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Espacialidades.

Revista de temas
contemporáneos sobre lugares, política y
cultura
E-ISSN: 2007-560X
espacialidadesrevista@gmail.com
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Cuajimalpa
México
TOSCANA APARICIO, ALEJANDRA
Actores sociales en la gestión local del riesgo de desastre en Valle de Chalco Solidaridad,
Estado de México
Espacialidades. Revista de temas contemporáneos sobre lugares, política y cultura, vol.
4, núm. 1, enero-junio, 2014, pp. 139-169
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=419545121005

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 139

Actores sociales en la gestión local del riesgo de desastre en Valle de Chalco Solidari-
dad, Estado de México

Social Actors in the Local Management of the Risk of Disaster in Valle de Chalco
Solidaridad, State of Mexico

ALEJANDRA TOSCANA APARICIO*

Resumen

En este artículo se revisa la nocin de la “gestin local del riesgo de desastre”, a la luz de las
respuestas de actores sociales locales, en torno a la inundación ocurrida por la ruptura del
Canal de la Compañía en 2010, la cual afectó varias colonias cercanas al canal en el munici-
pio Valle de Chalco Solidaridad, Estado de México. La gestión local del riesgo de desastre es
una propuesta que implica la intervención de los actores sociales locales en actividades pre-
ventivas encaminadas a la reducción del riesgo. Desde esta perspectiva, se revisan las ac-
ciones realizadas por la Parroquia de San Isidro.

Palabras clave: riesgo, desastre, gestión local del riesgo, inundación, municipio Valle de
Chalco Solidaridad.

Abstract

This article examines the notion of “local disaster risk management” through the case of the
actions of the local social actors during the flood caused by the rupture of the Canal de la
Compañía in 2010, which affected several neighborhoods near this channel in the Valle de
Chalco Solidaridad, municipality in the State of Mexico. The local management of the risk of
disaster is a proposal that implies the intervention of local social actors in preventive activities
towards the reduction of the risk. From this perspective actions taken by the parish of San
Isidro are reviewed.

Key words: risk, disaster, local disaster risk management, flood, Valle de Chalco Solidaridad.

Fecha de recepción: 01/05/2013

Fecha de aceptación: 04/10/2013

* Departamento de Política y Cultura, UAM X. Correo electrónico: atoscana@correo.xoc.uam.mx

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Riesgo y desastre son la antítesis del desa- desviar ríos, por ejemplo, pero poco se en-
rrollo. Riesgo es sinónimo de inseguridad.
Desastre es reflejo de la insostenibilidad. focan en reducir la vulnerabilidad de la po-
LAVELL (2003: 21)
blación, es decir, a modificar sus carac-

Introducción terísticas y condiciones sociales,


económicas, políticas y culturales con el

Desde las publicaciones de Hewitt (1983) y potencial de magnificar el impacto de un

Cuny (1983), entre otras que hablan de la evento natural o antrópico de carácter peli-

dimensión social de las catástrofes deto- groso.

nadas por fenómenos naturales o antrópi- Por tal motivo, y con base en nume-

cos de carácter peligroso, la concepción de rosas investigaciones en México y en otros

que “los desastres no son naturales” tiene países de América Latina, surgió la pro-

cada vez más aceptación en círculos puesta de la gestión local del riesgo, la

académicos y burocráticos. Si bien a prin- cual se definiría como “la capacidad de las

cipios de los años noventa esta frase aún sociedades de transformar sus condiciones

generaba dudas y rechazo, hoy es difícil de riesgo con el fin de evitar o disminuir el

negar la participación de las variables so- impacto de desastres futuros” (Zilbert,

ciales en la generación, causalidad y con- 1998: módulo 1), enfoque que, a diferencia

secuencias de las catástrofes. de las formas tradicionales de atención de

Sin embargo, por diversas razones, desastres en las que la participación de

este reconocimiento no ha logrado reducir cuerpos armados es común, o en las que

significativamente la ocurrencia de desas- los planes preparativos se elaboran desde

tres ni sus consecuencias, una de las cua- instancias alejadas a los entornos locales

les es que la mayor parte de las acciones (ONG, oficinas gubernamentales, consultor-

encaminadas a la reducción de desastres ías, etc.), reconoce, valora y fomenta la

son acciones reactivas, a posteriori, cuya participación de actores sociales locales,

finalidad es atender la emergencia, más tanto en las tareas preventivas de desas-

que prevenir su ocurrencia. Las acciones tres, como en las encaminadas a atender

preventivas en México básicamente se li- la emergencia. Este enfoque permite iden-

mitan a sistemas de alertas y alarmas de tificar respuestas y experiencias de los ac-

algunos fenómenos naturales peligrosos tores sociales afectados, así como la di-

(erupciones volcánicas, sismos, ciclones), versidad de sus repertorios, para

a algunas obras de infraestructura para enfrentarse a situaciones de riesgo y de-

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sastre. Al tomar en cuenta estas respues- Garfias, activista de la Cooperativa Valle


tas, es posible “dilucidar las estrategias de Chalco, y a un policía municipal), así
generadas en lo interior, los procesos de como a ocho vecinos de las zona anegada
cambio, los eslabones entre los pequeños en 2010. Las entrevistas* se realizaron en
mundos de los actores locales”, procesos diferentes momentos de 2010 y 2011, es-
más amplios y actores que actúan en otras tas últimas sirvieron para recabar opinio-
escalas (Long, 2007: 45). La propuesta de nes sobre las acciones gubernamentales y
la gestión local del riesgo ha cobrado im- de otros actores sociales en torno a la
portancia en los últimos años para sustituir, inundación. En todas las entrevistas, las
en algunos contextos, la tradicional aten- variables consideradas fueron la respuesta
ción de emergencias. gubernamental (gobiernos federal, estatal y
Desde esta perspectiva, se revisa el municipal) y de otros actores (Iglesia San
caso de la inundación ocurrida en el muni- Isidro y Coordinadora Valle de Chalco) a la
cipio de Valle de Chalco Solidaridad, Esta- inundación: sus acciones a priori y a poste-
do de México, en 2010, con la finalidad de riori. Con las entrevistas se intenta captar
ver la respuesta gubernamental y el papel la realidad social de los sujetos, el conoci-
de algunos actores sociales locales. Una miento y significado que comparten sobre
vez explicada la noción de la gestión local la realidad en estudio, validada y transfor-
del riesgo, se expone el contexto urbano mada por los sujetos mismos (Bonilla y
de Valle de Chalco, la inundación de 2010 Rodríguez, 2005).
y sus efectos, para finalmente reflexionar
en torno a la pregunta que guía la investi- De la atención de emergencias a la ges-
tión del riesgo
gación: con base en el papel de los actores
sociales locales, ¿se puede hablar de ges-
En los últimos años ha sido cada vez más
tión local del riesgo de inundación en Valle
frecuente hablar de “gestin del riesgo de
de Chalco Solidaridad?
desastre”, aunque el término tiene diversos
La obtención de datos empíricos pa-
ra este estudio se hizo a través del método * Agradezco a Guillermo Muñoz y a Daniel Gonzá-
cualitativo, mediante observación en cam- lez por su ayuda con las entrevistas. Al padre Mario
Alberto Lozada Galván, a Rafael Garfias y a los
po y entrevistas semiestructuradas a acto- habitantes de Valle de Chalco Solidaridad, quienes
accedieron a las entrevistas y pláticas, así como a
res clave (al padre Mario Alberto Lozada los dictaminadores de este trabajo. De igual manera
expreso aquí mi gratitud al Conacyt por el financia-
de la Parroquia de San Isidro, a Rafael miento para la realización del proyecto núm.
119097.

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significados, según Lavell (2003: 15), esta nal de Protección Civil (Sinaproc) en 1986,
noción se emplea para hablar de interven- cuyo objetivo general era coordinar entre
ción en materia de riesgos y desastres. La los gobiernos municipales, estatales y fe-
gestión del riesgo implica comprender los deral las acciones encaminadas a la pro-
desastres como procesos prevenibles deri- tección de los ciudadanos y sus bienes, a
vados del modelo de desarrollo, no como la prevención y atención de desastres. Se
producto del impacto de uno o más fenó- creó también el Centro Nacional de Pre-
menos peligrosos naturales o antrópicos, vención de Desastres (Cenapred) en 1988,
cuya emergencia es necesario atender. para la elaboración de estudios técnicos y
A pesar de que las catástrofes en científicos en materia de riesgos y desas-
México son frecuentes y se han registrado tres. Y el Fondo Nacional de Desastres
desde tiempos prehispánicos, la protección (Fonden) en 1996, con el fin de apoyar
civil en México es una política pública re- económicamente a las entidades afectadas
ciente, aunque tiene antecedentes que se por los desastres. A partir del modelo del
remontan al siglo XVIII (Garza, 1998). Des- Sinaproc, cada estado y cada municipio
de los años sesenta, destaca el Plan DN III tenían que crear sus propios sistemas de
E para atender inundaciones en el ámbito protección civil, con base en las caracterís-
rural, posteriormente, el plan se utilizó para ticas específicas de riesgo en sus territo-
cualquier tipo de contingencia, actualmente rios. El modelo del Sinaproc se inspiró en
está vigente. Fue hasta después de los la defensa civil de los países europeos,
sismos de 1985 en la ciudad de México y originalmente creada para defender a los
otras zonas del país, por sus efectos y ciudadanos de ataques bélicos, de ahí que
consecuencias, cuando se evidenció la ne- su enfoque sea reactivo, emergencista y
cesidad de contar con mejores medidas asistencialista, más que preventivo (Hewitt,
preventivas y de atención de emergen- 1983).
1
cias. Después de los sismos, el Estado Desde el gobierno de Vicente Fox
trató de avanzar en la protección de la po- (2000-2006), en el Programa Nacional de
blación y sus bienes, para lo cual se creó, Protección Civil se reconoce la necesidad
por decreto presidencial, el Sistema Nacio- de enfatizar en las acciones preventivas y

1
en la inclusión de diversos actores sociales
Fue la sociedad civil, especialmente durante los
primeros días que siguieron al 19 de septiembre de en éstas. Se estipuló pasar de un modelo
1985, la que se encargó de rescatar a los heridos,
recuperar los cadáveres, habilitar albergues y ali- reactivo centrado en la atención de emer-
mentar a los damnificados (Monsiváis, 2005).

