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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE DERECHO

BIENES PUBLICOS

“Concepto, aparición de los bienes públicos y sus elementos.”

Materia:
Derecho Administrativo

Autores:
CORCUERA IRRIBARREN, Valeria Isabel
DÍAZ TORRRES, Rodrigo Stefano

Docente:
Dr. Eulogio Pisfil Chaveta

TRUJILLO-PERÚ
2018
BIENES DE DOMINIO PÚBLICO
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 3
BIENES PUBLICOS ....................................................... Error! Bookmark not defined.
CONCEPTO DE BIENES PUBLICOS: ...................... Error! Bookmark not defined.
COMO APARECE LA TEMATICA DE BIENES PUBLICOSError! Bookmark not
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CARACTERISTICAS DE LOS BIENES PUBLICOS ............. Error! Bookmark not
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ELEMENTOS ESENCIALES DE BIENES PUBLICOS ............................................ 6
1) QUIÉN ES EL TITULAR DE LOS BIENES DEL DOMINIO PÚBLICO
(ELEMENTO SUBJETIVO) .................................................................................. 10
2) QUÉ BIENES INTEGRAN EL DOMINIO PÚBLICO (OBJETO) .................. 11
3) EL FIN A QUE SIRVEN LAS COSAS DEL DOMINIO PÚBLICO............... 15
4) ELEMENTO NORMATIVO.............................................................................. 16
CONCLUSIONES:......................................................................................................... 18
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................ 19
INTRODUCCIÓN

La Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), conforme a lo establecido en


los Decretos Leyes N° 25556 y 25768 y su Estatuto aprobado mediante Decreto Supremo
N° 131-2001-EF, es el órgano rector encargado del registro, administración, control y
fiscalización de la propiedad mobiliaria e inmobiliaria del Estado, la cual tiene por
finalidad incentivar el aprovechamiento económico de los bienes del Estado en armonía
con el interés social, promoviendo su intercambio y maximizando su rentabilidad. La Ley
General del Sistema Nacional de Bienes Estatales y su reglamento señala en su artículo 3
lo siguiente:

Los bienes de dominio público son aquellos bienes estatales, destinados al uso público
como playas, plazas, parques, infraestructura vial, vías férreas, caminos y otros, cuya
administración, conservación y mantenimiento corresponde a una entidad, aquellos que
sirven de soporte para la prestación de cualquier servicio público como los palacios, sedes
gubernativas e institucionales, escuelas, palacios, estadios, aportes reglamentarios, bienes
reservados y afectados en uso a la defensa nacional, establecimientos penitenciarios,
museos, cementerios, puertos, aeropuertos y otros destinados al cumplimiento de los fines
de responsabilidad estatal, o cuya concesión compete al Estado. Tienen el carácter de
inalienables e imprescriptibles. Sobre ellos, el Estado ejerce su potestad administrativa,
reglamentaria y de tutela conforme a ley.

Asimismo, los bienes de dominio privado del Estado son aquellos bienes estatales que
siendo de propiedad del Estado o de alguna entidad, no están destinados al uso público ni
afectados a algún servicio público, y respecto de los cuales sus titulares ejercen el derecho
de propiedad con todos sus atributos.

Tanto los bienes de dominio público como los privados son bienes del Estado, es decir,
pertenecen a la esfera patrimonial del Estado, pudiendo estar bajo la administración de
gobiernos regionales o locales o cualquier entidad pública (Poderes Ejecutivo,
Legislativo, Judicial, organismos públicos descentralizados u otros).
La característica fundamental de los bienes de dominio privado del Estado, es que estos
no gozan de las características de inalienables e imprescriptibilidad de los bienes
demaniales, lo cual ha sido objeto de pronunciamiento por parte del Tribunal
Constitucional señalando que “el artículo 73 de la Constitución Política del Estado
establece que los bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles,
deduciéndose de ello que no gozan de aquellas inmunidades los bienes que conforman el
patrimonio privado del Estado”.
A) CONCEPTO BIENES PÚBLICOS

Rafael Bielsa (1947) lo define como el conjunto cosas afectadas al uso directo de
la colectividad referida a una entidad administrativa de base territorial, destinadas
al uso público de los administrados y que no son susceptibles, por tanto, de
apropiación privada. El dominio público no se atribuye al Estado, sino al pueblo
(o población en el sentido de elemento constitutivo), si bien representado por el
Estado.

