inducir y mantener la remisión con menos efectos día) (ver tabla 6).
adversos que los esteroides clásicos en pacientes
que no presentan una cirrosis16. Toxicidad farmacológica
En el caso de obtener remisión histológica, el riesgo La toxicidad farmacológica obliga a modificar o
de recaída es sólo del 20%. En contraste, si en las interrumpir el tratamiento convencional en cerca
biopsias todavía hay hepatitis periportal con célu- del 13% de los pacientes (tabla 6). En estos casos,
las plasmáticas se produce recaída en el 50% de los se debe instaurar tratamiento de mantenimiento
casos a los 6 meses de interrumpir el tratamiento. con el fármaco tolerado (prednisona o azatioprina)
Una vez que las alteraciones bioquímicas se han ajustando las dosis para prevenir el empeoramien-
normalizado, se puede considerar el cese del tra- to clínico o analítico.
tamiento a los 2 años, siendo aconsejable efectuar
controles periódicos a los 3, 6 y 12 meses y poste- Recaída después de interrumpir
riormente de forma anual.
el tratamiento
Fracaso del tratamiento La recaída comporta la reactivación de la actividad
El fracaso del tratamiento se define como el em- del proceso después de haber conseguido la remi-
peoramiento clínico, analítico e histológico a pe- sión y haber finalizado el tratamiento. Se caracteri-
sar de un correcto cumplimiento terapéutico. Ello za por un aumento de las transaminasas superior
ocurre en alrededor del 9% de los casos y se puede a 3 veces el LSN o un aumento de las gammaglo-
observar dentro de las primeras 3-6 semanas. El bulinas superior a los 2 g/l. Estos cambios analíti-
fracaso del tratamiento comporta la necesidad de cos se acompañan de la reaparición de la hepatitis
intensificar la terapia mediante el empleo de dosis de interfase. Globalmente, a los 3 años de parar el
altas de prednisona sola (mayor o igual de 60 mg/ tratamiento inmunosupresor, el riesgo de recaída
día) o una terapia combinada con azatioprina (ma- es del 70%. Si esto sucede, los pacientes deberán
yor o igual de 30 mg/día de prednisona asociada recibir tratamiento de mantenimiento a largo pla-
a 150 mg/día azatioprina) (ver tabla 6). Estas dosis
zo17. La mejor estrategia consiste en reintroducir el
se deben mantener al menos durante 1 mes para
tratamiento convencional con prednisona y azatio-
proceder posteriormente, a una reducción men-
sual hasta alcanzar la dosificación convencional, prina hasta conseguir la remisión y, posteriormen-
siempre que mejoren los datos de laboratorio. Ello te, ir suprimiendo la prednisona, al tiempo que se
sucede en alrededor del 70% de los casos. El desa- aumenta la dosis de azatioprina hasta 2 mg/kg
rrollo de ascitis, encefalopatía y/o hemorragia vari- peso/día, que debe mantenerse a largo plazo. Con
ceal durante el tratamiento del fracaso terapéutico esta pauta el 87% de los pacientes se mantienen en
es una indicación de trasplante hepático. remisión durante más de 5 años17.

756
51. Hepatitis autoinmune

TABLA 6. Objetivos del tratamiento y medidas a adoptar.

Objetivo del tratamiento Criterio Acción a adoptar

Remisión Desaparición de los síntomas, Retirada gradual (6 semanas) de


normalización de transaminasas la prednisona con controles analíticos
y gammaglobulina, tejido hepático cada 3 semanas y después cada
normal o cirrosis inactiva 3-6 meses
Fracaso tratamiento Empeoramiento clínico, analítico Prednisona 60 mg/d, o prednisona
e histológico a pesar de cumplir 30 mg/d + azatioprina 150 mg/d durante
el tratamiento 1 mes
Aparición de ascitis, ictericia o EH Al mejorar reducir 10 mg de prednisona
y 50 mg de azatioprina cada mes hasta
dosis convencionales
Respuesta incompleta Alguna o no mejoría a pesar Reducir las dosis de prednisona 2,5 mg/
de cumplir el tratamiento mes hasta la dosis mínima posible
después de 2-3 años. (≤ 10 mg/d) para evitar aumentos
No empeoramiento de AST o ALT
Azatioprina indefinida (2 mg/kg peso/día)
como alternativa de tratamiento en caso
de intolerancia corticoides
Toxicidad farmacológica Desarrollo de cambios cosméticos Reducir o suprimir el fármaco
intolerables, ostopenia sintomática, responsable.
inestabilidad emocional, diabetes Mantener el fármaco tolerado
frágil o citopenia progresiva a dosis ajustadas

Tratamientos alternativos en caso tasas de recurrencia de hasta el 40% al cabo de un


tiempo promedio de unos 5 años20. La recurrencia
de respuesta subóptima
puede estar relacionada con el tratamiento inmu-
Las alternativas terapéuticas si persiste el fracaso nosupresor empleado después del trasplante.
terapéutico son la ciclosporina A, el tacrolimus
(FK506) o el micofenolato mofetil, a pesar de que El tratamiento de la HAI recurrente es empírico
la experiencia con estos fármacos es mucho más dado que no se han publicado estudios controla-
limitada18,19. Una opción en caso de intolerancia a dos. La reintroducción de la prednisona o predni-
la azatioprina es el empleo de mercaptopurina a la
solona junto con la optimización de las dosis de los
dosis de 1-1,5 g/kg/día.
inhibidores de la calcineurina suele proporcionar
Trasplante hepático buenos resultados. También se puede administrar
un tratamiento combinado con prednisona y aza-
La HAI acostumbra a ser la causa de entre el 4 y
el 6% de los trasplantes de hígado que se realizan tioprina a dosis ajustadas para suprimir el aumento
en el mundo occidental, incluyendo nuestro país. de las transaminasas. Si este objetivo no se consi-
El trasplante hepático sólo está indicado en los pa- gue, se puede añadir micofenolato (2 g/día) a la te-
cientes refractarios o intolerantes al tratamiento rapia combinada. Si la respuesta sigue inadecuada,
inmunosupresor cuando se desarrolla una hepato- el tacrolimus puede ser sustituido por ciclosporina
patía terminal (MELD mayor o igual a 15) y en aque-
o los inhibidores de la calcineurina sustituidos por
llos raros casos en los que la enfermedad debuta en
forma de insuficiencia hepática aguda grave. La su- sirolimus. Se debe considerar el retrasplante en los
pervivencia del paciente a los 10 años del trasplan- pacientes con HAI recurrente refractaria con riesgo
te es del 75%, a pesar de que se han comunicado de pérdida del injerto.

757
Sección 6. Hígado

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758
52 Insuficiencia hepática aguda
grave (hepatitis fulminante)
Antoni Mas
Servicio de Hepatología. Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto de Enfermedades Digestivas y
Metabólicas. IDIBAPS. Hospital Clinic. Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La Insuficiencia Hepática Aguda Grave (IHAG), lla- ❱❱ Conocer las características principales
mada también hepatitis fulminante, fallo hepático del síndrome de la Insuficiencia hepática
agudo, o fallo hepático fulminante es un síndrome aguda grave (IHAG), especialmente sus
poco frecuente, expresión máxima del fracaso de causas y manifestaciones clínicas.
las funciones del hígado, que se presenta de for-
❱❱ De acuerdo con este conocimiento,
ma aguda en un individuo previamente sano. Este
detectar aquellos cuadros de lesión
último concepto excluye, por tanto, los cuadros de
hepática aguda con posible evolución a
insuficiencia hepática terminal, que pueden apare-
una IHAG, para su remisión sin dilaciones a
cer de forma relativamente brusca en un paciente
un centro adecuado.
portador de una hepatopatía previa, habitual-
mente una cirrosis, tras un proceso sobreañadido ❱❱ Describir someramente la extraordinaria
(infección bacteriana, hemorragia digestiva, hepa- complejidad del manejo de la IHAG, tanto
titis alcohólica) a los que se denomina en inglés de las alteraciones extrahepáticas que con
“acute-on-chronic”. Tampoco pueden calificarse elevada frecuencia se presentan, como del
como IHAG las manifestaciones terminales de in- trasplante hepático urgente.
suficiencia hepática de aparición espontánea en un
cirrótico. La IHAG suele afectar a individuos jóvenes REFERENCIAS CLAVE
y cursa con múltiples manifestaciones extrahepáti-
1. Escorsell A, Mas A, de la Mata M; Spanish
cas, asociándose a una elevada mortalidad. En los
Group for the Study of Acute Liver Failure.
últimos años el trasplante hepático urgente (THU)
Acute Liver Failure in Spain: analysis of 267
ha cambiado el pronóstico de este síndrome.
cases. Liver Transpl 2007;13:1389-95.
Definiciones 2. Durand F, Bernuau J. Acute liver failure
and related disorders. En Textbook of
La descripción inicial de la IHAG incluía como cri- Hepatology. From Basic Science to Clinical
terios diagnósticos la ausencia previa de enfer- Practice. Rodés J, Benhamouu JP, Blei AT,
medad hepática, y la aparición, en menos de 8 Reichen J y Rizzetto M, eds. Blackwell
semanas, de signos de insuficiencia hepatocelular Publishing 2007:1291-312.
grave expresada por una notable disminución de
3. Auzinger G, Wendon J. Intensive care ma-
la protrombina y por la presencia de signos de en-
nagement of acute liver failure. Curr Opin
cefalopatía hepática1. El intervalo entre el inicio de
Crit Care 2008;14:179-88.
los signos de enfermedad hepática (ictericia) y la
aparición de encefalopatía constituye un dato de
claro valor pronóstico. Utilizando este dato, la IHAG
se ha subclasificado en fulminante (menos de 2 se-
manas) y subfulminante (2-8 semanas). Otros au-
tores prefieren diferenciar tres tipos: hiperagudo, hepatic failure”, de curso más tórpido que la IHAG,
agudo o subagudo (intervalos entre 0-7 días, 8-28 cuando el intervalo entre ictericia y encefalopatía
o 29-72, respectivamente). Se ha descrito también es superior a dos meses e inferior a seis. Más re-
la insuficiencia hepática de inicio tardío “late onset cientemente se ha sugerido que también pueden

H Í G A D O 759
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Etiología de la insuficiencia hepática aguda grave.

❱❱ Hepatitis aguda vírica


• Virus de la hepatitis A
• Virus de la hepatitis B (primoinfección, reactivación)
• Virus de la hepatitis C
• Virus de la hepatitis D (coinfección, superinfección)
• Virus de la hepatitis E
• Virus de la hepatitis G
• Virus no hepatotropos: herpes simple I y II, varicela-zoster, citomegalovirus, Epstein-Barr, herpesvirus tipo 6,
parvovirus, adenovirus, fiebre hemorrágica, Coxsackie B, etc.
❱❱ Fármacos
• Paracetamol (sobredosis, dosis terapéuticas en casos especiales)
• Antibióticos: isoniazida, pirazinamida, tetraciclinas
• Halothane y derivados
• Antidepresivos: IMAO, derivados imidazopiridínicos, …
• Anti-inflamatorios no esteroideos
• Antitiroideos
• Otros: hidantoínas, ácido valproico, alfa-metildopa, ketoconazol, anfetaminas, disulfiram, sulfonamidas ...
• Plantas supuestamente medicinales: germander (Teucrium chamaedrys), kava (Piper methysticum), Ma huang
(Ephedra sinica), mezclas de plantas usadas en la medicina tradicional china ...
• Drogas ilegales: cocaína, éxtasis (3,4-metilendioximetanfetamina)
❱❱ Tóxicos
• Setas del grupo Amanita, Lepiota y Galerina que contienen amatoxinas
• Disolventes industriales: hidrocarburos clorados (tetracloruro de carbono, tricloroetileno), fósforo blanco
❱❱ Patología vascular
• Hepatitis isquémica: hígado de shock, insuficiencia cardiaca
• Ligadura de la arteria hepática (en presencia de trombosis portal)
• Síndrome de Budd-Chiari agudo
• Enfermedad veno-oclusiva
• Hipertermia (golpe de calor)
❱❱ Otras
• Embarazo: esteatosis masiva, eclampsia, síndrome HELLP
• Infiltración tumoral masiva (leucemias, linfomas, …)
• Enfermedad de Wilson
• Síndrome de Reye
• Hepatitis autoinmune
• Causas indeterminadas

considerarse como IHAG aquellos cuadros que Etiología


aparecen en pacientes con una enfermedad hepá-
tica crónica clínicamente silente hasta aquel mo- Las causas de IHAG son muy diversas (tabla 1).
mento (por ejemplo, agudización brusca y grave de Es muy importante conocer que su distribución
una infección asintomática crónica por el virus de porcentual varía enormemente de una zona geo-
la hepatitis B, a menudo favorecida por diferentes gráfica a otra (figura 1). Por ejemplo, la ingesta
tratamientos inmunosupresores)2,3. de paracetamol con fines suicidas es la causa más

760
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)

% Reino Unido (n=1.108) Otras


60 EE.UU. (n=295)
Desconocida 13,5%
13,5%
España (n=266)
32,6%
40 28,1% VHB
Autoinmune
(4,9%)
20 Isquémica VHA (1,9%)
(2,2%) VHC (1,9%)
0 Paracetamol Amanita VHB+VHD (4,1%)
Paracetamol Viral Criptogenética Otras (2,2%) (3,7%) Anti-TBC (4,9%)

Figura 1. Distribución porcentual de las causas de IHAG en


Reino Unido, EE.UU. y España. Figura 2. Etiología de la IHAG en España, años 1992-2000.

frecuente en el Reino Unido (60-70% de los casos); ebrotidina, trovafloxacino, nuevos antiinflamato-
en cambio en otras zonas es muy rara. En la India, rios no esteroideos, disulfiram, flutamida, trogli-
la causa más frecuente de IHAG es la hepatitis por tazona, y muchos más2,3. También se han descrito
virus E, prácticamente inexistente en Europa2,3. En casos de IHAG por fármacos de dudosa acción te-
un estudio epidemiológico realizado en España, rapéutica, supuestamente inofensivos por su ori-
que incluyó más de 250 casos diagnosticados en- gen “natural”, utilizados en medicinas alternativas
tre los años 1992 y 2000, la causa más frecuente como plantas medicinales, entre ellas Taecrium
de IHAG fue la hepatitis B; mientras que el parace- chamaedrys (Germander), Camellia Sinensis, Piper
tamol fue el responsable de solamente el 2,2% de methysticum (Kava), Ephedra Sínica (Ma-huang), o
casos4 (figura 2). Este hecho es importante a la hora preparados de medicina tradicional china2,3,6 (figu-
de valorar aspectos diagnósticos, pronósticos y te- ra 3). Entre los tóxicos cabe destacar especialmente
rapéuticos. A título de ejemplo, la mortalidad de la el MDMA (“éxtasis”) y la cocaína2,3 (figura 4).
IHAG por paracetamol es habitualmente inferior al
50%, mientras que para otras etiologías, como las Manifestaciones clínicas
reacciones idiosincrásicas a fármacos, o la enfer- El cuadro clínico de la IHAG puede ser muy variado,
medad de Wilson llega a prácticamente al 100%, si básicamente en función del ya mencionado inter-
no se realiza un THU. Al analizar las causas de IHAG valo ictericia-encefalopatía, y de la presencia de
llaman la atención varios datos: complicaciones extrahepáticas que los pacientes
❱❱ El virus C es una causa excepcional de este sín-
drome.
❱❱ Más de un tercio de los casos carecen de una
etiología conocida a pesar de un estudio ex-
haustivo, aunque estudios recientes sugieren
que algunos de ellos pueden ser debidos a pa-
racetamol (presencia en suero de “aductos” de
paracetamol en suero)5 o a hepatitis autoinmu-
ne de debut.
❱❱ Las reacciones idiosincrásicas a fármacos son
una causa cada día más frecuente de IHAG.
Es bien conocido el riesgo de hepatotoxicidad grave
por ciertos fármacos, como los tuberculostáticos, Figura 3. Ciertas plantas supuestamente medicinales pueden
el halotano, los antitiroideos, o el ácido valproico. ser causa de IHAG: en la foto “Ma huang” (Ephedra sinica),
usada para perder peso, para el asma y para aumentar las
Entre los medicamentos que en la última década energías.
se han implicado como causa de IHAG se incluyen

761
Sección 6. Hígado

den aparecer otras manifestaciones como ascitis,


insuficiencia renal o infecciones bacterianas2.
En ocasiones es posible detectar la presencia de
signos de insuficiencia hepatocelular, sin signos
de encefalopatía hepática, lo que no excluye la
posibilidad de evolución a una IHAG. El recono-
cimiento de estos cuadros es esencial para pro-
ceder a su remisión a un centro con capacidad
para realizar un trasplante hepático urgente si
Figura 4. El MDMA (éxtasis), droga recreacional ampliamente
utilizada en ciertos ambientes, puede causar cuadros de fuera preciso3,7. En la tabla 2 se relacionan aque-
hepatitis graves con potencial evolución a IHAG. llas situaciones en las que este traslado debería
hacerse sin dilación.
A continuación se exponen las complicaciones ex-
pueden presentar (ver más adelante). Excepcional- trahepáticas más frecuentes en la IHAG2-4.
mente, la presencia de alteraciones neurológicas
puede preceder a los síntomas de una hepatopatía; Edema cerebral/hipertensión
ello puede ocurrir en casos de curso hiperagudo,
cuando la encefalopatía ocurre antes de que el
endocraneana
paciente presente ictericia. En ocasiones, la pro- Los astrocitos son las únicas células cerebrales
gresión de las alteraciones neurológicas es muy capaces de metabolizar amonio, cuya concentra-
rápida, y, en pocas horas, pasar de una mínima ción en sangre puede ser muy elevada en casos
somnolencia al coma profundo. En función de la de disfunción hepática importante, en especial
etiología pueden aparecer otras manifestaciones en la IHAG. El amonio se transforma en glutami-
clínicas, por ejemplo, dolor y distensión abdominal na, y para mantener la osmolaridad intracelular,
en el caso de un síndrome Budd-Chiari agudo, o un aumenta el contenido de agua en los astrocitos.
cuadro gastroenterítico intenso que precede a la Además puede existir un aumento del flujo san-
afectación hepática en casos de IHAG por amatoxi- guíneo cerebral. Ambas circunstancias, edema as-
nas. En los casos subfulminantes o subagudos pue- trocitario y aumento de flujo contribuirían a la hi-

TABLA 2. Criterios para un traslado inmediato a un centro que disponga de trasplante hepático urgente de aquellos
pacientes con una enfermedad hepática aguda no debida a sobredosis de paracetamol y coagulopatía, sin signos de
encefalopatía hepática 7

Tiempo de Protrombina Características adicionales

Entre 30 y 50% 1. Niños (<15 años)


2. Adultos >40 años y etiología desfavorable (no determinada, fármacos,
autoinmune, exacerbaciones de infecciones por virus B)
3. Presencia de fiebre > 38ºC o causas poco habituales (virus del herpes,
enfermedad de Wilson, síndrome de Budd-Chiari)
4. Postoperatorio de cualquier tipo
5. Embarazo
6. Hepatopatía aguda que aparece sobre una enfermedad crónica compensada
7. Comorbilidades: diabetes, infección por VIH, cáncer previo, malaria,
insuficiencia renal aguda
8. Hiperbilirrubinemia > 250 micromol/L (14,6 mg/dl)

Inferior al 30% Todos los pacientes (especialmente los de > 40 años y etiología desfavorable

762
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)

sis ineficaz y una reducción de la degradación de


la insulina. En pacientes en coma una hipoglicemia
puede pasar clínicamente inadvertida.

Hemorragias
El importante trastorno de la coagulación debido
a la ausencia de síntesis hepática de factores, se
puede asociar con diversos tipos de hemorragias
espontáneas. En este contexto, son frecuentes la
hemorragia digestiva por lesiones agudas de la mu-
cosa gástrica y el sangrado provocado por manio-
bras invasivas (punciones venosas, colocación de
Figura 5. Paciente con IHAG en el que se ha colocado un un sensor de PIC).
sensor de presión intracraneal para el control de la hiperten-
sión endocraneal.
Alteraciones hidroelectrolíticas
pertensión endocraneana en la IHAG8. Los signos Es frecuente detectar alcalosis respiratoria por hi-
clínicos de esta complicación suelen ser muy tar- perventilación de origen central; en cambio en la
díos, por lo que muchos autores aconsejan moni- intoxicación por paracetamol es frecuente la aci-
torizar la presión intracraneal (PIC), especialmen- dosis metabólica. También se han descrito altera-
te en los casos de curso fulminante o hiperagudo ciones del fósforo plasmático. La hiponatremia, fa-
y en situaciones de encefalopatía avanzada (grado vorecida por maniobras terapéuticas inadecuadas
III-IV) (figura 5). El enclavamiento amigdalar por como la administración de soluciones hipotónicas
edema cerebral es una causa frecuente de muerte puede favorecer el edema cerebral.
en los pacientes con IHAG de curso fulminante o
hiperagudo2-4. Alteraciones cardiocirculatorias y
respiratorias
Insuficiencia renal Los pacientes con IHAG suelen presentar un estado
Su presencia comporta igualmente un mal pronós- circulatorio hiperdinámico con gasto cardiaco ele-
tico. Puede ser debida a la misma causa que pro- vado y resistencias periféricas bajas. Pese a ello, es
voca la IHAG (paracetamol, amatoxinas), a necrosis frecuente encontrar signos de hipoxia tisular por
tubular aguda, o a cambios hemodinámicos simi- alteraciones de la microcirculación. La hipoxemia
lares a los que se describen en el síndrome hepa- arterial es igualmente frecuente, en relación con
torrenal de la cirrosis. En la IHAG las cifras de urea un síndrome de distress respiratorio del adulto o
plasmática pueden ser más bajas de lo esperable, con neumonías.
dado que la urea se sintetiza en el hígado.
Otras
Infecciones bacterianas y fúngicas
Con menor frecuencia pueden presentarse pan-
Las bacterias gramnegativas de origen intestinal creatitis o anemia aplásica. La presencia de anemia
y los cocos grampositivos son los gérmenes más hemolítica en el curso de una IHAG es altamente
comúnmente implicados. A partir de la primera se- sugestiva de enfermedad de Wilson.
mana de evolución son frecuentes las infecciones
por hongos. Dado que muchas veces en la IHAG no Exploraciones complementarias
son evidentes los signos clásicos de infección, un
incremento ligero del grado de encefalopatía o un La hipoprotrombinemia es un marcador de insufi-
empeoramiento de la función renal deben sugerir ciencia hepática muy característico del síndrome.
esta posibilidad. También se detectan disminuciones importantes
de otros factores de coagulación de síntesis he-
Hipoglicemia pática, como el Factor V, utilizado en Francia para
el seguimiento de estos pacientes, e incluso como
Se debe a la incapacidad de mantener las reservas factor pronóstico para indicar un THU9. Las plaque-
hepáticas de glucógeno, junto a una gluconeogéne- tas suelen ser normales, al igual que la serie roja

763
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Causas de IHAG con tratamiento específico.

Etiología Tratamiento
Intoxicación por paracetamol N-acetil cisteína
Hepatitis autoinmune Esteroides
Hígado de shock Corrección de las alteraciones hemodinámicas
Esteatosis del embarazo Inducción del parto
Intoxicación por setas (amatoxinas) Carbón activado vía oral, silibinina, penicilina,
aspiración duodenal
Infiltración neoplásica del hígado Quimioterapia
Enfermedad de Wilson D-penicilamina
Infección por el virus del herpes Aciclovir
Reactivación de una hepatitis B Lamivudina
Síndrome de Budd-Chiari agudo Derivación porto-sistémica percutánea intrahepática

y la blanca, con las excepciones ya mencionadas ❱❱ Considerar la posibilidad de que el cuadro se


(hemólisis en la enfermedad de Wilson, o anemia deba a una hepatopatía crónica previa (cirrosis
aplásica). La elevación de las cifras de bilirrubina descompensada, “acute-on-chronic”). La anam-
suele ir paralela a la duración del cuadro. Las tran- nesis, los signos clínicos de hepatopatía crónica
saminasas se hallan en cifras similares a las de cual- y las exploraciones complementarias (ecografía
quier hepatopatía aguda. Las fosfatasas alcalinas y abdominal) permitirán resolver estas dudas.
las gamma GT no suelen estar muy elevadas.
❱❱ Confirmar que la hipoprotrombinemia no se
Respecto a las pruebas de imagen, la única real- deba a otros factores distintos de la insuficien-
mente imprescindible es la ecografía abdominal. cia hepática como déficit de vitamina K (en cuyo
Su realización contribuye al diagnóstico diferencial caso la protrombina mejorará tras su aporte pa-
con otras patologías, puede ser de ayuda para acla- renteral), o la presencia de una coagulopatía de
rar el diagnóstico etiológico (síndrome de Budd- consumo, por ejemplo, en el curso de una sepsis
Chiari agudo, por ejemplo) y permite conocer la grave.
permeabilidad de los vasos, información impres-
cindible a la hora de un eventual THU. ❱❱ Excluir otras causas de alteraciones neuropsi-
quiátricas distintas a la encefalopatía hepática
El diagnóstico etiológico de la IHAG se basa en los
entre ellas: intoxicaciones exógenas (alcohol,
datos que proporciona la anamnesis y la explora-
otros fármacos o tóxicos), lesiones estructura-
ción física y en la determinación de marcadores de
les del sistema nervioso de origen traumático
infección aguda por virus hepatotropos, determina-
o vascular o infecciones como meningitis o me-
ciones toxicológicas (p. ej.: paracetamol en sangre,
amatoxinas en orina) y otros estudios analíticos (au- ningoencefalitis.
toanticuerpos, metabolismo del cobre). En ocasio-
nes, la biopsia hepática puede ser de valiosa ayuda
Pronóstico
cuando las investigaciones anteriores no han sido Antes de la introducción del THU, la mortalidad de
concluyentes. En este caso se recomienda el acceso la IHAG alcanzaba en algunas series el 80-90%2,3,10.
por vía transyugular para soslayar el riesgo de hemo- Los factores que influyen en el pronóstico son di-
rragia que comporta la biopsia percutánea conven- versos e incluyen la etiología (comentada anterior-
cional3,10. mente), el desarrollo de complicaciones extrahe-
páticas (hipertensión endocraneana, infecciones
Diagnóstico diferencial bacterianas o fúngicas, o fallo renal), la edad (peor
Ante un caso de insuficiencia hepática grave deben antes de los 10 años y más allá de los 40), el gra-
tenerse en cuenta los siguientes puntos: do máximo de encefalopatía, y el curso clínico (a

764
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)

menor intervalo ictericia-encefalopatía mejor pro- a la hora de evitar la progresión a una IHAG ante un
nóstico)2,3,10,11. paciente con una hepatopatía aguda2,3,7.

Profilaxis y tratamiento Nuevamente debe reseñarse la necesidad de deri-


var a un centro adecuado a cualquier paciente con
Las medidas de profilaxis pueden analizarse a diver- hepatopatía aguda con criterios de gravedad, aún
sos niveles. sin signos de encefalopatía. La derivación debería
❱❱ La vacunación universal frente a los virus A y B realizarse de una forma rápida y sin manipulacio-
de la hepatitis disminuye la incidencia de he- nes extemporáneas (tabla 2)7. La única maniobra
patitis aguda de curso común y, por tanto, los terapéutica a emplear debería ser la perfusión de
casos de IHAG debida a estas causas. glucosa hipertónica y la monitorización frecuente
de la glicemia capilar, además de las medidas bási-
❱❱ Informar y educar a la población general acerca
del riesgo de ciertas conductas, como las adic- cas de traslado de pacientes críticos.
ciones a tóxicos o la ingesta de setas que contie- Los pacientes con IHAG deben ser tratados en uni-
nen amatoxinas. dades de cuidados intensivos. El tipo de monitori-
❱❱ El uso juicioso de los fármacos, y la búsqueda zación dependerá del grado de encefalopatía, y de
de posibles alteraciones hepáticas mediante un la presencia y gravedad de ciertas complicaciones
seguimiento analítico regular cuando se em- como hipertensión endocraneana, insuficiencia
pleen medicamentos que se asocian a un mayor renal o alteraciones hemodinámicas. Los controles
riesgo de hepatotoxicidad (aumentada al utili- analíticos deberán ser diarios como mínimo e in-
zar combinaciones de fármacos), permite sus- cluir función hepática, renal, equilibrio ácido-base
penderlos antes de que las lesiones hepáticas e iones plasmáticos2,3,11-13. La glicemia se determi-
tengan repercusión clínica. nará frecuentemente (cada hora si es preciso).
❱❱ Cabe recordar que en los últimos tiempos se Es muy importante reconocer la etiología del cua-
han descrito cada vez con mayor frecuencia dro, puesto que existen medidas terapéuticas es-
cuadros de IHAG debidos al uso de sustancias pecíficas, que pueden evitar la progresión de la
de dudosa actividad terapéutica, usadas en me- insuficiencia hepatocelular. La precocidad de su
dicinas alternativas (ver apartado de etiología).
instauración es fundamental, por lo que si ello es
❱❱ Finalmente, el conocimiento de que en situacio- posible deberían iniciarse ante toda hepatopatía
nes especiales como desnutrición o alcoholis- aguda sin signos de gravedad3-7. A título de ejem-
mo el uso del paracetamol a dosis terapéuticas plo, la administración de D-penicilamina en casos
puede provocar lesiones hepáticas importantes de enfermedad de Wilson que debutan como una
debe modular el empleo de este analgésico en hepatopatía aguda consigue detener la progresión
casos concretos. a IHAG. Una vez que ésta ya se ha establecido, el
Cuando el paciente ya ha sido afectado por una fármaco es ineficaz y la mortalidad sin trasplante
enfermedad hepática aguda, es muy importante hepático urgente es prácticamente del 100%14. En
considerar algunas recomendaciones que pueden la tabla 3 se exponen las causas de IHAG que dis-
evitar, en algunos casos, el desarrollo de una IHAG. ponen de estas medidas y una descripción sucinta
En este punto, debe insistirse en la absoluta necesi- de las mismas.
dad de suspender cualquier fármaco que el pacien-
El tratamiento general de la IHAG se basa en la de-
te recibía, con la única excepción del tratamiento
tección precoz de las complicaciones extrahepáti-
hormonal sustitutivo en su caso, y actuar con ex-
traordinaria cautela a la hora de prescribir nuevos cas, la perfusión de glucosa hipertónica de acuerdo
medicamentos. La farmacocinética puede hallarse con la glicemia horaria, y la profilaxis del sangrado
profundamente alterada cuando existe insuficien- por lesiones agudas de la mucosa gástrica (preferi-
cia hepática, y dosis aparentemente terapéuticas blemente con fármacos que no se absorben como
de ciertos fármacos pueden ser extraordinariamen- sucralfato). No existe ninguna evidencia de la efica-
te peligrosas en esta situación. Algún autor ha su- cia del tratamiento de la encefalopatía hepática en
brayado que el concepto “stop any drug” (suspen- la IHAG, aunque se suele usar lactulosa o lactitol
der cualquier fármaco) es el factor más importante por vía oral o sonda nasogástrica.

765
Sección 6. Hígado

De forma somera se indican las principales medidas profilaxis de LAMG debe realizarse con sucralfato
destinadas a la detección, profilaxis y tratamiento o inhibidores de la bomba de protones. No es ade-
de las complicaciones extrahepáticas2,3,11-13. cuado utilizar plasma o factores de la coagulación
como profilaxis del sangrado, que deben reservarse
Edema cerebral para cuando existe una hemorragia significativa o
antes de realizar maniobras invasivas (p. ej.: colo-
La detección del edema cerebral puede llevarse
cación de un sensor de PIC).
a cabo de una forma precoz mediante la monito-
rización de la PIC. Esta medida es utilizada por la Alteraciones hidroelectrolíticas
mayoría de las unidades, aunque algunos dudan
de su eficacia real. Es importante un control neu- Detección mediante determinaciones analíticas se-
rológico horario. Algunas medidas contribuyen a riadas y corrección de acuerdo con las mismas. Debe
disminuir el riesgo de edema cerebral, entre ellas, subrayarse la necesidad de evitar hiponatremia por
elevar la cabecera de la cama, evitar estímulos su efecto deletéreo sobre el edema cerebral.
nociceptivos, controlar la agitación psicomotriz y
evitar la hiperhidratación. El tratamiento consiste Alteraciones hemodinámicas
en la administración de manitol ev o suero salino La N-acetilcisteína podría mejorar la microcircula-
hipertónico, la hiperventilación y la administración ción en la IHAG16. Un estudio reciente muestra que
de barbitúricos. Más recientemente se ha descrito su administración a dosis similares a las usadas en
que la inducción de hipotermia moderada (33-34 la intoxicación por paracetamol mejora el pronósti-
grados) es la medida más eficaz para controlar el co de los pacientes con IHAG de cualquier etiología
edema cerebral de la IHAG15. que presentan grados bajos de encefalopatía hepá-
tica (I-II)17. Por ello es recomendable su administra-
Insuficiencia renal ción precoz. En caso de shock deben administrarse
Su detección exige un control horario de la diuresis drogas vasoactivas de acuerdo con los datos hemo-
y determinaciones diarias como mínimo de urea y dinámicos.
creatinina plasmática. Como profilaxis se aconseja Es un hecho bien conocido que los casos de IHAG
evitar fármacos nefrotóxicos, y mantener una he- que sobreviven suelen mostrar una recuperación
modinámica adecuada para una correcta perfusión “ad integrum” de la estructura y función del hí-
renal. El tratamiento consiste en la hemofiltración gado. Los sistemas de soporte hepático artificial
continua (evitar hemodiálisis intermitente). (como el MARS) o bioartificial (con hepatocitos
vivos y biológicamente activos), tienen como ob-
Infecciones jetivo mantener total o parcialmente las funciones
La detección de infecciones requiere de un elevado del hígado hasta la regeneración del mismo o como
índice de sospecha (por ejemplo, ante el empeora- tratamiento “puente” hasta el trasplante hepático
miento de la función renal o del nivel de encefalo- urgente18,19 (figura 6). El trasplante de hepatocitos
patía). En estos casos debe realizarse una búsqueda puede ser otra alternativa. Es preciso disponer de
intencionada y sistemática mediante cultivos ruti- más datos para conocer la eficacia real de estos
narios de sangre, orina y otros líquidos biológicos. procedimientos. Un estudio reciente con el sistema
La profilaxis incluye medidas de asepsia estricta y MARS (diálisis con albúmina) no mostró diferencias
decontaminación intestinal, asociada o no a antibio- entre el grupo tratado y el sometido a medidas
terapia sistémica profiláctica. El tratamiento incluye convencionales; sin embargo, en aquellos pacien-
antibióticos de amplio espectro y antifúngicos. tes que recibieron 3 o más sesiones de MARS la
supervivencia sin trasplante fue significativamente
superior que en el resto del grupo (Saliba et al.,
Hipoglicemia
pendiente de publicación). Ello abogaría por su uso
Ya comentada (monitorización de la glicemia hora- precoz. El recambio plasmático total podría ser una
ria, perfusión de suero glucosado hipertónico). alternativa igualmente eficaz19.
El THU ha cambiado el pésimo pronóstico de la IHAG
Hemorragia (figura 7)2,3,10,12,13. La indicación de TH se realiza de
Debe realizarse un control del aspirado gástrico y acuerdo con criterios pronósticos. Los más utilizados
determinaciones seriadas del valor hematocrito. La son los descritos por el King’s College Hospital de

766
52. Insuficiencia hepática aguda grave (hepatitis fulminante)

Figura 6. Esquema de un sistema


de sustitución hepática artificial.
Filtro con El plasma del paciente, obtenido
tras plasmaféresis, pasa a a tra-
hepatocitos activos
vés de un circuito extracorpóreo
con varios dispositivos, entre los
cuales está un filtro que contiene
hepatocitos activos; el plasma
plasma atraviesa este filtro por una
membrana que permite el paso
5 de sustancias para su intercam-
bio con las células.

1. Reservorio plasma
2. Bomba
3. Carbón activado
4. Oxígeno
5. Plasmaféresis Poner filtro

Londres, que distingue entre IHAG debida a parace- tiempo de protrombina, la presencia de insuficien-
tamol de la originada por otras causas. En el primer cia renal y el grado de encefalopatía. En el segundo
caso, la decisión del TH se basa en los datos propor- caso, la decisión se sustenta en el alargamiento del
cionados por el pH sanguíneo, el alargamiento del tiempo de protrombina, la edad, la etiología, el in-

Figura 7. El trasplante hepático ha permitido ofrecer nuevas expectativas a los pacientes con IHAG. La figura muestra distintos
momentos del acto operatorio (por cortesía del Dr. García Gil).

767
Sección 6. Hígado

tervalo ictericia-encefalopatía y las cifras de bilirru- 7. Bernuau J, Durand F. Early prediction of en-
bina11. En Francia se usan otros criterios, basados cephalopathy in hospitalized patients with se-
en la edad y los niveles de factor V9. Otros grupos vere acute liver disease: The narrow window
utilizan el grado de encefalopatía y el curso clínico, of opportunity for transplant-free survival. J
fulminante o subfulminante20. Dependiendo de la Hepatol 2009;51:977-80.
zona geográfica, el tiempo de espera entre la nece- 8. Vaquero J, Chung C, Cahill ME, Blei AT. Pathoge-
sidad del trasplante y la disponibilidad de un órgano nesis of Hepatic Encephalopathy in Acute Liver
puede ser muy variable, y los pacientes pueden mo- Failure. Semin Liver Dis 2003;23:259-70.
rir en este intervalo, aunque en la mayoría de países 9. Bernuau J. Selection for emergency liver trans-
existe un sistema de priorización absoluta para casos plantation. J Hepatol 1993;19:486-7.
urgentes (IHAG o disfunción primaria del injerto). 10. Auzinger G, Wendon J. Intensive care Manage-
Ocasionalmente deben aceptarse órganos subóp- ment of acute liver failure. Curr Opin Crit Care
timos o ABO incompatibles. Por otro lado, muchos 2008;14:179-88.
pacientes no llegan al trasplante por la presencia 11. O’Grady JG, Alexander GJM, Hayllar KM, Wi-
de contraindicaciones tales como edad avanzada o lliams R. Early indicators of prognosis in fulmi-
enfermedades previas asociadas, mientras que en nant hepatic failure. Gastroenterology 1989:
97;439-45.
otros la contraindicación aparece en el curso de la
IHAG (sepsis, fallo multiorgánico, hipertensión en- 12. Stravitz RT, Kramer AH, Davern T, Shaikh OS,
Caldwell SH, Mehta RL et al. Intensive care of
docraneana incontrolable)20. Como alternativas al
patients with acute liver failure: Recommen-
trasplante convencional existe el trasplante auxiliar,
dations of the U.S. Acute Liver Failure Study
basado en el hecho antes comentado de que tras Group. Crit Care Med 2007;35:2498-508.
una IHAG el hígado se recupera “ad integrum”; si ello
13. Lee WM, Squires Jr, Nyberg SL, Doo E, Hoof-
ocurre se suspende la inmunosupresión, y el órgano nagle JH. Acute Liver Failure: Summary of a
trasplantado se atrofia. Este hecho se ha observado Workshop. Hepatology 2008;47:1410-5.
en pacientes jóvenes, con IHAG debida a sobredosis 14. Durand F, Bernuau J, Giostra E, Mentha G,
de paracetamol o a virus. El trasplante de donante Shouval D, Degott C et al. Wilson’s disease with
vivo puede ser una alternativa en aquellas zonas en severe hepatic insufficiency: beneficial effects
las que el tiempo de espera hasta disponer de un ór- of early administration of D-penicillamine.
gano es muy largo. 2001;48:849-52.
15. Jalan R, Olde Damink SWN, Deutz NEP, Hayes
Bibliografía PC, Lee A. Moderate hypothermia in patients
1. Trey C, Davidson CS. The management of ful- with acute liver failure and uncontrolled intra-
minant hepatic failure. En Progress in Liver cranial hypertension. Gastroenterology 2004;
Diseases, Popper H, Schaffner F, eds. Grune & 127:1338-46.
Straton. New York, 1970:282-305. 16. Harrison PM, Wendon JA, Gimson AE, Alexan-
2. Polson J, Lee WM. AASLD Position Paper: The der GJ, Williams R. Improvement by acetyl-
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3. Ichai P, Samuel D. Etiology and Prognosis of 1991;324:1852-7.
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5. Davern TJ, James LP, Hinson JA, Polson J, Larson matic review and meta-analysis of survival fo-
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18:451-71. lity. Gastroenterology 1993;105:532-8.

768
53 Hepatitis B
Luis Cortés*, Manuel Domínguez*, Miguel Ángel Simón**
* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
** Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
** Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología. Universidad de Zaragoza.

Introducción Objetivos de este capítulo


La identificación del antígeno Australia llevada a ❱❱ Conocer las principales características del
cabo por Blumberg en 19651 y su asociación poste- VHB y su historia natural.
rior a la hepatitis crónica por el virus de la hepatitis
❱❱ Interpretar las patrones serológicos más
B (VHB), inició una carrera en el área de la hepa-
habituales de VHB y las complicaciones
tología y virología que ha permitido numerosos
clínicas de la infección crónica por el VHB.
avances en el conocimiento de la historia natural
de la infección, el diagnóstico, la prevención y el ❱❱ Actualización del tratamiento de la
tratamiento del VHB. hepatitis crónica B según las guías clínicas
actuales.
La infección por el VHB continúa siendo un proble-
ma de salud pública mundial a pesar de todos los
avances realizados hasta la fecha, de tal manera REFERENCIAS CLAVE
que, según cálculos de la Organización Mundial de 1. Fattovich G. Natural history of hepatitis B. J
la Salud2, un tercio de la población mundial (dos bi- Hepatol 2003;39(Suppl 1):S50-8.
llones de personas) ha sido infectado a lo largo de 2. European Association For The Study Of The
su vida por el VHB, existiendo más de 350 millones Liver. EASL Clinical Practice Guidelines: ma-
de portadores crónicos. nagement of chronic hepatitis B. J Hepatol
2009;50:227-42.
La implantación de los programas de vacunación ha
producido una disminución importante de la infec- 3. Lok AS, McMahon BJ. Chronic hepatitis B:
ción crónica, pero todavía hoy es responsable de update 2009. Hepatology 2009;50: 661-2.
una morbimortalidad elevada, que puede llegar a 4. Ayoub WS, Keeffe EB. Review article: cu-
ser de hasta 5 veces superior a la de la población rrent antiviral therapy of chronic hepatitis
general en países europeos3. B. Aliment Pharmacol Ther 2011; 34:1145-
58.
El conocimiento de la historia natural de la infec-
ción por el VHB es fundamental para poder esta-
blecer estrategias de prevención y tratamiento
eficaces. En los últimos años se han incorporado
nuevos fármacos antivirales orales con una mayor vancia, máxime si tenemos en cuenta que un 25%
potencia y una menor tasa de resistencias que, jun- de los portadores pueden desarrollar una hepato-
to con el interferón en determinadas situaciones, patía significativa, de tal manera que el VHB será
constituyen el tratamiento de elección de la hepa- responsable de la muerte de un millón de perso-
titis crónica VHB. nas al año4, bien sea por infección aguda (hepatitis
fulminante) o crónica (cirrosis o hepatocarcinoma).
Epidemiología Por otro lado, el 5-10% de los trasplantes hepáticos
son indicados con motivo de esta infección y está
La hepatitis B es una de las enfermedades infeccio-
relacionada con el 75% de los hepatocarcinomas5-7.
sas más frecuentes en el mundo y con una mayor
distribución geográfica. La repercusión de esta La distribución de la infección por el VHB es uni-
enfermedad va a tener por lo tanto una gran rele- versal, pero la prevalencia y mecanismos de trans-

H Í G A D O 769
Sección 6. Hígado

≥ 8% - Alta: infección edad temprana riesgo de infección a lo largo de la vida 60%


2-7% - Intermedia: infección en todas las edades, riesgo infección a lo largo de la vida 20-60%
< 2% - Baja: infección adultos, riesgo infección a lo largo de la vida < 20%

Figura 1. Prevalencia mundial de HBsAg2.

misión son variables en dependencia de las áreas migrante9. Estos cambios, producidos por los mo-
geográficas. Las áreas de mayor endemicidad son vimientos migratorios se han comprobado por el
Asia, África y determinadas áreas de Europa del estudio de los distintos genotipos (habitualmente
Este donde la prevalencia de infección crónica es ligados a áreas geográficas específicas), modificán-
superior al 8%, siendo las principales vías de trans- dose las prevalencias de los mismos.
misión la perinatal u horizontal en la infancia. En
el norte de Europa, Norteamérica y Australia, la Mecanismos de transmisión
prevalencia es inferior al 2% siendo la transmisión El reservorio del VHB es el hombre, siendo además
sexual y el uso de drogas intravenosas las vías más el único con capacidad infectiva. La vía de trans-
frecuentemente implicadas. Finalmente, los países misión es por contacto percutáneo o permucoso.
del área mediterránea, suroeste asiático, países de La mayor concentración del virus en el organismo
la extinta Unión Soviética y Sudamérica son áreas se encuentra en la sangre, aunque su presencia en
de endemicidad intermedia, con una prevalencia otros líquidos biológicos como saliva, semen, se-
entre el 2% y el 8%, siendo las fuentes de contagio creciones vaginales y orina puede explicar ciertos
más habituales la sexual, perinatal y el contacto
contagios. El conocimiento de las principales for-
doméstico8 (figura 1).
mas de transmisión del VHB es crucial para desa-
En los últimos años la prevalencia de la infección rrollar medidas de profilaxis primaria, de tal mane-
por VHB ha variado en algunas áreas geográficas, ra que los principales mecanismos de transmisión
apreciando una disminución en los países desarro- del VHB van a ser:
llados. Las causas principales son la vacunación uni-
• Vía parenteral: ocurre a través de agujas, pro-
versal y el establecimiento de medidas preventivas
ductos sanguíneos contaminados, tatuajes o
sanitarias. Así, en el caso de España se ha pasado
acupuntura. Actualmente esta vía está dismi-
de una prevalencia intermedia en la década de los
nuyendo debido a una mejoría en los hábitos
90 y primeros años del siglo XXI, a una prevalencia
higiénicos, incluyendo el menor intercambio
baja según datos del 2005. Otros cambios se pro-
ducen por los movimientos migratorios provenien- de jeringuillas entre adictos a estupefacientes
tes de países en vías de desarrollo, confirmándose por vía parenteral y la generalización de técni-
la mayor prevalencia del VHB entre la población in- cas de esterilización de material sanitario.

770
53. Hepatitis B

• Vía sexual: se trata de la vía de transmisión más Una de las características del ciclo replicativo del
frecuente en países desarrollados, siendo mayor VHB es que no produce muerte celular per se sino
el riesgo entre homosexuales y heterosexuales que se replica en el interior de las células infectadas
con conductas de riesgo. Las campañas de vacu- durante mucho tiempo, produciéndose citólisis por
nación y medidas como el uso del preservativo la respuesta inmune. El VHB entra en el hepatocito
disminuyen las posibilidades de contagio. por la unión de las proteínas de la superficie a re-
• Transmisión vertical: este término se aplica a la ceptores de la propia célula, liberándose posterior-
transmisión de madre a hijo durante el parto y mente la cápside en el citoplasma. En el citoplasma
constituye el mecanismo principal en zonas de se descapsida el virus y su DNA es transportado al
alta prevalencia. El riesgo aumenta en caso de núcleo. Inicialmente se convierte en DNA circular
que la madre sea positiva para HBsAg, HBeAg y de cadena doble cerrada por enlaces covalentes
DNA. En países en los que se realiza el cribado (DNAccc) debido a la acción de polimerasas del
sistemático a la madre, la vacunación del recién virus y del huésped. Esta forma presenta una alta
nacido y el tratamiento con gammaglobulina
vida media dentro de los hepatocitos infectados,
anti-HBs pueden evitar la transmisión.
siendo fuente de nuevos viriones infectivos en caso
• Transmisión horizontal por contacto no sexual: de interrupción del tratamiento o inmunodepre-
se produce a partir de objetos en los que el vi- sión del paciente, así como la principal dificultad
rus puede permanecer estable hasta 7 días. Tal para la erradicación del VHB con los tratamientos
es el caso del uso compartido de cepillos de actuales. En una segunda fase se producirá la tras-
dientes, material sanitario, etc.11 cripción del RNA desde el DNAccc.
Características del virus de la hepatitis B Mutantes precore
El VHB pertenece a la familia Hepadnaviridae. Tie- Son VHB que presentan una mutación en la región
ne la capacidad de infectar a seres humanos, sien- precore del genoma que interrumpe la producción
do el hombre el único reservorio con capacidad de HBeAg. Las mutaciones más frecuentes son las
de infección a otros. Dentro del VHB se distinguen producidas por la sustitución de guanina por ade-
ocho genotipos, designados con las letras de la A a nosina en el nucleótido 1896 (G1896A) y tiene una
la H. Estos se encuentran distribuidos geográfica- amplia distribución en los países mediterráneos15.
mente, siendo los más frecuentes en nuestro me- Estas variantes coexisten habitualmente con la
dio el A y el D, mientras que en el Extremo Oriente cepa dominante, que expresa HBeAg, y en caso de
son el B y el C. Estos diferentes genotipos tendrán seroconversión las cepas mutantes escapan al con-
además distintas características en su expresión clí- trol inmunológico progresando el daño hepático.
nica y respuesta al tratamiento10. Su diagnóstico puede resultar complicado puesto
El VHB tiene forma de esfera con una cubierta li- que se presenta con HBsAg positivo, HBeAg nega-
poproteínica formada por diversas proteínas, entre tivo y anti-HBe positivo al igual que los portadores
las que la mayoritaria es el antígeno de superficie inactivos. Su diferenciación requiere, por tanto,
S (HBsAg). Esta cubierta rodea la cápside formada monitorizar los niveles séricos del ADN viral y de
por el antígeno del core (HBcAg) y una serie de pro- las transaminasas (a veces de forma prolongada),
teínas parecidas al HBcAg que se excretan de forma ya que en el caso de los mutantes precore suelen
soluble, formadas por el antígeno e (HBeAg). La existir niveles elevados de ADN y de ALT.
cápside engloba al genoma del virus, la ADN poli-
merasa y otras proteínas involucradas en la replica-
Virus de la hepatitis D (VHD)
ción. Es importante destacar que el VHB posee un El VHD es un virus satélite con genoma ARN, que
ADN de cadena doble que se replica de forma asi- precisa del VHB para la producción de sus proteínas
métrica mediante la enzima transcriptasa inversa; de envoltura16. Se estima que infecta a alrededor
caracterizándose por provocar un elevado número de 15 millones de personas en el mundo, encon-
de mutaciones responsables de que pueda existir trándose principalmente en el área mediterránea y
una respuesta clínica mayor (mutaciones del preco- Sudamérica. Las medidas adoptadas para evitar la
re y el core), una respuesta inmune deficiente (mu- infección por el VHB han provocado una disminu-
tación del gen S) o una alteración en la respuesta a ción en la prevalencia del VHD en los últimos años.
fármacos (mutación del gen de la polimerasa)12-14. Existen dos modos de infección:

771
Sección 6. Hígado

HBeAg
Anti-HBe
ADN
VHBe

Oportunidad Oportunidad
tratamiento 1 tratamiento 2

ALT

Inmuno- Inmuno- Portador


Reactivación
tolerancia elminación inactivo

Normal o Hepatitis Normal o Fibrosis Cirrosis


hepatitis mínima crónica hepatitis inactiva progresiva Hepatocarcinoma

Biopsia hepática

Figura 2. Fases de la infección por VHB.

Coinfección con el VHB racción entre la replicación del VHB y la respuesta


inmune del huésped. Consta de 5 fases evolutivas
Suele producir una hepatitis aguda más grave y con que pueden no ser consecutivas: inmunotoleran-
mayor mortalidad que la producida por el VHB aun- cia, inmunoeliminación, no replicativa, reactivación
que con escaso porcentaje de cronificación17. y pérdida de HBsAg21,22 (figura 2).
Sobreinfección en un portador de VHB La fase de inmunotolerancia se caracteriza por ni-
veles elevados de ADNVHB en suero (igual o mayor
Generalmente conduce a una hepatitis aguda grave
de 20.000 UI/ml), HBeAg positivo, valores normales
sobre un portador asintomático o bien a la reagu-
o casi normales de ALT y mínima actividad histoló-
dización de una hepatopatía crónica. En estos casos
es habitual la cronificación, desarrollando cirrosis, gica hepática. Esta fase es de muy corta duración en
descompensación y hepatocarcinoma en mayor personas infectadas durante la adolescencia, pero
proporción que en la infección única por el VHB18. suele durar 2-3 décadas en las personas que han
adquirido la infección por transmisión vertical.
El diagnóstico de la infección por el VHD debe con-
firmarse mediante la detección de IgM anti-VHD, la Los intentos del sistema inmune por eliminar los
determinación de RNA del VHD o por inmunohisto- hepatocitos infectados dan paso a la fase de inmu-
quimia. Únicamente el tratamiento con interferón noactividad o inmunoeliminación, caracterizada
(estándar o pegilado) ha demostrado su efectividad por un descenso de la concentración de ADN del
para suprimir la replicación del VHD19,20. VHB, aumento de ALT y de la actividad histológica.
La seroconversión a anti-HBe, que ocurre en esta
Fases de la infección por el virus fase, representa el punto crucial en la historia na-
tural del VHB. La probabilidad de seroconversión
de la hepatitis B espontánea es mayor cuando la infección ha sido
Las diferentes etapas de la infección por el VHB adquirida en el adulto (90-99%) y muy baja en la
son un proceso dinámico condicionado por la inte- infancia6.

772
53. Hepatitis B

Tras la seroconversión, los niveles de ADNVHB son Infección Crónica


bajos, inferiores a 2.000 UI/ml, se normaliza la ALT
En la infección crónica VHB podemos definir tres
y remite la inflamación hepática, entrando en la
cursos evolutivos: 1) hepatitis crónica (HC) HBeAg
fase no replicativa, es el llamado portador inactivo.
positivo producida por la cepa salvaje del VHB, 2)
El pronóstico de estos pacientes es bueno.
HC HBeAg negativo debido a virus mutantes de la
Una parte de estos pacientes HBeAg negativo región del precore y 3) portador inactivo VHB.
pueden desarrollar niveles elevados de ADN viral
y progresar a hepatitis crónica (HC) HBeAg nega- HEPATITIS CRóNICA VHB HBeAg+
tivo, debido a la selección de cepas del VHB con Es más frecuente en los pacientes que adquieren la
mutaciones en la región del core. Esta fase de infección en la adolescencia o en la época adulta y
reactivación (HC HBeAg negativo) se caracteriza se caracteriza por presentar valores de ALT eleva-
por anti-HBe positivo, ADNVHB positivo, más de dos, una alta carga viral con niveles de ADN entre
20.000 UI/ml, y afectación necroinflamatoria. Se 200.000 y 2 billones UI/ml, y daños histológicos con
trata de pacientes de mayor edad, con lesión histo- hallazgos de hepatitis crónica en grado variable: en
lógica más grave y representan una fase avanzada un 20-40% es leve, moderado-grave en un 40-60% y
de la infección crónica VHB. un 10-25% tienen cirrosis. Los niños suelen presen-
tar lesiones más leves.
Finalmente, la fase de HBsAg negativo, se caracte-
riza por la ausencia de replicación viral en suero, La seroconversión de HBeAg a anti-HBe es un he-
normalidad en ALT y presencia de anti-HBs, y se cho clave en la evolución de estos pacientes24.
asocia a un buen pronóstico clínico. En algunos Usualmente viene precedida por un aumento de
casos persiste una discreta actividad replicativa del los niveles de ALT, descenso de la replicación viral
VHB pudiendo detectarse ADN del VHB en el híga- y aumento de los fenómenos inflamatorios intra-
do. El significado clínico de esta infección oculta por hepáticos25. Clínicamente puede ser asintomática,
el VHB es objeto de preocupación, hoy en día, dado desarrollar síntomas de hepatitis aguda y ocasio-
que se han descrito casos de reactivación de la en- nalmente insuficiencia hepatocelular. En pacientes
fermedad en pacientes que reciben tratamiento adultos hasta un 70% logra eliminar el HBeAg en
inmunosupresor, por diferentes motivos23. un periodo de 10 años, con una media anual del
5-16%. En niños, sin embargo, la seroconversión
Historia natural de la infección por es poco frecuente, situándose en alrededor de un
virus de la hepatitis B 2-5%/año. Factores predictivos de seroconversión
son la edad adulta, el ser mujer y la presencia de
Infección aguda VHB valores de ALT 5 veces o más por encima del lí-
mite superior de la normalidad (LSN). En nuestro
La infección primaria se puede adquirir por cual- país se ha asociado a la presencia de genotipo A25.
quiera de las vías de transmisión: sexual, perinatal Tras la seroconversión, la mayoría de los pacientes
o parenteral ya comentadas anteriormente. El diag- (70-85%) mantienen un nivel de replicación viral
nóstico se realiza por la historia clínica junto con la bajo (menos de 2.000 UI/ml), con normalidad bio-
presencia de valores elevados de ALT y la positivi- química y ausencia de lesiones necroinflamatorias
dad de HBsAg e IgM-anti-HBc. En pacientes adultos hepáticas. En esta situación, la mayoría de los pa-
cursa con ictericia en el 30-50% de los casos y rara- cientes no tiene progresión clínica ni histológica24.
mente produce hepatitis fulminante (0,1-0,5%). Por Por el contrario, algunos pacientes tienen repetidos
el contrario en niños y jóvenes es frecuentemente episodios de daño necroinflamatorio sin pérdida de
asintomática. HBeAg. Estos casos de “seroconversión frustrada”
Tras el episodio agudo, la mayoría de los pacientes se asocian a un riesgo mayor de cirrosis.
adultos curan la infección eliminando el HBsAg y
HEPATITIS CRóNICA VHB HBeAg -
desarrollando anti-HBs. Algunos pacientes, sin em-
(AntiHBe +)
bargo, desarrollan una infección crónica cuya fre-
cuencia varía en función de la edad del paciente, A pesar de la pérdida de HBeAg, hasta un 33% de
siendo superior al 90% en casos de infección peri- los pacientes mantienen niveles elevados de ADN-
natal, e inferior al 5% si la primoinfección ha ocurri- VHB (igual o superior a 2.000 UI/ml) y ALT con ac-
do en la edad adulta. tividad inflamatoria en la biopsia. Estos pacientes

773
Sección 6. Hígado

tienen una HC HBeAg negativo, quedan en fase quimioterapia o inmunosupresión. En estos casos
inmunoactiva y su pronóstico es peor comparado el tratamiento antiviral previo evita la posible reac-
con los portadores inactivos24,26. La selección de los tivación23.
mutantes es más frecuente en pacientes con geno-
Finalmente, un 1-2% anual de los portadores in-
tipo D (40%) que en los infectados por el genotipo
A (15%)25. activos presentan resolución de la infección por el
VHB desarrollando anti-HBs. Esta situación tiene un
Aunque este subtipo presenta una distribución pronóstico excelente en lo que se refiere a la pro-
mundial, es más frecuente en el área mediterrá- gresión de la enfermedad hepática, en ausencia de
nea26, afecta más a varones de entre 40 y 50 años y cirrosis hepática o sobreinfección por VHC o VHD.
la lesión histológica es más grave que en la formas
HC HBeAg positivo. De hecho, hasta un tercio de Cirrosis hepática
ellos tienen cirrosis en el momento del diagnóstico. La incidencia de cirrosis es más frecuente en HC
La evolución de las hepatitis crónicas con HBeAg HBeAg negativo: 8-10%/año frente al 2-6%/año
(-) y anti-HBe (+) se caracteriza por reactivaciones de los pacientes con HC HBeAg positivo. La cirro-
que alternan con periodos de nula replicación viral. sis compensada tiene un pronóstico relativamente
Estos episodios producen a lo largo de los años un bueno con tasas de sobrevida del 84% a los 5 años y
empeoramiento del daño hepático conduciendo a del 68% a los 10 años de seguimiento. La aparición
la fibrosis progresiva y a la cirrosis. Clínicamente de descompensaciones empeora el pronóstico:
produce síntomas inespecíficos, aunque a veces un 55-70% sobreviven en el primer año y solo un
desarrollan cuadros similares a los de una hepatitis 14-28% lo hacen a los 5 años28. El tratamiento an-
aguda. tiviral puede evitar la progresión en los pacientes
con HC VHB22.
La remisión de la infección por VHB en este tipo de
hepatitis es muy poco frecuente, documentándose Carcinoma Hepatocelular (CHC)
una tasa de pérdida anual de HBsAg del 0,5%. Típi-
camente se asocia a la presencia de genotipo A25. La infección por el VHB es el factor etiológico más
frecuente asociado a CHC. El riesgo varía en función
PORTADOR INACTIVO VHB de factores geográficos, duración de la infección,
El diagnóstico de portador inactivo del VHB gravedad de la lesión hepática y niveles del ADN
se caracteriza por la presencia de HBeAg ne- del VHB28. Otros factores asociados al desarrollo de
gativo, HBe positivo, ADN VHB por debajo de CHC son la coinfección con VHC y VHD, el consumo
2.000 UI/ml, ALT repetidamente normal y biopsia de alcohol y la infección por el genotipo C.
hepática normal, o con fibrosis o inflamación mí- Factores Pronósticos de
nimas.
progresión de enfermedad
Identificar esta fase requiere realizar más de una
Diversos factores ligados al virus o al huésped
determinación virológica o analítica ya que hasta
se han asociado a la progresión de la enfermedad
un 20-30% de HC HBeAg negativo tienen fluctuacio-
hepática. Una replicación viral elevada (superior a
nes de ALT y del ADNVHB. Por ello en el diagnóstico
diferencial de un portador inactivo vs HC HBeAg ne- 20.000 UI/ml) se asocia a un riesgo más elevado de
gativo se deben incluir determinaciones periódicas desarrollar cirrosis (15-20%), y CHC29, así como una
de estos parámetros a lo largo de 1 año. mayor mortalidad por causa hepática28,30.

El portador inactivo tiene un pronóstico favora- El sexo masculino, una edad superior a 50 años en
ble27. Sin embargo un 20-30% de los portadores in- el momento del diagnóstico y el consumo de alco-
activos HBsAg positivo experimentan reactivación hol aumentan el riesgo de cirrosis y CHC28. Otros
espontánea del VHB con elevación de ALT, DNAVHB factores como el tabaco y la exposición a aflatoxina
por encima o igual a 20.000 UI/ml con o sin rever- también aumentan el riesgo de CHC.
sión a HBeAg. Estos episodios son habitualmente
Manifestaciones extrahepáticas
asintomáticos aunque algunos casos presentan ic-
tericia y en pacientes cirróticos puede conducir a Aproximadamente un 10-20% de los pacientes con
descompensación hepática23. Otros pacientes ex- infección crónica por el VHB presentan manifesta-
perimentan la exacerbación tras tratamientos con ciones extrahepáticas. Su mecanismo no se conoce

774
53. Hepatitis B

con profundidad pero se cree que son debidas a Antígeno de superficie del VHB
inmunocomplejos circulantes.
(HBsAg)
Hasta un 50% de los pacientes con poliarteritis
Aparece entre 3 y 6 semanas antes de los síntomas.
nodosa (PAN) son portadores del VHB. La afecta- Su presencia es un hallazgo inequívoco de infección
ción vascular se localiza a nivel cardiovascular, re- y resulta de gran utilidad para el diagnóstico e iden-
nal, gastrointestinal, músculo-esquelético, sistema tificación de portadores. Desaparece uno o dos me-
nervioso central y periférico y dermatológico. No ses después de los síntomas en caso de infección
existe relación entre la gravedad de la PAN y la gra- aguda resuelta. Su persistencia durante más de 6
vedad del daño hepático. meses establece la existencia de una hepatitis cró-
La glomerulonefritis membranosa asociada al VHB nica por VHB.
es más frecuente en niños siendo el síndrome ne-
Anticuerpo frente al antígeno
frótico la forma de presentación habitual. La mayo-
ría de ellos regresa espontáneamente. de superficie (anti-HBs)
Aparece semanas después de la negativización del
Diagnóstico serológico del VHB HBsAg indicando curación y proporcionando inmu-
En todo paciente con infección por el VHB debe noprotección.
determinarse la fase en la que se encuentra la in-
Anticuerpos frente al antígeno
fección, su gravedad y la necesidad de tratamien-
to. Ello implica la necesidad de realizar una histo- de la cápside (anti-HBc)
ria clínica completa buscando factores de riesgo Son los primeros en detectarse en la infección,
asociados, y una exploración física para valorar la habitualmente al tiempo en que aparecen los sín-
presencia de signos de hepatopatía. La evaluación tomas. Inicialmente aparecen los IgM, que consti-
inicial debe incluir una ecografía abdominal, la tuyen el principal indicador de infección reciente
determinación de ADN viral y serologías de VHD, puesto que desaparecen tras varios meses. Poco
VHC y VIH. La batería de pruebas analíticas debe después aparecen los IgG que se mantienen por
incluir un hemograma completo, perfil hepático y tiempo indefinido. Si la infección se resuelve, se de-
el estudio de otras posibles causas de hepatopatía tectan en suero junto con los anti-HBs. Por el con-
(anticuerpos, metabolismo del hierro, cobre, ceru- trario, la persistencia de la infección condiciona la
loplasmina, etc.)22. coexistencia de este marcador con los HBsAg.

El ADNVHB es el el primer y principal indicador de Antígeno e (HBeAg)


infección, apareciendo entre dos y cuatro semanas
Aparece en la fase de incubación, tras el HBsAg y
antes que el HBsAg. Además se correlaciona con la
antes del anti-HBc, e indica infección activa y aso-
concentración del virus tanto en sangre como en el
ciada a alta replicación. En caso de persistencia tras
hígado, siendo el mejor indicador de replicación. Ac-
10 semanas desde el inicio de los síntomas proba-
tualmente es imprescindible para evaluar el pronós- blemente la infección cronifique. En caso de resolu-
tico de la enfermedad, la necesidad de tratamiento y ción espontánea desaparece precozmente.
la respuesta al mismo. En la actualidad los métodos
de PCR en tiempo real proporcionan información Anticuerpos frente al antígeno
rápida, sensible y con rangos de linealidad muy am- e (anti-HBe)
plios que permiten la medición de valores extremos.
La seroconversión a anti-HBe en caso de infección
La infección por el VHB presenta unos patrones se- aguda indica resolución espontánea. En el caso de
rológicos determinados según la fase de infección la infección crónica la seroconversión puede indicar
en la que se encuentre. Los marcadores serológi- remisión de la actividad replicativa, con normaliza-
cos utilizados de forma rutinaria se determinan ción analítica e histológica. En algunos pacientes,
mediante enzimoinmunoensayo (EIA) e incluyen: la replicación del virus persiste activa a pesar de la
HBsAg, anti-HBs, anti-HBc (total e IgM), HBeAg y seroconversión, manteniéndose la actividad histo-
anti-HBe. La tabla 1 y la figura 3 muestran los dife- lógica, la alteración analítica y la progresión de la
rentes patrones sexológicos de la infección. enfermedad (ver más arriba).

775
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Patrones serológicos del VHB

HBsAg Anti-HBs Anti-HBc HBeAg Anti-HBe ADN-VHB ALT

Hepatitis aguda + – + (IgM) + – ++ +++


Hepatitis crónica HBeAg+ + – + + – ++/+++ +/++
Hepatitis crónica HBeAg– + – + – + +/++ +/++
Portador inactivo + – + – + –/+ –
Contacto pasado – –/+ + – –/+ – –
Inmunizado – + – – – – –

Hepatitis B aguda con recuperación Progresión a hepatitis crónica VHB


Curso típico serológico Curso típico serológico
Síntomas Aguda Crónica
Ag HBe Anti-HBe (6 meses) (años)
Anti-HBc total HBe Ag Anti-HBe
Título Título HBsAg
Ag HBs IgM Anti-HBc Total anti-HBc

Anti-HBs
IgM Anti-HBc

0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 52 100 0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 52
Semanas después de la exposición Semanas después de la exposición

Figura 3. Evolución de la serología de hepatitis B aguda hacia la curación y cronicidad.

Hoy en día, las técnicas de diagnóstico molecular cito (ADNccc), lo cual dificulta su erradicación com-
permiten la identificación de los 8 genotipos (A-H). pleta y por lo tanto la curación del paciente.
En la práctica, únicamente se investigan si el pa- Debido a esta situación se ha establecido como ob-
ciente va a ser tratado con interferón31. jetivo fundamental la mejoría de la calidad de vida
y la supervivencia de los pacientes infectados por el
Tratamiento VHB, es decir, evitar la progresión a cirrosis y/o he-
El principal objetivo de todo tratamiento de una en- patocarcinoma o bien, en el caso de que la cirrosis
fermedad infecciosa es la erradicación del agente estuviera ya establecida, prevenir la aparición de
infeccioso para prevenir el daño y las complicacio- descompensaciones, insuficiencia hepática avanza-
da o muerte22,33. Este objetivo puede ser alcanzado
nes que éste produce en el organismo. En el caso
si se consigue la supresión de la replicación viral y
del VHB, la desaparición del HBsAg y la serocon-
la disminución de los niveles de ADN hasta ser in-
versión a anti-HBs serían el objetivo ideal de todo detectables con las técnicas actuales de amplifica-
tratamiento antiviral. Desafortunadamente dicho ción de PCR en tiempo real (límite de detección de
objetivo se alcanza en una pequeña proporción de 10-200 UI/ml en función de las técnicas utiliza-
pacientes con los tratamientos actuales32 debido a das)34. La interrupción de la replicación viral va
las características virológicas del VHB, dado que una asociada a otros objetivos adicionales, como son la
de las peculiaridades del ciclo replicativo del VHB es respuesta bioquímica (normalización de transami-
la integración de su ADN en el genoma del hepato- nasas), la respuesta serológica (pérdida del HBeAg

776
53. Hepatitis B

y seroconversión en pacientes HBeAg positivos) y (cuantificación de ADN), el nivel de alteración de


la mejoría histológica (disminución de la actividad las transaminasas (ALT) y el daño histológico objeti-
necroinflamatoria)22,35. vado en la biopsia hepática. Las principales guías de
práctica clínica proponen iniciar el tratamiento en
Indicaciones de tratamiento
aquellos pacientes que muestren una replicación
Ante todo paciente diagnosticado de hepatitis cró- viral activa junto con inflamación o fibrosis hepática
nica VHB debemos plantear la necesidad o no de significativa36. En la tabla 2 se exponen las indica-
instaurar un tratamiento antiviral, lo que obliga a ciones de tratamiento propuestas por las principa-
llevar a cabo una adecuada evaluación del pacien-
les asociaciones científicas (EASL, AASLD y APASL).
te. En todos los casos, se hace necesaria una sero-
Existen ciertos subgrupos de poblaciones en los
logía completa del VHB con marcadores de replica-
que no está indicado el tratamiento antiviral38,39:
ción y cuantificación de su carga viral, así como un
cribado del hepatocarcinoma y la exclusión de otras ❱❱ En aquellos pacientes que estén en fase de in-
infecciones virales asociadas al VHB, tales como el munotolerancia, caracterizada por niveles ele-
VHC, el VHD y el VIH35. vados de ADN viral y transaminasas normales.
Las indicaciones generales de tratamiento se es- Con toda probabilidad la biopsia hepática no
tablecen fundamentalmente en función de tres mostraría un daño histológico significativo en
variables: el nivel de replicación viral del VHB estos casos, motivo por el que no está indicada.

TABLA 2. Indicaciones de tratamiento en la hepatitis crónica VHB. Adaptado de Ayoub WS 46.

Hepatitis crónica HBeAg + Hepatitis crónica HBeAg -

EASL22 ADN VHB > 2.000 UI/ml y/o ADN VHB > 2.000 UI/ml y/o
(2009) ALT > LSN. Considerar BH y tratar si: ALT > LSN. Considerar BH y tratar si:
inflamación moderada/grave o fibrosis inflamación moderada/grave o fibrosis
significativa (>A2,F2 METAVIR score) significativa (>A2,F2 METAVIR score)
AASLD35 ADN VHB >20.000 UI/ml + ADN VHB >20.000 UI/ml + ALT >x2 LSN
(2009) si ALT >x2 LSN (3 o 6 meses de
observación si ausencia de pérdida si ADN VHB: 2.000-20.000 UI/mL y ALT>LSN:
de HBeAg). Considerar BH previa al Considerar BH y tratar si inflamación
tratamiento o tratar si descompensación moderada/grave o fibrosis significativa
clínica o ictericia
si ALT ≤ x2 LSN: observación. Considerar
BH si edad > 40 años, historia familiar
de HCC o alteración persistente de ALT
y tratar si inflamación moderada/grave
o fibrosis significativa
APASL47 ADN VHB >20.000UI/ml + ADN VHB >2.000 UI/ml +
(2008) si ALT >x5 LSN, si ALT >x2 LSN (persistente tras 3-6 meses
si ALT >x2-5 LSN (persistente tras 3-6 meses o preocupación por descompensación hepática),
o preocupación por descompensación hepática), si ALT <x2 LSN: BH (tratar si inflamación/fibrosis
si ALT <x2 LSN: monitorizar ADN y BH moderada/grave)
si edad > 40 años (tratar si inflamación/fibrosis
moderada/grave)

ALT: alanino aminotransferasa; LSN: Límite superior de la normalidad; BH: biopsia hepática; HCC: hepatocarci-
noma; EASL: European Association for the Study of the Liver; AASLD: American Association for the Study of Liver
Diseases; APASL: Asian Pacific Association for the Study of the Liver.

777
Sección 6. Hígado

Hepatitis crónica HBeAg– Hepatitis crónica HBeAg–


100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
PEG-IFN LAM ADF ETV LdT TDF PEG-IFN LAM ADF ETV LdT TDF
ADN indetectable Seroconversión HBeAg % ADN indetectable

Figura 4. Resultados al finalizar el primer año de tratamiento en pacientes con hepatitis crónica HBeAg+ y HBeAg–41. (PEG-IFN:
interferón pegilado a-2ª, LAM: lamivudina, ADF: adefovir, ETV: entecavir, LdT: telbivudine y TDF: tenofovir).

Se trata de pacientes jóvenes, menores de 30 la mayoría de ocasiones va a ser un tratamiento


años, que requerirán un seguimiento posterior. prolongado, con frecuencia indefinido, con el con-
❱❱ Tampoco existe indicación de tratamiento en siguiente riesgo de resistencias y/o efectos secun-
los pacientes con hepatitis B oculta (HBsAg ne- darios. Requieriendo adherencia e implicación por
gativo con ADN detectable) o en los portadores parte del paciente.
inactivos de VHB que presentan niveles bajos de Actualmente existen 7 fármacos aprobados para el
ADN viral (menor de 2.000 UI/ml) y transamina- tratamiento de la HC VHB: el interferón (estándar
sas normales. Es importante distinguir a los por-
y su forma pegilada) cuya utilización implica una
tadores inactivos de los pacientes HBeAg nega-
estrategia de tratamiento limitada a 48 semanas;
tivos, en los que también pueden existir niveles
bajos de DNA y periodos prolongados sin altera- y los análogos de nucleós(t)idos que incluyen lami-
ción de las transaminasas, siendo necesario un vudina, adefovir, telbivudina, entecavir y tenofovir,
seguimiento a largo plazo con determinación de y que habitualmente van a implicar un tratamiento
DNA y ALT periódicos para poder caracterizarlos prolongado, si no indefinido. En la figura 4 se mues-
y tratarlos en el caso de que reúnan los criterios tran los resultados al finalizar el primer año de tra-
oportunos. tamiento con los diferentes fármacos disponibles.
❱❱ En aquellos pacientes con hepatitis crónica Interferón
VHB en los que la adherencia al tratamiento o
al seguimiento clínico sea dudosa o errática no El interferón estándar (IFNa) fue el primer fármaco
debería iniciarse un tratamiento antiviral dada empleado en el tratamiento de la HC VHB. Hoy en
la ausencia de respuesta al mismo, el riesgo de día, suele utilizarse la forma pegilada (PEG-IFNa),
resistencias y el coste económico40,41. durante 48 semanas. Su lenta liberación permite
una administración semanal y una mayor eficacia39.
Fármacos disponibles y estrategias
de tratamiento Su mecanismo de acción se basa en la activación
de mecanismos celulares de defensa intracelu-
Una vez establecida la indicación de iniciar un lar del paciente estimulando la respuesta inmune
tratamiento antiviral debemos valorar diferentes
adaptativa al activar los linfocitos T CD8. Hasta en
factores para elegir el fármaco a utilizar, así como
un 4-6% de los pacientes tratados con interferón se
la estrategia terapéutica más adecuada. Se hace
necesario individualizar estas decisiones con cada logra la eliminación del virus con pérdida sosteni-
paciente, teniendo en cuenta diversos factores ta- da y duradera del HBsAg y aparición consiguiente
les como la edad, las comorbilidades asociadas o la de anti-HBs42. Además, dado que no actúa directa-
posibilidad de un futuro embarazo. Debemos ins- mente sobre el VHB, no existe riesgo de resisten-
truir al paciente en cuanto a las ventajas y posibles cias adaptativas que pudieran condicionar futuros
inconvenientes de cada fármaco y hacerles partíci- tratamientos, tal y como puede suceder con los an-
pes del tratamiento de su enfermedad, ya que en tivirales orales.

778
53. Hepatitis B

Antes de optar por este fármaco debemos tener en dría plantearse un tratamiento de duración finita
cuenta diversos factores tales como la disposición en pacientes con HC HBeAg+ que seroconvierten
del paciente a recibir un tratamiento subcutáneo (HBeAg -/anti-HBe+) y presentan una carga viral in-
con frecuentes efectos secundarios, así como la detectable. En dicha situación se aconseja prolon-
presencia o no de una serie de contraindicacio- gar el tratamiento antiviral durante un mínimo de
nes formales a su administración: el embarazo, la 6 meses, si bien es recomendable alcanzar el año
hepatitis aguda o la presencia de cirrosis descom- de tratamiento de consolidación antes de abando-
pensada. En el caso de los pacientes con fibrosis nar la terapia. En estos casos, siempre es prudente
avanzada o cirrosis establecida compensada, no una monitorización periódica para reiniciar los fár-
existe una contraindicación al tratamiento con PEG- macos antivirales en caso de reactivación22,48.
IFN-a2b siendo generalmente bien tolerado y efec-
tivo43. Estos casos, sin embargo, pueden presentar Dentro de los antivirales orales podemos distin-
en el curso del tratamiento episodios recortados de guir varios grupos según su estructura química: los
daño necroinflamatorio mediados por el estímulo L-nucleósidos (lamivudina y telbivudina), un nu-
inmune que pueden precipitar una descompensa- cleósido análogo de la deoxiguanosina (entecavir)
ción35, exigiendo por lo tanto un mayor control y y los nucleótidos fosfonatos acíclicos (adefovir y
cuidado en su utilización. tenofovir).
Se ha descrito una serie de factores predictores de La elección del nucleós(t)ido a utilizar va a depen-
respuesta al tratamiento con interferón en los pa- der de la potencia o actividad antiviral del fármaco
cientes HBeAg+, tales como la presencia de geno- para poder conseguir una supresión viral intensa,
tipos A y B37, la existencia de niveles bajos de ADN y de la probabilidad de aparición de resistencias a
(inferiores a 7log10 IU/ml) y niveles de ALT elevadas largo plazo. La aparición de dichas resistencias va
(con un valor de x3 LSN o superior). Estos factores a depender fundamentalmente de dos factores:
junto con la edad y el sexo conforman un índice de de la eficacia antiviral y de la barrera genética del
respuesta para este subgrupo de pacientes disponi- fármaco, definida por el número de mutaciones
ble en http://www.liver-gi.nl/peg-ifn44, que puede necesarias para el desarrollo de resistencias far-
hacer considerar la utilización de PEG-IFN como macológicas. Así, podemos diferenciar entre fár-
una buena alternativa de tratamiento. En el caso macos con una alta barrera genética como el en-
de los pacientes HBeAg- el nivel de evidencia de los tecavir (ETV) o tenofovir (TDF) y fármacos con una
factores predictores mencionados es menor45. baja barrera genética como la lamivudina (LAM)
La cuantificación del HBsAg ha adquirido un espe- (figura 5). El fármaco ideal, por consiguiente, es
cial interés en los últimos años debido a su aso- aquél que demuestra una mayor potencia antiviral
ciación con la presencia de ADNccc del VHB en el y una alta barrera genética. Ambas características
hepatocito infectado. Aunque este parámetro no son compartidas por el tenofovir y por el entecavir,
puede sustituir, en ningún caso, a la determinación siendo ambos fármacos de primera elección en el
de ADNVHB en suero, la disminución de los títulos tratamiento con nucleós(t)idos de pacientes HB-
de HBsAg permite identificar en algún modo a los sAg+ y HBeAg-22,35.
pacientes que podrían aclarar el HBsAg a largo pla-
zo46. Por consiguiente, su monitorización durante el Una de las grandes ventajas de estos fármacos es
tratamiento puede ser de utilidad en este contexto. su administración oral y la presencia de escasos
No obstante, su incorporación a la práctica clínica efectos secundarios, lo cual favorece un mayor
habitual precisa de más estudios22. cumplimiento terapéutico a largo plazo. Sin embar-
go no están carentes de ellos pudiendo producir
Nucleós(t)idos toxicidad mitocondrial como efecto de clase, dando
El tratamiento antiviral con análogos de nucleó- lugar a miopatías, neuropatías49, hepatotoxicidad o
s(t)idos consigue suprimir la replicación viral al inhi- acidosis láctica50, especialmente en pacientes con
bir la polimerasa del VHB. No obstante, al no actuar hepatopatía avanzada (MELD por encima de 20
directamente sobre el ADNccc, rara vez consigue puntos). Otros efectos secundarios que han sido
eliminar el virus de los hepatocitos infectados47. comunicados incluyen la presencia de osteomala-
Por tanto, a diferencia del interferón, en la gran cia e insuficiencia renal51. En todos los casos es
mayoría de las ocasiones va a ser un tratamiento necesario considerar la función renal y realizar un
de larga duración o indefinido. No obstante po- ajuste de dosis en caso necesario.

779
Sección 6. Hígado

% Pacientes resistencias VHB 100

80
año 1
67 70 año 2
60 año 3
49 año 4
38 año 5
40
29
24
18 17
20
11
4 1,2 1,2
0
3 0,2 0,5 1,2 0 0 0 0
0
Lamivudina Adefovir Telbivudina Entecavir Tenofovir

Figura 5. Resistencia a los nucleós(t)idos en paciente naïve.

Monitorización del tratamiento ❱❱ En los pacientes en tratamiento prolongado con


y manejo de resistencias nucleós(t)idos se recomienda la cuantificación
de ADN del VHB en la semana 12 (EASL) o 24
En todo paciente sometido a un tratamiento anti-
(AASLD) para valorar la respuesta virológica y
viral se hace necesaria su correcta monitorización
posteriormente cada 12-24 semanas para de-
para valorar la eficacia del tratamiento en función
tectar el fracaso del tratamiento y la posible
de la respuesta virológica (tabla 3), detectar de for-
aparición de resistencias, prácticamente inexis-
ma precoz la aparición de resistencias y modificar
los regímenes terapéuticos en caso necesario. tentes en el caso de conseguir ADN indetectable
por PCR a tiempo real.
❱❱ En los pacientes en tratamiento con IFN se debe
monitorizar el ADN viral en las semanas 12 y 24 ❱❱ Una vez superado el primer año de tratamiento,
de tratamiento. En caso de no existir una res- la monitorización de ADN en los pacientes con
puesta primaria se aconseja suspender el IFN e antivirales de tercera generación (ETV o TDF)
iniciar un análogo de nucleós(t)idos22. A su vez, puede espaciarse cada 6 meses35,52, con excep-
en los pacientes HBeAg+ es necesario deter- ción de los pacientes cirróticos en los que se re-
minar el HBeAg y los anti-HBe a las 24, 48 y 72 comienda su monitorización trimestral dado el
semanas después de iniciar el tratamiento para alto riesgo de descompensación hepática en el
valorar la seroconversión. caso de aparecer resistencias44,53. Finalmente, la

TABLA 3. Definiciones de respuesta al tratamiento antiviral en la HC VHB

EASL41 AASLD44

No respuesta Descenso del ADN VHB < 1 log10 UI/ml respecto Descenso del ADN VHB < 2 log10 UI/ml
primaria a la viremia basal en la semana 12 de tratamiento después de 24 semanas de tratamiento
Respuesta viral Descenso del ADN VHB ≥ 2 log10 UI/ml respecto
parcial a la viremia basal, pero detectable a la semana
24 (LAM o LdT) o a la 48 (ETV o TDF) de tratamiento
Breakthrough Incremento del ADN VHB > 1 log10 UI/ml respecto Incremento del ADN VHB > 1 log10 UI/ml
virológico a la viremia más baja alcanzada en el tratamiento respecto a la viremia más baja alcanzada
en el tratamiento después de alcanzar
respuesta virológica

780
53. Hepatitis B

TABLA 4. Opciones de tratamiento en pacientes VHB con resistencia antiviral 41,44

Tipo de resistencia Tratamiento de rescate

Lamivudina o telbivudina Añadir tenofovir (o adefovir si no disponible tenofovir)


Cambiar a tenofovir/emtricitabina
Adefovir Añadir lamivudina
Cambiar a tenofovir + 2.º fármaco sin resistencia cruzada
Cambiar a tenofovir/emtricitabina
Añadir entecavir
Entecavir Añadir tenofovir

Variante del VHB Nivel de sensibilidad


Lamivudina Telbivudina Entecavir Adefovir Tenofovir
Wild-type S S S S S
M2041 R R I S S
L180M+M204V R R I S S
L181T/V I S S R S
N236T S S S R I
L180M+M204V/I±1169T±VI73L±M250V R R R S S
L180M+M204V/I±T184G±S2021/G R R R S S

Figura 6. Perfiles de resistencia cruzada de los diferentes nucleós(t)idos41.

medición de HBeAg y anti-HBe debe realizarse a Tratamiento en situaciones


intervalos de 6-12 meses. especiales
❱❱ En el caso de detectar una falta de respuesta al Hepatitis aguda
tratamiento tras alcanzar una respuesta viroló-
gica inicial debe descartarse en primer lugar la En los pacientes que presentan una hepatitis aguda
falta de adherencia al tratamiento. por el VHB no está indicado el tratamiento antiviral
a no ser que desarrollen criterios de hepatitis grave
❱❱ Si este factor se excluye razonablemente, debe
(o insuficiencia hepática grave), caracterizada por
plantearse una modificación del esquema te-
la presencia de coagulopatía significativa. En una
rapéutico lo antes posible una vez detectado
el breakthrough virológico, idealmente con la situción de este tipo, el riesgo de desarrollar una
realización previa de un estudio de resistencias. hepatitis fulminante es elevado54. En estos casos
Dicha modificación del tratamiento puede rea- el tratamiento con antivirales orales está indicado
lizarse añadiendo un segundo fármaco o bien para evitar la evolución a una insuficiencia hepática
cambiando de fármaco (tabla 4). En ambas si- aguda grave (IHAG) que conduzca al fallecimiento
tuaciones debe considerarse firmemente el per- del paciente o a la necesidad de realizar un tras-
fil de resistencias cruzadas tal como se muestra plante hepático. Aunque éste fuese finalmente ne-
en la figura 6. cesario, la administración del tratamiento antiviral

781
Sección 6. Hígado

previo comporta un beneficio potencial para el pa- leve. En tales casos, puede demorarse el inicio
ciente, al reducir la carga viral del VHB, y disminuir del tratamiento o suspenderlo hasta después
el riesgo consiguiente de recidiva de la infección del embarazo en el caso de que tomaran un fár-
tras el trasplante. Los fármacos recomendados en maco de la categoría C (LAM, ADF y ETV).
este escenario son ETV o TDF debido su rapidez de
❱❱ En el mismo caso anterior, pero con signos de
acción y potencia antiviral22.
hepatopatía avanzada y riesgo de descompen-
Paciente con cirrosis hepática saciones, es razonable plantear un tratamiento
con fármacos del grupo B (especialmente teno-
El principal objetivo del tratamiento antiviral en los
fovir por su bajo índice de resistencias) o tener
pacientes con cirrosis hepática por VHB es mejorar
en cuenta la existencia de datos que demues-
la función hepática, disminuir la probabilidad de
descompensaciones y aumentar la supervivencia, tran la seguridad de fármacos del grupo C56.
evitando en lo posible la necesidad de un trasplan- ❱❱ Otra de las situaciones a tener en cuenta es la
te hepático. Por todo ello, la presencia de ADN del prevención de la transmisión de la infección al
VHB, independientemente de su nivel, constituye feto, situación que puede ocurrir en el tercer
una indicación clara de tratamiento, sea cual fuere trimestre del embarazo en gestantes que pre-
el nivel de transaminasas o el estado del HBeAg22,35. sentan una alta carga viral, especialmente si son
Entre los fármacos disponibles, los más recomen- HBeAg+57. La estrategia actual de prevención
dables son los antivirales orales debido a que el de transmisión se basa en la administración de
interferón tiene escasa eficacia y comporta riesgo gammaglobulina anti hepatitis B y la vacuna-
de producir descompensaciones. Entre los nucleó- ción del recién nacido, si bien existen algunos
s(t)idos destacan nuevamente los fármacos de ter- estudios que demuestran la utilidad del uso de
cera generación: el ETV y el TDF. Se han descrito telbivudina58 o lamivudina59 como medida de
casos fatales de acidosis láctica en pacientes con profilaxis de transmisión en el tercer trimestre
MELD mayor de 20 asociados al entecavir50, lo que de gestación. Hoy en día, todavía es prematuro
hace necesario extremar las precauciones en este generalizar esta recomendación.
subgrupo de pacientes. Pese a ello, la utilización de Prevención de reactivaciones en paciente inmuno-
estos fármacos suele ser bien tolerada en pacientes suprimido (figura 7)
con cirrosis descompensada55.
La reactivación de la HC VHB tras la administración
Embarazo de fármacos inmunosupresores puede ocurrir en
En el tratamiento de las pacientes embarazadas portadores inactivos del VHB, en pacientes con una
hay que tener en cuenta dos factores: los posibles hepatitis B pasada o en pacientes con una hepati-
efectos teratógenos de los fármacos antivirales y el tis oculta60. Las consecuencias de esta reactivación
riesgo de transmisión del VHB al feto. pueden ser sumamente importantes ya que puede
abocar a una hepatitis aguda asociada al desarrollo
El IFN está contraindicado en el embarazo debido a de IHAG y fallecimiento, o bien provocar la suspen-
su acción antiproliferativa, por lo que los antivirales sión o demora de un tratamiento quimioterápico
orales adquieren un papel relevante en esta situa- que también es determinante en la supervivencia
ción. De los nucleós(t)idos disponibles únicamen- del paciente.
te el tenofovir y la telbivudina están considerados
categoría B y pueden administrarse durante el em- Por dicho motivo, es importante identificar a aque-
barazo, si bien la experiencia con fármacos como llos pacientes con riesgo de reactivación, por lo
la lamivudina no ha reportado teratogenicidad ni que se recomienda la determinación de HBsAg y
efectos adversos significativos. anti-HBc a todos los pacientes a los que se vaya a
administrar un tratamiento de inmunosupresores y
Existen diversas situaciones relacionadas con la
actuar en consecuencia22,61:
gestación en las que debe optarse por una deter-
minada estrategia terapéutica, aunque la evidencia ❱❱ Los pacientes seronegativos deben ser vacuna-
científica a este respecto es escasa. dos.
❱❱ El primer caso es el de pacientes jóvenes que ❱❱ En los pacientes que presentan HBsAg (-) y
desearan quedarse embarazadas, tienen indica- anti-HBc (+) debe investigarse el ADNVHB y en
ción de tratamiento y una enfermedad hepática caso positivo (hepatitis oculta), iniciar un trata-

782
53. Hepatitis B

Ttos. inmunosupresores
Ttos. QMT
Serología VHB
Rituximab y anti-CD 52
Anti-TNF a

HBS Ag + Anti-HBc + Anti-HBc -

¿ADN VHB? ¿ADN VHB?

> 2.000 UI/ml < 2.000 UI/ml + – Vacunar

Tratamiento Antiviral profiláctico Monitorización ADN y ALT


(Plantear antiviral profiláctico si rituximab
o TMO)

Figura 7. Algoritmo de profilaxis de reactivación VHB 71,72.

miento antiviral oral con TNF o ETV que debe munosupresor o quimioterápico y finalmente, a los
mantenerse hasta 12 meses después de haber familiares, parejas y cuidadores de personas infec-
finalizado el tratamiento inmunosupresor22,35. tadas64. En estos casos se debe realizar el cribado
❱❱ Si el ADNVHB es negativo es necesaria una mediante la determinación del antígeno de super-
monitorización de ADN y ALT para detectar ficie (HBsAg) y el anti-HBs, precisando vacunación
de forma precoz una posible reactivación. No aquellos que son seronegativos.
obstante, en el caso de pacientes que vayan a
En España comenzó la vacunación universal a per-
ser sometidos a trasplante de médula ósea o
sonas con alto riesgo de contagio en el año 1983,
a tratamiento con rituximab, es recomendable
iniciar la profilaxis antiviral debido al alto riesgo aumentando progresivamente el número de indica-
de reactivación del VHB22,62,63. ciones y generalizándose a todos los recién nacidos
a partir del año 2003. Con estas medidas se han con-
Cribado, vacunación y profilaxis seguido una importante reducción de la prevalen-
postexposición VHB cia, principalmente entre los menores de 24 años.
Existen varias vacunas disponibles en España con
Actualmente no está indicada la realización de cri-
distintas dosis indicadas según el tipo y la edad del
bado a toda la población, aconsejándose en deter-
paciente (5-10 µg en menos de 15 años y 10-20 µg
minados grupos de riesgo: mujeres embarazadas
(en la primera visita al ginecólogo), personas a las en más de 15 años). La pauta convencional es la
que se va a realizar vacunación, nacidos en zonas administración de tres dosis, en los meses 0, 1 y 6,
de alta prevalencia, usuarios de drogas por vía pa- aunque puede variarse hasta aceptarse su adminis-
renteral, pacientes con VHC o VIH, pacientes en tración en los días 0, 7 y 21 a adultos en situación
hemodiálisis, personas con promiscuidad sexual, de alta necesidad65. Otra variante es la necesidad
pacientes que van a ser sometidos a tratamiento in- de altas dosis (40 µg) en situación de inmunodefi-

783
Sección 6. Hígado

ciencia (VIH, tratamiento inmunosupresor o en he- 13. Zuckerman AJ, Harrison TJ. Hepatitis B virus
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inyectándose por vía i.m. y asociándose a la admi- 2006.
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Sección 6. Hígado

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786
54 Hepatitis C crónica
María Trapero, Ricardo Moreno
Unidad de Hepatología. Hospital Universitario de La Princesa, Instituto de Investigación Sanitaria Prin-
cesa (IP), Universidad Autónoma de Madrid, Centro de Investigaciones Biomédicas en Red (CIBERehd),
Instituto de Salud Carlos III, Madrid

Estructura del virus de la hepatitis C Objetivos de este capítulo


(VHC) ❱❱ Describir la epidemiología del virus de
El virus de la hepatitis C (VHC) es un virus ARN la hepatitis C y la historia natural de la
de cadena única constituida por 9.400 nucleó- hepatitis crónica C.
tidos. Pertenece a la familia Flaviviridae y su ❱❱ Conocer los métodos para establecer el
genoma consta de dos regiones no codificantes diagnóstico de la hepatitis crónica C.
(5´ y 3’) que flanquean una región de lectura ❱❱ Proporcionar información en relación
abierta (ORF) que abarca casi todo el genoma con el tratamiento actual y futuro de la
y codifica una poliproteína de 3.010 aminoáci- hepatitis crónica C.
dos. En el extremo amino-terminal de la región
5´ de esta ORF están los genes que codifican las REFERENCIAS CLAVE
proteínas estructurales: el core o nucleocápside 1. EASL International consensus conference on
y las proteínas de la envoltura (E1 y E2), hiperva- hepatitis C. Consensus statement. J Hepatol
riables y con capacidad para sufrir mutaciones 1999;30:956-61.
responsables de la persistencia de los meca- 2. National Institutes of Health Consensus
nismos de escape a la respuesta inmune. En el Development Conference Management of
extremo 3´ se sitúan los genes no estructurales Hepatitis C. Hepatology 2002;36 Suppl 1.
(NS1 a NS5) que codifican distintas proteínas: 3. Pawlotsky JM. The results of phase III
NS1 regula la respuesta inmune, NS2 y NS3 co- clinical trials with Telaprevir and Boceprevir
difican una helicasa y una proteasa, NS4 se des- presented in the Liver Meeting 2010: A
conoce su función y NS5A media la resistencia new standard of care for hepatitis C virus
al interferón a mientras que NS5B codifica una genotype 1 infection, but with issues still
ARN-polimerasa necesaria para el control de la pending. Gastroenterology 2011;140:746-
760.
replicación, siendo una diana para los fármacos
antivíricos1 (figura 1).
El genoma del VHC presenta una gran hete-
rogeneidad, que se refleja en la existencia de Epidemiología
cuasiespecies y genotipos. Es importante para El VHC afecta a más de 170 millones de personas
la práctica clínica conocer el genotipo. Existen 6 en todo el mundo. Aunque existen variaciones en
genotipos y más de 30 subtipos, que muestran la prevalencia de anticuerpos anti-VHC, años atrás
variaciones en cuanto a distribución geográfica, se comunicó que entre un 0,5-1,5% de los donantes
patogenicidad, pronóstico y respuesta al trata- voluntarios de sangre eran positivos. En cuanto a
miento. El genotipo más frecuente en nuestro la población general, la positividad para anti-VHC
medio y en Europa es el 1, con un pronóstico se cifra en torno al 2-3%, siendo más prevalente a
más desfavorable y una peor respuesta al trata- partir de los 30 años. La principal vía de transmi-
miento2. sión del VHC es parenteral por exposición a sangre

H Í G A D O 787
Sección 6. Hígado

Figura 1. Estructura genómica del virus de la hepatitis C.

infectada. La transfusión de hemoderivados y las Pruebas serológicas


personas que comparten jeringuillas con adicción a
drogas por vía parenteral (ADVP) son los más preva- Las pruebas serológicas detectan anticuerpos
lentes. Hasta 1990 la mayoría de las hepatitis pos- frente a los diferentes polipéptidos del VHC. Así, el
transfusionales se debían al VHC, pero actualmen- enzimoinmunoanálisis (EIA) detecta polipéptidos
te, gracias a las pruebas serológicas obligatorias en C 100-3 de la región NS4, C 22-3, C 33-c, C 200 y NS5,
los bancos de sangre, la prevalencia de infección que continúan perfeccionándose para alcanzar una
por VHC tras una transfusión es menor del 0,1%. sensibilidad y especificidad del 100%. El inmunoblot
(RIBA I, II y III) se utiliza fundamentalmente para
La transmisión vertical del VHC es menor del 3% y
confirmar la infección, y utiliza antígenos recombi-
no se contraindica el parto vaginal ni la lactancia3, 4.
nantes (C 33c, NS5) y péptidos sintéticos (C 100-3
En el momento actual, la causa más frecuente de y C 22-3) adheridos a una tira de nitrocelulosa que
infección crónica por VHC es idiopática. En estas for- son reconocidos por los anticuerpos del suero del
mas esporádicas se incluyen pacientes hemodializa- paciente. El principal problema de estas técnicas es
dos o sometidos a exploraciones invasivas, endosco- que no diferencian entre infección activa o contacto
pias, cirugía, tatuajes, tratamientos odontológicos, previo con el virus. Además, los pacientes inmuno-
etc. Se estima igualmente que algunas característi- deprimidos pueden presentar resultados falsos ne-
cas sociodemográficas se asocian a una mayor pre- gativos. Finalmente, no son útiles para detectar la
valencia de infección, entre ellas el etilismo crónico, hepatitis por VHC en su fase aguda, ya que la sero-
la promiscuidad sexual, un nivel socioeconómico conversión puede producirse pasadas 6-8 semanas5.
bajo y la descendencia de madres coinfectadas por
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)4 (ta- Detección del ARN viral
bla 1). El ARN del virus puede detectarse en suero, híga-
do, células mononucleares de sangre periférica y
Métodos diagnósticos y marcadores en otros tejidos mediante técnicas de amplificación
génica como la reacción en cadena de la polime-
de infección por el VHC rasa (PCR). La PCR detecta ARN-VHC genómico,
Se dispone de varios métodos eficaces para el diag- indicando infección, y antigenómico como expre-
nóstico de la infección por el VHC, basados en el sión de replicación activa del virus. Es muy precoz,
reconocimiento del genoma (ARN VHC) y del antí- siendo positiva a los 3 días de exposición al VHC
geno del core, así como de anticuerpos. y muy sensible, con un umbral de detección de

788
54. Hepatitis C crónica

20 a 50 UI/ml. Su especificidad se cifra en un 99%. TABLA 1. Factores de riesgo de infección por el virus
Existen numerosos métodos cuantitativos con PCR de la hepatitis C
que se utilizan rutinariamente. La PCR más usada
es la que utiliza la hibridación en reverso median-
te sondas específicas para cada genotipo. Actual- ❱❱ Transfusión de sangre anterior a 1991
mente están disponibles diversas técnicas capaces ❱❱ Exposición frecuente a hemoderivados
de cuantificar el ARN viral con niveles de detección • hemofilia
menor, como la PCR en tiempo real, técnica que se • hemodiálisis
halla implantada ya en un número importante de
• trasplante de órganos
hospitales en España. Los genotipos y subtipos del
• insuficiencia renal crónica
VHC también se determinaron mediante técnicas
de PCR6. • gammaglobulinas
• quimioterapia antitumoral
En el tejido hepático el ARN-VHC se puede detec-
tar por PCR y también por hibridación in situ (HIS). ❱❱ Inyección de drogas por vía parenteral
La detección del VHC por PCR en el tejido hepático ❱❱ Pinchazos y heridas en personal sanitario
constituye, sin duda, el marcador más específico de ❱❱ Descendencia de madres coinfectadas con el VIH
infección. De hecho, en algunas ocasiones es posi- ❱❱ Promiscuidad sexual
tivo cuando las pruebas serológicas han resultado ❱❱ Infección por el virus del herpes simple tipo 2
negativas.
❱❱ Cirugía mayor y cuidados odontológicos
Detección de antígenos del VHC ❱❱ Tatuajes y perforaciones (piercing)
❱❱ Inyecciones con material no desechable
La detección de antígenos del VHC se puede rea-
❱❱ Uso de cocaína intranasal compartiendo aplicador
lizar en suero, mediante EIA y en tejido hepático
mediante inmuno-histoquímica, pero aún no se ha ❱❱ Nivel socioeconómico bajo
establecido claramente su utilidad en la práctica
clínica habitual.

Polimorfismos de nucleótido simple las transaminasas al menos diez veces por encima
del límite superior de la normalidad (LSN). Un 15%
(SNP) de la interleucina 28B de los pacientes presentan ictericia y síntomas
Recientemente se ha descrito una asociación inespecíficos. La hepatitis de curso fulminante es
excepcional. El análisis del ARN-VHC por PCR es el
entre los polimorfismos del gen de la interleucina
método diagnóstico más sensible y precoz, puesto
28B (IL-28) y la posibilidad de responder o no al tra-
que puede ser positivo incluso durante el periodo
tamiento antiviral combinado de PEG-IFN más riba-
de incubación (de 6 a 8 semanas). Solo en contados
virina. Así, Ge et al. en el año 20097 describieron
casos (menos de un 5%), la infección se resuelve
que los pacientes con HCC genotipo 1 que presen-
de forma definitiva con normalización de las transa-
taban el polimorfismo rs12979860 de la IL-28B CC
minasas y desaparición del ARN-VHC del suero, ha-
alcanzaban tasas más elevadas de respuesta viral
blando entonces de una “curación espontánea”9, 10.
sostenida (RVS). Thompson et al.8 analizaron estos
polimorfismos de la IL-28B en pacientes incluidos
en el estudio IDEAL, y apreciaron que presentar el
Hepatitis crónica C (HCC)
genotipo CC otorgaba una mayor probabilidad de El 85% de las hepatitis agudas C cronifican9, 10. En
presentar RVS (Odds ratio de 5,1), siendo de mayor tal caso, la viremia persiste positiva y las transami-
peso incluso que el ARN-VHC basal del paciente. nasas fluctúan, llegando en algunos casos a man-
tenerse en niveles normales. Casi siempre el curso
Manifestaciones clínicas de la HCC es asintomático, aunque se han referido
síntomas como astenia, dolor sordo en hipocondrio
de la enfermedad derecho o manifestaciones extrahepáticas. Éstas
aparecen en el 20% de los casos y, menudo son la
Hepatitis aguda C primera manifestación de la enfermedad, permi-
La hepatitis aguda C presenta un curso asintomá- tiendo de este modo su descubrimiento (véase más
tico en más del 85% de los casos, con elevación de adelante)11.

789
Sección 6. Hígado

La historia natural de la HCC varía mucho de unos TABLA 2. Información proporcionada por la biopsia
casos a otros, así como su pronóstico. El 80% de los hepática en hepatitis crónica por VHC
pacientes mantiene un curso estable (hepatopatía
crónica compensada), mientras que el 20% restan-
te evoluciona de forma más o menos acelerada ❱❱ Permite asegurar el diagnóstico de hepatitis
crónica y excluye o confirma la presencia de
hacia la cirrosis en un intervalo de 20-30 años. El
cirrosis
desarrollo de fibrosis, sin embargo, fluctúa de unos
pacientes a otros, habiéndose descrito diversos ❱❱ Define el tipo de hepatitis crónica, grado de
patrones evolutivos: algunos pacientes tardan 20- inflamación y estadío de fibrosis (valor pronóstico)
30 años, pero existen otros “fibrosadores rápidos”, ❱❱ Proporciona información sobre posible etiología y/o
que en menos de 10 años ya muestran un hígado patogenia
cirrótico. ❱❱ Permite evaluar los efectos del tratamiento
antiviral
Durante esta fase, el procedimiento diagnóstico
considerado como patrón oro es la biopsia hepática
que confirma la presencia de nódulos de regenera-
tituye una señal inequívoca de enfermedad avan-
ción y fibrosis (tabla 2). Las figuras 2-5 muestran las
zada. En esta fase, el paciente puede presentarse
distintas fases evolutivas de una hepatitis crónica
con cualquiera de las manifestaciones propias de la
desde su comienzo hasta el desarrollo de cirrosis
insuficiencia hepática y de la hipertensión portal,
La aparición de signos de descompensación cons-
incluyendo ictericia, ascitis, hidrotórax, encefalo-

Figura 2. La imagen muestra un espacio porta infiltrado por Figura 3. La biopsia muestra un denso infiltrado linfoplasmo-
células linfoplasmocitarias que no rebasan la membrana citario que ha rebasado la membrana limitante del espacio
limitante. porta, apreciando necrosis parcelar periférica (piecemeal
necrosis) como expresión de una hepatitis crónica con mode-
rada actividad.

Figura 4. La imagen revela la presencia de un puente de ne- Figura 5. La biopsia muestra neolobulillos de regeneración
crosis porto-portal, como expresión de un grado más intenso delimitados por septos fibrosos, claramente indicativos de la
de actividad que implica un peor pronóstico. presencia de una cirrosis establecida.

790
54. Hepatitis C crónica

patía hepática y hemorragia por varices esofago- Manifestaciones extrahepáticas


gástricas. Otras complicaciones como la peritonitis
bacteriana espontánea o el síndrome hepatorrenal
de la infección por el VHC
agravan el pronóstico de los pacientes, siendo ne- Son muchas las manifestaciones extrahepáticas re-
cesario el trasplante hepático, puesto que la su- lacionadas con el VHC, que a menudo permiten sos-
pervivencia esperada sin el mismo a los 2 años es pechar el diagnóstico de una infección hasta enton-
menor del 20%. También hay que tener en cuenta ces inadvertida11. Sin embargo, las únicas en la que
que aproximadamente el 20% de los pacientes ci- se ha establecido una clara relación etiopatogénica
rróticos desarrollará un hepatocarcinoma (figura 6) son la crioglobulinemia mixta esencial (CME), la
(capítulo 67). formación de autoanticuerpos, la glomerulonefritis
asociada a CME y la vasculitis cutánea necrotizante
Se han descrito varios factores cuya presencia com- asociada a CME (tabla 3).
porta mayores posibilidades de un curso grave de la La crioglobulinemia mixta esencial es una enfer-
HCC, entre ellos el consumo excesivo de alcohol, la medad multisistémica de carácter linfoproliferativo
coinfección con otros virus, una mayor edad en el mediada por inmunocomplejos: éstos se adhieren
momento de adquirir la infección, la existencia de a los vasos sanguíneos de pequeño o mediano
inmunodeficiencia y el genotipo 1b, el más frecuen- calibre produciendo las características lesiones
purpúricas (figura 7). Entre el 60% y el 90% de los
te en nuestro medio.
pacientes con CME están infectados por el VHC. El
Algunos pacientes con HCC muestran una varian- VHC interviene etiopatogénicamente en las CME
te caracterizada por la presencia de transaminasas tipos II y III, produciendo, vasculitis necrotizante,
artralgias, neuropatía periférica, glomerulonefri-
normales. En la conferencia de consenso de 2002
tis, púrpura, fenómeno de Raynaud y síndrome de
sobre HCC10 se establecía que no era necesario tra- Sjögren. El paradigma clínico sería una mujer de
tar a este subgrupo de pacientes. Investigaciones edad avanzada con cirrosis hepática, púrpura en
posteriores dieron a conocer que hasta un 20% de miembros inferiores y presencia de crioglobulinas
estos pacientes presentaban fibrosis avanzada en el en suero.
tejido hepático. Por ello, todo paciente, incluido el La presencia de autoanticuerpos en pacientes con
que porta transaminasas normales es candidato a HCC, principalmente en el sexo femenino, es la
realizar tratamiento antiviral. segunda manifestación extrahepática relaciona-

A B
Figura 6. El hepatocarcinoma puede complicar la evolución de la hepatopatía crónica por VHC. A) Imagen de un hepatoma en
el lóbulo derecho del hígado obtenida por TAC. B) El examen histológico se corresponde con un hepatocarcinoma bien diferen-
ciado.

