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Ernesto Carmona Ulloa

LOS DUEÑOS DE VENEZUELA


(...y los amos de la prensa de América Latina)

Ediociones del Leopardo / Revista Punto Final


www.wordtheque

1
ISBN
 Ernesto Carmona Ulloa
 Ediciones Piel de Leopardo
 Revista Punto Final
 Wordtheque (edición virtual y electrónica)

Todos los derechos reservados.


No obstante, se autoriza la reproducción parcial y no
comercial del texto, citando su origen.

Ediciones Piel de Leopardo


Erasmo Escala 2474-B
Santiago, Chile

Revista Punto Final


Casilla 13.954, Santiago 21
Santiago, Chile

Wordtheque
Via Curtatona 5/2
41100 Módena, Italia

Corrección de textos y estilo:


Doris Jiménez y Jorje Lagos

Impreso en
Santiago, Chile, noviembre 2004

2
Contenido Pág.

I Introducción 5
¿Qué pasó en Venezuela? ........................................ 5
Nuevo reparto del mundo ................................. 7
Los pobres no van a la escuela .......................... 13
La exclusión en Venezuela ................................ 23
“Apóstoles” de América Latina .......................... 26
No hay “proyecto país” ............................. 30
Los ricos mandan al mundo y al mercado .......... 32
Y la ética, ¿qué? ............................................... 34
Democracia... ¿participativa? ........................... 37
Mito e inversión extranjera ............................... 38
II Riqueza versus pobreza:
Venezuela y América Latina ..................................... 41
¿Qué es la pobreza?....................................... 41
La pobreza en América Latina ........................... 43
¿Y el hambre...? ............................................... 49
III A Venezuela la hizo el petróleo .................................. 55
Los “dueños” originarios ................................... 55
Descubriendo la riqueza ................................... 58
La “inversión extranjera” .................................. 60
“Dueños” estadounidenses ............................... 61
Nace la New York & Bermúdez Co. ..................... 63
Intromisiones imperiales .................................. 66
Emerge un anti-imperialista ............................. 72
El petróleo mata al feudalismo .......................... 75
La “democracia representativa” ........................ 77
Del Trust del Asfalto al Trust del Petróleo .......... 79
Fiebre negra y nacionalización .......................... 81
Democracia represiva ....................................... 86
Las 50 empresas más poderosas de Venezuela 90
IV Los grupos económicos, foráneos y criollos ............... 91
El capital foráneo petrolero ............................... 92
Los grupos pioneros del siglo 20 ........................ 98
37 años después... ........................................... 105
Los grupos del siglo 21 ..................................... 106
El olvidado grupo Hernández ............................ 109
El grupo Mendoza-Polar ................................... 110

3
Lo grupos... ¿vienen y se van? ........................... 114
El sector financiero .......................................... 118
Capital petrolero extranjero .............................. 119
V La cuestión mediática .............................................. 121
Los amos de la prensa en Venezuela .................. 121
Los grandes “duopolios” ................................... 124
El duopolio televisivo ........................................ 133
La televisión pública ......................................... 136
“Lealtad ideológica” .......................................... 144
El caso Milagros Pérez ...................................... 145
El bolero de Ravel ............................................. 148
VI ¿Quién es quien?: La Organización Cisneros ............ 153
La buena mano de Pérez ................................... 175
VII ¿Quiés es quien?: El Grupo Polar ............................. 187
VIII Los dueños del mundo ............................................. 193
Democracia bursátil ......................................... 195
“Síndrome Berlusconi” ..................................... 196
¿Hay “fin de la historia”? ................................... 201
IX Los dueños de América Latina .................................. 203
Los ricos venezolanos ....................................... 207
Historial de los latinoamericanos más ricos ....... 208
Relaciones Chile-Venezuela .............................. 211
Sensibilidad millonaria .................................... 214
¿Crecimiento con equidad? ............................... 216
Contradicciones de millonarios ......................... 218
X Los amos de la prensa en América Latina .................. 227
Los grandes dueños delos medios ..................... 229
¿Quiénes son los dueños? ................................ 235
Los grupos mediáticos ...................................... 237
Dueños de medios en EE.UU. ........................... 239
The Big brothers Murdoch & Cisneros ................ 250
XI Los dueños de A. Latina : ¿Quién es Carlos Slim? .... 253
Los demás dueños de México ............................ 254
Los dueños de Brasil ........................................ 257
Los dueños de Argentina .................................. 231
Los dueños de Colombia ................................... 267
Los dueños de Chile ......................................... 272
Los “otros” ....................................................... 276
Index .............................................................................. 277

4
I
Introducción
¿Qué pasó en Venezuela?
V enezuela posee abundantes recursos naturales pero
la atormenta la pobreza. Tiene las reservas comprobadas
de hidrocarburos mayores de la Tierra pero, al mismo tiem-
po, exhibe los peores indicadores mundiales de exclusión
social, similares a los de países de América Latina, Asia y
África que no poseen tanta riqueza. La mayoría de sus
casi 25 millones de habitantes vive en el desamparo desde
hace un cuarto de siglo, justo cuando el boom de los pre-
cios mundiales de los hidrocarburos trajo más dinero, a
partir de 1973. Pero su pueblo no cosechó la nueva rique-
za; más bien se empobreció, al igual que los habitantes de
aquellos países desamparados que no producen –ni con-
sumen– el petróleo.
La pobreza no es exclusividad de Venezuela. Es un azo-
te mundial que recorre a todas las naciones desvalidas del
planeta –incluida América Latina–. Su extensión fue acica-
teada por las políticas gubernamentales de exclusión social
conservadora impuestas en esa misma década del 70 en
todo el globo por el binomio Margareth Thatcher –del Reino
Unido– y Ronald Reagan –de Estados Unidos–, los mismos
poderes que invadieron Irak en 2003, para “introducir la
democracia” y, a cambio, retirar el petróleo.
Pero a la vez que aumenta la pobreza, se incrementa la
riqueza... de muy pocos. El mundo está dividido entre paí-
ses pobres y ricos. Y al interior de las naciones, los ricos
son cada vez más opulentos, mientras los pobres están cada
vez más desvalidos. La nueva versión conservadora del
modelo económico hizo más pobres a quienes ya eran po-
bres –sean personas o naciones– y más prósperos a quie-
nes ya tenían suficiente. El efecto de la concentración de la
riqueza versus la expansión de la pobreza también existe al
interior de los países ricos. Las naciones del “primer mun-
do”, o países desarrollados, poseen bolsones de pobreza,
donde pululan seres humanos desamparados y excluidos,
cuya existencia resulta poco conocida porque tampoco tie-
nen derecho a expresarse.

5
La nueva corriente económica mundial “flexibilizó” el
trabajo, es decir, destruyó de una plumada las conquistas
laborales adquiridas por la clase trabajadora desde los co-
mienzos del siglo 20. En los países más “duros” –como fue
el caso del Chile de 1973, entre otros–, se instalaron dicta-
duras militares que destrozaron las organizaciones socia-
les, sindicales y políticas de los sectores populares, asesi-
naron a sus líderes y sembraron el terror hasta internali-
zar el miedo por “la cuestión social”. Es decir, “prepara-
ron” al país, o hicieron el trabajo sucio, para el adveni-
miento posterior de la buena nueva, el sometimiento for-
zado a un modelo económico, sin tener que molestarse
por eventuales reacciones de protesta popular. Los pue-
blos quedaron atados de manos, indefensos y derrotados,
incluso ideológicamente.
Esa devastadora acción política se efectuó negando “la
política” y levantando los íconos de “la nueva economía”
ultra conservadora. En algunos países la llamaron eufe-
místicamente “economía social de mercado” o simplemen-
te, “economía de mercado”, pero pasó a la historia como “el
modelo neo-liberal de la economía”. “Neo”, porque intensifi-
có el carácter liberal que siempre tuvo el sistema económi-
co, desde que desapareció el feudalismo. Y “liberal”, no por
una supuesta postura progresista –al contrario–, sino por-
que los dueños del mercado se arrogaron la “libertad” de
someter a los otros, a quienes no son “dueños”. “Liberal”
suele llamar a confusión porque en Estados Unidos resue-
na como sinónimo de “comunista”.
Para hacer más digerible la nueva medicina, sus me-
dios de comunicación y su aparato cultural acuñaron la
ideología de la “globalización”, que muchos aplaudieron,
pocos comprendieron y otros tardaron años en compro-
bar qué se traía entre manos, realmente. El “mercado” se
convirtió en una suerte de supra gobierno, incluso de
carácter mundial, y entró de lleno en la política. Se priva-
tizaron las más apreciadas conquistas sociales y políti-
cas de los pobres del mundo, la educación, la salud y la
previsión social, en nombre del “progreso” y “lo moder-
no”. La seguridad social, la salud, la educación, la vivien-
da, quedaron al alcance de quienes pudieran pagárselas
por sus propios medios.

6
Las empresas públicas que América Latina estableció
el siglo 20 fueron indispensables para el advenimiento del
verdadero progreso y de los proyectos de país, práctica-
mente en todo el mundo subdesarrollado. Estuvieron a
cargo del Estado –donde los “dueños” siempre mantuvie-
ron el control– porque no eran rentables o porque la ini-
ciativa privada no tuvo capacidad económica o interés en
el desarrollo humano y económico de su respectiva na-
ción, o por todas esas razones juntas.
La historia económica reciente registra cómo esas em-
presas se privatizaron en cadena, en todo el mundo, en nom-
bre del “progreso” e invocando las exigencias del “mercado”.
Sin que nadie reclamara y “a precios de gallina flaca”, los
pueblos perdieron también sus sistemas de salud, sus hos-
pitales públicos y sus servicios de gas y agua potable... junto
con sus siderúrgicas, eléctricas, teléfonos, ferrocarriles.

Nuevo reparto del mundo


La globalización de estas políticas neo neoconservado-
ras impuso el “neo-liberalismo” en toda la Tierra, bajo el
nombre de “reforma económica” y “modernización de la
economía”, en un proceso imparable. Los Estados perdie-
ron sus facultades reguladoras del mercado –excepto en
Estados Unidos y en los demás países ricos– en nombre
de la modernidad y del progreso. Se estableció un nuevo
reparto del mundo, una globalización diferente a la que
imperó durante la era colonial –en que cada potencia se
adjudicó áreas geográficas bastante definidas– y distinto
también a la asignación de “áreas de influencia” que ca-
racterizó al mundo de gran parte del siglo 20.
El nuevo reparto planetario fue económico y financie-
ro, conducido ahora por un poder nuevo e invisible, las
grandes corporaciones transnacionales que mueven sus
hilos desde las oscuridad, incluso por encima de los go-
biernos. Los Estados de los países pobres se debilitaron,
reduciéndolos a su mínima expresión, en cambio en los
países ricos mantuvieron y renovaron su vigor, entre otros
razones, para asegurar su rol de guardianes o policías
mundiales, desarrollando un aplastante despliegue mili-
tar tecnológico financiado con gasto público.

7
La nueva mundialización económica, financiera y polí-
tica trajo de vuelta a América Latina a unos viejos conoci-
dos, aquellos que arribaron por serendipia mientras bus-
caban “las especias de las Indias”. Los hispanos controlan
o influyen uno de los sectores más rentables –y menos
productivos–, el sistema financiero y bancario de práctica-
mente toda América Latina, un resorte clave de la nueva
economía. La presencia de sus corporaciones financieras
Banco Bilbao Vizcaya Argentaria –BBVA– y Banco San-
tander Central Hispano –BSCH– se complementa con En-
desa en la electricidad, Repsol en la energía, Telefónica en
las comunicaciones, etcétera. Su ingerencia en la política
interna se hizo patente en 2002 con la participación del
gobierno de José María Aznar en el golpe en Venezuela.
El “neoliberalismo” se convirtió en una religión, mono-
teísta y excluyente. Los medios de comunicación no admi-
ten críticas ni análisis, ningún cuestionamiento al dogma
sagrado del modelo neoconservador de sociedad. Las pan-
tallas de televisión y los impresos rinden pleitesía a las
decisiones del “mercado” y a las cifras macroeconómicas,
las fusiones de grandes corporaciones y las nuevas priva-
tizaciones aún en curso. El éxito de los países dependien-
tes no se mide por los progresos de sus pueblos –que más
bien van para atrás–, sino por las cifras de la macroecono-
mía, la inversión extranjera, el “saneamiento” del gasto
público –que significa menos salud y educación– y el “equi-
librio” de las cuentas nacionales.
Las “buenas noticias” que transmiten los medios de co-
municación generalmente son “buenas” sólo para los gran-
des “dueños”. Por lo general, significan mayor concentra-
ción de la riqueza y aumento de la exclusión, sin aspavien-
tos en la gran prensa. Los pobres solamente tienen cabida
en la crónica roja, en las noticias policiales que abruman
en detalles sobre el crimen y lo que hoy llaman “seguridad
ciudadana”, pero jamás los medios abordan un debate se-
rio sobre el incremento del delito en la sociedad latinoame-
ricana. La prensa derivó en instrumento de propaganda, en
caja de resonancia de la nueva religión. Dejó de lado su
proclamada “misión” informativo-ideológica original.
No todos los ciudadanos pueden entender las cifras de
la macroeconomía. A veces parecen “buenas” porque re-

8
gistran crecimiento económico o aumento del Producto
interno bruto (PIB). La economía crece sin cesar, aunque
sea a tasas bajas. Pero también aumenta sin parar el des-
empleo. Y el trabajo es la única herramienta de los despo-
seídos para ejercer su derecho a la vida, que es un dere-
cho económico y político, tan importante como el derecho
al voto o a la libre expresión. La mano de obra está en
crisis, el derecho al trabajo también. Quienes tienen em-
pleo están sometidos a la “flexibilización laboral”, que sig-
nifica pérdida de la relación contractual y la liberación de
las responsabilidades jurídicas del empleador, tales como
el contrato de trabajo, el pago de prestaciones sociales, la
asignación familiar y otras conquistas jurídicas de vieja
data, alcanzadas por los trabajadores aquí y allá, no gra-
tuitamente, más bien con grandes luchas del pasado.
Un país como Chile, el campeón neoliberal del conti-
nente, exhibe cifras de crecimiento económico que convi-
ven perfectamente con índices de aumento del desempleo.
La economía crece, pero no es capaz de crear nuevos pues-
tos de trabajo. El crecimiento con desempleo es un aporte
del modelo sureño. La “flexibilización laboral” desemplea
a los varones para sustituirlos por mujeres, preferidas para
recolectar frutas, que es el principal renglón de las expor-
taciones. Las “temporeras” realizan su trabajo estacional
bajo condiciones infrahumanas. Además, perciben sala-
rios más bajos que los hombres y tampoco tienen tiempo
para siquiera pensar en organizarse en sindicatos. No tie-
nen tiempo, continúan atadas a sus labores de género,
cuidar hijos, atender maridos y demás trabajos domésti-
cos, todo al mismo tiempo.
Las ventas chilenas al exterior andarán en 2004 por
los 30 mil millones de dólares, la economía en su conjunto
crece entre 4% y 5%, pero la tasa de desempleo sube en
vez de retroceder. Aumentó en abril de 2004, respecto al
mismo mes del año anterior; en mayo de 2004 creció 0,6
puntos en relación a abril del mismo año y mantuvo esa
tendencia durante todo el invierno sureño. La gravitación
del mercado interno en la economía descendió del 56%
que exhibió entre 1997 y 2003, para decaer al 20% actual
como generador del producto. La economía se hizo exter-
na, se globalizó. Si el mercado interno se reduce, crecerán

9
igual las ganancias de “los dueños” exportadores, pero sus
éxitos económicos no se reflejarán en el conjunto de la
sociedad chilena. ¿Qué pasará en los próximos diez años?
Los efectos sociales del modelo de “crecimiento con des-
empleo” impulsado por el gobierno “socialista” y la “oposi-
ción” –las clases propietarias– no inquietan a la elite chile-
na. Las cifras macroeconómicas seguirán haciendo la me-
jor propaganda del modelo económico neoconservador.
El Informe sobre el Desarrollo Humano 2002 en Vene-
zuela, emitido por el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), en el capítulo “Caminos para superar la
pobreza”1 formuló esta reflexión sobre la ética del crecimiento
económico: “Aun cuando se admite que incrementar la ri-
queza material de la sociedad es un medio necesario con el
fin de disponer de recursos para invertir en la gente, el ob-
jetivo de la estrategia es poner el crecimiento económico al
servicio del desarrollo humano, aumentando las habilida-
des de los ciudadanos para participar en él, su productivi-
dad y su acceso a recursos productivos. No se trata sola-
mente de incrementar la riqueza material de la sociedad
sino de enriquecer las vidas de sus miembros”. Por el mo-
mento, todo esto es letra muerta en América Latina.

¿Qué ocurrió en Venezuela?


Venezuela no tuvo ninguna dictadura en los ‘70, los
años en que comenzó la reforma neoconservadora. Se so-
metió “voluntariamente” al nuevo esquema por decisión
de todos los matices del liderazgo político y de la elite eco-
nómica, nacional y extranjera. La “reforma económica” llegó
retrasada, pero con mayor virulencia, hacia 1989, al co-
menzar la segunda administración de Carlos Andrés Pé-
rez. Sin embargo, los estragos silenciosos de la pobreza,
agravados por una inflación reptante, sibilina, comenza-
ron a deteriorar la calidad de vida venezolana a partir de
la primera administración Pérez. Por paradoja, la pobreza
arribó justo cuando hubo más dinero proveniente del pe-
tróleo. Por lo menos así lo reflejan los indicadores de ex-
clusión social y pobreza que periódicamente dan a cono-

1) http://www.pnud.org.ve/idh/venezuela.asp.

10
cer el Banco Mundial,
la Comisión Económi-
ca para América La-
tina de Naciones Uni-
das (Cepal) y el Pro-
grama de Naciones
Unidas para el Desa-
rrollo (PNUD), entre
muchos otros orga-
nismos que nadie po-
dría calificar juiciosa-
mente de “comunistas” o “extremistas ácratas”.
El Apéndice “Una mirada al desarrollo humano en Vene-
zuela” del Informe sobre Desarrollo Humano 2002 del PNUD
muestra que al comienzo del período 1975-2000 Venezuela
ocupaba el cuarto lugar de la región, por debajo de Argenti-
na, Uruguay y Costa Rica, pero decayó al noveno puesto
hacia el 2000, registrando un progreso medio para los cáno-
nes de la región latinoamericana pero el más bajo en 25 años
para los rangos de los países OPEP, con un índice de 19,01%,
apenas superior al desempeño de Nigeria2.
En 2000, Venezuela clasificó con “desarrollo humano
medio” en el puesto 69 del ranking de 173 países, con el
índice 0,770 (Noruega fue el más alto, con 0,942, y Sierra
Leona el más bajo, con 0,172), por debajo de Colombia y
Mauricio y arriba de Tailandia y Arabia Saudita, todo esto
según el informe para el 2000, publicado en 2002.
El Índice de Desarrollo Humano es un indicador com-
plejo –no sólo de pobreza– normado por el Banco Mundial
para medir el desarrollo humano con un criterio integral
que permite comparaciones entre 173 países. Por su labo-
riosa multiplicidad, se realiza cada tres años y sus resul-
tados tardan más de un año en publicarse. Toma en cuen-
ta la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, las en-
cuestas de hogares de cada país, la pobreza, el ingreso e
indicadores sociales –de alta calidad y comparables entre
sí– en educación, salud, acceso a servicios e infraestruc-
tura, riesgo, vulnerabilidad, exclusión social y el acceso al
capital. Se inspira en un concepto multidimensional que

2) PNUD, Informe Desarrollo Humano Venezuela 2002, pp 230.

11
considera a la exclusión social como limitante de la parti-
cipación de las personas en el desarrollo.
Los primeros componentes estrucurales del indicador
de desarrollo humano son la esperanza de vida (72,9 años)
y la alfabetización (92,6%), que fueron los mejores soportes
del país; si no Venezuela hubiera quedado por debajo del
9º lugar latinoamericano en 2002. Entre los indicadores
llamados coyunturales, la tasa bruta de matriculación y el
ingreso per cápita influyeron de manera decisiva en el bajo
rendimiento del índice de 0,770, aunque pese a todo, es
mayor al promedio latinoamericano de 0,767. Por encima
de Venezuela están Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica,
México, Cuba, Panamá y Colombia. Por debajo, Brasil, Perú,
Paraguay, Ecuador, República Dominicana, El Salvador, Bo-
livia, Honduras, Nicaragua y Guatemala. Haití ni siquiera
aparece porque no hay información.
La esperanza de vida en Venezuela es de 72,9 años (la
más alta para el indicador es 77,4) y el alfabetismo regis-
tró 92,6%, frente a 98% de los países con desarrollo hu-
mano alto. En 2004 prácticamente se erradicó el analfa-
betismo, pero se reflejará en el próximo informe. Estos
dos indicadores son excelentes en el contexto regional. Las
debilidades mayores radicaron en el ingreso y en la tasa
bruta de matriculación de 65%: el 35% de los jóvenes no
asiste a ninguna escuela, realidad educacional que está
por debajo del promedio latinoamericano.
Los indicadores se comportan distinto dentro del país.
Por ejemplo, la esperanza de vida en Caracas DF es de 73,9
años, superior al promedio nacional (72,9) y mucho mayor
que los 64,02 años del Territorio Delta Amacuro, cercanos
a la esperanza de vida en Guatemala o Kazajstán.
La tasa de mortalidad infantil, que afecta a la pobla-
ción más vulnerable, se redujo de 23,94 niños fallecidos
por cada 1.000 nacidos en 1991 a 20,45 por 1.000 en
1998, influyendo en la esperanza de vida. En 1991 en el
DF morían 21,21 niños por cada 1.000 vivos, contra 45,76
por 1.000 del Delta Amacuro, pero en 1998 bajó, respecti-
vamente, a 18,11 y a 39,08 niños por cada 1.000 vivos. La
tasa nacional de mortalidad infantil en 2004 es de 17,5
niños fallecidos por 1.000 nacidos vivos, una de las más
bajas de la región excepto Cuba.

12
Índice de Desarrollo Humano 2000

País Esperanza Tasa de Tasa Ingreso IDH


de vida alfabet. matrícula ($PPA)

DH Alto 77,4 98,0 91 24.973 0,918


Chile 75,3 95,8 78 9.417 0,831
Colombia 71,2 91,7 73 6.248 0,772
Venezuela 72,9 92,6 65 5.794 0,770
América Latina
y Caribe 70,0 88,3 74 7.234 0,767
Perú 68,8 89,9 80 4.799 0,747
Comunidad
Andina 69,06 90,26 73 4.494 0,735
Ecuador 70,0 91,6 77 3.203 0,732
Opep 68,7 76,0 66 8.722 0,716
DH Medio 67,1 78,9 67 4.141 0,691
Bolivia 62,4 85,5 70 2.424 0,653
DH Bajo 52,9 49,7 38 1.251 0,448

Fuente: PNUD, 2002a

Los pobres no van a la escuela


El índice del PNUD tiene dos componentes educacio-
nales. Un indicador llamado “Tasa combinada de matrícu-
la”, ideado por la Unesco, refleja el porcentaje de jóvenes
en edad escolar (6-23 años) que se halla dentro del siste-
ma de enseñanza básica, media y superior. El otro indica-
dor, denominado “Logro educativo”, aporta una perspecti-
va más general, combinando el Índice de alfabetismo con
la Tasa combinada de matrícula. Las políticas guberna-
mentales, o su ausencia, inciden en la exclusión, como el
aumento del precio del transporte, vestuario y alimenta-
ción, que provocan exclusión estudiantil. Por el contrario,
las políticas de becas, bonos, alimentos, útiles escolares,
pueden atraer población estudiantil.
La tasa de matriculación comenzó a bajar desde el 80%
del año escolar 1990/1991 al piso de 58% a que descen-
dió en 1995, guarismo que significa un 42% de jóvenes
excluidos del sistema educacional. El 65% registrado en
2000 indica que el 35% de los jóvenes está fuera de la
educación. Aunque hubo una mejoría del indicador, toda-

13
Promedio de años de Escolaridad, América Latina, 1999

País Años Promedio País Años Promedio


de Escolaridad* de Escolaridad*
Chile 9.8 El Salvador 6.2
Argentina 9.4 Brasil 6.0
Uruguay 9.3 México 5.9
Paraguay 7.6 Nicaragua 5.9
Perú 7.6 Bolivia 5.6
Costa Rica 7.5 Colombia 5.6
Venezuela 7.1 Honduras 5.3
R. Dominicana 6.9 Panamá 5.3
Ecuador 6.4 Guatemala 4.1
Fuente: Cepal, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe,
2001 (LC/G.2151-P), Santiago de Chile, 2002. Publicación de las
Naciones Unidas, Nº de venta: E..02.II.G.1
*Basado en encuestas de hogares.

vía la matriculación es baja respecto al promedio latino-


americano de 74% y al 80% de Perú.
El derecho a la educación está garantizado por los artí-
culos 102 y 103 de la Constitución vigente desde 1999,
año en que el gasto público en educación representó el
3,9% del Producto interno bruto (PIB), bastante menor que
el 8% de Bolivia, el 7% de Cuba, el 6,1% de México, el
5,9% de Barbados, el 4,9% de Nicaragua, el 4,1% de Chile
y Costa Rica, etcétera, pero mayor al 2,7% de El Salvador
y al 2,1% de Perú, según los datos disponibles para ese
año3. Venezuela comenzó a aumentar el gasto público en
educación desde el 3,2% del PIB de 1998 hasta el 5,2%
establecido en el presupuesto 2004.
En septiembre de 2003 Venezuela puso en marcha la
Misión Sucre que se propone hacer efectivo el derecho consti-
tucional de todos los bachilleres a la educación superior.
Se inscribieron 470 mil aspirantes a ingresar a las univer-
sidades, incluyendo a miles que abandonaron sus estudios
para incorporarse al mercado de trabajo. El programa con-
templa becas para desestimular la deserción de alumnos.

3) Indicadores del Desarrollo Socioeconómico de América Latina y


el Caribe, Cepal, 2004.

14
Antecedentes básicos de América Latina, 1999

País PIB Ingreso medio Coeficiente Promedio


per cápita* familiar Gini años de
(US$/Año per cápita** 1999** Escolaridad**

Argentina 7.435 580,02 0,53 9,4


Uruguay 6.016 570,43 0,44 9,3
Chile 5.129 474,98 0,55 9,8
México 4,577 662,50 0,57 5,9
Brasil 4.225 594,35 0,64 6,0
Costa Rica 3.706 394,00 0,49 7,5
Panamá 3.274 506,00 0,56 5,3
Venezuela 3.037 365,20 0,49 7,1
Perú 2.310 178,12 0,50 7,6
Colombia 2.266 496,40 0,55 5,6
R, Dominicana 1,943 491,83 0,47 6,9
El Salvador 1.753 148,00 0,52 6,2
Paraguay 1.603 305,88 0,54 7,6
Guatemala 1.551 257,00 0,58 4,1
Ecuador 1.404 158,13 0,56 6,4
Bolivia 955 168,75 0,60 5,6
Honduras 694 146,00 0,57 5,3
Nicaragua 473 238,00 0,59 5,9

Fuente: Cepal, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe,


2001, Santiago de Chile, 2002. Publicación de Naciones Unidas, Nº
de venta: E.02.II.G.1
* En dólares de Estados Unidos, 1995.
**Basado en encuestas de hogares, ingresos mensuales en dólares
de Estados Unidos.

Hasta junio de 2004 se habían otorgado 140 mil becas y en


todo el país estaba en marcha un programa de nivelación
del conocimiento adquirido en el bachillerato, con tres ma-
terias: matemáticas, lenguaje y comunicación y Venezuela
en el contexto mundial.
El ingreso per cápita registra también un menor rendi-
miento gravitante en el indicador de desarrollo humano
del 2000 Venezuela, 5.794 dólares PPA, 1.440 por debajo
del promedio latinoamericano de 7.234. A fin de comparar
datos de todo el planeta en sus estudios, el Banco Mun-
dial y la ONU establecieron una moneda virtual, Paridad

15
del Poder Adquisitivo (PPA) Ingreso medio familiar
o dólar PPA, basada en la ca- América Latina, 1999
pacidad de compra que tuvo
el dólar estadounidense en País Ingreso medio
1985. Con este criterio, en familiar
1998 se determinó que en el per cápita*
mundo había 2.800 millones
México 662,50
de personas sobreviviendo
Brasil 594,35
con menos de dos dólares Argentina 580,02
PPA por día, en tanto 1.200 Uruguay 570,43
millones exhibían niveles de Panamá 506,00
consumo inferiores a 1 dó- Colombia 496,40
lar PPA diario. La nomencla- R, Dominicana 491,83
tura internacional universa- Chile 474,98
lizó las tasas de consumo de Costa Rica 394,00
1, 2 y 3 dólares PPA, pero en Venezuela 365,20
1999, la unidad monetaria Paraguay 305,88
estadounidense se había Guatemala 257,00
devaluado en 24% respecto Nicaragua 238,00
a 1985. Significa que un dó- Perú 178,12
lar PPA equivale a US$ 1,24 Bolivia 168,75
de 1999. Ecuador 158,13
De ese modo, el ingreso El Salvador 148,00
per cápita anual de Venezue- Honduras 146,00
la, 5.794 dólares PPA, apa- Fuente: Cepal, Anuario Esta-
rentemente arrojaría 15,86 dístico de América Latina y el Ca-
dólares PPA diarios, o US$ ribe, 2001 (LC/G.2151-P), San-
19,66 de 1999, equivalentes tiago de Chile, 2002. Publicación
de las Naciones Unidas, Nº de
a un ingreso cercano a 40 o venta: E..02.II.G.1
60 mil bolívares por día, se- * Ingresos mensuales en dó-
gún las dos tasas de cambio lares de EE.UU. de 1999, según
existentes, situación de apa- datos de encuestas de hogares.
riencia incoherente con la
realidad porque indica un ingreso mensual promedio su-
perior al millón de bolívares. La distorsión estadística obe-
dece a los altos ingresos del 30% más rico de la población,
que elevan el promedio nacional. Según la Cepal4, el 30%
más rico de la población absorbía en 1990 el 57,6% del
ingreso, pero en 2002 su participación en el ingreso au-

4) Cepal, Panorama Social de América Latina 2002-2003, pp 74.

16
mentó a 60,8%, mientras el 40% más pobre debió confor-
marse con el 16,7% del ingreso en 1990, pero en 2002 su
acceso al ingreso nacional se redujo al 14,3%. El proble-
ma de fondo en Venezuela, como en todo el continente, es
la desigual distribución del ingreso y la concentración de
la riqueza que la sociedad transfiere a los ricos.
El PNUD señaló que la caída del ingreso entre los ’80 y
finales de los ’90 es el “resultado de políticas económicas
internas erráticas, de la coyuntura política y de la caída de
los precios del petróleo” que descendió para esos años a
12,50 dólares por barril. “A partir de 1993, la economía
venezolana da signos de crisis, el PIB, según el Banco Cen-
tral de Venezuela, varía de 9,7% a –3,3% entre 1991 y 1994–
. La inflación, que se ha mantenido alrededor de 35% sube
diez puntos en 1993, continuando su ascenso hasta alcan-
zar el tope de 103,24% en 1966. En correspondencia, el
dólar sufrió para esos mismos años su mayor devaluación,
al pasar de 9 Bs. por US$ en 1992 a 105 Bs. por US$ en
1993, aumentando hasta alcanzar 605 Bs. por US$ en 1999.
El ingreso medio familiar, en consecuencia, sufrió una caí-
da de Bs. 14.200 en 1991 a Bs. 9.940 en 1997.
El ingreso per cápita es el indicador más coyuntural y
sensible del IDH. En el cuarto de siglo 1975-2000 el ingre-
so cayó en picada en Venezuela. En los primeros años de
la década del 90 descendió en 21%, al pasar de 5.266 a
4.157 $PPA en 1995 y seguir bajando a 3.471 $PPA en
1999. Por lo tanto, los 5.794 $PPA de 2000 revelan una
importante recuperación de 2.323 $PPA para el último año,
de 1.637 $PPA para el quinquenio y de 258 $PPA para
toda la última década.
Mucho más preocupante es la desigualdad en el ingre-
so. El Distrito Federal y el Estado Miranda, que concen-
tran la riqueza, mantuvieron estabilidad durante la déca-
da más crítica, pasando de un ingreso de 5.300 $PPA en
1991 a 5.150 $PPA en 1999, con un recorte de sólo 150
$PPA. La pérdida más fuerte la sufrieron Portuguesa, Su-
cre, Apure, Amazonas y Delta Amacuro, que transitaron
de 3.800 $PPA en 1991 a 2.000 $PPA en 1999. La des-
igualdad en la distribución del ingreso se mide con el co-
eficiente Gini, que en Miranda acusó un valor de 0,53, el
más alto de todo el país. Mientras más bajo es el valor

17
Gini, menor es la desigualdad de los ingresos entre estra-
tos sociales, hasta la homogeneización en el punto 0,00.
Mientras más sube, la desigualdad es mayor. El promedio
Gini de Venezuela fue de 0,45 y el de Cojedes, 0,36. Mi-
randa presenta la concentración de la riqueza más inequi-
tativa del país. “El indicador revela que en esta entidad es
donde se concentra la mayor cantidad de la riqueza”, se-
ñaló el informe del PNUD. “Probablemente, de tener indi-
cadores locales, éstos mostrarían que es fundamentalmente
en tres de los 21 municipios de Miranda: Chacao, Baruta
y El Hatillo, donde está ubicada esta concentración”, aña-
dió. Dicho de otro modo, allí viven los ricos.
El PNUD razonó que el desarrollo humano de Venezue-
la para estos años se inscribe en una variable tipificada
como “círculo vicioso”, es decir, una combinación entre el
deterioro de los indicadores sociales del desarrollo huma-
no y el estancamiento o reducción del crecimiento econó-
mico. “Entre los ’80 e inicios de los ’90, en Venezuela se
fue dando una tendencia hacia una mayor asociación po-
sitiva entre los indicadores sociales del desarrollo huma-
no y el crecimiento económico, es decir, un círculo virtuo-
so”, que es la combinación del crecimiento económico con
el desarrollo humano. “El decrecimiento del ingreso per
cápita y de otros indicadores económicos, por una parte, y
el descenso en la matricula de educación como educación
social, por otra, abren paso al escenario de círculo vicioso,
lo que explica el progreso lento del IDH. Esto significa que

Distribución del ingreso de los hogares


Venezuela, 1990-2002

Año 40% más 30% 20% anterior 10%


pobre siguiente al 10% más rico más rico

1990 16,7 25,7 28,9 28,7

1997 14,7 24,0 28,6 32,8


1999 14,6 25,1 29,0 31,4
2002 14,3 24,9 29,5 31,3

Fuente: Cepal, Panorama Social de América Latina 2002-2003, pp 74.

18
de haberse mantenido los logros en educación en un es-
quema de desarrollo humano balanceado (Hd lop-sided),
el comportamiento del IDH nacional hubiese tenido un
mejor rendimiento”, aseguró el PNUD.
En Venezuela disminuyen los ingresos de los sectores
desposeídos, a la vez que aumentan los de las clases altas.
La concentración de la riqueza en unos pocos va acompa-
ñada de mayor desigualdad entre los estratos pobres y
ricos. Entre 1990 y 2002 decrecieron los ingresos del 40%
más pobre de la población, pero se incrementaron los del
10% (decil) más adinerado. Un 70% de la población perci-
be sólo el 39,2% de los ingresos, mientras el 30% restante
absorbe el 60,2 de todo el dinero que genera la actividad
económica.
El decil más rico accede al 31,3% del ingreso, en tanto
que el 40% más pobre de la sociedad participa apenas en el
14,3% del ingreso nacional. El problema mayor no radica
en los ingresos, sino en la desigualdad de su distribución.
Además del coeficiente Gini, existen otros dos indica-
dores para medir la desigualdad del ingreso, el de Theil y
el de Atkinson, que son los apellidos de sus autores. Se-
gún los coeficientes de Gini y Theil, Brasil es el país de
América Latina con la distribución más regresiva del in-
greso prácticamente del mundo entero. Pero el indicador
de Atkinson, que pone el énfasis en una cierta aversión a
la desigualdad –con especial hincapié en los más pobres
en el análisis de la distribución–, le otorga a Venezuela el
dudoso honor de campeón continental en la desigualdad
en el ingreso.
Aunque ningún indicador tiene la última palabra –tam-
poco coinciden entre sí– son los únicos instrumentos que
existen para medir la desigualdad de los ingresos. El aná-
lisis mesurado de todos permite conclusiones razonables
sobre la desigualdad del ingreso y la concentración de la
riqueza, un aspecto de la realidad social bastante soslaya-
do. En todos los indicadores, el valor óptimo es 0, la equi-
dad absoluta. El máximo de desigualdad es el valor 1, la
inequidad total. El más aceptado universalmente es el co-
eficiente de Gini.
Según el PNUD, su indicador IDH “persigue medir el
nivel medio de algunas de las capacidades humanas pre-

19
Indicadores de Concentración del Ingreso
1990-2002

Año Porcentaje de personas Índices de concentración


con ingreso per cápita
menor que el

promedio 50% del Gini Theil Atkinson


promedio

Venezuela
1990 68,0 35,5 0,471 0,416 0,545
1997 70,8 40,7 0,507 0,508 0,985
1999 69,4 38,6 0,498 0,464 0,664
2002 68,7 38,8 0,500 0,456 0,866

Brasil
1990 75,2 53,9 0,627 0,816 0,790
1996 76,3 54,4 0,638 0,871 0,762
1999 77,1 54,8 0,640 0,914 0,754
2001 76,9 54,4 0,639 0,914 0,760

Fuente: Cepal, Panorama citado, pp 76, 77.

sentes en una sociedad”; asimismo, la distancia que “debe


recorrer un país, región, estado o municipio “parar lo-
grar el valor máximo posible, permitiendo además esta-
blecer comparaciones con otros espacios, así como estu-
diar los desempeños en el tiempo”. El concepto desarro-
llo humano se refiere a un proceso de ampliación cons-
tante de las opciones de las personas en su legítimo afán
por una vida mejor. Incluye las oportunidades de educa-
ción, atención médica, seguridad alimentaria, empleo e
ingreso, abarcando todo el espectro de las opciones hu-
manas, desde un entorno favorable hasta las libertades
políticas y económicas.
En la óptica del PNUD, el desarrollo humano tiene
una profunda connotación ética, porque debe ser soste-
nible, es decir, no debe comprometer el bienestar de las
generaciones futuras. Incide, esencialmente, en ampliar
la capacidad de las personas de mejorar su bienestar
individual y colectivo, aprovechando las oportunidades
que se presenten o que puedan crear ellas mismas, en

20
libertad y asumiendo directamente sus decisiones. O sea,
precisamente todas las posibilidades vitales más esen-
ciales que el modelo neoconservador le niega a las tres
cuartas partes de la población mundial subdesarrollada
que sobrevive con menos de tres dólares al día, según
datos del Banco Mundial de 1998.
La lucha contra la pobreza tiene también connotaciones
éticas muy evidentes, además de las implicancias políticas y
económicas que saltan a la vista. El mismo PNUD lo expresa
de una manera bastante clara: “Para PNUD, la pobreza es
una brutal negación de los derechos humanos y ello elimina
la errónea noción de que el bienestar social, la educación, la
salud y el empleo son favores o actos de caridad de los go-
biernos y de los organismos internacionales, en beneficio de
los pobres. La pobreza niega libertades, capacidades, dere-
chos y oportunidades a las personas para tener una vida
larga, creativa y sana, adquirir conocimientos, tener liber-
tad, dignidad y respeto por sí mismas”5.
En resumen, para el PNUD “el desarrollo humano es
el resultado de múltiples vínculos y asociaciones, tales
como la libertad, la seguridad, el crecimiento económi-
co, la gobernabilidad y la democracia. Existen, además,
otras relaciones que se pueden o se intentan establecer,
como sería el caso de la asociación entre el desarrollo
humano y las Tecnología de la Información y la Comuni-
cación (TIC)”, que crecen a gran velocidad. Sin embargo,
para los países pobres, que no pueden comprar TIC, las
prioridades podrían estar en otra dirección. El mundo
TIC está copado por un puñado de grandes transnacio-
nales controladas por individuos como Bill Gates y Gus-
tavo Cisneros.
Las TIC podrían convertirse “en un elemento más de
exclusión y separación entre quienes tienen los recursos
para acceder a ellas y las capacidades para usarlas, y los
que carecen de éstos”, aventuró el Informe sobre Desarro-
llo Humano en Venezuela 2002: Las Tecnologías de la In-
formación y la Comunicación al Servicio del Desarrollo.
“De acuerdo con el Informe mundial sobre comunica-
ción y la información de la Unesco (2001) las desigualda-

5) http://www.pnud.org.ve/temas/pobreza.asp.

21
des entre los países desarrollados y en vías de desarrollo
se están ensanchando, convirtiéndose incluso en un obs-
táculo para la integración de todos los países en la llama-
da Sociedad Mundial de la Información”, afirmó el PNUD.
La industria de las TIC está concentrada; por ejemplo, el
50% de todas las ventas de equipos de telecomunicacio-
nes está controlado por cinco compañías. En telefonía, cin-
co firmas (todas ellas en países ricos de la Ocde) controlan
el 74% del mercado.
Sean cuales fueran los beneficios del uso de TIC, ac-
tualmente la distribución mundial de recursos de TIC es
enormemente desigual”6.
El PNUD estima, sin embargo, que “la tecnología es un
instrumento y no sólo un beneficio del crecimiento y del
desarrollo”. El organismo aboga porque las TIC pudieran
contribuir al desarrollo humano mejorando el manejo y la
difusión de datos e indicadores de las políticas públicas,
todo esto en favor de la transparencia administrativa, la
democracia, la libertad, la seguridad, la justicia, la soste-
nibilidad ambiental, entre otros factores.
En cierto modo, las TIC podrían liberar al ciudadano
común de la dictadura de los medios de comunicación,
aumentando el acceso a la información social y refor-
zando los procedimientos de rendición de cuentas. Has-
ta ahora los medios corporativos de América Latina fil-
tran la información destinada al grueso público en fun-
ción de los intereses políticos y económicos de sus due-
ños, no en interés de la información al ciudadano.
“El manejo democrático de la información de datos
sobre los aspectos sensibles e importantes de la vida de
las personas (sea esta información cuantitativa o cualita-
tiva) no solamente contribuye a la transparencia en la
administración de los recursos, en la participación para
las decisiones, en el seguimiento de las políticas para el
desarrollo humano, en la rendición de cuentas, sino que
ayuda a fortalecer la gobernabilidad, tanto en los espa-
cios de acción local como nacional”7, concluyó el informe.

6, 7) PNUD, Informe DH en Venezuela 2002, Apéndice, pp 236.

22
La exclusión en Venezuela
Las cifras de exclusión social son bastante explícitas
desde hace más de dos décadas. Venezuela fue el país de
América Latina que entre 1975 y 2000 tuvo el más bajo
crecimiento y los progresos más lentos en el desarrollo hu-
mano de sus habitantes, de acuerdo al PNUD. El Índice de
Desarrollo Humano creció menos que en Chile, Argentina,
Uruguay y Paraguay sometido a diferentes dictaduras en
los años 70; que El Salvador, Guatemala, Honduras y Co-
lombia, a pesar de sus conflictos armados internos en ese
lapso de 25 años; y que Nicaragua, que primero sufrió una

Evolución del Coeficiente GINI* en Venezuela


Coeficiente Gini Coeficiente Gini
América Latina, 1999 América Latina, 2000
País Gini País Gini
Uruguay 0,440 Uruguay 0,425
R, Dominicana 0,470 Costa Rica 0,446
Costa Rica 0,490 Venezuela 0,455
Venezuela 0,490 Perú 0,477
Perú 0,500 R. Dominicana 0,481
El Salvador 0,520 Argentina 0,504
Argentina 0,530 El Salvador 0,518
Paraguay 0,540 México 0,527
Colombia 0,550 Honduras 0,530
Chile 0,550 Nicaragua 0,541
Ecuador 0,560 Ecuador 0,543
Panamá 0,560 Panamá 0,544
Honduras 0,570 Paraguay 0,549
México 0,570 Colombia 0,558
Guatemala 0,580 Bolivia 0,559
Nicaragua 0,590 Guatemala 0,560
Bolivia 0,600 Chile 0,561
Brasil 0,640 Brasil 0,572
Fuente: Cepal, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe,
2001 (LC/G.2151-P), Santiago de Chile, 2002, y Banco Mundial,
Apéndice Estadístico "Inequality in Latin America and the Cari-
bbean", Cuadro A.6, p. 403.
*Basado en encuestas de hogares. Mientras más bajo es el valor del
indicador Gini, menor es la desigualdad en los ingresos.

23
guerra civil que ganaron los Crecimiento del Índice
sandinistas, quienes vencie- de Desarrollo Humano
ron a la dictadura de Anas- A. Latina 1975-2000
tasio Somoza y luego se legi-
timaron en las elecciones ge- País Crecimiento
nerales pero sufrieron des- 1975-2000
pués la intervención encu-
Bolivia 0,139
bierta de Estados Unidos, di-
Chile 0.129
señada por Ronald Reagan y
Guatemala 0,125
Oliver North y recordada
El Salvador 0,120
como la operación ilegal “Irán
Honduras 0,120
Contra”.
Brasil 0,113
También fue bajo en Ve-
Colombia 0,112
nezuela el avance o rendi-
R. Dominicana 0,110
miento en la reducción del
México 0,107
rezago respecto de la meta.
Perú 0,106
En 1970, el Índice de Desa-
Ecuador 0,105
rrollo Humano un coeficien-
Panamá 0,075
te 0,647 (se supone que la
Costa Rica 0,075
meta es 1,000), que en 25
Paraguay 0,075
años creció en 19,01%, para
Uruguay 0,074
situarse en 0,770 en 2000.
Nicaragua 0,070
Por este bajo rendimiento en
Argentina 0,059
la superación de las metas
Venezuela 0,054
del desarrollo humano du-
rante 25 años, Venezuela fue Fuente: PNUD, 2002.
superada por países que en
1975 estaban por debajo de su nivel y hoy aparecen enci-
ma, por ejemplo, Chile, Panamá y Colombia.
En 1975 Venezuela ocupó el cuarto lugar en el ranking
latinoamericano de calidad de vida medida por el Índice de
Desarrollo Humano del PNUD, agencia de Naciones Unidas.
Encima tuvo a Argentina (antes de la crisis), Uruguay y Cos-
ta Rica y por debajo, a tres países que en el mismo período
de 25 años la superaron, Chile, Panamá y Colombia. La caí-
da de la calidad de vida del venezolano comenzó en 1975,
apenas empezada la primera administración Pérez.
El informe PNUD hizo presente que “Venezuela en poco
menos de 30 años casi ha duplicado su población”, sin
desarrollar una correspondiente “mejoría de las condicio-
nes oportunidades y capacidades”. “Durante el período de

24
análisis se evidencia que Peores 12 distribuciones
contamos con más personas, del ingreso en la Tierra
pero con menos oportunida-
Nº País Gini
des y opciones, lo que gene- 1 Namibia 0,707
ra en consecuencia mayor 2 Botswana 0,630
pobreza y exclusión”, con- 3 Sierra Leona 0,620
cluyó la versión Venezuela 4 R. Centroafricana 0,613
del informe PNUD. 5 Swasilandia 0,609
Hay una discusión sobre 6 Brasil 0,607
la magnitud de la pobreza en 7 Nicaragua 0,603
1999-2001, de acuerdo a los 8 Sudáfrica 0,593
últimos datos disponibles. El 9 Honduras 0,590
problema de fondo es que 10 Paraguay 0,577
ese trienio le corresponde ín- 11 Chile 0,575
tegro al gobierno de Hugo 12 Etiopía 0,572
Chávez. El investigador Ma- Fuente: Informe de Desarrollo
tías Riutort publicó “La Po- Humano PNUD, 2003
breza en el Trienio
1999-2001” 8 , con el
patrocinio del Institu-
to de Investigaciones
Económicas y Sociales
de la Universidad Ca-
tólica Andrés Bello,
cuestionando las con-
clusiones del informe
“Indicadores de Pobre-
za, Principales resulta-
dos, Primer semestre
2001”, del Instituto
Nacional de Estadísti-
cas (INE). Riutort con-
cluyó que la pobreza
pasaría de 57,6% en
1998 a un nivel que
“en el año 2001 pudie- Fuente: PNUD, 2002.
se estar entre el 61,4%
y el 62,2%...”, o sea mucho más pobreza que la indicada
por el INE, de 43,9% para el segundo semestre de 1998

8) http://www.pnud.org.ve/temas/pobreza.asp

25
reducida a 39,04% en el segundo semestre de 2001, por
lo tanto una disminución de 4,88 puntos para el mismo
período de estudio similar.
La propuesta Ucab-Riutort determina una pobreza de
62,2% para el trienio 99-01, contra 39,04 del INE, dos
estimaciones diametralmente opuestas utilizando aparen-
temente, la misma metodología y fuentes de información.
“Sólo es posible contar con una cifra de pobreza de
consenso si los cálculos son exactamente replicables por
las distintas instituciones involucradas en el tema, dispo-
nibilidad y acceso a las fuentes de información y transpa-
rencia metodológica son aquí las claves”, escribió José Luis
Fernández9, sociólogo Ucab en la página web del PNUD.
En otras palabras, el informe Riutort pudiera estar
politizado, influido por la postura antigubernamental de
la Ucab y su propietaria, la Compañía de Jesús. “Buen
ejemplo de esta transparencia metodológica son los docu-
mentos del Instituto Nacional de Estadística que aquí les
presentamos”, precisó Fernández. “Mediante los mismos
podemos reconstruir el valor exacto de cada uno de los
parámetros involucrados en la medición y así mismo cons-
tatar cada uno de los diferentes supuestos o hipótesis que
se asumieron en el tratamiento de las variables”.

“Apóstoles” de América Latina


Aunque parezca un contraste con la pobreza abru-
mante de la mayoría de su gente, Venezuela tiene el “ho-
nor” de contar con el segundo de los dueños de América
Latina, a la vez, el más rico del sub continente del Sur.
Los súper millonarios de la región exhiben un origen bas-
tante común, que incluye a las dos familias que predomi-
nan en la Venezuela del 2004. La primera generación fue
poco aficionada al estudio, aunque uno que otro pasó por
la educación superior del antiguo sistema público, pero
hicieron estudiar a sus futuros reemplazos, la genera-
ción que hoy está en el poder. La mayoría es de blanca
cepa hispana, posee casi el mismo origen étnico-cultural

9) Todas las posiciones están en el sitio web http://


www.pnud.org.ve/temas/pobreza.asp.

26
y cultivan cierta religiosidad. Los dos exponentes vene-
zolanos, como otros de sus colegas continentales, here-
daron fortunas levantadas por la generación anterior.
En el resto del continente predominan unos cuantos
nuevos ricos de la segunda mitad del siglo 20. Varios fue-
ron gestados por el Estado cuando estuvo administrado
por la oleada de dictaduras militares. La camada más nueva
surgió de las privatizaciones del fin del milenio. Con muy
pocas excepciones, no proceden de familias antiguas, en-
raizadas en la historia política y económica.
De las dos grandes fortunas de Venezuela, una de las
familias tiene raíces seculares como pionera de la industria.
Los Mendoza comenzaron con el jabón Las Llaves, cuya vita-
lidad fue truncada por la llegada de los detergentes estado-
unidenses, pero más tarde dieron en el clavo con la cerveza
Polar, la harina Pan y otros productos del acervo alimenta-
rio. Hicieron fortuna alimentando a un país, promovieron
indirectamente la agricultura y de alguna manera levanta-
ron un proyecto de país motivados por la sustitución de im-
portaciones. El actual jefe del grupo, Lorenzo, tiene 35 años
y corresponde a la tercera generación. Se les identifica mejor
como “grupo Polar”, quizás porque en la Venezuela del siglo
20 también existió otro grupo gravitante del mismo apellido,
forjado por el pionero Eugenio Mendoza
El grupo Cisneros emergió al alero generoso del Esta-
do, bajo las dos administraciones de Betancourt, pero al-
canzó el mayor auge en la segunda generación, bajo el
primer gobierno de Pérez y cuando al fundador, ya enveje-
cido, lo consumía la enfermedad.
La designación darwiniana del heredero del liderazgo
de Diego Cisneros no recayó en el mayorazgo, pero su re-
toño –Gustavo, que no fue su hijo mayor– supo insertarse
a tiempo entre quienes el periodista y filósofo Pedro Duno
llamó “Los 12 apóstoles”, los favoritos de Carlos Andrés
Pérez en su versión primer gobierno. Los demás apóstoles
nos resistieron la memoria o pasaron a la historia menor,
incluso a la crónica picaresca, pero el entonces joven Gus-
tavo supo utilizar su amistad con el poder para convertir a
la emergente Organización Diego Cisneros en el potente
“grupo Cisneros”, que hoy tiene el 80% de sus haberes en
el exterior, fuera del país donde los forjó.

27
La riqueza de la minoría adinerada contrasta con la
pobreza endémica de los venezolanos excluidos. Muy po-
cos habitantes, casi un puñado de familias y algunas cor-
poraciones extranjeras, participan de la propiedad del Pro-
ducto interno bruto (PIB), en alianza –naturalmente– con
un Estado vilipendiado por su resistencia visceral a la
privatización total. Las minorías adineradas de toda la
región latinoamericana propician la extinción de los con-
ceptos país y Estado, antaño muy apreciados. Pero el Es-
tado recupera su importancia o lo “perdonan” cada vez
que haya que mitigar la quiebra del sistema bancario-
financiero, regular la competencia perjudicial o simple-
mente, reprimir a “los otros”, a los hambrientos, como
ocurrió en febrero de 1989.
Los súper millonarios de América Latina –salvo esca-
sas excepciones– no insertan su cotidiana generación de
riqueza en el espíritu de un proyecto de país. Hoy el gran
capital no tienen patria, está mundializado, se expande,
entrecruza, transnacionaliza y multiplica bajo el gran pa-
raguas universal de la globalización, que es el viejo discur-
so imperial adornado y optimizado hoy con nuevas tecno-
logías y nuevas palabras. Los “dueños” siempre disfruta-
ron de una administración del Estado generosa y compla-
ciente, sea cual fuere su uniforme o signo partidario.
Todos los grandes ricos de la región rinden culto a la
misma ideología dominante que podría llamarse Adoración
del becerro de oro, antigua como la cultura humana, pero
supieron presentarla con el particular encanto de una apa-
riencia de no ideología, es decir, como una “nueva ideología
no ideológica”, que además se impuso como si fuera “reli-
gión” oficial única.
Un secreto de este llamado fin de la historia es que el
mercado, la concentración de la riqueza, el poder –y “por
defecto” la desigualdad en la participación en un ingreso
que, por añadidura, en Venezuela es provisto principal-
mente por el Estado– aparecen como neutrales y con un
toque democrático, tal como los vende el periodismo y las
noticias. Sus temas claves condicionan e imponen los feti-
ches de las “grandes preocupaciones nacionales”: “creci-
miento económico” –¿de quiénes?–, “actitud de los merca-
dos” –¿de cuáles dueños?–, “riesgo país”, “tasa de cam-

28
bio”, “flexibilidad laboral”. Para no aburrir con tanto baga-
je abstruso, el contenido informativo viene matizado con
abundantes crímenes, como para que los “infames” –los
pobres que no tienen fama– no reclamen por no aparecer
en los periódicos. La crónica de la maldad intrínseca de
los infames pobres se combina sabiamente con una que
otra “crisis del béisbol”, las andanzas de algún violador
“psicópata”, la preocupación por “incremento de la gordu-
ra en la población” y toda suerte de banalizaciones.
Los dueños también saben triunfar en la política, no
sólo en Venezuela. En todo el continente designan mi-
nistros y obtienen las leyes que desean, tal como ellos
las conciben, sin darse la molestia de tener que ganar
elecciones. Si algún “ruido”, una falla o cualquier des-
viación gubernamental mínima, aunque se trate de un
“gobierno amigo”, la caja de resonancia de prensa des-
truye a los autores de la idea, cuestiona implacablemente
su contenido y, sobre todo, lo tergiversa hasta transfor-
mar la iniciativa o desacreditarla hasta que se olvide.
Como este procedimiento es de ocurrencia cotidiana,
poco llama la atención, merced al poderoso mono-apa-
rato de medios de comunicación, por lo demás el único
que existe. Por ejemplo, el comercio importador convir-
tió a la desprotección arancelarias de la industria local
en un dogma, una verdad irrebatible que beneficia a la
“democracia” y a la “libertad”... del mercado, aunque
lesione intereses nacionales. La excepción surge cuan-
do una corporación extranjera pide salvaguardas frente
a ciertos insumos importados, generalmente más bara-
tos, simplemente porque su precio más bajo podría fa-
vorecer a la competencia. La fuerza del lobby derrota
siempre a “los principios”.
La sacralizada “libertad de empresa” se confunde con la
“libertad de prensa” y se entiende como una suerte de reli-
gión monoteísta. Se le llama libertad de prensa a la imposi-
ción unilateral de un sólo discurso –uniforme– en los me-
dios. En los diarios, revistas, radios y TV existe una sola
visión del mundo –¿totalitaria?–, de la economía y la políti-
ca. El periodismo se transformó en propaganda psicológi-
ca, con una particular “deontología mediática” que hace bas-
tante tiempo hizo perder su relevancia a la verdad.

29
Las grandes empresas de “los dueños” nacionales y
extranjeros auspician los noticiarios más importantes de
la televisión, así como las páginas publicitarias de las
cadenas que controlan el mercado de diarios y revistas.
Quienes deciden cómo repartir la inversión publicitaria
tienen simbiosis con los dueños de los medios. Se nece-
sitan los unos a los otros. Los disidentes no tienen expre-
sión. La libertad de prensa fue desnaturalizada por el
culto a la publicidad. También ayudó la identificación
excluyente de los medios únicamente con los intereses
de sus propietarios y los dueños del país, que suelen las
mismas personas.

No hay “proyecto país”


En la otra orilla, una población presencia los giros de
la rueda de la fortuna, a veces con admiración, otras, con
rabia. Los ricos y famosos provocan una curiosidad natu-
ral. Chile, México y Brasil tienen la distribución más re-
gresiva del ingreso de todo el mundo, no sólo de América
Latina. Hay muchos ciudadanos que sienten indiferencia
o simplemente ignoran, no entienden, ni les interesa lo
que pasa. Las nuevas organizaciones sociales y sindicales
carecen de voz y fuerza, después que las direcciones de
una burocracia corrupta las hizo transitar por décadas en
la vereda opuesta, como ocurrió en Argentina y Venezue-
la. Las mutaciones del empleo, la desvalorización del tra-
bajo y de la mano de obra, las altas tasas de desempleo
manipuladas por el cambio tecnológico, la creciente susti-
tución de varones por mujeres sub-pagadas poco dispues-
tas a agruparse para luchar por sus derechos y el crecien-
te temor a perder los puestos de trabajo integran la intrin-
cada madeja tejida por el poder verdadero, el poder econó-
mico, sustentado por la desigualdad y la concentración de
la riqueza, una trinidad absolutamente huérfana de valo-
res éticos.
Lo que ocurre en Venezuela no es exclusividad nacio-
nal. Se da también en el resto del mundo. El panorama
de concentración de la riqueza versus expansión de la
pobreza en América Latina exhibe varios tipos de hom-
bres ricos, con dos modelos predominantes de enriqueci-

30
miento: el de quienes optaron por la industria y el de
aquellos que emprendieron el rumbo del comercio y los
servicios. Se ve poca industria. Predominan quienes apos-
taron al sistema financiero, las telecomunicaciones, el co-
mercio, las nuevas tecnologías mediáticas. Sólo los ricos
de Brasil y México muestran aún afecto por la industria y
son los únicos que todavía sustentan algo de proyecto
país, una filosofía que podría leerse “me enriquezco crean-
do industrias pero hago mi dinero aumentando el empleo
para que haya más gente que me compre en el mercado
interno y así exporto excedentes con valor agregado”. Pero
esos países exhiben una distribución del ingreso bastan-
te desigual.
Se extinguen los industriales con filosofía Henry Ford:
“pago salarios que permitan comprar mis automóviles”10.
Antiguamente, los procesos económicos eran nacionales,
aspiraban a crear un mercado interno activado por la
capacidad de compra de los propios trabajadores del país.
Así se desarrollaron los países ricos y con la misma ins-
piración se forjó la filosofía de proyecto país que promo-
vió la sustitución de importaciones en la primera mitad
del siglo 20. La globalización cambió los criterios y extin-
guió la idea del proyecto país, excepto en las naciones
ricas, desde luego. La globalización del mercado externo
mató al mercado interno, pero no en los países desarro-
llados, que siguen protegiendo sus mercados. La “liber-
tad” de mercados es un “privilegio” para uso preferente
de los países pobres. En la década de 1980 un automóvil
costaba 18 semanas de salario en Estados Unidos. A fi-
nes de los ’90 eran 28 semanas. Siempre más autos pero
más caros y para clientes sin aduana de cualquier parte
del mundo.
Invariablemente hubo intervención del Estado en el en-
riquecimiento personal, tanto en Venezuela como el resto
de América Latina. Pero este detalle no impidió que en
todas las latitudes el Estado sea perpetuamente dismi-
nuido, particularmente para efectos de salud, educación,
vivienda. Al calor de la llamada reforma económica neocon-
servadora que impusieron los países ricos en las décadas

10) Entre 1913 y 1927 produjo 15 millones de “folleques” a 360 dólares cada uno.

31
de 1970/80, el Estado administrado por las dictaduras
militares fue generoso en el alumbramiento de “los nue-
vos ricos”, sin que por ello dejara de atender los privilegios
de las viejas oligarquías agrarias, industriales, mercanti-
les, financieras.
En todo el continente, el Estado privatizó barato facili-
tar que los nuevos dueños locales pudieran vender más
caro y rápido a las transnacionales. El dogma, por defini-
ción sindica al Estado como “ineficiente” en todo lo que
concierna a economía, excepto para hacerse cargo de la
deuda externa privada o para rescatar a la banca cuando
está en crisis, como ocurrió en Venezuela, en la Argentina
post Menem y en el Chile dictatorial de 1983. Al calor de la
globalización, algunos Estados licitaron sus servicios es-
tatales de agua, electricidad, teléfonos, directamente a las
corporaciones mundiales. Otros designaron a algún “in-
termediario” para un mejor acceso a las comisiones de la
reventa final o, como México lo hizo con los teléfonos, alum-
braron a un nuevo súper millonario, surgido de la nada
por generación espontánea, como Carlos Slim, el cuate
del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. En todas par-
tes, “el mercado” y la prensa –¿el “cuarto poder”?– aplau-
dieron estas iniciativas. Por una calculada coincidencia,
los más ricos también poseen, controlan o influyen los
medios, la prensa escrita, televisión, radio. Y, por añadi-
dura, son los dueños de la entelequia invisible llamada “el
mercado”, convertido en factor fáctico del poder.

Los ricos mandan el mundo


y manejan el mercado
El poder real lo ejercen personas con nombre y apelli-
do. El mundo está gobernado por unos pocos países ricos
que controlan, además, esa suerte de senado mundial
denominado Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
rellenado con algunos “países chicos” para que luzca de-
mocrático. Allí han ejercido su derecho a veto en 249 oca-
siones en 55 años, pero nunca hicieron cumplir las 12
resoluciones sobre Palestina acordadas entre 1947 y 1994
por el Consejo o la Asamblea General, una docena de man-
datos que Israel desoyó olímpicamente y jamás respetó.

32
La Organización Mundial de Comercio tiene una “sala ver-
de” donde las potencias económicas toman las decisiones
claves, a pesar del principio “un país es igual a un voto”.
Los representantes de Alemania, Arabia Saudita, Estados
Unidos, Francia, Japón, Reino Unido y Rusia controlan el
46% de los derechos del Banco Mundial y el 48% en el
Fondo Monetario Internacional.
El 1% más rico de la población mundial tiene ingresos
iguales al del 57% más pobre. Lo dice el Informe sobre
Desarrollo Humano del Programa Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), emitido en julio de 2002. Hay 4 mil
millones de personas que ganan menos de 1500 dólares
por año –4 dólares por día–, pero existen 1.200 millones
que luchan por subsistir con menos de 1 dólar diario y
otros 1.000 millones viven en condiciones de pobreza ex-
trema, según el Índice del Desarrollo Humano 2003 del
PNUD, basado en encuestas en 189 países. Además, hay
800 millones de personas, el 15% de la población mun-
dial, que padece hambre crónica. Todo esto ocurre en un
planeta Tierra habitado hoy por 6,1 mil millones, según
el Estado de la Población Mundial, publicado en 2001
por el Fondo de Población de Naciones Unidas.
Las estadísticas apremian: en la pasada década, más de
13 millones de niños murieron por enfermedades diarrei-
cas. Cada año muere más de medio millón de mujeres –una
cada minuto–, por causas relacionadas con el embarazo y
el parto. Pero al interior de los países ricos también existen
pobreza, analfabetismo, desempleo y baja esperanza de vida.
Estados Unidos es el primer país de la lista del Índice de
Pobreza Humana del PNUD, mientras Suecia aparece en
último lugar. A pesar de sus ingresos per cápita inferiores a
los de EE.UU. Suecia tiene un promedio menor de adultos
analfabetos funcionales y menos pobres que el país del norte
de América. Las injusticias perduran aún en los países con
ingresos medios y altos.
Este estudio periodístico no incluyó perfiles de ricos
“ilegales” de América Latina afanados en la industria y el
comercio de la droga, entre otras razones porque no tran-
san valores en las bolsas. Tampoco figuran los próceres
del enriquecimiento ilícito, ex jefes de Estado y familiares
que le dieron duro a la corrupción. Los ricos de Venezuela

33
tienen globalizado su patrimonio en el continente y en Es-
tados Unidos, incluidas cerveza y alimentos. El país de los
hiper corruptos ex presidentes Jaime Lusinchi y Carlos
Andrés Pérez sigue siendo atípico por su renta petrolera,
aunque antes de nacionalizar el crudo por lo menos le co-
braba impuestos a las transnacionales.
Los ricos de Colombia ofrecen un cuadro similar al de
Chile, con un trío de grandes ases distanciados en varios
cientos de millones de dólares de sus demás colegas locales.
Sin guerrilla y sin drogas, ese país pudo haber sido “el mode-
lo” continental, con la mayoría de sus 38 millones de habi-
tantes empobrecidos en 1,14 millones de km2 de territorio.

Y la ética, ¿qué?
El modelo económico neoconservador de libre mercado
se presenta en los medios y en el discurso público como si
fuera neutral, imparcial, natural, desideologizado y desin-
teresado, algo así como el aire, la luz del sol, la lluvia...
Existe un control oculto, un dominio de la realidad que busca
reforzar el poder del mercado y su capacidad per se de re-
producción perpetua, aunque –por paradoja– carezca de ca-
pacidad, imparcialidad o equidad para distribuir los recur-
sos y la riqueza.
Cuando Adam Smith formuló en 1776 sus observacio-
nes sobre La Riqueza de las Naciones –An Inquiry into the
Nature and Causes of the Wealth of Nations– probablemente
más bien estaba pensando en los seres humanos que for-
man parte de una nación.
Como filósofo, su principal preocupación siempre fue
el hombre. Para la vocación moralista de Smith, autor tam-
bién del tratado de ética Theory of Moral Sentiments, “la
riqueza de las naciones” no podía ser otra cosa que la abun-
dancia para los seres humanos instalados en esas nacio-
nes. Por añadidura, las grandes invenciones industriales
en ciernes parecían prometer un sustento abundante para
todos los humanos.
Claro que en la época de Smith el universo humano de
Occidente todavía era un poco reducido. La condición hu-
mana era entonces un atributo europeo, preferentemente de
hombres blancos, con exclusión de “los otros”, Europa no

34
Los supermillonarios
viven en los países desarrollados
Los dueños del mundo residen en 43 países, pero la gente
más rica del planeta tiende a concentrarse en EE.UU. De
587 personas que en 2004 poseían más de mil millones de
dólares, 277 pertenecían a EE.UU., casi la mitad, el 47,2%
del total mundial. De 476 mil-millonarios que hubo en 2003,
222 correspondieron al país del norte, el 46,6%.

País 2004 2003 País 2004 2003

Estados Unidos 277 222 Holanda 4 4


Alemania 30 43 Austria 3 1
Japón 22 19 Chile 3 3
Canadá 17 15 Dinamarca 3 3
Rusia 25 17 Colombia 2 1
Italia 14 11 Corea del Sur 2 2
Hong Kong 14 11 Emiratos Árabes 2 1
México 11 11 Filipinas 2 2
Taiwán 10 5 Irlanda 2 2
India 9 7 Kuwait 2 1
Francia 8 13 Portugal 2 1
España 8 7 Sudáfrica 2 3
Arabia Saudita 8 9 Tailandia 2 2
Suecia 8 5 Venezuela 2 2
Suiza 7 9 Argentina 1 1
Brasil 6 4 Bélgica 1 1
Turquía 6 5 China 1
Australia 5 4 Grecia 1 1
Singapur 5 5 Indonesia 1 1
Israel 5 3 Líbano 1 1
Malasia 5 4 Liechtenstein 1 1
Noruega 4 1 Total 587 476
Fuente: Ranking Forbes, The World’s Richest People 2003 & 2004.

consideraba cien por ciento humanos a los esclavos negros,


a los indígenas de ultramar, ni a muchos siervos del Viejo
Mundo, aunque tuvieran la piel blanca y los ojos azules.
Dos siglos después de las primeras teorizaciones sobre
el mercado, todavía no existe una ética de la economía, es
decir, un acuerdo de todos los afectados respecto a las nor-

35
mas esenciales de la vida económica. La vida es un derecho
y, a la vez, es un hecho económico. La reflexión ética y la
economía todavía no se encuentran.
Esta desvinculación salta a la vista en lo que hoy debería
llamarse La Pobreza de las Naciones, no sólo por el Africa, sino
también por América Latina y, además, por las malas prácti-
cas, o vulgares estafas corporativas tipo Enron, que afectan a
los pobres y a pequeños ahorristas de países desarrollados.
En las quiebras de las mega corporaciones hubo fraude y fal-
seo de cifras en los balances. Ni siquiera el presidente George
Bush tiene una hoja de vida limpia como empresario de Texas.
Mientras grandes corporaciones como Enron o Xerox iban a
la quiebra, Merrill Lynch y J. P. Morgan les seguían contando
historias rosadas a su clientela sobre el seguro repunte de las
acciones11. Aquí se trata de empresas y países que califican a
otras naciones y deciden su futuro.
Desde Aristóteles, la ética aspira a construir un mundo en
que las personas puedan vivir de manera digna y responsa-
ble, es decir, en un mundo moral, diría el filósofo español
Diego Gracia. Se trataría de cumplir obligaciones universales
que deberían imperar en una sociedad de individuos, un rei-
no donde la gente se respete y trate dignamente. Un mundo
de seres humanos debería excluir el hambre y las guerras.
Una responsabilidad ética mínima no podría dejar mo-
rir diariamente a más de 30 mil niños de la primera infan-
cia por hambre y enfermedades curables –11 millones al
año–, en tanto 1.200 millones de personas subsisten con
menos de dos mil bolívares –un dólar– por día en 189 paí-
ses de la Tierra. Al igual que en la Grecia de Aristóteles y
Platón, todavía el problema hoy es ¿quién posee el estatu-
to de humano? y ¿quién lo otorga?
La relación “nosotros y los otros” proscribe la considera-
ción por “el otro”. Si “nosotros” son los dueños del poder más
la riqueza, en tanto “los otros” identifica a los desposeídos
del poder y la fortuna, salta a la vista que no tiene cabida
ninguna variante de la máxima ética “trata al prójimo como
a ti mismo”. La consideración por “el otro”, o la ética más
elemental, no existe en el mundo frío de los negocios y los
números. Los negocios no tienen ética, los dueños tampoco.

11) Paul Samuelson, Una reactivación suave, Clarín, Buenos Aires, 23/06/ 2002.

36
Democracia... ¿participativa?
La confusión ideológica creada por los medios de co-
municación y la cultura de la globalización imperial inter-
nalizó un concepto de “democracia” que calza perfecta-
mente con la muy poco democrática acumulación de ri-
queza por unos pocos. La cultura mediática inserta suave
y cotidianamente esa idea de “democracia”, en un gran
lavado de cerebro mundializado por la televisión, pero a
veces debe introducirlo por la fuerza para llevar el “pro-
greso” a lugares con petróleo y gas en abundancia, como
Afganistán e Irak, o simplemente a sitios que tienen valor
estratégico y no económico, como el empobrecido Haití, no
para sacar a su población del terrible estado de pobreza,
sino simplemente para tenerlo bajo control.
Inevitablemente, surgen preguntas. ¿Cuál es el tipo de
democracia a que aspiramos en América Latina. ¿Una de-
mocracia “representativa”, que al fin de cuentas “represen-
ta” y ejercen únicamente las cúpulas y grupos de poder?
¿O una democracia participativa que tome en cuenta a “los
otros”, a quienes no tienen voz ni televisión?
El modelo “representativo” de la democracia vigente re-
sulta apropiada, instrumental, a los intereses de quienes ya
tienen la sartén por el mango. “Nosotros” –entendidos como
aquellos que sujetan el mango... de la riqueza– no están in-
teresados en “los otros”, aquellos que no tienen mango ni
sartén, el resto de los pobres del mundo. En la relación “no-
sotros” y “los otros” no existe respeto ni consideración por “el
otro”. La ética, que no es más que la consideración por “el
otro”, no existe en el mundo de los grandes negocios. El di-
nero no tiene ética, los súper millonarios tampoco.
La democracia representativa de los “nosotros” –las cú-
pulas, la clase política y los grupos de poder– tendrá que
ceder el paso en la historia a un nuevo modelo de democra-
cia “participativa”, donde intervengan “los otros” y donde,
por lo menos, la sartén se sujete a dos manos.
La supervivencia de la especie humana exige un nue-
vo modelo de democracia real, que requiere también pro-
fundos cambios institucionales y jurídicos, comenzando
por una Constitución aprobada por todos, “nosotros” y
“los otros”.

37
Mito e inversión extranjera
Los países pobres caen en la trampa de la inversión ex-
tranjera cuando ésta llega a explotar sus recursos naturales
“para crear empleo” y generar “desarrollo económico”, en una
misión casi altruista, según la presentan los gobiernos, los
medios de comunicación, los editoriales de los diarios y la
TV. La inversión extranjera crea un natural regocijo cada vez
que arriba a un país. Muchas naciones ni siquiera aplican
impuestos al capital extranjero, Chile entre ellas. En ciertos
países la ley les permite remesar sus utilidades sin tributar
sobre la renta y sin necesitar molestarse en recurrir a su
dilatada experiencia en todo tipo de trampas. Sin embargo,
los misioneros del progreso destruyen la naturaleza y dejan
un gran agujero que antes alojó minerales en nombre del
“desarrollo”. ¿Cuál desarrollo? El desarrollo perpetuo de la
gran transnacional de la riqueza.
Los recursos naturales no necesitan propaganda para
venderse. La demanda siempre existe, simplemente por-
que los países desarrollados no los tienen. Por eso están
siendo depredados en todo el planeta. El problema es que
muchos recursos se acaban y, una vez que se agotan, se
extinguen para siempre, como el petróleo y el cobre. Pero
los recursos renovables también deben ser explotados con
cierto cuidado, bajo normas ambientales que aseguren lo
que hoy llaman “desarrollo sustentable”. “La mano libre
del mercado” es egoísta, irresponsable, y precisamente por
esa razón existen acuerdos internacionales que abogan
por la supervivencia del planeta mediante la defensa y pro-
tección de los recursos naturales. Se adoptan acuerdos
mundiales, porque al fin de cuentas los países ricos tam-
bién están sobre la Tierra, pero Estados Unidos no los res-
peta y hasta los desahucia, como ocurrió con los Acuerdos
de Tokio sobre el medio ambiente, suscritos por el gobier-
no de Bill Clinton.
El mundo vegetal tampoco se renueva. Los bosques de
alerces que se depredan ilegalmente en Chile, mientras las
autoridades hacen la vista gorda, tardaron siglos en crecer.
Los gases clorados que consumen los países ricos rompie-
ron la capa de ozono, lamentablemente justo sobre los paí-
ses pobres del sur. El manto verde de Amazonía garantiza

38
la presencia del oxígeno, que es la quinta esencia de la vida,
pero está siendo depredado sin control. Las campañas de
reforestación están inspiradas en fines comerciales, para
volver a talar, pero en definitiva jamás reemplazarán la be-
lleza y magnificencia del bosque nativo y natural.
La siembra intensiva de pinos y eucaliptos es muy ren-
table para producir celulosa blanca pero crea un gran de-
sierto verde que destruye la vida de otras especies vegeta-
les. La celulosa blanca tiene gran demanda mundial por-
que todo el mundo desea imprimir el trabajo de las com-
putadoras en un papel lo más blanco posible, aunque a
los pocos minutos se arroje a la basura. Pero la produc-
ción de celulosa cada vez requiere menos mano de obra
intensiva, tanto para sembrar y talar los bosques como
para procesar la pulpa, merced al desarrollo tecnológico.
Las nuevas tecnología procuran la felicidad del hombre,
...del hombre o la mujer que las posea porque con su uti-
lización requiere cada vez menos la mano de obra de otros
hombres y de otras mujeres cuya capacidad de trabajo
debería garantizar su derecho a vivir. La tecnología tam-
bién es excluyente, genera poco empleo éste debe estar
calificado por una educación que tampoco está al alcance
de cualquier persona.
Por otra parte, el pino y el eucalipto absorben el agua en
todo su entorno, destruyen o secan sus fuentes, vertientes,
arroyos y riachuelos. En suma, inutilizan las tierras agríco-
las en varios kilómetros a la redonda. También son exclu-
yentes, respecto al resto de la vida vegetal. Un detalle no
menor es que en muchos países, como Chile y Argentina,
esos bosques se siembran en tierras reclamadas ancestral-
mente por las minorías indígenas. Es un dogma sostener
que la inversión extranjera destinada a explotar los recur-
sos naturales trae siempre beneficios a los “otros”, a los
dueños de esos recursos, a los pueblos. Así, el desarrollo y
el progreso también forman parte del doble discurso que no
sólo transmiten los medios de comunicación y las políticas
gubernamentales.
La explotación de recursos naturales en América Latina
exporta, en el fondo, mano de obra barata. Reduce cons-
tantemente las posibilidades de empleo. Paga salarios cada
vez más envilecidos y no agrega valor a los recursos extraí-

39
dos –proceso que generaría riqueza y empleo en los países–
. Además, persigue la sindicalización y en las tareas que
no requieren calificación prefiere emplear a mujeres.
La competitividad de algunos productos primarios en
los mercados externos, como las frutas chilenas, se susten-
ta en el sacrificio y el sufrimiento de la mano de obra mal
pagada.
Hoy el futuro del hombre –como especie– depende de
un puñado de congéneres que explota bosques, extrae
minerales, posee ejércitos y ejerce el poder mundial. En-
tretanto, la destrucción del planeta marcha al mismo rit-
mo que la generación de ingentes riquezas. El tema de
fondo ya no es tanto la supervivencia del género humano,
sino la sobrevivencia misma del globo. La vida se extiende
sobre el suelo, en la profundidad de los mares y en la at-
mósfera, ocho kilómetros hacia arriba y otros tantos hacia
abajo, apenas dieciséis kilómetros que podrían caminarse
en un par de horas. Y todavía no hay evidencia de que
exista vida en ningún otro lugar del Universo más o me-
nos conocido, que hoy se magnifica en varios cientos de
miles de millones de estrellas y cuerpos similares a este
planeta. Por lo demás, en los millones de años de la histo-
ria de la Tierra, el surgimiento de la vida es un episodio
“reciente” y la aparición del hombre ocurrió poco menos
que “ayer”.
La Tierra tarda millones de años en fabricar un barril de
petróleo o una tonelada de cobre, pero su extracción e in-
dustrialización es cuestión de sólo algunas horas. Llegará
un momento en que habrá mucho dinero fresco en el siste-
ma bancario internacional, pero ¿de qué servirá en un pla-
neta poco habitable y medio destruido? ¿Se bajarán las ta-
sas de interés para habilitar el planeta Marte, mucho más
pequeño que el nuestro, como probable refugio para los
ricos? La responsabilidad ética sobre el futuro del hombre
ya no es ciencia ficción, ni tampoco realismo mágico. Sim-
plemente, está ahí.

40
II
Riqueza versus pobreza:
Venezuela y América Latina
¿Qué es la pobreza?
S er pobre simplemente es vivir con menos de dos dó-
lares diarios. Ser indigente es poseer la mitad, un dólar.
La estadística del Banco Mundial simplificó así a la “po-
breza” y la “pobreza extrema” desde los años 80, a la vez
que asegura combatirla. En rigor, no existe un método
científico y universal para medirla y establecer compara-
ciones confiables entre los países. Es decir, se hacen es-
fuerzos por medir la pobreza en todo el mundo pero po-
dría haber mucho más de la que detectan las encuestas.
Se supone que en cada país hay organismos públicos
encargados de medir la pobreza a tiempo completo. Diseñan
encuestas de hogares, definen la canasta familiar y entre-
gan un informe por lo menos anual. Existen países indigen-
tes, como Haití, que no puede medir su propia pobreza.
Se estableció una “línea de pobreza”, de dos dólares dia-
rios, y otra de “indigencia”, de un dólar, definidas ambas
por el precio de una canasta familiar mínima confrontado
con los ingresos del grupo familiar. Se definió como “pobre”
al hogar que percibe ingresos iguales al doble del costo de
la canasta y “pobre en extremo”, o “indigente”, a la familia
cuyos ingresos no superan el precio de la canasta.
El Banco Mundial y Naciones Unidas simplificaron el
método cuando adoptaron el criterio universal de definir la
“pobreza” en un ingreso per cápita diario de dos dólares
estadounidenses de 1983. Pero con el andar de los años, la
moneda estadounidense también perdió poder de compra.
Por eso, se terminó por inventar una moneda virtual, la
“Paridad del Poder Adquisitivo” (PPA) o “dólar PPA”, que en
1999 equivalía a US$ 1,24 de ese año. O sea, sólo por la
devaluación del signo estadounidense existen en el mundo
más pobres de los que potencialmente se podrían detectar.
Con ese método se estableció que en los años 90 exis-
tían en el planeta 2.800 millones de pobres de dos dóla-
res diarios y 1.200 millones de indigentes de un dólar,

41
en una época en que la población mundial se empinaba
sobre los 5.000 millones.
La expresión “pobreza” a secas engloba, generalmente,
a los dos grupos –pobres e indigentes–, pero la “pobreza”
que hoy está en la picota es la “extrema pobreza”, aquella
que los líderes mundiales se propusieron reducir a la mitad
para el 2015, en un acto de contrición acordado al adveni-
miento del tercer milenio. “Pobreza extrema” significa “ham-
bre” perpetua.
La canasta no es idéntica en todos los países, pero su
metodología de medición tiende a uniformarse por el es-
fuerzo de los grandes protagonistas mundiales del orden
económico y político internacional, o sea, el Banco Mun-
dial y Naciones Unidas, a la que pertenecen la Cepal y el
PNUD, sus agencias más preocupadas de estos temas.
Por ejemplo, el enfoque de Cepal clasifica como “pobre”
a una persona si el ingreso per cápita de su hogar es infe-
rior al valor de la “línea de pobreza”, o el monto mínimo
necesario que permitiría a una persona satisfacer sus ne-
cesidades esenciales. Las líneas de pobreza se derivan del
costo de una canasta de bienes y servicios, según el “costo
de las necesidades básicas”.
En cada país y zona geográfica se estima el costo de
una canasta básica de alimentos que cubre las necesida-
des nutricionales de la población, tomando en cuenta há-
bitos de consumo, disponibilidad efectiva de alimentos,
precios relativos, así como sus diferencias entre áreas me-
tropolitanas, demás zonas urbanas y zonas rurales. Este
valor es la “línea de indigencia”.
Una vez establecida la “línea de indigencia”, el precio de
la canasta según el criterio de Cepal, se añade el costo de
satisfacer otras necesidades básicas no alimentarias que los
hogares también requieren cubrir. Cepal calcula el valor to-
tal de “la línea de pobreza” duplicando la “línea de indigen-
cia” en las zonas urbanas o multiplicándola por el factor 1,75
en las rurales.
La información sobre la estructura del consumo de los
hogares, tanto de alimentos como de otros bienes y servi-
cios, en la mayoría de los casos proviene de las encuestas
sobre presupuestos familiares realizadas en los distintos
países. Como esas encuestas se realizan varios años an-

42
tes que se formulen estimaciones de pobreza, Cepal ac-
tualiza el valor de las “líneas de pobreza” aplicando la va-
riación acumulada del índice de precios al consumidor,
otro indicador universalizado por el Fondo Monetario In-
ternacional desde los años 70.
La información sobre el ingreso de las familias provie-
ne de las encuestas de hogares realizadas por los respec-
tivos países, en los años correspondientes a las estimacio-
nes de pobreza contenidas en los informes. Habitualmen-
te se hacen ajustes a los datos por falta de respuesta a
algunas preguntas sobre ingresos de asalariados, trabaja-
dores independientes y jubilados y a probables sesgos por
subdeclaración, comparando partidas de ingreso de la
encuesta con estimación de la cuenta de ingresos y gastos
de los hogares del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN),
elaborada para este propósito por la propia Cepal, a partir
de información oficial.
El ingreso utilizado corresponde al concepto de ingreso
corriente total, es decir, los ingresos del trabajo asalaria-
do, monetarios y en especies, del trabajo independiente,
incluidos el autosuministro y el valor del consumo de pro-
ductos elaborados por el propio hogar, las rentas de la
propiedad, las jubilaciones y pensiones y otras transfe-
rencias recibidas por los hogares. En la mayoría de los
países, el ingreso incluye un valor imputado al arriendo
de la vivienda cuando la habitan sus propietarios.

La pobreza en América Latina


La pobreza no retrocede en el continente. Cepal de-
tectó 220 millones de pobres –44% de la población de
América Latina–, incluidos entre ellos 98 millones de in-
digentes o en pobreza extrema durante el bienio 2002-
2003, según su informe emitido en 20041. También ad-
virtió que habría más pobreza debido a las bajas previ-
siones de crecimiento económico para el año 2003.
“Tras el aumento presentado en el período 2000-2002,
la incidencia de la pobreza en América Latina se encuen-

1) Cepal, Panorama Social de América Latina 2002-2003, Pobreza y


distribución del ingreso, agosto 2003.

43
tra prácticamente en el mismo nivel que el registrado en
1997, lo que da cuenta de un relativo estancamiento en el
proceso de superación de este flagelo en los últimos cinco
años”, aseguró el organismo de la ONU.
En 22 años, desde 1980, “las condiciones de vida de la
región no progresaron sustancialmente, al menos en lo que
se refiere a la proporción de personas que cuentan con in-
gresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas”,
aseguró Cepal. “Efectivamente, las incidencias de pobreza
e indigencia en el 2002 todavía superaban a las de 1980,
en 3,5 y 0,8 puntos porcentuales, respectivamente”2.
El hambre, la concentración de la riqueza y la desigual-
dad del ingreso podrían convertir en un volador de luces
algunos de los ocho cacareados Objetivos del Desarrollo
del Milenio, entre ellos, reducir a la mitad la pobreza dura
o indigencia a más tardar el 2015. Significa que los 98
millones de indigentes más bien aumentarán, en vez de
irse rebajando a 49 millones. El Objetivo, elucubrado por
gente como Koffi Anan y los líderes de 189 países, proba-
blemente quede circunscrito al recuerdo de un ritual atá-
vico de contrición inspirado por el cambio de milenio.
El crecimiento del PIB no garantiza por sí mismo el
“chorreo” hacia los pobres. Si el modelo económico ge-
nera ganancias, están no “chorrean hacia abajo”, más
bien “suben” hacia los estratos de altos ingresos. Para
reducir efectivamente la pobreza, América Latina y el
resto de los continentes pobres requieren compatibili-
zar el crecimiento de sus economías, con modificacio-
nes –ligeras, incluso– de los patrones de distribución
interna del ingreso nacional.
La desigualdad del ingreso es un tabú, no sólo en
América Latina. Pero en el mundo hay gente inteligente
preocupada de estudiar y medir la desigualdad social
en el flujo de los ingresos, creando indicadores adecua-
dos, como los que llevan los nombres de Gini, Theil y At-
kinson, sus autores.
Los tres indicadores de desigualdad no son equipara-
bles, debido a su carácter ordinal. Cada uno mide aspec-
tos parciales de la desigualdad, generando clasificacio-

2) Cepal, Panorama Social de AL 2002-2003, obra citada.

44
nes distintas de las distribuciones. Una clasificación pue-
de considerarse definitiva sólo si no varía, sea cual sea el
índice que utilice. Los especialistas suelen utilizar los tres
índices de desigualdad en forma complementaria, para
analizar después sus resultados de manera conjunta.
El Gini es el índice más empleado en el análisis de la
distribución de ingresos. Oscila en unidades [0,1] entre
el rango 0,0 y 1,0. El valor cero corresponde a la equi-
dad absoluta y el uno a la inequidad total.
Un coeficiente Gini de 0,49, como el que presenta
Venezuela en 1999, no es tan “bueno” como el 0,44 de
Uruguay –el país de América del Sur con menor des-
igualdad en los ingresos de sus habitantes– pero es
mucho mejor que el 0,64 de Brasil, el país con la peor
distribución, la más regresiva del continente.
La Cepal, Ipea y PNUD hacen el seguimiento técnico a
la posibilidad de cumplir las metas del milenio. Su último
informe3, sobre 18 países de la región, concluye que Brasil
tardaría 50 años en alcanzar la erradicación de la pobreza
dura si no cambia los patrones de distribución del ingre-
so. Venezuela demoraría un poco más, unos 85.
“En la mayoría de los países examinados, bastaría que
el coeficiente de Gini bajara uno o dos puntos para que la
incidencia de la pobreza se redujera en igual medida que
en varios años de crecimiento económico positivo” señala-
ron los autores del informe Cepal-Ipea-PNUD. “Los resulta-
dos de los esfuerzos por reducir la pobreza realizados últi-
mamente en América Latina y el Caribe han sido desalen-
tadores, en gran medida porque no ha sido posible contro-
lar los elevados niveles de desigualdad de la región. En los
pocos casos en que los países han logrado disminuir la des-
igualdad, se han logrado grandes beneficios en materia de
reducción de la pobreza”, asegura el documento.
Pero el coeficiente Gini tiende a mejorar sólo en unos
pocos países de crecimiento más pobre. “Entre 1990 y
1999, el coeficiente de Gini se elevó en proporciones no

3) Hacia el objetivo del milenio de reducir la pobreza en América Lati-


na y el Caribe, Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y Pro-
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Santiago,
febrero de 2003.

45
PIB per cápita, Ingreso mensual despreciables en
e Índice Gini, América Latina, 1999 Bolivia, Ecuador,
Paraguay y Vene-
País PIB Ingreso Indice zuela. En el extre-
Per cápita Mensual Gini mo opuesto, Hon-
Argentina 7 435 580.02 0.53 duras registró una
Bolivia 955 168.75 0.60 merma sustancial
Brasil 4 225 594.35 0.64 de la desigualdad,
Chile 5 129 474.98 0.55 del orden de 8.3%”,
Colombia 2 266 496.40 0.55 indicó el documen-
Costa Rica 3 706 394.00 0.49 to.
R. Dominicana 1 943 491.83 0.47 De acuerdo con
Ecuador 1 404 158.13 0.56 las normas inter-
El Salvador 1 753 148.00 0.52 nacionales, los co-
Guatemala 1 551 257.00 0.58 eficientes de ingre-
Honduras 694 146.00 0.57 so Gini (ver terce-
México 4 577 662.50 0.57 ra columna de la
Nicaragua 473 238.00 0.59 tabla) –que fluc-
Panamá 3 274 506.00 0.56 túan entre 0.44 en
Paraguay 1 603 305.88 0.54 Uruguay y 0.64 en
Perú 2 310 178.12 0.50 Brasil– no son ha-
Uruguay 6 016 570.43 0.44 lagadores. En los
Venezuela 3 037 365.20 0.49 años noventa, y en
Fuente: Cepal, Anuario Estadístico de Amé- otras regiones, los
rica Latina y el Caribe, 2001, Santiago, coeficientes Gini
2002.
Basado en encuestas de hogares y expre-
oscilaron entre
sado en dólares de EE.UU. 1999. 0,29 en Europa
oriental y 0,47 en
África4. En ese decenio, los países de altos ingresos regis-
traron un 0,34.
Hoy en América Latina, los coeficientes de Gini no son
tan malos como los de Africa, pero entre Uruguay y Brasil
hay 20 puntos Gini de diferencia, casi la mitad de la des-
igualdad del primero. La pregunta que se formulan los au-
tores de la evaluación es “¿qué consecuencias tiene para la
pobreza este conjunto de experiencias recientes y esta di-
versidad del nivel de vida medio y de la distribución?”

4) Ahuja, V. y otros (1997), Everyone’s Miracle?: Revisiting Poverty


and Inequality in East Asia, Washington, D.C., Banco Mundial, cita-
do por los autores de Cepal, Ipea y PNUD.

46
Tiempo necesario para reducir a la mitad la
pobreza de América Latina y el Caribe

Fuente: Cepal, Ipea y PNUD, informe citado.

La conclusión de los autores es que debe producirse


una “mezcla” de crecimiento y desigualdad para reducir a
la mitad la pobreza extrema: “mientras más desigual sea
la curva, más habrá que reducir el coeficiente de Gini para
contrarrestar la pérdida de un punto porcentual de creci-
miento económico”. Su trabajo calcula al dedillo cuánto
tendría que disminuir la desigualdad (como proporción del
coeficiente de Gini original), en cada país, para alcanzar
su meta de reducción de la pobreza del milenio si el nivel
medio de ingreso permaneciera constante (esto es, si el
crecimiento fuera nulo).
El informe asegura que “en la mayoría de los países, la
menor necesidad de crecimiento a que dan lugar las bajas
relativamente moderadas de la desigualdad es muy apre-
ciable”. Indicaron que si Brasil redujera la rigidez estable
de su desigualdad en 2,5% del coeficiente Gini su necesi-
dad de crecimiento acumulado disminuiría de 86% a 7,3%.
Si Panamá hiciera un leve recorte a la desigualdad, reba-
jaría casi dos tercios la necesidad de crecimiento. Si Ecua-
dor lograra “reducir el coeficiente de Gini un mero 2,2%
en 15 años, necesitaría acumular un crecimiento de poco
más de 50% para reducir a la mitad la incidencia de la
pobreza extrema”.

47
Venezuela y América Latina
Indicadores de Pobreza e Indigencia, 1990-2002

% de hogares y población bajo la


País Año Línea de Pobreza Línea de indigencia

Hogares Población Hogares Población

Venezuela 1990 34,2 39,8 11,8 14,4


1997 42,3 48,0 17,1 20,5
1999 44,0 49,4 19,4 21,7
2002 43,3 48,6 19,7 22,2

Am. Latina 1990 41,0 48,3 17,7 22,5


1997 35,5 43,5 14,4 19,0
1999 35,3 43,8 13,9 18,5
2000 34,5 42,5 13,8 18,1
2001 35,0 43,2 13,9 18,5
2002 36,1 44,0 14,6 19,4
Fuente: Cepal, Panorama Soc. de Am. Latina 2002-2003, pp 55.

En cambio, si persiste la evolución histórica del conti-


nente, o sea, manteniendo los criterios actuales constre-
ñidos únicamente al supuesto “chorreo” del crecimiento,
la pobreza será cada vez mayor. Los autores citan como
ejemplo a Nicaragua que, por no haber reducido su nivel
de desigualdad en los años 90, tendría más que duplicar
su PIB per cápita para reducir la pobreza a la mitad si
mantiene las mismas condiciones, en cambio si reduce la
desigualdad en 3.6% su economía necesitaría crecer me-
nos de 50% de aquí al 2015.
En general, si cualquier país latinoamericano redujera en
2% su coeficiente Gini, necesitaría crecer menos para alcan-
zar la meta del Milenio para reducir la pobreza a la mitad. Si
la tasa de crecimiento de la economía del país —o su tasa de
reducción de la desigualdad— fueran mayores a esos reque-
rimientos estadísticos, simplemente “tanto mejor: la pobreza
disminuiría aún más”, afirmaron los autores5.

5) Estos estudios están disponibles en el portal de la Cepal,


http://www.eclac.cl.

48
¿Y el hambre...? % de población subnutrida
en 23 países de América
La quinta parte de la po- Latina y el Caribe:
blación latinoamericana y
1990 1998
caribeña padece hambre. PAISES al al
Según la Cepal, hacia el año 1992 2000
2000, el 18,5% era extrema-
Haití 63% 50%
damente pobre o indigente Nicaragua 30% 29%
y un 11% presentaba algún R. Dominicana 27% 26%
grado de subnutrición, léa- Guatemala 14% 25%
se hambre. Significa que 54 Bolivia 26% 23%
millones de personas llevan Venezuela 12% 21%
a cuesta sus vidas pasando Honduras 23% 21%
hambre. Además, casi un Panamá 19% 18%
8% de los niños menores de Paraguay 17% 14%
cinco años registra un peso Guyana 18% 14%
menor para la edad. El Salvador 12% 14%
Todos estos datos se ob- Colombia 17% 13%
tuvieron considerando los Trinidad Tobago 13% 12%
requerimientos calóricos Suriname 12% 11%
mínimos de la población. Perú 27% 11%
Pero si el análisis se efec- Brasil 13% 10%
túa a partir de los requeri- Jamaica 14% 9%
mientos calóricos medios, México 5% 5%
no los mínimos, la pobla- Ecuador 8% 5%
ción afectada es exactamen- Costa Rica 6% 5%
te el doble, 22% o 108 mi- Chile 8% 4%
Uruguay 6% 3%
llones de personas. Por otra
Argentina 2% 2%
parte, el 21% de los niños
Amér. Latina 12% 11%
presenta desnutrición cró-
nica moderada o grave. Fuente: FAO, Inseguridad ali-
Sin embargo, existe una mentaria mundial, 2002, Roma,
porción del continente que (www.fao.org). Excluye a Cuba.
se está “africanizando” porque las diferencias entre países
son cada vez más pronunciadas. Según la FAO, hay siete
países en que el 20% de la población sufre el hambre dura,
aquella subnutrición medida según los requerimientos ca-
lóricos mínimos, mientras en otros seis países el sufrimien-
to por hambre afecta sólo al 5% de la población. América
Latina camina también hacia una brecha cada vez mayor
entre países ricos y pobres.

49
Entre 1990 y 2000, América Latina redujo la tasa pro-
medio de desnutrición en dos puntos, para quedar en 11%,
pero Guatemala y Venezuela prácticamente la duplicaron,
para exhibir en 2000 índices de 25% y 21%, respectiva-
mente. Perú fue el único país que redujo notoriamente el
hambre en una década, del 27% al 11%, mientras en Haití,
el más azotado, descendió del 64% al 50% de la población.
Haití, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala,
Bolivia, Venezuela y Honduras exhiben las tasas más al-
tas de desnutrición, por encima del 20% de la población,
mientras en Argentina, Chile y Uruguay varían del 2% al
4%, Costa Rica, Ecuador y México tienen 5%. En el resto
del continente varía del 9% (Jamaica) al 18% (Panamá).
La alimentación fue declarada como un derecho huma-
no en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, So-
ciales y Culturales que entró en vigor el 3 de enero de 1976,
suscrito por 26 países de la región. Junto con el Pacto In-
ternacional de Derechos Civiles y Políticos, constituyó un
instrumento jurídico fundamental para materializar la de-
claración Universal de los Derechos Humanos, pero...
Venezuela exhibe, además, un incremento del hambre
entre 1990 y 2000. El porcentaje de población subnutrida
prácticamente se duplicó durante la década del 90, según
informó Cepal, en colaboración con la Organizaciones de
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
en el capítulo dedicado al hambre en su publicación Pano-
rama Social de América Latina 2002-20036. El hambre, con-
siderada como subnutrición, medida respecto a los reque-
rimientos mínimos de calorías del ser humano para mante-
nerse vivo, afectaba al 21% de la población en la medición
FAO 1998-2000. La medición 1990-1992 indicó 11%7.
Hay variados indicadores que dejan constancia del cre-
cimiento de la desigualdad en Venezuela. Un informe de
coyuntura del Sela8 ofreció en abril de 2003 una sinopsis

6) http://www.eclac.cl/. Cuba está excluída de estos informes.


7) Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-
mentación (FAO), El estado de la inseguridad alimentaria en el mun-
do, 2002, Roma (http://www.fao.org).
8) Venezuela: Situación económica y social, Informe de coyuntura,
Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano
(SELA), abril de 2003.

50
del aumento de los ingre- Participación en el ingreso
sos del 5% más rico de la 5% 5%
población, en contraste más rico más
con el decrecimiento del Año pobre
5% más pobre. La si-
1980 25,89 0,65
guiente tabla tomada del
1985 27,89 0,63
SELA también ilustra la
1990 26,02 0,66
magnitud desigual de los 1995 27,01 0,64
ingresos de cada grupo. 2000 28,15 0,53
La pobreza no extrema
de los hogares creció de Fuente: Universidad Central de
Venezuela (Ucv) y proyecciones
17% en 1980 a 42% en propias del SELA.
1990 y a 48% en
2000, según el mis- % de hogares en condición de
mo informe del pobreza no extrema e indigencia
SELA. La indigencia Venezuela 1980-2000
o pobreza extrema
se más que triplicó
en 20 años, del 9%
al 28%.
La bonanza pe-
trolera de los '70 de-
finitivamente no lle-
gó a los pobres. En
su análisis sobre po-
breza y crecimiento
económico en Vene- Fuente: Instituto de Estudios Superiores
de Administración (IESA) /UCV.
zuela entre 1984 y
1990, la Cepal con- Acceso a % del ingreso por
cluyó que la econo- % de estratos sociales*
mía creció en la dé-
cada del 70 “sin mo- Estratos 1984 1990
dificar sustantiva- 20% más pobre 6,8% 7,2%
mente la regresiva 30% bajo la mediana 17,4% 17,8%
distribución del in- 30% sobre la mediana 26,7% 27,0%
greso”. En la déca- 20% más rico 49,1% 48,0%
da de los años 80, el
20% más rico de los *) En base a Muestreo de la Fuerza de Tra-
bajo, Encuestas Hogares Ocei, 1978-1990.
hogares captaba
cerca de la mitad del ingreso nacional (49,1%) y el 20% más
pobre no alcanzaba a obtener el 10% (6,8% a 7,2%).

51
La proporción de hogares pobres aumentó brutalmente
en la década siguiente. En 1990 un 34% de los hogares era
pobre, un tercio en situación de indigencia. Entre 1980 y
1990 la pobreza casi se duplicó en las ciudades, al crecer del
18% al 33%, mientras en el sector rural, de suyo pobre, osci-
ló del 35% al 38%. La pobreza se intensificó principalmente
en las ciudades, donde la proporción de pobres casi se du-
plicó en el decenio.
Venezuela estuvo
entre los 7 países –en- Evolución de la pobreza
cabezados por Brasil– 1970-1990
en que Cepal detectó Total Pobres Pobres
que la concentración Pobres Urbanos Rurales
del ingreso en las áreas
1970 25,0 20,0 36,0
urbanas empeoró en-
1980 22,0 18,0 35,0
tre 1990 y 1996/97. 1986 27,0 25,0 34,0
En su análisis sobre 1990 34,0 33,0 38,0
distribución del ingre-
so en el período 1994- Fuente: Cepal, El perfil de la pobreza
en América Latina a comienzos de los
1997, la Cepal dejó años 90, Santiago de Chile, 1992.
constancia que “en la
mayoría de los países latinoamericanos el comportamien-
to de la distribución del ingreso durante estos años confir-
ma su resistencia al cambio y su fuerte carácter estructu-
ral, como ya se ha señalado en anteriores ediciones de
este Panorama social”9.
El estudio citó que “en Venezuela, cuyo desempeño en
materia de crecimiento fue el más negativo, se produjo una
erosión ostensible de la distribución del ingreso”. Entre 1994
y 1997, la participación en el ingreso del 40% de los hoga-
res más pobres cayó de 16,7% a 14,7%, al mismo tiempo
que aumentó la del 20% anterior al 10% más rico, que su-
bió del 27,0% al 28,6%. La del 10% más rico creció del
31,4% al 328% del ingreso.
Para la Cepal, “este comportamiento de los grupos ex-
tremos acentuó la tendencia concentradora del ingreso que
había empezado a manifestarse a partir de 1990”. El coefi-
ciente de Gini subió de 0,38 a 0,43, es decir, registró el

9) Panorama Social 1994-1997, pp 59/60, Santiago, 1998.

