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BOILEAU

C¡Nro Pnrueno

Vanamente r¡n temerario autor piensa en el


Parnaso I alcanzar la cima del arte de los versos.
Si no siente de ninguna manera la influencia
secreta del cielo, si su astro no le ha hecho poeta
cuando nació, es siempre un prisionero de su li-
mitado genio; para él es sordo Febo 2 y Pegaso r,
reabio.
¡Oh vosotros que peligrosamente ardorosos,
participáis en la espinosa carrera del espíritu
cultlvado!, no vayáis a agotaros en versos sin
. fruto, ni a considerar una afición a hacer rimas
l0 como genio; temed los cebos engañosos del pla-
. cer vacuo y pensad mucho tiempo en cuál es
vuestro espíritu y cuáles vuestras fuerzas r.
_ La naturaleza, feraz en excelsos espíritus, sa-
be répartir eI talento entre los autores: uno es
capaz de dibujar con sus versos un fuego amo-
rosol otro sabe aguzar con mordacidad un
epigrama con un rasgo gracioso. Malherbe

, E* * en el terreno de la poesia.
2 Apolo el dio; de la poesía lirica,
I Es el (ue transt,ortaba al poeta inspirado.
a Horacio 38-40.

147

i
puede loar las hazañas de un héroe
y Racán ¡
brlo insensato, siempre van a buscar su idea le-
cantar a Iilis, a los pasrores -v a los'bóiáues: jos del recto sentido: creerian caer con sus ver-
mas con frecuencia un espíritu qu.,.
uárlil ,. sos monstruosos en lo más bajo si pensaran que
ama. desconoce el valor aé su gcnio
sl misrno: por ejempto un tal.-quiátuiiüri
y;;i;;;ru offo ha podido pensar como ellos. Evitemos es-
r¡o" tos excesos: dejemos a ltalia la locura cega-
ennegrecer con versos las de
paredesun
cabaret T en compañia de Faret i,;;\r;u dora de todos sus falsos brillosro. Todo dábe
üln,ur. tender al buen sentido; pero para llegar a eso el
sln venrr a cuento, la huida triunfal del pueblo
camino es resbaladizo y es trabajoso mantener-
Ir9DIeo con voz insolente, y persiguiendo a se rectoi a poco que uno sq aparte, inmediata-
Moisés a través de los desieitó, éoire"ün'.'i'r"-
raón a.ahogarse en los ma-res-r. mente se ahoga. La razón en su trayecto no
cualquier.tgma que se rraré; ¡¡a ar.;i.rr;;.
; tiene más que un camino.
a-ivertitió-é cÉ-
vado, se hermanen el recto sentido y la rimaf 50 A veces un autor, demasiado imbuido de su
30 ambas inritilmente parecen odiarse, péro lailma objetivo, nunca abandona un tcma sin agotarlo.
es una esclava y no tiene otra cosa más que Si encuentra un palacio, me describe su facha-
obs- da, a continuación me pasea de terraza en terra-
decer. Cuando alguien se afana inicialniánti en
buscarla correcta, su espíritu s. ,coit,rmUiu u za; aqul se presenta una escalinata; allá es un
encontrarla con facilidad; ante el yugo de la ra-
pasillo lo importante; acullá un balcón termina
zón se doblega sin esfuerzo y, no sótó no tó rr^o- en una balaustrada de oro. Cuenta los redonde-
lesta,_ sino que la sirve y. la enriquece,
-pero les y los óvalos que adornan los techos: «<No
cuando. se la olvida, se hac-e rébelde y corre tras son más que festones y astrágalos»»rr. Paso
elta et buen. sentido para volver a cogerla. Asi veinte páginas para encontrar el final y a duras
pues, amad lanzón: que siempre vueitros penas me salvo a través del jardln. Evitad la es- i
I
escri- téril abundancia de ese tipo de autores, y no os
tos-tomen de ella su lustre y su valor. ri

La mayoria de los escritóres, guiados por urr


60 recarguéis de ninguna manera con un detalle ,

inútil. Todo lo que se dice en demasla .l


es
inttpido y cargante12. El esplritu harto lo recha'
- r E[.marqués de R.acan (1589-t670).
za inmediatamente. El que no sabe contener§e
I
0 Saint Amant, autor de Moisés
salvado (B),
7 Maicial Epigramas 12,62, no supo jamás escribir. '1.
x
E Faret, autordeun ljbro titulado Coñ fiecuencia el temor a un mal nos condtt' ,I
, Et ho,nbre honesloyamigo dc
Saint Amánr (B). Nicolás Faret (Bourg-en.Bresse t5i6-muerto ce a otro peor r': un verso era demasiado blando
rl

en :
1646 e inhumado en Saint.Cermain-L'Au;rorrois) frecuentó hacia
1620 el círculo de Colletet y Malleville, Fue amigo de Coeffeteau y l0 Durante la primera mitad del siglo xvtt en Francia habia una
Ii
de Vaugelas; es uno de los primeros académicos, En l6X0 apareció gran admiración por la llteratura italiana, cspccialmcntc pór Tasso
una obra suya titulada El hombre honesto o E! orte de ogracior en lo y Ariosto,
corte, en la que dice (capitrrlo «Acerca de la fuerza de la opinión»): ll Verso de Scudéri (B), que dice «coronas» y no «astrágalos»
«No sé óómo ha ocurridó que mi nornbre por deigraciá rim: con que son molduras colocadas en las columnas entre cl fuste y el capi'
Cabaret tan adecuadamente, de manera que buenos y malos poetas, iel, El fragmento se refiere al lib¡ollldel Alarlco; cn csc libro Scu'
amigos y desconocidos... se han valido de esta rima que encuentran empiea casi trescientos versos cn describir las
partes de un pa'
déry
tan cómorla.» lacio,
, En la obra de Saint Amant (1594-l6ol) la madre de Moisés ve l2 Horacio 337.
cn sueños el paso del Mar Rojo, Cf. 3.261.5. 13 Horacio 31,

148 149
y lo convertis en uno duro; por evitar ser prolijo cias, y del oficir,ista y del burgués pasó a los
me hago oscurora. Un autor no está demasiado príncipes. El peor bromista tuvo sus adeptos; y
disfrazado, pero su_ Musa se nos presenta 90 iualqúiera, incluso d'Assoucyzr, encontró lec-
completamente desnuda; otro tiene miedo a tores. Pero finalmente la corte, desilusionada
arrastrarse y se pierde en las nubes. de este estilo, desdeñó la fácil extravagancia de
¿Queréis merecer los amores del público?15. estos versos, distinguió lo ingenuo de lo anodi-
Cuando escribáis, cambiad sin cesar vuestra no y chocarrero y dejó que la provincia admira-
forma de escribir. Un estilo demasiado igual y ra el Ty/ón", Que nunce ese estilo mancille
constantemente uniforme brilla vanamente ante vuestra obra. lmitemos el elegante gracejo Ce
nuestros ojos, ya que por necesidad nos adormi- Marot 2l y de.iemos [o burlesco a los bromistas
la. Se lee poco a esos autores, que parecen naci- del Pont-Neuf 2a.
dos para aburrirnos y que parecen salmodiar Pero, ni siquiera en una Farsalia, siguiendo
siempre en un mismo tonoró. los pasos de l3rúbeul, a apilar en las orillas «cien
¡Feliz aquel que en sus versos sabe con ligera .quejumbrosas montañas de muertos y de mori-
voz pasar del tono grave al suave y de lo gra- bundos»25. Captad mejor vuestro tono, sed
cioso a lo serio! Su libro, amado por el Cieio y
querido por los lectores, se encuéntra hon fre-
2r Penoso autor que cempuso Ovidio de buen humor (B).
cuencia rodeado de compradores en la librerla
Charles Coypeau d'Assoucy, nasido en Parls en 1604, muerto en
de BarbinrT.
1679, puso en versos br¡rlescos el Rapto de Proserpina, de Claudio
Escribáis lo que escribáis, evitad la baieza: Claurliano, y una parte de las Melamor/osis, de Ovidio' Su vida
EO incluso el estilo menos noble tiene algó Oe srrante y avcnturera estuvo llena de acontecimiento§ que él narraba
nobleza. El descarado esdltBurl;sco,r, iñicial- en sus obras satiricas.
mente engañó y agradó, a despecho del sentido Varios prlncipes o gr,rriddi'personajes del reino proteglan a escri-
comün, por su novedad. Lo único que se veía en tores burlescos en la primera mitad del xvtt:d'Assoucy fue protegi-
versos eran chistes triviales; el parnaso se puso do por Madame Rcyale, hija de Enrique IV; Sarasin por el prlncipe
a hablar el lenguaje de los mercados; ya nái,u- Cont¡; Bóisrobert por Richelieu; Blot y Sauvage por Gaston d'Orlé-
bo forma de frenar las licencias en'lá rima, y ans, y Scarron por Ana de Austria,
22Typhon o Lo gigontontoquio o La guerro de los dioses contra
Apolo disfrazado re se convirtió .n' ,n los gigante§, poema paródico de la epopeya escrito por Scarrou y
Tabarfn 20. Esta infección contagió las pióvin-
publicado en 1644, Paul Scarron, nacido en Parfs en I6l I y muerto
l. en 1660, primer marido de Madame de Maintenon; avtor de Don
Horacio 25.6. JEthet,.lodelel y otras obras de tearro,
ri Horaclo 2.68:210. 2l Marot, por sus giios y su estilo, parece que ha escrito después
¡6 Horacio 355.6.
l7 Horacio de Ror:sard; entre el primero y nosotros no hay más di[erencia que
343-5.
,l algunas palabras (La llruyére),
.hacia Yll^¿: moda en ta primera mitad dcl siglo xvrr, decayendo 2a .Los vendedores cJe mitridato y los que hacen representaciones
l6@. Sslnr Arnant se vanagloriaba de haüerlo iniroducido en
de rrarionetas se ponen desde hace mucho tiempo en el Pont-Neuf
Francia.
re Alusión al Virgilio dislrazado, (B).
de Scarron. ?5 Véase De Brébeuf (B), Guillaume de Brébeuf (16t7-1661) era
20 Antoinc Girard, llamado Tabarin (t5E4_1626), giosero
bufón, autor de una a¡npulosa tradircción de la Earsolia, de Lucano. El
era el ayudante de un charlatán llamado tUonaoi,
principios de siglo.
luy famoro a verso es una iita trucadai al poner morts en lugar de mourants cxa-
gera el defecto que seilala,