791
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Manifestaciones extrahepáticas de la infección


crónica por el virus de la hepatitis C

❱❱ Relación causal probada


• Crioglobulinemia mixta esencial (CME)
• Glomerulonefritis asociada a CME:
- Membranosa /- membranoproliferativa
• Vasculitis cutánea necrotizante asociada a CME
• Autoanticuerpos
❱❱ Asociación probable o coincidental
• Hematológicas: Figura 7. Lesiones de púrpura vasculítica por crioglobuline-
- Linfoma no-Hodgkin de células B mia mixta esencial en una paciente con hepatitis crónica C.
- Trombocitopenia idiopática
- Anemia hemolítica
- Síndrome antifosfolípido da etiopatogénicamente con el VHC. Se trata de
- Gammapatía monoclonal asociada a CME anticuerpos no órgano específicos de órgano: an-
• Renales: tinucleares (ANA) y anti-músculo liso (SMA) prin-
- Glomerulonefritis sin CME cipalmente y en ocasiones los antimitocondriales
• Dermatológicas: (AMA) y autoanticuerpos séricos anti-microsomas
- Porfiria cutánea tarda de hígado/riñón tipo 1 (LKM-1). Todos ellos pueden
- Liquen plano
estar presentes en los sueros de algunos pacientes
infectados por el VHC sin que exista una clara evi-
- Eritema multiforme
dencia de enfermedad autoinmune.
- Eritema nudoso
- Malacoplaquia / urticaria / prurito Otras manifestaciones que pueden ser coinciden-
• Endocrinológicas: tes, sin que haya podido establecerse una clara
- Tiroiditis autoinmune relación patogénica con el VHC incluyen: linfoma
no-Hodgkin de células B, liquen plano, tiroiditis au-
- Hipotiroidismo
toinmune, sialoadenitis crónica linfocítica y lupus
- Diabetes mellitus
eritematoso sistémico, entre otras.
• Oculares/salivales:
- Sialoadenitis crónica linfocítica
- Úlcera corneal de Mooren
Tratamiento de la HCC
- Uveítis (estado actual y perspectivas futuras)
• Musculoesqueléticas: El objetivo fundamental del tratamiento es erradi-
- Debilidad muscular car del organismo el VHC9,10. Actualmente, el tra-
- Polimiositis/fibromialgia tamiento de elección para la hepatitis crónica por
- Artralgias/artritis VHC es el interferón pegilado (PEG-IFN) combinado
- Artritis reumatoide con la ribavirina (RBV). El PEG-IFN tiene como prin-
• Pulmonares: cipales acciones la inmunomodulación, capacidad
- Fibrosis idiopática pulmonar antiviral y actividad antiproliferativa. Como análogo
- Vasculitis pulmonar asociada a CME sintético de los nucleósidos, la RBV tiene actividad
antivírica e inmunomoduladora.
• Neurológicas:
- Síndrome de Guillain-Barré
Definición de las respuestas
- Leucoencefalopatía multifocal progresiva
• Miscelánea: Para poder valorar si un paciente está respondien-
- Poliarteritis nudosa do al tratamiento es necesario conocer el tipo de
- Síndrome de CRST respuesta que está obteniendo. Se considera res-
puesta virológica rápida (RVR) a la negativización
- Lupus eritematoso sistémico
del ARN-VHC en la semana 4 de tratamiento. Res-
puesta virológica precoz (RVP) se considera aquella

792
54. Hepatitis C crónica

en la que el ARN-VHC desciende al menos 2 log res- y PEG-IFN al peso. Todos ellos deberán continuar
pecto del basal (RVP parcial) o es indetectable (RVP un seguimiento de 6 meses tras la finalización del
completa) en la semana 12 de tratamiento; hay au- tratamiento, para valorar las tasas de RVS9,10,12,13.
tores que actualmente prefieren denominarla RVR
Con el advenimiento de las nuevas técnicas de
extendida. La normalización de estos parámetros al
análisis genómico (GWAS: Genome Wide Associa-
finalizar el tratamiento se define como respuesta al
tion Studies), el análisis de los polimorfismos de
final del tratamiento (RFT).
la IL-28B se está implantando en al práctica clínica
El objetivo del tratamiento es conseguir una res- habitual. Con el estudio de los posibles genotipos
puesta virológica sostenida (RVS), que se define de la misma, podremos plantear las posibilidades
como la ausencia de ARN-VHC en el suero y norma- de obtener una RVS al paciente antes de iniciar el
lización de las transaminasas seis meses después tratamiento7,8,14.
de haber finalizado el tratamiento. La mayoría de
Los datos proporcionados por numerosos estudios
recaídas ocurren entre la RFT y la RVS. Con la com-
que han evaluando los diferentes tipos de respues-
binación de PEG-IFN más RBV se obtiene una tasa
ta y sus porcentajes, en relación con determinadas
de RVS del 55-65%, si bien este porcentaje se ve
variables, han permitido optimizar el tratamiento,
influido por factores individuales del paciente tra-
planteando propuestas terapéuticas ajustadas a las
tado9,10,12.
previsiones de respuesta “tratamiento a la carta”.
Esquema terapéutico Se establecen las siguientes recomendaciones:
y optimización del mismo ❱❱ A las 4 semanas se evalúa la RVR: si el ARN-VHC
es indetectable, y la carga viral basal era baja
Hasta hace pocos años, sólo existía la formulación
(menor de 400-600.000 UI/ml), se puede redu-
del IFN recombinante o convencional, que obligaba
cir el tiempo de tratamiento a 24 semanas cuan-
a los pacientes a inyectarse tres veces por semana
do se trate del genotipo 1 y a 14-16 semanas
para mantener los niveles adecuados del fármaco.
para el caso de los genotipos 2/3.
Gracias a la pegilación (adición de una molécula de
polietilenglicol) del IFN, se consigue una vida me- ❱❱ A la semana 12 de tratamiento se evalúa la RVP:
dia más larga y una farmacocinética más favorable, si persiste detectable el ARN-VHC y no éste no
permitiendo la administración de una sola dosis ha descendido más de 2 log respecto del ARN
semanal. Con ello se facilita el cumplimiento tera- basal, las posibilidades de respuesta son muy
péutico12. bajas (menos de un 3%, o lo que es lo mismo, un
valor predictivo negativo del 97%), por lo que se
Existen dos tipos de PEG-IFN: el a-2a, con una mo-
recomienda suspender el mismo, catalogando
lécula ramificada de polietilenglicol (40 kD) y el
al paciente de no respondedor.
a-2b, cuya cadena es lineal y de menor peso mo-
lecular (12 kD). La diferencia fundamental es que ❱❱ Si el paciente ha presentado una RVP parcial, se
el a-2a no requiere ajuste de dosis en función del vuelve a evaluar la carga viral en la semana 24.
peso (180 μg/semana), mientras que el a-2b sí, de- Si es indetectable, el paciente es considerado
biendo ajustarse a 1,5 μg/kg de peso/semana. Las como un respondedor lento, y podría benefi-
dosis de la ribavirina debe ser ajustadas al genotipo ciarse de prolongar el tratamiento con PEG-IFN
de VHC y al peso: los pacientes con genotipo 2-3, la más ribavirina durante 72 semanas en lugar de
mayoría de ellos sólo requerirán dosis de 800 mg/ 48 semanas, para el genotipo 1, y 48 semanas
día; los pacientes con genotipo 1 y 4 requieren ajus- en lugar de 24 para el caso de los genotipos
tar la dosis al peso (1.000 mg/día para aquellos con 2/3, sobre todo aquellos con una carga viral
menos de 75 kg, y 1.200 mg /día para los que pesan (ARN-VHC) basal elevada.
más de 75 kg).
El esquema de tratamiento varía en función del ge-
Factores predictivos de respuesta
notipo del VHC; así los genotipos 2 y 3 requieren Del resultado de diversos ensayos clínicos multi-
tratamiento sólo durante 6 meses en la mayoría céntricos, aleatorizados y doble ciego, se despren-
de situaciones, con dosis de PEG-IFN estándar o de que las tasas de respuesta son mejores en aque-
ajustada al peso y de 800 mg/día de ribavirina. Los llos pacientes que nunca han sido tratados (naïve)
pacientes con genotipo 1 y 4, deberán tratarse du- o que han recaído tras una monoterapia con IFN,
rante 48 semanas, ajustando la dosis de ribavirina frente a los que no han respondido a un tratamien-

793
Sección 6. Hígado

to combinado previo. Así mismo, se ha comproba- farmacológica obliga en ocasiones a reducir las do-
do que los pacientes que negativizan precozmente sis y excepcionalmente a interrumpir el tratamien-
la viremia tienen mayores posibilidades de obtener to. La tabla 6 muestra algunas recomendaciones
una RVS. Así, los pacientes genotipo 1 que consi- sobre el uso combinado de PEG-IFN más RBV y las
guen negativizar el ARN-VHC o disminuir más de 2 reducciones de dosis aconsejadas en función de los
logaritmos la carga viral a la semana 12, tienen un parámetros consignados. Algunos pacientes con
57% de posibilidades de erradicar el VHC. buena respuesta bioquímica y virológica pueden
beneficiarse de un tratamiento antidepresivo o de
Otras variables que se han relacionado con una ma- la administración de estimulantes de las colonias
yor tasa de RVS son: sexo femenino, edad inferior a de neutrófilos para evitar la interrupción del trata-
40 años, bajo estadio de fibrosis (F0, F1 de la escala miento cuando la depresión o la neutropenia grave
METAVIR), carga viral baja (inferior a 800.000 UI/ constituyen un hándicap para mantener la adhe-
ml) y genotipo 2 ó 3. Su conocimiento nos puede rencia al mismo. Finalmente, debe recordarse que
ayudar a una mejor y pertinente indicación del tra- la ribavirina y el interferón pueden ser teratógenos
tamiento del VHC. Otros factores predictivos que y embriocidas. De ahí que los pacientes en edad
parecen asociados a mejores tasas de respuesta fértil deban usar un método anticonceptivo eficaz
son la presencia de niveles bajos de sideremia y fe- hasta seis meses después de haber completado la
rritina, niveles bajos de gammaGT y la ausencia de pauta de tratamiento combinado9,10,12.
cirrosis. Entre los factores moleculares, cabe des-
tacar un mejor pronóstico para aquellos pacientes Nuevos tratamientos
con múltiples mutaciones en la región NS5A.
Desde hace aproximadamente 8-10 años se vie-
Recientemente se ha descrito que la expresión ge- nen desarrollando numerosos ensayos clínicos
nética y la variación genética de la IL-28B pueden con distintos agentes directos antivirales, como los
predecir la respuesta al tratamiento7,8,14. Los po- inhibidores de la proteasa o los inhibidores de la
limorfismos más analizados hasta la fecha en pa- polimerasa. Estas nuevas terapias especialmente
cientes con HCC tratados con PEG-IFN más ribaviri- diseñadas frente al VHC (STAT-C: Specific targeted
na son: rs12979860, rs8099917. Los pacientes con antiviral therapy against HCV) representan una
el genotipo CC del rs12979860 presentan una odds gran esperanza no sólo para los pacientes naïve,
ratio de 5 de alcanzar una RVS frente a los pacien- sino sobre todo, para los pacientes no respondedo-
tes que sean TT o CT. Se empieza a plantear en la res a tratamientos15 (tabla 7).
comunidad científica la necesidad de estratificar a
los pacientes y su tratamiento en función de estos
TABLA 4. Contraindicaciones del tratamiento combinado
polimorfismos.
con interferón a más ribavirina
Efectos secundarios
❱❱ Psicosis
Los efectos adversos son frecuentes y constituyen
una causa frecuente de interrupción del trata- ❱❱ Depresión grave
miento. El médico debe informar al paciente de ❱❱ Alcoholismo y drogadicción activos
la posible aparición de los mismos. La mayoría de ❱❱ Neutropenia y trombopenia graves
estos efectos secundarios están relacionados con el ❱❱ Cirrosis descompensada
PEG-IFN. El más frecuente es un cuadro seudogri- ❱❱ Coronariopatía
pal, que aparece entre las 2 y 12 horas posteriores
❱❱ Enfermedad cardiovascular grave
a la inyección y suele ceder con paracetamol. Otros,
como la pérdida de peso, leucopenia y trombope- ❱❱ Epilepsia no controlada
nia, alteraciones neurosiquiátricas, y alteraciones ❱❱ Insuficiencia renal grave
endocrinológicas son menos frecuentes. La RBV ❱❱ Embarazo y contracepción no seguros
presenta pocos efectos secundarios, el más fre- ❱❱ Hemolisis y anemia grave (Hb < 10 g/dl)
cuente es la anemia hemolítica. En la mayoría de ❱❱ Hemoglobinopatías
los pacientes es leve, y sólo en un 5% es clínica-
❱❱ Diabetes
mente significativa (inferior a 10 g/dl). Las tablas 4
y 5 reflejan con más detalle las contraindicaciones ❱❱ Enfermedades autoinmunes no controladas
y efectos secundarios del tratamiento. La toxicidad

794
54. Hepatitis C crónica

TABLA 5. Efectos secundarios del tratamiento antiviral combinado

IFN RIB

Graves Depresión Anemia


Hipotiroidismo Acción teratógena
Intento de suicidio

Comunes Síndrome gripal Anemia


Alopecia Insomnio
Mialgias/artralgias Disnea/tos
Cefaleas Prurito/
Irritabilidad/ansiedad Náuseas/anorexia

Raros Patología autoinmune


Infecciones bacterianas graves
Neutropenia
Retinopatía
Pérdida de capacidad auditiva/tinnitus
Convulsiones

TABLA 6. Esquema de reducción de dosis y suspensión del tratamiento combinado

Reducir dosis:
IFN a 1,5 MU/L, X, V Suspender
RIB a 600 mg/día tratamiento

Hemoglobina < 10 g/dl < 8,5 g/7 dl


Leucocitos < 1,5 x 109/l < 1,0 x 109/l
Neutrófilos < 0,75 x 109/l < 0,5 x 109/l
Plaquetas < 50 x 109/l < 25 x 10 v
Bilirrubina directa –– 2,5 sobre VN
B. indirecta > 5 mg/dl > 4 mg/dl (durante > 4 semanas)

IFN: interferón a; RIB: ribavirina; VN: valor normal.

Los ensayos clínicos en fase III con boceprevir y seropositivos para VIH es muy frecuente ya que la
telaprevir, muestran unas tasas de RVS del 70-75% vía de transmisión de ambos virus es similar. Ac-
en pacientes genotipo 1 frente al tratamiento es- tualmente en España se calculan unas 80.000 per-
tándar con PEG-IFN más RBV, que es del 55%16. Su sonas coinfectadas por VIH y VHC. Gracias al trata-
comercialización mejorará aún más las expectativas miento antirretroviral de gran actividad (TARGA), la
de estos pacientes. Además, se están llevando a esperanza de vida de los pacientes VIH positivos ha
cabo otros ensayos clínicos con diferentes molécu- aumentado, por lo que se plantea la necesidad de
las dirigidas a otras etapas del ciclo vital del VHC. tratar otras afecciones asociadas tales como la HCC.
Así ocurre con el filibuvir, un inhibidor de la polime- El manejo terapéutico de la HCC en estos pacientes
rasa y el Debio-025®, inhibidor de la ciclofilina (ta- tiene algunas peculiaridades. Así, la eficacia del tra-
bla 7) que se encuentran en fases más preliminares. tamiento es inferior a la observada en pacientes no
infectados por VIH y la progresión hacia la cirrosis
es mucho más rápida y supone una creciente tasa
HCC y poblaciones especiales de mortalidad entre los pacientes VIH. Por tanto,
La tabla 8 muestra otros grupos de pacientes difí- los pacientes infectados por VIH, con enfermedad
ciles de tratar. La infección por VHC en pacientes estable, CD4 en sangre superior a 350, carga viral

795
Sección 6. Hígado

TABLA 7. Nuevos fármacos frente al VHC TABLA 8. Pacientes con infección crónica por el virus de
la hepatitis C “difíciles de tratar”
Inhibidores VHC Fármacos

Inhibidores proteasa NS3/4A Telaprevir ❱❱ Pacientes en edad pediátrica


(VX-950) ❱❱ Cirróticos compensados
Boceprevir ❱❱ Coinfectados con el VIH
(SCH 503034)
❱❱ Transaminasas normales
TMC435
R7227 ❱❱ Trasplante de órganos sólidos
(ITMN-191) ❱❱ Trasplantados de médula ósea
MK-7009 ❱❱ Hemodializados
BI201335
SCH 900518 ❱❱ Crioglobulinemia mixta esencial
❱❱ Enfermedades autoinmunes asociadas
Inhibidores de la polimerasa R7128
(RdRp) IDX184
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana
Análogos de nucleós(t)idos
HCC: hepatitis crónica C
Inhibidores de la polimerasa GS-9190
(RDRP) ANA598
Inhibidores no nucleósidos BI207127
VCH-916
Filibuvir
¿Debe indicarse una biopsia hepática
(PF-00868554) antes de tratar a los pacientes con
Inhibidores ciclofilina DEBIO-025
hepatitis crónica por VHC?
SCY-635 Hasta una fecha reciente las autoridades sanitarias
NIM811 exigían la demostración histológica de la presencia
de una hepatitis crónica para indicar un tratamien-
to antiviral. En el momento actual, este requisito no
es necesario. No obstante, la biopsia hepática sigue
de VIH baja o indetectable y coinfectados por VHC proporcionando información de interés en deter-
deben ser tratados con PEG-IFN más RBV bajo un minadas situaciones (tabla 2).
estrecho seguimiento. Varios estudios multicén- ¿Están contraindicados el embarazo o
tricos y aleatorizados han obtenido tasas de RVS la lactancia en mujeres seropositivas
cercanas al 50%. La pauta de tratamiento, de mo-
mento, es similar a la de los pacientes con HCC no para el VHC?
infectados por VIH y la tolerabilidad del mismo es Tanto el embarazo como la lactancia no están con-
similar al resto de los pacientes con HCC17. traindicados en mujeres positivas para anti-VHC. El
tipo de parto no influye en la tasa de transmisión
vertical.
Dudas frecuentes en relación al VHC
¿La presencia de anti-VHC Bibliografía
1. Choo QL, Richman KH, Han JH, Berger K, Lee
es sinónimo de enfermedad? C, Dong C, Gallegos C, Coit D, Medina-Selby R,
La presencia de anti-VHC únicamente refleja un Barr PJ et al. Genetic organization and diversity
of the hepatitis C virus. Proc Natl Acad Sci USA
contacto previo con el VHC, pero no indica nece-
1991;88:2451-5.
sariamente la presencia del virus en la sangre. Úni- 2. Simmonds P, Holmes EC, Cha TA, Chan SW,
camente la demostración del ARN-VHC constituye McOmish F, Irvine B, Beall E, Yap PL, Kolberg
una prueba irrefutable de la presencia de infección J, Urdea MS. Classification of hepatitis C virus
activa por el VHC. into six major genotypes and a series of sub-

796
54. Hepatitis C crónica

types by phylogenetic analysis of the NS-5 re- aetiopathogenesis and management. Aliment
gion. J Gen Virol 1993;74(Pt 11):2391-9. Pharmacol Ther 2004;20:129-41.
3. Esteban JI, Esteban R, Viladomiu L, López- 12. Fried M, Shiffman M, Reddy R, Smith C, Mari-
Talavera JC, González A, Hernández JM, Roget nos G, Gonçales F et al. Peginterferon alfa-2a
M, Vargas V, Genesca J, Buti M et al. Hepatitis plus ribavirin for chronichepatitis C virus infec-
C virus antibodies among risk groups in Spain. tion. N Engl J Med 2002;347:975-82.
Lancet 1989;2:294-7. 13. McHutchison JG, Lawitz EJ, Shiffman ML, Muir
4. Kim WR. The burden of hepatitis C in the Uni- AJ, Galler GW, McCone J, Nyberg LM et al.
ted States. Hepatology 2002;36:S30-4. IDEAL Study Team. Peginterferon a-2b or alfa-
5. Morishima C, Gretch DR. Clinical use of hepa- 2a with ribavirin for treatment of hepatitis C
titis C virus tests for diagnosis and monitoring infection. N Engl J Med 2009(6);361:580-93.
during therapy. Clin LiverDis 1999;3:717-40. 14. Thompson AJ, Muir AJ, Sulkowski MS, Patel K,
6. Pawlotsky JM. Molecular diagnosis of viral he- Tillmann HL, Clark PJ, Naggie S et al. Hepatitis C
patitis. Gastroenterology 2002;122:1554-68. trials that combine investigational agents with
pegylated interferon should be stratified by
7. Ge D, Fellay J, Thompson AJ, Simon JS, Shian-
interleukin-28B genotype. Hepatology 2010;
na KV, Urban TJ, Heinzen EL, Qiu P et al. Ge-
52:2243-4.
netic variation in IL28B predicts hepatitis C
treatment-induced viral clearance. Nature 15. Jensen DM, Marcellin P, Freilich B, Andreone P,
Di Bisceglie A, Brandão-Mello CE, Reddy KR et
2009;461(7262):399-401.
al. Re-treatment of patients with chronic he-
8. Thompson AJ, Muir AJ, Sulkowski MS, Ge D, patitis C who do not respond to peginterferon-
Fellay J, Shianna KV et al. Interleukin-28B po- alpha2b: a randomized trial. Ann Intern Med
lymorphism improves viral kinetics and is the 2009(21);150:528-40.
strongest pretreatment predictor of sustained
16. Pawlotsky JM. The results of phase III clinical
virologic response in genotype 1 hepatitis C vi-
trials with Telaprevir and Boceprevir presented
rus. Gastroenterology 2010 Jul;139:120-9. in the Liver Meeting 2010: A new standard of
9. National Institutes of Health Consensus Deve- care for hepatitis C virus genotype 1 infection,
lopment Conference Statement:Management but with issues still pending. Gastroenterology
of hepatitis C 2002. Gastroenterology 2002; 2011;140:746-760.
123:2082-99. 17. Soriano V, Miró JM, García-Samaniego J, Torre-
10. EASL International consensus conference on Cisneros J, Núñez M, del Romero J, Martín-
hepatitis C. Consensus statement. J Hepatol Carbonero L et al. Consensus conference
1999;30:956-61. conference on chronic viral hepatitis and HIV
11. Medina J, García-Buey L, Moreno-Otero R. infection: updated Spanish recommendations.
Hepatitis C virus-related extra-hepatic disease- J Viral Hepat 2004;11:2-17.

797
55 Hígado y alcohol
Mercedes Pérez Carreras, Gregorio Castellano
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Conocer los mecanismos implicados en la
El alcohol etílico o etanol constituye un producto patogenia de la enfermedad hepática por
extraño para el organismo humano, capaz de gene- alcohol.
rar toxicidad y muerte cuando es ingerido en can-
tidades excesivas. Múltiples evidencias relacionan ❱❱ Reconocer las diferentes formas
el abuso del alcohol con más de sesenta enferme- anatomoclínicas descritas para la
dades, algunas “benignas” como la demencia, la enfermedad hepática por alcohol, así
pancreatitis, la cirrosis hepática (CH) o el síndrome como sus patrones de presentación
de dependencia alcohólica, y otras malignas como clínica y procedimientos para establecer el
los tumores de la cabeza y del cuello, el hepatocar- diagnóstico.
cinoma (HCC), y los cánceres de esófago, páncreas, ❱❱ Describir los marcadores clínico-biológicos
mama y colorrectal1. Además, este tóxico está que predicen una evolución desfavorable
presente en la mitad de los accidentes laborales y proporcionar información basada en
y de tráfico, acciones violentas (robos, asesinatos, la evidencia en relación a los recursos
suicidios), y genera otros problemas sociales y fa- terapéuticos disponibles para el tratamiento
miliares graves. El impacto socio-económico que de la hepatitis alcohólica aguda.
estos hechos conllevan convierte al alcoholismo en
un problema sanitario de primer orden. En Estados REFERENCIAS CLAVE
Unidos el consumo excesivo de etanol es la princi-
1. Carithers R, McClain C. Hepatopatía alco-
pal causa de muerte evitable (200.000 individuos
holica. En: Feldman M, Friedman LS, Bran-
fallecidos/año) y en España se relacionan con este
dt LJ y Sleisenger RH, eds. Enfermedades
tóxico 8.000 muertes al año. Estudios recientes han
gastrointestinales y hepáticas. Volumen 2,
revelado que la mortalidad asociada al alcohol en la
8.ª edición. Panamericana. Buenos Aires,
población española ha disminuido del 6% al 2% en
2008:1771-89.
la última década, por un descenso de los procesos
agudos (accidentes de tráfico y laborales), pero no 2. Solís Herruzo JA, Muñoz Yagüe MT.
de las enfermedades crónicas2. Hepatopatía alcohólica. En: Perezagua C,
Collado L, Alvarez-Sala JL, Barrientos A,
La causalidad entre el consumo excesivo de alcohol Bascones A, Bermejo F, Carreño L, Jara A,
y el desarrollo de lesiones hepáticas es conocida Moya V, de Portugal J, Reieto J, Solís JA,
desde hace muchos siglos. El alcohol es considera- Villegas A, eds. Tratado de Medicina Inter-
do, hoy en día, una de las causas más frecuentes na. Tomo I. Editorial Ariel, S.A, Barcelona,
de CH y la segunda de trasplante hepático (TH) en 2005:643-57.
el mundo. Estudios observacionales longitudinales
3. Caballería J, Michelena J, Altamirano J.
de la población en distintos países han demostra-
Hepatitis alcohólica grave. GH. Continuada
do que los cambios en los hábitos de consumo de
2011;10:143-8.
alcohol (abstención en EE.UU. tras la denominada
“Ley Seca” o durante las guerras mundiales en Eu- 4. Koulaouzidis A. Alcoholic hepatitis 2010: A
ropa) se asocian con modificaciones paralelas en clinician´s guide to diagnosis and therapy.
la mortalidad por CH1. Además, el desarrollo de World J Gastroenterol 2010;16:4905-12.
modelos experimentales, en animales a los que se
les administraba alcohol intragástrico, ha permitido
reproducir las lesiones hepáticas causadas por este

H Í G A D O 799
Sección 6. Hígado

tóxico y conocer los posibles mecanismos implica-


90-100%
dos en su patogenia3.
Hígado Esteatosis
En la actualidad se denomina “hepatopatía alcohó- normal alcohólica
lica” (HPA) al espectro de lesiones provocadas en el
hígado por el etanol. En este concepto se incluyen Edad
tres síndromes evolutivos: la esteatosis hepática al- Sexo femenino
cohólica (EHA), la hepatitis alcohólica (HA) y la cirro- Raza
sis hepática alcohólica (CHA). Se trata de tres entida- Progresión Nutrición
des anatomoclínicas de las que la EHA representa la Tabaquismo
Patrón y tipo de bebida
fase inicial, mientras que la HA y la CHA constituyen
Genética
etapas más graves de la misma enfermedad. Hoy en Virus C
día se sabe que la EHA aparece en el 90% de los in- Hepatotoxinas
dividuos que abusan del alcohol, que un 10-35% de
10-35% 8-20%
alcohólicos desarrollan HA y que solo el 8-20% llegan
a desarrollar una CHA4 (figura 1).
Hepatitis Cirrosis
Aunque la cantidad de alcohol consumido y el alcohólica alcohólica
tiempo de abuso parecen ser determinantes en el
desarrollo de la HPA, no disponemos de estudios
epidemiológicos aleatorizados y a largo plazo que Figura 1. Hepatopatía alcohólica: espectro anatomoclínico.
evalúen estas variables de forma fiable. A pesar
de que algunos organismos internacionales han
intentado definir qué es un consumo de alcohol alcohol absorbido es eliminado por los riñones, la
“peligroso para la salud”, la terminología sobre el piel y los pulmones. El resto es metabolizado en el
abuso de este tóxico (consumo estándar, modera- hígado, donde sufre dos procesos oxidativos que lo
do, fuerte, alcoholismo, dependencia, etc.) y su re- transforman primero en acetaldehído (AcH) y des-
percusión sobre la salud son confusos. De acuerdo pués en acetato (figura 2). En el interior del hepa-
con la mayoría de los autores, para tener un riesgo tocito existen tres sistemas enzimáticos capaces de
significativo de desarrollar una HPA se precisa un oxidar el etanol a AcH:
consumo diario de al menos 40-80 g/día de alco- ❱❱ Sistema de la vía alcohol-deshidrogenasa (ADH).
hol en los varones y de 20-40 g/día en las muje- Es la principal vía de oxidación del alcohol y se
res, y durante al menos 10-12 años. Sin embargo, localiza en el citosol. La ADH es una enzima que
parece que, además de la cantidad y el tiempo de utiliza la nicotinamida (NAD) como cofactor y,
abuso alcohólico, son necesarios algunos factores aunque el hígado es su principal localización,
condicionantes, ambientales y/o genéticos, que también está presente en el estómago, intestino
expliquen por qué solo aparecen lesiones hepáti- delgado, riñón y cerebro. Se han identificado 5
cas en algunos alcohólicos, por qué la HPA no es clases de isoenzimas de la ADH hepática (I a V),
progresiva en todos los casos y el motivo de que la con distinta afinidad por el etanol y codificadas
lesión no revierta a pesar de abandonar este hábito en 7 locus genéticos diferentes. La actividad de
en todos los casos5. la ADH en la mucosa gástrica se encuentra dis-
minuida en los gastrectomizados y en los indi-
Patogenia de la hepatopatía alcohólica viduos que toman salicilatos o antihistamínicos
Actualmente se acepta que el mecanismo por el H2 (ranitidina, cimetidina), por lo que en estas
cual el etanol produce daño hepático es multifac- situaciones la ingesta de alcohol puede aumen-
torial, y en él participan los efectos dañinos del al- tar el riesgo de toxicidad hepática.
cohol y de su metabolismo junto con factores de ❱❱ Sistema microsomal oxidativo (MEOS). Está lo-
susceptibilidad individual6. calizado en el retículo endoplásmico del hepato-
cito y es el mecanismo principal de adaptación
Metabolismo del alcohol en el alcoholismo crónico, cuando se encuentra
Una vez ingerido, el alcohol es rápidamente absor- saturada la capacidad de la ADH. El citocromo
bido por el estómago y el intestino delgado, desde CYP2E1 es la fracción de este complejo induci-
donde se distribuye por el agua corporal. El 10% del ble por el alcohol y su hipertrofia produce un ex-

800
55. Hígado y alcohol

Etanol
NAD + R NAD + Citosol 2H2O2 Peroxi-
CYP2E1 E ADH Catalasa somas
NADH + H+ NADH 2H2O + O2
MEOS
OH-, 02-, H2O2
Acetaldehído
NAD +

ALDH
NADH
Acetato
NAD: nicotinamida adenina dinucleótido; ADH: alcohol deshidrogenasa; RE: retículo endoplásmico;
ALDH: acetaldehído deshidrogenasa.

Figura 2. Metabolismo hepatocitario del alcohol.

ceso de radicales libres (anión superóxido O2¯, va entre la concentración de AcH y la gravedad
peróxido de hidrógeno H2O2, radical hidróxilo del daño celular. Entre los mecanismos tóxicos
OH¯) y subsiguiente estrés oxidativo con daño atribuidos al AcH se encuentran sus efectos so-
hepatocitario. bre la permeabilidad intestinal y la traslocación
bacteriana, así como su capacidad para formar
❱❱ Vía de la catalasa. Se localiza en los peroxiso-
aductos con proteínas intracelulares, como
mas y mitocondrias de los hepatocitos y su pa-
AcH-tubulina o AcH-actina. Ambos efectos ac-
pel en la oxidación del etanol es mínimo, limi- tivan el sistema inmunitario y la síntesis de ci-
tado por la cantidad de peróxido de hidrógeno toquinas proinflamatorias. Además, la unión del
(H2O2) que genera esta reacción. AcH a la tubulina altera el sistema de secreción
El AcH, producto de la oxidación del etanol, pre- celular de proteínas, cuyo exceso retiene agua
senta una segunda oxidación hepatocitaria cuyo en el citosol, dando lugar al balonamiento y de-
producto final es el acetato, el cual se incorpora generación hidrópica de la célula hepática, ca-
al ciclo de Krebs en forma de acetilcoenzima A. racterísticos de la HPA. El AcH también es tóxico
Dicha reacción es catalizada por la enzima aldehí- para las mitocondrias, alterando la fosforilación
do-deshidrogenasa (ALDH), de la cual se conocen oxidativa y la β-oxidación de los ácidos grasos.
dos isoenzimas: una se localiza en el citosol y se Dicha alteración se corresponde con la imagen
activa cuando la concentración de AcH es elevada al microscopio óptico de “megamitocondrias”.
(ALDH-1); la otra en las mitocondrias y actúa en Por último, se ha demostrado que el AcH es
condiciones fisiológicas (ALDH-2)7,8. capaz de estimular la fibrogénesis y la carcino-
génesis, a través de la regulación del gen del
Efectos tóxicos causados por el alcohol colágeno y del daño que produce en la síntesis y
y su metabolismo reparación de ADN celular, respectivamente9,10.

Las alteraciones funcionales y morfológicas que ❱❱ Desequilibrio redox (NAD/NADH). La oxidación


provoca el alcohol en los hepatocitos se explican del etanol libera un hidrogenión (H+), que es
por las consecuencias de su metabolismo: captado por la NAD, la cual se transforma en
NADH. Cuando existe una sobrecarga de alco-
❱❱ Formación de acetaldehído (AcH). El AcH es hol, se produce un exceso de NADH y un déficit
considerado el principal responsable de los de NAD. Este desequilibrio altera algunos pro-
efectos nocivos del alcohol en el hígado, pán- cesos metabólicos: a) el ácido pirúvico deriva
creas, estómago, corazón y cerebro. Este meta- a ácido láctico, en lugar de ingresar en el ciclo
bolito es capaz de reproducir las lesiones de la de Krebs. Esta hiperlactacidemia disminuye la
HPA en animales de experimentación, y en hu- capacidad renal para excretar ácido úrico, sien-
manos se ha encontrado una correlación positi- do ésta una de las causas de la hiperuricemia

801
Sección 6. Hígado

frecuentemente observada en el alcohólico; ❱❱ Edad. La edad típica de presentación se encuen-


b) disminuye la β-oxidación de los ácidos grasos, tra entre 40 y 50 años.
aumentando su síntesis y la de α-glicerofosfato.
Como consecuencia de ello, se sintetizan trigli- ❱❱ Sexo. La mujer es más susceptible al alcohol y
céridos en exceso y se produce un hígado graso; desarrolla CHA a una edad más temprana y con
c) puede aparecer hipoglucemia por inhibición un consumo menor, incluso aunque suprima la
de la gluconeogénesis y consumo de los depósi- ingesta. No se conoce el motivo, pero se espe-
tos de glucógeno; d) el aumento de NADH activa cula que las diferencias en el tamaño y compo-
la xantino-oxidasa, la cual oxida la hipoxantina sición corporales entre ambos sexos, la menor
a xantina y ésta a ácido úrico. La hiperuricemia actividad de la ADH gástrica en las mujeres, y
alcohólica, que es reversible y desaparece con la los distintos estímulos hormonales, podrían in-
abstinencia, puede precipitar o agravar un ata- tervenir en esta susceptibilidad. A pesar de este
que de gota. mayor riesgo, la mayoría de pacientes con HPA
son varones, probablemente porque el riesgo
❱❱ Estrés oxidativo y lipoperoxidación lipídica.
de dependencia y abuso de alcohol es significa-
Durante el metabolismo hepatocitario del alco-
tivamente mayor en ellos.
hol se produce un exceso de radicales libres de
oxígeno y una disminución de los agentes an- ❱❱ Raza. Las tasas de desarrollo de CHA y de mor-
tioxidantes fisiológicos. La consecuencia es un talidad son mayores en los americanos africa-
desequilibrio o estrés oxidativo. Los radicales nos e hispanos y menor en los caucasianos.
libres de oxigeno en exceso dañan el ADN y las
proteínas esenciales para las células. Además, ❱❱ Estado de nutrición. Actualmente se sabe que
inician una reacción en cadena de peroxidación tanto la desnutrición como la obesidad del alco-
de los lípidos, que lleva al daño mitocondrial y a hólico se asocian a lesiones hepáticas más gra-
la muerte celular. Durante el proceso de lipope- ves. Algunos estudios han identificado que un
roxidación se forman aldehídos como el malo- IMC > 27 kg/m2 en el hombre y > 25 kg/m2 en
nildialdehído y el 4-hidroxinonenal que, al igual la mujer son factores de riesgo independientes
que el AcH, activan al sistema inmunitario y para el desarrollo de hepatopatía, incluyendo
estimulan la producción de citoquinas proinfla- la alcohólica. La obesidad potencia la severidad
matorias por las células de Kupffer (macrófagos de la HPA y favorece la progresión a CHA. La ca-
hepáticos). Entre estas citoquinas hay que des- rencia de vitaminas antioxidantes o el consumo
tacar al factor de necrosis tumoral a (TNF-α), de grasas poliinsaturadas en exceso favorecen
el cual desempeña un papel fundamental en la el estrés oxidativo y el daño hepatocitario. Ade-
patogenia de la HPA al inducir apoptosis y ne- más, el alcohol favorece la absorción intestinal
crosis celular. Por otro lado, el alcohol produce de hierro y este metal es capaz de catalizar la
una disminución de sustancias antioxidantes, producción de radicales libres de oxígeno y con-
como el glutatión, al deprimir la actividad de la tribuir al desequilibrio oxidativo producido du-
S-adenosilmetionina, enzima clave del metabo- rante el metabolismo del propio etanol.
lismo de la metionina cuyo producto final es el
glutatión4,11. ❱❱ Tabaquismo. El consumo de cigarrillos también
acelera la progresión de la fibrosis en sujetos
Factores condicionantes de con HPA. Esta acción es particularmente eviden-
susceptibilidad individual (figura 1) te en los bebedores infectados por el virus de la
hepatitis C (VHC) (capítulo 54).
A pesar del abuso del alcohol, solo alrededor del
13% de los alcohólicos desarrollan enfermedad he- ❱❱ Patrón de consumo y tipo de bebida. Además
pática. Además, la EHA no progresa a una HA o a de los gramos de alcohol diarios, algunos estu-
una CHA en todos los casos. No se conoce la causa dios demuestran que el riesgo de HPA es mayor
ni el mecanismo por el que se producen estas di- con la toma de cerveza y licores y menor con la
ferencias entre los individuos alcohólicos, pero se de vino. Parece que beber fuera de las comidas
han identificado algunos factores que pueden au- e ingerir más de 5 bebidas de una vez, también
mentar esta susceptibilidad12: aumentan el riesgo.

802
55. Hígado y alcohol

❱❱ Factores genéticos. Existe mayor prevalencia ma de vacuolas en el citoplasma de los hepatoci-


de alcoholismo en niños adoptados con padres tos.
biológicos alcohólicos y en gemelos monocigo-
tos. Se han encontrado asociaciones de la HPA
Características histológicas
con algunos haplotipos del complejo mayor La forma más frecuente es la esteatosis macrova-
de histocompatibilidad HLA y con diferentes cuolar. Consiste en pequeñas vacuolas llenas de
polimorfismos o mutaciones de los genes que grasa que confluyen en grandes vacuolas, las cua-
codifican algunas enzimas del metabolismo del les pueden desplazar el núcleo y resto de organe-
alcohol, como la ADH y la ALDH8,11. También las celulares. En su patogenia pueden intervenir el
se han encontrado algunos polimorfismos del aumento en la síntesis hepática de ácidos grasos,
citocromo CYP2E1, de algunas citoquinas y de el descenso en su metabolismo y un bloqueo en
genes promotores de fibrosis. su trasporte desde el hígado a la sangre en forma
de lipoproteínas, así como un aumento en la mo-
❱❱ Infecciones por virus hepatotropos. En alrede- vilización de triglicéridos desde el tejido adiposo al
dor del 14% de pacientes coexisten alcoholismo hígado. En ocasiones la esteatosis adopta un patrón
e infección por el VHC. Parece que ambos fac- microvesicular, en el que las microvacuolas no se
tores actúan de forma sinérgica ya que dicha unen para formar las grandes vacuolas. Esta dege-
asociación empeora el pronóstico de la he- neración grasa es similar a la del síndrome de Reye
patopatía, aumenta la mortalidad, y favorece la o a la del embarazo y está relacionada con un fallo
aparición de CH y de HCC. Se ha propuesto que en la β-oxidación de los ácidos grasos. Por último,
el alcohol puede aumentar la viremia, alterar raras veces la esteatosis es mixta, macro- o micro-
la respuesta inmunitaria al virus y disminuir la vesicular, y masiva comprometiendo al 100% de los
eficacia del tratamiento antiviral, y que el VHC hepatocitos. Cuando el depósito de grasa ocupa
puede potenciar el estrés oxidativo causado por toda la célula, ésta puede romper la membrana
el metabolismo del etanol. Se ha propuesto una celular y producir una reacción inflamatoria granu-
asociación similar con el virus de la hepatitis B, lomatosa, dando lugar a los típicos “lipogranulo-
aunque esta relación no es tan evidente13. mas”. Ocasionalmente es posible hallar, junto a la
esteatosis, depósito de colágeno alrededor de las
❱❱ Exposición a hepatotoxinas. Algunas sustan-
venas centrolobulillares (fibrosis perivenular o pe-
cias como la vitamina A o el acetaminofeno
ricentral), en ausencia de inflamación o de otros
(paracetamol) actúan de forma sinérgica con el signos de HA.
alcohol y aumentan el riesgo de daño hepático,
incluso a dosis terapéuticas.

Lesiones hepáticas producidas por el


alcohol y manifestaciones clínicas:
clasificación anatomoclínica
El alcohol es capaz de producir un espectro de le-
siones hepáticas y una serie de manifestaciones
clínicas secundarias que tradicionalmente se han
agrupado en tres síndromes anatomoclínicos: EHA,
HA y CHA. En las tres entidades mencionadas, las
alteraciones histológicas predominan en la zona 3
del lobulillo (área centrolobulillar o perivenular)
donde existe una mayor concentración de las en-
zimas que intervienen en el metabolismo hepático Figura 3. Lesiones histopatológicas en la hepatopatía
del alcohol y también más hipoxia5,7 (figura 3). por alcohol; a) imagen que muestra esteatosis y focos de
infiltración por PMN alrededor de la vena centrolobulillar; b)
Esteatosis hepática alcohólica (EHA) esteatosis macrovacular; c) imagen que muestra fenómenos
de fibrosis perisinusoidal; d) lesiones anatomopatológicas
Es la forma más frecuente y benigna de HPA y se compatibles con una cirrosis hepática. Obsérvense los nódu-
los de regeneración, separados por septos fibrosos.
caracteriza por el depósito de triglicéridos en for-

803
Sección 6. Hígado

Manifestaciones clínicas estadios iniciales, la fibrosis hepática de la HA se


localiza en el espacio de Disse (“colagenización o
La EHA suele ser asintomática y manifestarse solo capilarización sinusoidal”) y envuelve de forma ca-
por una hepatomegalia blanda e indolora. En racterística a los hepatocitos (fibrosis pericelular).
ocasiones aparecen síntomas inespecíficos como Además, es frecuente, aunque no necesario, en-
náuseas o vómitos, astenia y molestia en el hipo- contrar esteatosis, proliferación de conductos bilia-
condrio derecho. Las pruebas de laboratorio sue- res, megamitocondrias, cuerpos acidófilos, y cuer-
len ser normales, aunque no es raro encontrar un pos (o hialina) de Mallory (agregados perinucleares
aumento ligero en el valor de la aspartato-amino- de material proteináceo y eosinófilo, consecuencia
transferasa (AST<100 U/l). Es frecuente encontrar de una alteración de la vía ubiquitina-proteasomas)
niveles elevados de gamma-glutamil-transpeptida- (figura 4). Además de en la HPA, es posible obser-
sa (GGT), del volumen corpuscular medio de los he- var también hialina de Mallory en la enfermedad
matíes (VCM), del colesterol-HDL y del ácido úrico, de Wilson, colestasis crónicas, diabetes, hepato-
pero estos parámetros se relacionan con el abuso patía grasa no alcohólica, enfermedad de Weber-
de alcohol y no con la lesión hepática. Las pruebas Christian y tras la toma de maleato de perhexelina.
de función hepatocelular (albúmina, bilirrubina,
protrombina) generalmente no se alteran y tam- Manifestaciones clínicas
poco suelen encontrarse déficits nutricionales en
La HA puede ser asintomática, o cursar con una clí-
esta fase de la HPA. La ecografía abdominal es una
nica inespecífica: náuseas, vómitos, anorexia, debi-
técnica de imagen muy útil para el diagnóstico de
lidad muscular, pérdida de peso y diarrea. La forma
la EHA, ya que permite observar un hígado hipere-
más característica es la asociación de ictericia, do-
cogénico “brillante”, que traduce un depósito graso
lor abdominal, hepatomegalia, fiebre y leucocitosis.
moderado o intenso. No es posible diferenciar me-
La ictericia aparece en el 25% de las HA, asociada a
diante la ecografía aquellos pacientes que tienen,
un aumento de la bilirrubina (BR) y a veces a un
además de grasa, inflamación o fibrosis. Por otro
deterioro de la función hepática. El dolor suele lo-
lado, no existen datos clínicos ni parámetros bioló-
calizarse en epigastrio o en el hipocondrio derecho,
gicos que permitan identificar a los individuos con
simulando en ocasiones un cólico biliar. La hepato-
EHA y mayor riesgo de progresión a CH. megalia se detecta en el 75% de las HA y suele ser
Hepatitis alcohólica (HA) sensible a la palpación. La temperatura puede au-
mentar hasta 38,5-40 ºC y se relaciona con el grado
En ella las lesiones morfológicas y las manifesta- de inflamación hepática aunque cuando se asocia
ciones clínicas son mucho más graves que en la a leucocitosis, resulta obligado descartar una com-
EHA. Aunque es difícil conocer su prevalencia real plicación infecciosa e implica mayor gravedad. En
sin efectuar una biopsia hepática, se calcula que ocasiones es posible escuchar un soplo sistólico
aparece en alrededor del 20% de los alcohólicos
(10-35%), generalmente tras periodos de consumo
excesivo14,15.
Características histológicas
El diagnóstico histológico de la HA exige la coexis-
tencia de degeneración y necrosis celular, infiltrado
inflamatorio de leucocitos (predominio polimorfo-
nuclear) alrededor de las zonas de necrosis y fibro-
sis pericelular. Como ya se ha mencionado, estos
hallazgos son más frecuentes alrededor de la zona
centrolobulillar. En la denominada “degeneración
hidrópica” los hepatocitos aparecen hinchados o
balonizados y con el citoplasma claro. Se acepta
que es debido a una alteración de la bomba Na-K
de la membrana celular que impide que se elimine Figura 4. Cuerpos de Mallory o hialina alcohólica. Aparecen
el agua, o a una disfunción del sistema de microtú- en forma de agregados irregulares, intracitoplásmicos,
bulos que no permite que se secreten las proteínas. perinucleares y de color rojo violáceo. Está compuesta por
La consecuencia es la necrosis y muerte celular. En citoqueratina y otras proteínas.

804
55. Hígado y alcohol

sobre la superficie del hígado, consecuencia de un


aumento del flujo en la arteria hepática. Un 5-10%
de casos son graves y se añaden manifestaciones
de insuficiencia hepática como encefalopatía hepá-
tica, insuficiencia renal, coagulopatía o ascitis.
En la exploración física es frecuente encontrar
signos de malnutrición, ictericia cutáneo-mucosa
y estigmas de alcoholismo como eritema palmar,
telangiectasias y arañas vasculares, hipertrofia pa-
rotídea, atrofia de eminencias tenar e hipotenar, y
contracturas de Dupuytren (figura 5). También pue-
de observarse atrofia testicular e hipogonadismo,
insuficiencia cardiaca por miocardiopatía dilatada,
neuropatía periférica, atrofia muscular y demen-
cia. En las pruebas de laboratorio es típico encon- Figura 5. a) telangiectasias faciales; b) contractura palmar de
trar valores elevados de AST, con frecuencia inferior Dupuytren; c) eritrosis palmar; d) ascitis a tensión).
a 300-400 U/l, y un cociente con la alanino-amino-
transferasa (ALT) AST/ALT >1-2. La fosfatasa alcalina
puede estar aumentada y la BR suele ser superior rios años, puede transformarse en macronodular o
a 2 mg/dl y con frecuencia por encima de 10 mg/ en mixta. La CHA puede asociarse a lesiones de HA,
dl. La GGT, el VCM y otros marcadores de alcoho- que suelen ser más intensas en la periferia de los
lismo también aparecen elevados. Es frecuente en- nódulos de regeneración. En estos casos, es posible
contrar cierto grado de anemia y trombopenia por ver infiltración grasa, hialina de Mallory, necrosis
toxicidad del propio alcohol o por el desarrollo de hialina esclerosante u otras lesiones típicas de la
hipertensión portal. La hipoalbuminemia y el des- HPA, rasgos que permiten diferenciarla de otras CH
censo del tiempo de protrombina o alargamiento no alcohólicas.
del INR son signos de insuficiencia hepática y com-
portan mayor gravedad del episodio de HA. La eco- Manifestaciones clínicas
grafía abdominal no es capaz de detectar fibrosis
La CHA puede ser asintomática y diagnosticarse en
incipiente ni la inflamación característica de la HA.
la autopsia o de forma accidental, o bien manifes-
Se ha descrito el signo ecográfico de los “canales
tarse con síntomas inespecíficos (náuseas, astenia,
paralelos”, que traduce el aumento del diámetro de
molestias abdominales, etc.) o por cualquiera de
la arteria hepática típico de la HA. observándose en
sus descompensaciones (ascitis, encefalopatía he-
estos casos paralela a la vena porta16.
pática, hemorragia por varices). Una descripción
Cirrosis hepática alcohólica (CHA) más exhaustiva de los mecanismos fisiopatológi-
cos que conducen a la hipertensión portal y sus
Constituye el estadio evolutivo final de la HPA. Ge- complicaciones puede consultarse en el capítulo
neralmente la HA es la lesión precursora, pero se 60. Aunque la exploración física puede ser normal,
han documentado casos en los que la CHA apareció habitualmente son evidentes algunos signos carac-
tras una EHA con fibrosis perivenular central, una terísticos como eritema palmar, arañas vasculares,
fibrosis hepática o una hepatitis crónica activa al- ginecomastia, falta de vello, ictericia o malnutri-
cohólica. ción (figura 5). Algunos signos más específicos de
etiología alcohólica incluyen la hipertrofia paro-
Características histológicas
tídea, retracción palmar e hipogonadismo. Puede
La arquitectura normal del lobulillo es sustituida palparse un hígado de borde nodular y presentar
por puentes de fibrosis que rodean a nódulos de re- circulación colateral abdominal, semiología de as-
generación hepatocitaria, de forma similar a lo que citis y esplenomegalia. Las pruebas de laboratorio
sucede en las CH de otras etiologías. La CHA suele pueden ser normales cuando la CH está compensa-
reconocerse porque estos nódulos son menores de da o el paciente cumple la abstinencia. La BR, albú-
3 mm (cirrosis micronodular o de Laennec), aunque mina, protrombina, INR y factores de coagulación
cuando coexisten otras agresiones, como la infec- son útiles para conocer el grado de deterioro de la
ción por el VHC, o se suprime el alcohol durante va- función hepática. La hipergammaglobulinemia es

805
Sección 6. Hígado

común con otras causas de CH, pero el aumento de TABLA 1. Requisitos para el diagnóstico de hepatopatía
la inmunoglobulina A es específico de la CHA. No alcohólica
existen datos diagnósticos de CHA en la ecografía
abdominal, ya que el cambio en el tamaño del hí-
gado, la heteroecogenicidad de su parénquima o la ❱❱ Detección de alcoholismo.
presencia de ascitis son hallazgos comunes a la CH • Interrogatorio: cálculo de cantidad de alcohol
de cualquier etiología1,4 . ingerido y cuestionarios específicos de alcoholis-
mo.
Otras formas de hepatopatía alcohólica • Marcadores biológicos: VCM > 95-100 fl; GGT >
2,5N.
Colestasis alcohólica ❱❱ Diagnóstico de enfermedad hepática alcohólica.
Se ha descrito la colestasis simple atribuible al • Exploración física: estigmas de hepatopatía,
efecto tóxico del alcohol sobre la secreción biliar. hepatomegalia, ictericia, ascitis, encefalopatía
Pero lo más habitual es una colestasis grave aso- • Laboratorio: ↑ AST, AST/ALT >1-2, ↑ BR, ↓al-
ciada a esteatosis masiva, esteatosis microvesicular búmina, ↑ tº protrombina, dislipemia, ↑ácido
o lesiones de HA severas. Esta colestasis es de ins- úrico, anemia y trombopenia.
tauración brusca, simulando una obstrucción de la • Pruebas de imagen: ecografía abdominal.
vía biliar, y suele cursar con insuficiencia hepática • Biopsia hepática: percutánea/transyugular en
grave. Debe sospecharse en aquellos alcohólicos pacientes con coagulopatía.
crónicos que han aumentado la cantidad de alcohol • Métodos de diagnóstico no invasivos: citoque-
ingerido y descuidado su nutrición y que presentan ratina 18 en plasma, test de Forns, fórmula Apri,
un aumento de la BR y de los niveles plasmáticos de FibroScan (elastografía transitoria).
fosfatasa alcalina. ❱❱ Descartar otras causas de hepatopatía
• Enfermedad hepática grasa no alcohólica.
Síndrome de Zieve
• Hemocromatosis genética.
Es un tipo de HA en el que las lesiones histológicas
típicas de HA se asocian a esteatosis masiva, ane-
mia hemolítica e hiperlipidemia17. ración, y también con la inducción enzimática del
citocromo CYP2E, el cual podría favorecer la for-
Hepatitis crónica alcohólica mación de carcinogénicos contenidos en el tabaco,
En algunos alcohólicos aparecen lesiones idénticas nitrosaminas, etc.
a las hepatitis virales, pero que se recuperan con la
abstinencia. No se asocia a manifestaciones clínicas
Diagnóstico de la hepatopatía alcohólica
típicas y en la analítica destacan los marcadores de Para poder establecer el diagnóstico de HPA es ne-
alcoholismo. cesario confirmar el consumo excesivo de alcohol,
documentar la existencia de enfermedad hepática
Fibrosis hepática relacionada con este tóxico y descartar otras causas
Es una entidad infrecuente en la que existe un de enfermedad hepática (tabla 1).
aumento del colágeno hepático sin esteatosis ni Confirmación del alcoholismo
lesiones de HA. Puede existir una hepatomegalia y
trastornos generales inespecíficos, junto a un au- Se basa en la sospecha clínica y el interrogatorio al
mento discreto de las transaminasas. En ocasiones paciente sobre el patrón, tipo y cantidad de alcohol
se detectan signos de hipertensión portal como es- que consume. Además, el médico debe ayudarse
plenomegalia y ascitis. Su diagnóstico es un indica- de la información obtenida de familiares y/o perso-
dor morfológico de progresión a cirrosis. nas que convivan con el individuo, de cuestionarios
específicos y de algunos marcadores biológicos de
Hepatocarcinoma alcoholismo16,18.
Aparece en el 5-15% de pacientes con CHA. Su me- ❱❱ Cálculo de la cantidad de alcohol ingerido. Debe
canismo patogénico no se conoce, aunque se ha tomarse nota del tipo y número de bebidas alco-
relacionado con la coinfección viral, con los fenó- hólicas diarias o semanales para calcular los gra-
menos de inflamación crónica, necrosis y regene- mos de alcohol y el riesgo de toxicidad (tabla 2).

806
55. Hígado y alcohol

TABLA 2. Cálculo del consumo de alcohol y contenido de algunas bebidas alcohólicas

Gramos de alcohol/ día = C x Gº x 0,8/100


C: ml de bebida; Gº: graduación; 0,8: densidad del alcohol

Bebida Volumen Grados Gramos Cantidad/día de riesgo*


(ml) (º) (g) Varones/mujeres*
Lata de cerveza 330 6 13 3-6/1,5-3 latas
Vaso de vino/cava 100 12 11 4-8/2-4 vasos
Licores 44 40 13 3-6/1,5-3 copas

* ≥ 20 g/día en las mujeres y ≥ 40 g/día en los hombres, durante 5 a 10 años.

❱❱ Cuestionarios sobre el consumo de alcohol. Diagnóstico de enfermedad hepática


Consisten en una serie de preguntas destina-
alcohólica
das a obtener información sobre la cantidad
y la frecuencia con la que el paciente bebe No se conoce con exactitud la cantidad de alcohol
alcohol, así como sobre las consecuencias so- que se requiere para situar a un individuo en ries-
ciales o psicológicas de dicho consumo. Cada go de desarrollar una hepatopatía, aunque en los
respuesta recibe una puntuación y el resultado últimos años la mayoría de autores la fijan en una
global determina si el test es positivo para al- cantidad igual o superior a 20 g/día en las mujeres
y a 40 g/día en los hombres, durante 5 a 10 años.
coholismo. Entre los cuestionarios más utiliza-
En el caso de la HA, lo habitual es que se trate de un
dos se encuentran el CAGE, el MAST (Michigan
bebedor crónico de más de 100 g/día de alcohol y
Alcoholism Screening Test) y el AUDIT (Alcohol
durante más de 1 o 2 décadas. No es infrecuente la
Use Disorders Identification Test). Dichos cues-
abstinencia varias semanas antes de la hospitaliza-
tionarios han demostrado una alta sensibilidad ción por una HA, aunque cuando el cuadro aparece
(85-98%) y especificidad (76-89%). Sin embargo, después de 3 meses de abstinencia debería sospe-
en muchas ocasiones se debe ser escéptico con charse una CHA o bien otras causas de enfermedad
las respuestas y tener en cuenta que el enfermo hepática19.
tiende a minimizar la cantidad de alcohol que
bebe, y que el consumo en las mujeres frecuen- Exploración física
temente es oculto18. Puede ser normal o mostrar signos de HPA (hi-
❱❱ Marcadores biológicos de alcoholismo. Algu- pertrofia parotídea, eritrosis palmar, contractura
de Dupuytren, signos de feminización) y/o de CH
nos tienen alta sensibilidad, pero la mayoría
(encefalopatía hepática, circulación colateral en la
son poco específicos para detectar el abuso de
pared abdominal, ascitis, edemas, arañas vascula-
alcohol y pueden alterarse también en otros
res). Puede palparse una hepatomegalia y en la HA
procesos. Entre ellos se encuentran la GGT, el escucharse un soplo en el hipocondrio derecho. El
VCM de los hematíes y la transferrina deficiente clínico debe ser cauto a la hora de interpretar estos
en carbohidratos (CDT). La combinación de una signos ya que, en general, tienen poca sensibilidad
GGT superior a 2,5 veces su valor normal con un y especificidad.
VCM por encima de 95-100 fl, o la tendencia a
la normalización en sus valores durante la abs- Pruebas de laboratorio
tinencia alcohólica, mejoran la sensibilidad de Pueden ser normales en la EHA e incluso en la CHA
estos marcadores. Aunque inicialmente hubo compensada, pero es característico de la HPA el au-
gran entusiasmo con el valor de la CDT en el mento de la AST y del cociente AST/ALT. Valores de
diagnóstico del alcoholismo, su baja sensibili- AST superiores a 500 U/l o de ALT superiores a 200
dad y especificidad han limitado su uso. U/l son excepcionales en la HA y se han descrito en

807
Sección 6. Hígado

Figura 6. Durante años, la laparoscopia permitió obtener una visión macroscópica del hígado y la toma de biopsias dirigidas,
un procedimiento de indudable menor riesgo que las biopsias percutáneas realizadas a ciegas. El advenimiento de la ecografía
proporcionó la oportunidad de realizar biopsias percutáneas con control ecográfico y la técnica fue desplazando de un modo
progresivo a la laparoscopia. La figura muestra una visión de los diferentes estadios de la enfermedad hepática por alcohol
obtenida por laparoscopia.
a) Laparoscopia. Hígado graso. La superficie del hígado es lisa y a través de su cápsula se reconoce el parénquima hepático y el
dibujo de los lobulillos en los que destaca el color amarillento originado por el depósito de grasa. b) Hepatitis alcohólica. La su-
perficie del hígado es algo irregular en relación con la presencia de fibrosis. En la cápsula se pueden apreciar numerosos capilares
y arteriolas que reflejan la actividad inflamatoria. En las zonas donde la cápsula no está engrosada, se puede reconocer que el
parénquima hepático presenta un moteado rojizo. En ocasiones, el parénquima tiene una coloración amarillenta como conse-
cuencia del depósito de grasa. c) Laparoscopia. Cirrosis hepática micronodular. La superficie está deformada por la presencia de
una granulación fina y homogénea producida por los pequeños nódulos de regeneración. Es llamativa la coloración amarillenta
característica del depósito de grasa. En la cápsula hay un aumento de los capilares y arteriolas que se relaciona con la presencia
de actividad inflamatoria. d) Laparoscopia. Cirrosis hepática macromicronodular de etiología alcohólica. El hígado presentta una
superficie irregular deformada por nódulos de tamaño heterogéneo, pequeños y medianos, separados por depresiones cicatricia-
les. En la cápsula se identifican multitud de quistes linfáticos de color blanquecino.
Cortesía del Dr. Solís Herruzo. Hospital 12 de Octubre de Madrid.

la esteatosis aguda masiva, pero obligan a descar- simple ecografía abdominal es posible diagnosticar
tar otras etiologías como sobredosis concomitante un hígado graso, una CH, o un HCC. Además, permi-
de paracetamol. Es frecuente encontrar alteracio- te descartar otras causas de alteración de las prue-
nes hematológicas (anemia, trombopenia, leuco- bas hepáticas como patología obstructiva biliar o
citosis/leucopenia), metabólicas (hiperuricemia, procesos neoplásicos que infiltren el parénquima
hipertrigliceridemia y aumento de HDL-colesterol) hepático.
y de los parámetros nutricionales. En la hepatopa-
tía avanzada se alteran los parámetros de función
Biopsia hepática
hepática (BR, protrombina, INR, albúmina). Aunque no es imprescindible para el manejo de
esta enfermedad, la biopsia hepática es útil para
Pruebas de imagen
establecer el diagnóstico definitivo, conocer la gra-
Tanto la ecografía abdominal como la tomografía vedad de las lesiones y orientar sobre el pronóstico
computarizada y la resonancia magnética son ca- de la enfermedad. Hoy en día sigue siendo el gold
paces de detectar que existe enfermedad hepática, standard para clasificar a los enfermos, valorar el
aunque no discriminan si existe inflamación o fibro- estadio de fibrosis y detectar lesiones hepáticas
sis ni sirven para establecer la etiología. Con una de otra etiología. La figura 6 muestra el aspecto

808
55. Hígado y alcohol

macroscópico de las diferentes formas anatomo- de Budd-Chiari puede ser difícil y hacer necesaria la
clínicas de la enfermedad hepática por alcohol, realización de una biopsia hepática4.
obtenido por visión laparoscópica. Hoy en día, el
procedimiento se realiza habitualmente mediante Pronóstico
una punción percutánea dirigida por ecografía. De El pronóstico de la HPA es muy variable pues de-
acuerdo con las guías americanas, la biopsia hepáti- pende de diversos factores, siendo los más impor-
ca está indicada en aquellos pacientes con un diag- tantes la persistencia o no del alcoholismo, la se-
nóstico clínico de HA grave en quienes se valora la veridad de la lesión hepática y la intensidad de las
posibilidad de tratamiento farmacológico (ver más manifestaciones clínicas.
adelante), o en aquellos con un diagnóstico dudo-
so14,18. Supresión del consumo de alcohol
Otros métodos diagnósticos La abstinencia alcohólica es el principal indicador
Recientemente se ha comunicado la utilidad de la del pronóstico de la enfermedad. En la EHA el hí-
citoqueratina 18 en el diagnóstico de la HA y como gado puede llegar a normalizarse en menos de 6
predictor de fibrosis hepática. Es un biomarcador semanas. En la HA el pronóstico es muy variable,
plasmático de muerte celular y es probable que en aunque la abstinencia suele provocar una curación
el futuro sirva también para valorar la respuesta al de las lesiones. En las mujeres, no obstante, el ries-
tratamiento con corticoides de los pacientes con go de evolución a CH puede mantenerse a pesar de
HA grave20. la supresión del hábito enólico. En el caso de la CHA
compensada, la supervivencia a los 5 años varía del
En los últimos años también se han desarrollado 90% en el grupo de abstemios menos del 70% en el
algoritmos matemáticos (APRI, Forns)21 y se ha de bebedores activos. En el caso de la CHA descom-
difundido el uso de la “elastografía transitoria” (Fi- pensada, la supervivencia aumenta en un 30% en el
broScan) para predecir el estadio de fibrosis. Estos grupo de abstemios.
métodos no invasivos han demostrado su utilidad
en la hepatitis crónica C, pero su valor en la HPA Tipo de lesión hepática
está aún por determinar21,22. La venopatía alcohólica (fibrosis perivenular cen-
tral), colagenización sinusoidal, inflamación, necro-
Descartar otras causas hepatopatía: sis focal o colestasis son indicadores de progresión,
diagnóstico diferencial máxime si el paciente continúa con el hábito alco-
hólico o está infectado por el VHC. Por el contrario,
Entre las enfermedades del hígado que pueden
las megamitocondrias parecen ser indicadores de
presentar características clínicas y/o histológicas
buen pronóstico.
parecidas a las de la HPA se encuentran la enferme-
dad del hígado graso no alcohólica y la hemocro- Marcadores clínicos y de laboratorio:
matosis hereditaria. El diagnóstico diferencial con
la primera es especialmente difícil, ya que las lesio- índices pronósticos
nes histológicas son indistinguibles y en ocasiones Los enfermos con mayor riesgo de progresión de
no es fácil asegurar que el paciente no consume la HPA y menor supervivencia son aquellos con en-
alcohol en exceso. La asociación de un síndrome cefalopatía hepática, ascitis, ictericia, o infección
metabólico (obesidad, diabetes mellitus tipo 2, bacteriana añadida. Los pacientes con hiperbilirru-
hipertensión arterial, dislipemia) o la toma de al- binemia intensa (superior a 12 mg/dl), tiempo de
gunos fármacos (amiodarona, tamoxifeno) apoyan protrombina alargado, insuficiencia renal o hipoal-
el diagnóstico de enfermedad del hígado graso no buminemia también tienen mal pronóstico. Para
alcohólico (capítulo 56). También puede resultar facilitar la toma de decisiones terapéuticas, se han
difícil distinguir la hiperferritinemia y la siderosis desarrollado índices pronósticos que permiten cal-
hepática que aparecen con frecuencia en la HPA de cular de forma objetiva la gravedad del episodio de
las que se producen en la hemocromatosis heredi- HA y ayudar a identificar a los enfermos con peor
taria. La determinación de las mutaciones de esta pronóstico y con necesidad de tratamiento espe-
enfermedad de transmisión genética y el índice he- cífico (tabla 3). Los más utilizados son el índice de
pático de hierro permiten diferenciarlas (capítulo Maddrey (IM), el sistema MELD (Mayo End-Stage
57). La distinción de la HA grave con un síndrome Liver Disease), la escala de Glasgow y el tradicional

809
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Cálculo de los índices pronósticos de la hepatitis aguda

❱❱ Índice o función discriminativa de Maddrey


4,6 x tiempo de protrombina (segundos) + bilirrubina total (mg/dl)
❱❱ Índice o función discriminativa de Maddrey modificada
4,6 x [tiempo de protrombina - tiempo protrombina control (segundos) ] + bilirrubina total (mg/dl)
❱❱ MELD
3,8 x loge (bilirrubina mg/dl) + 1,2 x loge (INR) + 9,6 x loge (creatinina mg/dl)
❱❱ Índice de Glasgow
PUNTUACIÓN 1 2 3
Edad <50 >50 –
Leucocitos (10 /l)
9
<15 >15 –
Urea (mmol/l) <5 >5 –
Protrombina (ratio) <1,5 1,5-2 >1,5
Bilirrubina (µmol/l) <125 125-250 >250
❱❱ Índice ABIC
(edad x 0,1) + (bilirrubina x 0,08) + (creatinina x 0,3) + (INR x 0,8)

Child-Turcotte-Pugh. Un IM superior o igual a 32 se días del 20% en las formas leves y del 30-60% en
corresponde con una HA grave y una mortalidad las graves). A largo plazo, el factor pronóstico más
del 30-50% durante el primer mes del episodio; por importante es la abstinencia alcohólica. Si la lesión
el contrario, un IM inferior a 32 se asocia con una inicial es leve, solo el 30% desarrollan CH en un
HA leve-moderada y una mortalidad del 17% en periodo aproximado de 10 años; pero si es grave,
los primeros 30 días. Diferentes autores han encon- el 70% acaban siendo cirróticos. La mortalidad se
trado que una puntuación MELD superior a 18-20 relaciona con el grado de insuficiencia hepática y
presenta una sensibilidad y especificidad similar a con complicaciones como infecciones, delírium tré-
la del IM para seleccionar a los pacientes con peor mens o síndrome hepatorrenal.
pronóstico. Además, el cambio en 2 o más puntos El pronóstico de la CHA depende del grado funcio-
de cualquiera de estos dos índices durante la pri- nal, del sexo y de la presencia de varices esofágicas.
mera semana de hospitalización predice un cambio Observaciones clínicas han asociado los valores de
en la mortalidad del episodio18,23. colesterol bajos (por debajo de 100 mg/dl) y el des-
censo progresivo de la GGT (GGT inferior a 100 o
Otros marcadores ratio BR/GGT mayor que 1) con mayor mortalidad
La existencia de hipertensión portal o cofactores al año y peor pronóstico de la CHA. En general, el
como hepatitis crónica viral, obesidad, malnutri- desarrollo de una CHA significa un acortamiento
ción o sobrecarga de hierro ensombrecen el pro- en la supervivencia. Las causas más frecuentes de
nóstico de la HPA. muerte son la insuficiencia hepática, la hemorragia
digestiva y el HCC. No se deben olvidar las causas
La HA es considerada una lesión precirrótica, es- extrahepáticas de muerte relacionadas con el alco-
pecialmente tras episodios repetidos de necroin- hol como suicidios, accidentes o tumores diferen-
flamación, cuando persiste el consumo de alcohol, tes al HCC. Los pacientes con CHA compensada y
y cuando se trata del sexo femenino. El pronóstico buena función hepática tienen una supervivencia
de la HA es muy variable: a corto plazo depende del 50-60% a los 5 años y del 30-40% a los 10 años.
de la gravedad del episodio (mortalidad a los 30 Por el contrario, cuando la CHA está descompensa-

810
55. Hígado y alcohol

da, solo viven el 15-20% a los 5 años y el 10% si ha mg/6-8 horas, o atenolol, 50 mg/12 horas) cuando
aparecido ascitis24. los síntomas neurovegetativos sean muy acentua-
dos. En el caso de que la clínica sea muy grave, el
Tratamiento paciente debe ser tratado en una unidad de cuida-
dos intensivos23,25.
El pilar básico del tratamiento de la HPA es la absti-
nencia alcohólica. A ello deben añadirse unas me-
didas generales y otras específicas como los suple-
Nutrición
mentos nutricionales y los corticoides en el caso de La malnutrición proteico-calórica, las deficiencias
la HA grave. El IM y la puntuación MELD son los ín- en vitaminas (A, D, K, B1 o tiamina, B12 o piridoxi-
dices pronósticos más utilizados para decidir el ini- na, folato) y minerales, como el zinc, son frecuentes
cio del tratamiento farmacológico en el primer día en el alcoholismo y ensombrecen el pronóstico de
de hospitalización del paciente con una HA grave. El la HPA. Diferentes estudios sugieren que los suple-
manejo de la CHA y de sus posibles complicaciones, mentos nutricionales orales, enterales o parente-
como la ascitis, la EH o el sangrado por varices eso- rales, según la situación y gravedad del enfermo,
fágicas, no difiere del indicado para la CH de otra mejoran la función hepática y la supervivencia
etiología, incluyendo el TH (capítulos 61-63). del paciente con HPA, tanto en fase de HA como
de CHA. La nutrición enteral total consiste en la
Abstinencia alcohólica administración de 2.000 kcal/día en infusión con-
tinua a través de una sonda nasogástrica especial
Debe ser la primera medida terapéutica en todos
y mediante una bomba peristáltica. Siempre que
los casos. Los largos periodos de abstinencia con-
el paciente pueda tolerar la vía oral, los nutri-
siguen mejorar la evolución del daño hepático, dis-
cionistas recomiendan una dieta de 1,2-1,5 g de
minuir la presión portal, evitar la progresión a CH y
proteínas/kg de peso y 35-40 kcal/kg/día en forma
aumentar la supervivencia en cualquiera de los es-
de comidas frecuentes, con un desayuno completo
tadios de la HPA. Esta mejoría ocurre en la mayoría
y una toma a la hora de acostarse.
de los casos tras tres meses de abstinencia, aunque
es menos significativa entre las mujeres. Fármacos
La dependencia alcohólica es difícil de tratar y con Los corticoides y la pentoxifilina son los únicos fár-
frecuencia es necesario un abordaje multidiscipli- macos que recomiendan las guías clínicas para el
nar que incluya medidas psicológicas y farmaco- tratamiento farmacológico de la HA grave (figura 7).
lógicas que ayuden a abandonar este hábito y a
evitar la recaída. La determinación en sangre de Corticoides
la CDT, cuyo valor se normaliza tras 2 semanas sin
consumir alcohol, puede ser útil para confirmar la El mecanismo por el que pueden ser beneficiosos
abstinencia. Entre los medicamentos útiles para en la HA es múltiple: acción inmunomoduladora y
conseguir la abstinencia se encuentran los fárma- antifibrogénica, efecto anabolizante, inhibición de
cos aversivos como el disulfiram o la cianamida, los la formación de aductos de AcH y bloqueo de la
anticraving que disminuyen el deseo compulsivo expresión de moléculas de adhesión intercelular.
de alcohol y las recaídas como el acamprosato (ace- Se han publicado al menos 13 ensayos clínicos con-
tylhomotaurina) o el baclofén, y los antagonistas de trolados, con resultados contradictorios, y 3 me-
taanálisis de dichos estudios, que no han podido
los opiáceos como la naltrexona.
demostrar una mejoría de la supervivencia de los
El clínico no debe olvidar que el paciente alcohólico pacientes tratados con corticoides. Sin embargo,
activo o que ha ingerido grandes dosis de alcohol en un metaanálisis reciente se ha identificado a un
las últimas semanas, puede desarrollar un síndro- subgrupo de pacientes con encefalopatía hepática
me de abstinencia durante las primeras 8-12 horas y/o un IM igual o superior a 32 en quienes los cor-
de hospitalización. La gravedad del mismo parece ticoides mejoran la supervivencia a los 28 días: del
dosis dependiente, alcanzando una mortalidad del 65% en el grupo placebo al 87% en el grupo con
15% en el caso del delírium trémens. Para prevenir- corticoides. Este beneficio en la supervivencia se
lo, debe administrarse tiamina (100 mg/día) y ácido mantenía al año y era ya significativo en los pri-
fólico (1 mg/día), además de una benzodiacepina meros 7 días de tratamiento. Aunque el corticoide
(diazepam, oxazepam, lorazepam) o el clometiazol. (prednisona o prednisolona), la dosis administrada
Puede añadirse un b-bloqueante (propranolol, 10 y la duración del tratamiento varían en los distintos

811
Sección 6. Hígado

HA LEVE *HA GRAVE


I. Maddrey <32 y ↓de BR la 1ªsemana, I. Maddrey ≥ 32, presencia de encefalopatía
o MELD <18 y ↓ de MELD >2 puntos 1ªsemana hepática, o MELD ≥ 18

Abstinencia alcohólica
Abstinencia alcohólica
Nutrición
Nutrición
Tratamiento de complicaciones
Tratamiento de complicaciones
*Corticoides

Con contraindicaciones (hemorragia


digestiva, pancreatitis, fallo renal, Sin contraindicaciones
infección activa) y/o disfunción renal

PREDNISOLONA 40 mg/día/28 días


PENTOXIFILINA 1.200 mg/día/ 2-3 meses Descenso a 20 mg/d y 10 mg/d en 2-4
(al menos hasta que bilirrubina < 5 mg/dl) semanas, hasta suspender

Suspender a los 7 días si no ↓ bilirrubina

*Considerar biopsia hepática si el diagnóstico no es seguro


* Mantener hospitalización 4 semanas y hasta que la bilirrubina sea <10 mg/dl

Figura 7. Esquema del tratamiento recomendado para la hepatitis aguda alcohólica.


Adaptado de O´Shea RS, Dasarathy S, McCullough AJ, and the Practice Guideline Committee of the American Association for
the Study of Liver Disease and the Practice Parameters Committee of the American College of Gastroenterology. Alcoholic Liver
Disease. Hepatology 2010;51: 307-28.

estudios, la evidencia sugiere utilizar 40 mg/día de 4 semanas de tratamiento. La evidencia también


prednisolona durante 4 semanas, e ir disminuyen- recomienda mantener al enfermo ingresado hasta
do la dosis de forma progresiva en 2-4 semanas (20 que tenga valores de BR inferiores a 10 mg/dl18,23,24.
mg/día y 10 mg/día cada semana). No se recomien-
da el uso de corticoides en pacientes que presenten Anticitoquinas
simultáneamente una pancreatitis, una hemorragia
Se han estudiado varios agentes que inhiben los
digestiva, fallo renal o una infección activa (incluida
efectos del TNF-α como la pentoxifilina, el inflixi-
la peritonitis bacteriana espontánea). También se
mab o el etanercept. La pentoxifilina administrada
ha sugerido evitar los corticoides en los enfermos
con un IM superior a 54, por haberse hallado en por vía oral, inhibe la transcripción del TNF-α. Es un
ellos mayor riesgo de complicaciones y mortalidad, fármaco barato, con pocos efectos adversos, que
aunque este límite debe ser confirmado. Reciente- mejora la supervivencia a corto plazo y previene
mente se ha propuesto suspender los corticoides el síndrome hepatorrenal en los pacientes con una
en aquellos pacientes con HA grave en quienes la HA grave. Aunque su utilidad debe ser confirmada
cifra de BR no descienda al menos un 25% duran- en series más amplias que las publicadas hasta el
te la primera semana, por falta de eficacia y por el momento, actualmente se recomienda en aquellos
riesgo de infecciones graves. La principal causa de pacientes con HA grave que presenten alguna con-
muerte en los enfermos que reciben corticoides traindicación para el uso de corticoides y/o cuan-
son las infecciones bacterianas, por lo que se re- do exista disfunción renal asociada al episodio de
comienda mantener la hospitalización durante las HA. La dosis recomendada es de 400 mg/8 h, du-

812
55. Hígado y alcohol

rante 2-3 meses, o al menos hasta que los niveles férico, el páncreas y los riñones. La supervivencia a
de BR sean inferiores a 5 mg/dl. El infliximab es un medio-corto plazo y la mejoría en la calidad de vida
anticuerpo quimérico monoclonal del TNF-α y el es similar a la conseguida en otras causas de CH.
etanercept una proteína que bloquea el receptor A largo plazo la supervivencia suele reducirse por
soluble de esta citoquina. Ninguno de ellos ha de- un aumento de los accidentes cerebrovasculares
mostrado disminuir la mortalidad de la HA grave en y cardiovasculares y de los tumores de orofaringe
ensayos clínicos controlados. Además, su uso se ha y esófago. La recidiva del alcoholismo no se aso-
asociado con efectos adversos graves y un aumen- cia necesariamente a una recidiva de la CHA y, en
to en la mortalidad, fundamentalmente relaciona- general, la enfermedad es más leve y lentamente
da con infecciones bacterianas. Estos efectos y la progresiva, salvo cuando el paciente está infectado
importancia que tiene el TNF-α en la regeneración por el VHC.
hepática, hacen desaconsejable su uso en la HA. Se
han evaluado también tratamientos combinados Actualmente la HA grave no se considera una in-
(corticoides y pentoxifilina, corticoides con nutri- dicación de TH. La imposibilidad de reconocer a
ción enteral, etc.), pero se necesitan más estudios aquellos enfermos que pueden recuperarse con
para tener información concluyente15,18. abstinencia y tratamiento médico, sin llegar a preci-
sar un TH, y la necesidad de un TH semiurgente, son
Otros tratamientos argumentos en contra. Sin embargo, la posibilidad
Se han ensayado antioxidantes (vitamina E, silimari- de reconocer a aquellos enfermos con una HA gra-
na), antifibróticos (colchicina), antitiroideos (propil- ve que tienen peor pronóstico mediante los índices
tiouracilo), promotores de la regeneración hepática pronósticos, su elevada mortalidad a corto plazo y
(insulina, glucagón), calcioantagonistas (amilodipi- los buenos resultados obtenidos en los pocos casos
no), anabolizantes (oxandrolona, testosterona) y de pacientes con HA trasplantados, ponen en duda
lecitina poliinsaturada, pero sin resultados con- esta contraindicación, sobre todo si se cuenta con
vincentes. El sistema de soporte extracorpóreo un informe psiquiátrico favorable. En los enfermos
MARS (Molecular Adsorbent Recirculating System) con HCC, los criterios de TH son los mismos que en
ha dado resultados iniciales satisfactorios en series las CH de otras etiologías26.
cortas de HA grave con mejoría de la encefalopatía
hepática, BR, disfunción renal y supervivencia a los Bibliografía
30 días. Se necesitan series más amplias que confir- 1. Willner IR, Reuben A. Alcohol and the liver.
men estos resultados. Curr Opin Gastroenterol 2005;21:323-30.
También se han publicado ensayos clínicos para el 2. Ivano Scandurra R, García-Altés A, Nebot M.
tratamiento de la CHA con propiltiouracilo, SAMe Impacto social del consumo abusivo de alcohol
(S-adenosil-L-metionina), silimarina y colchicina, en el estado español. Consumo, coste y políti-
con resultados contradictorios. Según una revisión cas. Rev Esp Salud Pública 2011;85:141-7.
reciente del grupo Cochrane, ninguno de ellos dis- 3. Ramaiah SK, Rivera C, Arteel GE. Early phase al-
minuye la mortalidad global ni la relacionada con la coholic liver disease: An update on animal mo-
HPA, y tampoco mejoran las pruebas hepáticas de dels, pathology and pathogenesis. Int J Toxicol
laboratorio o las lesiones histológicas13,14. 2004;23:217-31.
4. Carithers R, McClain C. Hepatopatía alcohólica.
Trasplante hepático En: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ y Slei-
senger RH, editores. Enfermedades gastroin-
Los criterios de TH en la CHA son los mismos que testinales y hepáticas. Volumen 2. 8.ª edición.
los aceptados para las CH de otras etiologías (Child- Panamericana, Buenos Aires, 2008:1771-89.
Pugh B y C, puntuación MELD igual o superior a 12), 5. Solís Herruzo JA, Muñoz Yagüe MT. Hepato-
aunque con tres requisitos particulares: a) un pe- patía alcohólica. En: Perezagua C, Collado L,
riodo mínimo de 6 meses de abstinencia previa; b) Alvarez-Sala JL, Barrientos A, Bascones A, Ber-
una evaluación psiquiátrica que establezca el grado mejo F, Carreño L, Jara A, Moya V, De Portugal
de dependencia alcohólica, confirme la abstinencia J, Reieto J, Solís JA, Villegas A, eds. Tratado de
y el compromiso de mantenerla, y descarte otros Medicina Interna. Tomo I. Editorial Ariel, S.A.
problemas psiquiátricos asociados; c) descartar la Barcelona, 2005:643-57.
posible afectación de otros órganos por el alcohol 6. Pérez-Carreras M. Hepatopatía alcohólica. Pa-
como el corazón, el sistema nervioso central y peri- togenia. GH Continuada 2007;6:1-7.

813
Sección 6. Hígado

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phisms increase the risk of alcoholism and kers of hepatocyte death and apoptosis are
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814
56 Enfermedad hepática grasa
no alcohólica
Carmelo García Monzón
Unidad de Investigación. Hospital Universitario Santa Cristina. Instituto de Investigación Sanitaria
Princesa. Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas
(CIBERehd). Madrid

Introducción Objetivos de este capítulo


La enfermedad hepática grasa no alcohólica ❱❱ Conocer la epidemiología de esta
(EHGNA) se define como una entidad clínico-pato- enfermedad, así como sus diferentes
lógica que engloba un amplio espectro de lesiones formas histológicas y su curso evolutivo,
en el hígado, que se producen en ausencia de un desde la esteatosis hepática simple hasta la
consumo crónico de alcohol, en el que se incluyen cirrosis establecida.
la esteatosis simple, la esteatosis asociada a cam-
❱❱ Describir los nuevos conceptos patogénicos
bios necroinflamatorios con grados variables de
de la EHGNA.
fibrosis denominada esteatohepatitis, y finalmente
la cirrosis. Actualmente se considera que la EHG- ❱❱ Exponer las medidas terapéuticas
NA es el componente hepático del denominado más actuales para el manejo de esta
síndrome metabólico, que se puede definir como enfermedad.
la agrupación de diferentes factores de riesgo vas-
cular y metabólico como la obesidad visceral, la hi- REFERENCIAS CLAVE
perglucemia secundaria a resistencia a la insulina,
1. Wilfred de Alwis NM, Day CP. Non-alco-
la dislipemia y la hipertensión arterial. Debido a la
holic fatty liver disease: the mist gradually
creciente incidencia del síndrome metabólico en
clears. J Hepatol 2008;48:S104-12.
los países desarrollados, la EHGNA está emergien-
do como una de las enfermedades hepáticas más 2. Neuschwander-Tetri BA. Hepatic lipotoxi-
frecuentes en nuestro medio. En los últimos años city and the pathogenesis of nonalcoholic
se han producido importantes avances científicos steatohepatitis: the central role of nontri-
en el conocimiento de los mecanismos implicados glyceride fatty acid metabolites. Hepatolo-
en la patogenia de esta enfermedad crónica del hí- gy 2010;52:774-88.
gado, así como en el diagnóstico no invasivo y en el 3. Sanyal AJ, Chalasani N, Kowdley KV,
tratamiento farmacológico de la EHGNA, los cuales McCullough A, Diehl AM, Bass NM et al.
serán objeto de un especial énfasis a lo largo del Pioglitazone, vitamin E or placebo for
presente capítulo. nonalcoholic steatohepatitis. N Engl J Med
2010;362:1675-85.
Epidemiología
Aunque la prevalencia de la EHGNA en la población
general no se conoce con exactitud, fundamental-
mente debido a que no se dispone de marcadores
diagnósticos no invasivos que sean sensibles y es- italiana se comprobó que la incidencia de hígado
pecíficos de esta enfermedad hepática, los datos graso era de 18,5 casos por 1.000 personas y año2.
provenientes de estudios poblacionales estiman su Referente a la esteatohepatitis, los datos sobre la
prevalencia entre un 20-30% de la población en los prevalencia/incidencia son muy variables y de difí-
países occidentales y un 15% en los países asiáti- cil interpretación, ya que el diagnóstico de certeza
cos1. La información disponible sobre la incidencia sólo se puede realizar por biopsia hepática, esti-
de la EHGNA es escasa, aunque en un estudio lon- mándose su prevalencia en un 2-3% de la población
gitudinal prospectivo realizado en una población general3.

H Í G A D O 815
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Factores relacionados epidemiológicamente con Algunos datos epidemiológicos indican que la pre-
la enfermedad hepática grasa no alcohólica. valencia de la EHGNA en los Estados Unidos es ma-
yor en la población hispana que en la caucásica y en
❱❱ Trastornos metabólicos la afroamericana6. Este hecho, unido a la observa-
• Obesidad ción de que mutaciones puntuales (polimorfismos)
• Diabetes mellitus tipo 2 de determinados genes, como el de la adiponutri-
• Dislipemia
na7 o de la apolipoproteína C38, aumentan el riesgo
de EHGNA, sugieren que existen factores genéticos
• Síndrome metabólico
que predisponen a padecer esta enfermedad he-
• Hipotiroidismo pática. Tradicionalmente se ha considerado que la
• Hipopituitarismo EHGNA es más frecuente en mujeres, pero estudios
❱❱ Fármacos recientes indican que la esteatohepatitis concre-
• Amiodarona, corticoides, estrógenos sintéticos, tamente es más prevalente en hombres9. Tanto la
tamoxifeno, diltiazem, metotrexate, antiinfla- prevalencia como la intensidad de la EHGNA au-
matorios mentan con la edad. Así, los casos de esteatohe-
❱❱ Procedimientos quirúrgicos patitis con fibrosis avanzada y cirrosis son raros en
• Resección extensa del intestino delgado
adultos jóvenes, mientras que son más frecuentes
entre la 6ª y 8ª décadas de la vida9. No obstante, la
• Gastroplastia por obesidad mórbida
EHGNA no sólo afecta a los adultos sino también
❱❱ Otros a los niños. Distintos estudios epidemiológicos
• Síndrome de apnea obstructiva del sueño han encontrado signos ecográficos y analíticos de
• Síndrome del ovario poliquístico EHGNA en el 3% de la población pediátrica general,
• Síndrome del aceite tóxico llegando al 53% en los niños obesos1. El incremen-
• Enfermedades metabólicas hereditarias
to que se está produciendo en la prevalencia de la
obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y síndrome me-
tabólico, tanto en la población adulta como en la
infantil de los países desarrollados, hace prever un
Numerosos estudios epidemiológicos han obser-
notable incremento en la prevalencia de la EHGNA
vado que la prevalencia de la EHGNA, tanto de la
en un futuro próximo.
esteatosis simple como de la esteatohepatitis, au-
menta de manera directamente proporcional al En la tabla 1 se exponen las entidades, trastornos fi-
índice de masa corporal (IMC), con cifras del 15% siopatológicos y otros factores que se han asociado
y del 3%, respectivamente, en personas no obesas; epidemiológicamente con la EHGNA.
del 65% y del 20%, respectivamente, en personas
obesas, y llegando hasta el 85% y el 40%, respecti- Patogenia
vamente, en pacientes con obesidad mórbida4. Un
Hoy en día se considera que el principal factor pa-
hecho destacable es que esta estrecha asociación
togénico de la esteatosis hepática es el incremento
epidemiológica aparece más con la obesidad visce-
del flujo y de la captación hepática de ácidos grasos
ral o abdominal que con el IMC4. La diabetes melli-
tus tipo 2 es la segunda entidad que se asocia con libres (AGL) circulantes procedentes de una lipólisis
mayor frecuencia con la EHGNA, alcanzando cifras periférica excesiva, todo ello como consecuencia de
de prevalencia de hasta el 70% en la población dia- la resistencia a la insulina (RI) en el tejido adiposo10.
bética1. La dislipemia, fundamentalmente en forma Otros factores que pueden contribuir al acúmulo de
de hipertrigliceridemia o bajas concentraciones grasa en el hígado son el aumento de la lipogénesis
séricas de colesterol HDL, es otra alteración meta- hepática, la disminución de la b-oxidación mitocon-
bólica que se observa en la mayoría de los casos drial de los AGL, así como un insuficiente incremento
de EHGNA. Un aspecto relevante es que, incluso en en la secreción hepática de triglicéridos.
ausencia de obesidad y de diabetes, los pacientes Aún no están bien definidos los mecanismos mole-
con EHGNA tienen una elevada prevalencia/inci- culares implicados en la progresión de la esteatosis
dencia de síndrome metabólico, hasta el punto que a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), pero en
algunos autores sugieren que la EHGNA no es una los últimos años se ha incrementado notablemente
consecuencia sino más bien un desencadenante nuestro conocimiento acerca del efecto deletéreo
del mismo5. que ejercen sobre los hepatocitos los metabolitos

816
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica

Tejido adiposo
TNFa IKKb/NF-kB resistente a la insulina
IL-6
IL-1b Liberación de
Macrófagos
Estrés del retículo catepsina B
endoplásmico Flujo de AGL al hígado lisosomal
Metabolitos tóxicos de AGL en el hígado
Leptina
Norepinefrina
Angiotensina II Estrés oxidativo ( oxidación de AGL)
Adiponectina
Leptina
Activación IKKb/NF-kB Adiponectina

TNFa, IL-6, IL-1b, osteopontina, SOCS Activación


C. Kupffer

Fibrosis Apoptosis/necrosis
Carcinogénesis Resistencia a la insulina Endotoxina
inflamación
(hepática + sistémica) LDL-Ox
EHNA/
Cirrosis/
CHC

Figura 1. Esquema integrado del nuevo modelo patogénico de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. IKKb: inhibidor de la
quinasa b de NF-kB. NF-kB: factor nuclear-kB. TNFa: factor de necrosis tumoral a. IL-6: interleuquina 6. IL-1b: interleuquina-1b.
SOCS: proteínas supresoras de la señalización de citoquinas. CHC: carcinoma hepatocelular. EHNA: esteatohepatitis no alcohóli-
ca. LDL-Ox: lipoproteínas de baja densidad oxidadas.

derivados de los AGL, lo que ha llevado a revisar anti-inflamatorio que probablemente se deba a su
el modelo patogénico anterior y proponer una capacidad para inhibir la síntesis y la secreción de
teoría patogénica alternativa denominada “teoría TNFa. Curiosamente, estas dos adipoquinas se re-
de la lipotoxicidad”11. Aunque se conocen nume- gulan mutuamente su actividad biológica. TNFa in-
rosos metabolitos potencialmente tóxicos para el hibe la síntesis y la actividad de adiponectina y ésta
hepatocito, un estudio reciente ha identificado a inhibe a su vez la síntesis y la actividad de TNFa.
la lisofosfatidilcolina como un importante media- Algunos estudios en modelos animales de EHNA
dor de la EHNA en ratones12. Dado que la mayoría han demostrado que la relación TNFa alto/adipo-
de la evidencia científica que sustenta esta teoría nectina baja promovía la EHNA en ratones13. Tam-
proviene de estudios en modelos animales, aún bién se ha comprobado que las concentraciones
debemos esperar a los resultados de los estudios séricas de adiponectina son significativamente más
que se están realizando en hepatocitos humanos y bajas en los pacientes con EHNA que en aquellos
en pacientes con EHNA, utilizando técnicas de lipi- con esteatosis14. Sobre la base de estos hallazgos
dómica, con objeto de validar si el daño hepático clínicos y experimentales, tanto en humanos como
lipotóxico mediado por los metabolitos de los AGL en ratones, el desequilibrio entre TNFa y adiponec-
juega un papel preponderante en la patogenia de la tina parece desempeñar un papel importante en la
EHNA en humanos. progresión de esteatosis a esteatohepatitis.
La adiponectina y el TNFa son las adipoquinas En resumen, el descubrimiento de que el tejido
más implicadas en la patogenia de la EHGNA. Se adiposo está sometido a un estado de inflamación
ha descrito que la adiponectina es una hormona crónica y se comporta como un órgano endocrino
anti-esteatósica que promueve la b-oxidación mi- capaz de secretar adipoquinas ha permitido es-
tocondrial de los AGL, y además posee un efecto tablecer un nexo de unión entre las alteraciones

817
Sección 6. Hígado

Factores genéticos Factores ambientales

10 - 40%
8 - 13 años

Esteatosis Esteatohepatitis
15% 25%
Si F ≤ 2 8 - 13 años Si F = 3

Cirrosis

≈ 50% 10 años 7%

Muerte/trasplante Hepatocarcinoma
F: estado de fibrosis

Figura 2. Historia natural de la enfermedad hepática grasa no alcohólica.

metabólicas que conducen al acúmulo de AGL y la EHGNA es una enfermedad hepática de pronós-
triglicéridos en el hígado y la inflamación hepática, tico benigno, en los últimos años se ha puesto de
reforzando el papel de la lipotoxicidad hepatocelu- manifiesto que los pacientes con EHGNA, y parti-
lar en la patogenia de la EHNA (figura 1). cularmente aquellos con esteatohepatitis y fibrosis
significativa, tienen una tasa de supervivencia sig-
Historia natural nificativamente más baja que la población general,
La evolución de la EHGNA va a depender del esta- siendo las causas de muerte más frecuentes la en-
dio histológico de la enfermedad hepática (figura fermedad cardiovascular y la enfermedad hepática
2). Diferentes estudios prospectivos han compro- avanzada16,17.
bado que del 10 al 40% de los pacientes con estea-
tosis simple progresarán a esteatohepatitis en un
Factores de riesgo de fibrosis hepática
período de 8-13 años. Alrededor del 15% de los pa- Diferentes estudios, basados en la evaluación
cientes con esteatohepatitis y un estadio de fibro- transversal de cohortes, han analizado la presencia
sis menor o igual a 2 progresarán a cirrosis en un de factores de riesgo asociados a la presencia de
período de tiempo similar, incrementándose hasta fibrosis hepática en pacientes con EHNA. Así se han
el 25% en los casos de esteatohepatitis con estadio identificado una serie de variables, como la edad,
fibrótico de 3. Un 7% de los pacientes con EHNA la hipertransaminasemia, la hipertrigliceridemia y
en estadio cirrótico desarrollarán un hepatocarci- la presencia de comorbilidades como la obesidad
noma en 10 años, y alrededor del 50% necesitarán y la diabetes que se asociaban significativamente
un trasplante hepático o morirán por complicacio- con un mayor estadio fibrótico (tabla 2)18-21. Estos
nes de su enfermedad hepática15,16. Por lo tanto, estudios, sin embargo, en los que únicamente se
aunque tradicionalmente se ha considerado que evaluaban los hallazgos proporcionados por una

818
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica

TABLA 2. Factores de riesgo de fibrosis en la enfermedad dios longitudinales, que incluyan un mayor núme-
hepática grasa no alcohólica. ro de pacientes bien caracterizados y con criterios
diagnósticos homogéneos, con el fin de identificar
correctamente los potenciales factores de riesgo de
❱❱ Edad > 45 años progresión de la fibrosis en la EHNA.
❱❱ Índice de masa corporal > 30 kg/m2
❱❱ GPT > 2 veces su valor normal Anatomía patológica
❱❱ GOT/GPT > 1 La principal característica histológica de la EHGNA
❱❱ Hipertrigliceridemia es el acúmulo de grasa en los hepatocitos, funda-
❱❱ Presencia de comorbilidades: mentalmente triglicéridos, lo que se denomina
• Diabetes mellitus tipo 2 esteatosis. La presencia de más de un 5% de he-
• Síndrome metabólico
patocitos esteatósicos es el criterio mínimo para el
diagnóstico histológico de esteatosis hepática.
• Síndrome de apnea del sueño
La esteatosis en la EHGNA es generalmente macro-
vesicular, caracterizada por la presencia de grandes
biopsia hepática diagnóstica, no aportan infor- gotas de grasa en el interior de los hepatocitos que
mación acerca de si los diferentes factores iden- desplaza el núcleo a la periferia. No es infrecuen-
tificados se relacionaban con un mayor riesgo de te la presencia combinada de esteatosis macro y
progresión de la fibrosis hepática. En cambio, en microvesicular. En la esteatosis simple (figura 3a),
una revisión sistemática de 10 estudios longitudi- se observa en ocasiones un leve infiltrado inflama-
nales que incluía una cohorte de 221 pacientes con torio lobulillar o portal. En cambio, por definición,
EHNA, que tenían 2 biopsias hepáticas separadas en la esteatosis simple no hay signos de daño he-
por 5 años de promedio, se comprobó que sólo patocelular ni fibrosis. La extensión de la esteato-
la edad y la presencia de inflamación, lobulillar o sis se evalúa semicuantitativamente, dividiendo al
periportal, en la biopsia hepática inicial constituían lobulillo en tercios y diferenciando un grado 1 o
factores de riesgo independiente de progresión de esteatosis leve cuando el porcentaje de hepatoci-
la fibrosis hepática22. Esta reciente revisión adolece, tos esteatósicos oscila entre el 6 y el 32%; grado 2
no obstante, de ciertas limitaciones metodológicas o esteatosis moderada, del 33 al 66%, y grado 3 o
que impiden extraer conclusiones definitivas, por esteatosis intensa cuando ocupa más del 66% del
lo que es fundamental la realización de más estu- lobulillo hepático23.

Figura 3. Características histológicas de la esteatosis simple y de la esteatohepatitis no alcohólica. En la esteatosis simple (panel
A), el acúmulo de grasa es predominantemente macrovesicular (flechas), y no hay signos de daño hepatocelular ni fibrosis. En la
esteatohepatitis (panel B), se evidencian signos de daño hepático, generalmente en forma de hepatocitos balonizados (flechas), y
grados variables de fibrosis. En ocasiones, se puede observar hialina de Mallory (cabezas de flecha).

819
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Índice de actividad histológica de la esteatohepatitis no alcohólica.


Brunt EM et al . Am J Gastroenterol 1999;94:2467-2474

❱❱ Grado:
1. Esteatosis Macrovesicular
• Grado 0: No
• Grado 1: < 33%
• Grado 2: 33%-66%
• Grado 3: > 66%
2. Actividad Necroinflamatoria
• Grado 1 (leve): Esteatosis < 66%, algunos hepatocitos balonizados (zona 3), escasos neutrófilos
(NT) ± linfocitos (zona 3), inflamación portal mínima o inexistente.
• Grado 2 (moderada): Esteatosis, abundantes hepatocitos balonizados (zona 3), numerosos NT
(zona 3), inflamación portal.
• Grado 3 (intensa): Esteatosis panlobulillar, degeneración balonizante difusa, infiltración difusa
por NT, inflamación portal.

❱❱ Estadio:
0. Sin fibrosis.
1. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3).
2. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3) y fibrosis portal o periportal.
3. Fibrosis perisinusoidal/pericelular (zona 3), fibrosis portal y fibrosis en puentes focal o extensa.
4. Cirrosis.

Los criterios mínimos para el diagnóstico histoló- como portal. En relación con la fibrosis, el estadio
gico de EHNA (figura 3b) incluyen la presencia de 1 incluiría la fibrosis perisi-nusoidal, especialmente
esteatosis, daño hepatocelular, generalmente en centrolobulillar; el estadio 2, la fibrosis perisinusoi-
forma de degeneración balonizante, apoptosis o dal y portal; el estadio 3, igual que la anterior más
necrosis, e infiltración inflamatoria lobulillar. La puentes de fibrosis, y el estadio 4, cirrosis (tabla 3).
presencia de fibrosis es frecuente en la esteatohe- El índice de actividad histológica de la EHNA más
patitis, pero no es un requisito necesario para el utilizado actualmente por los hepatopatólogos es
diagnóstico histológico23. Típicamente, la fibrosis el índice descrito por Kleiner et al.25 que está ba-
en la esteatohepatitis comienza en la zona 3 del sado en la evaluación y puntuación semicuantita-
lobulillo hepático (región central o perivenular) tiva de cuatro parámetros histopatológicos: grado
adquiriendo un patrón pericelular y perisinusoidal. de esteatosis (de 0 a 3), grado de inflamación lo-
La fibrosis puede progresar hasta formar puentes bulillar (de 0 a 3), grado de abalonamiento de los
porto-portales o veno-portales, desestructurando hepatocitos (de 0 a 2) y estadio de fibrosis (de 0
a 4). La puntuación alcanzada permite diferenciar
la arquitectura lobulillar hasta configurar la cirrosis.
de manera adecuada a los casos con EHNA defini-
Se han descrito diferentes sistemas para la clasifica- da (puntuación mayor o igual a 5) de aquellos sin
ción de la EHNA de acuerdo con las lesiones histoló- EHNA (puntuación menor de 3).
gicas. Un sistema propuesto por Brunt et al.24 (tabla
3) establece la actividad o grado según la intensi- Diagnóstico
dad del daño hepatocelular y de la inflamación, y el La EHGNA es una enfermedad fundamentalmente
estadio según la intensidad de la fibrosis. La EHNA asintomática, por lo que el diagnóstico de esta he-
grado 1 o leve presenta esteatosis, degeneración patopatía debe sospecharse en los pacientes que
balonizante o abalonamiento ocasional de los he- no consumen alcohol (menos de 3 bebidas alco-
patocitos y ligera inflamación portal o lobulillar. El hólicas al día en hombres y menos de 2 al día en
grado 2 o moderado se caracteriza por esteatosis mujeres) y presentan algún factor de riesgo, espe-
más marcada, abalonamiento evidente e infiltra- cialmente obesidad y diabetes mellitus tipo 2, con
dos inflamatorios más intensos que el grado 1. La una elevación persistente y moderada de las tran-
EHNA grado 3 o intensa presenta esteatosis impor- saminasas de causa no aclarada o que presentan
tante, abalonamiento e inflamación, tanto lobulillar una hepatomegalia aislada26.

