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Epílogo al texto Dispersar el poder.

Los movimientos sociales poderes antiestatale


2006.

Notas sobre la noción de


a propósito de Dispersa
Los movimientos como poder

1. Acabamos de leer Dispersar el poder. Los movimientos como poderes antiestatales. La


inocultable. La hipótesis, resumida desde el título mismo, nos coloca en medio del desaf
luchas, de las resistencias y de ciertos modos de existencia que les subyacen, como au
instancias centralizadas y difusas del poder colonial capitalista hoy visible a escala global. E
vitalidad inmediata e insustituible del proceso nos lleva a considerar de manera directa no
modo mismo en que nos representamos este flujo vital, estos núcleos persistentes
(dispersándolo), como produciendo –simultáneamente– aperturas renovadoras de las energ

Por todo esto, la noción de comunidad nos interesa. Y no de un modo puramente especu
ocupamos de la dimensión emancipativa de los procesos en curso.

Estas notas, por tanto, no concluyen nada sobre el libro de Raúl Zibechi, sino que, como
concebir la noción misma de lo común, lo comunitario.

2. La noción de comunidad asume –con razón– un peso decisivo en cada una de las fór
estrategias argumentativas, desde el momento en que se intenta hacer de la comunida
diferentes–, sino un concepto específico para un devenir histórico social: la comunidad e
tecnología social singular. En ella se conjuga una aptitud muy particular: la del advenimien
modo de imaginar el tiempo mismo–, de unas energías colectivas actualizadas. La comunid
una eficacia alternativa, donde podemos percibir una inusual gratuidad en los vínculos. La
siempre alerta, siempre generosa. Es indudable que esta manera de concebir la forma-com
sus rasgos, su potencial emancipativo para desarrollar combates urgentes contra su anacro
otras formas actuales de vida, la existencia de fuerzas sensibles y políticas que la ponen
nominación de las formas de la acción colectiva, y lo hace con toda la intención de circu
sólido se desvanece en el aire.

3. La comunidad merece entonces una nueva atención. Ya no como excentricidad de un pa


producción común con sobrada vigencia política que, sin embargo, y por lo mismo que vita
a concebirla en su dinámica real: en marcha, claro, pero con sus detenciones y sus m
precisamente, La comunidad, pero también voces de la propia Bolivia como la de María G
camino?”). Una comunidad percibida sin apriorismos ni folklorismos (que obstaculizan la
sobre todo, sin reducirla a una plenitud desproblematizada y desvinculada de otros
sustancializaciones).

Por el contrario, pensar la comunidad en su dinámica y su potencial implica reparar en lo


inéditos de su rearticulación en otros espacios (del campo a la ciudad), en otros tiempos
imágenes (del pueblo a la junta de vecinos), luego de lo cual lo común es capaz de otras
admite ser pensada como un hilo de continuidad en la historia de ciertas regiones latinoam
de ser descifrada como un conjunto de rasgos que –muchas veces de forma intempestiva–

4. La comunidad con sus zonas alienadas y recreadas es a la vez espacio de disputa y ho


conjunto de procedimientos que surgen y se desarrollan en una línea quebrada de alteraci
como trama portadora de una memoria y un saber hacer, una reserva de imágenes y como
con sus propias inercias.

La comunidad es movimiento, en tanto esfuerzo por actualizar lo común, y lo común es s


no aferrable en su plenitud. La comunidad es siempre, y por eso, un devenir, un intento, u
lo común o lo minimicen, delineando una “comunidad sin común”.

Poner la mirada en Bolivia a través de la interrogación por lo común es tratar de captar e


desarrolla la fórmula: autonomía + cooperación) en plena marcha. Es difícil no ver en ese
comunitario) y una proliferación (de lo común hasta más allá de los límites formales de las
y lógicas completamente anteriores, siempre pre-existentes. Y es también difícil no a
comunitario equivale a distraerse sobre el proceso permanente de construcción de lo c
atraviesan (detenciones y cierres) y que desafían a su reformulación permanente.

La comunidad, entonces, se desarrolla como terreno de configuración particular e histórica


la comunidad, pero que no vive realizado en ella.

5. Lo común se juega en la relación entre impulso comunitario y estado colonial, racista


como la de un retorno de lo anacrónico sobre una frustración de lo moderno. Muy por
ambivalencias internas nos informan de la contemporaneidad radical de la comunidad res
modo el estado colonial-capitalista, además de producir las peores jerarquías internas,
subjetivas y políticas. La apertura a la que forzaron los movimientos sociales bolivianos exp

6. Lo comunitario, entonces, es dinámica de producción económica y subjetiva. Más que un


través de una diferenciación permanente. La comunidad tiende a reproducir químicam
concentración y atacando (dispersando) las instancias centralizantes, los moldes y med
común, produce dispersión. Una dispersión tanto más paradójica cuanto que constituy
iniciativas o el congelamiento de los grupos en formas institucionales o estatales y a la v
desenvolvimiento de lo común insiste en combatir su alienación en formas fijas y cer
comunidad que se define más bien por sus mutaciones itinerantes (migraciones, relocaliza
de la dispersión su fuerza común.
Dispersión del poder, guerra al estado. Dispersión contra centralización.

