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simplificacib” y rapidez de los trarites Pero si bien estas nomxu no so” juri-
y el mejor aprovechamiento de ios medios dicas (sin perjuicio de que puedan ser-
disponibles. lo) tiene” una importancia capital para
Los órganos de la hdministració” del el quehacer jurfdico de la Atiinistm-
Estado debe* cumplir sus cometidos ción.
coordinadamente y propender a la “ni- De alli que la doctrina, la jmispru-
dad de accib”, evitando la duplicación o dacia y el derecho comparado las ha-
interferencia de funcionzs”. ya” estudiado latamente 2.
Ello se complementa co” el inciso
segundo del articulo 89: “Los procedi-
mientos administrativos debeti ser ágiles
y expeditos, si” “LS formalidades que
la.5 que establezcan las leyes y reglamen- Que es de imperiosa necesidad informar
tos”; con el inciso segundo del artículo oportunmnente a la opinidn públtca acer-
10: “Este control se extenderá tanto ‘1 ca de las políticas de acción que el Es-
la eficiencia y eficacia en el cumplimiento tado lleve a cabo para el desarrollo
de los fine y objetivos establecidos, económico y social del pais.
como a la legalidad y oportunidad de las Que es indispensable determinar, co”
actuaciones”. Normas pues prepondemn- la mayor precisi6n posible, las farea.s
temente t&cnicas, de buena adminisha- prtoritartm de los ministerios y de los
ción, que persiguen la fijaci6n de objeti- Servicios, Instituciones y Empresas de la
vos, condiciones y criterios generales de Administración Centralizada y Descen-
actuación (a veces imperativos, a veces tralizada del Estado.
indicativos), estas “directivas” no so” Que es de fundamental conveniencia
sólo un medio de comunicacib” entre au- simplificar y agilizar el funcionamiento
toridades, sino, ante todo, el estableci- de estos organismos del Estado”.
miento de una Ilnea de conducta del Esta actividad técnicwadminish-ativa
propio poder discrecional de quien las de la Administración aparece siempre en-
emite o del ejercicio del poder discrecio- marcada y ordenada a tmv& de la activi-
nal del brgano subordinado 1. dad jurídica, lo cual o la precede o la
subsigue o la acompaña.
Pero esta realidad de una imbricación
1 Este carácter preponderantemente constante entre la actividad tknica de
tkcnicc-administrativo es reconocido en la Administración y la actividad jurídica
los considerandos de los programas mi- de la Administración no implica una
nisteriales de 1980 y 1961 (véase Decreto confusib” entre uno y otro plano, qw se
Supremo, Ministerio del Intetior NP 141, mantienen perfectamente diferenciados.
publicado en el Diario ofidal de 23 de Véase al respecto, Eduardo GAR& DE
ERIZO de 1880; Decreto Supremo, Minis- ENTEZ&: “Curso de Derecho .4dmi-
terio del Interior NP 492, publicado en el tmtivo”, Tomo 1, Civitas, Madrid, 1979,
Diario oficial de 28 de abril de 1981): pp. 69.2 a 695.
2 La obra clásica en esta materia es:
“CONSIDERANDO: Procopios P.4w.o~ouux: “La Directive
en Droit Administratif’, L.G.D.J., Paris,
Que la conducción y administración 1978, 268 páginas. He tenido en conside-
del Estado debe ser coordinada g cohe- ración además RIVERO, J,: “Les mesures
rente, a fin & eouar duplicidad de esfuer- d’ordre interieur”, Paris, 1934, pp. 91-
zos g alcanzur el logro deE objettoo parcial 119; CDcATRE-Znamw “La “ature juri-
del Gobierno para el año . en forma dique des mesures d’ordm i”telieur en
&ct4?nte. Droit Administratif”, R.I.C.A., 1958, pp.
Que, para ello, uno de los req”i.sitos 487-500; WALINE, M.: “L’Autolimitation
fundamentales es obtener un funciono- du pouvoir discr&ionnaire par des direc-
miento cmdinado de los ministerios y tives”, R.D.P., 1971, pp. 1224-1231;
demás organismos del Sector Público de P. DEYOLVE: “La notion de directive”,
acuerdo a un conj”nto de medidas y di- A.J., 1974, pp. 487-500; Jorge SILVA
rectrices que estón en concordancia con CENCTO: “Directivas, circulares e instruc-
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te A.2.2, pues las directivas, programas novan el ordenamiento jurídico, sino que
ministeriales e instrucciones de servicio contienen órdenes generales impartidas
pueden ser productoras de efectos juri- por un órgano a aquellos que de él de-
dices, al condicionar de una cierta ma- penden para señalarles el rumbo de ac-
nera (sea general o abstracta, sea con tuación.
un cierto particularismo) los actos admi- Con todo, habria que tener en con-
nistrados que serán dictados bajo su irn- tideraci6n si bajo la vestidura de una
pulso. instrucción de servicio no se esconde el
Por regla general, asimismo, las ins- ejercicio de la potestad reglamentaria y
trucciones de servicio y las circulares no se suscita por lo tanto el problema de
son expresión de Ia potestad reglamenta- hajo qué condiciones de validez pw-
ria del Presidente de !.a República, en den dictarse “instrucciones reglamenta-
sentido estricto, sino mis bien de la je- rias”. Es entonces claro que podemos
rarquía administrativa. En efecto no in- distinguir en la teoria del derecho ad-
ministrativo aplicada al caso chileno:
1) Lo Lxrectflxz Presfdd: con-
1075581, note Vier. En efecto, a prw
junto de los valores y fines globales que
pósito de directivas relativas a la ahi-
orienta& en un período de tiempo de-
bución de las autorizaciones especiales
terminado el quehacer político y/o ad-
para importación de productos petroleros,
ministrativo de la nación.
