Você está na página 1de 31

Historia de la Abogacía

República Dominicana

UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD

ASIGNATURA
DEONTOLOGÍA JURÍDICA

TEMA
HISTORIA DE LA ABOGACÍA

SUSTENTANTES

GUILLERMA TRONCOSO 2015-00213


MILTON J. ALMONTE MORROBEL 2015-00051

FACILITADORA
LIC. ANGELA BALBUELA

Santo Domingo, R.D.


02 de junio, 2018
Historia de la Abogacía

TEMA

HISTORIA DE LA ABOGACÍA
Historia de la Abogacía

INDICE

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . 01

OBJETIVO GENERAL . . . . . . . . 02

OBJETIVOS ESPECÍFICOS . . . . . . . . 02

JUSTIFICACIÓN . . . . . . . . . 03

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN . . . . . . 04

HISTORIA DE LA ABOGACÍA . . . . . . . 05

Origen de la palabra abogacía en la Historia . . . . . 05

Antecedentes generales de la abogacía . . . . . . 05

Siglo XIII: Decálogo de San Ivo (1253-1303) . . . . . 11

Abogacía en América: tiempo de los indígenas, aztecas y españoles. . 13

Abogacía en República Dominicana . . . . . . 18

Número de Abogados en la actualidad en la República Dominicana . . 21

Requisitos para el ejercicio de la abogacía en la República Dominicana . 21

CONCLUSIÓN . . . . . . . . . 25

RECOMENDACIONES . . . . . . . . 27

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . 28
Historia de la Abogacía

INTRODUCCIÓN

El derecho es una creación histórica y cultural, por lo cual su significado, como el de

toda actividad humana, varía de acuerdo con la época y el lugar. Puede afirmarse,

sin embargo, de manera parcial y transitoria, que el derecho es el conjunto de reglas

y de normas de conducta establecidas o sancionadas por el Estado. Por esta razón,

es imposible concebir la existencia del derecho fuera del Estado.

El Derecho es un producto social y regula la vida del hombre en sociedad, antes de


su nacimiento, después de su nacimiento e incluso hasta después de su muerte; y es
que el Derecho es la fuerza incontenible que coordina todas las actividades sociales
del hombre; es la síntesis de todas las numerosas energías de la sociedad, porque
todas ellas se destruirían recíprocamente y matarían el organismo social, si el
Derecho, como nervio soberano, no interviniera para conciliar en equidad, todas
esas corrientes impetuosas de la vida humana y se tornaría en un inminente caos
demoledor.

En el documento que se expone se tendrá la oportunidad de ver los antecedentes

de la Abogacía, donde se hará mención especial en la Republica Dominicana, entre

otros puntos de interés vinculados con el tema.

Para una mejor comprensión de las informaciones, las mismas han sido organizadas

en un informe escrito a computadora, el cual contiene varios títulos, ordenados de

manera sistemática, partiendo desde datos particulares hasta llegar a los generales.

Esperando pueda servir de base para investigaciones con este tipo de abordaje.

1
Historia de la Abogacía

OBJETIVO GENERAL

Exponer de manera detallada los aspectos de mayor importancia vinculados con los

antecedentes históricos de la abogacía.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Describir el origen de la palabra abogacía en la Historia

2. Señalar los Antecedentes generales de la abogacía desde un punto de vista


general.

3. Exponer los puntos de mayor interés relacionados con la abogacía en América

4. Describir la historia del derecho dominicano y los requisitos necesarios para

ejercer la abogacía en el país.

2
Historia de la Abogacía

JUSTIFICACIÓN

Con el desarrollo de esta investigación los sustentantes buscamos brindar

informaciones que posibiliten un entendimiento adecuado de los antecedentes

históricos de la abogacía, ya que se abordará desde sus inicios.

Estas informaciones posibilitarán la obtención de conocimientos que podrán servir

para el futuro ejercicio profesional de los estudiantes del área del derecho ya que

tendrán un mejor acervo cultural en cuanto a los aspectos históricos del derecho se

refiere.

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

3
Historia de la Abogacía

Diseño de la Investigación: Se trata de un estudio documental ya que recoge

informaciones de diversas fuentes bibliográficas.

Tipo de Investigación: Es un estudio descriptivo por el hecho de que no se interviene

ni manipulan las variables objeto de estudio.

Métodos

Inductivo: porque es un método que elabora conclusiones generales a partir de

enunciados observacionales particulares y parte de lo particular a lo general.

Síntesis: Se reunieron adecuadamente las informaciones encontradas, esto es de

manera coherente y racional, para ofrecer una visión global y unificada para una

mejor comprensión de las mismas.

Análisis: Porque se extrajeron de las partes de un todo, con el objeto de estudiarlas

y examinarlas por separado.

Fuentes primarias: Libros relacionados con el tema de estudios, libros y páginas web.

Tratamiento de los datos: Los datos obtenidos en el transcurso de la investigación

fueron organizados, digitados y plasmados en un informe escrito a computadora, en

orden de prioridad, para una mejor comprensión y entendimiento de los datos

suministrados, todo en función de los objetivos planteados en el estudio.

