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V

Maniiiesm por la Historia 4. Grandes cuestiones, big data

Vivimos actualmente una nueva época de


¡”X data, tas son capaces de reducir de manera convincen-
de la descodificación del genoma humano hasta lr)‘ 4 mmien
ueña visualización todo un archivo de datos
les de millones de palabras de los informes oficialc S mL ¡e a una peq
S que
ue,
de lo contrario, resultaría excesrvamente volumino-
lectura. En nuestros días, muchos analistas es-
las oficinas gubernamentales producen anualmente
En las
Ciencias Sociales y las Humanidades, los big data h separa su ando a darse cuenta de que, a fin de mante-
an ve.
nido a ocupar el lugar de la aspiración de sodó] tán comaiazcidad de persuasión, necesitan condensar big
0805 e nd 1:12:51 manera que puedan circular entre los lectores
historiadores a la relevancia permanente, pues n
uestros
cálculos abren nuevas posibilidades de resolver antiguas
11”de de relato conciso y de fácil exposición.
cuestiones o de plantear otras nuevasz. Los big data tien.
“¡un e la humanidad ha experimentado durante siglos
den a empujar a las Ciencias Sociales hacia el Plantea.
con el Ïseño de líneas temporales, recientemente se ha po-
miento de problemas cada vez más amplios, que en His.
dido reducir el gran panorama a una yisualizacion gracras
toria son en gran medida los relativos a acontecimiemm
¡la Mamada disponibilidad de big data‘, lo cual plan-
mundiales y el desarrollo institucional a lo largo de pe.
te“ suvez apremiantes cuestiones sobre el uso de esos da-
riodos cada vez más prolongados. Los estudios acerca de
tos ¡largo o a corto plazo. Hay zonas del registro histórico
la larga historia del cambio climático, de las consecuen.
mias que esa decisión —la de considerar un contexto más
cias del comercio de esclavos o de las variedades y desti»
¡mplio o no- constituye una gran diferencia. La necesrdad
nos del derecho de propiedad occidental utilizan las téc-
dc enmarcar cuestiones cada vez más amplias determina
nicas de computación de tal modo que abren nuevas
qúdatns utilizar y cómo manipulados, todo un desafío que
fronteras para la gestión de datos y al mismo tiempo for-
pm parte del trabajo de longue dure’e aún tiene que em-
mulan cuestiones históricas atinentes alas preocupacio-
pmder. Los big data realzan nuestra capacidad de capta-
nes del presente’.
ción de la información histórica y pueden ayudarnos a
A lo largo de la última década, el surgimiento del cam-
decidir la jerarquía causal, esto es, qué acontecimientos re-
po de las Humanidades digitales ha puesto el dominio de mm momentos de inflexión en nuestra historia y cuá-
todo un abanico de herramientas al alcance de cualquier ¡usan simplemente parte de patrones más amplios.

persona, especialista o ciudadano común, que intente

por sí misma dar sentido a largos períodos históricos. El

software para análisis temáticos puede leer mecánica- Nuevas herramientas


mente millones de informes gubernamentales o científi-

cos y recuperar hechos básicos relativos a la manera como En la segunda mitad del siglo XX, la búsqueda de pala-

nuestros intereses y nuestras ideas han cambiado en el blas clave con base digital comenzó a preSentaise en todas

transcurso de décadas y de siglos. Muchas de estas he- Pm como fundamento de la investigación académica.

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Maniiicsto por la Historia
4. Grandes cuestiones; big ¿LW

En la era de los bancos de conocimiento diam“?

herramientas básicas para el análisis del c. A


_ cl so el valor de quienes se dedican a la Historia para

m u r esas mediciones por sí mismos,

nos rodean por doquier. El hábito de util

superar esta resistencia, lasnuevas herramientas


clave para ampliar la cobertura del cambio hmór.abraS

grandes escalas temporales hizo su aparició n \ Im a creadas para la investigaCion.historica de Íonguea'uree se


en revistas

de Ciencia Política y de Lingüística para analiZar tem: han convenido en una necesrdad aun .mashimperiosa. He

tan distintos como la reacción pública al maíz genéricas


aquí un ejemp10, tomado df la Caperliencm de Jo Guldi,
de cómo los desafíos de la investigauon de nuevos cuer-
mente modificado en Guyarat, la aCOgida que tuvo gli.

ciencia del cambio climático en los periódicos británia pos de datos a base de preguntas condujeron a la crea-
ción de una nueva herramienta. En el verano de 201?,
cos, la imagen de los campesinos chinos en la prensa oc:
Guldí dirigía un equipo de investigadores que produjo
cidental, la persistencia del antisemitismo en la cultma
nger Machines, un Juego de herramientas digital desti-
británica, la historia de la política de vivienda social y la
nado a ayudar a los investigadores a analizar los ingentes
suerte de los intentos de la industria británica del carbón
volúmemes de papel que conlleva cualquier mirada inter-
por adaptase a las regulaciones de la contaminación’.
nacional comprensiva en este sobredocumentado siglo XXI.
En 2011 y 2013, los investigadores de las Ciencias So-
Este software es una extensión de fuente abierta de Zo-
ciales trataron de analizar la relación entre las publica.
tero -programa que permite a los usuarios crear biblio-
ciones académicas sobre el clima, por un lado, y la opi-
grafías y construir sus bibliotecas personales en una base
nión pública por otro, recurriendo a la búsqueda, en la
de datos en línea- diseñada teniendo en mente la varie-
base de datos de la Red de Ciencias, de frases sencillas
dad delas fuentes textuales de los historiadores”. Su fi-
como «calentamiento global» y «cambio climático glo- nnlidad es hacer accesible el arsenal de textos de última
bal» y clasificando luego los artículos que encontraban
generación a estudiosos de una variedad de disciplinas
según el respaldo que prestaban a diversas posiciones". del campo delas Humanidades y las Ciencias Sociales que
En resumen, las nuevas tecnologías para el análisis de carecen de conocimientos técnicos extensos o de gran-

bases de datos digitalizadas dieron impulso a una plura- des recursos en materia de computación.
lidad de estudios que reunían información acerca de dis- Mientras que una herramienta como Google Books
cursos y comunidades sociales a lo largo del tiempO» Nstam Viewer utiliza elementos preprogramados de
pero pocos de esos estudios se publicaron en las revistas (30er Book Search que enfatizan automáticamente la
de Historia más leídas7. Hay una desconexión entre, por tradición anglonorteamericana, Paper Machines opera

una parte, las tecnologías indudablemente idóneas para COD las recopilaciones de textos que ha escogido el inves-

medir transformaciones acumuladas de discursos a lo tiSat’lor individual, ya sea extraídos de fuentes digitales

largo de décadas y, por otra, la capacidad, la voluntad e c01110 diarios y conversaciones por internet en tiempo

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Manifiesto por la Historia 4. Grandes cuestiones. big (141,1

real, ya sea escaneados y guardados mediante C] rcCOno.


' fluencia de ideas, individuos y colectivos

cimiento óptico de caracteres (conocido por

inglesas, OCR) de fuentes de papel, como arc hlVOS gu_


Sus Siglas
rOfcstl:i:i::iel:imedición comparativa de tendencias, ideas
bernamentales. Esto puede permitir a un aula, un gru .Grtaituciones a lo largo del tiempo, los estudiosos esta-
de estudiosos o conjunto de estudiosos y activistas re“: O ¿[msn condiciones de acceder a un cuerpo de textos mu-
y compartir archivos de textos. Estas bibliotecas gru ¿r mamás extenso que el habitual. Por ejemplo, al aplicar
les pueden ser públicas o privadas según la sensibïlp
paper Machines a un corpus dertextos personalmente se-
dad y las restricciones de copyright del material reunido:
leccionado dc entre un gran numero de textos burocrá-
unos historiadores de Panamá utilizaron una biblioteca
ticos sobre la reforma agraria desde el Siglo XX, ha sido
grupal Zotero para reunir y compartir textos de bibliote.
posible seguir los intercambios de ideas en la historia
cas gubernamentales para las que no se disponía de ing.
británica desde los relatos locales en sus lugares de ori-
trumentos de búsqueda oficiales. Por tanto, los propim
gen, saltando de la investigación microhistórica en los ar-
especialistas están implicados en la preservación, anota. chivos británicos a una síntesis de longue dure'e de tenden-
ción y visibilidad de recursos históricos que de otra ma.
cias políticas a escala mundial. Esta búsqueda posible
nera correrían el riesgo de ser ignorados, deteriorarse O,
gracias ala tecnología digital opera a través de un triple
sufrir daños intencionados.
proceso: la síntesis digital de amplios períodos tempora-
Con Paper Machines los estudiosos pueden crear re- les, la investigación crítica de archivos microhistóricos
presentaciones visuales de un gran número de patrones con distinción digitalmente informada de qué archivos

dentro de un corpus de textos utilizando una interfaz


escoger y, ñnalmente, la lectura más amplia en literaturas

gráfica sencilla, de fácil empleo. Se puede utilizarla he- secundarias de los campos adyacentes. En la Figura 4 se
rramienta para generalizar acerca de un amplio cuerpo ha aplicado el algoritmo MALLET de análisis temático a

de pensamiento, como, por ejemplo, lo que los historia- un corpus de textos académicos de las décadas de 1850

dores han dicho en una revista en particular sobre los úl- Y 1860, momento en que la memoria intelectual de las lu-

timos diez años. O bien se pueden visualizar bibliote- chas agrarias en Irlanda contribuía a orientar la política

cas de manera comparativa, como, por ejemplo, novelas contanporánea en América Latina.
acerca del Londres del siglo XIX y sobre el París del mis- Esta investigación de base digital proporciona el funda-

mo siglo. Con el empleo de esta herramienta es posible,


“mato de The Long Land War, de Guldi, monografía his-
mediante una simple interfaz gráfica, hacer visibles uml ronca Que narra el progreso global de los movimientos de

multitud de patrones textuales. La aplicación de Paper


reforma agraria rastreando las ideas sobre parcelas para
Machines a cuerpos de textos permite a los investigado tïabaladom y seguridad alimentaria, la gobemanza parti-
res acumular hipótesis acerca de patrones de 10'18"" minima Y El control de la renta desde el auge del Imperio

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4, Grandes cuestiones: big ¿Lua
Mamtiesto por la Historia

burócratas como a generaciones de estu-


" *‘ irlandés. irlanda, patria

“¡niñito tanto a
Sóncl. ruso. Rusia l

India. Indio. casta


diam“ de posgrado. La herramienta nos permite medir
- mmánea cada uno de estos organos, identifi-

___ Filipino. Vietnam. Asia


' terrenos divergen y en cuáles convergen.

Todo su personal hablaba una lengua común sobre teoría


de la modernización: gobiernos nacionales, refonna de.
mocgm'ca, extensión, formaaon y gestion provrstas por el
ierno.. _

ïiïnto, lo que lleva a una mayor producc10n que es cuan-


,, así como la provimón de un nuevo equipa-

titativamente verificable.
1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 19701980-3
Lainvestigación tradicional, limitada por la mera am-
plitud del archivo no digitalizado y el tiempo necesario
23:15:33. hM‘M‘Cbmm es, enlpleo de MALLET' .ro/t war e de analisis tema.
para realizar en él una selección, queda fácilmente apre-

Figura 4.-Preeminmcia relativa de menciones de India. Irlanda y otros te- sada en historias de instituciones y actores con poder
mas en relaaón recíproca, 1880-1980.
que, por ejemplo, caracterizan tendencias universales
del imperio estadounidense a partir de las inversiones

Británico hasta el presenté. Paper Machines ha sintetiza- de las Fundaciones Ford y Rockefeller en pesticidas,

do la naturaleza de debates particulares y sus referencias que es lo que han hecho algunos historiadores. Al iden-

geogm'ñcas, producimdo, por ejemplo, cronologías y ma- tificar temas contrapuestos a lo largo del tiempo, Paper

Machines permite al lector reconocer y seguir momen-


pas espaciales de temas y toponimicos asociados al con-
trol de la renta, la reforma agraria y la asignación de huer- tos particulares de disenso, división y utopismo, cen-

tos familiares También ha mostrado qué archivos escoger


trándose en conflictos entre la industria pesticida y

el movimiento de la Appropriate Technology o entre el


y qué partes de esos archivos enfocar.
Bauer) Mundial y el movimiento dela Teología de la Li-
Paper Machines fue diseñado como herramienta para
bernción sobre prácticas de explotación, por ejemplo.
piratear las burocracias, establecer un retrato de su fun-
eionamiento y lograr un contexto inmediato para los do- láloctura digitalmente estructurada deja más tiempo a

cumentos del archivo. El usuario de Paper Machines Pue' Voces contrafácticas y eliminadas, lo cual recoloca el ar-
de darse el lujo de observar a los agentes de campo, las dm") en la línea de las intenciones de la Historia desde

sedes centrales y los directores generales de oficinas dela iban

QNU, o incluso a los docentes intermedios de la UIIÍVC"


sidad de Wisconsin y de la de Sussex que ofrecían aseso-
“son” herramientas similares pueden ofrecer medicio-
para la Comprensión de cambios a largo plazo en la

