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Miopía

La miopía es un problema de la refracción que se manifiesta cuando el paciente


percibe borrosos los objetos lejanos debido a que la imagen se forma delante de la
retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque el
ojo es más largo de lo normal.

El principal síntoma de la miopía es que el paciente ve claramente los objetos cercanos,


pero percibe de forma borrosa los objetos que se encuentran a una cierta distancia.
Otros síntomas pueden ser:

Entornar los ojos para ver los objetos lejanos.

Acercarse a los objetos para verlos.

Fatiga visual.

Dolores de cabeza.

Tipos de miopía
Miopía simple: suele ser inferior a 6 dioptrías
Miopía magna: supera las 6 dioptrías y que está producida por una elongación
excesiva del globo ocular.
Como corregirla

El ojo miope tiene una lente excesivamente positiva, lo que causa que el punto focal se
enfoque por delante de la retina. Para corregir este defecto se pone delante del ojo una
lente que lo contrarreste. Como decíamos, las lentes divergentes hacen la imagen más
pequeña, por eso sirven para contrarrestar el exceso de convergencia del ojo miope.
Para tener una visión perfecta, la imagen tiene que llegar al revés, al centro exacto de la
retina, a fin de que los nervios ópticos la recojan claramente enfocada y la transmita al
cerebro.
Porque la miopía se corrige con lentes divergentes, Si por un defecto de córnea o del
cristalino, la imagen se forma por delante de la retina, ésta la recibe desenfocada. En
consecuencia, el miope no puede tener más que una visión borrosa e imperfecta de los
objetos que mira a cierta distancia. Para quitar este defecto de la vista, el miope tiene que
recurrir a los anteojos.

¿Porque se usan lentes divergentes para corregir la miopía?


Para corregir la miopía se usan lentes divergentes, comunes o de contacto.
Al colocar lentes debidamente graduados frente al cristalino o a la córnea que están
enfermos, se corrige de inmediato la irregularidad, obligando artificialmente a los rayos
luminosos procedentes del objeto distante a cruzar a mitad del cristalino y a enfocarse
exactamente sobre la retina.
Miopía, hipermetropía y astigmatismo
Voy a intentar explicar en qué consisten los problemas de graduación y cómo los podemos
solucionar. El ojo básicamente es una cámara oscura que tiene como misión enfocar una
imagen en la retina. Para enfocarla nítidamente y conseguir una buena calidad visual, el
globo ocular posee un sistema de lentes para conseguirlo. Son básicamente 5 lentes
puestas una delante de otra, pero recurriremos a un modelo simplificado, las
consideraremos todas como una sola lente
Un ojo que tiene proporcionadas y regulares estas lentes consigue enfocar bien la imagen
en la retina, ese ojo no tiene graduación, y nosotros lo llamamos emétrope. Disculpad si
meto algunos términos técnicos, pero es que mi vocación frustrada es la etimología. Todas
son raíces griegas: e, eu significa verdadero, correcto, auténtico, metros significa medida y
op significa visión. Es decir, emetropía significaría “correcta medida en la visión”, la
imagen está correctamente enfocada. Si hay un desenfoque entonces sustituimos el
prefijo e por a, que significa negación. Entonces, todos los defectos de refracción (miopía,
hipermetropía, astigmatismo, vista cansada) quedan englobados en el término ametropía.

Pero empecemos por el principio, tenemos que saber primeramente qué es una lente.
Una lente es una “superficies refractivas”, es decir, superficie que refracta la luz. Refractar
la luz consiste en desviar la trayectoria rectilínea de un rayo de luz al pasar a través de la
lente (si la trayectoria se desvía sin atravesar el cuerpo entonces no es refracción sino
reflexión, es decir, lo que hace un espejo).

Una desviación que hace converger los rayos de luz paralelos define a una lente
convergente, también llamada positiva. El ejemplo más fácil son las lupas, los objetos se
ven ampliados. En el dibujo veis que los rayos se cruzan en un punto, ese punto es el foco,
o punto focal. Cuanto más potente es una lente positiva, más desvía los rayos, por lo que
el punto focal está más cerca de la lente. Nos fijamos que las lentes convergentes son
convexas
Convergente

