Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
CULTURA
ESPAÑOLA Y
AUTONOMIAS
P R E M I O C U L T U R A Y C O M U N I C A C I O N 1979
CULTURA
Y
COMUNICACION
8
COLECCION «CULTURA Y COMUNICACION»
MINISTERIO DE CULTURA
SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Autor: Francisco Serrán Pagan
Págs.
Presentación 5
CAPITULO I
Concepto de la cultura 7
CAPITULO II
La cultura española 13
CAPITULO III
Las culturas de las nacionalidades y regiones autónomas 15
CAPITULO IV
Las Constituciones extranjeras 17
La Constitución de la República portuguesa de 2 de abril de
1976 17
La Constitución de la República italiana de 27 de diciembre
de 1947 19
La Ley Fundamental de Bonn de 23 de mayo de 1949 20
La Constitución de la República Popular de Bulgaria de 18 de
mayo de 1971 21
La Constitución cubana dé 24 de febrero de 1976 23
La Ley Fundamental de la Unión de Repúblicas Socialistas So-
viéticas, aprobada en la Séptima Sesión Extraordinaria del
Soviet Supremo de la URSS de la Novena Legislatura el 7 de
octubre de 1977 24
CAPITULO V
La cultura en las Constituciones españolas anteriores a la de 1978. 29
El Estatuto de Cataluña 35
El Estatuto del País Vasco 37
CAPITULO VI
Análisis de los preceptos de la vigente Constitución española
relativos al hecho cultural 41
El artículo 27 de la Constitución 42
Examen del artículo 44 de la Constitución 48
— 3 —
Págs.
El artículo 46 de la Constitución 51
El artículo 48 de la Constitución 55
El artículo 148 de la Constitución 58
El artículo 149 de la Constitución 61
CAPITULO VII
La cultura española y las autonomías bajo el prisma de la Cons-
titución española de 1978 71
Introducción 71
Características con las que aparece regulada la cultura en la
Constitución Española 72
Principios que deben regular la distribución de las compe-
tencias entre Estado y Comunidades Autónomas en materia
de cultura 76
Relaciones existentes entre las autonomías y diversas facetas
del fenómeno cultural 99
CAPITULO VIII
La cultura en el Proyecto de Estatuto de Autonomía del País
Vasco 115
Introducción 115
Las referencias a la cultura contenidas en el articulado del
Proyecto de Autonomía del País Vasco 116
CAPITULO IX .
El Proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña 149
Introducción 149
Análisis de los distintos artículos del Proyecto de Estatuto
de Autonomía catalán, que regulan materias relativas a la
cultura 151
Valoración del contenido del Proyecto de Estatuto de Autonomía
de Cataluña en el área cultural 177
CAPITULO X
El Proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia 179
Introducción 179
Análisis de las distintas referencias al hecho cultural conte-
nidas en el articulado del Proyecto 180
Valoración de la regulación cultural contenida en el Proyecto
de Estatuto de Autonomía de Galicia 192
CAPITULO XI
Las competencias de los entes locales en materia de cultura ... 195
CAPITULO XII
Conclusiones finales 201
Bibliografía 217
_ 4 _
PRESENTACION
— 5 —
CAPITULO I
CONCEPTO DE LA CULTURA
— 7 —
vislumbra «intelecto» espíritu ametafísico. En la vida de los
Estados, civilización significa imperialismo, detención de la
vida política, inmovilidad social; cuando la civilizacón apa-
rece ya tiene que habérselas con formas muertas en plena
disolución. Con la civilización desaparece la lucha por las
ideas y surge la lucha por razones económicas. Al mundo
de Don Quijote le sustituye el mundo de Sancho Panza.
Cada cultura tiene, según Spengler, su alma y su símbolo
primario. Su creación espiritual toda es imagen de esta
alma y de este símbolo. Cuando el arte entra en la fase de
civilización, se anquilosa, se tecnifica, es pura imitación,
infantilismo, falsedad, impotencia, producción para el mer-
cado.
— 8 —
es decir, los esfuerzos en la pintura, la poesía y la ficción,
o en las formas religiosas de letanías, liturgias y rituales,
que tratan de explorar y expresar los sentidos de la exis-
tencia humana en alguna forma imaginativa. La cultura para
una sociedad, un grupo o una persona es un proceso de
sustentación de una identidad mediante la coherencia lo-
grada por un consistente punto de vista estático, una con-
cepción moral del yo y un estilo de vida que exhibe esas
concepciones en los objetos que adornan a nuestro hogar y
a nosotros mismos, y en el gusto que expresa esos puntos
de vista. La cultura es, por ende, el ámbito de la sensibi-
lidad, la emoción y la índole moral, y el de la inteligencia,
que trata de poner orden en esos sentimientos.
— 9 —
La precisión del concepto cultura no sólo ha sido abor-
dada por historiadores, antropólogos, sociólogos y filósofos,
sino incluso por organismos internacionales:
— 10 —
primer término, la cultura se ha convertido en el compo-
nente más dinámico de nuestra civilización, superando has-
ta al dinamismo de la tecnología. Hay actualmente en el
arte un impulso dominante hacia lo nuevo y original, una
búsqueda consciente de formas y sensaciones futuras. En
segundo término, en los últimos cincuenta años, aproxima-
damente, se ha producido la legitimación de este impulso
cultural. La sociedad ahora acepta este papel de la imagi-
nación, en lugar de considerar, como en el pasado, que la
cultura establece una norma y afirma una tradición filosófi-
co-moral con relación a las cuales lo nuevo puede ser me-
dido y censurado. Nuestra cultura tiene una misión sin pre-
cedentes: es una búsqueda oficial e incesante de una nueva
sensibilidad.
— 11 —
CAPITULO II
LA CULTURA ESPAÑOLA
— 13 —
plique en virtud de esa cultura, de tal manera que si en
algún momento de la historia la comunidad nacional deja
de ser fiel a su cultura o se produce una quiebra en su sis-
tema de ideas por relajación interior o influencia exterior,
tal comunidad deja de existir o se declara insolidaria con
su pasado.
— 14 —
CAPITULO III
LAS CULTURAS
DE LAS NACIONALIDADES
Y REGIONES AUTONOMAS
— 15 —
rida y posibilitar a todos los ciudadanos el acceso a la
definición de esa cultura entendida en un aspecto totalmen-
te dinámico.
La democracia cultural implica, pues, la potenciación de
las formas de cultura viva existentes en los distintos gru-
pos de la sociedad.
— 16 —
CAPITULO IV
— 17 —
nización respetará los principios de autonomía de las enti-
dades locales y de descentralización democrática de la
Administración Pública.
— 18 —
artículo 167, apartado c), dispone que será competencia
exclusiva de la Asamblea de la República legislar sobre
derechos, libertades y garantías. Por ello, el artículo 229,
al regular los poderes de las Regiones Autónomas, les per-
mite legislar en materias de interés específico para la re-
gión que no estén reservados a la competencia propia de
los órganos de soberanía.
— 19 —
El artículo 33 dispone que el arte y la ciencia son libres,
así como también su enseñanza. Igualmente, añade que las
instituciones de alta Cultura, Universidades y Academias
tienen derecho a su propios ordenamientos autónomos, den-
tro de ios límites establecidos por las leyes del Estado.
Al regular las competencias de las regiones, el artícu-
lo 117 establece que la región dictará normas legislativas
en los límites de los principios fundamentales establecidos
por las leyes del Estado, siempre que dichas normas no se
opongan a los intereses nacionales y a los de las otras
regiones; entre otras materias podrán legislar en relación
con los museos y bibliotecas de las Corporaciones locales.
El artículo 118 establece que corresponderá a la región
la gestión administrativa de las materias enumeradas en el
artículo 117, salvo las de interés exclusivamente local que
las leyes de la República podrán atribuir a las provincias,
a los municipios y a otras corporaciones locales. Añade el
precepto que el Estado, mediante ley, podrá delegar en las
regiones el ejercicio de otras funciones administrativas.
La Constitución italiana, pues, reconoce en principio que
la cultura es casi exclusivamente competencia estatal; úni-
camente los museos y bibliotecas de las corporaciones lo-
cales, en principio, serían competencia de las regiones. El
Estado, sin embargo, podrá delegar en las regiones otras
competencias en materia de cultura.
— 20 —
Por otra parte, al establecer el artículo 73 las materias
sobre las que la Federación tiene competencia legislativa
exclusiva, las únicas materias con incidencia cultural que
se mencionan son los derechos de autor y de edición.
Sin embargo, el artículo 74, al enumerar las materias en
las que los Estados y la Federación tienen competencias
concurrentes en el párrafo 5, recoge expresamente la de-
fensa del patrimonio cultural alemán contra la emigración
al extranjero.
De estos principios se deduce que en la Constitución
alemana las materias culturales no son competencia exclu-
siva de la Federación, sino que pueden ser asumidas indis-
tintamente por los Estados o por la propia Federación; úni-
camente cabe destacar que, a tenor de lo prevenido en el
artículo 75 de dicha Constitución, la Federación tiene el
derecho de dictar normas básicas en materia de los prin-
cipios generales de la enseñanza superior y del régimen
jurídico de la prensa y el cine. Esta legislación, a tenor de
lo prevenido en el artículo 31 de la Constitución, privaría
sobre el derecho de los Estados.
— 21 —
«1) El Estado protege los derechos de autor sobre obras
científicas, literarias y artísticas, así como las de los inven-
tores y racionalizadores.
— 22 —
la tutela administrativa ejercitada por los ministros y el
Consejo de Ministros conlleva a que el protagonismo esta-
tal en el área cultural sea análogo al del sistema soviético,
que luego estudiaremos.
— 23 —
— El Estado vela por la conservación del patrimonio cul-
tural y la riqueza artística e histórica de la nación.
Protege los monumentos nacionales y los lugares no-
tables por la belleza natural o por su reconocido va-
lor artístico o histórico.
— El Estado promueve la participación de los ciudadanos
a través de las organizaciones sociales y de masas del
país en la realización de su política educacional y cul-
tural.
En el ámbito de las provincias y municipios el artícu-
lo 102 de la Constitución establece que las Asambleas Lo-
cales del Poder Popular están investidas de la más alta auto-
ridad para el ejercicio de las funciones estatales en sus
demarcaciones respectivas. Para ello, en cuanto las con-
ciernen, ejercen gobierno, y a través de los órganos que
constituyen, dirigen entidades económicas de producción
y de servicios, que les están directamente subordinadas, y
desarrollan las actividades requeridas para satisfacer nece-
sidades asistenciales, económicas, culturales, educacionales
y recreativas de la colectividad del territorio a que se ex-
tiende la jurisdicción de cada una.
De este breve examen del panorama de la cultura en la
Constitución cubana debe destacarse: por una parte, la
enorme preocupación por el desarrollo de la cultura pre-
sente en la misma y, por otra, el protagonismo exclusivo
del Estado en esta misión, toda vez que las Asambleas So-
ciales del Poder Popular no son otra cosa que los órganos
superiores locales del Poder del Estado.
— 24 —
Ei primero de ellos dispone que «En la URSS se reali-
za... un programa de transformación del trabajo agrícola
en una variedad del trabajo industrial, de ampliación de la
red de instituciones de enseñanza, cultura, sanidad... en las
zonas rurales.»
— 25 —
daria, especializada y superior sobre la base de vincular la
enseñanza con la vida y la producción; el desarrollo de
la enseñanza vespertina y a distancia; la concesión por el
Estado de becas y ventajas a los alumnos y estudiantes;
la entrega gratuita de manuales escolares; la posibilidad de
estudiar en la escuela en la lengua materna, y la creación
de posibilidades para la formación autodidacta.
— 26 —
la edificación socio-cultural; elabora y aplica medidas para
asegurar el ascenso del bienestar y del nivel cultural del
pueblo, para fomentar la ciencia y la técnica. En el uso de
estas facultades el artículo 134 les faculta para dejar en
suspenso el cumplimiento de las disposiciones y órdenes
de los Consejos de Ministros de las República Federadas,
así como anular las órdenes de los Ministerios de la URSS,
de los comités estatales y de otros organismos de su com-
petencia.
— 27 —
CAPITULO V
LA CULTURA
EN LAS CONSTITUCIONES ESPAÑOLAS
ANTERIORES A LA DE 1978
— 29 —
El centralismo, en materia de instrucción pública, lo es-
tablecía el artículo 370 de la Constitución, al disponer que
las Cortes, por medio de planes y estatutos especiales, arre-
glarán cuanto pertenezca al importante objeto de la instruc-
ción pública.
