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AS HABILIDADES ARTÍSTICO-PLÁSTICAS EN UN ALUMNO DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA

Primera parte

Silvia Delgado Contreras(*)

La habilidad es una potencialidad o talento que tiene una persona para realizar funciones que los
lleve a lograr los objetivos que él mismo se ha trazado. Buena definición pero allí no queda la
visión de lo que lleva a una persona a ser considerada “hábil”. Ser hábiles requiere, sobretodo, de
contar con ciertas capacidades de orden interno o de pensamiento. Por tanto quien es capaz es
también hábil en realizar una acción que funcione coherentemente o tenga resultados aceptables y
que respondan a resolver una dificultad con la mejor destreza, es decir, “hacerlo bien” y no
simplemente hacerlo como salga.

Según Arredondo (2006) las habilidades muestran capacidad, disposición para una cosa, la cual
puede ejecutarse con gracia,…, en realidad sólo se requiere de una disposición natural psíquica y
física para hacer bien las cosas.

Tal disposición no es otra cosa que la suma de experiencias educativas con que se haya formado
la persona. Y resaltando, para términos esenciales de la Educación Artística, la primera y gran
tarea de educar la percepción, es decir educar todos los sentidos para que ellos nos den una mejor
visión y percepción de las cosas, fenómenos, etc. Algo tan simple de entender puede verse
tremendamente contrapuesto cuando en el día a día nos encontramos con limitaciones a la hora de
ejecutar un plan, por más simple que sea.

Como docentes en Educación Superior, tenemos claro que el trabajo en equipo es primordial y es
donde, casualmente, tenemos que tener habilidades para relacionarnos entre sí; podemos
encontrar muchas maneras de ubicar todas esas facultades que aparentemente pasan
desapercibidas, pero que sin ellas nos veríamos en serios problemas, pero problemas que residen
en nuestra manera de entender las cosas y no en las cosas en sí.
Justamente ahora la demanda de personal calificado en las Instituciones de Educación Básica
recaba en qué tanto saben hacer y cómo lo hacen.

Pues bien, en relación a ello he tenido la iniciativa de poder hacer un pequeño ensayo sobre qué
habilidades necesitamos en los docentes de Educación Artística en el nivel Básico. No pretendo
hacer revisión de los planes de estudio de ninguna Institución Superior, pero, si el caso lo amerita,
se hará una breve mención que no critique dichos planes, tomándolos solo como punto de
referencia y antecedentes que pudieran ayudar al tema principal.

1. ¿Habilidades aprendidas o innatas?

La discusión de si cuando nos referimos a “habilidades” estamos pensando a la vez entre si se


tratan de habilidades aprendibles o si necesitan de un componente personal e intransferible por la
simple enseñanza. Aquí reside una primera explicación, cuando hablamos de habilidades innatas
seguidamente aparece otra palabra: innatismo, que está aún en discusión si este factor en verdad
es algo que pueda limitar la obtención de una competencia. La verdad no se sabe con exactitud, se
prestaría a un afán discriminador. Pero hay algo que se debe mencionar, es cierto que todas las
personas tienen “talentos” para tal o cual campo, ese talento es innato, es decir que viene con la
persona, y, lo ideal es que este talento se desarrolle presentando, claro está, las condiciones para
que se suceda donde se presente o haya sido detectado. Esto último es difícil, y es justamente uno
de los miedos mayores que enfrenta la educación básica, dado que no se sabe a ciencia cierta,
qué tanto se está propiciando los talentos personales de cada uno de los alumnos. Esa “aptitud”
puede estar presente en menor o mayor grado en cada persona, un ejemplo para poder entender a
qué nos referimos con esto: yo sé dibujar, porque algún profesor puso empeño en mí o porque
también me gustaba medianamente hacerlo en algún momento de mi vida. Pero no me desarrollé
profesionalmente como dibujante, entonces allí residiría la principal consecuencia de si uno tiene o
no una aptitud en mayor o menor grado. Si hubiera tenido un impulso personal para no dejar de
hacerlo y por ende lograr una profesionalización y experticia en el dibujo, allí estaría presentándose
una aptitud de considerable amplitud para el dibujo. Es como el querer “llegar al fondo del asunto”,
eso es quizá, lo que distinguiría un talento innato de una habilidad desarrollada. Lo mismo pasaría
con las aptitudes para la música, si bien es cierto se acepta que “todo” se puede aprender, lo cierto
es que en ciertos campos se requiere de la presencia de una mayor aptitud manifiesta para poder
interpretar una pieza musical. En eso coinciden todos los maestros de música, es un don que se
tiene que pulir, pero con el cual la persona debe contar, sino, no habría un destaque entre
individuos. Esto último podría entenderse un tanto discriminador, pero en las esferas del campo
profesional no hay distingos, quien es bueno en esto o aquello destaca y es preferido.

