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TESIS JURISPRUDENCIALES DE RECURSO DE QUEJA

Época: Novena Época

Registro: 161778

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXXIII, Junio de 2011

Materia(s): Civil

Tesis: I.9o.C.182 C

Página: 1569

RECURSO DE QUEJA PREVISTO EN EL ARTÍCULO 723, FRACCIÓN I, DEL


CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL. ES
IDÓNEO PARA IMPUGNAR LA NO ADMISIÓN DE UNA DENUNCIA DE JUICIO
SUCESORIO.

La interpretación teleológica del artículo 723, fracción I, del Código de Procedimientos


Civiles para el Distrito Federal, conduce a concluir que el recurso de queja previsto en ese
precepto, es igualmente aplicable tanto al desechamiento de una demanda contenciosa,
como al caso de la decisión de no admitir el escrito inicial de denuncia de un procedimiento
sucesorio, en virtud de que los procedimientos contenciosos y los sucesorios aun cuando
tienen ciertas diferencias en su trámite, esto no implica que la codificación citada les dé un
trato diverso para impugnar su inadmisión, pues en ambos casos los considera juicios,
verbigracia juicios ordinarios, especiales, en rebeldía y sucesorios; y a todos el legislador
los denomina "juicios", incluso tienen similitudes esenciales: a) tales procedimientos son
verdaderos juicios que tienen la finalidad de declarar o constituir derechos a petición de las
partes; b) en tales procedimientos se suscitan por regla general conflictos de intereses entre
las partes que deben ser ventilados por la autoridad judicial; y c) dichos procedimientos
inician mediante una petición de la parte interesada al juzgador. Por tanto, tales
consistencias son suficientes para estimar que la naturaleza de todos estos procedimientos
es esencialmente la misma y por ello resulta lógico y jurídico que el auto que desecha una
denuncia de juicio sucesorio sea impugnable a través del mismo recurso que desecha una
demanda contenciosa, máxime si no hay un recurso especial para el caso sucesorio.

NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 293/2011. Alfredo Armando Ramírez García o Alfredo Ramírez García. 19
de mayo de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Gonzalo Hernández Cervantes.
Secretario: Martín López Cruz.
Época: Novena Época
Registro: 194173
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo IX, Abril de 1999
Materia(s): Civil
Tesis: I.8o.C.198 C
Página: 595
QUEJA CONTRA LA DENEGADA APELACIÓN EXTRAORDINARIA. COMPETE SU
CONOCIMIENTO AL TRIBUNAL DE ALZADA.

La resolución relativa al recurso de queja interpuesto en contra de la denegación de la


apelación extraordinaria, debe pronunciarse por el tribunal de alzada, actuando
colegiadamente y no en forma unitaria, según lo dispone el artículo 43 de la Ley Orgánica
del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 433/98. Norberto Víctor Leopoldo Monroy Arciniega. 22 de mayo de


1998. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Arellano Hobelsberger. Secretario: Cutberto
Fung Castellanos.
Época: Novena Época

Registro: 180794

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XX, Agosto de 2004

Materia(s): Administrativa

Tesis: XVI.5o.13 A

Página: 1672

RESPONSABILIDADES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. LOS ARTÍCULOS 153 Y


154 DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE
GUANAJUATO, AL OMITIR LA OBLIGACIÓN DE LA AUTORIDAD DE
HACERLES SABER CIERTAMENTE EL O LOS HECHOS QUE SE LES IMPUTAN,
ASÍ COMO LIMITARLES SU DERECHO DE DEFENSA POR CONSTREÑIRLES A
OFRECER SÓLO LA PRUEBA DOCUMENTAL, TRANSGREDEN LOS PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURÍDICA
CONSAGRADOS EN LOS DIVERSOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.

De la interpretación de los artículos 153 y 154 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del
Estado de Guanajuato, se infiere, en lo que aquí importa, que iniciado el procedimiento
disciplinario en contra del servidor público, se enviará una copia del escrito de queja o
denuncia y sus anexos al propio servidor público para que en un término de cinco días
hábiles formule un informe sobre los hechos y rinda las constancias correspondientes.
Ahora bien, los preceptos en comento transgreden los principios constitucionales de
legalidad y seguridad jurídica consagrados en los artículos 14 y 16 de la Carta Magna, toda
vez que el legislador precisó el núcleo básico de las conductas calificadas como infractoras
y las sanciones que les corresponden en los artículos 152 y 156, respectivamente, del propio
ordenamiento legal, lo cual obliga a la autoridad sancionadora a fundamentar la conducta
reprochable justamente en los citados preceptos y así dar a saber específicamente al
servidor público el hecho o hechos que se le atribuyen, de ahí que en realidad se advierte
que el servidor público queda en estado de incertidumbre sobre las consecuencias jurídicas
de su conducta, si se tiene en cuenta que los principios rectores que la rigen, consistentes en
la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia, se encuentran a su vez
reglamentados y específicamente determinados a través de un estructurado sistema
disciplinario contenido en el precepto 151 de la citada ley orgánica, cuyo incumplimiento
provoca justamente la iniciación del procedimiento respectivo, el que concluye con la
aplicación de sanciones predeterminadas, por lo que no existe razón para no incluirse en
dichos preceptos el conocimiento cierto del o de los hechos imputados, de manera que en
aras de respetar la garantía de audiencia prevista en el segundo párrafo del artículo 14
constitucional, es menester hacer saber al funcionario concretamente los hechos que se le
imputan, ya que para desvirtuarlos y expresar sus defensas necesitará conocer,
invariablemente, todas las circunstancias que rodean la situación de hecho y que se
concretizan, y aquí conviene resaltarlo, mediante diversos elementos de convicción y no
solamente a través de la prueba documental, aportados en el curso del procedimiento
respectivo, en el que el servidor público tiene ya la oportunidad de rendir las pruebas que
estime pertinentes, en concordancia con las normas que regulan el ejercicio de esa facultad
sancionadora. Desde esta perspectiva, la sola circunstancia de que en los citados preceptos
se limite la capacidad de defensa al servidor público, por constreñirle a ofrecer sólo la
prueba documental con relación a hechos que bien pueden ser desvirtuados a través de
diversos medios de convicción, hace inconstitucional el contenido de los preceptos en
cuestión, puesto que basta con que la autoridad investigadora le reconozca el carácter de
procesado al funcionario para que éste pueda hacer valer sus garantías constitucionales, las
cuales constituyen un derecho público subjetivo traducido en una obligación de respeto de
las autoridades, con los requisitos y límites establecidos en las propias leyes.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO SEXTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 351/2003. Ma. Teresa Razo Almaguer. 4 de febrero de 2004.