— II —
— III —
— 30 —
alguno, y que en el Manifiesto Provisional de 25 de octubre
de 1868 se fundaba del siguiente modo: «La libertad de
enseñanza es otra de las reformas cardinales que la revo-
lución ha reclamado y que el Gobierno provisional se ha
apresurado a satisfacer sin pérdida de tiempo. Los excesos
cometidos en estos últimos años por la reacción desenfre-
nada y ciega contra las espontáneas manifestaciones del
entendimiento humano, arrojando de la cátedra sin respeto
a los derechos legal y legítimamente adquiridos y persegui-
dos hasta en el santuario del hogar y de la conciencia; esa
inquisición tenebrosa ejercida incesantemente contra el pen-
samiento profesional, condenado a perpetuar servidumbre o
a vergonzoso castigo por Gobiernos convertidos en auxilia-
res sumidos de oscuros e irresponsables poderes; ese esta-
do de descomposición a que había llegado la instrucción
pública en España, merced a planes monstruosos impuestos
no por las necesidades de la ciencia, sino por las estrictas
miras de partido y de secta; ese desconcierto, esa confu-
sión, en fin, cuyas consecuencias hubieran sido funestísi-
mas a no llegar tan oportunamente el remedio, han dado al
Gobierno provisional la norma para resolver la cuestión de
la enseñanza, de manera que la ilustración, en vez de ser
buscada, vaya a buscar al pueblo, y no vuelva a verse el
predominio absorbente de escuelas y sistemas más amigos
del monopolio que de la controversia.»
— IV —
— 31 —
español de fundar establecimientos de instrucción o de edu-
cación, sin previa licencia, salvo la inspección de la auto-
ridad competente por razones de higiene o moralidad.
— V —
— 32 —
Una ley especial determinará los deberes de los profe-
sores y las reglas a que ha de someterse la enseñanza en
los establecimientos de instrucción pública costeados por
el Estado, las provincias y los pueblos.*
— VI —
— 33 —
sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la lengua cas-
tellana y ésta se usará también como instrumento de ense-
ñanza en todos los centros de instrucción primaria y se-
cundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá man-
tener o crear en ellas instituciones docentes en todos los
grados, en el idioma oficial de la República.
— 34 —
de la Constitución, precepto que establecía que «En las ma-
terias no comprendidas en los dos artículos anteriores po-
drán corresponder a la competencia de las regiones autóno-
mas la legislación exclusiva y la ejecución directa, conforme
a lo que dispongan los respectivos Estatutos aprobados por
las Cortes.» Del tenor de este precepto se desprende que
ni siquiera la defensa del patrimonio cultural histórico será
competencia exclusiva del Estado, sino que habrá que aten-
der a los distintos Estatutos para determinar quién tenga
competencia exclusiva en aquellos ámbitos culturales que
no sean propiedad intelectual, prensa, espectáculos públicos
y radiodifusión; debiendo tenerse en cuenta que el artícu-
lo 18 de la Constitución establecía que «Todas las mate-
rias que no estén explícitamente reconocidas en su Esta-
tuto a la región autónoma se reputarán propias de la com-
petencia del Estado; pero ésta podrá distribuir o transmitir
las facultades por medio de una ley.»
A) El Estatuto de Cataluña
(Ley de 15 de septiembre de 1932)
El Estatuto catalán de 1932, al enumerar en su artícu-
lo 12 las materias en las que correspondía a la Generalidad
de Cataluña la legislación exclusiva y la ejecución directa,
no menciona en absoluto competencia cultural alguna. Por
el contrario, al enumerar las materias en las que la Gene-
ralidad se limita a ejecutar la legislación del Estado, el
artículo 5.° alude al Régimen de Prensa, Asociaciones, re-
uniones y espectáculos públicos, así como a la radiodfusión,
sin perjuicio del derecho del Estado a coordinar los medios
— 35 —
de comunicación en todo el país, y del derecho del mismo
a instalar en Cataluña servicios propios de radiodifusión,
y de ejercer la inspección de los que funcionen por con-
cesión de la Generalidad.
— 36 —
cultural serán competencia del Estado, de conformidad con
lo prevenido en el artículo 18 de la Constitución.
— 37 —
Análogamente al Estatuto catalán, en el artículo 8.° del
Estatuto del País Vasco, se enuncian las materias en las
que le incumbe la función ejecutiva de la legislación del
Estado, comprendiendo entre ellas el Régimen de Prensa,
Asociaciones, Reuniones y Espectáculos Públicos y la Ra-
diodifusión, salvo el derecho del Estado a coordinar los
medios de comunicación en todo el país, y el derecho del
Estado a instalar servicios propios de radiodifusión e ins-
peccionar los que funcionan por concesión de las autorida-
des del País Vasco.
— 38 —
— Competencias concurrentes en materia de enseñan-
za (arts. 49 y 50 de la Constitución y 4.° del Esta-
tuto).
— Vil —
— 39 —
guarda y educación de los menores a quienes por Ley co-
rresponda.»
— 40 —
CAPITULO VI
— 41 —
— El 6 de diciembre de 1978, fecha en la que se celebró
el referéndum que aprobó el texto constitucional que
habría de regir la vida de la nación española.
A) El artículo 27 de la Constitución
Dispone este precepto:
— 42 —
8) Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán
el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de
las leyes.
— 43 —
a) Apartado primero: La Constitución configura a España
como un Estado social y democrático de Derecho (art. 1.°).
La concreción jurídica, social y democrática del Estado en
el campo del saber de la enseñanza y de la cultura es el
«Estado de Cultura», por ello el artículo 27, en su párrafo
primero, comienza por afirmar solemnemente que «todos tie-
nen derecho a la educación»; ello evidencia, como ha formu-
lado Ekkehart Stein (Derecho Político, Ed. Aguilar, Madrid,
1973), que para el Estado moderno la cultura no es un lujo,
es una cuestión existencial. El fomento de la ciencia y la
educación no es sólo una cuestión financiera. Mayor impor-
tancia que sus aspectos económicos tiene la creación de
los presupuestos para el desarrollo óptimo de todas las ma-
nifestaciones culturales, según sus propias peculiaridades.
Esta meta constituye el contenido de la libertad de cultura.
El Estado que logre en la medida de lo posible este obje-
tivo, puede llamarse un Estado culto.
— 44 —
fortalecer el respeto de los Derechos Humanos y las Liber-
tades Fundamentales». Esta normativa debe ser tenida en
cuenta toda vez que, de conformidad con lo prevenido en
el párrafo 2 ° del artículo 10 de nuestra Constitución: «las
normas relativas a los derechos fundamentales y a las liber-
tades que la Constitución reconoce, se interpretarán de
conformidad con la Declaración Unversal de Derechos Hu-
manos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las
mismas materias, ratificados por España».
— 45 —
del precepto comentado. El apartado es inútil en sí mismo
considerado, toda vez que constitucionalizado en el núme-
ro 1 del artículo, el derecho que todos tienen en la educa-
ción, constituye una redundancia volver a afirmar que «los
poderes públicos garantizan el derecho de todos a la edu-
cación».
— 46 —
ción e inspiración ideológica del centro, lo que atentaría
contra la libertad de enseñanza.
— 47 —
cualesquiera otros centros cuya determinación es dejada
por la Constitución a ulteriores leyes de desarrollo.
— 48 —
En el Informe de la Ponencia Constitucional, publicado en
el Boletín Oficial de las Cortes de 17 de abril de 1978, este
artículo del Anteproyecto pasa a ser el artículo 40, alterán-
dose sus apartados. En relación con el apartado 1, se ex-
presa en el Informe que conforme a la enmienda número 613
del grupo vasco, la Ponencia da una nueva redacción a
este apartado, considerando en parte aceptada la enmienda
número 490 del grupo mixto. En cuanto a la enmienda nú-
mero 383 del grupo socialista del Congreso, la Ponencia,
por mayoría, no acepta las precisiones contenidas en la
enmienda, que, por otra parte, entiende recogida en otros
preceptos constitucionales. En cuanto a la enmienda núme-
ro 25 del señor Jarabo Paya, se considera recogida en otros
preceptos constitucionales. La redacción que dio la Ponen-
cia se corresponde con la actual redacción del párrafo 1.°
del artículo 44.
— 49 —
de 1978), en el cual, y ya con el número 44, figuraba el
artículo comentado con su actual redacción.
— 50 —
diñaría, de acuerdo con lo que dispongan las leyes que lo
desarrollen.
C) El artículo 46 de la Constitución
Dispone este precepto: «Los poderes públicos garantiza-
rán la conservación y promoverán el enriquecimiento del
patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de
España y de los bienes que la integran, cualquiera que sea
— 51 —
su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará
los atentados contra este patrimonio.»
— 52 —
cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La
ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.»
— 53 —
e histórica del país, sea quien fuere su dueño, constituye
tesoro cultural de la Nación y estará bajo la salvaguardia
del Estado».
— 54 —
encomendaba al Estado la misión de confeccionar un regis-
tro de la riqueza artística e histórica, de asegurar su celosa
custodia y de atender a su perfecta conservación; si bien,
como acertadamente matiza Oscar Alzaga, las cautelas in-
troducidas en la Constitución de la Segunda República es-
tán hoy en vigor junto con otras varias, en virtud de lo
dispuesto por la legislación ordinaria, que es sin duda la
que debe descender a normar en su detalle esta proble-
mática.
— 55 —
En el Dictamen de la Comisión de Constitución del Sena-
do, publicado en el Boletín Oficial de las Cortes de 6 de
octubre de 1978, pasó a ser el artículo número 48, con su
actual redacción.
— 56 —
tuguesa, no establece la nuestra especialidad alguna en fa-
vor de la juventud trabajadora, ya que ello vulneraría el
imperativo del artículo 14 de nuestra Constitución, que esta-
blece que «Los españoles son iguales ante la ley, sin que
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de naci-
miento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condi-
ción o circunstancia personal o social.»
— 57 —
E) El artículo 148 de la Constitución
Esta norma constitucional establece, en su párrafo pri-
mero, las materias en que las Comunidades Autónomas
podrán asumir competencias; en lo que afecta al objeto de
nuestro estudio, tienen particular importancia los siguientes
apartados:
14) «Artesanía».
— 58 —
La Comisión de Constitución del Senado varió la numera-
ción del precepto, que pasó a ser el 146, sin alteración de
su contenido en las materias que nos interesan. Debe des-
tacarse que don Fernando Chueca Goitia formuló un voto
particular al apartado ñ), hoy 15, proponiendo la siguiente
redacción alternativa: *ñ) Museos, bibliotecas, archivos,
conservatorios de música fundados o que puedan erigirse
por una Corporación regional, provincial o municipal.»
— 59 —
toda vez que la generalidad de las regiones podrán asumir,
transcurridos cinco años desde la aprobación de sus Esta-
tutos, otras competencias de las no enumeradas en el
artículo 149 de la Constitución, asunción de competencias
complementaria que tal y como establece la disposición
transitoria segunda de la Constitución podrá ser realizada
de inmediato por los territorios que en el pasado hubiesen
plebiscitado afirmativamente proyectos de Estatuto de Au-
tonomía y cuenten, al tiempo de promulgarse la Constitu-
ción, con regímenes provisionales de autonomía, siempre
que así lo acuerden, por mayoría absoluta, sus órganos pre-
autonómicos colegiados superiores, comunicándolo al Go-
bierno y elaborando el proyecto de Estatuto de acuerdo con
lo establecido en el artículo 151, número 2, a convocatoria
del órgano colegiado preautonómico.
— 60 —
interinsulares correspondientes, por las tres cuartas partes
de los municipios de cada una de las provincias afectadas
que representen, al menos, la mayoría del censo electoral
de cada una de ellas y dicha iniciativa sea ratificada me-
diante remeréndum por el voto afirmativo de la mayoría
absoluta de los electores de cada provincia, en los términos
que establezca una ley orgánica.»
— 61 —
en las que el Estado tiene competencia exclusiva. En el
área objeto de nuestro estudio tienen singular interés los
siguientes apartados del párrafo primero:
— 62 —
normas prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las de las
Comunidades Autónomas en todo lo que no esté atribuido
a la exclusiva competencia de éstas. El derecho estatal será
en todo caso supletorio del derecho de las Comunidades
Autónomas.»
— 63 —
En el Informe de la Ponencia sobre las enmiendas pre-
sentadas al Anteproyecto, el precepto pasó a constituir el
artículo 141, estando ausente todavía el contenido del nú-
mero 28 del actual artículo 149. La Comisión de Asuntos
Constitucionales y Libertades Públicas del Congreso retocó
levemente este precepto y lo numeró como 143; con esta
numeración y con un contenido análogo, fue aprobado el
texto en el Pleno del Congreso.
