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Entrevista/2608384.html

Ensayo sobre metodologías de la investigación social

Técnicas de la investigación social: La entrevista

Las metodologías de investigación social, son técnicas o herramientas


metodológicas que permiten producir datos que den cuenta de una realidad social
(nuestro objeto de estudio como investigadores sociales) y a su vez, a partir de
estos datos, generar un análisis de la realidad investigada. Es a través de estas
metodologías, que podemos llegar a conocer y comprender lo que no es posible
ver en la cotidianeidad, conocer lo que se esconde a nuestra comprensión, y a
través de ellas, construir una perspectiva y un plan que nos permitan diseñar y
delimitar las estrategias o enfoques que más se ajusten para nuestras
investigaciones. En esta ocasión expondré, sobre la entrevista como técnica para
la investigación social y como esta ha sido de gran ayuda para las ciencias sociales
y en especial para la Sociología, desde el punto de vista de diversos autores como
Miguel Valles, Luis Enrique Alonso y Alfonso Orti, los que tomaré como base
para este ensayo.

La entrevista, según la opinión de los tres autores mencionados, debe ser


entendida como una conversación (locutor-interlocutor), más o menos
estructurada, más o menos formal, más o menos extensa en su duración, pero
conversación al fin y al cabo, ya que, del lenguaje, del habla, de la conversación
emerge la comunicación, un recurso intrínseco en las relaciones sociales de las
cuales se desprenden procesos de significación y simbólicos propios de cada
grupo o cultura en específico, lo cual es primordial para el entendimiento de la
realidad social, ya que entendiendo los discursos que se desprenden de los
procesos de comunicación, es posible entender los procesos sociales desde la
intersubjetividad de sus individuos y del yo generalizado, que es el habla del grupo
que cae como el peso social y moral para normar las conductas y las acciones de
los individuos.

Existen dos enfoques clásicos que se presentan para la realización de la técnica de


entrevista, uno es el enfoque cuantitativo y otro es el enfoque cualitativo, de este
último expondré mayoritariamente, ya que este enfoque se encuentra más cercano
y más libre en su estructura, que la entrevista cuantitativa, para dar paso al
lenguaje simbólico y subjetivo de los sujetos, para así entender su actuar y su
sentir frente a la realidad que investigamos. Pero antes de comenzar a exponer
sobre el enfoque cualitativo de la entrevista, creo necesario conceptualizar el
sentido y el enfoque de la entrevista más cuantitativa, ya que como hemos
aprendido en las sesiones de clase y también lo plantea Miguel Valles en su texto
Técnicas Cualitativas de Investigación Social, es imprescindible para el
investigador no entender ambos enfoques (cualitativo-cuantitativo) como
irreconciliables, ya que ambos pueden complementarse y aportar en el mejor
entendimiento, avance y desarrollo de una investigación social.

La entrevista desde un enfoque más cuantitativo se basa en la utilización de la


encuesta, un cuestionario estructurado con un orden de preguntas y respuestas
cerradas en donde no existe mucho espacio para el despliegue de la subjetividad
de los sujetos entrevistados. En este sentido, Alfonso Orti, nos plantea que ambos
enfoques se diferencian por la producción de información que extraen del
entrevistado, ya que considera que la entrevista estructurada tipo encuesta cerrada
nos permite producir información de hechos concretos que son considerados como
una dimensión externa al sujeto, ya que, como señala Orti, para entender un hecho
social, la entrevista tipo encuesta: estructura, correlaciona datos, cuantifica y
registra información en base a censos o encuestas estadísticas. Mientras que la
entrevista desde un enfoque cualitativo produce información en base a analizar
los discursos subjetivos de los sujetos y a su vez como estos discursos, forman a
través de las relaciones, intersubjetividades simbólicas propias y características
dentro de un colectivo o grupo.
Dicho lo anterior, cabe señalar como se dijo anteriormente, que ambos enfoques
nos pueden ser útiles para el desarrollo de una investigación social, ya que, por
ejemplo, el resultado de una investigación arrojada de una entrevista tipo encuesta
nos puede servir como punto de inicio para la profundización de un tema en
particular que necesita mayor indagación para ser entendido, así como también el
resultado de una encuesta de tipo cualitativa puede dar pie a entender los intereses
de los entrevistados para generar así un índice o cuestionario para la elaboración
de una entrevista tipo encuesta.

