El documento insta a los lectores a apuntar más allá de lo visible hacia lo invisible, dirigiendo su atención y vida hacia las cosas espirituales y eternas en lugar de las cosas temporales del mundo. Explica que Satanás ciega a los inconversos para que no perciban las cosas espirituales de Dios, y que los cristianos deben poner su corazón en Cristo en lugar de en las ganancias y placeres mundanos. Finalmente, sugiere que algunos lectores podrían estar demorando su conversión porque su enfoque está en las
El documento insta a los lectores a apuntar más allá de lo visible hacia lo invisible, dirigiendo su atención y vida hacia las cosas espirituales y eternas en lugar de las cosas temporales del mundo. Explica que Satanás ciega a los inconversos para que no perciban las cosas espirituales de Dios, y que los cristianos deben poner su corazón en Cristo en lugar de en las ganancias y placeres mundanos. Finalmente, sugiere que algunos lectores podrían estar demorando su conversión porque su enfoque está en las
El documento insta a los lectores a apuntar más allá de lo visible hacia lo invisible, dirigiendo su atención y vida hacia las cosas espirituales y eternas en lugar de las cosas temporales del mundo. Explica que Satanás ciega a los inconversos para que no perciban las cosas espirituales de Dios, y que los cristianos deben poner su corazón en Cristo en lugar de en las ganancias y placeres mundanos. Finalmente, sugiere que algunos lectores podrían estar demorando su conversión porque su enfoque está en las
Un sermón predicado la Tarde del Día del Señor, 22 de Octubre de 2006
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles
“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las
que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (II Corintios 4:18).
La palabra “mirando” significa “apuntar hacia” (Strong
#4648 – en Inglés).
Si quieres ser Cristiano, y vivir la vida Cristiana,
tienes que apuntar hacia las cosas eternas, no hacia las temporales. Y así nuestro texto se puede dividir en dos puntos.
I. Primero, apunta más allá de lo visible hacia lo
invisible.
Dirige tu atención y apunta tu vida más allá de lo
que puedes ver con tus ojos físicos. No apuntes tu vida hacia
“las cosas que se ven, sino a las
que no se ven…” (II Corintios 4:18). Esto es lo que el Apóstol nos dice en Colosenses 3:1-2:
“Buscad las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2). Pon tu corazón, y apunta tu vida misma más allá de lo material, del mundo visible. No pongas tu corazón y las metas de tu vida, y los deseos de tu corazón en “las cosas que se ven, sino en las que no se ven.” La mayoría de gente nunca hace eso. Antes, en II Corintios se nos dice que Satanás ciega la mente de los inconversos.
“El dios de este siglo [Satanás]
cegó el entendimiento de los incrédulos” (II Corintios 4:4). El hombre y la mujer inconversa son cegados por Satanás de tal modo que ellos “no [perciben] las cosas que son del Espíritu de Dios” (I Corintios 2:14). Es por eso que el Apóstol los llama “el hombre natural.”
“El hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios” (I Corintios 2:14). Entonces, ¿cuales son las cosas “que se ven” hacia las que no debemos apuntar en nuestras vidas?
Tú puedes ver y sentir las cosas del mundo, como el
dinero, los honores, los placeres, y las ganancias. Estas son las cosas visibles hacia las que la mayoría de gente apunta en su vida. Pero la persona que quiere ser Cristiana, o el Cristiano que quiere hacer de su vida Cristiana un éxito, no debe apuntar hacia estas “cosas que se ven.” Su blanco y meta deben ser más altas y mucho mejores que las del mundo perdido. Él debe mirar más allá del mundo visible a lo invisible si desea tener éxito en la vida Cristiana, como Pablo. Digamos con el Apóstol Pablo:
“Pero cuantas cosas eran para mí
ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:7-8).
“Puestos los ojos en Jesús, el autor
y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
“Pero sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
“Porque por fe andamos, no por
vista” (II Corintios 5:7).
Me pregunto si no es eso lo que detiene a varios de
ustedes de venir a Cristo. Me pregunto si su atención y enfoque se halla en las cosas temporales de este mundo, en vez de las cosas eternas. Y si tratándose de ti eso es cierto, oro de que vuelvas tu corazón de este mundo pasajero y vengas a Cristo por fe. Entonces podrás cantar con nosotros de todo corazón: