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¿QUÉ ES EL SEMINARIO CATEQUISTICO DIOCESANO?


“Jesús nos invita a encontrarnos con Él y que nos vinculemos estrechamente a Él” (DA 131)

Querido amigo:

El Seminario Catequístico Diocesano (SCD) es una invitación a hacer


en fraternidad, como Pueblo de Dios, un itinerario de profundización
en la fe a fin de estar más disponibles para el servicio de nuestra
Iglesia diocesana.

Es un camino, que hecho en comunidad, quiere ayudarnos a


enamorarnos más de Jesús y de su Iglesia siendo verdaderos
discípulos misioneros como nos recuerda la V Conferencia del
Episcopado Latinoamericano.

“Jesús salió al encuentro de personas en situaciones muy diversas:


hombres y mujeres, pobres y ricos, judíos y extranjeros, justos y
pecadores…, invitándolos a todos a su seguimiento” (DA 147).

Queremos ser discípulos fieles a la voz del Maestro, para tener sus
mismos sentimientos y llenos de alegría por las maravillas que obra
en nosotros, queremos ser misioneros que anuncien a los demás lo
que puede el amor incondicional de Dios.

El inicio del Itinerario de Profundización en la Fe dura de tres años.


Nosotros queremos ser discípulos (1º año) de Jesús (2º) y vivir
siendo misioneros (3º), esto es, “viviendo en la verdad y el amor,
crecer hasta alcanzar del todo al que es la cabeza, a Cristo” (Ef 4,15).

El camino que estamos invitados a transitar el Primer Año tiene


como tema central: el hombre (Filosofía), quien descubre en lo
más profundo de su ser el deseo de Dios (Psicología Religiosa), que
ha experimentado, a lo largo de su historia, cómo Dios ha salido a su
encuentro (Introducción a la Biblia, Historia de la Iglesia, Plan
Pastoral) dejando plasmado en la Sagrada Escritura la vocación a la
que está llamado desde el momento en que es creado y se descubre
presente en la vida. Este encuentro de amistad que el hombre hace
con Dios, no puede callarlo, necesita anunciarlo (Introducción a la
Catequesis) y celebrarlo (liturgia).
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En el Segundo Año, nos dedicaremos a contemplar la Persona de


Jesús (Cristología, mariología), su espera, su nacimiento, muerte y
resurrección (Nuevo Testamento), para comprender el misterio de la
Iglesia (Eclesiología) descubriendo al hombre como ser comunitario
comprometido con la realidad (Filosofía) y no separado de ella
(Sectas) para saber anunciar y vivenciar el mensaje de nuestro
Salvador (Metodología Catequística).

En el Tercer Año el tema será Vivir como amigos de Jesús, las


fortalezas que nos da Él en el camino (Sacramentos), para lograr
hábitos que nos ayuden a vivir los valores del Reino de los Cielos y
obrar en consecuencia (Moral General y Especial, Espiritualidad del
Catequista) contemplando la Santísima Trinidad, misterio de
Comunión (Sma. Trinidad) que nos invita a mirar el Final de los
Tiempos en el que todos viviremos como familia en presencia de Dios
(Escatología) ayudándonos a vivir el presente, siguiendo a Jesús, en
experiencias fraternas y no solitarias.

Queremos formar agentes de pastoral que integren la


competencia teológica (doctrinal), cultural (vivan un proceso de
inculturación), pedagógica (que presenten el mensaje de un modo
vivo, diversificado, deseable), organizativa (preparados y que se
preparan), espiritual (dejar al Espíritu Santo sea protagonista) y
pastoral. El Directorio General para la Catequesis de 1997 es
contundente: “La pastoral catequética diocesana debe dar absoluta
prioridad a la adecuada formación de catequistas laicos.

Sobre la exigencia del contenido teológico de la catequesis, la


tradición catequética enuncia un conjunto de criterios: organización,
integridad, integración, sistematización y esencialidad.

La formación de los catequistas es un tema eclesial que necesita ser


estudiado para responder a la nueva realidad de iniciación en el
seguimiento de Jesucristo. Queremos hacer un cambio significativo:
pasar de un modelo de catequesis escolar a un modelo de catequesis
de iniciación.