Unanimidad de votos. Ponente: Lorenzo Palma Hidalgo. Secretaria: Patricia Guadalupe Lee
Martínez.
TESIS JURISPRUDENCIALES DE ACLARACIÓN
Época: Décima Época
Registro: 2008583
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 16, Marzo de 2015, Tomo I
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 2/2015 (10a.)
Página: 22

ACLARACIÓN DE SENTENCIAS DE AMPARO. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE


SÓLO PROCEDA DE OFICIO, NO IMPIDE QUE PUEDAN PROPONERLA LAS
PARTES.

Conforme al párrafo último del artículo 74 de la Ley de Amparo, la aclaración de


sentencias sólo procede de oficio y respecto de ejecutorias, ya que no constituye un recurso
o medio de defensa a través del cual se pueda modificar, revocar o anular la decisión
correspondiente, sino que es un mecanismo para aclarar conceptos ambiguos, oscuros o
contradictorios, subsanar alguna omisión, o corregir el error o defecto material de la
ejecutoria, para hacerla coincidente como acto jurídico y como documento. Sin embargo,
esa circunstancia no impide que las partes puedan proponerla, pues si bien es cierto que no
están legitimadas para ello, también lo es que el órgano jurisdiccional emisor puede hacer
suya la petición respectiva cuando lo estime procedente; esto es, la posibilidad de que las
partes propongan una aclaración de sentencia permite al órgano jurisdiccional conocer los
posibles errores o imprecisiones materiales cometidos en aquélla para, en su caso, aclararla
oficiosamente, a fin de lograr su debida ejecución y garantizar el derecho fundamental a
una impartición de justicia completa, sin que ello implique que necesariamente deba
pronunciarse sobre la procedencia o improcedencia de la aclaración, pues el Presidente del
órgano jurisdiccional válidamente puede desechar la solicitud por falta de legitimación del
promovente si, una vez que el secretario de acuerdos dio cuenta con ella ante el órgano,
ninguno de sus integrantes estima pertinente hacerla suya.
Contradicción de tesis 230/2014. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Décimo Séptimo en Materia Administrativa y Quinto en Materia de Trabajo, ambos del
Primer Circuito. 16 de octubre de 2014. Unanimidad de diez votos de los Ministros Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos, José
Fernando Franco González Salas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Luis María Aguilar Morales, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Alberto
Pérez Dayán y Juan N. Silva Meza. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Alberto
Pérez Dayán. Secretaria: Georgina Laso de la Vega Romero.

Tesis y/o criterios contendientes:

El sustentado por el Décimo Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del


Primer Circuito, al resolver el recurso de reclamación 1/2014, y el diverso sustentado por el
Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, al resolver el recurso
de reclamación 14/2014.

El Tribunal Pleno, el veinticuatro de febrero en curso, aprobó, con el número 2/2015 (10a.),
la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veinticuatro de febrero de
dos mil quince.

Esta tesis se publicó el viernes 06 de marzo de 2015 a las 09:00 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 09 de marzo de 2015, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 19/2013.
Época: Novena Época
Registro: 176612
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXII, Diciembre de 2005
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 149/2005
Página: 5
ACLARACIÓN DE SENTENCIA. SU TRAMITACIÓN NO IMPIDE QUE SE
PROMUEVA AMPARO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA, AUN CUANDO
AQUÉLLA ESTÉ PENDIENTE DE RESOLUCIÓN.

La aclaración de sentencia no tiene la naturaleza de un recurso, porque no puede modificar,


revocar o nulificar una sentencia; por tanto, su tramitación no impide que se promueva
juicio de garantías contra la sentencia definitiva, una vez que ésta ha sido notificada; así, el
hecho de que la demanda de garantías en contra de la sentencia definitiva se presente antes
de que exista el pronunciamiento relativo a la aclaración de sentencia, no actualiza la causa
de improcedencia prevista en la fracción XVIII del artículo 73, en relación con los
numerales 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 12/2005-PL. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Sexto Circuito. 26 de septiembre de 2005. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Juan
Díaz Romero y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Carlos Mena Adame.

