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En Estampida de poemínimos (el numero 18 de la colección de Los libros del bicho de Premiá
editora de libros), Efraín escribió:
Creo que cada poema es un mundo. Un mundo y un aparte. Un territorio cercado, al que no deben
penetrar los totalmente indocumentados, los censores, los líricamente desmadrados. Un
poemínimo es un mundo, sí, pero a veces advierto que he descubierto una galaxia y que los años
luz no cuentan sino como referencia, muy vaga referencia, porque el poemínimo está a la vuelta
de la esquina o en la siguiente parada del Metro. Un poemínimo es una mariposa loca, capturada a
tiempo y a tiempo sometida al rigor de la camisa de fuerza. Y no la toques ya más, que así es la
cosa. La cosa loca, lo imprevisible, lo que te cae encima o tan sólo te roza la estrecha entenderá —
y ya se te hizo.
EL POEMÍNIMO
Primero, hubo algo así como un desconcierto; después, cierta agitación. Medio calmados los
ánimos, los poetas —sobre todo los poetas jóvenes— se dedicaron a copiarlos, a imitarlos, con la
peor fortuna. El poemínimo parece facilísimo (cualquiera lo hace), pero los imitadores
descubrieron que era endemoniadamente difícil.
Dislocar y trastocar; crear, es el único secreto de esta singular forma de expresar referencias
maternales sin llegar jamás a los extremos líricos y delictuosos de la mentada por la mentada
misma.
José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis los comprendieron desde el primer puñetazo —golpe
artero, descontón— de vista. Otros, amigos y enemigos, los elogian por inercia y tratan
enfermizamente de imitarlo. Imposible. En mi libro de 1947, Los Eróticos, el poemínimo que
originó el caudal está en el lugar de honor y con la fecha bien clara. Ya un año antes, en Poemas
prohibidos y de amor, un racimito de poemínimos fue como un ligero buscapiés. La cosa comenzó
a humear y provocó el incendio previo a la estampida cuando aparecieron, casi al hilo, Circuito
interior y los letales 50 poemínimos, librito, este último, inencontrable.
LO POEMÁXIMO
Una vez le entregué a Monsi varios poemínimos y uno grande. El conjunto se llamó
“15 poemínimos y un poemáximo” lo cual me hizo feliz. Con la misma felicidad que sentí cuando
en plena euforia poeminizante, soñaba poemínimos. Un medio día le confesé al poeta Alejandro
Aura:
(También soñaba con Sofía Loren, con la que hacía, no lo poemínimo sino lo poemáximo. Hay dos
cosas que nunca me cuestan nada: soñar y consultar el Larousse)
Bueno, pues cuando publiqué Poemas prohibidos, escribí unas impertinentes aclaraciones. La
parte correspondiente a los poemínimos dice así:
“…durante mucho tiempo, supuse con ingenuidad que estos breves poemas podían ser algo así
como epigramas frustrados. Error. Mi hija Raquel (de 8 años), al leer algunos declaró lo siguiente:
“Son cosas para reír”. Poco después, en la casa de un famoso pintor, Octavio Paz (58 años) lo
definió de esta manera: ‘Son chistes’. Me alegró en extremo que, separados por medio siglo de
experiencias y cultura, Raquelito y Octavio hubieran coincidido”.
(Raquel tiene ahora 17 años. Octavio y yo andamos dando bandazos en los 67.)
En este volumen se verá que muchos poemínimos tienen fecha. Quiero así significar
históricamente, si se quiere, por qué fueron escritos. Otros se llaman “Plagio Equis” o “Plagio
Zeta”. Es que me incomoda que una hermosa imagen o frase de legítima brillantez caiga en manos
de un poeta incapaz de aprovecharla. Entonces tomo la frase o la imagen y la redondeo, le doy
ritmo, cobijándole a las sombras de las palabras en flor de un viejo neurótico llamado Federico
Nietzsche: “Sé que en mi palomar hay palomas forasteras, pero se estremecen cuando les pongo
la mano encima”.
A OTRA COSA
Traducido al español, cierto latinajo viene quedando así: “El que se equivoca se llama caballo”. Así
yo, al trote corto, que es como el paso tardo de un pobre viejo (tango clásico), cometo errores de
cierta gravedad, que algún buen amigo descubre y me lo restriega en las narices. Por ejemplo,
tengo un poemínimo llamado “Weimar”, en el que atribuyo a Goethe (Don Wolfango) una frase
que no es suya: “No es de Goethe sino de Heine”, me aclararon. Está bien.
29-IV-80 E. H.
I.
PEQUEÑO LAROUSSE
“Nació
En Silao.
1914.
Autor
De versos
De contenido
Social.”
Embustero
Larousse.
Yo sólo
Escribo
Versos
De contenido
Sexual.
II.
AY POETA
Primero
Que nada:
Me complace
Enormísimamente
Ser
Un buen
Poeta
De segunda
Del
Tercer
Mundo
30 de junio de 1969
III.
TANGO
Hoy
Amanecí
Dichosamente
Herido
De
Muerte
Natural
IV.
CANDOROSO TESTAMENTO
Ahora
Me
Cumplen
Me
Dejan
Como
Estatua
V.
ALTURA
Estoy
Exactamente
Un metro
Con 74 centímetros
Sobre
El
Nivel
Del mal
VI.
EL CÓMICO
Regularmente
Hago
Una
Vida
Bastante
Irregular
VII.
IMPOSIBILIDAD
Por ahora
No puedo ir
A San Miguel
De Allende
No tengo
Ni para
El
Paisaje
25 de junio de 1971
VIII.
ARENGUITA
Paranoicos
De todos
Los
Matices
¡Uníos!
IX.
CON PASIÓN
Y así
Le dije
Con desolada
Y cristiana
Bondad:
Desnúdate
Que yo
Te
Ayudaré
X.
CINISMO
Ayer
También
Tengo
Ganas
De
Emborracharme
XI.
DISTANCIA
Del
Dicho
Al
Lecho
Hay
Mucho
Trecho
XII.
PROTAGÓRICA
El
Hambre
Es
La medida
De todas
Las
Cosas
XIII.
TLÁLOC
Sucede
Que me canso
De ser dios
Sucede
Que me canso
De llover
Sobre mojado
Sucede
Que aquí
Nada sucede
Sino la lluvia
lluvia
lluvia
lluvia
XIV.
ORACIÓN
Sufro
Bonitamente
Líbreme
Dios
De los
Malos
Sufrimientos
20 de agosto de 1969
XV.
REDIL
Como
Buena
Oveja
Descarriada
Que soy
Me vendo
Bien
Al mejor
Pastor
XVI.
RESIGNACIÓN
Buenos
O malos
(Más malos
Que buenos)
Todos mis
Poemas
Son del
Demonio
Público
XVII.
ÁNGEL II
Si
Me
Caigo
Qué
Del
Cielo
No
Paso
XVIII.
D.D.F
Dispense
Usted
Las molestias
Que le ocasiona
Esta
Obra
Poética
XIX.
FRACASADO
Nunca
Pude
Llegar
A ser
Un buen actor
Siempre
Tuve
Muy mala
Drogadicción
XX.
LA CONTRA
Nomás
Por joder
Yo voy
A resucitar
De entre
Los
Vivos
XXI.
SALVAJEZ
Todos
Los lunes
Descubro
Que llegué
Muy tarde
A mi
Fin
De
Semana
XXII.
PUES SÍ
Hablando
Se
Enciende
La
Gente