— 64 —
«La cultura es una realidad profunda y trascendente, cuyo
fomento no puede atribuirse en exclusividad ni al Estado
ni a las Comunidades Autónomas, porque la dialéctica, vital
para la convivencia política entre el Estado y las Comuni-
dades Autónomas, debe inscribirse plenamente, expresa-
mente, en el plano de la cultura. (...)»
«Claro que las Comunidades Autónomas van a desempe-
ñar un papel relevante en el terreno cultural, pero ese papel
no tiene que ser exclusivo, porque nada hay en una comu-
nidad de convergencias históricas, como es España, menos
exclusivo que la cultura, que es peculiar y común dentro
de cada una de nuestras comunidades históricas y reales,
que debe ser común incluso en su peculiaridad variable,
dentro de una Constitución que considera el pluralismo y
a la vez la convergencia de lenguas y culturas, no como
un problema sino como un tesoro.»
«Una interpretación de la cultura como exclusiva del Es-
tado sería recaer en las aberraciones contracultura les del
pasado próximo; una exclusión del Estado podría introducir
involuntariamente, sin duda, un remedo subrepticio de una
soberanía cultural, cuando la única soberanía que la Cons-
titución reconoce es la del pueblo español.»
— 65 —
constitucionalmente, tanto por motivos políticos como cul-
turales, la acción subsidiaria del Estado en tan delicadísimo
terreno.»
— 66 —
la salvedad expresa de que «sin perjuicio de ello» las
Comunidades Autónomas pueden asumir determinadas com-
petencias (apartados 8, 17, 23, 27, 28 y 29), bien porque
la competencia del Estado se limite a fijar las «bases» (13,
16, 17, 18, 23 y 25). Por otra parte, debe destacarse que
la propia Constitución, en su artículo 150, prevé que las
Cortes Generales en materias de competencia estatal, po-
drán atribuir a todas o a algunas de las Comunidades Autó-
nomas la facultad de dictar para sí normas legislativas...,
añadiendo el párrafo 2.° que el Estado podrá igualmente
transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, me-
diante ley orgánica, facultades correspondientes a materias
de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean
susceptibles de transferencia o delegación.
— 67 —
el marco de los intercambios ¡nterregionales, intercambios
cuya fluidez es notoriamente superior al no existir barreras
idiomáticas interpuestas.
El atribuir al Estado la realización del intercambio cultu-
ral regional no significa sino un deseo de facilitar este in-
tercambio, mediante la creación de canales que permitan
el contacto cultural entre todas las regiones de España, in-
cluso entre aquellas más distantes geográfica o tradicional-
mente. Sin perjuicio de que las regiones creen sus propios
canales de intercambio y contacto cultural.
Finalmente, debe destacarse que esta misión conferida
al Estado de facilitar la comunicación cultural entre las Co-
munidades Autónomas, impone el texto Constitucional que
se realice «de acuerdo con ellas», lo que en la práctica
puede conducir a que las Comunidades Autónomas puedan
vetar alguna iniciativa cultural del Estado en este campo
de la intercomunicación cultural.
— 68 —
existen unas competencias inicialmente residuales (todas
las no atribuidas al Estado en el núm. 1 del art. 149), y
otras «definitivamente residuales» (aquellas otras que no
estando comprendidas en el número 1 del artículo 149, no
hayan sido tampoco asumidas por la Comunidad Autónoma
en su Estatuto).
— 69 —
tonómico, carácter supletorio que es una consecuencia ló-
gica de la consideración de los Estatutos de Autonomía
como una parte integrante del ordenamiento jurídico del
Estado, que se contiene en el apartado 1 del artículo 147
de la Constitución.
— 70 —
CAPITULO VII
LA CULTURA
Y LAS AUTONOMIAS BAJO EL PRISMA
DE LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978
I. Introducción
— 71 —
II. Características con las que aparece regulada la cul-
tura en la Constitución Española
— 72 —
2) Por la presencia o ausencia del término «cultura»,
como síntesis globalizadora sobre la que se efectúa esa
intervención, y por la misma extensión que el legislador da
a dicho concepto, y
— 73 —
Otras referencias a la cultura, también en su sentido glo-
bal, se contienen en los siguientes artículos:
— 74 —
4) Trata en el artículo 27, detenidamente, de la ense-
ñanza, medio fundamental para el progreso y la transmisión
cultural.
5) Regula el patrimonio histórico, artístico y cultural,
obligándose a los poderes públicos a su conservación (ar-
tículo 45).
— 75 —
20; el de desarrollo de la cultura late en los artículos 9,
párrafos 2, 44, 46, 48 y 149, entre otros.
— 76 —
gable de que para alcanzar un consenso mínimo en esta
materia hubo que hacer auténticos malabarismos».
— 77 —
permitir que las zonas de nuestra geografía que en el pasa-
do no había caminado por la senda autonómica y desearan
recorrerla en el presente lo hicieran razonablemente y con
lentitud, de la mano del poder central del que siempre se
habían sentido partícipes.
La complejidad de articular una solución tan ecléctica
permite comprender la defectuosa técnica jurídica emplea-
da en la solución de un problema próximo, como señala
Oscar Alzaga a la cuadratura del círculo.
— 78 —
— Las competencias mínimas del artículo 148, párrafo 1.
— La ampliación de las competencias anteriores trans-
curridos cinco años y mediante una reforma estatu-
taria (art. 148, páf. 2), o bien sin transcurrir dicho
plazo, siguiendo el procedimiento establecido en el
artículo 151, párrafo 1.
— Las competencias remanentes no atribuidas expresa-
mente al Estado en el párrafo 1 del artículo 165, y
que pueden ser mencionadas en los respectivos Es-
tatutos, de conformidad con lo previsto en el mismo
artículo 149, párrafo 3.
— Las competencias legislativas que el Estado delegue
a las Comunidades Autónomas (art. 150, par. 1).
— 79 —
territorios a los que no afecte la disposición transitoria
segunda, ya que el mecanismo del párrafo primero del ar-
tículo 151 (Acordar la iniciativa del proceso autonómico las
Diputaciones, las tres cuartas partes de los municipios de
cada una de las provincias afectadas que representen la
mayoría del censo electoral de cada una de ellas, en el
breve plazo previsto en el artículo 143 y ratificación por
el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores
de cada provincia, en referéndum de acuerdo con los tér-
minos establecidos en una ley orgánica) es muy rígido.
— Competencias concurrentes.
— 80 —
partir de la promulgación de los Estatutos todas las mate-
rias estarán distribuidas entre el Estado y las Comunidades
y asignadas a aquél o a éstas con carácter exclusivo, cua-
lesquiera que sean los términos del reparto.
— 81 —
Concluye el profesor Tomás R. Fernández que hay que
concluir que existe una zona de concurrencia, de compe-
tencias compartidas que resultan del propio texto consti-
tucional, aunque no hayan sido deslindadas formal y expre-
samente como tales por el mismo. Como ejemplo de estas
competencias incluye dicho autor la cultura, «campo en el
que el artículo 149, 2, recoge competencia el Estado, sin
perjuicio de que ésta sea una materia típicamente regional»
(art. 148, 1, 17).
— 82 —
3) Cuando lo requiera el mantenimiento de la unidad ju-
rídica o económica, especialmente el mantenimiento de con-
diciones uniformes más allá del territorio de un Estado),
obliga a analizar caso por caso todas y cada una de las
materias en las que según el artículo 149, 1 y 2, el campo
competencial es común al Estado y a las Comunidades Au-
tónomas.
— 83 —
2.° Se partía de la base del desarrollo de una amplia
política cultural por parte de todas y cada una de las regio-
nes, política generosa que no se limitaría a desarrollar los
aspectos específicos de la propia cultura autonómica.
— 84 —
por lo que la enmienda introducida a última hora por el
señor La Cierva ha convertido el campo de la cultura, ini-
cialmente comunitario (ver art. 148, 1, 17), en zona común
para ambos órdenes de poderes, pero lo ha hecho en tér-
minos no fáciles de definir con carácter general.
— 85 —
Sin embargo, el Estado, por imperativo de lo prevenido
en el artículo 149, párrafo 2, sin perjuicio de las compe-
tencias que puedan asumir en los Estatutos las Comunida-
des Autónomas, considerará la cultura como un deber y
atribución esencial, por lo que las Comunidades Autónomas
no pueden oponerse a las intervenciones del mismo en
servicio de la cultura.
— 86 —
cidades financieras y técnicas para conseguir una partici-
pación de todos los españoles en la misma.
— 87 —
dictar leyes que establezcan los principios necesarios para
armonizar las disposiciones normativas de las Comunidades
Autónomas.
— 88 —
si lo regula perjudicando los intereses del Estado o de las
restantes Comunidades Autónomas, o si lo exigeja nece-
sidad de mantener una mínima unidad en el ordenamiento
jurídico y en la vida económica nacional, que son aspectos
del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2.° y
desarrollado en el artículo 138 de la Constitución, y del
principio de igualdad básica de todos los españoles, reco-
gido en el artículo 14 y desarrollado en el 139.
— 89 —
tencias fundamentales relativas a su tutela y promoción (sin
perjuicio de la acción complementaria que pueda corres-
ponder a las Comunidades Autónomas); cuando el objeto
de la acción política es la cultura regional, parece evidente
que los órganos autonómicos estén llamados a jugar un
papel preponderante en su protección y desarrollo, sin per-
juicio de las funciones complementarias del Estado.
— 90 —
nos del Estado exclusivamente la decisión sobre todas las
materias enunciadas. Sólo después de agotadas las posibi-
lidades interpretativas inherentes a los criterios de articu-
lación en cada caso establecidas en los artículos 148 a 150
y normas concordantes será lícito acudir como «utima ratio»
al principio de prevalencia que consagra el artículo 149,
párrafo 3.°, principio de prevalencia cuya aplicación incum-
be al Tribunal Constitucional, por derivarse la misma de
un previo conflicto de competencia entre el Estado y las
Comunidades Autónomas, de conformidad con lo prevenido
en el artículo 161 de la Constitución.
— 91 —
en su desarrollo y ejecución correspondan a las Co-
munidades Autónomas.
— 28. Defensa del patrimonio cultural, artístico y mo-
numental español contra la exportación: museos, bi-
bliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjui-
cio de su gestión por parte de las Comunidades Au-
tónomas.
— 30. Regulación de las condiciones de obtención, ex-
pedición y homologación de títulos académicos y pro-
fesionales, normas básicas para el desarrollo del ar-
tículo 27 de la Constitución, a fin de garantizar el
cumplimiento de las obligaciones de los poderes pú-
blicos en esta materia.
— 92 —
— El establecimiento de las normas básicas para el desa-
rrollo del derecho a la educación y libertad de ense-
ñanza.
— 93 —
pectivos territorios; algo más grave, de mucho más fondo
que el contenido de la presente enmienda.
— 94 —
gundo del artículo 150 de la Constitución, que literalmente
dispone:
— 95 —
de cobertura la fijación de «las formas de control que se
reserve el Estado».
— 96 —
petencia sobre las materias que no se hayan asumido por
los Estatutos de Autonomía corresponderá al Estado...»
— 97 —
la elaboración de los actuales el complejo procedimiento
establecido en el párrafo 1 del artículo 151 de la Constitu-
ción; el estatuto es básico para determinar cuáles de las
materias que contiene el artículo 148 han asumido y qué
competencias dentro de ellas han recabado; las materias
biscitaron en el pasado sus Estatutos y que no sigan para
Tratándose de las Comunidades Autónomas que no ple-
no asumidas y las competencias no recabadas sobre las
materias asumidas corresponderán al Estado.
— 98 —
IV. Relaciones existentes entre las Autonomías y diver-
sas facetas del fenómeno cultural
A) Educación y enseñanza
— 99 —
miento de las obligaciones de los poderes públicos en esta
materia.
— 100 -
torio nacional, asigna al Estado, con carácter de competen-
cia exclusiva, la «Regulación de las condiciones de obten-
ción, expedición y homologación de títulos académicos y
profesionales», competencia que no podrá ser usurpada por
las Comunidades Autónomas.
A las Comunidades Autónomas, el artículo 148, núme-
ro 17, en principio, sólo les asigna como competencia que
pueden asumir en materia de enseñanza «el fomento de la
enseñanza de la lengua de la Comunidad Autónoma». Sin
perjuicio de ello, en sus Estatutos podrá asumir otras com-
petencias sobre la enseñanza más amplias, que desarrolla-
rán de conformidad con las normas básicas que dicte el
Estado en uso de las competencias que le confiere el apar-
tado 30 del número 1 del artículo 149 de la Constitución.