Para nuestros fines de educación básica regular, lo que se necesita de un profesor es que pueda
hacer despertar aquellos talentos, ya sea que se encuentren en mayor, mediano o menor grado.

Entonces las habilidades aprendidas o desarrolladas a través de un programa educativo, no


desmerecen los fines y competencias que se pretenden obtener en las personas.
Repito para términos de educación básica no se está formando “ejecutantes exquisitos de un
instrumento musical” o un “artista visual”, eso es accesorio, eso es un agregado, favorable por
cierto, pero no es requisito que los estudiantes de la carrera de educación artística debieran
demostrar, basta con que tengan, en el caso de la música, un desempeño bueno en las técnicas
de manejo de un instrumento popular, que puedan reconocer melodías, que puedan inspirar el
aprecio por la cultura musical nacional y mundial. Además de adquirir una capacidad para evaluar
su propio desempeño y someter a discusión lo problemas que merezcan ser resueltos, mediante
un diagnóstico para después experimentar una posible solución. Con eso tendríamos ya una
batalla ganada.

2. las Habilidades se aprenden con la mente.-

Estamos reconociendo que una habilidad implica una serie de pasos previos, y no sólo
procedimentales, sino que tienen raíz en procesos y operaciones del pensamiento. Esto en
palabras resumidas vendría a ser como el programa interno que permite realizar cualquier acción,
porque de seguro todo lo que hacemos es en alguna manera pensado previa y continuamente. Es
por eso que vuelvo a hacer hincapié en el valor de la educación perceptiva, que no es otra cosa
que, en su máximo nivel, el poder tener varias lecturas de un mismo fenómeno u acontecimiento
con el solo hecho, en primera instancia, de ajustar mis capacidades sensoriales.
Y este “ajuste” perceptivo redundará en tener mejores experiencias, donde el discurso mínimo e
insignificante sea el generador de otro más complejo. Nada se desdeña fácilmente cuando se está
cimentando esta facultad que todos conocemos con el nombre de: pensar.

Para la carrera de Educación Artística se tienen preparadas una serie de asignaturas que cumplen
su fin al impartirse a cabalidad. Entonces cuando nos referimos a que se están enseñando
habilidades para la enseñanza, primero debo recabar en qué habilidad debe haber adquirido un
estudiante que va a enseñar el dibujo, la pintura y la escultura en cualquier institución de
Educación Básica Regular. Las habilidades plásticas se refieren a la aptitud (en mayor o menor
grado) del estudiante por realizar con facilidad y motivación intrínseca una serie de actividades
artísticas

3. Las Habilidades Artísticas.-

Se llama Artes Plásticas a un serie de actividades artísticas que tiene como carácter estético la
plasticidad, que significa plasmar, modelar, transformar a través de las líneas, planos, sombras,
volúmenes, hasta lograr una forma bella y estéticamente agradable, con las cuales los seres
humanos comunican sus sentimientos, emociones, la belleza y estética de sus ideales y
expectativas.