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gencias, a un modelo en el que se gestio- gestionar los riesgos en el ámbito


local. [La gestión del riesgo] admite,
nara el riesgo, es decir, centrado en las
en principio, distintos niveles de co-
medidas preventivas. Este cambio de vi- ordinación e intervención que van
desde lo global, lo integral, lo secto-
sión se conservó en el Programa Nacional
rial y lo macro-territorial hasta lo lo-
de Protección Civil (2008) del sexenio de cal, lo comunitario y lo familiar. La
gestión del riesgo no puede prescin-
Felipe Calderón (2006- 2012); además, en
dir de la participación de los sujetos
éste se acepta que los riesgos tienen una del riesgo en su dimensionamiento y
en las decisiones sobre su reduc-
dimensión social ineludible, y que las estra-
ción y control (Lavell, 2003: 7, 30).
tegias no sólo atienden las emergencias
que lleguen a presentarse, sino que de En los años noventa, se dio visibilidad a los
igual manera han de encaminarse a crear estudios de riesgos y desastres, toda vez
una cultura preventiva. Sin embargo, ese que la ONU escogió dicha década como el
discurso no ha logrado consolidarse en la “Decenio Internacional para la Reducción
práctica. Así lo demuestra el caso de la de Desastres Naturales”, debido en parte a
inundación de Valle de Chalco en 2010. la ocurrencia de grandes catástrofes2 en
Por otra parte, ya desde antes, a fi- las décadas anteriores en diversos países
nes de los noventa, se hablaba cada vez en vías de desarrollo. El objetivo del dece-
más entre los estudiosos de desastres en nio fue “reducir, por medio de una accin
México y otros países de América Latina internacional concertada, especialmente en
de la gestión del riesgo como una forma los países en vías de desarrollo, la pérdida
diferente al modelo reactivo o emergencis- de vidas, los daños materiales y trastornos
ta, centrado en las acciones preventivas en sociales y económicos causados por los
la participación de más actores sociales en desastres naturales [...]” (Molin, 1994: 5).
dichas acciones:

La gestión del riesgo no puede limi- 2


Entre las cuales se hallan los sismos de Perú
tarse a intervenciones puntuales (1970), Managua (1972), Guatemala (1976), México
cuando ocurre un evento [...]; se tra- (1985), San Salvador (1986), Costa Rica (1991) y
Panamá (1991); el huracán Fifi en Honduras
ta más bien de un proceso perma- (1974), Juana en Nicaragua (1988) y Gilberto en
nente de reducción de los riesgos México (1988); las erupciones volcánicas del Chi-
existentes y futuros que se debe chonal en México (1982) y del Nevado de Ruiz en
producir en el marco de las acciones Colombia (1985), así como las explosiones de las
de desarrollo [...]. No es posible alcantarillas en Guadalajara, Jalisco (1992). Todos
estos desastres cobraron formas muy catastróficas,
abordar la reducción de desastres debido a las condiciones sociales, económicas,
de manera centralizada. Es necesa- políticas y culturales de los contextos en que suce-
rio contar con capacidades para dieron.

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Como resultado del decenio, aunque riesgo debe ser componente de la planea-
predominó la visión tecnócrata principal- ción del desarrollo (Lavell, 2003: 19). Así,
mente en los primeros años, aumentó el la visión de que los desastres son resulta-
reconocimiento sobre algunas cuestiones do (o incluso sinónimos) de fenómenos
sociales: se afirmó y promovió la necesaria naturales o antrópicos peligrosos, empezó
intervención antes del impacto del fenóme- a sustituirse por la noción de que los de-
no que detona el desastre (previo a la sastres son procesos que se generan de la
emergencia); el involucramiento de actores coincidencia espacio-temporal de condi-
locales, comunidades, niveles locales de ciones de vulnerabilidad en la población y
gobierno, ONG, entre otros, es decir, se de fenómenos peligrosos, asimismo, las
amplió la diversidad de actores que deben, amenazas pierden su papel protagónico
pueden y tienen que intervenir en materia como principales causantes de los desas-
de riesgos y desastres; se reconoció que el tres y se entienden como detonantes (Gil-
riesgo es una construcción social (García, bert, 1998). En cambio, la vulnerabilidad se
2005: 16), cuya dimensión es subjetiva. empieza a considerar como la causa sub-
Esto último es importante porque repercute yacente a cualquier desastre (entendiendo
en la respuesta de la población ante los la vulnerabilidad como las condiciones es-
riesgos y desastres (Bermúdez, 1994); se tructurales de la sociedad); el riesgo deja
enfatizó en que las amenazas son deto- de verse como una cuestión técnica, como
nantes de desastres, pero no su causa una unidad de medida o convención (Luh-
más importante, y que la interacción de la man, 1996: 129), y empieza a concebirse
sociedad con el medio potencia las ame- como un producto de procesos, decisiones
nazas; se enfatizó en la relación entre de- y acciones individuales y colectivas
sastre y desarrollo (Wilches-Chaux, 1998: que derivan de los modelos de desarrollo
97): los desastres son resultado del mode- económico, de los estilos de desarrollo o
lo de desarrollo, y éstos a su vez impactan de la transformación de la sociedad (Lavell,
en el nivel de desarrollo porque el costo de 2003: 41).3
la rehabilitación y la reconstrucción con-
sumen el capital disponible para nuevas
3
inversiones. En el decenio un evento muy importante fue la
“Conferencia Mundial sobre Reduccin de Desas-
Todo esto derivó en el planteamien- tres Naturales: Yokohama, 1994”, donde se discu-
tieron todas esas cuestiones. Otros resultados del
to de que la reducción y prevención del decenio se publicaron en las revistas Stop Disaster
y Desastres.

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Esta forma de concebir los riesgos y ducción de riesgos existentes y futuros en


desastres conllevó a nuevas formas de ac- el marco de acciones de desarrollo”, lo cual
ción, no reducidas a la atención de emer- no debe limitarse a términos parciales o
gencias, entre las cuales está la propuesta sectoriales, sino fundamentarse en el
de la gestión local del riesgo. Aunque plan- hecho de que los riesgos son producto del
teada desde principios de los noventa, la modelo de desarrollo, por lo que su gestión
terrible experiencia del huracán Mitch será un proceso integral y holístico (Lavell,
4
(1998) dejó en claro que no era suficiente 2003: 7 y ss.), pero también como una
la actuación del Estado, que se requería de práctica que permite a una comunidad
la participación de más actores con cono- transformar las condiciones de riesgo y
cimiento local. En este contexto, Herzer et evitar un desastre o, en todo caso, reducir
al. (2002) señalan: sus consecuencias negativas. Como parte
de la gestión del riesgo, se enfatiza tam-
La gestión del riesgo abarca tanto bién la gestión local del riesgo como el
las políticas y acciones de mitiga-
proceso de intervención propio de los acto-
ción, diagnóstico, preparación y pre-
vención de desastres, que tienden a res locales, en un nivel territorial particular
reducir la vulnerabilidad, como las
de acción.
estrategias de atención de emer-
gencias o capacidad de respuesta a El nivel local del riesgo es relevante,
los impactos inmediatos de un de-
ya que es donde se materializa el riesgo y
sastre, la rehabilitación y la recons-
trucción. asimismo es un área accesible de acción
para las respuestas locales. El involucra-
La noción de la gestión del riesgo, a dife-
miento de los actores locales en la gestión
rencia del tradicional enfoque de atención
del riesgo implica, en la mayoría de los ca-
de emergencias (el predominante en Méxi-
sos, la incorporación de conocimientos
co) recoge los aprendizajes construidos
empíricos sobre los riesgos específicos del
durante el decenio internacional: la pers-
espacio gestionado. En ocasiones, cuando
pectiva de la gestión del riesgo propone la
no hay intervención de actores locales, los
sustitucin de la “atencin de emergen-
planes preventivos y reactivos son elabo-
cias”, por un “proceso permanente de re-
rados por las ONG o las consultorías (ubi-
4
En 1998 con las consecuencias del huracán Mitch cadas física, social y culturalmente lejos de
de categoría 5 (20 mil muertos y cientos de miles
de damnificados), en Centroamérica cobró fuerza la los escenarios de desastre), cual si fuesen
propuesta de la gestión del riesgo para referirse a la
necesaria superación de la visión centrada en la recetas generales que no consideran las
atención de emergencias.

