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PSICOLDGíA

yL~ FILDSOFíA
,. CIENCIA
! )C L.\
Traducción Marta O. Shuare
Doctora en filosofía por la Universidad Estatal
de Moscú.

Revisión técnica Víctor Manuel Alcaraz


Doctor en psicología por la Universidad de París . .
Profesor de la facultad de psicología de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Premio Nacional de Psicología.
Samuel Jurado Cárdenas
licenciado en psicología por la Universidad
Nacional Autónoma de México .

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- P. K. Anojin

PSICO GíA
FILDSOFíA
y LA

CIENCIA
DE LA

l'v1etodología del sistem¿J funcional


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Tftulo de esta obra en ruso. FILOSOFSKIE ASPEKTI
TEORIl FUNKTSIONALNOY SISTEMI
Versión autorizada en "español de la
primera edición publicada en ruso por
© Editorial Naúka
La presentación y disposición en conjunto de
PSICOLOGÍA y LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA.
METODOLOGÍA DEL SISTEMA FUNCIONAL
son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra
puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema
o método, electronico o mecánico (incluyendo el fotocopiado ,
la grabación, o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento
de información), sin consentimiento por escrito del editor
Derechos reservados en lengua española
© 1987, Editorial Trillas, S. A. de C. V.,
Av. Río Churubusco 385, Col. Pedro María Anaya,
Deleg. Benito Juárez , 03340, México, D. F.
Miembro de la Cámara Nacional de la
Industria Editorial. Reg. núm. 158

Primera edición, noviembre 1987


ISBN 968-24-2329-5

Impreso en México
,
"

Prólogo
La presente edición de Aspectos filósoficos de la teoría del sistema
funcional, de Piotr K. Anojin, miembro de las academias de Ciencias y
de Medicina de la URSS y merecedor del Premio Lenin, se publica por
recomendación del Presidium de la primera de las citadas academias.
El trabajo creador de P .K. Anojin es bastante polifacético. A lo
largo de su actividad científica abordó , como investigador y experimen-
tador, tres áreas fundamentales de la ciencia: medicina, fisiología y psi-
cología. Su nombre se relaciona con la teoría de la compensación de las
funciones dañadas y la unidad del centro y la periferia en la actividad
nerviosa ; con la teoría de la sistemogénesis y el estudio de la electrogéne-
sis en la corteza cerebral; con la teoría de la actividad nerviosa superior
y la patogénesis de la hipertonía; con la investigación neuroquímica, y
con la teoría de la neurona. Los intereses científicos de P .K. Anojin son
universales, y sólo mediante la síntesis de una gran cantidad de material
fáctico le fue posible englobar en una concepción única la complejidad
de la actividad cerebral. Sus aportaciones en áreas específicas de la cien-
cia son reconocidas tanto en la URSS como en el extranjero.
Desde el inicio de su actividad científica, P .K. Anojin realizó abs-
tracciones filosóficas. En su primer artículo , "El materialismo dialéetico
y los problemas de lo psíquico", aparecido en 1926, se reveló como filó-
sofo. Su trabajo experimental posterior se subordina al que fue su prin-
cipal objetivo: la creación de un cuadro único de los aspectos filosóficos,
biológicos, cibernéticos y psicológicos de la actividad cerebral.
El carácter filosófico y metodológico de sus obras e investigaciones
se orienta hacia el desarrollo de la teoría del sistema funcional, la cual
formuló en 1935 y perfeccionó en el transcurso de los años siguientes.
En la presente edición se incluyen trabajos que influyeron de manera
sobresaliente en el desarrollo de los fundamentos filosóficos y metodo-
lógicos del conocimiento científico contemporáneo.
La gran diversidad de la creación científica de P.K. Anojin es sor-
prendentemente integral; por tanto, la división de sus trabajos en cuatro
partes -aspectos fIlosóficos, biológicos, cibernéticos y psicológicos-,
realizada en esta edición, es muy convencional.

5
6 PRÓLOGO

El libro se inicia con el capítulo "El reflejo anticipatorio de la reali-


dad", en el cual se analiza el desarrollo creador de la teoría leninista del
reflejo; en '~Aspectos filosóficos de la teoría del sistema funcional", se
introducen los conceptos de continuo del comportamiento y continuo
químico del cerebro. En ambos capítulos se exponen los elementos que
lograron eliminar la contradicción, aparentemente irresoluble, entre los
principios de causalidad y orientación, con el fin de explicar el compor-
tamiento de los organismos vivos. El capítulo "Cuestiones de principio
de la teoría general de los sistemas funcionales" constituye la expresión
más completa de su pensamiento filosófico. En "El significado filosófico
de los problemas de las inteligencias natural y artificial" eXQone los
resultados de su investigación acerca de los problemas de la relación
entre el medio y el organismo.
Más adelante, en "La sistemogénesis como ley general del proceso
evolutivo", se examinan las principales tesis de su teoría sobre el tema.
En "Análisis metodológico de los problemas fundamentales del reflejo
condicionado", realizado con base en las ideas de su maestro I.P. Pavlov,
amplía los resultados obtenidos acerca del estudio del desarrollo creador
y demuestra la relación entre las teorías de la actividad nerviosa supe-
rior y del sistema funcional.
El capítulo "Fisiología y cibernética", resulta interesante debido a
que en él se realiza un análisis comparativo del concepto de aferen tación
en retomo en la cibernética y en la teoría del sistema funcional. En los
capítulos "La cibernética y la actividad integrativa del cerebro" y "La
significación metodológica de las leyes cibernéticas", se estudian las
etapas de elaboración de la teoría del sistema funcional y su confirma-
-ión en calidad de principio básico del funcionamiento de los sistemas
:lológicos.
En la última parte del libro ap.arecen los capítulos relacionados con
el análisis de los mecanismos del acto conductual y la actividad del cere-
bro como órgano de la psiquis.
En la presente obra, P.K. Anojin analiza en formaoriginallosproble-
mas que en la actualidad enfrenta la filosofía de las ciencias naturales.

F. V. KONSfANTlNOV
Académico.
B. F. LoMOV
Miem bro corresponsal de la
Academia de Ciencias de la URSS.
V. B. SHVIRKOV
Doctor en ciencias médicas.
M-,f.,S "lRtA f.,N
~ Nf.,UROP S\C OLOGl A

Indice de contenido
Prólogo 5
Cap. 1. El reflejo anticipatorio de la realidad 9
Cap. 2~ Aspectos rdosóficos de la teoría del sistema funcional 27
Evaluación general del reflejo anticipatorio de la realidad, 27. El
i problema de la "inserción" de la materia viva en las leyes absolutas

,
J
del mundo inorgánico, 29. El continuo espaciotemporal como fac-
tor de adaptación biológica, 30. El concepto de continuo químico
en los procesos cerebrales, 32. El comportamiento como continuo
de resultados, 38. Conclusión, 41. Referencias, 47.
Cap. 3. Cuestiones de principio de la teoría general de los sistemas fun-
cion~es 48
Premisas generales, 48. Particularidades de diferentes corrientes en
la elaboración de la teoría de los sistemas, 56. El papel decisivo del
. factor sistemogénico, 57. La teoría matemática de los sistemas, 60.
El concepto de sistema, 64. El resultado de la actividad del sistema
como factor sistemogénico, 67. La composición del sistema funcio-
nal y la jerarquía de los sistemas, 76. La arquitectura operacional
interna del sistema funcional, 83. La síntesis aferente, 85. La toma
de la decisión, 89. Formación del aceptar de los resultados de la
acción, 92. Conclusión, 95. Referencias, 101.
Cap. 4. El significado rdosófico del problema de las inteligencias natural
y artifici~ 105
Introducción, 105. Los rasgos más importantes de la inteligencia
y su caracterización, 106. El sistema funcional como modelo lógi-
co de la inteligencia artificial, 111 . Las premisas neurofisiológicas
de la toma de decisión, 113. El aceptar de los resultados de la
acción, 115. Evolución de las propiedades fundamentales del in-
telecto, 118. Conclusión, 120. Referencias, 121.
Cap. 5. La sistemogénesis como ley gener~ del proceso evolutivo 123
El sistema funcional como unidad de integración fisiológica, 126.
El sistema funcional como base del desarrollo de la actividad ner-
viosa en la embriogénesis, 131. El principio de la heterocronía in-
transistémica, 134. El principio de la consolidación del sistema
funcional, 142. El principio del aseguramiento mínimo del sistema
funcional, 143. Conclusión, 145.
Cap. 6. Análisis metodológico de los problemas fundament~es del reflejo
condicionado. 149

7
8 íNDICE DE CONTENIDO

Observaciones introductorias, 149. El reflejo condicionado como


reflejo de la estructura espacio temporal del mundo , 155. Ensayo
de reestructuración de la teoría reflexológica de Descartes , 178.
Conclusión, 199. Referencias, 202.
Cap. 7. Fisiología y cibernética 203
Planteo del problema y sus insuficiencias, 204 . Acerca de algunos
principios particulares de la cibernética, 207. Los principios gene-
rales de la cibernética y su origen, 212. Acerca de los límites de la
analogía entre los sistemas vivos y mecánicos, 220. El reflejo con-
dicionado y la cibernética, 223. Referencias, 229 .
Cap. 8. La cibernética y-la actividad integrativa del cerebro 230
El estadio de la síntesis aferente , 233. La formación de la acción y
del aparato de pronóstico de sus resultados, 246. Los resultados de
la acción como categoría fisiológica autónoma, 250 . La aferenta-
ción en retorno , 251 . Discordancia entre la fmalidad y el resultado
obtenido , 253. Conclusión, 255 .
Cap . 9. La significación metodológica deJas leyes cibernéticas 257
Premisas generales, 257. El sistema y el resultado, 259. El estadio
de la síntesis aferente, 262 . La toma de la decisión, 263 . La na-
turaleza neurofisiológica del aceptor de la acción, 265. El meca-
nismo de la aferentación en retorno , 269. Intento de ampliación
de la defmición dialéctico-materialista de la vida, 271. El resulta-
tado como criterio de evaluación de las leyes cibernéticas, 278. Con-
clusión , 284. Referencias, 285.
Cap. 10. El reflejo de la finalidad como objeto de análisis fISiológico 286
Planteo del problema, 286. Mecanismos neurofisiológicos de for-
mación de las "necesidades básicas" , 291. El reflejo de la fmalidad
y el aceptor de la acción, 297 . Conclusión, 302 . Referencias, 303.
Cap. 11. Las emociones 305
Evaluación general de las emociones , 305 . Teorías de las emocio-
nes, 322. Referencias, 328.
Cap. 12. La fonna psíquica del reflejo de la realidad 329
Premisas generales, 329. El reflejo psíquico y la información, 331.
La esencia de la forma psíquica de reflejo de la realidad , 342. El
reflejo anticipatorio de la realidad , 351. La sistemogénesis como
instrumento de realización de la acumulación histórica de los me-
canismos de reflejo , 356.
Cap . 13. Análisis sistématico del reflejo condicional 359
Observaciones generales, 359. El carácter exclusivo del estímulo
como factor determinante del surgimiento de la reacción de res-
puesta, 362. El movimiento lineal progresivo de la excitación por
el arco reflejo, 368 . La realización del resultado útil, 373 . Conclu-
ción , 379. Referencias , 382.
Cap. 14. El problema de la toma de la decisión en psicología y fisiología 384
Observaciones fmales , 390.
Indice onómastico 392
Indice analítico 393

.,
1
El reflejo anticipatorio
de
la realidad t

El estudio de las disciplinas científicas, en la actualidad, exige la


tarea de investigar las formas específicas de la estructura espaciotempo-
ral del mundo en los distintos niveles de organización de la materia, en
particular en el de la materia viva.
La estructura espacio temporal del mundo constituye el fundamento
sobre el cual la vida adquirió sus principales cualidades adaptativas en el
proceso evolutivo, hasta alcanzar su etapa más alta: el hombre.
Sin duda, nos encontramos con propiedades del tiempo que nunca
fueron apreciadas desde el punto de vista de su significación biológica.
Con el surgimiento de la vida en la Tierra, la materia se enriqueció con
un factor nuevo: \9. relación actiVfl. en!re la m-ªteria viva y las poSibles
transformaciones de la estructura cspaciotemporal del mundo inorgáni-
Cc>.EñCbnsecuencia, el tieffipo adquirió para el animal su significado
específico.
Por desgracia, no se ha realizado un análisis formal del tiempo como
base de la evolución de los organismos vivos e importante parámet~b del
desarrollo de su actividad nerviosa. Debe investigarse más a fondo este
tema, ya que es relevante para la fisiología de la actividad nerviosa supe-
rior. Sin embargo, surgen los siguientes problemas: ¿en qué forma el
tiempo, como factor universal, pudo influir en el desarrollo de la mate-
riaviva?, ¿cómo se adaptaron los organismos a lo's factores temporales
del movimiento de la materia? y ¿qué parámetros del tiempo resultaron

1 Publicado en Cuestiones de filosofía, núm. 7,1962.

9
10 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

más decisivos para los organismos vivos y les garantizaron la superviven-


cia y evolución?
A continuación expondremos nuestro criterio con respecto a las
relaciones temporales entre las naturalezas orgánica e inorgánica.
En principio, las formas fundamentales del movimiento de la mate-
ria, en los límites espacio temporales, existían en la naturaleza inorgánica
antes de la aparición de los primeros seres vivos sobre la Tierra. Esto es
muy significativo, debido a que la materia viva que se "insertaba" en la
estructura espaciotemporal preexistente, reflejaba las propiedades y
la arquitectura del sistema, s~mpre que éstas tuvieran relación con ~a
cualidad esencial de la materia viva: la supervivencia.
- Desde el momento en que lavhla apareció en la Tierra, la relación
entre esta forma de la materia, cualitativamente nueva, con determina-
dos parámetros de la estructura espaciotemporal, sufrió un cambio
significativo; por ejemplo, una montaña, como forma de la materia
inorgánica, no se relaciona de manera activa con los factores climáticos
y meteorológicos que actúan sobre ella. Para la montaña no existen los
l?!1tblemas fundamental~s_JJue surgieron con la apaJ:!~ión de la materIa
viva: adaP-lar.se y sobrevivir. ----
------ ----
Desde el inicio del proceso evolutivo de los seres vivos, el mundo ex-
terior inorgánico, con sus diversas influencias, comenzó a "pesarse" úni-
camente en esta balanza de la evolución progresiva y en la comparación
con el efecto final de estas influencias.
~ originó, por tanto, ~na relación activa entre la mat eria vivayjQs
" factores inorgánicos externos, a la cual siguio, inevitablemente, la divi-
s!§n de e~--raaores en d9S gr~ndes categorías: perjudiciales para {a
{ vida y favorecedores de su conservación.
-- A partir de este momento, los seres vivos seleccionaron las diversas
formas de movimiento de la materia, en los límites de la estructura tem-
poral del mundo, de acuerdo con este sistema recíproco; aSÍ, comen-
zaron a fijar y reflejar en su estructura estas regularidades universales.
De lo anterior se deduce que debemos, ante todo, establecer con qué
parámetros temporales de movimiento de la materia, ya existentes en el
mundo inorgánico de nuestro planeta, se encontró la vida primitiva. En
otras palabras, debemos valorar con exactitud la estructura temporal del
mundo , es decir, la diversidad de movimientos espaciotemporales de la
materia que pueden convertirse en agentes formadores de reacciones
adaptativas de la materia viva.
En la actualidad, no disponemos de una respuesta a est a cuestión ni
en la literatura filosófica ni en la dedicada a la biología, debido a que la
abstracción niseológica del tiempo hizo retroceder, a último plano, el
estudio de la estructura temporal del mundo inorgánico, factor que
hubiera ayudado a aclarar la importancia de esta estructura en la evo-
lución de los organismos vivos.
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 11

De esta manera 1 nos encontramos ante la necesidad de identificar


los rasgos fundamentales de la estructura espaciotemporal del mundo
material, los cuales constituyeron una especie de "imperativo categó-
rico" para el desarrollo de la vida en la Tierra.
Al concretizar la estructura espacio temporal del mundo material,
nos encontramos con la traslación de los cuerpos en el espacio, las in-
fluencias consecutivas de un cuerpo sobre otro, el desarrollo sucesivo
de las fases del movimiento y de la transformación de la materia.
Se puede afirmar que, desde el punto de vista del materialismo
dialéctico, l~ característica principal de la estructura espaciotemporal,
que determina la r.eIa9ión temporal- de los organismos primarios con el
mundo externo inorgánico, es la sucesión~e las influencias de dichODrún-
do sobre est r ' ismos, de manera independiente al intervalo ue
exista entre aquéllas y a la calidad d 1 Con ello. idenh lcamos
'?j..l~~ddll parámetiOier;;¡;org oe las relaciones del organismo con el mundo
.l.eJ-.\..~' inorgánico como un factor hasta cierto punto autónomo con respecto a
las transformaciones adaptativas.
Así, nos planteamos las siguientes preguntas: ¿con qué formas y
variantes de este factor temporal fundamental - la secuencia de las
influencias- se encuentra el organismo? , ¿de qué manera se fracciona el
movimiento universal de la materia en los límites del parámetro tempo-
ral absoluto - la sucesión de los fenómenos-? Dicho con otras palabras,
¿con qué estructura tem poral, ya dispuesta en el mundo inorgánico se
encontraron los primeros organismos en nuestro planeta?
~CAr\oQo,,-e.J Tenemos la posibilidad de separar de la forma fundamental - la se-
~e v-. cuencia- algunos parámetros temporales y analizar su importancia en
~;x-vd . las relaciones adaptativas de los organismos primarios. La pIÍ..IEera va-
\01'1\\"",) riante es la existencia de una serie de fenómenos consecutivos, los cua-
~o se repiten., nl!Dca más en la vid a deCorg@ismo-.- Sirrlb-ó icamente ,
e~ representarse así: a,12..s,. ..
. Sin duda, los 'factores a, b, e, etc del mund.o inorgánico se ' en-
J

cuentran
~~~~~~~~
ligados ~ntre sí por relaciones de éausa-efecto y se desarroÍlan
en orden consecutiYo . Es indudable también que todos o algunos de
ellos influyen en forma consecutiva en el organismo. Sin embargo, por
definición, WD2una de...e~as influen~ias ejerce un-ª.. acción repetida ~e
e} organismo, ya que puede tratarse de un eclipse solar, de una tormenta
o un huracán, el paso de un cometa cerca de la Tierra, etc. Además, es-
tas acciones pueden provenir de factores que circundan en forma direc-
ta al 'Organism o.
Al~uencias d01-mundQ externo que no se repiten tu-
vieron un si@ificado esencial para el organismo: nocivo o benéfico. El
~
organismo - =--------------
primitivo pudo enfrentarse a estas influencias con la ayuda
de los recursos ya disponibles, o bien ser destruido. Sin embargo, ,di-
ch~flueDcias .e ran siempre nuevas yara el organismo .
12 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

?.. ') De esta manera, es posible la existencia de otra estructura temporal


en la secuencia de las influencias exteriores sobre el organismo: ciertos
factores del mundo externo pueden retornar y reanudar su acción lue-
go-·4 ei~i.t.Qs"¡"n- ~rYJliºs; dich.o~_f~goreB-.~ deOQIDinan series repe1idg,s
(ieinilue.ncias sucesivas. Simbólicamente, esta segunda posibilidad pue-
derepresentarse as{;--Ca b c d) , Ca b c d), Ca b c d) ... Ca b c d).
En el esquema citado se muestra que en el mundo inorgánico existe
una secuencia..:...de acontecimientos que s0 e-pi!en ~ítm icamenJ:e c0!!la
mism~sición y o~~n , por- ejemplo , los cambios estacionales y
10sTenómenos meteorológicos. Estas series de acontecimientos del mun-
do inorgánico , que se desarrollan sucesivamente y que se repiten en for-
ma rítmica o arrítmica, poseen una orientación absoluta y están relacio-
ñaélaS con regularidades astronómicas, meteorológicas y físicas, aunque
la duración de los ritmos sea distinta; por lo que ~ repeJibilidad de estos
ciclos es importante para los organismos, de acuerdo con la d-uracfón
dé-su ciclo vital.
"H asta ahora , hemos empleado como ejemplo las series de aconteci-
C\. mientos S~YOs que l?oseen la propiedad de estqbilidad absoluta, pe-
ró' también es posible hacerlo' con los acontecimientos sucesivos que
b) posean la e.~ estabilidad relatiV{l y el mismo parámetro de
repetibilidad o retorno. Por ejemplo, el árbol que crece a la orilla del
río , y que tiene una cierta edad, sirve de habitación para una serie de
especies animales sólo durante un determinado periodo , después del cual
será reemplazado por otros árboles iguales o diferentes a él. Sin embar-
go , este árbol, a lo largo de su vida, representará para sus habitantes
una serie de fenómenos sucesivos, rítmicamente repetidos de acuerdo
con las distintas estaciones del año, de manera especial en las latitudes
septentrionales.
De esta forma, tanto en el primer caso como en el segundo, conta-
mos con los más importantes indicios temporales de los acontecimien-
tos que se desarrollan sucesivamente: la repetición, la estabilidad abso-
luta y la relativa.
Lógicamente, la propiedad de repetibilidad de los fenómenos del
mundo inorgánico, y más tarde del orgánico , como parámetro particu-
lar de la secuencia espaciotemporal absoluta, varía considerablemente
de acuerdo con la duración de los ritmos, su permanencia o estabili-
dad, la composición y prolongación de la existencia de sus componen-
tes aislados, su localización espacial, etcétera. Sin embargo, a pesar de
todas estas variantes, el Pª!~I!!~t!O d_~_J~ _Tepetibilidad será el más ca~ac-
.' terístico.
¡¡I ; _ __ _ ~ --,.-
. - Hasta el momento hemos analizado la sucesión de los acontecimien-
tos del mundo inorgánico , y en parte del orgánico, sólo con un objeti-
va : individualizar los diferentes parámetros temporales del mundo inor-
).~if~jluyeron sobreJ a ~t~iag!~~es:~~Od-;SU
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 13

aparición. Hemos expuesto estos ~rá~emgorales (irre{tetibili-


dad, repetibilidad, duración, éstaT:illldacr.-vanabilidad. etc.), indepeñdien-
temente de otras de las importantes cualidades que comenzaron a adqui-
rir, en especial por la interacción con la naturaleza orgánica. La nueva1
cualidad de estos. pa:.ámetros temporales rue su carácter esencial o ño t
esencial para el mantenimiento y ]a consolidación del proceso vital.
.r Sin duda, desde las primeras etapas de orgamzacicfn de la sústancia
viva (y es posible que aun en el estadio de los primeros coacervados), los
cambios en las condiciones materiales externas fueron clasificados por
estos gérmenes rudimentarios de sustancia viva como "nocivos" y "úti-
les", según el criterio de su "esencialidad" para la estabilización de los
sistemas polimoleculares. Este tipo de relaciones entre las formas pri-
marias de la materia viva y las influencias externas lo define, en forma
muy compleja, A. 1. Oparin en su libro El surgimiento de la vida en la
Tierra (1957).
No obstante la relativa permanencia de las condiciones inorgánicas
en que se generó la vida, se realizaba el relevo sucesivo de las influencias
externas sobre trozos de la sustancia viva primitiva: cambios de tempe-
ratura, de los elementos reactivos, del medio químico, de las corrientes,
de las mareas, etc., lo que contribuía a una especie de "selección" na-
tural primaria de las formaciones más estables del tipo "sistemas poli-
moleculares abiertos". (Es probable que lo anterior ocurriera en las
profundidades de los océanos.)
E~ relevo sucesivo de las infJ.uencias externas _adguirió una ~an\
,importancia, especialmente c~eros ser~~. vivos tuviero~la
posibilidad de multiplicarse_y- disemiU~-"p or 19S espacios acuosos, los
cUales presentaban diversas combinaciones de factores ecológicos. --
De esta manera, se origina una cantidad aún mayor de variaciones
en la repetibilidad, d~sde el momtmÍQJmJlue los organismos prim~ivos
~\'Í~~~ . adquirieron la capacidad de traslación activa. Así, cualquier movimiento
-
. \ b\.J\ - repetido :
cerca de un objeto inorgánico inmóvil condujo, desde un-pun-
tA-c \ \ ve..'- to de vista fisiológico, a influencias repetidas de un género más o menos

similar. Este tipo de influencias repetidas del mundo externo tiene una
gran importancia en la vida del hombre, gracias al desarrollo de su capa-
cidad de traslación.
Ahora, es importante señalar lo siguiente : en. este periodo, la e~­
tructura temporal del mundojnorgánicQ que rodeaba al ser vivo no ha-
'bía c~biado ejncJuía por lo mcenos cuatro formas principales: --

l. La acción de factores relativamente estables.


2. Las series sucesivas de influencias externas que se repiten rítmi-
ca o arrítmicamente.
3. Las influencias rítmicas o arrítmicas permanentes de los factores
externos durante las traslaciones de los seres vivos.
14 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

, ~ 4. La acción de series sucesivas de factores que nunca se repiten.

I Aunque estas últimas influencias constituyeran sólo episodios "no-


civos", "útiles" y "neutrales" irrepetibles, para la materia viva siempre
eran, naturalmente, eslabones de fenómenos ininterrumpidos desarrolla-
dos de manera sucesiva en la evolución de la estructura espacio temporal
del mundo material. E~fluencias.JlCtlJahan .e nfoona..tmgenciaLcon
\ respecto al ciclo vital de.,!Q§...gxgrutismos.
1..'-.:::)' pe lo anterior se concluye que ~uencias nunca repetidas no
pudieron ejercer !tingún influjo decisiVG~en la evolución de las formas
Superiores de adaptación de la m.ateria viva a las condicione~an­
tesT,en, consecuencia~con'y~rtirse en factores de organización Q..e la es-
t.§ tura protoplasmática de los organismos v~s.
. Supongamos que la estructura temporal del mundo inorgánico es-
tuviera representada únicamente por esta última forma de movimiento
de la materia, es decir, por series de fenómenos sucesivos que nunca se
repiten. ¿Podría acaso la vida, con sus estructuras estabilizadas que se
caracterizan por su función adaptativa, desarrollarse bajo estas condi-
ciones en la Tierra?
No, no podría. El organismo carecería de una estructura estable,
la cual fuera el resultado del reflejo de las influencias de la naturaleza
inorgánica que se repiten rítmica o a" ítmicamen te. Incluso el concep-
~<?_Q.e ').da ta~.ió?" p~rdería todo sentido en un mundo de influeñC@s
siempre nuevas para el organismo. Es evidente que de la gran cantidad
cÍeacontecimientos de la estructura espaciotemporal del mundo, sólo
los fenómenos que se repiten rítmica y arrítmicamente pudieron ser-
vir como base temporal para el desarrollo de las reacciones adaptativas
de los organismos primarios.
De esta forma, llegamos a una conclusión con respecto a la evolu-
. ción de los organismos, dependienté de las propiedades de la estructura
temporal del mundo inorgánico. Esta conclusión puede formularse de
la siguiente manera: l~ influencias repetidas del mundo externo inor-
~0 gánico sobre el organismo constituyen la base del desarrollo de la vida
'j..,:i y de sus relaciones con dicho mundo. Tales influencias, como resultado
1/-- de las propiedades iniciales de la estructura espaciotemporal del mundo
inorgánico, condicionaron la organización anatómica y las funciones
adaptativas de los primeros seres vivos. Por tanto, su organización eS..f1
e e'o de los parámetros eSE~Jotyml2orale~ del medio en el que habitan.
Con base en el análisis anterior, concluimos que este tipo_.de.-eon:e-
la~iQnes~mp~)fales :-las influen~i~~ r.e'p~!!~_~S- constituye la fO~~Eni­
versal de relación entre los seres vivos, ya formados e individualizados,
y-el medio queI()S rooea. .... -- -" - .
a
tsia -concrusión~ su vez, nos conduce al planteamiento de las si-
guientes preguntas: ¿con ayuda de qué mecanismos estas influencias
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 15

repetidas provocan que el organismo se adapte a ellas?, ¿en qué proce-


sos internos del protoplasma pudieron reflejarse estas influencias repe-
tidas del mundo externo inorgánico?
Para responder a estas preguntas? utilizaremos la noción generalmen-
te aceptada de que 19-5 seres vivos más simples representan "sistemas
abiertos", los cuales están ligados al medio circundante por una seriéae
-franSformaci~ que comienzan en la frontera del protoplas-

l
ma polimolecular, continúan por una cadena de reacciones y terminan
con un resultado nocivo o útil para la vida.
De esta forma, cada uno de lº~nómenos ~jvos (externos en
relación con el orgarusmo) s~ reflejan en ~l protoplasma~n_ forma de
cadenas de transformaciones g uímicas más o menos largas. Esta cadena
dereacciones posee un grácter$letabGlico, 'sustentad de la· el
organismo y de su autorreproducción, pero, puede existir..Jamb.ién una
-~ .

ca~e~ de transfonnaciones nociva par~est~_ ~o y que,encon-


secuencia, no sustente el proceso vital. No obstante estos resultados bio-
lógicamente opuestos, una y otra influencias provocan una serie de trans-
formaciones químicas sucesivas y regulares. Ag, se o¡:jgina el parámetro
f~ndamental de la estructura espaciotemporal del mundojn~rgánico que
juega un papel determinante en el desarrollo de la materia viva: la re-
petibilidad de los fenómenos y las jnflueñcias.
----COn base en lo anterior, es posible establecer qué efectos tuvieron
dichas influencias sobre el organismo primario, las cuales se repitieron
con frecuencia o permanecieron estables durante millones de años. Se-
gún la opinión de los bioquímicos, cualquier influencia externa sobre
los organismos primarios sirvió de punto de partida para la formación
, de cadenas de procesos químicos y de acciones recíprocas, las cuales
provocaban la destrucción del organismo o, por el contrario, el forta-
lecimiento de su estabilidad metabólica. Junto con ello, las series su-
cesivas de influencias que suepetian facilliaroJLlfl aceleración del ca-
~esar:.rollo de estos procesos en cadena (Oparin, 1957): ~
las líneas dom.mantes de reacciones-quimica~ eñ cadena se organiz~on
deFulitiyam ente. .
- Es difícil suponer que, fuera de las influencias repetidas del mundo
externo inorgánico sobre el organismo, hubiera existido otro tipo de in-
fluencias que formaran cadenas de reacciones químicas metabólicas. En
efecto, sólo la reiteración de las influencias exteriores que se desarro-
) Han. sucesi.yament.tLpudó crear lacadena in~riuffipida de reacciones
L 9...u.~micas en dprotQplasmul e1 organismo.
Sobre esta base ocurrió un acontecimiento muy importante en la
evolución de la vida sobre la Tierra, el cual, posteriormente y por mu-
chos millones de años, determinó el índice rector de las reacciones adap-
tativas de los organismos. Nos referimos a la capacidad de reaccionar
a.!!-t~ los cambios del mundo circundante con reOrgaruzaclones químicas
16 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

más o menos amplias, c~acidad inherente a las pto¡rie.dades fundamen-


tales de los seres vivos primitivos (como "formaciones abiertas" con una
Coíñposición polimoleculardel protoplasma), sjympre y cuando tajes
reorganizaciones tengan un contacto físico..Químico con. esas furmaGio-
lies. Por ello, naturalmente, arCIesarrollarse algunos acontecimientos del
mundo externo en forma consecutiva, por ejemplo, el ritmo de las es-
taciones, los cambios de temperatura, las corrientes en los océanos, etc.,
el organismo refleja cada uno de ellos en transformaciones químicas es-
pecíficas de su protoplasma. Dichas transformaciones dependen de las
propiedades físicas de los factores inorgánicos.
Es importante señalar que A.I. Oparin, al identificar las relaciones
entre la materia viva primitiva y la naturaleza inorgánica circundante,
considera que la secuencia la ra idez s reacciones del protoplas-
ma so~e.cisjyos de la-GFganización material de os pnrne-
rosséres vivos (Oparin , 1957).
---- Con base en el estudio de las teorías acerca del surgimiento de la
vida en la Tierra , tanto desde un punto de vista biológico corno desde el
análisis filosófico de la estructura espaciotemporal del mundo, conclui-
rnos que el movimiento de la materia conforme a fases sucesivas rÍtmi-
camente repetidas, es la ley universal que determina la organización de
los seres vivos en nuestro planeta.
La aparición de tos primeros cuerpos albuminoides, que más tarde
adquirieron una función fermentativa, cambió en forma radical el pro-
ceso de perfeccionamiento de la vida, con lo cual fue posible el desarro-
llo de deteJll1inadassa~nas de reacQQp.es predom.inantes, con acelera-
ción catalítica selecí.Wa,-~senciales para la coijSefVación.de la yjda. Estas
podían ser muy diferentes, por ejemplo, la alternancia periódica en el
ingreso de las sustancias indispensables para los organismos primitivos
corno "sistemas "abiertos", pero es indudable que gracias a la catálisis
~specífica fu~sib]e contar-c~iones ó~s para el desa-
rrollo de las cadenas de reacciones. - --- -.J
Como se observa en el anausis de ciertos complejos fermentativos,
esta aceleración de las reacciones puede alcanzar una magnitud de cien-
tos de millones y aun miles de millones de veces. En cualquier caso, en
los primeros estadios de desarrollo de la vida, este "principio de velo-
cidad máxima" posibilitó, con base en las organizaciones coacervadas
hasta cierto punto homogéneas, la formación de rutas para las cadenas
de reacciones prioritarias.
En este punto nodal del desarrollo de los organismos vivos se reali-
zó una importante adquisición que posteriormente ejerció una influen-
cia decisiva en la evolución del mundo animal. Es decir, existía una
diferencia inicial entre las influencias sucesivas del mundo externo y
las reacciones del ser vivo a estas influencias. Las influencias externas
sobre el organismo ocurrían en diferentes intervalos y a partir de diver-
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 17

sas fuentes, puesto que sólo las unía el principio de la sucesión. Junto
con ello, estas influencias convergían sobre un mismo ser vivo, provo-
cando reacciones químicas de diferente calidad y desarrolladas en los
límites de una misma organización protoplasmática.
De esta manera, se crearon las condiciones para la formacióIt.de.Jmo
de los procesos decisivosdeJ:aSustancia.-.viva, .el cual d..e.terminó (~L4~sa­
rrono ulterior del mundo~imal y la calidad de sus reacciones adaptati-
vas hacia el mundo externo .
De hecho,si en un pequeño trozo de sustancia viva, que representa
un sistema polimolecular abierto, je realizaban diversas reaccjone~-q\lí­
micas a gran velocidad, algunas series de influencias exteriores,~ti­
. das sucesivamente, aunque separadas por grandes intervalos, tuvieron
l-ª-p-ºsibiliº-~d d~ reflejarse en dichas transformaciones químicas, de acuer-
do con las cualidades físicas o químicas de tales influencias.
De manera progresiva, ·se formaron correlaciones en las cuales se ma-
nifestó aún más la diferencia entre los parámetros temporales de los
acontecimientos que ocurrían en el mundo externo inorgánico y los de
su reflejo en las reorganizaciones químicas del ser vivo. Como resultado
de estas influencias, en este estadio ~ formó una regularidad universal
~--~~ - - --
en la adé!l21ación del organismo a las condiciones externas, la cual, en lo
sucesivo" s~esarrolló de ~a intensa a lo largo de la~voluclón del
...,.,--
mundo animal: el reflejo muy rápido (en la& reacciones químicas en ca-
dena) de los acontecimientos del mundo externo que se desarrollan
lentamente.
Para una formulación más clara de esta tesis, ilustraremos la regula-
ridad señalada en forma esquemática. .
Supongamos que en el mundo externo se desarrolla la serie sucesiva
de fenómenos A , B, e, D , E. Estos fenómenos actúan sobre el organis-
mo , en intervalos considerables, durante media jornada. Cada uno de
estos fenómenos provoca una serie sucesiva de transformaciones quí-
micas en el protoplasma del ser vivo , a la cual designaremos con Jos
símbolos a, b, e, d, e, respectivamente (fig. 1.1) .

.. Hgura 1.1. Correspondencia entre las reacciones protoplasmáticas y los aconteci-


mientos externos. A,8,C,D,E -acontecimientos externos que se desarrollan suce-
sivamente en diferentes intervalos. a,b,c,d,e - reacciones protoplasmáticas produci -
das por las particularidades energéticas individuales de cada influencia externa.
18 CAP. 1. EL REFLEJa ANTICIPATaRla DE LA REALIDAD

Cansideraremo.~_9.º_~_Jí;l. _serie. de .in flu eneias-e-xrern as so.bre el o.rga-


p.ismo(A~··B;C, D, E) se repite_"sistem.(tlQamente durahte mucho.s afto.s
y qU.e _.e$_d~t gr.a.R imllQUa.n~ia. . para ..~us pro.ceSQS. JD.~tabólico.s2 ~ue es-
taº!~.~~ _ sªq~ºas _de r~ac.GjQnes químicas más perfectas-y- ayuda a ]a es::.
tabilizacióD-deLllIüces.G...vital. Camo. resultado. de la repro.ducción pro.-
lo.ngada y repetida de esta serie de reaccianes químicas en el pro.to.plas-
ma del o.rganismo. vivo. se establece, entre lo.s eslabo.nes individuales, una
unión o.rgánica que co.nvierte to.da la serie de transfo.rmacio.nes a-b-c-d-e
en una cadena de reaccio.nes químicas ininterrumpida y que se desplie-
ga rápidamente (fig. 1.2).
r-' r-' r-,

~I
-'
A ---;8 ~----i C~----1 D~---; El
L_~ L_~ L_J L_~

a~b~c~d~e I
Figura 1.2, Reflejo aoticipatori~ en el protoplasma, de los acontecimientos del
mundo externo que se despliegan lentamente. Después de muchas repeticiones de la
ser'ie sucesiva de fenómenos A,B,C,D,E, se formó en el protoplasma la cadena inin-
terrumpida de transformaciones qu ímicas , en respuesta al primer acontecimiento
(A) del mundo externo. La reacción en el protoplasma (e) ocurre antes que el acon-
tecimiento (E) ocurra en el futuro.

Sin.-duda.., la farmación de catalizado.res específico.s determina el


cursó de las c~aenas de reacgQpes.1luÍ!)1icis. Estas co.ndiciones, pr-eva-
lecientes en las priIñeras etaPas de la evalución de la materia viva, pro.-
vo.caro.n que el protoplasma fuera capaz de refle·ar en los microinter-
valos de sus reacciones ciuíiniCas los' acCfntecimientorsicesivosdel
mundo externoque 'se--desarrollan , po.r el cóntrino,-en·mac"rointeiVaIos-
de tiempo~ - ._.. -
Así, bajo estas condiciones, se formó la capacidad de los organis-
mos primitivos de reflejE-.c el mundo ext~rno inorgánico de manera ac-
tiva, anticipándose en--su protoplasma a 10-;t-en6menos d~Ll11undo ~ex­
'terno ~es~iollan sucesiva y ie"petidamente.
- . En realidad, en el protoplasma" de} organisrñ"o vivo se estableció una
cadena única de reacciones químicas que anteriormente era provocada
por la acción continua de los factores externos A, B, C, D , E. Si estos
factores están separados por intervalo.s co.nsiderables, sólo. la acción del
primer factor (A) bastará para comenzar y llevª:r:..q tUl estado a.ctivp .a. to-
da la cadena de reacciones quínlkas ·suceslvas.
Estas con<hclOnes "se formaroñ de manera inevitable en el protoplas-
ma vivo., el cual, gracias a la rapidez de sus reacciones químicas,_gé!!an!!-
zaba la anticipación del organismo al desarrollo de las influencias exte-
rloresTnfnl~iiUm.I!i~:Úls_ y- rei>-etiQ(lli s9brem~meni.- - - -' _. ..- .
Según nuestro punto de vista, la - evolución formó muy temprana-
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 19

mente esta vla universal, o única posible, de adaptación del organismo


al mundo externo. Con ayuda del proceso de anticipación, los organis-
mos vivos más elementales, separados del mundo externo por medio de
membranas muy simples, podían, con la gran velocidad de sus transfor-
maciones químicas, construir cadenas de reacciones químicas según el
primer eslabón de una serie de influencias externas sucesivas y repetidas
reiteradamente. La base para la construcción de tales cadenas de reac-
ciones químicas fue el carácter polimolecular y la estru~!ur~L~ª_ªH<?
grado compleja, del protoplasma de los primero~ seres vivos.
El organismo vivo obtuvo, mediante esta forma de reacción una
enorme superioridad con respecto a las series repetidas de influencias
sucesivas. Por esencia, sin este despliegue anticipatorio de las cadenas de
reacciones químicas, es difícil considerar incluso la existencia de un
proceso tan simple como, por ejemplo, la ingestión y digestión del ali-
mento por la amiba, o la captura y digestión de bacterias por el organis-
mo bacteriófago.
La historia del mundo animal es un ejemplo del perfeccionamiento
de esta regularidad universal, la más antigua, que se podría denominar
~\. rfifle;o anticipatorio de la realidad; es decir 1 a<!~Jeración en romanes
. v.-~~.~~ ~e veces del desarrollo de las cadenas de reacci ne.s....químicª-Ul!.!~, en:.el
\o~ pasado, reflejar.9n las transformaciones s_ucesiyª-s_d_e_e.sta_I..e.alid_ad.
Si tornáramos a la premisa original de este problema, podríamos
afirmar que el reflejo anticipatorio de la realidad es la forma fundamen-
. hal de adaptación de la materia viva a la estructura espaciotempor.~l_~_~l
I
r/ m undo inorgánico ~_ell _~1 ~_yª"l la sucesividad y la re _~ttci2~_~?.? los prin-
cipales parám_~J~os temporales.
-'Desde este punto-de \TisÚl, el factor E convierte a la serie de influen-
~ias q~eT9~pr~cedi~~~ñ en !<!.Jiist9ria dei desarrollo en una seJie de séflá-
y.p1E-~ ¡g, refetiº.a~él co~QSSlabó_ _te.rm.inal de ~st~ cad~I1a; así, las caOei1a~
® Lé.acciones químicas sucesivas, formadas sobre la base descrita, apa-
~O,c.é recen como enlaces temporales. - - -----,.- - -.-
~-l~' En consecuenCIa, 1~1?MjcióIL:de..~~eñalización '~e_1Qs "enlac~s
~~le.s..:. :Quede considerarse cQlllo_unueJ.asJey.e.sJUás..antiguas....del
desarrollo de la materia .viva. En este sentido, precisamente, debe en-
tenderse la expresión de LP: Pavlov: "los enlaces temporales son un
fenómeno universal de la naturaleza". Esta regularidad participa en el
surgimiento y perfeccionamiento de la materia viva y eliJa consecuencia
r 1 de la estructura espacio temporal del mundo; asimismo, se CQ!l-
solida cada vez con más rofundida en las estructuras del protoplasma
por medio de la selección_l!.atural. Por tanto, el principio e re eJo an 1-
ÍpatoriO del mundo en los procesos protoplasmáticos del orgc¡tnismo,~s

i
t/ lfundam.e.ntQ para la creación y fijaciÓn de las estructuras del organismo
!!,e lQ ~daptanA~ m-ªQ.era ºp..Q.rtuna~!. !!1undo externo, con base - en la
~ñalización y los enlace!!. temporales. Esta capacidad de adaptación-del
20 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

organismo comenzó a especializarse en un sustrato e~pecíf~o, cuya


funcióI!.-Pril!..cipal fue el rápido ~enamiento qu í'!!.!E0 de todas las
reacciones que se desarrollan2ig1~ltáQ~a y_su~esiy-ª.!!!.ente. Este sustrato
S \" ~_ esél
~-/ ~, -- sistema nervioso.
.- -
"\ Desde este punto de vista, la sustancia nerviosa primaria y, en gene-
ral, el sistema nervio-.Sº~tral pueden valorarse como un sustrato de
:::; ~~ especialización que se desarrolló C.9mo un aparat~_<t~ reflei<vruiximo
y más rápido de los fenómJmUS sucesivos y reQetidos del IIlllUd_Qe.x.kwo.
- ~-En trabajos anteriores, mostramos cómo la aproximación del cuida-
dor, que desde el primer piso se dirige al tercero para alimentar al perro
que allí se encuentra, crea una secuencia determinada de estímulos
(Anojin, 1962). La llegada del cuidador con la comida requiere bastante
tiempo, ya que se desarrolla en los marcos de las propiedades fisicome-
cánicas del espacio. En el sustrato nervioso del cerebro del animal existen
correlaciones completamente diferentes; los procesos en los receptores
y en la sustancia nerviosa se despliegan en cuestión de milisegundos y ,
en consecuencia, el cerebro, por su esencia misma, reproduce instantá-
neamente, desde la acción del primer agente de la serie de acontecimien-
tos (el golpe de la puerta en el primer piso), toda la cadena de reacciones
químicas fijadas en el pasado por los acontecimientos de la realidad que
transcurren lentamente, siempre y cuando la misma secuencia se haya
repetido determinadas veces.
De esta manera, es fácil advertir el grandioso logro de la evolución,
la cual resultó capaz de crear, con base en las primitivas cadenas proto-
plasmáticas de las reacciones químicas, l].n aparato que permite dar un
refl~o de la realidad acelerado miles de veces,.9.ue se anticipa sQbrema-
nera al curso- suceslvo- de--[oiJel1QIDen9s ~ial~~ de1.rm.l}1do extern9/Así,
) la,=d{feÍenClaentre ias_v~foé~4ad_~~ con u~ tral)sGurren los fénómenos~_n
'\ la reali~ad _l!_~tur_~l~p E_~ustanciª. nerviosa del_c~r~!?ro Qel animal, esta-
:blece 19s. premisa~J~ara la,. PffiP-ªga_ció.ILd.uaLexcitaciólLanticipatoIia.
\ - 'Si ' comparamos l~s- distintos niveles de- orgallización de la materia,
diferenciados anteriormente, veremos que durante el proceso de su
evolución, eLQr..inclIܺ__~t~L.Lefleio~ip_atQrio_d.eLmundo-.exteIn{1...e.s
un aspecto inseparable de la viqa,_Jl~Jª adªl?Jación--de.Ja.materllLa_las
circunstancias- que la rodea1)jEn_eLcerebJ9__nO_exist.elLlírnite.s__p.ara--.t-ªl
~- 1 re__f!~t~ ~.~tici!?~.~~~.io d~Ja. ryali~.ad, debido a que posee la fac~l~ad de
~.»f~efleJar en mlcromtervalos de tIempo una cadena de aconteCImIentos
;,_"' ~~que puede prolongarse años enteros.
f '" Cabe señalar que cuando cOll1P~aII!0s es!a forma altamente_ esp.e-
, \ . cialg-ªQé!. de .x~flejo anticipatorio del mundo externo -el re.flejo condi-
:)j,\iio!1..-ª.-dO _.en-lc)s' :iñim-ª!es sup.~!io~~s_- ~on el ~~.f1ejQ_.anticipatorio. en los
'~~(~~~rt?~_.vi~os primiti~<?s..L n.9_. ~~min~o~ s.u ~~ferencia cualitativa. Debemos
:: \v..(,'Precordar que para comparar y clasificar diversos fenómenos, es necesa-
,,\.\' . ., t
. . 'í:' no un cnteno rec or.
-:" "r. , ~v~
~: , {".... ,. /
,J''.
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 21

De acuerdo con lo anterior, debemos plantearnos la siguiente pre-


L<..A- ~C.·
gunta: ¿qué Jasgo del reflejo condiciQD.a.do es. el más característicO-. y
_( determinante? De todas sus posibles cualidades, la capacidad para "ad-
~~~l5::'-'\vertir" o "señalizar" los acontecimientos próximos del mundo externo
(la actividad preventiva de I.P. J>avlov) es la más decisiva. Ni la variabili-
dad , ni la firmeza, ni el carácter adquirido, etc., pueden compararse en
importancia con esta cualidad biológica~r~cisamente porque los ani-
'--1
males tienen la posibilidad de prepararse.Lde acuerdo con una señal, llilfa
:Se. \'>::-~los acontecimientos próximos, el refleioJ.ondicig.D_a-<Í-o-.SLCQnvirti6 en
~~~rpunto central de la evoluciPIl;_Y_.~u de_sJ;W..rimientü...es el mérito más
~~ f;,<I?-1\~anae de I.P. av ovo --
Si este índicy (parámetro) fundamental de los procesos analizados
e~o, llo..demos utilizarlo para com~~-.l~ posib~lidª-~~s
adaptativas de los animales inferior_~~1l.PIDQ.re.s. Desde luego, las com-
pÍicaciones estructurales y cuantitativas de los aparatos que aseguran
una señalización más amplia llevaron a posteriores cambios cualitativos
en el comportamiento de los animales; sin embatgo, la señalización,
como parámetro universal de adaptación al mundo externo, no perdió
por ello su significación original.
En consecuencia, ~Lrefleio conqicionado en los animales superior~s,\
valorado de acuerdo con el parámetro de la señalización, es sólo Un caso
pa:rticular de fas formas alta~ecializ·ádas-aerreflejÓanticipafo­
'io de la realidad, es decir, de la adaptación a los acoñtecimientos futuros
(Anojin, 1949).
Como resultado del análisis de las regularidades históricas en la for-
mación de las bases biológicas de la actividad reflejo condicionada, se
. patentiza el carácter superficial de las siguientes cuestiones referidas al
reflejo condicionado: ¿cuándo apareció en la evolución?, ¿existe en los
protozoarios y en las plantas?, ¿la actividad innata puede ser una activi-
dad de señal?, etcétera.
Desde este punto de vista, ehl2rincip.io universal de a~ación de
t0c!.é!Uª-S-fQ[ma~as ~.Qndj~--eI!!í~~~!e,__-es
el reflejo anticipatorio de los acontecimi
--.....------ - ....,...- ent.os..del mundo externo, desa-
~--- -
rrolla os suceSIva repefldamente; la adaptación "preventiva" a los
cambios próximos de las condiciones externas, o, en un sentido más
amplio, la formación de los cambios preparatorios ante los aconteci-
mientos futuros.
Como hemos observado, este P~inciE..i0 comienza a a~!~~!.5!~~~~~.~
p~~-ª-s-J!~_iQJ:mª.ciQ~~~to, 1!. ;:e~Si
\~,M~ puede referirse sólo a la fOIlDa y a los a~aratos en l~e..realiza-e
O r...
~cJo pDñéIPi~ d~ti~to.!i<LdelglulldOexi~n un ~termin~o
r.P" nivel de desarrQ])~L..Este principio se manifiesta en los organismos uni-
o cé"lulares por medio de cadenas de transformaciones químicas del proto-
plasma, que anticipan el desarrollo de la serie sucesiva de acontecimien-
22 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

tos externos; y en los animales superiores, mediante la participación de


los sistemas nerviosos especializados, que facilitan la captación del mun-
do externo y la rapidez de la anticipación. Sin embargo, en todos los
ca~de-¡:etlejo...anticjpato~~€Ll.a.-l1lis.ma caraª~sflcá
~ _d~'pj§iva;Ju~ña1i~Ó~3l.os Wmales..Q.ue j?o~~n si~tema~~ervroso,
-:-:~ \e~tQ_constitlLye el .reflejo..condiQjQna<lo. ---"-'
v<::·_>~J De acuerdo con lo anterior, pierde sentido la cuestión de si es facti-
ble ~laborar un enlace temporal e~ los protozoarios ~ en lo~etales,
puesto que ambos representan formaciones vivas con una constituClon
molecular y multicelular .compleja y están sometidos a series permanen-
tes de influencias sucesivas y repetidas (especialmente los últimos). En-
tonces, eS.-E,osible afirmar gue en unos y en otros 0 9urre~o pue?en
elaborarse, mog.ifif_ª-ciQne& señalizador.as_ natJlJa1~.$. En este casü: sólo
deJ)éllCúmpÚrse ~gencjaueñalad.a§.: que la repetición sea "~~ficien-
~--- _.- "-"- -
temente
. '" --- ~ ----.----~_

es~n~iªlpara la vida d~l "yegetaLo_ del protozoario.


~

'
---
prolongada"y-q~_ se haya elegido en forma acertada el factor
.. - ._-- - - -_ ..
.
,.. .

En principio , es necesario reconocer que ningún vegetal podría


haber vivido, como resultado de la selección natural, si únicamente
hubiera reaccionado ante los factores presentes del medio, es decir, sólo
ante aquello que actúa en determinado momento y no de acuerdo con
el principio del reflejo anticipatorio.
También, con respecto al problema, cardinal para el fisiólogo de la
', actividad nerviosa superior, referente a las ~~gel tip-9
\.J ~ exp~amos que a~!l.-Cua!!.<;lo y~~D-º-~~_ I~ reªlidad
\ ,:,) . al~_nzó.. ~~efl~l~50"!l_dicio!!ªd9_ ~!l fo.rma .tJ1-ás"_especiªJiza4~t !Qs refle-
;l); jo.~J!lnatos, es ~écir, ~:?ndici9nad?s,~_~0_p:Q~~e~ la _propie"dad funda-
\ ~ '..f "mentalde~11~ndI99n-ª.dQ· la significación de_sena/o
.c2 :) Con base en el material obtenido durante el estudio de la condicio-
f /."'- nalidad ecológica de los primeros actos del comportamiento de los
)1 neonatos, comprobamos que esta cuestión no puede resolverse de ma-
nera tan simple. Como resultado de las investigaciones de nuestro co-
1aborador Ia.A. Miliaguin (1967), se comprobó que inmediatamente
después de la rotura del cascarón, el polluelo del grajo levanta la cabeza
y abre el pico, es decir, experimenta una reacción alimentaria a estímu-
los que por sí mismos no tienen ninguna significación de ese tipo (acción
, del aire, sonid<;> "car-r-r", sacudimiento del nido). ELanálisis-deJa-situa-
c.w..~co~6gic~ natlJral l2~tentiz~ gueJos...ín:.s_a~l].jes .enJJm.eradüs -poseen
"(

UM.-Slgmficac16n ecol68!ca y SlfVen como señales de la inminente colo-


caco n d comida en el ico del polluelo or el grajo padre.
~. Así, co~ ,base en a repetición histórica e OiCaffibIos s}Lcesivos del
. .') sustra~o ~I'vloso que preceden al mo.,.!!!en.to de la alimentación _~"lijaron
( .¿li~edl~mente los en~~ estructurales gue garantizan .eLr.eflejo.-anti-
W
r} CI atono de o aconteC1JD1entos externos roceso similar al ue ocurre
~ en las fo . ro o m-ª.J.cas_mimitivas. Por ejemplo, aunque la
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 23

irritación de la piel no es un estímulo alimentario, la excitación que de


ella parte, gracias a que durante siglos precedió a la alimentación, con
una gran velocidad (30 milisegundos) y por enlaces sinápticos (innatos)
llega al centro alimentario y el polluelo levanta la cabeza y abre el pico.
En este caso la natu@leza pro.QQIci~na un e~m& .~Yiden1e-AelLe.f1ejo
anticipatorio de los acontecimientos externos sucesivos y~~gnifi­
l cación:aaam-ativa en la evoluc~--·
, Es importante Señalar que detalladas investigaciones electrofisioló-
gicas referentes a las capacidades auditivas del grajo, demostraron la
sorprendente adaptabilidad del desarrollo embrionario hacia su ecología
posnata!. Se descubrió que en el momento de ruptura del cascarón, en
el receptor auditivo han madurado sólo las células que son capaces de
percibir el sonido "car-r-r".
Podemos citar asombrosos ejemplos de reflejos anticipatorios de los
acontecimientos externos en diferentes ecologías, yen cada caso particu-
lar se observa que este reflejo posee un enorme sentido adaptativo que
corresponde exactamente a los factores ecológicos de las aves, es decir,
a las secuencias de fenómenos que preceden a su alimentación.
Por ejemplo, el papamoscas o muscaria cría a sus polluelos en el
hueco de un árbol, en donde los rayos del sol llegan únicamente a través
de la pequeña abertura por la cual el padre y la madre deben pasar antes
de alimentarlos. Por supuesto, cuando la madre o el padre asoman la
cabeza por este pequeño orificio, la poca iluminación que había en el
hueco desaparece y durante un instante reina una absoluta oscuridad;
oscuridad pasajera que constituye el estímulo más fuerte para las crías:
de inmediato todos, al unísono, estiran los cuellos, abren los picos y, de
esta forma, están listos para recibir la comida. Acto seguido, la madre
da a cada uno su porción correspondiente (investigaciones de nuestro
colaborador S.N. Jaiutin, realizadas en condiciones naturales).
En todos estos casos de diferente ecología (se podría traer a colación
una cantidad mucho mayor de variantes), se manifiesta la misma ley.
.. La~jLcIDIte~~und~e..ID.9J;onstjtuYYl
un fenómeno universal de la vida que determinó todas las formas de
comportamiento adaptatiVOOel aminal. De acuerdo con esta ley, cual- ~
ql!ier miembr-O-de la ~~esiya __ de-influencias deLQ!undo externo
p~~convertirse en señaLde la reas.ció.~inal.! vitalmente importante,
con la que se cierra esta serie de influencias sucesivas.
Para evitar confusiones en la exposición de nuestro punto de vista,
es necesario detenerse más detalladamente en la ...s~cterización..de la
similitud y diferencia entre los dos niveles de actividad asoc~ativa: la etª-
-p;de la vida primitiva y la forma del reflejo condicionado. Aquí también
es importante determinar con qué parámetro o criterio se comparan
ambas categorías de fenómenos.
Nuestro principal parámetro de com~ción se basa en un criterio
24 CAP. 1. EL REFLEJO ANTlCIPATORIO DE LA REALIDAD

biológico decisivo: las formas y los mecanismos de reflejo de los acon-


tecimientos externos que se desarrQ.llan su~esivame_nte _ya
gue -l~. suce­
:';~~~ón._~ la I~Y_~myers~l-ºeJ9s mundos in~rgá~~~~ _L. orgá~~~. Como es
, sabido, el desarrollo de los órganos de los sentidos en los animales está
_~ liga~t~ fº-º)a neces~ctaº de_a~ilP!ª.ºLó-º_ II!ás. p~rf~(;ta al mundoexterno.
~LOS órganos de los senti9Qs ~raducen ener~í~~ ext~.~n':.s, diferentes por
\\(Y su cahdaa, a un proceso ne.YrQ.Q.uímico único, cuyo sentido consiste en
' 1 la creación, Incluso en respuesta a un irritante aislado, de un sistema

\ determinago duearoon~s químicas en distintos niveles del sistema ner-


J vioso centralfuna sola excitacióncondiciona el sistema de reacciones
q~.!I!!!~ª-S especializad~j~.oJJ.stitujº.9,_ P9i19 _!i~·~~s,_~pºr mÚJo1}_es ~d~pun­
I tos. Este sistema posee una determinada arquitectura y proporcioI!ª ulla
amplia infor.~aºjQn al .organismo..,. no sólo sobre "cómo" y "cuá!.:~ ín}
\ t~~lón ·T~~~·~~.gb~qª, .sino también acerca de "dóI!d~.~'.J' "cuán.:do" fue
experimentada tal excitación.
De esta manera, desde la primera etapa de contacto entre los distin-
tos organismos y los factores externos, se expresa la diferencia en el
volumen de la información que reciben sobre el mundo externo, incluso
de un único estímulo.~~gyp el parámet[Q de .~Q111:plejidad de la distrib.Jl-
ción de los microf9cos d.c..las reacGj~.guímicas.:ercerebrQ no puecte
compa-rarse con los efectos q~_!mt(;<?_~J!e la irritiCión que ocurren, por
;- ejemplo? ~n .~f ~er\r~voPF!!:nitivo. En este último casO:-l:i
excitación quí-
mica es elemental, se realiza en el protoplasma general y sólo la especifi-
cidad de las valencias químicas y de la catálisis mantiene esta reacción
en límites más o menos determinados.
Al considerar la complejidad de las arquitecturas de estos focos mi-
croquímicos, en las difíciles condiciones existentes durante la formación
de los enlaces (que abarcan la experiencia del pasado depositada en la
memoria), re~ul~~vi.dent.e 9..lJe el. reUeio_anticipatorio de laLealidad...en
\ ~ eLs.e.r__yivo .PLllpitiYQ y _eIl et hombre..~in.~omparable incrnso. sLs~t?
toma en cuenta el parámetro de la complejidad .
. Lós ~pqfeégj,onamientos cuaÓ fiW¡Y6s · de ·la _reacción, acumulados a
través de la historia, produjeron que las funciones cerebrales adquirieran
una nueva cualidad: lª-.capacidad para construir planes.
Sin embargo, si comparamos el reflejo anticipatorio de la realidad
en los seres primitivos y el reflejo condicionado en los animales superio-
res con el parámetro de los reflejos de los fenómenos del mundo externo
que se desarrollan de manera sucesiva, concluiremos que el mecanismo
de formación del reflejo anticipatorio de la realidad, tanto en uno como
en otro caso, corresponde al esquema antes expuesto.
~ón de las reacciones químicas que surgen aislada, sucesiva y
repetidamente, y la posterior pues!a .~n lT!a..!cha de ~sfaca~en_a_ de..r~ªc­
cione~,_ c.9nstituyen, ~!1 principio, el parámetro_pa~Jl estos diver.sos fenó-

.-- ,!daQtiiÍvói: Asir!!iIDlli~~Te


meñOs._ --- -crea rabase
- ------ ---histórica
-_ .. _-- - para ef......desarrollo
_- ---
_. _,.~,
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 25

qe todos los tipos de adaptaciones señalizadoras, es decir, la preparación


del organismo hacia los acon te Ciiñleii10 s futuros. ...----
Es poslhle analizar este problema desde un punto de vista filosófico
. más amplio. Hasta I.P. Pavlov, la fisiología de los animales, como cien-
~6..~~~,-de.fiRía_.dQs...c.at.e~Q.dªL<!~L!iemp_o.: elpª~-ª"do_ Y~Lp~es_~te. Alñhas se
.:?',4?~ manifestaban en los correspondientes procesos relacionados con nuestra
'\ comprensión de las r~2nes~deloS-al1imales~-º concerniente a la ter-
cera categoría del tiempo. el futuro, se refería al comportaIiUei1fOfacio-
.naIdel hom.bre, y fue objeto casi exclusivo de la psicolo~!a ideaHsta. La
\v"\01"C>adaptación a los acontecimientos futuros -la "anticipación al futuro"-
~ ~ era patrimonio del hombre y constitu ía el índice de los procesos más
.\d""f:3' altamente racionales del cerebro.
, ,,0 -=? Al definir el reflejo condicionado como una función "p~eventiva",
-:;ib-~:;¿,1t es decir, comQJ a. . a,Qap1a.ciÓn del animal a los acontecimientos venide!os,
Q- 'c.v~~::- [P. avloy intrüdu.ll en l'Lfisiología la tercera categoría del t~E1I~g: .el
t->~ futuro. Desde ese momento , esta categoría se convirtió en tema de una
~ investigación científica tan objetiva como la realizada con las otras dos
categorías temporales. El descubrimiento del reflejo condicionado es de
suma importancia para la fisiología una de las razones del éxito que ob-
tuvo el estudio de la conducta de los animales. En la act.ualidad, podemos
asegurar que I.P. Pavlov descubrió el rasgo cardinal y universal del desa-
rrollo histórico y del perfeccionamiento del mundo animal.
'--~-
El reflejo condicionado es una forma especializada
- --- ..
~
del miSIPo__.P!9-
ceso que, en las_cadenas de reaccione~ q.!-!JI!.li~~s elementales del proto-
plasma primitivo, afirmó la vida e.n las primeras etapas de su-desarrollo
como reflejo anti<;i atorio deL~g~~_L~.!º espac~º.t~!11P.oral de l~~ateria
/ en la naturaleza ~!~n!fa y, sobre esta base, permitió la formación de
" ló~ ' ~élS estructuras- del organismo. Se necesitaron millones de años para que
'r . \\ esta forma primitiva de reacciones químicas en cadena se desarrollara
y transformara en la forma más perfecta de la 'materia viva: la s..ustancia
nerviosa.
Sin embargo, no obstante el largo proceso de esta evolución y de las
importantes transformaciones que sufrieron los tipos de anticipación,~
l~ fundamental -el reflejo antic!QatQ!io_~s s..eries de fenómenos
externos repetidos sucesivamente- permanece \d.gente. Cabe señalar que
con base en esta forma de reflejo se-formó y especiali~6 el c~r_e_bIo_.como
órgano de la actividad psíquica, es decU".-,...como...ár.gano-'Í.e lIeflejo uJliv~_~­
sal del mundo en la actividad mental del hO!!lb~El reflejo anticipatorio
de la realidad constituye solamente una de las formas de la capacidad
reflectora de la materia viva.
A continuación, analizaremos el lugar que ocupa esta regularidad en
\.~,::y~ )J\, l~ría universal del reflejo formulada por V.l. 4!niIL Es sabido que
JQ{~dicha teoría sostiene que todos los procesos aetoIgaIlÍS1!lo, especialmen-
~~~~~~ t~!!.._actiyi~ªº_~~~~a;~ependen d~ªs ac..cioneSJIlaterialeS. .deLmJlnQo
\j\" •
'<~
26 CAP. 1. EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

externo. En un sentido nQseológic.o , la teoría del .reflejo de V.I._.Len,in


",.,S,-CConstitu e la ..J2a.s.e.....para_la_~pml2r~ns.iºn del condiº-ionamiento material
. ~~~~ la psiquis-º~I .l:!.9mbre, que ~s. ~lJ rasgo ftlosófico...más impor.t~nteL En
estei· teoÍÍa se afirma la existencia objetiva del !!1undo y ~l reflejo, tam-

~
bién objetivo, de este mundo en la_-ª~Jividad Q§íguica del hombre; dicho
rel1ejo es el factor determinante de toda su actividad mental.
La teoría del reflejo de V.I. Lenin proporciona amplias P9sibilidades
para la investigaciÓn d e-' las a iversas modalidades de la actividad refleja,
desus mecanismos fisiolqgi~9s y. del desa!follo de sus distintos niveles
en la evolución; asimismo, incluye todos los tipos de reflejo de la reali-
dad'-objetiva en la materia viva, en general, y en la actividad psíquica, en
particular. En este sentido, gracias a los últimos trabajos de la teoría de la
información, el reflejo e!}..e.':..g~tjco es la mejor demostración de la exacti-
tud y adecuación del reflejo del mundo objetivo en nuestra conciencia.
En su teoría, V. I. Lenin incluXe t.amb!én ~lJef1~& l!f~ tQ~ico del mundo
.
exterior, es decir, ~l reflejo_del conjuntQ -º~ .fa~lo.res .ecológicos en la
organizaciQ.!1 y dinámica de la actividad adaptativa de los animales.
En conclusión, la teoría leninista del reflejo puede servir como punto
de partida para profundas investigaciones en todos los niveles de la acti-
vidad refleja de los organismos vivos, incluyendo las formas superiores
de la actividad psíquica del hombre.
El presente capítulo es sólo un modesto intento por descubrir las
raíces históricas de la actividad refleja de los organismos, en relación
con la estructura temporal del mundo. Su finalidad es demostrar que el
. reflejo anticiQator io de la realidªd ,_.como unª-de las formas de :t:~fJejo
) del organismo nac~~LeLIJ].!!ndo objetivo, constjtuye el f!lnºaf!1_e~to !tis-
1
r' tori~_o de la _aQ.arj.ción de toqas las formas superior~s...q.e ~nticipación de
los acontecimientos futuros y, ante todo, de la aparición del reflejo
l ~91!dic~onado. .

REFERENCIAS

Anojin, P .K. "Cuestiones fundamentales en el estudio de la actividad nerviosa supe-


rior" , en Problemas de la actividad nerviosa superior. Moscú, 1949, pág. 9.
Anojin, P .K. "El reflejo de la fmalidad como objeto de análisis fisiológico". Revista
de la actividad nerviosa superior. Moscú, 1962, tomo 12, núm. 1, pág. 7.
Miliaguin, Ia.A., Lebedeva, A.G. y Bursina, M.N. "El papel de los factores ecoló-
gicos en el desarrollo de las formas innatas de actividad integrativa del cerebro",
en La actividad integrativa del cerebro. Moscú, 1967, pág. 58.
Oparin, A.I ., El surgimiento de la vida en la Tierra. Moscú , 1957.
2
Aspectos filosóficos
de
la teoría
del
sistema funcional t
,
EVALUACION GENERAL DEL REF LEJO
ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

Después de la publicación del artículo en el cual argumentamos


nuestra concepción acerca del reflejo anticipatorio de la realidad (véase
Cuestiones de Filosofía, núm. 7, 1962), aparecieron una serie de mono-
grafías, artículos y notas que analizan dicha concepción. Los autores
consideran el reflejo anticipatorio de la realidad como una de las vías
de desarrollo de los temas fundamentales de la teoría leninista del refle-
jo (T. Pavlov, B.S. Ukraintsev, M.F. Vedenov, G.A. lugai).
De hecho, la hipótesis acerca del caráctecactivo del reflejo de la rea-
lidad, es decir --e fadefanto a los acontecimientos con base en la expe-
~.pasadª,," se encuentra en-la-teotiilinini ta 5iel refle.JO:con _g _que
se manifiesta cuán eficaz es su em leo para la explicació.l!_!t~ l<?~ (~P.ó-
menos de re ejo deLmundo externo. - -- ----
- El reflejo anticipatorio es una de las estructuras posibles de este
fenómeno, en ·cuyo proceso el organismo, con base en la exp~rj~Il~ia
anterior, se adapta activamente a los ~!1kcimientQS-Próxim.Qs. En la
ffiateíia viva, el reflejo condicionado es la conformación más notable de
esta ley.
La regularidad en la formación y adaptación de la materia viva al
mundo externo corrobora la insuficiencia de los críticos de la teoría

1 Publicado en Problemas filosóficos de la biolog(a, Moscú, 1973.

27
; CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

leninista del reflejo , los cuales afirman que el concepto de reflejo se


refiere únicamente a la relación pasiva del organismo con el mundo
circundante.
Con respecto a la evolución de los organismos, podemos afrr-
mar que el reflejo de la realidad es un proceso activo, el cual en su~
\ I!iyeles máS" desarrollados, se manifiesta.por !~~c.c~ó!l.inmedia!~y difécta
\ del organismo sobre el mundo externo .con objeto de transformarlo (uti-
(llzací6ñ de -iñStrümentos y ada tación ~Jas condicion ~s-e~ternas) .
a
. - El carácter adaptativo de este proceso de anticipación los aconte-
cimientos, se demostró con el ejemplo de las larvas de algunos insectos
que, debido a las condiciones de su desarrollo , hibernan a la intempe-
rie, como en el caso de la avispa parasitaria Barcon. Este fenómeno
sorprendió a los científicos y durante mucho tiempo se le consideró un
enigma. En efecto , ¿cómo puede la larva de la avispa, cuyo protoplasma
contiene gran cantidad de agua, resistir las heladas invernales? Pacientes
investigaciones condujeron a d'escubrimientos asombrosos, que explica-
ron en su totalidad est e misterio. Resulta que los primeros fríos otoñales
estimulan un proceso especial en el protoplasma de las células que con-
forman el cuerpo d e la larva: la rápida formación de glicerina . Lo ante-
rior puso al descubierto el secreto , ya que la glicerina es una sustancia
que hace descender significativamente la temperatura crioscópica de las
masas celulares.
En un experimento, se demostró que a partir del otoño temprano
(o en condiciones de mantenimiento artificial, a temperaturas de cinco
grados bajo cero) las larvas son capaces, gracias a la acumulación de gli-
cerina, de soportar heladas de 40 a 70 grados bajo cero. Basta con
aumentar la temperatura un día y la glicerina desaparece de inmediato
(en el curso de tres días) del protoplasma de las células. Es sorprendente y
demostrativa la aparición y eliminación de glicerina en las hormigas-
carcoma de Pensilvania ; con ellas pueden realizarse múltiples experi-
mentos similares y, de acuerdo con los cambios de temperatura, la
glicerina aparece o desaparece hasta en un 100%.
La capacidad de las larvas para acumular, en respuesta a los prime-
ros fríos, la glicerina que será necesaria en diciembre, es la confrrmación
del reflejo anticipatorio de la realidad , elaborado durante millones de
años.
En los conceptos .que expondremos más adelante y de manera espe-
cial en el análisis de los mecanismos cerebrales específicos, veremos cuá-
les son los medios de realización de este reflejo anticipatorio de la
realidad.
29

EL PROBLEMA DE LA "INSERCiÓN"
DE LA MATERIA VIVA
EN LAS LEYES ABSOLUTAS
,
DEL MUNDO INORGANICO
- En la actualidad, tanto los biólogos como los fisiólogos se enfrentan
a un nuevo e interesante tema, el cual podría caracterizarse como ~­
blema de la "inserción" de la materia viva en las ley~~q!:l~_IjKen_ el mlln-
do inorgánico .
.- Existe una gran cantidad de procesos y fenómenos del mundo inor-
gánico a los cuales se adaptaron los organismos durante su evolución, de
acuerdo con el prmcipio volens nolens. La fuerza de gravedad, por ejem-
plo, existía mucho antes de la aparición de la vida y, con respecto a la
galaxia y el universo, constituía, lógicamente, una propiedad inicial de
la materia.
En realidad, la fuerza de gravedad ocasionó que los distintos anima-
les se elaboraran adaptaciones obligatorias de carácter sorprendente. Por
ejemplo, en los reptiles, la fuerza de gravedad determina el tipo particu-
lar de traslación; en las aves, los diversos procedimientos de vuelo, y en
los peces, el desarrollo de órganos y sistemas de regulación que les per-
miten utilizar la "pesantez" de su cuerpo de acuerdo con &u peso espe-
cífico y el del agua, etcétera.
Podemos agregar que el desarrollo de la~ materja."yiva, de las caracte-
rísticas esenciales de su organizaci(m estructural funcionat~ .ge la_f~)f- .
mación de l~s en~aces interpeuronales,_ e~tá determ4?ad~or lª~_ l~"y!!s_
de la gravitación universal. El inicio de este proceso se remonta al na.ci-
tpiento de la vida o.., co!!~ma~!_~~a9ti!l!Q.,-,-é!LP~riodo de formación de
los sistemas Qrebiológicos.
Q ~ De]a mjsma manera. la organización de las diversas estructuras de
\ '3' los órganos de los ·sentidos se encuentra "ajustada" a las 12ro12i.ed,!des
~",-~\ác5 energéticas de] mundo exterior. En consecuencia, existe un reflejo yer- ....
. ~f.aderamente activo por parte de los organismos de las regularidades del
'>...1:; mundo inorgánico con las cuales interactuaron#odemos afirmar qye el
\.l\}.~ \reflejO activo de las propiedades inicia]es de] mundo externo inorgánico
(2~~. en las estnlcturas fundamentales de los animales, es la ley que rige la
apariciÓn de ]a vida
Con base en esta regularidad del movimiento de la materia, el espacio
~\ Y. J~1 tiempo se establecieron como factores básicos, que desde el origen
~o d.e la vida actuaron sobre la materia viva. Gracias a su adaptación a las
~<::&O influencias espaciotemporales. la vida pudo conservarse en nuestro pla-
~ -.n.e1a.. Imaginemos a qué adaptaciones esenciales condujeron los factores
espaciotemporales.
30

EL CONTINUO ESPACIOTEMPORAL COMO FACTOR


DE ADAPTACiÓN BIOLÓGICA

Con base en la evaluación de la actividad adaptativa de los animales,


r~Q.QllQc~mOS que existe ulfivisión arti~i~ ~~~~~~~~~~=ntos
de su vida.,Por ejemplo, a~eferirnoS-'l.J;aCci{;nj~¡;t{muíO~re _eL
organismo, consideramos esta división arbitraria como fundamental
para la comprensión de la actividad del organismo. CQn base en dicha
división, (u~2Q§.ible form.ul.arJa..hipótesis..ac.er..ca...de.Jos actos discretos
del animal y la akciónJiiscr:eta d.e los factores externos sobre el orga-
nismo.
Los éxitos logrados en los últimos años por la física y otras ciencias,
permiten concluir que el.d.e.saIToUo de los acontecimjentos en el mundo
't.t2'4 se basa.e.n_J;~1 mOvimiento continuo-discontinuo de la materia. Esta es _.
~ .l!!!ª-..1e.Y_.flbsoluta tanto para dmundo inorgánico como para la materia
VIva.
- -Sin embargo, la "pantalla piolQgjca" introduce aquí una comple:
mentación sustancial, al crear una discontinuidad en el mOvimiento de
la_· m4.t~¡'fii-deacil.entQ...Q.QJl.la...signific.ación biológica de los djyersos com-
POll.~llJ.es del continuo .
En realidad, ' no todos los componentes del continuo son indispen-
sables para la supervivencia del animaL~nos tienen u na importanciá
d~cis~y~ para la vida, mientras que otros no juegan ningún papel. Por
ejemplo, la aparición de un gran carnicero es un acontecimiento impor-
tante, al mismo tiempo que el movimiento de las hojas del árbol o del
agua en el río pueden pasar inadvertidos. La importancia biológica de
lo.l"acontecimientos creóparª el animalIa discontinuidad espacial en las
relaciones espaciotemporales. Más adelante tocaremos de nueva cuenta
; \ \ -.~~t~t~ma. .. . .. . .
' l..~~~cfomo es sabIdo'; eX1sten vanos tIpOS de contlOuo espaclOtemporales.
o
~ c,...~-~n el primer caso , el más simple, llamado continuo unidimensionaI..cual-
quier posición de un punto que se mueve en una dirección puede deter-
minarse por me_~ljº-º~_ las coord~nadas del espacio y el tiempo empleadas
~_n el avance hasta el punto determinado. Este tipo de continuQ se carac.-.
teriz~ I?orque cualquier indicador., tan pequeño como sea posible~ d.~l
avance espacial d~L.p:!JJltQ.~.9q:~liQ.Qn.ge a_lJ..Il intervalo dc_1i~mPQ igual-
m..e..nJe pequeño. Podemos reducir a su mínima expresión estos intervalos
, de espacio y tiempo y , de esta forma, obtener, en este micronivel, un
.·1 continuo espaciotemporal que sea un indicador de los procesos mate-
L. riales.
Sin embargo, podemos arrancar este punto del continuo unidirueu:._.
5íonal y ubicarlo en alguna superficie, agregándole así u.!L&Iado_rg_ª.~_ 9:~
(¿; . libertad (movimiento en distintas dire..cci.oDes),_~!!l.os marco~ u~la su-
~ PMficie li.!llÍtadjl . .A.s.iJa posi.ción~l pun.t.Q_..IDJedSL.det~J;minalsep-º.r. _ Oo.
~)\~~ .
CONTINUO ESPACIOTEMPORAL 31

medio de dos ejes de coordenadas. En consecuencia, cualquiera que sea


la dirección hacia donde este punto se mueva, su posición siempre pue-
J
de ser "marcada" y expresarse de acuerdo con dos coordenadas.
~,'(-,§)~ . En este segundo tipo de c()ntinuo espaciotemporal, es importante
l19V: . \ qt.te el desplazamiento del punto también pueda representarse en micro-
(f/J'\l' ¡ distancias y microintervalos de tiempo, lo cual permite expresar sus di-
¡ferentes posiciones en las coordenadas del continuo bidimensional.
Para complicar más el ejemplo, se puede ubicar al punto de manera
~ que se mueva en tres dimensiones Entonces, p'uede estimarse su posi-
dón en relación con tres superficies perpendiculares. Este punto tam-
bién puede moverse y variar el tiempo de su avance de acuerdo con los
intervalos de espacio y tiempo. Debido a que estos intervalos pueden
medirse en microdimensiones de espacio y tiempo, tendremos, como
en el primer caso, un continuo, pero de carácter más complejo que los
examinados hasta el momento. Es decir, se trata de un continuo tri-
dimensional.
-, *
l\~e Cualquier cuerpo;· vivo o no, se encuentra en un continuo es p acio-1
" ~'0-~Ot~mporal tridimensional siempre cambiante, lo cual es un aspecto sus-
~\'\\'ltancial de la existencia de la materia viva. Por ello, consideramos la re-
lación de la materia viva con el mundo exterior como la continua
,r/ ~laboración de información en el protoplasma (o en el sistema nervioso
en las formas superiores de la evolución de la materia viva), del continuo
de influencias que no presenta interrupciones irregulares en el espacio y
1 tiempo.
Como neurofisiólogos, sostenemos esta tesis, debido a q1!e práctica-
mente todos los parámetros temporales, dentro de los cuales funciona el
sistema nervioso, son más largos y compactos que los intervalos míni-
mos en el flujo de acontecimientos del continuo espaciotemporal del
mundo externo. Además, los fenómenos del mundo externo, que se
desarrollan en el continuo espaciotemporal, pueden encontrarse muy
alejados entre sí ; no obstante, se reflejan ininterrumpidamente en. un
mismo cerebro y en las mismas células nerviosas.
Por ejemplo, el avión a reacción que vuela en el horizonte ante
nuestros ojos en el continuo espacial, puede superar en algunos minu-
tos decenas de kilómetros; pero, de cualquier manera, todas sus posi-
ciones, desde el punto de visibilidad inicial hasta el terminal, Sy refle-
jan, como en un foco , en los microintervalos del espacio y el tiempo en
forma ' de una corriente ininterrumpida de procesos neuronales del
cerebro.
' ~ste maravilloso mecanismo de la materia viva, que refleja en un
~sQacio microscópico grandes intervalos del continuo espaciotemporal
j( j de .tº~-Í,{!nóJrr:~qg,s externos, es el punto central de la evolución de la
,yida en la Tierra':' Gracias a esta pantalla biológica que refleja las enor-
mes dimensiones de los acontecimientos del mundo externo en las
32 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

r~acciones moleculares del tejido cerebral, fue posible que pequeños . _


trozos de sustancia cerebral "abarcaran el mundo" en toda su diversi-
dad y grandiosidad. Con frecuencia, los no especialistas olvidan '~ste
importante logro de la evolución, por el cual adquirimos, en la etapa
más alta de la evolución, la capacidad de captar en breves intervalos
de tiempo fenómenos y acontecimientos que ocurren a escala del pla-
neta entero. A esto contribuyeron los procesos moleculares en las
células nerviosas, las cuales toman en sí y reflejan las grandiosas pro-
porciones del universo con ayuda de los procesos ininterrumpidos que
se realizan en los diferentes órganos de los sentidos. Más adelante ve-
remos qué particularidades especiales del organismo y el cerebro ayudan
a adaptarse a este ilimitado continuo espacio temporal del mundo.

,
EL CONCEPTO DE CONTINUO QUIMICO EN LOS
PROCESOS CEREBRALES

Hoy en día , los logros de la filosofía, la física y las matemáticas pa-


tentizan que el enfoque tradicional en el estudio de la actividad nervio-
sa y el comportamiento de los animales no satisface a los neurofisiólogos.
Es evidente que la segmentación artificial de los procesos nerviosos y,
en particular, de los actos conductuales del animal, no complace al in-
vestigador que desea comprender el sentido de estos fenómenos en rela- ~
ción con la arquitectura del mundo, la cual se forma y desarrolla en los
marcos del continuo espaciotemporal.
En realidad , si estudiamos a un animal y estimamos su capacidad
para realizar actos conductuales únicamente desde el momento en que
se inicia el experimento , realizaríamos una sustracción palmaria del
animal del complejo continuo de su vida, con lo cual subordinaríamos
la investigación de los proce~os que ocurren en su cerebro a las concep-
ciones y proyectos del investigador. Esta segmentación artificial de los
fenómenos del mundo externo se manifiesta, en la neurofisiología, por
el aislamiento del estímulo, el cual , de acuerdo con el punto de vista de
los fisiólogos, ocupa una posición exclusiva en la formación de los actos
conductuales del animal.
En los últimos años, con base en los recientes éxitos de la neurofi-
si~rueºa que el estímulo es únicamente un paso e!l él
.Y'1~fáesc..u.b.rimie.nto_de...1Q....Q.Ue-..se....h3-CI:ea.dQ..Ae manera íntegra en el cerebro
~~l?ajo la influencia de muchos factores ;~J estímulo sólo pone al descu-
~ lv-b-.bJ~rto~~ta )nte_~'!.~ión_y~isQ~esta; en su momento, llamamos a esfá _.
)~ lp~ación cerebral interna, ':41tegración previa a )a puesta en mªrc~.- .
~u.. (Anojin, 1949).
I\.\o'x~ Z pero, ¿qué es esta "integración previa a la puesta en marcba"?_E.....$~_
un7estado formado por múltiples enlaces de los e1ementoS-nePtIDSGS--en
EL CONCEPTO DE CONTINUO QUíMICO 33

un continuo ininterrumpido durante, por ejemplo, el día en que se rea-


Jizó el experimento. Así, la llegada del cuidador al vivario para buscar ~
animal de experimentación, es suficiente para que en el cerebro se for-
me el complejo de procesos 11-erviosos que reflejan todos los detalles del
experimento próximo y del futuro reforzamiento del animal por medio
de estímulos de importancia (alimentación, excitación dolorosa, etc.).
Entre todos los detalles de este encadenamiento ininterrumpido de fe-
nómenos, no encontramos ninguna interrupción que pudiera alterar el
continuo . Es evidente 'q ue sólo en forma artificial los fenómenos del
mundo externo pueden someterse a alguna segmentación: en reaJidaQ. ,
dichos fenómenos se desarrollan en un verdadero continuo espaciotem-
poraJ.
De esta manera , podemos considerar ]a vida del anjmal como la
manifestación "discreta" de acontecimientos de importancia vital des-
tacados dentro del continuo real de los fenómenos de la vida, ina~
tidos para él. ,Estamos tan acostumbrados a que en nuestra vida irrum-
pan acontecimientos aislados que afectan sustancialmente nuestro
estado, provocan una reacción emocional, etc., que la existencia del
continuo espaciotemporal pareciera algo irreal e imperceptible. La ten-
dencia del objeto biológico al desarrollo ocasiona que el organismo
"a.I.l_º1~'.:_.!º-do.~Los .aspectos esenciales de su yjda, sus logros y fracasos
Sin embargo, estQs islotes de acontecimientos significativos están unidos
entre sí por el continuo de jos fenóm enos y procesos que , aun sin poseer
una significación vital decisiva, sirven como eslabones en el continuo
Qel mundo. Esto posibilita la captación universal de todos los compo-
nentes del continuo, algunos de los cuales son vitalmente importantes
y otros sirven como señal de su aparición.
. La neurofisiología contemporánea, con base en los procesos neuro-
uce~~~qUímiCOS moleculares, demuestra que la significación vital de algunos
.; : . ~\ contecimientos está representada en el cerebro incluso en pI.D..GeSOS
~\.~'(\\~. qu}micos específicos, en los cuales se marcan los "pasos" de estos acon-
\,)\~\ tecimientos. Por ejemplo , existe una química diferente del sufrimiento,
de la tristeza, del miedo , de la alegría y de otras vivencias emocionales
en la vida de los animales y del hombre. El carácter esencial de estos fe-
nÓmenos y su entrada episódica en la conciencia, conduce a que el con-
tinuo espacio temporal de nuestro comportamiento no sea percibido
subjetivamente como tal por nosott:os.
Si se considera la gran cantidad de ejemplos de nuestro comporta-
miento y se realiza un análisis de los mismos, es posible afirmar que la
excitación de nuestro sistema nervioso se realiza en un continuo inin-
tprrumpido.
c~~ro l.\ Ahora , tratemos de penetrar en el cerebro, en la Jllu]tjplicida d infi-
~o nita de sus procesos que reflejan la reaU,daQ. La técnica contemporánea
' . de investigación del cerebro no sólo hizo posible el estudio' de los fenó-
34 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS f
menos eléctricos sumarios que ocurren durante la actividad cerebral; la
electrónica, por ejemplo, permite penetrar en la actividad de cualquiera
de los 14 mil millones de células nerviosas del cerebro. Este enfoque'
amplió nuestro conocimiento acerca de los sutiles procesos que se desa-
rrollan en la célula nerviosa en el momento de su actividad bajo las in-
fluencias del mundo externo. Cada célula nerviosa tiene, en promedio,
cinco_mil G.º.ntª~10s G.on otra~_ cél~las ll~ry:iq_sas Lcon los órganos de los
s.enfuto.4.~dem-ª.~ cada l;lna experimenta_.Qor 10'men.9~~ei~jJ.ife_nmies es-
tados g~llerª-les._ Es muy difícil estimar la cantidad de posibles estados
específicos que puede experimentar el cerebro, en presencia de una can-
tidad tan enorme de variables.
De esta manera, podemos plantear la siguiente pregunta: ¿cómo re-
fleja esta inabarcable combinación de procesos nerviosos que se realizan
en el cerebro la corriente ininterrumpida de acontecimientos externos,
en las diversas combinaciones espaciales y temporales? La "sabiduría
del~erebro" .n9 .~91º...§.~. º-~termina por cuántos indicadores cuantitativos
pueda elaborar, sino también-por la forma en que refleje las propiedades
del continuo eipacTotemporal defO:tÜ~Iidºj~Jeijj6 · éñ~~us :Iio~~jOs_.ªrná­
micos y en la partiCJuaridad cualitativa de sus relaciones estructurales.
Supongamos que la serie ininterrumpida de acontecimientos exter-
nos actúa sucesivamente sobre el sistema nervioso del hombre y que es-
ta acción se realiza en intervalos que pueden expresarse en milisegundos.
En esta suposición, no hay nada de inverosímil. Nuestra vida está llena
de acciones de este tipo; se puede tomar cualquier ejemplo de nuestro
comportamiento cotidiano y mostrar que se compone de acciones y
excitaciones aferentes ininterrumpidas del sistema nervioso.
No podríamos encontrar en ningún acto una interrupción suficien-
te como para considerarlo un intervalo de completo "silencio" del sis-
tema nervioso, bajo influencias distantes en el continuo espaciotempo-
ral del mundo externo.
Nuestro conocimiento acerca de las acciones discretas de los distin-
tos estímulos sobre el organismo y sobre los procesos discretos del ce-
rebro se amplía, en gran medida, por medio de experimentos tales como
el empleo repentino del estímulo que nos es necesario. Sin embargo, los
procesos que se realizan en el cerebro del animal experimental transcu-
rren con la misma continuidad que los descritos en el comportamiento
natural.
(.7)\ Es evidente que debemos considerar como una ley del trabajo del _-
~'ce.rebro, lo siguiente: en el proceso de evolución de la materia viva, la .
\ :D~nÍ\~ersal del mundo inorgánico -el desarrollo de los fenómenos en (
~ 1 continuo.espaciotemporal- condujo a que el cerebro de los anima~~.s, ~
'>-¿) como órgan~ especial de reflejo y adaptación, adquiriera la propiedad
" de que sus I2roc~sos transcurrieran ininterrumpidamente, de acuerdO""
con Jos compon~nt~s de ~§le con.tinuo en el espacio y el tiempo. ---

-.
EL CONCEPTO DE CONTINUO QUíMICO 35

Todas las variaciones de nuestro comportamiento y, como Y~~lIL~


más adelante, la elección activa, la eyaluación y la clasificación de las -..
etapas:t componentes de este continuo por parte de los organismos,
e~tán insertas en esta ley de la naturaleza -----.,
Se puede afIrmar qu~ todo lo relativo, que cambia de acuerdo con el
copjunto de millones de 'condiciones de vida, siempre está inserto en
esta ley absoluta.
_En consecuencia, deQ.emos buscar únicamente las condiciones y los
m~canismos relacionados con la forma en cómo aparece y se c0ITt orta
lQ..relatjvo y cambiante en los límites de esta ley absoluta. En esta bús-',
queda se encuentra, según nuestra opinión, el "punto de referencia)
para el estudio del trabajo del cerebro en toda su diversidad.
Al analizar las cualidades de la teoría de la relatividad de A. Eins-
t~in, M._,;P,l~nk expresa en los términos siguientes su actitud hacia las
l~yes ab~º14tas del mundo :

En la base de la llamada teoría de la relatividad se encuentra algo 'abso-


luto; se trata de la detenninación de la medida del continuo espaciotempo-
ral y , por ende una tarea especialmente atrayente consiste en encontrar lo
absoluto que otorga a lo relativo su sentido auténtico. 2 Sólo podemos partir
de lo relativo. Todas nuestras mediciones tienen lIn carácter relativo Es ne-
cesarjo descubrir en estos datos aquello absoluto. de significación llnive.:sare
~vari,able.' que se encue!ltra en ellos (Plank, 1960).

Con estas palabras, el creador de la teoría cuántica nos proporciona _o


el ~ara la investigación de cualqujer fenómenQ, incluso mllY..
v.equeño, con base en las leyes absolut.asJie1 mundo. Esta tesis, en par-
ticular, es aplicable e, incluso, indispensable, para el estudio de la evolu-
ción de la vida en la Tierra, a la que, desde luego, Plank no se refería
en absoluto .
.En la evolución del animal todo lo relativo y variable "está cosido"
cori hilos muy "visibles" a las leyes absolutas del mundo. La evolución
del cerebro ilustra lo anterior en form a evidente
En la exposición ulterior, veremos cuán finamente se adaptaron las
estructuras y mecanismos del cerebro a la captación del continuo mul-
Jidimensional del mundo, el cual favoreció el desarrollo de diversos dis-
Rositivos especiales en el trabajo del cerebro que garantizaron la super-
,vivencia del organismo.
Por ahora, volveremos a lo que constituye la naturaleza de estas
adaptaciones: la actividad de una sola célula nerviosa y los procesos
que ocurren en su protoplasma. La adaptación siempre tiene un carác-
t.eL integral, sistémico; sin embargo, en estos sistemas, la actividad de
descarga de la neurona es el proceso elemental.
2 Las cursivas son del autor.
36 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

En páginas anteriores, afirmamos que prácticamente en cualquier


--. _...'_.....- del animal o en la realización de cualquier acto conduc-
movimiento
~ _.- ~. . ~--_.~. _. .-
tual~__ el-.-C.ontinuo espaciotempQral del mundo externo actúa durante
}!licrojnte!yalqs de tiempo sobre sus órganos de los sentidos y, en con-
~eCJJ,en.ciª-,_~ºbre los elementos neuronales del cerebro. ¿Cómo reacCio-
nan los elementos nerviosos a las influencias de los componentes y de
las fases del continuo espaciotemporal?
Para contestar a esta pregunta debemos analizar las propiedades -fi-
siológicas de las neuronas cerebrales. Una de, la,uarticularidades . más
as~unhro.~de los elemento..s_n~I:Qnales del c~rebrQ, es la diversidad de
slLc..om.pnrtamiento .in.diYidu.aLY- la variabilidad de sus reacciones,a nte
las excitaciones.
EL CONCEPTO DE CONTINUO QUíMICO 37

efecto de huella, se encuentran en un est ado de acumulación ininterrum-


pida de descargas provocadas por estímulos visuales diferentes y sucesi-
vos. Basta con imaginarnos lo que acontece cuando pasamos de una ha-
bitación a otra o salimos a la calle.
La_acu_m!!laci(tn de las a~id.ade_L~ete¡minadas células nervio-
s.,as del cerebro, es indudable. os componentes aislados del COfltinU-O
~1paciotemporal externo pueden actuar sobre el aparato auditivo o vi- ""'-_
sual, con intervalos aún más cortos que los señalados anteriorm,e nte. En
consecuencia, la acumulación de actividad de las células nerviosas cons-
tjtuye utilacf6r-esénCiaI en enratJaj()áercerebro :~s importante -señalar
que esta acumulación de los componentes del continuo puede ser del
mismo tipo; es decir, pueden sucederse dos excitaciones visuales distin-
tas. Pero también puede suceder que a una misma célula nerviosa lle-
guen, con pequeños intervalos, dos estímulos de índole diferente; por
ejemplo , primero uno auditivo y luego uno visual.
Lo anterior implica que determinados tipos de células del sistema
nervioso "llevan" al cerebro la "melodía" ininterrumpida del continuo
yspaciotemporal del mundo externo. Es evidente que estas células crean
la base absoluta para los episodios de importancia vital de la actividad
nervlOsa.
Dichas células, por tanto, mantienen la inserción ininterrumpida de
lo relativo y variable en la ley absoluta-del contjnuo espaciotemporal
del mundo.
Hasta el momento, hemos abordado la última serie de argumentos
que defienden la tesis acerca de la presencia de la actividad neuronal, la
cual asegura un contacto permanente -del cerebro y, en consecuencia,
del organismo, con los procesos que se realizan en las diversas etapas del
despliegue del continuo espacio temporal.
Sin embargo, debemos plantear la pregunta siguiente: ¿qué represen-
taILlas_des.carg3.S-D.euronales que en la actualidad definimos, con ayuda--
e · de la técnica electrónica, ~omo procesos eléctricos explosivos?
~J::~rc) Hoy en día; -esIndudable que la descarga de la célula nerviosa es su
j-'J¿" ''voz'', su "grito", y que en ella está inscrita la historial del ser vivo, po-
seedor del cerebro en cuestión. La descarga refleja las múltiples influen-
cias que llegan a esta célula nerviosa;_sin embargo, es un efecto derivado.
de procesos químic.us...m.~ecializad os, provocados por las excifa.cio-
_ nes recibidas por la célula~
/~ Así, los impulsos que llegan a la célula nerviosa se transforman, en
J./ su protoplasma, en un proceso químico que secundariamente conduce a
la descarga eléctrica.
Cualquier influencia o excitación que actúa sobre la célula nerviosa
pasa por un estadio de transformaciÓn química, ]a cua] determina la codi-

1I ficaciÓn del resultado integral en la actividad nerviosa de la célula, en


forma de uno u otro impulsos nerviosos. Esta tesis nos conduce a la
38 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

conclusión que constituye el objetivo fundamental de esa parte deltexto.


Las descargas de huella ocasionan en cierto tipo de células nervio~_as
ql;le los procesos químicos de la neurona, provocados por las influencias
anteriores, sean recubiertos por nuevos procesos químicos, generados
,por el siguiente componente del continuo espaciot~mp,ºt:ªl.
Dicho con otras palabras, tras la superposición de impulsos ner.yio-
s.o-..S_o de_sc_arga,LCJ;Jylª.res, debemos observar también la acumulaci~!l de
los...procesos Químicos de la neurona en conjunto. Sin embargo. eLcon-
tinuo d.e _a.C,Ql).t.e..~im.Ümtos del mundo externo no tiene pausa ni fin. En
consecuencia, la_ mayoría de las células del cerebro se encuentra inmer-
~ inint~~_!!!.Q!damente en el continuo químico de las reacciones pro-
~>t- yocg..d.ª.~J~.n.iQrm.ª-permanente Y.nmetida por los factores excitante_s.
7'.~O Por tanto, en el protoplasma de las células nerviosas del cerebro ser
~' reqJ(za un continuo químico que refleja los acontecimientos del I!!:tIndo)
i§t~ xterno, es decir el continuo es aciotem 9ral.
C~' Lo anterior constituye la base sobre la cual se construye la grandio-
sa diversidad de las manifestaciones estructurales y funcionales del
cerebro.

EL COMPORTAMIENTO COMO CONTINUO


DE RESULTADOS

Con base en la secciÓn anterior, concluimos que los procesos ce~e­


brales están ligados entre sí y constituyen una cadena de procesos. quí-
miCOS~¡~~ =~n inintemunpidamente de acueIdo con la acción de
las excjt i simismo, afrrmamos que la huella de estas fluctua-
cjone~.itabi1idad, expresada en la activjdad de descarga_de la
ne~rona, constituye el eslabón que une lo anterior con lo post-8fior. En
es.t o consiste, a nl!~stro juicio__lª_na1uraleza neurofisiológica del con-
tiDuo químico del cerebro.
. Sin embargo, esta descripción de los procesos cerebrales puede pro-
vocar en el lector las siguientes preguntas: ¿cÓmo puede construir este
pr.Qceso 'aparentemente monótono de sucesiones químicas toda la varie-
dad de actos conductuales. del animal y el hombre, que en forma . tan
e~acta y dinámica adaptan al organismo a los cambios del mundo _ex-
terno? , ¿cómo puede el acto conductual, que posee diferentes estructu-
ras anatómicas en las diversas etapas, realizar este continuo químico?
Mediante un profundo análisis de la cuestión, entramos en un área
de regularidades muy interesantes, donde la evoluciÓn de la estructura
del sist~Jna nervioso está adaptada de manera admirable a la ley absolu-
ta del con~4t.!:lQm.espaciotemporal del mundo, el cual creÓ el continuo de
lo~ l?!~s químicos del cerebro. Este análisis nos convence también
de que el cerebro, en el-PI~Qd.e_.eYo]lJcjón, elaboro estructuras-espe........
J
EL COMPORTAMIENTO COMO CONTINUO DE RESULTADOS 39

ciales y relaciones mutuas entre ellas, destinadas especialmente a la


reproducción del continuo espacio temporal del mundo externo y a la
inclusión en ellas de los momentos de importancia vital.
En efecto, el desarrollo de las estructuras cerehrales que pogeell la
~'q; capacidad de activación generalizada, es decir, de difusiÓn de lasinf1uen-
~~ ~~ias activantes sobre el cerebro, aseguró una de las funciones más impor-
cQ..o-' tant~s de los actos conductuaJes: su carácter señaJizadru:. En la actliali-
~~ da~" es muy importante comprender el mecanismo concreto de esta
~~..[\. aCCIOno
e..' Supongamos que en el mundo externo se desarrolla, con ciertos in-
tervalos de tiempo, la acción de una serie de excitaciones sobre el cere-
bro. Como sabemos, una gran cantidad de células cerebrales unen inin~
terrumpidamente los efectos químicos de estas excitaciones. Pensemos
también que_estas excitaciones no tienen ninguna significación sustan-
cial para el organismo, es decir, no 10 amenazan con una desgracia ni le
traen alegría.
Ahora, consideremos que en esta serie de excitaciones externas del
continuo espaciotemporal, uno de los excitantes es peligroso Rara~la
.vida o para la integridad del organismo, .es decir, que provoca-Una fuer-
te reacción dolorsa. Cqn ello, el irritante excitó todo un conjunto de
procesos biológicos i~p-ªtos, importantes en la zona del tronco cerebralt\;-·1
y del hipotálamo. Estas excitaciones ascienden hasta la corteza y, en su--.....
caso, excitan .J?ositivam'e nte todas las células del nivel cortical. Así, es
difícil encontrar una célula de la corteza de los grandes hemisferios que
no haya reaccionado, con el aumento o la inhibición de sus descargas,
a la excitación proveniente de la formación reticular y del hipotálamo.
Imagin~f!10s qué es 10 que ocurre en las hue]Jas que quedaron de lag ..
anteriores excitaciones, las cuales actuaron sucesivamente sobre el orga-
nismo antes de que éste recibiera la excitación dolorosa. Algunas de las
células corticales conservan las huellas de las excitaciones que actuaron
sobre ellas; es decir, se encueotraaeo uo estado..de._extinción de las-des-
cargas Por elloi-es natural que cuanto más cerca haya estado la irota-
ción del momento de la fuerte excita" sa, más clara sea la hue-
lla de ésta; la cual coincide con el estado doloroso. Para la teoría de os
reflejos condicionados, esto sería "una señal brevemente demorada".
Gracias a esta coincidencia entre las huellas de las anteriores irrita-
,
ciones indiferentes y la excitaciÓn generalizada proveniente de la for-
Il)ación reticular y del hipotálamo, se origina un cuadro interesante: en
cualq uier lugar en que se encuentre el estímulo anterior será "alcanzado"
en forma inevitable por la excitación dolorosa generalizada, verificán-
cJose el encuentro, también inevitable , de los dos procesos químicos en
el protoplasma de una misma célula nerviosa. Éste es el momento del
"acoplamiento" químico de las "químicas" anteriores con la "quími-
Pi" de la excitación doloros~.
40 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

¿A qué lleva este encuentro y, lo más importante, cuál es su resul-


tado químico? En cada caso, cuando se repite la sucesión de las mismas
influencias..eJeternas, el pr.oceso transcurre por enlace.u}.e rviososqlie·-s·e
fijaron químicamente a~ ~e ~;o~~ación de las reacc~la- exci­
tación dolorosa, aunque1a cadenad~excitaciones que la preceCIClLno
~'estuviera reforzada por las acciones correspondientes. Dicho con oJ.! as
v' palabras, se realiza una verdadera anticipación a los componentes Ael
~ continuo espaciotemporal del mundo externo por parte del proc.eso
, ,r)' químico cerebral específico, Desde un punto de vista conductual, 10
;f anterior <2.o nstituye la reacción de señal o reacción preventiva, de
( -acuerdo coh-_._-"---" I.P, Pavlov.
.
La acción del continuo químico en el cerebro de los animales y del
hombre, durante la constante aproximación al punto cardinal del con-
tinuo espaciotemporal del mundo externo que tiene una significación
biológica vital, es un hecho indiscutible. Por tanto, es importante esta-
blecer qué influencia ejerce este continuo sobre la formación de los
actos del comportamiento.
~ Con el fin de ~vitar confusiones~ ~~~e destacar una ¡m.portante ela-
bI~r P.ª, del desarrollo lIgada con la adql)l~lCIOn, por }QS.-SUgS VIVOS, de-la·ca-
~~ln.acidad para el libre desplazamiento~SÍ!1 cambiar el contenicl!Lprinci-
pal de la dependenciíLdel continuo químico con respecto al con.tinuo
espaciotemporal det munqo e)5:terno, el mo imie 10 ihr..e____crea, sin
ell'1 barg0...l_Jas condiciones para un gran salto en el desarrollo del ~om­
p.9rtamiento adaptativo de los animales.
En efecto, ahora es el propio animal, moviéndose de mapera in-
dependiente en diferentes direcciones, el que crea el continuo de es-
tímulos externos _ge sus '.lnalizadores, como si se pusiera é] mismo "bajo
sUacCi~1-'continuo comienza a influir en forma directa en la cons-
, , -' '' '

tr~ deLEoniport~m~~!}to dirigido a una finalidad o a un de.s.tino


esp~ci.ªL_ el cual cO.Q~i~~~ en la búsq~eda activa de los componentes del
continuo externo que determinan la satisfacción de ciertas ne.Q.esid.ades
del organismo:Erorganismo comO"'sistema-~bierto" busca activamen-
te para sus "entradas" los componentes de que carece y que están pro-
gramados en forma exacta por su metabolismo.
En este caso, nos enfrentamos con "tIna nueva regularidad que, por
así decirlo, atraviesa en forma continua todas las etapas de la vida en la
Tierra. El desplazamiento del ser vivo creó las condiciones para el desa-
nollo del continuo conductual de los animales, debido a que en la ac-
ción sucesiva de los agentes externos sobre el organismo, en el pro..Q.C"so
de su desplazamiento activo, no encontramos inte.rrupciones en la acti-
vida.~Lcie . a.eic_arga qyímié-a condicionada de las l!eurQ!!~.
Sia embargo, aquí surgió algo nl!..~..Y-0---5~ trata del resultado benéfico
de la actividad del anima], que se realiza en el proceso de su relación
activa
-----.-con .....el
_ - continuo espaciotemporal del mundo externo. Se,.puede
-------_. . .

'.
CONCLUSiÓN 41

(l~!I1Qstrar gue cualquier acto conductual inserto en el continuo espa-


ciotemporal, este acto consiste en u...na cadena de resuJtados Úti]es.
Con base en una valoración amplia del comportamiento, observa-
..)°mos que se trata de la misma regularidad : el comportamiento del hom-
':$-..(' bre en el continuo eS12aciQtemporal se manifiesta como un continuo de
(>o~VÓJ grandes y pequeños resultados, con la indispensable evaluación de cada
cY ~ uno de ellos mediante la aferentaciÓn en retorno . .
if De esta manera , definimos en la fórmula citada, la ley de construc-
- {P cjón ~el comportamiento de Jos seres vivos, según la "cual este compor-
tamIento representa una cadena ininterrumpida de resultados con la
posterior valoraci6n de su suficiencia. E~ce.so interviene]a "pan-
talla-biológica"J a..J;IDlJ c1asifica ]a importancia del resultado @ introduce
un elemento de reforzamiento generalizador que acumula las etapas an-
teriores de las exci~~cion ~s que han dejado su huella en el sistema ner-
vioso central.
Sin duda , las e.~~j.!ªgiones bioló;icamente im~ortantes o generado-
r~s de emociones, que cimentan lali reaccjones de buena provenientes
de._ Ias ·excitaci.ºn~..s_p-re..c.e.den.te.s~onstitu.y:en-Ia-conQ.id~ensable
para las futuras reacciones anticipatorias, bajo la acción de algún esla-
bóñ distaI!!~ d ~.L~.on.!inuo espaciotemporal. .
Así, la continuidad de los fenómenos del mundo externo se refleja
en la " pantalla biológica" como la " dis"Continuidad" de los aconteci-
mientos vitalmente importantes, separados en el tiempo , pero ligados
por el continuo de resultados poco significativos del acto conductual
íntegro de los animales y del ho·m bre.

CONCLUSION

En el presente capítulo señalamos, con base en la teoría del reflejo ,


que la ley fundamental o , de acuerdo con la expresión de Plank, ' ~ab­
soluta" del mundo inorgánico - el continuo espaciotemporal- determi-
nó todas las formas de comportamiento del animal, desde sus manifes-
taciones más primitivas hasta el hombre.
La aparición de la vida: en la Tierra permitió reflejar, en el micro-
mundo ·-deJas reacciones moleculares de la materia viva-;tOCIOs-ios-ma-
~roprocesos que ocurren en grandes intervalos de tiempQ; con ]0 CJlaLse
crearon las condiciones para "adelantarse al futuro" y, en consecuencia,
_~a 'formación de un comportamiento adaptativo en alto gradQ.
o La~~an1a . , . " no refle·a asivamente el continuo del mun-
~",~o externo... Al introducir en él las" ·dades e a VI a ,ya asegurar
CP~' ~ su .canse aci' n sub ., ., . estas
'~ necesidades fundamentales . De esta manera , se organizó el continuo de
?' res,ul!ª_g_Q§" en el cual los resultados " pequeños" que están en el camino
42 CAP. 2. ASPECTOS FI LOSÓFICOS

de obtención de resultados "grandes" y "grandiosos", se funden en un


único continuo de resultados de la conducta que acompañan a la vida
desde su nacimimiento hasta su desaparición.
Es importante señalar que todas las tesis expresadas acerca de la es-
tructura de la interrelación de los mundos inorgánico y orgánico no son
puramente teóricas, sino que poseen una importancia práctica.
Es casi innecesario indicar que tal generalización, que cambia signi-
ficativamente el enfoque investigativo, debe ser discutida con benevo-
lencia por todos quellos a quienes resultan caros los temas planteados
en este capítulo: filósofos, biólogos, fisiólogos, etcétera. Dicha discu-
sión nos ayudará a examinar el trabajo del cerebro, objeto de nuestros
esfuerzos de investigación cotidianos.
Po~~!ra , parte, en nuestros días, estudiosos de muchas disciplin~s
c!entíficas analizan co~ran ate:p.ción las posibilidades del enfoque sis-
témico, las cuales permitirían cQmprerule.r~ello que no ~sible
abarcar con un enfoque analítico o, como se expresó V.A. Enguelgardt,
"con la acumulación reducida de materia". Este enfoque es, en cierta
medida, un gesto de desesperación; es evidente que nos encontramos en
peligro de hundirnos en la abundancia de materiales referidos a proble-
mas "particulares", no ligados a un sistema, y esto amenaza con la pér-
dida de dirección.
Uno de los más notables neurofisiólogos, quien recibió el premio
Nobel, J. Eccles, expresó lo siguiente: es necesario estar en el centro de
la lucha por el problema del cerebro para advertir que por lo menos el
95% de las investigaciones publicadas no son suficientes para la elabo-
ración de una teoría general. Lo anterior no sólo se refiere a la neurofi-
sio]ogía, sino también a otras ramas del conocimiento.
De esta forma, las búsquedas de la clave que una el nivel integral y
el analítico de obtención de datos, es el prncipal problema que conti-
núa planteándose no sólo en el plano de la cosmovisión, sino que tiene
también un carácter puramente práctico.
Sin duda, también son .imprescindibles las generalizaciones de los
materiales analíticos particulares, ya que pueden utilizarse existosa-
mente en la actividad práctica y en las generalizaciones teóricas. En el
presente, esta búsqueda del sistema se realiza en forma muy intensa.
Basta decir que en una serie de sociedades, revistas, simposios, etc., se
ocupan del estudio de los sistemas; es decir, el sistema se ha convertido
en un faro que ilumina el camino hacia el experimento y la investiga-
ción científicos. Aunque la tendencia a ligar el nivel integral y el par-
ticular con el nivel de los resultados de laS' investigaciones analíticas, se
ha fortalecido de manera significativa, debemos encarar este fenómeno
en forma crítica. Cabe aclarar que este movimiento científico aún no
posee una lógica estricta, indispensable para unir los dos niveles de in-
vestigación. La ausencia de una lógica estricta en el planteo del proble-
CONCLUSiÓN 43

ma de qué se busca y para qué, condujo a un callejón sin salida a una


serie de investigadores y pensadores, entre ellos al mismo L. Berta-
lanffy.
Por tanto, es indispensable resolver para qué buscamos una defini-
ción de sistema aceptable. El objetivo de esta búsqueda es que el resul-
tado fmal pueda ser realmente productivo.
Dicha tarea consiste, en realidad, en llenar el abismo que separa el
nivel integral y el del resultado particular en muchas ciencias. No se
puede llenar esta sima con palabras ni con defmiciones; es necesario
elaborar principios de trabajo eficaces al respecto. La ejecución de esta
tarea ayudará a eliminar dicho abismo.
Sin embargo, estas cuestiones aún no han sido -resueltas, lo cual
significa que la lógica de desarrollo del problema exige ante todo su
solución. Si no las resolvemos, permaneceremos en el nivel de las
formulaciones verbales y no alcanzaremos el resultado que pueda dar la
definición del concepto de sistema.
La tarea que nos planteamos en nuestro trabajo práctico y teórico
consiste precisamente en eso. Cerrar este abismo implica formular el
principio de trabajo "que, por una parte, se encuentre en el área de las
integraciones, es decir, que tenga los rasgos del todo integral, y por
otra, en el área analítica. En la condición descrita, este principio sirve
como correa de trasmisión entre el todo y sus partes.
La concepción del sistema funcio nal representa, para nosotros, es-
te principio. ~l sistema funcional permite realizar investigaciones en
9ualquier parte del todo, con ayuda de un método (microelec1rünfco,
_de electroforesis, etc.). Pero estas investigaciones se encuentran en una
estrecha unidad gracias al sistema funcional, el cual determina dónde y
, cuándo se llevan a cabo las investigaci~nes. - "~
Semejante posibilidad surgió de la resolución de las dos cuestiones
que no habían sido explicadas en el enfoque sistémico, pero sin las cua-
les es imposible avanzar. .
La primera cuestión que planteamos, y que en la época actual tuvo
una resolución satisfactoria, es la siguiente : todas las defmiciones cono-
cidas de sistema tienen como leimotiv el principio de la acción recípro-
ca (del conjunto de componentes, de la relación entre los componen-
te~, etcétera).
Si se cuenta la cantidad de células y de sinapsis, es decir, de excita-
ciones que recibe cada célula aislada, la cantidad de interacciones posi-
ble en el cerebro se expresaría por una cifra de enorme magnitud: la
unidad seguida de tantos ceros que llenaría una cinta de 9.5 millones
de kilómetros de largo. ¡Esta es una cifra más que astronómica! Y claro
que la naturaleza se desarrolló con base en el aumento de estos niveles
de libertad, de estas posibles acciones recíprocas. Pero hubiera surgido
un caos si todas estas acciones recíprocas se hubieran organizado de
44 CAP. 2. ASPECTOS FI LOSÓFICOS

improviso en un único sistema. He aquí la causa por la c~al la palª.pra


"regulaciót:!~' cobra importancia en la definición de ios sistemas. Sin
embargo, si introducimos este término, pero no ponemos al descu-
bierto las fases según las cuajes se regula el conjunto, no estaremos
lejos del concepto de entelequia, es decir, de la afirmación de que
alguna fuerza -irrumpe en el sistema y lo ordena. Por tanto, es indis-
pensable analizar el sistema y qué es lo que regula esta multiplicidad
de grados de libertad.
Muchos experimentos realizados en nuestro laboratorio, mostra-
ron que este._fac1o.r.....r.e.guladOLeLeLmJl.lm.do de la actividad de~ siste-
ma. Solamente élIH!ed~).. _.p_OLJI1edio __(l~Llª_..ryt!,oalimentac~~.!1 (como
lla1)1an los cibernéticos a la aferentación en retorno) actuar sobre_el
sistema, seleccionar los grados de libertad y dejar sólo los que ~9ntri­
buyen a la oht~ión de] resultado determinado.
El- resultadºH_ ~j~I~~L11.nª-infJ.u.encia.J.mperatiya sobre el sistema: si
es inSlifrde.nt~:. JíL info.oua.ci61L.S-º_bre esta insuficiencia reconstruye in-
mediatalllente _.JQd.o u eL..sist.em.a,J.~lecciona los grados de liberÚid y,
por. últirUQ, .. r~laQiQ11ª_c.a_d.a__~1~nl~!lJo "'-º-Qr.LJOS grados de libertado_que
contrib.u.y.eILa.Ja __ .obtenciánJlel resultado necesario. La introducción
deLresultado-_como . .factor.-integr.ativ.ü-permitió descubrir la forma de
regulación de los sistemas.
. El segundo" problema importante, aún no resuelto por el enfoque
sistémico en los países occidentales, en especial en Estados Unidos,
consiste en lo siguiente: mientras se salte directamente del todo al
detalle analítico, será difícil obtener un resultado positivo en la utili-
zación de las ideas sistémicas como instrumento de investigación coti-
diana. El sistema funcional llena también esta laguna, debido a que
posee una arquitectura operacional de trabajo determinada, con un
mecanismo y con particularidades específicas, que permite el plan-
teamiento del problema en un plano analítico. _En el sistema funcio-.
nal existe el estadio de la síntesis aferente y en éste se resuelve .la
cuestión acerca de qué resultado debe ser obtenido.
La introducción de conceptos fisiológicos determinísticos elimi-
na el aspecto teleológico del todo. El todo es algo programad<?. ,en
los ,parámetros aferentes del resultado fu~uro. Consideramos que,
debido a que los enfoques científicos del todo son posibles en el
material neurofisiológico (como bien lo demostró I.T. Frolov), este
problema es racional y no es necesario introducir ninguna teleología.
De esta manera, nos enfrentamos con un problema filosófico, o
mejor dicho, con la necesidad de elaborar una generalización filosófica
que aclare el proceso que ocurre en el sistema funcional hasta la obten-
ción de los resultados.
Hl aceptar de la acción es un aparato que, al obtener un resultado,
toma_la decifiión y codifica sus propiedades hasta que se realice. Esta

-,
CONCLUSiÓN 45

circunstancia nos condujo a la siguiente reflexión: ¿cómo es posible


esto? La ley de la teoría reflexológica es la entrada progresiva de la
excitación; la ley de la progresión es el principio fundamental de la
teoría reflexológica.
En el momento de la toma de la decisión se realiza un proceso que
se adelanta en mucho a los acontecimientos y no se forma progresiva-
mente. Este proceso tiene un r~sultado cogificado en loS p'arámetros_
~ectores, resultado que puede ser obtenido en minutos, horas o incluso
años.
¿Cómo se forma la anticipación a los acontecimientos? pensamos} '
. que m~chos conocen la ley del reflejo anticipatorio de la realidad. La
anticipación a los acontecimientos es~ ante todo, el mantenjmiento acti-
vo, hastul momento de su realización, de la fina1idad propuesta
En el laboratorio se realizó un experimento de orden neurofisioló-
gico, sobre cuya base se logró "atisbar" y aclarar la "artimaña" que creó
la naturaleza con el mantenimiento prolongado de la fin~lidad de la
acción.
¿Qué fuerza conserva la finalidad hasta el momento de su realiza-
ción? El sistema reflector. N.~estras acciones proporcionan ramifica-
ciones de la excitación, que se acumulan en algunas partes del cerebro ,
y estos impulsos se dirigen en retorno a aquél, a la corteza de los grandes
hemisferios y allí producen la energía permanente para la formación del
objetivo. ASÍ, fue descubierta la naturaleza fisiológica del mantenimien-
to:aer objetivo de manera activa, durante un gran periodo de tiempo._ -
¿Cómo ocurre esta anticipación? Debemos, ante todo, pasar a la de-
finición del espacio y del tiempo en un plano filosófico , con objeto de
enfrentarnos a una importante circunstancia acerca de la que debemos
meditar.
_.,(01.\ .Tanto en la formulación física como en la filosófica del espacio y
\~d~l tiempo, se afirma..Jlue ...lli....Parámetro princiQal es la sucesiÓ.n. En el
ículo de V.P. Lebedev y V.S. Stepin (1970), se sostiene que la
sucesión es el parámetro principal del tiempo. Al plantear esta cuestión
en forma diferente, quisiéramos discutir aquí este aspecto.
La teoría física del tiempo parte del tiempo real absoluto, es decir,
. de aquello_que exist~ fuera del m!lndo orgál}iQo y Q.lliLeXistía antes de
la formaciÓn de la vida en la Tierra, Pero apareció la vida y se insertó
por medio de innumerables mecanismos en todas las leyes del mundo
que existían antes de su surgimiento.
Por tanto, sería válida la pregunta que nos planteamos: ¿cómo se
inscribe el organismo en la ley fundamental del mundo? Resulta que
el aceptor de la acción, en los límites del sistema funcional es uno de
los índices que existe a lo largo de los millones de años de evolución
de los seres vivos.
¿.P.ued~~J organjs.ULQ._in~rt.ars.e_...e.n el ti emp.o.,-c.u..YD- único . pará-
46 CAP. 2. ASPECTOS FILOSÓFICOS

m_~tIº .~~_hLsucesividad? No. No existiría ningún género de vida en nue~­


tro planeta. .
, ¿Q!!~Jª._§'y"~esión? Es la secuencia de un acontecimiento del mun-
do externo seguido de otro, tales acontecunlentos pueden no -repetir-
sC2--eii esle · cásQ:Ta-=PQSlliilidad~_dfLpennanencla de la vida quedaría eli-
/\- minada por completo. Sin embargo, otro.s.....parám~tros del tiempo__.(la
-:~~ reQeticiful y el carácteLritmico de los acontecimientos del mundo
.(~-..,-o .e..xterpo) favorecieron el desarrollo de la vida. ¿Por qué es así? Si el
, espacio en el cual estamos insertos y que a cada segundo actúa sobre
nosotros constituye un continuo y el cerebro es el órgano de la adap-
tación, entonces ni un minuto de este continuo puede pasar por alto
al cerebro. De otra forma, la adaptación a los acontecimientos del
mundo externo no sería posible. El organismo no habría sobrevivido
y la garantía de la selección natural estaría excluida. Por tanto, exami-
namos al cerebro centrados en el plano de cómo pudo reflejar el con-
tinuo espacial.
Determinadas células ºe~~o~as continúan sus reacciones a las excita-
ciones externas aun después de terminada la acción de la excifación
inmediata, dej(lJg!o l!!1i .fierta ··" hueÜa". Esta "huella" se manifiesta en
las descargas pe las célu..l.as n~ITiosa~.L~º.t.!J~_as~. en los procesos químicos
de la misma célula, en los procesos iónicos X J!?_et~J.?6licos . sm-embargo,
en el continuo deL mundo __. _extemQ.~~QS aGQntecimientos s~. suceden
mu~ho más rápido. . __e _inin.tefIllmpjdamente_..Q.Qe..lQ...Q]J~llllede trabajar
una célula ªislada. Por tanto, es natur.aLqu.e...cada..nueyo acontecimiento ,
como mostraron los experimentos realizados desde este punto de vista,
se estratifique sobre otro.
De acuerdo con lo anterior, no podemos imaginar que exista una
impresión extern~ que no deje su "huella" en los procesos químicos.
En consecuencia, nos hallamos ante una nueva área de investigación,
que a primera vista es inabarcable. ¿Cómo puede el mundo, con esta
corriente ininterrumpida de acontecimientos que provocan a su vez una
ininterrumpida corriente de procesos químicos en el cerebro, percibirse
en forma sensata?
Resolvimos este problema en un plano teórico. La cuestión consiste
ahora en lo siguiente: ¿por qué camino transitar en las investigaciones
posteriores?
En el mundo inorgánico, la sucesión física de los acontecimientos
") externos representa sólo una sucesión en el espacio y en el tiempo. Para
I el hombre, no todos los elementos de este continuo espacial y temporal
I son igualmente importantes. He aquí la clave para la explicación de por
qué el organismo superó este aparente caos en las reacciones a los acon-
tecimientos externos. La especificidad del sistema de trabajo del cere-
\ bro no sólo consiste en reflejar el continuo espacio temporal, sino que,
!¡ además, gracias a la capacidad especial de la sustancia viva, en acumular
REFERENCIAS 47

la experiencia del pasado. Esta propiedad del cerebro humano se expre-1 (


sa en la capacidad de anticiparse a los acontecimientos, capacidad utili-)
zada en el transcurso de la evolución.
Los problemas esbozados revolucionan, en cierta medida, nuestro
proceso investigativo, el cual, en la actualidad, debe ser reexaminado.
Ésta no es una tarea exclusivamente nuestra: surge la posibilidad de
trabajar en conjunto, ante todo con los filósofos.
Esta reunión haría surgir esperanzas. Podemos proporcionar una
serie de generalizaciones e ideas, sin las cuales es imposible avanzar.
Es verdad que en ocasiones las generalizaciones, ideas y concepciones
son destruidas y se construyen otras nuevas, pero el estudioso debe,
desde el inicio de su trabajo de investigación, considerarlo como un
hecho irrevocable. Las hipótesis envejecen y si se conservan provocan
dudas acerca de su idoneidad. Cabe agregar al respecto las palabras de
C. Bernard : " i Qué felicidad destruir una teoría, en particular la propia!"

REFERENCIAS

Beritov, I.S. Estructura y funciones de la corteza del cerebro, Moscú, 1969.


