Muerte y Trascendencia:

El sentido de la existencia humana

Al pensar en la muerte, se nos viene a la cabeza el trascender en nuestros seres
queridos, en trascender al más allá; en lograr ser alguien para que siempre nos
recuerden, en dejar un legado; pero se nos olvida verdaderamente cual es el
sentido vivir, el sentido de existir, el fin de estar en este mundo; lo que queremos
ser y hacer y nos preocupamos más en lo que vamos a dejar al morir.
Al realizar este ensayo, me di a la tarea de explicar y exponer lo que es el
verdadero sentido de la vida, de la existencia del hombre, el fin último de nosotros
los seres humanos en este mundo; desde mi perspectiva personal y basada en lo
que se y he leído respecto al tema.

Primero que nada, necesitamos conocer cada concepto por separado, para
posteriormente, poder entenderlos como un conjunto y así comprender la relación
estrecha que comparten y cómo influyen en nuestro concepto de lo que es el
sentido de la existencia del hombre, el sentido de la vida.

La vida, es la historia de cada persona, el don de haber nacido con la habilidad de

respirar, mirar, hablar, tocar, sentir y pensar; la capacidad de vivir día a día y estar
en este mundo; el simple hecho de existir aquí y ahora.

La existencia, del verbo existir que proviene del latín Exsistire que quiere decir
aparecer, emerger o ser; se refiere a la capacidad de pertenecer, de estar fijo,
tener una posición y lugar en determinado espacio.

La muerte, es un suceso general no deseado e inesperado; es un evento

cotidiano, universal e inevitable, pero singular y personal que muchos nos
negamos a aceptar por el miedo que esto conlleva: perder a nuestros seres
queridos y peor aún, ser olvidados por aquellos a quienes amamos.

Y por último, la trascendencia, es un concepto que designa aquello que va más

allá o que se encuentra por encima de determinado límite. La trascendencia
implica traspasar una frontera, pasar de un lugar a otro, superar una barrera; estar
más allá de la conciencia, por encima de los límites naturales.
Ahora si habiendo conocido el significado de cada concepto, podemos unificarlos y
darle un significado en común a lo que verdaderamente nos interesa saber.

¿Tiene sentido la existencia humana?, de ser así ¿Cuál es ese sentido? ¿Cuál es
el fin último del ser humano? ¿Qué sentido tiene vivir?
Estas son solo algunas de las preguntas que nos hacemos constantemente al
llegar a la etapa de la adolescencia, la etapa en la que no estamos seguros de que
es lo que realmente queremos hacer, lo que queremos lograr; es la etapa en la
que nos entra la duda de ¿Qué estamos haciendo en este mundo? ¿Qué es lo que
debemos hacer? ¿Qué es lo que queremos lograr?; y es cuando nos vemos
influenciados por otras personas, tratamos de “hacer lo que se debe”, de seguir los
estándares de la sociedad, pensamos en otras personas antes que en nosotros
mismos y es ahí cuando perdemos el sentido de la vida, el sentido de nuestra
propia existencia.

Como dice Fiodor Dostoievski “El sentido de la existencia no consiste solamente

en vivir, sino en saber para que se vive”, y eso es precisamente lo que olvidamos;
olvidamos para que o porque vivimos, cual es nuestro propósito en esta vida y nos
concentramos en hacer riquezas, en que vamos a dejar cuando muramos; pero no
nos concentramos en realizarnos en la vida, en lograr lo que nos proponemos, en
hacer lo que nos gusta: viajar, estudiar; vivir y disfrutar la vida; por que como dice
Heráclito “Vivir sus deseos, agotarlos en vida; es el destino de toda existencia”, ya
que la vida es experiencia y no podemos más que sentirla y aprender de lo que
nos ocurre; de nuestras caídas y tropiezos; de los errores que cometemos,
levantarnos y seguir adelante, para logar nuestros objetivos y metas que nos
proponemos, y no desistir hasta lograrlo; por que como dice Arturo Graf “La
existencia es un viaje en el que no existen los caminos llanos: todos son subidas o
bajadas, pero ninguno difícil de superar” y de eso se trata la vida, de aprender de
lo que nos pasa día con día, sea bueno o malo, porque nos hacen ser mejores
personas y crecer para bien, a tener fortalezas a partir de la debilidades, a
aprender a verle el lado bueno a lo malo, y nunca pero nunca perder el sentido,
que es al fin y al cabo, el que nos va a guiar durante el tiempo que duremos en
esta vida.