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V
Manifiesto por la Ihsturm
4 (ir-amics cucstiunn. lu}; Jam

Historia. desde lo más banal hasta lo mais l‘mlllnd


Las
h et ¡mientas Para comparar informaciones cuan»
ido a cuestionar los relatos convencional»
Google Ngram ofrece una guia aproximada del auge v i:
decadencia delas ideas“. liumanistas como I’ “¡noo ¿“tivas hmdvcnidad. Para Michael Friendly, la visualiza-
retti e historiadores como Bcn Schmidt han sido col-¿bo lei (ielíl mo 6:8 hecho posible la revisión de antiguas

radores decisivos en el diseño (le herramientas para 1.l ción de ¿“És ¡mmm política con lo mejor de los datos

visualización a lo largo del tiempo. En el caso de Moron; teOtÍas de bi: la experiencia del pasado, por ejemplo,

en colaboración con IBM para la producción


del rofgwm,
'
¡“jueggleo de datos actualizados para recrear la fa-
con e temporal gráfica de William Playiair que mos-
ManyEyes para la «lectura a distancia» de g randes Clicr-
mesa send ción entre el precio del trigo y los salarios en
pos de textos: y en el caso de Schmidt, trab
alando junto
con biólogos genetistas en la codificación del toftware de
“bil”;
ln ¿poca
las guerras
e h‘
napoleónicas. Friendly ha pro-
'adores volver a la acumulación de to-
Google Ngram para asegurar que produjera CTOnOlOgías
Babies del predominio textual de determinadas Palabras Pm“ 105- ¿Sion - 1: f u d d 1 ali ta-
dns las [nedlClOIlCS postbles de a e ct a . a men
generación tras generación“.
ción la población y la gobernanza y convertirse'en ex-
Las herramientas de este tipo se prestan a que los estu.

dioses intenten medir conjuntos de cambios a lo largo de pertos en la producción de modelos comparativos de
múltiples variables a lo largo del tiempo : Estas habili-
décadas y de siglos. El advenimiento en los últimos diez
dades también harían de la Historia un arbitro de los
años de proyectos de digitalización en masa en las biblio-
principales discursos acerca del antropoceno, la expe-
tecas y en la colaboración abierta distribuida anunciaba
dencia y las instituciones. _ .
una era de fácil acceso a un inmenso volumen de mate
En Derecho y otras formas de historia instttuctonal, te-
rial de archivo. Conjuntamente con el uso de herramien-
nano en el que la consideración especial del antecedente
tas para sintetizar conocimiento, estos cuerpos digitales

otorga a las respuestas de tongue dure'e un poder pecu-


invitan a los investigadores a poner a prueba hipótesis
liar, más tarde o más temprano este tipo de trabajo se
históricas a escalas temporales seculares“. La naturaleza
vuiincrementado. Las nuevas herramientas que expan-
de las herramientas disponibles y la abundancia de tex-
den la capacidad del historiador individual para sinteti-
tos hacen de la Historia a la vez de lengua durée y de ar-
mvolúmenes tan grandes de información abren la puer-
chivo un problema superable, al menos para las fuentes
¡a I los impulsos morales, ya existentes por doquier en la
latinas posclásicas —cuerpo del que «se puede decir que
dísríplina de la Historia, a examinar el horizonte de po-
es hoy el que a mayor distancia histórica se sitúa entre los
tibles intercambios de ideas en la longue dure'e acerca de
conjuntos textuales importantes»— y para las fuentes de
ll805emanza. Los estudiosos de la Historia del derecho
las principales lenguas europeas que surgieron a partir
momo Se han encontrado con que los métodos digita-
del Renacimiento”.
l“ les Permitieron responder a preguntas a mayor esca-

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v
Mamiiesto por la Historia
4 Grandes cuestiones; hig Jan;

la: Por ejemplo. el Old Bailey Online, que cul cia los pensadores a largo plazo evitan el
iría (-3808
Con frecuen mientas digitales para el análisrs panora-
judiciales ingleses del período. comprendido e
emPl code herra erar que los nuevos partidarios de la
mm 1673
y 1914, la mayor colección de fuentes secundarias de qUe
Era de SZSïiedicaran a analizar rigurosamente los
disponemos en el mundo de habla inglesa: o el proveqo mica ,

denominado «Republic of the Literature», de Colin Wi].


longueddulfïa variedad de disciplinas, en la medida en
datos e
der, que, mediante la digitalización de los textos legales
narraciones sintetizan y entretejen relatos toma»
ue SUS
de principios de la Edad Moderna y el cotejo de la infor.
d distintos sitios. Pero a menudo han evitado los
mación de base textual con un gigantesco mapa de Mim dq, C ' refieren en general construir relatos smtettcos
sociales de profesores y estudiantes de DerechO, se pros
bígd‘iatóhïles a partir de fuentes secundarias. Ante seme-
tra Cl
pone mostrar quiénes condujeron el cambio legal en la
' discordancia entre los objetivos y los recursos, (jue-

¡ante ' oportunidades para un trabajo mas ambicioso


temprana Alemania moderna, origen de muchas de mes
tras primeras ideas de dominio público, propiedad pri-
escala. Hay quienes han oído lallamada a vol-
vada y mutualidad". Esta clase de proyectos ofrece una
ver a la perspectiva panorámica y hay qulenes han reac-
tentadora captación de cuestiones que se extienden en el
donado favorablemente a la promesa del juego de he-
tiempo y el espacio con la implicación de diversos inves—
mmientas digital. Pero pocos han hecho las dos cosas
tigadores y que, por acumulación de la información en
conjuntamente; en otros términos, pocos han aplicado a
una scala de tiempo hasta ahora desconocida, pueden

cuestiones relativas tanto a nuestro pasado como a nues-


contribuir a transformar nuestro entendimiento de la
tro futuro a largo plazo las herramientas diseñadas para
Historia del derecho y de la sociedad.
analizar grandes tesoros de recursos.
En la nueva época de análisis digital, la consigna del

proyecto ñnanciable debería ser la «extensibilidad»,

esto es, la capacidad para responder a estas preguntas:


El auge de los big data
¿fimcionará este conjunto de datos con otras formas de
infraestructuraP, ¿nos ayudarán estos textos a narrar el
En las seis décadas transcurridas desde la Segunda
relato largo, la Gran Historia, a llenar las lagunas que ha
Guerra Mundial, las Ciencias Naturales y las Ciencias
dejado Google Books?, ¿no se trata de una mera exhibi-
Humanas han ido acumulando inmensos tesoros de da-
ción, exclusivamente apreciable por el estudioso absorto
tos cuantificables que raramente son objeto de confron-
en la reflexión sobre una o dos décadaSP, ¿tendrá el es-
tación. El auge del debate público ha impulsado la dis-

Ponibilidad de un número cada vez mayor de datos


temporalmente definidos, que gobiernos, clirnatólogos
y Otras instancias han hecho accesibles en formatos

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Mantiiesio por la Hisinna 4 Grandes cuestiones; Ing data

" ' taria y el ticmpo li-

intercambiables. El mundo requiere autorid , la roducc10n alimen _

ad“ Capa.
ces de hablar racionalmente de los datos en
los qm, es.
plelld‘d wlan]; Se los últimos 12.000 anos con la
tamos todos inmersos, su uso, abuso, análisi bre a k" gg la futura innovación tecnológica y recoge
S Y sima-sie

Esos datos se acumulan a lo largo de décad Wee"? incluso desde la caída de Roma. Se ha pre-
as dC an05.

tigación en apoyo de nuevas tesis, como, p ¡"lo mado" limático como una evidenCia de los
Or elcmplo,
io c .
el consenso académico sobre el cambio c “lado ¿23:15de guerra y paz en China durante mile-
llmático. A
partir de las primeras extracciones de núcl ' ' lsi lo XVII de la causa ori-

cos de hielo
ni“, de la «cmïrïzndiililïicekDaÏfurZU. Ctlimo consecuen-
en la década de 1960 se han venido acu
mulando de
modo permanente big data de los más variados erige, simil! de la gElación de datos acerca de nuestro pasado
nes; luego, unos modelos de base informática han con d‘defl’zgxrofundo, el pasado del medio ambiente
¡unos ' nte humano en su aspecto ex-
vertido los datos reunidos en el ámbito de la meteoro.
¡”me hoy provocativame
logia en posibles propuestas acerca de la manera en que
mm vez que se ha empezado a observar, aparecen por
nuestra atmósfera ha ido cambiando en relación con la

contaminación“.
¿galilea- fuentes de datos históricos que están sin explo-
En las revistas de Historia, el impacto de estas bases de
tar. Las oficinas gubernamentales reunen estimaciones
datos ha sido relativamente escaso, pero en campos veci-
sobre energía, clima y economía para largos periodos,
nos, los climatólogos y los físicos atmosféricos han tabu-
Así, la US Energy Information Administration publica
lado bases de datos globales para el siglo XX, que son un
muManlbly Energy Review que se remonta 3.1949' Es-
retrato del incremento de las sequías y las inundaciones
mublu de consumo de energía han SlClO analizadas por
en todo el planeta a lo largo del siglo”. Hay estudios es-
diranólogos, pero con mucha menos frecuencia por his-
pecíficos que muestran cómo han respondido las granjas soñadores. Los datos oficiales sobre poblacion, balanza
y los granjeros de Suiza, Holanda o la costa atlántica de
dit-pagos de los gobiernos, deuda externa, tasas de inte-
Estados Unidos a lo largo de los siglos a la extinción de hu-
¡by de intercambio, emisión de moneda y empleo son
medales, la aparición de inundaciones y los cambios en (¡nados de las informaciones de los gobiernos de todo
las cosechas de maíz y otros granos por la influencia del elmundo por organismos de gobernanza internacionales
aumento de temperatura"; han experimentado incluso Game UNdata y Euromonitor International, ademas de

con bases de datos que establecen correlaciones entre, ¡municiones de bases de datos privadas, como IHS Glo-

por un lado, un abanico de respuestas culturales y socia- bdíhlight, que luego los ponen a disposición delos in-
les en la Historia y, por otro lado, momentos de cambio Wes. El FMI ha recogido estadísticas financ1eras
climático global”. Un artículo de la revista Environmen- ¿“NOS los gobiernos del mundo a partir de 1972“. La
tal Innovation and Soa'etal Transitions compara la com “elogia, la Climatología y la Economía se han ocupa-

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V
Maniliesto por la Historia
4 Grandes cuesuones; big ¿lam

do de analizar los datos gubernamentales reu


nidos Para ¡”formación —así designada por primera vr: en el
grandes escalas temporales”. de ll
62 y definida como. «era» cuando los go ¡erglos
Tradicionalmente, los historiadores han sae ¡ño 19
ado ¡“(mcg , mienZO a un seguimiento regular de sus. po a»

provecho de estos flujos de datos, pero eso dieron CO condiciones medioambientales mediante la
puEde estar
cambiando. A medida que los historiadore
S dirigm la doncfd}; :Ïdatos sobre la erosión del suelo. el clima‘ la po-
mirada a períodos cada vez más prolongad
os, los datos
taco? el empleo- ha culminado. en el siglo XXI. en la
cuantitativos reunidos por los gobiernos d
Urante sigloS bladïlaïzión de datos de gran calado historico”.
mgmdas con suficiente frecuencia a lo largo del tiem-
comienzan a ofrecer mediciones important
es Para mcg.

