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RABIA HUMANA

¿QUÉ ES LA RABIA HUMANA?


La rabia humana es una enfermedad viral transmitida por animales. Se
caracteriza por una encefalomielitis aguda (respuesta agresiva del
sistema inmunológico que destruye la capa de mielina de los nervios y
altera su funcionamiento a nivel del cerebro o médula espinal). Es 100%
letal, y sólo se han descrito 6 casos de recuperación a nivel mundial (5
en personas previamente vacunadas y una con tratamiento intensivo que
logró sobrevivir).
El contagio se produce por la saliva del animal, al morder o arañar a la
persona. El período de incubación es variable (va desde 7 días a más de
un año).
Los síntomas iniciales en las personas contagiadas son inespecíficos:
cansancio, dolor de cabeza, fiebre, falta de apetito, náuseas, vómitos.
Luego se compromete el sistema nervioso central y surge dificultad para
tragar, desorientación, alucinaciones, convulsiones, parálisis.
El tratamiento consiste en medidas de soporte vital ya que no hay
tratamiento específico.
¿Qué animales pueden ser afectados por la rabia?
Solamente los mamíferos son afectados por la rabia; los pájaros, peces,
reptiles y anfibios no lo son. La mayoría de los casos de rabia se
presentan en animales salvajes, principalmente zorrillos, mapaches,
murciélagos y zorros. En años recientes, los gatos han llegado a ser la
especie doméstica con más reportes de rabia. Esto es como
consecuencia de que muchos dueños no vacunan a sus gatos, quedando
expuestos a animales salvajes rabiosos durante sus excursiones fuera
de las casas. La rabia también afecta a los perros y ganado en número
significativo y aunque no es común, también ha sido reportada en
caballos, cabras, ovejas, cerdos y hurones.
El mejoramiento en los programas de vacunación y el control de los
animales callejeros, han sido muy efectivos en la prevención de la rabia
en mascotas. La rabia se puede prevenir en gatos, perros, hurones,
caballos y ganado bovino y ovino con el uso de vacunas aprobadas por
las autoridades de Sanidad Animal. En casos especiales y contando con
la aprobación de la autoridad estatal responsable del control de los
animales rabiosos, es posible el uso de vacunas orales, aprobadas para
la inmunización masiva de los animales salvajes.
¿Cómo se transmite la rabia canina?
El método de transmisión de la rabia canina es a través de la saliva de
un animal que esté contaminado con el virus, la vía más común es
mediante el mordisco de este animal a otro mamífero (otro perro, un gato,
un hurón o un humano); sin embargo, se ha documentado algún caso en
que la transmisión del virus de la rabia ha sido a través de partículas de
aerosol que flotan en el aire (gran cantidad de murciélagos infectados en
una cueva).
El tiempo de incubación del virus de la rabia puede variar según la
especie infectada y la distancia existente entre la herida por la que
penetra el virus y el cerebro, es decir, producirá síntomas antes un
mordisco en el antebrazo que un mordisco en el tobillo. En los perros, los
síntomas de rabia suelen aparecer entre las tres y ocho semanas
después de haber sido contagiados; en algunos casos menos habituales,
se han dado casos de incubación de la enfermedad más largos, hasta
seis meses, todo ello dependiendo también de la distancia hasta el
cerebro. En el caso de los humanos, los síntomas de la rabia aparecen
entre las tres y seis semanas después de contraer la infección, aunque
como en el caso de los perros, se han dado casos esporádicos en los
que ha habido períodos de incubación más largos.

Los síntomas habituales de la rabia canina, para poder identificarla como


tal, suelen producirse en tres fases; aún así, cuando un animal es
infectado no siempre presenta todas las fases. Las fases características
de la rabia son:

Fase Prodrómica. Esta fase se caracteriza por conductas aprehensivas,


se presentan en el perro signos de nerviosismo, ansiedad y aislamiento
voluntario. También suele aparecer fiebre. En la primera fase, la
conducta habitual del perro suele cambiar; por ejemplo, perros que son
amigables actúan de forma recelosa, se asustan con mayor facilidad o
se tornan irritables, del mismo modo los perros que suelen ser un poco
agresivos pueden tornarse más dóciles y amistosos. La fase prodrómica
acostumbra a tener una duración de dos a tres días en el perro infectado.

