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LACAN INVENTA EL OBJETO a PARA RESPONDER A CÓMO GOZA EL SUJETO E INCLUSO CÓMO
GOZA EL CUERPO.
Ejemplo: este es el lugar donde el Duque de Wellington dijo estas palabras?_ Sí, contestan, este
es el lugar, pero nunca dijo esas palabras.
En el seminario X, Lacan termina de formalizar el objeto a, planteándolo como un resto que cae
de la operación de constitución del sujeto, es decir que el sujeto pasa a existir simbólicamente.
Pero hay algo que no termina de poder ser incluido en la simbolización y como venimos
considerando tampoco es imaginable, por tanto es un real residual presentado como un resto
algebraico, producto de la operación de constitución del Sujeto en el campo del Otro del
significante.
En esta clase en particular, para poder hablar del acting-out y el pasaje al acto, prosigue con su
preceso de definición del objeto a, El a es algo que cae, algo que sobra. Lo que cae categorizado
como los objetos parciales oral o anal, la mirada y la voz. El objeto a cómo resto no significante
al cual accedemos a través de la angustia.
Otras implicancias teórico-clínicas despejadas en el mismo Seminario son los resultados del
accionar como salida de la angustia por la presencia del objeto. Las alternativas para el sujeto
son: la formación de síntoma, el acting-out o el pasaje al acto.
Si notamos la vía del amor nos remitimos al deseo, tenemos que el deseo es diferente al goce.
El deseo es el deseo del Otro, es del orden simbólico, está como mediatizado por la palabra. El
objeto a es anterior al deseo, objeto causa.
(http://www.elpsicoanalisis.org.ar/old/numero2/objetoa2.htm)
El objeto a alrededor del cual gira la pulsión y es causa del deseo, resto, plus de goce, objeto de
la identificación en la melancolía.
Cuando todo se completa emerge la angustia, que es angustia por exceso de presencia o exceso
de ausencia. La cosa nos acosa y su proximidad es peligrosa y puede ser fatal porque no hay
completud que resista el ser humano, que esta castrado y de ahí su nostalgia de algo que nunca
tuvo. (Cristina DANERI, http://www.cristinadaneripsicoanalista.com/breve-comentario-a-la-
cosa-das-ding-en-aleman-freudiana/)
Lo que caracteriza al objeto a es que es un término que se deja caer, no hay resto sin dejar caer.
Es una correlación necesaria es una condición estructural.
Hay en el sujeto siempre algo separado, algo sacrificado, algo inerte que es la libra de carne a
propósito de a en su función de resto. Lo que sobrevive a la prueba de la división del campo del
Otro por la presencia del sujeto. (Pagina 238)
Toma los ejemplos de pasajes al acto de Dora, y de la Joven Homosexual. Dora cuando el Sr K le
dice, “Mi mujer no es nada para mi”, y el de la joven cuando al cruzarse con el padre ella salta
por encima de la barrera y se tira al vacio.
Antes del estadio del espejo, lo que será i(a), se encuentra en el desorden de los a minúscula
que todavía no es cuestión de tenerlos o no tenerlos. Este es el verdadero sentido a darle al
término autoerotismo: Le falta a uno el sí mismo, por así decirlo, por completo. No es el mundo
exterior lo que le falta a uno, como se suele decir impropiamente, si no uno mismo.
Aquí se inscribe la posibilidad de este fantasma de cuerpo despedazado que se ha podido
encontrar en los esquizofrénicos. Esto no agota en absoluto el determinismo del fantasma, pero
sí es uno de sus rasgos, observando, y nada más, lo que la madre del esquizofrénico articula de
aquello que había sido para ella su hijo en el momento que se encontraba en su vientre: nada
más que un cuerpo inversamente cómodo o molesto, o sea, la subjetivación de a como puro
Real.
Retomando: Antes del surgimiento de la imagen i(a), antes de la distinción entre todos los a
minúscula y esta imagen real con respecto a la cual ellos serán el resto que se tiene o no se
tiene.
Los fenómenos de despersonalización son los fenómenos más contrarios a la estructura del Yo
en cuanto tal. No es que en la psicosis los objetos sean invasores. Qué peligros representa para
el Yo?. Es la estructura misma de esos objetos lo que los hace inadecuados para la YOIZACIÓN
Si la relación que se establece con la imagen especular es tal que el $ está demasiado atrapado
en la imagen, es que la relación dual pura lo desposee de la relación con el Otro con mayúscula.
Lacan señala que los clínicos de la psicosis hablan de una especularización extraña, un odd, fuera
de simetría. Cabe decir entonces,: no es que en la psicosis los objetos son invasores. Es la
estructura misma de esos objetos lo que los hace inadecuados para la yoización.