52
empeoramiento de la distribución desigual “de modo con-
sistente, durante el período 1990-1997”.
Dicho de otro modo, los pobres se hicieron más pobres y
los ricos más ricos, de acuerdo a la tendencia “natural” del
modelo de reparto de los ingresos en la sociedad venezola-
na. En 1990 el 30% más rico captaba el 57% de los ingre-
sos, el 30% intermedio accedía al 26,1% y el 40% más po-
bre debió conformarse con el 16,8% del ingreso nacional.
En 1997 la participación del 40% más pobre descendió a
14,7% a favor de los otros estratos, donde el 30% más alto
absorbió el 61,4% del dinero y el 30% intermedio redujo su
participación al 24%.
La pobreza y la pobreza extrema comenzaron a decli-
nar en Venezuela a partir de 1998, de acuerdo al historial
estadístico de la Encuesta de Hogares publicado en el pri-
mer semestre de 200110.
Las traumáticas vicisitudes impuestos a la convivencia
social y política por un sector de la opinión venezolana,
probablemente el 30% más rico, afectó severamente a la
economía con un golpe de estado en abril de 2002 y una
huelga petrolera iniciada en diciembre de ese año y con-
cluida en los primeros días de febrero de 2003. La huelga
tuvo un carácter patronal y a la vez “obrero”, con la conno-
tación de un paro general que en cualquier otro país hu-
biera provocado la caída del gobierno a más tardar en una
semana, pero estuvo centrada en la industria petrolera, a
cargo de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A.
(PDVSA) y fue conducida por la plana mayor de la compa-
ñía. Como el petróleo es el quántum de la economía vene-
zolana, el paro de 62 días provocó perdidas estimadas en
10 mil millones de dólares, pero además, traumatizó seve-
ramente la economía.
El economista Gustavo García, profesor del Instituto
de Estudios Superiores de Administración (IESA) –quien
probablemente estuvo a favor del paro– le aseguró a la
agencia Notimex de México11 que “entre 2002 y 2003 el
ingreso real per cápita cayó en 23%. Esto significa que en

10) Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Caracterización de Ho-


gares según datos de la Encuesta de Hogares, 1er semestre de 2001.
11) 31 de enero de 2004.

53
Distribución (%) del ingreso urbano en Venezuela
según estratos sociales (%) / 1990-1997

Años 40% 30% 20% anterior 10% Índice


más pobre siguiente al 10% más rico más rico Gini

1990 16.8 26.1 28.7 28.4 0,377


1994 16.7 24.9 27.0 31.4 0,387
1997 14.7 24.0 28.6 32.8 0,425
Fuente: Cepal, basado en tabulaciones de la encuesta nacional
de hogares.

dos años la población prácticamente perdió una cuarta


parte de su ingreso per cápita”. El profesor dijo que “to-
mando en cuenta la caída que sufrió la economía en 2002,
el ingreso real per cápita retrocedió a niveles de 1958, es
decir, esta crisis diluyó, en términos per cápita, las mejo-
ras que obtuvo el país durante el período democrático”.
El académico aseveró que “cuando se tome en cuenta la
caída de 2003, entonces la cifra ni siquiera va a ser compa-
rable con la década de los ‘50”. El análisis del académico
García admitió –probablemente sin que ésa fuera su inten-
ción– el intenso daño económico que el paro patronal-petro-
lero se propuso infringir a toda una nación, no sólo a un
gobierno, convirtiendo a su población más vulnerable –los
estratos que padecen la pobreza– en el sector más afectado.
El análisis del economista del IESA realzó, también indirec-
tamente, la magnitud del esfuerzo de recuperación económi-
ca logrado por Venezuela en el 2004, aunque su intención
haya sido exactamente lo contrario. Los indicadores 2004
revelan un crecimiento notable de la economía, con un creci-
miento del PIB de 29,8% en el primer trimestre, que podría
traducirse en una tasa anual superior al 10%. Sólo falta equi-
librar la desigual distribución del ingreso.

54
III
A Venezuela la hizo el petróleo

Despilfarramos el petróleo para


acrecentar los ingresos fiscales... y
ahora... estamos hundiéndonos en
el excremento del diablo.
Juan Pablo Pérez Alfonzo, 1976

Los “dueños” originarios


L a Venezuela de hoy se debe al petróleo. La mezcla de
hidrógeno y carbono, llamada también mene, “oro negro” o
“excremento del diablo”, edificó al país tal como hoy exis-
te, desde que comenzó su explotación, a comienzos del
siglo 20. El “aceite de piedra” introdujo profundos cam-
bios políticos, económicos y culturales en una nación agrí-
cola modelada hasta entonces por la economía del café, el
cacao y la minería del oro.
La primera riqueza natural exportable fueron las per-
las de la isla Margarita, halladas por Cristóbal Colón hacia
1498, al arribar por el golfo de Paria. Pero el molusco ma-
dreperla se extinguió tan rápido como la vida de los bu-
ceadores indígenas que lo recogieron intensivamente en el
fondo del mar, sin más equipo que la resistencia de sus
pulmones. Las huestes del descubridor obligaron a los ex-
tenuados pescadores a sumergirse una y otra vez, hasta
dar su vida y agotar la especie perlífera.
Las expediciones hispanas globalizaron al Nuevo Con-
tinente en una búsqueda compulsiva de riqueza fácil y
rápida. La prisa de Colón por hacerse rico introdujo tam-
bién lo que podría llamarse el inicio de las primeras prác-
ticas corruptas en “la gestión gubernamental” en esta par-
te del mundo: el Descubridor sustrajo tajadas –no solo
perlíferas– del control burocrático contable de la Corona.
Sus patrones, los Reyes Católicos, no pudieron impedir
que el navegante terminara acusado de prevaricación.

55
Nueva Cádiz, la primera ciudad española del Nuevo
Mundo levantada para el negocio de las perlas, acabó su-
mergida bajo el agua, donde hoy está la isla de Coche. La
globalización colonial aboprdó después una precaria mine-
ría aurífera y a la explotación continental del cacao, el café,
el tabaco y el azúcar, con mano de obra esclava en régimen
de plantación. Venezuela no ofreció gran atractivo econó-
mico para la Corona por la escasez de oro y piedras precio-
sas en sus culturas originarias, a diferencia del esplendor
de las civilizaciones de México, Guatemala y Perú.
Cuatrocientos años después de la incursión de Colón
comenzó en Venezuela la extracción industrial del mene,
conocido por los pueblos originarios desde que tenían
memoria, porque se hallaba a flor de tierra, como “lagu-
nas” de asfalto. Francia y Estados Unidos comenzaron a
pavimentar las calles de sus ciudades con asfalto natural
–una suerte de petróleo muy pesado– hacia 1870, para
facilitar la circulación de los vehículos urbanos a tracción
animal. Hoy el asfalto se obtiene como un derivado del
proceso de refinación petrolera.
Al comenzar el siglo 20, resultó evidente que los nue-
vos vehículos automotores requerían mucho más asfalto
para consumir mejor la energía contenida en el petróleo.
La nueva cultura del automóvil emergió con una perento-
ria demanda de “petróleo liviano” que transformó para
siempre la economía mundial. Desde hace un siglo, la suer-
te de Venezuela quedó ligada a la energía petrolera, el au-
tomóvil y las carreteras.

Motores para la guerra


La cultura automotriz promovió el abandono de los fe-
rrocarriles, pero sólo en los países dependientes como
Venezuela, porque Estados Unidos, Europa y Japón los
conservaron y perfeccionaron. El motor a explosión influ-
yó también en el quiebre del clima y en los destrozos am-
bientales, a la vez que “motorizó” la hegemonía política del
llamado “complejo militar-industrial” que domina hoy al
planeta bajo el designio de la guerra. Para el sistema eco-
nómico estadounidense, la guerra es una “herramienta”
permanente de “progreso”.

56
La tierra “fabrica” el “aceite de piedra” en un proceso
que tarda millones de años, pero la cultura automotriz lo
extinguirá por completo antes de la mitad de este siglo 21,
según las previsiones más optimistas. Si la especie huma-
na no se extingue, probablemente esta época sea recorda-
da como la “era del petróleo”, del mismo modo que se de-
signa a una “edad de piedra”.
Los manantiales de asfalto brotaron desde las entra-
ñas del globo –a través de “los siglos de los siglos”– hasta
originar grandes depósitos como el Lago de Guanoco, en
el ex estado Bermúdez, hoy Sucre, y el Pitch Lake, cercano
a la aldea de La Brea, en la isla Trinidad. Los conquistado-
res advirtieron que los habitantes originarios utilizaban
esa pasta negra para impermeabilizar viviendas, calafa-
tear canoas y producir luz artificial, pero también la em-
pleaban con fines medicinales autóctonos.
La ocupación europea incorporó el mene a su bagaje
cultural, tal como lo hiciera con los frutos originarios que
halló en la región –el maíz, el tomate, el cacao y la papa,
entre muchos otros productos hoy indispensables en la
nutrición de la especie–. Los cronistas aseguran que Doña
Juana de Castilla, más conocida en la historia como Jua-
na La Loca, la hija de Isabel La Católica y de Fernando de
Aragón que se casó con Felipe El Hermoso, pedía frecuen-
tes embarques de mene para aliviar la gota de su hijo, el
futuro Carlos I de España y Carlos V de Alemania, aquél
en cuyo imperio siempre hubo sol.
Quizás los pobladores originales asociaron con alguna
forma de excremento a esa sustancia negra de consisten-
cia similar a la brea, pero su cosmogonía todavía no pudo
atribuírselo al “Diablo” porque éste ingresó a su cultura
una vez que el hombre blanco entronizó su religión. Ade-
más de la eficacia de su tecnología militar, los rústicos
buscadores de oro trajeron consigo un incipiente “aparato
comunicacional” cuya primera tarea cultural-ideológica fue
la catequización masiva obligatoria.
Los primeros globalizadores no pretendieron hipnotizar
a los pueblos originarios con conocimientos o formas políti-
cas “superiores”, salvo el discurso de la religión, cuya meta
era “salvar sus almas”. Pero también hubo un acalorado
debate teórico para establecer si el habitante originario de

57
América tenía o no alma. El triunfo de la tesis teológica
sobre la presencia del alma en el cuerpo de los nativos –
sustentada por Fray Bartolomé de Las Casas, entre otros
sacerdotes jesuitas– salvó a los indígenas de males peores,
como la legalización de su esclavización en el derecho canó-
nico. Los esclavizaron igual, pero fue “ilegal”.
Los ocupantes ibéricos tampoco pretendieron embau-
car a nadie con un “tratado de libre comercio”. Su vocación
fue simple y directa: someter “al otro ser inferior” por la
fuerza y “globalizarlo” rápido en beneficio de la metrópolis
hispana. Hoy se hace el mismo esfuerzo “civilizador” en nom-
bre de “la democracia”, aderezada con mucho más armas y
bombas que antaño, pero todavía con bastante religión. La
mayor diferencia –aparte del “progreso” tecnológico militar–
radica en que el imperio hispano fue católico, mientras que
el de Estados Unidos es protestante. Gobierna al mundo la
supremacía del hombre blanco, anglo sajón y protestante,
iluminado por un “destino manifiesto” inspirado directa-
mente por Dios. El jefe político-militar del imperio es de
nuevo una suerte de gran sacerdote.

Descubriendo la riqueza
Los depósitos naturales de petróleo pesado desperta-
ron temprano el interés científico. Gonzalo Fernández de
Oviedo y Valdés mencionó los “ojos o manantiales de be-
tún” del Golfo de Venezuela en la segunda parte de su
Historia natural y general de las Indias, Islas y Tierra Firme
del Mar Océano, publicada en 1540.
En su Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Con-
tinente, el naturalista germano Alexander Von Humboldt
dejó constancia en 1814 de los “manantiales de petróleo”
del Golfo de Cariaco que exploró con su amigo francés
Amadeo Bonpland en 1799. Mencionó los “respiraderos
de mene” del Lago de Maracaibo y tuvo noticias del Lago
de Guanoco, accesible en canoa por el río San Juan, co-
nocido entonces como “Buen Pastor”, pero no pudo in-
ternarse para visitarlo.
El Dr. José María Vargas certificó el 3 de octubre de
1839 algunas muestras de asfalto de Pedernales, isla del
Delta del Orinoco. Agustín Codazzi también describió la

58
presencia de brea, pez mineral o mene en las regiones
de Mérida, Coro y Maracaibo en su tratado Sumario de la
Geografía de Venezuela, publicado en 1841.
Las páginas de El Venezolano elogiaron en 1842 –22 de
marzo– la abundancia de asfalto líquido en Pedernales. El
geólogo británico G.P. Wall dio a conocer –16 de marzo de
1860– a la Royal Geographic Society los depósitos de brea
de las provincias de Maturín y, “en cantidades mayores”,
cerca del Lago de Maracaibo.
Arístides Rojas también describió los depósitos de brea
venezolanos en su informe sobre El Lago de Asfalto en la
isla Trinidad, presentado en 1869 ante la Sociedad de Cien-
cias Físicas y Naturales de Caracas. El Boletín del Ministe-
rio de Fomento aludió en 1873 las minas de asfalto y petró-
leo de Esuque –Trujillo–, Falcón y Araya, cerca de Cariaco.
Un informe del ingeniero y general Wenceslao Brice-
ño-Méndez Camejo registró en 1876 los depósitos de
asfalto y “ocurrencias” de petróleo en Maracaibo y Peri-
já. El geógrafo Miguel Tejera enumeró los depósitos de
Gilbraltar y Altagracia, en Zulia, así como otros de Méri-
da, en su obra Venezuela pintoresca e ilustrada (1875-
1877). Adolfo Ernst reseñó que “los principales depósi-
tos de asfalto ocupan en Venezuela los extremos orien-
tal y occidental del país”, en su catálogo de la Exposi-
ción Nacional de Venezuela de 1883.

Industrialización del mene


La explotación industrial del mene comenzó de ma-
nera incipiente a mediados del siglo 19. Los hidrocar-
buros superficiales de los lagos de asfalto despertaron
pronto el interés de los emprendedores nacionales y fo-
ráneos para una posible explotación a gran escala. Se-
gún las variadas fuentes historiográficas disponibles, la
primera concesión asfáltica se otorgó al británico D.B.
Helley, el 6 de septiembre de 1854, bajo el gobierno de
José Gregorio Monagas.
Por esa misma época se discutía en serio terminar
con la esclavitud, un vergonzante “detalle” económico,
político y social del modelo económico de plantación. Las
cúpulas en el poder preservaron largamente la presen-

59
cia del esclavo en la sociedad venezolana, aunque Bo-
lívar intentó liquidarla cuando desembarcó en Carúpa-
no con la ayuda de su amigo Alexandre Petión, el Pre-
sidente de Haití. Sin detentar todavía el poder real, de-
cretó el 2 de junio de 1816 en Carúpano “la libertad
absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo
español en los tres siglos pasados”.
Pero los terratenientes esclavistas hicieron letra muer-
ta del decreto de Bolívar. Los negros esclavizados fueron
los primeros venezolanos excluidos, mientras el país mos-
traba evidentes signos de progreso en otras áreas, a pesar
de la eterna pugna por el poder traducida en frecuentes
guerras civiles y “revoluciones”. La abolición fue impuesta
definitivamente el 24 de marzo de 1854, por Monagas.
La primera licencia propiamente petrolera –Helley fue
autorizado sólo para explotar asfalto– se otorgó al estado-
unidense Camilo Farrand, el 24 de agosto de 1865, cuan-
do el gobierno federal de Venezuela recaía en el general
Juan Crisóstomo Falcón. Sin embargo, en el origen de la
explotación de los hidrocarburos también intervinieron ca-
pitales nacionales.

La “inversión extranjera”
La primera concesión petrolera a un criollo se otorgó el 2
de febrero de 1866. La Asamblea Legislativa de Nueva Anda-
lucía (estados Sucre y Monagas) otorgó el beneficio, en toda
su jurisdicción y a cambio de un impuesto de regalía, a Ma-
nuel Olavarría. Sin embargo, la concesión expiró a los 15
años, en 1881, sin entrar en operación. En Venezuela existió
desde el comienzo la disposición del Estado a cobrar el “im-
puesto regalía”, un derecho de “patente” o “royalty”. Sea cual
fuere el gobierno, la elite entendió la explotación de los re-
cursos naturales como una fuente tributaria de financiamien-
to del Estado, complementaria de la aduana.
Las concesiones, sin embargo, se obtenían como pre-
bendas, para luego negociarlas y hacer dinero fácil, sin
mayor industria. El primer esfuerzo extractivo nacional re-
levante lo hizo el tachirense Antonio Pulido, quien obtuvo
los derechos para explotar el campo La Alquitrana, cerca
de Rubio, el 3 de septiembre de 1878, una de las fechas

60
hoy considerada como el comienzo de la industria petrole-
ra. Con 5 socios de la región, constituyó –el 12 de octubre
de 1878– la primera empresa petrolera del país, la “Compa-
ñía Nacional Petrolia del Táchira”, con el propósito de ela-
borar un combustible de alumbrado similar al kerosene.
Funcionó con grandes vicisitudes hasta el 8 de abril de 1934.
Por esos años del siglo 19, se otorgaron concesiones a
distintos personajes extranjeros que negociaron después esos
derechos con diferentes inversionistas y compañías del pri-
mer mundo, principalmente estadounidenses. La explota-
ción de los recursos naturales requería invertir un gran ca-
pital previamente acumulado que entonces en Venezuela to-
davía no existía. El capital sólo estaba disponible en los paí-
ses desarrollados, Europa y Estados Unidos, que se indus-
trializaron antes que el resto del mundo. Así fue como los
diferentes jefes de estado venezolanos concibieron la figura
del gestor, una suerte de concesionario, de preferencia ex-
tranjero, cuya misión intermediaria consistía en interesar al
gran capital de esos países. También instituyeron las “comi-
siones” en la “naturaleza propia” de los negocios del Estado.
Las concesiones tuvieron plazos severos, porque mu-
chas veces las autorizaciones dormían años, sin que jamás
comenzaran las ansiadas faenas de explotación de los re-
cursos naturales. El mismo Helley celebró su contrato en
1854 para explotar el asfalto de Pedernales, pero dos años
después perdió la concesión por no haber hecho nada. Una
“Junta de Hacienda” del Zulia recibió autorización para ex-
traer los recursos bituminosos de su región, pero tampoco
materializó el proyecto. Estas experiencias fallidas fueron
utilizadas después como “jurisprudencia” para alegar “ex-
clusividad” en las concesiones del Estado.

“Dueños” estadounidenses
Los primeros en apropiarse de los hidrocarburos fueron
los “dueños” estadounidenses. Uno de los contratos más
memorables, porque originó el primer gran conflicto petro-
lero con el imperio, favoreció a Horacio Robert Hamilton –el
15 de septiembre de 1883–, un aventurero irlandés-esta-
dounidense que arribó a Venezuela como vendedor de ga-
lletas de la firma Huntley & Palmery, de Estados Unidos,

61
pero se las arregló para acceder al en-
torno familiar del Presidente Antonio
Guzmán Blanco.
El 22 de septiembre de 1883 fue
agraciado el estadounidense Cyrenius
Charles Fitzgerald, que constituyó Ma-
noa Company Limited para explotar
maderas y asfaltos del Delta del Ori-
noco y de la isla Pedernales. El gobier-
no de Cipriano Castro (1899-1908) le
otorgó cuatro concesiones a otros tan- A. Guzmán Blanco
tos particulares que luego las vendie-
ron a compañías extranjeras.
Los primeros esfuerzos políticos por atraer grandes inver-
siones extranjeras a la explotación de los recursos naturales
correspondieron a Antonio Guzmán Blanco, Ilustre America-
no, Regenerador, Pacificador, Aclamado de los Pueblos y Pre-
sidente de Venezuela en tres ocasiones (1870-1877; 1879-
1884; y 1886-1888). Su primera tentativa importante fue con
el capital francés, que se explica por su gran simpatía hacia el
mundo galo, pero terminó en un fiasco, con gran escándalo
político y repudio generalizado.
La Compagnie Gènèrale Transatlantique, de Eugene Pe-
reire, adquirió facultades ilimitadas para explotar todas
las riquezas naturales del país, mediante un protocolo sus-
crito en París el 18 de agosto de 1879. Cuando se publicó
el texto en el Diario de Avisos de Caracas –29 de septiem-
bre de 1879– despertó una resistencia política que derivó
en franca indignación. El conflicto alcanzó tales dimensio-
nes que hasta el progenitor del jefe del Estado –Antonio
Leocadio Guzmán– le pidió al hijo que abandonara su pro-
yecto. “El contrato con Pereire perderá al país y nos per-
derá a todos”, le pidió en una carta.
Por esos mismos años, en el sur del continente, Chile se
embarcaba en su segundo conflicto bélico contra Perú y Bo-
livia, la Guerra del Pacífico de 1879, inspirada por el capital
británico interesado en explotar los fertilizantes naturales –
salitre o nitrato de potasio y, secundariamente, guano o ex-
cremento de aves– sin tener que pagar tributos al gobierno
de Lima. El gran vencedor fue el súbdito británico John Tho-
mas North, llamado el Rey del Salitre.

62
La clase propietaria del país sure-
ño hizo esta guerra con carne de ca-
ñón urbana y campesina trasladada
desde el sur del país. “El roto chileno”
que cargó el peso de la guerra trabajó
más tarde en las salitreras del desier-
to nórtico, después de la anexión de
180.000 km2 de territorio rico en mi-
nerales, prácticamente una cuarta par-
te del Chile actual. Los ex combatien-
tes de la Guerra del 79 proveyeron la
John Thomas North
mano de obra barata que después fue
masacrada por el Ejército de Chile, cada vez que reclamó
mejores condiciones de vida, en sucesivas matanzas obre-
ras registradas en las salitreras hasta avanzado el siglo
20. La presencia militar chilena se instaló, además, lar-
gamente en Lima como fuerza de ocupación extranjera.
Después de esta victoria de la expansión por el norte,
vino la ampliación meridional, con la guerra que desalojó
a las etnias que controlaban el territorio al sur del río Bío
Bío. Lo que no consiguieron los españoles en 300 años de
colonialismo, lo lograron los chilenos en 1881, bajo el eu-
femismo bélico de la Pacificación de la Araucanía, una gue-
rra interna, de baja intensidad, inspirada en propósitos
“civilizadores” –todavía no se invocaba “la democracia”–
de los pueblos originarios mapuches. Lo que interesaba
eran sus tierras. Fue una copia atrasada del mismo “des-
tino manifiesto” que inspiró la anexión de Texas, Nuevo
México, Utah y California con las guerras que Estados
Unidos libró 30 años antes.

Nace la NY & Bermúdez Co.


La “Concesión Hamilton” sobre el Lago Guanoco –
1883– dio origen a la New York & Bermúdez Company1,
constituida en Nueva York –en 1885– por capitalistas de
Estados Unidos, incluido el gestor favorecido por Guz-

1) La historia de esta compañía está en Asfalto y Revolución: la New


York & Bermúdez Company, Nikita Harwich Vallenilla. Monte Avila
Editores, 1992).

63
mán Blanco. Bermúdez era entonces
el nombre del estado oriental que hoy
se llama Sucre.
La New York & Bermúdez nunca
prosperó, alegando escasez de capital
de trabajo, a pesar que en 1894 fue ven-
dida a la Trinidad Asphalt Company, es-
tablecida por capitales británicos que
más tarde se aliaron con inversionis-
tas estadounidenses que la rebautiza-
ron como New Trinidad Lake Asphalt
Company. Está corporación tomó el
control de las dos minas de asfalto más importantes de
esa época, La Brea de Trinidad y el yacimiento de Guano-
co, a través de su subsidiaria en Venezuela, la New York
& Bermúdez.
La New York & Bermúdez terminó camuflada en la red
de corporaciones del Trust del Asfalto de Estados Unidos,
una madeja de grandes corporaciones del rubro, fusiona-
das y entrelazadas en la propiedad de unas sobre otras.
Pero el siglo 19 terminó sin que se explotara en serio el
depósito de Guanoco. El 4 de enero de 1898, el gobierno de
Joaquín Crespo resolvió caducar el “Contrato Hamilton” por
no haberse cumplido los propósitos de producción asfáltica
y tampoco el compromiso de canalizar los caños y ríos de
acceso, inaugurándose una prolongada batalla judicial y
política que estuvo cerca de una confrontación militar con
Estados Unidos.
El Trust del Asfalto no hizo producir al Lago de Guano-
co porque sólo quería controlarlo a fin de impedir que otros
lo explotaran y evitar una eventual competencia de terce-
ros, a fin de manejar mejor los precios y su monopolio del
mercado. Guanoco produjo apenas un total de 40.000 to-
neladas de asfalto en sus primeros 15 años, con un rendi-
miento menor a 3.000 por año, contra 150 mil toneladas
anuales de un material de calidad inferior extraído en Tri-
nidad por el mismo consorcio propietario de ambos yaci-
mientos. El Estado venezolano otorgó, entretanto, otras
dos concesiones en terrenos que la New York & Bermúdez
alegó como propios: “Felicidad”, 283 hectáreas, sanciona-
das por el gobierno del estado Bermúdez el 23 de junio de

64
1897, y “Venezuela”, 170 hectáreas otorgadas a tres veci-
nos de Carúpano el 18 de febrero de 1898.
Las concesiones se entregaron a personajes influyentes
pero sin capital para la puesta en marcha de una explota-
ción industrial. Los contratos se obtenían por influencia po-
lítica para lucrar después traficándolos y, probablemente,
repartiendo comisiones y subcomisiones. “Felicidad” termi-
nó en poder de Warner & Quislan Asphalt Company –a cam-
bio de 40 mil dólares–, una empresa que jamás quiso involu-
crarse con el Trust del Asfalto. La New York & Bermúdez ini-
ció entonces un largo juicio contra Warner & Quislan.
La cabeza del Trust del Asfalto en 1899 era la Asphalt
Company of América. Se fortaleció adquiriendo a la Barber
Asphalt Paving Company para articular un poderoso hol-
ding del asfalto en competencia con la National Asphalt
Company, su gran rival en el mercado. Esta poderosa com-
petidora creció adquiriendo a todas las pequeñas y media-
nas empresas pavimentadoras estadounidenses que tra-
bajaban con asfalto mexicano de Tampico y terminó to-
mando el control de su competidora, la mismísima Asphalt
Company of América. Así se consolido el Trust.
Hacia 1900, la National era la cabeza visible del mons-
truo. Las riendas estaban en manos de Amzi Lorenzo Bar-
ber, el Rey del Asfalto, quien había comenzado discreta-
mente con la Barber Asphalt Paving Company. Dominando
el 90% del mercado de Estados Unidos y controlando to-
das las fuentes de materia prima del exterior, el Trust tam-
bién influía poderosamente en el partido Republicano, en
el gobierno de William Mc Kinley y en su vicepresidente,
Teodoro Roosevelt. El Rey Barber lo tuvo todo, pero una
década después se convirtió en el enemigo número uno...
del Trust, no por razones ideológicas sino de negocios. Des-
cubrió que con el tiempo se hizo más rentable trabajar
solo y en menor escala, una curiosidad de la filosofía Bu-
ssiness are business. Y la metamorfosis lo transformó en
un “leal” colaborador de Cipriano Castro, después de ha-
ber sido su principal enemigo.
La New York & Bermúdez fue el mascarón de proa del
Trust en el primer enfrentamiento severo que tuvo Vene-
zuela con el imperio estadounidense, bajo el gobierno de
Cipriano Castro, El Cabito para sus amigos.

65
Intromisiones imperiales
En su disputa con el Estado sobe-
rano de Venezuela, la mafia del asfalto
consiguió involucrar al gobierno de Es-
tados Unidos, que hasta dispuso que
la cañonera Scorpios incursionara por
el río San Juan hasta Guanoco, des-
plazando por los caños sus 850 tone-
ladas, 8 piezas de artillería y una tri-
pulación de 90 hombres.
El pretexto fue la falsa noticia de
Cipriano Castro
una supuesta “invasión” del Ejército
venezolano a la “propiedad” de la New York & Bermúdez
en Guanoco, inventada por el ministro plenipotenciario de
la Legación de EE.UU., Francis Butler Loomis, y transmi-
tida al Secretario de Estado John Hay. Lo demás lo hizo en
Washington el lobby del Trust. Pero la sangre no llegó al
río, Estados Unidos reculó y la cañonera no siguió a Gua-
noco, sino que se devolvió después de un día de navega-
ción desde La Guaira. Su comandante, Nathan Sargent,
recibió órdenes de cambiar el rumbo y dirigirse a Cura-
zao, el 18 de enero de 1901.
Por esos años, Estados Unidos libró una guerra contra
España para anexarse las colonias que el imperio hispano
todavía conservaba en esta parte del mundo. Fracasó en
anexarse a Cuba, pero lo logró con Puerto Rico y permane-
ció largo tiempo en Filipinas. Sus naves de guerra recala-
ban en los puertos de Venezuela como “Pedro por su casa”.
Loomis fue un personaje nefasto para Venezuela du-
rante largos años. Siendo diplomático, participó en Cara-
cas en negocios personales, recibió coimas de la New York
& Bermúdez y operó como gestor de grandes negocios entre
el Estado y la banca extranjera. Tras la muerte de Mc Kin-
ley, el vice Presidente Teodoro Roosevelt lo ascendió –1903–
a secretario de Estado Adjunto para América Latina, el mis-
mo cargo que un siglo después tuvo Otto Reich, otro gestor
de grandes corporaciones, involucrado también en la pre-
paración del golpe en Venezuela del 11 de abril de 2002.
Esta primera intromisión extranjera resultó bastante
ilustrativa para el futuro de Venezuela. El jefe del Estado

66
y de la “Revolución Liberal Restaura-
dora”, Cipriano Castro, se mantuvo
impertérrito ante las amenazas mili-
tares, sin demostrar un asomo de te-
mor, derrochando serenidad. Su dig-
nidad anti-imperial lo reivindicó para
la historia de su nación. Pero el Trust
del Asfalto todavía se guardaba otras
cartas.
La próxima movida de la New York
& Bermúdez fue financiar el alzamiento
de Manuel Antonio Matos, un general-
banquero que bautizó su arremetida por
el poder como “Revolución Libertado-
ra”. Una de sus primeras acciones fue
“liberar” las instalaciones de Guanoco,
a comienzos de 1902, con las fuerzas
insurgentes de uno de sus caudillos
aliados, el general Horacio Ducharne.
El militar-banquero atrajo al caudillaje
Manuel A. Matos
más conspicuo de su época, entre otros,
a Domingo Monagas, Luciano Mendoza, Nicolás Rolando,
Ramón Guerra, Juan Pablo Peñaloza, Pedro Ducharne, Luis
Loreto Lima y al mismo Horacio Ducharne.
La New York & Bermúdez reconoció después haber apor-
tado 130 mil dólares al proyecto “revolucionario” de Matos,
incluida la compra del buque Ban Righ –100.000 dólares de
aquellos tiempos–, supervisada directamente por el general
estadounidense Francis B. Greene, entonces presidente del
Trust del Asfalto. El navío fue adquirido en Glasgow, Esco-
cia, con fondos de la General Asphalt Company, la nueva
empresa matriz del Trust, con pleno conocimiento de su
representante en Venezuela, Mr. Arthur W. Sewall, de acuer-
do a la abundante documentación obtenida en los archivos
públicos de Venezuela y Estados Unidos por el investigador
caraqueño Nikita Harwich Vallenilla, autor de Asfalto y re-
volución: la New York & Bermúdez Company, un libro clave
para comprender la historia económica que encubre la po-
lítica. El diario El Monitor de Caracas aseguró el 25 de mar-
zo de 1904 que el Trust desembolsó en total 500 mil dólares
en apoyo de Matos.

67
El militar-banquero era concuñado de Guzmán Blan-
co y dueño principal de dos bancos importantes –el de
Venezuela y el Caracas–. Tuvo, además, el respaldo eco-
nómico y logístico de la Compañía Francesa del Cable In-
teroceánico y de la empresa alemana del Gran Ferroca-
rril de Venezuela. Su alzamiento comenzó y terminó en
La Victoria, entre el 19 de diciembre de 1901 y el 2 de
noviembre de 1902, jornada en que Castro derrotó a su
ejército de unos 14.000 hombres, en una batalla iniciada
el 12 de octubre.
Juan Vicente Gómez era el brazo derecho y hombre
de confianza del “Caudillo Restaurador”. Persiguió tenaz-
mente a los cabecillas rivales, hasta derrotarlos definitiva-
mente en Ciudad Bolívar, el 22 de julio de 1903. Esta bata-
lla marcó el fin de las guerras civiles, puso “orden” para que
el país recibiera la inversión petrolera extranjera –unificado
con un solo mando político real– y consolidó la figura de
Gómez, que terminó por derrocar a Castro en 1908 para
quedarse en el poder hasta 1935, por 27 años.
La New York & Bermúdez litigó largo tiempo contra la
Warner & Quislan Asphalt Company. Es decir, en los tri-
bunales venezolanos hubo un prolongado juicio entre
dos compañías estadounidenses que se disputaron te-
rrenos concesionados por el Estado con ambigüedad y
error en la descripción de sus límites. Pero el gobierno
inició después sus propios juicios por la intervención
directa de la New York & Bermúdez en la llamada “Revo-
lución Libertadora”.
Cuando un tribunal autorizó incautar las instalaciones
del Lago Guanoco, acogiendo un libelo del Procurador Ge-
neral de la Nación, Francisco Arroyo Parejo –aceptado el 20
de julio de 1904–, el entonces ministro plenipotenciario de
EE.UU., Mr. Herbert Wolcott Bowen, pidió que una flota
estadounidense ocupara La Guaira y Puerto Cabello para
dar “una lección inmediata”. El embargo de la asfaltera de
Guanoco se produjo entre el 28 de julio y el 3 de agosto en
una acción completamente apegada al derecho.
Sin embargo, la prensa estadounidense publicaba noti-
cias bastante deformadas sobre Venezuela, por la influen-
cia del Trust en los mass media. Por esos días –12 de mayo
de 1904–, un ex empleado de la New York & Bermúdez de-

68
venido en colaborador de Castro, el estadounidense Am-
brose Howard Carner, formuló una recomendación con ple-
na vigencia un siglo después: “Afirmar una propaganda au-
torizada y verídica sobre Venezuela, de manera de destruir
las mentiras y las noticias perjudiciales que han sido la
práctica hasta ahora y efectuar así un cambio a favor de
esta República”2. Se refería a la prensa de Estados Unidos.

Ausencia de “proyecto país”


Cipriano Castro debió enfrentar, además, un humillan-
te bloqueo de las costas venezolanas efectuado en 1902-
1903 por Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Estados
Unidos para presionar por el pago de la deuda externa, in-
flada mañosamente con gabelas e intereses usurarios. La
degradante demostración de fuerza fue iniciada el 9 de di-
ciembre de 1902 y concluyó el 13 de febrero de 1903, con
un protocolo redactado por Bowen y firmado en Washing-
ton entre Venezuela, los agresores y otras naciones.
Las grandes potencias imperiales pretendían cobrar una
deuda inflada a 51 millones de dólares de la época, equiva-
lentes al ingreso fiscal de más de 6 años (8 millones anua-
les), pero la acreencia real era de unos 32,6 millones, que
Venezuela no pudo pagar en los perentorios términos exigi-
dos. El gasto militar para contener las insurrecciones inter-
nas consumía al tesoro público, pero al final se acordó fijar
la obligación en 45 millones, incluidos el capital y los intere-
ses, a pagarse de acuerdo a las posibilidades reales del país.
La oposición británica de la Cámara de los Comunes objetó
el “procedimiento de cobranza”. Argentina solidarizó con Ve-
nezuela, inaugurando la doctrina que honra el apellido del
canciller Luis María Drago.
Si los “propietarios” originales de Venezuela fueron las
comunidades indígenas, sus “segundos dueños” fueron los
españoles, pero después aparecieron los estadounidenses.
Si no fueron “dueños”, por lo menos creyeron serlo. La
New York & Bermúdez Company actuó como la “dueña” de
su época, envalentonada por su pertenencia al Trust del
Asfalto.

2) Nikita Harwich Vallenilla, obra citada.

69
Su historia es clave para
“El Presidente Castro,
entender cómo operó el
buscando pendencia
“adueñamiento” de los re-
nuevamente”
cursos naturales en Améri-
ca Latina y por qué carriles
corrían las esperanzas de
progreso de los continentes
pobres.
Las clases propietarias
venezolanas no exhibieron
entusiasmo por un proyecto
claro de país futuro, encami-
nado a formas de progreso
autosuficiente promovidas
desde un Estado fortalecido
en su propio desarrollo ins-
titucional y, por lo menos,
Caricatura anónima publicada en
con una apariencia demo- la revista The American Monthly
crática formal. Todos los Review of Reviews, Nueva York,
huevos resultaron deposita- abril de 1908. Castro pisotea el
documento “Proposición de Arbi-
dos en la canasta de la de- traje de Estados Unidos”. Proba-
pendencia, con la inversión blemente, el dibujo fue retocado y
extranjera como el único mo- vertido al castellano para repro-
ducirlo en Venezuela. Presenta a
tor del desarrollo, bajo el ré- un Cipriano Castro vestido como
gimen de concesiones otor- mexicano, pendenciero y, por lo
gadas por dictaduras inspi- tanto, ...un despreciable ser infe-
rior. Al fondo, y a la derecha, se
radas en distintos matices ve una flota de EE.UU.; a la iz-
políticos pero cubiertas por quierda, los cerros exhiben el le-
el mismo paraguas ideológi- trero “Minas”; y en el piso se lee
co de saquear al Estado. “Asfalto” (Fuente: Nikita Harwich
Vallenilla, Asfalto y Revolución: la
Los empresarios criollos New York & Bermúdez Company,
también mostraron poco o ni Editorial Monte Avila Editores,
ningún interés en proyectos 1992).
industriales, conformándose con un rol de importadores-
comerciantes y proveedores de servicios. Pusieron el ma-
yor énfasis en los negocios financieros y el desarrollo de
un sistema bancario instrumental a ese modelo depen-
diente. Las diferentes fracciones de la elite aspiraban a
hacerse del poder con “revoluciones” y conservarlo luego
por la fuerza, utilizando siempre una fraseología rimbom-
bante. Los diferentes líderes se vestían a sí mismos y a

70
sus proyectos políticos con apelativos altisonantes, “Re-
generador”, “Pacificador”, “Revolución Restauradora”, “Re-
volución Libertadora”...
Las elites del gran capital de Estados Unidos, por su
parte, crecieron bajo un concepto imperial justificado en
el “destino manifiesto” –un “destino” exclusivo para ellos,
no para “los otros”–. Sus relaciones internacionales fue-
ron concebidas siempre como coadyuvantes de los nego-
cios. La diplomacia no era más que otro instrumentos de
poder económico imperial. Tampoco era casual que un
cónsul de Estados Unidos en Caracas fuera al mismo tiem-
po el propietario de la “Lavandería Americana”, ni que el
ministro plenipotenciario Loomis estuviera involucrado en
toda suerte de negocios locales.
Era “natural” que Estados Unidos y las grandes poten-
cias intervinieran política, diplomática y militarmente en
cualquier país pequeño para cautelar los intereses de sus
corporaciones. Lo extraño hubiera sido que los países ricos
respetaran la juridicidad y el sistema institucional de las
naciones proveedoras de los recursos naturales y de las
materias primas que insumían en su desarrollo industrial
superior. “Cómo reaccionarían los Americanos si los due-
ños extranjeros de su propiedad en los Estados Unidos es-
tuvieran azuzando la traición y la rebelión en este país”, se
preguntó The New York World, el 29 de abril de 1905, cuan-
do se destaparon las andanzas del diplomático Francis
Butler Loomis, por denuncias de su colega Herbert Bowen
que al final le costaron el puesto al denunciante.
El imperio construyó un perverso círculo vicioso. La
inexistencia del ahorro o de capitalización impuso a paí-
ses como Venezuela la necesidad de atraer capitales ex-
tranjeros para desarrollarse a partir de sus recursos na-
turales. Los países ricos, en cambio, tenían el capital pero
carecían de esos bienes naturales o los poseían en canti-
dad insuficiente porque los agotaron antes que los países
pobres. Cuando los pequeños estados soberanos “apreta-
ban” a las corporaciones extranjeras para que cumplieran
las obligaciones tributarias contraídas por llevarse los re-
cursos naturales, la diplomacia intervenía entonces en de-
fensa de las empresas transnacionales. Si las presiones
diplomáticas no daban el resultado esperado, entraban en

71
acción las persuasivas cañoneras con infantería de mari-
na, desde el río Yang Tsé, en la China, hasta los caños del
el río San Juan que conducían al simbólico lago de asfalto
de Guanoco, una concesión que el imperio controlaba pero
no explotaba. Además, alegaba posesión o propiedad.

Emerge un anti-imperialista
La renuencia a pagar impuestos y a devolver parte de la
riqueza natural extraída del país más pobre, ahogaba la
economía de su Estado, limitaba los ingresos tributarios o
fiscales, creaba dificultades a los gobiernos mientras sofo-
caban rebeliones aquí y allá –promovidas también por los
mismos intereses imperiales–. Es decir, se hacía lo posible
por reducir los ingresos fiscales, se impedía servir las deu-
das contraídas en el exterior y, a la vez, se cobraba impla-
cablemente esa deuda externa. Como los países no paga-
ban, las potencias enviaban a cobrar a sus flotas de guerra,
para exigir pagos imposibles. La voracidad se compatibili-
zaba sin problema con la tacañería y la presión permanen-
te sobre una Venezuela huérfana de una clase propietaria
con proyecto de país. Casi es un milagro que esta nación no
haya corrido la suerte de la anexión que amenazó a Cuba y
que sufrieron Puerto Rico, Texas, California, etcétera.
La filosofía chauvinista de gran potencia reforzada por la
invención del “destino manifiesto” llevó consigo la exclusión
permanente de los otros, los que no tienen “destino”. Prime-
ro fue la esclavitud, justificada porque “el otro” no era blan-
co, no poseía la religión salvadora –que por cierto era “la
única” válida– y, por consiguiente, no tenía “alma”, así que
se podía capturar, vender y comprar como si fuera un objeto
más, otro “recurso natural”. La mano de obra africana fue
simplemente un recurso natural tomado por la fuerza.
La New York & Bermúdez Company se convirtió en la
piedra en el zapato de las relaciones de Venezuela y Esta-
dos Unidos. El gobierno de Teodoro Roosevelt no cesó de
reclamar que se le restituyera la concesión de Guanoco,
además de otros conflictos con intereses estadouniden-
ses. La NY & Bermúdez fue el problema número uno y
condujo a la ruptura virtual de relaciones diplomáticas,
tras el retiro del ministro plenipotenciario Bowen, el 9 de

72
mayo de 1906. Los intereses de Estados Unidos en Vene-
zuela quedaron a cargo de la legación de Brasil, país sede
de la primera Conferencia Panamericana promovida por
Roosevelt, encuentro antecesor de la Oea al que Castro
rehusó asistir. Francia rompió con Venezuela en 1906 y
Holanda lo hizo en 1908. El Cabito quedó en un peligroso
aislamiento internacional.
La NY & Bermúdez le ganó el juicio a la Warner & Quis-
lan, pero sobrevivió a través de los años su conflicto judi-
cial con el gobierno por su apoyo a la “revolución” de Ma-
tos. En 1905/1906, cuando la empresa tenía 21 años, se
negoció un arreglo. Se estableció que por todo ese tiempo,
la NY & Bermúdez le pagaría al fisco exiguos 24 mil dóla-
res, la nada misma, tras haberse llevado un promedio anual
de 40 mil toneladas de asfalto, a un precio de mercado de
4 dólares por tonelada, 160 mil dólares por cada año.
En las conversaciones directas con el gobierno de Castro,
Clyde Brown, el secretario tesorero del Trust, encabezado en
ese tiempo por la General Asphalt Company, reconoció que le
entregaron 130.000 dólares a Matos como “protección” por
sus instalaciones. Castro alegó que la “revolución libertado-
ra” le significó a su gobierno un costo de 24.178.633,74,
bolívares, equivalentes a 6,6 millones de dólares, a la tasa de
cambio de 3,66. Además de esta reparación, reclamó una
multa de 291 mil dólares... por fomentar revoluciones.
Por esa época, Holanda puso en cuarentena sanitaria
a las naves procedentes de La Guaira alegando un brote
de peste bubónica, medida que indignó a Castro, quien
retrucó prohibiendo el acceso de naves neerlandesas a
los puertos venezolanos. La Haya, previa consulta con el
gobierno de Roosevelt, mandó tres cruceros a Curazao,
el Gelderland, el Friesland y el Utrecht. Estados Unidos
no fue corto ni perezoso con sus tradicionales desplie-
gues de cañoneras. Ordenó el zarpe desde Haití a la Dol-
phin y al crucero Des Moines. Hacia el 27 de junio de
1908, la reclamación consolidada venezolana contra la
NY & Bermúdez andaba por los 5 millones de dólares, a
título de indemnización. En esa insostenible situación,
Cipriano Castro emprendió un desesperado viaje a Euro-
pa, probablemente para tejer nuevas alianzas interna-
cionales, aunque anunció que se sometería a una delica-

73
da cirugía. Partió el 21 de El "Mono Castro"
noviembre de 1908, dejan-
y el Tío Sam
do “encargado” el poder a
Juan Vicente Gómez.
El 12 de diciembre, el
Gelderland capturó al pe-
queño guardacosta Alexis y
lo remolcó a Willemstad,
Curazao. Este acto de gue-
rra se reflejó en Caracas con
inmediatos saqueos, “gua-
rimbas” y gritos de “¡Muera
Castro!”, “¡Viva Gómez!”. El
futuro Benemérito se hizo del
coroto (1908-1935) el 19 de
diciembre, en un proceso
casi lógico y natural, indolo- La revista Collier's National Wee-
kly (10 de junio de 1905) presen-
ro... Los buques estadouni- tó al Trust del Asfalto hundiéndo-
denses atracaron en La se entre los manotazos de “peque-
Guaira como “amigos” e in- ños inversionistas”, ante la mira-
da impasible del Tío Sam, pero a
cluso hubo una amable fies- Cipriano Castro lo representaron
ta de año nuevo en el pala- como a un mono, observando des-
cio Miraflores, con relevante de una mata de coco. La ilustra-
asistencia estadounidense. ción del caricaturista E.W. Kem-
ble pretendió “objetividad”: “El co-
Los conflictos bilaterales rrupto e ilegal trust asfaltero”, reza
se arreglaron con inusitada la leyenda. (Fuente: Nikita Har-
rapidez. Se solucionó el anti- wich Vallenilla, obra citada).
guo lío con la NY & Bermúdez y también otros cuatro proble-
mas de menor envergadura política, tres con las empresas
Manoa Company Limited, Orinoco Shipping & Trading Com-
pany y United State & Venezuela Company. El último fue
una discreta indemnización reclamada por el franco estado-
unidense Albert Félix Jaurett, un aventurero que devino en
periodista como director del Venezuelan Herald, expulsado
intempestivamente del país el 13 de noviembre de 1904 por
atribuírsele el origen de una información odiosa para Castro
–otra inminente “revolución” en Venezuela– publicada el 15
de octubre de ese año por el New York Herald.
El acuerdo establecido el 13 de febrero de 1909 le fijó a
la NY & Bermúdez el pago de irrisorios 300 mil bolívares,
más o menos unos 82 mil dólares, pagaderos en dos cuo-

74
tas anuales. Se ratificó la concesión de Guanoco y se fijó
una regalía de 4 bolívares, algo más de un dólar, por cada
tonelada de asfalto exportada, con un piso mínimo de 100
mil bolívares, unos 27 mil dólares, equivalentes a la regalía
de 25 mil toneladas por año. Entre 1891 y 1908, la compa-
ñía exportó 276.000 toneladas, con un promedio anual de
39.000 toneladas, por las que debió pagar –en teoría– 300
mil dólares, no 300 mil bolívares.
La NY & Bermúdez siguió sacando de Guanoco otras
922.000 toneladas de asfalto, un promedio anual de 37.000
toneladas, hasta que dejó de existir en 1934, el año ante-
rior a la muerte de su protector, Gómez. En 44 años se
llevó 1,2 millones de toneladas, 4,8 millones de dólares al
precio de mercado de la época. Ese material sirvió para
8.000 km de calzada y se supone que debió representarle
al fisco un ingreso teórico de 5 millones de bolívares, o de
1,37 millones de dólares en casi medio siglo. Una vez que
se fue la NY & Bermúdez, Guanoco pasó al olvido, hasta
hoy, pero el Trust del Asfalto se mantuvo en Venezuela
“vivo y coleando”, porque su empresa insignia, la General
Asphalt Company, estaba también metida de frente en el
nuevo negocio del petróleo liviano.

Petróleo mata feudalismo


Con la irrupción de Gómez en el escenario político se die-
ron las condiciones para que en Venezuela hubiera un solo
jefe. Las “revoluciones” se acabaron para siempre y la inver-
sión extranjera tuvo en adelante un interlocutor único y con-
fiable. Venezuela salió del medioevo, liquidó a los señores
feudales, centralizó una burocracia impositiva o fiscal bajo
un poder central respaldado por un Ejército de verdad –que
Chile contribuyó después a “modernizar” a la prusiana– y
terminó con la soberanía tributaria conquistada por los “es-
tados unidos” creados por la Constitución de 1864. Al padre
de la creatura lo apodaron Benemérito. Probablemente, Juan
Vicente Gómez jamás meditó sobre el nuevo país que cons-
truyó con su mano de hierro siempre enguantada.
Gómez quizás nunca lo supo con claridad, pero la eco-
nomía mundial ya estaba internacionalizada. La “gestión
de cobranza” de 1902/1903 demostró que existía un im-

75
perio y que operaban corporaciones transnacionales más
agresivas que la Casa Guipuzcoana colonial. En su tiempo
hubo otra “globalización”, más elaborada que la introduci-
da por el imperio hispano, aunque todavía no tan sofisti-
cada como la que traería el desarrollo tecnológico de las
comunicaciones de finales del siglo 20. Quizás entonces
tampoco hubo intelectuales que criticaran o exaltaran la
“globalización” de su tiempo.
Venezuela se “modernizó”, es decir, ingresó al capitalis-
mo, de la mano de las corporaciones petroleras. Emergió
un incipiente mercado interno –reducido pero de dimen-
sión nacional– concentrado en las ciudades que florecieron
en sus costas. Gómez fue el gran policía y administrador de
este proceso económico y político. Abrió la puerta y mantu-
vo la casa en orden para los nuevos dueños del país, los
capitales petroleros estadounidenses y anglo-holandeses.
Su muerte en la cama no produjo otra guerra civil por
la sucesión. No hizo falta. En adelante sólo habría golpes
de estado, como en la Europa “civilizada”, pero tampoco
fue necesario un golpe para que Eleazar López asumiera
el poder. Fue una transición sin dolor, sin guerra, sin
golpe. Simplemente, el Ejército conservó el poder. ¿Cuál
Ejército? Ése que Gómez construyó para preservar el “pro-
yecto de país” que necesitaba en Venezuela el capital ex-
tranjero. Lo levantó a partir de las huestes que trajo con
Castro desde el lejano Táchira para conquistar Caracas
en 1899.
Pero ese Ejército no fue inmutable y daría más de una
sorpresa. En 1945 fue utilizado por Betancourt y AD para
dar el primer golpe de la era petrolera. “En todo caso, el
Ejército no es –como sí ocurre con las clases dirigentes de
esencia civil– automática y fatalmente leal al sistema”, es-
cribió Domingo Alberto Rangel en 19714. Visionario como
un profeta, añadió: “La simple existencia del estamento
militar como factor concurrente pero separado del poder
ya le confiere un eventual margen de autonomía que las
circunstancias podrían anular o robustecer conforme sea
su signo en el futuro”. El historiador económico escribió
que los militares de su tiempo “disimulan sin borrar las
tristes realidades de un mundo recorrido por la injusticia
y frustrado por la opresión”.

76
Rangel advirtió que los oficiales latinoamericanos da-
ban “miradas a una geografía dolorosa” y que no eran aje-
nos a las desgracias de sus pueblos. “En su conciencia
libran un encuentro la técnica perfecta que ellos apren-
den con lo valores de una auténtica visión del hombre”,
escribió. “Y como en sus propios países la realidad de los
barrios y el panorama de injusticia no está distante ni es
discutible, la reflexión se ve apoyada en un cuadro pun-
zante que no escapa a sus miradas”.
En resumen, Rangel profetizo en 1971, dos años antes
de la caída de Salvador Allende a manos del Ejército de
Chile, que en América Latina existían también otros mili-
tares, no tan serviles de las clases propietarias. “Entre los
factores de poder en la América Latina de nuestros días es
el Ejército el que eventualmente podría ser más riesgoso
para el orden”, sentenció el escritor. Citó también a Geor-
ge Lodge, un profesor de Harvard que ante el Senado de
su país advirtió “que los militares latinoamericanos da-
rían al sistema imperialista más de una sorpresa”3.

La “democracia representativa”
El petróleo no sólo hizo a Venezuela como país, tam-
bién fabricó su sistema político. Las dictaduras perdura-
ron exactamente cinco décadas del siglo 20, hasta 1958,
con el breve interregno de 7 meses del democrático Rómu-
lo Gallegos (1948), ya que el primer gobierno del ex iz-
quierdista Rómulo Betancourt (1945-1948) se originó en
un golpe “cívico-militar” perpetrado por una alianza de al-
tos oficiales del Ejército y juveniles dirigentes del hoy en-
vejecido partido Acción Democrática (AD). La “democra-
cia” que sustituyó al viejo régimen dictatorial creó una
nueva elite política y económica instrumental al imperio.
La “democracia representativa” fue también otra herencia
indirecta de Gómez. Una nueva clase político-empresarial pri-
vilegiada sustituyó a los caudillos militarizados. La nueva elite
se acostumbró en pocos años a administrar y consumir las
regalías del mene –“la renta petrolera”– con un criterio “demo-

3) Domingo Alberto Rangel, La oligarquía del dinero, Vadell Hnos.,


4a. edición 1979.

77
crático” excluyente. Vegetó a través las décadas sin proyecto
de país y sin edificar un estado moderno, adecuado a los nue-
vos tiempos, a pesar de la abundancia de dinero. Tampoco
distribuyó ese enorme ingreso petrolero entre las grandes ma-
yorías. Privilegió sólo a unos pocos, a los nuevos “dueños de
Venezuela” que emergieron con el siglo 20, entrelazados y so-
metidos al designio del capital imperial.
Durante todos los años que duró el conflicto entre el
gobierno de Castro y el Trust del Asfalto, hubo cuatro per-
sonajes importantes que saltaron la valla hacia el lado con-
trario, el de Castro. Amzi Lorenzo Barber, el mismísimo
fundador del Trust, y Ambrose Howard Carner, el primer
administrador de la NY & Bermúdez en Guanoco, lo hicie-
ron por interés comercial. El diplomático Herbert Wolcott
Bowen denunció valientemente las andanzas de su colega
Francis Butler Loomis, probablemente impulsado por su
formación ética. Pero además de dirigirse al departamento
de Estado también compartió su denuncia con la prensa
estadounidense, en un gesto mediático que lo llevó a la
perdición. La burocracia de Roosevelt decidió mandarlo a
casa y, una vez más, el denunciante fue la víctima.
Pero el primer abogado de la NT & Bermúdez, Carlos
León, tuvo la metamorfosis más interesante: se peleó con
Castro en 1906, lo denunció como tirano y se marchó al
exilio, para regresar en 1908. Fue gobernador del Distrito
Federal y, por lo tanto participó en el gabinete de Juan
Vicente Gómez. Publicó en 1912 su obra Elementos de So-
ciología, censuró a Gómez en 1914 por atornillarse en el
poder, paso 8 años preso en la terrible prisión de La Ro-
tunda, salió exiliado a México en 1922, contribuyó a fun-
dar el Partido Revolucionario de Venezuela en 1926 e in-
tervino en las conspiraciones anti-Gómez, como el audaz
asalto a Curazao y la fallida invasión de Falcón de junio de
1929, liderada por Rafael Simón Urbina y el legendario
líder comunista Gustavo Machado, proveniente de una de
las familias más adineradas de la Venezuela de su época.
León regresó en 1936, fue nombrado director-gerente del
Banco Obrero, resultó elegido concejal del distrito Sucre,
Estado Miranda, y, en definitiva, fue uno de los precurso-
res del pensamiento revolucionario y progresista venezo-
lano. Murió en Caracas, a los 74 años, en 1942.

78
Del Trust del Asfalto
al Trust del Petróleo
Un abogado designado por la General Asphalt Company
para negociar con el gobierno, Rafael Maximiliano Valla-
dares, consiguió en julio de 1910 concesiones petroleras
en la península de Paria, en el Distrito Benítez del estado
Sucre –incluyendo de nuevo al Lago de Guanoco– y en
Pedernales y las islas adyacentes de la desembocadura
del Orinoco, en el Territorio Federal Delta Amacuro. Fue
la primera “concesión Valladares”, obtenida por el ex ayu-
dante de Juan Bautista Bauce, el abogado que perdió to-
dos los juicios de la NY & Bermúdez y, a su vez, sustituyó
a Carlos León en la defensa de los intereses de la subsi-
diaria de General Asphalt Co., la nueva empresa insignia
del Trust del Asfalto.
La General contrató en 1911 a la empresa de geología del
estadounidense Ralph Arnold para prospectar los vastos te-
rritorios concesionados por el gobierno de Gómez –en busca
de petróleo, obviamente– y, a la vez, creó en Nueva York la
Caribbean Petroleum Company, mientras Valladares gestio-
naba nuevas concesiones. En enero de 1912, Gómez otorgó
la segunda “concesión Valladares”, 50 millones de hectáreas,
prácticamente la extensión de los estados Anzoátegui, Cara-
bobo, Táchira, Monagas, Lara, Trujillo, Yaracuy, parte de los
estados Falcón y Sucre, más el Territorio Delta Amacuro4.
Valladares, al igual que Hamilton en el siglo 19, le vendió de
inmediato sus derechos a la Caribbean Petroleum.
Los mismos intereses estadounidenses que lucraron
con el asfalto estaban ahora metidos de lleno en el petró-
leo liviano. En agosto de 1912, la Caribbean comenzó a
perforar cerca del Lago de Guanoco, a través de la Bermú-
dez Company, una subsidiaria petrolera distinta a la vieja
New York & Bermúdez Company, que seguía explotando y
exportando asfalto. Pero la Caribbean se quedó corta de
liquidez. En diciembre le ofreció entrar al negocio a la Ro-
yal Dutch Shell, que se embarcó de inmediato pagando 10
millones de dólares. Era un negocio seguro.

4) Nikita Harwich Vallenilla, obra citada.

79
La mitología historiográfica petrolera atribuye a Sir Henry
Deterding, el presidente de la anglo holandesa Shell, haber
dicho que esa inversión fue “la aventura especulativa más
grande de su vida”, pero ninguna compañía de esa enverga-
dura arriesgaba en esos años una inversión de tal magnitud.
No fue una aventura al azar. Las prospecciones de los geólo-
gos de Ralph Arnold habían hallado petróleo en abundancia.
La Shell decidió comprar a General Asphalt –en diciem-
bre de 1912– el 51% de Caribbean Petroleum, pero el habi-
lidoso Deterding creó una nueva compañía, la Burlington
Investment Co. –17 de enero de 1913– para perfeccionar el
negocio. Probablemente quiso proteger la transacción de
fastidiosos gravámenes tributarios. Las grandes corpora-
ciones transnacionales tienen siglos de experiencia en te-
jer redes de compañías subsidiarias de papel, para evadir
tributación dondequiera que sea. Burlington tomó el con-
trol de la Caribbean Petroleum y de todas las concesiones
ex Valladares de la General Asphalt Company.
La Bermúdez Company –distinta a la NY & Bermúdez– com-
pletó con éxito –15 de agosto de 1913– la perforación iniciada
un año atrás con el pozo Babaui 1, originando el primer cam-
po petrolero que existió en Venezuela. A continuación, fueron
perforados otros 40 pozos, con idéntico resultado exitoso, in-
cluyendo a Bacante 1, de una profundidad de 1.300 mt, una
gran hazaña técnica para la época, pero el petróleo era dema-
siado espeso, 8 grados API. Había que calentarlo para alivia-
narlo y lograr que circulara por las tubería. No hubo trauma
porque Ralph Arnold había recomendado perforar 87 lotes de
500 hectáreas cada uno, en Monagas, Anzoátegui, Sucre,
Nueva Esparta, Falcón, Zulia y Trujillo. Sus investigaciones
geológicas agregaron valor a las tierras, originando así nuevas
fortunas y “familias influyentes”, como los Otero Vizcarrondo
de Monagas, futuros dueños del diario El Nacional.
El petróleo liviano apareció por primera vez a 120 kiló-
metros al sudeste de Maracaibo, Zulia, en el célebre pozo
“Zumaque 1”, cuya perforación fue ordenada por Arnold
en cuanto terminó la prospección. Hacia el 31 de julio de
1914, el pozo rendía 40 metros cúbicos diarios. Así co-
menzó la era petrolera y nació el “Campo Mene Grande”,
de la Caribbean Petroleum. El “Zumaque 1” fue llamado
después “MG 1”, MG por “Mene Grande”.

80
Fiebre negra y nacionalización
Los costosos hallazgos de petróleo liviano financiados
por las grandes corporaciones transnacionales provoca-
ron una epidemia parecida a la fiebre del oro de Califor-
nia. Más de 2.300 ciudadanos criollos pidieron también
concesiones de hidrocarburos en sus tierras particula-
res, por lo menos para valorizarlas y negociar después
las concesiones, acogiéndose a la primera Ley de Hidro-
carburos, que se dictó el 19 de junio de 1920 y tuvo vi-
gencia hasta el 2 de junio de 1921.
Al concluir 1920 se habían expedido 1.312 contratos
de concesión para explotar y desarrollar campos de pe-
tróleo. Con la aparición de más riqueza del subsuelo en
el reventón del pozo Los Barrosos 2, en diciembre de 1922,
se intensificó la pugna por obtener nuevas concesiones.
Al terminar 1929, el ministerio de Fomento registraba a
108 compañías petroleras, pero apenas 14 empresas ope-
raban de verdad y sólo exportaban las 6 más poderosas.
La superficie concesionada se incrementó en 10 millones
de hectáreas. Prácticamente todo el territorio de las cuen-
cas sedimentarias estuvo bajo concesión, una o varias
veces, en forma rotatoria. Hacia la década de 1940, las
concesionarias principales eran de la Creole Petroleum,
la Mene Grande y la Shell.
En mayo de 1936, el gobierno del general Eleazar López
Contreras (1935-1941), sucesor de Gómez, anunció que el
ministerio de Fomento comenzaría a otorgar las concesio-
nes por licitación pública. Ese mismo gobierno suspendió
la entrega de nuevas concesiones en enero de 1938. Pero el
siguiente gobierno, de Isaías Medina Angarita (1941-1945),
sometido a las presiones para la aprobación de una nueva
Ley de Hidrocarburos –13 de enero de 1943–, aceptó la “con-
versión” de otros 6 millones de hectáreas en “petroleras” y
otorgó nuevas concesiones por 6,5 millones de hectáreas,
hasta el 26 de septiembre de 1945, prácticamente hasta
que fue derrocado por Rómulo Betancourt (1945-1948). Las
últimas concesiones, que no llegaron al millón de hectáreas
–0,82– fueron otorgadas entre el 16 de agosto de 1956 y el
14 de octubre de 1957, durante la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez (1952-1958).

81
En 1960, bajo la segunda administración de Rómulo Be-
tancourt (1954-1960) –esta vez elegido en las urnas– se creó
la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), y las concesio-
nes cambiaron de nombre para denominarse “asignaciones”.
Desde 1948 hubo una política de “no más concesiones” que
se reformuló en 1959. El Estado se reservó entonces la ex-
clusividad de la industria y el comercio de los hidrocarburos
y canceló todas las concesiones vigentes al 31 de diciembre
de 1975. Venía en camino la nacionalización del petróleo,
aceptada entonces por tirios y troyanos, sin mayor resisten-
cia del imperio. Varios países ya habían estatizado ese re-
curso, sustrayéndoselo a las corporaciones transnacionales:
Argelia (1971), Libia (1973) y Arabia Saudita (1979), prome-
tiendo también el crecimiento industrial.
Desde el 1 de enero de 1976, el petróleo venezolano in-
cumbe exclusivamente al Estado, a través de la empresa
Petróleos de Venezuela (PDVSA). Una vez establecida la na-
cionalización del petróleo, en la primera administración de
Carlos Andrés Pérez (1974-1979), el ingeniero Juan Pablo
Pérez Alfonso, con visión desarrollista de filósofo petrolero,
reclamó que era “chucuta”. También advirtió que en PDVSA
quedaba un Caballo de Troya: la burocracia heredada del
Big-Oil del Norte, que mantuvo abierta la puerta del gran
negocio energético a la voracidad de las corporaciones trans-
nacionales –quizás todavía hasta hoy– a través de conve-
nios de “ayuda técnica” con las compañías-madre.
En esos tiempos Pérez Alfonso formuló su sabia sen-
tencia: “Despilfarramos el petróleo para acrecentar los
ingresos fiscales... y ahora... estamos hundiéndonos en
el excremento del diablo”. Advirtió sobre el derroche fa-
raónico de los ingresos petroleros y su descarada utiliza-
ción en el lucro parasitario de la gran corrupción que
engordaría a una clase política apátrida, sin nacionali-
dad ni proyecto de país.
La coyuntura internacional de 1973 revalorizó el petró-
leo mucho más que la segunda gran guerra y, además, de-
rrotó al carbón como fuente de energía. Los países árabes
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(Opep), utilizaron la energía como arma política, en respuesta
a los efectos de la guerra del Yon Kippur, el día del perdón
y la reconciliación en el judaísmo. La terrofagia de Israel

82
sobre Palestina y sus vecinos fue frenada por el petróleo
árabe y un sistema político internacional que entonces te-
nía el contrapeso del desaparecido bloque de países socia-
listas, llamados “comunistas”. Fueron otros tiempos.
Más de 60 años duró el experimento de capitalismo de
Estado con partido único y planificación de la economía
conducido por una clase dirigente surgida del aparato par-
tidario, la “nomenklatura”. La experiencia del campo socia-
lista hegemonizado por la Unión Soviética desapareció sin
dolor, a fines de los '80, también por voluntad de sus ciuda-
danos, además del efecto de las presiones imperiales exter-
nas. Después de fracasar ese gran esfuerzo por un nuevo
modelo de sociedad, el mundo –o esta parte del planeta–
cambió a la “unipolaridad”. Es decir, al dominio de un solo
imperio, el polo Estados Unidos, a quien hoy todos se so-
meten, más por temor que por afinidad ideológica, incluida
la vieja Europa.

Petróleo y sociedad
El precio del petróleo jamás volvió al nivel de los 2 o 3
dólares por cada barril de 159 litros que tuvo hasta la últi-
ma guerra árabe-israelí de 1973. Por otra parte, las monar-
quías y dictaduras árabes abandonaron el arma político-
energética y hoy permiten que Israel sostenga una guerra
permanente para borrar del mapa a Palestina. Esa guerra
de ocupación y exterminio sistemático evoca la frialdad ra-
cista del nazismo contra los judíos y la población europea
de las décadas de 1930/40. Las víctimas de ayer se meta-
morfosearon. Como en el tango, “la historia vuelve a repe-
tirse”... Pero el precio del petróleo jamás regresó a los nive-
les de octubre de 1973.
El boom de los precios mundiales estimuló en todo el
mundo la nacionalización del recurso, que en Venezuela
coincidió con la primera administración Pérez (1974-1979).
El barril de 159 litros oscilaba históricamente entre 2 y 3
dólares, subió a 5 después de la guerra del Yon Kippur, de
octubre de 1973, pero siguió creciendo después del episo-
dio bélico, dibujando una nueva realidad económica, a es-
cala planetaria, beneficiosa también para las corporacio-
nes del negocio energético, llamado Big Oil.

83
La primera nación Opep que nacionalizó fue Argelia
(1971), seguida de Libia (1973) y Arabia Saudita (1979),
entonces con las reservas más grandes y la mayor pro-
ducción. Venezuela se adscribió a la corriente nacionali-
zadora en 1976, pero México –que nunca se afilió a la Opep–
ya había nacionalizado su petróleo en 1938, con Lázaro
Cárdenas (1934-1940), causando gran irritación a Esta-
dos Unidos. Cárdenas tomó su decisión después que las
corporaciones desobedecieron un fallo de la Suprema Corte
de Justicia a favor de las demandas obreras por mejores
salarios en la industria petrolera. La respuesta del Presi-
dente fue, lisa y llanamente, expropiar sin rodeos. Las com-
pañías tuvieron que vender al Estado mexicano su maqui-
naria, pozos y refinerías.
Pérez gobernó con el barril a unos 20 dólares, pero no
cumplió con “administrar la abundancia con criterio de
escasez”. Al contrario, introdujo la deuda externa en una
economía relativamente sana, con una tasa de cambio de
4,30 bolívares por dólar desde el segundo gobierno de
Rómulo Betancourt (1959-1964), quien devaluó el bolí-
var en 30% –innecesariamente, según críticos como Do-
mingo Alberto Rangel5–, decisión bienvenida por las cor-
poraciones exportadoras en 1964.
“Recibo un país hipotecado”, se quejó Luis Herrera Cam-
píns (1979-1984), pero siguió la misma tónica, con un barril
que llegó a costar más de 30 dólares. “La botija está vacía”,
reclamó Jaime Lusinchi (1984-1989), quien privilegió pagar
al sistema financiero del imperio “la mejor deuda externa del
mundo”, unos 20 mil millones de dólares, más una buena
tajada que –según sus detractores– se llevó a casa y hoy
disfruta en Costa Rica con estatus de “refugiado político”.
Lo paradójico es que Venezuela se hizo más pobre cuando
tuvo más dinero. Si entre 1947 y 1952 el Plan Marshall –
13.000 millones de dólares– puso de pie la economía de 16
países de Europa después de la gran guerra, Venezuela
tuvo casi 20 veces esa misma oportunidad durante otros
tantos años. El escritor Arturo Uslar Pietri, quien recomen-
dó “sembrar el petróleo” desde la década del 40, afirmó que
entre 1973 y 1993 el Estado venezolano percibió unos

5) Domingo Alberto Rangel, obra citada.

84
240.000 millones de dólares por concepto de renta petro-
lera. Dijo que “no sólo hemos malgastado alegremente el
dinero, sino que hemos creado un Estado inmensamente
interventor, ineficaz y torpe”.
Precisamente, ese “Estado interventor” y petrolero in-
cubó las grandes fortunas de Venezuela, desde más de medio
siglo antes de 1973, una vez que el petróleo asumió su rol
de motor principal de la economía. La tributación de las
corporaciones que asumieron la explotación de los hidro-
carburos, o sea, “la renta petrolera” pagada por el Big Oil
fue la fuente principal de financiamiento del Estado.
Los gobiernos se encargaron de distribuir mediante “la
realización del gasto público”, según la expresión de Ran-
gel. Adquirida la poderosa condición “interventora” descri-
ta por Uslar, Venezuela no desarrolló partidos políticos de
derecha similares a las organizaciones que emergieron en
la América Latina agrario-industrial. El latifundio no nece-
sitó proteger grandes extensiones de tierras labradas por-
que los campesinos emigraron masivamente a las ciuda-
des, en tanto que la agricultura terminó por interesar a
muy pocos. Como el petróleo no edificó una industria na-
cional relevante, tampoco emergió una clase obrera signifi-
cativa que levantara sus demandas legítimas por mejores
condiciones de vida.
A diferencia del resto del continente –quizás excepto
México, que es agrario, industrial y... petrolero– Venezuela
se desarrolló como un país atípico. Por añadidura, la ex-
tracción social de la oficialidad de sus fuerzas armadas fue
pluriclasista, es decir, incluyó también a exponentes de las
clases populares, marcando otra singularidad con países
como Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, cuyas escuelas
de oficiales sólo abren sus puertas a los hijos de las clases
propietarias y de sectores arribistas de la clase media. Ade-
más, el rol económico del Estado nunca tuvo grandes de-
tractores en Venezuela, aunque también sufrió los emba-
tes neoconservadores del binomio Ronald Reagan-Marga-
reth Thatcher de los años 70 y vigentes hasta hoy.
En buenas cuentas, gracias al petróleo, Venezuela no
necesitó las expresiones políticas que las clases propieta-
rias desarrollaron en otras latitudes latinoamericanas. Tras
las dictaduras de Juan Vicente Gómez y sus herederos,

85
surgió y se fortaleció una clase política de orientación so-
cial demócrata y social cristiana que adquirió el poder de
distribuir la renta petrolera.
El petróleo no engendró una gran burguesía industrial
–como parecía lógico–, sino una poderosa burguesía mer-
cantil y una vasta clase media burocrática, como efectos
de la distribución de la renta petrolera del Estado y del
empleo indirecto generado por un puñado de compañías
extranjeras, más los reducidos trabajadores directos del
sector petrolero. El poder no radicó en una clase propieta-
ria industrial –o “burguesía”, según la definición clásica
de Carlos Marx–, sino en la nueva clase comerciante e
importadora de bienes de consumo.
El auge mercantil importador hizo de los “consumido-
res” un sustituto de los “ciudadanos” en la escena políti-
ca. Hubo dinero y apareció una clase media sedienta de
consumo. Los productos tradicionales del artesanado lo-
cal resultaron insuficientes para atender la demanda in-
terna, estimulando la importación. Todo comenzó a lle-
gar de afuera, en particular los alimentos procesados por
la agro industria. La producción nacional desapareció casi
en todos los rubros.
La gente del campo se desplazó hacia las ciudades ubi-
cadas en la costa. El crecimiento urbano atrajo a la mano
de obra de una agricultura primitiva y deprimida. La gran
urbe resplandecía de dinero para invertir en edificios y au-
topistas. Se multiplicó el valor de la tierra urbana, comenzó
el auge de la construcción y se hicieron grandes fortunas
en el negocio inmobiliario, fortaleciendo a una clase propie-
taria comercial o mercantil erigida en el eje de la nueva
estructura del poder.

Democracia represiva
El partido social demócrata Acción Democrática –que nació
con una impronta ideológica izquierdista y casi marxista– se
fortaleció en el “centro” cuando sus “hermanos” latinoameri-
canos todavía eran “socialistas” a secas, sin apellido, y a la
izquierda del espectro. Hoy conservan la etiqueta “socialis-
ta”, pero su contenido transita del centro a la derecha, como
“socialistas renovados” o “socialistas democráticos”.

86
Los dos partidos políticos que se turnaron en la admi-
nistración del Estado fueron los “dueños” virtuales del país
durante décadas. Sin embargo, excluyeron del reparto a
un gran segmento de la sociedad, a los sectores popula-
res, y –por el contrario– se excedieron en la “apropiación
indebida” de la renta petrolera.
La política dejó de ser la lucha por un ideal para de-
venir en un negocio lucrativo que no exigía gran educa-
ción ni profesión universitaria. El paso por la enseñan-
za superior tampoco garantizaba una formación ética o
el aprendizaje de valores para toda la vida, incluida la
política, como lo demostró más de un graduado univer-
sitario.
La “democracia representativa” devino en “democracia
preventiva”, asfixiando desde la cuna los intentos por de-
sarrollar organizaciones sociales, ya no sólo políticas. Las
iniciativas de organización de los pobres para resolver sus
problemas en los barrios caraqueños fueron reprimidas
sistemáticamente, sin excluir el asesinato y la desapari-
ción de dirigentes.
Hubo persecución implacable a las ideas por parte de
la policía política, mientras florecía una “democracia” cu-
pular, regida por los “cogollos” bi-partidarios social demó-
crata y social cristiano, que supieron imitar las peores prác-
ticas del estalinismo que decían repudiar.
La policía neutralizaba secretamente a los probables
disidentes sociales. Estudiantes universitarios que hacían
excursiones al monte, porque en la ciudad no tenían don-
de reunirse para discutir cómodamente sobre filosofía y
política, fueron masacrados y presentados a la prensa como
participantes de “escuelas de guerrilla”.
En Cúcuta se reclutaron desempleados con la prome-
sa de un trabajo agrícola que después resultaron asesina-
dos y aparecieron disfrazados de “guerrilleros colombia-
nos infiltrados” afortunadamente descubiertos por una po-
licía que guardaba la “democracia” y sabía cómo hacer lle-
gar las cámaras de TV junto a los cadáveres vestidos y
armados post morten.
Cuando los esbirros no conseguían personas adecua-
das, verdaderos disidentes, los inventaban para poder ex-
hibir así “eficiencia” ante sus jefes políticos bi-partidistas.

87
De esa manera se fraguaron innumerables masacres, como
la de 23 estudiantes afines a Bandera Roja en Cantaura
(1982), 8 jóvenes en Yumare (1986), 14 pescadores “gue-
rrilleros” de El Amparo (1988) y las 277 víctimas oficiales
de El Caracazo (1989) que en realidad fueron varios miles,
pero jamás se conoció la cifra real.
La literatura sobre estos temas escasea, aunque se
publicaron libros, pero semi clandestinos debido a que
también perseguían a los autores y editores. No obstan-
te, siempre se impuso la verdad, porque hubo testigos o
algún sobreviviente para contar la verdadera historia, que
raras veces aparecía en la gran prensa. Los libros publi-
cados en ediciones clandestinas no traían portadas, sino
una tapa en blanco, para no llamar la atención, como en
cualquier dictadura.
La coerción sistemática de la juventud se combinó con
la represión constante de las ideas políticas, etiquetadas
como “subversivas”, salvo las que sustentaban los dos par-
tidos en el poder. Los estudiantes eran perseguidos por lo
que pensaban, más que por lo que hacían.
El bi-partidismo despolitizó al país para gobernar mejor
a una ciudadanía que poco se atrevía a cuestionar las
decisiones gubernamentales y menos criticar a una clase
política ahíta. Los dirigentes de la “clase obrera” a la vez
ejercían como banqueros y tenían sus propios negocios
al amparo del Banco de los Trabajadores.
La ausencia de participación intensificó la despolitización
de una masa popular amorfa que sólo concurría a votar cada
5 años, y cada vez con menos interés. Al mismo tiempo, la
“democracia” funcionó con altas tasas de abstención, que a
la hora de votar superaba hasta el 60% de los electores. En
el fondo, la democracia fue poco “representativa”.
Los excluidos estuvieron resignados a su suerte, para
siempre, como si hubieran sido condenados a la pobreza de
por vida, generación tras generación. Sin educación, viviendo
en la marginalidad, sin cloacas ni agua potable suficiente y
hasta sin saber leer ni escribir, visualizaban la política como
ajena, una actividad que no tenía nada que ofrecerles.
Fue precisamente la masacre de Caracas el detonante
que activó los mecanismos subjetivos que estimularon la
discusión más profunda y el anticipo de los cambios en

88
Venezuela. En apariencia, el pueblo sufrió a sus muertos
en silencio, porque no tenía organizaciones sociales ni po-
líticas que levantaran la voz en su nombre, pero en la con-
ciencia popular germinó la convicción de que estaban atra-
pados por una democracia pervertida. Algunos líderes lla-
maron a interesarse más en la política para visualizar una
salida, pero de una manera distinta a la tradicional, que
sólo los convocaba a votar.
El intento de golpe de Hugo Chávez, el 4 de febrero de
1992, irrumpió en esa situación desesperada creada por la
“democracia representativa” y las cúpulas partidarias. Si hu-
biera existido un mecanismo como el referéndum revocatorio,
el político que inauguró su segundo mandato con una gran
matanza de venezolanos pudo haber sido removido por el pue-
blo, aunque terminaron por desfenestrarlo sus propios pa-
res de la clase política por su corrupción desenfrenada. Chá-
vez emergió en la situación gestada por la clase política que
administró el país desde 1959, tras la caída de la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez y la transición de Wolfgang Larrázabal.
Rafael Caldera fue el único político tradicional que com-
prendió la coyuntura de 1992. Con un simple discurso
auto crítico en el Senado –oído y visto por todo el país– se
catapultó –casi desde el olvido– a su segunda presidencia,
como si ésta fuera transitoria, con la enconada resistencia
de su propio partido social cristiano Copei, que lo enfrentó
con otro candidato. Pero su gobierno fue más de lo mismo.
Los excluidos venezolanos recién comprenden y viven
la política. Apenas comienzan a revertir su despolitización
de cuatro décadas. Su condición de pueblo adormecido,
sin participación en la política, reflejada a su manera en la
alta abstención electoral, está abriendo paso a una era de
participación y debate más abierto. También emprenden
la construcción de nuevas organizaciones sociales y políti-
cas, aunque el tiempo corre en contra de sus aspiracio-
nes, por los designios del imperio y de sus aliados locales.
En todo el planeta crece un clamor por revertir el
modelo neoconservador impuesto por el imperio globali-
zador. Sobre el tapete está el propósito de acabar con el
hambre en el planeta, donde está en riesgo la supervi-
vencia misma de la especie humana. Venezuela forma
parte de ese mundo.

89
Las 50 empresas más poderosas de Venezuela
Posición/Empresa Ingresos 2001 Ingresos 2000

1 Cantv y filiales 2.283.026 2.388.550


2 Empresas Polar 1.608.490 1.235.622
3 Telcel BellSouth 904.306 829.994
4 Pequiven 808.483 731.604
5 CVG Electrificación del Caroní 797.600 765.850
6 Siderúrgica del Orinoco, Sidor 631.300 707.800
7 Electricidad de Caracas y filiales 589.680 607.200
8 Banco Provincial (BBVA) 490.025 423.412
9 Cigarrera Bigott 478.262 405.081
10 Cemex Venezuela 472.927 521.532
11 Banco Mercantil 461.159 432.666
12 Toyota 444.265 309.781
13 Ford Motors Venezuela 423.364 303.772
14 Banco Venezuela (BSCH) 318.813 263.040
15 Unibanca 254.225 273.019
16 Sivensa y filiales 250.538 249.936
17 CVG Bauxilum 243.712 262.442
18 Banco Caracas 217.757 222.208
19 Inelectra y filiales 203.184 140.259
20 Seguros Caracas 201.530 136.119
21 Shell Venezuela 197.849 405.081
22 Seguros La Seguridad 194.042 136.257
23 Conduven 193.727 182.241
24 Protinal/Proagro 193.580 156.029
25 Plumrose 191.663 176.180
26 Multinacional de Seguros 182.540 134.251
27 Corporación Digitel 173.634 64.133
28 Manpa y filiales 158.100 165.431
29 Banco CorpBanca 145.197 148.553
30 Banco Occidental 135.745 99.486
31 Banco Industrial de Venezuela 131.811 107.810
32 Súper Octanos 130.980 147.018
33 Banco Exterior 115.680 88.795
34 Seguros Horizonte 114.721 93.093
35 Banco Banesco 114.384 116.528
36 Banco Caribe 108.986 97.095
37 VenGas 107.906 121.306
38 Citibank 106.640 92.754
39 Fáb. Nac. Cementos y filiales 104.106 93.477
40 Coposa 103.900 77.177
41 Fiat 101.778 59.517
42 Hewlett-Packard 101.313 n.d.
43 Seguros Bancentro 100.368 21.895
44 Banco Federal 94.800 85.590
45 Seguros Orinoco 94.571 94.331
46 Seguros PanAmerican 92.732 74.626
47 Corimon Pinturas 88.851 73.266
48 Tabacalera Nacional 88.568 n.d.
49 Otepi 85.770 66.356
50 Seguros La Previsora 85.387 49.234

Fuente: Revista Dinero de noviembre 2002.

90
IV
Los grupos económicos,
foráneos y criollos

V enezuela pareció predestinada a enriquecer al capital


extranjero. El primer depredador de sus recursos natura-
les fue Cristóbal Colón, el Descubridor, quien explotó las
perlas de Margarita hacia fines del siglo 15.
Más tarde, la Banca Welzer se hizo cargo de la con-
quista para resarcirse las deudas acumuladas por el em-
perador Carlos V con sus dueños, los banqueros alema-
nes Bartolomé, Lucas, Ulrice y Jacobo Welzer.
Los inversionistas germanos designaron gobernador a
Ambrosio Talfinger (Alfinger para los españoles), quien lle-
gó a Coro en 1529 para “hacerse la América” en Venezuela
con su lugarteniente Nicolás Federman. Los Welzer obtu-
vieron en 1525 la concesión de operar en América como si
fueran castellanos, con licencia para la compra venta de
esclavos. En 1528 consiguieron la “exclusividad” del míti-
co El Dorado, pero desistieron en 1546, a causa de los
penosos fracasos de una búsqueda inútil, más la hostili-
dad de la picardía hispana. En definitiva, El Dorado exis-
tía, era todo el territorio, pero no contenía oro y diaman-
tes, sino petróleo.
Más tarde llegó la Compañía Guipuzcoana, que operó
entre 1730 y 1785, ejerciendo el primer monopolio econó-
mico de la colonia. Constituida en 1728, también ejerció
tareas de gobierno, como todas las compañías europeas
de su época. La compañía holandesa de las Indias estaba
habilitada incluso para declarar guerras.
La Guipuzcoana vigilaba las costas y perseguía el con-
trabando, desde la desembocadura del Orinoco hasta Río
Hacha. Sus barcos patrullaban El Litoral, con autoriza-
ción para apresar naves contrabandistas y confiscar sus
mercancías. Protegió las costas, practicó el comercio y
desarrolló la agricultura de plantación con mano de obra
esclava. Todavía se conserva su imponente sede de La
Guaira, una casona con balcones de madera construida
entre 1734 y 1736.

91
El capital foráneo petrolero
El siglo 20 marcó temprano el ingreso del capital forá-
neo al negocio energético, principalmente británico y esta-
dounidense. Pero se impusieron tres grandes compañías,
las más poderosas en la globalización de su época, la an-
glo holandesa Royal Dutch Shell, la Standard Oil Com-
pany of New Jersey, de la familia Rockefeller, y la Gulf Oil
Corporation, del grupo Mellon. También hubo presencia
de muchas otras, como la Phillips Petroleum Company, de
Oklahoma, aunque hay tres nombres que suenan más fa-
miliares al oído, Shell, Creole y Mene Grande.
Las grandes compañías madres acapararon las mejo-
res concesiones territoriales otorgadas por Juan Vicente
Gómez y operaron a través de numerosas subsidiarias,
instaladas a partir de 1909. Todas continuaron en el ne-
gocio bajo diferentes nombres hasta la nacionalización de
1976, aunque después siguieron interviniendo en nego-
cios conjuntos de PDVSA con las casas matrices.
Shell controló a la Venezuelan Oil Concessions y –a tra-
vés de Burlington Investment Co.– a la Caribbean Petro-
leum –originalmente, del Trust del Asfalto–, la que hizo bro-
tar crudo del primer pozo Zumaque 1. Después se consti-
tuyó como Shell de Venezuela.
La Standard Oil Company of New Jersey, también lla-
mada “Socony” –por las iniciales– funcionó a través de la
Creole Petroleum Corporation, su compañía estrella en
Venezuela, y secundariamente con la Mobil Oil Company.
La Gulf Oil Corporation, de Texas, estableció la Mene Gran-
de Oil Company.
El dictador Gómez acumulaba grandes extensiones de
tierra incultivada, pero tampoco quiso quedar fuera del
negocio del siglo. En 1923 creó la Compañía Venezolana
de Petróleo, conocida como la Compañía del General Gó-
mez porque la manejaban sus allegados, que no se dedi-
caron a la explotación petrolera, sino a recibir del gobier-
no las asignaciones de los mejores campos para traspa-
sárselos a las empresas extranjeras, con pingües benefi-
cios y sin arriesgar un centavo
La explosión de la nueva actividad petrolera marcó el
éxodo del campesinado a los campos petroleros, en bús-

92
queda de mejores condiciones de vida. Hacia fines de los
años 20, el sector empleaba unos 20 mil trabajadores,
pero en los servicios alrededor de la industria trabajaban
otros 60.000.

Nostalgia imperial
Un alto ex empleado de la Standard Oil recordó con
nostalgia aquellos tiempos imperiales. “La Creole que co-
nocí era una empresa organizada, sencilla, acogedora, cor-
dial, muy coherente, estricta, motivante, eficiente, produc-
tiva, justa, equitativa y honesta”, evocó Enrique Viloria
Vera1, un economista y ex gerente que sirvió 38 años a las
empresas extranjeras y luego cuatro a PDVSA.
“Parece mucho decir, pero te aseguro que no me ha
sobrado ningún calificativo”, relató el ex gerente, en una
conversación con Globovisión en mayo de 20031. “Cada
una de estas cualidades eran soportadas por políticas, prin-
cipios y procesos que las hacían posible. No eran una ca-
sualidad. Todo estaba diseñado para ofrecer esas caracte-
rísticas. Es más, ese diseño estaba orientado a lograr bue-
nos resultados al más bajo costo. “Un poquito más, un
poquito mejor, un poquito mas barato”. La idea de Creole
era que todos ganaran: Estado, accionistas, trabajadores,
proveedores, clientes. Creole tenía defectos: no llegó a vin-
cularse completamente a su entorno nacional, poco tole-
rante, autosuficiente, algo pretenciosa. Sin embargo, con
el tiempo llegué a aceptar que esos ”defectos” contribuían
a lograr buenos resultados”.
PDVSA no tuvo en los últimos 20 años los “buenos re-
sultados” de la Standard. Miles de gerentes y ejecutivos de
las corporaciones petroleras –como el mismísimo Viloria–,
pasaron a dirigir la nueva empresa del Estado que se hizo
cargo de la principal riqueza nacional después de la nacio-
nalización de 1976. Los resultados de la gestión de esta
burocracia “meritocrática” no fue buena para el interés
público, pero benefició a las transnacionales del negocio
que aspiran a la privatización de la empresa estatal.

1) http://www.globovision.com/economia/2003.06/29/riqueses/
index.shtml.

93
Cinco años después de la nacionalización, en 1981, el
petróleo aportó ingresos brutos por 19,7 mil millones de
dólares y pagó impuestos por 13,9 mil millones, pero en el
2000 –dos décadas después–, pagaba menos impuestos,
solamente US$ 11,3 mil millones, con una facturación bas-
tante más alta, 29,3 mil millones. En 20 años, las ventas
aumentaron en 49% mientras la tributación al fisco des-
cendió en 23%. El escamoteo de cada año contable acu-
muló cuantiosas pérdidas en divisas extraviadas. Estos
resultados en la gestión de la empresa estatal minimiza-
ron el rol del petróleo en el presupuesto, que se redujo del
70% a menos del 40%.
Las compañías petroleras supieron ganarse a sus eje-
cutivos. “Las empresas transnacionales de petróleo que
operaban en Venezuela antes de la nacionalización eran
muy parecidas”, recordó el entrevistado de Globovisión.
“Sin embargo, la Shell estuvo siempre más ”tropicaliza-
da” que las otras; es decir, más compenetrada con su
entorno nacional. Se identificaba más con los valores y
antivalores nacionales. Su gente era mas comprendida
por los funcionarios y el pueblo de Venezuela que la gen-
te de las otras empresas petrolera. De la Mobil, los “creo-
leños” nunca olvidamos que su nombre original fue ”So-
cony” que era la forma de abreviar Standard Oil Com-
pany of New Jersey y como tal era prima hermana de
Creole. La Mene Grande era vista como la más pequeña
de las grandes, la mas grande de las pequeñas y –si me
perdonas una gráfica expresión– la mas ”coño e´madre”
de todas. En síntesis, se parecían en sus metas y proce-
sos y se diferenciaban en sus sentimientos y valores. Eran
empresas que competían pero que mantenían un entênte
cordiale”.
La conversación de Viloria con el canal de Alberto Fe-
derico Ravel recordó que para la nacionalización de 1976
“las transnacionales aportaban al fisco en impuestos, re-
galías etcétera” una contribución significativa, producien-
do menos crudo y con menos personal. Entonces trabaja-
ban en la industria 22.000 personas, incluidos 200 ex-
tranjeros. Sin embargo, para la huelga patronal petrolera
de 2002/2003 la planta del personal se había más que
duplicado, con unos 46.000 empleados.

94
Según datos proporcionados por Alí Rodríguez, presi-
dente de PDVSA, la casta gerencial casi destruye la razón
misma de existir de la empresa por su baja contribución
al erario nacional. En la evasión tributaria de dos décadas
desaparecieron decenas de miles de millones de dólares.
La participación fiscal por cada dólar de ingreso petrolero
exportado en 1981 bajó de 71 a 39 centavos por cada dó-
lar exportado en el 2000, reveló Rodríguez, exhibiendo el
libro Poder y Petróleo en Venezuela, de Luis Lander y otros
autores. El ejercicio aritmético de multiplicar esa pérdida
de 32 centavos por cada dólar petrolero sobre un millón
de barriles diarios vendidos a unos 20 dólares cada uno
durante los 7.300 días acumulados en 20 años da resul-
tados cercanos a 50 mil millones de dólares.
En cierto modo, la nacionalización fue “chucuta”, como
criticó Juan Pablo Pérez Alfonso, entre otras razones, por-
que dentro de la empresa quedó enquistado el caballo de
Troya de la alta gerencia, plana ejecutiva proveniente de las
corporaciones extranjeras que terminó creyéndose dueña
de la empresa estatal. Los meritócratas asumieron en PDVSA
la representación de los intereses de la Shell, la Standard y
la Gulf, en una gestión de más de un cuarto de siglo que
hizo perder bastante plata a Venezuela. La culminación de
esa política errada fueron las pérdidas por más de 10 mil
millones de dólares ocasionadas por la huelga política de
más de 60 días concertada por el personal de PDVSA con
las organizaciones patronales y las organizaciones políticas
de la derecha con el propósito de derribar al gobierno de
Hugo Chávez. El paro de los “trabajadores” abarcó los me-
ses de diciembre de 2002 y enero de 2003.
El epílogo fue que tras el fracaso de la huelga de dos
meses, Chávez designó al ministro de Energía Alí Rodrí-
guez Araque al frente de la empresa y éste despidió a 18.000
“ejecutivos”, el 40% del personal. La planta de la empresa
quedó reducida a 28.000 empleados. Según Viloria, los dam-
nificados fueron una elite, “700 de sus 1000 ejecutivos de
primer nivel, 12.000 de sus 20.000 gerentes, técnicos y pro-
fesionales y 4.000 de sus 25.000 obreros”. Entretanto, la
empresa funciona igual o mejor que antes, pero ahora de
nuevo aporta al fisco y financia los programas de desarrollo
social que sustenta el gobierno de Chávez.

95
La explosión urbana
Todas las fortunas que crecieron en el siglo 20 fueron
alimentadas, directa o indirectamente, por la actividad pe-
trolera. El resto lo hizo el gasto público, fortalecido por la
renta petrolera pagada por las corporaciones transnacio-
nales encabezadas por la Shell, la Standard Oil y la Gulf.
En cierto modo, los grupos económicos fueron siempre sub-
sidiados de alguna manera por el Estado. Hasta hoy, Vene-
zuela sigue siendo el país más “estatista” de América Latina
sin que esta condición desagrade del todo a los dueños lo-
cales del poder y la riqueza, aunque hay grupos que propi-
cian ls privatización de PDVSA para que el petróleo sea de
nuevo del capital foráneo, principalmente de EE.UU.
Los cambios económicos provocaron el crecimiento de
las ciudades y el auge del negocio inmobiliario. Caracas
tuvo las primeras autopistas urbanas de la región latinoa-
mericana, en los años 50, pero también se hizo célebre
por el contraste que ofrecían los ranchos urbanos surgi-
dos con el mismo ímpetu. La ciudad atrajo a la mano de
obra que deambulaba sin destino en los campos abando-
nados a su suerte, aunque tampoco tuvo mucho que ofre-
cerle. La industria petrolera generó empleos indirecto por-
que operó desde el comienzo con un mínimo de trabajado-
res calificados que el desarrollo tecnológico de las faenas
sigue reduciendo. Sólo creció la “meritocracia pedeveísta”
por tratarse de una casta que se reproduce a sí misma,
como todas las burocracias.
La explosión urbana convirtió a Maracaibo en la ciu-
dad más importante, por su cercanía con los campos pe-
troleros. En 1936 tenía 100.000 habitantes, contra 200.000
de Caracas, que diez años antes presentaba 100.000, exac-
tamente la mitad. La gente del campo prefería emigrar a la
capital, donde no había petróleo, pero allí radicaba el po-
der y existía una demanda limitada de mano de obra para
la construcción.
“Conquistar Caracas” fue la consigna que recorrió el país,
tal como lo sintieron los caudillos del siglo 19, hasta Cipria-
no Castro, el último en conquistar la capital con su lugarte-
niente Juan Vicente Gómez, al mando de una cohorte de
tropas andrajosas calzadas con alpargatas.

96
Los emigran- Población urbana y rural de Venezuela
tes campesinos Población Población % %
que no tuvieron Año Urbana Rural Urbano Rural
aptitud, o no reci-
bieron calificación 1936 1.168.039 2.196.308 24,7 75,3
para ese nuevo 1941 1.516.444 2.334.327 29,4 70,6
trabajo, se resig- 1950 2.709.344 2.325.494 53,8 46,2
naron a lo que 1961 5.073.845 2.450.154 67,4 32,6
1971 8.276.660 2.444.862 77,2 22,8
creyeron su “des-
1981 12.208.301 2.308.434 84,1 15,9
tino manifiesto”,
1990 16.285.472 3.216.377 83.5 16.5
el de la exclusión
2000 21.055.245 3.114.499 87,1 12,9
y de la marginali-
2005 23.461.907 3.005.927 88,6 11,4
dad. El dictador
Marcos Pérez Ji- Fuente: Censos 1981 y 2001
ménez importó
mano de obra europea para sacar adelante sus proyectos
viales y arquitectónicos, una paradoja más en un país atí-
pico que ingreso al capitalismo sin necesidad de haber acu-
mulado antes capital. Sólo veinticinco años hicieron de Ve-
nezuela un país urbano, entre 1925 y 1950, al igual que
otros 25 años bastaron para sumergirlo en su peor crisis,
aproximadamente entre 1975 y 2000.
La Venezuela urbana venció a la Venezuela rural ha-
cia la mitad del siglo 20. El gran estímulo fue el boom
petrolero que siguió a la Segunda Guerra Mundial, con-
cluida en 1945.
La prosperidad que introdujo la gran guerra en la eco-
nomía de Estados Unidos convirtió en un recuerdo los
duros años de la Gran Depresión inaugurada en Nueva
York con la crisis bursátil de 1929, cuyos efectos se sin-
tieron en todo el planeta, con particular fuerza en los
países de América Latina, dependientes todos del com-
portamiento de la economía de Estados Unidos.
Las guerras suelen salvar al sistema económico y fi-
nanciero estadounidense de sus crisis cíclicas, en una
economía mundial interrelacionada y globalizada desde
vieja data, ...siempre desde el hemisferio Norte.
Casi el 90% de la población de Venezuela hoy es urba-
na. El país necesitaría estímulos para revertir esta enor-
me desigualdad y promover que la gente emigre al revés,
desde las grandes ciudades al campo.

97
Los grupos pioneros del siglo 20
La emigración a las ciudades aumentó el valor de los
terrenos urbanos. Quienes estuvieron mejor preparados
para recibir el nuevo influjo económico petrolero fueron
los dueños del vasto territorio urbano. En Caracas, la fa-
milia Vollmer cosechó la fiebre urbana que irrumpió con
la nueva era, aunque su fuerza radicaba en el azúcar y el
ron de los valles de Aragua. Las ganancias agrícolas se
invertían en tierras urbanas, en ausencia de un sistema
bancario-financiero. Fue una forma un tanto primitiva de
acumular riqueza, pero bastante eficaz. El resto lo hizo el
cemento.
El ingeniero Ricardo Zuloaga comenzó a ponerle elec-
tricidad a la ciudad que gran parte estaba construyéndo-
se en los terrenos de Vollmer. La primera planta, que fi-
nanció con aportes accionarios de los ricos caraqueños de
su época, la instaló en
1895, en El Encanto, Grupos económicos de
pero después sembró la década del 70
generadores transpor- (en millones de dólares*)
tados a lomo de mula
a diferentes caídas de Vollmer-Zuloaga 802
agua del río Guaire. Un Banco Unión 396
Carlos Delfino vincula- Mendoza 279
do a los Zuloaga inter- Boulton 95
vino en la primera fá- Polar 73
brica de cemento cons- Delfino 64
truida en 1914 en te- Phelps 49
rrenos de La Vega, Ce- Blohm 44
mentos La Vega. Tamayo 41
Los Vollmer here- Neuman 23
daron su fortuna, en Domínguez 19
tanto los Zuloaga se la Sosa Rodríguez 18
forjaron acometiendo
un proyecto empren- * Calculados a la tasa de cambio
dedor de ciudad-país. de 4,30 bolívares por dólar.
Una alianza entre am- Fuente: Domingo Alberto Rangel, La oli-
bos grupos parecía na- garquía del dinero, 1ª edición, Vadell
tural. Se produjo hacia Hnos., 1971. Los datos fueron toma-
1930, cuando los Voll- dos de la 4ª edición, publicada en 1979.

98
mer ingresaron a La Electricidad de Caracas. Así se forjó
el primer grupo económico, el más poderoso a través de
casi todo el siglo 20, duplicando la capacidad económica
de su seguidor más cercano, el Banco Unión,
Los grupos económicos fabril-industriales, constructo-
res e inmobiliarios crecieron incubados por el calor del
crédito. Se edificó una súper estructura financiera y ban-
caria alimentada por el Estado, el Banco Central, la banca
hipotecaria, la emisión de bonos, las entidades de ahorro
y préstamo y la Bolsa, como captadora de ahorros e inver-
siones. El sector público concurrió a la formación o conso-
lidación de los grupos por la vía financiera. El Estado fue
“el alfa y omega de la acumulación y la concentración” en
Venezuela, escribió Domingo Alberto Rangel2.
En los bancos de inversión, como Cavendes, compa-
reció el financiamiento del sector público, pero su con-
trol lo tuvieron los privados, entre ellos la Shell, la Mobil
y la Phillip Petroleum. Los grupos más grandes cultiva-
ron también sus vínculos con el capital financiero de Es-
tados Unidos y de otras latitudes. El Banco Unión nació
como una respuesta del capital industrial mediano ante
la monopolización del crédito por parte de los grupos más
grandes. Una alianza entre los Salvatierra, Benacerraf y
Pariente, de Caracas, con los Belloso y Brillenbourg de
Maracaibo, puso el crédito al alcance de las nuevas cla-
ses mercantiles e industriales. El Unión nació como una
suerte de “banco democrático” que captó ahorros de una
emergente clase media en ascenso por efecto del boom
petrolero de la post guerra, llegó a tener gran poder fi-
nanciero pero tuvo repercusiones más discretas en la
esfera del poder, a diferencia de sus competidores inclu-
so menores en capacidad financiera.
La electricidad y el cemento fueron motores del creci-
miento económico de comienzos del siglo 20, pero curio-
samente también estuvo presente la cerveza. Gustavo Voll-
mer participó en la Cervecería Nacional, establecida en
1901. Luego vinieron las cervecerías El Águila, Caracas y
Polar, que constituyó su propio grupo económico, el más

2 ) Domingo Alberto Rangel, La oligarquía del dinero, 1ª edición,


Vadell Hnos., 1971, 4ª edición, 1979, pp 119.

99
poderoso en la Venezuela de hoy, por encima de Cisneros,
quien tiene el 80% de sus intereses fuera del país, donde
apenas conserva Venevisión –por su relevancia político-
mediática–, como fábrica de enlatados televisivos, activi-
dades de turismo y otras sin ninguna relevancia económi-
ca, como el Concurso Miss Venezuela.
De los 12 grupos que investigó y reseñó Rangel3 en la
década del 60, Polar es el único que sobrevive en el siglo
21. Cuando publicó su estudio, los caudales de la Organi-
zación Cisneros todavía no eran significativos.
La primera edición del trabajo de Rangel se publicó en
1971, cuando faltaban aún 3 años para que entrara en
escena Carlos Andrés Pérez, cuyo primer gobierno coinci-
dió con la conversión de Cisneros padre –Diego– en inci-
piente grupo económico. Según las estadísticas Forbes,
entre 1996 y 1999 el grupo Polar estuvo holgadamente
por encima del grupo Cisneros, decayendo entre 2000 y
2002, para superarlo de nuevo en 2003. Sin embargo, Cis-
neros suena mucho más que el apellido Mendoza, el de la
familia dueña de Polar, que no hace tanto ruido mediáti-
co, ni tiene ambiciones políticas manifiestas. En medio de
la crisis de liderazgo político que afecta a las clases pro-
pietarias venezolanas, Cisneros aspira, derechamente, a
erigirse en Presidente del país del que retiró la mayor par-
te de sus inversiones, para ponerlas a buen recaudo en el
exterior. Su aspiración resulta un tanto desmedidas para
sus críticos, pero también para muchos de sus aliados. El
grupo Mendoza-Polar mantiene funcionando el grueso de
sus empresas alimentarias dentro del país, sin interferen-
cias políticas, por lo menos ...notorias.
Hubo otro grupo Mendoza, el tercero de la lista Rangel,
forjado por Eugenio, un comerciante del rubro construcción
y ferretería que tuvo la visión de convertirse en industrial en
cuanto advinieron los cambios económicos promovidos por
el petróleo. Eugenio Mendoza Goiticoa también podría ser
un modelo para Cisneros porque le interesó la política, al
punto que fue ministro de Fomento de Isaías Medina Angari-
ta (1941-1945) e integró con Blas Lamberti la Junta de Go-

3 ) Domingo Alberto Rangel, obra citada, pp 120.