El Tribunal Pleno, el veintidós de noviembre en curso, aprobó, con el número 149/2005, la


tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintidós de noviembre de
dos mil cinco.
Época: Novena Época
Registro: 176606
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXII, Diciembre de 2005
Materia(s): Administrativa
Tesis: VI.3o.A. J/53
Página: 2369

AGRAVIO EN LA REVISIÓN FISCAL. ES INATENDIBLE CUANDO LO QUE SE


PRETENDE OBTENER DE LA SALA ES LA ACLARACIÓN DE SENTENCIA.

Cuando a través del citado medio de defensa se pretende que la Sala del conocimiento
aclare su sentencia, es inatendible el agravio respectivo, al no haberse agotado de manera
previa la aclaración de sentencia, que establece el artículo 239-C del Código Fiscal de la
Federación, ya que esta última es una institución procesal que tiene por objeto hacer
comprensibles los conceptos ambiguos, rectificar los contradictorios y explicar los oscuros,
así como subsanar omisiones y, en general, corregir errores y defectos; que si bien no
constituye técnicamente un recurso o defensa legal para que se pueda revocar, modificar o
nulificar en cuanto al fondo la sentencia recurrida, sí es parte de la misma, tan es así que su
interposición interrumpe el término para su impugnación, y su pronunciamiento otorga
definitividad a la sentencia dictada por alguna de las Salas del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO


CIRCUITO.

Revisión fiscal 24/2002. Administrador Local Jurídico de Puebla Sur. 20 de marzo de 2002.
Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Rojas Fonseca. Secretario: Carlos Márquez Muñoz.

Revisión fiscal 172/2002. Administrador Local Jurídico de Puebla Norte. 17 de octubre de


2002. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Antonio Pescador Cano. Secretario: Jorge
Arturo Gamboa de la Peña.
Revisión fiscal 87/2004. Subadministradora de lo Contencioso "1" de la Administración
Local Jurídica de Puebla Sur, por ausencia de la titular y en representación del Secretario de
Hacienda y Crédito Público y del Presidente del Servicio de Administración Tributaria y de
la autoridad demandada. 28 de junio de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl
Oropeza García. Secretario: Héctor Alejandro Treviño de la Garza.

Revisión fiscal 60/2005. Administrador Local Jurídico de Puebla Norte. 28 de abril de


2005. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Rojas Fonseca. Secretario: Juan Carlos Ríos
López.

Revisión fiscal 166/2005. Administrador Local Jurídico de Puebla Sur. 6 de octubre de


2005. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Rojas Fonseca. Secretario: Juan Carlos Ríos
López.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII,


agosto de 2003, página 1815, tesis VI.2o.A.42 A, de rubro: "RECURSO DE REVISIÓN
FISCAL. SI DEL CONTENIDO DE LOS AGRAVIOS EXPUESTOS SE CONCLUYE
QUE LO QUE LA AUTORIDAD RECURRENTE PRETENDE ES QUE SE ACLARE
UNA SENTENCIA, EL RECURSO RESULTA IMPROCEDENTE."

Nota: Por ejecutoria del 27 de abril de 2011, la Segunda Sala declaró por una parte
inexistente y por la otra sin materia la contradicción de tesis 88/2011, al estimarse que uno
de los Tribunales Colegiados de Circuito contendientes se apartó del criterio en
contradicción, al plasmar uno diverso en posterior ejecutoria.
TESIS JURISPRUDENCIALES DE ACLARACIÓN DE SENTENCIA
Época: Novena Época
Registro: 176612
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXII, Diciembre de 2005
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 149/2005
Página: 5
ACLARACIÓN DE SENTENCIA. SU TRAMITACIÓN NO IMPIDE QUE SE
PROMUEVA AMPARO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA, AUN CUANDO
AQUÉLLA ESTÉ PENDIENTE DE RESOLUCIÓN.

La aclaración de sentencia no tiene la naturaleza de un recurso, porque no puede modificar,


revocar o nulificar una sentencia; por tanto, su tramitación no impide que se promueva
juicio de garantías contra la sentencia definitiva, una vez que ésta ha sido notificada; así, el
hecho de que la demanda de garantías en contra de la sentencia definitiva se presente antes
de que exista el pronunciamiento relativo a la aclaración de sentencia, no actualiza la causa
de improcedencia prevista en la fracción XVIII del artículo 73, en relación con los
numerales 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 12/2005-PL. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Sexto Circuito. 26 de septiembre de 2005. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Juan
Díaz Romero y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Carlos Mena Adame.

El Tribunal Pleno, el veintidós de noviembre en curso, aprobó, con el número 149/2005, la


tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintidós de noviembre de
dos mil cinco.
Época: Novena Época
Registro: 197248
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo VI, Diciembre de 1997
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 94/97
Página: 6

ACLARACIÓN DE SENTENCIAS DE AMPARO. SÓLO PROCEDE


OFICIOSAMENTE Y RESPECTO DE EJECUTORIAS.

