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E-Learning: Tecnología Disruptiva que Cambia la Forma de Aprender y Transforma

el Mundo.

Es curioso pensar que en pleno siglo XXI, también conocida como la “Era de la

información” o “Era digital”, en un tiempo en que las tecnologías de la información y

comunicación han invadido nuestras vidas y la han mejorado, existan aun personas que

clasifican en la definición de “Analfabetas”. Y no pretendo ser despectivo o peyorativo

hacia una etiqueta que permite identificar a un grupo de personas que no han tenido la

oportunidad de aprovechar los recursos que existen en la actualidad para generar cambios

positivos en su vida (tal vez por las condiciones socioeconómicas que los embarga, por su

ubicación geográfica, por el desconocimiento, o tal vez porque han sido víctima de la

misma tecnología), sino que pretendo reflexionar sobre la distancia que hace falta por

recorrer para llegar a hacer un uso 100% productivo de este recurso (tecnología) y

transformar el pensamiento global para encaminarlo hacia un destino donde el desarrollo

sea el común denominador de todas las culturas que conforman este planeta.

Si reflexionamos acerca de los esfuerzos que harían esta meta realizable, no cabe duda

que la primera respuesta que viene a la mente es la educación, pero ¿Cómo podemos

mejorar la labor educativa a partir de la tecnología? Y ¿Cómo podemos lograr que este

objetivo sea posible? Son preguntas que nos orientaran en la definición de estrategias que

permitan generar conciencia y motivación en la ejecución de esta tarea que implica

masificar la educación hacia cada rincón del planeta que necesita vincularse al uso y

generación de conocimiento, porque es a partir de allí, que se producirá un cambio en el

contexto global que impactará positivamente el desarrollo de ciudadanos competentes que

se adaptan a la era en la que vivimos y generan cambios motivados en satisfacer


necesidades que mejoren las condiciones de vida actuales e inspiren a las generaciones

futuras.

En un mundo cada vez más globalizado, debería considerarse una camisa de fuerza

incrementar los esfuerzos por vincular la tecnología a la educación, de manera que se

conviertan en elementos complementarios que coexistan sinérgicamente como un único

sistema cuyo objetivo sea educar a partir de las necesidades de la población que demanda

este derecho, y más aún si se tiene en cuenta que hace varios años surgió una estrategia que

permite orientar el aprendizaje adaptándose al tiempo y necesidad de los estudiantes, más

conocida como “Educación Virtual”.

Esta incorporación de la tecnología no implica una novedad en los paradigmas

educativos utilizados, por el contrario, afecta la forma como se enseña sin alterar la

función de la enseñanza en sí misma, ya que permite generar nuevas estrategias que

producen una transformación en la forma de pensar de aquellos que desean adquirir nuevos

conocimientos y habilidades para ser ciudadanos competentes. La novedad estriba en que

en la formación virtual el aprendiz debe reunir unas características que ayudaran en el éxito

de su proceso y determinaran el impacto de su experiencia personal en la cotidianidad de

sus semejantes, estas características, por mencionar algunas son: Autodeterminación,

autodisciplina, autocontrol, automotivación y compromiso con la educación.

Hay que tener claro que este concepto de virtualizar la educación, no hace referencia a

una educación ficticia o simulada, muy al contrario la Educación Virtual es una estrategia

de formación que permite una alta interacción entre los distintos actores del proceso

educativo en ausencia de un espacio y tiempo común entre los participantes ya que todas
las actividades se pueden realizar en un ambiente de aprendizaje asincrónico que demandan

en el aprendiz el desarrollo de cualidades como la honestidad, la investigación y gusto por

la lectura.

Una de las ventajas que debe destacarse en este planteamiento, es que con la mediación

de la tecnología se hace posible generar escenarios que permiten crear condiciones para que

un individuo se apropie de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias, de nuevos

elementos que le generen procesos de análisis, reflexión y apropiación. Permitiendo una

socialización diferente, ofreciendo posibilidades de interacción con estudiantes que estén

geográficamente distantes, facilitando de esta forma el intercambio de experiencias,

expectativas, actitudes y valores con individuos de otras culturas y contextos.