820
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica

La historia clínica, las pruebas de laboratorio y algu- ocasiones la esteatosis puede ser focal y dar falsas
nas pruebas de imagen ayudan a seleccionar aque- imágenes sugestivas de lesiones nodulares. En estos
llos casos que pueden beneficiarse de una biopsia casos, la tomografía computarizada y la resonancia
hepática, única prueba que permite efectuar un magnética pueden ser de utilidad. En fases avanza-
diagnóstico de certeza y establecer un pronóstico das de la enfermedad, las pruebas de imagen tam-
con mayor fiabilidad. bién pueden mostrar cambios sugestivos de cirrosis
o signos de hipertensión portal. Existen nuevas prue-
Pruebas de laboratorio bas de imagen como la espectroscopia protónica por
resonancia magnética y la elastografía transitoria
Hasta el 80% de los pacientes con EHGNA tienen las
que parecen muy prometedoras para la valoración
concentraciones séricas de las enzimas hepáticas
de la esteatosis y de la fibrosis, respectivamente,
dentro de los límites normales, independientemen-
pero aún necesitan ser validadas mediante estudios
te de si se trata de una esteatosis simple o una es-
clínicos en grandes poblaciones de pacientes antes
teatohepatitis1, excepto en aquellos pacientes con
de su implementación en la práctica clínica1.
una cirrosis establecida. Éstos pueden presentar
elevación de las transaminasas y de la bilirrubina Biopsia hepática
así como un descenso de la albúmina, del tiempo
de protrombina y de las plaquetas. El examen histológico de la biopsia hepática es ac-
tualmente el método más fiable para diferenciar la
Por el contrario, es común encontrar alteraciones esteatosis simple de la esteatohepatitis, y la prin-
bioquímicas que se relacionan con las comorbilida- cipal indicación para realizar la biopsia hepática es
des que se asocian con la EHGNA, particularmente conocer el estadio fibrótico de la enfermedad, ya
la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2. En este que diferentes estadios fibróticos condicionan pro-
sentido, es frecuente la alteración de los lípidos sé- nósticos distintos y, por tanto, estrategias terapéu-
ricos, especialmente la hipertrigliceridemia y el des- ticas más o menos enérgicas1.
censo de los valores de colesterol HDL, así como la
hiperglucemia y la hiperinsulinemia. La ferritina sé- Sin embargo, la necesidad de practicar una biopsia
rica en ocasiones está elevada en los pacientes con hepática a todos los pacientes es motivo de contro-
EHGNA, por lo que en estos casos se debe analizar versia. Ello se debe a que, en general, los pacientes
la saturación de transferrina y, si está anormalmen- están asintomáticos, el pronóstico en muchos de
te aumentada, realizar el genotipado del gen de la los casos es bueno y no existe un tratamiento bien
hemocromatosis hereditaria1. Dado que la EHGNA establecido. Por otro lado, la biopsia es una técnica
puede coexistir con otras enfermedades crónicas del con un coste y un riesgo que deben ser tenidos en
hígado, es imprescindible descartarlas mediante de- consideración. Por todo esto, en los últimos años se
terminaciones bioquímicas e inmunoserológicas que ha despertado un enorme interés en la predicción
incluyan marcadores víricos, autoanticuerpos, cu- por métodos no invasivos de la histología hepática
premia, cupruria y ceruloplasmina, alfa-1-antitripsi- de la EHGNA. Se han realizado numerosos estudios
na, hormonas tiroideas y anticuerpos antiendomisio con el objetivo de encontrar marcadores séricos de
fibrosis hepática. En un estudio multicéntrico con
o antitransglutaminasa. También debe descartarse
733 pacientes diagnosticados histológicamente de
de manera cuidadosa el consumo de fármacos po-
EHGNA, Angulo et al.27 han demostrado que el índi-
tencialmente hepatotóxicos.
ce denominado “NAFLD fibrosis score”, que incluye
Pruebas de imagen 6 variables (edad, IMC, GOT/GPT, hiperglucemia,
plaquetas y albúmina), puede predecir con bastan-
Tanto la ecografía como la tomografía computari- te fiabilidad la presencia de fibrosis avanzada (es-
zada y la resonancia magnética son técnicas que tadios 3 y 4). En un estudio prospectivo realizado
permiten observar con facilidad la existencia de por Guha et al.28 en una población de 196 pacien-
un depósito aumentado de grasa en el hígado. Sin tes con EHGNA, se determinó el valor predictivo de
embargo, estas pruebas de imagen no permiten fibrosis del índice denominado ELF, que incluye 3
diferenciar la esteatosis simple de la esteatohepati- marcadores directos de fibrosis como el inhibidor
tis con o sin fibrosis. De entre ellas, la ecografía es tipo I de las metaloproteinasas, el ácido hialurónico
la técnica más asequible y económica y, por tanto, y el procolágeno tipo III. Los autores encontraron
sería la técnica a utilizar en primer lugar. Aunque el que el índice ELF mostraba una excelente eficacia
depósito de grasa en el hígado suele ser difuso, en (área bajo la curva ROC (AROC) de 0,90) para el diag-

821
Sección 6. Hígado

nóstico de fibrosis intensa (estadios 3-4), una buena de conseguir una pérdida de peso gradual y progre-
eficacia (AROC: 0,82) para el diagnóstico de fibrosis siva al tiempo que sostenible. Lo ideal es que estos
moderada (estadios 1-2) y aceptable (AROC: 0,76) pacientes pierdan entre el 7% y el 10% de su peso
para la ausencia de fibrosis. Los autores observaron en un período de entre 6 y 12 meses, como con-
que la eficacia del índice ELF mejoraba significativa- secuencia de una dieta con un bajo contenido en
mente cuando se utilizaba conjuntamente con el ín- glucosa y fructosa así como de grasas saturadas, y
dice NAFLD fibrosis store, demostrando además que un ejercicio aeróbico moderado y regular (un mí-
el índice ELF, sólo o combinado con el NAFLD fibrosis nimo de 5 sesiones semanales de 45 minutos de
store, podría disminuir un 82% y un 88%, respectiva- duración)26. Se deben evitar los períodos de ayuno
mente, la necesidad de biopsias hepáticas. Harrison prolongado y las pérdidas de peso rápidas median-
et al.29 han evaluado la eficacia del índice BARD, que te dietas muy estrictas ya que en esta situación
se basa en la suma de 3 variables predefinidas: IMC se produce una movilización de ácidos grasos del
mayor o igual a 28 (1 punto), GOT/GPT mayor o igual tejido adiposo al hígado, el cual también se ve pri-
a 0,8 (2 puntos) y diabetes o índice HOMA mayor de vado de un aporte correcto de proteínas y de otros
6,2 (1 punto), en el diagnóstico no invasivo de fibro- nutrientes esenciales. Todo ello agrava la esteatosis
sis avanzada en una población de 827 pacientes con y empeora las lesiones histológicas preexistentes.
EHGNA. Estos autores comprobaron que una pun-
Aunque en los ensayos clínicos iniciales el orlistat,
tuación mayor de 2 del índice BARD mostraba una
un inhibidor de la lipasa gástrica y pancreática,
buena eficacia (AROC: 0,81) para el diagnóstico de
mostró cierta eficacia mejorando el grado de es-
fibrosis avanzada (estadios 3-4), con un valor predic-
teatosis y la actividad histológica de la EHNA, un
tivo positivo del 43% y negativo del 96%. También
posterior estudio clínico controlado con placebo
se ha comunicado que Fibrotest, un algoritmo mate-
no ha demostrado superioridad de este fármaco.
mático basado en una combinación de parámetros
Actualmente se están llevando a cabo ensayos clí-
bioquímicos, se ha mostrado eficaz como predictor
nicos multicéntricos y aleatorizados con el fin de
de fibrosis avanzada en pacientes con EHGNA30.
determinar la eficacia y seguridad del orlistat y de
Aunque los distintos paneles de marcadores séri- otros fármacos que promueven la pérdida de peso,
cos de fibrosis presentan resultados prometedores como el rimonabant, en el tratamiento de la EHNA
para la evaluación no invasiva del estadio fibrótico asociada a la obesidad.
en la EHGNA, aún se necesitan más estudios de
La cirugía bariátrica se ha asociado con una eviden-
validación por autores independientes antes de
te mejoría de las lesiones histológicas típicas de la
recomendar su uso de rutina en la práctica clínica.
EHNA, incluida la fibrosis26. En la práctica actual, la
Hasta entonces, parece razonable limitar la indica-
técnica quirúrgica más utilizada es el bypass gástri-
ción de la biopsia hepática a aquellos pacientes con
co en Y de Roux, y su indicación se restringe a los
sospecha clínica de EHNA que presenten al menos
pacientes con obesidad mórbida y EHNA con fibro-
2 de los factores riesgo de fibrosis que se exponen
sis avanzada que no consiguen disminuir de peso
en la tabla 2.
con medidas dietéticas y farmacológicas.
Tratamiento Tratamiento específico
Medidas generales Se han ensayado múltiples fármacos en los pacien-
tes con EHNA, algunos de los cuales han mostrado
La EHGNA es, en la mayoría de los casos, una mani-
ser potencialmente útiles (tabla 4). En la actuali-
festación de la obesidad y el síndrome metabólico,
dad, los fármacos más prometedores son los que
por lo que la primera medida terapéutica debe ir
mejoran la resistencia a la insulina, como la met-
dirigida a mejorar las enfermedades asociadas,
formina y las tiazolidindionas o glitazonas, y los an-
como la obesidad y la diabetes, y corregir las alte-
tioxidantes, fundamentalmente la vitamina E.
raciones que caracterizan al síndrome metabólico y
que contribuyen a la patogenia de la EHNA, como Aunque no se conoce bien el mecanismo de acción
la resistencia a la insulina. La principal recomenda- de la metformina, su efecto farmacológico se debe
ción a los pacientes con EHNA que sean obesos o a que mejora la sensibilidad a la insulina en el teji-
con sobrepeso es la adopción de hábitos de vida do adiposo y muscular. Se han realizado numero-
más saludables, consistentes en disminuir la inges- sos estudios clínicos que han evaluado la eficacia
ta calórica y aumentar el ejercicio físico, con objeto de la metformina en el tratamiento de la EHNA,

822
56. Enfermedad hepática grasa no alcohólica

TABLA 4. Fármacos potencialmente útiles en el tratamiento un importante ensayo clínico aleatorizado en 247
de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. pacientes con EHNA32. Su objetivo primario era
evaluar la eficacia y la seguridad del tratamiento
durante 96 semanas con pioglitazona a dosis de 30
❱❱ Fármacos que incrementan la sensibilidad a la
mg/día (80 pacientes), vitamina E a dosis de 800
insulina
UI/día (84 pacientes) y placebo (83 pacientes). Am-
• Metformina bos fármacos mejoraron la bioquímica hepática y
• Rosiglitazona también la histología (34% con pioglitazona y 43%
• Pioglitazona con vitamina E, ambos respecto al placebo), básica-
❱❱ Fármacos antioxidantes mente la esteatosis y la balonización hepatocelular.
• Vitamina E No hubo disminución significativa de la fibrosis ni
de la inflamación lobulillar con ninguno de los dos
• S-adenosil-L-metionina (SAMe)
fármacos. Aunque estos resultados sugieren que la
❱❱ Fármacos que promueven la pérdida de peso
vitamina E podría ser superior a la pioglitazona en
• Orlistat el tratamiento de la EHNA, no son lo suficientemen-
• Rimonabant te consistentes como para recomendar la vitamina
❱❱ Otros E como tratamiento de elección en pacientes con
• Ácido ursodesoxicólico EHNA. En cualquier caso, los prometedores resulta-
• Pentoxifilina dos obtenidos en el estudio de Sanyal et al.32 debe-
rán ser confirmados en posteriores ensayos clínicos
• Silimarina
con un mayor número de pacientes con EHNA.
Finalmente, el trasplante hepático es una opción
básicamente en pacientes no diabéticos, obtenien- terapéutica que debe considerarse en los pacientes
do resultados contradictorios; pero en un reciente con EHNA en fase de cirrosis avanzada. Los resulta-
metaanálisis se ha comprobado que la metformina dos del trasplante hepático en estos pacientes son
mejora la bioquímica hepática y el grado de es- buenos, aunque a medio plazo pueden reaparecer
teatosis sin mostrar efectos significativos sobre la en el injerto las lesiones histológicas características
inflamación y la fibrosis hepática. Estos resultados, de la EHNA.
no obstante, no permiten extraer conclusiones de-
finitivas, ya que el número de pacientes tratados Bibliografía
con metfotmina en estudios clínicos controlados es
1. Wilfred de Alwis NM, Day CP. Non-alcoholic
bajo, por lo que aún se debe seguir investigando
fatty liver disease: the mist gradually clears. J
el posible efecto beneficioso de este fármaco, que
Hepatol 2008;48:S104-12.
tiene un buen perfil de seguridad, en el tratamiento
2. Bedogni G, Miglioli L, Masutti F, Castiglione A,
de la EHNA.
Croce L,Tiribelli C et al. Incidence and natural
Las glitazonas actúan a través de la activación de course of fatty liver in the general population:
una proteína nuclear denominada PPAR-gamma, The Dionysos Study. Hepatology 2007;46:1387-
que incrementa la utilización periférica de la glu- 91.
cosa. En los pacientes con EHNA se han ensayado 3. Neuschwander-Tetri BA, Caldwell SH. No-
fundamentalmente dos fármacos: la rosiglitazona y nalcoholic steatohepatitis: Summary of an
la pioglitazona. Un reciente metaanálisis31 concluye AASLD single topic conference. Hepatology
que el tratamiento de la EHNA con glitazonas con- 2003;37:1202-19.
lleva una mejoría histológica y bioquímica significa- 4. Fabbrini E, Sullivan S, Klein S. Obesity and no-
tiva, especialmente en pacientes no diabéticos. nalcoholic fatty liver disease: biochemical, me-
tabolic and clinical implications. Hepatology
La importancia del estrés oxidativo en la patogenia 2010;51:679-89.
de la EHNA justifica el ensayo de antioxidantes, 5. Salamone F, Bugianesi E. Nonalcoholic fatty li-
como la vitamina E, en el tratamiento de esta en- ver disease: the hepatic trigger of the metabo-
fermedad. Los suplementos orales diarios de vita- lic syndrome. J Hepatol 2010;53:1146-7.
mina E durante 6 meses han mejorado la bioquími- 6. Browning JD, Szczepaniak LS, Dobbins R, Nur-
ca y la histología hepática en pacientes con EHNA. emberg P, Horton JD, Cohen JC et al. Prevalen-
Recientemente se han publicado los resultados de ce of hepatic steatosis in an urban population

823
Sección 6. Hígado

in the United States: impact of ethnicity. Hepa- 21. Dixon JB, Bathal PS, O’Brien PE. Nonalcoholic
tology 2004;40:1387-95. fatty liver disease: predictors of nonalcoholic
7. Romeo S, Kozlitina J, Xing C, Pertsemlidis A, steatohepatitis and liver fibrosis in the severely
Cox D, Pennacchio LA et al. Genetic variation in obese. Gastroenterology 2001;121:91-100.
PNPLA3 confers susceptibility to nonalcoholic 22. Argo CK, Northup PG, Al-Osaimi AMS, Caldwell
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patitis: the central role of nontriglyceride fatty validation of a histological scoring system for
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13. Diehl AM. Lessons from animal models of management. Hepatology 2009;49:306-17.
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14. Hui JM, Hodge A, Farrell GC, Kench JG, Krike- George J, Farrell GC et al. The NAFLD fibrosis
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and prognostic factors of nonalcoholic stea- treatment of non-alcoholic steatohepatitis. Ali-
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20. Ratziu V, Giral P, Charlotte F, Bruckert E, Thibault A, Diehl AM, Bass NM et al. Pioglitazone, vita-
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patients. Gastroenterology 2000;118:1117-23. titis. N Engl J Med 2010;362:1675-85.

824
57 Enfermedades
metabólicas del hígado
Manuel Hernández-Guerra, Enrique Quintero
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife

Introducción Objetivos de este capítulo


Las enfermedades hepáticas por depósito de me- ❱❱ Identificar las características clínicas de la
tales, proteínas, lípidos y otras sustancias constitu- hemocromatosis hereditaria, enfermedad
yen un amplio espectro de trastornos metabólicos de Wilson y déficit de a-1 antitripsina.
hereditarios o adquiridos, que conducen a distintos
grados de insuficiencia hepática aguda o crónica. ❱❱ Conocer las estrategias para el diagnóstico
Entre estas hepatopatías, destacan las inducidas precoz de la hemocromatosis hereditaria y
por el depósito de hierro y cobre debido a que se la enfermedad de Wilson.
dispone de medidas terapéuticas específicas, capa- ❱❱ Proporcionar los conocimientos básicos
ces de evitar o modificar la evolución de la enfer- para realizar el tratamiento inicial y
medad, cuando se aplican con precocidad (tabla 1). de mantenimiento en pacientes con
El resto de hepatopatías metabólicas no tienen un enfermedades metabólicas del hígado.
tratamiento médico eficaz, por lo que el trasplante
hepático es la única alternativa terapéutica viable REFERENCIAS CLAVE
cuando evolucionan hacia una insuficiencia hepáti-
ca grave e irreversible. 1. EASL clinical practice guidelines for HFE
hemochromatosis. J Hepatol 2010(53)1:
Hemocromatosis hereditaria 3-22.
2. Whitlock EP et al. Screening for hereditary
La hemocromatosis hereditaria (HH) es una enfer-
hemochromatosis: a systematic review for
medad genética autosómica recesiva localizada en
the U.S. Preventive Services Task Force. Ann
el cromosoma 61 con mutaciones de al menos 6
Intern Med 2006;145(3):209-23.
genes que hacen susceptibles de padecer la enfer-
medad a 1:300 individuos2. 3. Roberts, E. A. and M. L. Schilsky. Diagnosis
and treatment of Wilson disease: an upda-
Patogenia te. Hepatology 2008;47(6):2089-111.

En la HH se produce una absorción intestinal au- 4. Wiggelinkhuizen M et al. Systema-


mentada del hierro de la dieta, que no es contra- tic review: clinical efficacy of chelator
rrestada por un aumento en su eliminación, al no agents and zinc in the initial treatment of
existir fisiológicamente las vías metabólicas efi- Wilson disease. Aliment Pharmacol Ther
caces para ello. Específicamente es el enterocito 2009;29(9):947-58.
duodenal la célula que modula la homeostasis del 5. American Thoracic Society/European Respi-
hierro en el organismo, mediante un mecanismo ratory Society statement: standards for the
complejo de retroalimentación que permite au- diagnosis and management of individuals
mentar o disminuir la absorción y el transporte de with alpha-1 antitrypsin deficiency. Am J
hierro en función de sus demandas tisulares. En sín- Respir Crit Care Med 2003;168(7):818-900.
tesis, la hepcidina, proteína sintetizada en el hígado
que esta regulada por 3 moléculas (proteína HFE, la
hemojuvelina y el TfR2), es la principal reguladora transportadora de hierro en la membrana basola-
del transporte celular de hierro al actuar inhibien- teral del enterocito y de los macrófagos, encargada
do la ferroportina. La ferroportina es la proteína de facilitar el transporte del hierro hacia el plasma.

H Í G A D O 825
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Clasificación de las enfermedades hepáticas por depósito

Sustancia acumulada Tratamiento


Enfermedades hereditarias
Hemocromatosis Hierro Flebotomías, trasplante
Enfermedad de Wilson Cobre Quelantes del cobre, cinc, trasplante
hepático
Déficit de a-1-antitripsina a-1-antitripsina Sintomático, trasplante hepático
Porfirias hepáticas
Porfiria aguda intermitente Ácido d-aminolevulínico Arginato de hematina, glucosa
y porfobilinógeno y tratamiento sintomático

Porfiria cutánea tarda Uroporfirina, Flebotomías, cloroquina
hepatocaroxiporfirina,
inclusiones aciculares
Porfiria eritropoyética Protoporfirina, cristales Arginato de hematina, ácidos biliares,
birrefringentes colestiramina, trasplante hepático
Glucogenosis tipo I, III, IV, VI, IX Glucógeno Dietético, trasplante hepático
Mucopolisacaridosis I, II, III, IV y VII Mucopolisacáridos Trasplante de médula ósea
Enfermedad de Gaucher Glucosilceramida Reposición enzimática
Enfermedad de Niemann-Pick Esfingomielina, colesterol Reposición enzimática
Síndrome de Dubin-Johnson Pigmento similar a melanina No precisa

Enfermedades adquiridas
Sobrecarga férrica en enfermedades Hierro Quelantes del hierro
hematológicas
Sobrecarga en hepatopatías Hierro Flebotomías
crónicas
Esteatosis hepática Triglicéridos Sintomático
Amiloidosis secundaria Amiloide Sintomático
Intoxicación por cobre Cobre Quelantes del cobre, retirada de
(cirrosis infantil de la India) recipientes de latón para preparación
de alimentos
Porfirias hepáticas secundarias Ácido d-aminolevulínico Sintomático
porfobilinógeno,
protoporfirinógeno,
coproporfirinógeno
Glucogenosis hepática diabética Glucógeno Sintomático

De este modo, en situaciones de aumento del hie- de HH en población caucásica, existe la sustitución
rro libre circulante, se estimula la síntesis de hep- de cisteína por tirosina en la posición 282 (C282Y).
cidina, con el objeto de inhibir la excreción celular Aunque se han descrito otras mutaciones (H63D,
de hierro por el enterocito y los macrófagos. Así, S65C, I105T, G93R, G168T y G169A), la homocigo-
cualquier interrupción en esta secuencia conduce sidad para C282Y es responsable de la enfermedad
a un marcado aumento en la absorción duodenal en aproximadamente el 80% de los pacientes de
de hierro ingerido con la dieta. Por el contrario, la raza caucásica, mientras que los heterocigotos com-
expresión de hepcidina disminuye en estados ca- puestos (C282Y/H63D y C282Y/S65C) representan el
renciales de hierro, eritropoyesis ineficaz e hipoxia, resto de casos4. Otras formas como los heterocigo-
lo que conduce a un aumento en la absorción de tos C282Y aunque se pueden asociar con niveles
hierro desde el intestino y a una liberación de hie- elevados de parámetros del hierro, no se asocian a
rro por los macrófagos3. sobrecarga capaz de provocar enfermedad.
En la HH con pérdida de función de la proteína HFE, Existen otras HH menos frecuentes, no relaciona-
que representa más del 95% de todas las causas das con las mutaciones HFE, como la denominada

826
57. Enfermedades metabólicas del hígado

hemocromatosis juvenil (HJV) de evolución clíni-


ca más agresiva, la hemocromatosis asociada a la Hipogonadismo
mutación del gen que codifica al segundo receptor Hipófisis hipogonadotrófico
de transferrina (TfR2), mutación de la hepcidina
(HAMP) y de un subtipo de la ferroportina (FPN)5.
Hiperpigmentación,
Clínica Piel pérdida de vello
facial, axial y púbico
El depósito progresivo de este metal en los tejidos
ocasiona lesión en múltiples órganos, principalmen-
te el hígado, páncreas, corazón y piel. De esta diversa Miocardiopatía
Corazón dilatada y arritmias
afectación se deriva una larga lista de posibles signos
y síntomas (figura 1). Sin embargo, por motivos que
se desconocen, la expresión fenotípica más grave
Cirrosis
ocurre en tan solo el 10-15% de los homocigotos Hígado y hepatocarcinoma
C282Y, aunque puede causar algún grado de morbili-
dad en hasta en un tercio de los individuos, especial-
mente en hombres6. Así, se distinguirán individuos
que padecen la mutación genética pero sin sobre- Diabetes
Páncreas
carga férrica (estadio 1), individuos con sobrecarga
leve (estadio 2) y con sobrecarga que ocasiona daño
tisular severo (estadio 3)4. Atrofia testicular,
Los síntomas relacionados con la sobrecarga férri- Gónadas impotencia, pérdida de
ca suelen aparecer a partir de los 40 años de edad libido y amenorrea
en el hombre y de forma más tardía en la mujer,
una vez cesa el efecto protector que supone la ges- Artropatía,
tación y las pérdidas menstruales. Sin embargo, Articulaciones condrocalcinosis
actualmente se diagnostica precozmente en la ma-
yoría de casos. Ello, es debido tanto a un aumento
del índice de sospecha de la enfermedad entre los
Figura 1. Manifestaciones clínicas avanzadas de la hemocro-
clínicos, como a la generalización de la inclusión de matosis hereditaria.
parámetros del metabolismo del hierro en análisis
de rutina, la realización de estudio familiar a partir
de un caso índice y la puesta en marcha de estudios
sérica— en una analítica de rutina o realizada por
de cribado en poblaciones de riesgo o en población
otro motivo.
general. A pesar de esto, es frecuente aún diagnos-
ticar pacientes en estado cirrótico que debutan con El IST se expresa como porcentaje y refleja hasta
las descompensaciones ya conocidas de la cirrosis, qué grado la transferrina del paciente se encuen-
por lo que debe descartarse la HH en todo paciente tra saturada de hierro en condiciones basales. La
con hepatopatía y sobrecarga férrica. Es de desta- elevación del IST se produce muy pronto en el
car en este ámbito que en la cirrosis debida a HH transcurso de la historia natural de la enfermedad,
parece especialmente aumentado el riesgo para el lo que la convierte en un dato casi universalmente
desarrollo de hepatocarcinoma comparado con el presente en los pacientes con HH, con un valor me-
observado en las cirrosis de otras etiologías. dio del 70%. Sin embargo, para mejorar la sensibi-
lidad a expensas de la especificidad pero teniendo
Diagnóstico en cuenta que el test genético aporta una gran es-
pecificidad como segunda prueba de confirmación,
El diagnóstico de HH puede venir sugerido por la
se ha establecido el umbral en 45%.
presencia de síntomas y signos (figura 2). Sin em-
bargo, en la actualidad la sospecha diagnóstica La elevación de la ferritina sérica es un dato más
más frecuente se establece por el hallazgo casual tardío en la evolución de la HH y, por tanto, es un
de una elevación de los parámetros del hierro —ín- marcador menos sensible que el IST. Además es
dice de saturación de transferrina (IST) y ferritina menos específico, ya que se comporta de hecho

827
Sección 6. Hígado

Paciente con sospecha clínica de HH + elevación del IST (> 45%) y ferritina sérica

Estudio genético: mutaciones

C282Y/H63D o Otros genotipos HFE o ausencia de mutaciones


Homocigoto
C282Y/S65C

Ferritina < 1.000 µg/l Ferritina > 1.000 µg/l Ferritina < 1.000 µg/l
Transaminasas Transaminasas Transaminasas
normales elevadas normales
No hepatomegalia Hepatomegalia No hepatomegalia

Hemocromatosis Biopsia hepática


hereditaria subclínica cuando existan dudas
sobre cirrosis Descartar otras causas de
sobrecarga férrica:

Iniciar: • Hepatitis alcohólica


Establecer grado
• Esteatohepatitis no alcohólica y/o
• Flebotomías de fibrosis/cirrosis
síndrome metabólico
terapéuticas. • Tumores
• Seguimiento (anual • Enfermedades hematológicas
si ferritina normal) Cribado de • Necrosis e inflamación
hepatocarcinoma
Además:
• Consejo genético.
• Estudio familiares.

Figura 2. Algoritmo diagnóstico en individuos en los que se sospeche hemocromatosis hereditaria (HH).

como un reactante de fase aguda y puede elevarse rio acelerando la progresión de la hepatopatía, in-
en el contexto de numerosas enfermedades infec- cluso en formas heterocigotos C282Y y H63D.
ciosas, inflamatorias, neoplásicas y con el consumo
Actualmente, es imprescindible para establecer el
de alcohol. Por tanto, la ferritina sérica no es un
diagnóstico de HH la presencia de sobrecarga de
buen método para la detección de HH y no debe de-
hierro (demostrada por elevación del IST y de la fe-
terminarse aisladamente, sin acompañarse del IST.
rritina sérica) asociada bien a una prueba genética
Una vez detectada la sobrecarga férrica debe reali- positiva (homocigotos C282Y/C282Y o heterocigotos
zarse el diagnóstico diferencial con otras causas de compuestos C282Y/H63D) o bien a una enfermedad
sobrecarga de hierro, especialmente con el que se hepática constatada por biopsia hepática. Ésta per-
observa en otras hepatopatías como la alcohólica, mite no solamente confirmar o descartar el diag-
la hepatitis por VHC, la porfiria cutánea tarda o la nóstico en casos dudosos, sino que añade un valor
esteatohepatitis no alcohólica. Estas pueden ma- pronóstico al determinar la presencia de cirrosis y/o
nifestar una expresión clínica, analítica e incluso fibrosis significativa, a menudo asociadas con niveles
histológica indistinguible de la HH o bien pueden de ferritina superiores a 1.000 µg/l y elevación con-
agravar la expresión clínica del trastorno heredita- comitante de transaminasas (figura 3)4.

828
57. Enfermedades metabólicas del hígado

En la figura 2 se presenta uno de los algoritmos


diagnósticos recomendados en la evaluación de un
paciente con sospecha de HH. Métodos como la re-
sonancia magnética nuclear (RMN) o la elastografía
únicamente son útiles en la práctica clínica cuando
la biopsia hepática no es factible y se dispone de
estas técnicas.
Una vez establecido el diagnóstico de un caso índi-
ce, es pertinente realizar el estudio genético y/o la
determinación de parámetros del hierro a sus fami-
liares de primer grado. La primera estrategia per-
mitirá detectar familiares homocigotos para C282Y, Figura 3. Hemocromatosis. Depósito de pigmento teñido de
y por tanto individuos susceptibles de padecer la azul (tinción de Perls) en los hepatocitos periportales. Mínima
fibrosis portal (en el centro de la imagen). Cortesía del Dr.
enfermedad. En ellos deberá evaluarse la posible
Bruguera.
expresión fenotípica mediante IST y ferritina, para
valorar si son tributarios de tratamiento o segui-
miento anual. Los familiares heterocigotos desarro- en estos pacientes es válida para la donación san-
llarán raramente clínica, aunque pueden transmitir guínea8.
la enfermedad (precisan, por tanto, de un adecua- Como norma general, todos los individuos con so-
do consejo genético), mientras que los no porta- brecarga férrica (IST >45% y ferritina sérica eleva-
dores pueden considerarse fuera de riesgo. La se- da) y un genotipo HFE compatible o con criterios
gunda estrategia, obvia el test genético en primera clínico-histológicos de HH, son subsidiarios de
instancia y evita los efectos adversos derivados de recibir tratamiento. Ni la edad ni la presencia de
la estigmatización con sus posibles connotaciones una cirrosis descompensada deben considerarse a
sociales y éticas. En los niños se aconseja realizar priori contraindicaciones para el tratamiento con
el cribado solamente cuando alcancen la pubertad flebotomías.
o adolescencia, puesto que con la excepción de la
infrecuente hemocromatosis juvenil, no darán sín- Se iniciará el tratamiento con extracciones entre
400 y 500 ml de sangre en cada flebotomía (equiva-
tomas antes. Una estrategia alternativa y más rápi-
lente a 200-250 mg de hierro), con una periodicidad
da para el estudio de los hijos de un caso índice es
semanal o quincenal dependiendo de la tolerancia.
determinar el genotipo del cónyuge, ya que si en él
Así, los casos más avanzados pueden precisar más
está ausente la mutación C282Y, el máximo riesgo
de 20 flebotomías (más de 5 g). Esta pauta se man-
para los hijos sería ser heterocigotos7.
tiene hasta que la ferritina sérica desciende nor-
En la actualidad y en nuestro medio, aunque la HH malmente por debajo de 50 µg/l. Como control del
reúne las características adecuadas para realizar tratamiento debe utilizarse la determinación del
cribado de la población general, no se ha llevado hematocrito antes de cada flebotomía, de forma
a la práctica de forma generalizada y sistemática. que su disminución no supere el 20% respecto al
Probablemente, por su baja penetrancia y expre- valor inicial. La ferritina sérica debe determinarse
sión fenotípica. cada 10-12 flebotomías. El IST no es un buen pa-
rámetro para el control del tratamiento, dado que
Tratamiento se modifica mucho más lentamente que la ferritina.
Tratamiento de la hemocromatosis Como tratamiento de mantenimiento deben reali-
hereditaria zarse flebotomías cada 3-4 meses para mantener
los valores de ferritina por debajo de 50 µg/l. En
El tratamiento de elección de la HH se basa en la
principio, este régimen debe mantenerse durante
extracción de sangre mediante flebotomías. En los
toda la vida, aunque en algunos pacientes, y por
pacientes con sobrecarga férrica (estadio 2) evita el
causa no conocida, la acumulación de hierro tras la
desarrollo de las manifestaciones clínicas de la en-
depleción inicial es muy leve e incluso inexistente.
fermedad, mientras que en los pacientes en esta-
dio 3 mejora significativamente la supervivencia. Es Como medidas adicionales, no es necesario llevar
importante tener en cuenta que la sangre extraída a cabo una dieta estricta en alimentos ricos en hie-

829
Sección 6. Hígado

rro puesto que el hierro que podemos aportar en lica (EHNA) y la cirrosis hepática, preferentemente
la dieta es bajo (2-4 mg/día) si lo comparamos con de origen alcohólico. En estas enfermedades es ca-
el que eliminamos con las flebotomías. Es aconse- racterística la elevación sostenida de ferritina séri-
jable disminuir o suprimir el consumo de alcohol, ca, generalmente asociada a IST inferior al 45%, sin
evitar el consumo de vitamina C ya que puede mo- que ello se asocie con un importante depósito de
vilizar el hierro en exceso y evitar el marisco crudo hierro hepático.
por haberse descrito casos de infección por Vibrio Recientemente, se ha sugerido que en pacientes
vulnificus. Beber té, por el contrario, es beneficioso, con hepatitis C crónica la depleción de hierro con
ya que disminuye la absorción intestinal de hierro. flebotomías podría detener la progresión histoló-
De forma reciente, se ha constatado que el uso de gica de la enfermedad, aunque no ha demostrado
inhibidores de la bomba de protones podría dismi- que mejore la tasa de respuesta al tratamiento. Por
nuir la absorción intestinal del hierro9. Por último, su parte, en la EHNA puede mejorar la hipertran-
es recomendable que a los pacientes con HH y saminasemia y la resistencia insulínica. Estos datos
sobrecarga férrica se les vacune frente al virus de sugieren que la depleción de hierro puede mejorar
hepatitis A y B. el pronóstico de estas hepatopatías, pero se necesi-
tan estudios controlados aleatorizados para poder
En pacientes con manifestaciones clínicas de la
recomendar el tratamiento de forma sistemática.
enfermedad (estadio 3) el tratamiento con flebo-
tomías puede mejorar la astenia, la hiperpigmen- Sobrecarga férrica en
tación cutánea y normalizar la hipertransaminase- enfermedades hematológicas
mia. Sin embargo, no suele modificar el curso de
la diabetes, la miocardiopatía, la artropatía y la Los síndromes mielodisplásicos (SMD) y otros tras-
impotencia. Con respecto a la cirrosis, por su con- tornos hematológicos con hematopoyesis ineficaz
dición de lesión irreversible, no se modifica con se caracterizan por la presencia de anemia que
las flebotomías, aunque es interesante destacar requiere tratamiento en forma de transfusión de
que dicho tratamiento tiene un efecto beneficioso hemoderivados. Cada concentrado de hematíes
sobre la hipertensión portal, ya que disminuye el (250-300 mg de hierro) supone el equivalente de
riesgo de hemorragia por varices esofágicas. Sin absorción de hierro de un año. Este aporte exógeno
embargo, dicho tratamiento no previene, el riesgo mantenido de forma regular supone un riesgo de
de desarrollo de hepatocarcinoma una vez instau- sobrecarga férrica a largo plazo.
rada la cirrosis. Actualmente para el tratamiento de enfermedades
Los quelantes del hierro se consideran sólo como hematológicas con sobrecarga férrica son varias
las alternativas terapéuticas disponibles, si bien se
un tratamiento de rescate en pacientes en los que
reducen a un solo fármaco cuando se evalúan no
no resulta factible realizar flebotomías periódicas,
solo la eficacia sino también su efectividad. La ex-
generalmente debido a anemia, insuficiencia car-
periencia con el uso de la deferoxamina (Desferin®,
diaca avanzada o mal acceso venoso. Recientemen-
dispensado con receta médica) administrado por
te, un estudio controlado multicéntrico ha consta-
vía subcutánea, mediante la implantación de una
tado que el deferasirox, un quelante del hierro de
minibomba para perfusión continua durante las 24
última generación que se administra por vía oral en
horas, es muy amplia, especialmente en enfermos
dosis única (10 mg/día), es eficaz para reducir la
con talasemia, y su eficacia está bien contrastada.
sobrecarga férrica en estos pacientes con un acep-
Sin embargo, sus efectos adversos, como neuro-
table perfil de seguridad10. Aunque son necesarios
toxicidad (pérdida de visión y sordera) e infecciones
más estudios para confirmar este hallazgo, el trata- (mucormicosis) y su vía de administración dificultan
miento con deferasirox puede ser una alternativa la adherencia al tratamiento y resulta poco prácti-
terapéutica para los pacientes con hemocromatosis ca. La deferiprona (Ferriprox®, dispensado con re-
hereditaria en los que no es posible la realización ceta médica de uso hospitalario) mejora su poso-
de flebotomías. logía pero tiene el inconveniente de producir con
Tratamiento de la sobrecarga férrica frecuencia síntomas gastrointestinales y, ocasional-
mente, artritis erosiva, neutropenia y agranulocito-
asociada a hepatopatías crónicas
sis por lo que se desaconseja su utilización sobre
La sobrecarga férrica se asocia frecuentemente con los SMD. El quelante más recientemente introduci-
la hepatitis C crónica, la esteatohepatitis no alcohó- do en la práctica clínica es el deferasirox (Exjade®,

830
57. Enfermedades metabólicas del hígado

dispensado con receta médica de uso hospitalario).


Posee la ventaja de una única administración oral Bradiquinesia, rigidez y
diaria y un perfil de seguridad mejorado lo que Sistema alteración cognitiva
hace que en el momento actual sea probablemen- neurológico Ataxia y temblor
te el quelante de hierro de elección en sobrecargas Disquinesia, disartria y
férricas de origen hematológico. trastorno de personalidad

Enfermedad de Wilson Ojos Anillo de Kayser-Fleischer

La enfermedad de Wilson (EW) es un trastorno


del metabolismo del cobre que se hereda con ca- Cirrosis, insuficiencia
Hígado hepática aguda y
rácter autosómico recesivo. Se caracteriza por un
depósito multiorgánico de cobre, que conduce al hepatitis crónica
desarrollo de insuficiencia hepática y deterioro
neurológico. Síndrome de Fanconi
Renal y nefrolitiasis
Patogenia
La EW se origina por la disfunción de una ATPa-
sa (ATP7B) que participa en la excreción biliar del Osteopenia/
Osteomuscular
cobre. Se han descrito más de 300 mutaciones (la osteoporosis
más frecuente en Europa es la H1069Q) en el gen
ATP7B, situado en el cromosoma 13, que codifica la
proteína intracelular transportadora de cobre11. El Articulaciones Condrocalcinosis
déficit de esta proteína impide que el cobre sea ex-
cretado al canalículo biliar, así como su incorpora-
ción a la apoceruloplasmina (molécula precursora
de la ceruloplasmina). Ello condiciona la presencia
Figura 4. Manifestaciones clínicas avanzadas de la enferme-
de concentraciones bajas de ceruloplasmina plas- dad de Wilson.
mática. Al no poderse eliminar el cobre se produce
su acumulación en el interior de los hepatocitos,
donde se liga a la metalotionina. El depósito de co- nes incluyen síntomas seudoparkinsonianos, como
bre primero en el hígado y posteriormente en otros bradicinesia, rigidez, depresión y afección cognitiva
tejidos, condiciona un daño por aumento de radica- y formas seudoescleróticas en las que predomina
les libres y estrés oxidativo. el temblor y la ataxia. Son igualmente comunes las
discinesias, la disartria y un conjunto de manifesta-
Clínica ciones psiquiátricas que abarcan desde leves con-
La EW se caracteriza por un amplio espectro de ductas antisociales hasta esquizofrenia paranoide
manifestaciones clínicas que van desde una hiper- (figura 4).
transaminasemia leve hasta una cirrosis hepática
o una insuficiencia hepática aguda grave. La edad Diagnóstico
de presentación suele ser entre los 6 y los 30 años Para el diagnóstico se utilizan los niveles de cu-
de edad, siendo el hígado el órgano que se afecta pruria de 24 horas (superior o igual a 100 µg en
inicialmente en la mayoría de casos12. Además, es prácticamente todos los pacientes sintomáticos),
frecuente la asociación de una anemia hemolítica ceruloplasmina plasmática (menor de 20 mg/dl en
que deriva en hemoglobinuria e insuficiencia renal, el 75% de los enfermos con afectación hepática) y
por el aumento de cobre en plasma tras la necrosis la detección del anillo de Kayser-Fleischer en el exa-
hepática. men ocular con lámpara de hendidura (presente en
el 50% de los enfermos con afectación hepática).
Las manifestaciones neurológicas (presentes en el
La cupremia suele ser paradójicamente baja en más
35% de los pacientes), pueden constituir a menudo
del 80% de los casos, como consecuencia del déficit
los síntomas principales y generalmente se presen-
de ceruloplasmina, sin embargo tiene escasa sensi-
tan en pacientes que ya tienen una hepatopatía
bilidad y especificidad para el diagnóstico.
avanzada, a veces inadvertida. Estas manifestacio-

831
Sección 6. Hígado

La EW tiene un pronóstico excelente si se diagnosti- La prueba diagnóstica más específica es la biopsia


ca y se inicia el tratamiento precozmente. Para ello, hepática, que permite cuantificar la determinación
es necesario un alto índice de sospecha, debiendo de la concentración de cobre en tejido hepático
solicitarse la ceruloplasmina plasmática en todo pa- seco mediante espectrofotometría de absorción
ciente menor de 40 años de edad con hepatopatía atómica. Unos niveles superiores a 250 µg/g de te-
(crónica o aguda) asociada o no a síntomas neuro- jido seco confirman la existencia de la enfermedad.
lógicos (bradiquinesia, temblor y disartria)13. Además la biopsia permite establecer el grado de
inflamación y de fibrosis (figura 6).
En caso de duda, especialmente en población pe-
diátrica, cuando la sospecha clínica sea alta pero los Actualmente, aunque se conoce el gen responsa-
parámetros de laboratorio no apoyen el diagnósti- ble, son muchas las mutaciones y combinaciones
co, se puede realizar la estimulación de la excre- que pueden presentarse por lo que el análisis ge-
ción urinaria de cobre mediante la administración nético es complejo en la práctica clínica, si bien
de 1.000 mg de D-penicilamina, el mismo día en puede jugar un papel importante en el estudio de
que se hace la recogida de la orina (figura 5). Si el los familiares de primer grado. Mientras tanto, en
paciente tiene una EW, la cupruria será superior a estos sujetos nos debemos limitar al análisis de la
1.000 µg/24 h. ceruloplasmina sérica y la cupruria de 24 horas.

Paciente con sospecha clínica de EW

Niveles de ceruloplasmina sérica, excreción de cobre en orina 24 horas y evaluar anillo


de Kayser-Fleischer (AKF)

Presencia de anillo Presencia de anillo Ausencia de anillo Ausencia de anillo


Ceruloplasmina baja* Ceruloplasmina alta Ceruloplasmina baja Ceruloplasmina baja
Cobre en orina alto# Cobre en orina alto Cobre en orina bajo Cobre en orina alto

Biopsia hepática
> 250 µg/g y cuantificación de < 250 µg/g
cobre en tejido

o test de estimulación
con D-penicilamina
Cupruria > 1.000 Cupruria < 1.000
EW
µg/24 horas µg/24 horas

Iniciar tratamiento
Descartar otros
y seguimiento
diagnósticos distintos
Además, estudio a
a EW
familiares

*Ceruloplasmina < 20 mg/dl; # cobre en orina > 100 µg

Figura 5. Algoritmo diagnóstico en individuos en los que se sospeche enfermedad de Wilson (EW).

832
57. Enfermedades metabólicas del hígado

dad y proporciona una esperanza de vida similar a


la de la población general de la misma edad.
Quelantes de cobre
La D-penicilamina (Cupripren®) se une al cobre y
hace que se elimine por la orina, generando un
balance negativo. Debe iniciarse el tratamiento
con una dosis de 250 mg/dia, que se aumenta
progresivamente hasta alcanzar 1.000 mg/día dis-
tribuida en 2-4 tomas, administradas 1 hora antes
de las comidas. Sin embargo, es mal tolerada y
produce efectos secundarios graves en el 30% de
Figura 6. Enfermedad de Wilson. Fibrosis expansiva portal, los pacientes tratados. Concretamente, induce el
con escasa inflamación y sin hepatitis de interfase. Algunos empeoramiento de los síntomas en la mitad de los
hepatocitos con degeneración acidófila y presencia de vacuo- pacientes con afección neurológica, muchos de los
las grasas. Cortesía del Dr. Bruguera. cuales quedan con un déficit neurológico perma-
nente. Este efecto se debe a la movilización de los
depósitos hepáticos de cobre y su posterior acu-
Tratamiento mulación en el cerebro.
El objetivo del tratamiento es eliminar el cobre
Los efectos secundarios dependientes de la dosis
retenido mediante la utilización de quelantes o
son el déficit de piridoxina y la interferencia con
evitar sus efectos tóxicos impidiendo su absor-
la formación de elastina y colágena. Otros efectos
ción intestinal. Ello puede conseguirse mediante
inmunológicos incluyen reacciones de hipersen-
la administración de preparados de cinc o con los
sibilidad, síndrome nefrótico, miastenia gravis,
propios quelantes a dosis más bajas (tabla 2). Adi-
síndrome de Goodpasture, neuritis óptica, lupus
cionalmente, se debe recomendar una dieta en la
sistémico y pénfigo. Para evitar el déficit de pirido-
que no abunden los alimentos ricos en cobre (ma-
xina, es conveniente administrar 50 mg a la sema-
risco, chocolate, avellanas, champiñones, hígado).
na de esta vitamina.
Es importante resaltar que si no se trata la enfer-
La trientina (Trientine®, dispensada como medica-
medad, tiene un pronóstico fatal falleciendo la ma-
ción extranjera), actúa y tiene una eficacia similar
yoría de los pacientes como consecuencia de una
a la D-penicilamina, con la ventaja de que produce
insuficiencia hepática. Por el contrario, el trata-
con menos frecuencia un empeoramiento de los
miento médico evita la progresión de la enferme-
síntomas neurológicos. Se administra a la misma

TABLA 2. Fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Wilson

Mecanismo de acción Efectos adversos Indicación

D-penicilamina Favorece eliminación renal Proteinuria Afectación sintomática


Pancitopenia hepática
Reacciones de hipersensiblidad

Trientina Favorece eliminación renal Gastritis Afectación sintomática


Anemia sideroblástica hepática y síntomas
neurológicos

Tetratiomolibdato Quelante y bloquea Anemia Alteración neurológica


la absorción intestinal Hepatotóxico

Cinc Bloquea la absorción Gastritis Mantenimiento y
intestinal pacientes asintomáticos

833
Sección 6. Hígado

dosis que la D-Penicilamina y produce efectos se- cobre en posición atóxica. De esta forma, el cobre
cundarios similares a ésta. ingerido con la dieta se acumula en los enteroci-
tos y se elimina por descamación en el intestino.
Tanto la D-penicilamina como la trientina son efi-
El cobre presente en los hepatocitos también se
caces para tratar las manifestaciones hepáticas de
combina con la metalotioneína, y permanece en
la EW, normalizándose las cifras de transaminasas
una forma no tóxica. Su máximo efecto terapéutico
antes de un año en la mayoría de los pacientes.
se consigue a partir de los 6 meses de tratamiento,
El tetratiomolibdato de amonio actúa interfiriendo por lo que se aconseja realizar primero una deple-
la absorción intestinal de cobre. Se administra en ción de cobre con un quelante e iniciar concomitan-
dosis de 120 mg/día, repartidos en 3 tomas entre temente el tratamiento con cinc.
las comidas y otras 3 con las comidas principales.
Los preparados de cinc no tienen frecuentes efec-
Es bien tolerado y tiene pocos efectos secundarios,
tos secundarios, pero se debe vigilar el hemograma
entre los que destaca la depresión de la médula
por el riesgo de aparición de anemia sideroblásti-
ósea, que puede producir anemia y/o leucopenia,
ca, especialmente cuando se administra junto con
y la elevación moderada de las transaminasas, que
quelantes. El acetato de cinc (Wilzin®) tiene una
suelen resolverse al reducir la dosis de tetratiomo-
mejor tolerancia gástrica que el sulfato de cinc. Se
libdato. Al compararlo con la trientina, parece que
administra en una pauta de 150 mg/día en 3 dosis,
el deterioro neurológico es menor por lo que se
media hora antes de las comidas (separado en el
considera el fármaco más seguro en pacientes con
tiempo de los quelantes si se usan de forma con-
manifestaciones neurológicas de la EW.
comitante) y durante toda la vida. Su efecto sobre
El tratamiento de la EW debe mantenerse toda la los valores de transaminasas es más lento que el
vida12 y su interrupción puede precipitar la apari- observado con los quelantes.
ción de una insuficiencia hepática aguda grave,
La selección del fármaco depende de los síntomas
atribuida a la rotura de los complejos cobre-meta-
de debut13,14. Así, en el paciente asintomático se
lotioneína inducidos por el tratamiento, con depó-
procede a utilizar las sales de cinc de forma aislada;
sito hepatocitario de grandes cantidades de cobre
cuando el paciente presenta signos de descompen-
tóxico, que produce destrucción de hepatocitos y
sación hepática se recomienda iniciar el tratamien-
liberación de cobre a la sangre, lo cual induce he-
to con trientina o D-penicilamina, por su rápida
mólisis.
capacidad en eliminar el cobre, conjuntamente con
En caso de embarazo, el uso de D-penicilamina las sales cinc, retirando el quelante a los 4-6 meses
o trientina son seguros debiendo bajar de 1 g a de iniciado el tratamiento; en las formas neuroló-
0,5 g/día durante el último trimestre, medida que gicas se asociaría al cinc el tetratiomolibdato, evi-
podría favorecer la cicatrización en caso de cesárea. tando en lo posible la administración de D-penicila-
mina. En los pacientes que presentan insuficiencia
A los pacientes que reciben tratamiento con que-
hepática aguda grave, el único tratamiento curativo
lantes del cobre se les debe efectuar un seguimien-
es el trasplante hepático.
to, inicialmente mensual y posteriormente anual,
para verificar que tienen una excreción urinaria Déficit de a-1-antitripsina
elevada de cobre (superior a 2 mg/24 h al inicio,
para descender a 0,5 mg/24 h después de tres El déficit de a-1-antitripsina es la enfermedad me-
meses de tratamiento). Ello constituye un buen tabólica hepática que cursa característicamente con
indicador de cumplimiento terapéutico y permite enfermedad pulmonar. Afecta aproximadamente a
descartar la presencia de proteinuria, insuficiencia uno de cada 2.000 nacidos vivos. Se estima que la
renal o alteración de las series hemáticas en el he- forma más grave de la enfermedad (PIZZ) afecta a
mograma. unas 8.000 personas en España y las formas más le-
ves probablemente al menos a 300.000 personas15.
Cinc
Los preparados de sulfato o acetato de cinc consti-
Patogenia
tuyen en la actualidad el tratamiento de manteni- La proteína a-1-antitripsina se sintetiza en el híga-
miento de elección en la EW. Administrados por vía do y se libera a la sangre. Su función es la de inhibir
oral, aumentan la síntesis de proteínas endógenas la acción de una enzima de los leucocitos denomi-
intracelulares, como la metalotioneína, que fijan el nada elastasa. La elastasa, cuya actividad puede

834
57. Enfermedades metabólicas del hígado

aumentar con el tabaco, puede destruir el tejido Tratamiento


pulmonar. En los pacientes con déficit de a-1-anti-
tripsina, la proteína anómala queda retenida en el El tratamiento de la enfermedad pulmonar por dé-
hígado y tiene menor actividad frente a la elastasa. ficit de a-1-antitripsina se basa en el tratamiento
La falta de actividad antielastasa produce enferme- convencional del enfisema y en evitar el tabaco,
dad pulmonar y el acúmulo en el hígado puede con- que puede aumentar la velocidad a la que se de-
ducir a enfermedad hepática. sarrolla el enfisema. La administración de a-1-an-
titripsina procedente de plasma de donantes (Pro-
El gen codificante se encuentra en el cromosoma
lastina®, Trysone®, dispensación con receta médica
14 (gen SERPINA 1). Los tres tipos más frecuentes
de uso hospitalario), puede enlentecer la velocidad
de déficit de a-1-antitripsina son M (normal), S (dé-
de deterioro de la función pulmonar y disminuir la
ficit parcial, es decir, los niveles de a-1-antitripsina
mortalidad en pacientes con afecación grave (FEV1
que se alcanzan son un 50% y un 60% de los es-
perables con la forma M) y Z (déficit prácticamen- entre 35-65%). En algunos pacientes con enfisema
te absoluto, es decir los niveles de a-1-antitripsina avanzado puede estar indicado el trasplante pul-
en sangre son prácticamente nulos). Entre un monar16.
10-25% de los españoles son portadores de la for- En cuanto a la enfermedad hepática, debe evitarse
ma S y aproximadamente un 1,5% lo son de la for- el consumo de alcohol porque aumenta la veloci-
ma Z. La forma más grave de la enfermedad es la dad de desarrollo de la cirrosis. El trasplante he-
que combina doblemente la forma Z (ZZ); también pático puede estar indicado en niños con hepatitis
se puede producir enfermedad hepática y pulmo- neonatal o cuando se desarrolla una cirrosis o he-
nar en pacientes con MZ y SZ. patocarcinoma.
Diagnóstico Bibliografía
El estudio de la a-1-antitripsina no se basa habitual-
1. Feder, JN, Gnirke A, Thomas W, Tsuchihashi Z,
mente en el genotipo (estudio de las alteraciones
Ruddy DA, Basava A et al. A novel MHC class I
genéticas) sino en el fenotipo (análisis de la concen-
like gene is mutated in patients with hereditary
tración y de las características de la proteína que se haemochromatosis. Nat Genet 1996(13):4:
detecta en la sangre). El estudio genético solo es 399-408.
útil cuando existen dudas o en los portadores de
2. Adams, PC. Reboussin DM, Barton JC, McLaren
alteraciones genéticas raras. CE, Eckfeldt JH, McLaren GD et al. Hemochro-
matosis and iron-overload screening in a racia-
Clínica lly diverse population. N Eng J Med 2005(352):
Las manifestaciones más importantes del déficit 17;1769-78.
de a-1-antitripsina son las pulmonares que inclu- 3. Nemeth E et al. Hepcidin regulates cellular iron
yen enfisema (característicamente se produce en la efflux by binding to ferroportin and inducing its
cuarta o quinta década de la vida), bronquiectasias internalization. Science 2004(17);306(5704):
y asma en adultos. El riesgo de enfermedad pul- 2090-3.
monar es del 80-100% en las personas con ZZ y del 4. EASL clinical practice guidelines for HFE hemo-
20-50% en las personas con SZ. Las manifestaciones chromatosis. J Hepatol 2010;53:13-22.
hepáticas del déficit de a-1-antitripsina incluyen la 5. Pietrangelo A. Non-HFE hemochromatosis. He-
hepatitis crónica, cirrosis (hasta en un 40% de las patology 2004;39(1):21-29.
personas con ZZ en edad avanzada) y hepatocar- 6. Whitlock EP et al. Screening for hereditary he-
cinoma. En niños, se puede producir una hepatitis mochromatosis: a systematic review for the
neonatal (un 50% de los recién nacidos con ZZ tie- U.S. Preventive Services Task Force. Ann Intern
nen alteraciones de las pruebas hepáticas, aunque Med 2006;145(3):209-23.
solo un 16% sufre una hepatitis neonatal). En las 7. El-Serag HB, Inadomi JM, Kowdley KV. Scree-
personas con fenotipo MZ la hepatitis neonatal es ning for hereditary hemochromatosis in si-
menos frecuente. Otra manifestación hepática en blings and children of affected patients. A cost-
los niños es la cirrosis juvenil, que es más frecuente effectiveness analysis. Ann Intern Med 2000;
en aquellos que tuvieron hepatitis neonatal. Me- 132(4):261-69.
nos frecuentemente puede asociarse a paniculitis 8. Barton JC et al. Hemochromatosis probands as
y vasculitis. blood donors. Transfusion 1999;39(6):578-85.

835
Sección 6. Hígado

9. Hutchinson C et al. Proton pump inhibitors 13. Roberts EA, Schilsky ML. Diagnosis and
suppress absorption of dietary non-haem iron treatment of Wilson disease: an update. Hepa-
in hereditary haemochromatosis. Gut 2007; tology 2008;47(6):2089-111.
56(9):1291-95. 14. Wiggelinkhuizen M et al. Systematic review:
10. Phatak P, Brissot P, Wurster M, Adams PC, clinical efficacy of chelator agents and zinc in
Bonkovsky HL Gross J et al. A Phase 1/2, the initial treatment of Wilson disease. Aliment
Dose-Escalation Trial of Deferasirox for the Pharmacol Ther 2009;29(9):947-58.
Treatment of Iron Overload in HFE-Related He-
15. Lara B et al. Development and results of the
reditary Hemochromatosis. Hepatology 2010;
52(5):1671-9. Spanish registry of patients with alpha-1-anti-
trypsin deficiency. Int J Chron Obstruct Pulmon
11. Bull PC et al. The Wilson disease gene is a pu-
tative copper transporting P-type ATPase simi- Dis 2007;2(3):393-98.
lar to the Menkes gene. Nat Genet 1993;5(4): 16. American Thoracic Society/European Respi-
327-37. ratory Society statement: standards for the
12. Brewer GJ et al. Recognition, diagnosis and diagnosis and management of individuals with
management of Wilson´s disease. Proc Soc Exp a-1 antitrypsin deficiency. Am J Respir Crit Care
Biol Med 223.1(2000):39-46. Med 2003;168(79):818-900.

836
58 Infecciones sistémicas que
pueden afectar al hígado:
virus, bacterias, hongos y
parásitos (incluyendo abscesos
hepáticos)
Salvador Augustin, Jaime Guardia
Servicio de Medicina Interna-Hepatología. Hospital Universitari Vall d’Hebron.
Universitat Autónoma, Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La afectación hepática en el contexto de infeccio- ❱❱ Revisar las infecciones sistémicas que
nes sistémicas es un problema clínico frecuente, con mayor frecuencia repercuten sobre el
debido al tamaño del parénquima hepático, al pa- parénquima hepático, incluyendo agentes
pel activo del sistema retículo-endotelial en proce- virales, bacterias, hongos y parásitos.
sos infecciosos, así como al doble aporte sanguí- ❱❱ Proporcionar información acerca de
neo, arterial y venoso, que recibe; y a la capacidad los procedimientos para establecer el
de recibir también gérmenes (o sus toxinas) por diagnóstico de estas enfermedades.
vía linfática. La lesión hepática puede ser produ- ❱❱ Conocer los recursos terapéuticos
cida por un daño directo, debido a la invasión del disponibles para su tratamiento.
parénquima por el propio germen, o indirecto, por
múltiples mecanismos (toxinas, reacción inmune,
en el contexto de shock o fallo multiorgánico, etc.). REFERENCIAS CLAVE
El espectro clínico comprende desde hepatitis 1. Kibbler C, Dooley J, Lok A, Burroughs A,
reactivas leves, con escasa o nula expresión clínica, Heathcote E. The liver in infections. En:
hasta formas muy graves de hepatitis fulminante Sherlock’s Diseases of the Liver and biliary
con alta mortalidad. Dicha variabilidad en cuanto system, 12.ª ed., Oxford, Blackwell Science
a la expresión clínica puede ser debida a la magni- Ltd, 2011; 632-9.
tud de la infección sistémica; al grado de virulen-
2. Rahimian J, Wilson T, Oram V, Holzman RS.
cia y hepatotropismo del patógeno, así como a la
Pyogenic liver abscess: Recent trends in
respuesta inmune del paciente, y a la presencia o
etiology and mortality. Clin Infect Dis 2004;
ausencia de daño hepático previo a la infección.
39: 1654-59.
En el presente capítulo se recogen, de manera re- 3. Salles JM, Salles MJ, Moraes La, Silva MC.
sumida, las infecciones sistémicas por virus, bac- Invasive amebiasis: an update on diagnosis
terias, hongos o parásitos más relevantes desde and management. Expert Rev Anti Infect
el punto de vista de la afectación hepática que Ther 2007;5:893-901.
producen.

H Í G A D O 837
Sección 6. Hígado

Infecciones víricas sistémicas que pueden TABLA 1. Principales viriasis sistémicas con afectación
hepática
afectar al hígado
En la tabla 1 se presentan, de manera resumida, los
❱❱ HERPESVIRUS:
virus que más frecuentemente pueden producir al-
teraciones hepáticas. • Virus Epstein-Barr.
• Citomegalovirus.
Herpesvirus • Otros herpesvirus.

La familia herpesvirus agrupa unas 150 especies – Herpes simple (1 y 2).


de virus ADN, 8 de las cuales afectan a humanos. – Varicela-Zóster.
Los herpesvirus se caracterizan por presentar, tras – HHV-6.
una infección primaria más o menos sintomática, – HHV-8.
un periodo de latencia de por vida en ganglios
❱❱ OTROS VIRUS:
nerviosos, glándulas secretoras o linfocitos, con
reactivaciones posteriores de frecuencia y grave- • VIH.
dad variable. Estos virus pueden producir enfer- • Sarampión.
medad mediante lesión tisular directa, por media- • Rubéola.
ción inmune o, incluso, a través de transformación • Coxackie.
neoplásica. • Echovirus.
Virus de Epstein-Barr • Adenovirus.
• Parvovirus B19.
El virus de Epstein-Barr (EBV) (HHV-4) es el agente
causal de la mononucleosis infecciosa, que afecta • Virus exóticos.
de manera preferente a adolescentes y adultos – Fiebre amarilla.
jóvenes. Este agente infeccioso se ha asociado – Dengue.
también con el desarrollo de diversas neoplasias – Otras fiebres hemorrágicas: ébola,
(linfoma de Burkitt, linfoma de Hodgkin, otros Marburg, Lassa, Rift, Crimea-Congo,
tipos de linfoma, y carcinoma nasofaríngeo). La Hantavirus, Marburg.
prevalencia mundial de seropositividad al virus,
en grupos de edad avanzada, es mayor del 90%1.
La infección se transmite por contacto físico estre- típica. Para el diagnóstico suele bastar la presen-
cho o transfusión. Tras un periodo de incubación cia de los síntomas descritos, las alteraciones he-
de 1-3 semanas (que puede llegar a ser mayor), se matológicas y bioquímicas y la positividad de an-
inicia una fase prodrómica con cefalea, odinofagia, ticuerpos heterófilos y de la serología específica.
astenia y fiebre errática. El cuadro típico florido El tratamiento es sintomático. La administración
se acompaña de adenopatías cervicales, tonsilitis, de aciclovir o ganciclovir es ineficaz. El pronósti-
esplenomegalia, exantema, aparición de anticuer- co es, en la inmensa mayoría de casos, excelente,
pos heterófilos (test de Paul-Bunnel) y leucocitosis con recuperación espontánea en 6-12 semanas. En
con una gran proporción de linfocitos atípicos. Un ciertos casos, puede persistir durante meses una
número elevado de pacientes (70-90%) presenta astenia de intensidad variable. Las formas hepáti-
elevaciones moderadas y transitorias de transa- cas agudas graves son extremadamente raras en
minasas. En algo menos de la mitad de los casos pacientes inmunocompetentes. Se han descrito
puede desarrollarse una hepatitis evidente, con casos de hepatitis graves en pacientes inmuno-
elevación de transaminasas entre 10-20 veces el comprometidos con ciertas enfermedades linfo-
límite superior de la normalidad (LSN) y, más ra- proliferativas (enfermedad de Duncan ligada al X,
ramente hepatomegalia (10-25%). La ictericia pue- linfomas postrasplante hepático). La hepatitis mo-
de objetivarse en menos del 10% de los casos, y nonucleósica puede actuar como desencadenante
puede también deberse a hemólisis autoinmune de una hepatitis autoinmune.
concomitante. Se observa de manera casi constan-
te una importante elevación de LDH y, algo menor, Citomegalovirus
de fosfatasa alcalina, que junto a la elevación de
La enfermedad congénita por citomegalovirus
transaminasas, constituyen la tríada bioquímica
(CMV) (HHV-5) suele ser grave, con afectación mul-

838
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

tiorgánica y alta morbimortalidad. La infección peri- adultos inmunodeprimidos, puede ser muy grave.
natal suele ser asintomática, aunque se ha descrito En estos casos, el diagnóstico precoz es esencial,
que puede producir una hepatitis granulomatosa ya que la hepatitis herpética es una de las pocas
persistente e hipertensión portal. En el adolescente causas de hepatitis aguda grave tratable (capítulo
y el adulto joven inmunocompetentes, la primoin- 52). La hepatitis neonatal por VHS es la causa más
fección por CMV puede manifestarse en forma de frecuente de insuficiencia hepática aguda en esta
mononucleosis infecciosa, generalmente en eda- franja de edad, y suele formar parte de un cuadro
des algo mayores que la asociada al EBV, y con fie- multivisceral grave. El diagnóstico ha de basarse en
bres más prolongadas. La afectación hepática es, en la sospecha clínica y en una confirmación mediante
general, más leve, con elevaciones moderadas de serología, PCR y/o biopsia. El tratamiento de elec-
transaminasas, LDH y fosfatasa alcalina, pero más ción es el aciclovir, y su empleo empírico hasta la
marcadas de GGT. La ictericia es rara. El diagnóstico confirmación diagnóstica debe considerarse en ca-
es clínico y serológico. En la biopsia, son caracterís- sos de hepatitis aguda grave.
ticas las inclusiones intranucleares en ojo de búho.
El virus de la varicela-zóster (VVZ), causa afecta-
En el paciente receptor de un trasplante de órgano ción hepática casi exclusivamente en pacientes gra-
sólido, la infección por CMV representa un proble- vemente inmunocomprometidos. Generalmente,
ma especialmente relevante2-4 (capítulo 69). En los se trata de una hepatitis leve concomitante a un
pacientes que reciben un trasplante hepático y, es- brote cutáneo, aunque se han descrito casos de
pecialmente en aquellos seronegativos para CMV, hepatitis fulminante. El tratamiento de los casos
la infección por este virus se ha asociado con hepa- graves ha de hacerse con aciclovir. En niños, se ha
titis, cirrosis y fracaso del injerto, así como a recidi- descrito que el curso de la varicela puede preceder
vas más agresivas del virus C. Además, la inmuno- o solaparse, en un pequeño porcentaje de casos, a
supresión inducida por el propio virus, incrementa la aparición de un síndrome de Reye, entidad grave
el riesgo de infecciones oportunistas y neoplasias debida a una infiltración grasa aguda del hígado,
en estos pacientes. Por este motivo, actualmente con insuficiencia hepática fulminante.
se preconiza una profilaxis activa de la enfermedad La primoinfección por herpesvirus humano 6
por CMV, a través de dos posibles estrategias. Por (HHV-6) se puede manifestar en forma de hepatitis
un lado, puede realizarse una profilaxis universal, aguda, en algunos casos grave. El HHV-8 es el agen-
en todos los receptores seronegativos para CMV te causal del sarcoma de Kaposi, y se ha relaciona-
que reciben un injerto de un paciente seropositi- do también con la enfermedad de Castleman. En
vo, mediante una pauta secuencial de ganciclovir pacientes receptores de trasplante de donantes in-
endovenoso y oral, durante 3 meses. Por otro lado, fectados se han descrito casos de hepatitis graves.
puede hacerse una profilaxis con ganciclovir más
selectiva y menos prolongada, sólo en aquellos que Otros virus
presentan datos de infección sin enfermedad, que
se conoce como terapia anticipada. Esta última exi- La afectación hepática en los pacientes infectados
ge, sin embargo, una monitorización estrecha de la por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
infección, que hoy día se realiza mediante PCR. La es frecuente5. Se ha demostrado la presencia de
elección de una u otra estrategia puede individua- RNA del virus en hepatocitos, células de Kupffer y
lizarse según el riesgo del paciente y los recursos células del endotelio hepático, tanto en la primoin-
de cada centro, pero los datos disponibles sugieren fección como en fases avanzadas de la enfermedad.
que ambas son eficaces. El tratamiento de la enfer- La forma de enfermedad hepática por VIH más ca-
medad establecida ha de realizarse con ganciclovir racterística ha sido tradicionalmente la colangiopa-
endovenoso, o foscarnet en caso de resistencias, tía esclerosante crónica, aunque desde la introduc-
entre 2-4 semanas. ción de la terapia antirretroviral de gran actividad
(TARGA), es infrecuente. La afectación directa por
Otros Herpesvirus el virus puede dar lugar también a una hepatitis
concomitante, con necrosis focal, inflamación por-
Los virus herpes simple (VHS) tipo 1 y 2 son her-
tal, granulomas e incluso peliosis.
pesvirus humanos ubicuos que pueden afectar to-
dos los tejidos. La enfermedad visceral en el adulto En el sarampión pueden objetivarse elevaciones
inmunocompetente es excepcional, pero tanto moderadas de transaminasas (sobre todo en adul-
en el periodo neonatal, como en embarazadas y tos jóvenes), aunque la hepatitis clínicamente signi-

839
Sección 6. Hígado

ficativa es rara. El virus de la rubéola se asocia con Manifestaciones hepáticas


infecciones connatales graves, que pueden cursar
con hepatoesplenomegalia importante, ictericia en infecciones por bacterias
y marcada elevación de enzimas colestásicos. En El daño hepático en estos casos puede producir-
niños y adultos jóvenes, la afectación hepática es se por invasión parenquimatosa o biliar directa, o
rara. como manifestación de bacteriemia o toxemia. La
gravedad y las formas de presentación son muy va-
Los enterovirus no-poliovirus son responsables de riables, aunque característicamente es infrecuente
síndromes febriles exantemáticos en niños y adul- el prurito. Las bacterias que más frecuentemente
tos jóvenes. Uno de estos virus, el virus coxackie, se asocian con enfermedad hepática se agrupan re-
especialmente el tipo B, se ha asociado con hepati- sumidamente en la tabla 2.
tis fulminantes en neonatos y niños. En adultos, se
han descrito ocasionalmente casos de de hepatitis Cocos piógenos
colestásica. Los tipos B4 y B5, por su parte, se han
El neumococo se ha asociado con diversos grados
asociado también con el síndrome de Fitz-Hugh- de afectación hepática, bien por invasión directa
Curtis (ver Neisseria gonorrhea, más abajo). Los o toxemia. Aunque la elevación concomitante de
echovirus son agentes infecciosos poco frecuentes transaminasas no es muy frecuente (20%), es clási-
aunque, en el año 2000, el echovirus 33 se asoció ca la descripción de ictericia en la neumonía lobar
en Nueva Zelanda a un brote epidémico de me- (“neumonía biliar”). En tales casos, la hiperbilirru-
ningitis aséptica en 75 niños y adultos jóvenes con binemia suele tener un origen mixto (conjugada y
alta mortalidad, entre los cuales se describieron 2 no conjugada). El pronóstico del daño hepático es
muertes por hepatitis fulminante. bueno, con recuperación espontánea. El absceso
por neumococo es excepcional. El Streptococcus
El adenovirus es una causa importante de hepatitis milleri, sin embargo, es una causa frecuente de
grave con alta mortalidad en niños con inmunodefi- absceso hepático monomicrobiano. La afectación
ciencias congénitas. También se han descrito casos hepática en infecciones sistémicas por estafilococo
graves en el curso de inducciones quimioterápicas suele estar en relación con el shock tóxico, aunque
en leucemia aguda. En inmunocompetentes, la la invasión directa del parénquima con formación
afectación hepática es rara. de microabscesos es posible. La presencia de icte-
ricia en estos casos es un dato de mal pronóstico6.
Respecto al parvovirus B19, el típico cuadro de
anemia aplásica con el que se relaciona puede Neisseria gonorrheae
acompañarse de necrosis hepatocelular masiva y
hepatitis fulminante. La sepsis gonocócica puede asociar grados varia-
bles de hepatitis concomitante, aunque la forma
Numerosas especies de virus denominados exóti- más característica de afectación hepática por go-
cos, con prevalencias variables en países tropicales nococo es la perihepatitis aguda, o síndrome de
y subtropicales, que se manifiestan generalmente Fitz-Hugh-Curtis. Se trata de una inflamación fi-
en forma de síndromes febriles sistémicos, pueden brinosa del espacio subfrénico, que no da lugar a
expresar también afectación hepática (ver tabla formación de abscesos pero sí de bandas fibrinoi-
1). En sus formas más graves, pueden dar lugar a des adherentes, que en la exploración laparos-
un síndrome de coagulación intravascular disemi- cópica presentan la imagen típica en “cuerdas de
nada con diatesis hemorrágicas (de ahí el nombre violín”. La afectación perihepática suele darse en
mujeres, por diseminación peritoneal directa (más
de “fiebres hemorrágicas”), y fallo multivisceral.
raramente hematógena o linfática), como secuela
En este contexto, puede darse una hepatitis secun-
de una salpingitis gonocócica. Clínicamente suele
daria y, en ocasiones, insuficiencia hepática aguda
presentarse tórpidamente, como un dolor en hipo-
grave. En el caso específico del virus de la fiebre condrio derecho, epigástrico o incluso en hombro,
amarilla, es característica la presencia de una mar- con grados variables de peritonismo y, en ocasio-
cada esteatosis hepática, en ocasiones con hallaz- nes, roce a la auscultación. Puede haber datos de
gos patológicos característicos, como los cuerpos laboratorio inespecíficos de inflamación, aunque la
de Councilman (inclusiones citoplasmáticas) o los bioquímica hepática suele ser normal. La ecografía
de Torres (intranucleares). o TC abdominal pueden mostrar engrosamiento del

840
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

TABLA 2. Principales infecciones bacterianas que pueden da. La infección por S. paratyphi puede ocasionar
afectar al hígado también una colangitis supurativa. Las enteritis por
Shigella y Campylobacter pueden asociar también
hepatitis concomitante, aunque la ictericia es rara.
❱❱ Cocos piógenos.
• Neumococo. Micobacterias
• S. milleri y otros estreptococos.
La forma de afectación hepática más frecuente es la
• Estafilococos. presencia en el parénquima de múltiples granulo-
❱❱ Neisseria gonorrheae. mas pequeños. Aunque la hepatitis granulomatosa
❱❱ Enterobacteriáceas. tuberculosa es frecuente, su expresión clínica es
• E. coli. generalmente leve, y rara vez se da independien-
• Salmonella sp. temente de manifestaciones de enfermedad en
otras localizaciones, que suelen dominar el cuadro.
• Otras: Shigella, Campylobacter.
La presentación de la tuberculosis en su forma di-
❱❱ Micobacterias. seminada o miliar, sin embargo, sí puede simular
• M. tuberculosis. una hepatitis vírica aguda, y representa un reto
• Otras: M. scrofulaceum, M. leprae, M. avium diagnóstico relevante (figura 1). Clínicamente, sue-
intracellulare. le presentarse en forma de afectación del estado
❱❱ Espiroquetas. general, con fiebre prolongada y hepatoespleno-
• Leptospirosis. megalia, y puede evolucionar rápidamente a fallo
multiorgánico con hepatitis fulminante8. El diag-
• Sífilis.
nóstico ha de basarse en un alto índice de sospe-
• Enfermedad de Lyme.
cha clínica y en la anatomía patológica, ya que la
❱❱ Rickettsias. confirmación microbiológica puede demorarse más
• Fiebre Q. de lo que suele permitir el estado del paciente. En
• Ehrlichiosis. caso de alteración hepática, la biopsia percutánea
• Fiebre botonosa mediterránea. tiene una alta sensibilidad8-9. El inicio del trata-
❱❱ Otras: chlamydia, listeriosis, tularemia, enferme- miento antituberculoso no debe retrasarse, y ha de
dad de Whipple, brucelosis, meliodosis, bartone- plantearse incluso en espera del diagnóstico, si la
losis. sospecha es alta y la gravedad lo justifica. La mor-
talidad del cuadro es alta. En los casos de curación,
se ha descrito de manera ocasional la presencia de
peritoneo a ese nivel. La laparoscopia es útil, tan- focos de transformación cicatricial con vasculariza-
to para confirmar el diagnóstico, como para aliviar ción, fibroblastos y tejido fibroso, sin granulomas.
el dolor mediante la liberación de las adherencias De forma notable, estos casos suelen cursar sin una
alteración relevante de la función hepática. Es la lla-
(adhesiolisis). El tratamiento ha de completarse con
mada tuberculosis pseudocirrótica, que tiene buen
doxiciclina y ceftriaxona. La perihepatitis aguda se
pronóstico.
ha descrito también asociada al virus coxackie y a
Chlamydia trachomatis7. En formas más tórpidas de la enfermedad, la coa-
lescencia de granulomas puede dar lugar a tuber-
Enterobacteriáceas culomas, de aspecto nodular y de tamaño variable
(1-4 cm), que a su vez pueden ser la causa de colan-
Las bacterias Gram-negativas entéricas represen-
gitis tuberculosas con esclerosis biliar secundaria.
tan en su conjunto la principal causa de absceso
También pueden degenerar hacia la formación de
hepático, cuyas particularidades se comentan apar-
un absceso por caseificación.9
te. En la sepsis por E. coli u otras enterobacterias, la
presencia de grados variables de afectación hepáti- Otras micobacterias se han descrito también aso-
ca no es infrecuente, y está ligada esencialmente a ciadas a afectación hepática. En la lepra, la afecta-
la presencia de endotoxemia y shock. La infección ción hepática aparece en el 50-90% de los casos,
por Salmonella tiphy cursa como una enteritis fe- aunque su expresión clínica no suele ser relevan-
bril que, con relativa frecuencia, se acompaña de te. El M. scrofulaceum forma parte también de la
hepatomegalia y hepatitis reactiva leve o modera- larga lista de agentes causantes de hepatitis granu-

841
Sección 6. Hígado

Figura 1. Rx de tórax que muestra la imagen de un infiltrado tuberculoso bilateral en un paciente con fiebre y hepatomegalia.
La biopsia hepática muestra un granuloma intrahepático constituido por algunos linfocitos, células epitelioides y una célula de
Langhans. Cortesía del Dr. Vera.

lomatosa. El complejo M. avium intracellulare ha formas anictéricas, la enfermedad progresa rápida-


constituido tradicionalmente la principal causa de mente a ictericia intensa, alteraciones renales gra-
afectación hepática oportunista en los pacientes ves y diátesis hemorrágica. Suele haber hepatome-
con sida, aunque desde la introducción de los nue- galia y, al contrario que en las hepatitis víricas, es
vos antirretrovirales su incidencia es mucho menor. frecuente que se descubran elevaciones importan-
tes de bilirrubina y de fosfatasa alcalina (así como
Espiroquetas de CPK), pero sólo moderadas de transaminasas
La leptospirosis es una zoonosis causada por es- (hasta 200 UI/l). La biopsia hepática suele mostrar
piroquetas del género Leptospira. El reservorio signos de hepatitis colestásica y, en las fases preco-
animal más importante son los roedores, que eli- ces, pueden identificarse leptospiras en sangre y lí-
minan el germen por la orina. El contagio humano quido cefalorraquídeo, aunque el diagnóstico suele
puede ocurrir por o a través de contacto de piel ser serológico. La mortalidad del síndrome de Weil
y mucosas con agua o material contaminado, o es alta (5-15%), y suele deberse a las alteraciones
mediante la ingestión de alimentos. Suele incidir renales o a un fracaso multiorgánico. El tratamiento
en contextos epidemiológicos ocupacionales o re- de las formas graves ha de hacerse con penicilina
creacionales característicos, asociados al contacto endovenosa, aunque las formas leves pueden tra-
prolongado con aguas potencialmente contamina- tarse con doxiciclina oral.
das (en alcantarillados, cultivos de arroz o caña de Un 10% de los pacientes con sífilis secundaria
azúcar, lagos o embalses, etc.). Tras un periodo de puede presentar hepatomegalia y hepatitis coles-
incubación de 7-14 días, suele presentar un curso tásica, en raras ocasiones con evolución a formas
bifásico. En la primera fase de la enfermedad, apa- fibróticas e incluso cirrosis. En las formas terciarias,
rece de forma brusca un cuadro gripal en el que los gomas sifilíticos pueden afectar el parénquima
domina la fiebre alta, cefalea y mialgias intensas, hepático, provocando problemas asociados con la
y sufusión conjuntival bilateral. La mayoría de los
ocupación de espacio (dolor, compresión del árbol
pacientes quedan asintomáticos en una semana y,
biliar o las venas suprahepáticas, etc.). En la enfer-
tras un periodo paucisintomático de 1-3 días, pue-
medad de Lyme, la presencia de una hepatitis reac-
de iniciarse la segunda fase de la enfermedad, en
tiva leve es relativamente frecuente.
la que las manifestaciones son más variadas. Con
mayor frecuencia se presenta en forma de menin-
gitis aséptica, en ocasiones con iridociclitis. Más del
Rickettsias
90% de los casos exhiben esta forma anictérica y En nuestro medio, la más relevante es la Coxiella
relativamente benigna de leptospirosis, pero un pe- burnetti, agente causal de la fiebre Q. Ésta se pre-
queño porcentaje puede presentar formas graves, senta generalmente en forma de síndrome gripal
la más importante de las cuales es el síndrome de con neumonitis, hepatitis o ambas. No es infre-
Weil. En estos casos, tras un inicio similar al de las cuente la presentación en forma de fiebre prolon-

842
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

Figura 2. Un caso de fiebre Q que se manifestó clínicamente


como una colecistitis aguda alitiásica. (a) Ecografía abdomi-
nal en la que se observa una vesícula biliar con engrosamien-
to y ”estratificación” de la pared; (b) granulomas de células
epiteloides centrados por una vacuola grasa delimitada por
un anillo de fibrina, la cual incluye histiocitos y células infla-
matorias (hematoxilina eosina, x400); (c) con la técnica de
Masson, se demuestra que el anillo perivacuolar es de fibrina
y no de colágeno (Masson, x450). Cortesía del Dr. Vera.

gada con alteración de transaminasas. Al examen plenomegalia, aunque rara vez se observa una he-
físico puede existir hepatomegalia. La elevación patitis clínicamente significativa. El bruceloma es
de transaminasas es frecuente, pero la ictericia es también raro. La meliodosis, infección provocada
rara. La biopsia hepática puede mostrar hepatitis y por la Burkholderia pseudomalleii, es una causa
granulomas rodeados de un anillo fibrinoide y, en frecuente de sepsis grave durante la época de llu-
ocasiones, centrados sobre una vacuola grasa (li- vias en zonas endémicas (sudeste asiático y Cen-
pogranuloma), dándoles el característico aspecto troamérica). Puede provocar hepatitis reactiva,
de dónut. La figura 2 ilustra el caso de un paciente pero la forma de afectación hepática es el absceso.
diagnosticado de una fiebre Q cuya presentación La Bartonella henselae es el agente causal de la
clínica inicial fue la de una colecistitis aguda alitiá- enfermedad por arañazo de gato, que en pacien-
sica. El diagnóstico suele hacerse mediante serolo- tes inmunocompetentes suele manifestarse en
gía o PCR. El tratamiento de elección es la doxicicli- forma de linfadenopatía granulomatosa regional.
na. Otras rickettsiosis en las que el hígado se afecta La afectación hepática en estos casos es infecuen-
con relativa frecuencia son la ehrlichiosis (en la
te. En pacientes inmunodeprimidos, la Bartonella
que puede darse una hepatitis granulomatosa) y la
puede causar hepatitis granulomatosas graves y
fiebre botonosa mediterránea10.
peliosis hepática, con importante hepatomegalia y
nódulos hepáticos múltiples en las exploraciones
Otras bacterias
de imagen.
La infección por Chlamydia psittaci se ha asociado
con una presentación clínica parecida a la de la fie- Manifestaciones hepáticas en
bre Q, aunque los lipogranulomas son menos fre- infecciones por parásitos
cuentes. La C. trachomatis también se ha descrito
como causa del síndrome de Fitz-Hugh-Curtis. La Aunque las parasitosis se distribuyen predominan-
listeria, la tularemia y la enfermedad de Whipple temente en países tropicales y subtropicales, su
se han descrito como causas de hepatitis granulo- importancia en nuestro medio es creciente, como
matosa. En la brucelosis, es frecuente la hepatoes- consecuencia de los cambios demográficos. Las

843
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Principales infecciones parasitarias con


afectación hepática

❱❱ Protozoos.
• Entamoeba hystolitica.
• Leishmania donovani.
• Plasmodium falciparum.
• Toxoplasma gondii.
• Giardia lamblia.
• Trypanosoma cruzii Figura 3. TAC abdominal que muestra la figura de un gran
• Cryptosporidium sp. absceso amebiano.

❱❱ Helmintos.
• Schistosoma (mansoni, japonicum).
• Fasciola hepatica. abdominal permite identificar el absceso (puede
ser múltiple en 30-50% de pacientes) y guiar la pun-
• Clonorchis Sinensis.
ción y aspiración del mismo. Ésta da salida a un ma-
• Echinococcus (granulosus, alveolaris). terial viscoso verdoso-marronáceo, que en menos
• Otros: Ascaris lumbricoides, Strongyloides del 10% de los casos permite identificar el germen.
stercolaris, Toxocara canis. El diagnóstico es, por tanto, casi siempre serológi-
co (sensibilidad mayor del 95%). El tratamiento de
elección es el metronidazol endovenoso, aunque
en abscesos grandes y/o complicados (ruptura, in-
parasitosis que con más frecuencia tienen manifes-
vasión vascular), puede ser necesaria la cirugía. El
taciones hepáticas, se resumen en la tabla 3.
pronóstico, en general, es muy bueno, aunque las
lesiones pueden tardar meses en desaparecer12.
Protozoos
La leishmaniasis es una zoonosis de distribución
La amebiasis (Entamoeba hystolitica) es la terce-
mundial que se transmite al hombre (fundamen-
ra parasitosis más frecuente en el mundo. Tiene
talmente desde perros y roedores) a través de la
una distribución geográfica global, aunque es más
picadura del mosquito phlebotomus. La afectación
frecuente en países subtropicales y tropicales. La
hepática más relevante se observa en las formas
transmisión suele ocurrir por vía fecal/oral, me-
viscerales asociadas a L. donovani. La leishmaniasis
diante ingestión de la forma quística del parásito.
visceral, o kala-azar suele presentarse de manera
En el intestino, la forma minuta puede provocar
insidiosa, en forma de fiebre remitente prolongada,
un síndrome diarreico leve o moderado, y parasi-
que en su fase florida se acompaña de una marcada
tar de manera más o menos permanente el tracto
esplenomegalia. Esta última provoca, por hiperes-
digestivo del portador sano. En determinadas cir-
plenismo, una pancitopenia que puede llegar a ser
cunstancias, puede pasar a su forma magna, que
profunda (simulando incluso una leucosis), y que
es capaz de invadir la pared intestinal y diseminar a
condiciona en gran medida el riesgo de complica-
otros órganos11. En la forma disentérica, es frecuen-
ciones (infecciones, hemorragias) y el pronóstico.
te encontrar una hepatitis reactiva inespecífica, ge-
En el examen de la biopsia hepática pueden identi-
neralmente poco aparente. Sin embargo, la ameba
ficarse numerosos gérmenes (en las células de Kup-
es capaz de afectar de manera directa al hígado y
ffer) y abundantes granulomas. El diagnóstico suele
provocar una marcada necrosis citolítica focal, que
realizarse mediante serología o PCR. Sin tratamien-
da lugar al denominado absceso amebiano (figura
to, la infección es letal. El tratamiento de elección
3). Éste se presenta característicamente de manera
es la amfotericina B, aunque su disponibilidad es
brusca, en forma de hepatomegalia dolorosa febril.
muy limitada en gran parte del mundo. El fármaco
Es importante tener en cuenta que la diarrea, ya
oral miltefosin puede ser una buena alternativa en
sea concomitante o en los días previos, sólo es re-
la mayoría de estos casos13.
ferida en menos de un tercio de los casos. El análisis
de sangre suele mostrar leucocitosis y elevación de La malaria es la parasitosis más relevante en el
fosfatasa alcalina (la ictericia es rara). La ecografía mundo, debido a su prevalencia y morbimortali-

844
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

dad. La afectación hepática en la malaria se objeti- asociación a S. mansoni y S. japonicum, y supone


va fundamentalmente en relación a P. falciparum, una de las principales causas de hipertensión por-
y su espectro clínico puede ir de la hepatitis leve tal en el mundo15. El contagio ocurre a través del
a la insuficiencia hepática aguda grave14. Esto últi- contacto de la piel o de las mucosas con agua o ali-
mo es importante ya que, aunque es infrecuente, mentos contaminados con la forma larvaria del pa-
constituye una causa de las pocas causas tratables rásito. La forma adulta, ya desde el hígado, migra
de hepatitis fulminante, y ha de tenerse en cuenta hepatofugalmente por el sistema venoso portal y
en el contexto epidemiológico adecuado. La icteri- mesentérico, donde se instala. Desde allí produce
cia es muy frecuente y suele ser multifactorial. Sin una gran cantidad de huevos, que embolizan las
embargo, si es a expensas de la fracción conjugada vénulas perisinusoidales, o que son excretados en
y se acompaña de una elevación moderada o im- las heces. La enfermedad aguda por esquistosoma
portante de ALT, ha de hacer sospechar el diagnós- se presenta en forma de síndrome febril inespecí-
tico de hepatitis malárica. En la biopsia hepática fico, generalmente autolimitado, en el que puede
es excepcional encontrar el parásito, por lo que el observarse una hepatitis reactiva leve. En la afec-
diagnóstico de confirmación ha de basarse, ideal- tación crónica hepática, se produce una respuesta
mente, en la observación directa del plasmodio en granulomatosa centrada en el huevo parasitario
sangre (gota gruesa), o mediante pruebas seroló- (figura 5), que posteriormente conduce a una mar-
gicas. El tratamiento de los casos graves ha de ser cada fibrosis portal y perilobular, alteración mor-
con quinina endovenosa y doxiciclina. fológica que, tras un periodo de latencia variable
(5-15 años), genera un síndrome de hipertensión
La toxoplasmosis, en su forma congénita, conduce
portal presinusoidal intrahepático. Por todo ello,
a una afectación grave del sistema nervioso cen-
la principal complicación clínica es la hemorragia
tral, aunque puede aparecer también hepatoes-
por varices esofágicas o fúndicas, en general con
plenomegalia e insuficiencia hepática en casos de
mejor tolerancia que en el paciente cirrótico. El hi-
parasitación masiva. En adultos puede ser causa
peresplenismo es casi constante. En fases avanza-
de hepatitis granulomatosa que, en casos raros,
das, pueden aparecer ascitis y edemas. La ictericia
puede llegar a evolucionar a cirrosis. La giardiasis
y la encefalopatía hepática, sin embargo, son in-
se manifiesta normalmente como una enteritis
frecuentes. Hay que considerar, en cualquier caso,
duodenal. En ocasiones, puede migrar al hígado
que la coinfección con el virus B o el C es frecuen-
y, de manera especial, a la vía biliar, donde puede
te, lo que empeora significativamente el pronósti-
provocar colecistitis y/o colangiopatía crónica. El
co. La ecografía abdominal muestra característica-
Trypanosoma cruzii es el agente causal de la en-
mente un marcado engrosamiento de las paredes
fermedad de Chagas, que puede cursar con gran
de las ramas portales, en ocasiones con la imagen
hepatomegalia.
típica en tubería. El diagnóstico de confirmación se
realiza mediante observación directa del patógeno
Helmintos en heces o en la biopsia hepática, mediante de-
La afectación hepática en las helmintiasis es espe- tección serológica o por PCR. El pronóstico a largo
cialmente frecuente. La diseminación del parásito plazo es mucho mejor que en la cirrosis hepática
hasta el hígado puede ocurrir a través de la vena (salvo cuando existe coinfección, como se ha co-
porta (como en la esquistosomiasis), por vía arte- mentado). El tratamiento se basa en la administra-
rial (equinococosis), ascendente por vía biliar (Clo- ción de praziquantel.
norchis, Ascaris) o incluso transperitoneal (Fascio-
Fasciola hepática. Este parásito es un tremátodo
la). La presencia del parásito en el hígado o la vía
con forma de hoja que infesta fundamentalmen-
biliar suele generar una característica respuesta
te el ganado. El hombre actúa como huésped
local hepática (granulomas, activación fibroblásti-
intermediario, al adquirir la cercaria de Fasciola
ca con fibrosis, infiltrados eosinofílicos) y sistémica
mediante la ingestión de berros y otras plantas
(eosinofilia, aumento de IgE), común a la mayoría
acuáticas contaminadas. De la pared intestinal, la
de infestaciones (figura 4).
larva migra a través de la cavidad peritoneal y de
Esquistosomiasis. Se estima que las distintas for- la cápsula de Glisson hasta el hígado. Este parásito
mas clínicas de esquistosomiasis (o bilharziosis) afecta al hígado mediante dos mecanismos pato-
afectan a más de 200 millones de personas. La génicos distintos, que condicionan dos síndromes
afectación hepática es especialmente relevante en diferenciados. En la fase aguda, la migración de la

845
Sección 6. Hígado

basa en la detección del parásito en heces, y el tra-


tamiento de elección es el praziquantel.
Equinococosis. Los equinococos son cestodos que
producen afectación hepática predominantemen-
te. El 90% de las equinococosis son por E. granu-
losus. El huésped principal de este parásito es el
perro, y el ganado suele ser el huésped intermedia-
rio; de ahí que sea más frecuente en zonas rurales
ganaderas. El hombre actúa como huésped acci-
dental, al ingerir los huevos del parásito. El equino-
coco llega al hígado por vía ascendente biliar. En el
parénquima hepático, el parásito da lugar al típico
quiste hidatídico de 3 capas. El lóbulo derecho se
Figura 4. Imagen de un Ascaris lumbricoides alojado en la
vía biliar principal, obtenida por ultrasonografía. afecta en un 75% de los casos y en un tercio de las
veces sólo se objetiva un quiste único. La evolución
suele ser lenta, y manifestarse entre los 5 y los 30
años de la infestación. Hoy en día, suele ser un ha-
llazgo incidental17. Las manifestaciones clínicas se
larva a través del parénquima en dirección al árbol asocian a rotura del quiste (parcial o completa), y
biliar produce necrosis hemorrágica y hepatitis. se expresan en forma de fiebre, dolor, y/o urticaria.
Esta fase se expresa clínicamente en forma de sín- A veces, la rotura puede hacerse hacia la vía biliar,
drome febril, dolor en hipocondrio derecho, urtica- originando un cuadro de ictericia obstructiva. En
ria y hepatoesplenomegalia. El análisis de sangre otras ocasiones, el paciente únicamente refiere un
suele mostrar eosinofilia y elevación moderada de síndrome constitucional. El diagnóstico se realiza
transaminasas. En la fase crónica se producen cam- por técnicas de imagen (ecografía o TC) (figura 6) y
bios inflamatorios crónicos en el parénquima y vía por serología. El tratamiento puede ser quirúrgico
biliar, en respuesta a la presencia de la forma adulta o mediante procedimientos percutáneos (terapia
del parásito, que infesta el árbol biliar intra- y extra- denominada PAIR). La superioridad teórica de uno
hepático. La ecografía puede mostrar estas formas u otro es actualmente controvertida, y la elección
adultas en la vía biliar; apareciéndo en ocasiones dependerá fundamentalmente de la experiencia y
abscesos nodulares peribiliares múltiples. El diag- recursos de cada centro.
nóstico suele ser serológico, ya que la detección
del parásito en heces, aunque específica, es poco La infección por E. multilocularis es rara pero muy
sensible. El tratamiento de elección es el bithionol grave18. Afecta principalmente a áreas rurales del
(30-50 mg por kg de peso y día, dividido en tres hemisferio norte. El huésped principal es el zorro,
dosis, por vía oral, a días alternos, hasta completar que elimina el parásito a través de las heces. El
10-15 dosis sin superar los 45 g) o el tricablendazol hombre se contagia por consumo de agua o ali-
(dosis única de 10 mg/kg durante 1-2 días) cuando mentos contaminados o por contacto con las pieles
el primero no está disponible15. del animal. A diferencia de lo que ocurría con el E.
granulosus, el E. multilocularis tiene un crecimien-
Clonorchis sinensis. Este tremátodo es endémico to intrahepático infiltrativo e invasivo que simula el
en China, Japón y sudeste asiático. El contagio en el comportamiento de un carcinoma, pudiendo inclu-
hombre se produce mediante la ingestión de pesca- so metastatizar por vía hematógena a otros órganos
do crudo. La infección suele manifestarse en forma (pulmón, hueso, sistema nervioso central). En este
de dolor epigástrico e hipocondrio derecho, con fie- sentido, suele contrastar el comportamiento local
bre, hepatomegalia, eosinofilia y elevación de fos- agresivo de la enfermedad, con el estado general
fatasa alcalina. La forma adulta prolifera en el árbol relativamente conservado que presenta el paciente
biliar, pudiendo originar complicaciones tales como que la padece. Se presenta la mayoría de las ocasio-
abscesos y litiasis. En algunos casos puede llegar a nes como ictericia, prurito y hepatomegalia de bor-
evolucionar a cirrosis biliar, y los pacientes infesta- de duro, aunque con frecuencia el diagnóstico es
dos tienen un riesgo significativamente mayor de incidental. La presencia de una marcada eosinofilia
desarrollar un colangiocarcinoma. El diagnóstico se en el análisis de sangre puede ayudar a orientar el

846
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

Infecciones fúngicas con afectación


hepática
El hígado es diana frecuente en las infecciones fún-
gicas sistémicas. Sin embargo, la expresión clínica
de dicha afectación suele quedar en segundo pla-
no respecto a las manifestaciones de la enferme-
dad en otros órganos (pulmón, sistema nervioso
central). Las infecciones fúngicas sistémicas son
muy infrecuentes en pacientes inmunocompeten-
tes. Para la diseminación sistémica del hongo, y la
Figura 5. Biopsia hepática que muestra granuloma hepático
alrededor de un huevo de esquistosoma. producción de daño en los distintos órganos por
parte del mismo, es necesaria la presencia de uno
o varios factores predisponentes que condicionen
diagnóstico. Las pruebas de imagen suelen identifi- una disminución de los mecanismos de defensa
car una o varias imágenes nodulares mal definidas, endógenos (tabla 4). Por otro lado, cabe destacar
con crecimiento infiltrativo, difíciles de distinguir que los hongos también pueden producir enfer-
medad hepática de manera indirecta, mediante la
de metástasis. El diagnóstico de confirmación se
producción de toxinas hepatotóxicas. El caso para-
hace mediante serología específica o PCR. Dado
digmático es el de la aflatoxina, producida por dis-
que la enfermedad suele diagnosticarse en fases
tintas especies de Aspergillus. Esta toxina penetra
avanzadas, el pronóstico sin tratamiento es muy
en el organismo a través de la ingestión de alimen-
malo, con supervivencias a los 10 años menores tos contaminados, y tiene una alta capacidad de
del 10%. Con un tratamiento multidisciplinar ade- producir en el hombre daño hepático (hepatitis,
cuado, sin embargo, el pronóstico mejora significa- cirrosis y hepatocarcinoma).
tivamente. El tratamiento crónico con albendazol
o mebendazol retrasa en la mayoría de los pacien- En este apartado se revisarán someramente las
tes la progresión de la enfermedad. El único tra- infecciones fúngicas con expresión hepática más
tamiento curativo es la cirugía, aunque son pocos relevantes.
los pacientes con lesión resecable en el momento
del diagnóstico. En los casos irresecables, o en los
Candidiasis
pacientes de alto riesgo, los procedimientos percu- La Candida sp. es el hongo que más frecuentemen-
táneos (como la ablación) son alternativas válidas, te produce afectación hepática. La especie más
aunque paliativas. En caso de problemas biliares frecuentemente identificada es C. albicans, aun-
compresivos graves y recurrentes, o cuando se ha que en los últimos años ha aumentado la impor-
establecido una cirrosis biliar, el rescate mediante tancia relativa en nuestro medio de otras especies
trasplante hepático ha dado buenos resultados en presentes con frecuencia en unidades de cuidados
pacientes seleccionados, con supervivencias a los intensivos, como C. glabrata o C. parapsilosis. La
5 años del 58-65%. Candida suele estar presente como microorganis-
mo saprófito en la mucosa oral, digestiva alta o
Otros helmintos. En la ascaridiasis, la migración genital de individuos sanos. Por ello, la mayoría de
del parásito al árbol biliar puede dar complicacio- infecciones por Candida se dan en estas localiza-
nes obstructivas. En raras ocasiones también pue- ciones. En determinadas circunstancias, el hongo
de invadir estructuras vasculares hepáticas, o el puede penetrar en el árbol bronquial o en la mu-
propio parénquima. En la infección por Strongyloi- cosa digestiva y diseminarse desde allí. La identifi-
des stercolaris pueden darse fenómenos colestási- cación de factores predisponentes para este tipo
cos, con hepatomegalia e ictericia obstructiva. La de infección (tabla 4) es esencial para establecer la
afectación por Toxocara canis puede dar lugar al sospecha diagnóstica19.
síndrome de la larva migrans visceral, con hepato- La diseminación aguda suele presentarse en for-
megalia, síntomas broncopulmonares, eosinofilia ma de sepsis grave, indistinguible de las de origen
y presencia de la larva de Toxocara en la biopsia bacteriano. En tales casos, la afectación hepática
hepática. suele quedar en un segundo plano. En otras oca-

847
Sección 6. Hígado

siones, la enfermedad por Candida se presenta TABLA 4. Factores predisponentes para el desarrollo de
de manera más tórpida, con afectación hepatoes- infecciones fúngicas sistémicas
plénica predominante en relación al desarrollo de
lesiones parenquimatosas de carácter granuloma-
toso con escasos hongos, que tienden a necrosar- ❱❱ Enfermedades de base del paciente.
se, confluir y originar abscesos. Esta forma hepa- • Neutropenia.
toesplénica suele manifestarse clínicamente en • Trasplante: médula ósea, órgano sólido
forma de síndrome febril prolongado inespecífico. (hígado, riñón).
En ocasiones hay hepatoesplenomegalia, no siendo • Leucosis, linfoma.
infrecuente la aparición de hepatitis bioquímica o • Neoplasias sólidas.
episodios de colangitis. Sin embargo, lo más fre-
• Traumatismo grave.
cuente es que no haya datos clínicos que orienten
• Grandes quemados.
a una localización hepática del hongo, lo que hace
difícil su diagnóstico etiológico. La identificación de ❱❱ Procedimientos diagnósticos y terapéuticos.
factores predisponentes, y la mala respuesta a los • Catéteres endovasculares, sonda urinaria.
antibióticos empíricos, debe despertar la sospecha • Alimentación parenteral.
el origen fúngico. La elevación de fosfatasa alcali- • Quimioterapia o radioterapia recientes.
na es constante, y puede persistir durante meses.
• Corticoides.
Las pruebas de imagen (ecografía, TC, resonancia)
• Antibióticos de amplio espectro.
son claves en el diagnóstico, y permiten objetivar
múltiples abscesos hepáticos y/o esplénicos de • Ventilación mecánica durante más de 3 días.
0,5-2 cm. La afectación concomitante de hígado • Cirugía tubo digestivo.
y bazo (que aparece en más de dos tercios de los • Hemodiálisis.
casos), así como la apariencia en “rueda dentro de
rueda” de los abscesos, deben orientar hacia esta
(Adaptado de: Pappas PG. Invasive candidiasis. Infect
etiología. El diagnóstico puede confirmarse me- Dis Clin North Am 2006;20:485-506.)
diante estudio biópsico y/o microbiológico (cultivo,
PCR). El tratamiento de elección suele consistir en
una terapia secuencial basada en la administración
de anfotericina B endovenosa seguida de flucona- tías, hepatoesplenomegalia y pancitopenia. En sus
zol oral. Como alternativas, pueden utilizarse nue- formas graves, puede evolucionar a shock y fallo
vos antifúngicos (voriconazol, caspofungina), aun- hepático y renal. En hígado, la lesión fundamental
que hay menor experiencia con su uso20. es el granuloma centrado en el hongo. La confirma-
ción puede hacerse mediante cultivo o métodos
Otros hongos serológicos. El tratamiento de las formas graves es
La afectación hepática en la histoplasmosis por H. la amfotericina.
capsulatum es frecuente en las zonas endémicas En las aspergilosis, blastomicosis y coccidiosis
(todo el continente americano, India). El hongo es sistémicas, suele predominar la afectación pulmo-
eliminado en los excrementos de los murciélagos nar. En todas ellas puede haber daño hepático con
y otras aves, y el hombre se contagia por vía res- granulomas y microabscesos, cuya expresividad clí-
piratoria. Desde el pulmón, la diseminación ocurre nica queda en segundo plano.
preferentemente por vía linfática. Aunque la infec-
ción suele ser asintomática o autolimitada, en caso Absceso hepático
de exposición masiva puede presentarse en forma
de síndrome febril pulmonar agudo. Es más fre- El absceso hepático consiste en una inflamación
cuente, sin embargo, la forma subaguda o crónica purulenta más o menos circunscrita del parénqui-
progresiva, bien a partir de una infección aguda o ma hepático. Pueden ser causados por muchos y
una reactivación de una infección latente. Suele ser variados microorganismos (tabla 5). Éstos pueden
necesario un cierto grado de compromiso de la res- llegar al parénquima por vía hematógena (arterial,
puesta inmune (tratamientos inmunosupresores, en sepsis graves, o venosa, en pileflebitis de origen
sida, edades extremas). En general, se presenta en apendicular o cólico); por vía biliar ascendente; por
forma de síndrome febril prolongado, linfadenopa- extensión desde abscesos en órganos contiguos;

848
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

o por inoculación directa (traumatismos, cirugía, TABLA 5. Principales microorganismos causantes de


procedimientos percutáneos). Aunque tradicio- absceso hepático.
nalmente ha sido la pileflebitis el proceso que más
frecuentemente se ha asociado a absceso hepáti-
co, hoy en día ésta es una entidad es rara y la ma- ❱❱ Bacterias aerobias Gram-negativas:
yoría de los abscesos se relacionan con infecciones • E. coli.
biliares. Los abscesos hepáticos son mucho más • Klebsiella pneumoniae.
frecuentes en determinadas situaciones en las que • Enterobacter sp.
hay un compromiso de la respuesta inmune, como • Pseudomonas sp.
ocurre en la diabetes, el alcoholismo y el trata-
• Citrobacter sp.
miento crónico con corticoides21,22.
• Morganella sp.
Los abscesos hepáticos pueden ser únicos (60%) o • Proteus sp.
múltiples (40%), monomicrobianos o polimicrobia-
• Salmonella sp.
nos. Los únicos son más frecuentemente polimi-
crobianos (65%), mientras que los múltiples suelen • Yersinia sp.
ser monomicrobianos (70%). Los gérmenes más • Burkholderia pseudomallei.
frecuentemente aislados en los abscesos (tabla 5) ❱❱ Bacterias aerobias Gram-positivas:
son las bacterias Gram-negativas, especialmente • Streptococcus milleri, otros estreptococos.
E.coli. Se ha de sospechar la presencia de anae- • Staphylococcus aureus.
robios si ha existido manipulación endoscópica o
• Enterococcus sp.
quirúrgica de la vía biliar, o ante la presencia de
focos infecciosos cólicos o pélvicos concomitantes. ❱❱ Bacterias anaerobias:
En zonas tropicales y subtropicales siempre se ha • Bacteroides sp.
de sospechar la etiología amebiana. En pacientes • Fusobacterium sp.
inmunodeprimidos, especialmente si hay afecta- • Peptococcus sp.
ción concomitante en el bazo, hay que considerar • Prevotella sp.
firmemente la posibilidad de que se trate de una
• Clostridium sp.
candidiasis. En un 10-15% de los casos no se llega a
un diagnóstico etiológico definitivo. • Actynomices sp.
• Klebsiella pneumoniae.
Clínicamente, la manifestación principal del absce-
• Enterobacter sp.
so hepático es la fiebre, muchas veces en agujas.
Suele acompañarse de dolor en hipocondrio dere- • Pseudomonas sp.
cho (espontáneo y a la puño-percusión), leucoci- • Citrobacter sp.
tosis y elevación de enzimas colestásicos. Sin em- ❱❱ Otros microorganismos:
bargo, en aproximadamente la mitad de los casos, • Bacterias: Mycobacterium tuberculosis,
la fiebre se acompaña únicamente de un síndrome Brucella sp.
constitucional, sin otros datos clínicos que orien- • Hongos: Candida sp.
ten a un origen hepático de la misma. En sus for-
• Parásitos: Entamoeba hystolitica, Fasciola
mas más graves, debuta en forma de complicación hepatica.
(rotura, trombosis vascular, sepsis).
Las pruebas de imagen son claves en el diagnós-
tico. En ocasiones, la radiografía pulmonar simple gica a partir de la punción del absceso, sin embar-
puede presentar alteraciones típicas (elevación del go, puede ser difícil. Ante la más mínima sospecha
hemidiafragma derecho, infiltrado basal, derrame de que pueda tratarse de un absceso amebiano,
pleural) que, si bien pueden orientar el diagnósti- se ha de solicitar una serología específica, que
co, también pueden retrasarlo, si se confunden con permite establecer rápidamente el diagnóstico. El
una neumonía. La ecografía o TC abdominal permi- diagnóstico microbiológico de la candidiasis hepa-
ten identificar, localizar y caracterizar una o más toesplénica es infructuoso en la mayoría de casos,
lesiones hipo o anecoicas heterogéneas, y guiar la y la decisión terapéutica se basa frecuentemente
punción con fines diagnósticos y, en ocasiones, te- en la combinación de los datos que proporcionan
rapéuticos. La confirmación etiológica microbioló- la clínica y las técnicas de imagen.

849
Sección 6. Hígado

Figura 6. Rx simple de abdomen que muestra la imagen de quistes hidatídicos parcialmente calcificados. Cortesía del Dr. Arenas
de Pablo. El examen ecográfico muestra una masa quística compatible con una hidatidosis hepática.