trar cómo las experiencias de comunidad y


0P0rtunidad sas grandes cifras esbozan la forma del cambio bás-
pueden cambiar de una generación a otra.
En nuestros días hay superabundancia de datos cuand.
aca, de los variables contextos de consecuenmasátol o
lo cual los observadores encerrados en cada una leEas
tativos disponibles, material con el que era muy difícil o
disciplinas raramente con51deran de forma con1unta. s-
completamente imposible contar en la década de 1970‘
tosdatos cuantitativos han comenzado a ser superabun-
cuando la Historia experimentó por fin un giro cuantitati.
dama y ofrecen interesantes horizontes para una nueva
vo. El historiador que trabaja hoy puede hacerlo con ma-
escuela de análisis cuantitativo. Sin embargo, muchos de
pas que superponen décadas, cuando no siglos, de rutas
esos datos sólo han sido evaluados en relacron con el
de comercio internacional, crecimiento de la población,
presente, de acuerdo con breves escalas temporales de
ingresos medios, precipitaciones pluviales y condiciones
hallazgos económicos acerca de tendencias rec1entes.
meteorológims”; puede hojear un atlas del comercio in-
Los primeros destellos de una revoluc10n en el uso de
temacional de esclavos basado en uno de los grandes pro-
datos macroscópicos para observar la visión panoramica
yectos digitales sobre la longue durée, el Trans-Atlantic
empiemn a dejarse ver en el horizonte de ciertas univer-
Slave Trade Database, que acumula información sobre
sidldes de investigación del mundo en las que el interes
unos 35.000 viajes realizados entre el siglo XVI y el XIX para
¡”dos datos oficiales de los gobiernos ha impulsado un
transportar a más de 12 millones de personas esclaviza-
murgimíento de la cliometría, que se refiere al estudio
das“. Con el empleo de Google Earth puede separar trans-
¿Climatoria (encarnada en Clío, la musa griega) a tra-
pareadas realizadas a partir de mapas del siglo XVI al XIX "ü dt la historia de temas susceptibles de cuantifica-

que muestran el crecimiento de Londres. Para cualquí":r


¿611, como la riqueza, los bienes y servicios gravados y
estudio, sea cual fuere su magnitud, los datos que consu- WO?) y la población. Esta escuela se puso en boga
tuYen el trasfondo de nuestro trabajo son hoy abundan“ mhdécada de 1970, cuando historiadores como Robert
Aún no se ha interpretado más que una pequeña can-
F°5d Y Stanley Engerman compararon la pobre alimen-
ridad de los datos acumulados en nuestros días. La edad “¿ión de los trabajadores fabriles del norte de Estados

178
179
v
Manifiesto por la Historia
4 Grandes cuestiones, big Jara

Unidos con la de los esclavos del sur del pais v [Mi


re los hombres sin empleo durante la. (iran
la ron
esas cifras para sostener que, para las Victimas d il]I ¿smc S°bsl
también volvió a recurrir a tesoros olvidados
pectivas sociedades, el capitalismo era en realid. “S reg. bcrnamentales. La complementaCion de los
que la erclavííud en función de la cantidad d dd Peor de datos g“
e alimento - “o; oficiales de servicios selectivos con los registros

que consumian un obrero y un esclavo. Las c


ifras de Fo. leo le permitieron medir tendenCias en (iincinna-
gel y Engerrnan eran muy discutibles, lo mismo (lean? ¡e dos décadas y enterarse de que a los hombres
sentido en el que podía considerarse la esclavitudque e] ud”? en barrios segregados les iba en realidad me-
jor» o «más racional» que el mercado, y tal vez debfzne' gue “wz-¡1105 que vivían al borde de la integración“. Este
Er ‘13: ¿"uniones ilumina el modo en que un nuevo giro
esa hnpredsión del argumento, la cliometrí l o a
a desapareció

poco despues“.

La microhistoria que salió victoriosa de esos deb


¿dmtivo agrega sutilezas deexperienCia y pertenen»
Chacín], todo ello teorizado ba]o un giro microhistorico
era —ya lo hemos visto- en todo caso excesivamentea;es

updo ala disponibilidad de conjuntos de datos a largo


cmpulosa en su interpretación de las experiencias e:
persona como guía para la interpretación de la esclavi. ¡afuera de los departamentos de Historia, sin embargo,
md y el capitalismo. Proscrita por sus defectos, la clio.
,3 ¡brigan ambiciones a una escala mucho mayor en re
metría no se integró en la formación de posgrado de la
hdón con estas bases de datos. Desde los años setenta,
mayoría de los estudiantes de Historia o de Economía
think-mit sin fines de lucro, como Freedom House,
durante cierto tiempo. Pero en una nueva época de big
Thelntermtional Research and Exchanges Board (IREX)
data, la evidencia disponible es más rica y reúne informa
yln Rand Corporation, han subsidiado los esfuerzos de
ción de mayor cantidad de instituciones que antes.
politólogos para reunir bancos de datos que rastreen si-
El número de factores cuantificables como guía para
camiones características tales como «paz» y «conflicto»,
hacer Historia es en la actualidad otra vez abundante v
«dunocracia» y «autoritarismo», o «libertad de prensa»
mucho más sensible que nunca en materia de cuestiones
y «derechos humanos» en todas las naciones del mun-
de clase, raza, identidad y autoridad. Tras las huellas de
do”. Desde finales de la última década del siglo XX, algu-
un giro cuantitativo más antiguo, los historiadores que se
nas deestas bases de datos han incorporado información

basan en datos, como Christopher Dyer, han retomado


¡“11130131, recopilaciones de seguimiento de aconteci.
al empleo de registros de archivos públicos testamenta- "¡lamas relacionados con la expansión de derechos que

rios de la tardía Inglaterra medieval para demostrar la Ibarean desde 1800 hasta el presente”. Si bien algunas

extstencia de una actitud de atención a los pobres y de dem bases de datos son personales o privadas, hay
sostenimiento del bien común". Cuando el historiador otras que Pueden ser compartidas, y el hecho mismo de

Thomas Maloney se dispuso a estudiar el impacto del ra-


“¡‘19th ha generado innovación en el modo de

180 181
Manifiesto por la lllstorm
4 Grandes cuestiones; big dani

comprender estas variables. Los big data también We»


den impulsar el enfoque hist anales sobre granjas con los datos sobreb:
órico de la naturaleza de la suba-ni!“ férico, la Historia nos permite compro
desigualdad. Los historiador es economicos y los s (¡51‘90 “995 del cambio material y la experiencia hu-
0Clólo.
guimiento de la d ' h inm‘íï: el cambio climatico ya ha ido creando dife-

uchas naciones WyCO_ adores de perdedores.


“mlimgsj;gdaenestos esliudios son inmensas. ln-
“mphïll: aparición de los datos a gran escala, ya
du” mm rtya Sen había establecido una correlación

una? superiores de democracia y evitación de


mhmbmmmsï. Pero más recientemente los estudiosos que
1 big data han utilizado índices históricos de de
mmm: e índices proporcionados por la OMS sobre
modules, esperanza de vida y mortalidad infantil
mmblecer un patrón que Vincula democraCia con
¡bd-mkexpetiencia de la mayoría de las nactones en
¿mdd siglo xx”. Diferentes tipos de ¡datos propor:
Marciaciones que ponen de manifiesto en que
merma buena vida y demuestran que las relaCiones
Mad con particulares condiciones de salud
ambien radicalmente en un siglo”. Los datos tambien

Wim cuán diferente puede ser la experiencia de la


Hilda entre un lugar del mundo y otro contiguo, como
Wen regiones agrícolas donde la productivtdad del
monzón en la última parte
del siglo XX”. LOS mapas que superponen perturbacio- “live produjo una generación de adultos de baja esta-

nes medioambientales y acontecimientos humanos po- “mundos para el rato de su vida por la malnutri-

nen de m
anifiesto cómo están respondiendo los seres
MM agregados históricamente en el tiempo y en el
humanos al calentamiento global y a la elevación del ni- Wb‘ldata pueden señalar los riesgos de desigual-
vel del mar. En ciertas zonas de los Países Bajos, la eleva- “humildad de sistemas de gobernanza y de merca-
ción delas aguas ya comenzó a cambiar el patrón de cul- “alimen comihlc la vida para todos.
tivo aSrícola hace doscientos años”. Al cotejar los datos ‘Wílcmuestran estos trabajos es que estamos mun-
Méritos: sobre la democracia, la salud, la riqueza
182

183
'
¿I G r andes cuesuonoi W da“
Manifiesto por Ia Historia

' lico n
o se enterara. Se trata de los

y la ecología; datos de muchos tipos. Los d cisamcnte


alos Lille Sc
. - que el p: tc)hivos que no esperan pm

r nstruir
evalúan, de acuerdo con el antiguo ordena
miento,
. oscuros, ' adOÏ sino que CS menester CF d o

rccen

en
en diversos

Politología o
espacios

en Relaciones
separados: los

Internacion
d
e democraqa
:ïgdd investlg de lo que ha sido desclaSi ica O uta
alas, los de sa- .

de la led , ' data pueden aYUdar


a

¡rra! O'Tarnb‘enm; extenso y mas profundo acerca


" a [11,105 blg ,

lud en Sociología o Antropología y los


de ecología En
Geociencias o Biología evolucionista. P ' mini o ’ ué.

ero los científi-


atun 'd,cuand0YP°’q .
cos que se dedican a los

prender que los diferentes tipos de dar OS


datos están em
pezando a Com. ïïnm ha desapal'CCÍdi‘: de tal manera los archivos que
deben enten‘
En]! -- ¿l poder, los historiadores son qui . _ "canes van

dcrse en su recíproca relación histórica. La contaminación


Wilma "d ’ una red de internet
por aerosol y el cambio en el patrón de los monzones tie.
a
“ha'anotol’
Ma comellïsifi Cïción» , diseñado
de desc ' d
para
no
nen relación causal entre sí. Lo mismo ocurre con la ele.
llamo - informes no publica os o
vación del nivel del mar y la migración de lo (Fc al úbhco a rastrear d l Esta-
“ud” p artamento de Estado e os
s agriculto-

res. Todos los datos están unificados


por la interacción a dos del De? . , _
lo largo del tiempo.
W ' ha utilizado debe
“Unidos Lasrécmcas que Connelly ' ' distancia
d inf
e orm
ü que
Este tipo de manipulación creativa de los archivos nos

ofrece datos que la mayoria de los economistas y los cli- MMM]? una kawa a cer úblicamente.
mb“ sid o si q mera ' dados
" a cono
d p
eladounenorme
matólogos jamás sospecharon. Cuanto más se expandan,
W" e, su investigaCion ha esv
sc critiquen y se examinen históncam ' ' clasificados desde

ente los datos, más


mmdnmero de archivos des d' da el o
posibilidades habrá de
que surjan nuevas y reveladoras

:Ïgmegtatiounidens:iglantes que clasifica; documentos


' M adel'opasado.Enesa eca , g -

correlaciones.

equinos ue se consideraban extrema amente semi-


Archivos invisibles
Huhbidolit los individuos o los proyectos en ellos men-
¿(Im comenzó a retraer automáticamente del acceso

Uno de los trucos particulares del historiador es escudrí- Mpmgramas estatales completos. Con la aplicamon
ñ” en el aPintado de papeles marcado como «No LEER» khrtémia de colaboración abierta distnbuida frente a
¡nativas a las solicitudes que se formularon al ampa-
para averiguar lo que la mente oficial ha ocultado. Tam
bién esta táctica está resur ' “Mili-¡cy por la libertad de Información, el motor de
Mfudón pudo poner de manifiesto el silencta-
“¡Mode los archivos durante décadas“.
BMW“ de las ONG, con el tiempo el flujo de datos
canales fue complementado por otras muchas

184

185
Manlllenin [INI la “¡storm
4. Grandes cuestiones. Ing data

bases de datos «le experiencias humanas y (ly ¡”mm i.


r aísos fiscales, esos refugios internacionales
i . a los
los pa mo in divíduos Como corporaCiones deswan los
nes. lo cual fue posible gracias al poder (le internet
a .,
la colaboración abierta distribuida. lil uso (le ¡“(clara
moi :ucéidos obtenidos en los estados-mamon, sobre lo cual
en
para reunir y compartir datos de diversas fuente dista Nicholas Shaxson ha escrito una historia
s lla
el 96110 del siglo xx con su Treasure Irlands, Publica-
dado origen también a nuevas recopilacinne S de datos

realizadas por grupos de activistas no guhcr


Preliminar 41
namenlales 2011 . ‘
que vigilan la evolución del capitalismo. dos: momento, los datos recopilados en este tipo de
Efectivamente, los científicos sociales llevan genera.
banco! sólo cubren un breve tramo de la historia, pero
ciones compilando sus propias bases de datos, pero sólo
¿man por las aportaciones que podrían realizar los his-
a partir de finales del siglo XX muchos de esos bancos de
¡criadores capaces de seguir la huella de la inverstón ex-
datos han sido informatizados e incluso se han hecho
mujer: en la propiedad inmueble poscolonial, tema que
compartibles”, El resultado es una generación de bases nos rctrotraería a la historia del nacionalismo económico

críticas de datos tanto respecto de los estados-nación


en las décadas de 1940 y 1950, y ala repentina inversión

como de las corporaciones, lo cual proporciona testimo-


de esas leyes en la última década, cuando naciones como
nios para historias alternativas del presente. En 2012, Rumanía, Bulgaria e Islandia han abierto la propiedad
cuatro universidades de investigación alemanas se unie- inmueble a la especulación internacional por primera
ron con la International Land Coalition para empezar a vez en medio siglo.

