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CIMENTACIONES EN SUELOS TROPICALES

1. INTRODUCCION

Los suelos en las zonas tropicales son suelos que están altamente influenciados
por factores tales como el clima, la temperatura, la vegetación, entre otros, lo
que genera una amplia variedad de perfiles con propiedades ingenieriles
particulares, que difieren de las características de los suelos de regiones
templadas.
Recientes revisiones del estado del arte sobre el comportamiento de suelos
tropicales han concluido que, a diferencia de otros materiales geotécnicos, no es
posible aún hacer generalizaciones que sean válidas universalmente. Hay
razones importantes para ello: no existe todavía suficiente conocimiento
fundamental de estos suelos residuales, en especial con respecto a sus
propiedades químicas y mineralógicas y a su comportamiento mecánico ya que
los métodos de análisis de estabilidad aceptados por la comunidad geotécnica
no conducen aún a resultados totalmente satisfactorios. Una de las
dificultades para usar adecuadamente los suelos de las regiones tropicales, para
fines de construcción en general, es la limitación del uso de las clasificaciones
tradicionales de los suelos y los parámetros involucrados en estas clasificaciones
que han sido establecidas generalmente para los suelos de origen sedimentario
que se encuentran en los países de clima templado a frío, lugares donde la
Mecánica de Suelos clásica tuvo su desarrollo más acentuado.

Evidentemente, las realizaciones de obras de envergadura en la selva


amazónica peruana presentan un sin número de problemas técnicos no
experimentados en el pasado, ya que en muy pocas regiones del mundo se
presentan las condiciones atmosféricas, ambientales o hidrológicas que existen
en esta región, a las cuales se les suma la carencia de materiales tradicionales
para la construcción (Carrillo-Gil, 1983). También los fenómenos de erosión y
sedimentación que suceden alternadamente en las riberas de ambas márgenes
de los ríos, así como los continuos cambios de curso entre los años
subsiguientes, presentan dificultades adicionales y grandes retos a la aplicación
de los conocimientos de la ingeniería civil, tanto en la selva baja que se ubica
entre los 80 y 400 m.s.n.m., como en la selva alta que se sitúa entre los 400 y
1000 m.s.n.m.

2. ASPECTOS GEOLÓGICOS
Después de haber hecho una recopilación de las características geológicas de
las rocas predominantes en la selva peruana, que han dado paso a la formación
de los diversos suelos tropicales encontrados, se observa que el mayor número
de formaciones reconocidas se encuentra en el mesozoico y en cenozoico-
terciario, de origen relativamente reciente. Al respecto, se refiere que en la
Amazonía brasileña, se encuentran formaciones que datan desde el Pre-
cámbrico, en el límite de las eras Paleozoica y Arcaica.

Estas formaciones se encuentran en la parte central de la amazonía brasileña y


las Guayanas y están constituidas por granitos, gneisses y esquistos micáceos,
mientras que, en los límites con los Andes, hay formaciones más jóvenes, de las
eras Paleozoica y Mesozoica y constituidas por rocas sedimentarias.

En resumen, se puede concluir que en la selva alta y en los límites con la selva
baja se encuentran tanto rocas ígneas como sedimentarias, mientras que en la
selva baja predominan las rocas sedimentarias del terciario y cuaternario y están
constituidas principalmente por areniscas, lutitas y arcillas. En cambio, las rocas
ígneas encontradas en la selva alta son: granito, andesita, y tipos volcánicos,
mientras que las de tipo sedimentario son las areniscas, pizarras, shales, calizas
y dolomitas.

La composición química y mineralógica de las rocas es una de las principales


características de la formación del suelo tropical, pues sus propiedades están
relacionadas con su contenido de metales o metaloides. Los materiales que han
formado los suelos tropicales tienen orígenes muy diversos. Al agrupar los
elementos que se encuentran en las rocas, de acuerdo a si han sufrido o no
transporte se establece que en la selva alta predominan tanto los materiales
residuales como los transportados, mientras que en la selva baja se encuentra
el predominio de los materiales residuales. Ente las rocas originales que han
generado estos materiales residuales, se tiene el calcáreo, las arcillas y lutitas,
las areniscas y algunas rocas ígneas del tipo de los granitos, andesitas y tufos
volcánicos (Carrillo, 1997).

CARACTERISTICAS GEOLOGICAS Y GEOMORFOLOGICAS DE LA SELVA


PERUANA

El trabajo efectuado para iniciar la caracterización tecnológica de los suelos


tropicales peruanos es el producto de un estudio generalizado acerca de la
geología y geomorfología de la región selvática. En este estudio nos hemos
valido de una serie de investigaciones y recopilación de datos puntuales de la
región, considerando las principales cuencas de los ríos más importantes, esto
es, Amazonas, Marañón Ucayali, Madre de Dios, Santiago, Huallaga, Pachitea y
Ene, así como también la información de una serie de autores para llegar a
establecer sus características de comportamiento en forma detallada, tomando
en consideración que gran parte de la amazonía ha permanecido cubierta
durante los periodos interglaciares del cuaternario por un mar interior de poca
profundidad, cuando el nivel de los océanos tenían 100 m encima del actual (
330,000 años atrás) y pasaron a fluctuar durante varias épocas glaciares e
interglaciares, formando terrazas a lo largo de los cursos de agua, llegando a
tener 100 m debajo del nivel durante la última glaciación (17,000 años atrás),
quedando en estos canales profundos los ríos, elevándose posteriormente a la
cota actual (6,000 años atrás) (Vertamatti,1988).

