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DEFENSORIA DEL PUEBLO

ES un órgano autónomo del Estado; su estructura se establece por Ley orgánica. Defiende los derechos
constitucionales, supervisa el cumplimiento de la administración estatal de servicios públicos de las
instituciones del Estado. Es una "novedad" introducida en la Constitución de 1993.
Institución, prevista por la Constitución para recoger denuncias y representar a los ciudadanos en sus
quejas cotidianas, en particular si se presentan contra abusos de la administración o hay problemas con
los servicios públicos que las entidades deben prestar. Esa institución intercede ante las autoridades y
averigua el motivo del abuso cometido.
Esta institución tiene sus orígenes en Suecia, cuando el Rey, en 1809, creó un funcionario cuyo cargo
fue denominado Ombudsman, cuya traducción sería "el que defiende a otros". Este "defensor de otros"
era a la vez un tramitador de denuncias, que recogía las múltiples quejas ciudadanas contra la nobleza y
contra los poderosos funcionarios que esa nobleza tenía en los cargos públicos del Estado. Debía
detectar y evitar los abusos que cometían esos funcionarios en el ejercicio diario de sus funciones.
La institución del Ombudsman tuvo éxito y se expandió a otros países escandinavos, además de
haberse adoptado en las últimas décadas en países distintos, como Reino Unido, Francia, Australia,
Nueva Zelanda, España, Israel y la Federación Rusa, así como países de África y de Asia. En América
Latina, su adopción ha sido reciente, pero progresiva: Perú (1979), Guatemala (1985), México (1990),
Colombia (1991), El Salvador (1991), Costa Rica (1992), Honduras (1992), Argentina (1993), Bolivia
(1994), Nicaragua (1995), Ecuador (1996) y Panamá (1996).
En el Perú, la institución de la Defensoría la introdujo la Constitución de 1979, aunque como parte del
Ministerio Público. Si bien se crearon once Fiscalías Especiales de la Defensoría del Pueblo y de los
Derechos Humanos, por su naturaleza requería ser una institución autónoma, como finalmente sucedió
por obra de la Constitución de 1993. Corresponde a la Defensoría del Pueblo, según la Constitución,
defender los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad y supervisar
el cumplimiento de los deberes de la administración y la adecuada prestación de servicios públicos a
la ciudadanía.
El Defensor del Pueblo es elegido por el Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal
(ochenta de los 120 miembros) por un período de cinco años. En 1996, el Congreso eligió al primer
Defensor del Pueblo, Jorge Santisteban.
La Defensoría constata la violación de derechos ciudadanos y el incumplimiento de deberes de los
funcionarios de la administración, bien fuera por abuso de autoridad, por negligencia, etcétera, con el
fin de buscar una inmediata solución o una justa compensación. Si hubiera presunción de
responsabilidad penal en algún funcionario tendría que trasladar la denuncia al Ministerio Público.
En esta primera década, la Defensoría la mayoría de las quejas ciudadanas se vinculaban a problemas
con el pago de las pensiones, con gestiones no atendidas en los ministerios y con el cobro de los
servicios públicos: agua, luz, teléfonos, etc. Pero se constata que jamás se enfrentó a las
transnacionales que controlan los servicios públicos y no defiende al pueblo, realmente.
Al recibir las quejas y denuncias ciudadanas, la Defensoría tiene diversas formas de actuación:
a. Informe. Puede presentar un informe sobre el caso denunciado, sea un informe de orientación
(para guiar al ciudadano en la orientación de su problema), de solución (cuando se presiona a la
autoridad a resolver el asunto motivo de la queja) o de responsabilidad (si el abuso detectado
contraviene la Constitución o la ley).
b. Mediación o conciliación. La queja es resuelta cuando interviene la Defensoría a través de alguno
de sus funcionarios, como mediador, interponiendo sus buenos oficios entre el ciudadano y el
funcionario. Recuerda que, conforme a la Constitución (Art 161), los órganos públicos están
obligados a colaborar con la Defensoría del Pueblo cuando ésta lo requiere.
c. Acción legal. Es una medida complementaria, en caso de comprobarse que el problema que originó
la queja reside en las disposiciones legales vigentes. Para ello, la Defensoría puede interponer
acción de inconstitucionalidad contra leyes ante el Tribunal, iniciativas de ley al Congreso o
propuestas de decreto y de resolución al Ejecutivo.
d. Pronunciamiento institucional. Ante una gestión infructuosa o debido a la gravedad de algún
problema, la Defensoría, como medio de presión, emite un pronunciamiento dirigido a la opinión
pública.
e. Informe anual. Según la Constitución, el Defensor del Pueblo debe presentar cada año un informe
al Congreso, así como cada vez que él lo solicite al Congreso.

En el caso peruano, se comprueba la casi inutilidad e ineficacia de este organismo constitucional; pues
casi nunca le permitieron ingresar a los cuarteles de las fuerzas armadas, para verificar denuncias de
violaciones de Derechos Humanos. Además sus informes no tienen fuerza judicial, son sólo "buenas"
intenciones.

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