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Resumen:
INTRODUCCIÓN
Por otro lado las fracturas que afectan la diáfisis de los pacientes inmaduros
Suelen ser incompletas o simple debido a la naturaleza flexible de los huesos
inmaduros.
Las fracturas completas o conminutas son mucho menos frecuentes que en los
adultos
(Carmichel, 1999; Herron, 1981; Phillips, 1979; Salter, 1963).
Las recomendaciones generales que se mencionan en la literatura respecto al
tratamiento de este tipo de fracturas son las siguientes:
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Los clavos de Rush son más utilizados en las fracturas epifisarias distales del
fémur (Alexander, 1985; Alcantara et al.,. 1975; Carmichel, 1999; Lawson,
1958). Con este método se logra un mejor asentamiento en el fragmento
epifisario y se permite la expansión longitudinal, ya que los cuerpos
permanecen dentro del canal intramedular.
Sin embargo, hay estudios que han mostrado que es habitual un crecimiento
deteriorado, incluso después de este tipo de fijación.
Los clavos de Steinman o los alambres de Kirschner cruzados, se usan mucho
para tratar las fracturas fisarias, pero pueden ser difíciles de colocar en el
fragmento epifisario para permitir una buena restauración. Este método puede
también unir la placa de crecimiento y mejorar el desarrollo longitudinal
mientras están en posición, en especial si se colocan casi perpendiculares al
eje longitudinal del hueso (Alexander,1985; Alcantara et al., 1975; Carmichel,
1999; Reynolds, 1981; Salter, 1963; Wagner,1987).
Fracturas diafisarias
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Las fracturas que afectan la diáfisis de los pacientes inmaduros suelen ser de
tipo de baja energía y son incompletas o simples, debido a la naturaleza flexible
de los huesos inmaduros (Alexander, 1985; Carmichel, 1999; Herron, 1981;
Phillips, 1979).
Las fracturas de alta energía (las más típicas son las fracturas conminutas) no
se observan con tanta frecuencia como en los adultos. Suelen afectar, sobre
todo, a perros de razas grandes o gigantes, jóvenes de entre 6 a 9 meses,
cercanos al final del crecimiento (Alexander, 1985).
En animales inmaduros también pueden observarse fracturas que resultan de
la debilidad de los huesos debido a una enfermedad ósea preexistente. Deben
siempre considerarse como resultado de un desorden congénito o hereditario
o, más habitualmente, debido a desequilibrios nutricionales que afectan a los
huesos (hiperparatiroidismo secundario nutricional). Este tipo de fracturas se
denomina patológico y suelen producirse por un traumatismo mínimo. En
general pueden presentarse en múltiples lugares al mismo tiempo o muy
cercanas unas de otras
(Brighton,.1978; Phillips,. 1979).
CASO CLÍNICO
Anamnesis
Es referida a la consulta una gata mestiza, de 6 meses de edad y 2 kg de peso
por un problema de cojera aguda en la extremidad posterior derecha. El animal
manifiesta dolor a la manipulación de la articulación coxo-femoral izquierda en
extensión y en flexión. Llegado ser atendido en Hospital Veterinario de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional del Altiplano – Puno;
Ayudas diagnósticas
Se solicitó prueba de ECG, Hemograma, Examen Hepático, Renal.
PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO
Preoperatorio
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Inducidos con Diazepam a la dosis de 0.6 mg/kg de peso vivo y ketamina a la
dosis de 2 mg/kg peso vivo por vía intravenosa. El mantenimiento anestésico se
fue con ketamina.
Descripción de la técnica
(figura 1).
Paso 2
Para exponer hasta llegar a la fractura llegando haci al fémur (figuras 2 y 3).
Figuras 2 y 3. Separación de los párpados con blefaróstato y fijación del tercer párpado
con puntos simples.
Paso 3
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Se realizan dos incisiones superficiales con bisturí n.o 11 en la membrana
nictitante. Las incisiones deben bordear la base de la glándula sin llegar a unir
sus extremos, lo cual da una forma elíptica al corte (figura 4).
Paso 4
Paso 5
Una vez anudado el inicio del punto continuo simple, es necesario traspasar la
membrana nictitante con la sutura en dirección de su superficie bulbar. Los
bordes de la incisión que se aproximan son los más distales a la base de la
glándula.
Paso 6
5
El punto continuo une los bordes más distales de las incisiones de la conjuntiva,
donde el hilo bordea la superficie más expuesta de la glándula, hasta alcanzar el
Atención posoperatoria
DISCUSIÓN
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la membrana nictitante. De esta manera, creamos un bolsillo en la conjuntiva y a
medida que cerramos la abertura de la conjuntiva vamos sepultando la
glándula.
Agradecimientos
Agradecimientos al Hospital Veterinario de la Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia, Universidad Nacional del Altiplano – Puno, y en especial al Dr. Oscar
Espezúa, por las enseñanzas brindadas.
BIBLIOGRAFÍA
al., C. L. (2011). Conjuntivectomía periglandular. Una nueva alternativa para el
tratamiento quirúrgico del prolapso de glándula del tercer párpado en
caninos.
Esteban Martín. (2007). Atlas de Oftalmología Clínica del perro y del gato.
España.