HISTORIA DE LA ABOGACÍA

Origen de la palabra abogacía en la Historia

4
Historia de la Abogacía

Según los señalamientos de Bejar (1999), sin dudas el término abogacía proviene del

verbo “abogar”, que según el Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana,

etimológicamente debiera escribirse como se escribió en lo antiguo, avogar, del latín

advocare, es decir, se refiere al que lleva la voz de otro en un juicio, o en los

tribunales para defenderse y hacer valer su derecho.1

En el foro romano, advocatus, era el llamado, el invocado, para apoyar a una de las

partes como testigo o consejero; patronus, era el litigaba personal y directamente

en favor de un encausado; cognitor, el que se presentaba en nombre de los litigantes

que ya habían comparecido previamente ante los tribunales; procurador el que se

presentaba en nombre de los ausentes.

Antecedentes generales de la abogacía

De acuerdo a la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas

de la UNAM (2016), tomando las informaciones publicadas por Sagaón, el origen de

esta profesión es tan antiguo como el mundo mismo, porque en todas las épocas la

ignorancia ha estado presente y siempre la injusticia se ha enseñado en contra de

ellos. Pero también, en todos los tiempos algunas personas se han distinguido por su

talento y ellos acudían los desamparados convirtiéndose en sus patrones y

defensores.2

A medida que iba pasando el tiempo las sociedades iban creciendo y por ende

aumentando las relaciones entre las que compartían un mismo territorio, así entre

1
Bejar, José (1999). Apología del abogado. 2da. Edición. México, D.F. Universidad Autónoma de Nayarit.
2Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (2016). Historia de la Abogacía.
Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/700/41.pdf. Recupeardo el 20 de mayo, 2018

5
Historia de la Abogacía

una sociedad y otra, por lo que fue preciso que estas normas se escribieran y se

difundieran, lo cual hizo posible que se fueran recopilando y encuadernando de

donde surgieron los códigos de diferentes ramas de las ciencias jurídicas, lo cual ha

ido facilitando a través del tiempo

Cinco siglos antes de Jesucristo, en la India, surge el primer codificador, que se llama

Manú, el cual realiza las disposiciones normativas enteramente precisas. En un todo

jurídico, homogéneo, el Manú plasma en sus leyes una recopilación de usos

ancestrales, en fórmulas concretas, ordenadas en libros y versículos.

Se puede afirmar que el primer Jurista Legislador que se conoce es Manú, puesto

que la India fue la primera civilización y cultura que logró proporcionar inicialmente

una codificación de normas jurídicas perfectamente concretadas.

En esa remota época de la humanidad, se encuentra también al abogado que enseña

también el Derecho; y ya en el versículo 103, del libro Primero del Código de Manú

indica: Este libro debe ser estudiado con perseverancia por todo Bracman instruido y

ser explicado por él y sus discípulos; pero jamás por otro hombre alguno de una clase

inferior.3

Según del Orbe (2000), Grecia es sin duda alguna la nación que reviste en la

antigüedad a la ciencia jurídica de su verdadero valor social, que es el valor de lo

justo; pues allí se crea un Tribunal Superior que es conocido con el nombre de

Areopago, el cual estaba constituido por Jueces Areopagistas.4

3Código de Manú (1945). Manava-Dharma-Sastra. Leyes de Manú. Versión de Eduardo Borras. Buenos Aires:
Editorial Schapire.
4
Del Orbe, Sócrates (2000). Ediciones Fundación Hombre y Universo. 3ra. Edición. Santo Domingo

6
Historia de la Abogacía

Cabe destacar que la abogacía fue primero reglamentada por “Solón”, quien le dio

sentido de función pública y algo de religioso. Otros destacados juristas fueron:

Antisoares, Pericles, Demóstenes, entre otros.

Castillo (2014) señaló que al remontarnos hasta Egipto se descubre que en el sistema

legal de esta cultura no existió la defensa con abogado. Durante el proceso, las partes

se dirigían por escrito al tribunal, explicando su caso, el que luego de hacer el estudio

pertinente emitía la sentencia.5

El hecho de que no existiera un defensor se debió a la idea que tenían los egipcios

respecto a los juicios orales, donde un intermediario podía asumir la defensa; la

jurisprudencia de la época encontrada en un antiguo papiro decía que la presencia

de un orador hábil podría influir sobre las decisiones de los jueces y hacerles perder

objetividad. La última instancia consistía en apelar al Faraón, quien no representaba

a la justicia, era la “justicia”.

En Babilonia también existió la administración de justicia en el período sumerio y en

el acadio; existieron tribunales, pero como en Egipto tampoco hubo ese

intermediario que los romanos, muchos siglos después, llamaron advocatus.

Las partes recurrían a los jueces y luego apelaban al rey o emperador, según las

épocas históricas. El rey, que era el brazo de la justicia, tenía la última palabra.