150 l5l
fi'
l1

ll simples artísticamente, sublimes sin orgullo,


agradables sin tapujos. tuvo éxito mucho tiempo. pero su Musa, que
No ofrezcáis al lector nada más que lo que hablaba $iego y latín en francés, vio caer en ics
pueda agradarle. Tened un oírlo ,.uJ- para años siguientes., y por una reforma grotesca, el
lu Iasto peclante de sus ampulosas palabras 3t. Este
cadencia: que siempre el sentido, .oituíJo
1., poeta orgrllloso, que cayó de tan alto, hizo que
palabras, suspenda el hemisriquio en
lj
I versos y señale el descanso. Evitad que
vuestros 130 Desportes 12 y Bertaut $ fueran más díscretos.
I uná ,o- I Finalmente vino Malherbe e hiáo que se nota-
cal, . por ir demasiado apnsa, no se toDe en
cam.ino con orra,u. eue haya'una aa..iáaá
su ra, por primera vez en Francia, una justa caden-
recclón cle palabras armoniosas. Evitad e!
,.- cia en los versos, enseñó el poder de una palabra
ll0 cuentro odioso de sonidos desaeradabl"r., er.- no
qu:sjq en su sirio y redujo a la Musa a las reglas
puede deleitar al espíritu dl ücrso ñrejoi del deber. Arreglada la lengua por medio deLste
trect,o o -
excelente escritor, ya no ofreció ninguna rudeza
er pensamlento más noble si se hiere al oldo.
a un oldo depurado.
. Durante los primeros años del parnáso ir,an- Las estancias aprendieron a caer con gracia y
cés todas. las leyes eran dictr.Cas únicamente-por ya no osó que se gncabalgara un verso cén otro.
el c.apricho. La rima, al final de palabras-sin, 140 Todo reconoció §us leyes y este fiel gula sirve
medida colocadas, sustituia a cuaiquier orna- al¡n como modelo para los autores actuales. Se-
mento, al ritmo y a la cesrrrar. Villbn2s fue el guid sus pasos, amad su pureza e imitad la clari-
pnmero que supo, en aquellos siglos toscos, dad de su giro feliz. Si tarda en comprenderse el
aclarar el confuso arte.: de nuelros viejoé sentido de vuestros versos, inmediatamente mi
romancistas 2e. lnmediatamente después, Marot espiritu comienza a distenderse y, dispuesto a
120 hizo florecer las baladas, modeló lárillas, rinró apartarse de vuestros vanos discursos, no sigue
mascaradas r0, puso los rondós al servicio de a un autor al que es necesario buscar siempre.
estribillos fijos y mosrró caminos totalmente Hay algunos esplritus cuyos sombrlos pensa-
nuevos para rimar. Ronsard, que le siguió, re- rnientos están siempre rodeados de una espesa
gulándolo todo con otro método, lo cdnfundió niebla que ni siquiera sabrla traspasar el dia de
todo e hizo un arte a su modo, pero incluso asl ls0 la razón. Asl pues, antes de escribir, aprended a
pensar. La exprcsión sigue a nuestra idea segrln
26 Se rcficrc al hiato. sea más o menos oscura o menos clara, o más
27 La mayor parte de nuostros
antiguos romanccs ltanceses csián pura. Lo que se concibe bien se expresa con cla-
en versos confusos y sin orden como el Ronan de la Rose y,.,arios ridad, y llegan con facilidad las palabras con
otros (B). Error de Boileau; la poesia medieva! tenla muy,istrictas que hay que decirlo'a.
reglas.
2E Sorprende el homenaje de
Boileau a Villon, El siglo xvr y ,l Todos los escritorcs dcl slglo de Luis XIV fucron, como Boi.
Malherbe fueron muy severos con este pocta. Sin embargo, Irlarot leau, muy scvcros con Rónsard.
habla publicado sus obras, y en el siglo xvrr, Cuiltaume Colletet 3¡ Philippe Dcsportcs, abate dc Saint Tlron, nacldo en Chartrcs
escribió una Vida de Villon, que probablemente conocló Boileau¡ es en 1546 y muerto en 1606, nos ha dcjado sonctos, clegla¡, cancioncs
muy posible que La Fontaine, gran alicionado a Marot y a Villon, y salmos en vcrso.
hubiera iniciado a Boileau. 3l Jcan Bertaut, obispo dc Sées, nacido cn Caen cn 1552 y mucr-
29 Se refiere a las canciones de gesta. to en 1661, dejó cánticos, cancioncs, sonetos y otras poeslas.
30 Error. Marot noiscribió nunca ni letrillas ni mascaradas. 3a Horacio, 40-l; 309-1 1.

1s2 153
Muy especiatmente o-ue siempre os sea §agra' mos. La ignorancia siempre está dispuesta a ad-
da en- yuistros escritoi, incluso en medio de mirarse. Haceos amigos que estén dispuestos a
vuestroi mayores exce§os' la reverenciada len' criticaros y que sean sinceros confidentes de
sua. En vano me aialtáis con un tono melo- vuestros escritos y celosos enemigos de vuestros
áióio, si el término es impropio o el giro vi- defectos. Despojaos ante ellos de la arrogancia
190 de la autoria, pero sabed distinguir al amigo del
cioso: mi espíritu no admite de ninguna manera
roo un barbarismo pomposo' ni el orgulloso solecis- adulador r" ese que parece que os aplaude, pero
mo de un verso rimbombante. En una palabra' que se rie a0 y se burla. Amad que se os aconseje
sin dominar la lengua, el más divino autor es y no que se os alabe.
siempre, haga lo que haga, un mal escritor' Un adulador trata inmediatamente de hacer
riauájaa sin prisa, aunque os apremie algo y exclamaciones: cada verso que oye le deja exta-
que unaioca ve[ocidad no os azuce nunca
!': un siado. Todo es encantador, divino, no le moles-
eitilo tan rápido, que va aprisa haciendo rit- ta ninguna palabra; da pataditas de alegría, llo-
mos, indica-meno§ esplritu que un poco de ra de ternuraar; os colma por todas partes con
juicirc. Prefiero un arroyo que discurre lenta- fastuosos'elogios. . , No tiene nunca la verdad es-
inente sobre blanda arena en un prado lleno de te aire impetuoso.
flores, a un torrente desbordado que fueda, lle- 200 Un.anrigo juicioso, riguroso siempre, infle-
170 no de guijos, con tempestuoso curso sobre un xible, no os deja nunca tranquilos con vuestras
enfangado. Apresuraos lentamente sin y faltas: no perdona los pasajes descuidados, po-
' terreno
desanimaros revisad vuestra obra veinte veces: ne en su lugar los versos descolocados, modera
pulidla y volvedla a pulir constantemente 16; el énfasis ambicioso de las palabras; aquí choca
añadid algo esporádicamente y borrad frecuen- el sentido, allá. es toda una frase. La construc-
temente. ción parece oscurecerse un poco por un término
Poca cosa es gue chispeen algunos rasgos dc equívoco: hay que aclararloo2,., Así es como
aludeza, diseminados de vez en cuando, en una habla un auténtico amigo.
obra en la que hormiguean los errores. Es preci- Pero frccuentemente un autor intratable en
so gue ert ella cada cosa esté en su sitio; que se 210 cuanto a sus versos se cree interesado en prote-
correspondan el principlo y el fin con la parte gerlos todc's y de entrada se pone en el papel de
media !7; que los fragmentos que han salido de ofendido. «La expresión de este verso, diréis, es
tm un arte delicioso no formen más que un todo de bqja calidg{.
-¡Ah!, seflor, os pido gracia
con diversas partes 38, gu€ el discurso, no apar- para- ese verso, responderá primeramente,
tándose nunca del tema, no vaya a buscar Ce- palabra parece fría; yo la suprimiría,
masiado' lejos la palabra brillante. -Esta el pasajeme más hermoso!
¿Teméis por vuestros errores la censura
-¡Es -No me gusta
este giro. --Todo el mundo lo admira»ar, Así,
priblica? Sed críticos severos con vosotros mis-
,ffiaecia siempre para disculparse de trabajar tan rápida- re Horacio 420: a24-5.
mente, que tenla orden de acabar (B). ao Horacio 433.
36 Horacio 291-4. al Horacio 428-30.
37 Horacio 152. /2 Horacio 4451 449.
18 Horacio l-23. aJ Sobre este diálogo, véase Mistintropo, 11,2,

t54 155
-t

siempre insistente en nunca ciesdecirse,


el que
una palabra de su obra pare?,ca,noláriuil, Pero frecuentemente un rimador acorralado
., arroja despechado la flauta y el oboe en este es-
x l r, :"['_: x;
:a
rü,?T1,,
un poder despótico... irero toOo
ft i i;l *]rr;.;, ll; tilo; y enloquecidamente rimbombante, en ins-
piración indiscreta, adopta un tono épico en
I:_r-ro,
ctlscurso con que acaba de halagaros no
Uetto iü edig. dS_glglglAge. Temeroso de escúiharlé,
es-mes 1t
asrura r¡ampa para recitároslos. Pan huye en los cañaverales; y las Ninfas se
31"_1.1"
o¡atamente
tnme- ocultan. de espanto bajo las aguas. Oro, al
se aleja de vosotros; y, contento
su Musa, se va a buscarc otro'rii¡á "on contrario, abyecto en su lenguaje, hace hablar a
rr- sus pastores como se habla en la aldeaar. Sus
"'áliiii *n-
tuo al que embauca; pues con fr.cuenciá'ló.
versos sin agudeza y groseros, sin el menor
cuenrra: ast corno nuestro-siglo es
res bobos,..rambién lo es lértil en auto. 20 atractivo, bcsan continuamente la tierra y rep.
éñáamiiááLiis n..io.;
y,,aparre.de.los que nos proporcionan tan tristcmente: dirlasc que Ronsard, cn sús rús.
lá cááitri ticas flautas, viene aún a tatarear sus idilios
y ta provlncra,. hay en casa del duque y
en lá ael góticos aó, y a cambiar,
pnncrpe. La obra más roma ha enconirado sin respeto por el oido ni
acti- el sonido, a Lycidas en Pierrot y a Filis en
siempre entre los .oii.ráñ*; y
230
."="_lpjlli-d".ios
Irnalmente, para terminar coll un rasgo satir¡éc, Toinon a?.
un necio encuentra siempre a alguien-más-;ecio Es diftcil el camino entre estos dos tipos de
que le admira. exceso. Para encontrarlo seguid a Teócrito y a
Virgilior que no abandonen vuestras manos sus
tiernos escritos, dictados por las Gracias y hoje-
ados dfa y nochéat. Son los únicos que podrán
enseñaros en sus doctos versos, por medio de
Clrrr.rro ll 30 qué arte un autor puede descender sin bajeza;
cantar Flora los campos, Pomona los huertos ae;
animar a dos pastores a una lucha con flauta;
Del mismo modo que una pastora el dfa de
fiesta más bello no cárga su cabeza con soUer-
aldb¿r el dulce comicnzo de los placeres del
amor; cambiar a Narciso en flor, cubrir a Daf-
bios rubíes aa y, sin mlzclar oro y Uiiitó- á. nis de corteza; e incluso por medio de qué arte,
diamantes; coge en un campo cercano sus rnás
ep ocasiones la égloga hace al campo y a los
hermosos adornos: asi, amáble en su aire, pero
humilde en su estilo, debe brillar sin pompa rrn aJ Este comentario ile Boileau es criticado por Vlctor Hugo, que
elegante
-iülio, Su- aspecto, simple e'inocente,
no tieneñáclá-de
dicc: «¿Es quc cntonces hay que hacerles hablar como §e habla cn la
fastuoso l/ no le gusta el or- cortc? »
gullo de un verso presuntuoso. Es lreciso que ¡6 Utilizado como sinónimo de «bárbaros, antiguos, grosero3»,
su dulzura deleite como un cosquilléo estimuie, a? Ronsard cambiaba los nombres cn sus Eglogas, fueran éstos
y que nunca espante el oído con palabras altiso- griegos o no; asl llamaba Henriot a Enrique ll, Carlin a Carlos
l0 nantes. ix...
¿6 Horacio 268-9.
4e Se trata aqui de Ovidio, que ha cantado a Flora y Pomona, asi

4¡ Cita de dos vcrsos dc Ségrais. como a Narciso y a Dafnis. Cf . Metamorios¡i lll, 339'510, y 1,452'
567.