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particularidades de cada espacialidad: escala municipal es ideal para la gestión


“frente a procesos de cambio muy acelera- local del riesgo.
dos, esta ubicación implica necesariamen- Sin embargo, lo local y lo municipal
te un enorme desconocimiento de las es- no siempre coinciden (Lavell, 2003: 33). Y
pecificidades de cada realidad en donde lo local no se reduce a lo municipal, pues
sucede el desastre” (Maskrey, 1994: 42). no necesariamente coincide con las fronte-
La participación de actores locales también ras administrativas municipales, empero, el
repercute en una mayor aceptación social. gobierno municipal desempeñaría un papel
La gestión local del riesgo implica la parti- importante. El municipio es el representan-
cipación protagónica de actores locales, te político y administrativo de lo local, de
quienes se caracterizan por tener un senti- sus actores y de la población; es la instan-
do de pertenencia en ese nivel escalar. cia encargada de la regulación de suelo
Dicho nivel de acción, en su forma (muy relacionada con la prevención de de-
ideal, sería el municipio, ya que “la gestin sastres como los ocurridos en Valle de
requiere de estructuras organizacional- Chalco por el desbordamiento del Canal de
institucionales permanentes y sostenibles” la Compañía); es un gobierno elegido por
(Lavell, 2003: 33), aunque tal vez se ges- el pueblo, que lo representa; es la base de
tione desde instituciones ya existentes. En la descentralización administrativa, política
México, el artículo 115 de la Constitución y económica; es el nivel de gobierno más
otorga al municipio las facultades y compe- cercano a la población, en la que es posi-
tencias relativas a la planeación urbana, a ble establecer el mayor contacto entre la
la ordenación del territorio (decretar zonas ciudadanía y el gobierno, así como atender
de reserva, regular el uso del suelo, otor- las demandas de la sociedad civil (Ziccardi,
gar licencias de construcción, entre otras), 2003); además, sería el engranaje de lo
así como a la dotación de servicios públi- local con los niveles regional y nacional.
cos: agua potable, drenaje, alcantarillado, Por sus facultades y competencias, integra
tratamiento y disposición de aguas residua- la gestión del riesgo a la gestión del desa-
les, entre otras (Merino, 2007: 19- 25). rrollo (Lavell, 2003: 43 y ss.). No obstante,
Asimismo, el Sinaproc establece que el a veces la participación de los municipios
municipio es la primera instancia de go- en la gestión del riesgo es limitada proba-
bierno a la que le corresponde la preven- blemente porque los funcionarios conciben
ción y atención de desastres, por ende, la el tema de riesgo como problemas de largo

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plazo, cuya solución requiere de tiempo, respuesta gubernamental y la de los acto-


dinero y esfuerzo, aspectos que exceden la res sociales locales, para luego analizar si
duración y habilidad de la gestión munici- puede hablarse de una experiencia de ges-
pal, con la posibilidad de que durante ese tión local del riesgo de desastre o simple-
periodo no ocurra ningún desastre, y ocu- mente de atención a la emergencia.
rriese, se acceda al Fondo de Desastres
(Fonden). Además, dado que con bastante Valle de Chalco: origen y características
del asentamiento
frecuencia los desastres se consideran al-
go esporádico o excepcional (aun cuando
Valle de Chalco Solidaridad se localiza en
en lugares como en el municipio de Valle
la cuenca de México, dentro (endorreica)
de Chalco son recurrentes), los gobiernos
de la cual existe una llanura lacustre, con
invierten poco en las medidas preventivas
una altitud promedio de 2,240 msnm, inte-
en reducir la vulnerabilidad y se enfo-
rrumpida por algunas elevaciones en el
can más en la atención de emergencias
centro-norte. La cuenca está delimitada por
cuando éstas ocurren, por ello la preven-
la Sierra de Santa Catarina al suroriente, al
ción aún es desarticulada y, por lo general,
sur por el Ajusco y por la Sierra Chichi-
poco eficiente.5
nautzin; al oeste, la Sierra de las Cruces; al
Por último, en la gestión del riesgo,
oriente, la Sierra Nevada y de Río Frío; al
el punto clave es la prevención; mientras
norte está limitada por una serie de colinas
que en el manejo tradicional de los desas-
y cordilleras bajas. Las corrientes que es-
tres lo fundamental es la atención de la
curren de las sierras hacia la planicie die-
emergencia. La gestión local del riesgo va-
ron lugar a una serie de ciénegas determi-
lora la participación de los actores locales,
nantes para los asentamientos humanos
importan “las prácticas autoorganizadoras
de la región, entre los que destacan los
de quienes habitan, experimentan y trans-
poblados prehispánicos de Chalco y Xico,
forman los contornos y detalles del paisaje
asimismo, dieron lugar a la formación de
social” (Long, 2007: 21).
los lagos de Xochimilco, Texcoco, Zum-
Una vez expuesto lo anterior, a con-
pango, Xaltocan y Chalco, los cuales han
tinuación se presenta el contexto urbano
sido desecados casi totalmente. El munici-
del desastre de 2010: la inundación, la
pio Valle de Chalco Solidaridad se ubica en
5
Desde la perspectiva de la gestión del riesgo, hay
una planicie sobre el ex lago de Chalco,
experiencias exitosas, algunas de las cuales pue- desecado desde la primera mitad del siglo
den revisarse en Lavell (2003).

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Mapa 1. Municipio Valle de Chalco Solidaridad, Estado de México

XX (Herrero, 1993: 219), lo que contribuyó Valle de Chalco Solidaridad es de los que
a que la zona presente una tendencia natu- más crecimiento urbano ha tenido en las
ral a inundarse, debido a que el suelo es últimas décadas (Cruz, 2005: 183). Asi-
impermeable. Además, en el municipio mismo, se ubica en la parte oriental de la
existen pozos de los que se extrae agua zona metropolitana; colinda al oriente con
subterránea, lo cual ha agravado el hundi- los municipios de Chalco e Iztapaluca; al
miento del suelo, fomentando aún más el norte con Los Reyes La Paz y al occidente
potencial de las inundaciones (Ortiz y Or- y sur, con la Delegación Tláhuac.
tega, 2007; Burns, 2009; Burns y Mocte- El poblamiento de Valle de Chalco
6
zuma, 2012). Solidaridad es relativamente reciente, se
Como se observa en el mapa 1, Va- remonta a finales de los años setenta del
lle de Chalco Solidaridad forma parte de la siglo XX, aunque se intensificó durante la
Zona Metropolitana de la Ciudad de Méxi- siguiente década. El poblamiento inició a
co (ZMCM), conformada por las dieciséis partir de la autopista México-Puebla, en lo
delegaciones del Distrito Federal, 58 muni- que hoy es el norte del municipio, y en la
cipios del Estado de México y uno de porción sur del mismo a partir del pueblo
Hidalgo. De los municipios mexiquenses, prehispánico de Xico. Las tierras ejidales
6
Valle de Chalco Solidaridad es uno de los munici-
de baja productividad y el abandono del
pios más afectados por la extracción de agua sub- campo en las últimas décadas del siglo XX
terránea en la cuenca de México, se hunde entre 25
y 40 cm por año, dando como resultado la aparición facilitaron el cambio de uso de suelo agrí-
de grietas y fracturas que dañan inmuebles, la pro-
pia infraestructura hidráulica, contribuyendo a la cola a urbano en dicha zona, principalmen-
dificultad de drenar el agua, aumentando el poten-
cial de las inundaciones (Burns y Moctezuma, te a los márgenes de la autopista (Herrero,
2012).

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1993: 219); además, a principios de los y las instituciones públicas. Hasta antes de
ochenta, se encarecieron los precios de la la reforma al artículo 27 constitucional
vivienda, el suelo y el predial en la ZMCM, y (1992), que permite la privatización de la
algunos sectores de población de ingresos tierra de propiedad social, el fracciona-
bajos fueron desplazados hacia nuevas miento de ejidos no estaba permitido, pero
periferias metropolitanas (Hiernaux y al no haber zonas de reserva territorial ni
Lindón, 1998). Así, lo que hoy es Valle de opciones de vivienda popular para la gente
Chalco se pobló con habitantes de las de- de escasos recursos, las autoridades no
legaciones Iztapalapa, Iztacalco y Tláhuac impidieron el proceso, aun cuando se trata-
del DF, así como de Ciudad Nezahualcóyotl ra de una zona pantanosa (de riesgo), sin
y otros municipios conurbados, pues al en- servicios urbanos, sino que, al contrario,
carecerse el suelo de esas entidades de- facilitaban la operación. Después del frac-
bieron buscar opciones de vivienda más cionamiento, expropiaban el ejido, indem-
baratas. Valle de Chalco Solidaridad ofrec- nizaban a los ejidatarios, legalizaban la
ía esa posibilidad, con la ventaja de la rela- compra-venta del terreno y, con el paso del
tiva cercanía a la ciudad de México. Esta tiempo, lo dotaban poco a poco de servi-
migración interna fue la primera de perife- cios urbanos, sin importar las aptitudes del
ria a periferia en la ZMCM, y fue consecuen- suelo para su urbanización. Así, Valle de
cia de la crisis económica de los ochenta, Chalco se fue poblando rápidamente, aun-
del cambio de modelo de desarrollo que los servicios tardaron en llegar. De
económico basado en la sustitución de im- hecho, este lugar es considerado como
portaciones a uno neoliberal, el cual ha uno de los asentamientos de origen irregu-
implicado la precarización del trabajo lar más grandes de América Latina (en
(Hiernaux y Lindón, 1998); del abandono menos de veinte años llegó a los trescien-
del campo y de la carencia de las reservas tos mil habitantes; actualmente cuenta con
territoriales para el crecimiento urbano en 360,000 personas aproximadamente
el área metropolitana de la ciudad de (INEGI, 2011).
México. En sus inicios, Valle de Chalco fue
Debido a lo anterior, los ejidos em- objeto de programas de combate a la po-
pezaron a transformarse de manera irregu- breza. En los primeros años de los noven-
lar, proceso en el que intervinieron los ta, el gobierno federal, que aún podía in-
fraccionadores clandestinos, los ejidatarios tervenir en la planeación urbana de los