Igualmente, entre los hebreos, el sistema legal tampoco se distinguió de los

anteriores. En el juicio ante Salomón no hay defensor. Cristo tampoco lo tuvo porque

5
Castillo, Yunior (2014). Historia de la abogacía, sus mandamientos y decálogos. La Paz: Gaseta
Jurídica. Disponible en: http://www.la-razon.com/la_gaceta_juridica/Historia-abogacia-
mandamientos-decalogos-gaceta_0_2117788300.html

7
Historia de la Abogacía

fue juzgado según las leyes judías, pero si hubiese sido juzgado por las leyes romanas

el Estado le hubiera asignado un defensor.

En Caldea, Babilonia, Persia, Egipto, la defensa de los intereses de los particulares

estaba encomendad a los sabios, quienes hablaban ante el pueblo congregando,

patrocinando sus causas.

La abogacía en Grecia, en la primera época estuvo encomendada a personas que,

con sus conocimientos de oratoria causaban impacto ante el Areópago, o ante otros

tribunales, pero posteriormente la abogacía empieza a adquirir forma de profesión

y se señala a Pericles como el primer abogado profesional.

En los canales judiciales de China e India tampoco figura un ejercicio similar al de

abogado. Empero, había notarios e intermediarios que actuaban como fiscales.

Tratadistas del sistema judicial chino sostienen que este pueblo estaba bien

informado sobre las leyes escritas y normas consuetudinarias que les permitía

plantear su defensa en función de este conocimiento.

Además, periódicamente las autoridades judiciales chinas publicaban las decisiones

de los tribunales con las leyes aplicadas para cada caso, lo que permitía mejor

información. En India, en el período budista y en el brahmánico, tampoco existió el

defensor. Al principio, durante los orígenes de la ciudad-estado ateniense, los

ciudadanos defendían sus propias causas y el “orador-escritor” les preparaba el

discurso de defensa.

8
Historia de la Abogacía

Pero, en la medida que los litigios aumentaban, esta profesión de orador-escritor

adquirió prestigio y quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores. Lysias

(440-360 a.C) fue el abogado más notable entre los atenienses.

Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y de manera sistemática y socialmente

organizada la profesión de abogado, palabra que viene del latín advocatus, que

significa “llamado”, pues entre los romanos se llamaba así a quienes conocían las

leyes para socorro y ayuda. En Grecia se les llamó “oradores” o “voceris”, porque era

propio de su oficio el uso de voces y palabras. Como en ninguna sociedad del mundo

antiguo, los romanos permitieron que ciertas mujeres, las de la clase alta, pudieran

ejercer la abogacía.

Según las afirmaciones de Castillo (2014), la historia nos ha conservado el nombre

de tres grandes abogadas romanas, Amasia, Hortensia y Afrania (Calpurnia) esposa

de Plinio “El Joven”. Con ella sucedió un caso de antología determinante para el

futuro de la mujer en la abogacía. Mujer con tendencia a la promiscuidad, de espíritu

vivo, sin la gravedad de Amasia y Hortensia, se excedió en su lenguaje casi grotesco.

Su lengua y palabra eran el terror de los jueces, abogados y litigantes, lo que le valió

que se dictara una ley suspendiéndola y prohibiendo a las mujeres ejercer la

abogacía, prohibición que duró 20 siglos, es decir, hasta fines del siglo XIX y

comienzos del XX.

Según los datos publicados por Salazar (2015), en España sin embargo no se

conocieron abogados ni voceros de oficio, hasta la época de don Alfonso “El sabio”,

de este tiempo el abogado no solo conocía de leyes, sino también del arte de bien

9
Historia de la Abogacía

hablar. La legislación que se aplicaba anteriormente era breve y concisa, los juicios

demasiados simples el origen y formas jurídicas sencillas, acomodadas al libro de los

jueces o fuero juzgo, de modo que nadie podrá ignorar las leyes y a cualquiera le era

fácilmente defenderse a más de que estaba prohibido tomar o llevar la voz ajena,

solamente al marido de su mujer, al jefe o cabeza de familia para sus domésticos o

criados; excepcionalmente a las altas personas como obispos, prelados, ricos

hombres y poderosos, atendiendo su carácter o para precaver la violación de la

justicia o la aprehensión de desvalido, quienes solo podían presentarse a reclamar

justicia por medio de asertores o procuradores.

También los enfermos y ausentes podrían nombrar su defensor y la ley de impunidad

al alcalde como obligación defender a las doncellas y a las viudas o al hermano.

A finales del siglo XII se mencionan a los abogados o voceros muy diferentes a

nuestros letrados y abogados de oficio. En Castilla se propagó el gusto por la

jurisprudencia romana de tal manera que todas las clases de gentes como los

clérigos, seglares, monjes y frailes se dedicaron a esta profesión honrosa y lucrativa,

pero fue tan grande en concurrencia, desenvoltura y locuacidad, que desbarataron

el orden y sosiego de los tribunales, dando como resultado que se pensara en limitar

tanta licencia conteniendo así los desórdenes.