Cordialmente,

Padre Emiliano
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MISA DE COLACION DE GRADOS DEL SCD 14-10-11 P. Obispo Joaquín Gimeno

Hermanos: toda Eucaristía es una acción de gracias. Hoy damos gracias a Dios por todo
lo que nos ha regalado en estos años de SCD a través de los sacerdotes que nos
presentaron, los servidores y los compañeros de itinerario. ¡Cuánta gracia y bondad ha
derramado el Señor sobre cada uno de nosotros y de nuestras familias! Hasta tenemos
una en la casa del Padre, mercedes. Pedimos la plenitud de la vida para ella. En este
marco tan cercano hemos escuchado la Palabra de Dios. En ella se nos recuerda a
nuestro padre en la fe, Abraham. No es casual que quienes queremos tener un mejor y
mayor conocimiento de los contenidos de la fe veamos en las actitudes de Abraham un
camino a imitar. En el Evangelio nos propone lo que debemos evitar (la incoherencia) y
lo que debemos tener (la confianza en el Padre del cielo). De la fe de Abraham al
abandono confiado en las manos del Padre con una vida diaria coherente a lo que
creemos.

¿De dónde nace nuestra fe? a).- Del encuentro personal con Jesucristo: “Quienes
serán sus discípulos ya lo buscan” (Jn 1,38), pero es el Señor quien los llama:
“Sígueme” (Mc 1,14; Mt 9,9). Se ha de descubrir el sentido más hondo de la búsqueda,
y se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a la iniciación cristiana. Este
encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del
kerigma y la acción misionera de la comunidad. El kerigma no sólo es una eta, sino el
hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo. Sin
el kerigma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la esterilidad, sin
corazones verdaderamente convertidos al Señor”. (DA 278) Con un hecho de vida el P.
Virgilio explicó el anuncio kerigmático: alumna 5º)

b).- Este encuentro nos exige cambio: “La conversión: es la respuesta inicial de quien
ha escuchado al Señor con admiración, cree en Él por la acción del Espíritu, se decide a
ser su amigo e ir tras de Él, cambiando su forma de pensar y de vivir, aceptado la cruz
de Cristo, consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida” (278). En definitiva es
adecuar y adoptar el pensamiento, el sentimiento y la acción de Aquel de quien estoy
experimentando vivamente que me amó y se entregó por mí. Es vida y para la vida. Por
eso lo sigo siendo discípulo junto a otros: “La persona madura constantemente en el
conocimiento, amor y seguimiento de Jesús maestro, profundiza en el misterio de su
persona, de su ejemplo y de su doctrina. Para este paso, es de fundamental importancia
la catequesis permanente y la vida sacramental” (278).

c).- El SCD es un tiempo muy especial de discipulado. Nos dice DA 18: “Conocer a
Jesucristo por la fe es nuestro gozo, seguirlo es una gracia”. “Para cumplir su misión con
responsabilidad personal, los laicos necesitan una sólida formación doctrinal, pastoral,
espiritual y un adecuado acompañamiento para dar testimonio de Cristo” (212).
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d).- Además lo hacemos en un contexto comunitario: “No puede haber vida cristiana
sino en comunidad: familias, parroquias, comunidades de vida consagrada,
comunidades de base, pequeñas comunidades y movimientos. Como los primeros
cristianos, el discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los
hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria. También es
acompañado y estimulado por la comunidad y sus pastores para madurar en la vida del
Espíritu” (278). Es muy lindo recordar cómo lo hizo y lo hace hoy Jesús según DA 276:
“formó personalmente a sus apóstoles y discípulos: “Vengan y vean” (Jn 1,39), “Yo soy
el camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6). Con Perseverante paciencia y sabiduría, Jesús
invitó a todos a su seguimiento. A Quienes aceptaron seguirlo, los introdujo en el
misterio del Reino de Dios y, después de su muerte y resurrección, los envió a predicar
la Buena Nueva en la fuerza de su Espíritu. Su estilo se vuelve emblemático para los
formadores y cobra especial relevancia cuando pensamos en la paciente tarea formativa
quela Iglesia debe emprender, en el nuevo contexto sociocultural de América Latina”.