Lebedev, V.P. y Stepin, V.S. "El aspecto gnoseológico del concepto de tiempo" .
Cuestiones de filosofía. 1970, núm. 10.
Plank, M. La unidad física del esquema del mundo, Moscú, 1960 .
3
Cuestiones de principio
de
la teoría general
de los
sistemas funcionales 1

PREMISAS GENERALES
-4..
J

Es difícil situar en la historia de la civilización el momento pre.ciso


en que surgió la idea de la integridad del mundo. Es probable que en su
primer intento por comprender el mundo, el hombre se haya enfrenta-
do con la admirable armonía entre el todo, "el universo", y las partes
aisladas. Sin embargo, el intelecto humano se relaciona constantemente
con lo inmediato, con sU ambiente y con los fenómenos de su "nicho"
aislado, lo cual· influyó de manera radical en el curso de la actividad
cognoscitiva.
LQ .iI?-~~~ijato a~quirió una gran importancia práctica para el per-
fecciQna_nÜ~nt.Q_..º~_.la actividad adaptativa del hombre; por tanto,- el
toº--o. ª.bstracto fue obi~.!o de su actividad cognoscitiva posterior.
A-PMtiL-º_e forma&._d.i.L\lsas e indiferenciadas, el todo adquirió
_\ . Pr9gr~sivamente la sig!!.i licªfión de~ organizado, con una intera<?.:.
~~~·ci9.!!_ .ª .r mónic_ a permanente de sus partes. pe esta manera, se originó
)\~\h'- el .mºvÍ1I!iento científico que en la actualidad recibe el nombre de "en-
;~"\.,~ f.Qque sistémico".
Si se analizan los éxitos de la biología contemporánea y se reflexio-
na sobre los intentos por generalizar y comprender su importancia, re-
sulta evidente que el enfoque sistémico es la dirección más adecuada
en todas estas búsquedas.

1 Publicado en Los principios de la 'organización sistémica de las fun ciones. Moscú, 1973.

48
PREMISAS GENERALES 49

Semejante éxito del enfoque sistémico es del todo comprensible.


El considerable aumento del número de publicaciones en el área de
ciencias naturales provocó un crecimiento impetuoso del sentido de in-
defensión del investigador ante la diversidad de hechos analíticos. Con
respecto a esta cuestión, se expresó de manera elocuente el físico
contemporáneo Oppenheimer, al afIrmar que en la actualidad "el inves-
tigador cuanto más sabe más siente su ignorancia ... " (citado de Jung,
1960).
Es evidente que sólo algún principio superior ayudará a compren-
der los enlaces lógicos entre los hechos aislados y que únicamente este
principio permitirá proyectar nuevas investigacione~en forma más exi-
tosa y en un nivel más elevado.
Los partidarios del enfoque sistémico subrayan de manera insis-
tente, que el sistema constituye el principio isomórfico que penetra
l~s fronteras establecidas entre las diferentes ciencias, a pesar de Que
éstas estudian fenómenos de diversa índole: .los organismos, la socie-
dad, las máquinas, etcétera.
D~ lo anterior se desprende que las búsquedas del "sistema" como
principio general del funcionamiento de una gran cantidad de fenóme- ~.
nos~ puede ofrecer mayores aportaciones en el estudio de los ~Focesos­
particulares Que los métodos analíticos. Gracias a la valoración del
papel del enfoque sistémico, surgieron diferentes direcciones de bús-
queda. En primer término, se analiza la organización de los grandes
sistemas biológicos, con objeto de ligar la conducta del organismo
y el nivel molecular de los procesos incluidos en este comportamiento.
En segundo lugar, se estudian las leyes de formación de los grandes
sistemas en los fenómenos socioeconómicos (V.G. Afanasiev, B.S.
Ukraintsev), en los aparatos mecánicos, etc. De acuerdo con la co-
yuntura conceptual general, a estas clases de fenómenos se les agrega
también la interpretación de dispositivos mecánicos con capacidad de
autorregulación. Esto orienta el pensamiento hacia nuevas búsquedas,
a la formulación y descubrimiento de nuevas regularidades, circunsfan-
cia que, en la actualidad, es la más importante en el área de un nuevo
y progresista movimiento científico: el enfoque sistémico.
El avance de este movimiento se distinguió, en los últimos diez
años, por las radicales intervenciones de algunos entusiastas, en las
cuales el. papel del sistema en el desarrollo de las ciencias y de la
~ocieda4 cobra tanta importancia que se comenzó a hablar del inicio,
~n la ciencia, de la "era del sistema" (Ellis). De igual manera, se perfi-
ló la tendencia a la separación del enfoque sistémico como ciencia
especial, "la sistematología" (G. Pask, V.M. Glushkov). El cuerpo de
investigadores de la NASA2 propone distinguir una ciencia especial

2 National A eronautics and Space Administration. Estados Unidos de América.


50 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

sobre los "sistemas biológicos" (Biological Sistems Science, 1971). ·


Recientemente, se publicó una monografía especial, Toward a general
science o[ viable sistems, en la cual se formulan algunas tesis acerca
de esta ciencia (Iberall, 1972).
De esta manera, ha aumentado la atención hacia el enfoque sistémi-
co; no obstante, Kalman, Falb y Arbib, en su libro Ensayos sobre la teo-
ría matemática de los sistemas, lo catalogaron como "un área atractiva,
pero desordenada". Como veremos más adelante, es posible concordar,
en cierta medida, con estos autores.
Es difícil estimar ._~uáI!~o se C['~9 la necesidad de utilizar el e~foque
integral para explicar las funciones del organismo. Esta necesidad la
experimentaban prácticamente todos los investigadores, pero la resol-
vieron de diferentes maneras. Algunos científicos negaron la existencia
de algo específico en la organización integral e intentaron analizarla
sólo a partir de las propiedades de los elementos de las formaciones in-
tegrales. Así, se creó el enfo ue mecanicist~_~ara la explicación del
todo.
Otros supusieron que el conjunto de elementos del organismo se
convierte en un todo organizado con la ayuda de cierta fuerza no or-
gánica, la cual se encuentra en un "estado supraorgánico" y posee la
cualidad específica de "dar un alma"; por ejemplo, la " entelequia"
de Drish, el "mnema" de Bleuler, la "fuerza rectora" de C. Bernard,
etcétera. Los vitalistas esgrimieron este punto de vista, aunque algu-
nos de ellos evaluaron la integridad de manera objetiva.
La superioridad de~ _e~!u_d~2...~el orsªnismo íntegro se expresa,_con
e~spe~_~.~l .fue.!~a, en los primeros trabajos de I.P. Pavlov. Así, expresó
a fmes del siglo pasado que las funcioIl~~_.normales del organismQ_de-
ben estudiarse no en el ani1J)jlJ._.l@j!ado en sus desplazamientos, es
de.cir, en condiciones de vivisecció~L~i!!~._~_~ el animal íntei~~ no
na,~cotizado. De esta forma, realizó posteriormente sus famosos mé-
todos de investigación: el estudio de la presión árterial, los méto-
dos de fístula durante el estudio de la digestión y, por último, el estudio
de la actividad nerviosa superior.
Sin embargo, la fisiología de los siglos XIX y xx se caracteriza por-
que en ella coexistieron tendencias contradictorias. Junto con la ne-
cesidad de estudiar el organismo íntegro, que funciona dinámicamente,
el fisiológo se encontraba aún bajo la influencia del análisis por segmen-
tos del organismo y con frecuencia se limitaba a la investigación de sus
mecanismos fmos, sin relacionar los resultados con principios de orga-
nización más profundos.
En los últimos años, la tendencia al estudio de las regularidades
específicas del organismo íntegro se convirtió en algo inevitable, aunado
a la desilusión creciente de los investigadores con respecto a la produc-
tividad del enfoque analítico en la investigación y análisis de los resul-
PREMISAS GENERALES 51

tados obtenidos. Es indispensable formular un prmcipio de trabajo que


pueda arrojar un "puente conceptual" entre los datos obtenidos du-
rante el estudio de los fenómenos en el animal íntegro y los que se lo-
gran durante el experimento analítico fino.
En realidad, este problema atañe no sólo a los biólogos, sino también
a los físicos, los economistas y otros científicos. Basta con estudiar la in-
teresante discusión entre Niels Bohr y Albert Einstein,-para-comprender
el problema de la elaboración de estos nuevos principios del enfo<Iue
integral hacia el objeto estudiado. En esta discusión, se enfrentaron dos
enfoques del problema de cómo garantizar el nivel del todo en la inves-
tigación científica del organismo y, al mismo tiempo, no perder las ven-
tajas del análisis más fmo.
Como es sabido, Bohr expresó su punto de vista en la concepción
conocida como "principio de la complementariedad". De acuerdo con
esa concepción, el todo y el enfoque integral deben proporcionar al
investigador la posibilidad de encontrar características complemen-
tarias en el objeto estudiado, que refleje las características del todo. ?
Bohr considera que ' las condiciones de la observación, es decir, el es-
corzo desde el cual observamos al objeto estudiado, pueden cambiar
en el proceso de investigación y proporcionar puntos de apoyo com-
plementarios para el conocimiento del objeto. Este enfoque amplía
las posibilidades de estudio del objeto íntegro y coloca al investiga-
dor en la posición de observador que determina cómo se constituyen
los fenómenos observados.
Albert Einstein, por el contrario , trató de encontrar un enfoque
que sustituyera al fenomenológico de Bohr por uno' dinámico, que
per-mitier~.~netrar en la naturaleza de las--'lC_ciones ffilltllas-internas
de cualqui~r fenómeno íntegro complejo.
Mill!ltras que con ayuda del enfoque fenomenolÓ ico del proc~~o(
integral 'Se" puede determinar cómo están construidos los obje.to..s...es: - _/
diados, el enfoque de Einstein representa un esfuerzo por mostrar la:
regularidad descubierta empíricamente como una . n . , ·ca.
s lffiportante subrayar que la discusión entre los dos más grandes
sabios de nuestro tiempo acepta como algo definido la búsqueda de un
principio de transición del enfoque integral de los fenómenos. Se trata
sólo en qué forma este principio podría ser más efectivo para el trabajo
científico, ya que el enfoque integral en general, al permanecer como
un sueño del investigador, no ofrece ninguna solución constructiva para
la formulación de las tareas de investigación. Sin embargo, la experi-
mentación "integral" y la analítica coexisten en dos planos paralelos,
sin enriquecerse mutuamente.
La aparición del enfoque sistémico dio a los científicos la esperan-
za de que, finalmente, "el todo", de forma difusa y no constructiva,
pasara a tomar los exactos contornos de un principio de investigación
52 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

¡
'. f

operacional. Sin embargo, antes de analizar las causas por las cuales no !
fue encontrado este principio, queremos hacer una breve evaluación del
.desarrollo del enfoque sistémico en las diferentes escuelas de fisiología. '
El término "sistema" tiene un origen muy antiguo y casi no existe
orientación científica que no lo haya utilizado. Es suficiente recordar el
"sistema de circulación sanguínea", el "sistema digestivo", etc., que
hasta el momento son catalogados por algunos investigadores, como
expresiones del enfoque sistémico. En la mayo!Jª-.º_~Jos casos, eLtér-
mino "sis.~~!~--ª~.~ se .J!tiliza-il.9.!1qe se trata de algo unido, ordenado, or-,
gaillzaao~~_Q,..QoLl9 regulaL..J lo se menciona el criterio por el cual los '
comILorumt..e.s...ban.~ido reunidos, ordenados y organizados.
Estas insuficiencias comunes son muy naturafes~ No debemos olvi-
dar que la aplicación consecuente del principio sistémico a fenóme-
nos de distinta clase (del organismo, de las máquinas, de la sociedad),
no constituye un simple cambio d~ terminología ni la sola trasposición
del orden de los procedimientos de investigación. El enfoque sistémico
en la inve~ljgªgÓ.n_,_eS.. ,. e.L,re.sultado de la trasformación del enfo.que
teórico ha~a Ja cº.m~!"_~n~ión de los objetos estudiados, a consecuencia
dtl cambio en la forma de Qensar del experimentador. Por supuesto,
semejante proceso no puede ser instantáneo.
Como se demostrará más adelante, la carac.tyx.í§.Hca más importan-
te. ~el _,~nfog~~_ si~émico es que en el trabajo de investigación no ~uede
haber un estudio .~nªlíticº-.de cualquier objeto particular sin la ~~en­
tificación exacta de éste en el sistema. De esta forma, tanto desde el
punto de vista estratégico como práctico, el investigador debe tener una
concepción de sistema que satisfaga las principales exigencias de dicho
concepto, y después definir el asunto del sistema que será sometido a
investigación.
En el domiñio.,_d!LlaL~tigaciones fisiológicas,. quizás fue l.P.
Pavlov el primero en ut,~~~}a expresión "sistema", para ciertos c(sÜs
espe9i.ale.s, e,n _SJLtrª.bajo experimental. Nos referimos a la formaciÓn
del estereoti o dinámico. Como ,e.~ _ §ªbiº_o, este sistema se crea debido
a. que cada día..se._:te.Pl e .~ en un orden estereotipado, los mismos ~~tí­
mulos cOIglicionados. Como resultado de un largo entrenamiento, el
orden de los estímulos, exteriorizado en la cantidad (específica para
cada estímulo) de saliva segregada por el animal, se presenta incluso en
el caso en que se utilice un único estímulo.
La~ il}vesti~cione~Jectroencefalográficas realizadas en nuest.!o
la):>oratorio por A. D. Semenenko, en el momento de la creacióILde
este estereotipo dinámico, mo&tnuon propiedades muy interesantes
deLcerebrQ...colllll.un todo. Por ejemplo, resultó que ante cada estímulo
sucesivo, en presencia del estereotipo dinámico reforzado, el cerebro
prepara automáticamente, es decir, con base en el entrenamiento ante-
rior y de manera independiente al estímulo externo, el estado que re-
PREMISAS GENERALES 53

fleja el estImulo utilizado varias ocasiones en ese lugar de la serie, en


los entrenamientos anteriores. Por supuesto que los estados estereotí-
picos del cerebro que reflejan el conjunto de estímulos condicionados
utilizados en un día de experimentación, están lejos, por su sentido fi-
siológico, del enfoque sistémico que se desarrolla en la actualidad. Pero,
de cualquier forma, estos experimentos demuestran que el cerebro pue-
de, con base en la experiencia adquirida, crear estados integrales que
reúnan los estímulos utilizados, por ejemplo, durante una jornada de
experimentación, y que se ponen al descubierto independientemen-
te de la situación experimental real.
No citaremos todos los casos en los cuales el concepto de "sis-
tema" se empleó para significar algo regulado, por que es sabido que
el término es muy utilizado para la designación de fenómenos de este
tipo. Aquí nos interesan, predominantemente, los sistemas que poseen ,/
la capacidad de autorregulación perentoria, que adaptan al organismo
en forma dinámica a los cambios de la situación externa. En otras pala-
bras, nos interesan los sistemas funcionales naturales del organismo.
~l enfoque sistémico como concepción teórica, bajo la denomina-
/ cióJ? de "teoría general de los sistemas", surgió como reacción al er:e-
/-~imiento impetuoso de los enfoques analíticos en la ciencia, que aJeja-
, ban cada vez más el pensamiento creador de lo que durante mucho
ti~mpo se llamó el problema del organismo total
La teoría general de los sistemas, como nueva forma de pensa-
miento, atrajo inmediatamente la atención de los científicos occiden-
tales y tuvo una amplia repercusión entre los teóricos. A ello contri-
buyó también la organización de la edición anual de La teoría general
de los sistemas, que se convirtió en un particular club de discusión,
tanto para los partidarios como para los adversarios del enfoque sis-
témico, como concepción universal que reúne los intereses de diversas
ciencias.
Por ese tiempo, entre los experimentadores de biología maduró la
necesidad del enfoque integral para la explicación del material acumula-
do, gracias al empleo del enfoque analítico del objeto estudiado. Wad-
dington expresó esta necesidad en el prefacio al libro de Goodwin, La
organización temporal de la célula (1966). Dicho autor subraya la ne-
cesidad de elaborar la biología teórica, 'dirigida a la comprensión de los
principios ,de organización de los sistemas biológicos, al afirmar:
Podemos maravillarnos con las teorías que nos hablan de la necesidad de la
estructura en los objetos vivientes más simples, por ejemplo, los virus, consti-
tuidos casi por completo por un eje de ácido nucleico encerrado en una cápsula
proteínica; pero no podemos damos por satisfechos con ellos. No es indispen-
sable desarrollar una teoría supraestructural que nos permita comprender la or-
ganización de las formas superiores más complejas de la vida. Sin embargo, la
elaboración de tal base, indispensable en biología para estudiar el camino que
54 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

va del virus al ratón, constituye, probablemente, una tarea más grandiosa que
aquella que resolvió la física en el camino que va desde el núcleo atómico a la
molécula, al semiconductor ya la estrella (Goodwin, 1966, págs. 14-15).

Estamos de acuerdo con Waddington en que este camino es real-


mente difícil ; sin embargo, no sería así si desde el principio del estudio
de los sistemas biológicos se hubiera resuelto que el todo, el sistema,
adquiere durante su establecimiento principios propios y específicos
de organización, no traducibles a los principios y propiedades de los
componentes y procesos de los cuales se forman los sistemas íntegros
(por ejemplo, la excitación y la inhibición).
La entrevista concedida por el "padre de la cibernética", Norbert
Wiener, ejerció una influencia significativa en el desarrollo del enfoque
sistémico. Al responder a una pregunta del corresponsal sobre cómo
sería la ciencia en el futuro, dijo :

Los grandes problemas de la biología están ligados con los sistemas y su


organización en el tiempo y el espacio. También aquí la autoorganización debe
jugar un enonne papel. Por ello, mis conjeturas en el dominio de las ciencias
de la vida se refieren no sólo a su asimilación progresiva por la física, sino tam-
bién al proceso inverso: la progresiva asimilación de la física por parte de ellas
(Wiener, 1964).

De~ués de esta entrevista, la teoría general de los sistemas y el ~n- .


f9que sistémico despertaron un interés particular entre los investigado-
re~ de distintas especialidades. De esta manera, se organizaron varios
centros para el estudio de los sistemas en las universidades de Cleveland
y Oxford ("Investigación de los sistemas").
En Francia, se creó el Instituto Especial de Síntesis Superior, cuyos
organizadores centraron su atención en el estudio de los principios de
organización de las formaciones integrales en la naturaleza y la socie-
dad. Su objetivo es la formulación de las "ideas de la ciencia" para el
descubrimiento de la síntesis superior en los fenómenos de la naturaleza
y la sociedad. En 1971, este Instituto realizó el III Congreso Internacio-
nal dedicado a los problemas de la inteligencia artificial y natural
(lnstitut des Hautes Syntheses, Niza, Francia).
En los últimos años, se organizaron simposios, conferencias y otros
encuentros dedicados al estudio del sistema. Desde 1950, Bertalanffy
y la Sociedad Científica de la Teoría General de los Sistemas pusieron
en marcha una gran actividad; lo mismo puede decirse del Centro de
Cleveland para el Estudio de los Sistemas. Éste realizó tres simposios
internacionales acerca del "enfoque sistémico en la biología" y editó
una serie de publicaciones dedicadas a este problema; por ejemplo, La
teoría de los sistemas y la biología. Por supuesto, nos planteamos las
siguientes preguntas : ¿cuánto avanzaron los biólogos y fisiólogos des-
PREMISAS GENERALES 55

pués de estos intentos multifacéticos por acercarse a la comprensión


del sistema y a su utilización como instrumento metodológico en la
formulación de nuevas tareas de investigación, y en la comprensión de
los materiales ya acumulados?, ¿podemos ahora, con más éxito que an-
tes, formular el , concepto mismo de sistema? A pesar de que se enun-
ciaron en forma correcta las tareas generales del movimiento sistémico
en la ciencia, los resultados de las investigaciones, en especial la con-
cretización del concepto de sistema y la formulación de sus propieda-
des biológicas específicas siguen siendo p oco alentadores. No exageramos
al afirmar que el asunto se detuvo en la recopilación de definiciones,
formulaciones, etc.~ que pudieran caracterizar al sistema y lo separan.de
la...categoría de no sistema.
De todas las defmicione~ formuladas por los participantes en las
discusiones acerca de la teoría general de los sistemas, se desprende que
el enfoque teórico del problema prácticamente no lo ha modificado.
En calidad de argumento, se puede citar la caracterización señalada por
Goodwin en el libro La organización temporal de la célula (1966): "La
concepción de organización ocupa un lugar central en la ciencia bioló-
gica, aunque el concepto mismo de organización no tiene una definición
exacta". Se pueden tQIlJ,a r º-~y'_ené!§__º_~u d~I!!Jici.Q!!~s ,-º-~ ,.,_~_~Je!!!~_Janto _~
l3ertalanffY..--SQmo d,e sl!§.~&!!idores y nos daremos cuenta de que nin-
guna hace posible utilizar de manera activa e,~te~ºn~io CQill.9 _instru-
mento para un trabajo de investigación más perfeccionado.
En efecto, si se extraen Jos resulta dos de las investigaciones del-en-
foque sistémico y se les empl~a para-tfCé)mprenSlOñ--del-material acu-
mulado en las investigaciones biológicas y fisiológicas, se descubre su
in~PJWLauxiliar en alguna medida a la investigación. No po-
dremos ubicar cada resultado obtenido en el experimento analítico
en un determinado lugar del sistema, para que adquiera su significa-
ción real como componente orgánico que contribuye, con sus grados de
libertad, a la obtención del resultado del sistema. Recordemos que uno
de los.. fine§. más importantes de las investigaciones del sistema es su 'ca-
pacidad para explicar y ubicar en un determinado lugar incluso el
mª-!.~riªl :Qlaneado y obtenido por el investigador sin ningún enfoque
sistémico.
~ál es la causa del evidente fracaso de estas investigaciones, que
presentan, sin embargo, una formulación correcta del objetivo inicial?,
¿por qué a pesar de que se han señalado las insuficiencias que pre-
sentan las generalizaciones teóricas en biología y fisiología y de que se
les ha prestado una gran atención, rio disponemos de resultados cons-
tructivos, que por su utilidad ganaran amplia popularidad entre los
investigadores? Opinamos que una de las principales razones de esta
situación en la búsqueda de las cualidades del sistema, es la teoriza-
ción excesiva del problema en conjunto. En realidad, surgió en los
56 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

especialistas la necesidad de emplear el enfoque sistémico como resul-


tado de la confusa sensación de hallarse en presencia de un desarrollo
incorrecto de la biología y la fisiología, las cuales se basan en conside-
raciones puramente teóricas. Lé!.s cualidades del enfoque sistémico fue-
ro~aboradas de manera teórica, pero aún no tenían el equivalente
correspondiente d~sc~bierto en la investigación. .
..Se-originó, entonces, una curiosa situación: por una parte, las cien-
cias biológicas y fisiológicas no apoyaron el desarrollo en el descubri-
miento de mecanismos específicos únicamente por el sist ema; por otra,
crecieron de una manera desmesurada las búsquedas y definiciones
teóricas, con frecuencia adornadas con extensos cálculos matemáticos.
Lo anterior aclara, en cierta forma, el fenómeno paradójico siguien-
te: en los teóricos del sistema y en los filósofos es sorprendente el pa-
recido entre las definiciones del concepto de sistema, aunque éste, ni
en un caso ni en otro, tiene una significación real como instrumento
que facilite el trabajo de investigación.

PARTICULARIDADES DE DIFERENTES
CORRIENTES EN LA ELABORACiÓN DE
LA TEORfA DE LOS SISTEMAS

Es intere~_ante aclªrar cuáles son los objetivos que se propone!!. los


difer.eJJ.tY.S_gI!!pOS de investigadores y con qué métodos realizan la bús-
cweda empeñosa del enfoque sistémico.
:l. El primer intento por comprender estos fines planteados por los
-:_investigadores, utilizando las fuentes disponibles, muestra que existen
'>La ~r lo menos cuatro tendencias. .-
.P \D. La primera consiste en hacer compr.ensible el enfoque sistémico
J desde el punto de vista de su fOr.m.llla,-ºi9n,__~1l2entido filosófico Y. su
ext~º sión, apJic_ado.,._en.-.particular, a los fenómenos sociales. En este
sentido , el sistema es una categoría científica y filosófica que conduce
al perfeccionamiento del proceso cognoscitivo. Semejante orientación,
elaborada en lo fundamental por filósofos e historiadores, se desarr9-
lla en este momento, exclusivamente, por medio de la búsqueda y _eva-
lua..c.iÓll t.~ºri~ª.s.)_-º.~man~rq... ue es-º.ifícál hablar de algún contª,-clo con
~~igencjªSJ2ráQ.ticas-º~1 trª'p--ª.io de investigación.
<!}J~os representantes de la segunda tendencia son partidarios de la for-
malización matemática del sistema o de la teoría matemática de lºs .sis-
· ~s (Mesarovich, Rappoport, Kujtin y otros) ...
~os seguidores del enfoque sistémico, que mantienen la tercera
onentación, consideran gu ~ la teoría de los sistemas debe surgir del es- .
~-!l dio ·de los sistemas naturales y luego convertirse en instn lmento deJ a
,investigación. Di9hos_ si~tem.ªs _~eben ayudar al investigador a .12lanty.ar
EL PAPEL DECISIVO DEL FACTOR SISTEMOGÉNICO 57

Ill.leY.auare.as-máLP.r..ogr~~s..taB_,.-.para las inyestigaciQnes cient í ficas, a


. explicar el material acumulado y a superar el enfoque analíticQ hacia
el trabajo de investigación. Esta categoría de científicos espera, por lo
general, que la teoría de los sistemas tienda un "puente conceptual" a
través del abismo que aún separa los enfoques sintético y analítico hacia
~~ objetos de investigación.
ty Se puede considerar qll:e a la última orientación se adhieren los par-
haarios del enfoque sistémico (cuarta tendencia), que desde este punto
de vista analizan los sistemas socio económicos.
En los últimos años, se ha vuelto muy popular el problema de los
"grandes sistemas", que reúnen todos los tipos de organización de
los sistemas industriales, productivos y de servicios (V.A. Trapeznikov,
V.G. Afanasiev, D.M. Gvishiani, Hanike y otros).
Como se de.du~e esta breve caracterización, las investiga~i.~~_es de
diversos científicos se diferencian significativamente por sus enfoques y
objetivos, lo cual influ~e en las Qpiniones acerca de la utilidad que pue-
de ofrecer la elaboración de la teoría de los sistemas.
El investigador que trabaja en una rama de la ciencia (biología ,
física, fisiología, medicina) está interesado, naturalmente, en que la teo-
ría de los sistemas entre en su bagaje intelectual como un movimiento
científico del todo comprensible, que garantice el progreso de su tra-
bajo científico. Por lo regular, esta categoría de investigadores presta
poca atención a las discusiones metodológica y filosófica general de
la teoría de los sistemas, debido a que tales discusiones no establecen
el "puente conceptual" entre la filoso fía del sistema y su aplicación al
objeto estudiado.
Dicha actitud hacia el análisis filosófico del enfoque sistémico de
ninguna manera puede ser calificada de practicismo estrecho, como po-
dría interpretarse a primera vista. Por el contrario, esta posición se pue-
de definir como la tendencia a estudiar no la "metodología en general"
sino la "metodología de mi tema". .
Si las particularidades que presenta la elaboración de los distintos
aspectos de la teoría de los sistemas afectan los intereses de diferentes
partidarios del enfoque sistémico, el factor que examinaremos a conti-
nuación es común para cualquier investigador de esa teoría, cualesquie-
ra que sean las exigencias que se planteen en relación con su efecto
práctico.

EL PAPEL DECISIVO DEL FACTOR.SISTEMOGÉNICO

La -.. búsqueda
y formulación del factor sistemogénico constituye
una condiciÓn obligatoria para todos 10S-tipos y orientaciones del eIl::........
foque sistémico. Este problema determina tanto el concepto de siste-
58 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

ma como la estrat~.ia _.Qe su utili~ación en el trabajo de investigación.


Dicho con otras palabras, si el enfoque sistémico es útil o no a las Cien-
cias~][ep-~m,(terá~de. .cÓmo_illdÍriduillcem<is el factor slsfemogéníco y de
qu.é_..manera-.Se..._describa su significación operacional para la fOD!1ación
pel sistema. Sólo en estas condiciones podemos utilizar los principios
de la formación _~~Li~}~in_~~~2.~!.~ I~~as' ras" clases de--fetr'Ol1rellUS"'en los
cuales 'fiene-lugar la regulación. -_._...... ,_.
De ígwil manera, alrededor de este problema se creó una situación
extraña. Casi todos los partidarios del enfoque sistémico y de la teoría
general de los sistemas subrayan como propiedad central del mismo
la " acción recípro'ca del conjunto de componentes" (Bertalanffy,
Rappoport). Son conceptos parecidos la "acción recíproca regulada" y
la "acción recíproca organizada". En esencia, en estas definiciones
del concepto de sistema se basa el examen del enfoque sistémico. Aun-
que el éxito en la comprensión de la actividad sistémica, en especial
la de los organismos, depende de que determinemos cuál es el factor
que regula el "conjunto desordenado" y que hace de este último un
sistema funcional, la cuestión del factor sistemogénico nunca fue plan-
teada de manera precisa .por los sistemólogos. No la plantea el princi-
pal ideólogo de la "teoría general de los sistemas", Bertalanffy, ni el
grupo de sus seguidores (Hakof, Rappoport, Mesarovich, Watennan). Es
posible que lo mismo ocurra entre los teóricos soviéticos reunidos en
el Instituto de Historia de las Ciencias Naturales y la Técnica y en el
Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la URSS (V.N.
Sadovski, LV. Blauberg, E.G. ludin, Al. Uemov, K.M. Jailov).
Como resultado de esta radical insuficiencia - la ausencia del factor
que forma el sistema-, todas las definiciones de que se dispone en la
actualidad son casuales, ya que no reflejan sus verdaderas propiedades
y por ello, naturalmente, no son constructivas, es decir, no ayudan a
plantear nuevas cuestiones para la investigación (fig. 3.1 ).
Una vez conocidas en detalle las publicaciones de la Society oi
General Systems Theory, se puede afirmar que la confusión filosófica,
la falta de enlace entre las disciplinas científicas y el carácter no cons-
tructivo del trabajo de investigación de las principales tesis, surgen a
consecuencia de ignorar el problema fundamental de la sistemología:
la revelación del factor sistemogénico. Sin la determinación de ese fac-
tor, ninguna concepción de la teoría de los sistemas puede ser fructí-
fera; asimismo, dificultaría la existencia de cualquier teoría de los sis-
temas y ante todo de la teoría general de los sistemas. Con esto, se
originan también cuestiones tenninológicas. Por ejemplo, s.e.pu.ed.e..afir-
mar __gJ!~~. J~nnjllJLg~tter.al...._u.ti1izado_ en_.r.elación con la teoría de
los~istemas_ d~j3ertaJ.ªn.ffy, _ng_Jjene .
_. -_suficiente
•..
~ - _.
fundamentación lógica,
_-_ ... -_ .
lo c!l-ªJJ iInl.t.ª ..~~ . .Y.ti~za~ió.n constructiva en el proceso de investigación
cienífica. A continuación, realiZaremos 'u n- analisis-lógico de este' proble-
59

a d e b

Figura 3.1. Representación esquemática del "puente conceptual" entre el nivel sis-
témico y los procesos anall'ticos finos. al nivel de la actividad ·sistémica I'ntegra;
bl nivel de los procesos anall'ticos finos; el rel aciones de correlación habituales; d)
inclusión del factor generador de sistemas que explica el proceso de regulación en-
tre sus múltiples componentes; el arqu itectura operacional del sistema y sus princi-
pales mecanismos. El esquema muestra el carác ter ininterrumpido del proceso de
investigación que asegura el paso directo desde el nivel sistémico a los finos detalles
fisiológicos del sistema, incluyendo el nivel molecular.

ma. ¿En qué caso podríamos hablar de una teoría general de los sistemas?
Sólo si se ha demostrado que puede ser referida a diversas clases de fe-
nÓmenos, es decir, en el caso que revele ciertas características de dichos----
f~nómenos en la naturaleza inorgáI!ica.,._~ el organismo, en las máqui-
.nas, en la sociedad. Por ejemplo , la teoría celular es, sin duda , la teoría
general de la materia viva en la Tierra, debido a que la formación celu-
lar es el factor común isomórfico para todos los organismos, indepen-
dientemente del nivel de su desarrollo y ubicación en la escala biológi-
ca. Por tanto, los vegetales y animales son, según este criterio, formacio-
nes isomórficas. Así, podemos exponer las siguientes tesis lógicas: __ .
/' ....
/ l. Una teoría puede considerarse como general sólo en el caso de
( que revele y reúna las regularidades de los procesos o mecanis-
mos que sean is<?~~Qsas para las distintas clases de fenómenos.
2. El isomorfismo de fenómenos de diferente clase se puede poner
f en evidencia sólo en el caso de que encoRtremos un criterio con-
vincente de isomorfismo. Cuanto más significativo sea este crite-
I
I rio para los fenómenos examinados, más manifiesto es su iso-
: morfismo.
I 3. Para la aceptación de una "teoría general de los sistemas", apta
\ para las diferentes clases de fenómenos, el criterio más impor-
tante de isomorfismo es, naturalmente, el isomorfismo del fac-
tor sistemogénico.
"'--
60 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERA L

Basta con analizar estas tesis para distinguir en qué consisten las di-
ficultades constructivas de la "teoría general de los sistemas" propues-
ta por Bertalanffy.
Esta teoría no reveló el factor que, a partir del conjunto de compo-
nentes con una acción recíproca caótica, organiza el " conjunto orde-
nado," , el sistema.
La fªlta del J.actor qye forma el sistema no hace posible establecer
el isomorfismo entre los fenómenos de diferente clase y, en c_Qñ-secuen-
cii:!, no pued~era1izar la teoría . Resulta evidente esta insuficiencia
al estudiar los argumentos de los partidarios de la teoría general de los
sistemas. Esta circunstancia no le permite ser un importante instrumen-
to de la investigación científica.

, ,
LA------..
TEORIA
~ ...:-
MATEMATICA
.__._---_ DE LOS SISTEMAS
. .._. _-_. . . _----<-
~

Al evaluar IOª~.l!sQe~!os del movimiento sistémico que constituyen


un freno p-aJ:a .l~t rápida. utiÍIiá.i.íº:njt~1ª_t~.9.I1a:a:e::le·s sls~s" e'n la in-
vestigaci0n.cien tífica , no-.podemo.s..e ~~l\!~-ª. !~_ ll,,-~_IEada teoría ma temá-
tica_cLeio..s...sjstemas. .
Es indudable que .eLu.s.o_Qe ITIoqelos se ha convertido en la actuali-
dad en l!p.__ª.y_xi~ªr univ~rsal, en la teoría y la práctica, de las diferentes
áreas-de.J3.-actividad cientifica La..e1aboraciÓlLd.el modelo matemático
tamhién_es...de...gran.utiJ idad.
~ SiIl emQ_argo-,_!!.º-§~.I?uede decir lo mismo de la "teoría matemática
~o ; de los sistemas", de_bido a que su estrategia general se encuentra en con-
\ :_¿s tr 'cción con la utilidad de su empleo en los sistemas biológICOS. ..'
. ~.,,- En principio, los partidarios de la teona materna Ica resue ven, de
7:.o~O manera radical, el problema de la correlación entre esta t eoría y la bio-
logía. Por ejemplo, Mesarovich, apologista de la teoría matemática de
los sistemas, escribe :

Examinaremos el enfoque sistémico desde el punto de vista de la utiliza-


ción de la teoría de los sistemas para el estudio y la explicación de los fenóme-
nos biológicos. Así, este articulo estará dedicado a la teoría de los sistemas o,
de manera más concreta al examen de la cuestión acerca de si esta teoría puede
servir simultáneamente como fundamento de principio y como método prácti-
co para la explicación científica de los fenómenos biológicos (Mesarovich,
1970, pág. 137).

Aun en forma más demostrativa, esta secuencia, paradójica desde el


punto de vista del estudio de los sistemas biológicos, está expresada en
las tesis de Mesarovich, las cuales reglamentan el empleo de la teoría
matemática de los sistemas para los fenómenos biológicos:
LA TEORíA MATEMÁTICA DE LOS SISTEMAS 61

Una vez que el modelo matemático está construido y se ha determinado el


trabajo -la tarea constructiva-, el objetivo de la teoría de los sistemas se reduce
al estudio de las propiedades del sistema, ya sea por métodos de deducción
matemática o a través del desarrollo del modelo por máquinas. De esta forma,
la metodología del enfoque sistémico en la biología se compone de las siguien-
tes etapas:

a) Formalización (abstracción). Construcción del sistema S y determinación


de las tareas constructivas para este S.
b) Deducción. Investigación de las propiedades del sistema S utilizando méto-
dos deductivos.
e) Interpretación. Estudio del sentido de las propiedades encontradas, por
métodos deductivos, en el contexto del fenómeno biológico examinado
(Mesarovich,1970,pág.141) .

Kalman, Falby, Arbib, autores de la monografía Ensayos sobre la


teoría matemática de los sistemas, sustentan el mismo punto de vista.
E.n tre las investigaciones soviéticas de la teoría de los sistemas, se
de~tacan en especial los trabajos del profesor A.1. Kujtenko, guien, al
utilizar la teoría matemática de los sistemas para los "grandes sistemas"
de tipo industrial, inicia también el proceso de estudio de los fenóme-
nos (de producción, después de la formulación previa de los modelos ma-
temáticos de los sistemas.
Observamos que en todos los casos en que se emplea esta teoría se
parte del mismo principio de utilización. En primer término, sobre una
base puramente teórj-ºb~í9rmula la teoría matemática de los sistemas -
y, más adelante, sus "tareas" comienzan a utilizarse para la eXQlic.ación
de los fenómenos biológicos.
-- Para el biólogo y el fIsiólogo semejante lógica de utilización y for-
malización de la teoría matemática resulta muy extraña. ¿Cómo puede
emplearse un modelo puramente matemático, elaborado con anteriori-
dad y sin tener en cuenta los conocimientos contemporáneos acerca de
las particularidades de la organización biológica, para la explicación y
formulación de sus leyes?
De esta manera, el.resultado de la aplicación de este enfoque du-
ante muchos años, es que ninguno de los miles de modelos matemáti~
~! os de la neurona refle' ó sus verdaderas particularidades, lo cual provocó
.¿ 1~stancamiento de nuestros conocimientos con respecto a as eyes
,<se su funcionamiento. Asimismo, se puede afirmar que la investigación
de la neurona con empleo del microscopio electrónico, la microiontofo-
resis, la ultracentrifugación, el cultivo de neuronas in vitro y las investi-
gaciones neuroquímicas, se adelanta en muchas decenas de años a los
modelos matemáticos de la neurona.
SinL . tener en cuenta las propiedades biológicas y fisiológicas de los
si~temas, la teoría matemática conduce la cuestión al plano de una te6-
62 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

rización tan enredadlUlue hasta el momento ofrece poca ayuda para la


elabQntc.ión.__deL.enfoque .. sistémic.Q~n el área de los fenómenos bÍo-
f lógicos.

j '- -Al respecto, es preferible examinar en orden inverso la acciº-.n red-


i proc-ª-.~ ~~iªs dQs. ~·áreas d.eLc..o..no.rimiento. Sin duda, las "leyesy'istémi-
i I cas'~!!.ec!~.!! ser ex.traída§'-y elaboradas sólo con base en los materiales
V biológico y fisiológico actuaks; por tanto, dichos materiales .QeDen con-
~2f' yertirse en la base de la formalización. Gracias a la interpretación mate-·'
~~ática deestas_. I.egu1aridade.s.,..J~!?erspectiva de desarrollo de I)Jlestros
¿, o"' conocimientos . acer.ca_de..los_sis.tema s biológicos se vuelv~s··-real. De
.~ ahí, surge la extrema dificultad de los teóricos de los sistemas matemá-
ticos para adoptar los resultados del trabajo de investigación. Al dar
mayor importancia a la elaboración matemática de los fenómenos bio-
lógicos, los partidarios de este enfoque dificultan la utilización de sus
estudios por parte de los biólogos y fisiólogos.
En la práctica, los partidarios de la teoría matemática de los siste-
mas no pueden formalizar el sistema biológico, debido a que, como en
las formulaciones de Mesarovich, no parten de los criterios esenciales de
evaluación de los sistemas biológicos.
. En realidad, ¿se~puede-definÍI-matemáticamente un sistema.b.iolÓgi-
( co si nq p.ºd~m.o. s_do.tar .a_este...mode]o de sistema de las propiedad~.s más
!f\ importantes-deLser-.~iv.o..:Ja...formación de ]a necesidad de obtener..un re-
\V sultado d.eterm.mªºº- Y.Jª. JiDªlidad definida, que en forma habitual se
~ pla~tea. .e.L~istema biológico en el comienzo de la formación qel acto
'J conductual? Ninguna de las variantes de la teoría matemática de los sis-
tem~~ .qu.~...~ºnQ~ilD:º.~ _r~§.Y..~J:y~__este problema cardinal, lo cual sig~tfica
qu.e no podemos considerar útil cualquier cálculo matemático si se for-
mul~ S!l) J~D:~!'..s.!J. cuenta estos lmpoifantes factores slstemogenlcos~ Si
hablamos de manera figurada, desde el punto de vista del biólogo y el
fisiólogo, el modelo matemático nos proporciona en ciert a medida una
forma aceptable de la carrocería del automóvil; sin embargo, no es ca-
paz de dotarlo del motor y el combustible.
FOlmado en los límites del sistema biológico, con base en sus nece-
s~dades, de los factores externos y la memoria, el objetivo siempre ªe ·
'1nticipa a su realización I20r el org~nismo, es decir, a la obtenci6..n..del
resultado útil.
Es importante señalar que Mesarovich, el teórico más sólido de los
sistemas biológicos, reconoce que, en última instancia, l~ teoría mate-
mática de los sistemas biológicos no puede ser construida si no se ulclu-
ye el comportami~.~to ()!.ientado a un fin: .

Existe un tipo de situaciones en las cuales el planteamiento eficaz y cons-


tructivo del sistema se obtiene sólo con ayuda de la descripción basada en el
concepto de orientación hacia un objetivo, es decir, de la descripción teleoló-
LA TEORíA MATEMÁTICA DE LOS SISTEMAS 63

gica; en caso de una descripción tal, el carácter fundamental del sistema, como
una cierta razón matemática permanece invariable (Mesarovich, 1970).

Se entiende por descripción basada en el concepto de orientación


hacia un objetivo al conjunto de descripciones sistémicas representadas
con ayuda de conceptos que expresen la finalidad en el comportamien-
to del sistema tales como adaptación, evolución, dirección, homeós-
tasis, etcétera.
Sin embargo, al intentar representar matemáticamente esta "orien-
tación hacia un objetivo" en el comportamiento de los sistemas, Mesa-
rovich llega a simplificaciones tales (estímulo-respuesta) que se pierde
el fenómeno mismo de orientación hacia una finalidad. Así, una de las
propiedades específicas de la orientación hacia un objetivo -la toma
de decisiones y el pronóstico del resultado- no figuran en absoluto en
sus razonamientos.
Tanto de las manifestaciones de Mesarovich citadas, como de las
que se pueden encontrar en otros de sus trabajos, se observa con clari-
dad que no considera los rasgos particulares del sistema biológico, los
que sólo en forma artificial, y por ello ho constructiva, pueden ser con-
vertidos en un modelo matemático. En realidad, la especificidad del sis-
tema biológico consiste en que la necesidad de obtener un resultado
útil y la finalidad de obtener ese resultado maduran dentro del sistema,
en la profundidad de sus procesos metabólicos y hormonales y sólo
después, por las "correas de trasmisión" nerviosas, e~ta necesidad se
realiza en los actos conductuales que permiten en cierta medida la
formalización matemática. Este camino de las excitaciones, desde la
realización de la necesidad metabólica en las estructuras motivacionales
. del cerebro, hasta la revelación de los primeros intentos de satisfacción,
se estudia actualmente en nuestro laboratorio con gran exactitud neuro-
fisiológica (K.V. Sudakov, B.V. Zhuravliov, A.V. Kotov). Es compren-
sible (y esto lo señala el mismo Mesarovich) que el modelo matemático
del sistema impone una limitación a estas propiedades del sistema bio-
lógico, es decir, a la esencia de los mecanismos de los sistemas biológicos.
De esta manera, el problema acerca de la aplicabilidad y eficacia de
la teoría matemática de los sistemas debe ser sometido a una discusión
especial. .
" Saber qué ayuda aporta la teoría matemática de los sistemas al de-
sarm]]o de] enfoque sistémico, se vuelve e~lmente agudo si aIili-~'
camos el criterio má.LilUl2QUante para el biólogo y el fisiólogo; esta
teoría tiende en realidad ese "puente conceptual" que debe unir los dos
bordes del abismo: el nivel sintético del enfoque del mvesÍlgadbr hacia
los ob·etos bioló icos y el nivel analítico de estudio de estos objetos. El
í~ivel puramente analítico de investigación, en biología y lSlología, se
\vuelve cada vez más peligroso y amenaza con hundirnos en una gran
cantidad de hechos dispares.
64 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

El sentido mismo del "puente conceptual", como veremos más


adelante, consiste en que el sistema debe unir con una lógica determi-
nista ininterumpida los dos bordes de esta sima, lo que daría la posibi-
lidad al investigador de observar la zona del sistema íntegro, en la cual
lleva a cabo sus investigaciones analíticas.
Este "puente" debe construirse sobre el material que aportan los
hechos, términos y conceptos de las ciencias. Es válido dudar de que el
modelo matemático de los sistemas garantice la construcción de ese
"puente" y que amplíe significativamente las posibilidades creadoras
del investigador. A pesar de ello, y debido a que este problema es dis-
cutible, dejamos una u otra resolución a los especialistas en esta área del
enfoq ue sistémico.
E~I~JaGjº!L~on.J..9_ant~riºI~-ª..Q.arece de manera especial el IDIoto de
vist<!. .,º~Ja ~ct!lal teoría genera] .de.J.os sistemas acerca de las regularida-
r.desJector.as...delsistema,-en-Particular de la acción recíproca del conjun-
¡
to _de _comp.onentes..n.o-r.egulados-y-su.lraducciÓn a] rango de sistema re-
I gilladQ.._ALe..sLudiar el ~istema como un conjunto de tareas matemáticas
! fQrmJJlª.º-ª.~el matemático teórico del sistema no avanza, por 1á-regular ,
\ más allá- d.e.-SUS-ÍOmUl1aciones predilectas acerca de la "aCCIón reº.í proca
! deLCilllju IlÍ.Qde...co m ponen tes" en ]a foun.ación_delsistema.
\

EL CONCEPTO DE SISTEMA

Como se muestra en uno de nuestros textos (Anojin, 1970), la acº-ión ~


re.cíp-ro'c-ª~c.Qm.Qjií 'u o-puede founar el sistema, debido a que el análisis
de las leyes de funcionamiento, de acuerdo con el sistema funcional,
des.cuhr.e. Ja.jmp_QI.tanQia del mecanismo de "cooperación" de los GQm-
ponentes sobre e] de su "acción ,recíproca. " E' sta es una cues t·IOn
, sena,
.
ligada con la elaboración del concepto de sistema, que exige un examen
especial y detallado.
Surge la pregunta: ¿puede la acción recíproca de los componentes
crear algo sistémico, es decir, algo regulado? La indefinición y el carác-
ter no constructivo de las formulaciones citadas permite comprender
por qué a pesar de la propaganda del enfoque sistémico y, en particular,
la teoría general de los sistemas, no adquirió suficiente popularidad entre
los investigadores de los organismos y no condujo a una transformación
significativa de la misma práctica de investigación.
En realidad, ¿qué cosa específicamente sistémica puede extraer el
fisiólogo, por ejemplo, de la expresión "el sistema es el conjunto de
componentes que actúan recíprocamente entre sí", si la acción recípro-
ca de las partes del organismo , incluso para el investigador novel, es un
axioma de la vida?
Parece que aquí se encuentra el nudo que, si el investigador no lo
EL CONCEPTO DE SISTEMA 65

desata, le impedirá acercarse a los mecanismos del sistema y, en conse-


cuencia, no podrá utilizar este concepto en su trabajo de investigación.
Analizaremos más profundamente estas definiciones, con el fin de
descubrir su insuficiencia tanto para la formulación del concepto de sis-
tema como para su afIrmación como factor del progreso científico. En
primer término, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿puede, en gene-
ral".la "acción recíproca de .los componentes" ser la basé de algÚn pro-
ceso sistémico? Damos una respuesta definida; no, no puede. Es fácil
argumentar esta respuesta con base en cualquier ejemplo de acción
recíproca.
Con el fin de caracterizar el concepto de conjunto y para hacer el
recuento del número de posibles grados de libertad de la acción recípro-
ca en este conjunto, tomaremos el ej emplo del cálculo realizado por
Ashby: Toma una superficie con 400 lámparas (20 X 20) Y calcula la
cantidad posible de combinaciones de acciones mutuas que pueden tener
estas lámparas. Resulta que son tantas (1010120) que superan el número
total de áto.mos contenidos en todo el universo visto por nosotros (10 73 ).
No obstante, esta superficie con 400 lámparas es, en un sentido
cuantitativo , algo insignificante en com paración con el cerebro. Para
emplear el mismo cálculo en relación con el cerebro, debemos tomar
como cantidad inicial de "lámparas", es decir de células nerviosas, por
lo menos 14 mil millones. I

Además, las uniones entre estas "lámparas" se realizan a través de


los contactos sinápticos, así que no disponen de dos posibles estados,
como en el ejemplo de Ashby, sino de por lo menos 5 000 en promedio ,
de acuerdo con los impulsos que llegan a las sinapsis. Asimismo , hay que
recordar que cada uno de estos contact os puede proporcionar al estado
de la neurona una cualidad particular.
Sin.embargo , para la caracterización completa del conjunto de accio-
nes recíprocas en el ejemplo del cerebro, incluso este cálculo cuantita-
tivo es insuficiente. Debemos, de manera indispensable, tener en cuer-lÍa
también los estados generales de cada neurona por separado , los cuales
determinan el carácter de su participación en las acciones recíprocas del
conjunto neuronal.
Por ejemplo, Bullock señala que exi~.t..~n cinco Dosibles cambios en"
la gradación de los estados de la neurona y, en consecuencia, de la for-
mación siIiáptica: excitación o inhibición ; facilitación o depresión ; efec-
tos ositivos o negativos (o ambos juntos); relajación o tonificación
espontánea de la neurQna, Y respuestas gradua as de carac!er cOheS! -
-nadQ Q no cohesionado.
Es importante observar que cada uno de estos conjuntos interactuan-
tes (de neuronas, sinapsis, estados graduales de la neurona y otros),
puede crear la condición en la cual la actividad del elemento en tan
amplio "conjunto" cambie radicalmente y que el resultado de la activi-
66 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

dad del cerebro pueda ser otro. Es difícil calcular la cantidad de Gom-
,. bipa~iº_n~~__ .<!~_. _l!~~ion~~. re~<?~~~_ e~. el cerebro íntegro que puede ser
obtej}jd.a-ª...p..arJir-ºe lªliif!:..~~-ª-º!~.!"io.!:Il1ente señaladas.
Resuelta esta tarea por experimentados matemáticos, obtuvimos una
cifra verdaderamente fantástica, puesto ._q~~~l número de grados de --
libertad de las. céluJas . nelYiQ.sa..s.--º~L~~hro, conjuntando todas estas
variables,..se. expr:esa.p.or.Ja..unidacLs.e.guida de una canr:ad d-e-ceros tal
que sólo podrían caber en una cinta d ~.una longitud e ... 9 500 000
km. ~.ª~J~~Qn......r.e.presentar-es-t~conj.unt~para comprender qÚe el
hombre nunca podrá utilizar todas las grandiosas reservas de su activi-
dad cerebral.
¡Imaginemos el caos que se formaría en el sistema nervioso si los
componentes de este conjunto comenzaran a actuar entre sí y a influirse
m utuam ente! E§..:ev.id en t.~L.illJ.e__e.s.tk...c-ª~_lliLPy'rmitiría ningún tipü.d e
compºrt.ª .mism..t.Q_._QIganiz.a.do del organismo en conjunto. Sin embargo,
la acció!! .!~º-.Íl?IOCa _e.!J_.genilaLe.s. . ~Lcriterio decisivo en todas la.s. defmi-
cioñ.~sd~tf2!}.~~P!Q.. de sistema.
Nos parece que semejante situación se produce porque esta impor-
tante cuestión nunca fue analizada a fondo , por lo menos en lo que se
refiere a los sistemas biológicos ; por tanto , no tenemos una formulación
exhaustiva y científicamente fundada de sistema.
Cuando nos referimos al acto conductual debemo$...partiLd.el hecho
fiSiológk6 de que ~,ªº-a.. I!~~~QQ~La.i,~fa(Eltie~e potencialmente una enor-
Ille cantidad de graºq~ 9~)!9_~!~_a.4,. ~omo objeto de acción recíproca con
otras neuronas.
~ -En -coqs..~cuencia, al r.efe~nos a la ac~i~Jl .~ecíproca engeneE~.ladmi­
timos la simultánea y no organizada utilización de estos grados de liber-
tad por parte d .~la .~~llrona. - -'._---.' __
o

Lo anterior, se debe a que las formulaciones del concepto de siste-


ma, al hacer hincapié en la "acción recíproca", no contienen, e incluso
no tienen en cuenta, los factores que limitan a los múltiples grados de
libertad posibles de la acción recíproca del componente. Esto no sólo
se refiere al sistema nervioso, donde este proceso es claro y multiforme.
Lo mismo se observa en el sistema muscular, en donde la más pequeña
desviación en las correlaciones mecánicas entre los músculos que se
contraen conduce al caos y a la pérdida del carácter orientado a un obje-
tivo que tiene el movimiento; otro tanto puede decirse de diversas cons-
telaciones químicas.
_! De esta manera, llegamos a una conclusión muy importante: ~
{¡- acció:g,L~~!P.~º.~ª.J.~_n su_forma general, no puede formar sistemas a partir
~~ del "conjunt9 .. -º~ ._~ompoB.en.te~". En consecuencia, las formulacion_~s
~ ~ del concepto de sistema, basadas sólo en la "acción recíproca" y en la
) 1 "regulación" de"los componentes, resultan inconsistentes.
~ - Es evidente que en este punto se encuentra la insuficiencia cardinal
FACTOR SISTEMOGÉNICO 67

de los enfoques existentes, referidos a la elaboración de la teoría gene-


ral de los sistemas. Es obvio también que es imprescindible introducir
ciertos aspectos complementarios que otorguen al concepto de sistema
los mecanismos del todo organizado, determinísticamente incontestable
y lógicamente comprensible. Dicho con otras palabras, debemos descu-
brir los factores determinantes que liberen a los componentes del sistema
de los grados de libertad sobrantes.
Al introducir la expresión "conjunto regulado" en la formulación
del sistema no se corrige el defecto inicial, sino que, por el contrario, se
introduce en el problema un cierto sabor teleológico. En realidad, ¿quién
"regula" la distribución del conjunto de los componentes en un sistema?,
¿de acuerdo con qué criterio se produce esta "regulación" u "ordena-
miento"? Ningún conjunto puede resultar "ordenado", sin que exista
un criterio de esta "ordenación". Debe haber un factor que "regule" el
sistema.
En consecuencia, sin una respuesta exacta a estas preguntas conti-
nuaremos estancados en el mismo sitio. Ejemplo de esta inexactitud pue-
de ser la expresión "de Ashby, quien definió la esencia de los "sistemas
autoorganizados" como el "cambio de un sistema no organizado a uno
organizado". Con base en lo expuesto, reconocemos que es indispensable
analizar con mayqr profundidad ciertos determinantes, hasta ahora no
revelados, que dirigen las acciones recíprocas de los componentes en el
sistema.
Hasta que los sistemólogos no hayan determinado con exactitud el
fa~to·r que limita de manera radical los grados de libertad de los compo-
nentes que toman parte en el conjunto, toda discusión sobre el sístema
y sus ventajas por comparación c.Qn un enfoque no sistémico será esté-
ril, como hasta ahora lo ha sido la teoría general de los sistemas para el
tra9~jº de investigación.
Más adelante intentaremos deducir el factor sistemogéIlico a partir
de lft~"J~ropiedades del organismo y discutiremos el isomorfismo de este
o

factor para l~s distintas clases de fenómenos (para el organismo, las má-
q uinas, la.~ociedad).

EL RESULTADO DE LA ACTIVIDAD DEL SISTEMA


C o

'Y. COMO FACTOR SISTEMOGENICO

Ji Basta con observar el restablecimiento, luego de una alteración cual-


quiera, de alguna función simple y con resultados precisos, por ejemplo,
el mantenimiento del cuerpo humano en una posición vertical, para res-
ponder con certeza a las preguntas planteadas anteriormente.
El resultado útil del sistema, en este caso la posición vertical, y~­
rentáción en retorno, por él creada, constituye el factor imperativo que
68 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEOR(A GENERAL

utiliza todas las posibilidades del sistema. La suficiencia o insuficiencia


. -
del resultado determina el comportamiento del sistema: si es suficiente,
el organismo pasa a la formación de otro sistema funcional con otros re-
sultados útiles, lo cual representa la etapa sigUIente en el conttnuo uni-
versal de resultados (Anojin, 1970).
. Si el resultado obtenido es insuficiente, se efectÜa la estimulaciÓn
) de los mecanismos activadores, la selección activa de nuevos comp_onen-
tes+-el..J.ele.YQ.__d~JoS~QS de liber1a.d_d.~.1ª-LQrganizacjones sinápticas

l a_~tu~ntes L_finalm~nte, después de algunas "pruebas y errores"~~e en-


cuentra el resultado adaptativo suficiente .
No pondremos en evidencia los detallados mecanismos con ayuda
de los cuales el sistema selecciona el resultado necesario para un determi-
nado momento. Esto se hará en una de las siguientes secciones del capí-
tulo. Sólo nos es indispensable dar una definición exhaustiva del sistema,
en la cual el resultado constituye el componente rector.
La inclusión del resultado como eslabón decisivo del sistema cambia
radicalmente !Q..u?untos de vista aceptados sobre el sistema en general y
permite examinar las cuestiones que deben ser sometidas a un análisis
profundo.
Resulta PQ~.tºl~...Ismresentar tanto la actividad del sistema co~o to-
dos ..sus .p.Qsibles.kamhio.s en términos del resultado, que subra~ún más
su' papel decisiY.O....eu_eLcomportamiento del sistema. Esta actividad pue-
de ser expresada en pregu~~abarcan las distintas etapas deja for-_~
.maciÓn del sistema.

' 1. ¿Qué resultado debe obtenerse?


)\ 2. ¿Cuándo debe ser obtenido este resultado?
\ 3. ¿Por medio de qué mecanismos debe ser obtenido el resultado?
\
14. ¿Cómo se cerciora el sistema de la suficiencia del resultado ob-
'. tenido?

Estas preguntas son resueltas por los mecanismos fundamentales del


sist~ina:-En ellas, está expresado en forma SImultánea todo lo que for-
ma al - SíStema~-··_·_·_ --
Tomemos como ejemplo la última pregunta. El ~stema nervioso cen-..
tral debe, indefectiblemente, informarse sobre el resultado obtenido . .
Sabemos ·q ueeniüSSIstemas mecáñicos esta información se llama "re-
,J'troalim.entacLÓn". En nuestro laboratorio, recibjó...elnombre de "aféren-
<: ~ tacióIL en retorno" o "aferentación sancionante'',. debido a que pu~.de
>P sancionar la~sterior distribución, en el sistema, de las excitacioD~s e{e-
rentes que garªJltizan el logro del resultado Útil.
Todo esto será mostrado, en la posterior exposición, con base en los
mecanismos fisiológicos. Ahora, es imprescindible señalar una circuns-
tancia decisiva: el resultado posee recur~s imperativ9.s 2ara reorgani~~_~
FACTOR SISTEMOGÉNICO 69

la distribución de las excitaciones en el sistema, en la dirección corres-


RQ,ndiente.
Observamos que laJormación de] sistema está sometida a la obten-
ción de un....determinado re..S!lltadg útil y que el resultado insuficiente
puede reorganizar totalmente el sistema y formar uno nuevo, con accio-
nes re.c.íp~as de los componentes más perfectas, que aseguren el re-
sultado necesario .
¿Qué puede ser más convincente para demostrar la justeza de la tesis
acerca de que el resultado constituye . en realidad. el factor central del
1 &.isteDl..a? Es evidente que no puede haber concepto de sistema si no se

incluye el resultado útil del mismo.


Es verdad que escuchamos con frecuencia objeciones en las que se
afirma que el sistema con su resultado es "un caso especial de sistema".
Entonces, sería muy importante saber qué constituye, en el sistema sin
resultado , el factor que garantiza el paso , en el lenguaje de Ashby, de lo
"no organizado" a lo "organizado" , es decir del caos a la acción recípro-
ca, al sistema.
La tesis expuesta cambia también en forma radical nuestra actitud
hacia el concepto de "acción recíproca" que , al ser el criterio funda-
mental para la defmición del concepto de sistema para muchos inves-
tigadores contemporáneos, determinó el fracaso general de la orien-
tación.
El papel del resultado en todas las transformaciones del sistema ha-
ce imposible cualquier defmición de éste que no esté basada en el papel
del resultado en su actividad , ya que , como hemos visto , sólo él pue~
"transformar el conjunto no organizado en organizado".
Una importante consecuencia de la inclusión del resultado como
factor operacional decisivo del sistema, es que se hacen comprensibles
los mecanismos por los cuales los componentes de éste son eximidos de
los grados de libertad superfluos. Tener claridad en esta cuestión cons-
tituye un gran adelanto en la resolución de las contradicciones que. sur-
gen con respecto a la insuficiencia del concepto de "acción recíproca".
Cabe señalar q~e, al hablar de los "grados de libertad" del sistema
.'
nervioso central como el más importante eslabón de] sistema funcional ,
j tenemos en cuenta Jos grados de Iibertad determjnados por la cantjdad
no sólo de nelllpnas participantes. sino también de sinapsis (de -entre
tOGas las que existen en cada una de los 14 mil millones de neuronas).
Supongamos que cierto sistema tiene los componentes a, b, e, d, e.
¿Qué factores establecen relaciones recíprocas sistémicas completamen-
te determinadas, por ejemplo, entre los componentes b y e? , ¿qué es lo
que puede establecer, entre todos lo s componentes del sistema, las rela-
ciones mutuas que eliminan el caos de la acción recíproca general, es de-
cir, de la realización simultánea de todos los grados de libertad de cada
componente?
70 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

La respuesta a esta pregunta es precisa: la regulación enJa acción re-


\~ cíproca de] conjunto de c~~~=~tes del sistema se establece con base
ffJ en el grado de su .c~ab.oración~1a obtención de un resultado util Los
'(j. gra40ul~.ih.er1ad_de_c,ad.a..c.omPQIl~D.te del sistema -de la neurona-=-que
J
...:f<J
nOJlyudan a la oht.ención del resultado útil son eliminados de la achvidad .
De esta manera, para el sistem~ con lJ~ resultado útil de su activ!!iad,..-
".Q. es más adecu~e.Llénnino "cooperación" o "contribución recíproca"
~f que el de "acción recíproca". La actividad debe representar una verda-
.. dera cooperación de los componentes del conjunto, cuyos esfuerzos
estén dirigidos a la obtención del resultado fmal útil. ~ignifica <rn..~
cada_~ºPlponeJlte puede entrar en e] sistema sólo en caso de glreco~ítri?
buya a la ..ob_tención del resu]tado programado.
De acuerdo con este principio, se efectúa la incorporación de cada
nuevo componente en condiciones difíciles de funcionamiento. _El coro:-
p.Q!l~~te ., durante su inclusión en el sistema, debe perder inmediatamen-
te , t()_dºuos_grado~. __de_Jihe.rta~_~propios que .perturban o no ayudan a
obtener el resl.llt~.<lQ del sistema. Por el contrario, se utilizarán al máXImo
los gr~(jQ& de libertad gue, en una u otra medida J contnbyyen al logro
d~uesultado final útil.
__.. La cualidad más importante del sistema biológico autorregulado es
! la sele~rma ininíemlmpida y actjva, de los grados de libe~tad
.1 del conjuIlt~:Ld.e_. cQmp.o.ne..ntes (lo cual realiza frecuentemente en mJcro- .~
" intemlos de tiempo) _9.!!.~_-ª-~ercan al organismo a la obtención del re-
sultado benéfico. ..
En cuanto a la discusión entre Bohr y Einstein acerca del enfoque
más efectivo para el estudio de las organizaciones integrales, diríamos
que el término "acción recíproca" suena más fenomenológico, más
neutral, al tiempo que la expresión "cooperación recíproca" tiene un
sentido más causal, activo, debido a que en la creación de esta coope-
ración mutua se incluyen diversos mecanismos especializados nuevos.
Es sorprendente que, a pesar del amplio desarrollo actual del enfo-
que sistémico en el área de la biología y la técnica, el resultado de la
actividad sistémica, como factor decisivo autorregulador del sistema, no
fuera tomado en calidad de factor operacional fundamental y que no
hayan sido formuladas las defmiciones y hechas las modificaciones co-
rrespondientes en nuestras investigaciones, lo que obligaría a plantear
de otra manera numerosas cuestiones.
Con base en lo anterior, podemos fácilmente formular el concepto
de sistema que, a nuestro juicio, refleja su esencia en la forma más
completa.

~
. , Se puede llamar sistema sólo a un conjunto de componentes selecti- '-,

vamente incorporados, en los cuales la acción y las relaciones mutuas


:s toman el carácter de cooperación recíproca para la obtención de un re-
cv s...ultado útil.
") g~-1
; '. -3
\j
~o
( FACTOR SISTEMOGÉNICO 71

. ! La exc]usión de Jos grados de libertad superfluos, innecesarios para


1a Obtención.. .del.I.esultadQ_y~-PJ)r....eLcont.rario, la conservación de todos
n
:~ ~os _gJ!~. JªY9r~C~!L~JQ&!0, constitu~~ el mecanismo de la acción recí-
~ ¡p.roca de los cQ1l1J.2onentes del sistema .
•..Jl '
.~ )' 1
I

A-.su..yez, eLresultadD.r-4-1r.a\lés de sus parámetws característicos y


'? :~ l graciaS a la aferentación en retorno, tiene la posibilidad de reorganizar
~ . al sistemaJJ establecer una forma de acción mutua entre sus compo-
I .entes que resulte adecuada para lograr el resultado programado. Así, el
l resultado es el componente inalienable y decisivo del sistema, el instru-
! mento que.-cre.aJa..ac.ción..recípr.o.ca.r.egulada entre sus componentes.
/ Ahora, podemos contestar en forma precisa a la siguiente pregunta:
¿cuál es el factor que regula al conjunto de componentes del sistema?
Ese... factor decisivo es el resultado que, en caso de ser insuficiente, in-
fluye en foona activa en la selección de los grados de libertad de los
com onentes del sistema ue determinan, mediante su integración y en
lo sucesivo, la obtención del resultado valedero (fig. . .
Debido a que el resultado ejerce una influencia organizadora c~tral
sobre'las etapas de formación del sistema y porque el resultado útil es,
indudabJemente, un fenómeno funcional, denominamos esta arquitec-
tura sistema funcional. Más adelante se argumentará este concepto en
forma detallada. Ahora, consideramos necesario analizar una consecuen-
cia fundamental que nuestra concepción tiene para la terminología ci-
bernética aceptada.
Nos referirnos al término "sistema de dirección", el cual ni semán-
tica ni lógicamente puede ser aceptado por la teoría del sistema funcio-
nal. En realidad, ¿qué significa esta expresión? Nada, fuera de la tradi-
cional ignorancia del resultado del sistema durante la discusiÓn de las
leyes cibernéticas.
El término "sistema de direcciÓn" presupone que el objeto de la di-
rección no es un componente del sistema de dirección, es decir, que se
encuentra fuera de los límites del sistema mismo. .
De la expresión "sistema de dirección" se infiere que el sistema tie-
ne pleno valor a pesar de que el objeto de la dirección se encuentre fue-
ra de él. Desde el punto de vista de las influencias decisivas que ejerce
el resultado sobre el sistema, esta tesis resulta inaceptable.
En realidad, basta con plantear la cuestión con respecto a qué ocu-
rre con el sistema de dirección si el resultado obtenido, es decir, elobje-
to de la dirección, no coincide con el resultado programado, o sea, si
simplemente el resultado no es el valedero.
Con base en las proposiciones analizadas, el resultado debe señalar
inmediatamente la insuficiencia y estimular al sistema de dirección
hacia la reorganización, la cual en ocasiones es tan radical que puede lle-
var al cambio completo de las relaciones mutuas establecidas entre los
componentes del sistema.
1 2 3 4
*IIIIIIIIIIHr 11I1111111111 11111111111111 1111 IIIIW 11 I I 1111111111111111111111111

\
\ /

'y'
\ /

R esultado I Resultado II R esu I tado 111

Figura 3.2. Representación esquemática de la acción que regula el resultado del sistema sobre la reorganización de sus grados de
libertad . LIneas llenas. Interrelaciones entre los elementos nerviosos con base en el número total de grados de libertad (1) Y limi-
tación de los grados de libertad sobrantes del sistema gracias a la aferentación en retorno, formada con base en los diferentes pará-
metros del resultado (2-4), Lfneas punteadas. Grados de libertad excluidos . En calidad de grado de libertad individual, para el
sistema nervioso central S9 supone una formación sináptica aislada .

.i
I
I
FACTOR SISTEMOGÉNICO 73

\ Podemos plantear una pregunta puramente retórica: ¿cómo "sa-


ber" el sistema de dirección cuál es el objeto que debe dirigir si él mis-
mo ya es un sistema? Para dirigir algo hay que disponer de enlaces y
correlaciones acordes con lo dirigido. Y ¿no ocurre que los procesos
iniciales de formación del sistema de dirección se encuentran por com-
pleto bajo la dirección del resultado futuro, indispensable al organismo
en un momento determinado?
La teoría del sistema funcional permite examinar esta pregunta, ya
que incluye el resultado adaptativo del funcionamiento del sistema co-
mo una parte orgánica integrante del mismo. Sólo en este caso se pue-
den evitar los términos estériles que, al desviar el pensamiento, perjudi-
can la comprensión del sistema. A ello conduce la tendencia, bastante
difundida, de utilizar expresiones tales como "sistema de dirección",
"objeto de la dirección", "sistema dirigido", "biodirección", etcétera.
Como ya observamos, un análisis profundo demuestra que todos es-
tos conceptos no corresponden a las relaciones de la verdadera regula-
ción, es decir, carecen de un contenido real.
Sin embargo, esta tendencia a operar con conceptos que no poseen
una base concreta se reflejó también en la construcción de los modelos
de los sistemas. Todos ellos, por lo general, presentan el input y el
output, es decir, la entrada y la salida. Por lo regular, la salida se une con
la entrada mediante el lazo complementario de la retroalimentación.
Como ejemplo se puede señalar la insuficiencia de los esquemas de
Wiener, Grodins, Milsum, Ashby , Mackey, Pask y muchos otros, aunque
realizaron una aportación muy útil y con frecuencia decisiva a la teoría
de la regulación.
Pero ¿qué significa "salida" desde el punto de vista del objeto bio-
lógico, por ejemplo, de un organismo desarrollado? Salida puede ser
una excitación real, que llega únicamente a las vías eferentes que con-
ducen hacia los órganos efectores ; puede ser también el trabajo de estos
órganos, es decir, lo que corresponde al término fisiológico de "acciQn
refleja". Pero esta salida prácticamente nunca se liga con el resultado
del funcionamiento del sistema, cuyos parámetros determinan, por lo
general, la conducta posterior del sistema.
El hecho de no considerar el resultado de la acción como una cate-
goría fisiológica independiente, no es casual. Refleja las tradicio~es de
la teoría del reflejo que da por terminado el "arco reflejo" en la acción ,
sin introducirse en el campo visual y sin interpretar el resultado de esta
acción. Sin embargo, .se hace cada vez más evidente que el resultado del
funcionamiento d.d...sistema es el factor motriz del progreso de la ma-
teria viva en nuestro planeta.
Una observación más, con frecuencia nos encontramos con el con-
cepto "estado del sistema", el cual, en caso de utilización incorrecta,
puede orientar el pensamiento hacia una dirección equivocada. Por
74 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

ejemplo, Hanike dice: "cada vez que surge una alteración del equili-
brio, el sistema se esfuerza por encontrar un estado estable" (1969,
pág. 331). No habría progresión en la naturaleza viva si el sistema se
"esforzara" sólo por encontrar un estado estable.
Si se utiliza el término "esfuerza", lo más correcto sería decir: el
sistema "se esfuerza" por obtener el resultado programado y para lo-
grarlo puede introducir las más grandes alteraciones en las acciones
recíprocas de sus componentes. En consecuencia, el punto central con
el que se relacionan todos los tipos de "cambios en los estados del sis-
tema" es, una vez más, el resultado. Si su obtención resulta dificultosa
puede conducir a todo el sistema a un estado extremadamente agitado
e inestable. Así, la interpretación que se hace del estado del sistema
cambia de manera radical en cuanto consideramos como factor primor-
dial la obtención del resultado benéfico.
!!ebidO ...a._.que ..eL _oIganismo...vive ._ohte.n~ndQ re$JlltadQ~_.en forma
ininteJrnmpJJlª-, en un verdadero continuo, después del logro de un re-
suUado_.detenniñ.ad.o"¿QffiI..enzali-"agITaclOn" con respef to ;higUien te.
Debemos prestar atención a una particularidad de SIS ema funcio-
nal que no entra en las concepciones fisiológicas habituales. Se trata de
que el sistemilorma._el. contenido del resultado (sus parámetros, en un
len~(jsiolºgico) como un determinado modelo, antes de que apa-
rezca el resultado mismo. Este regalo sorprendente y real que recibió
la materia viva en la Tierra y que tiene un sentido de pronóstico sor-
prendió incluso a experimentadores geniales.
Es difícil que alguno de los teóricos de la doctrina pavloviana sobre
la actividad nerviosa superior, haya prestado atención a un notable epi-
sodio en la genealogía de los procedimientos creadores de I.P. Paylov.
Como es sabido, en 1.216.> se_ decidió._ a abordar ]0 más fino y oculto en
el trabajo del cerebro del hombre: la finalidad del comportamiento.
Pavlov llamó a su conocida intervención acerca de esta cuestión El re-
flejo de la finalidad; parecería que a partir de ese momento debía de-
sarrollarse una intensa actividad de investigación sobre este problema en
el laboratorio pavloviano, importante desde el punto de vista fisiológi-
co, psicológico e ideológico. Sin embargo, sabemos que Pavlov nunca
abordó posteriormente este tema. ¿Por qué?
Consideramos_ Cl-ue-Ja causa del abandono de este importantísimo
aspec.to ....de-.la- actividad.-Lle.Lce.rebro reside en que el surgÜnjenío de la
finalidad de Q.b.t.e.ne.r_u.n.<LJLQtro resultado se encuentra en contradic-
ciÓiL.CQD_.los..rasg.os.fundamentales de la teoría reflexológica. Sin duda,
I.P. Pavlov pensó en esto; observó que, al plantear el problema de la
finalidad, estaba obligado a reconstruir de manera significativa ese
grandioso edificio, que con tan genial constancia construyó durante
toda su vida.
Como es sabido,.la noción de proceso reflejo está construida con
FACTOR SISTEMOGÉNICO 75

base en el principio inviolable del movimiento progresivo de la excita-


dónde un punto a otro, a lo largo del arco reflejo.
EnJa formación de la fmalidad, I.P. Pavlov, por el contrario, se en-
Con.1ríLcon un principio de trabajo del sistema nervioso por completo
ine~perado. Aquí, el modelo del resultado fmal del acto determinado
se crea en las etapas iniciales de distribución de la excitación, es decir,
antes que termine el proceso de formación del acto condJlctJlal y antes
de lograr el resultado mismo.
I Es evidente que la finalidad de obtener eJ resultado determinado
antes de que pueGa ser obtenido el resultado mismo. Además, el in-
tervalo entre los dos momentos puede ser de un minuto o de años. Este
grandioso papel del resultado en los actos conductuales del hombre y de
los animales, no puede ser ignorado si queremos formular la concepción
sistémica y construir un modelo de sistema.
Quizá el único sector donde el resultado, "la utilidad del resultado"
y el problema de su evaluación se han convertido en el factor central de
investigación, es el área de los sistemas industrial y económico. El éxito
y la importancia del resultado en esta rama de la concepción sistémica
son comprensibles, ya que la utilidad de la actividad es tan evidente que
ignorarla sería simplemente irracional. En realidad , si tenemos un "gran
sistema" en forma de agregados fabriles enlazados de manera producti-
va, por ejemplo , en la industria petrolífera, ignorar la utilidad del resul-
tado en el nivel de cada uno de los subsistemas que componen al siste-
ma conduciría a la disipación y a la no rentabilidad de toda la empresa.
El estado de valor y utilidad del resultado de cada subsistema y su com-
binación con el resultado final pueden dar un juicio decisivo sobre cuán
útil es el resultado final y qué tan provechosa es esa amplia empresa.
Uno de los teóricos de la utilidad, el economista Bross (1953), de-
fine de la siguiente manera la importancia de la utilidad o beneficio: "El
juicio de última instancia no es un argumento verbal brillante, ni un
principio abstracto que suene sólidamente, ni una lógica o una matemá-
tica clara: es el resultado en el mundo real". La expresión citada es de-
mostrativa del pensamiento de los teóricos de la dirección de empresas.
Por esencia, también los grandes sistemas del organismo están constitui-
dos por pequeños subsistemas; por tanto , el resultado de la actividad del
organismo también es el '~uicio de última instancia".
Como hemos observado, la ausencia del resultado en las formulacio-
nes del sistema las hacen inaceptables desde el punto de vista operacio-
nal. Este defecto está eliminado por completo en la teoría del sistema
~unciOnalgUe hemosdesarrollado. . ' .
'-.... (j VEn el sistema funcional, el resultado representa el factor orgá mco ./
/\~q-S:= q'Je ~jerce una influencia deci~iva tanto e~ el ~urso de la formación
"""
<#
del SIstema como en su postenor reorgamzacIón. ,J
"1-
76 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

:' ®La presencia d~_unJ..esJll.tado determinado, como componente


.) deci~i~-º del ,sistem~ncionaL hac~, insuficiente ~l concep.to de
.' "acclOfi re.c1p.ro.ca '~1J la evalllaclOn de las relaCIOnes .mutuas
/
" de los-.comp.onentes-del sistema. El resl1:ltado recoge los g!.aº--QS de
libertad de 10s-cot:np.Q-n~n-~tema que son adeClladQs-para
el m.om~nt.o-de-t~y fija Sll acción .
® Si la.J!ctiYidaíLdeLsistema termilla-en...un resultado útil, la.~~acción
recíproca" deJQS_C.9mpQ!1entes del sistema siempre transcurrirá
segúD-eLtiPD_d~il¡leraéiÓn"-iñUtUa, dirig!9a ~..!,!~~~ehción de
'. e.se resultado.
l~. La_c.oop.eració.n.rec.íproca de los componentes del sistema se logra
gr.a.ciaS... a-Q.,lle.-Cada._.lillQ-.de ellos~ bajo la influencia de la síntE:'''!s
I aferellj~ __QA~_l-ª ..ªf~r~nlª-CióIl...YnJetorno, se libra de los grados de
i
libJ~I.tad...sup.er.fluo.s ...y_..se. llne a los otros componentes, con base en
los gradoLdeJihertad .qu_e_ cQ.o.p~-ªILP..ªra la obtención deJ resulta-
do final ajg. 3.31-.
(!) La. inclusión~.e.Lresulta_do_...eILel..sistema funcional elimina la ne~e­
sidaU~_. lltilizar la~ definiciones imperfectas de sistema y. muchas
otra.LeXIll".esiQnes ("sistema de dirección", "objeto de la direc-
ción", "biodirección", etcétera).

,
LA COMPOSICION DEL SISTEMA FUNCIONAL
Y LA JERARQUIA DE LOS SISTEMAS

Lueg,Q._de. definir el cQ.ncepto de sistema, debemos aclarar ot~a im~


portante._cuestióJL....5!l_ cQmJ.J_º~~ºiºn Y el papel de los componentes indi-
vidy.rues_en_su funciooamjento . La determinación de la composición es
indispensable , .debido a que en este punto se efectúa, con bastante fre-
cuencia, la interferencia entre la nueva noción sobre el sistema y todo lo
que antes se definía con ese término, sin ninguna clase de limitaciones
estrictas en las formulaciones y los conceptos.
Se utilizó el término "sistema" para todo lo que representara en sí
algo regulado (por ejemplo , sistema de circulación sanguínea, sistema
digestivo, sistema muscular, etc.) en comparación con otros fenómenos.
Es evidente que el término "sistema" se usa en el sentido de pertenencia
del fenómeno a una determinada clase de organizaciones anatómicas,
unidas entre sí por un cierto punto de funcionamiento. Aun en la actua-
lidad, existen investigadores que ven en el término "sistema" sólo este
significado. Si entendemos así al sistema, entonces separamos del or-
ganismo ciertas partes, unidas entre sí por el tipo de construcción ana-
tómica o de funcionamiento, y, por esencia, eliminamos la posibilidad
de comprender estas estructuras en el verdadero plano sistémico. Es
evidente que el sistema de circulación sanguínea, por ej emplo, nunca
77

......... ~.\.~ •.................... ............... ... ............... .... ....~ .............. ... ..
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~~ .................. ......... .
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~

-
~ -.---_.- .. --...
.... .....................................................

Figura 3.3. Representación esquemática de las correlaciones entre las sinapsis exci-
-
tadas y no excitadas en la neurona. De acuerdo con estas correlaciones, una misma
célula puede presentar distinta actividad. Puntos y líneas negros. Fibras y sinapsis
excitadas en el momento dado. Líneas punteadas y círculos blancos. Fibras y sinap-
sis no excitadas en el momento dado.

actúa como algo separado, ya que esto sería un sinsentido en fisiolo-


gía. En el organismo íntegro , la circulación sanguínea siempre lleva a
la obtención de un cierto resultado adaptativo (el nivel de la presión
arterial, la velocidad de circulación, etc.). Sin embargo, no es posible
r
obtener ninguno de estos resultados sólo con base en ~l sistema circu-
latorio. Aquí, se incluyen, indefectiblemente, los siste'm as nervioso, .
endocrino y otros, unidos por el principio de la cooper~ción reCíproca . ... ;....
,/ Por tanto, en la nueva concepciÓn sistémica. se trata de' hacer hincapié '.
c., .> nQ sólo en un indicio anatómico del componente participante. sino en
t~ t los principios de organización de diversos componentes (pertenecientes
78 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERA L

a diferentes sistemas . anatómicD.s)_.que llevan a un result ado de la activi-


dad de. este ramificado sistema beterogéneo L

Con frecuencia nos encontramos con que se subraya ex profesO'


la pertenencia anatO'micO'estructural de lO's componentes del sistema (por
ej em plO', "O'rganización sistemicO'estructural" , "niveles estructurales",
etc.). Esto, sin embargO', O'rienta en fO'rma inadecuada al lectO'r. En reali-
dad, ¿qué significa "sistemicO'estructural"? ¿AcasO' puede algún sistema
del O'rganismO', que prO'pO'rciO'ne un resultadO' adaptativO' útil, ser ines-
tructurado, es decir, que funciO'ne sin estructura?
Debemos subrayar que lO's sistemas funciO'nales del O'rganismO' se
( fO'rman~:a _partir de las e.sinlC.iuras mO'vilizables, a escala del O'rganismo
\ íntegro, _Q...lte en su actividad y resultadO' fmal nO' reflej an la influencia
I \' exc1usivade__.alguna estructura anatómica participante. Más aún, Jos
~ I COJll'p'O'nellte.Ld.~LUmL \!...ºJrª. Ülia~jón .anatómica se mO'vilizan e incluyen
( en el &Ü;teW.ª ...func.jonalJtQ1Q_ep la mediº--ª~n U~ .sp9P~r.an~a O'bten-
ción_del resultado programado
CO'mo hemO's O'bservadO' , .estos compO'nentes, al entrar en eLsis1e-
ma, pier..d..e.D-Sus gradQs de libertad superfluos; QuedansólO' lO's que cO'n~
t~b..l!yen a la O'btención del resultado útil, ya que el comportamiento
en cO'n.rn.n to_xepresenta un verdaderO' cO'ntinuo de resuItados....PO'r tan-
to , dudamO's que sea razO'nable esa cO'mplicación terminO'lógica que se
intrO'duce cO'n el términO' "relaciO'nes sistemicO'estructurales".
Además, es necesariO' señalar que la intrO'ducción del cO'nceptO' de
estructura en la definición de sistema apO'rta el matiz de algO' determi-
nadO' estructuralmente en fO'rma rigurO'sa. Sin embargO' , una de las prO'-
piedades características del sistema funciO'nal es la variabilidad Jlinámi-
ca de sus cO'mpO'nentes estructurales, variabilidad que se prO'1O'nga hasta
la____oJ?tención del cO'rrespO'ndiente resultadO' útil. Es evidente que en la
fO'rmación de lO's sistemas verdaderamente funciO'nales, intervienen, en
primer pl~nO', las leyes del resultadO' y de la mO'vilizació n dinámica de
las estructuras, las cuales garantizan la rápida fO'rmación del sistema
funciO'nal y la O'btención del resultadO' determinadO'.
Quisiéramos ....s.e.ñalar una circunstancia impO'rtante que pasa inad-
~/ vertida al investigadO'r. Se trata de la prO'piedad de m O'vilización :r@~
~." . pentina Jle lO's elementO's estructurales del O'rganismo, de acuerdO' cO'n
9~1¡ las e.xig~pcias ininterrumpidas que la función presenta a la estructura.
0"- Por prO'pied.ruL.~te_.m1:tyilizaciÓn entendemos ]a posibiJidad de cO'nstruc-
.~ .; f; ción instantánea de cualquier cO'mbinación de cO'mpO'nentes 9~e garan-
~ tiza .aLsistema funciO'nalla obtención del resultado adaptati v:o útil.
Si DO existiera esta capacidad pO'tencial de las estructuras p~a mo-
vilizarse en forma súbita y en cualquier cOlllbwacióJl, la inmediata O'r-
ganización..de.los...sistemas..funcionales sería imposible y, e n consecuencia,
Ja adaptación sería defectuO'sa .
PO'r ejemplO', sentadO's a la mesa del escritO'riO', pO'demO's tO'mar de
LA COMPOS ICiÓN DEL SISTEMA FUNCIONAL 79

ella un objeto con la mano derecha; pero, si en ese momento nos es


necesario otro objeto que se encuentra detrás de nosotros, con la mis-
ma facilidad, moviendo la mano hacia atrás, podemos tomar también
ese objeto. Es evidente que sólo la capacidad de reconstrucción súbita
y organización a elección de los componentes individuales de los apa-
ratos inervadores de los músculos garantiza la formación de los sistemas
funcionales, útiles en el momento determinado.
:o. De esta manera, la existencia del resultado como factor determinan-
i ........
te para la formación del sistema funcional y sus reorganizaciones físi-
. O cas, Y la composición específica de los aparatos estructurales, que hace

r!
:;: ~
.*
iJ posible la movilización inmediata para su asociación en un sistema fun-
cional, indicarr....g~e IQ.s~jstemas del organismo son siempre funcionales.
.Por tanto, es natural llamar a este sistema "funcional", lo cual hicimos
en su momento (Anojin, 1935).
En relación con la cuestión de la composición estructural del siste-
ma funcional, surge también la pregunta acerca de la jerarquía de los
sistemas, misma que en los últimos años ha adquirido mayor importan-
cia. Nunca se tienen sistemas funcionales del organismo ais]ados~o
con fmes didácticos se puede elegir un determinado sistema que asegu-
.re un cierto resultado en el nivel de la jerarquía para analizarlo (fig. 3.4).
Por ejemplo, la correlación entre la actina y la actomiosina constitu-
ye, por su arquitectura operacional, un sistema funcional perfilado, que
termina con un resultado positivo: el acortamiento de las fibrillasmuscu-
lares. Pero éste es sólo un sistema fun cional intermedio entre las correla-
ciones moleculares aún más finas del protoplasma de la célula muscu-
lar y el movimiento (por ejemplo, el movimiento del cazador en el

Figura 3.4. Esquema de las reuniones


jerárquicas entre los sistemas funciona-
les de diferente complejidad pero cons-
truidos sobre una formación fisiológica
de marcapaso, por ejemplo, sobre las
excitaciones del centro alimentario. El
esquema hace posible comparar la orga-
nización real de los sistemas funcionales
',2, ... 6, que tienen el mismo marca-
paso (P). Las líneas punteadas mues-
tran que los sistemas funcionales de
cada tipo no pueden ser comprendidos
de acuerdo con la concepción de los
niveles, ya que cualquier nivel de orga-
nización está unidó inevitablemente
con el punto energético, el cual alimen-
ta los sistemas de diferentes niveles.
80 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

bosque en busca de una presa); ya que este movimiento se realiza, a fin


de cuentas, también con ayuda de la actina y la actomiosina. ¡Qué am-
plio es el diapasón en el que está incluido el conjunto de sistemas fun-
cionales que constituyen esta grandiosa jerarquía de sistemas!
De acuerdo con lo anterior, al hablar de la composición del sistema
funcional, debemos tener en cuenta que cada uno de estos sistemas se
encuentra inevitablemente en algún lugar intermedio entre los sistemas
moleculares finos y los niveles más altos de organización sistémica, en
forma, por ejemplo, de un acto conductual.
De est~Lmanera, de descubrirse los mecanismos fisiológicos de unión
entre los sistemas funcionales de diferentes niveles, I108 cic¿TCariüiTI0S a
la resolución del problema de la unión orgánica del análisis y la síntesis
I en el proceso de investigación.
En realidad, la contracción de la fibra muscular se nos presentaría
en dos aspectos: por una parte, como proceso de las estructuras con-
tractivas en general y , por otra, como acortamiento de las fibras muscu-
lares en un salto deportivo, por ejemplo, lo que constituye un subsis-
tema muy parcial. Resulta evidente que existe una enorme diferencia
en la composición de estos sistemas; puede ser que ante nosotros se
plantee la importante tarea de determinar el lugar de cada componente
en el sistema mayor.
En los últimos años, la cuestión acerca de los "niveles" de organiza-
ción de los grandes sistemas la abordan , en especial, una serie de autores
soviéticos (Kre.1J.1iª.IJ:~!ci Vvedenovl.y~x1Ianiems.-CGerard 1 · Braun, Novi-
kov). El resumen más completo de las investigaciones de las regularida-
A des integrativas se encuentra en el libro y en los artículos de V.l. Kre-
mianski. Esta orientación aparece bajo distintas denominaciones: "ni-
veles in tegrativos " , "niveles estructurales", "jerarquía de sistemas",
etcétera.
Sin embargo , a causa de la teorización excesiva, ~ing!!.no de ~stos...
au toJe.s...-ºfn~ce ._ªJgº_~o!lslru~ti.Y..~L~n _relación con el proce~52 .. ge investt
. gación ni resp.º-llº-~. a las cuestiones fundamentales que plantea el pro-
l blema de la jerarquía. .
En ~S~mcié.l ,. est.9_m.\!~strllJllm_b.ié.D~limp-ko_Jiel..t.érminQ_ ' 'niveles" ,
que se e~º!le!:l!ra e!!_absoluta contradicció~ con el concepto de "siste-
ma". Lo más importante es que en ninguna concepción los niveles po-
seen una arquitectura funcional. En consecuencia, no pueden ser halla-
dos ni el medio de unión de los niveles ni los mecanismos que mantienen
la unidad de la arquitectura del conjunto.
Lo anterior nos convence plenamente que ante el investigador se
plantean por lo menos dos cuestiones cardinales sin resolver, las cuales
le impiden comprender los finos mecanismos de los complejos sistemas
funcionales del organismo.
Años atrás, formulamos estas cuestiones de la siguiente manera:
LA COMPOSICIÓN DEL SISTEMA FUNCIONAL 81

1. ¿Por medio de qué mecanismos se unen entre sí los subsistemas


cuando se forma un supersistema? Si se toma en cuenta la pre-
sencia de determinada cantidad de mecanismos fundamentales,
específicos del sistema funcional, la cuestión se puede plantear
" de manera más precisa: ¿por medio de qué mecanismos funda-
mentales de su arquitectura se unen los subsistemas para formar
un supersistema?
2. ¿la arquitectura del funcionamiento de los subsistemas elemen-
tales se diferencia de los sistemas complejos?, o bien, ¿funcionan
los sistemas de todos los niveles según la misma arquitectura, que
es característica del sistema funcional en general, o se diferencian
unas de otras?

¿No funcionan también según este principio los "grandes sistemas"


de las empresas industriales? Demos el derecho a juzgar acerca del tema
a los correspondientes especialistas. Pero , si fuera así, ante nosotros se
plantea la cuestión de una soprendente armonía en la organización de
todos los sistemas donde el resultado es el factor decisivo de su for-
mación.
Consideramos que en análisis de una cuestión tan esencial como
lo es la reunión de los subsistemas en un supersistema pueden surgir
otros problemas. Sin embargo, es indudable que sin resolver los dos
planteados no es posible tener esperanzas de solucionar el de la jerar-
quía de los sistemas en conjunto. Se trata de cuestiones de principio.
Para responder a la primera pregunta, es necesario partir de la con-
clusión a la cual llegamos durante la formulación del concepto mismo
de "sistema". El aspecto más importante en el sistema es eÍ- resultado ,
'\, ya que cualquier complejo y cualquier conjunto se convierte en siste-
ma sólo gracias al resultado. A su vez, el sistema no puede ser estable
j' si el resultado, con sus parámetros esenciales, no influye en él a través
< de la aferentación en retomo. Así, cualquier sistema, por más !!!tpor-
' tante que sea en la serie jerárquica. debe subordinarse a estas reglas.
I
J::ti- Estas consideraciones nos llevan a la conclusión fundamental con
/ ';{? respec~o a la c~mp6sición de la )erarquía: todo~ lo~, sistemas funci~-
..ji\» nales, mdependlentemente del mvel (le su orgamzaclOn y de la cantI-
L o ~" dad _ nentes ue los constituyan, tienen, en principio, una
, . JV c~l~ jsma arquitectut¿!. funcional, .en !~ cual el resulta o es el actor 0-
I J rl v/ estabilIza su or amzaClOn.
I '\ í/ La resolución del segundo prob ema planteado, se facilita SI se
~ acepta la tesis de que las.,. arquitecturas de los sistemas son, en prm-
cipio, idénticas. "
Si se da por supuesto que determinados subsistemas se reúnen entre
sí y entran en contacto con ayuda de ciertos mecanismos intermedios
que llevan a la obtención del resultado útil, se observa de inmediato que
82 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

semejante suposición es inaceptable. En ese sentido, algunos subsiste-


mas no podrán desarrollar su significado funcional fundamental, es de-
cir, la obtención del resultado y, de esa forma, el sistema mismo no po-
drá ser llamado sistema. Por ende, lo más probable, es que el resultado
útil del sistema, por más pequeño que éste sea, represente el aporte real
en caso de formación de un supersistema o de un "gran sistema".
De lo anterior, se infiere que durante la formación de la j~rarquía \)
de_. los sistemas, cualquier nivel más bajo debe, de alguna manera; or- I
ganizar los contactos de los resultados lo que puede constituir el si- (
guient~ nivel, más alto, de los sistemas. Es evidente que el organjsmo (
forma sULs.isle.mas de esta manera, lo cual le hace posible organizar si:s- )
temas _ -cün_-11na_graiLca.ntid.ad de componentes. De esta manera, l~,,:/
ranl_uía _d_e_1Qs_si.s1~mª.s ~~~e convi.~!te en la '5?rarguía de los t:.esultac,lers de
adª-Jl_n o º~ _ 10~sub_~ist~.mé:l:~ _ 4.5?Llli.vel anterior.
Otra importante cuestión que surge durante la formación de la jerar-
quía de los sistemas, es la siguiente: ¿cómo actúa esta jerarquía de
subordinaciones cuando necesita actuar como un todo?
Un buen ejemplo es la correlación entre el nivel de presión arterial
y cualquier estado emocional que surge por la influencia de excitacio-
nes externas. Sabemos que cuando surge una emoción, por ejemplo el
miedo, se provoca un rápido aumento de la presión arterial, lo cual
posee una indudable significación adaptativa. Pero, al mismo tiempo,
sabemos que el nivel permanente de la presión arterial representa el
resultéido de un sistema funcional autónomo ramificado, indepen-
diente de la descarga emocional (Anojin, 1960). ¿Cómo entonces la
descarga emocional, que surge por una causa externa, encuentra acce-
so al sistema funcional de circulación sanguínea? ¿Sobre qué compo-
nentes de este sistema de organización inferior actúa la descarga emo-
cional?
La corteza cerebral y la emoción que se ha provocado necesitan el
mantenimiento de un alto nivel de abastecimiento sangu íneo y de pro-
cesos metabólicos en el estado de estrés del organismo íntegro. Por
tanto, es evidente que la descarga emocional debe ejercer su acción
sobre el "resultado" del sistema funcional , es d~cir, sobre el nivel de
la presión arterial. Pero este nivel es una magnitud física.
De esta manera, la descarga emocional debe actuar principalmente
sobre los mecanismos eferentes, que determinan el nivel de la presión
arterial. En consecuencia, la descarga emocional debe obrar, en direc-
ción descendente, sobre el eslabón eferente del sistema que determina
el nivel de la presión, es decir, sobre el centro de contracción de los
vasos sanguíneos.
Un hecho muy interesante atrae nuestra atención: el nivel de la
presión arterial no depende, en este .caso , de la síntesis aferente que se
realiza a cada segundo por medio del centro de contracción de los

-.
LA ARQUITECTURA OPERACIONAL INTERNA 83

vasos sobre la base de la señalización aferente barorreceptora. En caso


de una descarga emocional, la excitación del supersistema ocupa di-
rectamente las vías eferentes del subsistema y establece el nivel nece-
sario de presión arterial, pasando por alto la síntesis aferente del
"dueño" del subsistema. A este último s610 le queda resistir, con
ayuda de los barorreceptores, a la excesiva presión que se ejerce sobre
sus vasos.
/ En resumen, cabe señalar que el rasgo más importante de cada sis-
( tema funcional es su carácter dinámico. Las formaciones estructurale .
1 que~_ºnstituy~n los sistemas funcionales poseen una movilidad excep- ('

\ ciona~1Lpm¡lle.dad posibilita su plasticidad para cambiar súbita-


mente su arquj1~ctura durante la búsqueda del resultado útil programado.

LA ARQUITECTURA OPERACIONAL
INTERNA DEL SISTEMA FUNCIONAL

No es exagerado afirmar que la mayoría de los problemas en el desa-


rrollo de la concepción sistémica en general, y de la "teoría general
de los sistemas" de Bertalanffy en particular, residen en que sólo se
debate acerca de las propiedades globales del sistema; en otras palabras,
son discusiones con respecto al sistema de "la caja negra". La mayoría
de los investigadores no se esfuerzan por penetrar en la arquitectura
interna del sistema ni por evaluar en forma comparativa las propieda-
des específicas de sus mecanismos. De acuerdo con este enfoque, el
sistema siempre aparece como algo homogéneo, cuyas células son idén-
ticas, sus componentes equivalentes y todos sus mecanismos poseen
igual importancia.
En realidad, sucede todo lo contrario: eLs.is1e.ma funcional es siem-
pre heterogéneo, está constituido por una deteoninada cantidad de me-
canismos principales, cada uno de los cuales ocupa un lugar específico
en el proceso de formación del sistema funcional./Es evidente que de
IJ.O poner al descubierto estos mecanismos específicos, qJJe conforman
la arquitectura operacional interna del sistema, no nos aproximaremos
a..L objetivo de la concepción sistémica: garantizar una unidad orgáni~a
en el proceso de investigación del nivel sistémico de funcionamiento
y una caracterización individual de cada elemento o mecanismo par-
cial (fig. 3.5).

I La ..importancia del enfoque sistémico radica en que el elemento o


componente del funcionamiento no debe comprenderse como una
\ formación autónoma e independiente, sino como un elemento cuyos

~
grados de libertad están subordinados al plan general del funcionamien-
to <leLsisíema~LcuaL.está-dir-Ígid<Wl-1a-Ob.tención del resultado bené-
ficp . El . compQnente_.d.ehe..-.S.er.JlILeslahó.ILQIgáJlicQ_e.n__~onjunción con

~
84

, _ .Aferen
_ -taci6n
- - -en-retorno
----,
I
-~-l
r:-~-6..-...I.~ I
I
Aferentaciones
situaci onales
......~----'I
I
" ,--'-......................................, I
Estímu I o ':1~~==1E{ I
disparador --++...: J.

'"
Aferentaciones
situacionales t
Motivación dominante
Síntesi~ aferente

Excitaciones aferentes

Figura 3.5. Arquitectura general del sistema funcional como modelo lógico del acto
conductual que constituye la base del "puente conceptual" en tre los niveles de los
procesos sistémicos y anal (ticos; AR. Aceptar de los resultados de la acc'ión .

los demás participantes. Por supuesto, esta regla se aplica a cualquier


componente de cualquier subsistema, por más elemental que éste sea.
Una de laLdifeI.encias...es.enciales entre la teoría del sistemaJuncio-
nal y.Jos .IDod.elo..uistémicos propuestos a discusión, es la presencia de
una arquitectura op.eracionaLinterna elaborada con precisión. Esa arqui-
tectura interna, expresada en conceptos fisiológicos, es el instrumento
más important.e para el empleo práctico del sistema funcional en el
. trabajo de investigación, incluso si se trata del nivel molecular del
objeto investigado.
De esta manera, eUis.t.ema puede convertirse en el principio..meto-
dológico de investigación, y tender así el "puente conceptual" entre
las generalizaciones sintéticas y los detalles analíticos, sólo si tiene una
arquitectura interna perfilada, fisiológicamente auténtica y justificada.
La_arqui1e.ctura interna del sistema funcional expresa el desarrollo
posterior de la hipótesis acerca de la cooperación mutua entre los com-
ponentes del sistema. En ella se ponen al descubierto sus mecanismos
( finos, con cuya ayuda los componentes del sistema se liberan de los
gradOS de libertad superfluos para interrelacionarse con otros compo-
. nentes, con base en la influencia imperativa del resultado sobre el sis-
{ tema en su totalidad.
En uno de sus trabajos, Ashby afirma que la pluralidad de los com-
ponentes del sistema y su acción recíproca potencialmente infinita de-

-.
LA SíNTESIS AFERENTE 85

ben ser simplificadas de acuerdo con las exigencias del análisis, ya que,
como se observa en el ejemplo de la superficie con 400 lámparas, es im-
posible analizar de manera eficiente las caóticas "acciones recípro-
cas" de esta pluralidad. Esta circunstancia 10 condujo a abordar el tema
de la simplificación y la "mejor lógica del mecanismo". Aún se expre-
sa en forma más radical al afirmar: La teoría de los sistemas debe cons-
truirse sobre los métodos de simplificación, ya que ella representa la
ciencia de la simplificación (Ashby, 1962).
Sin embargo, una vez más, no señala 10 más importante : ¿con base
en qué criterio debe ser construida la "lógica qel mecanismo" y reali-
zada la "simplificación de la pluralidad"? La teoría del sistema funcio-
nal resuelve estas preguntas en forma precisa. El criterio central de
simplificación de la pluralidad es el resultado del sistema, el cual, como
ya observamos, restringe los determinados niveles de libertad de sus
componentes. De acuerdo con la teoría del sistema funcional, la
"mejor lógica dei mecanismo" no es otra cosa que la arqujtectur,a-opera-
cional interna de] sistema que responde a todas las exigencias del aná-
lisis fisiológico de sus mecanismos, incluido el nivel molecular.
'Más adelante, presentaremos los mecanismos específicos que cons-
tituyen la arquitectura interna del sistema y garantizan la reunión , en
una concepción inicial única, de la síntesis superior y del análisis más
fino .

,
LA SINTESIS AFERENTE

Como afirmamos al comienzo del capítulo , para el sistema funciQnal


es muy importante que la cuestión acerca de qué resultado debe ser ob-
tenido se resuelva dentro del sistema, con base en sus mecanismos regu-
lares. Esta circunstancia diferencia radicalmente al biosistema de los
más complicados dispositivos mecánicos de regulación automática..·Para
las máquinas, la finalidad de su acción está fuera de sus límit.es y sólo
se le otorga cierta capacidad de auto organización en el proceso de obten-
ción del resultado, el cual no es programado por ella.
El biosistema, incluso el de una jerarquía muy simple, toma por sí
mi~mº,_ con base. en sus proc~jnle..rnQs.,_la decisiÓn acerca de cuál
es el resultado necesario en un momento de su actividad adaptativa.
Este problema se resuelve en el estadio de la síntesis aferente.
Debido a que hemos descrito este proceso en diversas publicaciones,
daremos sólo una breve formulación de sus características y su compo-
sición. ¿Cuáles son las aferencias que se sintetizan en este estadio?
Propusim9s ctlatro componentes decisivos de la síntesis aferente,
los cuales deben elaborarse en forma simultánea a la acción recípro-
ca en el nivel de las neuronas aisladas~la motivación dominante en el
86 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

moml:Iltll...JjJ:tl:[!!ljnad~~~iLaferentaci6n situal, que tam bién correspon-


de aL.Jll.~nt.9-º-ªg_º-,-_.ª-~.~rentación ~revia a la puesta en tp.archa, y,
fin-ªlment~a memoria (º~. 3.6).

11

1I1~ Hambre
Reacción de
o r ientac ión

IV

Dolor

L uz Dolor

Figura 3.6. Diferentes tipos de convergencia de las excitaciones en una misma neu-
rona. 1. Convergencia multisensorial. Encuentro de las excitaciones provenientes de
diferentes superficies receptoras; 11. Convergencia multibiológica. Posibilidad de
convergencia de diferentes estados biológicos, por ejemplo, hambre , dolor, reacción
de orientación-investigación; 111. Convergencia sensorio-biológica. Gracias a ella,
tienen la posibilidad de entrar en contacto las diferentes estimulaci ones sensoriales
con los estados biológicos del organismo, generalizados ampliamente por una enor-
me cantidad de neuronas corticales y subcorticales; IV. Convergencia axónico-senso-
rio-biológica. Gracias a ella, se hace posible el encuentro , en una misma neurona o
. en un conjunto de éstas, no s610 de las estimulaciones sensoriales, bio lógicas e intra-
centrales, sino también de las estimulaciones que salen a la neurona terminal en for-
ma de estimulaciones eferentes. Éstas salen por los colaterales ax6nicos del axón
principal. Dicha convergencia de estimulaciones con un contenido polifuncional
representa un verdadero bloque integrativo.
LA SíNTESIS AFERENTE 87

La. condición fundamental de la síntesis aferente se realiza con el


ency.~nttº--.simJJ1táneo de lQs_J~u~antes de este estadio del
sistema funcional. Los análisis microquímico y con microelectrodos y
otras formas de investigación analítica de la neurona, cuando se en-
cuentran en e]]a todOS-los tipos de excitaciones enumerados, mostra-
ron que este proceso se efectúa por medio de una serie de procesos di-
o n'áIJ:!!cos del sistema nervioso. A ellos pertenecen principalmente .la
activación ascendente, provocada por la reacción de orientación-i!!~~s­
tigación (que, por lo general, aCOlp.p~a ~_l~~íntesis aferente y pre-
cede a la toma de la deQisjón),~roceso de reverberación córtico-
sUQcortical y el proceso corticofugo de aumento de la excitabilidad de
los receptores inCluidos en la síntesis aferente .
.La particularidad de esta condición consiste en que este proceso
sintético, si se le transporta a la escala de la neurona, se realiza con
base en la ley central de la actividad integrativa deJ cerebro, es decir, en
la convergencia de las ~itaciones sobre una misma neurona.
De esta manera, debemos centrar nuestra atención en lo siguiente:
la sincronía en la elaboración de los cuatro tipos de excitaciones, en el
estadio de la síntesis aferente, se basa en que cada una de ellas adquiere
sus ro iedades fisiológt~~ª- . P'l~ti<;l:lJª-r.~~__ .en el proceso de elaboraci!>n
simultánea. ,AqUÍ, se exime a la neurona de Jos grados de libertad
superfluos, gracias a que a ella llegan sólo determinadas excitaciones.
En relación con lo anterior, es oportuno señalar que la tendencia,
existente en la neurofisiología, de estudiar y analizar componentes de
la síntesis aferente tales como la motivación, la memoria, el estímu-
lo, etc., en calidad de problemas aislados e independientes, es poco
eficaz.
Tomemos,' por ejemplo, el problema de la memoria. Si se examina
en forma aislada, como problema independiente, puede desviar el
pensamiento del investigador hacia otra dirección. En realidad, ¿en
qué aspecto se desarrolla en la actualidad el problema de la mem0ria?
La mayoría de los inv.estigadores concentran su atención en el momen-
to de la fijación de la experiencia sufrida por el sistema vivo. Esto, sin
duda, es un aspecto importante, pero la cuestión cambia por completo
en cuanto examinamos la memoria como uno de los componentes in-
cluidos orgánicamente en la toma de la decisión. Aquí, el centro de los
acontecimientos de desplaza, en forma inmediata, de la fijación de la
experiencia a la extracción dinámica de esa experiencia de los agrega-
dos moleculares del gran sistema.
Este proceso de extracción de la memoria es aún más sorprendente
si se piensa con qué facilidad ayuda, a cada instante y sin errores, a
tomar la decisión necesaria al final ' de la síntesis aferente. Observemos
qué fácilmente extraemos de la memoria los más finos matices de
nuestro pensamiento, de nuestras conversaciones, de todo 10 que fue
88 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

acumulado en nuestra vida. Es evidente que esta maravillosa capacidad


de la memoria de estar preparada para dar a cada momento que se fue
acumulando durante muchos años y que se necesita en un estadio de-
terminado de la síntesis aferente, no puede ser estudiada de otra ma-
nera que con base en el contacto total y en la acción recíproca entre
los cuatro componentes de la síntesis aferente señalados.
Al _~laborars,eJª-_~QncepciÓlLS.Qbre la actividad integratiya.d e la neu-
rona,.__S~ .Jacilitó, en forma _~nif~cativa, la resolución del problema de
la síntesjs aferente y se hjzg posible la formulación de l~)esis acerca
de la participación dinámica de la memoria en esta síntesis: la extrac-
ción de la,_ exQ~x.t~I!.c.!ª- . Pª_~':lº?_de)0_~.Jeservori9s de la me,moria ocurre
poua..mismaJÚl.e.a .n.e.uLQ,guimiºª-"Q.Qr la cual fue fijada el) el momento
de su adquisición (Anoji~, 1974).
De esta manera ,..Ja sínte.sis-'l.fur..ente, que conduce al organismo a la
resolu.ció.n_ de la cuestión de qué resultado debe ser obtenido en el
momento deter.lT!inJ~ldQ_L...g~rantiza el planteamiento del proQIema de la
finalidad, a cuya obten~!.<?n.... estará dedicada la lógica posterior del
sistema. ..,
Es fácil observar que la síntesis aferente, por ser una etapa indis-
pensable del sistema funcional, contiene todo lo necesario paE.a fOf-:_
mular la cuestión del objetivo, que durante tanto tiempo atemorizó
al investigador materialista y permanecía dominada por el idealismo.
Los detalles de la síntesis aferente se estudiaron durante mucho
tiempo en nuestro laboratorio con ayuda de métodos fisiológicos expe-
rimentales. Por ejemplo , ~emostró la unidad indjyisible de las aferen-
tacio!1es (Qr~.yia a la puesta en marcha y situacional), con b~se et:il?s
experiencias en la extirpación de los lóbulos frontales de la corteza
cerebral en el p~rro, y el estudio posterior de la reacción de elección
entre diferentes estímulos condicionados (Shumilina, 1949 ).
En la actualidad, se estudian detalladamente los distintos tipos de
influencias activadoras ascendentes, las cuales brindan una importante
ayuda a la síntesis aferente. Aquí, es necesario señalar el extraordinario
aumento de la capacidad discriminativa de la neurona cor tical hacia la
frecuencia de los impulsos, bajo la infloencia de los estímulos "motiva-
dores" del hipotálamo (Jaiutin, 1971). Otro mecanismo importante,
que se revela en caso de estimulación del sistema límbico, es el pasaje
de las neuronas de la categoría de monomodales a la de multiconvergen-
tes (Makarov, 1970). Es fácil observar que sólo estos dos mecanismos
pueden aumentar en forma significativa la capacidad informativa de la
neurona y, junto con otros mecanismos ya descritos, hacer efectivo el
estadio de la síntesis aferente. A la categoría de Jos mecanismos @e la ..
faciJi taJ'l , hay qU~...é:J,greg~r l.ª.ntbi~_n las propiedªº"es <;letectoras d.e .los re-
c~ptQJ.es .p~.rifMJ<:;º.~. yJª . inhi1Jl.~!º.!l .. ª_~~esoria de 10,8 "ruidos".L~urante el
paso de la infor.ID.ª~iº!1J!fe.r.ent~.Q.9r el..~!stema nervioso central.
LA TOMA DE LA DECISiÓN 89

El papel de la motivación dominante en el establecimiento de las


acciones recíprocas sintéticas en este estadio fue estudiado en forma
detallada (incluso con métodos microquímicos y de microelectrodos),
sobre la superficie de una neurona aislada. Es evidente que la posibili-
dad de este análisis fino de algunos procesos que componen el sistema,
apareció sólo cuando fue elaborada la " mejor lógica del mecanismo", es
decir, la arquitectura operacional interna del sistema.
Asimismo, en los problemas de la dirección, como en los sistemas
biológicos, corresponde - plantearse la pregunta: ¿qué resultado debe
/ obtener el sistema? Dicho con otras palabras, el conjunto de todos los

~
~ ' cálculos y las consideraciones previas debe constituir (por ejemplo, en
r, el comercio) la base de la síntesis aferente que lleva a una decisión y a
la elección de la acción con el mejor resultado. Por ejemplo, Hanike, al
referirse al problema de la dirección, escribe: "La finalidad consiste en
asegurar la toma de decisiones con base en el análisis sistemático"
(1969, pág. 41).
De la claridad con que se plantean, en el área de la dirección de em-
presas, los problemas acerca de la necesidad de la síntesis aferente (se-
mejantes a los existentes en la biología), se desprende la sorprendente
relación que existe entre la argumentación de Hanike y la nuestra.
Con el fin de poner en evidencia la presencia de la amplia síntesis
aferente en el hombre, ante la toma de una decisión, examinaremos,
por ejemplo, el momento en que un transeúnte cruza una calle. Antes
de tomar la decisión correspondiente, el sujeto debe evaluar cuidadosa-
mente un número bastante grande de componentes de esta síntesis afe-
rente (la cantidad de automóviles, la velocidad con que se desplazaI"l:,
el ancho de la calle, sus propias fuerzas, etc). Para argumentar la pre-
sencia de este estadio en la actividad sistémica del hombre, Hanike tam-
bién utiliza este ejemplo y enumera todos los parámetros que deben
considerarse para la toma de la decisión de cruzar la calle.

, ..-
LA TOMA DE LA DECISION

La toma de la decisión es uno de los momentos más interesantes en


el despliegue de los procesos sistémicos. El hecho de que el coneepto
de toma de decisión fuera excluido durante mucho tiempo del área de
las investigaciones científicas por la llamada ciencia pura, es la mejor
demostración de que se realiza con base en procesos cerebrales muy
complejos.
En la actualidad, como se desprende de la exposición anterior, la
teoría del sistema funcional hizo de la "toma de la decisión" un va--
_lioso participante en el proceso de formación del sistema; proceso
crít~acias al cuaLlª-Yaloración aferente de todas las condicion-es cul:
90 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

Q mina. -COD.-_Ull_JUecanismo accesible a ]a investigación1<ta sínte§!s-'lfe-


o~ rente,_ªL'§.!lQordinarse a la ll!.Q!ivación dominante en el mome.nto de-
termin~do LP-ª.i_o la corrección de la memoria, realiza la selección de
, los _PQ.Sih1..e.s_gr.ª.dº~e liQ~rtast.YL~n presenCIa de esta selecc~.9n, la exci-
'0~ \ tació~se __.dirig.~le.cJivamente _a los._ml)sculos que real!~an el acto
~ necesano.
Sin embargo, surge una pregunta esencial para nuestra concepción:
¿cuándo y cómo se efectúa la toma de la decisión ligada con la obten-
ción de este resultado específico?
Datos recientes aportados por los colaboradores de nuestro labo-
ratorio (A.!. Shumilina, V.B. Shvirkov), nos conducen a pensar que~la
evaluación de los posibles resultados se efectúa, en presencia de una
mQtivación dominante, en el estadio de la síntesis aferente. Sin . em-
bargQ,_~.s.to.sJ.e.sultados en realidad no se obtienen y, en consecue·ncia,
su evaluación se realiza con ayuda de cierto mecanismo, hasta ahora
desconocido J?9r nosotros. Lo que._9_C!!.rre en el roceso d~ la "toma
de ]a decisión" es el resultado de la elección con base en la p~olonga­
~a evaluélción de los diferentes resultados que se forman internamente.
Dicho con otras palabras, c.ualquier toma de decisión, después de
terminada la sin.le..sis...a.furente, constituye la elección de los grados de li-
bertad más adecuªd_Q~ en JQ5..._coillQonentes que deben constituir el
aparato de .trabajo del sistema. A su vez, estos grados . qe libertad
sobrantes p.osLbjlitan la realización, en forma económica, de la acción
que debe llevar al resultado programado.
¿Có m·ü- ü curre esta eliminación de los grados de libertad super-
fluos? ¿Por qué el momento de la toma de la decisión tiene en ocasio-
nes el carácter de una intuición súbita?
En la actualidad, aún no podemos contestar a estas preguntas, pero
el enfoque elaborado garantiza que la toma de la decisión, en los sis-
temas biológicos con jerarquías grandes y pequeñas, es un fenómeno
del todo analizable y accesible a la ciencia objetiva.
Los experimentos de Shumilina, en los que extirpó los lóbulos
frontales de un perro que debía elegir activamente uno de los cos-
tados (derecho o izquierdo) de la cámara, mostraron de manera con-
vincente que en este momento, es decir, en el momento de la toma de
la decisión, la información elaborada se integra en el área de los lóbu-
los frontales, de donde parte la orden hacia la combinación de los
aparatos más adecuados.
Es i.m.p.9rtanl~ señalar-®e el proceso de la toma de la º-~cisión, al
ser .el más.exigente con respecto al volumen de la información _aferen-
te, .~.~ .eJ._.2I.:!mero en sufrir los resultados de las diferentes interven-
cion.eLq.uir.úrgic.as.....e.n el sistema nervioso centraL.. Una ilustración de-
mostrativa son los resultados· de los experimentos de Gambaryan
(1971). Al destruir ciertas estructuras sub corticales (el pálido y otros)
LA TOMA DE LA DECISiÓN 91

descubrió que la elección activa del costado de la cámara donde debe


realizarse el reforzamiento alimenticio se ve alterada por mucho tiem-
po. Por el contrario, lo que parecería más complejo en un "acto volun-
tario", el oprimir pedales para la obtención de comida, queda inalte-
rado o sufre muy poco.
Tratemos de comprender el momento de la toma de una decisión
determinada, desde el punto de vista de las leyes fisiológicas generales.
Sus mecanismos se aclaran si nos representamos por un· momento qué
cantidad de posibles acciones puede realizar el hombre al utilizar tan
sólo el aparato muscular. Sabemos que la parte eferente del organis-
mo debe poseer la propiedad de movilización urgente. El más peque-
ño cambio en la distribución de los esfuerzos musculares provoca un
movimiento orientado ~e las extremidades o del cuerpo entero.
En principio, en el organismo existe una cantidad infmita de posi-
bilidades de movimiento, quizás no menos que la cantidad de combi-
naciones de las acciones recíprocas en una superficie que contenga
400 lámparas. A su vez, sabemos que en cada caso particular, de acuer-
do con la decisión tomada), las excitaciones llegan a grupos musculares
determinados. Dicho con otras palabras, se desechan rápidamente
en nuestros movimientos los grados de libertad que no correspondan a
la decisión tomada. Así, la realización de la decisión tomada debe ex-
plicar, en el plano fisiológico, dos importantes problemas:

l. ¿Qué mecanismos efectúan la selección de los grados de libertad


necesarios en el momento determinado e inhiben, en las neuronas moto-
ras y en los aparatos musculares, a los que no se relacionan con la ob-
tención del resultado?
2. ¿Dónde puede localizarse predominantemente este proceso, con-
densado en alto grado, que elabora en forma simultánea, con base en la
motivación dominante, la información aferente que llegó al cerebro,
realiza la comparación ininterrumpida de estos resultados con la expe-
riencia anterior y, por· último, los traslada hacia vías aferentes que co-
rresponden a la distribución de las excitaciones para realizar el acto ade-
cuado que garantice la obtención de los resultados necesarios?
Al plantear estas cuestiones, pasamos a un área totalmente llueva
para la neurofisiología. EL,papel que ju.eg.a la motivación dominante en
la ~~lección de Ja información aferente necesaria por las neuronas de la
corteza a nivel cQrti.caI,_e.n-.eLmomento determinado, muestra cuán in-
teresantes son estas nuevas cuestiones.
La investlgaCIóri--microfisiológica de las neuronas del hipotálamo
ventromedial, mostró que su nivel de actividad depende de la excita-
ción' inicial del núcleo lateral del hipotálamo, por la "sangre ham-
brienta".
92 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

Mostramos que al dosificar esta excitación en condic¡ones naturales


(someter al animal a diversos periodos de ayuno, de uno a)\cuatro días),
la cantidad de excitación dominante cambia en las sinapsis de las neu-
ronas corticales y se modifica también, en forma significativa, la in-
fluencia integrativa que ejerce la motivación dominante sobre otras ex-
citaciones sinápticas de las neuronas corticales.
Existen bases para suponer que este mecanismo se realiza en las es-
tructuras más integrativas y compactas del cerebro. Sin embargo, debe
estudiarse de nueva cuenta el problema de la interpretación fisiológica
del proceso de la toma de la decisión, el cual surgió gracias al enfoque
sistémico hacia el objeto investigado.

,
FORMACION DEL ACEPTOR ,
DE LOS RESULTADOS DE LA ACCION

E1.aparato~pLQr._d~_Jos resultados de la acción es unQ de los más


interesantes enJª__ªctividad del cerebro, tan universal y "omnipresente"
como la aferentación en retomo y la síntesis aferente. La formación de
este meCaniSffi{Lrnudifka la hipótesis establecida-acerca deLmovimien-
to progresivo de . . las_u...e.xci1acioneSJor el sistema nervioso ~entral, de
aCllenLq co!!_~l proceso reflejo. El aceptor de los resultados de la accjóIl~
con base en el mecanismo multilateral de la síntesis aferente, no repre-
senta un desaqºllº__ .§_~.cuencial de la cadena de fenómenos del "acto con-
ductual. El ª_(;~t9r se "anticipa" a las propiedades aferentes del resul-
tadQ..que _dehtLS.er obtenido, de acuerdo con ]a decisiÓn t omada, y, -.en
consecuencia, al.cutso--de-JoS-ac.onte.cimientos en las relaciones entre
el ºfga~J~.I!!.~.1 el mundo externo.
El aceptor de los resultados de la acción es un aparato muy com-
plejo. Así, .debe establecer ciertos mecanjsmos nervioso& _.iinos, que
permitan_no sólo pronosticar las señales del resultado necesario.. en el
momen.m.Jkterminado, sino también compararlos con los parámetros •
del resultado real Esa información llega al aceptor de los resultados de
la acciÓn gracias a la aferentación en retorno. Este aparato proporcio-
na a] organismo la Única posibilidad de corregir el error debcomporta-
mie.nto ,,_o ,,_de. jl~yar a su fin las acciones no terminadas. Cabe subn¿lyar
qu~ las "búsquedas" y las compensaciones de distinto tipo también
pued"en lleYJ!L_al r~sult'!.º&.!Itil a través de esta valoraciÓn de la".aferen-
ación eO$J.ru:no. ELdesarro11o circular de estas excitaciones durante
el. '"~r"ecQnQ,,cjmiento" y la "bÚsqueda" puede ser tan rápido que. cada
bloque de esta función, compuesta por el resultado, la aferentación en
retomo, la comparación y evaluación de los resultados reales en el
aceptor de los resultados de la acción, la corrección, el nuevo resulta-
do, etc., puede desarro11arse,. literalmente, en fracciones de segundo.
EL ACEPTaR DE LOS RESULTADOS DE LA ACCiÓN 93

Este proceso se efectúa rápidamente en las condiciones de "escudri-


ñamiento" y "seguimiento".
En el nuestro, y en otros laboratorios, se demostró, tanto en expe-
rimentos comunes con reflejos condicionados como con ayuda de
procedimientos electrofisiológicos finos, que este aparato se organiza
inmediatamente después de la toma de la decisión.
Es posible que el encuentro del complejo anticipador de las exci-
taciones con la información acerca de los resultados realmente obte-
nidos, se efectúe con base en ciertos índices _muy finos de la excita-
ción en general, los cuales permiten una comparación cuantitativa y
com posicional. _
El científico japonés Suga (1964) hizo una interesante compa-
ración que se realiza en el aceptar de los resultados de la acción, a pesar
de que no conocía la arquitectura general del sistema funcional. Este
investigador estudió la recepción de la señal en retorno del objeto, re-
flejada en el momento de la localización ultrasónica en los murcié-
lagos. Se puso en evidencia que durante el envío al espacio de la señal
ultrasónica de búsqueda, en el cerebro del murciélago se integra la
actividad de un complejo de neuronas excitadas con periodos latentes,
de inhibición y configuración de frecuencia diferente. Estos complejos,
de acuerdo con la fase en la cual ocurre su encuentro con la señal ultra-
sónica reflejada por el objeto, determinan a qué distancia se encuentra
el objeto perseguido.
Por supuesto, este aparato de evaluación del resultado de la acción
es comparativamente simple, pero nos sugiere por medio de qué recur-
sos y parámetros la excitación nerviosa resuelve el problema de la com-
paración. Con resultados que poseen fo rmas más complicadas, por ejem-
plo , durante el acto de sacar punta a un lápiz, este aparato, que incluye
varios componentes sensorio motores, es, sin duda, más complejo. Nues-
tras más recientes investigaciones acerca de la composición del aceptor
de los resultados de la acción, como un conjunto de excitaciones hete-
rogéneas, mostraron que estos medios de cotejo pueden ser muy dife-
rentes.
¿Qué puede entrar en la composición de este aparato? Es evidente
que los rasgos esenciales del resultado futuro se forman de manera
dinámica, gracias a los procesos multifacéticos de la síntesis aferente,
con la extracción de la memoria de la experiencia vital pasada y de su
resultado.
Sin embargo, datos recientes obligan a pensar que en el estadio de
la síntesis aferente se forman unos cuantos resultados posibles_ que no
pasan a las vías eferentes y por tanto no son realizados. La decisión
s_e -efectúa después de realizada la elección del resultado más adecuado
en re1ación con la motivación dominante.
Este complejo de excitaciones es, -en el verdadero sentido de la pa-
t!
r:
l 94 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCPIO DE LA TEORíA GENERAL

labra, el modelo aferente del resultado futuro, y el patrón a partir del


cual se valoran las aferentaciones en retorno, con el fin de dirigir la
actividad del hombre y los animales hacia la obtención del resultado
programado.
Recientemente, se obtuvieron conocimientos complementarios con
respecto al hecho de que -también a este complejo nervioso, que posee
la propiedad de la acción recíproca multiconvergente, llega una.excita--
ción~pletamente diferente-r-no de naturaleza-a-tet:ente. sino eferente. ,
Se trata de las colaterales ramificadas de la vía piramidal que llevan
a muchas neuronas intermedias las "copias" de los envíos eferentes que
salen por el tracto piramidal. Es importante agregar que estas excita-
ciones eferentes convergen sobre las mismas neuronas intermedias de
la zona sensoriomotora, a donde llegan todas las excitaciones aferentes
que pueden componer los parámetros del resultado real.
r De esta forma, . eLmomento de la toma de la decisión, en el cua49-
fi mienzan a salir _del...c.er.eko las excitaciones eferentes, se acompaña por
H 'la formación~e.Jill-ªmplio conjunto de excitaciones, constituido pOI: los
indicios~ferentes del resultado futuro y por las "copias" colaterales de '
las . excitaGi9nh~~ eferentes, que salen a la periferia por el tracto piramidal
y -se-dirigen a los órganos efectores. De..acu.erdo con el intervalo entre el
planteamie.nto de lalinalidad y su realización, a este mismo coñi~nto de
excitac;iones eferentes, luego de cierto tiempo, llegan también las excita-
cion~s de .1Q.L parámetros reales del resultado obtenido. El proceso de
evaluación se efectúa mediante la comparación entre 10~rOs -..-
pronº~Jjcados y los parámetros del resultado logrado. En este_PlJnto se
realiJia el mjst~rio _.de la evaluación del resultado obtenid(), la cual
se efectúa, como hemos visto en el ejemplo del murciélago, por medio
de un aparato especial formado de manera dinámica. La evalúación y su
resultado dete(1]l.mlln ec.comportamiento posterior del organismo. Si
el resultado corresponoe-ªl Rrogramado, el organismo pasa a l'l..siguiente
etapa del continuü-.condlJctlJal.
Si,., eJLQª1Jl biQ,~l r~sultado no corresponde al pronóstico, surge una
discordancia ~m el aparato de comparación que achva la reaCClOn de -·
orientación-investiga,.ción; ésta, al aumentar las posibilidades asociativas •
del cerebro, ayuda .aJ.~Lselección activa de información complementaria.
Estos proces()§ (te.tf.9lP~or!-ª!!!i~_nto del aceptor de la acción han sido es-
tudiados ampliamente en nuestro laboratorio.
Por ejemplo, se demostró que la excitación piramidal proporciona,
en el momento en que sale de la corteza cerebral, una "copia" eferente
no sólo a los complejos mecanismos de evaluación del resultado, es
decir, a la corteza, sino también a la formación reticular. Ésta ejerce, en
dirección inversa, una influencia energética complementaria sobre las
excitaciones circulares ("circuitos de espera"), las cuales deben mante-
ner su actividad hasta la llegada de la información acerca de la obten-
CONCLUSiÓN 95

Clan del resultado útil. Como sabemos, en ciertos casos el complejo


del aceptar de los resultados de la acción debe encontrarse en estado
de tensión durante un tiempQ.-nul.y-lat:go,antes de que sea obtenido el
resultado programado.

,
CONCLUSION
/
.---'- --- -
/' La mayor parte de este capítulo estuvo dedicada al examen ,de.1as
~ líneas divisorias que separan el enfoque sistémico general de ia 'teoría
,/
,/ del sistema funcional concebida en nuestro laboratorio, la cual tiene
/ otro comienzo y otra vía de elaboración que la que tuvieron las princi-
pales posiciones y concepciones desarrolladas acerca de este enfoque.
En uno de sus artículos, Bertalanffy escribe que la idea del enfo-
que "orgánico" o "integral" surgió en él muy temprano, parece que
alrededor de 1937; sin embargo, el clima intelectual de ,ese tiempo no
era adecuado para la percepción de la idea de "organicidad" que pro-
puso. En realidad, la atmósfera intelectual de ese momento se caracte-
rizaba por la imitación de las leyes de la física y la mecánica, por lo
que sólo se consideraba científico lo que podía ser traducido a los prin-
cipios y conceptos de estas ciencias.
No fue sino hasta 1950 que Bertalanffy se decidió a avanzar en
defensa de su idea, ya que en ese tiempo, es decir, en los años de la
posguerra,. cambió radicalmente el clima intelectual. De manera rápi-
da e insistente, se manifestó el interés por las fórmulas abstractas, los
modelos, los conceptos sintéticos y, en general, por las relaciones inter-
disciplinarias entre los científicos; sólo en este periodo fue posible ha-
o blar de la teoría general de los sistemas.
La teoría del sistema funcional sufrió también diversas transforma-
ciones; sin- embargo,' las condiciones de su surgimiento y los"-¡5rifueros
pasos de .su desarrollo se distinguieron de los de ·la-~teoría general de
los sistemas. Como concepciÓn, la teoría -del sistema funcional fue crea-
da aproximadamente entre 1932 y 1933, Y formulada por AnojiIÍ, en
1935, en el libro Los problemas del centro y la periferia en la actividad
o
nerviosa.
Los primeros enunciados del sistema funcional como formación
integrativa del organismo incluían todos los componentes que ahora le
son. característicos, entre enos, la aferentación en retorno o sancionan-
--te... A diferencia de la teoría general deJo,s,$istemas-, que aún permanece
en el estadio -dé la búsqueda de caminos concretos y. útiles, la teoría del
sis!e,ma -funcional representó desde ' su comienzo ' un impulso para el
desarro110 del trabajo de investigación.
Esta particularidad de la teoría del sistema funcional, como teoría
constructiva, la diferencia de la teoría general de los sistemas, la cual,
96 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

incluso en la actualidad , prácticamente no mantiene vínculos con el


trabajo de investigación.
Es importante señalar la publicación, en 1937, "El sistema funcio-
nal como base de la integración de los procesos nerviosos en la em-
briogénesis", el cual ha sido fundamental para el desarrollo de nuestras
investigaciones. Con éste se anuncia el surgimiento de la concepción
evolucionista, formulada en 1945, como teoría de la sistemogénesis.
Con frecuencia nos hacen la siguiente pregunta: ¿a qué generali-
zaciones llevaron las investigaciones realizadas con base en la teoría
del sistema funcional? La sistemogénesis es el ejemplo más demostra-
tivo de la---importancia científica de la teoría del sistema funcional,
como eficaz instrumento metodológico en la investigación.
La sistemogénesis cambió radicalmente las ideas existentes acerca
del desarrollo embrionario. Esto fue posible gracias a que la teoría
del sistema funcional es un principio constructivo que introduce en
cada área un nuevo enfoque, nuevas interpretaciones y formas de
experimentación. No podemos enumerar aquí todas las direcciones
de la investigación, en las distintas ramas de la biología y la fisiología,
concebidas en forma completamente nueva al utilizar la teoría del
sistema funcional como principio de trabajo.
Parecería que la teoría general de los sistemas, de acuerdo con sus
aspiraciones radicales, e incluso evolucionistas, en la lucha contra el
enfoque analítico mecanicista, debía provocar una transformación in-
mediata en la lógica de la investigación científica. Sin embargo, esto no
ocurrió. ¿Por qué?
En esta obra, tratamos de aclarar las causas de este paradójico fe-
nómeno. Nos parece que existen dos causas del resultado fallido que se
obtuvo durante la discusión de la " teoría general de los sistemas".
La primera' consiste en que sus autores tomaron un camino equivo-
cado tanto en la formulación del concepto de sistema, como en la tác-
tica general de su elaboración.
Como lo hemos señalado, en cualquier intento por formular el con-
cepto de sistema, es decir de dar el credo de principio a esta' nueva e
interesante orientación, todos los investigadores caen en el círculo
vicioso de los conceptos tradicionales. Aquí, se utiliza con frecuencia
" integridad", "organicidad", "acción recíproca", "complejo organi-
zado", "conjunto regulado" y otros términos semejantes que se con-
vierten incluso en criterios centrales del concepto de sistema. Es evi-
dente que estos términos son sólo variant~s del concepto de integri-