Como solución pensaron en reducir el número de personas que se dedicaran a

cultivar la ciencia del derecho para juzgar las causas y razones por aquellos que

ignoraban las leyes. El inicio de lo que hoy se conoce como la profesión de la

abogacía, es decir, la actividad de quien se dedica a interceder por otro ante el foro

10
Historia de la Abogacía

romano, se le denominaba “patrono” y es en esta institución donde se origina la

función del abogado, para posteriormente ser cambiada la palabra por “advocati” o

“causidici”, cuando la defensa ante la justicia se convierte en una verdadera

profesión.

Al principio esta práctica era gratuita y significaba un honor, posteriormente cuando

se autorizaron las contraprestaciones, debía celebrarse un contrato llamado “locatio

conductis operis”, o sea un arrendamiento de servicios.

Siglo XIII: Decálogo de San Ivo (1253-1303)

De acuerdo a las declaraciones de Olmeda (2007), a San Ivo de Kermantin, se le

considera como el santo patrono de los abogados, se dedicó a esta carrera y actuó

como juez eclesiástico y como abogado defensor de los desheredados, fue conocido

como el Abogado de los Pobres, por su intervención y fallos imparciales llenos de

misericordia.

Se considera el decálogo de los abogados de san Ivo de Kermantin como el primero,

fue dado a conocer en el siglo XIII. En este decálogo se ha querido manifestar la

grandeza y dignidad de la abogacía y que además se busca una coherencia entre los

actos del abogado con la conciencia del deber profesional.

Este decálogo aconseja:

I. El abogado debe pedir ayuda a Dios en sus trabajos, pues Dios es el primer

protector de la justicia.

11
Historia de la Abogacía

II. Ningún abogado aceptará la defensa de casos injustos, porque son perniciosos

para la conciencia y el decoro profesional.

III. No debe cargar al cliente con cargos excesivos.

IV. No debe utilizar, en el patrocinio de los casos que le sean confiados, medios

ilícitos o injustos.

V. Debe tratar el caso de su cliente como si fuera el suyo propio.

VI. No debe evitar trabajo ni tiempo para obtener la victoria del caso que tenga

encargado.

VII. No debe aceptar más causas de las que el tiempo disponible le permite.

VIII. Debe amar la justicia y la honradez como a las niñas de sus ojos.

IX. La demora y la negligencia causan perjuicio al cliente, cuando eso acontece, debe

indemnizarlo.

X. Para hacer una buena defensa, debe ser verídico, sincero y lógico.

Del Orbe (2000) señaló que un Decálogo que surgió más adelante fue el de Ángel

Ossorio y Gallardo (1873-1946), el cual dice:

I. No pases por encima de un estado de tu conciencia.

II. No aceptes una convicción que no tengas.

III. No te rindas ante la popularidad ni adules la tiranía.

IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti.

12
Historia de la Abogacía

V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no

consientas ser menos.

VI. Ten fe en la razón que lo que en general prevalece.

VII. Pon la moral por encima de las leyes.

VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.

IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos.

X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las

de tu saber.

Abogacía en América: tiempo de los indígenas, aztecas y españoles.

Del Orbe (2000) enfatizó que el derecho indígena ha sido el menos importante de

todos, en razón de que no ha tenido ninguna influencia en la formación de nuestro

derecho actual. En la República Dominicana, lo mismo que en otros países y regiones

del continente americano, en los comienzos de la colonización el derecho que

practicaban los aborígenes fue utilizado para regular algunos de los aspectos de la

vida colonial que más directamente afectaban a los indígenas.

El Derecho indiano tiene para una gran significación desde el punto de vista científico

como desde el punto de vista de la génesis de muchas de las instituciones, como la

de carácter consuetudinario que han subsistido hasta épocas recientes, o que han

influido sobre algunos aspectos de nuestra vida jurídica.

13
Historia de la Abogacía

La forma de administración del sistema judicial de la nuestra civilización taína

procede de Centroamérica. Los Nitaínos eran los que representaba el Poder Judicial

en la isla. De acuerdo al diario de Cristóbal Colón en cada reino de la isla había

personas ancianas muy respetadas; eran como los árbitros sociales o jueces con

carácter de Ley. Sus dictámenes no podían ser revocados ni por el cacique mayor.

Para procesar el Consejo de Nitaínos convocaba cada dos lunas y se ejercía con

absoluta independencia.

El Taíno quisqueyano era de nativa ingenuidad, de suavísima costumbre. Tenía que

trabajar y mantener a los enfermos. Existía el trueque como intercambio de

negocios. No existía el pillaje, el ladrón era castigado drásticamente.

El delito o el delincuente se le castigaba con la amputación de una mano o con la

pena máxima. Para el robo había la pena máxima, porque robar era la mayor

deshonra. La delincuencia la practicó el indio porque la aprendió de los españoles,

dice Las Casas.

De acuerdo al Padre Las Casas en su Historia de Indias, el cacique era la autoridad

suprema, luego había jefes de inferiores categorías como: Maturijerí (Capitán),

Babarí (Teniente) y Yuaojerí (Sargento) (Joaquín Priego, Cultura Taina, 1967).

La Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

(2016), publicó que antes de la llegada de Cristóbal Colón los reyes aztecas tenían el

derecho de hacer leyes y decretos ayudados por consejos, grupos de personas,

generalmente ancianos, también habían tribunales unitarios y colegiados.

14
Historia de la Abogacía

El rey nombra un magistrado supremo para que impartiera justicia en las poblaciones

importantes que se encontraban lejos de la Gran Tenochtitlán, teniendo facultades

para nombrar tribunales inferiores compuestos por tres o cuatro jueces. Estos

tribunales inferiores conocían de asuntos Civiles y Penales, pudiendo dictar

Sentencias definitivas en materia civil, pero en lo penal podían los reos acudir al

magistrado con representantes de más alta categoría para aprender de la sentencia.

La enseñanza del derecho entre ellos era elitista, ya que sólo los nobles, de grandes

cualidades morales, responsables y habiéndose educado con el Calmecac, podrán

aspirar a desempeñar las funciones de magistrado o jueces. En el Calmacac se

impartían diversas enseñanzas generales y otras especializadas como lo era el

servicio de las armas, la administración pública o para los cargos de judicatura y era

manejada por el clero.

Se puede afirmar que en la antigua ciudad de México y como parte de Calmecac se

estableció la primera escuela de derecho en tierra americana. Por lo que se refiere a

la institución jurídica de los nobles jóvenes, primero se le instruía en culturas

generales y después en el de las leyes en sus diversos aspectos. Su enseñanza era

teórica y práctica; primero se enseñaba toda la teoría y una vez que la dominaban

pasaban a la práctica, observando en los tribunales cerca de los jueces la forma de

administrar justicia.

Según Márquez (2015), los abogados ejercieron su profesión solos o en pequeños

grupos. Fue en Estados Unidos de América a finales del siglo XIX cuando comenzaron

15
Historia de la Abogacía

a reunirse grupos mayores, tendencia que pasaría rápidamente a Europa y luego al

resto de los países con un desarrollo relevante de la profesión.6

Es una profesión profundamente ligada a la historia de la humanidad, del derecho,

de la justicia y del Estado. Surgió como consecuencia de una necesidad imperiosa de

interpretar el cúmulo de normas emanadas de las costumbres sociales, de la moral

y de la naciente ley.

De acuerdo a Sánchez (2015), tomando los apuntes de la Revista Chilena de la

Historia del Derecho, señaló que la historia de los abogados en América Hispana

cambia con las épocas, a fines del siglo XVIII y principios del XIX se produce un hecho

nuevo, la multitud de abogados.

Zabala (2007) señaló que desde 1950 hasta la década de 1980 los países de América

Latina estaban embarcados en las llamadas políticas de desarrollo. El propósito era

el crecimiento económico y para ello el Estado asumía un papel de promotor, de

motor, de ese desarrollo. Es la etapa conocida como el Estado intervencionista, en

la cual asumió muchas tareas sociales. Ese Estado necesitó de una gran cantidad de

funcionarios y los abogados estuvieron allí para responder a esa necesidad. 7

La profesión de abogado floreció. Hubo cada vez más gestiones que hacer ante la

administración o los organismos regulatorios del Estado, y los abogados eran los

intermediarios más apropiados para esas gestiones. Las escuelas de derecho

establecían las redes interpersonales que facilitaban la relación entre los abogados

6
Marquez, Ana (2015). El Abogado y la Evolución del Abogado. Disponible en: https://prezi.com/vr-
r6bojgg8j/el-abogado-y-la-evolucion-del-abogado/
7
Zabala (2007

16
Historia de la Abogacía

en el ejercicio de la profesión y los abogados en la función pública. Por eso era tan

importante (o útil) ser profesor en una escuela de Derecho. La posibilidad de

expandir e l círculo de sus relaciones era mayor.

Las funciones que estaban desempeñando los abogados no requerían demasiado

conocimiento de Derecho, conocimientos de otras disciplinas, ni grandes habilidades

analíticas. Los profesores y las escuelas estaban relativamente contentos con lo que

hacían. Muy perceptivamente Lynch (1981) atribuye a estas condiciones el rechazo

que encontraron las ideas innovadoras en Colombia en la década de 1970 esto

parece igualmente cierto para Brasil, Chile, Venezuela, Perú, Costa Rica, que fueron

los países donde hubo un esfuerzo de reforma de la educación jurídica en esa época.

