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Clase NUEVE

LACAN INVENTA EL OBJETO a PARA RESPONDER A CÓMO GOZA EL SUJETO E INCLUSO CÓMO
GOZA EL CUERPO.

FREUD POR SU PARTE DECÍA QUE EL OBJETO ES EL COMPAÑERO FANTASMÁTICO DE LA


EXPERIENCIA SEXUAL.

POR ESO LACAN DICE QUE LA RELACIÓN SEXUAL NO EXISTE

a, en francés quiere decir: se tiene

resto en francés, quiere decir, sigue siendo

a, es lo otro del deseo, no es el Otro

a es orden del álgebra, un valor lógico articulable con otros

el objeto a es la metáfora de la pérdida

a es lo éxtimo, la libra de carne, lo insensato, lo abominable.

Alcibíades lo llamó Ágalma

San Agustín lo llamó Palea (la paja separada del trigo)

Miller lo llamó zona erógena.

Ejemplo: este es el lugar donde el Duque de Wellington dijo estas palabras?_ Sí, contestan, este
es el lugar, pero nunca dijo esas palabras.

En el seminario X, Lacan termina de formalizar el objeto a, planteándolo como un resto que cae
de la operación de constitución del sujeto, es decir que el sujeto pasa a existir simbólicamente.
Pero hay algo que no termina de poder ser incluido en la simbolización y como venimos
considerando tampoco es imaginable, por tanto es un real residual presentado como un resto
algebraico, producto de la operación de constitución del Sujeto en el campo del Otro del
significante.

En esta clase en particular, para poder hablar del acting-out y el pasaje al acto, prosigue con su
preceso de definición del objeto a, El a es algo que cae, algo que sobra. Lo que cae categorizado
como los objetos parciales oral o anal, la mirada y la voz. El objeto a cómo resto no significante
al cual accedemos a través de la angustia.
Otras implicancias teórico-clínicas despejadas en el mismo Seminario son los resultados del
accionar como salida de la angustia por la presencia del objeto. Las alternativas para el sujeto
son: la formación de síntoma, el acting-out o el pasaje al acto.
Si notamos la vía del amor nos remitimos al deseo, tenemos que el deseo es diferente al goce.
El deseo es el deseo del Otro, es del orden simbólico, está como mediatizado por la palabra. El
objeto a es anterior al deseo, objeto causa.
(http://www.elpsicoanalisis.org.ar/old/numero2/objetoa2.htm)

El objeto a alrededor del cual gira la pulsión y es causa del deseo, resto, plus de goce, objeto de
la identificación en la melancolía.

Cuando todo se completa emerge la angustia, que es angustia por exceso de presencia o exceso
de ausencia. La cosa nos acosa y su proximidad es peligrosa y puede ser fatal porque no hay
completud que resista el ser humano, que esta castrado y de ahí su nostalgia de algo que nunca
tuvo. (Cristina DANERI, http://www.cristinadaneripsicoanalista.com/breve-comentario-a-la-
cosa-das-ding-en-aleman-freudiana/)

Lo que caracteriza al objeto a es que es un término que se deja caer, no hay resto sin dejar caer.
Es una correlación necesaria es una condición estructural.

Hay en el sujeto siempre algo separado, algo sacrificado, algo inerte que es la libra de carne a
propósito de a en su función de resto. Lo que sobrevive a la prueba de la división del campo del
Otro por la presencia del sujeto. (Pagina 238)

Toma los ejemplos de pasajes al acto de Dora, y de la Joven Homosexual. Dora cuando el Sr K le
dice, “Mi mujer no es nada para mi”, y el de la joven cuando al cruzarse con el padre ella salta
por encima de la barrera y se tira al vacio.

En cuanto a lo ultimo, el sujeto se mueve en dirección a evadirse de la escena. El momento de


mas embarazo del sujeto. El tercer término que Lacan introducirá será el de embarazo, es el
sujeto revestido con la vara, lo que deriva en la (barra), apuntando en dirección al Sujeto barrado
(/S) y expresando que cuando uno no sabe qué hacer, busca algo detrás de lo cual ocultarse.
Con la emoción se referirá etimológicamente al movimiento, es la reacción catastrófica de la
angustia (aclarando que una crisis histérica, tanto como la cólera no es equivalente a la angustia)
La turbación aclarará, no tiene nada que ver con la emoción, la turbación es caída de potencia
(el émoi), la llamada al desorden, es el trastornarse más profundo en relación del movimiento.
El embarazo será el máximo de la dificultad alcanzada en esta secuencia (Lacan, 1962-1963:18-
22)

