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Tendencias de la catequética en América Latina y el Caribe

01 El informe presentado por Monseñor Tadeusz nos sitúa ante una Europa plural. Ha mostrado dos
realidades del Ministerio de la Palabra poniendo énfasis en lo concerniente a la enseñanza religiosa
escolar.

02 La Iglesia en América Latina, el Caribe y en las comunidades hispanas de Estados Unidos y Canadá
reciben estas tendencias con mayor o menor grado de intensidad y si bien hay diferencias en la
geografía religiosa en el Continente, hay ciertos aspectos que nos asemejan a todos.

Enseñanza religiosa escolar

03 De lo expuesto en relación a la enseñanza religiosa escolar constatamos los esfuerzos por garantizar
el marco jurídico-legal de la asignatura. Sea en la modalidad de acercamiento cultural al hecho religioso,
con o sin carácter confesional, con intencionalidad catequética y de diálogo con otras religiones, o bien
en su vertiente ética para construir una nueva ciudadanía, la clase de religión cuenta en general con
diseños curriculares y subsidios acordes a las exigencias de un mundo educativo europeo en constante
reforma.

04 La reflexión catequética latinoamericana, basada en las orientaciones del DGC ha hecho distinción
entre catequesis y educación religiosa escolar. De tal forma que cada una es animada y orientada desde
diversos ámbitos pastorales que a la vez son complementarios.

05 La pastoral educativa ha contribuido a configurar paulatinamente la especificidad de formación del


profesor de religión, a desarrollar proyectos curriculares nacionales acordes a las exigencias de los
Ministerios de Educación y a las orientaciones dadas por las Conferencias Episcopales. Todo ello a fin de
lograr que la clase de religión responda a estándares de calidad similares a las de otras asignaturas y
capacite al estudiante a adquirir los conocimientos, destrezas y actitudes que le permitan vivir en una
sociedad multiétnica, multicultural y con diversidad de sensibilidades religiosas.

06 A pesar de los esfuerzos de las Comisiones Nacionales de Pastoral Educativa para realizar estas
exigencias, la realidad en el Continente es variada. En las regiones, algunos países carecen de currículos
de educación religiosa escolar y la oferta de subsidios es limitada. La formación del profesor de religión
va adquiriendo solidez académica, didáctica y pedagógica en los Institutos y Universidades pero todavía
es insuficiente. Si bien conviven diferentes modalidades de educación religiosa escolar predomina la
perspectiva catequético-vivencial trasladada al ámbito escolar.

07 Desde el punto de vista jurídico-legal no todas las naciones ofrecen educación religiosa en las
escuelas públicas. Ésta queda circunscrita a las escuelas gestionadas por la Parroquia, por Institutos de
Consagrados o asociaciones de fieles laicos. El crecimiento y consolidación de otras confesiones
cristianas plantea un reto de paridad al Estado en dos campos: la validación de la formación universitaria
alternativa para docentes de religión y la oferta de una clase de religión no católica en escuelas públicas.

08 El Departamento de Cultura y Educación del CELAM se ha propuesto para los próximos años recabar
mayor información sobre la situación actual de la Educación Religiosa Escolar y sus alcances pedagógico-
curriculares en las escuelas católicas e instituciones de enseñanza pública y la elaboración de un
“Directorio de educación religiosa escolar” (Proyecto 38).
Catequesis

09 En el ámbito de la catequesis propiamente dicha, Monseñor Tadeusz evidenció el cambio que la


Europa, antaño evangelizadora, experimenta dentro de sí, convirtiéndose en campo de misión. La
situación lleva a resaltar el carácter propositivo e iniciático que requiere la catequesis. Por los proyectos
presentados es evidente que el esfuerzo catequético privilegia aún la atención sacramental y litúrgica de
niños y adolescentes. La catequesis con jóvenes y adultos en forma de iniciación o reiniciación aún no ha
tenido la respuesta esperada.