— 101 —
Comunidad Autónoma distinta a la que pretende rea-
lizar dicha fiscalización. Ello implica que la normativa
que regule esta faceta del Derecho Administrativo co-
rresponde en su integridad al Estado, sin que las
Comunidades Autónomas puedan dictar leyes contra-
rias o similares a las dictadas por el Estado en esta
materia, como son la Ley de 13 de mayo de 1933 y
el Decreto 1116/1962, de 2 de junio, modificado por
el Real Decreto 2101/1979, de 13 de julio.
— 102 —
competencias exclusivo al Estado en la defensa de nuestro
Patrimonio cultural, artístico y monumental contra la expo-
liación.
b) La Constitución asigna igualmente en esta materia
competencias a las Comunidades Autónomas; así, el artícu-
lo 148, número 16, permite que las mismas asuman compe-
tencias en un primer momento sobre: «El patrimonio monu-
mental de interés para la Comunidad Autónoma», es decir,
tan sólo sobre los monumentos de especial relevancia para
la cultura autonómica.
Esta limitación, establecida por el criterio del interés, y
reducida al patrimonio monumental (lo que implica la no
inclusión de competencias asumibles sobre el patrimonio
cultural y artístico), tiene un carácter temporal, toda vez
que, transcurridos cinco años desde la aprobación de sus
Estatutos, las Comunidades Autónomas podrán extender su
actuación no sólo al patrimonio monumental, sino al artís-
tico y cultural, sin verse constreñidas por el criterio del
interés local. La limitación no opera, sin embargo, respec-
to de las Comunidades que hubieran plebiscitado afirmati-
vamente en épocas anteriores sus Estatutos, o respecto de
las que sigan, en la elaboración de los mismos, el complejo
cauce establecido por el párrafo 1.° del artículo 151 de la
Constitución.
En uno y otro caso existe, con todo, un ámbito reducido
de competencias reservadas al Estado en el número 28 del
apartado 1.° del artículo 149 de la Constitución, que no
podrán invadir las Comunidades Autónomas dictando nor-
mas relativas a dichas materias, que, como antes hemos
expresado, son la defensa del patrimonio cultural, artístico
y monumental español contra las expoliaciones y exporta-
ciones.
— 103 —
1) Corresponde al Estado la competencia exclusiva so-
bre los museos, bibliotecas y archivos de titularidad esta-
tal, sin perjuicio de su gestión por parte de las Comunida-
des Autónomas (art. 149, 1, ap. núm. 28).
— 104 —
que en el territorio de la Comunidad Autónoma que preten-
da asumir competencia sobre el mismo, pueda delegar la
gestión en la Comunidad Autónoma.
a) Archivos:
— 105 —
Generales puede, y en su caso debe, ser objeto de trans-
ferencia.
— 106 —
mentales en ellos contenidos, tengan un interés superior
para la cultura nacional común o para la cultura autonómica.
Por lo que se refiere a los Achivos Administrativos, los
fondos documentales que contienen están vinculados al
funcionamiento de las unidades administrativas; por ello,
parece lógico que se transfieran a las Comunidades Autó-
nomas los documentos en ellos contenidos relativos a las
funciones administrativas que sean asumidas por las mis-
mas en virtud de las transferencias de competencias opera-
das en su favor.
b) Museos y bibliotecas:
En materia de museos y bibliotecas, la Constitución, al
igual que en el tema de los archivos, hace jugar dos crite-
rios: el de la titularidad y el del interés.
En base al primero de dichos criterios, el Estado tiene
competencia exclusiva sobre los museos y bibliotecas de
titularidad estatal; esta titularidad debe ir referida a la ti-
tularidad actual; por lo tanto, también los museos y biblio-
tecas públicas provinciales están englobados en la misma.
En base al segundo criterio constitucional, las Comunida-
des Autónomas pueden en sus Estatutos asumir competen-
cias sobre los museos y bibliotecas de interés específico
para ellas; pero debe entenderse que deben excluirse de
dicha asunción, aquellos que sean de titularidad estatal,
respecto de los cuales las Comunidades Autónomas sólo
pueden adquirir competencias por la vía de delegación o
transferencia de facultades que el Estado discrecionalmente
podrá realizar.
En la adopción de la decisión relativa a la determinación
de aquellos museos cuya gestión pueda encomendarse a
las Comunidades Autónomas, deberán ser oídos la Junta
Superior de Museos y el Patronato Nacional de Museos,
organismos, que por su evidente competencia técnica, esta-
rán capacitados para ponderar el grado de interés local que
pueda tener un determinado museo de titularidad estatal.
— 107 —
La lamentable situación de las bibliotecas públicas espa-
ñolas provinciales, puede inducir al Estado, respecto de las
mismas, a delegar parte de la gestión en las Comunidades
Autónomas, si bien, no deberá renunciar a participar en los
órganos gestores mixtos, toda vez que dichas bibliotecas
provinciales no sólo son lugar de conservación de ejempla-
res relativos a la cultura regional o provincial, sino de obras
que suponen elementos para el mejor conocimiento de la
cultura nacional, cultura que el Estado, en cumplimiento de
io dispuesto en el artículo 9.° de la Constitución, debe co-
locar al alcance de todos los españoles, cualquiera que sea
la Comunidad Autónoma en la que resida.
— 108 —
guiará la organización y el control parlamentario de los
medios de comunicación social dependientes del Estado o
de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos
medios de los grupos sociales y políticos significativos, res-
petando el pluralismo de la sociedad y de las diversas len-
guas de España.»
1) Radio y televisión
— 109 —
das de emisión, así como de las frecuencias de emi-
sión dentro de cada banda, a fin de evitar que las
distintas emisoras se interfieran unas a otras, o que
las de mayor potencia de emisión invadan las fre-
cuencias de las de menor potencia.
2) Prensa
— 110 —
que para su operatividad requieren que mediante ley, como
establece el artículo 53 de la Constitución, se regule el
ejercicio del derecho de libre expresión y comunicación de
información.
Esa ley que regula el ejercicio de la actividad de la pren-
sa debe ser única para todo el territorio nacional, toda vez
que de lo contrario se vulneraría el principio de igualdad
esencial de todos los españoles ante la ley, establecido
en el artículo 14 de la Constitución, que quebraría si cada
Comunidad Autónoma regulara el ejercicio de estos dere-
chos y libertades diferentemente, dando lugar a una dis-
criminación por razón de la residencia en territorios autó-
nomos distintos en una materia tan importante como los
derechos fundamentales y las libertades públicas, que vul-
neraría abiertamente el mandato constitucional contenido en
el artículo antes citado.
3) Libros
Los mismos fundamentos de la atribución al Estado de
las competencias normativas básicas en materia de prensa
citadas en el apartado anterior son aplicables a la interven-
ción estatal en materia de libros, toda vez que el libro es
también un vehículo impreso de transmisión de ideas.
Pero, a mayor abundamiento, la competencia estatal para
regular esta materia se basa en la circunstancia de que el
artículo 149, párrafo 1, apartado 9, considera competencia
exclusiva del Estado la legislación sobre la propiedad inte-
lectual, en la cual se incardinan los derechos de autor, as-
pecto fundamental de la normativa reguladora del libro, com-
petencia ésta que no podrán asumir tampoco las Comuni-
dades Autónomas por el carácter exclusivo de su atribución
al Estado.
4) Cine y teatro
En la regulación del cine y teatro hay que distinguir dos
factores:
— 111 —
— Por una parte, son medios de comunicación social y,
por lo tanto, el fundamento de la actuación normativa
del Estado en este sector es el mismo consignado al
tratar de la prensa y los libros.
— 112 —
jetos permite, sin problemas, actuaciones superpuestas en
una misma dirección, lo cual reduce la posibilidad de con-
flictos a los supuestos en que por una Comunidad Autónoma
se actúe en contra del cuadro general de directrices de
coordinación de las distintas acciones que los órganos es-
tatales pueden establecer.
6) Artesanía
— 113 —
CAPITULO VIII
LA CULTURA
EN EL PROYECTO DE ESTATUTO
DE AUTONOMIA DEL PAIS VASCO
I. Introducción
El País Vasco, por haber plebiscitado afirmativamente en
el pasado un Estatuto de Autonomía y contar, al tiempo de
promulgarse la Constitución, con un régimen provisional de
Autonomía, está amparado por lo dispuesto en la Disposi-
ción Transitoria Segunda de la Constitución y, en su con-
secuencia, no está vinculado a asumir las competencias
estrictas contenidas en el artículo 148, párrafo 1, de la
Constitución, sino que ex nunc, y sin aguantar el plazo de
cinco años establecido en el párrafo 2 del citado artículo,
puede asumir otras competencias complementarias. Se tra-
ta, pues, el proyecto de Estatuto de Autonomía del País
Vasco, de uno de los denominados «Estatutos amplios».
— 115 —
b) El 12 de junio de 1979, el Boletín Oficial de las Cor-
tes Generales publicó el Proyecto de Estatuto de Autono-
mía del País Vasco.
c) El 25 de junio de 1979 terminó el plazo de diez días
hábiles establecido para presentar motivos de desacuerdo
al citado Proyecto, los cuales debían de ir respaldados, al
menos, por un Grupo Parlamentario.
d) El 17 de julio de 1979, la Ponencia conjunta emitió
su Informe sobre el Proyecto de Estatuto de Autonomía
del País Vasco, después de haber estudiado los votos par-
ticulares presentados.
e) El 21 de julio de 1979, la Comisión Constitucional
del Congreso de Diputados, con la asistencia de una Dele-
gación de la Asamblea de Parlamentarios Vascos, emitió
su dictamen sobre el proyecto de Estatuto de Autonomía
para el País Vasco.
t) El 1 de agosto de 1979 dicho dictamen fue publicado
en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.
g) En la actualidad, el texto resultante está pendiente
de ser sometido a referéndum del cuerpo electoral de las
provincias comprendidas en el ámbito territorial del proyec-
tado Estatuto, referéndum que ha sido fijado para el 25 de
octubre próximo (R. D.-L. 13/1979, de 14 de septiembre).
El proyecto de Estatuto de Autonomía que a continuación
estudiaremos tiene su antecedente inmediato en la Ley so-
bre el Estatuto del País Vasco, aprobada el 1 de octubre
de 1926 por el Congreso de Diputados de la Segunda Repú-
blica el 1 de octubre de 1936 y promulgada el 4 de octubre
del mismo año.
— 116 —
« 1 . La lengua propia del pueblo vasco es el euskera, que
tendrá, como el castellano, carácter de lengua oficial en
Euskadi y todos sus habitantes tienen el derecho de cono-
cer y usar ambas lenguas.
— 117 —
3. Nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.
— 118 —
Ln el Dictamen de la Comisión Constitucional del Con-
greso, emitido con la asistencia de una Delegación de la
Asamblea de Parlamentarios Vascos, se dio la redacción de-
finitiva al artículo que comentamos confirmando en todos
sus extremos el texto resultante del Informe de la Ponencia.
Este precepto tiene su antecedente histórico próximo en
el párrafo 3.° del artículo 1.° de la Ley de 4 de octubre
de 1976; en dicho precepto se establecía que: «El vascuen-
ce será como el castellano, lengua oficial en el País Vasco,
y, en consecuencia, las disposiciones oficiales de carácter
general que emanen de los poderes autónomos serán re-
dactados en ambos idiomas. En las relaciones con el Estado
español o sus autoridades, el idioma oficial será el caste-
llano.»
El texto actual es notoriamente más amplio, toda vez que
no se limita a establecer el carácter oficial de ambas len-
guas, sino que las instituciones de la Comunidad Autóno-
ma garantizan su uso y arbitran los medios necesarios para
asegurar su conocimiento. Incluso en el nuevo texto la ac-
ción de fomento de la lengua autóctona no se limita al
ámbito territorial de la propia Comunidad, sino que puede
alcanzar territorios que incluso estén en Estados distintos,
alusión que apunta al País Vasco francés; si bien en este
caso, recabando la colaboración del Estado, toda vez que
el Gobierno, de conformidad con los artículos 93 y 94, jun-
tamente con las Cortes, es el único ente legitimado para
su celebración.
Respecto de este precepto, deben destacarse los siguien-
tes puntos:
1.° El párrafo primero del mismo se limita a establecer
que todos los habitantes de Euskadi tienen el derecho a co-
nocer y usar ambas lenguas; si bien dicha formulación es
correcta, no debe olvidarse que respecto del castellano,
como lengua oficial del Estado que es, la Constitución, en
su artículo 3.°, establece el deber de conocimiento que tie-
nen todos los españoles respecto de ella. Por eso hay que
— 119 —
interpretar el artículo 6.° del Proyecto de Estatuto armóni-
camente con el artículo 3.° de la Constitución, entendiendo
que los habitantes de Euskadi, como españoles que son, tie-
nen el deber de conocer el castellano y el derecho de cono-
cer el euskera, así como el derecho de utilizar una y otra
lengua.