El arte es una facultad inherente al hombre y es patrimonio de su estructura espiritual, por lo tanto
todo docente debe saber orientar a los alumnos para que desarrollen sus cualidades artísticas
invitándolos a dibujar, pintar y modelar, ampliando de esta manera su medio de comunicación
gráfica. Las artes plásticas colaboran en el desarrollo de la memoria, porque todo alumno tiene la
necesidad de retener los signos, los símbolos y otros gráficos para poder comunicarse y de esa
manera descifrar códigos y signos, ya que las Artes Plásticas se representan mediante formas,
líneas, colores, planos, volúmenes, etc. Esta práctica constituye una ayuda valiosa para cultivar la
memoria y la comunicación.

4. Clases de Habilidades
Plásticas requeridas.-

Todos sabemos qué vienen a ser las habilidades, ahora bien podemos diferenciar ciertos “grados”
o niveles de comprensión que llevan a un desempeño más sofisticado. Esto existe en toda
actividad humana, sin lugar a dudas.
Para nuestros fines de: formar docentes en educación artística capaces de innovar en cuanto a
metodologías y propuestas pedagógico-artísticas, debemos conocer que llegar a ese logro
necesita de mostrar y afianzar, en los alumnos, los caminos o rutas para llegar a ello. Por eso
señalaré que encontramos niveles y categorías en la adquisición de estas habilidades, la cuales
van a desarrollar capacidades mentales que es conveniente conocer y mencionar.

Desarrollamos capacidades:

PRIMERO: ORDEN PROCESUAL

Existen procesos los cuales se distinguen por su naturaleza activa, sin embargo se engranan para
mostrarse en forma de destrezas y habilidades.
Estos procesos son capacidades que se desarrollan en cada individuo conforme van
comprendiendo y utilizando estas capacidades en su aprendizaje de destrezas específicas para las
artes plásticas.
Empezamos enumerando de esta manera, lo cual no se entienda que así es la sucesión exacta de
cómo se manifiestan realmente. Entonces tenemos:
• Capacidad de transformar
• Capacidad de percepción
• Capacidad para la comunicación
• Capacidad de organización

Estas capacidades conforman los procesos actitudinales, procedimentales y afectivas que se


presentan al momento de aprender el uso y función de las artes plásticas. Estas capacidades
procesuales son las que van a permitir realizar una “acción”.
Los maestros lo entendemos así, es lo buscamos enseñar a los alumnos, a que puedan reconocer
que todo éxito en esta rama de la educación necesita de mucha, mucha ordenación.

Capacidad de transformar.-

Esta capacidad guarda relación con una habilidad tan necesaria como el manejo eficiente de los
materiales. Sabemos que las técnicas nos enumeran el camino para desempeñar una actividad
específica para, por ejemplo, pintar con crayones.
Pero a medida que conozco más y más esta técnica y la acompaño con otras, puedo producir otras
“combinadas”. O bien puedo llegar a un estado o fase de generalización de las técnicas, hallando
sus similitudes, aprovechándolas para reconvertirlas según las necesidades que se presenten.

Capacidad de percepción.-

La empleamos al realizar una observación, y al efectuarla estamos desarrollando una habilidad de


índole perceptual-visual, que es la primera piedra fundacional en la adquisición de habilidades. Sin
educar la visión y la retención de la imagen, sería imposible realizar algo en el campo de las artes
plásticas. La memoria implica retención de imágenes, las que, a medida que se van acumulando
producen un alto nivel de respuestas senso-motrices traducidas en acciones como “dibujar”.

Capacidad de comunicación.-

Esta capacidad guarda relación con la facultad de expresar y significar, ambas vendrían a
compartir funciones: representar es una manera de comunicar, en este caso representamos a
través de imágenes u objetos hechos manualmente. Y la significación vendría a ser la utilización de
símbolos y signos, que para fines de la plástica, serían signos gráficos, lo que en lenguaje serían
los signos lingüísticos. Entonces comunicar requiere de muchos procesos, en la adquisición de
habilidades, esta capacidad está inserta, porque reconocemos que un simple dibujo no es una
mera copia de un estímulo visual, sino que va acompañado de un gesto, que se puede traducir o
interpretar de mucha formas. Allí está su función comunicadora, la tenga o no presente el individuo
que realiza una cosa tan sencilla como un dibujo.