10 La reflexión catequética latinoamericana ha sido acompañada desde diferentes organismos de


reflexión, siendo los más significativos en los últimos años la Sección Catequesis del Departamento de
Espiritualidad y Misión del CELAM (Antes Departamento de Catequesis), el Instituto Teológico Pastoral
para América Latina (ITEPAL), la Sociedad de Catequetas Latinoamericanos (SCALA), los Institutos
Superiores de Catequesis y la revista brasileña Catequese. En nuestro contexto si bien el lenguaje y la
herencia religiosa facilitan orientaciones similares para el Continente, las dificultades económicas hacen
que los encuentros de reflexión y las publicaciones científicas sean escasos. Puedo reconocer, con todo,
algunas tendencias en los últimos diecisiete años:

A. Preocupación por dar a conocer y poner en práctica las orientaciones del Directorio General para
la Catequesis.

11 La reflexión catequética latinoamericana ha intentado acentuar algunos aspectos importantes


contenidos en el DGC enlazándolos con las orientaciones emanadas en las Conferencias Generales del
CELAM y las Semanas Latinoamericanas de Catequesis: atención al contexto, a los lenguajes utilizados, a
la comunidad que acompaña, a la piedad popular y al fenómeno de la emigración.

12 El ITEPAL1 y SCALA enfatizaron la importancia de la experiencia y del modelo de comunidad eclesial2


desde el que se ofrece la Buena Nueva. El DECAT recogió estas inquietudes en el documento “Catequesis
en América Latina”3, Invitó a asociar la conversión con la necesaria liberación de estructuras injustas y
de pecado presentes en la sociedad y a ver en la religiosidad popular la expresión de la búsqueda de
Dios que requiere un acercamiento evangelizador respetuoso y creativo.

B. El énfasis kerigmático y la contribución de la catequesis familiar al crecimiento del adulto

13 Con la Exhortación Postsinodal Ecclesia un America4 se vislumbró la necesidad de recuperar la


perspectiva kerigmática5. La conversión personal abriría la posibilidad de ofrecer un camino de
espiritualidad al alcance de todos.

14 El tema del Kerigma fue ampliamente reflexionado por el ITEPAL: Subrayó su importancia en medio
de la crisis experimentada en las prácticas religiosas6 , en la familia y la escuela catolica7. Invitó a pasar a

1
Volumen XXIV de diciembre de 1998.
2
SCALA, Encrucijadas de la catequesis a la luz del Directorio General para la Catequesis, CONEC, San José, 1999.
3
Cf. Catequesis en América Latina, 18, 19, 20, 21, 23, 24, 117-122.
4
Cf. García-Ahumada, Enrique. Una lectura catequética de Ecclesia in America, en Medellín 99 (1999) 409-429.
5
Cf. Ecclesia in America, 29, 46a, 55, 69 y 72a.
6
Cf. Nesi, Ma. Irene. Destinatarios del Kerigma, “Y ¿cómo van a creer en él si no les ha sido anunciado?”, en
Medellín 122 (2005) 199-208.
una praxis de anuncio misionero sobre todo entre jóvenes y adultos8. El anuncio kerigmático debe ser
un evento comunicativo que mueva a la persona a encontrarse con Jesús9. Recordó que toda persona
que no se adhiere libremente a la fe sigue siendo destinataria del primer anuncio10.

15 La importancia de la catequesis familiar radica no en el acompañamiento de niños a la recepción


sacramental sino en el potencial de iniciar o reiniciar a los adultos a una experiencia cristiana de fe. La
incorporación de elementos festivos y del compromiso solidario en esta catequesis prepara a una mejor
comprensión de lo simbólico y lleva de manera natural a la participación litúrgica y al compromiso social
dentro de la comunidad y fuera de ella11.

16 El ISCA desde su Observatorio Catequético señaló en su momento que la catequesis kerigmática era
expresión del nuevo paradigma catequético. Planteó la diferenciación del anuncio en una catequesis
kerigmática y una permanente. Respecto a la catequesis familiar señaló que era una forma de
reiniciación cristiana que lleva de lo social a lo comunitario12.

C. El cambio en el estilo formativo de catequistas: enfatizar lo experiencial-iniciático

17 El DECAT desarrolló encuentros regionales13 para discutir qué formación se debía brindar a
catequistas. Las conclusiones revelaron la necesidad de potenciar una formación iniciático-experiencial
que abarque a seminaristas, catequistas y profesores de religión, llevada por equipos formativos14.
Consideró además la posibilidad de ofrecer una licenciatura en teología con énfasis en pastoral
catequética en el ITEPAL15. Posteriormente16 elaboró un Manual de Catequética para seminarios y
formación de catequistas.