100
bierno que presidió Wolfgang Larrázabal en 1958, tras la
caída de Marcos Pérez Jiménez.
Mendoza se diferenció del neo caudillo mediático en que
no mostró gran interés en los medios y, en cambio, creó “el
más vasto imperio industrial del país”, en palabras de Ran-
gel. Tampoco recibió herencia, casi no tuvo socios y fue un
típico self made man, un hombre que se hizo a sí mismo.
Hasta 1933 fue un modesto dueño de ferretería, pero en
1944 era el más poderoso en el rubro de la construcción.
Su secreto fue mantenerse siempre cerca del poder para
conseguir contratos como proveedor de obras públicas a
favor de la empresa Mendoza y Cía., desde 1936, con Elea-
zar López Contreras (1935-1941), hasta que lo designaron
ministro, en 1941. Mientras desempeñó ese cargo apare-
ció en escena su hijo, Eugenio Antonio, con la empresa
“Mendoza h y Cía.” Sólo hubo que agregar la letra “h” a la
razón social.
En la Junta de Gobierno que derrocó a Medina su me-
dio hermano Eduardo Goiticoa apareció como ministro de
Agricultura y Cría. Más tarde, se relacionó con la dictadu-
ra de Marcos Pérez Jiménez (1941-1945) a través del mi-
nistro de Obras Públicas, su asociado Gerardo Sanson4.
Participó y fundó numerosas empresas, convencido que
después de la guerra se imponía la producción nacional
para sustituir importaciones en rubros como el cemento,
cauchos, mezcladoras de hormigón, cerámica, alimentos
para animales, papel y toda clase de insumos para la cons-
trucción. Inició por su cuenta la sustitución de importa-
ciones mucho antes que ésta fuera política del Estado.
Fue un pionero de la industria nacional.
La primera administración Pérez (1974-1979) le cerró
el chorro de los contratos del Estado, por influencia de la
familia Cisneros, afirmó la escritora Carolina Rodríguez
Marturet5. Mendoza falleció en 1979.
El grupo Boulton, de origen británico, se insertó tempra-
no en el comercio importador, el sector financiero y repre-
sentaciones navieras, desde los tiempos de Guzmán Blanco.

4) Federico Brito Figueroa, La aristocracia del dinero en la Venezuela


actual, Buria, Barquisimeto, 1956.
5) http://www.soberania.info/Articulos/articulo_319.htm.

101
Con Medina Angarita estableció la línea aérea Avensa, en
1944, y en 1960 participó como socio del Estado en Viasa.
Los Mendoza del grupo Polar comenzaron con los em-
blemáticos jabones La Torre y Las Llaves, hoy recordados
sólo por las abuelas, pero fueron desplazados del mercado
por los detergentes de la transnacional Procter & Gambler.
Capearon la crisis con los ahorros invertidos en terrenos
prácticamente rurales, en lo que hoy es la zona de Los Rui-
ces, hasta que en 1941 debutó la cerveza Polar. Desafiaron
al monopolio de la Cerveza Caracas, de los Vollmer, con
mejores precios, sin emplear las tácticas violentas que uti-
lizó el grupo Cisneros para imponer la Pepsi Cola sobre los
demás refrescos, destruyendo camiones y envases de la com-
petencia con grupos armados. Así, se popularizó el consu-
mo de un brebaje que hasta entonces sólo degustaban los
sectores más acomodados, todavía no adictos al whisky.
Luego entraron de frente al rubro alimentario, con la Hari-
na Pan, el maíz precocido Promasa, aceites y alimentos para
animales Procría. Sus productos arruinaron la industria
artesanal del maíz pilado. Construyeron la torre Polar, en
su tiempo la más alta de la ciudad, como ícono del poder
económico. En 1998 el grupo ingresó al sector petrolero
mediante contratos con PDVSA.
El grupo Delfino emergió cuando los Machado y los Zu-
loaga le entregaron a Carlos la responsabilidad de hacer fun-
cionar Cementos La Vega, fundada en 1907. Tras su ges-
tión, entre 1920 y 1936, terminó convirtiéndose en el dueño.
Más tarde incursionó en el papel de empaque, ingresando a
Papeles Maracay, cuyos dueños finales eran el mismísimo
dictador Gómez y sus allegados. Cuando la compañía pasó a
la propiedad estatal, tras la muerte del Benemérito, no le fue
difícil hacerse del resto de las acciones. Luego vinieron Ma-
nufacturas de Papel, Manpa, y Cello Manpa, para empaca-
dos más finos de la industria alimentaria.
Phelps comenzó con El automóvil universal, en 1907, el
mismo rubro de ventas con que se inició Diego Cisneros,
el padre de Gustavo. Más tarde compró la infraestructura
del jabón Las Llaves para convertirla en fábrica de grasas.
Con la marca Mavesa ingresó al mercado de aceites y mar-
garinas, además incursionó en el rubro de la construcción
y levantó también su torre corporativa en la Plaza Vene-

102
zuela. Pero más relevante es su vena mediática, con Radio
Caracas TV, ligada con Venevisión a través del matrimo-
nio de Patricia Phelps con Gustavo Cisneros.
Blohm, de origen alemán, tuvo presencia en Caracas,
Maracaibo, Puerto Cabello y Ciudad Bolívar, con activida-
des mercantiles, tiendas por departamento –Beco, Beco-
blohm y Aco– y los productos de Telares Palo Grande.
Durante la segunda guerra estuvo en la lista negra por su
raíz germana, pero terminó convirtiéndose en una facha-
da del grupo Mellon, de Estados Unidos, en la industria
del aluminio, Alcave.
El grupo Tamayo acumuló terrenos, después constru-
yó edificios, participó en bancos e industrias, para termi-
nar como tenedor de acciones de bancos hipotecarios y
administradoras inmobiliarias, con acciones en el Banco
de Venezuela, Banco de Maracaibo e Industrias Pampero.
Hans Neuman, un inmigrante de la antigua Checoslo-
vaquia, creó el holding de industrias químicas que enca-
beza Pinturas Montana, con el apoyo de su hermano Lo-
tar y el conocimiento químico de otra inmigrante, la ma-
dre del político Teodoro Petkoff –actual director del diario
Tal Cual– quien trabajó largos años con el grupo.
Sosa Rodríguez se levantó como grupo menor a partir
de la propiedad de los terrenos “rurales” de La Floresta,
que su familia poseía desde que Caracas terminaba en Cha-
caíto. Comenzó con el rubros de grasa lubricante, después
desarrolló la marca Venoco para dos empresas, en química
y plásticos. En 2002 saltó a la publicidad una firma Petro-
lera Venoco, cuyo dueño principal, Isaac Pérez Recao, de-
signó a su empleado de confianza Pedro Carmona, primero
como presidente de Fedecámaras y posteriormente, como
cabecilla del golpe del 11 de abril, en combinación con Cis-
neros, para ejercer el poder durante un día y medio.
El grupo Domínguez se fortaleció en la fabricación de
envases metálicos para la industria alimentaria y tapas
para botellas de refrescos. Su empresa insignia fue Enva-
ses Venezolanos.
Rangel estableció en los años 60 y 70 cinco “grupos gran-
des”, los Vollmer-Zuloaga, Banco Unión, Mendoza, Boulton
y Mendoza-Polar, a quienes les atribuyó en conjunto ga-
nancias anuales de unos 60 millones de dólares de 1967.

103
También señaló que los 12 grupos económicos que estudió
captaron ese año utilidades por unos 232 millones de dóla-
res, alrededor del 12% de sus activos, en un año –1967– en
que –según su estimación– todo el capital existente en Ve-
nezuela ascendía a 14.200 millones de dólares de 19676.
El escritor concluyó que los 12 grupos de 1967 “embol-
san el 15%, más o menos, de todo el excedente que en Ve-
nezuela pasa a las clases que poseen vínculos con la pro-
piedad”. Y concluyó ese capítulo con esta reflexión: “El país
pertenece a doce grupos económicos cuyas posiciones se-
ñeras y cuyas influencias incontestables sientan la pauta
de su vida económica y política”. Han transcurrido 37 años.
Los doce grupos económicos de Rangel poco tienen que
ver con los famosos 12 apóstoles de Pedro Duno7. Se trata
de 12 figuras, que en realidad son 11, amamantadas por
el Estado bajo la primera administración Pérez 1974-1979,
un período en que abundaron los contratos sin licitación,
el pago de sobreprecios y todo tipo de peculados y nego-
cios obscuros con cargo al tesoro público. Lo cierto es que
esa primera administración Pérez marcó un punto de in-
flexión en la composición de los grupos económicos por su
manifiesta preferencia por la Organización Cisneros, cuya
gama de negocios probablemente dificultó contratos pú-
blicos transparentes debido a la naturaleza de sus nego-
cios, helados, bebidas y televisión, entre otros, diferentes
a la industria, la construcción o servicios más propios de
contratos con el Estado.
Duno identificó a 11 de los 12 apóstoles como Pedro R.
Tinoco, Gumersindo Rodríguez, Diego Arria, Enrique Del-
fino, Gustavo Cisneros, Siro Febres Cordero, Edgar Asís
Espejo, Arturo Pérez Briceño, Luis Jugo Amador, Arman-
do Tamayo Suárez y Carmelo Lauría. Como número 12º,
señaló al mismísimo Carlos Pérez.
“Ellos manejan las posiciones óptimas del gobierno para
controlar la futura estructura capitalista de la Venezuela
de los 40 mil millones”, escribió Duno, aludiendo una can-
tidad cercana a los 10 mil millones de dólares. “Existía un
capitalismo estancado, reducido... ahora se abre un capita-

6) Anexos estadísticos del Banco Central, citados por Rangel.


7) Pedro Duno, Los 12 apóstoles, Vadell Hnos., 4ª ed., 1979.

104
lismo en gran escala... serán miles de millones; los doce
apóstoles han sabido ver esta realidad y tienen el apoyo
político del gobierno y la confianza y colaboración de las
empresas multinacionales”, aseguró el fallecido periodista,
escritor y filósofo.
Fue una época en que la democracia representativa co-
locó al Estado –de frente– al servicio del enriquecimiento
ilícito de la clase política y de sus allegados... “pero es en los
gobiernos presididos por Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera
Campíns y Jaime Lusinchi cuando ocurren los escándalos
financieros más vergonzosos y la corrupción llega a límites
inauditos”, escribió el historiador Federico Brito Figueroa8.

37 años después...
Consultado para una actualización de su mapa de la
riqueza del siglo anterior, Domingo Alberto Rangel9 se mos-
tró más preocupado por lo que describió como la insur-
gencia de una nueva clase rica. “Los nuevos grupos eco-
nómicos están ligados al chavismo, son industriales y pro-
ductores”, dijo enigmático, mientras sorbía un café con
leche en medio de una tarde de lluvia en Las Mercedes.
“En todos los gobiernos emergen grupos económicos, gen-
te que quiere hacer negocios”, dijo este intelectual de 80
años, que apoyó a Chávez hasta que éste decidió en el 96
postularse como candidato presidencial en 1998.
Rangel sostiene que sólo existen dos grupos relevantes
en la Venezuela de 2004: Cisneros y Mendoza-Polar. Aña-
dió que éste último conserva su epicentro en Venezuela,
aunque está expandiendo sus negocios a Colombia y Ecua-
dor a través de cerveza Bavaria, mientras “Cisneros se reti-
ra de Venezuela porque entendió temprano la globalización”.
Para Rangel. “Cisneros acá tiene muy poco, pero su fortale-
za está en Estados Unidos, en particular con Directv”, la
empresa que vende televisión por cable.
Rangel piensa que los medios de comunicación –en el
actual esquema de la propiedad– responden a intereses
de capital que no necesitan poseerse en forma directa.

8) Brito Figueroa, obra citada.


9) Conversación con el autor, 24 de mayo, 2004.

105
Mencionó, asimismo, una supuesta conspiración en
marcha, en el seno de las Fuerzas Armadas, de signo ultra-
derechista, naturalmente. A su avanzada edad, el escritor
continúa redactando artículos y preparando futuros libros,
cada mañana frecuenta su oficina y a toda hora mantiene
desplegada su artillería retórica y teórica, siempre lista a
lanzar alguna andanada como ésta: “Chávez se entregó a
Estados Unidos con el convenio sobre doble tributación”.

Los grupos del siglo 21


El Dr. Domingo Felipe Maza Zavala entregó una vi-
sión panorámica sobre los grupos económicos vigentes
hoy10 en Venezuela, donde sobresalen Cisneros y Men-
doza-Polar. El académico atribuyó el origen de los pode-
rosos grupos industriales de la segunda mitad del siglo
pasado a la aplicación tardía de la política de sustitu-
ción de importaciones, iniciada mucho más temprano
en otras latitudes de la región latinoamericana.
“Aquellos que podríamos llamar grupos económicos y
fortunas históricas han pasado por diferentes etapas, desde
la vieja etapa en que las fortunas venezolanas estaban li-
gadas a la agricultura de exportación del café y el cacao,
una época histórica del siglo 19 y buena parte del siglo
20”, precisó Maza, doctor en economía, ex decano de la
Universidad Central, ex senador, autor de numerosos li-
bros sobre políticas de crecimiento y director del Banco
Central de Venezuela.
Los grupos de comienzos del siglo 20 descritos por Ran-
gel vivieron su propio proceso de decantación a través de la
centuria. “Los grupos económicos más poderosos a través
de la historia contemporánea, aparecieron después de la
economía del café y del cacao”, con el advenimiento petro-
lero y en lo que Maza llama “la etapa histórica de la impor-
tación”, es decir, el auge mercantil basado en la comerciali-
zación de bienes de consumo traídos desde el extranjero.
“Cuando emergió el petróleo, decayó la exportación tra-
dicional de café y cacao, pero en cambio se colocó en pri-
mer lugar entre las actividades económicas al negocio de

10) Conversación con el autor, 4 de junAio, 2004.

106
importación. Entonces
surgieron grupos cu-
yas fortunas derivaron
de las importaciones. Y
esos importadores se
vincularon con la ban-
ca comercial o estable-
cieron bancos comer-
ciales. Se formó esa
asociación entre el co-
mercio de importación
y la banca, una etapa
importante en la vida
del país que prevaleció
durante la primera mi-
tad del siglo 20, aproxi-
madamente”, comentó
el profesor.
“Después vino el Dr. Domingo Felipe Maza Zavala
período de la industria-
lización por sustitución de importaciones, como en toda
América Latina, un poco retardado en Venezuela respecto
a otros países del Sur, Argentina, Brasil, Chile y Colombia
incluso”. En la óptica del doctor Maza, “más o menos en
los años 60 y 70, Venezuela ingresó a su período de in-
dustrialización por sustitución de importaciones. Enton-
ces, los industriales pasaron a ser los grupos económicos
líderes”.
Según su concepción histórico-económica, los nuevos
grupos industriales surgieron desde los importadores con
mayor visión, aquellos que fueron capaces de forjar una
nueva relación con sus proveedores externos, una suerte
de alianza a largo plazo con los exportadores del extran-
jero. “Me explico con un caso concreto –señaló Maza–, el
del grupo Mendoza, fundado por Eugenio Mendoza Goiti-
coa, uno de los líderes pioneros de la industrialización en
Venezuela, que primero fue importador de ferretería, quin-
callería y otros artículos, muy conectado con los medios
internacionales suministradores de esos artículos”. En
la visión histórica de Maza, Mendoza “se convirtió en un
líder de la industrialización, particularmente en el ramo

107
del cemento, materiales de construcción y también en el
ramo de alimentos para la cría”.
Los antiguos proveedores foráneos, que antes sumi-
nistraban directamente productos finales terminados, se
convirtieron en socios de los nuevos industriales, relató
Maza. “Y en lugar de suministrar los productos finales,
les suministraron los insumos, los equipos y la tecnolo-
gía para producir los artículos terminados en el país”,
precisó. “De modo que hubo doble sustitución, la susti-
tución de importaciones y la sustitución de exportacio-
nes para los proveedores extranjeros. Así se formaron esos
grupos, entre los cuales destacó, por supuesto, como lí-
der el grupo Mendoza, llamado así porque su animador
principal y fundador fue Eugenio Mendoza. Y los otros
Mendoza eran asociados al líder, Eduardo Mendoza, Ló-
pez Mendoza y toda la familia Mendoza. Los de la Polar
son otros Mendoza”, aclaró.
El economista piensa que el grupo Mendoza tuvo un
proyecto de industrialización vinculado a los intereses del
país. “Por supuesto, con gran dinamismo y con gran fuerza
–aseguró Maza– el grupo Mendoza llegó a ser el principal de
una época, que aproximadamente podríamos situar entre
1955 y 1980”, la de mayor esplendor de un grupo que no
sólo tuvo negocios industriales. “El grupo abordó también
negocios bancarios, banca hipotecaria, banca comercial, so-
ciedades financieras e importaciones vinculadas a la vivienda
y a la construcción, describió Maza. “Ellos hicieron una gran
labor social también. Crearon el Dividendo para la Comu-
nidad, una universidad, en fin, el grupo Mendoza tuvo cier-
ta proyección social, particularmente Eugenio Mendoza”.
En definitiva, en vez de suministrar directamente pro-
ductos finales terminados, los proveedores externos pasa-
ron a exportar insumos, maquinaria y tecnología para pro-
ducirlos localmente, pero siguieron tomando parte en el ne-
gocio de abastecer a Venezuela.
“Los importadores de antes se transformaron en in-
dustriales, en un proceso que tuvo lugar hasta la década
de los 70 y formó lo que podríamos llamar ‘los primeros
grupos económicos contemporáneos importantes’, por su
dinámica y por la magnitud de sus operaciones y fortuna,
dejando atrás a los viejos importadores”, concluyó Maza.

108
El olvidado grupo Hernández
Durante el proceso de sustitución de importaciones vía
industrialización gravitaron también otras familias rele-
vantes en la economía, como el grupo Delfino, citado por
Duno entre los “apóstoles” de los ‘70, bastante menor que
Mendoza, relevante en el ramo del cemento, con la Fábri-
ca Cementos La Vega, la primera del país, aunque tam-
bién desarrolló actividades en el rubro agroalimentario, al
igual que Mendoza.
En la visión de Maza, hubo un líder importante del
proceso de industrialización contemporánea del país cuya
figura está pasando al olvido, Alejandro Hernández, quien
cultivó los ramos de licores y alimentos. “Es curiosa la
asociación entre licores y alimentos, ¿verdad?”, comentó
el economista.
Según el relato de Maza, “Hernández era un líder muy
curioso”. Habla sobre el personaje con la propiedad que otorga
haberlo conocido: “Alejandro era, originalmente, un líder del
comercio, dirigente sindical de los trabajadores del comer-
cio, vinculado a Acción Democrática. Era un hombre de gran-
des ideas innovadoras en el país. Un industrial dinámico,
empresario en el verdadero sentido de la palabra, que trajo
al país innovaciones en el ramo de licores. Fue innovador en
el sentido de introducir el añejamiento del aguardiente –Pam-
pero, ese es el nombre de Pampero– y después tuvo bastante
éxito en eso del añejamiento del aguardiente para convertir-
lo en ron añejo.
“Dedicó parte de los beneficios obtenidos en ese ramo
para fomentar el rubro agroindustrial en productos del
tomate, jugo de frutas, néctares y, de paso, fomentando
esa producción, fomentaba la agricultura que suministra-
ba los productos naturales para su elaboración. Financia-
ba y ayudaba a los productores del tomate, a los produc-
tores de frutas... Ese fue un elemento muy importante...
Lamentablemente, Alejandro era un hombre tan desorde-
nado, un luchador político y social muy avanzado en sus
ideas, muy generoso, muy desordenado. Así como fue un
hombre innovador, empresarial e industrial, que tuvo éxi-
to en esos ramos, fue muy desordenado y la fortuna que
hubiera podido acumular, la dilapidó o cayó en manos de

109
otros, como el grupo Tamayo, que fue el heredero del gru-
po Hernández en esos ramos.
“Estamos hablando de la década de los 60 y 70, pero
Alejandro empezó en la década de los 50. Estamos ha-
blando, prácticamente, de la segunda mitad del siglo 20,
hasta la década de los 70 y comienzos de los 80”.
–¿Cómo se explica esa curiosa asociación entre licores
y alimentos? Acaso, ¿se come para beber?
El Dr. Maza no oculta su entusiasmo cuando habla de su
amigo Alejandro Hernández. Su respuesta no se hizo esperar:
–Se puede explicar desde el punto de vista moral. Si
yo he logrado beneficios ofreciéndole a la gente aguar-
diente, y como eso causa daño a la salud, le ofrezco a la
gente alimentos que les permiten compensar los efectos
del alcohol, pero en realidad fue porque Alejandro era
un innovador en todo orden de cosas. Encontró que esos
productos del tomate, los jugos y néctares de frutas,
constituían también un ramo... Y fue un empresario in-
novador en ese sentido, aunque su organización se di-
solvió y pasó a manos del grupo Tamayo.
“El grupo Tamayo, como todos los grupos, originalmente
comenzó siendo comercial, pero después se aplicó al ramo
inmobiliario y por último terminó en el ramo industrial, en
el sector de bebidas y productos del campo, el escenario
en que antes se movió el grupo Hernández”.

El grupo Mendoza-Polar
“El otro grupo Mendoza es el grupo Polar, uno de los
dos grupos poderosos que tiene el país actualmente”, pro-
siguió el relato de Maza. “El fundador del grupo fue un
abogado llamado Lorenzo Mendoza Fleury, apellido fran-
cés de otra rama de los Mendoza, distinta a la de Eugenio
Mendoza Goiticoa.
“Mendoza Fleury era un abogado competente en su pro-
fesión, un hombre culto –políticamente hablando–, muy
competente como abogado. Parece que se puso en contacto
con él un alemán de esos venido en la resaca de la diáspo-
ra, un maestro cervecero que traía una fórmula novedosa
para el ramo de la cerveza, que interesaron al doctor Men-
doza y comenzaron su asociación en la década de los ‘50.

110
“Para hacer una pequeña historia, el grupo dominante
en la cerveza era el de los Tovar, de vieja data, con vincula-
ciones desde la colonia, gente de prosapia, como el conde
de Tovar, antiguos condes y marqueses que fueron los due-
ños de la Cervecera Caracas. En esa época, la primera mi-
tad del siglo 20, la cerveza Caracas tenía la posición de
mercado que hoy tiene la cerveza Polar, o sea, era el grupo
dominante en el mercado cervecero venezolano. Decir, en-
tonces, cerveza era decir cerveza Caracas. No había ningu-
na alternativa. Tan es así que se pretendió fundar aquí, por
parte de un grupo holandés, una cervecería con una marca
muy prestigiada en Europa, la cerveza Heinecker. Hicieron
un gran despliegue, hicieron inversiones y a los dos años
fracasaron. No pudieron con la Cerveza Caracas. El consu-
midor no quería otra alternativa sino cerveza Caracas, no le
interesaba sino la cerveza Caracas.
“Esa cerveza Caracas fue siendo progresivamente arrin-
conada, reemplazada por la cerveza Polar, de este señor,
el doctor Mendoza, asociado a este cervecero alemán. Y
ese grupo Polar se ha mantenido en propiedad de la fami-
lia de Mendoza Fleury. Son los mismos Mendoza. Quien
ahora es una especie de líder del grupo, Leonor Giménez
de Mendoza, la madre del actual Lorenzo Mendoza está
detrás de la fuerza del grupo.
“Este grupo ha ido creciendo, creciendo y creciendo.
De tal manera que no sólo se ocupa de cerveza, como sa-
bemos, sino que también de harina de maíz, después se
incorporaron al grupo de los vinícolas de Lara, tienen una
marca Pomar, de vinos, y fomentaron la industria vinícola
en el estado Lara. Luego han procurado diversificar tam-
bién su actividad originaria, que era la cerveza, en otras
actividades, incluyendo desde luego las finanzas, porque
todos esos grupos se han vinculado al sector financiero.
“Primero fueron los accionistas importantes de lo que
ahora es el banco Provincial, que después vendió la par-
te mayoritaria de sus acciones al banco Bilbao Vizcaya
Argentaria, como el de Venezuela, que era también de
las familias comerciales tradicionales, o de los comer-
ciantes importadores, cedió el principal paquete de ac-
ciones al banco Santander Central Hispano. Pero como
digo, pues, todos esos grupos comerciales, industriales,

111
etcétera, siempre estuvieron asociados con el sector fi-
nanciero y con el sector inmobiliario. Eran tres negocios
que marchaban juntos, el comercio, las finanzas y el
mercado inmobiliario, hasta que se impuso la industria
manufacturera.
La conversación periodística con el Dr. Maza transcu-
rrió en su oficina del Banco Central, bebiendo café y antes
de partir a una reunión del directorio.
La charla abordó primero la coyuntura económica y
financiera, pero cuando se planteó el tema de los grupos
económicos, el directivo del Banco Central manifestó no-
torio entusiasmo por entregar su relato sobre el tema. Se
levantó repentinamente del asiento, aparentemente para
buscar algo así como un libro, o un documento, pero apa-
reció con un cigarro habano.
Lo encendió con fruición para entregarse mejor a la
conversación. Fue también oportunidad para sacar dis-
cretamente a la luz un cigarrillo, hasta entonces oculto,
pese a la estimulante charla y al café.
“El grupo Vollmer ha llegado a ser, no sé si el más im-
portante, desde el punto de vista de los recursos que movi-
liza, porque el otro grupo es el grupo Cisneros, que usted
ya conoce...”
El Dr. Maza prosiguió lo que a ratos parecía un monó-
logo sobre los grupos económicos, hasta que de pronto
cambió el estilo:
–Ud. ¿conoce la historia del grupo Cisneros?, ¿no? –
preguntó de sopetón. El entusiasmo dominaba su estado
de ánimo, en una oficina confortable, aunque atiborrada
de fríos documentos sobre macroeconomía.
–Si, grosso modo, dos hermanos emigrantes... –fue la
respuesta que no dejó concluir... con un sonoro
–¿Ah?...
–...Dos hermanos emigrantes que llegaron de España
vía Cuba, ¿no?, Diego y...
Pero tampoco dejó tiempo para concluir la frase:
–Bueno, el principal era Diego, ¿no? –interrumpió el
economista–, Diego Cisneros, el padre de estos jóvenes
Cisneros de ahora. ¿Sabe usted cómo llegó el padre del
señor Cisneros... éste?–, preguntó de nuevo, en el rol de
contra-interrogador.

112
–Vagamente. Llegó...
–...Con una maleta como todo patrimonio...– interrum-
pió, festivo. Soltó una risa el Dr. Maza, aspiró de nuevo el
humo de su habano y prosiguió su relato con la precisión
del cronista histórico y económico:
–Camionero..., comenzó a repartir..., a distribuir..., a
ser vendedor ambulante de bebidas gaseosas...
(Otra risa y nueva pitada).
–Después, como dicen, se vinculó a esa cuestión de la
propaganda, bueno, con el gobierno de Betancourt, y des-
pués se ligó a la televisión. Tuvo la visión del desarrollo
futuro que tendría la TV. El desarrollo comercial, tecnoló-
gico y publicitario importante... de la televisión es, real-
mente, de los últimos cuarenta años.
–Entonces –prosiguió el Dr. Maza–, Cisneros tuvo esa
visión... Parece que se puso en contacto con medios televi-
sivos internacionales, logró una representación... Desa-
rrolló aquí el grupo Televisa, que después se transformó
en Venevisión y ahí comenzó su fortuna, televisión, publi-
cidad, y luego se vincularon a los supermercados Cada...
Una vez más, el Dr. Maza apeló lo que podría llamarse
“estilo participativo del relato”:
–En esto de los supermercados Cada... ¿Usted sabe
cuál fue el...?
–...Fue una alianza con Rockefeller, ¿no?
–Si, pero en los viejos tiempos, los tiempos del primer
gobierno de Acción Democrática, los tiempos del ‘45, ‘46,
‘47... Nelson Rockefeller era muy amigo de Betancourt y
ellos fomentaron aquí los supermercados Cada; luego es-
tos auto mercados, naturalmente, fueron a parar a ma-
nos... del grupo Cisneros y ahora son de otro grupo, de un
grupo colombiano... Los Cisneros ya no están en eso... Pero
creo que los Cisneros también se vincularon al grupo de
Sears, compraron Sears, lo transformaron en Macy’s, así
como la...
–Sí, como la de Nueva York...
–Como la de Nueva York, pero también fracasaron. Ahí
fracasaron.
–Y también fracasaron con un experimento en Espa-
ña, Galerías Preciados, en tiempos del socialista Felipe
González.

113
–Parece que sí, ahí se metieron también –rubricó Maza–
. Pero la gran fortuna de los Cisneros, o de Gustavo Cisne-
ros que es el principal, surgió de las telecomunicaciones.
Estaba vinculado... y ha generado una cantidad de relacio-
nes a nivel continental... Pero hay otras ramas de los Cis-
neros, la de Oswaldo Cisneros, quien se enriqueció con la
representación y distribución de la Pepsi Cola. ¡Esa es otra
historia también!”, remató el Dr. Maza, quien comenzó a
ser conminado por su secretaria para marcharse a una im-
portante reunión de política monetaria del Banco Central.
La charla debía concluir en cualquier instante.
–La Pepsi Cola –continuó, sin hacerle demasiado caso a
la secretaria porque los demás asistentes a la reunión to-
davía no llegaban– mandaba en el mercado venezolano, como
manda la Polar en la cerveza. No había nada que hacer, la
juventud era la juventud de la Pepsi Cola. Y la Coca Cola
estaba arrinconada. Pero parece que no logró, el señor Os-
waldo Cisneros, una buena negociación, como pretendía,
con la gente de la Pepsi Internacional, total que hubo entre
ellos una especie de separación. Y entonces, Oswaldo Cis-
neros negoció con la Coca Cola. Sustituyó en sus negocios
la Pepsi Cola por la Coca Cola. Y le metió a la Pepsi Cola
todos sus ímpetus, sus relaciones, sus recursos y lograron
desplazar a la Pepsi Cola. Ahora la Pepsi Cola representará
un 30 a 35% del mercado y la Coca Cola 60 o 65%. Y la
Pepsi Cola se refugió bajo el grupo Polar: ahora está bajo la
jurisdicción del grupo Polar y trata de rescatar una cuota
importante del mercado, con bastante lentitud y esfuerzo.

Lo grupos... ¿vienen y se van...?


Maza explicó que Polar adquirió antes Mavesa, empre-
sa del rubro alimentos del grupo Delfino. Pero más impor-
tante –antes de que la fuente partiera a discutir la política
monetaria– era aclarar qué pasó con el otro grupo Mendo-
za, el del pionero Eugenio.
–¿Por qué desapareció?
–La muerte de Eugenio fue el comienzo de la declina-
ción de ese grupo Mendoza pionero, porque el joven Men-
doza, llamado Eugenio Antonio, no ha dado la talla (esto
es una cosa..., no hay nada personal, soy amigo de él,

114
como fui amigo de Eugenio Mendoza y de todos los Men-
doza, porque soy amigo de todos ellos).
–...Pero este joven Eugenio Antonio Mendoza no ha dado
la talla como empresario y en sus manos se han perdido
las empresas Mendoza. Perdieron las cementeras, que
ahora están en manos del grupo mexicano Cemex (Cemen-
tos de México), perdieron Protinal (alimentos para la cría
de animales) y perdieron también las inversiones banca-
rias, el Banco La Guaira, que era del grupo Mendoza, y el
Banco Hipotecario de la Vivienda Popular, que fueron víc-
timas de la crisis financiera del año 94-95.
–¡Cayeron esos bancos! Total que este grupo Mendoza
actualmente es muy reducido, poco influyente y solamen-
te el apellido Mendoza lo mantiene todavía en la figuración
empresarial, pero no es un grupo efectivo en el sentido de
movilizar actividades y recursos. Quedó para la historia
de la economía.
–El grupo Vollmer todavía se mantiene, trata de re-
novarse, de introducir innovaciones en su ramo de be-
bidas alcohólicas y azúcar. Se ha mantenido el grupo
Vollmer, pero no es de los grupos principales actuales.
Porque los grupos principales actuales son el grupo Po-
lar y el grupo Cisneros.
–Hay otro grupo también que conviene mencionar. Es el
grupo Alfonzo Rivas, que no hay que confundirlo con “Ri-
bas”, el apellido de los próceres como José Félix Ribas, que
estuvieron vinculados con los Vollmer. Los Vollmer se rela-
cionaron con los descendientes de José Félix Ribas en la
producción de aguardiente envejecida y ron Santa Teresa.
–Ahora..., estos son los Alfonzo Rivas... Este es un gru-
po interesante, fundado por el viejo Santiago Alfonzo Rivas,
que así se llamaba, vinculado al Banco Venezolano de Cré-
dito –era uno de sus accionistas–, quien introdujo y creo
aquí la Maizina Americana, un producto emblemático.
–La Maizina Americana marca El Águila se llama toda-
vía este producto tradicional en la dieta y en la cocina
venezolana, que fue el eje de los negocios del grupo de
Alfonzo Rivas y Compañía, que se amplió después para
abarcar otros rubros del ramo alimentario. Y se amplió
también porque los descendientes de Santiago Alfonzo Ri-
vas, los Alfonzo Ravard, fueron una familia notable. Por

115
ejemplo, el general Rafael Alfonzo Ravard fue un factor
muy importante en las industrias básicas de Guayana.
Fue el primero que impulsó el imperio industrial de Gua-
yana, la siderúrgica, la electrificación...
–Fue un general del Ejército que en su gestión como pro-
motor industrial y empresarial, de gran capacidad gerencial
y ejecutiva, fue tan importante que no obstante haber co-
menzado su actividad en la época de Pérez Jiménez, en la
etapa democrática siguió desarrollando sus actividades en
la órbita del Estado, en las industrias y en el desarrollo de la
región de Guayana. Y después, cuando advino la estatiza-
ción de la industria petrolera, el primer presidente de Petró-
leos de Venezuela fue el general Alfonzo Ravard.
–Esa es la historia de esta rama de los Alfonzo Ra-
vard, pero luego hay otra rama más joven, la de quienes
están ahora al frente del negocio, rama que encabeza Ra-
fael Alfonzo Hernández, el joven actual, muy dinámico en
los negocios, pero muy activo también en la política, por-
que ahora ése es uno de los perfiles de nuestros empre-
sarios, quienes son políticos al mismo tiempo que em-
presarios, gente vinculada a la política. Eugenio Mendo-
za estuvo vinculado a la política, Alejandro Hernández
estuvo vinculado a la política...
–...Y Cisneros ¿se está vinculando a la política?
–Los Cisneros siempre han estado vinculados a la polí-
tica –respondió el Dr. Maza–. Y estos Alfonzo, pues tam-
bién... Ahora, todos... menos La Polar, que ha estado más
al margen de estas cosas... pero, necesariamente, tam-
bién los grupos empresariales de alguna manera tienen
que vincularse a la gestión pública.
Entretanto, avisaron que la reunión del Banco está por
comenzar. Las últimas preguntas salen a toda prisa, an-
tes que el director se vaya:
–Dr. Maza: ¿Cómo se vinculan, a su modo de ver, todos
estos grupos con los medios de comunicación. En el caso de
Cisneros es bastante claro, ¿verdad?, porque hay una co-
nexión directa...
–¡Venevisión!
La conversación retomó de nuevo el ritmo dinámi-
co de un partido de ping pong, mientras el Dr. Maza
se aprestaba a dirigirse a su reunión.

116
–...Venevisión y todo lo que significa...
–Publicidad...
–...lo que significa la presencia de Cisneros en el ámbi-
to mundial de...
–...la televisión y de las telecomunicaciones, la etapa
más avanzada de la tecnología comunicacional, de la TV
continental.
–Cisneros tiene un canal de TV en Chile, que es impor-
tante...
–¿Sí?
–...tiene ocho radioemisoras
–...¿en México...?
–No, en Chile. Tiene Univisión en Estados Unidos, que
es la cadena hispana de más audiencia...
–...está vinculado con Televisa, de México.
–...Y tiene servicios como Directv, que ponen señal...
El ex decano retomó de nuevo el ritmo de la cátedra:
–Por cierto que si usted ve las expansiones internacio-
nales de nuestros grupos, Polar y Cisneros (suelta de nue-
vo la risa), los dos grupos supuestamente venezolanos,
pelean en el exterior como inversionistas por determina-
das asociaciones de negocios. En el Perú y en Colombia
han peleado... Por ejemplo, la competencia extra nacional
entre Cisneros y Polar por incorporarse a Bavaria-Colom-
bia en posiciones influyentes. También en otros grupos,
en el grupo peruano del ramo de la cerveza...
–¿Quién “ganó” en Colombia?
–No han dilucidado todavía... En Perú hay otro grupo en
este mismo ramo de la Cerveza, Unión de Cervecerías Ba-
ckus & Johnston Brewery donde estos dos grupos venezola-
nos también han pujado e incluso han llegado a mayores...,
han llegado a los estrados judiciales, se acusan mutuamen-
te... Total que hay una competencia fuerte entre los dos gru-
pos, Cisneros y Polar, tanto aquí como en el exterior. El gru-
po Cisneros, supongo yo para rivalizar con el grupo Polar,
compró y está desarrollando la antigua Cervecería Regional
del Zulia, que es también una marca muy tradicional que
Cisneros adquirió y trata de modernizar para conquistar parte
del mercado, con un relativo éxito creo, porque ha ingresado
a un segmento del mercado, apoyándose en el llamado re-
gionalismo zuliano...

117
–Compró también un equipo y un estadio de béisbol,
¿será porque la gente toma cerveza cuando presencia los
partidos?...
–Los Leones de Caracas...
El Dr. Domingo Felipe Maza Zavala tuvo que marcharse
a su reunión de comité. A manera de despedida, dejó flotar
sus últimas palabras: “Ésta es una de las cosas que a uno lo
apasionan, la historia contemporánea de la formación de los
grupos, de las fortunas”...
Quedó en el tintero hablar de los grupos regionales:
los Franger y Sterling, de Valencia, el grupo Zigala, de
Barquisimeto; y el grupo Belloso de Maracaibo, “todos
importantes”, dijo.

El sector financiero
Sólo dos familias venezolanas conservan hoy presen-
cia significativa en el sistema financiero venezolano, mien-
tras los bancos españoles Santander Central Hispano
(BSCH) y Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) dominan el mer-
cado a través de su participación en dos institutos tradi-
cionales, el banco de Venezuela (BSCH) y el banco Provin-
cial (BBVA). Ambas organizaciones hispanas tienen pre-
sencia dominante en toda la banca latinoamericana.
Banesco es el principal banco venezolano, propiedad
de Juan Carlos Escotec, con ramificaciones en el extranje-
ro, seguido de cerca por el banco Mercantil, propiedad de
Gustavo Marturet. El quinto banco importante del país es
el Occidental de Descuento, un banco regional. Pero en
2002, CorpBanca, del chileno Alvaro Saieh apareció más
fuerte que el Occidental, como el sexto banco y la empresa
Nº 29 del país (Ver pag. 90).
Los dos grupos principales, Mendoza-Polar y Cisneros,
no tienen control directo sobre ningún banco en particular,
pero influyen en el sistema con participaciones accionarias
en los bancos más importantes. Asimismo, poseen acciones
en compañías de seguros.
“Los bancos están obteniendo ganancias muy sustan-
ciales, quizás de las más altas del continente”, aseguró
Trino Alcides Díaz, Superintendente de Bancos y otras
instituciones financieras, organismo adscrito al ministe-

118
rio de finanzas11. “La tasa de ganancia del sector banca-
rio bordea el 50% del capital invertido en cada año, cuando
en la mayoría de los países éstas son del 13% anual”, dijo
el Superintendente. “Luego, tienen otra ventaja: la ma-
yor parte de sus activos están colocados en papeles del
Estado que producen una tasa de interés bastante acep-
table y, además, no pagan impuesto sobre la renta. Todo
eso hace que sus ganancias aumenten mucho”.
No todo "es petróleo" en la economía, aunque evidente
mente es lo esencial. El economista Francisco Mieres12 ob-
servó que “hubo un crecimiento de varios monopolios, cer-
veza, segmentos de la agroindustria, sector minero meta-
lúrgico... y claro, también los medios de comunicación”.

Capital petrolero extranjero


La participación del capital privado extranjero en la ac-
tividad petrolera está centrada en los hidrocarburos pesa-
dos de la llamada Faja del Orinoco, con un volumen total
equivalente a la quinta parte del total diario de 3 millones
de barriles producido en Venezuela.
PDVSA producía en mayo de 2004 unos 2,4 mbd, mien-
tras las compañías extranjeras que mantienen contratos
de “asociación estratégica” o de “ganancias compartidas”
con la petrolera estatal aportan entre 600 y 700 mil barri-
les diarios destinados exclusivamente a la exportación.
El sector privado extranjero aumenta constantemente
su capacidad de producción de petróleos extra pesados, a
medida que dispone de nuevas tecnologías. En 2004 se
anunció que el sector petrolero foráneo podría duplicar su
producción diaria antes de 10 años.
La contribución física o real del petróleo representa un
30% del producto interno bruto de Venezuela, pero su con-
tribución financiera, monetaria e influencia económica real
es muy superior a ese 30%, porque en definitiva genera
demandas y prácticamente estimula a toda la economía. El
petróleo siempre es el alma del país.

11, 12) Entrevistas del autor, mayo 2004.

119
Los amos de la prensa en Venezuela

Andrés Mata Osorio Miguel H. Otero C. Miguel A. Capriles L.,


El Universal El Nacional U. Noticias / El Mundo

Alberto Federico Ravel Gustavo Cisneros R. Omar Camero Zamora


Globovisión Venevisión Televén

Marcel Granier Guillermo Zuloaga Víctor Ferreres


R. Caracas Televisión Globovisión Presidente Venevisión

120
V
La cuestión mediática

H asta que se agudizó la polarización social en Vene-


zuela, su periodismo fue una suerte de “modelo democrá-
tico” para todo el continente. Supo guardar las aparien-
cias de “imparcialidad” y “objetividad” mientras sus “dia-
rios madre”, como El Nacional y El Universal nunca com-
prometían su propia opinión. Se la guardaban. No existía
el editorial, un espacio con la voz directa y franca del pe-
riódico, sino que una página de redacción ofrecía el arco
iris de las ideas de la sociedad, desde la izquierda a la
derecha, frente a cualquier tema o coyuntura. Quizás el
prestigio de la prensa de los años 70 y 80 fue el trampolín
para lo que vino después, cuando los dueños de esos me-
dios se propusieron destruir a la clase política y, en una
segunda etapa, lisa y llanamente suplantarla en el poder,
embarcándose en un ejercicio mediático y político absolu-
tamente inédito para la historia social y política universal.
Muchos aspectos del proceso social y político en desa-
rrollo en Venezuela jamás se presentaron en otras nacio-
nes. Tampoco aparecen en los manuales de la historia más
o menos contemporánea. Por ejemplo, Chávez no propicia
nada parecido al “comunismo”, tampoco ha tocado las for-
tunas de los ricos que, por lo demás, salieron todas del
país en las sucesivas estampidas de capitales promovidas
precisamente por los medios durante más de dos décadas
de dificultades cambiarias, desde “el viernes negro” de abril
de 1983.
El cambio social que está en marcha en Venezuela no
pone en riesgo al “capitalismo” sino que más bien le resti-
tuye sus olvidadas cualidades “originales” de libre compe-
tencia e igualdad de posibilidades para todos. No es más
que una expresión contemporánea de la trilogía ¡igualdad,
libertad, fraternidad!, el desiderátum universal de la ideo-
logía del capitalismo que supuestamente ascendió mien-
tras caía La Bastilla, 1789. El gobierno reorientó el gasto
público de los ingresos del petróleo, a la vez que puso a la
empresa petrolera estatal en un rol de liderazgo social tam-
bién inédito hasta ahora.

121
El carácter del Ejército venezolano también es otra “ano-
malía”. En toda América Latina, particularmente en el sur,
los ejércitos devinieron en guardianes celosos de las cla-
ses propietarias, adornando su quehacer con la fraseolo-
gía hueca de un discurso castrense influido por Estados
Unidos. Quizás los únicos países latinoamericanos donde
alguna vez hubo libre acceso de las clases populares a la
oficialidad del Ejército, como habría ocurrido en su origen
en la guerra contra España, fue en el Perú de los años 70,
con Juan Velasco Alvarado, y en la Bolivia de la revolución
de los años 50.
El comportamiento de los medios se inscribe en las ex-
centricidades de un proceso atípico, único en el planeta...
Mientras en el resto de la región se acentúa la tendencia a la
concentración de la propiedad mediática, en Venezuela exis-
ten tres matutinos tradicionales de circulación nacional pero
a la vez proliferó una docena de diarios de bajísima tirada
cuya sobrevivencia es un misterio bien guardado. ¿Quién
compra tantos diarios de oposición al gobierno de Chávez?
Al parecer, se publican sólo para cumplir con los extraños
rituales de poder derivado del maridaje política/medios.
Con motivo del día mundial de la libertad de prensa,
Jim Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, reconoció1
que “de una población planetaria de seis mil millones de
personas, sólo 1,2 mil millones viven en países con acceso
a una prensa libre, 2,4 mil millones tienen acceso a una
prensa parcialmente libre, y otros tantos viven privados de
libertad de prensa. En otras palabras, alrededor del 80 %
de la población carece de acceso a una prensa completa-
mente libre. Llama la atención que la mayoría de esas per-
sonas sean habitantes de países en desarrollo”, escribió el
capo de uno de los institutos responsables del “nuevo or-
den internacional”. “Estos desequilibrios en la libertad de
prensa son síntomas de desigualdades más profundas en-
tre los países ricos y pobres”, concluyó Wolfensohn.
El Presidente del Banco Mundial recordó “las desigual-
dades más importantes: mil millones de personas, la sex-
ta parte de la población mundial, posee el 80 % de la ri-
queza mundial, mientras que otros tantos tienen que sub-

1) Panorama, Maracaibo, 20 de mayo 2004.

122
sistir con un dólar diario. Dos mil millones de individuos
carecen de acceso a agua potable, 150 millones de niños
no llegan nunca a escolarizarse, y más de 40 millones de
habitantes en los países en desarrollo son seropositivos,
con escasas chances de recibir tratamiento médico contra
esta enfermedad siniestra”. ¿Cuál es el vínculo, pues, en-
tre la libertad de prensa y la pobreza económica?, fue la
pregunta que se formuló el banquero. Probablemente, la
conservación de las cosas tal como están, el statu quo,
aunque Wolfensohn cree que sólo es la corrupción.
Las desigualdades mundiales descritas por Wolfensohn
resultan perfectamente válidas en la sociedad venezolana
actual, con 80% de excluidos y, además, “sometidos” a “la
libertad de prensa” que les impone la tiranía del reducido
universo de propietarios de los medios, que por añadidura
se siente llamado a ejercer directamente el poder político.
El “estilo” del gobierno mediático fue anticipado en abril
de 2002, con un golpe fraguado y conducido desde las
oficinas de la estación de televisión de Gustavo Cisneros,
pero a la vez frustrado por la voluntad popular que prota-
gonizó una gran noticia nacional... ocultada por la TV que
se dedicó a transmitir dibujos animados, como si en el
país no pasará nada. “Todo está normal bajo el nuevo go-
bierno surgido del golpe” era el mensaje encubierto que
difundían Cisneros y sus boys. Con el andar del tiempo,
en un proceso de apenas dos años, Cisneros se convirtió
en el jefe indiscutible de la oposición a Chávez. Ahora es
“un líder político”, además de sus condiciones, entre otras,
de hombre más rico de Venezuela, dueño del concurso
Miss Venezuela y de un equipo un béisbol que no gana
partidos desde que lo adquirió.
El liderazgo político de Cisneros exhibe un bajo perfil
desde el referendum del 15 de agosto. Que esta versión
tropical del big brother de Orwell aspire a "líder", no sor-
prende en Venezuela, excepto a sus "liderados", quienes se
enteraron... por la prensa de una reunión que tuvo en ju-
nio 2004 con el mismísimo Chávez, más el ex presidente
Jimmy Carter. La verdad es que la oposición a Chávez no
tiene líderes de envergadura nacional, tampoco tiene pro-
grama, sólo tiene medios de comunicación. La pregunta es
¿quiénes son los dueños de los medios de comunicación?

123
Los grandes “duopolios”
Dos "duopolios" controlan los principales medios de co-
municación de Venezuela, según la óptica del escritor Fran-
cisco Mieres, miembro de la Academia de Ciencias Econó-
micas. El economista coincidió también en asignar a esos
grandes medios “duopólicos” las tareas de conducción so-
cial que antiguamente fueron del dominio indiscutible de
los partidos políticos.
El duopolio de diarios está integrado por El Universal y
El Nacional, que en el pasado expresaron intereses ideoló-
gicos antagónicos, en tanto el dinomio duopólico de televi-
sión lo conforman Venevisión-Cisneros y Radio Caracas
TV-grupo Phelps-Marcel Granier, en alianza con Radio
Cadena Nacional (RCN) de Colombia.
Para Mieres, simplemente “hay un duopolio de los dia-
rios y hay otro duopolio en televisión que forman el grueso
de la oligarquía venezolana”. El economista, académico y
columnista piensa que ese reducido conglomerado mediáti-
co sustituyó en la práctica a los partidos políticos, “reduci-
dos a la nada, pulverizados por la ascensión de Chávez y del
movimiento bolivariano”.
La mayor crítica que se formula a los grandes medios
corporativos venezolanos es que ya no se limitan a infor-
mar, opinar y reflejar los conflictos internos de la socie-
dad, sino que ellos mismos forman parte del conflicto. Más
aún, ¡conducen a una de las partes en conflicto!
Según Mieres, “aquellos que habitan casi todos en el este
de Caracas han sido el lucro visible de la conspiración inter-
na; la campaña mediática más feroz se realiza desde esos
medios y los intentos de abril de 2002, y sobre todo los de
diciembre y enero subsiguiente, tuvieron como protagonis-
tas a estos grupos oligopólicos de la sociedad venezolana”.
Estos grandes protagonistas –los medios, en la visión de
Mieres– “subsumieron a la CTV, la llamada Confederación
de Trabajadores de Venezuela, donde –hace mucho– se tra-
ta de líderes totalmente corruptos, de sindicaleros, y al res-
to de las capas medias idiotizadas por la televisión, la pren-
sa, etcétera, ...y a unos pocos politiqueros de escasa forma-
ción y de poco arraigo, porque en la mayoría de los casos se
trata de políticos desacreditados”.

124
Su conclusión es que el sector em-
presarial carece de partidos políticos que
representen sólidamente sus intereses
ante el resto de la sociedad, como suele
ocurrir en la mayoría de los países. Por
lo tanto, la representación “política” de
las organizaciones e intereses empresa-
riales, simultáneamente, se hizo “mediá-
tica”. “El protagonismo del sector empre- Aram Aharonian
sarial conectado al capital extranjero, ha
sido grande por diversas vías”, sentenció Mieres.
En general, todos los grandes diarios tradicionales su-
fren los efectos de la misma medicina que ellos le aplicaron
a los partidos políticos, cree el periodista Rubén Aram Aha-
ronian, director de las revistas Question y Quántum.
“Atacaron sin piedad a los partidos, hasta demostrar
que eran prescindibles y los sacaron de la escena. Hoy la
credibilidad de los grandes diarios y de los grandes cana-
les es cada vez menor. O sea, les falta información, no
tienen credibilidad, son estresantes... Uno, después de re-
visar una semana un periódico venezolano y presenciar
dos horas de TV por día, tendría que suicidarse...”
El Universal apareció temprano, con la llegada del capital
petrolero. Fundado en 1909 por el poeta gomecista Andrés
Mata, el solo nombre del periódico petrolero ya presagiaba la
globalización, según palabras de Mieres.
Para el periodistas Aharonian, El Universal “sigue siendo el
diario de la ‘godorria’, de los amos del valle, de la gente de más
dinero, de los más conservadores, muy vinculado últimamente
al Opus Dei por María Teresa Vivas, directora ejecutiva del pe-
riódico y cónyuge del dueño, Andrés Mata Osorio”.
El heredero del control del diario honra plenamente la
tradición derechista de sus antepasados, enriquecida inclu-
so con la inclinación integrista conyugal. Desde que el ex
asociado Teófilo Núñez ganó un juicio, cobró su parte y se
fue, la propiedad del diario radica exclusivamente en la fa-
milia Mata.
Como todos los diarios tradicionales latinoamericanos,
El Universal se somete periódicamente a la cirugía plásti-
ca de la “modernización”, cambios leves en la forma y dia-
gramación, un toque gráfico imitado del último look del

125
The New York Times y otros
trucos en que también es
ducho El Mercurio. Se trata
de lograr que parezca que
hubo cambios, ojalá radica-
les, pero que todo siga igual.
La modernización incluyó
esta vez al lenguaje periodís-
tico decimonónico que fue
“remozado” por asesores
traídos desde El Mundo de
España, el diario que le fue
fiel a José María Aznar has-
ta el final.
El Nacional fue estableci-
do cuando Venezuela transi-
taba la “democracia” poste-
rior a la muerte del gomecis-
mo como respuesta a El Uni- Andrés Mata Osorio
versal y a lo "extranjerizan-
te", más o menos en el tiempo en que Albert Camus publi-
caba su celebrada novela antónima El Extranjero (1942).
Hay quienes afirman que el heredero de El Nacional lo "des-
nacionalizó" al modificar la línea editorial que originalmen-
te impusieron su padre y su abuelo.
Fundado en 1943, cuando Europa definía la segunda
gran guerra, El Nacional de Miguel Otero Silva y su padre,
Henrique Otero Vizcarrondo, apareció justamente como re-
fugio “no petrolero” del pensamiento más avanzado de esa
época. Sesenta años después, sobrevive con oxígeno colom-
biano o el apoyo puntual del grupo Cisneros o de los pode-
res que simbolizan todo lo contrario de cuanto tuvieron en
mente sus fundadores.
La propiedad de El Nacional se concentra en 70% en
Miguel Henrique Otero Castillo desde que su primo José
Calvo Otero –hijo de su difunta tía Clara Rosa Otero– ven-
dió su parte y se fue a vivir a París. Cisneros siempre le ha
tenido ganas a ese diario, pero en las condiciones de venta
de los Calvo –alrededor del 50 por ciento– quedó estipulado
que su parte no puede venderse a ningún grupo editorial,
ni a través de testaferros. Este diario, cuyo capital real no

126
debería superar los dos mi-
llones de dólares, incluyen-
do rotativas, sede y el nom-
bre un tanto devaluado, tie-
ne un pasivo de 6 millones
de dólares con los bancos
Provincial –en el fondo es el
Bilbao Vizcaya Argentaria
(BBVA)– y Banesco, del vene-
zolano Juan Carlos Escotec.
Otero, quien aspira a co-
tizar el diario en Bolsa, qui-
sieran enajenar hasta un
45% para superar definitiva-
mente la debacle. La capta-
ción de nuevos capitales es
tarea de Manuel Sucre, ex
gerente de Mavesa –empre-
Miguel Otero Silva
sa alimentaria que pasó al
grupo Polar–, vicepresidente ejecutivo y la persona que
maneja financieramente a El Nacional. En la nueva com-
posición del directorio del diario aparece “gente que no
tiene dinero como para una inversión así que obviamente
es testaferro de otra”, cree Aharonian.
El agudo perfil de analista de Mieres sostiene que hoy El
Nacional se “desnacionalizó” en un proceso que culminó
“cuando la empresa editora puso como director a Alberto
Quiroz Corradi, quien fue jefe de la Shell de Venezuela”.
Quiroz Corradi es una “figura política”, de acuerdo a
los nuevos cánones de la Venezuela actual, miembro ac-
tivo de la coalición de oposición llamada Coordinadora
Democrática, y en el lenguaje de Mieres, “negociador ahora
de todas estas cosas politiqueras, de los reparos y del
revocatorio”. Se pregunta si su “representatividad políti-
ca” proviene de su paso por la Shell, El Nacional o ...
ambos. Lo cierto es que tiene a su disposición el espacio
del diario que requiera, pero ¿cuál es su sustento políti-
co? o ¿en qué afirma su “representatividad”? La explica-
ción radicaría en el llamado “poder mediático” o “la fuer-
za” invisible que emana del papel limpio mojado cada ma-
ñana con tinta fresca.

127
Orlando Utrera Reyes, di-
rector de la agencia Venpres,
caracterizó a Otero Castillo
como “aventurero político”.
“Estuvo en los principios de
este período con el Presiden-
te, pero como no consolidó
algunas áreas de poder den-
tro de la estructura del Es-
tado, fue pasando a la opo-
sición; en la medida en que
no le daban cosas, se iba
desprendiendo del compro-
miso que inicialmente tuvo
con el movimiento bolivaria-
no a nivel político, por no de-
cir electoral”, dijo.
El periodista Aharonian
Miguel Henrique Otero Castillo
visualiza también como due-
ños de importantes medios de comunicación a los grupos
financieros o a los bancos que manejan enormes deudas y
préstamos contraídos en divisas y en bolívares... Desde
los años 93 y 94 estos medios de comunicación atravesa-
ron crisis y tuvieron pasivos en bancos que terminaron
por cerrar o pasaron al capital extranjero. Entre esos sal-
vavidas entrecruzados emergió una participación –todavía
no cuantificada– del grupo El Tiempo en el diario El Nacio-
nal y otra de capitales colombianos en el grupo “Uno BC”,
que es Radio Caracas TV.
Además, existe la omnipresencia transnacional del gru-
po Cisneros, que ya no se sabe bien a ciencia cierta si es
“Cisneros-Murdoch” o es “Cisneros-Time-Warner” y todo lo
que tenga atrás, o sea, “ahí hay una cantidad de fusiones y
megafusiones que a uno lo pierden”, comentó el director de
la revista Question, de Caracas. “Pero quien maneja direc-
tamente al grupo es el cogollo de Cisneros”, precisó.
En todo el mundo los medios pierden credibilidad de
manera creciente –y por consiguiente, clientela–. En Esta-
dos Unidos, el público cree cada vez menos en los diarios,
las radios y estaciones de TV de la gran prensa corporati-
va que hizo suyas –sin ningún análisis crítico– las menti-

128
ras oficiales que justificaron “moralmente” la invasión a
Irak, cuya secuela de víctimas civiles –ancianos, mujeres
y niños– es un aspecto de la guerra que el Pentágono y los
medios mantienen ocultos. Por razones distintas, en Ve-
nezuela también hay inquietud por “la cuestión mediáti-
ca”, Las ventas de El Nacional por lo menos han bajado a
más de la mitad.
El violento cambio ideológico en la orientación edito-
rial, disminuyó los lectores de El Nacional respecto a El
Universal, que al fin de cuentas fue siempre un diario de
derecha. Es decir, la circulación de El Nacional, decrece
más rápido que la de El Universal, en un
proceso que transfiere lectores a Ultimas
Noticias, competidor tradicional que Mie-
res no inscribe en su visión de un duopo-
lio de la prensa escrita o de papel.

Ultimas Noticias
Al morir, en 1996, el dueño de Ulti-
mas Noticias, Miguel Ángel Capriles, des-
pués que su descendencia disputara un
patrimonio estimado entonces en 550 mi-
llones de dólares2, el control del diario
fundado en 1941 por Kotepa Delgado y
otros periodistas progresistas de ese tiem-
po, recayó en el único hijo varón del pri-
mer matrimonio del editor-cofundador,
Miguel Ángel Capriles López. El heredero
decidió que el matutino observe una lí-
nea editorial ecuánime, simplemente po-
niendo énfasis en la información veraz.
En cambio, dispuso que el otro diario, el
vespertino El Mundo asumiera la postu-
ra opuesta, conservadora y beligerante.
En el decir del director de las revistas
Question y Quántum, “un arreglo judicial
y extrajudicial, más una estrategia muy
hábil, permiten que la segunda genera-

2) Stephen Ixer, revista Poder, 3/9/2002) M.A. Capriles López

129
ción de Capriles tenga un periódico que
recibe publicidad oficial y no ataca al go-
bierno, que es Últimas Noticias, y simultá-
neamente posea otro periódico, el vesper-
tino El Mundo, que es radicalmente oposi-
tor. O esa, que en definitiva el gobierno fi-
nancia a los dos. Realismo mágico del tró-
pico”, propuso el periodista.
–¿Por qué?, –hubiera preguntado Pero Eleazar Díaz R.
Grullo–.
–“Porque con toda la publicidad del gobierno, que sola-
mente va para Ultimas Noticias (no va a El Nacional, no va
a El Universal), se subsidia todo lo que imprima el grupo
Capriles. O sea, el gobierno subvenciona sus ataques...”, –
sentenció Aharonian–.
Ultimas Noticias prácticamente duplica en circulación
–de lunes a sábado– a El Nacional, con 150.000 ejempla-
res por día, según su director, Eleazar Díaz Rangel. El
periodista asegura que ese tiraje ha sido certificado más
de una vez por una empresa independiente aceptada por
la Asociación Nacional de Anunciantes (Anda) y la Fede-
ración Venezolana de Agencias de Publicidad (Fevap). Ade-
más, hoy la circulación puede ser verificada por cual-
quiera de las tres grandes editoriales debido a que po-
seen un pool de distribución creado para enfrentar la cri-
sis generada por el paro petrolero de diciembre 2002 y
enero 2003.
Es decir, los diarios que promovieron el paro termina-
ron siendo víctimas del paro. En vista que el pool consi-
guió rebajar de manera significativa los costos de distri-
bución nacional de los tres diarios de mayor circulación
nacional, las empresas decidieron conservarlo como es-
tructura permanente. “Y esto nos permite conocer lo que
siempre ha sido un secreto, la circulación de El Nacional y
El Universal y, naturalmente, ellos conocieron la nuestra”,
explicó Díaz Rangel.
El director aseguró que Ultimas Noticias llegó a difun-
dir 300.000 ejemplares más de algún domingo, pero su
rango normal oscila entre 200 y 230 mil, en tanto las ci-
fras dominicales de El Nacional y El Universal alcanzan a
duras penas a 100.000.

130
El “Bloque de Armas”
Hay otro diario que acompaña al trío sobreviviente de la
“prensa grande” –explicó Aharonian–, “otro diario que sigue
vendiéndose mucho, Meridiano, periódico deportivo del gru-
po que fundara Armando De Armas, que sigue siendo po-
deroso: tiene el canal deportivo Meridiano TV, Diario Abril,
Diario 2001 y la distribución de variadas revistas –hípicas,
farándula– entre las que alguna vez estuvo Bohemia y otras
que han desaparecido”.
Además, De Armas tuvo una alianza con la cadena Hearst,
de Estados Unidos, y más tarde con la rama de revistas de
Televisa, México, para distribuir las publicaciones sobran-
tes. La red de distribución se fortaleció con la cadena de
librerías Las Novedades.
En el pasado remoto, Capriles y De Armas trabajaron
juntos, fueron socios, pero se distanciaron por diferencias
de negocios. Estos self made man hicieron grandes fortu-
nas durante los 40 años de democracia formal. Además,
llegaron a tener sus propios diputados, senadores y conce-
jales, en ambos partidos. Se cuidaron de que el Parlamento
ni el municipio afectara jamás sus intereses. Durante el
gobierno de Luis Herrera Campíns hubo una crisis en el
negocio comunicacional por la prohibición de la publicidad
de cigarrillos y alcoholes en radio y TV. “Hasta el día de hoy,
una cantidad de medios jamás mencionan al social cristia-
no Herrera Campíns; está vetado”, recordó Aharonian.

Diarios del interior vs "diarios fantasmas"


La prensa regional suele mostrar más fortaleza econó-
mica que muchos diarios caraqueños de “presunta” pro-
yección nacional. Lo curioso es que en Venezuela existen
diarios que presumen de “nacionales” cuya sobrevivencia
es un gran misterio.
“El diario El Globo es semi-clandestino, por la canti-
dad de ejemplares que publica, pero forma parte de un
fenómeno”, explicó Aharonian “...En este país hay unos
11 diarios que no llegan a 3.500 ejemplares de tirada
diaria y uno se pregunta ¿cómo sobreviven?”, comentó el
periodista.

131
Aharonian citó Así es la Noticia, un subproducto de El
Nacional; El Nuevo País, de Rafael Poleo; La Religión, de la
Iglesia Católica; El Diario de Caracas, de Julio López; El
Globo, de Nelson Mezeherane; 2001, del grupo De Armas;
Abril ("que incluso cerró y nadie se enteró"), Reporte Diario
de la Economía, de los empresarios árabes Tannous y Pie-
rre Gerges; y Tal Cual, de Teodoro Petkoff, con apoyo del
grupo Neuman.
¡Todos estos se hacen llamar diarios nacionales!”, re-
clamó el periodista.
En el interior del país existen diarios más importantes
que muchos periódicos capitalinos. Algunos tienen también
circulación nacional, todos cubren un área geográfica defi-
nida, cualquiera tiene más tirada que los caraqueños y hay
muchos periódicos locales y regionales que tienen mucho
más fortaleza económica que otros diarios capitalinos. Por
ejemplo, Panorama, de Maracaibo, entre otros. Este diario,
que pertenece a la familia Pineda Belloso, un poderoso grupo
económico local zuliano, practica un periodismo imparcial
de alta calidad informativa.
Otros medios regionales potentes: La Nación de San Cris-
tóbal, de otro grupo económico local; Frontera, de Mérida;
El Carabobeño, de la familia Alemán de Valencia, de extre-
ma derecha; o El Impulso de Barquisimeto, de la familia
Carmona, que puso a uno de los suyos en el golpe del 2002.
Casi todos los grupos económicos locales se aliaron con la
prensa, hasta llegar a ser poderosos en sus regiones, en un
proceso de 40 o 50 años, explicó Aharonian. “Muchos em-
pezaron con medios de comunicación y otros que comenza-
ron con empresas, después tuvieron medios de comunica-
ción. No siempre es igual, pero teniendo medios de comuni-
cación se facilita el acceso al poder”, comentó el periodista.
Panorama tiene circulación nacional y domina su zona
de influencia –la región centro occidental del país–. Como
Panorama procura hacer periodismo veraz –con crítica pero
sin ataques gratuitos al gobierno– quizás sea el mejor dia-
rio del país, profesional e informativamente, el único que
verdaderamente informa, junto con Ultimas Noticias. Tie-
ne cuerpos internacionales, nacionales, regionales y zo-
nales, ofrece buenos textos de opinión, bien redactados, y
un buen lenguaje. En general, esta bien hecho.

132
El duopolio televisivo
La mayor fortaleza del duopolio televisivo reside en Ve-
nevisión, una de las pocas empresas que el grupo Cisne-
ros mantiene todavía en el país, además del concurso Miss
Venezuela. El grupo Phelps, que fue el primero en estable-
cerse en el rubro, terminó aliando a Radio Caracas TV a la
colombiana Radio Cadena Nacional. Venevisión y RCTV
poseen una sólida red de televisión abierta de sintonía na-
cional. Radio Caracas conserva, disminuida, la red de ra-
dioemisoras que tuvo en el pasado, mientras que Venevi-
sión distribuyó sus circuitos y frecuencias de radios entre
sus directores y gerentes cubanos más cercanos.
Gilberto Correa, un animador de TV y hombre cercano
a Cisneros, maneja un tercio de las emisoras de todo el
país. “Todavía no se ha democratizado en Venezuela lo
que antes llamábamos el éter: Sigue habiendo la misma
cantidad de radioemisoras en poder de la misma gente”,
reflexionó el periodista Aharonian.
En una red de unas 300 estaciones de radio declarada-
mente opositoras al gobierno, hay un centenar que estuvo
bajo control del cubano Orlando Castro, a quien sindican
como un testaferro de Carlos Andrés Pérez que estuvo “fue-
ra de control”, es decir, que movió la propiedad de algunas
radios. Algunas radioemisoras atrapadas en la crisis ban-
caria de 1994 terminaron bajo control de Fogade y del Esta-
do, entre ellas Yvke Mundial.
Según Orlando Utrera, director de la agencia Venpres,
el grupo Phelps-Radio Caracas TV maneja, además, cua-
tro cadenas de radio, participó largo tiempo en El Diario de
Caracas, tiene presencia en la industria de la cultura, po-
see capacidad para producir libros, interviene en la in-
dustria del espectáculo, publicidad, bienes inmuebles y
sector alimentario, de acuerdo a investigaciones efectua-
das en los registros mercantiles hasta los años 80.
Para este grupo, sus medios fueron un buen negocio
que, de paso, le otorgó protagonismo a Marcel Granier, sin
el fastidio de participar en elecciones ni en las demás for-
mas convencionales de “hacer política”.
Desde hace más de una década existe otro protagonis-
ta mediático privado que inició la búsqueda de su nicho

133
de mercado con un empujón accionario del grupo Cisne-
ros más una concesión de televisión abierta otorgada por
el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989). Omar Camero
Zamora procura encajarse también en el mercado que do-
mina el duopolio, con Televén, menos poderosa e influyen-
te que sus competidoras de más tradición. “Ahí se dice
que hay un canal de Lusinchi, con grupos económicos na-
cionales fuertes atrás, para sostenerlo”, dijo Aharonian.
La prensa “nacional”, por otra parte, publica con frecuen-
cia unos extraños avisos que defienden a Camero de ata-
ques que muy pocos conocen. Por su parte, Vladimir Ville-
gas, presidente de Venezolana de Televisión, piensa que
“Televén pareciera que está tratando de buscar el equili-
brio; yo no me atrevo a decir que son sinceros del todo,
pero digo que algo han avanzado”.
Globovisión es una señal UHF vinculada a Acción De-
mocrática, cuya máxima figura empresarial, Alberto Fede-
rico Ravel, fue ministro y alto funcionario comunicacional
en los últimos gobiernos de ese signo partidario. Además,
la estación es el emblema de un nuevo grupo mediático
emergente levantado por Guillermo Zuloaga, de la familia
tradicional del negocio eléctrico (Electricidad de Caracas,
adquirida por AES Corporation), Ravel y el dueño del dia-
rio homónimo.
“O sea –explicó Aharonian–, Globovisión surge con tres
capitalistas grandes y una cantidad de pequeños que son
Zuloaga, Ravel y Nelson Mezeherane, dueño del diario El
Globo, del Banco Federal y de la explotación de El Ávila
(Teleférico, Hotel Humboldt, mayoría de hoteles Esperia,
controladores de la parte de los hoteles Melliá que se ha-
llaba en manos del Estado)”.
“La señal de Globovisión o Canal 33 UHF, ingresa “por
aire” a los hogares de la región metropolitana, pero los re-
petidores satelitales la extienden y multiplican como si fue-
ra una señal nacional VHF, que además entra por cable y
vuelven a repetir por aire en distintos lados: esto es una
trampa bien montada”, indicó Aharonian. En resumidas
cuentas, Globovisión podría verse como una fecundación
en la que están presentes algunos resabios de “los amos del
valle” en alianza con el neo-riquismo y el más genuino me-
dio pelo de antigua data en Acción Democrática.

134
El delgado hilo de las alianzas de los amos del valle que
confluyen en Globovisión conduce a los propietarios de El
Universal y a Ana Corina Machado, la hija Enrique Machado,
de la parentela con los Zuloaga, quien, además, es la jefa de
Súmate, la organización financiada por el National Endow-
ment for Democracy (NED) de Estados Unidos “para promo-
ver la democracia” en Venezuela, una suerte de consejo na-
cional electoral propio de “los dueños de Venezuela”.
Cmt, Canal Máximo, es una pequeña estación que trans-
mite todo el día “noticias” y propaganda antigubernamen-
tal, operando las señales UHF 49 y 51. Pertenece a los des-
cendientes del ex comunista Juan Bautista Fuenmayor, fun-
dador de la Universidad Santa María, asociados a cons-
tructores italianos del grupo Umberto Petricca Zugaro, quie-
nes hicieron fortuna mediante contratos de obras públicas
con diferentes gobiernos. Después hay una veintena de ca-
nales en todo el país que siguen la tónica de RCTV, Venevi-
sión y Globovisión, hay una red de canales más locales y
todavía más pequeños, de cobertura muy limitada. Villegas
citó entre ellas, “algunas televisoras regionales con las cua-
les tenemos colaboración, que no son televisoras chavistas
pero tampoco son televisoras golpistas”...
La contrapartida del cuarteto de TV privada es la red esta-
tal de televisión pública Venezolana de Televisión (VTV), que
tradicionalmente adopta la orientación del gobierno de turno
y alguna vez fue dirigida por el mismo Ravel como ministro
virtual de información. VTV también ha proveído directa e
indirectamente de equipos a estaciones de la competencia
privada diseminadas a lo largo y ancho del territorio.
La transferencia que hizo la última administración de
Rafael Caldera de las instalaciones de la señal cultural (Ca-
nal 5) a la Iglesia Católica, que puso en el aire Vale TV,
quizás fue el último desmantelamiento más notorio del pa-
trimonio público televisivo. La cúpula eclesiástica, alineada
también en el conflicto político que sacude a la sociedad
venezolana, dispone además de otras dos estaciones, el
Canal Los Niños Cantores del Zulia y Televisora Andina de
Mérida. El Estado fue despojado de su señal cultural, pero
un grupo de jóvenes intenta levantar una nueva estación,
Vive TV. Y existe una nueva alternativa, la experiencia de
televisión comunitaria que encarna TV Catia.

135
La televisión pública
Vladimir Villegas, Presidente
de Venezolana de Televisión (VTV),
piensa que la beligerancia política
adoptada por los medios refleja la
reacción de los sectores conserva-
dores ante el proceso de cambios
que encabeza el Presidente Hugo
Chávez”.
“La lógica de este proceso –aña-
dió– es que los dueños de medios
de comunicación de Venezuela,
como ocurre en todo el mundo, Vladimir Villegas
están asociados a las estructuras
de poder: han tenido bancadas parlamentarias y minis-
tros en las áreas más disímiles; así como ministros de in-
formación han tenido ministros de economía, diplomáti-
cos, en fin”.
“Han sido factores determinantes en la vida nacional,
pero además, se trata de medios de comunicación con vin-
culaciones internacionales. Es decir, algunos no sólo es-
tán asociados económicamente con conglomerados infor-
mativos a nivel internacional, sino que además están ‘mi-
litando’, por llamarlo de alguna manera, en un organis-
mo denominado Sociedad Interamericana de Prensa, SIP,
y militan también en la Asociación Internacional de Ra-
diodifusión, Air, organizaciones de propietarios de me-
dios que responden a los postulados del denominado con-
senso de Washington. Entonces, aquí en América Latina
y en Venezuela –específicamente–, hablar de medios de
comunicación privados es hablar de 'los megáfonos de la
oligarquía'”, sostuvo.
El Presidente de VTV percibe que los medios ahora se
plantean una suerte de asalto final al poder: “Y yo diría
que, en buena medida, pareciera que algunos de ellos se
han cansado de ser actores de segunda y que están tra-
tando más bien de asumir posiciones políticas con mayor
rol protagónico”, dijo. “De hecho, los dueños de medios
privados de Venezuela tuvieron vinculación con el golpe
de abril del año 2002”.

136
Villegas puso énfasis en que alude a los “medios priva-
dos”, porque en Venezuela también hay medios públicos,
aunque existe un par de diarios “privados” que están fue-
ra de la norma, Ultimas Noticias y Panorama de Maracaibo,
ambos cultores de un periodismo "normal", bastante im-
parcial y observante de los valores éticos que atañen a la
verdad. Dijo que los otros medios, altamente politizados,
“no responden al interés ciudadano”, sino que “al interés
económico y político de una cúpula” que abandonó defini-
tivamente las caretas de “imparcialidad” y de “objetividad”
que siempre dijeron sustentar.
Aseguro que “jugaban a la imparcialidad y al equilibrio
cuando formaban parte del 'punto fijismo'”, refiriéndose al
pacto bipartidista de gobernabilidad acordado por AD/Co-
pei en Punto Fijo, a la caída del dictador Pérez Jiménez,
una época en que “sus opiniones tenían peso en las deci-
siones de alta política y económica que se tomaban en Ve-
nezuela.
Pero al haber perdido esa característica de fuerza he-
gemónica en lo político, abandonaron esa hipocresía en
materia de imparcialidad y equilibrio informativo”.
El Presidente de VTV también opina que la “objetividad”
no existe, por lo menos en el periodismo contemporáneo. “La
aproximación del periodista a la noticia esta contaminada,
por decir lo menos, por sus prejuicios, sus valores, su cono-
cimiento o ignorancia sobre el tema, su situación económi-
ca, su situación personal, en fin..., no puede hablarse de
información objetiva. En cambio, cree que sí puede hablarse
de veracidad, de información veraz”.
Aunque no cree en la “imparcialidad”, rescata la “vera-
cidad”: “...Bueno también es relativa, porque ...yo –por
ejemplo– no soy imparcial. Como periodista nunca he sido
imparcial.
Tengo, por ejemplo, el compromiso que nos establece
nuestro código de ética, que habla de un compromiso, so-
bre todo con los más débiles. Como periodistas, [algunos]
tenemos una responsabilidad social, mientras otros ma-
nejan el periodismo para favorecer intereses económicos,
grupos económicos o grupos políticos”... Villegas sostuvo
que “el periodismo tiene que ser una herramienta de trans-
formación social”, pero con apego a la veracidad.

137
La pregunta
–Si usted dirige la televisión pública, con lo que acaba
de decir ¿no está contribuyendo precisamente a un mayor
clima de polarización...?
–Yo he dicho que nosotros como canal del Estado te-
nemos que dar apertura y estoy de acuerdo en que noso-
tros debemos dar apertura a todos los sectores de la vida
nacional... evidentemente. Tenemos que ser más abier-
tos, es cierto...
Pero estamos en medio de una batalla mediática y Ve-
nezolana de Televisión ha sido incluso objetivo militar de
los golpistas en Venezuela. Y VTV es el canal de un Estado
que tiene una nueva Constitución y nosotros pretende-
mos que se haga realidad ese conjunto de postulados es-
tablecidos en nuestra Constitución. Los factores mediáti-
cos privados, los medios privados, están –digamos– liga-
dos también a la conspiración para acabar con la demo-
cracia en Venezuela. Entonces, en esas condiciones, ¿se
me puede pedir imparcialidad? Yo creo que es un proble-
ma de las condiciones que se están viviendo ahora, que
nosotros debemos hacer aportes para rescatar un clima
de relativo equilibrio informativo. ¿Es posible?, claro que
sí. Pero eso depende, más que de nosotros, de la voluntad
política de quienes están en la oposición y que no abando-
nan del todo el camino a la conspiración. Todas las sema-
nas, todos los días, están amenazando... Si no son com-
placidas sus pretensiones políticas electorales, aunque
pasen por encima de la ley, ellos pueden convocar la vio-
lencia, buscar otro camino, derrocar al Presidente... O sea,
aquí por eso, el juego está más que claro. Aquí hay medios
que juegan a la conspiración y un medio, que es Venezola-
na de Televisión, que juega a la defensa de la democracia.
–¿Con qué otros medios cuentan la sociedad y el pue-
blo venezolano?
–Los medios alternativos, los medios comunitarios. Te-
nemos las emisoras del estado, por supuesto, también. Te-
nemos algunos medios privados que también están jugan-
do un poco más al equilibrio, por ejemplo, Ultimas Noticias
y Panorama. Tenemos emisoras de radio en el interior del
país que no están en esa política. Algunas televisoras regio-

138
nales también, con las cuales tenemos colaboración, que
no son televisoras chavistas pero tampoco son televisoras
golpistas. Televén pareciera que está tratando de buscar el
equilibrio, yo no me atrevo a decir que son sinceros del
todo, pero digo que algo han avanzado.
–¿Cómo se financia VTV?
–Con recursos del Estado y también vendemos publici-
dad. Publicidad, claro, la mayoría de nuestros clientes son
organismos del Estado, pero hay prácticamente un boicot
de la Asociación Nacional de Anunciantes, Anda. Aunque
no hay una decisión institucional, muchos de los anun-
ciantes no vienen a VTV por chantaje, por el chantaje que
les imponen los otros medios de comunicación y también
por el chantaje de la propia Coordinadora Democrática. En
todo caso, poco a poco están llegando... anunciantes del
sector privado que se habían ido... Están volviendo porque
hay una realidad: Venezolana de Televisión tiene una fran-
ja de sintonía muy alta.
–¿Cuál es el rating?
–Bueno, las empresas que hacen ese tipo de trabajo
aquí para mi no son confiables del todo. Por lo tanto, no
hemos hecho, un trabajo con ellos... Por ejemplo, una en-
cuesta de North American Opinión señala que Venevisión
tiene alrededor de 28%, Radio Caracas TV 25, 26% y no-
sotros, entre 22 y 24%. Quiere decir que VTV, hoy tiene
una sintonía que en su historia no había tenido y ese pro-
ceso comenzó precisamente con todo esta acentuación de
la campaña mediática por parte de los factores...
–¿22%?
–Si, eso es lo que nos dan algunas encuestadoras. Aho-
ra, en todo caso, yo digo lo siguiente: acepto que tengamos
el 2%, pero ¡cómo se ve ese dos por ciento en Venezuela,!.
¡Cómo se ve! (Se ríe). ¡Cómo se ve...! Es impresionante.
En la televisora del Estado se desempeñan unos 800
trabajadores. Según Villegas, “estamos en una política de
mayor cooperación con los factores comunitarios. Esta-
mos trabajando en esa dirección. Estamos variando nues-
tra programación, haciendo mucho esfuerzo para tener una
programación además de variada con contenido”. Trans-
miten un par de horas semanales producidas por la televi-
sión comunitaria.

139
Villegas explicó que existe una producción independiente
para el programa dominical Aló Presidente –que anima el
Presidente Hugo Chávez y disfruta la mayor sintonía en el
país–, pero colaboran en su realización. “...Es un mecanis-
mo de comunicación excepcional... O sea, el Presidente de
la República, a través de su programa transmite no sola-
mente sus opiniones sino muchísima información sobre lo
que se está haciendo, orientación política... De hecho, es
el programa de mayor sintonía en la televisión y en la ra-
dio venezolanas. Usted camina por un barrio de Caracas y
no necesita llevar encendido un televisor o una radio; so-
lamente con caminar de entrada al barrio... y al salir del
barrio todavía está oyendo al Aló Presidente... porque...
(suelta la risa) la gente lo tiene sintonizado. Así es”.
En efecto, basta permanecer unas pocas semanas en
Venezuela para darse cuenta que resulta indispensable oír
el Aló Presidente si existe el propósito de estar informado.
Se trata de un programa dominical que se transmite por
radio y televisión. Una de sus características es que jamás
se sabe cuánto tiempo exactamente va a durar, en todo
caso nunca menos de cuatro o cinco horas. Aló Presidente
es una suerte de show en vivo, en el que Chávez hace gala
de sus condiciones naturales de animador y comunicador.
A través de ese programa aborda la educación y formación
política de sus seguidores, una tarea que le correspondería
a los partidos políticos que lo sustentan, pero que todavía
no existen. Por esa audición se entregan, además, las noti-
cias más importantes de la semana, las realizaciones del
gobierno y todos los temas indispensables de conocer para
sus colaboradores más cercanos. Incluso allí Chávez entre-
ga luces o lanza señales sobre sus próximas “movidas polí-
ticas”, como cuando anunció veladamente que a pesar de
las objeciones y el fraude de “los reparos” habría de todas
formas referéndum –para medirse y ganarles por “nock out”–
, un “tubazo” o golpe periodístico que no fue captado por
sus entorno hasta que apareció como hecho consumado.
Aló Presidente es algo más que la tediosa audición que sue-
len animar otros jefes de Estado de la región. Por lo demás,
resulta una audición indispensable ante la terrible mala
calidad del “periodismo” que ofrecen sin excepción todos
los medios audiovisuales.

140
Aharonian sostiene que Alfredo Peña, cuando fue mi-
nistro de Información, privatizó y desmanteló la oficina
central de información, tras convencer a Chávez que “el
único y mejor comunicador” no necesitaría nada más.
Desde entonces, gran parte del peso comunicacional del
Estado recayó en el primer mandatario.
“El único informador que tiene este país es el Presiden-
te de la República una vez por semana”, aseguró Aharo-
nian. “El programa Aló Presidente, que es el más visto del
país por televisión, por radio y demás –aunque con me-
dias horas de caídas y subidas– la gente lo ve porque es la
única forma de enterarse, incluso los ministros lo ven para
saber si están botados o siguen en el cargo, lo ve la oposi-
ción para poder hablar de algo, o sea, el único referente
informativo que hay o que había en el país hasta hace
muy poco era Chávez; ahora ha surgido la figura del mi-
nistro de Comunicación, que tiene programas que tam-
bién dan pautas, entregan opiniones y sacan un poquito
la presión que Chávez ha tenido permanentemente, al te-
ner que hablar sobre todo”.
Un Aharonian jocoso relató que “un día Chávez volvió
de un viaje a China, puso un mapamundi, agarró un pun-
tero y comenzó a hacer el recorrido, a explicarle a la gente
qué era la Muralla, qué era la cultura china, por qué era
necesario ir a China... Apagué el televisor, pero al otro día
salí a la calle y todo el mundo esta hablando de “¿Viste la
Muralla china?” El programa de mayor rating del Aló Pre-
sidente fue el día que explicó los órganos reproductivos de
la mujer y el hombre. Un Presidente explicando los órga-
nos reproductivos de la pareja humana...”
El economista Domingo Alberto Rangel piensa que los
medios de comunicación hoy no necesitan responder a
intereses directos de capital. Es decir, para controlarlos
ya no se necesita poseerlos en forma directa, según el ac-
tual esquema de la propiedad. Pero si el rating desciende,
baja la facturación publicitaria y decae la circulación real
de los diarios surge, inevitable, la pregunta clave: ¿cómo
se sostienen los medios?
¿Cómo habrá afectado a los medios la huelga patronal
petrolera que ellos mismos organizaron?, suena como una
pregunta interesante. “En la TV también hubo una baja

141
del rating y tiene que haber allí mucho negocio oculto... Es
evidente que Cisneros tiene muchos otros negocios que
pueden suplir lo que aquí no se consigue; no sé que pasa
en el caso de la Phelps, que estuvo ligada a seguros... o a
otros negocios que a lo mejor le permiten sostenerse...”,
razonó Francisco Mieres.
El economista piensa que existe financiamiento exter-
no, quizás bajo la apariencia de publicidad del sector forá-
neo del gran comercio.
“Hay también, debe haber, financiamiento no visible. Es
evidente que en diciembre 2002 y enero 2003 los periódi-
cos se redujeron a la cuarta o quinta parte por falta de
fondos y algunos de ellos estuvieron a punto de desapare-
cer”, dijo. Si Estados Unidos financia abiertamente activi-
dades políticas internas, tampoco existirían motivos para
dejar a los medios fuera de la generosidad del reparto, como
ocurrió antes en otros países en que todavía –técnicamen-
te– los medios no habían sustituido a los partidos. De otro
modo, si la clase política recibe platas extranjeras, ¿por qué
los medios no?

Preocupación mediático-social
Algunos teóricos de la comunicación, como Ignacio Ra-
monet, propugnan que la gente se constituya en un “quin-
to poder”, o una suerte de “observatorio social de medios”,
para bajarle los humos al “cuarto poder”, aquel que nadie
eligió y existe sólo por la fuerza del dinero. Sea por la ra-
zón que fuere, en Venezuela también existe hoy una cre-
ciente inquietud por “la cuestión mediática”, tan novedosa
como lo fue la preocupación que irrumpió en su tiempo
por la “cuestión social” de principios del siglo 20.
“A partir de abril de 2002, en un año se realizaron en
Venezuela más foros, jornadas y discusiones sobre el pe-
riodismo y el rol de los medios que todos los que se habían
celebrado desde la caída de la dictadura de Pérez Jimé-
nez, en 1958”, dijo Eleazar Díaz Rangel, quien además de
dirigir Ultimas Noticias enseñó periodismo y fue dirigente
de los periodistas latinoamericanos. “Lo hecho desde abril
de 2002 a abril de 2003 supera todo lo que se hizo en más
de 40 años”, advirtió.

142
El interés sin precedentes por “la cuestión mediática”
no incluye a las empresas, sólo a los periodistas y a la
gente, según el académico. La preocupación “teórica” por
el rol de los medios tuvo una contraparte “práctica” con la
aparición de variadas manifestaciones de prensa alterna-
tiva, pequeños periódicos, semanarios y quincenarios que
han venido proliferando en todo el país. Hay más de 100
radioemisoras comunitarias –que antes no existían– e in-
cluso tres estaciones de TV que funcionan con todos los
permisos del Estado.
Díaz Rangel inscribe esta suerte de “revalorización”
social del llamado cuarto poder entre los cambios más sig-
nificativos observador por él en el desarrollo de una con-
ciencia popular en la Venezuela de Chávez, junto con el
nuevo interés del ciudadano común y corriente por otros
temas antes dejados de lado, como el rol social de la em-
presa PDVSA en la explotación y comercialización del pe-
tróleo de “todos los venezolanos” y el conocimiento acaba-
do del contenido de la Constitución vigente desde 1999.
“La gente toma conciencia de la implicancia social de la
empresa petrolera, que antes sentía ajena, como una “caja
negra’”, explicó el periodista. Pero el vuelco más espectacu-
lar lo advirtió en lo que denomina “el fin del mito de las
constituciones”.
Díaz Rangel estableció que las 27 constituciones que
hubo entre 1811 y 1961 acumularon, todas juntas, un to-
tal de unos 60.000 ejemplares para casi dos siglos de vida
republicana. “En la época de Gómez hubo, por ejemplo, unas
seis constituciones que imprimieron unos 500 ejemplares,
nada más”. La que se publicó más fue la de 1961, “no por-
que la leyeran, sino porque duró 40 años”, apuntó el acadé-
mico.
“La Constitución del ‘99 –y este es un dato que me dio
el director de la Imprenta– anda cerca de los 600.000 ejem-
plares, sin contar las ediciones “clonadas” que han traído
de Colombia y Perú para abastecer a los buhoneros”, con-
cluyó Díaz Rangel. El periodista percibe en la gente un
interés sin precedentes por la ley y la Constitución que lee
y usa hasta el soldado de las Fuerzas Armadas. “Nunca
antes una carta magna se había discutido y aplicado tan
extensamente”, comentó el periodista.

143
Díaz Rangel percibe que también “ha surgido una con-
ciencia crítica, cuestionadora de los medios, que ofrece to-
dos los matices, desde las críticas más radicales hasta las
observaciones más puntuales. Nunca hubo un cuadro como
ése en la sociedad”, concluyó el académico. La gente piensa
hoy que la libertad de expresión incumbe a toda la socie-
dad, no sólo a los periodistas y a los dueños de medios.

“Lealtad ideológica”
Muchas personas ignoran que los periodistas están des-
protegidos frente a sus patrones. Sus contratos carecen
de una cláusula de conciencia que los libere de escribir o
actuar en contra de su propia conciencia. Parece banal,
caricaturesco y hasta “totalitario”, pero las empresas ve-
nezolanas le exigen “lealtad ideológica” a sus periodistas.
Despiden a quien no piense como los dueños de la empre-
sa. Probablemente por esta razón, la mayoría de los perio-
distas hoy está contra el proceso Chávez. El gremio está
dividido, como toda Venezuela.
Díaz Rangel cree que la exigencia de “lealtad ideológi-
ca” es un factor nuevo en la vida gremial y laboral de los
periodistas. “Antes siempre hubo gente de izquierda –dijo–
, incluso en las empresas más poderosas y más derechis-
tas, como por ejemplo El Universal. Si un periodista tenía
problemas en una empresa, o tenía que irse, existían otras
fuentes de trabajo; si salía de El Nacional podía irse a El
Universal, o al revés, y de El Universal podía irse a la Cade-
na Capriles... Había cierta fluidez. Pero hoy no”.
Antes también hubo una cláusula no escrita de liber-
tad de conciencia. “Si tú estás trabajando en alguno de
estos medios –también vale para radio y TV– y te despiden
por ser sospechoso de chavista, tú no tienes dónde em-
plearte. Lo que te queda es Ultimas Noticias o –hablando
de Caracas– los medios gubernamentales, nada más”, pro-
siguió el periodista.
Para Díaz Rangel, la intolerancia achicó aún más un
mercado de trabajo de suyo reducido y “ése es un factor
que influye, consciente o inconscientemente, en la con-
ducta de muchos periodistas y de otros que están total-
mente digitados con esas líneas. Pero estoy hablando de

144
que hay un porcentaje significativo –que antes no existía–
cuya conducta se explica por el temor a que los despi-
dan... No pueden discrepar. Tú no puedes discrepar de la
línea de estos grandes medios. Es imposible”.

El caso Milagros Pérez


“El primer caso –relató Díaz Rangel– fue el de una
periodista que se llama Milagros Pérez, quien era jefa de
la sección política de El Universal; eso fue el año 2000,
creo. Anteriormente, la empresa reconoció en una eva-
luación su capacidad y seriedad para mantenerse al frente
de la sección.
“Progresivamente, comenzaron a cambiarle los títulos.
Hubo ocasiones en que ponían otros títulos que no tenían
correspondencia con el texto. Y entonces ella reclamaba y
reclamaba, hasta que un día le dijeron que si no estaba
satisfecha con eso, pues no le quedaba otro remedio sino
irse porque ésa era la línea del periódico. Bueno, ella tuvo
que irse.
“El día que se fue, en la redacción se vivió un momento
de mucha tensión. Le dieron un aplauso. La mayoría se
identificaba con ella. Suscribieron una carta, que la publi-
có el Sindicato, mostrando solidaridad con esta periodis-
ta, Milagros Pérez. Fue la primera víctima en el periodis-
mo, bueno víctima entre comillas, en este período, por lo
menos conocida por la relevancia que tuvo ella en ese dia-
rio y por la importancia del medio. Pero después de eso
han ocurrido otros y muchos siguen ocurriendo hasta que
la gente se inhibe de manifestarse o expresarse. Bueno,
creo que eso fue muy aleccionador para muchos periodis-
tas porque mostró que no se podía, como antes, discrepar
de la línea política del periódico. En fin, cuando digo “dis-
crepar”, en este caso era ser consecuente con el objetivo
periodístico de difundir la verdad y ser veraz en la infor-
mación. ¡Eso ya no se podía seguir haciendo en mucho de
los medios venezolanos!
“Y fue la única vez que el Sindicato defendió un caso
como éste. Defienden a cada rato las agresiones a los pe-
riodistas –que ha habido muchas–, pero no este tipo de
despidos, que ni el Sindicato de la Prensa ni el Colegio de

145
Periodistas se preocuparon nunca más en denunciar”.
Según Luis Britto García3, existe “una lista negra de casi
medio millar de comunicadores, columnistas y artistas des-
pedidos o vetados” de los medios.

El dilema de elegir un diario


Un visitante extranjero se ve en dificultades a la hora de
decidir qué diarios comprar y cómo enterarse de qué pasa
realmente en el país. En el periodismo, las frondosas ramas
de la propaganda no dejan ver el bosque más limpio de la
información. Esto también debería ocurrirle a los embaja-
dores de países no comprometidos en las campañas orques-
tadas por Estados Unidos, la Odca y algunos “países ami-
gos” –amigos de Washington–, como Chile.
Díaz Rangel relató que entre sus “clientes” tiene a va-
rios embajadores que acuden a su oficina con un discurso
similar al que le llevó por primera vez el Embajador de
Suiza: “Yo tengo 6 meses en Venezuela, quiero conocer
sus opiniones sobre lo que está pasando, qué va a pasar
con el referéndum...”
Según su director, Ultimas Noticias para este embaja-
dor “era su diario preferido por ser el que mejor, o el que
más se acercaba o mostraba lo que ocurre en Venezuela...
Y es que nosotros damos noticias a favor del gobierno y en
contra del gobierno y eso, el embajador suizo ni ningún
otro lector lo consigue en ningún otro diario”, afirmó el
periodista. ‘Entonces, me dijo, yo soy un lector de su dia-
rio, por eso vine a saludarlo y a ...expresarle mis opinio-
nes sobre su periódico’”, explicó Díaz Rangel. Los embaja-
dores del Reino Unido, Bolivia y Japón están entre los es-
casos miembros de la comunidad internacional que se han
inquietado por el insólito modelo mediático venezolano.
Nadie podría acusar de “comunista” a la Cadena Capri-
les, aunque decidió retirarse del Bloque de Prensa como
respuesta a la intensa politización de la organización em-
presarial. La crisis surgió después que el Bloque acusó al
director de Ultimas Noticias de asumir o usurpar su repre-

3) Luis Britto García, Venezuela: Investigación de unos medios por


encima de toda sospecha, Fondo Editorial Question, Caracas, 2003.

146
sentación. El incidente ocurrió después que el recién ins-
talado Consejo Nacional Electoral reunió a los directores
de los medios y Díaz Rangel informó a la prensa sobre el
encuentro, pero desde su óptica personal y como directivo
de la Cadena Capriles. Cuando el Bloque sacó un comuni-
cado “denunciando” a Díaz Rangel de hablar en represen-
tación del Bloque, en agosto de 2003, la empresa decidió
retirarse de la organización empresarial a la que pertene-
ció desde su fundación en 1958. Capriles, quien conoció
la transcripción de las verdaderas palabras de su director
y lo apoyó, en la carta de desafiliación escribió, además,
“...porque ustedes han asumido predominantemente po-
siciones políticas... y se retiró”, recordó Díaz Rangel.

Una pregunta directa


–¿Te sientes a gusto trabajando en la Cadena?
–Si –respondió sin titubear–, porque en primer lugar
no percibo interferencia de los dueños de la Cadena Ca-
priles. Existe un respeto, no digo que absoluto, pero siem-
pre conversamos sobre la línea del periódico, porque...
yo escribía una columna en El Mundo, entonces en una
oportunidad me llamaron para confirmar una edición
extraordinaria y estando en eso, Capriles me llama para
que asuma la dirección de El Mundo. Como ya me lo ha-
bían anunciado, casi acepté inmediatamente, pero una
semana después me llama y me dice “mira, lo hemos pen-
sado mejor, y ya que está decidido que vas a trabajar con
nosotros en la Cadena, preferimos que asumas el buque
insignia nuestro, que es Ultimas Noticias.
–“Déjame pensarlo porque no se me había ocurrido,
aparece como un reto mayor”... Y a los 4 o 5 días acepté...
Bueno, me buscaron sabiendo quién era yo, sobre todo un
hombre que escribía aquí, que tenía un equilibrio frente a
la dirección política...
La línea informativa de Ultimas Noticias no convence a
la gente más radicalizada de ninguno de los bandos, quie-
nes poco se identifican con un enfoque imparcial.
Para el antiguo lector de El Nacional, que lo abandonó
por haber traicionado su apego a la verdad y a la impronta
progresista que históricamente le impuso Miguel Otero

147
Silva, el amigo de Neruda, sus textos dejan mucho que
desear, además por su brevedad y escasa profundidad.
Un lector chavista podría coincidir en hallarle “gusto a
poco”. Pero a un lector de derecha, habituado a la militan-
cia periodística de la gran prensa, las páginas del diario de
Capriles se le abren como un instrumento desenfadado
del chavismo.
Por último, la propia empresa Capriles compite consi-
go misma. Tiene en su vespertino El Mundo a un diario
con una línea editorial completamente entregada a la mi-
litancia anti chavista. Como el dios Jano, la Cadena Capri-
les tiene dos caras, Ultimas Noticias que parece favorable a
Chávez sólo porque ofrece un periodismo imparcial, y El
Mundo, que decididamente está en la otra vereda.
Tal postura de la Cadena Capriles “es una estrategia,
evidentemente”, comentó Wilfredo Mejías Zerpa, de Ven-
pres. “Está con el gobierno y está con la oposición, en lo
que ha sido una conducta editorial en Venezuela durante
más de 100 años”, agregó. Aquí se decía con mucha pro-
piedad que Juan Vicente González, director de El Venezo-
lano, se acostaba liberal y amanecía conservador”.
El sistema bipartidista internalizó el hábito del “cambio
de camiseta” entre los dueños de medios, en particular du-
rante el último año del quinquenio de un “gobierno adeco”,
cuando las encuestas ya pronosticaban el seguro reemplazo
“copeyano”, o viceversa. El sistema democrático siempre ga-
rantizó más de un ministerio cada cuatro año a los propieta-
rios mediáticos, además de facilidades o financiamientos para
importar papel, equipos e insumos... “Todos sus negocios
eran prósperos, hasta que se les trancó el juego con la llega-
da de un gobierno distinto”, filosofó Mejías.

El bolero de Ravel
Joseph Goebbels podría estar superado como gran maes-
tro universal de la propaganda asociada a la mentira. Or-
lando Utrera, director de la agencia estatal de noticias Ven-
pres, explicó el funcionamiento interno del aparato mediá-
tico que diariamente hostiliza al gobierno.
Utrera aseguró que “dada las circunstancias de que
los factores políticos de la derecha y, de alguna manera,

148
la social democracia fueron de-
rrotados por el proceso bolivaria-
no y minimizados a su expresión
histórica más baja –0,03% tenía
Copei en las encuestas– los dia-
rios, los medios, este pool gigan-
tesco de los medios de comuni-
cación, reemplazaron y despla-
zaron del protagonismo político
de los partidos y asumieron ellos
la vocería política”.
En resumen, los medios “de-
Ravel
jaron de ser mediadores en la so-
ciedad venezolana para convertirse en los protagonistas po-
líticos que más tarea le han dado al proceso bolivariano”.
Esta idea ha sido recurrente. La novedad está en su modus
operandi. Según explicó Utrera:
–Trabajan con una agenda que prepara Alberto Federi-
co Ravel y que pasan a esa red de medios a temprana hora
de cada mañana. Esa agenda sugiere personas a entrevis-
tar y temas a tratar. Es una agenda mediática. Entonces,
van monopolizando la opinión durante la jornada infor-
mativa, configuran un bloque de unas 30 personas que se
distribuyen la opinión en distintos medios y tres o cuatro
temas que manejan todos los medios, simultáneamente.
–Por la mañana, salen los periódicos con las noticias
que ellos quieren, manipuladas, destacadas, lógicamente
insertas en su agenda. Leen el material en la televisión
por la mañana –desde los periódicos–, lo leen de nuevo
por las radios, siempre durante la mañana. Así, se produ-
ce un flujo informativo sobre los temas impuestos que ellos
están tratando. Al mediodía reinvierten, publican los te-
mas de la agenda en los periódicos de la tarde, van de
nuevo a las estaciones de televisión por la noche y vuelven
otras vez con los periódicos de la mañana. Entonces, tie-
nen una agenda que van sincronizando y reciclando con
una capacidad ejecutiva de manipulación brutal. Esa es
la agenda que prepara Ravel.
–¿La hace solo o tiene colaboración del departamento
de Estado? es la pregunta que Orlando Utrera se formula
a sí mismo.

149
–Probablemente se elabore cada día en una reunión
con los actores internos locales, sugirió Mejías Zerpa.
Los medios del Estado están en desigualdad ante la
aplanadora mediática que consuma cada día la agenda de
Ravel –2 contra 98, o una escopeta contra un tanque, dijo
Utrera–. Miguel Henrique Otero alguna vez describió ante
los corresponsales extranjeros la magnitud de la entente
mediática: “...el hecho de que más de 20 estaciones de
televisión, más de cincuenta periódicos y más de 250 es-
taciones de radio se hayan sumado al paro cívico nacional
convocado por Fedecámaras y la Ctv es una posición polí-
tica de todas las empresas periodísticas, tiene que ver con
una situación en Venezuela...”
La cuestión de fondo es que los medios –pese a todo su
poder– no han podido lograr su "solución final", ni siquiera
mediante el poco periodístico recurso del golpe de estado.

TV Catia, “la otra tele”


En el área metropolitana de Caracas, existe una esta-
ción de TV comunitaria con sintonía en sectores popula-
res densamente poblados, experiencia que también se re-
pite en otras regiones y ciudades. TV Catia, con una señal
de 30 vatios, ha tenido una audiencia de tres millones de
personas, a través de las parroquias Sucre, La Pastora, 23
de Enero y el Junquito, en las áreas que concentra la ma-
yor población de la capital.
Iris Castillo, 35, obrera, ex enfermera, vecina de Catia,
pero con padre en Apure, trabaja en la formación de lo
que llaman Equipos Comunitarios de Producción Audiovi-
sual Independiente (Ecpai), grupos de producción que bro-
tan de la comunidad, reciben adiestramiento, se le pro-
porciona una cámara y ¡listo! En este trabajo la acompaña
Tatiana Arcos.
TV Catia salió al aire durante dos años. Jugó un rol
clave en entregar información veraz durante el golpe del
11 de abril de 2002, pero en julio de 2003 debieron des-
alojar su sede del quinto piso del hospital de Lídice por
voluntad del alcalde mayor de Caracas, el periodista Alfre-
do Peña, un ex colaborador de Chávez que se pasó al ban-
do contrario.