Fase Furiosa. Aunque esta fase no siempre aparece, si ocurre sus


síntomas suelen denominarse como “rabia furiosa”. En esta fase se
acentúa la irritabilidad del perro, tanto de forma espontánea como por la
aparición de hipersensibilidad a estímulos visuales y/o auditivos. En la
fase furiosa, el perro contagiado de rabia está más activo de lo habitual
(hiperactividad) y no hace los descansos suficientes. El perro muerde
todo aquello que encuentra a su paso o que tiene disponible a su
alrededor. A medida que avanza el proceso de la enfermedad, acaban
desorientándose y pueden llegar a sufrir convulsiones. En algunos
casos, los perros infectados con rabia no sobreviven a esta fase y
fallecen. La fase furiosa suele durar entre uno y siete días en los perros
rabiosos.

Fase Paralítica. Cuando llega esta fase ocurre lo que se conoce como
“rabia muda” o “rabia paralítica”. Como en el caso de la fase furiosa, la
fase paralítica no aparece en todos los casos e, incluso, puede acontecer
después de la fase prodrómica en lugar de aparecer tras la fase furiosa.
Entre sus síntomas se incluye la parálisis de los músculos de cabeza y
cuello. Cuando esto ocurre el perro deja de poder tragar y en
consecuencia saliva constantemente (sialorrea); además, la mandíbula
inferior se paraliza permaneciendo la boca abierta en todo momento, por
lo que el dueño puede interpretar que su perro tiene algo atascado en la
garganta. En algunos casos, la parálisis muscular de la zona afecta al
diafragma y el perro fallece por una insuficiencia respiratoria.

Un perro que haya contraído la rabia no tiene oportunidad de curarse,


morirá irremediablemente tras pasar por alguna o por todas las fases de
la enfermedad.

Aunque, por el momento, no existe una cura, sí hay vacunas para la rabia
que son efectivas para poder prevenir la enfermedad. Lo más idóneo es
tener un buen plan de vacunación para nuestro perro en el que se le
vacune contra la rabia siendo aún cachorro y en el que la vacunación se
repita periódicamente. El tiempo entre cada vacuna depende tanto de la
vacuna usada como del riesgo de esta enfermedad en la zona en la que
vive el individuo; el veterinario habitual será quién marque la pauta
correcta a seguir.

Debido a que el diagnóstico de la enfermedad de la rabia se hace


analizando el tejido nervioso del cerebro, es necesario matar al perro
para poder diagnosticar si éste tiene rabia o no. En España, país
oficialmente libre de rabia, los perros que hayan mordido a una persona
deben pasar una inspección veterinaria durante 14 días, transcurridos
los cuales se puede determinar que el animal no era infectante en el
momento de morder.