el Consejo de Estado ha examinado si
los criterios retenidos por estas directims 2) El Programa Mintirfal: Conjunto
restringían flegahente la libertad de co- de objetivos operacionales (resultados
mercio (CE. 29 junio 1973, SociBté Géa),
precisos a alcanzar en un lapso de tiem-
po prefijado) que debe lograr una uni-
Ello implica, como lo dice sabiarxente
Waline, precitado, página 550, que las dad u brgano administrativo, sea de la
directivas que contenían criterios para administración centralizada o descentxa-
lizada del Estado, vinculada o subordi-
las autorizaciones de importaciones nx-
dificaban o podrían modificar la situa- nada a un ministro.
ción de los administrados, yu que la Sc- 3) Instmccfones de servicio (Circula-
ciedad Cea ve rechazada su demanda, res, instrucciones, resoluciones, oficios,
pues se procede precisamente al examen etc.): Expresiones de la jerarquía adrni-
de juridicidad de la directiva; se declara nistrativa, esto es, prescripciones que
que no atentan sus criterios a la libertad los jefes de servicio dan a los funciona-
de comercio, pero se señala que la So- rios colocados bajo su autoridad, en lo
ciedad Gea presuntarxente no reúne las que concierne a la administración y la
condiciones allí queridas, y Waline con- aplicacibn de las leyes y reglamentos.
cluye, p&ina 551: “Paralelamente a los Examinadas así las cosas, concuerdo
atiinistrados, víctimas de la aplicación co” Fleiner en el sentido en que son “res
de circulares sobre la base de las cuaks intemà” a la Administración, normas o
se toman decisiones individuales de pe- preceptos t&micos de planificación -pro-
chazo (de autorizaciones solicitadas, por gramación - presupuesto y que no tie-
ejemplo) y a lo que la te0ria dási~1 nen la fuerza obligatoria bilateral de
responde que puede atacarse la decisión la mm jmdica 3,
individual sin que pueda uno oponerse a Sin embargo, preciso es aclarar:
las normas o criterios de la circular, la
que no les es oponible directamente a A.2.1. Su relación con el principio de
loe administrados, las sociedades petra. legalidad,
leras pueden atacar las decisiones de re- A.2.2. Su relación con los adminis-
chazo de autorizaciones, pero deben tlados.
combatir un adversario enmascarado, ya
que 10s &minos de la directiva que ks
está siendo aplicada no les es conocida. 3 FLEINE=T,Jo: “Instituciones de mere-
Es una sihzacibn que recuerda ciertos cho Administrativo”, traducción espmíola,
filmes en los que los personajes comba- Editorial Labor S. A., Barcelona-Madrid-
ten al “hombre invisible”. Buenos Aires, 1933.
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D.L. 1.056/75, Tihdo II, y sus modifi- nomia, debiendo ajustarse a esa norma-
caciones. Respecto Decreto 492, de 1881. tiva en estas materias, por lo que no
Miniskedo del Interior, en el sentido de resulta procedente que cuando se trate
que los alcaldes deb&n licitar todos los de liquidar la participación en esa em-
bienes prescindibles, cabe destacar que presa en sociedades inactivas, no disuel-
cmztraloria lo nusd en el entendtdo de tas por problemas legales de otra fndole,
que medidas que se dictaran para llemr esa opelwión pueda efectuarse al margen
0 efecto los pmgramas mfnlsteri&a co- de aquellas disposiciones, basándose en
rrespondientes se adoptarían en cada que no se trata& de la venta de activos
caso haciendo uso de las atribuciones y pmscindibles, según programas ministeria-
conforme procedimiento previsto en or- les aprobados por Decreto 2.159, be 1981,
denamietio [uridico tiigenté (dictamen Ministerio del Interior, ya que ese distin-
13.050, de 1982). go no tiene fundamento legal. Admnds,
programm mfn*rteriales deben cumplhe
c!) caso de acción prwtsta en los por los entes públicos en lo que no se
programas ministeriales, qxbesta 0 nor- oponga 0 legidoción I/ reglnmntaci6n
miuo dgente: Los progmnas ministe- Cigentes” (dictamen 29.721, de 1984).
riale de 1981 obligaban a la Adminisha- En conclusidn: No cabe duda que los
cibn del Estado a vender los activos programas ministeriales y las instrucd~
prescindibles con licitación. La Empresa nes u 6rdenes de servicio que contengan
Nacional de Minería entendió que su par- est?an enteramente sometidos no sólo a
ticipación en sociedades inactivas no era la ley sino a todo el ordenamiento jwí-
menta de activos prescindibles. La Contm- dico en su conjunto, y que las medidas
loría sostuvo que: “Enajenaci6n de acti- que las autoridades encargadas adopten
vos de la Empresa Nacional de Mineria deben ajustarse no tilo a las metas tra-
se encuentra regulada por Ley 18.134, ar- zadas en el programa sino a la par al
tículo 12, y DFL NP 2, de 1983, de Eco- derecho.