150
Los animadores de TV Catia recuperaron sus equipos,
terminan de acomodar su nueva sede, transmiten – entre-
tanto– por Venezolana de TV y, a la vez, se entregan a la
docencia y a la formación de los llamados “Ecpai”.
“Para graduarse de ‘Ecpai’ hay que someterse a un
taller básico”, explicó Iris, miembro del equipo que im-
pulsa TV Catia segunda etapa. Tienen colaboración de
iluminadores y productores profesionales que imparten
talleres básicos. Por ejemplo, “iluminación en cuatro sá-
bados” le permiten a un ‘Ecpai’ mejorar su propio pro-
grama comunitario. Enseñan, además, comunicación
popular, nociones de guiones, cámara, discusión de pro-
yectos, política cultural. Participan personas de la co-
munidad organizada que le roban horas al descanso para
producir una hora semanal o quincenal después de des-
empeñar su jornada normal de trabajo.
Según el reglamento de las televisoras comunitarias,
el 75% de la programación debe ser producido por la co-
munidad. Los talleres son gratuitos y el trabajo en TV es
adhonorem. Los “Ecpai” sólo deben comprar el video cas-
sette para utilizar la cámara. Según los cursos imparti-
dos hasta mayo de 2004, se habían formado 43 “Ecpai”
en distintos lugares de la ciudad, pero habían hecho mu-
cho más talleres que ofrecen superación permanentemen-
te. El crecimiento del grupo se consigue reclutando par-
ticipantes en nuevos talleres.
TV Catia participó en un “Encuentro internacional de
noticiarios de barrio”, efectuado en mayo 2004 en Cara-
cas con participación de estaciones comunitarias de Bél-
gica, Bolivia, Francia, España, Colombia, Polonia, Brasil.
Discutieron cómo integrar un noticiario internacional de
barrios con reportes propios de la red de estaciones co-
munitarias.
TV Catia mostró cómo funcionó una escuela durante el
paro petrolero patronal. La noticia circuló por toda la red
mundial de noticias de barrios mediante la red Internet.
TV Catia logró venderle “publicidad” a Hidrocapital,
negocio que les permitió financiar a un locutor profesio-
nal utilizado en los avisos. Igualmente, vendieron una
campaña multi-hogares de tres meses al SENIFA (Servi-
cio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia

151
y la Familia). Petróleos de Venezuela les cedió mobiliario
en desuso para la nueva sede, una caballeriza del palacio
Miraflores situada en Caño Amarillo, obtenida en un co-
modato por 30 años gestionado ante los ministerios del
Interior y de Justicia.
Llevan casi un año preparando la nueva sede, donde
piensan instalar un cyber café y una sala para exhibición
permanente de documentales y material de TV comunita-
ria, pero creen que saldrán al aire hacia agosto. También
buscan el apoyo de patrocinadores y clientes de publici-
dad del orden de los 10 mil bolívares, menos de 5 dólares.
Por lo menos, ya tienen un contrato con Petra Tortas, una
repostera de Catia, de su propia comunidad. Comenzaron
a gestionar los permisos radioeléctricos desde marzo de
2004, porque sus transmisiones fueron irregulares y clan-
destinas desde noviembre de 1999. Después se acogieron
a la regularización establecida por la ley.

152
VI
¿Quién es quien en Venezuela?:
La Organización Cisneros

Cisneros Group of Companies


Diego Cisneros Bermúdez fue el fundador del grupo
económico que hoy tiene tres cabezas, los hermanos Gus-
tavo –el chairman– y Ricardo –vicepresidente–, más el pri-
mo Oswaldo Cisneros Fajardo, hijo de Antonio Cisneros,
hermano de Diego.
Diego nació en Cuba pero emigró temprano a Venezuela
con su hermano Antonio, a fines de los años 20. Hizo sus
estudios elementales con los curas irlandeses del Mary’s
College, de Trinidad-Tobago, donde además aprendió in-
glés, conocimiento clave que le sirvió después para trabajar
en el Royal Bank de Canadá, negociar una concesión Chrys-
ler y entenderse cada vez mejor con los estadounidenses.
Falleció en 1980. Según sus numerosos biógrafos, su pri-
mer negocio de adolescente fue una venta de helados y sor-
betes fabricados en casa con hielo picado. Más tarde, aco-
modó como autobús un camión viejo, El Expedito, que utili-
zó también para el comercio de gaseosas.
Y desde aquella fabricación casera juvenil de Cisneros
fundador, la discreta actividad “industrial” del grupo pri-
vilegió las fábricas de helados. Al correr de los años, el
comercio, el transporte y los servicios relegaron los afanes
industriales a los renglones de mayor velocidad de venta,
helados, refrescos, hamburguesas, discos... Aseguran que
El Expedito habría transportado propaganda política clan-
destina producida por el joven Rómulo Betancourt y que
con el tiempo se transformó en una flota. Pero la fortuna
fluyó como refresco dulce cuando Diego formalizó la re-
presentación de la Pepsicola –que venía ejerciendo en for-
ma “empírica”–, en la década del 40, la misma de la prime-
ra administración de Rómulo Betancourt.
Diego Cisneros estableció sus primeras empresas for-
males bajo el gobierno de Eleazar López Contreras (1935-
1941). Embotelladora Caracas y Gaseosas Orientales de-

153
clararon un capital conjunto de 185.000 bolívares, equi-
valentes a unos 50 mil dólares de la época. Bajo la admi-
nistración de Isaías Medina Angarita (1941-1945) el capi-
tal creció más de dos tercios, en 130.000 bolívares, pero la
mayor explosión vino después que Acción Democrática al-
canzó el poder con su golpe “cívico-militar” contra Medi-
na, el 19 de octubre de 1945. Bajo la Junta de Gobierno
que encabezó Betancourt (1945-1948), emergió Frigorífi-
cos Oriente, empresa “industrial” de 130.000 bolívares,
pero con Rómulo Gallegos apareció la emblemática co-
mercial Deca Centro, con un capital de 2 millones, que
también funcionó como Diego Cisneros & Cía. Durante la
Junta Militar de Gobierno (1948-1950), que encabezó
Carlos Delgado Chalbaud, esta empresa aumentó su ca-
pital en un millón. Así comenzó a perfilarse el futuro gru-
po Organización Diego Cisneros (Odc).
El capital de la incipiente Odc creció de la mano con el
cambio profundo que operó en el país la nueva inserción de
Venezuela en la economía mundial, con la transformación
de “una economía agro-exportadora [café y cacao] a una
economía mono exportadora de petróleo”, según el enfoque
de la tesis de grado de la economista Arlette Judith Ruiz1.
Por aquellos años, “se ensancha el radio de acción del
Estado, lo cual consistía en la demanda fundamental que
hacía la burguesía del Estado”, escribió Ruiz. Se creó el
Banco Industrial (1937) y enseguida, el Banco Central
(1939). El grupo Cisneros no se quedó atrás.
Cisneros padre no necesitó estudiar a fondo la econo-
mía de su tiempo. Su instinto lo insertó “...en concordan-
cia con las transformaciones de la estructura económica”,
en una época en que “se producen cambios sociales y po-
líticos significativos: los terratenientes pierden la hegemo-
nía del poder político y, hacia el final del período, la hege-
monía en la alianza de las clases dominantes lo alcanza la
burguesía industrial que puede imponer su proyecto”2. En
rigor, Cisneros se insertó en una “burguesía mercantil”,
con un concepto “industrial” instrumental al comercio3.

1, 2, 3) Arlette Judith Ruiz, Concentración y grupos económicos en la


Venezuela actual. El grupo económico Cisneros Rendiles. Análisis de
su estructura, Facultad de Economía, Universidad Central de Vene-
zuela, Caracas, 1992.

154
Aumentos de capital del Grupo Cisneros
Aumento del Total Bs.
Período de gobierno Años capital (Bs.) acumulados
Eleazar López C. (1935-1941) 185.000 185.000
Isaías Medina A. (1941-1945) — 185.000
Rómulo Betancourt (1945-1948) 130.000 315.000
Rómulo Gallegos (1948-1948) 2.000.000 2.315.000
Junta Militar de G. (1948-1950) 2.600.000 4.915.000
Junta de Gobierno (1950-1952) 2.000.000 6.915.000
M. Pérez Jiménez (1952-1958) 13.925.000 20.840.000
Junta de Gobierno (1958-1959) 18.625.000 39.465.000
Rómulo Betancourt (1959-1964) 43.737.840 83.202.840
Raúl Leoni (1964-1969) 19.995.306 103.198.146
Rafael Caldera (1969-1974) 107.114.944 210.313.090
Carlos Andrés Pérez (1974-1979) 393.826.950 604.140.040
Luis Herrera C. (1979-1984) 975.431.801 1.579.571.841
Jaime Lusinchi (1984-1989) 1.553.716.599 3.133.288.440
Carlos Andrés Pérez (1989-1993) 2.394.145.564 5.527.434.004

Fuente: Arlette Judith Ruiz, Concentración y grupos económicos en


la Venezuela actual

Su actividad industrial se orientó a la producción de


artículos ligeros de rápido consumo masivo a gran escala,
con énfasis en el rubro alimentario.
Para ese período, un estudio del economista Sergio
Aranda4 estableció que “la burguesía industrial logra en el
período 1945-1957 un crecimiento excepcional, amplian-
do progresivamente la producción a casi el triple”5. En re-
sumidas cuentas, comenzó a producirse localmente para
consumir lo que hasta entonces se importaba. Más ade-
lante advino el ensamblaje de vehículos Chrysler y Gene-
ral Motors, el comienzo de la “cultura” automovilística lo-
cal. La “industrialización importadora” cambió los patro-
nes del comercio exterior, sustituyó la internación de artí-
culos terminados con su producción local, pero acentuó la
dependencia externa en el abastecimiento de insumos, tec-
nología y maquinaria. En lugar de traer barcos atiborra-
dos de mercancías listas para el consumo, se comenzó a
importar los medios para hacer una gran “maquila” in situ.

4, 5) S.Aranda, La economía venezolana, Pomaire, Caracas, 1984.

155
Desde que Betancourt se transformó en jefe de la “Junta
de Gobierno” mejoró la suerte del antiguo camionero. Sea
cual fuere el signo del gobierno –dictadura, social demo-
cracia o social cristianismo– el grupo siguió creciendo. El
repunte más sólido coincidió con la primera administra-
ción de Carlos Andrés Pérez, a quien Diego conoció como
adolescente, desde mucho antes que se desempeñara como
ministro del Interior del segundo gobierno de Betancourt.
La acuciosa investigación de Ruiz en notarías y regis-
tros mercantiles públicos, estableció que durante el se-
gundo gobierno de Pérez el grupo declaraba 111 empre-
sas con un patrimonio global de 5.527 millones de bolíva-
res, entonces unos 110 millones de dólares a la tasa de
cambio de 50 bolívares por dólar registrada en diciembre
de 1990, año en que la economista entregó su tesis, habi-
da cuenta de que las cifras reales deberían ser bastante
mayores. El caso es que, tras cortos años, el heredero Gus-
tavo ya aparecía en el ranking Forbes de 1996 con un pa-
trimonio de 1.100 millones de dólares, figurando en el re-
ducido club mundial de los mil millonarios en dólares.
Hacia la fecha del estudio de Ruiz, las “manufacturas”
(Helados Tío Rico y Club, discos Rodven, jugos y conser-
vas) constituían el 22,40% de los negocios del grupo, las
comunicaciones (radio y televisión) apenas alcanzaban al
9,97% y las embotelladoras de refrescos absorbían el
8,22%. Sus rubros fuertes eran el comercio (32,15%) y las
“inversiones” (21,22%). La Organización utilizó la televi-
sión como instrumento de poder y vehículo para promover
sus mercancías “industriales” comercializadas en su pro-
pia red de supermercados, pero la pantalla chica no fue
una fuente significativa de ingresos en el fortalecimiento
del grupo económico. Su aparato comunicacional recibió
el espaldarazo más fuerte de capital bajo la administra-
ción de Jaime Lusinchi, en los ‘80.
Hacia la mitad de los ‘90, el grupo comenzó a vender ace-
leradamente sus empresas para sacar los capitales fuera de
Venezuela, en una acción planificada desde el comienzo de
la década, coincidiendo con la destitución presidencial de
Pérez en 1993. Ese año adquirió una mansión del exclusivo
Upper East Side de Manhattan para habilitar la nueva sede
corporativa, trasladó allí a 8 ejecutivos jóvenes encabezados

156
Aumentos de capital en Comunicaciones por Eduardo
Hauser, enton-
Aumento del
Gobierno Años capital (Bs.) ces de 28 años
y puso en ven-
R. Betancourt (1959-1964) 5.500.000 ta los activos de
Raúl Leoni (1964-1969) — Venezuela me-
Rafael Caldera (1969-1974) 11.085.300
diante los ser-
Carlos A. Pérez (1974-1979) 13.154.360
vicios contrata-
Luis Herrera C. (1979-1984) 183.000
dos con Cs
Jaime Lusinchi (1984-1989) 84.606.559
First Boston, fi-
Carlos A.Pérez (1989-1993) 436.250.000
Total acumulado 550.782.219
lial de Cs Hol-
ding Ag.
Fuente: Arlette Judith Ruiz, obra citada. El grupo se
desprendió de
los Helados Tío Rico, de la cadena de supermercados Cada,
de la fábrica de jugos Yukery, de las tiendas Maxy’s, del
Café El Peñón, de las cadenas de comida rápida Burger
King y Pizza Hut, etcétera, argumentando una estrategia de
preeminencia en las telecomunicaciones. En 1996 traicio-
nó a la Pepsi por la Coca Cola, después de una relación de
más de medio siglo, pero lo relevante fue que la operación
le reportó beneficios por 500 millones de dólares a la Orga-
nización –por el traspaso de la infraestructura industrial y
la flota de camiones distribuidores– que motivaron elogios
mediáticos a la habilidad comercial en la prensa propia y
ajena. La Coca Cola quedó a cargo del primo Oswaldo, quien
manejó la Pepsi y está a cargo también del 40% que el gru-
po posee en Telcel –el resto lo controla Bell South–.
El grupo comenzó a arrimarse a las grandes corpora-
ciones mediáticas adquiriendo participaciones más bien
discretas que fueron presentadas como el nacimiento de
un “imperio”, con más ruido que gravitación real. “A ve-
ces me parece que somos una firma de capital de ries-
go..., pero no lo somos”, reflexionó Hauser en el The Wall
Street Journal6.
Obtuvo liquidez con la venta de Spalding –pelotas de-
portivas– en 1.000 millones de dólares y adquirió el 20%
de Galaxy Latin America que dio origen a la marca Direc-

6) Thomas T. Vogel Jr., The Wall Street Journal, reproducido en El


Universal de Venezuela, 13 de septiembre, 1986.

157
tv, una proveedora de televisión por satélite que se salvó
de la bancarrota judicial a comienzos de 2004, donde par-
ticipan además Hughes Communications (60%), TV Abril
de Brasil, el grupo Clarín de Argentina y Multivisión. Di-
rectv entró en competencia con Sky, de News Corp. –Ru-
pert Murdoch–, Telecommunications Inc., Televisa de Méxi-
co, el grupo Globo de Brasil, pero al final hubo una fusión
Murdoch-Cisneros –o Directv-Sky– que dejó sin elección
al usuario. El grupo Televisa desahució en julio de 2004
los servicios de Directv que forman parte del holding.
Posee también estaciones de televisión en Chile –Chi-
leVisión, 100%– y Trinidad –Caribbean Communications
Networks, 25%–, franquicias de la cadena de videos Block-
buster, de Apple Computer Inc., de Ncr Corp., filial de
At&yT, probablemente compre un satélite propio, conser-
va el 25% de Univisión –Televisa tiene otro 25%– y, entre
medio, a comienzos de los '90 invirtió 50 millones de dóla-
res en Jamaica para apuntalar al gobierno conservador de
Edward Seaga7. En 2004 se advierte cierta rivalidad entre
Cisneros y el hijo del Tigre Azcárraga, el joven Emilio Az-
cárraga Jean, dueño de Televisa.
Después del negocio con la Coca Cola, en septiembre
de 1996, Gustavo Cisneros le explicó al The Wall Street
Journal8 que sus negocios fuera de Venezuela ya habían
“pasado del 30% al 70% de todas sus inversiones”. Ocho
años después, la actividad off shore de la Organización
supera el 80%8. Por lo tanto, ya no es un grupo “venezola-
no”, sino global, arrimado en Estados Unidos.
Cisneros terminó por reducir su presencia en Vene-
zuela a las comunicaciones más rentables de la telefonía
celular tipo Telcel, conservó la explotación de la minería
del oro y diamantes –actividad ejercida siempre con mu-
cha discreción– y mantuvo Venevisión y... el Concurso Miss
Venezuela. Ingresó a la cerveza y al béisbol, con la adqui-
sición de un equipo popular –Los Leones de Caracas– de
bajo perfil en los campeonatos, decisión aparentemente
motivada por necesidades de imagen pública alentadas por
el jefe del grupo y evaluadas por encima de los negocios,

7) Arlette Judith Ruiz, obra citada.


8) Thomas T. Vogel Jr., artículo citado.

158
en un probable proyecto “liderazgo” popular o populismo
magnánimo estimulado por emergentes aspiraciones poli-
tiqueras. Así se desencadenó la globalización que sustitu-
yó a la Odc por la actual “Organización Cisneros”.
El escenario del grupo hoy es el planeta de habla his-
pana, con 70 compañías que operan en 39 países, con
35.000 empleados vendiendo “ilusiones”, o sea, cultura
prefabricada a la medida de Cisneros, principalmente en
contenidos de televisión. La Organización se define a sí
misma9 como “uno de las más grandes organizaciones pri-
vadas de medios, entretenimiento, tecnología, y productos
de consumo masivo en el mundo”, [...] “desde redes para
la difusión de cadenas de televisión, servicios de televisión
paga y de Internet, hasta negocios en el mercado de bebi-
das y supermercados”. Asegura que “distribuye algunas
de las marcas globales más reconocidas y servicios de la
más alta calidad a 550 millones de consumidores de habla
española y portuguesa en América y Europa”.
Asimismo, declara que sus participaciones no son
siempre mayoritarias en la propiedad, pero se las arregla
para controlar o influir en numerosas empresas –ade-
más de Venevisión y Venevisión Internacional, fabrican-
te y vendedora de contenidos de televisión en español,
con sede en Miami–, entre otras, Univisión Communica-
tions Inc., proveedor de contenidos para la audiencia his-
pana de Estados Unidos; Claxson Interactive Group Inc.,
propietaria de medios en la región; Ibero-América, dedi-
cada medios y entretenimientos; America On Line Ameri-
ca Latina Inc., proveedora de Internet; Directv América
Latina, distribuidor de TV vía satélite por suscripción que
opera en la región en alianza con Sky, de Keith Rupert
Murdoch; la Cervecería Regional de Venezuela; Backus
& Johnston, “la cervecería más grande de Perú y la sexta
más grande de América Latina; y Pueblo, una de las prin-
cipales cadenas de supermercados de Puerto Rico y las
islas Vírgenes de Estados Unidos”.
La Organización sigue siendo versátil, como lo fue en
Venezuela antes de expatriarse, porque combina los “ni-
chos” del “mercado cervecero y el béisbol” con los rubros

9) http://www.cisneros.com

159
que denomina “entretenimiento cosmopolita latino”, o sea,
productos “culturales” concebidos por los “intelectuales”
del grupo para una hipotética clientela proclive a la idioti-
zación, en América Latina y el ámbito hispano hablante de
Estados Unidos.
Con todos estos productos –de discutible calidad–, Cis-
neros proyecta ingresar, además, al mercado chino. Las
negociaciones con Beijing están a cargo de Beatrice Ran-
gel, vicepresidenta y “Senior Advisor” –consejera mayor–
del presidente del grupo. Rangel, quien proporciona “apo-
yo sustantivo a las estrategias corporativas, políticas y de
relaciones de la organización”, fue directora general del
ministerio de la Secretaría de Pérez entre 1989 y 1991 y,
además, integra la mesa del Centro Norte-Sur de la Uni-
versidad de Miami, es consejera latinoamericana de la Cor-
poración Zemi y de la Escuela de Negocios Lubin.
Un mes y medio antes que Rafael Caldera asumiera su
segundo período (1994-1999), la quiebra del Banco Latino
–13 de enero de 1994–, el segundo del país, probablemente
influyó en la héjira del grupo Cisneros. En la práctica, era
el banco de la Organización, con Pedro Tinoco Terrero como
accionista mayoritario y Ricardo Cisneros, hermano mayor
de Gustavo y vicepresidente del grupo, como director prin-
cipal. Ricardo cultiva un bajo perfil, pero en esa ocasión su
nombre tuvo resonancia mediática mundial. Huyó de Ve-
nezuela en su avión privado, se dirigió a Miami y terminó
pidiendo “asilo” en Londres, aunque con el tiempo pudo
regresar a Caracas e incluso participar en manifestaciones
contra Hugo Chávez.
“Resulta que los directivos del Banco Latino le habían
prestado a sus propias empresas 1.000 millones de dólares
(cifra preliminar estimada), pero perdieron la patente de cor-
so disfrutada bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez”, escri-
bió Carlos Ball10, un periodista y empresario de la derecha
venezolana, colaborador del The Wall Street Journal, ex ge-
rente general de El Diario de Caracas y fundador de Aipe,
una agencia de noticias probablemente financiada por la Cia.

10) Agencia Aipe, despacho 02940323, marzo 1994. La agencia de


Ball distribuye su material –gratuitamente– a los grandes diarios
afiliados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

160
El colapso del ban-
co “dejó en la calle a 1,2
millones de ahorristas
y cuando se acudió al
Fondo de Garantía de
Depósitos se descubrió
que un tercio de esos
fondos habían estado
depositados en el mis-
mo Banco Latino”, acu-
só Ball. “Hay sólo un
detenido: los peces gor-
dos desaparecieron en
sus yates y jets priva-
dos”, añadió.
Ricardo Cisneros
otorgó un poder –19 de
enero– en el Consulado
de Venezuela en Miami
para vender su casa del
Caracas Country Club
7 de enero 2003: Rodeado de guardaespal-
das, junto a Miguel Henrique Otero (hablan- en 4 millones de dóla-
do por celular), Ricardo Cisneros presencia res. Según Ball, “el
una manifestación anti Hugo Chávez en
Caracas, sector Mata de Coco. comprador fue la em-
presa venezolana Inver-
siones Lakista, con un capital pagado de 20 dólares y con
la misma dirección que la Organización Cisneros”. Obvia-
mente, la venta fraudulenta protegió al director principal
del Banco de una eventual acción judicial de los ahorristas
victimados. Ball aseguró que “el ex presidente del Banco
dijo que los Cisneros eran los mayores deudores y se esti-
ma que recibieron préstamos por 400 millones de dólares”.
El poder del grupo Cisneros siempre logra la complicidad
de la prensa local, pero no puede silenciar a la de EE.UU.,
donde tiene ahora su fortuna. Ball desmenuzó la conexión
política de la debacle bancaria en el Wall Street Journal –4
de febrero, 1994– desatando la ira en la Organización.
“La diferencia es que en Estados Unidos la Primera
Enmienda de la Constitución protege mi derecho inaliena-
ble a informar y a ser informado, a pesar de que soy ex-
tranjero”, concluyó Ball.

161
El grupo minero
La minería es una actividad que el grupo no puede lle-
varse de Venezuela. También ha sido poco publicitada por
la Organización, quizás porque durante largos años la ex-
tracción de oro fue considerada actividad exclusiva del
Estado, a cargo de la empresa Minervén.
La actividad minera del grupo fue iniciada en más de
100 mil hectáreas antes de perfeccionar las concesiones
que fueron otorgadas desde el gobierno de Jaime Lusinchi
(1984-1989), durante “la fiebre del oro” de El Callao y la
efervescencia garimpeira en el vecino Brasil fronterizo. La
rama minera de Cisneros explota hoy el oro y los diaman-
tes de la selva guayanesa del estado Bolívar a través de 14
de empresas, algunas constituidas con un capital de sólo
10 mil bolívares. La proliferación de compañías general-
mente persigue evadir tributación.
La “División de Desarrollo Minero del Grupo Cisneros”
–así se denomina, formal y pomposamente– privilegia una
minería aurífera de primera clase –llamada world class–
en yacimientos con reservas mínimas probadas de un mi-
llón de onzas de oro de 31,25 gramos cada una, o sea, un
precio de mercado de 400 millones de dólares por faena
minera. El grupo explota la riqueza de Guayana a medias
con Gold Fields of South Africa, empresa sudafricana que
controla el Consorcio Cisneros-Goldfields, fundado en 1991
para operar en “joint venture” –fifty fifty–. Tienen 110 mil
hectáreas en Chicanán, en el corazón de Guayana, pero
los yacimientos más rentables están en 15 mil hectáreas
contiguas a El Callao, donde abunda el oro de veta. Y tie-
nen otra concesión de 2.500 hectáreas en Vuelvan Caras,
en la frontera con la zona en reclamación del Esequibo.
La concesiones comenzaron a negociarse en 1988 con
la Corporación Venezolana de Guayana y el ministerio de
Energía y Minas, en las postrimerías de la administración
Lusinchi, ya concluidas sus negociaciones de la deuda ex-
terna. Hacia la década del 90, el Banco Central permitía
exportar libremente el 60% de la producción aurífera.
El grupo inició su rama minera –bajo el gobierno de
Lusinchi– con una inversión de 1,15 millones de bolíva-
res, que se incrementó a 120,8 millones en la siguiente

162
administración de Pérez, para culminar con un capital
declarado de sólo 122 millones de bolívares, apenas el
0,022% del capital global declarado por el grupo en todo
su historial en Venezuela, 5.525,43 millones11.
Al término del segundo gobierno de Pérez, el grupo
poseía nueve empresas dedicadas a la minería, el 8% en-
tre todas sus compañías, dos actuando como inversionis-
tas (Consorcio Tame e Inversiones Sweety), cuatro como
comerciales, encargadas de atender el apoyo logístico, ne-
gociar con el Estado y ventas (Angostura Mining, Angostu-
ra Trading, Angostura Suply y Equipos de Angostura), dos
empresas propiamente mineras (Vetas de Vuelvan Caras
y Desarrollos del Cuyuní), además de Aluminios de An-
gostura, Aldanca, concentrada en la bauxita. Al caer la
administración Pérez, el grupo se proponía alcanzar una
producción anual de 7.000 kg de oro y 190 mil toneladas
métricas anuales de aluminio primario al 99,7% de pure-
za. Siete toneladas de oro, al precio de mercado de 400
dólares la onza de 31,25 grs, representan un ingreso de
89,6 millones de dólares, según estas proyecciones de pro-
ducción de 15 años atrás.
La magnitud de la rentabilidad del negocio minero au-
rífero, sin embargo, no se compadece con las modestia de
las inversiones:

Empresa Bs. capital inicial


Consorcio Tame 100.000
Inversiones Sweetly 10.000
Vetas de Vuelvan Caras 20.000
Desarrollos del Cuyuní 20.000
Aldanca 1.000.000
Total 1.150.000

Cuatro de las nueve empresas tuvieron a Pedro Tinoco


Terrero como “director principal” y tres, a José Antonio Ríos,
quien además era dirigente de la Confederación de Traba-
jadores, Ctv12, y presidente del Banco de los Trabajadores.
El grupo también tiene negocios mineros en Sudáfrica, se-
gún Tomas T. Vogel Jr., del The Wall Street Journal.

11, 12) Arlette Judith Ruiz, obra citada.

163
Perfil de un prospecto global
El manejo político
de Cisneros –padre e
hijo– fue siempre en
“democracia”, entendi-
da como doctrina de
“política y negocios” en
aras del “interés públi-
co” y los contratos con
el Estado. De los ocho
hijos varones de Diego,
sólo cuatro exhibieron
aptitud para los nego-
cios y dos fallecieron en
accidentes trágicos. No
calificó ninguna de las
tres mujeres de la fa-
milia. Por selección
darwiniana no fue el
primogénito, sino el
tercero –Gustavo–,
quien se convirtió en el
jefe de la Organización, aún antes de fallecer el progeni-
tor. Diego quiso que todos sus hijos estudiaran en Esta-
dos Unidos antes de ingresar al mundo venezolano de los
negocios. Gustavo adquirió el Bachelor of Science in Busi-
ness Administration en el nada conocido Babson College
de Wellesley, Massachusetts.
Hubo dos hitos previos en la “internacionalización” de
Gustavo Cisneros como “hombre de negocios global”. Uno
fue la polémica compra-venta de las Galerías Preciados de
Madrid, en la década del 80, operación que generó ganan-
cias por 33,3 millones de dólares. El otro fue su extraña
participación en los controvertidos cabildeos secretos de

Gustavo Cisneros Rendiles, “el más rico de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,1 1,5 2,1 2,0 3,5 5,3 5,0 4,0 4,6

164
la deuda externa venezolana, tarea que le encomendó Jai-
me Lusinchi, quien defendió la negociación como “la me-
jor deuda del mundo”. Nunca se informó del beneficio que
reportó la insólita mediación Cisneros ante las autorida-
des monetarias de Estados Unidos. La escritora Carolina
Rodríguez Marturet escribió:13 “Cisneros fue socio de Pe-
dro Tinoco, accionista principal del Banco Latino, gran com-
prador de bonos de la deuda externa (cuando Pedro Tino-
co era presidente del Banco Central Cisneros los compra-
ba a precio de gallina flaca para luego revendérselos a la
nación por un monto grosero) y pieza clave en el desmoro-
namiento económico de Venezuela”.
El negocio de Galerías Preciados fue posible por la pre-
sencia del socialdemócrata Felipe González en la jefatura
del gobierno español de la época –en Venezuela gobernaba
Lusinchi– puesto que la tienda fue confiscada al millonario
hispano Ruiz Mateos. La cronista de sociales madrileña
Paloma Barrientos cree que en la transacción “tuvo mucho
que ver Isabel Preysler”, ex cónyuge del cantante Julio Igle-
sias, “especializada en buenos matrimonios”. Cisneros le
vendió las Galerías al Corte Inglés. Por aquellos tiempos, el
grupo adquirió la plaza Pater Noster de Londres, un lote
céntrico de tres hectáreas que dejó jugosas ganancias.

Universo mediático
El multimillonario hoy aspira a que su imperio mediáti-
co lo conduzca de una vez al poder político, tal como a su
paradigma itálico Silvio Berlusconi. Cisneros ya estuvo cer-
ca del poder cuando las oficinas de Venevisión sirvieron de
cuartel general al golpe mediático-militar que ungió por
pocas horas –11 de abril de 2002– la brevísima dictadura
del empresario Pedro Carmona Estanga.
La plataforma local del “candidato” es su empresa Ve-
nevisión. A nivel global, tiene a Univisión, la principal ca-
dena hispana de Estados Unidos, más su alianza –desde
1998– con American On Line (Aol) & Time Warner, propie-
taria también de la cadena de noticias CNN, una combina-
ción que moldea o influye en los cerebros de cientos de

13) http://www.soberania.info/Articulos/articulo_319.htm.

165
millones de latinoamericanos e hispanohablantes de Es-
tados Unidos. Una nueva alianza en Directv con Keith Ru-
pert Murdoch, el dueño de la cadena Fox –noticias en in-
glés– y de otras poderosas estaciones de EE.UU., le abrió
las puertas de la influencia mediática en la lengua de Sha-
kespeare, urbe et orbi. Murdoch también es otro hombre
global, pero del primer mundo. Aunque nació en Australia
controla periódicos en Estados Unidos y en el Reino Uni-
do, introdujo la televisión por cable Sky en Asia, Oceanía,
Estados Unidos y en Europa ya tiene presencia en Italia e
Inglaterra. El dueto Directv-Sky permitirá que Murdoch
penetre en América Latina de la mano de Cisneros y qui-
zás más adelante lleguen hasta China. Donde Directv no
pueda ingresar lo hará Sky, y viceversa.
Directv opera 144 canales que llegarían a unos 100
millones de hogares y con Play Boy TV Latin America la
Organización facilita que en EE.UU. sintonicen aquellos
canales regionales en español y portugués que controla o
influye –Venevisión de Venezuela, ChileVisión, Caracol Te-
levisión de Colombia y Caribean Communications Network
de Trinidad, entre otros–.
En esta gran telaraña mediática figuran Ibero Ameri-
can Media Partners, que arrancó en 1997 con una inver-
sión de US$ 500 millones en alianza con Hicks, Muse, Tate
& Furst; el portal El Sitio Punto Com y Claxon Interactive
Group, dedicado a emitir contenidos en castellano para
televisión, radio e Internet.
En Chile, Claxon maneja las radioemisoras Fm Futuro
(88.9), Imagina (88.1), Pudahuel Fm, Rock & Pop, Concier-
to, Corazón, Fm Dos y Fm Hit (101.7). En Uruguay, la ley
prohibe que capitales extranjeros posean medios de co-
municación pero la filial chilena de Claxon adquirió tres
radioemisoras, CX 8 Radio Sarandí, CX 18 Radio Sarandí
Sport y 97.1 FM Futura.
Otra rama es Ibero American Media Holdings Chile, con-
troladora del Canal 11 ChileVisión –que perteneció a la Uni-
versidad de Chile desde el advenimiento de la televisión en
la década de 1960– y propietaria del desaparecido diario El
Metropolitano, que dejó de circular el 12 de junio de 2002.
Hacia fines de 2004 Cisneros comenzó a negociar la venta
de la estación al empresario chileno Sebastián Piñera.

166
El Consejo Nacional de Televisión, que vigila el com-
portamiento ético de las estaciones, sancionó a ChileVi-
sión por utilizar una cámara oculta contra el juez Daniel
Calvo en diciembre de 2003. El Consejo multó al canal de
Cisneros “por haber lesionado la dignidad del ministro de
la Corte de Apelaciones, al dar a conocer en forma humi-
llante determinados aspectos de su vida privada”.
Internet Claxson Chile ofrece, además, Banners, Flash-
Ad, Building, Skycrapper, MiniSitios, Players / PopUp en
www.ElSitio.com y www.ChileVision.cl. Otros medios vin-
culados a Cisneros son Sony Entertaiment Television, Spa-
ce, AXN, AE&Mundo,History Channel, Much Music, Spi-
ce, Venus, Infinito, I.Sat, Play Boy TV, Uniseries, H TV,
Jupiter Comic, Locomotion, Entertaiment Television, Much-
Music y Warner Brothers TV Channel.
Cisneros complementa la cobertura noticiosa de Univi-
sión y de sus medios propios en América Latina con sus
alianzas con Steve Case, el presidente de Aol-Time Warner-
CNN –que transmite noticias en inglés y castellano–, y con
Keith Rupert Murdoch, que tiene acceso a prensa de papel
y televisión por cable en inglés. Su influencia mediática
mundial resulta abrumadora. (Ver Los Amos de la Prensa
en América Latina, página 227).

El arte de publicar sin escribir


Quizás el vasto imperio comunicacional alumbró en la
cabeza de George W. Bush la idea de que su amigo de fami-
lia Cisneros debería ser el hombre para Venezuela. Los me-
dios mundiales fabrican o destruyen –fácilmente– a un pre-
sidente. Desde el golpe del 2002 resultaba evidente que
Cisneros conducía a la oposición venezolana, aunque ésta
parecía no haberse percatado. Del mismo modo, los últi-
mos en enterarse que ahora Cisneros es la carta de Esta-
dos Unidos... han sido los líderes criollos de la oposición
local, en cuyas filas abundan las aspiraciones presidencia-
les. La “noticia” les llegó de manera brutal, cuando se ente-
raron que Jimmy Carter y Cisneros se reunieron discreta-
mente con Hugo Chávez en junio de 2004 para discutir el
futuro político posterior al referéndum. Si hasta entonces
los dirigentes de la oposición de derecha creyeron estar “uti-

167
lizando” a Cisneros, un balde de agua fría los trajo de vuel-
ta al mundo real, que es exactamente al revés.
Los primeros sondeos sobre la posible concreción del
síndrome Berlusconi –por lo menos la aspiración presi-
dencial de Cisneros– comenzaron desde Estados Unidos
a comienzos del 2002, antes del golpe del 11 de abril. La
escritora Carolina Rodríguez Marturet dijo que dos días
antes del golpe del 2002 recibió en Caracas una encues-
ta preparada por un “equipo de investigación de Venevi-
sión” con unas 20 preguntas de este tenor14:
–¿Aceptaría usted a Gustavo Cisneros Rendiles como
Presidente de una Junta Provisional de Gobierno?
–¿Apoyaría Ud. al dueño de varias empresas transna-
cionales?
Éstas y otras interrogantes indagaban si el venezolano
común aceptaría a Gustavo Cisneros. Si esta encuesta se
hizo antes del golpe coordinado desde Venevisión, signifi-
ca que Carmona Estanga fue concebido como facilitador
transitorio.
El cuestionamiento más virulento, y documentado, de
la opción presidencial Cisneros surgió precisamente de la
pluma de Rodríguez Marturet15, quien se declara enemiga
acérrima de Chávez. “Si Venezuela permite que Gustavo
Cisneros Rendiles se convierta en Presidente hemos llega-
do al fin” o “Cisneros es un vulgar ladrón con vestimenta
de príncipe y un ejército de personas dedicadas a su santi-
ficación” son algunas de las frases de su punzante alegato.
El texto aborda cuestiones de orden personal, y hasta
sexual, imposibles de reproducir, pero centra su tesis en
una supuesta envidia que atormentaría al empresario ante
la figura histórica de Eugenio Mendoza Goiticoa, una per-
sonalidad político-empresarial venezolana desaparecida
de la escena. Lo acusa también de inspirar la destruc-
ción del grupo económico que heredó su hijo, Eugenio
Antonio Mendoza –“poco a poco, bajo la influencia de Cis-
neros, se convirtió en un simple bobo haciendo todo lo
que Cisneros sugiere. En menos de 10 años el Grupo Men-
doza va a la quiebra”–.

14,15) Gustavo Cisneros, ¿Presidente de Venezuela?,


www.Soberania.info, 9 de abril, 2002.

168
El mayor problema para una eventual aspiración presi-
dencial de Cisneros es la impronta golpista que marcó in-
ternacionalmente su imagen de prospecto presidencial an-
tes que saliera del laboratorio. Para contrarrestar el efecto
de esa connotación de aventurero político de extrema dere-
cha, el paso siguiente fue presentarlo ante el mundo hispa-
no como un triunfante “empresario global”, comprometido
–además– con un ideario de “intelectual demócrata”. Todo
esto en consonancia con el cambio de estrategia de la vio-
lencia armada a la vía pacífica, adoptada por la oposición
venezolana tras sus ajustes internos de conducción.
La etapa siguiente corrió a cargo de las 296 páginas del
tedioso libro-panegírico que terminó escribiendo el perio-
dista chileno Pablo Bachelet –bajo la apariencia de un en-
cargo de Planeta– con el nada ingenioso título “Gustavo
Cisneros, un empresario global”. Definitivamente, el mag-
nate no recibió de natura el don de la palabra, ni escrita ni
oral, pero visitó Madrid y recorrió las capitales de América
Latina presentando “su libro”. El montaje publicitario re-
dujo a un segundo plano la gravitación del verdadero au-
tor, el desconocido Bachelet, pero privilegió al notable es-
critor mexicano Carlos Fuentes, quien se prestó a escribir
el prólogo –presumiblemente bien pagado–, aunque se ex-
cusó de asistir a todas las presentaciones.
La mordaz cronista de sociales española Paloma Barrien-
tos16 comentó con sorna la presentación del libro en Ma-
drid, a la que asistió Ana Palacio, la canciller de José María
Aznar, y lo más granado del jet set: “Poder, el verdadero
poder, el que se escribe con mayúsculas se reunió en la
Casa de América para la presentación de la biografía (auto-
rizada, eso sí) de Gustavo Cisneros, escrita por Pablo
Bachelet y prologada por el Premio Cervantes, Carlos Fuen-
tes. “El empresario venezolano es uno de los hombres más
ricos e influyentes del mundo”, me lo definía Alfredo Fraile,
que acudió con su mujer María Eugenia y con quienes co-
incidí justo a la entrada del salón del palacete madrileño”.
En un delicioso lenguaje lapidario, la pluma de Barrien-
tos escarbó en la personalidad del “autor:

16) El Confidencial, 28 de febrero de 2004.

169
“Conocido popularmente en España por la polémica
compraventa de Galerías Preciados, empresa expropiada
a Ruiz Mateos y en cuya transacción tuvo mucho que ver
Isabel Preysler, a Cisneros, a very important person, se le
estudia en las universidades. Mejor dicho, algunas de sus
operaciones mercantiles –como cuando se cambió de ca-
misa y dejó de embotellar Pepsicola para pasarse a Coca
Cola– forman parte de los manuales de economía de algu-
nas facultades”.
Para Paloma Barrientos, “a Cisneros se le nota que tie-
ne los suficientes 'kilos' como para agradar porque sí, es
decir, sin necesidad de captar seguidores. Desde los 14
años, cuando su padre le eligió entre sus ocho hijos como
delfín del imperio familiar, sabe lo que significa el poder”.
La cronista se impresionó porque Cisneros demostró
ser capaz de sacar de sus cálidas mansiones a los dueños
de España a pesar del frío invernal de febrero. “En una de
la tarde-noche madrileña más desapacible que se puedan
imaginar, fue capaz de sacar de sus palacios de invierno a
los miembros del selecto y endogámico club de los MÁS
(más ricos, más influyentes, más elegantes-ellas y, a ve-
ces, más inteligentes), Jesús Polanco, César Alierta, Mi-
guel Corsini, Placido Arango y su hijo Paco, Guillermo de
la Dehesa, Pío Cabanillas, Rodrigo Uría, Emilio Ybarra,
Samuel Flores, Alejandro Echevarría y su mujer Alicia Es-
tíbaliz (precioso el collar de ámbar comprado en San Pe-
tersburgo), Fernando Almansa, ex jefe de la casa del Rey,
mucho más relajado que otras veces y con cara del tipo
“de buena me he librado”, Alfonso Cortina (copresentador
del acto junto a la ministra Ana Palacio y el ex presidente
de Brasil Fernando Cardoso), Cristina Macaya, recién lle-
gada de Gestad, donde estuvo pasando unos días con sus
nietos...”
La presentación del libro fue a tres voces: Cortina,
presidente de la petrolera Repsol; Palacio, entonces mi-
nistra de relaciones exteriores; y Cardoso, ex Presidente
de Brasil, con asistentes como Alierta, jefe de la Telefóni-
ca, y por supuesto, Carlos Revés, director de Planeta.
Asistió lo más granado del mundo empresarial, social y
político de la derecha española, una tónica que se repitió
en todas las capitales en que hubo presentaciones. Cis-

170
neros aprovechó también de reunirse con los caciques
mediáticos de su caja de resonancia local, Luis María
Ansón, José Manuel de Lara, José Creuheras, Plácido
Arango y Jesús Polanco, entre otros. El “protagonista”
del libro –ya que no es el autor– tiene llegada con el rey
Juan Carlos, con los socialistas de Felipe González y, na-
turalmente, fue recibido por el entonces jefe de gobierno,
José María Aznar.

Cisneros, “el Adelantado”


El prólogo de Carlos Fuentes causa rubor, un toque de
vergüenza ajena, sobre todo cuando describe “las bases
éticas y operativas que explican el éxito de Gustavo Cisne-
ros”, que consistirían en “la oportuna corrección de erro-
res, tolerar los errores de buena fe, abrirse a la opinión
disidente dentro de la empresa, recompensar la iniciativa
personal, insistir en la labor de equipo”.
El gran novelista no escatimó ditirambos para elogiar a
quien “representa un valor y un papel político en su Vene-
zuela nativa”, llamándolo “Adelantado”: “Es un empresa-
rio interamericano. Su presencia en los continente del
Nuevo Mundo -Iberoamérica y Angloamérica- lo convierte
en Adelantado de relaciones de provecho mutuo, como lo
ha demostrado en múltiples negociaciones con empresas
norteamericanas que nunca constituyen debilidad o ce-
sión neutra, sino equiparación racional y digna”.
También, “Creador de una cultura de negocios, ade-
lantado de una cultura política de equilibrios, promotor
de una cultura educativa que no deje atrás a nadie, escu-
dero de la lengua española en el corazón de
Angloamérica”..., etcétera.
El comentarista de libros Jorge Ramos17, del programa
“Despierta leyendo” de Univisión, o sea, empleado de Cis-
neros, recomendó leer el bestseller en el mes de abril. Fra-
ses escogidas al azar:
“Déjenme comenzar por decir que el novelista y ensa-
yista mexicano Carlos Fuentes no escribe prólogos. Escri-
be libros. Pero esta vez Fuentes escribe un prólogo para

17) http://www.univision.com/content/

171
este inusual y sorprendente libro por una genuina mezcla
de amistad y admiración por Gustavo Cisneros, un em-
presario al que vincula directamente con el verbo “em-
prender. “Acometer y comenzar una obra”, cita Fuentes
en el prólogo y eso es exactamente lo que ha hecho Cisne-
ros toda su vida. Piensa. Planea. Ejecuta. Y vuelve a repe-
tir el proceso. Incansablemente”.
“No sé cómo le hizo el periodista chileno-americano
Pablo Bachelet para que Cisneros le dijera tantas cosas.
Tengo mucha curiosidad de saberlo. Debe ser que Bachelet
es un muy buen entrevistador pero, la verdad sea dicha,
tenía también a un entrevistado de lujo”.
Luis María Ansón, fundador y presidente del diario La
Razón de Madrid y miembro de la Real Academia Españo-
la, escribió18 en su sección “Canela Fina”:
“En él predomina el sentido humano, el trato cordial y
albriciado con los que dependen de él. Está siempre más
dispuesto a comprender que a juzgar. Políticamente se
mueve en el centro. Le gusta el equilibrio. Está contra la
política letrinal, las tentaciones totalitarias, el discurso
batracio. Ha sacudido muchas veces el espinazo político
de Venezuela en favor de la libertad y la moderación. Tie-
ne defectos, pero el balance entre éstos y las virtudes re-
sulta tan positivo que Gustavo Cisneros cuenta con infini-
dad de amigos, con escasos, muy escasos enemigos”.
La edición en portugués brasileño apareció en Sao
Paulo en junio de 2004, pero el Presidente Luiz Inazio
Lula da Silva no se interesó en recibir al “autor” en Brasi-
lia, pese a que “amenazó” con invertir 200 millones de
dólares en Brasil. Las presentaciones en Ciudad de Méxi-
co, Buenos Aires y Santiago no tuvieron nada que envi-
diar a la de Madrid, que fue la primera, en la España
gobernada todavía por Aznar.
En Santiago se hizo en la elegante Casa Piedra, con Ri-
cardo Claro Valdés como anfitrión, un hombre muy relacio-
nado con los libros (por ser el propietario de la editorial
Zigzag, llamada Quimantú en los tiempos de Salvador Allen-
de) y con la “cultura” (por su estación de televisión abierta
Megavisión), aparte de negocios varios, puertos, compañías

18) La Razón, domingo día 22 de febrero, 2004.

172
navieras, empresas metaleras, etcétera. Cisneros balbuceó
un verbo democrático-intelectual, haciéndose entrevistar en
su canal ChileVisión. En toda América Latina sus colegas
mediáticos ordenaron una generosa cobertura. La opinión
pública continental pareciera estar ablandada

Impronta de un líder...
La familia Cisneros adquirió gravitación en Venezuela
a partir de la representación de Pepsicola, obtenida al co-
menzar la década del 40. Consiguió entronizar la bebida
en el mercado con métodos inéditos, que todavía pueden
consultarse en los archivos de la prensa local que conser-
va el registro de la sistemática destrucción de botellas va-
cías transportadas por los camiones de la competencia
hasta mediados de la década del 70. Grupos armados sem-
braron el terror entre los conductores que transportaban
los envases de refrescos y “colitas” de la competencia con
un procedimiento radical que obligó a los fabricantes a
perder competitividad al encarecer sus costos con la repo-
sición de las botella de vidrio.
La original política de “marketing” fue acompañada
de novedosas campañas de publicidad, con artistas de
fama internacional y mensajes ad hoc para la juventud
consumidora, con eventos y figuras del deporte. El éxito
de mercado recayó en el sobrino Oswaldo, quien se hizo
cargo de Pepsicola y después de la Coca Cola.
A través de una participación en Panamco accedió al
mercado latinoamericano de bebidas. En Puerto Rico ope-
ra 44 tiendas Blockbuster y la cadena de supermercados
Pueblo Xtra. Antes participó en Spalding, rubro deportivo
especializado en pelotas de béisbol y de otros deportes, y
Evenflo, productos para niños.
Los biógrafos de Gustavo Cisneros sólo le escriben li-
sonjas, pero a veces se les pasa la mano. Para el colom-
biano Gerardo Reyes, integrante de un equipo del diario
Miami Herald que se adjudicó el Premio Pulitzer 1999,
tiene una “filantrópica obsesión por los graves proble-
mas que sufre la educación en América Latina”19. El anal-

19) Revista Poder, septiembre 4, 2001, Miami.

173
fabetismo funcional angustia al multimillonario venezo-
lano: “...el 45% de los latinos que ingresan en la escuela
primaria jamás llega a graduarse y de los pocos que ter-
minan primaria, el 40% no entiende un ensayo de 500
palabras”, citó Reyes.
“Una regla no escrita” de la prensa venezolana obligó
siempre a los editores a examinar con lupa cualquier texto
que aludiera al intocable empresario, escribió Reyes en la
revista Poder de Miami, no como una crítica sino como un
elogio. En su semblanza laudatoria relató también que Cis-
neros llegó a una entrevista periodística en The Wall Street
Journal en 1994, ...con la insólita escolta de su amigo
Vernon Jordan, abogado famoso y miembro de la junta
directiva del rotativo de Nueva York.
Le atraen el poder y las obras de arte valiosas. Patricia
Phelps, su cónyuge, colecciona arte latinoamericano, sue-
le ganar el título local de la mujer mejor vestida del año y
pertenece a otra de las más ricas familias tradicionales
venezolanas, propietaria de Radio Caracas Televisión y –
durante un tiempo– de El Diario de Caracas.
Ronald y Nancy Reagan entronizaron a la pareja en la
lista de invitados permanentes de la Casa Blanca. La no-
bleza europea los convoca a sus galas. Henry Kissinger y
David Rockefeller lo distinguen con su amistad. Fue ami-
go del socialista Felipe González, por lo menos mientras
gobernó España.
Ha tenido acceso a todos los presidentes de Venezue-
la, sean de Acción Democrática (Ad) o del partido Social
Cristiano Copei. Tiene amistad con el ex Presidente co-
peyano Rafael Caldera (1969-1974 y 1994-1999) y el Ad
Jaime Lusinchi (1983-1988), quien solicitó su “ayuda” y
asesoría para renegociar la deuda externa, según la re-
vista Poder de Miami. El ex mandatario, médico pediatra
que estudió medicina mientras vivió exiliado en Chile en
la década de 1950, y su ex secretaria y actual esposa
Blanca Ibáñez –de quien afirman que también es colom-
biana–, viven en Costa Rica bajo “asilo político”. Y es que
en Venezuela alegan que se habrían apropiado de 8.000
millones de dólares en cinco años, casi dos veces la for-
tuna acumulada por la Organización Cisneros en más de
medio siglo.

174
La buena mano de Pérez
Los Cisneros eran medianamente ricos cuando Carlos
Andrés Pérez ejerció su primer mandato (1974-1979), que
coincidió con el alza de los precios del petróleo desde 3
dólares por barril a casi 20 dólares, a causa de la guerra
árabe israelí de Yom Kipur. La bonanza petrolera acarreó
una prosperidad sin precedentes, paralela a una gran ex-
pansión económica y financiera de la Organización Cisne-
ros, cuando todavía vivía Diego, el pionero fundador.
Muchos dirigentes venezolanos pensaron que Cisne-
ros fue un testaferro Pérez. Por lo menos el fallecido Dr.
Héctor Mujica, periodista, ex diputado y ex candidato pre-
sidencial comunista, lo proclamaba sin pelos en la lengua.
Las relaciones entre Cisneros y Pérez se enfriaron poco a
poco, tras la muerte de Diego.
Dicen que primero, Gustavo le quito el saludo. Más tar-
de, esgrimió el látigo de la indiferencia. Por último, Pérez
cayó en desgracia, estuvo preso, se transformó en cadáver
político –adicto, además, al golpismo–, pero recuerda con
simpatía a Cisneros padre: “Era un hombre muy grato, de
muy buen carácter” evocó en Miami en una entrevista con
el portal Punto.com.
Al término de su primer mandato Pérez le entregó el
poder al copeyano Luis Herrera Campíns, quien se lo endo-
só a Jaime Lusinchi y éste le puso de nuevo la banda a
Pérez. Durante una década, el ex presidente se fabricó una
impronta progresista, dedicándose por largo tiempo a via-
jar por el mundo, haciendo macro política socialdemócrata.
Donde estuviera, así fuera en la lejana China de Teng
Siao-Ping, un equipo de Venevisión lo acompañaba en el
avión de la empresa para no privar a la audiencia venezo-
lana del conocimiento de las andanzas, dichos y hechos
del ex jefe de Estado. Pérez utilizaba un avión de Venevi-
sión en sus campañas electorales y en sus giras privadas
internacionales.
Su amigo y camarada socialdemócrata nicaragüense
Edén Pastora, el legendario Comandante Cero, sufrió un
atentando mientras luchaba solo contra los sandinistas,
resistiéndose a fusionar su Alianza Revolucionaria De-
mocrática (Arde) con el Frente Democrático Nacional (Fdn),

175
la fuerza “Contra” armada por Ronald Reagan y el coro-
nel Oliver North. “Ni gringos ni soviéticos” proclamaba
Pastora. Mientras ofrecía una conferencia de prensa su-
per clandestina en su refugio de La Penca, al sur de Nica-
ragua, Pastora padeció un bombazo que todavía se atri-
buye tanto a la CIA como al sandinismo. El Comandante
Cero aseguró que fue la Cia. Pérez no era Presidente, pero
le mandó de inmediato un jet privado para rescatarlo e
internarlo en una clínica de Caracas. El avión, que perte-
necía a Venevisión, llevó a bordo un equipo de prensa
que hizo la “entrevista exclusiva”. Pérez actuaba como si
fuera el dueño de la estación.
Durante su segundo mandato (1989-1993), el coman-
dante Hugo Chávez Frías asaltó Miraflores –4 febrero de
1992– en un intento por derrocarlo. El Presidente se esca-
bulló del palacio para presentarse al país por Venevisión y
demostrar así que seguía en el ejercicio del poder. Cisne-
ros y su biógrafo Reyes dicen hoy que “poner las cámaras
apuntando a un Presidente tambaleante fue un acto de
coraje de la Organización”.
“Tomamos una chance por la democracia y ganamos”,
aseguró Gustavo Cisneros. En 2002 adoptó la variante
opuesta de la misma “chance”, con el golpe “cívico-militar”
del 11 de abril.
Jorge Olavarría escribió20 en su revista Resumen que
la Organización Cisneros, “representaba un paralelismo
entre la Cuba corrupta de Carlos Prío Socarrás (1903-
1977), de los años cuarenta y la Venezuela corrupta de
Carlos Andrés Pérez”.
“Su codicia los hace simpáticos y melosos con quienes
quieren conquistar” afirmó la pluma del controvertido abo-
gado y periodista. “No hay Ministro del Interior que se haya
resistido al encanto de ‘Gustavito’. Pocos han rechazado
una invitación a ‘La Romana’, la posesión dominicana adon-
de llevan a los amigos ‘a descansar’. Tienen a su servicio a
plumarios y payasos, sabios y tontos, que los aconsejan
cómo encontrar el punto flaco de aquél a quien quieren
penetrar y poner a su lado. A Rafael Caldera le editan un
libro. A Pérez le alquilan una casa en 'La Lagunita'. La li-

20) No. 555, 1 de julio, 1984.

176
cencia de un canal de televisión ha sido usada como un
arma poderosísima de intimidación, chantaje y conquista”.
“Todo lo han conquistado” –siguió Olavarría–, no hay
ministerio, ente, ni corporación en donde la ‘Organiza-
ción’ no tenga el brazo metido, pero su más preciada con-
quista, su más poderoso instrumento, su más fuerte car-
ta de dominación total la tienen en Pérez. Tienen que pagar
un alto precio y deben correr enormes riesgos. Pérez dis-
pone de la flota de aviones de la ‘Organización’ a su ente-
ro antojo. Pérez no necesita el dinero de la ‘Organiza-
ción’, pero le sirve de cómoda excusa para cualquier in-
genuo que se pregunte de dónde saca Pérez el dinero para
hacer todo lo que hace”. Cuando Olvarría publicó esta
diatriba –1984– gobernaba Jaime Lusinchi. Pérez regre-
saría al gobierno cinco años más tarde, en 1989.
“Pero más que eso, mucho más que eso –continuó Ola-
varría–, entre Pérez y la ‘Organización’ hay una perfecta
simbiosis de objetivos, de métodos, de mentalidad. No ne-
cesitan acordarse para estar de acuerdo. Responden a los
mismos resortes éticos, a una idéntica y cínica manera de
ver la política, a los hombres, al juego por el poder. Son
‘anticomunistas’ de ocasión. Visten su falta de mensaje y
de contenido con un ‘anti’ estéril e hipócrita. La Pepsicola
aspira a erigirse como una alternativa de poder...”

Explorando joint ventures


Tras la muerte de Diego Cisneros, en 1980, apenas
finalizado el primer período de Pérez, su herencia debió
repartirse en un 50% para la viuda y resto, en partes
iguales entre todos sus descendientes, algo así como el
8,33% per cápita.
La opinión pública nunca conoció –por la censura y
auto censura de la prensa– los pormenores de los recla-
mos que introdujeron en los tribunales de Caracas los so-
brinos de Diego, a su vez herederos de Antonio Cisneros,
el hermano que llegó con él a Venezuela desde Cuba en
1929, en particular las demandas de Anita Cisneros por
su parte de la herencia.
La pregunta es ¿como “uno de los hombres más ricos”
hizo crecer 8, 33 por ciento hasta convertirlo en una de las

177
mayores fortunas de este tiempo? La tesis21 es que sacó
del país los dólares de Pérez, o sea, la teoría del testaferro.
Los fondos incautados por el jefe de Estado quedaban bien
resguardados y pasaban desapercibidos si estaban “alma-
cenados” y “administrados” por quien ya parecía “uno de
los hombres más ricos de las Américas”.
Esta teoría también asegura que las arcas de la Orga-
nización “ayudaron” a Hipólito Mejía, Presidente de Repú-
blica Dominicana –y a su corte de succionadores del fisco
de ese país–, a ocultar y administrar el dinero mal habido
en el abuso del poder. “El oficio de testaferro de capitales
y fortunas, provenientes de los desaguaderos del tesoro
público, de las comisiones por contratos, de los negocia-
dos del endeudamiento externo, del manejo de las parti-
das secretas, nunca había tenido tan hábil, inteligente,
versátil y exitoso exponente”, concluyó el polémico análi-
sis de Soberanía. El ranking de la revista Forbes 2004 sin-
dicó a Cisneros como el rico planetario número 94, con
4,6 mil millones de dólares.
La alianza con Pérez pudo ser el primer joint venture
exitoso, es decir, el debut de la política de asociación de
riesgo compartido o asociación estratégica que proclama
la propaganda corporativa del grupo22 como su recurso
clave para obtener beneficios y enfrentar las nuevas opor-
tunidades comerciales.

LaRouche, la pesadilla
Una pesadilla del venezolano es el sempiterno candi-
dato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche,
“un oscuro líder laborista norteamericano”, según Reyes,
mecenas de un simbólico partido Laborista venezolano.
En realidad se trata de un economista con aspiraciones
presidenciales, cristiano integrista y acérrimo anticomu-
nista –al igual que Cisneros–. Financia el Executive Intelli-
gence Review (EIR), una publicación polémica del minús-
culo partido Laborista de Estados Unidos, donde funge

21) www.soberania.info/Articulos/ articulo _1129.htm, Venezuela:


El capo de los capos: Gustavo Cisneros, 27 mayo 2004.
22) www.Cisneros.com

178
como máximo líder. En 1985 trató de difundir en Vene-
zuela el libro Narcotráfico S.A. (Doper Inc.), que intentaba
conectar al grupo Cisneros con el narco lavado. La policía
política, Dirección de Servicios de Inteligencia y Preven-
ción (Disip), incautó la edición en Venezuela, prohibida
más tarde por un tribunal. Prácticamente nadie leyó el
libro, pero la prensa tampoco informó sobre este lío. Go-
bernaba Jaime Lusinchi, aunque la Disip la controlaba
Blanca Ibáñez, su “secretaria”, encargada también de ad-
ministrar “la libertad de prensa” con palizas y atentados
contra periodistas, además de dosificar las cuotas de dó-
lares para importar papel.
El tema LaRouche-Cisneros resurgió en los tribunales
de Estados Unidos en 1992. Nora Hamerman, colabora-
dora de LaRouche, impugnó a Cisneros como candidato a
propietario de Univisión ante la Comisión Federal de Co-
municaciones, FCC en su sigla en inglés. El argumento
clave fue que el 14 de febrero de 1985 el Servicio de Adua-
nas de Hollywood, Florida, halló 50 gramos de cocaína a
bordo de un avión de Pepsi Cola Corp. de Venezuela, ope-
rado por Aeroservicios Alas, otra empresa de la Organiza-
ción Cisneros. El venezolano ganó de nuevo. Le devolvie-
ron el avión, no se formularon cargos contra la empresa,
ni el piloto, ni los pasajeros. La FCC autorizó el cambio de
control sobre Univisión.
La organización de LaRouche publica decenas de
opúsculos, folletos y libros con títulos sugestivos y
provocadores, entre otros, ¿Quién es George Bush? y El ra-
cismo de Bush, escritos ambos por Harley Schlanger, en
contra de Bush padre en los ’70; y Raíces genocidas del
Nuevo Orden Mundial de Bush, de Kathleen Klenetsky. En
1994 arremetió con Venezuela: La pandilla Cisneros vs La-
Rouche, entrevista con Carlos Wesley. Cuando Cisneros
ingresó a Univisión, uno de los presentadores más conoci-
dos de la cadena se levantó durante una reunión con los
nuevos dueños y dijo aguardar que no se trasladaran a Es-
tados Unidos los vicios de la televisión de América Latina,
en alusión a la autocensura y la utilización política del me-
dio características de Venevisión), Nadie predijo que Geor-
ge W. Bush exigiría peores vicios mediáticos durante sus
guerras –personales– en Afganistán e Irak.

179
Organizaciones semi secretas
Cisneros está afiliado a numerosas instancias de poder
internacional, además de la presencia en sus empresas.
Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas, a fines
del 2001, lo nombró “miembro activo” de la división Comu-
nicación e Informática de la organización mundial, Ict por
su sigla en inglés. Pertenece, además, al directorio de la
Sociedad Americana de Arte de Estados Unidos y al Global
Business Dialogue –Diálogo de Negocios Globales–, una es-
tructura que “piensa” futuros negocios mundializados.
El Diálogo reunió en París en 1999 a Cisneros, a Gerald
Levine –presidente de Time Warner–, Thomas Middelhoff –
presidente de Bertelsman– y Michio Naruto –vicepresiden-
te de Fujitsu– para abordar el boom del comercio electróni-
co. Cisneros pronosticó que las ventas de 170 millones de
dólares en 1999 crecerían a 8.000 millones en el año 2003”3.
O sea, “pensaron” la burbuja electrónica de la “nueva eco-
nomía” que lanzó a la ruina a miles de ahorristas.
Cisneros padre hizo amistad con Nelson Rockefeller,
quien fue cercano a Rómulo Betancourt, mientras el hijo
cultivo amistad con David Rockefeller, el mentor que lo guió
hacia las alturas del poder de Estados Unidos.
Los Rockefeller fueron clave en el desarrollo del grupo
Cisneros. El banquero-petrolero Nelson Rockefeller, de la
Standard Oil de New Jersey, fundó la cadena de super-
mercados Cada –Corporación Distribuidora de Alimentos–
como una inversión de su compañía Ibec, durante el pri-
mer gobierno de Rómulo Betancourt (1945-48). Más de 20
años después, la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio (ALALC), que entonces era tomada muy en se-
rio, estableció que las empresas extranjeras debían ven-
der el 80 % a inversionistas locales. El abogado Pedro R.
Tinoco Terrero, asesor del Chase Manhattan Bank, reco-
mendó que Rockefeller-Ibec adoptara como socio al grupo
Cisneros, mediante un “aporte” de 20 millones de dólares,
para cumplir con la ALALC23.
La transferencia se produjo durante la primera adminis-
tración de Pérez. El rubro comercial del grupo se limitaba a

23) http://www.Soberania.info

180
Deca Centro c.a. y Diego Cisneros y Cía., con un capital
acumulado de 5,5 millones de bolívares, un poco más de
un millón de dólares, desde los tiempos de Rómulo Galle-
gos. Tras la incorporación de los Cada durante el régimen
de Pérez declaró un aumento de capital de 105 millones de
bolívares –equivalentes a unos 24 millones de dólares–. La
actividad comercial del grupo durante la segunda adminis-
tración Pérez declaró un aumento de capital de 995 millo-
nes de bolívares para alcanzar un total acumulado de 1.777
millones en moneda nacional, unos 36 millones de dólares
debido a la devaluación del signo monetario, con una tasa
de cambio de 50 bolívares por dólar24.
En la prosperidad de los Cada influyó también su polí-
tica con los proveedores, cuyos pagos se demoraban has-
ta 6 y 10 meses sin compensar el atraso con ningún inte-
rés. El negocio de las embotelladoras, incluida la Pepsico-
la, registró cifras históricas –oficialmente declaradas– muy
inferiores al rubro comercial, prácticamente un tercio.
Cisneros maneja su propio avión jet, pasa muchos
fines de semana en República Dominicana, donde posee
numerosas inversiones. Bill Clinton y los Bush, padre e
hijo, se han alojado en algunas de las casas que posee en
esa nación. Papá Bush lo acompañó alguna vez a pescar
en los ríos de Venezuela.
En abril de 2001 adquirió el popular equipo de béisbol
Los Leones de Caracas “para levantar el ánimo de las ba-
rriadas caraqueñas” y/o “hacer felices a los venezolanos”
–según la revista Poder– y mejorar su imagen, pero el equi-
po ya no gana campeonatos. Como los partidos de béisbol
se presencian bebiendo, Cisneros adquirió la cerveza Re-
gional, competidora de Polar, producto de medio siglo del
grupo Mendoza, su rival comercial. La Polar no puede in-
gresar a los estadios donde jueguen Los Leones.
Le tiene ganas a Citgo, la red distribuidora de com-
bustibles de la empresa estatal Petróleos de Venezuela
(PDVSA) en EE.UU., el botín principal del intento de gol-
pe de Estado del 11 de abril de 2002, antigua aspiración
del texano George Busch padre. Citgo posee una red de
15.075 estaciones de servicio en Estados Unidos y ocho

24) Arlette Judith Ruiz, obra citada, pp 99, 143.

181
refinerías, con utilidades de US$ 213 millones en 2001,
consideradas bajas por Aram Rubén Aharonian, corres-
ponsal en Caracas de la revista Brecha de Uruguay. El
periodista cree que el lado obscuro de la administración
de PDVSA y su excesiva internacionalización impusieron
un subsidio del pueblo venezolano al consumidor estado-
unidense. Los ejecutivos de la empresa, que redujo su tri-
butación al Estado produciendo mucho más petróleo, im-
pulsaron el golpe de estado para encubrir robos y coimas
y hacer inevitable su privatización. “Teniendo en Europa
nueve refinerías y dos en el Caribe, o sea, 19 fuera del
país, tres veces más de las que tenemos acá, las utilidades
netas no pasan de 500 o 600 millones de dólares”, se que-
jó el periodista en 200225.
También es consejero de la Sociedad de Las Américas
(The Americas Society), “institución sin fines de lucro de-
dicada a informar a la gente de Estados Unidos sobre las
sociedades y culturas del Hemisferio Occidental”, donde
comparte roles con otros latinoamericanos “notables” pero
no tan adinerados, como los chilenos Agustín Edwards,
Alvaro Saieh, Fernando Léniz, Edgardo Boeninger, el ve-
nezolano Eugenio Antonio Mendoza, el brasileño Antonio
Ermírio de Moraes –otra fortuna top latinoamericana–, la
multimillonaria argentina Amalia Lacroze de Fortabat, el
estadounidense David Rockefeller y, entre muchos otros
personajes de medio pelo, el diputado paraguayo Conrado
Pappalardo, que estuvo involucrado en el asesinato del
vicepresidente de su país, Luis María Argaña, ocurrido en
marzo de 1999, y –cuando fue alto funcionario de la dicta-
dura de Alfredo Stroessner– facilitó pasaportes falsos a los
asesinos del ex canciller chileno Orlando Letelier, muerto
en Washington, el 21 de septiembre de 1976.
Cisneros está afiliado a variadas instancias de poder in-
ternacional. Además de su pertenencia al Grupo de Tarea
sobre Tecnologías de Información y Comunicación (ICT Task
Force) de la ONU, su consejería en el World Business Council
del Foro Económico Mundial (WEF) y su cargo en el Conse-
jo Internacional de Asesores de la influyente Sociedad de
las Américas (The Americas Society), de la mano de David

25) www.brecha.com.uy, 18 de abril, 2002.

182
Rockefeller ingresó como asesor del Consejo de Relaciones
Exteriores (Council on Foreign Relations, CFR), de Nueva
York, un organismo fundado en 1921 para debatir finanzas
y política en la perspectiva de un gobierno mundial. El CFR
facilitó que David Rockefeller y el ideólogo Zbigniew
Brzezinski26 lanzaran en 1973 la Comisión Trilateral, una
instancia oficiosa de Estados Unidos, Europa y Japón que
diseñó la globalización que vino enseguida. Para el funcio-
namiento del "nuevo orden mundial" la "democracia de eli-
te" debía sustituir a la idea de "democracia participativa".
El modelo de la teoría elitista, de evidente conexión con
el modelo neoconservador de la economía –neoliberalismo–
fue “pensado” en la década de los '70 por la Comisión
Trilateral sobre Problemas de Desarrollo en Estados Uni-
dos, Europa Occidental y Japón –con Brzezinski en el rol de
ideólogo–. La Comisión, el conjunto de potencias financieras
e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca,
concluyó que un exceso de democracia, no conduce sino a la
ingobernabilidad de las sociedades27. Al repudiar la demo-
cracia participativa, esta tesis –ya clásica– aduce que el
mayor peligro para una comunidad es la sobreexcitación
anárquica del principio de autodeterminación.

26) Consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter (1976-1980),


cargo que desempeñaron Henry Kissinger y Condoleeza Rice.
27) Martín Lozano, El Nuevo Orden Mundial, Génesis y Desarrollo
del Capitalismo Moderno; Capítulo III, El Sistema Financiero Mun-
dial y sus Núcleos de Poder: “Después de tres años y medio de in-
tensos tanteos y reuniones preparatorias auspiciadas por el Chase
Manhattan Bank, en julio de 1973 hacía su presentación oficial la
Comisión Trilateral, un organismo de carácter privado. En mayo de
1975 tuvo lugar en la localidad japonesa de Kyoto la primera sesión
plenaria de la Trilateral. Los delegados asistentes a la misma repre-
sentaban en su conjunto alrededor del 65% de las firmas banca-
rias, comerciales e industriales más poderosas del planeta. Figura-
ban entre ellos los máximos dirigentes de las bancas Rothschild y
Lehmann, del Chase Manhattan Bank, de las multinacionales
Unilever, Shell, Exon, Fiat, Caterpillar, Coca Cola, Saint-Gobain,
Gibbs, Hewlett-Packard, Cummins, Bechtel, Mitsubishi, Sumitono,
Sony, Nippon Steel, etc., así como mandatarios de varias compa-
ñías públicas nacionalizadas de proyección multinacional. Los ma-
yores productores mundiales de petróleo, de acero, de automóviles,
de radiotelevisión, y los principales grupos financieros del planeta
participaron como miembros activos en la recién creada Comisión
Trilateral. Los dos temas centrales del encuentro se denominaron
“La distribución global del Poder” y “Perspectivas y asuntos claves
de la Comisión Trilateral”.

183
“Si somos capaces de ser millonarios, deberíamos gober-
nar el mundo” parecieran pensar los think tanks más rele-
vantes del establishment liberal del gran capital estadouni-
dense agrupados en el CFR, donde Cisneros oficia como chair-
man y executive officer –director y alto consejero–. En los
cráneos conservadores está presente de antaño la concep-
ción de un poder único mundial excluyente, en un "mundo
global" donde cada nación esté regida por un modelo de
“democracia de elites” opuesto a cualquier “democracia par-
ticipativa”28.
El CFR continúa el quehacer de las sociedades secre-
tas, como la Round Table, que estimularon en las elites
mundiales el apetito por un darwiniano gobierno global de
“los mejores”. Cisneros pertenece, además, al Consejo In-
ternacional Empresarial, al Comité Asesor del Centro Da-
vid Rockefeller para Estudios Latinoamericanos de la Uni-
versidad de Harvard y a la Junta Internacional del Chase
Manhattan Bank, la insignia más emblemática y tradicio-
nal del grupo Rockefeller. También es fideicomisario de la
Universidad Rockefeller de Nueva York, miembro del cuerpo
de asesores internacionales de la Universidad de Colum-
bia, Washington; participó entre los fundadores del Nuevo
Museo de Arte Moderno de Queens, Nueva York.
Muchas de estas membresías involucran gastos. Cis-
neros mantiene el Fondo Gustavo y Ricardo Cisneros, de
la Universidad Rockefeller, el Fondo Patricia y Gustavo
Cisneros del David Rockefeller Center for Latin American
Studies, de la Universidad de Harvard, e igualmente, otro
fondo con su nombre y el de su cónyuge para Estudios
Latinoamericanos del Center for Latin American Studies,
de la School of Foreign Service, de la Universidad
Georgetown.
La elite siente debilidad por las organizaciones medio
secretas. Las reuniones que celebra el reducido grupo de
multimillonarios latinoamericanos que encabezan Carlos
Slim y Gustavo Cisneros en México o República Dominica-
na están en correspondencia con el concepto del selecto
Council on Foreign Relations, del Foro de Davos, la Comi-

28) Doris Jiménez, Ansiedad ética, http://www.argenpress.info/


nota.asp?num=003646, 25 de junio, 2003

184
sión Trilateral o más bien con el sigiloso grupo Bilderberg,
fundado en 1954 a instancias del Príncipe Bernhard, de
los Países Bajos. Cisneros29 merodea por todas estas ins-
tancias, incluido el Bilderberg.
Bilderberg concentra también una cuota del poder
mundial, en la tendencia de que una pequeña elite muy
poderosa decida por todos. Un acuerdo en su reunión de
Escocia de 1991 fue fortalecer la unión económica de Eu-
ropa con una moneda única, el euro, según el testimonio
de un asistente, George McGhee, entonces embajador de
Estados Unidos en Alemania occidental y miembro del gru-
po, citado en la biografía oficial del príncipe Bernhard.
“Bilderberg es un foro del más alto nivel internacional
en el que puntos de vista opuestos pueden encontrarse de
forma que surja un mutuo entendimiento”, escribió Char-
les Muller, coordinador de los participantes estadouniden-
ses del grupo. Pero el cónclave es mucho más que esa
descripción simplista.
En 1991 se reunieron en absoluto secreto 120 repre-
sentantes de la elite política, financiera y empresarial del
mundo en la pequeña localidad escocesa de Ayrshire. Ob-
jetivo: algo así como para diseñar a puertas cerradas el
futuro del planeta, con un ejército de policías armados
resguardando la eventual aparición de intrusos en la mi-
núscula aldea, tal como hoy es normal en los grandes even-
tos más o menos públicos de la globalización.
Banqueros, políticos, directores de medios de comuni-
cación y empresarios de todo el mundo llegaron a Ayrshire
en sus limousines negras, entre ellos Javier Solana, se-
cretario general de la OTAN, Matías Rodríguez Inciarte,
vicepresidente del Banco de Santander Central Hispano;
dueños de bancos como David Rockefeller y sus descen-
dientes; Joaquín Almunia, entonces secretario general del
partido Socialista Obrero Español (Psoe) los propietarios
de Unilever, Fiat, Daimler Chrysler, Xerox, Lafarge,
TotalFinaElf, Shell, BP Amoco y muchos otros30.
Concurrió, además, lo más granado del periodismo de
la época, representado en personajes como Henry Anatole

29) www.Soberania.info, artículo citado.


30) http://www.ccnven.org/art21.htm.

185
Grundwald, redactor jefe de la revista Time; Robert L.
Barcley, vicepresidente del The Wall Street Journal; Kathe-
rine Graham, entonces propietaria del The Washington Post;
Peter Job, presidente de la agencia de noticias británica
Reuter; y una larga nómina de directores y exdirectores
del The New York Times, Newsweek, The London Observer
y personeros de las grandes cadenas de televisión estado-
unidenses, pero ninguno fue a “cubrir” la noticia porque
todo el cónclave transcurrió en absoluto hermetismo, ras-
guñado únicamente por el periodismo vinculado al
activismo político o los especialistas en teoría de la cons-
piración.
El comité consultivo del Bilderberg ha contado con per-
sonajes como Henry Kissinger o David Rockefeller, cuan-
do era presidente del Chase Manhattan Bank. Los partici-
pantes de estas reuniones dan un salto en sus respectivas
carreras. Por ejemplo, a la cita 1991 fue invitado Bill Clin-
ton, antes de decidir que lucharía por la nominación del
partido Demócrata para competir por la presidencia de
Estados Unidos. Las listas de asistentes a las conferen-
cias Bilderberg constituyen una suerte de quién es quien
en la elite mundial.
Como afirmó la escritora Carolina Rodríguez Marturet31
días antes del golpe, si Gustavo Cisneros se propone una
candidatura presidencial, “tiene todo lo que se necesita
para hacer la jugada: apoyo político, poder mediático, di-
nero, relaciones en el extranjero, y una guardia pretoriana
para asegurar su integridad física”. Pero ganar elecciones
con transparencia es asunto distinto.

31) www.Soberania.info, artículo citado.

186
VII
¿Quiés es quien en Venezuela?
El Grupo Polar
E l venezolano Lorenzo Alejandro Mendoza Giménez,
38, 4.100 millones de dólares, está a la cabeza del segun-
do grupo económico de su país, es el cuarto “dueño de
América Latina”, la tercera fortuna de América del Sur y la
Nº 115 del mundo.
En estricto rigor, el grupo Mendoza-Polar representa la
fortuna más grande de Venezuela porque Gustavo Cisne-
ros sacó del país el 80% de sus capitales, para convertirse
en “empresario global” o quizás un discreto mil millona-
rios –4.600 millones de dólares– de Estados Unidos, que
concentra prácticamente a la mitad de los ricos del plane-
ta, 277 personas de un total de 587.
Según un estudio de Aristimuño Herrera y Asociados
sobre los años 200 y 2001, publicado como Ranking de
Empresas 2003 de la revista Dinero de noviembre 2002, el
grupo Polar fue el segundo en ingresos, entre 178 empre-
sas y/o grupos, detrás de la Compañía Anónima Teléfonos
de Venezuela (Cantv) y sus filiales, que pertenece en 28,5%
a Verizon Communications Inc., en 6,9% a Telefónica (Es-
paña), 6,6% al Estado, 9% a sus trabajadores y jubilados y
49% de accionistas en Venezuela y el mundo.
El joven empresario representa los vestigios de una clase
industrial pionera que se levantó con un proyecto de país,
produciendo localmente mercancías antes importadas, en
la perspectiva de ampliar un mercado interno, con fuen-
tes de trabajo estables y apostando al incremento del con-
sumo interno. La actividad de la familia arrancó en 1855,
con la instalación de una fábrica de jabón, la emblemática
marca Las Llaves, rubro que continuó inalterable hasta
1939, cuando al abogado y doctor en ciencias políticas

Lorenzo Mendoza Giménez, “el segundo de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 2,5 3,1 2,8 2,1 4,5 4,4 4,3 4,1

187
Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury se le ocurrió a los 44
años incursionar en la producción de cerveza con equipos
europeos trasladados por mar en plena guerra mundial.
Así nació la marca Polar, con la refrescante imagen de un
oso blanco del Ártico que a los dos años producía 30.000
litros mensuales de dos tipos de cerveza, con 50 trabaja-
dores. Mendoza Fleury se marchó de nuevo al exterior para
servir 14 años como cónsul en Filadelfia y como delegado
ad honorem en Naciones Unidas.
En 1948 comenzó a operar una nueva cervecería, a car-
go del hijo mayor de Mendoza Fleury, Juan Lorenzo Men-
doza Quintero, nacido en París en 1927, ingeniero químico
de la Universidad de Princeton, poseedor de un “diploma-
do” de la Academia de Cerveceros de Washington. Polar ins-
taló plantas en todo el país. Los venezolanos están entre los
mayores consumidores mundiales de cerveza, con 72 litros
per cápita anuales. En 1950 apareció una exitosa malta no
alcohólica para consumo infantil, llamada Maltín, bebida
alimenticia muy del agrado de los menores.
Venezuela está adscrita a la cultura del maíz, como otros
países del Caribe y Centro América. La tradición de consu-
mir arepas, o panecillos de harina de maíz, estaba perdién-
dose por el laborioso proceso hogareño de preparación del
principal insumo. El grupo Polar dio un batatazo en 1954
cuando comenzó la fabricación industrial de harina de maíz
precocido, que se masificó en 1960 bajo el nombre de Hari-
na P.A.N. Sólo con un poco de agua, el nuevo producto lo-
gró que la arepa surgiera en pocos minutos en la mesa ve-
nezolana. El éxito en la producción de cervezas condujo a la
producción de cajas de plástico para transportar botellas,
tapas metálicas y, más tarde, aluminio para la cerveza en
lata. Después vino la agroindustria y la manufactura de
alimentos, la incorporación de Mavesa y, en los últimos años,
la incursión en la actividad petrolera.
Juan Lorenzo murió prematuramente, a los 35 años.
Tomó las riendas del grupo su hermano menor, Lorenzo
Alejandro, médico psiquiatra, nacido en Berlín en 1931,
quien ejerció su profesión en Madrid y en Caracas y tam-
bién falleció joven, a los 55 años, en 1987. La responsabi-
lidad de continuar con el negocio recayó en Lorenzo Ale-
jandro Mendoza Giménez, el jefe actual, quien todavía es-

188
tudiaba en la Universidad de Fordham, Nueva York, don-
de se graduó como Bachelor of Arts y posteriormente ad-
quirió el master en administración de empresas en el pres-
tigiado Instituto Tecnológico de Massachussets. Entretan-
to, tomó las riendas del grupo su madre, la viuda, Leonor
Giménez de Mendoza.
Según datos de 2001, el grupo posee 40 empresas, fac-
tura US$ 2.400 millones anuales, tiene 17.000 empleados,
aporta el 4% del producto interno bruto (excluido el petró-
leo) y conserva el liderazgo en una amplia gama de alimen-
tos, que incluyen pastas, arroz, aceite de maíz, helados,
vinos, agua mineral, gaseosas y bocadillos de todo tipo. Ad-
quirió la industria alimentaria Mavesa en US$ 500 millo-
nes y puso en marcha una expansión a 5 años, con una
inversión de US$ 1.700 millones para la variedad de pro-
ductos Mavesa, desde mayonesa y margarina a productos
de limpieza. En 1996, el grupo se hizo cargo de Pepsicola,
abandonada por la Organización Cisneros, alianza que con-
dujo a la formación de Snacks América Latina con Frito
Lay, división de bocadillos de Pepsi.
El grupo tuvo problemas con Cisneros, quien invirtió
US$ 50 millones en la cerveza Regional, para disputar un
mercado de US$ 1.700 millones. El problema es que Cisne-
ros acusó al grupo Polar de destruirle miles de envases, la
misma táctica de conquista de mercados que empleó Pepsi-
cola del grupo Cisneros hasta los años 70 contra los refres-
cos, sorbetes tradicionales de la competencia y hasta la
Cocacola, para barrerlos del mercado. El grupo Mendoza
planteó una contrademanda e intentó llevar a la Organiza-
ción Cisneros a los tribunales por la cobertura difamante,
reñida con la ética periodística, practicada contra Polar por
Venevisión, la estación televisiva de Cisneros.
Su división de refrescos, con una red de 52 agencias y
una cobertura nacional de 1.400 rutas, viene realizando
paso a paso –desde 1996– la reinstalación de Pepsi en el
mercado nacional, región por región, tras comenzar en el
centro del país, a partir de las plantas de Villa de Cura y
Caucagua, y cubrir ahora Maracaibo y Barcelona.
La empresa produce Pepsi, Pepsi Light, 7Up y 7Up Light,
así como la gama Golden, que incluye Kolita, Naranja,
Manzana, Uva, Piña, Evervess Soda y Aguakina.

189
Polar redujo su participación en el Banco Provincial a
26% y a 33% en Inversiones Banpro y, al mismo tiempo,
decidió incursionar en el sector petrolero, participando en
la tercera ronda de convenios operativos en un consorcio
con Atlantic Richfield Company (Arco) e Inelectra que se
adjudicó los campos de Maulpa y Kaki, en el estado An-
zoátegui, con ofertas de 61,3 y 60 millones de dólares,
respectivamente.
Pero la empresa no abandona la expansión de sus ru-
bros alimentos y bebidas. Adquirió Promasa Colombia para
ingresar a ese mercado en la producción de harina de maíz
precocida, a la vez que amplía la distribución de cerveza.
Comenzó a producir la cerveza “Boreal”, destinada al nor-
te de Brasil, donde ya existe la marca “Polar”, registrada
por otra cervecera.
Según Lorenzo Mendoza1, el grupo privilegia la inver-
sión en dos áreas, “la más importante es la petrolera y
petroquímica”. El otro, es la distribución, con el 25% que
posee en Makro y el 20% que invirtió en Cativen para los
supermercados Cada y Super Maxy’s.
Polar apuesta a las posibilidades de Venezuela como
proveedor seguro de Estados Unidos, “pero digamos que
lo más importante es la demanda energética, que lleva a
PDVSA a incrementar su capacidad de producción en cam-
pos maduros donde no tenía contemplado participar”, dijo
Mendoza.
Dijo que la opción que ofrece la industria petrolera “siem-
pre formó parte de las reglas del juego y lo vemos como algo
que PDVSA decidió para darle oportunidad a inversionistas
individuales en este proceso de inversión privada en el sec-
tor petrolero”.
Polar alienta una política de reinversión orientada a
“incrementar patrimonialmente el valor de sus inversio-
nes”, explicó el jefe del grupo. “Se trata de una reinversión
de utilidades que realizamos porque vemos grandes po-
sibilidades de crecimiento, tanto en nuestros negocios
medulares como en los otros dos sectores donde partici-
pamos”, dijo.

1) Revista Dinero, Abril 2001

190
“Vamos a buscar las mejores oportunidades de nego-
cios mientras existan posibilidades de inversión, se dis-
ponga de recursos y exista el mandato de los accionistas
para reinvertir las utilidades”. Añadió que “somos sensa-
tos en el manejo administrativo y financiero de esta corpo-
ración”.
Mendoza, quien tiene 4 hijos, cultiva un bajo perfil re-
lativamente discreto. No se alistó desde el comienzo en la
cruzada contra el Presidente Hugo Chávez Frías, pero igual
terminó aliado a los demás empresarios de todos los ta-
maños y de todos los signos, tirios y troyanos, adecos y
copeyanos. Sin embargo, participa poco de la ostentosa
farándula de fiestas y corrillos de los ricos caraqueños, los
exponentes contemporáneos de la clase propietaria que el
escritor Francisco Herrera Luque llamó Los Amos del Va-
lle... de Caracas.

191
Los 25 más ricos del mundo en 2004

Nº Nombre EdadFortuna* País

1 William Gates III 48 46,6 EE.UU.


2 Warren Buffett 73 42,9 EE.UU.
3 Karl Albrecht 84 23,0 Alemania
4 Alwaleed Bin Talal Alsaud 47 21,5 A. Saudita
5 Paul Allen 51 21,0 EE.UU.
6 Alice Walton 55 20,0 EE.UU.
6 Helen Walton 84 20,0 EE.UU.
6 Jim Walton 56 20,0 EE.UU.
6 John Walton 58 20,0 EE.UU.
6 S. Robson Walton 60 20,0 EE.UU.
11 Liliane Bettencourt 81 18,8 Francia
12 Lawrence Ellison 59 18,7 EE.UU.
13 Ingvar Kamprad 77 18,5 Suecia
14 Theo Albrecht 81 18,1 Alemania
15 Kenneth Thomson 80 17,2 Canadá
16 Mikhail Khodorkovsky 40 15,0 Rusia
17 Carlos Slim Helú 64 13,9 México
18 Michael Dell 39 13,0 EE.UU.
19 Steven Ballmer 47 12,4 EE.UU.
19 Li Ka-shing 75 12,4 H. Kong
21 Bernard Arnault 55 12,2 Francia
22 Hermanos Kwok -- 11,4 H. Kong
23 Barbara Cox Anthony 80 11,2 EE.UU.
23 Anne Cox Chambers 84 11,2 EE.UU.
25 Roman Abramovich 37 10,6 Rusia
* Miles de millones de dólares de EE.UU. / Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2004.

William H. III Gates, “el más rico del mundo”


(en miles de millones de dólares)
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997* 1996
46,6 40,7 52,8 58,7 60 90 51 36,4* 18.5
* En 1997 Gates clasificó segundo. Fue superado por el Sultán de
Brunei, Hassanal Bolkiah, con 38.000 millones de dólares.

192
VIII
Los dueños del mundo

L os dueños del mundo


son personas de carne y hue-
so, a veces ocultas tras las
grandes corporaciones trans-
nacionales. En todo el plane-
ta existen 587 adinerados
que en 2004 cuadruplicaron
su fortuna colectiva de me-
dio billón de dólares –medio
millón de millones– registra-
da el 2003, para saltar a 1,9
billones de dólares, según la
encuesta de la revista Forbes
difundida en marzo de 2004.
Pertenecen a ese 1% de
William H. III Gates
la población mundial que tie-
ne ingresos iguales al del 57% más pobre, según datos del
Informe 2002 del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Forbes realiza un ranking anual de quie-
nes poseen más de mil millones de dólares, llamados “billo-
nes” en el lenguaje estadounidense o “millardos” en algu-
nos países de habla hispana.
Casi la mitad –47,2%– de los adinerados de 2004 son
de Estados Unidos, 277 personas en un total de 587. En
2003 eran 222 sobre 476, el 46,6%. Por contraste, los la-
tinoamericanos que tienen más de mil millones de dólares
fueron apenas 24 personas en 2004, sólo el 4% del uni-
verso de supermillonarios, con una fortuna global de 68,3
mil millones de dólares. O sea que América Latina detenta
nada más que el 3,6% de las fortunas personales mundia-
les. Definitivamente, la riqueza está concentrada en los
países desarrollados del “primer mundo”. “Nunca los due-
ños del planeta fueron tan pocos, ni tan poderosos”, escri-
bió Ignacio Ramonet1.

1) Le Monde Diplomatique Nº 6, diciembre de 1999, edición Cono Sur

193
Las fortunas de estos 587 individuos equivale al doble
de la riqueza producida en un año por España, resulta 100
veces mayor que el presupuesto mundial –19.000 millones
de dólares– destinado combatir el hambre, representa 20
veces la riqueza anual producida por Argentina y es 100
veces mayor que el Producto Interno Bruto de Bolivia (PIB).
Warren Buffet, un estadounidense de 73 años, incre-
mentó su fortuna en 12,4 mil millones de dólares en 2004,
para situarse en 42,9 mil millones y acortar así en unos
“pocos miles de millones” la distancia que lo separa de
William H. Gates, 48 años, inventor del Windows, dueño
de Microsoft y el hombre más rico del planeta desde hace
una década, poseedor de 46,6 mil millones, prácticamen-
te el doble de los 23.869 millones de las reservas interna-
cionales declaradas por el Banco Central de Venezuela al
4 de junio de 2004.
El tercer rico es el alemán Karl Albrecht, 84 años, con
23 millones, seguido a corta distancia por el príncipe sau-
dita Alwaleed Bin Talal Alsaud, de 47 años y con 21.500
millones. Pero mucho más rica es la familia Walton, tam-
bién de Estados Unidos, con 5 miembros que suman 101
mil millones de dólares. Ocupan individualmente los luga-
res 5 y 6 entre todos los ricos del mundo.
El hombre más rico de América Latina es el mexicano
Carlos Slim Helú, de 64 años, quien aparece en el puesto 17
del ranking mundial con 13,9 mil millones de dólares, 500
millones más que los 13,4 mil que suman sus tres colegas
más próximos de la región, los hermanos brasileños Safra y
los venezolanos Gustavo Cisneros Rendiles y Lorenzo Men-
doza Giménez, con 4,7, 4,6 y 4,1 mil millones de dólares,
respectivamente.
Los 13,9 mil millones de Slim apenas superan los 13,4
mil millones del aumento de la fortuna de Buffett.
Entres los 587 millonarios hay 64 “nuevos ricos” que
emergieron en 2004 con más de mil millones de dólares.
Ese poco más de medio millar de personas concentra “un
millón 900 mil millones” ...de dólares. Si la cantidad se
escribe en números, debería leerse US$
1.900.400.000.000, algo así como 100 veces el valor de
todas las exportaciones de un año bueno en una “econo-
mía emergente” exitosa como Chile.

194
En moneda venezolana, una calculadora de muchos
dígitos arrojaría el resultado de una cifra tan larga como
3.800.000.000.000.000.000 bolívares, asignándole al dó-
lar el valor de 2.000 bolívares del cambio oficial –y no el
“paralelo”, que anda por 3.000–.
La verdad es que abruma pensar tanto dinero. Pocas
veces los juegos latinoamericanos de azar entregan un pre-
mio cercano al millón de dólares, apenas una milésima de
lo necesario para clasificar como un “rico Forbes”.

Democracia bursátil
Los grandes multimillonarios suelen poseer un rubro
específico. Y, a la vez, diversifican inversiones múltiples
en áreas que se muestren rentables. El secreto es inver-
tir en lo que esté generando más ganancias. Para obte-
ner el “control” de las compañías no es indispensable com-
prarlas íntegras. A veces basta el 20% para tomarse el
poder en los directorios y designar ejecutivos de plena
confianza. Una parte importante del éxito radica en la
habilidad de trabajar con dinero ajeno.
Las acciones que se transan en las bolsas de valores de
los países desarrollados captan ahorros de miles de ciuda-
danos corrientes que no están metidos a fondo en el juego
pero siguen las incidencias bursátiles por la prensa. Esos
pequeños ahorristas se pueden comparar con los ciudada-
nos que no se interesan por la política, no participan en las
elecciones y se cobijan en la abstención. También son equi-
parables a los electores estadounidenses, que en su gran
mayoría desconocen su sistema electoral e ignoran cómo
eligen al Presidente, porque cuando votan lo hacen por unos
“grandes electores”, intermediarios que deciden fraudes tan
brutales como el de Florida de noviembre de 1999. Allí se
ungió como ganador al segundo en vez del primero, un timo
dirimido después por los jueces en favor del perdedor.
Las grandes compañías se rigen por “un sistema de-
mocrático” similar a la “democracia representativa” que
gobierna los países. Los pequeños accionistas anónimos
equivalen a los electores de una nación. “Confíeme su
dinero y lo haré ganar” suena como “Déme su voto y lo
haré feliz”. Si la Corte Suprema “ungió” tardíamente, en

195
2000, al republicano George Walker Bush como 43° Pre-
sidente de Estados Unidos –a pesar de haber obtenido
menos votación que el demócrata Al Gore– es un detalle
“técnico” que ya nadie recuerda y no conocen ni los pro-
pios ciudadanos afectados, los crédulos estadounidenses
comunes y corrientes.
En todos los países –incluidos los que antes se llama-
ron subdesarrollados, en desarrollo o tercermundistas y
ahora, economías emergentes–, las bolsas absorben una
cuota de los fondos de pensiones, es decir, de los ahorros
previsionales de los trabajadores, pero sin consultarles
antes su opinión. La eléctrica estadounidense Enron, cuya
quiebra en enero de 2002 involucró US$ 60.000 millones
–más del valor del colapso de Argentina de 2001–, presio-
naba a sus trabajadores para que invirtieran sus fondos
de pensiones en la compañía. Cuando el precio de las ac-
ciones cayó de 90 dólares a unos pocos centavos, quienes
creían asegurado su futuro como jubilados se encontra-
ron simplemente en medio de la calle.

“Síndrome Berlusconi”
El número 30 de los 587 multimillonarios del ran-
king es Silvio Berlusconi, de 67 años, con 10 mil millo-
nes de dólares, primer ministro de Italia.
Berlusconi es relevante porque fue el primer multimi-
llonario que accedió al poder mediante elecciones y esta-
bleció en Italia un gobierno de extrema derecha sin nece-
sidad de un golpe de estado. Su hazaña inspira al venezo-
lano Cisneros, quien desea ahora ingresar a la política como
jefe de Estado y por la puerta ancha de las elecciones,
síndrome que también contagió al mexicano Slim que, por
lo demás, tiene bastante más dinero que el italiano.
Berlusconi debe su fortuna y su ingreso a la política a
sus tres estaciones de televisión, las principales de Italia.
En mayo de 2004 forzó la renuncia de la presidenta televi-
sión pública (RAI), Lucia Annunziata, una periodista con-
siderada de izquierda. Allegados al primer ministro impu-
sieron en la televisora estatal la parcialización ideológica –
en favor del jefe del gobierno– que reina en los canales
Berlusconi.

196
Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997* 1996
10,0 5,9 7,2 10,3 12,8 8,0 7,0 4,9 5,0

Al igual que el ex jefe


de Estado español José
María Aznar, el premier
italiano fue solidario con
la invasión a Irak deci-
dida por George Bush y
Tony Blair.
El modelo Berlusconi
comenzó a imitarse en
América Latina por la vía
del golpe, con la breve
“gestión” de unas 30 ho-
ras del empresario Pedro
Carmona Estanga en Ve-
nezuela, como una suer-
te de Augusto Pinochet
sin charreteras que fra-
guó el golpe en las ofici-
Silvio Berlusconi
nas de la estación de TV
de Gustavo Cisneros.
“El actual primer ministro italiano no tuvo que recurrir
a un golpe de Estado para instaurar un sistema que, desde
el libertario premio Nobel de literatura Darío Fo hasta el
semanario económico conservador británico The Economist,
evalúan como una nueva forma del fascismo y una amena-
za al estado de derecho: le bastó con su combinación de
poder económico y poder mediático, que le aseguró la anuen-
cia de una sociedad harta de su ya desprestigiada dirigencia
política. ¿Encontrará otros émulos en Europa este inquie-
tante modelo? La pregunta cobra fuerza tras la consolida-
ción del gobierno de las grandes corporaciones en EE.UU.
desde la reelección de George Bush, alcanzada en gran
medida por el gran lavado de cerebro de los medios masi-
vos de información. Si esta doctrina encuentra más adep-
tos en Europa y se transforma en modelo mundial se redu-
cirán las esperanza para el planeta de los pobres.

197
Soros, “¿enemigo infiltrado”?
También aparece en el
Forbes el inversionista Geor-
ge Soros, 73 años, estado-
unidense de origen húnga-
ro, 7 mil millones, hoy críti-
co del modelo neoconserva-
dor de la economía mundial
y autor de punzantes libros
sobre la mundialización del
capitalismo. El inversionista
no se complica la vida como
cualquier capitán de empre-
sas, que necesita estar todos
los días al pie de su negocio:
“Mantengo mi dinero en in-
versiones seguras al 4% George Soros
anual”.
Soros es como una golondrina que hace dinero rápido
y seguro dónde sea, pero sabe irse antes que comience la
lluvia. Fue socio del chileno José Said en Argentina, con
gran satisfacción del orgullo nacional que se expresa en
las páginas de El Mercurio y los diarios financieros del
país del sur, pero lo abandonó a su suerte cuando el cie-
lo todavía no parecía tan nublado. Cuando vino la tor-
menta y llegó “la debacle De La Rúa”, Soros ya no estaba.
El cineasta estadounidense Steven Spielberg, 57 años,
autor de películas taquilleras como Indiana Jones, ET,
Parque Jurásico o La Lista Schindler, aumentó su caudal
a 2,5 mil millones de dólares, el mismo nivel que tiene
Donald Trump, 58, arquetipo de revistas tipo Hola. La
familia del fallecido Umberto Agnelli, dueño de la Fiat,
heredó su fortuna de 2,1 mil millones, la número 262 de
todo el planeta.

George Soros, el supermillonario crítico


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
7,0 7,0 6,9 6,0 3,6 4,0 3,6 2,5 2,5

198
William Hearst III, 58 años, nieto del archifamoso due-
ño de periódicos que incitó la guerra de Estados Unidos
contra España para anexarse Puerto Rico e intentarlo con
Cuba, a fines del siglo 19, aparece con 1,3 mil millones. El
viejo Hearst, que inspiró a Orson Welles su célebre film Ciu-
dadano Kane, también es el abuelo de Patricia Hearst, que
en los años 70 –siendo una jovencita– fue secuestrada y
luego “convencida” por el Ejército Simbionés de Liberación,
un grupo armado estadounidense que pregonaba el cam-
bio social mediante la violencia. Patricia apareció después
asaltando bancos pero recibió un perdón presidencial y aho-
ra maneja el San Francisco Chronicle, uno de los diarios
más importantes de la familia.

Especulación y servicios
La mayoría de los grandes ricos del mundo, por no de-
cir la totalidad, no invierte en la producción industrial, ni
en la creación de riqueza física, aquella que genera em-
pleo y bienestar para las personas que no son ricas. Más
bien se inclinan por actividades del sector servicios (soft-
ware, supermercados, cosméticos, cadenas de tiendas de-
tallista, telecomunicaciones, energía, entretenimientos, me-
dios de comunicación), inversiones financieras y bursáti-
les, es decir, las que generan dinero más rápido.
El único rubro industrial que se mantuvo entre las 25
grandes fortunas del mundo hasta 2002 correspondió a
la producción de automóviles alemanes BMW, sucesión
de la familia Quandt, pero se diluyó al repartirse la he-
rencia. Y al fin y al cabo, el BMW es un automóvil de lujo,
un vehículo caro, accesible sólo para los que ya tienen
dinero.
Otro rubro industrial exitoso corresponde a los mue-
bles Ikea, fabricados en Suecia por Ingvar Kamprad, nú-
mero 13 en el ranking, con US$ 18.500 millones. BMW e
IKEA generan empleo industrial en Europa, no en Améri-
ca Latina, ni en Africa o en el Asia pobre. Y los 9 millones
de suecos pueden consumir muebles buenos y cambiar-
los cuando les dé la gana, porque el ingreso promedio de
cada habitante era de US$ 24.000 anuales en 1994 (en el
2004 debería ser más alto), US$ 2.000 cada mes para

199
todo ser humano, incluidas las mujeres y los niños, no
sólo para padres de familia o “jefas de hogar”. En cuanto
un bebé sale llorando del útero, la sociedad sueca le ga-
rantiza 66,6 dólares diarios. Suecia tiene menos territo-
rio que Bolivia e igual población y, por cierto, es un país
capitalista, con libre mercado y bolsa de valores.
El Forbes no toma en cuenta la riqueza acumulada en
los rubros que no se transan en las bolsas. En muchos
países existen negocios que no concurren al mercado bur-
sátil, del mismo modo que en naciones como Chile existen
compañías mineras vestidas con ropa de “sociedad con-
tractual”, absolutamente cerradas –no son “anónimas”,
tampoco “limitadas”–, que no están sujetas a fiscalización
ni control de una Superintendencia de Sociedades Anóni-
mas, Servicio de Impuestos Internos, ni de ningún otro
organismo regulador del Estado. Desde luego, el ranking
tampoco toma en cuenta la riqueza generada por “la in-
dustria y el comercio de drogas ilegales”, ni “el enriqueci-
miento ilícito” de tantos ex jefes de Estado adictos a la
corrupción, dos negocios nada legales que más de una vez
caminaron de la mano.
Muchas grandes fortunas de Venezuela jamás se coti-
zaron en la Bolsa. Las más grandes empresas del país son
organizaciones familiares que no acceden al mercado bur-
sátil que transa más o menos un millón de dólares diarios.
Nadie sabe cuál es la composición de esas empresas, no
tienen accionistas, es una familia. “Hay una Bolsa de men-
tira”, comentó el director de la revista Quántum, Rubén
Aram Arahoniam. Las investigaciones sobre la riqueza en
Venezuela deben hacerse a pulso en el Registro Mercantil,
que tampoco está informatizado. Todo está condicionado
para dificultar al máximo el acceso a la información.
La informática transformó radical y transversalmente
la vida cotidiana de empresas y personas que pudieron
acceder al computador que necesitaban. ¿Qué utilidad
puede prestarle un aparato (hardware) a un habitante de
Africa o de un suburbio de América Latina que tiene que
arreglárselas con menos de un dólar diario y a veces con
nada? Y quien logró adquirir un computador para mejorar
su trabajo y su vida resulta ahora esclavizado por los pro-
ductos (software) de William H. Gates. Hasta ahora no existe

200
en el mundo ninguna alternativa al entorno Windows que
pueda elegirse libremente.
El nuevo software a menudo “rueda” exclusivamente
en nuevas versiones Windows. Por último, las versiones
actualizadas de todos los programas exigen a su vez nue-
vas versiones de hardware, sea por memoria, velocidad de
trabajo, productividad. Esta cadena perversa pareciera
tener como única finalidad acumular dinero a costa del
prójimo. No es un problema banal porque refleja una prác-
tica general, mundial, en la vida económica que atañe al
ciudadano común de cualquier parte del globo. No hay
competencia, ni ética en estos negocios. Gates gana siem-
pre los juicios por práctica monopólica en los tribunales
de Estados Unidos.
Vivir es un hecho económico. También un derecho. Pero
no existen garantías jurídicas. Fueron caducadas sin con-
sultar la opinión de los “ciudadanos libres”. El hecho es
que Billy Gates posee US$ 46,6 mil millones transferidos
por la gente común y corriente de todo el planeta, gente
que, además, requiere un salario para consumir alimen-
tos, vestuario, salud, educación, vivienda.
Pareciera que el propósito es dejar fuera de la econo-
mía, o sea, del derecho a vivir, precisamente a quienes no
tienen y más necesitan. El mercado se bastaría –sin dejar
de acumular riqueza– sólo con “los otros”, los que pueden
consumir. Esta filosofía económica está dándose en todo
el planeta y a escala nacional en cada país, incluyendo a
las naciones desarrolladas, que también tienen sus pro-
pios parias económicos en los bolsones de pobreza y des-
empleo que se dan en Estados Unidos y en Europa, quizás
con la excepción de los países escandinavos. En Suecia no
podría haber indigentes porque el clima les daría muerte.
Si no existen, tampoco significa que ya murieron.