— 120 —
Este apartado del artículo 9.°, que no sufrió alteraciones
en la génesis del proyecto de Estatuto, tiene su origen en
el párrafo 2 ° del artículo 9.° de la Constitución, en el cual
se imponía a los poderes públicos facilitar la participación
«de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social».
— 121 —
fomento exclusivo de la cultura vasca. Lo que conduciría
a que el Estado, en uso del deber de promover la cultura
que le imponen el artículo 9.°, párrafo 2, y el artículo 149,
párrafo 2, de la Constitución, debería realizar las actuacio-
nes necesarias para proteger y difundir la cultura nacional
española en el País Vasco.
— 122 —
ción transitoria segunda de la Constitución, bien por el cau-
ce establecido en el párrafo 1 del artículo 151 en relación
con el 143, párrafo 2 ° ; lo cierto es que los Estatutos en que
se contengan las competencias asumidas han de contener
competencias asumidas «dentro del marco establecido en
la Constitución» (art. 147, ap. 2, letra d), y la Constitución
no autoriza a asumir competencias exclusivas a las Comuni-
dades Autónomas.
— 123 —
En armonía con este precepto, el Estatuto del País Vasco
de 4 de octubre de 1936, en su artículo 2.°, enumeraba, de
acuerdo con el artículo 16 de la Constitución de 1931, una
serie de materias en las que le correspondía al País Vasco
la legislación exclusiva y la ejecución directa. El precepto
del Estatuto vasco de 1936 era totalmente coherente con el
artículo 16 de la Constitución, que permitía que las regio-
nes autónomas asumiesen como competencia la legislación
exclusiva y la ejecución directa de las materias no enco-
mendadas al Estado en los artículos 14 y 15.
— 124 —
5.° Finalmente puede cuestionarse seriamente la posi-
bilidad de la existencia de competencias exclusivas de las
Comunidades Autónomas, si tenemos en cuenta una cues-
tión que hasta el momento no hemos planteado: la ausen-
cia de potestad legislativa de las Comunidades Autónomas.
En efecto, aunque resulta desconcertante, falta en nuestra
Constitución un precepto que reconozca taxativamente la
potestad legislativa a las Comunidades Autónomas. Es cier-
to que el artículo 152 prevé la existencia de una Asamblea
Legislativa, pero cabe entender que dicha Asamblea Legis-
lativa se limitará a las funciones que establece el artícu-
lo 150, párrafo 1: «Las Cortes Generales, en materias de
competencia estatal, podrán atribuir a todas o a algunas de
las Comunidades Autónomas la facultad de dictar para sí
mismas normas legislativas en el marco de los principios,
bases y directrices fijadas por una ley estatal.» Tendrían,
pues, en materias de competencia estatal, una potestad le-
gislativa de segundo grado. ¿Y sobre las materias que no
sean de competencia estatal? En principio, aunque la Cons-
titución no lo reconoce explícitamente, podría reconocérse-
les a las Comunidades Autónomas, pero también sería una
potestad legislativa de segundo grado, toda vez que el pá-
rrafo tercero del artículo 150 de la Constitución permite
al Estado dictar «leyes que establezcan los principios nece-
sarios para armonizar las disposiciones normativas de las
Comunidades Autónomas aun en materias atribuidas a la
competencia de éstas». Este precepto supone que, incluso
en materias de competencia de las Comunidades Autóno-
mas, la potestad legislativa de éstas es de segundo grado
y subordina a las posibles leyes armonizadoras del Estado,
lo que reducido a un problema de jerarquía normativa nos
conduciría a que la Ley estatal ocupa un rango superior a
las «disposiciones normativas» (obsérvese que el precepto
antes transcrito no utiliza la palabra ley) de las Comunida-
des Autónomas, cuando la Ley estatal es dictada por razo-
nes de interés general apreciadas por mayoría absoluta de
cada Cámara.
— 125 —
Las consideraciones anteriores nos permiten concluir que
la atribución de competencias exclusivas al País Vasco con-
culca, y muy fundamentalmente en materia de cultura, el
espíritu de la Constitución española de 1978.
— 126 —
16. Investigación científica y técnica en coordinación con
el Estado.
17. Cultura, sin perjuicio de lo dispuesto en el artícu-
lo 149, párrafo 2, de la Constitución.
18. Instituciones relacionadas con el fomento y enseñan-
za de las bellas artes y la artesanía.
19. Patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueo-
lógico y científico, asumiendo la Comunidad Autónoma el
cumplimiento de las normas y obligaciones que establezca
el Estado para la defensa de dicho patrimonio contra la
exportación y la expoliación.
20. Archivos, Bibliotecas, Museos que no sean de titu-
laridad estatal.
38. Espectáculos.
El dictamen de la Comisión contiene las siguientes mo-
dificaciones sobre el proyecto remitido a la Comisión Cons-
titucional:
1. Se concreta el ámbito de competencias sobre las fun-
daciones, reduciéndolo a aquéllas sitas en el País Vasco.
2. Se tiene en cuenta, respecto de la cultura, la posible
intervención del Estado al amparo de lo dispuesto en el
artículo 149, párrafo 2 de la Constitución.
3. Se restringen las competencias sobre los museos, ar-
chivos y bibliotecas reduciéndolas a las que no sean de
titularidad estatal.
El precepto comentado tiene su antecedente en los ar-
tículos 2 del Estatuto de 4 de octubre de 1936 (que esta-
blecía la competencia del País Vasco en materia de bene-
ficencia) y 4 (que establecía la competencia sobre los
archivos, museos y bibliotecas).
A continuación, analizaremos por separado cada una de
estas competencias, teniendo siempre presente lo expuesto
anteriormente acerca de la «exclusividad».
— 127 —
a) Fundaciones y Asociaciones de carácter docente, cul-
tural, artístico benéfico, asistencial y similares (ap. 13, ar-
tículo 10).
— 128 —
men jurídico de Asociaciones y Fundaciones, se conculcaría
el principio de igualdad ante la ley establecido en el ar-
tículo 14 de la Constitución.
— 129 —
Ello supone que pese a tipificarse con defectuosa técnica
como exclusiva, la competencia sobre la investigación se
articula en la práctica como concurrente.
— 130 —
La razón de esta defectuosa técnica jurídica deriva del
hecho de haberse incluido en el Proyecto remitido a la
Comisión Constitucional la cultura como competencia ex-
clusiva en el número 18 del artículo 10; sin embargo, el
Informe de la Ponencia varió radicalmente la redacción de
dicho precepto, separando el tratamiento de la cultura del
de el patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueoló-
gico y científico e incardinando la competencia sobre la
cultura en el número 17, que recibía la motivación lógica
impuesta por el tenor del párrafo 2 ° del artículo 149 de la
Constitución.
— 131 —
de la Constitución y, por tanto, la pretendida exclusividad
se limitaría a una actividad de programación general y de
inspección, toda vez que por lo que se refiere a creación
de Instituciones de Enseñanza, todas las personas físicas
y jurídicas tienen libertad de creación de centros (art. 27,
número 6); por otra parte, debe destacarse que aunque la
comunidad Autónoma del País Vasco sostenga con sus pro-
pios fondos estas Instituciones, los profesores, padres y
alumnos tienen las facultades de control y gestión que les
reconoce el artículo 27, párrafo 7 de la Constitución.
— 132 —
dacción olvidaba que el artículo 149, 1, 28 de la Constitu-
ción consideraba como competencia exclusiva del Estado
«la defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental
pañol contra la exportación y expoliación».
— 133 —
Sin embargo, debe interpretarse el precepto en el senti-
do de que se tratará de aquellos elementos del patrimonio
histórico, artístico, monumental, arqueológico y científico
que radiquen en el territorio a que se extiende la compe-
tencia de la Comunidad Autónoma del País Vasco y que
a su vez tengan «interés» para la Comunidad Vasca.
— 134 —
verán la ciencia y la investigación científica y técnica en
beneficio del interés general». El interés general a que alu-
de la Constitución es el interés general de todos los es-
pañoles, y en este sentido resulta difícil admitir que la
Comunidad Autónoma Vasca pueda tener competencias ex-
clusivas sobre los jrutos de la investigación científica rea-
lizada en el País Vasco; sería ésta una de las materias en
las que el interés general a que alude el artículo 44, párra-
fo 2 de la Constitución, exigiría, de conformidad con lo
prevenido en el párrafo 3 del artículo 151 de la misma, que
el Estado dictase leyes que armonizaran las disposiciones
normativas dictadas por la Comunidad Autónoma; en su
consecuencia, también en este Ambito quiebra la preten-
dida exclusividad de las competencias asignadas a la Co-
munidad Autónoma.
— 135 —
de 1936, en el cual el País Vasco se encargaba de los
servicios de «Bellas Artes, Archivos, Museos, Bibliotecas
y Tesoro Artístico».
— 136 —
se encomendaba al País Vasco la función ejecutiva de la
legislación del Estado en materia de espectáculos públicos.
— 137 —
D) Materias culturales en las que la Comunidad Autó-
noma asume únicamente la ejecución de la legislación
del Estado
E) Enseñanza
— 138 —
2. Los títulos académicos y profesionales que hayan de
tener validez en todo el territorio del Estado se obtendrán,
expedirán y homologarán en la forma regulada por el Es-
tado.
— 139 —
demás facultades que en virtud del deber de servicio a la
cultura, establecido en el párrafo 2 del artículo 149 de la
Constitución, debe el Estado asumir en este ámbito con-
creto.
En base a éstas y otras consideraciones, el actual artícu-
lo 16 del Proyecto de Estatuto no menciona la competencia
sobre enseñanza de la Comunidad Autónoma como exclu-
siva, sino que atribuye a la Comunidad Autónoma del País
Vasco la competencia sobre la enseñanza sin adjetivarla.
— 140 —
— Garantizar el derecho de los padres a elegir para sus
hijos la formación religiosa y moral acorde con sus
convicciones.
— 141 —
1. «Corresponde al País Vasco el desarrollo legislativo
y la ejecución de la legislación básica del Estado en materia
de prensa, radio y televisión y, en general, de todos los
medios de comunicación social.
— 142 —
La redacción que dio la Ponencia Conjunta al artículo que
comentamos fue la siguiente:
— 143 —
las Cortes Generales, y el País Vasco deberá respetar la
reglamentación específica aplicable a los mismos (par. 2
del art. 19 del Proyecto); el uso de la palabra reglamenta-
ción, implica que no sólo las leyes, sino los Decretos y
Ordenes Ministeriales que dicte el Estado para regular la
organización y funcionamiento de los medios de comunica-
ción social de titularidad estatal, en su desarrollo deberán
ser respetados por la Comunidad Autónoma del País Vasco.
— 144 —
ción social sea lo más armónica posible entre las regiones
y nacionalidades españolas, a fin de garantizar la mayor
igualdad jurídica factible.
c) Con relación a los medios de comunicación estatal,
cuya titularidad corresponda al País Vasco en su calidad de
Comunidad Autónoma, el párrafo 3." del artículo 19 del Pro-
yecto de Estatuto de Autonomía consigna como facultades
del País Vasco:
1. La libre creación de medios de comunicación social
para el cumplimiento de sus fines; ello es consecuencia di-
recta de lo prevenido en el párrafo 1 del artículo 20 de la
Constitución.
2. La facultad de regular por sí misma dichos medios de
comunicación social.
En relación con esta segunda facultad, deben realizarse
dos precisiones:
1. La regulación de dichos medios deberá tener presen-
te las normas básicas dictadas por el Estado, en uso de
las facultades que le reconoce el número 27 del apartado 1
del artículo 149 de la Constitución, según se deduce del
propio párrafo 3 del artículo 19 del Proyecto, en relación
con el párrafo 1 del mismo, así como lo dispuesto en el
artículo 20 de la Constitución.
— 145 —
Este precepto determina, pues, la existencia de faculta-
des de organización y control sobre los medios de comu-
nicación social que corresponden a las Cortes Generales,
aún en el supuesto de que la titularidad de los medios de
comunicación social corresponda al País Vasco.
III.
Podemos concluir nuestro examen de la cultura en el Pro-
yecto de Estatuto de Autonomía del País Vasco, destacando
que en una primera fase de su gestación el Proyecto trata-
ba de asumir competencias exclusivas en las materias de
interés cultural más destacado que se contenían en su ar-
tículo 10.