De acuerdo a los estudios recopilados se puede concluir que en la selva alta y


en los limites de la selva baja se encuentran tanto rocas ígneas como
sedimentarias, mientras que en la selva baja predominan las rocas
sedimentarias del terciario y cuaternario y están constituidas principalmente por
areniscas, lutitas y arcillitas. En cambio, las rocas ígneas encontradas en la selva
alta son: granito, andesita, y tipos volcánicos, mientras que las del tipo
sedimentario son las areniscas, pizarras, calizas y dolomitas (Figura 1).

La roca madre que ha formado los suelos de la selva peruana tiene orígenes
muy diversos, como se deduce de lo expuesto anteriormente, referente a la
geología de la zona. Al agrupar los materiales geotécnicos se establece que en
la selva alta predominan tanto los materiales residuales como los transportados
originando suelos litocambisólicos y acrisoles, mientras que en la selva baja se
encuentra predominio de materiales residuales, creando principalmente suelos
ferrosólicos. Entre las rocas originales que han generado estos materiales
residuales, se tiene el calcáreo, las arcillas y lutitas, las areniscas y algunas rocas
ígneas del tipo de los granitos, andesitas y tufos volcánicos. (Villachica, 1980).
En este caso cabe indicar cierta diferencia con la roca madre que generalmente
se menciona para algunas otras regiones de Sudamérica. Así mismo parecería
probable que en nuestra región no se ha dado con mucha frecuencia el proceso
de latolización, de acuerdo con las referencias encontradas al respecto.
Fig.1 Región Amazónica Peruana y Tipo de Roca Madre Subyacente

La descripción generalizada de la geomorfología de la región indica que la selva


baja es esencialmente plana y como queda dicho, su altura varía entre 80 a 400
m.s.n.m. Debido a este pequeño desnivel los ríos discurren lentamente, teniendo
en la estación seca la apariencia de verdaderas lagunas, son anchas sinuosas y
de muy fácil vegetación. Esta región del llano amazónico, puede señalarse como
el tipo de estado de madurez o avanzada erosión. El llano amazónico está
caracterizado por su gran humedad, y terreno cubierto por una densa vegetación
tropical. Esta extensísima llanura se halla suavemente inclinada hacia el Este y
comprende las llanuras de Loreto y Madre de Dios. El territorio es suavemente
ondulado, por el despliegue de amplias superficies planas, lomadas y zonas
colinosas bajas, depresiones, terrazas aluviales, etc., modelados en sedimentos
blandos y subhorizontales del terciario superior y aluviales del cuaternario. La
llanura esta íntegramente drenada por los ríos Marañón, Huallaga y Ucayali,
formadores del gran Amazonas y su sistema de tributarios.

La llanura de Madre de Dios, se desarrolla a altitudes de 200 a 500 m.s.n.m. Se


extiende con suave inclinación hacia el sureste, desde el alineamiento del alto
Fitzcarrald hasta la frontera con Bolivia. Morfológicamente es un territorio llano a
ondulado y modelado en sedimentos del terciario y depósitos aluviales del
cuaternario. Esta íntegramente drenada por el río Madre de Dios y sus
numerosos tributarios. Las características geomorfológicas de esta zona
corresponden a un escenario del tipo continental, el que ha estado sometido a
diversos ciclos diastróficos de intensidad variable, los cuales junto con los
agentes geodinámicos externos, han modelado la superficie del terreno en
diversas formas, desde el punto de vista geomorfológico en colinas y planicies.
El sector de colinas, que incluye también a las lomadas, corresponde a las áreas
que topográficamente se ubican a mayor altura dentro de la zona, las cuales se
encuentran intensamente disectadas por pequeñas quebradas las que están en
su etapa inicial de erosión. El sector de planicies ha sido generado por
movimientos epirogenénicos, también podemos mencionar la erosión vertical de
los recursos hídricos que drenan la zona. La morfogénesis de la región se
remonta a los subhorizontes del Terciario Superior, sedimentos del terciario y
depósitos aluviales del cuaternario (Figura 2).

Fig. 2 - Zonas Morfoestructurales de la Amazonía Peruana

3. FORMACION DE LOS SUELOS DE LA SELVA


El proceso de transformación de la materia de origen o “roca madre” en
el suelo, es lo que se conoce como “formación de suelo”. Esta
transformación no alcanza un estado de equilibrio permanente, pues
continuamente interfieren agentes o “factores de formación” que van
transformando o cambiando las características físicas y químicas del
suelo. Dos procesos importantes intervienen en la transformación de una
roca en suelo: la desintegración mecánica y la descomposición química.

La desintegración mecánica, se debe a fuerzas externas y a expansiones


térmicas de los minerales que componen las rocas. La descomposición
química de la roca se debe a los agentes erosivos superficiales que están
en reacción con los minerales primarios de la roca incluyendo agua,
oxigeno, dióxido de carbono y ácidos orgánicos derivadas de la
vegetación. Los diversos procesos pueden actuar simultáneamente,
algunos más rápidamente que otros y algunos más efectivamente en la
alteración de un mineral a otro.