El tratamiento de los abscesos bacterianos se basa 4. Linares L, Sanclemente G, Cervera C, Hoyo I,


en antibioterapia endovenosa durante 10-14 días, Cofán F, Ricart MJ et al. Influence of cytomega-
seguida de un tratamiento oral al menos durante lovirus disease in outcome of solid organ trans-
plant patients. Transplant Proc 2011;43:2145-
3-4 semanas. El absceso amebiano responde muy 8.
bien al tratamiento con metronidazol. La respuesta 5. Poles MA, Dieterich DT. Infections of the liver in
de la candidiasis hepatoesplénica a la anfotericina HIV-infected patients. Infect Dis Clin North Am
endovenosa, seguida de fluconazol oral, es más va- 200;14:741-759.
riable. La monitorización del curso de la infección 6. Sikuler E, Guetta V, Keynan A, Neumann L,
y la eficacia del tratamiento, mediante ecografía Schlaeffer F et al. Abnormalities in bilirubin and
o TC, facilita el manejo terapéutico. En el caso de liver enzyme levels in adult patients with bac-
teremia. A prospective study. Arch Intern Med
abscesos grandes, puede realizarse de manera 1989;149:2246-8.
adyuvante una aspiración guiada por imagen. Hoy 7. López-Zeno JA, Keith LG, Berger GS. The Fitz-
en día, la cirugía se reserva para los abscesos de Hugh-Curtis syndrome revisited. Changing
gran tamaño en localizaciones de difícil acceso a la perspectives after half a century. J Reprod Med
punción y para los abscesos complicados (rotura, 1985;30:567-82.
sepsis grave). 8. McBride AJ, Athanazio DA, Reis MG et al. Lep-
tospirosis. Curr Opin Infect Dis 2005;18:376-86.
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850
58. Infecciones sistémicas que pueden afectar al hígado

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851
59 Enfermedades vasculares
hepáticas
Susana Seijo, Juan Carlos García-Pagán
Laboratorio de Hemodinámica Hepática. Unidad de Hepatología. Institut de
Malalties Digestives i Metabòliques. IDIBAPS. Ciberehd. Hospital Clínico, Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


Las enfermedades vasculares hepáticas comprenden ❱❱ Conocer las características clínicas de estas
tres enfermedades vasculares hepáticas.
un grupo de enfermedades que al ser relativamente
❱❱ Proporcionar la información para realizar
poco frecuentes, siempre suponen un reto para el un diagnóstico preciso de estas entidades.
clínico en cuanto a su diagnóstico, pronóstico y tra- ❱❱ Actualización del tratamiento de las principales
tamiento. En el presente capítulo revisaremos tres enfermedades vasculares hepáticas.
de estas enfermedades que comparten el hecho de
causar hipertensión portal y el de haber implicados REFERENCIAS CLAVE
fenómenos de trombosis como mecanismo fisiopa- 1. Plessier A, Darwish MS, Hernández-Guerra
tológico común; la trombosis de venas suprahepá- M, Consigny Y, Fabris F, Trebicka J, et al.
ticas o síndrome de Budd-Chiari (SBC), la trombosis Acute portal vein thrombosis unrelated to
portal no asociada a cirrosis o a patología tumoral cirrhosis: a prospective multicenter follow-
(TP) y la hipertensión portal idiopática (HPI). up study. Hepatology 2010 Jan;51(1):210-8.
2. Darwish MS, Plessier A, Hernández-Guerra
Síndrome de Budd-Chiari M, Fabris F, Eapen CE, Bahr MJ, et al.
Etiology, management, and outcome of
El SBC comprende el conjunto de manifestaciones the Budd-Chiari syndrome. Ann Intern Med
clínicas derivadas de la obstrucción al flujo de sa- 2009 Aug 4;151(3):167-75.
lida venoso hepático, independientemente del lu- 3. García-Pagan JC, Heydtmann M, Raffa S,
gar donde se produzca la obstrucción, que puede Plessier A, Murad S, Fabris F, et al. TIPS for
localizarse desde las vénulas hepáticas de pequeño Budd-Chiari syndrome: long-term results
tamaño hasta la entrada de la vena cava inferior en and prognostics factors in 124 patients.
la aurícula derecha1,2. Por definición se excluyen la Gastroenterology 2008 Sep;135(3):808-15.
enfermedad venooclusiva y las enfermedades car- 4. Llop E, de Juan C, Seijo S, Garcia-Criado A,
diológicas congestivas. Abraldes JG, Bosch J, et al. Portal cholan-
giopathy: radiological classification and
Etiología natural history. Gut 2011 Jan 26.
5. Chang PE, Miquel R, Blanco JL, Laguno M,
El SBC se puede clasificar en primario o secunda- Bruguera M, Abraldes JG, et al. Idiopathic
rio. Dadas las diferentes implicaciones pronósticas portal hypertension in patients with HIV
y terapéuticas del SBC secundario, que se debe a infection treated with highly active antire-
invasión por un tumor maligno o a compresión por troviral therapy. Am J Gastroenterol 2009
lesión ocupante de espacio, en el presente capítu- Jul;104(7):1707-14.
lo nos referiremos exclusivamente al SBC primario.
La causa más frecuente de SBC en Occidente es la
trombosis de las venas suprahepáticas. En Oriente 90% de los pacientes con SBC primario existe un
y en el sur de África se debe más frecuentemen- factor protrombótico subyacente, que en un 10%
te a la obstrucción de la vena cava inferior a nivel de los pacientes puede ser múltiple (tablas 1 y 2).
suprahepático, bien por trombosis de la misma o Por ello, siempre debe realizarse un estudio etioló-
por presencia de membranas en la luz, probable- gico exhaustivo a pesar de que se haya detectado
mente secuela de una trombosis previa. En más del un posible factor. Las neoplasias mieloproliferativas

H Í G A D O 853
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Trastornos protrombóticos asociados a SBC y TP

Entidades hereditarias Entidades adquiridas


TP SBC TP SBC
Mutación del factor V Leiden 3-8% 6-32% Neoplasias mieloproliferativas 17-35% 28-50%
(policitemia vera, trombocitosis
esencial, mielofibrosis idiopática)
Mutación G20210A del gen 9-22% 3-7% Síndrome antifosfolípido (SAF) 1-11% 4-25%
de la protrombina
Déficit de proteína C 1-9% 0-30% Hemoglobinuria paroxística 0-3% 0-19%
nocturna (HPN)
Déficit de proteína S 2-5% 0-20% Enfermedad de Behçet * 0-33%
Déficit de antitrombina 0-2% 0-23% Factores de riesgo de trombosis
– Embarazo 0-40% 0-12%
– Anticonceptivos orales 7-44% 6-60%

*No investigada la asociación en profundidad

crónicas representan la causa más frecuente. No brusca, ictericia y ascitis. Si la obstrucción es com-
obstante, su diagnóstico puede ser difícil, al que- pleta, rápidamente se observan signos de insufi-
dar enmascarado el aumento de las células sanguí- ciencia hepática aguda grave, con encefalopatía
neas, por la presencia de hipertensión portal con hepática y muerte. Actualmente, la presentación
la consiguiente expansión de la volemia plasmática más común en nuestro medio es la de un síndro-
y/o por el hiperesplenismo. El diagnóstico de las me de hipertensión portal con todas sus posibles
neoplasias mieloproliferativas se ha visto facilitado complicaciones: ascitis, peritonitis bacteriana es-
desde el hallazgo de que más de un 90% de pa- pontánea, síndrome hepatorrenal y hemorragia
cientes con policitemia vera y un 50% de pacientes digestiva por varices esofágicas. Cuando el SBC se
con trombocitosis esencial o mielofibrosis primaria asocia a trombosis de la vena cava inferior puede
presentan la mutación JAK2V617F. aparecer además circulación colateral cava-cava
y síndrome nefrótico (proteinuria y edema en
Manifestaciones clínicas miembros inferiores).
La gravedad del SBC viene determinada por el nú-
mero de venas afectas y por la velocidad de ins-
Diagnóstico
tauración de la trombosis. La tendencia natural de El diagnóstico de SBC requiere la demostración
la enfermedad consiste en presentar episodios de inequívoca de la existencia de una obstrucción al
trombosis separados en el tiempo. Entre los episo- flujo venoso hepático. La US-Doppler sigue siendo
dios, las áreas de parénquima con obstrucción de la técnica de elección. Cuando es realizada por un
flujo pueden desarrollar colaterales veno-venosas facultativo experimentado obtiene el diagnóstico
que descomprimen las zonas afectadas, de tal en aproximadamente el 75% de los casos. La an-
modo que dichos episodios pueden pasar desaper- gio-TC o angio-RM son útiles en casos equívocos. El
cibidos desde el punto de vista clínico hasta que cateterismo de venas suprahepáticas (figura 1) es
el daño hepático es ya muy importante. En otros útil para evaluar la extensión de la obstrucción al
casos la enfermedad evoluciona de un modo brus- flujo y permitiría obtener una biopsia hepática en
co, debido a una trombosis inicial muy extensa, algunos casos para descartar otros procesos como
a retrombosis de lesiones antiguas o a trombosis la enfermedad sinusoidal oclusiva o una enferme-
asociada de la vena porta. Por ello, la forma de dad hepática de otra causa.
presentación clínica es heterogénea. La forma de
presentación del SBC puede oscilar entre formas Tratamiento
paucisintomáticas, o formas con dolor abdominal,
El tratamiento del SBC se basa en el tratamiento
vómitos, hepatomegalia dolorosa de aparición
de las manifestaciones clínicas, el control de la en-

854
59. Enfermedades vasculares hepáticas

TABLA 2. Pruebas recomendadas para el estudio de los trastornos trombofílicos

Factor etiológico Estudio recomendado

Neoplasias mieloproliferativas Determinación de la mutación JAK2V617F. Biopsia médula ósea,


volumen eritrocitario total y eritropoyetina sérica, número de
colonias eritroides en crecimiento espontáneo si las previas son
negativas.
Síndrome antifosfolipídico Antiocardiolipina por ELISA, anticoagulante lúpico
Hemoglobinuria paroxística nocturna Citometría de flujo (ausencia de CD55 y CD59 en eritrocitos
y leucocitos)
Hiperhomocisteinemia Niveles séricos de metionina
Déficits de antitrombina, proteína C y Relación con niveles de factor II, V, VII o X tras corregir un posible
proteína S déficit de vitamina K. Estudio familiar
Factor V de Leiden Resistencia a la proteína C activada o estudio molecular
del polimorfismo G1691A
Mutación G0210A del gen Estudio molecular de la mutación
de la protrombina
Mutación MTHFR Estudio molecular del polimorfismo C677T

fermedad trombofílica subyacente y la corrección vena suprahepática y cuando la trombólisis local se


de la obstrucción al flujo venoso hepático. En la asocia a angioplastia.
actualidad no existen estudios prospectivos aleato-
Esta opción está contraindicada en los pacientes
rizados que comparen las distintas opciones tera-
con una enfermedad potencialmente hemorrágica
péuticas entre sí. Por ello, las recomendaciones se
o en los que se ha realizado un procedimiento in-
basan en datos retrospectivos. vasivo, incluso paracentesis en las 24 h previas. Las
Anticoagulación complicaciones de la trombólisis pueden ser fata-
les. Por todo ello solo debería plantearse en casos
Todos los pacientes con SBC, incluidos los asinto- muy seleccionados y en centros experimentados.
máticos, deben recibir tratamiento anticoagulante
tan pronto como sea posible y de modo indefinido3. Angioplastia/stenting
Habitualmente se utiliza acenocumarol o warfarina vena suprahepática
y se recomienda alcanzar un INR entre 2,5 y 3,5. No En pacientes con estenosis parciales y segmenta-
existen estudios que hayan evaluado la eficacia de rias de la zona distal de la venas suprahepáticas
su utilización pero existen evidencias indirectas que está indicada la angioplastia para intentar corregir
indican que esta práctica ha mejorado el pronóstico la estenosis. Este tratamiento restablece el drena-
de la enfermedad. je fisiológico de las venas suprahepáticas4 y por
Trombólisis química ello, en todo paciente con SBC se ha de evaluar la
existencia de estas estenosis y en caso de hallarlas
Se ha sugerido que el uso de trombolíticos en las intentar su dilatación. La mayor limitación del pro-
primeras 72 h de la instauración del SBC podría re- cedimiento consiste en el desarrollo de reestenosis
vertir la obstrucción del flujo venoso. El activador que obliga a la realización de sucesivas angioplas-
tisular del plasminógeno es el agente trombolíti- tias. Se puede colocar una prótesis para evitarlas
co más utilizado. Puede instilarse a través de una o reservar esta medida para estenosis recurrentes.
vena periférica o localmente por cateterización de No obstante, la colocación incorrecta de una próte-
la vena trombosada. Los mejores resultados se han sis puede complicar la posterior realización de una
observado en pacientes con estenosis corta de la anastomosis porto-sistémica o de un trasplante

855
Sección 6. Hígado

hepático, por lo que siempre ha de realizarse por su realización ya que su colocación es más compleja
personal experimentado. que en pacientes con cirrosis hepática. Pero no obs-
tante, en manos experimentadas la técnica es rea-
Tratamiento derivativo
lizable en más del 90% de los casos a pesar de que
Quirúrgico en un 50% de ellos no se puede canular ninguna
vena suprahepática y se debe realizar el abordaje
La base racional para utilizar técnicas derivativas en
de la vena porta a través de una punción directa
el tratamiento del SBC es convertir la porta en un
conducto de drenaje del hígado congestivo5. de la vena cava inferior intrahepática. La trombosis
precoz del stent no es infrecuente (incluso durante
El shunt más utilizado es el mesocava con interposi- la liberación de la prótesis). Por ello se recomienda
ción de prótesis de politetrafluoroetileno calibrada iniciar una perfusión de heparina sódica inmedia-
de 8-10 mm o de vena yugular autóloga. Éste se tamente después de la punción de la vena porta12.
prefiere al shunt porto-cava latero-lateral porque
es más fácil de realizar cuando existe hipertrofia del El TIPS está indicado en los pacientes que no res-
lóbulo caudado6. Para la realización de cualquiera ponden al tratamiento médico. Un estudio reciente
de los dos tipos de anastomosis es necesaria la per- multicéntrico europeo que incluyó 124 pacientes
meabilidad de la vena cava inferior. En el caso de con SBC tratados con TIPS, mostró una excelente
que exista trombosis de la vena cava, algunos gru- supervivencia: 90% al año y 84% a los 5 años13.
pos han descrito la realización de un shunt meso-
En algunos pacientes, a pesar de que el TIPS se obs-
atrial (anastomosis entre la vena mesentérica y la
aurícula), pero es una técnica difícil y con elevada truye, ello no se acompaña de la reaparición de sín-
morbimortalidad7. tomas de hipertensión portal debido a la formación
de colaterales durante el tiempo en que éste fue
En aquellos casos en los que no se identifica una permeable. La introducción de prótesis recubiertas
trombosis de la cava inferior, pero sí una importan- ha hecho disminuir de forma marcada la incidencia
te estenosis de la misma por compresión extrínse- de obstrucción del TIPS14.
ca debida a la hipertrofia del lóbulo caudado, se ha
sugerido que la existencia de una presión superior Trasplante hepático
a 20 mmHg en la cava infrahepática o un gradiente
El trasplante (THO) está indicado en aquellos pa-
de presión entre ésta y la aurícula derecha superior
a 15 mmHg serían predictivos de una inadecuada cientes que presentan deterioro progresivo a pesar
función del shunt a menos que dicha estenosis de la colocación de un TIPS. El TIPS previo no em-
sea corregida previamente con la colocación de peora la supervivencia de aquellos pacientes que
un stent1,8. Es por ello por lo que en estas situacio- finalmente requieren la realización de un trasplan-
nes algunos autores han utilizado también el shunt te hepático15. En pacientes con un deterioro inicial
meso-atrial. muy grave de la función hepatocelular (menos del
10% de enfermos con SBC) se puede considerar el
La elevada mortalidad operatoria (próxima al 25% THO como tratamiento inicial. En un estudio multi-
de los pacientes)9 y de disfunción/trombosis del
céntrico Europeo13 se identificó a un subgrupo de
shunt (aproximadamente en un 30% de los ca-
pacientes que presentaron mala evolución a pesar
sos)10, ensombrecen el efecto beneficioso de los
de la colocación de un TIPS. Estos pacientes pueden
shunts quirúrgicos. En contraste, los pacientes que
ser identificados mediante un modelo pronóstico
sobreviven a la intervención quirúrgica y en quie-
nes el shunt se mantiene permeable, tienen una basado en la edad, niveles de bilirrubina y INR, y es
excelente calidad de vida11. No obstante, hoy en día en ellos en quienes debe evaluarse si el trasplante
tenemos una mejor alternativa terapéutica deriva- hepático precoz puede mejorar su pronóstico. Al-
tiva, el TIPS. gunas consideraciones en relación al trasplante se
mencionan a continuación:
Derivación portosistémica percutánea
intrahepática (TIPS) ❱❱ La supervivencia tras el trasplante hepático es
elevada 76% y 71% al año y 5 años respectiva-
El TIPS ofrece frente a la cirugía una menor morbi- mente.
mortalidad y la superación de la estenosis de la cava
inferior provocada por la hipertrofia del lóbulo cau- ❱❱ El TIPS previo no empeora la supervivencia
dado. Se requiere un entrenamiento especial para post-THO15,16.

856
59. Enfermedades vasculares hepáticas

❱❱ En los pacientes en los que la causa del SBC es trombo. El episodio agudo puede ocasionar un
una neoplasia mieloproferativa crónica, el tras- cuadro característico con múltiples manifestacio-
plante hepático no parece alterar la historia nes clínicas (trombosis portal aguda), pero más
natural de esta enfermedad pese a la inmuno- frecuentemente este momento pasa inadvertido
supresión17. De todos modos, es evidente que en la historia del paciente y la trombosis portal se
un manejo multidisciplinario de estos pacientes diagnostica en fases avanzadas, cuando el paciente
que incluya un tratamiento adecuado para su ha desarrollado una cavernomatosis portal.
enfermedad hematológica es fundamental.
TRombosis portal aguda
❱❱ El trasplante hepático además corregiría el tras-
torno primario que desencadenó la trombosis La principal manifestación suele ser el dolor ab-
en aquellos casos debidos a un déficit de anti- dominal. Pueden aparecer síntomas inespecíficos
trombina, de proteína S o proteína C o los casos como fiebre, síntomas dispépticos (náuseas y ple-
de mutación del factor V de Leiden18. Inicialmen- nitud postpandrial) y malestar general. Cuando el
te, era frecuente la recurrencia de la trombosis diagnóstico se demora y la trombosis se extiende
en el injerto. No obstante, esto se ha evitado, en hacia las arcadas venosas mesentéricas aparecen
gran medida, debido a la instauración precoz y las manifestaciones de una trombosis venosa me-
continuada de tratamiento anticoagulante (ha- sentérica de curso agudo (o subagudo) que puede
bitualmente en las 6-12 primeras horas). abocar finalmente a una necrosis del intestino. En
tales casos, el paciente desarrolla de modo pro-
Trombosis del eje esplenoportal gresivo: dolor abdominal, hematoquecia, y signos
de peritonismo en la exploración abdominal. Si el
El término trombosis venosa portal debería restrin-
cuadro no se detecta con precocidad aparecerán
girse a los casos en que la trombosis afecta única-
las manifestaciones de una necrosis isquémica del
mente al tronco portal. Se prefiere el término trom-
intestino con perforación, líquido libre intraabdo-
bosis del eje esplenoportal cuando la trombosis se
minal y acidosis metabólica con insuficiencia renal
extiende proximalmente a la vena esplénica, a la y pulmonar. La aparición de una estenosis intestinal
vena mesentérica superior o la vena mesentérica puede ser la secuela tardía de la isquemia venosa
inferior19. mesentérica.
Etiología Trombosis portal crónica
En ausencia de un tumor maligno que invada o Con frecuencia, la cavernomatosis portal o trombo-
comprima el eje esplenoportal, la trombosis es el sis portal crónica es un hallazgo fortuito durante el
mecanismo etiopatogénico más frecuente que oca- estudio de un paciente con trombopenia, espleno-
siona la obstrucción venosa. megalia o signos de hipertensión portal detectados
Según las series estudiadas, en un 7-22% de los por endoscopia e incluso por una ecografía abdo-
pacientes con trombosis portal no se identifica una minal indicada por otro motivo.
condición protrombótica (trombosis portal idio- La interrupción del flujo portal da lugar al desa-
pática)20. No obstante, en el resto de ocasiones, rrollo rápido, incluso en el término de días, de
hasta en un 40% logra identificarse un factor local colaterales en un intento de superar el territorio
desencadenante y en el 60% de casos restantes fac- trombosado. A pesar de ello, la presión portal se in-
tores trombogénicos sistémicos20-22. En más de un crementa. En un reciente estudio multicéntrico rea-
15% de estos pacientes coexisten factores etioló- lizado en nuestro país, más del 60% de los pacien-
gicos múltiples. Ello apoya la teoría que considera tes que sobreviven a una trombosis portal aguda y
la trombosis venosa portal como una enfermedad no lograban recanalizar el eje espleno-portal desa-
multifactorial23 (tablas 1 y 2). Por ello, el estudio de rrollaban varices gastroesofágicas en los dos años
la presencia de factores trombogénicos sistémicos posteriores al episodio agudo24. Las varices pueden
se debe llevar a cabo aun habiendo sido reconocida aparecer tan precozmente como al mes del episo-
la existencia de factores locales. dio de agudo. Por esta razón, parece razonable re-
comendar la realización de una endoscopia precoz
Manifestaciones clínicas (a los 2-3 meses del episodio agudo) para descartar
Las consecuencias clínicas de la trombosis depen- la presencia de varices y repetirla a los 9-12 meses
den del momento evolutivo y de la extensión del si la primera resultó negativa, ya que en nuestra

857
Sección 6. Hígado

experiencia, pacientes sin varices en una endosco-


pia precoz pueden desarrollarlas en los siguientes
9-12 meses y en ocasiones su presencia se estable-
ce como consecuencia de un episodio hemorrági-
co. En caso de que esta segunda endoscopia sea
negativa, recomendamos iniciar un cribado cada
2-3 años de forma semejante a la que se realiza en
los pacientes cirróticos con hipertensión portal25,26.
La presencia de varices ectópicas es significativa-
mente superior a la observada en los pacientes ci-
rróticos. A pesar de que la hemorragia por varices
en estos pacientes puede ser muy grave, la morta-
lidad es menor que la que se observa en pacientes
cirróticos.
Los pacientes con cavernomatosis portal también Figura 1. Imagen de venografía de venas suprahepáticas que
pueden presentar ascitis que suele asociarse a la muestra el patrón característico de spiderweb: formado por
existencia de factores desencadenantes (hemo- una rica circulación colateral entre las ramas tributarias de las
venas venas suprahepáticas. Cabe destacar también la au-
rragia digestiva alta, infección) y su manejo tera- sencia de relleno de las venas suprahepáticas. Ese patrón de
péutico suele ser fácil27. En caso de ascitis de difícil spiderweb es caractarístico de la venografía de los pacientes
tratamiento debe descartarse siempre una causa con síndrome Budd-Chiari.
sobreañadida. De forma semejante a los pacien-
tes cirróticos, en la cavernomatosis portal también
puede desarrollarse encefalopatía hepática míni- vera (grado III) desarrollan síntomas31. Mucho más
ma28. Menos frecuentemente se ha reportado en- frecuente es la aparición de moderadas elevacio-
cefalopatía clínicamente significativa. En la analítica nes de las enzimas de colestasis con bilirrubina nor-
se puede observar un ligero déficit del tiempo de mal y una discreta elevación de las transaminasas.
protrombina y un ligero ascenso de las transamina-
sas con mínimos cambios histológicos en la biopsia La colangiopatía, si aparece, lo hace muy precoz-
hepática. mente tras el episodio de trombosis (la colangiopatía
grado III ya puede detectarse al año del episodio de
Colangiopatía portal TP aguda)31. Una vez que la colangiopatía portal se
instaura, es muy infrecuente su progresión radioló-
Este término se aplica a aquellos casos con trom-
gica si la cavernomatosis portal permanece estable
bosis portal crónica que desarrollan anormalidades
y no hay fenómenos de retrombosis. Así, si al año
de la vía biliar intra- y extrahepática y de la vesícula
de una TP aguda el paciente no ha desarrollado co-
biliar29. El mecanismo fisiopatológico más aceptado
langiopatía o ésta es menor de grado III (y por ello
de su aparición es la compresión de la vía biliar por
con escasa probabilidad de desarrollar síntomas) es
las grandes colaterales periportales que crecen en
altamente improbable que el paciente desarrolle
la zona hiliar y perivesicular.
síntomas de colangiopatía durante el seguimiento31.
La prevalencia de colangiopatía portal en pruebas
de imagen como la colangio-RNM es muy elevada Diagnóstico
(superior al 80%)29-31. Estas alteraciones de la vía
La ecografía con Doppler es muy útil para el diag-
biliar pueden clasificarse en diferentes grados que
nóstico. La angio-RM y la angio-TC son muy útiles
se correlacionan con la probabilidad de desarrollar
para evaluar la extensión de la trombosis del eje
síntomas (grado I: irregularidades y angulaciones
esplenoportal. En ocasiones, la arteriografía del
de la vía biliar; grado II: indentaciones o estenosis
tronco celíaco y mesentérica superior con retorno
de la vía biliar sin dilatación; grado III: cuando existe
venoso podrá ser útil para evaluar la posibilidad
dilatación de la vía biliar [figura 2])31. Sin embargo,
de realizar una intervención quirúrgica derivativa
tan solo en alrededor del 20-30% de pacientes in-
como tratamiento de una hemorragia gastrointes-
cluidos en las series estudiadas, estas alteraciones
tinal por hipertensión portal.
llegan a provocar síntomas, tales como ictericia,
dolor abdominal, litiasis biliar y colangitis31. Única- En el momento actual, la mayoría de los casos de
mente aquellos casos de colangiopatía portal se- trombosis portal pueden ser diagnosticados de for-

858
59. Enfermedades vasculares hepáticas

ma temprana, debido a la amplia disponibilidad de


pruebas de imagen altamente sensibles para eva-
luar la permeabilidad del eje esplenoportal (eco-
grafía, tomografía axial computarizada, resonancia)
en el estudio del dolor abdominal (figuras 3 y 4).

Tratamiento
Trombosis portal aguda
La anticoagulación siempre está indicada ya que
la repermeabilización espontánea es infrecuente y
debe iniciarse lo más precozmente posible. En un
estudio reciente, la tasa de recanalización (parcial
o completa) ascendía al 60% cuando la anticoagu-
lación se iniciaba en la primera semana desde el
inicio de los síntomas, y de tan solo el 20% cuan-
do se iniciaba más tarde (dentro de los 30 prime- Figura 2. Imagen de colangio-RMN (thick-slab) en la que se
ros días)32. El dolor abdominal suele remitir en observa la presencia una estenosis (flecha) acompañada de
1-2 semanas. Con estas medidas, incluso en pacien- dilatación de la vía biliar intrahepática. Cortesía de la Dra.
García-Criado, Servicio de Radiología, Hospital Clínic)
tes con afectación trombótica extensa, se puede
esperar al menos una repermeabilización parcial.
Por ello la indicación de terapias agresivas como la
administración de fármacos trombolíticos vía sisté-
culares36. Aunque la decisión debe individualizarse
mica o a nivel arterial mesentérico, o bien su admi-
en cada paciente, la anticoagulación debe conside-
nistración in situ mediante acceso venoso transyu-
rarse cuando existe un alto riesgo de recurrencia
gular o percutáneo transhepático, es controvertida.
trombótica debido a una entidad procoagulante de
Se ha propuesto la realización de un TIPS para man-
base, o cuando existen antecedentes personales o
tener un flujo elevado en la vena porta y lograr la
familiares de trombosis venosa profunda. En los
repermeabilización del eje esplenoportal, pero no
pacientes con antecedentes de hemorragia gastro-
existen estudios que hayan evaluado si estas técni-
intestinal o con varices esofágicas es recomendable
cas invasivas ofrecen ventajas en relación a la an-
retrasar el inicio de la anticoagulación hasta haber
ticoagulación precoz33. Es recomendable prolongar
instaurado un tratamiento adecuado para prevenir
la anticoagulación por un mínimo de 6 meses-1 año
la recidiva hemorrágica. La anticoagulación no in-
debido a que la repermeabilización puede tener
crementa la gravedad ni la mortalidad de los episo-
lugar hasta 4-6 meses después de iniciado el tra-
dios de hemorragia36.
tamiento34. Parece razonable mantener este trata-
miento de forma indefinida en pacientes con enfer- Tratamiento de la hemorragia
medad trombofílica subyacente, con antecedentes por varices esofágicas
personales o familiares de trombosis venosa pro-
funda o con historia previa de dolor abdominal Si bien no existen estudios controlados que hayan
sospechoso de ser isquémico35. En pacientes en los evaluado esta actitud, se recomienda el uso de
que no se dan estas circunstancias, la decisión de β-bloqueantes no selectivos o tratamiento endos-
mantener la anticoagulación de forma indefinida es cópico para prevenir el primer episodio de sangra-
controvertida. do. En nuestra unidad recomendamos la utilización
combinada de β-bloqueantes y tratamiento endos-
Trombosis portal crónica cópico con ligadura para la profilaxis secundaria.
Tampoco hay estudios que evalúen cuál es el mejor
Anticoagulación
tratamiento para lograr el control del episodio agu-
La indicación de anticoagulación en la cavernoma- do de hemorragia por varices gastroesofágicas. Pa-
tosis portal es evitar la aparición de nuevos epi- rece razonable aplicar a estos pacientes las mismas
sodios trombóticos en el eje esplenoportal, que recomendaciones que para enfermos cirróticos
puedan descompensar el paciente al agravarse la utilizando fármacos vasoconstrictores y/o trata-
hipertensión portal, o bien en otros territorios vas- mientos endoscópicos37. En caso de fracaso del tra-

859
Sección 6. Hígado

tamiento médico o endoscópico, puede plantearse


la realización de un TIPS si bien este puede ser téc-
nicamente muy difícil o imposible38. En caso de no
poder realizarse el TIPS y plantearse la realización
de una anastomosis quirúrgica derivativa de resca-
te debe reconocerse si existen vasos permeables
potencialmente derivables. En nuestra experiencia,
un 37% de los pacientes con trombosis portal tam-
bién presentan trombosis esplénica y de la vena
mesentérica superior, hechos que imposibilitan la
cirugía derivativa. A la hora de considerar la posible
realización de una anastomosis derivativa, se debe
tener en cuenta el mayor riesgo de trombosis de
la anastomosis. En caso de hemorragia incoercible
o incontrolable, cuando no pueden realizarse las Figura 3. Corte coronal de TAC en el que se puede observar
técnicas previamente expuestas, pueden inten- la presencia de un material de alta densidad en el interior de
tarse otras medidas como la desvascularización la vena mesentérica superior (círculo) que corresponde a una
quirúrgica selectiva (transección esofágica), la es- trombosis aguda a nivel de la vena porta y confluente esple-
noportomesentérico. La ausencia de colaterales sugiere que
plenectomía o la ligadura quirúrgica de las varices. nos encontramos ante un episodio agudo de TP. Cortesía de
Estas técnicas, sin embargo, están gravadas con la Dra. García-Criado, Servicio de Radiología, Hospital Clínic.
una elevada tasa de recurrencia de las varices. En
niños con trombosis del tronco portal con las venas
portales intrahepáticas permeables, se ha realizado
con éxito una anastomosis desde la vena mesenté- ❱❱ En caso de persistencia o recurrencia de pro-
rica hasta la rama portal intrahepática permeable. cesos colangíticos puede considerarse el trata-
Esta técnica permitiría descomprimir el sistema ve- miento mediante derivación quirúrgica del eje
noso portal y al mismo tiempo revascularizar con esplenoportal. El uso de técnicas derivativas se
sangre portal el hígado39. No existe experiencia en basa en que la descompresión del sistema veno-
enfermos adultos. so portal reducirá el tamaño de las colaterales
Tratamiento de la colangiopatía portal que comprimen la vía biliar. Los datos de la efi-
cacia real de esta técnica son escasos.
No existen estudios que hayan evaluado de forma
prospectiva las siguientes recomendaciones tera- ❱❱ Si la intervención quirúrgica no es posible, se
péuticas. intenta drenar la vía biliar mediante la coloca-
ción de prótesis insertadas en el colédoco que
❱❱ En pacientes con colangiopatía radiológica pero requerirán recambios periódicos debido a su
asintomáticos, o únicamente con aumento dis- frecuente obstrucción.
creto de las enzimas de colestasis, no se reco-
mienda realizar ningún tipo de tratamiento. No ❱❱ Se ha sugerido que el tratamiento con
obstante, las alteraciones enzimáticas suelen β-bloqueantes no selectivos, al reducir el flu-
revertir con el uso de ácido ursodesoxicólico. Si jo portal, podría ser beneficioso. Sin embargo,
esta acción puede prevenir el desarrollo de co- este hecho no ha sido demostrado41.
langiopatía sintomática futura deberá ser eva- ❱❱ Las derivaciones bilioentéricas están asociadas
luado. con una elevada morbimortalidad y por ello no
❱❱ Si la obstrucción se ve complicada con la exis- se recomiendan30.
tencia de litiasis coledocal, en ocasiones es su- Pronóstico
ficiente con la práctica de una esfinterotomía y
extracción del cálculo por colangiografía endos- En más del 50% de los casos la causa de la muerte
cópica retrógrada. Si existen antecedentes de no guarda relación directa con la trombosis portal.
colangitis, también deberá intentarse la colan- Cuando ésta es la responsable de la muerte del pa-
giografía endoscópica retrógrada con esfintero- ciente, en la mitad de los casos es debido a una he-
tomía40. La eficacia de la misma es dudosa si no morragia digestiva y el resto por trombosis extensa o
hay litiasis coledocal asociada. recurrente36. Los factores predictivos de superviven-

860
59. Enfermedades vasculares hepáticas

cia no han sido convenientemente estudiados aun-


que parece que el principal determinante es la edad.

Hipertensión portal idiopática


La hipertensión portal idiopática (HPI) es una enfer-
medad hepática rara, de etiología incierta que se
caracteriza por el desarrollo de hipertensión portal
(HTP). Es conocida también como esclerosis he-
patoportal, fibrosis portal no cirrótica, cirrosis sep-
tal incompleta, hiperplasia nodular regenerativa,
trasformación nodular parcial del hígado. Proba-
blemente, todas estas denominaciones hagan refe-
rencia a un amplio espectro histológico que puede
constituir diferentes estadios de la enfermedad42 o
hagan referencia a múltiples entidades nosológicas Figura 4. Corte axial de TAC que muestra la transformación
cavernomatosa de la vena porta. En él se puede observar la
que actualmente se encuentran englobadas dentro presencia de múltiples vasos tortuosos que superan la zona
del término “hipertensión portal idiopática”. trombosada. Cortesía de la Dra. García-Criado, Servicio de
Radiología, Hospital Clínic.
La hipertensión portal idiopática se caracteriza por
la presencia de signos clínicos e inequívocos de HTP
(varices gastroesofágicas, esplenomegalia, ascitis,
colaterales), exclusión de cirrosis hepática median- Tóxicos y drogas. La exposición a arsénico ha sido
te biopsia, exclusión de otras causas de hiperten- considerada una causa de HPI en India47,48. También
sión portal (como hemocromatosis, enfermedad se han publicado casos de exposición a vinilio49,
de Wilson, etc.) por los criterios diagnósticos habi- sulfato de cobre, tratamiento con metotrexato,
tuales, y la presencia de permeabilidad de las ve- 6-mercaptopurina, azatioprina, prednisolona en
nas suprahepáticas y del eje esplenoportal43-45. Las pacientes trasplantados renales, irradiación y qui-
alteraciones arquitecturales hepáticas abarcan un mioterapia en pacientes con tumor de Wilms, e
espectro que oscila desde cambios mínimos, hasta
hipervitaminosis A.
alteraciones histológicas más relevantes, como la
hiperplasia nodular regenerativa, pasando por una Predisposición genética. Hasta la fecha no se identi-
leve o moderada fibrosis portal. Todas estas altera- ficado una base genética de la enfermedad. Sin em-
ciones histológicas no son patognomónicas. La fun- bargo, se ha visto agregación familiar50 y una mayor
ción hepática suele estar conservada. El rasgo más prevalencia de HLA-DR3 en pacientes indios51.
característico es que se trata de una hipertensión
portal intrahepática presinusoidal. Alteraciones inmunológicas. Se ha evidenciado
en estos pacientes una mayor prevalencia de tras-
Etiopatogenia tornos de la respuesta inmune y disminución en
la respuesta inmune celular en comparación con
Se han postulado múltiples teorías en la etiopato- los controles52,53. Además algunas series han ob-
genia de esta entidad, pero hasta el momento nin- servado asociación de la HPI con enfermedades
guna de ellas ha sido demostrada. autoinmunes (enfermedades del tejido conectivo,
Infecciones. Se ha propuesto que las infecciones tiroiditis)54.
repetidas del tracto digestivo que cursan con ém- Hipercogulabilidad. Algunos trabajos consideran la
bolos sépticos y la sepsis umbilical podrían ser una presencia de trombosis intrahepáticas inadvertidas
causa de HPI, al favorecer fenómenos de pileflebitis como la causa de la HPI. En este punto, algunos es-
y posterior trombosis, esclerosis y obstrucción de tudios han demostrado una mayor prevalencia de
las ramas portales de pequeño y mediano tamaño. trastornos trombofílicos en estos pacientes44,45.
Estudios recientes han relacionado la infección por
VIH en la patogenia de esta enfermedad, funda-
Manifestaciones clínicas
mentalmente aquellos pacientes que habían reci-
bido tratamiento con terapia antiviral, en especial La HPI se caracteriza por la presencia de las com-
con didanosina46. plicaciones derivadas de la HTP con una función

861
Sección 6. Hígado

hepática generalmente conservada. En un 85-95% estudiados en el momento en el que la trombosis


de los pacientes existen varices gastroesofági- está presente, ocasiona que sean erróneamente
cas56. La manifestación clínica más frecuente es diagnosticados de trombosis portal no cirrótica.
la hemorragia digestiva, de mejor pronóstico que
La mayoría de los pacientes con HPI, a pesar de
en la cirrosis hepática42,45. La ascitis es infrecuen-
tener signos inequívocos de hipertensión portal,
te y suele ocurrir tras un episodio de hemorragia
muestran un gradiente de presión venosa hepática
digestiva42,45. Otras complicaciones como la ence-
(GPVH) anormal pero inferior al dintel previamen-
falopatía hepática o la ictericia son también raras.
Se han descrito casos anecdóticos de síndrome te descrito para hipertensión portal46,61. Sin embar-
hepatopulmonar57 y hepatocarcinoma en pacien- go la presión portal está claramente elevada62,63.
tes con HPI58. Existe esplenomegalia de manera Esta infraestimación de la verdadera presión por-
casi constante45 asociada habitualmente a signos tal se debe fundamentalmente al aumento de la
de hiperesplenismo. La trombosis de la vena porta resistencia intrahepática a nivel presinusoidal62,63
puede observarse hasta en un 41-46% de los ca- y a la presencia de comunicantes entre las venas
sos44,59, una prevalencia superior a la observada suprahepáticas, que impiden alcanzar una correc-
en la cirrosis hepática, habiéndose sugerido que, ta presión enclavada44,46,61. De manera similar, el
en ocasiones, esto podría estar en relación con la fibroscan presenta valores anormales, pero infe-
presencia de un trastorno protrombótico subya- riores a los cut-off descritos para predecir hiper-
cente44. tensión portal46,61. Ante un paciente con hiper-
tensión portal estos hallazgos en el GPVH y del
Diagnóstico fibroscan deberían hacer sospechar la presencia
de una HPI.
No existe ninguna prueba diagnóstica que per-
mita el diagnóstico positivo de esta enfermedad, Tratamiento
debiendo basarse éste en la presencia de signos
inequívocos de HTP, la exclusión mediante biopsia No existen guías clínicas de manejo de esta enfer-
hepática de cirrosis hepática y de cualquier enfer- medad ni un tratamiento específico de la misma.
medad que ocasione HTP y la presencia de unas Por lo tanto, se aplican las mismas medias terapéu-
venas suprahepáticas y un eje esplenoportal per- ticas y preventivas que en pacientes cirróticos.
meables. Se trata, por tanto, de un proceso diag- Trasplante hepático (THO). Hay publicados alrede-
nóstico de exclusión que requiere la realización de dor de 40 casos de transplante hepático en pacien-
un número elevado de exploraciones, algunas de tes con HPI. Las indicaciones han sido el desarrollo
ellas invasivas, como la biopsia hepática. de complicaciones progresivas y potencialmente
Las pruebas de función hepática son habitualmen- mortales de la hipertensión portal, unido a la im-
te normales o casi normales en estos pacientes. La posibilidad de realización de un shunt quirúrgico o
biopsia hepática es fundamental para descartar TIPS64. Tres de estos pacientes mostraron recidiva
cirrosis y otras causas de HTP. Las alteraciones his- de la HPI en el hígado trasplantado.
tológicas son variables y no patognomónicas. Ha-
llazgos comunes en esta enfermedad son la escle- Historia natural y pronóstico
rosis portal, con engrosamiento de la capa íntima e La historia natural de esta enfermedad no es bien
hipertrofia de la muscular, que ocasiona un estre- conocida. La mortalidad normalmente se debe a
chamiento y la obliteración del lumen de las vénu-
una hemorragia por varices, aunque es menor que
las portales, la dilatación sinusoidal, la presencia
en la cirrosis debido a que la función hepática se
de vasos portal aberrantes, microtrombosis o la
encuentra generalmente conservada. Tras la erra-
presencia de hiperplasia nodular regenerativa60.
dicación completa de las varices la supervivencia
Las exploraciones radiológicas (ecografía, TAC y a los 5 años es del 100% tras el tratamiento en-
RMN) son indispensables para evaluar el eje esple- doscópico y del 85% tras el shunt quirúrgico65,66.
noportal y las venas suprahepáticas, que por defi- Sin embargo, se han descrito casos de pacientes
nición en esta entidad deben ser permeables. Sin que desarrollan insuficiencia hepática y requieren
embargo, no es infrecuente que estos pacientes THO67. El desarrollo de trombosis portal aumenta
desarrollen a lo largo de su historia natural trom- el riesgo de desarrollo de ascitis y hemorragia di-
bosis del eje esplenoportal. Si estos pacientes son gestiva, y se asocia a un peor pronóstico59.

862
59. Enfermedades vasculares hepáticas

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58. Isobe Y, Yamasaki T, Yokoyama Y, Kurokawa F,
Hino K, Sakaida I. Hepatocellular carcinoma de- Schiano TD. Liver failure and need for liver
veloping six and a half years after a diagnosis of transplantation in patients with advanced he-
idiopathic portal hypertension. J Gastroenterol patoportal sclerosis. Am J Surg Pathol 2007;31:
2007;42:407-9. 607-14.

865
60 Cirrosis hepática
Vanesa Bernal*, Jaume Bosch**

* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca


**Unidad de Hepatología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La cirrosis constituye la culminación de un largo ❱❱ Describir el origen de la hipertensión portal
proceso que aboca finalmente a la formación de en la cirrosis hepática y las consecuencias
septos fibrosos y nódulos de regeneración, que clínicas del shunt porto-sistémico.
representan el sustrato morfológico de esta en-
❱❱ Conocer el impacto de la cirrosis hepática
fermedad (figura 1). La fibrosis hepática juega
sobre otros órganos y sistemas.
un papel determinante en la evolución a cirrosis
a partir de diversas enfermedades hepáticas, y ❱❱ Proporcionar recursos para una
consiste en un aumento difuso de la matriz ex- aproximación al diagnóstico de la cirrosis
tracelular en respuesta a un daño persistente en hepática y recomendaciones para el
el hígado. manejo general de estos pacientes.

El alcohol y el virus de la hepatitis C siguen sien-


REFERENCIAS CLAVE
do los dos factores etiológicos más frecuente-
mente implicados en nuestro medio, seguidos 1. Bosch J, D’Amico G, García-Pagán JC.
de la enfermedad por depósito de grasa no al- Portal hypertension. En: Schiff ER, Sorrell
cohólica. Cuando no se logra identificar ninguna MF, Maddrey WC, eds. Schiff’s Diseases of
de estas causas, debe realizarse una minuciosa The Liver. Lippincott Williams & Wilkins.
investigación para descartar enfermedad auto- Philadelphia, 2002:429-86.
inmune, genética o metabólica, toxicidad por 2. Navasa M, Arroyo V. Ascites and Sponta-
fármacos, así como cirrosis de causa biliar o con- neous Bacterial Peritonitis. En: Schiff ER,
gestiva (tabla 1). Sorrel MF, Maddrey WC (eds). Diseases of
the liver (9th edition). Lippincot-Williams &
La historia natural de la cirrosis se caracteriza Wilkins. Philadelphia, 2003: 559-595.
por una fase asintomática, denominada cirrosis
3. De Franchis R. Revising consensus in portal
hepática compensada, seguida de una fase sin-
hypertension: Report of the Baveno V
tomática y rápidamente progresiva, en la que se
consensus workshop on methodology of
manifiestan complicaciones derivadas de la hi-
diagnosis and therapy in portal hyper-
pertensión portal y de la insuficiencia hepática.
tension. J Hepatol (2010),doi: 10.1016/j.
Esta última fase se conoce como cirrosis hepática
jhep.2010.06.004
descompensada. El fenómeno clave que marca
el paso de una fase a la siguiente, es el aumento
de la presión portal. A lo largo de este capítulo
analizaremos como acontece la progresión de la
cirrosis y sus principales consecuencias1.
rencia entre la presión portal y la presión en la vena
Hipertesión portal y vasodilatación cava inferior o en la vena suprahepática). Los valo-
res normales son de 1 a 5 mmHg. El método más
esplácnica utilizado para medir el gradiente de presión por-
La hipertensión portal se define como un incre- tal consiste en la determinación del gradiente de
mento del gradiente de presión portal (la dife- presión en la vena hepática (GPVH) definido como

H Í G A D O 867
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Clasificación etiológica de la cirrosis.

❱❱ Alcohol
❱❱ Hepatitis vírica
❱❱ Obstrucción biliar
• Cirrosis biliar primaria
• Cirrosis biliar secundaria
ej., colangitis esclerosante primaria
❱❱ Enfermedad metabólica congénita Figura 1. Histología de la cirrosis hepática: la imagen muestra
las dos características más relevantes: nódulos de regenera-
• Hemocromatosis ción y septos fibrosos (Cortesía del Dr. Marigil).
• Enfermedad de Wilson
• Déficit de alfa-1-antitripsina
• Fibrosis quística
lar se debía exclusivamente a un factor mecánico,
• Galactosemia
ligado a la distorsión de la arquitectura vascular
• Glucogenosis tipos III y IV originada por la fibrosis, los nódulos de regene-
• Tirosinemia ración y fenómenos de microtrombosis u oclusión
• Intolerancia hereditaria a la fructosa vascular. Sin embargo, hoy sabemos que a este
• Telangiectasia hemorrágica hereditaria componente, relativamente fijo del incremento de
la resistencia vascular, se suma otro componente
❱❱ Enfermedad metabólica adquirida
dinámico, dependiente de la contracción activa
• Esteatohepatitis no alcohólica de las células estrelladas perisinusoidales, que se
❱❱ Causas vasculares activan en la cirrosis hepática y desarrollan capa-
• Hígado de estasis crónico. cidades contráctiles que les permiten funcionar
• Enfermedad veno-oclusiva del hígado como pericitos sinusoidales. También se incluyen
a los miofibroblastos periportales y las células del
❱❱ Hepatitis autoinmune
músculo liso de las vénulas portales.
❱❱ Drogas y toxinas
❱❱ Sífilis La activación de estos elementos contráctiles se
ve favorecida por un estado de disfunción endo-
❱❱ Sarcoidosis
telial en los sinusoides, que da lugar a una insu-
❱❱ Bypass yeyuno-ileal ficiente producción de factores vasodilatadores
❱❱ Hipervitaminosis A endógenos, como el óxido nítrico (ON), junto con
❱❱ Idiopática o criptogenética el aumento de factores vasoconstrictores, como el
tromboxano A2, la endotelina y el sistema renina-
angiotensina.
la diferencia entre la presión venosa hepática de
El conocimiento de estos mecanismos resulta de
enclavamiento (u ocluida) y la presión libre. Existe
gran importancia, dado que el componente diná-
hipertensión portal cuando el GPVH está eleva-
mico de la resistencia vascular intrahepática es
do. Si la elevación es inferior a 10 mmHg, consi-
reversible y, por tanto, una diana terapéutica. De
deramos que la hipertensión portal es subclínica,
hecho, la mayoría de los tratamientos existentes
mientras que valores del GPVH mayores o iguales
para la hipertensión portal se centran en la correc-
a 10 mmHg definen lo que se denomina como “hi-
ción de las alteraciones hemodinámicas mediante
pertensión portal clínicamente significativa” pues a
fármacos vasoactivos (terlipresina, somatostati-
partir de estos valores pueden aparecer todas las
na, betabloqueantes no selectivos). A su vez, el
complicaciones de la hipertensión portal.
componente mecánico podría modificarse favora-
El factor inicial que conduce a la aparición de hi- blemente mediante tratamientos que mejoren la
pertensión portal en la cirrosis es el aumento de la enfermedad hepática subyacente (abstención de
resistencia vascular hepática. Tradicionalmente se alcohol, tratamiento antiviral, fármacos antifibró-
pensaba que este aumento de la resistencia vascu- ticos, etcétera).

868
60. Cirrosis hepática

dilatadores con efectos paracrinos (VIP, calcitonina,


sustancia P) y/o la intervención de endocannabio-
Lesión tisular noides y de un reflejo neural sensorial que inhibe
el tono vascular, se conjugan para inducir un estado
de vasodilatación esplácnica. Este fenómeno con-
Sustrato Sustrato tribuye a explicar la disfunción circulatoria obser-
dinámico morfológico vada en la cirrosis hepática con hipertensión portal,
con repercusiones sobre el pulmón y la circulación
renal2. La vasodilatación esplácnica es responsable
Incremento de la de la circulación hiperdinámica, que se manifiesta
resitencia vascular por un descenso de la presión arterial y de la resis-
intrahepátia tencia vascular periférica, aumento del gasto car-
diaco y elevación del aflujo de sangre al territorio
portal. Este hiperaflujo contribuye a elevar y man-
tener la hipertensión portal en fases avanzadas de
HIPERTENSIÓN PORTAL
la cirrosis (figura 2)3. El estrés de rozamiento (shear
stress) provocado por la circulación hiperdinámica,
Aumento del a través de la inducción de eNOs (óxido nítrico sin-
flujo venoso tetasa endotelial), constituye otra fuente de produ-
portal ción de ON1.
Desarrollo
de colaterales En años recientes se ha comprobado asimismo que
portsistémicas en la cirrosis se activan fenómenos angiogénicos
Circulación
(Shunt p-s) dependientes del factor de crecimiento vascular de-
hiperdinámica
rivado de endotelio (VEGF) y de plaquetas (PDGF), y
que este fenómeno contribuye en gran medida a la
progresión de la cirrosis y de la hipertensión portal,
Figura 2. Factores implicados en la hipertensión portal del pues contribuyen a la activación de las celulas es-
enfermo con cirrosis hepática.. trelladas, a la fibrogénesis e inflamación hepáticas,
y a la vasodilatación esplácnica y formación de co-
laterales portosistémicas. De hecho, al antagonizar
El aumento de la presión portal determina la aper- la vía de señalización de VEGF/PDGF se disminuye
tura y desarrollo de una extensa red de colaterales muy significativamente la fibrosis hepática, la vaso-
portosistémicas, cuya finalidad es derivar una pro- dilatación esplácnica, la formación de colaterales y
porción significativa del flujo esplácnico hasta la cir- la presión portal, por lo que se han propuesto te-
culación general, sin pasar por el hígado. Ello com- rapias antiangiogénicas para el tratamiento de la
porta múltiples consecuencias relevantes, entre hipertensión portal y la cirrosis4,5.
las que destaca la formación de varices esofágicas,
evento clave en la historia natural de la cirrosis he- Historia natural de la cirrosis
pática. De otra parte el shunt portosistémico permi-
La historia natural de la cirrosis comprende dos
te que bacterias o productos bacterianos de proce-
períodos bien diferenciados. Durante el primer
dencia intestinal alcancen la circulación general, lo
período, el enfermo permanece asintomático
que favorece la liberación de citocinas (mediadoras
y, de hecho, la enfermedad puede permanecer
de la inflamación) que promueven tanto la síntesis
oculta durante años, de tal manera que su descu-
de óxido nítrico (ON), como de prostaciclina (PGI2)
brimiento ocurre de forma accidental, al detectar
en la circulación extrahepática, donde provocan
una intensa vasodilatación y atenúan la respuesta una hepatomegalia de borde duro y cortante o el
a estímulos vasoconstrictores. Finalmente, a través hallazgo de anomalías de laboratorio en el curso
del shunt circulan péptidos gastrointestinales con de una analítica rutinaria (cirrosis compensada). El
poder vasoactivo (por ejemplo, glucagón) que es- segundo período se caracteriza por una fase clínica
capan al catabolismo hepático ejerciendo efectos rápidamente progresiva marcada por el desarro-
vasodilatadores sistémicos. Éstos y otros mecanis- llo de complicaciones (cirrosis descompensada).
mos vinculados a la intervención de péptidos vaso- La progresión de la cirrosis va a depender direc-
tamente de la causa y de su posible tratamiento.

869
Sección 6. Hígado

Por ejemplo, el desarrollo de complicaciones en un el desarrollo de varices esofágicas o episodios de


paciente con cirrosis hepática de etiología alcohó- descompensación.
lica que continúa consumiendo alcohol es rápido,
La prevalencia de varices en esta fase es del 44%,
como también puede serlo la estabilización de la
mientras que en la fase de cirrosis descompensada
enfermedad en el caso de que se mantenga la abs-
es del 73%. A partir de un gradiente de presión por-
tinencia alcohólica.
tal por encima de 10 mmHg, se pueden presentar
Recientemente, se ha propuesto un nuevo esque- varices y otras complicaciones de la hipertensión
ma en la historia natural de la cirrosis que describe portal.
cuatro fases con unas características clínicas y un
La mortalidad en esta fase es baja, estimándo-
pronóstico bien diferenciados6:
se en un 2-4% al año, siendo más importante en
❱❱ Estadio 1: ausencia de varices esofágicas y de el subgrupo de pacientes con varices esofágicas7.
ascitis: 1% de mortalidad al año. En ellos se incrementa la mortalidad a expensas
de la asociada a episodios de sangrado por varices,
❱❱ Estadio 2: varices esofágicas sin antecedente de
cuya mortalidad es de alrededor del 15% a las 6
hemorragia y sin ascitis: 3,4% de mortalidad al
semanas.
año.
❱❱ Estadio 3: presencia de ascitis con o sin varices Eventos clave en el curso clínico
esofágicas: 20% de mortalidad al año. de la cirrosis hepática descompensada
❱❱ Estadio 4: hemorragia gastrointestinal por hi-
pertensión portal, con o sin ascitis: 57% de mor-
Ascitis e hidrotórax, hiponatremia
talidad al año. dilucional y síndrome hepatorrenal
Los estadios 1 y 2 corresponden a pacientes con la En una etapa inicial de la cirrosis, cuando la pre-
fase de cirrosis hepática compensada mientras que sión portal supera un umbral crítico y aumenta la
los estadios 3 y 4 corresponden con la fase de cirro- concentración de óxido nítrico, se produce una
sis hepática descompensada (figura 3). vasodilatación sistémica y, como consecuencia,
una disminución de la volemia efectiva que acti-
La incidencia de hepatocarcinoma celular es del 3% va los mecanismos de compensación, como el eje
al año independientemente del estadio de la cirro- renina-angiotensina-aldosterona (RAA), el sistema
sis. Su presencia se asocia a una progresión más rá- nervioso simpático y la secreción no osmótica de
pida de un estadio a otro y, por lo tanto, a un peor ADH (vasopresina). Estos sistemas favorecen la re-
pronóstico. Aunque las complicaciones propias de tención de Na y H2O, a la vez que tienden a evitar
la fase descompensada se describen con mayor una disminución adicional de la resistencia perifé-
minuciosidad en otras secciones de esta obra, el rica, normalizando la homeostasis circulatoria. En
lector puede encontrar en este capítulo una des- tal situación, la retención de Na se desactiva y el
cripción somera de la fisiopatología de la cirrosis enfermo no desarrolla ascitis.
hepática y su interrelación con la evolución natural
de la cirrosis, incluyendo los eventos claves de las En una fase más avanzada, la disfunción circulatoria
diferentes fases de esta enfermedad. se acentúa, bien sea por la propia evolución natural
de la enfermedad o por la intervención de un factor
Eventos clave en el curso clínico intercurrente (transgresión enólica, intervención
quirúrgica, sepsis, hemorragia). En cualquiera de
de la cirrosis hepática compensada estas circunstancias, el trastorno hemodinámico
En el momento del diagnóstico de la cirrosis hepá- se agrava, de manera que los mecanismos mencio-
tica, aproximadamente la mitad de los pacientes se nados resultan inadecuados para mantener la ho-
encuentran en una fase compensada. El acúmulo meostasis circulatoria. Ello provoca una exacerbada
de fibrosis es un proceso lento y asintomático re- retención de Na y H2O, fenómeno que, unido a la
lacionado con la actividad inflamatoria de la enfer- trasudación linfática secundaria a la hipertensión
medad de base. La formación de septos fibrosos y portal, explica la formación de ascitis (figura. 4).
pequeños nódulos se asocia significativamente con Un tiempo después, la disminución del aclaramien-
un aumento de la presión portal. La progresión de to de agua libre inducido por la ADH determina
la fibrosis y de la hipertensión portal condicionan una desproporcionada retención de agua, supe-

870
60. Cirrosis hepática

1%
No varices
Estadio 1
No ascitis
Cirrosis hepática 7% 7%
compensada 3,4%
Estadio 2 Varices
No ascitis
6,6% Éxitus
Varices ± 20%
Estadio 3
Ascitis
Cirrosis hepática 7,6% 4%
descompensada
57%
Estadio 4 HDV ±
Ascitis

HDV: Hemoragia digestiva varicosa

Figura 3. Historial natural de la cirrosis hepática: probabilidad de progresión al año según el estadio clínico..

La vasoconstricción arteriolar renal inducida por las


sustancias vasoactivas descritas provoca isquemia
renal. Durante un tiempo, el riñón es capaz de com-
pensar esta situación, incrementando la producción
de sustancias vasodilatadoras (prostaglandinas, óxi-
do nítrico, péptidos natriuréticos), lo que permite
mantener el estado de la función renal. Sin embar-
go, a medida que se agrava el trastorno hemodiná-
mico, aumenta la producción de sustancias vaso-
constrictoras, provocando intensa vasoconstricción
arteriolar, descenso del filtrado glomerular y fallo
prerrenal. Este esquema fisiopatológico explica
cómo la administración de AINEs, en el paciente
con cirrosis y ascitis, puede precipitar un fallo renal,
al inhibir la producción local de prostaglandinas y
romper el equilibrio existente entre elementos va-
sodilatadores y vasoconstrictores (figura 5). El capí-
tulo 62 explica con detalle las distintas fases evolu-
tivas de la ascitis y de los trastornos de la función
renal en el enfermo con cirrosis hepática.
El hidrotórax hepático consiste en la acumulación de
Figura 4. Descompensación ascítica en un paciente con líquido en la cavidad pleural y puede llegar a afectar
cirrosis hepática de etiología enólica. Obsérvese la circulación al 10% de los pacientes con cirrosis y ascitis (figura
colateral en el flanco derecho del abdomen.
6). Aunque el mecanismo fisiopatológico exacto se
desconoce, diversas observaciones indican que la
rior a la de Na, lo que explica la coexistencia de una causa más probable es el paso de ascitis a la cavidad
baja concentración plasmática de aquél, en pre- pleural a través de pequeños defectos diafragmáti-
sencia de un pool sistémico elevado (hiponatremia cos. Este paso de una cavidad a otra es favorecido
dilucional)2. por la presión intratorácica negativa. Se pueden ob-

871
Sección 6. Hígado

Vasodilatación esplácnica

Infrallenado del compartimiento vascular

Eje renina-angiotensina- Sistema nervioso simpático ADH


aldosterona (norepinefrina) (vasopresina)

Retención de NA Aclaramiento de agua libre


1
(hiponatremia dilucional)
Vasoconstricción
arteriolar renal
Predominio de
Producción adecuada de elementos vasoconstrictores
vasodilatadores (PGS, NO) (adenosina, endotelina,
angiotensina II)

Función renal Insuficiencia renal


3
conservada funcional

Figura 5. Fisiopatología de los trastornos de la función renal del cirrótico con hipertensión portal.

servar casos de hidrotórax sin ascitis concomitante o intravaricosa supera el límite elástico de su pared, se
con ascitis grado I. Ello acontece cuando el trasvase genera una tensión excesiva que produce su rotura
de líquido al espacio pleural ocurre en una tasa equi- (teoría de la explosión). El riesgo es más alto entre
valente a su producción en el abdomen8. los pacientes con mala función hepática y varices
de gran tamaño o con signos de color rojo (estrías
Hemorragia por varices longitudinales o manchas de color rojo cereza sobre
esofagogástricas la superficie de la variz) (figura 7). Por ejemplo, un
paciente con un grado Child C, ascitis a tensión y
El incremento de la presión portal y los fenómenos varices de gran tamaño con signos endoscópicos de
de angiogénesis asociados promueven la apertura riesgo, presenta una probabilidad de sangrado del
de colaterales y la consiguiente formación de va- 76%. La tabla 2 muestra los parámetros de Child-
rices esofagogástricas, que desvían una parte del Pugh para evaluar la función del hígado10.
flujo sanguíneo hacia la vena cava. Globalmente, la
probabilidad de que un enfermo con cirrosis hepá- Cualquier circunstancia que conduce a un deterioro
tica desarrolle varices esofágicas es del 5% al año de significativo de la función hepática o a un agrava-
establecer el diagnóstico y del 12% a los tres años. miento de la hipertensión portal puede ser el de-
Este hecho no es probable que ocurra sin un gra- tonante de un episodio de sangrado. Es el caso de
diente de presión portal superior a 10 mm Hg9. Con una transgresión enólica, una cirugía mayor recien-
el tiempo, el aumento de la presión portal produce te, una infección bacteriana (especialmente la pe-
una dilatación progresiva de la variz y un adelgaza- ritonitis bacteriana espontánea) o una transfusión
miento de su pared. Cuando la presión hidrostática de hemoderivados.

872
60. Cirrosis hepática

de la función cerebral, responsable de un conjun-


to de síntomas y signos neuropsiquiátricos (figura
8). Los factores que contribuyen al desarrollo de
este síndrome no han sido totalmente aclarados,
existiendo diversas hipótesis no excluyentes entre
sí11-13. El hígado es capaz de aclarar la mayoría de
toxinas que son conducidas desde el intestino a
través de la vena porta, evitando con ello su incor-
poración a la circulación sistémica. En fases avanza-
das de la enfermedad, el shunt portosistémico y el
deterioro de la función hepática permiten la incor-
poración de elevadas concentraciones de toxinas,
Figura 6. Imagen de un hidrotórax en un caso de cirrosis
hepática. principalmente amonio, de procedencia intestinal
a la circulación general. Como consecuencia se
puede producir edema cerebral y encefalopatía. A
La mortalidad de la HDA por hipertensión portal os- este fenómeno también contribuye la emaciación
cila entre un 10-15% para cada episodio y depende, muscular característica del enfermo con cirrosis
no solamente del carácter exanguinante del san- avanzada debido a que el músculo también inter-
grado, sino de otros factores, como la magnitud del viene en la conversión del amonio en glutamina.
incremento del GPVH (GPVH mayor de 20 mmHg),
El amonio circulante sensibiliza al cerebro frente a
la coexistencia de otra patología (fallo renal, hetitis
alcohólica, hepatocarcinoma, trombosis portal) y la posibles daños e interfiere con su normal funcio-
aparición de recidiva precoz (mayor frecuente en namiento, contribuyendo al desarrollo de encefa-
las primeras 48 horas) o el fallo multiorgánico que lopatía (el lector puede ampliar información sobre
conlleva el deterioro de la función hepática. la patogénesis de la encefalopatía hepática en el
capítulo 63). Cuando un paciente cirrótico con hi-
Encefalopatía hepática pertensión portal desarrolla un cuadro de encefa-
lopatía, con frecuencia logra identificarse un factor
El shunt portosistémico y la insuficiencia hepática precipitante. Éste puede provocar encefalopatía,
explican, en gran medida, la aparición de este sín- bien por deteriorar la función hepatocelular, bien
drome caracterizado por una disfunción reversible por incrementar la carga proteíca en la luz intestinal

TABLA 2. Clasificación de Child-Pugh modificada para evaluar el estado de la función hepática. Fuente: Arun J Sanyal.
Prediction of variceal hemorrhage in patients with cirrhosis. Uptodate, 2006.

Puntuación asignada

Parámetro 1 2 3
Bilirrubina (mg/dl) ≤2 2-3 >3
Albúmina (g/dl) > 3,5 2,8-3,5 > 3,5
Tiempo de protrombina
• Segundos sobre el control 1-3 4-6 >6
• INR < 1,7 1.8-2.3 > 2,3
Ascitis Ausente Leve Moderada
Encefalopatía No Grado I-II Grado III-IV

Grado A (5-6 puntos): enfermedad bien compensada;


Grado B (7-9 puntos): el compromiso de la función del hígado empieza a ser significativo;
Grado C (10-15): enfermedad gravemente descompensada.

873
Sección 6. Hígado

Figura 7. Signos endoscópicos de riesgo para la hemorragia por varices esofágicas: a) varices esofágicas de gran tamaño; b)
manchas rojas sobre la superficie de la variz; c) “red wale marks” (estrías longitudinales y sinuosas de color rojo sobre la superfi-
cie de la variz) sobre unas varices de gran tamaño..

o por inducir cambios en el tono gabaérgico inhibi-


TABLA 3. Factores precipitantes de encefalopatía dor de la transmisión cerebral (tabla 4). Por ejem-
hepática plo, una hipopotasemia puede explicar la aparición
de una encefalopatía hepática en un paciente que
❱❱ 1. Drogas ha presentado vómitos, diarreas o un tratamiento
• Benzodiazepinas
con diuréticos. Se aduce que, en estas circunstan-
cias, se produce una salida del potasio intracelular
• Narcóticos
para replecionar los depósitos extracelulares. Para
• Alcohol garantizar una carga neutral en el interior celular,
❱❱ 2. Incremento en la producción de amonio el K+ intracelular es sustituido por H+. La acido-
• Ingesta excesiva de proteínas sis tubular renal consiguiente genera una síntesis
• Estreñimiento compensadora de amonio por parte del riñón. La
• Hemorragia gastrointestinal
alcalosis metabólica, que a menudo acompaña a
los estados de hipopotasemia, determina, además,
• Infección
que el ion amonio (NH4) –que no atraviesa la ba-
• Trastornos hidroelectrolíticos (hipopotasemia) rrera hematoencefálica–, sea convertido en amo-
• Alcalosis metabólica níaco (NH3), que sí puede penetrar en el cerebro.
❱❱ 3. Deshidratación Son distintos ejemplos que subrayan la necesidad
• Vómitos de que el clínico sea capaz de identificar qué factor
• Diarrea
ha podido desencadenar un estado de encefalopa-
tía, dado que su rápida corrección es esencial para
• Hemorragia
resolver este cuadro. La tabla 3 muestra un listado
• Diuréticos de los factores que pueden precipitar un estado de
• Paracentesis de gran volumen encefalopatía14.
❱❱ 4. Shunt portosistémico
• TIPS (DPPI) Infecciones
• Derivación porto-cava (quirúrgica) Las infecciones bacterianas constituyen una ma-
• Espontáneo nifestación común en la cirrosis hepática. Compa-
❱❱ 5. Oclusión vascular (isquemia) rado con el 5-7% de tasa de infección nosocomial
• Trombosis de vena porta
descrita en la población general, los pacientes con
cirrosis presentan una tasa del 30-40%. Los factores
• Trombosis de arteria hepática
de riesgo más importantes para el desarrollo de in-
❱❱ 6. Hepatocarcinoma fecciones son la hemorragia gastrointestinal y el de-
terioro avanzado de la función hepática. Las infec-
ciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana

874
60. Cirrosis hepática

Conducta inapropiada
Trastornos del sueño
Somnolencia
Euforia/depresión
Confusión
Desorientación
Inconsciencia

Psiquiátricos

Síntomas neurológicos

Nistagmus Coma

Grado de EH Asterixis Ataxia Reflejos alterados Pérdida de reflejos

O I II III IV
Uptodate 2006 (ref 11)

Figura 8. Evolución de la encefalopatía hepática.

espontánea (25%), infecciones del tracto urinario meabilidad intestinal y alteraciones del sistema in-
(20%), neumonía (15%) y bacteriemia espontánea mune. Todo ello favorece la migración de bacterias
(12%). La mortalidad en pacientes cirróticos que procedentes de la luz intestinal hasta los ganglios
desarrollan infecciones bacterianas es alta, entre el linfáticos y, desde allí, hasta la circulación general.
25-50%15. Este hecho se conoce como traslocación bacteriana
y se considera el principal mecanismo en la pato-
La secuencia de hechos fisiopatológicos que favo-
génesis de la infección en la cirrosis. Los factores
recen el desarrollo de infecciones en los pacientes
que predisponen al sobrecrecimiento bacteriano
con cirrosis comienza en la luz intestinal, donde se
ha comprobado una elevada incidencia de sobre- son la hipomotilidad intestinal y probablemente el
crecimiento bacteriano, un aumento de la per- consumo de inhibidores de la bomba de protones.
El aumento de la permeabilidad intestinal se debe
a alteraciones estructurales del intestino, principal-
TABLA 4. Síntomas que permiten sospechar
mente congestión vascular, edema, aumento de los
el padecimiento de un hepatocarcinoma espacios intracelulares e inflamación. Finalmente,
en el curso evolutivo de la cirrosis hepática en el paciente con cirrosis se han descrito diversas
alteraciones inmunes tanto a nivel local (intestinal)
como sistémico que favorecen la traslocación bac-
❱❱ Dolor continuo y gravativo en el hipocondrio
teriana. La principal defensa frente a las infeccio-
derecho
nes hematógenas es el sistema reticuloendotelial,
❱❱ Pérdida progresiva de peso
localizado en el hígado y encargado de eliminar
❱❱ Fiebre de origen no aclarado las bacterias y sus productos. Este objetivo está
❱❱ Hemoperitoneo agudo comprometido en los pacientes con cirrosis debido
❱❱ Crisis paroxísticas de disnea (microembolismos a la existencia de shunts portosistémicos y a una
pulmonares) disfunción de las células de Kupffer. También se ha
❱❱ Dolores óseos generalizados (metástasis) descrito una reducción en la actividad bactericida
❱❱ Poliglobulia (eritropoyetín dependiente)
de las células fagocíticas, de la capacidad de opso-
nización y de los niveles de complemento. Todo ello
❱❱ Hipocalcemia (parathormona dependiente)
explica por qué los pacientes con niveles bajos de
❱❱ Hipoglucemia (insulín-dependiente) proteínas en el líquido ascítico (menor de 1 g/dl)
❱❱ Diarrea crónica presentan un mayor riesgo de peritonitis bacteria-
na espontánea (véase capítulo 64).

875
Sección 6. Hígado

TABLA 5. Signos que pueden encontrarse en la exploración son complejos, habiéndose observado alteraciones
física del enfermo con cirrosis hepática. en los receptores beta-adrenérgicos y en el ECG y
ecocardiografía, así como un aumento de sustan-
cias cardiodepresoras y vasodilatadoras, como el
❱❱ Arañas vasculares óxido nítrico.
❱❱ Telangiectasias Las principales características de la miocardiopatía
❱❱ Eritema palmar del cirrótico son:
❱❱ Estrías ungueales
❱❱ Función sistólica normal en reposo, pero que se
❱❱ Enrojecimiento del 1/3 distal de las uñas puede convertir en patológica cuando el pacien-
❱❱ Dedos en palillo de tambor te es sometido a un estrés, ya sea fisiológico o
❱❱ Contractura de Dupuytren farmacológico.
❱❱ Ginecomastia ❱❱ Disfunción diastólica en reposo y bajo estrés.
❱❱ Atrofia testicular
❱❱ Alteraciones electrofisiológicas como la presen-
❱❱ Distribución feminoide del vello pubiano cia en el electrocardiograma de un intervalo QT
❱❱ Hepatomegalia prolongado.
❱❱ Esplenomegalia
❱❱ Alteraciones estructurales y posibles cambios
❱❱ Circulación colateral en los flancos del abdomen histológicos en el corazón.
❱❱ Circulación periumbilical en “cabeza de medusa”
❱❱ Niveles elevados de marcadores séricos suges-
❱❱ Signo de Cruveilhier-Baumgarten
tivos de disfunción cardiaca.
❱❱ Abdomen distendido (“en batracio”)
❱❱ Foetor hepático
Estas características deben estar presentes en
ausencia de enfermedad cardiaca conocida e inde-
❱❱ Ictericia
pendientemente de la etiología de su enfermedad
❱❱ Asterixis hepática.
❱❱ Equimosis y hematomas
La verdadera importancia de la miocardiopatía ci-
❱❱ Lesiones por rascado
rrótica es desconocida y puede haber sido subesti-
❱❱ Hiperpigmentación 1 mada ya que en la práctica clínica no es frecuente
observar en estos enfermos síntomas de insufiencia
1
En hemocromatosis y cirrosis biliar primaria. cardiaca. Ello guarda relación con el patrón hemo-
dinámico mencionado previamente (disminución
de la postcarga y aumento del gasto cardiaco) que
explica que el corazón funcione aparentemente con
normalidad y que esta entidad habitualmente pase
Miocardiopatía cirrótica inadvertida. Sin embargo, estudios electrofisiológi-
Como consecuencia de la hipertensión portal, el cos han permitido documentar alteraciones en el
paciente con cirrosis hepática presenta una circula- comportamiento cardiaco 40-60% de pacientes con
ción hiperdinámica caracterizada por un aumento cirrosis. En esta fase de la enfermedad, cualquier
del gasto cardiaco y un descenso de la resistencia evento clínico que exija mayor rendimiento al siste-
vascular sistémica. Este fenómeno nace como un ma cardiocirculatorio (trasplante hepático, PBE, co-
mecanismo compensatorio del sistema nervioso locación de una DPPI, etc.) puede desencadenar un
central frente a la disminución de la volemia efec- cuadro de insuficiencia cardiaca descompensada
tiva y a la hipoxia tisular producida por la vasodila- así como un síndrome hepatorrenal. Sin embargo,
tación esplácnica y el shunt portosistémico. Con la ello contrasta con la evidencia clínica de ausencia
progresión del fallo hepático, la circulación hiper- de episodios de insuficiencia cardiaca en la inmen-
dinámica se agrava, los mecanismos de compensa- sa mayoría de pacientes tratados con DPPI, incluso
ción se tornan insuficientes y se ha propuesto que en el contexto de complicaciones agudas o de asci-
en determinadas circunstancias, como la sepsis y tis refractaria y síndrome hepatorrenal. Obviamen-
el síndrome hepatorrenal tipo 1, el gasto cardiaco te, son precisos datos más estrictos que cambios
puede llegar a disminuir (“miocardiopatía“del cirró- electrocardiográficos no específicos para definir
tico). Los mecanismos etiopatogénicos implicados una alteración como una real miocardiopatía, por

876
60. Cirrosis hepática

Pulmón
Hematíes

Arteria pulmonar Vena pulmonar

O2

Shunt derecha-izquierda

Reducción en la capacidad Alteración


Hipoxemia
de difusión pulmonar ventilación-perfusión

Figura 9. Fisiopatología del síndrome hepatopulmonar: los hematíes tienden a circular por el centro de los capilares. Cuando el
lecho arteriolo-capilar está dilatado, los hematíes se alejan del alvéolo, lo que explica su menor saturación de O2 a su paso por el
pulmón (shunt dcha.-izqda.).

las implicaciones pronósticas que este diagnóstico siste en el descenso de la PaO2 mayor de 10%, al
lleva aparejadas. incorporarse desde la posición de decúbito. La pla-
tipnea expresa el acortamiento de los movimientos
Se ha sugerido que complicaciones como la perito-
respiratorios al adoptar la sedestación, momento
nitis bacteriana espontánea y la traslocación bacte-
en que el desplazamiento de la sangre a las porcio-
riana estén relacionadas con la miocardiopatía del
nes más declives acentúa el deterioro en la relación
cirrótico16. ventilación/perfusión. En fases más avanzadas, el
síndrome hepatopulmonar provoca disnea de mo-
Síndrome hepatopulmonar
derados esfuerzos, cianosis y acropaquia, síntomas
e hipertensión portopulmonar que generalmente revierten tras el trasplante17.
El síndrome hepatopulmonar se produce por la va- La hipertensión portal es una de las causas recono-
sodilatación del lecho arteriolo-capilar pulmonar, cidas de hipertensión arterial pulmonar. La hiper-
así como la aparición de anastomosis arteriove- tensión portopulmonar se define por la presencia
nosas, predominantemente localizadas en las por- de una presión arterial pulmonar media superior a
ciones más declives del pulmón, condicionando un 25 mmHg junto con una presión capilar pulmonar
efecto shunt derecha-izquierda. En estas circuns- enclavada inferior a 15 mmHg, en un paciente con
tancias, un porcentaje de la sangre dependiente del hipertensión portal. El mecanismo fisiopatológi-
flujo de la arteria pulmonar no se satura suficien- co de esta entidad no se conoce con exactitud. El
temente de oxígeno (O2) a su paso por el pulmón desarrollo de hipertensión portal y la circulación
(figura 9). Estos pacientes presentan alteraciones hiperdinámica son elementos claves que pueden
en la relación ventilación/perfusión, así como una contribuir a los cambios vasculares observados
reducción en la capacidad de difusión pulmonar y en la hipertensión portopulmonar (hipertrofia del
una desaturación de oxígeno (síndrome hepatopul- músculo liso vascular, fibrosis concéntrica de la
monar). No es infrecuente, por consiguiente, en- capa íntima, arteriopatía plexogénica y vasculitis
contrar a enfermos con cirrosis hepática y una PaO2 necrotizante). El hecho de que esta complicación
en el rango de 60-70 mmHg (figura 10). Existen dos pueda aparecer en el mismo contexto clínico que
signos que permiten sospechar el padecimiento de el síndrome hepatopulmonar, sugiere que ambas
un síndrome hepatopulmonar. La ortodeoxia con- entidades pueden compartir un mismo origen sien-

877
Sección 6. Hígado

do el grado de disfunción endotelial el que deter-


mine el desarrollo de una u otra (una descripción
más detallada de ambos síndromes se expone en
el capítulo 65)18.

Expresión de la enfermedad por órganos


y sistemas
Síntomas y signos constitucionales
La cirrosis hepática se acompaña frecuentemen-
te de desnutrición proteinocalórica. Su incidencia
y gravedad varía en función de la etiología de la
cirrosis, siendo más frecuente en la cirrosis alco-
hólica y en la cirrosis biliar primaria avanzada. Los
mecanismos que producen la desnutrición son
múltiples e interrelacionados entre sí, destacando
la disminución de la ingesta, la malabsorción gas-
trointestinal, el aumento del gasto energético y la
presencia de un estado hipercatabólico persistente.
La anorexia es más frecuente en la hepatopatía de
origen enólico. No en vano, la ingesta de alcohol
aporta 7 calorías por cada gramo consumido. Este
hecho contribuye a la malnutrición característica
de estos pacientes, al disminuir la necesidad de Figura 5. Angiografía pulmonar que muestra la presencia de
ingerir una dieta equilibrada. El alcohol produce dilataciones del lecho vascular en las porciones más declives
malabsorción intestinal y maldigestión debido a del pulmón (reproducida con permiso de Michael J. Krowka,
su efecto tóxico directo. Una colestasis prolonga- M.D [ref 6]).
da también produce una malabsorción de lípidos
y favorece la hiporexia. Por último, en la cirrosis
existe un estado hipermetabólico que produce un fección bacteriana, debiendo obtenerse muestras
aumento del gasto energético en reposo y que para el análisis bacteriológico de sangre, orina y
se relaciona con el aumento de la actividad beta- líquido ascítico (capítulo 64). Otras causas implica-
adrenérgica y del TNF-a19. Como consecuencia de la das en la etiología de una fiebre de bajo grado son
desnutrición calórico-proteica se produce pérdida la endotoxinemia circulante, el déficit en el catabo-
de peso, astenia, osteoporosis y atrofia muscular. lismo hepático de pirógenos esteroideos (etiocola-
Todo esto repercute notablemente en la calidad de nolona) o la presencia de un hepatocarcinoma.
vida del paciente y en su pronóstico vital. De hecho,
tradicionalmente se pensaba que la ingesta de una Síntomas gastrointestinales
dieta hiperproteica podía precipitar un episodio de
encefalopatía hepática aconsejando por este moti- La hipertrofia de parótida es un hallazgo frecuente,
vo dietas muy restrictivas. Sin embargo, el consu- especialmente en la cirrosis alcohólica (50%).
mo prolongado de una dieta hipoproteica puede En otra sección de este capítulo se ha informado
empeorar el estado nutricional, favorecer la atrofia sobre la importancia del desarrollo de colaterales
muscular y precipitar o empeorar la encefalopatía gastroesofágicas en la patogénesis de la hemorra-
hepática. gia digestiva por hipertensión portal. La endoscopia
La febrícula es un signo constitucional frecuente en permite detectar la presencia de varices esofago-
la cirrosis avanzada. Su origen podría relacionarse gástricas antes de que éstas originen complicacio-
con la liberación de sustancias pirógenas produci- nes. Ello es muy importante, pues disponemos en
das por la necrosis hepatocelular. Este hecho ocu- la actualidad de tratamientos eficaces para reducir
rre con mayor probabilidad en el paciente enólico, el riesgo de sangrado. Una proporción significativa
coincidiendo con un brote de hepatitis alcohólica. de estos pacientes desarrollan, además, varices
Siempre debe considerarse la posibilidad de una in- rectales, que es preciso distinguir de las hemorroi-

878
60. Cirrosis hepática

des. La hemorragia por rotura de varices rectales es periférica y signos característicos de degeneración
menos amenazante para la vida, pero se han descri- hepatolenticular. Se han descrito casos de mielopa-
to casos de hemorragia grave o persistente que re- tía portosistémica, expresados como una mielitis
quieren la colocación de un balón, escleroterapia e transversa con signos de paraplejía espástica.
incluso procedimientos de derivación portosistémi-
Otras manifestaciones se relacionan con el consu-
ca20. En algunos pacientes la endoscopia puede re-
mo crónico de alcohol y la desnutrición, y no con
velar signos de ectasia vascular (gastropatía portal
hipertensiva). Su importancia radica en la frecuen- la hepatopatía crónica propiamente dicha. Tal es el
cia con que provoca anemización consecutiva a caso de la encefalopatía de Wernicke o la neuro-
pérdidas de sangre oculta o a verdaderos episodios patía periférica, que puede observarse hasta en el
de hemorragia digestiva. Ésta puede venir precipi- 40% de los pacientes con cirrosis de etiología alco-
tada por fenómenos de vasocongestión, isquemia hólica.
e hipoxia tisular. Igualmente, se ha documentado
una mayor prevalencia de hernia hiatal, así como Alteraciones hematológicas
de gastropatía por alcohol y úlcera péptica. Los trastornos en la hemostasia constituyen la
La diarrea es un síntoma frecuente entre los en- manifestación hematológica fundamental en la ci-
fermos con cirrosis hepática. Su patogenia podría rrosis hepática. No en vano, todos los factores de
relacionarse con fenómenos de malabsorción aso- la coagulación, excepto el factor VIII, son sintetiza-
ciados a la ingesta crónica de alcohol, sobrecreci- dos en el hígado. Este hecho se había considerado
miento bacteriano intestinal y, en ocasiones, el como un factor de riesgo para fenómenos hemo-
propio tratamiento de la encefalopatía hepática rrágicos, si bien esto se limita a los enfermos con
con disacáridos no absorbibles (lactulosa, lactitol). trombocitopenia extrema (menor de 25.000 por
mm3), alteraciones en la función plaquetaria o es-
Finalmente, en la cirrosis es característico el de- tados de fibrinólisis. La coagulopatía intravascular
sarrollo de cálculos biliares pigmentarios. Su pa- diseminada no es frecuente en la cirrosis hepática,
togenia se relaciona con una hiperproducción de salvo en casos de sepsis sobreañadida o en los por-
bilirrubina (hiperesplenismo). Los cálculos de bili- tadores de un shunt de Le Veen. Recientemente, se
rrubinato cálcico son más amorfos que los de coles- ha descrito un aumento del riesgo de trombosis en
terol. Por tanto, los episodios de impactación biliar los pacientes con cirrosis hepática. Los principales
son menos frecuentes. La pancreatitis crónica es anticoagulantes endógenos (proteína C, proteína S
más común cuando el alcohol ha sido la causa de y antitrombina III) también se sintetizan en el híga-
la enfermedad20. do y en los pacientes con cirrosis se ha observado
una disminución de su producción favoreciendo un
Síntomas neurológicos estado de hipercoagulabilidad.
Ya se ha mencionado la importancia de la ence- La anemia es un rasgo comúnmente observado
falopatía portosistémica en el origen de los sínto- en los enfermos con cirrosis. Su patrón puede ser
mas neuropsiquiátricos típicos de la enfermedad microcítico, debido a pérdidas gastrointestinales,
avanzada. El flapping tremor o asterixis es un signo macrocítico, por déficit de folato (alcohol) o mixto.
característico que aparece en relación con una su- Con frecuencia, la anemia se asocia a leucopenia
presión del sistema reticular descendente. Su inhi- o trombocitopenia, como una manifestación de hi-
bición conduce a estados de rigidez, anormalidades peresplenismo. En otras ocasiones, la hemólisis se
en los reflejos piramidales y flapping20. Este último,
ve enmascarada por un incremento de la síntesis
sin embargo, no es específico de la encefalopatía
eritrocitaria y sólo puede sospecharse por la pre-
hepática. De hecho, se ha descrito en otras anoma-
sencia de reticulocitosis, hiperbilirrubinemia no
lías metabólicas, como en la uremia, hipoglucemia,
conjugada o un aumento de la LDH. Ello ocurre con
intoxicación por barbitúricos y narcosis por dióxido
frecuencia en pacientes portadores de una DPPI.
de carbono. Se trata de un fenómeno bilateral y re-
Otros pacientes muestran acantocitosis, debido a
versible, directamente relacionado con los niveles
la acumulación de colesterol libre en la membrana
de amonio en sangre.
de los hematíes. Ello resulta más frecuente cuando
En estados avanzados de la cirrosis puede apreciar- la hemólisis va asociada a hipercolesterolemia e in-
se exageración de los reflejos tendinosos profun- filtración masiva de grasa por alcohol (síndrome de
dos con signo de Babinski, rigidez de la musculatura Zieve). El alcohol provoca, a su vez, hemosiderosis,

879
Sección 6. Hígado

rasgo comúnmente observado en la cirrosis de este hallazgo inespecífico que puede aparecer en otras
origen. entidades, como el embarazo, el hipertiroidismo y
la artritis reumatoidea. Otros signos característicos
Sistema musculoesquelético son los cambios observados en las uñas. A menu-
do se aprecian unas bandas o estrías horizontales
Es bien conocida la osteopenia dependiente de una
blanquecinas separadas entre sí por otras zonas de
malabsorción de vitaminas liposolubles en la cirro-
color normal (uñas de Muehrcke). Su patogenia se
sis biliar primaria. Algunos pacientes con cirrosis de
ha relacionado con estados de hipoalbuminemia.
etiología alcohólica desarrollan osteoporosis. Su
De hecho, también se observan en el síndrome
mecanismo no es bien conocido, pero puede tener
nefrótico. Es también característica la desaparición
relación con un deterioro de la función osteoblásti-
de las lúnulas ungueales y el enrojecimiento de la
ca o un aumento de la resorción ósea. El sedenta-
porción distal de las uñas.
rismo, frecuente en los pacientes con enfermedad
hepática avanzada, también favorece la amioatro-
fia y la osteopenia. Éste es un aspecto importante,
Sistema endocrino
porque la pérdida de masa ósea puede acelerarse El fallo hepático en el catabolismo de algunas hor-
en el postrasplante, debido a los esteroides y otros monas condiciona la aparición de algunas anoma-
factores que conducen a una mayor incidencia de lías endocrinológicas en la cirrosis hepática21. El
fracturas y colapsos vertebrales. En raras ocasio- alcoholismo, por ejemplo, origina una sobrepro-
nes, se ha documentado la presencia de periostitis, ducción de débiles esteroides andrógenos que son
dedos en palillo de tambor y sinovitis. La contrac- transformados en estrógenos en los tejidos perifé-
tura de Dupuytren es el resultado de un engrosa- ricos (piel, tejido adiposo, músculo y hueso). El hi-
miento y acortamiento de la fascia palmar (figura perestrogenismo contribuye a la formación de spi-
11) y se atribuye a una proliferación de fibroblastos ders, y eritema palmar, así como a los cambios en la
y a un anormal depósito de colágeno en la fascia. distribución del vello corporal. La ginecomastia es
Su prevalencia es superior entre la cirrosis alcohóli- un signo típico, agravado por el uso de espirolacto-
ca, pero también se ha observado en personas con na, y consiste en la proliferación de tejido glandular
hábito tabáquico y enólico, diabetes, algodistrofia y en la mama del varón.
en la enfermedad de Peyronie.
El hipogonadismo representa un efecto directo del
consumo de alcohol y menos de la cirrosis en sí20.
Sistema dermatológico De hecho, no es habitual en otro tipo de cirrosis,
En la cirrosis hepática son característicos algunos salvo en la hemocromatosis donde existe un de-
estigmas cutáneos. Aisladamente poseen poca es- pósito de hierro, tanto en la hipófisis, como en los
pecificidad, pero la confluencia de varios de ellos testículos. Ambos sexos son afectados por eleva-
en un mismo paciente resulta orientativa para das tasas de infertilidad, cambios en los caracteres
sospechar el padecimiento de la enfermedad. En- sexuales secundarios y pérdida de la líbido. En el
tre ellos destacan, por su prevalencia, los spiders varón se ha documentado atrofia testicular, impo-
o arañas vasculares, consistentes en lesiones vas- tencia y oligospermia. En la mujer son caracterís-
culares con una pequeña arteriola central rodeada ticas la oligomenorrea y una disminución en los
de pequeños vasos (figura 11). Pueden apreciarse niveles de estradiol y progesterona. No obstante,
predominantemente en la cara, tronco y extremi- el embarazo es posible y puede culminar con éxito.
dades superiores. Las arañas vasculares no son es-
La prevalencia de diabetes es superior entre los
pecíficas de la cirrosis hepática. De hecho, pueden
pacientes con cirrosis hepática. Suele manifestarse
verse también en el embarazo, los estados de mal-
por hiperglucemia, leve glucosuria e intolerancia
nutrición e incluso en personas normales. Aunque
a la glucosa. Su origen debe relacionarse con una
su patogenia es desconocida, se aduce que guar-
resistencia periférica a la acción de la insulina. No
da relación con una alteración en el metabolismo
son habituales, sin embargo, las lesiones vasculares
de las hormonas sexuales, habiéndose observado
o la cetoacidosis.
un aumento en la relación estradiol/testosterona
libre. Su número y tamaño guardan relación con Los pacientes críticos, principalmente aquellos en
la probabilidad de presentar una hemorragia di- shock séptico, pueden presentar una insuficiencia,
gestiva por varices y síndrome hepatopulmonar. El funcional o relativa, del eje hipotálamo-hipófisis-
eritema de las eminencias tenar e hipotenar es un adrenal que disminuye la respuesta cardiovascular

880
60. Cirrosis hepática

Figura 11. Signos frecuentemente encontrados en la ci-


rrosis hepática. A la izquierda superior: una araña vascular
(obsérvese la arteriola central). En la derecha superior:
arañas vasculares y telangiectasias en la región pectoral.
En la inferior: contractura bilateral de Dupytren.

al estímulo del sistema renina-angiotensina-aldos- inductores de enzimas microsomales, capaces de


terona y del sistema nervioso simpático, y aumenta activar procarcinógenos y de deteriorar la repara-
la mortalidad. En los pacientes con cirrosis hepática ción del DNA. Así, se ha documentado una mayor
se ha descrito una alta incidencia de insuficiencia prevalencia de cáncer de páncreas, cardias, colon y
adrenal relativa, independientemente de la presen- del propio hígado.
cia de sepsis o inestabilidad hemodinámica, que se
El hepatocarcinoma es un fenómeno ligado a la
relaciona con la gravedad de la enfermedad. Sin
historia natural de la cirrosis, particularmente si su
embargo, la administración de dosis bajas de hidro-
etiología guarda relación con el alcohol, el virus de
cortisona en los pacientes cirróticos críticos, no ha
las hepatitis B y C, la hemocromatosis o la porfiria
demostrado beneficio en cuanto a disminución de
hepatocutánea tarda. Aunque el espectro de posi-
la mortalidad22.
bilidades sintomáticas de este tumor es amplio (ta-
Ya se ha mencionado la importancia del hiperal- bla 4), algunos hepatomas pueden diagnosticarse
dosteronismo secundario en la patogénesis de la en pacientes asintomáticos, en una fase en la que
retención de sodio en el cirrótico con hipertensión la cirugía de exéresis, el propio trasplante o la alco-
portal. Finalmente, se han documentado niveles re- holización del tumor, pueden llegar a ser curativas.
ducidos de hormonas tiroideas, fiel reflejo de una Ello se consigue cuando se efectúan programas de
disminución de su síntesis hepática, así como eleva- cribado basados en la realización de ecografías de
ciones de los niveles plasmáticos de PTH, relaciona- control23.
dos con hipovitaminosis D. Esta última anomalía es
más frecuente en la cirrosis biliar primaria. Diagnóstico
El proceso diagnóstico de una cirrosis hepática in-
Asociaciones oncológicas cluye cuatro fases primordialmente:
Algunas neoplasias inciden con mayor frecuencia
❱❱ Sospechar la enfermedad.
en el enfermo cirrótico. Ello puede guardar relación
con la mayor prevalencia de determinados hábitos ❱❱ Confirmar el diagnóstico.
tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol, lo
❱❱ Establecer la etiología.
que justifica una mayor frecuencia de cáncer orofa-
ríngeo o de esófago, o con mecanismos complejos ❱❱ Estratificar el riesgo.

881
Sección 6. Hígado

Sospechar la enfermedad patente al incrementar la presión con la maniobra


de Valsalva. El descubrimiento de cualquiera de es-
El descubrimiento de una cirrosis hepática puede tos signos debe alertar al clínico acerca del pade-
llevarse a cabo por distintas circunstancias24: cimiento de una enfermedad hepática avanzada y
❱❱ El hallazgo de estigmas característicos de una ordenar una investigación.
enfermedad crónica del hígado en el examen
físico.
Anomalías de laboratorio

❱❱ El descubrimiento de anomalías de laboratorio No es infrecuente que el diagnóstico de una cirrosis


en el curso de una analítica rutinaria. hepática venga sugerido por la detección de ciertas
anomalías de laboratorio que aparecen al indicar
❱❱ La aparición de signos de descompensación de una analítica rutinaria, a menudo en el contexto
la enfermedad. de un screening de salud laboral. Es muy habitual
❱❱ El hallazgo de cirrosis hepática en el curso de que un enfermo con una hepatopatía crónica sea
una laparotomía o de una necropsia indicadas derivado a un medio especializado por haberse
por otra causa. detectado alteraciones en las “pruebas de función
hepática”, término a menudo utilizado de forma
Hallazgos en el examen físico incorrecta, dado que esta nomenclatura debería
Como ya se ha mencionado, los enfermos con cirro- ceñirse únicamente a las pruebas que exploran la
sis hepática presentan a menudo una serie de es- capacidad biosintética del hígado (concentración
tigmas característicos cuya mera presencia permite de albúmina y tiempo de protrombina, básicamen-
despertar la sospecha clínica (tabla 5). Algunos de te). Otras alteraciones, como el nivel de amino-
los signos se descubren al palpar el abdomen del transferasas (transaminasas) o de fosfatasa alcalina
enfermo en el curso de una exploración rutinaria. o GGT, expresan otro tipo de alteraciones (daño
La exploración del abdomen en los enfermos con ci- necroinflamatorio o colestasis, respectivamente). A
rrosis hepática permite descubrir en muchos casos continuación se desglosan las anomalías de labora-
una hepatomegalia de borde duro, cortante o no- torio más frecuentemente observadas en la cirrosis
dular. La ausencia de hepatomegalia, sin embargo, hepática.
no excluye la enfermedad e incluso puede sugerir
un peor pronóstico (la atrofia del hígado es un sig- ❱❱ Aminotransferasas (AST/ALT). El aumento
no de enfermedad avanzada). La esplenomegalia es de la actividad aminotransferasa refleja daño
un hallazgo igualmente frecuente. Aunque su pre- necroinflamatorio en mayor o menor grado.
sencia se ha relacionado con la hipertensión portal, Usualmente los niveles de AST y ALT están leve-
no existe una correlación clara entre el tamaño del mente elevados en la cirrosis hepática, aunque
bazo y el grado de hipertensión portal, por lo que es frecuente que sean normales. Aunque la re-
es probable que en su patogenia intervengan otros lación AST/ALT suele ser inferior a 1 (salvo en las
factores. La presencia de ascitis viene sugerida por hepatopatías de origen enólico) en realidad, a
la presencia de matidez en ambos flancos. Sin em- medida que una enfermedad hepática crónica
bargo, se requiere una acumulación de al menos progresa hacia cirrosis, esta relación puede in-
1.500 cc de líquido en la cavidad peritoneal para vertirse. Una elevación marcada de las transa-
que este signo sea evidente en la exploración físi- minasas en el contexto de una cirrosis hepática
ca. Aunque la vena umbilical suele obliterarse en debe sugerir una agresión de origen tóxico (fár-
el momento del nacimiento, en los casos de hiper- macos o alcohol), una hepatitis vírica injertada o
tensión portal avanzada llega a repermeabilizarse un daño isquémico inducido por shock o colap-
permitiendo que la sangre del sistema venoso por- so cardiovascular.
tal pueda drenar a través de las venas de la pared
abdominal determinando la aparición de una típica ❱❱ Fosfatasa alcalina. Esta enzima suele estar ele-
“cabeza de medusa” en la parte anterosuperior vada pero menos de dos o tres veces el rango
del abdomen. En algunos casos se identifica un normal. Elevaciones más altas deben sugerir
murmullo o zumbido venoso a la auscultación que una cirrosis de origen biliar (colangitis esclero-
refleja el paso rápido de la sangre desde el terri- sante primaria o cirrosis biliar primaria). Tam-
torio venoso portal hasta la vena umbilical (signo bién se observa elevación de la fosfatasa alcali-
de Cruveilhier-Baumgarten). Este signo se hace más na en casos de hepatocarcinoma.

882
60. Cirrosis hepática

❱❱ Gammaglutamiltranspeptidasa. La elevación ❱❱ K sérico. La elevación de los niveles del potasio


de la GGT en la cirrosis hepática es un hecho sérico suele ocurrir en enfermos cirróticos trata-
inespecífico. Cuando existe un componente co- dos con diuréticos de acción distal (espirolacto-
lestásico, su elevación ocurre de forma paralela na, triamterene, amiloride). La hipopotasemia
a la de la fosfatasa alcalina. Una elevación signi- puede ser el resultado de pérdidas relacionadas
ficativa aislada debe sugerir alcoholismo activo con el uso de diuréticos del asa, vómitos o dia-
o inducción enzimática por fármacos. rrea. Puede ser un factor inductor de encefalo-
patía (véase más arriba).
❱❱ Bilirrubina. Los niveles de bilirrubina pueden
ser normales en la cirrosis compensada pero, a ❱❱ Alteraciones hematológicas. En la cirrosis he-
medida que la enfermedad progresa, se elevan pática es común observar diversas alteraciones
de un modo gradual. De hecho, la bilirrubina es hematológicas, incluyendo trastornos de la coa-
uno de los parámetros utilizados en la clasifica- gulación y diversos grados de citopenia.
ción de Child-Pugh para evaluar el estado de la
■■ nemia. Puede tener un origen multifacto-
A
función hepática. En los pacientes con cirrosis
rial e incluye pérdidas crónicas de sangre por
biliar primaria, la elevación de los niveles de bi-
el tubo digestivo, déficit de ácido fólico, toxi-
lirrubina constituye un indicador de mal pronós-
cidad directa por alcohol, hiperesplenismo y
tico y una indicación para plantear el trasplante
supresión de la médula ósea.
de hígado.
■■ T rombocitopenia. La plaquetopenia es un
❱❱ Albúmina. La albúmina es sintetizada exclusi-
fenómeno común atribuido a la hipertensión
vamente por el hígado. De ahí que sus niveles
portal y a la esplenomegalia congestiva. El
desciendan a medida que la función hepática
bazo puede llegar a secuestrar el 90% de las
se deteriora. Debe considerarse que una tasa
plaquetas circulantes, aunque es raro obser-
baja de albúmina puede verse también en la in-
var niveles de plaquetas inferiores a 50.000
suficiencia cardiaca congestiva, en el síndrome
cc.
nefrótico y en la enteropatía pierdeproteínas
(capítulo 26). ■■ L eucopenia y neutropenia. Son también una
consecuencia del hiperesplenismo.
❱❱ Tiempo de protrombina. El hígado interviene
en la síntesis de la mayoría de las proteínas im- ■■ Alteraciones de la hemostasia. La cirrosis he-
plicadas en los mecanismos de la coagulación. pática conduce a la aparición de numerosas
Por lo tanto, el tiempo de protrombina refleja alteraciones hemocoagulativas, asociadas al
con gran precisión el estado de la función hepá- deterioro de la función del hígado. Éstas inclu-
tica y aumenta gradualmente en la medida que yen, no solamente un descenso de las proteí-
ésta se deteriora. nas que intervienen en los mecanismos de la
coagulación, sino fenómenos de coagulación
❱❱ Globulinas. Las gammaglobulinas pueden estar
intravascular diseminada, deficiencia de Vit
incrementadas en la cirrosis hepática con hiper-
K, estados de disfibrinogenemia y fibrinolisis
tensión portal. De hecho, sus niveles constitu-
que, unidos a la trombocitopenia ya mencio-
yen, en gran medida, un marcador indirecto del nada, contribuyen a la diátesis hemorrágica
grado de shunt portosistémico. Ello obedece a característica de la cirrosis.
que las bacterias de procedencia intestinal no
fagocitadas por las células de Kupffer estimulan Signos de descompensación
al sistema inmunocompetente incrementando
En algunos pacientes, la cirrosis hepática no se
los niveles séricos de Igs. Una marcada eleva-
descubre hasta que aparece una descompensación
ción de IgG debe de sugerir una posible etiolo-
(figura 3). Ésta puede ocurrir de forma espontánea
gía inmune. La IgM está elevada en más del 90%
o relacionarse con un factor precipitante1,14,24. No
de los pacientes con cirrosis biliar primaria.
es infrecuente, por ejemplo, que una infección bac-
❱❱ Na sérico. La hiponatremia es común en los teriana sea el detonante de un primer episodio de
pacientes con cirrosis hepática con ascitis y se ascitis o de encefalopatía (capítulo 64). Otras cir-
relaciona con la incapacidad del riñón para ex- cunstancias que pueden ser determinantes de los
cretar agua libre, debido a un incremento de los primeros síntomas son: una transgresión enólica
niveles de ADH (capítulo 62). (a menudo asociada a una exacerbación del daño

883
Sección 6. Hígado

necroinflamatorio), una cirugía mayor reciente o cortante y nodular, con signos de hiperesplenismo,
la propia hemorragia por varices esofagogástricas. alteraciones evidentes de la función hepática y una
marcada hipergammaglobulinemia. Un paciente de
Ante un primer episodio de hemorragia digestiva
estas características probablemente pueda evitar la
por hipertensión portal, en una cirrosis hepática
biopsia hepática y con ello soslayar el riesgo poten-
hasta entonces inadvertida, debe considerarse la
cial de complicaciones asociadas al procedimiento.
posibilidad de una trombosis portal que complica
la evolución de un hepatocarcinoma insospechado. Los datos que proporciona una prueba de imagen
De hecho, no es excepcional que las primeras ma- como la ecografía pueden ser suficientes, al de-
nifestaciones de la cirrosis guarden relación con la mostrar la presencia de un hígado de ecoestructura
aparición de un hepatoma injertado sobre la enfer- heterogénea, borde festoneado y signos indirec-
medad de base23. En este caso, el paciente puede tos de hipertensión portal. Distinta es la situación
presentarse con dolor sordo y continuo en el hipo- de un paciente que presenta episodios de ascitis
condrio derecho, pérdida de peso, fiebre inexplica- recurrente sin apenas alteraciones de la función
ble o un hemoperitoneo agudo (tabla 4). hepática, y sin otras alteraciones biológicas suges-
tivas (hiperesplenismo, hipergammaglobulinemia),
Laparotomía o necropsia
máxime cuando no existe una etiología sugestiva
Finalmente, no es inhabitual que una cirrosis hepá- (alcoholismo, infección por el virus de la hepatitis
tica sea descubierta en el curso de una laparotomía C, etc.). Establecer un diagnóstico de cirrosis hepá-
indicada por otra causa o durante el examen post tica en un caso de estas características puede ser
mortem de un paciente fallecido por otra enferme- muy arriesgado e incluso pasar por alto un cuadro
dad. De hecho, en algunas series históricas, hasta de hipertensión portal de otro origen (por ejem-
un 30-40% de los casos de cirrosis eran diagnostica- plo, un síndrome de Budd-Chiari o una pericarditis
dos en el curso de una autopsia25. constrictiva).

Confirmar el diagnóstico Recientemente, se ha incorporado una nueva téc-


nica para evaluar el grado de fibrosis, la cirrosis e
El patrón oro para el diagnóstico de la cirrosis hepá- incluso la hipertensión portal. Se trata de la elas-
tica es el examen histológico del hígado24. Éste pue- tografía hepática, una técnica incruenta, sencilla y
de ser obtenido por medio de una biopsia hepática rápida, que utiliza una onda de vibración pulsátil
transcutánea dirigida por ultrasonidos (técnica más y otra de ultrasonidos que se transmiten al tejido
habitual) o por otros procedimientos, incluyendo la hepático (evalúa un volumen 100 veces superior
biopsia hepática obtenida por laparoscopia o por al de la biopsia). La velocidad de propagación de la
vía transyugular. En otras ocasiones la biopsia se onda de ultrasonidos se correlaciona con la dure-
obtiene en el curso de una laparotomía (incluyendo za del tejido e, indirectamente, con el estadio de
el momento del trasplante hepático). fibrosis hepática. Valores de elastografía de transi-
La biopsia hepática posee una sensibilidad del 80- ción superiores a 13,6 KPa en un paciente con una
100% para el diagnóstico, en dependencia del pro- infección por virus C de la hepatitis o a 20 KPa en un
cedimiento utilizado y del tamaño y número de las paciente alcohólico son fuertemente sugestivos de
muestras obtenidas. En algunas ocasiones, el exa- la existencia de cirrosis hepática.
men histológico puede incluso sugerir la causa de la
enfermedad, especialmente en los casos de estea- Determinar la causa de la cirrosis
tohepatitis no alcohólica y en algunas enfermeda- Una vez establecido el diagnóstico de cirrosis hepá-
des de causa metabólica, incluyendo la hemocro- tica, es obligado llevar a cabo una investigación para
matosis hereditaria, la enfermedad de Wilson y el determinar la causa de la enfermedad. Las dos cau-
déficit de a-1-antitripsina.
sas más frecuentes en el mundo occidental son el
En la práctica clínica habitual, sin embargo, habi- alcoholismo y el virus de la hepatitis C. Hoy en día,
tualmente se establece el diagnóstico de cirrosis el diagnóstico de cirrosis criptogenética representa
hepática de acuerdo con criterios clínicos, bio- menos del 15% de los casos, debido probablemen-
lógicos y de imagen, especialmente si existe una te al creciente reconocimiento de la esteatohepati-
etiología clara. Un ejemplo sería un paciente con tis no alcohólica (EHNA) como causa de enferme-
alcoholismo inveterado que presenta estigmas de dad hepática crónica (capítulo 56). En cualquier
hepatopatía crónica, ascitis y un hígado de borde caso, es importante disponer de información clara

884
60. Cirrosis hepática

sobre la etiología de la cirrosis, dado que ello puede Recomendaciones generales en el manejo
ser esencial para adoptar determinadas decisiones
terapéuticas, proporcionar consejo genético a los de la cirrosis hepática
familiares y predecir ciertas complicaciones. Ejem- Una vez establecido el diagnóstico de cirrosis he-
plos claros son las cirrosis de origen autoinmune, pática, el enfermo debe ser controlado en un me-
que pueden obtener un beneficio tangible con la dio especializado. La periodicidad de los controles
administración de corticosteroides e inmunosu- depende, en gran medida, de la condición clínica
presores; la hemocromatosis, que puede mejorar del enfermo. Es importante que el paciente sea
de forma espectacular tras iniciar un programa de evaluado por un mismo facultativo en las visitas
flebotomías, o la cirrosis secundaria al virus de la sucesivas. De hecho, en pocas enfermedades cró-
hepatitis B, indicación firme de tratamiento anti- nicas resulta tan necesario un “especialista de ca-
viral con un análogo de nucleótidos/nucleósidos becera”. Este concepto no está en contraposición
potente, rápido y con un perfil de resistencias ópti- con la intervención, a menudo crucial, de un médi-
mo, como son entecavir y tenofovir. Determinadas co de familia bien preparado que, sin duda, forma
causas de cirrosis como las producidas por virus o parte del equipo que atiende a estos pacientes.
la propia hemocromatosis suponen un riesgo ma- Los enfermos deben ser informados de la natura-
yor de hepatocarcinoma que otras entidades, como leza de su enfermedad y de los recursos disponi-
la hepatitis autoinmune o la EHNA y requieren, por bles para su tratamiento, incluyendo el trasplante
tanto, un programa de vigilancia más exhaustivo. hepático. Aunque esta información puede y debe
Las tablas 6 y 7 muestran las claves clínicas y los ser proporcionada por su propio médico, existen
procedimientos esenciales para alcanzar un diag- páginas informativas dirigidas a pacientes con
nóstico etiológico en la cirrosis hepática24. cirrosis hepática en numerosas fuentes de reco-
nocida solvencia científica (www.uptodate.com),
Estratificar el riesgo incluyendo asociaciones nacionales (www.aeeh.
Actualmente, el riesgo de mortalidad en los pacien- org) e internacionales (www.easl.ch; www.aaasld.
tes con cirrosis se estratifica de acuerdo con el es- org) dedicadas al estudio de las enfermedades del
tadío en el que se incluye el paciente basado en el hígado y fundaciones que proporcionan numero-
sistema propuesto en la Conferencia de Consenso sos recursos a los pacientes con enfermedades del
de Baveno IV (figura 3)6. Sin embargo, la mayoría hígado (www.liverfoundation.org). El tratamiento
de los pacientes con cirrosis hepática compensada de estos pacientes incluye una serie de recomen-
desarrollarán un episodio de descompensación o daciones generales, la prevención de complicacio-
un hepatocarcinoma antes de morir. Es por ello que nes y el manejo de las descompensaciones26.
en la práctica clínica resulta más interesante estra-
tificar a los pacientes en fase compensada según el Recomendaciones generales
riesgo de desarrollo de estos eventos. Ello permite
implantar estrategias de cribado o medidas preven- Dieta
tivas. Ambos acontecimientos, el episodio de des- Los enfermos con enfermedad compensada no re-
compensación o el desarrollo de hepatocarcinoma, quiren una dieta específica. Es más, hoy en día, exis-
están íntimamente relacionados con la presencia
ten claras evidencias que apoyan la necesidad de no
de hipertensión portal clínicamente significativa y
restringir ninguno de los principios inmediatos esen-
el grado de insuficiencia hepática, valorado por el
ciales (incluyendo las proteínas) dado que el estado
índice MELD, un índice pronóstico que incluye en
de nutrición es esencial en estos pacientes14,19. Por
una fórmula matemática compleja, la bilirrubina, el
supuesto, deben evitarse todas aquellas sustancias
INR y la creatinina.
que pueden contribuir a exacerbar el daño hepático,
En los pacientes en fase descompensada, la pun- especialmente el alcohol y algunos remedios her-
tuación total en la clasificación de Child-Pugh (tabla barios, que pueden resultar hepatotóxicos. Sin em-
2) o el antecedente de hemorragia digestiva, insu- bargo, se debe recomendar la ingesta de alimentos
ficiencia renal o hepatocarcinoma, son los factores como fruta, verdura fresca y chocolate negro, que
predictivos independientes más importantes rela- por su alto contenido en antioxidantes pueden favo-
cionados con el riesgo de muerte. recer un descenso de la presión portal27.