Cualquier persona que haya sido mordida por un perro, si éste tiene
dueño, el veterinario habitual del mismo puede realizar la observación
clínica de los 14 días, si el perro u otro animal no ha podido identificarse
o capturarse, y sospecha que puede estar infectado de rabia deberá lavar
bien la herida en cuestión con agua y jabón y personarse inmediatamente
en un centro de salud para, en caso de ser considerado necesario, recibir
una serie de vacunas como tratamiento para así evitar que se presenten
los síntomas, en caso contrario, no habrá nada que hacer.
Medidas para favorecer el control de la población canina.
Si bien es cierto, el objetivo de nuestra organización es promover la
tenencia responsable y las publicaciones que incluimos en nuestra
página apuntan a ello (y lo seguirán haciendo). El tema que se plantea
con frecuencia como crítica hacia nuestros planteamientos es dar
recomendaciones para el CONTROL DE LA POBLACIÓN CANINA.
Consideramos que la solución de raíz es que todos seamos
responsables por nuestras mascotas, por esto, la educación en tenencia
responsable es clave, sin embargo, se debe entender que no es la única
herramienta que debe utilizarse para conseguir controlar la población
canina en el menor tiempo posible (debe ir a la par de otras acciones).
Ahora la pregunta es ¿Quién debe llevar a cabo las medidas para el
control de la población canina? La respuesta es: todos los involucrados,
y como debes sospechar, los involucrados somos todos.
Hay medidas que deben tomarse a nivel superior y otras medidas que
podemos tomar los ciudadanos. Nosotros tenemos en nuestras manos
las medidas que son de mayor impacto, incluso mayor que las que puede
llevar a cabo el estado.
Aquí plantearemos ciertas conductas y actividades que podemos realizar
para ayudar al control de la población canina.
Primero que todo hay que impedir que más animales lleguen a las calles
y no permitir que estén en situaciones que favorezcan su reproducción,
la cual ocurre más frecuentemente en las calles. Para esto:
-Jamás abandones una mascota.
-Mantén a tus mascotas dentro de la casa, evita que escapen y que otros
animales puedan entrar y tomar contacto con ellas.
-No dejes salir a tus mascotas sin supervisión y no permitas que los
demás lo hagan (denuncia esas situaciones).
-Esteriliza a todas tus mascotas, porque podrían escapar y cruzarse.
También, hay que contribuir con medidas que permitan que los animales
vuelvan rápidamente a sus hogares si es que se escaparon o no tienen
hogar, para que no estén en las calles. Para esto:
-Identifica a tu mascota. Puedes hacerlo en tu municipalidad, en que
instalarán un microchip de identificación a tu mascota, debido a que es
el único método de identificación que no se perderá o caerá. Si en tu
municipalidad no está disponible éste servicio, acude a otra
municipalidad en que si lo tengan. La colocación es muy segura y de bajo
costo (en algunas municipalidades a 1000 pesos). Además ten a tu
mascota siempre con collar con una placa de identificación, ya que si tu
mascota se perdiera, podrán ubicarte a través de esa información. Es
recomendable que el collar lleve más de un número telefónico (o
dirección), así podremos aumentar las probabilidades de contacto. Si el
collar se perdiera, el microchip puede ayudarte a recuperar a tu mascota,
debido a que tendrá la información de quien es su dueño, su dirección,
teléfonos o también otros datos que tu aportes al momento de instalarle
el microchip (como por ejemplo: e-mail). Esa información quedará
guardada computacionalmente y se puede obtener a través de un
dispositivo lector.
-Si encuentras a una mascota perdida con collar con identificación, busca
inmediatamente a los dueños, si no tuviera collar, averigua si tiene
microchip de identificación. Si no es así recurre a otros medios para
encontrar a los dueños
-Puedes rescatar animales de las calles sólo si los mantienes dentro de
tu terreno. Considera que debes ser un dueño responsable, por lo tanto,
debes planificar cuántos animales estás en condición de alimentar y darle
todos los cuidados que se requieren, desde la alimentación, paseos
diarios, esterilización y atención constante. Además debes considerar
que el número máximo también estará determinado por las molestias que
generen a los vecinos, no deben sentirse ruidos molestos ni olores que
resulten desagradables, ser responsable implica no pasar a llevar a los
demás. A su vez, puedes establecer un hogar temporal para esos
animales, dándolos en adopción (Registra tu organización o iniciativa
aquí). Es importante que la cantidad de animales sea la suficiente para
que puedas interactuar con cada uno. No es fácil lograr que un animal
abandonado encuentre hogar, pero es muy gratificante cuando ello
ocurre, porque estamos ayudando a solucionar una situación
extremadamente complicada que los afecta.
-Cuando quiera una mascota, no la compres, adopta una que no tenga
hogar. Y promueve que las demás personas lo hagan.
A las medidas anteriores debemos agregar que hay que impedir que
grupos de animales se instalen en ciertos lugares en que podrán
reproducirse entre ellos o con los que estén vagando o extraviados. Para
esto debemos considerar que los animales se instalan en un lugar,
porque ese lugar les provee de alimento o le facilita el acceso a él. Para
esto:
-No dejes la basura al alcance de animales, debes dejarla en
contenedores cerrados o sacarla al momento que pase el camión
recolector, no colgarla de las rejas porque aun así las pueden romper. Si
en tu comuna no hay contenedores de basura, plantea esa problemática
a la municipalidad.
-Si conoces lugares donde se acumula basura (desechos de ferias libres,
basurales ilegales, etc) informa esa situación a la municipalidad, para
que esos desechos sean retirados. Además son fuente de infecciones,
alimentación para ratones y moscas.
-No alimentes perros en las calles, si quieres ayudarlos, rescátalos de
esas condiciones de calle. Puedes brindarle tu hogar o darlo en
adopción.
-No permitas ni promuevas que otras personas alimenten perros en las
calles, tampoco en lugares como restaurantes, lugares de comida rápida,
etc.
Las acciones anteriores ayudan a controlar los riesgos, sin embargo, a
veces serán necesarias medidas que solucionen un problema patente
como lo es el de las perras que se encuentran preñadas. Para esto:
-No hay que permitir que una perra preñada tenga sus crías en la calle,
si puedes recógela y acude al veterinario quien te orientará que hacer o
recurre a alguna organización que pueda prestarte ayuda (Ver
organizaciones aquí).
-Si ves alguna perra en celo (seguida por perros), debes considerar que
puede haberse cruzado por lo que podría estar preñada, por ello debes
seguir la misma indicación que si encontraras una perra preñada y acudir
a un veterinario para que te oriente o recurrir a alguna organización para
que te preste ayuda.
MEDIDAS DE PROFILAXIS
OPORTUNA PRIMERO:
- Lavar inmediatamente la herida con abundante agua jabonosa o
con detergente de uso domés-
tico.
- Enjuagar con abundante agua a
chorro.
- Limpiar la herida con un antisép-
tico, preferiblemente Yodo povi-
dona.
- Cubrir con apósito de gasa
SEGUNDO:
Acudir inmediatamente al Servicio de Salud más
cercano para la aplicación de vacuna anti-rrábica
(si es necesario), antibioticoterapia, sue-ro
antitetánico, revisión y curación respectiva de
acuerdo a las circunstancias.