reunir información sobre el casi invisible «acaparamien- Los archivos oscuros y los archivos de elaboración co-

to de tierras» en todo el mundo como consecuencia dela munitaria hacen patente cuánto pueden ofrecernos los

movilización del capital financiero“. En la era de los da- datos a gran escala para la confección de un retrato del

tos podemos hacer visibles incluso esas historias que ni presente, esto es, qué es lo que nuestro gobiemo consi-
los estados ni los inversores querrían que contáramos. dera "WO, adónde se dirigen las inversiones y cuál es el

Lo que vale para la International Land Coalition vale destino de la justicia social en nuestros días. En combi-

probablemente también para muchos otros grupos: en la nación con otros tipos de herramientas de análisis del

era de los big data, una actitud activista consiste en reu- Puedo, incluso el análisis temático y otras herramientas
mir información sobre un fenómeno invisible para los 3°" que ya hemos analizado, el análisis digital comienza a

biernos tradicionales y emplearla como herramienta en ofrecer un inmenso juego de herramientas para gestio-
nar la Historia cuando el volumen de papeles que hay
sí misma Para la reforma internacional. Bases de datos Sl-

milares existen en Wikileaks —el famoso tesoro de ¿OCU' gue le“ es sencillamente excesivo. Ya no estamos en la
W dela sobrecarga de información; estamos en la era
mentos nacionales desvelados por reveladores [de S;
en que nuevas herramientas y nuevas fuentes están em-
Cl'CtOS (wbistleblowerr)— y en Offshoreleaks, la hs” e

186
187
Miuultrsm pm lu llislmm
4 Grandes cuestiones. hu ¡lau

pczundo u rlcscntriu‘iur inmensas ir


amas temporales g ¡ensíón del futuro. En efecto. cambian nue-s
bre las que hasta ahora se habia pasado e
n S'lk’ncio.
. .0.

num” compión de las POSibilidades del urbanismo sm


lis preciso resguardar lu evidencia de
l desplazamiento “¡comprgï'lïa desigualdad en los últimos siglos: ayudan
y la eliminacion. porque es lo más frágil y 1 teuiblef’ ¡e a los ciudadanos a comprender la trayecv
U qUe más
probabilidades tiene de desaparecer en - ¡los latvlstlseïpecúvos gobiernos y a interpretar la eco;
cualquier ¡“Cha
economica. politica o medioambiental I toria de susdial Todos estos medios para hacer Historia
{ace Unos
los activistas de la biodiversidad crigie

un monumento en memoria dc las espe


“Í” e“ Inslaterra mi: us; decisivos para dar sentido a los aconteci—
cres perdidas, m. undialcs en el presente y representan una tec-
nocidas y desconocidas. que se extinguíerun a causg d I

cambio climatico de origen humano“. Incluso es posible


“¿(152)1158th para diseñar el marco de referencra
DO

de un futuro a largo plazo.


recuperar repentinamente antiguos archivos para ilumi-

nar grandes relatos sobre acontecimientos de extinción

como ocurrió con las colecciones de Historia Natural del

¿Cómo debanos pensar, por tanto,


siglo XVIII que reunieron los naturalistas que trabajaban
acerca del futuro y del pasado?
para la Compañia de las Indias Orientales y otras que

utilizaron los ecologistas para reconstruir el patrón de


la digitalización por si misma no basta para. disipar la
las extinciones que caracterizaron al antropoceno". Ne
bum de los relatos y la confusión en una socredad divi-
cuitamos bibliotecas repletas de información sobre plan-
didapormitologías en competencia. Es necesario ademas
tas, animales y pueblos aborígenes, desahuciados u olvi-
alzamiento prudente y sensato de los posibles datos; es
dados. materia prima de archivos oscuros de relatos que
preciso esforzarse por distinguir y promover mterrogan-
se querría muy conveniente olvidar. La preservación yla
m sintéticos y significativos que abran a su vez el hon-

reconstrucción de bases de datos en nombre de desafíos mate a un nuevo ámbito metodológico.

éticos más amplios plantean a los historiadores de la Cien- En efecto, la capacidad para dar sentido a cuestiones
cia un reto que merece la pena no soslayar. Tales datos nos murales, de narrar relatos persuasivos a lo largo del
proporcionarán un panorama más rico y más participan" MPG, es uno de los desafíos no resueltos que afronta
vo de la gran cantidad de individuos que sufren la de- manana; días la industria de la información. Es sabi-

¡igualdad económica y la devastación medioambiental, así d” que ni Google ni Facebook han tenido demasiado

como de la multitud de manos que han foriado l“ demO-


éxito en la búsqueda de un algoritmo que proporcione

cracia y dado lugar al mundo «moderno». . ¡“mw la noticia más importante de su mural o de re-

Como ya hemos visto, con frecuencia esas herramien- Vistas ¡obre el último año. Pueden determinar que" es lo

tas para iluminar el pasado alumbran también de rebme q“ Blás le ha visto, pero la pregunta por lo más influ-

188 189
Manifiesto por la Historia
4 “¡(mlllllll". hip ¡111/11

yente les ha presentado un reto. Medium s l


cn 2015 hubo de ser adoptado llltlllhíl ¡un
mentación con líneas temporales de acorit a e.th-ri
'ma de inteligencia militar en “marnan a, que
complejos del mundo real, Tarikh KoruquHmIentos
ba alaímellgcnt'líl de este pais sobre la 11.1|qu
(Irunch, y Mor Naaman, de Cornell Unit: . de Tech. asesora ficíales dc otros organismos «lr
informes O
creado un sitio de internet llamado Scene-0 Ïblty‘ han le ' del mundo“. lisos gobiernos, u seinejun/n

en tiempo real el «calor» relativo de diferen?e ebreglstra


biernOS históricos para cuyo estudio fue (llM‘
de Twitter“. Esta iniciativa pone en evidencia IS (¡S/""2! de lOs go

nal? ap leer-enrealidad,demasiadainfomiaut’nitorno
_ P er Machines, producen demasiada dnutnwtr

experimenta el sector privado de expertos e: sed qUe


“con Pïïesult‘ara útil a otros gobiernos nacionales. La
comprender el tiempo, ya sea de la longue a'urp’aces de
de la corta. ec como
iïntïffcación de tendencias históricas que afectaban a
Análogamente, otro sitio que se ocupa de ra 115;“ng fuerzas nacionales de seguridad demostro
acontecimientos, Recorded Future, encuentra sincsibïiair ser vital para poder procesar con ebctencra la mim‘nl‘d-

Cidades y conexrones entre relatos que se concentran en ción oficial.

companias o sectores de inversión particulares, con un En las décadas venideras, tanto los especialistas en
base de clientes de inteligencia y arbitraje corporativd’a
ciencias de datos, los climatólogos y los expertos en vi-
Su consejero delegado, Christopher Ahlberg, dice que];
utilización como el sector financiero saldrán a la bús-
misión de la empresa es «ayudar a la gente a ver todo
queda de las mejores herramientas para configurar el
tipo de nuevos relatos y estructuras del mundo»*°. Goo- tianpo. La Historia tiene un papel importante que de-
gle ha considerado que la habilidad para advertir patro- sempeñar en el desarrollo de normas, técnicas y teorías
nes en los acontecimientos, hallando correlacionesy idóneas para el análisis de bases de datos mutuamente

conexiones —el terreno competencial de la Historia tra- incompatibles allí donde haya un elemento temporal de-
dicional- es una perspectiva tan valiosa que la inversión cirivo para descubrir la causalidad y la correlación. Los

inicial de la compañía en 2014, según se ha informado, expertos que traten de explicar la Historia y las perspec-

llegó a los 8.000 millones de dólares. tivas de diversos programas dc seguros, inversiones in-

Otro ejemplo es el que ofrece la vida del roftware Pa- mobiliarias, ecología o política, necesitarán, sin excep-

per Machines. Este software, creado en 2012 y perfec-


ción, formular preguntas a escala temporal cada vez

cionado en 2013-2014, produjo un reducido número mayor. Todos estos públicos potenciales también provo-

de documentos y una gran cantidad de entradas en WI en muchos historiadores preocupaciones relativas a

la ¡Inplicaciones morales de las formas de [historia que


blogs y tuits de universitarios y estudiantes de posgra
te elaboran para responder a problemas del mundo real
do que reflexionaban sobre su experiencia en el uso de
Y a problemas prácticos.
esta herramienta en la pedagogía y la investigación. Sin

190 191
Manllrcslo por la “¡storm
4 Grandes cuestiones; Ing dd“

Cómo cambiará la universidad la era


era terreno reservado de chamanes, sacerdO-
de los big data munida‘les os Esa perspectiva temporal nos es necesaria
clan ' . , . _

La sobrecarga de. información es una realidad d l teslíïledlda en que tambren deseamos involucrar el pa
l mejor exploración del futuro. '
norma del conocrmiento de nuestros días L e
a eco. oe“ a muchos expertos en la universrdad mo-
os arch¡VOS
del conocrmiento y los juegos de herramienta
S pr Ometen
preparados para afrontar este tipo de
dar sentido a datos oficiales y empresariales q escalas más pequeñas, a veces los
Ue por alle.
ra están fuera del alcance tanto de los in Cl] /
'fonnados para trabajar con datos pueden equi-
como de los medios de comunicación y los
Vestigadores a‘euüficos
ciudadanoS' e
cuando comienzan a hacerlo con big data acrecen-
n el tiempo por la acción de las instituciones hu-
La inmensidad del material que tenemos ante nos

reclama árbitros capaces de ayudarnos a dar Santiodtros ¡ados C0Un artículo elaborado por geógrafos trató de

datos que superan las fronteras del saber especializado Él a mms. ' el público estaba respondiendo a los datos

tos de naturaleza al mismo tiempo económica, ecoló, a


bio climático buscando términos temáticos

y política, recogidos en el pasado por instituciones cf!“


3:56“321153311121?» «chang*» y «adapt*» en la base de
finalidades e inclinaciones han cambiado con el tiemy:S
datos SIS Web Knowledge“. '
Es casi seguro que los big data cambiarán las funciorïesl
¿Produce realmente este recuento de palabras alguna m-
de la universidad. Veremos que la universidad del futuro
fonnadón sobre la prioridad en ascenso del cambro climá-
no sólo necesitará más datos y más rigor matemático
ticoen Estados Unidos? Esta estrategia nunca sería acepta-
sino también mayor capacidad de arbitraje en relación
da en una revista de Historia. Como hemos mostrado en el
con los datos recopilados a lo largo del tiempo.
Capítulo 3, ni siquiera una montaña de pruebas del cambio
Pero hay aún más razones para pensar que la educa- climático reunida por cientíñcos es una indicación del con-
ción universitaria es el ámbito adecuado para la investi- sense público en el mundo externo a la academia. Pero el

gación a largo plazo del pasado y del futuro, y que esa análisis que se describe en este proyecto es problemático
educación debería ser objeto de una gran demanda en incluso en un nivel mucho más perfeccionado. Hasta las se-

un momento en que el clima, la economía y los gobier- ries escogidas excluyen variaciones que dependen del dis-

nos están constantemente experimentando cambios. La curso, como «calentamiento global» y «cambio medioam-

universidad ofrece un ámbito decisivo para la reflexión bicntal». Y todavía más importante es que difícilmente la

sobre la vida de los individuos y las sociedades. En un dÍSCusión entre académicos sobre la adaptación pueda ser-
Vi! corno medida de la acción política en el mundo exterior.
mundo de movilidad, el arraigado sentido de las tradi-
Más elocuente aún es el caso de los datos que los esta-
ciones históricas propio de las universidades cumple la

función del pensamiento a largo plazo que en otras 00' dounidenses utilizan para hablar del pasado y del futuro

192 193
V
Manumn. pm la “mutua
4 Grmdcs arcsnmcs. ing ¿Lim

del desempleo. Esta medida del bienestar


ll ar a (UI lClUSiones estllctas V Sólldas
(:conomjc0 na como para CF. 4
fa!“ 49
:ional circula entre politólogos, cconom
e comunicación internacionales co ,
¡stas Y melllog
¿”n ll5:;dcÍ:(IÏSÏii’jmrituciones que reúnen datos alo lar-

políticamente deseable en tanto orb‘jeïilribugzlura de lo En tiempo, el modo en que lo hacen se perfeccrona y

Pero de acuerdo con Zachary Katabell, analísmr?