¿Hay “fin de la historia”?


En el planeta habitan 6.100 millones de personas, el
doble que en 1970. La cuarta parte se mantiene viva con
menos de un dólar por día. La mitad de toda esta gente,
unos 3.000 millones, está fuera de la globalización y ape-
nas se asoma a los bordes del mercado. Para ellos no ope-

201
ra el “interés público” de Adam Smith (1723-1790), el “pa-
dre” de la economía liberal. No se cumple su profecía de
que las decisiones individuales en el mercado tendrán re-
sultados benignos para toda la sociedad porque quien per-
siga su propio interés contribuiría, sin darse cuenta, al
bien general y a “la riqueza de las naciones”.
Lo que no fue más que una propuesta académica, una
teoría más en la búsqueda del conocimiento, 200 años des-
pués ha sido convertido en un dogma totalitario, segrega-
cionista, excluyente. Sólo quienes ya están dentro de la
economía de mercado tienen derecho a existir. El mercado
es como el paraíso: no fue concebido para todos.
La demografía pronostica un crecimiento constante de
la población mundial, con 7.000 millones en 2008, 8.000
millones en 2020, 10.000 millones en las décadas siguien-
tes. Los excluidos de Africa, Asia, América Latina y Euro-
pa del Este se reproducen más rápido, a la vez que crecen
al interior de los mismos países ricos.
No deliran quienes predicen una gran explosión social
planetaria, para un futuro cada vez más cercano. La his-
toria no ha terminado.

202
IX
Los dueños de América Latina

E n América Latina
hubo 24 personas con
más de mil millones de
dólares en 2004, dos
más que en el año pre-
cedente y también más
ricas. Las fortunas su-
maron 68,3 mil millo-
nes de dólares, 20,5
mil millones por enci-
ma de los 47,8 mil mi-
llones de 2003. En un
año, la riqueza de los
milmillonarios regiona-
les creció en 46%.
El más rico del sub-
continente es el mexi- Carlos Slim Helú
cano Carlos Slim Helú,
64 años, multimillonario número 17 en el ranking del pla-
neta, dueño de 13,9 mil millones de dólares, se halla a
más de 9 mil millones de distancia de sus pares latinoa-
mericanos más cercanos, los hermanos brasileños Joseph
y Moise Safra, poseedores de 4,7 mil millones, a quienes
habría que añadirles los mil millones de Lily Safra, resi-
dente en Mónaco y última en la lista, viuda de Edmond,
otro fundador de la dinastía.
En 2001, Slim estaba en el N° 25 del ranking Forbes,
con 10,8 mil millones de dólares; en 2002 subió al rango
17, con 11,5 mil millones, en 2003 descendió al puesto
35, con 7,4 mil millones, pero en 2004 se recuperó y vol-
vió al número 17. Sólo tiene por delante a nueve ricos de

Carlos Slim Helú, “el más rico de América Latina”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
6,1 6,9 7,2 8,0 7,9 10,8 11,5 7,4 13,9

203
Los 24 multimillonarios de América Latina en 2004
(4% de 587 en todo el mundo)
Nº en Nº
América en el Nombre Edad US$* País
Latina Mundo

1 17 Carlos Slim Helú 64 13,9 Mexico


2 91 Joseph & Moise Safra — 4,7 Brasil
3 94 Gustavo Cisneros 58 4,6 Venezuela
4 115 Lorenzo Mendoza 38 4,1 Venezuela
5 116 Jeronimo Arango 78 4,0 México
6 140 Andronico Luksic 77 3,4 Chile
7 153 Lorenzo Zambrano 59 3,1 México
8 170 Aloysio de Andrade Faria 83 2,9 Brasil
9 176 Eliodoro Matte 58 2,8 Chile
10 205 Anacleto Angelini 90 2,5 Chile
10 205 Eugenio Garza Laguera 80 2,5 México
11 231 Alberto Bailleres 71 2,3 México
12 277 Roberto Hernández 61 2,0 México
13 310 Ricardo Salinas Pliego 48 1,8 México
13 310 Alfredo Harp Helú 60 1,8 México
14 356 Gregorio Pérez Companc 69 1,6 Argentina
15 377 Maria A. Aramburuzabala 40 1,5 México
15 377 Carlos Peralta 52 1,5 México
16 406 Julio M. Santodomingo 80 1,4 Colombia
16 406 Luis Carlos Sarmiento 71 1,4 Colombia
17 437 Abilio Dos Santos Diniz 67 1,3 Brasil
18 514 Jorge Paulo Lemann 64 1,1 Brasil
18 514 Isaac Saba Raffoul 80 1,1 México
19 552 Lily Safra — 1,0 Brasil

* Miles de millones de dólares de EE.UU.


Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2004.

204
Estados Unidos, dos de Alemania, un príncipe de Arabia
Saudita, otro rico de Suecia que también es suizo –o qui-
zás un suizo “que se hace el sueco”–, a la francesa de 81
años y 18,8 mil millones que es la dueña de L'Oreal y
Nestlé –Liliane Bettencourt–, a un millonario de Canadá
y a un nuevo rico de Rusia que por ahora está en la cár-
cel por evasión tributaria, Mikhail Khodorkovsky, 40 años,
15 mil millones. Definitivamente, la riqueza prefiere el
Norte.
Slim posee intereses en Estados Unidos, Brasil, Ecua-
dor y en Chile, a través de revista Caras y de una inver-
sión de 18 millones de dólares en iLatin Holdings, em-
presa Internet con Ricardo Claro Valdés, además de los
vínculos de Megavisión Chile con Televisa México, con-
trolada por Emilio Azcárraga Jean –heredero que cayó
de 3.000 millones en 2001 a 1.000 en 2002 y que termi-
nó por salir del ranking en 2004, a la edad de 36–, María
Asunción Aramburuzabala –1.500 millones, 39 años– y
también Slim.
De los 25 latinoamericanos más ricos, sólo Slim y otros
ocho multimillonarios “se forjaron a sí mismos” (self
made): los mexicanos Jerónimo Arango (4.000 millones),
Roberto Hernández (2.000 millones) e Isaac Saba (1.100
millones); el brasileño Julio Bozano (1.200 millones en
2003 pero ausente en el Forbes 2004); el colombiano Luis
Carlos Sarmiento (1.400 millones) y los chilenos Andró-
nico Luksic (3.400 millones) y Anacleto Angelini (2.500
millones). Los demás heredaron sus fortunas, excepto Al-
fredo Harp Helú (1.600 millones), 58 años, primo de Car-
los Slim Helú.
México aportó 11 de los 24 multimillonarios latinoa-
mericanos de 2004 y 35.500 millones de dólares del to-
tal regional de 68.300 millones, es decir, el 52%. Hace
dos años, en 2002 poseía 12 de 25 multimillonarios y
31.600 millones de un total de 60.800 millones, tam-
bién con el 52%.
Brasil bajó esta vez a cinco, con 11.000 millones y el
16%, en vez de los 7, los 12.100 millones y el 21% de 2002.
En Venezuela, dos familias concentran 8.100 millones (12%),
menos menos dinero que los 9.400 millones (15,5%) de 2002
con las mismas personas. Chile posee tres, 8.700 millones

205
y el 15% en vez de dos, 2.900 millones y 4,8% exhibido en
2002. En dos años, Colombia subió de 1.100 millones y
una sola persona, a 2.800, dos multimillonarios y el 4%,
mostrándose más fuerte que Argentina, que tiene un sólo
super rico de 1.600 millones y el 2%. Para el análisis histó-
rico puede verse las tablas de las páginas 58 y 60.

Los 22 multimillonarios de América Latina de 2003


(4,6% de 476 en todo el mundo)
Nº en Nº
América en el Nombre Edad US$* País
Latina Mundo

1 35 Carlos Slim Helú 63 7,4 México


2 68 Lorenzo A. Mendoza 37 4,3 Venezuela
3 78 Gustavo Cisneros 57 4,0 Venezuela
4 92 Joseph & Moise Safra -- 3,6 Brasil
5 97 Jeronimo Arango 77 3,4 México
6 132 Aloysio de Andrade Faria 82 2,7 Brasil
7 199 Lorenzo Zambrano 58 2,0 México
8 222 Eugenio Garza Lagüera 79 1,8 México
9 236 Alberto Bailleres 70 1,7 México
10 256 Roberto Hernández 60 1,6 México
10 256 Andrónico Luksic 76 1,6 Chile
10 256 Gregorio Pérez Companc 68 1,6 Argentina
11 278 Alfredo Harp Helú 59 1,5 México
12 303 Anacleto Angelini 89 1,4 Chile
12 303 Eliodoro Matte 57 1,4 Chile
13 329 Carlos Peralta 51 1,3 México
14 348 Maria A. Aramburuzabala 39 1,2 México
14 348 Julio Bozano 67 1,2 Brasil
15 386 Isaac Saba Raffoul 79 1,1 México
16 427 Lily Safra -- 1,0 Brasil
16 427 Ricardo Salinas Pliego 47 1,0 México
16 427 Luis Carlos Sarmiento 70 1,0 Colombia
* Miles de millones de dólares. Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2003.

206
Caprichos de la fortuna
En 2002, salieron del Forbes tres argentinos y un mexi-
cano. LKa región “perdió” 6.600 millones de dólares res-
pecto al total de 67.400 del año anterior. Se fueron el zar
del acero Roberto Rocca, también dueño principal de la si-
derúrgica Sidor de Venezuela, y las dos viudas super ricas
más polémicas de ese país, Ernestina Herrera de Noble (Cla-
rín) y Amalia Lacroze Fortabat (cemento y ferrocarriles). En
2003 la lista bajó a 22, desaparecieron otros 3 millonarios,
pero en 2004 sólo se fue del listado el brasileño Julio Boza-
no y aparecieron tres nuevos, los brasileños Abilio Dos San-
tos Diniz y Jorge Paulo Lemann, más el colombiano Julio
Mario Santodomingo, reincorporado.
En el Forbes se sube o se baja con bastante frecuencia,
pero Slim siempre está en la cima latinoamericana.
La desaparición de Bozano, ex número 14 de América
Latina y 348 del mundo, significa que sus 1.200 millones de
dólares de 2003 descendieron la línea de flotación del millar
o que gastó en nuevas inversiones. Sin embargo, Brasil au-
mentó a cinco personas su presencia en el ranking, pero re-
dujo su participación de capital manteniendo a los banque-
ros Safra en el segundo lugar de la región.

Los ricos
venezolanos
Las fortunas tercera
y cuarta de América La-
tina corresponden a los
venezolanos Gustavo
Cisneros Rendiles, 58
años, número 94 del
mundo, con 4,6 mil mi-
llones, y Lorenzo Mendo-
za, de 38 años, número
115 entre los grandes ri-
cos planetarios, con 4,1
mil millones de dólares.
Cien millones de dólares
más abajo figura el Gustavo Cisneros Rendiles

207
Historial de los latinoamericanos más ricos (I)
(En miles de millones de dólares)
Fuente: The World’s Richest People (“La gente más rica del mundo”)
Revista Forbes 1996-2004.

País 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
Ricos Planeta 587 476 497 538 322 298 230 259 423
C. Selim H. Méx 13,9 7,4 11,5 10,8 7,9 8 7,2 6,6 6,1
J. y M. Safra Bra 4,7 3,6 4,0 2,9 3 – – – 1,8
G. Cisneros Ven 4,6 4,0 5 5,3 3,5 2 2,1 1,5 1,1
L. Mendoza Ven 4,1 4,3 4,4 4,5 2,1 2,8 3,1 2,5 1,3
J. Arango Méx 4,0 3,4 3,7 1,8 1,5 1,9 – – 1
A. Luksic Chi 3,4 1,6 1,4 1,3 1,2 1,5 – 2,6 2,2
L. Zambrano Méx 3,1 2,0 2,8 2,9 – 2,1 – 1,7 1,2
A. de A. Faria Bra 2,9 2,7 2,8 2,8 2,8 2,5 – – –
E. Matte L. Chi 2,8 1,4 1,5 1,3 1,4 1,2 – 1,5 1,7
A. Angelini Chi 2,5 1,4 – – 1,1 1,6 1,5 2,2 2,3
E. Garza Méx 2,5 1,8 2,3 2,5 2 2,1 2,7 – 1,1
A. Bailleres Méx 2,3 1,7 1,5 1,9 1,2 – – – 1,8
R. Hernández Méx 2,0 1,6 1,8 1,2 – – – – –
R. Salinas P. Méx 1,8 1,0 1,6 3 1,4 1,4 3,2 1,7 1,0
A. Harp H. Méx 1,8 1,5 1,6 1,3 – – – – –
G. Pérez C. Arg 1,6 1,6 1 1,7 2,1 3,6 4,7 5,2 3,6
Mª. Asunción Méx 1,5 1,2 1,5 1,8 1 1,4 – – 1,4
Carlos Peralta Méx 1,5 1,3 1,3 1,5 1,1 1,4 – – 2,5
J. Santodomingo Col 1,4 – – – 1,1 1,1 1,5 1,9 1,3
L. C. Sarmiento Col 1,4 1,0 1,1 1,5 – 1,6 2,5 2,6 1,6
A. DosSantos D. Bra 1,3 – 1,1 1,6 1,5 1,1 – – 1,2
Jorge Lemann Bra 1,1 – – – – – – 0,6 –
Isaac Saba Méx 1,1 1,1 1 1,3 1,4 2 2 – 1,1
Lily Safra Bra 1 1 1 – – – – – –
Julio Bozano Bra – 1,2 1,3 1,8 1,2 1,3 2,2 2,3 2,5
A.E. de Moraes Bra – – 3,6 3,5 2 2,6 5,5 5,7 5,1
E. Azcárraga J. Méx – – 1 3 1,5 2,1 3,5 1,6 2
R. Marinho Bra – – 1 1,5 6,4 1,8 6,3 3 2,1
R. Rocca Arg – – – 1,6 1 2,3 3,2 2,3 2
A. Lacroze Arg – – – 1 1,6 1,6 1,3 –
E. Herrera. Arg – – – 1 1,2 – – – –
G. Larrea M-V. Méx – – – 1 1,1 – – – 1,4

208
mexicano Jerónimo Arango y en el rango de los 3 mil millones
de dólares están el chileno Andrónico Luksic, animador de
negocios financieros y mineros, y el mexicano Lorenzo Zam-
brano, de Cementos de México.
Tanto Cisneros como Mendoza heredaron fortunas fa-
miliares. Slim se enriqueció con la privatización de los te-
léfonos, una gracia que le otorgó en 1990 su amigo Carlos
Salinas de Gortari, presidente de México durante los 70
años de dominio del Partido Revolucionario Institucional
(PRI). En 2004 incrementó su fortuna en 5,5 mil millones,
es decir, creció más que todo el valor de las fortunas indi-
viduales de Cisneros y de Mendoza.
El dueño de Teléfonos de México posee también América
M-Vil Telcos, un virtual monopolio Internet que socava la
libre competencia. El supermillonario fabricado por la priva-
tización telefónica comenzó últimamente a emitir opiniones
políticas. Según Forbes, se ha transformado en un crítico de
la receta neoconservadora de libre comercio impuesta a las
economías latinoamericanas por el gran capital financiero
mundial. Dijo que “después de 20 años de aferrarse a ese
consejo, los mexicanos no tienen nada que mostrar”.
México tiene la mayor presencia latinoamericana en el
Forbes 2004, con 11 personas y más de la mitad del valor
de las fortunas, seguido por Brasil. En tercer lugar apare-
ce Chile con Andrónico Luksic, Eliodoro Matte y Anacleto
Agelini, trío propietario del país sureño que lleva casi una
década en el ranking, desde que Augusto Pinochet salió
de la escena política. Matte duplicó su fortuna en un año,
de 1.400 millones en 2003, a 2.800 millones en 2004. Co-
lombia, que en 2003 sólo tenía a Sarmiento, reinstaló a
Santodomingo, dueño de medios de comunicación, cerve-
za y negocios financieros que estaba un tanto “deprimi-
do”, ya que pertenecer al Forbes también es cuestión de
orgullo nacional, al igual que en los deportes. El Forbes

Gustavo Cisneros Rendiles, “el más rico de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
4,6 4,0 5,0 5,3 3,5 2,0 2,1 1,5 1,1

209
Historial de los latinoamericanos más ricos (I)
(En miles de millones de dólares)
Fuente: The World’s Richest People (“La gente más rica del mundo”)
Revista Forbes 1996-2004.

País 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
Ricos Planeta 587 476 497 538 322 298 230 259 423
Dirce Navarro. Bra – – – – 1,5 1,6 – – 2
Ricardo Bringas Méx – – – – 1,5 2 – – –
Alfonso Romo Méx – – – – 1,2 2,1 2,4 2 1,4
José Cutrale Bra – – – – 1 1 – – –
Gastón Vidigal Bra – – – – 1 1 – – –
Carlos Ardila Col – – – – – 1,3 2,1 2,1 1,3
Alvaro Noboa Ecu – – – – – 1,2 0,9 1,4 1,2
Primos Said Chi – – – – – 1 – – 2,6
Ricardo Claro Chi – – – – – – 0,6 – –
E. Eurnekian Arg – – – – – – 0,8 – –
B. Steinbruch Arg – – – – – – 0,8 – –
Fco. Macri Arg – – – – – – 0,7 – –
D. Romero Perú – – – – – – – 0,7 –
C. X. González Méx – – – – – – – 0,6 –
Santiago Soldati Arg – – – – – – – 0,4 –
Roberto Setubal Bra – – – – – – – 0,3 –
León Feffer Bra – – – – – – – – 1,1
Hnos. Andrade Bra – – – – – – – – 1,2
Luis A. García Bra – – – – – – – – 1,2
Bernardo Garza Méx – – – – – – – – 1,5
Familia Camargo Bra – – – – – – – – 2
Familia Brescia Perú – – – – – – – – 1
Flia. Larragoiti Bra – – – – – – – – 1
N. Odebrecht Bra – – – – – – – – 1
Familia Autrey Méx – – – – – – – – 1
Comentario: Los 24 "dueños" de la región en 2004 representaban ape-
nas el 4% de los 587 "mil millonarios" del planeta, con un total de 68,3 mil
millones y un promedio de 2,8 mil millones cada uno, contra 39 individuos
de 1996, 50,4 mil millones entre todos y 1,79 per cápita.
La concentración de la riqueza redujo a los multimomillonarios, pero
éstos tienen cada vez más dinero. Muchos se “cayeron” del Forbes en 2002 –
como los argentinos Roberto Rocca, “el zar del acero”, y las viudas Amalia
Lacroze de Fortabat y Ernestina Herrera de Noble; y el mexicano Germán
Larrea Mota-Velasco–, pero subió Lily Safra, ligada a Brasil por ser la herede-
ra del imperio financiero del libanés brasileño Edmond Safra, asesinado en
Montecarlo, pero algunos caídos regresaron, como el colombiano Julio Mario
Santodomingo, el dueño de Avianca, y el brasileño Jorge Paulo Lemann.

210
2004 tiene, entonces,
tres personajes que no
aparecieron en 2003
pero que son viejos co-
nocidos del ranking.
Venezuela mantie-
ne a sus dos figuras
Forbes, Cisneros y
Mendoza, en tanto Ar-
gentina recuperó en
2003 a Gregorio Pérez
Companc, quien con-
servó en 2004 sus
1.600 millones de dó-
lares pero descendió
en el ranking continen-
Lorenzo Mendoza
tal del puesto 10 al 16
debido al mayor crecimiento de otros.
La debacle que provocaron en Argentina las dos admi-
nistraciones de Carlos Menen sacó para siempre de la
lista a dos millonarias peronistas, Ernestina Herrera viu-
da de Noble, la dueña de Clarín, entre muchos otros ne-
gocios, y Amalia Lacroze viuda de Fortabat, también ac-
cionista del diario La Nación. Prácticamente todos los su-
permillonarios latinoamericanos tienen debilidades me-
diáticas, directas o indirectas. Pero el único que posee
medios de comunicación en otros países, además del suyo,
es el venezolano Cisneros, con estaciones de televisión y
radioemisoras en Estados Unidos y en Chile.

Relaciones Chile-Venezuela
Chile y Venezuela tienen una rivalidad continental que
nada tiene que ver con el ranking ni con la economía, sino
con los distintos proyectos políticos que levantan los go-

Lorenzo Mendoza Giménez, “el segundo de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 2,5 3,1 2,8 2,1 4,5 4,4 4,3 4,1

211
biernos de ambos países, surgidos ambos de un impecable
veredicto de las urnas. Chile impulsa un programa liberal
neoconservador, al servicio de los grupos económicos loca-
les y del agrado de Estados Unidos, entre otras razones
porque no les cobra regalías a las corporaciones transna-
cionales que explotan su cobre y como “premio” le asigna-
ron un tratado de libre comercio.
Quizás, los propósitos diametralmente opuestos que
exhibe la administración de Venezuela indujeron al go-
bierno de Ricardo Lagos a apoyar públicamente el golpe
de estado de 2002, con una declaración oficial del 12 de
abril que “lamenta que la conducción del Gobierno vene-
zolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad
democrática con un alto costo de vidas humanas y de he-
ridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a
través de esta crisis de gobernabilidad”1. O sea, exoneró
de toda responsabilidad al golpismo.
El embajador Fabio Vío mantiene mejores relaciones
con la oposición a Chávez que con su gobierno, a través de
del “enlace” oficioso de intermediarios chilenos residentes
en Venezuela. Caracas es la sede de la Organización De-
mócrata Cristiana Americana (Odca), cuyo secretario ge-
neral es Gutemberg Martínez, cónyuge de la canciller So-
ledad Alvear. La DC influye la plítica exterior latinoameri-
cana del gobierno chileno. Su partido partido "hermano"
en Venezuela es el Social Cristiano Copei, en proceso de ex-
tinción por su repentina vocación golpista, al diferencia del
social demócrata Acción Democrática, que exhibe una frac-
ción de su cúpula inclinada a reponerse políticamente ha-
ciendo oposición legal y democrática.
La rivalidad política Santiago-Caracas reedita el con-
flicto Santiago-La Habana de los '60, cuando gobernaba el
DC Eduardo Frei Montalva, con un proyecto de “Revolu-
ción en Libertad”, promovido por la Alianza para el Progre-
so de la Administración Kennedy, en competencia conti-
nental con la revolución cubana.
Frei y su Partido Demócrata Cristiano (PDC) respalda-
ron el golpe militar que depuso a Salvador Allende en 1973

1) El texto oficial completo está en


http://www.minrel.cl/prensa/Comunicados2002/12-04-02.htm.

212
y aportó sus mejores cuadros al gabinete económico del
regimen castrense, entre otros, al economista Juan Villar-
zú, quien se desempeñó como director de Presupuesto del
ministerio de Hacienda y hoy preside la Corporación del
Cobre (Codelco).
La legitimación mundial de Chávez en el plebiscito del
15 de agosto, el aislamiento de Chile en las alianzas que
se fortalecen en el Cono Sur de América, la vocación de
hacer negocios y una buena dosis de pragmatismo esti-
mularon a fines del 2004 una mejoría en las relaciones.

Preocupación por el futuro


Algunos dueños de América Latina exhiben preocupa-
ción creciente por “el futuro” y “la cuestión social”. En dos
años se celebraron por lo menos dos reuniones “para deba-
tir la pobreza”, la primera convocada por Slim en México,
en mayo de 2003, y la segunda, un año después, en Repú-
blica Dominicana, después de la reelección del social de-
mócrata Leonel Fernández. Su inspiración se atribuye al
hispano Felipe González, cercano a Slim.
En los debates participan los empresarios más jóvenes y
algunos hijos de los 24 propietarios de los 68,3 mil millones
de dólares regionales Forbes de 2004, es decir, los menores
de 70 años. Sin embargo, también concurrieron aspirantes
a multiillonarios y dueños de medio de comunicación, como
el venezolano Miguel Henrique Otero, dueño de El Nacional,
quien disertó en Santo Domingo, en mayo de 2004. Slim
aspira a concienciar en temas sociales a la nueva hornada
de multimillonarios que entrará luego en escena. Está for-
jando un “foro social” que podría emular a Davos y adquirir
poderes fácticos –de hecho– paralelos a la OEA, inspirado en
el espíritu de “cambiar un poco para que todo siga igual”, al
tenor de El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Las grandes fortunas regionales fueron forjadas por los
padres o abuelos de la actual generación de personajes
como Cisneros, Mendoza, o Matte, pero en los próximos
años una nueva generación asumirá los negocios de “papá”
bajo mayor presión social. Sólo algunos de los protagonis-
tas de la actual generación pasaron por la enseñanza su-
perior, pero la mayoría envió a estudiar a sus hijos a uni-

213
versidades de Estados Unidos, donde además aprenderán
el inglés para mejor entenderse con los estadounidenses,
como antes lo asimilaron Cisneros y otros. “Los mucha-
chos parecen muy sensible a los temas sociales”, confi-
denció un participante del cónclave2.
Slim convocó en mayo de 2003 a diez de sus colegas
Forbes que reúnen unos 25 mil millones de dólares –4%
del PIB de México o un tercio de su deuda externa– a fin
de “analizar el futuro” pero en secreto. El cónclave de tres
días incorporó a dueños de medios electrónicos financie-
ros y a unos pocos empresarios argentinos, en total parti-
cipó más de una treintena de acaudalados e influyentes
de América Latina. La revista Forbes los bautizó “la socie-
dad secreta de Carlos Slim” por el sigilo de sus sesiones,
lejos de la curiosidad de la prensa. Notimex, la agencia de
noticias gubernamental, quiso reportear lo que describió
como “conciliábulo secreto”, en tanto la británica Reuter,
que suele acceder a esas esferas, también calificó la re-
unión como “evento secreto”, aunque después fue reseña-
da por Forbes y confirmada por voceros de Teléfonos de
México (Telmex), el negocio más importante de Slim.

Sensibilidad millonaria
La novedad del encuentro de una decena de hijos y he-
rederos fue una suerte de seminario de capacitación para
grandes propietarios. Una vez que Forbes hizo pública la
reunión, que comenzó un jueves y terminó al mediodía de
un sábado –24 de mayo–, los voceros de Telmex dijeron que
“todos los trabajos de la reunión son a puertas cerradas”.
Nunca estuvo previsto informar y tampoco hubo el clásico
comunicado final de cualquier encuentro. “Después de todo,
tal vez una conspiración de millonarios realmente en secre-
to controla el mundo”, aventuró Forbes. “Los paneles del
inédito foro de los millonarios incluyen los temas de los que
hablan las personas acaudaladas: historias y experiencias
de los negocios y propuestas sobre el desarrollo económico
en América Latina”, afirmó la revista.

2) Gerardo Reyes Copello, Plan B, 22 de abril de 2004, Santiago.

214
Asistieron los mexi-
canos Lorenzo Zam-
brano, propietario de
Cemex; Emilio Azcá-
rraga Jean, dueño de
Televisa; Carlos Fer-
nández, del Grupo Mo-
delo; Lorenzo y Daniel
Servitje, del grupo
Bimbo; Alberto Baille-
res, de Peñoles; Ber-
nardo Quintana, de
Ica; José Antonio Fer-
nández, de la embote-
lladora Femsa; Fer-
nando Senderos, del María Asunción Aramburuzabala
Grupo Desc; Antonio
Cossío, del Grupo Industrial Tepeji del Río; y María Asun-
ción Aramburuzabala, del Grupo Modelo.
También los argentinos Carlos Miguens Bemberg, del
grupo cervecero Bemberg; Alberto Roemmers, de la indus-
tria farmacéutica; Federico Braun, importador y exporta-
dor; y Eduardo Constantini, empresario financiero.
Concurrieron, asimismo, los brasileños Joao Roberto Ma-
rinho, heredero del grupo mediático Globo e hijo de su fun-
dador, el difunto Roberto Marinho; Marcelo Odebrecht, cons-
tructor; Joseph Safra, banquero y propietario de medios de
comunicación, el segundo más rico de América Latina en
2004; Luiz Frias, empresario de la prensa; Eugenio Staub y
Pedro Moreira.
Desde Chile viajaron José Said, banquero y embotella-
dor de Coca Cola; Alvaro Saieh, banquero y dueño de pe-
riódicos; y Andrónico Luksic, banquero y propietario de
grandes yacimientos de cobre. Participaron también los

María Asunción Aramburuzabala, “la más rica...”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998* 1997* 1996
1,5 1,2 1,5 1,8 1,0 1,4 -- -- 1,4
* Año en que no clasificó.

215
colombianos Julio Mario Santodomingo, cervecero y due-
ño de medios, el industrial Carlos Ardila, el banquero in-
mobiliario Luis Carlos Sarmiento Angulo y Jimmy Mayer;
el bananero ecuatoriano Alvaro Noboa –ex clasificado For-
bes y ex candidato presidencial–; y los venezolanos Gusta-
vo Cisneros Rendiles, el cementero Gustavo Julio Vollmer,
Juan Luis Bosch y Ricardo Poma.
La oficina de Slim informó que fue una reunión “de
empresarios destacados de Latinoamérica” destinada a
“analizar, para el presente y el futuro, el insustituible pa-
pel que tienen las empresas nacionales en el desarrollo de
los países de la región”. Hubo una suave patada por deba-
jo de la mesa a las corporaciones transnacionales: “Sin
dejar de reconocer el valioso aporte de las empresas inter-
nacionales, porque toda inversión productiva tiene un efec-
to positivo, los trabajos de este grupo de empresarios se
centraron en los siguientes temas: Propuestas para el de-
sarrollo sostenido en América Latina: Empresas globales,
Participación social del empresario, Medios de comunica-
ción globales, El desarrollo de América Latina a través de
la actividad empresarial, Los mercados financieros como
factor del desarrollo y Los grandes proyectos de infraes-
tructura de América Latina”, indicó el comunicado.

¿Crecimiento con equidad?


Pos portavoces de Slim no aclararon si el cónclave de-
cidió formar alguna agrupación permanente en la región,
pero informó que el Presidente Vicente Fox envió un men-
saje desde Perú, donde se hallaba en visita oficial, sin dar
a conocer su contenido. Tampoco dieron a conocer la pre-
sencia del secretario de Hacienda, Francisco Gil, en una
comida con los participantes. “Sin duda alguna, este pro-
ceso fortalecerá a las empresas latinoamericanas en su

Luis Carlos Sarmiento Angulo, “el más rico de Colombia”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000* 1999 1998 1997 1996
1,4 1,0 1,1 1,5 -- 1,6 2,5 2,6 1,6
* Año en que no clasificó.

216
conjunto y facilitará su proceso de expansión regional, com-
petitividad global, experiencia y conocimiento”, indicó el
comunicado de Telmex.
González habló sobre “liberalización comercial con equi-
dad social y distribución de renta”, una variante del discur-
so de “crecimiento con equidad” de la Cepal, al que poco
caso le hace el poder económico y político latinoamericano,
aunque en América Latina sobreviven 214 millones de po-
bres y 92 millones de indigentes, super pobres. La prensa
le dio un trato benévolo a la “profunda sensibilidad social”
del empresariado, guardándose sus usuales expresiones
de “retórica panfletaria de la izquierda” o “populismo”.
El diario La Jornada aseguró que Slim comenzó a pro-
piciar discusiones de temas sociales hacia 2000, en en-
cuentros de grandes millonarios con personajes políticos,
sociales y mediáticos, convocados desde alguna de sus fun-
daciones. También en mayo de 2003 invitó al ex presiden-
te de Estados Unidos Bill Clinton a un encuentro con jóve-
nes en el Auditorio Nacional. Allí negó que pretendiera le-
vantar su candidatura a la Presidencia de México, como lo
anunciara Financial Times.
Un participante le dijo a Forbes que Slim pagó las cuen-
tas, incluido un viaje en aviones privados a Ixtapa
Zihuatanejo, el sábado por la tarde, donde los invitados de-
bieron pasear en yate y jugar golf. Cada participante reci-
bió un teléfono celular por cuenta de América Móvil, otra
compañía de Slim. Un año después, los jets privados de los
magnates rugieron en bandada sobre la asoleada Repúbli-
ca Dominicana, inmediatamente después de las elecciones
presidenciales. El dueño de El Nacional –Otero– explicó cómo
el gobierno de Chávez “amordaza la libertad de prensa”,
mientras Cisneros lanzaba sus mejores dardos contra “el
dictador”. El magnate posee un palacete en el balneario La
Romana y también importantes inversiones locales.
En esos encuentros nadie defiende el crecimiento con
equidad que procura impulsar el gobierno de Chávez, vili-
pendiado por la furia mediática de los medios afiliados a la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), como en el pa-
sado adversaron a los presidentes Jacobo Arbenz Guzmán
de Guatemala, depuesto por un golpe CIA en 1954, y Sal-
vador Allende, derrocado en Chile por una conspiración

217
urdida por Estados Unidos en 1973. Ambos gobiernos pro-
movieron cambios sociales tras ganar en buena lid las elec-
ciones: Allende creó un Área Social de la Economía con un
centenar de empresas que fueron estatizadas, mientras
Arbenz impulsó una reforma agraria que desagradó a la
United Fruit, la transnacional del banano, pero Chávez no
le ha quitado un centavo a los ricos de su país.
Venezuela está reorientando el gasto público en be-
neficio de la mayoría excluida que abarca al 81% de la
población y otorga apoyo financiero a emprendedores que
organizan cooperativas o microempresas, además de po-
líticas de crédito orientadas a pequeños y medianos em-
presarios que aspiran a vivir “el sueño de la libre compe-
tencia”, la esencia misma de la doctrina económica capi-
talista, todo esto bajo las reglas más rigurosas de la “de-
mocracia representativa” que preconiza Estados Unidos
y defienden los dueños latinoamericanos de medios. El
gasto social y las transformaciones económicas de Vene-
zuela se financian con la renta petrolera, es decir, el gra-
vamen impositivo a la empresa Petróleos de Venezuela y
a las compañías extranjeras que actúan en el sector hi-
drocarburos y gas natural. El resultado, al fin de cuen-
tas, no es tan diferente a las propuestas que discuten los
millonarios, siempre más proclives a la variante caridad
y la filantropía mediante fundaciones que, adicionalmente,
tienen la ventaja de eximir tributación.

Contradicciones de millonarios
“Los pobres no son mercado” y “La pobreza no sirve”
fueron las dos expresiones más recurrentes de Slim du-
rante los encuentros. No anda errado, porque en América
Latina existen más de 300 millones de pobres e indigen-
tes, casi el 60% de una población que en 2004 bordeaba
los 540 millones, según el Centro Demográfico Latinoame-
ricano (CELADE). La educación está en el centro del deba-
te e inquieta también a Cisneros y a otros empresarios, al
parecer porque mayor educación redundaría en una ma-
yor tolerancia social hacia los magnates... Pobres, pero
educados resultan más confiables. Por lo menos lo dijo
Sarmiento Angulo, en la revista colombiana Cambio, de

218
una manera bastante clara y brutal: “Es notable cómo –
cuando más atrasado es un país– más hostilidad hay con-
tra los empresarios. Cuanto más desarrollado, mayor res-
peto hay, y el Estado entiende que ellos son sus socios y
los cuidan como el dueño de una compañía que estimula
al buen gerente cuando lo tiene”3.
En sus frecuentes debates anuales en México y Repú-
blica Dominicana, los grandes millonarios latinoamerica-
nos y sus herederos exhiben gran preocupación por la edu-
cación. Cisneros fue “pionero” en exhibir esta inquietud.
Según uno de sus biógrafos –el colombiano Gerardo Re-
yes4– tiene una “filantrópica obsesión por los graves proble-
mas que sufre la educación en América Latina”. Citó que
“... el 45% de los latinos que ingresan en la escuela prima-
ria jamás llega a graduarse y de los pocos que terminan
primaria, el 40% no entiende un ensayo de 500 palabras”.
La pregunta es ¿cuál educación? o ¿educación para qué?
En toda América Latina la educación media y superior
padece la misma transformación que los medios de comu-
nicación masivos: pasó al control de los grupos económi-
cos, que de paso descubrieron que es otro negocio renta-
ble, y perdió su calidad. Es francamente mala, incluso en
países como Chile que exhiben la tasa de escolaridad más
alta (9,8 años). El Estado quedó liberado de “educar”, al
igual que de otorgar salud y vivienda. La trilogía educa-
ción, salud y vivienda se convirtió en atributo exclusivo de
quienes pueden pagar.
Entonces, la pregunta es ¿de qué educación habla la
Internacional de los súper millonarios? De una educación
instrumental y acrítica, que no otorgue cultura sino que
forme cuadros para empujar sus proyectos económicos que
muy poco tienen que ver con el desarrollo ni con la genera-
ción de empleos masivos. La educación que necesita el sis-
tema económico precisa sujetos influíbles y manejables, sin
pensamiento crítico y autónomo. El resto de la “educación”
lo complementan los medios de comunicación, con la TV a
la cabeza, que también les pertenecen. Se trata de sujetos
mediáticos, educados sí, pero como si fueran robots.

3, 4) Gerardo Reyes, Revista Poder, 4 de septiembre, 2001, Miami.

219
Los negocios de la elite latinoamericano están orien-
tados a hacer dinero fácil, no al desarrollo de la región,
aunque utilicen las tecnologías de vanguardia, que ob-
viamente requieren personal capacitado y formado, con
un conocimiento sólido para hacer funcionar los nego-
cios de comunicaciones, televisión, Internet, el sistema
bancario y financiero, pero esas ramas no son las priori-
dades que tiene el planeta pobre. Hacer dinero rápido
con televisión por cable, telenovelas adormecedoras, re-
des mediáticas y comunicaciones no es lo mismo que crear
riqueza sólida para mejorar la calidad de vida de los pue-
blos. Por añadidura, las compañías que distribuyen se-
ñales de TV cable y servicios telefónicos suelen abrumar
a su clientela cobrándoles cargos indebidos que ni si-
quiera figuran en la letra chica de los contratos –que por
lo demás nadie lee. El usuario está condenado a vivir
reclamando por abusos frecuentes de magnitud en apa-
riencia pequeña pero que alcanzan valores ingentes si se
multiplican por millones de consumidores. Cada vez hay
más colas de reclamos en las sedes corporativas de los
servicios. Nadie paga por el tiempo que pierden los usua-
rios que formulan reclamos, ni por el fastidio con que los
abruman los monopolios de cable y telefonía.
La educación es indispensable para salir del subdesa-
rrollo, pero no concebida como un negocio, sino como una
responsabilidad del Estado. No es casual que los países de-
sarrollados gasten en educación más del 5% del valor de su
Producto Interno Bruto. Dinamarca invierte el 7,1% del PIB,
Estados Unidos el 6,7%, México el 6,8% pero su meta es
alcanzar el 8%, los países de la Organización Europea de
Cooperación Económica (Oece) invierten el 5,9%, Venezue-
la le asignó 2,5% del PIB a su gasto público en educación
en 1990, 3,2% en 1998, 4,7% en 2001 y 5,2% en 2004.

Julio Mario Santodomingo, “Zar cervecero y mediático”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003* 2002*2001* 2000 1999 1998 1997 1996
1,4 -- -- -- 1,1 1,1 1,5 1,9 1,3
* Año en que no clasificó.

220
Hoy pareciera existir una predisposición a que sólo se
eduquen los ricos, tanto a nivel de países y como a nivel
de las personas. Los países ricos privilegian la educación
porque ayudó a transportarlos al desarrollo. En los países
pobres, la educación quedó al alcance de quienes pueden
pagársela. Parece un simplismo, pero existe un apartheid
en la educación, a nivel mundial y a nivel local. Pero la
educación es un mecanismo fundamental para salir del
atraso y la pobreza. Sin embargo, algunos países piensan
hoy que para mejorar la educación basta con sólo apren-
der inglés, al calor de los tratados que se suscriben con
Estados Unidos. Por lo menos así piensa el ministro de
Educación de Chile, Sergio Bitar, quien acusa de “estatis-
ta” –que suena como un terrible insulto– al rector de la
Universidad de Chile... simplemente porque reclama que
el Estado cumpla su rol y le asigne presupuesto.
Muchas fortunas de la región crecieron o se gestaron
cuando los “socios” del Estado “conformaron alianzas es-
tratégicas con multinacionales o utilizaron sus palancas
políticas para quedarse con empresas y bancos renta-
bles que los gobiernos de la región subastaron en la feria
neoliberal de los años 80 y 90”5, escribió Gerardo Reyes
Copello, el periodista colombiano especializado en ricos
latinoamericanos.
A reglón seguido, Reyes hizo de la corrupción la causa
principal de las privatizaciones. Atribuyó los males de las
empresas públicas a una extendida corrupción congénita
inevitable y al fatalismo de sus “pérdidas” sempiternas,
dos acusaciones que bastaron para condenarlas a la pri-
vatización en nombre de unos unos difusos motivos mora-
les asociados a los económicos. Por lo menos Reyes recor-
dó que los dueños de América Latina fueron convocados
por el destino a hacerse más ricos “cuando los gobiernos
locales llamaron en los años 90 a un remate de fin de siglo
de todos los bienes estatales que producían pérdidas y
corrupción, como las empresas telefónicas, los puertos, los
aeropuertos, los ferrocarriles, las aerolíneas, los bancos,
las estaciones de televisión y de radio...”, o sea, ¡todo! Al
parecer nada, ninguna empresa funcionaba.

5) Reyes Copello, op. cit.

221
En honor a la verdad, las privatizaciones venían siendo
reclamadas por lo menos desde comienzos de la década de
los '70. Eran una sentida aspiración del capitalismo mun-
dializado y de las derechas locales de prácticamente todos
los países latinoamericanos, o si se prefiere, de la globaliza-
ción o del imperio. Y en las décadas 1980-1990 fue una
imposición universal del dúo Margareth Thatcher-Ronald
Reagan. Ni los dueños de América Latina, ni los del resto
del planeta, perdieron el sueño en luchar contra la corrup-
ción, más bien se sirvieron de ella y la fomentaron. La co-
rrupción se practica dúo, entre quien corrompe y el corrup-
to que accede, así sea por osmosis o como en el amor. La
corrupción de la clase política necesita un partner. La co-
rrupción de la clase empresarial, ídem. Fue precisamente
la corrupción de dirigentes políticos como Carlos Menem el
motor principal de las privatizaciones en Argentina.
Lo cierto es que hubo privatizaciones, un saqueo gene-
ralizado en todo el continente. Se remataron a precio vil
las empresas públicas que se levantaron a partir de los
años 30 para fomentar el desarrollo de una industria orien-
tada a la sustitución de importaciones. Entonces no hubo
capital privado para asumir esos riesgos o porque los ne-
gocios de la energía, la siderurgia o las comunicaciones no
parecían atractivos ni rentables. Slim se quedó con la
empresa telefónica que, de la noche a la mañana, lo intro-
dujo en las grandes ligas de los millonarios continentales.
El argentino Gregorio Pérez Companc compró pozos pe-
troleros y parte de una telefónica, mientras su compatrio-
ta Amalia Lacroze se adueñaba de los ferrocarriles. El mexi-
cano Lorenzo Zambrano se quedó con las fábricas de ce-
mento. Julio Bozano, de Brasil, agarró una fábrica de avio-
nes. El octogenario Julio Santodomingo, de Colombia, y el
cincuentón Ricardo Salinas Pliego, de México, se hicieron
de canales públicos de TV, el último con “préstamos” del
hermano del Presidente de la época, Carlos Salinas de Gor-
tari, el mismo Raúl Salinas que financió a Slim la “com-
pra” de Teléfonos de México, hoy preso en una cárcel mexi-
cana con cargos de asesinato y narcolavado. Roberto Ma-
rinho, fallecido en 2003, consiguió varios canales estata-
les y Oswaldo Cisneros, primo de Gustavo, le dio una den-
tellada a la telefonía móvil de Venezuela.

222
Los dueños, además, se relacionan entre ellos, aunque
a veces tengan peleítas. Slim tiene negocios con el chileno
Ricardo Claro Valdés y es socio de Azcárraga en Televisa,
quien además esta asociado con Cisneros y éste tiene in-
tereses comunes con Santodomingo. También hicieron
“alianzas estratégicas” o sirvieron de puente a las corpo-
raciones transnacionales que cayeron al festín de la priva-
tización de las empresas públicas. Tienen, además, otras
afinidades, como el gusto por los aviones y los helicópte-
ros, los automóviles antiguos y variados tipos de caballos
finos. Pero su enfoque político de la pobreza y la desigual
distribución del ingreso no es unánime, en un continente
que exhibe tres países con la mayor desigualdad de ingre-
so de todo el planeta –Chile, México y Brasil– y donde me-
nos del 20% de la población controla más del 60% de los
ingresos totales de la región.
Por ejemplo, Santodomingo dice que la pobreza no es
del todo mala. Hablando con el escritor Luis Zalamea –
citado por Reyes– dijo, sin rodeos: “La riqueza nunca ha
sido bien distribuida en ningún país del mundo, porque si
así fuera no existirían países ricos o pobres... Incluso en
Suiza, que es un país que se podría citar como ejemplo,
hay ricos y hay pobres. Así es que ese cuento de que la
riqueza tiene que ser distribuida equitativamente es sólo
una ficción sin ninguna base. O sea, una utopía, palabra
inventada por los poetas... Resumiendo, la riqueza y la
pobreza van a coexistir perpetuamente en todos los países
porque siempre habrá gentes más inteligentes o listas, me-
jor capacitadas –o lo que tú quieras– que otras”.
Los analistas del mercado y los economistas sistémi-
cos también centran su preocupación en los fríos resulta-
dos macroeconómicos, sin tomar en cuenta la distribu-
ción del ingreso o el factor humano de la economía. En un
país puede darse una buena tasa de crecimiento, pero con
aumento del desempleo por la introducción de nuevas tec-
nologías que desalojan mano de obra intensiva. Esos de-
talles no tienen mayor importancia si hay un buen resul-
tado macroeconómico, según las orientaciones globales del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y de cualquier otra
organización supranacional que controle y regule la mar-
cha de la economía.

223
La pregunta es ¿para quiénes controlan y regulan? Es
una facultad que se le está quitando a los Estados de las
naciones independientes. En los hechos hay economías
que crecen sin equidad. Aumentan las exportaciones de
recursos naturales, cada vez con menos valor agregado –
por lo tanto, menos empleo– o con un mínimo valor añadi-
do por tecnologías sofisticadas que desalojan mano de obra,
como la celulosa e incluso el petróleo. La cifras macroeco-
nómicas de América Latina siempre indican crecimiento
económico, pero la pobreza aumenta y tampoco se reduce
la disparidad en la distribución del ingreso, al contrario.
Los sectores empresariales están cada vez mejor orga-
nizados para ejercer presión directa sobre los gobiernos a
través de sus grupos de poder, las organizaciones patro-
nales convertidas en mini-partidos y la prensa. Actúan ante
el menor asomo de alguna iniciativa que pretenda modifi-
car tímidamente las llamadas “reglas del juego”,
sacralizadas como parte del “sistema democrático” y del
“crecimiento del PIB”...
En la otra vereda, los sindicatos y las centrales obre-
ras pierden influencia con el agravante de la mutación de
la mano de obra y la creciente desvalorización del trabajo
humano, la única herramienta de las mayorías pobres.
Adicionalmente, las exigencias de mano de obra requie-
ren cada vez más especialización y, por consiguiente, una
mejor educación, que el Estado tampoco se plantea entre-
gar con gratuidad en ningún país del continente, al con-
trario, quizás con las excepciones de Cuba y Venezuela,
criticada precisamente por sus reformas sociales.
El primer ministro de economía que tuvo Chile tras
“el triunfo de la democracia” en 1990, el socialista Carlos
Ominami, levantó “la teoría del chorreo”, es decir, que
las descomunales ganancias del gran capital “chorrea-
rían” para abajo, hacia las clases populares, por el sim-
ple efecto de la ley de Newton, la gravedad. Pero poco de
esto ha ocurrido en 14 años de “transición hacia la de-
mocracia”, con gobiernos civiles que administran con mu-
cho más éxito el modelo económico heredado de una dic-
tadura que lo impuso por la fuerza durante 17 años.
En cambio, las utilidades de las empresas y del siste-
ma bancario crecen sin cesar, al igual que los resultados

224
macroeconómicos. La economía crece con injusticia y ésa
es la norma. Los economistas sistémicos insisten en que
cualquier modificación de la disparidad del ingreso... pone
en peligro el crecimiento económico. Y agregan, como Ian
Vásquez, del Cato Institute de Washington, que – para re-
ducir la pobreza– el crecimiento económico “es la mejor
herramienta”6. El crecimiento económico ¿de quiénes? De
aquellos que ya tienen suficiente. El mensaje encubierto
es que todo siga como está, que todo siga igual...
En la otra vereda hay poca gente que opine como Kate
Raworth, que no es “comunista” sino consultora de Nacio-
nes Unidas y colaboradora del PNUD: “La gente tiene dere-
cho a acceder a la educación, al agua potable, a la comida y
a la vivienda. Y en las sociedades muy desiguales, es poco
probable que los gobiernos hagan cosas para la gente po-
bre, porque ellos están más inclinados a las presiones de
los grupos más ricos de la sociedad”7.
Hasta un ex ministro de Hacienda de Pinochet, el eco-
nomista Luis Escobar Cerda, reclamó en 1995 que “algo
hay que hacer”....y rápido: “Por eso es que “algo” hay que
hacer en el corto plazo, ahora. Y ese “algo” es simplemente
que, en una actitud solidaria, los que tienen más contribu-
yan a solucionar los problemas más urgentes y dramáticos
de los que no tienen casi nada. Este es un requisito esen-
cial para la paz social, además de ser una verdadera acti-
tud cristiana de solidaridad. Y que no se diga que esta acti-
tud puede poner en peligro el desarrollo económico del país.
No es el momento de recordar todo lo que se ha investigado
y escrito sobre este tema, pero si es preciso insistir en que
si la gente –toda la gente– no tiene el concepto de que par-
ticipa, de una manera justa, en los beneficios del progreso,
se corre el serio riesgo de crear distorsiones en la conviven-
cia social que pondrían en peligro el progreso mismo”8.
Escobar Cerda, quien también fue ministro de Economía
de Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964), empleó un len-
guaje elegante para referirse al peligro mayor de una revolu-
ción. Tampoco nadie podría decir que es “otro comunista”,
“un izquierdista de retórica panfletaria” o un “populista”.

6, 7) Andrés Oppenheimer, Miami Herald, citado por Reyes.


8) El Mercurio, 11 de agosto de 1995, página 2, Santiago.

225
El pensamiento de Einstein
Muchos pensadores de diferente matiz ideológico han
venido expresando por décadas su preocupación por la
creciente concentración de la propiedad económica, en
general; su reflejo en una estructura no democrática de
los medios de comunicación; y, lo más preocupante, el
modelo de sociedad que los oligopolios llevan consigo,
implícitamente y casi por definición, o "por defecto". Por
ejemplo, Albert Einstein9 escribió lo siguiente en 1949:
“El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos,
en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en
parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la
división del trabajo animan la formación de unidades de
producción más grandes a costa de las más pequeñas. El
resultado del proceso es una oligarquía de capital privado
cuyo enorme poder no puede controlarse eficazmente, in-
cluso en una sociedad organizada políticamente de forma
democrática.
“Esto es así porque los miembros de los cuerpos legis-
lativos son seleccionados por los partidos políticos, finan-
ciados en gran parte, o influidos de otra manera, por los
capitalistas privados quienes, para todos los propósitos
prácticos, separan al electorado de la legislatura. La con-
secuencia es que los representantes del pueblo, de hecho,
no protegen suficientemente los intereses de los grupos
no privilegiados de la población.
“Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los ca-
pitalistas privados inevitablemente controlan, directa o in-
directamente, las fuentes principales de información (pren-
sa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de
hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible,
para el ciudadano individual obtener conclusiones objeti-
vas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos”.

9) Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949

226
X
Los amos de la prensa en América Latina

“L a diseminación de noticias y opiniones se ha con-


vertido en una rama de los grandes negocios y, como los
demás grandes negocios, ha avanzado a la etapa
oligopolista. Como tal, se ha convertido en el casi monopo-
lio de un puñado de grandes empresas... Pero, la disemi-
nación de noticias y opiniones no es un proceso producti-
vo ordinario. Está íntimamente ligado a la existencia de la
democracia efectiva... Existe un límite a la monopoliza-
ción de la opinión que la democracia no puede rebasar y
seguir siendo efectiva –y ésta será, por supuesto, la ten-
dencia política a favor del gran capital–, entonces es casi
imposible que el pueblo haga una elección racional. Estas
cuestiones, y no tanto las formas constitucionales, serán
las que realmente importen en las luchas políticas de la
segunda mitad del siglo”.
John Strachey, El capitalismo contemporáneo, 1954

“...Casi todos los medios que la vida moderna destina


a difundir noticias, y que son los que pesan en la opinión
pública, están vinculados con los grupos económicos”, es-
cribió Ricardo Lagos1 en 1961, en un temprano esfuerzo
progresista por demostrar cómo la alianza entre los pode-
res económico y mediático “gravita decisivamente en la
solución de los problemas nacionales y en la generación
de los poderes públicos”.
El abogado que llegó a ser Presidente de su país, pero
aplicando ideas distintas a los ideales de juventud, alertó
cómo la propiedad de los medios de comunicación chilenos
de 1958 encajaba en la concentración de la riqueza deten-
tada por 11 grupos que en definitiva constituían un sólo
súper grupo por sus vínculos e interrelaciones internas.

1) La Concentración del Poder Económica. Su Teoría. Su Realidad, Del


Pacífico, Santiago, 1961.

227
Los grandes dueños de los
medios de comunicación latinoamericanos
Emilio Azcárraga Gustavo Cisneros –Representacio-
nes: Sony Entertai-
ment Televisión,
Space, Axn, AE&
Mundo, History
Channel, Much Mu-
sic, Spice, Venus, In-
finito, ISat, Play Boy
TV, Uniseries, HTv,
Júpiter Comic, Loco-
motion, Entertai-
ment Television,
MuchMusic y War-
ner Brothers TV
Channel.
Colombia: Parti-
México: Propie- cipación accionaria
en la cadena Caracol.
dad del Grupo Tele-
El Grupo Cisne- Estados Unidos:
visa, el conglomera- ros opera en 39 paí- Cadenas Galavisión
do de medios de co- ses con 70 compa- y Univisión.
municación audiovi- ñías de radiodifu- –Participa en Di-
sual más grande del sión, televisión, tec- rectv Latin America,
país. Televisa, ade- nología, telecomuni- con Hughes Electro-
caciones y artículos nics y el Grupo Cla-
más, produce y dis-
de consumo. rín (Raven Media In-
tribuye contenidos Argentina: Parti- vestments), platafor-
para televisión, prin- cipación en Grupo ma de televisión sa-
cipalmente telenove- Clarín, negociación telital con presencia
las de habla hispa- canal 9 (Grupo en 27 países.
na. Posee: Hadad). –América Online
Chile: ChileVi- (Aol) Latinoamérica,
–Cuatro cadenas
sión, TV abierta, ca- establecida en alian-
de TV abierta. nal 11 (en venta). za estratégica con
–TV por cable. –Radios (FM) Fu- America Online (Aol),
–TV satelital, turo, Imagina, Puda- es la principal pro-
plataforma Sky. huel FM, Rock & veedora de conteni-
–Distribuye sus Pop, Concierto, Co- dos y servicios inter
contenidos televisi- razón, FM Dos y FM activos para América
Hit. Latina, con presencia
vos en el mercado in-
–Internet: significativa en Co-
ternacional. ElSitio. com lombia y en EE.UU.
–División de publi- ChileVision.cl. Venezuela:
caciones (revistas). ElSitio.com. Venevisión.

228
Agustín Edwards Angel González Chile: Red TV y
negocia ingresar a la
propiedad del Canal
13 de la Pontificia
Universidad Católica
de Chile.
Perú: Canal 13,
con el peruano Ge-
naro Delgado Par-
ker, y Canal 9, a tra-
vés de terceros.

Ernestina Herrera
Chile: Propietario
de El Mercurio y dos
diarios de circulación
nacional, de la cade-
na Radio Digital y de
19 periódicos regiona- Mexicano resi-
les. Con Álvaro Saieh dente en Miami, po-
(Grupo Copesa) con- see en América Lati-
forma un duopolio de na 30 canales de TV
la prensa escrita. abierta, 70 estaciones
–Diarios de cir- de radio, compañías
culación nacional: El distribuidoras de ma-
Mercurio, Las Ulti- terial de TV envasa-
mas Noticias y La Se- do, cadenas de salas Argentina: El
gunda (vespertino). de cine en México y Grupo Clarín tiene
–Diarios regio- Centroamérica, ac- control y/o partici-
nales: La Estrella ciones de la tienda pación en
(Arica), La Estrella Sears en Guatemala –Diarios Clarín,
(Iquique), El Mercu- y restaurantes. Olé y La Razón.
rio (Antofagasta), El Guatemala: Po- –TV abierta: LS
Mercurio (Calama), see todas las estacio- 85 Canal 13 y Ar-
La Estrella del Norte, nes de televisión tear; TV Cable: Mul-
La Estrella del Loa, abierta que existen ticanal SA, Superca-
La Prensa (Tocopi- en ese país, los ca- nal.
lla), El Mercurio (Val- nales nacionales 3, –TV Satelital: Di-
paraíso), La Estrella 7, 11 y 13. rectv LA y Canal 12
(Valparaíso), El Líder –Radiodifusión: Satelital Córdoba. –
(San Antonio), El 14 radioemisoras. Agencia: DyN;
Diario Austral (Te- –Cadena Cines
muco), El Diario Aus- –Radios AM/
Su imperio
tral (Valdivia), El Dia- abarca también oras
FM nacionales:
rio Austral (Osorno), 56 estaciones de ra- LR6 Radio Mitre,
El Llanquihue dio, cadenas de cines Cadena 100 (FM
(Puerto Montt). y restaurantes. 99.9) y FM GEN;

229
–Revistas: Inter- Álvaro Saieh B. Ricardo Salinas P.
net Surf, Elle Argen-
tina y Genios; Edito-
riales: Arte Gráfico
Rioplatense, Impri-
post, Editora Tran-
sandina de Revistas
SA y Editorial Agui-
lar;
–Diarios provin-
ciales: La Voz del In-
terior (Córdoba), Los
Andes (Mendoza) y
revista Nueva;
–TV abierta pro-
vincial: Canal 12
(Córdoba) y Canal 7 México: Posee la
(Bahía Blanca); cadena TV azteca
–Producción (que pertenecía al
para TV deportiva: Estado), negocios de
Tele Red Imagen SA TV, telefonía (Une-
y Televisión Codifi- fon) y tiendas de
cada SA; ventas a crédito.
–Producción
Julio Santodomingo
cine: Patagonik Film
Group;
Además, tiene o Chile: Propieta-
participa en 13 seña- rio del Consorcio Pe-
les de TV Cable, Pol- riodístico de Chile
Ka Producciones, SA (Copesa), partner
C l a r i n . c o m , de la cadena El Mer-
Ubbi.com, Frecuen- curio en el duopolio
cia web, Net 2000, de empresas que
Cinet, Prima (red in- maneja los diarios
teractiva de medios), de circulación nacio-
FullZero, Ciudad In- nal.
ternet, Datamarkets, –Posee los dia-
Papel Prensa, Audio- rios nacionales La
tel SA, Encuestadora Tercera y La Cuarta
CEOP, Adtime 99 (Ag. (en lenguaje vulgar),
publicidad), Multime- más el vespertino Colombia: TV y
dios y Multimarke- grauito La Hora, que Radio Caracol, diario
ting, Clarín Global, sólo circula en la ca- El Espectador, revis-
Planta impresora pital, Santiago. tas Semana, Cromos,
Agedit, Ferias y Expo- –Revista Qué RadioNet, etc.,
siciones Argentina SA Pasa, semanario. Avianca y cerveza
y Teledeportes SA. –Radio Zero, FM. Bavaria.

230
Tras explicar quiénes eran los dueños de los medios
chilenos de esa época, prácticamente los mismos de hoy,
Lagos escribió este diagnóstico (pp 168): “Como puede apre-
ciarse, casi todos los medios que la vida moderna destina
a difundir noticias, y que son los que pesan en la opinión
pública, están vinculados con los grupos económicos. El
poder de estos crece y se afianza mediante tales elemen-
tos publicitarios, y los hacen gravitar decisivamente en la
solución de los problemas nacionales y en la generación
de los poderes públicos”.
La relación entre la prensa, la inmovilidad del statu
quo social y el poder político viene discutiéndose desde
larga data en este continente. Los medios de comunica-
ción están imbricados con el poder en todos los países.
Todos los grandes propietarios latinoamericanos son fac-
tores de poder en sus respectivos países, pero además
poseen, controlan o influyen estaciones de televisión, ra-
dioemisoras y periódicos. Tal inclinación mediática no sólo
significa adición o amor al periodismo.
Con la excepción de la TV, el negocio mediático tam-
poco presenta siempre rentabilidad alta pero es un ins-
trumento perpetuo de poder y de dominación ideológi-
ca, coadyuvante para mantener la sociedad tal como está,
sin que nadie proteste y aunque a menudo disfrace o
tergiverse la verdad.
Los partidos políticos cumplen una función muy pare-
cida ...pero no encubren sus objetivos como lo hace la pren-
sa. Emergieron como claros exponentes de los intereses
de diferentes estratos sociales, como una suerte de co-
rreaje hacia al poder o intermediarios entre la ciudadanía
y el Estado. El partido Conservador respondió histórica-
mente a los grandes propietarios agrícolas del gran lati-
fundio. Su apellido –“conservador”– no llamaba a confu-
sión. El partido Liberal identificó los designios de la nue-
va clase propietaria que emergió con la industria, por no
decir con el capitalismo, y la nueva ideología que sacrali-
zó el mercado, consolidada por la revolución francesa,
aunque la trinidad “libertad, igualdad y fraternidad” sea
bastante relativa. Más tarde apareció el partido Laboris-
ta, o Socialista, con la misión de defender los intereses
de la nueva estirpe obrera, la mano de obra trabajadora.

231
Pertenecer a uno u otro partido involucró siempre una
definición e identidad, independientemente de que lo so-
cialdemócratas y laboristas-socialistas se hayan desna-
turalizado con el paso de los años o que existan personas
pobres atraídas a votar por los partidos de los poderosos.
En Venezuela se da otro caso atípico que ningún teóri-
co social anticipó. El llamado cuarto poder se empeñó en
destruir a la clase política y a los partidos, en una campa-
ña de una década, intensificada después de la matanza de
unos 3.000 pobres ordenada por la segunda administra-
ción de Carlos Andrés Pérez para contener las protestas
populares contra “la reforma económica” del FMI, expre-
sada en los saqueos al comercio del 29 de febrero de 1989.
Los medios llenaron la ausencia de crítica –de fondo– que
existía en esa sociedad despolitizada pero politiquera, cuya
policía perseguía en silencio a las organizaciones sociales
y a sus dirigentes. Una vez que desalojaron a la clase polí-
tica se designaron a sí mismos para llenar el vacío, asu-
mieron –en los hechos– el rol de los partidos y los dueños
de los medios sustituyeron a la vieja clase política en el
discurso público. Esa espiral hacia el poder condujo a di-
rigir las acciones del golpe del 11 de abril de 2002 desde
las oficinas de Venevisión, en Caracas.

Política y medios
Los diarios nacieron siempre al servicio de una idea.
Su origen fue “ideológico”, Simón Bolívar y José Miguel
Carrera fundaron El Correo del Orinoco y La Aurora de Chile
no tanto por amor al periodismo –su afán era la guerra de
independencia– sino para recabar apoyo ideológico en fa-
vor de su lucha política y militar contra el imperio de Es-
paña. Así también surgieron los primeros diarios en Euro-
pa y en Estados Unidos. El advenimiento de la nueva cul-
tura urbana engendrada por el desarrollo social industrial
–habría que decir derechamente “por el capitalismo”–, dis-
frazó a la prensa con una apariencia de independencia y
neutralidad, situándola en un pretendido limbo “más allá
del bien y del mal”.
Los medios de comunicación ingresaron al mercado de
consumo como un producto más, como el aceite, el pan y el

232
azúcar. La gente necesitó consumir noticias, información y
opiniones de diferente signo, pero a diferencia de los ali-
mentos nunca hubo control de calidad para la prensa y la
TV. El periodismo quedó a merced del afán del lucro y del
mito de la “mano invisible” que regula al mercado por sí
mismo. Nadie vende ni compra café, pan o mantequilla en-
venenados, pero las mentiras de los diarios pueden empon-
zoñar más de un desayuno.
El periodismo estadounidense derrochó tinta y papel
para entronizar la teoría de la “objetividad” de la prensa.
Se publicaron manuales de periodismo sacralizadores del
mito de la objetividad, el ritual de la “pirámide invertida” y
otras liturgias del oficio. Todo esto ocurrió se copió mecá-
nicamente en América Latina.
El concepto de “libertad de empresa” se amalgamó con
el de “libertad de prensa” hasta grabarlo en el inconsciente
colectivo. El paso siguiente fue proclamar a la prensa como
el “cuarto poder”, un poder del Estado que se eligió a sí
mismo, sin votos, pero se impuso con la fuerza del dinero.
Todos los poderes del Estado están sujetos a regulación y
control ciudadano, supuestamente a través del Congreso,
la Justicia o instituciones universales como la Contraloría.
Pero nadie verifica la responsabilidad social de los medios
de comunicación y sus obligaciones con el desarrollo de-
mocrático de las naciones.
Los diarios, las radioemisoras y la TV dicen que sus
contenidos sólo responden al rating, la audiencia y la cir-
culación. Pero el rating sólo mide lo que la gente está vien-
do a una hora determinada, sin preguntarle a los televi-
dentes qué quisieran ver a diferente hora del día. Tampo-
co hay encuestas serias para averiguarlo. La programa-
ción no tiene contrapeso: la definen pocas personas, gene-
ralmente deficitarias en cultura general. Los programas
rinden culto al dinero fácil, a la violencia y a la estupidez,
con un lenguaje peyorativo y discriminatorio hacia los ex-
cluidos y las minorías étnicas. Los espacios dedicados a
los niños son deplorables en todos los países. El grueso de
la transmisión latinoamericana de TV proviene desde Méxi-
co y Estados Unidos, mientras la programación local se
inclina por la “TV-basura” o la “TV-chatarra”, malsana como
la comida rápida.

233
Los medios erigieron una versión post-moderna del
Coliseo romano. No obstante, América Latina es una so-
ciedad global con bastante circo pero poco pan. Los me-
dios coadyuvan a la evasión del debate sobre los proble-
mas cruciales de cada país. Cultivan la banalidad, los
entretelones privados de la vida sexual y amorosa de los
personajes de la farándula, elevada a la categoría de bien
público. A la vez, des-informan e idiotizan. Desacreditan
las ideologías pero al mismo tiempo desempeñan un rol
ideológico con apariencia de “no ideológico”, con la finali-
dad última de amordazar cualquier cuestionamiento al
statu quo.
Supuestamente, en todos los países desaparecieron las
ideologías. Sin embargo, impera una “nueva ideología” que
se exhibe como no-ideología y, de paso, niega la ideología
del dominado. Los medios de comunicación estigmatizan
o ignoran la crítica, las ideas progresistas y las aspiracio-
nes populares. Al mismo tiempo, la información de prensa
oculta los conflictos sociales pero otorga gran realce a las
actividades de la elite en el poder. Los “dueños” se publici-
tan unos a otros en sus propios medios, donde la disiden-
cia no tiene cabida ni espacio. Allí no hay espacio para los
que no tienen voz. La internacional de la riqueza uniformó
el discurso mediático a nivel continental.
La TV atiende los requerimientos ideológicos de sus
avisadores, pero ejerce una dictadura sobre su verdadera
clientela, el grueso público. Sin embargo, el negocio de la
radio y la televisión –la radiodifusión– profita de un bien
público, las frecuencias radio eléctricas, asignadas a cada
país por la Unesco y otorgadas a los privados como una
concesión del Estado. Su explotación comercial debería
sujetarse a normas, como otras concesiones del Estado, o
la fabricación y distribución de alimentos, medicinas u
otros rubros de importancia.
La circulación real de los diarios y revistas es un mis-
terio en todos los países. Cada medio infla o inventa la
cantidad de sus lectores. No existe una verificación inde-
pendiente, seria, confiable, de la tirada real de los medios
impresos. Paradojalmente, se asegura que el rating y la
circulación son factores determinantes para definir crite-
rios a la hora de colocar publicidad en tal o cual medio,

234
pero no hay cómo contener la discriminación ideológica de
las agencias de publicidad que controlan el negocio. Las
agencias se adueñaron de los avisos, un servicio que en
última instancia pagan los consumidores que eligieron la
lata o el detergente en el automercado. El aviso está incor-
porado al precio de un artículo supuestamente “desideo-
logizado”, consumible por tirios y troyanos, por ejemplo
un alimento envasado.
Las publicidad –varias agencias son estadounidenses–
opera con criterios ideologizados que no toman en cuen-
ta cifras de circulación real, rating, ni consumo mediáti-
co efectivo de la mercancía “información y cultura”. Las
empresas periodísticas y las agencias de publicidad tie-
nen vasos comunicantes con el poder económico. Lisa y
llanamente, no hay oxígeno publicitario –avisos– para las
publicaciones disidentes, aunque sus lectores también
sean consumidores de detergentes, bebidas y alimentos.
A veces, la prensa alternativa, que sobrevive por mila-
gro, tiene mayor circulación que la llamada “gran prensa
corporativa”. Además, los grandes medios corporativos es-
tán perdiendo aceleradamente su credibilidad en todos los
países del mundo según estudios académicos de universi-
dades y centros de investigación de Estados Unidos y Eu-
ropa, como la universidad George Washington. Todo el ne-
gocio de la gran prensa radial, escrita y TV está erigido en
mitos superpuestos unos sobre otros.

¿Quiénes son los dueños?


Los grandes dueños de América Latina poseen, contro-
lan o influyen los principales medios de comunicación del
continente, entendidos como diarios, radios y estaciones
de TV. Su control mediático determina qué es una noticia
y cuándo se produce un hecho informativo. También defi-
ne cuáles son los hechos que debe conocer el grueso pú-
blico y el enfoque con que serán presentados. No todos los
hechos noticiosos que ocurren reciben los honores de la
tinta y las pantallas. Las noticias de la lucha social y sin-
dical están proscritas de los medios, tampoco hace noticia
la pobreza. Los trabajadores están condenados a la “clan-
destinidad” informativa, aunque no dejan de luchar por

235
sus legítimos derechos. En cambio, abundan las noticias
sobre actividades sociales de los ricos y sus esfuerzos por
intensificar la rentabilidad de sus negocios.
La agenda cotidiana de los medios –también llamada
“pauta”– determina por adelantado cuáles serán las noti-
cias del día, y no al revés. Hay hechos indeseables, previs-
tos o no, que jamás reciben difusión. Las cámaras de TV
acuden prestas a cubrir un incendio, o a reportear un cri-
men o cualquier otro hechos policial no previsto por la pau-
ta, pero no hay cobertura periodística para las huelgas aun-
que tengan larga duración. Simplemente se ocultan, a me-
nos que los huelguistas protagonicen “desórdenes públi-
cos” que entonces sí reciben amplia cobertura como “des-
manes callejeros de antisociales”. El lenguaje de los medios
suele estigmatizar la pobreza, las luchas sociales, sindica-
les, indígenas y, en general, las ideas progresistas.
La actividad de la farándula tiene prioridad mediática
en todos los países. Sus protagonistas se convirtieron en
materia prima para que la prensa y la TV fabriquen a toda
prisa los nuevos “líderes de opinión”, quienes “orientan” al
público asegurándose, a veces, una rápida carrera si de-
sean ingresar a la política. Escasean las confrontaciones
tipo panel de opinión sobre temas de real interés con es-
pecialistas o personajes públicos que hayan adquirido edu-
cación superior. Reinan la chabacanería, la mediocridad y
hasta la ignorancia. No existe el pluralismo informativo.
Los noticiarios utilizan un lenguaje excluyente y peyorati-
vo La lengua castellana es uno de los grandes perdedores.
La pauta informativa, todo aquello que los medios de-
ciden que es publicable y debe conocerse, condiciona a su
vez la agenda política, las tareas del gobierno, del parla-
mento y hasta del poder judicial. El aparataje mediático
“orienta” las políticas de gobierno, decide qué leyes son
buenas y cuáles no, legitima el lobby –o tráfico de influen-
cias–, cuestiona las iniciativas del Estado que podrían per-
judicar poderosos intereses encubiertos y manipula los
matices políticos de la llamada “opinión pública”.
En cada país de la región existe un poder mediático
unilateral, con una visión monoteísta de la sociedad, que
rinde culto a la ideología neoconservadora que, a su vez,
sustenta el modelo económico neoliberal y es enemigo acé-

236
rrimo del pluralismo. Es un poder totalitario, impuesto por
la fuerza del dinero, en el que también participa la Iglesia,
presente en la propiedad de los medios em varios países,
con diarios, radios y televisión.

Los grupos mediáticos


Un “pentágono” mediático “orienta” las mentes latinoa-
mericanas. Cinco grandes grupos controlan la TV latinoa-
mericana. Pertenecen al venezolano Gustavo Cisneros Ren-
diles (Univisión, cable Directv, canales ChileVisión y Vene-
visión), los mexicanos Emilio Azcárraga Jean y Carlos Slim
Helú (Televisa), Ernestina Herrera viuda de Noble de Ar-
gentina (grupo Clarín), los hermanos Marinho de Brasil
(grupo O’Globo) y el mexicano Ángel González, quien resi-
de en Miami, se esfuerza por mantener un bajo perfil, po-
see los cuatro canales de TV de Nicaragua, Red TV Chile,
dos en Perú, otros 23 en la región, además de unas 70
emisoras de radio, y también aspira a ingresar al Canal 13
de la Universidad Católica de Chile. Si González no apare-
ce en el Forbes es porque todavía no cumple el requisito
de los mil millones de dólares, pero cada año se acerca
más.
Globo exporta sus telenovelas dobladas al castellano, con
gran aceptación en el mercado hispanohablante.
El periodista colombiano Gerardo Reyes Copello2 ase-
gura que la regresiva distribución del ingreso “parece tam-
bién una variable neutra para los grandes medios de co-
municación de América Latina”. La pobreza no produce
titulares. Dice que “la explicación de la indiferencia está
directamente relacionada con el hecho de que muchos de
los magnates latinoamericanos ejercen el control en forma
personal, o por delegación sumisa, de los más importan-
tes periódicos, revistas, canales de televisión y emisoras
de radio de América Latina”.
El “pentágono mediático” procesa las noticias de la re-
gión y “orienta” la información final que llega al público, en
una abusiva simbiosis de riqueza y poder. Invoca y defien-
de la sagrada “libertad de prensa”, pero en definitiva, ejerce

2) Revista Plan B, 22 de abril de 2004, Santiago, Chile.

237
un poder para el que nadie lo eligió, sino el dinero. “Los
medios se usan para promover los productos del propieta-
rio, incluyendo sus candidatos políticos”, escribió Reyes. El
mexicano González recibe en su residencia de Miami a los
políticos que van a rendirle pleitesía cada vez que hay una
elección en Nicaragua. “Desde sus apartamentos de París o
Nueva York, o dentro de las mismas salas de redacción, los
magnates latinos también manejan la política nacional”, dijo
Reyes. Levantan o sepultan a un candidato presidencial.
Han apoyado democracias y dictaduras. También financian
las campañas electorales.
Los intereses de los dueños de América Latina se refle-
jan cotidianamente en los titulares y en la cobertura par-
cializada de los noticiarios de TV. Además, institucionali-
zaron la censura y la auto censura en las salas de redac-
ción. Aquellos súper millonarios que no tienen propiedad
directa sobre los medios ejercen un control indirecto otor-
gando los favores de la publicidad de sus empresas.
El sistema informativo latinoamericano está imbricado
con el aparato mediático estadounidense, donde la pro-
piedad de los medios se concentra en media docena de
grandes corporaciones. La uniformidad informativa se hizo
total. Los periodistas de la región presentan las noticias
internacionales tal como llegaron al ámbito local, elabora-
das en el norte del continente. A su turno, allá en el Norte
reproducen la información sobre el Sur tal como salió de
los laboratorios del “pentágono mediático” y su periferia.
Las coberturas de la invasión a Irak de 2003 y de Afganis-
tán en 2001 mostraron la faceta unilateral del totalitaris-
mo mediático del sistema informativo universal.
En el ámbito nacional latinoamericano, los cuatro o cin-
co canales de sintonía territorial –que se supone compiten
entre sí– ofrecen al público doméstico exactamente las
mismas noticias locales, tratadas con idéntico enfoque y
utilizando a los mismos personajes que formulan exacta-
mente las mismas declaraciones. No hay más que un solo
referente informativo y un solo punto de vista. En países
como Chile, donde los noticiarios estelares de los cuatro
canales de cobertura nacional se transmiten a la misma
hora, ocurre a veces que el mismo personaje coincide ha-
blando, simultáneamente, por las cuatro estaciones, pero

238
no se trata de una cadena nacional. Es sólo el notable
efecto de la “afinidad informativa”, aunque resulte fasti-
diosa.
Estados Unidos perfeccionó la afinidad informativa en
los medios domésticos latinoamericanos durante la inva-
sión a Irak de Bush y Blair. Con la impronta del big bro-
ther orweliano, los gobiernos de Bush y Blair permitieron
la cobertura de las operaciones militares sólo a los “perio-
distas incrustados” entre las tropas bajo el liderazgo CNN.
Los periodistas estadounidenses hasta entonces respeta-
bles, como Dan Rather, se cuadraron ante el presidente.
Cinco días después que la estatua de Saddam Hussein se
desplomara en la plaza Firdos de Bagdad, Rather –el hom-
bre ancla de la televisión estadounidense– apareció en el
programa “Larry King en Vivo”, de CNN, para darle énfasis
a su obediencia profesional. “Mire, yo soy un americano”,
dijo el periodista de CBS. “Yo nunca intenté perjudicar a
nadie, ni soy un internacionalista o algo parecido. Pero
cuando mi país está en guerra, yo quiero que mi país gane,
cualquier que sea la definición de ganar. Ahora, yo no puedo
asegurar que habrá una cobertura sin prejuicios. En esto,
yo soy prejuiciado”.

Dueños de medios en EE.UU.


America On Line-Time/Warner es la propietaria de CNN
y, además, es el primer grupo mediático del mundo por su
ingresos totales de 39,5 mil millones de dólares en 2003.
Posee 64 magazines como Time, Life & People y Mad, varios
en alianza con At&T y uno en el Reino Unido; sus cadenas
de TV incluyen numerosas estaciones, redes, cables y pro-
ducción de programas (CNN, HBO y TNT); posee 5 equipos
de fútbol y/o béisbol; produce películas mediante Warner
Brothers y otras subsidiarias; tiene 40 sellos musicales y 4
editoriales de libros.
Es inútil reseñar en detalle todo lo que tienen las gran-
des corporaciones: consumirían gran parte de las paginas
de este libro. Cada conglomerados “monstruo” fabrica di-
nero ofreciendo información mezclada –o confundida– con
entretenimiento y espectáculo a través de cadenas de TV,
revistas, diarios, radios, Internet, películas, música, de-

239
portes, libros y otros medios. La televisión siempre es el
renglón mas importante.
Según la revista liberal revista The Nation, de Nueva
York, Aol/Time-Warner, alcanzó ganancias de US$ 32
mil millones en 2001. Con pequeñas variaciones en los
rubros y en su magnitud gigante, sigue At&T Corpora-
tion, con US$ 66 mil millones (mm) de rentabilidad en
2001 –cuya división cable fue adquirida ese mismo año
por Comcast–, Sony (US$ 53,8 mm), Bertelsman (US$
16,5 mm), Liberty Media Corporation (US$ 42 mm), Vi-
vendi Universal (US$ 37,2 mm), Viacom Inc. (US$ 20
mm), General Electric (US$ 129,9 mm), Walt Dysney
Company (US$ 25,4 mm) –que a comienzos de 2003 quiso
comprarla Comcast y a mitad de 2004 se negó a distri-
buir la película Farenheit 9/11, de Michael Moore– y
News Corporation (US$ 11,6 mm). Un dato para cuanti-
ficar estas ganancias: las reservas internacionales del
Banco Central de Venezuela ascendían el 4 de junio 2004
a US$ 23,9 mm.
Estos monstruos comunicacionales controlan las más
conocidas cadenas de noticias, como ABC, NBC, CBS, Te-
lemundo, Fox, Upn, etcétera. Críticos estadounidenses de
los medios (media watch) como el californiano Norman So-
lomon reducen el grupo propietario a seis grandes corpo-
raciones -en los años 60 eran más de 40-, señalando que
los capitales corporativos se entrecruzan en alianzas de
poder que controlan terceras corporaciones mediante par-
ticipaciones accionarias bajas y sofisticados enroques de
capitales. Por ejemplo, At&T posee 8% de News Corp. (ca-
dena Fox) A su vez, Janus Corp. está presente en el 5% de
Liberty Media y en 6% de Aol/Tw (CNN), gigante que a su
vez pertenece en 4% a Liberty Media, en 18% a New Corp.
y en 1% a Viacom, a su vez controlada en 68% por Natio-
nal Amussement.
El magnate mediático Keith Rupert Murdoch controla
–entre otros– News Corp. (Fox) con el 30%, en alianza con
8% de At&T, en tanto el Grupo Bruxelles detenta el 25%
de Bertelsmann. Hubo polémica cuando Murdoch, cuya
insignia es el canal de noticias Fox, pidió aprobación fede-
ral para comprar Directv, el gigantesco proveedor de seña-
les por satélite en que participa el venezolano Cisneros.

240
El imperio Murdoch
posee también British
Sky Broadcasting (BS-
kyB) y Start TV en Asia.
NBC, la primera red de
transmisión de Estados
Unidos, posee y opera
más de 14 estaciones,
junto con Cnbc –otra
red del negocio de las
noticias– y Telemundo,
la segunda programa-
dora en castellano de
EE.UU. NBC adquirió
recientemente las redes
de películas por cable
Murdoch
Bravo y Film&Arts. En
junio de 2004 ingresó en Italia y antes lo hizo en Inglaterra.
Viacom posee teatros en Canadá (Famous Players) y
en otros países, como por ejemplo los cines United Cine-
mas Internationals en sociedad con Vivendi. CNN Interna-
tional puede verse en 212 países, por un público diario
global de mil millones.
En EE.UU. todavía quedan restos de regulación federal con-
tra la excesiva concentración oligopólica de la propiedad de los
medios, pero el gobierno de Bush se propuso abolir las últimas
normas que datan de los tiempos de Franklin Delano Roose-
velt. La agencia gubernamental encargada del control
regulatorio, la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC se-
gún su sigla en inglés, cuyo jefe es Michael Powell, hijo del
secretario de Estado, Collin, terminó por aprobar las aspiracio-
nes de Murdoch y Cisneros.
Murdoch-News Corp. fusionó News Corp./Fox y Directv
a partir del 34% de Hughes Electronics que le compró a Ge-
neral Motors, propietaria final de la mayoría accionaria de

Keith Rupert Murdoch, “Zar mediático mundial”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
7,8 5,5 5,7 7,8 9,4 7,2 5,3 2,8 3,2

241
DirecTV. Murdoch expandirá la recepción de sus canales Fox,
Fox News Channel y Fox, controlará los precios que paga el
usuario final y expulsará del negocio del cable a pequeñas y
medianas compañías. Ya Murdoch posee unos 11,5 millo-
nes de suscriptores directos de TV por satélite, pero su par-
ticipación en Hughes Electronics, la compañía madre de Di-
rectv, le permitió a News Corp. aumentar de golpe su progra-
mación en América Latina, reducida hasta ahora a 4 países
–México y Chile entre ellos– en que ya existía Sky, distribui-
dor también de contenidos de Azcárraga-Televisa. El siguiente
paso fue la fusión de Sky y Directv.
La fusión de News Corp. y Fox con Directv tropezó con
gran oposición en Estados Unidos. No prosperó en diciem-
bre de 2003, pero Murdoch y Cisneros insistieron. Las críti-
cas vinieron de gente muy variada. “News Corp., Sky Latin
America y Hughes Electronic's Directv Latin America (Dla),
dominan el mercado Dth (direct to home, directo a casa) en
Centro y Sur América. Una toma de posesión de News Corp.
sobre Directv pondría el control de ambas plataformas en
las mismas manos”, comentó Steve Blum3, en un artículo
publicado en un boletín concerniente al sector satélites.
Miren Gutiérrez, de Inter Press Service, piensa que “me-
nos jugadores y menos libertad, entierran a la prensa como
servicio”4.“Si los magnates mediáticos controlan, satisfechos,
los medios de comunicación y, además, controlan la distri-
bución de esos medios de comunicación, entonces ellos con-
trolarán la puerta de una extensa gama, rango y puntos de
vista de la información”, opinó Chuck Lewis, director ejecu-
tivo del Centro para la Integridad Pública (Fair). “Ese tipo
de dominio en la publicidad y el poder político es potencial-
mente peligroso para cualquier democracia”, dijo.

Concentración vs democracia
La concentración del capital en Estados Unidos echa
por tierra el sueño americano de la libre competencia en
igualdad. Estados Unidos es una sociedad en que los po-
bres tienden a quedarse pobres, por duro que trabajen, y

3) The Orbiter, agosto-septiembre 2003.


4) IPS, 20 de marzo de 2004.

242
donde los hijos tienen mayores probabilidades de here-
dar el estatus socioeconómico de sus padres que los de
la generación anterior, afirmó el artículo “Despertando
del sueño americano”, publicado en Business Week, que
no es un “pasquín izquierdista”5, al decir del economista
Paul Krugman, de la Universidad de Princeton y colum-
nas del The New York Times, quien comentó que “nues-
tros líderes políticos hacen todo lo que pueden para for-
talecer la desigualdad de clase, a la vez que acusan a
quien se queje –o siquiera señale lo que ocurre– de prac-
ticar la ‘lucha de clases’”.
Según los economistas estadounidenses Thomas Pike-
tty y Emmanuel Saez –citados por Krugman–, entre 1973
y 2000 el ingreso real promedio del 90% más bajo de los
contribuyentes estadounidenses disminuyó en 7%, en tanto
el del 1% más alto creció 148%, el del 0.1% más alto au-
mentó 343% y el del 0.01% se elevó 599%, utilizando da-
tos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Sus gua-
rismos excluyen las ganancias de capital, así que no con-
tienen la distorsión generada en esos años por la “burbu-
ja” tecnológica del mercado de valores. Para Krugman, la
distribución del ingreso en Estados Unidos ha vuelto a los
niveles de desigualdad de los tiempos de la “era dorada”
que condujo a la Gran Depresión6.
Los apologistas de la movilidad del ingreso y los satani-
zadores de la lucha de clases, aseguran que Estados Uni-
dos no es una sociedad de castas, porque las personas que
obtienen altos ingresos en un año pueden tener bajos in-
gresos el año próximo, y viceversa, y el camino a la riqueza
está abierto para todos. Pero aquí aparecieron los “comu-
nistas” de Business Week retrucando que “Estados Unidos
es más una sociedad de castas de lo que nos gusta creer. Y
las líneas entre las castas se han vuelto mucho más rígidas
en tiempos recientes”7.
El mexicano Oscar Casilla8 pidió un debate sobre “el
impacto que la concentración de medios de comunicación
tiene sobre la manera en que se desarrolla la democracia”.
Opina que “las sociedades requieren protegerse para evitar

5, 6 y 7) La Jornada de México, 19 de enero 2004.


8) Crónica, México 22 de febrero de 2004.

243
que un medio de comunicación se sitúe por encima de sus
intereses” y dijo que “es perfectamente comprensible la im-
portancia del debate sobre la concentración de medios, por-
que al fin y al cabo es un tema de concentración de poder”.
La libertad de prensa es algo más que la libertad de empre-
sa. Y la libertad de expresión concierne a toda la ciudada-
nía consumidora de la “mercancía” en que se han transfor-
mado la información y la cultura. “El tema de discusión de
fondo, a largo plazo, y sobre todo que atañe más de cerca a
los ciudadanos, es sobre las consecuencias que la concen-
tración de medios en un puñado de grupos traerá para la
vida democrática de las naciones”, reflexionó el mexicano.
“Los defensores del estrecho control de los medios de co-
municación manejan con precisión el universo de medios a
disposición de la población [de EE.UU.]: casi 1.000 periódi-
cos, más de 8.000 semanarios, 10.000 estaciones de radio y
televisión 11.000 revistas, 2.500 editoriales que publican li-
bros... y más... Desgraciadamente, los números ahondan el
problema del mando excesivamente concentrado. Si el nú-
mero de medios está creciendo y el número de dueños decli-
na, entonces cada dueño controla un poder de comunicacio-
nes aun más formidable”, señaló Ben H. Bagdikian9.
Las madejas de grandes propietarios se entrelazan en
los consejos de administración de las corporaciones. Por
ejemplo, los directorios de medios de comunicación com-
parten a los miembros de la junta directiva de una varie-
dad de otras grandes corporaciones, incluso bancos, com-
pañías de inversión, compañías de aceite, clínicas de sa-
lud, corporaciones farmacéuticas y compañías de tecnolo-
gía. Bagdikian detalla algunos “conflictos de intereses” que
originan estas trenzas, en su libro El monopolio de los me-
dios de comunicación. Además, dejan en evidencia la falta
total de independencia de los medios de comunicación fren-
te al poder económico.
Robert W. McChesney10 opina que “los conglomerados
globales pudieron tener, a veces, un impacto progresista,

9) El Monopolio de los Medios de comunicación, Prensa de la Alme-


nara, 2000, pp 222.
10) Los nuevos medios de comunicación globales, un mundo pequeño
de grandes conglomerados, revista The Nation, 29 de noviembre, 1999.

244
sobre todo cuando entraron en naciones cuyos medios de
comunicación estuvieron controlados herméticamente por
sistemas de regímenes corruptos (como muchos de Améri-
ca Latina) o naciones que ejercía una espesa censura esta-
tal sobre los medios de comunicación (como en lugares de
Asia)”. Pero según este autor, hoy se muestran francamen-
te reaccionarios: “Los gigantes de los medios de comunica-
ción son políticamente conservadores porque siendo bene-
ficiarios significativos de la estructura social actual alrede-
dor del mundo, no está en su interés cualquier cambio en
las relaciones sociales o de propiedad en las naciones, par-
ticularmente si su magnitud reducirá el poder de sus nego-
cios”, escribió McChesney.
“Cuando Viacom ofreció comprar CBS en alrededor de
37 mil millones de dólares, temprano en 1999, se produjo
una agitación de alabanzas en los grandes medios de co-
municación de EE.UU., que por otra parte informan muy
poco de su propia industria”, se quejó Barbara Ehrenreich.
“Sin embargo, desaparecen eslabones y hay cada vez
'menos y menos jugadores' entre los medios de comunica-
ción; esto redunda en una posible menor diversidad y re-
ducción de la calidad del periodismo, así como los intereses
políticos pueden no permitir cubrir ciertos temas”, dijo
Ehrenreich en una ceremonia de premiación, en Nueva York,
de las historias y temas que no publicaron los medios de
comunicación corporativos debido a la censura.
En Estados Unidos todavía sobrevive algo de pensa-
miento crítico. No todos los ciudadanos piensan como sus
dirigentes políticos. Project Censored11 es un antiguo pro-
grama académico de la Universidad de Sonoma, Califor-
nia, animado hoy por el sociólogo Peter Phillips, que lleva
tres décadas –desde los tiempos del Watergate– detectan-
do científicamente los temas de crucial importancia que
oculta e ignora la gran prensa corporativa.
Comenzaron con “10 temas más censurados” por año,
pero al comenzar el siglo 21 tuvieron que elevar las histo-
rias top a 25 anuales. La conclusión de Phillips: “Mien-
tras más concentración, más censura”. Anualmente, la

11) http://www.projectcensored.org/

245
Universidad de Sono-
ma publica en Nueva
York un libro de más
de 500 páginas con los
temas ignorados y re-
flexiones académicas
sobre el periodismo
contemporáneo en Es-
tados Unidos.
Con enfoques dife-
rentes, varias universi-
dades destinan fondos
para efectuar trabajos
críticos sobre los me-
dios. El informe acadé-
mico The state of the
news media 2004, emi-
tido por el Proyecto para
la Excelencia del Perio-
dismo, una investiga-
ción respaldada por la
Universidad de Columbia12 concluyó en 2004 que la “in-
dustria periodística” estadounidense sigue cuesta abajo por
su mala calidad informativa y sus frecuentes mentiras. El
estudio de 500 páginas indica que el periodismo estadouni-
dense del siglo 21 se encuentra en un estado lamentable,
“del qué solo parecen salvarse los medios alternativos, aque-
llos que operan en Internet y las cabeceras concentradas
en comunidades como la hispana”, comentó Pedro Rodrí-
guez, corresponsal en Washington del diario derechista es-
pañol ABC, por lo demás el único que reseñó –brevemente–
esta información. Una característica de la gran prensa es
que no informa sobre sí misma y tampoco le agrada la críti-
ca. Esa impronta de signo totalitario ya fue señalada en la
primera mitad del siglo 20 por el periodista estadounidense
George Seldes, animador de la revista Fact y uno de los más
lúcidos periodistas críticos que han existido en ese país, un
hombre que vivió 104 años y falleció a fines del siglo 20.

12) http://www.journalism.org/
http://www.stateofthenewsmedia.org

246
Big media = calidad cero
Los grandes medios -diarios y televisión- enfrentan una
situación nada optimista. La circulación de la prensa escri-
ta cayó en 11% desde 1990, en tanto el “rating” o sintonía
de noticiarios de TV abierta se redujo en 34% en la última
década. Las grandes corporaciones de TV que explotan el
negocio de la “noticia”, es decir, los servicios “pagados” por
suscripción vía cable, como las cadenas Fox News, CNN y
Msnbc, no incrementaron los abonados a sus “sistemas in-
formativos”, a pesar de “las grandes noticias acumuladas
desde 2001”, y en el mejor de los casos, mantuvieron es-
tancado el universo de su clientela, señala el informe.
El documento atribuye parcialmente el menor interés
ciudadano por los grandes diarios a las transformaciones
acaecidas para todos los medios de comunicación, compa-
rables al trauma que provocó la irrupción del telégrafo o de
la televisión, pero esta argumentación pierde consistencia
cuando se contrasta con el aumento de la circulación de los
diarios en lengua española que también existen en el país
del norte. Por lo demás, el fenómeno del cambio y transfor-
mación tecnológica no fue exclusivo de EE.UU., sino que se
dio en todo el planeta.
La razón más importante, a la hora de explicar la deca-
dencia de los medios, se encuentra más bien en la pérdida
creciente de su credibilidad pública. Los lectores parecen
estar pasándoles sus propias facturas a los grandes diarios
por los fraudes en que incurrieron periodistas “famosos”,
incluso más de un nominado al Pulitzer, como Jayson Blair,
de The New York Times; y Jack Kelly, de USA Today, aparte
de otros casos de invención de reportajes y de noticias que
se dieron en el Boston Globe, New Republic y Chicago Tribune.
Las mentiras fabricadas por muchos medios de comuni-
cación importantes convirtieron en ciencia ficción o en un re-
cuerdo increíble para la historia de la profesión, las grandes
hazañas periodísticas del pasado reciente, como la investiga-
ción del “caso de espionaje Watergate” de la década del 70.
Hoy, la industria de la comunicación pierde audiencia, dete-
riora su escasa calidad y emplea cada vez a menos periodis-
tas, a causa del desempleo que provocan las frecuentes fusio-
nes de grandes corporaciones propietarias de medios.

247
Carl Berstein y Bob Woodard, entonces dos jóvenes re-
porteros, contaron con el respaldo de sus jefes y de la em-
presa editora del The Washington Post para llevar adelante
su investigación periodística. Sin proponérselo, lograron
aumentar la venta de diarios sin necesidad de mentir, ha-
ciendo circular millones de ejemplares extras del periódico
y –de paso– sacaron de la escena al Presidente Richard
Nixon, a la vez que derrotaron los esfuerzos de su poderoso
gobierno por acallar en la prensa las incidencias del célebre
caso del espionaje republicano contra los demócratas.

“¡Más 'periodista' serás tú!”


Los contenidos de la “industria” hoy apuestan a la frivo-
lidad, al chismorreo y a la superficialidad. Más bien impera
la “calidad cero”, con una oferta desmedida de contravalores
opuestos a la ética periodística más elemental –en desme-
dro de la verdad–, llegándose últimamente a “fabricar” no-
ticias que jamás existieron. La desfachatez en mentir sin
escrúpulos es también un fenómeno “copiado” por la prensa
latinoamericana, en particular en los diarios afiliados a la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), como El Univer-
sal y El Nacional de Caracas, la cadena El Mercurio y La
Tercera, ambos de Chile, entre muchos otros.
Por otra parte, las actividades de Unesco relacionadas
con el periodismo tienen a las grandes empresas mediáti-
cas como sus principales financistas, bajo la figura del
“sponsor”, quienes terminaron orientado políticamente las
actividades vinculadas al periodismo que sustenta esa
agencia de Naciones Unidas. La simbiosis SIP-Unesco pre-
mia hoy este anti-modelo de “periodismo”, galardona a
“agentes de inteligencia” y a agitadores pro estadouniden-
ses rentados, a quienes convierte en “periodistas” y a ve-
ces, además, en “poetas”, como el cubano Raúl Rivero.
En muchos países latinoamericanos, la profesión de
“periodista” está perdiendo aceleradamente su antiguo
prestigio. Los manifestantes y otros protagonistas de las
noticias auténticas –que luego serán deformadas por sus
medios– hoy lanzan piedras a las cámaras de TV y
corretean a golpe limpio a muchos periodistas. Así como
la otrora respetable “profesión más antigua del mundo”

248
perdió su gran influencia política adquirida en las cortes
europeas del siglo 18 y 19, el periodismo del siglo 21 tam-
bién pierde terreno. Si una cortesana hoy no es más que
una simple “puta”, en República Dominicana el sustanti-
vo “periodista” suena como un insulto de lo peor: “¡Más
‘periodista’ serás tú!”, le espetó un entrevistado a un ani-
mador de TV de Santodomingo cuando el presentador
calificó a un amigo suyo como “distinguido... periodista”,
con la intención de elogiar a José Rafael Vargas, secreta-
rio general de la Federación Latinoamericana de Perio-
distas (Felap).
El público de EE.UU. abandona su credibilidad por la
gran prensa. Según los datos del estudio mediático 2004,
los estadounidenses que valoran positivamente la profe-
sionalidad de los medios de comunicación cayeron del
72% en 1985 a 49% en 2002.
La percepción popular de que los periodistas hacen todo
lo posible por ocultar sus errores, creció - por el contrario-
de 13% a 67% en el mismo período. “A medida que se
fragmentan las audiencias y se reduce el personal de planta
de las redacciones, se continúa erosionando la confianza
del público”, aseguró Tom Rosenstiel, director del “Pro-
yecto para la Excelencia del Periodismo”.
Los periódicos de Estados Unidos prescindieron de
2.200 profesionales de la información respecto a los nive-
les de empleo de 1990, en tanto los servicios informativos
de las grandes cadenas cuentan hoy con un tercio menos
de periodistas que en 1985. El semanario Newsweek, para
citar un ejemplo, redujo su redacción a la mitad del perso-
nal durante los últimos veinte años.
La radio es el sector que hoy exhibe la mayor con-
centración de la propiedad y, al mismo tiempo, genera
los mayores volúmenes de desempleo de periodistas.
Clear Channel Communications, de San Antonio, Texas,
concentra aproximadamente 1.270 estaciones en EE.UU.
y otras 240 estaciones en el exterior, después de tener
no más de 40 emisoras en 1996. La actividad de todas
las radios del país del norte redujo masivamente sus
plantillas periodísticas, al punto que hoy opera en todo
el territorio con apenas el 56% de los periodistas que
poseía entre 1994 y 2001.

249
The big brothers:
Murdoch & Cisneros
Como resultado de los recortes de personal profesional
desaparecieron los controles internos de calidad informati-
va. Ya no existe interés en contrastar versiones de diferentes
fuentes sobre un mismo tema, ni de contextualizar noticias,
quizás porque los pocos periodistas que laboran en los me-
dios están recargados de trabajo, cubriendo cada vez mayo-
res frentes informativos. Aunque todavía sobrevive algún pe-
riodismo de cierta calidad, se encuentra más bien en Inter-
net. En los últimos años se ha producido una explosión de
contenidos triviales y subjetivos, con una inclinación casi
enfermiza hacia el mundo de la farándula y la cobertura de
los llamados “sucesos” o hechos de corte policial.
Pero cuando una muchedumbre exaltada asesina a
soldados estadounidenses y luego deshonra sus cadáve-
res, como ocurrió en el pasado en Somalía y en 2004 en el
Irak invadido, entonces la prensa oculta esas imágenes
para “no herir susceptibilidades”, sea por auto censura,
imposición del gobierno o ambas. Así, se aplica la misma
receta que a las víctimas civiles, mujeres y niños de los
bombardeos indiscriminados y periodistas asesinados por
soldados estadounidenses, imágenes que jamás son exhi-
bidas por las grandes cadenas por “inconvenientes”.
El informe consigna que en este clima de mediocridad,
las nuevas inversiones en medios de comunicación en
EE.UU. se concentran más en la distribución y presenta-
ción de noticias que en la búsqueda de información, en
privilegiar los salarios de los presentadores y “hombres
ancla” que en mejorar los ingresos de los trabajadores de
la información, bajo el imperio del nuevo concepto de que
“los rostros venden noticias”, en detrimento de la calidad
del trabajo profesional de los periodistas.
Según el análisis de los contenidos investigados para
el estudio 2004, el 68% de las historias repetidas hasta el
cansancio por los canales informativos pagados carecen
de datos originales y presentan un evidente énfasis en la
velocidad en perjuicio de la exactitud, característica que
también reproducen las versiones “on line” de estos mis-
mos medios. Los autores del análisis insistieron en que el

250
buen periodismo hoy
es más necesario, y a
la vez más difícil, que
nunca.
El binomio Murdo-
ch-Cisneros se tendió
mutuamente la mano.
Con la fusión Directv/
Sky Murdoch entrará
al mercado de Esados
Unidos, donde ya tenía
presencia en diarios
pero no en televisión
pagada. Sky ya era fuerte en Brasil y México, mientras
Directv dominaba los mercados de Venezuela, Argentina
y Puerto Rico. Directv, fundada en 1995, ofrece 325 ca-
nales de programación conjunta, películas y espacios
pagados para visión por cable, a los que añade 100 cana-
les de música en más de 25 mercados de América Latina
y el Caribe. Murdoch ya tiene presencia en el Reino Uni-
do y en Italia con BSkyB, mientras Cisneros se propone
ahora introducir al duo en el resto del mercado latino-
americano, fortalecer la presencia que ya tiene en Argen-
tina, afincarse mejor en Brasil e ingresar a China, no sólo
en televisión, con su holding Eccelera.
Pero el dueto no le informó a nadie que Directv estuvo
en bancarrota hasta iniciado el año 2004. La compañía
presentó un plan de reorganización a un tribunal en
Delaware, su sede corporativa, donde pudo llegar a un
acuerdo con sus acreedores. En diciembre de 2003, Di-
rectv admitió haber perdido 100.000 suscriptores desde
el 2002, entre elllos 25.000 que cancelaron o anularon el
servicio en Brasil. La empresa tendría un millón y medio
de clientes en 28 países. En el arreglo, Hughes Electronics
aumentó su participación de 75 a más de 80%, a cambio
de 300 millones de dólares en financiamiento de deuda y
otros activos que permitieron la supervivencia de Directv.
Darlene Investments LLC, la subsidiaria del Grupo Cisne-
ros que está asociada con el grupo Clarín, se quedó con el
resto de la compañía que ahora comparte con Murdoch
desde que éste compró una tajada a Hughes. La empresa

251
debió reestructurar sus contratos con los proveedores de
mayor audiencia, HBO Ole, Mtv Networks Latin America,
Espn y Disney Channel. Dijeron haber conseguido los de-
rechos para transmitir el Mundial de fútbol 2006, a dispu-
tarse en Alemania.
Provoca terror vivir en un “mundo civilizado” en que
individuos como Cisneros y Murdoch puedan llegar a de-
cidir cuáles productos culturales debe consumir la gente,
“inspirar” esos productos, fabricarlos, distribuirlos y co-
brarlos, en un negocio redondo pero aterrador dada las
falencias culturales y el signo totalitario de ambos perso-
najes. Los canales de noticias que Murdoch tiene en Esta-
dos Unidos ofrecieron una sola visión de la invasión a Irak,
la misma del Pentágono, o sea, propaganda de guerra en
vez de noticias. Las estaciones del Reino Unido, en cam-
bio, ofrecieron una cobertura menos indecente, para po-
nerse a tono con la competencia de la BBC, que está sien-
do destruida por el gobierno Blair.
América Latina deberá resignarse, entonces, a un orwe-
liano binomnio del “hermano mayor” o “un gran herma-
no”, personificado en dos sujetos, pero... iletrados y
superreaccionarios, militantes en la ideología cavernaria
levantada por Busch. La fusión de las compañías que ofre-
cen el servicio deja al usuario arrinconado, atrapado y sin
salida.... Es decir, por un lado, la televisión abierta en cada
país es deplorable, situación que explica el exitoso ingreso
de la TV por cable. Pero si los contenidos, además del res-
to del negocio, los determinan el Gran Hermano Cisneros
y su carnal Murdoch no quedaría más remedio que la abs-
tención televisiva per sécula...
“Me llamo Carlos Roux y no veo televisión”, decía en los
'80 la tarjeta de presentación de un visionario intelectual
mitad caraqueño y mitad bonaerense,lamentablemente fa-
llecido en la catástrofe de La Guaira. ¿Habrá que emular a
Roux?