La aclaración de sentencias es una institución procesal que, sin reunir las características de
un recurso, tiene por objeto hacer comprensibles los conceptos ambiguos, rectificar los
contradictorios y explicar los oscuros, así como subsanar omisiones y, en general, corregir
errores o defectos, y si bien es cierto que la Ley de Amparo no la establece expresamente
en el juicio de garantías, su empleo es de tal modo necesario que esta Suprema Corte
deduce su existencia de lo establecido en la Constitución y en la jurisprudencia, y sus
características de las peculiaridades del juicio de amparo. De aquélla, se toma en
consideración que su artículo 17 eleva a la categoría de garantía individual el derecho de las
personas a que se les administre justicia por los tribunales en los plazos y términos que fijen
las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial, siendo obvio
que estos atributos no se logran con sentencias que, por inexistencia de la institución
procesal aclaratoria, tuvieran que conservar palabras y concepciones oscuras, confusas o
contradictorias. Por otra parte, ya esta Suprema Corte ha establecido (tesis jurisprudencial
490, compilación de 1995, Tomo VI, página 325) que la sentencia puede ser considerada
como acto jurídico de decisión y como documento, que éste es la representación del acto
decisorio, que el principio de inmutabilidad sólo es atribuible a éste y que, por tanto, en
caso de discrepancia, el Juez debe corregir los errores del documento para que concuerde
con la sentencia acto jurídico. De lo anterior se infiere que por la importancia y
trascendencia de las ejecutorias de amparo, el Juez o tribunal que las dictó puede,
válidamente, aclararlas de oficio y bajo su estricta responsabilidad, máxime si el error
material puede impedir su ejecución, pues de nada sirve al gobernado alcanzar un fallo que
proteja sus derechos si, finalmente, por un error de naturaleza material, no podrá ser
cumplido. Sin embargo, la aclaración sólo procede tratándose de sentencias ejecutorias,
pues las resoluciones no definitivas son impugnables por las partes mediante los recursos
que establece la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 4/96. Entre las sustentadas por la anterior Tercera Sala y la actual
Segunda Sala. 26 de agosto de 1997. Once votos. Ponente: Olga María del Carmen Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diecisiete de noviembre en curso,


aprobó, con el número 94/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito
Federal, a diecisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete.
Época: Décima Época
Registro: 2002947
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 1
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 9/2013 (10a.)
Página: 5

ACLARACIÓN DE SENTENCIA. EL CÓMPUTO DEL PLAZO PARA PROMOVER EL


JUICIO DE AMPARO DIRECTO EN CONTRA DE UNA SENTENCIA DEFINITIVA
SUJETA A ESA INSTITUCIÓN PROCESAL, INICIA A PARTIR DEL DÍA SIGUIENTE
AL EN QUE SURTE EFECTOS LA NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN RECAÍDA
A LA SOLICITUD CORRESPONDIENTE.

La aclaración de sentencia es una institución procesal a favor de los gobernados tendente a


aclarar conceptos ambiguos, oscuros o contradictorios, subsanar omisiones o bien corregir
errores o defectos de la sentencia, sin introducir conceptos nuevos o alterar la sustancia de
lo decidido ni las razones para decidirlo, a fin de lograr su debida ejecución y cumplir con
el derecho fundamental de una administración de justicia completa, lo que se traduce en
que las resoluciones deben ser congruentes y exhaustivas. Ahora bien, dicha institución no
es propiamente un recurso de interposición obligatoria, previa a la promoción del juicio de
amparo, dirigido a revocar o nulificar una sentencia, de ahí que no afecte el principio de
definitividad y, por ende, la presentación de una demanda de amparo antes de la emisión de
la resolución aclaratoria no actualiza una causal de improcedencia del juicio constitucional.
Sin embargo, como la resolución de la solicitud de aclaración de sentencia,
independientemente de su sentido, forma parte integrante de ésta, si bien no la modifica en
lo sustancial, sí puede generar nuevos agravios o cambiar el perjuicio causado a la parte
afectada, de ahí que, con independencia de lo dispuesto en las leyes ordinarias al respecto,
su promoción sí interrumpe el plazo para promover el juicio de amparo, ya que la sentencia
respectiva adquiere el carácter de definitiva una vez que se resuelva sobre su aclaración,
momento en el cual los justiciables podrán impugnar las irregularidades cometidas tanto en
la sentencia como en la resolución de la aclaración. Por lo tanto, atendiendo a lo dispuesto
en el artículo 21 de la Ley de Amparo, el cómputo del plazo de 15 días para presentar una
demanda de amparo directo iniciará a partir del día siguiente al en que surta efectos la
notificación de la resolución recaída a la aclaración promovida oportunamente, en el
entendido de que si se promovió amparo con anterioridad al pronunciamiento de ésta, podrá
ampliarse la demanda durante el plazo referido; sin que, para efectos del cómputo de dicho
plazo, pueda realizarse distinción alguna entre las partes de la sentencia sujetas a
aclaración, o la trascendencia de lo aclarado, pues la unidad de la sentencia y del fallo que
resuelve sobre su aclaración impiden dividirlos para esos efectos ni la promoción de un
juicio constitucional debe condicionarse al resultado de una aclaración antes de conocer su
contenido, pues ello implicaría denegación de justicia y falta de certeza jurídica ante la
existencia de posibles errores que no son atribuibles a los gobernados, a quienes, de
privárseles de la posibilidad de aclarar esos errores e impugnar oportunamente la sentencia
objeto de aclaración, se les estaría limitando injustificadamente su derecho fundamental a
una administración de justicia completa, sin que ello deje a su arbitrio determinar la
oportunidad para promover el amparo, pues el plazo para solicitar la aclaración de sentencia
-en caso de que el tribunal que la emita no la advierta de oficio-, lo acotan los códigos
procesales que rigen a la sentencia que constituye el acto reclamado. Además, atendiendo al
principio de equidad procesal, el plazo para promover el juicio de amparo será aplicable
tanto para quien solicitó la aclaración de sentencia como para su contraparte, por lo que, si
después de resuelta la aclaración cualquiera de las partes en el juicio natural considera que
el fallo respectivo le causa algún perjuicio, podrá presentar su demanda de amparo o la
ampliación relativa dentro del plazo referido.