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 150

municipios, puso en práctica el programa daciones derivadas de las rupturas de las


social Solidaridad, consistente en mejorar paredes del Canal de la Compañía.8
las condiciones de vida de la población, Ante la demanda de vivienda popu-
tomando como base la participación social lar, las limitaciones económicas de la po-
comunitaria. Dentro de este programa, en blación, que con mucho esfuerzo lograba
1992 se creó el municipio 122: Valle de ser propietaria de su casa y no inquilina,
Chalco Solidaridad,7 a partir del territorio así como ante la inminente necesidad de
inundable de Chalco de Covarrubias y la obtener los servicios urbanos básicos, es
Delegación Tláhuac. muy probable que la prevención de desas-
Con lo anterior, comenzó la inver- tres se considerara un lujo. De igual mane-
sión federal en el valle, la construcción de ra, la presión social sobre la tierra quizás
escuelas, electrificación, regularización de incidió en que las autoridades ignoraran las
la tenencia de la tierra, etc. El impacto de condiciones de riesgo de la zona. Además,
ese programa mejoró las condiciones ur- la mayoría de las viviendas de Valle de
banas y de infraestructura del municipio, Chalco son de autoconstrucción, erigidas
por lo que fue foco de atracción de más paulatinamente, con fuentes de financia-
población (Hiernaux y Lindón, 1998), aun- miento muy limitadas, por lo que, con fre-
que ésta no siempre logró acceder a los cuencia, son construcciones precarias
servicios urbanos; tampoco logró siempre (Herrero, 1993) y fácilmente resultan da-
asentarse en áreas libres de riesgos, lo ñadas en las inundaciones.
que quizás al inicio no se consideró muy El Canal de la Compañía se cons-
desventajoso, pero que a la larga significó truyó en 1994, con una extensión inicial de
la reubicación de varias colonias, daños en 6.5 km, como parte del sistema de desalojo
las viviendas por el hundimiento diferencial de aguas negras y pluviales del área me-
del suelo y la constante exposición a inun- tropolitana de la ciudad de México. Sin
embargo, esta función ha estado obstaculi-
7
Debido a este programa el municipio debe su zada por una serie de razones: las condi-
nombre: Valle de Chalco Solidaridad, elegido por
Carlos Salinas de Gortari como estandarte de aquel
ciones físico-naturales y la extracción de
programa. La dinámica desatada por el programa agua subterránea favorecen los hundimien-
benefició, además, a las constructoras de vivienda.
De acuerdo con Moctezuma (2013), en 1999 co-
8
menzó la construcción de más de cincuenta mil En buena medida porque la planeación hídrica
viviendas bajo el permiso de la Secretaría de Desa- siguió el modelo convencional de extracción de
rrollo Urbano (Sedue), siendo esta zona (Valle de agua del subsuelo y su posterior expulsión de la
Chalco Solidaridad y municipios aledaños) donde cuenca, lo que ha generado zonas de riesgo por las
más licencias de construcción se otorgaron. subsidencias e inundaciones.

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tos del suelo, el canal originalmente estaba construido en zonas de recarga de los
a nivel del suelo, pero ahora está más ele- mantos freáticos, lo que impide que el sub-
vado que el asentamiento urbano; la cons- suelo absorba el agua y aumenta la proba-
trucción de viviendas (actualmente regula- bilidad de inundación (Moctezuma, 2013).
rizadas) en las orillas del canal (algunas Por otra parte, el gobierno del DF ha
muy próximas a éste, fueron reubicadas mejorado su infraestructura hidráulica, de
después de la inundación de 2010, cabe tal modo que el canal recibe más flujo a
mencionar que eran viviendas regulariza- una mayor velocidad, y en la porción del
das a pesar de su ubicación, Magallanes et Estado de México no logra fluir eficazmen-
al., s.a); la negligencia de las autoridades te. Por estas condiciones, por el hundi-
federales, estatales y municipales para el miento del suelo y por detonantes como
mantenimiento adecuado y, ocasionalmen- precipitaciones pluviales intensas fuera o
te, las inclemencias meteorológicas han dentro de temporada, el caudal se ha
dado como resultado la ruptura del canal desbordado en repetidas ocasiones, las
en tres ocasiones, causando pérdidas tan- más intensas han sido en 2000,9 2010 y
gibles e intangibles, especialmente entre la 2011,10 por fracturas en sus paredes, cau-
población más vulnerable próxima al canal.
9
El 2 de junio de 2000 se desbordó el canal, se
De lo anterior se desprende la nece- registraron cinco mil afectados y una víctima fatal.
sidad de cambiar el modelo actual de ma- Tres meses antes, los vecinos ya habían advertido
filtraciones, pero no fueron reparadas oportunamen-
nejo hídrico en la cuenca y en la subcuen- te. “Ante la inundacin de 2000, se plante entubar
el canal. Según promesas y declaraciones, el Canal
ca por un modelo más sustentable, tal de La Compañía se terminaría de entubar en julio
de 2008, para que no volviera a ocurrir una inunda-
como señala Burns (2009). ción como la del año 2000. 1,423,000,000 de pesos
que forman parte de los recursos del Fideicomiso
El Canal de la Compañía atraviesa 1928 que integran el gobierno del Estado de Méxi-
el municipio de Valle de Chalco Solidaridad co, el del Distrito Federal y la Federación supues-
tamente fueron invertidos desde 2006 en este ‘plan
en una dirección aproximada de oeste a maestro’ de entubamiento del canal” (Magallanes et
al., s.a.: 20). A esta inundación, las autoridades no
este en su porción norte. En años recien- le dieron mucha importancia porque no afectó direc-
tamente la autopista.
tes, el afluente del canal ha aumentado, ya 10
La causa de la inundación de 2011 fue atribuida
por los titulares de la Secretaría del Medio Ambien-
que se han construido fraccionamientos te y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Cona-
aledaños a Iztapaluca, Chalco y Valle de gua a que los vecinos tiran basura en el canal y lo
tapan, debido a que los gobiernos municipales no
Chalco, fraccionamientos que requieren se encargan de la recolección de residuos sólidos.
Los municipios, por su parte, argumentan que la
descargar sus aguas negras en el Canal causa fue la mala operación del canal, que le co-
rresponde a la Conagua. A raíz de la inundación de
de la Compañía; además, éstos se han 2010, se hizo una inversión de dos mil millones de
pesos para la construcción de obras hidráulicas

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sando graves daños materiales a la pobla- rada de secas. El titular de la Comisión


ción. La frecuencia e intensidad de las Nacional del Agua (Conagua) precisó que
inundaciones han ocasionado que algunas uno de los factores causantes del rompi-
familias no logren se recuperen económi- miento del muro de contención del Río de
camente de una, cuando llega una nueva la Compañía es que ese día trasladó trein-
inundación. Aunque después de éstas se ta metros cúbicos de agua por segundo (30
han realizado obras de reparación, la expe- m3/seg), cuando su capacidad es sólo de
riencia demuestra que persiste el riesgo de 22 m3. Pero el canal ya estaba fractura-
inundación. do.11
Según datos oficiales, en Valle de
La inundación en 2010 Chalco, dos mil viviendas fueron afectadas:
una clínica del IMSS, varias escuelas, igle-
En la madrugada del 5 de febrero de 2010, sias y mercados; asimismo hubo dieciocho
uno de los bordes del Canal de la Compañ- mil damnificados aproximadamente. El ni-
ía se fracturó. Como resultado, cientos de vel del agua alcanzó más de 1,5 m en las
miles de litros de aguas negras salieron de zonas aledañas al canal, permaneciendo
su cauce, anegando las zonas aledañas. estancada durante varios días, por lo que
Conforme a lo señalado por las autorida- el abasto de alimento resultó afectado y se
des del Estado de México, la causa fue suspendió el servicio de transporte. Los
que las lluvias extraordinarias (en época daños se concentraron en las colonias
invernal), que duraron más de treinta Avándaro, El Triunfo, Providencia y San
horas, aumentaron la presión del flujo. En Isidro, inmediatas al canal.
esos mismos días, el drenaje profundo de Dos días antes de la inundación de
la ciudad de México estaba en reparacio- 2010, vecinos de la colonia Avándaro, co-
nes, precisamente aprovechando la tempo-
11
De común acuerdo con los habitantes, la Comi-
(entre éstas el entubamiento del Canal de la Com- sión de Cuenca de los Ríos Amecameca y La
pañía) para evitar inundaciones de aguas negras. Compañía, en la que participaban los vecinos por
Apenas un mes antes de esta inundación, se había medio de Pastoral Social, así como los sectores de
inaugurado la planta de bombeo La Caldera, a la Organizaciones Cívicas y de Equidad de Género,
que asistieron Felipe Calderón y Enrique Peña Nie- demostraron al ingeniero Efrén Villalón, director
to, quienes prometieron a los vecinos que ya nunca general del Organismo de Cuencas y Aguas del
más se inundarían. Sin embargo, al poco tiempo se Valle de México, máximo representante de Cona-
abrió un boquete de treinta metros que permitió la gua, esta situación, sin embargo, se negó a aplicar
salida del agua y afectó a trescientas casas de las doscientos millones de pesos que reconoció que se
colonias San Isidro y Avándaro. Nuevamente se contaban para ese fin, de tal modo que lo hicieron
aplicó el plan DN III E (Salinas y Ramón, 2011; CNN, renunciar después de la inundación del 5 de febre-
2011). ro.