ro y acreditado historiador de los indicadores Tamel


(0‘19:
5:; de una generación a otra. Cuando Freedom ¿{cursa
fmdada en 1941, comenzó a construir su ase e
que medimos nuestra sociedad, el modo en que hONgbm la paz, el conflicto y la democratización, el cri-
mos las medidas del desempleo está cargado de r . .-
6'?“ka que a on'entaba enfatizaba la libertad de
m Mas despues, se elaboró un patrón muy disnn-
cios de pensamiento a corto plazo. Hay muchos (¡mi

trabajo que el concepto de desempleo, tal como se dos medidas de democracia y autocracia del Polity
rrolló originariamente bajo el New Deal, no comida:-
Educa lo relativo a instituciones. Ese cambio en los va-
como tales; así, fiel a los prejuicios de su tiempo, excluv:
bra de la pomelogía significa que la medición de la de-
de la categoria de «empleo» todo el trabajo domésu'lco
W que hacen la Freedom House y d Polity Project
que, cuando un agricultor urbano da comienzo a un pro.
m igualmente útiles, aunque tiene distintos fines”.

yecto empresarial, realizan las mujeres que optan por Shcmbargo, en otros campos, lo anticuado de las medi-
ocuparse de sus hijos o sus padres en lugar de buscar un dmpuetk ser musa de graves dificultades enla utilidad
empleo en el mercado de trabajo. Esto también repre- delosdamsen general No sólo las medidas del empleo, el
scnta un horizonte peculiarmente cortoplacista para mc-
“adaptados de consumo (IPC), la inflación o el pro-
dir el bienestar económico o determinadas metas de or- ¡han interior bruto (PIB) se calculan sobre la base de
den económico. Puesto que ninguna institución ofrecía armo estilo de vida anterior al horno de microondas,

una estadística de «desempleo» comparable con nues- sinoque tal va sus teorías y supuestas leyes también sean
' de los antiguos prejuicios que aún albergan viejos

tras propias medidas anteriores a 1959, muchas «supues-

tas obviedades» acerca del éxito o el fracaso en una elec- lrktócratas y presbíterianos. De acuerdo con Karabell,

ción presidencial resultan falsas, dice Karabell Estas ¿úuum món por la cual las instituciones financieras

obviedades aceptadas incluían la creencia, repetida en dem tiempo están abandonando por completo las

casi todos los ciclos electorales, de que ningún pmidcn' ¡minima eoonónúoas tradicionales y contratando mate-

te estadounidense podia ser reelecto con una tasa de mehbïmiadores para elaborar «indicadores a medi-

desempleo por encima del 7,2%. Tales ficciones «sr ba- (bw “‘15 diam algo más acerca de cómo vivimos ac-
san en apenas más de cincuenta años de infonnmóm

Hana; navegado por el futuro embarcados en núme-


escribe Karabell, quien muestra que este horizonte tem-
n’ pero es posible que no hayamos prestado suficiente
poral «es sólo una fugaz irregularidad sin entidad SUE‘

194 195

A
Maritimo por la llisturu
4, Grandes cuestiones. ing dara

atención al momento en que esos número


S. tuviemn On. s historiadores ya han entendido. En una

gen. Es esencial que una sociedad de la i ¿ricas que lo


nlOl‘madón Cu los servicios de inteligencia, el sector finan-
ros datos‘proceden de diferentes momentos ten »
ctivistas podrían aspirar a interpretar los
tros de información que esten bien preparados patria arbl.

con el tiempo. Sin embargo, los climatól Operar ¿“mientos a largo y a cortoiplazo que construyen
0808 v los e
“¿no mundo, los histonadores tienen mucho que otre-
. . , . . c

¡msnm continuan analizando el cambio en el Ono.

preguntándose por su sentido sobre la base detlzmwd


Zar. Si los departamentos de Historia preparan diseña-
dores de herramientas y analistas de big data, están listos
panorámica de la Historia, comprendida la caída dzlsioil
lizaciones como la romana y la maya, normalmente para formar estudiosos en la avanzadrlla de la produc-
ción del conocimiento dentro y fuera de la academia.
terrogarse en qué medida nuestros datos acerca de Cal;
Las herramientas particulares de la Historia para sope-
una de ellas tienen origen en élites que denunciabanj

sar los datos han de cumplir diversas condiciones: adver-


democracia como fuente de descomposició a
ú; el sesgo institucional en los datos, tener en cuenta el
los impenos posteriores que proclarnaron su victoria’2_
. . . n SOClal O en

origen delos datos, comparar diferentes tipos de datos,


En una época amenazada por la sobrecarga de infor- resistir la poderosa atracción de la mitología heredada y
macron, necesitamos una interpretación histórica de los
comprender que hay diferentes clases de causas. Los his-
datos que nos abruman, tanto de los registros oficiales
toriadores también han estado entre los más importantes
de empleo, impuestos, propiedad de la tierra y del agua
intérpretes, críticos y escépticos en lo que atañe a la in-
corno de los registros no oficiales de los archivos oscu-
vestigación del modo en que «la mentalidad oñcial» de
ros, la experiencia cotidiana y las voces reprimidas. la burocracia reúne y administra los datos de una gene-

ración tras otra. La tradición de pensar en el pasado y el

futuro de los datos puede remitir a la historia delas pro-


Guerra de expertos fesiones de Harold Perkin, o incluso antes, al trabajo de
Max Weber sobre la historia de la burocracia”.
El arbitraje de datos es una tarea que seguramente lide- La obra de estos autores ha mostrado con rotundidad

rarán los departamentos de Historia de las principales que los datos de la burocracia moderna, la Ciencia e in-

universidades de investigación, pues requiere unos ta- Cl1150 las Matemáticas se alinean de modo consistente

lentos y una formación que ninguna otra disciplina W con los valores de la institución que los ha producido.

see. En parte, esta tarea implica una inclinación especia-l Elm a veces responde al prejuicio de una región en par-
“mi” que financia la mayor parte de los proyectos,
por la interpretación del pasado que los historiadorth6

han abrigado en todo el mundo. Muchos de los dilemas como ha ocurrido con el American Army Corps of Engi-

acerca de qué datos tenemos en cuenta son cuestiones


neers;en otros casos, responde al prejuicio del propio

196 197
Manmcslu por LI “moria
4 Granda cuestiones ¡ng “¿zm

democracia o la civilización estadouni-


adas a imponerse a las demás.

una época en que los big data parecen su-

encerrados en nuestra historia, que


Serír que “tamos
mino depende de estructuras mayores que nos
nueStI‘O C Por ejemplo‘ «WOmen and the Plough», un

Prïccildjzbbre economía de una prestigiosa revista, nos


É; que los roles modernos de género han estructurado
diferentes. Se trata de habilidades que a nuCSÜ' as preferencias desde la institución dela agricultu-
egunta: «¿Estaba la riqueza de las naciones

san Por alto en la formación de ' menudo se p a- ya”. Otro Pr _ . , .


la lectura de secuencras de generación temporal de d t
. otros tipos de analistas-

, ¿ete minada en el 1000 a. La Biologia evolucro-

nista de modo muy semejante a la Economía, también


heterogeneos es una especialidad del historiador a os ha sido un campo en el que la abundancia de datos sólo
La critica de la mitología recibida sobre la Historia s
se ha leído con la mirada puesta en una o dos hipótesis
conoce como «metanarrativa». Desde la década de 1960e

acerca de la acción humana. La culpa se achaca a los se-


gran parte del trabajo de la Filosofía de la Historia se h,
res humanos como especie, ya se trate de la agricultura,

centrado en la manera en que el historiador obtiene un: ya del descubrimiento del fuego. A nuestros genes se ha
perspectiva crítica de los prejuicios de culturas anterio-
acusado de nuestros sistemas de jerarquía y codicia, de
res, incluido el prejuicio de que las perspectivas prota»
nuestros roles de género y de la propia explotación del
tante, blanca o europea fueron siempre las más avanza-
planeta. Sin embargo, los roles de género y los sistemas
das. El escepticismo con respecto a las reglas universales
de jerarquía muestran enormes variaciones en la historia
de ascenso es una herramienta vital para interpretar el
humana.
pasado y el futuro. No hay, por lo que la Historia puede Cuando ciertos estudiosos hablan de esta guisa acerca
enseñamos, ley natural que pueda predecir el triunfo de de reglas inamovibles heredadas de nuestros antepasa-
una raza o una religión sobre otras, aunque sí es cierto dos cazadores-recolectores, es posible que olviden, per-

que hay dinámicas más restringidas que guardan correla- suadidos por el volumen de evidencias acumuladas, que
ción con el auge y la caída de instituciones particulareS su teoría, traducida Vía Dai-Win y Malthus, sigue siendo

en momentos particulares, como, por ejemplo, el acceso en esencia una filosofía para la cual una tierra inmuta-

a la tecnología e infraestructura militares en una escala


ble dio a todas sus criaturas, incluida la humanidad, pa-

sin precendente”. Este escepticismo aparta a los histo- trOnes de acción estables que éstas desafiaron peligro-

riadores de los propulsores de los fundamentalismOS 55‘ samente. En el mundo del biólogo evolucionista y del

198 199
Mmmm-sm por Li “mom

' ' al de la Economía, al concentrarse en e]

economista neoliberal parece evaporarse la Msi,“


ha descuidado el problema de la
dc escoger y acariciar multiples futuros. Sc (rat; ¿[lidad n a modo de conclusión- los

ciones rcduccionistas acerca de nuestro pasado e {lo ompleto en la recogida de


nuestro futuro, sólo que disfrazadas de teorías bay de
¿“adores n " e modelos matematicos, a me
. ¡m , , .

en datos. El historiador advierte que también ellas Sad,“ o en la co ' los problemas subya-

anticuadas. estan

En otras ocasiones, el relato repetido nos ¡mm e

bre cómo gobernar nuestra sociedad y tratar a otra: So-


rtamentos de Historia, pocos investi-
sonas. Cuando los economistas y los politólogos halïler.

de límites maltusianos del crecimiento y explican an reparados para poner a prueba las con-
¿adores 6:51" P topic campo en confrontaaon con las
hemos sobrepasado la «capacidad de carga» de nuez:
dusíones e su P
e la universidad. Los biólogos
planeta, los historiadores reconocen que no están repí—
que se han forjado fuera d
tiendo un hecho probado. sino un argumento funda-
se ocupan de Biología; los economistasnde lïccpnomfja.

mentalmente teológico. Los economistas modernos han


Pero los historiadores son eau siempre historia cres e
eliminado de sus teorías la imagen de un Dios arbitrario
algo y se reconocen a Sl mismos en el cuestionamiento
pero su teoría de la Historia es básicamente la de comían: del origen y la legitimidad de los datos, incluso (o sobre
zos del siglo XIX, según la cual el universo está diseñado todo) si vienen de otro historiador. En la I-Iistoria tradi-

para castigar a los pobres, y la experiencia de los ricos es cional, la causalidad múltiple se encarna en la estructura
una señal de su obediencia a las leyes naturales". En la aristas de los departamentos, de tal modo que un estu-

actualidad, los antropólogos pueden señalar la evidencia diante de Historia tiene experiencia de muchos aspectos

de muchas sociedades, tanto del pasado como del pre- posibles de la Historia y su causación a través de las cla-
sente, en las que las divisiones de clase no se expresan en ses de Historia intelectual, del Arte o de la Ciencia, te-

términos de expulsión y de hambruna”. mas que reflejan una realidad forjada por muchas ma-

La realidad de las leyes naturales y el predominio de nos. En la actualidad, casi todos los historiadores tienden

a fusionar estas herramientas; por eso son historiadores


patrones no obligan a los individuos a ningún destino en

particular, pues queda en sus manos la capacidad para que se ocupan de la experiencia social en un contexto

escoger, encarnada en la acción individual, que es, entre


emlógico de ideas intelectuales y política diplomática. En
muchas otras, una causa funcional a la creación del futu- otras Palabras, si se ocupan de los dos últimos siglos, ma-
ro. Pero no es así como razonan hoy muchas disciplina
Dejan la e"Perimcia registrada de gente perteneciente a
la dime obrera, habida cuenta de un desastre ecológico,
Como ha concluido Geoffrey Hodgson en su análisis de
Y conectan con lo que dijeron los abogados e hicieron los
la Economía moderna como disciplina,

200
201

A
Mirmllcsto por l.) Historia 4 ( l
I'lllll('\ 1 ¡irslium a, Ivy ¡lu/ii

rían hallarse en la vamunmlm


políticos. Estos historiadores modernos riadores debe
—observa el his Los histo
toriador James Vernon- trabajan como mí > d esA de nuevas metodologías para invcsn
a Or lnivelglobal.(Lornominltno.de
' ñ

dcrlïr‘rllcsdio social cn e
O «Para
escribir una Historia de la modernidad globïllm
‘ plural En

sus causas y singular en su condición»hl p a


ar y contrastar, por un lado, las búsquedas
onen en lil bm co ¿ir adas en palabras clave. los documentos
misma página los datos sobre desigualdad ' as . _ w

‘ politica y

ecosistemas, y reducen el ruido masivo a u“ noticias de los medios dc comunicacion y,


relato Cau- bocas y
a - las

- ' ' ‘ - los datos climatiios,


4 . . A _

salmente complejo“. ‘ onomlcos y ,

s informes ec
retro, lO
En un mundo de big data se necesitan a
nalistas foma, cmduso as“
, j

'05 de bits electrónicos abarcan. en gran


búsquedas agregadas por palabras clave y

dos en la comparación de conjuntos dis


cretos de datos
incompatibles, cuantitativos y cualitativ “mi Euos uiexto público de nuestro tiempo. l.os his-
os; palabras so “aida, d conlos revisores ideales de herramientas digi-
bre emoctonesen registrosijurídicos; un juicio sobre el

cambio climatico en oposición a las actitudes u l ¡omdoresoïgrm o Paper Machines, los críticos que
mentalidad oficial o la de los empresarios mantieiiee

relación con la naturaleza. ¿Quién puede infonnailnzn


a
:Ïdïtzecir de dónde vienen los datos, a qué pregun-
m pueden responder y a cuáles no.
acerca de las diferencias entre los tipos de racionalidad

que se emplean en los debates sobre cambio climaitico

los que se emplean cuando se habla de desigualdad?