EL CORTE NATAL
Si bien es posible definir la angustia como señal , fenómeno de borde en el yo cuando el Yo está
constituido, es inconcebible pensar la estructuración de la angustia en el lugar del nacimiento.
Es imposible situar al comienzo una relación tan compleja. Esa constelación de movimientos
vasomotores y respiratorios que se producen en momento de nacimiento podrá servirle como
señal al Yo sólo por intermedio de la relación de i(a) con el a, y precisamente con lo que tenemos
que encontrar en él como estructural, o sea, el corte
El corte de que se trata, no es entre el niño y la madre. El corte que nos interesa, es el que aporta
su marca. Es el corte respecto a las envolturas embrionarias (placenta).
Es preciso considerar las envolturas como elementos del cuerpo del niño. En los esquemas que
ilustran las envolturas, se manifiestan todas las variedades de la relación del interior con el
exterior. Se verá hasta qué punto es patente la analogía entre lo que es separado de estas
envolturas con el corte del embrión, y, la separación en el cross cap, de cierto a enigmático.
ANGUSTIA
Freud nos dice que la angustia es una señal el el Yo. Entonces si esta señal se encuentra en el
Yo, debe estar en algún lugar del ideal del Yo. Esta señal es un fenómeno de borde en el campo
imaginario del Yo (para Freud el Yo es una superficie, la proyección de una superficie). La
angustia es cuando el Yo se ve amenazado por algo que no debe aparecer. Esto es el a: resto
aborrecido del Otro.
ACTING OUT
Miller, en la dirección de la cura dice: “El acting out es el surgimiento del objeto a en la escena,
con sus efectos perturbadores y de desorden, insituables. Debe incluirse aquí una dinámica
subjetiva que hace el que sujeto aporte este objeto a a la escena, cuando, en el pasaje al acto el
sujeto se encuentra bajo la barra, fuera de escena, fuera de escena con el objeto a El pasaje al
acto no engaña, es una salida de escena que ya no deja lugar a la interpretación, al juego del
significante, hay en el pasaje al acto un no querer saber nada mas.
En el pasaje al acto, hay un rechazo de la escena y rechazo de todo llamado al Otro. En el acting,
el sujeto sube al escenario, es un llamado al otro. “a” sube al escenario y el sujeto lo muestra.
Como “a” no es especuralizable en tanto tal, el sujeto lo muestra en el acting out, siempre al
lado, al sesgo. Una vez que sube al escenario, queda apresado en los engaños de la mostración,
los engaños del significante, los engaños de la verdad, y lo real permanece en otra parte.
En el caso de la homosexual femenina Freud insiste ‘’la conducta de la chica se exhibe ante los
ojos de todos y, lo que se muestra es distinto de lo que es. Lo que es nadie lo sabe, pero que es
distinto nadie lo duda.
Lacan está en desacuerdo con Freud y dice: El hijo en cuestión no tiene nada que ver con una
necesidad maternal. Aquí Lacan se coloca en una posición lateral respecto a lo principal de la
elucidación del deseo inconsciente.
Este niño ella quiso tenerlo como sustituto del falo, de algo que cae de lleno en nuestra dialéctica
del corte y de la falta, del a como caída, como faltante. Al fracasar en la realización de su deseo,
se posiciona como Erastés, amante. Se exige en lo que ella no tiene, y para mostrar que lo tiene,
lo da. Se comporta con respecto a la Dama, como un caballero que la sirve, como un hombre,
como aquel que puede darle en sacrificio lo que tiene, su falo.
Entonces combinemos los dos términos: el de demostrar y el del deseo cuya esencia es
mostrarse como otro.
En el acting out, el deseo para afirmarse como verdad, la consigue de un modo que llamaríamos
singular, si no supiéramos por nuestro trabajo aquí, que la verdad no es de la naturaleza del
deseo???????_ recordemos que el deseo no es articulable aunque esté articulado
objetivamente con el objeto causa del deseo.??????????? Creo que el objeto causa de deseo, si
es “a” no existe pero esta.
El acting out es la demostración velada, pero no velada en sí. Sólo está velada para el $ del acting
out. Lo esencial de lo que es mostrado es aquel resto, su caída, lo que cae en este asunto. Entre
el $ aquí otrificado en su estructura de ficción y el Otro, A tachado, no autentificable, lo que
surge es ese resto, a, la libra de carne, o los sesos frescos. Cuando Kris quiere reducir al paciente
con los medios de la verdad, el $ no puede discutir, pero le importa un rábano, comete el acting
out. Deja intocado el problema, se va a comer sesos frescos.