Ahora bien, también es cierto que este objetivo plantea ciertos desafíos que no deben

considerarse necesariamente desventajas, sino elementos sobre los que es necesario trabajar

para no perder el rumbo, entres estos están: La limitación del lenguaje, la posibilidad de

fallas técnicas (asociada a la tecnología), la estandarización de las computadoras, la

ausencia de la experiencia social, la responsabilidad y disciplina necesarias en el estudiante.

Toda este aprendizaje sucede en un espacio público virtual en el que convergen

distintos pensamientos, culturas y creencias que requieren para su interacción normas de

comportamiento similares a las que existen en los espacios públicos físicos, las cuales se

entienden como formas voluntarias de actuar establecidas y aceptadas por todos, que no son

obligatorias o impuestas, sino que facilitan la vida y la hacen más agradable para la

interacción social en la red, facilitando la convivencia virtual y estableciendo un estándar

de comportamiento adecuado en la internet.


Estas normas tienen una función importante para la consecución de objetivos en la

formación de nuevos conocimientos a través de la formación virtual, su papel permite el

desarrollo de un pensamiento globalizado que transforma desde la experiencia de la

educación personal e individual orientándolo hacia un pensamiento social colaborativo que

trasciende fronteras y evoluciona para dar respuesta a las necesidades en un contexto

global.

El desafío más grande que se tiene es acabar el mito que existe sobre la creencia que el

modelo de Educación Virtual es sinónimo de “Mediocridad y Baja Calidad”. Lo cual es

completamente falso si se tiene en cuenta que los avances tecnológicos, las herramientas y

plataformas que se han desarrollado para la Educación Virtual, han permitido en el mundo

entero ofertar programas de educación a nivel internacional, reconocidos por su calidad y

por las metodologías de enseñanza-aprendizaje, centradas en el estudiante. Esto ha

permitido que los procesos de formación se den de una manera autónoma, emprender por

parte de los estudiantes el proceso de aprendizaje, desarrollar competencias para entender

diferentes grados de complejidad y sobrellevar su proceso académico con la misma o con

mayor rigurosidad de los programas presenciales y de educación tradicional. Un ejemplo de

estos desarrollos con calidad se ha dado en las universidades más importantes del mundo,

como el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad de Harvard y Stanford.

Para Colombia la educación virtual implica un profundo cambio social, económico y

político, porque es una nueva mirada al conocimiento, una oportunidad de tener una

educación que permite inclusión y cobertura con calidad, para lograr la meta de dar acceso

a una mayor población que puede ingresar a la educación superior. Por ello, el principal

reto de este tipo de formación es tener el reconocimiento de la sociedad y la misma


academia que aún piensa que la educación virtual es solo poner a disposición de los

estudiantes documentos en formato PDF que pueden acceder a través de un computador,

pero se ha olvidado que lo más importante es el modelo de formación, que implica

autocompromiso, dedicación y disciplina para sacarlo adelante; el uso y la aplicación de

nuevas tecnologías en los ambientes de aprendizaje, la creación de experiencias

vivenciales, profesores que desarrollen recursos virtuales, que motiven permanentemente y

den un trato cercano y personalizado al estudiante, que entiende sus necesidades, resuelve

dudas, promueve el debate y el intercambio de conocimiento.

La educación virtual ha transformado la manera de educar y ha impactado a la

sociedad, la ciencia, la economía y la industria permitiendo el progreso de los países y

sobre todo dando respuesta al mercado laboral, que demanda hoy nuevos perfiles, nuevas

competencias y habilidades tecnológicas, el uso de plataformas virtuales para desempeñar

sus profesiones, la disciplina y la flexibilidad para trabajar a distancia cuando las

organizaciones demandan hoy más teletrabajo, y una mayor interacción en tiempo real para

aumentar su competitividad.
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