r 56 ls?
'iil

bosques dignos de un cónsul t0. Tal es Ia fuerza carreras5, lleva a Aquiles ensangrentado a los
y la gracia de este poema. bordes dcl Simals 5ó, o hace doblegarse al Escqut
Con un tono un ppco más alto, pero sin em- bgjo el yugo de Luis'1. Otras veces, como ufla
. bargo exenta de audacia, la lastimera eJeSlgs,a' abeja apasionada en su tarea, se va a despojar la
be gemir, los cabellos en desorden, sobre un ribera de tlores: describe los festines, las darrzas
40
'ataí¡d, con largas prendas de luto. Describe la y las risas; celebra un beso tomado en los labios
alegrfa y la tristeza de los amantes, lisonjea, de Iris 58, eu€ se resiste blandamente y, por un
r¡menaza, irritá¡ tranquiliza a una amante5r. 70 dulce capriciro, a veces rehúsa para que se le
tvfas para expresar adecuadamente estos felices arrebate. Su estilo impetuoso con frecuencia
-cáprichos es poco ser poeta; hay que estar ena- avanza a la ventura: en ellá un hermoso desor-
morado. den es un efecto del arte.
Odio a esos vanos autores, cuya musa violen- Dejemos de lado a esos rimadores medrosos,
tada, siempre frfa y'helada, me habla de sus cuyo espfritu flemático guarda un orden didác-
fuegos; gue se afligen por arte y, apasionados tico en sus furores y Que, pobres historiadores,
pero con sus sentidos atrofiados, se erigen en ¡seguirán cl orden de los tiempos al cantar los
amorosos transidos para hacer rimas. Sus más notorios progresos de un héroe! No se atreven a
dulces transportes nó'son más que fra'tes vanas: perder de vista un tema ni por un momento: pa-
s0 no saben nunca más que cargarse de cadenas, ra tomar Dóle tiene que haber caido Lille; y que
bcndccir su martirio, adora¡ su prisión, y hacer su verso exacto, conro Mézerai ,e, haya hecho
quc se peleen razón y sentidos.-Antaño no era 80 caer ya las murallas de Courtrai ó0. Apolo
en este tono ridfculo en el que Amor dictaba los siempre se mostró con ellos avaro de su fuego,
versos con que suspiraba Tibulos2 o en el que, A este respecto se dice que un dla este singu-
animando los dulces sones del tierno Ovidio, Iar dios, querlendo exasperar a todos los rima-
daban las deliciosas lecciónes de su arte. En la dores franceses, inventó las rigurosas leyes del
elee-la el corazón es el único que tiene que
$9.tteto; quiso que en dos cuartetos, de medida
hablar. pareja, la rima, con dos sonidos, sonase en el
.La ?da, con más,:esplendor y no menos
energía, alzando su tono ambicioso hasta el 5J Horacio,
6o cielo, mantiene en sus versos comercio con los Odos 1.3-4.
:6 llloda, 2l
dioses 13. Abre la barrera a los atletas en Pisa 5a,
.
57 Se reliere a la c.ampaña dc Flandcs de
l6ó7-8.
canta'a un polvoriento vencedor después de la J8 Nombre alegórico de una amante,
5e Eudes-Fiangois de'Mézeray (Mézeray
t6lO-paris, t603); his-
so Cf. Virgilio Bucóllcas 4,3.
toriador y secretaric perpetuo de la Academia Francesa, Escribió
5r Diccionario dc ta Academia dc t694 dicel «.., de las mujeres una H¡storia dc F¡ancia en tres volúmenes; publicada de 1643 a
l65l; en 1668 publicó un Resumen cronológico. Colbert, descon-
simplcmente amadas por algulen sin idea de.reciprocidad, pero
tento de esta obra, iuspendió la pensión real de 4,000 libras que
sicmprc con un amor hon$to y legftimo,»
,2 Expresión romada de Tibulo mismo, Véase t,4,35 y 1,7,1 l. hxsta entonces se le habla entregado, En 1672 se restableció la mi-
5J Horacio 83-5. tad de esta pensiór,. Mézeray precedió a Racine y Boileau en las
5a En Elide; allí funcione§ de.historiógrafo,
se celebraban Juegos Olimpicos, yirgilio, AeJr- @ Los ejércitos del rey lomaron
gicas,3.l80. Lillc y Combrai en 1667 y Dóle
en 1668.

ls8 rs9
oído ocho veces; y que a contirrr:ación seis rer- deslumbrado por su falso atractivo, hacia este
sos, artisticamente colocados se repartiesen por nuevo cebo. Al excitar su audacia el favor del
f el sentido en dos tercetos. Sobre todo, desterró público, su número inundó vehementemente el
90 de este poema la licencia; él mismo midió su nrl- ll0 Parnaso. Primeramente se rodeó con él al
mero y su cadencia; prohibió que pudiese entrar madrigal; incluso el orgulloso soneto fue alcan-
en él un verso débil, y que una palabra ya utili- zado por él; la tragedia6 hizo con él sus rnás
zada se atreviese a aparecer en él de nuevo. Por queridas delicias, y con él adornÓ la elegla sus
otra parte, lo enriqueció con una belleza supre- dolorosos caprichos; un héroe en escena se pre-
ma: un soneto sin fallo vale por sl solo tanto co- ocupó de engalanarse con él y un amante, inca-
mo un largo poema. Per.o en vano- piensan lle- paz de rimar adecuada e ingeniosamente, no se
gar a ello mil autores, y esa-persona-única afrn atrevió a suspirar nunca más: se vio a todos los
no se ha encontrado. Aperras en Gombauór, pastores en sus nuevas quejas, más atentos
Maynard62 y Malleville63, se pueden admirar incluso al final del verso que a sus amadas; cada
dos o tres entre mil; los restantes, tan poco palabra tuvo siempre dos rosfios di§tintos; la
leidos como los de Pelletier 64, lo rlnico que han 120 prosa lo recibió tan bien como el ver§o; el abo'
hecho ha sido dar un salto de la librería de gado en el palació'de Justicia sobiecarSó con él
100 Sercy 65 a la tienda de comestibles. Para encerrar iu estilo, y el doctor en teologla en su cátedra
ó7.
su sentido en el llmite prescrito la medioa sembró con él el Evangelio
siempre e§ o demasiado larga o demasiado cor- Finalmente la razón ultrajada abrió los ojos,
ta.
y lo expulsó para siempre de los discursos se'
E)_gp!$sas más libre en su modelado,.inclu' iios; y,-declarándolo infame en todos sus escri-
so ñGfmás limitado, no es con frecuencia mas
to§, graciosamente le dejó que entrara en el
que una buena palabra ornameniada con dos ri' epiiráma, con tal de que su agudeza, manifes-
tánáose oportunamente, dependiese del pensa'
mas.
rniento y no de la palabra. AsÍ cesarón los de'
Anraño, ignorados los exffemos del verso pcr
sórdenei de todos los sitios. En cualquier caso,
nuestros autores, fueron atraldos desde ltalia a
nuestros versos. El vulga.r corriÓ ávidamente,
ór Jean Ogier de Combauld (1570-1666), dejó una tragedia, ur,a
pastoral, epigramas y sonetos. Habia obtenido en l6l0 una pensión
ó6 La §l'/vla de Mairct (B). Mairct, nacldo cn Besangon en 16O4 y
de 1.200 escudos y el tltulo de gentilhombre de la cámara del rey
muerto en 1686, escdbió esta tragedia a los diecisiete años y fuc un
ior un soneto a la muerte de Enrique lV, gran éxito en Paris durante cuatro años.
62 Frangois Maynard (1r82'1646), autor de soneto§' epigramas,
ó? El padrecito Andrés, agustino (B). Este predicador' cuyo
odas y canciones, miembro de la Academia Francesa y del Consejo
apellido'ira Boullangcr, nació en Parls en l57E y murió cn 165?'
de Estado. y
63 Claude de Maileville (159'i'lí'l)' autor de un célebre sor^eto Predicó en las principales cátedras dct reino durantc clncucnta
cinco años. Farnosa es §u comparación de cuatro doctorcs de la
titulado La hermosa madrugadora,
s Un poeta mediocre que hacia un soneto diario' lglesia (San Agustin, San Ambrosio, San Jerónimo y San Grcgorio
65 Librero db palacio (B). Charles de Sercy publicó a¡tolo8ías eiGranae) con los cuatró reycs de la baraja. Es el {¡ltimo represen'
i"ni. a. lá esiuela de predicaciÓn llamada «cnérgica» (Savonarola
colecrivas de pequeños poemas; estaba insralado en Palacio en la
en ltalia y Maillard y Me¡ot en Francia).
Sala Dauphine.

161
t60
130 en la corte quedaron los Turlupines
ss; bromis- esta actitud: ya no se fue nunca más ni fatuo ni
tas insipidos, desgraciados burlones partidarios bobo impunement¿; ¡y pobre de aquel nombre
anticpados de jue_gos de palabras groseros.. , gu€, fácil a la critica, pudiese entrar en un verso
Ocuris a menudó que una Musa algo fina, al sin romper su medida!
pasar sobre una palabra juegl, chancea y abusa
7a,
Persió en sus versos óscuros, pero concisos
óon éxito de un doble sentido; pero evitad ttn y apretados, trató de encerrar menos palabras
ridículo exceso sobre este punto y no vayáis a que sentido.
aguz:r mordazmente siempre por la cola con
6e
Juvenal, educado en los gritos de la escuela,
uña punta frívola un epigrama desmadrado. impulsó su mordiente hipérbole hasta el exceso.
140 Todo poema es brillaqte por su propia belle- Sus obras, cornpletamente llenas de horribles
za. FJJgndó*, de origen galo, tiene la inge- 16o verdades, centellean, sin embargo, con sublimes
nuidád'.-La baladalt, esclavizada a sus viejcs bellezas: sea que, en un escrito llegado de
máxlmas,'ilEEET-frecuencia todo su esplen- .€aprea 75, rompa la estatua adorada de
dor al capricho de las rimas, El madrigal1z, más Sejano 7ó; sea que haga correr en el consejo a los
simple y'más noble en su coffi3iElffi]respira senadores, pálidos aduladores de un tirano sus-
dulzura, ternura y amor. picaz, o que, llevando a su extremo la lujuria la-
El deseo de mostrarse y de no mqmurar dio tina, venda a Mesalina 77 a los mozos de cuerda
armas a la verdad del verso de la sdtira. de Roma. Sus escritos, llenos de fuego, brillan
Lucilio 7r fue el primero que se atrbvió a ante nuestros ojos por todas partes.
mostrarla, ofreció el espejo a los vicios de los Régnier ?8, discípulo ingenioso de estos sabios
romanos, vengó a la virtud humilde de la ri- maestros, único que hay entre nosotros forma-
rso queza altanera y al hombre honesto del pelele 170 do sobre su,lnodelo, tiene aún gracias nuevas en
que va en litera. Horacio mezcló su jovialidad a su viejo estilo. ¡Felices, si sus discursos, temidos
pcr el casro.lector, no se resintieran de los luga-
s res que frecuentaba el autor, y si, por el sqnido
Gcntcs que hacian rctruécanos y juegos de palabras en fortna
semcJantc al bufón Turlupin. Hcnrl Legrand, llamado Turlupin atrevido de sus rimas cínicas, no alarmase con
(1r87.1637), formó, junto con Grói-Gtllaumc y Gautticr-GarSuiile, frecuencia las orejas púdicas! El latín con sus
cl equipo de bromlstas dcl Hótcl dc Bourgogne, palabras escandaliza la honestidad, pero el lec-
69 Dcsdc cl verso 102 se hace constantemente referencia a «poin- tor francé,s quiere ser respetado; la libertad del
te», que unas veces sc refiere a ta agudeza y el ingenío y otras al menor sentido impuro le ultraja, si el pudor de
cxtremo del verso, El Diccionario dc Richctct (1680) dicc dc «poin- las pálabras nó'suaviza la imagen. euiero en la
te»: «Rencontrc splrituelle», «bon mot»r, y dicc que hay también
«poíntes ingéníeuses» como son aquellas en gue terminan los
epigramas. 7a Aulo Persio Flaco
?0 Brcyc poema con dos rlmas; pucde ser de t3 vcrsos (llamado 04-62d,C.) y Dócimo Junio Juvenal (hacia
el l(0 d,C,) eran famosos autores satíricos.
simple) o de 20 versos (llamado perfecto). ¡5 Sátira t0 (B). Se refiere a los versos 7l-2.
7l Poema de forma fija: tres estrofas iguales y una más corta (él 76 Ministro de Tiberio,
Se refiere a 10.61-2,
«cnvlo»); cada parte termina en un estribillo. 77 §átira 4 (B). Ve,-sos 72-5.
72 Poema muy corto que expresa un pensamiento Mujer de Claudio.
elegante y ga- 78 Mathurin,Régnier (Chartres,
1573-Rouen, l6l3), auror muy
lante.
73 Muerto hacia el año 102 en Nápoles,
admirado por Boileau. Se basa cspe;ialmente en Ovidio y propei_
cio. Escribió dieciséis sátiras, epistolas, elegías, odas y cpigramas.