Contradicción de tesis 434/2010. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en


Materias Administrativa y Civil del Octavo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Séptimo Circuito. 20 de noviembre de 2012. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.

El Tribunal Pleno, el siete de marzo en curso, aprobó, con el número 9/2013 (10a.), la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a siete de marzo de dos mil trece.
TESIS JURISPRUDENCIALES DEL RECURSO DE REVISIÓN

Época: Décima Época

Registro: 2017180

Instancia: Plenos de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 55, Junio de 2018, Tomo III

Materia(s): Civil

Tesis: PC.X. J/8 C (10a.)

Página: 2176

PRESUPUESTOS PROCESALES. MOMENTOS EN QUE PUEDE LLEVARSE A


CABO SU REVISIÓN OFICIOSA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TABASCO).

Si bien la relación armónica y sistemática de los artículos 66 a 68 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Tabasco, aunada a la intención del legislador
externada en la exposición de motivos de dicho ordenamiento, permite advertir que se
estableció una audiencia previa con el objeto de intentar la conciliación (por un funcionario
distinto del Juez), examinar y resolver todas las excepciones y presupuestos procesales,
incluso en forma oficiosa, esa circunstancia no impide al juzgador realizar su examen en la
sentencia definitiva, antes de analizar el fondo del litigio, ya que en la propia exposición de
motivos se contempló esa posibilidad, sin que, por otra parte, pueda interpretarse que la
revisión oficiosa corresponde exclusivamente al juzgador de primera instancia, pues si bien
no está prevista expresamente en la ley procesal citada no prevé que también pueda
realizarla el tribunal de alzada, lo cierto es que, tal como lo razonó la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 18/2012, los
presupuestos procesales, constituyen requisitos sin los cuales no puede iniciarse ni
tramitarse válidamente o con eficacia jurídica algún proceso, al ser cuestiones de orden
público y que deben estudiarse de oficio; por ende, se estima que una vez abierta la segunda
instancia por cualquiera de las partes, el tribunal de alzada válidamente puede analizar los
presupuestos procesales, aun en perjuicio del apelante, ya que los gobernados no pueden
consentir ni tácita ni expresamente algún procedimiento que no sea el establecido por el
legislador para el caso en concreto y seguido bajo los parámetros legales, pues la vía
correcta para buscar la solución a un caso no es una cuestión que dependa de los
particulares y ni siquiera del Juez, sino que está determinada por la misma ley ordinaria; lo
contrario implicaría legitimar una resolución que no hubiere satisfecho las exigencias
legales, sin que esa circunstancia implique hacer nugatorio el espíritu de la disposición del
artículo 68 referido, si se atiende no sólo a que el mismo numeral hace la salvedad
tratándose de la incompetencia del juzgador, sino también a que el estudio de los
presupuestos procesales, por ser una cuestión de orden público y preferente, no puede
depender de que la invoquen los particulares, sino que debe analizarla oficiosamente el
juzgador tanto de primera instancia como el de apelación.

PLENO DEL DÉCIMO CIRCUITO.

Contradicción de Tesis 2/2017. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado de
Circuito del Centro Auxiliar de la Décimo Primera Región, con residencia en
Coatzacoalcos, Veracruz, en auxilio del Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo
del Décimo Circuito, y el entonces Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito
(actualmente Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo
Circuito). 28 de noviembre de 2017. Unanimidad de cuatro votos de los Magistrados
Germán Ramírez Luquín, Cándida Hernández Ojeda, Ulises Torres Baltazar y Josefina del
Carmen Mora Dorantes. Ponente: Josefina del Carmen Mora Dorantes.

Tesis y/o criterio contendientes.

Tesis X.3o. J/6, de rubro: “PRESUPUESTOS PROCESALES. MOMENTO DE SU


EXAMEN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TABASCO).”, aprobada por el Tercer
Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIX, mayo de 2004, página 1605, y

El sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la


Décimo Primera Región, con residencia en Coatzacoalcos, Veracruz, al resolver el amparo
directo 1276/2016 (cuaderno auxiliar 176/2017).

Esta tesis se publicó el viernes 15 de junio de 2018 a las 10:21 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 18 de junio de 2018, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 19/2013.
Época: Décima Época

Registro: 2013551

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 38, Enero de 2017, Tomo IV

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: I.3o.C. J/17 (10a.)

Página: 2415

USURA. EN LA ETAPA DE LIQUIDACIÓN DE SENTENCIA, CABE ESTABLECER


UNA SOLUCIÓN EQUITATIVA QUE ARMONICE EL PRINCIPIO DE COSA
JUZGADA Y EL DERECHO DE PROHIBICIÓN DE AQUÉLLA.

El derecho humano es inherente a la dignidad humana, por lo que acompaña a la persona