— 146 —
Esta formulación puede conducir a frecuentes conflictos
de competencias en el orden cultural, conflictos en los que
la Comunidad Autónoma hará valer la prevalencia de las
normas dictadas por ella en base al tenor del artículo 21
del Estatuto, y el Estado actuará del mismo modo, fundán-
dose en el contenido del párrafo 3 del artículo 149 de la
Constitución.
— 147 —
CAPITULO IX
EL PROYECTO DE ESTATUTO
DE AUTONOMIA DE CATALUÑA
I- Introducción
Cataluña es otra de las regiones que ha manifestado su
voluntad de constituirse en Comunidad Autónoma. Al igual
que en el caso del País Vasco, por haber plebiscitado afir-
mativamente en el pasado un proyecto de Estatuto de Au-
tonomía y contar al tiempo de promulgarse la vigente Cons-
titución Española con un régimen provisional de Autonomía,
se ha acogido a lo dispuesto en la Disposición Transitoria
Segunda de la Constitución y, por haberlo acordado así sus
órganos preautonómicos superiores por mayoría absoluta,
ha procedido inmediatamente en la forma establecida en
el apartado 2 ° del artículo 148.
— 149 —
ciso el referéndum que precisan otras Comunidades Autó-
nomas para que sea ratificada la iniciativa del proceso au-
tonómico.
El Proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña tiene
su antecedente histórico en el Estatuto aprobado por Ley
de 15 de septiemb^ de 1932, si bien frente al exiguo nú-
mero de artículos de éste (18 y una Disposición Transitoria)
el Proyecto actual cuenta con cincuenta y siete artículos,
siete Disposiciones Adicionales y ocho Transitorias.
Los hitos fundamentales del proceso de gestación del
Proyecto de Estatuto han sido los siguientes:
A) El 12 de junio de 1979 se publicó el Texto del Pro-
yecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña en el Boletín
Oficial de las Cortes Generales.
B) El 25 de junio de 1979 expiró el plazo para presentar
los motivos de desacuerdo a dicho Proyecto.
C) El 6 de agosto de 1979 la Ponencia Conjunta emitió
su informe sobre el Proyecto, informe que, junto con los
votos particulares presentados en el curso del estudio por
la Ponencia y mantenidos para su defensa ante la Comisión,
fue publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales
el 11 de agosto de 1979.
D) El 13 de agosto de 1979 la Comisión Constitucional
del Congreso de los Diputados, con la asistencia de una
delegación de la Asamblea de Parlamentarios Catalanes,
emitió el dictamen sobre el Estatuto de Autonomía que
prevé el apartado 2 del párrafo 2.° del artículo 151 de la
Constitución.
E) El 24 de agosto de 1979, dicho dictamen fue publica-
do en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.
F) En la actualidad, el texto aprobado está pendiente
de ser sometido al referéndum del cuerpo electoral de las
provincias comprendidas en el ámbito territorial del pro-
yectado Estatuto, tal y como previene el apartado 3 del pá-
rrafo 2.° del artículo 151 de la Constitución, referéndum
— 150 —
que ha sido convocado para el próximo 25 de octubre (Real
Decreto-ley 14/1979 de 14 de septiembre).
El Proyecto de Estatuto Catalán, cuya tramitación parla-
mentaria comenzó simultáneamente con la del Proyecto de
Estatuto de Autonomía del País Vasco, ha visto demorada
su tramitación respecto de la de esta última, habida cuenta
de que la negociación para la búsqueda de un «consenso»
sobre los textos autonómicos se ha realizado fuera del mar-
co parlamentario entre el Gobierno y los representantes de
las Asambleas de Parlamentarios Vascos y Catalanes, ha-
biendo tenido lugar en primer término las negociaciones
del Proyecto de Estatuto Vasco.
Como comentamos al analizar el Proyecto de Estatuto de
Autonomía del País Vasco —y veremos a lo largo del pre-
sente capítulo de este estudio—, al analizar el Proyecto
de Estatuto de Autonomía Catalán el Gobierno ha intentado
todo tipo de malabarismos para conseguir que los textos
autonómicos no pudieran ser tachados de anticonstitucio-
nales, en unas negociaciones en las que, por las filtraciones
recogidas en la prensa nacional, la flexibilidad parece que
brillaba por su ausencia, siendo sustituida por interpreta-
ciones jurídicas ambivalentes de los textos aprobados por
consenso que permitían a ambas partes negociadoras con-
siderarse vencedoras de una negociación en la que no de-
berían haber existido vencedores ni vencidos, sino el desa-
rrollo técnico-jurídico de una Constitución aprobada por el
pueblo español mayoritariamente y que todas las partes
negociadoras deberían haber tenido como guía fundamental,
— 151 —
2. El idioma catalán es el oficial de Cataluña, así como
también lo es el castellano oficial en todo el Estado español.
— 152 —
tición de parte interesada. En todos los casos, los respec-
tivos fedatarios públicos expedirán en castellano las copias
que hubieren de surtir efecto fuera del territorio catalán.»
— 153 —
si bien no se le da carácter oficial a nivel provincial, sí se
asegura su enseñanza, respeto y protección, en cumpli-
miento de lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 3.° de
la Constitución.
— 154 —
munidades Autónomas para asumir competencias exclusi-
vas, imposibilidad que se acentuaba notoriamente, dado el
tenor del párrafo 2 del artículo 149 de ia Constitución,
cuando el área sobre la que se proyectaban las competen-
cias la constituía la cultura.
— 155 —
Segundo: Porque el Estatuto, aunque tenga naturaleza
jurídica de ley orgánica, no tiene la misma condición que
las leyes orgánicas a que se refiere el párrafo segundo del
artículo 150 de la Constitución, toda vez que el procedi-
miento de elaboración de unos y otros es radicalmente
distinto. Igualmente distinto es el procedimiento para su
modificación, toda vez que en tanto el Estado no puede
derogar unilateralmente un Estatuto, sí puede, en cam-
bio, derogar una ley orgánica o revocar las competencias
transferidas mediante la misma. Asimismo, en las leyes
orgánicas de transferencia se establecen potestades direc-
tas de control por el Estado de la actuación de las Comu-
nidades Autónomas que no se contienen en los Estatutos.
— 156 —
nos permiten tachar de anticonstitucional el tenor del ar-
tículo 9 del Proyecto de Estatuto de Autonomía de Cata-
luña.
— 157 —
un patrimonio cultural común o si, por el contrario, cons-
tituye un ámbito separado en el que la Generalidad tendrá
competencias exclusivas. El tenor de la propia disposición
adicional quinta, que habla del desarrollo del «patrimonio
cultural común en sus diferentes expresiones lingüísticas
y modalidades», apunta a la consideración del patrimonio
cultural común como un concepto amplio que englobaría
todas las culturas regionales que no son sino facetas de
una idea superior integrativa constituida por la cultura co-
mún española.
— 158 —
de competencias exclusivas sobre una materia reducida a
la función ejecutiva, a la potestad reglamentaria, a las fun-
ciones ejecutivas y reglamentarias simultáneamente o ex-
tensivas a las tres potestades, legislativas, reglamentarias
y ejecutivas. Cabe, pues, desde el punto de vista del Esta-
tuto, que en una materia sobre la que la Generalidad tenga
«competencia exclusiva», el Estado pueda tener potestad
legislativa e incluso reglamentaria, lo cual minimiza aún
más la pretendida y anticonstitucional exclusividad de com-
petencias de las Comunidades Autónomas, en el caso de
Cataluña.
Supuesto que hemos defendido, por una parte, la imposi-
bilidad de asunción de competencias exclusivas culturales
por parte de la Generalidad, y que por otra parte hemos
subrayado cómo en el fondo del Estatuto late la idea de
la concurrencia de competencias en este ámbito, resulta
evidente que lo dispuesto en el artículo 26 del Proyecto de
Estatuto de Autonomía de Cataluña («En materia de la com-
petencia exclusiva de la Generalidad, el derecho catalán es
aplicable en su territorio con preferencia a cualquier otro»),
no será aplicable en la solución de los conflictos de com-
petencia que surjan entre el Estado y la Generalidad en
el área cultural, sino que regirá (como expusimos al tratar
el problema análogo planteado al tratar el Proyecto de Es-
tatuto de Autonomía del País Vasco) la norma general con-
tenida en el párrafo 3.° del artículo 149 de la Constitución.
— 159 —
tuto de Autonomía de Cataluña la fórmula «sin perjuicio de
lo dispuesto en el párrafo 2 del artículo 149 de la Cons-
titución», que sí está contenido en el Proyecto de Estatuto
de Autonomía del País Vasco.
La omisión de dicha fórmula evidencia que, en su tenor
literal, el citado párrafo vulneraría abiertamente el artícu-
lo 149 de la Constitución, toda vez que encomendar a la
Generalidad la totalidad de las competencias sobre la cul-
tura no supone otra cosa que excluir la acción del Estado
en este sector.
Inicialmente, el precepto que comentamos contenía una
redacción distinta; en el texto publicado en el Boletín Ofi-
cial de las Cortes de 12 de junio de 1979, el párrafo 4 del
artículo 9 establecía la competencia exclusiva de la Gene-
ralidad de Cataluña sobre «Política cultural y de los sec-
tores artísticos, fundaciones culturales y política del libro».
— 160 —
óbice para que el artículo 9.°, apartado 4.°, viole abierta-
mente lo prevenido en el artículo 149 de la Constitución
y su contenido; sistemáticamente, habría de haberse inte-
grado en un precepto (inexistente en el Proyecto de Esta-
tuto de Autonomía Catalán) que regulase las materias sobre
las que Estado y Generalidad ostentasen competencias con-
currentes.
— 161 —
Por otra parte, son aplicables a este apartado todas las
consideraciones formuladas para sostener la imposibilidad
de asunción de competencias exclusivas por las Comuni-
dades Autónomas, imposibilidad que por lo que se refiere
a estas materias se acentúa, habida cuenta de los impera-
tivos contenidos en el párrafo 2 del artículo 149 de la Cons-
titución y en la Disposición Adicional Quinta del Proyecto
de Estatuto de Autonomía de Cataluña:
— 162 —
En el Informe de la Ponencia Conjunta, publicado en el
Boletín Oficial de las Cortes Generales el 11 de agosto de
1979, se dio al precepto la redacción actual que hemos
transcrito.
— 163 —
ralidad de territorios, algunos de los cuales se encuentran
integrados en la actual Comunidad Autónoma Catalana,
otros en provincias españolas distintas de las catalanas e
incluso algunos en naciones extranjeras. No se trata, pues,
de un archivo que contenga fondos documentales que afec-
ten únicamente a las cuatro provincias que integran la Co-
munidad Autónoma Catalana, por lo cual tiene un carácter
de archivo supraterritorial, siendo de todo punto lógico que
su titularidad corresponda al Estado, a quien igualmente le
incumbirán las competencias exclusivas sobre dicho archi-
vo, conforme a lo prevenido en el artículo 149, número 1,
apartado 28 de la vigente Constitución.
— 164 —
el Estatuto del año 1932 no le había atribuido en su día
facultades algunas.
— 165 —
evidente conclusión de considerar que el Tribunal Constitu-
cional, para resolver estos eventuales conflictos, aplicará,
en su caso, lo prevenido en el párrafo 3.° del artículo 149
de la Constitución, por lo cual, la normativa aplicable con
preferencia sería la estatal.
— 166 —
e) El apartado 18 del artículo 9 del Proyecto de Esta-
tuto de Autonomía de Cataluña establece la competencia
exclusiva de la Generalidad sobre la «artesanía».
Este artículo no plantea problemas específicos y debe-
mos reiterar las ideas que manifestamos al analizar el apar-
tado 14 del artículo 148 de la Constitución.
Unicamente cabe destacar que la competencia sobre la
artesanía se recoge expresamente en el Proyecto de Esta-
tuto de Autonomía de Cataluña, mientras que en el Proyec-
to de Estatuto del País Vasco (art. 10) no se contiene refe-
rencia alguna sobre esta materia.
— 167 —
Frente al texto propuesto en el Informe de la Ponencia, el
señor Fraga Iribarne formuló un voto particular, proponien-
do su inclusión en el artículo 10 del Proyecto, con la fina-
lidad de que en esta materia la Generalidad sólo tuviese
competencias referidas a su desarrollo legislativo en el
marco de la legislación básica del Estado, y en los térmi-
nos establecidos en ella. El voto particular del señor Fraga
Iribarne tenía sólido apoyo en la Constitución, habida cuen-
ta de que el régimen jurídico de las fundaciones, como ex-
pusimos al analizar el precepto análogo del Proyecto de
Estatuto de Autonomía del País Vasco, es una materia de
derecho civil, y como tal podría estar incluida entre las
competencias atribuidas en exclusiva al Estado (art. 149,
1, ap. 8), sin perjuicio de que las Comunidades Autónomas
tuviesen la facultad de desarrollar la legislación dictada por
el mismo.