162 163
180 sátira un espiritu de candor y evlto a un descara- mañana en limpio seis improvisaciones 12. Inclu-
do que predica el pudor. so es un milagro si en sus vagas furias. al impri-
De una agudeza de este poema tan rico en i;r- mir sus estúpidas fantasias, no se hace-grabai en
genio, el francés; nacido hábil, hizo el ro- la portada de la antologla, coronado le laure-
d3!!", agradable e irrespetuc,so, llevadofir les, por la mano de Nanteuil t3;
el canto pasa de boca en boca y se acrecienta al
pasar. En sus versos se despliega la libertad
francesa: este hijo del placer Qrriere nacer en las
alegrias. En cualquier caso no vayáis, guasones
peligrosos, a hacer a Dios-tema de-una bro^na CnNro III
terrible. Al. final todos estos jxegos; que preco-
190 niza el ateísmo, conducen al gracioso a la
Créve E0. Incluso en canciones hace falta buen No hay serpiente ni monstruo odioso que,
sentido y arte; sin etnbargo, ha visto al vitro y
se imitado por el arte, no pueda resultar grato a la
al azar inspirar a veces a una Musa grosera y vistai el artificio agradable de un delicado pin-
proporci,cnar, sin genio, una estrofa a Liniére8r. cel hace del objeto más horrible uno amable.
Pero, por una vana dicha que os ha hecho ri' Así, para fascinarnos, \gtr$gdls en medio del
mar, guardaos de que un estúpido orgullo no os llanto dio vida y lenguaje a los dolores de ECipo
haga ahumar. Con frecuenpia el altivo autor de ensangrentado, expresó las inquietudes del
cualquier cancioncilla se arroga el derecho en el parricida Orestes y, por divertirnos, nos hizo
mismo instante de creerse poeta: ya no dorntirá brotar lágrimas.
200 hasta que no haya hecho un soneto, pone cada Asl pues, vosotros, que apasionados por un
10 ' hermoso fuego por el teatro, venfs a él con verso
' que suena bien a la oreja t{ a disputar el premio,
¿qubréis sobre la escena presentar obras sobre
las qüe todo Paris en multitud aporte sus opi-
7e Vaudeville: canción popular cle (cma satirico. Se ha discutido
mucho sobre la etimologia de esta palubra. Las dos más aceptad'rs
82 Los «impromptus» eran pequeñas obrillas compuestas tcóri-
sonl de vau-de-vire, canción báquica, que a su vez tomaba su
nombre de Vat de lzrr¿, en Normandia, porque habia sido invent¿" camcnte sobre la marcha y sin ningún tipó dc preparación. Futiére,
da alli en el siglo XV por Olivier Basselin, y es alll donde se empezó eh Le Roman bougeois, dice que algunas pcrsonas llevaban una co-
a cantar, Según otra versión viene de voi¡ de ville, aludiendo hs leccióil de «impromptus de poche» para no estar nunca desprcveni-
canciones que tradicionalmente circulaban entre cl pueblo' dos.
80 Los virsos 189.90 recuerdan el suplicio del'autor de Parls 81. La moda cntonccs era que los autorca pusieren ¡u rctrato al

ridlculo, Pierre Petit, que fue ahorcado y quemado en la plaza de principio de sus obras. Robert Nantcuil, nacido en Rcims cn 1623,
Créve, lajo el ministerio Mazarino, El viento habla hecho volar fue alumno de Philippe de Champaigne y obtuvo del rey cn 1658 cl
por la veniana de su habitación monlones de canciones que la
gente titulo dc dibujantc y grabador, asl como una pcnsión de mil libras
iecogió en la calle e hizo circular; por aLAt se supo
que el autcr era cn 1659. Frccuentó cl círculo de Charlottc Melson con los hermanos
petiiy eso le llevó a la inuerte. En esá plaza se haclan las ejecu' Perrault. Múrió en 1873.
grCve 8a El Diccionario de la y',cademia de 1694 dice dc «pompeux»,
cioneí y también se iba a buscar trabajo' La palabra francesa
(«huelga»), viene del nombre de esta plaza' que es la palabra que aparece éii""el texto, «qui'sonne bien á
8l Amigo deBoileau. I'oreille»:

t64 i65
niones favorables, y eue, constantemente,
último. Pero nosotros, la razón compromete en
cuanto mas vistaq más bellas, sean pedidas de
nuevo otÍayez al cabo de yeinte años?s5. Que sils reglas, nosotros queremos que lá acción se
en todas vuestras palabras la pasión emociona-
administte con arte, que en un lugar, que en un
da vaya a buscar el corazón, lo enardezca y lo día, un sclo hecho realizado mantengá lleno el
conmueva. Si el agradable furor de un hermoso teatro hasta el final.
movimiento con frecuencia no nos llena de un Nunca ofrezcáis al espectador algo increible 8e

dulce prror, o no excita en nuestra alma una a veces lo verdadero puede no ser verosímil.
20 p!-edad déIiciosa, en vano presentáis una escena Una maravilla absurda no tiene atractívos para
hábifi .vuestros fríos razonamientos no harán so mí: el espfritu no es conmovido por to qué no
más que entibiar a un espectador siempre pere- cree. Lo que no se debe ver de ninguna manera,
qr¡e eso nos lo exponga r¡na narración: los ojos,
zoso en su aplauso y gue, justamente fatigado
por los vanos esfuerzos de vuestra retórica, se al verlo, captarian mejor la cosa, pero fray o6.¡e_
duerme u os critica 8ó. El secreto es agradar ini- tos que el arte sensato debe ofrecer al oíclo y ie_
cialmente y conmover: inveutad midios que tirar a la vista {.
puedan hacer que m.e interese. Que el desorden, que crece de escena en esce-
Que desdc cl primer vcrso la accíón prepara- na, llegado a su pünto culminante, se desenrede
da allane ta entrada sin molestia del témd. tvte sin esfuerzo. El espíritu no se sienta golpeado
' vivamer¡te más que cuando, en
30 r¡g dg un actor que, lento en su expresión, no un temiüA;¡;
sabe.inicialmente informarme de lo que quiere y de intriga, la verdad de un'secreto conocida re-
'pentina¡nente
gue,.9esenvolviendo mal'una penósa,intriga, 60 lo cambia todo, le da a todo un
convierte una diversión en caniancio. Incluso aspecto imprevisto.
p[efiriría que pronunciase s7 su nombre y dilera: La tragedia, informe y sin arte en su
«Soy Orestes, o bien, Agamenón», a qüe fúera, nacimientoer, no era más que un simple coro
por un montón de confusas maravillas a fatigai donde cada uno, bailando f entonando las ala-
las orejas, sin decir nada al esplritu. U irrná no banzas del dios de las urás, se esforzaba en
es nunca explicado cláramente lo bastante pron, atraer fértiles vendinrias. Allí, el vino y [a
to. alegr.ia despertando los espiriíus, un macho
Que seafijo y marcado el lugar de la esce- cabrío er-a el premio del más háUil cántor e2. Tes-
na. Un rimador sin peligro, más allá de los qiq fr¡e el primero que manchado con los posos
40 88,
encierra en escena años en un c!ía. del_yiro, paseó por los pueblos er esta locuia fe_
liqingos
Allí, frecu.entemente, el héroe de un espeiiáculo un pasaje dit pui¡ote, rraducido al francés
srn arte, niño en el primer acto, es anciano en el en l6l4 por C. Oudin y
F. de Rosser, Er esta lraducción,
capírulo Uurii¿. ir"prirn"ru pur.
8, Horacio te, se lee: «¿eué mayor ineprirud puede
u¡ niñito de pañales en la prrmera escena del primeriul iu".r rutir.
190, haber.,.
86 Horacio I05.
gunda verle conver.riclo en un acto y.en la se_
t7 Hay ejemptos semejantes hombre .".p¡.rrr.rüüarbudo?»
en Eurfpides (B).
_ 1, En opinión de Ciaude. Brossctte (abojaáo de Lyon, at que §eo Horacio 338.
Boileau áutorizó para que hiciera una.aiciO-n a. ru, Horacio ¡ 79- 188.
oüru, con co-
mentarios. La edición apareció en I7t6) este versotb referta
,¡Horacio 202 ss.
a Lope ez Horacio 220.
de Vega, Los versos siguientes parece ser que.estaban
inspírados en ei Los pueblos Cel Atica (B). Cf. Horacio, 275.7.
166
167
liz, y cargando un carro con actores mal.vesti., actores la máscara antigua eE, finicamente el
70 dos, divirtió a los viandantes con un espectáculo
violln ocupó el lugar del coro y de la música s.
nuevo, Esquilo introdujo los personájes en el Pronto el amor, fértil en tierhos sentimientos,
coro, vistió los rostros con una máscara mejor, se adueñó tanto del teatro como de las novelas.
hizo aparecer al acror calzado.on Uoi..giri.é La descripción sensible de esta pasión es el ca-
, sgblg las tablas de un teatro Ieyantadó en mino más seguro ¡iara ir al corazón. pintad,
público ea. En fin, Sófocles, dando desarrollo a pues, a los héroes amorosos, lo permito, fero
su genio, acrecentó.más la pcmpa, aumentó la no los convirtáis en pastores afectados: que
armonla, interesó al coro en toAa la acción, pu_ Aquiles ame de forma diferente que Tirsis y
lió la expresión de versos demasiado t-oscp., iio 100 Filenorm, no convirtáis a Ciro en un Arta-
entre. los griegos esa altura divina. quelnunca al- menterot; y que el amor, atacado frecuentemen-
canzó la debilidad latina er. i te por los remordimientos, parezca una debili-
E0 Aborrecido el teatro entre nucstros devotos dad y'no una virtud.
antepasados fue un placer ignorado en Francia Evitad las mezquindades de los héroes de no-
largo tiempo eó. Se dice que una tos.a compania vela: en cualquier caso, dad algunas debilidades
de. peregriñosmontó en parls priblicameñte la a los grandes corazones. No gustará Aquiles
primera obra; y estúpidamenie activa en su
simplicidad representó por piedad a los santos,
\ menos activo y dispuesto: mc gusia en él verlc
derranrar lágrimas por una afrenta. El espfritu
a la Virgen y a Dios. El saber, Oisipando final- reconocc con placcr lo natüral de estos pe-
mente la ignorancia, hizo ver la devota impru. queños defcctos ieñalados en eu pintura. Quc
dencia de este proyecto. Se expulsó a esos Aoc- se trace el espfritu envuestros escritos sobre cste
I
tores que predicaban sin misión; se vio renacer a ll0 modelo: que' Agamenón sea orgulloso, sober-
90 Héctor, a Andrómaca, a llión e?. Dejándose los bio, interesador02i que Eneas tenga por sus
dioses un respcto austero. Mantened el carácte¡
que-es propió de cada uno. Estudiád las cos-
ea Horacio 278-80. tumbfes tanto de los siglos como de los palses:
e5 Vé¿se los ambientes hacen con frecuencia los distintos
Quintiliano lO.l (B). Contrariamenre a lo que dice
Boileau en esta nota, Quintiliano alabó la Medea, tJe Ovidio, y co- humoreslo3.
locó alThyest¿s de Rufb Vario por cncima dc todas las obr.as
griegas (esta última rragedia se representó el año 29 a.C.).
e6 Boileau parece ignorar que el teatro era algo
muy vivo en 9t Esta máscara antigua se aplicaba al rostro del actor y rcprc.
Francia desde el siglo xrr. En cuanto a la compañla'mencionadá p scntaba at personajc qüe cataba en.escena (B).
continuación, se trata de la Cofradia de la Pasión, a la que Carros ee No fue más que bajo Luls Xlll cuando la tragcdia comenzó a
lV concedió el 4 de diciembre de 1402 el privilegic de representar tomar una forma adduada cn Francla (B)..Esther y Atolla moxra-
misterios en Paris. Y éase Pratique du Théslre, oel abatc Aubignac, ron cuánto'sc ha perdido suprimicndo los coro¡ y la ¡ri.úslca (B).
que dedica el capltulo VI del libro lV a la historia dc esta l@ Tirsis cs un nombrc tradicional pare un héroe pastoril. Fileno
compañla. Et l7 de noviembre de 1548 el Parlarnento de Parls le rc- es un pastor de la §ilYIa dc Maret.
tiró s,r privilegio para los misrerios. La compaflfa se dlsolvió en l0l Ciro se oculta bajo tal nr¡mbre cn la célcbre novcla dc Mllc.
1676. Scudéry.
e7 El sitio de Troya no fue cl tcma de ninguna tiagedia de la épo- lo2 Horacio 120-3.
ca. r0! H6¡¿6i6 t20-130.

r68 t69
cesario qu. en el dolor vosotros os humilléisr¡0.
Evitad, pues, el dar, conio se hace en la
Para hacer brotar mis lágrimas es necesario que
Cleliatu, a la antigua Italia ni aire ni espíritu lloréisrrr, Esas grandes palabras con las que el
franceses; y, haciendo nuestro retrato bajo
nombr'es romanos;"pintar a Catón galante y a
actor llena su boca no salen de un corazón sen-
sible.
Bruto pisaverde. En una novela frívola todo se
120 disculpa fácilmente; es suficiente que la ficción El teatro, fértil en críticos quisquillosos, es

divierta en su desarrollo; demasiado rigor en- entre nosetros un campo peligroso para darse a
tonces estarfa fuera de lugar; pero la escena pide conocer. LIn autor no hace en él fáciles conquis-
un buen scntido preciso. En ella lo que es natu- tas; siempre encuentra bocas dispuestas a sil-
ral quiere que se mantenga. barle, Cr-ralquiera le pue{e tratar de fatuo e ig-
150 norante: es un derecho .que se compra en la
¿Inventáis la idea de un nuevo personaje? r05. puerta al entrar. Es necesario, para agradar,
Que se muestre concorde conslgo mismo en to-
do y que sea hasta el final como se le ha visto al que se repliegue de cien maneras; que unas veces
principio.. se eleve y que otras se humille: que sea fecundo
Con frecuencia, sin pensar en eso, un escritor por todas partes en nobles sentimientos; que sea
que se aina a sl mismo forma todos sus héroes fácil, sólido, agradable, profundo; que constan-
semejantes a él mismo; todo tiene el L¡umor gas- temente nos despierte con rasgos sorprendentes;
rJ0 cón en un autor gascón: Calpienéde td(y Juba to, que pase en sus versos de maravilla en mara-
hablan en el mismo tono. La naturaleza es en villa; y que todo lo que dice, fácil de retener,
nosotros más distinta y más sabia; cada pasión nos deje un largo recuerdo de su obra. Así actúa
habla un lenguaje distinto!0t: la cólera es sober- la tragedia, avanza y se desarrolla,
bia y requiere palabras altivas, el abatimiento se t60 De. una forma mayor aún la poesía épica se
explica en términos menos orgullosos, eue Hé- mantiene, en la amplia narracióñ?á una larga
cuba de§olada ante Troya en llamas no sé ponga acción, por lá'fábula rr2 y vive de ficción. Todo
alanzar una ampulosa queja, ni describa sin mo- se utiliza en ella para encantarnos; todo toma
tivo en qué terrible país «por siete bocas el Euxi- un cuerpo, un alma, un espíritu, un rostro, Ca-
no reciba al Tanais» ¡9, Todos estos pomDosos da yirtud se convierte en una divinidad: Miner-
r40 amasijos de expresioñes frívolas saien á. ,n va es la prudencia y Venus la belleza; no son las
declamador enamorado de las palabras. Es ne- nubes las que producen el trueno, es Júpiter ar-
mado para horrorizar la tierra; una tórmenta
terrib-le a los ojos Ce los marinos:es Neptuno en-
loa En esra novela de Mlle, Scudéry t70 fadado que r-egaña a las olas;
aparece Catón, hecho impro- eco ya no es un so-
bable..ya que hay cuatro siglos de difeiencia entrc la ópoca de Ca_
nido que en el aire resuena, es uná Ninfa llcrosa
tóny aquélla en gue sc desarrolla la novela.
lor Horacio que se queja de Narcisortt. Así en este montón
125-7.
¡0ó Autor dramárico y
especialmcnte novelisra (l6lO-1663).
_ 10, Rgy dc Mauritania qug aparece en Cleopat-ra, novela de La llo Horacio.95,
Calprenéde. lll Horaóio 103.1.
loE Horacio 105.7. I l2 Q6¡ «fábulas»,
f8 Verso de Séneca Troades l, El Euxino es el Mar Rojo y tigüedad pagana»,
en cstos versos, se entiende «fábulas rJe la an-
el Ta_
nais el rio Don. rrr Cf, Ovidio Metamorfosis lll.

170 t7t
de nobles ficciones el poeta se regocija en mil in, héroe y con frecuencia equilibra la victoria con
venciones, adorna, eleva, embellece, aumenta Diosl
todas las cosas y encuentra bajo su mano flores zto Tassotr6, se dirá, lo ha hecho con éxito. Yo
siempre abiertas, Que Eneas rr4 y sus navios, no quiero aqul, de ninguna manera' hacerle su
apartados por el viento, sean llevados por una proceso; pero, aunque nuestro si8lo publica a su
tormenta hasta las costas africanas, es rlnica- gloria, no hubiese ilustrado con sus libros a lta'
mente una aventura ordinaria y cc,mún, un gol- iia si su sabio héroe, siempre en oración, no hu'
lE0 pe poco sorprendente de los rasgos de la fortuna. biese hecho más que vencer a Satanás; y si Re'
Pero que Juno, constante en su tversión, persiga naud, Argant, Tancredo y su amante no hu'
sobre las olas los restos de Ui.Q; qge.E-g.to, ayu- bieran alegrado lá tristeza de su tema.
dándola, expulsándolos de ltalia,'abra-a los . No es que yo apruebe, en un tema cristiano, a
vientos sublevados las prisiones de Eolia; que un autor enloquecidamente idólatra y
Neptuno, enfurecido, elevándose scbre el mar, rr?.
pagano Pero en una pintura prqfang y alegre
con una palabra calme las olas, ponga paz en el 220 és ábsurdo no a[everse a emplear las flguras de
aire, libere los barcos, los arranque de los . Ia fábula, expulsar a los Tritones del impe-rio de
Sirtesrrs, es eso lo que sorprende, extfaña, las aguas, quitarle á Pan su flauta, a las Parcas
cautiva, interesa. Sin todos esos ornamentos el ' sus tijeras, impedir que Caronte, en la barca fa-
verso languidece, la poesla está n¡uerta o se tal, no pase al monarca como al pastor: es alar'
arrastra sin vigor, el poeta no es más que un marse con rtn escrúpulo vano estúpidamente, y
orador timido, que un frio llistbriador de una querer agradar a los lectores sin adorno' Pronto
insipida fábula. prohibirán pintar a la Prudencia, dar a Temis
Asi pues, es muy vanamente cotno nue§tros venda y baianza, presentar ante los ojos a la
defraudados autores, proscribiendo de sus ver' z30 guerra con frente de bronce, o al Tiempo que
y por todas partes
sos estos adornos recibidos, piensan hacer ac' f,asa con un reloj en la mano;
tuar a Dios, a sus santos y a sus profetas como a iosdiscursos, cómo una idolatria, irán con su
esos dioses salidos del cerebro de los poetas; po' falsotelo a expulsar a la alegorla. Dejemos que
nen a cada momento al lector en el infierno, no se aplauda por un piadoso error; pero'-para no-
ofrecen nada más que Astarté, Belcebú, Luci' tótt-ot, alejemos ún terror vano y' fabulosos
fer... Los misterios terribles de la fe de un cris' cristianos, no vayamos' en nuestros sueños, a
'--ü de un dios
lacer de verdad un dios de mentiras'
tiano no son susceptibles de alegres ornatos. El
200
fábrta rrt sf¡sss al espiritu mil placeres di-
Evangelio no ofreCe pol todas partes al espiritu veÑosTáltt todos los nombres felices 'parecen
más {ue penitencia que hay que hacer y'mereci'
dos tórmentos, y la mezcla culpable de vuestras - ;.iáó para los versos, Ulises, AgamenÓn'
'Idotn.nuo, 'Helena, Paris, lléctor'
ficciones da aiie de fábula incluso a sus verda'
240 óiltiii,
des. iY qué tema, en fin, para presentar ante los
ojos mái que el diablo siempre gritando contra l16 §s ¡sfis¡¿ a TorcuatoTa§§o, autor por el quc Boileau no sien'
lós cielos, que quier,: abatir la gloria de vuestro te ninguna simpatla. Renaud, el héroe de !u obra "lenoalén
liberado
es mencionado en el verso 215.
ll? ved a Ariosto (B).
rr4 Virgilio Eneido l.3t'146'
ll8 Como en verso 162.
I l5 Colfos en los que con frecuencia encallaban los barcos'