18 SCALA elaboró algunas pautas17 para la formación de catequistas en clave de iniciación. La iniciación
a la vida cristiana necesita catequistas creyentes y discípulos, testigos y profetas, pedagogos y
mistagogos18. La formación iniciática debe llevar a un conocimiento crítico de la realidad; a leer,
entender, saborear y reexpresar la Palabra de Dios; a capacitarse como acompañante y facilitador; a
vivir una espiritualidad basada en el servicio, atenta a lo humano y de índole eclesial. Como proceso de
inspiración catecumenal, debe ofrecer momentos de pasaje y evaluación. Requiere un acompañamiento
personal y de grupo19.

7
Cf. Burgos, Ovidio. ¿Por qué el Kerigma en estos momentos?, en Medellín 122 (2005) 135-148.
8
Cf. Alves, Luiz. O quérigma e sua relação com a catequese, en Medellín 104 (2000) 547-563.
9
Cf. Alves, Luiz. O que é quérigma?, en Medellín 122 (2005) 149-172.
10
Cf. Jiménez, Manuel. Acción misionera y catequesis, en Medellín 122 (2005) 173-186.
11
Cf. Acha, Víctor. Catequesis familiar de iniciación eucarística: propuesta con historia y futuro, en Medellín 145
(2011) 81-103.
12
Cf. ISCA, La catequesis familiar como reiniciación cristiana: Un camino de lo social a lo comunitario, en
http://www.isca.org.ar/obs008.php.
13
Centroamérica, Mexico y el Caribe, países bolivarianos y países del Cono Sur.
14
Cf. Charles-Mengeon, Marcelo. La formación de los catequistas en el Magisterio Latinoamericano visto en
http://scala-catequesis.org/documents/formaciondeloscatequistas.pdf
15
San José, Costa Rica, 1999.
16
Asunción, Paraguay, 2001.
17
Quinta Asamblea, Heredia, Costa Rica (2006) y Buenos Aires (2007).
18
Cf. Gastaldelli, Ivanna. Formación de Catequistas. Documento de estudio. Jornadas de estudio de Scala 2006.
19
Cf. Scala, Formación iniciática del catequista. Documento final. Jornadas de estudio. Buenos Aires, 2006.
D. El trabajo con adultos en clave catecumenal

20 La catequesis con adultos fue el tema de encuentros regionales del DECAT en cuatro años20. Se
requiere de agentes debidamente formados e itinerarios que privilegien al adulto como interlocutor.

21 El ITEPAL21 enfatizó la necesidad de una iniciación cristiana estructurada en forma catecumenal. La


catequesis de otras edades debe referir y vincular a la catequesis de adultos. El catequista de adultos
debe cultivar las actitudes de acogida, de relación personal basada en la confianza y comunicación para
la comunión22.

22 SCALA23 constató que, a pesar de contar con este rico marco de referencia, la catequesis con adultos
no es el principio organizador que da coherencia a todos los procesos de catequesis. El catolicismo
latinoamericano si bien tiene muchos valores, carece de iniciación. La religiosidad fundamentada en lo
afectivo y lo ritual es vulnerable y promueve un cristianismo más de referencia que de pertenencia24. El
respeto a la diversidad, la vivencia de lo provisional, la sensibilidad por los derechos humanos, el aprecio
del cuerpo y del lenguaje simbólico puede llevar a la catequesis por caminos todavía no explorados25.

23 En esta misma línea, los esfuerzos por recuperar la riqueza del Ritual de Iniciación Cristiana de
Adultos permitieron visualizar una catequesis que devuelve un lugar protagónico a la comunidad, que se
presenta adaptada a la realidad del interlocutor, acompañándolo en su crecimiento de manera gradual.
Queda aún la tarea de lograr que este Ritual Universal sea inculturado a la realidad latinoamericana,
apoyado en los aportes de las ciencias humanas y adaptado a la situación específica de adolescentes y
jóvenes26.

E. Aprender a expresar la Buena Nueva en una cultura comunicacional

24 Fiel al pedido del DGC, SCALA puso énfasis en la relación de la catequesis y los lenguajes de una
cultura mediática27. El catequista es un mediador de interacciones humanas y religiosas y no un mero
transmisor de conocimientos doctrinales. Su formación debe capacitarlo para interpretar la cultura de
su interlocutor.