dad. Por tanto, al no salir de los límites del campo conceptual de la
integridad, estas definiciones no ofrecen niñ"guna aportación de im-
portancia, ni en la comprensión del sistema ni en su elaboración.
Entre tanj.o, ..eLobje1.iYo_p.rin~irutl del ~nfQ..que sistéD1~~_º-_co_nsiste en
qu~cualqu..ier..d~tªU~---º.~Ja ob~_ervación o del exz..riment Q_de.Qe inser-

-.
CONCLUSiÓN 97

tarse en alguno <ie.J.o.s.Jl1e.canis.mOJLfJm.d.amentales de la arquitectura in-


terna del sistema. Ningún nuevo tema científico podría ser formulado
fuera de la arquitectura interna del sistema, único lugar donde este
tema puede recibir un amplio sentido cognoscitivo. Asimismo, la inter-
pretación de los resultados obtenidos será aún más eficaz si se constru-
ye con base en los mecanismos sistémicos.
La segunda causa se debe a que realmente cambió el clima intelec-
tual, con lo que se logró la aceptación de la concepción sistémica. Sin
embargo, la mayoría de los científicos renuncian con dificultad a la
tradición establecida de examinar los logros científicos en su aspecto
analítico. Dicha empresa no es un simple cambio de nombres y ex-
presiones, como al principio pensaron algunos investigadores; exige una
transformación radical de los principios del enfoque hacia los procesos
elementales y de la táctica general de investigación.
En realidad, para el investigador que utiliza la teoría del sistema
funcional como instrumento metodológico de la experimentación, no
pueden existir la "excitación en general", la "aferentación en general",
la "motivación en general", ni la "memoria en general". El papel cons-
tructivo de estos conceptos habituales se revela por su posición .en el
mecanismo específico de la arquitectura interna del sistema funcional.
Tomemos como ejemplo la aferentación visual, la cual se define
como una modalidad sensorial y, con base en esta caracterización ana-
lítica, su rasgo peculiar será precisamente su carácter óptico. Pero, ¿qué
ocurre si se evalúa la aferentación visual por el lugar que ocupa en la
arquitectura del sistema funcional?
La aferentación visual puede ser la "aferentación de la puesta en
marcha", como se observa, por ejemplo, en el caso de un estímulo
visual condicionado. Pero la misma aferentación visual puede conver-
tirse, en otras condiciones, en la aferentación situacional que determina
a otro mecanismo del sistema completamente diferente: la integración
previa a la puesta en marcha de los procesos nerviosos.
Más aún, la aferentación visual puede tener una tercera significa-
ción: participar en la evaluación del resultado obtenido por el sistema.
De esta forma, al determinar la arquitectura operacional interna del sis-
tema, modificamos el enfoque con el que se examinan los conceptos y
procesos fisiológicos a los que estamos acostumbrados.
El papel del sistema funcional se evidencia aún más cuando es ne-
cesario "anatomizar" cualquier fenómeno complejo en el trabajo del
cerebro de los animales o el hombre. Por ejemplo, la evaluación del
cambio en la actividad psíquica del hombre, después de una opera-
ción en el 'cerebro, se realiza habitualmente con ayuda de tests estan-
darizados y, en los últimos años, con ayuda "de diferentes indicadores
electro fisiológicos del trabajo del cerebro (EEG, potenciales evocados,
actividad de las neuronas).
98 CAP. 3. CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

El sistema funcional aporta un determinado orden y una coheren-


cia a esta evaluación. Se puede formular la siguiente pregunta: ¿la sín-
tesis aferente sufrió modificaciones en el enfermo cuando éste debió
elaborar determinada decisión? Si ha cambiado, el paciente no podrá
tomar la decisión adecuada; entonces, surge inmediatamente otra pre-
gunta: ¿qué componente y proceso neurodinámicos, de los que deter-
minan el éxito de la síntesis aferente, resultaron alterados? Sabemos
que pueden no estar afectados los componentes de la síntesis aferente,
por lo que el enfermo tomará una decisión adecuada y realizará los
movimientos correspondientes. Sin embargo, en estos pacientes pue-
de estar alterado un mecanismo fmal del sistema muy importante: la
evaluación de los resultados de la acción en el aceptor de los mismos.
En este caso, observamos que, de realizar en forma adecuada la instruc-
ción, el paciente no puede detenerse y continúa "cumpliéndola" repe-
tidamente. Desde un punto de vista fisiológico, esto significa que el
enfermo no puede dar por terminada la acción cuando obtiene un
resultado correcto, debido a que el aparato de comparación y, en con-
secuencia, la inhibición de la repetición ulterior resultan insuficien-
tes (investigaciones sistemáticas de AR. Luria).
Se pueden mencionar muchas otras áreas del conocimiento cien-
tífico que obtuvieron, con la utilización de la teoría del sistema fun-
cional, una solución diferente y más constructiva que cuando em-
pleaban el enfoque habitual. Por ejemplo, cambió radicalmente la sig-
nificación del proceso compensatorio durante el restablecimiento de
las funciones alteradas ; se comprendió con mayor profundidad la gé-
nesis de los estados hipertensivos, en general, y de la hipertonía en
particular; se modificó la interpretación de los conceptos de enfer-
medad y curación, etc. Por ende, todas las alteraciones y funciones
normales del organismo se comprenden en forma mucho más sen-
cilla desde el punto de vista de la teoría del sistema funcional que con
el enfoque tradicional. AqUÍ, lógicamente, se descifran los compor-
tamientos del animal y del hombre. Cada acto conductual que trae
consigo algún resultado, grande o pequefio, se organiza, sin excepción,
de acuerdo con el principio del sistema funcional. Por último, podemos
decir que cambió en fonna decisiva la comprensión del desarrollo onto-
genético de las funciones y los mecanismos de selección, en el curso de
la filogénesis de los animales.
Los ejemplos sefialados no son únicos y el notable éxito en la utili-
zación de la teoría del sistema funcional, en todos estos casos, hace ne-
cesaria una elaboración profunda y multilateral de sus fundamentos
teóricos.
Ahora, dirigiremos nuestra atención al problema del desarrollo del
enfoque sistémico en la URSS. Consideramos que son muy útiles los
intentos de popularizar la concepción sistémica como nueva forma

-.
CONCLUSiÓN 99

d~ interpretación de los hechos científicos. Debemos pertrechar a nues-


tros jóvenes investigadores con este método y darles la posibilidad de
trabajar en forma constante, con una fmalidad más racional. Sin
embargo, es necesario señalar que las publicaciones recientes referidas
a este problema aportan muy poco al enfoque sistémico en lo que res-
pecta a los métodos constructivos de ínvestigación. Como ya lo indica-
mos, la teorización excesiva de los ~istemas biológicos, mecánicos y
sociales es la que ocasiona esta situación.
La teoría g~neral de los sistemas puede ser interesante para los
investigadores al enriquecer sus procedimientos y enfoques. En un
sentido cognoscitivo, las concepciones, hipótesis y teorías que mos-
traron un efecto constructivo en la investigación científica, deben

J*"
.' merecer el interés y la atención máximos.
Es posible señalar, brevemente, las generalizaciones más importan-
!/,tes que obtuvimos con ayuda de la teoría de los sistemas funcionales,
} y que no podían haber sido · realizadas de otra manera. En principio,
'21' mencionaremos la concepClOn de la sistemogénesis, la cual ayudó a
l0J" comprender la ley fundamental de la maduración embrionaria de las
funciones que garantizan la supervivencia del recién nacido (Anojin,
1937, 1948, 1964, 1968).
Por su esencia, la concepción de la sistemogénesis, que aparece en
contradicción con el concepto de organogénesis, proporciona una ex-
plicación real a mucho de lo que hasta ahora no encontró una inter-
pretación suficientemente exacta: Los innumerables trabajos de nues-
tros colaboradores iniciados en 1932, abarcan la embriogénesis de
animales de las más diversas especies, incluyendo el estudio de embrio-
nes vivos de peces, anfibios, aves, mamíferos y el hombre (Ia.A. Milia-
guin, K.V. Shuleikina, E.L. Golubeva).
Es importante subrayar que la aplicación de la nueva concepción
-la sistemogénesis- al desarrollo ontogenético de los animales de dis-
tintas especies, permitió abordar de manera diferente ciertos proble-
mas aún no resueltos de la teoría de la selección natural y la "ley
biológica" de Muller-Haeckel (Ata-Muradova, 1970).
Esta amplia perspectiva de aplicación de la sistemogénesis al des-
cubrimiento de ciertos aspectos fundamentles de la biología, la con-
virtió en uno de .los puntos de partida para la construcción de la bio-
logía teórica (Anojin, 1970).
Lo dicho acerca de la sistemogénesis se refiere al estadio de la
maduración del embrión, cuando los fragmentos aislados del sistema
funcional (músculos, centros nerviosos, huesos, etc.) se forman sepa-
radamente y se desarrollan, por decirlo así, al encuentro unos de otros
hasta el momento de su consolidación funcional. Ésta se realiza, por lo
regular, algunos días o semanas antes del nacimiento, cuando ya está
lista para funcionar y garantizar la superviviencia del neonato .

100 CAP,3, CUESTIONES DE PRINCIPIO DE LA TEORíA GENERAL

Tarde o temprano debe surgir la cuestión acerca de cuáles son los


factores que, en la embriogénesis temprana, dirigen el surgimiento y
desarrollo de los componentes del sistema, que en forma tan armoniosa
se combinan posteriormente, Esta pregunta nos conduce a los proble-
mas de las leyes de la genética general, ya que sólo ella puede ayudar a
resolver las cuestiones cardinales del desarrollo: ¿cómo están codifi-
cados los sistemas funcionales en las organizaciones genéticas y cuál
es el factor que más tarde dirige la unión sincrónica de todos los com-
ponentes del sistema funcional (la heterocronía en el inicio de la for-
mación de los componentes, y la sincronía en la consolidación hacia
el momento del nacimiento)?
Para resolver estas cuestiones, establecimos contactos de trabajo
con el Instituto d,e Genética General de la Academia de Ciencias de
la URSS, y tenemos la esperanza de que el nuevo problema de la ge-
nética de los sistemas funcionales se aclarará en alguna medida,
, 'x.' Otra generalización importante, que se desprende de ill..arquitec-
\--0'~Urft fis.iQIQjQ~-ª del sistem(!. funcional, es la enunciación de la _~ctividad
~ 'jnt~~t.j'ya de la neurona, construida sobre bases com12!~_.ta..D1ente dife-
-' '-=.<''c rentes a las aceptadas en la neuTofisjología contemporánea.
ltí/;~ Est(LJ}lt~Va J;g_nc~J2Q.i.º-1L~1!I.gj.9__ºº_mo _cQpsecuencia deLª.nálisis fino
.... de lQ§ ..mec_a..nismos ~~1.?l sí~te~is aferente, el cual constit,:!ye el meca-
nismo .mª~ ªY.ª.Dz;..aJio.sm._eLdesllll.egue del sistema funcional.
_.:;' En realidad, la esencia de la síntesis aferente cQllsiste e.n__que-los
. ¿:éPto.c.esos. de excitación de diferente significación funcional Y-de_dife- -
_~~rent.e Qrigen r.eceptor espacial, deben ser elaborados en forma cQpjunta.
~J:¡¡,!/:' Surge, así, una pregunta crítica: ¿dónde se organiza este "encuen-
()- tro" de las excitaciones que constituyen la síntesis aferente del siste-
ma funcional? La respuesta sólo puede ser una: tal encuentro se efectúa
en una misma -neurona, cualesquiera que sean los cambios y enriqueci-
mientos que estas excitaciones sufran en el camino ha cia la corteza del
cerebro. De aquí se originaron una serie de trabajos que condujeron a la
exposición de la hipótesis acerca del carácter heteroquímico de las for-
maciones subsinápticas y a la nueva concepción de la actividad integra-
tiva de la neurona (Anojin, 1974).
Ahora, se pueden enumerar las direcciones surgidas en nuestro labo-
ratorio que orientaron el pensamiento por un nuevo camino.
En.la...ex.plicación de ]a naturaleza de] potencial evocado, por ejem-
plo , apareció un aspecto diferente e importante, dJ~ió de ser sólo un
fenómenº-_elé.ctric.o._~on ~parámetros" variables: amplitud, frecuencia,
duración ' del periodo latente y otros. Gracias al enfoque sistémico, el
potenciareYQ.c_adQ~s.e~_..cOnYirtió..-eIL.un instrumentQ de análÍsis neurofi-
siológic9__~t~.J.?l~._a.~g~me.§_ .r~º-Íl?rocas subcorticales y) iu..ntq con ello, per-
mitió evaluar .1a.s_.. e.X .G.ita...G.i9n..~_S a~cendentes de estas formaciones sub-
corticales (Ata-Muradova, 1970).

-.
REFERENCIAS 101

Existen diveras áreas de la fisiología que recibieron, gracias a la teo-


ría general del sistema funcional, una nueva orientac~ón tanto en el as-
pecto explicativo como en el de elaboración. Entre esas áreas, mencio-
naremos el problema de la compensación de las funciones alteradas, la
hipertonía, los estrés, etcétera.
Si a lo anterior agregamos la utilización de la teoría del sistema fun-
cional por parte de pedagogos, médicos, músicos y muchos otros espe-
cialistas, podemos afirmar que en la teoría general de los sistemas fun-
cionales se encuentran los rasgos universales de funcionamiento que
pertenecen a diversas clases de fenómenOs:
Esta circunstancia satisface plenamente las exigencias que presentá-
bamos, al inicio de este capítulo, a la teoría de los sistemas, en general,
y a la teoría general de los sistemas funcionales, en particular.

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4
El significado filosófico
del
problema
de las inteligencias
natural y artificial 1
,
INTRODUCCION

Es difícil encontrar un tema más interesante que el del conocimien-


to del cerebro, de sus mecanismos fundamentales y su naturaleza mo-
lecular. Una consecuencia directa del desarrollo de esta esfera del conoci-
miento, debe ser la dirección racional de la investigación acerca del
cerebro en el futuro y también la utilización de las leyes de su actividad
para la construcción de distintos mecanismos, los cuales constituyen
la base del progreso técnico de nuestra época.
Cuando un corresponsal preguntó al "padre de la cibernética", Nor-
bert Wiener, si consideraba la posibilidad de que las "máquinas intelec-
tuales" altamente organizadas pudieran en el futuro esclavizar al hom-
bre, Wiener, no sin ironía, contestó: "Si esto ocurriera, sería sólo por
culpa del hombre ... "
Tanto la pregunta como la respuesta subrayan la extrema actualidad
del problema de las inteligencias natural y artificial. Nos referimos a.que
ciertos especialistas en cibernética suponen que es posible modelar todo
e inclusive crear máquinas que por sus cualidades intelectuales superen
al hombre. Tales esperanzas las sustentan los físicos, los matemáticos y
los especialistas en electrónica. Sin embargo, aquí se comete un serio
error lógico, cuya esencia será aclarada en el presente capítulo.
A pesar de la importancÍa del problema de la inteligencia, el paso

1 Publicado en Cuestiones de filosofía. Núm. 6, 1973.

105
106 CAP. 4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

del estudio de los problemas fundamentales de la actividad cerebral, en


el nivel del intelecto, a la utilización de los resultados de las investiga-
ciones en la cibernética técnica, choca aún con serios obstáculos: hace
falta un modelo completo de la inteligencia artificial que corresponda
a las nociones modernas de la actividad del cerebro en condiciones
naturales.
El problema de las inteligencias natural y artificial también plantea
una serie de cuestiones de carácter filosófico. En realidad, la tesis de
la filosofía materialista -"la materia es lo primario, la conciencia lo
secundario" - establece un enlace orgánico histórico entre estos fenó-
menos, puesto que el mundo inorgánico existía mucho antes de la
apariGión de la vida en nuestro planeta y, en consecu encia, la inteli-
gencia debió reflejar las leyes del mundo inorgánico e "insertarse" en
ellas. Así, todas las propiedades del intelecto deben haberse desarro-
llado con base en las formas orgánicas precedentes y, por ende, de-
ben estar adaptadas para operar con los objetos del mundo externo.
Dicho con otras palabras, la inteligencia natural (en forma primi-
tiva, la inteligencia de los animales y, en la superior, la del hombre)
debe actuar con base en los procesos y mecanismos objetivamente
cognoscibles. Al examinar esta cuestión desde un punto de vista filo-
sófico, podemos decir que el estudio de la inteligencia artificial es una
de las más importantes etapas del conocimiento de la naturaleza mate-
rial de 10s fenómenos psíquicos y que, en consecuencia, contribuye al
desarrollo ulterior del materialismo dialéctico.
Sin duda, sólo es posible cifrar esperanzas en la creación de la inte-
ligencia artificial después de que se haya elaborado un "puente con-
ceptual" suficientemente sólido, el cual hará posible utilizar al máximo
nuestros conocimientos acerca de los principios del trabajo del cerebro.

LOS RASGOS MÁS IMPORTANTES


DE LA INTELIGENCIA Y SU CARACTERIZACiÓN

En los últimos afios, y en relación con los intentos por construir una
inteligencia artifiCial, los investigadores se enfrentan con la necesidad de
definir la inteligencia y de poner de manifiesto sus características. De-
bido a lo anterior, se hizo posible el contacto entre los neurofisiólogos,
psicólogos y especialistas para la realización técnica de los rasgos funda-
mentales del intelecto, en modelos y construcciones de trabajo.
El éxito de McCulloch en la creación de la red neuronal artificial,
se explica debido al hecho de que individualizó de manera precisa cier-
tos aspectos lógicos, característicos de la actividad cerebral, y los utilizó
para la construcción de un mecanismo "pensante" que posee la capa-
cidad de discernimiento (McCulloch y Pitts, 1956; McCulloch, 1968;

-.
LA INTELIGENCIA 107

McCay, 1959; Minski, 1961). Gracias a estas investigaciones, el tema de


la inteligencia artificial recibió especial atención por parte de los neuro-
cibernéticos. Los neurofisiólogos, por el contrario, permanecieron en las
posiciones de la neurofisiología clásica, de acuerdo con el pensamiento
"reflexológico" dominante, el cual hace imposible la comprensión de
las propiedades neurofisiológicas de la inteligencia. Esta circunstancia
dificultó en forma significativa el contacto entre los psicólogos, neurofi-
siólogos y cibernéticos.
Los constructores de la inteligencia artificial se abocaron de lleno
al estudio de las propiedades del cerebro, a las cuales los fisiólogos no
abordaban en sus investigaciones.
Tal vez Maron fue el primero de los cibernéticos que llegó a la con-
clusión de que no se puede hablar de la construcción de una "máquina
inteligente", si este sistema no posee la capacidad de pronóstico. Al
comparar al cerebro humano con las máquinas de tipo cibernético más
perfectas, formuló claramente su diferencia: la capacidad de pronosti-
car, inherente al cerebro, y la ausencia de esta cualidad, en las máquinas.
De acuerdo con I.P. Pavlov, el reflejo condicionado se basa induda-
blemente en el pronóstico, ya que la reacción condicionada tiene un
carácter "preventivo". Como lo demostramos en nuestro análisis, en la
estructura del reflejo condicionado existe un aparato que se crea en el
proceso de formación del reflejo para la evaluación de la situación
próxima, es decir, el aceptor del resultado de la acción (Pavlov, 1947).
Sin embargo, los neurofisiólogos no abordan en absoluto este pro-
blema en sus trabajos, debido a que el principio dominante en la com-
prensión de la actividad nerviosa -el principio del arco reflejo- exclu-
ye por completo la posibilidad de pronosticar el futuro.
La esencia del asunto se encuentra en 10 siguiente: la excitación ner-
viosa, provocada por la irritación de algún receptor, se extiende, según la
teoría reflexológica, por el "arco reflejo", con base en el principio pro-
gresivo-lineal, es decir, de un punto a otro . .Entre tanto, el pronóstico
supone el "adelantamiento", la anticipación del curso de las excitacio-
nes: en el comienzo, aparecen los procesos y aparatos fisiológicos que
deben manifestarse sólo en el estadio terminal de la acción refleja
(Anojin, 1935, 1949).
Attlee describe· la construcción de los necanismos de dirección de
este tipo de actividad nerviosa, al señalar: "El computador puede calcu-
lar ininterrumpidamente, para cada movimiento de dirección previa-
mente sometido a prueba, la probabilidad de que lleve al objetivo"
(Attlee, 1964, pág. 430). Al hablar del objetivo al cual llevan todos
los movimientos, Attlee subraya con ello su influencia directa sobre las
acciones que conducen a los acontecimientos futuros.
El papel del objetivo y del pronóstico se examina en forma com-
pleta en L. Vogel, A.O. Wens y M. Walsh (1969).
108 CAP.4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

Al definir el concepto de "inteligencia artificial", los autores citados


se esfuerzan por encontrar los rasgos característicos que podrían ser
comunes a los intelectos natural y artificial. Ellos concentran su aten-
ción no en la sutileza, precisión y rapidez del cumplimiento de opera-
ciones aisladas, sino en la lógica de los mecanismos que constituyen la
inteligencia. Entre estos mecanismos, colocan en primer plano los de
"toma de decisión" y de "predicción", es decir, de formación del obje-
tivo. Los autores consideran que será " ... más productivo defmir la in-
teligencia en términos del comportamiento de cierto ser que tiende a un
objetivo, y medir el grado de la misma según la adecuación que presen-
ten sus decisiones" (Vogel, 1969, pág. 19). De esta manera, observamos
que la definición de la inteligencia abarca las formas más complejas de
la actividad conductual: el objetivo o finalidad , la "toma de decisión"
y la "predicción". En esencia, esto es exacto. Sin embargo, la insufi-
ciencia de esta definición consiste en que los factores característicos de
la inteligencia simplemente se enumeran y no se presentan en la relación
y secuencia lógica como estarían unidos por el determinismo sistémico.
En realidad , en las definiciones citadas, como en muchas otras, el
"objetivo" aparece como algo dado de antemano. Luego, comienza a
examinarse la cadena de actos conductuales dirigidos a la consecución
de ese objetivo. Pero ¿cómo surgió esa finalidad?, ¿qué factores y pro-
cesos materiales antecedieron a su aparición y crearon el aparato mate-
rial que dirige la tendencia específica del organismo? Los autores
citados y muchos otros (Mesarovich, 1970; Waderman, 1970; Sadovski,
1971) no examinan esta fase del "pre-objetivo".
Lo mismo se puede decir con respecto a la toma de decisión: ¿qué
factores empujan al organismo a tomar una decisión? Es evidente que
en el proceso de toma de decisión se selecciona ininterrumpidamente
]a solución más · adecuada para la determinada situación. Pero, ¿cómo
ocurre esto?, ¿con base en qué mecanismos neurofisiológicos se selec-
ciona sólo un grado de libertad conductual de entre los millones
posibles?
Por 10 regular estas cuestiones se investigan por separado, fuera de
su enlace lógico a escala de un acto conductual íntegro ; por ende, in-
cluso los factores de la inteligencia natural individualizados, por ejem-
plo, la "predicción" (Yogel y cols. , 1969), la finalidad y la toma de de-
cisión (Attlee, 1964), permanecen como fragmentos aislados de la in-
teligencia, no ligados entre sí por la lógica del funcionamiento.
Al evaluar las características específicas de las inteligencias na-
tural y artificial, podemos decir que, en la actualidad, la carencia de un
modelo universal que ligue lógicamente todas las etapas de formación
de los procesos intelectuales y refleje en forma completa sus meca-
nismos neurofisiológicos, constituye la insuficiencia más importante
de estas investigaciones.
LA INTELIGENCIA 109

Al analizar la significación y el contenido de todos los intentos de


modelación de los procesos intelectuales con base en los percepto-
res, F. Rosenblatt señaló la aspiración de los que se encuentran ocupa-
dos en la investigación de los procesos del "toma de decisión":

En el futuro próximo será necesario, por lo visto, elaborar todo un pro-


grama de experimentación psicológica con animales o personas para reponer
nuestros conocimientos acerca de las características de los modelos. Cuando
esto ocurra , los modelos se utilizarán prácticamente como instrucciones pro-
nosticadoras, capaces de elaborar determinados datos (al comienzo, tal vez bas-
tante groseros) que hasta el momento no fueron observados en personas. La utili-
dad práctica del uso de un modelo del cerebro , desde el punto de vista de su
valor psicológico, reside en la posibilidad de realizar experimentos de este tipo
. en los cuales el modelo prevea en fomla correcta los fenómenos aún no des-
cubiertos en los sistemas biológicos (Rosenblatt, 1962).

Como podemos observar, Rosenblatt cifra esperanzas muy grandes


con respecto a los modelos del cerebro del tipo de construcciones "pro-
nosticadoras". Sin embargo , para que estos modelos predigan los fenó-
menos futuros y nos orienten correctamente, deben tomar prestados del
cerebro las propiedades y mecanismos, en forma de aceptor de los resul-
tados de la acción , que le hacen posible formar la finalidad del compor-
tamiento , de predecir el resultado del acto y , a cada segundo , controlar
y comparar el resultado obtenido con el objetivo propuesto de antema-
no . Ninguno de los modelos del cerebro existentes, es decir, los modelos
de inteligencia artificial, posee estas propiedades. Es evidente que un mo-
delo de investigación tan satisfactorio sólo puede ser construido si se
utilizan los datos de la neurofisiología, con el objeto de corregir su tra-
bajo en forma permanente.
A pesar de que en los últimos decenios se ha prestado bastante aten-
ción a los problemas de la toma de decisión , de la formulación del obje-
tivo y del pronóstico , todos los intentos por crear una inteligencia arti-
ficial se encuentran en su estadio inicial.
Como es sabido , en el estudio de los sistemas biológicos, debido a
las tradiciones establecidas, se considera, ~e cualquier acto conductual
termina en una acción. Además, el resu iti do úfil de la acción práctica-
mente nunca se incluye en el proceso como categoría fisiológica autó-
noma. Sin embargo, en este punto se encuentra la causa de la incom-
prensión mutua entre los representantes de ciencias muy próximas : la
neurofisiología y la psicología . Para esta última, la finalidad y la toma
de decisión se convirtieron en factore s indispensables en el estudio de
los procesos intelectuales.
La cibernética introdujo en la psicología una serie de ideas audaces
que la obligaron a aceptar conceptos sintéticos tales como el objetivo,
la utilidad , el pronóstico , etcétera.
110 CAP. 4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

Se podrían mencionar diversas investigaciones realizadas en los últi-


mos años donde, en forma muy detallada, se aborda el problema de la
"toma de decisión" en las más diferentes situaciones. En simposios es-
peciales,l se hicieron los resúmenes más completos de los resultados
obtenidos en el estudio de este tema.
Uno de los acontecimientos más significativos en la investigación
de las propiedades del intelecto, fue la organización, en Francia, del Ins-
tituto de Síntesis Superior, dedicado al estudio del problema de la "to-
ma de decisión" y de las vías de construcción de la "inteligencia artifi-
. cial" (Institut des Hautes Syntheses, Niza, Francia). En una de las últi-
mas sesiones del Instituto (1971), se discutió en especial el problema de
la correlación entre las inteligencias natural y artificial.
El XX Congreso Internacional de Psicología (Tokio, 1972) realizó
un simposio especial a cerca de la problemática de la "t oma de decisio-
nes" (Dynamic Aspect o[ Decision Making).3 En los informes de W.
Edwards, G. Ekel, M. Tod, M. Mesik se plantearon de nueva cuenta las
cuestiones a cerca de los rasgos fundamentales de la toma y realización
de decisiones. Ekel también llamó la atención en los correlatos fisiológi-
cos de la toma de decisión y de los estados emocionales positivos y ne-
gativos correspondientes.
Lo anterior se puede resumir de la forma siguiente :
l. El gran interés por los problemas de las inteligencias natural y ar-
tificial condujo a los especialistas de diferentes ramas de la ciencia al
estudio de las características de la inteligencia natural y a la utilización
de los resultados de este trabajo en la construcción de una inteligencia
artificial. la posibilidad de éxito en la resolución de este problema au-
gura amplias perspectivas de desarrollo progresivo a muchas áreas de la
economía y la·industria.
la utilización de los resultados de tales investigaciones en electró-
nica, medicina, pedagogía y muchas otras disciplinas, puede llevar a
avances revolucionarios en estas ciencias. Por ello, es muy importante
la comprensión de este progreso.
2. A pesar de la significación del problema, su estado actual no pue-
de considerarse satisfactorio. Hace falta una definición exacta del con-
cepto de inteligencia, de su estructura y de los mecanismos fundamen-
tales de sus operaciones aisladas. Los mecanismoS más sintéticos y
característicos del intelecto , como la "toma de decisión", el "objeti-
vo", la "predicción", no sólo no están estudiados desde el punto de
vista de su profundo contenido neurofisiológico, sino que incluso no
se han puesto al descubierto sus interacciones operacionales al efectuar
actos intelectuales.
2 Véase Thrall R. M. (ed.). Decision processes. Nueva York, 1954.
3 Véase XX International Congress o{ Psychologie, Tokio, 1972.

-.
MODELO LÓGICO DE L A INTELIGENCIA ARTIFICIAL 111

Tal vez una de las lagunas esenciales en el estudio de las inteligen-


cias natural y artificial, sea no poner en evidencia la unidad lógica en la
arquitectura de los actos inteligentes ni establecer el vínculo determi-
nístico entre los mecanismos centrales de la inteligencia ya señalados.
Cada uno de éstos, es tomado para la investigación como algo separado,
independiente de las otras propiedades y mecanismos de la inteligencia.
En las siguientes secciones del capítulo, trataremos de utilizar, para
la investigación de este problema, el enfoque'sistémico en forma de una
teoría de los sistemas jUncionales, la cual ha sido elaborada en nuestro
laboratorio en el curso de los últimos cuarenta años.

EL, SISTEMA FUNCIONAL COMO MODELO


LOGICO DE LA INTELIGENCIA ARTI FICIAL

Como hemos observado , una de las tendencias esenciales en la neu-


rofisiología contemporánea es el aislamiento de los mecanismos particu-
lares del trabajo del cerebro, para comodidad en la experimentación,
con el fin de estudiar sus propiedades. Este procedimiento analítico,
común a muchas ciencias biológicas, ya ha dado resultados importan-
tes. Sin embargo, este método es útil sólo en determinado estadio del
proceso científico de investigación : al recopilar los materiales y prima-
rios y realizar generalizaciones.
Las funciones del organismo y , en especial, las funciones de su sis-
tema nervioso son, por su naturaleza, integrales y , por ello, la compren-
sión de su sentido biológico depende de la "síntesis superior", en la cual
se revela el papel real de cada mecanismo en la formación del todo. La
teoría del sistema funcional tiene como objetivo poner en evidencia la
unidad orgánica de los mecanismos que, por lo general, se investigan
en forma aislada.
Años atrás, al estudiar el proceso de compensación de las funcio-
nes alteradas, observamos que todos los factores complejos de la activi-
dad tales como la memoria, emoción y finalidad actúan en unidad
orgánica y sólo esta unidad es capaz de restablecer la función alterada
(Anojin , 1935). Llamamos a esta unidad sistema jUncional, en virtud
de su carácter sistémico. Dicho sistema representa la unidad completa
de la actividad de cualquier organismo , y está constituido por una se-
rie de mecanismos básicos que garantizan la formación lógica y fisio-
lógica del acto conductual.
Debido a que hemos caracterizado la teoría del sistema funcional
en distintas publicaciones, daremos sólo una breve descripción de sus
mecanismos, de acuerdo con su import ancia en la construcción de la
"in teligencia artificial".
El sistema funcional elimina el defecto de los esquemas existentes
112 CAP.4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

acerca de la inteligencia. Como ya lo señalamos, la mayoría de los au-


tores estudian el mecanismo de "toma de decisión" como algo primario
e inicial en relación con los demás procesos del acto inteligente. Este
enfoque no puede satisfacer a un investigador que piense objetivamente,
ya que a la toma de decisión debe preceder un desarrollo complejo en el
procesamiento de información de diversa índole.
Este estadio del acto inteligente 10 denominamos "síntesis aferente",
ya que en el proceso de esta síntesis se realiza el tratamiento simultáneo
de la diversísima información que llega al sistema nervioso desde los
mundos externo e interno. En este estadio de "pre-decisión", se sinteti-
zan toda una serie de excitaciones. Como el acto conductual en conjun-
to , el estadio de "pre-decisión" se forma con base en la emoción o moti-
vación dominantes en el momento determinado . Esta última está
repesentada , en lenguaje psicológico, por el deseo o la necesidad, Tal
excitación dominante , como muestran los experimentos acerca de las
formas más simples de necesidad (hambre, sed, necesidad sexual), posee
la capacidad de extraer de las múltiples formaciones sinápticas del cere-
bro todo lo que estuvo ligado en el pasado con la satisfacción o la reso-
lución de esta necesidad dominante en el momento determinado (in-
vestigaciones de nuestros colaboradores Sudakov, Kotov y Zhuravliov).
En el proceso de propagación de la excitación por las neuronas del
cerebro , se agregan inevitablemente otras excitaciones provenientes del
conjunto de factores de la situación externa.
De esta manera , y ello se demostró en forma experimental, en cada
neurona de la corteza cerebral actúan simultáneamente las excitaciones
de tres diferentes fuentes: la excitación interna, ligada a la formación de
de una u otras motivación dominante ; las excitaciones externas, repre-
sentadas por el concurso de la situación presente, y las excitaciones de
la memoria, extraídas tanto por la motivación como por la aferentación
situacional determinada. Sólo el tratamiento simultáneo de estas excita-
ciones, y la comparación de todas las combinaciones de excitaciones
con la experiencia anterior, dan al organismo la posibilidad de tomar una
u otra resolución para obtener el resultado util.
Las investigaciones experimentales evidencian que todas las excita-
ciones mencionadas, y a veces en forma complementaria un factor dis-
parador especial (por ejemplo, la señal condicionada), deben enCOnLi"~:::
se simultáneamente en una misma neurona o, de manera más correcta,
en cada una de los millones de neuronas.
En el estadio de la "pre-decisión" , es decir, de la síntesis aferente,
se resuelve el problema más importante en todos los casos de formación
del acto conductual: ¿qué resultado útil debe ser obtenido en la situa-
ción determinada para la combinación de excitaciones que componen
este estadio?
Observamos que sólo una estricta investigación científica del esta-
LAS PREMISAS NEUROFISIOLÓGICAS 113

dio de "pre-decisión" puede llevar a una explicación determinista del


proceso de toma de decisión. En efecto , la investigación con microelec-
trodos de neuronas aisladas de la corteza cérebral mostró que este pro-
ceso de tratamiento de la información inicial se realiza con la participa-
ción de diversos mecanismos dinámicos, cuyo sentido biológico consiste
en elaborar la resolución más adecuada para la situación determinada y
garantizar la más exacta ejecución de la misma.
Por ejemplo, las estructuras activadoras de la zona sub cortical (el
hipotálamo, la formación reticular) crean asociaciones y extraen infor-
mación de la memoria. Estas mismas excitaciones activadoras aumentan
significativamente las diferentes capacidades de los elementos nerviosos
de la corteza del cerebro y, en particular, la capacidad para que en ellos
converjan diferentes excitaciones. A esto hay que agregar el aumento en
la reverberación de las excitaciones entre la corteza y las zonas subcorti-
cales, gracias a lo cual se lleva a cabo la búsqueda de la síntesis más pro-
ductiva para la toma de decisión inminente (experiencias de Shumilina).
Así, debemos imaginar todo lo que pueden otorgarnos los experi-
mentos neurofisiológicos para comprender los mecanismos de la toma
de decisión, como uno de los factores más importantes en la formación
de la inteligencia.

,
LAS PREMISAS NEUROFISIOLOGICAS
, DE LA
TOMA DE DECISION

Para comprender este importante proceso sintético, la toma de la


decisión, en la actividad inteligente , debemos representarnos una neu-
rona aislada y a los millones de neuronas como formaciones que poseen
una cantidad innumerable de grados de libertad , los cuales están deter-
minado's por la capacidad de la neurona para producir las más diferentes
configuraciones de descargas nerviosas.
Un cálculo matemático simple muestra que la cantidad de grados de
libertad a escala de todo el cerebro difícilmente cabría en una cifra que
tuviera una longitud de ¡9.S millones de km! Esta cantidad de grados
de libertad del cerebro representan el teclado infmito en el cual se in-
terpretan centenares de millones de diferentes melodías: los actos con-
ductuales e intelectuales.
De esta manera, el cerebro y el organismo poseen en cada momento
una cantidad inabarcable de grados de libertad, cuya puesta en marcha
simultánea llevaría a un caos mostruoso en su comportamiento. El com-
portamiento organizado del hombre y de los animales supone la inevita-
ble limitación de esta enorme variedad. En consecuencia, la toma de de-
cisión representa, por su esencia, la elección del grado de libertad que
satisface más adecuadamente las exigencias de la situación determinada.
114 CAP. 4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

Sin embargo, existe un problema que consiste en lo siguiente: en qué


forma realiza el cerebro la elección, de entre los millones posibles, de
un grado de libertad único que dará el efecto útil en la situación deter-
minada .
. Aquí, es indispensable tocar un problema que por lo regular escapa
a la atención del investigador, pero que surge inevitablemente si se atiende
al punto de vista sistémico, es decir, si se examina el proceso de cons-
trucción del acto conductual desde el ángulo del sistema funcional.
El estudio del esquema general de acción consecutiva en los meca-
nismos básicos del sistema funcional, permite observar que la toma de la
decisión está orientada hacia el resultado que corresponde a la motiva-
ción dominante en el momento determinado. Sin embargo, observacio-
nes recientes testimonian que en el estadio de la síntesis aferente se
extraen de la memoria no sólo los indicios aferentes generales de una u
otra situación externa, sino también los índices de los resultados obte-
nidos en algún momento, en caso de encontrarse en estados motivacio-
nales y emocionales similares.
Dicho con otras palabras, nuestro cerebro posee una sorprendente
capacidad para generalizar la excitación en forma sistemática y captar
no sólo los rasgos particulares de ciertos acontecimientos, sino también
el grado de acierto y utilidad de los resultados que fueron obtenidos en
situaciones semejantes en el pasado. Los resultados del pasado pueden
extraerse , consecutivamente, de la memoria y compararse con la nece-
sidad presente en la situación dada, hasta que haya una correspondencia
completa entre la motivación dominante y uno de los resultados del pa-
sado. Tal vez ésta sea una de las más sorprendentes capacidades de nues-
tro cerebro, a la cual podríamos llamar revisión de los resultados obteni-
dos en el pasado y su comparación con la necesidad del momento de-
terminado.
Surgida en las estructuras emocionales del cerebro (hipotálamo, sis-
tema límbico y formación reticular), la excitación motivacional abarca
incluso a las estructuras del cerebro que guardan en la memoria los re-
sultados de las diferentes satisfacciones que recibió en el pasado la mo-
tivación determinada.
Por ejemplo, el estado de apetito depende de que la sangre "ham-
brienta" irrite ininterrumpidamente el núcleo lateral del hipotálamo. Esta
excitación, al ascender a la corteza del cerebro, moviliza los elementos de
la experiencia pasada que se relacionan con la motivación en cuestión.
Comenzamos a seleccionar la posibilidad de satisfacerla de acuerdo con
la situación presente: buscamos dónde podríamos comer un bocado.
Incluso , podemos decir que no iremos a cierto restaurante porque "dan
mal de comer".
¿Qué significa esta resolución desde el punto de vista neurofisioló-
gico? Significa que al examinar diversas posibilidades de satisfacer la

-.
EL ACEPTaR DE LOS RESULTADOS DE LA ACCiÓN 115

motivación alimentaria, no sólo extraemos de la memoria el infonne


acerca de la visita a este restaurante en el pasado, sino también el resul-
tado de haber comido "allí, es decir, recordamos la comida y las sensa-
ciones gustativas que provocara en su m omento.
Bajo la influencia de la motivación dominante en el proceso de
rememoración, se incluye prácticamente a todo el sistema funcional y
sus mecanismos, incluido el de valoración del resultado obtenido. "
¡Cosa sorprendente! El intelecto opera con la combinación annó-
nica de los factores más importantes de la base neurofisiológica, indis- -
pensables para la toma de la" decisión, es decir, con la situación actual
(hambre, condiciones concretas) y con la diversidad de la experiencia
pasada, también ligada (f la satisfacción de la motivación alimentaria.
Parecería que este sistema de acción recíproca está lejos de la estruc-
tura cerebral real. Sin embargo, vemos que cada elemento de nuestra
actividad intelectual posee una base neurofisiológica completamente
defmida. En nuestro laboratorio se estudian en fonna detallada los
mecanismos del sistema funcional que la componen (Anojin,"Sudakov,
1971). .
Respecto a la toma de la decisión , la cual, de acuerdo con nuestro
esquema, es el resultado de la síntesis aferente precedente, debemos
reconocer que en el estadio de la síntesis aferente se realiza la revisión
universal de todos los resultados anteriores de la acción y de las valora-
ciones que merecieron esos resultados extraídos de la memoria, de
acuerdo con la motivación existente. Es evidente que para este impor-
tante estadio es necesario el proceso de reverberación, el cual moviliza
todo el acervo de los depósitos de nuestra memoria. En consecuencia,
la "toma de la decisión" es aquel procedimiento cuyo resultado fue
admitido , después de la revisión de los resultados "imaginados", como
el más adecuado para la situación detenninada.
Desde un punto de vista neurofisiológico, este proceso de elección
"de un único grado de libertad consiste, evidentemente, en el escudriña-
miento ininterrumpido de los diferent es resultados; el patrón de refe-
rencia para este escudriñamiento es la motivación dominante en el mo-
mento detenninado. Experimentos realizados en nuestro laboratorio
mostraron que en una serie de casos específicos, la reverberación córtico-
hipotalámica puede ser muy patente (Kagramanov, 1965).

EL ACEPTaR DE LOS RESULTADOS DE LA ACCiÓN

En esta sección abordaremos el análisis del aparato neurofisiológico,


con el cual se recorrieron los caminos más importantes en la búsqueda
por descubrir los secretos de la psiquis humana ("la finalidad", "la previ-
sión", "el error", "la memoria" , "la espera" y muchos otros). Se demos-
116 CAP.4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

tró el hecho de que estos factores poseen un único eje neurofisiológico


que se forma de manera precisa en el momento (o un po co después) de
la toma de la decisión. Tengamos en cuenta, ante todo , al aparato neu-
ro fisiológico de la "predicción", al cual llamamos "aceptar de los resul-
tados de la acción". ¿Qué aparato es éste?, ¿cuál es su naturaleza y sus
funciones? Gracias a la revisión de todos los indicios de los resultados
pasados y a su comparación con la motivación dominante determinada,
este aparato concentra en sí las señales aferentes del resultado final por
el cual fue tomada la decisión.
Examinemos un ejemplo. Si se tomó la decisión de coger un vaso de
la mesa, en el aceptar de los resultados estarán concentrados todos los
índices del vaso que se relacionan con la acción: su aspecto externo,
peso, particularidades tactiles percibidas por los receptores de la piel,
temperatura, etc. El sentido de este aparato, que anticipa y pronostica
las propiedades del resultado futuro, consiste en que al final de la acción,
es decir después de tomar el vaso, debe ser obtenida toda la información
acerca de los parámetros de dicha acción. En este momento, .e n el siste-
ma nervioso central se efectúa la comparación del resultado que se había
pronosticado en el aceptor de los resultados de la acción, tomar el vaso,
con los parámetros del resultado realmente obtenido (Anoj~, 1949).
En el momento de la comparación de los dos conjuntos de excita-
ciones, nuestro sistema nervioso realiza el control de los resultados de la
acción realizada. Si la comparación mostró que los parámetros pronosti-
cados (predicción), en el aceptar del resultado futuro , coinciden del
todo con los del resultado realmente obtenido, la acción determinada
finaliza y sus resultados reciben la "sanción" y se utilizan para la forma-
ción de la siguiente etapa del comportamiento. Si se demuestra una no
coincidencia de .los parámetros del resultado realmente obtenido con
los programados, esta discordancia estimula la construcción y selección
de un nuevo programa de acción que asegure la obtención de éstos.
Debido a que nuestro comportamiento representa un verdadero con-
tinuo de resultados, grandes y pequeños (Anojin, 1971), se realizan este
tipo de comparaciones en el sistema nervioso prácticamente en forma
ininterrumpida. Por ejemplo, incluso los resultados de acciones tan
insignificantes como abrir la puerta que da a la escalera, el descenso por
ella, subir a un autobús, etc., se evalúan y forman una cadena de recep-
ción de los resultados siguientes. Sin embargo, también pueden ser divi-
didos en resultados aún más pequeños: poner el pie en el primer escalón
del autobús, en el segundo, etc. Es sorprendente que de cada uno de
estos "pequeños" resultados, nuestro sistema nervioso deba recibir ine-
vitablemente una información, la cual será tratada en el correspondiente
aceptar de los resultados de la acción. Ante la más pequeña disparidad
del resultado con el pronóstico (si, por ejemplo, tropezamos), el cerebro
selecciona de inmediato un nuevo movimiento.

-.
EL ACEPTaR DE LOS RESULTADOS DE LA ACCiÓN 117

Gracias a esta breve caracterización de las funciones del aparato que


pronostica los resultados, se hace comprensible su nombre de "aceptar
de los resultados de la acción". La palabra latina acceptare contiene en
sí dos sentidos: "recibo" y "apruebo", los cuales están representados
en las funciones del aceptar de los resultados de la acción (Anojin, 1949;
Anojin, 1955).
En nuestro laboratorio se realizaron múltiples experimentos en los
niveles celular y neuroquímico, con el fin de investigar cómo se crea
este aparato de predicción en cada caso individual y cuáles son sus fun-
ciones a escala del sistema funcional en conjunto.
Ahora, podemos evaluar la importancia de este aparato para la fun-
ción de la inteligencia, en el hombre y los animales, y determinar su
papel en el estudio de la inteligencia artificial. En primer término, es el
aparato de la predicción, ya que en él se pronostican las propiedades del
resultado futuro , aún no obtenido. Debido a que en todas nuestras
acciones la obtención de uno u otro resultado está ligada con el objetiv. 1.
planteado con anterioridad , es evidente que el aparato aceptar de los
resultados de la acción es el aparato de la finalidad. Con base en esta
tesis, afrrmamos que la finalidad, según nuestra concepción no es algo
dado desde el inicio , sino que es preparada por el complejo trabajo del
sistema nervioso en el estadio de la síntesis aferente. Así, esta circuns-
tancia permite expresar la finalidad como concepto psicológico , en el
lenguaje de los mecanismos neurofisiológicos y los enlaces objetivos
entre los procesos que ocurren en el cerebro.
Es indispensable subrayar que durante el examen de las cuestiones
referidas a la predicción y finalidad , se nos presenta en forma precisa el
aspecto filosófico del problema de la inteligencia y de su resolución con
base en la concepción del' sistema funcional. ~
En efecto , hasta hace poco la sola pronunciación de palabras tales
como " predicción", "finalidad" , "comportamiento dirigido a un obje-
tivo" , amenazaba al fisiólogo con la acusación de idealista, de haber
roto con los principios materialistas. En fisiología , dicha situación es
explicable históricamente, ya que aún no estaba preparado el corres-
pondiente "clima científico" para la solución materialista del problema
de la finalidad y la predicción. Semejante clima fue creado por la teoría
reflexológica en- la fisiología del cerebro.
De esta manera, nos resignamos ante la siguiente paradoja: cada per-
sona pensante está perfectamente consciente de que se plantea la finali-
dad de "hacer algo" mucho antes de realizar "ese algo". Pero, al mismo
tiempo, la fisiología del cerebro no contaba con los medios para la expli-
cación de los mecanismos con ayuda de los cuales el cerebro pone ante
el hombre "la fmalidad" y con los que puede pronosticar su realización.
Con la revelación de las regularidades neurofisiológicas objetivas, las
cuales aseguran las funciones superiores de la inteligencia, la actitud
118 CAP. 4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

hacia--este problema cambió radicalmente. En la actualidad, como es po-


sible observar, esta cuestión se estudia en forma exitosa con base en los
principios y categorías del materialismo dialéctico, lo que nos aproxima
a la modelación real de la inteligencia.
Esto se hace posible gracias a que la concepción del sistema funcio-
nal permite abarcar los mecanismos fundamentales que ayudan a com-
prender la inteligencia natural.
Como muestran las investigaciones electro fisiológicas acerca de la
formación de ese aparato, podemos introducir y quitar artificialmente
del aceptar de los resultados de la acción cualquier nuevo componente
(el llamado enriquecimiento del aceptar de los resultados de la acción),
lo cual amplía de manera significativa nuestra capacidad para influir en
la actividad intelectual, en especial en los procesos de aprendizaje.

EVOLUCiÓN DE LAS PROPIEDADES


FUNDAMENTALES DEL INTELECTO

De acuerdo con lo analizado, podemos plantear la siguiente pregun-


ta: ¿los principales mecanismos de la inteligencia son específicos de los
niveles superiores del desarrollo de los animales o sólo propios del hom-
bre? Esta pregunta es básica, debido a que está ligada en forma estrecha
con otras cuestiones, por ejemplo, con las siguientes: ¿los animales
tienen inteligencia?, ¿cuándo y en qué animales surgió la inteligencia en
el proceso de la evolución?
Vogel y colaboradores intentaron construir un modelo evolutivo de
la "inteligencia artificial", modelo que debía perfeccionar sus propie-
dades fundamen~ales por medio del crecimiento de los mecanismos
primitivos en las "generaciones" sucesivas (Vogel y cols., 1969). Cabe
señalar que en la modelación evolutiva, la acumulación de experiencia
se realiza por un medio un tanto diferente que en la inteligencia de los
animales en el proceso de la evolución natural.
En respuesta a las preguntas formuladas, debemos enunciar la tesis
principal que hemos llegado a establecer, como resultado de muchos
años de trabajo, acerca de las propiedades de la inteligencia descritas
anteriormente: ninguna de las propiedades de la actividad cerebral que
calificamos como características de la inteligencia se manifiesta de im-
proviso, en algún "Rubicón", antes del cual esta propiedad no existía y
después del cual aparece.
Estas propiedades surgieron en la autora de la génesis de la ·vida y
todas ellas constituyeron, desde entonces, una parte de la arquitectura
fisiológica dinámica. Más aún, fueron la conditio sine qua non del
desarrollo de los seres vivos.
Esto puede parecer extraño, ya que hemos descrito a la inteligencia
PROPIEDADES FUNDAMENTALES DEL INTELECTO 119

como una propiedad relevante del animal, inherente a sus representantes


superiores y más perfectos.
Sin embargo, nuestra perplejidad se disipa inmediatamente si repre-
sentamos ' cómo transcurrió la formación de la inteligencia. Tomemos
como ejemplo la predicción de acontecimientos futuros o los resultados
de cualquier actividad, cumplida por un cierto sistema funcional perfi-
lado con precisión.
¿En qué condiciones de los mundos interno y externo del animal
es posible la predicción? La principal condición de la predicción es que
la cadena de acontecimientos, por cuyo motivo se realiza el pronóstico,
se haya repetido muchas veces en el pasado, en el espacio y el tiempo.
Nuestra inteligencia puede pronosticar que después del día viene la
tarde y después de la tarde la noche, sólo porque este curso inalterable
de los acontecimientos externos se repitió durante millones de años,
cuando ya existían los seres vivos, e incluso cuando todavía no había ni
el menor indicio de su aparición.
Aquí, debemos apartamos un poco de los procesos y mecanismos
neurofisiológicos y dirigimos a generalizaciones de carácter más amplio.
El continuo espaciotemporal del movimiento de la materia, como
señaló Planck, constituye la ley absoluta del mundo. Pero, como esta
ley actuaba mucho antes de la aparición de la vida en la Tierra, los seres
vivos debían "insertarse" en los marcos de esta ley absoluta; sólo bajo
estas condiciones les fue garantizada la supervivencia. Este hecho con-
dujo a que la "inserción" o el reflejo del continuo espaciotemporal por
parte de los seres vivos se convirtiera en la premisa de la predicción o
del pronóstico.
Al examinar este tema en relación con una serie de fenómenos bio-
lógicos, formulamos el principio del reflejo anticipatorio, por parte del
cerebro, de la serie real de acontecimientos del mundo externo. Ésta es
la propiedad original de los prócesos protoplasmáticos, incluso en los
animales inferiores para los cuales el cambio, por ejemplo, de los fenó-
menos estacionales (primavera, verano, otoño e invierno), fue la condi-
ción inmutable de la vida a lo largo de millones de años.
Se pueden citar múltiples ejemplos de la sorprendente precisión en
la adaptación a estas leyes absolutas del mundo inorgánico.
El descubrimiento que hiciera LP. Pavlov del reflejo condicionado
fue, en esencia, de los reflejos anticipatorios del mundo externo, en un
sustrato especializado: el sistema nervioso. En realidad, cuando el perro
saliva en respuesta al timbre, no se debe en absoluto porque la saliva
deba "digerir el timbre", sino porque en el futuro aparecerá la comida,
que hay que digerir. En consecuencia, a fuerza de la repetición de la
secuencia de determinadas influencias del mundo externo, creamos una
línea de reacciones, en las cuales es suficiente el primer impulso para
que la reacción química del protoplasma, a semejanza del estopín en el
120 CAP. 4. LAS INTELIGENCIAS NATURAL Y ARTIFICIAL

cañón, se extienda por el sistema nervioso en el futuro y se anticipe al


desarrollo sucesivo de los acontecimientos externos.
De los ejemplos y las reflexiones presentados, queda claro que la
"predicción" tiene profundas raíces históricas, como fenómeno aislado
del acto inteligente. En la etapa superior de la evolución, el órgano que
agudizó y aceleró cientos de veces los procesos anticipatorios, es el sis-
tema nervioso, gracias al cual podemos realizar un paseo fantástico al
futuro, en respuesta a cualquier estímulo o señal del mundo externo.
La evolución, que comenzara con la "predicción" protoplasmática
primitiva, perfeccionó este proceso en los f€nómenos materiales del
cerebro, a tal grado que éste se convirtió en el órgano que Ielll1c:. c:.ü sí, en
cada momento dado de su actividad, el pasado, el presente y el futuro.
Todo esto no es una fantasía del neurofisiólogo. El método de los
microelectrodos hace posible observar que ciertas neuronas, al experi-
mentar una excitación actual, incluyen la experiencia acumulada en el
pasado y, simultáneamente, forman los procesos que contienen la cali-
dad de aquel resultado de la acción que debe ser obtenido sólo en el
futuro. A estas células nerviosas del cerebro las denominamos "neuro-
nas de los tres tiempos".
Al analizar la discusión acerca del "pronóstico", debemos subrayar
que es el producto del desarrollo más perfeccionado del proceso proto-
típico , que se manifiesta en el reflejo protoplasmático anticipatorio de
la realidad.
Sin embargo, volvamos al desarrollo natural de los acontecimientos,
durante la formación de los actos conductuales en el nivel superior. El
proceso de síntesis aferente termina, como ya lo señalamos, con la toma
de la decisión, la cual es el resumen de la revisión de los posibles resulta-
dos ligados orgánicamente, en el pasado, con la motivación. De esta ma-
nera, se realiza uno de los fenómenos más importantes en la actividad
cerebral: la formación, en el sistema nervioso, del modelo de todos los
índices y las propiedades del futuro resultado útil, en relación con y por
el cual se desarrolló la síntesis aferente. Esto constituye la finalidad.

CONCLUSiÓN

Las consideraciones realizadas en este capítulo nos convencen de


que para comprender las propiedades fundamentales de las inteligencias
natural y artificial, es indispensable reestructurar ideológicamente la
neurofisiología contemporánea y elaborar nuevos enfoques metodoló-
gicos. En realidad, las investigaciones acerca de las características de la
inteligencia artificial mostraron que la n euro fisiología , construida sobre
la base tradicional, predominantemente analítica, no posee la capacidad
para resolver con éxito este problema.
REFERENCIAS 121

El eminente fisiólogo francés, A. Fessard (1953-1954), afirmó, en


relación con el surgimiento de la cibernética, que la ciencia entró en la
época de los enlaces en retorno. A esto hay que agregar, en primer tér-
mino, la entrada de la neurofisiología en la época de la síntesis más
amplia y profunda en sus investigaciones neurofisiológicas y conductua-
les y de los datos obtenidos en las ciencias biológicas aisladas; y, en se-
gundo, el perfeccionamiento del enfoque sistémico, el cual hizo posible
el estudio de las -formas superiores de la actividad del cerebro: "la toma
de la decisión", "el objetivo", "la predicción", "la inteligencia", etcétera.
El enfoq.ue propuesto en este capítulo con base en la teoría del sis-
tema funcional, hace posible una investigación más sólida de los aspectos
del intelecto que aún permanecen ocultos. Con ' esto, creó un acceso
. diferente para la investigación científica y logró evitar las interpretacio-
nes idealistas. Aquí, en el estudio de los antecesor~s históricos del inte-
lecto, se hicieron serias generalizaciones que permitieron comprender su
evolución ininterrumpida. Las propiedades más importantes de la inte-
ligencia: la síntesis aferente, el planteo de una finalidad, la toma de una
decisión y la valoración del resultado obtenido, la predicción y la afe-
rentación en retorno que sanciona la obtención del resultado útil, son
procesos sintéticos que tienen una larga prehistoria; es decir, se desarro-
llaron a partir de las formas primitivas que se establecieron en la aurora
de la vida en nuestro planeta.
Este carácter común d'e la arquitectura del acto conductual es el
factor histórico gracias al cual la vida y el cerebro se desarrollaron hasta
alcanzar su etapa superior: la inteligencia humana.
Las investigaciones recientes nos convencen aún más de la utiliza-
ción exitosa de la teoría del sistema funcional para la resolución de los
problemas de la inteligencia. Sus principales mecanismos sintéticos,
desarrollados sobre una base sistémica, hacen posible tender un "puente
conceptual" entre la neurofisiología, la psiCOlogía y los problemas que
surgen en el camino del conocimiento de los enigmas de la inteligencia.
Así, el materialismo dialéctico obtiene una vez más la prueba de que
la inteligencia, la actividad consciente y la transformación activa de la
adaptación a los factores externos, son el verdadero producto del desa-
rrollo histórico que va de la materia a la conciencia, con base en las leyes
fundamentales de los mundos inorgánico y orgánico en nuestro planeta.

REFERENCIAS

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5
La sistemogénesis como
ley general
del
proceso evolutivo t

Si se evalúan las corrientes de la fisiología contemporánea se podrá


observar que, en una serie de representantes del pensamiento fisiológico ,
hay una clara tendencia a tratar de comprender el mecanismo de la or-
ganización fisiológica de los procesos más complejos del organismo; es
decir, existe la aspiración por comprender las leyes fisiológicas de la
integración. Es evidente que todo nuevo hecho particular, obtenido en
un experimento aislado, posee menos utilidad si se pretende emplearlo
en la explicación de las funciones del organismo íntegro. De aquí se des-
prende la necesidad de superar el enfoque erróneo de simplemente su-
mar los resultados fisiológicos, obtenidos cada año en las investigaciones
analíticas. Los investigadores repararon con frecuencia en este aspecto,.
pero ese enfoque poco ayudó a la elaboración de los principios rectores
para el estudio de los dispositivos reguladores del organismo. Pueden
citarse como ejemplos a Sherrington, Adrian, Hess y otros.
Sabemos que Sherrington planteó la necesidad de estudiar los pro-
cesos integrativos del sistema nervioso , pero no llevó a cabo lo más im-
portante: poner al descubierto las propiedades, nuevas en principio,
que adquiere una organización íntegra en cuanto se vuelve tal.
Por otra parte, Sherrington se refiere más a los medios de integra-
ción que a los principios específicos, propios sólo de esa integración y
no de sus partes, con base en las cuales se construye. Esta deficiencia
debió manifestarse de manera inevitable. La ausencia de principios di-

1 Publicado en el Boletfn de biolog{a experimental y medicina. Tomo 26, núm. 8, 1948.

123
124 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

rectrices en la comprensión de la integración fisiológica condujo recien-


temente a Sherrington a expresar ideas del todo idealistas acerca de la
integración nerviosa.
Sólo el conocimiento de los principios generales de la organización
fisiológica de la actividad adaptativa del organi~mo conduce a una firme
concepción materialista del organismo íntegro. Un ejemplo de ese
principio general es la ley de la formación del reflejo condicionado o, en
general, la ley de los enlaces temporales, desarrollada por I.P. Pavlov.
Esta ley constituye la base fundamental de la comprensión materialista
acerca de las formas complejas de comportamiento de los animales y
el hombre, incluyendo la actividad psíquica.
¿Cómo podemos explicar el éxito y la importancia universal de los
principios de los enlaces condicionados? Fundamentalmente, debido a
que · I.P. Pavlov, sin apartarse de las leyes fisiológicas concretas del sis-
tema nervioso, señaló un principio que tiene sus propias características
y cuya diferencia estriba en que abarca una forma superior de la activi-
dad del organismo. Esta misma cualidad es propia también de otras co-
rrientes de la fisiología rusa (Vvedenski, Ujtomski, Orbeli, Bikov).
Aunado a lo anterior, la ciencia rusa dispone, con la escuela de A.N.
Svertsov, de una vasta experiencia en el estudio de las regularidades fi-
loembriogenéticas, la cual enriquece, de manera significativa, todas nues-
tras ideas con respecto a las bases materiales de la integridad del orga-
nismo.
Sin embargo, aparte de la concepción acerca de los enlaces corre-
lativos del organismo, caracterizados desde el punto de vista morfoló-
gico, hasta ahora no se ha realizado ningún intento por representar el
aspecto fisiológico de esta integridad. La estructura y función todavía
no estaban enlazadas orgánicamente ni constituían la unidad dialécti-
ca que nos hubiera ayudado a comprender la evolución prógresiva de
los organismos con base en las leyes generales del desarrollo.
Al caracterizar la correlación entre los conceptos morfológicos y
fisiológicos en el estudio de las leyes evolutivas, A.N. Severtsov es-
cribió:

Para la especie dada es indiferente si la función se realiza en los descen-


dientes por el mismo órgano que en los antepasados o por cualquier otro;
biológicamente, es decir desde el punto de vista de la supervivencia, sólo im-
porta que ella se cumpla mejor que en los antepasados. Esto es lo que dife-
rencia nuestro punto de vista del de los especialistas fisiológos: ellos investi-
gan las funciones de los organismos como tales; nosotros las examinamos
como medio, con ayuda del cual las especies se conservan y sobreviven en
la lucha por la existencia. Los órganos modificados son sólo instrumentos,
gracias a los cuales en los descendientes de la forma dada se constituyen las
adaptaciones activas o pasivas biológicamente importantes (Severtsov, 1939).
LASISTEMOGÉNESIS 125

Es fácil observar que en estas formulaciones se da al concepto de


función una dimensión biológica, es decir se señala lo que en la natu-
raleza ocurre a cada momento . La vida plantea al organismo una úni-
ca tarea: sobrevivir por cualquier medio. De aquí se sigue que resulta
indiferente qué combinación de órganos cumpla la función determi-
nad"a . Sólo es importante que aquélla y la acción recíproca entre las
partes de estos órganos conduzcan hacia resultados favorables con
respecto a la supervivencia de la especie. Se puede observar que en
dicho enfoque el concepto de "función" adquiere un sentido bioló-
gico general y se coloca sobre el concepto de órgano concreto o de las
formaciones tisulares aisladas.
Hace algunos años, investigamos de qué manera los procesos fisioló-
gicos particulares, durante el cumplimiento de cualquier función adap-
tativa del organismo, forman un todo único , que posee enlaces, relacio-
nes e influencias mutuas de carácter peculiar en el momento en que
todas estas partes del organismo están en movimiento para cumplir una
función . De ahí surgió la idea del sistema funcional como unidad de la
integración fisiológica, con base en el estudio de las regularidades cen-
tral-periféricas en la actividad del organismo. Al realizar diferentes tipos
de anastomosis heterogéneas entre los troncos nerviosos, efectuamos el
análisis fisiológico de los mecanismos con ayuda de los cuales las corre-
laciones, en principio deformadas, del centro y la periferia, creaban una
nueva unidad , devolviendo al organismo sus capacidades adaptativas. Al
estudiar estos mecanismos de " reconstrucciones" progresivas de los
centros nerviosos, descubrimos que ni el " centro" ni la "periferia" de-
terminan el éxito de la reestructuración, si se le toma en una acepción
puramente anatómica. Se puso de manifiesto que cualquier reconstruc-
ción de los centros nerviosos, después de anastomosis heterogéneas de
los nervios, depende de en qué sistema de relaciones mayor se encuentre
el mismo centro reconstruido . En nuestros experimentos, se comprobó
que este sistema de relaciones es una unidad perfilada que posee un ·de-
terminado efecto adaptativo. Así, nos vimos compelidos a referirnos al
concepto de integración fisiológica y a tomar como su unidad al sistema
funcional (Anojin, 1935).
En el proceso de estudio de las particularidades fisiológicas de la or-
ganización del sistema funcional , nos convencimos de la necesidad de
caracterizar su ontogénesis temprana.
Cualquier sistema funcional que entre en el reservorio disponible de
las capacidades adaptativas del organismo, debe surgir como una conse-
cuencia determinada de las estructuras del embrión que se desarrollan
ininterrumpidamente. ¿Cómo se form a el sistema funcional en este pe-
riodo , que recibió el nombre no muy adecuado de periodo pre-funcional,
y que tradicionalmente fue el área de tratamiento mecánico del creci-
miento? El planteo de esta pregunta debía conducirnos hacia la unión
126 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

entre la fisiología general del sistema nervioso y la enorme área de in-


vestigación que abarcan los trabajos de los evolucionistas morfólogos
soviéticos. Más adelante, daremos una breve descripción de los resulta-
dos de las investigaciones realizadas al respecto. Junto con ello, es ne-
cesario formular también las leyes generales descubiertas en estas in-
vestigaciones y que dirigen el desarrollo del sistema funcional en cual-
quier representante del mundo animal.

EL SISTEMA FUNCIONAL COMO UNIDAD DE


INTEGRACiÓN FISIOLÓGICA

Antes de describir las regularidades embriogenéticas, es necesario


definir las propiedades fisiológicas que caracterizan al sistema funcio-
nal como organización independiente. Dicho con otras palabras debe-
mos examinar el sistema funcional como concepto propio de la fisio-
logía, concepto que posee sus rasgos específicos en calidad de método
de investigación, y sus propiedades fisiológicas en calidad de objeto de
la investigación.
l. Como unidad de integración, el sistema funcional es un grupo de
procesos y estructuras que cumple cualquier función determinada cuali-
tativamente, específica del organismo o de un acto de su comportamien-
to. A estos sistemas funcionales, que finalizan con un determinado efec-
to adaptativo, pertenecen, por ejemplo, los actos locomotores de cual-
quier destino: el salto, la marcha, la natación, la vuelta sobre la espalda,
la tos, la respiración, etcétera.
Estos actos, compuestos por elementos separados, representan un
sistema de procesos en los que se distribuyen las excitaciones en los ór-
ganos periféricos, de una manera tal que lleva a la realización. de funcio-
nes útiles para el organismo.
Con ello, se determina tanto la peculiar cualidad integral del siste-
ma funcional, como el volumen de estructuras y procesos que toman
parte en él.
2. Investigaciones recientes mostraron que se cuenta con las bases
fisiológicas para la clasificación de los sistemas funcionales del organis-
mo, de acuerdo con su relación más o menos estrecha con las estructu-
ras del mismo. En realidad, una serie de sistemas funcionales, acerca de
los cuales se tratará más adelante, se forman con base en las regularida-
des morfogenéticas en los estadios tempranos del desarrollo del em-
brión. Estos sistemas poseen bases estructurales determinadas y entran
en acción automáticamente en cuanto se excita el campo receptivo del
sistema. Tales sistemas funcionales son el fundamento de las reacciones
innatas del organismo y poseen una extraordinaria diversidad en los di-
ferentes animales; asimismo, reflejan con exactitud las particularidades

-.
EL SISTEMA FUNCIONAL 127

ecológicas del tipo de animal determinado. Por tanto, se puede afirmar


que existen tantas embriogénesis particulares de los sistemas funciona-
les como especies de animales.
Junto con estos sistemas funcionales, cuya base estructural está
morfogenéticamente preparada en las condiciones del desarrollo em-
brionario, en la vida de los animales superiores, en cada momento de
su actividad, pueden formarse sistemas funcionales diferentes, a los que
podemos llamar episódicos, los cuales adaptan al organismo a cualquier
situación creada de improviso. Por ejemplo, el animal que obtiene el
alimento en una situación dificultosa moviliza, en ese moment<), todos
los recursos de su actividad nerviosa y motora que tienen como efecto
final la obtención de la comida.
Gracias a esta capacidad del organismo, a cada momento se movi-
lizan los aparatos que llevan al logro de detenninado efecto adaptati-
vo. La especificidad y configuración de los sistemas funcionales se
caracterizan además, en tales casos, por el hecho de que cada sistema
funcional que se despliega en un momento dado, es único. Es decir,
ocupa en ese momento los aparatos integrativos del organismo y exclu-
ye la posibilidad de coexistencia con otros sistemas funcionales. Por
ejemplo, en la rana, en el momento del salto que se desarrolla como un
sistema funcional delineado , se excluye la posibilidad de entrada en
acción de otros sistemas funcionales del organismo.
Si se coloca en la zona del muslo de una rana nonnal un pedazo de
papel embebido en ácido sulfúrico, ésta responde con algunas formas
de movimiento que pueden coexistir sólo en el caso que sean el desarro-
llo o la variación de un mismo sistema funcional. Si los movimientos
pertenecen a diferentes sistemas funcionales se excluyen inevitablemente
entre sí. He aquí por qué esta rana, en el momento de la realización del
salto, no reacciona a la aplicación del papel con ácido. Sin embargo,
basta con que el salto concluya (en el momento en que la rana toca
tierra) para que todos los aparatos motores del animal se reconstruyan
y. se dispongan para arrojar ese pedazo de papel. La exclusividad, o la
mutua exclusión, de los sistemas funcionales es una de las propiedades
más características que subrayan la significación del sistema funcional
como organización fisiológica formada en el comportamiento adaptati-
vo del animal.
3. la composición del sistema funcional no se limita sólo a las es-
tructuras nerviosas, las cuales, naturalmente, cumplen el papel integra-
tivo más fino en su organización y le dan cualidad biológica.
Es necesario recordar que la calidad de la integración central es sólo
una "cosa en sí", si no se pone de manifiesto en las combinaciones pe-
culiares de los esfuerzos en el trabajo del aparato periférico. Esta reali-
zación ocurre, sobre todo, de acuerdo con las leyes de las correlaciones
centralperiféricas, en la actividad nerviosa, gracias a las cuales la perife-
128 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

ria -sector de trabajo- puede reflejar adecuadamente las particularida-


des de la integración nerviosa determinada. Todas estas estructuras, en
forma conjunta, constituyen el sistema funcional.
Por ejemplo, la natación de la rana, como forma biológica de adap-
tación al medio externo, es el resultado de detallados y selectivos enla-
ces en los centros nerviosos, los cuales determinan su fisonomía como
sistema furféibnal. Sin embargo, esta integración central resulta inútil si
se disminuye, hasta un determinado límite, la aferentación general del
sistema que llega desde la superficie de la piel y los músculos del animal.
En este experimento no se aborda la integración central del sistema
funcional en sí; sólo se subraya su dependencia con respecto a la p:-':,,~,j­
cia de una determinada suma de aferencias periféricas. Investigaciones
muy detalladas (M.F. Chepeliuguina) demostraron que cada sistema fun-
cional posee sus exigencias cuantitativas específicas hacia esta aferenti-
zación. Por ejemplo, el sistema funcional que se forma en el momento
en que la rana se vuelve sobre su espalda, y que consiste en una movili-
zación de esfuerzos motores para lograr la posición normal, tiene una
necesidad máxima de impulsos aferentes. Además de la aferentación
laberíntica que en el momento determinado motiva la aparición de es-
fuerzos que cooperan entre sÍ, las excitaciones aferentes de la piel y
los músculos realizan una aportación sustancial a la suma general de
intentos coordinados por darse vuelta.
La desaferentación creciente que ocurre cuando se cortan las raíces
posteriores, indica que este sistema funcional es el que se altera en pri-
mer lugar y la rana resulta incapaz de recuperar su posición normal. Sin
embargo, si se le coloca en esta posición, puede realizar con libertad el
salto, andar coordinando recíprocamente sus cuatro extremidades y
nadar en forma normal. El sistema funcional de la natación es el más re-
sistente a la desaferentación, es decir, es el menos exigente en relación
con el volumen de impulsos aferentes. Cuando se realiza la desaferenta-
ción máxima que abarca gran parte de la superficie de la piel y los grupos
musculares y en consecuencia se hace imposible cualquier acto motor,
la rana, aún con bastante facilidad, puede realizar movimientos natato-
rios y utilizarlos tanto en el agua como cuando se le coloca sobre la mesa.
Es evidente que del complejo general de los sistemas funcionales
que garantizan a este animalIas adaptaciones locomotrices, sólo uno de
ellos puede manifestar su integración central en condiciones de mínima
aferentación proveniente de la periferia. El hecho de que existan dife-
rentes exigencias específicas de los sistemas funcionales en relación con
los impulsos periféricos, subraya aún más la peculiaridad de cada sistema
funcional como determinada unidad de integración.
Las investigaciones acerca de esta ley muestran que la necesidad de
impulsos aferentes aumenta a medida que el sistema funcional se aleja
del tipo estándar de reacción adaptativa y se acerca, por el contrario, al
EL SISTEMA FUNCIONAL 129

tipo de sistema que se origina súbitamente en función de las condiciones


específicas de la situación detenninada.
Esta composición estructural del sistema funcional -su estrecha
dependencia con respecto al volumen y la calidad de los impulsos afe-
rentes- hace de él una manifestación integral del organismo. Esta ca-
racterización del principio del sistema funcional que postulamos, se
diferencia radicalmente de todos los intentos por representar la activi-
dad integrativa, los cuales hacen hincapié en uno u otro grado de com-
plejidad de los procesos centrales ("la integración" de Sherrington, "la
constelación de centros" de Ujtomski, todo tipo de "unidades de tra-
bajo", etc.). Cualquier intento por representar el trabajo conjunto de los
tejidos, los órganos y el sistema nervioso, se relaciona, en una u otra
medida, con el problema de la integración de los procesos del organismo.
Es natural, entonces, que estos intentos se relacionen con nuestra con-
cepción. Sin embargo, ninguno satisface las exigencias fundamentales
de la investigación fisiológica de los procesos integrales del organismo:
no indican la verdadera unidad de integración de las funciones del or-
ganismo, ni señalan las propiedades específicas, inherentes sólo a esta
unidad fisiológica y no a sus partes, y, por último, estas nociones sobre
las "unidades de trabajo" no reflejan el sentido biológico que tienen ta-
les unidades. No parten, al valorar la integración, del efecto adaptativo
en interés del organismo íntegro, y resulta que sólo este último determi-
na los procedimientos posibles de los cambios regulativos en los límites
del sistema.
4. La composición del sistema funcional no se detennina por la cer-
canía topográfica de las estructuras o su pertenencia a cualquier clasifi-
cación anatómica existente (vegetativa o somática). Además, pueden
incluirse tanto estructuras que se encuentran cerca como lejos; puede
abarcar partes fraccionadas de cualquier sistema anatómicamente uni-
tario y aun detalles particulares de órganos enteros.
El único factor que detennina la selección de las diferentes combi-
naciones de estructuras y procesos, es la arquitectura biofisiológica de
la función y, en algunos casos, incluso su mecánica. Por ejemplo, las
propiedades biomecánicas del salto consisten en que todo el peso del
cuerpo, gracias a la acción de empuje de los miembros posteriores, se
traslada en dirección anterior. Esta construcción física del salto lleva a
la distribución de los procesos en el sistema del cuerpo, condiciona su
significación específica en las diferentes fases del salto, etc., lo que en
la evolución conduce, a fm de cuentas, a la organización anatómica pe-
culiar de estos animales (por ejemplo, el jerbo). Por el contrario, los
animales que están obligados, por las particularidades de su ecología,
a movilizarse en medios con gran resistencia física> elaboran en la evo-
lución sistemas funcionales, en los cuales las fuerzas y los componentes
actuales se distribuyen en dirección inversa. Como ejemplo de los ani-
130 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

males poseedores de este segundo tipo de sistemas funcionales citare-


mos al topo , en el cual, junto con un poderoso desarrollo de las garras,
las patas y los músculos de los miembros anteriores, se puede apreciar
el escaso desarrollo de las extremidades posteriores.
En consecuencia, al hablar de la composición estructural de los sis-
temas funcionales no podemos renunciar a la parte ecológica de uno u
otro sistema funcional y junto con ello al hecho de que en cada caso la
ecología dicta la unión selectiva de unas u otras estructuras del organis-
mo en un sistema funcional vitalmente importante. Si el único factor
que determina esta selectividad es la arquitectura de la función, el único
criterio de validez de estas uniones es el efecto adaptativo fmal para el
organismo en conjunto, el cual aparece durante el despliegue de los pro-
cesos de determinado sistema funcional. Cada sistema funcional lleva
de manera inevitable a un efecto adaptativo. Con ello, el concepto de
sistema funcional se relaciona directamente con los conceptos biológicos
y factores de desarrollo que determinan la evolución progresiva de los
organismos. A su vez , la concepción del sistema funcional se diferencia
de las concepciones fisiológicas tradicionales que, al caracterizar un
proceso fisiológico aislado, no se preocupan del lugar que ocupa en el
sistema de relaciones determinantes del efecto adaptativo para el orga-
nismo en conjunto. Casi no se presta atención al problema de qué pasa
con el proceso elemental cuando se incluye en el conjunto de relaciones
que dan al organismo la adaptación, es decir, si cambian o no sus pro-
piedades en caso de entrada a este sistema de relaciones.
5. Desde el punto de vista fisiológico , el sistema funcional posee una
propiedad admirable. Con base en las regulaciones conocidas por la fi-
siología (irradiación, "reclutallÚento", inhibición, etc.), el sistema fun-
cional adquiere la capacidad de regulación interna, es decir, puede elegir,
revisar y combinar las estructuras que toman parte en él. Puede cambiar
dinámicamente el carácter de los procesos que ocurren en él ampliándo-
lo con otras estructuras que no pertenecen al sistema determinado, has-
ta que el organismo como un todo no obtenga el efecto adaptativo.
Un análisis detallado de todos los tipos de impulsos aferentes del or-
ganismo (de puesta en marcha, reguladores, rectores, sancionantes), nos
condujo a la conclusión de que una de las propiedades fisiológicas más
significativas del sistema funcional como organización íntegra es su rela-
ción con estos tipos de influjos aferentes. El sistema funcional puede
disminuir el volumen de las influencias aferentes ("reducción de la afe-
rentación"); sin embargo, esta "reducción de la aferentación" concierne
únicamente al sistema funcional y sirve a sus intereses. Sólo el sistema
funcional, en su arquitectura fisiológica, determina cuál es la aferenta-
ción necesaria y en cuánto puede ser eliminada de la regulación general
de la unidad del sistema funcional, en caso de pasaje al curso estándar
de comportamiento.
EL SISTEMA FUNCIONAL 131

Desde que comenzamos el estudio de la base fisiológica de los sis-


temas funcionales del organismo, observamos en varias ocasiones esta
sorprendente propiedad de subordinar a sus intereses los procesos par-
ticulares que toman parte en el sistema.
Por ejemplo, desde el punto de vista fisiológico, la presencia de un
propioceptor en algún músculo evidencia la participación de este pro-
pioceptor en la actividad del organismo. En realidad, esta hipótesis tiene
pleno fundamento. Si el animal realiza cierto movimiento con una ex-
tremidad , el propioceptor, a consecuencia de sus peculiaridades estruc-
turales, debe producir los impulsos centrípetos y difícilmente podemos
imaginar que en caso de extensión o contracción del músculo falten
estos impulsos. Pero esta regularidad periférica en el surgimiento de los
impulsos propioceptivos aún no determina su destino, en el sentido de
su participación activa en uno u otro sistema funcional. Por ejemplo, el
sistema funcional del salto excluye casi por completo esta aferentación
propioceptiva y no la incluye en el sistema de aparatos de su integración
central. Aquí, hay una clara contradicCión entre las nociones fisiológi-
cas generales acerca del papel del propioceptor y su utilización concreta
en las unidades integrativas de la actividad adaptativa del organismo.
Tal utilización y redistribución selectivas de la importancia de los
impulsos aferentes . en los límites del sistema funcional, están determi-
nadas por la relación del organismo hacia el mundo externo, la que a
su vez es dictada por la situación que se crea de improviso.
Es necesario subrayar que nuestra experiencia acerca del estudio de
la actividad integrativa del organismo, con base en las leyes fisiológi-
cas generales, resultó positiva. Hizo posible utilizar procedimientos me-
todológicos de la fisiología general para resolver problemas de la fisio-
logía integral.

EL SISTEMA FUNCIONAL COMO BASE


DEL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD NERVIOSA
EN LA EMBRIOGÉNESIS

Después de una s~rie de investigaciones en esta área (Golubeva, Mi-


liaguin, Tsinde y otros), llegamos a la conclusión de que sólo la peculia-
ridad de las funciones adaptativas definitivas de un neonato pertene-
ciente a un género qeterminado de animales, puede seIVir como criterio
.para la evaluación de la maduración embriogenética de sus funciones .
Tanto el orden como los ritmos de desarrollo de las estructuras indivi-
duales dependen directamente de qué debe utilizar el neonato de dicha
espe~ie, en el momento de su nacimiento, para lograr, como expresa
A.N. Severtsov, "su norma de supervivencia".
Tomemos el ejemplo de la embriogénesis de la rata marsupial
132 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

(Opossum virginia). La em briogénesis de este animal se prolonga 12.5


días. De acuerdo con los conceptos fisiológicos habituales, no sólo los
nervios periféricos y los músculos, sino también las extremidades pos-
teriores de este animal están completamente inmaduros en el momento
del nacimiento. Sin embargo, cuenta con todo lo que necesita para avan-
zar hasta la bolsa de la madre desde un punto de vista funcional. Se
aproxima por medio de finos movimientos de las extremidades anterio-
res, agarrándose del pelo de la madre, con movimientos ondulatorios
del tronco. Con ayuda de estos movimientos llega hasta la bolsa, inme-
diatamente se prende del pezón y continúa su "desarrollo embriogéni-
co" durante los siguientes 20 días.
Se pueden citar muchas tesis, tanto de los trabajos de Severts0v co-
mo de sus discípulos, en las cuales se pone de manifiesto esta regulari-
dad del desarrollo embrionario que conduce a que el organismo se pro-
vea oportunamente de las reacciones adaptativas indispensables. La
selección natural trabaja en forma permanente para que todos los
individuos que por una u otras condiciones del desarrollo no se hayan
asegurado este futuro sean eliminados inmediatamente.
Supongamos que por alguna razón en el embrión de la rata blanca
ocurre un retraso en el desarrollo de los enlaces sinápticos finos entre
los núcleos de los nervios facial y trigémino, que se forman temprano
en la embriogénesis, a consecuencia de una mutación o de la acción no-
civa de las condiciones externas. Como resultado de este retraso en el
desarrollo, el acto de succión en los primeros minutos después del na-
cimiento será irrealizable. Y como en la naturaleza no se conoce la ali-
mentación artificial, se eliminará la generación de ratas blancas con
ritmos lentificados en el desarrollo de ciertos elementos nerviosos. Ob-
. servamos que en la naturaleza se realiza una lucha ininterrumpida por
la maduración oportuna de los sistemas funcionales complejos, porque,
naturalmente, en el embrión esos sistemas tienen sentido sólo para la
vida fu tura.
Por ello, es necesario establecer con mayor exactitud el lugar del
sistema funcional en la organización de los procesos embrionales y sus
particularidades en comparación con otros principios deJ a investigación
embriológica. Ante todo hay que establecer su relación con el concep-
to de "función".
Cuando en biología se habla de la función del animal, especialmen-
te del neonato, se trata del efecto adaptativo final de la actividad vital
del animal que le permite sobrevivir en la combinación determinada de
condiciones externas. Para el biólogo , la función es la forma de adapta-
ción del animal a las condiciones externas, lo que le hace posible luchar
exitosamente por la existencia. Desde este punto de vista , se puede ha-
blar de la función respiratoria, de la función digestiva, de la función del
movimiento, etc. Al biólogo le es indiferente, en gran medida, qué com-

-.
EL SISTEMA FUNCIONAL 133

binación de estructuras y qué arquitectura de los procesos fisiológicos


aseguran la función dada, en tanto que ella adapte con éxito al animal a
las condiciones externas y le permita seguir el camino de la evolución.
En esto consiste el aspecto cualitativo de la actividad del biólogo, que
determina el nivel de sus operaciones con conceptos fisiológicos.
Para el fisiólogo que estudia los problemas evolutivos, es aquí don-
de comienza tanto el planteo del problema como la investigación mis-
ma. A él le interesa ante todo con ayuda de qué aparatos estructurales
y de qué combinaciones de procesos fisiológicos detallados se asegura el
cumplimiento exitoso de la función dada.
Aquí, es necesario un concepto que abarque estas estructuras y pro-
cesos en conjunto, que subraye su carácter integrativo. Para nosotros,
este concepto es el de sistema funcional.
Al optar por el estudio de la actividad sistémica, el fisiólogo debe
interesarse por las regularidades de orden biológico; ya no puede limi-
tarse a la investigación de un proceso particular, cualquiera que sea; de-
be obligatoriamente tener en cuenta el efecto biológico de la función,
su papel en la evolución biológica de la especie dada. Y en este camino
surge en primer término la pregunta ; ¿por cuáles vías y con ayuda de
qué mecanismos se forman , en el momento del nacimiento del animal,
los sistema funcionales plenamente vigentes?
Nuestras investigaciones acerca de la embriogénesis nos conven-
cieron de que el desarrollo de los sistemas funcionales del animal no
puede evaluarse sólo de acuerdo con las acciones recíprocas directas en
los límites del estadio de desarrollo dado. Este desarrollo puede ser com-
prendido en cada caso individual sólo de acuerdo con el efecto funcio-
nal final al que llevan los procesos morfogenéticos. Mejor aún, en la
evaluación y el análisis de los procesos morfogenéticos se debe intro-
ducir el sentido fisiológico que puede determinarse en forma completa
sólo por los sistemas funcionales del neonato y del animal adulto.
Todas las consideraciones expuestas, nos sirven de fundamento
para presentar un nuevo enfoque en la investigación del desarrollo em-
brionario, en cuya base se encuentra la concepción del sistema funcio-
nal ya explicitada. Puesto que en el estudio de las regularidades evo-
lutivas este enfoque es nuevo y otro el conjunto de procesos sometidos
a la investigación en comparación con el aceptado habitualmente en la
morfología clásica de la evolución, propusimos introducir el concepto
de sistemogénesis (Anojin, 1943). En este concepto se incluye el con-
junto de procesos embrionales que por intermedio de las regularidades
morfogenéticas de maduración de los elementos estructurales individua-
les llevan a enlaces sistémicos selectivos. Esta maduración selectiva de
las estructuras transcurre también en forma independiente de la cerca-
nía topográfica de los sustratos. La etapa final de esta unión que se de-
sarrolla sucesivamente, es siempre uno u otro sistema funcional que
134 CAP. 5~ LA SISTEMOGÉNESIS

asegura la supervivencia del neonato. El concepto de sistemogénesis se


diferencia de los de morfogénesis y de organogénesis que son, en el mo-
m-ento presente y en gran medida, conceptos rectores. Esas uniones no
abarcan un tejido único del embrión, sino que incluyen de manera se-
lectiva elementos de todos los tejidos del organismo que realizan y la
función dada. Además, la maduración del sistema funcional se efectúa,
en cierta medida, independientemente de la maduración de uno u otro
órgano como un todo. Esta última peculiaridad también diferencia a la
teoría de la sistemogénesis de las teorías correlativas, que tienen en
cuenta sólo órganos o formaciones tisurales aisladas, no enlazadas por
la unidad fisiológica de la [unción.
Desde este punto de vista, un análisis detallado de la literatura y una
serie de experimentos especiales realizados por nuestros colaboradores,
nos convencieron de que la elaboración experimental de la sistemogéne-
sis es algo en extremo indispensable y actual.
Las virtudes de una concepción se valoran por lo fructíferas que re-
sulten las investigaciones que en ella se basan. Hasta el momento, el
concepto de sistemogénesis nos ayudó a descubrir nuevas regularidades
que dirigen los procesos morfogenéticos, en el estadio " prefuncional"
de desarrollo del embrión, y que llevan a la aparición de la función en
el neonato.
Las regularidades que hemos descubierto constituyen leyes del sis-
tema funcional y no pueden ser reducidas a la maduración de cualquier
formación tisular específica aislada, por ejemplo, de un nervio, de un
músculo o de una glándula.

,
EL PRINCIPtO DE LA HETEROCRONIA
INTRASISTEMICA

La teoría de las heterocronías surgió en la ciencia biológica hace


mucho tiempo. Haeckel, al tratar de fundamentar la ley biológica por
él establecida, se encontró con una serie de dificultades que impidieron
aceptar completamente su tesis acerca de la recapitulación de los rasgos
de los antepasados, en el desarrollo embrionario de los animales contem-
poráneos. Entre estos obstáculos se encontraba la heterocronía en el
desarrollo de los órganos individuales.
La heterocronía es, en el sentido literal de la palabra, el desplaza-
miento en el tiempo de la constitución de un órgano, o el cambio en los
tiempos de crecimiento en el embrión dado, en comparación con la im-
plantación de este argano en los antepasados. De este concepto se des-
prende que los desplazamientos en el tiempo son posibles en el sentido
de una más temprana constitución del órgano o, por el contrario, en
el sentido de un retraso. La embriogénesis de los animales superiores
EL PRINCIPIO DE LA HETEROCRONíA INTRASISTÉMICA 135

proporciona muchos ejemplos de tales " desplazamientos en el tiempo".


Por ejemplo, el cerebro de los mamíferos, aunque se desarrolla en los
estadios más tardíos de la evolución, se forma muy temprano en estos
animales. En este caso tenemos una "aceleración ontogenética" del
desarrollo. Al comienzo, todas las investigaciones de la heterocronía
transcurrieron exclusivamente en relación con la ley biogenética.
Meinert fue el primer evolucionista que examinó la cuestión de las
heterocronías de acuerdo con su significación adaptativa en el proceso
de la evolución del organismo íntegro. Al intentar explicar la causa por
la que surgen, llegó a la conclusión de que se deben al papel decisivo
que juega la ejercitación, en la vida individual de los antepasados del
animal dado.
A.N. Severtsov, en su monografía clásica, da una caracterización
más amplia del papel de las heterocronías para la vida de los animales.
Al señalar que las heterocronías del desarrollo embrional aparecidas
en la filo génesis deben ser útiles tanto para el embrión como para el
adulto, escribe que " ...debemos plantearnos la cuestión sobre la sig-
nificación funcional de las heterocronías", " .. .la terminación de la
morfogénesis para uno u otro órgano depende de en qué periodo espe-
cífico de la vida del animal, y de acuerdo con las condiciones genera-
les de su existencia, es necesario el funcionamiento del órgano dado"
(Severtsov, 1939). '
En las formulaciones de Severtsov citadas, se expresa en forma
precisa el papel de las heterocronías, que consiste en la consolidación
de la mejor adaptación del animal a la situación circundante, es decir,
en la evolución progresiva de su organización. En este sentido, tiene
gran importancia la aceleración del desarrollo embrional de los órganos.
Se pueden señalar las interesantes investigaciones de B.S. Matveev y
V.S. Emilianov, quienes estudiaron el desarrollo de la columna verte-
bral en ciertos acantopterigios (Cyprinidae y otros) y mostraron que
los cuerpos óseos, las vértebras y las costillas se desarrollan en estos
peces directamente a partir del tejido conectivo, saltándose el estadio
cartilaginoso, indispensable para otros peces.
En los últimos años, el problema de las heterocronías se reflejó
en una serie de trabajos de la escuela de A.N. Severtsov, en particular
en las investigaciones sistemáticas de V.S. Emelianov.
Al estudiar las implantaciones heterocrónicas y los distintos ritmos
en el curso de los procesos morfogenéticos, V.S. Emelianov llegó a la
conclusión de que la heterocronía de las formaciones morfológicas no
depende del pasaje de lo órganos al estado rudimentario, como pen-
saba Meinert, sino que está ligado a factores completamente distintos.
Con base en sus investigaciones, Emelianov considera que en caso
de cualquier tipo de modificación de las circunstancias externas,
que exigen una entrada en funciones más temprana de una estructura
136 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

morfológica, el "ajuste" del sustrato morfológico se efectúa, al prin-


cipio, a través de la aceleración de los ritmos de crecimiento, sin des-
plazamientos a periodos más tempranos en la constitución de esta
formación. Sólo cuando el aceleramiento de los ritmos de crecimiento
resulta insuficiente para satisfacer las exigencias de la selección natural
en la situación eeológica dada, aparece la nueva regularidad: el des-
plazamiento de la implantación morfológica a un periodo más temprano .
Al analizar el estado actual del estudio de las heterocronías, debe-
mos señalar que se encuentra aún lejos de ser utilizado incluso en las in-
vestigaciones de los morfólogos evolucionistas, para no hablar ya de
que los fisiólogos no se refieren en absoluto a esta regularidad del
desarrollo embrionario. Y entre tanto, el desarrollo heterocrónico de
las distintas estructuras del embrión representa precisamente a la
regularidad biológica que provocó una enorme diversidad de puntos de
vista y de enfoques entre los representantes contemporáneos de las es-
cuelas embriofisiológicas. Trataremos de demostrar esto un poco más
adelante.
¿En qué consisten las insuficiencias que presenta el estado actual
del problema de las heterocronÍas?
Los razonamientos de diferentes autores (Oppef, Marshall, Keibel,
Meinert, Severtsov, Emelianov) se refieren en lo fundamental a la
heterocronía en el desarrollo de los órganos y de las "formaciones mor-
fológicas" , a los que se les otorga una significación independiente. Sin
embargo, si se compara el curso de los razonamientos que hemos efectua-
do en las secciones anteriores de este cap ítulo con este enfoque tradi-
cional, se vuelve claro que ni el órgano por sí mismo, ni cualquier es-
tructura morfológica, por más importante que sean, pueden determi-
nar por sí ni la adaptación ni la supervivencia del animal. Esto se puede
demostrar al estudiar tan solo uno de los ejemplos que da A.N. Severtsov.
Al analizar el fenómeno del desarrollo acelerado de las aletas en los
holosteos y los telosteos, que ocurre en estos peces inclu so sin estadios
intermedios, escribe: "Para nosotros es importante que como resultado
de esta aceleración en los holosteos y los telosteos, las aletas ventrales
comienzan a funcionar con anterioridad y mejor que en los antepasa-
dos". Desde el punto de vista del morfólogo evolucionista, que toma
como índice de la heterocronía algún órgano aislado del animal o in-
cluso sólo uno de sus rasgos, esta conclusión es suficiente. Sin embargo,
para el fisiólogo , sólo en este momento comienza el planteo del pro-
blema acerca de los mecanismos y las vías de esta aceleración.
En realidad, ¿en qué puede ser útil la maduración acelerada de la
aleta para el animal entero? Está claro que la maduración acelerada
debe abarcar también obligatoriamente los músculos, con ayuda de los
cuales esta aleta puede moverse, los nervios y las sinapsis neuromuscu-
lares, por los cuales la excitación se trasmite a los músculos. Y, fina1-

-,
EL PRINCIPIO DE LA HETEROCRONfA INTRASISTÉMICA 137

mente, lo más importante: deben madurar en forma también acelerada


los centros nerviosos que entran en la integración compleja del acto de
natación; es decir, establecer entre ellos los enlaces sinápticos adecuados
y acabados en todo sentido. Sólo en estas condiciones, las aletas for-
madas tempranamente adquieren cierta Significación adaptativa para
el animal en conjunto y determinan su éxito en la lucha por la existen-
cia. Cualquier defecto, por ejemplo, el retraso en el desarrollo de las
sinapsis (gracias a este sistema de relaciones), hace inútil para el animal
cualquier aceleración en el desarrollo del órgano aislado: el efecto adap-
tativo de este órgano sera igual a cero.
De todo lo anterior se concluye que el problema de las heterocro-
nías, en el sentido en que fue planteado por Meinert y elaborado por la
escuela de Severtsov, es, en esencia, no la heterocronía de los órganos
sino la heterocron ía de los sistemas funcionales, en los cuales sólo se
destacan unas u otras partes anatómicas y por eso se vuelven manifiestas
para el investigador.
De esta manera, podemos decir que la maduración embrionaria del
animal consiste en la preparación de los sistemas funcionales que resul-
tan indispensables al neonato inmediatamente después del nacimiento
y los sistemas funcionales que serán necesarios en las distintas etapas del
desarrollo posnatal.
De esta forma, la heterocron ía en el desarrollo de los órganos es
só10 el rasgo particular más evidente del desarrollo heterocrónico de los
sistemas funcionales que adaptan al animal a las condiciones externas
en el curso de su vida, desde el nacimiento hasta la vejez.
Para ilustrar la heterocronía intrasistémica podemos señalar las
particularidades del desarrollo de la fu nción de la marcha a cuatro patas
en los anfibios con cola, cuyo representante es el ajolote, y en los rep-
tiles. Mientras el primero adquiere las extremidades en forma extrema-
damente lenta en su ontogénsis, en los reptiles éstas se vuelven los
órganos de la marcha inmediatamente después de su salida del huevo.
Si examinamos estos hechos únicamente en el aspecto de la consti-
tución y del desarrollo de las extremidades, no surge ningún problema
morfofisiológico. Pero el proceso de perfeccionamiento de la función
locomotriz tiene carácter sistémico y no se limita sólo a las extremida-
des. Desde el punto de vista biológico, la aceleración en la constitClción
y el desarrollo de las extremidades no tendría ningún sentido, si junto
con ello no ocurriera la aceleración en la constitución y desarrollo de
los centros nerviosos de la niédula espinal, su unión sináptica y el cam-
bio completo en la secuencia y en los ritmos de desarrollo de los centros
del tronco cerebral. Sólo en estas condiciones, en el momento del naci-
miento del feto del reptil, el sistema funcional que asegura la marcha
se encuentra fisiológicamente integrado. Pero entonces, la constitución
de las correlaciones nerviosas de la función motora·en el nivel de la mé-
138 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

dula espinal debe realizarse en los reptiles con bastante anterioridad que
en el ajolote.
Esto constituye la heterocron ía intrasistémica en su significación
filo genética. Ella lleva al cambio del tiempo de constitución y de los
ritmos de desarrollo de componentes aislados en el sistema funcional
que tienen un mismo significado biológico, tanto en los animales supe-
riores como en los inferiores. Ella permite a cualquier sistema funcional
cambiar el tiempo de constitución y los ritmos de desarrollo de algunos
de sus componentes individuales.
Los factores principales que orientan al sistema funcional en el
camino del desarrollo heterocrónico de ciertos componentes son ante
todo los cambios prolongados de las condiciones externas. Éstas favo-
recen el surgimiento de las heterocronías, a través de la intensificación
de determinadas propiedades del sistema funcional y apoyadas por la
selección natural.
Si se examina el caso de la aparición del acto motor, se pueden se-o
fialar interesantísimos ejemplos de heterocronía intrasistémica que ocu-
rren dentro de una misma especie de animales. Si se toma, por ejemplo,
el grajo y el pollito, veremos que cada uno de ellos, luego de salir del
huevo , se encuentra con condiciones del medio externo completamente
diferentes.
Mientras que el grajo está sentenciado a permanecer sentado largo
tiempo, el polluelo , ya en las primeras horas, es capaz de trasladarse
autónomamente. Tal diferencia en el comportamiento posnatal está
ligado a las peculiaridades biológicas de existencia. La cría del grajo
recibe la comida sentada en su lugar, mientras que el polluelo comien-
za desde las primeras horas a picotear migajas y granos. Si se examina
este fenómeno de acuerdo con la maduración embrional de los centros
y de los elementos celulares de la médula, podemos suponer que la
constitución de los segmentos lumbares de la médula y las velocidades
de desarrollo de los elementos celulares, que aseguran el trabajo de las
extremidades en ambos embriones, deben ser diferentes.
Las investigaciones morfofisiológicas de ambos embriones realizadas
en nuestro laboratorio, mostraron que así ocurre en realidad (Miliaguin,
Pushkareva).
Como conclusión .de todo lo expuesto, podemos precisar la formu-
lación general del concepto de heterocronía intrasistémica.
La heterocronía intrasistémica es el proceso de desplazamiento en
el tiempo de la formación y el cambio de los ritmos de desarrollo de
fragmentos aislados del sistema funcional, en comparación con la cons-
titución de estos fragmentos dentro del mismo sistema funcional en
los antepasados. La heterocronía intrasistémica es uno de los medios
más eficientes que posee el organismo, con ayuda de las cuales refleja el
cambio prolongado en la situación que lo rodea, siempre que ese cam-
EL PRINCIPIO DE LA HETEROCRONíA INTRASISTÉMICA 141

vía de la heterocronía intrasistémica, lo que es el testimonio directo de


la prolongada selección natural en la evolución del tipo de animal dado.
Junto con ello, en los hechos recogidos aparece en forma evidente
otra importante circunstancia. La heterocronía (aceleración) en el desa-
rrollo de fragmentos aislados del sistema funcional, depende del grado
de complejidad y fineza de la organización de este fragmento aislado y
de su importancia en el cumplimiento de la función en conjunto. Por
ejemplo, las formaciones sinápticas de las p~te~ centrales del sistema,
por lo general, exigen una larga maduración. Si se tiene en- cuenta que
el carácter mismo del sistema funcional, su mecánica y la calidad de la
integración están determinadas por la fineza de estas correlaciones cen-
trales, se vuelve comprensible el "adelantamiento" que observamos en
la maduración de los centros nerviosos para unos u otros sistemas
funcionales. Es evidente que no se puede negar, en el caso dado, el
papel del factor estudiado en forma minuciosa por V.D. Emelianov, de
las influencias morfogenéticas en los límites del aparato en cuestión.
Sin embargo, para los sistemas vitalmente importantes, con los cuales
el individuo nace, estas influencias tienen una significación más secun-
daria que primaria. Si utilizamos la forma de ilustración ampliamente
empleada por A.N. Severtsov, podemos representar el proceso de hete-
rocronía intrasistémica del siguiente modo.
Supongamos que A, B, e, D y E representan diferentes componen-
tes de un sistema funcional cualquiera, vitalmente indispensable para el
neo nato del típo de animal dado. Sean, por ejemplo, músculos, sinap-
sis, centros, nervios y receptores. Como fue mostrado, la forma ABeDE
debe estar completamente lista en el momento del nacimiento. Pero los
distintos componentes del sistema tienen diferente complejidad. En
consecuencia, la maduración de todo el sistema en conjunto puede ser
alcanzada sólo en el caso de que las correspondientes implantaciones
a,b,e, d, e, tengan lugar heterocrónicamente entre sí y tengan diferentes
ritmos de morfogénesis

a, a, a, a, a A,A
b, b, b, b, b B
e, e, e, e, e c,e nacimiento
d,d,d,djd D,D,D,D
e, e, e, e, e E

Del esquema transcrito se desprende que, independientemente del


tiempo de constitución y de los ritmos de maduración, todos los com-
ponentes del sistema funcional deben estar listos en el momento del
nacimiento.
La heterocronía intrasistémica representa sólo uno de los casos par-
ticulares de la ley general de la sistemogénesis, que extiende su influen-
142 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

cia al periodo en el que las futuras funciones del neonato apenas co-
mienzan a adquirir su sustrato nervioso y de trabajo. La heterocronía
de este tipo se manifiesta en el momento en que el tipo más antiguo es
sustituido progresivamente por un tipo más tardío de desarrollo, el tipo
sistémico, de acuerdo con las particularidades de las condiciones exter-
nas de vida de cada tipo de animal. Sin embargo, la sistemogénesis
como regularidad que abarca todas las etapas de desarrollo del animal,
no se limita sólo al estadio de la heterocronía intrasistémica. Cada una
de las siguientes etapas representa un fenómeno específico en la onto-
génesis y por eso exige una caracterización especial.
La heterocronía intrasistémica es especialmente importante, como
ley para los más tempranos estadios del embrión, porque nos introduce
en todos los estadios siguientes y hace comprensible el pasaje de uno
a otro. Por ello la hemos analizado detalladamente. Para dar una idea
del desarrollo posterior del sistema funcional, nos detendremos bre-
vemente en ciertos principios de la sistemogénesis que poseen una im-
portancia morfofisiológica específica para la comprensión de la em-
briogénesis de la función. Ante todo nos centraremos en el momento
en que los fragmentos aislados del sistema funcional, que surgieron y
se desarrollaron heterocrónicamente, entran en finas correlaciones
sinápticas y forman ese complejo de estructuras que llamamos sis-
tema funcional.

,
EL PRINCIPIO DE LA CONSOllDACION
DE L SISTEMA FUNCIONAL

El momento de la consolidación del sistema funcional es un pun-


to crítico de su desarrollo. Como mostraron nuestras investigaciones
en los embriones de conejillo de Indias, para el acto de saltar, dicha
consolidación consiste en que el tronco cerebral, habiendo estableci-
do los más finos enlaces sinápticos conforme a la arquitectura de la
función futura, se apropia gradualmente de los segmentos inferiores de
la médula. Las vías descendentes establecen progresivamente las unio-
nes sinápticas para determinadas neuronas motoras de los segmentos
medulares. Con ello, se crean las condiciones en presencia de las cua-
les las relaciones que se habían formado hasta ese momento en el
segmento cambian radicalmente. Los componentes que tuvieron una
determinada secuencia en el desarrollo pueden, a pesar de su diferen-
te edad, cambiar de lugar en el sistema funcional. Por ejemplo, durante
el crecimiento de los segmentos espinales en el conejillo de Indias,
se observa hasta cierto punto la ley del gradiente axial; es decir, los
segmentos braquiales se forman y diferencian un poco antes que
los lumbares, aunque unos y otros heterocrónicamente aceleran su
EL PRINCIPIO DEL ASEGURAMIENTO MíNIMO 143

desarrollo en comparación con otras formaciones estructurales de la


médula. Sin embargo, en cuanto las vías descendentes de la médula,
que comienzan en los centros del tronco (el núcleo de Darkshewitsh y
otros) y llegan hasta los segmentos braquiales y lumbares, la importan-
cia de estos últimos cambia de golpe ostensiblemente. Los segmentos
lumbares adquieren una fuerza especial y un papel rector en el sistema
funcional del salto. Esta brusca revaloración de fragmentos aislados del
sistema funcional, en el momento de su consolidación, es la consecuen-
cia directa de las particularidades arquitectónicas del sistema funcional
dado.
Este ejemplo, que descubre el papeJ decisivo de las integraciones del
.~ 7 '\.

tronco, lógicamente no es único. Se pueden citar varios más, tomados


de las investigaciones llevadas a cabo en nuestro laboratorio. Por ejem-
plo, el estadio inicial (8 semanas) del desarrollo del embrión humano
se caracteriza porque todas las neuronas que crecen a través del plexo
braquial, hacia la extremidad superior, llegan a los músculos en exacta
correspondencia con la ley de desarrollo proximal~istal; es decir, pri-
mero son inervados los músculos del brazo, luego los del antebrazo , y
en último lugar los de ubicación más distal. Sin embargo, en el estadio
posterior de desarrollo (12-14 semanas), cuando las neuronas de la parte
del tronco del cerebro establecen su control sobré las neuronas moto-
ras de los segmentos braquiales, ocurre un cambio radical en estas rela-
ciones próximo~istales. Los músculos del antebrazo y su inervación
adquieren de golpe una significación rectora, gracias a lo cual ocurre la
prensión espástica del objeto con los dedos contraídos, mientras que
la musculatura humeral y troncal no manifiesta aún una suficiente ma-
duración.
Los ejemplos citados, tomados de los trabajos de nuestro laborato-
rio, son suficientes para evaluar la significación de semejante situación
crítica, cuando todos los fragmentos del sistema funcional se unen
hacia el momento del nacimiento. Consideramos que la regularidad
de la consolidación y los cambios en la importancia de determinados
fragmentos del sistema que le siguen inmediatamente, deben ser objeto
de una investigación especial.

EL, PRINCIPIO DEL ASEGURAMIENTO


MINIMO DEL SISTEMA FUNCIONAL

Esta regularidad, que hemos señalado en el ejemplo del desarrollo


de una serie de sistemas funcionales, representa un enorme logro de la
evolución y, probablemente, una de las formas más perfectas para al-
canzar "el éxito en la lucha por la " norma de supervivencia". Consiste
en que el sistema funcional , habiendo pasado el periodo de consolida-
144 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

ción, se vuelve en cierta medida apto mucho antes de que todos sus
eslabones adquieran la forma acabada y el estado definitivo. El sistema
funcional, gracias a esto, juega un papel adaptativo en la vida del neona-
to ántes de madurar totalmente. Es imposible no v~r en esta regularidad
un factor complementario importantísimo en la lucha por la existencia.
En las variadas condiciones de la vida de los diferentes animales se
pueden crear condiciones en las cuales salvarse de los enemigos y ob-
tener el alimento se vuelva indispensable, mucho antes de que todos los
detalles de cualquier sistema funcional adquieran su forma acabada.
Al utilizar métodos morfológicos y fisiológicos de investigación,
pudimos mostrar que esta tendencia del sistema funcional a "salir a la
vida" antes de que maduren todos sus componentes se manifiesta en las
formas más diversas. Por ejemplo, el ajolote, al salir del huevecillo, pasa
a una vida libre donde desde todas partes puede amenazarlo un peligro.
Un medio eficaz para salvarse de sus enemigos es la natación, y observa-
mos que este ajolote es capaz de producir un movimiento natatorio bas-
tante rápido hacia adelante, el cual está constituido por una serie de
movimientos ondulatorios del tronco. Parecería evidente que todas las
sinapsis neuromusculares de la musculatura axial han madurado para en-
tonces de manera definitiva , y que sólo en estas condiciones pueden, en
forma suficientemente rápida, trasmitir las excitaciones para la natación.
Sin embargo, investigaciones especiales de nuestra colaboradora
T. T. Alekseieva mostraron que si en este estadio se coloca a los ajolotes
en una solución de curare, continúan nadando libremente; ello indica
que el curare es inefectivo. Se podría pensar que esta sustancia simple-
mente no penetra en las sinapsis neuromusculares del ajolote; sin em-
bargo, en realidad esto no es así. Si se toma un ajolot e en un estadio
más tardío y se le coloca en una solución de curare suficiente como
para inmovilizar a un ejemplar adulto, se observa un fenómeno muy
interesante: la parte anterior del cuerpo y las branquias resultan para-
lizadas, mientras que la parte caudal del tronco no se somete a la acción
del veneno. Como resultado de tal combinación de condiciones, el
pequeño ajolote envenenado se mueve hacia adelante sólo con ayuda
de los movimientos ondulatorios de la parte caudal del tronco. Este
hecho nos convence de que el complejo sistema químico del proto-
plasma de la sinapsis madura pasando por una serie de estadios inter-
medios, y el organismo íntegro utiliza todas las posibilidades fásicas
mínimas del protoplasma en desarrollo para trasmitir la excitación
para la consolidación del sistema funcional primario. Se puede citar
otro ejemplo del mismo tipo; en los experimentos de E.L. Golubeva
con embriones de conejillo de Indias, se mostró que el Sjilto del
embrión se realiza desde el vigésimo quinto día de la gestación. Este con-
siste en la correlación coordinada de las extremidades delanteras y
traseras, y estas últimas producen un fuerte movimiento de impulsión.
CONCLUSiÓN 145

Resulta evidente que esto corresponde al moment o de consolida-


ción del sistema funcional Sin embargo, si se toman cortes transver-
sales de la médula espinal por arriba de los segmentos lumbares y se les
trata con el procedimiento de Wolters-Kulchitski, es posible ver que
ninguna de las fibras descendentes de la médula espinal está mielinizada.
¿De qué forma entonces se propaga la excitación desde los sectores
superiores a los segmentos lumbares y provoca, a fin de cuentas, movi-
mientos suficientemente poderosos de las extremidades posteriores?
Si nos colocamos en la posición de los autores que piensan que la
mielina es absolutamente indispensable para la trasmisión de la excita-
ción, surge ante nosotros una dificultad insuperable. Simultáneamente,
si se .supone que la mielina no es absoluto necesaria para la coordina-
ción de los procesos en un sistema funcional suficientemente complejo,
debemos llegar a otra conclusión contradictoria. El análisis microscó-
pico minucioso de todos los niveles del sistema nervioso del embrión
de esta edad, nos convence que ni una ni otra conclusión son correc-
tas. La zona del tronco del cerebro, donde se encuentran los principa-
les aparatos que integran el salto, están completamente mielinizados
y, de esta forma, el proceso de distribución de la excitación en el frag-
mento más importante del sistema funcional se encuentra acab~do. Este
último caso nos convence, en especial, de que el problema de la corre-
lación entre la mielinización y la función de la fibra nerviosa no puede
ser resuelto a escala de esta última, sino sólo a escala del sistema fun-
cional en conjunto. Éste determina qué estructuras y fragmentos de-
ben estar obligatoriamente madur os en el momento del funcionamien-
to real y cuáles pueden intervenir incluso estando no del todo diferen-
ciados. De ello se desprende que el principio del aseguramiento míni-
mo es el verdadero principio del sistema funcional como organización
integral y que es utilizado por la evolución como uno de los medios en
la lucha por la supervivencia del neonato.

,
CONCLUSION

Considero indispensable sefíalar el papel que deberá adquirir la con-


cepción de la sistemogénesis en las investigaciones embriofisiológicas
particulares y, en especial, en el enfoque de los problemas evolutivos
que se estudian en el' plano de la morfología evolutiva.
El material expuesto nos convence de que la maduración ontogené-
tica de determinados sistemas funcionales se realiza independientemen-
te de la maduración de todo el órgano y se encuentra en relación directa
con la formación selectiva de las estructuras indispensables en primer
término. Sólo a cuenta de la unidad del aparato que genera las estruc-
turas, podemos suponer que se ejerce la influencia desde la parte del
146 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

órgano que madura tempranamente sobre las que maduran más tarde.
Como ejemplo se puede citar la maduración temprana de dos múscu-
los de las extremidades del ajolote (mm. anconeus communis coraca-
brachialis) que se adelantan a todos los demás músculos de la extremi-
dad anterior y sirven para plegar las extremidades en el momento de la
natación de la larva. En este estadio, la extremidad como órgano ente-
ro no está aún diferenciada; sin embargo, en orden selectivo, el desarro-
llo de sus estructuras aisladas se acelera heterocrónicamente y adelan-
tándose a las demás para quedar incluidas en un sistema funcional vi-
talmente importante para el embrión: la natación.
Se pueden citar muchos otros ejemplos que nos convencen de que
en el proceso de la ontogénesis ocurre la fragmentación funcional pro-
gresiva del órgano. Al examinar este fenómeno a escala de un sale -:::.-'
gano, debemos señalar que coincide completamente con lo que los
evolucionistas morfólogos defmen como "polifuncionalidad" del órga-
no (Severtsov, Matvieev, Emelianov). Sin embargo, desde nuestro pun-
to de vista, este fenómeno debe examinarse a escala del organismo, es
decir, en el plano de la maduración de sus sistemas funcionales vital-
mente importantes. Y esto significa que debemos examinar el órgano
que madura en la embriogénesis como el terreno en el cual se efectúa
la inclusión progresiva y heterocrónica de algunas de sus estructuras en
interés de determülados sistemas funcionales que, en conjunto, se en-
cuentran lejos de los límites de este órgano.
Este fenómeno, al que llamamos fragmentación funcional del ór··
gano en la ontogénesis cambia, en una medida significativa, la actitud
del evolucionista fisiólogo hacia el órgano como objeto de investiga-
ciones evolutivas. La concepción de la sistemogénesis amplía las posi-
bilidades de evaluación de la evolución del órgano aislado y, lo que
es especialmente importante, hace comprensible su transformación de
acuerdo con los factores externos. En la valoración de esta transfor-
mación es importante recordar que los factores extenzos, cambien como
cambien (brusca o lentamente), siempre ejercen influencia sobre el sis-
tema funcional en conjunto y no sobre un órgano aislado.
En consecuencia, en todos los casos de transformación del órgano,
el investigador debe pasar inevitablemente por la etapa de evaluación
de las particularidades específicas del correspondiente sistema fun-
cional, de su composición y de sus reacciones a los cambios del medio
externo.
Sólo el sistema funcional evoluciona y cambia bajo la influencia
de los factores externos, y los cambios morfológicos de los órganos
externos son sólo la consecuencia lejana y hasta cierto punto refleja de
este cambio. En consecuencia, si se toma la posición de la sistemogéne-
sis y además se examinan los órganos aislados como fragmentos de siste-
mas funcionales amplios, el investigador adquiere un medio nuevo para
CONCLUSiÓN 147

el análisis más perfecto de la transformación morfológica de los órganos.


De esta manera, es evidente la importancia de la concepción de la
sistemogénesis para las investigaciones embrioftsiológicas puras. De
acuerdo con la comprensión del desarrollo embrionario, no existe,
por ejemplo, el nervio en general, ni tampoco el músculo en general
como cierto sustrato de cualquier embrión. Tampoco hay un centro
nervioso completamente determinado. Existen solamente estructuras
que con uno u otro grado de heterocronía, se acercan a la organización
de los sistemas funcionales ·vitalmente importantes, con los cuales el
embrión debe nacer.
Entonces, es evidente que la expresión "cronaxia del nervio del
embrión", por ejemp~o, es, en esencia, una función fisiológica. En rea-
lidad de todo el material citado se desprende que el nervio pertenecien-
te a un cierto animal, tiene una relación específica con los sistemas
funcionales de ese animal, y' estos sistemas, al madurar con una hete-
rocronía dada, determinan el desarrollo desigual de fibras aisladas en
los límites de un mismo tronco nervioso. En consecuencia, el fisiólogo,
al excitar un tronco nervioso del embrión, interviene en el sistema de
fibras que se encuentran en un proceso dinámico de maduración dife-
rente y progresiva. Gracias a esto, cualquier indicación acerca de la
"excitabilidad" de los nervios pierde toda significación cognoscitiva es-
pecial en el caso dado. Se trata, en realidad, de la excitación de cier-
tas fibras, que abastecen a ciertos sistemas funcionales, y que se en-
cuentran en un cierto estadio de desarrollo heterocrónico.
Por lógica, el tipo de desarrollo, por ejemplo, de la trasmisión si-
náptica, en la sinapsis neuromuscular, será más o menos igual para
todas las neuronas motoras que tienen relación con los músculos es-
triados y, en consecuencia, sólo en este sentido se puede plantear el
problema para investigarlo. Se trata aquí de la cuestión acerca de los
estadios de maduración de la sinapsis motora en general, o de la adqui-
sición de la excitabilidad por parte de cierta fibra nerviosa en particUlar.
Esto indica que si no se parte del punto de vista evolucionista uni-
versal al evaluar la maduración de la función, cualquier investigación
acerca de formaciones tisurales especiales ofrecerá sólo un material muy
limitado para juzgar sobre los estadios de desarrollo del tejido dado.
Si se tienen en cuenta las particularidades de la embriogénesis, o sea
los movimientos desde las formaciones equipotenciales a las cada vez
más diferenciadas, se puede decir· de antemano que cada investigador
del proceso particular de maduración tisural tendrá que tratar inevita-
blemente con la capacidad, cada vez más elevada, de responder en for-
ma muy diferenciada y rápida a la excitación aplicada.
El estudio de estas propiedades de las estructuras que maduran en
la ontogénesis es imprescindible, ya que constituyen la base para la in-
tegración superior de las funciones. Sin embargo, por sí mismo, el estu-
148 CAP. 5. LA SISTEMOGÉNESIS

dio de los cambios embriológicos de las excitaciones y reacciones particu-


lares desde la perspectiva evolucionista, tiene sentido sólo cuando se
establece exactamente en los límites de qué sistema funcional y en qué
estadio de su desarrollo se incluye la estructura morfológica o la reac-
ción del embrión estudiada.
En ello consiste el sentido de la sistemogénesis como ley rectora
del desarrollo embrionario, que determina el sentido, el tipo de desa-
rrollo y la rapidez de maduración de cualquier actividad particular
del organismo.
6
Análisis metodológico
de
los problemas
fundamentales del
reflejo condicionado 1 , . . . '

OBSERVACIONES INTRODUCTORIAS

Es bien sabido que la teoría de los reflejos condicionados se exten-


dió ampliamente por todo el mundo en lÓs .. últimos diez años, penetró
incluso en los laboratorios neurofisiológicos que se dedicaban en forma
tradicional sólo al análisis fino del proceso nervioso mismo (Fessard,
Bremer, Morell, Magoun). Esto llevó a que en la actualidad la teoría
de los reflejos condicionados y la n~urofisiología general comenzaran
a unificar los trabajos referidos al estudio del cerebro.
La extendida utilización del método de los reflejos condicionados
no es casual. Está determinada por las regularidades históricas del desa-
rrollo de la fisiología general del sistema nervioso, que mostraremps más
adelante. En el siglo XIX no se planteó el neurofisiólogo analítico .de la
pregunta: ¿para qué son necesarios esos finos procesos que él éstudia?
Se consideraba evidente, aun en el plano naturalista, que los procesos
nerviosos estudiados analíticamente son los mismos que toman 'parte di-
recta en el trabajo del sistema nervioso central, creando las reacciones
adaptativas del organismo como un todo. ..
El desarrollo de la técnica electrónica orientó los esfuerZos de los
neurofisiólogos hacia el estudio de procesos del sistema nervio"so aún más
fmos, que tienen lugar en una célula e inc1uso a nivel molecular. Sin em-
bargo, esta precisión en aumento en el aspecto analítico de la investiga-
1 Publicado en Cuestiones filosóficas de la fisiolog{a de la actividad nerviosa superior y la
psicologfa. Moscú, 1963.

149
150 CAP.6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

ción, ocultaba en sí contradicciones de prmcipio que no tardaron en


aparecer. Resultó que cuanto más profundos y finos son los procesos
que investiga el neurofisiólogo, más se aleja de 10 que constituye el ob-
jetivo final de cualquier investigación neuro fisiológica , o sea la com-
prensión del trabajo del cerebro como un todo, del comportamiento in-
tegral de la actividad psíquica y, por último, la dirección del trabajo del
cerebro en condiciones normales y patológicas.
Por supuesto, el pensamiento de los neurofisiólogos progresistas se
orientó hacia los actos complejos del comportamiento de los animales,
las unidades neurofisiológicas acabadas de la actividad integrativa del
organismo. Aquí, se puso en evidencia que el único principio fisicl~~;··
co de la actividad del cerebro en conjunto, que explica el comporta-
miento integral del animal y del hombre, es el principio del reflejo
condicionado.
Se aceptó universalmente la tesis de que los proceS05 más finos del
sistema nervioso adquieren su sentido superior y ocupan su verdadero
lugar en la arquitectura de los actos conductuales totales, sólo si su es-
tudio se correlaciona de manera ininterrumpida con la formación y ma-
nifestación del reflejo condicionado.
Así, se preparó y surgió la etapa contemporánea en la investigación
de la actividad nerviosa superior, en la que la investigación neurofisioló-
gica fina y el estudio del reflejo condicionado se unificaron orgánica-
mente.
Comenzó a examinarse el reflejo condicionado como el factor más
indispensable de la actividad del cerebro. Por ello, se explica que los
simposios internacionales tradicionales acerca del estudio del cerebro
recibieran el nombre de "Los mecanismos cerebrales y el aprendizaje".
Como discípulos y continuadores de I.P. Pavlov, no podemos dejar
de advertir y valorar esta etapa, nueva en principio, del estudio de las
leyes neurofisoiógicas profundas de formación del reflejo condiciona-
do como unidad del comportamiento integral, en conexión con la in-
vestigación de sus particularidades arquitectónicas.
Además, paralelamente al incremento de la popularidad del reflejo
condicionado, en los laboratorios neurofisiológicos aumentó la atención
que le prestaban los clínicos y, lo que es especialmente importante, ocu-
rrió algo semejante entre los freudianos. Estos últimos ignoran totalmen-
te hi"significación del reflejo condicionado como factor de la actividad
nerviosa superior del hombre, o hacen intentos por incorporarlo a los
procedimientos psicoanalítico s de curación, que por su esencia resultan
incompatibles con el enfoque materialista del estudio de la psiquis
humana.
De aquí surge la necesidad de establecer un estrecho contacto entre
los fisiólogos de la actividad nerviosa superior y la psicología como cien-
cia, que abarca las manifestaciones generales y más finas del compor-
OBSERVACIONES INTRODUCTORIAS 151

tamiento humano. Al fonnular los problemas limítrofes y al establecer


un contacto mutuo, podremos encontrar el terreno común para la ela-
boración de los problemas más importantes y decisivos de la actividad
psíquica del hombre. Esto, a su vez, nos permitirá llenar la brecha que
se creó en el transcurso de muchos años entre la fisiología de la activi-
dad nerviosa superior y, la psicología.
Los hechos señalados permiten concluir que la conferencia acerca
de los problemas filosóficos de la doctrina de la actividad nerviosa supe-
rior resulta oportuna. Ella debe realizar un análisis filosófico del nuevo
nivel y de la nueva etapa en el desarrollo de la teoría de los reflejos con-
dicionados en relación con los riquísimos logros alcanzados en el área
de la fisiología general del sistema nervioso, y con ellos servir de impulso
para futuras investigaciones, más efectivas aún.
Es difícil imaginar un análisis filo sófico de cualquier orientación
científica (más aún tratándose de la teoría de I.P. Pavlov, tan ramifi~
cada) sobre la actividad nerviosa superior que no ofrezca propuestas
constructivas acerca de su desarrollo concreto y la formulación de las
próximas tareas de investigación.
La metodología del materialismo dialéctiCo es sólida, ya que permi-
te pasar a un nivel de generalizaciones más alto y orientar la investiga-
ción científica por caminos más efectivos, que llevan a la resolución de
los problemas.
Con frecuencia encontramos la formulación, correcta en general, de