Abogacía en República Dominicana

Según los datos publicados por Matos (2008), la historia del primer derecho de la Isla

Española es la historia de una constante pugna entre la buena intención y el marcado

paternalismo de los reyes de España para con sus nuevas tierras y súbditos, frente a

la ambición, la autonomía y las ideas feudales que quisieron implantar -por no decir

revivir- los colonizadores. El feudalismo, en vías de desintegración en España como

régimen jurídico y económico, intento resurgir en las tierras vírgenes de Quisqueya

y sobre los hombros de su inocente raza aborigen.8

8
Matos, Eddy (2008). Historia del Derecho Dominicano. Disponible en:
http://utederecho.blogspot.com/2008/06/ historia-del-derecho-dominicano-1ra.html

17
Historia de la Abogacía

Nuestro actual derecho básico, el de los códigos franceses, proviene también en gran

parte del derecho romano, lo que facilitara grandemente el estudio del derecho

castellano al encontrarnos con regímenes, normas y máximas que ya nos son

familiares por el estudio del derecho francés; y segundo, porque nos permitirá ver

como el derecho romano Justiniano fue modificándose en cada uno de los sistemas

jurídicos que nos interesan, el derecho castellano y el francés.

Partiendo de una fuente común el derecho romano llegamos a nuestra época de

oscurantismos jurídico que conocemos como Feudalismo, donde lo que impero fue

el derecho local, costumbrista y bárbaro. Ese derecho romano, revivido al terminar

la época feudal, tenía caracteres distintos en España y en Francia, debido a la

existencia de las costumbres locales, pero fue básicamente el mismo derecho que

rigió a toda la Europa Romano anterior al derrumbe de su Imperio.

La mezcla del derecho español y el francés en nuestro derecho permitirá

comprender, en cuanto a este último, su fácil aceptación pro los juristas dominicanos

del Siglo XIX. Es que ya se tenía una base jurídica romana a través del derecho

castellano que rigió en la época colonial, en todos los aspectos del derecho civil y

penal donde las circunstancias especiales del ambiente o los intereses económicos

prevalecientes no habían introducido normas particulares. A través del Código de las

Siete Partidas fue que llegaron a nuestra Isla los principios básicos del derecho

romano, especialmente en lo relativo al derecho privado.

Las Siete Partidas dice que los abogados eran ciudadanos útiles, porque "ellos

aperciben a los juzgadores y les dan luces para el acierto y sostienen a los litigantes,

18
Historia de la Abogacía

de manera, que por mengua, o por miedo o por venganza o por no ser usados de los

pleitos no pierden su derecho, y porque la ciencia de las leyes, es la ciencia y la fuente

de justicia, y aprovechándose de ella el mundo más que de otras ciencias".

Pero a pesar de los elogios de las Siete Partidas, la profesión de abogado en España

fue grisácea y oscura, no gozaban de la necesaria libertad para ejercer su profesión.

Asimilados a burócratas como funcionarios públicos, jamás pudieron cumplir su

misión de proteger al oprimido y al injustamente perseguido.

Muy diferente fue la situación del abogado en Francia. Por ejemplo, en Perú su papel

fue preponderante en la sociedad, respetando y acatando las leyes. La "Ciudad de

los Reyes", el 13 de Septiembre de 1538, tres años después de haberse fundado

Lima, el Cabildo, preocupado por los conflictos entre partes decidió que era

indispensable la intervención de abogados y procuradores en los litigios.

En conformidad con este criterio se procedió a nombrar por pregones en la plaza

pública dos defensores, don Alonso de Navarrete y don Pedro de Avendaño, los

primeros abogados que registra nuestra historia oficial.

Estos defensores deberían proteger al ciudadano, al poco tiempo se autorizó que se

pudiera ejercer libremente la abogacía previa licencia del juez que era el alcalde.

Cabe destacar que el Colegio de Abogados de Lima se fundó durante el Virreinato en

1808 por el virrey Abascal. El primer decano fue Antonio de Oquendo.

Ya en la República Dominicana, los abogados organizados en el Colegio de Abogados,

participaron en el proceso de emancipación del abogado en la República

Dominicana.
19
Historia de la Abogacía

Fue el 27 de febrero de 1844, cuando la proclamación de la independencia de

nuestro país, a partir de abril se crea la Junta Gubernativa presidida por el ilustre

abogado Tomas Bobadilla, hasta que en noviembre, fue tomada la presidencia de la

República por Pedro Santana.

A partir de esa fecha muchos han sido los abogados ilustres en la República

Dominicana. Desde nuestra independencia, "un ser independiente que no pretende

sino a sí mismo, y que sólo da cuenta a su conciencia de sus trabajos y de sus actos.

Libre de las trabas que oprimen a los demás hombres, demasiado altivo para tener

protectores y demasiado modesto para tener protegidos; sin esclavos y sin señores",

como diría Lic. Pedro Francisco Bono.

Francisco del Rosario Sánchez (Santo Domingo, 9 de marzo de 1817; San Juan de la

Maguana, 4 de julio de 1861), fue un abogado, político y activista dominicano. Es,

junto a Juan Pablo Duarte y Matías Ramón Mella, uno de los Padres Fundadores de

la República Dominicana.

Sánchez, líder y estratega político de la guerra dominicana contra la ocupación

haitiana, tomó las riendas de la lucha tras la ausencia de Duarte y proclamó la

independencia en la Puerta del Conde el 27 de febrero de 1844.