Marienhoff (1982) “dominio público es un conjunto de bienes que, que de


acuerdo al ordenamiento jurídico, pertenecen a la comunidad política del pueblo,
hallándose destinados al uso público directo o indirecto de los habitantes”.

María Ramírez, (1996) “el concepto de cosa pública es un importante instrumento


de centralización política y de reforzamiento del estado moderno frente a los
grupos corporativos y comunitarios” el proceso de institución y apropiación de la
propiedad común por el príncipe, hunde sus raíces en el antiguo régimen, pero
culmina en la revolución liberal, donde quedan reconocidos como únicos sujetos
el individuo y el Estado”.

Bernales Ballesteros (1997) “Los bienes de dominio público son aquellos que han
sido reservados al dominio del estado como ente colectivo que ejerce el poder
político y que no son susceptibles de ser transferidos a personas particulares por
ningún derecho, los bienes de dominio público son, y quedaran en el dominio del
Estado, los recursos naturales, el mar, las playas, los cursos de agua, áreas
naturales protegidas”.

Rubio Correa (1999), "los bienes de uso público son aquellos que están destinados
a que los utilicen todas las personas indistintamente, sin que ninguna de ellas
pueda establecer un derecho individual, o colectivo, exclusivo sobre dichos
bienes. cita algunos ejemplos clásicos de bienes de uso público como los parques,
las plazas, las calzadas, las veredas, los ríos, los lagos y el mar, entre otros, así
también hay bienes de dominio público que no son de uso público, como los
parques nacionales, los fondos marinos, yacimientos minerales" 7 acota el mismo
autor sobre "el dominio, (…), estaba más referido a los bienes entendidos como
bienes de uso, la propiedad actual considera a los bienes mas como bienes de
cambio, por lo tanto para este autor dominio no es propiedad, tiene más que ver
con el ejercicio de derechos inamovibles y no dedicados a la circulación sobre los
bienes, esta ultima entendida como libertad de disposición”.

De ahí que la acotación que hace (María Ramírez, 1996, p. 251) en relación a la
clasificación entre bienes del estado y bienes de los particulares se tiene en cuenta
la persona a quien pertenece el bien, esto es, en atención al titular o sujeto. Resulta
útil al momento de determinar las reglas que le serán aplicables, pues de tratarse
de bienes de particulares le serán aplicables las reglas del derecho civil, y cuando
se trate de bienes que corresponden al estado o también denominados demaniales
por ser de uso público, tienen un tratamiento especial” el mismo autor concluye
citando a Fiorini9 “en realidad entre los bienes del dominio público y los del
dominio privado del estado hay una amplia gama de bienes que no encuadran en
los cliches tradicionales”, “el dominio público no determina la función
administrativa, sino esta la utiliza como instrumento para realizar sus cometidos”
.

Sin embargo para Cervantes Anaya (2010) esa distinción no resulta válida porque
todos los bienes del pueblo que administra el estado “mero administrador”
conservan su carácter público. Acota además que “no todos tienen la misma
condición, puesto que hay algunos que se conceptúan desde antiguo como parte
del territorio o porciones territoriales (…) gozan los territoriales, del amparo de la
soberanía del Estado porque los ríos, lagos, mar territorial no pueden ser desviados
de la esencia de la territorialidad, más aún si la propia constitución y la ley así lo
definen (artículo 54º de la constitución política de 1993). Son por su naturaleza,
como la soberanía, inalienables” concluye este autor señalando que la
desafectación no sería aplicable por ser porciones del territorio o el territorio
mismo.