que la comprensión filosófica de los resultados de la investigación y el
análisis del nivel existente de la ciencia, desde el ángulo de la metodolo-
gía del materialismo dialéctico, preservan al científico de desvíos en su
propio trabajo y le permite orientarse correctamente en todas las teo-
rías científicas que son inaceptables para nosotros (desde un punto de
vista ideológico).
Todo esto es exacto. Pero de cualquier manera y desde un punto de
vista constructivo, se trata sólo de la mitad del asunto. La actividad ,de
un científico que no se equivoca, pero que tampoco desarrolla la cien-
cia no puede servir como indicador de la enorme fuerza motriz encerra-
da en el método materialista dialéctico.
En este sentido, la conferencia actual debe tener un gran efecto,
puesto Que en el estudio de la actividad nerviosa superior han madurado
muchas contradicciones y cuestiones nuevas en principio, acerca de las
cuales es imprescindible la consulta mutua de los especialistas en fisio-
logía de la actividad nerviosa superior. Si no resolvemos estas cuestio-
nes, no podremos establecer el camino correcto para la elaboración más
efectiva del problema del reflejo condicionado .
No debemos olvidar que en la escuela de I.P. Pavlov, durante los
años de su impetuoso crecimiento, fueron formuladas muchas hipóte-
sis de trabajo. Esto constituye un indicio natural del crecimiento de la
152 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

escuela; sin embargo, la lógica del progreso científico es tal que en el


curso del trabajo de investigación, más y más tesis "probables" reciben
su confirmación, como resultado de lo cual pasan a la categoría de ver-
dades auténticas y firmemente demostradas o, por el contrario, no so-
portan la verificación experimental y son sustituidas por hipótesis de
trabajo más aceptables.
Un momento penoso en extremo para el desarrollo de una escuela
científica se presenta cuando las múltiples hipótesis, tanto las fidedig-
nas, como las probables e incluso las dudosas, adquieren de repente la
significación de dogmas inquebrantables, de verdades absolutamente in-
contestables. La historia de la ciencia muestra que habitualmente a
partir de este momento se retrasa el progreso de las investigaciones cien-
tíficas, se interrumpen las búsquedas de nuevas vías, comienza el cre-
cimiento a lo ancho, aparecen la duplicación y la variación interminables
de experimentos insignificantes, sin indicios claros de generalizaciones y
movimiento progresivo.
Aunque la escuela de LP. Pavlov cuenta con todas las condiciones
para el desarrollo ulterior de sus ideas en los muchos laboratorios que
dirigen sus discípulos, debemos decir que toda una serie de importan-
tísimas cuestiones, que constituyen el fundamento de la orientación
general, no se sometieron a un análisis serio y no se desarrollaron en
vinculación con el impetuoso crecimiento de las interdisciplinas y, en
especial, en relación con el de la fisiología general del sistema nervioso.
Por ejemplo, en los últimos 15 años y en vinculación con el desa-
rrollo de los métodos electrónicos fmos de investigación del sistema
nervioso, que permiten explorar cualquier zona del cerebro y cualquier
célula de los centros nerviosos, cambiaron completamente de fisonomía
las concepciones neurofisiológicas anteriores acerca de los procesos in-
tegrativos del cerebro y de la naturaleza de sus procesos fundamentales
-la excitación y la inhibición. En la actualidad, somos testigos del de-
rrumbe de las antiguas ideas de Sherrington con respecto a la actividad
integrativa cerebral y de cómo, a partir de materiales completamente
nuevos, se va constituyendo el fundamento de nociones contemporá-
neas sobre la actividad del cerebro en conjunto.
Es bien sabido que Pavlov, al realiiar ei genial descubrimiento riel
reflejo condicionado, se encontró frente a la necesidad de utilizar, en
los comienzos de nuestro siglo, la neurofisiología existente, en ese en-
tonces muy pobre, para elaborar las nociones acerca de los mecanismos
nerviosos concretos, tanto del reflejo condicionado como de muchas
formas de su manifestación (irradiación del proceso de excitación y de
inhibición, inducción negativa, inhibición cortical, etc.). En realidad,
sólo un genio pudo, con base en una neurofisiología tan defectuosa ca·,
mo la de aquel tiempo, formular concepciones de trabajo que sirvieran
de impulso para investigaciones científicas productivas durante decenas
OBSERVACIONES INTRODUCTORIAS 153

de afios. Pero, de cualquier manera, éstas eran sólo hipótesis acerca de


los mecanismos de la actividad cortical que, en diferentes puntos de la
"entrada" y la "salida", marcaban los mecanismos secretos de la "caja
negra".
En la actu'aüOad ha cambiado por completo la fisonomía de la neu-
rofisiología. Se elaboraron métodos electrónicos de intromisión directa
en la "caja negra", se descubrieron leyes completamente nuevas de la
actividad cerebral, se va formando una concepción nueva en absoluto ,
con respecto a los mecanismos de integración de los múltiples procesos
cerebrales. Simultáneamente, todo lo que I.P. Pavlov aportó a la inter-
pr~tación de 'los mecanismos de la actividad nerviosa superior, 50 años
atrás , sigue vigente y en muchos casos sirve de base para la compren-
sión del reflejo condicionado y de sus transformaciones fisiológicas.
Surge una pregunta natural : ¿los logros contemporáneos en el es-
tudio de la fisiología del sistema nervioso tienen alguna relación con los
procesos de la actividad nerviosa superior? ¿Se puede establecer un con-
taco lógico entre estos logros de la neurofisiología y las concepciones
rectoras de la teoría pavloviana?
Consideramos que debe establecerse este contacto inmediatamente :
cuanto más tarde, más difícil será crear la unidad orgánica entre la neu-
ro fisiología y la fisiología de la actividad nerviosa superior. Debemos
recordar que dominar el nivel contemporáneo de la fisiología exige un
trabajo extraordinariamente intenso . Por ello, es natural que deban bos-
quejarse las cuestiones fundamentales y de principio de la teoría sobre
la actividad nerviosa superior, que exigen su análisis inmediato con base
en los últimos éxitos de la neurofisiología.
Lo anterior se refiere al contacto de la actividad nerviosa superior
con las leyes "inferiores" del trabajo del sistema nervioso ~entral. Ellas
deben crear el fundamento natural de la actividad nerviosa superior, sin
que con ello se eliminen, sin embargo, las características que determinan
la relación de ésta con las formas superiores de comportamiento de -los
animales y del hombre. Más aún, el fisiólogo de la actividad nerviosa su-
perior debe tener su propia táctica para utilizar el material neurofisioló-
gico contemporáneo. Debe recordar que el reflejo condicionado es la
regularidad integrativa superior en la actividad del cerebro, que subordi-
na y adapta su propia actividad a todos los procesos aislados del sistema
nervioso, que habitualmente son estudiados por medio de procedimien-
tos analíticos finos.
Es indispensable, sin embargo, ponerse de acuerdo también acerca
de la relación entre la fisiología de la actividad nerviosa superior y la
psicología, el estudio de los fenómenos psíquicos y de las formas supe-
riores de la actividad consciente. Por desgracia, hay que sefialar que la
falta de vinculación mantenida en forma artificial a lo largo de una se-
rie de años entre la fisiología y la psicología, ejerció una enorme influen-
154 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

cia negativa en el progreso de nuestra ciencia en el estudio de la activi-


dad psíquica, con base en las leyes de la actividad nerviosa superior uni-
versalmente aceptadas. Debemos indicar que de existir un estrecho
contacto entre el conocimiento de la actividad nerviosa superior y la
psicología, progresaríamos en el estudio de lo "psíquico" mucho más
rápidamente que lo que lo hacemos ahora.
En este sentido, es suficiente decir que Pavlov mencionó una serie
de problemas de significación interdisciplinaria entre los cuales po-
dríamos "practicar un túnel" , yendo al encuentro unos de otros. Se
puede mencionar, por ejemplo, el "reflejo de la fmalidad", el segundo
sistema de señales y otros.
En realidad, ¿acaso el objetivo que especifica detalladamente la ac-
ción ulterior, la fmalidad sin la cual no se realiza ningún acto, no es me-
recedora de que se unan el fisiólogo y el psicólogo en su trabajo de in-
vestigación? En este sentido, la conferencia actual debe ayudar a los
fisiólogos y psicólogos a formular los problemas limítrofes que, siendo
para el fisiólogo en cierta medida psicológicos y para el psicólogo, fi-
siológicos, cerrarán el abismo que existe injustificadamente entre nues-
tras ciencias.
En el presente capítulo , se hará el intento, con base en el análisis
de los datos existentes, de formular algunas nuevas tesis referidas a cier-
tos problemas metodológicos de la teoría pavloviana ya señalados. En
este sentido, hay que tener en cuent(! que muchas cuestiones particula-
res, aunque muy actuales, no pueden ser analizadas aquí; por ejemplo,
determinadas hipótesis de trabajo acerca de los mecanismos de forma-
ción del reflejo condicionado, las ideas sobre la correspondencia entre
los nuevos datos de la neurofisiología y las teorías sobre los mecanis-
mos del movimiento de los procesos nerviosos, etc. Nos centraremos so-
bre todo en los problemas metodológicos fundamentales, de cuya co-
rrecta resolución depende la comprensión de las cuestiones particulares.
De esa manera, nos ocuparemos del examen de las raíces históricas
del reflejo y demostraremos que él representa la expresión de las leyes
universales que expresan la estructura espaciotemporal del mundo ma-
terial.
Este análisis del surgimiento del reflejo condicionado debe concluir
inevitablemente con la transformación y ampliación de la teoría del re-
flejo llamada clásica, ampliamente aceptada, que tiene su origen en
Descartes. Esta teoría hace tiempo que se convirtió, según la expresión
de I.P. Pavlov, en "primitiva" y , en el momento actual, en su antigua
expresión arquitectural ("el arco reflejo") representa un indudable obs-
táculo para la elaboración ulterior del fundamento neurofisiológico del
comportamiento integral del animal.
Es casi innecesario decir que la teoría reflexológica formulada por
Descartes jugó un papel revolucionario en el desarrollo de la fisiología
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 155

del sistema nervioso. A lo largo de 300 años orientó exitosamente el


pensamiento en miles de investigaciones. Pero al mismo tiempo, en el
nivel actual de la ciencia, limita en forma muy significativa las posibi-
lidades de explicar el comportamiento integral de los animales y del
hombre.
Hace ya tiempo que venimos efectuando un trabajo de ampliación
de la teoría clásica del reflejo . La teoría del sistema funcional, que for-
mulamos en 19~5, es en la actualidad la mejor superación en el plano
fisiológico de las insuficiencias de la teoría del reflejo. Sin embargo,
sólo once años después de la publicación del principio del sistema fun-
cional, todos los rasgos fisiológicos fundamentales de este principio
fueron desarrollados en la cibernética y actualmente se elaboran en las
más diversas áreas de la fisiología, la psicología, la lingüística, etcétera.
El desarrollo natural de estas dos partes de la exposición es la for-
mulación de los fundamentos y procesos fisiológicos que precedieron,
en la historia del mundo vivo, a la aparición de las funciones psíquicas.
En efecto , en los primeros indicios de lo psíquico y en su desarrollo
hasta las formas superiores de la actividad mental del hombre, hay que
buscar la unión fáctica entre el reflejo condicionado y lo psíquico, lo
que constituye, para nosotros, fisiólogos de la actividad nerviosa supe-
rior, uno de los problemas filosóficos más importantes.

EL REFLEJO CONDICIONADO COMO REFLEJO DE LA


ESTRUCTURA ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO

El materialismo dialéctico examina el espacio y el tiempo como for-


mas de existencia y movimiento de la materia. Esto significa que sólo a
través de los cambios de los cuerpos físicos materiales y de las leyes de
su acción recíproca, podemos conocer el espacio y el tiempo.
En las distintas etapas de desarrollo de la ciencia, las nociones aGer-
ca del espacio y el tiempo se basaron en diferentes fundamentos mate-
riales, de acuerdo con los éxitos de la física. Así, algunas decenas de
años atrás, cuando las principales ideas de esta ciencia descansaban en
la interacción de los cuerpos sólidos, se crearon concepciones sobre el
espacio y el tiempo de acuerdo con las propiedades de aquéllos>, con
todas las limitaciones e insuficiencias que de esto se desprende (discon-
tinuidad, contradicción entre las leyes, etcétera).
Con los éxitos de la física en el estudio de la base electromagnética
de todos los tipos de cuerpos materiales, apareció en escena la "matriz"
electromagnética, que liga todas las formas del movimiento y del estado
del mundo material. En particular, la teoría de la relatividad pudo apa-
recer completamente fundada sólo con el desarrollo de las ideas acerca
de la universalidad de estos procesos electromagnéticos que colman el
156 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

espacio universal y gracias a ello se lograron definir nuevas formas de


enlace entre todos los fenómenos materiales del universo (A. Einstein).
De acuerdo con los intereses del presente capítulo, es importante
establecer que el espacio y el tiempo tomados separadamente no cons-
tituyen la ley absoluta del universo como lo es, en cambio, el complejo
~~espacio-tiempo". Para la evaluación de los factores integrantes es im-
portante saber que casi nunca juegan un papel idéntico en uno u otro
momento. Nos encontramos siempre con que un determinado paráme-
tro de esta base absoluta del mundo material adquiere una significación
rectora en el momento dado.
En este sentido hay que distinguir dos planos completamente dife-
rentes de evaluación del espacio y del tiempo -el filosófico general,
noseológico, y el correlativo-, es decir, el espacio y el tiempo como
factores de adaptación de la naturaleza viva.
Al valorar la significación noseológica del espacio y del tiempo,
A.D. Aleksandrov escribe:

Basándose en las leyes del movimiento de la materia, la teoría del espa-


cio y del tiempo prescinde de las propiedades concretas de los objetos y pro-
cesos para identificar las leyes generales de las relaciones y propiedades espa-
ciales y temporales. La teoría necesariamente abstrae las fonnas especiales y
temporales de su contenido material concreto, ya que de otra fonna 'no seria
la teoria del espacio y el tiempo (1959, pág. 94)?

Esta formulación, completamente aceptable en el plano filosófico


general, resulta insuficiente para nuestros fmes. En realidad, ya que el
espacio y el tiempo, como factores absolutos del mundo material, exis-
tieron durante todos los periodos de transformación del universo cons-
tituyeron en las dimensiones de nuestro planeta la estructura inicial del
mundo materiai y manifestaron sus propiedades absolutas mucho antes
de la aparición y desarrollo de la materia viva en la Tierra. Ya las prime-
ras formas de la sustancia viva y de los seres vivos primitivos resultaron
"insertos" en las leyes fundamentales de las correlaciones espaciotem-
porales, y estas últimas se convirtieron en los factores absolutos de adap-
tación . de la. materia viva al mundo exterior, los que determinaron su
supervIvenCIa.
Este hecho cardin¡il de la evolución cambia de manera radical nues-
tra actitud hacia la teoría de las correlaciones espaciotemporales: no
podemos permanecer sólo en el nivel de la abstracción noseológica de
sus parámetros, sino que debemos evaluar la diversidad de la estructura
temporal del mundo en el sentido de la evolución progresiva de la ma-
teria viva. Sin duda, nos encontramos aquí con nuevos factores del

2 Las cursivas son del autor.


ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 157

mundo material en el que la relación pasiva hacia el parámetro del


tiempo, en el proceso del movimiento infmito de la materia, se enri-
queció, con un factor cualitativamente nuevo: la relación activa de la
materia viva hacia todas las posibles transformaciones de la estructura
espaciotemporal del mundo inorgánico.
Por desgracia, no encontramos en la literatura filosófica contem-
poránea el análisis de este aspecto fundamental de la evolución. El
tiempo como factor de la evolución de los seres vivos en el globo te-
rráqueo e importantísimo parámetro del desarrollo de su actividad ner-
viosa, no fue sometido nunca a un análisis serio, y por ello hay que
elaborar prácticamente de nuevo esta cuestión, sustancial para la fisio-
logía de la actividad nerviosa superior.
¿Qué es para nosotros lo más importante en las correlaciones tem-
porales de la naturaleza viva y no viva?
En esencial, las formas básicas de movimiento de la materia, en los
marcos de los factores espaciotemporales, existían en la naturaleza inor-
gánica mucho antes de la aparición de los primeros seres vivos en la Tie-
rra. Esto, lógicamente, es un factor importante: hace evidente que la
materia viva, "insertándose" en el sistema espaciotemporal ya existente
del mundo, no pudo dejar de reflejar sus propiedades y arquitectura,
siempre y cuando tuvieran relación con el rasgo fundamental de la ma-
teria viva misma: la supervivencia.
Desde el momento en que la vida apareció en la Tierra cambió ra-
dicalmente la relación hacia los parámetros aislados de la estructura
espacio temporal por parte de esta forma de materia, nueva desde un
punto de vista cualitativo. Por ejemplo , la montaña, como forma de
la materia inorgánica, no se relaciona selectivamente con los factores
climáticos y meteorológicos que actúan sobre ella. Para la montaña no
existe el problema, que apareció -
con el surgimiento
-
de la materia viva
y que se puede formular en dos palabras: "adaptarse y sobrevivir". Para
los seres vivos, desde el momento de su formación en el proceso de 'la
evolución, el mundo externo inorgánico con todas sus múltiples influen-
cias comenzó a "ponderarse" sólo en esta balanza de la evolución pro-
gresiva.
Apareció una relación activa hacia los factores externos inorgánicos
y su inevitable división consecuente en dos grandes categorías: peIjudi-
ciales para la vida y favorecedores de su conservación.
Comenzaron desde este momento, las diferentes formas de movi-
miento de la materia, en los marcos de la estructura temporal del mundo,
a ser clasificadas por los seres vivos primitivos según este esquema, y la
materia viva comenzó a reflejar y fijar en su estructura estas regularida-
des universales.
¿Con qué parámetros temporales del movimiento de la materia en
el mundo inorgánico de nuestro planeta se enfrentó la vida primitiva?
158 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

Más exactamente, ¿en los límites de qué parámetros temporales se for-


mó la materia viva?
Por desgracia, en la bibliografía filosófica y biológca contemporá-
nea no se encuentran respuestas a estas preguntas, por cuanto la abstrac-
ción noseológica del factor tiempo desplazó a último plano la elabora-
ción de la estructura temporal del mundo inorgánico en el aspecto que
nos ayudaría a revelar la significación de esta estructura para la evolu-
ción progresiva de los organismos vivos.
Esto nos coloca ante la necesidad de separar los rasgos particulares
de la estructura temporal del mundo material que constituyeron una es-
pecie de "imperativo categórico" para el desarrollo de la vida en la Tierra.
¿Cómo se resuelve actualmente el problema del espacio y del t'iem-
po en el aspecto filosófico?
Al discutir el problema del espacio y del tiempo desde el punto de
vista de la metodología dialéctica en el análisis de las peculiaridades de
la escuela filosófica eleática, Hegel Escribe: "La esencia del tiempo y
del espacio es el movimiento porque es universal ; comprenderlo signi-
fica expresar su esencia en forma de concepto". Al analizar estas tesis
de Hegel, V.1. Lenin señala en los márgenes de sus apuntes en los "Cua-
dernos filosóficos": " ¡Exacto!"
En cualquier intento por concretizar la estructura espaciotemporal
del mundo material, nos encontramos inevitablemente con la traslación
sucesiva de los cuerpos en el espacio, las influencias de un cuerpo sobre
otro, el desarrollo sucesivo de las fases del movimiento y de la transfor-
mación de la materia.
Al resumir estos razonamientos, podemos decir que, desde el punto
de vista del materialismo dialéctico, el rasgo más esencial de la estructu-
ra espaciotemporal del mundo, que determina la relación temporal de
los organismos primarios hacia el mundo exterior inorgánico, es la suce-
sividad de las influencias, independientemente de la calidad de su ener-
gía. Con ello, individualizamos el parámetro temporal de la rela~ión del
organismo hacia el mundo inorgánico como factor en cierta medida au-
tónomo para la comprensión de sus transformaciones adaptativas.
Así, nos planteamos una pregunta concreta: ¿con qué formas y va-
riaciones de este factor temporal fundamental -la sucesión de las in-
fluencias- se encuentra el organismo? ¿De qué forma se fragmenta el
movimiento universal de la materia en los límites del parámetro tem-
poral absoluto -la sucesión de los fenómenos? Dicho con otras pala-
bras, ¿con qué estructura temporal del mundo inorgánico ya existente,
que obliga a la adaptación, se encontraron los organismos primitivos
en nuestro planeta?
Trataremos de separar algunos parámetros temporales de la forma
fundamental, la sucesividad, y de analizar la significación que pudieron
tener para las relaciones adaptativas de los organismos primarios.
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 159

La primera posibilidad es la existencia de una serie de fenómenos


sucesivos, ninguno de los cuales se repite a lo largo de la vida del orga-
nismo dado. Simbólicamente, esta serie puede ser representada así:
a,b,e. . .
Sin duda, los factores a,b, e, etc., del mundo inorgánico están uni-
dos entre sí por relaciones de causa-efecto y se desarrollan en un orden
sucesivo . También, pueden influir sucesivamente sobre el organismo ;
sin embargo, ninguna de estas influencias puede ejercerse en forma re-
petida. Puede tratarse, en particular, de un eclipse de sol, de una tor-
menta o de un huracán de fuerza extraordinaria, el paso de un cometa
cerca de la Tierra, etcétera. Pero también pueden ser acciones irrepeti-
bles de factores circundantes más cercanos al organismo.
Por supuesto, algunas de estas influencias irrepetibles del mundo
externo pueden tener una significación esencial para el organismo -des-
tructiva o benéfica- y el organismo primitivo pudo hacer frente a esta
acción súbita con ayuda de las posibilidades con que ya contaba, o
bien ser destruido. Sin embargo, para el organismo estas influencias
siem pre fueron repentinas.
Es posible, sin embargo, otra estructura temporal en la sucesión de
las influencias externas sobre el organismo: determinados factores del
mundo externo pueden repetir su acción en determinados intervalos
de tiempo y, en consecuencia, pueden ser llamados "series repetidas de
acciones sucesivas". Simbólicamente, esta segunda posibilidad puede
ser representada así: Cabed), Cabed) . .. Cabed).
Podemos encontrar en el mundo inorgánico una sucesión de acon-
tecimientos que se repiten rítmicamente y que presentan una misma
composición y un mismo orden en la secuencia de sus componentes.
Por ejemplo, el día, la tarde, la noche, la mañana; la primavera, el vera-
no , el otoño, el invierno.
Ambas series de fenómenos del mundo inorgánico que se desarro-
llan sucesivamente tienen una direccionalidad absoluta y están ligadas
a regularidades astronómicas, aunque la prolongación de los ritmos en
ambos casos es diferente y, en consecuencia, la repetibilidad de estos
ciclos puede tener diversa importancia para los organismos de acuer-
do con su ciclo vital.
Hasta ahora tomamos en calidad de ejemplo series de aconteci-
mientos desarrollados sucesivamente que poseen la propiedad de per-
manencia absoluta. Pero son· posibles también fenómenos sucesivos que,
poseyendo el parámetro de la repetibilidad o retorno, tienen también
la propiedad de la permanencia o constancia relativa. Por ejemplo, el
árbol que crece a la orilla del río y que tiene una determinada edad
puede ser el lugar donde habiten diferentes tipos de animales durante
un determinado periodo, después del cual este árbol será reemplazado
por otros, iguales o diferentes. Sin embargo, este árbol representará a lo
160 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

largo de su vida una serie de fenómenos sucesivos, repetidos rítmica-


mente, que tiene lugar en diferentes estaciones del año (especialmente
en las latitudes del norte).
De esta forma, en uno y otro Caso tenemos el índice temporal prin-
cipal de los acontecimientos que se desarrollan sucesivamente: la
repetición, la permanencia absoluta y la relativa, a escala de la vida del
organIsmo.
Sin duda, la repetibilidad de los fenómenos del mundo inorgánico, y
posteriormente del orgánico, como parámetro particular de la sucesión
espaciotemporal absoluta puede tener variaciones infmitas en la dura-
ción de los ritmos, de su permanencia, de su composición y de la pro-
longación de los componentes individuales, de su localización espacial, 1
etc. Sin embargo, en presencia de todas estas variantes, el parámetro
de la repetición será el más característico y específico.
Hasta ahora, examinamos la sucesión de los fenómenos del mundo
inorgánico, y en parte del orgánico, sólo con un objetivo: individuali-
zar los diferentes parámetros temporales del mundo inorgánico que
inevitablemente debieron influir sobre la materia orgánica desde su
surgimiento. Sin embargo, expusimos estos parámetros temporales (irre-
petibilidad, repetibilidad, duración, permanencia absoluta y relativa, va··
riabilidad, etc.); independientemente de otra cualidad importante que
adquieren en caso de acción recíproca con la naturaleza viva: el carác-
ter esencial o no esencial de los parámetros en cuestión para el mante-
nimiento del proceso vital.
De esta manera, desde las primeras etapas de organización de la sus-
tancia viva, en los estadios de los coacervados primitivos, los cambios
en las condiciones materiales externas eran "clasificadas" por los gér-
menes de la sustancia viva como "perjudiciales" y "útiles", de acuerdo
con el criteriQ de la "esencialidad". Esta relación entre las formas pri-
marias de la materia viva y las influencias externas fue caracterizada de
manera muy completa por A.I. Oparin (Oparin, 1957).
A pesar de la relativa estabilidad de las condiciones inorgánicas en
las cuales se generó la vida (en las profundidades de los océanos pri-
mitivos), incluso en esta situación ocurrió el cambio sucesivo de las
influencias externas sobre los cuerpos vivos primitivos (cambio de
las temperaturas, de las sustancias reactivas, de las corrientes, de las
mareas, etc), el cual produjo una especie de "selección" natural pri-
maria de las formaciones más estables del tipo "sistemas polimolecula-
res abiertos.
Sin embargo, este cambio sucesivo de las acciones externas adqui-
rió gran importancia especialmente cuando los seres vivos primitivos
o btuvieron la posibilidad de multiplicarse y dispersarse por los espa-
cios acuosos con diferente ecología.
En esta etapa, la sucesión, como propiedad universal del movi-
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 161

miento de la materia inorgánica que constituye la condición esencial


para la supervivencia, adquirió una significación exclusiva. Los ritmos
estacionales, diarios, las influencias episódicas, irrepetidas en el océano
como también la enorme cantidad de acciones que se repiten rítmica-
mente, ligadas con factores astronómicos, etc., todo esto constituyó
el fondo básico de factores del "medio circundante" que adquirió
una significación selectiva vital para los diferentes organismos.
Desde el momento en que los organismos vivos adquirieron la capa-
cidad de traslación activa surgieron aún mayores variaciones de la repe-
tición. Entonces, cualquier movimiento repetido cerca del objeto inor-
gánico inmóvil condujo a acciones repetidas, más o menos del mismo
tipo. Este tipo de influencias repetidas del mundo externo tiene una
importancia excepcional en la vida del hombre, quien posee un desarro-
llo muy amplio de las posibilidades de traslación.
Es importante señalar que ya en este periodo la estructura temporal
del mundo inorgánico que rodea al organismo permaneció siendo la mis-
ma e incluyó en sí tres formas fundamentales:

1. la acción de factores relativamente permanentes;


2. la acción de series sucesivas de factores que se repiten (rítmica
y/o arrítmicamente);
3. la acción de series sucesivas de factores que nunca se repiten.

Estos factores podían tanto ser influencias cercanas como distantes,


trasmitidas también, lógicamente, a través del medio acuático inmediato.
Como ya señalamos, la serie sucesiva de acciones que nunca se repi-
ten tiene prácticamente una sola significación para la vida de los orga-
nismos: eslabones aislados de esta cadena de fenómenos externos pue-
den ser. incompatibles con la vida a consecuencia de su valor extremo:
con su influencia única y súbita pueden alterar la estabilidad de la ma-
teria viva organizada y llevarla a su desintegración. Dicho con otras pa-
labras, sobre este tipo de acciones externas, como por 10 demás
sobre todos los otros, extiende su influencia la regla de la esenciali-
dad para la conservación de la vida.
Aunque estas últimas influencias fueran sólo episodios irrepetibles,
"perjudiciales" o "útiles" para la materia viva, por sí mismos siempre
son eslabones de fenómenos que se desarrollan ininterrumpida y suce-
sivamente en el curso de la evolución de la estructura espaciotemporal
del mundo material. Se encontraban con el ciclo vital de los organis-
mos, por decirlo así, de manera tangencial.
De aquí se deduce que estas influencias nunca repetidas no pudie-
ron ejercer una influencia decisiva en la evolución de las formas supe-
riores de adaptación de la materia viva a las condiciones circundan-
tes y como consecuencia de ello, no pudieron convertirse en factores
162 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

de organización de la estructura protoplasmática de los organismos vivos.


Imaginemos por un momento que la estructura temporal del mun-
do inorgánico estuviera constituida únicamente por la primera forma
de movimiento de la materia, es decir, por una serie de fenómenos
sucesivos que nunca se repiten. ¿Podría en estas condiciones haberse
desarrollado la vida en la Tierra, con sus estructuras estabilizadas, que
tiene una significación adaptativa? No, no hubiera podido. El organis-
mo vivo no podría tener una estructura estable y duradera por cuanto
esta última puede aparecer sólo como resultado del reflejo de las in-
fluencias de la naturaleza inorgánica que se repiten rítmica o arrítmi-
camente. El concepto de "adaptación" perdería todo sentido en un
mundo donde se suceden siempre nuevas influencias, nunca experi-
mentadas antes por el organismo.
Es evidente que de la corriente general de acontecimientos de la es-
tructura espaciotemporal del mundo, sólo los fenómenos que se repi-
ten rítmica o arrítmicamente pudieron constituir la base temporal para
el desarrollo de las reacciones adaptativas de los organismos primarios.
Así, llegamos a la conclusión de que la evolución de los organismos
depende de las propiedades constantes de la estructura temporal del
mundo inorgánico. Esta conclusión se puede formular de la siguiente
manera: la base del desarrollo de la vida y de su relación con el mundo
externo inorgánico fueron las influencias repetidas de éste sobre el orga-
nismo. Dichas influencias, como resultado de las propiedades primitivas
de la estructura espaciotemporal del mundo inorgánico, condicionaron
la organización anatómica y las funciones adaptativas de los primeros
seres vivos. En este sentido, la organización de los seres vivos represen-
ta el reflejo de los parámetros espaciotemporales del medio donde
habitan.
Naturalmente, la constancia relativa de las correlaciones espacio-
temporales del ' organismo con el mundo exterior puede examinarse
como las variaciones de una influencia repetida sobre el organismo.
Pero es necesario conocer qué correlaciones temporales concretas exis-
ten entre la duración del ciclo vital del organismo y la prolongación de
la influencia externa.
Se puede considerar como influencia constante (relativamente) a
aquella que cubre millones de ciclos vitales; por ejemplo, la presencia
de oxígeno en la atmósfera. Menos constante será la influencia que
cubra sólo miles de ciclos vitales; por ejemplo, los factores naturales
del lugar de habitación dado. Por último, se puede considerar aún
menos permanente la influencia de una transformación provocada
por la bonificación o irrigación del terreno que, por su duración, pue-
de abarcar sólo cientos de ciclos vitales.
Además, las influencias rítmicas o arrítmicas del mundo externo
pueden ser de dos tipos, incluso para los organismos primitivos, las
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 163

mismas que son obligatorias también para los animales superiores. El


primero está constituido por las influencias rítmicas de las condiciones
externas sobre los organismos que se encuentran en un estado inmóvil.
Las influencias del segundo tipo, rítmicas o arrítmicas, dependen de
los movimientos repetidos del mismo animal. Sin embargo, en ambos
casos tenemos en principio un resultado fmal idéntico: las influencias
repetidas de ciertos factores externos sobre el organismo.
El análisis realizado nos permite concluir que estas correlaciones
temporales -las influencias repetidas- representan la forma de enlace
universal de los seres vivos ya formados e individualizados con el medio
que los rodea.
Semejante conclusión plantea inmediatamente las siguientes pre-
guntas: ¿con ayuda de qué mecanismos el organismo se adaptó a estas
influencias repetidas vitalmente importantes?, ¿en qué procesos inter-
nos del protoplasma vivo pudieron reflejarse estas acciones repetidas
del mundo externo inorgánico sobre los seres vivos ya formados?
. Para responder a estas cuestiones podemos utilizar la idea general-
mente aceptada de que los seres vivos más simples son "sistemas abier-
tos", los cuales se relacionan con el medio circundante por medio de
una serie de transformaciones químicas, que comienzan en el límite
del protoplasma vivo polimolecular y continúa como una cadena de
reacciones que concluyen en un resultado útil o perjudicial para la
vida. De esta manera, cada uno de los fenómenos sucesivos externos
en relación con el organismo, gracias a las propiedades especiales del
protoplasma vivo, se refleja en éste en forma de cadenas de transfor-
maciones químicas más o menos largas.
Esta cadena de reacciones puede tener un carácter metabólico,
que mantenga la vida del organismo y su autorreproducción; pero
también puede resultar perjudicial para el proceso vital. Sin embargo,
a pesar de estos dos resultados biológicamente opuestos, ambas in-
fluencias provocan una serie de transformaciones químicas sucesivas
sujetas a ley. Aquí aparece, en primer término el parámetro fundamental
de la estructura espaciotemporal del mundo inorgánico, que siempre
juega el papel dominante en el desarrollo de la materia viva, es decir,
la repetibilidad de los fenómenos y las influencias externas.
Ahora, no es difícil establecer a qué consecuencias pudieron lle-
var- las influencias de importancia decisiva para la supervivencia del
organismo y que se repitieron o fueron permanentes durante millones
de afios.
Según la opini6n de los bioquímicos, cualquier influjo externo so-
bre los organismos primitivos sirvió inevitablemente de punto de par-
tida para la formación de cadenas enteras de procesos e interacciones
químicas que fmatizaban ya sea con la destrucción del organismo o,
por el contrario, con el fortalecimiento de su estabilidad metabólica.
164 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

Pero simultáneamente, las series sucesivas de influencias que se repi-


tieron muchas veces llevaron de manera inevitable a la formación del
tipo catalizador de desarrollo, facilitado y acelerado, de estos proce-
sos en cadena. Se crearon así líneas dominantes de reacciones quími-
cas en cadena.
De esta forma, la evaluación de todas las condiciones de desarro-
llo de los organismos primitivos, bajo la acción de las influencias per-
manentes y muchas veces repetidas, nos lleva a la conclusión de que
estas series de influencias sucesivas constituyeron la causa principal
de la organización estructural primaria de los seres vivos.
Fuera de las influencias repetidas del mundo exterior inorgánico
no hay otras vías que pudieran haber creado las cadenas dominantes
de reacciones químicas metabólicas. Sólo la repetición de las influen-
cias externas que se desarrollan sucesivamente, esenciales en uno u
otros sentido para la vida del organismo, pudo crear la cadena inin-
terrumpida y sucesiva de reacciones químicas en el protoplasma
del organismo.
Sobre esta base., en la evolución de la vida en la Tierra ocurre un
fenómeno muy importante que posteriormente, a lo largo de millo-
nes de años, determinó el índice rector de las reacciones adaptativas
del organismo,· su capacidad de reaccionar a los cambios del mundo
circundante con reorganizaciones químicas más o menos amplias.
Por ello, es natural que si en el mundo externo se desarrollan suce-
sivamente ciertos acontecimientos específicos (por ejemplo, los rit-
mos estaeionales, los cambios de temperatura, las corrientes en los
océanos) el organismo deba reflejar cada uno de ellos en las reorganiza-
ciones químicas especiales de su protoplasma, siempre que estos cambios
alcancen un determinado umbral de acción.
Esas reconstrucciones químicas específicas pueden ofrecer rasgos
peculiares de acuerdo con las propiedades físicas de cada uno de los
factores inorgánicos.
Es importante señalar que AJ. Op arin , al caracterizar estas in-
terrelaciones de la vida primaria con la naturaleza inorgánica circun-
dante, considera también que la sucesión y la rapidez de las reaccio-
nes del protoplasma son los factores decisivos en la organización ma-
terial de los seres vivos primitivos.
El conocimiento de las teorías acerca del orgien de la vida en la
Tierra muestra que, desde un punto de vista biológico como también
desde un punto de vista del análisis filosófico del papel de la estruc-
tura espaciotemporal del mundo, el movimiento de la materia según
fases sucesivas, repetidas periódicamente, representa la ley universal
que determina la organización básica de los seres vivos en nuestro
planeta.
La aparición de los primeros cuerpos albuminoides, que adquirie-
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 165

ron posteriormente la función fermentativa, cambió de manera radical


el proceso de perfeccionamiento de la vida. Se creó la posibilidad
de desarrollo de cadenas de reacciones aisladas con reforzamiento
catalítico selectivo y en primer lugar, lógicamente, de las reaccio-
nes esenciales para la conservación de la vida, que se repetían mu-
chas veces bajo la acción de las influencias externas. Éstas podían
ser muy diferentes, por ejemplo, los cambios periódicos en el ingreso
de las sustancias indispensables para los "sistemas abiertos" de los orga-
nismos primarios. Sin embargo, es indudable que la catálisis específica
creó condiciones favorables para el desarrollo de unas y no de otras
reacciones en cadena.
Esta aceleración de las reacciones, como muestra el análisis de cier-
tos compuestos fermentativos muy difundidos, puede ser del orden de
varios millones e incluso de miles de millones de veces. Es fácil imaginar
qué preponderancia adquirieron estas cadenas de reacciones químicas
que, a consecuencia de la repetibilidad frecuente, formaron un cierto
compuesto catalítico.
Vemos que ya aquí, en este estadio del desarrollo de la vida, apa-
rece la "lucha por la velocidad", a la cual Dohrn dio tanta importancia
en las relaciones mutuas entre el organismo y el medio externo.
En cualquier caso, en los primeros estadios del desarrollo de la vida,
este "principio de la velocidad máxima" hizo posible, sobre el fondo de
las formaciones coacervadas en cierta medida homogéneas, de abrir
camino a las reacciones en cadena dominantes que se desarrollan con
enorme velocidad.
Aquí, en este punto fundamental del desarrollo de los organismos
vivos se realizó una adquisición notable, que en lo sucesivo ejerció
una influencia decisiva en el curso histórico de desarrollo del mundo
animal en el globo terráqueo.
Se trata de lo siguiente: entre las influencias sucesivas del mundo
externo y las reacciones por parte de la sustancia viva existía una' dife-
rencia de principio. Las influencias externas sobre el organismo po-
dían ejercerse en los más diversos intervalos de tiempo y originarse
en las más diversas fuentes (las un ía sólo el principio de la sucesión).
Simultáneamente, todas estas influencias convergían sobre el mismo
protoplasma del ser vivo, provocaban reacciones químicas diferentes
por su calidad, que se desencadenaban en los límites de una misma for-
mación protoplasmática.
Aquí se crearon todas las condiciones para la constitución de uno
de los procesos decisivos de la sustancia viva, que determinó el camino
del desarrollo posterior del mundo animal y la forma de sus reacciones
adaptativas al mundo externo. En realidad, si en la pequeña masa de
sustancia viva que representa un sistema polimolecular abierto fueron
posibles reacciones químicas multiformes, que se desarrollaban ade-
166 CAP.6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

más a grandes velocidades, ciertas series de influencias externas que


se repiten sucesivamente, aun en el caso en que estuvieran separadas
entre sí por grandes intervalos, obtuvieron la posibilidad de reflejarse
en las transformaciones químicas rapidísimas de esta sustancia en co-
rrespondencia con la calidad física o química de estas influencias.
Progresivamente se formaron correlaciones, en presencia de las cua-
les se ponían más y más de manifiesto los diferentes parámetros tem-
porales de los acontecimientos que sucedían en el mundo externo inor-
gánico y de su reflejo en las reorganizaciones químicas del ser vivo. ,
Por ejemplo, los factores externos podían influir sobre el orga-
nismo en una secuencia ininterrumpida a 10 largo de una jornada
(grado de insolación, mareas, etc.) y, en consecuencia, las diferentes
reacciones químicas en los organismos vivos, correspondientes a cada
una de estas influencias, también se desarrollaban en el curso de una
jornada. Sin embargo, el que estas reacciones químicas ocurrieran su-
cesivamente en esta formación polimolecular pequeña, pero muy
compleja, provocó acciones recíprocas estrechísimas entre estas reaccio-
nes y la formación de cadenas de trans.formaciones reactivas ininte-
rrumpidas e interdependientes.
En consecuencia, las cualidades de las formaciones vivas primitivas
-su carácter polimolecular, la aceleración catalítica de la reacción y
las posibilidades abiertas para el reflejo de las influencias externas-
aseguraron el desarrollo progresivo de los seres vivos y el reflejo, en
las reestructuraciones químicas de su protoplasma, de las influencia su-
cesivamente repetidas del mundo externo.
Como resultado de estas acciones recíprocas, en el estadio dado se
estableció una regularidad universal en la adaptación del organismo a las
condiciones externas, que luego se desarrolló impetuosamente a lo lar-
go de toda la evolución del mundo animal.
Ilustraremos esta regularidad con un esquema. Supongamos que en
el mundo externo se desarrolla la serie sucesiva de fenómenos A,B, C,D.
Sean éstos fenómenos que actúan sobre el organismo separados por
grandes intervalos de tiempo a 10 largo de media jornada y que cada uno
de estos fenómenos provoque en el protoplasma del ser vivo una serie
sucesiva de transformaciones químicas, designada con los símbolos
a,b,c,d. Supongamos que la serie de influencias externas A,B, C,D se
repite sistemáticamente a 10 largo de muchos años y que tiene una sig-
nificación positiva esencial para los procesos metabólicos del orga-
nismo, al establecer cadenas más perfectas de reacciones químicas. En-
tonces, _como resultado de la reproducción prolongada y repetida de
esta serie determinada de reacciones químicas en el protoplasma del
ser vivo, se establece un enlace orgánico que hace de toda la serie a,b,c,d
una cadena de reacciones químicas que se desarrollan rápida e ininte-
rrumpidamente.
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 167

Es indudable que la formación de catalizadores específicos que de-


terminan el curso preponderante de las reacciones químicas en cadena
en una dirección dada; tuvo una significación decisiva en la formación
de estas reacciones.
Estas condiciones, que se crearon en las etapas más tempranas de
. la evolución de la materia viva, llevaron a que el protoplasma tuviera la
posibilidad de reflejar en los microintervalos de tiempo de sus reaccio-
nes químicas los acontecimientos sucesivos del mundo externo que por
su naturaleza pueden desarrollarse por el contrario, en macrointervalos
de tiempo.
Así, se formó progresivamente la capacidad, no pasiva sino activa, de
los primeros organismos de reflejar el mundo externo inorgánico an-
ticipando en su protoplasma los fenómenos del mundo externo que se
despliegan en forma sucesiva y repetida.
En realidad, por cuanto en el protoplasma del organismo vivo se
estableció una cadena única de reacciones químicas, provocada ante-
rionnente por la acción sucesiva de los factores externos A,B,C,D, se-
parados entre sí por intervalos importantes de tiempo, ahora la acción
de sólo uno, el primer factor A, es capaz de comenzar y activar la ca-
dena sucesiva de reacciones químicas.
Históricamente, en el protoplasma vivo debieron crearse estas con-
diciones, en presencia de las cuales la rapidez de sus reacciones quími-
cas aseguraba la anticipación por el organismo del despliegue de las
influencias externas muchas veces repetidas.
De esta forma, desde nuestro punto de vista, la evolución se "apo-
deró" muy temprano de esta vía universal, y única posible, de adap-
tación del organismo al mundo externo. Con ayuda del proceso de anti-
cipación los primeros organismos vivos, aislados del mundo externo
por medio de membranas simplísimas, pudieron, con la enorme velo-
cidad de sus transformaciones químicas, construir cadenas de reacciones
químicas de acuerdo con el primer eslabón de la serie de influencias
externas sucesivamente repetidas. La base para la construcción de tales
cadenas de reacciones químicas fue el carácter polimolecular y la muy
compleja estructura del protoplasma de los seres vivos primitivos.
La organización viva recibió con esta forma de reacción una enorme
superioridad sobre las series repetidas de influencias sucesivas. Por esen-
cia, sin este despliegue anticipatorio de la realidad que adquirieron las
cadenas de reacciones químicas, es· difícil imaginar la existencia de pro-
cesos tan simples como, por ejemplo, la absorción y digestión de cual-
quier trozo de alimento por una amiba o la captura y digestión de bac-
terias por el organismo bacteriófago.
La historia del desarrollo del mundo animal es un ejemplo palpa-
ble del perfeccionamiento de esta ley universal y más antigua, que se
podría llamar "reflejo anticipatorio de la realidad", es decir, el desa-
168 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

rrollo acelerado millones de veces de las cadenas de reacciones químicas


que en el pasado reflejaron las transformaciones sucesivas de esta
realidad.
De acuerdo con la premisa de partida de este problema, podríamos
decir que el reflejo anticipa torio de la realidad es la forma fundamen-
tal de adaptación de la materia viva a la estructura espaciotemporal del
mundo, en el que la sucesión y la repetibilidad constituyen los pará-
~etros temporales fundamentales.
Tratemos de examinar las regularidades señaladas anteriormente
desde otro punto de vista, cercano a los objetivos del estudio del com-
portamiento adaptativo en la ftsiología de la actividad nerviosa supe-
rior. Si se observa el esquema que representa el desarrollo sucesivo de
los acontecimientos A,B, C,D, se puede ver que se trata sólo de una serie
limitada de influencias sucesivas sobre el organismo, extraídas artifi-
cialmente del desarrollo y movimiento ininterrumpidos del mundo ex-
terno. Lógicamente, también antes de A hubo series interminables de
cambios sucesivos en la naturaleza inorgánica, como después de D
deben sucederse infinitas transformaciones del mundo externo.
De esta forma, la separación de la serie A,B, C,D podría justificarse
sólo por el hecho de que estos factores tienen una significación esen-
cial para la conservación y el mantenimiento de la vida.
Desde este punto de vista, sea D cierto factor útil para la vida, que
mantiene el proceso metabólico y que con ello estabiliza al organismo
vivo. Se supone, en este caso, que la selección natural ya hizo el trabajo
gracias al cual sobrevivieron los organismos con cadenas de reacciones
químicas más rápidas y especializadas y con una estructura protoplas-
mática bien diferenciada. Entonces, toda la serie de influencias que
precedieron muchas veces al factor vitalmente útil D se vuelven seña-
les en relación cOn el último eslabón de esta cadena, es decir D; estas
cadenas de reacciones químicas sucesivas, formadas sobre la base seña-
lada anteriormente, aparecen ante nosotros como enlaces temporales.
En consecuencia, la aparición de la "señalización" y de los "enlaces
temporales" pueden aceptarse como una de las regularidades más anti-
guas del desarrollo de la materia viva. En este sentido hay que entender
la expresión de I.P. Pavlov: "el enlace nervioso temporal es un fenóme-
no fisiológico universal en el mundo animal y en nosotros mismos".
Al acompañar el origen y el perfeccionamiento de la materia viva y
siendo la consecuencia natural de la estructura espaciotemporal del
mundo, esta regularidad se reveló en la selección natural y se conso-
lidó cada vez más profundamente en las estructuras estabilizadas del
protoplasma. En consecuencia, el principio del reflejo anticipatorio
del mundo en los procesos protoplasmáticos del organismo puede con-
siderarse el fundamento para la creación y el fortalecimiento de todas
las estructuras del organismo que lo adaptan oportunamente al mundo
ESPA CIOTEMPORAL DEL MUNDO 169

externo con base en el principio de la señalización y de los enlaces


.'
temporales.
Por tanto , no hay nada sorprendente en que esta función delorga-
nismo, que le ofrece amplísimas posibilidades de adaptación y progreso,
comenzara rápidamente a especializarse en un sustrato especial, cuya
función fundamental fue el rápido encadenamiento químico de todas
las reacciones que se desarrollan simultánea y sucesivamente. Este sus-
trato fue el sistema nervIoso.
Desde este punto de vista, la sustancia nerviosa primaria, y en gene-
ral el sistema nervioso central, se puede examinar como el sustrato alta-
mente especializado que se desarrolló como un aparato de máxima y
rapidísima anticipación de los fenóm enos sucesivos y repetidos del
mundo externo.
En el cerebro, como órgano especializado en esta dirección, no hay
límites para tal reflejo anticipa torio de la realidad, puesto que tiene la
posibilidad de reflejar en micro intervalos de tiempo una cadena de
acontecimientos que puede prolongarse años enteros.
Debemos advertir que cuando se compara la forma altamente espe-
cializada de reflejo anticipa torio del mundo externo, representada por
el reflejo condicionado en los animales superiores, con el reflejo anti-
cipatorio en los seres vivos primitivos, de ninguna manera se elimina la
diferencia cualitativa entre uno y otro fenómeno. Pero cualquier com-
paración de muchos fenómenos exige inevitablemente un criterio rec-
tor para su evaluación. Por ello, debemos plantearnos la siguiente pre-
gunta: ¿cuál es el índice más característico del reflejo condicionado?
De todas sus cualidades, la más característica es la "previsión",
la "antelación" o la " señalización" de los acontecimientos próximos. Ni
la versatilidad, ni la estabilidad, ni el carácter adquirible, etc., pueden
compararse, por su significación, con esta cualidad biológica.
Debido a que los animales tienen la posibilidad de prepararse según
una señal para reaccionar a los eslabones aún próximos de los aconteci-
mientos que se desarrollan sucesivamente,' el reflejo condicionado se
convirtió en el punto central de la evolución progresiva, tal como fue
descubierto por I.P. Pavlov. En consecuencia, si este índice (parámetro)
fundamental es el más antiguo, de acuerdo con él podemos comparar las
posibilidades adaptativas de los animales inferiores y superiores.
De esta manera, cuando los aparatos que garantizan señalizaciones
amplias se hicieron más complejos estructural y cuantitativamente lle-
varon a posteriores cambios cualitativos en el comportamiento de los
animales. Sin embargo, la señalización, como parámetro universal de
adaptación al mundo externo, no perdió por ello su significación
de principio.
En consecuencia, el reflejo condicionado de los animales sup~riores,
evaluado según el parámetro de la señalización, es sólo un caso particu-
170 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

lar de las formas altamente especializadas de reflejo anticipatorio de la


realidad, de la adaptación a los acontecimientos futuros (la "actividad
preventiva" de I.P. Pavlov) (Anojin, 1949).
A la luz de las regularidades históricas analizadas, de formación de
las bases biológicas de la actividad reflejo-condicionada, se vuelve evi-
dente el carácter artificial de una serie de cuestiones que se refieren al
reflejo condicionado: ¿cuándo apareció, en la evolución, el reflejo con-
dicionado?, ¿hay "reflejo condicionado" en los vegetales y en los pro-
tozoarios?, ¿puede ser innata la actividad sefializadora?, etcétera.
Desde el punto de vista expuesto, el reflejo anticipa torio de los
acontecimientos del mundo externo que se desarrollan sucesiva y repe-
tidamente, la adaptación "preventiva" a las próximas transformaciones
de las condiciones externas o, en un sentido amplio, la formación de
cambios preparatorios ante los acontecimientos futuros, es el prin-
cipio universal de adaptación del animal a las condiciones del mundo
circundante.
Como vemos, este principio actúa ya desde las prlineras etapas de
formación de la materia viva. Por eso la cuestión puede ser planteada
sólo en cuanto a la forma en que este principio anticipatorio del mundo
externo está representado en el nivel de desarrollo dado. En los seres
unicelulares está expresado en forma de cadenas de transformaciones
químicas que anticipan el desarrollo de la serie sucesiva de aconteci-
mientos externos. En los animales superiores se manifiesta en la parti-
pación de aparatos nerviosos especializados que proporcionan una enor-
me ventaja en la rapidez de la anticipación. Pero, en todos los casos,
esta forma de reflejo anticipatorio tiene una característica decisiva:
la señalización. Para los animales que poseen sistema nervioso, esto
constituirá el reflejo condicionado.
De acuerdo con lo anterior pierde sentido la segunda pregunta: ¿se
puede elaborar un enlace temporal en los protozoarios yen los vegetales?
Debido a que ambos representan formaciones vivas con estructura
molecular y multiceluar compleja y por cuanto están sometidos a series
permanentes de influencias sucesivas y repetidas (especialmente los úl-
timos), es posible afirmar que presentan transformaciones señaliza-
doras naturales o que pueden formarse. Para ello sólo se deben obser-
var las exigencias e~puestas: que la duración de la repetición sea
suficente y que el factor esencial para la vida del organismo dado sea
elegido acertadamente . .
Existen ejemplos palpables, en los trabajos de la escuela de Mi-
churin, de cómo el "impulso", representado por los factores del clima
otoBal, da comienzo, en ciertos granos y plantas, a determinados
procesos que constituyen por esencia una defensa contra las condi-
ciones invernales. Parece que el problema de la formación de enlaces
temporales en los vegetales es ante todo el problema de la elección de
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 171

las condiciones adecuadas de elaboración del reflejo anticipatorio. En


principio, hay que reconocer qu~ ningún vegetal podría haber exis-
tido, y hubiera sido desechado inmediatamente por la selección na-
tural, si hubiera reaccionado sólo al factor presente del medio, es
decir, únicamente a lo que actúa en el momento dado, y no lo hu-
biera hecho según el principio del reflejo anticipatorio. Por ejem-
plo, durante los cambios estacionales se producen saltos de la tem-
peratura; en consecuencia, una helada inesperada podría destruir
completamente las propiedades protoplasmáticas de la célula vegetal.
En forma clara se resuelve también la tercera cuestión, cardinal
para el fisiólogo de la actividad nerviosa superior, es decir, el pro-
blema acerca, de las reacciones innatas de tipo señal. Como ya obser-
vamos, la señalización es el rasgo más característico del reflejo con-
dicionado; precisamente este rasgo -el reflejo anticipa torio de la
realidad- adquirió en el reflejo condicionado su forma más mani-
fiesta y especializada. Sin embargo, según la clasificación general-
mente admitida, los reflejos innatos, es decir incondicionados, no
pueden tener la misma propiedad característica del reflejo condi-
cionado: la significación de señal.
Con base en el material fáctico obtenido en nuestro laborato-
rio sobre el condicionamiento ecológico de los primeros actos con-
ductuales de los neonatos se mostró, sin embargo, que este proble-
ma no puede ser resuelto tan simplemente. Las investigaciones de
nuestro colaborador. la.A. Miliaguin mostraron que el grajo, al salir
del cascarón, reacciona inmediatamente y sin excepción levantando
la cabeza y abriendo el pico, es decir, con una reacción alimentaria,
a estímulos que no tienen por sí mismos una significación de ese
tipo (el movimiento del aire, el sonido "car-r-r", el sacudimiento del
nido). El análisis de la situación ecológica natural, en la cual viven los
grajos durante los primeros días después del nacimiento, mostró gue
los tres agentes mencionados tienen una significación ecológica y
sirven de señales para la colocación del alimento por el grajo padre
en el pico abierto del hijo (Miliaguin, 1957).
De esta forma, es evidente que tenemos en este ejemplo un caso
paradójico: "un reflejo condicionado innato" que posee todos los
índices de la actividad señalizadora.
Si se examina este fenómeno bajo el ángulo de la ley biológica uni-
versal del "reflejo anticipatorio de la realidad", el caso del grajo resulta
especialmente importante para comprender la evolución de esta regula-
ridad, desde los seres inferiores hasta los superiores que poseen un siste-
ma nervioso bien formado.
Ya señalamos que la prolongada repetición de las series sucesivas de
influencias externas provoca en el prot oplasma del ser vivo una reacción
química específica para-cada una de ellas. Estas reacciones, si se repiten
172 CAP.6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

a 10 largo de muchos siglos, fmalmente son fijadas por la selección natu-


ral en las estructuras protoplasmáticas estables del organismo dado, se
consolidan aceleradamente con ayuda de catalizadores especiales y se
seleccionan como la forma más rápida y perfecta de adaptación del ani-
mal a las influencias externas. Desde este punto de vista biológico, todas
las estructuras protoplasmáticas .organizadas pueden ser consideradas
como el resultado de la fijación de las influencias externas. Desde este
punto de vista biológico, todas las estructuras protoplasmáticas organi-
zadas pueden ser consideradas como el resultado de la fijación de las·in-
fluencias externas sucesivas permanentes sobre el organismo vivo, SI es
que han tenido una significación esencial para la conservación de la vida.
Por ejemplo, en la vida de muchos animales, especialmente de las
aves, el aire y su movimiento son factores casi absolutos del mundo ex-
terno que acompañaron la evolución de todo lo viviente sobre la Tierra.
No es sorprendente, por ello, que en el proceso de desarrollo de las reac-
ciones adaptativas del grajo, el movimiento del aire como consecuencia
inevitable del batir de las alas de la madre fuera incluido en el proceso
de formación histórica de ese sustrato lábil tan especializado como 10 es
el sistema nervioso.
y por cuanto aún no se ha registrado un solo caso en la historia de
nuestro planeta, desde el momento del origen de la vida, en que no haya
habido aire atmosférico, los receptores que captan su moyimiento y las
correspondientes reacciones del sistema nervioso entraron en la larga se-
rie de cambios sucesivos del sustrato nervioso que preceden al momento
de la alimentación. Se establecieron enlaces estructurales, fijados heredi-
tariamente, que aseguran el reflejo anticipado de los acontecimientos
externos, de la misma forma, como ocurre, en principio, en las primitivas
formaciones protoplasmáticas.
En realidad, el movimiento del aire es un "producto no alimenticio",
no constituye la excitación incondicionada en el sentido que le dam0s
según la interpretación habitual de la escuela pavloviana; pero es una
señal verdadera de la alimentación. Todas las premisas estructurales para
la captación y realización de esta excitación ya maduraron por comple-
to sobre una base únicamente morfogenética en el periodo de la em-
briogénesis.
Aquí, surge una pregunta natural: ¿por qué esta excitación de los
receptores cutáneos del grajo, producida por el aire en movimiento, se
dirige precisamente al núcleo central del sistema funcional alimenticio
y forma la reacción ya descrita de preparación del grajo para recibir el
alimento? No tenemos dudas de que esto es un ejemplo palpable de la
fijación, en el lábil sustrato nervioso, de la cadena de reacciones químicas
sucesivas que reflejan la sucesión real de las influencias del mundo exter-
no sobre el sistema nervioso del grajo en la ecología que le es caracte-
rística y que tennina con el acto de la alimentación.
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 173

Dicha secuencia está representada por los siguientes factores:

l. Vuelo de la madre fuera del nido y "destapamiento" de los hijos.


2. Vuelo repetido de la madre.
3. Movimiento de las alas de los hijos que están en el nido: sonido
"car-r-r".
4. Llegada del padre y fuerte sacudimiento del nido cuando se posa
en su borde.
5. Colocación del alimento en el pico abiertode los hijos.
6. Excitación de los receptores gustativos y de los del tracto digestivo.
7. Secreción de jugos gástricos y digestión del alimento.

Hemos señalado muchos otros hechos que, en efecto, preceden a


esta serie de fenómenos. En realidad, el padre vuela hacia el nido con
el alimento y se posa en un árbol alejado, para quedar dentro de los lí-
mites del campo visual de la madre que está cubriendo a los hijos. La
madre, al divisar al grajo padre, se levanta del nido y agitando las alas
da comienzo la serie descrita de fenómenos sucesivos.
Es evidente que la excitación de la piel del hijo por el aire en mo-
vimiento, es sólo una de las etapas int ermedias de esta larga serie de
agentes sucesivos, pero una etapa que actúa sobre el sistema nervioso
del polluelo junto con otros factores (sonido "car-r-r", sacudimiento
del nido). Y aunque la irritación de la piel no es alimentaria, la excita-
ción que de ella parte, gracias a que precedió durante siglos al acto ali-
menticio, con enorme rapidez (30 milisegundos) llega hasta el centro
de la alimentación, gracias a los enlaces sinápticos predispuestos. Por
eso, el polluelo levanta la cabeza y abre el pico.
Aquí, la naturaleza proporciona un ejemplo claro del reflejo anti-
cipatorio de los acontecimientos sucesivos del mundo externo y de su
significación adaptativa en la evolución. Esta distribución de la excitación
anticipadora de la realidad, se fijó hereditariamente en las estructuras
nerviosas y adquirió una significación adaptativa vital importantísi-
ma para el grajo. Basta con imaginar por un instante que en el momento
del nacimiento no esté . suficientemente maduro el enlace nervioso
entre la excitación provocada por el aire y el centro de la alimenta-
ción (que incluso no estén listas una o dos sinapsis) para que quede
claro que este grajo va a ser eliminado por la selección natural.
Minuciosas investigaciones electro fisiológicas de las capacidades
auditivas del grajo mostraron una sorprendente capacidad adaptativa
del desarrollo embrionario a su ecología permanente. Se mostró que
en el receptor auditivo, en el momento en que el grajo sale del casca-
rón, han madurado sólo las células capaces de captar el sonido "car-r-r".
El reflejo anticipa torio del mundo -externo, siendo un fenómeno
174 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

universal de la vida, determinó todas las formas del comportamiento


adapta tivo del animal: "innato", "señalizador", "reflejo-condicionado".
De acuerdo con esta regularidad, cualquier miembro de la serie sucesivá
de influencias del mundo externo puede convertirse en señal de la reac-
ción fmal vitalmente importante, con la que se cierra esta serie de in-
fluencias sucesivas.
Se pueden citar ejemplos similares al analizado, pertenecientes al
área de la fisiología general del cerebro, como sustrato de rapidísimas
asociaciones de las reacciones químicas que ocurren sucesivamente. Por
ejemplo, es bien sabido que (Jasper) si durante mucho tiempo se presen-
tan sucesivamente un sonido y una luz en la corteza del cerebro del ani-
mal, esta secuencia repetida fija relaciones de tipo reflejo anticipatorio
de la realidad, es decir, de las excitaciones recibidas. Luego de emplear
prolongadamente el apareamiento "sonido-luz", basta con dar sólo el
estímulo sonoro para que en el cerebro , precisamente en la zona que
capta la excitación luminosa, se desarrollen los mismos procesos que
surgen cuando se presenta la luz, aunque esta última se incluye sólo
dentro de algunos segundos.
Aquí, es evidente el reflejo anticipatorio de los fenómenos exter-
nos, gracias a que la excitación desde la zona auditiva de la corteza de
los grandes hemisferios se extiende a la zona visual mucho antes de que
allí llegue la luz. En este hecho fisiológico elemental se manifiesta con
precisión extraordinaria la verdadera función del sistema nervioso cen-
tral: asociar las cadenas moleculares, que según la regularidad descrita,
favorecen la anticipación de los acontecimientos próximos. El sustrato
nervioso, de acuerdo con esta regularidad, aparece como el sustrato es-
pecializado en el rápido "encadenamiento químico" de los procesos
moleculares que surgen consecuentemente por acción de los agentes su-
cesivos del mundo externo.
Una de nuestras colaboradoras estudió, con ayuda del registro elec-
troencefalográfico, cómo transcurre la reacción eléctrica del cerebro ante
la tríada estándar de estímulos "sonido-sirena-luz". Luego de utilizar ese
conjunto de estímulos una decena de veces, se pudo observar que la
reacción característica ante la luz -disminución del ritmo alfa en la zona
visual- ocurre incluso cuando se usa en su lugar un timbre, que habi-
tualmente no provoca esa disminución. Esto es la expresión electroen-
cefalográfica de lo que Pavlov llamó "estereotipo dinámico". Sin embar-
go , en el experimento observamos en forma directa los procesos del pro-
pio sustrato nervioso, ya que en el cerebro, luego de la repetición
reiterada de un mismo complejo de estímulos sucesivos, se establecen
cadenas tan estables de contactos neuronales que el estímulo presente
(timbre) no puede superar la inercia de aquéllos y por ello en el punto
del estereotipo correspondiente se desarrolla la reacción a un estímulo
ausente, la luz.
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 175

Se puede demostrar también que va aún más allá esta capacidad del
cerebro de fijar, en nuevos enlaces moleculares, las influencias repetidas
y sucesivas del mundo externo.
Sin embargo, para evitar una interpretación errónea de nuestro pun-
to de vista, conviene detenerse con más detalle en la caracterización de
la similitud y de la diferencia entre estos dos niveles de actividad aso-
ciativa.
La lógica nos ensefia que cuando se confrontan y valoran compara-
tivamente fenómenos complejos (en especial fisiológicos y biológicos),
es importante, ante todo, formular con exactitud el criterio según el
cual se comparan esos fenómenos. El reflejo anticipatorio de la realidad
y el reflejo condicionado representan, indudablemente, fenomenos que
poseen muchos parámetros y por eso la elección correcta del criterio
para la comparación de ambos es una garantía del éxito futuro.
De esta manera, tomamos como parámetro fundamental para la
comparación, el siguiente criterio biológico: las formas y los mecanis-
mos de reflejo, en ambos fenómenos, de los acontecimientos externos
que se desarrollan sucesivamente (ya que la sucesión es la ley universal
del mundo inorgánico).
Como es sabido, el desarrollo de los órganos de los sentidos en los
animales está ligado con la necesidad de una adaptación más perfecta
al mundo externo. Los órganos de los sentidos traducen las energías
externas, diferentes cualitativamente, en un proceso neuroquímico
único , cuyo sentido consiste en que en respuesta a un estímulo aislado
se crea un determinado sistema de reacciones neuroquímicas en los dis-
tintos niveles del sistema nervioso central. Este sistema de reacciones
químicas especializadas está constituido, por lo menos, por millones de
puntos y presenta una determinada arquitectura, a la vez que propor-
ciona una amplia información a todo el organismo en conjunto, no sólo
sobre cómo y cuál excitación se ha producido, sino también acerca de
dónde y cuándo ocurrió.
De esta forma, desde la primera etapa qe contacto entre los diferen-
tes organismos y los factores externos se expresa la enorme diferencia
en el volumen de la información acerca del mundo externo que reciben
incluso de un estímulo aislado. Por eso, de acuerdo con el parámetro
de la complejidad en la distribución de los microfocos de las reacciones
químicas en el cerebro, indudablemente, no pueden compararse con los
efectos químicos de la excitación en el ser vivo ya fonnado pero aún pri-
mitivo. En este último caso, el resultado químico de la excitación se
desencadena de manera elemental en d protoplasma general, y sólo la
especificidad de las valencias químicas y de la catálisis mantienen esta
reacción química en un estado más o menos restringido.
Los perfeccionamientos cuantitativos de la reacción, acumulados his-
tóricamente, llevaron a una nueva cualidad de las funciones adaptativas
176 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

del cerebro. Sin embargo, si comparamos estos fenómenos, es decir, el


reflejo anticipatorio de la realidad en los seres primitivos y el reflejo
condicionado en los animales superiores, de acuerdo con el parámetro
de los reflejos de los fenómenos del mundo externo que se desarrollan
sucesivamente, llegaremos a la conclusión que el mecanismo de forma-
ción del reflejo anticipatorio de la realidad en ambos casos transcurre
exactamente según el esquema que hemos mencionado.
La reunión química de las reacciones que surgen separada, sucesiva
y repetidamente, y la "puesta en marcha" posterior de toda esa cadena
de reacciones desde el primer eslabón: he aquí lo que constituye el pa-
rámetro común para ambos fenómenos adaptativos, tan diferentes' por
su nivel. A su vez, esto constituye la base histórica para el desarrollo de
todos los tipo~de dispositivos señalizadores, es decir la preparación del
organismo ante los acontecimientos futuros.
Las regularidades examinadas hacen aún más convincente que el re-
flejo condicionado, en sus mecanismos fundamentales, biológicos y
neurofisiológicos, representa un caso particular y muy especializado de
la ley universal que apareció en forma de estabilización primitiva de las
cadenas de reacciones químicas en el estadio de los seres vivos pri-
manos.
Hasta el momento, examinamos el reflejo condicionado como for-
ma altamente especializada de la actividad del sistema nervioso, que
proporciona una anticipación extraordinariamente acelerada de los
acontecimientos desarrollados sucesiva y repetidamente en el mundo
externo. Esto constituye la adaptación más alta de los animales superio-
res a las condiciones circundantes.
Pero es posible examinarlo desde otro aspecto filosófico más am-
plio. Hasta Pavlov, en la fisiología de los animales eran conocidas dos
categorías del tiempo: el pasado y el presente. Ambas estaban repre-
sentadas por los correspondientes procesos, que se compaginaban bien
con nuestra comprensión de las reacciones de los animales. Todo lo que
concernía a la tercera categoría del tiempo, el futuro, se refería al com-
portamiento racional del hombre, y fue objeto de una psicología casi
exclusivamente idealista. La adaptación a los acontecimientos futuros,
"la anticipación al futuro", se examinaba únicamente como patrimonio
del hombre y se consideraba el índice de los procesos más altamente
racionales del cerebro.
Al formular la tesis ·acerca del reflejo condicionado como función
"preventiva" de la adaptación del animal a los acontecimientos venide-
ros, I.P. Pavlov introdujo en la fisiología la tercera categoría del tiem-
po, el futuro; desde ese momento, el futuro se convirtió en la vida de
los organismos, en objeto de una investigación científica tan objetiva
como las otras dos categorías del tiempo. El descubrimiento del reflejo
condicionado fue un acontecimiento de enorme significación para la
ESPACIOTEMPORAL DEL MUNDO 177

fisiología, y en ello se encuentra una de las causas del enorme éxito


obtenido en el estudio del comportamiento de los animales de acuerdo
con este punto de vista.
La acumulación de datos y materiales amplió aún más los marcos
del reflejo condicionado, y en la actualidad podemos afrrmar que Pav-
lov descubrió un rasgo cardinal y universal del desarrollo histórico del
m undo animal.
El reflejo condicionado es una.forma especializada de aquel proceso
que, en las cadenas de reacciones químicas elementales del protoplas-
ma primitivo, conservó la vida en las primeras etapas de desarrollo, pro-
ceso que tuvo la forma de reflejo anticipa torio del movimiento espacio-
temporal de la materia en la naturaleza inorgánica y, sobre esta base, de
formación de estructuras estables del organismo.
Se necesitaron miles de millones de años para que esta forma primi-
tiva de reacciones químicas en cadena se fijara y desarrollara en la for-
ma más perfecta de la materia viva: en la sustancia nerviosa.
Sin embargo, a pesar del grandioso camino de esta evolución y de
las importantes transformaciones que sufrieron las formas de anticipa-
ción, su ley fundamental -el reflejo anticipatorio de las series de fe-
nómenos externos que se repiten sucesivamente- se mantuvo en vi-
gencia. Adquirió sólo un aparato especial, el cerebro, cuya sustancia
está altamente especializada en el "encadenamiento químico." de las
influencias sucesivas y repetidas del mundo externo. Esto condicionó
el dominio tan .amplio y perfecto del futuro , que vemos en el compor-
tamiento de los animales superiores y del hombre. Así, el estudio del
aspecto energético del reflejo , es decir, de la transformación de las
energías externas por el organismo (luz, calor, agentes químicos, etc.)
en la información adecuada de que dispone el cerebro sobre las pro-
piedades materiales del mundo externo , constituye, indudablemente,
una de- las tareas inmediatas de la neurofisiología. En la actualidad,
este nudo primario del reflejo puede ser estudiado en un nivel muy
alto, si se emplea el conjunto de conocimientos modernos (la biofísi-
ca, la teoría de la información, la teoría de la codificación, etcétera).
Pero también hay otra forma de reflejo : el reflejo de la estructura
temporal del mundo en las propiedades del organismo, que fue objeto
de discusión en el presente capítulo. Vimos que el leitmotiv de esta
forma de reflejo es el reflejo anticipatorio que da al cerebro, en la eta-
pa superior de desarrollo de los organismos, una infor1nación adecuada
acerca de las series repetidas y sucesivas de fenómenos del mundo exter-
no. Aquí, corresponde seffalar que con base en este tipo de reflejo se
formó y especializó el cerebro como órgano de la actividad psíquica, es
decir, como órgano del reflejo universal del mundo en la actividad men-
tal del hombre.
Lo anterior nos convence de que el reflejo anticipatorio de la reali-
178 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

dad que hemos puesto de manifiesto con una serie de ejemplos es sólo
una de las formas de la capacidad de reflejo de la materia viva.
Después de exponer la argumentación de carácter biológico y filo-
sófico acerca de la presencia del reflejo anticipatorio d_e la realidad, a
lo largo del desarrollo de la vida, debemos definir qué lugar ocupa esta
regularidad en la teoría universal del refelejo formulada por V.l. Leill1!.
Es sabido que esta teoría da una explicación materialista a todos los
procesos del organismo, especiahnente a su actividad psíquica, de acuer-
do con las influencias materiales primarias del mundo externo sobre el
organismo.
En el sentido no seo lógico , la teoría leninista del reflejo es la base
para la comprensión de la determinación material de la psiquis del
hombre, 10 que constituye el rasgo filosófico más importante de esta
. teoría. Ante todo, afrrma la existencia objetiva del mundo y su reflejo
igualmente objetivo y sujeto a ley en la actividad psíquica del hombre.
Este reflejo es adecuado y por tanto constituye el hecho fidedigno ini-
cial para el conocimiento del mundo, por parte de la actividad pensan-
te del hombre.
La teoría del reflejo de V.1. Lenin, al dar la base filosófica general,
abre amplísimas posibilidades para la investigación de las diferentes
formas de la actividad refleja, de sus mecanismos fisiológicos concre-
tos. Por ejemplo, ahora se pueden señalar por lo menos varias formas
de actividad refleja, ligadas precisamente con la estructura temporal
del movimiento de la materia en el mundo inorgánico, que deben ser
objeto de minucioso estudio.
La teoría marxista-leninista del reflejo puede ser el punto de partida
para la investigación profunda de todos los niveles de la actividad refle-
ja, desde los organismos inferiores hasta las fomras superiores de la acti-
vidad psíquica del hombre.
El presente capítulo representa sólo un modesto intento de descu-
brir las raíces históricas de una de. las formas de la actividad refleja: el
reflejo condicionado y el enlace temporal.

,
ENSAyO DE REESTR,UCTURACION DE LA
TEORIA REFLEXOLOGICA DE DESCARTES

No es necesario señalar que la teoría reflexológica tiene una gran


importancia metodológica para la fisiología de la actividad nerviosa su-
perior. Hacer un análisis filosófico de la teoría del reflejo de Descartes
-llamada "clásica" - significa no sólo definir la actitud hacia ella, sino
también plantear nuevos problemas de investigación, establecer la línea
principal del trabajo cotidiano del fisiólogo investigador. Durante mucho
tiempo obtuvimos resultados experimentales que no coincidían con las
TEORíA REFLEXOLÓGICA 179

tesÍs generales de la teoría retlexológica de Descartes y que por ello nos


obligaron a fonnular nociones más adecuadas y efectivas acerca de la
actividad nerviosa de los animales y del hombre. Ya el mismo J.P. Pav-
lov calificó muchos años atrás a la teoría reflexológica clásica , como
"primitiva" .
Sin embargo, en la fisiología del sistema nervioso no hubo ni un
solo intento serio orientado a eliminar sus insuficiencias y a construir
una concepción más perfecta de la actividad del sistema nervioso cen-
tral del organismo íntegro .
Cabe señalar, además, que aquí no se consideran las aisladas inter-
venciones críticas contra la teoría de Descartes por parte de los psicó-
logos, ya que éstas no tenían por objetivo el desarrollo y perfecciona-
miento de las bases de dicha teoría como teoría del detenninismo
materialista, o sea, lo que I.P. Pavlov valoró especialmente en ella. Por
el contrario, la crítica realizada por los psicólogos condujo a la nega-
ción de ese detenninismo y a su sustitución por las nociones acerca de
la "equipotencialidad" de la sustancia cerebral o su "disolución" en la
psicología subjetivista, es decir, idealista (Lashley y otros). En este
sentido, el mismo Pavlov dio ya una "respuesta de un fisiólogo a los
psicólogos" .
Antes de pasar al análisis de la teoría reflexológica de Descartes,
debemos mencionar un import~nte punto concerniente a la teoría re-
flexológica de Pavlov. En los últimos años, en muchas publicaciones
dedicadas al análisis de la doctrina pavloviana del reflejo condicionado,
aparece una "teoría reflexológica de Pavlov" que, a nuestro juicio, no
corresponde, por la interpretación general que se da de ella, a la aporta-
ción con que Pavlov enriqueció esta teoría y que constituye el funda-
mento de la nueva orientación en la fisiología contemporánea del sis-
tema nervioso .
Como caracterización completa de la teoría reflexológica de Pavloy,
algunos autores enumeran los tres principios metodológicos que pre-
sentó en su famosa respuesta al psicólogo Lashley. Estos principios son
ampliamente conocidos: el principio del detenninismo; el principio de
la unidad de la dinámica y la estructura, y el principio' de la unidad del
análisis y la síntesis. Muy frecuentemente, la caracterización de la "teo-
ría reflexológica de Pavlov" se limita al análisis de estos tres principios.
Pero, ¿acaso reflejan el verdadero sentido de los logros científicos
de I.P. Pavlov, su influencia revolucionaria en el pensamiento fisiológi-
co acerca de la teoría reflexológica de Descartes?
Al parecer, tal limitación ,en la caracterización del papel de Pavlov,
en el desarrollo de la teoría reflexológica, empobrece en fonna extra-
ordinaria el sentido científico de la doctrina pavloviana acerca de los
reflejos condicionados y reduce todo su valor a la fonnulación de tesis
generalmente aceptada, obligatorias para cualquier materialista dialéc-
180 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO
¡
tico, independientemente de que estudie la actividad refleja o la división
celular. En realidad, no podemos considerar que estos tres principios
conformen lo original de la doctrina sobre los reflejos condicionados
que constituye su esencia.
Prácticamente cualquier investigador materialista, en particular aquel
que ·se basa-·en las posiciones del materialismo dialéctico, acepta y ex-
presa en la misma forma su relación hacia los procesos nerviosos reflejos
del organismo. ¿Acaso Engels examinó de otra manera el desarrollo de
los procesos nerviosos?, ¿acaso cualquier otro investigador materialista
que trabajó mucho antes que Pavlov no aceptaba íntegramente estos
tres principios como rectores en la comprensión de los procesos rnate-
riales de la naturaleza viva en general?
Lógicamente, debemos subrayar siempre el hecho importantísimo
de que Pavlov, habiéndose formado como investigador en la época delas
búsquedas revolucionarias de la inteligencia rusa progresista, se convir-
tiera en un verdadero materialista e incluso en materialista dialéctico .
Pero de cualquier forma, afinnar que precisamente los tres principios
señalados diferencian la teoría reflexológica pavloviana de la teoría re-
flexológica clásica de Descartes significaría empobrecer mucho el sentido
científico y la significación de todos los descubrimientos realizados por
Pavlov en esta área. Por ello, debemos señalar lo que no representa .una
aport~ción al simple enfoque materiali~ta. La aportación de Pavlov a la
teoría reflexológica clásica es el punto de partida para reestructurar
la teoría reflexológica de Descartes.
¿Cuál fue la aportación de LP. Pavlov a la teoría reflexológica, en
términos de funcionamiento fisiológico? Como es sabido, se llamó reflejo
al acto reflector en el cual el proceso nervioso realiza un camino doble:
desde el receptor al sistema nervi<~so central y del sistema nervioso cen-
tral a los órganos efectores. Precisamente esta vía , a consecuencia de su
parecido con un arco fue llamada "arco reflejo " y esta denominación se
fijó ella durante 300 años en la historia de la fisiología; este esquema
constituye la base de la teoría reflexológica de Descartes.
En consecuencia, la ll(Ll]1ada teoría clásica del reflejo es ante todo
la teoría sobre una arquitectura _del funcionamiento fisiológico por
completo definida.; que prevé un camino determmado de difusión de la
excitación nerviosa que termina con la formación de la respuesta del
animal. Esta parte arquitectónica constituye la esencia lógica de la teo-
ría del reflejo de Descartes.
Cuando Descartes fonnuló por primera vez sus ideas acerca de este
principio fisiológico arquitectónico, ejerció una influencia revolucionaria
excepcional sobre el curso de las investigaciones de diferentes actos con-
ductuales de los animales y del hombre. Y esto es comprensible; en lugar
de las causas del comportamiento , comprendidas escolásticamente, en
lugar de las fuerzas espontáneas y de los principios " espirituales" de
TEORíA REFLEXOLÓGICA 181

todo tipo"; Descartes, en forma precisa, planteó la cuestión en termmos


del estímulo material inicial de c~alquier comportamiento. Gracias a
esta materialización y determinación del comportamiento, Descartes
corrió el peligro de compartir la suerte de J. Bruno y debió ocultarse
por largo tiempo de las persecuciones de los eclesiásticos. Justamente
este aspecto de la teoría de Descartes sobre el reflejo interesó de manera
especial a Pavlov y muchas veces dijo que la introducción del concepto
de estímulo material sirvió de origen para el desarrollo del detenninismo
fisiológico en el estudio de los actos complejos de la conducta. Basta
con sefialar que durante algo más de 300 años y hasta el momento pre-
sente, esta idea orientó el pensamiento en la evaluación de la ley funda-
mental de la existencia de los animales, o sea, de la ley de la respuesta
refleja a las influencias externas.
De ninguna manera debemos negar la enorme significación que tuvo
la teoría del reflejo de Descartes para el desarrollo de la fisiología. Sobre
este tema ya hemos hablado en forma completa en el libro De Descartes
a Pav/ov, donde caracterizamos en detalle todas las etapas históricas del
desarrollo de esta idea. Simultáneamente, como mostraron los mismos
descubrimientos de I.P. Pavlov y también los riquísimos materiales cien-
tíficos de los últimos años, esta teoría no puede permanecer en su
forma "primitiva".
¿Qué es lo que apOltó Pavlov al arco trimembre del reflejo? ¿Qué
cambió en la arquitectura fisiológica básica del acto reflejo como resul-
tado de los últimos logros de la neurofisiología?
Pavlov aportó al esquema cartesiano "primitivo" dos complementa-
ciones esenciales: descubrió en el reflejo su significación de señal y
superó la limitación de la teoría cartesiana con la introducción del
factor re forzamiento como continuación natural del acto reflejo en el
aspecto de sus resultados.
Esta complementación de enorme importancia fundamentó la gloria
legítima de I.P. Pavlov y constituye la esencia de los rasgos diferencia-
dores de la teoría reflexológica pavloviana, únicos que'pudieron crear la
base para el desarrollo de una escuela científica original. Tal compren-
sión de la teoría conserva. por entero la significación científica original
de todos sus grandiosos descubrimientos en el área de la fisiología del
cerebro.
La importancia de este hecho será más evidente después de que rea-
licemos la evaluación f110sófica dialéctico-materialista de la teoría refle-
xológica cartesiana.
Siempre nos pareció extrafio que algunos autores, para demostrar su
fidelidad a la teoría del reflejo cartesiana, la declararan casi el principio
universal del materialismo dialéctico. Esto representa una palmaria exa-
geración de su significado filosófico y, lo que es especialmente impor-
tante, se refuerzan con ello las insuficiencias de la teoría, que ya en el
182 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

mismo Descartes dieron su resultado filosófico negativo relativamente


en poco tiempo.
Tratemos de comprender más profundamente la esencia filosófica
de la teoría del reflejo de Descartes y su significación en la ciencia del
cerebro, a través de su principio de trabajo llamado "arco reflejo".
El concepto de "discontinuidad" no significa en absoluto la (leL;ü-
ción del desarrollo de la materia, el aislamiento absolu to de cualquiera
de sus fragmentos del movimiento sucesivo espacio temporal de la ma-
teria, de la interdependencia universal de los fenómenos del mundo
material.
Al hablar del desarrollo de la materia en relación con el análisis del
método dialéctico de Hegel, V.1. Lenin escribe:

Con el "principio del desarrollo" en el siglo XX (ya fmales del siglo XIX)
"están todos. de acuerdo". Sí, pero este "acuerdo" superficial, irreflexivo, ca-
sual, filisteo, es un acuerdo del tipo de los que ahogan y vulgarizan la verdad. Si
todo se desarrolla, quiere decir que todo pasa de una cosa a otra, ya que el desa-
rrollo no es, a ciencia cierta, un simple crecimiento general y eterno, el aumen- l'
to (y respectivamente, la disminución), etc. Si esto es así, entonces, en primer
lugar, hay que comprender más exactamente la evolución como origen y des-
trucción de todo, como pasajes mutuos. Yen segundo lugar, si todo se desarro-
lla, ¿se refiere esto a los conceptos y categorías generales del pensaDÚento? Si
no significa que el pensamiento no está ligado con el ser. Si sí, signífca que
existe la dialéctica de los conceptos y la dialéctica del conocimiento que tiene
una significación objetiva (Lenin, pág. 229).

Lógicamente, para investigar cualquier fenómeno de la naturaleza,


con frecuencia lo aislamos para mayor comodidad del estudio. Enton-
ces, el fenómeno aparece como "sustraído" del movimiento universal
de la materia. Sin embargo, esto es sólo un procedimiento técnico admi-
sible en el trabajo de investigación y, por supuesto, no es equivalente al
reconocimiento de la existencia real del fenómeno como algo aislado.
Cabe señalar que si para su estudio se aísla el fenómeno del movi-
miento ininterrumpido de la materia, nos desviaríamos de manera muy
grave de los principios del materialismo dialéctico si, en el proceso de
investigación, no ampliáramos constantemen'te nuestra perspectiva y no
abarcáramos las relaciones de causa-efecto del fenómeno estudiado con
las etapas anteriores y posteriores del movimiento de la materia.
V.1. Lenin expresó muy bien esta peculiaridad del proceso cognos-
citivo en su réplica a la caracterización hegeliana del pensamiento. UNo
podemos representar, expresar, medir, reflejar el movimiento sin inte-
rrumpir lo ininterrumpido, sin simplificar. .. , dividir, matar lo vivo"
(Lenin, pág. 233).
Esta peculiaridad esencial del movimiento ininterrumpido de la
materia es en especial importante cuando, en el proceso de investiga-
TEORíA REFLEXOLÓGICA 183

Clan, se rompe la culminación lógica de alguna etapa en las transfor-


maciones espaciotemporales de la naturaleza viva.
En este caso se trat~, precisamente, de las particularidades de la
acción recíproca de la materia viva con el mundo circundante que carac-
terizarnos como relación selectiva de los organismos vivos hacia los
factores "esenciales" y "no esenciales". El criterio de esencialidad es la
conservación de la vida, el fortalecimiento de su desarrollo progresivo.
La particularidad descrita, de la relación de los organismos vivos
hacia las condiciones circundantes, crea también una fonna especial de
continuidad del movimiento de la materia: la de la tenninación fásica
de un factor dado del mundo circundante cuando cumple su propósito
en los ciclos metabólico-vitales del organismo. Tal conclusión de etapas
aisladas en el movimiento ininterrumpido de la materia no provocan,
naturalmente, una ruptura en esta continuidad, pero sí una configura-
ción cualitativa de las etapas aisladas del movimiento de la materia viva
que tienen una arquitectura lógica acabada, con base en la satisfacción
de determinada necesidad.
En la vida de los organismos ya constituidos, especialmente de los
superiores, los actos conductuales aislados constituyen sin duda estos
"nudos" en el proceso ininterrumpido de adaptación. Tanto los actos
conductuales como sus fragmentos pueden ser aislados temporalmente
con fines de su estudio . Sin embargo, una parte del acto conductual no
puede quedar separada para siempre del curso ininterrumpido de trans-
formaciones de la materia viva.
Se puede ilustrar esta idea con un ejemplo complejo. Un hombre
está sentado a la mesa y trabaja. Pero he aquí que de pronto experimenta
sed , una sensación suficientemente fuerte como para interrumpir el tra-
bajo. Se levanta, va a la cocina, busca allí agua, llena un vaso, se lo lleva
a la boca, bebe el agua y siente la satisfacción de la sed. Claro que desde
el punto de vista de' la continuidad general del movimiento de la materia
se realizó una enorme cadena de fenómenos externos y de sensaciones
que precedieron a la aparición de la sensación de sed. De igual fonna,
después de experimentar la satisfacción de la necesidad siguen cadenas
enteras de actos conductuales.
En principio, en la vida del hombre no es posible encontrar una
"pausa en la continuidad". Sin embargo, si aislamos la etapa que se ini-
cia con la aparición de la sed y termina con la sensación de su extin-
ción, obtendremos, del curso general e ininterrumpido de los actos
conductuales del hombre, una etapa completamente detenninada que
tiene una arquitectura lógicamente terminada.
Imaginemos ahora que, comenzando en el momento en que surge la
sed, tomamos sólo aquella cadena de actos conductuales que tennina en
el momento en que el hombre toma el vaso. De acuerdo con el esquema
del reflejo ya tenemos aquí una acción refleja: la toma del vaso. Pero
184 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

desde el punto de vista de la terminación de la etapa determinada del


comportamiento, rompemos lo ininterrumpido en un punto tal que hace
especialmente difícil la comprensión del acto conductual íntegro.
La "ruptura de la continuidad '\ la ruptura de etapas acabadas en el
movimiento de la materia viva, puede ser admitida como procedimiento
temporal de investigación. Sin embargo, desde el punto de vista del ma-
terialismo dialéctico no se puede admitir esta "ruptura de la continui-
dad", o que la reducción de las investigaciones espaciotemporales se
legalice como principio rector y se convierta en la base de la investiga-
ción científica de la naturaleza.
Históricamente -es lo que ocurrió con la teoría del reflejo de Descar-
tes y lo que constituye su "talón de Aquiles".
Más adelante fundamentaremos más detalladamente el aspecto fác-
tico de esta tesis.
Las nociones de Descartes acerca del acto reflejo, muy progresistas
para su tiempo, elevan el estímulo para la acción y el movimiento "en
forma de arco" del nivel de procesos simples que ocurren en el sistema
nervioso al rango de factores materiales decisivos en el desarrollo del
comportamiento de los animales y del hombre. Esto es inmortal y siem-
pre estará ligado con el nombre de Descartes.
Sin embargo, Descartes cometió un error que jugó un enorme papel
tanto en su propia actividad como en el trabajo de toda una serie de
generaciones de fisiólogos. Al analizar el movimiento en arco de los pro-
cesos, llevó este análisis hasta la acción de respuesta y se detuvo allí;
como es sabido, la idea de reflejo llegó en esta forma hasta nosotros. Pero
en realidad en ello no termina nunca ningún acto de respuesta de los
animales y del hombre, sino que siempre pasa, de una manera natural,
a la evaluación, por el sistema nervioso, de los resultados que fueron
o btenidos en caso de realización de la acción dada.
Aquí se efectuó esa crítica "ruptura de la continuidad" que, por
muchos años, ob~taculizó la investigación materialista del comporta-
miento integral. Este reúne todos los momentos de la actividad en un
sistema cíclico único terminado, y la acción de respuesta nunca puede
ocurrir si no hay una información inmediata acerca de los resultados de
esta acción, es decir, sobre su suficiencia o insuficiencia adaptativa para
el animal. Ningún comportamiento coordinado de los animales superio-
res sería posible si de cada etapa de los actos complejos no llegara in-
formación acerca de si son realizados de acuerdo con el propósito
inicial.
Por ejemplo, a alguien le hace falta un lápiz y tiende la mano para
tomarlo. Están a la vista todos los elementos del "arco reflejo" de Des-
cartes: hubo un estímulo, la visión del lápiz; esta excitación visual se
trasmitió a las vías efectoras, lo que provocó la correspondiente con-
tracción de los músculos: la mano se acercó al lápiz. De acuerdo con la
TEORíA REFLEXOLÓGICA 185

teoría clásica del reflejo el arco reflejo terminó con la acción, es decir,
se formó el "arco reflejo". Sin embargo, el sistema nervioso central
debe recibir información sobre el hecho de que su mano rozó el lápiz
y tomó precisamente ese objeto. En realidad pudo, al darse vuelta por
un instante, tomar por error otro objeto. Habitualmente usted corrige
de inmediato ese error. Sin embargo, la teoría del reflejo clásica no
nos da fundamentos para comprender este momento. Dicha teoría
dejó de lado, desde su comienzo, el problema de qué ocurre al final de
la acción misma, por cuanto arrancó artificialmente el concepto de
"arco" de la serie de fenómenos fisiológicos que se desarrollan sucesi-
vamente, cíclicamente ininterrumpidos.
Entre tanto, el momento terminal de la acción lo constituye el con-
tacto de la mano con el lápiz y la obtención de una suma de excitacio-
nes peculiares que en conjunto definen todos los parámetros de este
objeto (temperatura, peso, forma, etc.). A ello se debe agregar tam-
bién la excitación visual en forma de acercamiento de la mano al lápiz.
Vemos que en este punto del comportamiento integral se produce la
unión entre lo que tuvo y lo que tendrá lugar, ya que al final de la ac-
ción se dirige al sistema nervioso central todo un torrente de excita-
ciones aferentes diversas desde las distintas áreas receptoras. Precisa-
mente con la llegada al sistema nervioso central de esta integral com-
pleja de impulsos aferentes de los resultados de la acción dada y con su
comparaci~n con las intenciones fundamentales referidas al cumpli-
miento de esa acción, termina la reacción refleja.
Hace ya tiempo que nos planteamos la pregunta: ¿es necesaria esta
señalización aferente acerca de los resultados de la acción para el com-
portamiento posterior del animal, y, si es así, en qué medida? Los
experimentos mostraron que la recepción de esta aferentación, que
hemos llamado "en retorno" o "aferentación sancionante", es abso-
lutamente indispensable para dar por fmalizado el acto conductual
dado o, por el contrario, para comenzar otro con mejores resultados:
Al llevar el reflejo sólo hasta la acción, Descartes no pudo enca-
rar el problema referido a que los actos reflejos del animal son siem-
pre útiles, adecuados; al haber interrumpido el desarrollo del pro-
ceso integral y haber perdido de esta forma el aparato material del
carácter adecuado y benéfico de la conducta, estuvo obligado a rea-
lizar, para explicarlo, toda una serie de suposiciones, como la exis-
tencia de la "razón superior" y otros factores no materiales. De esta
forma, al comenzar con el concepto materialista de estímulo, no pudo
explicar las acciones de respuesta, siempre adecuadas, del animal, y
este hecho lo convirtió en dualista.
Nos enfrentamos con este problema por primera vez en 1932, du-
rante el estudio de las adaptaciones compensatorias del animal ante una
u otra alteración de sus funciones.
186 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

Al realizar diferentes operaciones de entrecruzamiento de los


troncos nerviosos, chocamos con el hecho de que no siempre la fun-
ción alterada puede restablecerse inmediatamente. Antes de restable-
cer por completo cualquier función, el animal debe realizar unas cuan-
tas veces diferentes movimientos hasta que alguno de ellos resulte ade-
cuado y éste es el que se refuerza. Lógicamente, no pudimos dejar . ::!~ .
pensar en el mecanismo fisológico que dirige la selección de estos movi-
mientos, y luego de una serie de experimentos observamos que de cada
etapa de establecimiento de la función alterada llegan al sistema nervio-
so central corrientes de excitaciones aferentes en retorno que señali-
zan los resultados de la acción realizada. Y sólo después de que esta afe-
rentación en retorno resulta suficiente y adecuada al objetivo estable-
cido para el movimiento en cuestión, esa etapa del comportamiento
termina y el animal pasa a la siguiente.
De esta forma, mostramos que el "arco reflejo" no termina con la
acción, sino que los resultados de ésta excitan una estructura de inte-
gración de impulsos aferentes determinada. Estas influencias aferentes
en retorno se dirigen al sistema nervioso central y lo informan acerca
de la suficiencia o insuficiencia del acto realizado.
Ahora, resulta claro por qué a lo largo de 300 años este hecho, apa-
rentemente simple -la información sobre los resultados de la acción-
no fue elaborado de manera especial y no influyó en la noción que los
fisiólogos de aquel tiempo tenían acerca de la arquitectura general del
reflejo. Se trata de que los fisiólogos de los siglos XVIII y X IX, inspi-
rados por la posibilidad de dividir el sistema nervioso en detalles y arcos
reflejos aislados, dirigieron casi toda su atención a experimentos riesgo-
sos, como la vivisección. Pero precisamente en estas condiciones, bajo
la acción de la anestesia y en la mesa de operaciones, el animal nunca
necesita la aferentación en retorno, es decir, la evaluación del acto
realizado. Por eso la técnica de la vivisección distrajo la atención de los
investigadores del problema de elaborar la continuación del reflejo clá-
sico en el aspecto de la aferentación en retorno sobre los resultados de
la acción.
La teoría reflexológica de Descartes rompió el grupo natural de fe-
nómenos que se desarrollan sucesivamente e hizo del fragmento aislado
de este complejo cíclico integral, en la forma de Harca reflejo'~, el ob-
jeto de un postulado teórico de principio. Aisló la acción de sus resulta-
dos y rompiendo el complejo de acciones único, lógicamente acabado,
ocultó por todo un siglo a la mirada de los investigadores el mecanis-
mo material del comportamiento adecuado del animal. Con ello, la pro-
blemática de este comportamiento, especialmente del innato, fue en-
tregada por largos años al idealismo y al vitalismo.
Surge una pregunta natural: ¿cómo examinó el mismo l.P. Pav-
lov, al utilizar el experimento crónico para el estudio del comporta-
TEORíA REFLEXOLÓGICA 187

miento del animal, el "primitivo" arco reflejo? Nos encontramos


aquí con la dolorosa circunstancia de que, a pesar de todos los enor-
mes y originales logros de la escuela de Pavlov, se fortaleció injustifi-
cadamente en la fisiología de la actividad nerviosa superior la posi-
ción de la teoría clásica, es decir cartesiana, del reflejo.
Por la importancia especial de este momento en la vida de nues-
tra escuela nos detendremos detalladamente en él. Durante la dis-
cusión de la insuficiencia de la teoría del reflejo de Descartes tuvi-
mos oportunidad de escuchar más de una vez objeciones de este
tipo: "así nadie -piensa ahora", "Pavlov hace tiempo que renegó de
ella", etc. En una palabra, se crea la impresión de que ya no hay "arco
reflejo", como tampoco existen más todas las interpretaciones de la
actividad nerviosa que sobre él se construyeron. En realidad, la situa-
ción es completamente diferente para t oda persona que trabaja en el
área de las ciencias fisiológicas. El "arco reflejo", hasta el momento, sir-
ve tanto de base a todo trabajo pedagógico en el área de la fisiología
en los institutos médicos y biológicos, como de fundamento para todas
las nociones generales acerca de la actividad nerviosa en los laboratorios
de fisiología. No podemos decir que esto sea incorrecto. Esta es una eta-
pa indispensable para el estudio de las particularidades reactivas del sis-
tema nervioso en las condiciones del experimento extremo (vivisec-
ción). Pero el concepto de "arco reflejo" es insuficiente cuando pasa-
mos al estudio del fundamento fisiológico de los actos de la conducta.
En relación con esto, es importante citar el punto de vista del mismo
lP. Pavlov. Al comenzar sus conferencias sistemáticas sobre la fisiolo-
gía de la actividad nerviosa superior, Pav10v dijo lo siguiente en rela-
. ció n con su actitud hacia la teoría del reflejo de Descartes:

Para nosotros el concepto fundamental de partida es el concepto carte-


siano, el concepto de reflejo; él es del todo científico ya que el fenómeno que
designa está estrictamente determinado. Esto significa que a uno u otro dispo-
sitivo receptor nervioso llega uno u otro agente del mundo externo o interno
del organismo. Este choque se transforma en un proceso nervioso, en el fenó-
meno de la excitación nerviosa. La excitación, por las fibras nerviosas, llega al
sistema nervioso central y de allí, gracias a los enlaces establecidos es trasla-
dada por otros conductores al órgano de trabajo, transformándose a su ve,!- en
el proceso específico de las células de este órgano. De esta manera, lIno u
otro agente se liga regularmente con una u otra actividad del organismo como
la causa con el efecto (pavlov, 1947, tomo 4, pág. 22).

En esta cita se muestra con claridad que en la base de sus nociones


sobre la esencia de la adaptación del animal al mundo externo, I.P.
Pavlov puso la idea del reflejo en su expresión clásica, por cuanto en
su formulación están los tres eslabones y el reflejo mismo termina con
la acción.
188 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

Entonces, se responde a la pregunta anterior. Como señalamos al


introducir el factor del reforzamiento como condición obligatoria en
la elaboración del reflejo condicionado, Pavlov, indudablemente, su-
peró la limitación del esquema cartesiano. Esto constituye lo nuevo y
original que se encuentra en la base de la doctrina sobre la actividad ner-
viosa superior. Sin embargo, Pavlov no formuló esta indudable amplia-
ción del esquema cartesiano del reflejo como superación de una impor-
tante insuficiencia, sino que la examinó como "agregado" que está
fuera de los límites de aquel "arco reflejo".
Como respuesta a Lashley, escribió:

La teoría de los reflejos condicionados confIrmó indiscutiblemente en la


fisiología el hecho del enlace temporal de todas las posibles (y no sólo de de-
terminadas) excitaciones, tanto externas como internas, con determinadas uni-
dades de la actividad del organismo; es decir, junto con la realización de los
procesos nerviosos en la estancia central superior, se constat ó exactamente
también su puesta en contacto y su interrupción. Este agregado no produjo,
lógicamente, ninguna modificación esencial en el concepto de reflejo (1949,
tomo 3, libro 2, pág. 170).3

Así, podemos ahora concluir que, habiendo descubierto las leyes de


formación de los reflejos condicionados en el animal en condiciones na-
turales, leyes que superan claramente las limitaciones del esquema carte-
siano ("arco reflejo"), Pavlov trató de cualquier manera de incluir este
descubrimiento en los marcos de la teoría clásica del reflejo.
Esto determinó la paradójica situación de esta teoría sobre la activi-
dad nerviosa superior en la ciencia. Del descubrimiento del reflejo con-
dicionado se desprendía que la teoría ya no podía existir más en la for-
ma tradicional; sin embargo, oficialmente se le consideraba como la base
de toda la doctrina sobre la actividad nerviosa superior.
La consecuencia directa de la combinación de tales tendencias con-
tradictorias fue que los reflejos condicionado e incondicionado se exa-
minan hasta ahora como dos arcos aislados y desconectados, y la elabo-
ración del reflejo condicionado también como asociación de reflejos
desconectados entre sí.
Como resultado d~ esta situación, el acto conductual ininterrumpido
que se desarrolla cíclicamente, se inicia con el estímulo condicionado
y termina, en calidad de aferentación en retorno, con .la recepción de
alimento, por ejemplo, se examinó prácticamente como un complejo
de varios arcos reflejos aislados.
Ya vimos que, en el caso dado, se trata de la aferentación en retorno
con cuya llegada al sistema nervioso central termina indefectiblemente

3 Las curSIvas son del autor.


TEORíA REFLEXOLÓGICA 189

cada acto conductual; precisamente después de esta conclusión, el ani-


mal puede pasar a la siguiente etapa de su comportamiento.
En este caso, el estímulo incondicionado en forma de acción de la
sustancia alimenticia (reforzamiento r se convierte en la fuente de dos
influencias; por una parte, esta excit ación se dirige a los aparatos de
comparación que concluyen el acto condicionado ; por otra, va a los
centros alimenticios sub corticales que comienzan el proceso de digestión
necesario. Este hecho nos da bases para considerar que también aquí
la unidad de la actividad integrativa de todo el organismo es la formación
cíclica en la cual el reflejo está inserto sólo como un fragmento en una
unidad central más importante.
Durante la comparación de ios datos obtenidos en el estudio del
comportamiento de perros, aves y otros animales, vimos permanente-
mente que la aferentación en retorno sobre los resultados de la acción
es el eslabón constitutivo indispensable de cualquier acto adaptativo. Sin
embargo, ya en los primeros pasos de nuestras investigaciones surgió
inevitablemente la cuestión siguiente: ¿cuál es el "destinatario" que
recibe la aferentación en retorno desde la periferia al fmal de la acción
refleja? ¿Qué aparato la recibe en el sistema nervioso central, dónde y
cómo tiene lugar la evaluación de esta aferentación en retorno y su
comparación con lo que estaba predestinado a hacerse antes de que
empezara la formación de la acción misma?
En este punto fundamental, se cierra toda la cadena de hechos que
comienzan con el reflejo anticipatorio de la secuencia de fenómenos ex-
ternos en los seres vivos primitivos, y termina con la acción orientada
a un objetivo, llamada voluntaria, de los animales superiores y del hom-
bre. En una serie de experimentos se confirmó nuevamente la idea de
la amplitud que tiene el reflejo anticipa torio de la realidad. Se mostró
que en el comienzo de la acción de diferentes estímulos condicionados,
la excitación que de ellos parte se difunde por todas las huellas aferentes
que quedaron de las anteriores repeticiones del estímulo dado y de
aquellas excitaciones aferentes (siempre múltiples) que constituyeron
la consecuencia de los resultados obtenidos. Hasta los más pequeños
indicios aferentes de los resultados anteriores de la acción dada se re-
construyen inmediatamente en respuesta al estímulo condicionado y
antes de que se forme y termine la acción refleja misma; ya por adelan-
tado, se constituye el aparato aferente de evaluación de los posibles
resultados de la acción futura. Llamamos a este aparato aferente "acep-
tor de la acción"; esto significa que es un aparato que capta la aferenta-
ción en retorno y la compara con lo que constituyó el objetivo de la
acción dada y, de acuerdo con el resultado de esta comparación, puede
comenzar la fonnación de una nueva acción de respuesta, más exacta.
Este aparato aferente debe reflejar los más menudos índices (pará-
metros) del resultado que se obtuvo cuando se llevó a cabo la acción.
190 CAP . 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

¿Qué es el "resultado" en su manifestación aferente? Se puede


mostrar en un ejemplo simple la amplitud y el carácter dinámico de esta
formación nerviosa.
Designamos al estímulo alimenticio dado en las condiciones experi-
mentales habituales, por ejemplo pan o carne, con el concepto de "estí-
mulo incondicionado". Basta, sin embargo, con examinar t"~te ;;~ lü.iüio
incondicionado de acuerdo con los resultados de las investigaciones
electroencefalográficas finas para que ante nosotros se abra el admirable
mundo de los micro procesos que determinan en última instancia toda la
variabilidad en el comportamiento de los animales y del hombre.
En realidad, la acción del estímulo incondicionado se forma de la
acción excitante de toda una serie de parámetros específicos que le son
propios: táctil, de temperatura, químico, etc. Cada una de estas propie-
dades del estímulo incondicionado tiene su receptor, su umbral de exi-
tación, una velocidad y una vía de difusión y, fmalmente, una localiza-
ción diferente en la corteza de los grandes hemisferios. De esta manera,
el estímulo incondicionado es para el cerebro todo un "dibujo" de exci-
taciones aferentes, ubicadas en distintos puntos del cerebro, asociadas
orgánicamente por el estímulo incondicionado. Este sistema cortical de
excitaciones constituye, en un sentido auténtico, el "reflejo" de las cua-
lidades d~l estímulo incondicionado dado que lo diferencian de otro.
Pero tomamos sólo una acción del estímulo incondicionado, su ac-
ción directa sobre la superficie de la lengua. Si a ello se agrega la acción
de sus cualidades "condicionalmente naturales" y muchas otras que
acompañan a la acción directa, deberemos representamos una localiza-
ción muy ramificada en los distintos puntos de la corteza y la sub corteza
del sistema de excitaciones que constituirá en conjunto el resultado
aferente de la acción, es decir, la aferentación en retomo en caso de
reforzamiento real.
El análisis del comportamiento humano, como del comportamiento
libre de los animales, nos convenció de que el aceptor de la acción es el
aparato universal que compara lo prescrito con lo que se ha obtenido; se
constituye con base en el reflejo anticipatorio de la realidad, gracias a la
rápida difusión de las excitaciones por los complejísimos y ]argos siste-
mas neuronales que se formaron en la experiencia anterior y que están
relacionados con la situación presente y con las excitaciones disparado-
ras (o de puesta en marcha).
Hay que tener en cuenta que este amplio sistema de excitaciones,
representado por distintos fragmentos de diferentes analizadores, no po-
dría haberse convertido en una totalidad funcional única si todos sus
componentes no estuvieran unidos en forma dinámica por una fuente
energética única.
Durante mucho tiempo buscamos la organización nerviosa que pu-
diera "cementar" estos múltiples eslabones; sin embargo, sólo los últi-
TEORíA REFLEXOLÓGICA 191

mos logros de la neurofIsiología general y más precisamente el descubri-


miento de la acción activadora ascendente sobre la corteza cerebral por
parte de la formación reticular, completó el vaCÍo que sentimos durante
la elaboración de nuestra concepción (Anojin, 1955, pág. 16).
Como mostraron nuestras investigaciones, y contrariamente a la
concepción de la "activación inespecífIca", los aparatos sub corticales
producen una activación energética selectiva de las células corticales, de-
terminando con ello su reunión en grandes formaciones integrativas que
siempre tienen un sentido funcional, por ejemplo, el aceptor de la acción
(Anojin, 1960-1961).
Así, la forma "primitiva" del reflejo, en realidad no puede actual-
mente satisfacernos, por lo que debemos ampliarla, introduciendo en
ella los mecanismos especiales que se forman en el sustrato nervioso gra-
cias a las influencias sucesivas y repetidas sobre el sistema nervioso del
animal y que se anticipan a estas influencias en la etapa de fIjación de la
experiencia adquirida. .
En conjunto, introdujimos en la arquitectura fIsiológica terminal
del reflejo condicionado varios componentes nuevos que completaron
la comprensión del reflejo condicionado como unidad universal del
~omportamiento de los animales y del hombre. Por ello, introdujimos
el concepto de síntesis aferente, de aferentación en retorno y del acep-
tor de la acción ; todos ellos son partes componentes orgánicas no sólo
del reflejo condicionado, sino de cualquier acto conductual íntegro,
en particular del comportamiento orientado a un objetivo.
Anteriormente analizamos el papel de la aferentación en retorno
y del aceptor de la acción como aparatos de evaluación de la acción ya
realizada. Queda solamente por señalar el papel fIsiológico y la compo-
sición del estadio que llamamos de la sínt esis aferente.
De acuerdo con nuestras ideas habituales, sugeridas por el concepto
de "arco reflejo", en respuesta al estímulo condicionado, el proceso
de excitación nerviosa llega primero a la "representación cortical" del
analizador y del reflejo condicionado dados; luego pasa a la representa-
ción del reflejo incondicionado correspondiente, y, fmahnente, todo el
proceso concluye en las vías eferentes de la respuesta reflejo-condicio-
nada.
Como mostraron las investigaciones, J 10 hay en realidad tal difusión
lineal y progresiva de la excitación en forma de arco, ya que en cada
punto nodalla excitación se enriquece mediante las acciones cíclicas re-
cíprocas con la periferia, como ocurre, por ejemplo, durante la realiza-
ción de las reacciones de orientación-investigación del animal. En cada
movimiento de búsqueda-investigación, el animal recibe una enorme
cantidad de informaciones aferentes del mundo externo. Esta aferenta-
ción en retorno acerca de los resultados de las ~eacciones de orientación-
investigación se compara con las variadas excitaciones provenientes de
192 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

la situación dada, se enriquece con las excitaciones de la experiencia


anterior y sobre la base de todo este complejo de excitaciones multifor-
me y multifacético en cuanto a la composición de las influencias aferen-
tes, ocurre lo que llamamos al estadio de la síntesis aferente. Como
mostramos más de una ocasión en los experimentos de extirpación de
los lóbulos frontales de la corteza, este estadio es absolutamente indis-
pensable para la arquitectura fisiológica general del comportamiento
de los animales y del hombre.
En realidad, únicamente como resultado de esta sínt esis aferente
se puede fonnar el proyecto o la finalidad de la acción que va a efec-
tuarse, de cuya existencia nadie duda. Como quiera que llamemos a esta
importante etapa, después de la cual comienzan a fonnarse los eslabo-
nes posteriores del acto conductual, lo importante es que ella, comple-
tamente perfilada en cuanto a su compósición fisiológica , sólo después
de su terminación, comienzan a fonnarse los correspondientes fragmen-
tos del comportamiento: el aceptor de la acción, la acción efectora
misma y la aferentación en retorno sobre los resultados de la acción.
Es interesante señalar que la cibernética, al modelar algunas propie-
dades del cerebro, no tuvo en cuenta esta importante etapa en el desa-
rrollo de cada acto conductual. La síntesis aferente es el punto decisivo
del comportamiento, por cuanto en esta fase se elige una acción deter-
minada, de entre los millones de posibilidades, que corresponde justa-
mente al estímulo, a la situación, a la experiencia anterior y al estado
del organismo en el momento dado.
Si se comparan los parámetros temporales de todas las fases de la
reacción condicionada, en especial del acto conductual del hombre (que
presenta múltiples etapas), el estadio de la síntesis aferente resulta ex-
tremadamente rápido. Mientras que el acto de conducta (en especial
toda la serie de ellos) dura habituahnente bastante tiempo, el monlento
mismo de resolver" ¿qué hacer?", es decir, la síntesis aferente, se fonna
casi de manera instantánea.
Por ejemplo, atravesar una detenninada zona de una gran ciudad
requiere un tiempo sensible, mientras que la decisión de atravesarla, te-
niendo en cuenta toda la compleja situación -el movimiento del trans-
porte, los semáforos, etc.,- se realiza casi instantáneamente.
Consideramos que la introducción del concepto de sínt esis aferente,
como importante etapa intennedia en la fonnación del acto conductual,
es indispensable no sólo porque plantea nuevos problemas para las futuras
investigaciones fisiológicas. Este concepto es imprescindible también
para establecer un estrecho contacto con la psicología, pues con él reci-
be el fundamento fisiológicamente acabado para la explicación de los
actos conductuales orientados a un objetivo y de muchos conceptos de
carácter puramente psicológico ("deducción", "intuición", etcétera).
Si se comprende el estadio de la síntesis aferente en un sentido am-
TEORíA REFLEXOLÓGICA 193

plio, como elaboración de las seftales aferentes antes de la formación


de la acción, este estadio resulta obligatorio, aunque con diferente gra-
do de complejidad, para cualquier actividad, incluso en el nivel espinal.
También, el acto reflejo simple en el nivel espinal se realiza como resul-
tado de la síntesis de muchas excitaciones que convergen en la neurona
motora. La reducción posterior de estas múltiples excitaciones puede
estar representada, digamos, en el acto reflejo que se realiza en los lími-
tes de uno o dos segmentos espinales. Pero aun en este caso, la síntesis
aferente esta constituida por la suma de las excitaciones cualitativamente
diferentes que llegan desde la periferia a través de-distintos sistemas de
fibras aferentes ; esto determina una muy reducida síntesis aferente.
En este caso, el concepto de "síntesis" sirve como sinónimo de la
cantidad imprescindible de impulsos aferentes para que ocurra la des-
carga en las neuronas terminales.
Por el contrario, un ejemplo de dimensión máxima de este estadio
de síntesis aferente es cualquier acto responsable del hombre, precedido
por un largo y persistente trabajo de evaluación previa de las premisas
aferentes en forma de motivos, causas, comparaciones con la experiencia
pasada, anticipaciones' de lo que puede ocurrir en el futuro, etc. Pero,
independientemente de la amplitud del estadio de la síntesis aferente,
el asunto termina con la fOrmación de excitaciones efectoras del todo
definidas que tienen un destino determinado.
En nuestro laboratorio se demostró, con ayuda de un modelo ci-
bernético especial del sistema respiratorio con base en esquemas electró-
nicos que evalúan el estado del centro respiratorio, la posibilidad de
construir un sistema autorregulado cerrado. En este sistema único ,
mitad vivo, mitad mecánico, el centro nervioso respiratorio puede dirigir
con sus propias excitaciones el trabajo del aparato respiratorio artificial
que asegura la entrada de aire a los pulmones (V .A. Poliantsev).
Ante todo, es necesario seftalar que la formación de un complejo de
excitaciones efectoras en la parte motora del centro respiratorio es el
resultado de la síntesis de las muchas y diferentes aferencias que llegan
hasta él. El centro respiratorio recibe aferentaciones del pulmón, de
las vías respiratorias, por ejemplo de la tráquea; también recibe una ex-
citación humoral del nivel de presión parcial de CO 2 y O 2 en la sangre.
En principio, aquí también es indispensable una cierta síntesis afe-
rente, ya que sólo de la importancia integral de todas estas aferencias
surge la excitación siWIiente para la aspiración, al comienzo en las células
del centro respiratorio y luego en los elementos musculares del aparato
respiratoriO, El volumen de esta excitación efectora siempre se encuen-
tra en dependencia directa de la necesidad de oxigenación que experi-
menta el organismo en el momento dad.o. Estas regularidades se mostra-
ron muy bien tanto experimentalmente como en la clínica quirúrgica
en el ejemplo de la extirpación pulmonar. Los resultados de los experi-
194 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

mentas nos conducen a pensar que en el momento en que se termina


la síntesis aferente y comienza a formarse la excitación de la parte mo-
tora del centro respiratorio, se forma también un aparato aferente com-
plementario que juega el papel de aceptar de la acción.
¿Qué 'captará este elemental aceptar de la acción desde la per:iferi~
en forma de aferentación en retomo? Para el aceptar tales uf':'¡~Htaciones
en retomo son los impulsos aferentes que provienen, ante todo, de los
alveolos pulmonares que sirven de índice absoluto de la cantidad de aire
tomado y que dan al centro respiratorio la información sobre la suficien-
cia del resultado adaptativo final, es decir, del volumen de la aspiración.
Como mostró en nuestro laboratorio K.O. Gruzdev, la aferentación
proveniente de los alveolos pulmonares resulta rectora en condiciones
normales para la integración de todo el acto respiratorio. Por el contra-
rio, los impulsos aferentes, por ejemplo, de la tráquea, de la mucosa de
la nariz, etc., siendo sólo aferencias regionales, no pueden determinar
la integración del acto respiratorio completo.
Al considerar el papel decisivo de la aferentación pulmonar, cons-
truimos un experimento que lleva el nombre de "sustitución súbita del
reforzamiento (de la .aferentación en retorno)". Consiste en crear artifi-
cial e inesperadamente una discordancia entre el aceptar de la acción
y la aferentación en retorno que llega a él. Este procedimiento, que
utilizamos por primera vez al trabajar con el método secretorio-motor
(sustitución del estímulo incondicionado), permitió ver que la excitación
condicionada corresponde por su calidad a la del reforzamiento incon-
dicionado inminente. El reflejo condicionado se "cierra" sólo en el caso
de que la aferentación en retorno proveniente del refuerzo, corresponda
exactamente con el aceptar de la acción.
En el modelo semimecánico del sistema respiratorio, elaborado en
nuestro laboratorio por V.A. Poliantsev, el planteamiento del experimen-
to fue precedido por las siguientes consideraciones.
Como observamos, el centro respiratorio envía a los músculos de la
respiración una cantidad de excitaciones que corresponde exactamente
a la integración que en él ocurrió de todas las excitaciones aferentes in-
gresadas; es decir, que refleja precisamente la necesidad que experimenta
el organismo de un determinado volumen de aire (K.O. Gruzdev). Y
esto, a su vez, significa que los alveolos se distienden en completa co-
rrespondencia con el volumen de la contracción de los músculos respira-
torios y, en consecuencia, el centro respiratorio debe recibir del pulmón,
es decir, de los resultados de la aspiración dada, una aferentación en
retomo tal que en un sentido cuantitativo se correlacione exactamente
con las excitaciones eferentes, enviadas por el mismo centro respiratorio
hacia la periferia, hacia los músculos respiratorios. Con ello se cierra el
círculo del sistema respiratorio autorregulado.
Pero surge la pregunta siguiente: ¿qué aparato o complejo celular
TEORíA REFLEXOLÓGICA 195

recibe esta aferentación en retorno sobre el volumen del aire recibido


por los pulmones? Y en general, ¿debe existir un aparato intennedio que
reciba la aferentación en retorno y evalúe su suficiencia?
Existen algunas consideraciones y hechos fisiológicos que obligan
a pensar en la existencia de tal aparato intennedio, de un -tipo muy
elemental de aceptor de la acción. Ante todo, este aparato no puede
ser la neurona tenninal misma, puesto que es la realizadora de la síntesis
aferente que se ha formado en el momento dado. Además, las correla-
ciones entre la aferentación en retorno proveniente del pulmón y el
envío de la "descarga" respiratoria u la periferia, son tales que contradi-
cen precisamente 10 que podría deducirse de esta suposición.
En realidad, la pulmoectomía, tanto en el experimento como en la
clínica, mostró que la extirpación de un pulmón, es decir, la completa
eliminación de la aferentación en retorno proveniente de uno de los
órganos de trabajo lleva al fuerte aumento de la excitabilidad y de la
cantidad de descargas, precisamente en la mitad que corresponde al cen-
tro respiratorio. Estas relaciones paradójicas (la disminución de la esti-
mulación lleva el aumento de la cantidad de descargas) habla de que
existe algún aparato intennedio, el cual, luego de la recepción de la afe-
rentación en retorno proveniente del pulmón, lleva a cabo su elabora-
ción adecuada de acuerdo con la suficiencia del efecto adaptativo en la
periferia. Si esto es así, ese aparato cumple una función semejante a la
del aceptor de la acción en los actos conductuales complejos.
El modelo semielectrónico del sistema funcional respiratorio hace
posible verificar esta consideración por medio de la realización de los
experimentos mencionados con la sustitución inesperada de la aferen-
tación en retorno (la "discordancia" en cibernética).
Con ayuda de dispositivos electromecánicos fue posible disminuir
inesperadamente la cantidad de impulsos aferentes en retorno. Con
ello, el centro respiratorio, que envía a la periferia la cantidad de impul-
sos nerviosos necesaria para la situación de intercambio de gases dada,
resulta "engañado": recibe del pulmón una aferentación en retorno que
le informa como si no hubiera enviado la cantidad de impulsos necesaria.
El experimento muestra que a esta "discordancia" entre la ih.forma-
ción enviada por el centro y la recibida en retorno por el pulmón, el
centro respiratorio reacciona inmediatamente con un aumento impor-
tante de los envíos de sus impulsos hacia los músculos de la respiración.
Como resultado, se efectúa el aumento compensatorio del aire respirado.
Este tipo de experimentos nos convence de que simultáneamente
con la tenninación de la síntesis aferente y el envío a la periferia de una
detenninada cantidad de excitaciones efectoras, el centro respiratorio
fonna también el aceptor de los resultados de la acción futura, que
constituye un patrón especial para la comparación entre 10 que fue en-
viado a la periferia y lo que allí ocurrió.
196 CAP.6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

Sin embargo, cabe señalar que se trata de una formación dinámica,


ya que en cada nueva situación de intercambio de gases este aparato
siempre impelerá a la compensación en presencia de una cantidad dife-
rente de impulsos en retorno.
Así, vemos que la formación de aparatos del tipo de aceptor de la
acción es .!1na..ley-del sistema nervioso central. Esta regularidad se pre-
senta en forma evidente en el complejo comportamiento orientado hacia
una meta. Allí, el aceptor de la acción constituye el mecanismo funda-
mental que interviene también en la evaluación de los resultados del
comportamiento dirigido a una fmalidad. El problema de la rmalidad.
de acuerdo con sus mecanismos fisiológicos, fue analizado ~,n {r~lU lUgar
(Anoj in , 1962) y por eso ahora lo dejaremos de lado.
A! comparar todas las particularidades de las formaciones funciona-
les cerradas, tanto vegetativas como las que aseguran todas las etapas
de formación de acto conductual, formulamos en 1935 el concepto de
sistema funcional como unidad de la actividad integrativa del organismo.
Como se puede observar en los ejemplos analizados, el sistema
funcional representa una formación dinámica, en la cual la excitación
circula por muchos ciclos, que posee un papel específico y un efecto
adaptativo fmal en la realización del acto conductual. Esta organización
es el sistema funcional, el cual presenta de manera indispensable una
arquitectura central-periférica y que, lógicamente, siempre se despliega
sobre un sustrato material concreto. A! sistema no le es aplicable el con-
cepto de reflejo en su estructura trimembre, aunque, por supuesto, este
último constituye una parte orgánica del sistema funcional. El sistema
funcional del reflejo condicionado, por ejemplo, fue completado con
los tres importantes factores sobre los cuales se habló anteriormente
(la síntesis aferente, el aceptor de -la acción y la aferentación en retomo).
Propusimos los conceptos de sistema funcional y de aferentación en
retomo once años antes del nacimiento de la cibernética. La caracterís-
tica general del sistema funcional que hemos dado, como formación fi-
siológica cerrada, anticipó totalmente la comprensión cibernética de los
sistemas cíclicos del organismo con "retroalimentación".
No contamos con la posibilidad de examinar aquí las propiedades
fisiológicas generales del sistema funcional como formación integral,
sobre cuya base se desarrollan todas las variadas actividades del organis-
mo, incluidas las superiores. Para demostrar la absoluta necesidad de
este principio durante la investigación de la actividad integrativa del or-
ganismo en conjunto, citaré sólo unos cuantos ejemplos.
Así, la suma de todos los aparatos y mecanismos que nlantienen la
