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Johann Sebastian Bach nacioó el 31 de Marzo de 1685 en la

ciudad de Eisenach (Alemania), en el seno de una familia de


destacados muó sicos y compositores (con maó s de 35
compositores famosos y muchos inteó rpretes destacados), muere
en Leipzig el 28 de julio de 1750. Fue un organista y compositor.
Sus obras maó s importantes estaó n entre las maó s destacadas y
trascendentales de la muó sica claó sica y de la muó sica universal. Su
carrera que puede dividirse en varias etapas, seguó n las ciudades
en las que ejercioó : Arnstadt (1703-1707), Muü hlhausen (1707-
1708), Weimar (1708-1717), Koü then (1717-1723) y Leipzig
(1723-1750).

Sus padres, Johann Ambrose Bach (era un talentoso violinista y trompetista) y Lizabeth
Lammerhirt, estimularon sus tempranas dotes musicales. Fallecieron cuando eó l teníóa
aproximadamente 10 anñ os asíó que se fue a vivir con su hermano Johann Cristopher,
organista en San Miguel de Ohrdruf y quien se ocupara en lo sucesivo de su educacioó n
musical y le ensenñ araó a tocar el clavicordio. El ninñ o era aplicado, serio e introvertido.
Ademaó s de la muó sica, sentíóa una viva inclinacioó n por la lengua latina, cuya estructura ríógida
y loó gica cuadraba perfectamente con su caraó cter, y por la teologíóa. Estas materias,
tamizadas por una intensa educacioó n luterana, acabaríóan por modelar completamente su
personalidad y convertirse en los soó lidos fundamentos de su existencia y de su fuerza
creadora. Aparte del oó rgano y del clavecíón, tambieó n aprendioó a tocar el violíón y la viola de
gamba, ademaó s de ser el primer gran improvisador de la muó sica, de renombre.
A los catorce anñ os, Bach, junto a su amigo del colegio Georg Erdmann, mayor que eó l, fue
premiado con una matríócula para realizar estudios corales en la prestigiosa Escuela de San
Miguel en Luü neburg. Ademaó s de cantar en el coro a capella, es probable que tocase el
oó rgano con tres teclados y sus claviceó mbalos y probablemente aprendioó franceó s e italiano,
recibiendo formacioó n en teologíóa, latíón, historia, geografíóa y fíósica.

En el anñ o 1703 lo encontramos ocupando el puesto de organista del templo de San


Bonifacio de la cercana ciudad de Arnstadt. Se estima que por esta eó poca realiza un viaje
para conocer al compositor Buxtehude. En el anñ o 1707 se casa con su prima Maríóa Baó rbara
con quien vive felizmente y tendraó siete hijos. En 1708 se traslada a ocupar el puesto de
“Organista de corte” a la ciudad de Weimar llegando al puesto de “Konzertmeister” en el
anñ o 1714, lo que le proporcionoó la estabilidad necesaria para abordar la creacioó n musical.
Se cree que en los anñ os que paso en la corte de Weimar es cuando compuso la mayoríóa de
sus obras para oó rgano puesto que desempenñ aba funciones de organista de la
capilla, Kammermusicus, violíón solista, director del coro y maestro suplente de capilla. Allíó
conocioó y transcribioó la obra de los compositores italianos (Corelli, Albinoni o Vivaldi),
formoó a alumnos, como su sobrino Johann Bernhard y Johann Tobias Krebs, y traboó una
estrecha amistad con el maestro Johann Gottfried Walther, quien enriquecioó su arte del
contrapunto y de la coral. Pero las intrigas teoloó gico-palaciegas enfrentaron a Bach con el
duque, quien llegoó a encarcelar cuatro semanas al compositor cuando se enteroó de que
Bach habíóa obtenido el nombramiento de maestro de capilla del príóncipe Leopold de
Koü then sin solicitar su autorizacioó n previa.
En el anñ o 1717 abandonoó su puesto en Weimar a raíóz de haber sido nombrado maestro de
capilla de la corte del príóncipe Leopold de Anhalt, en Koü then, uno de los períóodos maó s
feó rtiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras maó s
ceó lebres, sobre todo en el campo de la muó sica orquestal e instrumental: los dos conciertos
para violíón, los seis Conciertos de Brandenburgo, el primer libro de “El clave bien
temperado” (una coleccioó n de preludios y fugas en todas las claves), las seis sonatas y
partitas para violíón solo y las seis suites para violoncelo solo. En julio del anñ o 1720 muere
su esposa Baó rbara, Bach se sumioó entonces en un profundo abatimiento.
Al anñ o siguiente contrae matrimonio con Anna Magdalena Wilcken, hija menor del
trompetista de la corte, Caspar Wilcken. Para la mentalidad y necesidades de un viudo de
aquel tiempo, con cuatro hijos menores a su cargo, nada habíóa de extranñ o en un raó pido
segundo matrimonio, que efectivamente recibioó la aprobacioó n general. Ademaó s, Anna
Magdalena era una inteó rprete aventajada, bien dotada para el canto, que profesoó toda su
vida una ejemplar devocioó n por Johann Sebastian, convirtieó ndose con el tiempo en la
cronista de la familia Bach; estaó n en deuda con ella todos los bioó grafos posteriores. Supo
comprender y compartir el complejo mundo espiritual de su marido y lo ayudoó como
eficiente copista de sus partituras. Fue otro matrimonio feliz del que naceríóan trece hijos; el
benjamíón fue Johann Christian, el muó sico cuyas composiciones tanto influiríóan en el primer
Mozart. Por segunda vez en su vida Bach tuvo la fortuna de encontrar una companñ era ideal.
La muerte del Kantor de Leipzig en 1722 le brindoó al compositor la esperada oportunidad
para dedicarse a la composicioó n sacra. La obtencioó n de la plaza no le resultoó faó cil: fue
primero concedida a Telemann, luego a Graupner y soó lo en tercer lugar a Johann Sebastian.
Para conseguirla, Bach tuvo que aceptar gravosas condiciones, no tanto econoó micas cuanto
laborales, pues, ademaó s de sus funciones religioso-musicales en las iglesias de Santo Tomaó s
y de San Nicolaó s, debíóa hacerse cargo de tareas pedagoó gicas en la escuela de Santo Tomaó s
(entre ellas la ensenñ anza del latíón), que le produjeron notables sinsabores.
Soó lo su vida familiar le proporcionaba estabilidad y alegríóas. Siempre respaldado por su
mujer y por una íóntima certidumbre en la validez de su genio, pudo hacer frente a las
adversidades sin perder ni un aó pice de su poder creativo ni caer víóctima de la apatíóa.
Infatigable ante sus obligaciones como padre y como muó sico, Bach nunca desatendioó a
ninguno de sus hijos, ni interrumpioó la ardua tarea de ampliar sus conocimientos copiando
y profundizando en las partituras de sus antepasados.

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