885
TABLA 6. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.

886
Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas

Alcohol > 40-60 g de alcohol/día > 15 Desde casos asintomáticos hasta Elevación desproporcionada de Necrosis centrolobulillar. Abandono del hábito enólico.
años (> 20-30 g en la mujer) formas graves de hepatitis alcohólica AST en relación a la ALT (> 2). Hialina de Mallory. Complejo B.
Sección 6. Hígado

con anorexia marcada, ictericia, Niveles de AST y ALT generalmente Infiltración por PMN.
fiebre, hepatomegalia y ascitis. inferiores a 300 UI/l. Fibrosis perivenular.
VCM aumentado. Extensión de la fibrosis al resto del
Elevación significativa de GGT si lobulillo si persiste el hábito enólico.
enolismo activo.
VHC Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos hasta ALT > AST Permite evaluar severidad histológica Es posible plantear tratamiento
sangre o hemoderivados. formas severas de descompensación. Anti-VHC (+) y estimar la influencia de otros antiviral en casos seleccionados de
Adicción a drogas por vía Coexistencia de manifestaciones RNA-VHC (+) factores concomitantes (ej.: alcohol). cirrosis compensada.
parenteral. extrahepáticas sugestivas:
Exposición nosocomial. - Crioglobulinemia
Otros: acupuntura, tatuajes... - Aplasia medular…
VHB Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos ALT > AST Presencia de HbcAg en el núcleo de Posibilidad de indicar
sangre o hemoderivados. hasta formas severas de HbsAg (+) los hepatocitos. antivirales específicos
Adicción a drogas por vía parenteral. descompensación. HbeAg y DNA-v (+) Presencia de HbsAg en citoplasma. (lamivudina, adefovir, entecavir) +
Contacto con pareja HbsAg (+). Anti-Hbe (+) y DNA-v (+) Permite evaluar severidad histológica gammaglobulina anti-VHB en caso
Transmisión vertical. (formas mutantes) y estimar la influencia de otros de trasplante.
Otros: acupuntura, tatuajes… factores concomitantes (ej.: alcohol).
EHNA Coexistencia de sobrepeso, Obesidad. Coexistencia frecuente de: Alteraciones indistinguibles de la Control de los factores metabólicos
diabetes o dislipemia, bypass Dismetabolismo (síndrome X). - Hiperglucemia hepatopatía por alcohol. asociados a la patogenia de la
digestivo para el tratamiento de la Síntomas precedidos de un largo - Hipercolesterolemia. EHNA, incluyendo el sobrepeso.
obesidad, entre otros factores de período asintomático.
riesgo (capítulo 49).
Ausencia de un consumo significativo
de alcohol.
Cirrosis Predominio franco en la mujer Asintomática. Astenia, prurito e Fosfatasa alcalina (≥ 3 veces). Obliteración y posterior destrucción Reposición de vitaminas
biliar (> 90%) hiperpigmentación. Hepatomegalia Aumento de colesterol. y desaparición de los ductos biliares liposolubles (A,D,K,E).
primaria (< frecuente esplenomegalia). Elevación de IgM y de AMA. precedida de cambios inflamatorios. Ácido ursodesoxicólico.
Elevación tardía de los niveles de
bilirrubina plasmática.
TABLA 7. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.

Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas

Colangitis Predominio en el varón (> 90%). Prurito. Elevación de fosfatasa alcalina Ductopenia progresiva. Reposición de vitaminas
esclerosante Coexistencia con enfermedad Esteatorrea. y GGT con AMA (-). Cambios inflamatorios menos liposolubles (A,D,K,E).
primaria inflamatoria intestinal, Malabsorción de vitaminas Ig M elevados (50%). prominentes que en la cirrosis Ácido ursodesoxicólico.
especialmente colitis ulcerosa (90% liposolubles (A, D, K, E). P-Ancas positivos. biliar primaria. Metronidazol.
cuando se efectúa biopsia rectal). Osteopenia y osteoporosis. Haplotipo DRw52 del HLA (50-100%)
Colangitis de repetición. CPRE/CRMN: áreas de estenosis
Puede debutar con colangiocarcinoma multifocales con dilataciones saculares
o con cáncer de colon. de los conductos biliares.
Ausencia de cirugía previa. VIH (-)
Hepatitis Predominio en la mujer. Episodios fluctuantes de remisión Hipergammaglobulina marcada. Infiltrado de células mononucleares Corticoesteroides.
autoinmune Coexistencia con otros y exacerbación. ANA, ASMA, anti-actina, anti-LSP/LP portales y periportales. Inmunosupresores
fenómenos autoinmunes. o ANCA (tipo 1). Presencia de células plasmáticas. (azatioprina,
Anti-LKM-1 o anti-ALC (citosol) (tipo 2). Formación de rosetas. mercaptopurina).
Considerar síndrome “overlap”
(AMA +) y colangiopatía
autoinmune (ANA, ASMA +).
Hemocromatosis Historia familiar de cirrosis. Diabetes, hiperpigmentación, Saturación de transferrina > 60% Índice hepático de hierro > 1,9 Flebotomías.
hereditaria Comorbilidades asociadas. seudogota, miocardiopatía, (> 50% en la mujer) en más del 90% de sugiere un estado homocigótico. Especial vigilancia para el
Los estados heterocigóticos no hipogonadismo. los estados homocigóticos. IHH: cribado de hepatoma.
suelen desarrollar cirrosis, salvo Ferritina > 300 ng/mL (> 200 ng/ml en (μmol/g / edad en años).
que existan otros factores asociados: mujer) sugieren sobrecarga de hierro.
-Hepatitis viral Test genético de hemocromatosis.
-EHNA.
Enfermedad de < 45 años. Síntomas extrapiramidales. Ceruloplasmina: < 20 mg/dl Concentración de Cu tisular: D-penicilamina.
Wilson Historia familiar. Anillo de Kayser Fleischer. (>85% de los casos). > 250 mcg/g de tejido seco. Trientina.
Hepatitis fulminante. Cu sérico no unido a ceruloplasmina Trasplante hepático.
> 25 mcg/dl.
Cupruria ≥100 mcg (1,6 mmol).
Déficit de alfa- Niños. Enfisema pulmonar. Niveles de alfa-1-AT < 11μmol Inclusiones globulares PAS Trasplante hepático.
1-antitripsina Adultos con enfermedad Paniculitis necrotizante. (80 mg/dl) son compatibles positivas en el citoplasma.
pulmonar obstructiva Glomerulonefritis con un déficit severo.

887
60. Cirrosis hepática

crónica (2-3%). membranoproliferativa.


Sección 6. Hígado

Ejercicio pueden tener efectos impredecibles, por lo que


no pueden recomendarse, debiendo recurrir a
En general, el ejercicio regular y moderado es bien otras alternativas.
tolerado por los pacientes que presentan una en-
fermedad bien compensada. Debe conocerse, sin Profilaxis de infecciones
embargo, que, en pacientes con enfermedad avan-
zada, especialmente si han desarrollado ascitis o En los enfermos con cirrosis hepática debería cono-
presentan varices esofágicas, el ejercicio puede cerse su estado de inmunización frente a los virus
incrementar la presión intravaricosa y precipitar de las hepatitis A y B y, en su caso, proceder a la va-
una hemorragia digestiva. Este riesgo desaparece cunación frente a éstos, dado que la exacerbación
en pacientes que reciben tratamiento con betablo- del daño necroinflamatorio que produce la infec-
queantes no selectivos. ción aguda puede tener consecuencias fatales en
un enfermo con una cirrosis subyacente. Igualmen-
Medicaciones te debe considerarse la vacunación anual frente a
El médico debe tener conocimiento de los medi- gripe, neumococo y el virus influenza.
camentos que el paciente toma regularmente y
aconsejar al enfermo sobre el riesgo potencial de Familiares
complicaciones asociadas a su consumo. Como regla Los familiares de un paciente con cirrosis hepática
general, los pacientes con una disfunción hepática deben conocer la naturaleza de la enfermedad y,
leve o moderada pueden tomar las medicaciones en algunos casos, ser informados de la convenien-
prescritas habitualmente en el resto de las personas cia de ser investigados para detectar precozmente
sanas. Sin embargo, a medida que la función hepáti- alguna de las causas de enfermedad crónica del
ca empeora, la susceptibilidad a padecer efectos ad- hígado de carácter hereditario (por ejemplo, la en-
versos aumenta debido a cambios en la farmacociné- fermedad de Wilson y la hemocromatosis).
tica. Un problema de creciente interés es el manejo
del dolor en la cirrosis hepática. Algunas recomenda- Prevención de complicaciones
ciones deben llevarse a cabo en este contexto.
❱❱ El paracetamol sigue siendo el fármaco de elec- Hemorragia por varices
ción en primera instancia. Debe considerarse, Es esencial indicar una endoscopia en el momen-
no obstante, que, en el enfermo con alcoho- to del diagnóstico para comprobar si el paciente
lismo activo, el riesgo de hepatotoxicidad por ha desarrollado varices esofágicas. Si no es así, es
paracetamol aumenta considerablemente, de-
razonable verificar este punto cada 2 años. Si el
biendo limitarse a un máximo de 2 g/día.
enfermo desarrolla varices esofagogástricas, espe-
❱❱ El uso de AINE va asociado a un riesgo incre- cialmente si no son pequeñas (grado I) o presentan
mentado de hemorragia por varices, insuficien- signos de riesgo, debe recibir tratamiento con beta-
cia renal y resistencia al tratamiento diurético bloqueantes o ligadura endoscópica para disminuir
en el enfermo con ascitis. el riesgo del primer episodio de sangrado (véase
capítulo 61).
❱❱ El consumo de inhibidores de la COX-2 implica
menos riesgo de estos efectos adversos, pero Detección precoz de encefalopatía
incrementa el riesgo de accidentes cardiovascu-
lares. Se carece de experiencia contrastada de hepática
su utilización en el enfermo con cirrosis por lo En las visitas de control es importante investigar la
que su recomendación no puede ser sustentada presencia de cualquier síntoma o signo sugestivo
en evidencias. de encefalopatía. A menudo, los primeros síntomas
❱❱ Los opiáceos deben ser utilizados con precau- consisten en dificultad para conciliar el sueño o una
ción en el enfermo con cirrosis hepática. Tanto somnolencia inapropiada. Este punto es importan-
el fentanilo (frecuentemente utilizado como te, por cuanto el enfermo puede decidir tomar me-
sedoanalgesia en endoscopia), como la meta- dicaciones sedantes que pueden agravar un estado
dona, parecen seguros. La morfina puede ser de encefalopatía incipiente o poner en peligro la
utilizada a dosis más reducidas y en intervalos vida del paciente y la de otras personas (al propiciar
más prolongados. La codeína y el tramadol un accidente de circulación, por ejemplo).

888
60. Cirrosis hepática

Cribado del hepatocarcinoma ❱❱ Los nuevos conceptos sobre el manejo de la


encefalopatía hepática, donde se subraya la
El riesgo de desarrollar un hepatocarcinoma es importancia de garantizar el estado nutricional
más alto entre los pacientes con cirrosis hepática, del enfermo, haciendo prevalecer este aspecto
especialmente aquellas producidas por virus, la sobre las restricciones en el aporte de proteínas
hemocromatosis y la porfiria hepatocutánea tarda. en la dieta, uno de los enfoques más clásicos en
Es pertinente, por lo tanto, efectuar un cribado de el manejo de este síndrome11,14,19.
esta complicación potencialmente letal, mediante
la determinación periódica de los niveles plasmá- ❱❱ Finalmente, el concepto de que el enfermo con
ticos de alfafetoproteína y un examen ecográfico cirrosis hepática puede beneficiarse de un tras-
cada 6 meses. plante hepático (TH), cuando las expectativas de
un tratamiento conservador son inferiores a las
Manejo de las descompensaciones que ofrece esta modalidad terapéutica en tér-
minos de supervivencia31.
El tratamiento de la ascitis y de los trastornos de la
función renal, así como las medidas para el control Evaluación del riesgo quirúrgico
y prevención de la hemorragia por hipertensión
Con relativa frecuencia se plantea la necesidad
portal, las infecciones bacterianas y la encefalopa-
de una cirugía (electiva o urgente) en un enfer-
tía, han quedado expuestos en los capítulos de-
mo con cirrosis hepática. El riesgo de mortalidad
dicados específicamente a estas complicaciones.
y de complicaciones en estos pacientes es mayor
No obstante y a modo de glosario, merecen ser
y su magnitud depende de la gravedad de la en-
comentados algunos de los avances más signifi-
fermedad hepática, del procedimiento quirúrgico
cativos de las últimas décadas, por el impacto
y del tipo de anestesia. Las tablas 8 y 9 describen
que han tenido sobre la supervivencia de estos
los factores comúnmente asociados a un mayor
pacientes28-31:
riesgo y las contraindicaciones formales para la
❱❱ La detección precoz de la peritonitis bacteriana cirugía, respectivamente. Las intervenciones que
espontánea (infección espontánea del líquido requieren una laparotomía, incluyendo la colecis-
ascítico) mediante el análisis del líquido ascítico tectomía, la gastrectomía y la colectomía, así como
obtenido tras una paracentesis. La administra- la cirugía cardiovascular comportan, en general,
ción iv de cefalosporinas de 3.ª generación y peor pronóstico. Globalmente, la estimación del
la expansión plasmática con seroalbúmina han riesgo quirúrgico puede llevarse a cabo con una
mejorado de forma significativa el pronóstico de razonable aproximación mediante la clasificación
estos pacientes32. de Child-Pugh. Varios estudios cifran el riesgo de
mortalidad postoperatoria en un 10, 31 y 76% para
❱❱ El advenimiento de nuevos métodos farmaco- los pacientes pertenecientes a los estadios A, B y
lógicos y endoscópicos para el control y pre- C, respectivamente. Por otro lado, en los pacien-
vención de la hemorragia digestiva por varices tes con un grado A de Child, pero con hipertensión
esofágicas, incluyendo la colocación de bandas portal significativa, el riesgo de desarrollar ictericia,
elásticas, que logran interrumpir el flujo sanguí- ascitis o encefalopatía en el postoperatorio es alto.
neo a través de la variz29. El sistema de puntuación de MELD, un modelo es-
❱❱ El papel decisivo de nuevos métodos no quirúr- tadístico que permite predecir la supervivencia en
gicos para derivar la corriente sanguínea desde pacientes en diferentes estadios de la enfermedad,
el territorio portal hasta la circulación sistémica, ha demostrado una buena correlación con la clasi-
mediante la implantación de un shunt portosis- ficación de Child-Pugh, en la predicción de supervi-
témico transyugular (DPPI o TIPS). Este procedi- vencia, especialmente en situaciones de cirugía de
emergencia.
miento ha resultado eficaz, tanto para el rescate
de los pacientes con hemorragia digestiva no Existen excelentes revisiones acerca de las reco-
respondedores a los fármacos vasoactivos y al mendaciones a seguir para optimizar los resultados
tratamiento endoscópico, como para aquellos de la cirugía en los enfermos con cirrosis hepática
pacientes considerados de alto riesgo (Child B donde el lector puede ampliar la información. Estas
con hemorragia activa en el momento de la en- recomendaciones incluyen medidas para mejorar
doscopia y Child C)28. las condiciones hemocoagulativas (vit. K, plasma

889
Sección 6. Hígado

TABLA 8. Factores predictivos de morbimortalidad en los TABLA 9. Contraindicaciones a la cirugía electiva en


pacientes con cirrosis hepática sometidos a cirugía. pacientes con hepatopatía.

❱❱ Asociados al tipo de cirugía ❱❱ Hepatitis alcohólica aguda


• Abdominal ❱❱ Hepatitis viral aguda
a) Colecistectomía ❱❱ Cirrosis hepática (Child C)
b) Gastrectomía ❱❱ Hepatitis fulminante
c) Colectomía ❱❱ Hepatitis crónica grave
• Hepatectomía ❱❱ Alteración grave de la coagulación:
• Cirugía cardiaca • > 3 segundos a pesar tras administración de vit. K
• Cirugía de emergencia • Plaquetas < 50.000 mm3
❱❱ Asociados al tipo de paciente ❱❱ Complicaciones extrahepáticas:
• Ictericia • Insuficiencia renal aguda
• Ascitis • Cardiomiopatía
• Encefalopatía • Hipoxemia
• Infección
• Hipertensión portal avanzada Fuente: Friedman, LS. The risk of surgery in patients
• Child-Pugh BC with liver disease. Hepatology 1999;26-1617.
• Anemia
• Hipoxemia
• Hipoalbuminemia dental. El abuso de alcohol y la infección por el VHC
• Tiempo de protrombina (> 2,5“ por encima constituyen las causas más frecuentes en nuestro
del control que no se corrige tras vit. K iv). medio. La mayoría de las manifestaciones clínicas
y biológicas de esta enfermedad tienen su origen
en el deterioro progresivo de la función hepática y
en las consecuencias del shunt portosistémico aso-
fresco, factor VIIA recombinante), un tratamiento ciado a la hipertensión portal. El diagnóstico viene
agresivo de la ascitis (dado que aumenta el riesgo sugerido por el hallazgo de estigmas característicos
de dehiscencia de suturas y de eventración posto- en el examen físico, el descubrimiento de anoma-
peratoria), así como de los trastornos electrolíticos lías de laboratorio en el curso de una analítica ru-
y de la función renal. La presencia de hipokaliemia tinaria o por la aparición de signos de descompen-
y/o alcalosis metabólica, por ejemplo, aumentan sación de la enfermedad. Aunque el manejo de la
el riesgo de arritmias. Igualmente se aconseja un cirrosis y de sus complicaciones requiere de un me-
control estricto de todos los factores que pueden dio especializado, el médico de atención primaria
precipitar una encefalopatía hepática. Aunque la puede desempeñar un papel primordial, si conoce
cirugía, por sí misma, no representa un factor de los principios básicos que ayudan a prevenir y tratar
riesgo de hemorragia por hipertensión portal, se las complicaciones.
aconseja prudencia en la reposición de líquidos
para evitar una sobreexpansión plasmática exce- Bibliografía
siva. Finalmente, y puesto que los pacientes con
cirrosis hepática a menudo están malnutridos, se 1. Bosch J, D’Amico G, García-Pagán JC. Portal hy-
recomienda un soporte nutricional perioperatorio, pertension. En: Schiff ER, Sorrell MF, Maddrey
WC, eds. Schiff’s Diseases of The Liver. Lippin-
dado que éste reduce las complicaciones postope-
cott Williams & Wilkins. Philadelphia, 2002:
ratorias y la mortalidad a corto plazo33.
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Sección 6. Hígado

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892
61 Hemorragia digestiva
por hipertensión portal
Juan Carlos García Pagán, Jaume Bosch*
Laboratorio de Hemodinámica Hepática. Servicio de Hepatología. Hospital Clinic. Barcelona
**Unidad de Hepatología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Conocer la historia natural de las varices
La hemorragia por rotura de varices esofágicas esofagogástricas y la gastropatía de
es una complicación frecuente y grave de los pa- la hipertensión portal, su clasificación,
cientes con cirrosis hepática e hipertensión portal así como los factores de riesgo para el
(figura 1). Aproximadamente un 40-50% de los desarrollo de un episodio de hemorragia
pacientes con cirrosis presentan varices esofágicas digestiva.
en el momento del diagnóstico de su enfermedad
❱❱ Proporcionar recursos para el diagnóstico
y entre los que no las presentan se estima una in-
y manejo terapéutico de los pacientes con
cidencia anual de desarrollo de varices esofágicas
un episodio de hemorragia digestiva por
de un 5%. En pacientes con varices los factores que
hipertensión portal.
se han asociado con un mayor riesgo de presentar
un episodio de hemorragia por varices son: el ta- ❱❱ Conocer las alternativas terapéuticas para
maño de las mismas (cuanto más grandes, mayor la prevención primaria y secundaria de la
es el riesgo), la presencia de puntos rojos en su su- hemorragia variceal.
perficie (figura 2) (que probablemente representan
zonas adelgazadas de la pared) y el deterioro de la REFERENCIAS CLAVE
función hepática (evaluado por la clasificación de
1. Bosch J, D’Amico G, García-Pagán JC. Portal
Child-Pugh).
Hypertension and Nonsurgical management.
En la actualidad se acepta la necesidad de que En: Schiff ER, Sorrell MF, Maddrey WC, eds.
aquellos pacientes con varices esofágicas de tama- Diseases of the liver, 10.ª edition. Lippincott
ño mediano o grande o con signos rojos en su pared Williams & Wilkins, Philadelphia, 2007:419-
reciban un tratamiento específico para prevenir su 83. ISBN 13: 978-0-7817-6040-9. ISBN 10:
rotura. En aquellos pacientes con varices de peque- 7817-6040.
ño tamaño sin puntos rojos, la indicación del tra- 2. Bosch J, Abraldes JG, García-Pagán JC.
tamiento preventivo puede diferirse, aunque será Clinical manifestations and management of
preciso realizar gastroscopias de seguimiento cada bleeding episodes in cirrhotics. En: Rodés
1-2 años con la finalidad de evaluar el posible au- J, Benhamou J-P, Blei A, Reichen J, Rizzetto
mento de tamaño de las mismas e iniciar entonces M, eds. The Text-book of Hepatology: From
el tratamiento profiláctico. Los pacientes que no Basic Science to Clinical Practice. Blackwell
presentan varices esofágicas en la evaluación inicial Publishing. Malden, 2007:640-57. ISBN:
deben ser sometidos a un nuevo examen endoscó- 9781405127417.
pico cada 2-3 años1 (figura 3). 3. García-Pagán JC, Groszmann RJ, Bosch J.
Portal hipertensión. En: Weinstein WM,
Tratamiento ensayados para la Hawkey CJ, Bosch J, eds. Clinical Gastroen-
profilaxis de la primera hemorragia terology and hepatology. Elsevier Mosby,
2006:707-716. ISBN 0-323-02751-2.
El primer tratamiento profiláctico que se empleó
fue la anastomosis porto-cava. Sin embargo, a
pesar de prevenir eficazmente la hemorragia, la

H Í G A D O 893
Sección 6. Hígado

rompe cuando la tensión que se ejerce sobre sus


paredes sobrepasa un punto crítico, o punto de
rotura. La tensión de la pared variceal es directa-
mente proporcional a la presión y al tamaño de
la variz e inversamente proporcional al grosor de
su pared. Ello explica por qué las varices de gran
tamaño y con signos rojos tienen un mayor riesgo
de hemorragia.
El tratamiento farmacológico se basa en el con-
cepto de que el descenso prolongado de la pre-
sión portal, al reducir la presión variceal, reduce
el riesgo de hemorragia por rotura de varices
esofágicas. Este hecho se ha confirmado con la
Figura 1. Variz esofágica con hemorragia activa en chorro. observación de que en los pacientes con cirrosis
que reciben tratamiento farmacológico a largo
plazo, la aparición de eventos clínicos se relacio-
nan claramente con los cambios ocasionados en el
gradiente de presión portal (GPP). Así, varios estu-
dios han demostrado que cuando el tratamiento
farmacológico logra una reducción del GPP de al
menos un 20% de los valores basales, el riesgo de
recidiva disminuye de forma significativa (menor
de 10% a los 2 años). La respuesta del GPP es ópti-
ma cuando desciende a un valor similar o inferior a
12 mmHg, en cuyo caso el riesgo de hemorragia
por varices es prácticamente inexistente2,3.
Como en cualquier sistema vascular, la presión
portal y por ende la presión a nivel de las vari-
ces, es el resultado del producto entre el flujo
sanguíneo portal-colateral y la resistencia que los
vasos de la circulación hepática y colateral opo-
Figura 2. Puntos rojos sobre una variz esofágica. nen a este flujo. De acuerdo con la ley de Ohms,
el GPP = F x R, donde F corresponde al flujo san-
guíneo portal-colateral y R a la resistencia que el
anastomosis porto-cava no prolonga o incluso sistema portal-hepático opone a este flujo. Así, la
empeora la supervivencia y provoca una mayor presión portal puede reducirse disminuyendo el
incidencia de encefalopatía hepática por lo que su flujo sanguíneo portal-colateral (lo que se logra
empleo se ha abandonado completamente en la con fármacos vasoconstrictores), disminuyendo la
profilaxis primaria. resistencia vascular hepática (con fármacos vasodi-
De igual forma, se ha descartado completamente latadores), o por la combinación de ambos4.
el uso de la escleroterapia profiláctica, dado que El tratamiento farmacológico para prevenir la
el empleo de esta estrategia no previene, sino que hemorragia por varices está basado en el uso de
aumenta el riesgo de hemorragia, a la vez que dis- b-bloqueantes no selectivos como propranolol o
minuye la esperanza de vida. nadolol. La dosis necesaria debe ser individualiza-
da para cada paciente. La dosis inicial de propra-
b-bloqueantes en el tratamiento de nolol suele ser de 40 mg/día en dos tomas (depen-
la hipertensión portal diendo de la frecuencia cardiaca y de la presión
arterial del paciente, así como del grado de insu-
La teoría actualmente más aceptada para expli- ficiencia hepática). En general, se incrementa cada
car la rotura de las varices esofagogástricas es la 2-3 días hasta alcanzar la máxima dosis tolerada
“teoría de la explosión” según la cual la variz se (aparición de síntomas) llegando a un máximo de

894
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal

Paciente con cirrosis hepática

Fibrogastroscopia
Control
Control 2-3 años
1-2 años

Varices esofágicas No varices

Pequeñas < 5 mm Grandes > 5 mm


y/o signos rojos
¿?

Tratamiento farmacológico
con b-bloqueantes*

En contraindicaciones absolutas a los b-bloqueantes y/o efectos secundarios graves puede plantearse
ligadura endoscópica

Figura 3. Representación esquemática de la profilaxis primaria en pacientes con cirrosis hepática.

320 mg/día. El nadolol se administra una vez al día diabetes insulinodependiente son contraindicacio-
llegando a una dosis máxima de 240 mg/día. El ob- nes relativas. Respetando estas contraindicaciones,
jetivo de alcanzar una reducción del 25% de la fre- la tasa de efectos adversos, casi siempre leves, es
cuencia cardiaca basal cada vez es menos utilizado. escasa, apareciendo en cerca del 15% de los pa-
No obstante, habitualmente la frecuencia cardiaca cientes. Los más frecuentes son la fatiga muscular,
se intenta mantener por encima de 50 lpm ya que la disnea de esfuerzo, el insomnio, el cansancio
por debajo de estas cifras el tratamiento no suele muscular, la impotencia y la apatía. Muchos de es-
ser bien tolerado. tos efectos secundarios desaparecen disminuyen-
do la dosis de propranolol. Por este motivo, resulta
El tratamiento con propranolol o con nadolol redu-
esencial que el médico práctico haga una adecuada
ce la incidencia de hemorragia por rotura de vari-
monitorización e incluso una búsqueda intenciona-
ces esofágicas en todos los subgrupos de pacien-
da de estos posibles efectos adversos para ajustar
tes tratados (con y sin ascitis, con varices grandes,
las dosis y garantizar con ello un mejor cumplimien-
medianas o pequeñas y con buena o mala función
to terapéutico.
hepatocelular)5. El efecto beneficioso se limita al
periodo de administración por lo que una vez ini-
ciado el tratamiento, éste debe mantenerse indefi-
Ligadura endoscópica
nidamente. Las contraindicaciones se observan en La ligadura endoscópica consiste en la colocación
un 15% de los pacientes. Las más frecuentes son la de bandas elásticas sobre una variz que provocan
hiperreactividad bronquial, enfermedad pulmonar la isquemia, necrosis y cicatrización de la misma
obstructiva crónica, bloqueos aurículo-ventricula- (figura 4). Los estudios comparativos frente al
res, valvulopatías aórticas, claudicación intermiten- tratamiento con b-bloqueantes no cardioselecti-
te, y en psicosis graves. La bradicardia sinusal y la vos muestran que si bien la ligadura endoscópica

895
Sección 6. Hígado

se asocia a menor incidencia de hemorragia por do de presentar una recidiva hemorrágica (más del
varices, el coste es muy superior, no hay ninguna 60% de pacientes tras un seguimiento de 2 años)
mejora en la sobrevida y el tratamiento tiene un con una mortalidad del 20% aproximadamente. Por
mayor riesgo potencial, incluyendo complicaciones ello es indispensable que aquellos pacientes que
mortales (lo que no ocurre con el tratamiento far- sobreviven a un episodio de hemorragia por vari-
macológico). Asimismo, el seguimiento medio de ces inicien un tratamiento para prevenir la recidiva
los pacientes en estos estudios es insuficiente para antes de ser dados de alta del hospital. Las opcio-
valorar su eficacia a largo plazo. Por este motivo, se nes terapéuticas en la prevención de la hemorragia
recomienda restringir el tratamiento con ligadura a por varices son: los fármacos, las técnicas endoscó-
pacientes de muy alto riesgo o que no puedan reci- picas, la cirugía y la derivación portosistémica per-
bir el tratamiento farmacológico6. cutánea intrahepática (DPPI) más conocida por el
acrónimo anglosajón TIPS.
Un estudio reciente demuestra que carvedilol, un
b-bloqueante no cardioselectivo que reúne en la
misma molécula un efecto bloqueante a-adrenér-
Tratamiento farmacológico
gico, capaz de provocar un mayor descenso en la ❱❱ b-BLOQUEANTES
presión portal que el propranolol, resulta más
El tratamiento farmacológico para la prevención de
eficaz que la ligadura endoscópica en la profilaxis
la recidiva hemorrágica está basado, al igual que en
primaria. Este prometedor fármaco debe ser más
la profilaxis primaria, en la administración de b-blo-
ampliamente evaluado.
queantes no selectivos. Los mecanismos de acción,
En conclusión, los resultados de los estudios pu- dosificación, contraindicaciones, efectos adversos y
blicados hasta la actualidad señalan que los b- correlaciones clínico-hemodinámicas han sido des-
bloqueantes no selectivos constituyen la primera critos con detalle previamente. La eficacia de los
opción terapéutica ampliamente ensayada y acep- b-bloqueantes en la prevención de la recidiva he-
tada para la profilaxis primaria de la hemorragia morrágica está bien establecida. Los b-bloqueantes
por varices esofágicas. Solamente en aquellos pa- reducen la recidiva desde el 63% hasta el 42% y la
cientes con varices de gran tamaño, con riesgo muy mortalidad hasta el 20%7.
elevado de presentar un episodio hemorrágico, o
en aquellos que tengan contraindicaciones o intole- ❱❱ b-BLOQUEANTES + NITRATOS
rancia a los b-bloqueantes, la ligadura endoscópica La combinación de b-bloqueantes no selectivos con
de varices esofágicas podría constituir una alterna- 5-mononitrato de isosorbida ha mostrado una ma-
tiva (figura 3). yor eficacia clínica a la hora de prevenir la recidiva
hemorrágica que los b-bloqueantes administrados
Prevención de la recidiva hemorrágica de forma aislada8. Por ello, a pesar de que son ne-
Los pacientes que sobreviven al primer episodio de cesarios estudios más amplios, esta combinación
una hemorragia por varices tienen un riesgo eleva- terapéutica es considerada hoy en día como el tra-
tamiento farmacológico de elección para prevenir
la recidiva hemorrágica.

Tratamiento endoscópico
❱❱ Escleroterapia endoscópica
La escleroterapia endoscópica es útil en la preven-
ción de la recidiva hemorrágica7. La tasa de compli-
caciones asociadas a la escleroterapia oscila entre
las series y depende de la experiencia del endos-
copista. Son frecuentes complicaciones menores
como disfagia, dolor torácico retroesternal y fie-
bre. Las ulceraciones mucosas son muy frecuentes
(90%) y pueden causar hemorragia hasta en un 20%
de los pacientes. No obstante, la mayor eficacia de
la ligadura endoscópica ha desplazado a la esclero-
Figura 4. Banda elástica colocada sobre una variz esofágica.
terapia en la mayoría de los centros.

896
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal

Prevención recidiva hemorrágica

¿Tratamiento previo con b-bloqueantes para profilaxis primaria?


Sí No
Añadir tratamiento endoscópico b-bloqueantes ± 5 Mnls
(Preferentemente ligadura)
Mantener b-bloqueantes
Recidiva
Recidiva

Menor
Seguir ligadura + fármacos Mayor
(optimizando dosis e intervalos) TIPS/cirugía

Recidiva

Figura 5. Representación esquemática del tratamiento recomendado para la prevención de la recidiva hemorrágica.

❱❱ Ligadura endoscópica objetivo de reducir la incidencia de encefalopatía


portosistémica (EPS) y la insuficiencia hepática ha-
La ligadura con bandas es más eficaz en la pre-
bitual tras una anastomosis porto-cava, al preser-
vención de la recidiva hemorrágica ocasionando
var parcialmente del flujo hepático, reduciendo de
menos efectos adversos que la escleroterapia. Por
forma selectiva el flujo sanguíneo de las varices.
ello, la ligadura con bandas se ha convertido en el
tratamiento endoscópico de elección para prevenir Sin embargo, el análisis combinado de los estudios
la recidiva hemorrágica. Sin embargo, la incidencia que han comparado la APC con la AER no muestran
de reaparición de las varices tras la erradicación es diferencias significativas en la recidiva, en la mor-
significativamente mayor con la ligadura que con la talidad o en la incidencia de EPS crónica o recidi-
escleroterapia. vante10. Desde la introducción del TIPS y en espe-
cial desde la introducción de los nuevos stents de
Tratamiento combinado politetrafluoroetileno (PTFE), que como se describe
posteriormente han mejorado de forma notable la
La asociación de tratamiento farmacológico y en- eficacia del TIPS, la cirugía derivativa es utilizada en
doscópico (ligadura con bandas) consigue mejores un número escasos de centros y sólo en casos muy
resultados que la ligadura aislada, y es el tratamien- determinados.
to actualmente recomendado9.
Derivación portosistémica percutánea
Tratamento quirúrgico
intrahepática (DPPI)
La anastomosis porto-cava (APC) reduce drástica-
mente el riesgo de recidiva hemorrágica. Sin em- El TIPS es un procedimiento de radiología interven-
bargo, incrementa significativamente la incidencia cionista que, utilizando un acceso venoso yugular,
de encefalopatía portosistémica crónica o recu- crea una anastomosis porto-cava a través del pa-
rrente sin mejorar la supervivencia. La anastomo- rénquima hepático. No requiere laparotomía, es
sis espleno-renal distal (AER) fue diseñada con el menos invasivo y, por tanto, tiene una menor mor-

897
Sección 6. Hígado

bimortalidad que los tratamientos quirúrgicos, in- muy restrictiva en la transfusión de sangre. Actual-
cluso en pacientes críticos. Al igual que la cirugía, mente se recomienda transfusión para mantener
el TIPS ha demostrado una elevada eficacia en la un valor hematocrito entre el 21% y el 24% (hemo-
prevención de la recidiva hemorrágica (menor del globina entre 7 y 8 gdL), a menos que el paciente
20% tras un seguimiento de dos años). Por otro tenga una cardiopatía isquémica o presente una
lado, el TIPS logra una mejor protección de la re- hemorragia exanguinante. Se aconseja la perfusión
cidiva hemorrágica que las técnicas endoscópicas simultánea de expansores plasmáticos (coloides)
o farmacológicas11. Anteriormente, el principal para mantener una presión arterial sistólica supe-
problema del TIPS era la estenosis progresiva del rior a 90 mmHg, una frecuencia cardiaca inferior a
trayecto parenquimatoso o de la vena suprahepá- 100 lat/min y una presión venosa central por en-
tica por proliferación y fibrosis de la neoíntima que cima de 5 cm H2O. Una reposición excesiva de la
recubre la prótesis, lo que determina un aumento volemia puede agravar la hipertensión portal y re-
progresivo del gradiente de presión portal. La alta anudar la hemorragia si ésta se había detenido. No
posibilidad de disfunción obligaba a efectuar un es- existen evidencias de que transfundir plasma fresco
trecho seguimiento ecográfico, angiográfico y he- o concentrado de plaquetas mejore el pronóstico.
modinámico para detectar y tratar correctamente
esta complicación. Este problema se ha reducido Prevención de las complicaciones
enormemente con el uso de prótesis recubiertas Las principales complicaciones de la hemorragia
con PTFE (politetrafluoretileno)11,12. Sin embargo, por varices son: la neumonía por broncoaspira-
un problema todavía real y que comparte con la ción, la encefalopatía hepática, las infecciones por
cirugía derivativa, es que el TIPS favorece el desa- microrganismos de origen entérico y la alteración
rrollo de encefalopatía hepática. Por este motivo, de la función renal o del balance electrolítico, que
en la actualidad el TIPS únicamente está indicado a su vez puede precipitar o aumentar la presencia
en aquellos pacientes en los que han fallado los de ascitis.
tratamientos farmacológico y endoscópico en la
prevención de la recidiva. ❱❱ La broncoaspiración de sangre o contenido gás-
trico es especialmente frecuente en pacientes
Tratamiento del episodio agudo con encefalopatía hepática. La aspiración puede
ocurrir en cualquier momento, pero el riesgo
hemorrágico es mucho mayor durante una hematemesis, en
El tratamiento de los pacientes con hemorragia por el curso de la endoscopia, del taponamiento
varices esofágicas persigue tres objetivos: corregir esofágico con balón o durante la aplicación de
la hipovolemia, prevenir las complicaciones relacio- técnicas endoscópicas con fines terapéuticos.
nadas con la hemorragia y conseguir la hemosta- Para prevenir esta complicación es imprescin-
sia de la variz sangrante. Así, tras la estabilización dible proceder a la intubación orotraqueal en
hemodinámica del paciente es imprescindible la los pacientes comatosos y aspirar el contenido
realización de una endoscopia diagnóstica a fin de gástrico mediante la colocación de una sonda
determinar el origen de la hemorragia e iniciar el nasogástrica. La colocación de una sonda naso-
tratamiento específico dirigido a obtener la hemos- gástrica es una medida de uso no generalizado.
tasia. No obstante, nosotros creemos que su utiliza-
ción es extraordinariamente útil para controlar
Medidas generales la actividad de la hemorragia, lo que permite to-
mar de forma precoz decisiones de manejo del
Tratamiento de la hipovolemia
paciente, y además permite la administración
La reposición de la volemia requiere colocar un enteral de fármacos en pacientes comatosos y
catéter para medir la presión venosa central y una la aspiración de la sangre contenida en el estó-
cánula intravenosa de grueso calibre, que permita mago, lo que ayudará a prevenir y resolver la
la transfusión rápida si ésta es necesaria. Se debe encefalopatía hepática. Además, ningún estudio
contactar con el banco de sangre para que dis- ha demostrado que su colocación empeore o
ponga de 4 unidades de sangre o concentrado de reactive el episodio hemorrágico. Si se produce
hematíes, con pruebas cruzadas ya determinadas, una broncoaspiración, el paciente debe recibir
preparadas para ser transfundidas en cualquier de forma inmediata un tratamiento antibiótico
momento. Cada vez más se opta por una política adecuado.

898
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal

❱❱ La encefalopatía hepática es una complicación controlar la hemorragia en alrededor del 50-60%


frecuente tras un episodio de hemorragia en el de los enfermos pero no reduce la mortalidad.
enfermo cirrótico con hipertensión portal. La Sin embargo, en un 25% de los casos ocasiona
isquemia hepática secundaria a la propia hemo- complicaciones graves que obligan a suspender el
rragia, el aporte de elevadas concentraciones tratamiento (dolor abdominal, edema pulmonar,
de nitrógeno a la luz intestinal y la elevada inci- isquemia arterial en varios territorios, trastornos
dencia de infecciones constituyen claros facto- del ritmo cardiaco, ángor...). Se ha demostrado
res precipitantes Por este motivo está indicada que la adición de nitroglicerina, a la perfusión de
la administración profiláctica de lactulosa o lac- vasopresina, reduce la incidencia de efectos ad-
titol por la sonda nasogástrica y el empleo de versos y logra un mayor control de la hemorragia
enemas de limpieza. que la administración aislada de vasopresina. Es
❱❱ Las infecciones graves son complicaciones fre- por ello, que hoy en día se recomienda que, en
cuentes de la hemorragia digestiva en la cirrosis caso de usar vasopresina, ésta se utilice siempre
y pueden estar ya presentes en el momento del asociada a nitroglicerina. La nitroglicerina se ha
ingreso. Además de la neumonía por aspiración, administrado por diferentes vías (endovenosa, sub-
estos pacientes son propensos a desarrollar in- cutánea, transdérmica). La forma más cómoda de
fecciones sistémicas y peritonitis bacteriana es- administrar la nitroglicerina es mediante sistemas
pontánea debidas a microorganismos de origen transdérmicos de liberación continua (“parches” de
entérico. La administración oral de antibióticos nitroglicerina). En cualquier caso, en la actualidad
reduce de forma significativa la incidencia de existen mejores alternativas farmacológicas7.
bacteriemia por estos microorganismos, con- La terlipresina es un derivado sintético de la vaso-
tribuyendo con ello a una mejora en la super- presina (triglicil-lisin-vasopresina) de acción más
vivencia de estos pacientes. Se pueden usar prolongada. Ello permite su administración en for-
quinolonas por vía oral o antibióticos de amplio ma de bolus intravenosos repetidos. La terlipresina
espectro por vía intravenosa durante un mínimo se administra inicialmente a dosis de 2 mg cada 4 h,
de 5-7 días. Esta última opción es la más ade- hasta lograr un período de 24 horas libres de hemo-
cuada en pacientes con fallo hepático avanzado. rragia, reduciendo entonces la dosis a 1 mg/4 h has-
❱❱ La función renal debe mantenerse mediante ta completar 5 días de tratamiento. La terlipresina
una correcta reposición de fluidos y electroli- es efectiva controlando la hemorragia por varices,
tos (en lo posible deben evitarse las soluciones reduce la mortalidad, y es más sencilla de adminis-
salinas). En todos los casos es crucial evitar la trar, más efectiva y más segura que la vasopresina y
administración de fármacos nefrotóxicos, espe- similar en eficacia a la escleroterapia.
cialmente aminoglicósidos y antiinflamatorios
La somatostatina logra disminuir la presión portal y
no esteroideos.
el flujo portocolateral sin ocasionar efectos adver-
sos sobre la hemodinámica sistémica. Los estudios
Tratamiento específico que han comparado somatostatina frente a terli-
Tratamiento farmacológico presina o frente a escleroterapia han demostrado
que estas diferentes alternativas terapéuticas son
Los fármacos que se han utilizado en el tratamiento equivalentes en cuanto a la eficacia clínica. No obs-
agudo de la hemorragia por varices esofagogástri- tante, las complicaciones del tratamiento son me-
cas incluyen: la vasopresina administrada aislada- nores con somatostatina. Si bien, la forma habitual
mente o en asociación con nitroglicerina, la terli- de administración de la somatostatina consiste en
presina, la somatostatina y sus análogos sintéticos un bolus inicial de 250 mg seguido de una infusión
como el octreótido y más recientemente el vapreó-
continua de 250 mg/hora durante 5 días, esta for-
tido.
ma de administración es totalmente empírica. Se
La vasopresina se administra generalmente en for- ha demostrado que, en aquellos pacientes en los
ma de perfusión intravenosa continua. La dosis ini- que la endoscopia diagnóstica muestra hemorragia
cial es de 0,4 U/min, que puede aumentarse hasta activa (en forma de jet o babeo), la administración
0,6-0,8 U/min en caso necesario. Se recomienda de una dosis doble de somatostatina (500 mg/hora)
mantener la perfusión hasta 12-24 horas después logra un mejor control de la hemorragia en un por-
de conseguir la hemostasia. La vasopresina logra centaje significativamente más elevado de pacien-

899
Sección 6. Hígado

tes cuando se compara con aquellos que reciben la co lo antes posible, ante la sospecha de hemorragia
dosis estándar de 250 mg/hora13. de origen variceal. Dependiendo de la disponibili-
dad se puede utilizar terlipresina, somatostatina u
Dada su elevada eficacia y la falta de efectos se- octreótido, aunque las mayores evidencias de efec-
cundarios graves asociados a su administración, la tividad apoyan el uso de terlipresina. La endoscopia
terlipresina y la somatostatina son los fármacos de diagnóstica debería de realizarse lo antes posible y
elección en el tratamiento de la hemorragia por va- realizar un tratamiento endoscópico (preferente-
rices (figura 6). mente ligadura) si se confirma el origen variceal
Octreótido y Vapreótido: se trata de análogos cí- de la hemorragia. En caso de fracaso o recidiva
clicos sintéticos de la somatostatina con una vida precoz debe considerarse la posibilidad de aplicar
media más prolongada. Los estudios publicados una segunda sesión endoscopica de tratamiento.
hasta la actualidad han mostrado resultados dis- Si todavía no se logra el control deberá realizarse
cordantes. No obstante, de ellos se desprende que un tratamiento derivativo de rescate (preferente-
la administración de estos fármacos mejora la efi- mente TIPS utilizando prótesis recubiertas). Datos
cacia de las técnicas endoscópicas. Sin embargo, su recientes sugieren que el empleo inicial del TIPS
eficacia cuando se administran de forma aislada no para el control de la hemorragia y prevención pos-
es clara. La dosis de octreótido utilizada en los dife- terior de su recidiva mejora las expectativas de un
rentes estudios ha sido muy variable. Sin embargo, subgrupo de pacientes que presentan inicialmente
la dosis más utilizada es en forma de infusión endo- un alto riesgo de fracaso al tratamiento estándar
venosa continua a 50 mg/hora. El tiempo de admi- con fármacos vasoactivos y terapia endoscópica14.
nistración también ha sido muy variable, oscilando Así, en un grupo de pacientes de alto riesgo de fra-
entre 12 horas y 5 días. caso terapéutico definido por la presencia de un
grado de insuficiencia hepática C de Child (hasta 13
Tratamiento endoscópico puntos) o de un grado B asociado a la presencia de
La ligadura endoscópica es la técnica endoscópica hemorragia activa en el momento de la endoscopia
de elección por su menor riesgo y mayor eficacia diagnóstica, la implantación precoz de la DPPI (den-
que la escleroterapia. La primera sesión se efectúa tro de las 72 horas del ingreso hospitalario y en la
durante la endoscopia diagnóstica cuando el pa- mayoría de pacientes en las primeras 24 horas) se
asoció a un mejor control del episodio hemorrágico
ciente ya se encuentra con tratamiento farmacoló-
y, más importante aún, a una mayor supervivencia
gico. La segunda sesión suele efectuarse 2 semanas
frente al mismo cuando se comparó con otro grupo
después de la primera, con el objeto de prevenir
de pacientes que recibió el tratamiento estándar
recidivas precoces, cuya aparición, como se ha se-
convencional. Los pacientes que no pueden bene-
ñalado, es frecuente y comporta un mal pronóstico.
ficiarse de la implantación de un TIPS en su centro
En el caso de que la ligadura no sea técnicamente
de origen pueden beneficiarse de un taponamien-
posible, puede realizarse escleroterapia endoscó-
to con balón como procedimiento de rescate para
pica.
obtener una hemostasia transitoria, en tanto son
Las técnicas endoscópicas son eficaces en un eleva- trasladados a un centro con capacidad y experien-
do porcentaje de pacientes (80-90%) pero requie- cia en la técnica. Aquél no debe ser mantenido más
ren personal muy cualificado, pues pueden oca- allá de 24 h debido a la elevada probabilidad de
sionar numerosas complicaciones, especialmente complicaciones, incluyendo la necrosis de la pared
cuando se realizan en condiciones no óptimas. del esófago. La complicación más frecuente del ta-
Las más frecuentes son las úlceras esofágicas, que ponamiento es la bronconeumonía por aspiración;
pueden causar hemorragias y perforación del esó- de ahí que deba ser llevado a cabo por personal
fago, estenosis esofágica, sepsis y complicaciones adiestrado en este procedimiento, respetando ri-
respiratorias. La mortalidad de la técnica, en el tra- gurosamente las normas estandarizadas para su
tamiento urgente de la hemorragia, alcanza el 5%. utilización.
El tratamiento endoscópico es al menos tan efi-
caz como el farmacológico. Dado que tanto el uno
Varices gástricas
como el otro están lejos de controlar todas las he- La historia natural de las varices gástricas es mu-
morragias, la recomendación actual es la de com- cho menos conocida que la de la varices esofágicas.
binar tratamiento farmacológico y endoscópico en Ello es debido, en gran medida, a la confusión exis-
todos los pacientes. tente hasta hace poco tiempo en su clasificación y
El algoritmo terapéutico recomendado en pacien- nomenclatura. Actualmente las varices gástricas se
tes con un episodio de hemorragia por varices (fi- diferencian en aquellas que son la prolongación de
gura 6) consiste en iniciar tratamiento farmacológi- varices esofágicas y que se extienden por la curva-

900
61. Hemorragia digestiva por hipertensión portal

HDA por varices esofágicas

Esclerosis o ligadura endoscópica durante la exploración diagnóstica


(continuar durante 5 días de tratamiento farmacológico)

Control Fracaso
Considerar esclerosis
o ligadura de rescate

Control Fracaso
Tratamiento efectivo

TIPS/cirugía derivativa
de rescate

Figura 6. Algoritmo de actuación ante un episodio de hemorragia por varices esofágicas.

tura menor del esófago (varices esofagogástricas ción de realizar un TIPS o cirugía derivativa debe ser
tipo 1 o VEG1) o por la curvatura mayor (VEG2), más precoz que en el caso de las varices esofágicas.
de aquellas otras que no son continuación de las
esofágicas, sino que se encuentran aisladas en el Gastropatía de la hipertensión portal
fornix (varices gástricas aisladas tipo 1 o VG1) o La gastropatía de la hipertensión portal (GHP) es
bien en cualquier otra localización del estómago una lesión de la mucosa gástrica asociada de forma
(VG2)15. La importancia de esta clasificación radica característica a la hipertensión portal y que se ca-
en su diferente prevalencia y riesgo en el control de racteriza por la dilatación de los capilares y vénulas
la hemorragia. La prevalencia de varices gástricas de la mucosa y la submucosa gástricas, en ausencia
en pacientes con hipertensión portal es de aproxi- de fenómenos erosivos o inflamatorios. La única
madamente un 20% (14% VEG1, 4% VEG2, 2% VG1 manifestación clínica de la GHP en la cirrosis es la
o 2). Las varices gástricas representan la causa del hemorragia digestiva, que puede presentarse de
5-10% de todas las hemorragias por varices en pa- forma aguda en forma de hematemesis o melenas,
cientes con cirrosis. La incidencia de sangrado, así o de forma crónica con anemia por pérdidas he-
como la gravedad de la hemorragia y el grado de máticas ocultas por el tubo digestivo. La incidencia
dificultad para su control es superior en las vari- de hemorragia aguda por GHP es baja (menos del
ces VG1 y 2 que en las VEG1 o VEG2. En general 3% a los 3 años) y la de hemorragia crónica oscila
las VEG1 y VEG2 siguen esquemas de tratamiento entre el 10% y el 15% a los 3 años. En la hemorra-
semejantes a las varices esofágicas. No obstante, gia aguda por estas lesiones no hay un tratamien-
si bien la profilaxis primaria se establece con fár- to bien establecido, pero para la prevención de la
macos b-bloqueantes, el tratamiento del episodio recidiva hemorrágica, tanto aguda como crónica,
agudo o de la prevención de la recidiva de las VG1 el tratamiento profiláctico con propranolol es el
y 2 no está bien establecido. El tratamiento inicial de elección, asociado o no a ferroterapia16. Es po-
suele ser el farmacológico, añadiendo tratamiento sible que casos refractarios puedan mejorar con
endoscópico con adhesivos tisulares como el bucri- la administración de estrógenos y progestágenos.
lato en la endoscopia diagnóstica. Dado el mayor En algunas ocasiones se ha utilizado con éxito la
riesgo de fracaso del tratamiento médico, la indica- coagulación endoscópica con plasma de argón. Los

901
Sección 6. Hígado

ces. An analysis of data and prognostic factors


in 589 patients from four randomized clinical
trials. Franco-Italian Multicenter Study Group.
N Engl J Med 1991 May 30;324(22):1532-8.
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based approach. Semin Liver Dis 1999;19:475-
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8. Gournay J, Masliah C, Martin T, Perrin D, Gal-
miche JP. Isosorbide mononitrate and propra-
nolol compared with propranolol alone for the
prevention of variceal rebleeding. Hepatology
2000 Jun;31(6):1239-45.
Figura 7. Imagen endoscópica de gastropatía de la hiperten-
sión portal.
9. Lo GH, Lai KH, Cheng JS, Chen MH, Huang HC,
Hsu PI et al. Endoscopic variceal ligation plus
nadolol and sucralfate compared with ligation
alone for the prevention of variceal rebleeding:
antiácidos, los inhibidores de los receptores H2 y el a prospective, randomized trial. Hepatology
sucralfato carecen de utilidad en estos enfermos. 2000;32:461-5.
Una variante del síndrome la constituye el hallazgo 10. D’Amico G, Pagliaro L, Bosch J. The treatment
de lesiones similares en el colon (colopatía hiper- of portal hypertension: a meta-analytic review.
Hepatology 1995;22:332-54.
tensiva). En raras ocasiones estos pacientes presen-
11. Burroughs AK, Vangeli M. Transjugular intrahe-
tan hemorragias tan frecuentes y refractarias como patic portosystemic shunt versus endoscopic
para requerir una DPPI, que suele ser muy eficaz therapy: randomized trials for secondary pro-
controlando la hemorragia. Las lesiones de GHP de- phylaxis of variceal bleeding: an updated meta-
ben ser diferenciadas de la ectasia vascular antral, analysis. Scand J Gastroenterol 2002;37:249-
entidad bien diferenciada que puede aparecer en 52.
situaciones diferentes de la hipertensión portal. La 12. Bureau C, García-Pagán JC, Otal P, Pomier-
Layrargues G, Chabbert V, Cortez C et al.
manifestación clínica de la ectasia vascular antral es Improved clinical outcome using polytetra-
la hemorragia gastrointestinal y la importancia en fluoroethylene-coated stents for tips: Results
su reconocimiento y diferenciación de la GHP radi- of a randomized study. Gastroenterology
ca en que la ectasia vascular antral no responde a 2004;126:469-75.
los tratamientos utilizados en la GHP17. 13. Moitinho E, Planas R, Bañares R, Albillos A,
Ruiz-del-Árbol L, Gálvez C et al. Multicen-
ter randomized controlled trial comparing
Bibliografía different schedules of somatostatin in the
1. Bosch J, Abraldes JG, Berzigotti A, García-Pagán treatment of acute variceal bleeding. J Hepatol
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bleeding. Semin Liver Dis 2008;28:3-25. 14. García-Pagán JC, Caca K, Bureau C, Laleman W,
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gliaro L et al. Beta-adrenergic-antagonist drugs sal responses to intrahepatic portosystemic
in the prevention of gastrointestinal bleeding shunting in patients with cirrhosis. Gastroente-
in patients with cirrhosis and esophageal vari- rology 2000;118:905-11.

902
62 Ascitis y trastornos
de la función renal del enfermo
con cirrosis hepática
Mónica Guevara, Vicente Arroyo
Unidad de Hepatología. Hospital Clínic de Barcelona.
Universidad de Barcelona. IDIBAPS. Ciberhed. Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Conocer la fisiopatología de la formación
La ascitis es la complicación más común de la cirro- de la ascitis.
sis1 y se asocia con una supervivencia del 50% a los
❱❱ Conocer e identificar cronológicamente
3 años2. Varios estudios indican que los parámetros
los trastornos funcionales renales en el
que estiman la hemodinámica sistémica (presión
paciente con cirrosis.
arterial media, actividad renina plasmática) y la
función renal (excreción urinaria de sodio, concen- ❱❱ Establecer el tratamiento adecuado
tración plasmática de creatinina y de sodio) predi- de acuerdo con el trastorno funcional
cen mejor el pronóstico que aquellos que estiman identificado.
la función hepática3,4. Dentro de los trastornos de
función renal, el que aparece más precozmente es REFERENCIAS CLAVE
la retención de sodio, el cual juega un papel fun-
1. Schrier RW, Arroyo V, Bernardi M, Epstein
damental en la fisiopatología de la ascitis. La hipo- M, Henriksen JH, Rodés J. Peripheral arterial
natremia dilucional (concentración plasmática de vasodilatation hypothesis: a proposal
sodio inferior a 130 mEq/l) aparece más tardíamen- for the initiation of renal sodium and
te en el curso evolutivo de la cirrosis con ascitis. water retention in cirrhosis. Hepatology
Finalmente, cuando la enfermedad hepática está 1988;8:1151-1157.
muy avanzada, los pacientes desarrollan síndrome
2. Salerno F, Gerbes A, Ginès P, Wong F, Arro-
hepatorrenal.
yo V. Diagnosis, prevention and treatment
Formación de ascitis of hepatorenal syndrome in cirrhosis. Gut
2007;56:1310-8.
Desde hace más de 40 años se conoce que el desa- 3. European Association for the Study of the
rrollo de ascitis en la cirrosis ocurre en asociación Liver. EASL clinical practice guidelines on
con varios factores, entre los que destacan la hiper- the management of ascites, spontaneous
tensión portal sinusoidal y una disfunción circulato- bacterial peritonitis, and hepatorenal syn-
ria que conduce a una estimulación homeostática drome in cirrhosis. J Hepatol 2010;53:397-
de los sistemas vasoactivos endógenos (sistema 417.
renina-angiotensina-aldosterona, sistema nervioso
simpático y hormona antidiurética). Consecuencia
de este trastorno circulatorio es la retención renal microcirculación esplácnica como consecuencia de
de sodio y agua que se acumulan en la cavidad peri- la hipertensión portal y de la hipoalbuminemia.
toneal en forma de ascitis5. A lo largo del tiempo se Todo ello resulta en un incremento en la produc-
han ido formulando distintas teorías para explicar ción de linfa. Cuando la hipertensión portal es
la naturaleza de estos mecanismos. moderada, este proceso se compensa por un incre-
La hipótesis más antigua considera que el evento mento en el retorno linfático a través del conducto
inicial es la ruptura del equilibrio de Starling en la torácico (el flujo linfático normal es de 1 l/día, y

H Í G A D O 903
Sección 6. Hígado

oscila entre 5 y 20 l/día en pacientes con cirrosis ficiente para mantener la homeostasis circulatoria.
e hipertensión portal)6. Sin embargo, cuando la La presión arterial disminuye, dando lugar a la es-
hipertensión portal es de mayor magnitud, la for- timulación de barorreceptores y secundariamente
mación de linfa desborda la capacidad de absorción a un aumento de la actividad de los sistemas ner-
del conducto torácico, provocando la fuga de líqui- vioso simpático, renina-angiotensina-aldosterona
do del espacio intersticial a la cavidad abdominal y ADH. Todo ello provoca una retención renal de
y la consiguiente formación de ascitis. La salida de sodio y agua12. Esta hipótesis se sustenta en estu-
líquido del compartimento intravascular determi- dios que demuestran cómo el volumen sanguíneo
naría una disminución de la volemia y un deterioro del compartimento vascular central (circulación
secundario de la función renal. De acuerdo con esta cardiopulmonar y aorta), donde se encuentran los
hipótesis, el volumen plasmático y el gasto cardiaco barorreceptores de alta y baja presión, se encuen-
en la cirrosis deberían estar disminuidos y las resis- tra reducido en los pacientes cirróticos con ascitis
tencias vasculares periféricas aumentadas. pero no en los pacientes sin ascitis14. Finalmente,
el aumento de la presión hidrostática, debido a la
Posteriormente se propuso la teoría del hiperflujo
entrada masiva de sangre a alta presión en los ca-
al demostrar cómo en los pacientes cirróticos con
pilares del territorio esplácnico, determinaría la ex-
ascitis, contrariamente a lo que proponía la teoría
travasación del agua y sodio, retenidos por el riñón,
inicial, el volumen plasmático y el gasto cardiaco
en la cavidad peritoneal.
están elevados y las resistencias vasculares peri-
féricas disminuidas7. De acuerdo con esta teoría, El volumen de ascitis depende no sólo de la canti-
el evento inicial en la formación de ascitis es una dad de líquido que se incorpora de la circulación
retención primaria de sodio y agua8 como conse- esplácnica a la cavidad peritoneal, sino también de
cuencia de un reflejo hepatorrenal promovido por la velocidad de reabsorción de ascitis hacia el com-
la hipertensión portal9. La retención renal de sodio partimento intravascular. En este aspecto, debe
y agua provocaría una expansión de la volemia, subrayarse el papel que desempeñan los linfáticos
aumentando el gasto cardiaco. En consecuencia, en la superficie externa del diafragma. Estos vasos
las resistencias periféricas descenderían para aco- y el peritoneo diafragmático están especialmente
modar este aumento del gasto y el flujo sanguíneo preparados para reabsorber ascitis. De hecho, exis-
esplácnico aumentaría. De acuerdo con esta teoría, ten unos orificios (estomas) que conectan directa-
la alteración hemodinámica de la cirrosis sería con- mente la cavidad peritoneal con la luz de los capi-
secuencia y no causa de la retención renal de sodio. lares linfáticos terminales. Estos orificios permiten
La demostración de que la vasodilatación arterial la incorporación desde la cavidad peritoneal de
no es un fenómeno generalizado, como ocurriría si agua, proteínas y elementos formes. Sin embargo,
fuera secundaria a un aumento del gasto cardiaco, la capacidad de reabsorción de líquido ascítico es
sino localizado en el área esplácnica10 y que la pre- variable y oscila según los individuos entre 0,5 litros
sión arterial es baja y no alta como cabría esperar y 5 litros diarios, con un promedio de 1,4 litros15.
si la retención renal de sodio y agua fueran un fe- Ello explica, en parte, la respuesta variable al tra-
nómeno primario, determinaron que esta teoría tamiento diurético en los pacientes cirróticos con
pronto cayera en desuso. hipertensión portal y ascitis.
La hipótesis actualmente más aceptada sobre la
formación de la ascitis es la teoría de la vasodila-
Disfunción renal de la cirrosis
tación arterial periférica (figura 1). De acuerdo con Los trastornos más relevantes de la función renal
esta hipótesis, el evento inicial en la formación de en el enfermo cirrótico son tres:
ascitis es una vasodilatación arterial esplácnica
❱❱ Reducción en la capacidad de excreción de so-
secundaria a la hipertensión portal11 (ver capítulo
dio.
60). En las fases iniciales de la enfermedad, cuan-
do la ascitis aún no está presente, la homeostasis ❱❱ Disminución de la capacidad para excretar agua
circulatoria se mantiene por el desarrollo de una libre.
circulación hiperdinámica (volumen plasmático,
❱❱ Descenso de la perfusión renal y del filtrado glo-
gasto cardiaco y frecuencia cardiaca elevados). Sin
merular16.
embargo, a medida que la enfermedad progresa, la
vasodilatación arterial esplácnica se hace más in- El curso de estos trastornos es usualmente progre-
tensa y este mecanismo compensador resulta insu- sivo, exceptuando a los pacientes con cirrosis he-

904
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática

Figura 1.

Volumen Gasto cardiaco


arterial Hipovolemia
efectivo arterial Vasodilatación arterial
esplácnica
efectiva
Resistencia vascular
sistémica
Vasoconstricción
Extra-esplácnica
Grado de activación
de RAAS, SNS, ADH

Cirrosis Ascitis Tiempo


compensada
Hiponatremia
HRS tipo 2

pática alcohólica en los que la función renal puede Fase 1: Alteración del metabolismo
mejorar tras suprimir la ingesta enólica. La princi-
renal de sodio en la cirrosis
pal consecuencia de la retención renal de sodio es
la formación de ascitis. Esto ocurre cuando la ex-
compensada
creción urinaria de sodio es inferior al aporte del Cronológicamente, el primer trastorno de la fun-
mismo en la dieta17. Por lo que respecta al aclara- ción renal que ocurre en la cirrosis es una altera-
miento de agua libre, debe conocerse que la capa- ción del metabolismo renal de sodio. Esta altera-
cidad del riñón para excretar agua libre en sujetos ción puede ser detectada antes del desarrollo de
sanos es muy superior a la requerida para eliminar ascitis, cuando la enfermedad está aún compen-
sada. En esta fase de la enfermedad, los pacientes
el agua ingerida en una dieta estándar. De hecho,
presentan perfusión renal, filtrado glomerular y
el aclaramiento de agua libre en individuos sanos
aclaramiento de agua libre normales, siendo ca-
se aproxima a 10 ml/min (14 l/día). Un volumen de
paces de excretar el sodio ingerido en la dieta. Sin
agua de estas características sólo es ingerida por embargo, ya se detectan en esta fase anormalida-
pacientes con serios problemas psiquiátricos18. La des mínimas en la excreción renal de sodio23. Estos
hiponatremia dilucional (arbitrariamente defini- pacientes, por ejemplo, presentan una respuesta
da como sodio sérico menor de 130 mEq/l) es la natriurética reducida a la administración aguda de
consecuencia clínica de una disminución intensa una carga de sodio (infusión de solución salina) y
de la capacidad renal de excretar agua libre (usual- pueden no ser capaces de compensar la retención
mente por debajo de 1 ml/min)19. Finalmente, la de sodio inducida por mineralcorticoides24. Otra al-
principal consecuencia de la hipoperfusión renal teración relevante en esta fase de la enfermedad es
es el síndrome hepatorrenal (SHR), el cual ha sido una respuesta natriurética anormal a los cambios
arbitrariamente definido como un aumento de la posturales. Así, la excreción urinaria de sodio es
menor cuando el enfermo permanece en posición
concentración sérica de creatinina superior a 1,5
ortostática, pero aumenta con el decúbito supino
mg/dl. Como ya se ha mencionado, la retención de
cuando se compara con sujetos normales25. Estas
sodio, la hiponatremia dilucional y el SHR aparecen anormalidades se desarrollan en aquellos pacien-
cronológicamente en distintas etapas de la enfer- tes con mayor presión portal y resistencias perifé-
medad20-22 (figura 1). Por lo tanto, el curso clínico ricas más disminuidas, lo que indica una relación
de la cirrosis con ascitis puede ser dividido en fases con el deterioro de la función circulatoria25. El vo-
acorde con el inicio de cada una de las alteraciones lumen plasmático está aumentado12,25. El término
de la función renal. de cirrosis pre-ascítica ha sido usado para definir

905
Sección 6. Hígado

esta fase de la enfermedad aunque no existen evi- la retención de sodio9. Sin embargo, como ya se ha
dencias de que estos cambios antecedan a la for- comentado anteriormente, cualquier tipo de reten-
mación de ascitis en un corto espacio de tiempo. Es ción primaria de sodio (no relacionada con una dis-
posible que en muchos de estos casos la capacidad función circulatoria) llevaría aparejada un aumento
renal de excretar sodio esté justamente por encima de presión arterial. En cambio, la presión arterial en
de la ingesta de sodio, y que sean estos pacientes esta fase de la enfermedad es normal o baja.
los que desarrollan ascitis bien por un aumento de
la ingesta de sodio o por cualquier deterioro de la Fase 3: Estimulación de sistemas
hemodinámica sistémica propiciado por la adminis- vasoconstrictores endógenos
tración de fármacos vasodilatadores como nitritos
entre otros26.
e hiponatremia dilucional
Cuando la retención de sodio es intensa (excreción
Fase 2: Retención renal de sodio urinaria inferior a 10 mEq/día), la actividad renina
sin activación del sistema renina- plasmática y las concentraciones plasmáticas de
angiotensina-aldosterona aldosterona y norepinefrina están invariablemente
elevadas31. La aldosterona aumenta la reabsorción
y sistema nervioso simpático de sodio en los túbulos distal y colector. El siste-
Como resultado de la progresión de la enfermedad ma nervioso simpático estimula la reabsorción de
llega un momento en el que los pacientes son in- sodio en el túbulo proximal, asa de Henle y túbu-
capaces de excretar su ingesta regular de sodio. El lo distal32. Por tanto, la retención de sodio en es-
sodio es retenido junto con agua y el líquido se acu- tos pacientes es secundaria a un aumento de la
mula en la cavidad abdominal en forma de ascitis. reabsorción tubular de sodio a lo largo de toda la
La excreción urinaria de sodio, si bien reducida, es nefrona. El volumen plasmático, gasto cardiaco y
usualmente mayor a 10 mEq/día y en algunos casos resistencias vasculares periféricas no difieren de la
por encima de 50-90 mEq/día. A partir de este mo- fase previa. La disfunción circulatoria, sin embargo,
mento, un balance negativo de sodio, y, por tanto, es más intensa dado que requiere de la estimula-
la disminución de la ascitis, puede lograrse redu- ción del sistema nervioso simpático y del sistema
ciendo el contenido de sodio en la dieta27. La per- renina-angiotensina-aldosterona para mantener
fusión renal, el filtrado glomerular y la capacidad la homeostasis. La presión arterial en esta fase de
renal de excretar agua libre, así como la actividad la enfermedad depende de la activación de estos
renina plasmática y las concentraciones plasmáti- sistemas vasoconstrictores, y la administración de
cas de noradrenalina y ADH son todavía normales. drogas que interfieren con estos sistemas puede
La concentración plasmática de péptido natriuréti- precipitar hipotensión arterial intensa e insuficien-
co atrial, péptido natriurético cerebral y hormona cia renal. A pesar de que la angiotensina II, la nore-
natriurética están incrementadas en estos pacien- pinefrina y la ADH son potentes vasoconstrictores
tes, indicando que la retención de sodio no es debi- renales, la perfusión renal y el filtrado glomerular
da a una síntesis reducida de péptidos natriuréticos son normales o sólo ligeramente reducidos en esta
endógenos28. Se ha sugerido que la disfunción cir- fase ya que sus efectos en la circulación renal son
culatoria en esta fase, aunque si bien es mayor que antagonizados por mecanismos vasodilatadores
en la cirrosis sin ascitis, no es lo suficientemente in- intrarrenales, particularmente prostaglandinas,
tensa como para estimular la actividad del sistema cuya síntesis está aumentada en estos pacientes33.
nervioso simpático y del sistema renina-angiotensi- La cirrosis hepática es la enfermedad en la que la
na-aldosterona. Sin embargo, podría estimular fac- perfusión renal y el filtrado glomerular son más de-
tores antinatriuréticos aún desconocidos (renal o pendientes de una adecuada producción local de
extrarrenales) sumamente sensibles a cambios he- prostaglandinas. Cuando se inhibe la síntesis renal
modinámicos sistémicos29. Otra posibilidad es que de prostaglandinas, por ejemplo, tras la administra-
la retención de sodio en esta fase de la enfermedad ción de antiinflamatorios no esteroideos, estos pa-
fuera independiente de la disfunción circulatoria. cientes pueden desarrollar insuficiencia renal agu-
Así, se ha sugerido que existiría una hipersensibi- da34. Otros sistemas vasodilatadores involucrados
lidad a la acción tubular renal de la aldosterona y en el mantenimiento de la función renal en esta
catecolaminas30, una disminución en la síntesis de fase son el óxido nítrico35 y los péptidos natriuré-
un hipotético factor natriurético hepático, o la exis- ticos36. La capacidad renal de excretar agua libre se
tencia de reflejos hepatorrenales que promuevan encuentra reducida debido a la existencia de nive-

906
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática

les plasmáticos elevados de ADH37. Estos pacientes TABLA 1. Criterios diagnósticos de Síndrome Hepatorrenal
desarrollan hiponatremia dilucional en el contexto
de un aumento del volumen del líquido extracelular
evidenciado por la presencia de ascitis o edemas38. ❱❱ Cirrosis con ascitis.
La hiponatremia suele ser una complicación tardía ❱❱ Creatinina sérica >133 umol/ (1,5 mg/dl).
en la evolución de la cirrosis que ocurre cronoló- ❱❱ Falta de mejoría en la creatinina sérica (disminución
gicamente después del desarrollo de retención de hasta un valor de 133 umol/L o inferior, al menos
sodio y la aparición de ascitis y que se asocia a un dos días después de la suspensión de los diuréticos
y de la expansión con volumen. La dosis de volumen
mal pronóstico. En pacientes con cirrosis y ascitis, la
recomendada es 1 g/kg de peso de albúmina por día
prevalencia de la hiponatremia definida por un sodio hasta un volumen máximo de 100 g/día.
inferior a 130 mEq/l es del 21,6% y aumenta hasta
❱❱ Ausencia de shock.
un 49% si se eleva el punto de corte a 135 mEq/l39.
❱❱ No haber recibido tratamiento reciente con fárma-
Fase 4: Desarrollo de Síndrome cos neurotóxicos.

hepato-renal tipo II ❱❱ Ausencia de enfermedad parenquimatosa renal esti-


mado por proteinuria >500 mg/día, microhematuria
El SHR es una insuficiencia renal funcional secunda- (>50 glóbulos rojos por campo y/o ultrasonografía
ria a una vasoconstricción e hipoperfusión renal renal anormal).
intensas. Existen dos tipos de SHR. El SHR tipo II se
caracteriza por una insuficiencia renal moderada
(creatinina entre 1,5 y 2,5 mg/dl) que se mantiene Fase 5: Desarrollo de SHR tipo I
relativamente estable durante meses40, sin existir
El SHR tipo I se caracteriza por una insuficiencia renal
ninguna otra causa de insuficiencia renal (tabla 1).
rápidamente progresiva, definida como un aumento
El SHR tipo II se desarrolla en etapas muy avanza- del 100% en la creatinina hasta un nivel superior a
das de la cirrosis y es debido a un empeoramien- 2,5 g/dl en menos de dos semanas. A pesar de que el
to de la disfunción circulatoria. Los pacientes con SHR tipo I puede presentarse espontáneamente, fre-
SHR tipo II presentan niveles muy elevados de cuentemente aparece en estrecha relación cronoló-
renina, aldosterona, norepinefrina y ADH, hipo- gica con factores precipitantes tales como infección
tensión arterial importante y aumento de la fre- bacteriana, hepatitis aguda (isquémica, alcohólica,
cuencia cardiaca41. La resistencia vascular arterial tóxica o viral) sobreimpuesta a una cirrosis, proce-
en estos pacientes está incrementada no sólo en dimientos quirúrgicos mayores o sangrado gastroin-
los riñones, sino también en el cerebro, músculo testinal masivo47. El pronóstico de los enfermos con
SHR tipo I es extremadamente grave, con un 80% de
y piel42,43, indicando una vasoconstricción arterial
mortalidad en menos de dos semanas tras al inicio
generalizada para compensar la vasodilatación ar- del síndrome48,49. Los dos factores predictivos más
terial esplácnica. El SHR tipo II es probablemente importantes de SHR tipo I en la PBE son la presen-
debido a una sobreactivación extrema de los sis- cia de insuficiencia renal (creatinina superior a 1,5
temas vasoconstrictores endógenos, los cuales mg/dl) previa o en el momento de diagnóstico de la
sobrepasan a los mecanismos vasodilatadores in- infección, la insuficiencia hepática estimada por un
trarrenales. El grado de retención de sodio es muy aumento de la bilirrubina y una intensa respuesta in-
intenso. Estos pacientes muestran una filtración flamatoria intraabdominal, sugerida por la presencia
de sodio disminuida y una marcada reabsorción de elevadas concentraciones de polimorfonucleares
de sodio en el túbulo proximal44. El aporte de so- y citocinas en el líquido ascítico50,51.
dio a la nefrona distal (asa de Henle, túbulo distal
y túbulo colector), lugar de acción de los diuréti-
Tipos de ascitis
cos, es muy bajo45. Consecuentemente, la mayoría La ascitis en el paciente cirrótico se clasifica en 2
de estos pacientes no responden a los diuréticos grupos52:
y presentan ascitis refractaria. El aclaramiento de
agua libre también se encuentra muy disminuido Ascitis no complicada
y la mayoría de pacientes presentan hiponatre- Se divide en tres grados:
mia. El pronóstico del SHR tipo II es malo con una
supervivencia promedio después de su inicio del ❱❱ Grado I: ascitis de pequeño volumen que sólo
50% entre 6 y 8 meses46. se detecta por ecografía.

907
Sección 6. Hígado

❱❱ Grado II: ascitis moderada manifestada por dis- dio y administrando diuréticos sólo en el caso de
tensión asimétrica del abdomen. que desarrolle ascitis clínica.
❱❱ Grado III: ascitis importante con marcada dis-
tensión abdominal.
Ascitis grado II
Reposo en cama
Ascitis refractaria
Ha sido sugerido como medida inicial en los pacien-
Es la ascitis que no disminuye o que recidiva rápi- tes con ascitis moderada53. La posición en decúbito
damente (por ejemplo, tras paracentesis terapéu-
disminuye el grado de activación del sistema reni-
tica) a pesar del tratamiento diurético. Ocurre en
el 5-10% de los pacientes con ascitis, y se subdivide na-angiotensina-aldosterona. Sin embargo, no hay
en dos subgrupos: estudios clínicos que muestren que esta medida
mejore la eficacia del tratamiento médico.
❱❱ Ascitis resistente a los diuréticos: es la ascitis
que no puede ser eliminada o cuya recidiva no Restricción de sodio
puede ser evitada debido a una falta de res-
puesta a la restricción de la ingesta de sodio y
en la dieta
dosis máxima de diuréticos. La restricción de sodio consigue la desaparición
❱❱ Ascitis intratable: es la ascitis que no puede lenta de la ascitis en un 10 a 15% de los pacientes54.
ser eliminada o cuya recurrencia no puede ser La restricción debe ser moderada, siendo aconse-
evitada debido al desarrollo de complicaciones, jable una dieta con 90 mmol/día (2 g). Ello se con-
principalmente encefalopatía hepática, insufi- sigue evitando el consumo de alimentos salados
ciencia renal, hiponatremia e hiper o hipoka- y el uso de sal en la preparación de los alimentos.
lemia, inducidas por los propios diuréticos ha-
Dietas más estrictas son difíciles de cumplir y pue-
ciendo inviable el uso de dosis efectivas de estos
fármacos. den agravar la desnutrición que presentan estos
pacientes55.
■■ L a encefalopatía inducida por diuréticos con-
siste en el desarrollo de encefalopatía sin Diuréticos
ningún otro factor precipitante que el propio
tratamiento diurético. Existen estudios controlados en pacientes cirróticos
con ascitis que demuestran que la espironolactona
■■ L a insuficiencia renal inducida por diuréticos
se define como un aumento de la concen- es más eficaz que la furosemida en lograr un balan-
tración plasmática de creatinina superior al ce negativo de sodio y la desaparición de la ascitis56.
100%, por encima de 2 mg/dl, en pacientes La espironolactona constituye, por tanto, el diuré-
con ascitis que están respondiendo al trata- tico base en estos pacientes. Si se desea acelerar
miento diurético (aumento de la diuresis y la pérdida de ascitis, puede asociarse la adminis-
natriuresis y disminución del peso corporal). tración de furosemida57. Sin embargo, administrar
■■ La hiponatremia inducida por diuréticos furosemida de forma aislada no es aconsejable.
consiste en un descenso en la concentración Un elevado porcentaje de pacientes no responden
plasmática de sodio superior a 10 mEq/l has- cuando este diurético se administra de forma ais-
ta un nivel inferior a 125 mEq/l. lada. Por otra parte, puede dar lugar a hipopota-
■■ ipo o hiperkalemia inducida por diuréticos
H semia. La respuesta al tratamiento diurético debe
se definen como un descenso de la concen- ser controlada midiendo periódicamente el peso
tración plasmática de potasio por debajo de corporal (tabla 2). La medición de la excreción uri-
3 mEq/l o un aumento hasta niveles superio- naria de sodio es también un buen parámetro dado
res a 6 mEq/l, respectivamente, a pesar de que permite identificar pacientes que no pierden
usar medidas apropiadas para prevenirlas.
ascitis por incumplimiento de la dieta hiposódica.
Tratamiento del paciente cirrótico Estos pacientes no pierden peso tomando diuréti-
cos a pesar de tener excreciones urinarias de sodio
con ascitis muy superiores a 90 mmol/l58. En todos los casos
es aconsejable efectuar controles periódicos de la
Ascitis grado I función renal para detectar precozmente signos de
No requiere tratamiento específico. El paciente insuficiencia renal o alteraciones electrolíticas aso-
debe ser seguido restringiendo el contenido en so- ciadas al uso de diuréticos.

908
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática

TABLA 2. Esquema de tratamiento para la ascitis grado II


Edemas No edemas
Peso corporal 500 - 1000 g/día
Peso corporal 200 - 500 g/día

Retención de Retención Retención de Retención


sodio moderada intensa de sodio sodio moderada intensa de sodio


ESP Fur Esp Fur Esp Fur Esp Fur

100 40 200 40 100 — 200 —

200 80 300 80 200 — 200 —

300 120 400 120 200 40 300 80

400 160 400 160 300 80 400 120
400 120 400 160
400 160

Ascitis grado III TIPS


Paracentesis El shunt portocava percutáneo transyugular (Trans-
jugular inthahepatic portosystemic shunt; TIPS) es
La paracentesis evacuadora es el tratamiento de otro tratamiento efectivo para la ascitis refractaria.
elección para la ascitis grado III (figura 2). Una vez A través de la disminución de la presión portal, el
extraída la ascitis, los pacientes deben recibir diu- TIPS mejora los parámetros circulatorios y renales
réticos para prevenir la reacumulación de ascitis59. favoreciendo que los pacientes se mantengan sin
ascitis a pesar de ser tratados con dosis bajas de
La expansión plasmática es recomendada en todos diuréticos e incluso en ausencia de tratamiento
los pacientes tratados con paracentesis, incluyen- diurético (figura 3). El TIPS, sin embargo, presenta
do aquellos con edema periférico. La realización problemas significativos. El tratamiento con el TIPS
de paracentesis terapéutica sin expansión del vo- se asocia al desarrollo de encefalopatía hepática en
lumen plasmático se asocia a un deterioro de la un número significativo de pacientes. Hasta ahora
se han realizado 5 estudios aleatorizados compa-
hemodinámica sistémica en un alto porcentaje de
rando el TIPS con la paracentesis evacuadora en
pacientes y puede determinar la aparición de SHR. pacientes con ascitis refractaria61-65. Sin embargo,
Cuando el volumen de líquido ascítico extraído es la mayoría de estos estudios excluyeron pacientes
inferior a 5 litros pueden utilizarse expansores sin- con enfermedad hepática avanzada, estimada por
téticos. Sin embargo, en pacientes con ascitis de un aumento de la bilirrubina superior a 5 mg/dl,
más de 5 litros es conveniente utilizar albúmina a INR superior a 2, encefalopatía hepática superior a
2 o encefalopatía hepática persistente, entre otras.
dosis de 8 g por litro de ascitis extraída60. Por otro lado, algunos estudios incluyeron pacien-
tes con ascitis recurrente pero que no cumplían
Ascitis refractaria el criterio de refractaria. Finalmente, los estudios
muestran discrepancias respecto a diferencias en
Paracentesis evacuadora la supervivencia entre ambos tratamientos. Cinco
Al igual que en la ascitis tensa el tratamiento de la metaanálisis han evaluado el resultado de estos
estudios observando que la eficacia del TIPS en la
ascitis refractaria más recomendado consiste en prevención de la recurrencia de la ascitis es signi-
las paracentesis evacuadoras periódicas junto con ficativamente superior a la que se observa con la
expansión de albúmina. La administración de diu- paracentesis. Sin embargo, la frecuencia de EH es
réticos está indicada si se consigue una excreción mayor en los pacientes con el TIPS66-70. Respecto a
de sodio superior a 30 mEq/l tras la administración diferencias en la supervivencia, 3 metaanálisis no
observaron diferencia entre los 2 tratamientos66-68.
del tratamiento. El objetivo es retrasar las paracen-
uno observó una mejoría en la supervivencia en los
tesis evacuadoras. Los pacientes con ascitis refrac- pacientes tratados con TIPS69 y el otro un aumento
taria deben ser evaluados para realizar trasplante de la supervivencia libre de trasplante a favor del
hepático. TIPS70.

909
Sección 6. Hígado

que antagonizan de forma selectiva el receptor V2


de la AVP en los túbulos renales y, por tanto, inhi-
ben la reabsorción de agua. Estos agentes aumen-
tan la excreción renal de agua libre de solutos y son
útiles para mejorar la hiponatremia en los pacien-
tes con cirrosis u otras enfermedades asociadas
con retención de agua libre, como la insuficiencia
cardiaca congestiva o el síndrome de secreción in-
adecuada de AVP (SIADH)71.
Recientemente en USA la FDA (Food and Drug ad-
ministration) ha aprobado el uso de un antagonis-
Figura 2. ta V2 de la AVP, Tolvaptan, como tratamiento de
la hiponatremia grave en pacientes con cirrosis,
insuficiencia cardiaca y SIADH. En Europa sólo se
Basándose en estos datos las guías clínicas reco- ha autorizado su administración en pacientes con
miendan la paracentesis evacuadora como el tra- SIADH. Por ahora la recomendación es emplearlo
tamiento de elección en los pacientes con ascitis en pacientes ingresados con hiponatremia severa
refractaria (figura 2)52. Este tratamiento tiene el inferior a 125 mEq/l y administrarlo con mucho
inconveniente de que los pacientes requieren in- cuidado, sin buscar grandes aumentos del sodio.
gresos hospitalarios frecuentes para tratar episo- Los pacientes con cirrosis toleran bien los síntomas
dios repetidos de ascitis. Sin embargo, este proceso asociados a la hiponatremia y pueden ser tratados
puede ejecutarse con rapidez en un régimen de en forma lenta con el objetivo de alcanzar concen-
hospital de día. Cuando los pacientes no toleran traciones plasmáticas por encima de 130 mEq/l.
paracentesis frecuentes y especialmente en aque- El tratamiento debe iniciarse con dosis bajas de
llos con una función hepática no muy deteriorada 15 mg/día, seguidas de incrementos graduales.
estaría indicado el tratamiento con TIPS. También La concentración sérica de sodio debe controlarse
se ha sugerido que el tratamiento con TIPS estaría después de cualquier variación en la dosis y la du-
indicado en pacientes con hidrotórax de repetición, ración del tratamiento no debe de prolongarse más
ya que estos pacientes requieren repetidas toraco-
de 30 días. Finalmente, el tratamiento debería rea-
centesis que vienen gravadas por una mayor tasa
lizarse con el paciente hospitalizado, con el objetivo
de complicaciones que la paracentesis. A ello se
de disminuir los efectos adversos (sed, deshidrata-
suma la frecuencia con que son necesarias para ali-
ción, aumento brusco del sodio sérico, mielinolisis
viar la disnea, debida a la acumulación de líquido
pontina). Por último, es necesario realizar estudios
en la pleura.
de seguridad y eficacia a largo plazo en una serie
más amplia de pacientes con cirrosis72.
Hiponatremia dilucional
Restricción de líquidos Tratamiento del SHR tipo 1
El tratamiento convencional de la hiponatremia di- Vasoconstrictores y albúmina
lucional es la restricción de líquidos a 1-1,5 l/día. El
objetivo es conseguir un balance negativo de líqui- El tratamiento médico de elección en estos pacien-
dos para disminuir la hiponatremia. tes son los vasoconstrictores junto con la expansión
de volumen plasmático. Los vasoconstrictores se
En la práctica esta medida es difícil de realizar y se administran para revertir la vasodilatación arterial
ha observado que es eficaz en disminuir la progre- esplácnica y la expansión de volumen para mejorar
sión de la hiponatremia, pero que no es muy eficaz el volumen arterial efectivo y el gasto cardiaco. La
para producir un aumento en la concentración sé- administración de terlipresina (0,5-2 mg /4-6 h iv
rica de sodio. durante 7-14 días) junto con la administración de
Inhibidores del receptor V2 de la albúmina puede lograr una respuesta terapéutica
completa, definida por la reducción de la creatini-
hormona antidiurética
na sérica por debajo de 1,5 mg/dl, en el 40-50% de
El futuro del tratamiento de la hiponatremia dilu- los pacientes con SHR tipo-173,74. Esta mejoría de
cional en la cirrosis son los fármacos acuaréticos, la función renal ocurre en el contexto de una su-

910
62. Ascitis y trastornos de la función renal del enfermo con cirrosis hepática

TIPS
Dado que la hipertensión portal es el evento ini-
cial de la disfunción circulatoria en el cirrótico, la
disminución de la presión portal a través de una
anastomosis portocava es un método racional en
el tratamiento del SHR. Existen varios estudios
en series cortas de pacientes que demuestran la
normalización de la creatinina sérica en pacientes
con SHR tratados con shunt portocava quirúrgico
o TIPS80,81. Una limitación a considerar es la mala
función hepática que por lo general presentan es-
tos pacientes.
Figura 3.
Tratamiento de substitución renal
La información respecto a la eficacia del trata-
presión intensa de la actividad renina plasmática y
miento con diálisis en pacientes con SHR es esca-
de la concentración plasmática de noradrenalina,
sa. En la mayoría de estudios estos pacientes están
y un aumento de la presión arterial media. El tra- incluidos dentro del grupo de pacientes con insufi-
tamiento con terlipresina ha de mantenerse hasta ciencia renal y no es posible extraer conclusiones
conseguir un descenso de la creatinina sérica infe- claras respecto a la evolución y pronóstico82,83.
rior a 1,5 mg/dl o por un máximo de 15 días. La Respecto a los sistemas de diálisis con albumina
expansión de volumen se logra mediante la admi- (MARS o Prometheus) existen pocos estudios y los
nistración intravenosa de albúmina (1 g/kg de peso resultados no son concluyentes84,85. Por lo tanto,
durante el primer día, seguido de 20-40 g/día)73. La hasta ahora sólo deben utilizarse dentro del mar-
administración de albúmina debe interrumpirse si co de estudios de investigación.
la presión venosa central es superior a 18 cm de
Trasplante hepático
H2O. Otras pautas vasoconstrictoras como midro-
drina (un agonista a adrenérgico)75,76 asociada con El trasplante hepático es el tratamiento definiti-
albúmina iv y octreotide subcutáneo, y la norepine- vo del SHR. Sin embargo, se sabe que estos pa-
frina (0,5-3 mg/h) + albúmina iv han demostrado cientes tienen un pronóstico muy malo y que si
se trasplantan con insuficiencia renal se observa
ser efectivas en el tratamiento del SHR tipo I76-78.
un aumento importante de la morbi-mortalidad
Sin embargo, estos estudios han incluido pocos pa-
en el período precoz post-trasplante86. Por tanto,
cientes y estos resultados deberían confirmarse en debe iniciarse tratamiento médico con vasocons-
estudios aleatorizados comparándolos con la terli- trictores y albúmina para revertir el SHR antes de
presina y la albúmina. realizar el trasplante hepático. En este sentido,
Si bien los estudios que utilizaron terlipresina y al- un solo estudio ha evaluado las complicaciones y
supervivencia de pacientes con SHR tratados an-
búmina no observaron una diferencia clara en la
tes del trasplante. Este estudio observó que los
supervivencia, un metaanálisis publicado reciente-
pacientes tratados y trasplantados con creatinina
mente demostró un aumento de supervivencia en inferior a 1,5 mg/dl presentaban igual morbilidad
los pacientes que recibían este tratamiento79. Este y supervivencia al año comparado con un grupo
hecho está en relación con un aumento significativo de pacientes trasplantados sin insuficiencia renal
en la supervivencia que se observa en los pacientes apareados por el grado de insuficiencia hepática
que responden al tratamiento (superviencia media y edad87.
de 90 días). Finalmente, la incidencia de efectos is-
quémicos (enfermedad cardiaca isquémica o isque- Tratamiento del SHR tipo 2
mia arterial periférica) que requieren interrumpir el La principal complicación que presentan estos pa-
tratamiento es baja (5-15%) y los efectos adversos cientes es la ascitis refractaria, por tanto, deben
revierten con la supresión de la medicación. tratarse con paracentesis evacuadoras periódicas.

911
Sección 6. Hígado

No existen estudios evaluando el uso de fármacos 3. Fernández-Esparrach G, Sánchez-Fueyo A, Gi-


vasoconstrictores en estos pacientes. Sin embargo, nes P, Uriz J, Quinto L, Ventura PJ et al. A prog-
algunos estudios que incluyeron pacientes con SHR nostic model for predicting survival in cirrhosis
tipo 1 también incluyeron algunos estudios con with ascites. J Hepatol 2001;34:46-52.
SHR tipo 2 con una respuesta similar. Sin embargo, 4. Llach J, Gines P, Arroyo V, Rimola A, Tito L, Ba-
dalamenti S et al. Prognostic value of arterial
deberían diseñarse estudios de tratamiento que
pressure, endogenous vasoactive systems, and
incluyeran sólo a este grupo de pacientes. El tras- renal function in cirrhotic patients admitted to
plante hepático es el tratamiento definitivo y todos the hospital for the treatment of ascites. Gas-
los pacientes con SHR tipo 2 deben evaluarse como troenterology 1988;94:482-7.
candidatos para el trasplante. 5. Eisenmenger WJ. Role of sodium in the forma-
tion and control of ascites in patients with cirr-
Prevención del SHR hosis. Ann Intern Med 1952;37:261-72.
6. Witte MH, Witte CL, Dumont AE. Progress in
Pocos estudios han evaluado la prevención del de- liver disease: physiological factors involved in
sarrollo del SHR. Sin embargo, se ha observado que the causation of cirrhotic ascites. Gastroente-
el SHR puede prevenirse en 3 situaciones clínicas rology 1971;61:742-50.
bien definidas. El primer estudio hace referencia a 7. Maddrey WC, Boyer JL, Sen NN, Thomas J,
los pacientes con PBE. En estos casos, la adminis- Basu AK, Iber FL. Plasma volume expansion
tración de albúmina (1,5 g/kg iv en el momento del in portal hypertension. Johns Hopkins Med J
diagnóstico de la infección y 1 g/k/h iv 48 h después) 1969;125:171-83.
redujo la incidencia de disfunción circulatoria y SHR 8. Lieberman FL, Denison EK, Reynolds TB. Rela-
tipo-1 (10% de incidencia de SHR en pacientes que tionship of Plasma Volume, Portal Hyperten-
recibieron albúmina vs 33% en el grupo control). La sion, Ascites, and Renal Sodium Retention in
Cirrhosis-Overflow Theory of Ascites Forma-
mortalidad hospitalaria (10% vs 29%) y a los 3 me-
tion 3. Annals of the New York Academy of
ses (22 vs 41%) fue asimismo inferior en el grupo Sciences 1970;170:202-&.
que recibió albúmina50. El segundo caso se refiere 9. Kostreva DR, Castaner A, Kampine JP. Reflex
a los pacientes con hepatitis alcohólica grave. En effects of hepatic baroreceptors on renal and
estos pacientes, la administración de pentoxifilina cardiac sympathetic nerve activity. Am J Physiol
(un inhibidor del factor de necrosis tumoral) a dosis 1980;238:R390-R394.
de 400 mg 3 veces al día redujo la incidencia de SHR 10. Vorobioff J, Bredfeldt J, Groszmann R. Hy-
(8% en el grupo de pentoxifilina vs 35% en el grupo perdynamic circulation in portal-hypertensive
control) y la mortalidad hospitalaria (24% vs 46% rat model: a primary factor for maintenance
respectivamente)88. En un estudio reciente, el tra- of chronic portal hypertension. Am J Physiol
tamiento de la hepatitis alcohólica con pentoxifilina 1983;244:G52-G57.
no se asoció a una mejoría en la supervivencia, sin 11. Schrier RW, Arroyo V, Bernardi M, Epstein M,
Henriksen JH, Rodes J. Peripheral arterial va-
embargo, hubo una disminución en la incidencia de
sodilation hypothesis: a proposal for the ini-
complicaciones incluyendo el desarrollo de SHR en tiation of renal sodium and water retention in
los pacientes que recibieron el tratamiento89. Final- cirrhosis. Hepatology 1988;8:1151-7.
mente, el tercer estudio demuestra que la profilaxis 12. Bernardi M, Trevisani F, Santini C, Zoli G, Baral-
con antibióticos en pacientes con insuficiencia he- dini M, Ligabue A et al. Plasma norepinephri-
pática severa o insuficiencia renal previene el desa- ne, weak neurotransmitters, and renin activity
rrollo de SHR90. during active tilting in liver cirrhosis: relations-
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Sección 6. Hígado

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Sección 6. Hígado

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916
63 Encefalopatía hepática
Luis Cortés1, Juan Córdoba2
1

2
Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca
Servei de Medicina Interna-Hepatología, Hospital Vall d’Hebron, Universitat Autònoma de Barcelona y
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD)

Introducción Objetivos de este capítulo


❱❱ Identificar las manifestaciones clínicas de
La encefalopatía hepática (EH) es un síndrome
la encefalopatía hepática así como sus
neuropsiquiátrico potencialmente reversible que principales desencadenantes del episodio
afecta primordialmente a pacientes con hepatopa- de encefalopatía hepática.
tía crónica avanzada y/o a pacientes que presentan
shunts o colaterales portosistémicas significativas. ❱❱ Diseñar una estrategia diagnóstica racional
El diagnóstico puede realizarse una vez excluida de esta complicación de la cirrosis hepática
cualquier otra patología neurológica potencial que así como un diagnóstico diferencial
justificara dicha encefalopatía1. Esta entidad se va apropiado.
a caracterizar por una serie de manifestaciones clí- ❱❱ Conocer las medidas terapéuticas actuales
nicas derivadas tanto del déficit de atención como de la encefalopatía hepática.
del deterioro cognitivo, que puede manifestarse
en diferentes grados de intensidad, pudiendo tam-
REFERENCIAS CLAVE
bién producirse una alteración en la personalidad e
intelecto de la persona afecta2. Todas estas mani- 1. Ferenci P, Lockwood A, Mullen K, Tarter R,
festaciones van a ser consecuencia de los efectos Weissenborn K, Blei AT. Hepatic encephalo-
neurotóxicos de sustancias nocivas que se acumu- pathy-definition, nomenclature, diagnosis,
lan en el torrente circulatorio debido a la presencia and quantification: final report of the wor-
de shunts o colaterales portosistémicos, o lo que es king party at the 11th World Congresses of
más frecuente, de la pérdida de la función meta- Gastroenterology, Vienna, 1998. Hepatolo-
bólica hepática secundaria a una importante reduc- gy 2002;35(3):716-21.
ción del parénquima hepático, ya sea aguda como 2. Bajaj JS. Review article: the modern mana-
en las hepatitis fulminantes, o crónica como sucede gement of hepatic encephalopathy. Aliment
en la cirrosis hepática, entidad que a su vez suele Pharmacol Ther 2010; 31:537-547.
asociarse con el desarrollo de circulación colateral 3. Córdoba J. New assessment of hepatic
que deriva sangre portal a la circulación sistémica. encephalopathy. J Hepatol 2011;54(5):
Aunque la verdadera incidencia y prevalencia de EH 1030-40.
es difícil de establecer por diferentes motivos (estu-
dios escasos, diferentes etiologías y formas clínicas,
etc.), la mayor parte de los pacientes con cirrosis
van a desarrollar algún grado de EH a lo largo de su La aparición de EH comporta un deterioro de la
vida, de tal forma que el 30-45% de los pacientes ci- calidad de vida relacionada con la salud y un peor
rróticos presentan un episodio de EH clínica, calcu- pronóstico en la evolución de la enfermedad5,6 pro-
lándose un riesgo anual de un 20%1. En los pacien- duciendo una gran repercusión tanto a nivel de la
tes portadores de TIPS (transjugular intrahepatic
vida familiar del paciente, como en la sociedad.
portosystemic shunt) dicho porcentaje puede variar
entre el 10% y el 50%4. Finalmente la presencia de Asimismo, formas aparentemente menores de EH
encefalopatía hepática minima (EHM), un subtipo (EHM) se asocian a un mayor riesgo de accidentes
de EH como veremos más adelante, puede afectar (traumatismos y caídas, afectación de la capacidad
entre el 20% y el 80% de los pacientes con hepato- de conducir), con la consiguiente dificultad para
patía crónica avanzada. compatibilizar la vida laboral y social del paciente.

H Í G A D O 917
Sección 6. Hígado

Todas estas circunstancias van a implicar un eleva- nas desde la circulación portal a la sistémica debido
do consumo de recursos sanitarios destinados al a la existencias de derivaciones circulatorias (arti-
tratamiento y prevención de la EH. ficiales, congénitas o espontáneas) que evitan el
paso intermedio del hígado. La EH tipo C es el tipo
de EH más común y se asocia a la presencia de una
Nomenclatura cirrosis hepática que puede acompañarse o no de
La heterogeneidad y variabilidad de la etiología y shunts o colaterales portosistémicos8.
de las diferentes formas clínicas que puede adoptar
Por otro lado, la EH tipo B y tipo C puede subdi-
la EH motivaron el desarrollo de una nomenclatu-
vidirse en tres categorías en función del modo de
ra estandarizada para optimizar el diagnóstico y
presentación, diferenciando entre forma episódi-
el tratamiento de estos pacientes. Esta estandari-
ca, persistente y mínima (figura 1). Los pacientes
zación contribuye a un mejor conocimiento de los
que desarrollan una EH episódica se caracterizan
mecanismos fisiopatológicos y abre las puertas a la
porque las alteraciones clínicas y cognitivas no se
posibilidad de realizar ensayos clínicos para evaluar
mantienen a lo largo del tiempo, de tal forma que
nuevos fármacos a incorporar al arsenal terapéuti-
el estado mental basal se recupera una vez resuelto
co. Dicha estandarización fue realizada por un gru-
el episodio de EH. Esta es la forma más frecuente
po de trabajo en 19981 y permite definir tres tipos
de EH y suele estar relacionada con la existencia de
de EH de acuerdo con el origen de la hepatopatía,
factores precipitantes o favorecedores en cuyo caso
la duración del cuadro y el tipo de manifestaciones
hablaremos de EH episódica precipitada, reservan-
neurológicas asociadas (tabla 1).
do el término de EH episódica espontánea para los
La EH tipo A se produce como consecuencia de casos en los que no se identifican estos factores.
una insuficiencia hepática aguda en el seno de una El término de EH recurrente se reserva para aque-
hepatitis fulminante. Está asociada con una alta llos pacientes que presentan dos episodios de EH
tasa de mortalidad debido al desarrollo de hernia- episódica en un año, independientemente de que
ción cerebral e hipoxia secundarias a un aumento existan o no factores desencadenantes1. Cuando las
de la presión intracraneal motivada por el edema alteraciones neuropsiquiátricas de la EH no remiten
cerebral. Las causas más frecuentes de este tipo completamente fluctuando entre diferentes niveles
de EH suelen ser las hepatitis virales y las tóxicas- de conciencia, se considera que el enfermo padece
medicamentosas, especialmente por paracetamol una EH persistente leve o grave según la graduación
en la población anglosajona. Un segundo tipo de de la escala de West-Haven y el grado de depen-
EH, denominada EH tipo B, se asocia a la existencia dencia que origina. Aunque no existe un consenso
de bypass portosistémicos sin evidencia alguna de respecto al número de días necesarios parece razo-
enfermedad hepática. El mecanismo por el cual se nable esperar un tiempo de 28 días8 para estable-
desarrolla dicha EH se debe al paso de neurotoxi- cer la existencia de una EH persistente. En el caso

TABLA 1. Nomenclatura estandarizada de la encefalopatía hepática. Adaptado de Ferenci et al. 1

Tipo Descripción Categoría Subcategoría

Tipo A EH asociada a insuficiencia hepática aguda –– ––

Tipo B EH asociada a bypass portosistémicos Episódica Espontánea


sin enfermedad hepática subyacente Precipitada
Recurrente

Tipo C EH asociada con cirrosis e hipertensión portal Persistente Leve


o colaterales portosistémicos Grave
Dependiente del
tratamiento

Mínima ––

918
63. Encefalopatía hepática

4 4 4
Grado EH (West-Havent)
3 3 3
2 2 2
1 1 1

0 0 0
Días - meses Días - meses Días - meses
EH episódica EH episódica EH mínima

Figura 1. Tipos de EH según nivel de detección clínica (mostrado en líneas discontinuas en las figuras). Adaptado de Bajaj JS 9.

de que dichos episodios de EH persistente depen- de lesiones neuronales. Una descripción exhaustiva
dan de la suspensión del tratamiento hablaremos de la multitud teorías existentes y de su compleji-
de EH dependiente del tratamiento. dad escapa al ámbito editorial de esta obra. La figu-
ra 2 muestra una propuesta de interrelación entre
La encefalopatía hepática mínima (EHM) es un
los diferentes mecanismos patogénicos implicados.
categorización de la EH tipo B o C (pacientes con
shunts colaterales portosistémicos o cirrosis) que Entre las diferentes hipótesis formuladas, la más
se caracteriza por la existencia de un deterioro aceptada es aquella que implica al amoniaco (NH3)
cognitivo leve en pacientes que presentan un nivel como piedra angular en el desarrollo de este tras-
de conciencia normal, por lo que son difícilmente torno. El NH3 proviene, en su mayor parte, del
identificables ya que la exploración física y la histo- metabolismo bacteriano de las proteínas y de la
ria clínica no revelan alteraciones. Para su diagnós- glutamina contenidas en el tracto digestivo inferior
tico se precisa de la realización de test neuropsico- y en menor proporción del metabolismo del riñón
métricos o neurofisiológicos apropiados, así como y músculo esquelético. En condiciones normales
de la exclusión de otras enfermedades que pudie- el NH3 circulante es conducido al hígado donde se
ran ocasionar dicho trastorno cognitivo10. Se estima transforma en urea excretándose a través de la ori-
que la prevalencia de la EHM es especialmente ele- na y las heces. En los pacientes con EH (bien sea
vada entre los pacientes con hepatopatía avanzada por insuficiencia hepatocelular o por la presencia
(Child-Pugh B-C), pudiendo oscilar entre el 22% y de shunts) el NH3 circulante no es adecuadamente
74% en función de los test y los puntos de corte detoxificado, lo que conduce a un incremento de
utilizados10,11. La presencia de una EHM conlleva su concentración plasmática en la mayoría de los
una importante afectación en diferentes esferas de pacientes cirróticos. En presencia de un pH alcalino,
la vida cotidiana incluyendo un déficit de atención el amoniaco en exceso atraviesa la barrera hemato-
y un deterioro de habilidades psicomotoras tales encefálica provocando un conjunto de alteraciones
como la capacidad para conducir vehículos7. Final- estructurales y funcionales que explican la mayoría
mente es necesario destacar que los pacientes con
de las manifestaciones clínicas de la EH13.
EHM desarrollan más frecuentemente episodios de
EH respecto a aquellos pacientes que no presentan El mecanismo por el cual se producen dichas alte-
este trastorno12. raciones hay que buscarlo en el metabolismo ce-
rebral del NH3, dependiente en su mayor parte de
la enzima glutamino-sintetasa, enzima presente en
Patogenia los astrocitos encargada de sintetizar glutamina a
Se han descrito múltiples etiologías y mecanismos partir de glutamato y amonio. El acúmulo de gluta-
fisiopatológicos involucrados en el desarrollo de EH mina conduce a un desequilibrio osmótico que ge-
estableciéndose diversas hipótesis que comparten nera un edematización de los astrocitos14, desenca-
el origen metabólico de esta entidad y la ausencia denando múltiples mecanismos que podrían estar

919
Sección 6. Hígado

Incremento de permeabilidad de la
Patogenia de la encefalopatía hepática
barrera hematoencefálica

Insuficiencia
Hiperamoniemia
hepática
Shunting ¿Aminoácidos aromáticos?
¿Benzodiazepinas endógenas?
¿GABA? • Edematización de astrocitos
• Alteración de neurotransmisión
• Acúmulo de manganeso
Alteración metabolidsmo del
oxígeno y glucosa cerebral

Degradación Translocación
productos bacteriana
nitrogenados en
tracto digestivo

Figura 2. Patogenia de la encefalopatía hepática.

implicados en la patogénesis de la EH (activación Finalmente entre las diversas teorías existentes


de reguladores extracelulares de protein-kinasas, debe subrayarse la implicación de la microbiota in-
fosforilación proteica, producción de neuroesteroi- testinal, no solo como generadora de NH3 tal como
des, etc.). Las alteraciones funcionales incluyen las se ha mencionado, sino como responsable de una
anomalías en el metabolismo del oxígeno y glucosa respuesta inflamatoria sistémica favorecida por la
en el cerebro, así como alteraciones en la perfusión translocación bacteriana propiciada por el aumen-
to de la permeabilidad intestinal de los cirróticos13.
sanguínea cerebral que reflejan una alteración de
la actividad neuronal.
Manifestaciones clínicas y factores
La hipótesis del GABA o de las benzodiacepinas en-
dógenas sostiene que existe un aumento de neuro- precipitantes de la EH
transmisores del sistema neuroinhibidor gabaérgico, Las manifestaciones clínicas de la EH se caracteri-
ya sea por acción directa del ácido g-aminobutírico zan por ser muy heterogéneas y oscilantes, pudien-
(GABA) o bien por benzodiacepinas endógenas, ya do abarcar desde cambios poco aparentes, como la
que algunos estudios han detectado un incremento alteración del ritmo del sueño o déficits de la aten-
de receptores benzodiazepínicos tanto a nivel cere- ción, hasta situaciones de coma hepático. Por este
bral como periférico, demostrándose en animales motivo han surgido diversas escalas para la valora-
ción clínica de los grados de EH, siendo los criterios
de experimentación y en pacientes sometidos a
de West-Haven los más ampliamente utilizados en
una derivación portosistémica. Estos hallazgos po-
la práctica clínica (tabla 2). No obstante debemos
drían explicar la hipersensibilidad de los pacientes tener en cuenta que estos criterios dependen, en
con hepatopatía avanzada frente al efecto sedante gran medida, de la subjetividad del clínico, espe-
de las benzodiazepinas, así como la respuesta tera- cialmente en los grados más bajos de West-Haven
péutica favorable a los antagonistas de los recepto- (1 y 2), requiriendo por lo tanto una evaluación
res benzodiazepínicos como el flumazenilo que se neuropsicológica más explícita. En los últimos años
observa en algunos pacientes con EH15. se han publicado otras escalas como CHESS (Clini-

920
63. Encefalopatía hepática

TABLA 2. Criterios de West-Haven para la EH

Grados Nivel de conciencia Hallazgos clínicos Hallazgos neurológicos

0 Normal Ninguno Ninguno (valorar EHM)


1 Confusión leve Cambio de humor, conducta inapropiada, Temblor o asterixis leve
déficit de atención, dificultad para elaborar
ideas, irritabilidad, alteraciones del ciclo
sueño/vigilia
2 Letargia Desorientación temporal, gran dificultad para Asterixis manifiesta,
practicar tareas mentales, cambio marcado dificultad para hablar
de la personalidad
3 Estupor Imposibilidad de realizar tareas mentales, Rigidez muscular y
desorientación en tiempo y espacio, amnesia, clonus, hiperreflexia
habla ininteligible, agitación psicomotriz
4 Coma Coma Postura descerebración

cal Hepatic Encephalophaty Staging Scale)16 o HESA del ciclo sueño/vigilia. A medida que el cuadro
(Hepatic Encephalopathy Scaling Algorithm)17 que progresa, el paciente sufre una desconexión de
intentan solventar la variabilidad interobservador. su entorno vital y tiene una dificultad de expre-
En el momento actual su empleo se restringe fun- sión que le impide mantener una conversación
damentalmente al ámbito de ensayos clínicos. coherente. En fases más avanzadas el paciente
puede presentar agitación psicomotriz y deli-
Los pacientes con clínica manifiesta de EH van a
rios.
presentar diferente sintomatología que podemos
agrupar en tres clases: la alteración del nivel de ❱❱ Estas manifestaciones clínicas pueden acompa-
conciencia, los síntomas neuropsiquiátricos y los ñarse de signos neuromusculares entre los cua-
signos neuromusculares. les destaca la existencia de una hiperreflexia,
la posible aparición del signo de Babinski en
❱❱ Las alteraciones del nivel de conciencia pueden
situaciones de coma y la presencia de asterixis
progresar desde un estado de confusión leve
o temblor aleteante (flapping) en los grados 2
hasta un estado de coma, habitualmente pre-
y 3 de West-Haven. Este signo aparece al ha-
cedido de estados de letargia o estupor, siendo
cer que el paciente extienda los brazos con las
conveniente la utilización de la escala de CAM
manos en dorsiflexión, dando lugar a un aleteo
(Confusion Assessment Method) para su detec-
característico de las palmas de las manos como
ción y la escala de coma de Glasgow para su
consecuencia de una pérdida momentánea del
evaluación y seguimiento.
tono muscular normal (figura 3). El signo puede
❱❱ Los síntomas neuropsiquiátricos consisten en también observarse en la lengua y en las extre-
una afectación variable de la personalidad, la midades inferiores. El registro electromiográfico
conciencia, el habla y la capacidad intelectual. muestra una estrecha correlación entre el ale-
Típicamente aparece una disminución de la ca- teo y la interrupción absoluta del potencial eléc-
pacidad de atención y una lentitud en la elabo- trico en los músculos. Aunque la asterixis es un
ración de procesos mentales simples, deficien- signo muy frecuente en la EH, debemos tener en
cias que suelen acompañarse de desorientación cuenta que pueden presentarlo pacientes con
progresiva con relación al tiempo y el espacio, otros trastornos metabólicos, como en casos
así como un deterioro de las facultades intelec- de insuficiencia respiratoria con hipercapnia,
tuales y cambios en el comportamiento y perso- uremia o bien en pacientes que estuvieran bajo
nalidad del paciente. La irritabilidad inicial pue- el efecto de sedantes. Asimismo no debemos
de dar paso a estados de bradipsiquia y apatía. confundirlo con el temblor asociado al abuso de
En esta fase es frecuente observar una inversión alcohol o al síndrome de abstinencia alcohólica.