¿Es correcto lo que estoy haciendo?, nadie puede decirnos a ciencia cierta si lo es
o no, porque cada quien tiene sus puntos de vista; cada quien ve de diferente
manera la vida, y por lo tanto no nos podemos poner a pensar en seguir a los
demás, en tener un mismo pensamiento y sentido de vida, pues el sentido de vida
depende de cada uno, de nuestras creencias religiosas; algunas personas basan
su sentido de vida en Dios, sin él se sienten perdidos y es válido esas creencias,
pues el fin de todo es que nosotros como humanos valoremos la vida y
aprovechemos el don de existir; basados o no en la religión o por la creencia de la
fuerza del universo o sin ella; algunas otras personas le dan sentido a su vida día
a día, apoyándose en la familia, en sus trabajos, en la escuela, pensando en
realizarse y lograr sus metas, en estudiar y sacar una carrera, en viajar por el
mundo, conocer cosas nuevas; apoyándose en los valores que sus padres les
inculcaron, en lo que aprenden de la vida, pero sobre todo en realizar lo que los
haga sentir plenos, realizados, conformes consigo mismo, queriéndose y
respetándose como personas para poder llevar relaciones sanas con los demás;
algunas otras personas le dan sentido a su vida ayudando a los necesitados,
consagrando sus días a tratar de mejorar el mundo, de ayudar a la naturaleza,
realizando acciones que mejoraren a la sociedad, etc. En fin cada quien tiene una
manera de darle sentido a su vida y encontrar la forma de ser feliz y salir adelante,
logrando cumplir con la misión que tenemos en esta vida, aunque a veces nos
parezca confuso y perdamos el rumbo de nuestra vida y no encontremos un
sentido a la misma, perdiendo las ganas de vivir, sumiéndonos en la tristeza y
desesperación pues no encontramos motivos para salir adelante y disfrutar al
máximo la vida, porque al fin y al cabo nuestra estancia en este mudo es corta y
debemos hacer lo posible por pasarla en grande y lograr, sin importar la manera
en que lo hagamos siempre y cuando no nos dañemos a nosotros mismo o a
otros, darle un sentido a nuestra existencia.
Como podemos ver el sentido de la existencia humana es el que le damos
nosotros mismos como personas a nuestra propia existencia, es decir, el sentido
de la vida depende del sentido que le queramos dar cada uno personalmente,
siguiendo nuestros criterios y perspectivas; según lo que hacemos o dejemos de
hacer, para otorgarle dicho sentido a nuestra vida.

La existencia del hombre gurda siempre un sinfín de significados que resultan de

la relación constante con las cosas que existen a nuestro alrededor, con las
actividades cotidianas: la familia, el trabajo, la escuela, los amigos y hasta
nuestros enemigos; ya que el valor que adquieren las cosas del mundo, nuestra
existencia, la vida, dependen irremediablemente del sentido que nosotros les
demos, de cómo concebimos la vida, pero sobre todo como nos concebimos a
nosotros mismos y como llevemos la relación con nosotros y los demás
integrantes de la sociedad.

Para mí el sentido de nuestra existencia y el fin último de nosotros como seres

humanos en esta vida, depende simple y sencillamente del propósito que cada
uno de nosotros como personas tenemos y queremos cumplir; las cosas que
queremos realizar, lo que queremos lograr, hasta donde queremos llegar; el
verdadero sentido de la existencia se basa solo en eso, en existir, en vivir, en ser y
disfrutar lo que cada uno es y quiere ser, y cumplir con nuestro papel en esta vida,
sin importar nuestras convicciones, inclinaciones y preferencias; si nos basamos
en la religión, en un dios, en la naturaleza o el universo; no importa si nos
sentimos completos gracias a ideas divinas, o estando con la familia o trabajando;
no importan las diferencias que haya entre nosotros y la sociedad; entre yo y mi
hermano, primo, abuelo, padre, amigo o enemigo; lo único importante es aceptar
que cada quien como ser humano tiene sus propios motivos y razones, creencias
y convicciones que le dan sentido a nuestra vida,, a nuestra propia existencia y
que es lo que nos permite e impulsa a disfrutar el día a día; lo que nos hace
valorar la vida y la oportunidad que tenemos de ser y existir en este mundo.
Bibliografía

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