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2.2.

Bases teóricas

2.2.1. Residuos tóxicos


Los residuos tóxicos son aquellos que contienen sustancias, las que en grandes
cantidades producen riesgos a los seres humanos, a los animales, a las plantas
y a todo el medio ambiente. "los efectos de los residuos tóxicos dependen de la
cantidad, del ritmo de liberación y del tiempo de permanencia en el medio
ambiente (1).

 ¿De dónde provienen?


Estos famosos residuos se encuentran facilmente en todo lo que usamos
diariamente, como lo es el detergente como lo es el detergente, los
residuos de materiales inorgánicos como las latas y/o los plásticos y
nuestras heces fecales las cuales contamina el agua (2).

 ¿Dónde se encuentran?
Fácil, estos residuos se pueden encontrar en los ríos así como en otros
ecosistemas marítimos, en ecosistemas terrestres, en vertederos, en la
calle e incluso en el aire debido a la descomposición de estos tan
peligrosos materiales (2).
2.2.2. Metales pesados en el ambiente

Los metales pesados son componentes naturales de la corteza de tierra. Como


elementos de rastro, algunos metales pesados (ejem. cobre, selenio, cinc) son
esenciales mantener el metabolismo del cuerpo humano. Sin embargo, en
concentraciones más altas pueden conducir al envenenamiento. El
envenenamiento por metal pesado podría resultar, por ejemplo, de la
contaminación del agua potable (ej. tuberías del plomo), las altas
concentraciones en el aire cerca de fuentes de la emisión, o a través de la
cadena alimenticia (3).

Los metales pesados son peligrosos porque tienden a bioacumularse. La


bioacumulación significa un aumento en la concentración de un producto
químico en un organismo biológico en un cierto plazo, comparada a la
concentración del producto químico en el ambiente (3).

Tabla 1: concentraciones máximas de metales pesados en suelo receptor


2.2.3. Propiedades de algunos elementos considerados generalmente
como metales pesados.

 Mercurio Hg

Es un contaminante global. Proviene principalmente de la


degasificación de la corteza terrestre, las emisiones volcánicas y la
evaporación de las masas de agua. Es utilizado en pilas, lámparas y
termómetros. Las principales fuentes de emisión de mercurio son la
fabricación de cloro en celdas de mercurio, producción de metales no
ferrosos, combustión de carbones minerales y crematorios. Es tóxico
y no se lo encuentra naturalmente en organismos vivos. Las
intoxicaciones con mercurio pueden provocar temblores, gingivitis,
alteraciones psicológicas y aborto espontáneo. Algunos procesos
biológicos naturales pueden generar compuestos metilados de
mercurio que se bio-acumulan en los organismos vivos, especialmente
en peces. La principal ruta de ingreso a los seres humanos es por la
cadena alimentaria y no por inhalación (4).

 Plomo Pb

Proviene de fuentes naturales y antropogénicas. Puede ingresar al


organismo por el agua, alimentos, tierra y polvillo desprendido de
viejas pinturas conteniendo plomo. Es maleable, dúctil y se le puede
dar forma con facilidad. Asimismo, es uno de los metales no ferrosos
que más se recicla. Se lo emplea en aleaciones, baterías, compuestos
y pigmentos, revestimientos para cables, proyectiles y municiones. La
exposición puede tener diversos efectos en humanos. Los niveles altos
de exposición pueden afectar la síntesis de hemoglobina, la función
renal, el tracto gastrointestinal, las articulaciones y el sistema nervioso
(5).
2.2.4. Qué es la contaminación por metales pesados

La actividad industrial y minera arroja al ambiente metales tóxicos como plomo,


mercurio, cadmio, arsénico y cromo, muy dañinos para la salud humana y para
la mayoría de formas de vida. Además, los metales originados en las fuentes de
emisión generadas por el hombre (antropogénicas), incluyendo la combustión
de gasolina con plomo, se encuentran en la atmósfera como material suspendido
que respiramos. Por otro lado, las aguas residuales no tratadas, provenientes
de minas y fábricas, llegan a los ríos, mientras los residuos industriales
contaminan las aguas subterráneas. Cuando se abandonan metales tóxicos en
el ambiente, contaminan el suelo y se acumulan en las plantas y los tejidos
orgánicos (6).