El acting out llama a la interpretación, pero la cuestión es saber si ésta es posible. El síntoma es
parecido, también se muestra distinto de lo que es y debe ser interpretado en tanto establecida
la transferencia, o sea, la introducción del Otro.
No hay necesidad de análisis como se puede figurar, para que haya transferencia
Por eso, una de las cuestiones que se plantea es, cómo organizar la transferencia salvaje; cómo
se hace entrar y poner al caballo en el picadero
a) Se lo puede interpretar
b) B) se lo puede prohibir
c) C) se puede reforzar el Yo
d) A) Interpretarlo está destinado a tener pocos efectos ya que el $ sabe muy bien que lo
que hace el acting out es para ofrecerse a la interpretación del analista. Si lo que cuenta
es el resto, entonces la interpretación es un callejón sin salida.
B)Prohibirlo hace sonreir. Decirle al $ nada de acting out, a veces puede ser perjudicial.
C) sobre la 3era hipótesis, Lacan ni se detiene. Sobre domesticar la transferencia, no es
cosa nada simple, dice. Habla de su posición a conducir al $ a la identificación.???? Pues
no se trata de una identificación con la imagen como reflejo del Yo Ideal en el Otro, sino
con el Yo del analista, donde el a permanece absolutamente intocado.
LA PASIÓN DE FREUD
Freud se hace preguntas a partir de entender que su paciente le mentía en sueños. Se
plantea si acaso es que no se ha establecido la transferencia o qué estaría pasando.
Entonces reflexiona: este inconsciente que tenemos la costumbre de considerar lo más
profundo, la verdad verdadera, puede engañarnos. Podemos mantener la confianza en
el inconsciente? Y contesta: el inconsciente siempre merece confianza, y el discurso del
sueño es otra cosa que el inconsciente, por lo tanto, es el deseo que se expresa a través
de dichas mentiras.
Freud se encuentra ante la mentira sistemática y abandona el caso por no interesarse
de lo que está frenando el tratamiento. Por no interesarse por el desecho, el pequeño
resto, lo que detiene todo. Y lo que sin embargo es lo que en este caso, surge cómo
pregunta. Y pasa al acto
Es el punto donde Freud se niega a ver en la verdad, que es su pasión, la estructura de
ficción que está en su origen
Lacan menciona la paradoja de Epiménides. El yo miento es totalmente admisible en la
medida en que aquello que miente es el deseo, en el momento en que afirmándose
como tal el $, entra en contradicción con el yo miento
A Freud se le escapa; es algo que falta en su discurso. Freud quiere que ella se lo diga ,
y ella lo hizo
La cosa freudiana es lo que Freud deja caer
Acting y pasaje al acto son dos modos de tratar la angustia con relación al saber, sin
palabras, con acción. En el caso de la homosexual Lacan ubica el pasaje al acto en
el hacerse mirar por el padre y tirarse a las vías del tren, rechaza saber sobre ese
goce del padre cuando se siente traicionada, actuando, no hay deseo aquí. Mientras
que el actino ut lo ubica en la búsqueda de la mirada de los otros paseando del brazo
de su enamorada, al modo de desafío y el deseo se muestra en el acting out.
Nuestra practico nos conmina a ubicar las diferencias en el modo de abordar lo real
con su efecto preciso que es la angustia, para que en la singularidad de cada caso,
aproximarse en el tratamiento, teniendo siempre presente que el sujeto es
responsable de su goce y sobre eso, vía la transferencia, podemos llegar a incidir.
La angustia es el camino de acceso al objeto a. Lacan en este capitulo Hablando de un
escritor japonés llamado Tanizaki, Catherine Millot nos ubica de un modo muy directo en la
función del objeto en la repetición como creación en el arte.
"Ese objeto a que viene a ocupar el lugar del vacío, en tanto este lugar es el del significante de
la castración, no lo hace para oficiar de tapa-agujeros. No se produce ningún completamiento.
Más bien, tanto por su carácter de artificio como por su fugacidad, el objeto a redobla la
ausencia de la que emanó. Si se proyectase sobre él una luz demasiado viva, desaparecería, él
que no es más que el fruto de la sombra: ese objeto inapresable no es sino una pequeña nada.
'Dirán algunos que la falaz belleza creada por la penumbra no es la belleza auténtica. Sin
embargo, nosotros, los orientales, creamos belleza haciéndola nacer de las sombras en lugares
que son insignificantes en sí mismos'. La sombra, en vez de servirle de velo a ese objeto, es la
única que lo hace existir, con la precaria existencia de un espejismo. Más bien es él el que
oficia de velo apropiado para hacer surgir la dimensión del más allá en que se sustenta el deseo.
Así, la sublimación es reproducción, repetición indefinida del engendramiento del vacío al cual
el significante da la estructura."