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(UNFV-PUCP)
Estas son las primeras palabras con la que se inicia Tenebrae, película de
Darío Argento allá por 1982. Al parecer, Carlos Enrique Saldívar obedeció esta
¿Literatura de terror en el Perú? Sí, existe y tiene larga data, pero muchas de
textos que fomentan antivalores. Pero nada más alejado de la verdad. La literatura
de terror también aborda, pero desde registros no miméticos, aquello que
denominamos realidad.
país se requería de una literatura de denuncia, política, que diera cuenta del
toda literatura ‘‘útil’’ debería apuntar al registro mimético verosímil para ser
aceptada y registrada dentro del quehacer literario. El terror fue invisibilizado cual
fantasma en un caserón:
bibliotecas, cubiertas por el polvo del tiempo y la desidia académica por mucho
Honores, Gonzalo Portals, Moisés Sánchez Franco, José Güich, José Donayre y
relacionadas al mal como Satanás y sus demonios serán las imágenes que
hasta la llegada del siglo XIX donde comienza a escribirse relatos bajo la
autores peruanos como José Antonio Román, Luis Enrique Moreno Thellesen y,
por supuesto, Clemente Palma, quien marcará un hito en el cuento peruano con
libros como Cuentos malévolos (1904) e Historietas malignas (1925), donde el mal
Con claros diálogos intertextuales con el Drácula de Bram Stoker, nos presenta la
inquietantes.
Ya para los años 90, la influencia de Stephen King, Lovecraft, así como el
Colonna-Pretti con Los grillos (1992) y Carlos Carrillo con Para tenerlos bajo llave
lo satánico.
Para los años 2000 al presente, se pueden mencionar autores como Pablo
Nicoli, Carlos Calderón Fajardo, María Consuelo Villarán, José Güich, Sandro
Saldívar entre otros muy talentosos escritores jóvenes. Este auge del terror es
Antología del cuento fantástico peruano (1977) de Harry Belevan, Los que moran
del cuento sádico en el Perú (2015) y Trece veces Sarah (2017), conjunto de
territorio. En esta fiesta macabra del terror está presente Tenebra. Muestra de
Tenebra comienza con una cita del clímax del ‘‘Los ojos de Lina’’ de Clemente
continuación tenemos un breve prólogo del compilador quien repasa los avatares
del relato del terror en el Perú, de este modo ubica al lector en coordenadas
‘‘Amor filial’’, de Jim Rodríguez, recurre a uno de los símbolos malignos por
Carlos Carrillo nos trae su relato ‘‘La de la sonrisa idiota’’. Aquí nos introduce
al mundo de las sectas prohibidas. Una madre que quiere controlar a su hija pero
Carillo nos confirma, una vez más, que su pluma le fue dada por el mismo
demonio.
‘‘La bruja de Benfirld’’, del escritor y editor Edinson Mucha Soto, es el relato
de una mente transtornada, ya sea por sus propios demonios o por algún ser
abominable: la bruja. El autor actualiza la figura terrible del folclor popular para
hablarnos sobre lo que está más allá de nuestra propia razón y nuestra terrible
realidad.
En el mes julio, no podía faltar un relato que tenga como escenario el circo.
Carlos Trujillo muestra en ‘‘El circo de los horrores’’ cómo ese espacio, destinado
aspectos más sórdidos del ser humano salen mientras se tiene una sinfonía
forma colectiva. Algo está matando a la población, algo que se supone es vida,
quizá.
atmósfera tétrica, enmarcada por una noche tormentosa, se nos presenta a Lord
aceptable. El incesto y el pacto con el diablo están presentes en una nueva forma
de trinidad abyecta.
su hija luchan por sobrevivir a un mundo plagado por estos seres antropófagos e
propia, que las apariencias engañan, que a veces no somos más que un mero
cascarón. El relato se puede leer como una metáfora sobre el poder y la identidad,
oportunidad de hacerle a su esposo lo mismo (o peor) que él hacía con ella. Uno
horóscopo que describe asesinatos los mismos que suceden uno a uno, al pie de
la letra. Todos se han cumplido. Falta el último: piscis. Un relato que nos introduce
las diversas caras del horror y terror en una sociedad como la muestra. El registro
fantástico sirve para explorar desde otra óptica aquello que es tangible tanto en
nuestras casas como en las calles: la violencia per se, la maldad del hombre y sus
como ser social. Grandes relatos que merecen ser leídos, disfrutados pero
deleitándonos con estas muestras que nos recuerdan que nuestra literatura es
más que unos cuantos autores y de fórmulas escriturales repetitivas. A los autores:
sigan enriqueciendo esta literatura nuestra por medio de estos bocadillos insanos