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lindante con el lado sur del canal, notaron aquél en su momento, a realizar las obras
que el canal “lagrimeaba”, dieron aviso a necesarias para evitar otra inundación, y
otros vecinos, luego al delegado de la co- se “disculp” con los vecinos afectados
lonia, quien llamó a Protección Civil (estos diciendo que él no era adivino para saber
vecinos ya tenían la experiencia de la cuándo llovería. El presidente municipal,
inundación del año 2000). El temor creció y Luis Enrique Ventura (2009- 2012), declaró
se suspendieron las clases en la escuela que “a él slo le pagan para hacer prome-
primaria ubicada en la calle Magnolia, a tan sas y declaraciones, y no para resolver
sólo 20 metros del canal. Se acordó con la problemas tan grandes” (Coordinadora Va-
Conagua que se sellarían las fisuras, pero lle de Chalco, 2010).
por la presión del agua, las paredes del
canal no resistieron y se formó un boquete La respuesta gubernamental a la emer-
gencia: ejército y cuerpos policiacos
de setenta metros en una de sus paredes,
lo que permitió el desbordamiento de las
Para controlar la emergencia, desde el go-
aguas negras durante la madrugada del 5
bierno se implementó el Plan DN III E. La
de febrero.
Conagua, con ayuda del ejército, colocó
En los días subsecuentes, se desató
costales y tubos para cerrar el boquete y
una guerra de declaraciones entre funcio-
evitar que el agua continuara fugándose;
narios de diferentes niveles, quienes trata-
se instalaron albergues temporales y se
ron de explicar, justificar o evadir la res-
movilizaron brigadas de salud y vacuna-
ponsabilidad de la inundación: Felipe
ción (quince mil dosis). Posteriormente, se
Calderón (2006-2012) atribuyó la inunda-
colocaron varias bombas hidráulicas para
ción a la falta de mantenimiento del canal
ayudar a que las aguas fluyeran. Caminos
durante el sexenio de Vicente Fox (2000-
y Puentes Federales (Capufe) se encargó
2006). José Luis Luege Tamargo, entonces
de restablecer el paso por la autopista
titular de la Conagua, declaró que ellos no
México-Puebla. De manera conjunta, el
se responsabilizaban de una inundación en
gobierno estatal, el Ejército y la Armada
la siguiente temporada de lluvias; Enrique
intervinieron en la limpieza de la zona y la
Peña Nieto, gobernador del Estado de
rehabilitación de los hogares inundados.
México en ese entonces, no culpó a Arturo
El gobierno estatal mandó a la zona
Montiel, gobernador precedente (1999-
afectada un equipo de limpia integrado por
2005), pero se comprometió, igual que
policías de la Agencia de Seguridad Estatal

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 154

(ASE) que traía escobas, carretillas y palas ías a la zona de desastre tuvo las siguien-
para retirar escombros y lodo de la calle tes intenciones:
San Isidro, una de las más afectadas (2
metros de altura de lodo), con el apoyo del  Los primeros se dedicaron a la repa-
ración del canal y básicamente no
servicio de limpia municipal. El gobierno
interactuaron con la población. Esta
estatal mexiquense, con ayuda de Sede- acción, de acuerdo con nuestros in-
formantes, fue bien vista por la po-
sol, levantó un censo para detectar las
blación. En estas tareas trabajaron
pérdidas de enseres y mobiliario en las vi- conjuntamente con la Conagua y
con la Comisión Estatal del Agua del
viendas afectadas. El levantamiento del
Estado de México.
censo, para quienes no fueron incluidos,  Los policías municipales se encar-
fue interpretado como una forma más de garon de tareas menores: rondines
de vigilancia para evitar el saqueo o
introducir la presencia policiaca y pareció sorprender a sus ejecutores, así
injusto, lo que llevó a grupos de vecinos a como vigilar los albergues (con poca
gente, ya que la mayoría recurrió a
iniciar una movilización que acabó en actos parientes o a los albergues de la
violentos.12 La entrada de militares y polic- iglesia).13
 Los policías estatales se concentra-
12
ron en las tareas de limpieza (según
El 16 de febrero, vecinos de las colonias Avánda- nuestros informantes, la mayoría se
ro y San Isidro bloquearon la autopista México-
Puebla para pedir que se les incluyera en el padrón
abocó a las áreas que no estaban
de compensaciones a algunos vecinos que queda- tan afectadas, sin brindar su apoyo
ron fuera de dicho censo; sin embargo, la demanda en las cuadras más inundadas). Ca-
no fue atendida y días después, el 23 de febrero, be señalar que la población también
los vecinos intentaron un segundo bloqueo de la participó y se registraron varios al-
autopista, a la altura de la caseta de cobro. Estaban
descontentos debido a las burlas de los funciona-
tercados entre policías y vecinos.
rios de los gobiernos estatal y federal, pues la ayu-  Los policías estatal y federal se en-
da a los damnificados no llegaba; en predios multi- cargaron de contener la manifesta-
familiares sólo se dio una tarjeta de ayuda, mientras ción de los damnificados y evitar el
que familias no afectadas recibieron tarjeta de ayu- segundo bloqueo de la autopista
da, lo que, desde luego, levantó suspicacias y, por
último, las personas que sí habían recibido las tarje- México-Puebla del 23 de febrero
tas de ayuda tenían que comprar en Soriana y Elek- (véase la nota 9).
tra, pero al pagar con ésta, les subían los precios.
El enfrentamiento se dio en el km. 28.5 de la auto-
pista México-Puebla entre vecinos afectados y ele-
mentos de la ASE (policía mexiquense), agrupación
que quiso diluir la manifestación, ya que superaban
en número a los vecinos, de los cuales hirieron a
muchos (incluyendo niños, mujeres y ancianos),
rociándolos con gases lacrimógenos. Los grupos
policíacos se quedaron realizando rondines y vio- Así fue como el gobierno trató a los damnificados
lentando a vecinos después del enfrentamiento, lo disgustados e inconformes por el trato que recibie-
que algunos habitantes del municipio interpretaron ron por parte de las autoridades públicas (Magalla-
como una estrategia para evitar más protestas y la nes et al., s.a.).
13
organización local, es decir, para contener la res- Entrevista a policía municipal, realizada en no-
puesta y el descontento social en el ámbito local. viembre de 2011. Este policía solicitó el anonimato.

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De acuerdo con las fuentes consultadas,14 valiosos para la prevención de desastres,


cada grupo tuvo tareas diferenciadas y, por pues ahí se identifican y diagnostican las
lo tanto, la percepción que tienen de ellos áreas donde hay incidencia de fenómenos
los habitantes difieren: hay aceptación a peligrosos, también identifica las repercu-
las actividades de los soldados que se siones que estos fenómenos tendrían en
concentraron en la reparación del canal, función de la población, sus bienes y el
sin interactuar con la gente. También hay entorno físico.16
aceptación de las acciones de los policías Paralelamente a las respuestas guber-
municipales, muchos de los cuales son ve- namentales, diversos actores sociales en-
cinos de la zona y sufrieron afectaciones traron en acción, entre éstos la Iglesia de
por la inundación. Pero hay un cierto re- San Isidro y la Coordinadora Valle de
chazo hacia los policías estatales y federa- Chalco, en estrecha relación con la Pasto-
les que evadieron la limpieza de las zonas ral Social de la Diócesis y el obispo Luis
más afectadas por las inundaciones, que Artemio Flores Calzada.
sólo contuvieron la manifestación y agre-
dieron a los vecinos. Para algunos de Las respuestas de los actores sociales
locales a la inundación
éstos, varias de las acciones emprendidas
por el gobierno estatal tuvieron un doble
Además del ejército y de los cuerpos poli-
fin: además del levantamiento del censo de
ciacos, también intervinieron otras organi-
los afectados para otorgarles tarjetas para
zaciones en la atención de la emergencia,
adquirir enseres domésticos, así como pa-
entre éstas la iglesia católica San Isidro,
ra aumentar la presencia policíaca en la
cuyas acciones rebasan la etapa emergen-
zona.15
cista y asistencialista.17
Cabe mencionar que, desde 2011, el
Desde tiempos coloniales, ha sido
municipio cuenta con un atlas de riesgos
común que las organizaciones religiosas
que, de ser considerado por las autorida-
participen activamente cuando ocurren
des correspondientes, aportará elementos
catástrofes. Actualmente, a pesar del Si-

14
Las entrevistas no necesariamente reflejan la
16
opinión de toda la población, pero sí coinciden con Este atlas lo elaboró Sedesol, como parte del
los resultados de una encuesta aplicada por Cam- Programa Prevención de Riesgos en los Asenta-
pos y Toscana (2012) en abril de 2010. mientos Humanos.
15 17
Puntos de vista similares se hallan en Rebeldía. El estudio de esta experiencia forma parte de un
Información disponible en: proyecto más amplio que contempla la revisión de
http://revistarebeldia.org/revistas/numero70/06chalc la actuación de otras parroquias en la zona de
o.pdf inundación.