B) ¿CÓMO APARECE LA TEMÁTICA DE LOS BIENES PÚBLICOS?


Esta concepción se remonta al Derecho romano, en el cual la Res publica ('cosa
pública' o 'administración', asuntos políticos en general) hacía referencias a las
propiedades de la Antigua Roma o de sus ciudadanos en conjunto (tales como las
fuentes de agua de la ciudad, las calles, etc.). La influencia de esta acepción se ha
extendido con algunas modificaciones hasta el presente; por ejemplo, Andrés
Bello escribe (en relación a los “bienes nacionales”): “Si además su uso pertenece
a todos los habitantes de la nación, como el de las calles, plazas, puentes y
caminos, el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes nacionales de uso
público o bienes públicos”.2 Nótese que en esa definición Bello utiliza dos
criterios: la propiedad es estatal, el usufructo es general a los habitantes.

En el presente, esta concepción perdura principalmente en la tradición legal, la de


la ciencia política y la de la economía política. Así, en esas áreas en general se
entiende por dominio público el conjunto de bienes y derechos de titularidad
pública, destinados al uso público.

Aparentemente el origen de la denominación bienes de dominio público se debe


a la publicación de JB Víctor Proudhon (1845) quien con su traité du domaine
public, tuvo tal influencia que con justicia se le atribuye la paternidad de esa
concepción.

C) CARACTERES JURÍDICOS DEL DOMINIO PÚBLICO

Siguiendo a María Ramírez, (1996) nos dice que la doctrina es unánime en


señalar tres notas o caracteres esenciales:

 La inalienabilidad.

Característica según la cual, los bienes públicos no pueden ser transferidos a


particulares bajo ninguna forma de derecho; es decir, se descarta el uso y goce
individual, su propia naturaleza impide que estos bienes sean materia de posesión
de Una importante acotación la hace Clavero citado por María Ramírez (1996)
cuando nos dice que “la inalienabilidad garantiza la inseparabilidad de los bienes
de la función pública, manteniendo la titularidad administrativa” a su vez el
mismo autor nos dice categóricamente que “es la afectación la que fija la
iniciación de esa inalienabilidad, así como también la desafectación es la que
determina el cese de la inalienabilidad”

Del principio de inalienabilidad se derivan algunas otras notas o consecuencias


jurídicas; así:

1. Los bienes del dominio público no pueden embargarse.


2. No son hipotecables, ni materia de gravamen civil alguno
3. No son expropiables: sobre los bienes y dependencias del dominio público no
procede la expropiación por el mismo poder público, por ser bienes de utilidad
pública (Jordano Fraga)
4. De la inalienabilidad se deduce que un bien del dominio público no puede ser
reinvidicado (no proceden las acciones petitorias respecto del dominio público)
5. No cabe el ejercicio de interdictos ni acciones posesorias para recuperar la
posesión
6. No pagan contribución.

 Imprescriptibilidad.

Carácter por el cual, a pesar del transcurso del tiempo como requisito para adquirir
la propiedad sobre este, no es susceptible de ser transferido. A esto María Ramírez
acota que este principio tiene por objeto conservar el dominio público en su
integridad.

 Inembargabilidad.

