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FICHA INFORMATIVA Nº01 “ASUMIMOS EL RETO DE SER UNA PERSONA MORAL ”

UNIDAD Nº 5 – III BIMESTRE ÁREA : Ciencias Sociales


NIVEL : Secundario
GRADO : Cuarto
AÑO : 2018

INDICADOR DE DESEMPEÑO: Elabora argumentos razonados a partir de la contraposición de puntos de vista


discrepantes y respuestas múltiples.

INSTRUCCIONES: Lee detenidamente, extrae las ideas principales, elabora un organizador visual y resuelve las
actividades planteadas.

LA MORAL

La moral es la conciencia que tiene una persona del bien y del mal por la cual se siente responsable de sus actos.
La moral pertenece a nuestro mundo interior, mientras que la ética únicamente tiene que ver con la relación que
los individuos deben observar con sus semejantes y está marcada por las costumbres y los usos sociales. No se
puede, bajo ningún pretexto, confundir la bella moral, que es fuente de toda virtud, con la ética. La ética no es
más que una caricatura de la moral, pues sólo tiene como objetivo cuidar que los componentes de una
determinada sociedad no trasgredan las normas establecidas y puedan convivir según esas mismas normas.

Se puede observar que existen personas más conscientes y


evolucionadas que otras y que, por lo tanto, existen diferentes
tipos de moral. Unas son perfectas y superiores y otras muchas
brutales y bárbaras. Por ello es necesario que comprendamos
que, en realidad, existen tantas morales como seres humanos,
y que los deberes de unas personas no son los mismos que los
deberes de otras, así como sus privilegios.

No hay maldad en los hechos, sino en la bajeza con la que estos


se realizan. Si los hechos son realizados con bondad y son
limpios no seremos juzgados por ellos, o lo seremos
ligeramente y sólo por nuestra ignorancia. Pero esos mismos
hechos, realizados por otra persona y con otras intenciones,
serán totalmente reprobables y sancionables. Por lo tanto, no se
juzgan tanto los hechos en sí sino la intencionalidad, la bondad
o la maldad con la que se realizan.

Existen unas leyes en este Universo que están más allá de las leyes humanas y que rigen el funcionamiento de la
Vida. Se pueden comprobar viendo como al abuso de las facultades físicas sucede el dolor, y a los extravíos del
espíritu siguen el pesar y el arrepentimiento. El conocimiento de estas leyes y su respeto genera en las personas
la moral, la virtud y el bien. De esta forma, una persona puede acceder a una moral más elevada cuanto mayor
sea su conocimiento sobre las leyes que gobiernan la Vida, cuanto mayor sea su conocimiento espiritual.

No es fácil el oficio de vivir dignamente, no. Para ello debemos ser conscientes y obrar adecuadamente, lo que
significa estar enraizados en la virtud. Esto implica renunciar constantemente a la ventaja y al interés propio en
favor de la moral y del sacrificio, lo que es algo así como un saber hacer del espíritu. Desde luego, resulta mucho
más tentador revestirse de una moral aparente y jugar sucio tras el parapeto de la imagen. Pero la moral es
autenticidad, transparencia del espíritu y verdad. Tenemos que ser los mismos en el pensamiento, la palabra y la
obra. No podemos vivir pensando de una manera y hablando y actuando de otra.

“Lo que hay que hacer, se hace”


A simple vista parece que la persona moral y virtuosa se halla muchas veces en desventaja para competir con un
adversario inmoral. En una circunstancia concreta tiene más probabilidad de alcanzar un fin quien puede emplear
cualquier medio, porque no tiene consciencia, que la persona virtuosa, pues ésta tiene que valerse con unos
medios muy limitados. Pero si bien esto es verdad cuando consideramos un asunto aislado no es menos verdad
que, con el tiempo, los inconvenientes de la virtud se compensan con las ventajas, así como las ventajas del vicio
se compensan con los inconvenientes. En último término una persona espiritual y virtuosa llegará a conseguir el
fin que prudentemente se proponga, y el inmoral expiará tarde o temprano sus iniquidades, encontrando la
perdición en sus malos y tortuosos caminos. Lo recto y lo útil a veces parecen andar separados, pero no suelen
estarlo sino por un corto recorrido. En apariencia llevan caminos opuestos y, sin embargo, el punto al que se
dirigen es el mismo. Dios quiere por estos medios probar nuestra fortaleza, y el premio a nuestra constancia no
siempre se hace esperar todo en la otra vida. Y aunque esto suceda alguna vez no es poca la recompensa el morir
con la consciencia tranquila y sin remordimiento.

RESPONDO:

1. ¿Qué es la moral?

2. ¿Por qué se dice que la moral pertenece a nuestro mundo interior?

3. ¿Qué características tiene una persona moral?

4. ¿Por qué es importante la moral en nuestra vida diaria? Explica

“Lo que hay que hacer, se hace”

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