YOIZACIÓN (yo ideal)

El yo ideal es la función mediante la cual el Yo es constituido por la serie de sus identificaciones


con ciertos objetos. Es con la imagen real constituida, cuando emerge como i(a) con lo que se
atrapa o no en este cuello la multiplicidad de los objetos a (aquí representado por las flores
reales), y ello gracias al espejo cóncavo del fondo, símbolo de algo que debe encontrarse en la
estructura del córtex, fundamento de cierta relación del hombre con la imagen de su cuerpo y
de los distintos objetos constituibles de dicho cuerpo, con los pedazos del cuerpo original
captados, o no, en el momento en que i(a) tiene la ocasión de constituirse

Antes del estadio del espejo, lo que será i(a), se encuentra en el desorden de los a minúscula
que todavía no es cuestión de tenerlos o no tenerlos. Este es el verdadero sentido a darle al
término autoerotismo: Le falta a uno el sí mismo, por así decirlo, por completo. No es el mundo
exterior lo que le falta a uno, como se suele decir impropiamente, si no uno mismo.
Aquí se inscribe la posibilidad de este fantasma de cuerpo despedazado que se ha podido
encontrar en los esquizofrénicos. Esto no agota en absoluto el determinismo del fantasma, pero
sí es uno de sus rasgos, observando, y nada más, lo que la madre del esquizofrénico articula de
aquello que había sido para ella su hijo en el momento que se encontraba en su vientre: nada
más que un cuerpo inversamente cómodo o molesto, o sea, la subjetivación de a como puro
Real.

Retomando: Antes del surgimiento de la imagen i(a), antes de la distinción entre todos los a
minúscula y esta imagen real con respecto a la cual ellos serán el resto que se tiene o no se
tiene.

Los fenómenos de despersonalización son los fenómenos más contrarios a la estructura del Yo
en cuanto tal. No es que en la psicosis los objetos sean invasores. Qué peligros representa para
el Yo?. Es la estructura misma de esos objetos lo que los hace inadecuados para la YOIZACIÓN

Introduce la posibilidad de una forma no especularizable en la estructura de algunos dichos


objetos.

Fenomenológicamente, parece obvio que la despersonalización empieza con el no


reconocimiento de la imagen en el espejo o cualquier cosa análoga, cuando el $ empieza a ser
presa de la vacilación despersonalizante. Pero esto no es suficiente. Si lo que se ve en el espejo
es angustiante, es por no ser algo que pueda proponerse al reconocimiento del Otro

Si la relación que se establece con la imagen especular es tal que el $ está demasiado atrapado
en la imagen, es que la relación dual pura lo desposee de la relación con el Otro con mayúscula.

Lacan señala que los clínicos de la psicosis hablan de una especularización extraña, un odd, fuera
de simetría. Cabe decir entonces,: no es que en la psicosis los objetos son invasores. Es la
estructura misma de esos objetos lo que los hace inadecuados para la yoización.

En el ejemplo de El Horla, de Guy de Maupassant, se puede observar el fuera de espacio, en la


medida en que el espacio es la dimensión de lo que se puede superponer.

EL CORTE NATAL

Lacan difiere con Rank y Freud

Si bien es posible definir la angustia como señal , fenómeno de borde en el yo cuando el Yo está
constituido, es inconcebible pensar la estructuración de la angustia en el lugar del nacimiento.
Es imposible situar al comienzo una relación tan compleja. Esa constelación de movimientos
vasomotores y respiratorios que se producen en momento de nacimiento podrá servirle como
señal al Yo sólo por intermedio de la relación de i(a) con el a, y precisamente con lo que tenemos
que encontrar en él como estructural, o sea, el corte

El corte de que se trata, no es entre el niño y la madre. El corte que nos interesa, es el que aporta
su marca. Es el corte respecto a las envolturas embrionarias (placenta).