Dentro de los modos de entrevistar existen variadas metodologías las cuales


pueden ser adoptadas para distintas áreas del conocimiento y para distintos usos
profesionales, tales pueden ser, según señala Miguel Valles en su texto Técnicas
Cualitativas de Investigación Social, las entrevistas de asesoramiento profesional
(jurídicas, bancarias, de imagen, etc…); las entrevistas de selección laboral; la
entrevista médica, entre otras. Pero existe un tipo de entrevista, en la que los tres
autores que señalamos al comienzo, concuerdan que es la más idónea para la
producción de información en las ciencias sociales, esta es la entrevista de
investigación.

La entrevista de investigación, es una entrevista en profundidad de tipo


conversacional, que, según lo señalado por Luis Enrique Alonso en el capítulo 8
del texto Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales,
busca extraer información desde la biografía del interlocutor/informante, extraer
información pero a partir de la experiencia del informante, esto quiere decir que
la característica fundamental de la entrevista de investigación es buscar la
subjetividad directa de la información proporcionada por el informante
entrevistado. En este sentido, según Alonso, se busca la intención y la actitud del
entrevistado frente al mensaje que transmite, esto para buscar la subjetividad de
su relato y su discurso, el cual contiene al discurso del otro generalizado que
funciona como una suerte de conciencia dentro del sujeto. Así es posible, obtener
una construcción del sentido social del actuar de un sujeto o del grupo al cual
pertenece.

Para lograr extraer esta información es necesario que el entrevistador mantenga


ciertas técnicas que ayuden al entrevistado a desplegar su relato, su experiencia y
su subjetividad en relación al tema de investigación, para esto es que los autores
nos plantean que deben existir ciertas metodologías que faciliten la comunicación
y la retroalimentación durante la entrevista. Por ejemplo, Alonso nos expone que
en la práctica de la entrevista en profundidad el entrevistador debe animar
constantemente al entrevistado a hablar y a desplegarse, sin querer canalizar o
direccionar su habla, ya que el riesgo que corre es que el discurso del entrevistado
se distorsione y termine siendo el discurso del propio entrevistador el que se
reproduzca en el entrevistado. También nos plantea, que a pesar de la libertad que
se debe ofrecer al entrevistado, debe existir un marco pauteado de la entrevista
que sirva como guía o referencia, que contenga los objetivos de la investigación
y focalice así la interacción en la entrevista, pero siempre dejando plena libertad
al entrevistado de plantear de acuerdo al marco de la investigación los temas que
a él le parezcan más pertinentes o más importantes para la investigación.

Siguiendo la línea argumentativa de Alonso, Valles plantea que existen criterios


para tener en consideración para una buena elaboración de una entrevista en
profundidad, estos son: animar al entrevistado a dar respuestas concretas;
Amplitud, quiere decir, indagar en la gama de evocaciones experimentadas por el
sujeto y Profundidad y contexto personal, que es la carga valorativa de los sujetos
y determinar si la experiencia tuvo significación para ellos. Valles, a diferencia de
Alonso, dialoga con otros autores respecto de la importancia en la dirección y
formas de estructuración de la entrevista para hacer de ella algo más productiva,
ya que evidencia la necesidad de asumir el control, más o menos directivo en
etapas posteriores de la entrevista para guiar la especificidad, amplitud y
profundidad que anteriormente detallamos.

En este sentido, según Valles, la clasificación de las entrevistas según su


estandarización y grado de estructuración ha tenido impacto en las ciencias
sociales y en especial en la Sociología. Orti, nos dice al respecto, que en las
entrevistas en profundidad abiertas o semi dirigidas o en los grupos de discusión,
el Sociólogo aspira a leer o analizar, y por eso resulta tan beneficiosa, a través del
discurso producido por el propio entrevistado, la forma social, cultural y de clase
de su estructura de personalidad y su condicionamiento ideológico, lo cual es apto
de “leer” en un encuentro cara a cara, donde es posible el análisis de significados
y como el otro generalizado incide en los procesos de aceptación de conductas y
de modelos culturales institucionalizados por grupos hegemónicos dominantes.

Bibliografía
Alonso, L. E. (1995). Sujeto y discurso: El lugar de la entrevista abierta en la practicas de la
sociología cualitativa. En J. M. Delagado, & J. Gutiérrez , Métodos y técnicas
cualitativas de investigación en ciencias sociales (págs. 225-240). Madrid: Síntesis
Psicología.

Ortí, A. (1994). La apertura y el enfoque cualitativo o estructural. En M. García Ferrando, J.


Ibáñez, & F. Alvira, El análisis de la realidad social (págs. 189-221). Madrid: Alianza Universidad
Textos.

Valles, M. (s.f.). Técnicas de Conversación, Narración (I): Las Entrevistas en Profundidad. En M.


Valles, Tecnicas Cualitativas de Investigacion Social (págs. 178-234). España: Sintesis.

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