173
t72
Eneas... ¡Oh el agradable proyecto de un-igno' Que el principio sea sencillo y no tenga afec-
rante poela, que ehtre tantos héroes va a elegir a tación. No vayáis desde el principio, montados
Child¿brdnd! rre. A veces el sonido duro o extra-
ño de un solo nombre cónvierte a todo un po-
ema en burlesco o bárbaro.
127, en Pegasol2s, a gritar a vuestros lectores con
voz de truenor «Canta al vencedor de los vence-
dores de la tierra»»'4. ¿Qué producirá el autor,
¿Queréis agradar largo tiempo y no cansar
tras todos estos grandes gritos? La montaña en
nulcá? Elegid a un héroe propio a interesarme, su paÍo da a luz a un ratón'". ¡9h1, cuánto
de notoriolalor, magnlfico por sus virtudes: más prefiero a este autor lleno de habilidad 126
que en él todo aParczcaheroico, incluso los de- que, sin hacer en un principio una promesa tan
fectos; gue sus sbrprendentes hazañas sgqn die' elevada, me dice en un tono fácil, dulce, simple,
2s0 nas desér ofdas; qúe sea como César, Alejandro armonioso: «Canta los combates, ya ese
o Luis, no como Polinices y su pérfido hombre piacioso que, desde las costas frigias tle-
hermano ru: uno se aburre con las proezas de un vado a Ausonia, llegó el primero a los campos
conquistador vulgar. de Lavinia»¡2t, su musa al llegar no Io incendia
Nó ofrezcáis un tema demasiado cargado de todo, y no os promete más que un pocorr para
incidentes. La sola cólera de Aquiles, aderezada dar mucho; pronto la veréis, mientras prodiga
con arte, llena abundantemente una llfa'da: con milagros, pronunciar los oráculos del destino de
frecuencia demasiada abundancia empobrece el los latinos, pintar los negros torrentes de la Esti-
tema. gia y d9l Aqueronte y a los Césares errantes ya
Sed.rápidos y concisos en vuestras narra- en el Elfseo.
ciones; ricos y ampulosos en vue§tras descrip- Amenizad vuestras obras con innumerables
ciones.'Es ahl donde hay que desplegar la ele' figuras retórica§;. que todo forme ante los ojos
zoo gancia de los versos; no presentéis nunca en una riente imag,:n: se puede ser a la vez pompo-
éllos circunstancias bajas. No imitéis a ese so y agradable; y yo odio a uno, sublime, que es
loco rzr que, describiendo los mare§ y pintando, aburrido y pesado. Prefiero a Ariosto y sus fá-
en medio de sus olas entreabiertas, al Hebreo bulas cómícas que a esos autores, siempre frlos
salvado del yugo de sus injustos amos, pone, y melancólicos que, con su sombrío humor, se
para verlo pasar, a los pescados en las ven- creerían hacerse una afrenta si las gracias nunca
tanasl22; pinta al niñito que <<va, salta, vuela les desarrugasen el ceño,
y alegre ofrece a su madre un guijarro que Se dirla que para agradar, instruido por Ia na-
tiene»r. Es detener la mirada sobre objetos de.: turaleza; Home¡e le ha sustraldo a Venus su
masiado vanos. Dad a vuestra obra una exten- cinturónr2e. Su libro es un rico tesoro de place-
- sión adecuada.
I le Alude a Carel de Sainte-(iarde, que habla publicado en 1666 lrt Horacio 136-9.
un poema hcroico titulado Childebrond. l2i Primer versq de Alarico, poema de
Scudéry,
re Ved la Tebaida, de Estacio (B). Se refiere a Eteocles. 125 Horacio t39.
,2t Saint Amant, 12ú Horacio 140-2,
f 27
122 Los pescados embclesados los miran pasar es un verso del Traducción apro'timada del principio dela Eneida.
Mobés salvodo,' en los versos siguientes también se refiere a esa 128 Horacio 143-4.

cbra. tze ll{ado 14. 214 ss.

174 t75
res: todo lo que ha tocado se convirtió en oro;
todo en sus manos recibe una gracia nueva; por tiene ninguna originalidad; Homero no entien-
de nada de la noble ficción... Si se rebela el siglo
i00 todas partes divierte, nunca cansa. Un feliz ca-
contra esta sentencia, él llama primeramente a
lor anima sus discursos; nunca se desvla en ro-
deos demasiado largos. Sin guardar un-orden la posteridad, pero, mientras espera que aqui el
metódico en sus versos, su tema se o¡dena y se 330 buen sentido del retorno traiga sus obras triun-
desarrolla por si rnismo; todo, sin hacer prépa- fantes a la luz del dla, en un montón en un al-
macén, ocultas a la luz, luchan tristemente los
rativos, está dispucsto en él fácilmente; cáda verso§ y el polvo. Asl pues, dejemos que se es-
verso, cada palabra, discurre en él hacia el fuercen entre ellos 13, en reposo, y sin desviarnos
desenlacerso. Amad, pues, sus escritos, pero con
sigamos nuestro nropósito.
un amor sincero; saber disfiüiár cónbllós es sa- De los afortunados éxitos del espectáculo trá-
carle provecho. gicó nació en Atenas la genslia-oaligt¿s)'6.
Un poema excelente, donde todo avanza y se Alll, el griego, que nació burlón, por.medio de
3¡g continúBr3r, fio €s ürro de estos trabajos que mil divertidos juegos, destiló el veneno de sus
son fruto de un caplicho: necesita tiempc,, 340 rasgos maldicientes,. La sabidurla, el juicio, el
cuidados, y esta trabajosa obra nunca fue el honor fueron presa de los insolentes ataques de
aprendizaje de gn estudiante. Pero cor¡ frecuen- ' una bufona alegrla. Se vio a un poeta reconoci-
cia entre nosotros un poeta sin arterl2, que en- do por el prtblico enriquecerse a expensas de lá
cendió poi casualidad en una oeasión un her- representación de la virtud; y a Sócrates en un
moso fuego, inflando su qulfnérico esplritu con coro de nubesr3?, atraerse por sus virtudes los
un vano orgullo, toma en su mano con altaneria silbidos de un montón vil de pucblo. Finalmen'
la trompeta heroica. Su Musa irregular, en sus te, se detuvo el discurrir de la licencia rrl: cl ma'
versos vagabundosl!3, [o se eieva nunca más gistrado recurrió a las leyes y, obliSando po¡ le.V
que a saltos y botes, y su fuego, CesprÓvisto de á los poetas a ser más sabios, prohibió decir
J2o sentido y de cultura, se apaga a cada momeuto, nornbies y mostrar rostros. El teatro perdió su
falto de alimento. Pero en vano el phblico, dis-- 3§0 antiguo furor; la comedia aprendió a refr sin
puesto a despreciarlo, quiere desilusionarlo de acrilud tre, sin hicl y sin vencno supo instruir y
su falso mérito; él mismo, aplaudiendo su esca- rectificar, re§ultó árata inocentcmcnte en los
so ingenio, se da con sus manos el incienso que versos de lvfenandro t{. Cada uno, pintado con
se le-niega; Virgilio compatado con élr3a :ro en este nuevo espejo, se vio en él con.pla-
- artecer, o creyó nó verse: cl avaro, cntre los primg'
ros, rio c-on el retrato fiel de ttn avaro trdzado
r30 Horacio 148.
rr¡ Horacio 408-t8,
132 §g ¡sfig¡g en este verso y los siSuientes a Des Marets de Salnt 135 pgs ¡dvg¡ssrios; por un tado la obra dc Dcs Marcts y dcl oro
Sorlin. Cf. supra. loi versos y el polvo.
l3l ty'¿g¡!¡¡d6s aqul tiene e[.sentido de que no siguen ninguna' 136 [6¡¡si6 !t!-!.
regla mfu que la del azar. ' rr? Se rcflcre aNubes, dc Arlstófancs.
lla Se refiere a Des Marets de Saint Sorlin, que decla que «h ll8 Horacio 282-4.
l3e Horacio 281-4.
lllada no era elevada»», que «las ficciones de Homeró estaban rnal
reg'rladas», que «Virgilio tenía poca invención»...
l4 Rep¡esentante de la comedi4 Nueva.

t76 177
390 le reh(¡sa. No hagáis hablar a vuestros actores al
frecuentemente sobre su modelo, y miles de ve-
azat, aun viejo Como a un joven, a un joven co-
ces un fatuo expresa{O delicadamente descono-
mo a un viejorol.
ció el relato formado sobre é1.
Estudiad la corte y conoced la ciudad: tanto
360 Así pues, que la naturaleza sea vuestro f¡nico
la una como la otra son fértiles en modelos. Es
estudio, vosotros autores que pretendéis los ho-
nores de lo cómico. Cualquiera ve bien al como Moiiére, al ilustrar sus escritos, tal vez
hubiera ganado las recompensas de su arter11,
hombre y, con espíritu profundo rar, ha penetra-
si, menos amigo del pueblo, en sus doctas pintu-
do el fondo de tantos corazones profundos; el
que sabe bien qué es un pródigo, un avaro, un ras, no hubiera frecuentemente sacado los de-
hombre honesto, un fatuo, un celoso, un extra- fectos de sus iguras abandonando lo agradable
vagante, puede presentarlos en una escena feliz y lo fino para representar lo grotesco, y sin ver-
y hacerles vivir, actuar y hablar ante nuestros güenza alió a Tabarin con Terencioras. En ese
ojos. Presentad sus imágenes sinceras por todas saco ridículo en el que se rodea Scapinra6 no re-
partes; que cada uno allt esté pintado con los 100 conozco ya al autor del Misántropo. Lo cómi-
más vivos colores. La naturaleza, fecunda en co, enemigo de suspiros y llantos, no admite
370 extraños retratos, está señalada en caEa alma trágicos dolores en sus versosr¿7, pero su
con diferentes rasgos; un gesto la descubre, empleo no es ir a deleitar .en la calle al popu-
cualquier cosa la hace aparecer. Pero no cual- lacho con palabras sucias y bajasras. Es nécesa-
quier espfritu tiene ojos irara conocerla. rio quesus autores bromeen noblemente; que su
El tiempo, que todo lo cambia, también cam- nudo bien formado se desate fácilmentei {ue la
bia nuestros humores ¡12; cada edad tiene sus acción,-caminando por donde la razón la guía,
placeres, su espfritu y sus costumbres. Un jo- no.se pierda ngnca en una escena vacía; que su
ven, siempre ardiente en sus caprichos, está dis- estilo humilde y dulce tenga un carácter elévado
puesto a recibir la impresión de sus vicios; es va- 410 a propósito; que sus disculsos, por todas partes
no en sus discursos, inconstante en sus deseos, llenos de
-buenas palahras, estén llenos áe pa-
reacio a la crítica y loco en los placeres. La edad siones delicadamente manejadas, y las escenas
viril, más madura, inspiia un aire más sabio, se unidas siempre una a otra, óuardaós de úrome-
3E0 mueye cerca de los grandes, se cuela, se prepa- ar a expensas del buen sentidorae: nunca hay
ra, piénsa mantenerse contra los golpes dé süer- que apartarse de la naturaleza. Contemplad con
te, y.en et presente mira el porvenii a lo lejos.
La triste vejez atesora constantemente; no gúar- :¿r Horacio t56.
da para si los tesoros que acumula; en todós los ljj l^!u!en réndrá ese fremio si no lo riene Moliére? (Vottaire.)
proyectos camina con paso lento y helado; laj Cf, t,86 y nota.
laó Un grabado d: Callot
siempre se qgejl del presénte y alaba ál pasa¿oi muestra a Scapin llevando un abrigo
inepta.para lós blaceres de los que abuia la ju- tan amplio que parece un saco, parece ser qu. ¡r,tot¡l* a.bla.entrár
ventud, censura en ellos las dulzüras que la edad en escena con ese saco del estaba rodeado y tras desplegarlo
-que
debia hacer cntrar pn él a Céronte.
ia7 Horacio 89.
lal Horacio 312-8. la8 Horacio 89, 93, 94.
ll2 ls¡s «cuadro de edades» es tradicional en las poéticas desde lar ya¿ a Simó¡¡ etla Andria¡ta,
de Terencio, y a Demeo en los
Ia de Aristóteles. AdeAoig),