Es preciso considerar las envolturas como elementos del cuerpo del niño. En los esquemas que
ilustran las envolturas, se manifiestan todas las variedades de la relación del interior con el
exterior. Se verá hasta qué punto es patente la analogía entre lo que es separado de estas
envolturas con el corte del embrión, y, la separación en el cross cap, de cierto a enigmático.
ANGUSTIA

Freud nos dice que la angustia es una señal el el Yo. Entonces si esta señal se encuentra en el
Yo, debe estar en algún lugar del ideal del Yo. Esta señal es un fenómeno de borde en el campo
imaginario del Yo (para Freud el Yo es una superficie, la proyección de una superficie). La
angustia es cuando el Yo se ve amenazado por algo que no debe aparecer. Esto es el a: resto
aborrecido del Otro.

Conceptualiza al objeto a en su estatuto de real. El objeto a como resto no significante al cual


accedemos por medio de la angustia. En este capítulo Lacan nombra dos de las posibles
respuestas ante la angustia, ellas son el acting out y el pasaje al acto. Para dar cuenta de ellos
nos habla de dos casos de Freud, el de la joven homosexual y el de Dora. Pasaje al acto cuando
se tira a las vías del tren y cachetada en el caso de dora. Las otras conductas que indicarían el
acting out serían las que son realizadas para ser interpretadas y ahí están.

ACTING OUT

Es esencialmente algo en la conducta del $ que se muestra. El acento demostrativo de todo


acting out es su orientación hacia el Otro.

Miller, en la dirección de la cura dice: “El acting out es el surgimiento del objeto a en la escena,
con sus efectos perturbadores y de desorden, insituables. Debe incluirse aquí una dinámica
subjetiva que hace el que sujeto aporte este objeto a a la escena, cuando, en el pasaje al acto el
sujeto se encuentra bajo la barra, fuera de escena, fuera de escena con el objeto a El pasaje al
acto no engaña, es una salida de escena que ya no deja lugar a la interpretación, al juego del
significante, hay en el pasaje al acto un no querer saber nada mas.

En el pasaje al acto, hay un rechazo de la escena y rechazo de todo llamado al Otro. En el acting,
el sujeto sube al escenario, es un llamado al otro. “a” sube al escenario y el sujeto lo muestra.
Como “a” no es especuralizable en tanto tal, el sujeto lo muestra en el acting out, siempre al
lado, al sesgo. Una vez que sube al escenario, queda apresado en los engaños de la mostración,
los engaños del significante, los engaños de la verdad, y lo real permanece en otra parte.

En el caso de la homosexual femenina Freud insiste ‘’la conducta de la chica se exhibe ante los
ojos de todos y, lo que se muestra es distinto de lo que es. Lo que es nadie lo sabe, pero que es
distinto nadie lo duda.

Lacan está en desacuerdo con Freud y dice: El hijo en cuestión no tiene nada que ver con una
necesidad maternal. Aquí Lacan se coloca en una posición lateral respecto a lo principal de la
elucidación del deseo inconsciente.

Este niño ella quiso tenerlo como sustituto del falo, de algo que cae de lleno en nuestra dialéctica
del corte y de la falta, del a como caída, como faltante. Al fracasar en la realización de su deseo,
se posiciona como Erastés, amante. Se exige en lo que ella no tiene, y para mostrar que lo tiene,
lo da. Se comporta con respecto a la Dama, como un caballero que la sirve, como un hombre,
como aquel que puede darle en sacrificio lo que tiene, su falo.

Entonces combinemos los dos términos: el de demostrar y el del deseo cuya esencia es
mostrarse como otro.

En el acting out, el deseo para afirmarse como verdad, la consigue de un modo que llamaríamos
singular, si no supiéramos por nuestro trabajo aquí, que la verdad no es de la naturaleza del
deseo???????_ recordemos que el deseo no es articulable aunque esté articulado
objetivamente con el objeto causa del deseo.??????????? Creo que el objeto causa de deseo, si
es “a” no existe pero esta.

El acting out es la demostración velada, pero no velada en sí. Sólo está velada para el $ del acting
out. Lo esencial de lo que es mostrado es aquel resto, su caída, lo que cae en este asunto. Entre
el $ aquí otrificado en su estructura de ficción y el Otro, A tachado, no autentificable, lo que
surge es ese resto, a, la libra de carne, o los sesos frescos. Cuando Kris quiere reducir al paciente
con los medios de la verdad, el $ no puede discutir, pero le importa un rábano, comete el acting
out. Deja intocado el problema, se va a comer sesos frescos.