25 El ITEPAL fijó su atención en la importancia de lograr el compromiso emocional con el interlocutor y


la importancia de empatizar, de usar el humor, la complacencia y la catarsis como elementos que

20
En Venezuela (1998), Panamá (1999), Perú (1999) y Chile (2000). Posteriormente los encuentros de Guadalajara
(2001), Quito y Santiago de Chile(2002) y San Pedro Sula (2003) recalcaron lo mismo.
21
Cf. García-Ahumada, Enrique. Catequesis de iniciación y permanente de adultos, en Medellín 104 (2000) 457-480;
Volumen XXVII, diciembre de 2001 y Volumen XXIX, junio de 2003.
22
Cf. García-Ahumada, Enrique. Edad Adulta: etapas sicológicas, educación y catequesis , en Medellín 114 (2003)
335-366.
23
Santa Bárbara de Heredia, Costa Rica, 14 a 18 de febrero de 2006.
24
Cf. Padrón, Diego y Burgos Ovidio. Catequesis de adultos. Documento de estudio. Jornadas de estudio de Scala
2006, n. 1.8, 2.1 y 2.4.
25
Cf. Alves, Luiz. Catequese de adultos: formação de seus catequistas. Documento de estudio. Jornadas de estudio
de Scala 2006, n. 2.
26
Cf. Madrigal, Alfredo. El ritual para la iniciación cristiana de adultos, en Medellín 114 (2003) 261-278; Merlos,
Francisco, Lectura teológica del ritual de iniciación cristiana de adultos. Ordo Initiationis Christianae Adultorum –
1972, en Medellín 114 (2003) 279-289.
27
Asambleas realizadas en Alajuela, Costa Rica (2000) y San Miguel Argentina (2001).
pueden dar credibilidad al mensaje28. El ISCA estudió el impacto que tiene la cultura de comunicación en
la catequesis con adultos29.

F. La iniciación a la vida cristiana como catequesis preferencial

26 De la Tercera Semana Latinoamericana de Catequesis surgió fortalecida la importancia dada al


Kerigma y la Iniciación Cristiana, la formación de talante iniciático, y los criterios básicos para una
evangelización eficaz y pertinente a las nuevas situaciones que vive América Latina y el Caribe. Se debe
privilegiar la dinamicidad, la circularidad y la progresividad de los procesos, asumir la unidad de los
sacramentos de iniciación, dar protagonismo a la comunidad de fe que acompaña y ofrecer criterios de
evaluación del crecimiento30.

28 El aporte de la Tercera Semana tuvo eco en la Conferencia de Aparecida. El reto de promover y


formar discípulos y misioneros llevó a asumir la iniciación cristiana “como manera ordinaria e
indispensable de introducir en la vida cristiana y como la catequesis básica y fundamental”31. El estudio y
la asimilación del RICA será referencia y apoyo para delinear los itinerarios.

29 SCALA ahondó en estas orientaciones32. La iniciación a la vida cristiana debe estar en diálogo
permanente con las ciencias humanas. Requiere de comunidades presentes en los nuevos areópagos y
capacitadas para expresar la fe en un mundo tecnológico y virtual33. El ISCA enfatizó en este sentido las
implicaciones que la iniciación tiene en el mundo juvenil y en los Movimientos Eclesiales, así como su
relación con el segundo anuncio y la reiniciación llevadas a cabo ampliamente en Europa34.

G. EL conocimiento y divulgación del Catecismo de la Iglesia Católica.

30 El documento La Catequesis para América Latina exhortó a elaborar catecismos y textos locales y
fomentar jornadas o semanas de catequesis35. El ITEPAL reflexionó en torno a la aplicación del catecismo
en la región. Si bien el Catecismo ha sido instrumento de unidad, guía y referencia para la elaboración
de catecismos locales36, éstos no han sido suficientemente desarrollandos37.