t78 t79
qué aire en Terencio un padre reprende ia
imprudencia de un amoroso hi.¡o, y con qué aire ra: era un rico abate, loco por la arquitectura.
éste, amante, escucha sus lecciones r5o y iorre a El médico, inicialmente, parece nacido en este
casa de su querida a olvidar estas canciones. No arte, ya habla de construcciones como Man-
es un retrato, una imagen senrejante, son un r¿r¡ r52' condena el aspecto de un salón que se
amante, un hijo, un padre verdaderos. construye; señala otro lugar al oscuro vestfbulo,
Me gusta en el teatro ún autor ágradable que, aprueba la escalera si se modela de otra
sin desacreditarse ante los ojos de los espectado- manera... Su amigo lo comprende y llama a un
res, agrada por la sola raz6n y nunca Ia ofende. albañll. El albailil viene, escucha, aprucba y sc
Pero en lo que se refiere a un tiparraco, que se to corrige. Finalmente, para abrevlar tan gracioso
prodigio, nuestro asesino renuncia a su arte
vale de groseros equlvocos yrque para divertirse
inhumano; y en adelante, regla y escuadra cn la
no tiene mfu que la suciedad, que se vaya s) mano, dejando la sospechosa ciencia dé Gale-
quiere, montado en dos caballetes, divirtiendo
no, de mal médico se convierte en buen ar-
al Pont-Neuf con sus bromas, a representar sus quitecto.
mascaradas a los lacayos reuniCos.
Su ejemplo es para nosotros un precepto ex-
celente. Sed antes albañiles, si tenéis aptitud pa-
ra ello, obrero estimado en un arte necesario,
que escritor anodino y poeta banal r'3. Hay en
lo cualquier otro arte grados diferentes, se puede
Cnxro lV '.
con honor llenar las segundas filas; pero en el
peligroso arte de rimar y escribir no hay grados
del mediocre al peor; quien dice frlo escritor di-
Antaño en Florencia vivia un médico ur fan- ce autor detestable; Boyer [a es para el lector
farrón astuto, se dice, y célebre asesino. El solo igual a Pinchéner". Y apenas se lee más a
causó largo tiempo la miseria pública: alll el hi. R?rnpale r'6 y a Mesnardiére r'7 que a
jo huérfano le pide un padre; aqui el hermano
llora al hermano envenenado, Uno muere vacio 152 Dos arquitectos de este nombrc, Frangois (159E-1666), quc ha
de sangre, otro lleno de sen; el resfriado ante su dcjado la lglesia de Val-de-Orácc, y su sobrino Jules Hardouin
vista se cambia en pleuresia, y por medio de él la (164J-l?08), autor dc Les Invalides, el Qrand Trianon y quc termi'
jaqueca es pronto un delirio furioso. Finalme¡r' nó Versalles, Sc reñere aqul a Frangois, ya quc su sobrino
te deja la ciudad, detestado por todas partes. Hardouin-Mansart no fue arquitecto del rey hasta 1675.
l5l fie¡¿si6 368-373.
to Un solo amigo que ha quedado cntre todos, ya lra Autor mediocre (B). El abate Claude Boyer (1618-1698),
muertos, lo lleva a su casa de soberbia estructu- abundante autor dramático, fue de los protegidos de Chapelet y
cbtuvo una pensión desdc 1664, Académico, §o§tuvo la causa dc
150 §s ¡qffs¡s a Heautoilt¡moroumenos, 1,2, Ch. Perrault y de los Modernos,
l5l §s ¡sfi6¡g al médico Claudc Perrault, muerto en 1688' que lJ, Pinchesne es sobrino de Vicent Voiture, que era miembro dc
abandonó la medicina y se dedicó a la arquitectura diriS,iendo, entre ia Academia Francesa y tenla una gran rcputación (1598'1648),
l16 tr p¿¡¡p¿ls te gustaban cspccialmente las l¡teraturas italiana y
otras obras, la columnada del Louvre. Parece set que habla tratado
española, hecho que era suficiente para que Boileau lo despreciara'
a Boileau como médico y le había curado ma.l, y de ahl los duros 'liadujo varias obras de Juan Pérez de Montalbán bajo el titulo de
ataques que éste le dirige.

r 80 18r
,l

Magnonrsr, Du §ouhait¡se, Corbin-t* y. !" , Escuchao, asiduos consultantes, a todo el


Móíu¿re ¡6t' Un loco al menos hace relr y
püede 50 mundo. Un fatuo a veces dice algo importante'
áíriñi*ot, pero un escritor frfo no sabe hacer I Sin embargo, cualesquiera versos que os inspira
162 y
ñá¿" *et'óúe aburrir' Prefiero a Bergerac Apolo. no corráis a todas partes a leerlos inme-
¿0 su audacia burlesca que esos ver§os en
que diatamente. Evitad imitar a ese furioso rima-
-Motin
¡ór languidece
-Ñó-os Y nos hiela'. dg¡ 16r gue, lector armonioso de sus vanos escri-
imE'oractráis con elogios aduladores, tos, abórda recitándoselos a cualquiera que le
oue a veces un montón de vanos admiradores os saluda r6E.y persigue en la calle con sus versos a
áa esos reductos le, dispuestos a maravillar' los transeúrrtes. No hay templo tan santo, respe'
iat esc¡to recitado se marituvo en la -oreja
se. "n tado por los á.ngeles, gue sea un lugar seguro
r6e

no
áot, .rr¡Ao se muestra a la luz del.dlar65, contra su lvfirss. Ya os Io he dicho, amad que se
t-óJtiene la mirada penetrante de los ojos' Se co' I os critique y, dóciles a la razÓn, corregid sin
noce la aventura trágiea de cien autores: y murmutar.
Gombaut¡6 tan alabado permanece aún en la I
Pero no os rindáis desde el mismo momento
tienda. en que un idiota os reprende. Frecuentemente,
en su orgullo, un sutil ignorante por cosa§ que
I
injustamente no le agradan combate toda una
Hechos ! p¡odlglos del Amor, quc dedicó cn 164l a GédCq¡n fa[e'
mant. Su¡ ldtllos aga¡xieton cn tó48.
obra, censura la noble osadfa de los más hermo-
ur gs ¡{gt.t¿iCrc (l6lGl663) cccrlbió u¡a Poétlca. sos versos. Uno se esfuerza vanamente en refu-
r5¡ M88¡ron @mpulo un pocmo muy larzo tltulado Enclclopedla tar sus vacios razonamientos, su espiritu se
(B). Brosatc hs dtr*¡o dc MiSno¡: «Habt¿ hetro un pocr¡ra tltulado complace con sus falsos juicios, y su débil ra-
la Enctclopcdla, que dcbta tencr 300.000 vcrsos. Mlentras trE- zón, desprovista de claridad, piensa que nada le
bajaba en cse po€ma, decfa g su¡ amlgos quc lc prcguntaban cuán' escapa a su es'Ca'sa* vista. Sus consejos son de te-
do lo tert¡ilnarla: pronto cstará hccho¡ no me faltan más quc 10 mer, y si lo creéis, pensando evitar un escollo,
100.000 vcrsos, y lo Cocfa scriamcntc...» frecuentemerlte os alrogáis.
r5e pu Soulrai¡ habt¿ hccho una traducción cn pro§a dela lllada
(B). Elegid a un crítico sólido y sanot70, al que
r@ Corbin habh traducido la Btblla palabra por palabra.(B). conduzca la razón y alumbre la sabiduría, y cu-
Jacqucs Corbin cra cl padrc dcl ábogado Corbin, de quc habla yo seguro lápiz vaya primerarnente a buscar el
Boileau cn su .Ep t¡tola ll, Su traducción d ela Blblia es de 1643. Mu- - lugar. que se siente más débil y que se quiere
rió en 1653.
16¡ La Mor¡¡kc, mal pocta (B), Brossette dice sobrc Adrian di la
ocultar. E¡ solo aclarará vuesüas dudas
ridlculas, levantará los ,:scrúpúlos de vuestro
Morlilre: «Estc autores tan oscuro e ignorado, que M. Despréaux espíritu.- Es 1l el'que os dirá por medio de qué
no mc ha podldo dccir sobrc él ningúna particularidad.»
162 Cyrano de Bcrgerac, autor de Vlqje a la Lunq (B),
feliz transporte a veces, en su marcha, un
l6t A¡nigo de Mathurln Régnler; Pierre Motin era un poeta ga- espíritu vigoroso, demasiado encerrado por el
lante y satfrico.
t$ Dlcclonarlo dc Furctlére dc 1690. «Réduits»: «lugar en gue se ¡67 Se refiere a Ctiarles Du Perrier, nacido
en Aix a principios de
reúnen perronas para divcrtlrsc». siglo y nnuerto cn Parls en 1692,
¡65 Chape¡ain (B), del que la obra.La Doncella era famosg antes 168 Horac¡o 472-5 y 239-46.
de ser publicada. tó9 j¡6qi¡§ sus i,ersos at autor, a su pesar,
en una iglesia (B),
t6¡ cfr.2-97. l7o Horacio 445.9,

182 183
arte, se sale de las reglas prescritas, y del arte alumbrará con llama criminal. Amad, pues, la
EO mismo aprende a franqueár los límités de esas virtud, alimentad con ella vuestra alma. En va-
reglas. Pero este critico perlecto se encuentra no el esplritu está lleno de un noble visor, el ver-
raramente: uno que juzga neciamente sobresale 110 so se resiente siempre de las bajezai del cora-
9¡ ri.ma¡, otro que nunca ha distinguido a Virgi- z6n.
lio de Lucanor?r se ha hecho diÍinguir enla Evitad especialmente; evitad esas baias envi-
ciudad por sus versos. Autores, ¡ireltad aten- dias, frénesis malignos de esplritus vulgáres. Un
ción a mis instrucciones. ¿eueréiJque se amen escritor sublime no puede ier contagiado por
vuestras ricas ficciones? Que vuestra Musa, fár- ellas. Es un vicio que sigue a la meáiocridid.
til en sabias lecciones, por todas partes una Io Este rival sombrlo del mérito brillante conspira
sólido y lo útil a lo agradable trz, gn lector sabio constantemente contra él entre los grandes y,
rehúye una vana diversióñ y quiere áprovechar tratando en vano de alzarse sobre los pies, trata
su esparcimiento. de rebajarlo para igualarse a é1. No hescenda-
_ Que
vuestras almas y vuestras costumbres, mos nunca a estas cobardes conspiraciones; no
pintadas en vuestras obras, no ofrezcan de vo- 120 vayamos al honor por medio de vergonzosas
sotros más que imágenes nobles. No puedo intrigas.
apreciar a esos peligrosos autores que en sus Que-los versos no sean vuestro empleo eter-
versos, infames desertores del honor, no; cultivad vuestros amigos, sed hohbres de
traicionando la virtud sobre un culpable papei, fe: poca cosa es ser agradable y encantador en
convierten al vicio en algo,amable ánte loi ojos un libro, también hay que saber conversar y vi-
de sus lectores. vlr.
Yo no soy, sin embargo, de esos tristes Trabajad por la gloria y que un sórdido bene-
espíritus que, expulsando a! arnor de todos los ficio no sea nunca el objeto'de un escritor
castos escritos, quieren privar a la escena de tan ilusre. Yo sé que un esplritu noble puede, sin
100 rico ornamento, tratan de er^venenadores a yergüenza y sin crimen, sacar un triburo
Rodrigo y a Jimena r73... El amor menos ho¡res- legitimo de su trabajo; pero yo no puedo sopor-
to, expresado castamente, no despierta en no- 130 tar a esos afamados autores que, cansados dc
sotros ningrln sentimiento vergonzoso. Didon se gloria y hambrientos de dinero, ponen a su
esfuerza vanamente en gemir y en mostrarme Apolo en las papeletas de empeño de un librero
sus encantos, compartiendo sus lágrimas conde- y convierten .un arte divino en un oficio mer.
no su defecto. Un autor viituoso, en sus versos cenario 174.