¿Son Renacimiento de la universidad de investigación...
relatos realmente irreconciliables?
Con enfoque ético
Sin las teorías de múltiple causalidad delos historiado-

res, predominarían el fundamentalismo y el dogmatis- Latmétodoi para la gestión de los big data como series
mo. En el marco de esta comprensión empobrecida dela histórias de acontecimientos todavía son nuevos. Nece-
Historia, dificilmente habría lugar para más de un único sinmos herramientas para comprender el impacto cam-

futuro imaginable. Puesto que sc supone que somos bimtede ideas, individuos e instituciones en el transcur»
criaturas predeterminadas por un pasado antiguo —sigue sodel tiempo. Necesitamos universidades para formar

el relato—, nuestras elecciones se reducen o bien a una estudimtes capaces de convertir los big data en Historia

futura catástrofe medioambiental o bien a un gobierno de league dure’e y utilizar la Historia para entender qué

de élites autoproclamadas, ya biológicas, ya tecnológi- datos son aplicables y cuáles no.

Si los historiadores retomaran ala lengua durée en lu-


cas. Al plantear la cuestión de cómo hemos aprendido a

W de ignorada o de tratarla simplemente como clemen-


pensar de distinta manera que nuestros antepasados nos
¡0 ¡“33581, ¡e cncontrarían en la situación de críticos de
separamos del uso acrítico de los datos y las teorías que
l“ múltiples tipos de datos que hemos resumido aquí;
reunió otra generación con otros fines“,

202 103
Manmesm por la Historia
4 Grandes embriones; Ing data

1 ue constituye un buen relato de lrmgua du-


acerca df Occias habilidades archivísticas del mlCIOhlSIO-
, om

ree , de C ¿en combinarse con las amphstmas sugeren-

ruido! l; ofrece la visión a gran escala. En la era de las


. ue

das qu

hwmgajadgufggt: siglos se convierte en parte del


- e durée, en que ia experimenta-

Fic" ríe hznamientas de todo estudiante de posgrado,


Esegcïmversaciones sobre. el público idóneo y 1:; aplica-
ción de exámenes históricos a gran escala pue en con-

vem'ISC en parte del tejido estructural de todo departa-

mmm de Historia. Para recuperar su papel como arbitros

y sintetizadores del conocumento del pasado, losbisto-


¿adores deberán ser indispensables para el analisis de
los datos de los antropólogos, los biólogos evoluaonis

tas, los neurocientíficos, los historiadores del comerme,

los especialistas en Economía histórica y en Geografia


que enfoquen críticamente los big data a partir de las
histórica, tejiéndolos en narrativas más amplias que con-
múltiples fuentes de la Historia y del futuro de nuestras
textuaiicen y hagan comprensibles sus afirmaciones y los
instituciones y sociedades. De ello puede depender
fundamentos sobre los que se apoyan.
nuestra capacidad para dar forma de manera creativa c
Este reto puede forzar a los historiadores a adoptar un
informada a un futuro viable en una era de múltiples de-
papel más activo m las muchas instituciones públicas
safíos globales.
que gobiernan los datos acerca del pasado y del futuro,
Si estas revoluciones se producen efectivamente, tam- no sólo m lo que respecta a depósitos de datos oficiales

bién tendrán que cambiar los propios historiadores.Tie- O de activistas, sino también a bibliotecas y archivos, m

nen un futuro que abrazar en nombre del público.Pue- Particular los que entrecmzan sus objetivos con los de
den comenzar a escribir con confianza sobre el gran mos estatales allí donde para ciertas élites políticas
m conveniente borrar por completo la evidencia do-
panorama histórico, hacerlo de modo inteligible para

profanos, hablar de sus datos y compartir sus hallazgos a “mm! relativa a determinadas etnias“. Probablemen-
te las mada en trance de desplazamiento son la
fin de que un extraño pueda comprender de Inmedmsm
que Cue“tan con malos recursos para preservar sus pro-
el poder que encierran aquéllos en su inmensldad- u
Pi“ mmm- Alguien debe hacerse responsable de los
formación debería permitirles mantener conversado”

204 los
Manliusrn ¡un in I Immn
4 Grandes (ur-slinncs. big Jam

datos que nosotros —y las gcncracioncs mm


ción familiar. Y. cn efecto, ias cuestiones re-
. r

use util.“
Kmos Para comprender lo que ocurre un .1
o ,dmínÍSH'a

nos rodea. L ' “lindo qu“ . l reservación delas voces subalternas en la m-

mms}: ndP los microarchivos en el seno del registro div


bi los historiadorcs sc hacen cargo del (.l()l)l -
arbitro dc los datos para cl público y para cl ' L papel de tested? ¿le la [on/¿ue dme’e constituyen una nueva c
galiza ¡Ze frontera de la práctica profesional. Esa gi-
dc relatos olvidados, tendrán que asumir csiígador
pel mas activo cn la preservación d l
cn un .
“:1:er tarea, asi como el pensamiento critico que hay
(gm ella, merece el reconocrmiento y larecompcnsa mc-
c los datos y hahlaiïil

público dc que es lo que se preserva y qué n L


- ‘ ‘ nes es
pccíalmente culdadas y subven-
ante publicacro . y

Siena así como premros a los estudiosos que aborden el


ycctos de digitalización cn un mundo dorriin gs pro.

conversaciones anglófonas y archivos nacionales al O por ,

problemas de representación de las naciones subp lamca" trabajo institucional del microarchivo en la longue daría

y en desarrollo, de lenguajes minoritarios y de dei: le"?


Semi! de otra forma de trabayo publico cn la longue

gítales. Alli donde la financiación dc los docunci"S l. Jam, que esta vez apunta menos a publicos en general y
“bm de gran venta o amplia lectura entre burocratas
digitales está ligada a los proyectos dc construccióiinhzs
Clonal (como ocurre en muchos casos), se corre el riesgo que a un cuidadoso ordenamiento de documentos, obie-

de que los archivos relativos a las mujeres, las minorías tot,relntos, recursos y empleo con el fin de crear la es-
tructura microarchivística para relatos macrohistóricos
los pobres no estén digitalizados o, donde lo están qu:
de auténtica importancia.
la finandación sm insuficiente o incluso inexistente. be la
Silos historiadores -o cualquier investigador con men
misma manera en que los libros requieren adecuadas
ulidnd histórica, de estudiosos de la literatura a sociólo-
condiciones de temperatura y de humedad para no dete-
gos- asumen este reto, pueden colocarse en la vanguar-
riorarse, los documentos digitales necesitan financiación
din del diseño de la información. Podrían colaborar con
permanente para sus servidores y mantenimiento para
mhivistas, científicos de datos, economistas y climatolo-
sus bits. El vigor de las herramientas digitales para pro-
gos en el cuidado de bases de datos más amplias y más
mover la síntesis de longue dure'e que incluya otras
sintéticas para estudiar el cambio a lo largo del tiempo.

perspectivas que las del estado-nación depende de in End futuro, la pericia de los historiadores podría ser re-
creación y el mantenimiento permanentes de archivos querida fuera de la universidad. Los historiadores po-
inclusivos. drían convertirse tanto en constructores y revisores de

Este tipo de cuestiones deriva en gran parte de las tra- herramientas como en consumidores y maestros de ellas.
diciones de la microhistoría, con su foco en la manera cn Efectivamente, estos cambios tienen la potencialidad de
¡Evolucionar la vida de algunos historiadores profesionales
que tesoros particulares y vulnerables de testimonios
en la deÍda en que su facultad proporciona análisis de
pueden iluminar las historias de esclavitud, capitalismo

206 207
Muniiiesto por LI Historia

de vista de la long“? duree, Csnaíl

“mm am" af y compa te y anificioso, y explicar


- es to rar los datos que nos ro e ‘

irreïvagn este aspeCÍOv la Historia


n a su vez modif'
por <1“ey - el ¿apel de árbitro, pues puede Pit;
manera y a quienes se sele ' r de
_ , ica

e ' a el neoliberalismo. a creac

dores, mientras que el tie


b' nte puede ayudar a los graduados a
la medio am le aves de las ideologías politicas y eco-
¡bw camino» a“ sensibilidad de la cultura de la argu-
“(mi '¿ÏZÏnïilÏitud de expertos y las afirmaciones so-

ESI?!“ sus datos descansan. ' histórico crítico


herramientas del pensam1ento . ' . 1 1
“ig; del origen de los datos, la'causalidad mulltip e y e
' 'cio nos liberarán de las mitologias de las eyes na

m que se postulan en nuestros días sobre el merez-


do.elE.stado y el destino del planeta, relatos que imp -
vanzando los horizontes de lo que
vera un investigador individual. Sobre tod
unlinmbruna y destrucción para las masas. De)aran en
o, confiamos claro que el pensamiento dogmático sobre el mercado o
en que estos problemas de datos originados en múltiples

eldima que conduce al abandono de nuestros prolimos


fuentes —material, económica, demográfica, política e in-
esmelección, pero que hay otros mundos pOSibles. Y
telectual- puedan superponerse mutuamente para pro-
sto lo conseguirán con la observación de los actuales
ducir descubrimientos inesperados acerca del cambio
datos de nuestros recursos planetarios, su uso y la gran
con el transcurso del tiempo y la naturaleza del mundo
Cantidad de alternativas que se abren eri el pasado pto.
contemporáneo en el que vivimos.
¡mm Y en los diversos futuros posibles,
La perspectiva a largo plazo del pasado puede ayudar
“mms e“ este tiPO de Perspectivas —y en la mane-
a quienes hablan del futuro a resistirse al pensamiento
mn que éstas inciden en las instituciones que nos r0-

dogmático acerca del pasado y el futuro que hemos resu-


mido en el Capítulo 3. En un mundo en el que raramen-
gobiernos más abiertos-, las universidades pueden acce-
. Yse traducen en ciudadanos mejor informados y

te los creacionistas, los medioambientalistas y los teóri- er a una nueva manera de entender su servicio público.

cos del mercado libre discuten entre ellos, neceSitamos


mentes amm”, las herramientas reutilizables y la
expertos dispuestos a hablar de nuestros datos en con- cg -, . .
“Ramon sobre la base de los recursos eXistentes ani-

208

209
il . K dani
mlhcsmpml'i H \lnr l
4 Grandes cuestiones; hn:

as. ¿Estamos sa-


vez éticas y metodológic
dores, de dejar
son estiones ala a condición de historia
‘ l en mesa
anos de nues—

s soluciones de esas crisis en m

, de otros departamentos académicos? ¿O nos

rib'ir una buena y honesta Historia que


proponemos esc omplacencia a los ciudadanos, a los res-
arranque de su c
a los poderosos, una Historia que,

ponsables políticos y Schama, «mantenga a la gente des-


en palabras de Simon

pierta por la noche?»“5.