Una lente que hace lo contrario, que consigue que los rayos paralelos se alejen entre sí, se
llama lente divergente o negativa. Los objetos se ven más pequeños a través de ella. Las
lentes son cóncavas. En el dibujo nos fijamos primeramente en las líneas rojas, que son los
rayos de luz. Como los rayos tienden a separarse, nunca se van a cruzar, por lo que
realmente no existe un punto focal real como ocurre con las lentes convergentes. Esto
llegaría a ser un problema, porque el punto focal nos viene muy bien para medir la
potencia de la lente. Pero podemos hacer una cosa: usando un “truco”, sobre el dibujo
podemos prolongar los rayos divergentes hacia adelante, y entonces sí que se cruzan. Esas
líneas, que aquí vemos de color negro, no existen, la luz no va por ahí, pero nos sirve
bastante porque ya tenemos un punto focal virtual. Este punto, que no existe realmente,
estará más cerca de la lente cuanto más divergentes sean los rayos, es decir, cuanto más
potente sea la lente.
Divergente

Bien, ya tenemos 2 tipos de lentes, las positivas y las negativas, ambas con un punto focal
que nos sirve para medir la potencia. Precisamente la potencia de una lente la
denominamos dioptría. Como la potencia de la lente es mayor cuanto más cerca está el
punto focal, las dioptrías son inversamente proporcionales a la distancia focal. De hecho,
la definición es de 1 partido por la distancia focal (expresada en metros). Con el ejemplo
de las lentes positivas, una lente de una dioptría es aquella que es capaz de converger los
rayos paralelos a un metro de distancia. Con 2 dioptrías el punto estaría a 50 centímetros,
con 3 dioptrías a 33,3 centímetros, y así sucesivamente.

Tanto las lentes convergentes como las divergentes (positivas o negativas) que he
explicado ahora son lentes que denominamos esféricas. Existe otro tipo de lentes, que
apenas vamos a hablar de ellas.
Los oftalmólogos usamos más el término “positivo” o “negativo” porque la convergencia
también nombra a otro proceso ocular (aproximar las miradas de ambos ojos cuando se
observa un objeto cercano), y reservamos el término para este segundo proceso.

Bien, volvamos a nuestro ojo. Resulta que en esa pequeña esfera que es un ojo tenemos
que formar una imagen en su fondo, es decir, la retina. ¿cómo la formamos? Bien, con una
lente positiva, que consiga converger los rayos en su interior. De esta manera:

Emétrope
Éste sería el enfoque perfecto, es decir, un ojo emétrope. Vemos que el dibujo nos
recuerda mucho al primero, al de las lentes positivas. Porque eso es el ojo, una lente
positiva (globalmente). Como dato curioso, es una lente muy potente, porque tiene que
converger los rayos (aproximadamente) paralelos que llegan de la lejanía dentro de los 2,3
centímetros aproximados que mide el ojo, y para ello necesita una potencia en torno a 60-
65 dioptrías.
Bien, ya estamos en disposición de entender algunos de los problemas de refracción (es
decir, algunas ametropías).

Supongamos que la lente del ojo es demasiado positiva, entonces el punto focal no cae en
la retina, sino que está más próximo a la lente, es decir, por delante de la retina. Eso se
llama miopía

Miope
Miopía significa “giñar los ojos”, que es lo que hacen los miopes para mejorar su visión de
lejos, entrecerrar los ojos.
¿Cómo corregimos la miopía? Pues poniendo delante del ojo algo que contrarreste el
problema. Como el fallo es que el ojo es excesivamente positivo, ponemos una lente
negativa (o si lo preferís, contrarrestamos un exceso de convergencia con una lente
divergente)

Corrección miopía
Los rayos azules están modificados por la lente negativa convergen más atrás (donde
deben ir, a la retina).

Ahora supongamos que ocurre, al contrario, la potencia del ojo es menor que la necesaria.
Los rayos con convergen correctamente en la retina, sino que el punto focal se queda por
detrás.

Hipermétrope
¿Cómo lo corregimos? Aportando lo que falta, una lente convergente que aporte las
dioptrías que nos quedaban.

Corrección hipermetropía
Este problema se llama hipermetropía, término etimológicamente equívoco porque
significa literalmente “exceso de medida en la visión”, cuando realmente la potencia del
ojo se queda escasa, además de ser ojos más pequeños.
Bien, ya tenemos a grandes rasgos los 2 defectos de visión que corregimos con las lentes
esféricas. Podemos darnos cuenta que son opuestos y excluyentes. Es decir, no se puede
tener miopía e hipermetropía a la vez.