presión osmótica permanente de la sangre, representa un sistema fun-
cional perfectamente delineado con un efecto adapta,tivo terminal (la
constancia de la presión osmótica). Este sistema funcional actúa con
base en las mismas regularidades fundamentales que los sistemas funcio-
TEORíA REFLEXOLÓGICA 197

nales más altamente organizados del hombre, por ejemplo, el lenguaje,


el comportamiento adaptativo del hombre e incluso su actividad psíquica.
¿Por qué el sistema funcional constituye un principio general de
funcionamiento para tan diferentes funciones del organismo? Es fácil
responder a esta pregunta. El punto central de un sistema funcional,
cualquiera que sea su nivel de organización, es el efecto adaptativo fmal;
éste representa el factor organizador, ya que cualquier desviación de su
nivel constante provoca de inmediato, con ayuda de la aferentación en
retorno, el surgimiento de una serie completa de nuevas reacciones
adaptativas, hasta que no se establezcan las relaciones adecuadas entre
los resultados del acto y la intención inicial reflejada en el aceptorde la
acción.
Se puede poner un ejemplo tomado de las más complejas formas de
comportamiento. Si durante la pronunciación de una frase, una palabra
cualquiera pronunciada por el sujeto, no se corresponde con la idea y la
frase ya formadas de antemano, es decir, con el aceptor de la acción ya
constituido, este último, gracias a la aferentación auditiva en retomo y
a la "discordancia" con el aparato aferente dado, favorece la corrección
del errrOT y lleva a la formación de una nueva palabra, más adecuada a
la intención inicial.
El tipo de "ajuste" descrito, del efecto adaptativo a la intención
inicial, lo realiza, en principio, el mismo sistema de relaciones, aun-
que, lógicamente, este sistema presentará enormes diferencias en los
diferentes casos en cuanto a la composición de los elementos participan-
tes y a la condición histórica para la incorporación de cada uno de ellos.
El segundo rasgo importante del sistema funcional es la presencia de
los aparatos, que hemos analizado, de la síntesis aferente: el aceptor
de la acción y la aferentación en retomo. Estos aparatos mantienen
ininterrumpidamente la correspondencia entre la intención y los resul-
tados de la acción, creando una interacción cambiante pero coordinada
entre los múltiples componentes de cada sistema funcional.
Como ya observamos, aquí debe surgir la pregunta: ¿de qué forma
y con base en qué reserva energética, los múltiples componentes del sis-
tema funcional constituyen un todo único y siempre en tensión? Las
condiciones naturales de la actividad del organismo íntegro nos conven-
cen de que de acuerdo con las necesidades aferentes del momento dado
y de la síntesis aferente de estas necesidades, los sistemas funcionales
del organismo pueden cambiar, movilizando casi instantáneamente dife-
rentes estructuras de los aparatos y de los mecanismos para la realización
de la acción adaptativa fmal. En presencia de tal cambio instantáneo de
los sistemas funcionales, el mecanismo más misterioso sería, otra vez, la
base energética que debería mantener alternativamente el estadio domi-
nante de estos sistemas funcionales que se encuentran permanentemen-
te en formación.
198 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

En los últimos años,.la fIsiología tuvo la posibilidad de explicar esta


base energética de los sistemas funcionales del organismo. Está consti-
tuida, indudablemente, por la activación permanente o alternada que
llega a la corteza de los grandes hemisferios y que mantiene la unidad de
todos los componentes del sistema, sea cual sea su cantidad en el mo-
mento dado. Más aún, existen datos para afIrmar que cualquier "creci-
miento" del núcleo del sistema funcional por el agregado de nuevos
componentes y su ampliación con nuevas adquisiciones reflejo-condi-
cionadas, se realiza con base en el fundamento energético ~.. ~ :~-:'-.-:::!~
las formaciones sub corticales como activación ascendente (hipotálamo
y formación reticular).
Los trabajos realizados en nuestro laboratorio en los últimos diez
años, nos proporcionan aún más argumentos para pensar que los siste-
mas funcionales del organismo se forman con base en dos factores di-
ferentes por su naturaleza: el factor arquitectural y el factor energético.
Ambos principios de trabajo del sistema nervioso se reúnen orgánica-
mente durante la formación de los más diversos sistemas funcionales
con distintos efectos adaptativos fmales. En el sentido evolutivo, resul-
tó más productiva esta integración de la actividad nerviosa, en la cual
los factores asociativos y arquitecturales adquirieron posibilidades pro-
pias de cambiar y variar. Además de ello, la presencia de esta división
corresponde a la condición más importante del trabajo variable y plás-
tico de todo el organismo: la rápida sustitución de los sistemas funcio-
nales que actúan en un momento dado y que, en consecuencia, resultan
dominantes.
De entre la enorme diversidad de sistemas funcionales, tanto innatos
como creados por la experiencia vital del organismo y que constituyen
el valor primordial de éste, el factor energético ayuda a " salir a escena"
a una y no a otra actividad. En estas interrelaciones complejas, la inicia-
tiva de cuándo y cuál sistema funcional "sale a escena" queda induda-
blemente a cargo de la corteza cerebral, donde se realiza la síntesis
aferente.
De esta forma, la teoría del sistema funcional abre amplias posibili-
dades constructivas en la investigación de la actividad integrativa del or-
ganismo.
Ella nos permite, por ejemplo, superar las insufIciencias de la teoría
de la integración de Sherrington quien a pesar de que aportó muchas
consideraciones interesantes, no pudo descubrir los principios de la inte-
gración de las funciones a escala de todo el organismo.
En un trabajo especial sobre la integración de las funciones fisiológi-
cas, realizamos una crítica más detallada de la insufIciencia de las nocio-
nes de Sherrington acerca de los principios de integración.
En la áctualidad, una serie de investigadores que trabajan en áreas
interdisciplinarias (psicología, pedagogía, fisiología de las
,
distintas fun-
CONCLUSiÓN 199

ciones del organismo) utilizan ampliamente el principio del sistema


funcional para la explicación y el análisis de diferentes formas de activi-
dad del organismo. Podemos señalar el significativo éxito en el análisis
de las adaptaciones compensatorias del hombre después de diversas al-
teraciones de su sistema nervioso central (A.R. Luria). En el análisis de
las acciones orientadas a un objetivo, el principio del sistema funcional,
especialmente la noción sobre el aceptor de la acción como fragmento
del sistema funcional, también proporciona resultados positivos (EJ.
Boiko y otros).
Al evaluar los resultados obtenidos durante los últimos años, pode--
mos afmnar que el análisis del comportamiento adaptativo complejo
de los animales y del hombre con base en el principio del sistema fun-
cional, es más productivo que el análisis realizado en los marcos de la
noción de "arco reflejo".
Esta tesis de ninguna manera elimina el "arco reflejo" como proceso
axial que forma la acción de respuesta Pero precisamente porque el
proceso de adaptación nunca termina con la acción, fue indispensable
la posterior ampliación y transformación de este concepto.
Desde nuestro punto de vista, éste es el aspecto constructivo que
proporciona el método dialéctico-materialista para la reestructuración
de la teoría del reflejo de Descartes.

CONCLUSiÓN

Los problemas estudiados del reflejo condicionado y que se refieren


al origen histórico del principio de formación de los enlaces temporales,
como también a las insuficiencias de la teoría clásica del reflejo, son in-
dudablemente los problemas metodológicos más importantes de la
doctrina acerca de la actividad nerviosa superior. Estos problemas ' se
encuentran en la base de la comprensión de la naturaleza de los fenóme--
nos que, en conjunto, constituyen esta doctrina.
En ese sentido, pueden ser el punto de partida tanto para la discu-
sión efectiva como para el planteo de experimentos desde un nuevo
punto de vista Precisamente por esta vía se orientaron nuestras investi-
gaciones; gracias a ello, disponemos, en el momento presente, de una
enorme cantidad de resultados que nos permiten cambiar por completo
nuestras ideas acerca de una serie de cuestiones sobre las cuales existen,
al parecer, puntos de vista ya sancionados.
Nos referimos principalmente a las complementaciones que introdu-
cimos en la arquitectura fisiológica general del reflejo condicionado y a
las modificaciones en la concepción generalmente aceptada acerca de
la acción activad ora de la formación reticular sobre la corteza del cerebro.
La concepción acerca de la sistemogénesis como ley general del de--
200 CAP.6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

sarrollo de las funciones en la embriogénesis de los animales, y la depen-


dencia de este desarrollo con respecto a los factores ecológicos del tipo
de animal dado, también pertenece a esta serie de nuevos enfoques.
En esta categoría de nuevas nociones entran además las ideas sobre
la compensación de las funciones como proceso cíclico central-periférico
y sobr-e-las bases fisiológicas de la patogénesis de la hipertonía.
A primera vista puede parecer que se trata de fenómenos completa-
mente diferentes, no unidos por ninguna idea común. En realidad, ¿qué
puede haber de común entre el reflejo anticipatorio de la realidad, la
regularidad más antigua de desarrollo de los seres vivos en el globo te-
rráqueo, y, por ejemplo, la acción activad ora de la formación reticular
..
sobre la corteza cerebral? ¿Qué puede haber de común entre este mis-
mo reflejo anticipatorio de la realidad y el problema de la compensa-
ción de las funciones alteradas? Aparentemente nada. Y, sin embargo,
todas estas áreas del funcionamiento de la materia viva tienen un único
principio clave que sólo cambia su expresión de acuerdo con la calidad
de la función o de la etapa histórica de desarrollo de los seres vivos. Este
principio es el sistema funcional, cuyas propiedades como organización
integrativa estudiamos a 10 largo de los últimos 30 años en las más dife-
rentes direcciones.
En realidad, la señalización pudo crecer y consolidarse como princi-
pio en la evolución del mundo vivo sólo porque hubo qué señalizar, y
esto último siempre representa algún factor vitalmente importante para
el organismo. A su vez, esta necesidad vital siempre se realiza en un
efecto adaptativo terminal y la información sobre este efecto llega a los
mecanismos reguladores por una u otra vía fundamental.
Esta aferentación en retomo sobre el carácter esencial para la vida
del efecto adaptativo dado, puede llegar por las comunicaciones nervio-
sas, por ejempló, en los animales superiores. Pero también puede hacer-
lo por una compleja cadena de procesos moleculares en las fonnas más
simples de los seres vivos (amiba), donde ella estabiliza uno u otro pro-
ceso metabólico.
En principio, en ambos casos la arquitectura típica del sistema fun-
cional como "contorno cerrado" de la regulación automática es la misma.
Precisamente esta base universal de adaptación de todos los seres vivos
a las condiciones externas, dio comienzo a las complejas variaciones en
las funciones de los diferentes seres vivos.
Por ello, debemos considerar natural que esta ley única con base
en la cual se construyen todas las funciones adaptativas de los organis-
mos puede ser la clave para el descubrimiento de muchos procesos fun-
damentales particulares de la vida.
Treinta años atrás formulamos la teoría del sistema funcional como
la unidad cíclica de autorregulación como aferentación en retomo y
mostramos su enonne importancia constructiva para la investigación en
CONCLUSiÓN 201

distintas áreas de la fISiología. Esto tuvo entonces una significación es-


pecial para descubrir los mecanismos de las adaptaciones compensato-
rias del organismo, luego de la alteración de sus funciones. Resultó que
no es posible ningún restablecimiento de las funciones alteradas sin la
permanente aferentación en retomo y la aferentación sancionante sobre
los resultados del intento dado de restablecimiento.
Una importancia aún mayor tiene el principio del sistema funcional
para el descubrimiento del significado adaptativo de la actividad reflejo-
condicionada. Aquí, se abren ilimitadas posibilidades de investigación y
comprensión más profunda de los momentos fundamentales de esta
forma superior de autorregulación.
Sin embargo, durante muchos años el sistema funcional fue el prin-
cipio rector únicamente en nuestro laboratorio. Sólo algunos científicos,
tanto en la URSS como en el extranjero, vieron en él amplias posibilida-
des para la comprensión del funcionamiento del organismo íntegro (A.
Speranski, A.R. Luria).
El desarrollo de la cibernética con su principio fundamental de "re-
gulación con retroalimentación" cambió radicalmente la situación. El
principio fundamental de la regulación automática con retroalimenta-
ción como base de la cibernética, coincidió sorprendentemente con
nuestras ideas acerca del "sistema funcional cerrado".
En la actualidad, no vacilamos en reconocer que todas las formas de
evaluación del efecto adaptativo fmal se realizan a través de la aferenta-
ción en retomo y cualquier forma de autorregulación se desarrolla a
través del ramificado aparato del sistema funcional.
De esta forma, desde el punto de vista de la evaluación general del
. desarrollo del pensamiente en el estudio de la actividad nerviosa supe-
rior, podemos indicar ante todo la necesidad de una valoración filosó-
fica y noseológica de la doctrina sobre la actividad nerviosa superior.
Aquí, debemos analizar la importancia de la teoría de I.P. Pavlov para
la comprensión materialista de las bases de la actividad psíquica y del
surgimiento de la psiquis en el proceso de desarrollo de los animales.
Otro aspecto de la evaluación es el análisis ,met.odológico de los pro-
blemas fundamentales en el desarrollo de la doctrina de la actividad
nerviosa superior. Este análisis, lógicamente, debe estar orgánicamente
enlazado con los fundamentos del materialismo dialéctico, por cl1anto
la fórmula noseológica básica -la materia es lo primario y la conciencia
10 secundario- se mantiene en vigor para todas las etapas de la investi-
gación.
Nos esforzamos por mostrar la enorme significación filosófica de la
génesis de los enlaces temporales y las insuficiencias que la teoría del
reflejo clásica presenta en el nivel que alcanzaron en la actualidad nues-
tros conocimientos. Pero, lógicamente, a estos problemas no se limita
de ninguna manera todo 10 que debe ser hoy objeto de la mayor aten-
202 CAP. 6. ANÁLISIS METODOLÓGICO

clon y de un desarrollo constructivo. De estos principios generales de


funcionamiento estudiados surge toda una serie de cuestiones que pue-
den ser ahora mismo objeto de investigación en los laboratorios: el
problema de la generalización, de la síntesis aferente, de la base fisio-
lógica de la formación de los enlaces temporales, etcétera.
Ahora, es importante establecer que todas las cuestiones particula-
res ocuparán su lugar y adquirirán su sentido, tendrán una forma signi-
\ ficativameIlte más efectiva de investigación, si son discutidos los pro-
: blemas rrÍ,etodE:>lógicos fundamentales de la doctrina sobre la actividad
. .
nemosa ~penor .
. "
'''':

REFERENCIAS
r

Aleksandrov, AD. "El contenido fllosófico y la significación de la teoría de la rela-


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Pavlov, I.P., Obras completas. 1947, torno 3, libro 2.
Pavlov, I.P., Obras completas. 1947, tomo 4 .
7
Fisiología
y
cibernética 1

El crecimiento impetuoso de la nueva orientación del pensamiento


científico reunida bajo el concepto de "cibernética", atrae la atención
de los hombres de ciencia de las más diversas disciplinas. El éxito de
esta orientación es comprensible. Basta con señalar la completa automa-
tización de una serie de empresas industriales, la proyección de aparatos
de acción a distancia y, en general, de todos los procesos que exigen
comunicación, es decir enlaces y dirección a distancia.
De esta nueva disciplina científica surge una rama especial: la teoría
de la modelación de los procesos biológicos es esquemas y aparatos me-
cánicos. Esta orientación alcanza su punto culminante en los intentos
por modelar el cerebro del hombre en sus más finas fonnas de actividad :
el segundo sistema de señales.
No es extraño que precisamente este aspecto de Iaorientación ciber-
nética, la modelación y producción de todo tipo de "robots" (N. Wie-
ner, 1954), adquiriera una fama muy amplia. Á pesar de todo, la esencia
más profunda y general de la cibernética se encuentra en un plano un
poco distinto. La creación de modelos mecánicos es sóló una éonse-
cuencia particular de esta esencia. La principal dificultad consiste en for-
mular lo más específico que aporta la cibernética.
Para la discusión de estas cuestiones se realizan congresos interna-
cionales. Casi en cada país los representantes de las distintas ramas del
conocimiento se reúnen en simposios especiales. Y junto con el recono-

1 Publicado en Cuestiones de filosofía. Núm. 4 , 1957.


204 CAP. 7. FISIOLOGIA y CIBERNETICA

cimiento justo de los enormes logros obtenidos en la técnica con base


en la utilización de los principios cibernéticos, se expresan también ad-
vertencias muy razonables referidas a las excesivas pretensiones de esta
nueva área del conocimiento. Por ejemplo, Louis De Broglie, al valorar
la importancia de esta nueva corriente del pensamiento científico, escri-
be: "El sentimiento de interés y, a veces, de admiración, adquiere en
mí un matiz de desconfianza". Más adelante aclara sobre qué base se
forma este "matiz de desconfianza": "A mí me parece que las aspiracio-
nes de la cibernética, tan útiles en calidad de estímulo para las investiga-
ciones, salen en el presente de los límites del área que puede abarcar
con pleno derecho. Algunas de sus consideraciones exceden claramente
los marcos de los resultados sobre los cuales puede asegurar un control
eficaz" (Louis De Broglie, 1953-1954, pág. 1).
Estas dudas se vuelven perseverantes y generales cuando del análisis
matemático de los "servomecanismos" y de algunos acertados procedi-
mientos de modelación de fenómenos fisiológicos, la cibernética intenta
pasar a la revelación de las funciones superiores del cerebro humano y,
en particular, del comportamiento social del hombre. Aquí se encuentra
el límite de las pretensiones de la cibernética y de ahí surge una amplia
discusión sobre el sentido y los métodos de esta orientación científica.
Cabe repetir, sin embargo , que nadie duda de la enorme importancia
de la cibernética como área del conocimiento, la cual crea nuevas pers-
pectivas de investigación y asegura transformaciones extraordinariamen-
te útiles en el área de la técnica. En este sentido, hay que reconocer la
valiosa iniciativa del académico S.L. Sobolev, de los profesores A.A.
Liapunov, A.1. Kitov y otros, quienes en las páginas de la revista Cuestio-
nes de filosofía plantearon la cuestión acerca de 10 inadmisible de igno-
rar la cibernética. Ellos hicieron posible convertir esta ciencia en el ob-
jeto de una discusión abierta y con ello pusieron término a los ignorantes
intentos por declararla "invención nociva". Después de esta intervención,
de inmediato apareció en la prensa soviética una serie de artículos que
examinan diferentes aspectos de la cibernética.
Al evaluar las declaraciones más importantes que han hecho hasta
el momento los científicos extranjeros en respuesta a la intervención
de N. Wiener y también de una serie de opiniones de los científico: . .

soviéticos, se pueden ,hacer algunas observaciones importantes, a nues- 1


tro juicio, que servirán como punto de partida para consideraciones
posteriores sobre este problema.

PLANTEO DEL PROBLEMA Y SUS INSUFICIENCIAS

En primer término cabe señalar, que en la mayoría de los trabajos


dedicados al problema de la cibernética se discuten algunos aspectos
PLANTEO DEL PROBLEMA Y SUS INSUFICIENCIAS 205

particulares de esta teoría, pero no se refieren a su contenido de princi-


pio, a sus tesis rectoras. La causa de ello es, en particular, la insuficiente
exactitud en el planteo de la cuestión por parte del mismo N. Wiener.
Él no desarrolló la idea sobre la base general en que se apoya la posibili-
dad de la transferencia, la comparación y el análisis de los mecanismos
de regulación automática en los sistemas mecánicos con el trabajo de
los mismos en el organismo vivo. Dicho con más exactitud, desarrolló
esta cuestión de manera insuficiente y no señaló tampoco el límite en el
cual debe detenerse la comparación y la elaboración de modelos de los
sistemas vivos y las máquinas.
Como resultado de esta imprecisión, la atención de la mayoría de
los investigadores se dirigió fundamentalmente al aspecto de la modela-
ción de diferentes funciones del organismo íntegro en los esquemas
mecánicos y los modelos vigentes. Mientras que la modelación no es
en absoluto todo lo que contiene en sí la cibernética y lo que de ella se
debe esperar para el enriquecimiento mutuo entre las diferentes ciencias.
¿Qué es la modelación? Como suponen algunos investigadores (Be-
lenesku, 1957) es la "reproducción", por medio de aparatos mecánicos,
de cierta actividad del organismo. Sin embargo , en este caso el concepto
de "reproducción" no se utiliza en un sentido exacto y confunde más
que aclarar la cuestión. Puesto que en la actualidad tales operaciones
con conceptos no explicitados comienzan a dificultar el progreso ulte-
rior en la comprensión mutua entre los diferentes especialistas, conside-
rarnos indispensable dedicarles especial atención.
Primero, nos formularemos la pregunta : ¿qué significa "reproducir"
algún fenómeno ? El concepto de reproducción, utilizado sin formula-
. ciones limitativas especiales, presupone siempre la identidad , por esencia,
de fenómenos , procesos y objetos. Se puede, por ejemplo, reproducir
otro automóvil semejante al primero, se puede reproducir un organismo
individual que contenga en sí todos los rasgos orgánicos de su especie,
pero es imposible "reproducir", con ayuda de radiolámparas o de semi-
conductores de germanio, la sinapsis intemeuronal (Couffignal, L .,
1953-1954). Sin embargo, en todos los casos en que se habla de las ana-
logías entre los sistemas mecánicos y vivos, el concepto de "reproduc-
ción" aparece de manera inevitable;
¿Qué es lo que se "reproduce" en los modelos mecánicos y por qué
atraen, en forma tan irresistible, nuestra atención? Sólo puede resolverse
esta cuestión con base en un análisis minucioso de todos los aspectos
de un proceso tan variado como es la reproducción. Tomemos por ejem-
plo el proceso que sigue al corriente a través del semiconductor de ger-
manio , tan ampliamente utilizado por Ashby en sus "homeostatos". Si
se dispone de la manera correspondiente, la corriente de entrada y de
salida del conductor en relación con el germanio se pueden crear corre-
laciones que se parecen en mucho a ciertas formas de sinapsis. Así, dos
206 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

corrientes de entrada simultánea se "inhiben" mutuamente en el semi-


conductor y gracias a ello no pasa la corriente del cristal de germanio
hacia la salida del conductor. Se crean condiciones que pueden ser reco-
nocidas (como lo hacen los científicos extranjeros) como modelo de la
inhibición sináptica.
Pero ¿"reprodujimos" aquí en realidad la inhibición? y ¿qué aspec-
to de ella reprodujimos? Si se lleva a cabo un análisis estricto de esta
"reproducción", resulta que tenemos ante nosotros el aspecto fenome-
nológico de "ausencia de algo", y puesto que en la inhibición también, ...
a fin de cuentas, falta una cierta actividad que está inhibida, se hace~ a
partir del fenómeno de ausencia, la interpolación a la esencia del proce..
so al cual se atribuye el término "inhibición".
Se me podría objetar que cada modelación presupone la obtención
de cierto fenómeno similar, es decir, análogo, y que ningún modelo pre-
tende la identidad de la naturaleza de los mecanismos. Esto es realmente
así. Pero la falta de formulaciones que defman con precisión lo que se
modela y qué es lo que se "reproduce" en cada caso, dificulta la total
comprensión de este tema y frecuentemente conduce a vulgarizar el
concepto mismo de modelación. El peligro de esta indeterminación re-
side en que habitualmente existe un abismo entre las cualidades funda-
mentales de los, mecanismos que se comparan en fenómenos similares
en sus exteriores. En realidad, si nos expresamos con el lenguaje de la
cibernética matemática, tras el fenómeno de la sinapsis se encuentran
probabilidades inabarcables de transformaciones, por cuanto su compo-
sición protoplasmática y iónica posee una estructura de plasticidad
infinitamente grande. Por el contrario, las probabilidades del semicon-
ductor son en extremo limitadas, lo cual no es, en absoluto, sólo una
diferencia cuantitativa.
Resulta eviüente entonces que la "reproducción" del aspecto feno-
menológico, como uno de los tantos aspectos de tan complejo fenóme-
no de la naturaleza como es la conducción simpática, no proporciona
de ninguna manera bases que sostengan la creencia errónea acerca de la
completa identidad de estos puntos fundamentales en el sistema de los
procesos modelables. Como veremos más adelante, esta circunstancia
resulta decisiva en la evaluación de la cibernética como orientación
con perspectivas de pensamiento científico.
A su vez, cabe señalar que el problema, planteado en forma muy
interesante por 1. Belenesku, indudablemente hace adelantar toda la
cuestión sobre la similitud y diferencia de los sistemas mecánicos y
fisiológicos de autorregulación. Sin embargo, 1. Belenesku expresa con
frecuencia una tesis categórica sobre la diferencia de principio entre los
fenómenos físicos y fisiológicos, sin indicar dónde termina el parecido
y comienza la diferencia entre ambos. Por ejemplo, al comparar el tra-
bajo de los sistemas mecánicos y el del cerebro, escribe : "Los procesos
PRINCIPIOS PARTICULARES DE LA CIBERNÉTICA 207

del sistema nervioso, y del cerebro, constituyen procesos biológicos, en


tanto que los de una máquina, por más compleja y perfecta que sea, son
procesos físicos (mecánicos, eléctricos, electrónicos, etc.)" (Belenesku,
1957).
Vale la pena centrar nuestra atención en el interesante intento de
este autor por elaborar una clasificación 4e todas las leyes generales
que son aplicables en igual medida tanto a los sistemas mecánicos como
a los vivos. Por supuesto que estas leyes son excesivamente generales y
no proporcionan, por ahora, un enlace evidente entre las leyes de las
naturalezas viva y no viva. A pesar de ello, orientan el pensamiento del
investigador hacia un aspecto determinado en la búsqueda de esta vincu-
lación, por lo que pueden ser evaluadas como factores positivos.
Nos encontramos en pleno desarrollo de la cibernética, por lo que
la formulación estricta y precisa de los conceptos, que defmen los pro-
cesos y mecanismos posibles en cada caso de modelación, puede ayudar-
nos a determinar los límites y las posibilidades de esta corriente científica.
Esto se refiere en especial al área que nos es más cercana: la fisiología
del sistema nervioso central. Aquí, tenemos las más inesperadas conclu-
siones, capaces de provocar perplejidad en el espíritu de las personas
que se interesan por la cibernética.
Por ejemplo, resulta que el reflejo incondicionado se puede modelar,
el reflejo condicionado también, pero no los reflejos del segundo siste-
ma de sefiales (Iu.P. Frolov). ¿Por qué? No hace falta ninguna funda-
mentación convincente: aquí tenemos otra vez el resultado de la ausencia
de formulaciones precisas de aquello en que la cibernética encuentra
fundamentos generales para los procesos heterogéneos y de cuán lejos
. esto puede extenderse. Salta a la vista también otro episodio. 1.1. Gal-
perin, en su interesante artículo, defiende con especial insistencia la
posibilidad de llamar a las máquinas "reflejas". Como veremos más
adelante, en esta misma exigencia hay una profunda contradicción,
por cuanto esta tendencia niega también la posibilidad de modelación
del segundo sistema de sefiales. ¡Palmaria paradoja! Si el segundo sistema
de sefiales ("señales de sefiales") actúa también con base en el princi-
pio del reflejo como los dos niveles inferiores (primer sistema de sefiales,
reflejo incondicionado), ¿por qué el segundo sistema de sefiales no
puede ser modelado por las "máquinas reflectoras"?

ACERCA DE ALGUNOS PRINCIPIOS


PARTICULARES DE LA CIBERNÉTICA

Como se sefialó más arrlba, en la mayoría de las publicaciones, tanto


rusas como de otros países se centran tan sólo en fragmentos de la ci-
bernética. Más de una ocasión hemos escuchado informes "sobre ciber-
208 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

nética" que comenzaban y terminaban con el concepto de información.


Pero tanto la información como la teoría de la información representan
sólo una parte del principio cibernético, sólo el medio con ayuda del
cual se crea la arquitectura funcional íntegra que adquiere después
rasgos obligatorios para cualquier otra formación análoga. De esta for-
ma, un fragmento muy importante de la cibernética teórica adquiere
una significación autónoma y comienza a discutirse y analizarse sin de-
finir su lugar en el sistema general de las nociones cibernéticas.
Tal aislamiento de uno de los eslabones de la arquitectura integral
influye en forma especialmente aguda en la elaboración de las correla-
cines entre la cibernética y la fisiología del sistema nervioso. AquÍ, el
aislamiento de la "información" se reduce al examen de los procesos de
seftalización nerviosa. Ante tal reducción de la arquitectura general del
sistema funcional del organismo, la cibernética pierde para la fisiología
prácticamente todo sentido constructivo. Lógicamente, la teoría de la
información, elaborada en forma amplia por la matemática, es capaz,
incluso examinada en forma aislada, de proporcionar ideas rectoras en
el estudio, por ejemplo, de las funciones analizadoras del sistema ner-
vioso central (Guershumi). Sin embargo, este proceso particular de to-
do el sistema funcional nunca incrementará, por más profundamente
que sea elaborado sin contacto con la arquitectura global de la fun-
ción, lo específico que aportó la cibernética a la fisiología del organis-
mo íntegro.
En la actualidad, quizá en forma más amplia, se analiza el princi-
pio de la "retroalimentación" como conexión obligatoria en el sistema
de los mecanismos regulados automáticamente. Aquí también hay in-
tentos de búsqueda de correlaciones analógicas en el organismo vivo.
Sin embargo, también en el caso dado, la "retroalimentación" se dis-
cute como algo independiente, sin un examen detallado de su papel
en el sistema de la reacción íntegra. No se formula con precisión la pre-
gunta: ¿qué hay de común entre el organismo y la máquina en relación
con la retroalimentación y sobre qué bases surgieron genéticamente
estas correlaciones análogas? La situación se puede agravar aún porque
la fisiología existió durante cientos de aftos sin comprender la retro-
alimentación y por ello incluso los repetidos llamamientos de nuestro
laboratorio a manejar las aferentaclones en retomo (en el caso del
restablecimiento de las funciones alteradas) entran sólo con gran tra-
bajo en el campo visual de los investigadores.
Cabe seftalar además que la absoluta necesidad de las aferentaciones
en retomo, en caso de restablecimiento de las funciones alteradas del
organismo, fue formulada en forma precisa mucho antes de que surgie-
ra la orientación cibernética en general (Anojin, 1935).
Sólo la indiferencia de los fisiólogos hacia los logros de su propia
ciencia puede explicar la falsa opinión de que la idea de "retroalimen-
PRINCIPIOS PARTI CULARES DE LA CIBERNÉTICA 209

tación" llegó a la fisiología desde la cibernética. En realidad, ya la ha-


bíamos estudiado con detalle sobre la base de modelos experimenta-
les concretos. La esencia del asunto consistía en lo siguiente.
Se efectuaban, en animales de experimentación (perros), anasto-
mosis cruzadas de ciertos troncos nerviosos, con lo cual se creaban las
condiciones de la llamada anastomosis heterogénea de los nervios. Pos-
teriormente, estos modelos recibieron el nombre de "quime.ra", por
cuanto los troncos nerviosos unidos en cruz manifestaban una serie de
rasgos funcionales paradójicos. Por ejemplo, al rozar con la mano la
piel de la pata anterior se podía provocar tos y aun vómitos; la extre-
midad delantera del animal realizaba junto con el diafragma "movi-
mientos respiratorios", etcétera.
Una gran serie de estos experimentos aclaró que el restablecimien-
to de las funciones del sistema nervioso, es decir, el "reaprendizaje de
los centros", se efectúa en presencia de una ininterrumpida aferenta-
ción en retorno desde la periferia, en cada etapa del establecimiento
de las funciones. Se puede decir que el animal, durante el restableci-
miento de las funciones, sólo pasa a la siguiente etapa de restable-
cimiento cuando recibe de la periferia la aferentación en retorno que
informa al sistema nervioso central sobre el efecto logrado. Sin esta
aferentación en retorno no puede haber ningún restablecimiento de
las funciones alteradas. Al analizar este proceso de restablecimiento
(compensación de las funciones), llegamos a la conclusión de que para
el organismo tiene una significación especial la aferentación en retorno
que señaliza al sistema nervioso central el logro final del efecto útil.
Asimismo estabiliza completamente ("sanciona") la distribución de
excitaciones en los aparatos de la corteza y la subcorteza que pudo dar
en la periferia el efecto terminal útil. De esta manera, debido al papel
que juega la aferentación en retorno terminal, la llamamos "aferenta-
ción sancionante" (Anojin, 1935). .
En la actualidad se observa una tendencia, a nuestro juicio no muy
sensata, a sustituir los términos y conceptos fisiológicos por términos
tomados en préstamo del arsenal de la cibernética. Se introducen am-
pliamen te los conceptos de "información", "codificación", "progra-
mación" . En este sentido, el concepto de "retroalimentación" tuvo
una suerte especial.
Debemos expresarnos categóricamente en contra· de esta transfe-
rencia formal, ya que el concepto de "aferentación en retorno" y el
de "retroalimentación" no sólo no coinciden por su contenido, sino
que, por el contrario, este último empobrece significativamente al
primero.
En realidad, al hablar sobre la significación reguladora de la afe-
rentación en retorno , el fisiólogo inmediatamente se plantea la cues-
tión de su estructura, tanto en el espacio como en el tiempo. Dicho
210 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

con otras palabras, este concepto "llama" a búsquedas posteriores y


plantea ante los investigadores tareas concretas. Por el contrario, el
concepto de "retroalimentación" sólo constata la presencia de un enla-
ce y no necesita de posteriores puntualizaciones. En este sentido, nos
parece un tanto irracional tender a la implantación obligatoria de una
tenninología cibernética en los problemas biológicos especiales.
El material citado sobre el papel de las aferentaciones en retorno en
las adaptaciones autorreguladas del organismo, nos convence que
tanto la "retroalimentación" como la "información" no pueden ser des-
gajadas del sistema de enlaces cíclicos que conducen a fm de cuentas a
un efecto útil. Por el contrario, su sentido se aclara sólo en este sistema
de enlaces cíclicos.
Los intentos realizados en los últimos tiempos de aplicar la teoría
de la información para resolver el problema de la estimulación de dife-
rentes formas de comportamiento de los animales, mostraron que la uti-
lización de las ideas de la cibernética en los problemas fisiológicos se
encuentra sólo al comienzo del camino.
Por ejemplo, la complejidad estadística del estímulo se toma como
algo completamente determinado, en el sentido de la cantidad de in-
formación de entrada. La cantidad de información se calcula de acuerdo
con la fórmula correspondiente, en la cual están previstas en forma bas-
tante completa todas las posibilidades de gradación de la frecuencia, la
fuerza y el tiempo de acción del complejo de estímulos dado. De esta
forma, existe aquí todo lo que es necesario para el cálculo y cómputo
exacto de la información recibida por una máquina de regulación auto-
lnática. Precisamente por esta vía se desarrolló en sus inicios la teoría
de la información y aportó riquísimos materiales útiles.
Sin embargo, la situación cambia mucho cuando la teoría de la in-
formación comienza a emplearse para la evaluación y determinación del
comportamiento total del animal, como lo hicieron, por ejemplo, en
los últimos tiempos Gardner y Hake (Gardner y Hake, 1951).
El problema de la aplicación de la teoría de la información a la in-
vestigación de la fisiología del sistema nervioso y, especialmente, de
la fisiología de la actividad nerviosa superior, es extraordinariamente
compleja y posee un gran valor en la actualidad. La fisiología, induda-
blemente, debe tomar de la teoría de la información todo 10 que le
asegure un progreso más rápido. Pero he aquí la cuestión: ¿qué debe
tomar?
Los intentos realizados hasta ahora son sólo los primeros pasos y no
ponen al descubierto las importantes dificultades existentes en este ca-
mino. Por ejemplo, la llamada complejidad estadística del estímulo tie-
ne en cuenta sólo la cantidad presente de infonnaeÍón representada por
los agentes externos e internos reales. Sin embargo, esta complejidad es-
tadística del estímulo, calculada matemáticamente no representa para
PRINCIPIOS PARTICULARES DE LA CIBERNÉTICA 211

el organismo la información más esencial. Para éste la importancia


máxima la tiene la significación de señal de esta información, es decir,
en última instancia, la significación biológica de lo que acaecerá sólo
en el futuro. La teoría de la información hasta ahora ne': puede calcular
esta parte, la más significativa, de la información, por cuanto aquí el
momento decisivo en las reacciones del organismo lo constituye la
historia por él vivida.
De esta manera, es sorprendente que los autores estadounidenses,
Gardner y Hake, cometieran graves errores en la aplicación de la teoría
de la información para explicar el comportamiento integral, al haber to-
mado como criterio de la información recibida el carácter erróneo o
correcto de la reacción final. Para el fisiólogo este criterio de ninguna
manera puede ser utilizado para evaluar la información. Es aún más
difícil estar de acuerdo con el supuesto de que si surgió una reacción
errónea se trata de la "pérdida de información".
Por el contrario, cuanto más se "entrena" alguna reacción y, en
consecuencia, cuanto más probable se vuelve su carácter correcto, más
y más se reduce la composición inicial de las influencias aferentes. A
esta regularidad la llamamos, hace ya veinte años, "reducción de la afe-
rentación". Al mismo tiempo, en caso de que aumenten inesperadamen-
te las influencias externas aferentes, por lo general aumenta también la
probabilidad de una reacción errónea. De esta forma, la aplicación de la
teoría de la información al comportamiento global del animal nos con-
vence de la insuficiencia de los materiales recopilados en esta área hasta
·el momento. Aquí los fisiólogos y los matemáticos tienen ante sí pro-
blemas en extremo atractivos.
Basados en el examen de las dificultades que se encuentran actual-
mente en el camino del desarrollo de la cibernética y de su relación con
la fisiología del sistema nervioso central, podemos decir que esta cues-
tión se encuentra sólo en el estadio inicial de desarrollo. No es sorpren-
dente por ello que la atención de los investigadores se dirija al aspecto
de los fragmentos más patentes y destacados del sistema general de las
relaciones cíclicas, las cuales son la característica más decisiva de la ci-
bernética. Por el contrario, sus principios generales se manifiestan y son
utilizados con grandes dificultades y, en consecuencia, con menos de-
seos. Sin embargo, más de una vez señalamos que la formulación precisa
del carácter universal de estos principios generales de la cibernética debe
ser la condición obligatoria para el planteo de las tareas particulares en
las futuras investigaCiones. Por ello, consideramos indispensable estable-
cer el parentesco genético entre áreas del pensamiento científico que
aparentemente son heterogéneas, como la fisiología del cerebro y la ci-
bernética. ¿Qué las une? ¿Sobre qué base surge entre ~llas el contacto
creador que promete más y más resultados prácticos? Estas son las pre-
guntas que debemos aclarar en las siguientes secciones de este capítulo.
212
,
LOS PRINCIPIOS GENERALES DE LA CIBERNETICA
y SU ORIGEN

Por reconocimiento general, el mérito de la cibernética reside en


que tendió los _fInos hilos lógicos que unen áreas de la ciencia desarro··
lladas=durante muchos años en forma independiente. En ello radica la
respuesta a la pregunta que planteamos más arriba sobre la base o fun-
damento que proporciona la cibernética. ..
y también aquí debemos referirnos ante todo a N. Wiener, quien
planteó las tareas generales de la cibernética. En el prólogo a su último
libro, señala errfonna precisa cómo recibió el primer impulso para las
búsquedas de lo general entre direcciones científIcas a primera vista
diferentes. En él expone los puntos de vista de Guibbs, quien sugirió
la cuestión sobre la posibilidad de búsquedas de lo común en los distin-
tos mundos de fenómenos: ¿en qué medida una respuesta obtenida para
un mundo de fenómenos puede ser admitida para la explicación de
fenómenos de otros mundos? La probabilidad de tal transferencia de las
regularidades de un área a las regularidades de otra diferente, de acuerdo
con Gibbs, es tanto menor cuanto mayor sea la indeterminación o ma-
yor la probabilidad de la casualidad en alguna de las áreas. Y por el
contrario, la posibilidad de transferencia y de establecimiento de regula-
ridades comunes para los dos mundos es mayor cuanto menor sea en
ellos la probabilidad de cambios casuales, cuanto menos indeterminado
sea el mundo dado de fenómenos. Así, el planteamiento de la cuestión
.sobre las leyes generales en las diferentes áreas de fenómenos debe entrar
en contacto orgánico con la teoría de la entropía.
En realidad, con el aumento de la entropía y la disminución de las
causalidades que determinan la individualidad de los dos mundos se 1
I
vuelve cada vez más probable la revelación de la base común que poseen. 1

Las matemáticas hacen posible describir la probabilidad de la base gene-


ral para las diferentes clases de fenómenos, lo cual constituye un rasgo I
nuevo en la consolidación y el desarrollo dependiente de las diferentes
ciencias de nuestra época. En este sentido, la cibernética hace intentos
I
. bastante audaces por reunir clases de fenómenos, aparentemente in-
compatibles, de acuerdo con sus propiedades comunes. Por ejemplo,
Wiener, al examinar la necesidad de las comunicaciones en retorno en la
dirección de las exclusas del canal de Panamá concluye:

En consecuencia, los dirigentes administrativos, sean los gobiernos, las uni-


versidades o las corporaciones sociales, deben tomar parte en una doble corrien-
te de comunicaciones y no sólo en la que va de arriba a abajo. De otra forma,
los funcionarios superiores pueden encontrarse con que ellos fundamentaron
su política sin comprender en absoluto los hechos de que disponen sus subordi-
nados (Wiener, 1954).
PRINCIPIOS GENERALES DE LA CIBERNÉTICA 213

De esta fonna, vemos que el concepto de "retroalimentación",


difundido ampliamente en relación con los sistemas mecánicos de regu-
lación automática, se emplea con igual éxito en los fenómenos de origen
social. Sabemos bien que esta "retroalimentación" es indispensable para
la organización correcta de las relaciones socio-laborales y cada uno
puede encontrar muchos ejemplos de ello en su vida cotidiana. Es sufi-
ciente señalar que el principio, bien conocido por todos, de verifica-
ción de los resultados, que recibió la designación de "control de la eje-
cución", representa un caso típico de señal de retroalimentación.
Así, la primera tesis teórica de la cibernética sobre la presencia de
regularidades generales en las diferentes series de fenómenos y en las
diferentes ciencias, puede realizarse empíricamente en los más diversos
ejemplos.
Sin embargo, esto es sólo una ilustración de la ley, la cual no es su-
ficiente para responder a la pregunta radical sobre la naturaleza de la
generalidad de la ley sobre las señales de retroalimentación. En realidad,
¿por qué se fonnó el mundo de los sistemas físicos, -vivos y sociales, de
tal manera que ciertas formas de funcionamiento resultan para ellos
obligatorias en igual medida? A esta pregunta cardinal Wiener no da
respuesta; incluso no hace intento alguno por plantearla. Para nosotros,
en cambio, esta pregunta es central desde el punto de vista filosófico,
ya que, al responder a ella, podemos explicar y utilizar todas las deriva-
ciones posteriores de las construcciones lógicas de la cibernética. Por
cuanto la respuesta a esta pregunta cardinal se refiere ante todo a las
analogías mecánicas y biológicas, especialmente a las analogías entre
el trabajo de las máquinas y del sistema nervioso, consideramos indis-
pensable intentar dar esta respuesta.
En principio, nos planteamos la pregunta siguiente: ¿qué provocó la
aparición, en el proceso de la evolución, de las aferentaciones en retor-
no que en todos los seres vivos proporcionan infonnación sobre el grado
de éxito y utilidad de la acción realizada? El simple examen de cual-
quier acto reflejo nos convence de que la aferentación en retomo de-
bía aparecer inevitablemente a causa de la utilidad biológica obligatoria
de cualquier reacción del animal, de cualquier acto adaptativo. El sis-
tema vivo existe como un todo mientras sus constantes vitalmente im-
portantes se mantengan rigurosamente en un determinado nivel. Pero
aquí debía haber surgido un obstáculo para la conservación de la vida;
se trata de que cualquier reacción del animal o cualquier efecto adapta-
tivo, desde el punto de vista de la teoría de la probabilidad, es una de
la8 muchas posibles variaciones de una misma reacción. ,
Esta dispersión de los grados de libertad de la reacción, de acuerdo
con las particularidades de los múltiples enlaces del sistema nervioso
central, hubiera sido uno de los obstáculos serios para el desarrollo de la
adaptación perfecta del organismo al mundo externo. Se puede imagi-
214 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

nar que la reacción del animal de acuerdo con las condiciones puede
tener variantes en fonna de toda una serie de reacciones parecidas:
al , a2, a3' .. ano ¿Cuál de ellas se consolidará, en las estructuras del or-
ganismo, como la más útil? ¿Cómo evalúa el organismo este grado de
utilidad de la reacción dada? Naturalmente sin esta evaluaéión de la uti-
lidad todo el comportamiento adaptativo del animal se convertiría en •
un caos.
y he aquí que en el proceso de la evolución de los seres vivos, pro-
bablemente en un estadio muy temprano del desarrollo, surgió una
adaptación universal en fonna de señalización en retomo sobre la uti-
lidad de la acción afectuada. Con ello se alcanzó el nivel de desliiT0118
en cuya presencia los grados de libertad de cada reacción (dispersión de
la reacci,)n) disminuyeron significativamente y el organismo obtuvo
la posibilidad, con base en estas señales en retomo, de realizar un
"ajuste" ininterrumpido de su comportamiento hasta la obtención del
máximo efecto útil. Así, durante el estudio de la compensación de las
funciones, fue descubierta en nuestro laboratorio la aferentación en
retomo. En consecuencia, la infonnación en retomo en el mundo de los
seres vivos es la condición indispensable para la supervivencia, por lo
que obtuvo un amplio desarrollo mucho antes de que en la Tierra apa-
reciera el hombre. Esta tesis es muy importante, y nos será necesaria en
los razonamientos posteriores.
Llama la atención el siguiente momento esencial: en el centro de
las transfonnaciones evolutivas se encuentra. la utilidad del efecto, por
cuyo descubrimiento y evaluación apareció en escena la aferentación
en retomo. Y ello es comprensible: donde se trata de la utilidad del
efecto es indispensable la evaluación de esta utilidad. Por tanto, no es
sorprendente que esta regularidad general aparecida antes del hombre
dirigiera posterionnente su evolución.
En realidad el hombre primitivo, al utilizar por primera vez las
herramientas, construyó también su relación con ellas, con base en la
evaluación del efecto fmal útil. La elección de los instrumentos y su
transfonnación debían asentarse sobre la base de esta ley universal, ya
que se sobreentiende que de no haber evaluado el efecto obtenido
(aferentación en retomo) el hombre primitivo no hubiera sabido en
qué sentido modificar sus herramientas.
La situación tampoco cambió cuando el hombre utilizó instru-
mentos más o menos complejos, por ejemplo, el arado de madera para
laborar la tierra. Aquí, como en todos los casos anteriores, el efecto
útil debía evaluarse en fonna ininterrumpida con base en las aferen-
taciones visuales, provenientes de la tierra arada. De acuerdo con el
carácter de este efecto tenninal, el hombre hacía uno u otro movi-
miento y aumentaba o disminuía la presión sobre la empuñadura del
arado.
PRINCIPIOS GENERALES DE LA CIBERNÉTICA · 215

Aquí, es importante señalar una particularidad admirable: a pesar


de que el hombre comenzó a utilizar instrumentos, la significación de
principio de la aferentación en retorno en el sistema cíclico del acto
laboral, no cambió en nada. En el ciclo sólo se incluyó un nuevo esla-
bón: el instrumento. Y aunque algunos procesos laborales hace mucho
fueron sometidos a la regulación automática (Polzunov, 1763; Watt,
1784), durante mucho tiempo el hombre fue el eslabón central incluso
de las máquinas más complejas. Él mismo evaluaba el efecto final útil
de la máquina y de acuerdo con esta evaluación dirigía las acciones
energéticas sobre el objeto regulado. Como sabemos, todavía en la ac-
tualidad trabajan de este modo una gran cantidad de máquinas. ¿En
qué consiste el papel del hombre? Él recibe del efecto útil, realizado
por la máquina, una aferentación en retorno y de acuerdo con su sig-
nificado produce cierto trabajo de ajuste que lleva, a fin de cuentas, al
desplazamiento del efecto útil en el aspecto deseado. Esto es, por esen-
cia, un proceso cíclico, y en él el hombre se interpone como "elemento
sensitivo" y como cierto '.'mecanismo transfonnador", para expresarse
en el lenguaje de la técnica de la regulación automática.
La etapa contemporánea en el desarrollo de la técnica de la regula-
ción automática hizo posible excluir completamente al hombre de las
comunicaciones cíclicas durante la recepción de un efecto útil de pro-
ducción. Esto significa que ahora un aparato mecánico o electrónico
especial, construido de tal manera que sirve de "receptor" específico
del efecto útil en cuestión, recibe la señalización sobre el grado de uti-
lidad del efecto de la máquina. Aquí, el efecto útil se "evalúa" y de
acuerdo con esta evaluación, a través de toda una serie de dispositivos
la influencia energética reguladora se dirige a la máquina.
Si expresamos las cinco etapas de desarrollo de la evaluación del
efecto útil por medio de los símbolos generalmente aceptados de la
técnica de la regulación automática obtendremos una serie de esquemas
muy instructivos (fig. 7.1).
En la primera parte de la figura 7.1 (1) se representan las relaciones
naturales en el sistema nervioso que corresponden al comportamiento
adaptativo natural de los seres vivos. Observamos que este esquema de
relaciones se fonnó durante la historia de los seres vivos como el único
posible. Es la consecuencia de la variabilidad del comportamiento que
constituye una de las leyes fundamentales del mundo. Este sistema debe
estar presente indispensablemente allí donde se trate de la utilidad del
efecto adaptativo y por ello también debe acompañar en fonna inevita-
ble los primeros intentos del hombre primitivo por introducir en este
sistema cíclico el instrumento como medio de aumentar la utilidad del
efecto adaptativo natural (JI).
En esencia, en todas las etapas siguientes se trataba sólo de comple-
tar más efectivamente este sistema cíclico con bloques diferentes, al
-------------------~ , ,r--------,,
, , Instrumento .....
,,
Órganos de trabajo
r ,", 1 primitivo

IL ______________ ,
, Efecto

,,,
SNC Efecto útil SNC
,,
más

, ,, útil

+ Aferentación en
retorno
.., I
+ Aferentación en
retorno
.,
,
,- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - '
~-------- II
--- -'

" .... --. .... ,


r- - - - - - - - -1 /
,
mader~. II Hombre \/ __
(Entrada)
. . __ Órgano
r , Arado de
\ I x4 regu lador

SNC
,
I
L ______________, Efecto
más
\
, ..... _..... '"
X3
I
Objeto
de
,
I
útil regulación

+ Aferentación en
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,
I
Indicador del
disposi tivo
de medición
...
Xz Elemento sensible Xl
del dispositivo ~
de medición
-----------------------~
III IV
Regulador automáti:,o__________ ,
r------------------- I
I I
I I
: Dispositivo x4 Órgano ~--4
1-...1 ......Xs
ampl ificador reg.J lador
transformador

Objeto de
regulación

X2 Elemento Xl
sensible
: del dispositivo
I de medición
1 : (Salida del
,x O '+___________
'L ________ L ________
I sistema-desviaciÓn
1 de la magnitud regulada)

" ...
" "\
Dispositivo
programador
I
{DisPositivo ~
\ indicador I
/
'.; V

Figura 7.1. Representaci6n esquemática de cinco estadios de desarrollo del sistema cíclico con la señalizaci6n en retorno de la eva-
luaci6n del efecto útil de su actividad. 1. Sistema funcional cíclico de los animales en los estadios tempranos de desarrollo de la vida
en la Tierra (antes de la aparición del hombre); 11. Estadio de utilización de instrumentos primitivos; 111. Estadio de util ización de ins-
trumentos perfeccionados de trabajo; IV. Estadio de la producci6n industrial, en la cual el hombre es el aparato" de evaluaci6n del11

efecto útil de la máquina y de la nueva influencia reguladora sobre el objeto de la regulaci6n; V. Estadio de la completa eliminaci6n
del hombre en los mecanismos con regulaci6n automática. Se observa el esquema de principio de la "ciclicidad", que es el acom-
pañante de todo el proceso en los estadios prehumanos y humanos de desarrollo del comportamiento adaptativo. Las partes del sis-
tema cíclico que se refieren a la participac,i6n de los organismos, animal y humano están unidas por líneas punteadas. SNC: Sistema
nervioso central
218 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

principio mecánicos y luego eléctricos, que liberaron cada vez más al


hombre de esfuerzos superfluos (/II y IV). Finalmente, en la última
etapa del perfeccionamiento técnico, el papel regulador del hombre fue
eliminado totalmente de este sistema cíclico. La humanidad entró en
el ciclo de la regulación automática de la actividad útil de las máqui-
nas (V). En este camino, la humanidad realizó varias revoluciones téc-
nicas: al comienzo aparecieron las máquinas de vapor, luego la electri-
cidad y se hizo irreconocible no sólo la industria, sino también la vida
cotidiana del hombre. Ahora, ya entramos en el siglo dp Ir r~d i0, la
electrónica y la energía atómica. Ante la humanidad se abren posibi- 1
lidades inabarcables de perfeccionamiento en su modo de vida, de las
comunicaciones, de la industria. .
Sin embargo, si comparamos las etapas I y V, advertiremos un
hecho sorprendente: el esquema de principio de las dependencias cí-
clicas, que determina la obtención de cualquier efecto útil, se conser-
vó desde los tiempos más remotos y mantuvo precisamente la forma
en la cual la evolución la "sondeó" en los primeros pasos del desarrollo
de la vida en la Tierra. Como antes, el efecto útil tiene unas cuantas
posibilidades y por eso debe ser regulado por el sistema nervioso cen-
tral o por los dispositivos electrónicos con base en las señales de la
retroalimentación.
Aquí, nos encontramos con una de las leyes cardinales de la vida,
que determina todas las formas de las adaptaciones útiles del hombre,
incluidas las complejas máquinas de regulación automática. Esta ley
puede ser formulada de la siguiente manera: todo sistema funcional,
mecánico o vivo, creado o desarrollado para obtener un efecto útil,
tiene inevitablemente un carácter cíclico y no puede existir si no re-
cibe la señalización en retorno referida al grado de utilidad del efecto
prod,ucido. .
Esta es la base general formulada de manera precisa para que el
pensamiento de los investigadores de diferentes especialidades se en-
cuentre estrictamente defmido en la discusión de los problemas de la
cibernética. Esta última, en realidad, "palpó" el punto fundamental
en el desarrollo de la vida y de la técnica. Pero ni el mismo Wiener ni
sus continuadores evidenciaron esta ley ni la colocaron como punto de
partida para cualquiei" tipo de interpolaciones, por lo que nos encon-
tramos ante una grandiosa "confusión de lenguajes".
En realidad , si no se obtiene conocimiento de la bibliografía con-
temporánea, ya bastante amplia, sobre cibernética, salta a la vista la
enorme diversidad de intereses, gustos y puntos de vista particulares
de cada autor. Algunos de ellos prestan toda su atención a la teoría
de la comunicación; otros, a la entropía, los terceros, a la teoría de la
infonnación. Pero, ¿qué une a estas búsquedas? De los esquemas anali-
zados, puede observarse con claridad que el sistema cíclico puede
PRINCIPIOS GENERALES DE LA CIBERNÉTICA 219

existir como un todo sólo a condición de que entre los conjuntos de


elementos vinculados entre sí funcionalmente, circule en forma ininte-
rrumpida la señalización adecuada para . el momento dado. El efecto
terminal\útil de tal sistema cíclico se encontrará siempre de acuerdo
con cuál es su composición y cuáles son las "bandas de limitación".
Precisamente, con base en la elaboración matemática de las pro-
. ,babilidades de la información de entrada y salida surgió la teoría de
la información. En su arsenal teórico tiene estudiadas muchas regula-
ridades y en alg\lnos casos manifiesta una clara tendencia a la auto-
nomía y al aislamiento. Sin embargo, no se puede olvidar ni por un ins-
tante que los resultados de esta teoría pueden ser utilizados sólo en los
límites del sistema cíclico que asegure el efecto útil y aquí no tiene
importancia de qué sistema se trata: un dispositivo automático, las
comunicaciones sociales o alguna otra cosa. Hablando estrictamente,
la teoría de la información es la teoría sobre el mantenimiento de las
señales y de los enlaces en los marcos de cualquier sistema cíclico -vivo
o mecánico- con una tendencia activa hacia la obtención del efecto
máximamente útil.
De la formulación citada se sigue que la elaboración de cuestiones
particulares de la teoría de la información en un orden de especializa-
ción creciente, proporciona sin duda, un resultado benéfico sólo por-
que este trabajo se lleva a cabo en los límites de la arquitectura cíclica
total que ya hemos analizado. En consecuencia, en todas las etapas de
trabajo, el ingeniero, el fisiólogo y el matemático están unidos por esta
regularidad universal.
Aquí puede surgir una pregunta embarazosa: ¿por qué fueron des-
cubiertos hasta ahora los rasgos universales de la ley del carácter cícli-
co ep la obtención de cualquier efecto útil, a pesar de su gran antigüe-
dad? Dicho con otras palabras, ¿por qué la cibernética apareció en el
campo de las búsquedas científicas con este gran retraso? La respues-
ta a esta pregunta puede ser, en cierto sentido, muy instructiva para
los distintos especialistas y por ello corresponde prestarle especial
atención.
Es suficiente echar una mirada a nuestro esquema y comparar sus
etapas 1 y V para obtener una respuesta convincente a la pregunta plan-
teada. El hombre impidió a la mecánica y a la física descubrif esta
regularidad general, ya que, encontrándose en el centro del "circuito
cerrado", del ajuste manual de los dispositivos y de la evaluación del
efecto útil de la máquina, enmascaró la dependencia cíclica entre los
eslabones individuales de este circuito. Sólo cuando por la vía de la
introducción de los dispositivos electrónicos de relevo fue posible eli-
minar en forma completa al hombre en la dirección de las máquinas,
se planteó en toda su amplitud la cuestión sobre las "retroalimentacio-
nes" y su importancia cardinal en la teoría de la regulación automática.
220 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

Pero ¿por qué la fisiología, ocupada durante siglos con sistemas fun-
cionales de carácter cíclico, no descubrió su sentido verdadero y no
"sugirió" a la técnica la idea de la modelación de estas dependencias
cíclicas en los diferentes sistemas mecánicos? Ahora, ya no existen du-
das de que la teoría del reflejo de Descartes limitó en este sentido a la
fisiología. La autoridad extraordinaria y el enorme beneficio que esta
teoría trajo a las investigaciones fisiológicas ocultaron durante siglos
enteros a_los ojos del fisiólogo su insuficiencia en la explicación del
comportamiento natural de los animales.
El reflejo termina, según Descartes, sólo con la acción de respues-
ta, es decir, con el tercero y último eslabón del "arco reflejo" clásico.
Por esencia, no podía dar nada para la evaluación de los resultados de
la acción efectuada. Dicho brevemente, la fisiología a lo largo de siglos
enteros no advirtió la presencia de la aferentación en retomo, que es
el eslabón obligatorio de cualquier comportamiento adaptativo de los
animales. Un análisis detenido de las causas de este hecho nos conven-
ce de que la culpa la tuvo.la vivisección, la cual ocupó, por razones
comprensibles, durante siglos enteros el lugar dominante en el análi-
sis de la actividad refleja del sistema nervioso central. En realidad
ninguna aferentación en retomo sobre el efecto reflejo puede contri-
buir a la mejor adaptación del perro que está atado a la mesa de ope-
raciones. Aquí, no es necesaria y por ello no pudo ser puesta en evi-
dencia en los innumerables trabajos de los fisiólogos.
En ocasiones hemos señalado la n~cesidad de ampliar nuestras
ideas habituales sobre el "arco reflejo", lo que fue confirmado en su
momento por sólidos datos experimentales. Y hay que lamentar que la
necesidad de las aferentaciones en retomo en el organismo se hiciera
evidente sólo ahora, con un retraso tan grande y además únicamente
como resultado ·del estudio de una esfera tan alejada como la de las
máquinas de regulación automática. Sin embargo, es evidente que la
"retroalimentación" llegó a las máquinas sólo porque su valor y uti-
iidad fueron verificados por la naturaleza a lo largo de cientos de mi-
llones de años.

ACERCA DE LOS L(MITES DE LA ANA LaG (A


ENTRE lOS SISTEMAS VIVOS Y MECÁNICOS

Al establecer el fundamento general para los fenómenos de distinto


orden -vivos, mecánicos, sociales-, debemos planteamos la pregunta
siguiente: ¿cuán lejos puede ser extendida esta identidad de la arqui-
tectura común de las correlaciones a las propiedades y a la esencia de
bloques individuales y eslabones determinados de todo el sistema cí-
clico de correlaciones? En este punto tanto el mismo Wiener como sus
LOS SISTEMAS VIVOS Y MECÁNICOS 221

continuadores en todos los países se muestran, según nuestra opinión,


bastante solidarios, aunque es imposible estar de acuerdo del todo, sin
reservas. La resolución precisa de esta cuestión depende también de
cuán exitosamente podamos resolver el problema de la m9.delación,
por 10 que nos permitiremos exponer con detalle el punto d"e vista de
Wiener sobre esta cuestión.
Él razona de la siguiente manera: si el sistema vivo y el sistema me-
cánico funcionan "de igual' manera", es decir, en ambos casos hay
retroalimentaciones y regulación automática, y si para la comprensión
del sistema mecánico existe una teoría matemática, en consecuencia
y en la misma me~lida dicha teoría puede ser empleada íntegramente
para la investigación de todas las posibles señalizaciones recibidas por
el organismo desde los mundos externo e interno; la teoría de la co-
municación, con las particularidades de sus cómputos ("bandas de
trasmisión", etc.), también puede ser empleada para el estudio de
la trasmisión de las excitaciones por los más diferentes conductores de
los sistemas nervioso central y periférico.
Wiener evidencia una especial audacia en los supuestos referidos a
la función específica del sistema nervioso central. Si está demostrado
que la función del sistema nervioso se manifiesta, en relación con una
serie de regulaciones, en forma de servomecanismos y estos últimos ya
tienen una teoría matemática elaborada, entonces no hay ningún obs-
táculo , desde el punto de vista de Wiener, para utilizar esta teoría ma-
temática en la explicación de la actividad del sistema nervioso.
De esta forma, observamos que con base en la identidad real de los
sistemas cíclicos fundamentales por los cuales se despliega la autorregu-
. lación de las máquinas y de las funciones del organismo, se hace un
intento definido por identificar también los eslabones concretos de la
trasmisión de la "información", que mantienen la unidad de estos
sistemas. .
Sin embargo, ¿cuán lejos puede ser extendida a los mecanismos
concretos la tesis de la identidad de la estructura general del sistema
cíclico del organismo y del sistema mecánico? De cómo respondamos a
esta pregunta dependerá también nuestra idea sobre la utilidad de la
cibernética como nueva forma de pensamiento para el estudio de los
problemas de la fisiología del sistema nervioso central. Precisamente
en este punto se efectúa la vulgarización del principio mismo de las
analogías.
Se puede mostrar en un ejemplo a qué resultados lleva en ciertos
casos la transferencia de las regularidades propias de los esquemas me-
cánicos a los fenómenos fisiológicos. Supongamos que un hombre abre
el cajón de su escritorio para buscar un sobre de los que habItualmen-
te allí se encuentran. Sin embargo, una vez abierto el cajón, no ve allí
el sobre; realiza varios movimientos de búsqueda entre los papeles
222 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

que hay allí y al no encontrar el sobre, cierra el cajón y comienza a


buscarlo en la mesa y en los armarios hasta hallarlo. Pero puede ser
que en la casa no haya sobres y entonces el sujeto puede pedirlo en
préstamo a su vecino, enviar a alguien a comprarlo o ir él mismo ... ;
o sea que, a fm de cuentas, el sobre es hallado y la carta enviada.
Si se comparan, como se muestra en el esquema universal (56' "í .1) to-
dos estos actos con la máquina de regulación automática, en determina-
da medida encontramos una similitud arquitectónica. El sujeto, al plan-
tearse el objetivo de encontrar el sobre, abre el cajón: esto es una acción
refleja. Pero esta acción no termina con el resultado útil cuyo logro fue
planteado como objetivo. Expresándose en el lenguaje de la fisiología,
órganos de los sentidos del hombre no recibieron la aferentación en re-
torno que debía corresponder al hallazgo del sobre. Como resultado de
ello al sistema nervioso central llega una aferentación que no correspon-
de con el objetivo propuesto.
En la técnica de la regulación automática, tal correlación recibió el
nombre de "discordancia". Esto significa que en el dispositivo regula-
dor en lugar de la magnitud dada Vo que debía ser obtenida en caso de
trabajo estable del sistema llega, en calidad de información en retomo
desde el objeto de la regulación, la información VI . Entonces, U2 = VI
- Uo debe expresar la magnitud de la discordancia. Hasta el momento
la analogía entre la máquina y el hombre según el esquema general de
autorregulación puede ser suficientemente completa. Sin embargo, la
reacción del organismo y de la máquina a la discordancia y la búsqueda
de la resolución de la tarea planteada divergen de manera significativa y
no pueden ser, en principio, analogizadas.
En realidad, la discordancia en la máquina de regulación automática
con magnitudes dadas y con un determinado diapasón de oscilaciones
de la información en retorno, puede ser expresada por ecuaciones y
fórmulas matemáticas; exactamente igual, la reacción a la discordancia
del dispositivo regulador puede ser calculada exactamente tanto por la
intensidad como por la composición. Como resultado, tenemos un ajus-
te del efecto útil en el nivel necesario y la discordancia en este caso se
reduce a cero.
Si examinamos cuáles son las reacciones del hombre a la discor-
dancia entre el objetivo de su comportamiento y los resultados fmales,
podemos afirmar con certeza que ninguna fórmula matemática abarca
todas aquellas circunstancias posibles que empujan al hombre a actos
conductuales diferentes.
Además de esto, en las máquinas con regulación automática existe
una exacta proporción entre la magnitud de la discordancia y la reac-
ción del dispositivo regulador ante estas discordancias. Por el contrario ,
en el ejemplo citado, la no coincidencia entre el objetivo de la acción
y la aferentació'n en retorno sobre los resultados de la acción no tiene
EL REFLEJO CONDICIONADO Y LA CIBERNÉTICA 223

ninguna proporcionalidad y se encuentra en dependencia directa de


las circunstancias aleatorias que no entran en el sistema dado de regu-
lación cíclica ( ¡el vecino tampoco tiene un sobre!).
Del examen de este ejemplo, concluimos que la tesis de Wiener
sobre la posibilidad de transferencia de la teoría matemática de los
servomecanismos a los mecanismos particulares del comportamiento
humano es errónea. En todo caso, esta tesis no está por ahora fundada
en el análisis de ejemplos concretos en el plano comparativo. Entre
tanto, la posibilidad de utilización de la teoría matemática de los ser-
vomecanismos al comportamiento humano, conduce a pensar en la
posibilidad de modelación de todos los actos conductuales del hombre
sin excepción.
Desde este punto de vista, es necesario reconocer la duda de Couf-
fignal, quien señala que "el análisis matemático muestra que esto es
irrealizable. . . Los servomecanismos no pueden crear por sí mismos
todo el pensamiento humano y, de esta forma, hay que desistir de la
primera parte importante de la doctrina de Wiener" (Couffignal, 1953-
1954, pág. 3).
El ejemplo examinado muestra que aunque los rasgos arquitec-
tónicos de los sistemas cíclicos de las autorregulaciones son comunes
para fenómenos de diferentes clases, las propiedades de los eslabones,
de los bloques y de los mecanismos son tales que las teorías matemá-
ticas de los sistemas mecánicos no siempre pueden ser utilizadas con
éxito para el análisis y la comprensión de los mecanismos particulares
del sistema vivo del cerebro. En todo caso, en este camino hay que rea-
lizar un trabajo analítico bien fundamentado para establecer el grado
- . de aplicación de las teorías y cálculos matemáticos a formas concretas
individuales de funciones y mecanismos. Sólo en estas condiciones es
posible un movimiento progresivo en esta cuestión interesante pero
confusa.

EL REFLEJO CONDICIONADO Y LA CIBERN~TICA

No es casual el hecho de que el mismo Wiener, muchos de sus


seguidores y también los autores que enfocan de manera crítica el
- análisis de las perspectivas de desarrollo de la cibernética, indefectible-
mente terminan la exposición sobre el t ema co'n la actitud caracterís-
tica de la cibernética hacia los reflejos condicionados y el comporta-
miento del hombre. Hemos visto en el esquema reproducido que este
enlace orgánico se deduce de la evolución de los sistemas cíclicos de
retroalimentación.
- Al discutir la importancia de la retroalimentación para el compor-
tamiento de los animales, Wiener 10 llama "capacidad del ser vivo panl
224 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

establecer su comportamiento futuro con base en la experiencia pasa-


da". y continúa de la manera siguiente:

La retroalimentación puede ser tan simple como en el reflejo habitual,


pero también puede ser una retroalimentación de orden superior, en cuyn
caso-la experiencia anterior se usa para la regulación no ~¿l\) de movimien-
tos especiales, sino para toda la línea del comportamiento. Esta retroalimen-
tación que detennina el comportamiento puede manifestarse, y de hecho
se manifiesta, frecuentemente en fonna de 10 que conocemos en un aspecto
como reflejo condicionado y en otro como aprendizaje (Wiener, 1954, pág.
33).

Asimismo, Louis De Broglie, al discutir los problemas de la ciber-


nética, escribe:

La teoría de las máquinas computadoras, la teoría de la trasmisión de


señales .. . debe proporcionamos muchos conocimientos sobre la actividad
nonnal y patológica del sistema nervioso y, en particular, sobre el mecanis-
mo de los reflejos. Brillantemente estudiados por Pavlov, los reflejos condi-
cionados también entran en este esquema general (Louis De Broglie, 1953-
1954, pág. 48,52).

Se pueden citar toda una serie de expresiones semejantes, pero no


se trata de eso. Para nosotros es importante establecer que los ciberné-
ticos encuentran cómodo precisamente el reflejo condicionado para
sus analogías que van muy lejos. De las expresiones citadas se sigue
que la adquisición de la experiencia y su utilización para el compor-
tamiento futuro constituyen las capacidades comunes de los animales
y del hombre, cuya imitación en los modelos mecánicos cubriría el
abismo de principio entre el "robot" y el hombre; abismo que existe
hasta ahora y que es reconocido por todos los cibernéticos. Pero aquí
es necesario recordar aquella dudosa tesis de la cibernética, según la cual
la generalidad de las manifestaciones funcionales debe corresponder
con el carácter general de sus mecanismos particulares. Si nos compe-
netramos en esta cuestión es fácil observar que los partidarios de la ci-
bernética cuando se dirigen a los reflejos condicionados tienen en cuen-
ta lo cardinal y en principio nuevo que dio el descubrimiel1;to de aqué-
llos a comienzos de siglo. Sin embargo, para una discusión más detallada
de la cuestión esto ya no es suficiente. Es indispensable establecer qué
arquitectura interna y qué mecanismos tiene el reflejo condicionado si
se le examina en el aspecto de los últimos logros tanto de la escuela
de I.P. Pavlov como en general de la neurofisiología.
Sólo al descubrir los mecanismos fisiológicos profundos del reflejo
condicionado podremos establecer en qué forma puede ser tomado por
la cibernética para la modelación y construcción de diferentes analo-
EL REFLEJO COND ICIONADO Y LA CIBERNÉTICA 225

gías. Junto con ello, el análisis fisiológico de los mecanismos del reflejo
condicionado nos puede mostrar por qué medios concretos el sistema
nervioso permite al animal y al hombre utilizar la experiencia pasada
para la construcción del comportamiento futuro. Y una vez estudiadas
estas particularidades específicas de- los mecanismos 'ael reflejo condi-
cionado, podemos, naturalmente, plantear la cuestión de si existen
adaptaciones análogas en los dispositivos mecánicos de regulación auto-
mática.
Todos estos problemas se logran resolver sólo en el esquema de los
.mecanismos del reflejo condicionado que podemos considerar, en el
momento presente, firmemente establecidos (fig. 7.2.).

e
QJ

'-
QJ
'+-
«

Figura 7.2. Esquema de principio de la respuesta reflejo-condicionada según la nue-


va interpretaci6n. A, Al, A 2 . Ana lizadores sobre los cuales se ejercen las estimula-
ciones de la situación (Sit.) y del estl'mulo condicionado disparador (EC); Sint. afer.
Síntesis aferente que incluye t ambién las estimulaciones que llegan a través de la
formación reticular del tronco cerebral ; FR . Formación de la reacción refleja; Afer.
en reto Aferentac ión en retorno sobre los resultados de la reacción; A. A. Aceptor de
la acción.

El .esquema reproducido es sintético. Incluye todos los logros de


la neurofisiología contemporánea que ayudan a comprender ]a arqu i-.. .
tectura del reflejo condicionado y, además, en él están reflejados los
datos de la fisiología de la actividad nerviosa superior que hemos ob-
tenido en los últimos años.
El primer punto que exige una minuciosa discusión consist.e...en las
pecJJliaridades de la.J~Qrrclación entre los dos tipos de excitaciones afe-
r~ntes, sobre las cuales se construye la respuesta refleja condicionada.
Pu.e-d.en ser llamados correspondiente: @ "la aferentación de pues-
226 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

ta marcha" ue está representada por la acción directa del estímulo


condicionado mismo (E.C.), y b la "a erentacI n sItuacional" tá
representada por el conjunto de estímulos que provienen de lamcuns-
taI1ciJL.experimental Y- de los precedent~s al experimento ..que crean un
~~d~ dru::inante detenninadQ dd animal.
·1 En loue concierne al primer tipo de excitaciones, ~l_e.stímulo dis· .
patador su si nificación es indudab e y preCIsamente ue el más estu-
diado ' en los múltiples experimentos de a escue a e I.P. Pavlov@.a
significación de los excitantes situacionales, que preparan la integ¡:aGHH1
específica de los prOCe.5J)_S ne~iosos revia a la puesta en marcha en
forma de dominante oculto, se aclaró sólo en los úítimo~. años. El pa-
pel decisivo y director de esta integración de los procesos nerviosos
previa a la puesta en marcha fue aclarada con particular evidencia en
dos formas de experimento: en el estereotipo dinámico (Kupalov, Asta-
rían, Skipin) y después de la extirpación de los lóbulos frontales de la
corteza de los grandes hemisferios (Sumilina). En el primer caso, la si-
tuación estereotipada creada premeditadamente pre-resuelve en qué
forma se manifestará el reflejo condicionado, independientemente de
qué estímulo disparador sea utilizado. En esta forma de experimento
se obtuvo una clara disociación de las aferentaciones situacional y de
puesta en marcha, orgánicamente unidas en la experimentación con
el reflejo condicionado.
Los recientes experimentos con análisis electroencefalográfico di-
recto del fenómeno del estereotipo dinámico, mostraron que esta do-
minancia previa a la puesta en marcha sé logra por el hecho de que hacia
el momento de la próxima acción del estímulo condicionado, en las
zonas correspondientes de la corteza y de la sub corteza ocurre el
aumento anticipatorio de la excitabilidad (Anojin, Simonenko).
El segundo "tipo de experimento realizado en nuestro laboratorio
mostró que la unión orgánica de las aferencias situacionales y de puesta
en marcha y su acción sucesiva se realiza bajo la influencia directa de
los lóbulos frontales del cerebro. Su extirpación altera esta síntesis afe-
rente y los estímulos situacionales se vuelven disparadores, desintegrando
completamente las reacciones condicionadas motoras del animal.
Podemos afirmar ahora que para la cibernética, en todos sus intentos
de modelar el reflejo condicionado o cualquiera de sus fragmentos,
esta unión orgánica de las aferencias situacionales y de puesta en mar-
cha constituye, indudablemente, la "piedra de toque". En realidad,
como observamos, el conjunto de aferencias situacionales crea la premi-
sa para el despliegue de una u otra reacción condicionada. Pero la com-
posición de las aferencias situacionales es excepcionalmente compleja
y, lo que es más importante, diversa y dinámica al infinito. ¿Podrá la
máquina en algún momento estructurar su comportamiento de acuer-
do con la síntesis de influencias situacionales y de puesta en marcha que
EL REFLEJO CONDICIONADO Y LA CIBERNÉTICA 227

se ejercen sobre ella? En cualquier caso, ésta es la primera (pero de nin-


guna manera la última) de las dificultades en el camino de la imitación
del reflejo condicionado. Habitualmente, para el análisis y la modela-
ción se toma la acción aislada de algún estímulo disparador.
Del esquema del reflejo condicionado reproducido, se desprende que
todos . -.los excitantes de1 mundo externo e interno inevitablemente
deben pasar por el estadio de la síntesis aferente. El sentido fisiológico
de separación de este estadio consiste en que ninguna acción refleja
puede ser formada en los aparatos efectores hasta que no esté termina-
da la síntesis de todas las influencias aferentes que llegan al organismo
en el momento dado. :eredsamente los resultados de la síntesis aferente
detenninan qué acción debe ser formada en presencia del conjunto de
excitantes aferentes. Es importante recordar que sin este estadIO no
puede formarse ni un solo acto conductual del animal o del hombre. Sin
embargo, el asunto no termina aquí: los trabajos efectuados durante
muchos años en nuestro laboratorio mostraron que e~ctamente en el
momento en que termina la síntesis de todas las excitacjones aferentes
y cl!ando comienza a formarse en la parte efectora la correspondiente
ac:;ción refleja, se constituye un aparato especial que, en su momento, 10
denominamos aceptor de la acción (fig. 7.2). Hemos descrito deta-
lladamente las propiedades fisiológicas de este aparato en publicaciones
especiales y por eso ya no nos detendremos en ello ahora (Anojin, 1949,
1952, 1955).
)J En el presente capítulo es importante señalar sólo dos de las más
importantes propiedades de este aparato, sobre las cuales, por desgracia,
no tienen idea los autores que hacen intentos por modelar el reflejo
condicionado. Ante todo este aparato se constituye antes de que se
forme el reflejo condicionado mismo. En con~ecuencia, se adelanta
cierto tiempo a la aparición de la acción de respuesta. Esta circunstan-
cia determina también su papel fisiológico posterior: tomando en· sí
(fig. 7.2) en forma de aferentación en retorno todas las excjtaciones
aferentes que surgen del resultado de la acción, el aparato aceptor de
la acción compara los resultados de la síntesis aferente con los resul-
tados de la acción realizada. Así, la coincidencia de estas excitaciones
fina_liza todo el proceso cíclico, mientras que su "discordanCIa" provo-
ca una serie de nuevas reacciones, que deben dar, a fin de cuentas, la
respuesta refleja correspondiente al carácter del aceptor de la acción.
En todos los casos, tanto del llamado comportamiento voluntario como~
durante la aparición del reflejo condicionado en respuesta al estímulo
condicionado, eLace.¡2tor de la acciÓ~.onstituy..e....eUací~a­
nente que hace posib]e detenninar ]a correspondencia de la acción rea~
!izada con la intención de partida.
Como ya vimos en la exposición anterior, en todas las ideas de la
cibernética el problema de las "retroalimentaciones" es central, ya que
228 CAP. 7. FISIOLOGíA Y CIBERNÉTICA

gracias a ellas se realiza el ajuste ulterior de las acciones correspondien-


tes sobre el "objeto de la regulación". Sin embargo, en todos los casos
de modelación del reflejo condicionado según los rasgos externos de
similitud, los autores de estos modelos nunca pensaron que en el ce-
rebro se forma, antes de que aparezca la acción, el aparato de evalua-
ción de esta acción. Nos parece que éste es el segundo obsté)r.nlo "!1ri-
mordial para la modelación del reflejo condicionado, ya que sin el
aceptor de la acción es inconcebible cualquier actividad adaptativa de
los animales y, especiaimente, del hombre. Fessard, en su reciente
artículo sobre cibernética, señala que algo parecido existe en las má-
quinas de regulación automática, pero que él no conoce algo análogo
en la actividad del sistema nervioso. Así, escribe:

Se utilizan también cadenas de "previsión" , cuando el mecanismo de


trabajo es advertido con antelación sobre la futura llegada de la orden. Es muy
probable que tales dispositivos existan también en el caso del trabajo del sis-
tema nervioso. Los neurofisiólogos deben tratar de resolver esta dificil tarea:
demostrar la existencia de tales dispositivos en diferentes casos particulares
(Fessard , 1953-1954, pág. 30).2

Como mostramos más arriba, hace mucho tiempo descubrimos el


aparato de "previsión" y , en consecuencia, hay que examinar sólo en
qué medida puede ser reproducido en los correspondientes modelos
mecánicos. En realidad , dudamos de que pueda ser montado en los mo-
delos mecánicos, por cuanto siempre se forma extempore y siempre
con base en la síntesis de variadas excitaciones externas e internas que
experimenta el organismo. Si en el futuro podemos acercarnos a ello,
será en todo caso .
sin soslayar la presencia de tal aparato en el sistema ~

nervIOSO.
Con los resultados de todo el material aportado, podemos formular
las siguientes tesis:

l. La cibernética es una orientación del pensamiento científico que


se esfuerza por encontrar rasgos generales en fenómenos de distinto
orden y con base en esta generalidad descubrir los mecanismos de fun-
cionamiento, en particular del sistema nervioso. En este sentido la
orientación mencionada merece todo género de estudio por parte de los
especialistas de diferentes áreas.
2. Las principales tesis de la cibernética aún no están claram~nte
formuladas y los fundamentos históricos para la presencia de rasgos co-
munes en fenómenos heterogéneos permanecen sin descubrir. Entre
tanto, sólo por esta vía es posible apreciar hasta qué límite los rasgos

2 Las cursivas son del autor.


REFERENCIAS 229

generales en los fenómenos de diferente clase pueden ser utilizados para


la modelación. La literatura existente en todos los países sobre este
tema, no ofrece en este sentido, ningún análisis consolador.
3. La teoría de la aferentación en retomo en fisiología, desarrollada
desde 1935, contiene en sí todos los rasgos de las "retroalimentaciones"
de la cibernética y por ello puede servir para la ampliación de sus posibi-
lidades en la construcción de modelos mecánicos análogos.
4. La arquitectura general de los sistemas cíclicos con aferentación
en retorno o con retroalimentación es aplicable a la comprensión de to-
dos aquellos actos adaptativos del hombre que finalizan con un resulta-
do útil. En este sentido el segundo sistema de señales, como pertenencia
esp~cífica del hombre, se subordina enteramente a esta regla.
s. Ningún modelo de respuestas reflejo-condicionadas puede preten-
der incluso parecerse de lejos al reflejo condicionado verdadero, si en
esos modelos no se toman en cuenta dos procesos cardinales: a) el pro-
ceso de la síntesis aferente, y b) la formación del aceptor de la acción
como aparato de "evaluación" de los resultados de la acción.

REFERENCIAS

Belenesku, I.N. "La cibémetica y algunas cuestiones de ftsiología y psicología".


Üiestiones de filosofía. 1957, nÚIn. 3.
Coufftgnal, L. "Methodes et limites de la cybemetique". Structure et évoluÍion des
techniques. París, 1953-1954, núms. 35-36.
De Broglie, L. "Vue générale et philosophlque sur la cybémetique" Structure et
évolution des techniques. París, 1953-1954, nÚIns. 35-36.
De Broglie, L. "Sens philosophlque et portee practique de la cubemetique". Struc-
ture et évolution des techniques. París, 1953-1954, nÚIns. 35-36.
Fessard, A. "Points de contact entre neurophysiologie et cybemetique". Structure
et évolution des techniques. París, 1953-1954, núms. 35-36.
Wiener, N. The human use ofhuman beings. Boston, 1954.
"

8
/1

La cibernética y la actividad
integrativa
del cerebro t

Las relaciones mutuas entre la cibernética y la neurofisiología radi-


can en que la cibernética se esfuerza por modelar las leyes principales de
la actividad del cerebro.
Al ser un derivado de las regulaciones cíclicas cerradas, es decir au-
tomáticas, en los sistemas técnicos, esta ciencia dejó una determinada
huella en los enfoques de los neurofisiólogo& respecto al estudio de los
procesos del cerebro en conjunto. En la actualidad, la neurfisiología
emplea en forma amplia la formalización de los procesos, la elaboración
de la infonnación en los sistemas complejos, la elaboración mate-
mática de los materiales de investigación, etc. Estos préstamos tomados
de la cibernética se convirtieron, en el trabajo de los neurofisiólogos, en
procedimientos permanentes e indispensables para el desciframiento de
los dispositivos regula torio s del organismo íntegro.
A su vez, la cibernética .perfecciona progresivamente sus modelos de
la actividad cerebral y con ello facilita su utilización en la construcción
de diferentes tipos de sistemas técnicos con un nivel de "inteligencia"
cada vez mayor, es decir, con propiedades que se acercan a las carac-

terísticas del trabajo del mismo cerebro.
Esta acción recíproca mostró en forma definida que el éxito en la
reproducción de la actividad cerebral en los modelos infonnacionales
depende directamente de en qué medida se reflejen en cada caso con-
creto de modelación las verdaderas leyes de la actividad del cerebro,

1 Publicado en Cuestiones de psicología. Moscú, 1966, núm. 3.


LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL 231

lógicamente formuladas por los neurofisiólogos. Dicho con otras pala-


bras, el éxito en el estudio de los procesos del cerebro y, en particular,
de su realización en los actos conductuales depende del grado en que
están reflejados, en este movimiento de encuentro, los rasgos arqui-
tectónicos verdaderos del trabajo del cerebro íntegro, sintetizados con
base en los últimos logros de la neurofisiología.
En la actualidad, es evidente que el éxito de tal contacto -depende
de si podemos crear un modelo lógico tan adecuado del trabajo del
cerebro en conjunto que facilite no sólo la posibilidad de realjz~ el
análisis de cualquier mecanismo de cualquier acto conductual como
formación integral, sino que también ayude a la formulación de nuevos
trabajos de investigación.
Semejante enfoque de la actividad integrativa del cerebro como un
todo mostró que ésta no puede ser estudiada .sin la evaluación del re-
sultado adaptativo fmal, en relación con el cual ocurre tanto la forma-
ción como la reconstrucción de cualquier sistema funcional.
En este sentido, los resultados de las investigaciones de la escuela
del eminente fisiólogo inglés Sherrington hacen posible juzgar la activi-
dad integrativa sólo sobre sus mecanismos particulares, por cuanto ellos
no están referidos al trabajo del cerebro íntegro y son tratados en
forma independiente del efecto adaptativo terminal de todo el organis-
mo (Anojin, 1948).
Es evidente que los contactos de trabajo de los neurofisiólogos y los
cibernéticos plantearon exigencias completamente unívocas de cons-
trucción de un modelo neurofisiológico tal de la actividad integrativa
del cerebro que respondiera a dos exigencias fundamentales: a) este mo-
delo debía estar basado, en forma convincente, en los resultados fácti-
cos de la neurofisiología contemporánea y, simultáneamente, b) debía
presentar una arquitectura cibernética amplia, en la cual se pudieran
inscribir los resultados analíticos detallados obtenidos durante el estu-
dio de cualquier mecanismo particular del cerebro. Por ello, antes de
pasar a los mecanismos neurofisiológicos concretos de formación del
acto conductual, debemos descubrir la composición de la arquitectu-
ra de ese acto. En...lJillLoQasión tuvimos la oportunidad -en el simpo-
sio internacional sobre la elaboración de la información en el sistema
nervioso central (Leiden, 1962)- de ro oner una arquitectura fisio-
lógica till._q"Y~~~1! nuestro criterio, responde a las exigenCIas p an ea-
das y que está construida..c.on...bas.~uestra concepción del sistema
funcionaL _coID<L..organización auton:e.gu~Qn aferentación en re-
torno (fig. 8.1).
Sin embargo, en la actualidad nuestros colaboradores han obreni-
do nueYº.Lre~ul1a.d_QS_que permit.e ILcomprender en fauna más profun-
da los . mecanismos universales que mantienen unidos a los múltiples
comJ2Qnentes del sis.te.n Í.ªJuncional durante la formación delefecto ter-
232

AS
A !
I

t
t t t~_:-- -
FR
S íntes is afe rente
Exc itaciones eferentes APM

Aferentaci6n en retorno
8

í - -- - - -
,--- - - - - - - -----~
- Síntesis afe rente
-
FR

~xci taci ones eferentes APM

e Aferentación en retorno

-
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L.. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ .J

- --
Mm

FR
S íntesis afe re nte
APM
EL ESTAD IO DE LA SíNTESIS AFERENTE 233

minal útil. Los mecanismos integrativos en el trabajo del cerebro, pro-


puestos por nosotros para la explicación de la estructura de los actos
conductuales, aparecen en estrecho contacto con los principios qe. la
autoorganización y modelación del trabajo del cerebro, que se estudian
actualmente en la neurocibemética.
La arquitectura fisiológica de la actividad del cerebro íntegro, que
se describe más adelante, sobrepasa en el presente su significación de
modelo que exp(ica los mecanismos de la actividad y se vuelve un méto-
do para la formulación de nuevas tareas investigativas en el nivel de los
procedimientos neurofisiológicos analíticos más detallados. Este mode-
lo regula las múltiples búsquedas en la neurofisiología y determina exac-
tamente el lugar particular que cada una de estas investigaciones ocupa
en la gran arquitectura del acto conductual.
A continuación examinaremos sucesjyamente Jos principales meca-
nismos de esta ar Yil~tura fisiológica, que-es-apta para cualquier acto
conductual.

,
1. EL ESTADIO DE LA SINTESIS AFERENTE

El sentido fisiológico de este estadio en la formaciÓn del acto con-


ductual coñslst~__~n_. que_pJ!nnite.-elaborar, cQm.par.ar,.-Y-s-iRtetizar minu-
ciosamente toda la información indispensable al organismo para la reali-
zación e acto conductual más adecuado a Jas condiciones dadas.
La sínteSis,ifere~_!~. ~~. el .m omento más jmportante de la integración;
constituye, en el verdadero sentido de la palabra, el mecanismo funda-
mental del sistema funcional. Ayuda a resolver los tres parámetros prin-
cipalesde cualguier artº-c..Qnductua.Lq.ué hacer, cÓmo y cuándo hacerlo.

Figura 8.1. Esquema de principio del modelo del acto conductual presentado en
tres etapas de desarrollo. A. Para la comprensión de la dinámica de los procesos no
lineales del sistema funcional, se muestra el estadio cuando concluye la s(ntesis afe-
rente (S.A.), ocurrió la formación de la finalidad y en seguida la del aceptar de la
acción. Las estimulaciones eferentes, en este estadio, acaban de salir sólo a las vías
periféricas eferentes. Aún no se ha obtenido el resultado adaptativo útil. B. Desplie-
gue posterior de los procesos en el sistema en relación con el resultado final obté-
nido, que corresponde a la finalidad inicial de la acción. Se observa que el restJltado
de la acción forma, a través de sus parámetros, la aferentación en retorno que se
dirige al sistema nervioso central y entra en contacto con el aceptar de la accióo.
C. Esta parte de la figura ilustra el momento de no coincidencia de la aferentación
en retorno con el aceptar de la acción. Se observa que esta discordancia activa inme-
diatamente la reacción de orientación-investigación, que por su sentido es el factor
que facilita la formación de un nuevo programa de acción. RO. Reacción de orien-
tación; AS. Aferentación situacional; APM. Aferentación de puesta en marcha; FR.
Colaterales de la formación reticular; M. Motivación; Mm. Memoria; PA. Parámetros
de la acción; FA. Finalidad de la acción (decisión); RA. Resultado de la acción.
234 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

~stos
tres parámetros insertan cualquier acto conductual dado en la
secuencia armónica de muchos actos conductuales y. establecen la reJa-
ción~~~!a~~.~ª___g.~1...ª.!lJmaLal ml!.ndo exJernQ_.sin el cual serúümposible
~u supervivencia. La síntesis aferente perm~runimal satisfacer con
detenninad-ª----QI~_cisiQn _.sP.:.S h n~ce.s.ida_de~iDinternullpidamente C:?-~,"~lan­
tes Y....l1Ojlerlas en cOIT...e.mºn..d~nGia _c..ollJª.sjn.t1llencÜtS iníinitamente v.a-
riadas del mundo externo.
La necesidad de englobar una cantidad inverosínül de parámetros
cambiantes, determinantes del acto conductual, hizo históricamente in-
dispensable la formación del estadio de la síntesis aferente. La-l).IeSencia
infalible efe__ Jll§ .Í!ln.umerables influencias aferentes sobre el organism9
prov~nientes.._.deLmundo .extem_Q, hizo de la síntesís -aferént~ el factor
univ-er.saLd~Ltº-ºª _yidª, .l l. ill!~- ésiª, incluso en su forma más QtimitiYa,
debe _estableceLcorr.elaciqnes...ad.e.Quadas entre sus necesidad~s y el con-
iunJ.Q_d~J!t&..in.fl.Yiº~ externos que se desarrollan de manera sucesiva.
Otro factor que se refiere a la caracterización del papel de la sínte-
sis aferente es que debe siempre e inevitablemente preceder a la toma de
decisiones (decision making).
En la actualidad no es necesario decir que el momento de la "toma
de la decisión" es el Rubicón fisiológico en la formación del acto
conductual.
Como ya se señaló, la síntesis aferente debe resolver las cuestiones
más generales_d.eLc.omp-<>rtamiento· qué hacer, cómo y cuándo hacerlo.
Si uno piensa profundamente en estas cuestiones quedará claro que
cada una de ellas_Ie.PJ"..esenta un factor de elección, es decir, de exclusión
de los _grados de-.libertad excesivos que constituyen la consecu~nciajne­
vitable de la estructura anatómica y fisjológica del organismo.
Analicemos qué sentido tiene la pregunta: ¿qué hacer? A conse-
cuencia de las particularidades en la disposición e inervación de las for-
maciones musculares aisladas, en ocasiones muy fraccionadas, .el orga-
nismu' de los animales está constituido de tal manera que prácticam~!1te
a cadainstante puede realizar, de manera potencial, millones de .Q()~ibles
movimientos y, en consecuencja millones de actos motores. Concre-
tamente el hombre puede, por ejemplo, señalar un objeto con el dedo,
se puede--levantar de la silla, puede volver la cabeza hacia la ventana,
etc. Es evidente que puede realizar millones de tales actos motores. Sin
embargo, en un momento dado el hombre alarga la mano hacia el lápiz
y lo toma.
Surge entonces una pregunta natural: ¿cuál es el fundamento fisio-
lógico por el que parten hacia los órganos periféricos, es decir, hacia los
aparatos musculares, las excitaciones para este acto motor precisamen-
te, mientras que son excluidos todos los otros millones de grados de
libertad?
Además, este lápiz, en la serie de actos conductuales sucesivos del
EL ESTADIO DE LA SíNTESIS AFERENTE 235

sujeto, debe ser tomado precisamente en el momento en que él cons-


tituye la consecuencia de la síntesis aferente terminada, que se convier-
te en la toma de la decisión "tomar el lápiz". Si ese objeto hubiera sido
tomado mucho después del momento en que debía ser realizado el " ,
acto de la escritura, no hubiera conducido al efecto adaptativo positi-
vo. En consecuencia; la ? " . , n debe resolverse
adecuadamente como resultado de la síntesis aferente, es decir, co
resultado de la comparación y subordinación de todas las señales afe-
rentes del mundo externo, que actúan en un momento dado, a la fina-
lidad establecida para la acCión. Es evidente que esta limitación de los
grados de libertad potenciales y la elección del acto conductual com-
pletamente determinado en su sentido y en el tiempo, constituye el
resultado de tener en cuenta las principales necesidades del organismo
en el momento dado, la posibilidad de realizar la necesidad concreta
en las condiciones reales, etcétera.
De todas estas consideraciones se sigue que, desde el punto de
vista fisiológico, el problema de la formación de la síntesis aferente es
extraordinariamente complicado y por ello debemos poner orden en la
discusión del material concreto de este estadio decisivo en las siguien-
tes direcciones:

a) La comQ.QSjción de la síntesis aferente y sus finos mecanismos


~eurofisiológicos
y neuroquímicos..
b) La neurodinámica general de su realización.

Con lo anterior se muestra que de todos los mecanismos principales


del acto conductual, la síntesis aferente es el más importante y amplio
por la capacidad de incorporación de las propiedades específicas del'
cerebro. De aquí procede su significación para el comportamiento en
general y su especial sensibilidad hacia cualquier clase de acciones sobre
el organismo. Al parecer estas propiedades características de la síntesis
aferente condujeron a LP. Pavlov a subrayar que el aspecto aferente de
la actividad del sistema nervioso central es "por decirlo así, creadora",
mientras que otorgó a la función efectora sólo un papel "técnico".
Esta defnición, de una manera muy expresiva y al mismo tiempo
adecuada, refleja el papel del estadio de la síntesis aferente. Como ya
dijimos, este estadio termina inevitablemente con la "toma de la deci-
sión'~., . pero esto_.es, en esencia, un "acto creador", ya que con base en
miles._ de informaQi.QWs he.te.r.ogéneas, ¡se toma la decisión sobre la
elección de un solo acto de entre los millones posibles!
Es_~idente la variedad de informaciones aferentes que deben . ser
transcritas, reunidas y comparadas con la experiencia anterior, antes
de que ocurra ese acontecimiento crítico que recibió el nombre de
"toma de la decisión" (Bishon, 1963; Bullock, 1959).
236 CAP. 8. LA CIBERNETICA y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

De esta manera, podemos enunciar una tesis, a nuestro juicio cier-


ta: mYJlí;l....s.9la ''.!gma d~ decisión", por más elemental QU(LSea-el-acto
adap.tativQ.)..-I?.uede realizarse sin la síntesis aferente__Jlre-via.. He aquí
por qué la determinación de su composición y el análisis de los meca-
nismos neurofisiológicos más fmos constituye la más actual de las tareas
~..de. la neurofisiología de la actividad nerviosa superior, de b t~-:?::-i: d·: l
comportamiento, de la cibernética.
Esto debe constituir la base material para la resolución conjunta de
los problemas limítrofes de la neurofisiología, de la actividad nerviosa
superior y de la psicología (l.P. Pavlov, I.S. Beritashvili, A.N. Leontiev,
A.R. Luria y otros).

A. La estructura del estadio de la síntesis aferente

¿Cuál es la estructura de la síntesis aferente con respecto a la cali-


dad y cantidad de las informaciones, cuya elaboración debe llevar a la
"toma de la decisión"? El análisis fisiológico por medio de] método de
los reJ1ej.oS_..cQndicionad.o.s...m.~stra gue en su composición-entron los I
f
!
siguiente.s.-C.omp_Qnen1e~erentes por su calidad:.Ja.mQtiv.ación-.domi-
nante la.-aferMJaciÓn si.tllilQiollal, la aferentación de-Pllesta.enmarcha, !
l~ memoria. !
Sólo el análisis objetivo multilateral de todos los componentes del
estadio de la síntesis aferente y sus interacciones integrales nos ayu-
dará a comprender de qué manera tipos heterogéneos de información,
que tienen estructuras diferentes por su complejidad y una importan-
cia cualitativamente distinta para el organismo pueden integrarse en
forma rapidísima, compararse entre sí, evaluar la situación que se ha
formado en el momento dado y tomar precisamente la decisión más
adecuada para la situación en conjunto. En seguida se analizará en .de1a::..
lle el papel fisiológico de los componentes de la síntesis aferent~
Motivación dorrilliante.-mestado de motivación dominante-puede
ser cL~ado con base en las transformaciones hormonales y metabólicas
del organismo QSº!Lbas~. en la secuencia anterior de los actos conduc-
tuales. Un ejemplo de motivaciones del primer tipo es la sensación de
hambre; ejemplo del segundo tipo de motivación, la aspiración a ingre-
sar en un establecimiento de enseñanza superior, a coleccionar ciertos
objetos y otros tipos de "inclinaciones básicas", según Pavlov. ~~
tipos de motjvaci9n~~~al ser dominantes, poseen la ~3~J_4.ª_º~.º~. elab.Q=-.
rar la infQ~_ació!l 9.y~H~gª al cerebro d~ acuerdo con su p_oJencial
. energético. Lógicamente, el segundo tipo de motivación exige para su
formación el tratamiento más prolongado de una enorme cantidad de
información, recibida a lo largo de mucho tiempo. Sin embargo, lQL
rasgos
-- -_.-arguitectónicos
.... - característicos
..- ._._._ ...... _-
-_._-- -~ _
de este
......... _----------- - --estadio son. idénticos en
EL ESTADIO DE LA SíNTESIS AFERENTE 237

unO y otro caso. ¿Qué mecanismos fisiológicos inician y llevan a cabo


en la corteza de los grandes hemisferios la motivación dominante? Ex-
perimentos electrofisiológicos especiales, llevados a cabo en nuestro
laboratorio por K. V. Sudakov y otros colaboradores, con animales ham-
brientos, mostraron que la motivación, es decir, el estado dominante en
el momento dado actúa de una manera muy interesante sobre la corte-
za del cerebro. Las excitaciones ascendentes que provienen de motiva-
ciones biolÓgicamente distintas movilizan en forma selectiva en la cor-
teza d_el cerebro a uellas organizaciones sinápticas que, en el proceso de
la experiencia vital anterior del animal o del hombre, estuvIeron Iga as
con la satisfacciÓn del mismo estado. Gracias a esta propagación selec-
tiva ...ne ]as excitaciones por la corteza de los grandes hemisferios,' se-
crean las condiciones energéticas para que las asociaciones corticales,
que .en el pasado contribuyeron al surgimiento y la satisfacción de la
necesidad dada, ocupen una funciÓn nr.evalente en el sentido funcional.
En esencia, este hecho de la excitación intensificada a través de las
sinapsis de las células corticales que pertenecen a una actividad biolÓgi-
ca determinada, constituye la base para excluir la información super-
tlua que llega a cada momento en enormes cantidades al sistema nervio-
so central, es decir, en lo fundamental a la corteza cerebral.
La informaciÓn comienza a seleccionarse y es como si se "pondera-
ra" en la balanza de] estado motivacional dominante, representado casi
en cada una de las neuronas corticales.
Es evidente que la sola presencia de la motivaciÓn dominante facili-
ta en forma significativa al organismo la "toma de la decisión". In1!!e-
diatamen ~en el nivel de las primeras organizaciones sinápticas de la
sub corteza ocurre la "separación", con ayuda del proceso inhibitorio,
de__toda la informaciÓn que funcionalmente no está ligada ni con la
~xperiencia pasada ni con la motivación existente (fig. 8.2).
Así surge una pregunta natural : ¿por qué medios cada motivación,
que tiene determinada modalidad biolÓgica, puede realizar una influen-
cia tan selectiva sobre las organizaciones sinápticas del nivel cortical?
Al utilizar el método de aplicación e inyección endovenosa de diferen-
tes sustancias neurofarmacolÓgicas y neuroquímicas, descubrimos muy
interesantes mecanismos íntimos de dicha selectividad, con ayuda de la
cual las diferentes influencias ascendentes ocupan el nivel cortical de
la organización nerviosa. Resultó que las diferentes modalidades bioló-
gicas de las excitaciones ascendentes operan con sinapsis de diferente
naturaleza neuroquímica, lo que constituye, probablemente el instru-
mento de la difusión selectiva primaria de las excitaciones por la corte-
za de los grandes hemisferios. Nos sorprendimos ante la diversidad y es-
pecificidad de los mecanismos con ayuda de los cuales se realiza la
acciÓn selectiva de las excitaciones ascendentes subcorticales sobre la
corteza de los grandes hemisferios.
238

Corteza

Figura 8.2. Representación esquemáti-


ca de las interacciones, convergentes
de diferentes estimulaciones ascenden-
tes sobre la neurona cortical. En el es-
quema se muestra que la motivación " ,
, I
I.
predom inante (MP) que llega a la cor- 'i
teza del cerebro ocupa una situación I
I
predominante en relación con las demás
motivaciones, las cuales están privadas "II
de significación actual en el momento I
dado (M 1). Las estimulaciones exter- ... 1
,1
nas (EE) se subdividen en relación con
esta motivación dom inante, de tal
,
II

I
manera que algunas entran en contacto I
I
con la motivación dom inante (E El);
otras no tienen relación con esta moti-
vación y por tanto no entran en con- t I EEI
t :t
:EEII
tacto con ella en el axoplasma de la MI
célula nerviosa (EE 11). ,
I
I

e
FO .. A B
-
FI ---
.....- - - - - - - - -
.. - - - - - - - - - -

SM I ~
" '_
T '• i M...... . .• . . .v-
. . .' "~V~",,"'fLAI
..,.,.... _ _ _ _ _ _ _ _ _ _- _
.. -

PO

PI

00 ~~VN~~~~-----'----~I-5-o-;--

01 '\M~oA.."....... _""'II~~~.- ~ ... """"


1 seg'"'"'"
Ayuno de un día Ayuno de cuatro d(as

Figura 8.3. Comparación del ayuno de un día y de cuatro días en el gato (A, Bl. Se
observa que en caso de ayuno de un día la activación aparece sólo en los sectores
frontales de la corteza del cerebro (A); con un ayuno de cuatro días la activiación se
generaliza a toda la corteza del cerebro (B). En estas condiciones, la utilización de
aminazina elimina la desincronización en los sectores posteriores de la corteza de los
grandes hemisferios, pero la deja intacta con las zonas anteriores (e). FO. Frontal
derecha; FI. Frontal izquierda; SMO . Sensorio-motora derecha; SMI. Sensorio-mo-
tora izquierda; PO. Parietal derecha; PI. Parietal izquierda; OO. Occipital derecha;
01 . Occipital izquierda.
EL ESTAD IO DE LA SíNTESIS AFERENTE 239

Por ejemplo, el gato que pasó hambre sólo uno o dos días presenta
una evidente desincronización de la actividad eléctrica cortical, predo-
minantemente de los sectores anteriores de la corteza cerebral.
Simultáneamente, los restantes sectores de la corteza se e!lcuen-
tran en el estado de actividad de fond o lenta, característica del sueño
(fig. 8.3, A). Por medio de experimentos de control (coagulación,
polarización, etc.,) se estableció que la fuente de esta activ~dad ascen-
dente es el hipotálamo (K.V. Sudakov). Sin embargo, después de cinco
días de ayuno el cuadro cambia radicalmente: ahora toda la corteza de
los grandes hemisferios se encuentra en estado de desincronización -
(fig. 8.3, B).
Parecería natural pensar que esta desincronización generalizada es el
resultado de la constante irradiación por la corteza del cerebro de las
excitaciones de aquella misma modalidad biológica alimenticia y que se
propaga a partir de la misma fuente subcortical, es decir, desde el hipo-
tálamo. Sin embargo, resulta que esto no es así, aunque la desincroni-
zación por su expresión externa es la misma.
Los estudios directos mostraron la diferente naturaleza neuroquí-
mica de las organizaciones sinápticas corticales y subcorticales, in-
cluidas en la formación de estas dos activaciones. Sabemos, con base en
nuestras anteriores investigaciones (A.1. Shumilina, V. Gavlichek), que
la aminocina bloquea la actividad dolorosa en el nivel sub cortical, por
lo cual decidimos utilizarla en este estado de ayuno del gato, cuando
la activación local de los sectores anteriores del cerebro se transforma
en una actividad generalizada de toda la corteza cerebral. El resultado
fue muy demostrativo. La cloropromacina eliminó completamente la
activación provocada por el ayuno de cinco días en los sectores
posteriores de la corteza del cerebro, pero dejó intacta la inactiva-
ción local en los sectores anteriores, es decir la activación primaria
que surge al comienzo del ayuno (fig. 8.3, C).
Además,- la colocaCión directa de amizil (M-colinolítico) en la
zona de la activación primaria mostró que ésta se realiza con ayuda de
mecanismos colinérgicos (Turenko, 1965).
Después de estos experimentos quedó claro que los estadios inicia-
les del hambre se forman predominantemente por la movilización de los
mecanismos colinérgicos de la corteza y la sub corteza, al tiempo que en
caso de ayuno prolongado la formación del comportamiento motivado
comienza a realizarse por medio de mecanismos adrenérgicos.
Es importante señalar que las investigaciones microelectródicas con
aplicación de diferentes sustancias farmacológicas en la superficie de la
corteza cerebral mostraron que una misma célula de la corteza de los
grandes hemisferios puede recibir, en forma de convergencia, las
influencias ascendentes de diferentes motivaciones biológicas: alimen-
ticia y defensiva (Fadeev, 1965; Kotov, 1965) ¡Qué capacidad admira-
240 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

ble la del cerebro de operar dinámicamente, incluyendo todo lo que en


uno u otro grado resulta adecuado a la motjvación presente y excluyen-
do la información que no lo es!
De esta manera, surge la siguiente pregunta: ¿con ayuda de qué me-
canismos concretos se realiza esta notable capacidad de la célula corti-
cal para recibir y clasificar la enorme cantidad de excitaciones conver-
gentes, diferentes por su origen y características neuroquímicas? Como
ya vimos, la-.amplia_c.QUY.eLge..n.cia de excitaciones sobre ]a neurona es el
mecanismo
- -- --I2rinci~al
--'-- _._-
~- __._----_.
de. ...esta movilización ----_.
selectiva de los elementos
corticale.s...de acuerdo con la motivación dominante.
Para ap~oxi~~rnos "m ás '-i este importante mecanismo, elaboramos
un procedimiento especial de investigación. El propósito de estos estu-
dios fue el siguiente: si se registran las respuestas evocadas que tienen
lugar en un punto de la corteza del cerebro tendremos que ver, induda-
blemente, con cierta cantidad de células que reciben diferentes exci-
taciones. Estas diferencias pueden residir tanto en la modalidad sen-
sorial (Jung, Fessard y otros) como en la modalidad biológica (Anojin,
Fadeev, 1965). De la estructura de los experimentos se desprende que
obtenemos la posibilidad de comparar entre sí tanto los potenciales
evocados como las descargas neuronales que surgen en un mismo pun-
to, en respuesta a excitaciones de diferente calidad y origen. Además,
la idea consistía en que precisamente en estas condiciones debíamos
aplicar en la superficie de la corteza, en el punto de derivación, dife-
rentes sustancias farmacológicas.
Al comparar la influencia de estas sustancias en los diferentes com-
ponentes del potencial evocado y en las descargas de las células nervio-
sas, pudimos concluir sobre la especificidad química de las formaciones
sinápticas y, en particular, de las membranas subsinápticas.
Por ejemplo, de un mismo punto de la corteza derivamos simul-
táneamente potenciales evocados de varios tipos : de origen transcor-
tical, del nervio ciático y de otras zonas del cerebro y del organismo
(fig. 8.4). Habitualmente los potenciales fueron característicos para
cada fuente individual. La aplicación de diferentes sustancias farma-
cológicas en el punto de derivación de los distintos potenciales evocados
y de las descargas de las células permitió aclarar que, independientemen-
te de la carga eléctrica idéntica de los componentes del potencial evoca-
do, cambiaban según la sustancia aplicada. El estudio atento de estos
cambios mostró que están relacionados sólo con las particularidades
químicas de la sustancia aplicada y no con la característica eléctrica de
los componentes del potencial evocado.
Se aclaró la enorme diferencia en la sensibilidad química de los
componentes negativos de los potenciales evocados, iguales en su apa-
riencia externa, pero que surgen con base en excitaciones provenientes
de diferentes zonas del cuerpo y del sistema nervioso (Chuppina, 1965).
241

ER EE

Figura 8.4. Esquema general de la dis-


posición de los electrodos de estimu -
,Iación y registro durante la obtención
,dE¡) potenciales de diferente origen. ER.
Electrodo de registro; EE. Electrodo
de estimulación. La línea negra gruesa
debajo del electrodo de registro corres-
ponde a la colocación de un papel em-
bebido en una sustancia farmacológica;
los arcos de círculo concéntricos repre-
sentan la supuesta difusión de la sus-
,\
,
\
Cuerpo calloso

tancia. ,, .....' .... , ....


\

......... .... ....


.... .... "-
del n. estriado

De esta manera, ,al evaluar la motivaciÓn como factor que favorece


la aceleraciÓn de la síntesis aferente, gracias a la comparaciÓn de la in-
formaciÓn que llega ~rebro y a su rápida liberaciÓn de la infoona-
ciÓn sobrante, podemos decir que los aparatos y mecanismos que favo-
rec~n este proceso tienen una significaciÓn universal. Pertenecen tanto
a las particularidades arquitecturales del sistema nervioso como a sus
diferencias en los procesos metabólicos fmos, lo que determina la sen-
sibilidad selectiva de las ,sinapsis corticales hacia la naturaleza de las dis-
tintas excitaciones ascendentes. Gracias a estas propiedades, durante la
. convergencia de .muchas excitaciones en la neurona se excluye inme-
diatamente de la participación activa en la actividad inwativa toda la
información que no es importante para el dominante emocional dado
(fig. 8.1).
Aferentación situacional. Por aferentación situacional comprende-
el
\" -PlOS conjunto de todas las influencias externas sobre el organismo
.J ) provenientes de la situaciÓn dada, las cuales, junto con la motivaciÓn
f { de partida, informan de la manera más completa ª l organismo acerca
! d,e la elecciÓn de aquella acciÓn que mejor corresponda a la motiva-
ciÓn existente.BEl papel fisiolÓgico y el sentido conductual de la aferen-
taciÓn situ~~ional consiste en que, gracias a la relativa constancia de la
acciÓn _gu~_l~ es propia, crea en el sistema nervioso central un sistema
ramificado e integral de excitaciones, una especie de modelo nervioso
de la situaciÓn. Si permanece largo tiempo en estado de subumbral,
este sistema, por aplicaciÓn del estímulo disparador, puede pasar- del
eSfádo; oculJn (jJ manifiesto, es decir, formar el acto conductmil que
integLe_l-ºUnter~~J~~ de la motivaciÓn y las poslbillilades de la situaciÓn.
La significaciÓn de la situaciÓn como tipo especial de información
242 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

aferente, se manifiesta claramente en los experimentos clásicos con re-


flejos condicionados. Aquí, el animal, encontrándose una vez más en
la situación de experimento, ya habitual para él, se encuentra preparado
en forma completa para la reacción secretoria, es decir, tiene formados
todos los procesos centrales para su realización. Sin embargo, sabe-
mos que la reacción secretoria condicionada no se efectúa hasta que no
se introduzca el estímulo condicionado. De esta forma, cuando el ani-
mal está tranquilamente sentado en la cámara de experimentación
durante ~tas pausas en la aplicación de los estímulos condicionados, en
su._s.i;?te.I!l-ª-. nervioso existe el conjunto de excitaciones heterogéneas
organizadas anterlormente Cll. e eñ sU_Jll.QmeiUo,.Jlamamos "inte~a­
fiÓQ_previa a la E.uesta en marcha" (Anojin, 1949). La aplicac;iól!. el
. estímulo..c.ondicionad.o_.saca _a_.estaju,t.egració.n..deLestad.o__de sub umbral
y fOllD.a...d~to conductual activo. ¿Qué factores establecen esta armo-
nía entre los procesos que determinan "qué hacer" y "cómo" en el acto
conductual?
Los experimentos especiales de Shumilina, llevados a cabo en nues-
tro laboratorio, mostraron que realmente durante las pausas en la apli-
cación de los estímulos condicionados se realiza un complejo equilibrio
de las excitaciones situacionales y de puesta en marcha, las cuales crean
una estricta distribución en el tiempo de los fragmentos individuales del
acto conductual (estar parado en la cámara, correr al comedero y la
reacción reflejo-condicionada secretoria en respuesta al estímulo dis-
parador).
Como es sabido, la extirpación de los lóbulos frontales de la corteza
cerebral lleva al animal a reaccionar de una manera en que muestra la
alteración de la diferencia existente entre los estímulos situacionales
y disparador: ahora el animal ya no permanece tranquilo, sino que al-
ternativamente Corre hacia uno u otro comedero, confundiendo en for-
ma evidente el ordenamiento entre estas dos formas de señalización
aferente.
Antes se exageraba notoriamente el papel del estímulo condicio- .
nado en el reflejo condicionado; se consideraba evidente que el estí-
mulo condicionado sirve de motivo absoluto y único para el surgimien- :
to de la secreción condicionada. AhOl:ª,- con el descubrimiento de la
ley del estereotipo dinámico (I.P. Pavlov) se vuelve cada vez más_.Glaro
que la reacción condicionada visible es e] resultado de.-una..-amplia-sín-
tesis aferente en ]a --QUe.... se inclu.y.:en,-eILdifer-ente..-sucesión,. -tanto los
factores externos corno los internos. De la comparación _~l análisis
de~os anteriores componentes ~e de~12rende .~@~L.deL.te.rc.er. inte-
grante de la síntesis aferente: la aferenl~i6n...d.e..Jllles.ta..en.marcha.
~ a~enmtacjt de puesta en marcb~. La característica más impor-
tante áé estlmu _ .dispar.ad_Qr....e.s.-Que sincroniza exactamente en un
determinado mº~~.~to la realización de la formación nervio~a int~gra-
EL ESTADI O DE LA SíNTESIS AFERENTE 243

da que se formó en el cerebro antes de la acción del estímulo dis-


parador con base en las aferentaciones motivacionales y situacionaleª,.
Si la motivación dominante determina qué debe precisamente ha-
/ ce!. el organismo, y la aferentaci6n situacional cómo-4ebe hac~~ . -
~. . situación dada, el estímulo disparador determina el tercer parámetro
importante del acto conductual: cuándo hay que hacer aquello indi- .
ca~lo por la motivación y la situación. ¿Mediante qué mecanismos fi-
siolÓgicos este estímulo disparador traduce la integración "oculta"
del acto conductual a la forma visible realizada? ¿Dónde se localiza
esta aproximación de las excitaciones del estímulo disparador al mo-
delo subumbral de las excitaciones creadas por la motivación y la
situación? Estas preguntas deben ser objeto de un trabajo de investi-
gación por cuanto el proceso de la síntesis aferente es un estadio deci-
sivo en la formación de acto conductual.
Al parecer la síntesis aferente podría ser asegurada completamente
por los componentes analizados y toda la estructura del acto conduc-
tual podría ponerse en acción. Sin embargo, no se puede formar un
solo acto conductual si de la memoria del organismo, es decir, de su
exp~encia pasada, no se extraen todas las huellas moleculares lQSJm:
laces y las asociaciones reflejo-condicionadas que se aCllIDu)aroIUL.lo
largo de.JaxidaJi.eu>Iganismo en situaciones análogas o parecida$.
Precisamente arque de la memoria, en el momento de la síntesis
aferente, se extrae en forma ininterrumpida todo aquello que c9pes-
ponde la_.motivación y __a .j~L.s.i.tu_ªción le dedicaremos un párrafo
~pecial.
le memoria como componente de la síntesis aferent~. No sería ra-
. zonable exponer, en relación con el problema de la síntesis aferente,
todas las ideas sobre la naturaleza de la memoria desarrolladas en los
últimos años (Hyden, McConel, Gaita). Para nosotros ahora son im-
portantes los mecanismos de la memoria s610 en la medida en que ellos
enriquecen las posibilidades de la síntesis aferente y la toma de la de-
cisión para la ejecución de uno de los millones de posibles actos con-
quctuales. En los últimos años, con base en los datos deja investiga-
ción neuroquímica, foouulamos una hipótesis de trabajo sobre el llama-
do cierre convergente del reflejo condicionado. El núcleo de esta hipó-
f, tesis es eLpIQce.s..~~embrana subsináptica, con base en el cual se
extr-aen de las molé..CJ!las de la célula nerviosa los elementos de la expe-
riencia vital fijada en el pasado.
Como es sabido, ~1 problema de la memoria consiste en el reg!stro
de lo vivido P9T el sistema fisiológico dado y en la extracción de est-ª-.ex-
p~pt~.11~ia vital fijada, es decir, en la evocación.
Si en la actualidad podemos, en alguna medida, formarnos una idea,
aunque sea hipotética, sobre el proceso ·de fijación de la experiencia vi-
vida, en esencia nada podemos decir sobre cómo se forma la evocación,
244 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

es decir, con ayuda de qué mecanismos se realiza la extracción de la ex-


periencia fijada precisamente en el momento en que contribuye a la to-
ma de la decisión más adecuada a la situación dada.
Así, a partir de las nociones sobre la fijación molecular de la expe-
riencia vivida, nos podemos imaginar que las cadenas de reacciones qu {-
micas que surgen en la membrana subsfiúíptica se continúun en el
axoplasma. Aquí, deben poseer una especificidad enzimática muy alta.
Nos parece que precisamente por esta cadena enzimática, que comienza
en la membrana subsináptica, las impresiones del pasado pueden "alar-
garse" en exacta correspondencia con las exigencias de la síntesis afe-
rente en el momento dado. Sólo la especificidad química de los procesos
enzimáticos puede explicamos la celeridad, exactitud y oportunidad en
la reproducción de la experiencia anterior en el proceso de formación
del acto conductual (fig. 8.5).
Figura 8.5. Representación esquemá-
tica de dos sinapsis en la membrana de
una m isma célula con diferentes mem-
branas subsinápticas (MS). Las termi-
naciones de los axones que llegan a la
célula forman ampollas term inales lle-
nas de vesículas y rodeadas por la mem-
brana presináptica (MP). Los puntos
indican la zona del axoplasma de la
neurona dada, y las flechas, las cade-
nas de procesos enzimáticos específi-
cos (PE 1, PE 11) que comienzan a par-
tir de la membrana subsináptica. PE I PE "

Consideramos razonable suponer que en una cierta etapa de los pro-


cesos que ocurren entre la membrana subsináptica y el generador de las
descargas axónicas de la célula, puedan incluirse también, en el mecanis-
mo de reproducción, los ácidos nucleicos (Hyden).
Debemos imaginar la diversidad dinámica de los procesos descritos,
para comprender la grandiosa dimensión de los procesos incorporados
a esta síntesis.

B. Dinámica general de realización de la


síntesis aferente

La complejidad de la síntesis aferente reside no sólo en la enorme


cantidad de procesos y componentes que contiene, sino también en có-
mo estos componentes interactúan entre sÍ. Todos ellos producen una
ininterrumpida "prueba" de un proceso con otro, hasta el momento en
que se forma la decisión y se constituye el modelo aferente de los resul-
tados esperados. Dicho con otras palabras, en primer plano aparece el
EL ESTADIO DE LASÑTESIS AFERENTE 245

problema de la neurodinámica de las interacciones entre los múltiples


procesos de la síntesis aferente y, lo que es especialmente importante,
el "ajuste" activo de estos procesos hacia el momento de la toma de de-
. cisiones. Dos de los más importantes factores, que favorecen la facilita-
'>-.1 ción de las interacciones entre elementos nerviosos del cerebrol)n~J)lso
~l>'c; mllY distanci dos . entre í cum len todo este trabajo. Es.. factores
~ son los . ien es :, e ., e rien ación-investi ación a influen-
ci~_en1rífuga activad ora e inhibid ora tanto sobre las etapas intermedias
como sobre la sensibilidad de los aparatos receptores periféricos (Mes-
r<\herski, 1966).
\.Y El primero cQnsis.te~ue la influencia activadora ascendente sobre
la corteza de los grandeshemisferiosJrQveniente del hipotálamo y de
la formación reticulªL-l2rácticamente no se elimina a lo largo de todo el
proceso de síntesis aferente. En consecuencia, las neuronas corticales
adquiere!L~_11 .estado qJle .Jacilita en forma significativa el "sondeo" de
en,laces propicios entre diferentes organizaciones si!1~m!cas, adecuadas a
la motivación dada. Esta movilización selectiva de los enlaces sinápticos
corticales, sobre la cual hablamos en el párrafo dedicado a la motivación,
re_sulta, . laLc.ondiciones de la reacciÓn de orientaciÓn-investigación,
sig.nificativamente más amplia. y,. ~~c_o.nse.cuencia, es mayor la probabili-
dad de toma de la decisión correcta.
La síntesis aferente constituye la interacción de los componentes
. .examinados, pero una interacción que tiene lugar con un alto nivel de
: ) actividad energética de la corteza cerebral, nivel mantenido tanto por el
V1 hipotálamo como por la formación reticular en forma de reverberación
ininterrumpida.
. ~omo mostraron los trabajos de Hemández Peón y de Levinston,. ~l
proceso de activación de los receptores periféricos también favorece la
evaluación de la información externa. Según los trabajos de Gramit,
Lindsley y otros, la influencia centrífuga sobre el receptor provoca el
d~censo del umbral de su sensibilidad y la activación ascendente facili-
ta el aumento significativo del coeficiente de discriminación de los estí-
mulº~ue llegan a la corteza cerebral.
Esta caracterización general de las situaciones neurodinámicas- que
se forman durante la síntesis aferente, determinan por completo el papel
de la reacción de orientación-investigación y de la activación centrífuga
de los receptores en el proceso de síntesis aferente. Sin embargo, indu-
dablemente, queda por explicar una enorme cantidad de cuestiones.
Por ejemplo, la actjyación ascendente, que acompaña a la reacción
de orientación-investigación coadyuva a la extracciÓn de elementos de
la experiencia anterior en los depósitos de la memoria. Pero ¿cómo lo
hace? ¿Qué procesos moleculares finos ocurren en los accesos a estos
depósitos?
Tenemos. fundamentos para pensar que las membranas subsinápti-
246 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

cas, a través de las cuales la excitación de la reacción de orientación-


investigación llega hasta la célula nerviosa, tiene sus particularidades, su
especificidad química. ¿Puede ser que esta especificidad consista en que
el proceso que comienza en la membrana subsináptica lleve a la acelera-
ción de todo tipo de reacciones enzimáticas en el axoplasma de la célula
nerviosa? Es probable que esta nueva coyuntura quí-mica er. 19 i.:!-=- ~-:t:-!l··
na y en el axoplasma de la célula nerviosa represente la situación favo-
rable que facilita el más rápido y correcto, desde el punto de vista
probabilístico, contacto entre los diferentes tipos de información (fig.
8.5). Por ahora éstas son sólo hipótesis de largo alcance; pero no son tan
improbables como podría haber parecido, porejemplo, diez años atrás,
es decir, antes de producirse la rápida ampliación de nuestros conoci-
mientos en neurodinámica y neuroquímica de los procesos sinápticos.

, ,
JI,. ,LAiOBMACION DE LA ACCION y DEI APARATO DE
P~ONOSTICO DE SUS RESULTADOS

La síntesis aferente conduce a la toma de la decisión, es decir, a la


elección,_de--Íill.tnLIQs_millones posibles, de una actividad por completo
determinada Es ev.. idente
--~-"
gue este proceso de elección indica el comien-
zo de la propagaciÓu-.Scl.e.ctiya de as excitaciones en la parte efectora
del sistema nervjoso Cómo se realiza la toma de la decisión y la elección
de la actividad adecuada, constituye una de las cuestiones más enigmáti-
cas para la neurofisiología del comportamiento.
Es indudable lo siguiente: en el proceso de realización de la síntesis
aferente,_d.ebe llegar inevitablemente el momento en gue~por ciertos in-
dicios, el cerebro d~mlÍna_~ue la síntesis afereD.t~dg_bgJ1m1lil1ar)! de-
be ser-- tomada ia decisión correspondiente. Se puede pensar que la
determinación de este momento ocurre gracias a la convergencia amplí-
sima de las excitaciones en las neuronas corticales y la comparación
multilateral, en ellas, de las excitaciones aferentes de diferente origen.
Se puede convenir con Bishop que en el momento de la toma de la
decisión todos los procesos de cerebro deben estar de alguna manera es-
pecialmente-condensados en el tiempo y en el espacio (Bishop, 19ó3).
Lo mismo afirma Bullock, quien en uno de sus trabajos dedicó especial
atención al problema de la toma de la decisión (Bullock, 1959).
¿Cómo y dónde se realiza este proceso, el más integrado, de forma-
ción del acto conductual? Aún no tenemos respuesta a estas preguntas,
puesto que han sido planteadas sólo en los últimos años, en gran medida
bajo la influencia de la cibernética. Sin embargo, el hecho mismo de
plantearlas en forma precisa, representa un enorme logro en el estudio
de la actividad integrativa del cerebro.
Los experimentos realizados por Shumilina de extirpación de los ló-
LA FORMACiÓN DE LA ACCiÓN 247

bulos frontales del cerebro sugieren e~aJguna medida la idea q#éÍ'pro-


ceso más integral y económico durantelarealización de la elección es el
fo.r mado por los lóbulos frontales de la corteza cerebral, en los cuales
deben estar representados, de a]guna manera, ]OS resultados de la sínte-
sis aferente.
Podemos decir algo mucho más definido en relaciÓn con la formaciÓn
de un estadio muy importante que termina con la construcción del mo-
delo de los elementos aferentes que, en conjunto, componen los pará-
metros más importantes de los resultados futuros de la acciÓn. Como
muestra el análisis de las reacciones conductuales y de cualquier regula-
ción fisiolÓgica, este aparato, que llamamos aceptor de la accÜ¿!lt es de-
~ cir, que capta la información sobre los resultados de la aCCIOn, es la fQr-
f< mación más importante que regula y corrige la insuficiencia de los actos
~\.[T / conductuales mentales de los animales y del hombre.
'rf .;p Las observaciones directas de la reacciÓn alimenticia habitual, con-
(,0 dicionada en caso de sustitución repentina del pan por carne, hicieron
O- posible descubrir que el estímulo condicionado, en conjunto con los de-
más componentes de la síntesis aferente, forma realmente el modelo de
esta naturaleza que por su composición refleja de una manera muy exac-
ta los rasgos característicos del futuro reforzamiento. Por ello, la súbita
sustitución del pan, para el cual ya estaba preparado el modelo aferente,
por otra sustancia alimenticia (la carne), crea una peculiar "discordan-