H. Recuperar las claves del Concilio: Palabra de Dios, comunidad, celebración y servicio.

28
Cf. Tobías, Salim. Comunicación y Catequesis, en Medellín 104 (2000) 565-581.
29
Cf. ISCA, http://www.isca.org.ar/obs023.php, http://www.isca.org.ar/obs037.php. También véanse los boletines
72, 73, 99 y 129.
30
Cf. Tercera Semana Latinoamericana de Catequesis, 1,2,5, 13, 18, 22, 24, 25, 31, 34, 36, 40, 43, 44, 46, 47, 49, 53,
58, 65, 71, 73,76, 77, 79, 89, 101, 105, 106, 109, 110, 112, 114, 117, 124, 125, 130 y 142.
31
Documento de Aparecida, 278a, 279, 281, 282, 288, 290, 291, 293, 294, 298, 299
32
Santiago de Chile, 28 de abril a 3 de mayo de 2009.
33
Cf. SCALA, Hacia una catequesis misionera. Lectura catequética de la Misión Continental, en http://scala-
catequesis.org/documents/ResonanciasentornoaltemadelaMisionContinental.pdf.
34
Cf. ISCA, Comunicándonos, en http://www.isca.org.ar/com000.php. y Observatorio Catequético, en
http://www.isca.org.ar/obs000.php.
35
Cf. La Catequesis en América Latina, 222-227.
36
Cf. De León Ojeda, Felipe de Jesús. Veinte años del Catecismo de la Iglesia Católica, en Medellín 150 (2012) 207-
227.
37
Cf. Jiménez Carvajal, Jorge. La aplicación del Catecismo de la Iglesia Católica en las Iglesias de América Latina y el
Caribe, en Medellín, 114 (2003) 251-260.
31 En los últimos años estamos asistiendo a la conmemoración de la experiencia que supuso el Concilio
Vaticano II. Los últimos Sínodos, las exhortaciones apostólicas y la celebración del Año de la Fe han sido
espacios de reflexión profunda38 que intenta descubrir el impacto que las orientaciones postconciliares
aportaron y aquellos aspectos que aún quedan pendientes.

32 Desde el punto de vista catequético SCALA39 consideró que la catequesis constituye el preámbulo de
lo que la vida del cristiano será en lo cotidiano, por ello, el encuentro con las Sagradas Escrituras debe
familiarizar al catequizando a interpretar la presencia del Señor en otros contextos de la experiencia
cristiana40. Como deuda pendiente, la catequesis no ha fortalecido suficientemente la dimensión
celebrativa, comunitaria y servicial según el espíritu del Concilio41.

¿Qué reflexión catequética para qué catequesis?

33 La pregunta que plantea Monseñor Tadeusz al final de su exposición, podría ser reformulada también
para nuestro contexto: ¿Qué características debe tener una reflexión catequética que oriente el caminar
de la catequesis en el Continente? Algunos aspectos esenciales serían los siguientes:

a. Debe ser una reflexión que clarifique cada vez más cómo desarrollar itinerarios de iniciación
no solamente sacramental sino a la vida cristiana integral. Un elemento valioso sería la
actualización del documento “Catequesis en América Latina” en “Transmisión de la fe e
iniciación a la vida cristiana en América Latina”.
b. Que siga ofreciendo pautas para un mejor acompañamiento humano y espiritual de los
diferentes interlocutores: indígenas, campesinos, afrodescendientes, habitantes de las
grandes ciudades, comunidades hispanas en Estados Unidos y Canadá.
c. Que impulse la formación iniciática del catequista, de sus formadores, de los seminaristas,
aspirantes a la Vida Consagrada o a Movimientos Eclesiales. Un punto de partida sería el
rediseño del Diplomado en Pastoral Catequética del ITEPAL.
d. Que enfatice la utilización creativa y eficaz de los medios de comunicación social impresos y
virtuales.
e. Que ponga al adulto y a la comunidad como interlocutores principales de la catequesis.
f. Que siga potenciando el valor de la piedad popular y el espíritu mariano de nuestros
pueblos.

Que María, educadora de Jesús en Nazaret, siga siendo la inspiración para nuestra catequesis.

Hno. Balbino Juárez fms


Marista
Domingo 2 de marzo de 2014

38
El Instituto argentino Miguel Raspanti contribuyó con un Simposio Internacional dedicado a los cincuenta años
del Concilio. Cf. Instituto Miguel Raspanti, en http://institutoraspanti.com/departamento-de-pedagogia-
catequistica/ y http://www.obispadodemoron.org.ar/koinonia/ofprensa2012/Koinonia07-09-2012.htm.
39
Quito, Ecuador, 5 a 10 de agosto de 2011 y Moravia, Costa Rica, 24 a 26 de mayo de 2013.
40
Ospino, Hosffman. Análisis comparativo de los documentos eclesiales Dei Verbum (1965), la interpretación de la
Biblia en la Iglesia (1993) y Verbum Domini (2010): Implicaciones para la tarea catequética de la Iglesia en Palabra
de Dios y Catequesis, IV Jornadas de Estudio de Scala, Quito, 2011.
41
Cf. SCALA, Palabra de Dios y Catequesis. IV Jornadas de Estudio, Quito, agosto de 2011.

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