Nos queda un tercer defecto, que es el más difícil de entender. Se llama astigmatismo,
que viene también del griego: a, negación, y stigma, punto. Es decir, falta el punto focal. El
miope o el hipermétrope tienen el punto focal por delante o por detrás de la retina debido
a que la lente del ojo es demasiado o demasiado poco potente, pero es una lente regular y
homogénea, esférica.
Si la lente del ojo es irregular, entonces no se forma un punto focal, no llegan a converger
los rayos en un punto. En lugar de eso los rayos se aproximan hasta llegar a un área
llamada círculo de menor difusión, que es lo más aproximado al punto focal. Pero en este
círculo la imagen no está enfocada, sino difusa. Esto es el astigmatismo, de forma muy
simplificada.
El astígmata enfoca mal en todas las distancias, aunque lo puede notar más al forzar la
vista de cerca (en la miopía y la hipermetropía, sin embargo, la distancia del objeto
observado es muy importante). Un ligero astigmatismo es tolerado, de hecho, ninguno ojo
tiene un astigmatismo de cero absoluto, no existe el ojo “perfectamente regular”. Un
astigmatismo de 0.25 dioptrías no suele necesitar corrección casi nunca, y se puede
considerar normal hasta 0.50. Se puede tener hasta 0,75-1 dioptrías sin necesitar
corrección, en algunos casos.

Astigmatismo
El astigmatismo es un problema refractivo que se produce cuando la córnea (la capa
externa y transparente del ojo) no presenta la misma curvatura en todas sus zonas.
En el caso del astigmatismo, la luz procedente de los objetos y que entra en el ojo se
enfoca en más de un punto de la retina. Esto provoca una visión borrosa y distorsionada,
ya que en los ojos emétropes (sin graduación) las imágenes se enfocan en un único punto
de la retina.
Dependiendo de la edad del paciente y del tipo de astigmatismo que padezca o de la
graduación que presente, puede percibir o no síntomas y estos pueden ser diferentes. En
general, el principal síntoma es la percepción borrosa o distorsionada, tanto de los objetos
lejanos como de los cercanos. También es habitual la dificultad de percibir pequeños
detalles a todas las distancias. En los casos en los que aparece asociado a la hipermetropía
es habitual que el paciente sufra fatiga visual, enrojecimiento, picor y escozor de ojos,
mareos o dolores de cabeza debido al sobreesfuerzo que realiza el ojo para enfocar las
imágenes.
El astigmatismo puede estar determinado genéticamente o puede deberse a
traumatismos o intervenciones quirúrgicas.

Existen varios tipos:

SIMPLE
Afecta a un solo eje.

COMPUESTO
Cuando se presenta asociado a otra patología. Existen dos tipos:
Miópico: astigmatismo asociado a miopía.
Hipermetrópico: asociado a la hipermetropía.

MIXTO
Un eje se enfoca delante de la retina y el otro detrás.
El astigmatismo es una ametropía que tiene lugar cuando la forma del ojo es más ovalada
que esférica o cuando la superficie de la córnea, lente frontal transparente que cubre el
iris y la pupila encargada de proteger el ojo y participar en el enfoque, es irregular. Como
consecuencia de ello, los rayos que entran en el ojo no convergen en un solo punto, sino
en varios. Así, en algunos casos pueden unirse antes de llegar a la retina (astigmatismo
miópico) y, en otros, detrás de la misma (astigmatismo hipermetrópico). Por sus
características especiales, el astigmatismo es un error refractivo más difícil de corregir que
la miopía, la hipermetropía y la vista cansada.
Las lentes oftálmicas divergentes “separan” los rayos de luz (hacer que diverjan)
consiguiendo, de este modo, que éstos lleguen al ojo más separados y que, al atravesar la
córnea y el cristalino, puedan llegar más lejos y alcancen la retina. Así, gracias a las lentes
divergentes, las personas que tienen miopía o astigmatismo miópico, consiguen tener una
buena agudeza visual en el campo de visión de lejos.