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naproc, la Iglesia católica, al igual que La visión de esta iglesia es las inun-
otros grupos religiosos, tienen una presen- daciones pueden evitarse y se deben im-
cia importante en situaciones de desastres. plementar acciones preventivas adecua-
Así se corrobora en el caso de varias igle- das. De hecho, el padre Lozada ha
sias de Valle de Chalco, entre éstas, la gestionado directamente con el gobierno
iglesia San Isidro.18 federal la mejoría del sistema de drenaje;
De acuerdo con el padre Mario Al- asimismo, reconoce que los habitantes de
berto Lozada Galván, la iglesia San Isidro la zona contribuyen a la generación del
ha logrado, con la ayuda de instituciones riesgo con algunas de sus acciones (como
de educación superior, tener planes de arrojar residuos sólidos al canal).
contingencia: desde tareas preventivas En la inundación de 2010, el párroco
(como el monitoreo del canal para saber de San Isidro acondicionó un albergue y
con anticipación si se desbordará), hasta la recibió ayuda de la población de los alre-
instalación de albergues: este templo cuen- dedores, así como de empresas como Ge-
ta con salones, baños y cocina para fun- noma Lab, de las fundaciones Cáritas y
cionar como albergue adecuadamente.19 Kopling, así como del gobierno, para distri-
buir ayuda entre los damnificados que
18
En Valle de Chalco, la Iglesia católica tiene una
acudieron a la iglesia: “El 80 o 90 por cien-
presencia muy importante. En parte, tal vez por la to de la gente prefirió estar en estos alber-
visita, el 7 de mayo de 1990, del Papa Juan Pablo
II, quien ofreció una misa a la que asistieron gues [los de las iglesias], porque aquí,
aproximadamente quinientas mil personas, en don-
de actualmente se ubica la catedral de Valle de además, les dábamos comida caliente ca-
Chalco. La visita del Papa fue emblemática, pues
en esa época, las condiciones de urbanización del sera, bien. Teníamos los baños y todo bien
municipio eran muy precarias.
19
Las parroquias San Miguel Arcángel, Sagrada
puesto para el albergue”. La iglesia San
Familia, Nuestra Señora de Juquila, Santa Catalina Isidro y otras de la zona empezaron a tra-
y el Buen Pastor también tienen plan de emergen-
cia. Todas estas parroquias pertenecen a la Dióce- bajar en los planes de contingencia hace
sis Valle de Chalco. encabezada hasta 2012 por el
primer obispo de Valle de Chalco, monseñor Luis más de diez años, con la idea de que las
Artemio Calzada, e institucionalmente por la Pasto-
ral Social Diocesana. Además del párroco Mario inundaciones son un riesgo latente y se
Alberto Lozada Galván, otros párrocos de la zona
de inundación, entre ellos José Luis Gonzalo de la
debe estar preparado, es decir, tener una
Parroquia de la Santísima Trinidad, y Raúl Martínez mirada preventiva, especialmente porque
Arreortúa de la Parroquia de Nuestra Señora de
Juquila, también participaron en la atención de la los gobiernos municipales han sido inefi-
emergencia. Entre las actividades de la Pastoral
está, por ejemplo, la distribución de información cientes en este punto, y aunque logran al-
sobre la prevención de inundaciones y su explica-
ción desde la perspectiva social de los desastres gunos avances, éstos se pierden o se dis-
(Comité de Emergencia, 2012).

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 157

persan con los cambios de gobierno: “Las tres son castigo divino”, porque esta cre-
iglesias que pegamos al canal [las que encia puede inmovilizar a las comunidades
están próximas al Canal de la Compañía] afectadas por desastres, la gestión local
tenemos un plan bien establecido. Monito- del riesgo, por el contrario, trata de involu-
reamos el canal cada dos meses, cada crar a la población. La participación de las
mes y medio, hacemos un recorrido al ca- iglesias no se reduce a asistencialismo,
nal, donde vemos las fisuras, lo que llaman “sino que busca expresar valores profesio-
el lagrimeo, que empieza a gotear por dife- nales como coparticipación de las comuni-
20
rentes lugares el canal”. dades afectadas, prontitud y pertinencia en
La cultura de la prevención se im- la ayuda de emergencia y los programas
pulsa y desarrolla desde la diócesis de Va- de rehabilitacin, entre otros” (ACT: 4).
lle de Chalco, con ayuda de académicos y Las iglesias son fundamentales y pue-
de fundaciones, a pesar de que el Estado den serlo aún más en la gestión local del
de México es una de las entidades que riesgo, especialmente cuando los munici-
más ha “difundido” la política de la protec- pios son débiles:
ción civil, además de que Valle de Chalco
es un espacio sujeto a riesgos por inunda- En algunos países, la Iglesia está en
una posición ideal para proveer asis-
ción y subsidencia.21 Desde la perspectiva
tencia efectiva cuando ocurren de-
de la gestión local del riesgo, no es rara la sastres y de alguna manera debería
darse desde una visión procesal en
participación de las iglesias en emergen-
razón de que están ubicadas
cias. Por ejemplo, así lo ha hecho en Gua- comúnmente al lado de los aconte-
cimientos; con esta ubicación cerca-
temala Action by Churches Together (ACT)
na [no sólo física] pueden actuar
que desmitifica la idea de que “los desas- rápidamente en las zonas afectadas.
Los líderes normalmente son perso-
20
Entrevista de la autora con el padre Mario Alberto nas confiables y pueden identificar a
Lozada Galván.
21
los más necesitados en la comuni-
Desde 1990, las constituciones estatales promul- dad. Una vez pasada la emergencia,
garon sus leyes de protección civil. El Estado de
México lo hizo en 1994, pero antes, en 1992, se
la iglesia local provee un enfoque
creó la Dirección General de Protección Civil como permanente para el trabajo de se-
una dependencia encargada de coordinar, investi- guimiento. Las agencias de auxilio
gar, planear y llevar a cabo programas orientados a van y vienen pero la iglesia local
las actividades y funciones sustantivas de la pro- permanece (ACT, 22).
tección civil: la prevención, el auxilio y la recupera-
ción. Las condiciones de riesgo en la entidad rela-
cionadas con fenómenos naturales, con el Además, las iglesias contribuyen al aumen-
crecimiento de la planta industrial rodeada de den-
sos asentamientos urbanos, estimularon a la Direc- to de la conciencia social de la necesidad
ción para que se creara el marco jurídico, el cual se
publicó en febrero de 1994. de prepararse para un desastre. Siguiendo

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a Lavell (2003: 36): “El éxito de la gestin micos comprometidos y ONG que apuestan
descansará muchas veces en la capacidad por la construcción de un modelo susten-
de actores externos-técnicos de interactuar table de gestión del agua en la cuenca de
con los sujetos de riesgo, respetando los los ríos Amecameca y La Compañía, que
imaginarios y valoraciones que hagan del incluye el control de inundaciones, hundi-
riesgo de desastre, y fomentando su parti- mientos y formación de grietas.
cipación activa en los procesos de análisis Según Moctezuma (2013), este pro-
y de decisin”. En este caso, la parroquia ceso comenzó hace tiempo. Un punto de
San Isidro como actor local y como parte partida sería 2005, cuando vecinos de al-
de la diócesis, interactúa con actores ex- gunas delegaciones del DF y de municipios
ternos técnicos que apoyan, en la elabora- mexiquenses, entre éstos Valle de Chalco
ción de mapas de riesgo, en la planeación Solidaridad, protestaron por la escasez de
de las acciones antes, durante y después agua y su calidad, desde entonces ha teni-
de las acciones, entre otras, pero siempre do varios momentos clave de visibilidad.
en acuerdo con los actores sociales loca- Este proceso ha permitido “la promocin
les, nunca a modo de imposición. de dinámicas técnico-participativas en el
La parroquia San Isidro, como otras diseño, gestión, construcción y manteni-
de la zona, es un actor fuerte, con una pre- miento de infraestructuras hídricas” (Moc-
sencia importante en la zona y reconoci- tezuma, 2013), las cuales se han proyec-
miento de un amplio sector de la población. tado claramente en la elaboración del Plan
La gente confía en las tareas de la iglesia y Hídrico de las Subcuencas Amecameca,
prefieren ir a sus albergues que a los mu- La Compañía y Tláhuac-Xico. Algunos
nicipales, así lo señalan los informantes en momentos visibles se citan a continuación.
las entrevistas. La iglesia se constituye Ante la problemática ambiental de la
como el actor que más impulsa la gestión cuenca de México, en particular del agua
del riesgo, superando al gobierno munici- en la zona en estudio, con fundamento en
pal, el cual tiene la responsabilidad legal y el artículo 15 de la Ley Nacional de Aguas,
los recursos públicos. en 2008 se instaló la Comisión de Cuencas
Cabe mencionar que el trabajo de y Ríos Amecameca y La Compañía, como
los actores locales se enmarca en un pro- un órgano auxiliar del Consejo de Cuenca
ceso más amplio de colaboración con otros
actores de la sociedad civil, como acadé-