921
Sección 6. Hígado

En fases más profundas de la EH detectamos TABLA 3. Factores precipitantes de encefalopatía hepática


flacidez e hiporreflexia, con ausencia de reac-
ción al estímulo doloroso o bien la existencia de
movimientos esterotipados. Habitualmente en ❱❱ Factores precipitantes establecidos.
la exploración neurológica no se descubre afec- • Hemorragia gastrointestinal.
tación sensitiva, focalidad neurológica ni rigidez • Infecciones.
de nuca, por lo que su presencia nos alertará de • Uremia.
la posibilidad de otra posible etiología.
• Hipopotasemia.
La aparición de síntomas parkinsonianos como • Hiponatremia.
distonías, síndrome rígido-acinético, temblores • Deshidratación.
posturales o deterioro precoz de la postura y la
• Tratamiento diurético.
marcha son poco habituales en la EH, al igual que
• Uso de psicofármacos.
la presencia de convulsiones. Por último hay que
distinguir los síntomas de la EH de una entidad • Uso de antihistamínicos.
diferente denominada mielopatía hepática, ca- • Estreñimiento.
racterizada por la presencia de paraparesia es- • Exceso de ingesta de proteínas en la dieta.
pástica secundaria a una lesión desmielinizante • Insuficiencia hepática aguda (hepatitis
de las vías corticoespinales medulares, y cuya alcohólica, tóxica o viral).
patogenia guarda probable relación con la exis- • Derivación portosistémica quirúrgica o
tencia de colaterales portosistémicos. espontánea.
❱❱ Factores posiblemente implicados.
Factores precipitantes de la encefalopatía • Déficit de zinc.
hepática • Hipernatremia.
• b-Bloqueantes.
La mayor parte de los episodios agudos de EH van a
estar relacionados con la presencia de algún factor • Anemia.
precipitante más o menos evidente. La importancia • Metionina oral.
de identificar dichos factores tiene una doble ver-
tiente, por un lado los síntomas de la EH no mejo-
rarán hasta resolver la causa que la ha provocado; inadvertidos, especialmente en pacientes con he-
por otro lado, la presencia de EH debe despertar patopatías muy evolucionadas que no desarrollan
siempre la sospecha de una complicación grave fiebre y pueden mostrar una leucocitosis discreta
subyacente que permanece oculta o enmascarada que encubre la gravedad del proceso séptico. La
por el deterioro de la conciencia y las limitaciones peritonitis bacteriana espontánea y las sepsis son
de comunicación con el paciente. Por todo ello la las infecciones más frecuentemente implicadas en
búsqueda de factores precipitantes se debe hacer los episodios de EH aguda episódica, mientras que
de manera sistemática cuando exista un episodio la infección urinaria es el factor precipitante más
de EH. El mecanismo por el cual los factores pre- frecuentemente implicado en los episodios de agu-
cipitantes desencadenan la EH puede basarse en dización que sufren los pacientes con EH crónica18.
un aumento de la respuesta inflamatoria sistémica, Por dicho motivo, y ante la presencia de un episo-
un aumento en la producción de NH3 o una dismi- dio de EH sin un claro factor precipitante, deben ex-
nución del umbral del estado mental, si bien en tremarse las medidas para descartar un proceso de
muchas ocasiones pueden coexistir diversos meca- naturaleza infecciosa, incluyendo una exploración y
nismos. anamnesis detallada, así como la realización de una
radiografía de tórax, un sedimento urinario, urocul-
Existe una larga lista de factores precipitantes de
tivos y hemocultivos seriados.
encefalopatía (tabla 3) entre los que destacan tres
de ellos al representar casi el 90% de los factores En otras ocasiones, la EH es precipitada o se agrava
asociados con EH: la hemorragia gastrointestinal, por una deshidratación ocasionada por el uso in-
la presencia de infecciones y el uso de diuréticos. adecuado de diuréticos, un déficit en la ingesta de
Mientras que la existencia de una HDA suele ser agua o por una excesiva pérdida de líquidos, ya sea
evidente, los procesos infecciosos pueden pasar por una dosis excesiva de lactulosa, por la presen-

922
63. Encefalopatía hepática

cia de vómitos o por la existencia de un síndrome Diagnóstico


diarreico. Con frecuencia, la deshidratación se in-
fravalora debido a que el paciente puede presentar El diagnóstico de EH en un paciente cirrótico con
una descompensación edematoacítica y/o cursar alteraciones evidentes del estado de conciencia
(West Haven 3-4) y en presencia de un factor pre-
con niveles plasmáticos de sodio aparentemente
cipitante no suele requerir de otras investigacio-
“normales”, al partir de una situación de hipona-
nes adicionales. El juicio clínico va a ser la prin-
tremia dilucional que oculta la existencia de una
cipal herramienta diagnóstica tras una cuidada
depleción del volumen intravascular.
anamnesis del paciente y acompañantes, siendo
Otros factores precipitantes relativamente frecuen- éstos en muchas ocasiones los que proporcionan
tes son las transgresiones dietéticas ocasionadas información acerca de los posibles factores preci-
por dietas con elevado contenido proteico o el es- pitantes y de la evolución del paciente en los días
treñimiento, situaciones que pueden contribuir a previos. Asimismo es importante una detallada
exploración física y neurológica. Antes de atribuir
incrementar la producción intestinal de amonio. La
el estado de encefalopatía a un origen hepático
hipopotasemia y la alcalosis metabólica son otros
deben tenerse en cuenta las siguientes conside-
factores potencialmente desencadenantes de EH.
raciones:
Aparecen con frecuencia en pacientes alcohólicos,
probablemente en relación con pérdidas ocasiona- ❱❱ Las manifestaciones clínicas de la EH no son
das por vómitos, o bien por el uso aislado de diu- específicas y pueden observarse en el curso de
réticos de asa sin asociación con espironolactona. otras patologías/trastornos metabólicos que re-
El déficit del pool de potasio favorece la salida del querirán un abordaje diagnóstico y terapéutico
mismo de las células compensándose con la entra- específico (tabla 4).
da de iones de hidrógeno, que acidifican el espacio ❱❱ El diagnóstico de EH debe realizarse después
intracelular, favoreciendo el atrapamiento intrace- de la exclusión razonable de otras causas po-
lular del NH3, además de aumentar la permeabili- tenciales, especialmente alteraciones electrolí-
dad de la barrera hematoencefálica para facilitar el ticas, sepsis y patología intracraneal9. Así pues,
paso de NH3 al cerebro y producir un incremento de ante un paciente con cirrosis hepática en es-
la producción renal de amoniaco. tado de coma se recomienda la realización de
una analítica completa, pruebas de imagen del
El uso de ansiolíticos o hipnóticos es una de las SNC, análisis de tóxicos y búsqueda exhaustiva
circunstancias que debemos considerar ante todo de un posible foco séptico20. Todo ello permite
cuadro de EH sin causa aparente. La utilización excluir algunas condiciones capaces de crear un
de estos fármacos en pacientes cirróticos es fre- estado confusional no relacionado con la EH,
cuente debido a los trastornos de sueño que pa- incluyendo hipoglucemia, hematoma subdural
decen un alto porcentaje de estos pacientes. El (ambos frecuentes en el enfermo alcohólico),
incremento de receptores benzodiacepínicos ce- hemorragia subaracnoidea y meningitis por
rebrales hace a estos pacientes más susceptibles gramnegativos.
al desarrollo de encefalopatía. En ocasiones, los ❱❱ La mayor parte de los pacientes con EH suelen
episodios de EH se asocian al uso de antihistamí- tener una hepatopatía crónica avanzada y por
nicos indicados para aliviar el prurito y que tienen lo tanto podremos observar signos de cirrosis
capacidad sedante. hepática en la exploración física (eritema pal-
mar, ictericia, arañas vasculares, ascitis, etc.)
Finalmente la derivación portosistémica, sea qui-
así como una serie de alteraciones analíticas
rúrgica o tras la implantación de un TIPS, constituye asociadas a la disfunción hepática (trombope-
un factor favorecedor del desarrollo de EH. Diver- nia, coagulopatía, alteración de las pruebas de
sos estudios recientes coinciden en señalar que la función hepática, etc.). Estas alteraciones no es-
edad, el antecedente de EH y una puntuación ele- tarán presentes en aquellos casos en los que se
vada en el Child o MELD son factores predictivos produzca una EH asociada con un fallo hepático
independientes del desarrollo de EH tras la implan- agudo o la presencia de cortocircuitos portosis-
tación de un TIPS19. témicos (EH tipo A y B).

923
Sección 6. Hígado

TABLA 4. Otras causas de encefalopatía en pacientes con hepatopatía crónica avanzada (Adaptado de Mullen KD20).

Patología Pruebas Diagnósticas

Metabólica
Hipoxia, hipercapnia Gasometría arterial
Hipo- e hiperglucemia Analítica sanguínea
Hipo- e hipernatremia Analítica sanguínea
Hipo- e hipertiroidismo Determinación de TSH y T3-T4
Hipercalcemia Analítica sanguínea
Patología Neurológica
Traumatismo craneal Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Accidente cerebrovascular Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Hematoma intracraneal Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Metástasis cerebrales Pruebas de imagen SNC (TC, RM)
Convulsiones (periodo postictal) Electroencefalograma
Delirium tremens Cuadro clínico y antecedentes
Intoxicaciones
Alcohol Determinación alcohol en sangre
Sustancias depresoras del SNC Tóxicos en sangre y orina
Infección
Sepsis Paracentesis, cultivos de sangre y orina, etc.
Meningitis Análisis de líquido cefalorraquídeo
Absceso intracraneal Pruebas imagen SNC
Encefalitis Cuadro clínico, serologías, biopsia cerebral, pruebas de imagen SNC

En determinadas ocasiones, especialmente cuando tivas de EH. Esto es debido a la existencia de una
el diagnóstico diferencial no ha quedado resuelto o insuficiencia hepática y shunts portosistémicos,
ante la sospecha de EHM, puede ser necesaria la in- así como a la pérdida de la masa muscular que
dicación de otras exploraciones complementarias. metaboliza el NH3. Por lo tanto, la presencia de un
aumento de NH3 no puede ser diagnóstica de EH
Determinación de amonio (NH3) a no ser que exista una clínica acompañante. Del
La determinación de los niveles de NH3 es utiliza- mismo modo, la ausencia de una elevación de NH3
da frecuentemente en la práctica clínica como una en un paciente con cirrosis y encefalopatía no de-
prueba diagnóstica de EH sin ninguna evidencia de bería cambiar la orientación diagnóstica, ni retrasar
su precisión diagnóstica y teniendo por lo tanto un el inicio del tratamiento20 ya que existen casos de
uso controvertido, si bien se ha demostrado recien- EH que no se acompañan de un aumento de NH3.
temente la correlación entre los niveles de NH3 y la Posiblemente la determinación de NH3 pueda tener
gravedad de la EH21. Debe tenerse en cuenta que la su indicación en aquellos pacientes sin evidencia de
determinación de los niveles de NH3 es compleja, hepatopatía avanzada que presentan una altera-
debido a que existen múltiples factores externos ción del estado mental.
que alteran su cuantificación (uso de torniquete,
transporte de muestra en hielo, tiempo transcurri- Pruebas de imagen
do entre la extracción y su análisis, utilización de
La utilidad de la tomografía computarizada (TC) en
sangre venosa o arterial, etc.) existiendo una gran
el proceso diagnóstico de la EH se basa en la ex-
tasa de falsos positivos y negativos que hacen que
clusión de otras patologías intracraneales median-
no sea una prueba diagnóstica fiable20,22.
te la realización de una TC cerebral, así como en la
Por otro lado, los pacientes con cirrosis hepática identificación de shunts portosistémicos, mediante
presentan frecuentemente una hiperamonemia sin la realización de una TC helicoidal del hígado, que
acompañarse de manifestaciones clínicas suges- pudieran justificar la presencia de una EH tipo B.

924
63. Encefalopatía hepática

Figura 3. El flapping o asterixis aparece como consecuencia de una pérdida momentánea del tono muscular. Podemos observarlo
al hacer que el paciente extienda los brazos con las manos en ligera dorsiflexión.

La resonancia magnética (RM) cerebral se ha in- EH la presencia de un incremento en las concen-


corporado a la práctica clínica diaria de una forma traciones de glutamato/glutamina, asociado con un
creciente gracias a su utilidad en el diagnóstico de descenso de la señal de mioinositol y de colina. Esta
patologías neurológicas como los ictus o las ence- técnica puede ser de gran utilidad clínica en pacien-
falitis virales. Además de contribuir al diagnóstico tes con disminución del grado de conciencia y sos-
diferencial de la EH para excluir otras causas, la RM pecha de EH, ya que la presencia o ausencia de este
puede detectar una serie de anormalidades carac- patrón puede confirmar o no el origen hepático de
terísticas en los pacientes cirróticos que desarrollan la encefalopatía. Del mismo modo, en los pacien-
EH. Uno de estos hallazgos radiológicos consiste en tes con cirrosis que presenten deterioro cognitivo o
la aparición de una señal hiperintensa en los gan- manifestaciones neurológicas complejas en las que
glios de la base en la secuencia T1, especialmente exista una duda diagnóstica, el patrón caracterís-
en el globo pálido, que se relaciona con depósitos tico de la espectroscopia por RM permite atribuir
de manganeso debido a la presencia de shunts por- dicha clínica o no a la presencia de una EH23.
tosistémicos y que podrían justificar la existencia
de signos parkinsonianos en la EH. Este signo pue- Test psicométricos y estudios
de aparecer también en relación con otras causas neurofisiológicos
no relacionadas con hepatopatías. Por otro lado,
la intensidad de la señal en la RM no guarda rela- Los test psicométricos y los estudios neurofisioló-
ción con el grado de EH y su ausencia en pacientes gicos son utilizados para detectar la presencia de
cirróticos con clínica neurológica permite sospe- EHM en pacientes cirróticos sin alteración del esta-
char que los síntomas no están causados por la do mental, especialmente en los casos en los que
EH23. La presencia de edema cerebral y de atrofia la existencia de una EHM puede tener importantes
cerebral (con predominio en el cerebelo y lóbulos consecuencias, tal como sucede en las personas
frontales) son otros de los hallazgos presentes en que realizan actividades con un riesgo elevado de
la RM de los pacientes cirróticos, siendo la atrofia sufrir un accidente o bien en aquellos pacientes
más frecuente en los de etiología alcohólica. Re- que presentan síntomas cognitivos como la presen-
cientemente se ha comunicado la existencia de cia de olvidos, problemas de concentración o de
una disminución de sustancia blanca y gris, similar praxis motora.
a la encontrada en pacientes con enfermedad de
Entre las pruebas neuropsicológicos más utilizadas
Alzheimer, y que es tanto más intensa en pacientes
destaca una batería de test psicométricos denomi-
con un mayor grado de insuficiencia hepática o que
nada PHES (psychometric hepatic encephalopathy
han presentado episodios previos de EH24.
score) que agrupa cinco test (figura 4). Estos test
La RM espectroscópica es una técnica que permite valoran fundamentalmente la habilidad motora
la detección de la concentración de metabolitos ce- fina, la atención y la rapidez del procesamiento de
rebrales, siendo característica de los pacientes con información. Los cinco test de que consta la batería

925
Sección 6. Hígado

CLAVE DE
TCN A TCN B
NÚMEROS
Ende
Ende
Beginn
Beginn

LÍNEA
PUNTOS
QUEBRADA
SERIADOS

Figura 4. Batería de test psicométricos para el diagnóstico de la EHM (PHES): Test de conexión numérica A y B, test de clave de
números, test de serie de puntos y test de línea quebrada.

del PHES han sido validados para el diagnóstico de locar en el campo visual del paciente una luz que
la EHM en nuestro país25 y las instrucciones para parpadea a una elevada frecuencia de manera que
su cumplimentación y el cálculo de la puntuación el enfermo ve un foco de luz constante. De forma
PHES están disponibles en http://www.redeh.org. progresiva disminuye la frecuencia de parpadeo,
La ventaja de estos test radica en que son fáciles de con lo que la luz pasa a ser percibida como inter-
realizar por personal entrenado, que no requieren mitente. El paciente debe identificar el momento
mucho tiempo ni otros medios adicionales, salvo el en el que la luz pasa de ser continua a intermitente.
papel de los test y el lápiz para realizarlos, y que En los pacientes que presentan EHM la presencia
tienen una gran sensibilidad, habiéndose propues- de un déficit de atención produce una disminución
to como método diagnóstico para la EHM. Entre los de la FCP. La principal ventaja de este test es que,
inconvenientes, hay que señalar que el rendimien- a diferencia de los psicométricos, no se ve afectado
to se ve influido por la edad, el nivel de estudios y por la edad ni la educación, aunque sí por déficits
la existencia de una variación geográfica. visuales. Se ha demostrado una buena asociación
entre la FCP y la batería PHES26.
Además de las pruebas neuropsicológicas que sir-
ven para establecer el defecto cognitivo se dispone Entre la pruebas neurofisiológicas deben destacar-
de una serie de métodos computarizados como la se dos: la medición del porcentaje de actividad q
frecuencia crítica de parpadeo (FCP) y el inhibitory dominante en el electroencefalograma (EEG) y los
control test (ICT). Ambos resultan de utilidad como potenciales evocados (PE). Los PE evalúan la fun-
sistemas de cribado, si bien se aconseja completar ción del sistema sensorial y sus vías por medio de
el estudio con otras pruebas neuropsicológicas para respuestas provocadas frente a estímulos cono-
confirmar el diagnóstico antes de tomar decisiones cidos. Ello genera señales eléctricas que pueden
clínicas, ya que únicamente proporcionan una in- ser registradas por electrodos, tras una adecuada
formación incompleta de la función cognitiva23. El estimulación. Ésta puede ser exógena (PE visuales,
ICT es un test que se realiza para detectar déficits del tronco o somatosensitivos) o endógena, per-
de atención al presentar una secuencia de letras en mitiendo esta última la detección de potenciales
la pantalla de un ordenador. La FCP consiste en co- retardados (P300). De forma global se admite que

926
63. Encefalopatía hepática

los PE somatosensoriales y los P300 son las pruebas 4 veces al día para detectar precozmente cual-
neurofisiológicas más objetivas para el diagnóstico quier deterioro.
de EHM, mientras que el EEG es un método poco
❱❱ En segundo lugar, resulta determinante la iden-
sensible y por lo tanto carece de utilidad para el
tificación y el tratamiento de los factores preci-
diagnóstico de este trastorno.
pitantes de la EH. Ello supone la incorporación
de un protocolo encaminado a la búsqueda in-
Otras pruebas diagnósticas tencionada de todos los factores descritos que
La sobrecarga oral con glutamina se desarrolló para incluye esencialmente analítica completa, una
el estudio del metabolismo del NH3 en pacientes radiografía de tórax, una paracentesis diagnósti-
cirróticos. Su mayor utilidad radica en la capacidad ca si el enfermo presenta semiología de ascitis,
para seleccionar dentro del grupo de pacientes con cultivos de sangre y orina, así como un examen
EHM a aquellos que tienen un mayor riesgo de de- físico completo para descartar la existencia de
sarrollar EH clínicamente relevante a corto plazo y celulitis o signos de HDA. En los casos que cur-
que presentan una menor supervivencia27. san con diarrea deben cursarse coprocultivos y
la detección de toxina de Clostridium difficile. Ac-
El EEG es una prueba neurofisiológica que tra- tualmente no existe una evidencia científica para
duce la actividad eléctrica cerebral. La EH, como recomendar el uso de antibióticos profilácticos
cualquier otro trastorno metabólico de la función a no ser que exista una hemorragia digestiva o
cerebral, produce alteraciones de dicha actividad signos de infección (incluida la presencia de un
eléctrica, produciendo cambios en el EEG. Inicial- síndrome de respuesta inflamatoria sistémica).
mente se observan trazados de ondas lentas con in-
❱❱ Como última reseña, y al contrario de la creencia
cremento de su amplitud pudiendo aparecer ondas
clásica que abogaba por una restricción proteica
trifásicas en fases mas avanzadas del coma. Esta
como parte del tratamiento de la EH, es preciso
exploración no es de gran ayuda en el diagnóstico
mantener un estado nutricional adecuado ase-
diferencial con otros comas de origen metabólico
gurándonos un aporte de 35-40 kcal/kg/día y
ya que pueden cursar con un trazado similar. Por
una ingesta de 0,8-1,2/kg/día28. Un aporte me-
tanto, la monitorización de pacientes mediante EEG nor no solo puede empeorar un estado de des-
tiene escasa utilidad en la práctica clínica diaria. nutrición, ya de por sí frecuente en los pacientes
cirróticos, sino también estimular el catabolismo
Tratamiento muscular y aumentar por lo tanto el NH3 circu-
lante.
La aproximación terapéutica de los pacientes con
EH debe tener en cuenta varios aspectos como el Agentes farmacológicos disponibles
estado clínico del paciente, la presencia de sínto-
mas agudos o persistentes y el grado de insuficien- La mayor parte de los agentes farmacológicos dis-
cia hepática. El trasplante hepático debe ser firme- ponibles actúan disminuyendo la producción de
mente considerado como tratamiento definitivo de NH3, siendo los disacáridos no absorbibles y la ri-
la EH y otras complicaciones asociadas a la cirrosis. faximina los principales exponentes del tratamien-
to actual de la EH.
Medidas generales Disacáridos no absorbibles
❱❱ Ante un episodio de EH debe valorarse la ca- La lactulosa y el lactitol fueron introducidos en el
pacidad del paciente para mantener permea- tratamiento de la EH de forma empírica hace más
ble la vía aérea. Cuando la encefalopatía es de 50 años. Estos fármacos se metabolizan en el
avanzada (grado 3-4 de West-Haven) debe in- colon transformándose en ácido láctico y acético.
dicarse el ingreso del paciente en una unidad Aunque se desconoce su mecanismo íntimo de
de cuidados intensivos para garantizar una acción, además de sus efectos catárticos, parecen
correcta ventilación y evitar una broncoaspira- actuar a través de la acidificación del colon y la con-
ción. En este escenario puede ser necesaria la secuente eliminación de bacterias. La experiencia
intubación orotraqueal. Si el paciente ingresa clínica con estos productos es amplia y aunque un
en la planta de hospitalización se hace necesa- reciente metaanálisis no demuestre un beneficio
rio vigilar el estado de conciencia al menos 3 o tangible29, es posible que ello obedezca a la pobre

927
Sección 6. Hígado

calidad de los estudios realizados previamente, dado que en nuestro país únicamente está disponi-
dado que la utilización de dichos fármacos en el ble en comprimidos de 200 miligramos en cajas de
episodio agudo se asocia con una mejoría de la EH. 12 unidades. Dado que la pauta aconsejada es de
Debe considerarse en todo momento el beneficio 1.200 miligramos/día la adhesión al tratamiento es
adicional que comporta la identificación y trata- un inconveniente, tanto para el médico como para
miento de los factores precipitantes. Actualmente el paciente.
se considera el tratamiento de elección en los pa-
cientes con un episodio agudo de EH, así como en Otros tratamientos
la profilaxis de EH recurrente30,31. Se han propuesto numerosos fármacos para el
La lactulosa se puede administrar vía oral a dosis tratamiento de la EH. En la mayoría de ellos, los
de 20 gramos (30 mililitros) 2 o 4 veces al día hasta ensayos clínicos y metaanálisis han proporciona-
conseguir de 2 a 4 deposiciones semiblandas dia- do resultados controvertidos, por lo que no puede
rias. En el caso de que no pueda administrarse por recomendarese su utilización sistemática. En todo
vía oral se puede recurrir a su utilización en enema caso, pueden ser una alternativa válida ante una
(200 gramos en 700 ml de agua) aunque algunos EH refractaria al tratamiento habitual. Un ejem-
autores prefieren su administración a través de una plo puede ser la administración de L-ornitina-L-
sonda nasogástrica32. El lactitol es administrado a Aspartato (LoLa) a dosis de 18-30 g/día, que ha
dosis de 10 gramos cada 6 horas para conseguir demostrado la mejoría del estado mental y de las
2 deposiciones/día. Ambos fármacos comparten funciones cognitivas en pacientes cirróticos con EH,
sus efectos secundarios incluyendo la aparición de al disminuir del NH3 circulante34. No ha demostrado
flatulencia, hinchazón abdominal y deshidratación su utilidad en pacientes con hepatitis fulminante.
(en caso de una dosis excesiva) que puede desenca- Un metaanálisis reciente ha permitido constatar el
denar o empeorar otro episodio de EH. beneficio de la utilización de prebióticos y probióti-
cos en pacientes con EHM35, aunque son necesarios
Antimicrobianos no absorbibles: estudios más amplios para recomendar su uso. Así
Rifaximina sucede con otros productos como la acarbosa, el
flumacenilo o los suplementos de zinc.
Desde hace años, la utilización de antimicrobianos
no absorbibles ha tenido una amplia difusión en el La administración de aminoácidos de cadena rami-
tratamiento de la EH debido a su eficacia, a pesar ficada, cuya utilización se propuso para compensar
de la existencia de potenciales efectos secundarios el desequilibrio existente a favor de los aminoácidos
como la nefrotoxicidad y ototoxicidad en el caso de aromáticos en el plasma y sus consiguientes efec-
la neomicina, o la aparición de neuropatía perifé- tos sobre la síntesis de falsos neurotransmisores en
rica irreversible en tratamientos prolongados con el cerebro, es sustentada por pocos estudios, con
metronidazol, motivo por el que a lo largo del tiem- un corto periodo de seguimiento y de baja calidad
po se ha ido restringiendo su uso. metodológica, por lo que no puede recomendarse
La rifaximina es un antibiótico con una absorción su utilización sistemática36. Hoy en día, encuentran
intestinal mínima que presenta un gran espectro de aplicación como suplementos nutricionales.
cobertura antimicrobiana, tanto de gérmenes gram-
positivos y negativos como de aerobios y anaerobios. Bibliografía
Dicho antibiótico es ampliamente utilizado en di-
1. Ferenci P, Lockwood A, Mullen K, Tarter R,
versas patologías digestivas tales como la diverticu-
Weissenborn K, Blei AT. Hepatic encephalo-
litis aguda o la diarrea del viajero, presentando un pathy -definition, nomenclature, diagnosis,
excelente perfil de seguridad y un bajo riesgo de and quantification: final report of the working
resistencias. Su incorporación al arsenal terapéuti- party at the 11th World Congresses of Gas-
co de la EH está avalada por numerosos estudios troenterology, Vienna, 1998. Hepatology 2002;
recientes, siendo efectivo tanto en el tratamiento 35:716-21.
de episodios agudos, como en la recurrencia de los 2. Abou-Assi S, Vlahcevic ZR. Hepatic encephalo-
mismos. La rifaximina ha demostrado disminuir sig- pathy. Metabolic consequence of cirrhosis of-
nificativamente el número de episodios de EH, el ten is reversible. Postgrad Med 2001;109:52-4,
número de ingresos hospitalarios o su duración31,33. 57-60, 63-5.
Uno de los principales inconvenientes de la rifaxi- 3. Amodio P, Del Piccolo F, Pettenò E, Mapelli D,
mina es su precio y su distribución farmacéutica, Angeli P et al. Prevalence and prognostic value

928
63. Encefalopatía hepática

of quantified electroencephalogram (EEG) al- hepatic encephalopathy scoring algorithm in a


terations in cirrhotic patients. J Hepatol 2001; clinical trial of patients with cirrhosis and seve-
35:37-45. re hepatic encephalopathy. Am J Gastroenterol
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929
Sección 6. Hígado

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930
64 Infecciones bacterianas
en pacientes cirróticos
María Poca, Germán Soriano, Carlos Guarner
Unidad de Hepatología. Servicio de Patología Digestiva. Hospital Santa Creu i Sant Pau
Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


Las infecciones bacterianas constituyen una de las ❱❱ Conocer la importancia clínica que
complicaciones más graves de la cirrosis, ya que su representa el desarrollo de infecciones
incidencia en pacientes hospitalizados es muy ele- bacterianas en el paciente con cirrosis.
vada, así como la mortalidad. Entre un 30% y 50%
❱❱ Conocer las infecciones bacterianas más
de estos pacientes presentan infección en el mo- frecuentes en la cirrosis.
mento del ingreso o bien la desarrollarán durante la
hospitalización. Las infecciones bacterianas consti- ❱❱ Facilitar una guía de actuación diagnóstica
y terapéutica ante la sospecha de infección
tuyen además una causa frecuente de morbilidad y
bacteriana en el paciente con cirrosis.
mortalidad en el paciente cirrótico, siendo esta últi-
ma cinco veces superior que en los pacientes cirró-
ticos no infectados1. La infección urinaria, la peri- REFERENCIAS CLAVE
tonitis bacteriana espontánea (PBE), las infecciones 1. Guarner C, Soriano G. Spontaneous
respiratorias y la bacteriemia espontánea son las bacterial peritonitis. Semin Liver Dis
infecciones más frecuentes en estos pacientes1,2. Es 1997;17:203-17.
extremadamente importante el diagnóstico precoz 2. Fernández J, Navasa M, Gómez J, Colme-
de la infección, por lo que en la tabla 1 se muestran nero J, Vila J, Arroyo V, Rodés J. Bacterial
las pruebas diagnósticas a realizar en el paciente infections in cirrhosis: epidemiological
cirrótico ante cualquier sospecha de infección. Es- changes with invasive procedures and
tas medidas permiten establecer un diagnóstico y norfloxacin prophylaxis. Hepatology
tratamiento precoces. 2002;35:140-8.
3. European Association for the Study of the
Peritonitis bacteriana espontánea Liver. EASL clinical practice guidelines on
La PBE se define como la infección bacteriana del the management of ascites, spontaneous
líquido ascítico en ausencia de perforación o foco bacterial peritonitis, and hepatorenal syn-
séptico intraabdominal aparente3. Esta complica- drome in cirrhosis. J Hepatol 2010;53:397-
ción se presenta frecuentemente en pacientes con 417.
cirrosis hepática de cualquier etiología con ascitis,
aunque también puede aparecer en otras enfer-
medades que cursan con ascitis y baja concentra-
los casos en la década de los 70, al 10-20% en la
ción de proteínas en el líquido ascítico, como son
actualidad5.
el síndrome nefrótico o la insuficiencia hepática
aguda fulminante4. En realidad, se trata de una de
las complicaciones más graves de la cirrosis y una
Patogenia de la PBE
de las causas más frecuentes de morbimortalidad. La mayoría de los episodios de PBE son causados
La importancia de un buen manejo clínico de los por gérmenes aerobios gramnegativos, fundamen-
pacientes infectados se demuestra con la drástica talmente Escherichia coli, siendo el propio intestino
reducción en la mortalidad observada en las últi- de los pacientes la fuente de infección. Esto es de-
mas décadas, ya que ha descendido del 100% de bido a que los pacientes con cirrosis presentan gra-

H Í G A D O 931
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Pruebas diagnósticas ante la sospecha de pacientes con cirrosis la permeabilidad intestinal
infección en paciente con cirrosis está incrementada. Si bien en estos pacientes se
han descrito alteraciones estructurales de la mu-
cosa intestinal, los trastornos funcionales, como el
❱❱ Hemograma completo. daño oxidativo, la activación del sistema inmune
❱❱ Determinación de pruebas hepáticas y función local, la liberación de citocinas y la endotoxemia
renal. parecen jugar un papel importante8.
❱❱ Hemocultivos.
❱❱ Sedimento de orina. Traslocación bacteriana
❱❱ Paracentesis diagnóstica. La traslocación bacteriana es el fenómeno clave en
❱❱ Radiografía de tórax. la patogenia de la PBE y se define como el paso de
❱❱ Valoración de catéteres. bacterias desde la luz intestinal, hasta los ganglios
linfáticos del mesenterio. Una vez superado este
filtro bacteriano, las bacterias pueden alcanzar la
sangre y provocar bacteriemias prolongadas, e in-
ves alteraciones en los mecanismos de defensa an- cluso llegar a colonizar el líquido ascítico9.
tibacterianos, tanto intestinales, como sistémicos y
del propio líquido ascítico. Destacan las alteracio- Alteraciones inmunitarias sistémicas
nes en la motilidad intestinal, el sobrecrecimiento
bacteriano intestinal, la traslocación bacteriana, y del sistema reticuloendotelial
las alteraciones en los mecanismos de defensa En la cirrosis hepática se han descrito alteracio-
inmunitaria locales y sistémicos y la instrumenta- nes de la inmunidad humoral y celular, como
lización, a la que se ven sometidos la mayoría de disminución en la síntesis de factores del sistema
los pacientes durante el ingreso hospitalario por del complemento, trastornos en la quimiotaxis
cualquier causa5. La figura 1 muestra un esquema leucocitaria, de su capacidad fagocítica y dismi-
de la patogenia de la PBE. nución de la actividad del sistema reticuloendote-
lial. Éste se localiza en un 90% en los macrófagos
Alteraciones en la motilidad hepáticos (células de Kupffer). En los pacientes
intestinal. Sobrecrecimiento con cirrosis hepática e hipertensión portal, una
proporción importante de la sangre procedente
bacteriano intraluminal del territorio esplácnico alcanza la circulación
Los pacientes con cirrosis presentan un enlenteci- general, a través de shunts portosistémicos, sin
miento en el tiempo de tránsito intestinal, que se atravesar los sinusoides, lugar donde las células
ha atribuido a diversos factores6. Este trastorno de Kupffer deberían fagocitar las bacterias proce-
conduce a un fallo de aclaramiento que favorece el dentes del intestino5.
sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SBI) en la
cirrosis (ocurre hasta en un 40% de los pacientes), Mecanismos de defensa
especialmente en aquellos con ascitis e insuficien- del líquido ascítico
cia hepática más avanzada (Child-Pugh C). De he-
cho, se ha comprobado que estos pacientes tienen El líquido ascítico posee una actividad opsonizante
una mayor incidencia de PBE en el seguimiento7. y bactericida, que supone un mecanismo de defen-
Los fármacos que aceleran el tránsito intestinal, sa básico frente al desarrollo de la infección. Tras la
como los procinéticos y el propranolol, disminuyen llegada de un gérmen al líquido ascítico, se activa
la incidencia de SBI. este sistema a través de la vía alternativa del com-
plemento estimulada por los lipopolisacáridos de
Alteraciones estructurales y la pared de los bacilos gramnegativos. La capaci-
dad bactericida está en relación directa con la con-
funcionales de la barrera intestinal centración de proteínas y niveles de complemen-
En condiciones normales, la integridad de la ba- to, por lo que aquellos pacientes con proteínas en
rrera intestinal es el mecanismo fisiológico fun- líquido ascítico menores de 1 g/dl o niveles bajos
damental que evita que los gérmenes intestinales de C3 son los que mayor predisposición presentan
sean capaces de atravesar la pared intestinal. En para el desarrollo de PBE10.

932
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos

Cirrosis hepática

Hipomotilidad intestinal
Déficit inmunidad intestinal

Sobrecrecimiento bacteriano intestinal


Alteraciones estructurales y funcionales
de la barrera intestinal
Incremento de la permeabilidad intestinal

Traslocación bacteriana
Disfunción del sistema reticuloendotelial
Otras infecciones
Disfunción de la inmunidad humoral y celular
(respiratorias, urinarias,
cutáneas, catéteres)
Bacteriemia

Actividad bactericida Contaminación del LA


conservada del LA
Actividad bactericida disminuida del LA

Ascitis estéril o PBE o ascitis neutrocítica cultivo negativo


bacteriascitis

Figura 1. Esquema de la patogenia de la peritonitis bacteriana espontánea.

Factores predisponentes no sean imprescindibles y retirar vías y catéteres en


cuanto la situación clínica del paciente lo permita2.
El riesgo de desarrollar un episodio de PBE no es el
mismo para todos los pacientes con cirrosis hepáti- Los pacientes cirróticos con hemorragia digesti-
ca. Se han descrito múltiples factores predisponen- va presentan una elevada incidencia de infeccio-
tes para la infección (tabla 2). La gravedad de la in- nes bacterianas y de PBE. El 20% de los pacientes
suficiencia hepática es el factor predisponente más con hemorragia digestiva presentan una infección
importante, ya que más del 70% de los pacientes en el momento del ingreso hospitalario y entre el
con PBE pertenecen al grado C de la clasificación
de Child-Pugh5. El alcoholismo y la malnutrición son
TABLA 2. Factores predisponentes de infección bacteriana
también factores importantes al propiciar alteracio-
y/o PBE en la cirrosis
nes en los mecanismos de defensa antibacteriana.
La instrumentalización, a la que son sometidos los
pacientes cirróticos (sondaje vesical, catéteres en- ❱❱ Gravedad de la enfermedad hepática.
dovenosos, endoscopias terapéuticas, etc.) durante ❱❱ Instrumentalización.
el curso de su hospitalización por otras causas (he- ❱❱ Malnutrición y alcoholismo.
morragia digestiva, encefalopatía hepática, ascitis e
❱❱ Hemorragia gastrointestinal.
insuficiencia renal), es también un factor a conside-
rar. La instrumentalización está variando de forma ❱❱ Ascitis y proteínas totales en líquido ascítico
bajas (<15 g/l).
considerable la microbiología de las infecciones
intrahospitalarias en el paciente con cirrosis11. Por ❱❱ Episodio previo de peritonitis bacteriana
espontánea.
ello, es conveniente evitar maniobras invasivas que

933
Sección 6. Hígado

35-60% de ellos desarrollarán una infección noso- TABLA 3. Indicaciones de la paracentesis diagnóstica
comial durante los primeros días de ingreso5. Este en la cirrosis
hecho es importante, por cuanto justifica la nece-
sidad de efectuar una profilaxis adecuada en este
subgrupo de pacientes (ver más adelante). ❱❱ Paciente con primer episodio de ascitis.
❱❱ Paciente con cirrosis y ascitis que ingresa en el
La concentración de proteínas en el líquido ascíti- hospital.
co es el factor predisponente más importante para
❱❱ Paciente ingresado que presenta signos o
el desarrollo del primer episodio de PBE11,12. Más síntomas de infección.
de la mitad de los pacientes con proteínas totales
❱❱ Paciente ingresado que presenta deterioro
en el líquido ascítico inferior a 15 g/l presentarán
clínico.
esta complicación durante el primer año de segui-
miento, especialmente si presentan una bilirrubina ❱❱ Paciente ingresado que presenta alteraciones
analíticas de la función renal y del hemograma.
sérica elevada (superior a 3,2 mg/dl) o una cifra de
plaquetas disminuida (inferor a 98.000/mm3)13.
Es importante también tener presente que aquellos
de ser positiva se puede iniciar inmediatamente el
pacientes que sobreviven a un primer episodio de
tratamiento empírico15. En cualquier caso, el diag-
PBE tienen una alta probabilidad de recidiva de la
nóstico deberá ser confirmado mediante la cuanti-
infección. De hecho, entre el 35% y el 69% de es-
ficación de polimorfonucleares en líquido ascítico,
tos pacientes desarrollan otro episodio de PBE en
ya que puede haber falsos negativos o positivos se-
el plazo de un año14, si no se toman medidas pre-
gún la sensibilidad de la tira reactiva utilizada.
ventivas o son sometidos a trasplante hepático, si
el paciente cumple criterios de trasplante. Recuento de PMN en líquido ascítico: El diagnós-
tico de PBE se establece con un recuento de PMN
Manifestaciones clínicas superior a 250/mm3. De hecho, esta situación cons-
tituye una clara indicación para iniciar tratamiento
Las manifestaciones clínicas características de in-
antibiótico empírico. En pacientes con ascitis he-
fección peritoneal —fiebre y dolor abdominal—,
morrágica (ascitis de aspecto hemático con recuen-
solo las presentan aquellos pacientes con infección
to de hematíes superior a 10.000/mm3, consecuen-
avanzada. En muchos casos, sin embargo, la infec-
cia de paracentesis traumática, coagulopatía severa
ción se detecta en pacientes asintomáticos o poco
o neoplasia concomitante) se debe aplicar un factor
sintomáticos5.
de corrección de 1 PMN por cada 250 hematíes en
Diagnóstico y diagnóstico diferencial líquido ascítico11.

Es importante que el diagnóstico se realice precoz- Cultivo de líquido ascítico: La tinción de Gram solo
mente, ya que el tratamiento precoz es mucho más es positiva en el 5% de los casos de PBE, debido
efectivo y mejora el pronóstico del paciente. Por probablemente a que la concentración de gérme-
ello, debe realizarse una paracentesis con intención nes es muy baja en los estadios iniciales de la in-
fección. Por este motivo, es necesario el cultivo. El
diagnóstica (tabla 3) a todo paciente cirrótico con
cultivo convencional del líquido ascítico es positivo
ascitis que ingresa en el hospital, así como a los pa-
en menos del 50% de los casos, de ahí que deba
cientes ingresados que desarrollan signos o sínto-
realizarse siempre inoculación de 10 cm3 del líquido
mas sugestivos de infección (fiebre, dolor abdomi-
en cada frasco de hemocultivo en ambiente aero-
nal, encefalopatía hepática o deterioro del estado
bio y anaerobio en la cabecera del paciente16. Este
general) o muestran alteraciones en los parámetros
método aumenta la sensibilidad del procedimiento
de laboratorio como insuficiencia renal, acidosis o
(figura 2b).
leucocitosis5.
En función de las características del líquido ascítico
El diagnóstico de la PBE se basa en la determina-
(PMN y cultivo), se han descrito diferentes varian-
ción del recuento de polimorfonucleares (PMN) y
tes de infección (tabla 4), con una evolución clínica,
en el cultivo del líquido ascítico5,11. Recientemente,
pronóstico y tratamiento diferentes5,11.
se ha propuesto la utilización de tiras reactivas, usa-
das previamente para el cribado de la infección uri- ❱❱ PBE con cultivo positivo: El recuento de PMN
naria, para el diagnóstico precoz, ya que en el caso en líquido ascítico es mayor de 250/mm3 y el

934
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos

❱❱ Bacteriascitis monomicrobiana: Es la coloni-


zación del líquido ascítico por una bacteria sin
reacción inflamatoria secundaria (recuento de
PMN menor de 250/mm3). Solo los pacientes
sintomáticos, es decir con fiebre, dolor abdo-
minal o encefalopatía, deben ser tratados con
antibióticos, ya que podrían evolucionar a una
verdadera PBE. Aunque en los pacientes asinto-
máticos el cultivo suele negativizarse espontá-
neamente, es importante una segunda paracen-
a tesis para confirmar la negativización del cultivo
en todos los casos.
❱❱ Bacteriascitis polimicrobiana: Se produce como
consecuencia de una punción inadvertida de un
asa intestinal durante la paracentesis. Se defi-
ne cuando el recuento de PMN es normal y el
cultivo es positivo para dos o más gérmenes.
Es una entidad poco conocida e infrecuente,
generalmente con buena evolución clínica. La
necesidad de realizar tratamiento antibiótico de
amplio espectro no está claramente definida en
b la literatura y dependerá de la evolución clínica
del paciente.
Figura 2. La paracentesis constituye un procedimiento básico ❱❱ Peritonitis bacteriana secundaria: La peritonitis
para el diagnóstico de las infecciones del líquido ascítico. La bacteriana secundaria (PBS) ocurre por el paso
sensibilidad diagnóstica se incrementa notablemente cuando
la siembra del líquido ascítico se realiza en frascos de hemo- directo de gérmenes al líquido ascítico debido
cultivo a la cabecera del paciente. a la perforación de una víscera hueca o de un
absceso intraabdominal. En la PBE el inóculo
bacteriano es escaso y comúnmente se trata
cultivo es positivo. Si bien se han descrito casos de bacterias aerobias. En cambio, en la PBS el
de resolución espontánea, los pacientes deben inóculo bacteriano es elevado y el cultivo suele
ser tratados con el antibiótico empírico adecua- ser positivo para más de un germen, pudiendo
do. detectarse además gérmenes anaerobios. A pe-
sar de que la PBS solo representa el 15% de las
❱❱ PBE con cultivo negativo o ascitis neutrocítica peritonitis en los pacientes cirróticos, es de gran
con cultivo negativo: El recuento de PMN en lí- trascendencia el diagnóstico diferencial de esta
quido ascítico es mayor de 250/mm3, en ausen- entidad con la PBE, ya que la actitud terapéutica
cia de tratamiento antibiótico previo o de otra es diferente17.
causa que aumente los PMN en líquido ascítico, El diagnóstico diferencial se basa inicialmente en
como el hepatocarcinoma, la carcinomatosis el análisis del líquido ascítico. La tabla 5 muestra
peritoneal, la tuberculosis o la pancreatitis, y el los criterios de sospecha de PBS18. Si no disminu-
cultivo es negativo. A pesar de la negatividad del yen más del 25% los PMN en el líquido ascítico a las
cultivo, se considera una verdadera infección, ya 48-72 horas del inicio del tratamiento antibiótico,
que la evolución clínica y la mortalidad a corto debe considerarse la posibilidad de PBS, la apari-
y largo plazo es similar a la de los pacientes con ción de resistencias al tratamiento antibiótico o una
PBE y cultivo positivo. Si se practicase una se- sobreinfección bacteriana.
gunda paracentesis, sin recibir tratamiento anti- Ante la sospecha clínica o analítica de PBS deberán
biótico empírico, en más del 30% de los casos el realizarse técnicas de imagen para confirmar o des-
cultivo sería positivo, lo que justifica que estos cartar una perforación de víscera hueca o la pre-
pacientes deban ser sometidos a tratamiento sencia de un foco séptico. La técnica más utilizada
antibiótico. actualmente es la TAC abdominal. A diferencia de

935
Sección 6. Hígado

TABLA 4. Variantes de infección del líquido ascítico

Cultivo del líquido ascítico PMN en líquido ascítico (/mm3)

Peritonitis bacteriana espontánea + > 250


Ascitis neutrocítica o PBE con cultivo negativo - > 250
Bacteriascitis monomicrobiana + < 250
Bacteriascitis polimicrobiana + (polimicrobiano) < 250
Peritonitis bacteriana secundaria + (polimicrobiano) > 250

la PBE, en todo paciente con PBS siempre debe va- TABLA 5. Criterios de sospecha de peritonitis bacteriana
lorarse la cirugía o bien el drenaje percutáneo con secundaria en pacientes con cirrosis
control radiológico (en el caso de absceso abdomi-
nal) lo más precoz posible, en función del grado de
insuficiencia hepática y la presencia de patologías ❱❱ Criterios analíticos:
asociadas17. La mortalidad de los pacientes con PBS • Proteínas >10 g/l
sometidos a cirugía, sobre todo precoz, es menor • Glucosa <50 mg/dl
que la de los pacientes sometidos a tratamiento • LDH >225 mU/ml
médico, especialmente si son Child-Pugh A o B17. El
• Fosfatasa alcalina >240 Ul
tratamiento antibiótico asociado de la PBS consis-
• CEA >5 ng/ml
te en la administración de antibióticos de amplio
espectro (para cubrir gérmenes gramnegativos, en- ❱❱ Criterios microbiológicos:
terococos y anaerobios), por ejemplo piperacilina/ • Tinción de Gram positiva
tazobactam o bien imipenem/cilastatin. • Cultivo polimicrobiano
❱❱ Respuesta terapéutica:
Pronóstico • Descenso de PMN <25% en líquido ascítico a las
La mortalidad hospitalaria de los pacientes con cirro- 48-72 horas del inicio del tratamiento
sis que desarrollan una PBE ha disminuido notable-
mente en las últimas tres décadas. Así, a principios
de los años setenta la mortalidad era prácticamente pendiendo del estado general y de la estabilidad
del 100% de los casos, siendo actualmente alrede-
del paciente, convendrá colocar vías intravenosas,
dor del 10-20%. Esta importante mejoría se debe al
mejor conocimiento de la enfermedad. El alto índice fluidoterapia e incluso fármacos vasoactivos en
de sospecha de PBE existente hoy en día, comporta aquellos pacientes que se encuentren en situación
un diagnóstico y tratamiento precoces en la mayoría de shock séptico. En casos excepcionales puede ser
de los casos. La identificación y control de las com- necesaria incluso una vigilancia intensiva.
plicaciones asociadas a la cirrosis han contribuido
igualmente a mejorar el pronóstico5. Antibioticoterapia
Desafortunadamente, el pronóstico de los pacien- Es muy importante iniciar tratamiento antibiótico
tes que sobreviven a un episodio de PBE sigue empírico inmediatamente después del diagnós-
siendo infausto a largo plazo. De hecho, la supervi- tico de la PBE, debiéndose mantener hasta 24-48
vencia de dichos pacientes es de un 30% al año de horas después de confirmar la resolución de la in-
seguimiento14, por lo que estos pacientes deben ser fección mediante paracentesis y la normalización
siempre evaluados para trasplante hepático. del recuento de PMN (superior a 250/mm3) (figura
3). Habitualmente la duración del tratamiento an-
Tratamiento tibiótico oscila entre 5-10 días. El antibiótico que
se debe emplear inicialmente de forma empírica
Medidas generales debe ofrecer cobertura frente a los gérmenes ha-
En la actualidad la PBE se considera una complica- bituales causantes de PBE (bacilos gramnegativos
ción que requiere tratamiento hospitalario11. De- y cocos grampositivos). En cualquier paciente cirró-

936
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos

Sospecha de PBE

< 250/mm3 Paracentesis diagnóstica ≥ 250/mm3


Determinación de PMN
Cefotaxima
Seguimiento Ceftriaxona
Amoxicilina-ácido
Iniciar tratamiento clavulánico
antibiótico empírico Ofloxacino
+ Expansión volumen
plasmático en pacientes
Mejoría clínica Sin mejoría clínica con mal pronóstico
(BUN >30 mg/dl,
Repetir paracentesis en 48-72 horas bilirrubina >4 mg/dl)
Continuar 5 - 10 días

Incremento de PMN y cultivo +

Mismo germen o polimicrobiano Nuevo germen

Sospecha de PBS Sobreinfección

Valoración radiológica (TAC) Cambio de antibiótico

Figura 3. Manejo del paciente con peritonitis bacteriana espontánea.

tico, pero especialmente en aquellos con ascitis y La resolución de la PBE con estos antibióticos es
en el contexto de una PBE, debe evitarse el uso de cercana al 90% de los casos.
fármacos nefrotóxicos, como los aminoglicósidos y
los antiinflamatorios no esteroideos. Amoxicilina-ácido clavulánico

Cefalosporinas de 3.ª generación A dosis de 1 g/8 horas en perfusión endovenosa


ha demostrado ser tan eficaz como las cefalospori-
Las cefalosporinas de 3.ª generación están consi- nas20, permitiendo además el paso de tratamiento
deradas como el tratamiento de elección, ya que
a vía oral tan pronto como se observe una mejoría
ofrecen una mayor tasa de resolución de la infec-
clínica. Además, tiene la ventaja de ser mucho más
ción, menores complicaciones (nefrotoxicidad de
económico que las pautas anteriores. La mayor
los aminoglicósidos) y mayor supervivencia, que
el tratamiento clásico de ampicilina asociada a un cobertura de la amoxicilina-clavulánico sobre los
aminoglicósido19. El esquema más recomendado cocos grampositivos (enterococos) puede reportar
es cefotaxima 2 g/12 h o ceftriaxona 1-2 g/24 h un beneficio adicional en pacientes en profilaxis
intravenosos. Otras cefalosporinas (cefonicid, cef- con quinolonas. Datos recientes sobre la hepato-
tazidima, ceftizoxima) tienen eficacia similar, pero toxicidad de este fármaco podrían limitar su utili-
no son tan utilizadas en la práctica clínica habitual. zación.

937
Sección 6. Hígado

Quinolonas Se ha demostrado que la expansión de volumen


plasmático con albúmina humana a una dosis
Algunos antibióticos orales pueden ser utilizados de 1,5 g/kg de peso intravenosa el primer día y
en el tratamiento de la PBE, cuando la situación 1 g/kg de peso el tercer día del inicio del tratamien-
clínica del paciente lo permite, es decir cuando el to reduce la incidencia de insuficiencia renal y me-
paciente no presenta signos de shock, íleo paralí- jora la supervivencia en pacientes con PBE23. Este
tico, encefalopatía hepática, hemorragia digestiva tratamiento parece ser especialmente beneficioso
o insuficiencia renal. En estos casos, la administra- en los pacientes con PBE que presentan elevación
ción oral de ofloxacina (400 mg/12 horas por vía de la urea plasmática (BUN mayor de 30 mg) o de la
oral) puede ser una alternativa a las cefalosporinas. bilirrubina sérica (mayor de 4 mg/dl).
Este régimen posee la ventaja de un menor coste
económico y la posibilidad de finalizar el tratamien- Evaluación de la respuesta
to de forma ambulatoria21. La administración de ci- al tratamiento
profloxacino endovenoso (200 mg/12 horas duran-
te 7 días) u oral (500 mg/12 horas durante 5 días) El tratamiento se considera efectivo cuando se ob-
tras dos días de tratamiento endovenoso también serva una reducción del recuento de PMN en líqui-
es efectivo en el tratamiento de la PBE22. Sin embar- do ascítico menor de 250/mm3, la normalización
go, ninguno de los dos fármacos puede ser utilizado del hemograma y la negativización del cultivo del
en pacientes que están en profilaxis con quinolonas líquido ascítico11. En caso de no resolución (10%),
se debe proceder al cambio de tratamiento antibió-
o en pacientes con PBE que aparece en el curso de
tico de forma empírica o, si es posible, en función
una hospitalización por otro motivo por la elevada del antibiograma. Aun así, la mortalidad en estos
frecuencia de resistencia. casos es mucho más elevada (50-80%)11. Por ello,
Los pacientes sometidos a descontaminación in- se recomienda realizar una paracentesis de control
testinal selectiva con quinolona, como tratamiento a las 48 horas del inicio del tratamiento antibióti-
preventivo, pueden desarrollar episodios de PBE co para detectar el fallo del tratamiento de forma
precoz. Aunque este dato no ha sido validado por
causados habitualmente por cocos grampositivos o
ningún estudio, se considera que el recuento de
por gramnegativos resistentes a quinolonas. Aun-
PMN debe disminuir un mínimo de un 25%. Con
que, actualmente en estos pacientes se utilizan esta estrategia, se consigue la curación de la PBE
cefalosporinas de tercera generación o amoxicilina- hasta en un 80-90% de los casos y la supervivencia
clavulanico, este cambio de espectro microbiológi- a los 30 días por lo menos en el 80%5. Además del
co podrá modificar la estrategia antibiótica en los cambio de antibiótico, en caso de fracaso terapéu-
pacientes sometidos a descontaminación intesti- tico se debe valorar siempre la posibilidad de PBS5,
nal, si se quieren mantener tasas de resolución de si es necesario mediante técnicas de imagen.
la PBE y supervivencia similares a la de los pacien-
tes no sometidos a profilaxis con quinolona. Infecciones urinarias
En la actualidad, los episodios de PBE nosocomial Entre el 10% y el 20% de los cirróticos ingresados
suelen ser causados por gérmenes resistentes a los presentan infecciones urinarias, siendo la mayor
antibióticos habituales en un porcentaje muy supe- parte causadas por bacilos aerobios gramnegati-
rior (15-30%), por lo que se está valorando iniciar vos1,2. El sexo femenino, el sondaje vesical y la as-
tratamiento empírico con imipenem asociado o no citis importante son factores predisponentes para
a teicoplanina en estos pacientes. el desarrollo de una infección urinaria. Con fre-
cuencia las infecciones urinarias en estos pacientes
presentan escasa sintomatología local o son incluso
Expansión del volumen plasmático asintomáticas, por lo que debe prestarse especial
con albúmina atención para su detección. Una medida recomen-
dable es la realización de un sedimento de orina a
Las principales complicaciones en el paciente cirró- todo paciente cirrótico que ingresa, especialmente
tico con PBE son el deterioro de la función hepática si tiene ascitis tensa o precisa un sondaje vesical,
y de la función renal, que vienen definidas actual- y repetirlo ante cualquier deterioro de la situación
mente con la denominación de acute on chronic general del paciente (aparición de encefalopatía o
liver failure. De hecho, estos son los principales deterioro de la función renal).
factores predictivos de mortalidad11. El síndrome
hepatorrenal puede ocurrir hasta en un 30% de los Aunque la mayoría de los casos son leves, pueden
pacientes. dar lugar a graves consecuencias en pacientes con

938
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos

cirrosis, ya que son la causa más frecuente de bac- ponsables son Hemophilus influenzae, anaerobios,
teriemias e incluso se ha sospechado que pueda estafilococos, Legionella spp. y, especialmente en
ser la puerta de entrada de episodios de PBE ex- pacientes con cirrosis alcohólica avanzada, bacilos
trahospitalarios24. Por ello, toda infección urinaria aerobios gramnegativos entre los que destaca Kleb-
debe ser tratada lo más precozmente posible con siella pneumoniae. En las neumonías intrahospita-
los antibióticos adecuados, después de obtener larias las bacterias más frecuentes en la población
muestras de la orina para la realización de urinocul- general son los bacilos aerobios gramnegativos
tivo y, si existe repercusión general, de sangre para (enterobacterias y Pseudomonas spp.) y Staphylo-
hemocultivo. coccus aureus2.
En las infecciones urinarias leves (vías bajas) las Existen escasos datos disponibles sobre el trata-
quinolonas, como la norfloxacina o el ciprofloxa- miento de las neumonías en los pacientes cirróti-
cino, o la combinación de amoxicilina y ácido cla- cos. El tratamiento antibiótico empírico para una
vulánico por vía oral son una cobertura empírica neumonía extrahospitalaria en un paciente cirró-
adecuada. Cuando se dispone de la tinción de Gram tico sin antecedentes de aspiración debería incluir
del sedimento de orina, y se observan cocos gram- una cefalosporina de tercera generación como la
positivos, la asociación de amoxicilina y ácido cla- cefotaxima o la ceftriaxona asociada o no a un ma-
vulánico suele ser efectiva. El tratamiento por vía crólido según la gravedad del paciente y el grado de
oral debe continuarse durante 7 días. En el caso de sospecha de neumonía por Legionella. En el caso
infecciones graves (vías altas), las cefalosporinas de del antecedente de aspiración, probablemente la
tercera generación por vía endovenosa como cefo- asociación de una cefalosporina de tercera gene-
taxima o ceftriaxona serían el tratamiento empírico ración y clindamicina (600 mg/8 h iv) asegura una
de elección si se observan bacilos gramnegativos cobertura antibiótica adecuada. En las neumonías
en el sedimento y amoxicilina y ácido clavulánico intrahospitalarias, la cobertura empírica puede
por vía endovenosa si se observan cocos gramposi- consistir en una cefalosporina de tercera gene-
tivos. La duración total del tratamiento debería ser ración, valorando la ceftazidima en los pacientes
de 10 a 15 días. sometidos a una mayor instrumentalización, prin-
cipalmente intubación traqueal, asociada a clinda-
Infecciones respiratorias micina si existe el antecedente de aspiración, o a un
Las infecciones respiratorias (neumonías, bronco- macrólido en hospitales con alta incidencia de Le-
neumonías y empiemas pleurales) constituyen otro gionella intrahospitalaria o si el paciente presenta
grupo de infecciones frecuentes en la cirrosis he- una evolución desfavorable. La levofloxacina puede
pática. Su incidencia se sitúa entre el 6% y el 9% de ser una alternativa a las cefalosporinas y el imipe-
todos los cirróticos hospitalizados y se consideran nem puede ser útil en los casos de aspiración y en
infecciones graves con una elevada mortalidad1,2. los pacientes más graves.
Entre los factores predisponentes destacan el alco- Los pacientes cirróticos, generalmente con ascitis,
holismo activo, la encefalopatía hepática, el tapo- desarrollan con frecuencia derrame pleural como
namiento esofágico y la intubación endotraqueal. consecuencia del paso del líquido ascítico a la ca-
Como en otros grupos de pacientes, es importante vidad pleural a través de defectos en el diafragma
hacer la distinción entre neumonías extrahospita- (hidrotórax). De forma similar a la PBE, este líqui-
larias e intrahospitalarias (superior a 48 horas del do pleural puede infectarse de forma espontánea
ingreso), y además considerar si la neumonía se dando lugar a un empiema pleural espontáneo25.
ha producido por aspiración2. La importancia de Se considera que las bacterias, principalmente ba-
esta clasificación reside en que los organismos res- cilos aerobios gramnegativos como en el caso de la
ponsables son distintos en cada caso y, por tanto, PBE, alcanzan el líquido pleural en el curso de una
el tratamiento antibiótico empírico también. Este bacteriemia espontánea de origen principalmente
hecho es especialmente importante en el caso de intestinal o a partir del líquido ascítico infectado
las infecciones respiratorias, ya que en muchas oca- en el curso de una PBE. El diagnóstico se estable-
siones no se consigue el diagnóstico microbiológico ce mediante la determinación de PMN (mayor
del agente causal. Las bacterias más frecuente- de 500/mm3) y el cultivo del líquido pleural obte-
mente responsables de las neumonías extrahospi- nido por toracocentesis25. El tratamiento de esta
talarias, tanto en la población general como en los entidad es idéntico al de la PBE: administración de
alcohólicos y probablemente en los cirróticos son antibióticos de amplio espectro como cefotaxima o
los neumococos. En este sentido debe destacarse la ceftriaxona, no siendo necesaria la colocación de
creciente frecuencia de neumococos resistentes a un drenaje torácico. Es importante, sin embargo,
la penicilina en nuestro medio. Otras bacterias res- excluir un empiema secundario, en cuyo caso, ade-

939
Sección 6. Hígado

más del tratamiento de la causa, puede ser necesa- tificado como factores predictores independientes
rio un drenaje torácico. de mortalidad la presencia de insuficiencia hepáti-
ca en un grado C de Child-Pugh y la presencia de
Bacteriemia ampollas hemorrágicas26.
La bacteriemia es otra infección frecuente en los Respecto a la etiología, además de los gérmenes
pacientes cirróticos, con una incidencia que oscila grampositivos, comúnmente implicados en las ce-
entre el 1% y el 10% de los pacientes ingresados lulitis de los pacientes inmunocompetentes (Strep-
en el hospital1,2. Se distinguen dos tipos de bacte- tococcus pyogenes y Staphylococcus aureus), en los
riemias, aquellas secundarias a maniobras terapéu- pacientes cirróticos hay que añadir los gramnega-
ticas y colocación de catéteres y las bacteriemias tivos (Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, …).
espontáneas. Estas últimas están causadas en la Otro microrganismo a tener en cuenta es Vibrio
mayoría de los casos por bacilos aerobios gramne- vulnificus, que puede causar una infección muy
gativos de procedencia intestinal, mientras que los grave con fascitis necrosante y mal pronóstico en la
cocos grampositivos, especialmente Staphylococ- mayoría de casos.
cus aureus y Staphylococcus epidermidis, son las
El diagnóstico es principalmente clínico. También
bacterias responsables de la mayoría de las bacte-
es recomendable el cultivo de la secreción de las
riemias secundarias2.
ampollas. Solo hay que realizar pruebas de imagen
La bacteriemia es una infección grave que requie- con el fin de descartar complicaciones (radiografía
re un tratamiento antibiótico empírico adecuado y convencional y TAC para descartar osteomielitis o
lo más precoz posible. Ante la sospecha clínica de presencia de gas; resonancia magnética (RM) para
bacteriemia, que en los cirróticos puede presen- el estudio de la fascia profunda, (colecciones o ne-
tarse de forma atípica, debe instaurarse un trata- crosis). En caso de sospecha de necrosis hay que
miento antibiótico empírico después de practicar valorar el desbridamiento quirúrgico.
los cultivos pertinentes de sangre, orina y líquido
Debido a la gravedad de las infecciones del tejido
ascítico. Es importante la realización de una explo-
celular subcutáneo en pacientes con cirrosis, se
ración clínica cuidadosa y una valoración adecuada
recomienda iniciar de forma precoz antibióticos
de los catéteres endovenosos. Si no se detecta un
activos frente a gramnegativos27. Inicialmente se
foco infeccioso primario debemos considerar que
puede plantear el tratamiento con ceftriaxona
se trata de una bacteriemia espontánea e instau-
2 g/24 h + clindamicina 600 mg/8 h o amoxicilina-
rar un tratamiento empírico con cefalosporinas de
clavulánico o piperacilina/tazobactam 4 g/8 h o
3.ª generación, las nuevas quinolonas o la asocia-
meropenem 1 g/6-8 h durante 7-10 días. En caso
ción de amoxicilina y ácido clavulánico. Una vez se
de alergia a ß-lactámicos puede estar indicada la
disponga de los resultados de los hemocultivos y
combinación de levofloxacino 500 mg + clindami-
los antibiogramas, el tratamiento se adecua a los
cina. Las quinolonas están poco indicadas dada la
criterios clínicos, microbiológicos y económicos. El
elevada tasa de resistencias y muy especialmente
tratamiento debe mantenerse de 10 a 14 días. En
en los casos en que el paciente sigue profilaxis con
caso de infección de un catéter se ha de proceder
norfloxacino. En el caso de una infección de origen
a su retirada y puede ser necesario el tratamiento
nosocomial debe añadirse vancomicina 1 g/12 h o
con un glucopéptido (vancomicina o teicoplanina). linezolid 600 mg/12 h o tigerciclina 100 mg inicial
y luego 50 mg/12 h. En caso de una infección por
Celulitis Vibrio vulnificus, iniciar tratamiento con doxicilina
La celulitis es la infección de la piel con extensión 200 mg inicial y luego 100 mg/24 h.
en profundidad a la dermis y los tejidos subcutá-
neos. Se caracteriza por una zona de piel roja, ca- Profilaxis de las infecciones bacterianas
liente y dolorosa. Con frecuencia se origina debido
Es importante prevenir las infecciones bacterianas
a la sobreinfección bacteriana de una herida o úlce-
en pacientes de alto riesgo, habida cuenta del mal
ra, la insuficiencia venosa también puede favorecer
pronóstico de los pacientes cirróticos después de
la sobreinfección. Las infecciones de piel y partes
presentar una infección bacteriana o una PBE. Se
blandas ocurren generalmente por inoculación ex-
han sugerido muchas medidas que podrían ayudar
terna, pero también pueden producirse desde un
foco endógeno del organismo, por contigüidad e a la prevención de estas infecciones, como son la
incluso por vía hemática. abstinencia alcohólica, reducir la estancia hospi-
talaria, evitar la instrumentalización innecesaria
La incidencia de celulitis en la cirrosis se sitúa entre (sondajes, etc.), mejorar el estado nutricional de
el 8% y el 11%2,26. En estudios retrospectivos se ha los pacientes y prevenir otras complicaciones de la
descrito una mortalidad de un 22%26. Se han iden- cirrosis. No obstante, la administración de antibió-

940
64. Infecciones bacterianas en pacientes cirróticos

TABLA 6. Indicaciones de la profilaxis antibiótica de las coste sanitario30. El efecto sobre la supervivencia a
infecciones bacterianas en la cirrosis hepática y duración largo plazo no ha sido valorado, ya que estos pa-
de la profilaxis cientes deben ser siempre evaluados para trasplan-
te hepático. La profilaxis previa con norfloxacino
no determina una mayor incidencia de infecciones
❱❱ Pacientes con cirrosis y hemorragia digestiva después del trasplante hepático.
durante 7 días.
❱❱ Pacientes que sobreviven a un episodio de PBE de Pacientes con proteínas bajas en
forma indefinida o hasta el trasplante hepático.
líquido ascítico sin PBE previa
❱❱ Pacientes cirróticos con ascitis y proteínas bajas en
líquido ascítico (< 15 g/l) con enfermedad hepática Los pacientes cirróticos con ascitis, sin antecedente
grave (bilirrubina > 3,2 mg/dl o plaquetas < 98.000 previo de PBE y con niveles de proteínas en líquido
mm3, hiponatremia < 130 mEq/l o insuficiencia ascítico inferiores a 15 g/l, tienen una elevada inci-
renal con creatinina sérica > 1,2 mg/dl) de forma dencia de PBE en el seguimiento, pero la profilaxis
indefinida o hasta el trasplante hepático. antibiótica, especialmente a largo plazo, había sido
controvertida. Diversos estudios han demostrado
la eficacia de la profilaxis antibiótica en la preven-
ción del primer episodio de PBE en estos pacientes,
ticos orales o intravenosos es la medida profiláctica especialmente en los pacientes que requieran una
más efectiva5. La descontaminación intestinal se- hospitalización prolongada31. Además, reciente-
lectiva consiste en la administración de antibióticos mente se ha demostrado que la profilaxis primaria
orales poco absorbibles, como el norfloxacino, que en aquellos pacientes con insuficiencia hepática
conducen a la inhibición de los bacilos aerobios avanzada (bilirrubina sérica suerior a 3,2 mg/dl o
gramnegativos de la flora intestinal, preservando el plaquetas superiores a 98.000/mm3)12, hiponatre-
resto de bacterias comensales. mia grave o insuficiencia renal no solo disminuye
la incidencia de PBE, sino que también previene el
La tabla 6 muestra los pacientes que se consideran
desarrollo del síndrome hepatorrenal y mejora la
candidatos a profilaxis antibiótica por su alto riesgo
supervivencia32. Se han de buscar tratamientos pre-
de desarrollar una PBE u otra infección grave. Estos
ventivos alternativos a los antibióticos (probióticos,
incluyen los siguientes:
prebióticos, etc.), para evitar la aparición de infec-
ciones por gérmenes resistentes u oportunistas.
Pacientes cirróticos con hemorragia
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941
Sección 6. Hígado

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vulanic acid versus cefotaxime in the therapy peritonitis delays hepatorenal syndrome and
of bacterial infections in cirrhotic patients. J improves survival in cirrhosis. Gastroenterolo-
Hepatol 2000;32:596-602. gy 2007;133:818-24.

942
65 Patología vascular pulmonar
en las enfermedades del hígado
Roberto del Pozo, Roberto Rodríguez Roísin, Joan Albert Barberà
Servicio de Neumología. Hospital Clínic-Institut d’Investigations Biomèdiques August Pi i Sunyer
(IDIBAPS), Universidad de Barcelona, CIBER Enfermedades Respiratorios, Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La hepatopatía crónica puede asociarse a distintas ❱❱ Conocer las diferencias fisiopatológicas,
enfermedades respiratorias. Dentro de éstas tie- clínicas, terapéuticas y pronósticas
nen especial interés las que afectan a la circulación existentes entre la PoPH y el SHP.
pulmonar, dadas las implicaciones que tienen en ❱❱ Proporcionar un algoritmo práctico de
la indicación de trasplante hepático. Existen dos actuación diagnóstica y terapéutica
enfermedades vasculares pulmonares bien diferen- tanto para la PoPH como para el SHP.
ciadas que pueden presentar los pacientes con he-
patopatía crónica: la hipertensión portopulmonar
(PoPH) y el síndrome hepatopulmonar (SHP). Am- REFERENCIAS CLAVE
bas entidades tienen en común la afectación de la 1. Rodríguez-Roisin R, Krowka MJ, Herve
circulación pulmonar en presencia de hipertensión P et al. ERS Task Force Pulmonary-He-
portal y/o hepatopatía crónica, pero difieren tanto patic Vascular Disorders (PHD) Scien-
en la fisiopatología como en su presentación clíni- tific Committee. Pulmonary-Hepatic
ca y en sus implicaciones terapéuticas y pronósti- vascular Disorders (PHD). Eur Respir J
cas. La PoPH se caracteriza por el engrosamiento 2004;24:861-880.
de la pared y disminución de la luz de las arterias
2. Golbin JM, Krowka MJ. Portopulmo-
pulmonares de pequeño tamaño, que provoca un
nary hypertension. Clin Chest Med
aumento de la resistencia vascular pulmonar e hi-
pertensión pulmonar (HP). Por el contrario el SHP 2007;28:203-18.
se caracteriza por la presencia de dilataciones vas- 3. Rodríguez-Roisin R, Krowka MJ. Hepato-
culares en la microcirculación pulmonar que provo- pulmonary Syndrome – A Liver-Induced
can un desequilibrio en las relaciones ventilación- Lung Vascular Disorder. N Engl J Med
perfusión (VA/Q), cuya principal consecuencia es el 2008;358:2378-87.
desarrollo de hipoxemia arterial (tabla 1) (figura 1). 4. Galie N, Hoeper MM, Humbert M et
al. Guidelines for the diagnosis an
Hipertensión portopulmonar treatment of pulmonary hypertension:
The Task Force for the Diagnosis and
Concepto y epidemiología Treatment of Pulmonary Hipertension of
La PoPH se define como la asociación de hiperten- the European Society of Cardiology (ESC)
sión portal e hipertensión pulmonar, en presencia and the European Respiratory Society
o no de cirrosis hepática. Los criterios diagnósticos (ERS), endorsed by the International So-
de hipertensión pulmonar en el paciente con hi- ciety of Heart and Lung Transplantation
pertensión portal son presión media en la arteria (ISHLT). Eur Respir J 2009;34:1219-63.
pulmonar (PAPm) igual o superior a 25 mmHg en
reposo, presión de oclusión de la arteria pulmonar
(POAP) inferior a 15 mmHg y resistencia vascular-
pulmonar (RVP) superior a 240 din•s•cm-5.

H Í G A D O 943
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Diferencias entre el síndrome hepatopulmonar y la hipertensión portopulmonar

Síndrome hepatopulmonar Hipertensión portopulmonar

Prevalencia en candidatos 15% (4-29%) 3,5%


a trasplante hepático
Anatomía patológica Vasodilatación capilar pulmonar Arteriopatía angiogénica-proliferativa
pulmonar
Sintomatología Disnea progresiva, cianosis Disnea progresiva, síncope, dolor
torácico, no cianosis
Función respiratoria Hipoxemia, hipocapnia, No hipoxemia o leve,
disminución de DLCO hipocapnia, disminución de DLCO
Ecocardiografía con contraste Paso de burbujas tardío. No HP No paso de burbujas o temprano
(foramen oval permeable). IT y aumento
de PSAP
Hemodinámica pulmonar Gasto cardiaco aumentado Aumento de PAP y RVP. Gasto cardiaco
con RVP disminuida puede estar disminuido
Terapéutica médica Escaso éxito, oxigenoterapia Nitritos, prostanoides, inhibidores de
fosfodiesterasa 5
Respuesta al trasplante hepático Resolución o mejoría importante Morbimortalidad aumentada;
contraindicación (temporal); sin
resolución.

Definición de abreviaciones: DLCO: capacidad de difusión alveolo-capilar para el monóxido de carbono. RVP: resisten-
cia vascular pulmonar. IT: insuficiencia tricuspídea. PSAP: presión sistólica de arteria pulmonar.

La PoPH está incluida en el grupo 1 (hipertensión Fisiopatología


arterial pulmonar) de la clasificación actual de la
hipertensión pulmonar (Dana Point 2008). Según El mecanismo por el cual la hipertensión portal
datos del registro español de hipertensión pulmo- produce hipertensión pulmonar aún es poco co-
nar (REHAP), la PoPH constituye el 7% de los casos nocido. Los hallazgos histopatológicos, así como
con hipertensión arterial pulmonar (HAP), siendo los cambios celulares y moleculares que se pro-
además una de las causas de HAP con peor pronós- ducen en los vasos pulmonares en la PoPH son
tico. La mortalidad está causada en el 50% de los indistinguibles de los que se encuentran en la
casos por complicaciones de la HP y en el otro 50% HAP idiopática, considerándose que el trastorno
a consecuencia de la hepatopatía. inicial común es la lesión del endotelio vascu-
lar. La principal consecuencia de esta lesión es el
Se ha estimado que el 1-2% de los pacientes con desequilibrio entre los agentes vasoactivos de sín-
hepatopatía crónica e hipertensión portal desarro- tesis endotelial, a favor de aquellos que inducen
llan PoPH. La prevalencia de PoPH en los pacientes vasoconstricción y proliferación celular (endote-
con hepatopatía crónica avanzada candidatos a lina-1), con menor expresión de aquellos con ac-
trasplante hepático, es del 3,5%. La presencia de ción opuesta (prostaciclina y óxido nítrico). Como
hipertensión pulmonar en pacientes candidatos a consecuencia de este desequilibrio se produce un
trasplante hepático tiene importantes implicacio- incremento del tono vascular y cambios en la es-
nes pronósticas y terapéuticas, fundamentalmen- tructura de la pared vascular (remodelado vascular
te en relación con la supervivencia postrasplante pulmonar). Este remodelado suele consistir en el
hepático, siendo mayor la morbimortalidad en los engrosamiento de las capas íntima y muscular con
casos con hipertensión pulmonar más grave. reducción del calibre de la luz vascular, que puede

944
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

Figura 1. A: Imagen histológica de vaso precapilar pulmonar dilatado en paciente con síndrome hepatopulmonar.
B: Imagen histológica de arteria muscular pulmonar con engrosamiento de la pared vascular y disminución de la luz vascular en
paciente con hipertensión portopulmonar.

llegar a ocluirse completamente; así como fenóme- tensión pulmonar avanzada e indicativos de un pro-
nos angiogénicos perivasculares con formación de nóstico pobre.
lesiones plexiformes.
En la exploración física se puede observar aumento
de la presión venosa yugular, soplo de insuficiencia
Diagnóstico tricuspídea y refuerzo o desdoblamiento del segun-
Manifestaciones clínicas do tono cardiaco en el foco pulmonar, signos de
y exploración física sobrecarga ventricular derecha y edemas en extre-
midades inferiores.
La PoPH tiene un inicio insidioso con síntomas poco
específicos, lo que hace que el diagnóstico se esta- Exploraciones complementarias
blezca tardíamente. El síntoma más frecuente es la ❱❱ Radiografía de tórax: En el caso de PoPH avan-
presencia de disnea, de tal forma que en los pacien- zada, puede mostrar aumento del tamaño de
tes con hipertensión portal que refieran disnea de las arterias pulmonares principales o cardio-
reposo o durante el ejercicio debería descartarse megalia, en ausencia de otras alteraciones del
la presencia de hipertensión pulmonar asociada. parénquima pulmonar.
Es de gran importancia definir desde el inicio de la
❱❱ Electrocardiograma: Puede mostrar desviación
valoración clínica del paciente el grado en que la del eje axial hacia la derecha, signos de hiper-
enfermedad limita las actividades de la vida diaria. trofia ventricular derecha (onda R monofásica
Para dicha valoración, la escala más utilizada es en V1 onda S persistente en V5 y V6), signos de
la escala de clase funcional de la New York Heart sobrecarga del ventrículo derecho (inversión de
Association (NYHA) modificada (escala de la World la onda T en las derivaciones precordiales dere-
Health Organization, WHO). La clase funcional es chas), bloqueo de rama derecha y crecimiento
de gran utilidad para elegir la estrategia terapéutica de la aurícula derecha.
y valorar la respuesta clínica en el seguimiento de
❱❱ Exploración funcional respiratoria: La altera-
los pacientes.
ción más frecuente es la disminución de la ca-
El dolor torácico, el deterioro del estado general y pacidad de difusión de monóxido de carbono
el síncope son características clínicas de la hiper- (DLCO). En la gasometría arterial se puede obser-

945
Sección 6. Hígado

var hipoxemia de leve a moderada intensidad, referencia para el diagnóstico de HP. Este pro-
hipocapnia y aumento del gradiente alveolo- cedimiento permite medir las presiones intra-
arterial de oxígeno. vasculares y el flujo pulmonar, lo que permite el
diagnóstico de hipertensión pulmonar, así como
❱❱ Gammagrafía de perfusión pulmonar: Puede
valorar su gravedad, evaluar la función del ven-
mostrar un patrón de distribución de la per-
trículo derecho y la potencial reversibilidad de
fusión en mosaico. La presencia de defectos
la hipertensión. Las mediciones hemodinámicas
segmentarios de la perfusión obliga a descartar
deben incluir los siguientes parámetros: PAP
embolia pulmonar.
(sistólica, diastólica y media), presión de oclu-
❱❱ Péptido natriurético cerebral (BNP) o NT-pro- sión de la arteria pulmonar (POAP), presión de
BNP: Puede estar elevado, y ser un marcador aurícula derecha (PAD), y gasto cardiaco (Qt);
plasmático útil, dado que su valor se correlacio- de tal forma que la resistencia vascular pulmo-
na con la sobrecarga ventricular derecha. nar (RVP) pueda ser calculada [RVP = (PAPm -
PAOP)/Qt x 79,9 (expresada en dinas•s•cm-5)].
❱❱ Ecocardiografía Doppler transtorácica: Se trata
A diferencia de lo que ocurre en los pacientes con
de una exploración imprescindible para la de-
HAP idiopática, la mayor parte de los pacientes
tección de la hipertensión pulmonar, dado que
con hepatopatía crónica suelen presentar un es-
permite estimar de forma no invasiva la presión
tado circulatorio hiperdinámico, que cursa con
sistólica de la arteria pulmonar y valorar las
Qt elevado y RVP disminuida. En esta situación,
características de las cavidades cardiacas dere-
y debido al incremento del flujo, en el lecho vas-
chas. Suele objetivarse dilatación e hipertrofia
cular puede haber cierto incremento de la PAP,
del ventrículo derecho. El ventrículo izquierdo
pero la RVP suele ser normal o baja (figura 2).
suele ser de tamaño reducido con un ligero au-
El estudio hemodinámico pulmonar permite
mento del grosor del septo interventricular, que
efectuar el diagnóstico diferencial de las di-
puede estar aplanado y tener un movimiento
ferentes situaciones que pueden cursar con
paradójico. En la mayoría de los casos existe in-
hipertensión pulmonar en la cirrosis hepática,
suficiencia tricuspídea, lo que permite calcular
que puede obedecer a 3 mecanismos (tabla 2):
el gradiente de presión sistólica entre la aurícula
y el ventrículo derechos a partir de la velocidad ■■ ipercinético: Qt elevado, mínimo incremen-
H
pico del flujo regurgitante transtricuspídeo, to de la PAP y RVP normal o disminuida.
y de esta forma estimar la presión sistólica en
■■ ipervolémico: aumento de todas las presio-
H
la arteria pulmonar. Todo ello puede hacerse
nes (PAP, PAOP y PAD). La RVP es normal o
mediante la ecuación simplificada de Bernoui-
disminuida.
lli [gradiente de presión pico de regurgitación
transtricuspídea = 4 x (velocidad de regurgita- ■■ L esión arteriolar: PAP y RVP aumentadas, con
ción transtricuspídea)2] a cuyo valor hay que su- Qt aumentado, normal o disminuido (en fa-
mar el valor estimado de la presión sistólica en ses avanzadas de la hipertensión pulmonar).
la aurícula derecha (5-15 mmHg). La detección Este grupo es el que constituye la verdadera
de un aumento de la PAP sistólica por ecocar- PoPH. A medida que aumenta la RVP puede
diografía no es diagnóstico de hipertensión pul- llevar a la aparición de fallo ventricular dere-
monar, sino que ésta siempre debe confirmarse cho y aumento de la presión de aurícula de-
mediante estudio hemodinámico pulmonar. recha.
El cribaje de la hipertensión pulmonar median-
❱❱ Prueba vasodilatadora aguda: Sirve para eva-
te ecocardiografía Doppler debería efectuarse
luar el grado de reversibilidad de la hiperten-
en todos los pacientes candidatos a trasplante
sión pulmonar. La exposición aguda a vasodila-
ortotópico hepático (TOH), dada su implicación
tadores únicamente debería llevarse a cabo con
de la posible contraindicación del mismo. En los
fármacos de acción inmediata, seguros, fáciles
pacientes ya incluidos en lista de espera para
de administrar y que produzcan escasos efectos
TOH sin evidencia de hipertensión pulmonar en
sistémicos. En los pacientes con HAP idiopática
la valoración inicial, debería realizarse una eco-
el agente más utilizado es el óxido nítrico (NO)
cardiografía anual.
inhalado. Sin embargo, en nuestra experiencia
❱❱ Estudio hemodinámico pulmonar: El catete- los pacientes con PoPH son poco respondedores
rismo cardiaco derecho es la exploración de a NO y se ha observado una mejor respuesta va-

946
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

100
RVP 500

80
PAPm-POAP (mmHg)

60 RVP 240

40
RVP 120

20

0
0 4 8 12 16 20

Gasto cardiaco (l/min)

Figura 2. Diagrama de la relación entre el gradiente de presión transpulmonar (PAPm-POAP) y el gasto cardiaco en pacientes
con cirrosis hepática (q) y pacientes con hipertensión portopulmonar (n). La gráfica muestra datos de 581 pacientes. Las líneas
discontinuas muestran la resistencia vascular pulmonar (RVP) calculada para valores de 120, 240 y 500 din·seg·cm-5.

TABLA 2. Causas de hipertensión pulmonar en la cirrosis hepática

PAP POAP Qt RVP

Estado hipercinético ↑ n o ↓ ↑↑ no↓


Hipervolemia ↑ ↑ ↑ no↓
PoPH ↑↑ n o ↓ ↑ n o ↓ ↑ - ↑↑↑

Definición de abreviaciones: PoPH: hipertensión portopulmonar. PAP: presión de arteria pulmonar. POAP: presión de
oclusión de arteria pulmonar. Qt: gasto cardiaco. RVP: resistencia vascular pulmonar.

sodilatadora aguda con el uso de prostanoides, mentar la tolerancia al esfuerzo, y en los candi-
siendo iloprost inhalado el agente que nosotros datos a trasplante hepático colocarles en una
empleamos. En la PoPH un resultado positivo de situación hemodinámica de bajo riesgo de com-
esta prueba podría permitir incluir al paciente plicaciones y mortalidad perioperatorias. El trata-
en la lista de espera para TOH y/o indicar el tra- miento de la hipertensión pulmonar incluye tra-
tamiento con agentes vasodilatadores. tamiento de soporte, fármacos vasodilatadores y
terapia específica.
Tratamiento Tratamiento de soporte
Los objetivos del tratamiento son aumentar la En los pacientes tratados con fármacos β-bloqueantes
supervivencia, mejorar la sintomatología, incre- es recomendable suspender dicho tratamiento debi-

947
Sección 6. Hígado

Vía Vía Vía


endotelina óxido nítrico prostaciclina
ET-1
ETA
Célula endotelial Ácido araquidónico
Pre-pro-ET L-arginina
NO PGH2
Pre-ET PGI2S
PGI2
ECE eNOS

ET-1 Relajación NO PGI2


ETA ETB
Contracción sGC PDE AC PDE
ERA cGMP ATP cAMP
GTP Derivados
Célula muscular
GMP AMP
lisa prostanoides
iPDE-5
Relajación Relajación

Figura 3. Principales vías implicadas en la regulación del tono vascular pulmonar por parte de la célula endotelial. Las sustancias
con acción vasodilatadora también poseen efecto antiproliferativo sobre la célula muscular lisa, mientras que los agentes vaso-
constrictores promueven la proliferación de dicha célula.
Abreviaciones: ET: endotelina; ECE: enzima convertidor de endotelina; ETA: receptor de endotelina A; ETB: receptor de endotelina
B; NO: óxido nítrico; eNOS: óxido nítrico sintasa endotelial; sGC: guanilato ciclasa soluble; GTP: guanosina trifosfato; GMP: gua-
nosina monofosfato; cGMP: GMP cíclico; PDE: fosfodiesterasa; PGH2: prostaglandina H2; PGI2: prostaciclina; PGI2S: prostaciclina
sintasa; ATP: adenosina trifosfato; AC: adenilato ciclasa; AMP: adenosina monofosfato; cAMP: AMP cíclico; ERA: antagonistas de
los receptores de endotelina; iPDE-5: inhibidores de fosfodiesterasa-5.

do a su efecto inotrópico negativo, que puede ser de- El mononitrato de isosorbide (MNI) ha sido uti-
letéreo en casos de función ventricular derecha depri- lizado ampliamente en pacientes con hepatopa-
mida. Se ha demostrado que solo con dicha medida tía crónica y su administración aguda produce un
mejora la hemodinámica pulmonar y la tolerancia al efecto vasodilatador selectivo sobre la circulación
esfuerzo. En aquellos pacientes que presentan varices pulmonar, sin modificar el gasto cardiaco. Por este
esofágicas con riesgo elevado de sangrado, puede ser motivo, en nuestra experiencia, la administración
necesario realizar la ligadura de las mismas con ban-
a largo plazo de MNI podría ser una opción tera-
das.
péutica válida en pacientes con respuesta vasodi-
La oxigenoterapia crónica domiciliaria estaría indi- latadora positiva, aunque falta evidencia científica
cada en pacientes con presión arterial parcial de contrastada.
O2 (PaO2) inferior a 60 mmHg. El objetivo del trata-
miento con diuréticos es disminuir el volumen in- Terapia específica de hipertensión
travascular y la congestión hepática que ocurre en pulmonar
pacientes con fallo ventricular derecho.
Actualmente, el tratamiento de las formas más
Fármacos vasodilatadores frecuentes de HAP (idiopática y asociadas a enfer-
medad del tejido conectivo) se fundamenta en el
En pacientes con HAP idiopática y respuesta vasodi-
latadora aguda positiva está indicado el tratamien- empleo de fármacos con acción moduladora de la
to con vasodilatadores (antagonistas del calcio). Sin función endotelial a través de tres vías de acción: la
embargo, en los pacientes con hipertensión portal, vía NO-guanosin monofosfato cíclico (cGMP), don-
dichos fármacos pueden incrementar el gradiente de actúan los inhibidores de la fosfodiesterasa-5; la
de presión venosa hepática, por lo que su empleo vía de la prostaciclina (PGI2)–adenosin monofosfato
no está recomendado. cíclico (cAMP), donde actúan los prostanoides; y la

948
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

vía de la endotelina-1 (ET-1), donde actúan los an- ❱❱ Antagonistas de los receptores de endotelina
tagonistas de los receptores de ET-1 (figura 3). (ERA): Incluye bosentán (antagonista dual de los
receptores ETA y ETB) y ambrisentán (inhibidor
La evidencia de la eficacia y seguridad de estos selectivo del receptor de ETA), ambos de admi-
fármacos en las formas más frecuentes de HAP se nistración por vía oral. Estudios no controlados
ha obtenido mediante ensayos clínicos controla- han demostrado mejoría hemodinámica y de
dos multicéntricos. Sin embargo, los pacientes con la tolerancia al esfuerzo en los pacientes con el
PoPH han sido excluidos en gran parte de ellos, por empleo de bosentán en pacientes con PoPH. Sin
lo que la evidencia científica existente acerca de la embargo, los ERA pueden producir aumento de
eficacia y seguridad de estos fármacos en la PoPH los niveles de transaminasas hepáticas, que en
es escasa, siendo necesaria la realización de estu- el caso de bosentán puede ocurrir hasta en el
dios prospectivos y controlados con dichos agentes 10% de los pacientes y en el caso de ambrisen-
en esta entidad. tán en el 3-4% de los pacientes. Por dicho moti-
vo se contraindica su utilización en los pacientes
De todas formas, existen algunas experiencias no con hepatopatía avanzada (Child B o C).
controladas con el empleo de dichos fármacos (ta-
bla 3). En un reciente análisis retrospectivo de la ❱❱ Inhibidores de fosfodiesterasa-5 (iPDE-5): Ac-
Clínica Mayo se ha comprobado que los mejores ín- tualmente se dispone de sildenafilo y de tada-
dices de supervivencia en la PoPH se obtuvieron en lafilo. Estudios no controlados han demostrado
aquellos pacientes que fueron tratados con terapia mejoría hemodinámica y de la tolerancia al
específica de hipertensión pulmonar y además se esfuerzo con el empleo de sildenafilo. Si bien
les practicó trasplante hepático. el empleo de iPDE-5 puede producir vasodila-
tación esplácnica y empeorar la hipertensión
Actualmente se dispone de 3 clases de fármacos portal, un estudio reciente ha demostrado que
para el tratamiento específico de la hipertensión sildenafilo no tuvo efecto sobre el gradiente de
pulmonar: presión venosa hepática, por lo que su empleo
puede ser considerado en los pacientes con
❱❱ Prostanoides: El epoprostenol (prostaciclina sin- PoPH.
tética) solamente puede ser administrado con
infusión continua iv ya que su vida media es muy Trasplante ortotópico hepático
corta (3-5 min), lo que requiere una colocación (TOH)
de un catéter permanente y un sistema de in-
A diferencia de lo que ocurre en el SHP, la PoPH no
fusión ininterrumpido. Los efectos secundarios constituye una indicación de TOH, y el beneficio de
más frecuentes son dolor mandibular, eritema éste no está establecido. Al contrario, la presencia
cutáneo, diarrea, náuseas, dolor de cabeza y ar- de hipertensión pulmonar se asocia a mayor riesgo
tralgias, así como aquellos derivados de la vía de de morbimortalidad perioperatoria, especialmente
administración. cuando los valores de PAP media son superiores a
Los análogos de la prostaciclina actualmente dis- 35 mmHg y los de RVP superiores a 400 din•s•cm-5.
ponibles son iloprost, que se administra por vía Por dicho motivo, valores de PAP y RVP superiores a
dichas cifras constituyen una contraindicación para
inhalada, y trepostinil que se administra por vía
el trasplante hepático.
subcutánea.
Dado que los pacientes con PoPH pueden ser can-
Estudios no controlados en grupos reducidos de
didatos a terapia específica de hipertensión pulmo-
pacientes han demostrado que los agentes pros-
nar, tanto como alternativa o como complemento
tanoides mejoran la hemodinámica pulmonar y del TOH, se recomienda que dichos pacientes sean
la tolerancia al esfuerzo, permitiendo la realiza- controlados en centros de trasplante que además
ción del TOH en algunos casos. Dada la rapidez posean experiencia en HAP. En algunos pacientes,
y reversibilidad del efecto de iloprost inhalado la terapia específica de hipertensión pulmonar se-
junto con la evidencia de que no aumenta el gra- guida de trasplante hepático ha permitido mejorar
diente de presión venosa hepática, en nuestra los resultados del trasplante y la supervivencia de
experiencia lo empleamos como tratamiento de los pacientes con PoPH. En la figura 4 se muestra
rescate en situaciones clínicas que contraindican de forma esquemática el algoritmo diagnóstico y
el TOH. terapéutico de la PoPH.

949
TABLA 3. Experiencia con el empleo de terapia específica de hipertensión pulmonar en la hipertensión portopulmonar

950
Fármaco N Seguimiento Child Cambios Cambios PAP Exitus TOH
(meses) % A,B,C TM6M (exitus)
Sección 6. Hígado

Krowka Hepatology 1999 EPO 10 ≤30 NR NR ↓17% 6 (50%) 1 (0)


Sussman
Am J Transpl 2006 EPO 8 ≤15 NR NR ↓10 mmHg 2 (25%) 4 (0)
Fix
Liver Transpl 2007 EPO 19 ≤95 32,42,26 NR ↓12 mmHg 8 (42%) 2 (0)
Hoeper
ERJ 2007 ILO 13 36 77,23,0 +44 m +3 mmHg 8 (62%) 0
Melgosa
Liver Transpl 2010 ILO 12 12 33,33,33 +66 m NR 2 (25%) 2 (0)
Sakai
Transpl Int 2009 TRE 3 ≤24 NR NR ↓16 mmHg 0 0
Hoeper
ERJ 2005 BOS 11 12 100,0,0 +78 m -5 mmHg 0 0
Hoeper
ERJ 2007 BOS 18 36 100,0,0 +70 m -8 mmHg 2 (11%) 0
Cartin-Ceba
Chest 2010 AMB 13 12 62,NR,NR NR -17 mmHg 2 (15%) 1 (0)
Reichenberger
ERJ 2006 SIL 14 12 50,43,7 +95 m -4 mmHg 2 (14%) 0
Gough
Liver Transpl 2009 SIL 11 <36 0,64,36 NR -9 mmHg 5 (45%) 1 (0)
Hemmes
Liver Transpl 2009 SIL 10 21 NR +26 m ↓ en 4 de 5 4 (40%) 1 (0)

Definición de abreviaturas: EPO: epoprostenol. ILO: iloprost. TRE: trepostinil. BOS: bosentán. AMB: ambrisentán. SIL: sildenafilo
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

TABLA 4. Criterios diagnósticos y grado de severidad del síndrome hepatopulmonar (SHP)

Variable Criterios

Defectos de oxigenación arterial PaO2 < 80 mmHg o AaPO2 ≥ 15 mmHg respirando aire ambiente
Dilataciones vasculares Resultado positivo en ecocardiografía de contraste o captación
intrapulmonares anómala cerebral (con gammagrafía de perfusión pulmonar con Tc99)
Enfermedad hepática Cirrosis hepática con o sin hipertensión portal
Grado de severidad AaPO2 PaO2
Leve ≥ 15 mmHg ≥ 80 mmHg
Moderado ≥ 15 mmHg ≥ 60 mmHg y < 80 mmHg
Grave ≥ 15 mmHg ≥ 50 mmHg y < 60 mmHg
Muy grave ≥ 15 mmHg < 50 mmHg (< 300mmHg respirando O2 100%, y/o
índice cerebral > 20%)

Abreviaturas: PaO2: presión arterial de oxígeno. AaPO2: gradiente alveolo-arterial de oxígeno

Síndrome hepatopulmonar trica de vital importancia, ya que está ligada a la


supervivencia del proceso y ayuda a determinar el
Concepto y epidemiología momento del TOH y el riesgo del mismo (tabla 4).