hasta su muerte e incluso su cuerpo, después de muerto merece protección (no a la
disposición de órganos sin la libre y expresa voluntad de la propia persona); se trata de
derechos que permanecen, se gozan y disfrutan por su titular de modo absoluto e
indisponible, so pena de nulidad y su disposición por contrato estará sancionada con
nulidad relativa en el caso de la usura, y en otros casos con nulidad absoluta o inexistencia
si se pacta sobre la vida o libertad, nombre, etcétera. Por su parte, la cosa juzgada es una
institución procesal fundamental del sistema jurídico mexicano que concreta un derecho de
seguridad jurídica que es a su vez uno de los objetos que justifica la existencia del Estado.
Al lado de la justicia, este derecho permite que la solución jurisdiccional a través de la
sentencia que se pronuncia en un juicio que cumpla con las formalidades esenciales del
procedimiento, vincule a las partes respecto de un litigio, sobre principios de imparcialidad,
completitud y eficacia. En ese sentido, es necesario que la sentencia que ha causado estado
conserve la calidad de inmutabilidad e inalterabilidad en cuanto a los hechos juzgados,
puesto que la existencia de la obligación sobre los hechos probados en juicio ya no podrían
juzgarse en un segundo juicio, porque con pretender lo contrario quedaría en un estado de
indefensión la persona que obtuvo sentencia favorable, y provocaría la inseguridad jurídica,
con absoluta falta de certeza y confianza en las instituciones. Sin embargo, en la etapa de
ejecución y liquidación de la sentencia que tiene la categoría de cosa juzgada formal y
material, puede advertirse que se produce la lesión a un derecho humano y que, una vez
identificado, motiva una determinación expresa sobre los límites de la prevalencia de esa
institución de la cosa juzgada por la obligación que tiene la autoridad de amparo de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de
los que México sea Parte, acorde con el artículo 1o. constitucional. Es en la etapa de
ejecución donde puede advertirse que ha existido un pronunciamiento con calidad de cosa
juzgada que ha tenido por materia un derecho humano e, incluso, que ha sido afectado por
la determinación judicial, sin haberse cuestionado en su momento. Esto es, no formó parte
de la litis del juicio resuelto, pero en la vía de amparo y, en su caso, en la instancia de
revisión, se impugna el acto jurisdiccional que ejecuta y hace efectiva la condena. Es en tal
instancia en la que se puede plantear por la parte afectada o de oficio, que la ejecución o
liquidación de la sentencia afecta un derecho humano. En este supuesto, el Juez de amparo
con una perspectiva formal podría aplicar mecánicamente la institución procesal de la cosa
juzgada y desdeñar o soslayar que hay una afectación del derecho humano. Pero no se trata
propiamente de un tema de interpretar y aplicar una norma procesal que regula la figura de
cosa juzgada como lo es el artículo 426 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal, en un sentido conforme a la Constitución, en respeto a la seguridad
jurídica que establecen sus artículos 14, 17 y 22, y de que prevalezca una interpretación que
favorezca de manera más amplia a la persona (principio pro personae vinculado a una
interpretación conforme a la Constitución Federal). En realidad, se trata de un caso en el
que entran en colisión el derecho de una persona que goza en su patrimonio de un derecho
reconocido en una sentencia que es cosa juzgada formal y material, tutelada en la
legislación procesal, ante el derecho de la otra parte que tiene en su patrimonio la
prohibición de que obtenga un beneficio económico excesivo a costa de su patrimonio, y
que sea tan evidentemente excesivo que pueda ser calificado de usurario, lo que otorga al
afectado la posibilidad de que tal perjuicio económico sea disminuido a una obligación
racional y equitativa. Si esa cuestión de usura la hubiese planteado oportunamente habría
sido materia de decisión por el órgano jurisdiccional y estaría definida expresamente por lo
que ya no podría juzgarse por segunda vez. Sin embargo, si no lo hizo y lo plantea hasta la
etapa de liquidación de la sentencia, el problema consiste en definir la prevalencia de la
cosa juzgada de manera absoluta, frente al derecho a excluir la usura en las relaciones
civiles y comerciales originada por préstamos de dinero. La solución procesal formal sería
establecer que es improcedente cuestionar la ejecución porque es una materia que está
firme y no se planteó oportunamente como parte de la litis principal y que, por ende, ya no
puede cuestionarse porque los incidentes no pueden rebasar, disminuir o de alguna forma
alterar la cosa juzgada. En cambio, tal solución no es tan clara si se atiende a la naturaleza
que caracteriza a un derecho humano, que es inherente a la calidad de persona y a su
dignidad como tal, y que es algo indispensable para su plena libertad y desarrollo de sus
facultades y capacidades; desde tal perspectiva resulta que se trata de un derecho absoluto
del cual no puede disponerse por voluntad de la persona ni por resolución judicial, esto es,
un verdadero derecho humano es absoluto y permanece inherente a la personalidad jurídica
de la persona, en su patrimonio material e inmaterial como la vida, libertad, el nombre,
etcétera. Por tanto, si se trata de un derecho humano que es absoluto y no se extingue,
mientras la ejecución no está consumada y consentida, cabe establecer una solución
equitativa que armonice ambos derechos, por lo que la resolución determinará total
respetabilidad a la cosa juzgada respecto de los hechos juzgados hasta el momento en que
tal sentencia o convenio adquirió la calidad de cosa juzgada; y que el derecho humano
correlativo de la prohibición de la usura sea protegido, respetado y garantizado respecto de
la usura generada después de ese momento y que pretenda liquidarse en ejecución de
sentencia. Así, oficiosamente, podrá reducirse el interés usurario generado después de que
causó estado, pero no podría alterarse la cosa juzgada respecto del hecho materia de la litis
que fue resuelto y sobre intereses que sean anteriores al momento en que causó estado, se
declaró que causó o ya han sido pagados. La solución propuesta a la disyuntiva planteada
tiene en cuenta que la cosa juzgada y la prohibición de volver a seguir un juicio por el
mismo hecho, tiene su fundamento en los artículos 14, 17 y 22 constitucionales, mientras
que la prohibición de la usura lo tiene en los artículos 2395 del Código Civil Federal y 21,
numeral 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 234/2014. 6 de noviembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente:


Neófito López Ramos. Secretaria: Cinthia Monserrat Ortega Mondragón.