Los suelos que provienen de la desintegración y descomposición química


de la roca madre que se encuentra en el sitio y que no han sido
transportados por agente alguno se llaman “suelos residuales”; siendo
estos los que predominan en la Selva Amazónica Peruana. Si la velocidad
de descomposición de la roca supera a la de arrastre de los productos de
descomposición, se produce una acumulación de suelo residual. Entre
los factores que influyen en la velocidad de alteración en la naturaleza de
los productos de meteorización se encuentra el clima, el tiempo, la
naturaleza de la roca original, la vegetación, el drenaje y la actividad
bacteriana.

Con respecto al clima se establece que los principales agentes en la


formación del suelo son la lluvia y la temperatura. La primera, la lluvia,
determina la humedad del suelo, la aireación y el grado de lavaje del
perfil. Los elementos solubles, como son las bases (cal, magnesia,
potasa, soda), son arrastrados, lixiviados, por las lluvias a través de las
capas del suelo, cuya reacción se acidifica por esta causa, la mayor parte
de la sílice (los salicatos) se pierde, y quedan como residuos los
hidróxidos de fierro y aluminio, principales componentes de esos suelos,
a los que primero imparte la coloración rojiza que le ha valido su nombre.
Mientras que la segunda, la temperatura, tiene acción directa sobre la
formación del suelo e influye en la velocidad de las reacciones químicas,
que se duplican por cada 10°C de incremento de temperatura. Otros
agentes del clima, además de la precipitación y de la temperatura, son la
humedad relativa, la radiación solar, el número de horas de sol, la
nubosidad, la evaporación y la evapotranspiración, principalmente.
Dentro de un mismo agente existen muchas causas que hacen que su
forma de acción varié notablemente. El nivel pluviométrico regional a su
vez depende de la temperatura, densidad, humedad absoluta y otras
características de la masa de aire, y una vez que se produce la lluvia, su
efectividad en meteorizar el material estará en función de su duración,
intensidad, cantidad total de caída, así como la cobertura del tipo de
material y relieve (plano, quebrado, o de vertientes abruptas). Es decir
que el clima puede actuar en la descomposición del material original del
suelo o de este mismo, a través de numerosos agentes, los cuales a su
vez actuaran en condiciones muy variables, lo que determinaran una
amplia gama de tipos de suelos que se forman en estas condiciones.

4. METEORIZACIÓN EN LOS SUELOS DE SELVA

¿METEORIZACION? Es el proceso o grupo de procesos destructivos


mediante los cuales materiales terrosos o rocosos cambian de color,
textura, composición, firmeza o forma al ponerse en contacto con agentes
atmosféricos, todo esto con poco o nada de transporte del material
aflojado o alterado

La composición y textura de las rocas madres son importantes en las etapas


iniciales de la meteorización, pero se vuelven menos importantes con el tiempo.
Las características climáticas tales como la cantidad de precipitación
pluviométrica y particularmente, la distribución estacional de ésta, determinan
la intensidad del proceso de meteorización. La topografía afecta el movimiento
vertical del agua y, por consiguiente, a la velocidad de remoción de los
materiales solubles.
En taludes escarpados, el escurrimiento puede ser tan activo en la erosión del
material meteorizado como lo es la filtración en su formación. El tipo y cantidad
de vegetación pueden ser importantes en la formación de ácidos orgánicos y en
la asimilación de sílice. Finalmente, el tiempo es un factor decisivo, ya que, por
ejemplo, en climas húmedos y calientes, típicos de los trópicos, el tiempo que se
requiere para alterar un material rocoso es considerablemente menor que en los
climas templados.
La alteración de la roca a través de los procesos de meteorización se lleva a
cabo en forma progresiva por medio de una serie de acontecimientos y etapas,
los cuales dan como resultado un perfil de suelo residual meteorizado
tropicalmente.
Se define como perfil de meteorización de un suelo tropical a la secuencia de
materiales con diferentes propiedades físicas formadas en el sitio donde se
encuentra y el cual yace sobre la roca meteorizada. Los perfiles de
meteorización cambian de un lugar a otro, debido a variaciones locales en el
tipo y estructura de la roca madre, la topografía, la velocidad de erosión y las
condiciones de agua subterránea además de las variaciones climáticas
regionales, particularmente la pluviosidad. La clasificación en términos de
zonas de intemperización y grados de intemperización es esencial para el
diseño de ingeniería, y han habido varios intentos para proporcionar un sistema
satisfactorio de descripción y clasificación para propósitos de ingeniería. Deere
& Patton (1971) así corno De Mello (1972), dieron un valioso resumen
comparativo de los sistemas de clasificación disponibles en ese momento. La
Sociedad Geológica de Londres (1970, 1977) hizo propuestas para el “registro”
de “núcleos” que han sido más o menos seguidos de cerca por la Asociación
de Geólogos de Ingeniería (1978). Dearman (1974) describió el sistema de
clasificación de intemperización utilizado en la practica británica, y esto fue
luego totalmente documentado por la Sociedad Geológica de Londres (1977).
Un perfil de intemperización de la selva amazónica peruana ha sido obtenido
sobre la base de una adecuada correlación de muchas perforaciones
practicadas en el sitio, y es factible de utilizarlo para prediseños de obras de
ingeniería.