Los bienes del dominio público del Estado no pueden embargarse, es una
consecuencia de la inalienabilidad de los bienes de dominio público.
Al respecto Carolina Gamarra (2011) “el concepto de dominio público es
un concepto instrumental, de naturaleza compleja, que es empleado por el Estado
para extraer un bien determinado del mercado, a fin de impedir que el mismo
pueda ser transferido o adquirido por prescripción, como lo señala la norma
constitucional. Esta situación genera evidentes limitaciones a varios derechos
fundamentales, en primer lugar, el derecho de propiedad que incluye también el
derecho a acceder a la propiedad privada; asimismo, existen limitaciones a los
derechos de libertad de empresa y libertad de comercio, contenidas en el artículo
59° de la Constitución, dado que no existe posibilidad de comprar o vender dichos
bienes. (…) el bien de dominio público genera ciertas distorsiones, puesto que no
permite que los bienes puedan asignarse a sus usos más eficientes . Lo que ocurre
es que la propiedad privada, (…), permite la asignación de los bienes a sus usos
más eficientes. Es cierto que el otorgamiento de concesiones respecto a bienes
públicos permite paliar esta distorsión. Pero, por un lado, no todos los bienes de
dominio público pueden ser otorgados en concesión. Por otro lado, estos bienes
susceptibles de aprovechamiento económico, en su mayoría, podrían ser
transferidos en propiedad a los particulares, quienes los aprovecharían de manera
más eficiente puesto que los mismos irían de un titular a otro titular hasta llegar a
quien lo explote de la manera más adecuada.

Esta es una posición más liberal, en donde prioriza el interés privado a través del
ejercicio del derecho de la propiedad, efectivamente algunos bienes de dominio
público se podrán desafectar o viceversa pero habrá algunos que como bien dice
Cervantes Anaya son bienes de dominio público por naturaleza y el Estado debe
ejercer el rol de policía para garantizar su protección.

D) ELEMENTOS ESENCIALES DE BIENES PUBLICOS

De acuerdo a la posición mayoritaria de la doctrina el dominio público es un


conjunto de bienes que de acuerdo al ordenamiento jurídico, pertenecen a una
entidad estatal, hallándose destinados al uso público directo o indirecto de los
habitantes. Esta noción supone cuatro elementos, que fueron planteados
originariamente por un autor español, Ballbe y tomados y desarrollados por
Marienhoff.
Tales elementos son los siguientes:

1) Subjetivo: Quién es el titular del dominio público.

2) Objetivo: Cuáles son los bienes del dominio público.

3) Normativo: En virtud de qué normas están incorporados al dominio público.

4) Teleológico: A qué fin están destinados los bienes del dominio público.

1) QUIÉN ES EL TITULAR DE LOS BIENES DEL DOMINIO PÚBLICO


(ELEMENTO SUBJETIVO)
Acá hay fundamentalmente dos doctrinas:

a) Quienes dicen que el titular es el Estado o una entidad estatal

b) quienes dicen que es la comunidad política pueblo.

Hay una tercera doctrina que dice que el titular también puede ser un particular,
pero es totalmente desechada.

Si bien existen muchos argumentos que se han esgrimido en la discusión, creemos


que lo más importante es que el dominio público, se lo considere un derecho de
propiedad, un derecho subjetivo, entonces sólo puede ser titular de él un sujeto de
derecho, por lo menos en la técnica jurídica ya desarrollada en los últimos años.

En efecto, quien no es sujeto de derecho no puede ser titular de un derecho


subjetivo y entre ellos tampoco el derecho de propiedad. Ahora bien, como
precisamente la comunidad política pueblo, en sí, no tiene personalidad jurídica,
sino que se halla representada y canalizada a través del Estado, y su única
personalidad jurídica es la que tiene en cuanto Estado organizado, como un ente
público, entonces pareciera ser que no es técnicamente posible que ese pueblo,
directamente, sea titular de este derecho subjetivo del dominio público. Esto,
siempre que afirmemos que el dominio público es un derecho subjetivo, principio
en cierto modo inescapable. Si afirmáramos en cambio que es un tipo de
“potestad,” como la soberanía, por ejemplo, podría tal vez afirmarse esto; pero,
desde el momento que se dice terminantemente y sin discusión que es un derecho
subjetivo, entonces no parece que pueda pertenecerle directamente al pueblo.

En la posición que sostiene que el titular es el Estado, se entiende que es:

1º) El Estado Nacional, ó 2º) las provincias; incluso se agregan: 3º) las entidades
autárquicas “territoriales” (por ejemplo, las municipalidades); 4º) las entidades
autárquicas “institucionales” (por ejemplo, la Universidad); e incluso cabría
agregar (5º) las empresas del Estado.