Capacidad de organización.-

Esta capacidad es tan necesaria cuando se expresa en saber disponer los materiales a usar,
darles sus espacios y lugares estratégicos para desempeñar bien una actividad, tanto de
aprendizaje como de enseñanza. En el campo de las artes plásticas saber organizar bien tus
espacios es imperativo y fundamental, dada la naturaleza de la asignatura, que concentra su
accionar en procesos operativo-manuales.

Las capacidades para el desarrollo de habilidades plásticas, pasan desde el saber observar,
interpretar signos, manipular y transformar materiales y técnicas, saber distribuir y ordenar los
espacios físicos y representativos; todo ello para transmitir un significado compuesto en un
mensaje visual de alto valor cultural y educativo.

SEGUNDO: DE ORDEN CATEGORIAL

En esta parte quiero distinguir que la adquisición de habilidades pasa por fases de complejidad.
Esta vez, la capacidad detrás del desempeño será de orden categorial, que implica uso de
procesos del pensamiento, dado que al establecer categorías, ya se distingue uno de los rasgos de
un nivel racional de la información aprendida.
Hablamos de “Fases” en vez de “procesos” porque en este tipo de capacidad se distinguen que
una fase primera va a anteceder a una fase segunda. Sería como el pre-requisito en la asignaturas
por ejemplo, donde dibujo II no puede ser llevado si no se ha terminado con Dibujo I.
Y la última fase sería el tope o “techo” de la escala categorial.
Ahora bien, estas “fases” se dan en conjunto o acompañadas con las capacidades de orden
procesual, nada se aprende dividido, por el contrario todo se conjuga al momento de realizar una
actividad como la expresión plástica.

Por ello señalaré que existen tres fases manifiestas:

• Fase de aprestamiento
• Fase de racionalización
• Fase de comprensión

Fase de aprestamiento.-

Vendría a ser el momento inicial donde el alumno conoce y observa lo que puede lograr con la
manipulación y transformación de los materiales. Necesita de un componente de automotivación.
La observación detenida y dirigida por el docente puede cimentar la motivación deseada en el
alumno.

Fase de racionalización.-

Tiene que ver con el entendimiento de lo que rodea a una situación. Sin embargo este
entendimiento es muy centralizado en algo específico, como por ejemplo: usando el pincel tanto
para dibujar como para pintar, no es lo mismo; si bien se usa el mismo instrumento no es el mismo
fin, ni la misma terminación o acabado.

Fase de comprensión.-
Es la capacidad de rodear “desde fuera” una situación o fenómeno. Por tanto es una capacidad
más holística, que tiende a ampliar la visión de lo qué se tiene, cómo se tiene y qué se puede crear
con eso.

Por ejemplo, si ya se aprendió y entendió que el pincel se usa tanto para el dibujo como para la
pintura, entonces, la comprensión sería que puedo hacer una definición y desentrañar los
procedimientos de las técnicas, que se presentan similares pero que tienen un fin distinto. El
convenir que tiene un “fin distinto” es algo aprendido, bien podría decir que en realidad ambas
técnicas son parte de un mismo fenómeno. Por tanto he llegado a conocer la raigambre de la
plástica, esto es, puedo llegara la pintura a través del dibujo como al dibujo a través de la pintura.
Darse cuenta de ello, caramba, lleva tiempo y perspicacia.

En el siguiente artículo expondré detenidamente cuáles son dichas habilidades requeridas, tanto
para el dibujo, la pintura y la escultura. Y en ellas están inmersas las capacidades de orden
procesual y categorial, que hacen posibles el desarrollo de cada una de estas.

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