Taludes escarpados
En terrenos escarpados los deslizamientos pueden ocurrir en cualquier tipo de
material geológico. Sin embargo, la causa mas común de un gran número de
derrumbes que ocurren en taludes escarpados es el deslizamiento a lo largo de
la zona de contacto de la roca con suelos residuales o coluviales.
Pluviosidad
La pluviosidad tiene un efecto primordial en la estabilidad de taludes ya que
influencia la forma, incidencia y magnitud de los deslizamientos. En suelos
residuales, los cuales generalmente se encuentran no saturados, la pluviosidad
tiene un efecto muy importante ya que el efecto acumulativo puede llegar a
causar la saturación del terreno activando así un deslizamiento. Con respecto a
la pluviosidad hay tres aspectos importantes:
El ciclo climático sobre un período de años, por ejemplo, alta precipitación
anual vs baja precipitación anual.
La acumulación de pluviosidad en un año dado, en relación a la acumulación
normal.
Intensidades de una tormenta dada.
Topografía y estabilidad
Los mapas de topografía representan una excelente fuente de información para
la detección de deslizamientos. Con frecuencia grandes áreas de deslizamiento
se pueden identificar en mapas topográficos, mediante el análisis de condiciones
particulares.
Ejemplos
Las regularidades precipitaciones de lluvias, llovizna causa:
 pérdida de solidez en los muros de carga y afecta a la seguridad.
 La humedad asciende por las paredes de mampostería porosa o
permeable, afectando a revestimientos exteriores y al interior.
 Debemos controlar la humedad y diagnosticar a tiempo el origen del
problema.
Consejos para prevenirlo
 Empleo o colocación de pilotes
 Cierra las puertas de las estancias más húmedas, sobre todo cocina y
baño.
 Instala doble acristalamiento en las ventanas.
 Evita las puertas y ventanas metálicas.
 Mejora el aislamiento exterior y elimina los puentes térmicos.
 Asegura una buena ventilación.
 Cada tres años revisa fisuras en la fachada.
 Los golpes en puertas y ventanas pueden ocasionar fisuras.
 Vigila que las tejas estén bien colocadas.
 Limpia una vez al año canalones, bajantes y elementos de desagüe.

5. SUELOS SAPROLÍTICOS Y LATERÍTICOS

LOS SUELOS SAPROLÍTICOS

Son aquellos originados por la intemperización de la roca en el lugar, conservando sus


condiciones de macro estructura, mineralogía y granulometría. Debido a que aparecen
como el residuo de la roca origen y presentan un apropiado perfil de intemperización,
también se les llama suelos residuales jóvenes. Normalmente constituyen estratos
subyacentes al horizonte superficial de estos depósitos y suprayacentes a la roca
matriz, caracterizándose por la presencia de estructuras heredadas de la roca madre,
grandes espesores del estrato, mineralogía compleja con diferentes grados de
intemperismo y estratigrafía en algunos casos compleja con heterogeneidad, y en otros
muy homogéneas con estructuras simples.

Estos suelos y el resto de suelos residuales plantean algunas dificultades para su


caracterización en ingeniería:
- En el tamizado de estos suelos se corre el riesgo de destruir su estructura
original;
- Es difícil aplicar los límites de Atterberg, puesto que la porción que pasa el tamiz
40 (que separa el suelo de la fracción fina del suelo de la fracción gruesa) es por
lo general muy pequeña y por lo general no es representativa del
comportamiento total del suelo.
Otros problemas de caracterización se comentan adelante al tratar los suelos lateríticos
los cuales en parte son saprolíticos.
SUELOS LATERÍTICOS

Llamamos lateríticos a los suelos tropicales que sufren durante su formación un


proceso pedológico intenso denominado laterización, cuyas características son:
lixiviación de los catones alcalinos y alcalinos terrosos (Na, Kl, Ca y Mg),
empobrecimiento de sílica, existencia de minerales arcillosos en grados avanzados de
transformación y aumento del porcentaje de óxidos de fierro y aluminio hidratado. Los
suelos lateríticos pueden ser residuales maduros o transportados y constituyen un
horizonte superficial de origen esencialmente pedogenético recubriendo normalmente
áreas bien drenadas, formando estratos con límites graduales poco perceptivos. Los
suelos lateríticos presentan como características genéticas principales una constitución
mineralógica o microestructura de apariencia homogénea e isotrópica, elevada
resistencia a la erosión, alta contracción, buena adhesividad a los materiales
bituminosos, pero presentan mucha porosidad, son altamente permeables, poco
expansivos y de baja plasticidad.