La peligrosidad de los metales pesados es mayor al no ser química ni


biológicamente degradables. Una vez emitidos, pueden permanecer en el
ambiente durante cientos de años. Además, su concentración en los seres vivos
aumenta a medida que son ingeridos por otros, por lo que la ingesta de plantas
o animales contaminados puede provocar síntomas de intoxicación. De hecho,
la toxicidad de estos metales ha quedado documentada a lo largo de la historia:
los médicos griegos y romanos ya diagnosticaban síntomas de
envenenamientos agudos por plomo mucho antes de que la toxicología se
convirtiera en ciencia (7).
2.2.5. Efecto de los metales pesados en el suelo

El suelo se ha convertido en un medio receptor de multitud de sustancias


potencialmente contaminantes. Su condición de interfase entre la biosfera
(biomasa terrestre, biomasa marina y hombre), la litosfera (corteza, suelo y
sedimentos), la hidrosfera (agua dulce y agua de mar) y la atmósfera lo convierte
en una “estación de tránsito” de los contaminantes, en la que pueden
permanecer retenidos grandes períodos de tiempo (lo que aumenta la
posibilidad de que puedan ser degradados y perder su naturaleza contaminante)
o ser tan móviles que se incorporen a los demás medios y, de ahí, a las redes
tróficas con los consecuentes problemas que ello acarrearía (8).

Figura 1: La dinámica de los contaminantes en el suelo y las interacciones


entre planta-animal-hombre-medioambiente son factores todos ellos a tener en
cuenta a la hora de evitar problemas de contaminación.
2.2.6. Factores que afectan a la disponibilidad de los metales.

Para conocer el comportamiento de los metales pesados en los suelos deben


considerarse los siguientes factores:

 Propiedades del suelo.

Tales como el pH, la textura, las condiciones de óxido-reducción, el contenido en


materia orgánica, la capacidad de intercambio catiónico y la presencia de otros
elementos (9).

 pH.

Es el principal factor de control de la disponibilidad de los metales para las


plantas. La mayor parte de los metales tienden a estar más disponibles a pH
ácido, ya que al producirse un descenso del mismo se mejora tanto la solubilidad
de los metales como su absorción por las raíces de las plantas. En algunos
casos, suele ocurrir que un incremento del pH del suelo no provoca
necesariamente una disminución en la disponibilidad de los metales como ocurre
con el As, Mo, Se y Cr. De manera que, el pH es un parámetro importante para
definir la movilidad del catión, debido a que en medios de pH moderadamente
alcalino se produce la precipitación como hidróxidos. Sin embargo, en medios
muy alcalinos estos hidróxidos pueden pasar de nuevo a la solución como
hidroxicomplejos. Por otra parte, algunos metales como Se, V, As y Cr pueden
estar en la disolución del suelo en forma de aniones solubles (10).

 Textura
Los suelos de textura fina proceden probablemente de minerales secundarios
que se alteran con facilidad y que son generalmente la fuente principal de
metales pesados. Los suelos de textura gruesa tienen minerales primarios como
el cuarzo, con un bajo contenido en metales pesados (10).
 Condiciones de óxido-reducción.
Muchos metales forman sulfuros relativamente insolubles en condiciones
fuertemente reductoras. Éstos incluyen el Cd, Zn, Ni, Co, Cu y Pb. Otros
metales como Fe y Mn pueden volverse más solubles en estas
condiciones (10).

 Materia orgánica
La materia orgánica del suelo presenta una elevada afinidad por ciertos
metales (Co, Cu, Mo, Ni, Pb y Zn), reaccionando con ellos e influyendo en
su disponibilidad. La disponibilidad de los metales está generalmente
asociada con la formación de complejos de los metales con las sustancias
húmicas y con otros compuestos de elevado peso molecular. Los metales,
una vez que forman estos complejos, pueden migrar más fácilmente a las
capas profundas o mantenerse en la solución del suelo como complejos
orgánicos solubles (10).

 Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC).


La CIC es una función del contenido en arcilla y materia orgánica del
suelo, controla también la disponibilidad de los metales. En general, un
incremento en la CIC produce un aumento en el tiempo en que estos
metales se encuentran disponibles para las plantas dado que aumenta la
capacidad del suelo de fijar metales (11).
2.2.7. Comportamiento de los metales pesados en el sistema suelo-planta.

El sistema suelo-planta se considera un sistema abierto, que se encuentra sujeto a


aportes, tales como contaminantes, fertilizantes y pesticidas, y también a pérdidas,
mediante lixiviación, erosión o volatilización. La incorporación de los metales pesados
por las plantas se produce fundamentalmente desde el suelo, a través de las raíces, y
está influenciada por varios factores entre los que destacan el tipo de suelo, la
temperatura, pH, aireación, condiciones redox y fertilización, la especie vegetal, el
momento del desarrollo y el sistema radicular, entre otros. Aparte de la absorción que
tiene lugar por medio de las raíces, las plantas también pueden incorporar cantidades
significativas de algunos elementos a través de la absorción foliar. Una vez que los
iones metálicos han sido absorbidos, pueden moverse por toda la planta. Este
movimiento depende del tipo de metal, del órgano de la planta y de su edad. En
general, la proporción en que los elementos son movilizados en el interior de las plantas
disminuye conforme al siguiente orden: Cd>B>Zn>Cu>Pb. (12).