Presbicia
La presbicia es la pérdida normal de la capacitad para enfocar objetos de cerca, que tiene
lugar con la edad. La mayoría de las personas comienzan a notar los efectos de la presbicia
a partir de los 40 años, cuando empiezan a tener problema para leer la letra pequeña con
claridad, incluso los mensajes de texto en sus celulares.
El lente del ojo o cristalino se endurece con la edad, y por ello tendrá menos capacidad de
enfocar cuando usted mire algo de cerca.
Síntomas y signos de la presbicia
Cuando las personas comienzan a tener presbicia, notan que necesitan sostener los libros,
revistas, diarios, menús y demás materiales de lectura a una distancia equivalente a los
brazos extendidos para poder enfocar correctamente. Cuando realizan trabajos en los que
tienen que mirar a corta distancia, como el bordado o escribir a mano, es posible que
sufran de dolores de cabeza, cansancio en la vista o se sientan fatigados.
¿Cuál es la causa de la presbicia?
La presbicia es causada por un proceso relacionado con la edad. Esto es diferente del caso
del astigmatismo, miopía e hipermetropía, que se relacionan con la forma del globo ocular
y se originan por factores genéticos y ambientales. En general, se cree que la presbicia
proviene de un engrosamiento y pérdida de flexibilidad graduales del lente natural
(cristalino) que está en el interior del ojo.
Estos cambios relacionados con la edad tienen lugar dentro de los tejidos del cristalino; los
cuales hacen que este se endurezca y pierda elasticidad con el tiempo. Los cambios
relacionados con la edad también tienen lugar en las fibras del músculo que rodea al
cristalino. Con menos elasticidad, es más difícil que el ojo enfoque de cerca. Existen
también otras teorías menos populares.
Tratamiento de la presbicia: Anteojos
La corrección más común de la presbicia consiste en lentes bifocales o progresivos (PAL,
por su sigla en inglés). El término "bifocal" significa que existen dos puntos de enfoque: la
parte principal del lente del anteojo contiene una receta para la visión de lejos, mientras
que la parte inferior del lente contiene la receta más adecuada de visión de cerca, para
actividades de naturaleza detallada.
Los lentes progresivos son similares a los bifocales, pero ofrecen una transición visual más
gradual entre las dos recetas, sin ninguna línea visible entre ambas.
Otra opción son los lentes para leer. A diferencia de los bifocales y los PAL, usados por la
mayoría de las personas todo el día, los lentes de lectura se utilizan solamente durante las
actividades que exigen detalle.
Si usted usa lentes de contacto, el optometrista u oftalmólogo puede recetarle lentes para
leer, que usará con los lentes de contacto colocados. Puede comprar lentes de lectura
directamente en comercios, o puede obtener versiones de mayor calidad que le recete su
médico.
La presbicia es un defecto visual asociado al paso del tiempo. El cristalino es una lente del
ojo que cambia de forma (lleva a cabo el reflejo acomodativo) para permitir el enfoque.
Cuando es preciso ver objetos situados en el plano cercano, el cristalino se vuelve esférico,
se abomba. Pero, cuando se debe ver algo en el plano lejano, se relaja y se estira. Con el
paso del tiempo, el cristalino se vuelve rígido y pierde su capacidad de abombarse:
aparece entonces lo que se conoce como presbicia o vista cansada.
Las lentes oftálmicas convergentes permiten a las personas que tienen estas ametropías
(hipermetropía, astigmatismo hipermetrópico y presbicia) ver con nitidez a corta
distancia. Las lentes convergentes “acercan” los rayos de luz, para que puedan converger
en la retina y no detrás de la misma. La retina es una capa que tapiza el fondo del ojo,
encargada de recoger la información sobre las imágenes que capta el ojo y enviarla al
cerebro, donde son interpretadas.

Hipermetropía
La hipermetropía es un error del enfoque visual que generalmente se manifiesta con una
visión borrosa e incómoda de cerca, aunque, a partir de cierta edad, también se ven mal
los objetos lejanos.
en el paciente hipermétrope, la imagen se enfoca detrás de la retina y no directamente
sobre ella, a diferencia de lo que ocurre en un paciente emétrope (sin graduación). Este
fenómeno se debe, bien a que el ojo el paciente hipermétrope es más corto de lo habitual,
o bien a que la potencia óptica de su cristalino y/o de su córnea es menor de lo normal. La
hipermetropía puede aparecer sola o combinada con astigmatismo
La hipermetropía (mala visión de cerca), es un error refractivo, lo que significa que el ojo
no refracta o dobla la luz adecuadamente y las imágenes no se enfocan claramente.
Cuando existe una hipermetropía, los objetos distantes usualmente se ven claramente,
pero los cercanos se ven borrosos.
Las personas experimentan la hipermetropía en formas diferentes. Algunas personas
pueden no presentar ningún problema con su visión, especialmente cuando son jóvenes.
Otras personas con hipermetropía considerable, pueden tener una visión borrosa a
cualquier distancia, cerca o lejos. Éste es un desorden de los ojos relacionado con el
enfoque de imágenes, no una enfermedad de los ojos.

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