Número de Abogados en la actualidad en la República Dominicana

El presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, Mag.

Mariano Germán Mejía, expuso que actualmente en República Dominicana hay más

de un abogado por kilómetro cuadrado. (Diario Libre, 30 de mayo, 2018)

20
Historia de la Abogacía

El magistrado estima que con los nuevos juramentados en la SCJ en los últimos

meses, ascienden a 53,000 abogados, cifra que se coloca en uno por cada 178

habitantes.

Requisitos para el ejercicio de la abogacía en la República Dominicana

Estos son los requisitos para ejercer la profesión de abogado en la República

Dominicana.

A) Convalidar el certificado de título universitario: Para ser Licenciado en derecho.

1-Legalizar el record de notas y el Certificado de Titulo obtenido (Carta de grado de

la Universidad). Esto se realiza en el Ministerio de Educación Superior Ciencias y

Tecnología (MIESCYT), en original.

2-Se envía a la Suprema Corte de Justicia, vía la Procuraduría General de la República,

una carta pidiéndole una Solicitud de fecha para su juramentación (Juramento

Hipocrático), y el Número de Exequátur, de Ley para poder ejercer la profesión de

Licenciado (a) en Derecho, en todo el Territorio de la República Dominicana.

Anexo:

-Copia de la cédula;

-Carta de grado de la Universidad legalizada por el Ministerio de Educación Superior

Ciencias y Tecnología (MESCYT) en original;

-Copia del título certificado por la MESCYT;

-Certificado de Vida y Costumbre;

21
Historia de la Abogacía

-Certificado de No Delincuencia (copia de la certificación de buena conducta de la

fiscalía donde resida el solicitante);

-Recibo de la Ley 3391.

B) Para ser abogado, es decir, para poder ejercer en los tribunales, se debe:

Según la ley 91-83, que crea el Estatuto Orgánico del Colegio de Abogados de la

República Dominicana:9

1-Los abogados deberán inscribirse en el Colegio para poder ejercer la profesión en

el territorio de la República.

2-Para inscribirse en el Colegio de Abogados deberán llenar un formulario que

contenga: a) Nombre y apellidos completo del solicitante; b) Nacionalidad y demás

generales de ley; c) Nombre de la Universidad de la que es graduado y la fecha de su

graduación; d) Fecha y número del exequátur; e) Firma del solicitante; f) Función o

actividad desempeñada por el candidato al momento de hacer la solicitud; y g) Dos

fotografías tamaño 2x2 de frente.10

3-El abogado solicitante deberá anexar la prueba de cada uno de los datos que

contiene el formulario de inscripción, además instancia de juramentación de la

honorable Suprema Corte de Justicia y copia de la cédula, carta de grado de la

Universidad legalizada por El Ministerio de Educación Superior Ciencias y Tecnología

(MESCyT) en original, copia del título certificado por la MESCyT, copia de la

9
Ley 91-83, que crea el Estatuto Orgánico del Colegio de Abogados de la República Dominicana.
10
Decreto No.1063-03, que ratifica el Código de Ética del Colegio de Abogados de la República Dominicana.
G.O. 18613.

22
Historia de la Abogacía

certificación de buena conducta de la fiscalía donde resida el solicitante, los demás

requisitos estará a cargo de la Junta Directiva. Esta solicitud deberá estar

acompañada con la suma de quinientos pesos (RD$500.00).

4-La solicitud de inscripción será dirigida a la Junta Directiva, y solo podrá ser

rechazada si no satisface las disposiciones de la ley No. 91 de fecha 3 de febrero de

1983, expidiendo un carnet numerado y un diploma al solicitante aprobado, en caso

contrario notificará al mismo el rechazo y las causas de éste.

La solicitud de inscripción se hará en la sede principal y luego se le envía el padrón a

la seccional del Colegio donde el solicitante tenga su domicilio y la oficina abierta.

Si el formulario de inscripción ha sido rechazado por deficiencia o falta de prueba de

los datos que ofrezca en el formulario de inscripción podrá solicitar de nuevo su

inscripción cuando pueda satisfacer los requerimientos establecidos en el presente

estatuto.

El formulario de inscripción será quintuplicado y contendrá al final una certificación

de aprobación firmada por el Presidente y el Secretario General del Colegio. Se

formarán cuatros libros con uno o más tomos de los formularios d inscripciones

conservando la Junta Directiva el Original y depositando sendas copias en los

siguientes lugares: uno en la Suprema Corte de Justicia, otro en la Procuraduría

General de la República y otro por ante el Tribunal Disciplinario. La Junta Directiva

devolverá de inmediato al solicitante la quinta copia

23
Historia de la Abogacía

CONCLUSIÓN

Al concluir con este trabajo se puede decir que el origen de la abogacía es tan antiguo
como el ser humano, donde siempre ha surgido la necesidad de defender a los que

se consideran más desprotegidos. Con el transcurso del tiempo fueron surgiendo


personalidades y codificadores, tal es el caso de Manú en la India, considerado el

primer jurista, el cual realiza las disposiciones normativas enteramente precisas, una

recopilación, de usos ancestrales, en fórmulas concretas, ordenadas en libros y

versículos, este logró proporcionar inicialmente una codificación de normas jurídicas

perfectamente concretadas.