cia" entre los índices formados anteriormente del resultado (reforza-
miento con pan) y el conjunto real de las señales aferentes provenientes
del reforzamiento con carne (Anojin y Strezh, 1933).
Experimentos semejantes con rápida sustitución (o, en otras formas
de experimento, eliminación de los factores reforzantes, por ejemplo,
en condiciones de autoestimulación, según Olds) muestran constante-
mente el mismo resultado. En este último caso, el conjunto de rasgos
aferentes provenientes del nuevo resultado (la interrupción de la ,co-
rriente excitadora) resulta inadecuado al modelo, ya formado, del apa-
rato de pronóstico, dictado por la síntesis aferente.
P-ªra.1.a comprensión de las funcion es del aparato aceptar de la acción,
es importante recordar que el mecanismo de su formación es universal :
ocurre en el sistema nervioso en todo lugar donde el sistema funcional
formado asegure ]a salida a la periferia de los procesos de comando y se
produzca la obtenciÓn de cualquier efecto adaptativo. En este sentido,
aún un acto tan automatizado como el respiratorio se forma con la in-
dudable participación del aceptor de la acción, aunque la arquitectura
fisiológica es aquí, lógicamente, peculiar.
Se comprobó, por ejemplo, que antes de que en la periferia se realice
la orden del centro respiratorio sobre la toma de 400 cm 3 de aire, en la
estructura misma del centro respiratorio y, a ciencia cierta, antes de
la toma real del aire (l.5-2.0 seg.), se forma el aparato aferente cuya
248 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

tarea es la recepción ulterior de la infonnación proveniente del pulmón


acerca de si se han tomado realmente los 400 cm 3 o si la orden se ha
cumplido en forma inexacta (fig. 8.6).

Influencias superiores

Quimiorreceptor Qu imiorreceptor

Fr ':--,1\
-
- t

.-
La orden al diafragma
El resultado desde
los alveolos

Figura 8.6. Esquema sintético que representa todos los mecanismos fundamentales
del sistema funcional en el acto respiratorio. En el dibujo están representadas la sln-
tesis aferente, la toma de la decisión y la salida de las excitaciones eferentes. En el
centro de los mecanismos colaterales se encuentra representado el mecanismo de
una excitación prqlongadamente retenida, a la cual se dirige la aferentación en
retorno desde los alveolos pulmonares. Este sistema de relaciones sirve como mode-
lo universal para la formación del aceptor de la acción.

Estas hipótesis fueron confumadas en nuestro laboratorio con ayu-


da de un mecanismo electrónico especial (Poliantsev, 1963). Los impul-
sos del nervio frénico eran transfonnados en el dispositivo electrónico y
se dirigían a un aparato de respiración artificial; éste enviaba al pl!l-
món tanto aire como debían dar los impulsos que del centro respira-
torio van al diafragma.
Tales dispositivos facilitaron la creación de un modelo de respira-
ción autorregulada, gracias al cual el pulmón, con ayuda del aparato
de respiración artificial, recibía siempre tanto aire cuanto era requerido
por las condiciones de la síntesis aferente, es decir, teniendo en cuenta
todos los factores más importantes de la respiración (fig. 8.7): la pre-
sencia de COl y O2 , la aferentación quimiorreceptora periférica,
etcétera.
249

Influencias superiores

Figura 8.7. Esquema de inteNención en el trabajo del pulmón con ayuda de un


transformador de impulsos electrónico y del aparato respiratorio. CR. Centro res-
piratorio; P. Pulmón; AR. Aparato respiratorio; TI E. Transformador de impulsos
electrónico.

Al cambiar, en el aparato electrónico, la trasmisión de las informacio-


nes al aparato respiratorio, podíamos, en cualquier momento, introdu-
cir tanto aire como era necesario teniendo en cuenta las consideracio-
nes del experimento y no según las necesidades del organismo. Por
ejemplo, en lugar de 300 cm 3 , que estaban codificados en los impul-
sos del centro respiratorio, se introdujeron en el pulmón sólo 100 cm 3 •
Los receptores alveolares del pulmón, en estas condiciones, podían se-
ñalizar al centro respiratorio la información equivalente a la toma por
el pulmón de 100 cm 3 • Como resultado de los experimentos expues-
tos, se crean en el centro respiratorio las condiciones para una clara dis-
cordancia entre lo que fue dictado por la orden y el resultado obtenido
en la realidad. He aquí una discordancia que sirve de estímulo para la
formación de una nueva acción compensatoria, como resultado d~ lo
cual, en la siguiente inspiración, se realiza la toma, por el pulmón, de
una cantidad significativamente mayor de aire.
En este y otros experimentos similares, muchas veces mostramos
que la formación del aceptar de la acciÓn acompaña inevitablemente a
cualquier toma de decisión; el aceptar de la acción es, por su esencia
fisiológica, el sistema ramificado de procesos nerviosos, en Ja .parte
aferente del cerebro, que refleja todas las señales (parám.tÜr.o.sJ,..e.sencia""
les...de los resultados futuros.
No podemos detenernos en todos los detalles de la formación y com-
posición de este aparato. Indudablemente, su estructura incluye no sólo
las señales aferentes de los resultados finales que reflejan el objetivo del
acto conductual dado, sino, todas las etapas intermedias en su ejecución.
y también aqJJ í cualquier disparidad entre algÚn resultado interme- '
dio y su aferentación en retorno y el aceptar de la acciÓn ya formado
250 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

lleva a la corrección de esta inexactitud o error. Prácticamente éste es el


Iii'~.canismo que hace armÓnicas y útileS.-llllestrasacciones y todo el
comportamiento en conjunto.
En los últimos años, al utilizar la particular simplicidad y el ca-
rácter modelable de la función respiratoria, tratamos, con ayuda del mé-
todo de los microelectrodos, de caracterizar los procesos del centr.:: :-:::
piratorio que favorecen la formación del aparato pronosticador de los
resultados futuros de la acción. De la comparación de la actividad de
algunas neuronas del centro respiratorio se puede extraer, por ahora,
sólo una consideración preliminar sobre cómo se form a el aceptor de
la acción.
Es indudable que en el moment o en que se fauna la "toma de la_de-
cisión:. ~ _ .y-..comienza a real izarse, I1ega a las yía&..C.O.laterales eferentes del
axón la ramificación de las excitaciones eferentes que conforman, ~n
conjunto, una peculiar " copia de la orden" para la acción .
Est~ cOJ.D..Qlejo de estimulaciones eferentes colaterales, en contacto
con ciertos-p.r.o.cesos de la síntesis aferente, constituyen el núcleo ini-
cial deLaceptor de la acci Ón Este núcleo debe encontrarse en excitación
permanente-hasta. que no lleguen dU.a periferia las señales sobre la ob-
tención. dej os resultados.
Investigaciones microfisiológicas concretas muestran que en el cen-
tro respiratorio hay tipos muy diferentes de células y algunas de ellas,
por su actividad, corresponden plenamente a esta lógica del proceso.
Al parecer, eLsustrato nervioso con ayuda del cual se realiza la tras-
misión al aceptar de la acciÓn de la "copia de la orden ", son ]os .múl-
tiples colaterales axónicos, en especia] de las neuronas corticales.
Aunque -la constituciólLdeJ aceptar de ]a acción representa eLme-
canismó principal del acto conductual, no es el único que forma el
proceso cíclico cerrado al final de dicho acto. Una de las cuestiones
más importantes en la construcciÓn deLmodelo universal de éstu§ la
obtención de resultad.as...Útiles que por sus parámetros deben satisf~cer
t g.. nto a la síntesis aferente como a la decisión tomada.

111. LOS RESULTADOS DE LA ACCiÓN


COMO CATEGORíA FISIOLÓGICA AUTÓNOMA

En la historia del estudio del cerebro como formación integrativa pre-


dominó claramente el hecho de dirigir la atención en la acción misma
y no en sus resultados.
Por ejemplo, decimos "el reflejo de rascado", "el reflejo de pren-
sión", "el reflejo de parpadeo". ¿Qué se expresa en estas frases? En
ellas se manifiesta, por lo general, sólo la acción reflej a, e incluso no
se hace alusión a los resultados. El término "reflejo de rascado" signi-
LA AFERENTACIÓN EN RETORNO 251

fica solamente que tuvo lugar el rascado, pero no expresa de ninguna


manera qué resultados se obtuvieron con ese rascado. Exactamente
igual, el "reflejo de prensión" sólo da a entender que tuvo lugar la
prensión, pero no los resultados que con ello obtuvo el organismo. Se
puede revisar toda la tenninología, creada por la teoría reflexológica,
y convencerse de que los resultados de la acción fueron excluidos por
completo del pensamiento habitual del fisiólogo.
Hasta hoy existen muchos investigadores que se limitan a la noción
de arco reflejo. Sin embargo, en este caso se excluyen, naturalmente,
el mecanismo de la síntesis aferente y el aparato de pronóstico de los
resultados (aceptar de la acción), por cuanto en el arco reflejo todo el
curso de los procesos nerviosos tiene un carácter lineal.
La concepción del "arco reflejo" creció históricamente sobre la
"acción" y precisamente por ello pennaneció "abierta", por cuanto
sólo podían "cerrarla" las nociones sobre los resultados de la acción y
la infonnación que llega al cerebro acerca de estos res~cir, .
saNe la aferentación en retomo.
Durante el proceso de investigación, "los resultados de la acción" se
sobreentienden como algo adyacente, pero este "algo" no encontró su
lugar en la continuidad orgánica del acto conductual. Naturalmente, la...
ausencia de los res.u1tados de la acción en el campo visual Jl~jpvestiga­
dar, condujo a no prestar atención tampoco _él) mecanismo de evaluaciÓn
de los resultados de la acción, es decir, a la aferentación en retomo.
Si utilizamos los ejemplos de reflejo citados, podemos decir que el
resultado del "reflejo de prensión" será no la prensión misma como
acción, sino el conjunto de excitaciones aferentes que corresponde a los
rasgos del objeto "tomado" (resultado de la acción). El movimiento de
estas excitaciones hacia el cerebro crea la etapa final: la comparación
de estas excitaciones aferentes en el aceptar de la acción. En el caso de
tomar un lápiz, por ejemplo, será todo el conjunto de los rasgos que-lo
caracterizan (las facetas, el peso, la temperatura, etcétera).
Consideramos que precisamente en este punto hay que buscar la
causa de la extrema estabilidad de la idea de "arco reflejo", la cual,
a lo largo de muchos años, fijó la atención de los fisiólogos en la acción
realizada y como un velo impenetrable los apartó de la evaluación de
los resultados obtenidos, que son la consecuencia orgánica de la acción.

,
IV. LA AFERENTACION EN RETORNO

El concepto de aferentación en retomo "cierra" la brecha entre la


acción y su efecto central y hace del acto ·conductual una arquitectura
armoniosa, un "bloque", Que termina con la evaluación de los reSJJlta-
dos en el aceptar de la acción.
252 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

Aquí, es oportuno mencionar una expresión incorrecta que se


utiliza frecuentemente durante el análisis de los actos conductuales. Al-
gunos autores prefieren emplear, en lugar del término "aferentación en
retorno", que propusimos, la denominación "aferentación correctora".
Esta expresión es errónea por su esencia fisiológica. La señalización
aferente de los resultados de la acción y sus parámetros, !10 pUf:'0 e (". • .-
rregiLnada, por cuanto es siempre una consecuencia p'asiva de la resen-
-
CI u 1 uier resultado incluso incorrecto de la acción. La aferenta-
Ci.Ó~L~!]' retomo surge incluso cuando se comete un error con uc u ,ya
que siempre aparece como resultado del choque entre e organIsmo y
lQS factores del medio. Sólo .el aceptar de la acción, que incluye todos
1.9.§~arámetros aferentes de la finalidad, dictada por la síntesis aferente,
~..e... tener una influencia correctiva.
El aceptQt de la acci~n.o ejerce esta influencia correctiva en for-
ma directa, ._inmediata, .sinQ que excita los aparatos actjyadores del sis-
tema nemos.o_ceníral que crean una sínte.sis_aferenteJllás fina y lln-Pro-
grama más. . precis_o de acción, al comparar 10_~LI? arámetros ya exist~.ntes
del resultado con los parámetros codificados en la aferentación ~nretor­
no (reac..ciÓn de orientación-investigación).
Es sabido que la afure..n1.ak~J:.e1ºmJLe.s casi siempre multipara-
métrica, pues refleja la diversidad de aspectos del resultado mismo.
Por ejemplo, el resultado de la acción puede residir en la recepción de la
aferentación en retorno a través del canal visual, pero a su vez puede
ingresar también a través de los receptores cutáneos, auditivos, etc. Y
esto significa que cada uno de los parámetros del resultado puede loca-
lizarse en su zona de proyección propia y, en consecuencia, el conjunto
de los parámetros que caracterizan el resultado específico dado debe ser
construido con base en el principio de un sistema muy amplio de enla-
ces que abarquen la corteza de los grandes hemisferios en su totalidad.
Naturalmente, surge una pregunta: ¿de qué manera un sistema tan
amplio puede establecer contacto con el aceptor de la acción que con-
tiene también los parámetros aferentes? De la pregunta planteada se de-
duce lo siguiente: si la aferentación en retomo se proyecta en las dis-
tintas zonas de la corteza cerebral, con frecuencia muy separadas unas
de otras, también el aceptor de la acción debería tener una arquitectura
igualmente amplia, es decir una arquitectura fisiológico-estructural
dispersa.
Esta conclusión es lógica, pero difícilmente el cerebro trabaja en
realidad según este principio. Pensarnos que al comienzo, es decir, en el
primer estadio de ingreso a la corteza cerebral, las excitaciones aferen-
tes dispersas se reúnen posteriormente en algunos elementos de la corte-
za y la sub corteza en forma más compacta; puede ser que incluso en
neuronas aisladas, en cualquier caso, en alguna formación nuclear muy
compacta. Entonces, podría eliminarse la contradicción fisiológica acer-
DISCORDANCIA ENTRE LA F INALIDAD Y EL RESULTADO 253

ca de la dispersión de las señales aferentes del resultado, la toma de la


decisión y el aceptar de la acción, por parte de la corteza cerebral.

V. DISCORDANCIA ENTRE LA FINA LIDAD


Y EL RESULTADO OBTENIDO

Quizá una de las más sorprendentes propiedades del sistema funcio-


nal _del acto c.Q11ductual sea la comparación entre el pronóstico aferente
d~ .los resultados, condensado en el aceptar de la acción, y los impulsos
nerviosos que llegan a él como señales sobre los resultados obtenid..o.s.
Este momento, indudablemente, es decisivo para la formación del com-
portamiento futuro en la serie ininterrumpida y sucesiva de los actos
d~l animru del hombre.
En esta comparación, el aceptar de la acción aparece como algo
permanente y rector (modelo de la motivación), al tiempo que la afe-
rentación en retomo de los resultados puede cambiar permanentemente
de acuerdo con el grado de éxito de éstos. Dichas correlaciones varia-
ble_ se encuentran re resentadas, en forma amplia, en el comportamien-
to que sJUorma según el tipo "ensayo y error".
El mecanismo con el cual se comparan los índices integrados de
los futuros resultados con las señales sobre los resultados obtenidos
incluye, además, un complemento importante, el factor emocional de
satl.~cióR-QJ.nsatisfacción. Es. claro que este factor sirve de estímulo
complementario para la búsqueda de nuevos programas de acción, más
adeCJJados a la finalidad planteada. Esta relación de los procesos de
discordancia con el carácter emocional de toda reacción está expresada
especialmente en los casos en que la discordancia se liga a la completa
ausencia de aferentaciÓn en retorno de carácter biológico positivo,
como, por ejemplo, del acto de alimentación. En estos casos, ocurre una
discordancia entre el aceptar de la acción (que incluye todos los pará-
metros de la sustancia alimenticia) y la ausencia de las excitaciones rea-
les provenientes de esa sustancia: gustativa, olfatoria, táctil, etcétera.
Un ejemplo típico de tal discordancia es la extinción de la reacción
alimenticia condicionada en los experimentos con reflejos condiciona-
/' dos. La primera falta de refuerzo del aceptar de la acción (creado por
el estímulo condicionado), por la comida, provoca en ciertos casos una
fuerte reacción agresiva e intentos muy enérgicos por alcanzar el ali-
mento del comedero (Anojin, 1925).
Se puede pensar que en el proceso de la evolución el factor de la
discordancia entre el objetivo planteado yel resultado obtenido estuvo
ligado con el surgimiento de la emoción negativa, allí donde se creaba
la discordancia con base en la no obtención de factores vitalmente im-
portantes. Por el contrario, si falta la aferentación en retorno que seña-
254 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

liza acerca de una acción biológicamente negativa, la discordancia lle-


va a emociones positivas.
Todo--p..arec~_ind.icar que ta1..relación entre los mecanismQs-de.e.valua-
cián._deLI:kSJJItado terminal en los actos conductuales con el aparato
emocional, es una adquisición muy progresiva y Útil en un pla'n o-bioló-
gico 'amplio.
Para la evaluación de este momento de disc0.:.1~! ! (;!.:! y \;01Ücidencia
en el aceptar de la acción, debemos una vez más señalar el enorme papel
q\le juega la reacción de orientación-investigación. En todos los casos de
no coincidencia del aceptar de la acciÓn con ]os resultados obtenidos,
s~ incluye automáticamente el mecanismo de ]a reacción.-de-Orientación-
investigación. Esta última lleva a la inmediata ampliación y moyilizpción
d~ las informaciones aferentes a cuenta de un análisi~_!Il.ª~ .minucioso del
medio circundante.
Es un proceso largo que está ligado con la circulación ininterrumpi-
da de los ciclos central-periféricos en los sistemas aferentes. <;;omo~sul­
tad@··se crea un nuevo programa de ac.cián,_que.puede proporcionar, en
la periferia, los resultados que corresponden al ya formado aceptar de
l.a acción.
Como vemos, la neurodinámica de la formación de la síntesis aferen-
te consiste en que durante este estadio la reacción de orien tación-inves-
tigación crea dos condiciones fundamentales que enriquecen la síntesis
aferente con más y más cantidad de tal información.
Por una parte, esto se logra por medio de la profunda acción energé-
tica de la formación reticular y el hipotálamo sobre la corteza de los
grandes hemisferios. Gracias a estas influencias, en las neuronas cortica-
les se crean todas las condiciones necesarias para la integración facilita-
da entre los elem.entos celulares ubicados en diferentes puntos de la cor-
teza del cerebro y que, en algunas ocasiones, se encuentran muy alejados
entre SÍ.
Por otra parte, la misma reacción de orientación-investigación favo-
rece la influencia centrífuga sobre los receptores periféricos; esta última
acción conduce a que el umbral de la sensibilidad del analizador, inclui-
do en el momento dado en la reacción de orientación-investigadó? 7

descienda significativamente. Esto contribuye aún más al éxito de la


síntesis aferente y a la formación de un nuevo programa de acción, más
exitoso.
De las condiciones neurodinámicas descritas, que inevitablemente
se crean después de la discordancia entre el resultado y el aceptor del
modelo aferente del resultado , se desprende que el aceptor de la acción
sirve de importante estímulo para la creación de una nueva actividad de
búsqueda, con inclusión de nuevos aparatos aferentes y la creaci9n de
us nuevo programa de acción.
255
,
CONCLUSION

~l material expuesto describe la arquitectura acabada del acto con-


ductual, cuyos mecanismos fundamentales poseen una base neurofisicr
lógica y fueron mostrados muchas veces en experimentos especialmente
orgaruzados (Makareñko, ASmaIan y ofros ).
Esta arquitectura fisiológica presenta un cuadro muy heterogéneo
por la calidad de sus procesos integrativos; además, la misma acción
recíproca de estos procesos constituye un rasgo específico del todo
integrativo y no de sus partes. Por ejemplo, el surgimiento del aceptor
de la acción es inconcebible sin la síntesis aferente preliminar y sin los
procesos que están ligados a la evaluación de las señales provenientes
de la periferia sobre los resultados obtenidos.
Es evidente que cada uno de estos mecanismos principales contie-
ne infinitos entrelazamientos e interacciones de excitaciones e inhibi-
ciones ; en cada uno de estos mecanismos se entrecruzan bastantes ocasio-
nes las mismas y diferentes excitaciones. Precisamente en esto consiste
el sentido del modelo universal del acto conductual. Aunque su arqui-
tectura es muy compleja, por la composición de sus procesos y meca-
nismos, representa una formación lógicamente acabada, lo que determina
el lugar de cada proceso y mecanismo en este gran edificio.
Para la cibernética tal modelo del trabajo del cerebro es especial-
mente cómodo, ya que está construido sobre regularidades neurofisio-
lógicas muy finas, con lo cual abre simultáneamente amplias perspecti-
vas para la modelación y el tratamiento matemático de sus mecanismos
particulares. Pero la correlación de estos mecanismos particulares con
. la arquitectura integral representa 10 que puede ser utilizado en la mo-
delación y construcción de dispositivos electrónicos y técnicos. Esto ex-
plica el hecho de que muchos neurofisiólogos y cibernéticos prestaran
especial atención a las cualidades de la arquitectura fisiológica del acto
conductual íntegro. (Magoun, 1963; KIaus, 1962; KIaus, 1963; Minski,
1964, Fessard, 1961 y otros).
E~ el presente capítulo demostramos a los psicólogos que la arqui-
tectura fisiológica del acto conductual como un todo sirve de eslabón
de "enlace entre la neurofisiología, la actividad nerviosa superior y ]a
psicología.
En cierta ocasión Alfred Fessard, una vez que aceptó nuestras tesis
de principio sobre la arquitectura fisiológica del acto conductua1, seña-
ló que llegó el momento de mostrar, en el experimento neurofisiológico
fmo, los mecanismos y procesos con ayuda de los cuales se mantiene,
como un todo integrativo unitario, esta arquitectura conductual (Fessard,
1959). En la actualidad, podemos decir que hemos revelado en cierta
medida una parte importante de los secretos de la arquitectura fisiológi-
ca del acto conductual, aunque queda aún mucho por investigar para
256 CAP. 8. LA CIBERNÉTICA Y LA ACTIVIDAD CEREBRAL

aclarar totalmente esta sorprendente organización, creada hace millones


de años.
En cualquier caso, estamos ahora cerca, por ejemplo, de la com-
prensión de los mecanismos de la síntesis aferente, incluido su nivel
molecular. Abordamos de lleno la evaluación de los componentes fisio-
lógicos del-aceptor de la acción y comprendimos el enornié papeí del
resultado como componente autónomo de cualquier arquitectura.
Sólo dos mecanismos principales, localizados, desde el punto de vis-
ta lógico, en forma suficientemente exacta, no se han sometido hasta
ahora al análisis neurofisiológico fino ya la interpretación determinista.
Éstos son la ''toma de la decisión" y la "discordancia" entre los resul-
tados obtenidos y el modelo aferente de los resultados en cuestión,
reflejados en el aceptor de la acción.
Sin embargo, con base en los numerosos hechos neurofisológicos
que hemos obtenido, no tenemos fundamentos para pensar que estas
complejas cuestiones son irresolubles. En calidad de ejemplo que justi-
fica tal optimismo, se puede señalar que el papel de la " copia" de la or-
den durante la realización de cualquier orden aferente para la acción,
se vuelve cada vez más claro. Como muestran las investigaciones con
microelectrodos, estas excitaciones aferentes, ramificándose por los
colaterales de miles de axones diferentes, se mantienen por largo tiem-
po activas en las "trampas de excitación", descubiertas por Lorente de
No. Estas estimulaciones, evidentemente, son cíclicas y en conjunto
permanecen activas hasta el momento en que llega la aferentación en
retomo sobre los resultados obtenidos.
Resulta indudable que el acto decisivo de evaluación de los resul-
tados obtenidos ocurre aquí, en el empalme de las huellas todavía fres-
cas, cargadas energéticamente de la orden eferente para la acción con
las señales llegadas más tarde sobre el resultado obtenido. .
En este momento hacemos todos los esfuerzos en los más diferentes
niveles de investigación, desde los procesos moleculares hasta la activi-
dad nerviosa superior, incluida la psicología, para reunir en una sola
concepción todos nuestros conocimientos sobre el cerebro.
Indudablemente, la tarea es difícil, pero sabemos bien que nunca en
la historia de4a--ciencia hubo un caso en el que tener miedo a las dificul-
tades de la investigación favoreciera el progreso científico.
9
La significación metodológica
de
las leyes
cibernéticas 1

PREMISAS GENERALES

Como es sabido ampliamente el enfoque cibernético recibe en la


actualidad un profundo desarrollo en las disciplinas tecnológicas en las
áreas donde se utilizan máquinas y dispositivos electrónicos de distin-
to tipo. Pero la revolución cibernética no consiste sólo en transfonna-
. ciones técnicas : es ante todo una revolución en el pensamiento, en el
enfoque de los fenómenos de la naturaleza y en el método de análisis.
Fijar la atención sólo en los aspectos técnicos de la cibernética se
vUelve, tarde o temprano, insuficiente para el progreso científico en
conjunto.
A su vez, son también insuficientes los intentos por comprender los
aspectos f¡).osóficos de la esencia de las tesis de la cibernética. Así,
hasta el momento, no se prestó seria atención a una cuestión cardinal:
¿qué leyes detenninan el hecho paradójico de que fenómenos de dife-
rentes clases, que pertenecen al dominio de la técnica, a la naturaleza
viva y a la sociedad, se desarrollen y actúen de acuerdo con los mismos
principios generales de funcionamiento? Esta cuestión, por su carác-
ter, es filosófica, y tal parece que la raíz de la confusión que encontra-
mos cuando se intenta definir qué es la cibernética se halla precisamen-
te en ello.
Tomemos la definición más completa y vigente de la cibernética
1 Publicado en La dialéctica materialista y los métodos de las ciencias naturales. Moscú,
1968.

257
258 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉT ICA

como ciencia sobre la dirección de sistemas vivos y mecánicos. Si se


permaneciera en el nivel de las leyes particulares de la vida en sus lími-
tes visibles, esta definición nos satisfaría. Sin embargo, en cuanto que-
remos definir la dirección en ún aspecto más general, surgen inmedia-
tamente nuevas preguntas: ¿quién necesita esta dirección? ¿Cómo pudo
surgir, en general, la necesidad de la dirección como principio de orga-
nización de la vida? En realidad, de acuerdo con el materialismo dialéc-
tico la dirección no puede dejar de tener una historia de desarrollo y,
en consecuencia, no puede carecer de causas completamente regulares
de surgimiento.
Esta cuestión adquiere una actualidad aún mayor si analizamos otra
definición de cibernética, en la cual se afirma que es la ciencia que se
encarga de elaborar la información en los sistemas vivos y técnicos. Esta
definición conduce también a la pregunta: ¿qué es la información y
qué originó la necesidad de su elaboración? Dicho con otras palabras:
¿qué leyes generales predeterminaron la aparición de las dependencias
informativas, cómo y dónde nació o surgió la información primaria, por
qué debe transformarse y qué leyes dirigen esta transformación? El as-
pecto filosófico de estas preguntas es mucho más amplio que con el que
se examinan las formulaciones cibernéticas habituales.
Lo mismo se puede decir acerca del punto central del pensamiento
cibernético: la presencia de la retroalimentación en toda clase de fenó-
menos.
Es indudable que la retroalimentación es el "alma de la cibernéti-
ca", ya que gracias a ella se deteiminaron los éxitos de la cibernética
técnica. Por eso no es casual que algunos investigadores consideren que
vivimos en la "era de la retroalimentación". A esta importante ley del
pensamiento cibernético también son aplicables preguntas análogas:
¿por qué la retroalimentación se convirtió en una regularidad tan uni-
versal, apta tanto para las máquinas como para los organismos y para la
sociedad? ¿Cuándo y bajo qué condiciones esta regularidad pudo surgir
en la historia del globo terrestre?
La ausencia de respuesta a estas preguntas muestra que, a pesar del
desarrollo de la orientación cibernética en la técnica, en la biología y
en las ciencias sociales, un enfoque más amplio, precisamente un enfo-
que filosófico sobre las particularidades de la cibernética, permanece
hasta el momento poco elaborado.
Resulta evide"nte que este aspecto de la cibernética podrá ser aclara-
do en una u otra medida sólo si se determina exactamente el papel uni-
versal de las leyes cibernéticas, como necesidad histórica, en la evolu-
ción de nuestro planeta.
Más adelante utilizaremos los datos experimentales que hemos obte-
nido para descubrir algunas causas históricas de la formación de las prin-
cipales regularidades cibernéticas.
259

EL SISTEMA Y EL RESULTADO

Uno de los ragos más admirables en el desarrollo de la ciencia con-


temporáneo es la búsqueda de una "clave" que permita comprender de
la forma más rápida la enorme heterogeneidad de los resultados fácticos
de la investigación científica, alcanzados en las diferentes disciplinas. El
concepto de sistp.ma constituye esta "clave" universal.
Al pronosticar en una de sus últimas entrevistas cómo serían la físi-
ca y la biología en 1984, N. Wiener expresó este pensamiento en una
forma muy precisa. Relató su trabajo conjunto con el doctor DelIa
Ricci sobre el desarrollo de la idea según la cual en la física y en la me-
cánica cuánticas debe jugar un gran papel la organización de los siste-
mas. La tendencia principal del desarrollo de la biología también trans-
currirá, en su opinión, en térllÚnos de la organización del sistema en el
espacio y en el tiempo. Aquí, la autoorganización debe jugar un papel
fundamental. En consecuencia, opina Wiener, no sólo las ciencias bio-
lógicas se aproximarán a la física, sino que la física asinúlará algunas
ideas de la biología.
El papel del sistema como factor generalizador y organizador en el
desarrollo de todas las ciencias está presente, de manera destacada, en
la formulación de Ellis y Ludwig, quienes publicaron recientemente el
libro La filosofía del sistema; en él afmnan que "la época de los jets",
"la época de la cibernética" y "la época del cosmos" deben su surgi-
llÚento a la aparición de los sistemas con propiedades universales de
autorregulación y proponen llamar a nuestra época "época del siste-
ma" (Ellis y Ludwig, 1962).
Por tanto, es natural que muchos científicos vieran en las genera-
lizaciones cibernéticas la salvación ante el raudal de hechos cientí-
ficos dispersos.
Esta esperanza tenía, en cierto sentido, fundamento. Los especia-
listas de diferentes áreas del conocinúento encontraron en la ciber-
nética un lenguaje común y surgieron amplios contactos científicos que
aseguraron el enriquecimiento mutuo. Pasaron a ser comunes simpo-
sios y congresos, en los cuales, junto con los matemáticos y físicos,
tomaban parte biólogos, fisiólogos, filólogos, lingüistas, etcétera.
Klaus, en su monografía Cibernética y filosofía, caracterizó en for-
ma completa y exacta este papel de la cibernética:

La cibernética tiene una gran importancia; en primer lugar porque pro-


picia la tendencia general a la unión integral de muchas ciencias. Ella plantea
muchos problemas comunes a las más diversas ciencias especiales. Construye
un campo conceptual en el cual se reúnen muchos elementos, inherentes a
diferentes ciencias especiales; con ayuda del sistema general, de sus catego-
rías y conceptos, trata de apuntalar los cimientos de la tendencia a la inte-
gración de ciencias concretas, desarticuladas entre sí (KIaus, 1963).
260 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

Acerca de las cuestiones que fueron planteadas en la parte introduc-


toria de este capítulo, podríamos decir que precisamente esta "tenden-
cia" a la generalización y a la formación del "campo conceptual" cons-
tituye uno de los problemas científicos de la filosofía de la cibernética.
Debemos reiterar la pregunta anterior: ¿cuál es la causa por la que la
cibernética creó tal "campo conceptual", revelador de que e~ CO!12.ú;.~ y
existe en la enorme diversidad de las ciencias y de los fenómenos de la
vida?
Debido a que la cibernética dio a luz muchas teorías particulares y,
especialmente, utilizaciones prácticas de sus leyes, se creó una despro-
porción en el-desarfollo de los principios generales y de los mecanismos
particulares. Quedó completamente claro que es indispensable ese
"denominador común" que podría expresar, con ayuda de una base
única, la diversidad de líneas de investigación y la no menor diversidad
de hechos y conceptos. '
Se puede coincidir con Wiener, Klaus, Ellis, Ludwig y otros investi-
gadores, quienes consideran que el "sistema" es el concepto más cómo-
do para la organización de la investigación científica y para la construc-
ción de hipótesis generalizadas. Sin embargo, surgen inmediatamente
las preguntas siguientes: ¿cómo definir el concepto de sistema y expre-
sar en formulaciones exactas los índices más característicos que lo di-
ferencian del "no-sistema"?
A pesar de la amplia utilización del término "sistema", no han sido
formuladas aún sus principales características. De aquí se deriva la
mutua incomprensión entre los científicos de diferentes especialidades
y, en ocasiones, entre quienes trabajan en una misma especialidad.
El éxito de la orientación cibernética se determina, en lo fundamen-
tal, porque intro<:lujo el concepto de sistema con parámetros muy pre-
cisos, que se someten a un tratamiento matemático. En esencia, esto
debe servirnos de punto de partida para la discusión. Otra cosa ocurre
en la biología; aquí, el concepto de sistema siempre se utiliza cuando
se quiere señalar algo complicado, que supera por su magnitud los pro-
cesos, mecanismos y elementos habituales. E incluso Ashby, con su
estricto pensamiento matemático, al caracterizar los sistemas de dife-
rente magnitud, usa expresiones indefmidas como "sistema pequeño"
_, y "sistema muy grande", haciendo así hincapié sólo en el simple aumen-
to de la cantidad de componentes y en la envergadura de las acciones
recíprocas entre los sistemas y los subsistemas (Ashby, 1964).
El éxito en la discusión de cualquier problema se encuentra por lo
regular de acuerdo con la exactitud con que se definan todos los pará-
metros del objeto de la discusión y la dirección general de la misma.
Por tanto, debemos caracterizar aquellas propiedades del sistema ciber-
nético autorregulado que pertenecen sólo al sistema y no a sus com-
ponentes.
EL SISTEMA Y EL RESULTADO 261

Esta formulación nos guía en el estudio de los sistemas funcionales


del organismo, el cual fue realizado durante muchos años en nuestro
laboratorio y, en consecuencia, posee una base experimental.
1. Ninguna organización, ..por muy_ amp-1i~~.qlt~..s~a . la _-cantidad de
sus elementos constituyentes, puede ser llamada sistema "autorregu-
lado", o "autodirigido", si su funcionamiento, es decir, la acción mutua
entre sus partes no . finaliza· con-un f~sultªdQ __ útil .para el sistema y si
carece de la información aferente hacia el centro de dirección sobre el
grado de utilidad de este resultado. Sólo en presencia de estas condi-
ciones todas las partes del sistema entran en consolidación, coordina-
ción mutua y subordinación. Gracias a esto, la entrada en acción de
cada componente del sistema ocurre en un momento exactamente de-
terminado; dicho con otras palabras, su acción mutua tiene un carácter
organizado y orientado.
En cualquier otra unión de partes, aunque sean interactuantes pero
que no tengan un resultado final útil, no existe la condición fundamen-
tal para el trabajo sistémico. El sistema de auto dirección no es una sim-
ple acción recíproca: es la integración de la actividad de todos los com-
ponentes en una dirección única: la obtención del resultado adaptativo
indispensable en el momento dado, y específico para el sistema. En el
sistema no existe otro medio para la regulación del trabajo de sus com-
ponentes, como no sea la focalización del grado de su participación en
el resultado final.
Por ejemplo, un gatito que realiza movimientos rítmicos de rascado,
elimina así algún agente irritante en la zona de la oreja. Esto no es sólo
un trivial "reflejo de rascado" ; es, en el verdadero sentido de la palabra,
la consolidación de todas las partes del sistema en el resultado. En reali-
dad, en el caso dado no sólo la pata tiende hacia la cabeza, es decir, al
punto de excitación, sino que también la cabeza se inclina hacia la pata.
La musculatura del cuello del lado donde debe efectuarse el rascado
está selectivamente en tensión, como resultado de lo cual la cabeza se
inclina hacia la pata. El tronco también está encorvado para facilitar
las manipulaciones libres de la pata. E incluso las otras tres extremida-
des que no están directamente ocupadas en el rasCado se encuentran
dispuestas para facilitar, de acuerdo con la pose del cuerpo y del centro
de gravedad, el éxito de la acción.
Como es posible observar, todo el organismo "está vuelto" hacia el
foco del resultado y, en consecuencia, ni un solo músculo del cuerpo
permanece sin tomar parte en la obtención del resultado útil. Tenemos
así, en el verdadero sentido de la palabra, un sistema de relaciones
completamente subordinado a la obtención del resultado útil al orga-
nismo en el momento dado.
Los experimentos de sección de las raíces posteriores (yen espe-
cial de las anteriores para la pata posterior) realizados por nuestra cola-
262 CAP.9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

boradora M. Chepeliuguina, mostraron en forma evidente esta "coope-


ración mutua" entre las partes del sistema durante la obtención del
resultado (Anojin, 1949).
2. De la tesis anterior se sigue que el resultado del sistema autcrl~­
guIado adquiere una significación central para su organi7 ~\"lón en el
tiempo y el espacio. Precisamente el resultado útll constituye el factor
operacional que coadyuva a que el sistema, en caso de insuficiencia del
resultado dado, pueda reorganizar por completo la disposición de sus
partes en el espacio y en el tiempo; ello asegura, a fm de cuentas, el
resultado adaptativo indispensable al organismo en la circunstancia
dada. En calidad de ejemplo se puede mencionar la amputación de una
extremidad. Este ejemplo muestra que tal sistema representa un com-
plejo lógicamente regularizado de procesos y mecanismos. Además,
la última distribución de los esfuerzos musculares se refuerza de inme-
diato por medio de la aferentación en retorno sancionante que provie-
ne de los resultados positivos obtenidos (Anojin, 1935).
No hemos hecho hincapié intencionadame.nte en el resultado de
la autorregulación como parámetro característico y rector del sistema,
10 cual se infiere tan solo a partir del análisis de las concepciones fisio-
lógicas contemporáneas. Si se examinan las teorías más importantes de
la fisiología se observa que en sus formulaciones se omite por completo
el concepto de resultado.
Observaciones sobre los sistemas vivos, nos convencieron totalmen-
te de que cualquier investigación fisiológica será mucho más productiva
si se rige por la noción de sistema anteriormente expuesta. Por cuanto
cada uno de los sistemas posee una función determinada con resulta-
dos trazados de manera precisa, en su momento 10 llamamos "sistema
funcional" (Anojin, 1935). Se comprobó que dicho sistema funcional
contiene, de manera indispensable, una serie de mecanismos fundamen-
tales específicos, que le pertenecen como formación integral.
Debido a que efectuaremos la exposición ulterior de nuestras ideas
sobre el sentido filosófico y la significación metodológica de las prin-
cipales leyes cibernéticas con base en la teoría del sistema funcional,
consideramos indispensable proporcionar una breve caracterización
de sus mecanismos principales, tal como nos los represent:mos según
los últimos datos experimentales obtenidos.

,
EL ESTADIO DE LA SINTESIS AFERENTE

Es el estadio inicial en el desarrollo de cualquier acto adaptativo del


animal. Su importancia radica en que sólo después de su conclusión se
inicia la siguiente etapa en la formación del acto conductual. La sÍn tesis
aferente es, quizá, el mecanismo más amplio y complejo del sistema
LA TOMA DE LA DECISiÓN 263

funcional. Existen bases para pensar que la evolución del cerebro y es-
pecialmente sus adquisiciones más ~tard ías (la corteza y, en particular,
los lóbulos frontales) estuvieron ligadas a la creciente complejización de
la síntesis aferente. Esto se comprende si se tiene en cuenta que precisa-
mente en este estadio cualquier organismo resuelve las tres cuestiones
fundamentales de su comportamiento: qué hacer, cómo y cuándo.
En el proceso de evolución de los animales, en condiciones cada vez
más complejas de existencia, estas tres preguntas exigieron para su re-
solución estructuras cerebrales más y más complicadas. Esto permite
comprender la alta valoración del "sector aferente" del sistema nervioso
central, que en su momento diera I.P. Pavlov.
Las múltiples investigaciones de nuestros colaboradores (A.!.
Shumilina, F.A. Ata-Muradova, K.S. Sudakov) nos permitieron con-
cluir que la síntesis aferente se realiza con base en cuatro importantí-
simos componentes que presentan excitaciones muy diferentes. Tres
factores neurodinámicos: la reacción de orientación-investigación, la
convergencia de las excitaciones sobre la neurona y su reverberación
córtico-subcortical, ayudan a la interacción de estas exCitaciones (y
posteriormente a la "toma de la decisión"). Estos mecanismos favore-
cen la reunión de todas las excitaciones diversás, su comparación y el
pronunciamiento de la "decisión" sobre la realización del acto conduc-
tual más adecuado a la situación dada.
En la composición de esta síntesis aferente en los animales superio-
res entran las siguientes cuatro formas de aferentación de las neuro-
nas corticales : la motivación dominante, la aferentación situacional,
la aferentación de puesta en marcha, los aparatos de la memoria. La
convergencia y comparación de todas estas excitaciones en las neuro-
nas de la corteza y la integración ulterior de los resultados de esta in-
teracción, a escala del cerebro en su totalidad, conducen, a fin de cuen-
tas, a la formación de la fmalidad de la acción missma y a la "toma"
de la decisión más efectiva, es decir, a la elección del programa de
acción más efectivo en las condiciones dadas.

LA TOMA DE LA DECISiÓN

La "toma de la decisión" es un verdadero regalo de la cibernética


a los fisiólogos, por cuanto este momento fundamental en la realiza-
ción de cualquier acto conductual permanecía oculto debido al punto
de vista predominantemente lineal sobre la formación del comporta-
miento, aceptado por la teoría reflexológica. En realidad, si el estímu-
lo externo sirve de impulso para la acción, no hay lugar, a lo largo de
todo el arco reflejo, para la toma de la decisión como mecanismo con
cuya ayuda se forma la finalidad y el programa de la acción.
264 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

El concepto de objetivo, tal como lP. Pavlov 10 presentó en el


artículo "El reflejo de la fmalidad", presupone la anticipación inevita-
ble de los acontecimientos, es decir, la formación del modelo de la
etapa final de la acción antes de que terminen sus etapas iniciales.
Difícilmente alguien puede afmnar, por ejemplo, que se propone el
objetivo de comprar un sombrero sólo en el momento ~!! ~1'':' ~ o ~~ ­
cuentra en la sombrerería. Está claro que la toma de la decisión y la
formación de la finalidad o el objetivo de la acción se anticipan y, más
aún, dictan indefectiblemente el curso de los futuros ac()nt~c.u¡~:,:~-:
tos, por 10 que el proceso no resulta, de ninguna manera, sucesiva-
mente lineal.
Sin embargo, a pesar del preciso planteamiento de la cuestión no se
convirtió, en el plano investigativo, en un problema científico objetivo,
ya que no correspondía aún al nivel general de los conocimientos neuro-
fisiológicos de aquel momento. Por 10 visto ello explica el que, paradóji-
camente, I.P. Pavlov nunca más retomará su valiente intento por exami-
nar la finalidad como reflejo .
. Así, la toma de la decisión y la formación del objetivo, que preveen
la obtención de un determinado resultado, constituyen la consecuencia
indispensable del estadio de la síntesis aferente; junto con ello, estos
procesos predeterminan el curso de los acontecimientos.
Otra característica de la toma de la decisión es su papel excluyente,
limitativo. Gracias a la toma de la decisión sobre la ejecución de un acto
completamente determinado, el organismo se libera de la enorme canti-
dad de grados de libertad potenciales que podrían ser realizados en cada
momento dado (Ujtomski, Vasiliev, Vinogradov, 1927). En principio,
en un cierto momento el organismo puede realizar millones de diferentes
acciones, 10 que se encuentra de acuerdo con la composición de los di-
versos enlaces eri el sistema nervioso central y en las uniones plásticas de
los grupos musculares del cuerpo. Sin embargo, en el momento de la to-
ma de la decisión se elige una sola y única acción de entre estos innume-
rables grados de libertad, la que en forma más completa adapta al
organismo a las condiciones y en el momento dados.
Ahora ya no hay duda que el sistema nemoso ajusta la elección de
la acción de acuerdo con el conjunto de las condiciones existentes,
exactamente en el estadio de la síntesis aferente y después de la elabora-
ción multilateral de la información interna y externa de que dispone.
De lo dicho se desprende que la toma de la decisión representa un
punto fundamental de todo el sistema funcional por cuahto el éxito o el
fracaso de la adaptación dependen de cuán exactamente se haya realiza-
do la elección del acto conductual indispensable.
En los límites del comportamiento habitual el momento de la toma
de la decisión está, en una u otra medida, enmascarado y, frecuen te-
mente, se realiza de una manera muy rápida. Esta circunstancia es la
LA NATURALEZA NEUROFISIOLÓGICA 265

causa de que en las investigaciones fisiológicas no se le prestara ninguna


atención, suponiéndose, por tradición, que la presencia del solo estímu-
lo inicial es completamente suficiente para la formación del acto con-
ductual correspondiente. . .
Múltiples experimentos muestran que el ·m amé-nto de l~ toma de la
decisión se acompaña del inmediato surgimiento de dos complejos de
excitaciones interrelacionados: a) el programa de la acción adecuado, es
decir, la integral de las excitaciones eferentes; b) el aparato de pronósti-
co específico de lbs resultados del acto aún no terminado. Cabe subrayar
que este último cQnjunto de índices aferentes del resultado aparece mu-
cho antes de que se cumpla la acción misma y sean obtenidos resultados
reales. Ambos conjuntos de excitaciones están vinculados de una manera
estrechísima: como mostraron, por ejemplo, las investigaciones micro-
fisiológicas, el envío de las excitaciones eferentes por los colaterales
axónicos toma una parte muy activa en la formación de los mecanismos
neurofisiológicos del modelo aferente de los resultados futuros de la ac-
ción (V.A Pravdivtsev, V.V. Sinichkin, A.V. Kotov, B.V. Zhuravliov y
otros).

,
LA NATURALEZA NEUROFISIOLOGICA DEL ACEPTOR
DE LA ACCiÓN

Parece sorprendente que el problema del futuro (es decir, de aquellos


momentos decisivos de nuestro comportamiento, como el planteo de la
finalidad de la acción, el pronóstico de los resultados que deben obtener-
se en caso de realización de este objetivo) no fuera objeto de una inves-
tigación científica especial. Este problema entró por primera vez en el
campo visual. del fisiólogo cuando se puso en evidencia que la sustitución
repentina de un estímulo incondicionado estándar por otros (por ejem-
plo, el reemplazo del pan por carne) lleva a manifestaciones conductua-
les a primera vista completamente incomprensibles: el animal se niega a
comer, aparece la reacción de investigación, etc. Desde un punto de vista
descriptivo estas manifestaciones no podían ser comprendidas más que
como "discordancia" entre lo que "se esperaba" y lo que "apareció" en
realidad (Anojin, Strezh, 1933). Es evidente que la comida dispoñible,
pero inhabitual, es decir, la carne, no correspondía por sus característi-
cas a cierto complejo de excitaciones que ya estaba "preparado" en res-
puesta al estímulo condicionado antes de la aparición del alimento
mismo. Durante los primeros intentos por explicar el aspecto fisiológico
del fenómeno, partimos sólo de esta discordancia, por lo que llamamos
a esta excitación "excitación ya preparada".
Las investigaciones posteriores de hechos similares en el hombre, en
266 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

los animales y también en sistemas funcionales vegetativos (respiración),


por el método que denominamos "de las sorpresas", nos convenció que
se trata de un nuevo fenómeno en la actividad del cerebro. Se demostró
que cualquier sistema funcional del organismo, desde los vegetativos
hasta los actos conductuales complejos, se realizan indefectiblemente, si
terminan con un efecto útil, a través del estadio de la síntesis aferente,
de la toma de la decisión y del pronóstico del resultado de la acción fu- 1
tura, en forma de modelación central de los indicios afert'n+,,:,~ dp. pdp.
resultado. En el comienzo de la acción, antes de su conclusión, se forma
en el cerebro el modelo aferente de los resultados·'futuros .
De acuerdo con los equivalentes psíquicos, este aparato se asemeja
por su contenido, probablemente, al comportamiento dirigido por la
"imagen", que estudió LS. Beritashvili (Beritashvili, 1953). El indudable
éxito que este autor obtuvo utilizando este enfoque para descifrar el
comportamiento nos convence una vez más que los rápidos procesos del
cerebro siempre se anticipan a determinadas etapas del comportamiento
que se organizan lentamente.
En los últimos años, en nuestro laboratorio se dieron pasos para
concretizar aún más la composición y los mecanismos neurofisiológicos
fmos del aceptor de la acción, es decir, para la ulterior materialización
del pronóstico del futuro. Se obtuvieron resultados muy interesantes,
que descubren la esencia evolutiva y neurofisiológica de la función de
pronóstico del futuro.
Podemos examinar el mecanismo de la convergencia de diversas ex-
citaciones en una misma neurona como el estadio inicial' de la compleja
actividad integrativa del cerebro en conjunto. La integración final, indu-
dablemente, se engendra a partir de los múltiples enlaces entre estas
neuronas, en las cuales ya fueron elaboradas, con base en el mecanismo
de la convergenCia, las diferentes excitaciones.
Hasta hace poco, el único tipo de convergencia de las excitaciones
sobre una misma célula que conocía la fisiología era de carácter aferen-
·te: visual, auditivo, táctil, la llamada convergencia multisensorial, etc.
Sin embargo, se demostró que con este tipo de convergencia no se agota
en absoluto la síntesis aferente, la cual comienza en las dimensiones de
una sola célula nerviosa. En nuestro laboratorio se mostró que, por
ejemplo, existe una categoría especial de neuronas corticales (lo más
probable es que se trate de neuronas intermedias) que reciben no sólo
las diversas excitaciones aferentes, sino además, 10 que es especialmente
importante, las excitaciones eferentes que llegan por los colaterales axó-
nicos de las células piramidales de la corteza cerebral.
Todas estas investigaciones fueron realizadas con microelectrodos
en presencia de diferentes combinaciones de excitaciones centrípetas,
córticofugas y antidrómicas (Feldsherov, 1966; Pravditsev, 1967). La
convergencia, en una misma célula nerviosa, de la "copia" de la orden
LA NAT URALEZA NEUROFISIOLÓGICA 267

(es decir, de la excitación eferente que salió a los axones de la célula


. nerviosa) y de las excitaciones aferentes que provienen de los aparatos
receptores periféricos, crea todas las condiciones indispensables para la
evaluación de los resultados obtenidos. Luego de una serie de ensayos,
este mecanismo, ante la salida de las excitaciones de mando, forma in-
mediatamente la función de pronóstico de los parámetros sensoriales de
los resultados futuros.
Con el descubrimiento del mecanismo neurofisiológico descrito, el
cual fue admirablemente creado por la evolución para el pronóstico de
las propiedades de los resultados futuros, cambió de manera radical
nuestra actitud hacia los "actos adecuados a un objetivo establecido",
hacia la "previsión" y, en general, hacia cualquier pronóstico del curso
de los acontecimientos futuros.
Aquí, es importante evaluar el grádo de verosimilitud del pronósti-
co mismo. Algunos autores, que comparten en general nuestra concep-
ción del' aceptar de la acción, introducen, sin embargo, conceptos dife-
rentes, como por ejemplo el "pronóstico verosímil" (Faiguenberg), el
"futuro necesario" (Bemshtein) y otros.
Para el éxito de la discusión es oportuno señalar que en cada acto
conductual siempre existen dos factores: el resultado pronosticado en
los parámetros del aceptar de la acción y el resultado real, obtenido a
la terminación del acto. De estos dos factores, el aceptar de la acción
posee la mayor probabilidad, por cuanto sus parámetros están dictados
por la necesidad del organismo mismo y por el proceso de la síntesis
aferente.
Por el contrario, el resultado obtenido, a causa de la significativa
dispersión de las excitaciones eferentes y de las posibilidades reales del
organismo, tiene una probabilidad mucho menor que es evaluada y ele-
vada al nivel del pronóstico del aceptar de la acción con ayuda de la afe-
rentación en retomo y por medio de la búsqueda y comparación, es de-
cir, del comportamiento adaptativo en general. En consecuencia, la ex-
presión "pronóstico verosímil" simplemente no corresponde al sentido
fisiológico de los acontecimientos y orienta en forma incorrecta el pen-
samiento de los lectores que se interesan por nuestros trabajos.
La probabilidad del pronóstico, es decir, de los parámetros del acep-
tar de la acción es siempre máxima e igual a la unidad, por cuanto re-
fleja la necesidad del organismo en el momento dado. Por el contrario,
el resultado siempre es menos probable por relación con el aceptar de la
acción y, en consecuencia, la expresión "pronóstico verosímil" difícil-
mente resulta útil para el estudio de los sistemas vivos.
No se puede dejar de señalar también que fmalmente se volvió com-
prensible la significación de los colaterales axónicos, existentes en la
gran mayoría de las neuronas corticales, subcorticales y espinales. La
enorme cantidad de colaterales axónicos era hasta hace poco un enigma
268 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA _

absoluto. ¿Cuál es el objetivo de distribuir por todo el cerebro miles de


"copias de la orden", enviada en el momento dado a los órganos de tra-
bajo periféricos?
No es sorprendente que muchos investigadores se detuvieran irreso-
lutos ante este riquísimo aparato nervioso, limitándose en su evaluación
a señalar que "la función 'de estas formaciones nerviosaG ~~ lr~s~~ ahura --
misteriosa" (Amassian, Patton, 1960).
Sometimos a un estudio detallado la función de est os colaterales
axónicos, con ayuda de la técnica de los microelectrodos, y mostramos
que consiste en el mantenimiento prolongado de las excitaciones cícli-
cas en una especie de "círculos de espera" particular. La existencia de
miles de estos colaterales y el hecho de que cada uno de ellos se ramifi-
que en diversas terminaciones más finas, proporciona una idea de la sor-
prendente amplitud con la que se captan la excitaciones eferentes
actuantes en el momento dado en las diferentes zonas de la corteza y la
subcorteza del cerebro . Por ejemplo , el tracto piramidal proporciona
miles de colaterales a nivel de la formación reticular. Estos colaterales, a
través de la formación reticular y por medio de la excitación ascendente,
coadyuvan al mantenimiento de la actividad en los ya creados "círculos
de espera" (V. V. Sinichkin). El estudio de la prolongación de la excita-
ción en ellos muestra que es suficiente para dar tiempo a que desde la
periferia llegue la información sobre los resultados.
De esta manera, la presencia masiva de los colaterales axónicos en
las neuronas corticales, aparentemente innecesaria, recibió una explica-
ción funcional.
Después de las investigaciones sistemáticas en esta área, podemos re-
presentarnos el cuadro de los procesos clínicos entre el centro y la peri-
feria que, en conjunto, asegura tanto la obtención del resultado útil co-
mo la conclusión de las acciones emprendidas, ya que la evaluación de
este resultado en los circuitos de las excitaciones que se formaron antes
de la obtención del resultado , pero que ya contienen el código aferen-
te de este resultado futuro .
En cuanto se toma la decisión sobre una acción cualquiera y en
cuanto la excitación sale a las vías eferentes, en ese mismo momento las
excitaciones colaterales, extendiéndose por las diferentes zonas del ce-
rebro, crean, a escala de toda la corteza, múltiples sistemas de excitacio-
nes cíclicas que reflejan la orden enviada a la periferia y que reproducen
la experiencia de los anteriores resultados en forma de aceptor de la
acción.
En consecuencia, cuando comienza la acción de acuerdo con la deci-
sión tomada, todo el cerebro y, lógicamente la corteza, disponen del
modelo de los resultados futuros: el aceptor de la acción. Este modelo
tendrá a su cargo, en lo sucesivo, la recepción de la aferen tación en re-
tomo proveniente de los resultados obtenidos ; efectuará la comparación
EL MECANISMO DE LA AFERENTACIÓN EN RETORNO 269

de esta información con el modelo pronosticado de los resultados. En


esencia" éste es el sustrato concreto del pronóstico, cuya estimulación
siempre precede, en el cerebro en conjunto, al desarrollo de los aconte-
cimientos. . _..,'...
Gracias a estas investigaciones, la cuestión sobre la adaptación del
organismo a los acontecimientos futuros obtuvo en nuestro laboratorio
una solución estrictamente fisiológica. - '"" .-: . .; ..:" ~ ' . :.. j-,

,
EL MECANISMO DE LA AFERENTACION EN RETORNO

En cibernética se entiende por retroalimentación a la información


más o menos fina sobre los resultados finales, obtenidos en un sistema
autorregulado. Y sólo en este sentido la retroalimentación se convierte
en un factor inseparable de la organización del resultado exitoso. Pero
por su esencia, la aferentación en retorno, en los sistemas biológicos,
cambia de acuerdo con las amplias fluctuaciones del resultado mismo y,
por lo tanto, inevitablemente debe haber un aparato que la reciba y eva-
lúe, es decir, que sancione aquel resultado adaptativo sobre el cual ella
informa.
Precisamente por eso tal aferentación recibió en nuestro laboratorio
el nombre de "sancionante" aunque posteriormente resultó que el dere-
cho de "sancionar" es privativo sólo del aceptor de la acción (Anojin,
1935). La aferentación en retorno es la consecuencia pasiva de cual-
quier resultado, exitoso o no. La comparación de todos los parámetros
de la aferentación en retorno, que señalizan sobre las propiedades del
resultado de la acción, con el modelo aferente de estos resultados, codi-
ficados en el aceptor de la acción, concluye el desarrollo lógico de cual-
quier acto conductual dado.
Si la comparación muestra que los parámetros de los resultados real-
mente obtenidos, codificados en la aferentación en retorno, correspon-
de a los parámetros del resultado pronosticado por la síntesis aferente
del resultado, el acto en cuestión termina y el organismo pasa a la for-
mación del siguiente. Si resulta que los parámetros de los resultados, co-
dificados en la aferentación en retorno, no coinciden con aquello que se
formó en la toma de la decisión y en el aceptor de la acción, aparece la
discordancia que sirve de estímulo para una nueva cadena de reacciones.
En este último caso, surge inmediatamente la reacción de orienta-
ción-investigación con una activación muy rápida y fuerte de la activi-
dad cortical (Anojin, 1958). Esto coadyuva a la selección activa de
nuevos componentes para la síntesis aferente y, 10 que es especialmente
importante, facilita las acciones recíprocas intracortica1es de las excita-
ciones ascendentes (Lindsley, 1960).
Como resultado de esta ampliación de la información aferente se
270 CAP. 9. SIGNIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

forma, a fin de cuentas, un programa más perfecto de acción y, en con-


secuencia, con resultados más exitosos, que corresponde a la decisión
tomada y al aceptor de la acción.
La arquitectura general del acto conductual descrita expresa una re-
gularidad universal en la estructura de los sistemas vivos.
Sin embargo, si quisiéramos comparar esta a1qiiit~ctura del sistema
funcional con cualquier otro tipo de sistemas mecánicos autorregulados,
veríamos una sorprendente similitud en los principios de funcionamien-
to que con insistencia subrayara N. Wiener. Este autor escribió sobre
esto en su libro La cibernética (1958), teniendo en cuenta sólo la afe-
rentación en retorno a la retroalimentación (feedback). El destinatario
de esta retroalimentación en los sistemas biológicos todavía no era
conocido. Para nosotros fue el aceptor de la acción.
¿Cuál es la causa de esta sorprendente similitud en los rasgos arqui-
tectónicos de funcionamiento en fenómenos tan diferentes? ¿Por qué
en el organismo y en las máquinas el aparato de control se forma antes
de que aparezcan los resultados que serán sometidos a control?
Nuestra concepción, según la cual el resultado de la acción constitu-
ye el punto central de cualquier sistema de relaciones, permite respon-
der a estas preguntas en forma precisa. La presencia de rasgos análogos
en uno y otro sistema se debe a que en ambos el producto terminal de
la actividad es el resultado útil, configurado con precisión. Este último
representa, justamente, aquel factor de nivelación que exige indefecti-
blemente una arquitectura funcional idéntica.
y si los resultados obtenidos siempre correspondieran en forma ma-
temáticamente exacta a los resultados previstos se excluiría, por esencia,
la necesidad de su control y 'se requeriría sólo la presencia de estos re-
sultados para la formación del siguiente eslabón de la ininterrumpida
melodía conductual. Sin embargo, en la realidad los resultados siempre
ofrecen una dispersión múltiple en torno de algún patrón pronosticado
por el aceptor de la acción, indispensable en el momento dado. Precisa-
mente, el controlo la dirección con base en el modelo de los resultados
ya preparado, sirve en todos los casos para eliminar los grados de liber-
tad sobrantes en la obtención de esos resultados.
¿Dónde se encuentra la causa de esta sorprendente similitud entre
las arquitecturas funcionales de sistemas de diferente clase? ¿Qué fac-
tores históricos condicionaron el papel organizador del resultado de la
acción? Estas preguntas elevan el concepto mismo de resultado al nivel
del análisis histórico y subrayan su significación universal y, en conse-
cuencia, ft).osófica, en el marco del mundo en el que vivimos. La única
posibilidad de respuesta a las preguntas planteadas, según nuestro crite-
rio, es el análisis de aquel momento crítico en la vida de nuestro planeta
cuando, después de un largo periodo en el que se dieron todas las com-
binaciones "prebiológicas" posibles de la materia, surgió la vida.
DEFINICiÓN DIALÉCTICO-MATERIALISTA DE LA VIDA 271

La necesidad del resultado útil, como factor motriz y estabiliza-


dor del sistema, surgió en algún momento en el punto de contacto entre
las combinaciones prebiológicas y biológicas primitivas de. la materia.
En consecuencia, hay que buscar aquí la respuesta a las pregUntas for-
muladas sobre el papel universal que juega el resultado en el manteni-
miento de la estabilidad de los sistemas. Hay que investigar la razón de
la amplia generalidad de las leyes y, en consecuencia, "la raíz filosófica"
de la cibernética en este periodo de desarrollo de nuestro planeta cuan-
do se formó la necesidad primaria de un resultado útil.
Sin embargo, en relación con esto, debemos examinar en una forma
~en cierta medida nueva- la formulación dialéctico-máterialista de la
vida. A nuestro juicio esta definición, conservando su contenido de
principio, debe incluir, en la nueva etapa del desarrollo de la ciencia, to-
do aquello que ha sido creado en los últimos años gracias a los experi-
mentos biológico y fisiológico.

, ,
INTE~TO DE AMPLIACION DE LA DEFINICION
DIALECTICO-MATERIALlSTA DE LA VIDA

El hecho de que el punto central del progreso de la vida es el resul-


tado útil de la acción, encerrado en un sistema funcional único, confir-
ma que para caracterizar el proceso vital es insuficiente fundamentarlo
únicamente en el sustrato. El sustrato material no puede ser la base de
la vida si no constituye un sistema de relaciones con un resultado fmal
más o menos estable, en cierto sentido útil al sistema mismo. Esto se
deduce de las propiedades de la organización dinámica autorregulada
que ya hemos examinado.
Como es sabido, en la definición dialéctico-materialista de la vida,
que surge de las orientaciones generales de la Dialéctica de la naturaleza
de Engels, se pone en primer plano la especificidad del sustrato, es decir,
de los cuerpos albuminosos. Es indudable que la formulación de Engels:
"la vida es el modo de existencia de los cuerpos albuminosos" (pág.
616) es, por su profunda esencia materialista, verdadera. Precisamente
los cuerpos proteínicos formaron el sustrato sin el cual no hubiera sido
posible el progreso de la vida ni el perfeccionamiento de sus fonnas.
Sin embargo, de acuerdo con los últimos logros de la biología mole-
cular, los cuerpos proteínicos representan un nivel tan alto de organiza-
ción de la materia que el enfoque histórico del desarrollo de la vida en
la Tierra nos obliga a plantear la pregunta siguiente: ¿de dónde provie-
nen los cuerpos proteínicos mismos? ¿Son un producto pasivo de
casuales combinaciones químicas prebiológicas, que en cantidades mi-
llonarias surgieron con base en las más diversas condiciones físicas y
químicas de nuestro planeta, o la albúmina misma como producto alta-
272 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

mente polimerizado es el resultado de ciertos procesos que empujan a


los sistemas prebiológicos al camino de un progreso incontenible?
La literatura sobre el origen de la vida en la Tierra, yen particular la
dedicada al surgimiento de los sistemas prebiológicos, está subordinada
casi exclusivamente a la concepción del sustrato de la vida y orienta la
atención hacia las condiciones físicas, existentes en algún momer~tv -.;;1
nuestro planeta, que favorecieron la formación de tales sustratos.
Basta con examinar la literatura de los últimos tiempos, referida al
surgimiento de la vida en la Tierra, para percatarnos de que t0do:! L,;:. ~-:; -
ten tos por resolver este problema están ligados con las búsquedas de po-
sibles condiciones de carácter físico, químico y meteorológico que
I
podrían haber formado algo parecido, por su estructura, a algunos de
los componentes proteínicos. Si se deja de lado la cuestión sobre las
causas interplanetarias del surgimiento de layida en la Tierra, es impor-
tante señalar en este sentido las teorías de A.I. Oparin (1963), la de J.
Haldane (1966), la de J. Bernal (1966) y otros.
La característica principal de las "teorías del sustrato" del surgi-
miento de la vida la constituye la búsqueda de aquellas uniones que una
vez formadas podrían, en el proceso de posteriores transformaciones,
llevar a la constitución de la vida proteica. Es importante señalar que
estas teorías de la-vida, casi por regla general, consideran como el mo-
mento más importante en la aparición de la vida primitiva su capacidad
de reproducción, es decir, por esencia, el factor más tardío y derivado.
Por ello, es natural que en vinculación con los nuevos descubrimien-
tos en el área de las ciencias biológicas (la genética) la atención de los
I
investigadores comenzara a concentrarse en el papel que juegan en este I
proceso las fonnaciones dexosirribonucleicas.
Sin embargo, la búsqueda de combinaciones casuales de sustratos y
I
de cataclismos planetarios debía llevar a la noción de que el surgimiento
mismo de la vida depende de la presencia casual del material correspon-
diente: la proteína o sus componentes.
Como ya lo señalamos, esta tesis es correcta en su fonna general, ya
que en todas las etapas del desarrollo de la vida los polímeros proteicos
resultaron capaces de asegurar la supervivencia. Sin embargo, los últi-
mos logros de la biología molecular, en especial en el nivel celular, per-
miten formular la hipótesis de que el sustrato de la vida como tal no
constituye la única y decisiva causa de su aparición. Ahora, resulta im-
posible no abordar las características dinámicas de la organización pri-
maria, "pre biológica" y aún "preorgánica".
Es cada vez más evidente que los cuerpos proteínicos, siendo el sus-
trato altamente especializado y tardío de la vida, no pueden constituir
el factor exclusivo que preparó la organización vital en su fase prebioló-
gica ni probablemente en el estadio preproteico.
Por el contrario, los últimos logros de la ciencia dan todas las bases
DEFINICiÓN DIALÉCTICO-MATERIALISTA DE LA VIDA 273

para pensar que la aparición de la albúmina, como fonnación polímera,


y aun la de un solo nucleótido deben haber estado precedidas por prin-
cipios de organización dinámica de la materia que posteriormente, en
un nivel más alto, sirvieron como "cuna" para la ap"arición-y "el desarro-
llo de las estructuras proteicas más decisivas. .
¿En qué consisten estos principios de organización? y ¿por qué re-
sultaron tan decisivos en la posterior selección de fonnas cada vez más
perfectas del desarrollo estructural? En la sección "El sistema y el resul-
tado", hicimos hincapié en la importante tesis referida a que incluso la
más amplia combinación de procesos y elementos no es capaz de cons-
tituir un sistema autorregulado, si tal combinación no lleva a la apari-
ción de ciertos resultados que influyen en retomo en la distribución de
las fuerzas interactuantes en el sistema y que con ello son útiles al siste-
ma mIsmo.
En consecuencia, hasta que en presencia de las interacciones de los
procesos, el resultado de la actividad de este sistema no se convierta en
el factor estabilizador y autorregulador, el sistema no puede ser cons-
tante. Queda claro que cualquier sustrato puede ser valorado sólo sobre
el fondo del sistema dinámico estable ya formado, es decir, sólo de
acuerdo en qué grado, fonnando parte del sistema, favorece o perfeccio-
na la obtención del resultado correspondiente. Esto significa que la bús-
queda del sustrato de la vida debe ser ampliada con la búsqueda de
aquella fonna de resultado estable que, al constituir una especie de foco,
comenzó a acumular nuevos componentes que perfeccionan o destru-
yen los sistemas estables antes creados.
No será una exageración afirmar que la estabilización, con base en
10s principios de la autorregulación, constituye el rasgo primario y deci-
sivo del proceso vital; precisamente la autorregulación aseguró el desa-
rrollo progresivo de las estructuras en el periodo prebiológico. Se puede
asegurar que ningún sustrato cercano a la vida, incluso las proteínas,
pudo por sí mismo constituir la vida si no estaba incluido en algún sis-
tema más amplio que funcionara según el principio de la estabilización
autorregulada.
Los razonamientos expuestos plantean en una forma algo nueva
problemas cardinales vinculados con el estudio de la vida en la Tierra.
Así, debemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿qué es lo que surgió
primero, los cuerpos proteínicos y las amibas biógenas, que posterior-
mente constituyeron un sistema autorregulado -la vida- o, por el con-
trario, al comienzo se creó cierta (o ,ciertas) estapilización química
primitiva con algún resultado, incluso no bIológico? Pero esta perma-
nencia estable debió ser por completo suficiente para que el "sistema
que sobrevive prolongadamente" se convirtiera en un punto del poste-
rior perfeccionamiento del sustrato con base en una "selección natural",
aunque sea muy primitiva.
274 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

En realidad, la presencia de una cierta estabilidad de tipo autorregu-


lado y la aparición del resultado aunque sólo sea en forma de la estabili-
dad misma del sistema se convierten en un factor inevitable de resisten-
cia de ese sistema primitivo a las excitaciones perturbadoras externas de
toda clase. En consecuencia, con la aparición de los sistemas de aut0DT ·
gulación, el criterio de admisión o no admisión de un nuevo ingrediente
al sistema es el significado que pueda tener para la estabilización: si por
la unión de algo nuevo el sistema se vuelve más estable, aún esto es sufi-
ciente para que el componente dado halle su lugar en el sistema y ést~ s~
vuelva más estable todavía. Por el contrario, si el factor fisicoquímico
I

externo perjudica la estabilización del sistema, este último vence la


acción del factor o deja de existir como sistema estable.
A todas las cuestiones planteadas se puede dar una sola respuesta :
sólo pudo ser primario cierto sistema estable de procesos para el cual,
en un principio, el único resultado útil fue sü propia estabilidad.
Como sabemos, por la teoría de los sistemas ultraestables, cada uno
de ellos adquiere inevitablemente cierta resistencia a las influencias ex-
ternas, aunque sólo sea porque se "esfuerza" por conservar la estabilidad.
Al examinar con detalle la capacidad de adaptación de los sistemas
estables y semiestables, Ashby escribe, por ejemplo, que las influencias
repetidas sobre un sistema de este tipo contribuyen a "la selección de
formas que poseen una capacidad especial para contraponerse a la ac-
ción perturbadora". Y más adelante, hablando de los "sistemas con mi-
llones de variables", los cuales sufren a lo largo de millones de años en
la superficie de la Tierra las más diversas combinaciones de interaccio-
nes, escribe: "Sólo un milagro pudo preservarla (a la Tierra) de aquellos
estados en los cuales las variables se agrupan en complejos, capaces de
una autodefensa intensiva" (Ashby, 1964).
Debemos aclarar más aún el punto de vista desarrollado arriba. Exis-
ten todas las bases para pensar que estos sistemas primariamente estabili-
zados, que al comienzo pudieron ser muy simples enun sentido químico,
más tarde pudieron convertirse en singulares "educadores" de los pro-
ductos polímeros complejos que constituyen el rasgo inseparable de un
nivel más alto de organización prebiológica y biológica.
El punto de vista que exponemos no excluye el grandioso papel de
los cuerpos proteicos en el desarrollo de la vida; sólo supone su apari-
ción como etapa decisiva de la vida en la estructura de los sistemas esta-
bles ya formados, incluso de carácter inorgánico u orgánico elemental.
Al mantener la estabilidad a cuenta de las correlaciones autorreguladoras
con el medio circundante, estos sistemas se convierten posteriormente
en la base perfeccionada de los sistemas biológicos.
Desde este punto de vista, la hipótesis acerca del surgimiento de la
vida más cercana a la verdad es, según nuestra opinión, la de AJ. Oparin
sobre las minúsculas uniones coacervadas, donde muchos componentes
DEFINICiÓN DIALÉCTI CO-MATERIALISTA DE LA VIDA 275

pudieron establecer entre sí las más diversas interacciones. A esta hipó-


tesis le falta sólo indicar que los diferentes ingredientes químicos que
entran en la composición de estas gotas formaron un cierto sistema esta-
ble autorregulado a cuenta de las interacciones dinámicas con el medio
externo.
Una cosa resulta clara: por más pequefio que haya sido este sistema
autorregulado primario debe tener un resultado tmal q\le lo estabilice.
En presencia de estas condiciones, los sustratos y factores del medio res-
tantes que rodean al sistema pueden ofrecerle el material de partida o
bien utilizar su resultado tmal.
En conjunto debe tratarse de un sistema abierto, el cual, teórica-
mente, pueda mantener la estabilidad en tanto el medio que lo rodea sa-
tisfaga las exigencias descritas. Dicho con otras palabras, este hipotético
sistema estable primario adquiere con su propia estabilización el "resul-
tado útil" y debe poseer la capacidad de "defender" persistentemente
este resultado ante las "perturbaciones".
Es importante subrayar que precisamente en este momento debió
nacer la "adecuación", la ''utilidad'' en su sentido materialista, cientí-
fico y objetivo o, como decía I.P. Pávlov, "en su sentido darwinista".
Por cuanto en estos sistemas primarios.la estabilidad fue el primer
resultado útil de su actividad, podemos decir que todo encuentro de
estos sistemas con el medio, que llevara al fortalecimiento de la estabi-
lidad, resultó útil para el sistema en su conjunto. Por el contrario, todo
lo que alterara su estabilidad se volvió negativo, inútil. Por tanto, la es-
tabilidad de los sistemas primarios prebiológicos se convirtió en el
criterio decisivo de sus más diversas interacciones con el medio · cir-
. cundante.
Desde semejante punto de vista debe surgir la pregunta: ¿qué orga-
nizaciones químicas, en el océano primitivo, pudieron entrar en tal tipo
de interacciones estables? ¿Contamos con algo parecido en las interac-
ciones químicas que no son conocidas en el presente? La biología mo-
lecular nos da una cantidad suficiente de ejemplos como para que la
suposición de la existencia de tales sistemas primarios sea algo comple-
tamente verosímil. Y aquí corresponde prestar atención a los puntos
fundamentales de los sistemas químicos de diferente grado de compleji-
dad que presentan indicios de autoorganización.
Se puede tomar como ejemplo el fenómeno de la llamada "retroin-
hibición" o "inhibición por el producto fmal". Este fenómeno ocurre
en partes tan fraccionadas de amplias reacciones químicas en cadena
que pueden ser llamadas bloques de estabilización. Para sistemas abier-
tos semejantes, la entrada se forma con base en las reacciones específi-
cas con el medio circundante, y la salida, consistente en la formación de
cierto resultado-producto, está ligada a la expulsión o utilización de es-
te produc.t o también en el medio externo.
276 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

La literatura especializada contemporánea proporciona muchos


ejemplos de cuando, en un segmento muy reducido de algún proceso
metabólico amplio, se forma un complejo estabilizador peculiar que re-
gula, con base en la influencia en retorno, todo el curso del metabolis-
mo en el área dada. Existe una amplia literatura sobre la adaptación
autorreguladora del protoplasma en el nivel molecukr.
Se pueden señalar, por ejemplo, los trabajos de Jacob y Monod
(1963), Dickson ·y Webb (1958), Novick y Szilard (1954) y muchos
otros, que mostraron que, en una serie de casos, una determinada con-
centración del producto final en la cadena de reacciones metabólicas,
ejerce una acción inhibidora sobre el estadio inicial de toda la cadena de
reacciones.
Es evidente que aquí tenemos un sistema autorregulado elemental,
pero típico, que puede mantener el nivel estable de triptófano o de
isoleucina en el medio dado y que posee déferminados rasgos de estabi-
lidad. Si se acepta que todo lo que rodea a este bloque de reacción quí-
mica es el medio en relación con este, como lo llamó Jacob, "sistema
alostérico", tendremos algo semejante a aquel supuesto sistema prima-
¡io estable sobre el que hablábamos más arriba. Aquí, no sólo la estabi-
lidad como tal es el resultado del sistema, sino que el mismo producto
concreto se mantiene en el medio dado en un determinado nivel de con-
centración.
Tal vez este proceso se desarrolle de la manera más demostrativa en
la biosíntesis de citidina-5-trifosfato. Aquí, el producto inicial es el car-
bamilfosfato que, con ayuda de una serie de enzimas, a través del estadio
del ácido L-<lihidro orotidin, del ácido orotidónico, de la orotidina-5-
fosfato y de la uridina-5-fosfato llega a la formación de citidina-5-trifos-
fato. Tenemos aquí un típico sistema autorregulado con materiales de
partida y producto fmal muy precisos.
Se sobreentiende que toda la dinámica de este sistema dependerá
de en qué medida el medio externo, con relación a este sistema, pueda
brindar ininterrumpidamente ácido aspárgico y en qué medida este
mismo medio pueda utilizar el producto fmal de este sistema autorre-
guIado, es decir citidina-5-trifosfato.
Es importante señalar una circunstancia: este mecanismo universal
de creación y perfeccionamiento de los sistemas estables, como la retro-
inhibición, puede evolucionar, perfeccionarse y, en consecuencia, parti-
cipar en relaciones más complejas con el medio que circunda al sistema.
Lógicamente, cabe recordar que en el caso dado tenemos un sistema
con componentes limitados, es decir, un sistema en cierta medida for-
mado en los marcos de un sistema vivo más amplio. Pero difícilmente se
puede dudar de que en el océano primitivo, que contenía millones de
diferentes componentes y, aún más, diversas combinaciones de las inter-
acciones entre ellos, no se crearan sistemas semejantes en un nivel
DEFINICiÓN DIALÉCTICO-MATERIALISTA DE LA VIDA 277

orgánico primitivo, por ejemplo, con base en la fotosíntesis y con catali-


zadores no orgánicos.
En el sistema estable examinado, la primera enzima, la aspartatrans-
carbamilasa puede llegar a ser, en el preceso dela ,evolución, un producto
específico del sistema estable autorregulado, adaptado a las propiedades
químicas de éste, es decir, a un producto fmal completamente determi-
nado.
Este último hecho confmna, una vez más, la tesis acerca de que la
etapa inicial en el progreso de los sistemas prebiológicos debía ser un
sistema estable primario con rasgos de autorregulación. Y sólo en el pro-
ceso de "defensa" de esta estabilidad y de las diversas interacciones del
sistema con los factores externos del medio, ocurre su "cubrimiento"
ininterrumpido con nuevos componentes que intervienen en interacción
progresiva con los componentes ya existentes del sistema.
En consecuencia, también los cuerpos proteínicos primarios y las
proteínas más especializadas en forma de enzimas constituyeron el re-
sultado 'de los sistemas prebiológicos estables, perfeccionados progresi-
vamente que sirvieron de base para el desarrollo de la vida en la Tierra.
En la conclusión de esta parte del capítulo señalaremos tres impor-
tantes circunstancias:

1. La aparición de los sistemas estables con rasgos de autorregula-


ción fue posible sólo porque el primer resultado de esta regulación sur-
gió en forma de la estabilidad misma, capaz de ejercer resistencia a las
influencias externas. En consecuencia, el papel regulador del resultado
del sistema fue el primer factor motriz del desarrollo de los sistemas que
. acompañó todas las etapas del desarrollo prebiológico, biológico y
social de la materia.
2. En la actualidad, no podemos suponer que los cuerpos proteínicos
y, en particular, los ácidos ribonucleicos surgieran como algo separado· y
autónomo , sólo con base en las recombinaciones del sustrato, como
opina, por ejemplo, Ehrensvard (1962). La misma estructura química
de las formaciones proteínicas y, en particular, de las enzimas está tan
exacta y evidentemente adaptada a las funciones de detalle del carácter
autorr,egulador en sistemas muy diferentes, que no hay ninguna posibi-
lidad de suponer que pudieran surgir espontánea e independientemente
de aquellos sistemas, es decir, fuera de los principios que mantienen al
sistema en un estado estable.
3. Como se observa, las nuevas tesis que formulamos no niegan el
enorme papel, formulado por F. Engels, de los cuerpos proteínicos en el
proceso vital; en consecuencia, la comprensión dialéctico-materialista de
las bases de la vida sigue vigente. Sin embargo, los razonamientos ex-
puestos, fundados en los éxitos de las investigaciones cibernéticas, fisio-
lógicas y bioquímicas de los sistemas vivos, hacen posible representarse
278 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

el desarrollo de la vida en la Tierra y, en consecuencia, de los polímeros


proteicos en relación con el perfeccionamiento del resultado como fac-
tor central de los sistemas autorregulados.

EL RESULTADO COMO
, CRITERIO DE EVALUACiÓN DE
LAS LEYES CIBERNETICAS

En la exposición anterior se señaló más de una vez que la terminolo-


gía fisiológica existente excluyó el resultado de la acción de los concep-
tos fundamentales de la actividad refleja; esta circunstancia, como
vimos, influyó significativamente en los enfoques fisiológicos explicati-
vos de los actos conductuales.
Por esencia, encontramos que lo mismo ocurre en el área de las
ideas cibernéticas. Toda una serie de térrnU10s y conceptos de la ciber-
nética tienen amplia difusión entre los investigadores; pero a consecuen-
cia, precisamente, de que de ellos ha sido excluida también la noción de
resultado como factor fundamental de la autorregulación, estos concep-
tos tienen una influencia muy limitada sobre el proceso de investigación.
Más adelante analizaremos algunos de ellos para mostrar en qué medida
cambia su interpretación y el enfoque hacia ellos si se introduce, en el
modelo cibernético, el concepto de resultado.
"Sistema de dirección". Entre las ideas cibernéticas generales, el tér-
mino "sistema de dirección" obtuvo una amplia difusión. Debemos se-
ñalar el hecho de que este concepto no corresponde ni lingüística ni
lógicamente a la extensión de las nociones que constituyen la base del
pensamiento cibernético.
En realidad, el término "de dirección" significa sólo que cierto (1.,<,-
positivo influye ~ con ayuda de determinadas señales, sobre el objeto de
la dirección que se encuentra fuera de los límites del dispositivo dado.
El sentido de las relaciones cibernéticas recíprocas consiste en que <'lo
dirigido", es decir, el resultado de la acción del sistema debe comunicar
indefectiblemente sobre el grado de su suficiencia o insuficiencia a las
instancias donde se utiliza el resultado del sistema y donde se fonna el
programa de la acción.
De esta forma, la expresión "sistema de dirección" no puede ser
aceptada aunque el sentido de esa expresión no incluya el resultado
final útil del sistema autorregulado.
El concepto de "sistema funcional" que propusimos en 1935, como
se afrrmó más arriba, expresa en forma completa el sentido fundamen-
tal de las regularidades cibernéticas. El sistema funcional incluye al
sistema nervioso central, en el cual ocurren la síntesis aferente, la torna
de la decisión y la comparación del programa de la acción. Incluye tam-
bién la acción de dirección sobre el aparato periférico, es decir, la for-
LAS LEYES CIBERNÉTICAS 279

mación de la acción misma, la formación del resultado de la acción y


una sefialización muy específica sobre ella, la recepción y comparación
de esta información en el aceptar de la acción.
Todos los eslabones de este sistema están ligados por una influencia
mutua que no ocurre en forma caótica o sin orientación, sino que se de-
sarrolla de tal manera que todos los componentes del sistema cooperan
entre sí, es decir, los esfuerzos de todos los componentes se focalizan en
las vías de obtención del resultado útil para el sistema dado o para el or-
ganismo en su conjunto. En consecuencia, en el sistema funcional el re-
sultado constituye el factor organizador universal. Esto determina en
qué medida, en qué lugar y cuándo se incluye uno u otro componente
del sistema.
"Jerarquía de los sistemas" - jerarquía de los resultados. La acepta-
ción de la tesis según la cual el resultado constituye el punto central del
sistema nos conduce a otra comprensión de la organización del organis-
mo, en el cual tiene lugar la reunión de los sistemas y subsistemas en
una determinada jerarquía.
El organismo no podría haber subsistido como reunión armónica de
sistemas con una enorme cantidad de resultados, si se reunieran sólo
los sistemas en su contenido acabado. El sentido biológico de la formación
de cada sistema superior con base en los subsistemas consiste en que se
reúnen los resultados de los subsistemas y esta reunión de resultados
conforma un nivel de los sistemas autorregulados con un nuevo resulta-
do-útil.
De estas tesis se desprende que cuando hablamos de que un sistema
más altamente organizado está constituido por subsistemas, no hay que
.entender esto en el sentido directo de esta expresión. Sería más correc-
to decir que cualquier sistema funcional de un nivel más alto está orga-
nizado con base en los resultados de los subsistemas, es decir, sobre los
resultados de los sistemas funcionales de organización inferior. Este en-
foque de las correlaciones entre los "sistemas" y "subsistemas" amplía
significativamente nuestras ideas sobre la actividad integral del organis-
mo, que termina con un resultado adaptativo útil.
La cibernética y las "redes causales". No hace mucho surgió una dis-
cusión acerca de qué contenido corresponde dar al concepto de "ciber-
nética" como ciencia. Como ya vimos en la primera sección de este
capítulo se hizo hincapié en los aspectos de detalle de la autorregula-
ción, que aseguran la estructura dinámica integral.
Desde el punto de vista de A.A. Markov (1964), hace hincapié en la
definición de la cibernética, en el carácter determinista de las interrela-
ciones entre las partes del sistema. ¿Qué es la "red causal", si se emplea
con respecto a ella el criterio de resultado como punto central del siste-
ma autorregulado? El mismo A.A. Markov propone examinar la ciber-
nética como ciencia de las "redes causales".
280 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

Un examen más detallado de la concepción de A.A. Markov en el as-


pecto de las regularidades cibernéticas pone en evidencia el hecho de
que la red causal no constituye un todo organizado en el sentido ciber-
nético: no presenta ni un objetivo, ni el pronóstico de los resultados de
su funcionamiento y, lo que es más importante, no tiene un resultado
útil de funcionamiento y, en consecuencia, de ninguna m?nera ~~~¿ ~~oc.i.­
da en sus reorganizaciones con la información acerca del resultado útil.
Si se presta atención a lo expresado hasta ahora en este capítulo, se
observa que la formulación de A.A. Markov es el mejor argumento a fa-
vor de la necesidad de tomar el resu)tado de la actividad del sistema en
calidad de parámetro fundamental de la autorregulación. En caso con-
trario, los cambios en la "red causal" no están suficientemente determi-
nados y orientados a una fmalidad. Debemos recordar que no puede
haber en esta red ninguna "causa" tomada fuera de la formación del re-
sultado final útil y, en consecuencia, sólo éste puede determinar qué
causa y qué efectos deben ser obtenidos en cada parte dada del sistema.
"La confiabilidad" como concepto cibernético. Es sabido que la
confiabilidad es, quizá, el concepto más vigente en la cibernética. Pode-
mos encontrar frecuentemente la expresión de que la finalidad de la
cibernética es la "construcción de sistemas confiables a partir de ele-
mentos no confiables"; partiendo de la unidad orgánica "sistema-resul-
tado", debemos decir que esta expresión constituye un sinsentido
cibernético.
En realidad, ¿puede ser el sistema confiable si sus elementos no lo
son? Con respecto a la no confiabilidad de los elementos, en primer
lugar presuponemos su "salida de servicio" o su variación repentina en
el proceso de trabajo del sistema. Pero si algunos elementos del sistema
resultan variables o alterados ¿puede ser el sistema "confiable", es decir,
no cambiar y alte;ar las interacciones de sus componentes restantes?
Podemos aclarar esta cuestión con un ejemplo conductual concreto.
En experimentos con laberintos, en la rata se elaboró, en respuesta a
una determinada señal, el hábito de correr hacia el comedero. Después
que la rata elaboró este hábito y diferenciaba sin errores todos los pasos
del laberinto que llevaban al comedero,,se le amputaron las cuatro ex-
tremidades. Por supuesto, ahora la rata no podía moverse en la forma
habitual. Pero encontró una manera de llegar al comedero : lo hacía en
forma semejante a como rueda un barril; gracias a este procedimiento,
rodaba hasta el comedero y lograba el mismo resultado, es decir, el re-
fuerzo alimenticio.
Tratemos de comprender este ejemplo de acuerdo con los razona-
mientos expuestos. ¿Qué ha ocurrido aquí? Es indiscutible que fueron
eliminados componentes muy importantes del amplio sistema locomo-
tor del animal: las extremidades. En consecuencia, los integrantes del
gran sistema, del acto conductual, se convirtieron indudablemente en
LAS LEYES CIBERNÉTICAS 281

"no confiables". ¿Significa esto que todo el sistema locomotor perma-


neció siendo "confiable", es decir, invariable y no alterado?
La fisiología del sistema nervioso respoQ:de de manera defmida: to-
dos los elementos del sistema locomotor sufrieron un cambio importan-
te, ocurrió el traslado radical del peso específico de los componentes
musculares restantes y un cambio brusco en la distribución de las esti-
mulaciones por los sistemas. Es evidente, entonces, que en el sistema
funcional armónico que posee los rasgos de la autorregulación, cada
alteración o cambio de sus elementos conduce inmediatamente a .la
reconstrucción y redistribución del papel de los otros componentes del
sistema.
Pero ¿qué es realmente "confiable" en el ejemplo citado? Confiable
es el resultado
.....---
de la actividad del sistema, es decir, la obtención del ali-
mento. Precisamente ese resultado sigue siendo el mismo, a pesar de los
cambios radicales tanto de los elementos aislados como del sistema en
conjunto. En esto consiste la ley universal de adaptación de los sistemas
vivos ante todo tipo de alteraciones extremas. Así, la expresión citada
acerca de la "no confiabilidad" de los elementos y la "confiabilidad"
del sistema es paradójica de acuerdo con el concepto de sistema.
En las definiciones de confiabilidad citadas, el resultado del sistema
no figura como factor que determine las posibles modulaciones y re-
construcciones de las interacciones entre los elementos en los límites
del sistema total. Si modificamos la fórmula usada en general de confia-
bilidad podríamos decir que este término puede ser aceptado en todos
los sistemas autorregulados sólo con respecto al resultado de la activi-
dad del sistema. La confiabilidad del resultado representa el primum
movens que con sus desviaciones determina cualquier "confiabilidad",
cualquier cambio y reconstrucción tanto de los elementos como del
sistema en conjunto.
Dicho con otras palabras, por más que cambie el sistema funciqnal
y por más que se redistribuya la participación de sus componentes, los
elementos y el sistema siempre serán confiables si el resultado de su ac-
tividad resultó confiable. Con respecto a los sistemas vivos, esta tesis
puede formularse de la siguiente forma: el resultado de la acción sólo
puede ser confiable si los elementos del sistema en conjunto no resultan
plásticos, es decir, "no confiables".
El concepto de "equivalente infonnacional" del resultado. Como se-
ñalamos, las definiciones de la cibernética que se basan en el concepto
de elaboración de la información, aunque abarcan un aspecto esencial
de la autorregulación, son insuficientes debido a que no reflejan el ca-
rácter específico de las particularidades arquitectónicas de la autorregu-
lación. En realidad, la información puede circular y transformarse
también en las interacciones de los componentes aislados, que pueden
no ser autorregulados. Sin embargo, la información que circula en el sis-
282 CAP. 9. SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTICA

tema autorregulado organiza las interacciones que terminan con el resul-


tado adaptativo útil. Este hecho decisivo nos obliga a examinar las
elaboraciones de la información desde un punto de vista diferente. En
este sentido, debemos prestar especial atención a lo dicho por Ashby
con respecto a qué representa la circulación de la información en el sis-
tema. Aldar, en uno de sus últimos trabajos, la expresión ~~+~~':::';;d de
los estados de transición del sistema y la codificación en él de la infor-
mación, escribe: "La esencia de la idea de máquina, que se comprendió
desde antaño intuitivamente, expresada en forma estricta se reduce a
que en 'la máquina' vemos la vari'll}te codificada de la simple sucesión
de acontecimientos" (Ashby, 1964).
Dudosamente se pueda estar de acuerdo con que "en la máquina"
(en el caso dado, él entiende por máquina un sistema biológico) la : c,di-
ficación se subordina a "la simple sucesión de acontecimientos". Es ló-
gico que en cualquier sistema, ya que está subordinado a la estructura
temporal del mundo, los acontecimientos se despliegan y codifican su-
cesivamente. Sin embargo, en cualquier "bloque del sistema", cuya
función termina con la obtención del resultado útil, esta súcesión y
codificación no pueden 'ser independientes de este resultado.
En realidad, prácticamente en cualquier etapa de su circulación por
el sistema funcional, la misma información codifica una cierta parte del
resultado futuro y está subordinada a este resultado final. Cualquier
elemento del sistema refleja en alguna medida una parte de su participa-
ción local en la obtención del resultado final y, en consecuencia, sus
interrelaciones informativas deben reflejar un cierto equivalente de su
participación en la obtención del resultado.
Aclararemos lo dicho con un ejemplo fisiológico concreto. El siste-
ma r'espiratorio, cuyo resultado intermedio permanente es el manteni-
miento de una concentración estable de C02 - Ü2 en la sangre, es un
buen ejemplo de que la información, cualesquiera que sean las etapas
del sistema por las que circule no puede ser independiente con respecto
al resultado final útil.
Supongamos que en el centro respiratorio se creó una situación tal
que después de la elaboración de la infonnación proveniente de los
quimiorreceptores del sistema circulatorio, del tejido pulmonar, de los
del corazón y del mismo centro respiratorio, es decir, después de la sín-
tesis aferente, el centro respiratorio de la "orden" a la periferia de tomar
600 cm 3 de aire. Esta orden codificada expresa que el organismo necesi-
ta, precisamente, tal volumen de oxígeno en el momento dado.
Veamos cómo esta información u "orden" será distribuida por el
sistema funcional respiratorio, a través de los canales informativos.
De la parte motora del centro respiratorio, la excitación sale por la
médula y los troncos nerviosos a todos los músculos respiratorios: al
diafragma, a los músculos intercostales, a los músculos del abdomen, de
LAS LEYES CIBERNÉTICAS 283
/
la cabeza, etc. Sin embargo, esta información del centro respiratorio no
se distribuye en forma desordenada. Cada músculo recibe los impulsos
nerviosos en una distribución temporal tal que, a fin de cuentas, todos
los músculos de la caja toráxica se contraen en la medida que permitan
la entrada en los pulmones de 600 cm 3 de aire. En consecuencia, la ex-
citación que se distribuyó por los nervios, codificó en la cantidad de
impulsos y de correlaciones de intervalos precisamente 600 cm 3 • Junto
con ello, los músculos respiratorios de la caja toráxica, en sus contrac-
ciones, pusieron de manifiesto el mismo código, es decir se contrajeron
en un grado tal que recogieron precisamente 600 cm 3 •
Quizás el elemento más interesante del sistema respiratorio es el
movimiento de la información en el sentido contrario, es decir, cuando
ya fueron tomados los 600 cm 3 de aire. Expresándose estadísticamente,
n cantidad de alveolos está distendida en una medida y en una gradación
tales que reciben exactamente los 600 cm 3 de aire. Pero entonces el
conjunto de impulsos diversos provenientes de la distensión de los re-
ceptores alveolares de ambos pulmones será tal que, en conjunto, estas
aferentaciones en retorno, por todas las fibras de] nervio vago, deberán
ser equivalentes a la información sobre los 600 cm 3 de aire tomados por
los pulmones. De esta manera se cierra el circuito.
El centro respiratorio, después de la elaboración de esta información
de entrada, envía corrientes de impulsos aferentes en los cuales tanto
en la frecuencia como en el intervalo está codificado el resultado futu-
ro, la toma de los 600 cm 3 • Los músculos respiratorios captan esta in-
formación y la transforman en un proceso de contracción que también,
en el conjunto de las fibras musculares, refleja el código inicial del
. centro respiratorio: distender la caja toráxica para la toma de 600 cm 3
de aire. Los alveolos distendidos por el aire, y a pesar de todos los dife-
rentes grados de distensión, envían la información estadística desde sus
receptores al centro respiratorio sobre la toma de 600 cm 3 de aire y no
de 400 o 500. Esta información pasa al centro respiratorio y entra en
contacto comparativo con un aparato ya conocido por nosotros: el
aceptar de la acción. Dicha correlación fue mostrada en una serie de
experimentos especiales. En consecuencia, el hecho mismo de la obten-
ción, por el sistema, del resultado adaptativo, determina el volumen y la
codificación de la información en todas las vías de su distribución:.debe
ser equivalente al resultado de la acción, tanto en las vías de su obten-
I

ción, como en las de señalización al sistema nervioso sobre su obtención.


De esta forma, de la teoría del sistema funcional se desprende que la
circulación de la información por los componentes del sistema no puede
ser una "información en general"; siempre es una infoI:l1ación que, en
el código del elemento específico del sistema, contiene el equivalente
del resultado futuro o del resultado ya obtenido.
Estas consideraciones, que hemos elaborado para todos los sistemas
284 CAP, 9 , SIGNIFICACiÓN METODOLÓGICA DE LA CIBERNÉTI CA

funcionales fundamentales del organismo, hacen posible formular las


siguientes tesis:

l. La presencia del resultado adaptativo en cualquier sistema


autorregulado y auto organizado orienta en el sistema, en fOflTl '-'!
-- radical, todas las corrientes de información hacia esu;; lt!sultado
2. Cualquier elemento del sistema porta o transforma la informa-
ción en el equivalente de una cierta parte de este resultado
3. Cada elemento del sistema, cuya información no refleja los pa-
rámetros del resultado, se cJ?,nvierte en una interferencia para el
sistema e inmediatamente es superada por las reconstrucciones
plásticas del sistema en su conjunto.

Consideramos indispensable, para una investigación más productiva


de los sistemas funcionales del organismo, introducir el concepto de
"equivalente informacional del resultado". Como hemos visto, este equi-
valente ocurre en todos los eslabones del sistema y, en consecuencia,
aceptando que la información que circula en el sistema refleja siempre
en alguna medida el equivalente del resultado , facilitamos el estudio
de su naturaleza y de su sentido funcional en todas las etapas de la
circulación.

CONCLUSiÓN

En el presente capítulo se analizaron las principales regularidades


cibernéticas de acuerdo con las leyes más generales del mundo que de-
terminaron, en las distintas etapas de la vida en nuestro planeta, la for-
mación de estas'regularidades. El material que hemos aportado nos con-
vence de la necesidad de elaborar nuevos enfoques sobre ciertas verdades
que, aparentemente, estaban establecidas.
La tarea de realizar un análisis filosófico-metodológico de las regula-
ridades cibernéticas y, desde esta posición, examinar de una manera
nueva ciertos aspectos de la cibernética, está, indudablemente, lejos de
haber sido cumplida.
Como se observa, tratamos de llevar a la luz aquel importante factor
que, a pesar de su carácter determinante, permanece aún fuera del
campo visual de los investigadores. Este factor fundamental es el resul-
tado de la actividad del sistema.
Acompañando junto a la vida en todo el curso de su evolución, el
resultado rige todas las propiedades y construcciones del sistema fun-
cional que, a su vez, le aseguran una adaptación más fina a las compli-
cadas condiciones de la existencia, desde el nivel biológico al social. En
esto consiste el sentido principal de la existencia de las leyes genera-
. REFERENCIAS 285

les de funcionamiento de los sistemas de diferente clase: de la máquina,


de los organismos, de las formaciones sociales. Estas clases de fenóme-
nos surgieron, se desarrollaron y existen actualmente con base en la ob-
tención de un resultado final útil. -Éste -eJerce--su influencia imperativa
sobre todo el sistema y sobre la reorganización de sus componentes.
Se encuentra en la base de las leyes generales de las diferentes clases de
sistemas.

REFERENCIAS

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nerviosa", en El problema del centro y la periferia en la actividad nerviosa.
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10
El reflejo de la finalidad-
como
objeto de análisis
fisiológico 1

PLANTEO DEL PROBLEMA

Cuarenta y cinco años atrás I.P. Pavlov publicó un trabajo ad-


mirable que, por desgracia, no fue desarrollado en los estudios experi-
mentales de su escuela ni en las numerosÍsimas publicaciones de sus
discípulos y continuadores. Nos referimos a su comunicación al III Con-
greso de Pedagogía Experimental que se reunió en Petrogrado en 1916
so bre el tema "El reflejo de la finalidad".
En esta intervención caracterizó de manera completa uno de los
más importantes y decisivos mecanismos del comportamiento n ,.'-
mano: la formación de la finalidad que orienta y organiza el compor-
tamiento. I.P. Pavlovescribió:

El reflejo de la fmalidad tiene una enonne importancia vital, e~ la for-


ma fundamental de la energía vital de cada uno de nosotros .. . Toda la vida,
todo su mejoramiento, toda su cultura es realizada por el reflejo de la fina-
lidad, es realizada sólo por las personas que tienden a uno u otro objetivo que
se han planteado en la vida ... Por el contrario, la vida deja de ser atractiva
en cuanto desaparece el objetivo. Carecemos de los conocimientos prácticos
referidos a ese factor tan importante de la vida como es el reflejo de la fma-
lidad. i y estos conocimientos son tan necesarios en todas las áreas de la vida,
comenzando por el área capital, la educación! (pavlov, pág. 19).

1 Publicado en la Revista de la actividad nerviosa superior. Núm. 1, 1962.

286
PLANTEO DEL PROBLEMA 287

Sería difícil caracterizar en forma más viva el enorme papel que jue-
gan en la vida del hombre los complejos nerviosos de la finalidad, la cual
es la estrella guía del comportamiento a lo largo de toda la vida.
En calidad -de caso-modelo I.P. Pavlov tomó una fmalidad tan es-
table como la formación de las reacciones destinadas a obtener alimen-
to con base en las sensaciones de hambre y saciedad alternadas perió-
dicamente. Naturalmente, esto no constituye el único caso de reacciones
orientadas hacia un objetivo. En realidad, toda nuestra vida consiste
en una cadena ininterrumpida de objetivos y logros de esos objetivos.
Las finalidades del comportamiento pueden ser importantes, peque-
ñas, en ocasiones simplemente nimias; sin embargo, sólo habiéndose
planteado una fmalidad, el hombre puede formar posteriormente un
comportamiento armónico y no caótico. Difícilmente nos podemos re-
presentar un acto conductual del hombre, e incluso de los animales
superiores, que pudiera realizarse sin la formación previa del objetivo
o de la intención de realizar la acción determinada.
Por ejemplo, una persona se propone comprar algo en la tienda.
Esto es un objetivo constituido en todos sus detalles con base en las
estimulaciones provenientes de la situación que nos rodea y del siste-
ma de estimulaciones formado a partir de la experiencia anterior. Esta
finalidad determina por completo su comportamiento futuro. Puede ser
que deba recorrer un camino muy largo para llegar a la tienda. Pue-
de ser que sea necesario utilizar diferentes tipos de transporte o elegir
detenidamente la compra necesaria. En este ejemplo, entre el momento
de la formación de la finalidad y el eslabón final de su realización, están
incluidas cadenas enteras de nuevas " finalidades" intermedias y secun-
darias que, sin embargo, se encuentran en el plano del objetivo inicial y
fundamental: la compra de una determinada cosa.
¿De qué manera se distribuyen est os procesos en el sustrato nervio-
so? ¿De dónde extraen la energía para una estabilidad a veces muy pro-
longada y, frecuentemente, para adquirir un carácter imperativo que
exige su cumplimiento? No podemos pensar que este proceso de forma-
ción de la fmalidad se realice fuera de los límites del sustrato material
del cerebro. Es, indudablemente, el producto de las combinaciones su-
periores y más complejas de las corrientes nerviosas que se despliegan
predominantemente en las vías de las interrelaciones córtico-subcor-
ticales.
Es evidente la anticipación en la formación del objetivo a su reali-
zación en la actividad nerviosa superior del hombre, en su comporta-
miento social, en sus planes grandiosos para el futuro. Sin embargo,
por principio, no podemos negar a los animales superiores la presencia
de ciertos procesos, más simples, de formación del objetivo de la acción,
que están construidos arquitectónicamente de la misma forma, es de-
cir, anticipan la realización de la acción determinada.
288 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

En calidad de ejemplo se citan habitualmente los monos antropoi-


des, que pueden realizar muy largas cadenas de actos conductuales para
el logro del objetivo que ha surgido, por ejemplo, alcanzar las frutas
colgadas en un travesaño muy alto.
Todos conocemos las admirables experienéias llevadas a cabo con
__ m o_no s_antropoides, los cuales van -formando toda una pirámide de. C(1j(1~
para alcanzar una fruta; en esta situación, el objetivo final es eviden-
te, pero la formación de este objetivo se reconoció solamente en los
animales superiores, los cuales poseen una corteza cerebral muy des.?..rr.:¡-
lIada.
Sin embargo, esto es erróneo. No hace mucho se demostró que un
ave como el canario puede realizar actos similares encaminados a un
fin (Pastor, 1955). El autor ató de tal .manera las alas de los canarios
impidiéndoles volar, por lo que debían desplazarse sólo con ayuda
de las patas y elaboró en ellos hábitos activos de obtención de alimen-
to muy diferentes. Por ejemplo, los canarios acercabail la cOInida a su
jaula tirando de un hilo, cuya punta se encontraba en la jaula; tam-
bién, resolvieron diversas tareas de diferenciación de colores, posicio-
nes, etcétera.
Pero quizá lo más interesante fue que estas aves pudieron resolver
tareas muy complicadas para la obtención de alimento: por ejemplo,
arrastrar (con ayuda de una cuerda y de las alas) pequeños cubos hasta
el lugar donde se encontraba el alimento y colocarlos unos sobre otros,
exactamente como lo hicieron los chimpancés con las cajas en los ex-
perimentos de Koh1er, Pavlov y Denisov.
Es difícil negar en este comportamiento de las aves el mismo grado
de orientación hacia una fmalidad que el que se observa en el chimpan-
cé; aunque, claro, existen diferencias significativas en la técnica, en los
mecanismos nerviosos y en la medida en que se utilizan las condiciones
externas para la realización de este objetivo. Al mismo tiempo, sabemos
que la estructura del cerebro se diferencia sustancialmente en las aves
y en los monos antropoides. Por ello, la presencia en estos seres vivos
de actos conductuales similares por su arquitectura general, nos incli-
na a concluir que el surgimiento de la finalidad de la acción es una pe-
culiaridad arquitectónica muy antigúa de la conducta. Evidentemente,
las principales peculiaridades arquitectónicas del comportamiento no
están ligadas en forma tan directa y absoluta con aquellos rasgos en la
construcción del cerebro que, por tradición, consideramos "decisivos"
y "superiores". Basta recordar los reflejos condicionados en los peces
(Frolov, 1923).
Al proponer la investigación científica del concepto de "reflejo
de la finalidad" durante la realización de las acciones complejas y que
presentan muchas etapas, I.P. Pavlov colocó en primer plano dos mo-
mentos importantes:
PLANTEO DEL PROBLEMA 289

1. La formación de mecanismos nerviosos especiales, que antece-


den a la acqión misma. .
2. La posibilidad de su interpretación fisiológica objetivo-científica.

Con 10 dicho se demuestra que, indudablemente, el planteo fisio-


lógico en el estudio de los mecanismos de formación del objetivo del
.comportamiento integral, juega un papel de primer orden en el desci-
framiento de la actividad nerviosa superior en general, y del hombre en
particular. Este desciframiento es importante ahora, cuando el proble-
ma de la actividad nerviosa superior del hombre se liga con la búsqueda
de nuevos caminos para su investigación y de posibilidades de dirigir es-
ta actividad. A pesar de la importancia indudable que el "reflejo de la
finalidad" tiene para el estudio del comportamiento, no se le dedica
. la atención suficiente en la investigación científica.
¿Cómo puede explicarse esta actitud paradójica hacia la cuestión
que orgánicamente une los intereses del fisiólogo de la actividad nervio-
sa superior y del psicólogo? A nuestro jucio son varias las causas que
históricamente favorecieron el olvido de esta genial idea pavloviana.
En primer lugar debemos señalar que existe una actitud no muy jus-
ta hacia el concepto de finalidad , como algo en cierta medida odioso só-
lo porque este concepto fue utilizado en muchas ocasiones por las
concepciones idealistas sobre el comportamiento del hombre. Precisa-
mente nosotros, los fisiólogos de la actividad nerviosa superior, debemos
mostrar toda la fuerza del análisis fisiológico y materialista de este mo-
mento fundamental del comportamien to y, con ello, realizar el sueño
de LP. Pavlov sobre la "fusión de lo fisiológico con lo psicológico".
Si la presencia del objetivo de la acción, que anticipa la realización
de ésta, es un hecho incontestable del funcionamiento de nuestro cere-
bro, si este hecho se verifica cotidianamente en nuestro comportamien-
to propio y si, por más complejo que sea este mecanismo, se desencadena
en forma inevitable en el sustrato material del cerebro, no debe existir
ninguna prevención ante el enfoque científico de este hecho. El éxito
final del asunto dependerá de 10 aguda y convincente que sea la argumen-
tación fisiológica que podamos elaborar.
Otra gran dificultad para el estudio del "reflejo de la finalidad" es
su excepcional complejidad fisiológica y, lo que es especialmente impor-
tante, cierta novedad de principio en el planteamiento del problema. La
mayoría de nuestras ideas sobre los mecanismos neurofisiológicos de la
actividad nerviosa superior se basan en el supuesto del movimiento lineal
del proceso nervioso por el sistema nervioso central, es decir, su paso
progresivo por el "arco reflejo" hasta la realización final del comporta-
miento: el trabajo de los aparatos periféricos. A este supuesto nos con-
duce indefectiblemente la variante antigua de la teoría del reflejo. Por
el contrario , el planteamiento de la cuestión acerca del reflejo de la
290 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

finalidad contiene en sí un supuesto completamente contrario: en la ac-


ción coordinada y que se despliega en el tiempo deben formarse algunos
componentes desde el momento de aparición del objetivo de la acción,
es decir, antes de que comience la realización de la primera etapa de ésta.
Es evidente que el reflejo de lª~ fmalidad es un complejo conjuntn
no lineal de excitaciones e inhibiciones, en el cual el pasado, el presente
y el futuro del organismo constituyen una formación integral unitaria. j
En esto consiste la complejidad neurofisiológica excepcional del proble- I

Ina de la formación del objetivo del comportamiento, que aún esp::¿. ¡j iJ


- resolución fisiológica satisfactoria. Sin embargo, la formación de la
cuestión sobre el reflejo de la finalidad, en la nueva etapa del desarrollo
de la ciencia sobre el cerebro, es muy útil. Plantea ante los investigado-
res el tema de la presencia en la actividad cerebral de una etapa crítica
específica, sin la cual no puede formarse ni concluir exitosamente el ac-
to conductual.
Aquí, corresponde recordar que en la literatura de los últimos años
aparecieron bastantes trabajos referidos a la investigación de las llama-
das "motivaciones". Bajo este término se sobreentienden algunos estados
generales del organismo que se forman bajo la influencia de factores in-
ternos, predominantemente humorales.
Esta orientación de la psicofisiología, excluyendo todas las especu-
laciones no científicas a las que se inclinan los freudistas, contiene un
material fáctico interesante para la explicación neurofisiológica objetiva
del llamado comportamiento espontáneo. Son especialmente interesan-
tes en esa dirección los trabajos de Miller (1957).
El enfoque habitual del análisis del comportamiento en los animales
y en el hombre está ligado con la elaboración de reflejos condicionados,
sus diferentes combinaciones, la influencia que sobre ellos ejercen cier-
tos agentes externos especialmente elegidos por el experimentador, etc.
Dicho brevemente, en la tradición formada el centro de gravedad de la
investigación se trasladó al estudio de los mecanismos de adquisición de
nuevos enlaces condicionados, al proceso de acumulación de la expe-
riencia individual, a las condiciones de transformación de esta experien-
cia bajo el influjo de los factores externos. Sin embargo, otros aspectos
del comportamiento de los animales y del hombre, no menos importan-
tes, como los mecanismos de realización en el comportamiento libre, de
la experiencia acumulada, la combinación plástica de los "fragmentos
de la memoria" y la construcción, sobre esta base, de nuevas formas de
comportamiento, los mecanismos de selección de los actos conductuales
más adecuados a la situación, etcétera, permanecieron, en gran medida,
fuera del campo visual delos investigadores dela fisiología de los reflejos
condicionados. Se pueden señalar sólo algunos ejemplos aislados de es-
tudio sistemático del comportamiento libre (Beritov, 1923, Kupalov,
1955). Referimos también a esta área nuestro procedimiento de estudio
"NECESIDADES BÁSICAS" 291

del comportamiento por el método de la elección de dos comederos


ubicados uno frente al 6tro.
Se debe considerar que el "reflejo de la finalidad" como problema
de la ciencia objetiva está precisamene en el área dela utilización de la
experiencia acumulada, en las condiciones de comportamiento libre. En
este punto se reúnen los tres factores cardinales del comportamiento,
sin el estudio de los cuales no podríamos obtener un conocimiento am-
plio y satisfactorio del trabajo del cerebro:
l. La formación de las unecesidades básicas" de los animales y del
hombre, innatas y adquiridas;
2. la formación de la finalidad del comportamiento futuro con base
en la síntesis de todos los influjos aferentes en el tiempo y en la
situación dados;
3. la realización de la experiencia anterior bajo la influencia del ob-
jetivo planteado y la formación del comportamiento adaptativo
adecuado en el presente.

Estamos lejos todavía del conocimiento en detalle de los mecanis-


mos de cada uno de estos factores (etapas) de la formación del compor-
tamiento adaptativo.

, ,
MECANISMOS NEUROFISIOLOGICOS
, DE FORMACION
DE LAS "NECESIDADES BASICAS"
Quizá lo más adecuado para el análisis de este tema sea tomar dos
necesidades ampliamente conocidas y experimentadas a diario: la sed y
el hambre. Los éxitos contemporáneos en el estudio de los mecanismos
de formación del comportamiento de obtención de alimento y agua,
coinciden en un punto: el sistema nervioso central y, en particular,' la
región del hipotálamo, presenta aparatos sensitivos fmísimos que res-
ponden a la carencia de agua y sustancias alimenticias en el organismo.
Juvell (1953) mostró, por ejemplo, que en el hipotálamo hay células
nerviosas que por su estructura sirven de aparato sensitivo que reaccio-
na al cambio de la presión osmótica de la sangre (osmorreceptor). Como
es sabido, el mantenimiento del nivel de la presión osmótica es una de
las constantes más estrictas y severamente reguladas.
Según Juvell, algunas células nerviosas del hipotálamo están con;:,
truidas de tal modo que en uno de sus lados hay algo parecido a una pe-
queña ampolla cuya membrana se adhiere estrechamente a los capilares
próximos. Cualquier cambio en la presión osmótica de la sangre puede
hacer variar la tensión de esta membrana en uno u otro sentido, depen-
diendo de si lapresión osmótica de la sangre es hipertónica o hipotónica
en relación con la de la ampolla (fig. 10.1).
292

Figura 10.1. Esquemáticamente


se muestra la formación de una
de las necesidades más fuertes del
organismo humano: la sed. La
sangre hipertónica, a través de la
pared capilar (e), excita el os-
morreceptor (OR), que se en-
cuentra en el hipotálamo (H).
Co. Corteza; SC. Subcorteza; FR.
Formación reticular. Las células
de este tipo tienen enlaces am-
pliamente ramificados que for-
man todas las etapas posteriores
del comportamiento destinado a
conseguir agua.

Aquí, vemos algo similar al receptor de la distensión que existe en


otros órganos. Las oscilaciones de la membrana de la célula son el meca-
nismo de disparo, que libera en forma de descargas las excitaciones de
estas células. Así, 'esta excitación, por múltiples enlaces y ramificaciones
del axón de la célula, se extiende en muchas direcciones y es de suponer,
como será demostrado más adelante en el ejemplo de la excitación ali-
menticia, que alcance incluso el nivel sanguíneo.
De esta manera, se crea un mecanismo trasmisor muy interesante
construido a semejanza de los conocidos en la técnica contemporánea
con el nombre de "servomecanismos". Gracias a ellos, una cantidad
muy pequeña de energía inicial, a través de la movilización de los siste-
mas funcionales corticales, puede llevar posteriormente a la manifesta-
ción de una cantidad enorme de energía, por ejemplo, a los esfuerzos
musculares por alcanzar el agua.
El punto central en el mecanismo descrito es el hecho de la apari-
ción de sistemas de excitaciones córtico-subcorticales complejos que
forman las finalidades específicas del comportamiento dirigido a la ex-
tinción de la sed. En la figura 10.1 se explican las necesidades y los "re-
flejos de finalidad" que se fonnan sobre su base. Este esquema se inicia
con las transformaciones de algún factor humoral de la sangre. Este fac-
tor puede ser el cambio de la presión osmótica, el empobrecimiento en
sustancias alimenticias, el cambio de contenido de una u otra hormona
y, finalmente, la oscilación en el contenido de gas carbónico. Todos los
factores enumerados, como muchos otros no citados aquí, generan una
conducta específica a través de la creación de la finalidad referida a ese
comportamiento, de acuerdo con el tipo representado en el esquema.
Sin embargo, la "satisfacción" de esta "necesidad básica" que surge
sobre una base humoral puede tener un carácter absolutamente no hu-
"NECESIDADES BÁSICAS" 293

moral. En realidad, como es sabido, eliminamos la sed antes de que el


agua llegue a la sangre, frecuentemente t eniendo aún en la mano el vaso
con agua que no hemos terminado de beber. Exactamente igual, tene-
mos la sensación de saciedad estando. todavía sentados a la mesa, cuan-
do la comida ingerida se encuentra lejos de la corriente sanguínea. Es
evidente que existen dos mecanismos de satisfacción de estas necesida-
des: uno rápido, basado en los mecanismos nerviosos (saciedad prima-
ria), y otro lento, ligado con la llegada de la sustancia material concreta
al torrente sanguíneo (saciedad secundaria).
En esto vemos una admirable adaptación del organismo al mundo
externo, gracias al cual el intervalo entre la formación del objetivo del
acto conductual de muchas etapas y la eliminación fáctica de los móviles
iniciales para estas acciones, se acorta al mínimo y se hace independien-
te, en cierto grado, de la prolongada transformación química de las sus-
tancias alimenticias obtenidas.
Los experimentos de nuestro, colaborador K.V. Sudakov pusieron al
descubierto estas regularidades. El mostró que incluso durante una anes-
tesia general la zona hipotalámica, estimulada por la "sangre hambrien-
ta", activa ininterrumpidamente los lóbulos frontales de la corteza del
cerebro , lo que crea un estado de alta actividad expresado en la fuerte
desincronización de la actividad eléctrica (fig. 10.2).

2 .... ~

Figura 10.2. Electroencefalograma registrado en un gato durante la narcosis. 1.


Frontal derecha; 2. Frontal izquierda; 3. Visual derecha; 4. Visual izquierda; 5. Re-
gistro del tiempo: 1 seg. Se observa la manifiesta desincronización de 'los sectores
frontales c;le la corteza cerebral y la actividad lenta, habitual en el sueño, de la zona
occipital.

El análisis electroencefalográfico de los lóbulos frontales y otras zo-


nas de la corteza y del hipotálamo posterior en el gato, mostró que, a
pesar del sueño narcótico profundo, el hipotálamo activa ininterrumpi-
damente las zonas frontales de la corteza, al tiempo que otras zonas (pa-
rietal, temporal, occipital) manifiestan la actividad eléctrica lenta
habitual, característica del animal que duerme.
294 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

En trabajos anteriores en nuestro laboratorio , logramos un ejemplo


admirable del aumento de la actividad eléctrica de la corteza cerebral
del conejo bajo narcosis con gas uretano. Si se estimula la pata trasera
de éste con una excitación nocioceptiva (por ejemplo, agua caliente) en
el animal que se encuentra en estado de narcosis aparece, ~anifestac1 ~
en forma evidente y generalizada por toda la corteza cereb~:~, :~ üesin-
cronización de la actividad eléctrica, mientras el animal sigue en un es-
tado de suefio narcótico: Este hecho ilustra nuestro punto de vista
acerca de la presencia de muchos y siempre específicos tipos de influen-
cia ascendente activadora de la formación reticular sobre la corteza del
cerebro (Agafonov, 1956 ; Anojin, 1959).
En los experimentos de K.V. Sudakov y Iu. Urivaev se obtuvo un
nuevo y sorprendente ejemplo de activación natural de la corteza cere-
bral, precisamente de sus lóbulos frontales, a partir de los núcleos sub-
corticales en condiciones de suefio narcótico. Era necesario verificar
nuestras consideraciones con un experimento de control especial. Si
nuestra conjetura sobre la acción estimulante de la excitación específica
de la subcorteza por la "sangre hambrienta" era correcta, la eliminación,
en alguna medida, de esta "hambre" en la sangre debía cambiar la acti-
vidad eléctrica de los lóbulos frontales y hacerla pasar de la desincroni-
zación a la misma actividad lenta que se registraba en las restantes zonas
de la corteza cerebral. Se eligió para inyectar en la sangre la glucosa co-
mo la sustancia más significativa para la composición de la "sangre ham-
brienta" ; además, porque en ciertos estudios ya figuraban indicaciones
de que la glucosa, inyectada en el hipotálamo, cambia significativamen-
te el comportamiento alimenticio de los animales.
El análisis electroencefalográfico de la corteza cerebral del animal
mostró que inmediatamente después de la inyección de glucosa en la
sangre, la desincronización en los lóbulos frontales se elimina en cierta
medida, aunque no se crea el cuadro completo de la actividad lenta, ca-
racterística del suefio. Sin embargo, si se agrega a esta inyección la irri-
gación de leche en la cavidad bucal del animal donnido y la introducción
de ésta en el estómago, la actividad eléctrica de los lóbulos frontales ad-
quiere muy rápidamente el tipo de actrvidad eléctrica lenta del animal
dormido con las características "ondas en huso" rítmicas (fig. 10.3).
En estos experimentos el mayor efecto se obtiene cuando la excitación
de la vía digestiva por la sustancia alimenticia sigue el orden natural :
boca, tracto digestivo, estómago.
Es evidente que estos experimentos ponen al descubierto los mecanis-
mos de formación y "satisfacción" de una de las más universales y cate-
góricas necesidades del cuerpo humano: el hambre. En un sentido
fisiológico , debemos suponer que las corrientes de excitaciones aferentes,
que surgen en los receptores del tracto digestivo ( ¡especialmente de los
receptores gustativos de la lengua!) deben ser siempre las suficientes co-
295

Figura 10.3. Fragmento del electroencefalograma registrado, durante la misma ex-


periencia representada en la figura 10.2, obtenido después de la "saciedad" artificial
del gato bajo narcosis.

mo para inhibir la excitación que surgió hum oralmente de los centros


del hipotálamo y, es posible, de algún otro eslabón del sistema límbico.
Investigaciones realizadas en nuestro laboratorio mostraron que la
activación sub cortical de la corteza del cerebro en los reflejos incondi-
cionados alimenticio y de defensa, incluyen también en la reacción, de
una manera muy selectiva, células nerviosas de la corteza del cerebro
(Shumilina, 1961; Gavlichek, 1958). En consecuencia, la base neurofi-
siológica para la formación de la finalidad de búsqueda de comida está
construida de tal manera que la parte subcortical específica del amplio
sistema funcional de la alimentación determina también las condiciones
de las interacciones específicas en el nivel de la corteza de los grandes
hemisferios. De esta manera, los actos conductuales de búsqueda de
alimentos del animal o del hombre, que están precedidos por la consti-
tución de la fmalidad de la búsqueda, constituyen un todo integrativo
como resultado de la difusión selectiva de las excitaciones sub corticales
biológicamente específicas por los sistemas de enlaces de la corteza del
cerebro. Sólo corresponde subrayar que, en este caso, el "reflejo de la
finalidad" está determinado por el comienzo neurohumoral de todo el
proceso y por la reunión, aún más compleja, de las células nerviosas en
el nivel de la corteza ("necesidad básica", según I.P. Pavlov).
La particularidad diferencial del comportamiento de búsqueda con-
siste en que aquí no está presente el habitual "estímulo alimenticio'';.
por el contrario, el animal realiza actos conductuales muy diferentes,
que consisten en alcanzar por sí mismo este estímulo alimenticio, que
frecuentemente se halla fuera de su campo visual. Consideramos que tal
forma de comportamiento favorece la selección activa de la aferentación
adecuada al estado del animal o del hombre. Si este mecanismo no exis-
tiera, la vida de los animales se convertiría en un verdadero caos.
296 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

En el ejemplo analizado se pone de manifiesto en forma evidente la


base orgánica sobre la cual se forma la etapa decisiva del comportamien-
to: la finalidad de la acción. Simultáneamente, como ya se mostró, exis-
te aquí un mecanismo muy rápido que interrumpe la formación de estas
búsquedas de sustancias alimenticias. La sola excitación de los recepto-
res gustativos de la cavidad bucal, del tracto digestivo y de la mucosa
del estómago provocada por el alimento resulta suficiente para inte-
rrumpir la formación de "nuevos objetivos" del comportamiento, de
nuevos actos de búsqueda de alimento (fig. 10.4).

'1,
I!¡
11'

'1'

,,
IAA '.
\ ss

figura 10.4. Esquema de la formación del hambre y la saciedad. A. Representación


esquemática de dos tipos de influencias sobre las células del cent ro alimenticio : la
sangre hambrienta (SH) actúa como factor excitante (+) y los impulsos aferentes
alimenticios de la lengua, del esófago y del estómago (IAA) actúa como factor inhi-
bidor (-) sobre la misma célula del hipotálamo (H ). CA, Colateral ascendente. B.
Esquema general de la formación del hambre ("necesidad bási ca ") , del comporta-
miento de obtención de alimento (COA) y de la saciedad en dos estadios: a) sacie-
dad primaria por los impulsos aferentes de las vías digestivas y b ) saciedad secunda-
ria por medio de la sangre satisfecha (SS) después de la absorción del alimento.

En el esquema reproducido se observan dos mecanismos de excita-


ción de los centros alimenticios que tan bien fueron caracterizados en
los trabajos de Andersson (1955) y Anand (1951). Salta a la vista la
competencia existente entre los dos procesos, uno de los cuales, por un
mecanismo innato, debe ser siempre el vencedor: los impulsos prove-
EL REFLEJO DE LA FINALIDAD 297

nientes de los receptores gustativos de la lengua y del estómago. En rea-


lidad, sólo si estos impulsos son 10 suficientemente fuertes como para
inhibir los complejos nerviosos del hipotálamo excitados por la "sangre
hambrienta", se puede comprender por qué en el momento de la comi-
da la acción inicial estimulante de aquélla, pierde su fuerza; la acción de