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 159

del Valle de México22 (Burns, 2011). Es bienestar de sus habitantes” (Burns, 2011:
una instancia multiactoral (con la participa- 20).
ción de organismos locales, miembros de La Ley Nacional de Aguas avala la
organizaciones cívicas, ejidos y comunida- creación de las comisiones de cuenca, las
des, empresas locales, grupos de género cuales deben estar integradas por repre-
y, por otro lado, la sociedad civil institucio- sentantes de los tres niveles de gobierno y
nal, formada por universidades como la por representantes de los usuarios y de la
UAEM y la UAM, además de funcionarios de sociedad civil, al menos el 50 por ciento. Y
los tres niveles) con distintas preocupacio- les corresponde a dichas comisiones im-
nes: cuestiones agrícolas, culturales y, pulsar los planes hídricos con consenso de
desde luego, hídricas (Moctezuma, 2013). todos los sectores y actores involucrados.
En agosto de 2010, después de la En la elaboración de esos planes, elabora-
inundación, la Comisión de Cuencas dos desde lo local, la expectativa es que se
acordó iniciar el proceso de elaboración del ejecuten; sin embargo, la Ley Nacional de
plan hídrico de gestión integral de las sub- Aguas no lo tiene previsto.
cuencas Amecameca, La Compañía y En resumen, el plan propone “dejar
Tláhuac-Xico, bajo la coordinación del Pro- de enfocarse en la atención a desastres y
grama de Investigación Sierra Nevada de emergencias, para priorizar dinámicas y
la UAM. El objetivo del plan hídrico es “con- recursos que intervengan en las causas de
sensar las estrategias y acciones requeri- estos mismos [...] mediante seis estrate-
das para la restauración y gestión equili- gias:
brada de la Subcuenca Amecameca, La
Compañía y Tláhuac-Xico[, así como] sus 1) Retención e infiltración de aguas
pluviales.
recursos hídricos, para la seguridad y
2) Almacenamiento de aguas plu-
viales en cuenca baja.
22
3) Tratamiento de aguas residua-
De acuerdo con la Ley Nacional de Aguas, el
Consejo de Cuenca del Valle de México, creado en
les.
1996, tiene la finalidad de facilitar la coordinación 4) Gestión equilibrada del acuífero.
de las políticas y programas hidráulicos entre los 5) Reservorio de agua de lluvia y
tres niveles de gobierno existentes. Esta ley tam- tecnología apropiada para zonas
bién contempla y ordena el establecimiento de de escasez.
Consejos y Comités de Cuenca para operativizar el
trabajo a nivel subcuenca. Tanto los Consejos co-
6) Construcción de sujetos de sus-
mo los comités están integrados por autoridades y tentabilidad.
por usuarios y representantes de la sociedad civil
debidamente organizados. Información disponible
en: http://cuencavalledemexico.com/consejo-de-
cuenca-del-valle-de-mexico/informacion-general/

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Alejandra Toscana Aparicio • Actores sociales en la gestión local del riesgo… • 160

La gestión integral de la cuenca requiere senso acerca de un diagnóstico integrado,


de personas dispuestas a anteponer el mediante una dinámica multiactor, impul-
bien común, aprovechando los ciclos sada por la Comisión de Cuenca (Mocte-
hidrológicos dentro de las cuencas mismas zuma, 2013).
(Moctezuma, 2013). La propuesta no re- El 9 de julio de 2010 se realizó el
quiere grandes ni costosas obras de infra- “Foro comunitario: agua, inundaciones,
estructura; respecto del tema de los ries- hundimientos y agrietamientos”, convocado
gos, su enfoque es preventivo, más que por la Fundación Kopling México y otras
23
emergencista. organizaciones, como la Pastoral Social
En buena medida, la publicación Cáritas de Valle de Chalco, en el que parti-
“Repensar la cuenca: la gestin de ciclos ciparon investigadores de la UAM y de la
de agua en el Valle de México”, coordinada UNAM, y más de 340 personas afectadas
por Elena Burns (2009), influyó en la Co- por la cuestión hídrica.24 Ese día se leyó el
misión de Cuenca, así como en otros sec- Manifiesto por el Agua.25
tores de la sociedad, ya que la publicación A finales de 2010, José Luis Luege
no sólo revela los problemas en torno al Tamargo, titular de la Conagua, anunció el
agua en la cuenca de México, sino que financiamiento del Plan Hídrico (que incluía
aporta soluciones entre éstas las inun- la rehabilitación del lago Tláhuac-Xico),
daciones en Valle de Chalco, basadas pero no se ejecutó porque la Ley Nacional
en el aprovechamiento de aguas pluviales del Agua no contempla que los directores
y residuales, a través de esquemas de par- de los organismos de Cuenca asuman las
ticipación y colaboración entre los tres ni- decisiones de los Consejos de Cuenca. De
veles de gobierno y representantes de la modo que, finalmente, se impulsó, por par-
sociedad civil, es decir, a través de es- te del gobierno federal, el entubamiento del
quemas similares a los de la gestión local 24
Información disponible en:
del riesgo. http://www.kolping.org.mx/BoletinRegional/index2.ht
ml
De julio a diciembre de 2010, como 25
El manifiesto plantea que “la Cuenca de México
requiere de estrecha colaboración entre comisiones
parte de la elaboración del plan hídrico, de cuenca, autoridades locales, expertos y comuni-
tuvo lugar una consulta para lograr el con- dades para establecer estrategias innovativas que,
acompañadas de políticas, programas y proyectos
específicos, logren la mitigación de los efectos del
23
El plan cumplió con las etapas iniciales de pla- cambio climático, la conservación y restauración de
neación colaborativa entre los diferentes actores y su medio ambiente, la protección civil, el manejo
generó compromisos formales de la autoridad en hídrico que revierta el deterioro de las zonas agríco-
materia de agua en los niveles federal y estatal, las y forestales, así como el suministro de agua
pero éstos no se respetaron (Moctezuma, 2013). para la zona metropolitana” (Moctezuma, 2013).

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Canal de La Compañía (que sigue el mis- de izquierda anticapitalista, con una base
mo esquema de insostenibilidad). territorial en Valle de Chalco, vinculada a
Todo lo anterior refleja experiencias otras entidades, como el municipio de Ciu-
desde lo local, en busca de la mejoría de dad Nezahualcóyotl, creada a partir de or-
las condiciones de vida de la población, ganizaciones preexistentes y a las que se
por ejemplo, a través de la reducción de adhieren familias e individuos con historia
riesgo de desastre. En estas experiencias de lucha social o sin ésta. Actualmente, la
ha sido fundamental el trabajo del Centro Coordinadora la integran artesanos, co-
para la Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa merciantes, amas de casa, comunidades
(Centli) y el Programa de Investigación Sie- eclesiales de base, grafiteros y raperos.
rra Nevada de la UAM. Sus objetivos en el corto plazo son
Además de la Iglesia, la Coordina- formar una fuerza autónoma capaz de
dora Valle de Chalco también intervino. plantear sus propias problemáticas y solu-
Desde luego que esta organización no tie- ciones en materia de educación, cultura,
ne la capacidad de la Iglesia, pero es una autoempleo, entre otros temas. La Coordi-
experiencia rescatable, pues la Coordina- nadora busca integrar a los jóvenes en ac-
dora es un sujeto de transformación social tividades culturales para abrirles opciones
que se interesa por las inundaciones. La y que no se queden en ser personas del
Coordinadora Valle de Chalco es una or- barrio o de la “banda”. A mediano plazo,
ganización comunitaria e independiente, sus objetivos son los propuestos por La
adherida a La Otra Campaña, cuyo origen Otra Campaña: una nueva Constitución a
se dio a partir de la Sexta Declaración de nivel nacional, a través de demandas de
la Selva Lacandona en el año 2006:26 justicia, libertad, tierra, trabajo, etc., para
“Somos sujetos que estamos por formar lograr una sociedad más justa, diferente a
nuestro destino, lo estamos tomando y lo la actual. Y, en el largo plazo, dar una so-
vamos a hacer, a lo cual nos convoca La lución definitiva al problema del canal y las
Otra Campaa” (así se definen a sí mis- inundaciones.
mos sus integrantes). Es una organización La Coordinadora aún es una organi-
zación pequeña, humilde en términos
26
Una de las propuestas más importantes de la numéricos y de recursos económicos, pero
Sexta Declaración de la Selva Lacandona es orga-
nizar la política desde, para y por la base social. En ha logrado poco a poco la aceptación so-
sintonía con esta propuesta, aparece la Coordina-
dora Valle de Chalco, desde abajo y desde la iz- cial en su entorno inmediato, no sólo por
quierda.