La comunidad presiente y combate la acumulación y la concentración y en esa confrontac


que van más allá de sus propios límites, de su territorio, difundiendo mecanismos de produ
de obligación y de reciprocidad.

Sería un error, sin embargo, identificar esta lógica dispersiva con el aislamiento o la ause
conexión transversal, de un aumento de la cooperación.

7. Durante los últimos años la noción de autonomía fue una de las que mejor funcionó para
poder del estado, del capital, y también del modo en que estos poderes se reproducen al
prácticas de autonomía son tendencias que aspiran a transversalizar el campo social, y se
nos parece posible entender la noción de autonomía como la formación de una isla autos
sino ampliar el ideal liberal del sujeto racional afirmado en su independencia económica
luchas de buena parte de América Latina como rasgo de la cooperación, y resulta absolutam
de actores heterogéneos y poderes de todo tipo. La autonomía, entonces, más que doctrin
pluralidad, como orientación a desarrollos concretos que parten de las propias potencias, y
mediadoras-expropiadoras del estado y del capital. Cuidar los “tiempos internos” y alime
estas experiencias. Sus riesgos son el congelamiento y el dogmatismo. De allí que sea p
apertura y no a cerrarse en una “totalidad dada”.

Las coyunturas políticas no son, entonces, “lo otro” de la autonomía, sino un momento
tendencia, de ruptura y polarización, o de problematización y profundización, apuntando
práctica de las experiencias de lucha en buena parte del continente.

8. Cabe distinguir la dispersión producida por los movimientos sociales de la fragmentació


confusión entre una y otra: mientras la dispersión, evitando la centralización, alimenta el fl
lógica del capital. Mientras la dispersión conecta, la fragmentación neoliberal jerarquiza y
ambas dinámicas, sin perder de vista que la tendencia dispersiva se teje sobre el suelo d
favor de la fragmentación surge tanto de quienes la promueven activamente (ONG’s y o
subordinan la construcción de vínculos transversales a la unidad por arriba (estado) como
momento actual, el encuentro de la dinámica comunitaria –con su doble movimiento d
estatal-colonial en crisis. La situación abierta pone en juego tanto la profundidad del im
persistencia y la orientación de la metamorfosis institucional esbozada.

9. Bajo el neoliberalismo el proceso de fragmentación, privatización y explotación de lo c


que empuja a nuevas luchas a través de las cuales se recomponen las tendencias product
un nuevo terreno, desbordando tanto los antiguos marcos de la comunidad estatal-nacion
de lo común, hasta involucrar no sólo la lucha contra el racismo y el colonialismo sino tamb
posición simbólica de lo comunitario en la vida política. En Bolivia la reorganización
nacionalización del gas se despliegan en esta lógica. El desafío de pensar lo comunitario ho
de lo común y sus dinámicas que abarcan la reapropiación de recursos naturales y la auto
el reconocimiento de estas tendencias (efectivas aún si parciales y mediadas por la repre
emergente en el continente, cuya amenaza más notable es –precisamente– el intento de
este punto de vista, resulta ingenuo, o directamente reaccionario, todo intento de reducir
estado-nacional-desarrollistas como a un cierre endógeno sobre la comunidad-indígena-tra

10. La comunidad contra el estado, supone entonces un contraste entre fluidez productiva
cuenta de esta relación polar conectando de manera abierta a las comunidades con el m
surgen (y se constituyen) en esta dinámica abierta de enfrentamiento. La crisis actua
reformulación general entre estado y sociedad, entre estado y comunidad. ¿Recomposi
dinámica de lucha comunitaria? ¿Cómo evaluar esta situación aparentemente inédita que
polaridad? ¿Una nueva composición política del estado surgirá del pleno reconocimiento de
un nuevo intento de subordinación? En todo caso, se advierte con facilidad que la encrucij
potencia dispersante de la lógica comunitaria, pero también por la necesidad de desarrolla
simultáneo contra las propias tendencias al cierre y en contra de las fuerzas propiamente
nuevos poderes basados en el reconocimiento de la dinámica comunitaria (“mandar ob
política en Bolivia.

11. Arribamos a una nueva síntesis: dispersión del poder más cooperación social. Según
los mecanismos de fragmentación subjetiva y de centralización estatal capitalista y tien
colectivo acordes a esta lógica dispersiva, anticipadora y destructiva de la centralizació
dispersión. La primera, requiere de nuevas formas más amplias de articular la cooperació
mandan”.

12. En todo el continente, con las grandes diferencias de desarrollo y capacidad de autoref
colectiva y no sólo grandes organizaciones sociales), surge la misma pregunta: ¿qué hace
presencia de los movimientos desestabiliza la escena de las últimas décadas se ha t
heterogéneo de los estados capitalistas por parte de los movimientos? ¿Desarrollar pode
movimientos sobre los gobiernos que gobiernan en su nombre? ¿Combinar un doble mo
estatales del contrapoder sobre instituciones estatales del poder? En todo caso, la dob
ampliados de la cooperación parecen esbozar la fórmula del principio activo que se juega e

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