El género sería pues una entidad estatal; no estarían por ello comprendidos en este
concepto: a) Ciertas entidades públicas no estatales, como por ejemplo, la
Iglesia; b) las sociedades de economía mixta, que de acuerdo a la ley de su
creación pueden en ciertos casos perseguir fines públicos, a pesar de lo cual
no son entidades estatales.

2) QUÉ BIENES INTEGRAN EL DOMINIO PÚBLICO (OBJETO)

El principio en materia de “objeto” del dominio público es que él es el mismo que


puede tener el derecho de propiedad en el derecho privado, de manera que todos
los bienes que en principio pueden ser objeto de propiedad privada, pueden
también si reúnen los elementos del caso, serlo de propiedad pública. Pero en
realidad esto no es estrictamente así, pues hay que efectuar algunas
modificaciones de detalle cuando se habla de qué cosas pueden ser susceptibles
de integrar el dominio público.

1º) En primer lugar encontramos los inmuebles que conforman el patrimonio


cultural de la nación; acá es donde tradicionalmente hay más acuerdo: los
inmuebles de estas característica, de por sí, integran el dominio público.

De acuerdo con la LEY GENERAL DEL PATRIMONIO CULTURAL DE


LA NACIÓN 28296:

Artículo 1°.- Clasificación Los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la


Nación se clasifican en:

1. BIENES MATERIALES
1.1 INMUEBLES Comprende de manera no limitativa, los edificios, obras de
infraestructura, ambientes y conjuntos monumentales, centros históricos y demás
construcciones, o evidencias materiales resultantes de la vida y actividad humana
urbanos y/o rurales, aunque estén constituidos por bienes de diversa antigüedad o
destino y tengan valor arqueológico, arquitectónico, histórico, religioso,
etnológico, artístico, antropológico, paleontológico, tradicional, científico o
tecnológico, su entorno paisajístico y los sumergidos en espacios acuáticos del
territorio nacional. La protección de los bienes inmuebles integrantes del
Patrimonio Cultural de la Nación, comprende el suelo y subsuelo en el que se
encuentran o asientan, los aires y el marco circundante, en la extensión
técnicamente necesaria para cada caso.

Otros ejemplos, se podrían considerar la construcción de inmuebles donde residen


las instituciones de la nación, son considerados bienes inmuebles de dominio
público.

2º) En cuanto a los accesorios de los inmuebles, el criterio de algunos autores


se aparta de el del derecho civil, pues considera que los accesorios de un bien
inmueble que integra el dominio público, no siguen necesariamente el carácter de
la cosa principal sino sólo cuando contribuyen en forma permanente, directa e
inmediata, a que el bien dominical cumpla su fin. Sin embargo la distinción
puede ser cuestionable, pues podría parecer más razonable que los accesorios
sigan siempre la suerte de lo principal, aunque no sirvan al fin de éste.

Como ejemplo del criterio restrictivo señalado, puede mencionarse que en una
plaza, que está destinada al fin de recreación y descanso de la comunidad, las
plantas que sirven a ese fin, en forma permanente, directa e inmediata, integran
el dominio público; las flores de la plaza... que también sirven a ese fin de
recreación, integran por ello el dominio público.

Pero si en algunas de las plantas de la plaza nace un fruto determinado, éste no


sirve al fin del inmueble del cual es accesorio, y por lo tanto no integra el dominio
público sino el dominio privado del Estado.

En cuanto a los árboles que están al costado del camino, ellos son para dar
sombra, para demarcarlo, pero no tienen estrictamente un fin recreativo: Entonces
una flor que crezca en ese árbol, ya no integrará el dominio público. Como se
advierte, la distinción puede ser excesivamente sutil.