211
(xmtlusuln U futuro publico del pando

Conclusión:
escasos recursos y objetivos a menudo contrapucs.
con Or una especulación acrítica acerca de los peligros
El futuro público del pasado
futuros del clima, la gobernanza global y la desigualdad,
{051

Propusimos entonces que lo que se necesitaba para re-


mediar la situación era volver la mirada a un fututo pú-
blica. Y en el Capítulo 4 lluStramos algunos delos traba-

¡os posibles para ese quehacer Científico colectivo acerca


del futuro sobre la base de un análisrs nuevo y crítico de
los datos acerca del pasado, lo que ya se está haciendo.
Para responder al llamamiento a un futuro público

hace falta repensar el modo en que contemplamos el pa-

sado. Ya nos hemos referido al poder de los big data para


alumbrar las sombras de la Historia, para poner a prueba
la sabiduría heredada e interrogar las teorías imperantes
La relación de la Historia con el futuro público re d
sobre el pasado. Pero responder al llamamiento a un fu-
el desarrollo de un trasfondo contextual de lan umde e’n
tuto público también significa escribir y hablar del pasa-
sobre el cual poder interpretar la información ici" If“?
do y el futuro en pública y hacerlo de tal manera que las
ca, los acontecimientos y las fuentes. En la IntrodulcvÉEl'
ideas puedan ser fácilmente compartidas. Creemos que
hemos argumentado que las universidades fundsïdia:
esta dedicación al público anuncia tres nuevas tenden-

para sostener e interrogar las tradiciones aún vivas t cias en la escritura de la Historia: en primer lugar, la ne-

ni]: que :frontar los retos del futuro público. En JC: cesidad de nuevas formas de relato susceptibles de ser

pié“ gísltó 13:0: mosgrlíido en qué medida nuestra tradi- leídas, comprendidas y asumidas por los profanos; ense-

al futuro en a: pïl tía y al mismo tiempo se orientaba gundo lugar, el énfasis en las herramientas de Visualiza-
ción y digitales, y en tercer lugar, la fusión entre lo gran-
[a por Fgmagd BC a; a original longue dure'e propues-
de y lo pequeño, lo «micro» y lo «macro», que, por un
que la lengua du rau el. En el Capítulo 2, sostuvirnos
hide, extrae lo mejor del trabajo de archivo y, por otro,
período de ¡el ativo
ree retraimiento
estaba'renaciendo después de un
entre los historiadores
Produce amplios panoramas del trabajo sobre proble—
5211:1021?) Pero que su retorno iba ligado a algunos
P enla-9 globales más apremiantes en las cultu-
mas de interés común.

Si el pensamiento histórico a largo plazo cumple la

moíïillhcasuíe todo el mundo. En el Capítulo 3 hemos


ras ’ ' ecesnarernos un
promesa que aquí hemos propuesto, n. '
q Se futuro público era atendido, sí bien
apartado para pensar lo grande con habilidad adecuada

212 213
v
Manifiesto por la Historia
(Iuntlusirin [.1 futuro públitn del “ud”

y refinamiento histórico. ¿En qué consiste el '


dad las razones por las que la (iran Historia, la Historia
para abordar relatos a largo plazo? ¿Cuáles so 01JO Gringo

terísticas comunes a los modelos que escogen] n 'ÏS Gamo profunda y el antropoceno'cstan hoy cn augc_ También
¿Cómo en otros campos secundarios se ha iniciado una nueva
operaría un aula dedicada a la fomiación de mOS-
CS mw.
sima“, aunque en contadas ocasiones explícitamente
nes en el pensamiento a largo plazo tanto hem
la atrás
crítica de los datos. orientada a la visualización o dirigida
como hacia adelante? Resumimos este libro rac

al público, los activistas o la política,


los argumentos que hemos presentado conjun:tomando
Una era definida por la crisis de cortoplacismo puede
extrayendo las principales maneras de pensar ela;n ente y
ser un momento particularmente oportuno para comen.
largo plazo. Creemos que esta tarea requiere los "Hiro a
zar a repensar las actitudes respecto del pasado. Muchas
de estudiosos formados en la observación delsemcms
historias se han escrito con el expreso fin de ofrecer una
que puedan explicar de dónde vienen las cos Pasado
ventana al futuro, y algunas -especialmente las historias

nar los hechos precisos del pasado breve y el as, €Xamr- a largo plazo del capitalismo y el medio ambiente- son
mas amplio de los big data y la longue darás ParlOFama

muy claras acerca de lo que ofrecen. Al reflexionar sobre


mo,”su dedicación al servicio público mediïnïol Ulti- el poder que encierra la lectura de un libro de Historia
flexion responsable sobre el nexo entre pasado e a re.
que muestre que la moderna teoría de los juegos provie-
y futuro. Estos métodos pueden ofrecer una 2:66:36
ne del complejo industrial de la Guerra Fn'a,elhistoria-
para el cambio en la universidad y para las dem" ndl a
dor de la Universidad de California Sanford Jacoby se
predicción y la respuesta futura en general las e la
CHI usiasma: «Nosotros deberíamos encabezar el desa-
in/e»*. Jaco-
meÏoÏeÏÉÏJÏ ¿ZZ? mi; illa desigualdad m rrollo de cursos interdisciplinarios, de big tb

by da clases en una escuela de empresa, donde, según él


del cambio climático antI'ÏJÏJa en? Y bajo e} mpa'cm
mismo escribe, los estudiantes, se dice, no consiguen
incluso mínima de las condiciorgies 1:32: ii: ¿:Prenüón
. . a a nues-
captar «el panorama
general» ni pueden escapar a los

t; 1214:2113 obliga a ampliar nuestras investigaciones.


en que la longue durée retorna reno d
grilletes del presente. En es
a

'r
situación, los

Para responder a esos re-


historiadores

tienen mucho que ofrecer»


con nuevos objetivos tamb ' ' va a Y
tos, quienes se ocupan del conocimiento del pasado no
problemas más básí , d ien exige una respuesta a los
deben tener miedo a generar y hacer circular entre el
ü, qué temas selecccios e la metodología histórica, esto
público general unos relatos fáciles de asrmilar y que
mira y qué henm onamos, como establecemos sus lí-

nuestros, ¡men-0 amentas empleamos para responder a

met fundado en 2007 que programa


versación acercagdelñ Las Simientes de una nueva con-
" Big ibm/e es un foro de mw

n intervención de personas e e-
actividades de distintos tipos co
rama no sólo hanturo del pasado y del gran pano-
ya SC plantado, sino que son en realí' cultura. (N del T)
rentes campos de las ciencias y la

215
214
('(¡rit‘lu‘l‘l'l‘ Li humo publlto del pasado
Maiiiliesto por lu illslül’lil

- to de naciones e imperios. Como observa

condensen las nuevas investigaciones dc historia políti»


derrocamientc Lynn Hunt, «la Historia global a muy lar-
ca, económica y medioambiental.
es la única historia que hay para contam,
El público necesita relatos sobre como hemos llegado
5:5 historias a tan largo plazo han, de ser arti-
a estar al borde de una crisis ecológica y de una crisis de

los frutos de historias locales mas prectsas y


desigualdad. Las apuestas morales] de los temas de lan. fujadas con e a «La escala del estudio depende de la
gue dure? —incluida la reorientacion de nuestra econ0_ “Inversa. Ylagrug se trata de respondem’. No es que las
mia para hacer frente al calentamiento global e integrar
pregun-tal a a qc los estudios a corto plazo de cualquier
en la política la experiencia de segundo orden- Exigen mícwhlsmnas ' icos ni mucho menos. Al señalar el de
que los historiadores escojan el público mas amplio po- dpo no sean CF“ ria’puede presentar a las mitologías de
sible para todas las experiencias humanas sobre las qUe
safío que la I’IlStliberal y el catastrofismo climático, gran
escriben, comprendidos (aunque sin limitarse a ellos, la eCOnOm
ía neo
d i h
_
d tomada de la pro
-

encras a sr o
por supuesto) los problemas del medio ambiente, la go- de nuestras ev1
parte
bernanza, la democracia y el capitalismo. En la universi- d "n de historiadores que trabajaron duramenteden
dad, habrá que cambiar muchas cosas para dar lugar a UCCloh‘ con rofundamente
los a“? “7.05 es
motivo de investigacrones impulsa as
controvertidas. Pero la
las formas de investigación que se centran en el conoci-

miento público de nuestro futuro recíproco. Es preciso


PSI c:.11ii::ul'i:1preïididolaforrnación de los histgrialclioaes,
r a " del siglo pasa o, a e-

complementar las publicaciones de pago, únicamente a al menos desde los anos setenta . bre e] pam.
disposición de quienes tienen acceso a importantes bi-
:Ïtrcirzitggrïeral a favor de la activa concentrzapá; 323€?“
con frecuenCia el pensamrento so. , -

bliotecas públicas o universitarias, con fuentes de acceso


libre abiertas a públicos globales más ampliosz. También
tes derivadas de archivos particulares a o
necesitamos visualizaciones informativas de nuestra in-
procedimientos particulares de lectura 'Cmiïia' já“) y lo
vestigación y hacerlas públicas, así como la rápida y efi- En relación con el maridaje de lo micro sto
ciente evaluación de nuestros pares de la investigación " ' " enuestro

macrohistórico en una comprenSion stntetica d


' ' el te

que las sustenta, junto con el programa de formación de


pasado el campo de la Antropologia suele ir por d an
una síntesis nueva, decisiva y políticamente informada.
dc la Historia. Pensemos en las ' . O” ue duff]?
. . historias de Í g

La microhistoria y la macrohistoria —el análisis a corto


del S d te Astatico de James Im e-
" ' C. Sc

plazo y la visión de conjunto a largo plazo- deberían


histofiaïrofunda de las tierras altas del horse def; e
operar de fortna unida para producir una sintesis inten-
rio Chino que él llama Zomia. Para Scott, ’
q enes po-

sa, sensible y ética de los datos. La Historia critica es ca-


a Zomia es el exilio de gente que huye de regim
paz de abordar tanto lo macro como lo micro, de hablar la lleva a re
lírica y económicamente represoreS, O. qu; comerCío de
de cómo experiencias nimias y olvidadas terminan en Cl
troceder a una economía de subsistencra,

216 217
Manihcstojmrl.‘ l ltsiorm
1 inn limon H humo publico del ¡ms Ido

especias silvestres y raíces antes que al cultivo dc h


Mrativas de lantodcrnización, la l Iistoria congeWado
tos, a formas politicas igualitarias antes que ¡“drum
(whígl y otrasformas dc pensamiento telcologico; pci:
ala cultura prof-ética antes que a la religion liercdadfns"
la microhistoria que no. rcconccte con relatos de mayor
como a relatos intemporales antes que a la recitació'i‘ SSI

alcancely no’dcclare abiertamente qué prctende subver-


una historia. Una vez más, una serie de microhismlrge
tir y que aspira a sostener puede ser mera afición de an»
de montañeses reunidas a lo largo de siglos se conviene!ds
dcuario. Lo que esperamos es un tipo de Historia que re-
un poderoso macrorrelato con el que descstabilizm lcn
serve un papel permanente a lo microhistórico, un trabajo
explicaciones heredadas acerca de la incvitabilidad ¿a?
de archivo encarnado en un macrorrelato de mayor al.
imperio, la centralización, el capitalismo o la jerarquíate
cance, tejido a partir de un amplio abanico de fuentes.
Es probable que, en gran parte, la Antropología sea ca
De esta manera, los acontecimientos a menudo conmo-
paz de realizar esos análisis a largo plazo que trastocan po; vedores e informativos extraídos de la vida de personas
completo las explicaciones heredadas de instituciones que reales deben continuar siendo una fuente de prudencia y
necesariamente tipifican o deberían tipificar la modem".
de análisis crítico para los historiadores, incluso cuando
dad porque su práctica no está tan influida como la Histo.
consideren sus argumentos de forma más amplia. No es
ria por las distinciones entre micro y macrohistoria. A lo necesario contar con detalle microhistórica cada eslabón
micro se le permite convertirse en la «excepción» que con- de la cadena de un relato de lengua dure'e; una historia
ñrma la regla y al mismo tiempo ejemplificar cómo se sub» serial formada por un buen número de momentos recu-
vierte una superestructura dominante’, Ningún estudioso
perados e insertos en marcos de mayor alcance puede
defendería que se eliminara del trabajo histórico este ím- ser apropiada para mostrar continuidades a lo largo

portante rriicrotrahajo, la recuperación de lo secundario y del tiempo junto con las especificidades de ejemplos
la paciente criba de los archivos. En efecto, en sus atrevi-
particulares".
das niicmhistorias, Scott ha terminado por aconsejar que Una introducción de langue darás que atraviese las
los investigadores revisen sus estudios nacionales y locales distintas disciplinas y aclare los objetivos del autor pue»

a la luz de estudios de familias particulares y sus interac- de ampliar el mensaje de la investigación archivística de

durée breve. Pero sin ese marco de longue dure'e, el tra-


ciones con el curso del tiempo. De la misma manera, los
historiadores podrían rescatar la búsqueda de momentos bajo microhistórico podría perderse por completo en el

clave, puntos de inflexión y pistas con las que la experien- debate. Juntos, en cambio, el trabajo microhistórica en

los archivos y los marcos macrohistóricos pueden ofre-


cia normal destacada pueda iluminar el todo. Y luego la
Historia iluminar-á otra vez el conjunto. cer un nuevo horizonte a los investigadores que deseen