la "sangre hambrienta" puede ser inhibida gracias a las excitaciones que
llegan aquí desde los receptores gustativos.
Tenemos un tipo semejante de acciones recíprocas en otros sistemas
funcionales; por ejemplo, la represión de las excitaciones del centro
vaso constrictor por los impulsos aumentados que provienen de los ba-
rorreceptores del arco de la aorta y de la zona del seno carotídeo. Aquí
también deben estar fijadas, por correlaciones estructurales innatas, las
posibilidades de que las excitaciones barorreceptoras inhiban la acción
del centro vaso constrictor. En caso contrario, todos nos convertiríamos
inmediatamente en hipertónicos (Shumilina, 1961; Anojin, 1961).
Es verdad que en caso de represión gradual del centro alimenticio ex-
citado por los impulsos que parten, en lo fundamental, de los recepto-
res de la lengua, puede existir otro mecanismo complementario, que
facilite esta inhibición del centro alimenticio en el hipotálamo. Nos re-
ferimos a la llegada refleja a la sangre de glucosa, proveniente del hígado
desde el momento de la ingestión del alimento, es decir, en el momento
de excitación de los receptores gustativos de la lengua por la sustancia
alimenticia (Bikov, 1953; Anojin, 1958). Hasta ahora, discutimos aquel
tipo de "necesidades básicas" que Pavlov comparó con el desarrollo de
otras necesidades y finalidades surgidas en el nivel social donde la causa
y la consecuencia se construyen en el plano de los intereses sociales.

EL REFLEJO DE LA FINALIDAD Y EL ACEPTaR


DE LA ACCiÓN

En una serie de publicaciones, a partir de 1933, hicimos intentos por


diseñar la arquitectura general del reflejo condicionado, incluyendo un
eslabón inevitable: la aferentación en retorno. Estos intentos, basados
en una serie de materiales experimentales de nuestro laboratorio, nos
llevaron a la conclusión de que en cualquier acto conductual, antes de
que se forme la parte efectora de éste, se crea un aparato aferente espe-
cial que incluye, con base en las huellas de las anteriores excitaciones,
todos los índices aferentes del posible resultado del acto conductual in-
minente (Anojin, 1955, 1958, 1961).
A este aparato aferente, que debe recibir la excitación aferente en re-
torno, proveniente de los resultados de la acción, 10 denomir:Iamos
"aceptor de la acción". En la actualidad disponemos de muchísimas
pruebas que demuestran que este aparato realmente dirige la evaluación
298 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

de los resultados de todos los actos conductuales realizados y los corrige


si los resultados no corresponden a su estructura aferente, es decir, a la
finalidad inicial del acto.
Consideramos que la base neurofisiológica de este aparato tiene la
más estrecha relación con el mecanismo neurofisiológico de la forma-
ción del objetivo de la acción y, en consecuencia, con la for~.?~~-= ~-:. ":c;l
comportamiento orientado a un fin de los animales y del hombre. Tam-
bién, pensamos que después de que se efectúa la síntesis de las múltiples
aferencirury se genera la fmalidad de la acción, se forma simultáneamen-
te el aparato aceptar de la acción.
El sentido de la formación de ambos mecanismos consiste en que los
procesos nerviosos, que se desarrollan fundamentalmente en la corteza
de los grandes hemisferios, por su propia naturaleza adquirieron en la
evolución la posibilidad de anticipar el curso de los acontecimientos ex-
teriores y, con base en la experiencia anterior, anticipar aquellas in-
fluencias aferentes reales que aún deben llegar al sistema nervioso central
al final de toda la serie de acciones orientadas a un fin. En 1956, en el
informe presentado en la sección pavloviana, llamamos a este tipo de
excitaciones "excitaciones anticipatorias". Sin embargo, no expusimos
con suficiente claridad la idea general sobre la importancia de esta exci-
tación anticipatoria para la formación de complejos actos adaptativos
complejos del hombre y de los animales.
Por tanto, demostraremos con un ejemplo más simple, que ocurre en
la historia del surgimiento de la teoría de los reflejos condicionados, el
sentido de esta adquisición en la evolución del mundo animal.
Supongamos que el empleado que cada día da de comer al perro, lle-
ga hasta la jaula por un camino completamente detenninado: al princi-
pio cierra, con ruido, la puerta del primer piso, luego sube por la escalera
con un ritmo de 'pasos característico, abre la puerta del tercer piso don-
de se encuentra el perro y atravesando la gran habitación lo alimenta.
Desde el punto de vista de la reacción, "¿qué es esto?", cada una de
las etapas de traslación del empleado provocó en algún momento, du-
rante las primeras experiencias de recepción del alimento en el animal,
la correspondiente reacción de orientación-investigación.
Por tanto, los eslabones de esta cadena de fenómenos de la realidad
tienen o tuvieron sus excitaciones aferentes en el sistema nervioso central.
Lógicamente,,10s fenómenos de la realidad siempre se desarrollan en
una cadena ininterrumpida, de la cual sólo artificialmente se pueden ais-
lar ciertos episodios, los más patentes. Pero, con el fin de ilustrar la idea,
podemos aceptar que para el animal que se encuentra en la jaula en el
tercer piso del edificio, los momentos más importantes son el golpe de
la puerta del primer piso, los pasos del hombre que asciende por la esca-
lera, la apertura de la puerta del piso superior, el movimiento del em-
pleado por la habitación y, finalmente, la alimentación.
EL REFLEJO DE LA FINALIDAD 299

De esta forma, teniendo en cuenta la reacción de orientación, pode-


mos afrrmar que cada uno de estos momentos se representa en forma de
un bloque típico, que tiene cierto resultado adaptativo. El golpe de la
puerta provoca una reacción de orientación-inves~igación; eJ resultado
de esta última, en forma de aferentación en retorno sóbre los resulta-
dos de esta actividad de orientación-investigación, llega al sistema ner-
vioso central. Esquemáticamente, este bloque puede ser representado así:

AERo lP RCRo
Figura 10.5. "Bloque" aislado de la reacción
de orientación-investigación ante un excitan -
te externo determinado (flecha gruesa). ZP.
Zona de proyección del excitante; AERo .
Aparato efector de la reacción de orientación
en el sistema nervioso central; EE: Excita- EE AR
ción efectora; AR . Aferentación en retorno ,
que surge como resultado de la investiga-
ción multilateral del excitante por parte del
animal; RCRo. Resultado central de la reac-
ción de orientación como sistema de repre-
sentantes aferentes heterogéneos.

En consecuencia, la experiencia anterior del animal de la serie de fe-


nómenos de la realidad puede ser representada en la forma que muestra
el esquema (fig. 10.6 1). El eslabón terminal de esta serie de fenómenos
de la realidad, la excitación de los receptores gustativos de la lengua por
la sustancia alimenticia, conduce a una potente excitación de los apara-
tos subcorticales. Gracias a esto surge una activación fuertísima de la
corteza del cerebro que, junto con la activación anterior provocada por
las reacciones de orientación-investigación, crean condiciones especial-
mente propicias (en forma de facilitación) para la posterior asociación
de esta serie de excitaciones sucesivas, al comienzo aisladas, que recibe
el sistema nervioso central. Así, al principio tenemos dos series de fenó-
menos aparentemente contrapuestas. La primera son los hechos aislados
de la realidad, que actúan como excitaciones y que se desarrollan sucesi-
vamente de acuerdo con determinados parámetros temporales, cuyas pro-
piedades se determinan por las posibilidades físicas del mundo externo.
Así, el empleado, habiendo cerrado la puerta del piso inferior, no puede
enontrarse inmediatamente al lado del perro. Para superar la distancia
que existe entre la p~erta del primer piso y el perro que se encuentra en
el tercero, debe emplearse, inevitablemente, cierto tiempo. Este tiempo,
de acuerdo con la edad y las capacidades físicas del empleado, puede va-
riar dentro de cierto límite; sin embargo, incluso la duración mínima de
esta traslación por el espacio siempre será suficientemente grande y se
medirá en minutos o en fracciones de minuto.
En el sustrato nervioso del cerebro del animal encontramos correla-
300
A' B' e' D

1)
i '~'
"1 D 2 min

r---'
e .J
L ___

Figura 10.6. Dos etapas de la formación de la excitación anticipadora. l. Reaccio-


nes de orientación iniciales (A,B,C,O) a los fenómenos del mundo externo que se
desarrollan sucesivamente (A' ,B' ,C' ,D'). Se observan las reaccio nes de orientación
aisladas; 11. Correlación entre los fenómenos del mundo externo y los procesos del
sistema nervioso central después de la múltiple repetición de la serie A,B ,C,O.
al ,a 2 ,a 3 . Nuevos enlaces entre los resultados aferentes, proven ientes de todas las
reacciones de orientación-investigación intermedias que ocurrieron en el pasado.
El esquema muestra con claridad la propagación de las excitaciones por el sistema
A',B' ,C' ,DI que se anticipan al desarrollo de los fenómenos del mundo externo
A,B,C,O.

ciones completamente diferentes. AquÍ, los procesos se desarrollan en


milisegundos y, en consecuencia, por su propia esencia, el cerebro tiene
la posibilidad de reflejar instantáneamente toda la cadena de aconteci-
mientos de la realidad que se desarrollan lentamente, siempre que esta
secuencia se haya repetido varias veces en el pasado. No se puede ignorar
en este hecho el grandioso logro de la evolución, capaz de crear un apa-
rato que permite dar reflejos de los acontecimientos sucesivos del
mundo externo acelerados miles de veces. Pero aquí se incluye otra cua-
lidad del sustrato nervioso: su capacidad para asociar las series de
excitaciones aferentes muchas veces repetidas. Basta con representarse
por un instante estas dos propiedades del sistema nervioso -la de reflejar
instantáneamente las acciones del agente exterior y la de unir la serie de
excitaciones sucesivas por medio de nuevos enlaces asociativos- para
comprender la enorme importancia del sistema nervioso que se encuen-
tra en la base de la formación del reflejo condicionado. Si se examinan
los esquemas reproducidos se podrá observar que, en presencia de las
dos propiedades del sustrato nervioso señaladas, es suficiente con que
suIja el primer estímulo de toda la cadena· de fenómenos para que el
proceso de excitaciones del tejido nervioso (que se extiende con una
E L REFLEJO DE LA FINALIDAD 301

velocidad mucho mayor) llegue inmediatamente hasta el último eslabón


de esta cadena de excitaciones creadas en el pasado. Precisamente la di-
ferencia entre las velocidades con que transcurren los fenómenos en la
realidad y en la sustancia nerviosa del cerebro del animal crea las premi-
sas para difusión de la excitación que se anticipa en muchos miles de
veces al curso de los acontecimientos reales.
En presencia de tales correlaciones de las velocidades de despliegue
de los fenómenos en la realidad y en el sistema nervioso , en éste la exci-
tación siempre se encontrará ya en el último eslabón; en la realidad só-
lo aparece el primer acontecimiento de t oda la serie (fig. 10.6. 11).
El aparato del aceptar de la acción, que se anticipa con su aparición
a la realización de la acción y sus resultados finales, es precisamente el
eslabón final que fue creado en un momento determinado por los acon-
tecimientos de la realidad externa desplegados sucesivamente y por la
fijación de las excitaciones aferentes provenientes del resultado final de
esta serie de acciones en el sistema nervioso.
De esta forma, si una determinada serie de fenómenos de la realidad
resulta muy larga podemos aceptar que cada eslabón de la serie forja , al
comienzo, la reacción del sistema nervioso sólo para sí y esta reacción
será siempre del tipo orientación-investigación. En consecuencia, hasta el
establecimiento de los enlaces asociativos entre las excitaciones sucesivas
del sistema nervioso central, cualquier agente externo forma una serie
de procesos, cada uno de los· cuales, como hemos visto , tiene un carácter
cíclico y representa una especie de "bloque de construcción" individual
en la arquitectura del gran edificio (fig. 10.6).
La particularidad de los mecanismos nerviosos que determinan la
formación del objetivo de la acción consiste, desde nuestro punto de
vista, en que los múltiples procesos que se formaron en el pasado por
separado pueden, en fracciones de segundo, construir un sistema tal de
excitaciones en el cual se anticipen los elementos aferentes de todas.las
etapas sucesivas, de la acción, incluida la final. En consecuencia, desde
el punto de vista fisiológico, el reflejo de la finalidad es el mecanismo
de formación de las excitaciones que se anticipan al curso y desarrollo
de los fenómenos de la realidad; por esto cada etapa de las acciones orien-
tadas posteriores puede ser controlada y corregida con ayuda de la afe-
rentación en retorno, en correspondencia con el objetivo inicial.
De lo dicho se desprende que existe una clara similitud, y es posible
que en ciertos casos una superposición casi completa, de los mecanismos
del reflejo de la fmalidad y de los de formación del aceptar de la acción.
El análisis posterior de estos dos fenómenos permitirá profundizar sus
mecanismos fisiológicos, diferenciar las características para cada uno de
ellos y comparar su papel en la formación del comportamiento orientado
a un objetivo de los animales y del hombre. Es suficiente señalar, por
ejemplo, que ambos fenómenos (el reflejo de la finalidad y el aceptar de
302 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

la acción) indefectiblemente presentan, en calidad de estadio preceden-


te, la síntesis aferente.
Sólo después de una síntesis multilateral de las múltiples excitacio-
nes aferentes externas e internas puede formarse el aceptor de la acción.
Exactamente igual, el objetivo de la acción sólo puede ser dictado por
el mismo conjunto de estímulos aferentes del presente y del pasado.

,
CONCLUSION

Los hechos expuestos no conducen a. una conclusión importante: el


problema del "reflejo de la realidad" planteado por I.P. Pavlov debe ser
estudiado con base en los logros actuales alcanzados en la investigación
de la actividad nerviosa superior y de la fisiología general del sistema
nervioso central.
Sin embargo, no se debe pensar que el material fáctico del que dis-
ponemos y los enfoques para su comprensión son suficientes para la
investigación de este fenómeno complejo y decisivo de la actividad del
cerebro , como lo son el planteamiento del objetivo y su realización en
las correspondientes acciones ; como vimos es necesario cambiar ciertos
enfoques. Pero está clara una cosa: no hay fundamentos para ignorar
este problema como objeto de la investigación científica objetiva.
Los éxitos en el estudio de la actividad nerviosa superior y de la fi-
siología general del cerebro son tales que permiten hacer el intento de
investigar fisiológicamente una arquitectura tan compleja del compor-
tamiento integral como son el reflejo de la finalidad y el comporta-
miento orientado a un objetivo.
No podemos, por ejemplo, en la resolución del problema del sustra-
to fisiológico del objetivo, excluir importantes factores del comporta-
miento como son las "necesidades básicas" que se forman en estruc-
turas materiales reales, pero que, por su arquitectura fisiológica, se
diferencian significativamente de las reacciones surgidas en respuesta
al estímulo externo, por ejemplo, el estímulo condicionado . .
Todavía unos cuantos años atrás no nos satisfacía por completo
la expresión "excitación alimenticia aumentada", porque estaba desti-
nada a explicarnos sólo por qué ante la aparición del estímulo condi-
cionado, el animal segregaba más saliva que la habitual.
Ahora, es necesario .comprender por medio de qué mecanismos esta
excitación alimenticia aumentada se convierte en "necesidad que exige
satisfacción", a través de qué mecanismos esta necesidad forma el obje-
tivo de un determinado comportamiento y se logra la realización de este
objetivo en actos conductuales concretos. Debemos también compren-
der los mecanismos fisiológicos de formación de lo que I.P. Pavlov
llamó "necesidades básicas".
REFERENCIAS 303

Debemos reconocer como una enorme insuficiencia de nuestro tra-


bajo el que este motor fundamental, el impulso para la acción orien-
tada a un objetivo, quedara fuera del campo de nuestros intereses de
investigación. Este hecho se puede explicar ~óJo porqtle I:P. Pavlov
planteó valientemente la cuestión sobre el reflejo de la fmalidad, cuan-
do aún la fisiología del sistema nervioso no estaba preparada para su
resolución. No sabíamos, por ejemplo , con base en qué procesos fisio-
lógicos concretos cierta finalidad vitalmente importante para el hom-
bre se mantiene en un nivel energético alto durante largo tiempo y
absorbe y frecuentemente subordina a ella las demás actividades del
sujeto.
En la actualidad , conocemos esta base fisiológica , la cual posee
una acción activad ora universal sobre los niveles superiores del sistema
nervioso y puede asegurar energéticamente enlaces asociativos más y
más amplios. Ahora, se sabe que el sustrato de esta "fuerza ciega",
según la expresión de I.P. Pavlov, está ubicado en el hipotálamo y en la
formación reticular del tronco cerebral (Magoun y Moruzzi, 1942 ;
Bremer, 1953 y otros). De esta forma , el aspecto puramente energético
del prolongado mantenimiento del objetivo de la acción en un estado
dominante , posee, en el presente, una explicación convincente. En este
punto , el problema del reflejo de la finalidad establece un estrecho con-
tacto con el problema de la dominancia, elaborado por A.A. Ujtomski.

REFERENCIAS

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304 CAP. 10. EL REFLEJO DE LA FINALIDAD

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MAESTRIA E}.I
NEUROPSlCOLOGIA
11
Las emociones 1

Las emociones (del latín emovere -excitar, agitar, conmover, turbar)


son estados fisiológicos del organismo que tienen un manifiesto matiz
subjetivo y que abarcan todos los tipos de sensaciones y vivencias del
hombre, desde los sufrimientos profundamente traumáticos hasta las
fonnas superiores de alegría y sentimiento.

EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES

En virtud de que los estados emocionales del hombre tienen un carác-


ter marcadamente subjetivo fueron por largo tiempo prerrogativa de la psi-
cología; a consecuencia de ello, se demoró el estudio de los mecanismos
fisiológicos de las emociones y el análisis (desde el punto de vista pura-
mente médico) de su influjo sobre el organismo del hombre. Simultá-
neamente, algunos fisiólogos, debido al carácter subjetivo de las emo-
ciones, llegaron al absurdo de negar la existencia de estados emocionales
en general, como hecho específico y real de la naturaleza viva. En la ac-
tualidad, las emociones se han convertido en un objeto cada vez más
importante de la investigación médico-fisiológica.
Por ejemplo, se estableció con absoluta certeza que las emociones y ,
en especial, las emociones negativas prolongadas (tristeza, miedo, pena,
dolor, etc.) juegan un papel decisivo en el desarrollo de las llamadas en-
fennedades neurogénicas.

1 Publicado en la Gran enciclopedia médica. Moscú, 1964, tomo 35 .

305
306 CAP. 11. LAS EMOCIONES

Es evidente el importante papel que desempeñan los estados emo-


cionales en la vida del hombre y la necesidad de tenerlos en cuenta de
/ manera multilateral en la práctica médica, aunque sea sobre la base de
que los médicos deben estudiar ante todo las quejas del enfermo y estas
quejas, por su esencia fisiológica, no son otra cosa que el informe verbal
del paciente sobre su estado emocional. Junto con ello, las queias dp!
enfermo contienen también sus juicios sobre la localización del estímu-
lo inicial de este estado emocionabJ
La función que realizan las emociones en la vida del hombre es muy
grande. Ya los filósofos y fisiólogos clásicos señalaron su enorme impor-
tancia para todos los tipos de actividad puramente humana. "Sin emo-
ciones humanas -escribió Lenin - nunca hubo, no hay y no puede haber
la búsqueda humana de la verdad" (pág. 112).
/' ~xiste la opinión errónea de que I.P. Pavlov le restó importancia a las
emociones y, en general, a los estados subjetivos..J En realidad, por el
contrario, a lo largo de su vida creadora, subrayó más de una vez el enorme
papel organizativo de las vivencias subjetivas en el comportamiento del
hombre. En 1923, en el informe dedicado al aniversario del Instituto
Lesgaft, dijo:
Por lógica, la psicología, refIriéndose a la parte subjetiva del hombre, tiene
derecho a la existencia, por cuanto todo nuestro mundo subjetivo es la realidad
primera con la cual nos encontramos. Sería tonto negar el mundo subjetivo. Se
sobreentiende que él, lógicamente, existe. La psicología, corno formulación de
/ los fenómenos de nuestro mundo subjetivo, es un asunto legal y sería absurdo
discutirla. Sobre esta base aC,tuamos, sobre ella se forma toda la vida social y
personal. Sobre esto no se puede discutir. Se trata, sobre todo, del análisis de
este mundo subjetivo (Pavlov, 1934).

/' lbl caracterizar de manera especial el papel de las emociones en los


procesos de la actividad nerviosa superior, I.P. Pavlov dijo: "Las emo-
ciones son la fuente de fuerza para las células corticales". Consideraba
que si se excluyen las emociones, la corteza se ve privada de la fuente
más importante de energía. Los trabajos de la escuela de Gellhorn, lle-
vados a cabo durante los últimos 20 años, confirmaron completamente
estas tesi~
De esta forma, los estados emocionales constituyen un factor fisio-
lógico real en la naturaleza del hombre. Forman una parte inseparable
de sus reacciones adaptativas, por lo que deben ser estudiadas con mé-
todos científicos' objetivos.
La evolución de las emociones. Si se parte de que las emociones re-
presentan una forma de reacciones tal que infaliblemente abarcan todo
el organismo y adquieren un carácter claramente subjetivo, podemos
plantear la pregunta: ¿cuál es el origen de las emociones, cuándo y
cómo aparecieron en el proceso de la evolución?
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 307

Con base en la comprensión darwiniana de la evolución de las reac-


ciones adaptativas del organismo, se puede afinnar que los estados
emocionales jugaron en algún momento un papel positivo, creando con-
diciones para una adaptación más amplia y perfecta de los animales a las
condiciones externas. Las sensaciones primarias de los animales primiti-
vos no podrían haberse mantenido en el proceso de la evolución ni
haberse desarrollado hasta los multifacéticos y sutiles estados emociona-
les del hombre, si no hubieran servido al progreso en la actividad adap-
tativa. En caso contrario, hubieran sido eliminadas hace tiempo por la
selección natural.
¿En qué consiste esta adaptación más perfecta? El rasgo distintivo
del estado emocional es su carácter integral, su exclusividad en relación
con otros estados y otras reacciones. Las emociones abarcan todo el or-
ganismo, trasmiten al estado del hombre un determinado tipo de viven-
cia. Al integrar en forma casi instantánea (en un todo único) las funcio-
nes del organismo, las emociones por sí mismas pueden constituir una
señal absoluta de las influencias útil o petjudicial que actúan sobre el
organismo, frecuentemente aun antes de que éste defina la localización
del influjo y el mecanismo concreto de reacción de la respuesta. Esta
propiedad del organismo de determinar, gracias a la emoción, la calidad
de la influencia recibida, con ayuda del más antiguo y universal criterio
válido para la vida en la Tierra -la supervivencia-, es lo que le transmi-
tió a aquélla su significación universal. Simultáneamente, el organismo
se adapta en forma extraordinariamente ventajosa a las condiciones ex-
ternas, debido a que incluso sin determinar la forma, el tipo, el meca-
nismo y otros parámetros de las influencias a las que está sometido
puede reaccionar a ellas, con gran velocidad, con ayuda de una determi-
nada calidad del estado emocional, reduciéndolas, por decirlo así, a un
denominador biológico universal : el carácter útil o peJjudicial que tiene
para él la influencia dada.
Se puede observar cuán importante es esta integración del organis-
mo en el estado emocional en el ejemplo de una simple emoción de
dolor, la cual cada persona experimenta en una u otra forma en la vida.
Supongamos que ocurre una lesión traumática de la bolsa o saco
articular. Como es sabido, dicha lesión produce una sensación dolorosa
muy penosa, una emoción dolorosa ..¿Qué medios puede utilizar nuestro
organismo para estructurar una nueva coordinación motora que excluya
la articulación lesionada? La práctica muestra que en estos casos se
crean amplísimas posibilidades de inclusión de nuevos músculos, de
nuevas articulaciones e incluso de extremidades completas. Sin embargo,
en todos estos casos el factor limitante es sólo la sensación de dolor. El
organismo del sujeto realiza en estos casos múltiples intentos de movi-
miento "eludiendo" la sensación dolorosa en cuanto ella aparece. En
este caso, esa emoción ayuda al organismo a contenerse de realizar mo-
308 CAP. 11. LAS EMOCIONES

vimientos incompatibles con la vida (el "compadecimiento" de la prác-


tica médica).
Basta con indicar que si esta selección de movimientos que no per-
judican la salud se realizara con base en otros criterios, por ejemplo, del
grado de distensión muscular, del ángulo de desviación de la articula-
ción, etc., para que quede claro inmediatamente la perfección del carác-
ter universal de los estados emocionales y la gran ventaja que represen-
tan en el sentido adaptativo. Prácticamente toda la experiencia vital del
hombre, desde los primeros días de su existencia, lo ayuda a evitar los
influjos perjudiciales no con base en tomar en cuenta los parámetros ob-
jetivos del agente peIjudicial (por ejemplo, el filo del objeto que lesiona,
la profundidad con que se introdujo en la piel, etc.), sino sobre la base
de aquel "denominador común," que se expresa por un determinado
estado emocional: "doloroso," "desagradable".
Todo lo dicho nos conduce a la conclusión de que, desde el punto
de vista evolutivo, los estados emocionales primarios de los animales
como estados integrativos especiales, habiendo aparecido una vez, fueron
incluidos inmediatamente en el fondo de las reacciones adaptativas del
organismo. Ellos hicieron posible realizar una evaluación rápida de la
influencia externa y la elección de las condiciones óptimas para la su-
pervivencia. Este significado adaptativo de las sensaciones y emociones
les permitió consolidarse hereditariamente en el proceso evolutivo y al-
canzar la amplitud y refinamiento que observamos en el estadio de de-
sarrollo social del hombre.
Se puede afirmar que a todas las necesidades y funciones vitales, sin
exclusión, incluyendo las manifestaciones de la actividad intelectual, las
acompaña el correspondiente tono emocional gracias al cual el organis-
mo sigue ininterrumpidamente el curso de las funciones vitales óptimas.
Múltiples hechos, establecidos por psicólogos y fisiólogos, demues-
tran un cierto plan único en la arquitectura del organismo vivo, gracias
al cual sus diversas funciones son sancionadas o rechazadas con base en
un mismo principio: el principio de su correspondencia con el estado
emocional formado en el momento determinado.
El sustrato nervioso de las emociones. La importancia universal de
las emociones y su papel directivo en la formación del comportamiento,
atraen desde hace mucho la atención de los investigadores. Al comien-
zo, se realizaron intentos por determinar el sustrato de los estados emo-
cionales en la clínica, donde se estudió la correlación entre los distintos
tipos de alteraciones de la sustancia cerebral y los desórdenes en el
comportamiento de los enfermos.
Se estableció que la vida emocional del hombre casi nunca está alte-
rada en forma evidente si la destrucción de la sustancia cerebral alcanza
sólo la neocorteza (cierta excepción la constituyen los lóbulos fronta-
les). Y en completa contraposición a esto, la vida emocional del hombre
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 309

resulta radicalmente alterada si en el deterioro están incluidas las for-


maciones subcorticales, en especial el tálamo y el hipotálamo. Así, pro-
gresivamente, se formó la concepción de que la vida emocional del
hombre está determinada por la función de las formaciones subcortica-
les (Charcot, Monakov, Bejterev y otros).
Los trabajos de los neurofisiólogos aportaron una clarificación ex-
perimental de este problema; utilizando la técnica de la intervención
directa en las formaciones subcorticales, mostraron que la destrucción
de las mismas lleva, ante todo, a la alteración de la expresión externa de
los estados emocionales. En este sentido, cabe destacar la escuela de
W.R. Hess, cuyos colaboradores por primera vez elaboraron una fina
técnica para llegar a la zona del hipotálamo, con el fin de excitarlo o
coagularlo. Se demostró con certeza, utilizando la técnica de los elec-
trodos implantados y durante el comportamiento libre de los animales,
que cualquier excitación o destrucción de la zona del tálamo y del hi-
potálamo lleva a la alteración de las reacciones emocionales, a un
cambio en todo el comportamiento del animal.
Como complemento a estos experimentos y paralelamente a ellos,
se desarrolló otra línea de investigaciones que utilizó la técnica de ex-
tirpación de la corteza de los grandes hemisferios para la obtención de
animales "talámicos" y "subtalámicos" (Bard, 1950). Estos últimos
experimentos mostraron que sólo en presencia del tálamo y del hipotá-
lamo (y, lógicamente, del tronco cerebral) la excitación dolorosa pro-
porciona la expresión externa de la emoción de furia y de ira ("pseudo-
afecto"). Las observaciones clínicas sobre anencéfalos también mostraron
que son capaces de expresar una gama bastante amplia de reacciones
emocionales con todos sus índices característicos.
Así, progresivamente, se estableció una concepción determinada y
fidedigna acerca de la génesis sub cortical de la expresión emocional..
Como es sabido, I.P. Pavlov, con base en los trabajos con reflejos condi-
cionados, también llegó a la conclusión de que la localización de las
expresiones emocionales tiene lugar, ante todo, en la "subcorteza pró-
xima" y, en particular, en el hipotálamo.
Recientemente, se demostró la participación de las áreas subcortica-
les del cerebro en la formación de la emoción en experimentos donde se
utilizó la técnica electrónica y el método estereotáxico, que permite
llegar exactamente a diferentes puntos de las formaciones sub corticales
(más adelante abordaremos estos experimentos, en la sección "Teorías
de las emociones").
Las anteriores investigaciones fueron confirmadas con nuevos datos,
los cuales mostraron que el hipotálamo tiene una relación directa con
la formación de la emoción; además de ello, se estableció la participa-
ción en este proceso del complejo amigdalino, del hipocampo, del girus
ánguli, de la corteza orbital y de otras zonas del cerebro. De esta mane-
310 CAP. 11. LAS EMOCIONES

ra, se pusieron en evidencia, entre el hipotálamo y la corteza, formacio-


nes "intermedias". Fue individualizado un sistema especial de forma-
ciones nerviosas que recibió el .nombre de "sistema límbico". En él
entran todas las estructuras intermedias que, siendo mediadoras entre el
..: hipot.4Iam~ y la corteza en la formación de las emociones, representan
los restos de formaciones nerviosas muy antiguas, iigauas evolutivamen-
te al sistema olfatorio.
Para mostrar cómo se produce la circulación de las excitaciones ner-
viosas por las formaciones sub corticales, Elliot (1954) propuso un es-
quema (fig~_ lJ .1), en el cual se observa que la zona olfatoria primaria

Figura 11.1. Desarrollo de las


principales vías olfatorias en los
anfibios (arriba) y en el hombre
(abajo) . Las vías primarias y se-
cundarias (1 íneas finas) unen el
epitelio olfativo con el bulbo ol -
fatorio y con los hemisferios; 1.
Bulbo olfatorio; 2. Tálamo; 3.
Séptum; 4. Hipocampo; 5. Hipo-
tálamo; 6. F6rn ix; 7. Cuerpo ca-
lloso (según Elliot ).

,domina sobre las asociaciones primarias intracorticales y sobre las aso-


ciaciones subcorticales que juegan un papel decisivo en la formación de
las emociones.
Las estructuras sub corticales descritas (partes del sistema límbico
'que se formaron con base en los sistemas olfatorios primarios) están li-
gadas entre sí por la ininterrumpida circulación de la excitación. Existen
fundamentos para pensar que esta circulación ininterrumpida de los im-
pulsos sirve como una especie de correa de trasmisión peculiar entre las
excitaciones humorales, que están contenidas en la sangre y que actúan
en la zona del hipotálamo, y las funciones corticales superiores (J.W.
Papez, 1958; P.D. Mac Lean, 1954). En este sentido, la zona sub cortical
puede ser reconocida como un reservorio energético especial, el cual, de
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 311

acuerdo con la calidad de la emoción surgida en el momento determi-


nado, incorpora a la actividad enormes zonas de la corteza de los grandes
hemisferios. Mac Lean expresó esta idea de Papez acerca de la circula-
ción de los impulsos en el sistema límbico en un esquemá conocido (fig.
11.2), el cual es muy cómodo para comprender el papel del sistema lím-

Figura 11.2. Círculo de Papez.


La zona sombreada represent a el
lóbulo I ímbico de Broca o cere-
bro visceral de Mc Lean. NA T.
Núcleo anterior del tálamo; M.
Cuerpo mamilar.

Gyrus ~_~~~s;:::;:.....--­
M
parahippoca m pi

bico. Las cualidades de este esquema son indudables ; sin embargo, no


muestra las fuentes de las afluencias aferentes y el mecanismo terminal
concreto de la inclusión posterior de la corteza de los grandes hemisfe-
rios, sin la cual, naturalmente, no puede formarse una vivencia emocio-
nal de carácter consciente.
En los últimos años se prestó una gran atención al núcleo amigdali-
no que está ligado ampliamente con casi todas las formaciones decisivas
de la zona sub cortical y de la corteza de los grandes hemisferios. En la
actualidad, se supone que esta estructura juega un papel de formación
facilitadora o potenciadora, capaz de hacer descender o elevar el tono
general del estado emocional, independientemente de su origen y cali-
dad biológica. Existen bases-para pensar que el núcleo amigdalino tiene
una relación especialmente estrecha con la zona de las aferencias visce-
rales y esto en cierta medida puede coincidir también con el papel po-
tenciador que se le asigna.
A pesar de que la zona límbica toma parte en la formación general
del estado emocional del organismo, la caracterización fisiológica de la
emoción, de acuerdo con las ideas contemporáneas, está ligada ante
todo con la difusión de las excitaciones desde la zona del hipotálamo a
todos los órganos efectores.
La zona del hipotálamo determina la calidad biológica primaria del
estado emocional, su expresión externa característica.
La expresión externa _de las emociones. Las expresiones externas de
las emociones son las más conocidas y están bien estudiadas desde anti-
guo. Los rasgos de estas expresiones son tan comunes al género humano
y se observan tan a menudo que no necesitan una descripción especial.
312 CAP. 11. LAS EMOCIONES

Las investigaciones de los llamados pseudoafectos, que aparecen


después de la extirpación de los grandes hemisferios, mostraron que la
expresión de las emociones tiene un carácter estándar y no dependen de
los sectores superiores del cerebro. Sin ellos, esta expresión se realiza en
la periferia en docenas de componentes nerviosos y humorales; basta
con que la excitación emocional surja en la zona de hipotálamo para
que inmediatamente el organismo, con todos sus sistemas y órganos pe-
riféricos, se incorpore a la expresión emocional. Es interesante el hecho
de que cualquiera de los componentes de la expresión emocional sea in-
dependiente: intervienen en cierto tipo de manifestación radial del
complejo nervioso integrado centralmente. Dícho con otras palabras,
cada componente de la expresión emocional es un elemento necesario
del sistema, un fragmento del modelo integrativo aun cuando los demás
se encuentren excluidos. Esta particularidad de la expresión emocional
adquiere una gran importancia para la medicina, debido a que conduce
a una serie de estados patológicos difícilmente eliminables en las vías de
la expresión periférica de las emociones.
Para la evaluación de las expresiones emocionales, corresponde
enumerar los componentes más característicos y permanentes en el
hombre. En primer lugar debemos mencionar la expresión mímica de
las emociones, la cual refleja evidentemente la calidad del estado emo-
cional, sirve de señal para los sujetos circundantes y, en consecuencia,
define el papel social de las expresiones emocionales. El refinamiento y
la variabilidad de las expresiones mímicas de las emociones son tales
que la menor redistribución de las excitaciones en la fibras musculares
que inervan el rostro, es suficiente para que los sujetos circundantes
capten un estado de ánimo completamente distinto. Esta sutileza de la
musculatura f~cial en la expresión de las emociones constituye, sin duda,
un logro de la existencia social en el desarrollo del hombre. Sólo al con-
vertirse en un factor adaptativo, en el factor de la comunicación señali-
zadora con los sujetos circundantes, la expresión emocional adquirió
el carácter de enlaces nerviosos hereditariamente consolidados.
Difícilmente se puede confundir la expresión mímica del dolor o de
la alegría con cualquier otra expresión emocional del rostro. Esto sub-
raya el hecho de que la integración primaria de las emociones, al for-
marse en la zona de las interrelaciones hipotalámicas, se fijara, desde
el comienzo del desarrollo humano, a los núcleos del nervio facial por
medio de enlaces estables. Este último, encontrándose en la zona del
bulbo raquídeo, sirve prácticamente de "camino tenninal" inevitable
para la realización de la expresión mímica de los estados emocionales
del hombre. Aquí se efectúa, en las trasmisiones sinápticas, la finísima
selección que moviliza los músculos de la mímica y forma la imagen de
una u otra expresión emocional.
Al evaluar la expresión mímica, corresponde tener en cuenta que en

.~
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 313

la base de los enlaces innatos en la zona del núcleo del nervio facial,
acerca de los cuales se habló con ant erioridad, la experiencia individual
forma una escala extraordinariamente amplia de matices, por medio de""
los cuales puede expresar sus mú~tiples y finísimas vivencias emociona-
les que le sirven como medio de comunicación con los seres circundan-
tes. Sería incorrecto pensar que las expresiones emocionales del hombre
son totalmente adquiridas durante su vida. Basta recordar la expresión
de las emociones. primarias (llanto, sonrisa) en el niño recién nacido ,
para comprender el carácter innato de esas expresiones. En relación con
esto surge una pregunta muy interesante: ¿qué es precisamente lo innato
en las expresiones emocionales del hombre, es decir, qué se encuentra
fijado de antemano en los enlaces nerviosos? A esta pregunta responden
en cierta forma las investigaciones directas de las expresiones emociona-
les de la cara en los embriones humanos, a través de las diferentes etapas
de su desarrollo .
Se mostró , por ejemplo, que el feto humano extraído prematura-
mente de la matriz por indicaciones médicas y colocado en condiciones
favorables de circulación y alimentación, puede expresar mediante la
mímica matices emocionales bastante diferenciados. Así, al roce de una
cerda en el labio superior puede responder con una mueca sorprenden-
temente parecida a las reacciones mímicas con las cuales un sujeto adulto
expresa repugnancia, asco , sensación de desagrado, etcétera. En caso
de una excitación más fuerte , el feto puede adquirir una expresión de
dolor en la cara extraordinariamente similar al característico descenso
de los ángulos de la boca. Incluso puede mostrar con facilidad la mími-
ca del llanto y del sollozo, reaccionando de esta manera a una excitación
más fuerte en la zona inervada por el nervio trigémino (Goluvieva y
Shuleikina, 1956).
Al analizar el material citado, podemos concluir que la mímica
-esta expresión puramente humana de los estados emocionales- ' está
formada en sus manifestaciones básicas contrastadas (sufrimiento,
placer), desde el estadio de la embriogénesis. Tales son las "posiciones
de partida" con base en las cuales, desde el momento del nacimiento, se
desarrolla y perfecciona en toda su diapasón la mímica humana. En el
aspecto neurofisiológico esto significa que los enlaces primarios, prepa-
rados por la zona del hipotálamo y la de los tubérculos cuadrigéminos
con el núcleo del nervio facial , sirven de fundamento innato sobre el
cual se efectúan múltiples complementaciones y cambios en las etapas
posteriores de la vida, especialmente cuando se incluyen las funciones
inhibidoras de la corteza de los grandes hemisferios (fig. 11.3).
Otra expresión importante y permanente de los estados emocionales
son los cambios en las funciones cardiovasculares. Como regla general,
las emociones, una vez alcanzado un determinado nivel, incluyen en
calidad de componentes vegetativos al corazón y a los vasos sanguíneos.
314
" ....~-__.._-._.-_--_0.2

,.
, .",
.'

....
Figura 11.3. Esquema de las influencias
inhibidoras de la corteza del cerebro -
sobre el núcleo del nervio facial. (2). Se
observan las correlaciones entre las in-
fluencias subcorticales (1) Y corticales
(3) sobre las células del núcleo del ner- '.~ .,
0 ••
,
I
vio facial (control piramidal sobre el
núcleo del nervio facial).

I
."
.'

La vía de la excitación, que recorre desde el hipotálamo hasta los órga-


nos periféricos, pasa, sin duda, a través de los centros hipotalámicos que
regulan el nivel de la presión sanguínea. Este camino periférico común
es utilizado multilateralmente para las expresiones vegetativas de los di-
ferentes estados emocionales. Aquí, cabe subrayar que la expresión
cardiovascular depende en forma estrecha de la calidad biológica de la
,. emoción. Mientras que la emoción positiva, al provocar la elevación de
"
la presión sanguínea por medio del aumento del trabajo del corazón y
de la contracción de los vasos, no proporciona grandes reacciones de
huella y de mantenimiento de la presión arterial en un nivel alto, las
emociones negativas (miedo, tristeza, pena) se diferencian porque, in-
cluyendo al corazón y a los vasos sanguíneos por los mismos caminos
finales, lo hacen en un grado especialmente alto y con un gran tono de
huella. Esta diferencia se encuentra ligada á dos particularidades de las
emociones negativas: su generalización por el sustrato nervioso y la re-
tención prolongada de los cambios metabólicos con base en los factores
humorales que las acompañan (adrenalina, noradrenalina).
Las recientes investigaciones de fisiología de la formación reticular
mostraron que los estados emocionales de carácter negativo, formados
en la zona del hipotálamo y de los núcleos inespecíficos del tálamo, in-
cluyen el sustrato adrenalínico del hipotálamo y de la formación reticu-
lar. Este sustrato constituye el lugar de formación de las reacciones de
tensión del organismo cuando se encuentra en condiciones difíciles y
actúa sobre la periferia a través de toda una serie de órganos vegetativos.
Cabe agregar que una de las vías, la inclusión del sistema simpático-
adrenalínico en la periferia, pasa a través de la formación reticular del
bulbo y los troncos simpáticos limítrofes hasta los órganos periféricos.
Asimismo, durante la excitación del sustrato adrenalínico se forma otra
vía a través del enlace entre el hipotálamo y la hipófisis y lleva a la se-
creción de la hormona adrenocorticotrópica, gracias a lo cual ocurre
EVALUACiÓN GE NERAL DE LAS EMOCIONES 316

una estimulación más fuerte aún ?,el sist~ simpático-adrenal en la pe-


riferia (H. Selye, 1962). La secreClOn eXcesIVa de adrenalina, norodrena-
tina y de la hormona adren~co~icotr6pica en la sangre lleva a estados
hipertensivos Y p.~ede con~Íltulf el momento inicial de una elevación
crónica de la preslOn sanguIn~~.
Debemos recordar tambIén que . el sustrato adrenérgico , como ím-
portantísimo fa~tor de las. ~~oClon~ negativ~, ejerce influencia no
sólo sobre los SIstemas perifencos, Sin O tambien sobre el aparato w b-
cortical del cerebro, creando selectivamente focos de inhibición en uxfa
una serie de uniones funcionales.
En las expresiones efectoras de la em ~ además de la musculatura
mímica y del sistema cardiovascular, toman parte también otros m-1.e-
mas vegetativos y somáticos, por ejempb, el componente respiratorio
de la expresión de las emociones. Este: conponente se expresa COl1 el
aumento de la estrusión de la caja tonrua y la profundización de Iz
respiración. La contracción de la 11ZUJCUlap..ua lisa del estómago y df! VA
intestinos , especialmente de las fOTIIIaG-YT~ esfmterianas , es un CfJJIry
- ponente sensitivo y permanente de la e;-:--r:::iión de las emociones. I/~
esfínteres cardial, pilórico y sigmoideo Z~<1 en ocasiones de pun1.</!
de descarga periférica de la excitación ~cio nal central. A veces. el
tono excesivo de estos esfínteres Ib~ ~ ~ patolÓgicos frecuen:t~
mente prolongados (espasmo pilófÍ:;) : ~-=Lé'ipasmo y otros).
Así, cualquier estado emocio~ ~ r~.a iÍempre en la periferia ~
múltiples componentes, cada uno ce !{'JIi :;~ posee una especifici~
fisiológica y una vía especial ~ 51 :::-1.ZuÍ~ción periférica. De é'V1f,;
se sigue que la descarga emocional ~.i Í1.rI~rtfa centralmente como ¡,;.a:.
cierto modelo con salida automáia: ót a !xcitaciones en forma ~
componentes aislados (fig. 11.4 J. ~.::.~ :;-~onentes se constituy~

Figura 11.4. Esquema que m.u8Süó l¿,~­


mación de la descarga emocio nal y E :1 -
fusión de las excitaciones . 1. Hipótala-"c
2 Formación reticular; 3. SeñaJ ron:r.;:-
f~ga para la formación de la emoci:r.:
S.-S6. Influenciasactivadoras ~
que forman , de acuerdo con la EmOCt:r
los complejos corticales de las O~3-
ciones sinápticas. Algunas Ilegal ~~
mente hasta la corteza (S. , S3, Ss .; o_a
lo hacen a través de las formaciooes ir'i'e::-
medias del sistema I ímbico y de I:os íL-
deos inespecíficos del tálamo (~ . S¿, ~ .
Descargas de las emociones: a ;... CE
músculos de la cara ; b, c. Al Sisterr2 :;a-
dio-vascular; d. Al sistema de los éY;air...!:
de la respiración.
316 CAP. 11. LAS EMOCIONES

como manifestación del complejo nervioso íntegro, y no dependen


entre sí ni en su grado de expresión ni en el matiz cualitat ivo.
El problema de las "emociones contenidas". En la actualidad, en la
práctica médica se presta cada vez más atención a las llamadas "emo-
ciones contenidas". Se reconoce que la contención de la manifestación
externa de las emociones negativas favorece su tonificación, su pasaje al
"estancamiento" (Langue, 1948). Aquí, nos encontramos en una situa-
ción aparentemente paradójica, debido a que el sistema educativo del
hombre está construido, en lo fundamental, con base en la conteI!dñn ~
en el pulimiento y la elaboración cultural de las manifestaciones emo-
cionales primarias generalizadas. ¿Cómo comprender esta contradicción?
¿Es realmente peligrosa la contención de las emociones?
Las emociones -positivas y negativas- se revelan por lo general ex-
ternamente en todo un abanico de los más diversos componentes peri-
féricos, cuya clasificación se realizó con anterioridad. Cada conjunto de
estos componentes se ubica en el cuadro característico de una u otra
expresión emocional: pena, dolor, alegría, sorpresa, tristeza, miedo,
etcétera.
Existe otro importante criterio de clasificación de los componentes
emocionales, que ofrece un especial interés desde el punto de vista mé-
dico: el grado de subordinación de uno u otro componente a control
cortical, es decir, yoluntario.
Los componentes de la emoción negativa no son, desde este punto
de vista, idénticos. Mientras que la expresión mímica de las emociones
puede ser fácilmente contenida y el sujeto permanece en lo externo
"impasible", los componentes viscerales de la expresión emocional, por
el contrario, permanecen en estas condiciones expuestos a la descarga
emocional general. Este estado del sistema nervioso central, cuando se
opone a la descarga emocional un límite voluntario en algunas vías peri-
féricas, pero permanece abierta su salida por otras vías, puede ser lla-
mado "conflictivo". Aquí, la intensa excitación cortical (predominan-
temente de origen social) obstaculiz-a el camino a otra excitación que
surgió en el nivel del hipotálamo y de la formación reticular. Podemos
citar el caso concreto de la contención de la expresión mímica de la
emoción. Debido a que la vía final inevitable para la expresión mímica
es el núcleo del nervio facial, sólo aquí se puede inhibir la salida de la
descarga emocional sóbre los músculos faciales, es decir en el núcleo de
ese nervio . Prácticamente esto es lo que hace la neurona cortical del
tracto piramidal, que lleva la excitación desde la corteza de los grandes
hemisferios al núcleo del nervio facial. Esta neurona resulta inhibidora
para las células del núcleo del nervio facial. Sin embargo, esta inhibición
de la expresión mímica de las emociones no excluye la salida de las ex-
citaciones hacia el corazón, los vasos sanguíneos, el intestino y las glán-
dulas endocrinas. Como resultado, el organismo recibe sobre las vísceras
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 317
" ,
una excitación significativamente más fuerte como si no hubiera habido
una contención de la expresión de las emociones en otros componentes
periféricos. En consecuencia, los médicos clínicos, que afirmaron que
"las emociones contenidas" son patogénicas, tenían razón en"cierto sen-
tido. Sin embargo, el problema de las "emociones contenidas", desde el
punto de vista fisiológico , no está elaborado y por eso surgieron las con-
tradicciones que hemos mencionado más arriba.
Desde el punto de vista fisiológico, la expresión "emociones conte-
nidas" es errónea. La emoción puede llamarse "contenida" sólo si no
sale a ninguno de sus componentes periféricos. Pero esto significa, en
esencia, la prevención de las emociones como estado subjetivo por medio
de la exclusión de las situaciones capaces de provocar, en calidad de es-
tímulo inicial, una emoción negativa o bien por medio de la inclusión,
entre el estímulo y la emoción, del intelecto, de la lógica, que eliminan
la posibilidad de aparición de la emoción perjudicial. En este último
caso, la influencia decisiva la ejerce el trabajo educativo, la cultura de
las emociones. Si llega a formarse el afecto como estadq subjetivo, ya no
es posible hablar de una "emoción contenida". Por las particularidades
fisiológicas de las emociones, aquí se puede tratar sólo de la contención
de ciertos componentes periféricos de las emociones, en lo fundamen-
tal de la expresión externa de las mismas -los movimientos, las mani-
festaciones mímicas y verbales animadas, etc. Sin embargo, la emoción
misma, una vez surgida, se extiende inevitablemente por otros compo-
nentes (viscerales, fundamentalmente) , es decir, ya no puede ser conte-
nida. Así, cuando el clínico se refiere a las "emociones contenidas"
atañe a las emociones en las cuales están contenidos sólo algunos com-
ponentes de su manifestación externa, mientras que otros reciben una
corriente de excitación desmedidamente fuerte (fig. 11.5).
Esta situación puede ser el inicio del desarrollo excesivo de las exci-
taciones en las vías sub corticales y de su transformación posterior en la
llamada excitación estancada. Sólo hay que recordar que la educación
constante del aparato emocional y del llamado "dominio de sí" en la in-
fancia, es un importante factor que prevé el desarrollo impetuoso y el
estancamiento de los componentes incontenibles de las emociones. En
este caso, indudablemente desciende la posibilidad de que las emociones,
en sus repetidas manifestaciones, puedan convertirse en la fuente de
estados patológicos de las vísceras y del sistema cardiovascular.
La importancia de las emociones en la génesis de los estados patoló-
gicos. Al examinar los mecanismos fisiológicos de los estados emociona-
les, nos referimos al problema del pasaje de las emociones normales a las
patológicas. Sin embargo, el carácter actual de tan importante área de
la patología médica exige una discusión especial y detallada de este
problema.
Si se parte del concepto pavloviano del "límite de la capacidad de
318

11

Corteza Corteza Excitaciones


Externas

???
I I
I I
I I
I I I
Inhibición
Reacciones Reacciones
~ ----.J R.' - r - - I hormonales Respiración ' - r - - I honnonales
--y-- espl -
Funciones motoras ración
voluntarias
Reacciones
cardio-vasculares
I Reacciones
carel i o-vascu lares

Figura 11.5. Esquema de la inhibición cortical de los componentes de las reaccio-


nes emocionales . l . Manifestaci.ón de todos los componentes efectores que acom-
pañan a la reacción emocional; 11. Las influencias corticales, condicionadas social-
mente, pueden inhibir en forma voluntaria los componentes somáticos motores de
las reacciones emocionales.

trabajo" de las células nerviosas, cabe afirmar que nada en la actividad


de organismo humano y especiahnente de su cerebro llega tan cerca al
limite de la capacidad de trabajo del sistema nervioso como los afectos
y vivencias emocionales. Los estados emocionales, a consecuencia de su
papel biológico' (movilización y tensión de las fuerzas del organismo),
transmiten a las células nerviosas un estímulo extraordinariamente fuerte.
A su vez ) estas particularidades de los estados emocionales han sido
poco analizadas desde el ángulo de las capacidades de la célula nerviosa
para un determinado diapasón de actividad. Lo mejor es llamar a esta
capacidad de la célula nerviosa "límite de la capacidad de trabajo" (LP.
Pavlov), lo que corresponde con el estado biológico óptimo de la activi-
dad. Incluso en los estados emocionales más fuertes de un sujeto sano,
en presencia de las condiciones óptimas habituales de su vida, las células
de los aparatos subcorticales que forman las emociones y las células cor-
ticales que movilizan todas las relaciones con el mundo externo al servicio
de la emoción dada, no superan el límite superior del estado biológico
óptimo de los elementos nerviosos. El factor decisivo en la superación
de este límite superior es un estado emocional negativo prolongado. En
relación con esto se pueden señalar cuatro factores fundamentales que
forman la condición fisiológica obligada para el pasaje de la emoción a
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 319

un estado "estancado", prolongado en un nivel alto de excitación, es


decir, en el límite de la patología.

1 . La superación del estado biológico óptimo de excitación de las


células nerviosas y la ruptura de sus mecanismos disparadores. El
"cierre" de la excitación en este nivel alto y su pasaje a un esta-
do crónico.
2. La inclusión cada vez más amplia de estructuras nerviosas en la
función de los elementos nerviosos excitados primaria y desme-
didamente; esta ampliación de los elementos incluidos se somete
al principio de la dominancia, formulado por A.A. Ujtomski.
3 El aumento de la cantidad de hormonas tonificadoras en eltorren-
te sanguíneo, lo que crea una "estimulación" complementaria de
los elementos nerviosos primariamente excitados y lleva la co-
rriente de la emoción patológica a la forma crónica, ~egún el tipo
de relaciones de "cúculo cerrado ".
4. La formación de enlaces señalizadores sutiles y muy amplios de
este complejo sub cortical patológico con los factores del mundo
externo a través de la influencia mediatizadora de la corteza del
cerebro.

Desde este momento la emoción patológica se convierte en un con-


junto psicopatológico, en un elemento de la estructura de un desorden
psíquico
Trataremos de analizar la esencia fisiológica de cada uno de estos
factores. Naturalmente, el momento decisivo es el pasaje del funciona-
miento biológico óptimo de una célula nerviosa a un hiperfuncionamiento
o, como se expresaba I.P. Pavlov, "fuera de los límites". Si se parte del
hecho de que el diapasón de la actividad impulsora y del tono general
de la célula nerviosa está determinado por los procesos metabólicos. de
esta célula que ponen un límite natural a su actividad impulsora, debe-
mos pensar ante todo que la excitabilidad de las células, que sobrepasa
los límites óptimos, es el resultado, en cierta medida, del metabolismo
"roto" de estas células. En la actualidad se investigan ampliamente ciertos
metabolitos que tienen una relación especial con la vida emocional, es-
pecialmente el grupo de las catecolaminas. El estado permanente de
excitación aumentada es ya por sí mismo una alteración de la norma,
establece un nuevo metabolismo tanto en un sentido cuantitativo como
cualitativo. En un sentido clínico, esta "excitación estancada" se descu-
bre en una serie de síntomas periféricos, cuya composición y carácter
están determinados por la calidad de la función primariamente incluida
en ~l afecto.
En realidad, la descarga emocional está construida, por lo general,
de tal manera que la corteza cerebral, en su función integrativa, refleja
320 CAP. 11. LAS EMOCIONES

el sistema sub cortical que crea la calidad biológica de la emoción. A su


vez, este sistema emocional integral muy compacto de la subcorteza se
resuelve en la periferia, en las funciones de diversos órganos vegetativos
y viscerales. De esta forma, si las estructuras sub corticales, que forman
las emociones, pasaron a la situación de instancias excitadas estaciona-
riamente, las vísceras sienten inmediatamente sobre sí esta corriente
aumentada de excitación proveniente del sistema nervioso central. Ade-
más, la misma excitabilidad desmedida de los aparatos sub corticales de
las emociones de determinado signo, amplía cada vez más el : ::':-.-.p': ~~
su influencia por medio de la inclusión de nuevos elementos nerviosos,
involucrando así selectivamente a todo el cerebro en su conjunto.
Por lógica, esta inclusión ocurre en un plano estrictamente fu.!1cio-
nal, según el principio del aumento del sistema funcional dominante
con más motivos y eslabones complementarios; además, esta dominan-
cia emocional se vuelve "un arma con un gatillo que se dispara fácil-
mente". Es suficiente incluso un pretexto insignificante en forma de
estimulación externa para que el conjunto emocional "estable" se re-
suelva en el aumento del tono visceral.
Este estado patológico se encuentra favorecido por la extraordina-
ria acumulación de sustancias que elevan el tono en la sangre (adrena-
lina, noradrenalina, hormona adrenocorticotrópica y otras). Encon-
trándose en la sangre y bañando la zona del hipotálamo y la sustancia
reticular, estas sustancias hormonales actúan complementariamente
sobre el metabolismo de las estructuras adrenogénicas y con ello au-
mentan el estancamiento de la excitación en las estructuras subcorti-
cales. Se crea un círculo vicioso, del cual, para salir, es necesario in-
fluir sobre el metabolismo de las sustancias en los correspondientes
elementos nerviosos. Los medios psicofarmacológicos y sedantes ejer-
cen una influencia normalizadora sobre el estado emocional del enfer-
mo por medio de la normalización del metabolismo en las células de
los elementos nerviosos mencionados.
Una importante propiedad de estos estados emocionales negativos
estancados es que poseen la capacidad de "crecer" por el agregado de
una infinita cantidad de motivos; por esa causa, prácticamente ese estado
emocional se vuelve permanente. El "crecimiento" ocurre según el prin-
cipio del reflejo condicionado y por ello pueden crearse incluso moti-
vos y señales aislados capaces de provocar ]a explosión de la emoción
negativa. Una prueba directa de que muchas enfermedades viscerales
surgen como resultado del aumento del tono central es el tratamiento
terapéutico exitoso del síndrome por medio de la reserpina. Ésta, al
normalizar el metabolismo y las trasmisiones sinápticas, lleva a la eli-
minación del estado hipertenso a través de la supresión de las emocio-
nes negativas que adquirieron un carácter estancado.
En el ejemplo del desarrollo de la enfermedad hipertónica de ori-
EVALUACiÓN GENERAL DE LAS EMOCIONES 321

gen neurógeno se pueden ver bien todos los estadios de transformación


de los estados emocionales, incluido el patológico (fig. 11. 6). Como es
sabido,' el centro vasoconstrictor del bulbo es la neurona terminal co-
mún para múltiples estados del organismo que exigen la participación
de dicho centro. De esta forma, el cambio de niveles de su excitabilidad
depende, en una medida significativa, de las influencias descendentes
que llegan a él desde la corteza, del hipotálamo, del tálamo, de la for-
mación reticular y de todo el sistema límbico, el principal sustrato que
forma nuestras emociones.

Figura 11.6. Esquema de la autorregulación de la presión arterial bajo la influencia


de los mecanismos córtico-hipotalámicos descendentes. 1. Estado normal. Las in-
fl uencias depresoras aferentes (1 íneas gruesas) sobre el centro vasomotor son siem-
pre más fuertes que las influencias estimuladoras de los centros superiores (I(neas
punteadas); 11. Estado hipertenso. Las influencias estimuladoras descendentes de
la corteza, del hipotálamo y de la formación reticular (líneas gruesas) estimulan
permanentemente el centro vasomotor. Los impulsos depresores (líneas punteadas)
no pueden inhibir la actividad de ese centro .

Parecería que ya ante el primer afecto la presión sanguínea podría


elevarse y Hcerrarse" en un nivel alto. Sin embargo, ~sto no ocurre, ya
que a la presión en aumento se contrapone un impulso gradualmente
creciente proveniente del arco de la aorta y de la zona del seno caro-
tídeo. Las corrientes de estos impulsos aferentes se dirigen también a
los centros vaso constrictores y gracias a su frecuencia los inhiben.
De esta forma, en los centros vaso constrictores se realiza una lu-
cha permanente entre dos fuerzas: una -la influencia cortical descen-
dente- trata de elevar la excitabilidad del centro vasoconstrictor hasta
el límite; mientras tanto, la otra -la corriente de impulsos depresores
de la periferia- trata de hacer descender esta acción tónica y volver
todo el sistema al nivel del estado biológico óptimo. En la práctica, este
sistema funcional trabaja en forma precisa y está construido biológica-
mente para que predominen de manera permanente las influencias de-
presoras de la periferia. Sin embargo, de esto no se sigue que, en la re a-
322 CAP. 11. LAS EMOCIONES

lidad, el hombre esté asegurado contra la hipertonía, principalmente,


porque las influencias emocionales negativas estancadas crean, desde las
instancias superiores y por toda la vía descendente hasta el centro vaso-
constrictor, un nivel extraordinariamente alto de excitabilidad. El ca-
rácter permanente de este estado y su aumento gradual crean las con-
diciones en- las cuales las corrientes de los impulsos depresores desde la
periferia ya no pueden eliminar la excitación aumentada del centro va-
soconstrictor. A partir de este momento, ocurre el "cierre" de la pre-
sión sanguínea en un nivel alto y el organismo en conjunto entra en un
estado patológico, que no se puede eliminar sin la intervención terapéu-
tica. Sin embargo, el punto inicial para el desarrollo de este síndrorllt
patológico es un ' cambio primario de las células nerviosas de la subcor-
teza que modificaron su metabolismo y extendieron su patología a otras
bajo la acción de los afectos negativos ininterrumpidos .

.
TEORIAS DE LAS EMOCIONES

La reproducción de las vivencias del hombre en las creaciones artís-


ticas fue, durante muchos siglos de historia de la humanidad, el único
medio de comprensión de las emociones. Posteriormente, con el desa-
rrollo de la ciencia comenzaron las investigaciones de la naturaleza de
los estados emocionales. Debido a que para el hombre las emociones
son un estado subjetivo muy vivamente coloreado, las explicaciones ini-
ciales de su naturaleza fueron por completo psicológicas, subjetivas y,
en la mayoría de los casos, idealistas.
Después examinaremos sólo las teorías fisiológicas que tienen impor-
tancia en la actualidad como las teorías de los estados emocionales de
]'ames-Langer, Cannon-Bard y MacDougall. Estas teorías cuentan con el
reconocimiento de muchos fisiólogos y psicólogos.
Según la teoría de los psicólogos James y Langer, el estado emocio-
nal se deriva del estado de los órganos periféricos que determinan en qué
estado emocional se encontrará el sujeto en detenninado momento.
Es bien conocido el aforismo de James: "Nosotros sentimos tristeza
porque lloramos". De esta fonnulación se sigue que primeramente se
desarrolla cierta reacción periférica y sólo a través de un corto intervalo
de tiempo se crea el estado emocional correspondiente. Al señalar que
habitualmente reconocemos primero el estado emocional y luego la ac-
ción, James considera tal sucesión un error de nuestra conciencia. Según
su opinión, una cierta influencia externa crea en forma inmediata un ac-
to reflejo. Sin embargo, desde los órganos que toman parte en la res-
puesta refleja de inmediato se dirigen señales al sistema nervioso central
y entre ellas crean esa sensación subjetiva que llamamos "emocional".
James divide las emociones en "inferiores" y "superiores". En lo que
TEORíAS DE LAS EMOCIONES 323

concierne a las "inferiores", ligadas con los estados de ira, miedo, ale-
gría, etcétera, su surgimiento con base en las sefíalizaciones periféricas
no ofrece dudas para James. Sin embargo, en relación con ciertas emo-
ciones "superiores", por ejemplo, la curiosidad, . los distintos tipos de
necesidades estéticas, etcétera, supone que aquí no puede haber causas
físicas directas; no obstante, en algún momento, en el pasado lejano, es-
tas emociones se desarrollaron a través de toda una cadena de etapas in-
termedias, a partir de estados corporales primarios.
La teoría de James-Langer sirve de fundamento para la explicación
de toda una serie de sensaciones de índole emocional de génesis visceral.
Sin embargo, en conjunto, parte de premisas fisiológicas incorrectas. En
contraposición con la teoría de James-Langer, fue planteada la concep-
ción central de las vivencias emocionales que recibió el nombre de "teo-
ría talámica de Cannon-Bard". De acuerdo con esta teoría, el proceso
fundamental que genera las emociones es el que se desarrolla con base
en los impulsos aferentes que llegan al tálamo . Aquí, en el nivel de los
enlaces tálamo-corticales, se forma el estado emocional. Cannon y Bard
diferencian el torrente habitual de excitaciones sensoriales, que van des-
de la señal a la corteza de los grandes hemisferios y la corriente de otros
procesos, los llamados talámicos, que abarcan zonas subcorticales más
amplias y junto con la corteza forman el correspondiente matiz emocio-
nal del excitante proveniente del mundo externo que se ha percibido.
Más tarde, la teoría de Cannon-Bard fue precisada con ayuda de ex-
perimentos directos de estimulación del hipotálamo y, de esta forma, el
sustrato de la formación de las emociones fue trasladado desde la zona
del tálamo a la del hipotálamo (Hess). En los experimentos con electro-
dos implantados en la zona del hipotálamo, Hess mostró que la excita-
ción directa del hipotálamo en los gatos en estado de vigilia provoca la
expresión de una serie de estados emocionales (ira, furia, miedo, etcéte-
ra). Recientemente se realizaron experimentos en monos con teleesti-
mulación de los electrodos implantados en el hipotálamo; el aparato
que capta por radio el estímulo y lo transforma en una excitación eléc-
trica del hipotálamo se puede colocar en el collar del mono, lo que hace
posible enviar en cualquier momento, cuando el animal se encuentra en
diferentes situaciones vitales, una excitación desde lejos (desde ellabo-
ratorio o desde el punto de observación).
Posteriormente se perfeccionó aún más la técnica experimental, gra-
cias a lo cual fue posible realizar la teleinyección de sustancias farmaco-
lógicas y hormonas de cualquier tipo en la zona del hipotálamo del
animal. Estas experiencias, que confIrman la importancia del hipotála-
mo en la génesis de las emociones, fueron realizadas y están siendo desa-
rrolladas en la actualidad por J.M. Delgado en Estados Unidos.
Una clara demostración de que en efecto la zona del hipotálamo es
la zona de formación de los estados emocionales, fue obtenida en los
324 CAP. 11 . LAS EMOCIONES

experimentos con la llamada autoestimulación. J . Olds utilizó un pro-


cedimiento especial, en el cual la excitación eléctrica era aplicada, al
apretar un determinado pedal de contacto , no por el experimentador,
sino por el mismo animal de experimentación (ratas) con electrodos
implantados. Gracias a este procedimiento se estableció que las ratas
con electrodos implantados en un determinado punto del Certu.l0 ~.l. U~a.- /'
ban de llegar, haciendo extraordinarios esfuerzos y superando incluso
peligrosos obstáculos, a la palanca que ellas mismas apretaban, dando
paso con ello a la corriente excitante. Si no se interrumpe esta autoesti-
mulación, la rata puede aplicarse por sí misma la corriente hasta 200
veces por minuto. Esto sirvió de demostración directa de que los
electrodos se encontraban en cierto "centro de placer". Los experimen-
tos de Olds mostraron que las emociones de carácter positivo y negativo
pueden ser provocadas por la excitación central directa del cerebro de la
rata. Más tarde, resultó que se pueden realizar experimentos semejantes
de autoexcitación en otros animales, por ejemplo, gatos y conejos.
El profesor D.B. Lindsley complementó en cierta medida la teoría
central de las emociones, ya que ligó el estado emocional con la posibili-
dad de influencia activadora por parte de la formación reticular.
Con el desarrollo de la teoría sobre el sistema límbico, este comple-
jo intermedio entre las formaciones sub corticales antiguas y la neo corte-
za que tiene relación directa con las emociones y los órganos internos,
recibió el nombre de "cerebro visceral". De acuerdo con la teoría de las
emociones de Papez, MacLean, Kluver y Bucy (H. Kluver, P.C. Bucy),
esta zona intermedia constituye el sustrato que, al recibir señales de al-
guna manera elaboradas, a través de la formación reticular y del hipotá-
lamo, forma el matiz del estado emocional y envía sus excitaciones a la
corteza de los ,grandes hemisferios. Aquí, el estado emocional en con-
junto adquiere su forma consciente final.
Los datos clínicos aportados por los autores de las teorías examina-
das confirmaron la localización del sustrato de las emociones en las for-
maciones subcorticales mencionadas .. Si los tumores y la destrucción de
la zona de la formación reticular llevan a un estado comatoso general y
a la pérdida de la conciencia, las alteraciones del núcleo amigdalina y del
hipocampo provocan un estado emocional muy evidente (tristeza,
impulsos sexuales) o, por el contrario, la pérdida completa d.e estas
emOCIOnes .
. Es indudable lo siguiente: los estados emocionales pueden ser pro-
vocados por diferentes estímulos de origen cortical, sin embargo, el
matiz emocional y la formación de los componentes individuales de su
expresión están ligados a los procesos de las formacio nes sub corticales
que I.p, Pavlov llamó "subcorteza próxima". Entre ellas, indudablemen-
te , el hipotálamo - órgano de integración de funciones vitalmente im-
portantes- juega un papel decisivo.
TEORíAS DE LAS EMOCIONES 325

Teoría biológica de las emociones. Las teorías de los estados emo-


cionales examinadas se diferencian por un aspecto que es la causa de su
insuficiencia: no analizan los estados emocionales como un hecho de la
naturaleza sujeto a ley, como producto de la evolución, como factor
adaptativo en la vida del mundo animal. De acuerdo con el punto de
vista darwiniano acerca de la evolución de las adaptaciones útiles, debe-
mos considerar que los estados emocionales que se mantuvieron en el
proceso de la evolución y que se han desarrollado hasta su más fina ma-
nifestación en el hombre, no podrían haber surgido ni haberse conser-
vado y menos aún haber sido fijadas por la herencia si hubieran, en al-
guna medida, sido perjudiciales o inútiles para las funciones vitalmente
importantes del animal. La cuestión se reduce sólo a establecer en qué
consiste la utilidad biológica y fisiológica de las emociones y de las vi-
vencias emocionales en la realización de dichas funciones.
Si se caracteriza en forma general el comportamiento de los seres
vivos y del hombre en particular, podremos dividir arbitrariamente el
comportamiento en dos estadios que se alternan de manera ininterrum-
pida y que constituyen la base de la actividad vital. El primer estadio se
podría llamar "estadio de formación d'e las necesidades y de las inclina-
ciones básicas" y el segundo "estadio de la satisfacción de estas necesi-
dades". Un atento análisis del comportamiento de los animales y del
hombre muestra que tal clasificación es aceptable para todos los tipos
de inclinaciones y para cualquier tipo de satisfacción de la necesidad.
Existen bases para pensar que los estadios emocionales se incluyeron
durante su aparición primaria en el mundo animal, en este ciclo alterna-
do de los dos estados cardinales del organismo. Todos los tipos de nece-
sidades adquirieron un carácter imperativo, creando intranquilidad en el
comportamiento del animal y formando los más diferentes tipos de
acciones en la obtención del objeto o, por el contrario, de rechazo. Estas
necesidades están ligadas con determinados estados emocionales, la
mayor parte de carácter penoso, intranquilo. Por el contrario, la satis-
facción de la necesidad o la realización de una funCión que elimine la
necesidad que ha madurado, está ligada a una sensación placentera, de
carácter agradable e incluso en ocasiones hedónico.
De esta forma, si el problema de las emociones se examina desde el
punto de vista biológico, será necesario reconocer que las vivencias
emocionales se consolidaron como un instrumento peculiar, que man-
tiene el proceso vital en sus límites óptimos y que previene el carácter
destructor de la insuficiencia o del exceso de ciertos factores en la vida
del organismo.
Habitualmente la satisfacción de cierta necesidad biológica del
hombre no es sólo la simple eliminación de esta necesidad que presenta
un matiz penoso. Como regla general, la satisfacción, al eliminar la ne-
cesidad, se acompaña de una marcada vivencia emocional positiva autó-
326 CAP. 11. LAS EMOCIONES

noma. En consecuencia, desde un punto de vista biológico, la satisfac-


ción puede examinarse como el factor reforzante final que empuja al
organismo a la eliminación de la necesidad inicial.
_ Desde el punto de vista fisiológico, se plantea la tarea de descubrir
el mecanismo de los procesos concretos que, a fin de cuentas, conducen
al surgimiento del estado emocional negativo (necesidad) y pvslúvo (sa-
tisfacción). Por tanto, es indispensable analizar el problema siguiente:
¿por medio de qué mecanismos concretos la satisfacción de la necesidad
crea un estado emocional positivo?
La teoría biológica de las emociones (Anojin, 1949) se basa en la
noción sobre la arquitectura funcional integral de cualquier acto adap-
tativo, como lo son las reacciones emocionales.
El rasgo fundamental del estado emocional positivo es su acción
reforzadora que actúa como si sancionara el efecto adaptativo útil. Esta
actividad de consolidación se manifiesta sólo en un caso determinado,
precisamente cuando el acto efector ligado con la satisfacción de cierta
necesidad obtiene un efecto útil absoluto. Sólo en este último caso la
emoción positiva se forma y se convierte en factor consolidador. Se
puede tomar como ejemplo un acto emocional tan grosero como el
estornudo. Todos conocen el carácter hedónico de la sensación que
el sujeto experimenta cuando estornuda. De igual manera es bien cono-
cido 10 contrario: el estornudo no logrado crea durante cierto tiempo
una sensación de insatisfacción, la desagradable sensación de algo no
terminado. Semejan tes oscilaciones en los estados emocionales son
inherentes a todas las funciones vitalmente importantes del animal y del
hombre. Precisamente para éstas se formó la emoción en el proceso evo-
lutivo, como factor que fija la corrección y el carácter completo del
acto realizado, de acuerdo con la necesidad inicial.
¿Cómo "saoe" el sistema nervioso central que cierto acto vitalmen-
te importante ha sido realizado en la periferia en la sucesión necesaria o
en forma completa (el saciamiento del hambre, de la sed, la evacuación
de los intestinos, la tos, el estornudo, el acto sexual, etc.)? Para respon-
der a esta pregunta es necesario introducir dos conceptos: la integral
eferente y la integral aferente. Cada acto de satisfacción periférica de
cierta necesidad está precedido por la formación del aparato central de
evaluación de los resultados y de los parámetros de la acción futura -el
"aceptor de la acción" - y por el envío de un conjunto de estimulaciones
eferentes, que llegan a los más diversos órganos y partes del sistema que
deberá cumplir el acto de satisfacción de la necesidad. Sobre el éxito o
el fracaso de este acto señalizan los impulsos aferentes, los cuales llegan
al cerebro desde todos los receptores que registran las sucesivas etapas
de realización de la función ("aferentación en retomo").
La evaluación del acto en conjunto es imposible sin la fina informa-
ción acerca de los resultados de cada una de las excitaciones enviadas
TEORíAS DE LAS EMOCIONES 327

por el sistema aferente. Dicho mecanismo es completamente obligatorio


para cada función y su ausencia significaría la.-destrucción inmediata del·
organismo.
Cada uno sabe, por su propia experiencia, que cualquier fracaso en
el cumplimiento de unos. u otros actos crea la sensación de insatisfacción,
de dificultad y de inquietud. Esto ocurre a consecuencia de que la se-
gunda parte del acto periférico, la integral aferente resultativa, no fue
creada en la periferia y por ello no se efectuó su unión adecuada con el
envío central.
La esencia de la teoría biológica consiste en lo siguiente: afIrma que
el estado emocional positivo del tipo satisfacción de alguna necesidad
surge sólo cuando la información en retomo acerca de los resultados de
la acción transcurrida refleja en forma finísima todos los componentes
del resultado positivo y por eso coincide exactamente con el aparato
aceptar de la acción. Desde un punto de vista biológico, esta emoción
de satisfacción consolida la correlación de cualquier manifestación fun-
cional y el pleno valor de sus resultados adaptativos. Por el contrario
la falta de coincidencia entre los envíos aferentes en retorno provenien~
tes de los resultados no plenamente válidos del acto y el aceptor de la
acción conduce de inmediato a la intranquilidad y a la búsqueda de
la nueva combinación de excitaciones efectoras que conduzcan a la for-
mación de un acto periférico válido y, en consecuencia, a la emoción
de cabal satisfacción. En este caso, se alcanza el estado emocional men-
cionado por medio de los envíos de prueba de diferentes excitaciones
eferentes.
De la formulación de la teoría biológica de la emoción se deduce
. que James y Langer captaron un momento correcto en el desarrollo de
los estados emocionales, es decir, la aparición de los estados emociona-
les que están ligados con las funciones vitalmente importantes. Sin em-
bargo, al fIjar su atención en la periferia, James y Langer no pudieron
descubrir el verdadero mecanismo central (coincidencia con ·el aceptar
de la acción) que constituye la condición obligatoria y decisiva para el
surgimiento de la emoción positiva (Anojin, 1949).
A su vez, Cannon y Bard, al prestar atención al sustrato central
también estaban, en cierta medida, en 10 correcto, ya que el momento
final de formación del estado emocional se ubica precisamente en la
zona de los aparatos sub corticales. Sin embargo, el considerar sólo el
mecanismo central no les hizo posible descubrir el verdadero mecanis-
mo de las interrelaciones central-periféricas en la formación de las
emociones y los sentimientos. Las emociones de origen visceral no con-
forman, lógicamente, la totalidad de estados emocionales que cons-
tituyen la vida emocional del hombre. Muchas de estas emociones, en
especial la de dolor, no exigen el aumento progresivo de la necesidad;
surgen inesperadamente y la simple eliminación de esta emoción crea
328 CAP. 11. LAS EMOCIONES

una sensación positiva. Sin embargo, a pesar de todas estas diferencias,


en los detalles del desarrollo de las distintas emociones, el plan arquitec-
tónico del surgimiento de la emoción es el mismo y se extiende incluso
a las necesidades de carácter intelectual. Las necesidades que surgieron,
por ejemplo, a partir de ciertos factores sociales (la necesidad de resol-
ver cierto problema técnico complejo, la de coleccionar algo) concluyen
con la emoción superior de satisfacción si los resultados de una larga y
difícil búsqueda coincide con la intención o proyecto inicial (aceptor de
la acción).
Existen fundamentos para suponer que en todas las emociones, desde
los estados emocionales inferiores y toscos hasta las emociones sociales
superiores, se utiliza la misma arquitectura fisiológica. Sin embargo, esta
arquitectura fisiológica se puede examinar sólo como aquella regulari-
dad general inherente a fenómenos vitales de diferente grado de com-
plejidad, que de ninguna manera los hace idénticos por su carácter cua-
litativo, sino por su contenido. Semejantes regularidades generales ya
son conocidas en el área de la cibernética. Precisamente esta regularidad
- la de la formación del aparato de evaluación de los resultados de la
acción hasta su realización y la obtención de sus resultados- es común
a diferentes clases de fenómenos en los organismos vivos, en las máqui-
nas autorreguladas y en las interrelaciones sociales. No es sorprendente
que con base en esta regularidad y según esta arquitectura general también
se hayan desarrollado los estados emocionales del hombre -desde las
sensaciones primitivas primarias hasta las formas superiores de satisfac-
ción en la actividad específicamente humana.

REFERENCIAS

Anojin, P.K. "Cuestiones ordinales en el estudio del reflejo condicionado " en Pro-
blemas de la actividad nerviosa superior. Moscú, 1949.
Cannon , J . Fisiología de las emociones. Lenningrado, 1927.
Cobb, S.Emotions and clínical medicine. Nueva York, 1950.
Gellhorn, E. y Loofbourrow, G. N. Emotions and emotional disorders, Nueva York,
1963 .
Lenin, V.I. Obras completas. Tomo 25.
William, D. Bases científicas de la psicología, 1902.
12
La forma psíquica del
reflejo PSICOLOGIA

de
la realidad t

PREMISAS GENERALES

Es difícil dudar del enorme papel que jugó la teoría del reflejo en el
proceso del conocimiento materialista de la naturaleza, en la compren-
sión de ésta como movimiento de la materia objetivamente existente,
reflejada de manera adecuada en el cerebro y en la conciencia del hom-
bre. La gran cantidad de libros dedicados a tratar el problema es una de-
mostración directa de la fuerza filosófica de esta teoría, que permitió a
los clásicos del marxismo crear una polémica, de manera convincen te y
exitosa, con los representantes de todos los matices del agnosticismo fi-
losófico y científico. .
A lo largo de muchos años, y en la actualidad , la ciencia filosófica
marxista estudia y descubre nuevos aspectos del proceso de reflejo ,
mostrando la ineficacia de las concepciones idealistas acerca el mundo
externo material que llevan al agnosticismo, al solipsismo y a muchas
otras tendencias filosóficas que gnoseológicamente no admiten la posi-
bilidad de la existencia del mundo externo objetivo y de su conoci-
miento, por medio de las operaciones finísimas del pensamiento del
cerebro humano.
La existencia real del mundo externo objetivo y la posibilidad del
conocimiento de sus propiedades por medio del cerebro humano, re-
presenta la tesis gnoseológica central del materialismo dialéctico. Esta

1 Publicado en La teoría leninista del reflejo y lo actualidad. Sofía, 1969.

329
330 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

tesis nos conduce a una serie de importantes conclusiones que tienen


una enorme trascendencia teórico-filosófica; ante todo, a la comprensión
correcta tanto de la esencia biosocial del hombre como de su actividad
práctica orientada a un objetivo.
La amplia atención dedicada al problema del reflejo es la prueba de
que éste se enrIquecerá con nuevos materiales y argumentos, con lo cual
se logrará que esta cuestión se convierta en la guía metodológica para
los investigadores de las ciencias específicas, especialmente en el área
de los conocimientos biológicos.
Sin embargo, no se puede dejar de advertir una carencia esencial en
estos esfuerzos comunes : que están dirigidos casi exclusivamente al
aspecto gnoseológico del problema, mientras que no existe una cantidad
significativa de trabajos que hagan hincapié en el aspecto siguiente: por
qué medios materiales el organismo refleja fidedignamente en el cerebro
y en la conciencia el mundo externo objetivo.
¿Hasta qué punto y en qué se manifiesta este reflejo fidedigno del
mundo objetivo? ¿Cómo está individualizado este reflejo en el organis-
~o y, finalmente , en qué consiste el sentido del mundo objetivo refle-
Jado en el comportamiento concreto de cada animal individual? Dicho
con otras palabras, la elaboración contemporánea de la teoría del reflejo
debe descubrir de la forma más completa posible, los mecanismos con-
cretos del proceso del reflejo , sus formas y su papel en la vida del orga-
nismo. Y en este camino debe utilizar los logros actuales del conoci-
miento de la actividad nerviosa en conjunto, del trabajo de todo el cere-
bro, etcétera.
Estamos convencidos de que para la mayoría de los investigadores,
y también para muchos filósofos , el problema del papel gnoseológico
del reflejo del mundo exterior objetivo en la conciencia, demostrado por
los brillantes logros de la neurofisiología, de la neuroquímica y de la
biología molecular, dejó de ser una cuestión discutible.
Al contrario, se experimenta una verdadera necesidad de elabora-
ción de la teoría del reflejo en el área de los medios con los que se rea-
liza la actividad refleja. De esta manera, debemos buscar los argumen-
tos y las ilustraciones más importantes que confirmen la significación
universal de la teoría del reflejo en la filosofía , en las investigaciones y
en la actividad práctica.
La fuerza del análisis marxista-leninista de la realidad debe dirigirse
hacia la utilización de todo lo que nos proporciona la ciencia contem-
poránea para la elaboración de la teoría del reflejo. La verdadera cien-
cia no puede dejar de confirmar y consolidar la tesis fundamental de la
gnoseología dialéctico-materialista sobre la existencia real del mundo
objetivo.
331
, ,
EL REFLEJO PSIQUICO y LA INFORMACION

En el campo de la investigación científica del proceso del reflejo,


inherente a los animales superiores, nos encontramos con un proble-
ma muy importante de la filosofía y de la ciencia del cerebro. Nos re-
ferimos a la formación, en el proceso . evolutivo de los organismos, de
la forma ideal del reflejo: la conciencia.
La conciencia y la vida subjetiva del hombre constituyen, induda-
blemente, el resultado sujeto a ley del progreso evolutivo de los orga-
nismos y especialmente de la evolución del cerebro. En este sentido,
la fórmula general de la gnoseología del materialismo dialéctico "la
materia es primaria y la conciencia secundaria" sigue teniendo plena
vigencia. Pero aquí surgen inevitablemente varias preguntas: ¿cómo se
realiza este pasaje decisivo de lo material a lo ideal? ¿Qué procesos
naturales del protoplasma vivo favorecen .este salto al punto más eleva-
do de la evolución? ¿Tiene la base material de la psiquis -los procesos
nerviosos- determinadas y regulares relaciones de causa-efecto con lo ·
ideal, es decir, con el reflejo del mundo externo objetivo en la concien-
cia del hombre?
El proceso del reflejo se despliega de tal manera que el objeto ex-
terno, a través de una serie ininterrumpida de proc~sos físicos y fisio-
lógicos, parece como si se fuera asimilando por el organismo, es decir ,
se refleja primero en sus estructuras y luego en la conciencia. Tal or-
den de desarrollo del reflejo conduce a una conclusión natural: por
esencia este proceso, de etapa en etapa, se forma de acuerdo con la
teoría de la trasmisión de la información. Tal enfoque del problema
del reflejo fue utilizado reiteradamente (Pavlov, 1965 ; Ukraintsev,
1960, Medviedev, 1963 y otros). Sin embargo, consideramos útil vol-
ver a él una vez más, aplicando los datos neurofisJológicos recientes
que iluminan en este aspecto la difusión de las excitaciones provoca-
das por los objetos externos en el sistema nervioso.
Pasando al análisis del proceso del reflejo en el aspecto de la teoría
de la información es importante establecer cómo evaluaron los clási-
cos de la . teoría del reflejo la exactitud de la correspondencia entre el
objeto reflejado y la imagen de ese objeto que se crea, a fin de cuen-
tas, en la conciencia del hombre. En este sentido, nos interesa ante
todo lo dicho por V.1. Lenin. .
Por desgracia, el empleo de la teoría de la información para la re-
solución e incluso la ilustración de la teoría del reflejo , siempre fue
insuficiente, sin embargo, la teoría de la información hace posible
en la actualidad descifrar los mecanismos neurofisiológicos del reflejo
y, especialmente, de la realización del tránsito de los procesos nervio-
sos materiales a la imagen subjetiva, a la conciencia.
La importancia de la teoría de la información consiste no sólo en
332 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

que confirma una vez más la existencia objetiva de la realidad , sino en


que excluye completamente la necesidad de hablar de "copias", " sím-
bolos", "jeroglíficos", etc. Gracias a ella, el proceso del reflejo puede
ser presentado en conceptos precisos, científicamente fundados, y en
mecanismos disponibles para su estudio objetivo.
La trasmisión de la información en los instrumentos técnicos y en
los seres vivos ocurre, habitualmente, con la participación de una gran
cantidad de eslabones específicos ; sin embargo, se subordina a una ley
muy importante : entre el eslabón inicial y el final de esta trasmisiór~
debe haber una exacta equivalencia informativa.
Por ejemplo, cuando pedimos a un niño que represente el sonido a
con la correspondiente letra a, el proceso informativo abarca una enor-
me cantidad de eslabones. Las ondas sonoras producidas por el aparato
vocal, recodificadas por la membrana del tímpano en oscilaciones me-
cánicas, llegan al órgano de Corti del que escucha y producen aquí una
excitación selectiva de determinadas células receptoras. La selectividad
es muy fina y puede concernir a la frecuencia de las oscilaciones en for-
ma de las ondas del aire , reflejar la intensidad , el timbre y otros pará-
metros del lenguaje hablado .
Estos parámetros, desde el punto de vista informacional, pueden
servir de equivalente de las oscilaciones aéreas que corresponden al
sonido a. De la misma forma se desarrolla la etapa siguiente, el movi-
miento de los impulsos nerviosos desde el órgano de Corti en dirección
al cerebro. El volumen de estos impulsos, su frecuencia y el patrón de
las descargas en el nervio , resultan equivalentes desde el punto de vista
informativo al sonido a, aunque , lógicamente, en el nervio auditivo no
hay ninguna ~' onda sonora" .
Los impulsos nerviosos surgen simultáneamente en miles de fibras
del nervio auditIvo , pero es posible afirmar que ni una sola fibra auditi-
va , de acuerdo con la configuración general de las descargas nerviosas,
se parece a otra. ASÍ, esta múltiple corriente de impulsos nerviosos, en
conjunto , llega al cerebro por miles de fibras del nervio auditivo y cons-
tituye un verdadero equivalente informacional del sonido a que llegó
a la membrana del tímpano.
¿Se puede extraer, por algún medio , de estos torrentes de impulsos
que por su naturaleza física no tienen nada en común con las ondas so-
noras, el "objeto" natural primario que determinó la formación de la
actividad refleja? Resulta que es posible. Esto fue bien demostrado en
los experimentos de Weaver y Bret. Si en el nervio auditivo, que trasmi-
te las corrientes de impulsos nerviosos en los cuales e$tá codificado de
manera equivalente el sonido a, se colocan electrodos y se convierten
las biut;orrientes obtenidas de las fibras nerviosas en la forma corres-
pondiente , se puede escuchar en el reproductor precisamente el sonido
a. ¡Hecho sorprendente! Esto nos convence de que por el nervio aud i-
EL REFLEJO psíQUICO y LA INFORMACIÓN 333

tivo corre en realidad el sonido a, sólo que en otro código. El sistema


·nevioso central hace todo para trasmitir, con extraordinario cuidado, el
sonido a, en su equivalente informacional específico, a cada eslabón de
la larga cadena de recodificaciones y descifrarlo en forma exacta en su
etapa final.
En este sentido, es muy interesante uno de los experimentos reali-
zados en nuestro laboratorio: se trata de la trasmisión de la información
en los límites del sistema respiratorio.
Al considerar todas las señalizaciones provenientes de diferentes
partes del organismo acerca de la necesidad de oxígeno, el centro respi-
ratorio da a los aparatos de trabajo periféricos la siguiente orden: "to-
mar en los pulmones 500 cm 3 de aire" . Esta orden, como es sabido, se
da por el nervio frénico a los músculos respiratorios.
En consecuencia, la orden sobre la toma de 500 cm 3 de aire se con-
tiene en las andanadas de impulsos, pero ahora recodificada en la fuer-
za de las contracciones musculares. A pesar de la diferencia entre el
fenómeno de contracción y los impulsos nerviosos, esta contracción
contiene el mismo equivalente informacional: "tomar 500 cm 3 de
aire". La ampliación del pulmón y la distensión de los alvéolos es la
siguiente etapa de recodificación de la orden inicial del centro. Y otra
vez aquí, a pesar de la diferencia entre la naturaleza de los fenómenos
tomados aisladamente, llevan en principio el mismo equivalente infor-
mativo: "tomar 500 cm 3 de aire".
Ahora , por el nervio sensitivo (nervio vago) que sale de los alvéolos
pulmonares llega al cerebro la andanada en retorno de impulsos ner-
viosos que, en suma, llevan la información sobre la toma de 500 cm 3
de aire.
De esta forma, durante la trasmisión de la información por el or-
ganismo se conserva, en medios de recodificación en principio dife-
rentes, el equivalente informativo.
En nuestro laboratorio se realizó el siguiente experimento: se deci-
dió comparar y cambiar la información acerca de la toma de 500 cm 3
enviada como una orden, por medio de impulsos nerviosos de coman-
do. Dichos impulsos se trasmitieron por el canal que notifica acerca de
la toma real del aire. Técnicamente, esto se logró de la siguiente ma-
nera: los impulsos nerviosos de comando pasan por alto los músculos
respiratorios, los pulmones y los alvéolos, se transforman al hacerlos
pasar por un estimulador y van directamente al nervio vago , el cual
informa acerca de la toma de aire ya realizada. Dicho con otras pala-
bras, queríamos resolver el siguiente problema: ¿pueden los estímulos
nerviosos, en los cuales está codificada la orden acerca de la toma de
500 cm 3 de aire~. sustituir dicha información?
Con este experimento se demostró que el sistema nervioso central
no capta la "orden", por el canal de la aferentación en retorno , en lu-
334 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

gar del "resultado"; si esto sucede, se efectúa la completa desintegra-


ción de la respiración y el animal puede perecer .
. Sin embargo, para comprender el instrumento de análisis infor-
macional debemos analizar por qué medios la teoría de la informa-
ción determina . el carácter científico de las conclusiones y de la utili-
zación de su aparato científico.
La cibernética se esfuerza por introducir en la discusión un len-
guaje común, términos y conceptos que pueden someterse a mediciAn
y verificacióIl~atemática. Estamos de acuerdo con los filósofos que
afirman que no es posible explicar en conceptos y teorías matemáti-
cos la imagen psíquica subjetiva del mundo externo objetivamente
existente. Pero, a su vez, no es posible abrigar esperanzas de que po-
damos descubrir la naturaleza material del fenómeno psíquico si, en
los accesos a ese fenómeno, es decir, en el proceso de la actividad re-
fleja, no estudiamos y comprendemos la esencia material de la tras-
misión de la información.
No debemos olvidar que cuando, por ejemplo, medimos el volu-
filen de una habitación, nuestros instrumentos de medición se des-
lizan simultáneamente entre el objeto y nuestra "imagen de la ha-
bitación" .
Así, en la teoría de la información existe la idea acerca de la exac-
titud de la trasmisión de la información con respecto a cierto objeto
independientemente de la recodificación. Podríamos llamar a estas
etapas de la trasmisión de la información equivalentes informacio- 1
nales del objeto. Esto significa que el proceso de información, en cual- I
.1
quier eslabón de la trasmisión que lo tomemos, contiene, en principio,
todos los índices característicos del objeto inicial; sin embargo, estos
rasgos pueden presentarse en diferentes códigos. Dicho con otras pala-
bras, el objeto inicial podría ser reproducido en todos sus índices si en-
contráramos un procedimiento para decodificar el torrente de infor-
mación en un eslabón específico de su trasmisión .
.Aquí, es necesario analizar .ciertos conceptos básicos de la teoría
de la información, ya que son completamente utilizables para los pro-
cesos de la actividad refleja de los organismos, incluida la formación de
las imágenes subjetivas.
En primer término debemos señalar la significación del concepto de
parámetro y parametrización que se encuentran en la base de la eyalua-
ción de cualquier objeto o fenómeno. El parámetro es cualquier propie-
dad o índice del objeto, el cual, sumado a los demás parámetros, cons-
tituye la caracterización completa del objeto en cuestión . Los paráme-
tros deben ser medibles o, por lo menos, expresables en ciertas unidades
generalmente reconocidas.
Por ejemplo, la taza que se encuentra sobre la mesa tiene color, for-
ma, decoración, asa. Todos estos parámetros actúan sobre el aparato
EL REFLEJO psíQUICO DE LA INFORMACiÓN 335

visual. Pero esta taza presenta parámetros de peso, temperatura, forma,


etc., que se evalúan por medio de los receptores musculares; a dichos
parámetros se puede agregar, además, su volumen. Estos parámetros
constituyen la característica individual de esta taza y, en presencia de
una cantidad suficiente de parámetros, permiten la reproducción, en
nuestro cerebro, de la imagen subjetiva de esta taza. Por supuesto que
no todos los parámetros son igualmente importantes en relación con la
función fundamental de la taza ; sin embargo , la evaluación comparati-
va de estos parámetros por el sistema nervioso se encuentra en el plano
de otras formas de actividad.
La significación de algunos parámetros de la taza puede cambiar en
cierta medida de acuerdo con la situación. Si experimentamos una
fuerte sed, su parámetro rector será la capacidad; si compramos la taza
para obsequiarla como regalo , su forma, su antigüedad y otros paráme-
tros adquieren la significación más importante.
La corriente artística del impresionismo mostró bien que al hacer
hincapié intencionalmente en ciertos parámetros muy limitados pero
decisivos de un objeto tan complejo como la cara de un hombre , se
puede formar la imagen completa y, lo que es más importante, desea-
da, de un sujeto.
Para la evaluación de las etapas individuales del proceso del refle-
jo, el objeto debe estar parametrizado, porque, en las posteriores trans-
formaciones en el sistema nervioso central, el reflejo se encontrará en
dependencia directa de estos parámetros.
El primer estadio de recodificación de los parámetros de un objeto
percibido visualmente, por ejemplo, es la retina. Como resultado del
proceso fotoquímico , surgen aquí impulsos nerviosos que, en las más
diferentes combinaciones, llegan por el nervio óptico al sistema nervio-
so central.
En la neurofisiología contemporánea es bien sabido que en este es-
tadio de la formación del proceso de reflejo están ausentes por compre-
to las oscilaciones en onda, que correspondían a los parámetros visuales
del objeto que observamos. Y, a pesar de ello, tenemos en esta integral
de impulsos que se desarrollan con diferente velocidad , amplitud y fre-
cuencia, la imagen equivalente del objeto observado o, más exactamen-
te, el equivalente de sus parámetros visuales.
Sin embargo, lo más importante consiste en que este torrente de
impulsos lleva la misma información sobre el objeto que la que portaban
las diferentes oscilaciones en onda provocadas por distintos parámetros
visuales del objeto. Estas oscilaciones e n onda, transformadas en impul-
sos nerviosos gracias al proceso fotoquímico, fueron sólo recodificadas
sin pérdida de la exactitud de la información acerca del objeto.
De esta manera, señalamos sólo la primera etapa en la formación
del proceso de reflejo . En las siguientes vías de difusión de la informa-
336 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

ción visual acerca del objeto por el sistema nervioso central, esta infor-
mación se transcribirá y recodificará muchas veces y con diferentes
resultados. Algunos de los impulsos se separarán del flujo nervioso gene-
ral y pasarán por los centros visuales filogenéticamente más antiguos
(por ejemplo, por los tubérculos anteriores de la lámina cuadrigémina y
por la formación reticular del cerebro).
Otros impulsos nerviosos se dirigirán a centros más recientes del
aparato sub cortical (por ejemplo, a los cuerpos geniculados laterales) .
Naturalmente, en ninguno de estos centros, tomados de manera aislad ~
tendremos el código del objeto visual que existía en el nivel del nervio
óptico: todos los impulsos del nervio recibieron una elaboración dife-
rente de acuerdo con la historia del desarrollo del cerebro . Y a pesar de 1
ello , el conjunto de estos impulsos nerviosos, en todos los centros sub-
corticales implicados, representa un grado superior de organización del
proceso reflejo de construcción de la imagen visual subjetiva del objeto.
En la actualidad, en neurofisiología los diversos componentes del flu-
jo visual que en conjunto guardan una gran exactitud informativa acerca
I
de todos los parámetros o las propiedades del objeto, llegan a la corteza
cerebral por vías nerviosas completamente diferentes. Estas corrientes
de información se reúnen en la corteza del cerebro y son sometidas a un
importante tratamiento antes del momento decisivo de construcción de 1
la imagen subjetiva del objeto observado. En esta etapa superior, la in- J
I
formación visual primaria es recodificada muchas veces más por diferen-
tes células y distintas organizaciones sinápticas de la corteza cerebral. I
Lógicamente aquí ya no se puede intentar observar las oscilaciones I
primarias -las ondas luminosas- que trasmitieron alojo , a la retina , a
sus elementos fotoquímicos, el conjunto de parámetros visuales del ob-
jeto observado. ~in embargo, todas las propiedades del objeto real fueron
I
j
trasmitidas de una manera finísima y en procesos nerviosos mensurables I
de acuerdo con esta instancia superior, sin pérdida de la equivalencia in-o
formativa entre el objeto observado y la imagen final que se forma en el
estadio terminal de la percepción visual.
Resulta asombroso que el proceso evolutivo haya "vigilado" con
tanto cuidado la exactitud de la trasmisión de todos los parámetros del
objeto observado , por mínimos que fueran , en las instancias superiores
del cerebro. Aun cuando las propiedades primarias del objeto fueran
"alteradas" o "desfiguradas" en el nivel, por ejemplo, de los procesos fo-
toquímicos de la retina o en el de la difusión de los impulsos nerviosos
por las fibras del nervio óptico, su inviolabilidad está garantizada por la
estructura de las fibras, que se encuentran aisladas de posibles interferen-
cias. Pero la difusión de la información visual en las instancias superio-
res, en el nivel de los centros sub corticales y en la corteza del cerebro ,
es completamente diferente. AqUÍ, son arrastradas al proceso de excita-
ción miles de millones de células nerviosas, reunidas en la llamada red
EL REFLEJO psíQUICO DE LA INFORMACiÓN 337

nerviosa. Además, cada etapa encierra en el peligro de deformación de


las informaciones primarias y, en consecuencia, de las más fieles y pre-
cisas acerca de los parámetros físicos reales del objeto.
Pero la evolución " evitó" esta dificultad por medio de los más di-
versos mecanismos, siempre muy ingeniosos. Desde la primera etapa de
entrada de los impulsos al sistema nervioso central se incluyen los apa-
ratos de la llamada "inhibición colateral". Estos mecanismos con "se-
rena crueldad" borran todos los "ruidos" accesorios, todas las posibles
intromisiones que genera la "red nerviosa" y que no pertenecen a la
acción primaria del objeto natural. De esta forma, el sistema nervioso
alcanza una exactitud asombrosa en la información que llega al cerebro
acerca de las acciones primarias de los objetos externos. Los últimos da-
tos de la neurofisiología muestran cuán importante es que llegue hasta
los centros superiores la especificidad primaria y natural de los paráme-
tros del objeto. Incluso en muchos animales los procesos receptores pe-
riféricos de elaboración de la información externa sobre el objeto están
saturados de un sentido biológico, forjado por la selección natural a lo
largo de muchos millones de años de evolución.
Por ejemplo, se demostró que la retina del ojo de la rana posee ele-
mentos ganglionares especiales, altamente sensibles a matices de la con-
vexidad o relieve del objeto muy fin os, es decir, a aquello que consti-
tuye el rasgo específico de la " imagen" de los insectos, o sea, la presa
de la rana. En los mamíferos, el objeto que se mueve sirve de estímulo
no sólo en los puntos de su movimiento real, sino que existen elemen-
tos especiales de la retina que extrapolan los futuros desplazamientos
posibles del objeto.
Los ejemplos citados testimonian con claridad que el conjunto de
parámetros del objeto en reposo y en movimiento es extraordinaria-
mente diverso , por lo que es tan importante llevar la información ini-
cial del objeto, recibida directamente, hasta su elaboración final. Así,
cobran una enorme importancia, en el sentido biológico, los paráme-
tros de la acción primaria del mundo exterior y deben reflejarse exac-
tamente en las más altas etapas de elaboración de la información, lo
que, sin duda, eleva la probabilidad de obtener un reflejo más exacto
del objeto, tanto en la psiquis de los animales como en la conciencia
del hombre.
Se pueden citar muchos ejemplos de cómo es defendida la informa-
ción periférica natural acerca del objet o externo, durante la formación
posterior de la actividad de reflejo, con la máxima solicitud y preo-
cupación para evitar una posible alteración en la pureza y exacti-
tud con que es trasmitido el objeto reflejado. Examinaremos, en calidad
de ejemplo, a los murciélagos, los cuales, con ayuda de la localización
ultrasónica, captan con sorprendente exactitud a la mariposa nocturna
que constituye su alimento.
338 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

Como es sabido, la esencia de esta "persecución" de la presa, con-


siste en que el murciélago, con ayuda de un órgano especial, emite se-
ñales ultrasónicas peculiares que se difunden en diferentes direcciones.
Allí donde estas ondas ultrasónicas no encuentran obstáculos se disper-
san por el espacio; donde encuentran un objeto sólido, por ejemplo,
una mariposa, un arbusto, un árbol u otra cosa, se reflejan y vuelven
hacia el murciélago.
El murciélago posee un órgano auditivo suficientemente fino para
percibir este -reflejo ultrasónico en retorno y "lee", según sus oscila-
ciones, la información que trae. Basta con imaginar por un instante la
enorme diversidad de corrientes de respuesta de ondas ultrasónicas,
que recibe el murciélago durante la persecución de la presa, para com-
prender la "imagen del mundo externo" con base en la cual este ani-
mal construye su comportamiento. Tiene, en el verdadero sentido de
la palabra, un cuadro del mundo externo que consiste en vacíos, de
donde no recibió el reflejo, y de diferentes modulaciones de la señal
ultrasónica inicial, de acuerdo con el objeto en el cual se reflejó esta
señaL
Más aún, esta capacidad de "leer" el envío ultrasónico en retorno
es decir, reflejado según un código de frecuencia y amplitud, es ta~
perfecta que el murciélago puede diferenciar exactamente la especie
de mariposa, si es comestible o no para él.
Sin embargo, la víctima no está indefensa. Ella también "utiliza"
las regularidades informativas y se defiende con ellas en forma bas-
tante exitosa. En el proceso de evolución y con base en la selección
natural, las mariposas elaboran receptores especiales que son capaces
de captar precisamente las señales ultrasónicas. Una vez recibida la señal . ,
que el murciélago envía para capturar a la víctima, la mariposa inme-
diatamente se deja caer o comienza a cambiar en zigzag el nivel de su
vuelo, salvándose así del ataque.
Algunas mariposas actúan en forma aún más "astuta": aprovechan
el hecho de que diferentes clases de murciélagos dan señales ultrasóni-
cas diferentes por su espectro. Esto es suficiente para que la mariposa
diferencie con extraordinaria exactitud la clase de murciélago para los
cuales ella no es comestible; naturalmente, en este caso no se apresura
a defenderse.
Existen, además, clases de mariposas que resuelven el problema de
su defensa, siempre con base en la selección natural, en forma aún más
radical: se forma en ellas un tegumento tan espeso y esponjoso que
ahoga completamente todas las señales ultrasónicas; como resultado de
ello, el murciélago no recibe el ultrasonido reflejado.
Ahora sabemos que el murciélago envía diferentes señales y que
tiene aparatos especiales para captar las que refleja su víctima.
Este material muestra el enorme papel de las interrelaciones in-
EL REFLEJO psíQUICO DE LA INFORMACiÓN 339

fonnativas en el mundo animal y, simultáneamente, nos convence de


que la realidad reflejada en el cerebro de los animales siempre corres-
ponde a la realidad objetiva, lo que es confinnado por la práctica del
comportamiento adaptativo preciso.
Sin embargo, si tratáramos de comprender en qué fonna "la ima-
gen del murciélago" se refleja en el sistema nervioso de la mariposa,
qué "parámetros del murciélago" se codifican en su sistema nervioso,
veríamos que esta "imagen" se puede comprender sólo teniendo en
cuenta los códigos informativos. En realidad, lo más probable es que las
mariposas nunca hayan recibido otras estimulaciones provenientes de
los murciélagos más que la de los estímulos originados en su terriba ar-
ma: el ultrasonido. Sin duda, las mariposas que tuvieron la "suerte" de
ver o rozar al murciélago fueron comidas y, en consecuencia, resultaron
eliminadas por la selección natural.
Así, la "imagen del murciélago~' está representada en el sistema ner-
vioso de la mariposa casi exclusivamente por una combinación de fre-
cuencia y especificidad de las oscilaciones ultrasónicas que él emite. Sin
embargo, esta señalización muy reducida conduce a que actúen en el
sistema nervioso sólo los conjuntos de excitaciones que reflejan en for-
ma exacta los objetos reales y su profunda significación biológica.
De esta manera, la teoría de la información muestra que cualquier
objeto externo reflejado en el sistema nervioso, a través de una serie de
recodificaciones de la señal inicial, refleja, en la etapa fmal y en forma
exacta, los parámetros fundamentales, biológicamente importantes, del
objeto reflejado. Estos parámetros en todas sus combinaciones pueden
dar, pero no obligatoriamente, una "imagen visual" del objeto real, co-
mo ocurre en el caso de las excitaciones visuales primarias.
Como ya observamos,' en la mariposa esta imagen se refleja casi
completamente en la esfera de todas las modulaciones posibles de las
oscilaciones ultrasónicas. Sin embargo, esta "imagen", al estar codifi-
cada en códigos sonoros, siempre refleja los matices más finos de ios
parámetros físicos del mundo real. Estas modulaciones sonoras son
recodificadas con gran exactitud en combinaciones mecánicas en el
estadio que se efectúa en el aparato auditivo del murciélago. En las
etapas sucesivas del proceso del reflejo en el sistema nervioso, estas
corrientes de información ultrasonora serán recodificadas unas cuan-
tas veces más. Sin embargo, la imagen final del objeto real conserva
su equivalente infonnativo, que corresponde con exactitud a la acción
inicial del objeto real.
Tomemos otro ejemplo, el topo. Para él, la "imagen" de la piedra
que encuentra en sus desplazamientos debajo de la tierra, está repre-
sentada sólo por parámetros tactiles-olfativos y, posiblemente, gusta-
tivos. Sin embargo, el reflejo terminal de esta realidad peculiar para
el topo siempre corresponde con exactitud a los parámetros principa-
340 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

les del objeto externo, importantes para él. Basta recordar que la signifi-
cación, de estos parámetros depende directamente de los factores eco-
lógicos peculiares para el tipo de animal.
Un ejemplo convincente de que la imagen del mundo externo puede
reflejarse en el cerebro y en la conciencia, por medio del conjunto de los
parámetros del mundo real más diversos, es el comportamiento de las
personas ciego-sorda-mudas. El admirable mundo interior y la actividad
refleja de estas personas es una demostración muy clara de dos tesis : a)
el mundo externo puede ser reflejado en el cerebro del hombre, después
de una serie de recodificaciones, por parámetros reales que caracterizan
exactamente este mundo externo ; además, cada uno de estos paráme-
tros puede adquirir una significación rectora si por alguna razón son eli-
minados otros; b) la presencia de un reflejo exacto de los parámetros
del mundo externo, incluso en caso de exclusión de los más importan-
tes, se demuestra por el hecho de que el comportamiento del hombre se
encuentra en completa correspondencia con los parámetros físicos del
mundo externo que en la situación dada son vitalmente importantes.
A~í, para termina; esta parte de nuestro trabajo, podemos decir que
los éXItos contemporaneos de la neuromorfología, de la neurofisiología
de la cibernética y , especialmente, de la teoría de la información, n~
dejan dudas acerca de que el mundo que nos rodea es un mundo real.
La evolución de lo vivo y especialmente la evolución del cerebro, estu- ,
vieron dirigidas precisamente a que todos los niveles de desciframiento
de la información primitiva, es decir, de la "impresión proveniente de
la realidad", este mundo real recibiera el reflejo más exacto.
Para resolver el problema de en qué forma, precisamente, se sinte-
tiza toda la información elaborada en los múltiples centros del sistema
nervioso, debemos recordar que la corteza -del cerebro y la conciencia
realizan la síntesis final de esta elaboración y forman la imagen de lo
reflejado sin omitir en ello los parámetros más o menos importantes del
objeto del mundo externo. Aquí, cabe señalar que la condición decisiva
para la captación de los parámetros del mundo externo es la capacidad
informativa de nuestros órganos de los sentidos que tiene un diapasón
completamente definido de sensibilidad.
Por ejemplo, no percibimos aquella parte del espectro que corres-
ponde a las radiaciones infrarrojas. No podemos ver en la oscuridad.
Sin embargo, las investigaciones científicas de diferentes seres vivos nos
convencen de que no lo podemos hacer sólo porque la retina de nuestro
ojo no está capacitada para comenzar el proceso fotoquímico bajo la
influencia de estas ondas de la radiación infrarroja. Sin embargo, sabe-
mos que la cucaracha negra posee un ojo en el que existe una sustancia
muy sensible, en relación con la radiación infrarroja, lo que le da una
gran sensibilidad hacia el cuadro infrarrojo del mundo ; por eso ve bien
en la 'oscuridad.
EL REFLEJO psíQUICO DE LA INFORMACiÓN 341

Así, el mundo exterior real tiene muchos más parámetros a partir


de los cuales se podría constituir (reflejar) la imagen real del mundo ex-
terno ; pero las peculiaridades ecológicas de cada animal y su evolución
individual favorecieron el desarrollo de uno u otros aparatos captadores,
los cuales perciben unos u otros parámetros. Este conjunto de paráme-
tros determina, a fin de cuentas, las imágenes reflejas de la realidad en
los diferentes animales: la mariposa nocturna "ve" al murciélago con
ayuda de los procesos nerviosos provocados por singulares oscilaciones
ultrasónicas ; la imagen de la situación general en la cucaracha en la
oscuridad está determinada por la diferente temperatura de los cuer-
pos y , en consecuencia, por la diferente radiación infrarroja.
En lo que concierne al hombre, el mundo que él refleja es mucho
más rico, de acuerdo con los parámetros físicos del mundo externo, lo
que asegura la creación de una imagen más completa y detallada de éste.
Este proceso de formación de la última etapa, la sintética, constituye el
objeto de una atención especial en el enfoque gnoseológico de la teoría
del reflejo. Sin embargo, sabiendo ahora cómo se transforma (recodifi-
ca) la información primaria natural, de etapa en etapa, y con qué persis-
tencia el proceso evolutivo mantuvo en estas etapas todos los paráme-
tros de los objetos extenlos que eran importantes en el sentido adapta-
tivo, no podemos dudar de la existencia de tales parámetros en los ob-
jetos externos y, en consecuencia, de la exactitud de su reflejo en el
equivalente informacional en las diferentes etapas de difusión de las
excitaciones por el sistema nervioso.
El mecanismo de trasmisión de televisión, aunque alejado, es, des-
de el punto de vista informacional, análogo al proceso de reflejo del
mundo externo en los organismos.
Para quien frecuenta los estudios de televisión es habitual un hecho
muy interesante en relación con el problema que estamos analizando.
Supongamos que en este estudio vemos y oímos en forma directa a una
cantante. Sabemos que la imagen visual de la cantante y el sonido de 'su
voz son captados por los correspondientes aparatos (tubo de televisión,
micrófono) y entran en una cadena de diferentes transformadores. En
cierta etapa de transformación surgen oscilaciones electromagnéticas
que se distribuyen ampliamente en la atmósfera y , puede ser, que lo
hagan también en el cosmos. Hablando estrictamente, las oscilaciones
en forma de ondas, provenientes de la cantante y de su voz, represen-
tan, desde el punto de vista examinado, el equivalente informacional
de la imagen real de la cantante.
A pesar de la indudable exactitud de la recodificación de los pará-
metros externos de la cantante, no la vemos ni en la atmósfera ni en
nuestra habitación. Hacen falta aún posteriores transformaciones de
estas oscilaciones electromagnéticas para que la imagen de la cantante se
restablezca enteramente en la pantalla del televisor. En algunos casos,
342 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

en el estudio mismo se puede ver simultáneamente a la cantante real


y, no lejos de ella, su imagen televisiva (monitor). Sin embargo, sabe-
mos que la imagen reflejada en el televisor puede ser obtenida sólo
porque los parámetros físicos de esta imagen, a pesar de las múltiples
transformaciones, pudieron ser de nuevo sintetizados por medios fí-
sicos en la imagen de la pantalla.
El cerebro y la conciencia humanos representan algo así como un
aparato especial que puede comparar la imagen real del mundo exter-
no (la cantante) y su reflejo a través de muchas etapas de recodifica-
ción de los parámetros iniciales del objeto real.
Imaginemos por un instante que nuestra conciencia, adquirida a
lo largo de cientos de millones de años de evolución, es precisamente
ese factor sintetizador último que reúne la información acerca del
objeto que por las vías de trasmisión se vio sometida a dispersión re-
ducción y síntesis. Y ahora, en la última instancia, todos los par~e­
tras captados se recrean en aquella imagen que vemos en nuestra con-
ciencia. Entonces, la conciencia sería sólo el producto acabado de la
evolución de nuestro cerebro, el cual, semejante a la cascada del tele-
visur, restablece de nuevo el mundo objetivo inicial en t oda su abiga-
rrada complejidad.
Ya vimos que con un enfoque de esta naturaleza en la concepción
materialista del reflejo no es posible suponer algo inmaterial e inexis-
tente. Sólo los mecanismos concretos de generación de lo subjetivo en
la conciencia no se someten por ahora a la descripción analítica; sin
embargo, su exacto enlace informacional con los parámetros iniciales
del mundo objetivo, no puede ser puesto en duda.

,
LA ESENCIA DE LA FORMA PSIQUICA DE REFLEJO
DE LA REALIDAD

Como se pudo observar en la exposición anterior la teoría de la in-


formación, aplicada a la investigación del proceso de reflejo, no deja
dudas acerca de que los parámetros del mundo externo más importantes
para el animal o el hombre, a pesar de las múltiples recodificaciones,
crean un reflejo exacto de la realidad, aunque en diferentes códigos.
Para el neurofisiólogo no puede haber dudas de que este cambio de có-
digo de un eslabón a otro es sólo un instrumento especial del sistema
nervioso que conserva con exactitud el equivalente informacional del
objeto externo, desde los órganos periféricos hasta el momento en que
aparece la imagen en la conciencia. Más aún, la conciencia representa,
indudablemente, la fonna de codificación más perfecta de los paráme-
tros del mundo externo, es decir, el instrumento de creación de la
imagen del mundo externo.
LA ESENCIA DE LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO 343

Sin embargo, el mo~ento de transformación de los códigos del


mundo externo en procesos nerviosos, que se convierten inevitablemen-
te en conciencia, en "imagen subjetiva del mundo objetivo", es aún
poco conocido en el aspecto ontológico, aunque su esencia gnoseológica
es clara. La formación de los rasgos específicos de la conciencia, que
focaliza a todo el organismo en determinados estados subjetivos, sigue
siendo, como antes, "un hueso duro de roer". No dudamos de que la
conciencia sea un producto secundario del desarrollo histórico de las
capacidades adaptativas de los animales y del hombre. Y si esto es así,
el desarrollo histórico de la conciencia fue precedido por el desarrollo
progresivo de la organización nerviosa; esto significa que son aplicables
las leyes darwinianas al desarrollo de la conciencia incluyendo la selec-
ción natural. De acuerdo con el desa"ollo hisfÓricd, la conciencia, habi-
tualmente, no se discute. Mientras tanto, en la evaluación del proceso
del reflejo como fenómeno natural, resulta indispensable descubrir las
raíces biológicas de la conciencia.
No debemos olvidar tampoco que las riquísimas investigaciones en
el área de los reflejos condicionados y de la neurofisiología general se
justifican sólo si nos conducen a la comprensión de la naturaleza del
comportamiento humano y de la actividad psíquica del hombre. En este
sentido, no hay esperanzas de que alguien pueda resolver el problema de
lo psíquico con todas sus raíces biológicas y su desarrollo superior en el
hombre. Debemos conformarnos con los modestos éxitos que logre
cada uno de nosotros, con el fm de que por medio de las múltiples va-
riantes del pensamiento, los matices en las formulaciones y explicacio- "
nes de la base material de lo psíquico proporcionen alguna ayuda signi-
ficativa en la solución de este enorme problema. James tenía razón
cuando afirmaba: "Todos sabemos qué es la conciencia hasta que inten-
tamos definirla . . . "
El materialismo dialéctico de una defmición gnoseológica exacta de ~a
conciencia, considerándola una función de la materia altamente organi-
zada del cerebro. Pero no tenemos para esta definición el desciframien-
to fisiológico correspondiente que se base en trabajos acerca de la acti-
vidad nerviosa superior y la fisiología del sistema nervioso.
Estas dificultades crearon frecuentemente toda una serie de contra-
dicciones y definiciones coyunturales de lo psíquico. En este sentido,
debemos, por medio de esfuerzos comunes, encontrar los "parámetros"
de lo psíquico más importantes que pudieran acercarnos a una defini-
ción generalmente aceptada.
Por tanto, no es posible aceptar formulaciones simplificadas, por
ejemplo, cuando se pretende identificar el reflejo condicionado con lo
psíquico. Con base en esta hipótesis, se afirma que el reflejo condicio-
nado es precisamente el acto psíquico, mientras que el reflejo incondi-
cional es un fenómeno "apsíquico". Difícilmente' llegamos a obtener
344 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

más datos cuando se identifica lo psíquico con el principio de señaliza-


ción y aparece la tendencia a identificar lo psíquico y lo señalizador,
aunque en los animales altamente organizados ambos fenómenos se en-
cuentran unidos en los límites de una misma reacción.
Al parecer, estos intentos no toman en cuenta una circunstancia
importante: el reflejo condicionado y lo psíquico son diferentes pará-
I
,I
metros del comportamiento del hombre, desarrollados históricamente
a partir de diferentes exigencias del organismo y que resuelven dificul-
tades por completo distintas en la adaptación del organismo al mundo
I
externo.
En realidad, sabemos que la señalización, es decir, la actividad del
organismo que se anticipa al futuro, se formó como resultado del reflejo
ininterrumpido de la estructura temporal absoluta del mundo externo
y de la anticipación a este sinnúmero de fenómenos ininterrumpidos.
Esto es, la adaptación del organismo al parámetro particular del mundo
inorgánico. Sabemos también que, en prinCipio, el protoplasma primiti-
vo y , especialmente, los organismos primitivos pasaron por esta etapa de
ret1ejo anticipatorio de los fenómenos del mundo externo desde los es-
tadios más tempranos del desarrollo. .
Difícilmente alguien llegará a reconocer la presencia de lo psíquico,
como suma de vivencias internas en los procesos nerviosos complejos
de los organismos primitivos. Sin embargo, éstos, teniendo una excita-
bilidad elemental, se las arreglaron muy bien con la función de señaliza-
ción. De esta manera, al tratar acerca del reflejo del mundo externo en
los procesos del organismo y en la conciencia, debemos recordar una
regla general y fundamental de ese reflejo: el mundo inorgánico, desde
las primeras etapas de su formación, era multiparamétrico ; por ello, su
reflejo en las propiedades del organismo transcurrió por medio de la
captación de uno u otro parámetro del mundo inorgánico en los dife-
rentes procesos del organismo y en los diversos periodos de la evolución.
En este caso, la señalización se desarrolló como capacidad de la materia
viva para reflejar el mundo externo, bajo la influencia del sistema espa-
ciotemporal del mundo. Y si el organismo evolucionara sólo con esta
propiedad de su organización -la señalización, el comportamiento "an-
ticipatorio" - , entonces sería posible concebir teóricamente que tal
comportamiento se desarrollara sin la participación de lo psíquico. Desde
luego, sólo que el organismo no se encontrara, en el proceso de evolu-
ción, con otros obstáculos que debieran ser superados por otras vías de
desarrollo.
Así, nos enfrentamos con un problema que surge a consecuencia de
los razonamientos anteriores: ¿qué parámetro del mundo externo y qué
propiedad de la organización viva se convirtieron históricamente en el
impulso para la manifestación de los primeros destellos de la sensación
y .en qué forma apareció, por primera vez, lo psíquico? No haremos
LA ESENCIA DE LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO 345

hincapié en la pregunta "¿cuándo?" apareció lo psíquico, sino en


"¿por qué?", bajo la influencia de qué factores motrices y de qué pará-
metros de la vida apareció en los organismos la necesidad de desarrollar
esta sorprendente propiedad de lo psíquico.
Después de analizar las múltiples explicaciones de lo psíquico, no
encontramos, sorprendentemente, un enfoque que a nosotros , como
fisiólogos y evolucionistas, nos parece decisivo. En realidad, si estamos
de acuerdo en que lo psíquico se subordina al principio de la evolución
y que debió aparecer en una cierta etapa de la construcción cada vez
más compleja del sistema nervioso, parecería que la primera y natural
pregunta debería ser cómo plantearse el problema en sentido darwiniano.
Si alguna propiedad del organismo apareció en forma primitiva y se
mantuvo en el proceso de evolución p or muchos siglos, y si no sólo
se mantuvo, sino que se desarrolló hast a sus etapas superiores en la acti-
vidad psíquica del hombre, es completamente natural plantear la pre-
gunta: ¿pudo la selección natural consolidar y convertir en un factor de
evolución progresiva a una propiedad de la sustancia nerviosa que no
determinara éxitos significativamente mayores en la supervivencia y en
la adaptación y no diera un mayor y mejor equipamiento en la lucha
por la existencia? De acuerdo con la teoría evolucionista de Darwin, la
respuesta puede ser sólo una: esta propiedad debería haber sido elimi-
nada por la selección natural desde los primeros periodos de su apari-
ción, y difícilmente alguien discute esta tesis.
Pero si los primeros destellos de las sensaciones y de lo psíquico
favorecieron una supervivencia más exitosa del organismo y lo fortale-
cieron en su lucha por la existencia, debemos indefectiblemente poner
al descubierto esta propiedad y los factores externos que justificaron la
aparición y conservación de lo psíquico. Así, ¿de qué manera se enri-
queció el organismo en su actividad refleja, es decir, en su adaptación al
mundo externo, con la aparición de los rasgos nerviosos de lo psíquiQo?
¿Qué necesidades de los organismos favorecieron.' en el proceso de
la evolución, el fortalecimiento de las primeras formas de sensación y su
desarrollo hasta las formas superiores del hombre contemporáneo?
En 1926, en el artículo "El materialismo dialéctico y el problema
de lo psíquico", formulamos estas cuestiones en un plano filosófico ge-
neral. Sin embargo, después de esto ni los investigadores de lo pSÚluico
ni nosotros, los fisiólogos, planteamos o desarrollamos este problema
de acuerdo con el sentido darwinista.
El magnífico libro de AN. Leontiev acerca del desarrollo de lo psí-
quico plantea esta pregunta en un plano psicológico más general y
proporciona muchas e interesantes características de la actividad psí-
quica. Sin embargo, en este libro tampoco tenemos una evaluación evo-
lucionista del surgimiento de las formas primitivas de las sensaciones y
de lo psíquico.
346 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

Al valorar la especial importancia de este enfoque darwinista en la


evaluación del surgimiento de lo psíquico, debemos hacer más manifies-
ta y evidente nuestra hipótesis en relación con los factores determinantes
bajo cuya influencia pudo surgir la necesidad de desarrollo y perfeccio-
namiento de esta forma superior de reflejo y de adaptación al mundo
externo.
En calidad de ejemplo, se puede examinar el desarrollo de la función
locomotriz en los vertebrados. Es bien sabido que la natación fue la
forma general de desplazamiento de los vertebrado~ hasta su salida a la
tierra. Pero esto, como consecuencia de las nuevas particularidades bio-
mecánicas, exigió de ellos una nueva forma de adaptación: el andar con
ayuda de las extremidades.
El factor determinante para tal transformación en la forma de des-
plazamiento fue la existencia de los animales en condiciones tales , donde
sólo la coordinación recíproca del movimiento de las extremidades fa-
voreció una supervivencia más exitosa.
Pero este ejemplo, estudiado en nuestro laboratorio, puede servir de
prueba de que los diversos factores determinantes del mundo externo
empujan al organismo a la transformación de su estructura y de la acti-
vidad refleja, determinando la dirección de estas transformaciones.
En el desarrollo larvario de los anfibios, por ejemplo del ajolote, hay
un estadio en que las extremidades anteriores tienen la forma de peque-
ñas excrecencias bifurcadas que cuelgan a los costados y que aún no
llegan a tocar el suelo. En este estadio de desarrollo, el ajolote se
desplaza sólo con ayuda de la natación. Sin embargo, las excrecencias
de las extremidades no maduras todavía tienen una significación regre-