En nuestro país, después de analizar estadísticamente miles de resultados de ensayos


efectuados, principalmente durante la construcción de carreteras y aeródromos, así
como también cimentación de edificios, puertos y problemas de derrumbes en las
riberas de los principales ríos tanto en la selva alta como en la llanura amazónica, se
han establecido algunas correlaciones típicas de comportamiento para luego lograr un
primer intento de zonificación y clasificación de nuestros suelos tropicales, utilizando
además la información geomorfológica, de clima, pedológica, y tomando en cuenta la
roca madre subyacente a cada región, desde el punto de vista práctico se ha logrado
establecer ciertas correlaciones empíricas entre las características de plasticidad de los
suelos tropicales y su probable clasificación que pueden utilizarse para diseños
preliminares con los suelos de la amazonia peruana.

En Francia (Duchaufour. 1982) desarrolló una clasificación para suelos tropicales y


subtropicales, que considera 3 fases en la formación de suelos rojizos, según la
intensidad de meteorización en ambientes tropicales.

PROBLEMA CON EL CLIMA EN LA SELVA PERUANA


Con respecto al clima se establece que los principales agentes en la formación del suelo
son la lluvia y la temperatura. La primera determina la humedad del suelo, la aireación
y el grado de lavaje del perfil, mientras que la segunda tiene acción directa sobre la
formación del suelo e influye en la velocidad de las reacciones químicas, que se duplican
por cada 10° C de incremento de temperatura. Otros agentes del clima, además de la
precipitación y de la temperatura, son la humedad relativa, la radiación solar, el número

De numerosos estudios realizados para estabilizar los suelos tropicales con cal, se
establece que las mezclas de suelos saprolíticos con este estabilizante presentan
sistemáticamente mejores resistencias que con el suelo laterítico para iguales
porcentajes de cal y tiempo de cura (Gimenez, 1990). En los suelos tropicales
mezclados con cal la resistencia aumenta con el tiempo de curado, aumentando más en
el suelo saprolítico que en el laterítico. La influencia del porcentaje de cal en la
resistencia es semejante tanto en los suelos saprolíticos como lateríticos. La resistencia
de los suelos prácticamente no disminuye como consecuencia del tiempo transcurrido
entre la mezcla y su compactación en las primeras cuatro horas, sin embargo, el suelo
saprolítico sufre cierta disminución de resistencia entre cuatro y veinticuatro horas.
De la investigación llevada a cabo con fines de estabilización con cal para algunos
suelos saprolíticos de la amazonía peruana que permanentemente presentan
contenidos, de humedad natural mucho mayores que el óptimo de compactación, se
han encontrado algunos resultados de laboratorio para especímenes que presentan
portancia tan baja como CBR de 1% a 5% en promedio, y que al mezclarse con cal se
obtiene un aumento substancial en el valor del CBR para diferentes tiempos de curado,
probablemente debido al desarrollo de la reacción puzolánica en el suelo,
estableciéndose que con 5% a 6% de cal hidratada en peso es posible obtener un
mínimo de 15% de CBR como resistencia inicial para las arcillas saprolíticas de la selva
baja, y si se continua el curado, se encontró que después de un buen tiempo el CBR
aumentó considerablemente llegando hasta valores mayores del 29% en 140 horas
(Carrillo-Gil, et al, 1993). En la mayoría de los casos, la adición de 5%, a 6% de cal
hidratada fue suficiente para lograr resistencias adecuadas para el diseño de
pavimentos de carreteras, calles y aeródromos para aviones medianamente pesados
que normalmente hacen servicio en las áreas selváticas del Perú.