252
XI
Los amos de América Latina1

Los dueños de México


L os dueños de América Latina tambien poseen, controlan
o influyen los medios de prensa escrita, radio y TV de sus paí-
ses, pero varios extienden su presencia mediática a gran parte
del continente, entre otros Gustavo Cisneros de Venezuela, los
hermanos Marihno de Brasil (Globo), Emilio Azcárraga de México
(Televisa) y Angel González, mexicano de Miami.
Carlos Slim Helú, 64 años, 13.900 millones de dólares,
jefe del grupo Carso, el hombre más rico de América Latina,
posee la cuarta parte de
Televisa. Se inició sien-
do pequeño, cuando
les vendía dulces a sus
parientes en las reunio-
nes familiares domini-
cales2, pero alcanzó el
"éxito" en 1990, cuan-
do –su amigo– el Presi-
dente de la República
de México Carlos Sali-
nas de Gortari, del Par-
tido Revolucionario Ins-
titucional (PRI), le hizo
el pase de Teléfonos de
México (Telmex). Con el
5% de la propiedad y
una inversión inicial de
400 millones de dóla-
res, Slim tomó el con-
trol de una empresa va- Carlos Slim Helú

1) Para mayor información sobre estos personajes, ver Ernesto Car-


mona, Los dueños de Chile, Ediciones La Huella, Santiago, 2002.
2) Redactora de la revista Poder, de Miami (versión electrónica:
www.revistapoder.com),

253
Carlos Slim Helú, “el más rico de América Latina”
(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
13,9 7,4 11,5 10,8 7,9 8,0 7,2 6,9 6,1

lorada entonces en US $ 7.000, que compró en US$ 1.757


con pago parcial diferido en cómodas cuotas. Como al poco
tiempo la empresa se cotizaba en la bolsa por cerca de US$
20.000 millones, batió el récord de multiplicar una discreta
inversión con una privatización a precio de gallina flaca.
Carso (Slim) compró en alianza con la estadounidense Bell
International Holding Co., matriz de Bell South, y la gala
France Cable & Radio.
La revista Poder precisó sus haberes en US$ 22.100
millones con una rentabilidad anual de US$ 1.000 millo-
nes. En 2001, el Presidente Vicente Fox lo nombró en el
directorio de Petróleos de México, la empresa más impor-
tante del país, para que ayude a iniciar “el proceso de mo-
dernización de la petrolera”. ¿Su privatización?

El dueño de Televisa
E milio Azcárraga Jean, 36, bajó de US$ 3 mil millones
en 2001 a US$ 1.000 millones en 2002, dejando de ser la
segunda fortuna de México, y terminó desapareciendo del
ranking Forbes a partir de 2003, pero continúa siendo el
dueño de Televisa. Al morir en 1997 su padre –El Tigre
Emilio Azcárraga Milmo– heredó el control y las deudas
del complejo de televisión valorado en US$ 7.000 millo-
nes, consolidado también con el apoyo del PRI durante
sus 70 años en el poder. Es dueño del equipo de fútbol
América y de un estadio para 114.000 personas. Compar-
te Televisa con Carlos Slim (25,44%) y con las familias
Aramburuzabala y Fernández (20,62%), propietaria del
consorcio cervecero Modelo.
Televisa es la corporación de televisión más grande en
idioma español. Ocupa el tercer lugar en ventas entre los
medios de América Latina, con US$ 1.929 millones en
1999. La primera es la brasileña Globo, con ingresos de
US$ 2.600 millones en 1999, y la segunda, como grupo

254
económico de poder mediático, Clarín de Argentina, con
US$ 2.200 millones. Su competidora local más cerca es
TV Azteca, con ingresos de US$ 558 millones provenien-
tes exclusivamente de televisión.
El grupo facturó US$ 2.100 millones de dólares en 2000.
Los negocios incluyen 4 cadenas nacionales, 280 estacio-
nes de televisión, TV satelital, TV por cable, una docena
de radioemisoras, una división editorial, producción y dis-
tribución cinematográfica, equipos de fútbol, una plaza de
toros, un estadio y un museo.

El dueño de Cemex
L orenzo Zambrano, 60, soltero, 3.100 millones, la terce-
ra persona más rica de México –gracias al cemento–, partici-
pa en Televisa y es una suerte de mecenas de un periodismo
de la región que procura aparecer neutral, "más allá del bien
y del mal", no tan reaccionario como el que practican los
grandes medios afiliados a la SIP y más bien comprometido
en darle un barniz ético y profesional gatopardo-
lampedusiano a la desacreditada segunda profesión más an-
tigua del mundo.
Desde 2000, Cemex patrocina y co-financia, junto con
Unesco, a la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamerica-
no, establecida por Gabriel García Márquez y transforma-
da en centro de perfeccionamiento para periodistas sisté-
micos latinoamericanos. Su contraparte chilena en ética
periodística es Arturo Fontaine Aldunate, quien maneja
“la ética” de El Mercurio y demás miembros de la Federa-
ción de Medios de Comunicación Social. Cemex patrocina
los programas del historiador Enrique Krauze, que Televi-
sa transmite a todo el país.
Cemex opera 51 plantas propias en 11 países y 4 conti-
nentes, produce 78 millones de toneladas anuales de ce-
mento y genera ventas por US$ 5.600 millones cada año.

Lorenzo Zambrano, “el tercero más rico de México”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
3,1 2,0 2,8 2,9 -- 2,1 -- 1,7 1,2

255
Tras fusiones y absorciones de empresas mexicanas y
foráneas, adquirió presencia en países tan dispares como
Estados Unidos, Filipinas, Venezuela, Egipto. Produce más
de la mitad del cemento que necesita México y supera a
Apasco, filial de Holcim. En Chile posee 12% de Cementos
Bío Bío de Hernán Briones, allegado del ex dictador Augus-
to Pinochet. En Venezuela posee lo que antes fue la emble-
mática Fábrica de Cementos La Vega, la primera del país.
Zambrano, que también es consejero de la Universidad
de Stanford, percibió US$ 162 millones en una operación
casi marginal, por sus acciones en el Banco Banacci, ex
Banamex, tras su fusión con el Citigroup, y pasó a formar
parte del Consejo Internacional del Banco. El Presidente Fox
lo nombró director de Petróleos de México, pero además par-
ticipa en otras 6 empresas del país. Consejero del Museo de
Arte Contemporáneo y presidente del Consejo de Enseñanza
e Investigación Superior, organismo rector del TEC de Mon-
terrey, pertenece a la casta empresarial de Monterrey, una
estirpe que tiene proyecto país y posee títulos universitarios.

El dueño de TV Azteca
R icardo Salinas Pliego, 48, cayó de US$ 3 mil a US$
1.600 millones en 2002 y a US$ 1.800 en 2004, "bajando"
a ser el séptimo hombre más rico de México. Regentaba
una tienda familiar de ventas a crédito semanal cuando
en 1993 se adjudicó la televisora Imevisión, privatizada en
US$ 650 millones por el gobierno de Carlos Salinas de
Gortari. Detrás del vendedor de licuadoras y muebles en
cuotas estuvieron los textileros Alberto y Moisés Saba,
ahora están señalados de beneficio irregular de 200 millo-
nes de dólares obtenidos al autocomprar –a través de su
subsidiaria Codisco– una deuda de Unefon con Nortel por
400 millones de dólares.
Salinas Pliego es un millonario fabricado por el herma-
no del entonces Presidente, Raúl Salinas de Gortari –en
2004 todavía preso por narcolavado y asesinato–, quien le
hizo un préstamo de US$ 30 millones a 5 años, a través
de Servicios Patrimoniales Integrados. La empresa se lla-
ma ahora TV Azteca, mientras la venta de licuadoras y
televisores continúa expandiéndose como “grupo Elektra”.

256
TV Azteca creó Unefon, aportando el 41,39% de las accio-
nes, para ingresar al negocio de telefonía. El detalle fue que
los accionistas no fueron consultados. Hubo que pagar US$
46 millones a NBC y cederle 1,08% de acciones de TV Azteca
por fallo de la Corte Internacional de Arbitraje de París. NBC
reclamó haber pagado un adelanto de US$ 7 millones sin
que se perfeccionara el compromiso de venderle 10% de las
acciones. En el mismo tribunal tiene otro pleito con Javier
Moreno Valle, dueño de Televisora del Valle de México, con
quien suscribió “una alianza estratégica” en 1998.

Propietarios de Brasil:
Los dueños del grupo Globo
T res hijos del fallecido Joao Roberto Marinho contro-
lan los diarios, radios y estaciones de TV del grupo Globo
de Brasil, un conglomerado mediático que llegó a facturar
5.700 millones de dó-
lares anuales, pero hoy
tiene deudas por 1.200
millones. Roberto
Irineu (56 años), Joao
Roberto (50) y José
Roberto (47) pertene-
cen a la tercera gene-
ración, porque quien
edificó la organización Marinho y sus hijos.
fue su padre, Joao Ro-
berto, quien se hizo cargo del diario O Globo cuando tenía
20 años, a la muerte de su progenitor –el periodista Irineu
Marinho, fallecido en 1925– acaecida tres semanas des-
pués de comprar el periódico.
El Presidente Luiz Inazio Lula da Silva decretó tres días
de luto oficial por la muerte de Joao Roberto Marinho, el 6
de agosto de 2003, cuando estaba por cumplir 99 años.
TV Globo es la cuarta red del mundo, con 113 estaciones y
subsidiarias que llegan al 99,9% de los hogares brasile-
ños, pero además el grupo controla un vasto imperio me-
diático ampliado a la radio en 1944 con la primera emiso-
ra (Radio O Globo de Río de Janeiro) y consolidado a partir
de 1960 con TV O Globo Río de Janeiro.

257
La organización posee O Globo, el periódico de mayor
circulación en el país, y Diario de Sao Paulo; a través de
Editora Globo tiene numerosas revistas, entre ellas el se-
manario Época, creado en 1998. También es líder en radio
(Rede CBN, Radio Globo, etc.), televisión y producción de
programas en Brasil, a través de TV Globo, que TV Globo
Internacional vende al exterior. Además, es propietario de
la agencia nacional de información Globo.
La última vez que el difunto Marinho apareció en la revista
Forbes fue en 2002, con 1.000 millones de dólares, aunque
su registro en el ranking ha sido superior a 6.000 millones,
como ocurrió en 1998 y 2000. (Ver historial en página 208).
Marinho ha sido el único multimillonario de ascendencia ne-
gra de América Latina y probablemente de todo el planeta.

La industria pesada se llama De Moraes


A ntonio Ermírio de
Moraes, 76 años, sím-
bolo de la industria pe-
sada de Brasil, fue el
más rico de su país
hasta que lo desplaza-
ron los banqueros Sa-
fra en 2003.
Ingeniero metalúr-
gico de la Universidad
de Columbia, también
pertenece a la clase
empresarial con pro-
yecto país, en extin-
Antonio Ermírio de Moraes
ción en América Lati-
na, sólo con expresiones de sobrevivencia en México y
con menor énfasis en Argentina. La última vez que apa-
reció en el ranking de Forbes –con 3.600 millones de dó-
lares– fue en 2002.
Con su hermano José maneja el grupo Votorantim, crea-
do por su abuelo, con 42 empresas, 30.000 empleados y
una facturación anual de US$ 2.400 millones de dólares
en los rubros cemento, papel, celulosa, metalurgia, jugos,
reforestación, inversiones financieras, energía e Internet.

258
El grupo paga US$ 300 millones anuales en impuestos
y en sus negocios no existe un solo dólar de inversión ex-
tranjera. El apellido Moraes, que identificó muchos años a
la familia más rica de Brasil y a la segunda de América
Latina, entre 1996 y 1998 se mantuvo en el segundo lugar
continental, inmediatamente debajo de Carlos Slim, siem-
pre con más de 5.000 millones de dólares (Ver su historial
en tabla de la página 208).

Faria, doctor en finanzas


A loysio de Andrade Faria, 83, 2.900 millones de dóla-
res, el segundo hombre más rico de Brasil, es un banquero,
médico gastroenterólogo, cabeza del grupo Alfa, dueño de
la cadena de radios Transamérica y una red de hoteles
homónima. Además, cria caballos árabes, es heladero
“premium”, promotor cultural... Vendió en 1998 su Banco
Real al holandés ABN Amro en US$ 3.000 millones, pero a
los pocos meses estableció el nuevo Banco Alfa de Inversio-
nes, con 5 sucursales. Ofreció una gala de Madame Butter-
fly para celebrar y en los años posteriores fue creando Fi-
nanciera Alfa, Leasing, Alfa Corredora de Cambio y Valores
Mobiliarios, sin dejar de lado al Instituto Alfa de Cultura y
Teatro Alfa. O sea, pareciera que está empezando de nue-
vo... pero con harto dinero.
Se graduó en Minas Gerais, en 1944, hizo el postgrado
en gastroenterología en la Universidad Northwestern de
Chicago y ejerció su profesión en Belo Horizonte hasta que
la muerte de su padre –1948– lo reclamó como banquero.
Cultiva un bajo perfil, elude a los medios de comunicación,
pero se entrega a otras actividades. Naciones Unidas lo con-
vocó a su Comité de Inversiones, mientras sus vínculos con
la medicina se reducen a contribuir al sostén del Hospital
Universitario de Minas Gerais.

Aloysio de Andrade Faria, “el segundo rico de Brasil”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996* 1997* 1998* 1999 2000 2001 2002 2003 2004
-- -- -- 2,5 2,8 2,8 2,8 2,7 2,9
* Año en que no clasificó.

259
"Safra" significa "oro"
M oise y Joseph Safra, de 63 y 65 años, son los más
ricos del Brasil en 2004, con 4.700 millones de dólares –
más otros 1.000 de Lily, la viuda del hermano Edmond– y
la segunda fortuna de América Latina, arriba de Cisneros.
En lengua árabe “safra” significa “oro”, el medio de cambio
acumulado en el comercio milenario.
Los Safra son judíos originarios de Alepo, Siria, ciudad
que aparece en la Biblia como Aram Söba, gran centro co-
mercial y productor de tejidos. Sus antepasados de Alepo
fundaron la casa de cambio Safra Fréres e Cie., negocio
exitoso que se extendió hacia Alejandría, Estambul y Beirut,
ciudad donde nacieron los tres hermanos Safra que emi-
grarían a Brasil.
Edmond se fue a Italia a los 16 años (1944), donde vivió
hasta 1951. No necesito estudiar porque portaba la infor-
mación sobre el negocio bancario en los genes. Con sus
hermanos menores Moise y Joseph levantó en 1957 una
financiera para descontar letras de cambio, una novedad
en Brasil. En 1962 abrió en Suiza el Trade Development
Bank (TDB) y en 1966 inauguró el Republic National Bank
of New York, con el senador Robert Kennedy cortando la
cinta. En 1998 tenía una fortuna de US$ 3.300 millones
de dólares.
Banquero de los millonarios, en particular de los ju-
díos de Estados Unidos y Europa, Edmond ofrecía una
cena anual en Washington durante la reunión del FMI.
Murió en 1999 en su residencia de Montecarlo, Mónaco,
en un incendio provocado por un empleado. Su viuda Lily
fue la 11ª mujer más rica del mundo, más que la Reina
Elizabeth II, con US$ 4.700 millones, según la revista Euro-
business. Moise y Joseph siguen con el Banco Safra, uno
de los 10 más grandes del país, controlan el Safra Natio-

Joseph y Moise Safra, “los más ricos de Brasil”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997* 1998* 1999* 2000 2001 2002 2003 2004
1,8 -- -- -- 3,0 2,9 4,0 3,6 4,7
* Año en que no clasificó.

260
nal Bank of New York, considerado uno de los más sólidos
de Estados Unidos, están en Islas Cayman y Las Baha-
mas y poseen el Banque Safra-Luxembourg. Tienen Ara-
cruz Celulose, la mayor productora mundial de celulosa
blanqueada de eucalipto para fabricar papel, poseen
213.000 hectáreas forestales y un puerto en Espíritu San-
to para sus exportaciones.
Entraron al negocio de telecomunicaciones, en Israel
con Cellcom, asociados con Bellsouth y con dos empresas
en Brasil, Bse en el Nordeste, con 500.000 clientes, y Bcp
en Sao Paulo, con 1,5 millones, el 40% de ese mercado.
Varios descendientes se independizaron y comenzaron tam-
bién a montar sus propios bancos, como el Excel (1990),
uno de los 12 mayores del país, vendido después al Bilbao
Viscaya Argentaria.

Dueños de la Argentina:
La propietaria del grupo Clarín
E rnestina Laura
Herrera de Noble, 75,
desapareció del For-
bes, después de acre-
ditar US$ 1.000 millo-
nes en 2001, pero en-
cabeza el poder mediá-
tico con el grupo Cla-
rín, aliado del grupo
Cisneros. Heredó a Ro-
berto Noble, indus-
trial, político desarro-
llista y fundador del
diario Clarín en 1945,
fallecido en 1969, tras
una larga enfermedad.
Tenía 37 años cuando
el cardenal Antonio
Caggiano –1967– ben-
dijo su boda con el
postrado editor, en-
tonces de 64 años y Ernestina Laura Herrera de Noble

261
gravemente enfermo. En cuanto quedó viuda comenzó a
dirigir el periódico que a partir de 1994 transformó en el
núcleo del grupo mediático más poderoso de Argentina –
bajo el gobierno de Menem– con ventas por US$ 2.017
millones en 1998 y deudas con bancos estatales por US$
1.700 millones al año 2.000, cuantificadas en US$ 4.000
en 2001 por fuentes independientes.
Clarín posee medios audiovisuales, publicaciones impre-
sas, importación de papel y operación de cable, entre otros,
con 10.000 empleados. Según el mismo grupo Clarín, su dia-
rio insignia tendría la mayor circulación en Argentina,
500.000 compradores diarios, en competencia con otros 5
periódicos “en un país donde el 67% de la población es adic-
ta a la prensa”. En 1999 el grupo vendió el 18% de sus accio-
nes al Banco de Inversión Goldman Sachs en 500 millones
de dólares.
Según datos de 1999, Clarín posee el 100% de Arte
Gráfico Editorial Argentino, Clarín, Diario Deportivo Olé,
Medios Digitales, Artear, Canal 13, Todo Noticias, Volver;
radio Mitre, radio Am 80, Fm Cadena 100, Artes Gráficas
Rioplatense y Multicanal. Con 51% controla Inversora de
Eventos –que a su vez participa en Trisa–, Televisión Sate-
lital Codificada, TyC Sports, TyC Max, Adtime, TyC Uru-
guay, Tele Red Deportes Chile, Editora de Revistas Tras-
andina, Revista Elle, Audiotel, Buenos Aires Televisión y
Cimeco.
Asociado con su “competidora” La Nación –controlada
por Matilde Noble Mitre de Saguer, sobrina del fundador
de Clarín, Roberto Noble–, el grupo compró los diarios re-
gionales Los Andes (Mendoza) y La Voz del Interior (Córdo-
ba). Controla La Razón, de entrega diaria y gratuita, ade-
más de Galaxy Entertainment Argentina, Directv, Ciudad
Digital, Internet Supreme Tickets. Además, participa en
Papel Prensa, en la agencia Diarios y Noticias (DyN) y Cti
(Compañía de Teléfonos del Interior).
En 1976, adoptó dos niños, Marcela y Felipe Noble
Herrera, que podrían ser ser hijos de presos políticos ase-
sinados o desaparecidos.
Su paradigma es Katherine Graham –fallecida en 2001–,
quien se hizo cargo del The Washington Post después del sui-
cidio de su marido (1963), Philip Graham.

262
Viuda, cementera
y ferroviaria
A malia Lacroze de Fortabat,
82, tenía 1.000 millones de dóla-
res en 2001, pero desaparecida
del Forbes en 2002, incursionó en
los medios para reforzar desde la
propiedad del diario La Prensa y
las radios El Mundo y Horizonte.
Heredó de su segundo marido,
Alfredo Fortabat Pourtalé, descen- Amalia Lacroze de Fortabat
diente de inmigrantes franceses
que acumularon hatos ganaderos. El grupo se fraguó con
Cemento Loma Negra una vez que Alfredo –fallecido en 1976–
descubrió abundante piedra caliza en la propiedad familiar.
La viuda lo fortaleció con su habilidad para tejer redes
hacia el poder político, sobre todo cuando éste se viste
gorra y uniforme. Ganó licitaciones de obras públicas y
ahorró decenas de millones de dólares en derechos de im-
portación y desgravación de impuestos, instalando nue-
vas fábricas de cemento protegidas por la figura jurídica
de “promoción industrial”, una cortesía del dictador Ra-
fael Videla y de su ministro de Economía, José Alfredo
Martínez de Hoz.
Aunque aseguran que no tenía dinero cuando conoció a
Fortabat, sus biógrafos Fernando Carnota y Gerardo Reyes,
de la revista miamiera Poder, aseguran que heredó de un
antepasado, el general José María de los Reyes, que culminó
su carrera matando indios en “la conquista del desierto” del
siglo 19. En Buenos Aires existe la estación de metro “Lacro-
ze” porque su abuelo fundó una compañía de tranvías en la
vieja gran ciudad, iniciativa que Amalia superó en 1992 cuan-
do se compró los 3.342 km del Ferrocarril Roca –privatizado
por Carlos Menem–, junto con la canadiense Canac. El tren
saca de sus fábricas el 55% del cemento elaborado en Ar-
gentina que tuvo demanda privilegiada en las obras para el
mundial de fútbol de 1978. La favorecieron todos los gobier-
nos, militares y civiles. En 1989 Menem la nombró “embaja-
dora itinerante de la Argentina” para que le mostrara al mun-
do “la nueva cara del peronismo”.

263
La viuda estableció también una “entidad cultural”, la
Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, que en 1996 pre-
mió El Anatomista, la primera novela de Federico Andhazi,
entonces de 33 años. La ficción describe la persecución y
censura padecida a un médico de la Universidad de Padua
por haber descubierto el clítoris, en 1558. Cuando la millo-
naria lo supo, anuló el premio y publicó una página en la
prensa denunciado que la obra promovía valores contra-
rios a la moral cristiana. La novela, publicada por Sudame-
ricana, fue un best seller que se tradujo a quince idiomas y
existen proyectos para llevarla al cine.
The New York Times la encontró buenísima: “Un innova-
dor trabajo de ficción. Éste es uno de esos raros libros que
aparecen cada tanto. Es provocador y tiene un buen traba-
jo de investigación sobre el tema en cuestión”.
“El problema –escribió el periodista argentino Mario Dia-
ment– obviamente no es el sexo, sino el miedo a la libertad
que aún sobrevive en algunas petrificadas mentalidades ar-
gentinas, hundidas en la melancolía de los tiempos en que
la injusticia era tan natural como incuestionable”.

El más rico de la Argentina


Gregorio Pérez Companc, 69, es el único "dueño de la
Argentina" que continúa en el Forbes. Cayó de los 1.700 mi-
llones de dólares que mostró el ranking de 2001 a 1.000
millones en 2002, pero a pesar de la debacle argentina, en
2003 exhibió 1.600 millones y mantuvo esa marca en 2004.
Merced a sus negocio de petróleo y gas, el grupo Pérez Com-
panc mantuvo el empleo de 10.000 personas en medio de la
crisis de 2002 y manejó el 25% de todos los negocios transa-
dos en la bolsa de Buenos Aires, aunque producía 80.000
barriles diarios de crudo contra 650.000 de Yacimientos Pe-
trolíferos Fiscales, que ya no son fiscales y tampoco argenti-

Gregorio Pérez Companc, “el más rico de Argentina”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
1,6 1,6 1,0 1,7 2,1 3,6 4,7 5,2 3,6
* Año en que no clasificó.

264
nos, sino transnaciona-
les, desde que Repsol Pe-
troleum Limited –rebau-
tizada Anglo Petroleum
Limited– se “fusionó” con
Ypf en 1999 quedándose
con el 97,84% de la pro-
piedad de Repsol Ypf.
El grupo nació en
1946 como una peque-
ña empresa familiar de
transporte que se forta-
leció con las dictaduras,
"Goyo" Pérez Companc
concesiones y privatiza-
ciones del siglo 20. Explotó negocios de petróleo, gas, pe-
troquímica, refinación y electricidad en América Latina,
consolidándose como el conglomerado de energía mejor
integrado de Argentina. Su ariete energético fue la compa-
ñía Pecom Energía, controladora, a su vez, de otras em-
presas del área, con ingresos de US$ 1.546 en 2000.
Pecom tiene presencia en Perú, Ecuador, Brasil y Ve-
nezuela. Además, controla Innova, productora y comer-
cializadora petroquímica; Conuar y Fabricación de Alea-
ciones, que proporciona combustible nuclear a las cen-
trales argentinas Antucha I y Embalse; y Enecor, una
empresa de conexión eléctrica. Pecom Agropecuario po-
see 10 complejos agroindustriales y 87.000 hectáreas de-
dicadas a la cría y engorde de ganado, leche, trigo, maíz,
soja, girasol y arroz. Poseía el Banco Río de La Plata, pero
terminó vendiéndoselo al Banco Santander Central His-
pano y a Merrill Lynch de EE.UU.
Anteriormente se deshizo de varios negocios obtenidos
en privatizaciones, como teléfonos, construcción y auto-
pistas, obteniendo ingresos de 2.000 millones de dólares.
También se sacrificó con gobierno de Fernando De la Rúa
cediéndole a su principal ejecutivo, Roque Maccarone, para
que se hiciera cargo del Banco Central. Tratando de ven-
der Pecom Energía desde 1997, logró interesar a la Shell
pero no pasó nada, ni prosperaron tampoco las conversa-
ciones con la estadounidense Enron –colapsada en enero
de 2002–, Chevron y British Petroleum-Amoco.

265
El dueño de Sidor
R oberto Rocca, 81
años, tenía 1.600 mi-
llones de dólares en
2001, la segunda for-
tuna de Argentina,
pero desapareció del
ranking Forbes desde
2002. Jefe del grupo
Techint, fundado en
1945, involucrada con
el consorcio Amazonía,
que tras su privatiza-
ción en 1998 obtuvo el
control de la Siderúr-
gica del Orinoco (Si-
dor), la más grande de
Venezuela, con nego-
cios de siderurgia, in-
geniería, construccio-
nes, petróleo, gas, ma- Roberto Rocca
quinaria industrial y
servicios, con una facturación mundial de US$ 7.500 mi-
llones y US$ 3.500 millones de ventas en Argentina –an-
tes del colapso–, el segundo lugar detrás de la transnacio-
nal Repsol Ypf.
El grupo acoge a unas 100 empresas independientes,
con 100.000 empleados, tiene oficinas en 20 países –inclui-
do el mundo árabe y Asia–, sedes en Buenos Aires y Milán
y subsedes en Brasil, México y Venezuela. Una de sus em-
presas líderes –Siderca– está en la bolsa de Nueva York
desde 2001, año en que unificó los tubos de acero para la
industria petrolera de sus afiliadas bajo la marca Tenaris –
“tenacidad” en japonés– producidos por ocho plantas en
siete países, Dalmine de Italia, Siderca y Siat de Argentina,
Tamsa de México, Nkk de Japón, Algoma de Canadá, Tavsa
de Venezuela y Comfa de Brasil, negocio de US$ 2.200 mi-
llones anuales.
La historia de Techint se vincula a la amistad entre Beni-
to Mussolini y Juan Domingo Perón. Agustín Rocca (1895-

266
1978), padre de Roberto, llegó a Buenos Aires en 1945, en
pleno auge del peronismo, después de haber sido capitán de
Alpinos en la Primera Guerra y ferviente militante fascista.
En 1931 –tenía 36 años– Mussolini lo designó jefe de Dalmi-
ne, entonces la siderúrgica pública más grande de Italia.
Hoy los Rocca son dueños de Dalmine, creada por el
Estado italiano en 1906 e incorporada al grupo Techint en
1996. La familia vive en Milán, donde nacieron y estudia-
ron sus primeras letras todos los Rocca, incluidos los hi-
jos de Roberto, que tienen –además– esposas milanesas,
por lo menos en primeras nupcias.
Aunque Rocca cultiva el bajo perfil usual en los multi-
millonarios, sabe manejarse con el poder. “En los inicios
del conglomerado, a mediados de los años 40, en pleno
auge del peronismo y durante muchísimos años, la acu-
mulación de dinero se realizó a través de las íntimas re-
laciones que la familia y sus lobbystas tejieron con el Es-
tado”, señaló la escritora argentina Olga Wornat en la
revista Poder de Miami
Los Rocca fueron grandes beneficiarios del gasto pú-
blico argentino en infraestructura. Puentes monumenta-
les, miles de kilómetros de líneas de alta tensión, de cami-
nos, gasoductos y túneles argentinos llevan la marca Te-
chint. A través de los gobiernos militares, el Estado les
otorgó beneficios impositivos, créditos y exenciones tribu-
tarias. Tras la muerte en 2001 de Agostino, el hijo mayor
y presidente del grupo, la jefatura de Techint recayó en
Paolo, segundo hijo, 53 años.

Los dueños de Colombia


Luis Carlos Sarmiento Angulo,
71 años, es el colombiano más rico,
junto a Julio Mario San-todomingo,
80 años, ambos con 1.400 millones
de dólares, quien “se cayó” del For-
bes en 2001 pero regresó en 2003.
Hasta el año 2000 apareció en el lis-
tado Carlos Ardila Lülle, 75 años, que
completa el trío llamado “los grandes
cacaos”, que opera en finanzas y ser- Luis Sarmiento Angulo

267
Luis Carlos Sarmiento Angulo, “dueño de Colombia”
(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997 1998 1999 2000* 2001 2002 2003 2004
1,6 2,6 2,5 1,6 -- 1,5 1,1 1,0 1,4
* Año en que no clasificó.

vicios (cerveza, medios de comunicación y telefonía). For-


bes no acoge a los "industriales" de la droga.
Luis Carlos Sarmiento es el más influyente banquero
de Colombia. Encabeza la Organización Sarmiento y el re-
cientemente creado Grupo Aval, que integra los bancos y
corporaciones financieras más importantes de ese país azo-
tado por una guerra civil que se acerca al medio siglo y
que últimamente está produciendo 28 mil muertes anua-
les por violencia (77 por día). Sarmiento posee el 98% del
conglomerado bancario Aval, de un valor de mercado de
US$ 800 millones. En 2001 vendió su empresa de comu-
nicaciones Cocelco a la Bell South en US$ 370 millones, a
la vez que invirtió en telefonía.

J ulio Mario Santodomingo con-


trola los medios de comunicación
más importantes de Colombia, la ca-
dena de radio y televisión Caracol,
el diario El Espectador, las revistas
Cromos, Shock, Control TV, En Priva-
do y Vea.
Su padre estableció en Barran-
quilla la Cervecería Aguila, hacia
1945. El hijo impuso en la marca Ba-
varia, que dominó el mercado colom-
biano una vez que compró a la com-
petencia –Carlos Ardila Lülle– el 44% Julio Santodomingo

Julio Mario Santodomingo, dueño mediático”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997* 1998*1999* 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 1,9 1,5 1,1 1,1 -- -- -- 1,4
* Año en que no clasificó.

268
de Leona, la cerveza rival. Con cerveza y refrescos edificó
un conglomerado que también controla Avianca, la línea
aérea colombiana de bandera, donde compartió la propie-
dad con su amigo/rival Ardila Lülle. Lleva años tratando de
vender la línea aérea que ahora está negociándose con el
grupo Sinergy de Brasil y otros interesados de la región,
entre ellos Copa Continental.
Santodomingo controla el Grupo Empresarial Bava-
ria y el Grupo Valores Bavaria. El primero maneja la
cerveza y los refrescos, a través de unas 20 empresas
que operan en Colombia, Panamá, Venezuela, Perú y
Ecuador, donde domina el 90% del mercado cervecero.
La facturación de cerveza en 2000 generó US$ 878 mi-
llones. En Panamá posee la Cervecería Nacional.
Valores Bavaria controla medio centenar de empresas del
sector servicios (finanzas, telecomunicaciones, alimentos).
También comercializa mano de obra barata bajo la fór-
mula de empleo temporal, a la vez que opera negocios de
comercio, seguros y empresas reforestadoras en Colom-
bia, Ecuador e Indonesia.
Una clave para Santodomingo, común entre los grandes
ricos de toda América Latina, es mantenerse cerca del po-
der político, ya sea por sus medios de comunicación o por
el dinero que dona para las campañas electorales.
Apoyó con firmeza al ex Presidente liberal Ernesto Sam-
per, incluso cuando el resto del empresariado lo abandonó
por sus vínculos manifiestos con la industria de la cocaína.
En cambio, inicialmente no apoyó a su sucesor, el con-
servador Andrés Pastrana, pero más tarde inició un acer-
camiento, mientras su hijo Alejandro asumía las riendas
del conglomerado. Hoy se mantiene cercano a Alvaro Uribe.

C arlos Ardila Lülle encabeza la Organización Ardila Lülle


que también se levantó a partir de la cerveza, con la marca

Carlos Ardila Lülle, “tercer 'gran cacao' de Colombia”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997 1998 1999 2000* 2001* 2002* 2003* 2004*
1,3 2,1 2,1 1,3 -- -- -- -- --
* Año en que no clasificó.

269
Leona, y una variada gama de bebidas refrescantes produ-
cidas y envasadas por Postobón, su empresa insignia.
En el pasado llegó a ser el más grande productor de
azúcar de todo el planeta, un renglón clave para la in-
dustrialización de los refrescos gaseosos, pero actualmente
incursiona en telecomunicaciones y textiles. El diario Por-
tafolio lo designó “empresario del siglo”.
Nicanor Restrepo es la cabeza de un grupo económico
regional menor pero gravitante, localizado en Antioquía que
se constituyó como “sindicato” para protegerse de los gran-
des.
Restrepo, líder del Sindicato Antioqueño llamado “el
cuarto cacao” (los otros tres son Sarmiento, Santodomin-
go y Ardila Lülle), ha conversado con jefes guerrilleros como
Raúl Reyes, en busca de alguna fórmula de paz para Co-
lombia. Recientemente publicó un libro sobre el tema titu-
lado El derecho a la esperanza.

Los dueños de Chile


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004

2004 2003 2002 20012000 1999 1998 19971996


A. Luksic 3,4 1,6 1,4 1,3 1,2 1,5 * 2,6 2,2
E. Matte 2,8 1,4 1,5 1,3 1,4 1,2 * 1,5 1,7
A. Angelini 2,5 1,4 * * 1,1 1,6 1,5 2,2 2,3
* Año en que no clasificó.

L os grupos encabezados por Andrónico Luksic Abaroa,


Eliodoro Matte Larraín y Anacleto Angelini Fabbri se conso-
lidaron como los "dueños" del Chile de las últimas dos dé-
cadas. Por su riqueza se alternan en el primer puesto del
listado anual de “La gente más rica del mundo” de Forbes.
Chile exhibió otros grandes ricos que honraron el orgu-
llo nacional con su presencia en el ranking, como José Said
Saffie (1996 y 1999), Jaime Said Demarfa (1996) y Ricardo
Claro Valdés (1998). El país posee un gran potencial de
viejos y jóvenes millonarios, antiguos y nuevos ricos que
siguen bregando por tener más y alcanzar los mil millones
que ahora exige Forbes. Cada año hay menos millonarios

270
en dólares, pero cada uno acumula cada vez más millones,
en una espiral de concentración de riqueza auspiciada por
las políticas neoconservadoras gubernamentales. Por ejem-
plo, el banco del Estado, concebido como la caja de ahorro
de los pobres durante casi todo el siglo 20, le prestó al gru-
po Luksic los 130 millones de dólares que necesitaba para
tomar el control del banco Chile.
Para un futuro ranking criollo de la gente más rica –
podría llamarse Chile’s Richest People, dado el apego por
los nombres gringos– existe un centenar de nombres.

El factor mediático
E n ese listado deberán figurar Agustín Edwards
Eastman, dueño de la cadena El Mercurio 22 diarios) y de
la cadena radial Digital FM (33 emisoras) y Álvaro Saieh
Bendeck, propietario de Copesa-La Tercera, con presencia
en Venezuela a través de CorpBanca, el 6º banco más fuerte
en 2002 y la empresa Nº 29 en ese país (Ver pág. 90).
Matte fabrica el papel para las pulibaciones de de
Edwards y Saieh que "duopolizan" el mercado nacional. Pero
además paga por adelantado las facturas de publicidad –
que poco necesita– del Canal 13 de la Universidad Católica
para paliar su crisis mientras se negocia su venta parcial al
mexicano Angel Gonzalez, quien ya posee el canal La Red.
El Arzobispado quiere vender la radio Chilena al Canal 13
para hacerle a Gonzáez un paquete más atrayente.
Saieh, que tiene los diarios La Tercera, La Cuarta, la
revista Qué Pasa, radio Zero y el canal cable ABT, ingresó
a la mitad del semanario demócratacristiano Siete+7, para
convertirlo en un diario "destinado al nicho "vacante" del
mercado de centro izquierda". Qué Pasa no tendrá más la
competencia de Siete+7 y "el mercado de izquierda" ten-
dría así un diario "progresista". Negocios son negocios.
Un nuevo protagonista mediático se afila los dientes:
Sebastián Piñera negocia con Gustavo Cisneros la adquisi-
ción del Canal 11, cuya frecuencia pertenece de por vida a la
Universidad de Chile, según mandato de la ley de TV, pero
fue arrendada por 25 años (todavía faltan 14) al venezolano
cuando la rectoría estaba a cargo del DC Jaime Lavados
Montes, quien también fundió la Editorial Universitaria..

271
El hombre más rico de Chile
A ndrónico Luksic Aba-
roa, 76, el más rico de Chile
y el sexto de América Latina
en 2004 –con 3.400 millones
de dólares según Forbes–,
corresponde al “self made
man” estadounidense, es de-
cir, no heredó sino que “se
hizo a sí mismo”. Su padre
croata llegó Chile a comien-
zos del siglo 20.
La fortuna de Luksic des-
cansa sobre un trípode mi-
nero-financiero-industrial,
Andrónico Luksic Abaroa
manejado por sus hijos Jean
Paul Luksic, Andrónico y Guillermo Luksic. El grupo po-
see algunas de las 15 grandes compañías que totalizaron
ganancias por 3.055 millones de dólares durante el pri-
mer semestre de 2004, duplicando los 1.553 millones en
utilidades obtenidos en la primera mitad del 2003.
Luksic controla la mina de cobre Los Pelambres, donde
sus costos de producción en 2003 fueron de 29,3 centavos
de dólar (cash costs) por libra de cobre, cuyo precio interna-
cional llegó a superar un los 140 centavos de dólar la libra.
En el primer semestred e 2004 el grupo obtuvo ganancias
de 130 millones de dólares con el Banco Chile, 23% mas
que en el mismo semestre del año precedente.
El grupo, que contribuyó a la campaña de Ricardo La-
gos, terminó de adquirir el banco con un crédito por 130
millones de dólares otorgado por el Banco del Estado bajo
la presidencia del socialista Jaime Estévez. Manufacturas
de Cobre (Madeco), que también es del grupo, venía decla-
rando pérdidas desde hace varios años, pero en el primer
semestre de 2004 registró utilidades netas por 8 millones
de dólares.
Luksic comenzó vendiendo automóviles en Antofagas-
ta, después de intentar estudiar para abogado y pasar una
temporada haciendo negocios maginales en el París de la
postguerra. En los años 50 le compró a unos franceses

272
aburridos del desierto los derechos sobre la mina de cobre
Portezuelo, que después revendio a la Nippon Mines en
medio millón de dólares. Con ese capital comenzó a com-
prar acciones.
En 1985 adquirió a Atlantic Reachfield las filiales Ana-
conda Chile y Anaconda International, propietarias de la
mina Los Pelambres. Y una vez más –1996– fueron los
japoneses quienes contribuyeron a levantar la explotación
a gran escala de Los Pelambres, con una participación del
40% –US$ 1.360 millones– de la inversión total, distribui-
da entre Mitsubishi Corporation (15%), la vieja conocida
Nippon Mining & Metals Company Limited (15%), Marubeni
Corporation (8,8%) y Mitshui & Company Limited (1,2%).
La explotación subterránea de Los Pelambres, original-
mente de propiedad del Estado, comenzó en 1992. Sus 1.462
millones de toneladas de material se acabaría en 30 años.
La “pericia” de Andrónico Luksic incluye el don innato
de saber cómo relacionarse con el poder, no importa cuál
sea su signo. Incluso supo entenderse con el gobierno de
Salvador Allende, actitud que pagó con años de ostracismo
económico cuando la dictadura le pasó su factura.

El grupo Matte
E liodoro Matte Larraín,
58, ingeniero, es el jefe del
conglomerado que lidera la
Compañía Manufacturera de
Papeles y Cartones, La Pape-
lera, (Cmpc), el grupo econó-
mico más antiguo de Chile,
establecido en 1920 por la
rama de un tío abuelo, Luis
Matte Larraín –nacido en
1891– en alianza con la fa-
milia Alessandri. La empre-
sa tuvo siempre en su direc-
torio al ex Presidente de la
República Jorge Alessandri
Rodríguez. Eliodoro Matte Larraín

273
Su fuerte es la celulosa y el papel, que produce con más
de medio millón de hectáreas pinos y eucaliptos, pero ac-
túa también en el sector financiero-bancario, telecomuni-
caciones, energía, puertos, minería. Con Anacleto Angelini,
protagoniza el conflicto en que los mapuches reclaman sus
tierras sembrados de pino y eucaliptos. Ademas, posee 100
mil hectáreas en Argentina.
La Cmpc reportó un aumento de 27,2% en sus utilidades
por unos 135 millones de dólares en el primer semestre de
2004. La subsidiaria Mininco triplicó sus utilidades. Provee
madera para fábricar celulosa del grupo y pelea con los ma-
puches y pehuenches que reclaman sus tierras,
El grupo controla o participa en el banco Bicecorp,
Cominco S.A., Inversiones Cmpc, Pasur, Chilquinta S.A. y
Minera Valparaíso. Es minoritaria en Copec, controlada
por el grupo Angelini. En el sector forestal-maderero, ope-
ra con Forestal Cominco S.A., Forestal Coindustria S.A.,
Forestal y Pesquera Callaqui, Forestal Mininco, Celulosa y
Papel, Cmpc Celulosa e Inforsa.
En el rubro tissue y sanitarios, tiene Cpc Tissue S.A.,
Productos de Papel, Productos Austral S.A., Chimolsa,
Propa, Envases Impresos y CMPC Productos de Papel. En
el área financiera, Banco Bice, Bice Cía. de Seguros de
Vida, Sociedad de Bolsa Bice Dreyfus Adm., Fondos Mu-
tuos Bice, Corredores de Bolsa y Seguros de Vida El Raulí.
Vendió su participación en Entel, a la vez que está presen-
te en energía, con Hidroeléctrica Guardia Vieja, Endesa y
Colbún; en puertos, Puerto Lirquén y Portuaria Lirquén; y
la industria y minería, con Minera Lo Valdés, Cía. Indus-
trial El Volcán y Empresas Pizarreño.
La influencia de los Matte se extiende a los tres poderes
del Estado, la Iglesia Católica, los poderes fácticos y la pren-
sa, como proveedor de papel de El Mercurio y La Tercera.
Con el Centro de Estudios Públicos (CEP), fundado por
él mismo en 1984, su gravitación abarca escenarios de
negocios y de educación. Apoya financieramente al Centro
de Investigación Científica –establecido en Valdivia por el
prestigiado físico Claudio Teitelboim, eventual candidato
al Nobel– y vicepreside el consejo directivo de la Universi-
dad Finis Terrae, entre muchas otras organizaciones que
llevan el sello Matte.

274
El tercer dueño de Chile
A nacleto Angelini Fabbri,
90 años, nacido en Italia, sin
hijos, completa el trío de los
más ricos de Chile.
El ranking Forbes le atri-
buye US$ 2.500 millones,
nueve veces el producto in-
terno bruto de una nación
como Guinea Bissau, que
tiene 2 millones de habitan-
tes y un ingreso per cápita
de 66 centavos de dólares,
más o menos el valor de un
kilo de pan.
Su empresa insignia es la
Copec, que no sólo vende
combustibles. La subsidiaria
Celulosa Arauco Constitución
ganó 266,3 millones de dóla-
res entre enero y junio de
Anacleto Angelini Fabbri
2004, 30,2% más que en el
primer semestre de 2003.
Produce 1,35 millones de toneladas anuales de celulosa en
Chile y 300 mil en Argentina.
Nació en Ferrara en 1914, Angelini arribó a Chile en
1948, cuando gobernaba Gabriel González Videla. Trajo
dinero como para levantar ese mismo año Pinturas Taja-
mar, en unión con otros emigrados.
Más tarde, con otros inversionistas extranjeros incur-
sionó en la construcción, con Francini y Angelini. Luego,
se hizo socio y administrador del fundo La Fortuna. Obtu-
vo la nacionalidad chilena “por gracia” en 1994, por un
decreto del entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Entre 1953 y 1956 ingresó al incipiente negocio de la
industrialización de la pesca, relativamente nuevo en el
país, a partir de las pesqueras Eperva e Indo. Después
comenzó a elaborar harina de pescado, alimento destina-
do a la producción masiva de pollos. Los cambios en la
cultura alimentaria introducían en esos tiempos la “revo-

275
lución del pollo”, que llegó de frente con Eduardo Frei Mon-
talva, en los criaderos de La Cartuja, de su amigo Salvador
Pubill, por esos años también director de la Asociación de
Pesca, al igual que Angelini.
El ítalo chileno controló más tarde Astilleros Arica,
Maestranza Iquique, Aeroypesca y Corpesca. Según El Mapa
de la Extrema Riqueza (1976), de Fernando Dahse Housset,
en 1970 el grupo ocupaba el cuarto lugar, con participaciones
de 51% en Pesquera Eperva, 38,7% en Indo, 75,5% en Grace
y Cía. y 19,2% en Maderas Cholguán. Dahse afirma que con
esa participación accionaria tomó el control de gestión y de
decisión sobre qué hacer el excedente, o las ganancias.
El crecimiento del grupo se desencadenó con firmeza
después del golpe militar de 1973, en particular en la dé-
cada de los ‘80, precisamente, cuando caía el grupo rega-
lón de la dictadura llamado Los Pirañas, (Manuel Cruzat,
Fernando Larraín, Javier Vial y otros). Por esa época con-
trolaba la Compañía de Seguros Cruz del Sur y las pes-
queras Iquique y Chilemar.

Los “otros”
Forbes dejó en el camino a muchos "dueños" que man-
tienen relevancia económica y política en sus países. Los
perfiles no los incluyeron a todos, sino a quienes fue posi-
ble investigar en fuentes públicas.
Para muchos de estos personajes, aparecer en el ran-
king es una cuestión de “honor” que los medios –general-
mente de ellos mismos– convierten en “orgullo nacional”,
como en los deportes.
Varios desaparecieron del ranking porque decayeron. Los
difuntos resurgen como familia una vez que los herederos
resuelven sus disputas, a veces varios años después de la
partida del principal, pero continúan siendo relevantes en
sus países a través de sus descendientes.
Hay “ricos chicos”, como el chileno Ricardo Claro Val-
dés, que alguna vez aparecieron con varios cientos sin al-
canzar el millar de millones pero también siguen siendo
importantes. Su historial estadístico aparece en las tablas
de las páginas 58 y 60 que registran a todos "los latinoame-
ricanos Forbes".

276
Índex America On Line Asociación Latinoameri-
America Latina cana de Libre
Inc. 159 Comercio 180
A America On Line-Time/ Asociación Nacional de
Warner-CNN 165, Anunciantes, Anda
Abramovich, Roman 167, 239, 240 130
193 American Media Asphalt Company of
Academia de Cerveceros Partners 166 América 65
Washington 188 Amoco, BP 186 AT&T Corporation
Academia de Ciencias Anaconda Chile 273 239, 240
Económicas 124 Anaconda Int. 273 Atlantic Richfield
Academia Española 172 Andrade Faria, A.o 205 Company
Acción Democrática Andrade, Hnos. 211 190, 273
77, 87, 109, 154, 174 Angelini F., Anacleto Autrey, Familia 211
Acuerdos de Tokio 38 205, 206, 209, 270, Avianca 211
AE&Mundo 167, 229 274, 275 Axn 229
Aeroservicios Alas 179 Angostura Mining 163 Azcárraga Jean, Emilio
AES Corporation 134 Angostura Suply 163 158, 205, 209, 215,
Agencia Aipe 160, 161 Angostura Trading 163 223, 229, 237, 254
Agencia Inter Press Annan, Koffi 44 Azcárraga Milmo, El
Service 242, 243 Annan, Kofi 180 Tigre Emilio 254
Agencia Reuter 186 Annunziata, Lucia 196 Aznar, José María 8
Agnelli, Umberto 198 Ansón, Luis María 171 126, 169, 171, 197
Aharoniam, Aram 125 Apple Computer 158
127, 128, 130, 131, Aramburuzabala, María B
134, 182, 200 Asunción Backus & Johnston 159
Ahuja, V. y otros 47 205, 206, 214, 215 Bachelet, Pablo 169
Albrecht, Karl 193, 194 Aranda, Sergio 154, 155 Bailleres, Alberto
Albrecht, Teo 193 Arango, Jerónimo 205, 206, 209, 215
Aldanca 163 206, 209 Ball, Carlos 160, 161
Alessandri Rodríguez, Arango, Paco 170 Ballmer, Steven 193
Jorge 225, 273 Arango, Plácido 170 Banco Banesco 90
Alfinger, Ambrosio 91 Arbenz Guzmán, Jacobo Banco Bilbao Vizcaya
Alfonzo Ravard, Rafael 217 Argentaria, BBVA
116 Ardila Lülle, Carlos 8, 111, 118, 127
Alfonzo Rivas, Santiago 211, 216, 267 Banco Caracas 90
115 Argaña, Luis María 182 Banco Caribe 90
Alianza para el Progreso Aristimuño Herrera y Banco Central de
212 Asociados 187 Venezuela
Alianza Revolucionaria Aristóteles 36 17, 106, 112, 154,
Democrática 175 Arnault, Bernard 193 165, 194, 240
Alierta, César 170 Arnold, Ralph 80 Banco CorpBanca 90
Almansa, Fernando 170 Arria, Diego 104 Banco de los Trabajado-
Almunia, Joaquim 185 Arroyo Parejo, Fco. 68 res 89, 163
Aluminios de Angostura Asamblea Gral. Onu 32 Banco de Maracaibo
163 Asfalto y revolución: la 103
Alvear, Soledad 212 New York & Banco Santander
Allen, Paul 193 Bermúdez Co. 67 Central Hispano
Allende, Salvador Asís Espejo, Edgar 104 185
77, 172, 217 Asociación de Pesca Banco de Venezuela
Amazonas 17 276 103, 118

277
Banco Exterior 90 Blair, Tony 197 Camero Z., Omar 134
Banco Federal 90, 134 Blockbuster 173 Campo La Alquitrana 60
Banco Hipotecario de la Bloque de Armas 131 Camus, Albert 126
Vivienda 115 Boeninger, Edgardo 182 Canal 13 de la Universi-
Banco Industrial de Bolívar, Simón 232 dad Católica de
Venezuela 90, 154 Bolsa de Caracas 200 Chile 229, 237
Banco La Guaira 115 Bonpland, Amadeo 58 Canal Globovisión 94
Banco Latino 160 Bosch, Juan Luis 216 Canal Meridiano TV
Banco Mercantil 90 Boston Globe 247 131
Banco Mundial 11, 15, Boulton, grupo 101 Cantv, Compañía
21, 33, 41, 122 Bowen, Herbert Wolcott Anónima Teléfo-
Banco Obrero 78 68, 71, 72, 78 nos de Venezuela
Banco Occidental de Bozano, Julio 90
Descuento 90, 118 206, 207, 209, 222 Cañonera Scorpios 66
Banco Provincial (Bbva) Braun, Federico 215 Capriles, Miguel Angel
90, 118, 127 Brescia, Familia 211 129, 131
Banco Rothschild y Briones, Hernán 256 Caracas Country Club
Lehmann 182 British Sky Broadcas- 161
Banco Santander ting (BSkyB 241 Cárdenas, Lázaro 84
Central Hispano Brito Figueroa, Federico Cardoso, Fernando 170
8, 111, 118 101, 105 Caribbean Communica-
Banco Unión 99, 103 Britto García, Luis tions Networks
Banco Venezuela (Bsch) 146, 147 158
90 Brown, Clyde 73 Caribbean Petroleum
Bandera Roja 88 Brzezinski, Zbigniew Company 79
Banesco 118 183 Carlos I de España 57
Barber, Amzi Lorenzo Buffet, Warren 193, 194 Carlos V de Alemania
65, 78 Burger King 157 57
Barber Asphalt Paving Burlington Investment Carmona Estanga, Pedro
Company 65 Co. 80, 92 103, 165, 168, 197
Barcley, Robert L. 186 Bush, George W. 36, Carner, Ambrose
Barrientos, Paloma 167, 179, 181, 196 Howard 68
165, 169 Carnota, Fernando 263
Bauce, Juan Bautista 79 C Carrera, José Miguel
Bauxilum 90 Cabanillas, Pío 170 232
Bavaria, Colombia 117 Cable Bravo 241 Carter, Jimmy 123
Bechtel 182 CADA, supermercados Carter, Jimmy 167
Bell International 113, 157, 190 Casa Guipuzcoana 76
Holding Co. 254 Cadena Capriles Case, Steve 167
Bell South 157, 254 144, 147, 148 Casilla, Oscar 243
Berlusconi, Silvio Cadena Fox 240 Castillo, Iris 150
165, 196 Cadena Hearst 131 Castro, Cipriano 62, 65,
Berstein, Carl 248 Café El Peñón 157 67, 69, 73, 75, 78, 96
Bertelsman 180 Caggiano, Antonio 261 Caterpillar 182
Betancourt, Rómulo 76, Caldera, Rafael 89, Cativen 190
77, 81, 84, 153, 180 135, 160, 174, 176 Cato Institute, Washing-
Bettencourt, Liliane Calvo, Daniel 167 ton 225
193, 205 Calvo Otero, José 126 Caudillo Restaurador 68
Bicecorp 274 Cámara de los Comunes Cementos Bío Bío 256
Bitar, Sergio 221 69 Cementos de México
Blair, Jayson 247 Camargo, Familia 211 115, 209, 215, 222

278
Cementos La Vega Cisneros, Ricardo Conduven 90
98, 102, 109 160, 161 Confederación de
Cemex Venezuela 90 Citgo 181 Trabajadores de V.
Centro David Rockefe- Citibank 90 124, 150, 163,
ller para Estudios Clarín 229 Consejo de Relaciones
Latinoameri 184 Claro V., Ricardo 172, Exteriores 183
Centro de Estudios 205, 211, 223, 276 Consejo de Seguridad 32
Públicos 274 Claxon Interactive Consejo Nacional de
Centro Demográfico Group 159, 166 Televisión 167
Latinoamericano, Clear Channel Commu- Consejo Nacional
Celade 218 nications 249 Electoral 147
Centro para la Integri- Clinton, Bill Consorcio Cisneros-
dad Pública, Fair 38, 181, 186, 217 Goldfields 162
242 Cnbc 241 Consorcio Tame 163
Cepal 15, 16, 19, 21, CNN 165, 239, 241/7 Constantini, Eduardo
42, 45, 49, 52 Coca Cola Corp. 182 215
Cervecera Caracas 111 Codazzi, Agustín 58 Constitución de 1999
Cervecería Heinecker 111 Coeficiente Atkinson 143
Cervecería Regional de 19, 44 Coordinadora Democrá-
Venezuela 159 Coeficiente Gini 44 tica 127
Cervecería Regional del Coeficiente Theil 44 Coposa 90
Zulia 117 Colegio Periodistas 145 Corimon Pinturas 90
Cervecerías Backus & Comcast 240 CorpBanca 118, 271
Johnston Brewery, Cominco S.A. 274 Corporación del Cobre,
Unión de 117 Comisión Económica Codelco 213
Cerveza Boreal 190 para América Corporación Digitel 90
Cerveza Caracas 102 Latina, Cepal 11 Corporación Distribui-
Cerveza Polar Comisión Federal de dora de Alimentos
102, 111, 181, 188 Comunicaciones 180
Cigarrera Bigott 90 179 Corporación Venezolana
Cisneros, Anita 177 Comisión Federal de de Guayana 162
Cisneros, Antonio Comunicaciones, Corporación Zemi 160
153, 177 FCC 241 Corsini, Miguel 170
Cisneros Bermúdez, Comisión Trilateral Corte Inglés 165
Diego 153 183, 184 Cortina, Alfonso 170
Cisneros, Diego 102, Compañía de Seguro Cossío, Antonio 215
112, 164, 175, 177 Cruz del Sur 276 Council on Foreign
Cisneros Fajardo, Compañía Francesa del Relations
Oswaldo Cable Interoceáni- 183, 184
114, 153, 157, 222 co 68 Cox Anthony, Barbara
Cisneros Rendiles, Compañía Guipuzcoana 193
Gustavo 21, 27, 91 Cox Chambers, Anne
101, 103, 104, Compañía Nacional 193
106, 114,117, 153, Petrolia del Creole Petroleum
159, 164, 165, 167, Táchira 61 Corporation
168, 170, 171, 179, Compañía Venezolana 81, 92
184, 186, 187, 194, de Petróleo 92 Crespo, Joaquín 64
197, 205, 206, 207, Concesión Hamilton Creuheras, José 171
208, 209, 213, 216, 63, 64 Cristóbal Colón 55, 91
218, 223, 229, 237, Concurso Miss Vene- Crónica 242
240, 271 zuela 133, 158 Cruzat I., Manuel 276

279
CS First Boston 157 Diálogo de Negocios Diario La Estrella 229
CS Holding Ag 157 Globales 180 Diario La Jornada 242
Cummins 182 Diario 2001 131 Diario La Nación, Arg.
Cutrale, José 211 Diario Abc 246 211, 262
Diario Abril 131, 132 Diario La Nación de San
CH Diario Así es la Noticia Cristóbal 132
Chacao 18 132 Diario La Prensa 229
Chase Manhattan Bank Diario Austral 229 Diario La Razón 229
180, 182, 184, 186 Diario Chicago Tribune Diario La Religión 132
Chávez Frías, Hugo 89, 247 Diario La Segunda 229
95, 121, 124, 143, Diario de Avisos 62 Diario La Tercera 248
148, 160, 167, 176, Diario de Caracas, El Diario Meridiano 131
191, 218 132, 133, 160, 174 Diario Miami H. 173
ChileVisión 158, 166, Diario de la Economía, Diario New York
173, 229, 237 Reporte 132 Herald 74
Diario El Carabobeño, Diario Panorama 123
D Valencia 132 Diario Portafolio 270
Da Silva, Luis Inazio Diario El Confidencial Diario San Francisco
Lula 172, 257 168 Chronicle 199
Dahse, Fernando 276 Diario El Correo del Diario Tal Cual
Daimler Chrysler Orinoco 232 103, 132
155, 185 Diario El Globo Diario Ultimas Noticias
Darlene Investments 131, 134 130, 132, 142, 144,
LLC 251 Diario El Impulso de 147, 148
De Andrade Faria, Barquisimeto 132 Diario Venezuelan
Aloysaio 206 Diario El Líder 229 Herald 74
De Armas, Armando 131 Diario El Llanquihue 229 Díaz Rangel, Eleazar
De la Dehesa, Guillermo Diario El Mercurio 126, 130, 142, 143, 146
170 198, 224, 229, 248, 255 Díaz, Trino Alcides 118
De la Rúa, Fernando Diario El Metropolitano Diego Cisneros y Cía. 181
265 166 Dirección de Servicios
De Lara, Manuel 171 Diario El Monitor 67 de Inteligencia y
De Moraes, Antonio E. Diario El Mundo Prevenció 179
182, 209, 258, 259 129, 147 Directv 157, 159, 166, 179,
Deca Centro 154, 181 Diario El Mundo, 237, 240, 242, 251
Delfino, Carlos 98 España 126 Disney Channel 252
Delfino, Enrique 104 Diario El Nacional 121, Distribución del ingreso
Delgado Chalbaud, 124 127, 129, 19, 30, 33, 53
Carlos 154 130, 144, 248 Distrito Federal 17
Delgado, Kotepa 129 Diario El Nuevo País Dólar PPA 16, 41
Delgado Parker, Genaro 132 Dos Santos Diniz, Ab.
229 Diario El Tiemp 128 205, 207, 209
Delta Amacuro 17 Diario El Universal 121, Drago, Luis María 69
Dell, Michael 193 124, 125, 130, 135, Ducharne, Horacio 67
Desarrollo Humano 11 144, 156, 248 Ducharne, Pedro 67
Desarrollo Humano en Diario El Venezolano Duno, Pedro 27, 104, 109
Vzla. 2002 21 59, 148
Diario Frontera, de E
Desarrollos del Cuyuní
163 Mérida 132 Echevarría, Alejandro 170
Destino manifiesto 63 Diario La Aurora de Editorial Monte Avila
Deterding, Henry 80 Chile 232 Editores 62, 71

280
Editorial Quimantú 172 Febres Cordero, Siro 104 Frei Ruiz-Tagle,
Editorial Zigzag 172 Fedecámaras 150 Eduardo 275
Edwards E., Agustín Federación Latinoameri- Frente Democrático
182, 229, 271 cana de Periodis- Nacional 175
Ehrenreich, Barbara 245 tas, Felap 249 Frias, Luiz 215
Einstein, Albert 226 Federación Venezolana Frigoríficos Oriente 154
Ejército Simbionés de de Agencias de Frito Lay 189
Liberación 199 Publicidad, F 130 Fuentes, Carlos
El Dorado 91 Feffer, León 211 169, 171
El Mapa de la Extrema Felipe El Hermoso 57 Fundación Nuevo
Riqueza 276 Fernández, Carlos 215 Periodismo
El Rey del Asfalto 65 Fernández de Oviedo y Iberoamericano
El Rey del Salitre 62 Valdés, Gonzalo 58 255
El Sitio Punto Com 166 Fernández, José Antonio Fundo La Fortuna 275
Electricidad de Caracas 215 Fx 242
90, 134 Fernández, Leonel 213
Electrificación del Fiat 182, 185 G
Caroní 90 Film&Arts 241 Galavisión 229
ElSitio. com 229 Fitzgerald, Cyrenius Galerías Preciados
Ellison, Lawrence 193 Charles 62 165, 170
Embotelladora Caracas Flash-Ad 167 Gallegos, Rómulo
153 Flores, Samuel 170 154, 181
Enron 36, 265 Fo, Darío 197 Galletas Huntley &
Entertaiment Television Fondo de Garantía de Palmery 61
167 Depósitos 161 García, Gustavo 53
Equipos de Angostura Fondo de Población de García, Luis Alberto
163 Naciones 33 211
Escobar Cerda, Luis Fondo Gustavo y García Márquez, Gabriel
225 Ricardo Cisneros 255
Escotec, Juan Carlos 184 Garza Lagüera, Eugenio
118, 127 Fondo Monetario 205, 206, 209
Escuela de Negocios Internacional Garza Sarda, Bernardo
Lubin 160 33, 43, 223, 232 211
Espn 252 Fondo Patricia y Gustavo Gaseosas Orientales s.a.,
Estíbaliz, Alicia 170 Cisneros 184 153
Eurnekian, Edo. 211 Fontaine Aldunate, Gates, Bill
Evenflo 173 Arturo 255 21, 192, 194, 200
Exon 182 Ford, Henry 31 General Asphalt
Foro de Davos 184 Company 73
F Foro Económico General Electric 240
Fábrica Nacional de Mundial 182 General Motors 155, 241
Cementos 90 Fortabat Pourtalé, Geographic Society 59
Faja del Orinoco 119 Alfredo 263 Gerges, Pierre 132
Falcón, Juan Fox News Channel Gerges, Tannous 132
Cristóstomo 60 240, 242, 247 Grupo Polar 187
Famous Players 241 Fox, Vicente 254, 256 Gibbs 182
Fao 49 France Cable & Radio 254 Giménez de Mendoza,
Farenheit 9/11 240 Fray Bartolomé de Las Leonor 111, 189
Faria, Aloysio de Casas 58 Globovisión 92, 93,
Andrade 258, 259 Frei Montalva, Eduardo 134, 135
Farrand, Camilo 60 212 Goebbel, Joseph 148

281
Goiticoa, Eduardo 101 Grupo Delfino Hearst, William R. 199
Gold Fields of South 109, 114 Helados Club 156
Africa 162 Grupo Domínguez 103 Helados Tío Rico
Gómez, Juan Vicente Grupo E. Mendoza 100 156, 157
68, 74, 75, 78, Grupo Fortabat, Helley, D.B. 59
86, 92, 96 Argentina 263 Hernández, Alejandro
González, Ángel 229, Grupo Franger 118 109, 110, 116
237, 271 Grupo Globo 158, 237 Hernández, Roberto
González, Claudio X. Grupo Hernández 109 205, 209
211 Grupo Macy’s 113 Herrera Campíns, Luis
González, Felipe Grupo Matte 274 105, 131, 175
113, 165, 171, 174, 213 Grupo Mellon 103 Herrera de Noble,
González, Juan Vicente 148 Grupo Mendoza-Polar Ernestina 207,
González Videla, 27, 100, 103, 105, 107, 211, 237, 260, 261
Gabriel 275 114, 115, 117, 118, 127, 187 Herrera Luque, Fco. 191
Gore, Al 196 Grupo Neuman 132 Hewlett-Packard 182
Grace y Cía. 276 Grupo Petricca 135 Hicks 166
Gracia, Diego 36 Grupo Phelps 133 History Channel 167, 229
Graham, Katherine Grupo Sears 113 Hughes Communica-
186, 262 Grupo Sosa Rodríguez 103 tions 158
Graham, Philip 262 Grupo Sterling 118 Hughes Electronics
Gran Depresión Grupo Tamayo 110 241, 251
97, 243 Grupo Valores Bavaria Hussein, Saddam 239
Gran Ferrocarril de 269
Venezuela 68 Grupo Vollmer-Zuloaga I
Granier, Marcel 124 98, 103, 112, 115 Ibáñez, Blanca
Greene, Francis B. 67 Grupo Zigala 118 174, 179
Grundwald, Henry Guerra del Yon Kipur 175 Ibero America Media
Anatole 186 Guerra, Ramón 67 Holdings
Grupo Alfonzo Rivas Gulf Oil Corporation 92 159, 166
115 Gutiérrez, Miren 242 Iglesia Católica
Grupo Aval, Colombia Guzmán, Antonio 135, 274
268 Leocadio 62 Iglesias, Julio 165
Grupo Bavaria, Colom- Guzmán Blanco, Índice de Desarrollo
bia 269 Antonio Humano
Grupo Belloso 118 62, 68, 101 11, 23, 24
Grupo Bertelsmann 240 Índice del Desarrollo
Grupo Bilderberg H
Humano 33
185, 186 H Tv 167, 229 Industrias Pampero 103
Grupo Boulton 103 Hamerman, Nora 179 Inelectra 90, 190
Grupo Bruxelles 240 Hamilton, Horacio Infinito 167, 229
Grupo Capriles 130 Robert 61 Informe sobre el
Grupo Cisneros 27, Harina Pan 102, 188 Desarrollo
112, 116, 117, Harp Helú, Alfredo Humano 10, 33
118, 126, 128, 154, 205, 209 Ingreso per cápita 15
156, 162, 173, 179, Harwich Vallenilla, Instituto de Estudios
180, 229, 251 Nikita 62, 67, Superiores de
Grupo Clarín 68, 71, 75, 78 Administración 53
102, 158, 229, 251 Hay, John 66 Instituto de Investiga-
Grupo Copesa 229 Hbo 239, 252 ciones Económicas
Grupo De Armas 132 Hearst, Patricia 199 y Sociales 25

282
Instituto Nacional de La Papelera 273 Luksic Fontbona, Jean
Estadísticas, INE La Riqueza de las Paul 272
25, 52 Naciones 34 Lusinchi, Jaime
Internet 159 La Romana 176 34, 84, 105, 134,
Internet Claxson Chile 167 Lacroze de F., Amalia 162, 165, 177, 179
Inversiones Banpro 190 182, 207, 209, 211,
Inversiones Cmoc 274 222, 262, 263 M
Inversiones Sweetly 163 Lafarge 185 Macaya, Cristina 170
Ipea 45 Lago de Guanoco Maccarone, Roque 265
Isabel La Católica 57 57, 58, 63, 64, 68 Macri, Francisco 211
ISAT 229 Lago de Maracaibo 58 Machado, Ana Corina
Ixer, Stephen 128 Lagos Escobar, Ricardo 135
Froilán 212, 227 Machado, Enrique 135
J
Lamberti, Blas 100 Machado, Gustavo 78
J. P. Morgan 36 LaRouche, Lyndon H. 178 Maderas Cholguán 276
Janus Corp. 240 Larragoiti, Familia 211 Makro (S. Merc.) 190
Jaurett, Albert Félix 74 Larraín, Fernando 276 Manoa Company
Jiménez, Doris 185 Larrázabal, Wolfgang Limited 62, 74
Job, Peter 186 89, 101 Manpa, Manufacturas
Juana La Loca 57 Larrea Mota-V., de Papel 90, 102
Jugo Amador, Luis 104 Germán 209 Marinho, Roberto
Junta de Gobierno Larrea Mota-Velasco, 209, 215, 222, 257
154, 156 Germán 211 Martín Bringas, Ricardo
Junta Militar de Larry King en Vivo 239 211
Gobierno 154 Las Ultimas Noticias 229 Martínez de Hoz, José
Jupiter Comic 167 Lauría, Carmelo 104 Alfredo 263
Júpiter Comic 229 Lavados M., Jaime 271 Martínez, Gutemberg
Lemann, Jorge Paulo 212
K
205, 207, 211 Marturet, Marturet 118
Kamprad, Ingvar Léniz, Fernando 182 Marubeni Corporation
193, 199 León, Carlos 78, 79 273
Kelly, Jack 247 Letelier, Orlando 182 Marx, Carlos 86
Kemble, E.W. 75 Levine, Gerald 180 Mary’s College 153
Kennedy, John 212 Lewis, Chuck 242 Mata Osorio, Andrés 125
Kennedy, Robert 260 Li Ka-shing 193 Matanza de Cantaura 88
Khodorkovsky, Mikhail Liberty Media Corp. 240 Matanza de El Amparo 88
193, 205 Librerías Las Noveda- Matanza de El Caracazo
Kissinger, Henry des 131 88
174, 182, 186 Locomotion 167, 229 Matanza de Yumare 88
Klenetsky, Katleen 179 Lodge, George 77 Matos, Manuel Antonio
Krauze, Enrique 255 Loomis, Francis Butler 67
Krugman, Paul 243 66, 71, 78 Matte Larraín, Eliodoro
Kwok, Hermanos 193 López Contreras, Eleazar 205, 206, 209,
76, 101, 153 213, 270, 272, 273
L Loreto Lima, Luis 67 Matte Larraín, Luis 273
La Brea 57, 64 Los Leones de Caracas Mavesa 114, 189
La Concentración del 118, 158, 181 Maxy’s 157, 190
Poder Económico. Los Pirañas 276 Mayer, Jimmy 216
Su Teoría. 226 Lozano, Martín 182 Maza Zavala, Domingo
La Electricidad de Luksic A., Andrónico Felipe 106, 107,
Caracas 99 205, 209, 270, 272 110, 112, 113, 114, 116

283
Mc Kinley, William Mitshui & Company Nippon Steel 182
65, 66 Limited 273 Nixon, Richard 248
McChesney, Robert W. Mitsubishi 182 Noble Herrera, Felipe
244 Mitsubishi Corporation 262
McGhee, George 185 273 Noble Mitre de Saguer,
Medina Angarita, Isaías Mobil Oil Company 92 Matilde 262
81, 100, 102, 154 Monagas, Domingo 67 Noble, Roberto 261
Megavisión 172 Monagas, José Gregorio Noboa, Alvaro
Mejía, Hipólito 178 59 211, 216
Mejías Zerpa, Wilfredo Moore, Michael 240 North, John Thomas 62
148, 150 Moreira, Pedro 215 North, Oliver 24, 176
Mendoza, Eugenio Moreno Valle, Javier Notimex, agencia 53
Antonio 257 Nuevo Museo de Arte
114, 168, 182 Msnbc 247 Moderno de
Mendoza Fleury, Mtv Networks Latin Queens 184
Lorenzo Alejandro 252 Núñez, Teófilo 125
110, 111, 188 Much Music 167, 229
Mendoza Giménez, Mujica, Héctor 175 O
Lorenzo 100, Multinacional de Odebrecht, Marcelo
186, 194, 205, 206, Seguros 90 215
207, 210, 213 Multivisión 158 Odebrecht, Norberto
Mendoza Giménez, Muller, Charles 185 211
Lorenzo Alejandro Murdoch, Keith Rupert Oficina de Presupuesto
100, 186, 187, 158, 159, 166, del Congreso 243
188, 194, 205, 206, 167, 240, 251 Olavarría, Jorge 176
207, 210, 213 Muse 166 Olavarría, Manuel 60
Mendoza Goiticoa, Mussolini, Benito 266 Ominami, Carlos 224
Eugenio Opep, Org. de Países
27, 107, 108, 110 N
Exportadores de
Mendoza, Luciano 67 Naciones Unidas Petróleo 11, 82
Mendoza Quintero, Juan 15, 41, 44, 248 Oppenheimer, Andrés
Lorenzo 188 Narcotráfico S.A. 179 224
Mendoza y Cía. 101 Naruto, Michio 180 Organización Cisneros
Mene Grande Oil National Amussement 100, 159, 161, 164,
Company 81, 92 240 166, 174, 176, 179, 189
Menem, Carlos National Asphalt Organización Demócra
32, 222, 262, 263 Company 65 Cristiana America-
Merrill Lynch 36 Navarro Camargo, Dirce na, Odca 146
Mezeherane, Nelson 211 Organización Demócrata
132, 134 Nbc 240, 241 Cristiana America-
Middelhoff, Thomas Ncr Corp. 158 na, Odca 212
180 New Republic 247 Organización Diego
Mieres, Francisco New Trinidad Lake Cisneros 27, 154
119, 124, 142 Asphalt Company Organización Europea
Miguens Bemberg, 64 de Cooperación
Carlos 215 New York & Bermúdez Económica 220
Mineral Los Pelambres Co. 64, 67, 68, Organización Mundial
273 73, 74, 78, 79 de Comercio 33
Minervén 162 News Corp. Orinoco Shipping &
MiniSitios 167 158, 240, 242 Trading Co. 74
Misión Sucre 14 Nippon Mining 273 Orwell, George 123

284
Otero Castillo, Miguel Pérez Briceño, Arturo 104 Poma, Ricardo 216
Henrique 126, Pérez, Carlos Andrés 10, Pomar, vinos 111
128, 150, 213, 217 24, 27, 34, 82, PopUp 167
Otero, Clara Rosa 126 83, 101, 104, 105, 156, Powell, Michael 241
Otero Silva, Miguel 160, 163, 175, 176, 178, 232 Premio Pulitzer 173
126, 147 Pérez Companc, Preysler, Isabel 165
Otero Vizcarrondo 80 Gregorio 205, Primera Enmienda de la
206, 209, 222, 264 Constitución 161
P Pérez Jiménez, Marcos Príncipe Alwaleed Bin
Pacto Internacional de 81, 89, 101, 116, Talal Alsaud
Derechos Civiles y 142 193, 194
Político 50 Pérez, Milagros 145 Príncipe Bernhard 185
Pacto Internacional de Pérez Recao, Isaac 103 Prío Socarrás, Carlos
Derechos Econó- Perón, Juan Domingo 176
micos, Social 50 266 Producto Interno Bruto,
Palacio, Ana 169 Perú 12, 14 9, 14, 28, 220
Panamco 173 Pesquera Chilemar 276 Programa de NN: UU.
Panorama Social de Pesquera Eperva 276 para el Desarrollo,
América Latina 50 Pesquera Indo 276 Pnud 10, 17, 18,
Papeles Maracay 102 Pesquera Iquique 276 21, 24, 33, 42, 193
Pappalardo, Conrado Petión, Alexandre 60 Project Censored 245
182 Petkoff, Teodoro 103, 132 Promasa 102
Paridad del Poder Petricca Zugaro, Promasa Colombia 190
Adquisitivo 15, 41 Umberto 135 Protinal/Proagro 90
Partido Acción Demo- Petróleos de México, Proyecto para la
crática 212 Pemex 254, 256 Excelencia del
Partido Conservador Petróleos de Venezuela, Periodismo 249
231 Pdvsa 53, 82, Pubill, Salvador 276
Partido Demócrata 143, 152, 182, 218 Pueblo Xtra, 173
Cristiano, Pdc 212 Petrolera Venoco 103 Pulido, Antonio 60
Partido Revolucionario Phelps, Patricia 174
Phillips, Peter 245 Q
de Venezuela 78
Partido Revolucionario Phillips Petroleum Quandt, Familia 199
Institucional, Pri Company 92, 99 Quintana, Bernardo 215
209, 253, 254 Piketty, Thomas 243 Quiroz Corradi, Alberto
Partido Social Cristiano Pinochet, Augusto 127
Copei 174, 212 197, 209, 256
Pinturas Montana 103 R
Pastora, Edén 175
Pastrana, Andrés 269 Pinturas Tajamar 275 Radio CX 8 Radio
Pasur 274 Piñera, Sebastián Sarandí 166
Peña, Alfredo 141 166, 271 Radio 97.1 FM Futura
Peñaloza, Juan Pablo Pizza Hut 157 166
67 Plan Marshall 84 Radio Cadena Nacional,
Pepsicola 102, 114, 157, Planeta, Editorial 170 Colombia 124, 133
170, 173, 179, 189 Platón 36 Radio Caracas TV 103,
Pequiven 90 Play Boy Tv 229 124, 133, 135, 174
Peralta, Carlos Play Boy Tv Latin Radio Concierto
205, 206, 209 America 166 166, 229
Pereire, Eugene 62 Plaza Pater Noster 165 Radio Corazón 166, 229
Pérez Alfonzo, Juan Plumrose 90 Radio CX 18 Radio
Pablo 55, 82, 95 Polanco, Jesús 170 Sarandí Sport 166

285
Radio FM Dos 166, 229 Revista Quántum 125, 129 S
Radio FM Hit 166, 229 Revista Question
Saba, Moisés 256
Radio Futuro 166, 229 125, 128, 129
Saba Raffoul, Isaac
Radio Imagina 166, 229 Revista The American 205, 206, 209
Radio Pudahuel 229 Monthly Review Saez, Emmanuel 243
Radio Pudahuel FM 166 of Reviews 71 Safra, Edmond
Radio Rock & Pop Revista The Nation 203, 211, 260
166, 229 240, 245 Safra, Joseph y Moise
Ramonet, Ignacio 142 Revista Time 186 194, 203, 205, 206,
Ramos, Jorge 171 Revolución Libertadora 207, 215, 260
Rangel, Beatrice 160 67, 68, 71 Safra, Lily 203, 205,
Rangel, Domingo Alberto Rey Juan Carlos 171 206, 209, 211
76, 84, 99, 105, 141 Reyes Católicos 55 Safra, Moise 260
Rather, Dan 239 Reyes Copello, Gerardo Said, Pedro 211
Ravel, Alberto Federico 173, 176, 178, 215, Said Saffie, José
94, 134, 149 218, 219, 220, 237, 263 198, 215
Raven Media Invest- Reyes, Raúl 270 Saieh Bendeck, Álvaro
ments 229 Rice, Condoleeza 182 118, 182, 215, 229,
Raworth, Kate 225 Ríos, José Antonio 163 231, 271
Reagan, Nancy 174 Rocca, Agostino 267 Saint-Gobain 182
Reagan, Ronald 5, 24, Rocca, Agustín 266 Salinas de Gortari,
Carlos 32, 209,
85, 174, 176, 222 Rocca, Roberto
222, 253, 256
Red TV 229 209, 211, 266 Salinas de Gortari, Raúl
Registro Mercantil 200 Rockefeller, David 174, 222, 256
Reich, Otto 66 180, 182, 183, 185, 186 Salinas Pliego, Ricardo
Repsol 170 Rockefeller, Nelson 180 205, 206, 209, 222,
Restrepo, Nicanor 270 Rodríguez, Alí 95 231, 256
Revés, Carlos 170 Rodríguez Araque, Alí Samper, Ernesto 269
Revista Bohemia 131 95 Samuelson, Paul 37
Revista Brecha 182 Rodríguez, Gumersindo Sanson, Gerardo 101
Revista Business Week 104 Santodomingo, Julio
243 Rodríguez Inciarte, Mario 205, 207,
Revista Cambio 218 Marías 185 209, 211, 216, 221,
Revista Collier's Rodríguez Marturet, 222, 223, 231, 267, 270
National Weekly Carolina Sargent, Nathan 66
75 101, 165, 168, 186 Sarmiento Angulo, Luis
Revista Dinero 90, 190 Rodríguez, Pedro 246 Carlos 205, 209,
Revista Forbes 156, 193 Rodven 156 216, 217, 218,
206, 207, 211, 258, Roemmers, Alberto 215 266, 267, 270
266, 270, 275, 276 Rolando, Nicolás 67 Seguros Bancentro 90
Seguros Caracas 90
Revista Le Monde Romero, Dionisio 211
Seguros Horizonte 90
Diplomatique 193 Romo Garza, Alfonso Seguros La Previsora 90
Revista Monthly 211 Seguros La Seguridad 90
Review 227 Roosevelt, Franklin Seguros Orinoco 90
Revista Newsweek Delano 241 Seguros PanAmerican 90
186, 249 Roosevelt, Teodoro Seldes, George 246
Revista Plan B 236 65, 66, 72, 73, 78 Senderos, Fernando 215
Revista Poder 128, 172, Rosenstiel, Tom 249 Servitje, Lorenzo y
174, 181, 252, 254 Ruiz, Arlette Judith 154, Daniel 215
Revista Prensa de la 55, 156, 159, 162, 180 Setubal, Roberto 211
Almenara 245 Ruiz Mateos 165, 170 Sewall, Arthur W. 67

286
Shell de Venezuela 90, Spice 229 The Orbiter 243
92, 96, 127, 186 Spielberg, Steven 198 The Wall Street Journal
Shell, Royal Dutch Standard Oil Company 156, 158, 160, 161,
79, 92, 182 of New Jersey 163, 174, 186
Siderúrgica del Orinoco, 92, 94, 96 The Washington Post
Sidor 90 Staub, Eugenio 215 186, 248, 262
Sindicato de la Prensa Steinbruch, Benjamín Thomson, Kenneth 193
145 211 Times Warner 180
Sistema Económico Strachey, John 227 Tinoco Terrero, Pedro
Latinoamericano, Stroessner, Alfredo 182 104, 160, 163, 180
Sela 50 Sucre, Manuel 127 Tnt 239
Sivensa 90 Sumitono 182 Tomasi di Lampedusa,
Sky TV 158, 159, 166, Super Maxy’s 190 Giuseppe 213
167, 229, 242 Súper Octanos 90 TotalFinaElf 185
Slim Helú, Carlos 32, Trinidad Asphalt
184, 193, 194, 202, T Company 64
205, 206, 209, 214, Tabacalera Nacional 90 Trump, Donald 198
216, 223, 237, 254, Tamayo Suárez, Trust del Asfalto
255, 259 Armando 104 64, 65, 69, 92
Smith, Adam 34, 202 Tate & Furst 166 TV ABC 240
Snacks América Latina Tecnología de la TV Azteca 255, 257
189 Información y la TV Catia 150
Soberanía, http:// Comunicación 21 TV CBS 240
www.Soberania.info Teitelboim, Claudio TV Globo 254, 257
101 274 TV NBC 257
Soberanía, http:// Tejera, Manuel 59
www.Soberania.info U
Telares Palo Grande
165, 169, 179, 181, 103 Unesco 13, 248
184, 187 Telcel BellSouth 90 Unibanca 90
Socialista Obrero Telecommunications Unilever 182, 185
Español 185 Inc. 158 Uniseries 167, 229
Sociedad de Ciencias Telefónica 170, 187 United Cinemas
Físicas y Naturales Teléfonos de México Internationals 241
de Caraca 59 209, 253 United Fruit 218
Sociedad de Las Telemundo 240, 241 United State & Vene-
Américas 182 Televisa 117, 131, 158, zuela Co. 74
Sociedad Interamericana 205, 229, 237, Universidad Católica
de Prensa, SIP 253, 254, 255 Andrés Bello, 25
161, 248 Televisora del Valle de Universidad Central 106
Solana, Javier 185 México 257 Universidad de Colum-
Soldati, Santiago 211 Televisora Megavisión bia 184, 246
Solomon, Norman 240 Chile 205 Universidad de Chile
Somoza, Anastasio 24 Teng Siao-Ping 175 166
Sony Corp. 182 Territorio Delta Universidad de Harvard
Sony Entertaiment Amacuro 12 184
Television 167, Thatcher, Margareth Universidad de Miami
229, 240 5, 86, 222 160
Soros, George 198 The London Observer Universidad de Sonoma
Space TV 167, 229 186 245
Spalding, pelotas The New York Time Universidad Finis
157, 173 126, 186, 247, 264 Terrae 274

287
Universidad George VenGas 90 Walton, Jim 193
Washington 235 Venoco 103 Walton, John 193
Universidad Venpres, Agencia Walton, S. Robson 193
Georgetown 184 128, 133, 148 Wall, G.P. 59
Universidad Rockefeller Verizon Communica- Warner & Quislan
184 tions Inc. 187 Asphalt Co. 65, 73
Univision Communica- Vetas de Vuelvan Caras Warner Brothers 239
tions Inc. 158, 159, 162, 163 Warner Brothers TV
158, 159, 165, 167, Viacom Inc. Channel 167, 229
179, 229, 237 240, 241, 245 Welzer, banqueros 91
Upn 240 Vial, Javier 276 Welles, Orson 199
Urbina, Rafael Simón 78 Videla, Jorge Rafael Wesley, Carlos 179
Uría, Rodrigo 170 263 Wolfensohn, Jim 122
USA Today 247 Vidigal, Gastón 211 Woodard, Bob 248
Uslar Pietri, Arturo 84 Viloria Vera, Enrique World Business Council
Utreras, Orlando 93, 95 182
128, 133, 148, 149 Villarzú, Juan 213 Wornat, Olga 267
Villegas, Vladimir 134
V Vivas, María Teresa
125 X
Valladares, Rafael
Maximiliano Vivendi Universal Xerox 36, 185
79, 80 240, 241
Vargas, José María 58 Vogel Jr., Thomas T. Y
Vargas, José Rafael 249 156, 159, 163 Ybarra, Emilio 170
Vásquez, Ian 225 Vollmer, familia 98 Yon Kippur 83
Velasco Alvarado, Juan Vollmer, Gustavo Julio Yukery, jugos 157
122 216
Venevisión 124, 133, Von Humboldt, Z
135, 159, 165, 175, Alexander 58 Zalamea, Luis 223
179, 189, 229, 237 W Zambrano, Lorenzo 205,
Venevisión Internacio- 206, 209, 215, 222,
nal 159 Walt Dysney Co. 240 255
Venezolana de TV 151 Walton, Alice 193 Zuloaga, Guillermo
Venezuelan Oil Walton, familia 194 121, 134
Concessions 92 Walton, Helen 193 Zuloaga, Ricardo 98

rimirpmi ed onimret es orbil etsE


,4002 ed erbmeivon ne
ed serellat sol ne
,roserpmI sajoR leinaD
.elihC ed ogaitnaS ,5641 nemraC
ograc a ovutse nóicanimret aL
.otiboL nóicanredaucnE ed
ed nóicamargaid y oñesiD
.zednánreF oetaM

288
Los amos de la prensa en Venezuela

Andrés Mata Osorio Miguel H. Otero C. Miguel A. Capriles L.,


El Universal El Nacional U. Noticias / El Mundo

Alberto Federico Ravel Gustavo Cisneros R. Omar Camero Zamora


Globovisión Venevisión Televén

Marcel Granier Guillermo Zuloaga Víctor Ferreres


R. Caracas Televisión Globovisión Presidente Venevisión

120
V
La cuestión mediática

H asta que se agudizó la polarización social en Vene-


zuela, su periodismo fue una suerte de “modelo democrá-
tico” para todo el continente. Supo guardar las aparien-
cias de “imparcialidad” y “objetividad” mientras sus “dia-
rios madre”, como El Nacional y El Universal nunca com-
prometían su propia opinión. Se la guardaban. No existía
el editorial, un espacio con la voz directa y franca del pe-
riódico, sino que una página de redacción ofrecía el arco
iris de las ideas de la sociedad, desde la izquierda a la
derecha, frente a cualquier tema o coyuntura. Quizás el
prestigio de la prensa de los años 70 y 80 fue el trampolín
para lo que vino después, cuando los dueños de esos me-
dios se propusieron destruir a la clase política y, en una
segunda etapa, lisa y llanamente suplantarla en el poder,
embarcándose en un ejercicio mediático y político absolu-
tamente inédito para la historia social y política universal.
Muchos aspectos del proceso social y político en desa-
rrollo en Venezuela jamás se presentaron en otras nacio-
nes. Tampoco aparecen en los manuales de la historia más
o menos contemporánea. Por ejemplo, Chávez no propicia
nada parecido al “comunismo”, tampoco ha tocado las for-
tunas de los ricos que, por lo demás, salieron todas del
país en las sucesivas estampidas de capitales promovidas
precisamente por los medios durante más de dos décadas
de dificultades cambiarias, desde “el viernes negro” de abril
de 1983.
El cambio social que está en marcha en Venezuela no
pone en riesgo al “capitalismo” sino que más bien le resti-
tuye sus olvidadas cualidades “originales” de libre compe-
tencia e igualdad de posibilidades para todos. No es más
que una expresión contemporánea de la trilogía ¡igualdad,
libertad, fraternidad!, el desiderátum universal de la ideo-
logía del capitalismo que supuestamente ascendió mien-
tras caía La Bastilla, 1789. El gobierno reorientó el gasto
público de los ingresos del petróleo, a la vez que puso a la
empresa petrolera estatal en un rol de liderazgo social tam-
bién inédito hasta ahora.

121
El carácter del Ejército venezolano también es otra “ano-
malía”. En toda América Latina, particularmente en el sur,
los ejércitos devinieron en guardianes celosos de las cla-
ses propietarias, adornando su quehacer con la fraseolo-
gía hueca de un discurso castrense influido por Estados
Unidos. Quizás los únicos países latinoamericanos donde
alguna vez hubo libre acceso de las clases populares a la
oficialidad del Ejército, como habría ocurrido en su origen
en la guerra contra España, fue en el Perú de los años 70,
con Juan Velasco Alvarado, y en la Bolivia de la revolución
de los años 50.
El comportamiento de los medios se inscribe en las ex-
centricidades de un proceso atípico, único en el planeta...
Mientras en el resto de la región se acentúa la tendencia a la
concentración de la propiedad mediática, en Venezuela exis-
ten tres matutinos tradicionales de circulación nacional pero
a la vez proliferó una docena de diarios de bajísima tirada
cuya sobrevivencia es un misterio bien guardado. ¿Quién
compra tantos diarios de oposición al gobierno de Chávez?
Al parecer, se publican sólo para cumplir con los extraños
rituales de poder derivado del maridaje política/medios.
Con motivo del día mundial de la libertad de prensa,
Jim Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, reconoció1
que “de una población planetaria de seis mil millones de
personas, sólo 1,2 mil millones viven en países con acceso
a una prensa libre, 2,4 mil millones tienen acceso a una
prensa parcialmente libre, y otros tantos viven privados de
libertad de prensa. En otras palabras, alrededor del 80 %
de la población carece de acceso a una prensa completa-
mente libre. Llama la atención que la mayoría de esas per-
sonas sean habitantes de países en desarrollo”, escribió el
capo de uno de los institutos responsables del “nuevo or-
den internacional”. “Estos desequilibrios en la libertad de
prensa son síntomas de desigualdades más profundas en-
tre los países ricos y pobres”, concluyó Wolfensohn.
El Presidente del Banco Mundial recordó “las desigual-
dades más importantes: mil millones de personas, la sex-
ta parte de la población mundial, posee el 80 % de la ri-
queza mundial, mientras que otros tantos tienen que sub-

1) Panorama, Maracaibo, 20 de mayo 2004.

122
sistir con un dólar diario. Dos mil millones de individuos
carecen de acceso a agua potable, 150 millones de niños
no llegan nunca a escolarizarse, y más de 40 millones de
habitantes en los países en desarrollo son seropositivos,
con escasas chances de recibir tratamiento médico contra
esta enfermedad siniestra”. ¿Cuál es el vínculo, pues, en-
tre la libertad de prensa y la pobreza económica?, fue la
pregunta que se formuló el banquero. Probablemente, la
conservación de las cosas tal como están, el statu quo,
aunque Wolfensohn cree que sólo es la corrupción.
Las desigualdades mundiales descritas por Wolfensohn
resultan perfectamente válidas en la sociedad venezolana
actual, con 80% de excluidos y, además, “sometidos” a “la
libertad de prensa” que les impone la tiranía del reducido
universo de propietarios de los medios, que por añadidura
se siente llamado a ejercer directamente el poder político.
El “estilo” del gobierno mediático fue anticipado en abril
de 2002, con un golpe fraguado y conducido desde las
oficinas de la estación de televisión de Gustavo Cisneros,
pero a la vez frustrado por la voluntad popular que prota-
gonizó una gran noticia nacional... ocultada por la TV que
se dedicó a transmitir dibujos animados, como si en el
país no pasará nada. “Todo está normal bajo el nuevo go-
bierno surgido del golpe” era el mensaje encubierto que
difundían Cisneros y sus boys. Con el andar del tiempo,
en un proceso de apenas dos años, Cisneros se convirtió
en el jefe indiscutible de la oposición a Chávez. Ahora es
“un líder político”, además de sus condiciones, entre otras,
de hombre más rico de Venezuela, dueño del concurso
Miss Venezuela y de un equipo un béisbol que no gana
partidos desde que lo adquirió.
El liderazgo político de Cisneros exhibe un bajo perfil
desde el referendum del 15 de agosto. Que esta versión
tropical del big brother de Orwell aspire a "líder", no sor-
prende en Venezuela, excepto a sus "liderados", quienes se
enteraron... por la prensa de una reunión que tuvo en ju-
nio 2004 con el mismísimo Chávez, más el ex presidente
Jimmy Carter. La verdad es que la oposición a Chávez no
tiene líderes de envergadura nacional, tampoco tiene pro-
grama, sólo tiene medios de comunicación. La pregunta es
¿quiénes son los dueños de los medios de comunicación?

123
Los grandes “duopolios”
Dos "duopolios" controlan los principales medios de co-
municación de Venezuela, según la óptica del escritor Fran-
cisco Mieres, miembro de la Academia de Ciencias Econó-
micas. El economista coincidió también en asignar a esos
grandes medios “duopólicos” las tareas de conducción so-
cial que antiguamente fueron del dominio indiscutible de
los partidos políticos.
El duopolio de diarios está integrado por El Universal y
El Nacional, que en el pasado expresaron intereses ideoló-
gicos antagónicos, en tanto el dinomio duopólico de televi-
sión lo conforman Venevisión-Cisneros y Radio Caracas
TV-grupo Phelps-Marcel Granier, en alianza con Radio
Cadena Nacional (RCN) de Colombia.
Para Mieres, simplemente “hay un duopolio de los dia-
rios y hay otro duopolio en televisión que forman el grueso
de la oligarquía venezolana”. El economista, académico y
columnista piensa que ese reducido conglomerado mediáti-
co sustituyó en la práctica a los partidos políticos, “reduci-
dos a la nada, pulverizados por la ascensión de Chávez y del
movimiento bolivariano”.
La mayor crítica que se formula a los grandes medios
corporativos venezolanos es que ya no se limitan a infor-
mar, opinar y reflejar los conflictos internos de la socie-
dad, sino que ellos mismos forman parte del conflicto. Más
aún, ¡conducen a una de las partes en conflicto!
Según Mieres, “aquellos que habitan casi todos en el este
de Caracas han sido el lucro visible de la conspiración inter-
na; la campaña mediática más feroz se realiza desde esos
medios y los intentos de abril de 2002, y sobre todo los de
diciembre y enero subsiguiente, tuvieron como protagonis-
tas a estos grupos oligopólicos de la sociedad venezolana”.
Estos grandes protagonistas –los medios, en la visión de
Mieres– “subsumieron a la CTV, la llamada Confederación
de Trabajadores de Venezuela, donde –hace mucho– se tra-
ta de líderes totalmente corruptos, de sindicaleros, y al res-
to de las capas medias idiotizadas por la televisión, la pren-
sa, etcétera, ...y a unos pocos politiqueros de escasa forma-
ción y de poco arraigo, porque en la mayoría de los casos se
trata de políticos desacreditados”.

124
Su conclusión es que el sector em-
presarial carece de partidos políticos que
representen sólidamente sus intereses
ante el resto de la sociedad, como suele
ocurrir en la mayoría de los países. Por
lo tanto, la representación “política” de
las organizaciones e intereses empresa-
riales, simultáneamente, se hizo “mediá-
tica”. “El protagonismo del sector empre- Aram Aharonian
sarial conectado al capital extranjero, ha
sido grande por diversas vías”, sentenció Mieres.
En general, todos los grandes diarios tradicionales su-
fren los efectos de la misma medicina que ellos le aplicaron
a los partidos políticos, cree el periodista Rubén Aram Aha-
ronian, director de las revistas Question y Quántum.
“Atacaron sin piedad a los partidos, hasta demostrar
que eran prescindibles y los sacaron de la escena. Hoy la
credibilidad de los grandes diarios y de los grandes cana-
les es cada vez menor. O sea, les falta información, no
tienen credibilidad, son estresantes... Uno, después de re-
visar una semana un periódico venezolano y presenciar
dos horas de TV por día, tendría que suicidarse...”
El Universal apareció temprano, con la llegada del capital
petrolero. Fundado en 1909 por el poeta gomecista Andrés
Mata, el solo nombre del periódico petrolero ya presagiaba la
globalización, según palabras de Mieres.
Para el periodistas Aharonian, El Universal “sigue siendo el
diario de la ‘godorria’, de los amos del valle, de la gente de más
dinero, de los más conservadores, muy vinculado últimamente
al Opus Dei por María Teresa Vivas, directora ejecutiva del pe-
riódico y cónyuge del dueño, Andrés Mata Osorio”.
El heredero del control del diario honra plenamente la
tradición derechista de sus antepasados, enriquecida inclu-
so con la inclinación integrista conyugal. Desde que el ex
asociado Teófilo Núñez ganó un juicio, cobró su parte y se
fue, la propiedad del diario radica exclusivamente en la fa-
milia Mata.
Como todos los diarios tradicionales latinoamericanos,
El Universal se somete periódicamente a la cirugía plásti-
ca de la “modernización”, cambios leves en la forma y dia-
gramación, un toque gráfico imitado del último look del

125
The New York Times y otros
trucos en que también es
ducho El Mercurio. Se trata
de lograr que parezca que
hubo cambios, ojalá radica-
les, pero que todo siga igual.
La modernización incluyó
esta vez al lenguaje periodís-
tico decimonónico que fue
“remozado” por asesores
traídos desde El Mundo de
España, el diario que le fue
fiel a José María Aznar has-
ta el final.
El Nacional fue estableci-
do cuando Venezuela transi-
taba la “democracia” poste-
rior a la muerte del gomecis-
mo como respuesta a El Uni- Andrés Mata Osorio
versal y a lo "extranjerizan-
te", más o menos en el tiempo en que Albert Camus publi-
caba su celebrada novela antónima El Extranjero (1942).
Hay quienes afirman que el heredero de El Nacional lo "des-
nacionalizó" al modificar la línea editorial que originalmen-
te impusieron su padre y su abuelo.
Fundado en 1943, cuando Europa definía la segunda
gran guerra, El Nacional de Miguel Otero Silva y su padre,
Henrique Otero Vizcarrondo, apareció justamente como re-
fugio “no petrolero” del pensamiento más avanzado de esa
época. Sesenta años después, sobrevive con oxígeno colom-
biano o el apoyo puntual del grupo Cisneros o de los pode-
res que simbolizan todo lo contrario de cuanto tuvieron en
mente sus fundadores.
La propiedad de El Nacional se concentra en 70% en
Miguel Henrique Otero Castillo desde que su primo José
Calvo Otero –hijo de su difunta tía Clara Rosa Otero– ven-
dió su parte y se fue a vivir a París. Cisneros siempre le ha
tenido ganas a ese diario, pero en las condiciones de venta
de los Calvo –alrededor del 50 por ciento– quedó estipulado
que su parte no puede venderse a ningún grupo editorial,
ni a través de testaferros. Este diario, cuyo capital real no

126
debería superar los dos mi-
llones de dólares, incluyen-
do rotativas, sede y el nom-
bre un tanto devaluado, tie-
ne un pasivo de 6 millones
de dólares con los bancos
Provincial –en el fondo es el
Bilbao Vizcaya Argentaria
(BBVA)– y Banesco, del vene-
zolano Juan Carlos Escotec.
Otero, quien aspira a co-
tizar el diario en Bolsa, qui-
sieran enajenar hasta un
45% para superar definitiva-
mente la debacle. La capta-
ción de nuevos capitales es
tarea de Manuel Sucre, ex
gerente de Mavesa –empre-
Miguel Otero Silva
sa alimentaria que pasó al
grupo Polar–, vicepresidente ejecutivo y la persona que
maneja financieramente a El Nacional. En la nueva com-
posición del directorio del diario aparece “gente que no
tiene dinero como para una inversión así que obviamente
es testaferro de otra”, cree Aharonian.
El agudo perfil de analista de Mieres sostiene que hoy El
Nacional se “desnacionalizó” en un proceso que culminó
“cuando la empresa editora puso como director a Alberto
Quiroz Corradi, quien fue jefe de la Shell de Venezuela”.
Quiroz Corradi es una “figura política”, de acuerdo a
los nuevos cánones de la Venezuela actual, miembro ac-
tivo de la coalición de oposición llamada Coordinadora
Democrática, y en el lenguaje de Mieres, “negociador ahora
de todas estas cosas politiqueras, de los reparos y del
revocatorio”. Se pregunta si su “representatividad políti-
ca” proviene de su paso por la Shell, El Nacional o ...
ambos. Lo cierto es que tiene a su disposición el espacio
del diario que requiera, pero ¿cuál es su sustento políti-
co? o ¿en qué afirma su “representatividad”? La explica-
ción radicaría en el llamado “poder mediático” o “la fuer-
za” invisible que emana del papel limpio mojado cada ma-
ñana con tinta fresca.