24
Historia de la Abogacía

Aunque innumerables pueblos de la antigüedad como los Caldeos, Persas, Egipcios

o Hebreos contaron con figuras semejantes a los Abogados e incluso llegaron a tener
defensores caritativos que ayudaban a los pobres; fue en Grecia donde la Abogacía

alcanzó su verdadera entidad y el status de profesión, donde Pericles es señalado

como el Primer Abogado Profesional. Seguidamente, en el mundo

hispanoamericano, fue a mediados del siglo XVI, cuando los Abogados se empezaron

a reunir en colegios y en el año 1495 se dictan las primeras ordenanzas de los


Abogados.

El derecho ha sido evolutivo, donde a través del tiempo ha ido organizándose

jurídicamente, donde sus técnicas de aprendizaje y aplicación han pasado de ser

normas arcaicas primitivas a ser base de una sociedad para la solución de sus

problemas, variando el derecho y las leyes dependiendo del problema que aqueje o

necesite la sociedad.

El Abogado es el que se dedica a defender los derechos o intereses de las personas,

donde su función en la sociedad por ser este el custodio y centinela del orden jurídico

del Estado, de la libertad, y del Derecho, requiere de parte de los llamados a

ejercerla, una conciencia definida de sus obligaciones y derechos y una perfecta

formación ética y humanística, que corrobore el compromiso axiológico con el grupo

social al que pertenece y se convierte en vigilante de la legalidad y el Estado de

Derecho.

Después de un examen exhaustivo sobre la Historia de la Abogacía, sus

mandamientos y sus decálogos. Es por tanto, que Vivimos en la era de la tecnología

algo muy bueno, pero logísticamente hablando es un arma de muchos filo, porque

25
Historia de la Abogacía

la repuesta a cada uno de los problemas actuales las encontramos en la historia ya

escrita y muchas veces en la misma etimología de las palabras, el abogado está


llamado a organizar y defender la sociedad, contribuir al desarrollo de la misma y la

organización legal de ella, siempre apelando a la justicia, a las costumbre y al respeto

del derecho de los demás.

El abogado no solo debe defender la institucionalidad y las leyes sino ayudar y

orientar la aplicación de la verdadera justicia orientando a cada quien sobre sus

derechos.

En nuestra sociedad aparecen normalmente personas que son Licenciados en

Derecho, pero que no ejercen ni son verdaderos abogados, que no trabajan ni están

acorde con la profesión; que no interactúan con los conceptos de un abogado, por

lo que no tienen las condiciones para enaltecer y fortalecer la sociedad.

RECOMENDACIONES

Partiendo de estos conceptos recomendamos a los abogados y a las universidades

reforzar los conocimientos de ética y aplicación; además el Colegio de Abogados

debe tomar más seriamente los reglamentos éticos en la profesión de la abogacía,


aplicándolo de manera efectiva.

26
Historia de la Abogacía

Finalmente, queda la satisfacción de haber realizado un trabajo conciso que nos

arrojó luz sobre la base teórica y la aclaración de varios aspectos prácticos


relacionado con dicho tema.

BIBLIOGRAFÍA

Bejar, José (1999). Apología del abogado. 2da. Edición. México, D.F. Universidad
Autónoma de Nayarit.

Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (2016).


Historia de la Abogacía. Disponible en: https://archivos.juridicas.
unam.mx/www/bjv/ libros/2/700/41.pdf. Recupeardo el 20 de mayo, 2018

Castillo, Yunior (2014). Historia de la abogacía, sus mandamientos y decálogos. La


Paz: Gaseta Jurídica. Disponible en: http://www.la-razon.com/la_gaceta_juridica/
Historia-abogacia-mandamientos-decalogos-gaceta_0_2117788300.html

Código de Manú (1945). Manava-Dharma-Sastra. Leyes de Manú. Versión de Eduardo


Borras. Buenos Aires: Editorial Schapire.

27
Historia de la Abogacía

Decreto No.1063-03, que ratifica el Código de Ética del Colegio de Abogados de la


República Dominicana. G.O. 18613.

Del Orbe, Sócrates (2000). Ediciones Fundación Hombre y Universo. 3ra. Edición.
Santo Domingo

Ley 91-83, que crea el Estatuto Orgánico del Colegio de Abogados de la República
Dominicana.
Marquez, Ana (2015). El Abogado y la Evolución del Abogado. Disponible en:
https://prezi.com/vr-r6bojgg8j/el-abogado-y-la-evolucion-del-abogado/

Matos, Eddy (2008). Historia del Derecho Dominicano. Disponible en:


http://utederecho.blogspot.com/2008/06/ historia-del-derecho-dominicano-
1ra.html
Zabala, Virginia (2007) Abogacía en Latinoamérica. Grupo Lincoln

28

Você também pode gostar