6. ALCANCES FUNDAMENTALES Y PRÁCTICOS DE


COMPORTAMIENTO
7. ESTABILIZACIÓN DE LOS SUELOS TROPICALES PERUANOS

8. DISEÑO EN SUELOS TROPICALES-ESTABILIDAD DE TALUDES


Para el diseño en los suelos tropicales de selva los análisis clásicos de mecánica
de suelos y de rocas necesitan combinarse con un conocimiento de la geología
de ingeniería en cada situación y con un sólido discernimiento y experiencia de
la ingeniería geotécnica.
Es desafortunado que el enfoque analítico es muchas veces sobre enfatizado en
la ingeniería geotécnica sin tener suficiente de los otros dos ingredientes que
están presentes como base para el diseño. de otro lado, existen situaciones en
que la complejidad de la geología local confunde el análisis y, por lo tanto, la
practica local se fía totalmente de los precedentes, del juicio profesional y
experiencias de diseño del lugar o de otros lugares que tengan condiciones
geológicas similares.
Se tendrá énfasis inevitable sobre los problemas de estabilidad de taludes en los
suelos de selva, ya que éstos quizá sean los problemas más y mejor estudiados
en nuestro medio.
Existen tres enfoques básicos que se le presentan al ingeniero que debe tomar
decisiones de diseño con relación a los suelos tropicales. cada uno de estos
enfoques tiene una base lógica y puede decirse que abarca tanto el análisis
como el diseño.
Métodos clásicos de análisis de estabilidad más conocidos como análisis
de equilibrio limite, de los cuales se obtienen factores de seguridad
numéricos.
Métodos de diseño semi-empíricos (o de precedente modificado) que
dependen de un conocimiento profundo de la performance de taludes o
cimentaciones existentes relacionados con las condiciones relevantes
prevalecientes.
Enfoque de evaluación del terreno, que depende mucho del levantamiento
de planos basados en fotografía aérea, para clasificar las formas de la
tierra desde el punto de vista de su estabilidad y que pueden llevarnos a
una zonificación del suelo en términos de riesgo y peligro potencial.
Estos tres enfoques bastante diferentes para el “análisis y el diseño” han sido
todos aplicados con éxito igualmente mixtos a los suelos de selva.
el enfoque clásico tiene la ventaja de que cuantifica el grado de seguridad,
mientras que esta cuantificación muchas veces no es posible hacerla con los
otros dos métodos. el método semi-empírico y el enfoque de evaluación del
terreno están estrechamente relacionados porque ambos se basan en la
asunción explícita de que las características de estabilidad de un suelo tropical
pueden ser evaluadas en base a las observaciones de la performance de otras
consideraciones de similares características.
En muchos casos se ha mencionado que los factores teóricos de seguridad para
taludes estables en suelos residuales son frecuentemente menores que la
unidad. Algunos piensan que este error proviene de la omisión de la contribución
de la succión en la resistencia al esfuerzo cortante del suelo.
En el Perú y otros países de clima tropical, como queda dicho tenemos, una
vasta área cubierta por suelos residuales de diferentes formaciones geológicas
que pueden encontrase en estado no saturado, estando estos materiales
geotécnicos sujetos a sufrir variaciones de humedad con el transcurso del
tiempo. es por lo tanto de suma importancia tomar en consideración la influencia
que ejerce la succión sobre los parámetros de resistencia del suelo, en especial
cuando se trata de análisis de estabilidad de taludes
En la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, Brasil, Carrillo Delgado
y Tacio de Campos (1994), han desarrollado equipo de laboratorio y estudios
para evaluar los mecanismos de falla asociados a los deslizamientos de suelos
coluvionares sobrepuestos a saprolitas de biotita-gneiss, utilizando
comparaciones entre ensayos de corte directo convencionales y con succión
controlada en un equipo especialmente preparado para esto caso, tomando en
cuenta los efectos del grado de saturación variable de los materiales geotécnicos
ensayados.
Lamentablemente en nuestro país, aún no contamos con el equipamiento
necesario para medir efectos de succión en los suelos de selva que se
encuentran parcialmente saturados.
Sin embargo, es posible considerar a los efectos de la succión de forma indirecta
en nuestros diseños, a través de la comparación de resultados de resistencia al
cortante obtenidos de ensayos en cuerpos de prueba previamente inundados o
saturados y en condiciones de humedad natural.
El procedimiento sugerido consiste en verificar la estabilidad del talud en sus
condiciones extremas:
Condición de humedad natural Y Condición saturada; para luego considerar una
situación intermedia de succión, la que se obtienen los valores extremos del
Factor de Seguridad correspondientes a las dos situaciones mencionadas,
debiendo utilizarse un valor intermedio como Factor de Seguridad
correspondiente a un determinado nivel de succión. Por lo tanto, para los casos
en que el mecanismo de ruptura este asociado a perdida de resistencia por
humedecimiento descendente y no por la generación o elevación de presiones
neutras positivas, los procedimientos convencionales utilizando ensayos de corte
en estado saturado llevan a resultados conservadores, lo que implica siempre
soluciones costosas.
En estos casos es posible tomar en consideración la succión, para viabilizar
obras de estabilización de taludes naturales en suelos de selva, cambiando el
concepto del proyecto, de modo de garantizar un determinado nivel mínimo de
succión, mediante obras de drenaje o protección superficial adecuadas. En otros
casos, las propiedades de resistencia al esfuerzo cortante en los suelos
residuales están íntimamente relacionadas a la presión de poros por medio del
principio de presiones efectivas. Para determinar en el laboratorio las
propiedades de resistencia al cortante apropiadas para el diseño y el análisis de
taludes que fallan por efecto de las lluvias, es necesario modelar el mecanismo
de falla tan exactamente como sea posible.
Por muchas razones, la prueba triaxial es comúnmente utilizada para estudiar
estas propiedades de los suelos, para esto se realiza ya sea una prueba
“drenada” o se lleva a cabo una “prueba no drenada”, durante la cual se mide la
presión de poros. Sin embargo, la trayectoria de la tensión seguida en el campo
durante una falla inducida por lluvia es muy diferente a esto, ya que σ1 y σ3 son
sensiblemente constantes y la presión de poros se incrementa (esto es, la
succión disminuye) conforme llueve según Brand, (1982). El mecanismo correcto
de falla sólo puede ser modelado en el laboratorio por medio de una prueba de
carga constante en la cual se incrementa la presión de poros desde un factor
negativo inicial hasta que ocurre la falla.

El caso más común que ocurre en nuestro medio se presenta en las orillas de
los grandes
ríos de la selva peruana, especialmente en las riberas del Río Amazonas, la falla
de
taludes en suelos tropicales subyacentes se debe a la acción del movimiento de
ascenso
y descenso del agua durante la etapa de avenidas y estiaje.
Los meandros se desplazan agua abajo originando erosión y sedimentación. La
continuación de la deformación del meandro aguas arriba modifica el cauce y
origina efectos sobre las riberas durante las etapas de vaciante produciendo
graves deslizamientos, que
consideramos como un fenómeno de vaciamiento rápido que afecta al talud,
pues en muy poco tiempo el río baja, un promedio de 12 m.