— 168 —
artículo 151 de la Constitución, toda vez que la exigencia
contenida en el precepto constitucional citado, relativa a la
necesaria previsión en la ley orgánica de transferencia de
las formas de control que se reserve el Estado, evidencia
meridianamente que la competencia transferida o delegada
no tiene carácter exclusivo en ningún caso.
— 169 —
«Corresponde a la Generalidad la ejecución de la legis-
lación del Estado en materia de museos, archivos y biblio-
tecas de titularidad estatal, cuya ejecución no se reserve
el Estado.»
— 170 —
adicional segunda establece expresamente que «Mediante
la correspondiente norma del Estado y bajo la tutela de
éste, se creará y regulará la composición y funciones de
un Patronato del Archivo de la Corona de Aragón, en el
que tendrán participación preeminente la Generalidad de
Cataluña, otras Comunidades Autónomas y provincias en
su caso».
— 171 —
Por otra parte, el elevado número de integrantes del Pa-
tronato que postula el Proyecto y las dificultades eviden-
tes que para su reunión se plantearán, dado que los patro-
nos provendrán de diversas regiones y provincias, condu-
cen a prever la escasa eficacia de un Patronato así consti-
tuido. Sería, pues, deseable que el Estado no cediese la
gestión del Archivo de la Corona de Aragón, conducta ésta
que además de ser constitucionalmente lícita —en base a
lo dispuesto en los artículos 149, número 1, apartados 28 y
150, párrafo 2 de la vigente Constitución— tiene su prece-
dente histórico en el artículo 7 del Estatuto de 1932.
— 172 —
reciente Real Decreto 2209/1979, de 7 de septiembre, sobre
transferencia de competencias de la Administración del
Estado a la Generalidad de Cataluña en materia de Agricul-
tura, Cultura, Educación, Instituto Nacional de Urbanización
y Trabajo, se aborda en el artículo 7.° el problema de la
gestión de las bibliotecas, distinguiendo dos supuestos dis-
tintos:
D) La enseñanza
El artículo 15 del Proyecto de Estatuto de Autonomía es-
tablece:
— 173 —
«Es de la competencia plena de la Generalidad la regu-
lación y administración de la enseñanza en toda su exten-
sión, niveles y grados, modalidades y especialidades, en
el ámbito de sus competencias, sin perjuicio de lo dispues-
to en el artículo 27 de la Constitución y leyes orgánicas,
que conforme al apartado primero del artículo 81 de la mis-
ma lo desarrollen, de las facultades que atribuye al Estado
el número 30 del apartado 1 del artículo 149 de la Cons-
titución, y de la alta inspección necesaria para su cumpli-
miento y garantía.»
En su redacción original el texto del Proyecto era radi-
calmente distinto, siendo su contenido el siguiente:
« 1 . Corresponde a la Generalidad el cumplimiento de las
obligaciones que el artículo 27 de la Constitución impone
a los poderes públicos y, en particular, la competencia ex-
clusiva en materia de enseñanza a todos los niveles, de
acuerdo con la Constitución y el presente Estatuto.
2. Los títulos académicos y profesionales que deban te-
ner validez en todo el territorio español se obtendrán, ex-
pedirán y homologarán de acuerdo con las condiciones que
establezca el Estado.
3. Corresponde a la Generalidad la competencia exclu-
siva en materia de colegios profesionales y ejercicio de
profesiones tituladas sin perjuicio de lo que dispone el
artículo 139 de la Constitución.»
Esta redacción inicial del precepto que comentamos ex-
cluía totalmente la acción del Estado sobre la enseñanza,
toda vez que configuraba como exclusiva la competencia de
la Generalidad sobre dicho sector; las funciones que el
artículo 27 de la Constitución encomendaba a los poderes
públicos en sus apartados 5, 8 y 9, podrían ejercitarse úni-
camente por la Generalidad. Ello suponía conculcar el es-
píritu del artículo 27 de la Constitución, que expresamente
utilizaba el término «poderes públicos» para denotar que
en el sector de la enseñanza, por su conexión con la cul-
tura, las competencias serían siempre, en todo caso, con-
— 174 —
currentes entre Administración del Estado y Comunidades
Autónomas, dada la importancia que esta función supone
para el acceso a la cultura y la imposibilidad constitucio-
nal de excluir un papel activo del Estado en cuanto se rela-
cione directa o indirectamente con la cultura, en base al
tenor del tantas veces citado párrafo 2 ° del artículo 149 de
la Constitución.
La Ponencia, en su Informe, dio al texto la redacción que
tiene en la actualidad, el cual hemos transcrito literalmente,
y en el que lo más destacable es la sustitución del tér-
mino «competencias exclusivas» por la locución «compe-
tencias plenas», un tanto ambiguo pero que permite que el
artículo 15 no Dueda ser tachado de anticonstitucionalidad.
Contra la redacción dada a este artículo por la Ponencia,
el señor Barrera Costa, de la Delegación de la Asamblea de
Parlamentarios de Cataluña, formuló voto particular al tex-
to aprobado por las ponencias conjuntas del artículo 15,
proponiendo el mantenimiento del texto correlativo del pro-
yecto original; voto que no fue tenido en cuenta por la
Comisión Constitucional del Congreso al emitir su dic-
tamen.
El actual artículo 15 del Proyecto de Autonomía de Ca-
taluña tiene un contenido y una redacción prácticamente
idénticos a los del artículo 16 del Proyecto de Estatuto de
Autonomía del País Vasco, por lo cual las ideas que se
formularon al analizar aquél son totalmente aplicables a
éste, por lo que no las reiteraremos en este momento, re-
mitiéndonos a lo expuesto en el capítulo anterior.
— 175 —
«En el marco de la legislación básica del Estado, corres-
ponde a la Generalidad el desarrollo legislativo y la ejecu-
ción de las siguientes materias:
— 176 —
a que en dicho desarrollo legislativo habrá de observarse lo
prevenido en el artículo 20 de la Constitución. Tampoco
contiene el Proyecto de Estatuto Catalán un párrafo tan
confuso como el segundo del artículo 19 del Proyecto de
Estatuto de Autonomía del País Vasco.
— 177 —
titución; los redactores de los proyectos se han esforzado
más en arrancar al Estado competencias que éste ostenta-
ba, que en recabar para las Comunidades Autónomas com-
petencias no asumidas por éste, con la grave consecuencia
de que estas materias y sectores, por no haberse recogido
en los proyectos de Estatuto de Autonomía, corresponde-
rán al Estado en virtud de su competencia residual (artícu-
lo 149.3] y seguirán en su actual situación de abandono.
— 178 —
CAPITULO X
EL PROYECTO DE ESTATUTO
DE AUTONOMIA DE GALICIA
I. Introducción
El Proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia es el
tercero de los estatutos que han iniciado su tramitación
parlamentaria.
— 179 —
Así como en el Estatuto de 1932, aprobado el 28 de junio
de 1936, la preocupación por la cultura se reflejaba única-
mente en los artículos 14 y 15, en el actual proyecto aflora
constantemente, e incluso el propio preámbulo del Proyecto
de Estatuto de Autonomía dispone que en el Estatuto «se
constituyen las bases para una convivencia democrática
que permita avanzar por una vía de progreso y alcanzar
social, cultural y económicamente la más digna calidad de
vida».
1. La lengua
— 180 —
guas (art. 3 ° , ap. 3, de! Proyecto catalán, y 6.°, ap. 2, del
vasco), sino que el párrafo 3 del mismo, únicamente alude
a que los poderes públicos potenciarán la utilización del ga-
llego en «todos los órdenes» de la vida pública, cultural
e informativa». Esta competencia, referida a la promoción
de la lengua gallega, hay que destacar que, de conformidad
con lo prevenido en el apartado 24 del artículo 22 del Pro-
yecto, es asumida por la Comunidad Autónoma Gallega con
carácter de exclusiva. En efecto, el precepto citado dispone:
— 181 —
En este sentido debe destacarse que el Real Decreto
1.981/1979 de 20 de julio, desarrollado por la Orden de 1
de agosto de 1979, ha regulado la incorporación de la len-
gua gallega al sistema de enseñanza en Galicia durante el
período transitorio existente hasta la promulgación del Es-
tatuto de la Comunidad Autónoma, añadiendo su Exposición
de Motivos que dicho Decreto «sienta las bases de la re-
gulación que con posterioridad haya de ser establecida»,
motivación que evidencia con claridad total que el Estado
no se considera ajeno a la protección de la lengua gallega
y su actuación no puede ser evitada en este sector, sin
perjuicio de la actuación predominante que en el mismo
lógicamente debe corresponder a las Comunidades Autó-
nomas.
— 182 —
tendrán en todo caso el carácter de concurrentes, salvo en
aquellos sectores atribuidos en exclusiva al Estado por el
apartado 1 del artículo 149 de la Constitución.
— 183 —
de reserva de ley orgánica. Constituye la inclusión de esta
prevención una novedad del Estatuto de Galicia, toda vez
que los artículos 9 y 10 de los Proyectos catalán y vasco se
limitan a establecer el carácter exclusivo de las competen-
cias de la Comunidad Autónoma, sin establecer la necesi-
dad de que sean reguladas por ley.
— 184 —
bien se recoge el criterio del interés como deslindador de
competencias sobre el mismo, siguiendo la técnica emplea-
da por el artículo 148, número 1, apartado 15 de la Cons-
titución, no se menciona en este precepto que la pretendida
competencia exclusiva no se proyecta sobre los elementos
de titularidad estatal; sin embargo, si se interpreta este
precepto sistemáticamente con el resto del articulado del
proyecto, y fundamentalmente en relación.con el tenor del
apartado 18 del artículo 23 del mismo («Corresponde a Ga-
licia, en el marco de la legislación básica del Estado, el
desarrollo legislativo y más la ejecución y las competencias
necesarias en materia de «Patrimonio cultural, artístico y
monumental, museos, bibliotecas y archivos de titularidad
estatal»), resulta evidente que la competencia que regula
este apartado se ciñe exclusivamente al patrimonio que no
sea de titularidad estatal.
— 185 —
c) Por lo que se refiere a los archivos, museos y biblio-
tecas: el apartado 22 del artículo 22 del Proyecto no espe-
cifica que se deberá tratar de elementos que radiquen en
la Comunidad Autónoma Gallega y no sean de titularidad
estatal (art. 23, núm. 18 a sensu contrarío), pero debe en-
tenderse que tales son los condicionantes para que la Co-
munidad tenga competencia sobre estos instrumentos de
cultura, además de tener el carácter de «gallegos», esto es,
tener interés para Galicia, que expresamente proclama el
Proyecto.
— 186 —
relativa al fomento de la cultura, y encomendando esta fun-
ción con carácter exclusivo y con evidente anticonstitucio-
nalidad a la Comunidad Autónoma Gallega. Debería, pues,
en su redacción definitiva, situarse este apartado, encua-
drado dentro de un precepto que regulase las materias en
las que el Estado y la Comunidad Autónoma ejercen sus
competencias concurrentemente, o como mal menor incluir
la cláusula «sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 149,
párrafo 2 de la Constitución», que figura en el apartado 17
del artículo 10 del Proyecto de Estatuto de Autonomía del
País Vasco, o en último término consignarse en el Proyecto
gallego una declaración análoga a la que realiza la Disposi-
ción adicional quinta del Proyecto de Estatuto de Autono-
mía de Cataluña.
— 187 —
munidad Autónoma la defensa y promoción de los valores
culturales del pueblo gallego. A tal fin y mediante Ley del
Parlamento se constituirá el Consejo de la Cultura Gallega,
en el que podrán integrarse las entidades de fines coinci-
dentes que tengan su sede dentro o fuera del territorio de
Galicia.»
— 188 —
asentadas en otras provincias españolas e incluso con otras
naciones.
Con relación a esta proyección exterior de la cultura ga-
llega debe destacarse, igualmente, que el párrafo 6.° del
artículo 30 del Proyecto dispone que: «Galicia tendrá inicia-
tiva, representación y participación, en el establecimiento
de convenios culturales entre el Estado y demás países de
habla gallego-portuguesa, en las materias de lengua y cul-
tura afines».
— 189 —
estudio, sobre las que «corresponde a Galicia, en el marco
de la legislación básica del Estado, el desarrollo legislativo
y más la ejecución y las competencias necesarias...».