El acting out llama a la interpretación, pero la cuestión es saber si ésta es posible. El síntoma es
parecido, también se muestra distinto de lo que es y debe ser interpretado en tanto establecida
la transferencia, o sea, la introducción del Otro.

El síntoma no es llamada al Otro. El síntoma en su naturaleza de Goce, se basta a sí mismo. El


síntoma se dirige hacia la Cosa. Una vez atravesada la barrrera del bien, o sea, refiriéndose al
principio del placer, y por ello dicho Goce, puede traducirse como displacer.

A diferencia del síntoma, el acting out, es el esbozo de la transferencia salvaje.

No hay necesidad de análisis como se puede figurar, para que haya transferencia

Por eso, una de las cuestiones que se plantea es, cómo organizar la transferencia salvaje; cómo
se hace entrar y poner al caballo en el picadero

Phyllis Greenacre plantea cómo saber actuar frente al acting out.

Dice que hay 3 posibilidades:

a) Se lo puede interpretar
b) B) se lo puede prohibir
c) C) se puede reforzar el Yo
d) A) Interpretarlo está destinado a tener pocos efectos ya que el $ sabe muy bien que lo
que hace el acting out es para ofrecerse a la interpretación del analista. Si lo que cuenta
es el resto, entonces la interpretación es un callejón sin salida.
B)Prohibirlo hace sonreir. Decirle al $ nada de acting out, a veces puede ser perjudicial.
C) sobre la 3era hipótesis, Lacan ni se detiene. Sobre domesticar la transferencia, no es
cosa nada simple, dice. Habla de su posición a conducir al $ a la identificación.???? Pues
no se trata de una identificación con la imagen como reflejo del Yo Ideal en el Otro, sino
con el Yo del analista, donde el a permanece absolutamente intocado.

LA PASIÓN DE FREUD
Freud se hace preguntas a partir de entender que su paciente le mentía en sueños. Se
plantea si acaso es que no se ha establecido la transferencia o qué estaría pasando.
Entonces reflexiona: este inconsciente que tenemos la costumbre de considerar lo más
profundo, la verdad verdadera, puede engañarnos. Podemos mantener la confianza en
el inconsciente? Y contesta: el inconsciente siempre merece confianza, y el discurso del
sueño es otra cosa que el inconsciente, por lo tanto, es el deseo que se expresa a través
de dichas mentiras.
Freud se encuentra ante la mentira sistemática y abandona el caso por no interesarse
de lo que está frenando el tratamiento. Por no interesarse por el desecho, el pequeño
resto, lo que detiene todo. Y lo que sin embargo es lo que en este caso, surge cómo
pregunta. Y pasa al acto
Es el punto donde Freud se niega a ver en la verdad, que es su pasión, la estructura de
ficción que está en su origen
Lacan menciona la paradoja de Epiménides. El yo miento es totalmente admisible en la
medida en que aquello que miente es el deseo, en el momento en que afirmándose
como tal el $, entra en contradicción con el yo miento
A Freud se le escapa; es algo que falta en su discurso. Freud quiere que ella se lo diga ,
y ella lo hizo
La cosa freudiana es lo que Freud deja caer

En el caso de la joven homosexual, podríamos ordenar los siguientes


parámetros del acting out en función de cada registro:

a) Sobre el plano imaginario, en tanto pone en acción un pequeño otro al que se


dirige. El acting out manifiesta lo que opera como falta en esa imagen, el – Phi donde
el $ neurótico sitúa la causa de su deseo
b) Sobre el plano simbólico, el acting out marca ese tiempo de eliminación del Otro
como tesoro de los significantes, dicho de otro modo, presentifica el Otro Real en
su dimensión de Cosa, Das Ding. En suma, el acting out viene a designar al objeto
cuando se aparecen ciertos límites en la simbolización el $. En ese sentido, el acting
out, deja entrever la dimensión de la pérdida y el objeto (que es donde el $ se
constituye) que en general queda enmascarada por la figura de la falta (la castración
imaginaria).