El vaciamiento rápido es interpretado en la geotecnia corno un proceso que


aumenta la deformación no-drenada de la zona saturada en los taludes
afectados. En este caso el desequilibrio producido por el vaciado rápido del río
hace quedar agua contenida dentro de la estructura porosa del suelo pues su
nivel no baja a la misma velocidad que el nivel de agua del río, lo que origina
mayor peso del cuerpo del talud y aumento de la presión intersticial dentro del
suelo, efecto que hace disminuir la resistencia al esfuerzo cortante del suelo que
conforma el talud y que aunado a los efectos del río ya indicados, hace que se
originen los deslizamientos cuando no ha sido posible evacuar o disipar
rápidamente el agua que quedó entrampada dentro del suelo que conforma el
talud. Contrariamente a los efectos del descenso del agua, la subida del nivel de
agua en el río origina confinamiento del pie del talud por las presiones de la masa
de agua y la coincidencia de los niveles futuros con el nivel del río equilibran las
cargas hidrostáticas y por lo tanto se anula el desequilibrio que causa
inestabilidad en los taludes estudiados. Es por esto que a esta etapa la
consideramos como no-crítica con respecto a la anterior de bajada del agua en
el río que coincidentemente es en la que se han producido el mayor número de
deslizamientos importantes.

SOLUCION
Todos estos problemas los hemos venido estudiando desde antes del año 1948,
sobre todo en las riberas del Río Amazonas frente a la ciudad de Iquitos. En los
últimos años, para estudiar estos problemas, se instaló una adecuada
instrumentación geotécnica en las áreas críticas donde ocurren los graves
deslizamientos ya mencionados. Con el fin de establecer los movimientos
laterales y/o generación de presiones de agua indeseables en el suelo tropical
involucrado en estos taludes naturales, se colocaron numerosas estaciones
inclinométricas y piezométricas con aparatos de tecnología reciente que han
permitido definir automáticamente perfiles de desplazamiento y presiones de
poro que afectan a estos suelos de selva durante los periodos críticos de
descenso de nivel del río.
las medidas tomadas entre 1996 a 1997 y entre y 1999, se puede apreciar que
ahora los movimientos en promedio no son muy significativos y que comparados
con el movimiento del Río se puede establecer que en la etapa crítica de
descenso del nivel de agua se produce un movimiento hacia adelante en
dirección del Río, mientras que en el ascenso o subida del nivel de agua ocurre
lo contrario como si se produjera un movimiento basculante del talud. Esto nos
indica que cualquier obra de defensa o sostenimiento debe diseñarse lo más
flexible posible y no muy rígida pues esto último determinará mayores costos
para que la obra sea estable.

Con respecto a las medidas piezométricas los resultados del monitoreo


geotécnico en zonas donde se han instalado sistemas de sub-drenaje en taludes
de suelos saprolíticos, indican que en general la disipación de las presiones
intersticiales en la mayor parte de casos se ha efectuado en correspondencia
con el descenso y ascenso del nivel de agua, determinándose así un buen
comportamiento del sistema de drenaje que fuera instalado en las zonas críticas.
Los piezómetros que fueron instalados en la zona del deslizamiento más reciente
(1994) en riberas del Río Amazonas, donde no se practicó ningún sistema de
drenaje profundo ni tratamiento para sostenimiento, desde el inicio sus lecturas
mostraron irregularidades con respecto a la disipación de las presiones de poro
acumuladas después del descenso del río. Los resultados indican que, en los
estratos arenosos durante la etapa crítica, las presiones intersticiales medidas
en esta zona arrojan un máximo de hasta 111 kPa, medido en el periodo 1998-
1999 y un mínimo de 12 kPa medido en el periodo 1996-1997, considerándose
un promedio de todas las lecturas en 59 kPa. Para las arcillas, durante la etapa
crítica se midieron máximos hasta de 106 kPa en el periodo 1998-1999, y de 50
kPa como mínimo para el periodo 1996-1997, ocurriendo un promedio de
medidas de 77 kPa para las presiones neutras generadas por el descenso del
agua en el Río Amazonas, Los análisis de estabilidad de taludes efectuados en
condiciones de presión de poro alta arrojan factores de seguridad menores que
la unidad, sin embargo, cuando se instala un sistema de subdrenaje adecuado,
los cálculos en el mismo talud pero con presiones neutras disipadas y por lo tanto
más bajas, los factores de seguridad son superiores y en este caso aseguran la
estabilidad del conjunto, lo que indica que la mejor solución no necesariamente
son las estructuras de retención de cualquier tipo, sino la inclusión de un buen
sistema de drenaje.
Para el cálculo de estabilidad de estos taludes pueden tomarse las condiciones
especiales ya mencionadas del mecanismo de falla probable, esto es, un efecto
de vaciamiento rápido similar al de una presa de berra. Para ello será necesario
estimar la resistencia al esfuerzo cortante reproduciendo en el laboratorio el
fenómeno ocurrido en el campo por medio de ensayos triaxiales tipo consolidado
no-drenado (rápido consolidado) o bien siguiendo las recomendaciones de Lowe
y Karafiath (1960), que indican compactar el espécimen con su peso unitario y
humedad de campo. Después se satura y es colocado en el aparato triaxial y se
aplica un σ3 igual a la presión de campo con el nivel del Río al máximo y al
mismo tiempo se aplica un σ1 = 2 σ3 que representa la condición del suelo
arcilloso en su vida anterior al momento del descenso del nivel del río. De manera
que en la primera etapa de la prueba triaxial el espécimen se consolida en
condiciones un tanto diferentes a las hidrostáticas usuales (σ1 = σ3) utilizando
un estado de esfuerzos en que σ1 = 2 σ3. A continuación, en la segunda etapa
el espécimen se
lleva a la falla sin permitir drenaje adicional, obteniéndose resultados aceptables
para el proyecto correspondiente. Otra forma de obtener los valores probables
de resistencia al cortante puede hacerse por medio de retro análisis (back
analysis) siempre que las condiciones prevalecientes antes del deslizamiento
sean reproducidas adecuadamente y permitan obtener valores aproximados de
los parámetros geotécnicos para evaluar la estabilidad de los taludes.
El análisis de taludes naturales y el diseño de taludes en cortes, en base a los
métodos clásicos, requiere del establecimiento de valores aceptables del factor
de seguridad.