siva para este animal en este estadio de su desarrollo. Al aumentar la
resistencia de los. desplazamientos en el medio líquido, éstas deberían
disminuir la velocidad del movimiento y con ello hacer significativa-
mente menores las posibilidades de supervivencia de la especie. Sin em-
bargo, el desarrollo embriológico corrige este defecto vitalmente impor-
tante de acuerdo con el principio de la sistemogénesis, es decir, del
desarrollo selectivo y acelerado de las funciones que son indispensables
al organismo joven.
Desde el comienzo de la formación de las extremidades anteriores
maduran en forma acelerada los músculos que, en el momento de la na-
tación, aprietan estas -extremidades aún no maduras al tronco y con ello
se da al cuerpo una forma perfectamente contorneada.
Así, vemos que la evolución de cualquier propiedad progresiva del
organismo amplía sus posibilidades de adaptación y "sale a escena" a
través de una serie de adaptaciones de compromiso interesantes y que~
en conjunto, aseguran una ley inviolable de la vida: adaptarse y sobre-
vivir.
A través de ejemplos semejantes de evolución de las formas adapta-
LA ESENCIA DE LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO 347

tivas se demuestra que para la aparición de cualquier nuevo rasgo en la


organización morfológica del animal es imprescindible la presencia de
unas cuantas regularidades que estimulan y dirigen el perfeccionamiento
de este rasgo; estas regularidades son las siguientes:

1. Es indispensable la presencia de cierto factor defInido del mundo


externo que tenga constantes físicas exactamente perfiladas, por ejem-
plo, en los anfibios, la necesidad forzosa de desplazamientos por la
tierra. Este factor es deterrnmante tanto de la aparición como del desa-
rrollo posterior del rasgo morfológico en cuestión.
2. Cada uno de estos rasgos debe tener su predecesor histórico, que,
en el pasado, aseguraba posibilidades adaptativas menos amplias.
3. En el proceso de la evolución se efectúa un periodo especial de
pasaje de una forma de adaptación menos progresiva a una más alta que,
la mayoría de las veces, se realiza con base en las posibles modificaciones
de las formas de adaptación anteriores (por ejemplo, el "cambio de las
funciones" de Dohrn, la "polifuncionalidad del órgano" de A.N. Se-
vertsov). Este pasaje se realiza de manera
. distinta en diferentes casos ,
de acuerdo con el carácter de los factores determinantes de la evolución
0 , para expresarse figuradamente, con las propiedades físicas y biológi-
cas de la necesidad que empuja al organismo al desarrollo progresivo.

De esta manera, vemos que estos tres puntos reciben una respuesta
completamente precisa en el ejemplo citado del pasaje de la natación a
la marcha en los anfibios.
En realidad, el determinante directo de este pasaje son las propieda-
des del suelo como apoyo firme y las amplísimas posibilidades de adap-
tación. La marcha, como aparato biome~ánico , resultó ser la forma más
propicia para la utilización de las posibilidades adaptativas en tierra; por
una serie de rasgos, la marcha es el perfeccionamiento en una sola direc-
ción de la natación (reciprocidad, función de las aletas delanteras, etcé-
tera).
Los ejemplos biológicos generales citados son aplicables al proceso
de surgimiento de la sensación primaria, de las capacidades psíquicas
primitivas y, finalmente, de la amplia actividad psíquica y perfecciona-
da del hombre.
Con el fin de caracterizar lo psíquico, decimos frecuentemente que
al comienzo apareció una sensación primitiva o elemental, que luego se
desarrolló hasta las formas más elevadas de esta actividad.
Pero un evolucionista consecuente, que comparta las posiciones del
materialismo dialéctico, debe hacerse inmediatamente la pregunta: ¿qué
necesidad empujó al organismo al desarrollo de esta sensación primaria?
Y, puesto que esta sensación primitiva no sólo se consolidó por la selec-
ción natural, sino que experimentó un gran progreso en el proceso de la
348 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

evolución, ¿cómo adaptó al organismo en forma más perfecta al mundo


externo?
Después de analizar este problema durante muchos rulOS, obtuvimos
una respuesta acorde con nuestra comprensión materialista de la histo-
ria del desarrollo de la vida en la Tierra.
Por ejemplo, el desarrollo de la actividad señalizadora en los anima-
les superiores, como veremos más adelante, tuvo como fuente el reflejo
primario de la estructura espacio-temporal del mundo. Precisamente la
estructura temporal del mundo, existente ya antes del desarrollo de
la vida, forzó al organismo a reflejarla en sus construcciones morfofisio-
lÓgicas peculiares, las cuales se convirtieron en el aparato de reflejo an-
ticipatorio de la realidad. Este reflejo anticipatorio sirvió desde las pri-
meras etapas del desarrollo de la vida a la exigencia fundamental de
todo lo vivo: adaptarse y sobrevivir.
Un determinante tan categórico como el anterior en la aparición y
el desarrollo de las primeras sensaciones, fue el criterio de "nocividad"
o "utilidad" de la influencia sobre el orgailismo, en el sentido de la
conservación o destrucción de la vida.
Se pueden citar bastantes demostraciones de que las sensaciones
primarias y su desarrollo ulterior en forma de sensaciones subjetivas y
finalmente, sus correlatos psíquicos, se desarrollaron, sin duda, bajo lJ
influencia de esta necesidad vital; por ello, condicionaron un salto cuali-
tativo en el desarrollo progresivo de las posibilidades adaptativas de los
organismos. Estos últimos adquirieron, con esta propiedad de la sensa-
ción, un valioso instrumento para el "reconocimiento" casi instantáneo
y global de la significación vital de la acción sobre el organismo, con lo
cual aceleró significativamente la formación de las reacciones adaptati-
vas correspondientes a un momento determinado.
Aquí, debemos señalar una peculiaridad de principio de las sensa-
ciones primarias y aun de las pre-sensaciones. Ambas adquirieron un ca-
rácter global al focalizar el organismo en un estado cualitativo que no
era localizado por un solo órgano aislado. Fue la máxima integración de
todas las partes del organismo en un solo foco: la sensación. A su vez,
con esta integración se adquirió la calidad de esta sensación, especial-
mente la negativa, semejante a la dolorosa, que servía de señal ante la
alteración mortal del organismo.
De aquí en adelante, esta nueva propiedad de la materia viva posibi-
litó al organismo para clasificar todos los factores del mundo externo en
las dos categorías biológicas más importantes, o sea, negativas y positi-
vas. Al desarrollarse progresivamente hasta las formas superiores de la
actividad psíquica, estos dos estados pasaron a los animales superiores
en forma de una eterna antípoda de sensaciones: "sufrimiento y placer".
En la sensación; el organismo recibió su integración superior, que forma
la reacción adecuada de acuerdo con la significación vital de la acción.
LA ESENCIA DE LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO 349

Ahora, podemos responder a la pregunta anteriormente planteada:


¿de qué forma más perfecta esta nueva propiedad de la materia adaptó
al organismo a las condiciones de su existencia, ya que este progreso es
la premisa indispensable para el fortalecimiento por la selección natural?
Para responder a esta pregunta, lo mejor es tomar los ejemplos que
cotidianamente verifica nuestra experiencia y, en especial, la práctica
médica.
Supongamos que en la piel de la mano se clava una aguja. ¿Con
ayuda de qué criterios podría el sujeto evaluar lo perjudicial de esta
PSICO l- acción para su vida? Por supuesto, puede medir en fracciones de milí-
metro cuánto penetró la aguja, su diámetro, el grosor de la epidennis,
prever la destrucción de vasos y, finalmente, puede esperar cierto tiempo
para convencerse del carácter no perjUdicial o perjudicial de la acción
para su organismo: ¿se enfermó o no?
Los criterios sobre el carácter perjUdicial enumerados son innecesa-
rios para el hombre normal, ya que ante determinado gr~do de penetra-
ción de la aguja, comienza de pronto a sentir la sensación de dolor que
integra a todo el organismo en la form ación de medidas defensivas.
Los médicos saben bien qué difícil es prever la destrucción de aquella
parte del organismo del hombre que, por una determinada causa, perdió
su sensibilidad dolorosa ("de<;úbito") y cuán necesario es tener esto en
cuenta para dar vuelta a tiempo al enfermo o para no colocarle una
compresa demasiado caliente sobre la piel anestesiada.
De esta manera, vemos que la sensación subjetiva, una vez aparecida
en el proceso de la evolución, determinó la integración superior del or-
ganismo; con ello, obtuvo el medio de evaluación más perfeccionado y
económico del grado de nocividad y utilidad de las acciones externas.
Indudablemente éstos fueron , en la historia del mundo vivo, los prime-
ros reflejos de las acciones externas en el estado subjetivo primitivo.
Desde este momento, pudieron reunirse en el estado psíquico subjetivo
los procesos más detallados del organismo. Todos los componentes de
estos estados resultaron "abolidos" y el foco del estado subjetivo, ahora
representante de todo el organismo, se convirtió en el factor rector.
Desde el punto de vista darwinista, con la aparición de la primera
sensación subjetiva se alcanzó la mejor forma de adaptación al mundo
externo. Fue suficiente la aparición de un estado subjetivo determinado
para que el organismo obtuviera información lo más precisa acerca de
cómo actuar y estructurar su comportamiento en determinada situación.
Con ello se demuestra que la conciencia como factor de la evolución se
subordina por completo a la exigencia fundamental de ésta: sobrevive y
progresa sólo la propiedad o índice del organismo que asegura la mejor
adaptación de los seres vivos a la situación externa. La conciencia, como
derivado directo del proceso del reflej o en la sensación subjetiva, es ve-
rificada en forma directa por la práctica y el resultado de la adaptación.
350 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

Quizá el ejemplo más evidente de la enonne importancia adaptativa


dt? las sensaciones primarias es el papel del factor emocional en la reali-
zación de las funciones vegetativas y viscerales del hombre. Cada perso-
na adulta sabe bien que sólo el acto vegetativo exitoso se acompaña de
una sensación emocional positiva y, por el contrario, su cumplimiento
fallido o anonnallleva a una sensación emotiva penosa.
Supongamos que en un sujeto está alterado el acto de orinar o la
coordinación entre algunos sectores del intestino. El sujeto no puede
decir qué células nerviosas, qué músculos, etc., no realizaron la función,
pero a pesar de ello el estado emocional general, es decir, el reflejo de
este proceso objetivo frustrado, proporciona, con exactitud sorprenden-
te, la señal sobre la situación desafortunada.
E incluso un estornudo malogrado, o sea, que se inició pero que no
ha tenninado, produce un estado emocIonal penoso. Sabemos ahora de
dónde proviene esto: el sistema nervioso central, cuando un acto que no
ha tenido éxito, no recibe la integral annónica de las señales aferentes
desde los órganos ejecutivos, ni la "imagen" del resultado exitoso.
Así, desde las primeras etapas de su aparición, las sensaciones subje-
tivas primarias se incluyeron dentro de las funciones más importantes
del organismo total: gracias al reflejo subjetivo, el organismo comenzó
a recibir las señales acerca del bienestar o el infortunio, allí donde por
ningún otro medio se podría evaluar la importancia vital de esta situa-
ción.
De esta fornia, la evolución defendió las funciones más esenciales
del organismo. Junto con ello, este último obtuvo la capacidad de refle-
jar, en el e~ ~~do subjetivo primitivo, las más diversas, pero siempre
vitalmente importantes, influencias externas. Este hecho es la mejor
demostración de la naturaleza material del reflejo y de la estrecha de-
pendencia entn~ la imagen psíquica y el objeto de la realidad. Sabemos
ahora que desde el momento en que el organismo toma en cuenta todo
el mundo que lo circunda, se efectúa la comparación entre los objetos
externos y sus propiedades, en presencia de una amplia movilización de
la actividad de reflejo y de las imágenes que ella fonna. Sabemos también
que esto ocurre, principalmente, en aquel estadio de la fonnación del
acto conductual cuando se realiza la amplia movilización de las informa-
ciones aferentes, es decir, cuando el acto voluntario se lleva a cabo por
primera vez (la resolución se toma por primera vez). Y sabemos también
que la conciencia, como acto altamente activo e integrativo, se excluye
cuando el acto conductual en cuestión se vuelve automático y no nece-
sita de la constante corrección aferente; pero ésta aparece de inmediato
e interviene como factor corrector cuando el acto resulta frustrado.
Esto es una demostración más de que la conciencia es un factor operan-
te, que refleja el mundo existente en toda la diversidad de sus objetos.
No podemos dejar a un lado la cuestión acerca de 10 que representa
;' .

EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 351

la imagen interna subjetiva de la realidad reflejada. ¿Es una "copia" del


objeto reflejado, es una "imagen"?
Al discutir el problema, a comienzos de nuestro siglo, V.I. Lenin
sabía que desde el nivel de la retina y del nervio óptico la imagen visual
se convierte en impulsos nerviosos y, en consecuencia, sabía perfecta-
mente que en el punto final de los procesos de reflejo, es decir, en la
conciencia, la imagen aunque sea un documento fidedigno de la realidad
en algo se diferencia de ella.
"El conocimiento -escribe V.I. Lenin- es el reflejo de Janaturaleza
en el hombre. Pero no es un reflejo simple, inmediato, íntegro, sino el
proceso de una serie de abstracciones, de fonnaciones de conceptos, de
leyes, etc., los cuales abarcan condicionalmente y en fonna aproximada
la regularidad universal de la naturaleza eternamente en movimiento;
en desarrollo." '
Al parecer el hecho mismo de la aparición en el curso de la evolución
de los organismos vivos, de la actividad psíquica y la presencia en
ella de las capacidades para focalizar el estado del organismo entero en
un acto consciente único, nos permite suponer también la aparición la
conciencia de la síntesis de los parámetros más importantes del objeto
observado.
Quizá la mejor prueba de que la fonnación de la imagen en la con-
ciencia exige la inclusión máxima de los elementos nerviosos, sea su
pérdida en caso de ingestión de ciertas sustancias narcóticas, cuya acción
consiste en el bloqueo de detenninados centros nerviosos. Es aún más
evidente la separación de la conciencia y de la actividad psíquica de las
sensaciones dolorosas en las intervenciones quirúrgicas con utilización,
por ejemplo, de modernos narcoanestésicos. Es sabido que las personas
bajo esta- narcosis no experimentan en absoluto las sensaciones doloro-
sas durante la operación, pero están en condiciones de hablar libre y
racionalmente con el cirujano y con los sujetos circundantes. Este caso
muestra que el proceso del reflejo posee un alto grado de exactitud y
tiene sus propios elementos nerviosos y organizaciones sinápticas quí-
micamente específicos.

EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD

De la exposición anterior se sigue que el reflejo del mundo externo,


como proceso universal de la interrelación del organismo con la situación
circundante, tuvo una larga historia de desarrollo y a lo largo de esta
historia también se perfeccionó el mecanismo de trasmisión de la in-
fonnación. Esto se refiere en especial a los procedimientos de codifica-
ción y decodificación de la infonnación en las diferentes etapas por las
que pasa en el sistema nervioso central.
352 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

Sin embargo, a lo largo de la exposición, nos mantuvimos en los lí-


mites, por decirlo aSÍ, de la acción momentánea del mundo exterior
sobre el organismo y de su reflejo inmediato en los sistemas de éste. De
manera consciente excluimos uno de los factores más importantes del
mundo externo: el continuo espacio temporal del mundo, en el cual se
desarrolló la vida primitiva y que ejerció una influencia decisiva en las
etapas ulteriores de la evolución en nuestro planeta.
¿En qué forma el continuo espaciotemporal del mundo inorgánico
y, en particular, el tiempo, se reflejaron en la estructura y en la activi-
dad de los organismos vivos? Estos últimos debían "insertarse", volens
novolens, en esta ley general del mundo inorgánico. Para responder a
esta pregunta, debemos formular y describir, en primer lugar, los pará-
metros del tiempo que constituyen sus rasgos específicos y que adqui-
rieron una significación vital importante "para el organismo. Esto debemos
hacerlo aunque sólo sea porque subrayamos, a lo largo de este capítulo,
que la parametrización del mundo externo, es decir, la separación en él
de los parámetros significativos y no significativos es la condición indis-
pensable para la comprensión científica de la base material de la reali-
dad reflejada.
Hace unos cuantos años expusimos nuestra concepción acerca del
"reflejo anticipatorio de la realidad" en forma más detallada. A este
trabajo remitimos a los lectores para un conocimiento aún más ponne-
norizado de esta concepción. Ahora, expondremos brevemente nuestras
nuevas consideraciones al respecto.
La presencia del continuo espaciotemporal, en todos los fenómenos
de la naturaleza, debía dejar sus huellas, indefectiblemente, en la activi-
dad del organismo. En particular, el hombre reflejó los parámetros tem-
porales del mundo en su organización y en su actividad con una exactitud
excepcional. E.1 análisis del papel de los parámetros temporales del
mundo en el desarrollo de la vida en la Tierra, muestra que tanto el
nacimiento como el progreso de la vida dependieron directamente de la
adaptación a estos parámetros.
Se puede afirmar que el reflejo inmediato del mundo externo, en la
actividad de los organismos animales, representa sólo un fragmento ais-
lado de la enorme e infinita cadena de acontecimientos externos que se
desarrollan en el tiempo. Surge la pregunta: ¿qué parámetros de la es-
tructura temporal del mundo adquirieron una significación especial para
la actividad de reflejo y la supervivencia de los organismos?
Lo más natural sería pensar que la sucesión de los fenómenos exter-
nos, que representa una condUio sine qua non del continuo espacio-
temporal, debía tener una significación decisiva. Sin embargo, un análi-
sis más profundo de esta cuestión muestra que en realidad este paráme-
tro de la estructura temporal del mundo no podría haber asegurado ni
el surgimiento de la vida ni su progreso evolutivo.
EL REFLEJO ANT ICIPATORIO DE LA REALIDAD 353

En realidad, imaginemos por un instante que la sucesión externa de


los fenómenos representa una serie infinita de acontecimientos que
nunca se repiten ni se parecen entre s í. En este caso se conservaría el
rasgo más importante del continuo espacio temporal, es decir, la suce-
sión. Por esencia, un mundo que presenta sólo una sucesividad simple
de acontecimientos podría existir sólo si fuera inorgánico. En realidad,
a la piedra y al mar le son absolutamente indiferentes en qué sucesión
se desarrollan los acontecimientos exteriores. Expresándonos figurada-
mente, el objeto inorgánico no tiene especiales "pretensiones" hacia los
parámetros de tiem~o. Sin embargo, la actitud hacia ese parámetro
cambia radicalmente, cuando en la Tierra , en su "océano primitivo" ,
aparecieron los primeros gérmenes de la vida. Para el desarrollo de ésta
la condición cardinal no fue la simple sucesión de los acontecimientos'
sino la secuencia repetida, periódica o rítmica, de fragmentos aislado~
del continuo infinito de fenómenos en el cuadro general del mundo.
Sólo en estas condiciones fueron posibles tanto la adaptación de lo vivo
a l?s acontecimientos externos como el progreso de su organización ma-
tenal. Naturalmente, también la actividad refleja del organismo adquirió
de los fenómenos rítmicamente repetidos, un estímulo especial para l~
formación de estructuras estables ..
La estructura temporal del mundo favoreció, al presentar fenóme-
nos más cortos y largos repetidos sucesivamente, el surgimiento mismo
de la vida. Los ciclos permanentes y fundamentales, por ejemplo, el
otoño, el invierno, la primavera, el verano, o la mañana, el día, la tarde,
la noche, hicieron posible la adaptación y consolidación de las organiza-
ciones vivas primarias. Si se analiza toda nuestra vida, el proceso de las
acciones repetidas de los acontecimientos del mundo sobre nuestro sis-
tema nervioso, es, por esencia, el factor temporal decisivo. Si caminamos
muchas veces por la misma calle, sobre nosotros actúan muchos objetos
idénticos, y todo ello constituye el factor temporal fundamental de la
actividad de reflejo de nuestro cerebro.
Este mismo parámetro del tiempo -las series repetidas de fenóme-
nos- fue el impulso para el desarrollo de una capacidad excepcional de
los organismos vivos, que determinó el progreso de la naturaleza y de la
sociedad humana. Supongamos que una sucesión determinada de fenó-
menos del mundo externo actúa, en grandes intervalos de tiempo,
sobre la célula viva ya formada. Aquí, se crean condiciones completa-
mente excepcionales para una forma específica de reflejo de la realidad
en el protoplasma de esta célula.
En realidad, como sabemos, los fenómenos externos representan un
continuo espaciotemporal (por ejemplo, los ciclos estacionales de tem-
peratura); estos fenómenos actúan sobre la célula, cuyo contenido pro-
toplasmático es microscópico y, en consecuencia, las transformaciones
químicas de los fenómenos sucesivos del mundo externo en la célula
354 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

también se realizan en microintervalos de espacio y de tiempo. Dicho


con otras palabras, con la aparición de la sustancia viva surgió un tipo
de actividad refleja en principio nuevo: el macromundo, a través de una
serie de transformaciones en grandes intervalos de tiempo, se refleja en
el micromundo, es decir, en las rápidas reestructuraciones moleculares
del protoplasma de la célula viva. De aquí se sigue que el protoplasma
adquiere la propiedad de acumular los envíos informativos desde el
mundo externo, condensándose en los enlaces que transcurren en
microintervalos.
Sin embargo, esto no es aún todo lo nuevo que la formación de la
sustancia viva aportó al reflejo del mundo externo.
Puesto que los fenómenos del mundo externo se desarrollan en
forma de un continuo espaciotemporal, el protoplasma también reflejó
este continuo en una cadena ininterrumpida de transformaciones mo-
leculares. Esto significa que el continuo espaciotemporal del macro-
mundo externo se transforma en el continuo químico de los procesos
moleculares del micromundo de los seres vivos. Las reacciones de huella
de los procesos químicos en el protoplasma, que surgieron por la acción Ir
ininterruITIpida de los fenómenos externos, favorecieron extraordina-
riamente este reflejo del mundo externo. Así se crearon todas las condi-
ciones de reflejo del continuo externo en el microcontinuo químico de
los procesos protoplasmáticos.
Debemos representar por un instante el mundo de los procesos quí-
micos del protoplasma, en los cuales la continuidad de los fenómenos
externos se refleja en forma de cadenas ininterrumpidas de reconstruc-
ciones químicas que se superponen e interactúan entre sÍ. Precisamente
sobre esta base química se generó el "milagro" que, en lo sucesivo, de-
terminó el progreso de los organismos vivos.
Gracias a la repetición múltiple, y para algunos fenómenos exter-
nos puede ser que millonaria, de una misma serie de reconstrucciones
moleculares, se crearon condiciones muy favorables para la reproduc-
ción de la serie total de reorganizaciones moleculares en el protoplas-
ma, sólo por la acción del eslabón inicial de la cadena de aconteci-
mientos externos. Gracias a la cohesión química de la serie de procesos
se crearon las condiciones para la reproducción de la cadena total de
procesos protoplasmáticos desde el impulso inicial del mundo exterior.
El protoplaslna adquirió la capacidad, gracias al desarrollo de sus pro-
cesos moleculares, de anticiparse en el tiempo y en el espacio al curso
regular de los acontecimientos sucesivos del mundo externo.
Hace unos cuantos años, llamamos a esta propiedad de los organis-
mos vivos reflejo anticipatorio de la realidad (Anojin, 1962) y esta pro-
piedad del sistema nervioso, conocida y constatada con bastante ante-
rioridad, "excitación anticipadora" (Anojin, 1957).
Al evaluar esta .propiedad de la sustancia viva, debemos decir que
EL REFLEJO ANTICIPATORIO DE LA REALIDAD 355

los organismos, al adquirir la capacidad de anticiparse al curso de los


acontecimientos externos, se adaptaron mucho más provechosamente
a los. acontecimientos futuros, con frecuencia peligrosos, del mundo
externo mucho antes de que ocurrieran estos fenómenos.
El mundo vivo ofrece una enorme cantidad de ejemplos de esa adap-
tación a los fenómenos futuros , cuyas repeticiones se dan durante
millones de años, como la sucesión otoño-invierno. Como resultado,
vemos que el mundo vegetal se anticipa en mucho a los acontecimien-
tos, desarrollando, bajo la influencia de los primeros fríos otoñales, la
cadena de reacciones químicas que será necesaria para prevenir las ac-
ciones perjudiciales de las heladas invernales. Gracias a esta capacidad
de anticipación, por medio del curso de sus procesos protoplasmáti-
cos, a las temperaturas exteriores reales, el vegetal se salva también de
posibles heladas súbitas.
La congelación, repetida rÍtmicamente en la naturaleza durante mi-
llones de años, condujo, por medio de la selección natural, a la sup'ervi-
vencia de los mutantes que aun en una pequeña medida pudieran hacer
descender el punto de congelación del protoplasma ante la primera señal
de frío . Esto ilustra brillantemente la regla del reflejo anticipatorio de
la realidad.
La existencia de la forma anticipatoria del reflejo de la realidad obje-
tiva es un hecho inmutable, un producto de la vida. Al desarrollarse en
microintervalos de espacio y de tiempo, la anticipación adquirió una
enorme supremacía sobre los acontecimientos que se desarrollan lenta-
mente en el mundo externo.
No es necesario detenerse aquí en el hecho de que la forma más per-
feccionada de esta peculiar "mirada" al futuro es la actividad del siste-
ma nervioso. En él se desarrolló predominantemente la capacidad del
organismo para anticiparse a los acontecimientos. La manifestación más
evidente de esto es su capacidad para formar el reflejo condicionado. El
cerebro se convirtió en el órgano que, gracias a la presencia de recepto-
res altamente desarrollados, transforma a cada segund'o el continuo es-
paciotemporal de los fenómenos externos en un continuo químico que
se expresa en la descarga ininterrumpida de la actividad de los elementos
neuronales del cerebro. La capacidad de éste para fijar las sucesiones re-
petidas de los acontecimientos externos, que se desarrolló con base en
las formas primitivas de reflejo, determina esta propiedad admirable del
cerebro humano expresada en la previsión del futuro, en la formulación
de hipótesis y, en general, en las diferentes evaluaciones de los aconte-
cimientos.
Gracias a estos mecanismos cerebrales, en la fundamental neuroquí-
micos, el reflejo del mundo externo se convirtió, en la conciencia, en el
punto superior de la función refleja del organismo. Esto es el reflejo de
la realidad del que hab'laron los clásicos de la filosofía materialista dia-
356 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

léctica. El análisis neurofisiológico del trabajo del cerebro muestra que


el reflejo del mundo externo prácticamente no puede ser otro, no puede
dejar de ser anticipador, ya que, desde el punto de vista informacional,
cada acción externa sobre el organismo moviliza indefectiblemente en
el sistema nervioso la experiencia molecular del pasado, ligada con la
situación o el estímulo determinados. Esta circunstancia hace posible
reunir el pasado con el presente y, sobre esta base, prever en detalle
la llegada de los acontecimientos futuros. Por ello, suponemos que la
concepción del reflejo anticipatorio de la realidad es sólo el desarrollo
creativo de las tesis fundamentales de la teoría leninista del reflejo.
A su vez, el proceso del reflejo, que trasmite de una manera exacta
los parámetros del mundo objetivo que nos rodea, es el producto del
desarrollo evolutivo de la organización viva a lo largo de millones de
años. Por ende, en cada acto reflejo que realiza una persona adulta,
tenemos la concentración orgánica verdadera de la experiencia de re-
flejo de las generaciones anteriores y de la realidad actual. Hemos
puesto al descubierto estas regularidades sobre cuya base la experien-
cia de reflejo del mundo externo de los organismos, fijada en la filo-
génesis en forma hereditaria, vuelve nuevamente a este mundo externo
a través del desarrollo de los embriones de los animales. Así, llamamos
"sistemogénesis" a esta regularidad del "ajuste" de las capacidades de
reflejo del organismo por su ecología.
La sistemogénesis sirve de verdadero instrumento de la evolución,
es un instrumento intermediario en la trasmisión de la acumulación
histórica de la actividad refleja de los antepasados a los descendien-
tes, en exacta correspondencia con sus factores ecológicos específicos.
Aquí, nos encontramos con uno de los argumentos más firmes de la
teoría del refleJo: el reflejo de la realidad objetiva en la estructura y
función de una cantidad infinita de generaciones de animales, es decir,
con la acumulación histórica de la experiencia de reflejo.

,
LA SISTEMOGENESIS
,
COMO INSTRUMENTO
"
DE
REALIZACION DE LA ACUMULACION HISTORICA
DE LOS MECANISMOS DE REFLEJO

La concepción de la sistemogénesis surgió, en nuestro laboratorio,


con base en las observaciones que mostraban que en el embrión de los
diferentes animales el desarrollo de las funciones ocurre mucho antes
del nacimiento, con base en la maduración selectiva de las estructuras
indispensables para la realización de estas funciones. Se trata de fun-
ciones que deben estar obligatoriamente listas para actuar en el mo-
mento del nacimiento, ya que aseguran la supervivencia del neonato
(Anojin, 1937). Los mecanismos de la sistemogénesis garantizan la
LA SISTEMOGÉNESIS 357

aceleración en la maduración de ciertas estructuras cuando otras están


aún lejos de la terminación de su desarrollo.
Por ejemplo, los músculos circulares de la boca (orbicularis oris) re-
ciben la inervación y desarrollan las sinapsis neuromusculares muyacele-
radamente y mucho antes que otros músculos de la cara. La aceleración
del desarrollo alcanza no sólo al músculo anular de la boca, sino tam- '"
bién a todos los que, en conjunto, aseguran la realización del acto de '"
succión. Como es sabido, la función de succión se realiza inmediata-
mente después del nacimiento; en caso contrario , el neonato no sobrevi-
ve y es eliminado por la selección natural.
Basta con estudiar diferentes animales para observar qué variado es
el ámbito del reflejo adaptativo al mundo externo y para comprender
qué complejo debe ser el proceso de preparación , en la ethbriogénesis,
de los sistemas funcionales específicos para cada tipo de animal. Para
las larvas de los peces, por ejemplo, son indispensables determinadas
adaptaciones al medio acuático.
En todos los casos, la embriogénesis de los animales, es decir, su
desarrollo hasta el momento del nacimiento, debe asegurar indefecti-
blemente la completa acción de los sitemas funcionales que adaptan
al neo nato a sus factores ecológicos específicos.
En nuestro laboratorio , estudiam os durante 40 años embriones de
las más diversas especies de animales: peces, anfibios, reptiles, aves,
mamíferos y , finalmente , el más alto y perfecto organismo: fetos vivos
de la especie humana. Y en todos los casos estudiados, observamos
una misma ley de desarrollo de las funciones en la ontogénesis: mucho
antes de que maduren todos los órganos y las estructuras del embrión,
se puede observar cuán rápido y selectivamente maduran las estructu-
ras del organismo, y en especial de su sistema nervioso , que son impres-
cindibles para los sistemas fun cionales vitalmente importantes en el
momento del nacimiento.
Ahora, debemos subrayar que la acumulación histórica de los pro-
cesos del reflejo , que aseguran el reflej o adecuado del mundo en cada
neonato, se encuentra en correspondencia exacta con los factores ex-
ternos que durante miles de años fueron decisivos para la vida de los
antepasados del animal. Este hecho es admirable en el sentido de que
la historia asegura el reflejo detallado del mundo externo en el cerebro,
mucho antes del momento en que comience a actuar sobre el neonato.
Dicho con otras palabras: la experiencia histórica de reflejo del mundo
externo por los antepasados, fijada en las estructuras del organismo ~
madura selectivamente "al encuentro" de los factores específicos del
mundo externo, con los cuales se enfrenta por primera vez el neonato.
La información genética se despliega de acuerdo con las condiciones
futuras.
Se pueden citar múltiples ejemplos que ilustran la misma ley: el
358 CAP. 12. LA FORMA PSíQUICA DEL REFLEJO

mundo externo, a través de la serie de codificaciones de los procesos


informacionales, selecciona, en el cuerpo y en el cerebro de los ani-
males, las estructuras que constituyen la concentración protoplasmáti-
ca que refleja de la manera más fina las propiedades de este mundo ex-
terno. El aparato de reflejo del cerebro parece "apresurarse", en su
desarrollo embrional, "al encuentro" de los parámetros del mundo ex-
terno que durante millones de años formaron ese sustrato reflejante.
Un ejemplo sorprendente de esta regularidad se encuentra al com-
parar el desarrollo del embrión de aves en sectores ecológicos diferen-
tes. Así, comparamos el comportamiento de un grajo neonato que se
encuentra, como es sabido, en el nido en lo alto de un árbol, con el
neonato de Muscicapa hypoleica que se cría y vive después del naci-
miento en el hueco de un árbol.
La comparación dio un resultado tan sorprendente que sería simple-
mente ingenuo considerar que el cerebro de los animales se desarrolla
según ciertas leyes inmanentes, independientes del reflejo de la reali-
dad. Los pichones de Muscicapa hypoleica también abren el pico para
tomar el alimento que les trae la madre; sin embargo, el estímulo para
ab!irlo es, en este caso, el oscurecimiento del único lugar por el cual se
orienta, la abertura existente en el hueco del árbol. ~
¿Se puede encontrar acaso un ejemplo más convincente ele que la
historia de desarrollo de los animales es el reflejo finísimo de las con-
diciones externas de la existencia importantes y la fijación de los pa··
rámetros seleccionados del mundo externo en las estructuras especí-
ficas del cerebro? ¿Y el cerebro del hombre, en su forma más alta --la
conciencia-, que se subordina a las mismas regularidades históricas en
su desarrollo, puede de alguna manera "escaparse" de esta ley y no ser-
virnos de instrumento superior de reflejo, que fija en todos sus detalles
el mundo existente objetivamente?
Los resultados citados, y muchos otros provenientes de investigacio-
nes científicas, nos convencen de que la historia del desarrollo de la
materia se subordina a una misma ley: el comportamiento adaptativo de
los organismos que les conserva la vida y los hace progresar, es posible
sólo porque el mundo externo, a través de muy diversos parámetros,
"entra" en el organismo en forma de procesos informativos finísimos
que, de manera exacta, reflejan los parámetros fundamentales de este
mundo externo objetivo.
13
Análisis sistémico
del
reflejo
condicional 1
OBSERVACIONES GENERALES

Durante los últimos decenios, ~1 problema de la suficiencia de la


eoría reflexoló .ca ara la ex licaci6ii·- de-los actos conductuales com-
plejos tomó una forma cada vez más aguda. Se volvió evi ente que los
logros de la neurofisiología moderna y de la cibernética entran en con-
tradicción con el concepto de reflejo limitado a los estrechos marcos
de las acciones recíprocas aferente-eferentes.
La fórmula más ~OQcida del actQ conductual: "estímulo-respues-·
ta'''. ~~301vió Ír!.sut1ciente PJlr.Jl_c..o.mprender las finísimas y variaqas
adaptaciones de] animaLaJas-condiciones-exíemas durante la estructu-
r~~ión de los actos c nductu.ales. Por ejemplo, en el esquema del reflejo
no cabe, de ninguna manera, la búsqueda orientada por las motivacio-
nes maduradas internamente, la "toma de la decisión", que es por com-
pleto evidente y para la cual no había ningún equivalente en la teoría
reflexológica; más aún, salía de los marcos del reflejo la def'1llÍción del
objetivo y del comportamiento global orientado ·hacia una fmalidad. De
esta última forma de comportamiento, muy extendida, la neurofisiolo-
gía se "libraba" muy fácilmente: eliminaba el comportamiento dirigido
a un objetivo de su campo visual como si fueran fenómenos que no se
relacionan con las ciencias naturales.
Entre tanto, el material acumulado en el estudio de las formas com-

1 Publicado en la Revista de la actividad nerviosa SUperioL Núm. 2, 1973.

359
1/
-~
360 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

~ plejas de comportamiento y, en particular, el hecho de que el neurofi-


-lJ~ siólogo comenzara a investigar las regularidades sistémicas, hicieron
u~ indispensable llevar a cabo la elaboraciÓn de una nuevarep re~entaci(m d~
~ ~ los actos conductuales que superara los marcos rígidos de la teoría del
~ ~} "arco reflejo".
~ La doctrina de los reflejos condicionados de I.P. Pavlov, que signifi-
cÓ un paso importante en el desarrollo ulterior de la teoría reflexológi-
ca, se encontró en el límite entre dos épocas fisiolÓgicas : por una parte
se puso en evidencia una regularidad nueva y grandiosa del trabajo cere-
bral, la capacidad para formar enlaces temporales que determinen el
éxito del comportamiento adaptativo; por otra, la interpretación y ex-
plicaciÓn de los resultados experimentales se mantuvieron por entero
en los límites de los términos y conceptos reflexológicos ya establecidos.
El comportamiento del animal que recibe algún factor reforzador, en
respuesta a un estímulo condicionado se representaba, como antigua-
mente, en forma de arco de tres términos del reflejo o como una suma
de estos reflejos.
Por ejemplo, en la base de la teoría de los renejos condicionales en-
rY tra~on. dos reflejos fundamentales: el condicional y el incondicioñal·
además., el reflejo condicional, como categoría fisiológica autónoma: .
se separaba del incondicional, impulso cuyo desarrollo se aseguraba por
la entrega del alimento (estímulo incondicional). De esta forma-Lel acto
conductual lógicamente íntegro, que representa un bloque o sistema de
~ relaciones qlle incluye la información en retomo acerca del resultado, se
v' subordinó por completo a la concepción cartesiana primaria sobre el
.9 "estimulo-respuesta". Esta es una de las causas de las profundas contra-
~ dicciones que surgieron en forma inevitable con la ampliación de las
--¡) posiciones ligadas al desarrollo del enfoque sistémico en el análisis del
com portamien tooanimal.
La subordinación de todas las manifestaciones del reflejo condicio-
nal a los principios de la teoría reflexológica de los siglos pasados, debía
conducir a contradicciones significativas con los resultados acumulados
recientemente por la neurofisiología experimental y las ciencias del
comportamento.
Tratemos de comprender la esencia de estas contradicciones y cons-
truir un modelo del acto conductual que no sólo incluya el reflejo con-
dicionado como forma de adaptación del animal al medio circundante,
sino que explique la esencia filosófica del desarrollo de las primeras
reacciones anticipatorias de los seres vivos.
Tratemos también de comprender cómo I.P. Pavlov enfocó la expli-
cación del reflejo condicional y, lo que es más importante, en qué rela-
ción lo colocó con respecto a la teoría de Descartes. Al diferenciar su
posiciÓn de fisiÓlogo de las inútiles búsquedas de la psicología subjeti-
vista, escribió:
OBSERVACIONES GENERALES 361

En consecuencia, el fisiólogo debe andar por su camino. Y este camino está


señalado hace ya mucho tiempo. Considerando la actividad de los animales -en
contraposición a la humana- como mecánica, Descartes, trescientos años atrás,
estableció el concepto de reflejo como acto fundamental del sistema nervioso.
Una u otra actividad del organismo es la respuesta regular a uno u otro agente
externo; además, esta relación del órgano activo con el agente, como la causa
con el efecto, se establece con ayuda de una determinada vía nerviosa. De esta
forma, el estudio de la actividad del sistema nervioso de los animales fue colo-
cado sobre una firme base científico-natural. El concepto fundamental para no-
sotros es el concepto cartesiano, el concepto de reflejo. Lógicamente, este
concepto es del todo científico, ya que el fenómeno que designa está determi-
nado en forma estricta. Esto significa que a uno u otro dispositivo receptor
nervioso llega uno u otro agente del mundo externo o interno del organismo.
Esta acción se transforma, en un proceso nervioso , en el fenómeno de la excita-
ción nerviosa. La excitación se dirige por las fibras nerviosas como por cables
al sistema nervioso central y de allí, gracias a los enlaces establecidos, llega por
otros conductos al órgano efector de trabajo, transformándose a su vez en el
proces~ específico de las células de ese órgano. De esta forma, uno u otro agen-
te se liga regularmente con una u otra actividad del organismo como la causa a
su efecto (Pavlov, tomo 4, pág. 22) .

En esta cita se encuentra expresado el hecho de que la concepción


del refl~iº_, h,ace depender el comportamiento de los factores externos
En realidad, cuando como causas del comportamiento de los animales,
y especialmente del hombre, se tomaban los más diversos factores mís-
ticos, por ejemplo, la razón superior, la introducción por Descartes del
estímulo material ("impulso para la acción") fue un enorme logro de la
ciencia y, en especial, de la ciencia dedicada al \~rebro , que hasta enton-
ces se encontraba en poder del pensamiento escolástico y religioso.
Esta ,,~!!~unstancia, que siempre señaló 1 P Pay]oy, fue uno de lOlii
índices m~sjl!!.Q ortantes de la causalidad materialista qJJe provocaron en
él una inclinación hacia la teoría reflexológica. .
Sin embargo, ahora esta cualidad de la concepción reflexológica.,.es
insuficiente. Los éxitos contemporáneos de las ciencias neurofisiológi-
cas del comportamiento, de la cibernética y 'especialmente del enfoque
sistémico en las ciencias biológicas, proporcionaron bases ~ara la rees-
tructuración de la concepción reflexológica. A ello invitan tanto los lo-
grós 'cte la escuela del mismo I.P. Pavlov, de sus discípulos, como los de
sus seguidores en todo el mundo.
Trataremos de comprender qué rasgos de] reflejo son fundamentales
para toda la concepción de la teoría reflp.xológica, en qué medida y có-
mo 'puedeñ-'ser iiiodifícados de acuerdo con un enfoque más amplio del
acto,cori'djj,aü.~~-p¿ _ - e}emprº,Jle.s:de el punthJle.vista::d:eJa1e.oria.del sis-
tema funci9n,~L ,~to.s.Jndices son los siguientes:

j) El carácter exclusivo del estímulo disparador.


362 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

(j). El curso progresivo lineal del proceso de excitación por todo el


,_--. arco reflejo.
@) La culminación del reflejo en la "acción refleja" ("respue~ta").

EL CARÁCTER EXCLUSIVO DEL ESTfMULO COMO


FACTOR DETERMINANTE
, DEL SURGIMIENTO DE
LA REACCION DE RESPUESTA

La historia de la fisiología testimonia que los diferentes tipos de


reacciones nerviosas comenzaron con la acción del estímulo, mientras
.que la organización central interna del reflejo se valoraba desde el punto
de vista de las propiedades del estímulo utilizado.
En esencia, la acción del estímulo condicional y la subsiguiente in-
terR~llisj.ón de los fenómenos centrales, constituye eI1Jl.....9mJ!l1..1Q.C~D.tra1
en .eLe.síudjo de la actividad reflejo-condicional. Las variantes de los ex-
, perimentos realizados durante años de trabajo consistieron en la aplica-
I ción de diferentes estímulos (según la clasificación de los órganos de los
( sentidos) en la utilización de diferentes combinaciones de estos estímu-
\1 los o de sus diversas intensidades .
.J Factores t~~s como la situación y la excitabilidad alimenticia eran
examina_dos en su mayoría como estímulos complementarios, externos
en relc;tGión con el reflejo condicionado. Por ello~ te~en cuenta
sólo...en...Gas.os....esp.ecial~d.e influeocruxtrema de estos factores.
Los experimentos de estimulación ahmenticia bilateral realizados en
nuestro laboratorio según el método secretorio-motor, mostraron, sin
,~ embargQ,_gue el "estímulo situacional" interviene como parte orgánica
'" ~ del ~unto aferente que se fonna con base en la convergencia de las
' ~""''; . - --- -. ""'"'" ..-,.----.
.
7 . ~ excitacio.n.es sobre una misma neurona. .
!J La premisa para el desarrollo de esta noción la constituyen los expe-
rimentos sistemáticos realizados durante años en :nuestro laboratorio
(Shumilina, 1966), utilizando una cámara con comederos ubicados a de··
recha e izquierda en condiciones de elección activa del lado en que se
recibirá el reforzamiento incondicional. Encontrándose en una situacién
en la cual existe la misma posibilidad de obtener el reforzamiento del
comedero derecho o ~el izquierdo, el perro, en los intervalos interseña-
les, se colocaba en medio de la cámara. Durante la acción del estímulo
condicionado, se dirigía al comedero señalizado y esperaba hasta recibir
el reforzamiento; después, volvía al centro de la cámara donde pennane-
cía hasta la aplicación del siguiente estímulo condicionado.
Luego de la extirpación de los lóbulos frontales, en el animal se al-
teraba fuertemente el comportamiento. Estando en la cámara, corría
como un péndulo de un comedero a otro durante todo el experimento,
independientemente de la acción del estímulo condicionado. Las dife-
EL CARÁCTER EXCLUSIVO DEL ESTíMULO 363

rentes variantes del experimento mostraron que la extirpación de los


lóbulos frontales provocÓ la alteraciÓn de Jos procesos de la síntesis afe-
rente la dis~egación de la compleja integraciÓn de ]a aferentaciÓIl si-
tuacjonal y de puesta en marcha. El sentido de estas alteraciones consiste
en que los estímulos situacionales que crean una integraciÓn previa a la
puesta en marcha oculta, se convierten en estímulos disparadores de la "
.~
respuesta. Aplbas af~I~nmgoDeS son mantenidas en estricta unidad por
los sectores frontales de la corteza cerebral.
Si se examina la primera etapa de la acciÓn del estímulo disparador,
desde este punto de vista se vuelve patente que el estímulo condiciona-
do tiene una significación decisiva para la fuonación de las reacciones
sólo si está 1!nido a la-'1feIentación_situacionaLy. a la excit'ación alimen~
ticia en un todo orgánico. ,.
AdeInáSlle ello,' son conocidos otros dos factores sin los cuales el es-
tírnlll?~ondicion~g..9,1!Qj).1l~.dJ~...rea)jzar su sentido adaptativo: la motiva- ~

,
.

ción dominante (excitación incondiciQnada)...y-1a--m-eIlWfi-a. Difícilmente .:r.

será necesario demostrar el hecho de que la utilizaciÓn del estímulo


condicionado en un animal satisfecho no provoca la reacciÓn secretora
condicionada. En consecuencia, el estímulo condicjonado adquiere su
capac!da~_ de acciÓn sólo en el caso en que ocurra un encuentro directo
y una interacción con la excitación generalizada ascendente de] nÚcleo
lateral del hipotálamo. Como mostraron los experimentos realizados en
nuestro laboratorio, este encuentro debe ocurrir en una misma neurona.
Lo mismo podemos decir de la memoria. El estímulo condicionado
se convierte en activo si su excitación, sumándose a la integraciÓn previa
a la puesta en marcha, realiza la distribución selectiva y facilitada de las
excitaciones aferentes.
A ello hay que agregar que.el estímulo condicionado pone en fun-
cionamiento una enoone cantidad de vías, por las cuales 'se difunde la.
excitagló.i.i=~h~gi-¡as_..§jnapsis de muchas células corticales. y esto com-
plica aún más la .enírada...del estímu~n la amplia integración ' de
procesosheterogén~Q&._ Es probable que la difus.iÓn de la excitación
condicionada por la integración previa a la puesta en marcha ya p-repara-
da, de-~'ª-'extraer de los depÓsjJos de la memoria algº-p_ju:alª.fo.nn..a~ión _
de la reac~i9~ condicionada alimenticia completa.
De e.~.t.a manera.".J!ara que se forme una reacción condicionada-yale-
dera _eº-~J~S.i~~jlla..n.ervioso central, deben integrarse sobre e] sustrato de
la memo . . enoS:-tres tipos de excitaciones diferentes; el estí-
mulo .pone de manifiesto la inte aclO en marcha
preparada de antemano. De allí que el papel excepcional del estímulo
en la formaciÓn de la reacciÓn sea sólo aparente.
De esta manera, surge la siguiente pregunta: ¿dónde ocurre el en-
cuentro y la interacciÓn de todas las excitaciones examinadas? Las in-
vestigaciones con microelectrodos realizadas en los últimos años nos
364 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

convencieron de que este encuentro decisivo y la interacción de muchas


excitaciº~uede ocurrir sólo en una misma neurona] con base en la
regla de la convergencia de excitaciones heterogéneas. Sólo bajo esta
condición es posible utilizar las peculiaridades informativas de cada una
de las excitaciones enumeradas,que se realizan en una misma neurona.
Las investigaciones de este proceso nos convencen de que el trata-
miento su~atorio de excitaciones heterogéneas en la neurona se realiza
con---ªY.uda de una serie de nuevos mecanismos, cuyo sentido fisiológico
consiste en que aseguran la posibilidad de un tratamiento ~ultáneo de
estaL.excitaciones. Se p'ueden señalar el mecanismo de la reverberación
córtico-sJlbcortjcal de las excitaciones (Shumilina, 1966), el aumento
del cm bral en la discriminación de las fre<¿.uencias de las excitaciones
que llegan a la neurona (Jaiutin, 1972), el aumento de la capacidad con-
vergente de 'cada neurona aislada (Makarov, 1970). Sin este estadio ine-
vitable de la síntesis de las excitaciones caracterizadas, la acción de
cualquier estímulo condicionado, tomado aisladamente, no puede ser
ª
exitosa. Debido que en este estadio ocurre una selección activa de la
nueya información y se garantiza la síntesis simúltánea de informaciones
heterogéneas, lo llamamos "estadio de la síntesis aferente" (fig. 13.1).
D~ .estaJDanera, la ,síntesis aferente representa, como estadio inicial
y~ O de la or anización de cualquier reacción condicionada, la reu-
nión orgánica en determinadas neuronas de los siguientes tIpOS e exci-
taciones: la motivación dominante, la aferentación situacional de las

Aferentación en retorno

,- - - -, I
Memoria .....-..L---'---t.---.
I
Aferentac iones
situacionales
"'-....
Est ímulo _-1-.........""
disparado

'"
Aferentac iones
".
t !
situacionales I
L-OP--""""'--T"--J I
Motivación
'-__ _ ___ J
I
dominante

Excitaciones af erentes

Figura 13.1. El sistema funcional con sus principales mecanismos que garantizan el
resultado útil; AR . Aceptar de los resultados de la acción; PA. Programa de la
acción.
El CARÁCTER EXCLUSIVO DEL ESTíMULO 365

excitacio.n~..xtraídas de la memoria y, por último -especialmente en .


la situación de trabajo con los reflejos condicionados-, la presencia d,el _
estímUlo-dIsparador. Decimos "especialmente", porque en la situación
natural es suficiente la excitación motivante para que ella, elevándose
hasta la corteza del cerebro y utilizando el mecanismo de la extracción
selectIva, e-ñTas neuronas, de la e.x..p.e.riencia anteri.ot,fo¡::me el comporta-
miento organizado, orientado a un objetivo.
Así, la organización de estas excitaciones heterogéneas en el estadio
de la sínt~sis aferente asegura en lo sucesivo uno de ]os mecanismos más
decisiv.QL(l~1 comp.-9_tt.amiento: el mecaniswo de la tQlDª de-.la Qxgsión ,
es deci~~.1ección del grado de libertad más adecuado a la situación.
Este último __mecanismo nos convence de que en ]a formaciÓn de] reflejo
condicionado_no ha . una dependencia lineal de causa-efecto, ya que no
podemos construir, a partir de un solo componente de la síntesis aferen-
te, el .camino directo a la toma de la decisión y al resultado deJ.areac-
ción,-Quizá el ejemplo más evidente que niega la acción exclusiva del
estímulo sea la formación del estereotipo dinámico. .
Como es sabido, el estereotipo dinámico se forma como resultado
de la repetición cotidiana de un mismo orden de estímulos, condiciona-
dos. Posteriormente, cualquier estímulo utilizado en el lugar corres-
pondiente a diferentes estímulos condicionados provocará el efecto
característico de estos últimos.
Es sorprendente que este hecho no haya sido valorado en su mo-
mento en su profunda esencia neurofisiológica, como ilustración del pa-
pel ambivalente del estímulo condicionado. En realidad, ¿cómo se debe
entender el surgimiento de la reacción condicionada secretoria caracte-
rística, por ejemplo, del timbre, la cual aparece en respuesta al empleo
de la luz como estímulo condicionado?
Tratemos de comprender en qué consiste la esencia neurofisiológica
del fenómeno del estereotipo dinámico. Se da un estímulo condiciona-
do (o incluso uno neutro) que debería provocar la reacción condicio-
nada de acuerdo con su significado directo. Y de pronto este fenómeno
proporciona una reacción condicionada secretora que en el pasado
había sido elaborada para otro estímulo de modalidad diferente y que
se dirigía a una zona cortical de proyección completamente distinta.
¡Esto es una clara paradoja neurofisiológica!, que carece del análisis
neurofisiológico correspondiente sólo porque en la conciencia de los
investigadores dominaba el papel exclusivo del estímulo en la manifes-
tación de la reacción condicionada.
El hecho de que la aplicación de la luz en lugar del timbre provoque
la respuesta secretoria de "timbre", debería haber provocado inmedia-
tamente la pregunta: ¿cómo puede la luz, dirigida a la zona visual, pro-
vocar el efecto secretorio condicionado que se inicia con la excitación
de la zona auditiva de la corteza?
366 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

¿Qué es lo que ocurrió en la realidad? El papel más importante en


este .fenómeno lo jugó la integración previa a la puesta en marcha. Ella
c'ontenía todas las cualidades del estímulo utilizado en este lugar ante-
riormente, incluyendo la especificidad de su resultado (aceptor de los
resultados de la acción) (Anojin, 1933). Esto significa que el estímulo
condicionado que se daba sólo en los marcos del experimento manifes-
tó únicamente un aspecto de su esencia fisiológica: su significación de
disparador, mientras que la aferentación previa a la puesta en marcha
introdujo en esta respuesta los indicios cualitativos, es decir, el efecto
'del estímulo auditivo.
Así, vemos que en las condiciones de la automatización del estereo-
tipo dinámico se pone en evidencia el papel dominante de la integración
previa a la puesta en marcha de la reacción. La aproximación del mo-
mento en que será utilizado el estímulo siguiente se acompaña de la
dominancia oculta de la excitación anticipatoria de las estructuras que
deben ser estimuladas.
De esta forma, el estímulo condicionado adquiere su significación
adaptativa, cuando se emplea sobre el fondo de la integración previa a
la puesta en marcha ya lista, para la cual es necesario sólo el momento
del "arranque" para que se convierta en una reacción tenninada. Si se
excluye este momento de la puesta en marcha, la integración oculta
puede no manifestarse en diferentes indicios externos.
La .interr>,retación descrita de estos dos componentes del estímulo,
la calidad disparadora y detennjnan1e de la reacción, fue mostrada
convincentemente por Simenenko. El experimento llevado a cabo por
esta investigadora consistió en elaborar en un sujeto una secuencia es-
tereotipada de reacciones a un timbre, a una sirena y a una luz y al mis-
mo tiempo tomó un registro electroencefalográfico.
De los estímulos ' utilizados sólo la luz provocó una desincroruza-
ción evidente de la actividad eléctrica lenta. Pero en ,cuanto se empleó
"el método de la sorpresa" -en lugar de la luz se aplicaba inesperada-
mente el timbre- se obtuvo una reacción por completo paradójica: es-
te estímulo provocó la desincronización de la actividad eléctrica en el
área visual, lo que nunca antes había ocurrido.
Si durante la misma prueba de la sorpresa no se utiliza por cierto
tiempo la luz, se puede advertir que la desincronizaciól1 se produce en el
momento en que debía aparecer. Este experir.n.-mtcLmues1ra que el con-
ti~uo ininterrumpfdo de los procesos cere'brales prepara, para el !D~
mento de la aplicación del estímulo condicionadoJa.,.inte.gración oculta
preYia a la puesta en marcha que estaba en este IUB..é4· (Anojin, 1957).
DeJo dicho se sigue que el comienzo de la reacción reflejo-condicio-
nada está representado por un amplio conjunto de procesos nemQSos,
heterog~neos por su sentido biológico, pero integrados muclliLantes_de
que esta integración sea puesta de manifiesto por el eGtímulo ~ún4icic·,

.J!
El CARÁCTER EXCLUSIVO DEL ESTíMULO 367

nado disparador. Además, el estadio de la síntesis aferente es tan multi-


forme por la ·composición de las excitaciones (tarito básicas como las
que garantizan el éxito de la síntesis aferente misma) que hablar del
papel exclusivo del estímulo es simplemente imposible (fig. 13.2).
En esencia, este problema es "agudo" sólo para los fisiólogos. En la
cibernética hace tiempo que se considera un axioma el hecho de que
cualquier elección o, como se expresa Ashby, "la elección conveniente",
siempre ocurra después de la elaboración previa de una cantidad sufi-
ciente de información.
Es odifícit .!lue las consideraciones expuestas se puedan examinar co-
mo l,!! '.'dest~cción de la concepción del reflejo condicionado". Después
de las complementaciones propuestas, el "estímulo sondicienado" se
convi~~~ un componente re~ de _Y.n..sisí.em~ucho_ más-.amplio de
procesos de lo que era posible pensar partiendo de slLSill1plificación .
inicial.
a /

Excitación aferente

l. ___--___.J
b
~ 0--------------,
- l Acc ión ref leja

E"'mu lo d f,p",doc Exc;tac;ón afe,en" 1 \,

Ex citac ión aferente ,...


. :,
Memor ia e
Aferentaciones
situacionales " -i'-"
,(...~ ......... '\
¡",v"'v
I
A
,," Aceptor de
Ilos resultados
I(X L _~I /- . . . . '( "'~ I I d e Ia accl°ó n ¡'

J
Estímulo ~ ;
disparador --+1....
I/
O
'
I (
1--", /', I ) I T- -JI Acción refleja
('
k ......T...... I -- -- .....1 1
Aferentaciones/
si tuac ionales
<_T;1
I
Toma de
la decisión
L,.-
I
Y< ..... J
y Programa de
,-I_-.-~
M otivaci Ón d omlnante
o

I I la acc ión .L.-


""-
Síntesis aferente ~ I\ _______ } 1
'- - - - - - - - - - _ /
Excitaciones aferentes

Figura 13.2. Arco reflejo clásico. a. En el nivel de la médula espinal; b. Del reflejo
condicionado; c. Modificación del arco reflej o (línea negra llena) por medio de fac-
tores complementarios que forman la síntesis aferente.
368

EL MOVIMIENTO LINEAL PROGRESIVO DE


LA EXCITACiÓN POR EL ARCO REFLEJO

Este aspecto de la actividad reflectora tiene, en esencia, un carácter


filosófico. Sin embargo, tradicionalmente, el análisis filosófico de la teo-
ría reflexológica nunca se llevó hasta el fin. Con base en que el reflejo
condicionado ayudó de manera sustancial al enfoque materialista de los
problemas de la psiquis, fue aceptada una tesis errónea: que el reflejo
"es una categoría del materialismo dialéctico". Por desgracia, esta supo-
sición equivocada influyó fuertemente en el progreso de nuestros cono-
cimientos en esta área.
El reflejo. es una categoría de la teoría científica y como tal debe so-
meterse al d~,sarrollo y al perfeccionamiento, como cualquier otra cate-
goría.
Ahora, después de una serie de trabajos de conocidos filósofos ma-
terialistas dialécticos (Ukraintsev, 1973), se hizo evidente que el deter-
minismo mecanicista, que jugó un papel determinado en la historia de la
concepción materialista, se vuelve cada vez más insuficiente allí donde
el investigador y el pensador tratan de conocer la verdadera 'realidad de
los fenómenos biológicos complejos.
Al simplificar el fenómeno de la vida, el determinismo mecanicista
cre<Íla-noc-ión del desarro)]o lineal de los procesos vivos. Cada fenóme-
no &S ]a consecuencia del eslabÓn anterior, de la causa, v, a su vez, sirve
de causa para el efecto siguiente Sobre esta base detenninista se fauna
la cadena de c311sa-efecto con rígjdas secuencias lineal-progresivas: una
causa. un efecto, una causa, un efecto, etcétera.
La",característica más importante de la cadena mecánica de relacio-
nes de causa-ef~cto es el hecho de que no puede formarse ningún esla-
bÓD.-.ant~ue el anterior. Dicho con otras palabras, ningún eslabón
siguiente de esta cadena determinista de procesos ,puede determinar el
curso de los ' 'acontecimientos y formar en las etapas tempranas lo que
todavía no existe, pero que indefectiblemente ocurrirá en un futuro
próximo o cercano. La noción del curso progresivo de los acontecimien-
to,s según una cadena detenninÍsticamente fijada excluye, por su esencia,
la posibilidad de cualquier predicción de los acontecimientos futuros.
En relación con dicha noción, en las investigaciones se intenta des-
cubrir lo más sutilmente posible estos contactos de eslabón en eslabón,
en toda la cadena de relaciones de causa-efecto.
Sin embargo, esto no siempre es posible. Citemos el ejemplo de la
célula nerviosa: la excitación que sale del axón no puede ser puesta en
dependencia de una sola, cualquiera que sea, de las múltiples excitacio-
nes que llegan en un mismo momento a través de diversas formaciones
sinápticas de la neurona.
Se debe considerar sorprendente que la teoría reflexológica, que
LA EXCITACiÓN POR ELARCO REFLEJO 369

orientó durante algunos cientos de años las investigaciones en neuro--


fisiología, convivió muy fácihnente con la predicción cotidiana, del
todo incompatible con ella, de los acontecimientos futuros por parte
de nuestro cerebro.
Una serie de investigaciones especiales de este proceso mostraron
que prácticamente en cualquier acto conductual ue . on un
efecJoaoap ahvo util, debe haber elementos de antieipación del resul-
tado~uro. ¿Con base en qué m~canismos ocurre esto? Desde el pro-
ceso de síntesis aferente, ccm base e~ción4nttJtifacética de la
experie:Qcia_ ªnterior, se crea un aparat o muy amplio que incluye los
índices ~ferentes del resultado futuro.
La -coÍllQoslclón de este aparato aferente es tal que en él se repre-
sentan los L~Qjces aferentes más característicos del resultado futuro aún
no obtenido, previsto por la motivación dominante en el proGeSo_de la
síntesis
_. aferente
.~....-.... - .
En su momento, llamamos a este aparato "aceptor de los resultados
de la~~~.~~~>~~__ ~s verdad que este nombre no surgió de manera imprevis-
ta. Al comienzo, en el Instituto de Medicina de Gorki 10 llamamos
"excitación preparada" (An oj in , 1933), luego "excitaciÓn anticipado-
ra" y, finahnente, "aceptor de los resultados de la acción" (Anojin,
1955) (fig. 13.2). S!ls principales funciones pueden ser caracterizadas
de la siguiente manera:

CD Si.endo el equivalente del objetivo, determina todas las etapas del


com---portamiento orientadQa una final id ad, controlando a cada segundo
el logro más exitoso del resultado útjl jndispensable Enrealidad, el "en-
rillu-ecI;;¡en-t-Z;;; arbitrario del ac.e.t2tQuleJos._r.esultados~de]~n--por
medio de componentes intermediarios complementariosL muestra que
et.1 su cQmposición eI!gan J}'O sólo los índiG.~~_ªfereºJes__Q~lE...sultadQ
f!na_~_ si1!.o t~J?ié!llos de todas las aproximaciones ª ese resultado final.
En nuestro laboratorio se demostró recientemente que el aceptor' de
los resultados de la acción recibe la energía para la dirección ininterrum-
pida de los actos conductuales que constituyen el comportamiento
orientado hacia un objetivo, desde el hipotálamo y la formación reticu-
lar, cuando éstos son estimulados....QQL.1as derivªciones colaterales....del
tracto piramidal (Pravdivtsev, 1967; Sinichkin, 1967).
m Incluyendo los índices aferentes que satisfacen de la forma más
cmñIDeta_a la m9Jjyagón dominante~aceptor de los resultados de la
accifuL.tkw_la..JlQsibil.id.ad,-.eon base en la aferenLación en retorno, de
compara'.:_~~tº~_iºdices con aquellos Q.lliLJle~..que provie-
netLdeLresultado re~ obtenido.

Con esta comparación termina, por 10 general, cada etapa fracciona-


da del comportamiento, por más insignificantes que hayan sido sus
370 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

resultados; ~ hace posible referirse al comportamiento como un


continuo de resultados.
El análisis de este fenómeno fue realizado en nuestro laboratorio en
diferentes niveles. Históricamente, el aceptor de los resultados de la ac-
ción fue descubierto en el nivel del comportamiento reflejocondiciona-
do durante el cambio repentino del reforzamiento incondicionado. Este
procedimiento, utilizado por primera vez en Gorki y llamado posterior-
mente "la prueba de la sorpresa", muestra que la calidad del factor
reforzante, con todos sus parámetros característicos, está prevista por
el cerebro antes de que aparezca este mismo reforzamiento. En realidad,
cualquier discordancia, es decir, la aparición inesperada de otro factor
reforzante con otros parámetros aferentes (por ejemplo, la carne en lu-
gar de las" habituales galletas), provoca inmediatamente una violenta
reacción de orientación e incluso un rechazo temporario al alimento.
Este aparato aferente que se fonna de manera inmediata después de
la presentación del estímulo condicionado (y puede ser que antes) y que
prevé la calidad del agente reforzador futuro, fue estudiade en nuestro
laboratorio en muchos tipos de actos conductuales.
Por ejemplo, al realizar una preparación motivacional diferente del
animal (hambre y sed previas) se puede formar intencionalmente la sín-
tesis aferente que lleva a una elección determinada del agente reforza-
dor adecuado, en especial cuando se da al anlInalln libertad de obtener
el resultado necesario útil.
. La sustitución. del agente reforzador en el comedero (que antes con-
tenía un reforzador adecuado para el aceptor de la acción), por ejem-
plo, el agua por comida, provoca inmediatamente la discordancia y la
búsqueda multilateral del agente reforzante (agua) adecuado para el es-
tado de sed (Asmaian, Golitsin, 1971).
Estos experimentos nos convencen de que el aceptor de los resulta-
dos de la acción se crea en el estadio de la difusión de la excitación
motivacion~], desde los centros hipotalámicos a la corteza del cerebro, y
de que la posterior búsqueda del agente reforzador se reduce a la selec-
ción de los resultados de la 'experiencia pasada, evocada por la motiva-
ción dominante, y a su comparación con el aceptor de los re~ultados de
.la acción, formado en la circunstancia determinada (Asmaian, 1969;
Zhuraveiov, 197 L; Sudakov, 1971). Experimento~ electrofisiológicos
especiales con la "excitación antiqipante'\ es decir, con 18. fOrr.lación
, del aceptar de los resultados de la acción durante la elaboración de los
reflejos condicionados clásico e instrumental, mostraron que, en caso de
utilización del estímulo condicionado, el proceso de fornlación del
aceptor de los resultados de la acción ocurre durante el primer segundo
(Shvirkov, Grinchenko, 1972).
A su vez, habiendo elaborado el método del enriquecimiento arbi-
trario de] aceptor de los resultados de la acción por :medio de C0mpon~n-
LA EXCI T ACiÓN POR EL ARCO REFLEJO 371

tes complementarios, mostramos que desde el comienzo de la formación


de la respuesta condicionada, la excitación se extiende hasta el último
eslabón, por más compleja que sea la composición del aceptor de los,
resultados de la acción. Dicho con otras palabras, la excitación ocupa
también los aceptQr es de los resultados de la acción intermedios, que
se encuentran en las aproximaciones al resultado final. Para estos resul-
tadQL;interme.di.os también...-son indispensables los mecanismos de
comparación.
De esta manera, si en las aproximaciones al resultado se efectúan
actos instrumentales, cada uno de ellos debe recibir indefectiblemen-
te la aferentación en retorno y la "sanción" del fragmento del com-
portamiento , antes de que el animal alcance elreforzamiento alimen-
ticio del comedero. Haremos más clara nuestra exposición por medio
de un experimento realizado en nuestro laboratorio por V.B. Shvirkov
e Iu. V. Grinchenko (1972).
Se elaboró en el animal un comportamiento condicionado instru-
mental con la siguiente composición: el conejo tiraba del anillo que
colgaba ante él y el comedero se presentaba inmediatamente en la
posición adecuada para que pudiera comer. Después del estableci-
miento de este hábito y con el fin de ampliar la aproximación hacia
la comida, se introdujo un componente complementario: la luz. Aho-
ra, al tirar del anillo no se abría el comedero, sino que se encendía una
luz y posteriormente aparecía el comedero. Después del entrenamiento
de esta serie de actos y de su reforzamiento, en una de las presentacio-
nes fue excluida la luz y el animal, habiendo tirado del anillo, no reci-
bió este estímulo. El conejo no fue al comedero: al no recibir la luz
(¡discordancia!) continuó tirando enérgicamente del anillo , tratando
de lograr la aparición de la luz que en la variante del experimento debía
concluir la formación de este pequeño subsistema.
Es difícil dudar de que en este caso tirar del anillo fue anticipado en
los mecanismos del cerebro por la creación del aceptor de los resulta'dos
de la acción, en forma de los parámetros de la luz que debía aparecer a
continuación. La ausencia de la luz real durante el acto de tirar del ani-
llo llevó a la alteración del fenómeno de coinCidencia en el aceptor de
los resultados de la acción. En el camino de acercamiento al objetivo
final del bloque conductual, se introdujo una disc9rdancia y todas las
reacciones complementarias del animal estuvieron dirigidas a la selección
activa de las aferencias complementarias y a la eliminación de la discor-
dancia, ya que para el conejo la aparición de la luz servía de condición
absoluta para alcanzar el reforzamiento alimenticio.
Este episodio experimental representa prácticamente uno de los ca-
sos más frecuentes que encontramos en nuestra vida cotidiana. En la
cadena de fenómenos que se desarrollan · en el camino hacia la obten-
ción del resultado útil aparecen, en forma habitual, una serie de inter-
372 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

ferencias inesperadas. El análisis de estos fenómenos nos convence de


que los aparatos de los acepto
ción, que se forman incluso del resultado intermedio más insignifican-
tuan "guías" peculiares del continuo conductua] (Anojin, 1970).
Así, intentamos analizar los más finos mecanismos de formación
de este aparato y examinar de qué manera se constituye su estructura.
En calidad de modelo tomamos la formación del aceptor de los resul-
tados de la acción en el sistema funcional de la respiración, cuya exis-
tencia fue demostrada en los experimentos de V.A. Poliantsev. Se trata
de la toma, en el acto respiratorio, de la cantidad de aire indispensable
para el organismo en un momento determinado.
Los experimentos mostraron que cualquier orden del centro respi-
ratorio acerca de la toma de una determinada cantidad de aire por los
pulmones, es anticipada por la formación del aparato de control que
debe verificar si ha sido tomada precisamente la cantidad sugerida por
la síntesis aferente, es decir, por la elaboración de todas las necesidades
de oxígeno que el organismo tiene en determinado momento. A este
aparato de control llegará la aferentación en retorno, desde los alveo-
los pulmonares, que informa sobre la cantidad de aire realmente to-
mado. Para comprender las más exactas correlaciones en la actividad de
las neuronas del centro respiratorio, fue utilizado, en una serie de expe~
rimentos, el método de los microelectrodos. Se demostró que convergen
excitaciones de diferente sentido funcional hacia algunas neuronas : exci-
taciones que representan la copia de la orden efer~nte y que van por las
colaterales de la neurona y también otras que van desde la periferia por
las ramas del nervio vago.
Así, combinamos el momento de inclusión de estas neuronas con
las fases del ciclo respiratorio. Resultó que la incorporacióh de ciertas
neuronas correspondía, por el tiempo y el carácter, al mecanismo de
I
control del resultado obtenido (Karpujina, 1967; Feedsherov, 1967).
Se estudió en forma detallada la posibilidad de participación de las ex- I
citaciones colaterales de la neurona piramidal en la formación del
aceptor de los resultados de la acción, con base en el modelo de las pro-
.. piedades fisiológicas de las excitaciones que se difunden por la neurona
piramidal (Pravdivtsev, 1967).
,
",. Con base en el análisis multilateral de este fenómeno, podemos
afirmar que en nuestro comportamiento no hay un aparato más univer-
sal, de acción más rápida y que oriente más exactamente el comporta-
miento, que el aparato aceptor de los resultados de la acción. Por tanto,
la pregunta habitual, con la cual me he encontrado en muchas ocasio-
nes: "¿dónde está localizado el aceptor de los resultados de la acción?",
es un sinsentido fisiológico . El aceptor de los resultados de la acción co-
1l!.0 sistema amplio de enlaces contiene no sólo los parámetros aferentes
deLresuJtado final Útil de] sistema. sino también ]os rec cntm~esJ oca]jza-
LA REALIZACiÓN DEL RESULTADO ÚTIL 373

d.QLde manera diferente para todas las aferentaciones en retorno que se


forman en el camino de aproximación al resultado útil. El ejemplo de la
luz y de la desorientación en el acto conductual en caso de su elimina-
ción ilustra en forma convincente esta tesis.
De todo lo dicho acerca de la formaciÓn del aceptor de los resulta-
dos de la acciÓn, se sigue que este aparato representa una clara altera-
ción de la ley del movimiento lineal progresivo de las excitaciones por
el arco reflejo, debido a que las propiedades del resultado no obtenido
se forman en un complejo orgánico antes de la obtenciÓn del resultado.
Este hecho nos obligó a construir, en cierto sentido, un nuevo modelo
de difusiÓn y organización de los procesos nerviosos durante la fonna-
ción de los sistemas funcionales en general, y del reflejo condicionado
en particular (fig. 13 .2).

, ,
LA REALlZACION DEL RESULTADO UTIL

Con base en la exposición anterior, es evidente que el resultado útil


de~. sistema, representado por todos sus índices aferentes en el aceptar
de lq~ . resultados de la acciqn resalta en el sistema funcional. desde el
L

estadio de la síntesis aferente hasta su momento final: la evaluaciÓn del


resulta<io obtenido con base en la aferentación en retorno. El resultado
pronQ.stiQ.ado se realiza predominantemente a través de la esfera motora
¿Cómo puede el aceptor de los resultados de la acciÓn formar las
excitaciones motoras y hacerlo precisamente en las neuronas motoras
que en su acciÓn recíproca integrativa dan a la periferia la excitación pa-
ra el complejo necesario de unidades muscular~s?
Debemos imaginar por un instante cuán compleja es esta elección,
por ejemplo, de las neuronas piramidales, de sus formaciones sinápticas
y de las intensidades de la excitaciÓn en cada sinapsis, para comprender
en qué situaciones el logro del resultado se puede llamar "reflejo" p'or
su descripción externa. Al mismo tiempo, este movimiento debe corres-
ponder en todos sus detalles al objetivo fundamental y a la decisión to-
mada. Sólo q>n un planteo semejante del problema se puede apreciar
qué simplificadas resultan expresiones tales como "reflejo motor", "re-
flejo sobre los mÚsculos", etcétera.
Supongamos que alguien toma con la mano derecha un vaso que está
en el escritorio a la derecha y, luego, después de unos segundos, tiende
la mism.a mano a la cucharilla de té que se encuentra a la izquierda. Se
puede afirmar que en uno y otro movimiento toman parte los mismos
músculos de la mano. ¡Pero qué finamente está distribuida la partici-
pación de determinadas fibras musculares en uno y otro movimiento!
Podemos asegurar sin exageraciÓn que cada fibra muscular de este con-
junto millonario, tanto por la intensidad como por la contracción fási-
374 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

ca, toma parte en el movimiento general de la mano en su peculiaridad


individual. De cualquier forma, en esta diversidad inabarcable produce,
en suma, el movimiento que corresponde exactamente al aceptor de los
resultados de la acción que, como "fmalidad del movimiento", se' formó
durante la síntesis aferente.
¿Por.-.q , e vío de las excitaciones desde los componen-
tes de 1.~L.fOrteza se distribuye en forma tan exacta por as neuroD.ªs·de
la zona_~iramidal? Llamaremos a este comelejo de excitaciones extra-
ordinariamente diferentes de la zona piramidal Ja "orden" para un mo-
vimiento del todo determinado; el conjunto de complejos de tales exci-:
taciones, que salen por los colaterales intracorticales. del tracto pirami-
da-l-;-se...pJ:!ede llamar "copia de la orden" para la realización de la acción.
Este. .mecanismo, no advertido por la neurofisiología, inducliblemen-
te..j'aYQrc~ .la formación del aceptor de los resultados de la acción 'y~ t

qU~ ...RY~sle mantener en un estado de excitación tónica prolongada a J


todº~_coniunto de sus excitaciones hasta la culminaciOiiTela acción 1
real.
La verosimilitud de tal alimentación energética por parte de las ex- ¡
!.

citaciones reverberantes complementarias, fue demostrada en nuestro


laboratorio.
Con ayuda de la sección del tracto piramidal y de la estimuladón
eléctrica de este tracto más abajo de la sección, V. Pravdivtsev y V. Si-
nichkin descublieron un mecanismo admirable (Pravdivtsev, 1967 ;
Sinichkin, 1967).
Mostraron que las excitaciones que se distribuyen por las derivacio-
nes colaterales del tracto piramidal hacia la formación reticular y el hi-
potálamo, dan comienzo a fuertes corrientes de excitaciones ascenden-
tes que se dirigen, en caso de estimulación, por medio de la luz a la zona
visual de la ..corteza y al complejo de excitaciones en las neuronas inter-
medias de la corteza sensoriomotora. Precisamente estas neuronas in-
tennedias reciben también la "copia de la orden" por los colaterales
iniciales, es decir, corticales, del tracto piramidal (Pravdivtsev, 1967;
Sinichkin, 1967).
Así, se crea una impresión definida acerca de la composición de los
actos motores voluntarios o especialmente finos r~lizados en su mayor
parte, como es sabido, por el tracto piramidal. Queda claro QlliL'~.e] pro- .
grama-de-la- acción" no es sólo la salida de la excita.ció.ILaf.c.re_aJa
u eriferia , cOIllQ..habitualmente lo comprendemos. Est~s una activa
"'inte!yención" de las corrientes de excitaciones eferentes en toclQs..los_
procesos integrales centrales, gracias a lo cual se crea la posibilidad tAn-
to de realizar como' de evaluar el futuro resultado de la acción.
Con base en estos mecanismos, la acción llena por largo tiempo, gra-
cias a la ~,nfluencia en retorno, a través de las formaciones subcorticales
energéticamente cargadas, los aparatos del objetivo de la aeción. ¿Y no
LA REALIZACiÓN DEL RESULTADO ÚTIL 375

es acaso por eso que frecuentemente, a pesar del grán intervalo de tiem-
po que transcurre entre la finalidad planteada de obtener el resultado
indispensable y la realización misma del resultado, que éste siempre se
evalúa en forma adecuada?
Tratemos de representar qué ocurriría si el resultado fuera obtenido
con retraso en relación con el objetivo y con el aparato de su evaluación,
es decir, si el aceptor de los resultados de la acción se hubiera desinte-
grado en el momento en que se alcanza el resultado real. "
No cabe duda de que en estas condiciones sería imposible cualquier
comportamiento coordinado de los animales y del hombre. Es muy po-
sible que ciertas formas de la llamada apraxia estén ligadas, precisa-
mente, con un defecto de esta garantía energética de la función motora.
El problema de la realización del resultado programado tiene una
estrecha relación con el problema del reflejo condicionado, ya que hace
posible discutir la caracterización comparativa del reflejo condicionado
y del sistema funcional.
Como es sabido, la (~ºJ fª."~flexológica, por esencia, no presupone
/1" ni tiene en c,uenta el resultado de la acción. El resultadº-.está ausente 0,
! en la mayona _~e l~"~_~~_~gs, absorbido completamente por la expresión
[ 'ac~~~_~_ refl~ja"_~'~~syuesta refl~j~'~. Como se pudo observar, és_~~_ es
~ un~lferencla esenCIal entre los dos enf9q.!,l,J~S. De acuerdo con la teoría
:\ d~l sistema funcional, "la acción refleja" se convierte indefectiblemente
'::! en el resultado de la actividad del sistema y determina la arquitectura
_) del sistema funcional, debido a que el rimer mecanismo fundamen-
\) tal el sistema (la síntesis aferente) determina qué resultado debe ser ob-
tenido por el sistema en determinado momento. A consecuencia oeello,
pr . o en su momento introducir en la fisiología el resultado de la
aC.Q.ión como categoría fisiológica autónoma (Anojin, 19 2; Anoj in ,
1968). Por esencia, el resultado está considerado así en todos los traba-
jos de nuestro laboratorio , lo que nos abrió amplias perspectivas en la
investigación de la arquitectura sistémica del reflejo condicionado.
En realidad, ¿a qué obliga la aceptación de la tesl.s de que el reflejo
no termina con la acción que tiene sólo un caracter intermedio, sino in-
defectiblemente con la obtención del resultado? La fisiología clásica, el
desarrollar la idea del reflejo, nunca analizó este punto decisivo. En rea-
lidad, al decir "reflejo de rascado", n os detenemos habitualmente en
esto, ya que el "arco" clásico culmina aquí. Pero incluso en este acto
simple, no analizábamos la etapa siguiente -la terminación de la acción
irritante-, lo que sirve de resultado, es decir, el factor organizador más
importante de todo el acto conductual (fig. 13.3).
Además, si hubiéramos dicho que en el reflejo existe "el resultado
de la acción", inmediatamente deberíamos haber planteado la cuestión
acerca de qué aparato está destinado a evaluar y corregir el resultado.
EI~ r..:..es:.:u=l:.:::ta=d:.:o=--=-e=-s.:.:la=-.:.;te::rm=.::in:::.::a.=;cl:.:·ó:.:.n:...d.=e~la::...=ac.::..t;:.:;iv~i:.;:d=-=a:.::;;d.....;d::.:e=l-=s=is;..::t=em=a:....:f;.::.u=n=c=io=n=a=l,--<-Y
376

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Est imu lo
Est imul o
Secreción incond icionado
condicionado
(refuerz o)

Figura 13.3. Arcos reflejos condicionado e incondicionado .

con la ay uda_ (te lª-._aferentación en retorno • .Q.u~....QU1knejnfOII!lacióIL ___


acerca de sus parámetros más_im.I2ortan tes, se contr91a erud aC~Q!or de
-los resultados ¡:fe la acción ya formado. En este punto ocurre la culmi-
nació n lÓg1.ca de.l_sist.~.!TIa_~~m~ blQ.9..ue integral :~Ú¿g~!.lª~·~·u~~t1tución
y
cid concepto de "resultado" I20r el de "reforzamiento" pe rmit~ ~a!_~ de
la dificql.rad.
La base de la concepción clásica acerca del reflejo condicionado es
la acción recíproca de dos arcos reflejos, el condicionado y el incondi-
cionado: el estímulo incondicionado (reforzamiento) sirve de comienzo
al segundo arco reflejo del reflejo incondicionado (fig. 13.3).
Aq II f, -lO hay lugar para el concepto de "resultado del sistema". de-
bid o a que el resultado e? upa pertenenc.i a in_se.Qarapl~ del sistema..Y la
información sobre ~.§te Jesl!lta.do _vy~!ve al aparato que fue crea_do al
comienzo d e la formaci~n de todo el _sistema (a~~.2Jor de los s~~~!ltados
de 1·,
".1.-..fa '''C ''1 0'n \¡
\ ... .... _ ,"

El slstema funcional reúne todos los procesos que entran en el refle-


j o condiciona.do e incondicionado en un único bloque orgánicamente
Ligad o, para ;-;l cual es característica una legalidad conductuallógica.
Dich o con otras palabras, el resultado interviene como mecanLsmo
orgánico prjj~.(;i Pf!l _g~i sistema fU!lciog~l,_ el g!laLes _~LI1.a_fQn11a.9j.Óll i.n te-
g~~ aL ' El dn.áliús sistémico supera la noción acerca de la acción recíproca
de ¡ O ~ d \)~;, refi ejos, condicionado e incondicionado , y lleva a su término
al sist~illa fun cional con la evaluación del resultado obtenido.
!(- '. Al e X~lmi nar el montaje d efinitivo de todos los componentes del sis-
_. \.1' rema funcio nal, podemos considerar el eje del renejo como la base para
- ') .la acción recíproca del organismo co n el mundo circundante y la.._ar_q!.li-- -
.'" / tec tura el el siste!llª funcional como e1-ª-p'?rato de funcionamiento uni-
y versal de c~a!9.uier ?cto c012.2u ctual (Y_llº_sÓJ~Lg~lJej]~o .~ºDdiciQJJado)_
.LC!. lll~~i m.p._ºrta nte es que: am bosJerlJlinerU-:Q!} _un resultado adaptativo
, ... -, (r
Unl ,.klg. 13 ' . 4 )\ .
EJ2.1-ª_figux.? .l..L~}_ se_~~ J2r~.sel~!-ª __~? n_J!n ~~E.!J-l e_~ !~J reil.ej~Le.n su in-
t ~rpretació.n clásica C~impulso-procesos .centrales··Iespuesta refleja ") y
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Síntesis aferente ', _ - - ___ - - __ 1
Excitaciones aferentes
Figura 13.4. Modificación posterior del arco reflejo por los mecanismos que toman
parte en el sistema fu ncional: AR, el aceptor de los resultados de la acción (a), y la
comparación de los parámetros del resultado realmente obtenido, PR, con los pa-
rámetros del resul tado pronosticado (b) ; RA. Resultado de la acción; Ar. Acción
refleja.

aparatos complementarios esenciales supera una serie de insuficiencias


del concepto clásico de reflejo, que impedían lltili~lo para d8S€ifrar
a~tos conductuales complejos.
En particular, las acciones conduct uales como alcanzar el alimento
colocando cajones unos sobre otros (experimentos de I.P. Pavlov con
"Rosa" y "Rafael"), se descifran en forma completa y objetiva con base
en la arquitectura operacional del sistema funcional y no puedoo ser
comprendidos sólo con base en el reflejo condicionado clásico. En este
sentido hay que entender la famosa observación de I.P. Pavlov en rela-
ción con el acto conductual cotnplejo del chimpancé : "Pero esto ya no
se puede llamar reflejo condiCionado . . , Esto ya no es un reflejo condi-
cionado. . . (Miércoles pavlovianos, 1949).
En -su intento por descifrar los actos conductuales complejos del
chimpancé y al permanecer en los límites de los principios reflejo-con-
dicionados, I.P. Pavlov vio que los mecanismos habitualmente aceptados
378 CAP. 13 . ANÁLISIS SISTÉMICO

del reflejo condici on ad o n o pueden explicar las diversas formas del


comportami ento cambi ant e que se observa, por ejemplo, cuand o el
a nimal coloca cajones en pirámide para alcanzar el alime nto.
En realidad, de sd e q ue coloca las primeras cajas, el mono debe, ine-
vi tabl em ent e, evalu ar, segú n la de scripción de I.P. Pavlov, los difere nt es
parámetros de sus "pru ebas" : la caja puede estar debajo o a un costado
d el aLimento: la segu nd a caj a pue de oc upar las posiciones más diversas
en relación con la p ri m era, e tc. Al realiza r estos múltiples movimientos ,
el chimpacé debía co m parar inint errum pidamente el resu ltado obtenido
" c on la finalidad última , ya formada e n el sistema nervioso del animal
antes de la prime ra "prueba".
Exp resándonos en lenguaje cibe rnético, podemos decir que .<Ltodo-
10 largo de sUs "PflJ.~º-a s" . ~J al}ül1.al e.xQlora~LIes!Jlta-º-Q s.egún .. eLgrado
d e su aproxilila ci6 n.. <;li Je ulta-ºº fiD.aLú.tiL - la ingestión d el alimento. Es
~',
evidente qu e' e n el camin o hacia este resultado final del c omportarnie~ '
to, el animal obtuvo una e norme cantidad de resul~ªdo§. inter!JJ.ed.jQs ,
qu e se lograron con base en la arquüectura del sistema funcional.
La difi cultad p ara descifrar este comportamiento co nsistía en que
has ta ah o ra no habí3 si do u tiliz ado el análisis sistémico, desde cuyo
punt o de viste , en el a nimal nº_.Q1!§de haber "una búsqueda .ca..ó.tica",
ya que antes de la pri [11.~ rª--12ru.~'péi -ºf ~rrió &pr9c.e_~Q de.síntesis .afere nte
y .se formó eLace pt or _d~ 19s resul t ados de la acción, Ad emás, se encuen-
t ra n pre sentes t o d os los componentes de la síntesis afere nte . Precisa-
m e n te e~t os m eca n is m o s se formaron en el sistema nervioso de "Rosa"
y " Rafa el", muc h o a n tes de la prim era "prue ba" . En consecue nci q.Ji o
r¡. hubo aquí nin gÚ.. -': caos'~, . sino una búsqueda orientada a una finalidad.
P or desgraCia, h as t a ahora no se ha intentado el d esciframiento sis-
tém ico d e los conce~ t os , ya superfluos, de "ensayo" y " error" , aun que
más de u na vez seña¡u tl1os la po ibilidad de hacerlo sobre una base neuro-
fi siológica obj ~ ti\'él.
Ningún ''¡:n,'ayo'' en e~ }.~gr. S? ~~ cierto resulta.º-º--2..ue ge 9~sarrolla rse
'" sin la sí 11 U~SL' ,) fCI~t~l_t C ...E~~~i~ y sin el funcionamiento reliminar del
ace ptor d e los re~u l ta.º.9~. de la acción, ya que el "ens~~~deci r, la
acción , deb e C\~~lt¿;1rse i r! m e ~ijª.tamen te_p_o.LS.us..resultados .
De igu al11'.an~I9 , ~ .~~~~m e.!.~_~ cu.alq uier "error" p~~d ~_ ~er,~.9.,1!egi 4-º _
sólo ._si la é¡fer...;rit:idó~1 ~_r:! Jet orn o _proveniente del .~~~u~ ta~o. ..erróneo se
l· cOJP"palª_~.l}.. ~Lé!:.~~Q19r. de la acci ó n programado de antemano.
E n C'Y.1Sl:cu c n·:w, el aná lisi s s[Siém""}co- hace- posible su pe rar con to d a
facilidad las di ficul tades con las qu e se encontró en su momento I.P, Pav-
lo\' en la explicación rerlexológica de los actos conductuales c omplej o:;.
Pav]ov halló una cadena d e re sulta dos que no p o d ían ser explicad os
d esde el p u nto de vis ta del reflejo , en el cual no se incluye el re sulta d o
ni \.::1 a larato pa ,T!J. 1<1 evaluación '.l e s te resu ltad o . Es so rp r ende nt (~ que
al:;unos fjsjólogos no ad vierta n esta inad ecu ación duran t ei:l e: <'.borac.i6n
CONCLUSiÓN 379

del reflejo condicionado. Todo ese problema, importante y alecciona-


dor, encontró amplio eco en nuestra prensa científica (Asratian, 1970;
Bassin, 1971; Dubrovski, 1971).

,
CONCLUSION

Lo examinado en este capítulo representa la realización práctica de


una experiencia de casi 40 años en el estudio de las regularidades sisté-
micas. En un examen superficial de los mecanismos fundamentales
complementarios que transformaron cualitativamente el reflejo condi-
cionado y que, en conjunto, constituyen la arquitectura operacional del
sistema funcional, pudiera pare'cer que no cambia el enfoque reflexoló-
gico hacia el reflejo condicionado ni hacia los actos conductuales en
general.
En realidad, es fácil observar que esto no es así: las complementa-
ciones descritas e ilustradas en los dibujos correspondientes cambian
radicalmente el aspecto cualitativo del trabajo de investigación y hacen
posible construir una perspectiva más rica en el estudio de las regulari-
dades tanto sintéticas como analíticas fmas del reflejo condicionado.
Como ya lo mostramos (figs. 13 .1 y 13.2), se trata del cambio de
principio de los rasgos tradicionales del reflejo, del completo reexamen
de la parte inicial de las reacciones, donde el estímulo aislado se con-
vierte en la síntesis multilateral de los componentes fundamentales yen
la seleccjón ininterrumpida de los grados de libertad, en la búsqueda de
"la toma de la decisión" más adecuada a determinado momento. Esto
es un mundo nuevo de interrelaciones y regularidades que incluye
también mecanismos neurofisiológicos básicos como la convergencia de
las excitaciones sobre la neurona, la especificidad neuroquímica de los
procesos sinápticos en diferentes neuronas, el fenómeno de reverbera-
ción de las excitaciones córtico-subcorticales, etcétera. -
Un cambio más radical e indudablemente cualitativo de la concep-
ción reflexológica es "la toma de la decisión" y la formación del aceptar
de los resultados de la acción, como equivalente material del objetivo
de obtención de un resultado completamente determinado. Este último
aparato se forma alterando uno de los índices más importantes del refle-
jo condicionado: el movimiento lineal progresivo de la excitación por el
arco reflejo.
Por último, la obtención del resultado final del sistema y su activa
inclusión en la arquitectura operacional del sistema funcional, rompe
por completo con el clásico arco reflejo de tres miembros. Este factor
decisivo de cualquier organización sistémica (el resultado) es completa-
mente nuevo en relación con el principio reflexológico de la actividad y,
en esencia, es un factor generador del sistema.
380 CAP. 13. ANÁLISIS SISTÉMICO

Sin embargo, el rasgo decisivo del sistema funcional qu e lo diferen-


cia por principio del retl ejo, consiste en que el reflejo condicionado es
un caso particular den tro de la arquitectura operacional d el sistema
fu n cional, el cual es, por esencia, la regularida d universal qu e abarca
tanto a las funci ones superiores del cerebro com o las funciones vitales
elem entales , hasta los procesos moleculares.
En realidad , com o ya observamos, la t eoría del sistema funcional
p us o al descubierto la organización sistémica de la función respiratoria
y del mantenimiento constante de la presión arterial: en esa organización
consiste el carácter universal del sistema funcional.
Este hecho , verificado en varias ocasiones tanto en la co ncepción de
la sistemogénesis como en el análisis sistémico de diversas funciones ve-
getativas (sistem a de la presión arterial , de la respiración , de la presión
o smótica, et ~étera ), ex presa el rasgo principal del sistem a funcional
com o teoría general para diferentes clases de fenómenos.
El1 esta conclusión , debemos responder a una pregunta q ue con bas-
t aJ1 t e, frecuencia nos hacen los investigadores que estudian los m ecanis-
mos del reflejo condicionado: ¿cuál es la aportación de la t eoría del sis-
tem a 'funcional que enriquece la investigación del reflejo co ndicionado'?
Las investigaciones citadas, que cambiaron de manera ra dical el en-
foq ue y la interpretación de los procesos reflejo-condicion ados, respon-
den a esta pregunta en forma completamente unívoca. En realidad , a
partir del estadio de la síntesis aferente se abren amplias perspectivas
para n uevas investi gaciones de la etapa inicial de formaci ón del reflejo
co ndicionado.
En r ealidad, el problema de la convergencia de excitaciones hetero-
gén eas sobre un a misma neurona se convirtió en el mecanism o principal
de las acciones recípr ocas de los procesos fundamentales que aseguran
la " t om a de 1 ~ deCisión " del animal. Sin embargo , la cuestión n o termina
en el nivel d.,:, la convergencia, sino que se extiende, inevi t ablem en te, al
pro blema de la integración química que constituye la esencia del traba-
j o de una ne urona aislada.
'Ya hemos m encionado más de una vez cómo nos ayu dó d sist em a
fun cion al 8. p en etrar en este nivel. Hubo que rechazar la o pinión gene-
ral m ente aceptada de que el proceso central de la neuron a es la " suma-
cj {)n eléctrica," es deci r ~ la suma de procesos que surgen :l con sec ue ncia
de las regularidades de la m embrana en la superf cie d e la n euron<i .
¡\hura, d ebemos señalar los nuevos aspectos de lR.s investigaciones
microfisjológicas que nos ayudan a comprender la p rofunda na turaleza
d e las regularidades reflejo-condicionadas, u b icadas, com o resultados
anal ítico s, en l os mecanismos fundame ntales del sistem a funcion al .
En cali da d de pu n tos de apoyo, tomam os los siguientes [JCÍores
(:~: l i virk ov , Aleksan cl rov, ]971; Shv irL) 1, Bezden czhn ij , 1073); a ) la
c0 il fi gu fé.l ción ele] p ot e ncial evocado po r e! encen did f ) de 1l .13 luz an tes
CONCLUSiÓN 381

de la elaboración del reflejo condicionado defensivo y después de su


elaboración; b) los diferentes tipos de reacciones de las neuronas en el
momento de despliegue de la reacción condicionada, en comparación
con el desarrollo de los mecanismos fundamentales del sistema funcio-
nal; e) el electrograma de los músculos como demostración de la llega-
da de la excitación condicionada a la periferia. El tiempo desde la pre-
sentación de la luz hasta la aparición del miograma, se consideraba, según
la tradición existente, el "periodo oculto" de la reacción condicionada;
todos los momentos, expuestos en los tres puntos anteriores, fueron
ubicados en la arquitectura del sistema funcional diseñada en nuestro
laboratorio.
Esto resulta especialmente interesante, ya que hace posible evaluar
el tiempo de formación de cada mecanismo fundamental del sistema
funcional. De una manera en cierta medida inesperada se pusieron de
manifiesto propiedades del sistema nervioso, desconocidas hasta el mo-
mento , que permiten "inscribir" procesos sistémicos bastante amplios
en intervalos de tiempo muy pequeños.
Mostramos que en los experiment os con reflejos condicionados clá-
sicos, mucho antes de la utilización del estímulo condicionado, se
forma en el animal una integración previa a la puesta en marcha com-
pletamente lista y que incluye todos los componentes de la síntesis
aferente con exclusión de la aferentación de puesta en marcha, es decir,
de las excitaciones provenientes del estímulo disparador.
De esta manera, podemos imaginar cuántos nuevos e interesantes
problemas plantea esta comparación. Podemos buscar los mecanismos
decisivos de la salida de la integración previa a la puesta en marcha del
estado "oculto" al activo y, también, plantear la cuestión siguiente: ¿en
qué nivel y en qué neuronas ocurre esta toma de decisión?
Para ello, se realizó la comparación entre los componentes del po-
tencial evocado y los estadios de desarrollo de la arquitectura del sistema
funcional. Aquí, se obtuvieron resultados sorprendentes: los primeros
componentes, es decir, el complejo positivo-negativo, acompaña el
despliegue de las primeras fases del sistema funcional, mientras que los
componentes tardíos del potencial evocado corresponden a la acción
misma y, probablemente, a las fases posteriores del sistema funcional :
la obtención del resultado, la formación de la: aferentación en retomo
y su comparación en el aceptor de los resultados de la acción (Shvirkov,
Aleksandrov, 1971; Shvirkov, Bezdenizhnij, 1973).
Si agregamos a esto que a lo largo de todo el desarrollo de los meca-
nismos fundamentales del sistema funcional se incluyen una u otras
neuronas en diferentes formaciones corticales y subcorticales, difícil-
mente se pueda dudar de que el sistema funcional sirve de verdadera
matriz para la identificación de los finos procesos que se desencadenan
durante la elaboración de los reflejos condicionados.
382

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siología córtico-visceral. Bakú, 1971, pág. 91.
14
El problema de la toma
.,. de la".

decisión en
psicología y fisiología 1

El concep to de la "toma de la decisión" se hizo popular en los últi-


mos años, bajo la fuerte presión de la neurofisiología. Con frecuencia ,
este concepto se traslada a un área terminológica que utiliza conceptos
más cerca nos a les cotidianos que a los científicos. La necesidad obliga-
tOriéi de Í'l trod ucir el concepto de "toma de decisión" apareció en el
proceso de elaboración de diferentes sistemas, grandes y pequeños, con
d fin de dete rminar la etapa en la cual termina la formación y se inicia
1a realización d~ un acto, o sea, cuando se puede decir que el sistema
tom ó un a dec.lsión.
En físio.l ')gía, el acto conductual fu e examinado durante largo tiempo
como un enlace lineal: el estímulo en la entrad a determina la reacción
,:; n .h! sa1ida. Si Se enfoca el desarrollo de los acontecimientos desde el
iJun to el e vJs ta del determinismo mecanicista (es decir, de eslabón en es-
labón), por esencia , no hay y no hace falta ninguna decisión: simple-
me:ote~ no hay lugar para ella. A pesar de ello , las ';:¡bservaciones mostra-
. ,- ;' C)fl que pu .;;ue haber muchas entradas, pero la salida qUL se elige es sólo
una y e ~ ·t a salida , determinística y causal mente, no puede es tar ligada
{: una en tra cla aislada, Se evidenció qu e un sistema in tegra todas las en-
t radas y toma una decisión con respecto a la salida tenien do en cuen ta
to das la s entradas. Así , surgió el convencimiento de qu e el enfoque m e-
canicista n o puede explicar la complejidad que p resen tz el organismo ,
esp ecialmente en el n.ivel superior, donde la d ccisjó n es una etapa per-
'!li.lj, en te del comporta miento del 110m breo
ru blil-ad o en Cuestiones de psicolog(a. Núm . 4 , 1974.

384
EL PROBLEMA DE LA TOMA DE LA DECISiÓN 385

En consecuencia, el primer y más importante momento es el siguien-


te: la decisión es objeto inevitable de la integración y la elección; de
muchas posibilidades se elige una, que es capaz de asegurar al organismo
o a la máquina el mejor efecto.
En este punto surgió cierta incomprensión mutua entre los especia-
listas de diferentes ciencias, ya que en el problema de la decisión se in-
cluyeron profesionales de diversas disciplinas.
Resulta que casi en toda discusión acerca de este concepto se inicia
con la decisión como tal, es decir, con la estructura de la decisión, como
si fuera el comienzo correspondiente de ciertas actividades, etcétera.
Pero la decisión no es el comienzo, sino el resultado de un trabajo muy
fino y amplio realizado por el cerebro. Por ello, fue necesario incluir
en la esfera de la atención no sólo la toma de la decisión sino también
el estadio de "predecisión" que fonna la decisión y pr;detennina su
orientación. Con esto~ se comprobó que la toma de la decisión no es po-
sible sin ese estadio de predecisión, que realiza el trabajo más "culto" e
"intelectual" y que, precisamente, detennina qué circunstancias deben
tenerse en cuenta durante la toma de la decisión, de entre qué conjunto
se debe elegir la actividad del organismo o de la máquina que resulte más
adecuada y qué alternativas se deben examinar. De esta manera, se llegó
a la conclusión de que la predecisión debe ocupar también la atención
de los investigadores.
Por tanto, la expresión "toma de la decisión" no debe ser un factor
hipnotizador: es el acto fmal de un proceso muy ramificado y el comienzo
de otro.
Así, surge la pregunta: ¿qué eje universal puede ser propuesto para
individualizar la toma de la decisión y hacer de ella un proceso objeti-
vamente estudiable? El otro aspecto de este problema es: ¿es completo
el isomorfismo en relación con todos los tipos de toma de decisión en
diferentes direcciones? Pensamos y trabajamos largamente sobre est~ y
llegamos a la conclusión de que la teoría de los sitemas funcionales
permite hallar ese eje central. Esto no significa que no sea posible en-
contrar otro. pero por ahora es el único modelo que posibilita el estudio
de los mecanismos más finos de la toma de la decisión en los diferentes
sistemas y abarca tanto el estadio de la predecisión como la decisión
misma y sus efectos.
En el sistema funcional, la toma de la decisión no es un mecanismo
o acto aislado, sino que constituye una etapa en el desarrollo del com-
portamiento orientado hacia una finalidad.
Esto es muy importante. En la teoría del sistema funcional no colo-
camos en primer lugar una cosa "separada", por ejemplo, la memoria.
Ésta trabaja en un sistema, ocupa su lugar en él, juega su papel, etc. Lo
mismo se puede decir de la motivación, la toma de la decisión, etcétera:
el sistema es el que reúne las posiciones de todos estos componentes.
386 CAP. 14. EL PROBLEMA DE LA TOMA DE LA DECISiÓN

Una vez enfocado el problema, debemos plantear la siguiente pre-


gunta: ¿para qué sirve la decisión, consecuencia de qué es y hacia qué
orienta al organismo ?
Un momento im portante lo constituye el hecho de que no se puede
tomar una decisión en general , sin dirigirla hacia alguna actividad, a un
detenninado resultad o positivo.
¿Se puede, acaso , tomar una decisión que en lo futuro no promete
,.', ningún efecto positivo? Evidentemente, no. En consecuencia, si se habla
de la toma de decisiones en nuestra área de estudio (fisiológica y psico-
lÓgica), es inevitable referirse a la motivación que debe ser satisfecha
(puede ser representada de diferentes fonnas, una simple, grosera -del
tipo hambre,.' sed-, pero también por los deseos de ingresar a un institu-
to). La m()~tivación interviene como factor obligatorio y detenninante
que establec,e la fonna y el tipo de decisión con sus rasgos generales.
De esta forma, aclaramos un momento muy importante. La motiva-
ción comienza el proceso de selección en la memoria, de la experiencia
anteri or ~ de todo lo que en la vida del organismo estuvo ligado con la sa-
tisfacción de esta motivación. Durante mucho tiempo nos esforzamos
por comprender hasta qué punto la estimulación, partiendo del hipotá-
lam o Q formando un complejo motivacional con la participación de la
corteza; '''extrae'' la experiencia anterior: si extrae sólo la parte senso-
rial o también las acciones que fueron realizadas a causa de la motivación
o si extrae, además, el resultado obtenido en caso de satisfacción de la
motivación.
As í, llegamos a la conclusión que la motivación extrae realmente de
la mem.oria la expeliencja anterior, incluidos los resultados. Cuando
alguien desea comer, puede satisfacer esta motivación de diferentes ma-
neTa::; . Si se encuentra en la estepa, abre la bolsa de campaña y extrae las
provisio.i1es; ,en Lin vagón de tren, satisface el hambre de otra forma; en
la ciudad, lp hace de una tercera (puede ir al restaurante). Las v.ías de
sati5facción~J:) uede n ser di ferentes y la motivación selecciona de la me-
m.orja todos los actos que en algún momento estuvieron relacionados
con la satisfacción de esta motivación en el pasado. El camino concreto
será ele~üdo en dependencia de la situación.
De esta forma, la motivación actuante, al extraer un a experiencia vi-
ta l determinada (con la corrección necesaria que aporta la situación ex-
terna) , conduce a la toma de la decisión adecuada; es decir, la toma de
la decisión está mediatizada por un muy largo proceso de "prueba" de
la e :,:pl~rie ncia vital a la situación dada. Si alguien desea beber y se en-
cuentra en la estepa , no buscará un quiosko de venta de gaseosas, por-
que la situación empuja a la toma de otra de cisió n. Por e1]o , si analiza-
mos la toma de la decisión como un proceso aislado de la m o tiva ción,
de 13. menl 0ria y de las influencias externa s, no podremos descubrir
sus regul:J! ict Jd es.
EL PROBLEMA DE LA TOMA DE LA DECISiÓN 387

Este problema, o sea, el lugar de la toma de decisiones en conjunto


en el acto conductual orientado a una finalidad con participación de los
procesos psíquicos es, según nuestra opinión, el más importante para el
conocimiento de la decisión. Si aislamos la decisión no podríamos decir
nada acyrca de la toma de la decisión. Por tanto, la predecisión, en el
estadio de la síntesis aferente (es decir, 'de la reunión de todas las afe-
rencías que anteceden a la decisión), cobró aún mayor importancia en
la actividad psíquica del hombre que la misma toma de la decisión, de-
bido a que en este estadio se evalúa y compara la experiencia, la moti-
vación y la situación y todo esto predetermina la decisión concreta.
Los experimentos neurofisiológicos mostraron que todos los com-
ponentes de la síntesis aferente se encuentran en una misma neurona'
lógicamente, no en una sola célula del cerebro, sino en miles de millo~
nes; pero la evaluación se realiza en una misma neurona y sólo la inte-
gración superior reúne todas estas decisiones. Así, aunque la decisión
general es tomada por el cerebro en su totalidad, la acción recíproca de
todos los componentes de la síntesis aferente, que lleva a una u otra
decisión, ocurre en el nivel de una neurona aislada.
Lo dicho anterionnente pebe conducir a los psicólogos y fisiólo-
gos, así como a otros especialistas, a resolver cómo puede hacer esto la
neurona, cómo puede comparar todos los datos de la experiencia ante-
rior con la situación externa en determinado momento, con lo cual se
logra la inclusión de esta neurona en un nuevo sistema de realización de
una decisión única.
La acción recíproca de los comp onentes de la síntesis aferente so-
bre la neurona, no puede ser la simple suma de las excitaciones de di-
ferente tipo ; la cuestión de la toma de la decisión depende en gran me-
dida de la aclaración del problema de en qué manera, como resultado
de la convergencia sobre una neurona aislada de influencias diferentes
por su naturaleza, se realiza la elección de la forma más favorable de
actividad en determinada situación. .
Sin embargo, en el acto conductual, la decisión es tomada no por
una sola neurona, sino por el cerebro en su totalidad. He aquí la nece-
sidad de que el estadio de la predecisión sea aclarado e incluido en la
discusión ; sin este estadio, lógicamente, es difícil comprender cómo se
forma la decisión .
. La toma de la decisión representa un punto de viraje en el cual se
organiza el complejo de excitaciones aferentes, capaz ' de proporcionar
una acción completa'm ente determinada.
Siempre en cualquier situación y. bajo cualquier condición, tene-
mos la elección de un acto y la exclusión de todas las posibilidades
potenciales restantes. La elección de este acto es una creación de la
integral eferente, con la cual se encuentran en correspondencia, "ajus-
tadas", determinadas formas de actividad de un número enorme de me-
388 CAP. 14. EL PROBLEMA DE LA TOMA DE LA DECISiÓN

canismos aislados. La toma de la decisión traduce un proceso sistémico,


la síntesis aferente, en otro proceso sistémico, el programa de la acción .
Es el momento de pasaje, después del cual todas las combinaciones de
las excitaciones adquieren un carácter ejecutivo.
Recientemente, llegamos a una conclusión muy importante en re-
lación con la toma de la decisión y de los procesos sistémicos . Esta es
q ue el proceso de la toma de la decisión está constituido por dos par-
tes: por un lado, es una tarea de la neurona; por otra , es el problema de
la integración de las neuronas en un sistema único, ya que, a fin de cuen-
tas, la decisión es tomada por el cerebro en su totalidad. Se trata de una
cuestión completamente nueva y en ella trabaja el Laboratorio de Neu-
ro fisiología del Aprendizaje de nuestro Instituto. Dicha cuestión es de
qué manera'la información, elaborada en los estadios de predecisión por
neuronas aisladas, se reúne en el estadio de la decisión en una poderosa
integral eferente.
Aquí, es indispensable introducir un nuevo concepto, que abre gran-
des perspectivas para la psicología: el concepto de grados de libertad de
'. la neurona. Este concepto posee una gran importancia para la compren-
sión de cómo las neuronas se unen entre sí.
A la neurona llegan miles de excitaciones, pero ella "deja salir" una
sola a través del axón, si en cualquier momento cualquier entrada pro-
vocara la respuesta de la neurona no sería posible ninguna integración,
ocurriría un completo caos. Para que la neurona se incluya en el siste-
ma es necesario la eliminación de sus grados de libertad sobrantes, y la
utilización sólo de entradas que provocan una forma completamente
determinada de actividad de la neurona que favorece el éxito del siste-
ma . El sistema crea el estado integrativo de la neurona a través de miles
el e influencias de diferente modalidad y la hace sensible a una u otra en-
trada, uti.liza uno u otro grados de libertad y elimina a los superfluos .
La tom8. de la decisión libera al organismo de una cantidad extra-
ordinariamente grande de grados de libertad y deja uno, que es reali-
zado. El organjsmo s610 entonces toma la decisión, cuando las neuronas
~'ajus t an " sus grados de libertad, lo que crea su integración y la posibi-
lidad de un trabajo coordinado. Este ajuste de los grados de libertad de
los element os constituye la base de cualquier integración y ocupará,
.,'". probablemente, el lugar central en nuestros futuros ex periment l.)s.
Consideramos que el proceso psíquico de toma de la dec isión es
más complej o y exige un análisis más profundo, pero trabajos para
tender un puente entre los procesos psíquicos y la neurona , para que
este pasaje sea realizab le. Para llevar a cabo este pasaje y para la crea-
ción de un cu adr n general son indispensables tamb ién datos psicoló··
gicos exactos.
Asjm jsrno, consideramos qu e la toma de la decisión , tema que he-
mos pues to ;) discusión, e S el prob lema más importan te. EL! 1<1 toma de
EL PROBLEMA DE LA TOMA DE: LA DECISiÓN 389

la decisión se contactan muy estrechamente las bases neurofIsiológicas


de la actividad psíquica, los fenómenos fisiológicos y las proyecciones a
otras disciplinas.
Por ello, la discusión conjunta de este problema debe servir de línea
central para las investigaciones futuras.
Ahora, examinemos con qué se "llena", por ejemplo en el mosquito
y en el hombre, este sistema funcional. Aquí, hay una gran diferencia.
Existe una síntesis aferente en el mosquito que integra la infonnación
con respecto a la temperatura, la humedad, etc., y "toma la decisión":
volar hacia la barraca (allí está más fresco). En él hay cuatro o cinco
cualidades a evaluar. Son las orientaciones las que deciden la elección.
Tomemos el caso del hombre cuando decide ingresar a un institu-
to a estudiar. Le proponen, por ejemplo, el Instituto de la Industria
Alimenticia o el Instituto de Estomatología. ¡Cuántas infonnaciones
selecciona para tomar una decisión! La arquitectura es la misma, pero
el contenido y los mecanismos neurofisiológicos son diferentes, sin
mencionar los factores sociales que determinan el comportamiento del
hombre.
Esto significa que debemos ponderar ambos casos durant~ el análisis.
Ahora, resulta comprensible qué es la arquitectura del sistema fun-
cional y en qué consiste para los distintos organismos. Pero la arquitec-
tura siempre sirve de base para el comienzo del análisis.
Ahora hablemos acerca de la cuestión de la psicología y la fIsiología.
Puesto que estudiamos al hombre, para nosotros es importante la
psicología humana. ¡Si hablaran así en relación con la' genética! La ge-
nética se desarrolla con base en las investigaciones sobre la drosófila y el
bacilo de Koli, lo cual, es aplicable al hombre. Por ello, durante el estu-
dio de cualquier actividad humana compleja, debemos considerar en
principio su sistema funciOnal isomórfico y los rasgos específIcos que
presenta este mecanismo fundamental. No hace mucho, participamos en
una discusión acerca de los grandes sistemas en la industria petrolera.
Ahí no hay electrodos, ni células nerviosas, pero a mí me sorprendió
hasta qué punto es isomorfa la estructura funcional misma. Tomemos
cualquier empresa: de algún ministerio se envía, por ejemplo, una orden
a Orenburgo. Cada ministerio deja obligatoriamente una copia de la or-
den; esto es un principio general del organismo. Al organismo le es in-
dispensable, al comenzar la acción, dejar para sí una copia de la orden
y esto se puede demostrar en el nivel de la neurona. Observemos cuán
isomorfos son los mecanismos de funcionamiento : se deja una copia de
la orden para verifIcar los resultados de la misma; llamamos a esto "con-
trol de la ejecución".
De esta manera, con respecto al hombre, nosotros debemos dife-
renciar estos dos problemas fundamentales: el problema de la unidad
de la arquitectura funcional y el del contenido de esta arquitectura. J,

.I
390 CAP. 14. EL PROBLEMA DE LA TOMA DE LA DECISiÓN

A lo largo de muchos años estudiamos embriones humanos vivos,


tomados después de alguna operación. Naturalmente no podíamos
dejar de interesarnos acerca de cómo se forma el hom bre . Con fre-
cuen cia se trataba de abort os muy tempranos; un feto pesaba 520
gramos, tomaba 8 cm 3 de leche. Un neonato normal toma 100 cm 3 ,
un bebé grande incluso ISO , pero éste tomaba sólo 8. Esto nos dice
que en el sistema funcional de la succión estaban listos sus mecanismos
fundamentales . De esta manera, nos interesó la cuestión siguiente: ¿en
qué medida la predicción es innata y en qué grado es a<;iquirida por la
experiencia? Se verificó que, para la fórmula de tomar la leche, el acep-
tar del resultado de la acción ya está listo. Construimos una mamadera
automática y estudiamos a niños que incluso aún no habían entrado en
contacto COI': su madre. Y resultó que el aparato comparativo está listo
en los neonti tos. Basta con agregar un poco de ácido o de sal para que el
neonato escupa inmediatamente . Significa que los llamados instintos
(que hemos descifrado completamente desde este punto de vista) uti-
lizan este "dispositivo" , como dicen los cibernéticos. Tomemos como
ejemplo los pájaros de las islas Galápagos . En todas las islas elaboran
diferentes procedimientos para alcanzar un gusano que se encuentra en
un árbol podrido, por ejemplo. Pero es muy interesante lo siguiente :
este pájaro investiga el árbol, ve en él un agujero con un gusano, vuela ,
encuentra un cactus, toma una espina con el pico, vuela de vuelta hacia
el árbol y comienza, con la espina, a extraer el gusano. ¿Qué "pensaba'~
cuando volaba hacia allá ; qué " pensaba" cuando lo hacía en sentido
contrario ? Sin finalidades , sin aceptores de los resultados, este compor-
tamiento sería imposible.
V.A. Poliantsev realizó un experimento interesante y descubrió
que en el cent ro respiratorio hay un aceptar de los resultados de la ac-
ción, que evalúa silos pulmones tomaron el aire que necesita el organis-
mo . El centro respiratorio da la orden cuando evalúa la necesidad del
organismo po!" los indicios de las aferentaciones que llegan de la aorta ,
de las vemL , de los músculos, recibe los datos de todos los órganos y los
i.n tegra. La arquitectura puede ser "llenada" por diferentes contenidos,
pejo nunca observ3illos que hubiera bases para rechazar o negar la ar-
quitectura.
A~ í, ld universalidad de estos mecanismos innatos subraya aún más
la existenGia de un isomorfismo muy amplio . Hemos abordado este pro-
blema en forma muy detallada en el libro Principios de la organiz:Jció ri
sistémica de las func iones.

OBSER VACI ON ES FINALES

Las reg ularidacles generales de bs qu e herr. os tra tado tam bién se po-
ne n de manifie :-: to en el nivel supe?.lor. Tomemos como ejemplo la mem-
OBSERVACIONES FINALES 391

brana de la célula nerviosa y el huevo del erizo de mar. La estructura de


la membrana del erizo marino es la misma que en la célula más "inteli-
gente" del cerebro. Esta regularidad se encuentra también en los anima-
les inferiores. Por ello, de acuerdo con el enfoque de la búsqueda de un
esquema, debemos tener en cuenta estas regularidades. No es casual que
en todo el mundo, en todas las instituciones científicas donde se ocupan
de la psicología experimental, los investigadores no dejen de lado los
problemas de la conciencia y la psiquis humanas. 'P ara ellos éste es el
principio rector, pero trabajan con ratas; debemos recordar que existen
regularidades generales, principios comunes de funcionamiento, pero
también especificidades.
Con respecto a la cuestión de cómo combinar las funciones bioló-
gicas y las funciones psíquicas superiores humanas, afirmamos lo si-
guiente: la membrana de las células o la cantidad de DNA-RNA en las
bacterias, es la misma que en el hombre. La combinación racional de
las características universales de funcionamiento y de aquello que debe
ser la base para la comprensión de los rasgos específicos que adquirió
el hombre en el proceso de la evolución : esto constituirá la psicología
científic~

o S .!(' r"
L
{ ,.r. , !\
"
Indice onomástico

Anojin,Piotr K ., 5-6 , Kalmam , R ., 61


Arbib, M. , 61 Klaus , G ., 259
Attlee , O . M. , 107
Lebedev , V. P. , 45
Belenesku, t, 206 Lenin , V. l., 25-26,182,351
Bertalanffy , L., 95
Bohr , Niels , 5 1 McCulloch , W. S. , 106
Bross,J. D ., 7 5 Mesarovich , M. D., 60, 62-63
Miliaguin, la. A.; 22
eannon , J ., ..) .. .J '1'1 0"

Couffignal , L. , 223
Oparin, A. 1., 16
De Broglie , Louis, 204, 224
Pavlov, 1. P., 50, 52, 74-75, 107 , 176,
Descartes, 180-181, 184-185
187-188 , 286, 306,360-3 61
Planck , M., 35
Eccles, ]. ,42
Ejnsteii1, Albert , 51
Rosenblatt , F ., 109
Fal b, P o, 6 1
Fessard, Alfred, 255 Severtsov , A. N., 124 , 135
. Stepin , V. S ., 45
Hanike , F ., 74 ....
Wiener, N., 205, 212-213 , 218, 220-
luvell , P. A., 29 1 221,223,259 ,270

392

__ u , 'ti~ _ _ _ _- --
"
Indice analítico

Acción(es) Aferentación
aceptación, 189 correctora, 252
conductuales, 377 de puesta en marcha, 97, 225-226,
efectora, 192 242-243
Imalidad, 296 en retorno, mecanismo de la, 185,
formación, 246-250 188-189,269-271
particularidad, 374 sancionante. Véase Aferentación en
programa, 374,388 retomo
recíproca, 66 situacional, 226, 241-242
refleja, 375 visual, 97
resultados, 250-251 Análisis sistémico, 376
Aceptor de la acción, 45, 190, 192, Animales, embriogénesis de los, 357
196-197, 227 , 247, 252, 301- Anticipación
302 de los acontecimientos, 45
aparato, 391 del futuro, 25, 176
concepto, 249 Arco reflejo, elementos del, 154, 180,
estructura, 249 182, 187
naturaleza neurofisiológic~, 265-269 Asociaciones corticales, 237
núcleo inicial, 250 Aspartatranscarbamilisa, 277
Aceptor de los resultados de la acción, Autoestimulación, 324
92,107,115-118,369-372
características, 93
concepto, 92 Beneficio. Véase Utilidad
formación, 92-95, 372 Biosistema,85
Bloques de estabilización, 275
funciones, 369
método del enriquecimiento arbitra- Búsqueda del sistema, 42
rio,370-371
proceso de formación, 370 Cerebro, 46, 152,342,355
Actividad Cerebro visceral, 324
ascendente, 245 Cibernética, 203, 228
del animal, resultado benéfico de definiciones, 257 -258
la, 40-41 importancia, 204
preventiva, 170 mérito, 212
Acto conductual, factores, 267 principios generales y origen, 212-
Actos locomotores, 126 220

393
394 íNDICE ANALíTICO

principios particulares, 207 -212 expresión externa, 311-316


problema, planteo e insuficiencias, función , 306
204-207 importancia en los estados patoló-
relación con el reflejo condicionado, gicos, 317-322
22 3-229 inÍeriores, 322-323
relación con la actividad in tegrativa negativas, 314, 316
del cerebro, 230 negativas prolongadas, 305
relación con la neurofisiología, 230 positivas, 316
relación con las redes causales , 279- primarias, 313
281 superiores, 322-323
Círculo de Papez , 31H sustrato nervioso, 308-3 11
Complejo espacio-tiempo , 15 6 teorías, 322-328
Comportamiento, 38-41 , 370 Enfoque
división , 325 integral , 51
factores cardinales, 291 mecanicista, 50
Comportamiento de búsqueda, particu- Enfoque sistémico, 48-49 ,53-54 ,58
laridad diferencial , 295 conceptos, 48, 50
Conciencia, 331,343,349-350 ,358 desarrollo en la URSS , 98 -99
Confiabilidad,280-281 examen , 58
ContinlJo importancia, 83
espaciotC!mporal, 30-31 , 38, 41,352 objetivo principal, 96-97
de acontecimientos del mundo ex- particularidad, 49,51 -52
temo,38 Enlace
de resultados , 41-42 nervioso temporal, 168
químico en los procesos cerebrales, temporal, 178
32-38 Ensayo, 378
unidimensional, 30 Entrada, 73
Control de la ejecución, 213 , 389 Equivalentes hlformacionales del ob-
Copia de la orden, 374 jeto, 334
Error, 378
Espacio, planos de evaluación del, 156
Decisión , 385-386 Estadio
Definición dialéctico-materialista de la de la síntesis aferente, 364
vida, intento de ampliación , de predecisión, 112
271-2713 Estado del sistema, 73
Determinismo mecanicista, 368 Estados emocionales, 306-307
Discordancia, 222 causa, 324
de carácter negativo, 31 4
Embriogénesis , negativos estancados, 320
actividad nerviosa en la , 13 t -134 particularidades, 318
particularidades, 147 primarios de los animales, 308
Emociones teorías, 322-324
características, 307 zona de formación, 323-324
concepto, 305 Estereotipo dinámico , 52,174, 365
contenidos , problema de las , 316- Estímulo, 32
317 disparador, 242-243
evaluació-} general , 305 -312 incondicionado, 190
evoluc:íón, 306 material, 361
íNDICE ANALíTICO 395

situacional, 362 Hipotruamo,239,309,324


particularidad, 362-367
Estructura espacio temporal del mundo, \ Impulso(s)
reflejo de la, 155-178 \ depresores de la periferia, corriente
Excitación(es) de, 321
alimenticia aumentada, 302 nerviosos de comando, 333
anticipatorias, 298 para la acCión. Véase Estímulo ma-
circulares, 94 terial
estancada, 319 particularidad, 170
incondicionada. Véase Motivación Influencia(s)
dominante arrítmicas del mundo exterior, 162-
piramidal, 94 163
por el arco reflejo, 368-373 constante, 162
ya preparada, 265 cortical descendente, 321
repetidas, 163
Factor rítmicas del mundo externo, 162-163
arquitectural, 198 Información en retomo, 214
emocional de satisfacción o insatis- Inhibición, 206
facción, 253 Inhibición por el producto fmal. Véase
energético, 198 Retroifihibición
Fenómenos e influencias, repetibilidad Input. Véase Entrada
de los, 15 Inserción de la materia viva, problema
Fenómenos externos, sucesión de los, de la, 29-30
352-353 Integración previa a la puesta en mar-
Finalidad, discordancia con el resultado cha,32-33
obtenido, 120,253-254,287 Integral
Fisiología, relación con la cibernética, aferente, 326
203-229 eferente, 326, 387
Formación reticular, 94 Inteligencia
Fuerza ciega, 303 descripción, 118-119
Fuerza de gravedad, 29 humana, 121
Función del animal, 132 natural, 106
Funciones cardiovasculares, cambios en rasgos, 106-111
las, 313-314 Inteligencia artificial, 106
concepto, 108 .
Genética, 389 creación, 109
Grados de libertad de la neurona, con- modelo, 111-113
cepto de, 388
Jerarql!ía
Hambre, 291 de los resultados, 279
mecanismos de formación, 294-295 de los sistemas, 82, 279
mecanismos de satisfacción, 294-295
He tero cron ía Ley(es)
de los sistemas funcionales, 137 cibernética~gnificación metodoló-
defmición, 134 gica, 257-285
en el desarrollo de los órganos, 137 de la formación del reflejo condi-
intersistema, 139-140 cionado, 124
intrasistémica, 134-142 de la progresión, 45
396 íNDICE A NA L íTICO

de la respuesta refleja a las influen- Neuronas de los tres tiempos, 120


cias externas , 181
de la teoría reflexológica, 45 Objetivo, 108
de los enlaces t emporales , 124 concepto , 264
del trabajo del cerebro , 34 formación , 264
Límite de la capacidad de trabajo , 318 Ondas lumülOsas, 336
Lo psíquico, 345 Orden , 374
caracterización, 347 Órgano
particularidades , 345 fragmentación funcional , 146
Lógica del me canismo, 85, 89 polifuncionalidad, 146
Lu cha por la velocidad, 165 Origen de la vida, teorías, 272 , 274-
275
Macromundo, 354 Output. Véase Salida
Materialismo dialéctico , 155
Matriz electromagnética, 155 Pantalla biológica, 41
Medio circundante, 161 Parámetro , 334
Memoria, 243-244, 363 Periferia, 127
Mét odo de la sorpresa, 366 Periodo prefuncional, 125
Microm undo, 354 Predicción , 120
Mímica, 313 Principio
Modelación, 205 de la complementariedad, 51
Motivación , 386 de la velocidad máxima , 165
Motivación dominante, 236-241 , 363 de las dependencias cíclicas, esquema
evaluación, 241 de , 218
aparatos, 241 del arco reflejo , 107
mecani smos , 241 Problema de las inteligencias natural y
Motivaciones , 290 artificial, significado ftlosófico,
Movimiento de la materia, 16 105-121
Mundo externo , parametrización del , Problemas . fundamentales del reflejo
352, 358 condicionado, análisis metodo-
M undo inorgánico lógico , 149-178
característica, 344 Proceso reflejo, noción de, 74-75
estructura temporal, 161 Procesos eléctricos explosivos, 37
formas principales, 13-14 Pronóstico, 120
influencias repetidas, 14-15 Pronóstico verosímil, 267
ley fund amental, 41 Propiedad de movilización, 78
parámetros temporales , 10-13 , 160 Propiedades fundamentales del intelecto,
evolución de las, 118-120
Necesidade s básicas, 297 , .302 Prueba de la sorpresa, 370
características, 297 Pseudoafectos, 312
formación, mecanismos neurofisioló- Psicología científica, 391
gicos , 291-29 7 Puente conceptual, 63-64
NeuroÍisiología, 33 , 230 Puesta en marcha
ac ción , 230 aferentación ,242-243
relación con la cibernética, 230 integración previa, 242
Neuronas cerebraJ.es
excitaciones, 112 Reacdór:
propiedades fjsio lógicas, 36 de señal, 40
íNDICE ANALíTICO 397

preventiva. Véase Reacción de señal utilidad, 75 , 375-376


Receptor de la acción, 44 Retroalimentación, 68, 258-259
Reducción de la aferentación, 211 concepto, 213
Reflejo(s) particularidad, 213
anticipatorio de la realidad, 19, 22- Retroinhibición, 275
24,167-168,348,351-356 Ruptura de la continuidad, 184
anticipatorio de los acontecimientos,
170,173,174 Saciedad
concepto, 180 primaria, 293
condicionado, análisis sistémico, 176- secundaria, 293
178, 194, 207, 343J44 Salida, 73
condicionado en los animales supe- Sed, 291
riores, 21-22, 25 Segundo sistema de señales, 154, 203,
de la finalidad, 154 207,229
de la realidad, forma psíquica, 302, particularidad, 207
342-351 reflejos, 207
de prensión, 251 Sensaciones primarias, importancia adap-
del segundo sistema de señales, 207 tativa, 250
energético, 26 Señalización, 344
forma primitiva, 191 Series repetidas de influencias sucesivas ,
histórico del mundo exterior, 26 12
incondicionado, 207,343 Servomecanismos, 292
incondicional, 360 Simplificación de la pluralidad, 85
innatos, 22 Síntesis aferente, 85-89, 235, 243, 364
proceso , 351 , 356 características, 88-89
psíquico , e información, 331-342 componentes, 85-86
teoría clásica, 154, 178, 180, 185 concepto, 192-193, 233
teoría leninista, 178 condición fundamental, 87
teoría reflexológica, reestructuración detalles , 88
de la, 154, 178-199 estadio, 192-193 , 233-246, 364,367
teoría universal, 25-26 dimensión máxima, 193
Reflejo de la finalidad , 286, 290-291 , estructura, 236-244
295,301-302 formación , 235, 254
estudio, 289 neurodinánúca, 254
importancia, 289 problema, 235
relación con el aceptor de la acción, realización ~ámica general, 244-
297-302 246
Regulación, 44 relación con la memoria, 243-244
Relaciones Síntesis superior, 111
cíclicas, 211 Sistema(s)
sistemicoestructurales, 78 abiertos, 15, 163
Reproducción, concepto de, 205 actividad como factor sistemogénico,
Resultado(s) . 67-76
equivalente informacional, 281-284 alostérico, 276
obtenidos en el pasado, revisión, 114 autodirigido. Véase Sistema autorre-
relación con las leyes cibernéticas, guIado
278-284 autorregulado, 261
útil, realización del, 373-379 características, 54, 70
398 íNDICE ANALíTICO

composición , 76 Sustrato adrenérgico , 315


concepto, 52 , 64-67
de dirección , 71, 278 Tálamo , 309
de reacciones químicas especializadas , Televisión, trasmisión por , 34, 342
24 Teoría( s)
de relaciones , 261 celular , 59
funcional , 71 , 364 correlativas, 134
funcionales episódicos, 127 de la aferentaci6n en retorno, 229
límbico , 310 de la comunicación, 221
nervioso , 20 , 169 de la información, importancia de la,
nervioso central, estado conflictivo 211,219 , 231-23 2, 239
del ,3 16 de la modelación de los procesos bio-
papel , 259 lógicos, 203
significado , 76 de las emociones , 322-3 28
vivos y mecánicos , analogía de, 220 de las heterocronías, 134
Sistema funcional, 79,85,125,278-279 de los reflejos condicionados, 149
arquitectura operacional 83-85, 379 del sistema funcional, aspectos fIlosó-
aseguramiento mínimo , principio del , ficos, 27-41 , 75-76
143-145 física del tiempo, 45 "
características, 130, 380 general de los sistemas, 95-96
como unidad de integración fisiológi - matemática de los sistemas, 60-64
~
"a, 1')
_6-' ]11
... reflexológica, concepción de la, 361-
composición , 76 , 83 362,368-369,375
composición estructural , 129 Teoría general de los sistemas, 53-54, 59
concepto, 130, 133-134, 196 elaboración, corrientes en la , 56-57
consolidación, pri'1cipio de la , 142- origen , 53
143 Tiempo , 9-10,156
constitución, 111 , 127-128 categorías , 176
en la actividad nerviosa de la embrio- planos de evaluación, 156
génesis, 131-134 Todo , 44, 48 , 51-52
enunciados , 95 Toma de la decisión, 89,92,108, 115,
maduración , 134 235,237 , 263,265, 387
propiedades fisiológicas, 126 características, 263 -264
respiratorio, 195 conceptos, 89-90, 384
teoria , 75-76, J 11 , 155 mecanismo, 365
utilidad, 199 premisas neurofisiológicas, 113-115
Sistematología , 49 proceso, 388
Sistemogénesis, 99 , 35 6-358 proceso psíquico , 388
concepdón, 99 ,199-200, 35 6 realización, 91
en el proceso evolutivo, 123 relación con la psicología y fisiología,
principio, 346 384-39 1
Sub corteza próxima , 314
Sucesiór , 24 , 46 Utilid':lO
Sucesividad de las influencias , J 58 del efec to, 2 14
Supervi ve ncia , .1 0 ,30 7 del resu.ltado, 75
Su 'tan CÍn nerviosa, 25 importar.cia,75
Susü w.ción ~úb jt a del refo17amiento ,
194 . 'ida . ") O
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PSICOLOG _

MAEsTRIA~N
NEU10: . Esta obra se terminó de imprimir
el dla 13 de noviembre de 1987,
en los talleres de Litográfica Ingramex, S. A.,
Centeno núm. 162, loco 1, Col. Granjas Esmeralda,
Deleg. Iztapalapa, 09810, México, D. F.,
se encuadernó en Ediciones Pegaso, S. A.,
Centeno núm. 162, loco 4, Col. Granjas Esmeralda,
"", Deleg. Iztapalapa, 09810, México, D. F.,
se tiraron .,'
2 000 ejemplares, más sobrantes de reposición
KC 90

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