El síndrome hepatopulmonar (SHP) se define como El SHP afecta predominantemente a pacientes de


una alteración en la oxigenación arterial producida mediana edad sin diferencia entre sexos, aunque
por la presencia de dilataciones vasculares intra- también puede ocurrir en niños. La prevalencia del
pulmonares asociadas a enfermedad hepática. Se- SHP varía ampliamente dependiendo en parte de la
gún esta definición, el diagnóstico de SHP se basa especialización de los centros, si es pulmonar o he-
en una tríada clínica. En primer lugar, incluye la pática. En pacientes con cirrosis hepática, la preva-
presencia de enfermedad hepática, siendo la más lencia media de SHP subclínico, es decir en función
frecuente la cirrosis hepática, independientemen- exclusivamente de los valores de PaO2 y del AaPO2,
te de su etiología; si bien también se han descrito es del orden del 15%, para el diagnóstico de SHP.
casos en pacientes con muchas otras hepatopatías En pacientes con enfermedades hepáticas poco fre-
crónicas, hepatitis aguda e hipertensión portal sin cuentes la prevalencia de SHP es desconocida; en
cirrosis hepática. En segundo lugar, debe existir hepatitis crónicas virales con o sin cirrosis, la pre-
un defecto en la oxigenación arterial, caracteriza- valencia de SHP es aproximadamente del 10%. La
do cuando menos por un aumento del gradiente prevalencia de SHP en candidatos a TOH es elevada
alveolo-arterial de oxígeno (AaPO2), con o sin hi- (18%), y en el síndrome de Budd-Chiari puede lle-
poxemia acompañante. Por el contrario, nunca gar hasta el 28%. Además algunas formas agudas o
existe hipercapnia (PaCO2 superior a 45 mmHg); crónicas de enfermedad hepática pueden coexistir
y lo frecuente es que exista hipocapnia (PaCO2 in- con hipoxemia arterial debida a dilatación vascular
ferior a 35 mmHg). Por último, la presencia de las pulmonar, lo que sugiere que la hipertensión portal
dilataciones vasculares intrapulmonares, que es no está siempre presente en pacientes con SHP. La
el mecanismo por el que se produce la alteración gravedad de la enfermedad hepática subyacente,
del intercambio de gases. Se considera que existe según la puntuación de la escala de Child-Pugh o la
dilatación cuando el diámetro de los capilares pul- del MELD (Model for Endstage Liver Disease), no se
monares está aumentado, entre 15-60 μm, y ésta relaciona con el desarrollo del SHP.
es la alteración vascular pulmonar más importante
en el SHP. Fisiopatología y patogenia
De acuerdo con las anomalías en la oxigenación El trastorno primario del SHP es la dilatación de los
arterial, se ha propuesto una clasificación gasomé- vasos pulmonares a nivel pre- y postcapilar, lo que

951
Sección 6. Hígado

Sospecha de PoPH

Ecocardiografía Doppler
transtorácica

PSAP > 50 mmHg o VD anómalo

Criterios diagnósticos en el CCD:


• PAP ≥ 25 mmHg
• POAP ≤ 15 mmHg
• RVP > 240 din•s•cm-5

Suspender b-bloqueantes. Valorar indicación


de oxígeno, diuréticos y ligadura de varices

Determinar el riesgo para trasplante hepático

Riesgo no aumentado Riesgo aumentado Alto riesgo


PAPm < 35 mmHg PAPm 35-50 mmHg PAPm > 50 mmHg

Considerar tratamiento Considerar tratamiento


No contraindicación
específico HAP específico HAP
y reevaluar en 6 m

Figura 4. Algoritmo para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con hipertensión portopulmonar candidatos a trasplante
hepático (TOH). La terapia específica incluye prostanoides, antagonistas de los receptores de endotelina o inhibidores de fosfo-
diesterasa-5 a largo plazo.
Abreviaciones: PoPH: hipertensión portopulmonar. PSAP: presión sistólica de arteria pulmonar. VD: ventrículo derecho. CCD:
cateterismo cardiaco derecho. PAP: presión arteria pulmonar. POAP: presión de oclusión de arteria pulmonar. RVP: resistencia
vascular pulmonar. HAP: hipertensión arterial pulmonar. PAPm: presión arterial pulmonar media.

condiciona que la sangre venosa mezclada (arte- cremento desmesurado del flujo sanguíneo en pre-
rial pulmonar) tenga un tránsito exageradamente sencia de una ventilación alveolar uniformemente
rápido por la zona de interfase alveolo-capilar, pu- preservada. Además, esta situación puede compli-
diendo también sortear la zona alveolo-capilar al carse aún más por la existencia de una respuesta
desplazarse directamente, a través de auténticos vasoconstrictora hipóxica disminuida o ausente
cortocircuitos, hacia las venas pulmonares. El de- hasta en un tercio de los pacientes con cirrosis he-
fecto en la oxigenación es debido principalmente pática. La gravedad de la hipoxemia arterial empeo-
al desequilibrio de las relaciones ventilación-per- ra en función de la coexistencia del cortocircuito
fusión, que aparece como consecuencia de un in- intrapulmonar y/o el defecto de la difusión alveolo-

952
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

capilar de oxígeno. A destacar, que el papel de las binación de la lesión hepática e hipertensión portal
comunicaciones vasculares porto-pulmonares es para aumentar la producción endógena de NO y de
completamente marginal. El agravamiento del des- ET-1. En un individuo sano, la ET-1, que se genera
equilibrio de las relaciones ventilación-perfusión y en las células endoteliales de los vasos sanguíneos,
del cortocircuito arteriovenoso al pasar de la posi- produce vasoconstricción al unirse al receptor A
ción supina a la ortostática es un dato de interés, (ETA) en las células musculares lisas, y, en menor
aunque no frecuente, aproximadamente en menos medida es causa de una vasodilatación al estimular
del 25% de los pacientes con SHP, y es el causan- la NO-sintasa tras unirse a los receptores B (ETB) de
te de la reducción de la PaO2 (igual o superior a las células endoteliales. En este modelo experimen-
4 mmHg y/o al 5% del valor basal) y ortodesoxia tal de SHP, la producción de ET-1 está aumentada y
(disnea en posición erecta) acompañantes del SHP. se uniría de forma preferente a los receptores ETB,
Característicamente, la mayoría de los pacientes estimulando la producción de NO y la vasodilata-
con SHP son capaces de aumentar su PaO2 (hasta ción pulmonar.
más de 350-400 mmHg) cuando respiran oxígeno
al 100%. Asimismo existe un grado de limitación en Diagnóstico
la difusión del oxígeno debido a un doble mecanis-
mo. Por un lado, las moléculas de oxígeno han de Manifestaciones clínicas
recorrer una larga distancia desde el alveolo hasta No existen síntomas específicos de SHP. El sínto-
los glóbulos rojos de la parte central del capilar di- ma más frecuente es la presencia de disnea de es-
latado; por otro la circulación hipercinética acorta fuerzo y/o de reposo, que aparece habitualmente
el tiempo de tránsito del hematíe por el capilar pul- tras años de enfermedad hepática. La disnea es
monar. Por todo ello, la administración de oxígeno un hallazgo inespecífico, común en pacientes con
a altas concentraciones resuelve parcialmente los enfermedad hepática avanzada, debido al gran nú-
valores de PaO2.
mero de complicaciones que pueden coexistir, tales
Por tanto, pacientes en estadios tempranos del como la anemia, la ascitis y la retención de líquidos,
SHP (alteración única del AaPO2 y/o PaO2 entre 80 y la atrofia muscular.
y 60 mmHg), el mecanismo principal es la altera-
ción de las relaciones ventilación-perfusión, con
Exploración física
o sin ligero incremento del cortocircuito intrapul- Tampoco el examen físico aporta signos caracterís-
monar (usualmente, por debajo del 10% del gasto ticos de SHP. Sin embargo, existen datos que per-
cardiaco). Por el contrario, en pacientes con formas miten sospechar el SHP, como son la presencia de
más avanzadas de SHP (PaO2 inferior a 60 mmHg), abundantes arañas vasculares, la acropaquia y/o la
subyace una conjunción de diferentes mecanismos, cianosis. La ortodesoxia ocurre en menos del 20%
como son, por un lado los propios trastornos de de los pacientes con SHP, y puede ser causa de pla-
las relaciones ventilación-perfusión, y por otro, el tipnea (disnea en la posición erecta que mejora con
cortocircuito intrapulmonar y la limitación de la di- el decúbito supino). Con la bipedestación se pro-
fusión alveolo-capilar de oxígeno. duce una redistribución heterogénea gravitacional
Por lo que respecta a los mecanismos patogénicos del flujo sanguíneo hacia las zonas más declives
implicados en el SHP, éstos están todavía poco es- del pulmón, con mayor abundancia de dilataciones
tablecidos. En general, se acepta que existe un des- vasculares pulmonares. Ello acentúa el desequili-
equilibrio entre las sustancias vasodilatadoras y las brio subyacente de las relaciones ventilación-perfu-
vasoconstrictoras, a favor de las primeras. El NO es sión lo que puede dar lugar a descenso de la oxige-
un importante componente vasodilatador vascular nación arterial (ortodesoxia) y disnea. Al adoptar la
pulmonar y ha sido implicado en el desarrollo de posición supina, por el contrario, la redistribución
dilatación vascular pulmonar en pacientes cirróti- del flujo sanguíneo es más uniforme, lo que reduce
cos con SHP. De hecho, los niveles de NO exhalado el desequilibrio de las relaciones ventilación-perfu-
están aumentados en el paciente con SHP y se nor- sión, mejora la oxigenación arterial y consiguiente-
malizan tras el TOH cuando se resuelve el SHP. La mente la disnea (platipnea).
causa del aumento de la producción de NO en es-
Exploraciones complementarias
tos pacientes aún es desconocida. Recientemente,
estudios realizados sobre un modelo experimental ❱❱ Radiografía de tórax: Habitualmente es inespe-
de ratas con SHP sugieren que se necesita la com- cífica, aunque en ocasiones sugiere un patrón

953
Sección 6. Hígado

intersticial en campos pulmonares inferiores, ❱❱ Gammagrafía de perfusión pulmonar: junto


relacionado con la presencia de dilataciones con la ecocardiografía con inyección de contras-
vasculares pulmonares. te son las dos técnicas aceptadas para la detec-
ción de las dilataciones vasculares pulmonares.
❱❱ Examen funcional respiratorio: El hallazgo más
La gammagrafía de perfusión pulmonar con
común es la disminución de la DLCO. Este hallaz-
macroagregados de albúmina (20-60 μm de diá-
go es inespecífico ya que es la prueba pulmonar
metro) marcados con tecnecio-99 (Tc99) consiste
más frecuentemente alterada en toda hepato-
en la inyección de dichas partículas radiactivas
patía crónica, con o sin neumopatía crónica y/o
de albúmina a través de una vena periférica. En
SHP asociados y, a diferencia de lo que ocurre
condiciones normales estas partículas deberían
con los valores gasométricos y las anomalías de
quedar atrapadas en los capilares pulmonares
las relaciones ventilación-perfusión, la DLCO no
se normaliza tras el TOH, un hallazgo todavía (inferiores o iguales a 15 μm de diámetro). En
inexplicado. El valor de PaO2 es muy variable, situaciones de shunt intracardiaco y/o de dila-
de forma que pueden presentarse valores nor- taciones vasculares intrapulmonares, pasan a la
males de la PaO2, con hipocapnia, y/o aumento circulación sistémica y son retenidas en regiones
aislado del AaPO2; o bien, casos con valores de extrapulmonares como son el cerebro, el riñón
PaO2 muy reducidos, que pueden precisar inclu- y/o el hígado. Por lo tanto, la principal desventa-
so tratamiento con oxígeno domiciliario a largo ja de la gammagrafía de perfusión pulmonar con
plazo. respecto a la ecocardiografía con inyección de
contraste es la incapacidad para diferenciar cor-
❱❱ Ecocardiografía: La ecocardiografía transtorá- tocircuito (shunt) intracardiaco de la existencia
cica con inyección de contraste es el método de las dilataciones vasculares intrapulmonares
más práctico y está considerado como el mé- propiamente dichas, por lo que resulta menos
todo diagnóstico de referencia para demostrar sensible.
las dilataciones de los vasos pulmonares. Se
realiza inyectando en una vena periférica de la ❱❱ Hemodinámica pulmonar: Muestra un estado
extremidad superior suero agitado, que genere circulatorio hipercinético con gasto cardiaco ele-
microburbujas (de más de 10 μm de diámetro). vado y resistencia vascular pulmonar y sistémica
En condiciones fisiológicas, estas microburbujas disminuidas.
deberían quedar atrapadas en los capilares pul-
❱❱ Angiografía pulmonar: Puede distinguir dos pa-
monares y ser absorbidas por el tejido pulmo-
trones diferentes. El tipo 1 o patrón difuso es el
nar. Se considera que la ecocardiografía da un
más común e inespecífico. Éste se divide a su vez
resultado positivo, y, por consiguiente, diagnós-
tico de SHP cuando se detectan microburbujas en dos subtipos: el subtipo-1-moderado, carac-
en la aurícula izquierda al cabo de 3-6 ciclos car- terizado por una apariencia esponjosa del árbol
diacos de haberlas detectado en la aurícula de- arterial distal con múltiples vasos está presente
recha, hallazgo que nunca se da en condiciones en pacientes que suelen tener valores norma-
de normalidad fisiológica. les o casi normales de PaO2 y que aumentan al
respirar oxígeno al 100%. El subtipo 1-avanzado
La ecocardiografía transesofágica con inyección es semejante al subtipo 1-moderado, pero con
de contraste es más sensible que la transtorá- mayor afectación vascular. El subtipo 2, mucho
cica para el diagnóstico de las dilataciones vas- más infrecuente, se caracteriza por la presencia
culares intrapulmonares en pacientes con SHP. de comunicaciones arteriovenosas individuales,
A su vez, nos permite diferenciar claramente y por estar presente en pacientes hipoxémicos,
si el paso de microburbujas hacia a la aurícula muy disneicos y con una respuesta modesta (o
izquierda se produce a nivel interauricular o a sin respuesta) a la administración de oxígeno al
nivel de las venas pulmonares. Por el contrario, 100%. La angiografía pulmonar no es necesaria
se trata de una técnica más costosa, que precisa para el diagnóstico de SHP y solamente debería
sedación y posee un elevado riesgo en pacien- recomendarse (1) cuando el grado de hipoxemia
tes con varices esofágicas subyacentes, de for- es grave (PaO2 inferior a 60 mmHg); (2) cuando
ma que únicamente estaría indicada en casos la respuesta al respirar oxígeno al 100% es mo-
especiales, seleccionados, en los que la ecocar- desta o nula y (3) ante la sospecha (por TC de
diografía transtorácica sea de difícil valoración. tórax) de la presencia de malformaciones arte-

954
65. Patología vascular pulmonar en las enfermedades del hígado

Candidato a TOH
Paciente con hepatopatía y disnea

Gasometría arterial

PaO2 < 80 mmHg y/o PaO2 ≥ 80 mmHg y


AaPO2 ≥ 15 mmHg AaPO2 < 15 mmHg

Negativa Ecocardiografía de contraste No SHP

No SHP Positiva

PaO2 ≥ 60 < 80 mm Hg
PO2 ≥ 50-60 mmHg PaO2 < 50 mmHg
y/o AaPO2 ≥ 15 mmHg

Riesgo habitual
TOH TOH de alto riesgo
de TOH

Figura 5. Algoritmo para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con síndrome hepatopulmonar (SHP).
Abreviaciones: PaO2: presión arterial de oxígeno. AaPO2: gradiente alveolo-arterial de oxígeno. TOH: trasplante ortotópico
hepático.

riovenosas, potencialmente accesibles a la em- rizados, controlados con placebo, sean necesarios
bolización. para investigar nuevas alternativas terapéuticas. En
el ínterin, los pacientes con SHP e hipoxemia grave
❱❱ TC de tórax: suele ser útil para excluir enferme- (PaO2 igual o inferior a 60 mmHg) respirando aire
dades respiratorias crónicas coexistentes, como ambiente son tributarios de oxigenoterapia domi-
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
ciliaria continua.
(EPOC), cuando se sospecha el SHP.
La reducción de la hipertensión portal, podría hipo-
Tratamiento téticamente redundar en un beneficio sobre estos
pacientes, dado el papel central de este trastorno
Actualmente, no existe ninguna estrategia terapéu-
tica médica eficaz para el SHP. Los datos de ensa- en la patogénesis del SHP (todavía no totalmente
yos clínicos terapéuticos no controlados usando esclarecido). Hasta la fecha, se han publicado unos
diversos tipos de fármacos, que incluyen análogos pocos casos de la implantación de un shunt por-
de somatostatina, β-bloqueantes, inhibidores de ci- tosistémico intrahepático transyugular (TIPS). En
clooxigenasa, glucocorticoides, ciclofosfamida, NO nuestra experiencia, esta opción no ha sido bene-
inhalado, inhibidores del NO, antibióticos, almitrina ficiosa a corto plazo sobre los valores gasométricos
e incluso, preparados de ajo abundante, no han de- arteriales. En los casos de SHP subtipo 2 angiográfi-
mostrado mejoría alguna en la oxigenación arterial co, la embolización de las comunicaciones arterio-
y la vasodilatación pulmonar subyacente. De ahí venosas pulmonares ha mostrado en un caso aisla-
que nuevos ensayos clínicos multicéntricos aleato- do una mejoría de la oxigenación arterial.

955
Sección 6. Hígado

Actualmente el transplante hepático (TOH) es el 3. Galie N, Hoeper MM, Humbert M et al. Gui-
único tratamiento que ha resultado ser eficaz, con delines for the diagnosis an treatment of pul-
resolución completa del SHP en el seguimiento en monary hypertension: The Task Force for the
un 80% o más de los casos practicados. Sin embar- Diagnosis and Treatment of Pulmonary Hiper-
go, la mortalidad postoperatoria y el intervalo de tension of the European Society of Cardiology
tiempo hasta la resolución de la hipoxemia arterial (ESC) and the European Respiratory Society
ha demostrado ser mayor en pacientes con hipoxe- (ERS), endorsed by the International Society
mia más grave (PaO2 inferior a 50 mmHg). En la of Heart and Lung Transplantation (ISHLT). Eur
Respir J 2009;34:1219-63.
serie más amplia de un solo centro, los pacientes
con SHP tuvieron una supervivencia a los 5 años del 4. Krowka MJ, Swnason KL, Frantz RP et al. Por-
topulmonary hypertension: Results from a 10-
orden del 76%, cifra que no difiere de los pacientes
year screening algorithm. Hepatology 2006;
trasplantados sin SHP. Debido al pobre pronóstico
44(6):1502-10.
sin TOH, el diagnóstico de SHP asociado a PaO2 in-
5. Swanson KL, Wiesner RH, Nyberg SL et al. Sur-
ferior a 60 mmHg es una indicación imperiosa para
vival in Portopulmonary Hypertension: Mayo
TOH y de total prioridad. Por el contrario, la existen- Clinic Experience Categorized by Treatment
cia de SHP muy grave con PaO2 inferior a 50 mmHg, Subgroups. American Journal of Transplatation
asociado o no a shunt por gammagrafía de per- 2008;8:2445-53.
fusión pulmonar (más específicamente conocido 6. Krowka MJ. Portopulmonary hypertension:
como índice de detección cerebral igual o superior diagnostic advances and caveats. Liver Transpl
al 20%), es un indicador de mal pronóstico posto- 2003;9(12):1336-7.
peratorio y constituye, en la actualidad, una con- 7. Ricci GL, Melgosa MT, Burgos F et al. As-
traindicación casi absoluta en la mayoría de centros sessment of acute pulmonary vascular reac-
a escala mundial. La resolución espontánea del SHP tivity in portopulmonary hypertension. Liver
y el desarrollo de PoPH, antes o después del TOH Transpl 2007;13(11):1506-14.
practicado a raíz de un SHP, es muy poco frecuente. 8. Melgosa MT, Ricci GL, García-Pagán JC et al.
En la figura 5 se muestra de forma esquemática el Acute and long-term effects of inhaled iloprost
algoritmo diagnóstico y terapéutico del SHP. in portopulmonary hypertension. Liver Transpl
2010;16:348-56.
Bibliografía 9. Rodríguez-Roisín R, Krowka MJ. Hepatopulmo-
1. Rodríguez-Roisín R, Krowka MJ, Herve P et al. nary Syndrome – A Liver-Induced Lung Vascular
ERS Task Force Pulmonary-Hepatic Vascular Disorder. N Engl J Med 2008;358:2378-87.
Disorders (PHD) Scientific Committee. Pulmo- 10. Arguedas MR, Abrams GA, Krowka MJ et al.
nary-Hepatic vascular Disorders (PHD). Eur Prospective evaluation of outcomes and pre-
Respir J 2004;24(5):861-80. dictors of mortality in patients with hepatopul-
2. Hourani JM, Bellamy PE, Tashkin DP, Batra P, monary syndrome undergoing liver transplan-
Simmons MS. Pulmonary dysfunction in ad- tation. Hepatology 2003;37(1):192-7.
vanced liver disease: frequent occurrence 11. Rolla G, Brussino L, Colagrande O et al. Exhaled
of an abnormal diffusing capacity. Am J Med nitric oxide and oxygenation abnormalities in
1991;90:693-700. hepatic cirrosis. Hepatology 1997;26:842-7.

956
66 Cirrosis biliar primaria
Colangitis esclerosante primaria
Albert Parés
Unidad de Hepatología. Hospital Clínic. Universidad de Barcelona. IDIBAPS, CIBERehd
Barcelona

Cirrosis biliar primaria Objetivos de este capítulo


La cirrosis biliar primaria (CBP) es una enferme- ❱❱ Estudiar las enfermedades hepáticas
dad crónica del hígado, de etiología desconocida colestásicas más frecuentes.
que afecta predominantemente a mujeres de
❱❱ Establecer los criterios diagnósticos para la
edad media, caracterizada por una inflamación
CBP y la colangitis esclerosante primaria y
y destrucción progresiva de los conductillos
de sus diferentes formas clínicas.
biliares, y que da lugar a un cuadro clínico de
colestasis1,2. El término de cirrosis no es el más ❱❱ Proporcionar recursos terapéuticos
apropiado, ya que únicamente se establece en la para el manejo de la CBP y la colangitis
fase final de la enfermedad. esclerosante primaria.

Epidemiología REFERENCIAS CLAVE


La CBP se ha descrito en todas las razas con una 1. Kaplan MM, Gershwin ME. Primary biliary-
prevalencia estimada en Europa Occidental de cirrhosis. N Engl J Med 2005;353:1261-73.
21 casos por millón de habitantes3. Estudios 2. EASL Clinical Practice Guidelines: manage-
posteriores indican que la prevalencia de la ment of cholestatic liver diseases. J Hepatol
enfermedad ha aumentado últimamente, debi- 2009;51:237-67.
do probablemente a su mejor conocimiento, lo
3. Chapman R, Fevery J, Kalloo A, Nagorney
cual ha facilitado su diagnóstico. Esta prevalen-
DM, Boberg KM, Shneider B, Gores GJ.
cia varía considerablemente de un país a otro e
Diagnosis and management of primary
incluso en un mismo país de un área a otra. En
sclerosing cholangitis. Hepatology
España esta variación regional de la enfermedad
2010;51:660-78.
oscila entre 37 y 144 casos por millón de habi-
tantes4. Aunque se han publicado casos familia-
res (la CBP ha sido demostrada entre hermanos,
gemelos, madres e hijas) no hay ninguna eviden-
cia epidemiológica de que la enfermedad sea de
tipo hereditario o que esté limitada a ciertos
grupos sociales o étnicos5.
inicial y se denomina lesión hepática florida, con-
siste en una inflamación por células mononuclea-
Anatomía patológica
das, y la destrucción de los conductos biliares de
Clásicamente la enfermedad se divide en cuatro tamaño intermedio, de ahí el nombre de colangitis
estadios (figura 1), desde el estadio I caracteri- destructiva no supurativa. Los conductos biliares
zado por una lesión portal, hasta el estadio IV, afectos se encuentran rodeados por un infiltrado
caracterizado por una cirrosis con nódulos de de linfocitos y células plasmáticas y a menudo tam-
regeneración6,7. Los estadios intermedios II y III bién por un granuloma epitelioide no caseificante.
se caracterizan por una lesión periportal y fibro- La lesión hepática florida puede estar presente en
sis septal, respectivamente. La lesión histológica todos los estadios de la enfermedad. A medida que
fundamental, que al mismo tiempo es la lesión la enfermedad progresa se produce necrosis de

H Í G A D O 957
Sección 6. Hígado

Figura 1. Estadios histológicos de la cirrosis biliar primaria. Cortesía de la Dra. R. Miquel.

los hepatocitos periportales y se inicia la síntesis la membrana de las células ductales junto con
de colágeno que causa inicialmente una fibrosis antígenos del sistema HLA. Estos antígenos no ca-
portal y periportal y más tarde la formación de ta- racterizados tienen una similitud con el complejo
biques fibrosos interportales, hasta constituirse la de la piruvato-cinasa de la membrana interna de
cirrosis. En los estadios avanzados es característica las mitocondrias, y explicaría la presencia de an-
la desaparición de los conductos biliares en los es- ticuerpos antimitocondriales. Se ha sugerido que
pacios porta. En algunos casos se observa hiper- un agente etiológico desconocido sería el iniciador
plasia nodular regenerativa8. de la alteración del epitelio biliar, y se ha obser-
vado la presencia de reactividad cruzada entre los
Etiología y patogenia anticuerpos antimitocondriales y ciertas bacterias
gramnegativas10 y micobacterias11. También se ha
La causa de la CBP es desconocida, pero la presen-
señalado la posible participación de virus12 y de
cia de importantes alteraciones, tanto de la inmu-
xenobióticos ambientales como desencadenantes
nidad celular como humoral, sugiere una patoge-
del proceso13.
nia autoinmune en sujetos con una predisposición
genética. Así, la enfermedad se ha descrito entre La deficiente función de los linfocitos T supresores
familiares y hay una incuestionable asociación con permitiría la persistencia de la agresión sobre el
antígenos del sistema de histocompatibilidad9. La epitelio de los conductos biliares. La lesión biliar
frecuente asociación con otras enfermedades de se produciría de modo continuado pero imper-
carácter autoinmune y ciertas similitudes con la ceptible a lo largo del tiempo, con destrucción de
enfermedad crónica del injerto contra el huésped los conductos e interrupción de la secreción biliar.
también proporciona fundamentos para sustentar La incapacidad de los conductos biliares para re-
la patogenia autoinmune. generarse explica la irreversibilidad de la lesión
histológica y la acumulación progresiva en los
La destrucción del epitelio de los pequeños con-
hepatocitos de sustancias tóxicas, como ciertos
ductos biliares intrahepáticos está ocasionada
ácidos biliares, que contribuyen a la lesión del pa-
por linfocitos T citotóxicos dirigidos contra antí-
rénquima hepático.
genos todavía no caracterizados, expresados en

958
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria

Manifestaciones clínicas Es algunos casos hay hiperpigmentación que puede


llegar a ser tan intensa como para considerar una
Clásicamente hay una colestasis crónica, con pruri- melanodermia. Debido a las lesiones de rascado
to, ictericia, xantomas y xantelasmas, y alteraciones y posiblemente debido a deficiencias vitamínicas
bioquímicas con aumento de la fosfatasa alcalina, puede observarse un engrosamiento cutáneo. Tam-
g-glutamiltransferasa, colesterol y bilirrubina1,2. Sin bién pueden observarse xantomas planos, distri-
embargo, cada vez son más frecuentes los casos
buidos en las palmas de las manos y plantas de los
asintomáticos que se diagnostican casualmente por
pies y en el tronco, así como xantomas tuberosos
un aumento de la actividad fosfatasa alcalina sérica
que se observan particularmente en los codos, ro-
(figura 2). En la actualidad más del 60% de los pa-
dillas, y en el tendón de Aquiles. Asimismo pueden
cientes son asintomáticos14. Además, hay algunos
observarse xantelasmas. Muy esporádicamente, se
pacientes que tienen exclusivamente anticuerpos
han descrito pacientes con dolores neuríticos se-
antimitocondriales y no manifiestan síntomas ni
cundarios a depósitos xantomatosos en las vainas
cambios bioquímicos de colestasis (forma silente).
de los nervios periféricos. Los xantomas y xantelas-
La enfermedad afecta preferentemente a mujeres mas suelen desaparecer a medida que progresa la
(90% de los casos) entre 40 y 60 años1,2. Ocasional- CBP y aparecen signos de insuficiencia hepática4.
mente se puede observar tras un episodio de coles-
tasis gravídica, y en ocasiones se ha detectado tras En la exploración física es frecuente apreciar una
un tratamiento hormonal contraceptivo. El prurito hepatomegalia que suele aumentar con la pro-
y la astenia son los síntomas iniciales más frecuen- gresión de la enfermedad. La esplenomegalia es
tes. Generalmente el prurito afecta a las extremi- menos frecuente, y suele indicar la existencia de
dades, pero puede generalizarse y ser tan intenso hipertensión portal, que ya en las fases iniciales
que llegue a impedir conciliar el sueño. Como con- puede estar presente y es de tipo presinusoidal15,16.
secuencia del prurito suelen producirse lesiones de La hemorragia digestiva por rotura de varices eso-
rascado. La causa del prurito es desconocida, pero fágicas, y el desarrollo de ascitis es poco frecuen-
se aduce que es debida a la incapacidad de elimina- te en las fases iniciales, así como la encefalopatía
ción biliar de una sustancia pruritógena. Cuando la hepática, que es un signo terminal de la enferme-
enfermedad progresa no es infrecuente que el pru- dad. Además de estas manifestaciones propias de
rito desaparezca. La ictericia, en caso de existir, sue- la enfermedad hepática, pueden observarse otros
le aparecer después del prurito. Al comienzo suele signos correspondientes a enfermedades asocia-
ser fluctuante, para luego ir aumentando de forma das, como fenómeno de Raynaud, calcinosis cutis
paulatina, al mismo tiempo que progresa la CBP. y telangiectasias.

Figura 2. Historia natural de la cirrosis biliar primaria con las formas preclínicas o silentes, asintomáticas y sintomáticas. Esta
última tiene una fase terminal con intensa ictericia y signos secundarios a la hipertensión portal.

959
Sección 6. Hígado

Cuando hay colestasis importante y de larga dura-


ción puede haber esteatorrea. La osteopenia y la
osteoporosis son otras de las manifestaciones fre-
cuentes de la CBP17. Este trastorno se asocia con
la menopausia, la intensidad de la colestasis y con
la duración de la enfermedad18. La osteomalacia,
contrariamente a lo que se suponía hace años, es
muy poco frecuente en la CBP, y solo se describe en
ocasiones en casos exagerados de colestasis y ma-
labsorción de vitamina D. Como consecuencia de
la osteoporosis y de la osteopenia con una escala
T inferior a -1,519, son frecuentes las fracturas por
fragilidad, particularmente de las vértebras, que se
manifiestan por dolor. Figura 3. Los anticuerpos antimitocondriales tipo M2 son
específicos de la cirrosis biliar primaria y en consecuencia una
La incidencia de carcinoma hepatocelular es similar herramienta fundamental para el diagnóstico. Generalmente
a la observada en la cirrosis de otra etiología, pero se determinan por inmunofluorescencia indirecta.
únicamente en los estadios avanzados de la enfer-
medad20,21.

Laboratorio Enfermedades asociadas


La prevalencia de enfermedades o síndromes auto-
Las fosfatasas alcalinas están aumentadas en la ma-
inmunes es muy frecuente (70-80%) en los pacien-
yoría de los pacientes. También hay un aumento de
tes con CBP. El síndrome de Sjögren es el trastor-
los niveles de g-glutamiltransferasa. En cambio la
bilirrubina suele ser normal o inferior a 2 mg/dl al no más frecuentemente asociado a la CBP, y está
comienzo de la enfermedad, y solo aumenta cuan- presente entre el 53% y el 100% de los casos24.
do la CBP progresa. También hay un aumento de Ciertas enfermedades reumáticas y sistémicas (ar-
los lípidos totales y del colesterol, particularmente tritis reumatoide, dermatomiositis, polimiositis,
al comienzo de la enfermedad. Los indicadores de conectivopatía mixta, lupus eritematoso sistémico,
síntesis hepática como la albuminemia y la tasa de esclerodermia, síndrome CRST) también se asocian
protrombina suelen ser normales. Solo se deterio- a la CBP. La esclerodermia en la CBP es moderada
ran en la fases terminales de la enfermedad, y oca- y generalmente limitada a la esclerodactilia, aun-
sionalmente la tasa de protrombina puede estar que también se ha descrito la afectación de la cara,
disminuida debido a malabsorción de vitamina K. brazos y piernas y raramente afección esofágica25
Tampoco es infrecuente que los pacientes presen- y pulmonar26,27. Los dolores articulares, con o sin
ten una anemia hipocroma, cuando la enfermedad cambios inflamatorios, se observan ocasionalmen-
ya está evolucionada. te y la prevalencia de una artritis reumatoide franca
oscila entre el 5% y el 24% de los casos28,29.
La alteración inmunológica más característica es
la presencia de anticuerpos antimitocondriales El hipotiroidismo, con o sin signos de tiroiditis
(AMA), tipo M2, que se observan en prácticamente autoinmune, se presenta entre el 18% y el 30%
todos los pacientes con CBP1,2 (figura 3). Igualmen- de los pacientes con CBP30,31. La enfermedad de
te, es frecuente la presencia de anticuerpos anti- Graves también se ha observado32. Otras alteracio-
nucleares (ANA). El patrón de anillo nuclear y de nes de tipo autoinmune como la trombocitopenia
punteado nuclear múltiple de los anticuerpos anti- autoinmune, anemia hemolítica, glomerulonefritis
nucleares es específico de la enfermedad, y permi- membranosa, enfermedad celiaca, colitis ulcerosa,
te diagnosticar a los pacientes sin anticuerpos an- liquen plano, capilaritis por complejos inmunes,
timitocondriales22,23. Asimismo pueden detectarse penfigoide, anemia perniciosa, mieloma múltiple,
multitud de otros autoanticuerpos, si bien éstos oftalmoplejia progresiva, miastenia gravis, mielitis
no son específicos de la CBP. Otra de las caracterís- transversa, fibrosis retroperitoneal y cardiopatía
ticas de la CBP es el aumento de los niveles de IgM restrictiva e hipertrófica también se han descrito
y de IgG, pero particularmente de la primera. ocasionalmente asociadas a la CBP. Asimismo se ha

960
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria

TABLA 1. Características clínicas e inmunológicas de los pacientes con cirrosis biliar primaria y colangitis esclerosante
primaria

Cirrosis biliar primaria Colangitis esclerosante primaria

Edad presentación 45-55 25-40


Sexo masculino 10 % 70%

Prurito 50% 69
Ictericia 15% 59
Astenia 65% 69
Hepatomegalia 45% 56
Ascitis 3% 7
Hiperpigmentación 24% 9
Colangitis 0% 28

Colitis ulcerosa 0-2% 70 %

AMA 95-100% 0%
ANA 25-50% 32-71%
SML 10 % 16-50%
pANCA 13-20% 82%
Ig aumentada IgM IgG, IgM

descrito afección pulmonar y acidosis tubular renal, de colestasis y proceder a otros exámenes con fi-
esta última relacionada con el acúmulo de cobre33. nalidad diagnóstica (ecografía, colangiopancreato-
grafía retrógrada endoscópica, colangiorresonan-
Se ha relatado la asociación de insuficiencia pan-
cia, biopsia hepática). Es aconsejable, sin embargo,
creática en pacientes con CBP. Esta asociación pue-
indicar una ecografía hepatobiliar para descartar la
de intensificar el grado de esteatorrea. Asimismo,
existencia de una colestasis de origen mecánico36.
se ha señalado que la incidencia de cálculos bilia-
res, generalmente pigmentarios, es relativamente Algunos pacientes con colestasis crónica y negati-
alta (39% de los casos)34. vidad de los anticuerpos antimitocondriales mues-
tran lesiones histológicas idénticas a las de la CBP
Diagnóstico y títulos elevados de anticuerpos antinucleares37.
Se ha discutido si estos casos corresponden a una
Debe establecerse el diagnóstico de CBP en todo
variante de CBP, a un subgrupo de hepatitis autoin-
paciente con colestasis crónica y títulos de anti-
mune o a una enfermedad distinta denominada co-
cuerpos antimitocondriales superiores a 1:40, in-
langitis (o colangiopatía) autoinmune, de patogenia
dependientemente de sus manifestaciones clínicas.
y etiología también desconocidas. De hecho existen
Un título de anticuerpos antimitocondriales supe-
controversias sobre los síndromes de solapamiento
rior a 1:40 con una biopsia hepática compatible es
que incluyen las hepatitis autoinmunes colestásicas
suficiente para establecer el diagnóstico de CBP, in-
y la CBP sin anticuerpos antimitocondriales.
cluso en pacientes asintomáticos y con una bioquí-
mica normal35 (tabla 1). La biopsia hepática no es
indispensable para el diagnóstico, pero es útil para
Historia natural y pronóstico
determinar el estadio de la enfermedad. Si los AMA La CBP habitualmente progresa de forma lenta y
son negativos deberán considerarse otras causas las manifestaciones clínicas pueden permanecer

961
Sección 6. Hígado

inmodificadas durante varios años, para acelerarse portal no es tan constante. Sí que se ha documen-
su curso en las fases finales. Es entonces cuando se tado un enlentecimiento de la progresión del es-
observa un marcado incremento de los niveles de tadio histológico y mejoría de la necrosis parcelar
bilirrubina plasmática, y aparecen las manifestacio- periférica, de la inflamación portal y de la necrosis
nes de la hipertensión portal tales como ascitis y lobulillar41. El tratamiento con AUDC tiene menor
tardíamente encefalopatía hepática1,2. En esta fase eficacia en pacientes con enfermedad más avanza-
final también puede observarse hipoalbuminemia y da, con niveles elevados de bilirrubina, y con signos
descenso de la tasa de protrombina, así como una de insuficiencia hepática.
disminución de los niveles séricos de lípidos y de
Estudios de seguimiento a muy largo plazo de pa-
colesterol. Las demás alteraciones bioquímicas e
cientes con CBP tratados con AUDC demuestran
inmunológicas suelen permanecer inmodificadas o
una clara eficacia sobre la supervivencia, cuando
con mínimos cambios.
se compara con la de la población general de la
La supervivencia estimada desde el diagnóstico os- misma edad y sexo38,42. En uno de estos estudios
cilaba entre los 6 y los 10 años en la mayoría de se demuestra que los pacientes con una respuesta
las series antiguas, pero en las series más recien- bioquímica excelente al tratamiento, evidenciada
tes, que incluyen un mayor número de pacientes por una normalización o una disminución del 40%
diagnosticados en estadios iniciales, la supervi- de la fosfatasa alcalina al cabo de un año de trata-
vencia media es mucho más prolongada y el curso miento, tienen una probabilidad de supervivencia
clínico puede sobrepasar los 15 o 20 años después comparable a la de la población general38 (figu-
del diagnóstico2. Además, desde que los pacientes ra 4). Por otra parte, se constata que los pacientes
se tratan con ácido ursodesoxicólico el curso y la con respuesta parcial tienen una probabilidad de
historia natural de la enfermedad han mejorado supervivencia superior a la estimada por el índice
sensiblemente38. pronóstico de la Clínica Mayo, aunque inferior a la
población general.
La bilirrubina sérica es el mejor índice pronóstico,
ya que esta variable entra en todos los modelos No existen recomendaciones específicas sobre la
matemáticos que se han elaborado para establecer utilización de AUDC en pacientes embarazadas,
los factores pronósticos de la enfermedad. La edad aunque no se han descrito efectos adversos ni ac-
avanzada, la hipoalbuminemia, la baja tasa de pro- ción teratógena en recién nacidos de madres con
trombina, y la presencia de hepatomegalia, edema, enfermedades colestásicas crónicas que tomaron
ascitis y encefalopatía hepática también son varia- AUDC durante el embarazo.
bles predictivas de mal pronóstico. La existencia de
En los pacientes que tienen una menor o una fal-
colestasis centrolobulillar y de cirrosis también son
ta de respuesta al tratamiento se están ensayando
datos histológicos asociados a un mal pronóstico.
tratamientos combinados, entre los que destaca la
En casos avanzados, la aparición de ascitis y de
budesonida43-45, la colchicina46 y el metotrexato47.
encefalopatía hepática como manifestación de in-
No existen, sin embargo, resultados concluyentes
suficiencia hepática indican un pronóstico fatal en
respecto a estos tratamientos combinados. Como
un periodo muy corto de tiempo4,39. El desarrollo
tratamientos específicos se han ensayado otros
de varices esofágicas también es una manifestación
fármacos con propiedades inmunomoduladoras y
que implica un mal pronóstico.
antifibrogénicas, los cuales no han mostrado una
eficacia clara en términos de supervivencia, ni a
Tratamiento la hora de retrasar la progresión histológica de la
El tratamiento específico consiste en la administra- enfermedad. Sin embargo, todavía no hay una in-
ción de ácido ursodesoxicólico (AUDC) a dosis de formación suficientemente contrastada sobre el
14-16 mg/kg peso40. Tiene efectos favorables sobre beneficio potencial del metotrexato y de la colchi-
la bioquímica hepática, impide la progresión histo- cina como agentes únicos para el tratamiento de la
lógica de la enfermedad y alarga la supervivencia. CBP. Últimamente también se ha señalado el efecto
Hay un descenso significativo de la bilirrubina, fos- beneficioso del tamoxifeno48 o de los fibratos para
fatasa alcalina, g-glutamiltransferasa, colesterol e disminuir la colestasis bioquímica49,50, especialmen-
IgM. El efecto sobre los síntomas, particularmente te de estos últimos, con claros efectos favorables,
la mejoría del prurito, y su eficacia en la prevención aunque todavía con una experiencia limitada y sin
de las manifestaciones propias de la hipertensión datos sobre la supervivencia. Datos preliminares

962
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria

Población española
1,0

0,9 p = 0,16

0,8 Índice Mayo


Supervivencia

0,7

0,6

0,5

0 2 4 6 8 10 12 14 16
Años

Figura 4. Los pacientes con cirrosis biliar primaria y buena respuesta bioquímica al ácido ursodesoxicólico tienen una probabilidad
de supervivencia similar a la población estandarizada.

apoyan la eficacia de un ácido biliar sintético (obe- (5-10 mg/kg/día) que es más eficaz que el fenobar-
ticólico) sobre la colestasis y la citólisis en pacientes bital54. Se han utilizado multitud de otros agentes,
con CBP51. con resultados inciertos, aunque la utilización de
naltrexona55 (50 mg/día) y la sertralina permite
Cuando el AUDC no consigue detener el curso de
controlar el prurito en casos rebeldes al resto de
la enfermedad el tratamiento final es el trasplante
fármacos56. Cuando todo falla la diálisis con albú-
hepático (24), que consigue unas tasas de super-
mina ha mostrado su eficacia en la mayoría de los
vivencia que superan el 75% a los 5 años52. Se ha
pacientes, y debe ser el tratamiento a realizar en
descrito la posibilidad de reaparición de la CBP en
pacientes en quienes el prurito refractario es la úni-
el hígado trasplantado.
ca indicación de trasplante57.
Además del tratamiento específico, deben tratarse
Para prevenir las deficiencias vitamínicas y mine-
los síntomas y las complicaciones de la colestasis
rales ocasionadas por la malabsorción se pres-
crónica36 (tablas 2 y 3). Para el prurito se utiliza la
criben 260 µg de 25 hidroxicolecalciferol (Hi-
colestiramina o el colestipol, y cuando no hay una
droferol® solución oral 0,266 mg. Cada ampolla
buena respuesta se puede utilizar la rifampicina53
contiene 0,266 µg de 25-hidroxicolecalciferol) cada

TABLA 2. Suplementos nutricionales y vitamínicos en la cirrosis biliar primaria

Suplemento Dosis Comentarios

Calcio 1.500 mg/d Colestasis intensa y/o prevención osteopenia


25-hidroxivitamina D 266 ug/2 semanas Colestasis intensa y/o prevención osteopenia
Vitamina A 50.000 UI/2 semanas Colestasis intensa
Vitamina E 200 mg/d Colestasis intensa
Vitamina K 10 mg/1-2 semanas Colestasis intensa
Triglicéridos de cadena media 1-2 cucharadas soperas/día En colestasis muy intensa y con desnutrición

963
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Tratamiento del prurito en la cirrosis biliar primaria

Fármaco/procedimiento Dosis Comentarios

Resin-colestiramina Inicio 4 g/d aumentar hasta 16 g/d En ayunas y no coincidir con AUDC u otros
Colestipol 15-30 g/d fármacos. Produce estreñimiento
Rifampicina 300-600 mg/d Monitorizar hepatitis tóxica
Naltrexona 25-50 mg/d Efectos neurológicos indeseables frecuentes
y eficacia incierta
Fenobarbital Inicio 3 mg/kg/d Efecto pequeño. Induce el sueño
50-100 mg/d y se aconseja antes de dormir
Hidroxicina 25 mg/d Efecto incierto. Induce el sueño
MARS 2 sesiones Reduce el prurito con duración variable
Sertralina 75-100 mg/d Resultados variables

TABLA 4. Incidencia y prevalencia de la colangitis esclerosante primaria

Área geográfica Año N.º de casos Incidencia /millón Prevalencia/millón

España 1994 43 0,7 2,2


Noruega 1998 17 13 85
Alaska 2002 0 0 0
Singapur 2002 10 - 13
EE.UU. [5] 2003 22 9 136
Gales (Gran Bretaña) 2004 46 9 127
Canadá 2007 49 9,2 -

Adaptado de referencia Parés et al.65

una o dos semanas, y suplementos de calcio, tales mente bifosfonatos59-61. El alendronato a dosis de
como 3 g/d de gluconato cálcico, que representa 10 mg/día o 70 mg/semana es el fármaco que ha
1.500 mg de calcio elemento58. En los pacientes mostrado una mayor eficacia para prevenir la pér-
con colestasis muy intensa, con hiperbilirrubinemia dida de masa ósea62. En las mujeres postmenopáu-
se recomienda la administración de 50.000 UI de sicas, el tratamiento hormonal sustitutivo también
vitamina A cada 15 días para evitar una hemera- puede ser una alternativa terapéutica63, aunque
lopia, y también vitamina K por vía intramuscular actualmente está superada por los bisfosfonatos.
(10 mg/semana) cuando hay una disminución de la Estos tratamientos no se acompañan de efectos ad-
tasa de protrombina. También se aconseja suple- versos importantes generales, ni relacionados con
mentar con 200 mg/día de vitamina E. Cuando hay la enfermedad hepática.
una notable desnutrición se deben prescribir trigli-
céridos de cadena media (MCT). Colangitis esclerosante primaria
A pesar de los suplementos con calcio y vita- La colangitis esclerosante primaria (CEP) es una
mina D, los pacientes pierden masa ósea. Cuan- enfermedad colestásica crónica, caracterizada por
do hay una osteopenia se aconseja administrar inflamación y fibrosis de las vías biliares intrahepá-
fármacos que mejoren la masa ósea especial- ticas y extrahepáticas. Aunque el curso clínico es

964
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria

muy variable, en la mayoría de los pacientes pro- fibrosis concéntrica alrededor de los conductos bi-
duce una obliteración irregular de los conductos liares que ocasiona una obliteración progresiva y, fi-
y progresa hasta originar una cirrosis biliar y sus nalmente, la sustitución de los conductos por tejido
complicaciones. Frecuentemente se asocia a una conjuntivo. Sin embargo, el hallazgo más frecuente
enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en la CEP es la afección de las grandes vías biliares
a una colitis ulcerosa64,65. tanto intra- como extrahepáticas con estenosis y
dilataciones saculares.
El término primario se utiliza para distinguirlo de
otras enfermedades que también ocasionan al-
teraciones colangiográficas similares, como la
Etiopatogenia
colangitis bacteriana crónica en pacientes con es- Es desconocida, pero se han detectado diferentes
tenosis de las vías biliares o coledocolitiasis, las factores genéticos y adquiridos, tóxicos o infeccio-
lesiones isquémicas de las vías biliares producidas sos, que podrían jugar un papel73. La hipótesis de
por agentes como formol, alcohol o fluoxuridina, la un agente tóxico o infeccioso se ha basado en la
colangiopatía infecciosa asociada al síndrome de frecuente asociación con una colitis ulcerosa y en la
inmunodeficiencia adquirida, la cirugía previa de aparición de cuadros de colangitis en pacientes con
las vías biliares, así como las neoplasias del tracto infección crónica de la vía biliar por citomegalovi-
biliar, y últimamente la colangiopatía con aumen- rus. También se ha sugerido que algunos retrovirus
to de IgG4, generalmente asociada a pancreatitis podrían estar implicados en el inicio de la enferme-
autoinmune. dad y se ha especulado que la lesión biliar podría
ser debida al paso de ácidos biliares tóxicos o la
Epidemiología presencia de bacterias de origen intestinal. Se ha
propuesto que la enfermedad se iniciaría por una
Se ha establecido una incidencia de 0,9 casos por
respuesta inmunogénica a productos de la pared
100.000 personas/año y una prevalencia de 13,6
bacteriana, que activaría la producción de factor
casos por 100.000 habitantes, con tasas de inci-
de necrosis tumoral a. El aumento de esta citoci-
dencia y prevalencia superiores en varones66. Es-
na a nivel peribiliar atraería neutrófilos, monoci-
tos datos concuerdan con los observados en los
tos, macrófagos y linfocitos, e iniciaría el proceso
países escandinavos, donde esta enfermedad es
inflamatorio. Consecuentemente se produciría una
particularmente prevalente y la primera causa de
fibrosis concéntrica que conduciría a una atrofia del
trasplante hepático. Así, en un clásico estudio epi-
endotelio biliar secundario a la isquemia. La pérdi-
demiológico, realizado en Noruega, la incidencia y
da paulatina de los conductos biliares abocaría a un
la prevalencia fueron de 1,3 y 8,5 casos por 100.000
estado de colestasis progresiva, fibrosis y cirrosis
habitantes, respectivamente67. En otros estudios biliar74 (figura 5). En cuanto a la predisposición ge-
más actuales en Gran Bretaña y Canadá se han es-
nética se ha demostrado una asociación con distin-
tablecido incidencias parecidas68-70 (tabla 4). Estos tos antígenos de histocompatibilidad75,76. También
datos contrastan con la menor incidencia de la en- se ha observado una estrecha asociación de la CEP
fermedad observada en otras áreas geográficas. La con un alelo del factor de necrosis tumoral a que
CEP es mucho menos prevalente en los países del confiere predisposición para padecer la enferme-
sur de Europa, como España71 o Italia, o en otras dad en los pacientes DRB1*030177.
áreas, como Asia72.
Manifestaciones clínicas
Anatomía patológica y alteraciones analíticas
En la biopsia hepática se observan depósitos de
La enfermedad suele presentarse en varones (70%)
pigmento biliar en los hepatocitos, así como ede-
alrededor de los cuarenta años, que además tienen
ma e infiltración portal por leucocitos polimorfo-
una colitis ulcerosa. Generalmente transcurren
nucleares que se asocia a proliferación de dúctulos
unos cuatro años desde la primera alteración bio-
biliares. Son cambios poco específicos que pueden
química hasta que se confirma el diagnóstico.
confundirse con una colestasis extrahepática. En
ocasiones, se observa un ligero infiltrado linfocita- Las manifestaciones clínicas son muy variables36,64.
rio alrededor de los conductos biliares (pericolangi- Algunos pacientes carecen de síntomas y son eva-
tis). La lesión que permite establecer el diagnóstico luados ante el descubrimiento de un aumento de
de colangitis esclerosante es el hallazgo de una la fosfatasa alcalina, habitualmente en el contexto

965
Sección 6. Hígado

Huésped inmunogenéticamente susceptible

Inducción de la secrección de TNFa Expresión de quimiocinas y citocinas


por bacterias portoentéricas y en el epitelio biliar. Presentación
activación del endotelio biliar antigencia

Fibrosis Quimioatracción y activación de neutrófilos,


periductular monolitos y linfocitos T y B. Secreción de citocinas.
Activación de los fibroblastos Hepatitis
fibroductular de
Atrofia isquémica
interfase
del endotelio Obstrucción progresiva y colestasis
Fibrosis portal
progresiva
Obliteración
fibrosante de las Cirrosis biliar
vías biliares Colangiocarcinoma

Figura 5. Patogenia de la colangitis esclerosante primaria.

de una enfermedad inflamatoria intestinal (formas rístico es la detección de anticuerpos frente a los
asintomáticas)78. Otros pacientes tienen síntomas neutrófilos (pANCA) que se observa en el 26-85%
inespecíficos e intermitentes más o menos noto- de los casos80. Estos anticuerpos que se hallan en la
rios de hepatopatía crónica. En estos casos puede CEP son distintos de los anticuerpos antineutrófilos
haber signos de colestasis, concretamente prurito, que se detectan en los pacientes con granuloma-
y muy raramente ictericia como primera manifes- tosis de Wegener y otras vasculitis81. En la CEP así
tación. En ocasiones la enfermedad se diagnostica como en la colitis ulcerosa los pANCA se localizan
cuando ya hay una hipertensión portal, con ascitis o en la periferia del núcleo de los neutrófilos y por
hemorragia digestiva por varices esofágicas. ello se ha propuesto que deberían denominarse
Las determinaciones analíticas revelan un patrón anticuerpos antinucleares de los neutrófilos. Estos
de colestasis con aumento de la fosfatasa alcalina anticuerpos son poco específicos y en consecuen-
y de la g-glutamiltransferasa. Una elevación de la cia poco útiles para el diagnóstico de la CEP, ya que
fosfatasa alcalina en un paciente con enfermedad también se observan en pacientes con colitis ulce-
inflamatoria intestinal puede sugerir el diagnósti- rosa y hepatitis autoinmune.
co de CEP, pero no es un requisito indispensable,
ya que la fosfatasa alcalina es normal en 8,5% de Exploraciones de imagen
los pacientes en el momento del diagnóstico de La colangiorresonancia es el procedimiento no in-
la enfermedad hepática79. También se observa un vasivo imprescindible para hacer el diagnóstico de
aumento moderado de las transaminasas. En el
la enfermedad82 (figura 6). Los hallazgos radiológi-
60% de los casos, la bilirrubinemia es normal en el
cos son característicos apreciando estenosis difusas
momento del diagnóstico, así como la albumine-
mia y la tasa de protrombina. Puede observarse un y zonas con dilataciones saculares que confieren un
aumento de las inmunoglobulinas en el 61% de los aspecto arrosariado a los conductos biliares intra- y
casos, preferentemente de la IgG. La IgM está au- extrahepáticos. En la mayoría de los casos hay afec-
mentada en menos casos (20-45%). Los anticuer- ción intra- y extrahepática. Menos del 25% de los
pos antimitocondriales son negativos, y desde el casos tienen únicamente afección intrahepática y
punto de vista inmunológico, el dato más caracte- la enfermedad está confinada exclusivamente en

966
66. Cirrosis biliar primaria. Colangitis esclerosante primaria

dad clásica, y en el transcurso de los años pueden


llegar a desarrollar colangitis de grandes vías. Se ha
sugerido que esta forma representaría una enfer-
medad con personalidad propia, distinta de la co-
langitis esclerosante clásica, ya que la forma de pe-
queños conductos tiene un curso más benigno, los
pacientes raramente desarrollan un colangiocarci-
noma, y únicamente una mínima proporción pro-
gresa a colangitis de grandes conductos. Asimismo,
esta forma de enfermedad tendría una probabili-
dad de supervivencia mejor que la forma clásica87.
Colangitis esclerosante infantil
En los niños y adolescentes, la CEP suele presen-
tarse con sintomatología inespecífica como astenia,
Figura 6. La colangiorresonancia magnética es el procedi-
miento diagnóstico fundamental de la colangitis esclerosante
anorexia y pérdida de peso88. El prurito y la ictericia
primaria. son menos frecuentes que en los adultos. La bio-
química muestra cambios mixtos de inflamación y
colestasis, y en muchas ocasiones remeda una he-
las vías biliares extrahepáticas en menos del 5% de patitis autoinmune, por lo cual el diagnóstico solo
pacientes. Se ha descrito afección del cístico y de la puede establecerse mediante colangiografía89.
vesícula biliar en el 15% de los casos83. También se
ha referido afección de los conductos pancreáticos. Colangitis asociada a aumento
de inmunoglobulina G4
El método colangiográfico más preciso para el diag-
nóstico es la colangiopancreatografía retrógrada La colangitis asociada a inmunoglobulina G4 es una
endoscópica (CPRE), pero esta exploración invasiva enfermedad biliar de etiología desconocida, descri-
se asocia a una tasa no despreciable de complica- ta recientemente que tiene características bioquí-
ciones infecciosas y pancreatitis84, por lo que en el micas y colangiográficas indistinguibles de la CEP.
momento actual se considera que la colangiorre- Se caracteriza por que frecuentemente afecta a las
vías biliares extrahepáticas y responde a la terapia
sonancia magnética nuclear es la técnica inicial y
antiinflamatoria. Típicamente, suele asociarse a
que solo debe realizarse el procedimiento invasivo
pancreatitis autoinmune y otras enfermedades fi-
(CPRE) cuando se prevé una actuación terapéu-
brosantes, apreciando un aumento sérico de IgG4
tica36. La exactitud diagnóstica de la CPRE y de la y un infiltrado de células plasmáticas IgG4-positivas
colangiorresonancia es similar, pero con esta última en los conductos biliares y el tejido hepático90,91.
se obtiene una mejor imagen de la zona proximal Esta forma clínica no se asocia a enfermedad infla-
pre-estenótica a costa de una menor definición de matoria intestinal. Los datos preliminares sugieren
los conductos biliares. La colangiorresonancia al- que la patogenia difiere claramente de las otras
canza una sensibilidad y una especificidad del 80% enfermedades colestásicas de presunta etiología
y del 87%, respectivamente para el diagnóstico de autoinmune, como la CEP y la cirrosis biliar prima-
CEP85. La ecografía tiene escaso interés para el diag- ria ya que en la colangitis con aumento de IgG4 hay
nóstico de CEP salvo para expertos radiólogos que una sobreexpresión de linfocitos T cooperadores y
pueden definir dilataciones parciales de los con- T reguladores92. Predomina claramente en varones
ductos con engrosamiento de la pared. y la edad media de diagnóstico es de 60 años90,91.
El tratamiento de elección en esta enfermedad se
Formas clínicas basa en la administración de corticosteroides.

Colangitis esclerosante de Síndrome de solapamiento


pequeños conductos colangitis esclerosante primaria-
hepatitis autoinmune
Esta forma es exclusivamente intrahepática y repre-
senta aproximadamente el 5% de los casos86,87. Las La presencia de un síndrome de solapamiento
manifestaciones clínicas son similares a la enferme- CEP/HAI se basa en criterios clínicos e histológicos,

967
Sección 6. Hígado

apoyados por los cambios en la colangiorresonan- gráficas100. También se ha referido una tendencia a
cia o en la colangiografía retrógrada endoscópica. mejorar el proceso inflamatorio y alargar la super-
Esta combinación se ha referido en hasta el 6% de vivencia99. Estas dosis más altas de AUDC se tole-
los pacientes con HAI. Cobra especial interés este ran bien y no se han descrito efectos secundarios,
solapamiento en la infancia, ya que se ha descrito por lo cual se habían propuesto dosis incluso más
que hasta el 30% de los pacientes pediátricos con elevadas, de 25-30 mg/kg/día. Sin embargo, un es-
CEP tienen rasgos histológicos de HAI, y la enfer- tudio multicéntrico realizado en EE.UU., en el que
medad se manifiesta con una importante hiper- se comparaban dosis de 28-30 mg/kg/día de AUDC
gammaglobulinemia93. Se ha propuesto una deno- frente a placebo, se concluyó antes del tiempo pre-
minación específica para esta situación en la que visto debido a una mayor tasa de fallecimiento o
predominan cambios de HAI, conocida con colangi- trasplante en los pacientes que recibieron el fár-
tis esclerosante autoinmune94. maco98. Por consiguiente, estas dosis tan altas son
contraproducentes y no deben administrarse a pa-
Historia natural y pronóstico cientes con enfermedad avanzada.
La CEP sigue un curso progresivo, aunque con fre- Cuando hay una estenosis biliar única o predomi-
cuencia tiene periodos asintomáticos de duración nante debe tratarse mediante dilatación con balón
prolongada. La supervivencia media de los pacien- o prótesis, mejor por vía percutánea para reducir la
tes oscila entre 10 y 15 años desde el diagnóstico95. incidencia de episodios de colangitis ascendente102.
Las formas asintomáticas tienen un mejor pronós-
Como profilaxis de los episodios de colangitis bac-
tico, aunque la supervivencia es inferior a la de la
teriana recurrente se aconseja la administración de
población general. La enfermedad asintomática
antibióticos de forma cíclica, tales como ciprofloxa-
tiene, no obstante, un curso progresivo y aparecen
cino, trimetoprim/sulfametoxazol, norfloxacina o
síntomas de colestasis crónica tales como prurito,
ampicilina durante periodos de 3 a 4 semanas103.
molestias abdominales e ictericia, y manifestacio-
nes de hipertensión portal como esplenomegalia, El trasplante hepático es la última opción terapéu-
ascitis y varices esofágicas. En los pacientes sinto- tica. Está indicado con niveles de bilirrubinemia
máticos la supervivencia media oscila entre los 7 y superiores a 6 mg/dl durante más de seis meses,
los 9 años. manifestaciones secundarias a la hipertensión
portal como hemorragia varicial, ascitis y encefa-
Entre el 8% y el 18% de los pacientes con CEP desa-
lopatía hepática, episodios recurrentes de colangi-
rrollan un colangiocarcinoma, neoplasia que com-
tis bacteriana, y prurito refractario al tratamiento
porta muy mal pronóstico, con una supervivencia
médico convencional en ausencia de una estenosis
media inferior al año96.
dominante susceptible de ser corregida mediante
La edad, los niveles de bilirrubina, la albúmina, las un abordaje radiológico, endoscópico o mixto104. La
transaminasas, la hemorragia variceal, el estadio supervivencia esperable después del trasplante es
histológico avanzado y la existencia de enfermedad del 80-90% en el primer año y del 60-80% a los 5
inflamatoria intestinal se han asociado a un mal años105. En la actualidad está bien documentada la
pronóstico. Los criterios para indicar el trasplan- recurrencia de la enfermedad primaria en el hígado
te son similares a los de la cirrosis biliar primaria, trasplantado con una incidencia que va desde el 5%
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Introducción tis B (VHB), seguido por la infección por el virus de


la hepatitis C (VHC) y el consumo abusivo de alco-
El carcinoma hepatocelular (CHC) es una enferme- hol3. En las regiones más afectadas por esta neopla-
dad que genera una elevada mortalidad. Su diag- sia (sudeste asiático y África occidental y central) la
nóstico y manejo terapéutico han evolucionado causa fundamental de CHC es la infección crónica
significativamente en los últimos años durante los por el VHB4. A diferencia de Europa, donde el CHC
cuales se han publicado un gran número de avan- asociado a VHB aparece fundamentalmente sobre
ces. En el siguiente capítulo resumiremos la infor- una cirrosis establecida5, en estas regiones endémi-
mación más relevante. cas es frecuente verlo sobre pacientes sin cirrosis.
Existen nomogramas basados en características clí-
Epidemiología nicas (sexo, edad, historia familiar de CHC, consumo
de alcohol, niveles de ALT, estado HBeAg, niveles de
A nivel mundial el cáncer primario de hígado es DNA VHB, genotipo VHB) que ayudan a estimar el
el sexto más frecuente con una incidencia de riesgo de desarrollar CHC en estos pacientes6. En
748.000 nuevos casos registrados en 2008. Se estos entornos además, las malas condiciones del
trata de una neoplasia con alta mortalidad (ratio almacenamiento de alimentos pueden facilitar su
mortalidad:incidencia 0,93) que la sitúa como la contaminación por hongos fundamentalmente del
tercera causa de mortalidad por cáncer. La mayo- género Aspergillus, que producen aflatoxinas. Estos
ría de los casos (85%) ocurre en países en vías de metabolitos tienen capacidad para mutar el gen
desarrollo, mientras que en países desarrollados, la supresor de tumores p53 aumentando el riesgo de
incidencia en general es baja, excepto en el sur de CHC en pacientes con VHB7.
Europa. Fundamentalmente afecta a varones (ratio
varón:mujer 2,4)1. Este predominio masculino po- La relación entre VHC y CHC es ampliamente co-
dría estar en relación con una mayor exposición a nocida. Los pacientes con cirrosis por VHC tienen
los virus de las hepatitis u otros carcinógenos en una incidencia acumulada a 5 años del 17% en
varones. En este sentido, en modelos animales ex- occidente, mientras que en Japón alcanza el 30%8.
puestos a carcinógenos químicos, la administración En aquellos pacientes infectados por el VHC sin
cirrosis, el riesgo es significativamente menor (<
de estrógenos reduce la producción de IL-6 por
5%)9. También existen factores relacionados con un
parte de las células de Kupffer, y reduce el desa-
riesgo incrementado de CHC como son una mayor
rrollo de CHC, por lo que se ha especulado con que
edad, raza afroamericana, valores de elastografía
la menor incidencia de CHC en mujeres podría ser
elevados, hallazgos en la biopsia como una mayor
debida a una menor inflamación y proliferación he-
actividad proliferativa o la presencia de displasia de
patocitaria debida a IL-62.
célula grande, o la hipertensión portal clínicamente
En España, el cáncer hepático es el decimotercero significativa (GPVH > 10 mmHg, presencia de vari-
en incidencia con 5.095 nuevos casos anuales, y el ces esofágicas, o menor recuento de plaquetas).
sexto en mortalidad con 4.631 muertes anuales
El abuso del alcohol es una de las principales cau-
(datos de 2008, obtenidos de http://www.globo-
sas de cirrosis10. La asociación de alcohol con la
can.iarc.fr).
infección crónica por los virus de las hepatitis tie-
El principal factor de riesgo para el desarrollo de ne un efecto sinérgico en el riesgo de CHC11,12. La
CHC es la infección crónica por el virus de la hepati- obesidad13 y la diabetes mellitus14 también se han

H Í G A D O 973
Sección 6. Hígado

asociado a un mayor riesgo de presentar CHC, poca utilidad y por esto no se recomienda. Muchos
probablemente mediante el desarrollo de esteato- CHC aparecen y progresan con AFP normal (poco
hepatitis no alcohólica (EHNA).Otras causas como sensible), puede verse elevada en otras neoplasias
la hemocromatosis, la cirrosis biliar primaria, la como el colangiocarcinoma22, y además en ocasio-
esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), la hepatitis nes pueden verse elevaciones de AFP en pacientes
autoinmune u otras enfermedades metabólicas con infección crónica por VHB23 y VHC24 sin CHC
hereditarias, también pueden predisponer al de- (poco específica). Un ensayo clínico realizado en
sarrollo de CHC15,16. China no mostró diferencias en supervivencia en-
tre el grupo que realizaba seguimiento con AFP
Hasta finales de los 90, la incidencia de este tumor
exclusivamente, comparado con el que no realiza-
había ido aumentando en Estados Unidos y Europa.
En los últimos años se ha observado una estabiliza- ba seguimiento25. Cuando se añade a la ecografía
ción en la incidencia, a excepción del sur de Europa abdominal, no aumenta significativamente la sensi-
–incluyendo España– donde la incidencia sigue en bilidad y tan solo incrementa el coste del programa
aumento17,18. En los países del área mediterránea, de detección precoz21. Por tanto, aunque proba-
el alcohol, el VHC y el VHB son los responsables blemente la AFP puede que tenga un papel como
de más del 85% de los CHC19, y en la gran mayoría factor pronóstico una vez el diagnóstico de CHC ya
de los casos aparece en pacientes con cirrosis, en está establecido, en el caso de la detección precoz,
los que se ha convertido en la principal causa de no tiene ningún valor.
muerte8.
Diagnóstico
Programas de detección precoz El CHC puede diagnosticarse mediante citohistolo-
Hace algunos años, cuando no se realizaba cribado gía o mediante criterios radiológicos no invasivos16
en la población de riesgo (pacientes con cirrosis), (tabla 1 y figura 1). Estos últimos se basan en la
esta neoplasia solía diagnosticarse cuando apare- mayor arterialización del CHC con respecto al pa-
cían síntomas, es decir, en una fase muy avanzada, rénquima hepático, que en los estudios de imagen
con un pésimo pronóstico. dinámicos se traduce en una lesión con hipercapta-
ción de contraste en la fase arterial (mayor inten-
La aplicación de programas de detección precoz sidad que el resto del parénquima), seguido de un
mediante ecografía abdominal cada seis meses en aclaramiento o lavado del mismo en las fases veno-
pacientes con cirrosis hepática, ha permitido avan- sas, lo que hace que se vea con menor intensidad
zar el diagnóstico de la enfermedad, a estadios más que el resto del parénquima hepático (figura 2).
precoces, en los que la aplicación de tratamiento Este patrón radiológico propuesto en las guías de
puede mejorar el pronóstico. la American Association for the Study of Liver Di-
En un estadio inicial, la aplicación de tratamientos seases (AASLD)16, se ha validado para el diagnóstico
radicales potencialmente puede eliminar la enfer- de CHC en pacientes con cirrosis, donde tiene una
medad. Por este motivo, es fundamental diagnos- especificidad de prácticamente el 100% para nó-
ticarlo precozmente, y dado que se trata de una dulos a partir de 1 cm26-28. Por tanto, para nódulos
enfermedad que no presenta síntomas hasta fases mayores de 1 cm, basta con una técnica de imagen
muy avanzadas, es necesario aplicar técnicas de cri- dinámica, ya sea TC o RM, para establecer el diag-
bado en la población de riesgo, es decir, los pacien- nóstico. La ecografía con contraste no se acepta
tes con cirrosis, cuya incidencia acumulada de CHC como técnica única para establecer el diagnóstico
a cinco años oscila en función de la etiología entre no invasivo, ya que otras neoplasias como el colan-
el 5% y el 30%8. giocarcinoma, pueden presentar el mismo patrón
característico de CHC29.
El único ensayo clínico que ha comparado el criba-
do frente a no hacerlo mostró una menor mortali- Gracias a estos criterios no invasivos se ha reducido
dad por CHC en el grupo de cribado20. La estrategia sustancialmente el número de biopsias necesarias,
recomendada es el empleo de ecografía abdominal lo cual es especialmente relevante en pacientes
cada 6 meses16 que tiene una sensibilidad del 65% con mayor riesgo de presentar complicaciones por
para detección de CHC en estadio inicial, y una es- la biopsia, como son aquellos pacientes con ascitis
pecificidad del 90%21. El uso de la alfafetoproteína o marcada alteración de las pruebas de coagula-
(AFP) como herramienta de detección precoz tiene ción. Sin embargo, su sensibilidad es del 61,1%26

974
67. Carcinoma hepatocelular

en tumores de hasta 2 cm (probablemente mayor Aun con la biopsia, no siempre se alcanza el diag-
en lesiones de mayor tamaño, por su mayor arte- nóstico, ya que en aproximadamente un tercio de
rialización), por lo que en un número considerable los casos la biopsia puede mostrar un resultado
de pacientes sigue siendo necesario realizar una falsamente negativo en tumores de hasta 2 cm26.
biopsia. Esto es debido a que en estos pequeños tumores,

TABLA 1. Criterios diagnósticos de hepatocarcinoma

❱❱ Criterios citohistológicos
Según el International Consensus Group for Hepatocellular Neoplasia 30.
Detección de hepatocitos malignos de acuerdo con las definiciones convencionales establece el diagnóstico, pero
en el estadio inicial, para el diagnóstico de CHC deben tenerse en cuenta las siguientes aspectos:
• Densidad celular aumentada (> x2) con aumento de la ratio nucleo/citoplasma y patrón de trabécula fina
irregular.
• Número variable de tractos portales en el nódulo.
• Patrón pseudoglandular.
• Transformación grasa difusa.
• Número variable de arterias no pareadas.
• Invasión estromal.
• Tinción inmunohistoquímica para: glypican-3 (GPC3), heat-shock protein 70 (HSP70), glutamina-sintetasa
(GS).
❱❱ Criterios radiológicos 16.
Válidos para nódulos > 1 cm en pacientes con cirrosis o hepatopatía crónica por VHB.
• Hipercaptación de contraste en la fase arterial, seguido de hipocaptación o lavado del mismo en fases
venosas/retardada por TC o RM.

Nódulo por Eco en paciente con cirrosis


< 1cm > 1cm
o hepatopatía crónica VHB
TAC o RM dinámicos

Repetir eco cada tres meses Hipervascularización arterial y lavado en fase


venosa o retardada
Positivo Negativo
Estable durante
Crecimiento
18-24 meses
Otra técnica de Biopsia
imagen (TC o RM)
Volver al seguimiento Actuar según
inicial el tamaño Hipervascularización arterial y lavado
en fase venosa o retardada

Positivo Negativo

Tratar como carcinoma hepatocelular

Figura 1. Algoritmo diagnóstico de hepatocarcinoma. Adaptado con permiso de Hepatology.

975
Sección 6. Hígado

además de existir riesgo de obtener material no re- En el CHC no sólo la extensión tumoral marca el
presentativo del tumor, es más probable encontrar pronóstico. Dado que habitualmente el CHC ocu-
tumores bien diferenciados, que pueden ser difíci- rre sobre una cirrosis hepática, la función hepática
les de diferenciar de nódulos displásicos, incluso es crítica ya que tiene implicación directa sobre el
entre patólogos con experiencia30. pronóstico de los pacientes33 y puede limitar la apli-
cación de determinados tratamientos. Además el
Para aumentar la capacidad diagnóstica se ha pro- estado general del paciente o la presencia de otras
puesto un panel inmunohistoquímico de marca- enfermedades pueden afectar el pronóstico y de-
dores formado por glypican-3 (GP3), heat-shock ben ser tenidas en cuenta.
protein 70 (HSP70) y glutamina sintetasa (GS), de
Varios autores han intentado identificar factores
manera que cuando se observa positividad para
pronósticos y combinarlos en diferentes sistemas
al menos dos marcadores, la especificidad es del
de clasificación. De todos ellos, el sistema de clasi-
100%31,32. Este panel podría tener utilidad para ficación de Barcelona (BCLC: Barcelona-Clínic Liver
aquellos tumores que no presentan los criterios Cancer) es el único que une el pronóstico basal de
tipicos en las pruebas no invasivas (TAC o RNM), y cada estadio con el tratamiento que se considera
en los que la biopsia con tinción convencional con que ofrece el máximo beneficio para ese estadio,
hematoxilina y eosina, no es diagnóstica o existen basado en la evidencia científica disponible hasta
dudas entre nódulo displásico o hepatocarcinoma el momento. Por esto y dada su alta capacidad de
bien diferenciado. discriminación, validada externamente34, es el sis-
tema que más se utiliza tanto para la práctica clí-
nica como para el diseño de estudios35 (figura 3).
Sistemas de clasificación pronósticos
Básicamente divide a los pacientes en cinco cate-
La identificación de factores pronósticos permite
gorías:
clasificar a los pacientes en grupos con un pronós-
tico determinado. La evaluación del pronóstico ❱❱ BCLC 0 (estadio muy inicial): pacientes con tu-
es fundamental no sólo para informar al paciente mores únicos hasta 2 cm de diámetro máximo,
y para la elección del tratamiento, sino también con función hepática conservada (Child-Pugh A).
desde el punto de vista de la investigación clínica ❱❱ BCLC A (estadio inicial): pacientes con tumores
para estratificar a los pacientes antes de la aleatori- únicos, o tumores múltiples hasta un máximo
zación en ensayos clínicos, para calcular el tamaño de 3 nódulos que no sobrepasen los 3 cm, con
muestral necesario, y para tener una idea del bene- función hepática conservada. También se inclu-
ficio que aporta un tratamiento a partir de estudios yen en este estadio aquellos pacientes con alte-
fase 2. ración de la función hepática que son tributarios

A B C
Figura 2. Patrón radiológico característico de CHC en estudios dinámicos. A: fase arterial. B: fase venosa. C: fase venosa tardía.

976
67. Carcinoma hepatocelular

de trasplante y lo reciben, ya que su pronóstico bolization) ha demostrado mejorar su supervi-


una vez trasplantados sería excelente. Estos vencia y es el tratamiento recomendado en este
pacientes (al igual que aquellos con estadio estadio36.
BCLC 0) pueden beneficiarse de tratamientos
❱❱ BCLC C (estadio avanzado): en esta categoría
potencialmente curativos, tales como la cirugía,
se incluyen aquellos pacientes con función he-
el trasplante hepático y la ablación percutánea.
pática relativamente preservada (Child-Pugh
❱❱ BCLC B (estadio intermedio): pacientes con A-B), que sin estar en una situación terminal,
tumores grandes o aquellos multinodulares presentan un perfil tumoral invasivo (figura 4).
que sobrepasen los 3 cm o que tengan más de (invasión vascular, adenopatías, metástasis a
3 nódulos, y con función hepática preservada. distancia), o presentan sintomatología leve rela-
En estos pacientes la quimioembolización (TACE cionada con su neoplasia (ECOG PS 1-2). En es-
de sus siglas en inglés: Trans-Arterial ChemoEm- tos pacientes el único tratamiento que hasta la

Clasificación BCLC, 2011

CHC

Estadio muy Estadio inicial (A) Estadio Estadio avanzado Estadio terminal
inicial (0) Único o 3 intermedio (B) (C) (D)
Único ≤ 2 cm nódulos ≤ 3 cm Multinodular Invasión portal Child-Pugh C,
Child-Pugh A, Child-Pugh A-B, Child-Pugh A-B, Diseminación PS 3-4
PS 0 PS 0 PS 0 extrahepática
Child-Pugh A-B,
PS 1-2

Potencial Único 3 nódulos


candidato a ≤ 3 cm
trasplante
hepático

No Sí Presión portal,
bilirrubina

Enfermedades
Normal Aumentado asociadas

No Sí

Quimio-
Ablación Resección TOH Ablación Sorafenib
embolización Tratamiento
sintomático
TRATAMIENTOS CURATIVOS TRATAMIENTOS PALIATIVOS

Figura 3. Sistema de clasificación del BCLC. Adaptada con permiso de Lancet.

977
Sección 6. Hígado

fecha ha demostrado un beneficio en términos la mejor opción para estos pacientes por no verse
de supervivencia es sorafenib37,38. limitada por la función hepática, tener un menor
riesgo de recurrencia al eliminar todos los posibles
❱❱ BCLC D (estadio terminal): en este grupo se in-
focos de diseminación microscópica intrahepática,
cluyen aquellos pacientes con función hepática
y ofrecer unas cifras de supervivencia excelentes.
muy deteriorada (Child-Pugh C) no candidatos
Sin embargo, el número de órganos es limitado y un
a trasplante hepático, o con marcado deterioro
porcentaje de pacientes acaba por salir de la lista o
del estado general (ECOG PS 3-4). En estos pa-
cientes, la mediana de supervivencia es inferior fallecer mientras espera el trasplante.
a 3 meses39, y deberían recibir exclusivamente Por todo esto la resección sigue siendo el tratamien-
tratamiento sintomático. to de elección en los candidatos óptimos, que son
aquellos pacientes con CHC sobre hígado sano, o
Tratamiento pacientes cirróticos con tumores únicos, buena fun-
ción hepática (Child-Pugh A), y sin hipertensión por-
Cirugía tal clínicamente significativa (GPVH < 10 mmHg). En
el resto de pacientes con CHC inicial, el trasplante es
La primera opción terapéutica a considerar es la la opción que ofrece la mejor supervivencia. La su-
cirugía. Tanto la resección quirúrgica como el tras- pervivencia tras resección en la población óptima,
plante hepático consiguen buenos resultados de oscila entre el 70-75% a 5 años41,42 que es similar
supervivencia en población bien seleccionada, sin a la del trasplante dentro de los criterios de Milán.
embargo la aplicabilidad de la resección quirúrgica
en pacientes con cirrosis está limitada por la reser- El análisis de la pieza permite además identificar
va funcional hepática; además la recidiva es eleva- aquellos pacientes con riesgo elevado de recu-
da (>70%), especialmente para pacientes con más rrencia (invasión microvascular o microsatélites).
de un nódulo, o aquellos con invasión microvascu- En estos pacientes, si no tienen contraindicación
lar o microsatélites detectados en la pieza quirúr- para recibir un trasplante, varios autores proponen
gica, hallazgos que son más frecuentes a mayor ta- que deben ser evaluados para trasplante43,44, lo que
maño tumoral40. Por tanto desde un punto de vista se conoce como indicación de trasplante ab initio
puramente oncológico, el trasplante hepático sería para diferenciarlo de la indicación de trasplante de

Figura 4. Imagen de un hepatocarcinoma en estadio avanzado. Rx Tórax con derrame pleural derecho. TC abdominal: Masa
hepática de unos 10 cm de tamaño, localizada en los segmentos VII y VIII. Trombosis de la vena porta (puntas de flecha)

978
67. Carcinoma hepatocelular

rescate cuando ocurre la recidiva, ya que en esta supervivencia de 70-75% a cinco años, con una pro-
última situación la mayor parte de los pacientes babilidad de recurrencia baja de 5-15%60,61. Dado
que presentan recurrencia no cumplen criterios de el problema de escasez de órganos, estos criterios
trasplante cuando ésta se detecta44. restrictivos son los que se utilizan en prácticamente
todos los centros.
La resección mediante abordaje laparoscópico,
tiene un menor riesgo de complicaciones y un Desde un punto de vista puramente oncológico,
postoperatorio más corto, por lo que debería ser el trasplante es preferible a otros tratamientos, ya
el abordaje de elección en caso de tumores exofíti- que elimina los posibles focos microscópicos de
cos, o subcapsulares, en una localización favorable diseminación intrahepática y también el resto del
(lóbulo hepático izquierdo o segmentos periféricos hígado con potencial oncogénico. Sin embargo, la
del lóbulo hepático derecho)45,46. escasez de órganos ha hecho que aumenten las
listas de espera, y el tiempo desde que se incluye
La resección anatómica consigue una tasa de re- a un paciente en la lista de trasplante hasta que
currencia más baja y mejor supervivencia que la éste es posible, ha aumentado considerablemente.
resección no anatómica47-49. No existe un consenso Durante este tiempo hay un aumento progresivo
para recomendar un margen de resección mínimo. del riesgo de que el tumor progrese y se tenga que
Algunos estudios han mostrado una menor recu- retirar al paciente de la lista, o de que progrese no
rrencia y una mayor supervivencia cuando en la tanto como para retirarlo de la lista, pero sí como
cirugía buscan un margen de 2 cm frente a 1 cm50, para que su riesgo de recurrencia postrasplante
mientras que otros autores no han encontrado di- aumente62. Todo esto hace que si analizamos la su-
ferencias para un margen ≤ o > a 1 cm47,51. pervivencia según intención de tratamiento, en el
Se han ensayado varias opciones para prevenir la contexto de un centro con gran lista de espera, sea
recurrencia en adyuvancia o neoadyuvancia, tales menor que cuando se analiza la supervivencia por
como quimioembolización52, quimioterapia 53, ra- protocolo, sólo en aquellos pacientes que efectiva-
dioembolización54, inmunoterapia55, retinoides56 mente recibieron un trasplante41,63.
o interferón57-59. Sin embargo, o bien no han mos- Algunos autores han propuesto que algunos pa-
trado buenos resultados, o en aquellos casos en cientes que sobrepasan moderadamente los cri-
los que estudios iniciales parecían prometedores, terios de Milán podrían beneficiarse de recibir un
jamás se han validado. Por tanto, en el momento trasplante hepático60,64,65. Uno de estos estudios,
actual no hay ninguna estrategia que pueda reco- multicéntrico, realizado a nivel internacional, y que
mendarse para prevenir la recurrencia. En el caso incluyó un número muy elevado de pacientes, di-
concreto del uso de interferón los tres metaanáli- señó a partir de sus datos, un modelo para prede-
sis referenciados indican que el interferón podría cir supervivencia, basado en el tamaño del nódulo
prevenir la aparición de recidiva, sin embargo, la principal, el número de nódulos, y la presencia o
calidad de los estudios incluidos en los metaanáli- no de invasión microvascular en el explante60. La
sis es muy heterogénea y por tanto no ofrecen una conclusión del estudio es que a medida que nos
evidencia sólida. alejamos del límite de los criterios de Milán, bien
por aumento del tamaño o bien por aumento del
Trasplante hepático número de nódulos, las cifras de supervivencia se
Cuando existe deterioro de la función hepática, hi- van reduciendo, y en todos los casos, la presencia
pertensión portal clínicamente significativa o hay de invasión microvascular implica un peor pronós-
más de un nódulo, la supervivencia con la cirugía tico que aquellos con igual número de nódulos y
disminuye significativamente41,42, por lo que si no tamaño, sin invasión microvascular. En el estudio se
seleccionó un grupo de pacientes, que en ausen-
existe contraindicación, el trasplante hepático es la
cia de invasión microvascular, y que sobrepasaban
siguiente alternativa a tener en cuenta.
los criterios de Milán según la regla denominada
Los mejores resultados se han obtenido cuando Up-To-Seven (la suma del número de nódulos más
se cumplen los conocidos como criterios de Milán el tamaño del nódulo mayor en centímetros, ha de
(nódulo único hasta 5 cm, o hasta 2 o 3 nódulos, ser como máximo siete), tenían una superviven-
ninguno sobrepasando los 3 cm, en ausencia de cia comparable a la de los pacientes dentro de los
invasión vascular macroscópica o diseminación criterios de Milán. Dado que hasta el momento es
extrahepática). Con estos criterios se obtiene una imposible predecir la presencia de invasión micro-

979
Sección 6. Hígado

vascular antes del análisis anatomopatológico de tes con hepatocarcinoma y buena función hepática
la pieza quirúrgica, y que esta invasión aumenta a y renal. Por este motivo para pacientes con CHC se
medida que aumenta el tamaño tumoral, resulta utilizan reglas de priorización en función del riesgo
imposible realizar una estimación pronóstica pre- que tienen de progresión, asignando una cantidad
cisa por encima de los criterios de Milán. Además de puntos definida, de manera que tengan las mis-
dado el problema de la escasez de órganos, aunque mas oportunidades de recibir un trasplante en fun-
individualmente algunos pacientes que sobrepa- ción de ese riesgo, que los pacientes sin CHC.
san estos criterios podrían mejorar su pronóstico,
La recurrencia tras el trasplante para pacientes
el impacto que tendría en el total de años de vida
dentro de los criterios de Milán, es inferior a la de la
ganados sobre el conjunto de pacientes en lista de
resección, y oscila en torno al 5-15% en la mayoría
trasplante hace que la expansión no se acepte en el
de series60,61. Al igual que sucede con la cirugía, no
momento actual.
hay un tratamiento adyuvante que haya demostra-
Para aumentar la cantidad de órganos donantes do una reducción en la probabilidad de recurrencia.
hay varias estrategias como el uso de órganos mar- En este sentido, la inmunosupresión con inhibido-
ginales (donantes de edad avanzada, o con estea- res de mTOR (mammalian Target Of Rapamycin),
tosis, o infectados por VHC para receptores VHC+, parece una opción prometedora ya que han de-
o la donación de corazón parado), el trasplante do- mostrado tener un papel en estudios in vitro 71 e in
minó, el split, o el trasplante hepático de donante vivo72. En el momento actual hay estudios evaluan-
vivo (THDV). do su beneficio en el trasplante hepático en huma-
nos, pero hasta la fecha, no puede recomendarse
De todas estas alternativas la que mayor interés
su uso de forma sistemática para esta finalidad.
despierta es el THDV ya que podría suponer una
fuente ilimitada de órganos. En cuanto al tratamiento neoadyuvante, no se ha
evaluado ningún tratamiento en estudios aleatori-
La aplicabilidad de este tipo de donación está limi-
zados y controlados, pero dados los elevados tiem-
tada por su alta complejidad técnica que requiere
pos de espera y la probabilidad de progresión en
un entrenamiento especializado por el equipo qui-
lista, es una práctica habitual el realizar tratamien-
rúrgico.
to, fundamentalmente con ablación percutánea o
Su aplicabilidad es baja llegando a realizarse en me- TACE. Estudios de cohortes y de coste-eficacia in-
nos del 20% de los casos que llegan a evaluarse66. dican que realizar tratamiento neoadyuvante con
Los resultados de supervivencia del THDV para el TACE o ablación percutánea cuando el tiempo de
CHC son similares a los obtenidos con donación de espera estimado hasta el trasplante sobrepasa los
cadáver cuando el CHC se limita a los criterios de seis meses es coste-efectivo73,74.
Milán67.
Un concepto controvertido es el llamado downsta-
Dado que con este tipo de donación la inclusión de ging, que consiste en aplicar tratamiento a pacien-
pacientes con CHC con criterios expandidos no tie- tes que exceden los criterios de Milán y en caso de
ne una repercusión sobre el resto de pacientes en conseguir reducción tumoral que sitúe al paciente
lista, en algunos centros se está evaluando esta mo- dentro de los criterios de Milán, de forma manteni-
dalidad como tratamiento para esta indicación. Se da trasplantar al paciente. Ello persigue seleccionar
ha de tener en cuenta que no sólo entra en juego la una subpoblación con CHC de perfil menos malig-
seguridad del receptor, sino también la seguridad no, ya que los mas agresivos progresarán a pesar
del donante que puede presentar complicaciones del tratamiento. Algunos autores han comunicado
en cerca del 40% de los casos, fundamentalmente resultados muy prometedores (supervivencia a
complicaciones infecciosas (10-12%) y biliares (3,5- cuatro años del 69,3%)75, pero nuevamente, la es-
9%), con una mortalidad inferior al 1%68,69. casez de órganos hace que no pueda recomendarse
de forma generalizada.
Para optimizar la adjudicación de órganos, desde
2002 se utiliza el sistema MELD (Model for End-sta-
ge Liver Disease) en la mayoría de centros trasplan-
Ablación percutánea
tadores. Este sistema de puntos, predice el riesgo Para aquellos pacientes en estadio inicial (BCLC A)
de mortalidad a tres meses en pacientes con cirro- que no son candidatos a resección o trasplante, la
sis avanzada70, pero no sirve para predecir mortali- ablación tumoral mediante técnicas basadas en la
dad o riesgo de ser excluido de la lista para pacien- modificación de la temperatura (calor: radiofre-

980
67. Carcinoma hepatocelular

cuencia, microondas; frío: crioablación) o inyección Quimioembolización


de sustancias (etanol, ácido acético), ha demostra-
do ser útil en el control de la enfermedad con pocos En los pacientes con estadio intermedio (BCLC B)
la quimioembolización ha demostrado aumentar la
efectos secundarios.
supervivencia36. Se trata de una técnica en la que
Entre estas técnicas, las más empleadas y de las se administra quimioterapia por vía intraarterial
que existe más información, son la inyección percu- con embolización de la arteria nutricia tumoral. Los
tánea de alcohol (PEI, de sus siglas en inglés Percu- agentes quimioterápicos más usados son doxorru-
taneous Ethanol Injection) o la ablación mediante bicina y cisplatino, mezclados con lipiodol, seguidos
ondas de radiofrecuencia (RFA: RadioFrequency de material embolizante, habitualmente espongos-
Ablation). tán82. Progresivamente está aumentando el uso de
DC Bead®, unas partículas embolizantes con capa-
Ambas técnicas son igualmente eficaces para tumo- cidad para administrar el agente quimioterápico de
res de hasta 2 cm, consiguiendo ablación completa forma retardada, de manera que la concentración
en más del 90% de los mísmos76. Para tumores ma- de quimioterapia en la circulación sistémica se re-
yores de 2 cm, fundamentalmente por encima de duce significativamente y disminuyen los efectos
los 3 cm, la RFA consigue mejores tasas de respues- adversos 83,84.
ta completa y una mejor supervivencia77, situándo- Recientemente The Cochrane Collaboration evaluó
la como técnica de elección. La PEI, sin embargo, el papel de la TACE en otro metaanálisis85. En su
sigue teniendo su papel, no sólo en las localizacio- informe concluye que no existe suficiente nivel de
nes de riesgo, donde la RFA podría provocar daño evidencia para establecer que la TACE ofrece un be-
por calor, sino también en lesiones adyacentes a neficio en términos de supervivencia. Este análisis,
grandes vasos. En estos casos, la eficacia de la RFA no obstante, incluye estudios que no fueron dise-
es inferior, debido a la imposibilidad de obtener la ñados para comparar la TACE frente a ningún tra-
temperatura necesaria para la ablación por disipa- tamiento y excluye estudios positivos por supues-
ción del calor. to sesgo, por lo que su conclusión no es sólida. La
TACE mejora la supervivencia en aquellos pacientes
La recurrencia con el tratamiento percutáneo es
asintomáticos, con función hepática preservada y
tan alta como con la cirugía, habiéndose comunica- sin evidencia de enfermedad extrahepática ni inva-
do tasas de hasta el 80% a los cinco años78. sión vascular.
Un caso especial es el de aquellos pacientes con
un tumor de hasta 2 cm, no candidato a trasplan-
Otros tratamientos loco-regionales.
te. La alta probabilidad de obtener una respuesta Radioembolización
completa con la ablación percutánea, y la menor La radioembolización es un tratamiento experi-
probabilidad de diseminación de tumores en este mental que consiste en la administración de partí-
estadio, plantea la cuestión de si el tratamiento culas radiactivas por vía intraarterial, que quedan
percutáneo podría ser de elección en lugar de la impactadas en la microcirculación tumoral.
cirugía. En los últimos años, se han publicado series
Se han empleado varios isótopos como el
con datos de supervivencia similares a los obteni-
yodo-131, renio-188 o el itrio-90. El más empleado
dos con cirugía, con menores efectos adversos79-81.
es el itrio-90, que es un emisor de radiación b, con
El único beneficio que ofrecería la cirugía sería la
corto rango de acción (2,5 mm). Puede encontrar-
probabilidad de analizar el riesgo de recurrencia
se en dos formas: microesferas de vidrio (Thera-
basado en la anatomía patológica. En pacientes Sphere®) o microesferas de resina (SIR-Spheres®).
no candidatos a trasplante, esta información no El perfil de seguridad es aceptable y en ocasiones
modificará nuestra actitud terapéutica (no podrá se consiguen respuestas radiológicas muy llamati-
realizarse trasplante hepático ab initio) por lo que vas86. El beneficio que ofrece la radioembolización
realizar ablación percutánea ofrecerá la misma su- en la supervivencia no se ha evaluado en ensayos
pervivencia con menor morbilidad y coste. Esto ha clínicos aleatorizados, comparándose con otros tra-
motivado la última modificación del algoritmo de tamientos o frente a tratamiento de soporte, pero
clasificación y tratamiento del BCLC (figura 3)35. de acuerdo con los datos encontrados en la litera-

981
Sección 6. Hígado

tura, parece que podría tener una supervivencia si- obesidad y la diabetes, pueden reducir el riesgo de
milar a la obtenida tras TACE o sorafenib87,88. esteatohepatitis y progresión a cirrosis.
Unas mejores condiciones de almacenamiento de
Tratamientos sistémicos los alimentos podrían prevenir la contaminación
La quimioterapia sistémica no ha demostrado ser por hongos productores de aflatoxinas.
eficaz como tratamiento para el CHC16. El estudio
Una vez adquirida una infección crónica por VHC o
de las vías moleculares implicadas en el desarrollo
VHB, el tratamiento antiviral puede reducir el ries-
del CHC ha llevado al desarrollo de moléculas espe-
go de progresión a cirrosis y probablemente reducir
cíficas, dirigidas a bloquear estas vías a diferentes
el riesgo de CHC. En el caso del VHC, el tratamiento
niveles. Únicamente el sorafenib ha demostrado
de mantenimiento con dosis bajas de interferón pe-
tener un beneficio en términos de supervivencia en
gilado en los no respondedores no ha demostrado
estadio avanzado37,38. La mediana de supervivencia
ser útil en la prevención de complicaciones como
en este estadio es de unos 6-8 meses, y en los pa-
el CHC92.
cientes tratados con sorafenib se consigue aumen-
tar hasta los 11 meses 37.Esta mejoría en la supervi- Hasta la fecha no existen otros fármacos que hayan
vencia se consigue gracias a un retraso en el tiempo demostrado utilidad para prevenir la aparición de
de progresión sin reducción de la carga tumoral. CHC.
Otros muchos agentes han sido evaluados o están
en evaluación ya sea en combinación con sorafenib, Bibliografía
o como segundas líneas tras fracaso de éste89 y es
1. Ferlay J, et al. Estimates of worldwide burden
posible que en los próximos años el repertorio de of cancer in 2008: GLOBOCAN 2008. Int J Can-
fármacos útiles aumente. cer, 2010.
Gracias a la mejoría tecnológica y al progresivo co- 2. Naugler WE et al. Gender disparity in liver can-
nocimiento de estas vías, se está trabajando para cer due to sex differences in MyD88-depen-
establecer una clasificación molecular de esta neo- dent IL-6 production. Science 2007;317(5834):
plasia. Se trata de un objetivo sumamente comple- 121-4.
jo ya que la expresión de las diferentes vías molecu- 3. Bosch FX et al. Primary liver cancer: worldwide
lares es heterogénea, y posiblemente se modifica a incidence and trends. Gastroenterology 2004;
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982
67. Carcinoma hepatocelular

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983
Sección 6. Hígado

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986
68 Indicaciones
del trasplante hepático
Mª Trinidad Serrano, Sara Lorente*, Agustín García-Gil**
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
*Servicio de Aparato Digestivo y Servicio de Cirugía. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
** Servicio de Cirugía B. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza
Departamento de Cirugía. Universidad de Zaragoza.

Introducción
Objetivos de este capítulo
El trasplante hepático (TH) se considera hoy en día
❱❱ Conocer las indicaciones de trasplante
el tratamiento de elección para aquellos pacientes
hepático.
con hepatopatías agudas o crónicas cuando se ha-
yan agotado otras alternativas terapéuticas y cuan- ❱❱ Proporcionar información acerca del
do la esperanza de vida estimada al año sea inferior momento en que debe plantearse la
a la que se prevea con el trasplante. En nuestro indicación de trasplante.
país se han realizado 17.315 trasplantes hepáticos ❱❱ Conocer los criterios para establecer la
desde 1984 y 1.099 en el año 2009. Este conside- prioridad de asignación de un órgano y
rable incremento de la actividad trasplantadora se las circunstancias que contraindican el
debe a varios factores entre los que destacan el in- trasplante.
cremento de programas de trasplante en nuestro
país (14 en 1990 y 24 en 2009), el aumento del nú- REFERENCIAS CLAVE
mero de pacientes remitidos para la valoración de
1. Carithers, R. Jr, AASLD PRACTICE GUIDE-
este tratamiento, la ampliación de los criterios de
LINES Liver Transplantation. Liver Transpl
aceptación de órganos y el aumento de la tasa de
2000;6:122-35.
donación que en el momento actual es la más alta
del mundo1. 2. Registro Español de Trasplante Hepático.
Memoria de resultados 1984-2009.
Actualmente, la supervivencia en pacientes adultos
3. Prieto M, Clemente G, Casafont F, Cuende
se encuentra en torno al 85% y es superior al 70% al
N, Cuervas-Mons V, Figueras J, Grande L,
año y 5 años del TH2,3. La calidad de vida de los pa- Herrero JI, Jara P, Mas A, de la Mata M,
cientes también mejora extraordinariamente des- Navasa M. Asociación Española para el
pués del TH, de manera que es casi similar a la de la Estudio del Hígado. Consensus document
población general, con buena reintegración social4. on indications for liver transplantation.
La efectividad del TH ha conducido a un impor- Gastroenterol Hepatol 2003;26:355-75.
tante y progresivo incremento de los candidatos
aceptados para trasplante. El Consejo de Europa
ha estimado que se requieren 50 donantes pmp
para satisfacer las necesidades clínicas. En Espa- criterios de inclusión en lista de espera y gestionar
ña, país con mayor tasa de donación en el mundo adecuadamente la distribución y la asignación de
(34,4 donantes cadáveres pmp en el año 2009) los órganos y, en este sentido, recientemente se han
recursos siguen siendo insuficientes para atender la
celebrado varias conferencias de consenso6-8.
demanda5. La diferencia entre órganos disponibles
para trasplante y los pacientes en lista de espera se Indicaciones
amplía continuamente en todos los países. Este he-
cho crea un continuo debate sobre los criterios de La cirrosis hepática por VHC es la causa más fre-
selección y el momento adecuado del trasplante, cuente de TH en adultos en nuestro medio, segui-
así como la expansión de la fuente de donantes. En da por la cirrosis de origen enólico (tabla I). En la
este contexto es fundamental aplicar con rigor los figura 1, están representadas las causas más fre-

H Í G A D O 987
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Lista de enfermedades subsidiarias de trasplante hepático.

❱❱ Enfermedad hepática crónica ❱❱ Enfermedad metabólica hepática


Colestásicas • Deficit a1 antitripsina
• C. biliar primaria • Enf. de Wilson
• Col. escler. primaria • Hemocromatosis primaria
• C. biliar secundaria • Glucogenosis
• Protoporfiria eritropoyética
❱❱ Enferm. hepatocelulares • Enf. almacenamiento lípidos
• C. post hepatíticas • Hipercolesterolemia fam. homoc.
• C. tóxicas • Hiperoxaluria primaria tipo I
• C. alcohólicas • Polineuropatía amiloidótica familiar
• C. autoinmune • Alt. hereditarias de coagulación
• C. criptogenética
❱❱ Insuficiencia hepática aguda grave
❱❱ Enf. vasculares • Indeterminada
• Sd. de Budd-Chiari • Hepatitis vírica: A,B,C
• Enf. venooclusiva • Toxicomedicamentosas
• Procesos vasculares
❱❱ Tumores hepáticos • Enf. metabólicas (Enf. de Wilson, esteatosis…)
• C. hepatocelular
• C. hep. fibrolamelar ❱❱ Enf. fibroquística congénita del hígado
• Hemangioendotelioma • Poliquistosis hepática gigante
• Apudomas • Enf. de Caroli
• Tumores benignos • Fibrosis hepática congénita

cuentes de TH en España. De modo genérico, po- ca están conservadas, pero el trasplante cura la
demos decir que el TH está indicado en la mayoría enfermedad.
de las enfermedades hepáticas agudas y crónicas
Además de estos criterios generales existen crite-
en las que la supervivencia esperada al año sea
rios particulares para algunas de las enfermedades
inferior a la que se conseguiría con el trasplante,
hepáticas que analizaremos a continuación.
siempre que no existan contraindicaciones ab-
solutas. Por lo tanto, la indicación del trasplante
implica un profundo conocimiento de la historia
Cirrosis de origen no biliar
natural de las enfermedades hepáticas y se basa La cirrosis de origen no biliar es la principal causa
en los estudios realizados sobre modelos pronós- de TH en pacientes adultos, siendo el alcohol y la
ticos en las distintas enfermedades hepáticas. En infección por VHC las etiologías más frecuentes. El
el caso de la cirrosis hepática, la indicación del TH resultado a medio-corto plazo del trasplante en los
vendría condicionada por la aparición de compli- pacientes con infección por VHC es similar al de los
caciones. La ascitis refractaria o de difícil control, pacientes no infectados, pero inferior a largo plazo,
el síndrome hepatorrenal, la peritonitis bacteriana debido a la reinfección (que es universal) del in-
espontánea (PBE), la presencia de encefalopatía y jerto por el virus. De momento no disponemos de
la aparición de hepatocarcinoma celular, condi- pautas de profilaxis eficaces para evitar la reinfec-
cionan un mal pronóstico en la cirrosis hepática ción post-TH aunque el tratamiento pretrasplante
y son, por tanto, indicación de TH6-9 (figura 2). El con interferón pegilado y ribavirina en pacientes
TH también está indicado en determinadas en- seleccionados, con el fin de negativizar el RNA vi-
fermedades metabólicas. El ejemplo más típico lo ral, podría retrasar o evitar la reinfección y condi-
constituye la polineuropatía amiloidótica familiar. cionar un mejor pronóstico10.
Estos pacientes padecen una enfermedad neu-
Los resultados del TH en el grupo de pacientes
rológica por la síntesis hepática de una proteína
con cirrosis hepática enólica son excelentes, con
anómala que se deposita como amiloide en dis-
una supervivencia a los 5 años superior al 70%.
tintos órganos. La estructura y la función hepáti-

988
68. Indicaciones del trasplante hepático

Candidatos potenciales a TOH

Cirrosis biliar Cirrosis no biliar Insuf. hepática aguda

Bb > 6 mg/dl Alcohol Posthepatitis • Criterios de King’s College


Albúmina < 28 g/dl
• Criterios de Clichy
descompensación
• Índice MELD
colangitis
VHB VHC

Abstinencia > 6 m
Sin alteraciones ADN (–)
neuropsiquiátricas HBeAg (–)

Presencia de complicaciones

PBE Ascitis HDA Encefalopatía Hepatocarcinoma

Nódulo único < 5 cm


Grado C de Child-Pugh
3 nódulos < 3 cm
Grado B con ascitis o encefalopatía

Figura 1. Algoritmo de las indicaciones más frecuentes del trasplante hepático.

La recidiva del alcoholismo después del trasplante momento del trasplante se relaciona con un impor-
es un problema importante, ya que, aunque en la tante riesgo de recidiva y con una mala evolución
mayoría de los casos no condiciona la reaparición después del TH. A partir de entonces se considera
de enfermedad hepática, sí lleva asociado un mal una contraindicación absoluta la detección de ADN
cumplimiento del tratamiento médico necesario. del VHB en sangre. En el caso de que éste sea posi-
Para evitar al máximo este problema, la mayoría de tivo debe iniciarse un tratamiento antiviral con aná-
los centros exigen un período de abstinencia pre- logos de nucleósidos/nucleótidos, que permiten in-
via de al menos 6 meses y un entorno psicosocial hibir la replicación viral y realizar el trasplante con
favorable11. mayor seguridad (ver capítulo 53)12. Los pacientes
trasplantados con infección por VHB requieren tra-
Otra etiología frecuente es la infección por VHB
tamiento después del trasplante con gammaglobu-
que supone entre el 8-10% de las indicaciones en
lina específica y/o antivirales para evitar la recidiva
nuestro medio. A finales de los 80 y principios de
de la infección.
los 90 la indicación de TH por hepatopatía VHB des-
cendió notablemente debido fundamentalmente a
la mala evolución del injerto hepático secundaria
Cirrosis de origen biliar
a la reinfección por el VHB. Estudios posteriores Las dos entidades más frecuentes son la cirrosis bi-
demostraron que la replicación viral activa en el liar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

989
Sección 6. Hígado

Figura 2. Gráfico que muestra las


Enfermedad de base del receptor de TH en España (1984 – 2004) indicaciones de trasplante hepático en
nuestro país.

5,7 3
Cirrosis
18,7 hepatocelular
Cirrosis colestásica
Enf. metabólicas
Hepatocarcinoma
3,5
Fallo agudo
Otras
9,1
60,5

Fuente: Registro Español de Trasplante Hepático.

Ambas enfermedades tienen en general resultados Tumores hepáticos


excelentes con supervivencias entre el 70% y el
80% a los 5 años del trasplante. En ambas entida- El carcinoma hepatocelular (CHC) supone alrededor
des disponemos de buenos modelos pronósticos del 15% de las indicaciones de TH en España, sien-
de supervivencia, que facilitan la decisión acerca do la hepatopatía por VHC la enfermedad de base
del momento más adecuado para indicar el tras- más frecuente. De acuerdo con varias conferencias
plante. de consenso, se aceptan como candidatos al TH los
pacientes con un tumor único ≤ 5 cm o que tengan
En la cirrosis biliar primaria, el modelo pronóstico como máximo 3 nódulos ≤ 3 cm (criterios de Mi-
más utilizado es el de la Clínica Mayo, calculado lán)14. La supervivencia es buena (75% a los 5 años)
a partir de variables como la edad, presencia de y las tasas de recidiva bajas (10%) en pacientes bien
edemas o ascitis, bilirrubina, albúmina y tiempo seleccionados. No obstante, se han comunicado
de protrombina. Un índice mayor o igual a 7,5 es- buenos resultados en tumores que sobrepasaban
tablecería la indicación de trasplante. Sin embargo, los límites anteriores15. El inconveniente funda-
estudios posteriores han simplificado este modelo, mental de estos estudios es que son retrospectivos
demostrando que la presencia de una bilirrubina y se basan en los hallazgos del explante, además
superior a 6 mg/dl (100 µmol/l) o la aparición de de contar con pocos pacientes y con escaso tiempo
cualquiera de las complicaciones descritas ante- de seguimiento. Se excluye el trasplante cuando el
riormente como ascitis intratable, encefalopatía o tumor es multicéntrico, existe extensión extrahepá-
PBE, indican una baja probabilidad de superviven- tica o invasión vascular. La escasez de órganos hace
cia. Por otra parte, la existencia de prurito intra- que durante el tiempo en lista de espera el tumor
table o una astenia invalidante que conlleven una pueda progresar. Así, aún con el perfil óptimo de
muy mala calidad de vida pueden hacer plantear, indicación de TH (tumor único ≤ 5 cm o hasta 3 nó-
asimismo, la indicación del trasplante13. dulos ≤ 3 cm), el riesgo de ser excluidos de la lista es
del 10% si el tiempo de espera es de 6 meses y del
También existen modelos predictivos de supervi-
25% si éste excede 12 meses16. Actualmente en la
vencia en la colangitis esclerosante primaria (CEP).
mayoría de los centros se realiza tratamiento abla-
Sin embargo, de modo general se considera indi-
tivo de la masa tumoral mediante radiofrecuencia o
cado el trasplante ante la existencia de complica-
alcoholización mientras el paciente está en lista de
ciones clínicas o niveles de bilirrubina semejantes a
espera y se aconseja la reevaluación de la enferme-
los utilizados en la cirrosis biliar primaria. Además
dad cada 3 meses.
en la CEP también será indicación de trasplante la
presencia de episodios repetidos de colangitis, os- El TH también se puede considerar en pacientes
teodistrofia o malnutrición. con carcinoma fibrolamelar y pacientes con metás-

990
68. Indicaciones del trasplante hepático

TABLA 2. Criterios que con más frecuencia se utilizan para indicar el trasplante hepático en la IHAG.

❱❱ Criterios del King’s College Hospital


• IHAG por paracetamol:
pH arterial menor de 7,3 en la admisión y mantenimiento de 24 horas o más de la intoxicación,
independientemente del grado de encefalopatía
o bien
Los tres criterios siguientes conjuntamente: - Encefalopatía hepática grado 3 - 4
- Creatinina sérica mayor de 3,4 mg/dl (300 mmol/litro)
- Tiempo de protrombina >100 “
• IHAG por otras causas:
Tiempo de protrombina mayor de 100 segundos (INR > 7)
o bien
Si coexisten tres de los siguientes criterios: - Edad menor de 10 años o mayor de 40 años
- Etiología viral no A no B, halotano o reacción idiosincrásica a
drogas
- Intervalo entre ictericia y desarrollo de encefalopatía superior
a 7 días
-Tiempo de protrombina > 50”
- Bilirrubina sérica mayor de 18 mg/dl (300 mmol/l)

❱❱ Criterios de Clichy
• Niveles de factor V < 20% (menores 30 años) o < 30% (mayores 40 años)
• Encefalopatía grado 3-4

❱❱ Criterios Meld
• Cumplir la definición de IHAG
• Puntuación ≥ 30

tasis hepáticas de tumores neuroendocrinos (gas- tos ponen de manifiesto la importancia de que ante
trinomas, insulinomas, carcinoides…) bien seleccio- la aparición de una IHAG, el enfermo sea remitido
nados, con tumor primario resecado y sin evidencia cuanto antes a un centro que tenga programa de
de enfermedad extrahepática. trasplante. Por otra parte, los pacientes que con un
soporte adecuado sobreviven sin la necesidad de
La indicación del trasplante en otros tumores como
el colangiocarcinoma es muy controvertida ya que un trasplante, tienen una recuperación completa
la supervivencia a los 5 años es del 25% con tasas de sin daño hepático residual en la mayoría de los ca-
recidiva muy altas, incluso en tumores pequeños. sos. A la luz de estos datos, se precisan buenos mo-
delos pronósticos que permitan identificar las va-
Insuficiencia hepática aguda grave riables relacionadas con una baja probabilidad de
recuperación espontánea y, por tanto, nos ayuden
(IHAG) a decidir el momento de la indicación en estos pa-
La IHAG representa el 6% de los trasplantes hepáti- cientes. Los criterios más utilizados en el momento
cos llevados a cabo en nuestro país, siendo las cau- actual son los descritos por el King’s College17, que
sas viral y tóxica las etiologías más frecuentes. Debe distingue entre la IHAG producida por paracetamol
considerarse que la supervivencia post trasplante de la originada por otras causas y los descritos por
es inferior a la obtenida en otras indicaciones. Esto el grupo de Clichy18 (tabla 2). Sin embargo, los dos
es debido fundamentalmente a que la enfermedad modelos tienen un valor predictivo negativo bajo,
progresa muy rápidamente, el paciente llega al ya que no identifican a un subgrupo de pacientes
trasplante en muy malas condiciones (edema ce- con bajo riesgo de muerte que podrían recuperar-
rebral y fallo multiorgánico) y la urgencia obliga a se sin necesidad de trasplante. Recientemente se
utilizar en ocasiones donantes marginales e incluso ha observado que el sistema MELD es un excelen-
órganos con incompatibilidad de grupo. Estos da- te predictor de mortalidad en adultos y niños con

991
Sección 6. Hígado

Figura 3. Distintas fases de un trasplante de hígado.