e).- Para ser misionero 1: “transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el
Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado” (18) “Aquí está el reto fundamental
que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos y
misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por
desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. No tenemos otro
tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad que ser instrumentos del
Espíritu de Dios, en la Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado,
adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y
resistencias” (14). “El discípulo, a medida que conoce y ama a su Señor, experimenta la
necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado, de ir al mundo a anunciar a
Jesucristo, muerto y resucitado, a hacer realidad el amor y el servicio en la persona de
los más necesitados, en una palabra, a construir el Reino de Dios. La misión es
inseparable del discipulado, por lo cual no debe entenderse como una etapa posterior a
la formación, aunque e la realice de diversas maneras de acuerdo a la propia vocación
y al momento de la maduración humana y cristiana en que se encuentre la persona”
(278).

Queridos hermanos, he querido traer estos textos - para que participemos con mayor
entusiasmo en los itinerarios de formación,- para que compartamos nuestro camino al
estilo de Jesús y responder en cada comunidad con un estilo misionero. Vivamos este
encuentro eucarístico y fraterno, una vivencia más que el Señor nos regala, para que de
la mano de María no tengamos miedo a compartir al Señor, presente en nuestra vida,
como lo hizo ella visitando a suprima Isabel y poniéndose a su servicio.

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Los cinco subrayados recuerdan los cinco “aspectos fundamentales” que aparecen en el n 278, que
recordó nuestro P. Obispo en el segundo congreso diocesano y pertenecen al anhelo de reforzar la
formación cristiana que hace Benedicto XVI en su carta de presentación del DA. Queremos tenerlos muy
presentes este año 2012 que seguimos con la misión continental y el año de la fe.
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HORARIO DE CLASES 2012


3º AÑO:

AT: Sergio Moral DSI Talleres


(Pentateuco), especial Schiavo P.
Alfar (Profetas), P. Mario 3-VIII al 28- Romualdo
Emiliano(Salmos) 1-VI al IX P. Javier
Del 23-III a 25-V 6-VII P. Yordi
5-X al 23-XI

Moral General Sma. Metodología Escatología


P. Mario Trinidad especial P. Wilson
Del 23-III al 25 – P. Daniel Del 3 –VIII al Del 5-X al
V Del 1- VI 28-IX 23-XI
al 6-VII

2º AÑO

Metodología Eclesiología Cristología Sectas


Catequística Susana P. Mario P. Pozos
Norma 1-VI al 6-VII Del 3-VIII 5-X al 23-
De 23-III al al XI
25 V 28-IX

Nuevo Sacramentos Filosofía Mariologia


Testamento (16 hs.) (20 hs) P. Ignacio
P. Alfar 8-E) P. P.Edgardo Del 5 X al
Del 23-III al Wilson 10-E) 23-XI
25 V 22-VI a 14-IX 28-IX al
16-XI

Introducción Filosofía Sicología Historia 1º AÑO


a la Biblia (30 hs.). Religiosa de la Horas de
Sergio Manuel Susana Iglesia
Del 23-III al Del 1 – clases2.
Del 3- Gustavo
25 V VI al 6 VIII al Del 5- X
-VII 28- IX al 23-XI

Introducción Liturgia DSI Plan


a p. Schiavo Pastoral
la Nelson Del 3 P. Julián-
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a 19,10; 2ª= 19,10 aDel
catequesis
1ª= 18,30 1 – 3ª=19,50 a VIII
19,50; al 4ª 20,40 a 21,20;
20,30; P 5ª= 21,20 a 22,00.-
Norma 28-IX
Día del catequista: es el martes VI
21alde6-agosto, lo celebramos el lunes 20Armando
que es feriado.- El 21-
Del 23-III al VII Del 5-X
22 de septiembre, encuentro en Diadema, si es posible.-
25 V al 23-XI

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