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su actuación frente a las últimas inunda- formación de funcionarios sobre las obras
ciones (2010 y 2011), sino a través de sus hidráulicas de 2008.29
proyectos educativos y culturales. Los pri- Esas labores son importantes en la
meros se enfocan en las personas sin cer- gestión local del riesgo, porque contribuyen
tificados de estudio ni recursos económi- al análisis de la causalidad del desastre, al
cos: “se les ensea a leer y a escribir, y se verlo y dimensionarlo en su contexto políti-
discuten problemáticas sociales de la co- co, desmitificando la idea de que fueron las
munidad y del país en forma sencilla, para lluvias las causantes de la inundación.
27
llegar a una toma de conciencia”. Los También contribuye a crear conciencia en
proyectos culturales consisten en talleres torno a que la seguridad es un derecho y el
de pintura para niños y teatro callejero, pueblo la debe exigir.30
música (hip hop), y cada año hay festivales La Coordinadora Valle de Chalco es
culturales. un actor que está creciendo con fortalezas:
Las actividades de la Coordinadora tiene conciencia de que la comunidad re-
durante la emergencia por la inundación quiere organizarse, cuenta con líderes
consistieron en “el acompaamiento solida- jóvenes y activos, además de contar con la
rio como vecinos, como gente que siente el experiencia positiva en la obtención de re-
dolor, en labores de rescate de enseres, sultados a través de la autoorganización.
sacar el agua de las casas y en el llenado Llama la atención que, durante la inunda-
de costales para hacer diques y con ello ción de 2010 y las semanas subsiguientes,
contener el agua que avanzaba, tanto des- su participación fue más activa que la de
de el canal, como desde las coladeras del varias de las grandes organizaciones so-
subsuelo a la superficie”.28 Al mismo tiem- ciales de Valle de Chalco.31
po, la Coordinadora documentó experien-
29
cias para elaborar informes y “recuperar la 30
Ibíd.
Parte de la información que la Coordinadora di-
voz” de los afectados. Recibi y reparti fundió se puede consultar en la página web de la
organización http://coordinadoralibre.blogspot.mx/ y
ayuda de La Otra Campaña y difundió in- en la revista Rebeldía
http://revistarebeldia.org/revistas/numero70/06chalc
o.pdf
27 31
Entrevista de la autora con Rafael Garfias, inte- Algunas de las cuales, aunque se dedican a
grante de la Coordinadora Valle de Chalco, abril de cuestiones de vivienda, o bien tienen espacio como
2010, en la Iglesia del Buen Pastor, Valle de Chal- escuelas o deportivos que podían ocuparse como
co. albergues, no ayudaron con alojamiento a los dam-
28
Entrevista de la autora con Rafael Garfias, inte- nificados. Quizá porque no vieron la magnitud de
grante de la Coordinadora Valle de Chalco, abril de las inundaciones, ya que éstas son frecuentes,
2010, en la Iglesia del Buen Pastor, Valle de Chal- aunque rara vez alcanzan niveles tan altos como en
co. 2010. También su desinterés se debe a que “ya se

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A partir del papel de la Parroquia de inundación puede gestionarse. Sin em-


San Isidro y de la Coordinadora Valle de bargo, la gestión del riesgo, que está enfo-
Chalco, observamos la capacidad de pro- cada en las acciones preventivas, implica,
cesar el riesgo y el desastre, además de al menos, un cambio en la distribución de
diseñar maneras de lidiar con la vida. Se presupuestos de la atención de emergen-
advierte en estos actores, la “capacidad de cias a labores y acciones preventivas.32
saber” y la “capacidad de actuar”; intentan Las acciones impulsadas desde el
resolver problemas y aprenden cómo inter- Estado, en sus diferentes niveles (estatal y
venir en el flujo de eventos sociales alre- federal) no involucran a la población, tam-
dedor de ellos. La Coordinadora, además, poco a otros actores, por lo que difícilmen-
fomenta la conciencia crítica de la pobla- te se hablaría de “gestin del riesgo”. En la
ción, al introducir cuestionamientos sobre práctica se sigue actuando conforme al
las causas antrópicas de las inundaciones modelo “emergencista”, aun cuando los
en Valle de Chalco. últimos programas de protección civil plan-
tean una visión enfocada a la prevención y
Consideraciones finales a la inclusión de los actores locales. En
cuanto al nivel de gobierno municipal, se
La inundación en Valle de Chalco es un verifica su debilidad tanto para prevenir
proceso cuyas causas, más que naturales, como para atender el desastre, en parte
son contundentemente sociales: urbaniza- porque el canal es una obra de infraestruc-
ción mal regulada, pobreza urbana persis- tura que rebasa la escala municipal, asi-
tente, degradación del medio ambiente, mismo, la problemática de la cuenca,
políticas públicas ineficientes y desaciertos ejemplo de insostenibilidad, rebasa la es-
en las inversiones de infraestructura (en cala municipal. En cambio, la presencia del
este caso, en el Canal de la Compañía). La gobierno estatal fue intensa: a través del
identificación de los factores anteriores levantamiento del censo, del reparto de
como causalidad implica que las inunda- tarjetas de ayuda, pero también del control
ciones son previsible, por lo tanto, el riesgo y represión de la manifestación, etc.

acomodaron” y no les interesa otro puesto; además,


tienen su propia agenda. Por ejemplo, una organi-
zación de maestros tomó la presidencia municipal
32
tres días después de la ruptura del canal, aprove- Actualmente, por ejemplo, más de 90 por ciento
chando la contingencia, pero para sus propias de- de los fondos internacionales destinados a los de-
mandas magisteriales (como el aumento de sala- sastres en América Latina se usan para la atención
rios). de las emergencias.

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Por otra parte, conviene mencionar lleva a cabo una gestión del riesgo de de-
que el municipio prácticamente no participa sastre desde los actores locales, al margen
en la gestión del riesgo, pero sí contribuye del Sinaproc en sus diversos niveles.
a la generación de riesgos al continuar Existe la participación de actores loca-
otorgando cambios de usos de suelo, per- les, principalmente las parroquias de la
misos de construcción, licencias, etcétera. Diócesis Valle de Chalco y de otros meno-
Si se retoma la idea de la gestión lo- res, como la Coordinadora Valle de Chalco
cal del riesgo, Valle de Chalco Solidaridad (aunque esta organización, muy centrada
es un espacio donde sería posible impul- aún en las acciones posimpacto: concienti-
sarla desde las organizaciones sociales zación de la población sobre las causas,
locales, debido a que existen varias orga- ayuda a la población con la evacuación,
nizaciones que, a lo largo de la historia ur- campañas de psicología para reducir el
bana del municipio, han tenido logros im- impacto psicológico).
portantes. Sin embargo, se detectó que las Las labores de las parroquias y de la
organizaciones sociales tradicionales tuvie- Coordinadora intentan dar continuidad a
ron una participación limitada en las inun- las tareas de prevención en palabras del
daciones. sacerdote porque los funcionarios no lo
A pesar de que ya hay una tradición hacen, sólo se preocupan un poco por el
de los Estados modernos por reemplazar a periodo que dura su gestión (tres años).
la Iglesia en la atención de desastres (ob- El gobierno municipal no funciona como
servada desde el terremoto de Lisboa en el engranaje necesario para la gestión local
1755), en lugares como Valle de Chalco, la del riesgo. De hecho, las respuestas desde
Iglesia, apoyada en las Comunidades los actores sociales locales son para cubrir
Eclesiales de Base, desempeña un papel el déficit municipal.
protagónico, siendo en este caso la institu- La gestión local del riesgo en Valle de
ción que más ayuda brindó a los damnifi- Chalco Solidaridad se daría alrededor de la
cados y en la que más confió la población. Iglesia, porque es un actor que goza de
Al reconsiderar la noción de la gestión legitimidad, como ya se dijo párrafos atrás,
local del riesgo planteada en este docu- la presencia de la Iglesia católica desde los
mento, se observa que en Valle de Chalco inicios de la urbanización del municipio ha
hay algunas acciones y elementos que sido muy fuerte. Además, la Iglesia está
permiten hablar de que, efectivamente, se

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vinculada con las ONG, fundaciones y gru- vas y de mitigación, hasta las de respues-
pos de académicos. ta, rehabilitación y reconstrucción.
Si bien las tareas preventivas son inci- Las actividades de estos actores forman
pientes, las acciones de la Iglesia y de la parte de un proceso más amplio, cuya fina-
Cooperativa inspiran confianza, esto se lidad es mejorar la problemática del agua
percibe en algunas de las entrevistas. Por en la cuenca de México, lo que incluye la
eso la intervención de los actores locales mitigación de riesgos por inundación. •
que gozan de cierto reconocimiento es ne-
cesaria.
La parroquia San Isidro, como parte de
la diócesis de Valle de Chalco, concibe la
gestión del riesgo como un proceso conti-
nuo, abarcador, desde acciones preventi-

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