IHAG de varias etiologías, excluyendo la intoxica- inicio del tratamiento inmunosupresor. Un caso es-
ción por paracetamol, y que se asocia con una tasa pecial lo constituye la infección por VIH. Hasta hace
más baja de falsos negativos que los criterios del poco tiempo suponía una contraindicación absolu-
King’s College y de Clichy19. ta debido fundamentalmente a su mal pronóstico
y al temor a que la inmunosupresión asociada al
Contraindicaciones trasplante pudiera acelerar la progresión a SIDA
Existen contraindicaciones absolutas y contraindi- o incrementar el riesgo de infecciones oportunis-
caciones relativas. Las contraindicaciones absolutas tas. Sin embargo, con la aparición de los nuevos
engloban situaciones que impiden técnicamente antirretrovirales, el pronóstico de esta infección
la intervención quirúrgica o disminuyen de forma ha cambiado de forma radical, lo que ha hecho
muy importante la supervivencia. Así, enfermeda- replantearse la indicación de trasplante en estos
des graves o invalidantes que no son reversibles pacientes. Aunque los resultados del trasplante en
con el trasplante suponen una contraindicación
los pacientes con infección por VIH no se conocen
para el mismo. Aquí estarían englobadas neopla-
todavía con seguridad, debido al escaso número de
sias extrahepáticas no curadas, según criterio onco-
enfermos trasplantados y al corto seguimiento de
lógico, con la única excepción de los cánceres epite-
liales cutáneos ya que debido a su buen pronóstico los mismos, parecen ser similares a los realizados
no requieren un tiempo de espera (generalmente en pacientes no infectados, sobre todo cuando no
de al menos 2 años) para considerar su curación. existe una coinfección por el VHC. En el momento
Las infecciones extrahepáticas no controladas en actual la mayoría de los centros españoles incluyen
el momento del trasplante contraindican el TH, ya en sus listas de espera de trasplante pacientes se-
que pueden empeorar de modo dramático con el leccionados (no infecciones oportunistas previas,

992
68. Indicaciones del trasplante hepático

CD4 mayor de 100 células/mm3 y carga viral inde- End-stage Liver Disease) —y su variante PELD (Pe-
tectable). diatric End-stage Liver Disease)— que, a partir de
febrero de 2002, reemplazó al modelo Child-Pugh
La edad avanzada, especialmente superior a los 65-
en la priorización de los pacientes adultos en lista
68 años, es considerada por muchos grupos como
una contraindicación para el mismo. Generalmen- de espera para TH electivo.
te, se considera una contraindicación relativa y El MELD es un sistema de puntuación que asigna a
probablemente tenga un mayor peso específico la los pacientes un índice numérico para determinar
presencia de comorbilidades relevantes que pue- la gravedad de su enfermedad hepática, de 6 a 40
dan complicar la evolución postoperatoria a corto puntos, calculado con una fórmula a partir de tres
y medio plazo. variables: creatinina sérica, bilirrubina total e INR
En cuanto a los aspectos quirúrgicos, la trombosis (international normalized ratio) del tiempo de pro-
completa del árbol espleno-mesentérico-portal es trombina. Los pacientes son priorizados en orden
la contraindicación quirúrgica más frecuente. a la puntuación; los que tienen puntuaciones más
altas se trasplantan antes, ya que se les atribuye
Inclusión y manejo de la lista de espera mayor gravedad y mayor riesgo de fallecer dentro
de los tres meses de inclusión en lista. La concor-
En España, los candidatos son incluidos en lista
dancia de la puntuación del sistema MELD con la
de espera (en cada centro y en la lista oficial de la
mortalidad pretrasplante se ha mostrado excelente
ONT) según dos modalidades: urgencia 0 y tras-
en los candidatos a primer TH y buena en los can-
plante electivo. La urgencia 0 incluye la IHAG y el
retrasplante en los siete primeros días después del didatos a reTH20, acreditando que es un sistema útil
primer TH. El código 0 implica prioridad nacional, para priorizar los pacientes en lista de acuerdo con
es decir, el primer órgano disponible en el territorio la gravedad de la enfermedad. En la actualidad se
nacional será asignado a ese paciente, ya que si no está utilizando la priorización basada en este sis-
recibe rápidamente el trasplante no tendrá posibili- tema de medición en la mayoría de los centros de
dad alguna de sobrevivir. El número de órganos que nuestro país21.
se destina en España a las urgencias 0 no supera el
8% (figura 3). Bibliografía
El registro para trasplante electivo incluye al resto 1. Registro Español de Trasplante Hepático. Me-
de pacientes en lista de espera, que representa más moria de resultados 1984-2009.
del 90%, y la prioridad de asignación de un órgano 2. Lucey MR, Brown KA, Everson GT, Fung JJ, Gish
se determina por el equipo de trasplante de cada R, Keeffe EB, Kneteman NM, Lake JR, Martin P,
centro. Los criterios para establecer la prioridad en McDiarmid SV, Rakela J, Shiffman ML, So SK,
Wiesner RH. Minimal criteria for placement of
el TH electivo son esencialmente la gravedad del
adults on the liver transplant waiting list: A Re-
enfermo, reflejada en la probabilidad de fallecer
port of a National Conference Organized by the
mientras espera el trasplante, y la antigüedad en
American Society of Transplant Physicians and
la lista. En 2008 la Sociedad Española de Trasplante the American Association for the Study of Liver
Hepático estableció en su II Reunión de Consenso Diseases. Liver Transplant Surg 1997;3:628-37.
la recomendación de basar la gestión de la lista de
3. Adam R, McMaster P, O’Grady JG, Castaing D,
espera de acuerdo con criterios de gravedad y no Klempnauer JL, Jamieson N, Neuhaus P, Lerut
sobre la base del tiempo de permanencia en lista. J, Salizzoni M, Pollard S, Muhlbacher F, Rogiers
Este criterio temporal sólo se tiene en cuenta en X, García Valdecasas JC, Berenguer J, Jaeck D,
aquellas excepciones en las que el paso del tiem- Moreno González E and the European Liver
po influye en la progresión de la enfermedad sin Association. Evolution of Liver Transplantation
que las fórmulas de medición de la gravedad de la in Europe: Report of the European Liver Trans-
función hepática la reflejen adecuadamente8. Es plant Registry. Liver Transpl 2003;9:1231-43.
necesario disponer de sistemas precisos de eva- 4. Karam V, Castaing D, Danet C, Delvart V, Gas-
luación de la gravedad de la enfermedad hepática quet I, Adam R, Azoulay D, Samuel D, Bis-
y, de acuerdo con ésta, de modelos predictivos de muth H. Longitudinal prospective evaluation of
supervivencia no sólo pretrasplante sino también quality of life in adult patients before and one
postrasplante. Con esta finalidad, se adoptó en la year after liver transplantation. Liver Transpl
UNOS el sistema de puntuación MELD (Model for 2003;9:703-11.

993
Sección 6. Hígado

5. Matesanz R, Miranda B, editors. International 14. Mazzaferro V, Regalia E, Doci R et al. Liver
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Cuervas-Mons V, Figueras J, Grande L, Herre- Venook A et al. Liver transplantation for hepa-
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Asociación Española para el Estudio del Híga-
size limits does not adversely impact survival.
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994
69 Complicaciones en el periodo
precoz postrasplante hepático
Manuel L. Rodríguez Perálvarez, Manuel de la Mata
Sección de Hepatología. Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo. Unidad de Trasplante
Hepático. Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba. CIBERehd. IMIBIC

Introducción Objetivos de este capítulo


El trasplante hepático es un procedimiento de gran ❱❱ Identificar las diferentes complicaciones
complejidad. A pesar de los continuos e importan- de tipo vascular, biliar o parenquimatoso
tes avances en técnicas quirúrgicas, anestésicas y que pueden aparecer en el periodo
recursos farmacológicos, la morbilidad en el posto- postoperatorio inmediato del trasplante
peratorio temprano (primer mes tras el trasplante) hepático.
continúa siendo un problema importante, no sólo
❱❱ Conocer la estrategia de utilización
por su frecuencia, sino también por la mortalidad
secuencial de las exploraciones
que conlleva. Reconocer, diagnosticar de forma complementarias para establecer el
precoz y tratar adecuadamente estas complica- diagnóstico diferencial.
ciones es un aspecto fundamental que permite en
ocasiones salvar la vida del paciente. ❱❱ Conocer las diferentes alternativas
terapéuticas dirigidas a la resolución
Las complicaciones precoces relacionadas con el eficiente de estas complicaciones.
injerto pueden dividirse en tres grupos: vasculares,
biliares y parenquimatosas1. Se podría valorar un
cuarto apartado con los efectos adversos de los fár- Complicaciones arteriales.
macos inmunosupresores pero este tema no será
objeto del presente capítulo. Trombosis/estenosis de la arteria
A continuación se desglosa de una forma esque-
hepática
mática y resumida cada una de las complicaciones Se ha demostrado que un factor fundamental para
haciendo especial hincapié en las manifestaciones la recuperación funcional del injerto en el postras-
clínicas, técnicas diagnósticas y alternativas tera- plante inmediato es un adecuado flujo arterial. La
péuticas. causa más frecuente de trombosis de la arteria he-
pática es la diferencia de calibre entre la arteria del
Complicaciones vasculares donante y la del receptor, así como las anastomosis
Las complicaciones vasculares suelen producirse en arteriales complejas, a menudo motivadas por va-
el postoperatorio temprano y pueden afectar a la riantes anatómicas.
arteria hepática, vena porta, vena cava y venas su- Se suele manifestar como un deterioro brusco y
prahepáticas, aunque las más frecuentemente im- progresivo de la función hepática que, a diferencia
plicadas son las dos primeras (frecuencia de 4-5% de la disfunción primaria del injerto, ocurre tras un
y 2,2% respectivamente en adultos). La trombosis periodo variable de función hepática normal. Exis-
de la arteria hepática es más frecuente en el tras- ten trombosis tardías cuya expresión fundamental
plante hepático pediátrico (frecuencia de hasta el es de índole biliar (estenosis, fístulas, biliomas…).
10%)2. Otras manifestaciones como episodios sépticos
Su pronóstico depende de cuán precozmente poda- recidivantes, abscesos hepáticos, o simplemente
mos diagnosticarlas y tratarlas. Por ello, es funda- formas asintomáticas, son muy infrecuentes. En el
mental protocolizar el uso de la ecografía doppler caso de la estenosis de la arteria hepática, la forma
desde las primeras veinticuatro horas del trasplante. de presentación depende del grado de compromi-

H Í G A D O 995
Sección 6. Hígado

so de flujo existente aunque, en general, suele ser muy precoz y la función del injerto no haya sido
más larvada. dañada de forma irreversible. En cualquier caso,
el fracaso de estas técnicas habrá de conducir al
Ante la sospecha clínica se debe practicar lo an-
retrasplante urgente3.
tes posible una ecografía doppler. En condiciones
normales, esta exploración detecta el flujo de la Complicaciones portales.
arteria hepática y de sus ramas intraparenquima-
tosas. Cuando éste no se detecta o es débil, debe Trombosis/estenosis de la vena porta
indicarse una técnica de imagen más específica. El Las complicaciones que afectan a la vena porta
angio-TAC o la angiorresonancia son dos buenas suelen ser la consecuencia de dificultades técni-
opciones en este caso aunque la arteriografía del cas durante la cirugía. Los principales factores de
tronco celíaco (figuras 1 y 2) continúa siendo el riesgo que favorecen esta situación son la trom-
patrón oro en la actualidad, además de permitir bosis portal pretrasplante con trombectomía en
maniobras terapéuticas en casos seleccionados. La el acto quirúrgico, la presencia de derivaciones
elección de la técnica dependerá de la disponibili- venosas previas, redundancia venosa o torsión de
dad y experiencia de cada centro. Estas exploracio- la anastomosis.
nes permiten confirmar o descartar definitivamen-
te el diagnóstico. En su forma precoz, la trombosis portal cursa con
un deterioro de la función del injerto en la prime-
En el caso en que se detecte una trombosis de la ra semana del trasplante. En la estenosis portal, el
arteria hepática, el tratamiento de elección conti- cuadro puede respetar la función hepática, mani-
núa siendo el retrasplante urgente. Algunos auto- festándose de forma más tardía mediante hiper-
res han comunicado buenos resultados realizando tensión portal presinusoidal y hemorragia digesti-
trombectomía quirúrgica preservando así el órga- va alta por varices esofágicas.
no implantado. Otra alternativa emergente es la
radiología intervencionista. A través de angiografía El diagnóstico requiere la realización de ecogra-
se cateteriza de forma selectiva la arteria hepáti- fía doppler que mostrará una ocupación de la luz
ca y se realiza una trombolisis que, en caso de ser portal por material ecogénico y un flujo portal
exitosa, habrá de completarse con una angioplastia ausente, en ocasiones hepatófugo. Se debe ase-
o la colocación de un stent intraluminal (figura 1). gurar la permeabilidad del tronco portal y de las
Probablemente, estas alternativas puedan valorar- ramas principales para excluir este diagnóstico. Si
se en pacientes cuidadosamente seleccionados en los datos ecográficos son compatibles, el diagnós-
los que el diagnóstico se haya realizado de forma tico debe confirmarse mediante una portografía

Figura 1. Angiografía selectiva de la arteria hepática. En la imagen de la izquierda se aprecia estenosis crítica y acodamiento de
la arteria hepática principal (flecha). A la derecha, la misma proyección tras realización de angioplastia y colocación de stent. Se
puede ver la resolución completa de la estenosis.

996
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático

Figura 2. Arteriografía del tronco celíaco. Se aprecia ampu-


tación brusca de la arteria hepática que impide el paso de Figura 3. Trombosis portal detectada en la fase de retorno de
contraste. Esta imagen es diagnóstica de trombosis de la la arteriografía.
arteria hepática.

obtenida en la fase de retorno de la arteriografía lo que motivaría un enlentecimiento del flujo san-
(figura 3) o mediante angio-TAC. Estas técnicas per- guíneo y la trombosis consecuente. A su vez, en un
miten delimitar la anatomía venosa y la presencia injerto desproporcionadamente pequeño para el
de circulación colateral, así como diferenciar entre lecho hepático del donante, pueden ocurrir trac-
trombosis y estenosis portal. ciones o torsiones de la vena cava también respon-
sables de la aparición de complicaciones.
El tratamiento de elección difiere según se trate de
uno u otro proceso. En la trombosis portal está indi- En función de si sólo se afectan las venas suprahe-
cada la realización de una trombectomía quirúrgica páticas o si también se involucra la vena cava, las
con posterior reconstrucción de la anastomosis. Se manifestaciones clínicas difieren. El primer caso
trata de una técnica de elevada complejidad que suele presentarse mediante disfunción grave del
comporta alto riesgo para el paciente. En los casos injerto, ascitis, dolor abdominal y hepatomegalia
que no respondan a este tratamiento habrá que re- (síndrome de Budd-Chiari) aunque existen casos
currir al retrasplante. En algunos casos de aparición oligosintomáticos. En el segundo se añade un sín-
tardía de la trombosis que se manifiestan mediante drome de vena cava inferior consistente en dis-
una hemorragia digestiva alta por varices, puede función renal, hematuria y edemas de genitales y
optarse por la realización de una derivación esple- miembros inferiores.
norrenal distal. En lo que se refiere a la estenosis De nuevo la ecografía doppler es la exploración
portal, la angioplastia percutánea parece ser el inicial ante la sospecha clínica. Es fundamental
tratamiento de elección3. Pueden requerirse varias localizar y comprobar la permeabilidad de las tres
sesiones hasta la resolución completa de esta com- venas suprahepáticas y de la vena cava. Las venas
plicación. Existe cada vez una mayor tendencia a la suprahepáticas muestran un patrón trifásico de flu-
colocación de stent en aquellos casos que recidiven jo en el modo doppler aunque los pacientes tras-
tras la primera sesión de angioplastia. plantados presentan en ocasiones un flujo difásico.
El hallazgo de flujo monofásico, la ausencia de flujo,
Otras lesiones vasculares. o la imposibilidad de localizar alguno de los vasos
Vena cava y suprahepáticas en el modo bidimensional, indican alta sospecha de
patología. Si esto ocurre, la técnica de elección es
La afectación de estos vasos es rara, con una fre-
la cavografía, la cual permite además realizar accio-
cuencia estimada menor del 2%. Aunque los estu-
nes terapéuticas.
dios son escasos, no se ha demostrado que la técni-
ca de piggy back difiera de la del bypass portocava El tratamiento depende de la función del injerto y
en cuanto al desarrollo de este tipo de complicacio- la gravedad del cuadro. Si el injerto es viable pue-
nes. El factor etiológico más importante es una des- de realizarse trombolisis y angioplastia percutánea
proporción entre el tamaño del injerto y del lecho junto con tratamiento anticoagulante. En casos de
hepático. Cuando el injerto es mayor que el lecho, mayor gravedad se optará por una reconstrucción
se puede producir una compresión de la vena cava, quirúrgica inmediata o por el retrasplante.

997
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Factores de riesgo para el desarrollo


de complicaciones biliares precoces

❱❱ Anastomosis en Y de Roux.
❱❱ Uso del tubo en T de Kehr.
❱❱ Trombosis de la arteria hepática.
❱❱ Lesiones isquémicas de la vía biliar inducidas
por la isquemia-reperfusión.
❱❱ Infecciones.
❱❱ Incompatibilidad ABO.
❱❱ Donante a corazón parado.
❱❱ Colangitis esclerosante primaria.

Figura 4. Imagen de colangiografía a través del tubo de Kehr.


Complicaciones biliares Destaca la presencia de una pequeña fuga peri-Kehr (flecha
única) que drena hacia un biloma (flecha doble).
Las complicaciones biliares se producen entre el
11% y el 25% de los pacientes trasplantados, con
una mortalidad asociada del 0-19% y una necesi- Fuga biliar y biloma
dad de retrasplante del 6-12,5%. Los factores pre-
disponentes incluyen algunos relacionados con la La fuga biliar que aparece en el periodo precoz tras
técnica del trasplante, otros con lesiones vasculares el trasplante suele ser de escasa entidad y pro-
y otros con patología previa de la vía biliar1 (tabla ceder de la anastomosis. La bilis fugada tiende a
1). Entre las complicaciones posibles cabe destacar acumularse en el lecho subhepático conformando
la fuga biliar, el biloma, la estenosis y los defectos una colección biliar extrahepática que se conoce
de repleción en la vía biliar. Las manifestaciones con el nombre de biloma. En otras ocasiones la
clínicas son dolor en hipocondrio derecho, fiebre fuga puede provenir de la inserción del tubo de
e ictericia junto con elevación de transaminasas y
Kehr (figura 4) o de una necrosis coledociana se-
enzimas de colestasis. La técnica diagnóstica inicial
debe ser siempre la ecografía en la que no hay que cundaria a trombosis de la arteria hepática, en cuyo
olvidar el estudio doppler para descartar estenosis caso, puede ser mayor y conllevar la aparición de
de la arteria hepática. En los casos en que se dis- una peritonitis biliar, clínicamente expresada como
ponga de tubo en T, la colangiografía trans-Kehr dolor en hipocondrio derecho, fiebre y defensa ab-
puede delimitar la anatomía de la vía biliar. Si no dominal.
existe tutorización de la vía biliar se puede recurrir
a la colangiorresonancia magnética (CRM) para de- El manejo inicial del biloma, cuando es de gran ta-
terminar el tipo de complicación y poder planificar maño o produce síntomas, debe hacerse mediante
la mejor opción terapéutica, especialmente si exis- drenaje con control ecográfico y tratamiento anti-
ten dudas diagnósticas. En un reciente metaanálisis biótico. Si se detecta fuga asociada se debe comple-
que incluyó 9 ensayos clínicos y 382 pacientes con tar el acto con una descompresión de la vía biliar y
complicaciones de la vía biliar, la CRM demostró colocación de prótesis mediante CPRE o CTH según
una sensibilidad del 96% y una especificidad del el tipo de reconstrucción biliar existente. Se recu-
94%, lo que evidencia la elevada precisión de esta
rrirá a la cirugía cuando este tratamiento no sea
técnica. El abordaje terapéutico puede realizarse a
través de colangiografía transparietohepática (CTH) efectivo o cuando persista la fístula. La técnica más
o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica utilizada es el drenaje quirúrgico asociado a una
(CPRE). En general se prefiere la CPRE en casos de reconstrucción de la vía biliar mediante hepático-
colédoco-coledocostomía término-terminal mien- yeyunostomía.
tras que la CTH es peferible en casos de coledoco-
yeyunostomía en “Y” de Roux3. Estenosis
A continuación se detallan algunas peculiaridades Las estenosis de la vía biliar aparecen en aproxima-
de cada una de las complicaciones. damente el 5% de los pacientes pero este porcenta-

998
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático

Figura 5. Estenosis biliar anastomótica en captura de CPRE. En la imagen de la izquierda destaca la presencia de una estenosis
en vía biliar principal, a la altura teórica de la anastomosis quirúrgica (flecha). En la secuencia de la derecha, se ha colocado una
prótesis plástica recta tipo Amsterdam de 10 Fr que salva la estenosis.

je aumenta hasta el 60% de los casos si existe com- las tasas de respuesta rondan el 50% y la morbi-
promiso en el flujo de la arteria hepática. Por ello, mortalidad es elevada. Un porcentaje no desdeña-
el estudio de esta asociación debe ser concienzudo. ble de pacientes acabará requiriendo retrasplante.
La estenosis biliar puede ser anastomótica, en cuyo
En cualquier caso, el seguimiento del paciente con
caso suelen ser únicas y cortas, o no anastomóti-
ca, en cuyo caso suelen ser múltiples y de mayor estenosis de la vía biliar debe ser estrecho median-
longitud. Éstas se localizan en los conductos biliares te analítica, ecografía y/o CRM ya que la tasa de re-
proximales a la anastomosis, es decir, en la vía biliar estenosis es elevada.
del donante. Aunque pueden ocurrir en el periodo
precoz tras el trasplante, su máxima expresión se
Defectos de repleción y disfunción
produce entre el segundo y sexto mes. Existen ca- del esfínter de Oddi
sos de aparición más tardía. La presencia de defectos de repleción en la vía bi-
El tratamiento de elección es colangiográfico, pre- liar del paciente trasplantado responde con mayor
ferentemente mediante acceso endoscópico ya frecuencia a barro biliar “sludge”, litiasis, moldes
que esta vía presenta menor riesgo de complica- o coágulos. El tratamiento en estos casos consiste
ciones. En las estenosis anastomóticas, el primer en la limpieza de la vía biliar, previa esfinterotomía
paso consiste en la dilatación de la estenosis con un endoscópica, con independencia de que exista o no
balón de 6-8 mm. Seguidamente se procede a co- una disfunción del esfínter de Oddi.
locación de prótesis plásticas de 7-11 Fr (figura 5).
Estas prótesis habrán de ser recambiadas de forma Complicaciones parenquimatosas
trimestral durante un año. Finalizado este periodo, Se entiende como complicación parenquimatosa
el éxito del tratamiento descrito en la bibliografía aquella que afecta al injerto y no responde a una
oscila entre el 70-100%. Los factores predictores de etiología vascular ni biliar. La frecuencia y el espec-
mala respuesta son la estenosis infranqueable de tro de gravedad es muy variable en función del tipo
aparición tardía (más de 6 meses), la presencia de de complicación. En el caso de la disfunción prima-
fístula biliar y el uso previo de tubo en T. Si no existe ria del injerto, es poco frecuente (entre el 2-10%
respuesta a este tratamiento, se debe recurrir a la
en la mayoría de las series) pero conlleva un alto
hepaticoyeyunostomía.
riesgo para el paciente y es una causa mayor de re-
Las estenosis no anastomóticas son de alta comple- trasplante urgente. El rechazo agudo tiene una fre-
jidad en su abordaje. Existe la recomendación de cuencia de aparición mayor (25-70%) pero no suele
realizar una dilatación con balón de menor calibre comprometer la función del injerto y se maneja con
(4-6 mm) ya que son estenosis más proximales y la tratamiento médico. Existe un tercer grupo de com-
colocación posterior de una prótesis. No obstante, plicaciones parenquimatosas que incluye la lesión

999
Sección 6. Hígado

de preservación, la recidiva del virus de la hepatitis TABLA 2. Factores predisponentes para disfunción
C (VHC), la hepatitis por citomegalovirus (CMV) o la primaria del injerto
hepatitis tóxica.
El diagnóstico puede establecerse por el patrón de ❱❱ Donante de edad avanzada.
alteración bioquímico y el contexto clínico del pa- ❱❱ Esteatosis hepática (>30%).
ciente. La ecografía convencional y el doppler son
❱❱ Hipernatremia del donante.
útiles para excluir causas vasculares y biliares. En
caso de duda diagnóstica, la biopsia hepática apor- ❱❱ Estancia prolongada en UCI.
ta información sobre el tipo y la gravedad de la ❱❱ Uso de drogas vasoactivas.
afectación parenquimatosa. ❱❱ Tiempo de isquemia prolongado.

Disfunción primaria del injerto (DPI)


Se caracteriza por una mala función del injerto extracorpóreo, su utilización fuera de ensayos clíni-
desde las primeras horas tras el trasplante. Aun- cos no se valora en la actualidad.
que no existe una definición absoluta, se suele
diagnosticar esta complicación cuando existe una
Rechazo
hipertransaminasemia mayor de 1.000 U/l y una Existen dos formas de rechazo que pueden apare-
prolongación del tiempo de protrombina más allá cer en el periodo precoz postrasplante: hiperagudo
de 20 segundos. Cuando esta disfunción no amena- y agudo. El rechazo hiperagudo es poco frecuen-
za de forma inmediata la vida del paciente se utiliza
te y aparece en las primeras horas después del
el término “pobre función inicial del injerto”. En los
trasplante. Se debe a la presencia de anticuerpos
casos más graves, en los que el paciente fallece si
no se le practica un retrasplante, se habla de “fallo preformados frente al HLA en el donante y se des-
primario del injerto”. encadena en casos de incompatiblidad ABO, lo que
sólo ocurre en trasplantes realizados con extrema
La etiopatogenia de la DPI se relaciona con la lesión urgencia. Clínicamente se manifiesta como un fallo
de isquemia reperfusión. Se postula que el daño
primario del injerto y su tratamiento es el retras-
isquémico ocasiona una depleción de nutrientes
plante.
y energía que conlleva un fallo en los mecanismos
que mantienen la homeostasis celular. Tras la re- El rechazo agudo es la forma más frecuente y apa-
perfusión, ocurren lesiones endoteliales que dañan rece en el 25-70% de los casos, con un pico de máxi-
la microcirculación y favorecen el desarrollo de fe- ma incidencia entre la cuarta y sexta semana. Su
nómenos trombóticos, con la consiguiente necrosis patogenia consiste en una respuesta inmune celu-
del tejido hepático.
lar frente a antígenos HLA mediada por linfocitos
Los factores predisponentes incluyen algunas ca- T, motivo por el cual a esta forma de rechazo tam-
racterísticas del donante y problemas en la pre- bién se la conoce como “rechazo agudo celular”. El
servación (ver tabla 2). La sospecha clínica se esta- riesgo de sufrir esta complicación es mayor en los
blece durante las primeras horas tras el trasplante pacientes más jóvenes (menores de 40 años), con
debido a la presencia de inestabilidad hemodiná-
función renal normal pretrasplante, enfermedad
mica, acidosis metabólica, coagulopatía grave, hi-
hepática autoinmune o colestática y con periodos
pertransaminasemia y encefalopatía. Otras causas
prolongados de isquemia. En este perfil de paciente
de fallo secundario del injerto deben ser excluidas
mediante ecografía doppler. La biopsia hepática vía es fundamental intensificar el tratamiento inmuno-
transyugular es útil para descartar otras entidades supresor desde el momento inicial para prevenir el
como isquemia, sepsis o rechazo. desarrollo de rechazo agudo4.

La profilaxis incluye una cuidadosa selección de los Clínicamente es asintomático o se manifiesta de


donantes y un exhaustivo control de los tiempos de forma inespecífica (astenia, febrícula, dolor leve…)
isquemia. Esto es especialmente importante ya que y no suele afectar a la función del injerto. Se ma-
el único tratamiento eficaz es el retrasplante urgen- nifiesta habitualmente por un aumento de las en-
te. Aunque se han comunicado resultados prome- zimas hepáticas, con un patrón predominante de
tedores con algunos sistemas de soporte hepático colestasis, existiendo tan sólo citolisis leve. Cuando

1000
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático

la ecografía descarta lesiones vasculares o biliares se deben tener en cuenta otros factores como el
responsables de las alteraciones bioquímicas y los momento de aparición y la coexistencia de VHC.
niveles plasmáticos de inmunosupresores están En el grado I las alteraciones bioquímicas son muy
bajos, el diagnóstico puede establecerse sin nece- discretas y no suele precisarse tratamiento ya que
sidad de otras exploraciones suplementarias. No la tasa de resolución espontánea es muy elevada.
obstante, en casos de duda diagnóstica, la biopsia Suele ser suficiente con elevar algo los niveles de
hepática es la técnica de elección para descartar o inmunosupresión basal. En los grados II y III (mo-
confirmar el proceso, así como para establecer su derado-grave), el tratamiento de elección son los
gravedad. El diagnóstico histológico se basa en la corticoides. Se aplica un ciclo consistente en tres
presencia de dos de los siguientes criterios: infiltra- bolos de corticoides administrados en tres días
do inflamatorio mixto en los espacios porta, cam- consecutivos. La dosis recomendada es de 1 gramo
bios inflamatorios y displásicos en los ductos bilia- de metilprednisolona aunque en algunos centros la
res y endotelitis. Desde el punto de vista histológico dosis se disminuye en el segundo y tercer bolo a 0,5
pueden establecerse tres estadios de gravedad. En y 0,25 gramos respectivamente. Con estas pautas
el grado I (leve) y II (moderado) aparece un infiltra- se alcanza una tasa de respuesta que oscila entre el
do inflamatorio mixto que afecta a menos o más de 50% y el 70%. Si este tratamiento consigue norma-
la mitad de los espacios porta respectivamente. El lizar el nivel de enzimas hepáticas, no se requiere
grado III (grave) se caracteriza por los hallazgos an- biopsia de control. Ante la falta de respuesta con
persistencia de los signos histológicos, se puede
teriores añadiendo extensión periportal, inflama-
administrar un segundo ciclo de corticoides. Acom-
ción perivenular y necrosis central (figuras 6 y 7).
pañando a todo ello es muy importante optimizar
El tratamiento del rechazo agudo depende fun- el tratamiento inmunosupresor de base para lo
damentalmente del grado de afectación, aunque cual existen múltiples estrategias: conversión des-

A B

Figura 6. A) Imagen histológica que muestra la tríada diagnóstica de rechazo celular agudo en un espacio porta. La flecha
superior izquierda muestra el canalículo biliar con infiltrado linfocitario en su pared. Se puede apreciar el infiltrado inflamatorio
por un aumento celular en el espacio porta que incluye linfocitos, células plasmáticas, neutrófilos macrófagos y eosinófilos (re-
cuadro). La doble flecha central señala el endotelio de la rama portal, que se encuentra parcialmente dañado. B) Se muestra una
rama de la vena suprahepática con infiltrado linfocitario a su alrededor. Destaca la presencia de endotelitis (flecha) caracterizada
por el desprendimiento parcial de la célula endotelial.
Imágenes cedidas por: Dr. Tu Vinh Luong y Prof. Amar P. Dhillon. Department of Cellular Pathology. Royal Free Hospital. London.

1001
Sección 6. Hígado

A B
Figura 7. Rechazo celular. Densa inflamación portal (PT) y de las áreas centrolobulillares (CV). La ampliación de una zona central
muestra endotelitis y perivenulitis. Cortesía del Dr. Bruguera.

de ciclosporina a tacrolimus, aumentar dosis de de vista clínico y analítico. Los principales cuadros
tacrolimus (en función de niveles séricos y efectos se resumen en la tabla 3.
secundarios), añadir micofenolato mofetilo o su- La lesión de preservación del injerto puede cursar
plementar con everolimus. con ictericia, colestasis analítica y citolisis, que apa-
Por último, basiliximab (antagonista selectivo de recen a partir del tercer y cuarto día. Si el paciente
la subunidad CD25 del receptor de la IL-2) ha de- no tiene factores de riesgo para desarrollar rechazo
agudo y los niveles plasmáticos de inmunosupre-
mostrado prevenir el desarrollo de rechazo agudo
sores son adecuados, éste es el diagnóstico más
en combinación con inhibidores de la calcineurina
probable. Para los casos en los que exista una duda
y esteroides, por lo que podría ser de utilidad en
razonable, la biopsia hepática permite confirmar
pacientes que presentan factores de riesgo para el el diagnóstico al mostrar degeneración hidrópica
desarrollo de rechazo agudo (ver más arriba). Se de los hepatocitos centrolobulillares, proliferación
administran 20 mg por vía intravenosa en las pri- ductal con trombos biliares y colestasis. La lesión
meras 24 horas postrasplante y se repite una se- de preservación tiene carácter autolimitado y no
gunda dosis a los cuatro días del mismo. precisa tratamiento.
En los pacientes trasplantados por el virus de la he- La hepatitis por citomegalovirus (CMV) ha visto
patitis C se ha demostrado que el uso de bolos de disminuida su incidencia gracias a la profilaxis con
corticoides a dosis altas puede agravar la recidiva
viral y acortar la vida del injerto. Es por ello que en TABLA 3. Complicaciones parenquimatosas que pueden
estos pacientes, el tratamiento del rechazo agudo simular un rechazo agudo
se basa en optimizar la inmunosupresión basal,
reservando los ciclos de corticoides para los casos ❱❱ Lesión de preservación.
más graves y resistentes. ❱❱ Hepatitis por CMV.

Otras complicaciones parenquimatosas ❱❱ Recidiva del VHC.


❱❱ Toxicidad farmacológica.
Existen otras complicaciones parenquimatosas que
pueden simular un rechazo agudo desde el punto

1002
69. Complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático

ganciclovir, que se ha protocolizado en todos los re- agudo. El diagnóstico preciso es importante debi-
ceptores con donante IgG positivo. El diagnóstico do a que el tratamiento con bolos de esteroides
de esta infección se puede realizar mediante PCR puede agravar la evolución de una recidiva viral C.
de CMV en sangre. La determinación seriada del RNA del virus puede
aportar una información valiosa. Aun así, el diag-
La recidiva del VHC en su fase inicial de hepatitis nóstico debe basarse en datos histológicos, y en la
aguda puede ser difícil de diferenciar del rechazo experiencia del patólogo.

TABLA 4. Principales complicaciones en el periodo precoz postrasplante hepático: diagnóstico y manejo

Manifestaciones Exploración Exploraciones Tratamiento Otros


clínicas inicial específicas de elección tratamientos

T. Arteria Deterioro brusco y Ecografía doppler Angio-TAC, Retrasplante En algunos casos:
hepática progresivo de la función angiorresonancia o urgente - Rx intervencionista
COMPLICACIONES VASCULARES

hepática tras un periodo arteriografía - Trombectomía


de función normal. quirúrgica

Deterioro de la función Ecografía doppler Portografía Trombectomía Retrasplante si


T. Vena hepática. En la estenosis, o Angio-TAC quirúrgica y fracaso
porta complicaciones de la reconstrucción de En la estenosis,
hipertensión portal. anastomosis angioplastia con o
sin stent

Vena cava/ Síndrome de Budd-Chiari Ecografía doppler Cavografía Trombolisis, Retrasplante si
suprahep. Síndrome de vena cava angioplastia existe disfunción
percutánea y grave del injerto
anticoagulación o fracasan otros
tratamientos

Fugas y Ictericia, dolor en Ecografía convencional CRM, CPRE, CTH o - Biloma: drenaje con Drenaje quirúrgico y
bilomas hipocondrio derecho y y doppler colangiografía trans-Kehr control ecográfico y derivación biliar
fiebre. Si la fuga es de gran antibióticos (hepaticoye-
COMPLICACIONES BILIARES

entidad, peritonitis biliar - Fuga: prótesis biliar yunostomía)

Estenosis Ictericia y dolor en Ecografía convencional CRM, CPRE, CTH o A través de CPRE En estenosis
hipocondrio derecho y doppler colangiografía trans-Kehr o CTH: dilatación y complejas no
colocación de prótesis anastomóticas
puede requerirse
retrasplante
Esfinterotomía
Defectos de Ictericia y dolor en Ecografía convencional CRM, CPRE, CTH o endoscópica y
repleción hipocondrio derecho y doppler colangiografía trans-Kehr limpieza de la vía –––––––––
biliar

Disfunción Deterioro brusco de la Ecografía doppler Biopsia transyugular para Retrasplante –––––––––
primaria
COMPLICACIONES PARÉNQUIMA

función hepática durante descartar otras opciones


del injerto las primeras horas, diagnósticas
acidosis metabólica,
hipotensión
y encefalopatía

Rechazo Oligosintomático. Ecografía doppler Biopsia hepática Grado I: no precisa Se puede aplicar un
agudo Aumento de enzimas de Grados II-III: Ciclo de segundo ciclo de
colestasis y, en menor corticoides y ajuste corticoides si no hay
medida, de transaminasas de tratamiento respuesta
inmunosupresor

1003
Sección 6. Hígado

La hepatitis tóxica requiere un diagnóstico de ex- confirmar el diagnóstico y ayudar a diseñar la me-
clusión y debe asegurarse la mejoría o desaparición jor opción terapéutica. La coordinación del equipo
del cuadro tras la suspensión del fármaco en cues- multidisciplinar que atiende al paciente es impres-
tión. cindible para lograr de modo eficiente la resolución
La tabla 4 muestra un glosario de las principales de estas complicaciones y mejorar la supervivencia
complicaciones aparecidas en el periodo precoz del paciente trasplantado.
postransplante, incluyendo los procedimientos
diagnósticos indicados y su manejo. Bibliografía
1. Koffron A, Stein JA. Liver transplantation: indi-
Resumen cations, pretransplant evaluation, surgery and
En el postoperatorio inmediato del trasplante he- postransplant complications. Med Clin North
pático pueden aparecer complicaciones vasculares, Am 2008;92:861-8.
biliares y parenquimatosas, que condicionan la su- 2. Sánchez-Bueno F, Robles R, Ramírez P, Parrilla
pervivencia del injerto y del paciente. Su diagnós- P. Complicaciones vasculares. En: Berenguer J,
tico y tratamiento precoz es prioritario y se basa Parrilla P, eds. 2.ª ed. Elsevier. Madrid, 2007:
en una estrecha monitorización clínico-analítica 241-6.
durante las primeras semanas. Ante la presencia 3. Miraglia R, Maruzzeli L, Caruso S, Milazzo M,
de signos de alarma como deterioro de la función Marrone G, Mamone G et al. Interventional
hepática, hipertransaminasemia, fiebre, ictericia o radiology procedures in adult patients who
dolor abdominal se debe practicar lo antes posible underwent liver transplantation. World J Gas-
una ecografía convencional y doppler que oriente troenterol 2009;15(6):684-93.
hacia el tipo de complicación. En función del re- 4. Lipshutz GS, Ascher NL, Roberts JP. Rejection
sultado, se dispone de técnicas más específicas after liver transplantation. En: Busuttil RW,
como la arteriografía, colangiografía (trans-Kehr, Klintmalm GB, eds. 2.ª ed. Transplantation of
CRM, CPRE o CTH) o biopsia hepática que pueden the liver. Elsevier. Philadelphia, 2005:1167-82.

1004
70 Control del postrasplantado
de hígado a largo plazo
Lourdes Rafael-Valdivia, Antoni Rimola
Servicio de Hepatología. Hospital Clínic. IDIBAPS, CIBEREHD. Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


El trasplante hepático (TH) es el tratamiento de Que los médicos no directamente
elección de enfermedades terminales del hígado. involucrados en los programas de
Se estima que en el mundo se realizan actualmen- trasplante hepático:
te 15.000-20.000 TH anuales. En nuestro entorno
geográfico, las principales indicaciones de TH son ❱❱ Conozcan las principales complicaciones a
las enfermedades relacionadas con el virus de la nivel del injerto a largo plazo después del
hepatitis C (VHC; cirrosis y hepatocarcinoma), que trasplante.
abarcan alrededor de la mitad de trasplantes, y, en ❱❱ Conozcan las principales complicaciones
menor medida, las hepatopatías alcohólicas. La su- extrahepáticas a largo plazo después del
pervivencia postrasplante es del 90% al año, 70% a trasplante.
los 5 años y 60% a los 10 años.
❱❱ Amplíen sus conocimientos de forma
Los médicos del equipo de trasplante realizan el que puedan participar activamente en el
control y tratamiento post-TH a lo largo de toda la control y tratamiento de los pacientes con
vida de los pacientes. No obstante, dado el progre- trasplante hepático a largo plazo.
sivo incremento del número de pacientes trasplan-
tados y la diversidad de problemas que presentan,
es necesaria la participación de médicos ajenos a REFERENCIAS CLAVE
los programas de TH, especialmente gastroenteró- 1. Mc Guire BM, Rosenthal P, Brown CC,
logos y médicos de familia1-5. Busch AM, Calcatera SM, Claria RS et
al. Long-term management of the liver
Inmunosupresión transplant patient: Recommendations for
the primary care doctor. Am J Transplant
Regímenes inmunosupresores 2009:1988-2003.
en el TH 2. Simo KA, Sereika S, Bitner N, Newton KN,
La inmunosupresión tiene por objetivo fundamen- Gerber DA. Medical epidemiology of pa-
tal inhibir la respuesta del sistema inmune que tients surviving ten years after liver trans-
ocasiona el rechazo del injerto y tratar el rechazo plantation. Clin Transplant 2011;25:360-7.
si éste aparece1,2. Los productos inmunosupresores 3. Karam V, Castaing D, Danet C, Delvart
actuales se exponen en la tabla 1. La inmunosupre- V, Gasquet I, Adam R et al. Longitudinal
sión inicial consiste en distintas combinaciones de prospective evaluation of quality of life
estos productos, a dosis elevadas. La práctica tota- in adult patients before and one year
lidad de combinaciones incluyen un inhibidor de la after liver transplantation. Liver Transpl
calcineurina (tacrolimus o ciclosporina) ya que la 2003;9:703-11.
calcineurina es una molécula considerada esencial
en la respuesta inmune contra el injerto. Confor-
me transcurre el tiempo, la potencia del régimen

H Í G A D O 1005
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Productos inmunosupresores utilizados en el trasplante hepático.

Producto Nombre comercial original

Inhibidores de calcineurina:
Tacrolimusa Prograf
Tacrolimus de liberación prolongada Advagraf
Ciclosporina en microemulsión Sandimmun Neoral
Antimetabolitos:
Micofenolato mofetila Cellcept
Micofenolato sódico Myfortic
Azatioprina Imurel
Inhibidores de mTOR:b
Sirolimus Rapamune
Everolimus Certican
Corticoides Múltiples nombres
Anticuerpos:
Anti-CD25 (basiliximab) Simulect
Antilinfocitarios policlonales ATG Fresenius, Timoglobulina Genzyme
Antilinfocitarios monoclonales Orthoclone OKT3

a
Existen productos genéricos para estos fármacos
b
mTOR: mammalian target of rapamycin

inmunosupresor se va reduciendo de manera Monitorización de la


gradual, de forma que aproximadamente a partir
de los 6-12 meses del trasplante se suele admi- inmunosupresión
nistrar únicamente un inhibidor de calcineurina Ya que no se dispone de tests que permitan de-
a dosis moderada o baja (figura 1). No obstante, terminar el grado real de inmunosupresión, la
en muchos pacientes, debido a los efectos tóxi- potencia y actividad inmunosupresora de la medi-
cos del inhibidor de calcineurina (principalmen- cación administrada se estima a partir de la dosis
te insuficiencia renal y neurotoxicidad; ver más o de la concentración de fármacos en la sangre. La
adelante), la dosis de éste se ha de disminuir de concentración sanguínea de tacrolimus, ciclospo-
forma importante o incluso se debe suspender rina, sirolimus y everolimus es muy variable de un
la administración del fármaco. En estos casos, paciente a otro y, dentro de un mismo paciente,
se deben administrar de forma compensatoria puede variar ampliamente según la situación del
otros productos inmunosupresores exentos de enfermo. Por este motivo, la monitorización de la
los efectos tóxicos que obligan al cambio de inmu- concentración sanguínea de estos inmunosupre-
nosupresión (figura 1). De hecho, para prevenir y sores es obligatoria. Para ello, se determina perió-
tratar precozmente los efectos secundarios de los dicamente su concentración sanguínea pre-dosis
inhibidores de calcineurina, en los últimos años matinal (denominada también concentración “va-
existe la tendencia a minimizar su administración, lle” o concentración mínima). Para la ciclosporina
con una importante reducción en la dosis de es- también puede determinarse la concentración a
tos fármacos y la administración compensatoria las 2 horas de su administración matinal.
de otros inmunosupresores sin tales efectos ad-
versos. En este contexto, el inmunosupresor más Interacciones farmacológicas
utilizado es micofenolato debido a que su admi-
nistración no se asocia a prácticamente ningún
de los inmunosupresores
efecto secundario compartido con los inhibidores Los inhibidores de calcineurina (tacrolimus y ci-
de calcineurina. closporina) y los inhibidores de mTOR (sirolimus y

1006
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo

Período precoz
(0-3 meses) Período
intermedio

Tacrolimus/CsA
Período tardío
+ Corticoides (>1 año)
± Microfenolato
Tacrolimus/CsA
± Anticuerpos
± Microfenolato
± imTOR

Varios fármacos ↓ Nº fármacos Mono/biterapia


Dosis elevadas ↓ Dosis Dosis bajas

Figura 1. Fármacos inmunosupresores habitualmente administrados en distintos períodos del postrasplante hepático. Este
esquema puede experimentar cambios importantes en el caso de aparición de rechazo o de efectos secundarios adversos de los
inmunosupresores administrados. CsA: ciclosporina. imTOR: inhibidores de mTOR.

everolimus) pueden presentar interacciones farma- tes importantes, la concentración de los inmuno-
cocinéticas con muchos otros medicamentos. Sin supresores debe monitorizarse estrechamente,
embargo, las interacciones realmente significativas con los pertinentes ajustes de dosis. Para ello, si el
desde el punto de vista clínico suelen producirse médico prescriptor es ajeno a un programa de TH,
con unos pocos fármacos, de los que destacan los debería ponerse rápidamente en contacto con los
siguientes: miembros del equipo de trasplante para diseñar la
❱❱ Fenitoína y rifampicina (y, en menor medida, estrategia oportuna en cada paciente y situación
rifabutina), que aumentan la metabolización particular. Una excepción a estas recomendaciones
de los inmunosupresores mencionados, con sería la azitromicina, un macrólido que, debido a
el consiguiente descenso de la concentración su habitualmente corto período de administración
sanguínea de estos fármacos y, por tanto, con (3 días), no representa una interacción con los in-
incremento del riesgo de rechazo. munosupresores a tener en cuenta.
❱❱ Antibióticos macrólidos, antifúngicos azoles Otras circunstancias que pueden influir en la far-
(especialmente, ketoconazol, itraconazol, vo- macocinética de algunos inmunosupresores son las
riconazol y, con mucha menor intensidad, flu- siguientes:
conazol) e inhibidores de proteasas, como de-
terminados agentes antirretrovirales y futuros ❱❱ Vómitos o diarreas, debido a que pueden dismi-
fármacos anti-hepatitis C, que reducen la meta- nuir sustancialmente su absorción.
bolización de los inmunosupresores menciona-
dos, con el consiguiente aumento de su concen- ❱❱ La administración concomitante de comida y ta-
tración sanguínea y del riesgo de toxicidad. crolimus empeora de forma marcada la absor-
ción de este fármaco, por lo que tacrolimus se
Por ello, en los pacientes con TH que reciben inhi- debe administrar alrededor de una hora antes
bidores de calcineurina o inhibidores de mTOR es de las comidas.
deseable evitar los medicamentos anteriormente
mencionados. Cuando es estrictamente necesario, ❱❱ El zumo de pomelo aumenta la biodisponibili-
debido al padecimiento de problemas intercurren- dad de ciclosporina, con riesgo de toxicidad.

1007
Sección 6. Hígado

TABLA 2. Complicaciones del injerto en el período tardío mada de la inmunosupresión quede restringida al
postrasplante hepático. ámbito de la investigación clínica.

Complicaciones a nivel del injerto hepático


Complicaciones vasculares y biliares persistentesa
Las principales complicaciones en el período post-
❱❱ Recidiva de la enfermedad que indicó el trasplante:
TH tardío se indican en la tabla 2. Aparte de las
• Hepatitis C complicaciones desarrolladas durante las primeras
• Hepatitis B fases después del TH (ver capítulo 69 “Complicacio-
• Hepatocarcinoma nes en el período precoz postrasplante hepático”,
• Enfermedades autoinmunes: especialmente problemas vasculares y biliares) y
– Cirrosis biliar primaria que pueden persistir durante un período largo de
tiempo, las principales complicaciones del injerto
– Colangitis esclerosante primaria
en fases tardías se comentan brevemente a conti-
– Hepatitis atoinmune nuación.
• Alcoholismo y hepatopatia alcohólica
• Otras Recidiva de la enfermedad que indicó
❱❱ Enfermedades de novo: el trasplante
• Rechazo
Recidiva de la infección por VHC
• Hepatitis B
• Hepatitis autoinmune La recidiva de la infección por el VHC es práctica-
mente universal y se produce inmediatamente des-
• Hepatitis crónica idiopática postrasplante
hepático pués del TH7-8. La infección del injerto por el VHC
se asocia al desarrollo de hepatitis en la mayoría
• Esteatosis y esteatohepatitis
de los casos. La recidiva de la hepatitis C después
• Otras del TH presenta dos peculiaridades a destacar, am-
bas supuestamente relacionadas con el estado de
a
Complicaciones generalmente aparecidas durante los inmunosupresión postrasplante:
primeros días o semanas después del trasplante (ver
capítulo “Complicaciones en el período precoz del ❱❱ Alrededor del 10% de pacientes presentan for-
postrasplante hepático”). mas precoces muy agresivas, como, por ejem-
plo, hepatitis colestásica fibrosante, una forma
especial de hepatitis que cursa con colestasis
❱❱ Ya que para una correcta absorción de ciclospo- importante, poca inflamación hepatítica, mar-
rina es necesaria la presencia de sales biliares cada degeneración hepatocitaria, fibrosis pe-
en el intestino, las situaciones que cursan con riportal y perisinusoidal y carga viral del VHC
colestasis reducen significativamente la concen- muy elevada. Este tipo de hepatitis comporta
tración sanguínea de este fármaco, con riesgo muy mal pronóstico, no sólo por su agresividad
de rechazo. intrínseca, sino porque se suele asociar a una
escasa respuesta al tratamiento antiviral.
Micofenolato, azatioprina, corticoides y los distin-
tos anticuerpos no presentan interacciones farma- ❱❱ La hepatitis C del injerto se cronifica práctica-
cológicas de relevancia. mente en todos los casos. La fibrosis secundaria
a la inflamación hepática crónica suele ser más
Tolerancia inmunológica al injerto acelerada que en pacientes no trasplantados,
con desarrollo de cirrosis a los 5 años del tras-
En algunos pacientes se puede alcanzar tolerancia
plante en el 20-40% de los casos. El curso evolu-
inmunológica al injerto, es decir, normalidad fun-
tivo de la recidiva de la hepatitis C se expone en
cional y anatomopatológica del mismo, sin necesi-
la figura 2.
dad de tratamiento inmunosupresor. Sin embargo,
hay que señalar que actualmente aún no es posible Los pacientes con recidiva de la hepatitis C y un
diferenciar de forma fehaciente los pacientes tole- curso agresivo/acelerado suelen recibir tratamien-
rantes con su injerto de los pacientes no tolerantes, to antiviral. No obstante, la respuesta sostenida al
por lo que se recomienda que la retirada progra- tratamiento antiviral se alcanza en solamente el 25-

1008
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo

Recidiva de infección por VHC:


100%
95% 5%

Hepatitis aguda No/Mínima


lesión
85% 10%

Hepatitis crónica Formas agudas severas:


- Hepatitis colestásica
20-40% a 5 años - Necro-inflamación importante

Cirrosis

Figura 2. Curso evolutivo de la recidiva de hepatitis C después del trasplante hepático.

30% de los pacientes, cifras sensiblemente inferio- es objeto de investigación si se podrían ampliar
res a las obtenidas en pacientes no trasplantados los criterios de Milan sin un aumento significativo
que son inmunocompetentes. de recidiva tumoral. Asimismo, ya que la molécula
mTOR forma parte de las vías de señalización para
Debido a todo ello, la supervivencia de los pacien-
la proliferación tumoral en el hepatocarcinoma, en
tes trasplantados por enfermedades relacionadas
la actualidad se está investigando el papel de los
con VHC es menor que la de los pacientes trasplan-
inhibidores de mTOR (sirolimus y everolimus) en
tados por otras causas (65% vs 75% a los 5 años,
la prevención de la recidiva tumoral y de su trata-
respectivamente). La recidiva de la hepatitis C es la
miento si ésta se produce.
causa de muerte tardía más importante en el TH,
por lo que constituye uno de los mayores proble- La recidiva de cirrosis biliar primaria es relativa-
mas en este campo. mente frecuente pero poco agresiva. En cambio,
la recidiva de la colangitis esclerosante primaria y
Recidiva de otras enfermedades de la hepatitis autoinmune comporta mayor ries-
En la actualidad, la recidiva de la infección y hepatitis go para el injerto. En pacientes trasplantados por
por virus de la hepatitis B es poco frecuente debido a hepatitis autoinmune es recomendable la adminis-
la administración profiláctica de gammaglobulina hi- tración de corticoides a dosis baja de por vida para
perinmune y de fármacos con reconocida actividad prevenir su recidiva en el injerto.
antiviral (principalmente, lamivudina y tenofovir).
La recidiva del alcoholismo es bastante frecuente,
La gammaglobulina hiperinmune se suele adminis-
pero suele consistir en la ingesta ocasional o en
trar durante los primeros meses postrasplante, pero
poca cantidad de alcohol. Por ello, la recidiva de
existe la recomendación de que el tratamiento con
la hepatopatía alcohólica en el injerto es poco fre-
antivirales sea de por vida, ya que el riesgo de reacti-
cuente, limitándose generalmente a una esteatosis
vación de virus residuales latentes persiste a lo largo
hepática. La tasa de recidiva importante de alcoho-
del tiempo.
lismo es solamente de alrededor del 5%, pero suele
La recomendación de seleccionar únicamente para comportar mal pronóstico debido a que se puede
trasplante aquellos pacientes con hepatocarcinoma asociar a un mal cumplimiento del tratamiento in-
poco extenso (criterios de Milan: 1 nódulo menor munosupresor, con riesgo de rechazo, y a mayor
de 5 cm, o 2-3 nódulos menores de 3 cm, sin inva- riesgo de enfermedad cardiovascular y tumores de
sión de grandes vasos hepáticos ni metástasis ex- novo postrasplante (ver más adelante). En los pa-
trahepáticas) ha hecho que la incidencia de recidiva cientes con antecedentes de alcoholismo es impor-
tumoral post-TH sea inferior al 10%. Actualmente tante insistir en la abstinencia de alcohol.

1009
Sección 6. Hígado

Figura 3. Transición de rechazo celular agudo a rechazo crónico ductopénico. A: Espacio porta normal en el que se observan la
rama venosa portal (flecha azul), arteriola (flecha roja) y conducto biliar interlobar (flecha amarilla). B: Rechazo celular agudo
con marcado infiltrado inflamatorio portal y conducto biliar (flecha amarilla) rodeado de linfocitos. C: Conducto biliar destruido
(flecha amarilla), con persistencia de un moderado infiltrado inflamatorio. D: Rechazo ductopénico, con espacio porta en el que
se visualizan la rama venosa portal (flecha azul) y la arteriola (flecha roja) pero no el conducto biliar que ha desaparecido.

Otros procesos en los que se puede observar recidi- dos a efectos secundarios adversos9. Los casos de
va postrasplante son la cirrosis criptogénica (proba- rechazo celular agudo tardío que cursan únicamen-
blemente, la fase final de una esteatohepatitis no te con alteraciones leves o moderadas de la función
alcohólica) y el síndrome de Budd-Chiari. Por ello, hepática suelen solucionarse rápidamente con la
los pacientes trasplantados por síndrome de Budd- reinstauración de la potencia inmunosupresora pre-
Chiari deben recibir anticoagulación profiláctica de via. Los casos con severidad histológica importante
por vida. o alteraciones analíticas muy marcadas suelen re-
querir tratamiento inmunosupresor mucho más po-
Complicaciones de novo del injerto tente que el previo. Los episodios de rechazo celular
Rechazo del injerto agudo tardío no resueltos pueden evolucionar hacia
el rechazo crónico ductopénico, cuya base anato-
Como ya se ha indicado en el capítulo “Complicacio- mopatológica es la lesión y desaparición progresivas
nes en el período precoz postrasplante hepático”, el de los conductos biliares interlobares (figura 3). La
rechazo celular agudo suele presentarse dentro de incidencia de rechazo crónico ductopénico es baja,
las primeras semanas del trasplante. No obstante, inferior al 5%. Sin embargo, su tratamiento es muy
existe un 5-10% de pacientes que presentan recha- limitado, por lo que una proporción notable de pa-
zo celular agudo más tardíamente, generalmente
cientes acaban requiriendo un re-trasplante.
durante la reducción programada de la inmunosu-
presión (comentada en la figura 1) o tras cambios Otra forma de rechazo crónico es la arteriopatía
drásticos en los regímenes inmunosupresores debi- obliterativa, de poca repercusión en el TH debido

1010
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo

a la doble circulación arterial y venosa portal del Debido a la elevada incidencia de complicaciones
hígado. en su injerto y debido a que estas complicaciones
pueden aparecer en períodos muy tardíos postras-
Otras complicaciones de novo plante, los receptores de TH han de ser controla-
del injerto dos periódicamente y de por vida desde el punto
Aproximadamente el 5% de los pacientes desarro- de vista clínico y de pruebas complementarias para
llan una hepatitis autoinmune de novo postrasplan- la detección temprana de dichos problemas. En re-
te. Aunque no se conoce la etiopatogenia de este lación al injerto hepático, el papel fundamental de
proceso, es posible que represente una forma es- los médicos ajenos a los equipos de TH es la detec-
pecial de rechazo. Su tratamiento se basa esencial- ción precoz de las posibles complicaciones a este
mente en corticoides, asociados o no a azatioprina nivel. Cuando ello ocurra, la conducta más razona-
o micofenolato. ble es que estos médicos se pongan rápidamente
en contacto con los miembros de los equipos de
En los pacientes que reciben injertos de donantes trasplante para planificar la estrategia más adecua-
con infección por VHB quiescente (identificados da en cada caso.
por tener anticuerpos anti-HBcore tipo IgG positi-
vos) existe el riesgo de reactivación viral debido a Complicaciones extrahepáticas
la administración del tratamiento inmunosupresor.
Los pacientes con TH a largo plazo pueden presen-
No obstante, en la actualidad este riesgo se ha visto
tar complicaciones en múltiples órganos, aparatos
drásticamente reducido con la administración pro-
y sistemas. Las complicaciones extrahepáticas de
filáctica de agentes antivirales, especialmente la-
mayor relevancia, por su frecuencia o gravedad,
mivudina, a los receptores de tales injertos. Los re- se muestran en la tabla 3. Como se observa en la
ceptores que poseen anticuerpos anti-HBsuperficie tabla 3, la toxicidad de los fármacos inmunosupre-
(por infección pasada o vacunación anti-hepatitis B sores juega un papel importante en la génesis de la
pretrasplante) y anticuerpos anti-HBcore no necesi- mayoría de las complicaciones extrahepáticas. No
tan dicha profilaxis. obstante, hay que señalar que, dado que las dosis
Debido a la frecuente existencia de diabetes, obe- a que suelen administrarse los inmunosupresores
sidad e hipertrigliceridemia (ver más adelante), los en las fases tardías del TH son bajas o medianas, la
pacientes con TH pueden presentar esteatosis he- contribución de estos fármacos en el desarrollo de
pática no alcohólica que, en su grado máximo de determinadas complicaciones no es tan marcada
expresión, puede llegar a esteatohepatitis no alco- como en períodos precoces del TH. El manejo de
hólica o cirrosis. las complicaciones extrahepáticas en los pacientes
con TH no difiere del manejo en los pacientes no
Existen datos que indican que los pacientes con trasplantados. Por ello, los médicos no directamen-
TH a muy largo plazo pueden desarrollar la deno- te involucrados en los programas de TH pueden y
minada hepatitis crónica idiopática postrasplante. deben participar en la detección y tratamiento de
Se trata de una patología no bien caracterizada, estos problemas extrahepáticos. En este contexto,
de naturaleza desconocida y que puede cursar con es deseable una fluida comunicación entre estos
normalidad absoluta y persistente de la analítica médicos y los equipos de TH. A continuación se co-
hepática, por lo que su diagnóstico suele basarse mentan las principales complicaciones extrahepáti-
en los hallazgos histológicos obtenidos en biopsias cas a largo plazo.
hepáticas protocolizadas. Su espectro anatomopa-
tológico abarca desde una simple hepatitis crónica Infecciones
leve a lesiones con fibrosis marcada e, incluso, ci-
rrosis. Coincidiendo con la disminución importante de la
inmunosupresión, antes mencionada, y de la dismi-
Los pacientes trasplantados también pueden pre- nución de la necesidad de reingresos hospitalarios
sentar otras patologías hepáticas de forma similar en períodos tardíos post-TH, el riesgo de infección
a los pacientes no trasplantados, como, por ejem- es relativamente bajo, siendo solamente un poco
plo, hepatitis tóxico-medicamentosas. Por otra par- mayor que el de la población general. En el post-
te, hay que destacar que en estos pacientes no es TH a largo plazo, la mayoría de las infecciones co-
infrecuente la existencia simultánea de dos o más rresponden a infecciones urinarias y respiratorias,
problemas hepáticos. con un impacto leve o moderado sobre la super-

1011
Sección 6. Hígado

TABLA 3. Complicaciones extrahepáticas más importantes en el postrasplante hepático a largo plazo y el papel que juegan
distintos inmunosupresores en su patogenia (+++ intenso, ++ mediano, + leve, ± no bien establecido, - nulo)

Complicación Ciclosporina Tacrolimus Corticoides Micofenolato imTOR

Infecciones + + + + +
Tumores de novo +++ +++ + ± ±
Alteraciones renales +++ a +++ - - +b
Hipertensión arterial +++ ++ ++ - -
Diabetes + +++ +++ - ±
Hiperlipidemia ++ + ++ - +++
Obesidad - - ++ - -
Síndrome metabólico ++ ++ +++ - +
Enfermedad cardiovascular +++ +++ +++ - +

imTOR: inhibidores de mTOR (sirolimus, everolimus).


a
Insuficiencia renal crónica.
b
Proteinuria sin deterioro del filtrado glomerular.

vivencia. Las infecciones oportunistas ocurren con presión y la edad avanzada son factores favorece-
poca frecuencia y se suelen limitar a reactivaciones dores generales de estos tumores. Además, como
tuberculosas y víricas (por ejemplo, zóster). En la se observa en la tabla 4, existen otros factores fa-
mayoría de los casos, el curso evolutivo y la seve- vorecedores específicos de cada neoplasia, entre
ridad de las infecciones en los pacientes con TH no los que destacan infecciones víricas (lógicamente,
difieren de las observadas en la población general, relacionadas con la inmunosupresión), tabaquis-
con algunas excepciones, como, por ejemplo, la mo y alcoholismo. Por ello, se ha de recomendar
primoinfección por varicela o las infecciones en con especial insistencia el abandono del hábito
pacientes que, a pesar de estar en períodos pos- tabáquico en pacientes con TH que son fuma-
trasplante tardíos, aún reciben una inmunosupre- dores. Asimismo, es recomendable abstinencia
sión potente. alcohólica o consumo moderado de alcohol; los
pacientes con antecedentes de alcoholismo de-
Los pacientes con TH han de recibir las mismas va-
ben seguir abstinencia absoluta y permanente de
cunaciones recomendadas en la población general,
alcohol. Una vez aparecido un tumor no cutáneo,
aunque están contraindicadas las vacunas con mi-
éste suele seguir un curso especialmente agresivo
croorganismos vivos atenuados (por ejemplo, la va-
debido a la inmunosupresión. Hay que destacar
cuna de la fiebre amarilla, recomendada para viajar
que los tumores de novo constituyen la segunda
a determinados países).
o tercera causa de mortalidad (variable según las
series publicadas) en el post-TH a largo plazo. De
Tumores de novo los hechos anteriores se deriva la conveniencia de
En comparación con la población general, los re- seguir programas de screening tumoral periódico
ceptores de TH presentan un riesgo de desarrollar similares a los recomendados en la población ge-
tumores que es aproximadamente 3 veces más neral, aunque de forma más estricta.
elevado que el de la población general de edad
Los inhibidores de mTOR tienen una marcada acti-
y sexo similares11. Los tumores de novo más fre-
vidad antiproliferativa y antitumoral, y están indica-
cuentes se indican en la tabla 4. El tipo de tumor
dos en la prevención y tratamiento de epiteliomas
más habitual es el epitelioma cutáneo, que está
cutáneos y carcinoma renal. Sin embargo, su papel
en relación directa con la exposición solar acumu-
en otros tumores de novo en pacientes con TH está
lada, por lo que es recomendable que los pacien-
aún sujeto a investigación.
tes con TH usen cremas de protección solar. La
incidencia de tumores de novo no cutáneos es del El riesgo de otros tumores muy frecuentes en el ser
10-20% a los 10 años del trasplante. La inmunosu- humano, como neoplasias de mama, colon o prós-

1012
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo

TABLA 4. Tumores de novo en pacientes con trasplante de la función renal con grados leves de deshidra-
tación secundarios a cuadros intercurrentes apa-
hepático cuya presentación es más frecuente que en la
rentemente banales (por ejemplo, gastroenteritis).
población general. Asimismo, los antiinflamatorios no esteroideos
también pueden provocar insuficiencia renal en es-
tos pacientes, por lo que en caso de ser necesaria
Tipo de tumor Factores favorecedores
su administración es conveniente controlar estre-
Epitelioma cutáneo Exposición solar
chamente la función renal.
Linfoma no Hodgkin Virus Epstein-Barr
Linfoma de Kaposi Virus herpes 8 Hipertensión arterial
Cáncer orofaríngeo Tabaco, virus Epstein-Barr, Su incidencia en pacientes en el período post-TH
alcohol
tardío es de alrededor del 40-60%. Está sobre todo
Cáncer de vejiga urinaria Tabaco, papilomavirus?
Cáncer de cérvix Papilomavirus
relacionada con el efecto vasoconstrictor de los
Cáncer de pulmón Tabaco inhibidores de calcineurina y, en menor medida,
con el efecto mineralocorticoideo de los glucocor-
ticoides.

tata, no está incrementado en los pacientes con El tratamiento es el mismo que para los pacientes
TH, con la excepción de la neoplasia de colon en no trasplantados, si bien hay que tener en cuenta
pacientes trasplantados por colangitis esclerosante una serie de aspectos:
primaria asociada a colitis ulcerosa. ❱❱ Los pacientes que reciben inhibidores de calci-
neurina presentan pérdida del ritmo nictame-
Insuficiencia renal crónica ral de la presión arterial, con la consiguiente
La insuficiencia renal (definida como un filtrado glo- hipertensión nocturna y necesidad de adminis-
merular < 60 mL/min/1,73 m2) en períodos tardíos trar tratamiento anti-hipertensivo por la tarde-
del TH afecta al 50-70% de pacientes10. En su pato- noche.
genia interviene principalmente el efecto nefrotóxi- ❱❱ Es importante recordar que, aunque para la po-
co de los inhibidores de calcineurina, aunque otras blación general los límites tensionales máximos
circunstancias que se dan con frecuencia en estos recomendables son 140 mmHg de presión sis-
pacientes, como hipertensión, diabetes o alteracio- tólica y 90 mmHg de presión diastólica, en los
nes renales relacionadas con infección por virus C pacientes diabéticos y con insuficiencia renal
(por ejemplo, crioglobulinemia), también pueden son solamente 130 y 80, respectivamente.
contribuir al desarrollo de insuficiencia renal. En la
actualidad y coincidiendo con la tendencia a la mi- ❱❱ Hay que reducir al máximo la “inercia clínica”,
nimización de la administración de inhibidores de de forma que el médico tratante no ha de con-
calcineurina implementada de forma generalizada formarse con disminuciones significativas de la
en los últimos años, la incidencia de insuficiencia presión arterial, pero aún con cifras tensionales
renal importante (filtrado glomerular menor de 30) elevadas, sino que el objetivo ha de ser reducir
se observa en alrededor del 10% de pacientes, con la presión arterial hasta alcanzar los límites de la
requerimiento de diálisis o trasplante renal en el normalidad.
1-2%, que son cifras relativamente bajas, especial-
❱❱ En pacientes tratados con inhibidores de calci-
mente si se comparan con las de épocas anteriores.
neurina, los antiinflamatorios no esteroideos
Aparte del manejo convencional, el tratamiento pueden aumentar la presión arterial, por lo que
de la insuficiencia renal crónica en el TH incluye la es recomendable un control frecuente de la pre-
reducción de dosis o retirada de los inhibidores de sión arterial en estos pacientes.
calcineurina, con administración de otros inmuno-
supresores sin acción nefrotóxica, como micofeno- ❱❱ En pacientes con hipertensión arterial difícil de
lato o inhibidores de mTOR, y la corrección de otros controlar y que están tratados con inhibidores
factores si los hubiera. de calcineurina se puede plantear la reducción
de dosis de estos fármacos o su retirada, aun-
Los pacientes que toman inhibidores de calcineu- que esta alternativa ha de ser consensuada con
rina pueden presentar empeoramiento importante el equipo de TH.

1013
Sección 6. Hígado

Diabetes
Hipertensión 20 – 35% Hiperlipemia
40 – 60% 30 – 50%

Enfermedad
cardiovascular Alcohol
Tabacoª
mayor: 5%
15% a 10 años

Obesidad: Síndrome
25 – 40% metabólico:
50 – 60%
a
Frecuencia de consumo de tabaco no bien establecida.

Figura 4. Incidencia de enfermedad cardiovascular y de sus factores de riesgo en pacientes con trasplante hepático.

Complicaciones metabólicas ción del colesterol y triglicéridos séricos, así como


a una reducción de HDL y a un aumento de LDL.
El 20-35% de pacientes con TH a largo plazo pre- El tratamiento es el convencional, basado funda-
sentan diabetes. Su origen es multifactorial: a) mentalmente en dieta y fármacos hipolipemiantes.
diabetes pre-existente antes del trasplante y que Se ha descrito un riesgo aumentado de miopatía
persiste tras el mismo; b) administración de inmu- severa en pacientes trasplantados tratados con
nosupresores con efecto diabetógeno (principal- estatinas y ciclosporina, por lo que se recomienda
mente, aumento de resistencia a la insulina debido especial vigilancia en estos enfermos.
a corticoides y déficit de secreción de insulina de-
bido a inhibidores de calcineurina, especialmente Es habitual que los receptores de TH ganen peso
tacrolimus); c) infección crónica por el virus de la tras el trasplante, con desarrollo de obesidad en
hepatitis C, presente en una proporción importante aproximadamente el 30% de ellos (definida como
de pacientes trasplantados, y d) edad relativamente un índice de masa corporal mayor de 30). Los facto-
avanzada en la mayoría de pacientes. La obesidad, res que contribuyen a la obesidad postrasplante de
frecuente en estos pacientes (ver más adelante), forma más importante son los siguientes:
también juega un papel contributorio. El tratamien- ❱❱ La recuperación del apetito al solucionarse la
to es el mismo que en pacientes no trasplantados hepatopatía pretrasplante.
aunque hay que destacar dos peculiaridades: a) la
eficacia de los antidiabéticos orales es menor, por ❱❱ La liberación de las frecuentes dietas pretras-
lo que la mayoría de pacientes diabéticos y con TH plante.
necesitan insulinoterapia, y b) en los pacientes que
❱❱ El hábito de no realizar ejercicio físico, adquirido
toman corticoides (dosis única matinal), los reque-
durante la enfermedad que indicó el trasplante.
rimientos de insulina por la mañana y el mediodía
son mucho mayores que por la noche. ❱❱ La administración de corticoides.
Alrededor del 40% de pacientes con TH en fases Por otra parte, es preciso destacar que la mayoría
tardías muestran hipercolesterolemia, hipertrigli- de pacientes con TH no ejerce ninguna actividad la-
ceridemia o ambas. Aparte de la alimentación y las boral, debido sobre todo a la pérdida del puesto de
características genéticas del receptor y del donante trabajo durante el perÍodo pre-trasplante, sin po-
del injerto hepático, diversos inmunosupresores, sibilidad de recuperarlo después del trasplante ya
como los inhibidores de calcineurina, corticoides e que la edad de muchos de estos pacientes está en
inhibidores de mTOR, pueden contribuir a la eleva- las décadas de los 50 y 60 años y bastantes de ellos

1014
70. Control del postrasplantado de hígado a largo plazo

presentan limitaciones para volver a su anterior o parcial con efectos secundarios de los fármacos
trabajo. La inactividad laboral también contribuye inmunosupresores:
a la obesidad. Al igual que en la población general,
❱❱ Problemas neurológicos, relacionados con la
el tratamiento de la obesidad se basa en el segui-
administración de inhibidores de calcineurina,
miento de una dieta hipocalórica y ejercicio físico.
especialmente cefalea, migraña, temblor, in-
Existen datos en la literatura que sugieren que la
somnio y parestesias.
administración de fármacos con actividad inhibi-
dora de lipasa (orlistat) en pacientes con TH que ❱❱ Problemas osteoarticulares, principalmente
desarrollan obesidad mórbida no altera de forma osteoporosis (con una incidencia muy elevada,
significativa la absorción de fármacos inmunosu- de alrededor del 50%), favorecida particular-
presores, con la excepción de la ciclosporina. No mente por los corticoides. El tratamiento es el
obstante, parece razonable monitorizar estrecha- convencional: suplementos de calcio y vitamina
mente la concentración de los inmunosupresores si D y bifosfonatos. Es posible que estas mismas
se administra orlistat de forma concomitante. medidas puedan ser también útiles de forma
profiláctica.
En relación a la elevada frecuencia de hipertensión
arterial, diabetes, obesidad e hiperlipidemia, la mi- ❱❱ Diarrea y, con menor frecuencia, vómitos, es-
tad o más de pacientes con TH presentan síndro- pecialmente relacionados con micofenolato, en
me metabólico12. Asimismo, la esteatosis hepática particular cuando se administra micofenolato
o esteatohepatitis, una alteración relativamente mofetil. Las medidas a tomar en estos casos in-
frecuente en estos pacientes (ver secciones ante- cluyen la distribución de la dosis diaria total en
riores), también se asocia al síndrome metabólico. tomas de menor cantidad, pero más frecuentes,
Además de las consecuencias adversas per se de la el cambio a micofenolato sódico o la retirada del
obesidad y la esteatosis hepática, estas dos circuns- fármaco.
tancias pueden asociarse a una menor respuesta al
❱❱ Depresión de la médula ósea en relación a la
tratamiento antiviral en caso de recidiva de hepa-
administración de micofenolato o inhibidores
titis C.
de mTOR. El desarrollo de esta complicación
puede verse favorecido por la administración de
Enfermedad cardiovascular interferón formando parte del tratamiento anti-
Los pacientes con TH a largo plazo presentan even- hepatitis C y de ganciclovir como tratamiento de
tos cardiovasculares mayores, como enfermedad la infección por citomegalovirus.
coronaria, insuficiencia cardiaca, accidente vascu-
❱❱ Los inhibidores de mTOR pueden causar pro-
lar cerebral, muerte súbita o patología arterial peri-
blemas respiratorios (fibrosis pulmonar y neu-
férica oclusiva grave, con una frecuencia tres veces
monía organizativa) y mala cicatrización de
mayor que la observada en individuos de la pobla-
heridas. Este último problema obliga en muchas
ción general de edad y sexo similares. La probabili-
ocasiones a retirar transitoriamente estos fár-
dad de enfermedades cardiovasculares es del 5% a
macos por unas pocas semanas (y sustituirlos
los 2 años del trasplante, 15% a los 10 años y mayor
por otros) en pacientes que han de ser someti-
del 20% en períodos posteriores. Ello es debido a
dos a intervenciones quirúrgicas.
la alta incidencia de factores de riesgo cardiovas-
cular, especialmente hipertensión y complicaciones ❱❱ También son relativamente frecuentes proble-
metabólicas (figura 4). El tabaco y la ingesta impor- mas en la visión (principalmente, defectos de
tante de alcohol también pueden contribuir al de- la acomodación y cataratas), alteraciones del
sarrollo de enfermedad cardiovascular. Las enfer- aspecto físico, como hirsutismo (favorecido por
medades cardiovasculares son la segunda o tercera corticoides y ciclosporina), hipertrofia gingival
causa de muerte tardía en pacientes con TH. (favorecida por ciclosporina), facies cushingoi-
de y alteraciones en la distribución de la grasa
Otras complicaciones extrahepáticas corporal (relacionadas con corticoides), y hernia
incisional a nivel de la herida del TH.
Además de los problemas mencionados anterior-
mente, los pacientes en el período postrasplante ❱❱ Finalmente, hay que señalar que aproximada-
tardío del TH pueden presentar complicaciones mente la mitad de pacientes con TH presenta
en otros lugares del organismo, en relación total disfunción sexual, aunque de leve o moderada

1015
Sección 6. Hígado

intensidad. Su mecanismo patogénico no está follow-up: recommendations for the practi-


bien establecido pero probablemente sea un tioner. Nat Clin Pract Gastroenterol Hepatol
problema multicausal. 2009;6:23-36.
5. Mc Guire BM, Rosenthal P, Brown CC, Busch
Debido a las frecuentes y variadas complicaciones
AM, Calcatera SM, Claria RS et al. Long-term
extrahepáticas de los pacientes con TH, junto con management of the liver transplant patient:
los controles a realizar para evaluar el estado del Recommendations for the primary care doctor.
injerto hepático, se suelen realizar pruebas de labo- Am J Transplant 2009; 988-2003.
ratorio, radiológicas o de otra índole para detectar 6. Simo KA, Sereika S, Bitner N, Newton KN, Ger-
dichas complicaciones, estimar su magnitud y eva- ber DA. Medical epidemiology of patients sur-
luar la conveniencia de tratamiento. viving ten years after liver transplantation. Clin
Transplant 2011;25:360-7.
Supervivencia y calidad de vida 7. Gane EJ. The natural history of recurrent he-
patitis C and what influences this. Liver Transpl
postrasplante hepático a largo plazo 2008; 14(suppl 2):S36-44.
Pasado el primer año después del TH, donde se acu- 8. El-Masry M, Puig CA, Saab S. Recurrence of
mula la mayor tasa de mortalidad postrasplante, la non-viral liver disease after orthotopic liver
mortalidad anual es del 2-3%, que es claramente transplantation. Liver Int 2011;31:291-302.
mayor que la registrada en la población general 9. Uemura T, Ikegami T, Sánchez EQ, Jennings LW,
del mismo sexo y edad13-16. Las principales causas Narasimhan G, McKenna GJ et al. Late acute re-
de muerte en esta fase tardía del TH son, como ya jection after liver transplantation impacts pa-
se ha mencionado previamente, la recidiva de he- tient survival. Clin Transplant 2008;22:316-23.
patitis C, las enfermedades cardiovasculares y los 10. Charlton MR, Wall WJ, Ojo AO, Ginès P, Textor
tumores de novo. S, Shihab FS et al. Report of the first internatio-
nal liver transplantation society panel consen-
A consecuencia de las complicaciones postras- sus conference on renal insufficiency in liver
plante, comentadas en apartados anteriores, la transplantation. Liver Transplant 2009;15:S1-
calidad de vida de los pacientes con TH no es ple- S34.
namente satisfactoria. Así, aunque la calidad de 11. Herrero JI. De novo malignancies following li-
vida postrasplante es mejor que la calidad de vida ver transplantation: impact and recommenda-
pre-trasplante en prácticamente todos los niveles, tions. Liver Transpl 2009;15(suppl 2):S90-4.
una proporción relativamente elevada de pacientes 12. Charlton M. Obesity, hyperlipidemia, and me-
trasplantados presenta una calidad de vida inferior tabolic syndrome. Liver Transpl 2009;15(suppl
a la que presenta la población general, principal- 2):S83-9.
mente en las medidas de enfermedad, función per- 13. Guichelaar MMJ, Schmoll J, Malinchoc M, Hay
sonal y papel socio-laboral-familiar. JE. Fracture and avascular necrosis before and
after orthotopic liver transplantation: long-
Bibliografía term follow-up and predictive factors. Hepato-
1. Post DJ, Douglas DD, Mulligan DC. Immu- logy 2007;46:1198-1207.
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Transpl 2005;11:1307-14. www.eltr.org
2. Serrano T, Parra E, Lorente S. Inmunosupresión 15. Watt KDS, Pedersen RA, Kremers WK, Heim-
en el trasplante hepático: pautas renoprotec- bach JK, Charlton MR et al. Evolution of causes
toras. Gastroenterol Hepatol 2011;34:422-7. and risk factors for mortality post liver trans-
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Schluger L, Altaca G, Guarrera JV et al. Long study. Am J Transplant 2010;10:1420-7.
term medical complications in patients survi- 16. Karam V, Castaing D, Danet C, Delvart V, Gas-
ving > or = 5 years after liver transplant. Trans- quet I, Adam R et al. Longitudinal prospective
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liver transplantation and what to do during Liver Transpl 2003;9:703-11.

1016
71 Enfermedades hepáticas
durante la gestación
Javier Salmerón
Unidad Clínica de Aparato Digestivo
Hospital Universitario San Cecilio. CIBERehd. Granada

Introducción Objetivos de este capítulo


La enfermedad hepática como complicación se ❱❱ Estudiar las enfermedades hepáticas
presenta en el 3% de las gestaciones. Incluye des- relacionadas con la gestación.
de alteraciones bioquímicas anodinas, hasta una
❱❱ Analizar el procedimiento diagnóstico
insuficiencia hepática grave, que puede llevar a la
básico mediante un algoritmo partiendo de
muerte de la gestante, el feto o ambos. Las alte-
los datos más elementales.
raciones hepáticas pueden ser previas, concomi-
tantes y propias del embarazo (tabla 1). Es muy ❱❱ Proporcionar recursos terapéuticos para el
importante tener en cuenta el trimestre en el que manejo de las complicaciones del hígado
acontece la complicación, así como las siguientes en la gestación.
consideraciones:
❱❱ Todas las enfermedades hepáticas se pueden REFERENCIAS CLAVE
presentar de novo durante el embarazo, inde- 1. Sibai BM. Diagnosis, controversies, and
pendientemente del desarrollo del mismo. management of the syndrome of hemoly-
❱❱ Las enfermedades previas al embarazo pueden sis, elevated liver enzymes, and low platelet
tener características especiales durante este pe- count. Obstet Gynecol 2004;103:981-91.
riodo. 2. Matchaba P, Moodley J. Corticosteroids for
HELLP syndrome in pregnancy. Cochrane
❱❱ Las enfermedades hepáticas propias del emba- Database Syst Rev 2004; (1):CD002076.
razo aparecen y desaparecen con la gestación y
suelen desarrollarse en un momento determi- 3. Joshi D, James A, Quaglia A, Westbrook RH,
nado de la misma, lo que constituye una valiosa Heneghan MA. Liver disease in pregnancy.
Lancet 2010;375: 594-605.
ayuda para el diagnóstico (tabla 1).

Cambios fisiológicos durante la gestación


inferiores. Las arañas vasculares, especialmente
En la gestación se originan cambios en la circula-
en el tórax, espalda y cara, y el eritema palmar se
ción incluyendo un aumento del gasto cardiaco y un
presentan en un 60% de las gestantes, sobre todo
estado de hipotensión con disminución de las re-
en el tercer trimestre, debido a la mayor tasa de es-
sistencias vasculares periféricas que recuerda a los
trógenos circulantes y suelen desaparecer después
trastornos hemodinámicos de la cirrosis hepática.
del parto.
El volumen plasmático se incrementa en un 50%,
sobre todo a partir del segundo trimestre. No obs- Respecto a las enzimas hepáticas, la ALT es normal,
tante, el tamaño del hígado y el volumen sanguí- suele disminuir la GGT, y aumenta la fosfatasa al-
neo hepático no cambian durante la gestación. En calina hasta el triple de sus valores normales por
el embarazo normal, el edema pretibial es frecuen- la producción placentaria (tabla 2). Por otro lado,
te por la presión que ejerce el útero grávido sobre disminuye la albúmina y aumentan el colesterol, los
el drenaje venoso y linfático de las extremidades triglicéridos y la a-fetoproteína. Cuando el embara-

H Í G A D O 1017
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Clasificación de las enfermedades hepáticas en función de la vesícula. Así, en la fase precoz del
el embarazo embarazo la vesícula biliar aumenta de tamaño y
aumenta la producción de ácidos biliares, pero no
Trimestre
cambia la saturación de colesterol de la bilis. En la
de presentación última fase del embarazo, la vesícula biliar perma-
❱❱ Enfermedades hepáticas nece agrandada y se modifica la composición de los
propias del embarazo ácidos biliares: el quenodesoxicólico desciende y
• Hiperemesis gravídica 1.º la bilis está sobresaturada de colesterol. Se piensa
• Colestasis gravídica 2.º o 3.º que ambos hechos contribuyen a la formación de
• Preeclampsia y eclampsia 2.º o 3.º cálculos (6%) junto a la disminución de la motilidad
• Síndrome de HELLP 2.º, 3.º y postparto de la vesícula y su vaciamiento. La ictericia aparece
• Esteatosis aguda del embarazo 3.º en una de cada 1.500-5.000 (0,067%) gestaciones:
el 50% de ellas son secundarias a hepatitis virales,
❱❱ Enfermedades hepáticas el 30% a colestasis gravídica y el 20% restante a
concomitantes con el embarazo
otras entidades. Por último, para el estudio de las
• Hepatitis aguda (virales y tóxicas) cualquiera
• Tumores hepáticos cualquiera
enfermedades hepáticas y biliares la ecografía y la
• Síndrome de Budd-Chiari 3.º - postparto RMN sin contraste son seguras.
• Litiasis biliar y colecistitis cualquiera
Enfermedades propias del embarazo
❱❱ Enfermedades hepáticas previas al embarazo
Ictericias metabólicas constitucionales Se entiende por enfermedades hepáticas propias
• Hepatitis crónicas del embarazo aquellas que se presentan exclusiva-
• Cirrosis hepática mente durante la gestación.
• Trasplante hepático
Hiperemesis gravídica
En el primer trimestre, un 50% de las gestantes tie-
TABLA 2. Cambios fisiológicos durante la gestación nen náuseas y vómitos y un 75% náuseas solamente;
en cambio, la hiperemesis gravídica, cuadro carateri-
zado por la aparición de vómitos intensos de curso
Parámetro Variación
autolimitado que conduce a estados de deshidrata-
Hemoglobina Disminución
ción con disturbios hidroelectrolíticos, cetosis y pér-
Leucocitos Aumento dida de al menos un 5% del peso, aparece solo en el
Plaquetas No cambios 0,3-1% durante el primer trimestre y más raramente
Tiempo de protrombina No cambios en el segundo. Después del primer trimestre los sín-
Fosfatasa alcalina Aumento tomas desaparecen, aunque se pueden prolongar
Albúmina Disminución en un 10% de las pacientes. En un 50% de los casos
ALT No cambios se aprecian anomalías en las enzimas hepáticas con-
GGT No cambios sistentes en un moderado aumento de la bilirrubina
Bilirrubina No cambios conjugada (menos de 4 mg/dl), asociado o no a una
a-fetoproteína Aumento discreta elevación de transaminasas (menos de 200
Colesterol Aumento
U/l) y a un aumento de la isoenzima hepática de la
Triglicéridos Aumento
fosfatasa alcalina, dos veces por encima del límite
Ác. úrico Disminución
Velocidad sedimentación Aumento superior de la normalidad (LSN). Este cuadro, de
etiología desconocida y recurrente, es más frecuen-
te en gestantes jóvenes, menores de 20 años, primí-
paras, obesas y no fumadoras. Casi en el 60% de los
zo progresa, suele haber un aumento de la veloci- casos se puede detectar un hipertiroidismo.
dad de sedimentación globular (VSG).
Una rara complicación de la hiperemesis gravídica
Las biopsias hepáticas realizadas en embarazos es la neuropatía por déficit de vit. B6 y B12; en los
no complicados, confirman la ausencia de cambios casos más graves se puede presentar una encefa-
significativos. El embarazo induce alteraciones im- lopatía de Wernicke (alteraciones oculares, ataxia
portantes en el metabolismo lipídico biliar y en la y confusión) por un déficit de B1 (tiamina). La gra-

1018
71. Enfermedades hepáticas durante la gestación

vedad del cuadro viene determinada por el grado gravídica parece relacionarse con mutaciones en la
de deshidratación y la presencia de cuerpos cetó- bomba exportadora de las sales biliares. En el 15%
nicos en orina. En estos casos la gestante requiere de los casos se ha descrito una mutación en MDR3
ingreso hospitalario, fluidoterapia iv y medicación (multidrug resistance protein 3). Esta proteína
antiemética. Como primera línea del tratamiento transporta los fosfolípidos en la membrana canali-
la American College of Obstetricians and Gyneco- cular. Su mutación, que está localizada en el cro-
logists (ACOG) recomienda la administración de
mosoma 7q21.1, es la causa de la colestasis intra-
vit. B6 (piridoxina, 10-25 mg/8 h, vía oral, clase A)
hepática. La colestasis tiene la misma duración que
y doxilamina (Diclectin®, antihistamínico H1, 25 mg
por la noche y si es necesario 12 mg en el desayu- el embarazo, y se resuelve habitualmente después
no y almuerzo, vía oral, clase A). Con esta pauta se del parto en un tiempo máximo de 4 semanas. En la
obtiene una mejoría de las náuseas y vómitos en el bioquímica se observa un aumento moderado de la
70%. En caso de no respuesta se pasaría a la segun- bilirrubina conjugada (menos de 6 mg/dl), fosfata-
da fase. La metoclopramida (10 mg/6 h, vía oral) sa alcalina (menos de 4 veces su valor normal) y la
ha sido utilizada extensamente en las gestantes, es GGT. Las transaminasas pueden ser normales o es-
muy segura (clase B), pero no se debe mantener tar algo aumentadas (menos de 300 U/l). El tiempo
más de 12 semanas por el riesgo de disquinesia tar- de protrombina puede incrementarse por el déficit
día (movimientos incontrolados). En la actualidad, asociado de vit. K y por el uso de colestiramina. El
en lugar de la metoclopramida se está empleando diagnóstico se realiza determinando la concentra-
el ondansetrón (antagonista de los receptores 5-hi- ción plasmática de sales biliares en ayunas, que en
droxitriptamina, Zofran® 4-6 mg/6 h vía oral, clase
este caso están aumentadas (más de 10 μmol/l). Se
B), aunque la experiencia es menor. Otra opción
ha demostrado que la aparición de problemas en el
son las fenotiazinas (Fenergan®, 25 mg/4-6 h, vía
feto se relaciona con la magnitud en la elevación de
oral, clase C). Para los casos refractarios a estas me-
didas y como tratamiento de tercera línea se pue- sales biliares siendo necesaria una concentración
den indicar los esteroides, aunque su efectividad es superior a 40 μmol/l.
dudosa. La pauta recomendada es metilpredniso- El tratamiento ideal de la colestasis gravídica con-
lona (16 mg/8 h durante 3 días, después disminuir siste en la administración oral de ácido ursodesoxi-
la dosis hasta retirarla a las 2 semanas, clase C). No
cólico (15 mg/kg/día). Con él se consigue aliviar el
se deben emplear durante las primeras 10 semanas
prurito y reducir la concentración de sales biliares y
de gestación por el riesgo de labio leporino en el
feto. Si el cuadro de vómitos es prolongado debe transaminasas. Se ha demostrado que el ácido ur-
administrarse tiamina (100 mg/día) para prevenir sodesoxicólico aumenta la bomba exportadora de
la encefalopatía de Wernicke. Finalmente, en algu- las sales biliares. Otros fármacos que pueden ser
nos casos extremos de vómitos persistentes y re- útiles en este contexto incluyen:
fractarios con malnutrición se hace necesaria una
❱❱ Colestiramina (8-16 g/día), aunque no disminu-
nutrición enteral o parenteral.
ye las sales biliares y puede originar una dismi-
Colestasis gravídica nución de la vit. K.

La colestasis gravídica se presenta habitualmen- ❱❱ Fenobarbital (90 mg/día por la noche) es una
te en el tercer trimestre y la prevalencia es de alternativa a la colestiramina.
1/2.000-8.000 embarazos. Entre los factores de ❱❱ Vit. K (10 mg/día) cuando es necesaria.
riesgo destacan los antecedentes familiares y la
historia personal de infección por el VHC y coles- ❱❱ Dexametasona, se ha ensayado pero es menos
tasis secundarias a los anticonceptivos orales. Esta efectiva que el ác. ursodesoxicólico.
enfermedad, que se caracteriza por prurito, sobre
todo en palmas y plantas, y aumento de las sales A partir de la 37.ª semana, es aconsejable la induc-
biliares, puede terminar con repercusiones fetales ción del parto. La colestasis gravídica no contraindi-
graves (insuficiencia placentaria, anoxia, prematu- ca la lactancia materna. Se han descrito raros casos
ridad y muerte fetal). La ictericia es poco frecuente. en que la colestasis no desaparece después del par-
Al igual que se ha descrito para la colestasis induci- to, contribuyendo al desarrollo de fibrosis hepática
da por anovulatorios, la patogenia de la colestasis y hasta cirrosis.

1019
Sección 6. Hígado

Hipertensión arterial en la gestación El tratamiento precoz de la toxemia gravídica pre-


viene el desarrollo de la disfunción hepática. Los
La hipertensión asociada al embarazo es un cuadro casos leves pueden tratarse de forma ambulatoria
que suele aparecer a partir de las 20 semanas de mediante reposo en cama y antihipertensivos. Los
embarazo y que se caracteriza por la aparición de graves, sin embargo, son tributarios de hospitaliza-
cifras elevadas de tensión arterial (140/90 mmHg) ción inmediata y en dependencia del cuadro y de la
sin que exista proteinuria ni edemas. La presencia madurez fetal puede ser necesaria la interrupción
de proteinuria (más de 300 mg/24 h) y edemas del embarazo, como se comentará en el HELLP. La
orientan hacia la toxemia gravídica (preeclampsia). pauta a seguir en el manejo de la hipertensión arte-
Este proceso surge en el segundo o tercer trimes-
rial en el HELLP asociado a la preeclampsia se basa
tre. Cuando evoluciona a eclampsia se añaden con-
en las siguientes recomendaciones:
vulsiones y coma, debido a la encefalopatía hiper-
tensiva. El HELLP (ver más adelante) se considera ❱❱ Administración de sulfato magnésico para pre-
una enfermedad relacionada con la hipertensión. venir las convulsiones (6 g durante 20 minutos,
seguido de una dosis de mantenimiento de
La preeclampsia se presenta en el 5-7% y la eclamp-
sia en el 0,1-0,2% de las gestaciones. Es una en- 2 g/hora).
fermedad exclusiva del embarazo y en las formas ❱❱ Además, es necesario mantener la presión sis-
graves se acompaña de afectación hepática. Otros tólica por debajo de 160 mmHg o la diastólica
órganos afectados, además del hígado, incluyen el por debajo de 105 mmHg mediante un bolo
riñón, el SNC y el sistema hematopoyético. El riesgo de 5 mg de hidralazina, que se repite cada
de preeclampsia aumenta en mujeres primíparas, 15-20 minutos hasta un máximo de 20 mg/hora.
mujeres con antecedentes de gestación múltiple o
con historia previa de toxemia gravídica y cuando ❱❱ Si no mejora la tensión arterial con estas me-
el embarazo ocurre en edades por debajo de los didas se puede emplear labetalol (20-40 mg
16 años o por encima de los 45 años. Otros facto- iv cada 10-15 minutos, con un máximo de
res de riesgo incluyen la diabetes y la hipertensión 220 mg/hora) o nifedipino (10-20 mg oral cada
arterial. Los síntomas que permiten sospechar una 30 minutos hasta un máximo de 50 mg/hora).
participación hepática son el dolor en epigastrio e
El tratamiento del hematoma hepático puede ser
hipocondrio derecho, acompañado de náuseas y
vómitos. La ictericia se presenta en el 40% de los conservador, pero se requiere una monitorización
casos y siempre con tasas de bilirrubina inferiores a muy estrecha y disponer de medios para realizar
6 mg/dl. Cuando los niveles de bilirrubina plasmá- una laparotomía urgente. También se han obtenido
tica son superiores debe investigarse la existencia buenos resultados con la embolización transcaté-
de un infarto hepático, hemorragia subcapsular o ter. La hepatectomía sólo está indicada en casos de
rotura hepática. Las transaminasas están aumenta- dislaceración hepática o cuando no se controla la
das entre 5 y 100 veces por encima de sus valores hemorragia. En el trascurso de la laparotomía hay
normales en el 30% de los casos de preeclampsia y que realizar una cesárea.
en el 90% de las eclampsias. También se detecta un
aumento poco significativo de fosfatasa alcalina. La Síndrome de HELLP
biopsia hepática demuestra depósitos de fibrina en
los sinusoides periportales, zonas hemorrágicas e La tríada sintomática que caracteriza al cuadro es:
incluso trombosis de los vasos pequeños. El cuadro hemólisis, alteración de las pruebas de función he-
clínico se puede confundir con una colecistitis agu- pática y disminución del número de plaquetas. La
da, colelitiasis, úlcera péptica, hepatitis o pancrea- prevalencia de este síndrome entre las pacientes
titis. Los infartos, hematomas y roturas hepáticas con toxemia gravídica es del 4-12% y el riesgo de
se presentan en los casos de preeclampsia grave y recurrencias en embarazos posteriores del 4-27%.
en el 80% de los casos de eclampsia. El hematoma El cuadro clínico se inicia antes del parto, entre las
se halla casi siempre localizado en la cara anterior semanas 27 y 36 de gestación, pero hasta en un
o superior del lóbulo derecho y se puede romper 30% de los casos se presenta en el postparto. Los
originando un hemoperitoneo. La triada de dolor síntomas y signos son parecidos a la preeclampsia:
en hipocondrio derecho, shock hipovolémico y dolor en epigastrio o H.D. (63%), náuseas y vómi-
toxemia gravídica indica hemorragia subcapsular o tos (36%), cefaleas (33%), hipertensión (85%) y
rotura hepática. El diagnóstico se realiza mediante proteinuria (87%). La hipertensión y la proteinuria
paracentesis, lavados peritoneales, ecografía y TAC. pueden estar ausentes en el 12-18% de los casos y
La hemorragia cerebral es la causa principal de en casos raros el síndrome puede ser asintomático,
muerte materna y fetal y un 16% son debidas a las haciendo más difícil el diagnóstico. El diagnóstico
complicaciones hepáticas, especialmente la rotura. de síndrome de HELLP se basa en:

1020
71. Enfermedades hepáticas durante la gestación

❱❱ Hemólisis. Aunque la anemia hemolítica mi- TABLA 3. Clasificación del síndrome de HELLP
croangiopática es característica, al inicio puede
estar ausente. En el frotis de sangre periférica
se observan las anomalías. La ictericia aparece ❱❱ Clasificación de Tennessee
en el 66% y refleja tanto la hiperbilirrubinemia • AST > 70 UI/l.
no conjugada secundaria a la hemólisis como la • LDH > 600 UI/l.
disfunción hepática. La bilirrubina es superior a • Plaquetas < 100.000 μ/l.
1,2 mg/dl y la LDH mayor de 600 U/l. El diagnós- ❱❱ Clasificación Mississippi
tico diferencial más importante debe hacerse LDH > 600 IU/L y:
con la patología biliar y el síndrome hemolítico- • Clase I: plaquetas: < 50.000 μ/l y AST >70 IU/l.
• Clase II: plaquetas: 50-100.000 μ/l
urémico.
y AST > 70 IU/l.
❱❱ Aumento de enzimas hepáticas. La LDH es • Clase III: plaquetas: 100-150.000 μ/l
la enzima que más aumenta en relación con y AST > 40 IU/l.
la hemólisis y la disfunción hepática (más de
600 U/l). La AST es superior a 70U/l y la ALT au-
menta entre 2-20 veces el valor normal.
❱❱ El tratamiento de la hipertensión arterial, las
❱❱ Plaquetopenia. El recuento de plaquetas es medidas de soporte vital, la corrección de los
inferior a 100.000/μl, aunque puede alcanzar trastornos hemodinámicos y de la coagulación
cifras inferiores a 50.000/μl. El diagnóstico dife- con plasma fresco y concentrados de plaquetas
rencial incluye la púrpura trombocitopénica y el son esenciales, especialmente antes de provo-
síndrome hemolítico-urémico. car el parto.
En resumen, el diagnóstico de un síndrome de ❱❱ Estas pacientes deben ser asistidas en una uni-
HELLP requiere el cumplimiento de los criterios, dad de Cuidados Intensivos y se intubarán pre-
mencionados. Algunos casos no cumplen todos los cozmente. De hecho, una de las causas desen-
parámetros considerándose entonces un síndro- cadenantes de la muerte materna es el edema
me HELLP parcial, que tiene mejor pronóstico. En laríngeo con imposibilidad de intubación. Aun-
la tabla 3 han quedado expuestas las dos clasifica- que la interrupción del embarazo es la medida
ciones más importantes basadas en el diagnóstico. más importante, algunas gestantes pueden con-
Las complicaciones más importantes del síndrome tinuar con el deterioro clínico después del parto.
HELLP incluyen la coagulación intravascular disemi-
nada (21%), el desprendimiento de placenta (16%) Esteatosis aguda del embarazo
y el fallo renal agudo (8%). La mortalidad materna (figuras 1-3)
es del 2-8%, en relación con la aparición de fallo
multiorgánico, y la muerte perinatal oscila entre el Este proceso aparece usualmente en el tercer tri-
7% y el 20%. mestre del embarazo y se caracteriza por una in-
filtración hepática masiva de grasa microvesicular
El tratamiento se basa en la interrupción del em- con repercusiones graves para la madre y el hijo. La
barazo siguiendo las siguientes recomendaciones: frecuencia es de un caso por cada 7.000 a 16.000
embarazos. En el 50% se trata de mujeres jóvenes,
❱❱ Si la gestación ha superado la semana 34 se
nulíparas, que tienen embarazos gemelares.
debe provocar el parto, incluso antes si aparece
una disfunción multiorgánica y no es posible es- La etiopatogenia de la esteatosis gravídica es des-
perar. conocida, aunque se ha comunicado su asociación
con la diabetes insípida del embarazo y la pree-
❱❱ Si la gestación es menor de 34 semanas y el caso clampsia. En los últimos años se ha descrito en las
no es grave, se pueden administrar corticoides madres un defecto en la ß-oxidación mitocondrial
para acelerar la madurez pulmonar del feto y de los ácidos grasos. El defecto está producido por
provocar el parto lo más próximo a la semana una mutación en la 3-hidroxiacil-CoA deshidroge-
34. Se recomienda betametasona 12 mg im nasa (LCHAD-mutación G 1528C, proteína trifun-
cada 24 horas durante 2 días, o dexametasona 6 cional mitocondrial). La ß-oxidación de los ácidos
mg im cada 12 horas durante 2 días. Los esteroi- grasos es la principal fuente de energía del músculo
des no disminuyen la tasa de complicaciones, ni y del corazón y es responsable del metabolismo
influyen en la mortalidad materna. En cambio, intermediario en el hígado, produciendo cuerpos
la evidencia sugiere que los corticoides mejoran cetónicos, 3-hidroxibutirato y acetoacetato. Esta es
la evolución perinatal cuando se usan en el HE- la vía alternativa de energía del cerebro cuando los
LLP antes de la semana 34 de gestación.

1021
Sección 6. Hígado

Figuras 1 y 2. Aspecto de la piel en una paciente con edemas


y coagulopatía de consumo secundaria a esteatosis aguda del
embarazo.

hipotensión es habitual, excepto si coexiste con


preeclampsia. En la analítica destaca una anemia
normocítica, leucocitosis y trombopenia o plaque-
tas normales. Los valores de transaminasas y de
fosfatasas alcalinas están algo aumentados. Otras
alteraciones analíticas incluyen hipoglucemia, hi-
pocalcemia, acidosis láctica y aumento de los nive-
les plasmáticos de urea y creatinina. El tiempo de
protrombina y el tiempo parcial de tromboplastina
activada (TPTA) están alargados y el fibrinógeno
disminuido. En la ecografía se detecta una hipere-
Figura 3. Esteatosis aguda del embarazo. Hepatocitos con cogenicidad difusa del hígado, siendo la TAC más
citoplasma claro microvesicular. fiable para medir densidades, aunque ninguna de
las dos técnicas son lo suficientemente sensibles.
Aunque la tasa de mortalidad fetal comunicada es
niveles de glucosa descienden en la sangre. En las del 23% y la materna del 18%, últimamente se han
madres que presentan esta mutación la tendencia comunicado resultados más alentadores, en proba-
a la recurrencia de la enfermedad en embarazos ble relación con un diagnóstico precoz y la interrup-
posteriores es elevada. También se puede recono- ción del embarazo. Las manifestaciones clínicas y
cer esta mutación en los niños a las pocas horas del analíticas de este proceso mejoran sólo después
nacimiento o en los primeros meses de vida. Tales del parto. En general el tratamiento es similar al
casos desarrollan una hipoglucemia no cetoacidóti- HELLP y la principal medida terapéutica consiste en
ca y una encefalopatía hepática con progresión a la poner fin al embarazo. El trasplante hepático tiene
muerte si no se hace el diagnóstico. un papel muy limitado.
El inicio de la enfermedad es inespecífico con náu-
seas, vómitos, pérdida de peso, cansancio y dolor
abdominal epigástrico o localizado en el cuadrante
Algoritmo diagnóstico (figuras 4 y 5)
superior derecho. Con frecuencia evoluciona hacia El diagnóstico se basa en las manifestaciones clíni-
formas más graves que incluyen un amplio espec- cas asociadas a la edad gestacional, las alteraciones
tro de manifestaciones clínicas: encefalopatía he- analíticas y las pruebas complementarias, entre las
pática, edema pulmonar, ascitis, coagulopatía de que destaca la ecografía (tabla 4). Es muy impor-
consumo y fallo multiorgánico con mayor tenden- tante descartar otras enfermedades hepáticas, lo
cia al sangrado de origen ginecológico o digestivo. que obliga a investigarse el consumo de alcohol o
El examen físico es de poca utilidad, la ictericia no de fármacos. Posteriormente debe excluirse una
es muy intensa y no se aprecia hepatomegalia. La infección por virus (VHA, VHB, VHE, VHC, CMV,

1022
71. Enfermedades hepáticas durante la gestación

VHS y VIH), así como patología tiroidea, enferme- Budd-Chiari o ictericias obstructivas. La ecografía
dad por depósito de hierro y cobre, déficit de α1 se completa con la RMN sin contraste, salvo casos
antitripsina y una posible enfermedad autoinmune. indicados y la TAC. Un aspecto importante a consi-
Entre los métodos de exploración, según los casos, derar es el tiempo de gestación, dado que la TAC
es primordial la realización de una ecografía que comporta una dosis importante de radiación. Es di-
permite descartar lesiones ocupantes de espacio, fícil agrupar todas las enfermedades hepáticas que

TABLA 4. Diagnóstico de las enfermedades hepáticas en el embarazo según síntomas y edad gestacional

Síntomas Enfermedades propias Enfermedades no asociadas


del embarazo (trimestre) con el embarazo

Náuseas y vómitos Hiperemesis gravídica (1.º) Enfermedad del tracto biliar


Preeclampsia/eclampsia (2.º o 3.º) Hepatitis aguda viral
Síndrome HELLP (2.º o 3.º) Hepatotoxicidad por fármacos
Esteatosis aguda del embarazo (3.er)

Dolor en cuadrante Preeclampsia/eclampsia (2.º o 3.º) Enfermedad del tracto biliar
superior derecho Síndrome HELLP (2.º o 3.º) Hepatitis aguda viral
del abdomen Esteatosis aguda del embarazo (3.º) Tumores hepáticos
Hematoma hepático/ruptura (3.º) Hígado de estasis
Síndrome de Budd-Chiari (3.º)

Prurito Colestasis intrahepática (2.º o 3.º) Cirrosis biliar primaria
Hepatotoxicidad por fármacos

Ictericia Hiperemesis gravídica (1.º) Coledocolitiasis


Colestasis intrahepática (2.º o 3.º) Hepatitis viral aguda
Preeclampsia/eclampsia (2.º o 3.º) Hepatotoxicidad por fármacos
Síndrome HELLP (2.º o 3.º) Exacerbación de enfermedades
Esteatosis aguda del embarazo (3.º) previas al embarazo

Ecografía

Normal Colédoco dilatado LOE

Náuseas, Antecedentes de
Fármacos Coledocolitiasis Sólida
vómitos colestasis (prurito)

Hepatitis Hiperemesis* Colestasis Hipercogénica


tóxica gravídica gravídica o variable

Angioma
Hiperplasia nodular RMN
Adenoma
* No siempre se detecta una colestasis
Hepatocarcinoma

Figura 4. Algoritmo en los cuadros en los que predomina la colestasis.

1023
Sección 6. Hígado

Ecografía Oclusión de venas


Budd-Chiari
hepáticas

Marcadores virales
positivos Normal Fármacos

Hepatitis viral Gestación > 20 semanas Hepatitis


Dolor hipocondrio derecho,
náuseas, vómitos

No aumentada
Presión arterial Aumentada

Insuficiencia
hepática Hemólisis
Proteinuria (-) Proteinuria (+)
Edemas (-) Edemas (+ Trombopenia
Virus Aumento LDH

+ – Hipertensión
asociada al Toxemia HELLP
Viral embarazo (20% sin HTA)
Esteatosis
aguda grave*

* Se puede asociar a preeclampsia

Figura 5. Algoritmo en los cuadros en que predomina el aumento de ALT.

aparecen durante la gestación. Sin embargo, desde methasone and ursodeoxycholic acid. Hepato-
un punto de vista práctico y didáctico se pueden logy 2005;42:1399-405.
agrupar en cuadros en los que predomina la coles-
4. Ibdah JA. Acute fatty liver of pregnancy: an up-
tasis (figura 4) y aquellos en los que predomina el
date on pathogenesis and clinical implications.
aumento de ALT (figura 5).
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5. Sibai BM. Diagnosis, controversies, and mana-
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