3º) Muebles. La doctrina a veces discute si los muebles integran o no el dominio


público, que incluye expresamente en el dominio público a “cualesquiera otras
obras públicas, construidas para utilidad o comodidad común:” Al no hacer la ley
una distinción entre obras públicas muebles o inmuebles, cabe integrar a ambas
en el concepto de dominio público.

Según la LEY GENERAL DEL PATRIMONIO CULTURAL, son


considerados bienes muebles de dominio público

MUEBLES: Comprende de manera enunciativa no limitativa,

- Colecciones y ejemplares singulares de zoología, botánica, mineralogía y los


especímenes de interés paleontológico.

- Los bienes relacionados con la historia, en el ámbito científico, técnico, militar,


social y biográfico, así como con la vida de los dirigentes, pensadores, sabios y
artistas y con los acontecimientos de importancia nacional.

- El producto de las excavaciones y descubrimientos arqueológicos, sea cual fuere


su origen y procedencia.

- Los elementos procedentes de la desmembración de monumentos artísticos o


históricos y de lugares de interés arqueológico.

- Las inscripciones, medallas conmemorativas, monedas, billetes, sellos,


grabados, artefactos, herramientas, armas e instrumentos musicales antiguos de
valor histórico o artístico.

- El material etnológico.

- Los bienes de interés artístico como cuadros, lienzos, pinturas, esculturas y


dibujos, composiciones musicales y poéticas hechos sobre cualquier soporte y en
cualquier material.

- Manuscritos raros, incunables, libros, documentos, fotos, negativos,


daguerrotipos y publicaciones antiguas de interés especial por su valor histórico,
artístico, científico o literario.
- Sellos de correo de interés filatélico, sellos fiscales y análogos, sueltos o en
colecciones. - Documentos manuscritos, fonográficos, cinematográficos,
videográficos, digitales, planotecas, hemerotecas y otros que sirvan de fuente de
información para la investigación en los aspectos científico, histórico, social,
político, artístico, etnológico y económico.

- Objetos y ornamentos de uso litúrgico, tales como cálices, patenas, custodias,


copones, candelabros, estandartes, incensarios, vestuarios y otros, de interés
histórico y/o artístico. - Los objetos anteriormente descritos que se encuentren
sumergidos en espacios acuáticos del territorio nacional.

- Otros objetos que sean declarados como tales o sobre los que exista la
presunción legal de serlos.

4º) En cuarto lugar podemos mencionar los derechos y objetos inmateriales.

I) Los derechos.

A) Servidumbres públicas:

a) La servidumbre fluvial, “los propietarios limítrofes con los ríos o con canales
que sirvan a una comunicación por agua, están obligados a dejar una calle o
camino público de treinta y cinco metros hasta la orilla del río, o del canal, sin
ninguna indemnización.”

b) La servidumbre de acueducto : “Toda terreno está sujeto a la servidumbre de


acueducto en favor de otro terreno que carezca de las aguas necesarias para el
cultivo de sementeras, plantaciones o pastos, o en favor de un pueblo que las
necesite para el servicio doméstico de sus habitantes.”

c) Hay otras servidumbres públicas, como por ejemplo, la servidumbre de


monumentos y lugares históricos, y otras de menor importancia. B) Derechos
intelectuales: Una vez vencido el derecho del autor y de sus herederos, pasan a
integrar el dominio público, tratándose entonces también de un derecho que
integra el dominio público.
II) Objetos inmateriales.

A) La fuerza hidráulica en un curso de agua pública es un objeto inmaterial que


también integra el dominio público.

B) el espacio aéreo: El dominio público aéreo se extiende desde el límite práctico


de los propietarios de la tierra (o sea hasta donde llega el espacio útil para ellos)
hasta donde llega la fuerza gravitatoria de la tierra, lo que se llama la “frontera
celeste;” en lo horizontal, los límites del espacio aéreo alcanzan hasta donde llega
el mar jurisdiccional, y donde no lo hay, a donde llega la frontera.

