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VARIACIÓN DE OXIGENO EN LA ALTURA

Esta presión es inversamente proporcional a la altitud es decir a medida que


ganamos altura en montaña, la concentración de oxígeno en el aire disminuye, y de
ahí que empecemos a sentir los temidos efectos del mal de altura: cansancio extremo,
mareos, dolor de cabeza, taquicardia, náuseas, e incluso edema pulmonar en los
casos más graves. En los primeros 100 kilómetros de atmósfera, la concentración de
oxígeno que hay en el aire se mantiene estable, esto es, un 21% de oxígeno, junto a
un 78% de nitrógeno y un 1% de otros gases.
Como acabamos de señalar, en altura no disminuye la concentración de oxígeno en el
aire, pues esta se mantiene de manera estable hasta los 100 kilómetros
aproximadamente. Lo que disminuye es la presión atmosférica y, en consecuencia, la
presión de todos los gases (nitrógeno, oxígeno, etc.). La presión atmosférica es la
presión que ejerce sobre nuestras cabezas la columna de aire que tenemos en el
planeta, y esta disminuye conforme ganamos altura: a mayor altura, menor número
de partículas de aire (menor peso de la columna de aire), por lo que la presión es
menor.

Mientras que a nivel del mar la presión atmosférica es de 100 kPa, a 8848 metros
(Everest) se reduce a 34 kPa. Esto significa que en la cima del Everest la cantidad de
moléculas que tiene el aire (oxígeno incluido) es de un 34% en comparación con el
100% a nivel del mar.

Por tanto, en la cima del Everest respiramos la misma concentración de aire que en la
playa, pero la cantidad de moléculas de oxígeno es menor por la reducción de la
presión atmosférica. En consecuencia, aunque en los pulmones penetra el mismo
volumen de aire que a nivel del mar, al reducirse la presión parcial del aire, la
saturación de oxígeno en sangre decrementa, por lo que el suministro de oxígeno a los
tejidos se ve comprometido y comienzan los temidos síntomas del mal de altura.
PRESIÓN PARCIAL DEL OXIGENO
También conocida domo PO2, es la medición del oxígeno en la sangre arterial,
medimos esto para determinar que tan bien el oxígeno puede pasar de los pulmones a
la sangre. El oxígeno representa el 21% de los gases en la sangre la presión de todos
los gases que respiramos (oxigeno, nitrógeno dióxido de carbono), es
aproximadamente de 760 mm Hg a nivel del mar.
En las altitudes más altas, los aumentos en la presión atmosférica resultan en una
caída en la presión de nuestros gases sanguíneos. Esto incluye la presión parcial del
oxígeno. Cuantos más bajos sean los niveles, menos podremos mover el oxígeno de
los pulmones a nuestra sangre. Esto nos explica porque algunas personas tienen
problemas para respirar a mayor altitud
IMPORTANCIA AL MEDIR LA PO2
Por cada respiración que tomamos, el oxígeno llega a los pulmones y se envía a los
alveolos donde ocurre la transferencia de oxígeno y dióxido de carbono. Por otra parte,
la presión parcial es la dinámica que explica por qué el dióxido de carbono pasa de la
sangre a los alveolos. Cuando el cuerpo está funcionando normalmente, PO2
normalmente está entre 75 y 100 mmHg. Si su PO2 está por debajo de esto, significa
que no está recibiendo suficiente oxígeno.

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