Amparo en revisión 271/2014. Joaquín Zaldívar Álvarez. 23 de febrero de 2015.


Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Carlos Ortiz Toro.

Amparo en revisión 1/2015. Factoring Corporativo, S.A. de C.V., S.F. de Objeto Múltiple,
Entidad No Regulada. 26 de febrero de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito
López Ramos. Secretaria: Cinthia Monserrat Ortega Mondragón.

Amparo en revisión 57/2015. Francisco Dimas Peralta. 16 de abril de 2015. Unanimidad de


votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretaria: Montserrat C. Camberos Funes.

Amparo en revisión 117/2015. Silvia Zambrano García. 4 de junio de 2015. Unanimidad de


votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: Mariano Suárez Reyes.

Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 284/2015 de la
Primera Sala de la que derivó la tesis jurisprudencial 1a./J. 28/2017 (10a.) de título y
subtítulo: "USURA. SU ANÁLISIS ENCUENTRA LÍMITE EN LA INSTITUCIÓN DE
LA COSA JUZGADA."

Esta tesis se publicó el viernes 27 de enero de 2017 a las 10:28 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 30 de enero de 2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 19/2013.

Época: Novena Época


Registro: 169803
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVII, Abril de 2008
Materia(s): Civil
Tesis: III.2o.C. J/26
Página: 2143
REVISIÓN DE OFICIO DE LAS SENTENCIAS DE DIVORCIO NECESARIO. SUS
LIMITANTES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).

De conformidad con el artículo 456 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Jalisco, vigente hasta el 1o. de marzo de 1995, y su correlativo 457 del actual código
procesal, la revisión de oficio de la sentencia de divorcio, sólo debe llevarse a cabo por el
ad quem en los casos en que se decreta ésta, revisión que además está limitada a las
consideraciones de la sentencia de primer grado que fundan la determinación de disolver el
vínculo.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER


CIRCUITO.

Amparo directo 632/89. 4 de octubre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gilda


Rincón Orta. Secretario: Enrique Gómez Mendoza.

Amparo directo 1025/90. 9 de enero de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Rodolfo


Moreno Ballinas. Secretario: Francisco Javier Hernández Partida.

Amparo directo 2644/2000. 2 de febrero de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo


Alcaraz Núñez. Secretario: Ricardo López Rodríguez.

Amparo directo 462/2006. 6 de octubre de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: José


Guadalupe Hernández Torres. Secretario: J. Guadalupe Bustamante Guerrero.

Amparo directo 637/2007. 7 de diciembre de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo


Domínguez. Secretario: José Luis Pallares Chacón.

TESIS JURISPRUDENCIALES DE RECURSO DE RESPONSABILIDAD


Época: Novena Época
Registro: 166970
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXX, Julio de 2009
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 35/2009
Página: 183
DESAHUCIO. LA SENTENCIA DICTADA POR UN JUEZ DE PAZ EN ESE JUICIO ES
IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL RECURSO DE APELACIÓN (LEGISLACIONES DEL
ESTADO DE BAJA CALIFORNIA Y DEL DISTRITO FEDERAL).

Conforme a los artículos 965 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Baja
California y 23 del Título Especial, relativo a la Justicia de Paz, del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, contra las resoluciones pronunciadas por
los jueces de paz no se dará más recurso que el de responsabilidad. Sin embargo,
atendiendo al principio de especialidad contenido en los artículos 11 de los códigos civiles
de las entidades señaladas, cuando se tramita un juicio de desahucio ante un juez de paz por
razón de la cuantía del negocio, las normas que deben imperar son las relativas a este
procedimiento especial y no las de la justicia de paz, pues para determinar dicha
especialidad debe tenerse en cuenta la naturaleza del asunto y no la cuantía. Por tanto, la
sentencia dictada por un juez de paz en un juicio de desahucio es impugnable a través del
recurso de apelación, en términos de los artículos 481 y 495 de los Códigos de
Procedimientos Civiles de Baja California y del Distrito Federal, respectivamente, este
último en su texto vigente hasta antes de su reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 21 de julio de 1993.

Contradicción de tesis 127/2008-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero, Tercero y Cuarto, todos en Materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal
Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 4 de marzo de 2009. Cinco votos. Ponente: José
Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 35/2009. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha once de marzo de dos mil nueve.

Época: Novena Época


Registro: 169397
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVII, Junio de 2008
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 28/2008
Página: 343
VIOLACIONES PROCESALES. NO ES PROCEDENTE ANALIZARLAS EN EL
RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA DE PRIMERA INSTANCIA, EN MATERIA MERCANTIL.

Cuando durante la secuela procesal se dictan determinadas resoluciones que pudieran