— 190 —
Sin embargo, el Proyecto Gallego, por una parte, asume
motu proprio competencias legislativas y ejecutivas sobre
estos elementos, que deben considerarse anticonstitucio-
nales, y por otra, esta asunción de competencias puede
servir de cauce a una decisión unilateral de la Comunidad
Autónoma Gallega relativa al ejercicio de la actividad ges-
tora de dichos elementos, gestión que aunque constitu-
cionalmente es posible que sea desarrollada por las Comu-
nidades Autónomas, el cauce jurídico idóneo para estable-
cerla no lo constituyen los Estados de Autonomía, sino, en
su caso, una decisión del Estado, que mediante el proce-
dimiento establecido en el párrafo 2 ° del artículo 150 de
la Constitución, transfiera facultades de gestión, medios
financieros y establezca la formas de control de la gestión
delegada.
4. La enseñanza
— 191 —
va que el artículo 149, número 1, apartado 30 de la Consti-
tución, asigna al Estado relativa a la potestad de dictar las
normas básicas necesarias para desarrollar el artículo 27
de la Constitución, a fin de garantizar el cumplimiento de
las obligaciones de los poderes públicos en esta materia;
sino que desde un principio se abstiene de proclamar,
como hacen los Proyectos de Estatutos Catalán y Vasco, la
competencia de la Comunidad Autónoma sobre la totalidad
del sector de la enseñanza, restringiendo la misma al desa-
rrollo de las normas básicas dictadas por el Estado y a la
ejecución de las mismas.
— 192 —
Hecha esta salvedad, debe destacarse como valor funda-
mental del Proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia
la decidida vocación cultural de éste y, sobre todo, el extra-
ordinario afán de promover la cultura y lengua gallega en
Galicia, en aquellas, otras regiones o países en que existan
Comunidades Gallegas e incluso con los países de habla
gallego-portuguesa.
— 193 —
CAPITULO XI
— 195 —
y cultura», y en el apartado 2 ° de la base 18 establecía
que la competencia propia de la provincia tendrá por ob-
jeto «obras, servicios de carácter supramunicipal dirigidos
a fines... culturales...».
— 196 —
poco si ese ámbito de competencias autonómicas deberá
ser respetado tanto por el Estado como por las Comunida-
des Autónomas.
La Constitución contiene pronunciamientos poco concre-
tos acerca del contenido de la autonomía municipal y pro-
vincial; así, el artículo 137 de la misma establece que: «El
Estado se organiza territorialmente en municipios, en pro-
vincias y en las Comunidades Autónomas que se constitu-
yan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la
gestión de sus respectivos intereses»; ello equivale, prác-
ticamente, a dejar las competencias municipales y provin-
ciales en la indeterminación más absoluta.
— 197 —
Será, pues, el Estado quien habrá de dictar en primer tér-
mino las «bases del régimen jurídico de las Administracio-
nes públicas», en uso de la competencia exclusiva que le
confiere el apartado 1, número 18, del artículo 149 de la
Constitución, en los cuales se fijaron las competencias de
los entes locales y entre ellas las culturales; las Comuni-
dades Autónomas desarrollarán ulteriormente dicha legis-
lación.
— 198 —
de no actuarse así habríamos dado un paso atrás en la
articulación de la acción de fomento de la cultura, toda
vez que cuanto más se aproxime la acción de los poderes
públicos a las unidades básicas de población, a los núcleos
rurales, a los núcleos urbanos, más eficaz será la acción
desarrollada; en tanto que la centralización administrativa,
con el distanciamiento del individuo (quien en último tér-
mino, con su capacidad creativa, debe ser la referencia úl-
tima de toda política cultural), que necesariamente com-
portarían las acciones realizadas para la difusión y fomento
de la cultura, tendría efectos negativos e irreversibles en la
marcha hacia el Estado de Cultura a que en otros capí-
tulos hemos aludido.
— 199 —
CAPITULO XII
CONCLUSIONES FINALES
— 201 —
y centralizado, impuesto en Europa desde el triunfo de la
Revolución Francesa. La centralización, en efecto, en el
comienzo de la Edad Contempránea, fue el instrumento po-
lítico que sirvió para desmantelar el sistema del Anden
Regime, basado en un orden feudal descentralizado.
— 202 —
lidades y regiones que se organizan de acuerdo con el prin-
cipio de autonomía que consagra el artículo 2 ° de la Cons-
titución y reitera el artículo 143 de la misma.
— 203 —
tados de nuestro estudio, que son las que se encuentran
en el caso que regula la Disposición Transitoria Segunda
de la Constitución (los territorios que en el pasado hubie-
ron plebiscitado Estatutos de Autonomía afirmativamente;
esto es, País Vasco, Cataluña y Galicia), así como aquellos
otros territorios en los que la iniciativa del proceso auto-
nómico sea acordada dentro del plazo establecido en el pá-
rrafo 2 del artículo 143 de la Constitución (seis meses
desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna
de las Corporaciones interesadas), además de por las Dipu-
taciones o los órganos interinsulares correspondientes, por
las tres cuartas partes de los municipios de cada una de
las provincias afectadas que representen al menos la ma-
yoría del censo electoral de cada una de ellas y dicha ini-
ciativa sea ratificada mediante referéndum por el voto afir-
mativo de la mayoría absoluta de los electores de cada
provincia en los términos que establezca una ley orgánica
(artículo 151, párrafo 1).
— 204 —
ma representación de la respectiva Comunidad y la
ordinaria del Estado en aquélla».
— 205 —
c) El tercer principio que establece el artículo 2 ° de la
Constitución es el principio de solidaridad: este principio
implica que cada Comunidad Autónoma no es una «isla»,
sino que está integrada junto con las demás Comunidades
Autónomas en un sistema de interrelaciones recíprocas con
las demás comunidades; el artículo 138 de la Constitución,
desarrollando este principio, establece que: «El Estado ga-
rantiza la realización efectiva del principio de solidaridad
consagrado en el artículo 2 ° de la Constitución, velando
por el establecimiento de un equilibrio económico adecua-
do y justo entre las diversas partes del territorio espa-
ñol...»; igualmente establece el precepto que «las diferen-
cias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autó-
nomas, no podrán implicar en ningún caso privilegios
económicos o sociales».
— 206 —
o de un Estado federal, pues ello condiciona sustancial-
mente las actuaciones respectivas del Estado.
— 207 —
debemos a continuación establecer cuáles deben ser las
líneas teóricas maestras que deberían seguir las actuacio-
nes del Estado español y las de las Comunidades Autóno-
mas al servicio de la cultura.
— 208 —
Esta actuación del Estado tiene que tener en cuenta las
dos facetas, pasiva y activa, de la cultura. Pasivamente, la
cultura tiene un contenido objetivo que puede ser objeto
de estudio y comprensión; está constituida por la suma de
ideas que sobre la vida, el hombre y el Universo, los habi-
tantes de una nación poseen y que se materializan en obras
de arte, de pensamiento e incluso en las instituciones mo-
rales, políticas y sociales de todo tipo por las que ese país
se diferencia de otros en los diversos períodos de la his-
toria.
— 209 —
habitantes de un país que elaboran, transforman o someten
a crítica la cultura nacional. En este aspecto de la cultura,
el Estado no puede intentar manipulación alguna, ya que
entonces la cultura dejaría de ser algo vivo y expresivo de
la realidad de un país, para transformarse en algo impuesto,
falseado y uniforme. Por ello el Estado ha de cuidar de que
la cultura goce de la máxima libertad en todos sus aspectos
de expresión, creación, participación, comunicación y goce.
La cultura es inseparable de la libertad; sólo en un marco
político de libertad puede elaborarse, decantarse y evolu-
cionar la cultura; sólo cuando el ciudadano es libre puede
participar en el proceso de la cultura. El Estado ha de em-
prender, pues, una política decidida del fomento de la cul-
tura, brindando los medios para su realización, sin coartar
aquella libertad imprescindible, ni someter el mundo de la
cultura a cortapisas burocráticas entorpecedoras, haciendo
efectivos los derechos y libertades establecidos en el ar-
tículo 20 de la vigente Constitución.
— 210 —
por ejemplo); más reducida será la acción estatal cuando
las Comunidades «privilegiadas» asuman como competencia
propia todas las que se proyecten sobre «la cultura», sin
adjetivación alguna, lo que implica la intención de desarro-
llar su actividad tanto sobre la cultura regional como sobre
la cultura nacional común; sin embargo, aun en este último
caso, la presencia del Estado se impone a través de una
doble vía:
— 211 —
norrias, ya que ello, además de discriminatorio para los ciu-
dadanos, atentaría gravemente al interés general de España.
— 212 —
munidades Autónomas integrantes del Estado, que una vez
sedimentadas y asimiladas se confundirían con el contenido
amplio de la cultura española, lo que actuaría como factor
de unificación nacional.
— 213 —
la cultura, sino, como en el caso de Galicia, que sólo asu-
men competencias fragmentarias sobre la misma (el fo-
mento), o bien se limiten a fomentar su lengua y cultura
propia pese a las mejores posibilidades que el sistema de
elaboración de sus Estatutos previsto en el artículo 151 de
la Constitución les confiere, permitan sin problemas una
mayor actuación subsidiaria o concurrente del Estado en de-
fensa y al servicio de la cultura nacional española.
— 214 —
pañola, el Estado, o bien optará, como expusimos anterior-
mente, por la vía establecida en el párrafo 3.° del artícu-
lo 150 de la Constitución, o en su caso, a través del cauce
establecido en el párrafo 1.° del artículo 155 de la misma,
podrá compeler a la Comunidad Autónoma a cumplir sus
obligaciones o, alternativamente, adoptará medidas necesa-
rias para protección del interés general, que podrán con-
sistir en una actuación directa del mismo para defender y
promocionar la cultura nacional, dado el carácter concu-
rrente que constitucionalmente tienen las competencias que
se ejercitan en este sector.
— 215 —
permite superar las consecuencias del pasado. Los frutos
de ese esfuerzo común no pueden ser inmediatos, porque
la cultura, como expresión del alma de un pueblo, no se
adquiere de la noche a la mañana; las actuaciones concre-
tas del Estado, Comunidades Autónomas, provincias, muni-
cipios, grupos sociales y ciudadanos no admiten demora.
— 216 —
BIBLIOGRAFIA
— LOS ESTUDIANTES Y LA C U L T U R A
P. Bourdieu y J . C . Padseron. Nueva Colección Labor. Buenos
Aires, 1973.
— BREVE TEORIA E HISTORIA DE LA C U L T U R A
Jorge Uscatescu. Reus, S. A . Madrid, 1973.
— C U L T U R A Y POLITICA
Editorial Fernando Torres. Valencia, 1977.
— RADIOGRAFIA DE LA C U L T U R A
José Antonio Pérez-Rioja. Ediciones Liber. Bilbao, 1972.
— LAS CONTRADICCIONES CULTURALES DEL CAPITALISMO
Daniel Bell. Alianza Editorial. Madrid, 1977.
— CONSTITUCIONES ESPAÑOLAS Y EXTRANJERAS
Jorge de Esteban. Biblioteca Política Taurus. Madrid, 1977.
— HISTORIA DE LA C U L T U R A
Alfred Weber. Fondo de Cultura Económica. México, 1945.
— CONSTITUCION ESPAÑOLA
Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1979.
— LECTURAS SOBRE LA CONSTITUCION ESPAÑOLA
Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Educación a
Distancia. Madrid, 1979.
— LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978
Secretaría General Técnica de la Presidencia del Gobierno.
Madrid, 1978.
— U CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978 (Comentario Siste-
mático)
Oscar Alzaga. Ediciones del Faro. Madrid, 1978.
— 217 —
TITULOS DE LA COLECCION
Publicados:
/. Hacia una Democracia cultural
2. Los derechos culturales como derechos humanos
3. La desmitificación de la Cultura
4. Métodos y objetivos de la planificación cultural
5. Acción cultural de los Organismos internacionales
europeos
6. Políticas culturales en Europa
7. Animación socio-cultural
8. Cultura española y autonomías
De próxima aparición:
9. Modelo de campaña de promoción cultural
en núcleos rurales
10. Función pedagógica de los Museos
11. Préstamo de libros a domicilio por correo
12. Cultura y Comunidad rural
13. ^ El Museo, cultura para todos
14. Marín rey del trovo
15. Bases para una campaña de promoción cultural
en núcleos rurales
Impreso por: Imprenta del Ministerio de Cultura
Depósito '";al: M-20853-1980
I.S.B.N.: M 7483-085-0
P. V . P. 400