TERCERO:
Si el perro mordedor es conocido,
debe ser observado durante 14 días,
bajo estricto aislamiento, du-rante los
cuales se debe detectar se-ñales que
indiquen si el animal esta con rabia:

- Intranquilidad y comportamiento anormal


- Busca lugares oscuros y escapa de la casa.
- Presenta baba en la boca
- Tiene terror al agua.
- Ojos congestionados (rojos).
- Muerde sin ser molestado a todos inclusive a su amo.

En caso de que el perro manifieste síntomas clínicos dentro los 14 días


se debe iniciar inmediatamente la vacunación a la persona mor-dida.

(En caso de que el animal haya sido eliminado, se debe recuperar la


cabeza hasta dentro las 24 horas posteriores a su eliminación y en-viar
inmediatamente al laboratorio, posterior a este termino la sensi-bilidad y
especificidad de la muestra no es confiable)
Casa de
animal
Contactos
animales
Contactos
humanos

- Se deberá elaborar un croquis para el seguimiento del animal


sospechoso, que permita conocer:

- Ubicar posibles personas infectadas y brindar atención medica


inmediata

CUARTO:
Si la mordedura es hecha por un perro extraño y no existe forma de
observarlo, se debe suministrar la vacuna y de ser mordedura grave
(cabeza, cuello y manos), además se debe dar suero antirrábico

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