La resurrección de la longue dure'e que esperamos es la Perfeccionar su ca pacidad para juzgar el flujo de aconte-
cimientos e instituciones a lo largo de siglos y a lo ancho
que continúe la tarea microhistórica de desestabilizar las

219
218
( ontlusión' lil iuium publico del pasado
Maniiiesto por Li “¡suma

us datos, nunca llegaron a realizar promesas


del mundo entero. Un relato a largo plazo que redUCe un con tOdOS'tÏ'r nuevos pasos y raramente condensaron sus

gran volumen de información a un paquete cristalizado‘ ni a tie“: ¿ams y gráficos inteligibles que pudieran ser
escribe Paul Carter, tiene la Virtud de hacer COmpacta‘

transportable y compartible, «como una comida deshi. 32:: de una amplia circulación al margen delos círcu-
dratada>>7, una gran cantidad de hechos En cualqujer los acïerhniiïiïo de la universidad digitalizada circulan
momento de divergencia política, la síntesis hisróma

puede ayudar a crear consenso acerca de dónde se ha heIÏamientas capaces de consolidar y condensar todo lo
perdido el consenso. En un momento en que el público escrito en visualizaciones discretas que perrnitenha lgs
vuelve a necesitar relatos a largo plazo, estas modalida. historiadores imitar a los economistas en el hee o e
des de análisis adquieren importancia a la hora de deci- compartir versiones visuales one-rcreert de su; arigumcn-
dir nosotros, los historiadores, cómo contar historias, los
tos, que sus críticos llaman «VisualizaCiones e1 Damm

analistas cómo diseñar herramientas y las universidades


rápido». Ya Twitter y los blogs demuestran quebzs sto-
cómo formar a los futuros profesionales y ciudadanos. riadores están investigando nuevas rutas de pu cacion,
No todos los campos afrontan el mismo problema a la de fácil circulación e idóneas para hacerse virales y con-
hora de producir imágenes condensadas de sus investi- vertirse en discursos poderosamente contagiosos. Todo;
gaciones para el consumo público. La disciplina de la hemos quedado asombrados al ver los mapas de la re
Economía se especializó en mapas y gráficos de fácil social de cartas de Smith, Voltaire o Franklin destacadáis
transmisión desde la década de 1930, cuando economis-
en naranja a través del mapa negro de Europa cuan o

tas de izquierdas como Rex Tugwell, de la Universidad


Stanford hizo público su primer Proyecto de Represen-
de Chicago, promovieron nuevos métodos de visualiza-
tación Gráfica de la República de las Letras. Pero tal vez
ción con el propósito de conseguir apoyo para los nue»
la verdadera importancia de ese mapa resida en mi; se
vos programas de infraestructuras y empleo encargados
encuentra entre los primeros proyectos de Historia gi-

por el gobierno. Esos mapas y esos resúmenes circula tal a base de datos que llegó a un público amplio; FE”:
ban y aparecían en diarios, revistas y artículos políticos
ejemplo, a través de las páginas del New York Times . 5'
pues eran más concisos y fáciles de reproducir que los tas realidades deberían impulsar alos estudiosos, en par

equivalentes ensayos de veinte páginas de profesionales ¿Cl-¡lar a los humanistas y los historiadores.a mteresaáse
que trabajan a base de textos, como los historiadores.
Por la enseñanza, publicación e innovacion del'cazz i:
Sin duda, sus políticas a menudo halagaban los intereses
de modelos a lo largo del tiempo con diversas V3511 ali

atrasados y no SUponían grandes alteraciones; por el ciones de recuento de palabras, cuantitativas y C :nras
contrario, con promesas de crecimiento ilimitado atraían sis temáticos, así como otras visualizaciones genera O
a potenciales adnúmdores“. Pero los medioambientalisïasv
de líneas temporales.

220 221
Manifiesto por Li “¡Nom!
i'oni Iiisii'vn. iz] futuro publico del pasado

Los microhistoriadores han trabajado m ‘h -

han proporcionado el marco histórico correspondiente,


Para contradecir las afirmaciones s cpm las Ut o (Jem
cuales el ca o
pitalismo disminuye naturalment e Con independencia de que los historiadores profesiona.
la desigualdad. En

realidad, Siglos de datos proporci les quieran o no unirse a estos intercambios, el discurso
onan un ingente volu-

público no puede prescmdir de una perspectiva a largo


(alien de ei'idencias en sentido co ntrario,
ec ir. ql: antes que '
caminar a la igualdad
lo que quie
el rc plazo del pasado y del futuro. En efecto, para estimular
mo ' . . . ’ A . este tipo de compromiso, la educación superior y los

mz a ner;l
v e a , exacerbar las diViSiones de clase
i ei nc
calpltalis. consejos de investigación de Australia, Europa y el Reis

no Unido han impuesto como criterios de evaluación


que se he genero. A pesar de la gran cantidad deli's: de

el , an escrito del rendimiento universitario el compromiso, el «im»


capitalismo ha sobre el tema de las desi gli al dadesl que
perpetuad ros

prestado me“ cion ., a estos o, raramente


argumentos Másel fácil
públic
h O h a
pacto» y la «pertinencia» desde el punto de vísta públi-
co“. Mientras que algunos académicos se horrorizan
- a sido

ante esta aparente intrusión en la elección de sus públi-

cos y sus temas, otros ven en ello una gran oportunidad

de servicio.

Las herramientas para observar el pasado al servicio

del futuro ofrecen a la universidad una función impor-

tante como árbitro para determinar la falsedad, el mito y

el ruido en una época abrumada de big data, en la que el

riesgo futuro adopta la forma de problemas a una escala


sin precedentes, como son el cambio climático y la go-

bemanza trasnacional. Las miradas conjuntas al micro y

al macropasado proporcionan un modelo útil para en-

tender las apuestas y las implicaciones de los cambios,

que van de las fuerzas institucionales que han tomado

forma en las últimas décadas a las fuems del clima que


han hecho lo propio a lo largo de milenios de evolución.

Como ha observado la historiadora de política pública

Pamela Cox, los historiadores

necesitan estar preparados para moverse allende nuestro


ros ñnos

«período» cuando haga falta Y reei’nle‘r nue“

221
l , ,i

Manifiesto por la Historia 1 ,u miusinn


. LI turno publico de. pasan

pinceles por otros mas gruesos que les Permitan f’ C s hoy1 aferrarse a las patentes ventaias
, del pro-
El des
aliomo a la vez que recuperar las coneXiones cgi]
Pintar Hue.
vos «grandes relatos» de cambio social, ya no

crudalmenit fesioníi 1'S’n pública de mayor alcance, que Sigue sien o


deterministas, sino críticos, estructurales y eSCéplicoslz'
lSlO '
“"ÏÏm antes que meramente reafirmadora. f
amm ' ada al pasado para dar forma al futuro o rece
Hemos sostenido que la Historia es una ciencia huma_
ir . . .,

na critica y con una misión pública. La Historia no es Lau"! da importante a los historiadores, los molsgcís
ma - ) i . , . a
única en su vocación de ilustración y reforma, al me» una, 'cos los geógrafos historicos y los cientificos 1: '
nos si se la compara con las otras disciplinas —Sociología‘
:Éton acion en particular. También proporCiona udría cia
i rm ami ' ' as ms-

Antropología, Politología- que es habitual reunir bajo el


d e (ima al pens "coto
' prospectivo
‘ de todlas aqu ros, in -

paraguas de las Ciencias Sociales antes que sumarlas a


rituciones —de gobierno, de las finanïsñ, OS'Ï as v
las disciplinas hermanas del campo delas Humanidades,
' " en CO-Cl _

formales, de au toorganizacron,
_ Cl ) dan
msm
como la Filosofía o la Musicología. En palabras de Craig
otras- a las que acudimos para que nof:l guien :3 v ¡mdp
Calhoun, expresidente de la American Social Science amin ' ' ruros. .
búsqueda del c o hacia meiprü Se cmo, y to
Research Council y director de la London School oí
ciones a disposición de quienes uscan d creeme;
Economics, «el compromiso público fue un rasgo sobre- ' huella regis' trada. El pasa o,

das ellas tienen una ¿me fumo de w


saliente de las Ciencias Sociales desde su nacimiento».
es el mejor indicador del comportanii
Y sin embargo, continúa observando, la relevancia pú- ' " ' ente:

das. Fernand Braudel escribio lo stgui


blica de las Ciencias Sociales ha disminuido con la espe-

cialización y su repliegue a la academia. Su diagnóstico


‘ ' lemente

La Historia no puede ser condenada a'srudiar' 51:; aria de


es paralelo al nuestro, aun cuando no considere en parti.
huertos perfectamente cerrados. Si asi fuera, ¿n
cular la Historia entre las Ciencias Humanas. La pérdida ' d res rider alos

cumplir una de sus actuales funcrones, la e po


del sentido de finalidad pública, el debilitamiento de la en rela-

angustiantes problemas del momento y mantenerse


visión panorámica, la explosión de la productividad aca-
" ' embargo

ción con las ciencias del hombre, tan mena LT") un hu.
démica (con frecuencia bajo regímenes de evaluación c
tan imperialistas? ¿Puede haber en el ¡msm

«impacto» impuestos desde fuera), la proliferación de ' ' ’ ' consciente de

manismo intelectual sin Historia ambiciosa.


«historias» antes que de «la» Historia, el aumento del '

sus deberes y de sus inmensos podctó

prestigio de la novedad y el descubrimiento con prefe'


remiantcs
rencia a la síntesis y la teoría son, todos ellos, rasgos fa-
Estas preguntas son hoy tan actuales y aP
miliares de las Ciencias Humanas de finales del siglo XX
’ 1946.

como cuando Braudel las formule, dl de los


anos
Y comienzos del xxw. La Historia ha Compartido mu-
El futuro público del pasado queda en rn
chos de los Problemas de la profesionaIiZación exitosa,
historiadores,

ns
224
Y
Manlhcslu por la lll.\l(!ll.l
i

( untilhlllll H futuro publico du pdsddu

si es que estamos dispuestos '.l mirar mais alla dc las Vk'nlan

as
dc nuestro despacho 3 pensar en la l listori ec tiva ,v para combatir el Cortoplactsmo
. 4 . de nucs»
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a, no amm la Pm

plcddd dc un chuudt g L
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S necesitamos con urgencia la amplitud de :ngzu
‘ ' , q ue
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solo los
. 4

historia ores
como la legitima herencia de millones dc seres l
lo v la vision de largo alcance q
Iumanos”. ' 'ionar.

Puïï’smïiadores del mundo. unlos.’ Hay un mundo por


a Cn roport , Y

Son palabras del historiador estadounidense]_ Franklin , 1

jameson, escritas en diciembre de 1912, pero que COM) nar antes de que sea demasiado tarde
ga ' ,
las de Braudel. mantienen su rabiosa actualidad en nues.

tros dias. En el siglo pasado, la profesión histórica Expe.

rimentó la serie de giros que previamente hemos analiza.

do detalladamente: social, cultural, de género, imperial,

poscolonial, global y trasnacional, entre mms. Armados


a estas alturas con perspectivas críticas trasnacionales y

trastemporales. los historiadores pueden constituirse en


guardianes contra las perspectivas parquuiales y el en-
dérnico cortoplacismo. Una vez llamados a ofrecer su

consejo sobre desarrollo político y reforma agraria, la


creación del Estado del bienestar y el acuerdo tras un

conflicto, los historiadores, junto con otros humanistas,


cedieron efectivamente la escena pública, tanto nacional

como mundial, a los economistas y ocasionalmente a los

abogados y los politólogos. (¿Cuándo fue la última vez


que un historiador pasó de su puesto académico a Dow-

ning Street o a la Casa Blanca, por no hablar de ser escu-


chado por el Banco Mundial o asesorar al secretario

general de Naciones Unidas?) Por tanto, apenas es sor-


prendente que tengamos una crisis de gobernanza gio-
bai, que nos hallemos todos a merced de mercados ii-
nancieros no regulados y que el cambio climático

antropogénico amenace nuestra estabilidad política y la


supervivencia de la especie. Para poner estos desafíos en

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