5º) En quinto lugar, dentro del objeto del dominio público, están las
universalidades públicas, que no están mencionadas expresamente en el
Código Civil, como bienes del dominio público

Se dice que cuando este artículo habla de las obras públicas construidas para
utilidad o comodidad común, el término “construidas,” no puede interpretarse
demasiado estrictamente (es decir, lo qué está hecho realmente), sino que abarca
también el caso de cosas organizadas por el Estado, como es una universalidad
pública.

La universalidad, tanto en derecho privado como público, se caracteriza por dos


elementos:

a) Conjunto de cosas que pertenece a un mismo sujeto;

b) que esas cosas tienen o sirven a un fin común. Cuando existe ese fin común,
sea el uso directo o indirecto de los habitantes, y el propietario es el Estado, será
entonces una universalidad pública: Es el caso de una biblioteca pública, un
museo, un jardín zoológico o botánico. (Aunque este último puede ser discutible,
porque por lo general todas las plantas están fijadas en el suelo, y puede tal vez
sor un solo inmueble y no haber universalidad; pero si contamos por ejemplo los
ficheros y el mobiliario que exista, podríamos decir que es una universalidad
pública.)

3) EL FIN A QUE SIRVEN LAS COSAS DEL DOMINIO PÚBLICO


Algunos autores admiten únicamente el uso público directo como típico y
constitutivo del dominio público, pero no el uso público indirecto, o sea el que se
hace a través de un servicio público. (En una Facultad, la comunidad estudiantil
está usando el edificio, pero no directamente sino a través del servicio público, el
dominio público enseñanza; en cambio la plaza es usada directamente, no a través
de algún servicio público.)

Parte de la doctrina restringe pues el concepto de dominio público a aquellos


bienes que están destinados al uso directo de la comunidad, una plaza, una calle,
un camino, un puente; pero en general pareciera ser más, viable la doctrina que
incluye el uso indirecto efectuado a través de un servicio público; esta orientación
ha sido aceptada por la jurisprudencia.

Ahora bien, al aceptar tanto el uso público directo como indirecto, se toma más
evidente la falta de distinción neta entre dominio público y privado:

En la concepción tradicional que sólo considera dominio público al afectado al


uso directo de la comunidad, queda hecha la distinción frente al dominio privado
en atención a que éste sólo sirve directamente al uso público, en la medida en que
lo utiliza la administración para sus actividades de interés público; pero cuando
se sostiene, como en la doctrina y jurisprudencia actual, que el dominio público
es tanto el que sirve directa como indirectamente al uso público, en verdad nada
queda fuera de tal concepto, ya que no puede admitirse que el Estado tenga bienes
que no estén ni siquiera indirectamente afectados al uso y al interés de la
colectividad.

Finalmente, es de hacer notar que tal vez podría resultar de interés hacer, dentro
de los bienes del dominio público, una distinción entre “bienes de uso común
(Sachen in Gemeingebrauch) y “patrimonio administrativo”
(Verwaltungsvermögen), como lo hace la doctrina alemana.

4) ELEMENTO NORMATIVO
Entendemos por elemento formal o normativo del dominio público el conjunto de
determinaciones legales aplicables a los bienes publicos que constituyen
propiamente su régimen jurídico. Éste está integrado por los tradicionales
principios de inalienabilidad, imprescriptibilidad e inembargabilidad, que
constituyen el marco o telón de fondo sobre el que se diseñan las potestades
publicas. La configuración de éstas se detalla de modo específico en la legislación
sectorial aplicable a las diversas dependencias demaniales o conjuntos de bienes
de dominio público de análoga naturaleza.

El régimen demanial, en la actualidad, comienza con las previsiones contenidas


en el artículo 73 de la Constitución. Ha de ser, por tanto, nuestro punto de partida
ya que establece los condicionamientos jurídicos fundamentales en nuestro
Derecho.

Artículo 73

Bienes públicos

Los bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles. Los bienes de


uso público pueden ser concedidos a particulares conforme a ley, para su
aprovechamiento económico.