127
Orlando Utrera Reyes, di-
rector de la agencia Venpres,
caracterizó a Otero Castillo
como “aventurero político”.
“Estuvo en los principios de
este período con el Presiden-
te, pero como no consolidó
algunas áreas de poder den-
tro de la estructura del Es-
tado, fue pasando a la opo-
sición; en la medida en que
no le daban cosas, se iba
desprendiendo del compro-
miso que inicialmente tuvo
con el movimiento bolivaria-
no a nivel político, por no de-
cir electoral”, dijo.
El periodista Aharonian
Miguel Henrique Otero Castillo
visualiza también como due-
ños de importantes medios de comunicación a los grupos
financieros o a los bancos que manejan enormes deudas y
préstamos contraídos en divisas y en bolívares... Desde
los años 93 y 94 estos medios de comunicación atravesa-
ron crisis y tuvieron pasivos en bancos que terminaron
por cerrar o pasaron al capital extranjero. Entre esos sal-
vavidas entrecruzados emergió una participación –todavía
no cuantificada– del grupo El Tiempo en el diario El Nacio-
nal y otra de capitales colombianos en el grupo “Uno BC”,
que es Radio Caracas TV.
Además, existe la omnipresencia transnacional del gru-
po Cisneros, que ya no se sabe bien a ciencia cierta si es
“Cisneros-Murdoch” o es “Cisneros-Time-Warner” y todo lo
que tenga atrás, o sea, “ahí hay una cantidad de fusiones y
megafusiones que a uno lo pierden”, comentó el director de
la revista Question, de Caracas. “Pero quien maneja direc-
tamente al grupo es el cogollo de Cisneros”, precisó.
En todo el mundo los medios pierden credibilidad de
manera creciente –y por consiguiente, clientela–. En Esta-
dos Unidos, el público cree cada vez menos en los diarios,
las radios y estaciones de TV de la gran prensa corporati-
va que hizo suyas –sin ningún análisis crítico– las menti-

128
ras oficiales que justificaron “moralmente” la invasión a
Irak, cuya secuela de víctimas civiles –ancianos, mujeres
y niños– es un aspecto de la guerra que el Pentágono y los
medios mantienen ocultos. Por razones distintas, en Ve-
nezuela también hay inquietud por “la cuestión mediáti-
ca”, Las ventas de El Nacional por lo menos han bajado a
más de la mitad.
El violento cambio ideológico en la orientación edito-
rial, disminuyó los lectores de El Nacional respecto a El
Universal, que al fin de cuentas fue siempre un diario de
derecha. Es decir, la circulación de El Nacional, decrece
más rápido que la de El Universal, en un
proceso que transfiere lectores a Ultimas
Noticias, competidor tradicional que Mie-
res no inscribe en su visión de un duopo-
lio de la prensa escrita o de papel.

Ultimas Noticias
Al morir, en 1996, el dueño de Ulti-
mas Noticias, Miguel Ángel Capriles, des-
pués que su descendencia disputara un
patrimonio estimado entonces en 550 mi-
llones de dólares2, el control del diario
fundado en 1941 por Kotepa Delgado y
otros periodistas progresistas de ese tiem-
po, recayó en el único hijo varón del pri-
mer matrimonio del editor-cofundador,
Miguel Ángel Capriles López. El heredero
decidió que el matutino observe una lí-
nea editorial ecuánime, simplemente po-
niendo énfasis en la información veraz.
En cambio, dispuso que el otro diario, el
vespertino El Mundo asumiera la postu-
ra opuesta, conservadora y beligerante.
En el decir del director de las revistas
Question y Quántum, “un arreglo judicial
y extrajudicial, más una estrategia muy
hábil, permiten que la segunda genera-

2) Stephen Ixer, revista Poder, 3/9/2002). M.A. Capriles López

129
ción de Capriles tenga un periódico que
recibe publicidad oficial y no ataca al go-
bierno, que es Últimas Noticias, y simultá-
neamente posea otro periódico, el vesper-
tino El Mundo, que es radicalmente oposi-
tor. O esa, que en definitiva el gobierno fi-
nancia a los dos. Realismo mágico del tró-
pico”, propuso el periodista.
–¿Por qué?, –hubiera preguntado Pero Eleazar Díaz R.
Grullo–.
–“Porque con toda la publicidad del gobierno, que sola-
mente va para Ultimas Noticias (no va a El Nacional, no va
a El Universal), se subsidia todo lo que imprima el grupo
Capriles. O sea, el gobierno subvenciona sus ataques...”, –
sentenció Aharonian–.
Ultimas Noticias prácticamente duplica en circulación
–de lunes a sábado– a El Nacional, con 150.000 ejempla-
res por día, según su director, Eleazar Díaz Rangel. El
periodista asegura que ese tiraje ha sido certificado más
de una vez por una empresa independiente aceptada por
la Asociación Nacional de Anunciantes (Anda) y la Fede-
ración Venezolana de Agencias de Publicidad (Fevap). Ade-
más, hoy la circulación puede ser verificada por cual-
quiera de las tres grandes editoriales debido a que po-
seen un pool de distribución creado para enfrentar la cri-
sis generada por el paro petrolero de diciembre 2002 y
enero 2003.
Es decir, los diarios que promovieron el paro termina-
ron siendo víctimas del paro. En vista que el pool consi-
guió rebajar de manera significativa los costos de distri-
bución nacional de los tres diarios de mayor circulación
nacional, las empresas decidieron conservarlo como es-
tructura permanente. “Y esto nos permite conocer lo que
siempre ha sido un secreto, la circulación de El Nacional y
El Universal y, naturalmente, ellos conocieron la nuestra”,
explicó Díaz Rangel.
El director aseguró que Ultimas Noticias llegó a difun-
dir 300.000 ejemplares más de algún domingo, pero su
rango normal oscila entre 200 y 230 mil, en tanto las ci-
fras dominicales de El Nacional y El Universal alcanzan a
duras penas a 100.000.

130
El “Bloque de Armas”
Hay otro diario que acompaña al trío sobreviviente de la
“prensa grande” –explicó Aharonian–, “otro diario que sigue
vendiéndose mucho, Meridiano, periódico deportivo del gru-
po que fundara Armando De Armas, que sigue siendo po-
deroso: tiene el canal deportivo Meridiano TV, Diario Abril,
Diario 2001 y la distribución de variadas revistas –hípicas,
farándula– entre las que alguna vez estuvo Bohemia y otras
que han desaparecido”.
Además, De Armas tuvo una alianza con la cadena Hearst,
de Estados Unidos, y más tarde con la rama de revistas de
Televisa, México, para distribuir las publicaciones sobran-
tes. La red de distribución se fortaleció con la cadena de
librerías Las Novedades.
En el pasado remoto, Capriles y De Armas trabajaron
juntos, fueron socios, pero se distanciaron por diferencias
de negocios. Estos self made man hicieron grandes fortu-
nas durante los 40 años de democracia formal. Además,
llegaron a tener sus propios diputados, senadores y conce-
jales, en ambos partidos. Se cuidaron de que el Parlamento
ni el municipio afectara jamás sus intereses. Durante el
gobierno de Luis Herrera Campíns hubo una crisis en el
negocio comunicacional por la prohibición de la publicidad
de cigarrillos y alcoholes en radio y TV. “Hasta el día de hoy,
una cantidad de medios jamás mencionan al social cristia-
no Herrera Campíns; está vetado”, recordó Aharonian.

Diarios del interior vs "diarios fantasmas"


La prensa regional suele mostrar más fortaleza econó-
mica que muchos diarios caraqueños de “presunta” pro-
yección nacional. Lo curioso es que en Venezuela existen
diarios que presumen de “nacionales” cuya sobrevivencia
es un gran misterio.
“El diario El Globo es semi-clandestino, por la canti-
dad de ejemplares que publica, pero forma parte de un
fenómeno”, explicó Aharonian “...En este país hay unos
11 diarios que no llegan a 3.500 ejemplares de tirada
diaria y uno se pregunta ¿cómo sobreviven?”, comentó el
periodista.

131
Aharonian citó Así es la Noticia, un subproducto de El
Nacional; El Nuevo País, de Rafael Poleo; La Religión, de la
Iglesia Católica; El Diario de Caracas, de Julio López; El
Globo, de Nelson Mezeherane; 2001, del grupo De Armas;
Abril ("que incluso cerró y nadie se enteró"), Reporte Diario
de la Economía, de los empresarios árabes Tannous y Pie-
rre Gerges; y Tal Cual, de Teodoro Petkoff, con apoyo del
grupo Neuman.
¡Todos estos se hacen llamar diarios nacionales!”, re-
clamó el periodista.
En el interior del país existen diarios más importantes
que muchos periódicos capitalinos. Algunos tienen también
circulación nacional, todos cubren un área geográfica defi-
nida, cualquiera tiene más tirada que los caraqueños y hay
muchos periódicos locales y regionales que tienen mucho
más fortaleza económica que otros diarios capitalinos. Por
ejemplo, Panorama, de Maracaibo, entre otros. Este diario,
que pertenece a la familia Pineda Belloso, un poderoso grupo
económico local zuliano, practica un periodismo imparcial
de alta calidad informativa.
Otros medios regionales potentes: La Nación de San Cris-
tóbal, de otro grupo económico local; Frontera, de Mérida;
El Carabobeño, de la familia Alemán de Valencia, de extre-
ma derecha; o El Impulso de Barquisimeto, de la familia
Carmona, que puso a uno de los suyos en el golpe del 2002.
Casi todos los grupos económicos locales se aliaron con la
prensa, hasta llegar a ser poderosos en sus regiones, en un
proceso de 40 o 50 años, explicó Aharonian. “Muchos em-
pezaron con medios de comunicación y otros que comenza-
ron con empresas, después tuvieron medios de comunica-
ción. No siempre es igual, pero teniendo medios de comuni-
cación se facilita el acceso al poder”, comentó el periodista.
Panorama tiene circulación nacional y domina su zona
de influencia –la región centro occidental del país–. Como
Panorama procura hacer periodismo veraz –con crítica pero
sin ataques gratuitos al gobierno– quizás sea el mejor dia-
rio del país, profesional e informativamente, el único que
verdaderamente informa, junto con Ultimas Noticias. Tie-
ne cuerpos internacionales, nacionales, regionales y zo-
nales, ofrece buenos textos de opinión, bien redactados, y
un buen lenguaje. En general, esta bien hecho.

132
El duopolio televisivo
La mayor fortaleza del duopolio televisivo reside en Ve-
nevisión, una de las pocas empresas que el grupo Cisne-
ros mantiene todavía en el país, además del concurso Miss
Venezuela. El grupo Phelps, que fue el primero en estable-
cerse en el rubro, terminó aliando a Radio Caracas TV a la
colombiana Radio Cadena Nacional. Venevisión y RCTV
poseen una sólida red de televisión abierta de sintonía na-
cional. Radio Caracas conserva, disminuida, la red de ra-
dioemisoras que tuvo en el pasado, mientras que Venevi-
sión distribuyó sus circuitos y frecuencias de radios entre
sus directores y gerentes cubanos más cercanos.
Gilberto Correa, un animador de TV y hombre cercano
a Cisneros, maneja un tercio de las emisoras de todo el
país. “Todavía no se ha democratizado en Venezuela lo
que antes llamábamos el éter: Sigue habiendo la misma
cantidad de radioemisoras en poder de la misma gente”,
reflexionó el periodista Aharonian.
En una red de unas 300 estaciones de radio declarada-
mente opositoras al gobierno, hay un centenar que estuvo
bajo control del cubano Orlando Castro, a quien sindican
como un testaferro de Carlos Andrés Pérez que estuvo “fue-
ra de control”, es decir, que movió la propiedad de algunas
radios. Algunas radioemisoras atrapadas en la crisis ban-
caria de 1994 terminaron bajo control de Fogade y del Esta-
do, entre ellas Yvke Mundial.
Según Orlando Utrera, director de la agencia Venpres,
el grupo Phelps-Radio Caracas TV maneja, además, cua-
tro cadenas de radio, participó largo tiempo en El Diario de
Caracas, tiene presencia en la industria de la cultura, po-
see capacidad para producir libros, interviene en la in-
dustria del espectáculo, publicidad, bienes inmuebles y
sector alimentario, de acuerdo a investigaciones efectua-
das en los registros mercantiles hasta los años 80.
Para este grupo, sus medios fueron un buen negocio
que, de paso, le otorgó protagonismo a Marcel Granier, sin
el fastidio de participar en elecciones ni en las demás for-
mas convencionales de “hacer política”.
Desde hace más de una década existe otro protagonis-
ta mediático privado que inició la búsqueda de su nicho

133
de mercado con un empujón accionario del grupo Cisne-
ros más una concesión de televisión abierta otorgada por
el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989). Omar Camero
Zamora procura encajarse también en el mercado que do-
mina el duopolio, con Televén, menos poderosa e influyen-
te que sus competidoras de más tradición. “Ahí se dice
que hay un canal de Lusinchi, con grupos económicos na-
cionales fuertes atrás, para sostenerlo”, dijo Aharonian.
La prensa “nacional”, por otra parte, publica con frecuen-
cia unos extraños avisos que defienden a Camero de ata-
ques que muy pocos conocen. Por su parte, Vladimir Ville-
gas, presidente de Venezolana de Televisión, piensa que
“Televén pareciera que está tratando de buscar el equili-
brio; yo no me atrevo a decir que son sinceros del todo,
pero digo que algo han avanzado”.
Globovisión es una señal UHF vinculada a Acción De-
mocrática, cuya máxima figura empresarial, Alberto Fede-
rico Ravel, fue ministro y alto funcionario comunicacional
en los últimos gobiernos de ese signo partidario. Además,
la estación es el emblema de un nuevo grupo mediático
emergente levantado por Guillermo Zuloaga, de la familia
tradicional del negocio eléctrico (Electricidad de Caracas,
adquirida por AES Corporation), Ravel y el dueño del dia-
rio homónimo.
“O sea –explicó Aharonian–, Globovisión surge con tres
capitalistas grandes y una cantidad de pequeños que son
Zuloaga, Ravel y Nelson Mezeherane, dueño del diario El
Globo, del Banco Federal y de la explotación de El Ávila
(Teleférico, Hotel Humboldt, mayoría de hoteles Esperia,
controladores de la parte de los hoteles Melliá que se ha-
llaba en manos del Estado)”.
“La señal de Globovisión o Canal 33 UHF, ingresa “por
aire” a los hogares de la región metropolitana, pero los re-
petidores satelitales la extienden y multiplican como si fue-
ra una señal nacional VHF, que además entra por cable y
vuelven a repetir por aire en distintos lados: esto es una
trampa bien montada”, indicó Aharonian. En resumidas
cuentas, Globovisión podría verse como una fecundación
en la que están presentes algunos resabios de “los amos del
valle” en alianza con el neo-riquismo y el más genuino me-
dio pelo de antigua data en Acción Democrática.

134
El delgado hilo de las alianzas de los amos del valle que
confluyen en Globovisión conduce a los propietarios de El
Universal y a Ana Corina Machado, la hija Enrique Machado,
de la parentela con los Zuloaga, quien, además, es la jefa de
Súmate, la organización financiada por el National Endow-
ment for Democracy (NED) de Estados Unidos “para promo-
ver la democracia” en Venezuela, una suerte de consejo na-
cional electoral propio de “los dueños de Venezuela”.
Cmt, Canal Máximo, es una pequeña estación que trans-
mite todo el día “noticias” y propaganda antigubernamen-
tal, operando las señales UHF 49 y 51. Pertenece a los des-
cendientes del ex comunista Juan Bautista Fuenmayor, fun-
dador de la Universidad Santa María, asociados a cons-
tructores italianos del grupo Umberto Petricca Zugaro, quie-
nes hicieron fortuna mediante contratos de obras públicas
con diferentes gobiernos. Después hay una veintena de ca-
nales en todo el país que siguen la tónica de RCTV, Venevi-
sión y Globovisión, hay una red de canales más locales y
todavía más pequeños, de cobertura muy limitada. Villegas
citó entre ellas, “algunas televisoras regionales con las cua-
les tenemos colaboración, que no son televisoras chavistas
pero tampoco son televisoras golpistas”...
La contrapartida del cuarteto de TV privada es la red esta-
tal de televisión pública Venezolana de Televisión (VTV), que
tradicionalmente adopta la orientación del gobierno de turno
y alguna vez fue dirigida por el mismo Ravel como ministro
virtual de información. VTV también ha proveído directa e
indirectamente de equipos a estaciones de la competencia
privada diseminadas a lo largo y ancho del territorio.
La transferencia que hizo la última administración de
Rafael Caldera de las instalaciones de la señal cultural (Ca-
nal 5) a la Iglesia Católica, que puso en el aire Vale TV,
quizás fue el último desmantelamiento más notorio del pa-
trimonio público televisivo. La cúpula eclesiástica, alineada
también en el conflicto político que sacude a la sociedad
venezolana, dispone además de otras dos estaciones, el
Canal Los Niños Cantores del Zulia y Televisora Andina de
Mérida. El Estado fue despojado de su señal cultural, pero
un grupo de jóvenes intenta levantar una nueva estación,
Vive TV. Y existe una nueva alternativa, la experiencia de
televisión comunitaria que encarna TV Catia.

135
La televisión pública
Vladimir Villegas, Presidente
de Venezolana de Televisión (VTV),
piensa que la beligerancia política
adoptada por los medios refleja la
reacción de los sectores conserva-
dores ante el proceso de cambios
que encabeza el Presidente Hugo
Chávez”.
“La lógica de este proceso –aña-
dió– es que los dueños de medios
de comunicación de Venezuela,
como ocurre en todo el mundo, Vladimir Villegas
están asociados a las estructuras
de poder: han tenido bancadas parlamentarias y minis-
tros en las áreas más disímiles; así como ministros de in-
formación han tenido ministros de economía, diplomáti-
cos, en fin”.
“Han sido factores determinantes en la vida nacional,
pero además, se trata de medios de comunicación con vin-
culaciones internacionales. Es decir, algunos no sólo es-
tán asociados económicamente con conglomerados infor-
mativos a nivel internacional, sino que además están ‘mi-
litando’, por llamarlo de alguna manera, en un organis-
mo denominado Sociedad Interamericana de Prensa, SIP,
y militan también en la Asociación Internacional de Ra-
diodifusión, Air, organizaciones de propietarios de me-
dios que responden a los postulados del denominado con-
senso de Washington. Entonces, aquí en América Latina
y en Venezuela –específicamente–, hablar de medios de
comunicación privados es hablar de 'los megáfonos de la
oligarquía'”, sostuvo.
El Presidente de VTV percibe que los medios ahora se
plantean una suerte de asalto final al poder: “Y yo diría
que, en buena medida, pareciera que algunos de ellos se
han cansado de ser actores de segunda y que están tra-
tando más bien de asumir posiciones políticas con mayor
rol protagónico”, dijo. “De hecho, los dueños de medios
privados de Venezuela tuvieron vinculación con el golpe
de abril del año 2002”.

136
Villegas puso énfasis en que alude a los “medios priva-
dos”, porque en Venezuela también hay medios públicos,
aunque existe un par de diarios “privados” que están fue-
ra de la norma, Ultimas Noticias y Panorama de Maracaibo,
ambos cultores de un periodismo "normal", bastante im-
parcial y observante de los valores éticos que atañen a la
verdad. Dijo que los otros medios, altamente politizados,
“no responden al interés ciudadano”, sino que “al interés
económico y político de una cúpula” que abandonó defini-
tivamente las caretas de “imparcialidad” y de “objetividad”
que siempre dijeron sustentar.
Aseguro que “jugaban a la imparcialidad y al equilibrio
cuando formaban parte del 'punto fijismo'”, refiriéndose al
pacto bipartidista de gobernabilidad acordado por AD/Co-
pei en Punto Fijo, a la caída del dictador Pérez Jiménez,
una época en que “sus opiniones tenían peso en las deci-
siones de alta política y económica que se tomaban en Ve-
nezuela.
Pero al haber perdido esa característica de fuerza he-
gemónica en lo político, abandonaron esa hipocresía en
materia de imparcialidad y equilibrio informativo”.
El Presidente de VTV también opina que la “objetividad”
no existe, por lo menos en el periodismo contemporáneo. “La
aproximación del periodista a la noticia esta contaminada,
por decir lo menos, por sus prejuicios, sus valores, su cono-
cimiento o ignorancia sobre el tema, su situación económi-
ca, su situación personal, en fin..., no puede hablarse de
información objetiva. En cambio, cree que sí puede hablarse
de veracidad, de información veraz”.
Aunque no cree en la “imparcialidad”, rescata la “vera-
cidad”: “...Bueno también es relativa, porque ...yo –por
ejemplo– no soy imparcial. Como periodista nunca he sido
imparcial.
Tengo, por ejemplo, el compromiso que nos establece
nuestro código de ética, que habla de un compromiso, so-
bre todo con los más débiles. Como periodistas, [algunos]
tenemos una responsabilidad social, mientras otros ma-
nejan el periodismo para favorecer intereses económicos,
grupos económicos o grupos políticos”... Villegas sostuvo
que “el periodismo tiene que ser una herramienta de trans-
formación social”, pero con apego a la veracidad.

137
La pregunta
–Si usted dirige la televisión pública, con lo que acaba
de decir ¿no está contribuyendo precisamente a un mayor
clima de polarización...?
–Yo he dicho que nosotros como canal del Estado te-
nemos que dar apertura y estoy de acuerdo en que noso-
tros debemos dar apertura a todos los sectores de la vida
nacional... evidentemente. Tenemos que ser más abier-
tos, es cierto...
Pero estamos en medio de una batalla mediática y Ve-
nezolana de Televisión ha sido incluso objetivo militar de
los golpistas en Venezuela. Y VTV es el canal de un Estado
que tiene una nueva Constitución y nosotros pretende-
mos que se haga realidad ese conjunto de postulados es-
tablecidos en nuestra Constitución. Los factores mediáti-
cos privados, los medios privados, están –digamos– liga-
dos también a la conspiración para acabar con la demo-
cracia en Venezuela. Entonces, en esas condiciones, ¿se
me puede pedir imparcialidad? Yo creo que es un proble-
ma de las condiciones que se están viviendo ahora, que
nosotros debemos hacer aportes para rescatar un clima
de relativo equilibrio informativo. ¿Es posible?, claro que
sí. Pero eso depende, más que de nosotros, de la voluntad
política de quienes están en la oposición y que no abando-
nan del todo el camino a la conspiración. Todas las sema-
nas, todos los días, están amenazando... Si no son com-
placidas sus pretensiones políticas electorales, aunque
pasen por encima de la ley, ellos pueden convocar la vio-
lencia, buscar otro camino, derrocar al Presidente... O sea,
aquí por eso, el juego está más que claro. Aquí hay medios
que juegan a la conspiración y un medio, que es Venezola-
na de Televisión, que juega a la defensa de la democracia.
–¿Con qué otros medios cuentan la sociedad y el pue-
blo venezolano?
–Los medios alternativos, los medios comunitarios. Te-
nemos las emisoras del estado, por supuesto, también. Te-
nemos algunos medios privados que también están jugan-
do un poco más al equilibrio, por ejemplo, Ultimas Noticias
y Panorama. Tenemos emisoras de radio en el interior del
país que no están en esa política. Algunas televisoras regio-

138
nales también, con las cuales tenemos colaboración, que
no son televisoras chavistas pero tampoco son televisoras
golpistas. Televén pareciera que está tratando de buscar el
equilibrio, yo no me atrevo a decir que son sinceros del
todo, pero digo que algo han avanzado.
–¿Cómo se financia VTV?
–Con recursos del Estado y también vendemos publici-
dad. Publicidad, claro, la mayoría de nuestros clientes son
organismos del Estado, pero hay prácticamente un boicot
de la Asociación Nacional de Anunciantes, Anda. Aunque
no hay una decisión institucional, muchos de los anun-
ciantes no vienen a VTV por chantaje, por el chantaje que
les imponen los otros medios de comunicación y también
por el chantaje de la propia Coordinadora Democrática. En
todo caso, poco a poco están llegando... anunciantes del
sector privado que se habían ido... Están volviendo porque
hay una realidad: Venezolana de Televisión tiene una fran-
ja de sintonía muy alta.
–¿Cuál es el rating?
–Bueno, las empresas que hacen ese tipo de trabajo
aquí para mi no son confiables del todo. Por lo tanto, no
hemos hecho, un trabajo con ellos... Por ejemplo, una en-
cuesta de North American Opinión señala que Venevisión
tiene alrededor de 28%, Radio Caracas TV 25, 26% y no-
sotros, entre 22 y 24%. Quiere decir que VTV, hoy tiene
una sintonía que en su historia no había tenido y ese pro-
ceso comenzó precisamente con todo esta acentuación de
la campaña mediática por parte de los factores...
–¿22%?
–Si, eso es lo que nos dan algunas encuestadoras. Aho-
ra, en todo caso, yo digo lo siguiente: acepto que tengamos
el 2%, pero ¡cómo se ve ese dos por ciento en Venezuela,!.
¡Cómo se ve! (Se ríe). ¡Cómo se ve...! Es impresionante.
En la televisora del Estado se desempeñan unos 800
trabajadores. Según Villegas, “estamos en una política de
mayor cooperación con los factores comunitarios. Esta-
mos trabajando en esa dirección. Estamos variando nues-
tra programación, haciendo mucho esfuerzo para tener una
programación además de variada con contenido”. Trans-
miten un par de horas semanales producidas por la televi-
sión comunitaria.

139
Villegas explicó que existe una producción independiente
para el programa dominical Aló Presidente –que anima el
Presidente Hugo Chávez y disfruta la mayor sintonía en el
país–, pero colaboran en su realización. “...Es un mecanis-
mo de comunicación excepcional... O sea, el Presidente de
la República, a través de su programa transmite no sola-
mente sus opiniones sino muchísima información sobre lo
que se está haciendo, orientación política... De hecho, es
el programa de mayor sintonía en la televisión y en la ra-
dio venezolanas. Usted camina por un barrio de Caracas y
no necesita llevar encendido un televisor o una radio; so-
lamente con caminar de entrada al barrio... y al salir del
barrio todavía está oyendo al Aló Presidente... porque...
(suelta la risa) la gente lo tiene sintonizado. Así es”.
En efecto, basta permanecer unas pocas semanas en
Venezuela para darse cuenta que resulta indispensable oír
el Aló Presidente si existe el propósito de estar informado.
Se trata de un programa dominical que se transmite por
radio y televisión. Una de sus características es que jamás
se sabe cuánto tiempo exactamente va a durar, en todo
caso nunca menos de cuatro o cinco horas. Aló Presidente
es una suerte de show en vivo, en el que Chávez hace gala
de sus condiciones naturales de animador y comunicador.
A través de ese programa aborda la educación y formación
política de sus seguidores, una tarea que le correspondería
a los partidos políticos que lo sustentan, pero que todavía
no existen. Por esa audición se entregan, además, las noti-
cias más importantes de la semana, las realizaciones del
gobierno y todos los temas indispensables de conocer para
sus colaboradores más cercanos. Incluso allí Chávez entre-
ga luces o lanza señales sobre sus próximas “movidas polí-
ticas”, como cuando anunció veladamente que a pesar de
las objeciones y el fraude de “los reparos” habría de todas
formas referéndum –para medirse y ganarles por “nock out”–
, un “tubazo” o golpe periodístico que no fue captado por
sus entorno hasta que apareció como hecho consumado.
Aló Presidente es algo más que la tediosa audición que sue-
len animar otros jefes de Estado de la región. Por lo demás,
resulta una audición indispensable ante la terrible mala
calidad del “periodismo” que ofrecen sin excepción todos
los medios audiovisuales.

140
Aharonian sostiene que Alfredo Peña, cuando fue mi-
nistro de Información, privatizó y desmanteló la oficina
central de información, tras convencer a Chávez que “el
único y mejor comunicador” no necesitaría nada más.
Desde entonces, gran parte del peso comunicacional del
Estado recayó en el primer mandatario.
“El único informador que tiene este país es el Presiden-
te de la República una vez por semana”, aseguró Aharo-
nian. “El programa Aló Presidente, que es el más visto del
país por televisión, por radio y demás –aunque con me-
dias horas de caídas y subidas– la gente lo ve porque es la
única forma de enterarse, incluso los ministros lo ven para
saber si están botados o siguen en el cargo, lo ve la oposi-
ción para poder hablar de algo, o sea, el único referente
informativo que hay o que había en el país hasta hace
muy poco era Chávez; ahora ha surgido la figura del mi-
nistro de Comunicación, que tiene programas que tam-
bién dan pautas, entregan opiniones y sacan un poquito
la presión que Chávez ha tenido permanentemente, al te-
ner que hablar sobre todo”.
Un Aharonian jocoso relató que “un día Chávez volvió
de un viaje a China, puso un mapamundi, agarró un pun-
tero y comenzó a hacer el recorrido, a explicarle a la gente
qué era la Muralla, qué era la cultura china, por qué era
necesario ir a China... Apagué el televisor, pero al otro día
salí a la calle y todo el mundo esta hablando de “¿Viste la
Muralla china?” El programa de mayor rating del Aló Pre-
sidente fue el día que explicó los órganos reproductivos de
la mujer y el hombre. Un Presidente explicando los órga-
nos reproductivos de la pareja humana...”
El economista Domingo Alberto Rangel piensa que los
medios de comunicación hoy no necesitan responder a
intereses directos de capital. Es decir, para controlarlos
ya no se necesita poseerlos en forma directa, según el ac-
tual esquema de la propiedad. Pero si el rating desciende,
baja la facturación publicitaria y decae la circulación real
de los diarios surge, inevitable, la pregunta clave: ¿cómo
se sostienen los medios?
¿Cómo habrá afectado a los medios la huelga patronal
petrolera que ellos mismos organizaron?, suena como una
pregunta interesante. “En la TV también hubo una baja

141
del rating y tiene que haber allí mucho negocio oculto... Es
evidente que Cisneros tiene muchos otros negocios que
pueden suplir lo que aquí no se consigue; no sé que pasa
en el caso de la Phelps, que estuvo ligada a seguros... o a
otros negocios que a lo mejor le permiten sostenerse...”,
razonó Francisco Mieres.
El economista piensa que existe financiamiento exter-
no, quizás bajo la apariencia de publicidad del sector forá-
neo del gran comercio.
“Hay también, debe haber, financiamiento no visible. Es
evidente que en diciembre 2002 y enero 2003 los periódi-
cos se redujeron a la cuarta o quinta parte por falta de
fondos y algunos de ellos estuvieron a punto de desapare-
cer”, dijo. Si Estados Unidos financia abiertamente activi-
dades políticas internas, tampoco existirían motivos para
dejar a los medios fuera de la generosidad del reparto, como
ocurrió antes en otros países en que todavía –técnicamen-
te– los medios no habían sustituido a los partidos. De otro
modo, si la clase política recibe platas extranjeras, ¿por qué
los medios no?

Preocupación mediático-social
Algunos teóricos de la comunicación, como Ignacio Ra-
monet, propugnan que la gente se constituya en un “quin-
to poder”, o una suerte de “observatorio social de medios”,
para bajarle los humos al “cuarto poder”, aquel que nadie
eligió y existe sólo por la fuerza del dinero. Sea por la ra-
zón que fuere, en Venezuela también existe hoy una cre-
ciente inquietud por “la cuestión mediática”, tan novedosa
como lo fue la preocupación que irrumpió en su tiempo
por la “cuestión social” de principios del siglo 20.
“A partir de abril de 2002, en un año se realizaron en
Venezuela más foros, jornadas y discusiones sobre el pe-
riodismo y el rol de los medios que todos los que se habían
celebrado desde la caída de la dictadura de Pérez Jimé-
nez, en 1958”, dijo Eleazar Díaz Rangel, quien además de
dirigir Ultimas Noticias enseñó periodismo y fue dirigente
de los periodistas latinoamericanos. “Lo hecho desde abril
de 2002 a abril de 2003 supera todo lo que se hizo en más
de 40 años”, advirtió.

142
El interés sin precedentes por “la cuestión mediática”
no incluye a las empresas, sólo a los periodistas y a la
gente, según el académico. La preocupación “teórica” por
el rol de los medios tuvo una contraparte “práctica” con la
aparición de variadas manifestaciones de prensa alterna-
tiva, pequeños periódicos, semanarios y quincenarios que
han venido proliferando en todo el país. Hay más de 100
radioemisoras comunitarias –que antes no existían– e in-
cluso tres estaciones de TV que funcionan con todos los
permisos del Estado.
Díaz Rangel inscribe esta suerte de “revalorización”
social del llamado cuarto poder entre los cambios más sig-
nificativos observador por él en el desarrollo de una con-
ciencia popular en la Venezuela de Chávez, junto con el
nuevo interés del ciudadano común y corriente por otros
temas antes dejados de lado, como el rol social de la em-
presa PDVSA en la explotación y comercialización del pe-
tróleo de “todos los venezolanos” y el conocimiento acaba-
do del contenido de la Constitución vigente desde 1999.
“La gente toma conciencia de la implicancia social de la
empresa petrolera, que antes sentía ajena, como una “caja
negra’”, explicó el periodista. Pero el vuelco más espectacu-
lar lo advirtió en lo que denomina “el fin del mito de las
constituciones”.
Díaz Rangel estableció que las 27 constituciones que
hubo entre 1811 y 1961 acumularon, todas juntas, un to-
tal de unos 60.000 ejemplares para casi dos siglos de vida
republicana. “En la época de Gómez hubo, por ejemplo, unas
seis constituciones que imprimieron unos 500 ejemplares,
nada más”. La que se publicó más fue la de 1961, “no por-
que la leyeran, sino porque duró 40 años”, apuntó el acadé-
mico.
“La Constitución del ‘99 –y este es un dato que me dio
el director de la Imprenta– anda cerca de los 600.000 ejem-
plares, sin contar las ediciones “clonadas” que han traído
de Colombia y Perú para abastecer a los buhoneros”, con-
cluyó Díaz Rangel. El periodista percibe en la gente un
interés sin precedentes por la ley y la Constitución que lee
y usa hasta el soldado de las Fuerzas Armadas. “Nunca
antes una carta magna se había discutido y aplicado tan
extensamente”, comentó el periodista.

143
Díaz Rangel percibe que también “ha surgido una con-
ciencia crítica, cuestionadora de los medios, que ofrece to-
dos los matices, desde las críticas más radicales hasta las
observaciones más puntuales. Nunca hubo un cuadro como
ése en la sociedad”, concluyó el académico. La gente piensa
hoy que la libertad de expresión incumbe a toda la socie-
dad, no sólo a los periodistas y a los dueños de medios.

“Lealtad ideológica”
Muchas personas ignoran que los periodistas están des-
protegidos frente a sus patrones. Sus contratos carecen
de una cláusula de conciencia que los libere de escribir o
actuar en contra de su propia conciencia. Parece banal,
caricaturesco y hasta “totalitario”, pero las empresas ve-
nezolanas le exigen “lealtad ideológica” a sus periodistas.
Despiden a quien no piense como los dueños de la empre-
sa. Probablemente por esta razón, la mayoría de los perio-
distas hoy está contra el proceso Chávez. El gremio está
dividido, como toda Venezuela.
Díaz Rangel cree que la exigencia de “lealtad ideológi-
ca” es un factor nuevo en la vida gremial y laboral de los
periodistas. “Antes siempre hubo gente de izquierda –dijo–
, incluso en las empresas más poderosas y más derechis-
tas, como por ejemplo El Universal. Si un periodista tenía
problemas en una empresa, o tenía que irse, existían otras
fuentes de trabajo; si salía de El Nacional podía irse a El
Universal, o al revés, y de El Universal podía irse a la Cade-
na Capriles... Había cierta fluidez. Pero hoy no”.
Antes también hubo una cláusula no escrita de liber-
tad de conciencia. “Si tú estás trabajando en alguno de
estos medios –también vale para radio y TV– y te despiden
por ser sospechoso de chavista, tú no tienes dónde em-
plearte. Lo que te queda es Ultimas Noticias o –hablando
de Caracas– los medios gubernamentales, nada más”, pro-
siguió el periodista.
Para Díaz Rangel, la intolerancia achicó aún más un
mercado de trabajo de suyo reducido y “ése es un factor
que influye, consciente o inconscientemente, en la con-
ducta de muchos periodistas y de otros que están total-
mente digitados con esas líneas. Pero estoy hablando de

144
que hay un porcentaje significativo –que antes no existía–
cuya conducta se explica por el temor a que los despi-
dan... No pueden discrepar. Tú no puedes discrepar de la
línea de estos grandes medios. Es imposible”.

El caso Milagros Pérez


“El primer caso –relató Díaz Rangel– fue el de una
periodista que se llama Milagros Pérez, quien era jefa de
la sección política de El Universal; eso fue el año 2000,
creo. Anteriormente, la empresa reconoció en una eva-
luación su capacidad y seriedad para mantenerse al frente
de la sección.
“Progresivamente, comenzaron a cambiarle los títulos.
Hubo ocasiones en que ponían otros títulos que no tenían
correspondencia con el texto. Y entonces ella reclamaba y
reclamaba, hasta que un día le dijeron que si no estaba
satisfecha con eso, pues no le quedaba otro remedio sino
irse porque ésa era la línea del periódico. Bueno, ella tuvo
que irse.
“El día que se fue, en la redacción se vivió un momento
de mucha tensión. Le dieron un aplauso. La mayoría se
identificaba con ella. Suscribieron una carta, que la publi-
có el Sindicato, mostrando solidaridad con esta periodis-
ta, Milagros Pérez. Fue la primera víctima en el periodis-
mo, bueno víctima entre comillas, en este período, por lo
menos conocida por la relevancia que tuvo ella en ese dia-
rio y por la importancia del medio. Pero después de eso
han ocurrido otros y muchos siguen ocurriendo hasta que
la gente se inhibe de manifestarse o expresarse. Bueno,
creo que eso fue muy aleccionador para muchos periodis-
tas porque mostró que no se podía, como antes, discrepar
de la línea política del periódico. En fin, cuando digo “dis-
crepar”, en este caso era ser consecuente con el objetivo
periodístico de difundir la verdad y ser veraz en la infor-
mación. ¡Eso ya no se podía seguir haciendo en mucho de
los medios venezolanos!
“Y fue la única vez que el Sindicato defendió un caso
como éste. Defienden a cada rato las agresiones a los pe-
riodistas –que ha habido muchas–, pero no este tipo de
despidos, que ni el Sindicato de la Prensa ni el Colegio de

145
Periodistas se preocuparon nunca más en denunciar”.
Según Luis Britto García3, existe “una lista negra de casi
medio millar de comunicadores, columnistas y artistas des-
pedidos o vetados” de los medios.

El dilema de elegir un diario


Un visitante extranjero se ve en dificultades a la hora de
decidir qué diarios comprar y cómo enterarse de qué pasa
realmente en el país. En el periodismo, las frondosas ramas
de la propaganda no dejan ver el bosque más limpio de la
información. Esto también debería ocurrirle a los embaja-
dores de países no comprometidos en las campañas orques-
tadas por Estados Unidos, la Odca y algunos “países ami-
gos” –amigos de Washington–, como Chile.
Díaz Rangel relató que entre sus “clientes” tiene a va-
rios embajadores que acuden a su oficina con un discurso
similar al que le llevó por primera vez el Embajador de
Suiza: “Yo tengo 6 meses en Venezuela, quiero conocer
sus opiniones sobre lo que está pasando, qué va a pasar
con el referéndum...”
Según su director, Ultimas Noticias para este embaja-
dor “era su diario preferido por ser el que mejor, o el que
más se acercaba o mostraba lo que ocurre en Venezuela...
Y es que nosotros damos noticias a favor del gobierno y en
contra del gobierno y eso, el embajador suizo ni ningún
otro lector lo consigue en ningún otro diario”, afirmó el
periodista. ‘Entonces, me dijo, yo soy un lector de su dia-
rio, por eso vine a saludarlo y a ...expresarle mis opinio-
nes sobre su periódico’”, explicó Díaz Rangel. Los embaja-
dores del Reino Unido, Bolivia y Japón están entre los es-
casos miembros de la comunidad internacional que se han
inquietado por el insólito modelo mediático venezolano.
Nadie podría acusar de “comunista” a la Cadena Capri-
les, aunque decidió retirarse del Bloque de Prensa como
respuesta a la intensa politización de la organización em-
presarial. La crisis surgió después que el Bloque acusó al
director de Ultimas Noticias de asumir o usurpar su repre-

3) Luis Britto García, Venezuela: Investigación de unos medios por


encima de toda sospecha, Fondo Editorial Question, Caracas, 2003.

146
sentación. El incidente ocurrió después que el recién ins-
talado Consejo Nacional Electoral reunió a los directores
de los medios y Díaz Rangel informó a la prensa sobre el
encuentro, pero desde su óptica personal y como directivo
de la Cadena Capriles. Cuando el Bloque sacó un comuni-
cado “denunciando” a Díaz Rangel de hablar en represen-
tación del Bloque, en agosto de 2003, la empresa decidió
retirarse de la organización empresarial a la que pertene-
ció desde su fundación en 1958. Capriles, quien conoció
la transcripción de las verdaderas palabras de su director
y lo apoyó, en la carta de desafiliación escribió, además,
“...porque ustedes han asumido predominantemente po-
siciones políticas... y se retiró”, recordó Díaz Rangel.

Una pregunta directa


–¿Te sientes a gusto trabajando en la Cadena?
–Si –respondió sin titubear–, porque en primer lugar
no percibo interferencia de los dueños de la Cadena Ca-
priles. Existe un respeto, no digo que absoluto, pero siem-
pre conversamos sobre la línea del periódico, porque...
yo escribía una columna en El Mundo, entonces en una
oportunidad me llamaron para confirmar una edición
extraordinaria y estando en eso, Capriles me llama para
que asuma la dirección de El Mundo. Como ya me lo ha-
bían anunciado, casi acepté inmediatamente, pero una
semana después me llama y me dice “mira, lo hemos pen-
sado mejor, y ya que está decidido que vas a trabajar con
nosotros en la Cadena, preferimos que asumas el buque
insignia nuestro, que es Ultimas Noticias.
–“Déjame pensarlo porque no se me había ocurrido,
aparece como un reto mayor”... Y a los 4 o 5 días acepté...
Bueno, me buscaron sabiendo quién era yo, sobre todo un
hombre que escribía aquí, que tenía un equilibrio frente a
la dirección política...
La línea informativa de Ultimas Noticias no convence a
la gente más radicalizada de ninguno de los bandos, quie-
nes poco se identifican con un enfoque imparcial.
Para el antiguo lector de El Nacional, que lo abandonó
por haber traicionado su apego a la verdad y a la impronta
progresista que históricamente le impuso Miguel Otero

147
Silva, el amigo de Neruda, sus textos dejan mucho que
desear, además por su brevedad y escasa profundidad.
Un lector chavista podría coincidir en hallarle “gusto a
poco”. Pero a un lector de derecha, habituado a la militan-
cia periodística de la gran prensa, las páginas del diario de
Capriles se le abren como un instrumento desenfadado
del chavismo.
Por último, la propia empresa Capriles compite consi-
go misma. Tiene en su vespertino El Mundo a un diario
con una línea editorial completamente entregada a la mi-
litancia anti chavista. Como el dios Jano, la Cadena Capri-
les tiene dos caras, Ultimas Noticias que parece favorable a
Chávez sólo porque ofrece un periodismo imparcial, y El
Mundo, que decididamente está en la otra vereda.
Tal postura de la Cadena Capriles “es una estrategia,
evidentemente”, comentó Wilfredo Mejías Zerpa, de Ven-
pres. “Está con el gobierno y está con la oposición, en lo
que ha sido una conducta editorial en Venezuela durante
más de 100 años”, agregó. Aquí se decía con mucha pro-
piedad que Juan Vicente González, director de El Venezo-
lano, se acostaba liberal y amanecía conservador”.
El sistema bipartidista internalizó el hábito del “cambio
de camiseta” entre los dueños de medios, en particular du-
rante el último año del quinquenio de un “gobierno adeco”,
cuando las encuestas ya pronosticaban el seguro reemplazo
“copeyano”, o viceversa. El sistema democrático siempre ga-
rantizó más de un ministerio cada cuatro año a los propieta-
rios mediáticos, además de facilidades o financiamientos para
importar papel, equipos e insumos... “Todos sus negocios
eran prósperos, hasta que se les trancó el juego con la llega-
da de un gobierno distinto”, filosofó Mejías.

El bolero de Ravel
Joseph Goebbels podría estar superado como gran maes-
tro universal de la propaganda asociada a la mentira. Or-
lando Utrera, director de la agencia estatal de noticias Ven-
pres, explicó el funcionamiento interno del aparato mediá-
tico que diariamente hostiliza al gobierno.
Utrera aseguró que “dada las circunstancias de que
los factores políticos de la derecha y, de alguna manera,

148
la social democracia fueron de-
rrotados por el proceso bolivaria-
no y minimizados a su expresión
histórica más baja –0,03% tenía
Copei en las encuestas– los dia-
rios, los medios, este pool gigan-
tesco de los medios de comuni-
cación, reemplazaron y despla-
zaron del protagonismo político
de los partidos y asumieron ellos
la vocería política”.
En resumen, los medios “de-
Ravel
jaron de ser mediadores en la so-
ciedad venezolana para convertirse en los protagonistas po-
líticos que más tarea le han dado al proceso bolivariano”.
Esta idea ha sido recurrente. La novedad está en su modus
operandi. Según explicó Utrera:
–Trabajan con una agenda que prepara Alberto Federi-
co Ravel y que pasan a esa red de medios a temprana hora
de cada mañana. Esa agenda sugiere personas a entrevis-
tar y temas a tratar. Es una agenda mediática. Entonces,
van monopolizando la opinión durante la jornada infor-
mativa, configuran un bloque de unas 30 personas que se
distribuyen la opinión en distintos medios y tres o cuatro
temas que manejan todos los medios, simultáneamente.
–Por la mañana, salen los periódicos con las noticias
que ellos quieren, manipuladas, destacadas, lógicamente
insertas en su agenda. Leen el material en la televisión
por la mañana –desde los periódicos–, lo leen de nuevo
por las radios, siempre durante la mañana. Así, se produ-
ce un flujo informativo sobre los temas impuestos que ellos
están tratando. Al mediodía reinvierten, publican los te-
mas de la agenda en los periódicos de la tarde, van de
nuevo a las estaciones de televisión por la noche y vuelven
otras vez con los periódicos de la mañana. Entonces, tie-
nen una agenda que van sincronizando y reciclando con
una capacidad ejecutiva de manipulación brutal. Esa es
la agenda que prepara Ravel.
–¿La hace solo o tiene colaboración del departamento
de Estado? es la pregunta que Orlando Utrera se formula
a sí mismo.

149
–Probablemente se elabore cada día en una reunión
con los actores internos locales, sugirió Mejías Zerpa.
Los medios del Estado están en desigualdad ante la
aplanadora mediática que consuma cada día la agenda de
Ravel –2 contra 98, o una escopeta contra un tanque, dijo
Utrera–. Miguel Henrique Otero alguna vez describió ante
los corresponsales extranjeros la magnitud de la entente
mediática: “...el hecho de que más de 20 estaciones de
televisión, más de cincuenta periódicos y más de 250 es-
taciones de radio se hayan sumado al paro cívico nacional
convocado por Fedecámaras y la Ctv es una posición polí-
tica de todas las empresas periodísticas, tiene que ver con
una situación en Venezuela...”
La cuestión de fondo es que los medios –pese a todo su
poder– no han podido lograr su "solución final", ni siquiera
mediante el poco periodístico recurso del golpe de estado.

TV Catia, “la otra tele”


En el área metropolitana de Caracas, existe una esta-
ción de TV comunitaria con sintonía en sectores popula-
res densamente poblados, experiencia que también se re-
pite en otras regiones y ciudades. TV Catia, con una señal
de 30 vatios, ha tenido una audiencia de tres millones de
personas, a través de las parroquias Sucre, La Pastora, 23
de Enero y el Junquito, en las áreas que concentra la ma-
yor población de la capital.
Iris Castillo, 35, obrera, ex enfermera, vecina de Catia,
pero con padre en Apure, trabaja en la formación de lo
que llaman Equipos Comunitarios de Producción Audiovi-
sual Independiente (Ecpai), grupos de producción que bro-
tan de la comunidad, reciben adiestramiento, se le pro-
porciona una cámara y ¡listo! En este trabajo la acompaña
Tatiana Arcos.
TV Catia salió al aire durante dos años. Jugó un rol
clave en entregar información veraz durante el golpe del
11 de abril de 2002, pero en julio de 2003 debieron des-
alojar su sede del quinto piso del hospital de Lídice por
voluntad del alcalde mayor de Caracas, el periodista Alfre-
do Peña, un ex colaborador de Chávez que se pasó al ban-
do contrario.

150
Los animadores de TV Catia recuperaron sus equipos,
terminan de acomodar su nueva sede, transmiten – entre-
tanto– por Venezolana de TV y, a la vez, se entregan a la
docencia y a la formación de los llamados “Ecpai”.
“Para graduarse de ‘Ecpai’ hay que someterse a un
taller básico”, explicó Iris, miembro del equipo que im-
pulsa TV Catia segunda etapa. Tienen colaboración de
iluminadores y productores profesionales que imparten
talleres básicos. Por ejemplo, “iluminación en cuatro sá-
bados” le permiten a un ‘Ecpai’ mejorar su propio pro-
grama comunitario. Enseñan, además, comunicación
popular, nociones de guiones, cámara, discusión de pro-
yectos, política cultural. Participan personas de la co-
munidad organizada que le roban horas al descanso para
producir una hora semanal o quincenal después de des-
empeñar su jornada normal de trabajo.
Según el reglamento de las televisoras comunitarias,
el 75% de la programación debe ser producido por la co-
munidad. Los talleres son gratuitos y el trabajo en TV es
adhonorem. Los “Ecpai” sólo deben comprar el video cas-
sette para utilizar la cámara. Según los cursos imparti-
dos hasta mayo de 2004, se habían formado 43 “Ecpai”
en distintos lugares de la ciudad, pero habían hecho mu-
cho más talleres que ofrecen superación permanentemen-
te. El crecimiento del grupo se consigue reclutando par-
ticipantes en nuevos talleres.
TV Catia participó en un “Encuentro internacional de
noticiarios de barrio”, efectuado en mayo 2004 en Cara-
cas con participación de estaciones comunitarias de Bél-
gica, Bolivia, Francia, España, Colombia, Polonia, Brasil.
Discutieron cómo integrar un noticiario internacional de
barrios con reportes propios de la red de estaciones co-
munitarias.
TV Catia mostró cómo funcionó una escuela durante el
paro petrolero patronal. La noticia circuló por toda la red
mundial de noticias de barrios mediante la red Internet.
TV Catia logró venderle “publicidad” a Hidrocapital,
negocio que les permitió financiar a un locutor profesio-
nal utilizado en los avisos. Igualmente, vendieron una
campaña multi-hogares de tres meses al SENIFA (Servi-
cio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia

151
y la Familia). Petróleos de Venezuela les cedió mobiliario
en desuso para la nueva sede, una caballeriza del palacio
Miraflores situada en Caño Amarillo, obtenida en un co-
modato por 30 años gestionado ante los ministerios del
Interior y de Justicia.
Llevan casi un año preparando la nueva sede, donde
piensan instalar un cyber café y una sala para exhibición
permanente de documentales y material de TV comunita-
ria, pero creen que saldrán al aire hacia agosto. También
buscan el apoyo de patrocinadores y clientes de publici-
dad del orden de los 10 mil bolívares, menos de 5 dólares.
Por lo menos, ya tienen un contrato con Petra Tortas, una
repostera de Catia, de su propia comunidad. Comenzaron
a gestionar los permisos radioeléctricos desde marzo de
2004, porque sus transmisiones fueron irregulares y clan-
destinas desde noviembre de 1999. Después se acogieron
a la regularización establecida por la ley.

152
VI
¿Quién es quien en Venezuela?:
La Organización Cisneros

Cisneros Group of Companies


Diego Cisneros Bermúdez fue el fundador del grupo
económico que hoy tiene tres cabezas, los hermanos Gus-
tavo –el chairman– y Ricardo –vicepresidente–, más el pri-
mo Oswaldo Cisneros Fajardo, hijo de Antonio Cisneros,
hermano de Diego.
Diego nació en Cuba pero emigró temprano a Venezuela
con su hermano Antonio, a fines de los años 20. Hizo sus
estudios elementales con los curas irlandeses del Mary’s
College, de Trinidad-Tobago, donde además aprendió in-
glés, conocimiento clave que le sirvió después para trabajar
en el Royal Bank de Canadá, negociar una concesión Chrys-
ler y entenderse cada vez mejor con los estadounidenses.
Falleció en 1980. Según sus numerosos biógrafos, su pri-
mer negocio de adolescente fue una venta de helados y sor-
betes fabricados en casa con hielo picado. Más tarde, aco-
modó como autobús un camión viejo, El Expedito, que utili-
zó también para el comercio de gaseosas.
Y desde aquella fabricación casera juvenil de Cisneros
fundador, la discreta actividad “industrial” del grupo pri-
vilegió las fábricas de helados. Al correr de los años, el
comercio, el transporte y los servicios relegaron los afanes
industriales a los renglones de mayor velocidad de venta,
helados, refrescos, hamburguesas, discos... Aseguran que
El Expedito habría transportado propaganda política clan-
destina producida por el joven Rómulo Betancourt y que
con el tiempo se transformó en una flota. Pero la fortuna
fluyó como refresco dulce cuando Diego formalizó la re-
presentación de la Pepsicola –que venía ejerciendo en for-
ma “empírica”–, en la década del 40, la misma de la prime-
ra administración de Rómulo Betancourt.
Diego Cisneros estableció sus primeras empresas for-
males bajo el gobierno de Eleazar López Contreras (1935-
1941). Embotelladora Caracas y Gaseosas Orientales de-

153
clararon un capital conjunto de 185.000 bolívares, equi-
valentes a unos 50 mil dólares de la época. Bajo la admi-
nistración de Isaías Medina Angarita (1941-1945) el capi-
tal creció más de dos tercios, en 130.000 bolívares, pero la
mayor explosión vino después que Acción Democrática al-
canzó el poder con su golpe “cívico-militar” contra Medi-
na, el 19 de octubre de 1945. Bajo la Junta de Gobierno
que encabezó Betancourt (1945-1948), emergió Frigorífi-
cos Oriente, empresa “industrial” de 130.000 bolívares,
pero con Rómulo Gallegos apareció la emblemática co-
mercial Deca Centro, con un capital de 2 millones, que
también funcionó como Diego Cisneros & Cía. Durante la
Junta Militar de Gobierno (1948-1950), que encabezó
Carlos Delgado Chalbaud, esta empresa aumentó su ca-
pital en un millón. Así comenzó a perfilarse el futuro gru-
po Organización Diego Cisneros (Odc).
El capital de la incipiente Odc creció de la mano con el
cambio profundo que operó en el país la nueva inserción de
Venezuela en la economía mundial, con la transformación
de “una economía agro-exportadora [café y cacao] a una
economía mono exportadora de petróleo”, según el enfoque
de la tesis de grado de la economista Arlette Judith Ruiz1.
Por aquellos años, “se ensancha el radio de acción del
Estado, lo cual consistía en la demanda fundamental que
hacía la burguesía del Estado”, escribió Ruiz. Se creó el
Banco Industrial (1937) y enseguida, el Banco Central
(1939). El grupo Cisneros no se quedó atrás.
Cisneros padre no necesitó estudiar a fondo la econo-
mía de su tiempo. Su instinto lo insertó “...en concordan-
cia con las transformaciones de la estructura económica”,
en una época en que “se producen cambios sociales y po-
líticos significativos: los terratenientes pierden la hegemo-
nía del poder político y, hacia el final del período, la hege-
monía en la alianza de las clases dominantes lo alcanza la
burguesía industrial que puede imponer su proyecto”2. En
rigor, Cisneros se insertó en una “burguesía mercantil”,
con un concepto “industrial” instrumental al comercio3.

1, 2, 3) Arlette Judith Ruiz, Concentración y grupos económicos en la


Venezuela actual. El grupo económico Cisneros Rendiles. Análisis de
su estructura, Facultad de Economía, Universidad Central de Vene-
zuela, Caracas, 1992.

154
Aumentos de capital del Grupo Cisneros
Aumento del Total Bs.
Período de gobierno Años capital (Bs.) acumulados
Eleazar López C. (1935-1941) 185.000 185.000
Isaías Medina A. (1941-1945) — 185.000
Rómulo Betancourt (1945-1948) 130.000 315.000
Rómulo Gallegos (1948-1948) 2.000.000 2.315.000
Junta Militar de G. (1948-1950) 2.600.000 4.915.000
Junta de Gobierno (1950-1952) 2.000.000 6.915.000
M. Pérez Jiménez (1952-1958) 13.925.000 20.840.000
Junta de Gobierno (1958-1959) 18.625.000 39.465.000
Rómulo Betancourt (1959-1964) 43.737.840 83.202.840
Raúl Leoni (1964-1969) 19.995.306 103.198.146
Rafael Caldera (1969-1974) 107.114.944 210.313.090
Carlos Andrés Pérez (1974-1979) 393.826.950 604.140.040
Luis Herrera C. (1979-1984) 975.431.801 1.579.571.841
Jaime Lusinchi (1984-1989) 1.553.716.599 3.133.288.440
Carlos Andrés Pérez (1989-1993) 2.394.145.564 5.527.434.004

Fuente: Arlette Judith Ruiz, Concentración y grupos económicos en


la Venezuela actual

Su actividad industrial se orientó a la producción de


artículos ligeros de rápido consumo masivo a gran escala,
con énfasis en el rubro alimentario.
Para ese período, un estudio del economista Sergio
Aranda4 estableció que “la burguesía industrial logra en el
período 1945-1957 un crecimiento excepcional, amplian-
do progresivamente la producción a casi el triple”5. En re-
sumidas cuentas, comenzó a producirse localmente para
consumir lo que hasta entonces se importaba. Más ade-
lante advino el ensamblaje de vehículos Chrysler y Gene-
ral Motors, el comienzo de la “cultura” automovilística lo-
cal. La “industrialización importadora” cambió los patro-
nes del comercio exterior, sustituyó la internación de artí-
culos terminados con su producción local, pero acentuó la
dependencia externa en el abastecimiento de insumos, tec-
nología y maquinaria. En lugar de traer barcos atiborra-
dos de mercancías listas para el consumo, se comenzó a
importar los medios para hacer una gran “maquila” in situ.

4, 5) S.Aranda, La economía venezolana, Pomaire, Caracas, 1984.

155
Desde que Betancourt se transformó en jefe de la “Junta
de Gobierno” mejoró la suerte del antiguo camionero. Sea
cual fuere el signo del gobierno –dictadura, social demo-
cracia o social cristianismo– el grupo siguió creciendo. El
repunte más sólido coincidió con la primera administra-
ción de Carlos Andrés Pérez, a quien Diego conoció como
adolescente, desde mucho antes que se desempeñara como
ministro del Interior del segundo gobierno de Betancourt.
La acuciosa investigación de Ruiz en notarías y regis-
tros mercantiles públicos, estableció que durante el se-
gundo gobierno de Pérez el grupo declaraba 111 empre-
sas con un patrimonio global de 5.527 millones de bolíva-
res, entonces unos 110 millones de dólares a la tasa de
cambio de 50 bolívares por dólar registrada en diciembre
de 1990, año en que la economista entregó su tesis, habi-
da cuenta de que las cifras reales deberían ser bastante
mayores. El caso es que, tras cortos años, el heredero Gus-
tavo ya aparecía en el ranking Forbes de 1996 con un pa-
trimonio de 1.100 millones de dólares, figurando en el re-
ducido club mundial de los mil millonarios en dólares.
Hacia la fecha del estudio de Ruiz, las “manufacturas”
(Helados Tío Rico y Club, discos Rodven, jugos y conser-
vas) constituían el 22,40% de los negocios del grupo, las
comunicaciones (radio y televisión) apenas alcanzaban al
9,97% y las embotelladoras de refrescos absorbían el
8,22%. Sus rubros fuertes eran el comercio (32,15%) y las
“inversiones” (21,22%). La Organización utilizó la televi-
sión como instrumento de poder y vehículo para promover
sus mercancías “industriales” comercializadas en su pro-
pia red de supermercados, pero la pantalla chica no fue
una fuente significativa de ingresos en el fortalecimiento
del grupo económico. Su aparato comunicacional recibió
el espaldarazo más fuerte de capital bajo la administra-
ción de Jaime Lusinchi, en los ‘80.
Hacia la mitad de los ‘90, el grupo comenzó a vender ace-
leradamente sus empresas para sacar los capitales fuera de
Venezuela, en una acción planificada desde el comienzo de
la década, coincidiendo con la destitución presidencial de
Pérez en 1993. Ese año adquirió una mansión del exclusivo
Upper East Side de Manhattan para habilitar la nueva sede
corporativa, trasladó allí a 8 ejecutivos jóvenes encabezados

156
Aumentos de capital en Comunicaciones por Eduardo
Hauser, enton-
Aumento del
Gobierno Años capital (Bs.) ces de 28 años
y puso en ven-
R. Betancourt (1959-1964) 5.500.000 ta los activos de
Raúl Leoni (1964-1969) — Venezuela me-
Rafael Caldera (1969-1974) 11.085.300
diante los ser-
Carlos A. Pérez (1974-1979) 13.154.360
vicios contrata-
Luis Herrera C. (1979-1984) 183.000
dos con Cs
Jaime Lusinchi (1984-1989) 84.606.559
First Boston, fi-
Carlos A.Pérez (1989-1993) 436.250.000
Total acumulado 550.782.219
lial de Cs Hol-
ding Ag.
Fuente: Arlette Judith Ruiz, obra citada. El grupo se
desprendió de
los Helados Tío Rico, de la cadena de supermercados Cada,
de la fábrica de jugos Yukery, de las tiendas Maxy’s, del
Café El Peñón, de las cadenas de comida rápida Burger
King y Pizza Hut, etcétera, argumentando una estrategia de
preeminencia en las telecomunicaciones. En 1996 traicio-
nó a la Pepsi por la Coca Cola, después de una relación de
más de medio siglo, pero lo relevante fue que la operación
le reportó beneficios por 500 millones de dólares a la Orga-
nización –por el traspaso de la infraestructura industrial y
la flota de camiones distribuidores– que motivaron elogios
mediáticos a la habilidad comercial en la prensa propia y
ajena. La Coca Cola quedó a cargo del primo Oswaldo, quien
manejó la Pepsi y está a cargo también del 40% que el gru-
po posee en Telcel –el resto lo controla Bell South–.
El grupo comenzó a arrimarse a las grandes corpora-
ciones mediáticas adquiriendo participaciones más bien
discretas que fueron presentadas como el nacimiento de
un “imperio”, con más ruido que gravitación real. “A ve-
ces me parece que somos una firma de capital de ries-
go..., pero no lo somos”, reflexionó Hauser en el The Wall
Street Journal6.
Obtuvo liquidez con la venta de Spalding –pelotas de-
portivas– en 1.000 millones de dólares y adquirió el 20%
de Galaxy Latin America que dio origen a la marca Direc-

6) Thomas T. Vogel Jr., The Wall Street Journal, reproducido en El


Universal de Venezuela, 13 de septiembre, 1986.

157
tv, una proveedora de televisión por satélite que se salvó
de la bancarrota judicial a comienzos de 2004, donde par-
ticipan además Hughes Communications (60%), TV Abril
de Brasil, el grupo Clarín de Argentina y Multivisión. Di-
rectv entró en competencia con Sky, de News Corp. –Ru-
pert Murdoch–, Telecommunications Inc., Televisa de Méxi-
co, el grupo Globo de Brasil, pero al final hubo una fusión
Murdoch-Cisneros –o Directv-Sky– que dejó sin elección
al usuario. El grupo Televisa desahució en julio de 2004
los servicios de Directv que forman parte del holding.
Posee también estaciones de televisión en Chile –Chi-
leVisión, 100%– y Trinidad –Caribbean Communications
Networks, 25%–, franquicias de la cadena de videos Block-
buster, de Apple Computer Inc., de Ncr Corp., filial de
At&yT, probablemente compre un satélite propio, conser-
va el 25% de Univisión –Televisa tiene otro 25%– y, entre
medio, a comienzos de los '90 invirtió 50 millones de dóla-
res en Jamaica para apuntalar al gobierno conservador de
Edward Seaga7. En 2004 se advierte cierta rivalidad entre
Cisneros y el hijo del Tigre Azcárraga, el joven Emilio Az-
cárraga Jean, dueño de Televisa.
Después del negocio con la Coca Cola, en septiembre
de 1996, Gustavo Cisneros le explicó al The Wall Street
Journal8 que sus negocios fuera de Venezuela ya habían
“pasado del 30% al 70% de todas sus inversiones”. Ocho
años después, la actividad off shore de la Organización
supera el 80%8. Por lo tanto, ya no es un grupo “venezola-
no”, sino global, arrimado en Estados Unidos.
Cisneros terminó por reducir su presencia en Vene-
zuela a las comunicaciones más rentables de la telefonía
celular tipo Telcel, conservó la explotación de la minería
del oro y diamantes –actividad ejercida siempre con mu-
cha discreción– y mantuvo Venevisión y... el Concurso Miss
Venezuela. Ingresó a la cerveza y al béisbol, con la adqui-
sición de un equipo popular –Los Leones de Caracas– de
bajo perfil en los campeonatos, decisión aparentemente
motivada por necesidades de imagen pública alentadas por
el jefe del grupo y evaluadas por encima de los negocios,

7) Arlette Judith Ruiz, obra citada.


8) Thomas T. Vogel Jr., artículo citado.

158
en un probable proyecto “liderazgo” popular o populismo
magnánimo estimulado por emergentes aspiraciones poli-
tiqueras. Así se desencadenó la globalización que sustitu-
yó a la Odc por la actual “Organización Cisneros”.
El escenario del grupo hoy es el planeta de habla his-
pana, con 70 compañías que operan en 39 países, con
35.000 empleados vendiendo “ilusiones”, o sea, cultura
prefabricada a la medida de Cisneros, principalmente en
contenidos de televisión. La Organización se define a sí
misma9 como “uno de las más grandes organizaciones pri-
vadas de medios, entretenimiento, tecnología, y productos
de consumo masivo en el mundo”, [...] “desde redes para
la difusión de cadenas de televisión, servicios de televisión
paga y de Internet, hasta negocios en el mercado de bebi-
das y supermercados”. Asegura que “distribuye algunas
de las marcas globales más reconocidas y servicios de la
más alta calidad a 550 millones de consumidores de habla
española y portuguesa en América y Europa”.
Asimismo, declara que sus participaciones no son
siempre mayoritarias en la propiedad, pero se las arregla
para controlar o influir en numerosas empresas –ade-
más de Venevisión y Venevisión Internacional, fabrican-
te y vendedora de contenidos de televisión en español,
con sede en Miami–, entre otras, Univisión Communica-
tions Inc., proveedor de contenidos para la audiencia his-
pana de Estados Unidos; Claxson Interactive Group Inc.,
propietaria de medios en la región; Ibero-América, dedi-
cada medios y entretenimientos; America On Line Ameri-
ca Latina Inc., proveedora de Internet; Directv América
Latina, distribuidor de TV vía satélite por suscripción que
opera en la región en alianza con Sky, de Keith Rupert
Murdoch; la Cervecería Regional de Venezuela; Backus
& Johnston, “la cervecería más grande de Perú y la sexta
más grande de América Latina; y Pueblo, una de las prin-
cipales cadenas de supermercados de Puerto Rico y las
islas Vírgenes de Estados Unidos”.
La Organización sigue siendo versátil, como lo fue en
Venezuela antes de expatriarse, porque combina los “ni-
chos” del “mercado cervecero y el béisbol” con los rubros

9) http://www.cisneros.com

159
que denomina “entretenimiento cosmopolita latino”, o sea,
productos “culturales” concebidos por los “intelectuales”
del grupo para una hipotética clientela proclive a la idioti-
zación, en América Latina y el ámbito hispano hablante de
Estados Unidos.
Con todos estos productos –de discutible calidad–, Cis-
neros proyecta ingresar, además, al mercado chino. Las
negociaciones con Beijing están a cargo de Beatrice Ran-
gel, vicepresidenta y “Senior Advisor” –consejera mayor–
del presidente del grupo. Rangel, quien proporciona “apo-
yo sustantivo a las estrategias corporativas, políticas y de
relaciones de la organización”, fue directora general del
ministerio de la Secretaría de Pérez entre 1989 y 1991 y,
además, integra la mesa del Centro Norte-Sur de la Uni-
versidad de Miami, es consejera latinoamericana de la Cor-
poración Zemi y de la Escuela de Negocios Lubin.
Un mes y medio antes que Rafael Caldera asumiera su
segundo período (1994-1999), la quiebra del Banco Latino
–13 de enero de 1994–, el segundo del país, probablemente
influyó en la héjira del grupo Cisneros. En la práctica, era
el banco de la Organización, con Pedro Tinoco Terrero como
accionista mayoritario y Ricardo Cisneros, hermano mayor
de Gustavo y vicepresidente del grupo, como director prin-
cipal. Ricardo cultiva un bajo perfil, pero en esa ocasión su
nombre tuvo resonancia mediática mundial. Huyó de Ve-
nezuela en su avión privado, se dirigió a Miami y terminó
pidiendo “asilo” en Londres, aunque con el tiempo pudo
regresar a Caracas e incluso participar en manifestaciones
contra Hugo Chávez.
“Resulta que los directivos del Banco Latino le habían
prestado a sus propias empresas 1.000 millones de dólares
(cifra preliminar estimada), pero perdieron la patente de cor-
so disfrutada bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez”, escri-
bió Carlos Ball10, un periodista y empresario de la derecha
venezolana, colaborador del The Wall Street Journal, ex ge-
rente general de El Diario de Caracas y fundador de Aipe,
una agencia de noticias probablemente financiada por la Cia.

10) Agencia Aipe, despacho 02940323, marzo 1994. La agencia de


Ball distribuye su material –gratuitamente– a los grandes diarios
afiliados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

160
El colapso del ban-
co “dejó en la calle a 1,2
millones de ahorristas
y cuando se acudió al
Fondo de Garantía de
Depósitos se descubrió
que un tercio de esos
fondos habían estado
depositados en el mis-
mo Banco Latino”, acu-
só Ball. “Hay sólo un
detenido: los peces gor-
dos desaparecieron en
sus yates y jets priva-
dos”, añadió.
Ricardo Cisneros
otorgó un poder –19 de
enero– en el Consulado
de Venezuela en Miami
para vender su casa del
Caracas Country Club
7 de enero 2003: Rodeado de guardaespal-
das, junto a Miguel Henrique Otero (hablan- en 4 millones de dóla-
do por celular), Ricardo Cisneros presencia res. Según Ball, “el
una manifestación anti Hugo Chávez en
Caracas, sector Mata de Coco. comprador fue la em-
presa venezolana Inver-
siones Lakista, con un capital pagado de 20 dólares y con
la misma dirección que la Organización Cisneros”. Obvia-
mente, la venta fraudulenta protegió al director principal
del Banco de una eventual acción judicial de los ahorristas
victimados. Ball aseguró que “el ex presidente del Banco
dijo que los Cisneros eran los mayores deudores y se esti-
ma que recibieron préstamos por 400 millones de dólares”.
El poder del grupo Cisneros siempre logra la complicidad
de la prensa local, pero no puede silenciar a la de EE.UU.,
donde tiene ahora su fortuna. Ball desmenuzó la conexión
política de la debacle bancaria en el Wall Street Journal –4
de febrero, 1994– desatando la ira en la Organización.
“La diferencia es que en Estados Unidos la Primera
Enmienda de la Constitución protege mi derecho inaliena-
ble a informar y a ser informado, a pesar de que soy ex-
tranjero”, concluyó Ball.

161
El grupo minero
La minería es una actividad que el grupo no puede lle-
varse de Venezuela. También ha sido poco publicitada por
la Organización, quizás porque durante largos años la ex-
tracción de oro fue considerada actividad exclusiva del
Estado, a cargo de la empresa Minervén.
La actividad minera del grupo fue iniciada en más de
100 mil hectáreas antes de perfeccionar las concesiones
que fueron otorgadas desde el gobierno de Jaime Lusinchi
(1984-1989), durante “la fiebre del oro” de El Callao y la
efervescencia garimpeira en el vecino Brasil fronterizo. La
rama minera de Cisneros explota hoy el oro y los diaman-
tes de la selva guayanesa del estado Bolívar a través de 14
de empresas, algunas constituidas con un capital de sólo
10 mil bolívares. La proliferación de compañías general-
mente persigue evadir tributación.
La “División de Desarrollo Minero del Grupo Cisneros”
–así se denomina, formal y pomposamente– privilegia una
minería aurífera de primera clase –llamada world class–
en yacimientos con reservas mínimas probadas de un mi-
llón de onzas de oro de 31,25 gramos cada una, o sea, un
precio de mercado de 400 millones de dólares por faena
minera. El grupo explota la riqueza de Guayana a medias
con Gold Fields of South Africa, empresa sudafricana que
controla el Consorcio Cisneros-Goldfields, fundado en 1991
para operar en “joint venture” –fifty fifty–. Tienen 110 mil
hectáreas en Chicanán, en el corazón de Guayana, pero
los yacimientos más rentables están en 15 mil hectáreas
contiguas a El Callao, donde abunda el oro de veta. Y tie-
nen otra concesión de 2.500 hectáreas en Vuelvan Caras,
en la frontera con la zona en reclamación del Esequibo.
La concesiones comenzaron a negociarse en 1988 con
la Corporación Venezolana de Guayana y el ministerio de
Energía y Minas, en las postrimerías de la administración
Lusinchi, ya concluidas sus negociaciones de la deuda ex-
terna. Hacia la década del 90, el Banco Central permitía
exportar libremente el 60% de la producción aurífera.
El grupo inició su rama minera –bajo el gobierno de
Lusinchi– con una inversión de 1,15 millones de bolíva-
res, que se incrementó a 120,8 millones en la siguiente

162
administración de Pérez, para culminar con un capital
declarado de sólo 122 millones de bolívares, apenas el
0,022% del capital global declarado por el grupo en todo
su historial en Venezuela, 5.525,43 millones11.
Al término del segundo gobierno de Pérez, el grupo
poseía nueve empresas dedicadas a la minería, el 8% en-
tre todas sus compañías, dos actuando como inversionis-
tas (Consorcio Tame e Inversiones Sweety), cuatro como
comerciales, encargadas de atender el apoyo logístico, ne-
gociar con el Estado y ventas (Angostura Mining, Angostu-
ra Trading, Angostura Suply y Equipos de Angostura), dos
empresas propiamente mineras (Vetas de Vuelvan Caras
y Desarrollos del Cuyuní), además de Aluminios de An-
gostura, Aldanca, concentrada en la bauxita. Al caer la
administración Pérez, el grupo se proponía alcanzar una
producción anual de 7.000 kg de oro y 190 mil toneladas
métricas anuales de aluminio primario al 99,7% de pure-
za. Siete toneladas de oro, al precio de mercado de 400
dólares la onza de 31,25 grs, representan un ingreso de
89,6 millones de dólares, según estas proyecciones de pro-
ducción de 15 años atrás.
La magnitud de la rentabilidad del negocio minero au-
rífero, sin embargo, no se compadece con las modestia de
las inversiones:

Empresa Bs. capital inicial


Consorcio Tame 100.000
Inversiones Sweetly 10.000
Vetas de Vuelvan Caras 20.000
Desarrollos del Cuyuní 20.000
Aldanca 1.000.000
Total 1.150.000

Cuatro de las nueve empresas tuvieron a Pedro Tinoco


Terrero como “director principal” y tres, a José Antonio Ríos,
quien además era dirigente de la Confederación de Traba-
jadores, Ctv12, y presidente del Banco de los Trabajadores.
El grupo también tiene negocios mineros en Sudáfrica, se-
gún Tomas T. Vogel Jr., del The Wall Street Journal.

11, 12) Arlette Judith Ruiz, obra citada.

163
Perfil de un prospecto global
El manejo político
de Cisneros –padre e
hijo– fue siempre en
“democracia”, entendi-
da como doctrina de
“política y negocios” en
aras del “interés públi-
co” y los contratos con
el Estado. De los ocho
hijos varones de Diego,
sólo cuatro exhibieron
aptitud para los nego-
cios y dos fallecieron en
accidentes trágicos. No
calificó ninguna de las
tres mujeres de la fa-
milia. Por selección
darwiniana no fue el
primogénito, sino el
tercero –Gustavo–,
quien se convirtió en el
jefe de la Organización, aún antes de fallecer el progeni-
tor. Diego quiso que todos sus hijos estudiaran en Esta-
dos Unidos antes de ingresar al mundo venezolano de los
negocios. Gustavo adquirió el Bachelor of Science in Busi-
ness Administration en el nada conocido Babson College
de Wellesley, Massachusetts.
Hubo dos hitos previos en la “internacionalización” de
Gustavo Cisneros como “hombre de negocios global”. Uno
fue la polémica compra-venta de las Galerías Preciados de
Madrid, en la década del 80, operación que generó ganan-
cias por 33,3 millones de dólares. El otro fue su extraña
participación en los controvertidos cabildeos secretos de

Gustavo Cisneros Rendiles, “el más rico de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,1 1,5 2,1 2,0 3,5 5,3 5,0 4,0 4,6

164
la deuda externa venezolana, tarea que le encomendó Jai-
me Lusinchi, quien defendió la negociación como “la me-
jor deuda del mundo”. Nunca se informó del beneficio que
reportó la insólita mediación Cisneros ante las autorida-
des monetarias de Estados Unidos. La escritora Carolina
Rodríguez Marturet escribió:13 “Cisneros fue socio de Pe-
dro Tinoco, accionista principal del Banco Latino, gran com-
prador de bonos de la deuda externa (cuando Pedro Tino-
co era presidente del Banco Central Cisneros los compra-
ba a precio de gallina flaca para luego revendérselos a la
nación por un monto grosero) y pieza clave en el desmoro-
namiento económico de Venezuela”.
El negocio de Galerías Preciados fue posible por la pre-
sencia del socialdemócrata Felipe González en la jefatura
del gobierno español de la época –en Venezuela gobernaba
Lusinchi– puesto que la tienda fue confiscada al millonario
hispano Ruiz Mateos. La cronista de sociales madrileña
Paloma Barrientos cree que en la transacción “tuvo mucho
que ver Isabel Preysler”, ex cónyuge del cantante Julio Igle-
sias, “especializada en buenos matrimonios”. Cisneros le
vendió las Galerías al Corte Inglés. Por aquellos tiempos, el
grupo adquirió la plaza Pater Noster de Londres, un lote
céntrico de tres hectáreas que dejó jugosas ganancias.

Universo mediático
El multimillonario hoy aspira a que su imperio mediáti-
co lo conduzca de una vez al poder político, tal como a su
paradigma itálico Silvio Berlusconi. Cisneros ya estuvo cer-
ca del poder cuando las oficinas de Venevisión sirvieron de
cuartel general al golpe mediático-militar que ungió por
pocas horas –11 de abril de 2002– la brevísima dictadura
del empresario Pedro Carmona Estanga.
La plataforma local del “candidato” es su empresa Ve-
nevisión. A nivel global, tiene a Univisión, la principal ca-
dena hispana de Estados Unidos, más su alianza –desde
1998– con American On Line (Aol) & Time Warner, propie-
taria también de la cadena de noticias CNN, una combina-
ción que moldea o influye en los cerebros de cientos de

13) http://www.soberania.info/Articulos/articulo_319.htm.

165
millones de latinoamericanos e hispanohablantes de Es-
tados Unidos. Una nueva alianza en Directv con Keith Ru-
pert Murdoch, el dueño de la cadena Fox –noticias en in-
glés– y de otras poderosas estaciones de EE.UU., le abrió
las puertas de la influencia mediática en la lengua de Sha-
kespeare, urbe et orbi. Murdoch también es otro hombre
global, pero del primer mundo. Aunque nació en Australia
controla periódicos en Estados Unidos y en el Reino Uni-
do, introdujo la televisión por cable Sky en Asia, Oceanía,
Estados Unidos y en Europa ya tiene presencia en Italia e
Inglaterra. El dueto Directv-Sky permitirá que Murdoch
penetre en América Latina de la mano de Cisneros y qui-
zás más adelante lleguen hasta China. Donde Directv no
pueda ingresar lo hará Sky, y viceversa.
Directv opera 144 canales que llegarían a unos 100
millones de hogares y con Play Boy TV Latin America la
Organización facilita que en EE.UU. sintonicen aquellos
canales regionales en español y portugués que controla o
influye –Venevisión de Venezuela, ChileVisión, Caracol Te-
levisión de Colombia y Caribean Communications Network
de Trinidad, entre otros–.
En esta gran telaraña mediática figuran Ibero Ameri-
can Media Partners, que arrancó en 1997 con una inver-
sión de US$ 500 millones en alianza con Hicks, Muse, Tate
& Furst; el portal El Sitio Punto Com y Claxon Interactive
Group, dedicado a emitir contenidos en castellano para
televisión, radio e Internet.
En Chile, Claxon maneja las radioemisoras Fm Futuro
(88.9), Imagina (88.1), Pudahuel Fm, Rock & Pop, Concier-
to, Corazón, Fm Dos y Fm Hit (101.7). En Uruguay, la ley
prohibe que capitales extranjeros posean medios de co-
municación pero la filial chilena de Claxon adquirió tres
radioemisoras, CX 8 Radio Sarandí, CX 18 Radio Sarandí
Sport y 97.1 FM Futura.
Otra rama es Ibero American Media Holdings Chile, con-
troladora del Canal 11 ChileVisión –que perteneció a la Uni-
versidad de Chile desde el advenimiento de la televisión en
la década de 1960– y propietaria del desaparecido diario El
Metropolitano, que dejó de circular el 12 de junio de 2002.
Hacia fines de 2004 Cisneros comenzó a negociar la venta
de la estación al empresario chileno Sebastián Piñera.

166
El Consejo Nacional de Televisión, que vigila el com-
portamiento ético de las estaciones, sancionó a ChileVi-
sión por utilizar una cámara oculta contra el juez Daniel
Calvo en diciembre de 2003. El Consejo multó al canal de
Cisneros “por haber lesionado la dignidad del ministro de
la Corte de Apelaciones, al dar a conocer en forma humi-
llante determinados aspectos de su vida privada”.
Internet Claxson Chile ofrece, además, Banners, Flash-
Ad, Building, Skycrapper, MiniSitios, Players / PopUp en
www.ElSitio.com y www.ChileVision.cl. Otros medios vin-
culados a Cisneros son Sony Entertaiment Television, Spa-
ce, AXN, AE&Mundo,History Channel, Much Music, Spi-
ce, Venus, Infinito, I.Sat, Play Boy TV, Uniseries, H TV,
Jupiter Comic, Locomotion, Entertaiment Television, Much-
Music y Warner Brothers TV Channel.
Cisneros complementa la cobertura noticiosa de Univi-
sión y de sus medios propios en América Latina con sus
alianzas con Steve Case, el presidente de Aol-Time Warner-
CNN –que transmite noticias en inglés y castellano–, y con
Keith Rupert Murdoch, que tiene acceso a prensa de papel
y televisión por cable en inglés. Su influencia mediática
mundial resulta abrumadora. (Ver Los Amos de la Prensa
en América Latina, página 227).

El arte de publicar sin escribir


Quizás el vasto imperio comunicacional alumbró en la
cabeza de George W. Bush la idea de que su amigo de fami-
lia Cisneros debería ser el hombre para Venezuela. Los me-
dios mundiales fabrican o destruyen –fácilmente– a un pre-
sidente. Desde el golpe del 2002 resultaba evidente que
Cisneros conducía a la oposición venezolana, aunque ésta
parecía no haberse percatado. Del mismo modo, los últi-
mos en enterarse que ahora Cisneros es la carta de Esta-
dos Unidos... han sido los líderes criollos de la oposición
local, en cuyas filas abundan las aspiraciones presidencia-
les. La “noticia” les llegó de manera brutal, cuando se ente-
raron que Jimmy Carter y Cisneros se reunieron discreta-
mente con Hugo Chávez en junio de 2004 para discutir el
futuro político posterior al referéndum. Si hasta entonces
los dirigentes de la oposición de derecha creyeron estar “uti-

167
lizando” a Cisneros, un balde de agua fría los trajo de vuel-
ta al mundo real, que es exactamente al revés.
Los primeros sondeos sobre la posible concreción del
síndrome Berlusconi –por lo menos la aspiración presi-
dencial de Cisneros– comenzaron desde Estados Unidos
a comienzos del 2002, antes del golpe del 11 de abril. La
escritora Carolina Rodríguez Marturet dijo que dos días
antes del golpe del 2002 recibió en Caracas una encues-
ta preparada por un “equipo de investigación de Venevi-
sión” con unas 20 preguntas de este tenor14:
–¿Aceptaría usted a Gustavo Cisneros Rendiles como
Presidente de una Junta Provisional de Gobierno?
–¿Apoyaría Ud. al dueño de varias empresas transna-
cionales?
Éstas y otras interrogantes indagaban si el venezolano
común aceptaría a Gustavo Cisneros. Si esta encuesta se
hizo antes del golpe coordinado desde Venevisión, signifi-
ca que Carmona Estanga fue concebido como facilitador
transitorio.
El cuestionamiento más virulento, y documentado, de
la opción presidencial Cisneros surgió precisamente de la
pluma de Rodríguez Marturet15, quien se declara enemiga
acérrima de Chávez. “Si Venezuela permite que Gustavo
Cisneros Rendiles se convierta en Presidente hemos llega-
do al fin” o “Cisneros es un vulgar ladrón con vestimenta
de príncipe y un ejército de personas dedicadas a su santi-
ficación” son algunas de las frases de su punzante alegato.
El texto aborda cuestiones de orden personal, y hasta
sexual, imposibles de reproducir, pero centra su tesis en
una supuesta envidia que atormentaría al empresario ante
la figura histórica de Eugenio Mendoza Goiticoa, una per-
sonalidad político-empresarial venezolana desaparecida
de la escena. Lo acusa también de inspirar la destruc-
ción del grupo económico que heredó su hijo, Eugenio
Antonio Mendoza –“poco a poco, bajo la influencia de Cis-
neros, se convirtió en un simple bobo haciendo todo lo
que Cisneros sugiere. En menos de 10 años el Grupo Men-
doza va a la quiebra”–.

14,15) Gustavo Cisneros, ¿Presidente de Venezuela?,


www.Soberania.info, 9 de abril, 2002.

168
El mayor problema para una eventual aspiración presi-
dencial de Cisneros es la impronta golpista que marcó in-
ternacionalmente su imagen de prospecto presidencial an-
tes que saliera del laboratorio. Para contrarrestar el efecto
de esa connotación de aventurero político de extrema dere-
cha, el paso siguiente fue presentarlo ante el mundo hispa-
no como un triunfante “empresario global”, comprometido
–además– con un ideario de “intelectual demócrata”. Todo
esto en consonancia con el cambio de estrategia de la vio-
lencia armada a la vía pacífica, adoptada por la oposición
venezolana tras sus ajustes internos de conducción.
La etapa siguiente corrió a cargo de las 296 páginas del
tedioso libro-panegírico que terminó escribiendo el perio-
dista chileno Pablo Bachelet –bajo la apariencia de un en-
cargo de Planeta– con el nada ingenioso título “Gustavo
Cisneros, un empresario global”. Definitivamente, el mag-
nate no recibió de natura el don de la palabra, ni escrita ni
oral, pero visitó Madrid y recorrió las capitales de América
Latina presentando “su libro”. El montaje publicitario re-
dujo a un segundo plano la gravitación del verdadero au-
tor, el desconocido Bachelet, pero privilegió al notable es-
critor mexicano Carlos Fuentes, quien se prestó a escribir
el prólogo –presumiblemente bien pagado–, aunque se ex-
cusó de asistir a todas las presentaciones.
La mordaz cronista de sociales española Paloma Barrien-
tos16 comentó con sorna la presentación del libro en Ma-
drid, a la que asistió Ana Palacio, la canciller de José María
Aznar, y lo más granado del jet set: “Poder, el verdadero
poder, el que se escribe con mayúsculas se reunió en la
Casa de América para la presentación de la biografía (auto-
rizada, eso sí) de Gustavo Cisneros, escrita por Pablo
Bachelet y prologada por el Premio Cervantes, Carlos Fuen-
tes. “El empresario venezolano es uno de los hombres más
ricos e influyentes del mundo”, me lo definía Alfredo Fraile,
que acudió con su mujer María Eugenia y con quienes co-
incidí justo a la entrada del salón del palacete madrileño”.
En un delicioso lenguaje lapidario, la pluma de Barrien-
tos escarbó en la personalidad del “autor:

16) El Confidencial, 28 de febrero de 2004.

169
“Conocido popularmente en España por la polémica
compraventa de Galerías Preciados, empresa expropiada
a Ruiz Mateos y en cuya transacción tuvo mucho que ver
Isabel Preysler, a Cisneros, a very important person, se le
estudia en las universidades. Mejor dicho, algunas de sus
operaciones mercantiles –como cuando se cambió de ca-
misa y dejó de embotellar Pepsicola para pasarse a Coca
Cola– forman parte de los manuales de economía de algu-
nas facultades”.
Para Paloma Barrientos, “a Cisneros se le nota que tie-
ne los suficientes 'kilos' como para agradar porque sí, es
decir, sin necesidad de captar seguidores. Desde los 14
años, cuando su padre le eligió entre sus ocho hijos como
delfín del imperio familiar, sabe lo que significa el poder”.
La cronista se impresionó porque Cisneros demostró
ser capaz de sacar de sus cálidas mansiones a los dueños
de España a pesar del frío invernal de febrero. “En una de
la tarde-noche madrileña más desapacible que se puedan
imaginar, fue capaz de sacar de sus palacios de invierno a
los miembros del selecto y endogámico club de los MÁS
(más ricos, más influyentes, más elegantes-ellas y, a ve-
ces, más inteligentes), Jesús Polanco, César Alierta, Mi-
guel Corsini, Placido Arango y su hijo Paco, Guillermo de
la Dehesa, Pío Cabanillas, Rodrigo Uría, Emilio Ybarra,
Samuel Flores, Alejandro Echevarría y su mujer Alicia Es-
tíbaliz (precioso el collar de ámbar comprado en San Pe-
tersburgo), Fernando Almansa, ex jefe de la casa del Rey,
mucho más relajado que otras veces y con cara del tipo
“de buena me he librado”, Alfonso Cortina (copresentador
del acto junto a la ministra Ana Palacio y el ex presidente
de Brasil Fernando Cardoso), Cristina Macaya, recién lle-
gada de Gestad, donde estuvo pasando unos días con sus
nietos...”
La presentación del libro fue a tres voces: Cortina,
presidente de la petrolera Repsol; Palacio, entonces mi-
nistra de relaciones exteriores; y Cardoso, ex Presidente
de Brasil, con asistentes como Alierta, jefe de la Telefóni-
ca, y por supuesto, Carlos Revés, director de Planeta.
Asistió lo más granado del mundo empresarial, social y
político de la derecha española, una tónica que se repitió
en todas las capitales en que hubo presentaciones. Cis-

170
neros aprovechó también de reunirse con los caciques
mediáticos de su caja de resonancia local, Luis María
Ansón, José Manuel de Lara, José Creuheras, Plácido
Arango y Jesús Polanco, entre otros. El “protagonista”
del libro –ya que no es el autor– tiene llegada con el rey
Juan Carlos, con los socialistas de Felipe González y, na-
turalmente, fue recibido por el entonces jefe de gobierno,
José María Aznar.

Cisneros, “el Adelantado”


El prólogo de Carlos Fuentes causa rubor, un toque de
vergüenza ajena, sobre todo cuando describe “las bases
éticas y operativas que explican el éxito de Gustavo Cisne-
ros”, que consistirían en “la oportuna corrección de erro-
res, tolerar los errores de buena fe, abrirse a la opinión
disidente dentro de la empresa, recompensar la iniciativa
personal, insistir en la labor de equipo”.
El gran novelista no escatimó ditirambos para elogiar a
quien “representa un valor y un papel político en su Vene-
zuela nativa”, llamándolo “Adelantado”: “Es un empresa-
rio interamericano. Su presencia en los continente del
Nuevo Mundo -Iberoamérica y Angloamérica- lo convierte
en Adelantado de relaciones de provecho mutuo, como lo
ha demostrado en múltiples negociaciones con empresas
norteamericanas que nunca constituyen debilidad o ce-
sión neutra, sino equiparación racional y digna”.
También, “Creador de una cultura de negocios, ade-
lantado de una cultura política de equilibrios, promotor
de una cultura educativa que no deje atrás a nadie, escu-
dero de la lengua española en el corazón de
Angloamérica”..., etcétera.
El comentarista de libros Jorge Ramos17, del programa
“Despierta leyendo” de Univisión, o sea, empleado de Cis-
neros, recomendó leer el bestseller en el mes de abril. Fra-
ses escogidas al azar:
“Déjenme comenzar por decir que el novelista y ensa-
yista mexicano Carlos Fuentes no escribe prólogos. Escri-
be libros. Pero esta vez Fuentes escribe un prólogo para

17) http://www.univision.com/content/

171
este inusual y sorprendente libro por una genuina mezcla
de amistad y admiración por Gustavo Cisneros, un em-
presario al que vincula directamente con el verbo “em-
prender. “Acometer y comenzar una obra”, cita Fuentes
en el prólogo y eso es exactamente lo que ha hecho Cisne-
ros toda su vida. Piensa. Planea. Ejecuta. Y vuelve a repe-
tir el proceso. Incansablemente”.
“No sé cómo le hizo el periodista chileno-americano
Pablo Bachelet para que Cisneros le dijera tantas cosas.
Tengo mucha curiosidad de saberlo. Debe ser que Bachelet
es un muy buen entrevistador pero, la verdad sea dicha,
tenía también a un entrevistado de lujo”.
Luis María Ansón, fundador y presidente del diario La
Razón de Madrid y miembro de la Real Academia Españo-
la, escribió18 en su sección “Canela Fina”:
“En él predomina el sentido humano, el trato cordial y
albriciado con los que dependen de él. Está siempre más
dispuesto a comprender que a juzgar. Políticamente se
mueve en el centro. Le gusta el equilibrio. Está contra la
política letrinal, las tentaciones totalitarias, el discurso
batracio. Ha sacudido muchas veces el espinazo político
de Venezuela en favor de la libertad y la moderación. Tie-
ne defectos, pero el balance entre éstos y las virtudes re-
sulta tan positivo que Gustavo Cisneros cuenta con infini-
dad de amigos, con escasos, muy escasos enemigos”.
La edición en portugués brasileño apareció en Sao
Paulo en junio de 2004, pero el Presidente Luiz Inazio
Lula da Silva no se interesó en recibir al “autor” en Brasi-
lia, pese a que “amenazó” con invertir 200 millones de
dólares en Brasil. Las presentaciones en Ciudad de Méxi-
co, Buenos Aires y Santiago no tuvieron nada que envi-
diar a la de Madrid, que fue la primera, en la España
gobernada todavía por Aznar.
En Santiago se hizo en la elegante Casa Piedra, con Ri-
cardo Claro Valdés como anfitrión, un hombre muy relacio-
nado con los libros (por ser el propietario de la editorial
Zigzag, llamada Quimantú en los tiempos de Salvador Allen-
de) y con la “cultura” (por su estación de televisión abierta
Megavisión), aparte de negocios varios, puertos, compañías

18) La Razón, domingo día 22 de febrero, 2004.

172
navieras, empresas metaleras, etcétera. Cisneros balbuceó
un verbo democrático-intelectual, haciéndose entrevistar en
su canal ChileVisión. En toda América Latina sus colegas
mediáticos ordenaron una generosa cobertura. La opinión
pública continental pareciera estar ablandada

Impronta de un líder...
La familia Cisneros adquirió gravitación en Venezuela
a partir de la representación de Pepsicola, obtenida al co-
menzar la década del 40. Consiguió entronizar la bebida
en el mercado con métodos inéditos, que todavía pueden
consultarse en los archivos de la prensa local que conser-
va el registro de la sistemática destrucción de botellas va-
cías transportadas por los camiones de la competencia
hasta mediados de la década del 70. Grupos armados sem-
braron el terror entre los conductores que transportaban
los envases de refrescos y “colitas” de la competencia con
un procedimiento radical que obligó a los fabricantes a
perder competitividad al encarecer sus costos con la repo-
sición de las botella de vidrio.
La original política de “marketing” fue acompañada
de novedosas campañas de publicidad, con artistas de
fama internacional y mensajes ad hoc para la juventud
consumidora, con eventos y figuras del deporte. El éxito
de mercado recayó en el sobrino Oswaldo, quien se hizo
cargo de Pepsicola y después de la Coca Cola.
A través de una participación en Panamco accedió al
mercado latinoamericano de bebidas. En Puerto Rico ope-
ra 44 tiendas Blockbuster y la cadena de supermercados
Pueblo Xtra. Antes participó en Spalding, rubro deportivo
especializado en pelotas de béisbol y de otros deportes, y
Evenflo, productos para niños.
Los biógrafos de Gustavo Cisneros sólo le escriben li-
sonjas, pero a veces se les pasa la mano. Para el colom-
biano Gerardo Reyes, integrante de un equipo del diario
Miami Herald que se adjudicó el Premio Pulitzer 1999,
tiene una “filantrópica obsesión por los graves proble-
mas que sufre la educación en América Latina”19. El anal-

19) Revista Poder, septiembre 4, 2001, Miami.

173
fabetismo funcional angustia al multimillonario venezo-
lano: “...el 45% de los latinos que ingresan en la escuela
primaria jamás llega a graduarse y de los pocos que ter-
minan primaria, el 40% no entiende un ensayo de 500
palabras”, citó Reyes.
“Una regla no escrita” de la prensa venezolana obligó
siempre a los editores a examinar con lupa cualquier texto
que aludiera al intocable empresario, escribió Reyes en la
revista Poder de Miami, no como una crítica sino como un
elogio. En su semblanza laudatoria relató también que Cis-
neros llegó a una entrevista periodística en The Wall Street
Journal en 1994, ...con la insólita escolta de su amigo
Vernon Jordan, abogado famoso y miembro de la junta
directiva del rotativo de Nueva York.
Le atraen el poder y las obras de arte valiosas. Patricia
Phelps, su cónyuge, colecciona arte latinoamericano, sue-
le ganar el título local de la mujer mejor vestida del año y
pertenece a otra de las más ricas familias tradicionales
venezolanas, propietaria de Radio Caracas Televisión y –
durante un tiempo– de El Diario de Caracas.
Ronald y Nancy Reagan entronizaron a la pareja en la
lista de invitados permanentes de la Casa Blanca. La no-
bleza europea los convoca a sus galas. Henry Kissinger y
David Rockefeller lo distinguen con su amistad. Fue ami-
go del socialista Felipe González, por lo menos mientras
gobernó España.
Ha tenido acceso a todos los presidentes de Venezue-
la, sean de Acción Democrática (Ad) o del partido Social
Cristiano Copei. Tiene amistad con el ex Presidente co-
peyano Rafael Caldera (1969-1974 y 1994-1999) y el Ad
Jaime Lusinchi (1983-1988), quien solicitó su “ayuda” y
asesoría para renegociar la deuda externa, según la re-
vista Poder de Miami. El ex mandatario, médico pediatra
que estudió medicina mientras vivió exiliado en Chile en
la década de 1950, y su ex secretaria y actual esposa
Blanca Ibáñez –de quien afirman que también es colom-
biana–, viven en Costa Rica bajo “asilo político”. Y es que
en Venezuela alegan que se habrían apropiado de 8.000
millones de dólares en cinco años, casi dos veces la for-
tuna acumulada por la Organización Cisneros en más de
medio siglo.

174
La buena mano de Pérez
Los Cisneros eran medianamente ricos cuando Carlos
Andrés Pérez ejerció su primer mandato (1974-1979), que
coincidió con el alza de los precios del petróleo desde 3
dólares por barril a casi 20 dólares, a causa de la guerra
árabe israelí de Yom Kipur. La bonanza petrolera acarreó
una prosperidad sin precedentes, paralela a una gran ex-
pansión económica y financiera de la Organización Cisne-
ros, cuando todavía vivía Diego, el pionero fundador.
Muchos dirigentes venezolanos pensaron que Cisne-
ros fue un testaferro Pérez. Por lo menos el fallecido Dr.
Héctor Mujica, periodista, ex diputado y ex candidato pre-
sidencial comunista, lo proclamaba sin pelos en la lengua.
Las relaciones entre Cisneros y Pérez se enfriaron poco a
poco, tras la muerte de Diego.
Dicen que primero, Gustavo le quito el saludo. Más tar-
de, esgrimió el látigo de la indiferencia. Por último, Pérez
cayó en desgracia, estuvo preso, se transformó en cadáver
político –adicto, además, al golpismo–, pero recuerda con
simpatía a Cisneros padre: “Era un hombre muy grato, de
muy buen carácter” evocó en Miami en una entrevista con
el portal Punto.com.
Al término de su primer mandato Pérez le entregó el
poder al copeyano Luis Herrera Campíns, quien se lo endo-
só a Jaime Lusinchi y éste le puso de nuevo la banda a
Pérez. Durante una década, el ex presidente se fabricó una
impronta progresista, dedicándose por largo tiempo a via-
jar por el mundo, haciendo macro política socialdemócrata.
Donde estuviera, así fuera en la lejana China de Teng
Siao-Ping, un equipo de Venevisión lo acompañaba en el
avión de la empresa para no privar a la audiencia venezo-
lana del conocimiento de las andanzas, dichos y hechos
del ex jefe de Estado. Pérez utilizaba un avión de Venevi-
sión en sus campañas electorales y en sus giras privadas
internacionales.
Su amigo y camarada socialdemócrata nicaragüense
Edén Pastora, el legendario Comandante Cero, sufrió un
atentando mientras luchaba solo contra los sandinistas,
resistiéndose a fusionar su Alianza Revolucionaria De-
mocrática (Arde) con el Frente Democrático Nacional (Fdn),

175
la fuerza “Contra” armada por Ronald Reagan y el coro-
nel Oliver North. “Ni gringos ni soviéticos” proclamaba
Pastora. Mientras ofrecía una conferencia de prensa su-
per clandestina en su refugio de La Penca, al sur de Nica-
ragua, Pastora padeció un bombazo que todavía se atri-
buye tanto a la CIA como al sandinismo. El Comandante
Cero aseguró que fue la Cia. Pérez no era Presidente, pero
le mandó de inmediato un jet privado para rescatarlo e
internarlo en una clínica de Caracas. El avión, que perte-
necía a Venevisión, llevó a bordo un equipo de prensa
que hizo la “entrevista exclusiva”. Pérez actuaba como si
fuera el dueño de la estación.
Durante su segundo mandato (1989-1993), el coman-
dante Hugo Chávez Frías asaltó Miraflores –4 febrero de
1992– en un intento por derrocarlo. El Presidente se esca-
bulló del palacio para presentarse al país por Venevisión y
demostrar así que seguía en el ejercicio del poder. Cisne-
ros y su biógrafo Reyes dicen hoy que “poner las cámaras
apuntando a un Presidente tambaleante fue un acto de
coraje de la Organización”.
“Tomamos una chance por la democracia y ganamos”,
aseguró Gustavo Cisneros. En 2002 adoptó la variante
opuesta de la misma “chance”, con el golpe “cívico-militar”
del 11 de abril.
Jorge Olavarría escribió20 en su revista Resumen que
la Organización Cisneros, “representaba un paralelismo
entre la Cuba corrupta de Carlos Prío Socarrás (1903-
1977), de los años cuarenta y la Venezuela corrupta de
Carlos Andrés Pérez”.
“Su codicia los hace simpáticos y melosos con quienes
quieren conquistar” afirmó la pluma del controvertido abo-
gado y periodista. “No hay Ministro del Interior que se haya
resistido al encanto de ‘Gustavito’. Pocos han rechazado
una invitación a ‘La Romana’, la posesión dominicana adon-
de llevan a los amigos ‘a descansar’. Tienen a su servicio a
plumarios y payasos, sabios y tontos, que los aconsejan
cómo encontrar el punto flaco de aquél a quien quieren
penetrar y poner a su lado. A Rafael Caldera le editan un
libro. A Pérez le alquilan una casa en 'La Lagunita'. La li-

20) No. 555, 1 de julio, 1984.

176
cencia de un canal de televisión ha sido usada como un
arma poderosísima de intimidación, chantaje y conquista”.
“Todo lo han conquistado” –siguió Olavarría–, no hay
ministerio, ente, ni corporación en donde la ‘Organiza-
ción’ no tenga el brazo metido, pero su más preciada con-
quista, su más poderoso instrumento, su más fuerte car-
ta de dominación total la tienen en Pérez. Tienen que pagar
un alto precio y deben correr enormes riesgos. Pérez dis-
pone de la flota de aviones de la ‘Organización’ a su ente-
ro antojo. Pérez no necesita el dinero de la ‘Organiza-
ción’, pero le sirve de cómoda excusa para cualquier in-
genuo que se pregunte de dónde saca Pérez el dinero para
hacer todo lo que hace”. Cuando Olvarría publicó esta
diatriba –1984– gobernaba Jaime Lusinchi. Pérez regre-
saría al gobierno cinco años más tarde, en 1989.
“Pero más que eso, mucho más que eso –continuó Ola-
varría–, entre Pérez y la ‘Organización’ hay una perfecta
simbiosis de objetivos, de métodos, de mentalidad. No ne-
cesitan acordarse para estar de acuerdo. Responden a los
mismos resortes éticos, a una idéntica y cínica manera de
ver la política, a los hombres, al juego por el poder. Son
‘anticomunistas’ de ocasión. Visten su falta de mensaje y
de contenido con un ‘anti’ estéril e hipócrita. La Pepsicola
aspira a erigirse como una alternativa de poder...”