Los metales pesados incorporados al suelo pueden seguir cuatro diferentes vías:

1. Quedar retenidos en la solución del suelo o bien, fijados por adsorción, complejación
y/o precipitación.

2. Ser absorbidos por las plantas e incorporarse a las cadenas tróficas.

3. Pasar a la atmósfera por volatilización.

4. Movilizarse a las aguas superficiales o subterráneas.


Cuando un contaminante se incorpora al suelo desencadenarse una serie de
procesos físicos, químicos o biológicos que condicionan los efectos que éste
puede causar no sólo sobre el sistema suelo sino también sobre el resto de
compartimentos ambientales y, sobre la cadena trófica. Para valorar el impacto
ambiental de la contaminación en el sistema suelo-planta se deben conocer las
características del contaminante, del medio receptor y su entorno y, los modelos
que rigen el comportamiento del contaminante y su transferencia a las plantas.
Una vez incorporado el contaminante, éste puede verse influenciado por
procesos tales como transformación, retención y transporte (9).

Figura 2: Dinámica de los metales pesados en el sistema suelo-planta.


2.2.8. Daños para la salud

La exposición a estos elementos está relacionada con problemas de salud como


retrasos en el desarrollo, varios tipos de cáncer, daños en el riñón, e, incluso,
con casos de muerte.

La relación con niveles elevados de mercurio, oro y plomo ha estado asociada


al desarrollo de la autoinmunidad (el sistema inmunológico ataca a sus propias
células tomándolas por invasoras). La autoinmunidad puede derivar en el
desarrollo de dolencias en las articulaciones y el riñón, tales como la artritis
reumática, y en enfermedades de los sistemas circulatorio o nervioso central
(13).

2.2.9. Definición de fitorremediación

La fitorremediación es una ecotecnología, basada en la capacidad de algunas


plantas para tolerar, absorber, acumular y degradar compuestos contaminantes,
que en la actualidad está siendo aplicada en diversos países para recuperar
suelos contaminados tanto con compuestos orgánicos como inorgánicos. Frente
a las tradicionales técnicas físico-químicas, la fitorremediación presenta diversas
ventajas entre las que se puede destacar su menor coste económico, su
aproximación más respetuosa con los procesos ecológicos del ecosistema
edáfico, y el hecho de ser una tecnología social, estética y ambientalmente más
aceptada. Por ello, no es de extrañar que la fitorremediación se contemple cada
vez más como una alternativa medioambientalmente respetuosa, frente a las
técnicas físico-químicas (10).
2.2.10. Tipos de fitorremediación

 Fito extracción: La fitoextracción hace referencia a la absorción de


contaminantes del suelo por las raíces de las plantas, y su transporte a las
partes aéreas o cualquier parte que sea recolectable, para eliminar los
contaminantes y promover una limpieza a largo plazo del suelo. Según este
enfoque, las plantas capaces de acumular metales deben ser plantadas en
las zonas contaminadas y la biomasa enriquecida en metales pesados por
la absorción radicular debe ser cosechada. Como resultado, una fracción
de metal pesado se elimina del sistema. El éxito de la fitoextracción como
técnica de rehabilitación potencial depende de factores como la
disponibilidad de los metales, así como de la capacidad de las plantas para
absorber y acumular los metales en las partes aéreas. La biomasa
cosechada normalmente se incinera, y raramente se recicla o se usa debido
a su carga contaminante. Las plantas ideales para la fitoextracción deben
tener la habilidad de producir grandes cantidades de biomasa, ser fáciles
de recolectar, y tener un rango amplio de acumulación de metales pesados
en sus partes recolectables (14).

 Rizo filtración: la rizofiltración emplea plantas cultivadas hidropónicamente


(sin tierra, sólo con un suero enriquecido que incorpora todos los nutrientes
necesarios para la planta), para absorber con sus raíces la toxicidad
concentrada en el agua (14).
El agua contaminada se dispone en piscinas o estanques, o también se aplica
como riego. En función del problema medioambiental que tratar, el cultivo
hidropónico es trasladado a un emplazamiento contaminado, o bien el agua
tóxica es transportada a un lugar de cultivo y tratamiento centralizado (15).

 Fito estabilización: permite inmovilizar contaminantes en el suelo a través de


su absorción y acumulación en las raíces o bien, por precipitación en la zona
de la rizosfera. Este proceso reduce la movilidad de los contaminantes y evita
su migración a las aguas subterráneas o al aire (16).
 Fito degradación: las plantas y los microorganismos asociados a ellas
degradan los contaminantes orgánicos en productos inofensivos, o bien,
mineralizarlos hasta CO2 y H2O. En este proceso los contaminantes son
metabolizados dentro de los tejidos vegetales y las plantas producen enzimas
como la dehalogenasa y la oxigenasa, que ayudan a catalizar la degradación
(10).