inocentes, no corrompe el corazón mientras ha- Antes de que la rc26n, explicándose por la
ce cosquillear los sentidosl su fuego no voz.t7t, hubiese instruido a los humanos, hu-
biese enseñado las leyes, todos los hombres
l7l Alusión a Pierre Corneille. Marco Anneo Lucano (39-65 seguian a la tosca naturaleza, dispersados por
d.C.), Su Farsalia no tiene en el lenguaje el vigor y ia noveaad de
los bosques corrian al pasturaje. La fuerza ocu-
Virgilio pero si una riqugza y un colorido semejanies. paba el lugar del derecho y de la equidad; el cri-
I72 Horacio 343-5.
S. refiere a Nicole que en 1666 había criticado la ragedia r/
174
,De 137 a 172 ver Horaclo 391-418.
-.,1, f ?5 Horacio 391 y 407,
cid,

184 r85
'i. :trir jlriü.1í¡r;-:-. .. i. ' .,.. -.,,,,,,,,,, .. .,,,,,,.1, j{i!1*E*,+#.$..{Bgei!ÉHw
men sg ejercla impunemente. Pero finatmente, la vio erigir altares a su gloria en cien lugares. pe-
t4o habilidad aimoniosa de la palabra suavizó la ru- ro finalmente, la indigencia, trayendo ia ba¡eza,
deza de.,estas salvajes costumbres, reunió a los el Parnaso olvidó su nobleza ¡irimitiva; iñfec-
hüria¡os esparcidos pór.los bosques, cerró las 770 tando los esplritus un vil amor de beneficio
ciudades con muros y murallas, asustó a los ln- manchó todos los escritos de toscas mentiras y,
solentes. con la amenaza del suplicio y puso a la por_todas partei, pariendo mil obras frfvolas,
.débil inocencia al amparo de las leyes, Este or- traficó cor¡ los discursos y vendió las palabras.
den fue, se dice, e! fruto db los primeros versos.
No.9s ccrrompáis por ún vicio tan-b'aj;. Sa;i
De at¡t han nacido esos ruidos eóparcidos en el oro sólo tiene para vosotros invencibles'atracti-
universo, que ücen qúe ante la mrlsica con la 'vos, evitad esos deiiciosbs lugares que rocla.el
qüe Orfeo ¡76 Uenó los montes de Tracia, los
tigres rclajados perdfan su audacia; que a los lar¡asorTr: no es en sus orillas en dónde habita
la riqueza. A los más sabios autores, como a los
rso acordes de An§ón¡77 se movfan.{as piedras y se
levantaba$ or{e4a§ame¡te sobrb los montes.fe: .' mayores guerreros, Apolo no promete más que
un nombre y laureles. «¡pero iOmo! ¡En tra is-
banos. La armonla'al nager produjo estos mi- IEO casez una Musa hambrienta no puede, se dirá,
.lagros. Luego el Cielo bizo hablar a los oráculos
alimentarse de humot ¡A un aütbr qui, áUligál
en versg; dgl:seno de un sacerdote,'con[rovido
por un divino horror,'Apolo extraló su }uror a ["f
la noche
a necesid aa inoportuná,
:l üngr.ita¡
.
u fro,
"-*-,i.tle gus-
q sus entrañas en ayunas,
trávés'de verso§, Prontq, resucitando los héroes
tan poco,los dulbes paseos del Heliión¡ ,á0.
de viejes edades, Homero el de las grandes ha- ¡Hó-
zslla¡ a¡rlmó los cqplrltus. Heslodo t7t,,8 §u vez, Iqqio habta saciadó su se{_ cuandl vio a tas
rr;-y
por medlo dc útlles lecciones, hlzo que se apre- Ménades tibJg ae ra piécjcupi.iolqui iil
quieta a Colletrpt rsz, no espera et ii*iio
suraran las'cosechas de los campos-dernasibao áe un so-
perczosos. Scllalada la sabidurfa én mil escrita§ neto para cenar!»
. 160 formss, fue ant¡nciada a los mortales con -la Es.cierto: pero esta terrible desgracia rara_
a¡rda de los versos,'y por todas partes sus pre- ' mente gntl,e nosotros aflige dl parnáso. qué
ceptos vencedores de los esplrituC, introducídos temer en este- siglo, en el-que ,iempiél"J¿y
Ueúa,
por el ofdo, entraron en'los:corazones. por tan- Ieo artes sienten las miradas aé un astrá fa;;;;üü;
r-,gll que ta sabia p*riilO,i'á, u"n ¡lustre
to§ felices beneficios las reverenciadas Musas
fueron honradas en Grecia con un justo incien-
:" el
pnnctpe. hace por todas partes que el mérito
nore Ia indigencia? ig-
so; y §u arte,,atfayendo el culto de los mortales,
_ Musas, dictád tu gloria a todos vuestros ni_
flos de.pechoi su ndmbp u"li ,n¿, iáa e¡los
rlriT Orfeo,.originariode Tracia. Se ignora en qué fecha que. todas vuestras. Iecciones. que
.,.lrj
vrv¡o. Fl
Las scctas óificas
tuü¿rón su apogco cn torno al si!ü.vr a,C. éti*iitr,' rI-
de-Antrspc v zcus. Éerme;l;r.s;ió una tira y
_.]11_tl_11,1'j¡o
rue un marav¡¡lose mrlslco. Junto con su.hcrmano ¡7e Torrente de Bcocia que'
áto fundó Te_ ¡n.p¡tuü.
o consagrado a Apolo y a las Musas,
bas; construyendo tas muraflas con ayudá
¿.,"'.f"i.¿.va que las ios ;;;"'"
pi:glt l: obüpcfan encantada! pr, il, *;;,- .
tz{jogta,griego del. siglo vrri a,C.; aproximadamente. En
:ll 9*ge
¡tl
del morrre J{elicón
Las Ménades o Bacarrtes
estaba el vaile de tas Musas,
. su formaban el cortejo del dios
obra Trabqjos y dfas dd. cansejos ,"br; sio. Díoni,
"f;iii;;;;ü:¡;ñ;r." 182 Guillaume Colterer, poeta (1598-1659).
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re2
Besangon a(m humea bajo su róca destruida.
avivando su audacia, sea aún el Corneille del
Cid y de Horacio; que Racine, pariendo nuevos ¿Dónde están esos grandes guemeros cuyas
milagros; forme a su irnagen y semejanza todos uniones fatales debían oponer tantos diques a
los cuadros de sus héroes; que con su nombre, este trayécto? ¿Es huyendo a{rn como piensan
detenerlo, oigullosos del vergonzoso honor de
cantando por la boca de las mujeres hermosas"
Benserade r83 divierta por todas partes' en las
h6ber sabido evitarlo?. ¡Cuántas murallas
callejuelas; que Segra:s r84, en la égloga, ercánte
zro déstruidasl ¡Cuántas ciudades tomadast ¡Cuán-
tas cosechas dc gloria acumuladas corriendol
los bosques, que para él el epigrama tss afile sus ' Autores, para óantarlos re$oblad vuestros éx-
trazos. Pero, ¿qué feliz autor, en otra Eneída, tasis: el tema no requiere esfuerzos vulgares.
llevará temblando a este Alcirlore"a lás orillas
itet Rin? ¿Qué sabia lira, éóñ é1 ruido de sus ha. . En cuanto a ml, hasta hoy alimentado en la
sátira, no oso manejar la trompeta y la lira; me
zaflas, hará caminar todavlá-los peñáscos y los
bosques; cantará al Bátavo¡E7,.perdido en la
ieréis, sin embarSo' en este campo glorloso, al
menos animaros con la voz y con los ojos; ofre'
tormenta, ahogándose a sl misrrro para salir Cel !
I
ceros estas lecciones del comercio de Horacio
naufragio rE8; recita¡á los batallones enter¡ados I . que mi, Musa devolvió, joven aún,. al Parnaso;
bajo Mastrichrse, alurnbrados por cl sol en sus t me veréis Secundar vucstro ardor, caldear
terribles asaltos?
Pero mientras yo habio,'una nueva gloria bs i zg0 vuestros esplritus, y mostraro§ desdc lcjos la co'
rona'y el piemio. Pero también perdonad si, lle'
llama hacia ese vencedor,rápido dé los Alpes.
no dé esta hermosa inquietüd, observador fiel
Ya D6le y Salinsrm se han'Sometldo al yugorer; de todos vuestro§ famosos pa§os, a Yece§ separo
I
¡, el buen oro dbl falso, y ata¿o lo§ defectos de los
' autoies toscos, crltico un poco
^inás
fasüdioso, pero
inclinado a cen'
frecuentcEente nece§ado,
ls3El poeta Isaac de Bensserade (f612'1690). Cuqndo publicó
surar que sabig en'su buen hacer.
sus MetimorJosis de Ovidio cn.rondós, Bclleau laméntó habcr .'
il;;:;;;,;'Ji" p"r"Út"t favbrabtes v ic retractó cn su'sátlra EJ
toi{l"ri!;^Regnault le2 Csyó cl 15 dc mayo de 16?4'
de segrais (1624.1701). su nombrc:le utllizó
qegún nos
Madamc Cc Láfayette para su segundq no'téld','Zaldq,
cuenta Voltaire en su Templo del guslg'
rE, cf.2.103-4.
. lE6 Q¡¡6 nombre de Hércules.
tE? Los holandeses.
raa B¡ 1673 los holan{eses para detenet:la lnvasión de.los cjérci'
que el aÉua inun'.
tos franceses habtan abierto las esclusas y deja¿lo
dara el pals.
'rar gi 29 6s pesar dc la
¡¡nio de 16?3 Vauban tomó Maéstricht a
tremenda resistencia de los sltiados.
rm Plazas del Franco.Coirdado tomadas en pleno invierno (B)'
Nota inexactai D6le se rlndió el 6 de junio de 16?4 y Salins el 22 del
misnio mes.
l9l Se trata de la segunda conquista del Eranco-Condado'
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