COMENTARIO.

Los bienes de dominio público están fuera del tráfico jurídico. Son inalienable s,
imprescriptibles y no susceptibles de gravamen. Las dependencias del dominio
público deben, en todas las circunstancias, permanecer libres en manos de la
Administración, porque su destino -el interés público- no puede ser contrariado.
Durante muchos años, estas ideas han servido de base para negar la posibilidad de
constituir derechos reales sobre dominio público. Es que el derecho real en sí, es
incompatible, con aquel régimen especial. De ahí que se configurara el "derecho
del concesionario" sobre los bienes de dominio público como una especie de
derecho de crédito, análogo al de arrendamiento regulado por el Código Civil y
susceptible de ser ejercitado ante la Administración Pública, por estar obligada a
respetar el estatus del concesionario 127
E) CONCLUSIONES:

1. Los bienes del Estado se clasifican en bienes del dominio público y bienes del
dominio privado; a estas dos categorías no cabe agregar una tercera (“patrimonio
indisponible”), pues sólo existe en la legislación italiana y de todos modos tendría
un régimen jurídico similar al del dominio público.

2. De acuerdo al concepto unánime de la doctrina, es un conjunto de bienes que


de acuerdo al ordenamiento jurídico pertenecen a una entidad estatal, hallándose
destinados al uso público directo o indirecto de los habitantes.

3. El sujeto o titular del dominio público es una entidad estatal (Estado nacional o
provinciales; entidades autárquicas, empresas del Estado); no puede serlo una
persona no estatal, aunque sea pública.

4. El objeto del dominio público son los inmuebles que tengan finalidad o utilidad
pública o conformen parte del patrimonio cultural, sus accesorios, los muebles,
derechos (servidumbres públicas, derechos intelectuales), objetos inmateriales
(fuerza hidráulica, espacio aéreo), y universalidades públicas.

5. El fin del dominio público es el uso directo (parques, plazas, caminos) o


indirecto (a través de los servicios públicos) de la comunidad. En rigor, entonces,
ningún bien del Estado deja de tener directa o indirectamente un fin de este tipo.

6. Las cosas que integran el dominio público lo hacen en virtud de disposiciones


legales que las califican como tales; no hay bienes que sean “por su naturaleza”
(bosques, ríos, mares) del dominio público, si no hay una norma que expresa o
implícitamente lo disponga.

7/8. Los caracteres del dominio público son su inalienabilidad e


imprescriptibilidad. A raíz de ello son inembargables, inejecutables, etc. Sin
embargo, se admiten las servidumbres públicas sobre bienes del dominio público,
y también la expropiación de tales bienes.

10. La asignación del carácter público a una cosa es la enunciación de la misma,


por parte de la legislación, como pública; la afectación, que debe ser dispuesta
expresa o tácitamente por una autoridad administrativa competente, implica librar
el bien en forma actual y efectiva al uso público. En el caso de los bienes naturales,
por excepción, la asignación de carácter público implica su automática afectación.

BIBLIOGRAFIA

MARIENHOF, WERNER (1995). EL REGIMEN DE LA ADMINISTRACION


PÚBLICA. GRIJLEY: LIMA.

GASTON GEZI (2000) LOS BIENES PUBLICOS EN EL DERECHO


ADMINISTRATIVO. GACETA JURÍDICA: LIMA.

COLMEIRO (2002). LOS BIENES PUBLICOS. GRIJLEY: LIMA.

MASUCCI, ALFONSO. Apuntes reconstructivos de la ley sobre el procedimiento


administrativo en Italia. En: documentación administrativa N° 248-249.
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INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, 1997, P. 315.

AMADOR, V. (2013). Derecho Administrativo.. Tomo II. Lima: Ediciones


Legales

ASENCIO, M. (2009). “El estado y sus administrados nuevas concepciones, N°


128, pp. 17-22.

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