 Fito volatilización: se produce a medida que los árboles y otras plantas en


crecimiento absorben agua junto con contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Algunos de estos pueden llegar hasta las hojas y evaporarse o volatilizarse en
la atmósfera (8).

2.2.11. Plantas utilizadas en la fitorremediación para metales pesados (plomo,


mercurio)

Hay plantas que tienen la interesante capacidad de limpiar los ambientes


contaminados. Pueden acumular o transformar sustancias tóxicas que
aparecen en el suelo o el agua. Las plantas también ayudan a impedir que el
viento, la lluvia y las aguas subterráneas extiendan la contaminación a otras
zonas. Este uso de las plantas se conoce como “fitorremediación”, y aunque
es bastante reciente, ofrece ventajas muy interesantes, como el bajo costo y
la rapidez del proceso. Al tomar por las raíces el agua y los nutrientes, las
plantas también extraen del suelo los contaminantes. Dependiendo de la
sustancia, podrá almacenarse en las raíces, tallos y hojas, o transformarse en
sustancias menos perjudiciales en el interior de la planta o en gases no tóxicos
que se liberan al ambiente, entre las más comunes tenemos (1):
 Brassica Juncea:

Brassica juncea es el nombre botánico de esta especie perteneciente a la


familia Cruciferae y es conocida de forma común como: hojas de mostaza,
mostaza de la india, mostaza oriental y mostaza parda (17).

Figura 3: Brassica juncea

Descripción general:
Esta Anual original de Europa del Norte a Asia Central puede llegar a
alcanzar setenta y cinco centímetros de altura y veinticinco centímetros de
anchura. Brassica juncea se vale de antófilos para polinizar sus flores de
color amarillo dotadas de unidades reproductivas hermafroditas (17).
Necesidades:
La especie Brassica juncea se desarrollará mejor en suelos con pH , ácido, neutro,
alcalino o muy alcalino. Su parte subterránea crecerá con vigor en soportes con
textura arenosa, franca o arcillosa, éstos se pueden mantener generalmente
húmedos. Es de suma importancia regar teniendo en cuenta la información
anterior, pero también factores tales como: exposición al sol, temperatura, textura
del suelo, época del año, etc. Todo ello para buscar un equilibrio más o menos
constante en la humedad del soporte. Un aspecto interesante a comentar es que
no tolera los echarcamientos, por lo que la zona de plantación debe estar muy
bien drenada.
En cuanto a sus necesidades lumínicas, podemos aseverar que es medianamente
exigente, puede situarse en un lugar con semisombra o con exposición directa al
sol indistintamente.
Con respecto a su dureza contra condiciones adversas podemos decir que el
rango mínimo de temperaturas con las que puede lidiar son las de la Zona 7
soportando inclusive heladas (17).

Usos:
En los últimos años investigadores descubrieron que esta familia de plantas podía
ser un buen fitorremediador de metales pesados tales como el mercurio que esta
entre sus prioridades (17).
 Lupinus Albus:

Lupinus albus es el nombre botánico de esta especie perteneciente a la


familia Fabaceae y es conocida de forma común como: altramuz blanco,
chocho, entremozo y lupino blanco (18).

Figura 4: Lupinus albus

Descripción general:

Esta Anual original de Europa del Sur a Asia puede llegar a alcanzar un
metro con veinte centímetros de altura y veinticinco centímetros de
anchura. Lupinus albus se vale de antófilos para polinizar sus flores de color
blanco dotadas de unidades reproductivas hermafroditas. Por último: esta
especie sirve para fijar el nitrógeno al suelo (3).
Necesidades:

La especie Lupinus albus se desarrollará mejor en suelos con pH , ácido, neutro


o alcalino. Su parte subterránea crecerá con vigor en soportes con textura arenosa
o franca, éstos se pueden mantener generalmente húmedos. Con la información
anterior deberemos adecuar el riego buscando mantener un nivel de humedad en
el suelo constante teniendo en cuenta la textura de éste, exposición al sol,
humedad ambiental, temperatura, etc (18).

En cuanto a sus necesidades lumínicas, podemos aseverar que es muy exigente,


sólo puede situarse en un lugar con exposición directa al sol para no repercutir
negativamente en su crecimiento de forma normal.

Usos:

En los últimos años esta planta se ha utilizado en fitorremediación más


específicamente en la Fito extracción de metales pesados como el plomo, etc. De
las actividades industriales que originan residuos tóxicos (18).
1. Bibliografía
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