considerarse como violaciones al procedimiento, dependerá del tipo de resolución para
determinar si procede algún recurso en su contra o no. Existen ciertas resoluciones que, por
disposición expresa de la ley, no admiten recurso alguno en su contra. En estos casos, al ser
dichas resoluciones irrecurribles por disposición expresa de la ley, ni siquiera podrán
hacerse valer en el recurso de apelación que se promueva contra la sentencia definitiva de
primera instancia, porque si la misma ley impide que se puedan impugnar en el curso
mismo del procedimiento al establecer que no serán objeto de recurso alguno, o que en
contra de ellas no procede más recurso que el de responsabilidad (que es de explorado
derecho que propiamente, no puede considerarse como un recurso, al no tener por objeto
confirmar, revocar o modificar la resolución impugnada), esto incluye cualquier recurso
establecido en la ley, ya que no sería jurídicamente aceptable que si una resolución no
puede ser objeto de un recurso durante el propio procedimiento por disposición expresa de
la ley, sí lo fuera a través del recurso que se interpusiera en contra de la sentencia de
primera instancia, como la apelación. Por otro lado, si la ley no prohíbe la impugnación de
ciertas resoluciones, habrá que atender a las reglas de procedencia de los recursos para
determinar si en su contra procede la apelación o la revocación, pero en cualquiera de estos
casos, si la violación procesal se impugnó o pudo haberse impugnado en el curso mismo
del procedimiento a través de los recursos ordinarios establecidos en la ley, ya no podrá
volverse a plantear en el recurso de apelación que se haga valer en contra de la sentencia
definitiva de primera instancia, toda vez que ello implicaría dar a las partes una nueva
oportunidad para recurrir esas resoluciones, lo cual es jurídicamente inaceptable en
atención al principio de preclusión que rige el procedimiento. Aunado a lo anterior,
conforme al artículo 1336 del Código de Comercio, el objeto del recurso de apelación es
confirmar, revocar o modificar la resolución dictada en primera instancia, esto es, su objeto
de estudio se limita a los errores u omisiones que se hubieren cometido al emitirse la
sentencia combatida. Por tanto, resulta improcedente analizar en la apelación cuestiones
ajenas a su objeto, como las violaciones procesales acaecidas durante el curso de la primera
instancia. Además, ante la inexistencia del reenvío en el trámite de la apelación en las
materias civil y mercantil, lo procedente es que el tribunal de segunda instancia examine y
resuelva con plenitud de jurisdicción los errores u omisiones cometidos en la sentencia
apelada; de ahí que aun cuando resultara fundada alguna violación procesal aducida en el
recurso de apelación interpuesto en contra de la sentencia definitiva de primera instancia, el
tribunal de alzada no podría revocar el fallo recurrido para el efecto de ordenar al inferior la
reposición del procedimiento y el dictado de una nueva resolución; ni es válido que el
tribunal de apelación sustituya al inferior en cuestiones ajenas al objeto de dicho recurso
pues, en primer lugar, su función es estrictamente revisora y, en segundo, se insiste, sólo
puede examinar violaciones cometidas en el dictado de la sentencia de primera instancia, lo
cual excluye aquellas ocurridas durante el procedimiento.

Contradicción de tesis 92/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo del Décimo Primer Circuito, Cuarto del Primer Circuito, Segundo del Sexto
Circuito, Segundo y Tercero del Cuarto Circuito, Segundo del Segundo Circuito, todos a
excepción del primero en Materia Civil, el anterior Quinto del Décimo Sexto Circuito,
ahora Segundo en Materias Administrativa y de Trabajo, y el anterior Tribunal del
Vigésimo Circuito, ahora Primero de ese mismo circuito. 7 de noviembre de 2007. Mayoría
de cuatro votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 28/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha veintiséis de marzo de dos mil ocho.

Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 201/2015 del
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechada por notoriamente
improcedente, mediante acuerdo de 3 de agosto de 2015.
Época: Novena Época
Registro: 187104
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XV, Abril de 2002
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 14/2002
Página: 357

REPOSICIÓN. ES IMPROCEDENTE ESE RECURSO CONTRA EL AUTO QUE TIENE


POR DESIERTO EL DIVERSO DE APELACIÓN Y, POR TANTO, EN SU CONTRA
PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
OAXACA).

El artículo 668 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Oaxaca establece,
como regla general, que contra los decretos y autos del Tribunal Superior puede pedirse la
reposición, que se sustanciará en la misma forma que la revocación; sin embargo, cuando se
trata del auto por el que se declara desierto el recurso de apelación, debe aplicarse la regla
especial contenida en el artículo 403 de la propia legislación que prevé que el auto en que
se declara que una sentencia ha causado o no ejecutoria, no admite más recurso que el de
responsabilidad, pues, en realidad, aquel auto equivale a declarar ejecutoriada la sentencia,
conforme lo dispone el numeral 401 del código citado que precisa, en la fracción III del
apartado relativo, que las sentencias causan ejecutoria por declaración judicial, cuando
interpuesto un recurso no se continuó en forma y términos legales o desistió de él la parte o
su mandatario con poder o cláusula especial. Ahora bien, si se toma en cuenta que como el
recurso de responsabilidad no tiene por objeto modificar, nulificar o revocar aquella
resolución, se concluye que de conformidad con el artículo 158 de la Ley de Amparo, en
contra de este tipo de autos es procedente el juicio de amparo directo, pues a través de éste
pueden combatirse sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
dictadas por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de las cuales no
procede recurso ordinario alguno, por el cual puedan ser modificadas o revocadas.
Contradicción de tesis 87/2001-PS. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer
Tribunales Colegiados del Décimo Tercer Circuito. 20 de febrero de 2002. Cinco votos.
Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.

Tesis de jurisprudencia 14/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de veinte de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

Nota: Este criterio ha sido interrumpido por la tesis 1a./J. 85/2007, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, julio de
2007, página 159, de rubro: "REPOSICIÓN. PROCEDE CONTRA EL AUTO QUE
DECLARA DESIERTO EL RECURSO DE APELACIÓN, POR LO QUE DEBE
AGOTARSE ANTES DE ACUDIR AL JUICIO DE AMPARO (INTERRUPCIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 1a./J. 14/2002)."

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