Frecuentemente es necesario, en terrenos de suelo residual, trabajar a valores


del Factor de
Seguridad muy bajos, debido a lo empinado del terreno o el costo excesivo para
adoptar valores más altos. El diseño “standard” de seguridad de taludes (esto
es, la probabilidad de falla) debe por lo tanto estar lógicamente gobernada por
las consecuencias de falla en términos de pérdida de vida, daño a la propiedad,
y la interrupción de comunicaciones y servicios.
La práctica adoptada en Hong Kong (Oficina de Control Geotécnico, 1979) es
que el factor de seguridad del diseño está relacionado con la categoría de riesgo
(Tabla I). La categoría de riesgo para un talud en particular se tasa en términos
de la posibilidad de pérdidas de vida en caso de falla del talud. Típico de taludes
de alto riesgo son los taludes cortados inmediatamente adyacentes a escuelas y
bloques de departamentos ocupados. Un ejemplo un talud de bajo riesgo es uno
que sólo amenaza un camino secundario. En el caso de los taludes de las riberas
del Río Amazonas podemos tomar un riesgo intermedio, con categoría de
significativo.
9. PROBLEMAS DE CIMENTACIONES EN SUELOS TROPICALES

SINOPSIS

En la Amazonía peruana los suelos tropicales son abundantes, ocupan las dos
terceras partes del territorio y presentan propiedades y mecanismos que
controlan su comportamiento mucho más complejo que los suelos transportados
del resto del país. En este trabajo se hace una evaluación de la geología ,
geomorfología y clima de la Amazonía peruana, correlacionándola con el tipo de
suelo resultante y a partir de un tratamiento estadístico de los datos existentes y
la aplicación de métodos de clasificación convenientemente adaptados a los
suelos residuales de la selva amazónica peruana, se establecen algunas
correlaciones empíricas entre los parámetros de identificación y el probable
comportamiento de estos suelos; complementándose con resultados de ensayos
efectuados para evaluar la actividad de la cal como estabilizante de estos
materiales geotécnicos que presentan contenidos de humedad natural
superiores al óptimo de los ensayos Proctor de laboratorio.

1. PROBLEMA DE INESTABILIDAD DEL km 134+800 al 134+940 (mexico)


Uno de los más notorios problemas de inestabilidad que se presentaron
durante la construcción del tramo en cuestión, ocurrió durante la
conformación de un terraplén en balcón (Fig. 1), ubicado en la ladera
izquierda del cañón en cuyo fondo escurre el río Mazantla. El citado terraplén
de casi 200 m de largo con 15.5 m de corona, inclinación de talud 1.7:1 (casi
30°), y diseñado para alcanzar una altura máxima del orden de 42 m, con
respecto al pie de su talud derecho, falló súbitamente al alcanzar el 75% de
dicha altura.
Según la descripción del percance relatada por personal de la Obra, éste
ocurrió alrededor de las 01:30 horas de la madrugada, del día 29 de abril,
del año 2006, movilizándose súbitamente casi 100,000 m3 de material, sin
que se presentase previamente grieta alguna, o algún otro síntoma de
inestabilidad. Tampoco hubo lluvias en la fecha en que ocurrió la falla, ni en
los 60 días que le precedieron. Por causa de la falla y activado por su energía
potencial que se transformó en cinética, el material, convertido en un líquido
viscoso, fluyó colina abajo, alcanzando a chocar frontalmente con la ladera
derecha del valle, ubicada a casi 100 m de la base del citado terraplén,
después de lo cual giró a la izquierda, en el sentido de la pendiente de
escurrimiento del río Mazantla, donde alcanzó a desplazarse adicionalmente
algo más de 200 m.
Solución al problema Después de ocurrida la falla se analizaron diferentes
alternativas de solución para la vialidad en construcción, algunas de ellas
basadas en la reconstrucción del terraplén fallado, y otra, que fue la finalmente
elegida, consistió en construir un viaducto sobre la zona fallada, como se observa
en la Figura 9.

10. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

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