HUGO BARRIONUEVO LIBRO: CAPACITADOS PARA ORIENTAR JAY ADAMS
Los maestros de escuelas cristianas como consejeros noutéticos En este capítulo he podido ver que si es verdad que en cada situación los cristianos pueden utilizar eficazmente principios noutéticos, ello es especialmente cierto en la relación maestro alumno en la escuela cristiana. Incorporados en esta relación están casi todos los elementos de una buena orientación noutética. La única diferencia entre el aula y la oficina de orientación es que el contexto de la clase cristiana ofrece mucha mayor oportunidad. Esta es la razón por la que es importante desarrollar un capítulo para considerar cómo utilizar este potencial hasta ahora prácticamente sin explotar. De la misma manera que otros cristianos, el maestro cristiano puede recurrir a todos los recursos de Dios: las Escrituras, la oración y la iglesia, en el contexto del Espíritu Santo. Pero, además de ello, considérese el hecho de que los estudiantes con los que trabaja el maestro son más jóvenes que los que generalmente buscan orientación. Las pautas de comportamiento no están aun firmemente establecidas; muchas de ellas se están aprendiendo entonces por primera vez. La elasticidad de la niñez y de la juventud es evidentemente, un factor positivo. Los estudiantes tenderán a resolver los nuevos problemas siguiendo las viejas pautas. Cuando se encuentran con nuevas situaciones de problemas que surgen dentro del medio escolar (y la escuela es uno de los principales lugares en los que surgen nuevos problemas para los niños), el estudiante se dirigirá a sí mismo de manera natural a tales problemas de la forma a la que ya se ha acostumbrado fuera del medio escolar. Estas pautas de resolución de los problemas pueden o no ser bíblicas, pero el maestro puede tener la certeza de que muchas de ellas sino la mayoría no lo van a ser. Todo es señala la necesidad de enseñar la resolución cristiana de problemas como parte de la educación del maestro. Además, es importante señalar que Deuteronomio impone sobre los padres (y por extensión, sobre los maestros) el doble deber de la enseñanza formal (didáctica) e informal (situación y vida) de los mandamientos de Dios. Esto parecería indicar que las escuelas cristianas podrían también desear incluir en el plan de estudios alguna instrucción formal en la materia de la resolución bíblica de los problemas. Se ha dicho ya mucho en este libro acerca de la importancia de evitar resentimientos y amarguras, mediante el trato diario de los problemas interpersonales. Los maestros pueden tomar ejemplo de la «mesa de conferencias de la que se ha tratado antes. El maestro puede dedicar un tiempo (formal o informalmente) para tratar de los problemas que hayan surgido diariamente, en una forma que, evidentemente, diferirá según las edades y las preferencias personales. Cómo se pueda esto llevar a cabo de mejor manera demandará la ejercitación del ingenio del maestro. Pero es importante que los estudiantes y los maestros no lleven sus problemas no resueltos de la escuela a casa, y que tampoco vayan enojados a su casa. Aplicación: En mi vida debo aprender a solucionar problemas de manera cristiana es decir basado en la palabra de Dios como maestro de la biblia debo estar constantemente prerarandopme y permitiendo el obrara de Dios en mi vida.