Children – Spanish – 1A
Oraciones y promesas
para
Mis hijos
TE ALABO, Señor, porque tuú
prometes ensenñ arles a mis hijos.
Prometes darles lo que yo no puedo
darles. Prometes tambieú n darles tu paz.
TE ALABO, Señor, porque tuú has
prometido regresar a mis hijos de la tierra
del enemigo. Has prometido traerlos de
regreso a casa. Me aferro a esta promesa, y
espero a que tuú obres.
TE ALABO, Señor, porque tuú
ensenñ araú s a mis hijos lo que significa
caminar en la verdad, porque tuú eres el
Camino, la Verdad y la Vida. ¡Que tuú recibas
la herencia y la recompensa
que te corresponde!
TE ALABO, Señor, porque tuú
puedes cambiar los corazones.
Puedes cambiar el corazoú n de mis hijos
y tambieú n puedes cambiar mi corazoú n.
Senñ or, ¡cambia por favor hoy nuestros
corazones!
TE ALABO, Señor, porque tuú
escuchas las oraciones que elevo por mis
hijos y porque tuú estaú s luchando por la
salvacioú n de ellos. ¡Te alabo porque
los salvaraú s!
TE ALABO, Señor, porque tuú has
prometido salvar a los hijos de los
necesitados. Padre, estamos muy
necesitados. El enemigo quiere reclamar
a nuestros hijos, pero esperamos que tuú
quebrantes el poder del opresor.
TE ALABO, Señor, porque tus
pensamientos hacia nosotros son de bien y
no de mal. Tuú quieres darles a mis hijos un
futuro y una esperanza. Te alabo por
escuchar las oraciones que elevo en favor
de ellos.
TE ALABO, Señor, por el testimonio de la madre
de Agustíún de Hipona. Se nos dice que ella “oroú por
la conversioú n de su hijo. No veíúa evidencia de que Dios
estuviera impresionando su corazoú n, pero no se
desanimaba. Colocaba sus dedos sobre los textos bíúblicos y
presentaba ante Dios las palabras que eú l mismo habíúa
pronunciado, rogando como solo una madre puede hacerlo.
Su profunda humillacioú n, su ferviente perseverancia, su fe
incansable, prevalecieron y el Senñ or le concedioú el
deseo de su corazoú n”.
TE ALABO, Señor, porque
aunque no siempre vemos los
resultados inmediatamente, nuestras
laú grimas y oraciones estaú n marcando una
diferencia. Gracias por la promesa de
construir un muro de proteccioú n alrededor
de nuestros hijos.
Avery 5371