EL CASO DE LA HOMOSEXUALIDAD FEMENINA Y EL PASAJE AL ACTO

Lacan presenta el caso de la joven homosexual femenina para presentar la


estructura del pasaje al acto
Freud había presentado el gesto de la homosexualidad femenina como un acto
simbólico. Lo había interpretado como una fantasía de parto NIEDERKOMMENT, se
deja caer. y dice Lacan: el NIEDERKOMMEN LASSEN es esencial en toda súbita
puesta en relación del $ con lo que él es con el a
Con anterioridad, lo que se sostenía era la dimensión simbólica del falo.
Al contrario, el salto se produce en el momento mismo que se cumple la conjunción
del deseo con la Ley, es decir, ante la imposibilidad de sostener esa conjunción en
el punto en que el $ queda súbitamente en relación con lo que él es como a.

EL ACTING OUT PREVIO Y SU RELACIÓN CON EL PASAJE AL ACTO

Luego del nacimiento de su hermano, aparecen los sentimientos de recelo y


venganza.
La joven desarrolla toda la escena para la mirada del padre hasta que ocurre el
encuentro realmente y la desaprobación que percibe en esa mirada le quita todo su
valor a la escena. El pasaje al acto interviene, entonces, como solución imperiosa
ante la necesidad de que cese esa confrontación de la escena de la mirada:
¨Ya que no pude ser yo tu mujer sumisa, ni tu objeto, Ella será mi Dama y yo seré
por mí parte, quien sostenga, quien cree la relación idealizada con aquello que de
mí fue rechazado; aquello que de mi ser mujer es insuficiencia’. Dando lo que no
tiene y así transforma su castración en el falo absoluto, la garantía de la ley del
padre. Esto es lo que instrumenta y sostiene la escena del amor a la dama, el acting
out y lo que permanece escondido en la escena es para quien se monta: la mirada
del padre. Por eso la situación no se sostiene luego del encuentro la escena no
puede confrontarse con la mirada, la escena solo puede sostenerse en la medida en
que esa mirada este ausenté. Que esa mirada esté ausente, convocada (imaginada)
pero ausente. El sujeto como a esta en el cuadro de amor de la joven con su dama
potencialmente ofrecida a la mirada del padre en aquello que de ese cuadro es
portador, es decir, un falo que no está negativizado el don de falo a la dama.
Mientras no se encuentra con la mirada del padre, la joven olvida su propia
castración. Pero ante la mirada la joven se ve confrontada con la ley. Esto lo que
hace sentirse definitivamente identificada con él a y al mismo tiempo rechazada,
expulsada fuera de la escena.

Acting y pasaje al acto son dos modos de tratar la angustia con relación al saber, sin
palabras, con acción. En el caso de la homosexual Lacan ubica el pasaje al acto en
el hacerse mirar por el padre y tirarse a las vías del tren, rechaza saber sobre ese
goce del padre cuando se siente traicionada, actuando, no hay deseo aquí. Mientras
que el actino ut lo ubica en la búsqueda de la mirada de los otros paseando del brazo
de su enamorada, al modo de desafío y el deseo se muestra en el acting out.
Nuestra practico nos conmina a ubicar las diferencias en el modo de abordar lo real
con su efecto preciso que es la angustia, para que en la singularidad de cada caso,
aproximarse en el tratamiento, teniendo siempre presente que el sujeto es
responsable de su goce y sobre eso, vía la transferencia, podemos llegar a incidir.
La angustia es el camino de acceso al objeto a. Lacan en este capitulo Hablando de un
escritor japonés llamado Tanizaki, Catherine Millot nos ubica de un modo muy directo en la
función del objeto en la repetición como creación en el arte.

"Ese objeto a que viene a ocupar el lugar del vacío, en tanto este lugar es el del significante de
la castración, no lo hace para oficiar de tapa-agujeros. No se produce ningún completamiento.
Más bien, tanto por su carácter de artificio como por su fugacidad, el objeto a redobla la
ausencia de la que emanó. Si se proyectase sobre él una luz demasiado viva, desaparecería, él
que no es más que el fruto de la sombra: ese objeto inapresable no es sino una pequeña nada.
'Dirán algunos que la falaz belleza creada por la penumbra no es la belleza auténtica. Sin
embargo, nosotros, los orientales, creamos belleza haciéndola nacer de las sombras en lugares
que son insignificantes en sí mismos'. La sombra, en vez de servirle de velo a ese objeto, es la
única que lo hace existir, con la precaria existencia de un espejismo. Más bien es él el que
oficia de velo apropiado para hacer surgir la dimensión del más allá en que se sustenta el deseo.
Así, la sublimación es reproducción, repetición indefinida del engendramiento del vacío al cual
el significante da la estructura."

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