Explorando joint ventures


Tras la muerte de Diego Cisneros, en 1980, apenas
finalizado el primer período de Pérez, su herencia debió
repartirse en un 50% para la viuda y resto, en partes
iguales entre todos sus descendientes, algo así como el
8,33% per cápita.
La opinión pública nunca conoció –por la censura y
auto censura de la prensa– los pormenores de los recla-
mos que introdujeron en los tribunales de Caracas los so-
brinos de Diego, a su vez herederos de Antonio Cisneros,
el hermano que llegó con él a Venezuela desde Cuba en
1929, en particular las demandas de Anita Cisneros por
su parte de la herencia.
La pregunta es ¿como “uno de los hombres más ricos”
hizo crecer 8, 33 por ciento hasta convertirlo en una de las

177
mayores fortunas de este tiempo? La tesis21 es que sacó
del país los dólares de Pérez, o sea, la teoría del testaferro.
Los fondos incautados por el jefe de Estado quedaban bien
resguardados y pasaban desapercibidos si estaban “alma-
cenados” y “administrados” por quien ya parecía “uno de
los hombres más ricos de las Américas”.
Esta teoría también asegura que las arcas de la Orga-
nización “ayudaron” a Hipólito Mejía, Presidente de Repú-
blica Dominicana –y a su corte de succionadores del fisco
de ese país–, a ocultar y administrar el dinero mal habido
en el abuso del poder. “El oficio de testaferro de capitales
y fortunas, provenientes de los desaguaderos del tesoro
público, de las comisiones por contratos, de los negocia-
dos del endeudamiento externo, del manejo de las parti-
das secretas, nunca había tenido tan hábil, inteligente,
versátil y exitoso exponente”, concluyó el polémico análi-
sis de Soberanía. El ranking de la revista Forbes 2004 sin-
dicó a Cisneros como el rico planetario número 94, con
4,6 mil millones de dólares.
La alianza con Pérez pudo ser el primer joint venture
exitoso, es decir, el debut de la política de asociación de
riesgo compartido o asociación estratégica que proclama
la propaganda corporativa del grupo22 como su recurso
clave para obtener beneficios y enfrentar las nuevas opor-
tunidades comerciales.

LaRouche, la pesadilla
Una pesadilla del venezolano es el sempiterno candi-
dato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche,
“un oscuro líder laborista norteamericano”, según Reyes,
mecenas de un simbólico partido Laborista venezolano.
En realidad se trata de un economista con aspiraciones
presidenciales, cristiano integrista y acérrimo anticomu-
nista –al igual que Cisneros–. Financia el Executive Intelli-
gence Review (EIR), una publicación polémica del minús-
culo partido Laborista de Estados Unidos, donde funge

21) www.soberania.info/Articulos/ articulo _1129.htm, Venezuela:


El capo de los capos: Gustavo Cisneros, 27 mayo 2004.
22) www.Cisneros.com

178
como máximo líder. En 1985 trató de difundir en Vene-
zuela el libro Narcotráfico S.A. (Doper Inc.), que intentaba
conectar al grupo Cisneros con el narco lavado. La policía
política, Dirección de Servicios de Inteligencia y Preven-
ción (Disip), incautó la edición en Venezuela, prohibida
más tarde por un tribunal. Prácticamente nadie leyó el
libro, pero la prensa tampoco informó sobre este lío. Go-
bernaba Jaime Lusinchi, aunque la Disip la controlaba
Blanca Ibáñez, su “secretaria”, encargada también de ad-
ministrar “la libertad de prensa” con palizas y atentados
contra periodistas, además de dosificar las cuotas de dó-
lares para importar papel.
El tema LaRouche-Cisneros resurgió en los tribunales
de Estados Unidos en 1992. Nora Hamerman, colabora-
dora de LaRouche, impugnó a Cisneros como candidato a
propietario de Univisión ante la Comisión Federal de Co-
municaciones, FCC en su sigla en inglés. El argumento
clave fue que el 14 de febrero de 1985 el Servicio de Adua-
nas de Hollywood, Florida, halló 50 gramos de cocaína a
bordo de un avión de Pepsi Cola Corp. de Venezuela, ope-
rado por Aeroservicios Alas, otra empresa de la Organiza-
ción Cisneros. El venezolano ganó de nuevo. Le devolvie-
ron el avión, no se formularon cargos contra la empresa,
ni el piloto, ni los pasajeros. La FCC autorizó el cambio de
control sobre Univisión.
La organización de LaRouche publica decenas de
opúsculos, folletos y libros con títulos sugestivos y
provocadores, entre otros, ¿Quién es George Bush? y El ra-
cismo de Bush, escritos ambos por Harley Schlanger, en
contra de Bush padre en los ’70; y Raíces genocidas del
Nuevo Orden Mundial de Bush, de Kathleen Klenetsky. En
1994 arremetió con Venezuela: La pandilla Cisneros vs La-
Rouche, entrevista con Carlos Wesley. Cuando Cisneros
ingresó a Univisión, uno de los presentadores más conoci-
dos de la cadena se levantó durante una reunión con los
nuevos dueños y dijo aguardar que no se trasladaran a Es-
tados Unidos los vicios de la televisión de América Latina,
en alusión a la autocensura y la utilización política del me-
dio características de Venevisión), Nadie predijo que Geor-
ge W. Bush exigiría peores vicios mediáticos durante sus
guerras –personales– en Afganistán e Irak.

179
Organizaciones semi secretas
Cisneros está afiliado a numerosas instancias de poder
internacional, además de la presencia en sus empresas.
Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas, a fines
del 2001, lo nombró “miembro activo” de la división Comu-
nicación e Informática de la organización mundial, Ict por
su sigla en inglés. Pertenece, además, al directorio de la
Sociedad Americana de Arte de Estados Unidos y al Global
Business Dialogue –Diálogo de Negocios Globales–, una es-
tructura que “piensa” futuros negocios mundializados.
El Diálogo reunió en París en 1999 a Cisneros, a Gerald
Levine –presidente de Time Warner–, Thomas Middelhoff –
presidente de Bertelsman– y Michio Naruto –vicepresiden-
te de Fujitsu– para abordar el boom del comercio electróni-
co. Cisneros pronosticó que las ventas de 170 millones de
dólares en 1999 crecerían a 8.000 millones en el año 2003”3.
O sea, “pensaron” la burbuja electrónica de la “nueva eco-
nomía” que lanzó a la ruina a miles de ahorristas.
Cisneros padre hizo amistad con Nelson Rockefeller,
quien fue cercano a Rómulo Betancourt, mientras el hijo
cultivo amistad con David Rockefeller, el mentor que lo guió
hacia las alturas del poder de Estados Unidos.
Los Rockefeller fueron clave en el desarrollo del grupo
Cisneros. El banquero-petrolero Nelson Rockefeller, de la
Standard Oil de New Jersey, fundó la cadena de super-
mercados Cada –Corporación Distribuidora de Alimentos–
como una inversión de su compañía Ibec, durante el pri-
mer gobierno de Rómulo Betancourt (1945-48). Más de 20
años después, la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio (ALALC), que entonces era tomada muy en se-
rio, estableció que las empresas extranjeras debían ven-
der el 80 % a inversionistas locales. El abogado Pedro R.
Tinoco Terrero, asesor del Chase Manhattan Bank, reco-
mendó que Rockefeller-Ibec adoptara como socio al grupo
Cisneros, mediante un “aporte” de 20 millones de dólares,
para cumplir con la ALALC23.
La transferencia se produjo durante la primera adminis-
tración de Pérez. El rubro comercial del grupo se limitaba a

23) http://www.Soberania.info

180
Deca Centro c.a. y Diego Cisneros y Cía., con un capital
acumulado de 5,5 millones de bolívares, un poco más de
un millón de dólares, desde los tiempos de Rómulo Galle-
gos. Tras la incorporación de los Cada durante el régimen
de Pérez declaró un aumento de capital de 105 millones de
bolívares –equivalentes a unos 24 millones de dólares–. La
actividad comercial del grupo durante la segunda adminis-
tración Pérez declaró un aumento de capital de 995 millo-
nes de bolívares para alcanzar un total acumulado de 1.777
millones en moneda nacional, unos 36 millones de dólares
debido a la devaluación del signo monetario, con una tasa
de cambio de 50 bolívares por dólar24.
En la prosperidad de los Cada influyó también su polí-
tica con los proveedores, cuyos pagos se demoraban has-
ta 6 y 10 meses sin compensar el atraso con ningún inte-
rés. El negocio de las embotelladoras, incluida la Pepsico-
la, registró cifras históricas –oficialmente declaradas– muy
inferiores al rubro comercial, prácticamente un tercio.
Cisneros maneja su propio avión jet, pasa muchos
fines de semana en República Dominicana, donde posee
numerosas inversiones. Bill Clinton y los Bush, padre e
hijo, se han alojado en algunas de las casas que posee en
esa nación. Papá Bush lo acompañó alguna vez a pescar
en los ríos de Venezuela.
En abril de 2001 adquirió el popular equipo de béisbol
Los Leones de Caracas “para levantar el ánimo de las ba-
rriadas caraqueñas” y/o “hacer felices a los venezolanos”
–según la revista Poder– y mejorar su imagen, pero el equi-
po ya no gana campeonatos. Como los partidos de béisbol
se presencian bebiendo, Cisneros adquirió la cerveza Re-
gional, competidora de Polar, producto de medio siglo del
grupo Mendoza, su rival comercial. La Polar no puede in-
gresar a los estadios donde jueguen Los Leones.
Le tiene ganas a Citgo, la red distribuidora de com-
bustibles de la empresa estatal Petróleos de Venezuela
(PDVSA) en EE.UU., el botín principal del intento de gol-
pe de Estado del 11 de abril de 2002, antigua aspiración
del texano George Busch padre. Citgo posee una red de
15.075 estaciones de servicio en Estados Unidos y ocho

24) Arlette Judith Ruiz, obra citada, pp 99, 143.

181
refinerías, con utilidades de US$ 213 millones en 2001,
consideradas bajas por Aram Rubén Aharonian, corres-
ponsal en Caracas de la revista Brecha de Uruguay. El
periodista cree que el lado obscuro de la administración
de PDVSA y su excesiva internacionalización impusieron
un subsidio del pueblo venezolano al consumidor estado-
unidense. Los ejecutivos de la empresa, que redujo su tri-
butación al Estado produciendo mucho más petróleo, im-
pulsaron el golpe de estado para encubrir robos y coimas
y hacer inevitable su privatización. “Teniendo en Europa
nueve refinerías y dos en el Caribe, o sea, 19 fuera del
país, tres veces más de las que tenemos acá, las utilidades
netas no pasan de 500 o 600 millones de dólares”, se que-
jó el periodista en 200225.
También es consejero de la Sociedad de Las Américas
(The Americas Society), “institución sin fines de lucro de-
dicada a informar a la gente de Estados Unidos sobre las
sociedades y culturas del Hemisferio Occidental”, donde
comparte roles con otros latinoamericanos “notables” pero
no tan adinerados, como los chilenos Agustín Edwards,
Alvaro Saieh, Fernando Léniz, Edgardo Boeninger, el ve-
nezolano Eugenio Antonio Mendoza, el brasileño Antonio
Ermírio de Moraes –otra fortuna top latinoamericana–, la
multimillonaria argentina Amalia Lacroze de Fortabat, el
estadounidense David Rockefeller y, entre muchos otros
personajes de medio pelo, el diputado paraguayo Conrado
Pappalardo, que estuvo involucrado en el asesinato del
vicepresidente de su país, Luis María Argaña, ocurrido en
marzo de 1999, y –cuando fue alto funcionario de la dicta-
dura de Alfredo Stroessner– facilitó pasaportes falsos a los
asesinos del ex canciller chileno Orlando Letelier, muerto
en Washington, el 21 de septiembre de 1976.
Cisneros está afiliado a variadas instancias de poder in-
ternacional. Además de su pertenencia al Grupo de Tarea
sobre Tecnologías de Información y Comunicación (ICT Task
Force) de la ONU, su consejería en el World Business Council
del Foro Económico Mundial (WEF) y su cargo en el Conse-
jo Internacional de Asesores de la influyente Sociedad de
las Américas (The Americas Society), de la mano de David

25) www.brecha.com.uy, 18 de abril, 2002.

182
Rockefeller ingresó como asesor del Consejo de Relaciones
Exteriores (Council on Foreign Relations, CFR), de Nueva
York, un organismo fundado en 1921 para debatir finanzas
y política en la perspectiva de un gobierno mundial. El CFR
facilitó que David Rockefeller y el ideólogo Zbigniew
Brzezinski26 lanzaran en 1973 la Comisión Trilateral, una
instancia oficiosa de Estados Unidos, Europa y Japón que
diseñó la globalización que vino enseguida. Para el funcio-
namiento del "nuevo orden mundial" la "democracia de eli-
te" debía sustituir a la idea de "democracia participativa".
El modelo de la teoría elitista, de evidente conexión con
el modelo neoconservador de la economía –neoliberalismo–
fue “pensado” en la década de los '70 por la Comisión
Trilateral sobre Problemas de Desarrollo en Estados Uni-
dos, Europa Occidental y Japón –con Brzezinski en el rol de
ideólogo–. La Comisión, el conjunto de potencias financieras
e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca,
concluyó que un exceso de democracia, no conduce sino a la
ingobernabilidad de las sociedades27. Al repudiar la demo-
cracia participativa, esta tesis –ya clásica– aduce que el
mayor peligro para una comunidad es la sobreexcitación
anárquica del principio de autodeterminación.

26) Consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter (1976-1980),


cargo que desempeñaron Henry Kissinger y Condoleeza Rice.
27) Martín Lozano, El Nuevo Orden Mundial, Génesis y Desarrollo
del Capitalismo Moderno; Capítulo III, El Sistema Financiero Mun-
dial y sus Núcleos de Poder: “Después de tres años y medio de in-
tensos tanteos y reuniones preparatorias auspiciadas por el Chase
Manhattan Bank, en julio de 1973 hacía su presentación oficial la
Comisión Trilateral, un organismo de carácter privado. En mayo de
1975 tuvo lugar en la localidad japonesa de Kyoto la primera sesión
plenaria de la Trilateral. Los delegados asistentes a la misma repre-
sentaban en su conjunto alrededor del 65% de las firmas banca-
rias, comerciales e industriales más poderosas del planeta. Figura-
ban entre ellos los máximos dirigentes de las bancas Rothschild y
Lehmann, del Chase Manhattan Bank, de las multinacionales
Unilever, Shell, Exon, Fiat, Caterpillar, Coca Cola, Saint-Gobain,
Gibbs, Hewlett-Packard, Cummins, Bechtel, Mitsubishi, Sumitono,
Sony, Nippon Steel, etc., así como mandatarios de varias compa-
ñías públicas nacionalizadas de proyección multinacional. Los ma-
yores productores mundiales de petróleo, de acero, de automóviles,
de radiotelevisión, y los principales grupos financieros del planeta
participaron como miembros activos en la recién creada Comisión
Trilateral. Los dos temas centrales del encuentro se denominaron
“La distribución global del Poder” y “Perspectivas y asuntos claves
de la Comisión Trilateral”.

183
“Si somos capaces de ser millonarios, deberíamos gober-
nar el mundo” parecieran pensar los think tanks más rele-
vantes del establishment liberal del gran capital estadouni-
dense agrupados en el CFR, donde Cisneros oficia como chair-
man y executive officer –director y alto consejero–. En los
cráneos conservadores está presente de antaño la concep-
ción de un poder único mundial excluyente, en un "mundo
global" donde cada nación esté regida por un modelo de
“democracia de elites” opuesto a cualquier “democracia par-
ticipativa”28.
El CFR continúa el quehacer de las sociedades secre-
tas, como la Round Table, que estimularon en las elites
mundiales el apetito por un darwiniano gobierno global de
“los mejores”. Cisneros pertenece, además, al Consejo In-
ternacional Empresarial, al Comité Asesor del Centro Da-
vid Rockefeller para Estudios Latinoamericanos de la Uni-
versidad de Harvard y a la Junta Internacional del Chase
Manhattan Bank, la insignia más emblemática y tradicio-
nal del grupo Rockefeller. También es fideicomisario de la
Universidad Rockefeller de Nueva York, miembro del cuerpo
de asesores internacionales de la Universidad de Colum-
bia, Washington; participó entre los fundadores del Nuevo
Museo de Arte Moderno de Queens, Nueva York.
Muchas de estas membresías involucran gastos. Cis-
neros mantiene el Fondo Gustavo y Ricardo Cisneros, de
la Universidad Rockefeller, el Fondo Patricia y Gustavo
Cisneros del David Rockefeller Center for Latin American
Studies, de la Universidad de Harvard, e igualmente, otro
fondo con su nombre y el de su cónyuge para Estudios
Latinoamericanos del Center for Latin American Studies,
de la School of Foreign Service, de la Universidad
Georgetown.
La elite siente debilidad por las organizaciones medio
secretas. Las reuniones que celebra el reducido grupo de
multimillonarios latinoamericanos que encabezan Carlos
Slim y Gustavo Cisneros en México o República Dominica-
na están en correspondencia con el concepto del selecto
Council on Foreign Relations, del Foro de Davos, la Comi-

28) Doris Jiménez, Ansiedad ética, http://www.argenpress.info/


nota.asp?num=003646, 25 de junio, 2003

184
sión Trilateral o más bien con el sigiloso grupo Bilderberg,
fundado en 1954 a instancias del Príncipe Bernhard, de
los Países Bajos. Cisneros29 merodea por todas estas ins-
tancias, incluido el Bilderberg.
Bilderberg concentra también una cuota del poder
mundial, en la tendencia de que una pequeña elite muy
poderosa decida por todos. Un acuerdo en su reunión de
Escocia de 1991 fue fortalecer la unión económica de Eu-
ropa con una moneda única, el euro, según el testimonio
de un asistente, George McGhee, entonces embajador de
Estados Unidos en Alemania occidental y miembro del gru-
po, citado en la biografía oficial del príncipe Bernhard.
“Bilderberg es un foro del más alto nivel internacional
en el que puntos de vista opuestos pueden encontrarse de
forma que surja un mutuo entendimiento”, escribió Char-
les Muller, coordinador de los participantes estadouniden-
ses del grupo. Pero el cónclave es mucho más que esa
descripción simplista.
En 1991 se reunieron en absoluto secreto 120 repre-
sentantes de la elite política, financiera y empresarial del
mundo en la pequeña localidad escocesa de Ayrshire. Ob-
jetivo: algo así como para diseñar a puertas cerradas el
futuro del planeta, con un ejército de policías armados
resguardando la eventual aparición de intrusos en la mi-
núscula aldea, tal como hoy es normal en los grandes even-
tos más o menos públicos de la globalización.
Banqueros, políticos, directores de medios de comuni-
cación y empresarios de todo el mundo llegaron a Ayrshire
en sus limousines negras, entre ellos Javier Solana, se-
cretario general de la OTAN, Matías Rodríguez Inciarte,
vicepresidente del Banco de Santander Central Hispano;
dueños de bancos como David Rockefeller y sus descen-
dientes; Joaquín Almunia, entonces secretario general del
partido Socialista Obrero Español (Psoe) los propietarios
de Unilever, Fiat, Daimler Chrysler, Xerox, Lafarge,
TotalFinaElf, Shell, BP Amoco y muchos otros30.
Concurrió, además, lo más granado del periodismo de
la época, representado en personajes como Henry Anatole

29) www.Soberania.info, artículo citado.


30) http://www.ccnven.org/art21.htm.

185
Grundwald, redactor jefe de la revista Time; Robert L.
Barcley, vicepresidente del The Wall Street Journal; Kathe-
rine Graham, entonces propietaria del The Washington Post;
Peter Job, presidente de la agencia de noticias británica
Reuter; y una larga nómina de directores y exdirectores
del The New York Times, Newsweek, The London Observer
y personeros de las grandes cadenas de televisión estado-
unidenses, pero ninguno fue a “cubrir” la noticia porque
todo el cónclave transcurrió en absoluto hermetismo, ras-
guñado únicamente por el periodismo vinculado al
activismo político o los especialistas en teoría de la cons-
piración.
El comité consultivo del Bilderberg ha contado con per-
sonajes como Henry Kissinger o David Rockefeller, cuan-
do era presidente del Chase Manhattan Bank. Los partici-
pantes de estas reuniones dan un salto en sus respectivas
carreras. Por ejemplo, a la cita 1991 fue invitado Bill Clin-
ton, antes de decidir que lucharía por la nominación del
partido Demócrata para competir por la presidencia de
Estados Unidos. Las listas de asistentes a las conferen-
cias Bilderberg constituyen una suerte de quién es quien
en la elite mundial.
Como afirmó la escritora Carolina Rodríguez Marturet31
días antes del golpe, si Gustavo Cisneros se propone una
candidatura presidencial, “tiene todo lo que se necesita
para hacer la jugada: apoyo político, poder mediático, di-
nero, relaciones en el extranjero, y una guardia pretoriana
para asegurar su integridad física”. Pero ganar elecciones
con transparencia es asunto distinto.

31) www.Soberania.info, artículo citado.

186
VII
¿Quiés es quien en Venezuela?
El Grupo Polar
E l venezolano Lorenzo Alejandro Mendoza Giménez,
38, 4.100 millones de dólares, está a la cabeza del segun-
do grupo económico de su país, es el cuarto “dueño de
América Latina”, la tercera fortuna de América del Sur y la
Nº 115 del mundo.
En estricto rigor, el grupo Mendoza-Polar representa la
fortuna más grande de Venezuela porque Gustavo Cisne-
ros sacó del país el 80% de sus capitales, para convertirse
en “empresario global” o quizás un discreto mil millona-
rios –4.600 millones de dólares– de Estados Unidos, que
concentra prácticamente a la mitad de los ricos del plane-
ta, 277 personas de un total de 587.
Según un estudio de Aristimuño Herrera y Asociados
sobre los años 200 y 2001, publicado como Ranking de
Empresas 2003 de la revista Dinero de noviembre 2002, el
grupo Polar fue el segundo en ingresos, entre 178 empre-
sas y/o grupos, detrás de la Compañía Anónima Teléfonos
de Venezuela (Cantv) y sus filiales, que pertenece en 28,5%
a Verizon Communications Inc., en 6,9% a Telefónica (Es-
paña), 6,6% al Estado, 9% a sus trabajadores y jubilados y
49% de accionistas en Venezuela y el mundo.
El joven empresario representa los vestigios de una clase
industrial pionera que se levantó con un proyecto de país,
produciendo localmente mercancías antes importadas, en
la perspectiva de ampliar un mercado interno, con fuen-
tes de trabajo estables y apostando al incremento del con-
sumo interno. La actividad de la familia arrancó en 1855,
con la instalación de una fábrica de jabón, la emblemática
marca Las Llaves, rubro que continuó inalterable hasta
1939, cuando al abogado y doctor en ciencias políticas

Lorenzo Mendoza Giménez, “el segundo de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 2,5 3,1 2,8 2,1 4,5 4,4 4,3 4,1

187
Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury se le ocurrió a los 44
años incursionar en la producción de cerveza con equipos
europeos trasladados por mar en plena guerra mundial.
Así nació la marca Polar, con la refrescante imagen de un
oso blanco del Ártico que a los dos años producía 30.000
litros mensuales de dos tipos de cerveza, con 50 trabaja-
dores. Mendoza Fleury se marchó de nuevo al exterior para
servir 14 años como cónsul en Filadelfia y como delegado
ad honorem en Naciones Unidas.
En 1948 comenzó a operar una nueva cervecería, a car-
go del hijo mayor de Mendoza Fleury, Juan Lorenzo Men-
doza Quintero, nacido en París en 1927, ingeniero químico
de la Universidad de Princeton, poseedor de un “diploma-
do” de la Academia de Cerveceros de Washington. Polar ins-
taló plantas en todo el país. Los venezolanos están entre los
mayores consumidores mundiales de cerveza, con 72 litros
per cápita anuales. En 1950 apareció una exitosa malta no
alcohólica para consumo infantil, llamada Maltín, bebida
alimenticia muy del agrado de los menores.
Venezuela está adscrita a la cultura del maíz, como otros
países del Caribe y Centro América. La tradición de consu-
mir arepas, o panecillos de harina de maíz, estaba perdién-
dose por el laborioso proceso hogareño de preparación del
principal insumo. El grupo Polar dio un batatazo en 1954
cuando comenzó la fabricación industrial de harina de maíz
precocido, que se masificó en 1960 bajo el nombre de Hari-
na P.A.N. Sólo con un poco de agua, el nuevo producto lo-
gró que la arepa surgiera en pocos minutos en la mesa ve-
nezolana. El éxito en la producción de cervezas condujo a la
producción de cajas de plástico para transportar botellas,
tapas metálicas y, más tarde, aluminio para la cerveza en
lata. Después vino la agroindustria y la manufactura de
alimentos, la incorporación de Mavesa y, en los últimos años,
la incursión en la actividad petrolera.
Juan Lorenzo murió prematuramente, a los 35 años.
Tomó las riendas del grupo su hermano menor, Lorenzo
Alejandro, médico psiquiatra, nacido en Berlín en 1931,
quien ejerció su profesión en Madrid y en Caracas y tam-
bién falleció joven, a los 55 años, en 1987. La responsabi-
lidad de continuar con el negocio recayó en Lorenzo Ale-
jandro Mendoza Giménez, el jefe actual, quien todavía es-

188
tudiaba en la Universidad de Fordham, Nueva York, don-
de se graduó como Bachelor of Arts y posteriormente ad-
quirió el master en administración de empresas en el pres-
tigiado Instituto Tecnológico de Massachussets. Entretan-
to, tomó las riendas del grupo su madre, la viuda, Leonor
Giménez de Mendoza.
Según datos de 2001, el grupo posee 40 empresas, fac-
tura US$ 2.400 millones anuales, tiene 17.000 empleados,
aporta el 4% del producto interno bruto (excluido el petró-
leo) y conserva el liderazgo en una amplia gama de alimen-
tos, que incluyen pastas, arroz, aceite de maíz, helados,
vinos, agua mineral, gaseosas y bocadillos de todo tipo. Ad-
quirió la industria alimentaria Mavesa en US$ 500 millo-
nes y puso en marcha una expansión a 5 años, con una
inversión de US$ 1.700 millones para la variedad de pro-
ductos Mavesa, desde mayonesa y margarina a productos
de limpieza. En 1996, el grupo se hizo cargo de Pepsicola,
abandonada por la Organización Cisneros, alianza que con-
dujo a la formación de Snacks América Latina con Frito
Lay, división de bocadillos de Pepsi.
El grupo tuvo problemas con Cisneros, quien invirtió
US$ 50 millones en la cerveza Regional, para disputar un
mercado de US$ 1.700 millones. El problema es que Cisne-
ros acusó al grupo Polar de destruirle miles de envases, la
misma táctica de conquista de mercados que empleó Pepsi-
cola del grupo Cisneros hasta los años 70 contra los refres-
cos, sorbetes tradicionales de la competencia y hasta la
Cocacola, para barrerlos del mercado. El grupo Mendoza
planteó una contrademanda e intentó llevar a la Organiza-
ción Cisneros a los tribunales por la cobertura difamante,
reñida con la ética periodística, practicada contra Polar por
Venevisión, la estación televisiva de Cisneros.
Su división de refrescos, con una red de 52 agencias y
una cobertura nacional de 1.400 rutas, viene realizando
paso a paso –desde 1996– la reinstalación de Pepsi en el
mercado nacional, región por región, tras comenzar en el
centro del país, a partir de las plantas de Villa de Cura y
Caucagua, y cubrir ahora Maracaibo y Barcelona.
La empresa produce Pepsi, Pepsi Light, 7Up y 7Up Light,
así como la gama Golden, que incluye Kolita, Naranja,
Manzana, Uva, Piña, Evervess Soda y Aguakina.

189
Polar redujo su participación en el Banco Provincial a
26% y a 33% en Inversiones Banpro y, al mismo tiempo,
decidió incursionar en el sector petrolero, participando en
la tercera ronda de convenios operativos en un consorcio
con Atlantic Richfield Company (Arco) e Inelectra que se
adjudicó los campos de Maulpa y Kaki, en el estado An-
zoátegui, con ofertas de 61,3 y 60 millones de dólares,
respectivamente.
Pero la empresa no abandona la expansión de sus ru-
bros alimentos y bebidas. Adquirió Promasa Colombia para
ingresar a ese mercado en la producción de harina de maíz
precocida, a la vez que amplía la distribución de cerveza.
Comenzó a producir la cerveza “Boreal”, destinada al nor-
te de Brasil, donde ya existe la marca “Polar”, registrada
por otra cervecera.
Según Lorenzo Mendoza1, el grupo privilegia la inver-
sión en dos áreas, “la más importante es la petrolera y
petroquímica”. El otro, es la distribución, con el 25% que
posee en Makro y el 20% que invirtió en Cativen para los
supermercados Cada y Super Maxy’s.
Polar apuesta a las posibilidades de Venezuela como
proveedor seguro de Estados Unidos, “pero digamos que
lo más importante es la demanda energética, que lleva a
PDVSA a incrementar su capacidad de producción en cam-
pos maduros donde no tenía contemplado participar”, dijo
Mendoza.
Dijo que la opción que ofrece la industria petrolera “siem-
pre formó parte de las reglas del juego y lo vemos como algo
que PDVSA decidió para darle oportunidad a inversionistas
individuales en este proceso de inversión privada en el sec-
tor petrolero”.
Polar alienta una política de reinversión orientada a
“incrementar patrimonialmente el valor de sus inversio-
nes”, explicó el jefe del grupo. “Se trata de una reinversión
de utilidades que realizamos porque vemos grandes po-
sibilidades de crecimiento, tanto en nuestros negocios
medulares como en los otros dos sectores donde partici-
pamos”, dijo.

1) Revista Dinero, Abril 2001

190
“Vamos a buscar las mejores oportunidades de nego-
cios mientras existan posibilidades de inversión, se dis-
ponga de recursos y exista el mandato de los accionistas
para reinvertir las utilidades”. Añadió que “somos sensa-
tos en el manejo administrativo y financiero de esta corpo-
ración”.
Mendoza, quien tiene 4 hijos, cultiva un bajo perfil re-
lativamente discreto. No se alistó desde el comienzo en la
cruzada contra el Presidente Hugo Chávez Frías, pero igual
terminó aliado a los demás empresarios de todos los ta-
maños y de todos los signos, tirios y troyanos, adecos y
copeyanos. Sin embargo, participa poco de la ostentosa
farándula de fiestas y corrillos de los ricos caraqueños, los
exponentes contemporáneos de la clase propietaria que el
escritor Francisco Herrera Luque llamó Los Amos del Va-
lle... de Caracas.

191
Los 25 más ricos del mundo en 2004

Nº Nombre EdadFortuna* País

1 William Gates III 48 46,6 EE.UU.


2 Warren Buffett 73 42,9 EE.UU.
3 Karl Albrecht 84 23,0 Alemania
4 Alwaleed Bin Talal Alsaud 47 21,5 A. Saudita
5 Paul Allen 51 21,0 EE.UU.
6 Alice Walton 55 20,0 EE.UU.
6 Helen Walton 84 20,0 EE.UU.
6 Jim Walton 56 20,0 EE.UU.
6 John Walton 58 20,0 EE.UU.
6 S. Robson Walton 60 20,0 EE.UU.
11 Liliane Bettencourt 81 18,8 Francia
12 Lawrence Ellison 59 18,7 EE.UU.
13 Ingvar Kamprad 77 18,5 Suecia
14 Theo Albrecht 81 18,1 Alemania
15 Kenneth Thomson 80 17,2 Canadá
16 Mikhail Khodorkovsky 40 15,0 Rusia
17 Carlos Slim Helú 64 13,9 México
18 Michael Dell 39 13,0 EE.UU.
19 Steven Ballmer 47 12,4 EE.UU.
19 Li Ka-shing 75 12,4 H. Kong
21 Bernard Arnault 55 12,2 Francia
22 Hermanos Kwok -- 11,4 H. Kong
23 Barbara Cox Anthony 80 11,2 EE.UU.
23 Anne Cox Chambers 84 11,2 EE.UU.
25 Roman Abramovich 37 10,6 Rusia
* Miles de millones de dólares de EE.UU. / Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2004.

William H. III Gates, “el más rico del mundo”


(en miles de millones de dólares)
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997* 1996
46,6 40,7 52,8 58,7 60 90 51 36,4* 18.5
* En 1997 Gates clasificó segundo. Fue superado por el Sultán de
Brunei, Hassanal Bolkiah, con 38.000 millones de dólares.

192
VIII
Los dueños del mundo

L os dueños del mundo


son personas de carne y hue-
so, a veces ocultas tras las
grandes corporaciones trans-
nacionales. En todo el plane-
ta existen 587 adinerados
que en 2004 cuadruplicaron
su fortuna colectiva de me-
dio billón de dólares –medio
millón de millones– registra-
da el 2003, para saltar a 1,9
billones de dólares, según la
encuesta de la revista Forbes
difundida en marzo de 2004.
Pertenecen a ese 1% de
William H. III Gates
la población mundial que tie-
ne ingresos iguales al del 57% más pobre, según datos del
Informe 2002 del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Forbes realiza un ranking anual de quie-
nes poseen más de mil millones de dólares, llamados “billo-
nes” en el lenguaje estadounidense o “millardos” en algu-
nos países de habla hispana.
Casi la mitad –47,2%– de los adinerados de 2004 son
de Estados Unidos, 277 personas en un total de 587. En
2003 eran 222 sobre 476, el 46,6%. Por contraste, los la-
tinoamericanos que tienen más de mil millones de dólares
fueron apenas 24 personas en 2004, sólo el 4% del uni-
verso de supermillonarios, con una fortuna global de 68,3
mil millones de dólares. O sea que América Latina detenta
nada más que el 3,6% de las fortunas personales mundia-
les. Definitivamente, la riqueza está concentrada en los
países desarrollados del “primer mundo”. “Nunca los due-
ños del planeta fueron tan pocos, ni tan poderosos”, escri-
bió Ignacio Ramonet1.

1) Le Monde Diplomatique Nº 6, diciembre de 1999, edición Cono Sur

193
Las fortunas de estos 587 individuos equivale al doble
de la riqueza producida en un año por España, resulta 100
veces mayor que el presupuesto mundial –19.000 millones
de dólares– destinado combatir el hambre, representa 20
veces la riqueza anual producida por Argentina y es 100
veces mayor que el Producto Interno Bruto de Bolivia (PIB).
Warren Buffet, un estadounidense de 73 años, incre-
mentó su fortuna en 12,4 mil millones de dólares en 2004,
para situarse en 42,9 mil millones y acortar así en unos
“pocos miles de millones” la distancia que lo separa de
William H. Gates, 48 años, inventor del Windows, dueño
de Microsoft y el hombre más rico del planeta desde hace
una década, poseedor de 46,6 mil millones, prácticamen-
te el doble de los 23.869 millones de las reservas interna-
cionales declaradas por el Banco Central de Venezuela al
4 de junio de 2004.
El tercer rico es el alemán Karl Albrecht, 84 años, con
23 millones, seguido a corta distancia por el príncipe sau-
dita Alwaleed Bin Talal Alsaud, de 47 años y con 21.500
millones. Pero mucho más rica es la familia Walton, tam-
bién de Estados Unidos, con 5 miembros que suman 101
mil millones de dólares. Ocupan individualmente los luga-
res 5 y 6 entre todos los ricos del mundo.
El hombre más rico de América Latina es el mexicano
Carlos Slim Helú, de 64 años, quien aparece en el puesto 17
del ranking mundial con 13,9 mil millones de dólares, 500
millones más que los 13,4 mil que suman sus tres colegas
más próximos de la región, los hermanos brasileños Safra y
los venezolanos Gustavo Cisneros Rendiles y Lorenzo Men-
doza Giménez, con 4,7, 4,6 y 4,1 mil millones de dólares,
respectivamente.
Los 13,9 mil millones de Slim apenas superan los 13,4
mil millones del aumento de la fortuna de Buffett.
Entres los 587 millonarios hay 64 “nuevos ricos” que
emergieron en 2004 con más de mil millones de dólares.
Ese poco más de medio millar de personas concentra “un
millón 900 mil millones” ...de dólares. Si la cantidad se
escribe en números, debería leerse US$
1.900.400.000.000, algo así como 100 veces el valor de
todas las exportaciones de un año bueno en una “econo-
mía emergente” exitosa como Chile.

194
En moneda venezolana, una calculadora de muchos
dígitos arrojaría el resultado de una cifra tan larga como
3.800.000.000.000.000.000 bolívares, asignándole al dó-
lar el valor de 2.000 bolívares del cambio oficial –y no el
“paralelo”, que anda por 3.000–.
La verdad es que abruma pensar tanto dinero. Pocas
veces los juegos latinoamericanos de azar entregan un pre-
mio cercano al millón de dólares, apenas una milésima de
lo necesario para clasificar como un “rico Forbes”.

Democracia bursátil
Los grandes multimillonarios suelen poseer un rubro
específico. Y, a la vez, diversifican inversiones múltiples
en áreas que se muestren rentables. El secreto es inver-
tir en lo que esté generando más ganancias. Para obte-
ner el “control” de las compañías no es indispensable com-
prarlas íntegras. A veces basta el 20% para tomarse el
poder en los directorios y designar ejecutivos de plena
confianza. Una parte importante del éxito radica en la
habilidad de trabajar con dinero ajeno.
Las acciones que se transan en las bolsas de valores de
los países desarrollados captan ahorros de miles de ciuda-
danos corrientes que no están metidos a fondo en el juego
pero siguen las incidencias bursátiles por la prensa. Esos
pequeños ahorristas se pueden comparar con los ciudada-
nos que no se interesan por la política, no participan en las
elecciones y se cobijan en la abstención. También son equi-
parables a los electores estadounidenses, que en su gran
mayoría desconocen su sistema electoral e ignoran cómo
eligen al Presidente, porque cuando votan lo hacen por unos
“grandes electores”, intermediarios que deciden fraudes tan
brutales como el de Florida de noviembre de 1999. Allí se
ungió como ganador al segundo en vez del primero, un timo
dirimido después por los jueces en favor del perdedor.
Las grandes compañías se rigen por “un sistema de-
mocrático” similar a la “democracia representativa” que
gobierna los países. Los pequeños accionistas anónimos
equivalen a los electores de una nación. “Confíeme su
dinero y lo haré ganar” suena como “Déme su voto y lo
haré feliz”. Si la Corte Suprema “ungió” tardíamente, en

195
2000, al republicano George Walker Bush como 43° Pre-
sidente de Estados Unidos –a pesar de haber obtenido
menos votación que el demócrata Al Gore– es un detalle
“técnico” que ya nadie recuerda y no conocen ni los pro-
pios ciudadanos afectados, los crédulos estadounidenses
comunes y corrientes.
En todos los países –incluidos los que antes se llama-
ron subdesarrollados, en desarrollo o tercermundistas y
ahora, economías emergentes–, las bolsas absorben una
cuota de los fondos de pensiones, es decir, de los ahorros
previsionales de los trabajadores, pero sin consultarles
antes su opinión. La eléctrica estadounidense Enron, cuya
quiebra en enero de 2002 involucró US$ 60.000 millones
–más del valor del colapso de Argentina de 2001–, presio-
naba a sus trabajadores para que invirtieran sus fondos
de pensiones en la compañía. Cuando el precio de las ac-
ciones cayó de 90 dólares a unos pocos centavos, quienes
creían asegurado su futuro como jubilados se encontra-
ron simplemente en medio de la calle.

“Síndrome Berlusconi”
El número 30 de los 587 multimillonarios del ran-
king es Silvio Berlusconi, de 67 años, con 10 mil millo-
nes de dólares, primer ministro de Italia.
Berlusconi es relevante porque fue el primer multimi-
llonario que accedió al poder mediante elecciones y esta-
bleció en Italia un gobierno de extrema derecha sin nece-
sidad de un golpe de estado. Su hazaña inspira al venezo-
lano Cisneros, quien desea ahora ingresar a la política como
jefe de Estado y por la puerta ancha de las elecciones,
síndrome que también contagió al mexicano Slim que, por
lo demás, tiene bastante más dinero que el italiano.
Berlusconi debe su fortuna y su ingreso a la política a
sus tres estaciones de televisión, las principales de Italia.
En mayo de 2004 forzó la renuncia de la presidenta televi-
sión pública (RAI), Lucia Annunziata, una periodista con-
siderada de izquierda. Allegados al primer ministro impu-
sieron en la televisora estatal la parcialización ideológica –
en favor del jefe del gobierno– que reina en los canales
Berlusconi.

196
Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997* 1996
10,0 5,9 7,2 10,3 12,8 8,0 7,0 4,9 5,0

Al igual que el ex jefe


de Estado español José
María Aznar, el premier
italiano fue solidario con
la invasión a Irak deci-
dida por George Bush y
Tony Blair.
El modelo Berlusconi
comenzó a imitarse en
América Latina por la vía
del golpe, con la breve
“gestión” de unas 30 ho-
ras del empresario Pedro
Carmona Estanga en Ve-
nezuela, como una suer-
te de Augusto Pinochet
sin charreteras que fra-
guó el golpe en las ofici-
Silvio Berlusconi
nas de la estación de TV
de Gustavo Cisneros.
“El actual primer ministro italiano no tuvo que recurrir
a un golpe de Estado para instaurar un sistema que, desde
el libertario premio Nobel de literatura Darío Fo hasta el
semanario económico conservador británico The Economist,
evalúan como una nueva forma del fascismo y una amena-
za al estado de derecho: le bastó con su combinación de
poder económico y poder mediático, que le aseguró la anuen-
cia de una sociedad harta de su ya desprestigiada dirigencia
política. ¿Encontrará otros émulos en Europa este inquie-
tante modelo? La pregunta cobra fuerza tras la consolida-
ción del gobierno de las grandes corporaciones en EE.UU.
desde la reelección de George Bush, alcanzada en gran
medida por el gran lavado de cerebro de los medios masi-
vos de información. Si esta doctrina encuentra más adep-
tos en Europa y se transforma en modelo mundial se redu-
cirán las esperanza para el planeta de los pobres.

197
Soros, “¿enemigo infiltrado”?
También aparece en el
Forbes el inversionista Geor-
ge Soros, 73 años, estado-
unidense de origen húnga-
ro, 7 mil millones, hoy críti-
co del modelo neoconserva-
dor de la economía mundial
y autor de punzantes libros
sobre la mundialización del
capitalismo. El inversionista
no se complica la vida como
cualquier capitán de empre-
sas, que necesita estar todos
los días al pie de su negocio:
“Mantengo mi dinero en in-
versiones seguras al 4% George Soros
anual”.
Soros es como una golondrina que hace dinero rápido
y seguro dónde sea, pero sabe irse antes que comience la
lluvia. Fue socio del chileno José Said en Argentina, con
gran satisfacción del orgullo nacional que se expresa en
las páginas de El Mercurio y los diarios financieros del
país del sur, pero lo abandonó a su suerte cuando el cie-
lo todavía no parecía tan nublado. Cuando vino la tor-
menta y llegó “la debacle De La Rúa”, Soros ya no estaba.
El cineasta estadounidense Steven Spielberg, 57 años,
autor de películas taquilleras como Indiana Jones, ET,
Parque Jurásico o La Lista Schindler, aumentó su caudal
a 2,5 mil millones de dólares, el mismo nivel que tiene
Donald Trump, 58, arquetipo de revistas tipo Hola. La
familia del fallecido Umberto Agnelli, dueño de la Fiat,
heredó su fortuna de 2,1 mil millones, la número 262 de
todo el planeta.

George Soros, el supermillonario crítico


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
7,0 7,0 6,9 6,0 3,6 4,0 3,6 2,5 2,5

198
William Hearst III, 58 años, nieto del archifamoso due-
ño de periódicos que incitó la guerra de Estados Unidos
contra España para anexarse Puerto Rico e intentarlo con
Cuba, a fines del siglo 19, aparece con 1,3 mil millones. El
viejo Hearst, que inspiró a Orson Welles su célebre film Ciu-
dadano Kane, también es el abuelo de Patricia Hearst, que
en los años 70 –siendo una jovencita– fue secuestrada y
luego “convencida” por el Ejército Simbionés de Liberación,
un grupo armado estadounidense que pregonaba el cam-
bio social mediante la violencia. Patricia apareció después
asaltando bancos pero recibió un perdón presidencial y aho-
ra maneja el San Francisco Chronicle, uno de los diarios
más importantes de la familia.

Especulación y servicios
La mayoría de los grandes ricos del mundo, por no de-
cir la totalidad, no invierte en la producción industrial, ni
en la creación de riqueza física, aquella que genera em-
pleo y bienestar para las personas que no son ricas. Más
bien se inclinan por actividades del sector servicios (soft-
ware, supermercados, cosméticos, cadenas de tiendas de-
tallista, telecomunicaciones, energía, entretenimientos, me-
dios de comunicación), inversiones financieras y bursáti-
les, es decir, las que generan dinero más rápido.
El único rubro industrial que se mantuvo entre las 25
grandes fortunas del mundo hasta 2002 correspondió a
la producción de automóviles alemanes BMW, sucesión
de la familia Quandt, pero se diluyó al repartirse la he-
rencia. Y al fin y al cabo, el BMW es un automóvil de lujo,
un vehículo caro, accesible sólo para los que ya tienen
dinero.
Otro rubro industrial exitoso corresponde a los mue-
bles Ikea, fabricados en Suecia por Ingvar Kamprad, nú-
mero 13 en el ranking, con US$ 18.500 millones. BMW e
IKEA generan empleo industrial en Europa, no en Améri-
ca Latina, ni en Africa o en el Asia pobre. Y los 9 millones
de suecos pueden consumir muebles buenos y cambiar-
los cuando les dé la gana, porque el ingreso promedio de
cada habitante era de US$ 24.000 anuales en 1994 (en el
2004 debería ser más alto), US$ 2.000 cada mes para

199
todo ser humano, incluidas las mujeres y los niños, no
sólo para padres de familia o “jefas de hogar”. En cuanto
un bebé sale llorando del útero, la sociedad sueca le ga-
rantiza 66,6 dólares diarios. Suecia tiene menos territo-
rio que Bolivia e igual población y, por cierto, es un país
capitalista, con libre mercado y bolsa de valores.
El Forbes no toma en cuenta la riqueza acumulada en
los rubros que no se transan en las bolsas. En muchos
países existen negocios que no concurren al mercado bur-
sátil, del mismo modo que en naciones como Chile existen
compañías mineras vestidas con ropa de “sociedad con-
tractual”, absolutamente cerradas –no son “anónimas”,
tampoco “limitadas”–, que no están sujetas a fiscalización
ni control de una Superintendencia de Sociedades Anóni-
mas, Servicio de Impuestos Internos, ni de ningún otro
organismo regulador del Estado. Desde luego, el ranking
tampoco toma en cuenta la riqueza generada por “la in-
dustria y el comercio de drogas ilegales”, ni “el enriqueci-
miento ilícito” de tantos ex jefes de Estado adictos a la
corrupción, dos negocios nada legales que más de una vez
caminaron de la mano.
Muchas grandes fortunas de Venezuela jamás se coti-
zaron en la Bolsa. Las más grandes empresas del país son
organizaciones familiares que no acceden al mercado bur-
sátil que transa más o menos un millón de dólares diarios.
Nadie sabe cuál es la composición de esas empresas, no
tienen accionistas, es una familia. “Hay una Bolsa de men-
tira”, comentó el director de la revista Quántum, Rubén
Aram Arahoniam. Las investigaciones sobre la riqueza en
Venezuela deben hacerse a pulso en el Registro Mercantil,
que tampoco está informatizado. Todo está condicionado
para dificultar al máximo el acceso a la información.
La informática transformó radical y transversalmente
la vida cotidiana de empresas y personas que pudieron
acceder al computador que necesitaban. ¿Qué utilidad
puede prestarle un aparato (hardware) a un habitante de
Africa o de un suburbio de América Latina que tiene que
arreglárselas con menos de un dólar diario y a veces con
nada? Y quien logró adquirir un computador para mejorar
su trabajo y su vida resulta ahora esclavizado por los pro-
ductos (software) de William H. Gates. Hasta ahora no existe

200
en el mundo ninguna alternativa al entorno Windows que
pueda elegirse libremente.
El nuevo software a menudo “rueda” exclusivamente
en nuevas versiones Windows. Por último, las versiones
actualizadas de todos los programas exigen a su vez nue-
vas versiones de hardware, sea por memoria, velocidad de
trabajo, productividad. Esta cadena perversa pareciera
tener como única finalidad acumular dinero a costa del
prójimo. No es un problema banal porque refleja una prác-
tica general, mundial, en la vida económica que atañe al
ciudadano común de cualquier parte del globo. No hay
competencia, ni ética en estos negocios. Gates gana siem-
pre los juicios por práctica monopólica en los tribunales
de Estados Unidos.
Vivir es un hecho económico. También un derecho. Pero
no existen garantías jurídicas. Fueron caducadas sin con-
sultar la opinión de los “ciudadanos libres”. El hecho es
que Billy Gates posee US$ 46,6 mil millones transferidos
por la gente común y corriente de todo el planeta, gente
que, además, requiere un salario para consumir alimen-
tos, vestuario, salud, educación, vivienda.
Pareciera que el propósito es dejar fuera de la econo-
mía, o sea, del derecho a vivir, precisamente a quienes no
tienen y más necesitan. El mercado se bastaría –sin dejar
de acumular riqueza– sólo con “los otros”, los que pueden
consumir. Esta filosofía económica está dándose en todo
el planeta y a escala nacional en cada país, incluyendo a
las naciones desarrolladas, que también tienen sus pro-
pios parias económicos en los bolsones de pobreza y des-
empleo que se dan en Estados Unidos y en Europa, quizás
con la excepción de los países escandinavos. En Suecia no
podría haber indigentes porque el clima les daría muerte.
Si no existen, tampoco significa que ya murieron.

¿Hay “fin de la historia”?


En el planeta habitan 6.100 millones de personas, el
doble que en 1970. La cuarta parte se mantiene viva con
menos de un dólar por día. La mitad de toda esta gente,
unos 3.000 millones, está fuera de la globalización y ape-
nas se asoma a los bordes del mercado. Para ellos no ope-

201
ra el “interés público” de Adam Smith (1723-1790), el “pa-
dre” de la economía liberal. No se cumple su profecía de
que las decisiones individuales en el mercado tendrán re-
sultados benignos para toda la sociedad porque quien per-
siga su propio interés contribuiría, sin darse cuenta, al
bien general y a “la riqueza de las naciones”.
Lo que no fue más que una propuesta académica, una
teoría más en la búsqueda del conocimiento, 200 años des-
pués ha sido convertido en un dogma totalitario, segrega-
cionista, excluyente. Sólo quienes ya están dentro de la
economía de mercado tienen derecho a existir. El mercado
es como el paraíso: no fue concebido para todos.
La demografía pronostica un crecimiento constante de
la población mundial, con 7.000 millones en 2008, 8.000
millones en 2020, 10.000 millones en las décadas siguien-
tes. Los excluidos de Africa, Asia, América Latina y Euro-
pa del Este se reproducen más rápido, a la vez que crecen
al interior de los mismos países ricos.
No deliran quienes predicen una gran explosión social
planetaria, para un futuro cada vez más cercano. La his-
toria no ha terminado.

202
IX
Los dueños de América Latina

E n América Latina
hubo 24 personas con
más de mil millones de
dólares en 2004, dos
más que en el año pre-
cedente y también más
ricas. Las fortunas su-
maron 68,3 mil millo-
nes de dólares, 20,5
mil millones por enci-
ma de los 47,8 mil mi-
llones de 2003. En un
año, la riqueza de los
milmillonarios regiona-
les creció en 46%.
El más rico del sub-
continente es el mexi- Carlos Slim Helú
cano Carlos Slim Helú,
64 años, multimillonario número 17 en el ranking del pla-
neta, dueño de 13,9 mil millones de dólares, se halla a
más de 9 mil millones de distancia de sus pares latinoa-
mericanos más cercanos, los hermanos brasileños Joseph
y Moise Safra, poseedores de 4,7 mil millones, a quienes
habría que añadirles los mil millones de Lily Safra, resi-
dente en Mónaco y última en la lista, viuda de Edmond,
otro fundador de la dinastía.
En 2001, Slim estaba en el N° 25 del ranking Forbes,
con 10,8 mil millones de dólares; en 2002 subió al rango
17, con 11,5 mil millones, en 2003 descendió al puesto
35, con 7,4 mil millones, pero en 2004 se recuperó y vol-
vió al número 17. Sólo tiene por delante a nueve ricos de

Carlos Slim Helú, “el más rico de América Latina”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
6,1 6,9 7,2 8,0 7,9 10,8 11,5 7,4 13,9

203
Los 24 multimillonarios de América Latina en 2004
(4% de 587 en todo el mundo)
Nº en Nº
América en el Nombre Edad US$* País
Latina Mundo

1 17 Carlos Slim Helú 64 13,9 Mexico


2 91 Joseph & Moise Safra — 4,7 Brasil
3 94 Gustavo Cisneros 58 4,6 Venezuela
4 115 Lorenzo Mendoza 38 4,1 Venezuela
5 116 Jeronimo Arango 78 4,0 México
6 140 Andronico Luksic 77 3,4 Chile
7 153 Lorenzo Zambrano 59 3,1 México
8 170 Aloysio de Andrade Faria 83 2,9 Brasil
9 176 Eliodoro Matte 58 2,8 Chile
10 205 Anacleto Angelini 90 2,5 Chile
10 205 Eugenio Garza Laguera 80 2,5 México
11 231 Alberto Bailleres 71 2,3 México
12 277 Roberto Hernández 61 2,0 México
13 310 Ricardo Salinas Pliego 48 1,8 México
13 310 Alfredo Harp Helú 60 1,8 México
14 356 Gregorio Pérez Companc 69 1,6 Argentina
15 377 Maria A. Aramburuzabala 40 1,5 México
15 377 Carlos Peralta 52 1,5 México
16 406 Julio M. Santodomingo 80 1,4 Colombia
16 406 Luis Carlos Sarmiento 71 1,4 Colombia
17 437 Abilio Dos Santos Diniz 67 1,3 Brasil
18 514 Jorge Paulo Lemann 64 1,1 Brasil
18 514 Isaac Saba Raffoul 80 1,1 México
19 552 Lily Safra — 1,0 Brasil

* Miles de millones de dólares de EE.UU.


Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2004.

204
Estados Unidos, dos de Alemania, un príncipe de Arabia
Saudita, otro rico de Suecia que también es suizo –o qui-
zás un suizo “que se hace el sueco”–, a la francesa de 81
años y 18,8 mil millones que es la dueña de L'Oreal y
Nestlé –Liliane Bettencourt–, a un millonario de Canadá
y a un nuevo rico de Rusia que por ahora está en la cár-
cel por evasión tributaria, Mikhail Khodorkovsky, 40 años,
15 mil millones. Definitivamente, la riqueza prefiere el
Norte.
Slim posee intereses en Estados Unidos, Brasil, Ecua-
dor y en Chile, a través de revista Caras y de una inver-
sión de 18 millones de dólares en iLatin Holdings, em-
presa Internet con Ricardo Claro Valdés, además de los
vínculos de Megavisión Chile con Televisa México, con-
trolada por Emilio Azcárraga Jean –heredero que cayó
de 3.000 millones en 2001 a 1.000 en 2002 y que termi-
nó por salir del ranking en 2004, a la edad de 36–, María
Asunción Aramburuzabala –1.500 millones, 39 años– y
también Slim.
De los 25 latinoamericanos más ricos, sólo Slim y otros
ocho multimillonarios “se forjaron a sí mismos” (self
made): los mexicanos Jerónimo Arango (4.000 millones),
Roberto Hernández (2.000 millones) e Isaac Saba (1.100
millones); el brasileño Julio Bozano (1.200 millones en
2003 pero ausente en el Forbes 2004); el colombiano Luis
Carlos Sarmiento (1.400 millones) y los chilenos Andró-
nico Luksic (3.400 millones) y Anacleto Angelini (2.500
millones). Los demás heredaron sus fortunas, excepto Al-
fredo Harp Helú (1.600 millones), 58 años, primo de Car-
los Slim Helú.
México aportó 11 de los 24 multimillonarios latinoa-
mericanos de 2004 y 35.500 millones de dólares del to-
tal regional de 68.300 millones, es decir, el 52%. Hace
dos años, en 2002 poseía 12 de 25 multimillonarios y
31.600 millones de un total de 60.800 millones, tam-
bién con el 52%.
Brasil bajó esta vez a cinco, con 11.000 millones y el
16%, en vez de los 7, los 12.100 millones y el 21% de 2002.
En Venezuela, dos familias concentran 8.100 millones (12%),
menos menos dinero que los 9.400 millones (15,5%) de 2002
con las mismas personas. Chile posee tres, 8.700 millones

205
y el 15% en vez de dos, 2.900 millones y 4,8% exhibido en
2002. En dos años, Colombia subió de 1.100 millones y
una sola persona, a 2.800, dos multimillonarios y el 4%,
mostrándose más fuerte que Argentina, que tiene un sólo
super rico de 1.600 millones y el 2%. Para el análisis histó-
rico puede verse las tablas de las páginas 58 y 60.

Los 22 multimillonarios de América Latina de 2003


(4,6% de 476 en todo el mundo)
Nº en Nº
América en el Nombre Edad US$* País
Latina Mundo

1 35 Carlos Slim Helú 63 7,4 México


2 68 Lorenzo A. Mendoza 37 4,3 Venezuela
3 78 Gustavo Cisneros 57 4,0 Venezuela
4 92 Joseph & Moise Safra -- 3,6 Brasil
5 97 Jeronimo Arango 77 3,4 México
6 132 Aloysio de Andrade Faria 82 2,7 Brasil
7 199 Lorenzo Zambrano 58 2,0 México
8 222 Eugenio Garza Lagüera 79 1,8 México
9 236 Alberto Bailleres 70 1,7 México
10 256 Roberto Hernández 60 1,6 México
10 256 Andrónico Luksic 76 1,6 Chile
10 256 Gregorio Pérez Companc 68 1,6 Argentina
11 278 Alfredo Harp Helú 59 1,5 México
12 303 Anacleto Angelini 89 1,4 Chile
12 303 Eliodoro Matte 57 1,4 Chile
13 329 Carlos Peralta 51 1,3 México
14 348 Maria A. Aramburuzabala 39 1,2 México
14 348 Julio Bozano 67 1,2 Brasil
15 386 Isaac Saba Raffoul 79 1,1 México
16 427 Lily Safra -- 1,0 Brasil
16 427 Ricardo Salinas Pliego 47 1,0 México
16 427 Luis Carlos Sarmiento 70 1,0 Colombia
* Miles de millones de dólares. Fuente: Forbes, The World’s Richest People 2003.

206
Caprichos de la fortuna
En 2002, salieron del Forbes tres argentinos y un mexi-
cano. LKa región “perdió” 6.600 millones de dólares res-
pecto al total de 67.400 del año anterior. Se fueron el zar
del acero Roberto Rocca, también dueño principal de la si-
derúrgica Sidor de Venezuela, y las dos viudas super ricas
más polémicas de ese país, Ernestina Herrera de Noble (Cla-
rín) y Amalia Lacroze Fortabat (cemento y ferrocarriles). En
2003 la lista bajó a 22, desaparecieron otros 3 millonarios,
pero en 2004 sólo se fue del listado el brasileño Julio Boza-
no y aparecieron tres nuevos, los brasileños Abilio Dos San-
tos Diniz y Jorge Paulo Lemann, más el colombiano Julio
Mario Santodomingo, reincorporado.
En el Forbes se sube o se baja con bastante frecuencia,
pero Slim siempre está en la cima latinoamericana.
La desaparición de Bozano, ex número 14 de América
Latina y 348 del mundo, significa que sus 1.200 millones de
dólares de 2003 descendieron la línea de flotación del millar
o que gastó en nuevas inversiones. Sin embargo, Brasil au-
mentó a cinco personas su presencia en el ranking, pero re-
dujo su participación de capital manteniendo a los banque-
ros Safra en el segundo lugar de la región.

Los ricos
venezolanos
Las fortunas tercera
y cuarta de América La-
tina corresponden a los
venezolanos Gustavo
Cisneros Rendiles, 58
años, número 94 del
mundo, con 4,6 mil mi-
llones, y Lorenzo Mendo-
za, de 38 años, número
115 entre los grandes ri-
cos planetarios, con 4,1
mil millones de dólares.
Cien millones de dólares
más abajo figura el Gustavo Cisneros Rendiles

207
Historial de los latinoamericanos más ricos (I)
(En miles de millones de dólares)
Fuente: The World’s Richest People (“La gente más rica del mundo”)
Revista Forbes 1996-2004.

País 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
Ricos Planeta 587 476 497 538 322 298 230 259 423
C. Selim H. Méx 13,9 7,4 11,5 10,8 7,9 8 7,2 6,6 6,1
J. y M. Safra Bra 4,7 3,6 4,0 2,9 3 – – – 1,8
G. Cisneros Ven 4,6 4,0 5 5,3 3,5 2 2,1 1,5 1,1
L. Mendoza Ven 4,1 4,3 4,4 4,5 2,1 2,8 3,1 2,5 1,3
J. Arango Méx 4,0 3,4 3,7 1,8 1,5 1,9 – – 1
A. Luksic Chi 3,4 1,6 1,4 1,3 1,2 1,5 – 2,6 2,2
L. Zambrano Méx 3,1 2,0 2,8 2,9 – 2,1 – 1,7 1,2
A. de A. Faria Bra 2,9 2,7 2,8 2,8 2,8 2,5 – – –
E. Matte L. Chi 2,8 1,4 1,5 1,3 1,4 1,2 – 1,5 1,7
A. Angelini Chi 2,5 1,4 – – 1,1 1,6 1,5 2,2 2,3
E. Garza Méx 2,5 1,8 2,3 2,5 2 2,1 2,7 – 1,1
A. Bailleres Méx 2,3 1,7 1,5 1,9 1,2 – – – 1,8
R. Hernández Méx 2,0 1,6 1,8 1,2 – – – – –
R. Salinas P. Méx 1,8 1,0 1,6 3 1,4 1,4 3,2 1,7 1,0
A. Harp H. Méx 1,8 1,5 1,6 1,3 – – – – –
G. Pérez C. Arg 1,6 1,6 1 1,7 2,1 3,6 4,7 5,2 3,6
Mª. Asunción Méx 1,5 1,2 1,5 1,8 1 1,4 – – 1,4
Carlos Peralta Méx 1,5 1,3 1,3 1,5 1,1 1,4 – – 2,5
J. Santodomingo Col 1,4 – – – 1,1 1,1 1,5 1,9 1,3
L. C. Sarmiento Col 1,4 1,0 1,1 1,5 – 1,6 2,5 2,6 1,6
A. DosSantos D. Bra 1,3 – 1,1 1,6 1,5 1,1 – – 1,2
Jorge Lemann Bra 1,1 – – – – – – 0,6 –
Isaac Saba Méx 1,1 1,1 1 1,3 1,4 2 2 – 1,1
Lily Safra Bra 1 1 1 – – – – – –
Julio Bozano Bra – 1,2 1,3 1,8 1,2 1,3 2,2 2,3 2,5
A.E. de Moraes Bra – – 3,6 3,5 2 2,6 5,5 5,7 5,1
E. Azcárraga J. Méx – – 1 3 1,5 2,1 3,5 1,6 2
R. Marinho Bra – – 1 1,5 6,4 1,8 6,3 3 2,1
R. Rocca Arg – – – 1,6 1 2,3 3,2 2,3 2
A. Lacroze Arg – – – 1 1,6 1,6 1,3 –
E. Herrera. Arg – – – 1 1,2 – – – –
G. Larrea M-V. Méx – – – 1 1,1 – – – 1,4

208
mexicano Jerónimo Arango y en el rango de los 3 mil millones
de dólares están el chileno Andrónico Luksic, animador de
negocios financieros y mineros, y el mexicano Lorenzo Zam-
brano, de Cementos de México.
Tanto Cisneros como Mendoza heredaron fortunas fa-
miliares. Slim se enriqueció con la privatización de los te-
léfonos, una gracia que le otorgó en 1990 su amigo Carlos
Salinas de Gortari, presidente de México durante los 70
años de dominio del Partido Revolucionario Institucional
(PRI). En 2004 incrementó su fortuna en 5,5 mil millones,
es decir, creció más que todo el valor de las fortunas indi-
viduales de Cisneros y de Mendoza.
El dueño de Teléfonos de México posee también América
M-Vil Telcos, un virtual monopolio Internet que socava la
libre competencia. El supermillonario fabricado por la priva-
tización telefónica comenzó últimamente a emitir opiniones
políticas. Según Forbes, se ha transformado en un crítico de
la receta neoconservadora de libre comercio impuesta a las
economías latinoamericanas por el gran capital financiero
mundial. Dijo que “después de 20 años de aferrarse a ese
consejo, los mexicanos no tienen nada que mostrar”.
México tiene la mayor presencia latinoamericana en el
Forbes 2004, con 11 personas y más de la mitad del valor
de las fortunas, seguido por Brasil. En tercer lugar apare-
ce Chile con Andrónico Luksic, Eliodoro Matte y Anacleto
Agelini, trío propietario del país sureño que lleva casi una
década en el ranking, desde que Augusto Pinochet salió
de la escena política. Matte duplicó su fortuna en un año,
de 1.400 millones en 2003, a 2.800 millones en 2004. Co-
lombia, que en 2003 sólo tenía a Sarmiento, reinstaló a
Santodomingo, dueño de medios de comunicación, cerve-
za y negocios financieros que estaba un tanto “deprimi-
do”, ya que pertenecer al Forbes también es cuestión de
orgullo nacional, al igual que en los deportes. El Forbes

Gustavo Cisneros Rendiles, “el más rico de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
4,6 4,0 5,0 5,3 3,5 2,0 2,1 1,5 1,1

209
Historial de los latinoamericanos más ricos (I)
(En miles de millones de dólares)
Fuente: The World’s Richest People (“La gente más rica del mundo”)
Revista Forbes 1996-2004.

País 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
Ricos Planeta 587 476 497 538 322 298 230 259 423
Dirce Navarro. Bra – – – – 1,5 1,6 – – 2
Ricardo Bringas Méx – – – – 1,5 2 – – –
Alfonso Romo Méx – – – – 1,2 2,1 2,4 2 1,4
José Cutrale Bra – – – – 1 1 – – –
Gastón Vidigal Bra – – – – 1 1 – – –
Carlos Ardila Col – – – – – 1,3 2,1 2,1 1,3
Alvaro Noboa Ecu – – – – – 1,2 0,9 1,4 1,2
Primos Said Chi – – – – – 1 – – 2,6
Ricardo Claro Chi – – – – – – 0,6 – –
E. Eurnekian Arg – – – – – – 0,8 – –
B. Steinbruch Arg – – – – – – 0,8 – –
Fco. Macri Arg – – – – – – 0,7 – –
D. Romero Perú – – – – – – – 0,7 –
C. X. González Méx – – – – – – – 0,6 –
Santiago Soldati Arg – – – – – – – 0,4 –
Roberto Setubal Bra – – – – – – – 0,3 –
León Feffer Bra – – – – – – – – 1,1
Hnos. Andrade Bra – – – – – – – – 1,2
Luis A. García Bra – – – – – – – – 1,2
Bernardo Garza Méx – – – – – – – – 1,5
Familia Camargo Bra – – – – – – – – 2
Familia Brescia Perú – – – – – – – – 1
Flia. Larragoiti Bra – – – – – – – – 1
N. Odebrecht Bra – – – – – – – – 1
Familia Autrey Méx – – – – – – – – 1
Comentario: Los 24 "dueños" de la región en 2004 representaban ape-
nas el 4% de los 587 "mil millonarios" del planeta, con un total de 68,3 mil
millones y un promedio de 2,8 mil millones cada uno, contra 39 individuos
de 1996, 50,4 mil millones entre todos y 1,79 per cápita.
La concentración de la riqueza redujo a los multimomillonarios, pero
éstos tienen cada vez más dinero. Muchos se “cayeron” del Forbes en 2002 –
como los argentinos Roberto Rocca, “el zar del acero”, y las viudas Amalia
Lacroze de Fortabat y Ernestina Herrera de Noble; y el mexicano Germán
Larrea Mota-Velasco–, pero subió Lily Safra, ligada a Brasil por ser la herede-
ra del imperio financiero del libanés brasileño Edmond Safra, asesinado en
Montecarlo, pero algunos caídos regresaron, como el colombiano Julio Mario
Santodomingo, el dueño de Avianca, y el brasileño Jorge Paulo Lemann.

210
2004 tiene, entonces,
tres personajes que no
aparecieron en 2003
pero que son viejos co-
nocidos del ranking.
Venezuela mantie-
ne a sus dos figuras
Forbes, Cisneros y
Mendoza, en tanto Ar-
gentina recuperó en
2003 a Gregorio Pérez
Companc, quien con-
servó en 2004 sus
1.600 millones de dó-
lares pero descendió
en el ranking continen-
Lorenzo Mendoza
tal del puesto 10 al 16
debido al mayor crecimiento de otros.
La debacle que provocaron en Argentina las dos admi-
nistraciones de Carlos Menen sacó para siempre de la
lista a dos millonarias peronistas, Ernestina Herrera viu-
da de Noble, la dueña de Clarín, entre muchos otros ne-
gocios, y Amalia Lacroze viuda de Fortabat, también ac-
cionista del diario La Nación. Prácticamente todos los su-
permillonarios latinoamericanos tienen debilidades me-
diáticas, directas o indirectas. Pero el único que posee
medios de comunicación en otros países, además del suyo,
es el venezolano Cisneros, con estaciones de televisión y
radioemisoras en Estados Unidos y en Chile.

Relaciones Chile-Venezuela
Chile y Venezuela tienen una rivalidad continental que
nada tiene que ver con el ranking ni con la economía, sino
con los distintos proyectos políticos que levantan los go-

Lorenzo Mendoza Giménez, “el segundo de Venezuela”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 2,5 3,1 2,8 2,1 4,5 4,4 4,3 4,1

211
biernos de ambos países, surgidos ambos de un impecable
veredicto de las urnas. Chile impulsa un programa liberal
neoconservador, al servicio de los grupos económicos loca-
les y del agrado de Estados Unidos, entre otras razones
porque no les cobra regalías a las corporaciones transna-
cionales que explotan su cobre y como “premio” le asigna-
ron un tratado de libre comercio.
Quizás, los propósitos diametralmente opuestos que
exhibe la administración de Venezuela indujeron al go-
bierno de Ricardo Lagos a apoyar públicamente el golpe
de estado de 2002, con una declaración oficial del 12 de
abril que “lamenta que la conducción del Gobierno vene-
zolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad
democrática con un alto costo de vidas humanas y de he-
ridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a
través de esta crisis de gobernabilidad”1. O sea, exoneró
de toda responsabilidad al golpismo.
El embajador Fabio Vío mantiene mejores relaciones
con la oposición a Chávez que con su gobierno, a través de
del “enlace” oficioso de intermediarios chilenos residentes
en Venezuela. Caracas es la sede de la Organización De-
mócrata Cristiana Americana (Odca), cuyo secretario ge-
neral es Gutemberg Martínez, cónyuge de la canciller So-
ledad Alvear. La DC influye la plítica exterior latinoameri-
cana del gobierno chileno. Su partido partido "hermano"
en Venezuela es el Social Cristiano Copei, en proceso de ex-
tinción por su repentina vocación golpista, al diferencia del
social demócrata Acción Democrática, que exhibe una frac-
ción de su cúpula inclinada a reponerse políticamente ha-
ciendo oposición legal y democrática.
La rivalidad política Santiago-Caracas reedita el con-
flicto Santiago-La Habana de los '60, cuando gobernaba el
DC Eduardo Frei Montalva, con un proyecto de “Revolu-
ción en Libertad”, promovido por la Alianza para el Progre-
so de la Administración Kennedy, en competencia conti-
nental con la revolución cubana.
Frei y su Partido Demócrata Cristiano (PDC) respalda-
ron el golpe militar que depuso a Salvador Allende en 1973

1) El texto oficial completo está en


http://www.minrel.cl/prensa/Comunicados2002/12-04-02.htm.

212
y aportó sus mejores cuadros al gabinete económico del
regimen castrense, entre otros, al economista Juan Villar-
zú, quien se desempeñó como director de Presupuesto del
ministerio de Hacienda y hoy preside la Corporación del
Cobre (Codelco).
La legitimación mundial de Chávez en el plebiscito del
15 de agosto, el aislamiento de Chile en las alianzas que
se fortalecen en el Cono Sur de América, la vocación de
hacer negocios y una buena dosis de pragmatismo esti-
mularon a fines del 2004 una mejoría en las relaciones.

Preocupación por el futuro


Algunos dueños de América Latina exhiben preocupa-
ción creciente por “el futuro” y “la cuestión social”. En dos
años se celebraron por lo menos dos reuniones “para deba-
tir la pobreza”, la primera convocada por Slim en México,
en mayo de 2003, y la segunda, un año después, en Repú-
blica Dominicana, después de la reelección del social de-
mócrata Leonel Fernández. Su inspiración se atribuye al
hispano Felipe González, cercano a Slim.
En los debates participan los empresarios más jóvenes y
algunos hijos de los 24 propietarios de los 68,3 mil millones
de dólares regionales Forbes de 2004, es decir, los menores
de 70 años. Sin embargo, también concurrieron aspirantes
a multiillonarios y dueños de medio de comunicación, como
el venezolano Miguel Henrique Otero, dueño de El Nacional,
quien disertó en Santo Domingo, en mayo de 2004. Slim
aspira a concienciar en temas sociales a la nueva hornada
de multimillonarios que entrará luego en escena. Está for-
jando un “foro social” que podría emular a Davos y adquirir
poderes fácticos –de hecho– paralelos a la OEA, inspirado en
el espíritu de “cambiar un poco para que todo siga igual”, al
tenor de El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Las grandes fortunas regionales fueron forjadas por los
padres o abuelos de la actual generación de personajes
como Cisneros, Mendoza, o Matte, pero en los próximos
años una nueva generación asumirá los negocios de “papá”
bajo mayor presión social. Sólo algunos de los protagonis-
tas de la actual generación pasaron por la enseñanza su-
perior, pero la mayoría envió a estudiar a sus hijos a uni-

213
versidades de Estados Unidos, donde además aprenderán
el inglés para mejor entenderse con los estadounidenses,
como antes lo asimilaron Cisneros y otros. “Los mucha-
chos parecen muy sensible a los temas sociales”, confi-
denció un participante del cónclave2.
Slim convocó en mayo de 2003 a diez de sus colegas
Forbes que reúnen unos 25 mil millones de dólares –4%
del PIB de México o un tercio de su deuda externa– a fin
de “analizar el futuro” pero en secreto. El cónclave de tres
días incorporó a dueños de medios electrónicos financie-
ros y a unos pocos empresarios argentinos, en total parti-
cipó más de una treintena de acaudalados e influyentes
de América Latina. La revista Forbes los bautizó “la socie-
dad secreta de Carlos Slim” por el sigilo de sus sesiones,
lejos de la curiosidad de la prensa. Notimex, la agencia de
noticias gubernamental, quiso reportear lo que describió
como “conciliábulo secreto”, en tanto la británica Reuter,
que suele acceder a esas esferas, también calificó la re-
unión como “evento secreto”, aunque después fue reseña-
da por Forbes y confirmada por voceros de Teléfonos de
México (Telmex), el negocio más importante de Slim.

Sensibilidad millonaria
La novedad del encuentro de una decena de hijos y he-
rederos fue una suerte de seminario de capacitación para
grandes propietarios. Una vez que Forbes hizo pública la
reunión, que comenzó un jueves y terminó al mediodía de
un sábado –24 de mayo–, los voceros de Telmex dijeron que
“todos los trabajos de la reunión son a puertas cerradas”.
Nunca estuvo previsto informar y tampoco hubo el clásico
comunicado final de cualquier encuentro. “Después de todo,
tal vez una conspiración de millonarios realmente en secre-
to controla el mundo”, aventuró Forbes. “Los paneles del
inédito foro de los millonarios incluyen los temas de los que
hablan las personas acaudaladas: historias y experiencias
de los negocios y propuestas sobre el desarrollo económico
en América Latina”, afirmó la revista.

2) Gerardo Reyes Copello, Plan B, 22 de abril de 2004, Santiago.

214
Asistieron los mexi-
canos Lorenzo Zam-
brano, propietario de
Cemex; Emilio Azcá-
rraga Jean, dueño de
Televisa; Carlos Fer-
nández, del Grupo Mo-
delo; Lorenzo y Daniel
Servitje, del grupo
Bimbo; Alberto Baille-
res, de Peñoles; Ber-
nardo Quintana, de
Ica; José Antonio Fer-
nández, de la embote-
lladora Femsa; Fer-
nando Senderos, del María Asunción Aramburuzabala
Grupo Desc; Antonio
Cossío, del Grupo Industrial Tepeji del Río; y María Asun-
ción Aramburuzabala, del Grupo Modelo.
También los argentinos Carlos Miguens Bemberg, del
grupo cervecero Bemberg; Alberto Roemmers, de la indus-
tria farmacéutica; Federico Braun, importador y exporta-
dor; y Eduardo Constantini, empresario financiero.
Concurrieron, asimismo, los brasileños Joao Roberto Ma-
rinho, heredero del grupo mediático Globo e hijo de su fun-
dador, el difunto Roberto Marinho; Marcelo Odebrecht, cons-
tructor; Joseph Safra, banquero y propietario de medios de
comunicación, el segundo más rico de América Latina en
2004; Luiz Frias, empresario de la prensa; Eugenio Staub y
Pedro Moreira.
Desde Chile viajaron José Said, banquero y embotella-
dor de Coca Cola; Alvaro Saieh, banquero y dueño de pe-
riódicos; y Andrónico Luksic, banquero y propietario de
grandes yacimientos de cobre. Participaron también los

María Asunción Aramburuzabala, “la más rica...”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998* 1997* 1996
1,5 1,2 1,5 1,8 1,0 1,4 -- -- 1,4
* Año en que no clasificó.

215
colombianos Julio Mario Santodomingo, cervecero y due-
ño de medios, el industrial Carlos Ardila, el banquero in-
mobiliario Luis Carlos Sarmiento Angulo y Jimmy Mayer;
el bananero ecuatoriano Alvaro Noboa –ex clasificado For-
bes y ex candidato presidencial–; y los venezolanos Gusta-
vo Cisneros Rendiles, el cementero Gustavo Julio Vollmer,
Juan Luis Bosch y Ricardo Poma.
La oficina de Slim informó que fue una reunión “de
empresarios destacados de Latinoamérica” destinada a
“analizar, para el presente y el futuro, el insustituible pa-
pel que tienen las empresas nacionales en el desarrollo de
los países de la región”. Hubo una suave patada por deba-
jo de la mesa a las corporaciones transnacionales: “Sin
dejar de reconocer el valioso aporte de las empresas inter-
nacionales, porque toda inversión productiva tiene un efec-
to positivo, los trabajos de este grupo de empresarios se
centraron en los siguientes temas: Propuestas para el de-
sarrollo sostenido en América Latina: Empresas globales,
Participación social del empresario, Medios de comunica-
ción globales, El desarrollo de América Latina a través de
la actividad empresarial, Los mercados financieros como
factor del desarrollo y Los grandes proyectos de infraes-
tructura de América Latina”, indicó el comunicado.

¿Crecimiento con equidad?


Pos portavoces de Slim no aclararon si el cónclave de-
cidió formar alguna agrupación permanente en la región,
pero informó que el Presidente Vicente Fox envió un men-
saje desde Perú, donde se hallaba en visita oficial, sin dar
a conocer su contenido. Tampoco dieron a conocer la pre-
sencia del secretario de Hacienda, Francisco Gil, en una
comida con los participantes. “Sin duda alguna, este pro-
ceso fortalecerá a las empresas latinoamericanas en su

Luis Carlos Sarmiento Angulo, “el más rico de Colombia”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000* 1999 1998 1997 1996
1,4 1,0 1,1 1,5 -- 1,6 2,5 2,6 1,6
* Año en que no clasificó.

216
conjunto y facilitará su proceso de expansión regional, com-
petitividad global, experiencia y conocimiento”, indicó el
comunicado de Telmex.
González habló sobre “liberalización comercial con equi-
dad social y distribución de renta”, una variante del discur-
so de “crecimiento con equidad” de la Cepal, al que poco
caso le hace el poder económico y político latinoamericano,
aunque en América Latina sobreviven 214 millones de po-
bres y 92 millones de indigentes, super pobres. La prensa
le dio un trato benévolo a la “profunda sensibilidad social”
del empresariado, guardándose sus usuales expresiones
de “retórica panfletaria de la izquierda” o “populismo”.
El diario La Jornada aseguró que Slim comenzó a pro-
piciar discusiones de temas sociales hacia 2000, en en-
cuentros de grandes millonarios con personajes políticos,
sociales y mediáticos, convocados desde alguna de sus fun-
daciones. También en mayo de 2003 invitó al ex presiden-
te de Estados Unidos Bill Clinton a un encuentro con jóve-
nes en el Auditorio Nacional. Allí negó que pretendiera le-
vantar su candidatura a la Presidencia de México, como lo
anunciara Financial Times.
Un participante le dijo a Forbes que Slim pagó las cuen-
tas, incluido un viaje en aviones privados a Ixtapa
Zihuatanejo, el sábado por la tarde, donde los invitados de-
bieron pasear en yate y jugar golf. Cada participante reci-
bió un teléfono celular por cuenta de América Móvil, otra
compañía de Slim. Un año después, los jets privados de los
magnates rugieron en bandada sobre la asoleada Repúbli-
ca Dominicana, inmediatamente después de las elecciones
presidenciales. El dueño de El Nacional –Otero– explicó cómo
el gobierno de Chávez “amordaza la libertad de prensa”,
mientras Cisneros lanzaba sus mejores dardos contra “el
dictador”. El magnate posee un palacete en el balneario La
Romana y también importantes inversiones locales.
En esos encuentros nadie defiende el crecimiento con
equidad que procura impulsar el gobierno de Chávez, vili-
pendiado por la furia mediática de los medios afiliados a la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), como en el pa-
sado adversaron a los presidentes Jacobo Arbenz Guzmán
de Guatemala, depuesto por un golpe CIA en 1954, y Sal-
vador Allende, derrocado en Chile por una conspiración

217
urdida por Estados Unidos en 1973. Ambos gobiernos pro-
movieron cambios sociales tras ganar en buena lid las elec-
ciones: Allende creó un Área Social de la Economía con un
centenar de empresas que fueron estatizadas, mientras
Arbenz impulsó una reforma agraria que desagradó a la
United Fruit, la transnacional del banano, pero Chávez no
le ha quitado un centavo a los ricos de su país.
Venezuela está reorientando el gasto público en be-
neficio de la mayoría excluida que abarca al 81% de la
población y otorga apoyo financiero a emprendedores que
organizan cooperativas o microempresas, además de po-
líticas de crédito orientadas a pequeños y medianos em-
presarios que aspiran a vivir “el sueño de la libre compe-
tencia”, la esencia misma de la doctrina económica capi-
talista, todo esto bajo las reglas más rigurosas de la “de-
mocracia representativa” que preconiza Estados Unidos
y defienden los dueños latinoamericanos de medios. El
gasto social y las transformaciones económicas de Vene-
zuela se financian con la renta petrolera, es decir, el gra-
vamen impositivo a la empresa Petróleos de Venezuela y
a las compañías extranjeras que actúan en el sector hi-
drocarburos y gas natural. El resultado, al fin de cuen-
tas, no es tan diferente a las propuestas que discuten los
millonarios, siempre más proclives a la variante caridad
y la filantropía mediante fundaciones que, adicionalmente,
tienen la ventaja de eximir tributación.

Contradicciones de millonarios
“Los pobres no son mercado” y “La pobreza no sirve”
fueron las dos expresiones más recurrentes de Slim du-
rante los encuentros. No anda errado, porque en América
Latina existen más de 300 millones de pobres e indigen-
tes, casi el 60% de una población que en 2004 bordeaba
los 540 millones, según el Centro Demográfico Latinoame-
ricano (CELADE). La educación está en el centro del deba-
te e inquieta también a Cisneros y a otros empresarios, al
parecer porque mayor educación redundaría en una ma-
yor tolerancia social hacia los magnates... Pobres, pero
educados resultan más confiables. Por lo menos lo dijo
Sarmiento Angulo, en la revista colombiana Cambio, de

218
una manera bastante clara y brutal: “Es notable cómo –
cuando más atrasado es un país– más hostilidad hay con-
tra los empresarios. Cuanto más desarrollado, mayor res-
peto hay, y el Estado entiende que ellos son sus socios y
los cuidan como el dueño de una compañía que estimula
al buen gerente cuando lo tiene”3.
En sus frecuentes debates anuales en México y Repú-
blica Dominicana, los grandes millonarios latinoamerica-
nos y sus herederos exhiben gran preocupación por la edu-
cación. Cisneros fue “pionero” en exhibir esta inquietud.
Según uno de sus biógrafos –el colombiano Gerardo Re-
yes4– tiene una “filantrópica obsesión por los graves proble-
mas que sufre la educación en América Latina”. Citó que
“... el 45% de los latinos que ingresan en la escuela prima-
ria jamás llega a graduarse y de los pocos que terminan
primaria, el 40% no entiende un ensayo de 500 palabras”.
La pregunta es ¿cuál educación? o ¿educación para qué?
En toda América Latina la educación media y superior
padece la misma transformación que los medios de comu-
nicación masivos: pasó al control de los grupos económi-
cos, que de paso descubrieron que es otro negocio renta-
ble, y perdió su calidad. Es francamente mala, incluso en
países como Chile que exhiben la tasa de escolaridad más
alta (9,8 años). El Estado quedó liberado de “educar”, al
igual que de otorgar salud y vivienda. La trilogía educa-
ción, salud y vivienda se convirtió en atributo exclusivo de
quienes pueden pagar.
Entonces, la pregunta es ¿de qué educación habla la
Internacional de los súper millonarios? De una educación
instrumental y acrítica, que no otorgue cultura sino que
forme cuadros para empujar sus proyectos económicos que
muy poco tienen que ver con el desarrollo ni con la genera-
ción de empleos masivos. La educación que necesita el sis-
tema económico precisa sujetos influíbles y manejables, sin
pensamiento crítico y autónomo. El resto de la “educación”
lo complementan los medios de comunicación, con la TV a
la cabeza, que también les pertenecen. Se trata de sujetos
mediáticos, educados sí, pero como si fueran robots.

3, 4) Gerardo Reyes, Revista Poder, 4 de septiembre, 2001, Miami.

219
Los negocios de la elite latinoamericano están orien-
tados a hacer dinero fácil, no al desarrollo de la región,
aunque utilicen las tecnologías de vanguardia, que ob-
viamente requieren personal capacitado y formado, con
un conocimiento sólido para hacer funcionar los nego-
cios de comunicaciones, televisión, Internet, el sistema
bancario y financiero, pero esas ramas no son las priori-
dades que tiene el planeta pobre. Hacer dinero rápido
con televisión por cable, telenovelas adormecedoras, re-
des mediáticas y comunicaciones no es lo mismo que crear
riqueza sólida para mejorar la calidad de vida de los pue-
blos. Por añadidura, las compañías que distribuyen se-
ñales de TV cable y servicios telefónicos suelen abrumar
a su clientela cobrándoles cargos indebidos que ni si-
quiera figuran en la letra chica de los contratos –que por
lo demás nadie lee. El usuario está condenado a vivir
reclamando por abusos frecuentes de magnitud en apa-
riencia pequeña pero que alcanzan valores ingentes si se
multiplican por millones de consumidores. Cada vez hay
más colas de reclamos en las sedes corporativas de los
servicios. Nadie paga por el tiempo que pierden los usua-
rios que formulan reclamos, ni por el fastidio con que los
abruman los monopolios de cable y telefonía.
La educación es indispensable para salir del subdesa-
rrollo, pero no concebida como un negocio, sino como una
responsabilidad del Estado. No es casual que los países de-
sarrollados gasten en educación más del 5% del valor de su
Producto Interno Bruto. Dinamarca invierte el 7,1% del PIB,
Estados Unidos el 6,7%, México el 6,8% pero su meta es
alcanzar el 8%, los países de la Organización Europea de
Cooperación Económica (Oece) invierten el 5,9%, Venezue-
la le asignó 2,5% del PIB a su gasto público en educación
en 1990, 3,2% en 1998, 4,7% en 2001 y 5,2% en 2004.

Julio Mario Santodomingo, “Zar cervecero y mediático”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003* 2002*2001* 2000 1999 1998 1997 1996
1,4 -- -- -- 1,1 1,1 1,5 1,9 1,3
* Año en que no clasificó.

220
Hoy pareciera existir una predisposición a que sólo se
eduquen los ricos, tanto a nivel de países y como a nivel
de las personas. Los países ricos privilegian la educación
porque ayudó a transportarlos al desarrollo. En los países
pobres, la educación quedó al alcance de quienes pueden
pagársela. Parece un simplismo, pero existe un apartheid
en la educación, a nivel mundial y a nivel local. Pero la
educación es un mecanismo fundamental para salir del
atraso y la pobreza. Sin embargo, algunos países piensan
hoy que para mejorar la educación basta con sólo apren-
der inglés, al calor de los tratados que se suscriben con
Estados Unidos. Por lo menos así piensa el ministro de
Educación de Chile, Sergio Bitar, quien acusa de “estatis-
ta” –que suena como un terrible insulto– al rector de la
Universidad de Chile... simplemente porque reclama que
el Estado cumpla su rol y le asigne presupuesto.
Muchas fortunas de la región crecieron o se gestaron
cuando los “socios” del Estado “conformaron alianzas es-
tratégicas con multinacionales o utilizaron sus palancas
políticas para quedarse con empresas y bancos renta-
bles que los gobiernos de la región subastaron en la feria
neoliberal de los años 80 y 90”5, escribió Gerardo Reyes
Copello, el periodista colombiano especializado en ricos
latinoamericanos.
A reglón seguido, Reyes hizo de la corrupción la causa
principal de las privatizaciones. Atribuyó los males de las
empresas públicas a una extendida corrupción congénita
inevitable y al fatalismo de sus “pérdidas” sempiternas,
dos acusaciones que bastaron para condenarlas a la pri-
vatización en nombre de unos unos difusos motivos mora-
les asociados a los económicos. Por lo menos Reyes recor-
dó que los dueños de América Latina fueron convocados
por el destino a hacerse más ricos “cuando los gobiernos
locales llamaron en los años 90 a un remate de fin de siglo
de todos los bienes estatales que producían pérdidas y
corrupción, como las empresas telefónicas, los puertos, los
aeropuertos, los ferrocarriles, las aerolíneas, los bancos,
las estaciones de televisión y de radio...”, o sea, ¡todo! Al
parecer nada, ninguna empresa funcionaba.

5) Reyes Copello, op. cit.

221
En honor a la verdad, las privatizaciones venían siendo
reclamadas por lo menos desde comienzos de la década de
los '70. Eran una sentida aspiración del capitalismo mun-
dializado y de las derechas locales de prácticamente todos
los países latinoamericanos, o si se prefiere, de la globaliza-
ción o del imperio. Y en las décadas 1980-1990 fue una
imposición universal del dúo Margareth Thatcher-Ronald
Reagan. Ni los dueños de América Latina, ni los del resto
del planeta, perdieron el sueño en luchar contra la corrup-
ción, más bien se sirvieron de ella y la fomentaron. La co-
rrupción se practica dúo, entre quien corrompe y el corrup-
to que accede, así sea por osmosis o como en el amor. La
corrupción de la clase política necesita un partner. La co-
rrupción de la clase empresarial, ídem. Fue precisamente
la corrupción de dirigentes políticos como Carlos Menem el
motor principal de las privatizaciones en Argentina.
Lo cierto es que hubo privatizaciones, un saqueo gene-
ralizado en todo el continente. Se remataron a precio vil
las empresas públicas que se levantaron a partir de los
años 30 para fomentar el desarrollo de una industria orien-
tada a la sustitución de importaciones. Entonces no hubo
capital privado para asumir esos riesgos o porque los ne-
gocios de la energía, la siderurgia o las comunicaciones no
parecían atractivos ni rentables. Slim se quedó con la
empresa telefónica que, de la noche a la mañana, lo intro-
dujo en las grandes ligas de los millonarios continentales.
El argentino Gregorio Pérez Companc compró pozos pe-
troleros y parte de una telefónica, mientras su compatrio-
ta Amalia Lacroze se adueñaba de los ferrocarriles. El mexi-
cano Lorenzo Zambrano se quedó con las fábricas de ce-
mento. Julio Bozano, de Brasil, agarró una fábrica de avio-
nes. El octogenario Julio Santodomingo, de Colombia, y el
cincuentón Ricardo Salinas Pliego, de México, se hicieron
de canales públicos de TV, el último con “préstamos” del
hermano del Presidente de la época, Carlos Salinas de Gor-
tari, el mismo Raúl Salinas que financió a Slim la “com-
pra” de Teléfonos de México, hoy preso en una cárcel mexi-
cana con cargos de asesinato y narcolavado. Roberto Ma-
rinho, fallecido en 2003, consiguió varios canales estata-
les y Oswaldo Cisneros, primo de Gustavo, le dio una den-
tellada a la telefonía móvil de Venezuela.

222
Los dueños, además, se relacionan entre ellos, aunque
a veces tengan peleítas. Slim tiene negocios con el chileno
Ricardo Claro Valdés y es socio de Azcárraga en Televisa,
quien además esta asociado con Cisneros y éste tiene in-
tereses comunes con Santodomingo. También hicieron
“alianzas estratégicas” o sirvieron de puente a las corpo-
raciones transnacionales que cayeron al festín de la priva-
tización de las empresas públicas. Tienen, además, otras
afinidades, como el gusto por los aviones y los helicópte-
ros, los automóviles antiguos y variados tipos de caballos
finos. Pero su enfoque político de la pobreza y la desigual
distribución del ingreso no es unánime, en un continente
que exhibe tres países con la mayor desigualdad de ingre-
so de todo el planeta –Chile, México y Brasil– y donde me-
nos del 20% de la población controla más del 60% de los
ingresos totales de la región.
Por ejemplo, Santodomingo dice que la pobreza no es
del todo mala. Hablando con el escritor Luis Zalamea –
citado por Reyes– dijo, sin rodeos: “La riqueza nunca ha
sido bien distribuida en ningún país del mundo, porque si
así fuera no existirían países ricos o pobres... Incluso en
Suiza, que es un país que se podría citar como ejemplo,
hay ricos y hay pobres. Así es que ese cuento de que la
riqueza tiene que ser distribuida equitativamente es sólo
una ficción sin ninguna base. O sea, una utopía, palabra
inventada por los poetas... Resumiendo, la riqueza y la
pobreza van a coexistir perpetuamente en todos los países
porque siempre habrá gentes más inteligentes o listas, me-
jor capacitadas –o lo que tú quieras– que otras”.
Los analistas del mercado y los economistas sistémi-
cos también centran su preocupación en los fríos resulta-
dos macroeconómicos, sin tomar en cuenta la distribu-
ción del ingreso o el factor humano de la economía. En un
país puede darse una buena tasa de crecimiento, pero con
aumento del desempleo por la introducción de nuevas tec-
nologías que desalojan mano de obra intensiva. Esos de-
talles no tienen mayor importancia si hay un buen resul-
tado macroeconómico, según las orientaciones globales del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y de cualquier otra
organización supranacional que controle y regule la mar-
cha de la economía.

223
La pregunta es ¿para quiénes controlan y regulan? Es
una facultad que se le está quitando a los Estados de las
naciones independientes. En los hechos hay economías
que crecen sin equidad. Aumentan las exportaciones de
recursos naturales, cada vez con menos valor agregado –
por lo tanto, menos empleo– o con un mínimo valor añadi-
do por tecnologías sofisticadas que desalojan mano de obra,
como la celulosa e incluso el petróleo. La cifras macroeco-
nómicas de América Latina siempre indican crecimiento
económico, pero la pobreza aumenta y tampoco se reduce
la disparidad en la distribución del ingreso, al contrario.
Los sectores empresariales están cada vez mejor orga-
nizados para ejercer presión directa sobre los gobiernos a
través de sus grupos de poder, las organizaciones patro-
nales convertidas en mini-partidos y la prensa. Actúan ante
el menor asomo de alguna iniciativa que pretenda modifi-
car tímidamente las llamadas “reglas del juego”,
sacralizadas como parte del “sistema democrático” y del
“crecimiento del PIB”...
En la otra vereda, los sindicatos y las centrales obre-
ras pierden influencia con el agravante de la mutación de
la mano de obra y la creciente desvalorización del trabajo
humano, la única herramienta de las mayorías pobres.
Adicionalmente, las exigencias de mano de obra requie-
ren cada vez más especialización y, por consiguiente, una
mejor educación, que el Estado tampoco se plantea entre-
gar con gratuidad en ningún país del continente, al con-
trario, quizás con las excepciones de Cuba y Venezuela,
criticada precisamente por sus reformas sociales.
El primer ministro de economía que tuvo Chile tras
“el triunfo de la democracia” en 1990, el socialista Carlos
Ominami, levantó “la teoría del chorreo”, es decir, que
las descomunales ganancias del gran capital “chorrea-
rían” para abajo, hacia las clases populares, por el sim-
ple efecto de la ley de Newton, la gravedad. Pero poco de
esto ha ocurrido en 14 años de “transición hacia la de-
mocracia”, con gobiernos civiles que administran con mu-
cho más éxito el modelo económico heredado de una dic-
tadura que lo impuso por la fuerza durante 17 años.
En cambio, las utilidades de las empresas y del siste-
ma bancario crecen sin cesar, al igual que los resultados

224
macroeconómicos. La economía crece con injusticia y ésa
es la norma. Los economistas sistémicos insisten en que
cualquier modificación de la disparidad del ingreso... pone
en peligro el crecimiento económico. Y agregan, como Ian
Vásquez, del Cato Institute de Washington, que – para re-
ducir la pobreza– el crecimiento económico “es la mejor
herramienta”6. El crecimiento económico ¿de quiénes? De
aquellos que ya tienen suficiente. El mensaje encubierto
es que todo siga como está, que todo siga igual...
En la otra vereda hay poca gente que opine como Kate
Raworth, que no es “comunista” sino consultora de Nacio-
nes Unidas y colaboradora del PNUD: “La gente tiene dere-
cho a acceder a la educación, al agua potable, a la comida y
a la vivienda. Y en las sociedades muy desiguales, es poco
probable que los gobiernos hagan cosas para la gente po-
bre, porque ellos están más inclinados a las presiones de
los grupos más ricos de la sociedad”7.
Hasta un ex ministro de Hacienda de Pinochet, el eco-
nomista Luis Escobar Cerda, reclamó en 1995 que “algo
hay que hacer”....y rápido: “Por eso es que “algo” hay que
hacer en el corto plazo, ahora. Y ese “algo” es simplemente
que, en una actitud solidaria, los que tienen más contribu-
yan a solucionar los problemas más urgentes y dramáticos
de los que no tienen casi nada. Este es un requisito esen-
cial para la paz social, además de ser una verdadera acti-
tud cristiana de solidaridad. Y que no se diga que esta acti-
tud puede poner en peligro el desarrollo económico del país.
No es el momento de recordar todo lo que se ha investigado
y escrito sobre este tema, pero si es preciso insistir en que
si la gente –toda la gente– no tiene el concepto de que par-
ticipa, de una manera justa, en los beneficios del progreso,
se corre el serio riesgo de crear distorsiones en la conviven-
cia social que pondrían en peligro el progreso mismo”8.
Escobar Cerda, quien también fue ministro de Economía
de Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964), empleó un len-
guaje elegante para referirse al peligro mayor de una revolu-
ción. Tampoco nadie podría decir que es “otro comunista”,
“un izquierdista de retórica panfletaria” o un “populista”.

6, 7) Andrés Oppenheimer, Miami Herald, citado por Reyes.


8) El Mercurio, 11 de agosto de 1995, página 2, Santiago.

225
El pensamiento de Einstein
Muchos pensadores de diferente matiz ideológico han
venido expresando por décadas su preocupación por la
creciente concentración de la propiedad económica, en
general; su reflejo en una estructura no democrática de
los medios de comunicación; y, lo más preocupante, el
modelo de sociedad que los oligopolios llevan consigo,
implícitamente y casi por definición, o "por defecto". Por
ejemplo, Albert Einstein9 escribió lo siguiente en 1949:
“El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos,
en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en
parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la
división del trabajo animan la formación de unidades de
producción más grandes a costa de las más pequeñas. El
resultado del proceso es una oligarquía de capital privado
cuyo enorme poder no puede controlarse eficazmente, in-
cluso en una sociedad organizada políticamente de forma
democrática.
“Esto es así porque los miembros de los cuerpos legis-
lativos son seleccionados por los partidos políticos, finan-
ciados en gran parte, o influidos de otra manera, por los
capitalistas privados quienes, para todos los propósitos
prácticos, separan al electorado de la legislatura. La con-
secuencia es que los representantes del pueblo, de hecho,
no protegen suficientemente los intereses de los grupos
no privilegiados de la población.
“Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los ca-
pitalistas privados inevitablemente controlan, directa o in-
directamente, las fuentes principales de información (pren-
sa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de
hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible,
para el ciudadano individual obtener conclusiones objeti-
vas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos”.

9) Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949

226
X
Los amos de la prensa en América Latina

“L a diseminación de noticias y opiniones se ha con-


vertido en una rama de los grandes negocios y, como los
demás grandes negocios, ha avanzado a la etapa
oligopolista. Como tal, se ha convertido en el casi monopo-
lio de un puñado de grandes empresas... Pero, la disemi-
nación de noticias y opiniones no es un proceso producti-
vo ordinario. Está íntimamente ligado a la existencia de la
democracia efectiva... Existe un límite a la monopoliza-
ción de la opinión que la democracia no puede rebasar y
seguir siendo efectiva –y ésta será, por supuesto, la ten-
dencia política a favor del gran capital–, entonces es casi
imposible que el pueblo haga una elección racional. Estas
cuestiones, y no tanto las formas constitucionales, serán
las que realmente importen en las luchas políticas de la
segunda mitad del siglo”.
John Strachey, El capitalismo contemporáneo, 1954

“...Casi todos los medios que la vida moderna destina


a difundir noticias, y que son los que pesan en la opinión
pública, están vinculados con los grupos económicos”, es-
cribió Ricardo Lagos1 en 1961, en un temprano esfuerzo
progresista por demostrar cómo la alianza entre los pode-
res económico y mediático “gravita decisivamente en la
solución de los problemas nacionales y en la generación
de los poderes públicos”.
El abogado que llegó a ser Presidente de su país, pero
aplicando ideas distintas a los ideales de juventud, alertó
cómo la propiedad de los medios de comunicación chilenos
de 1958 encajaba en la concentración de la riqueza deten-
tada por 11 grupos que en definitiva constituían un sólo
súper grupo por sus vínculos e interrelaciones internas.

1) La Concentración del Poder Económica. Su Teoría. Su Realidad, Del


Pacífico, Santiago, 1961.

227
Los grandes dueños de los
medios de comunicación latinoamericanos
Emilio Azcárraga Gustavo Cisneros –Representacio-
nes: Sony Entertai-
ment Televisión,
Space, Axn, AE&
Mundo, History
Channel, Much Mu-
sic, Spice, Venus, In-
finito, ISat, Play Boy
TV, Uniseries, HTv,
Júpiter Comic, Loco-
motion, Entertai-
ment Television,
MuchMusic y War-
ner Brothers TV
Channel.
Colombia: Parti-
México: Propie- cipación accionaria
en la cadena Caracol.
dad del Grupo Tele-
El Grupo Cisne- Estados Unidos:
visa, el conglomera- ros opera en 39 paí- Cadenas Galavisión
do de medios de co- ses con 70 compa- y Univisión.
municación audiovi- ñías de radiodifu- –Participa en Di-
sual más grande del sión, televisión, tec- rectv Latin America,
país. Televisa, ade- nología, telecomuni- con Hughes Electro-
caciones y artículos nics y el Grupo Cla-
más, produce y dis-
de consumo. rín (Raven Media In-
tribuye contenidos Argentina: Parti- vestments), platafor-
para televisión, prin- cipación en Grupo ma de televisión sa-
cipalmente telenove- Clarín, negociación telital con presencia
las de habla hispa- canal 9 (Grupo en 27 países.
na. Posee: Hadad). –América Online
Chile: ChileVi- (Aol) Latinoamérica,
–Cuatro cadenas
sión, TV abierta, ca- establecida en alian-
de TV abierta. nal 11 (en venta). za estratégica con
–TV por cable. –Radios (FM) Fu- America Online (Aol),
–TV satelital, turo, Imagina, Puda- es la principal pro-
plataforma Sky. huel FM, Rock & veedora de conteni-
–Distribuye sus Pop, Concierto, Co- dos y servicios inter
contenidos televisi- razón, FM Dos y FM activos para América
Hit. Latina, con presencia
vos en el mercado in-
–Internet: significativa en Co-
ternacional. ElSitio. com lombia y en EE.UU.
–División de publi- ChileVision.cl. Venezuela:
caciones (revistas). ElSitio.com. Venevisión.

228
Agustín Edwards Angel González Chile: Red TV y
negocia ingresar a la
propiedad del Canal
13 de la Pontificia
Universidad Católica
de Chile.
Perú: Canal 13,
con el peruano Ge-
naro Delgado Par-
ker, y Canal 9, a tra-
vés de terceros.

Ernestina Herrera
Chile: Propietario
de El Mercurio y dos
diarios de circulación
nacional, de la cade-
na Radio Digital y de
19 periódicos regiona- Mexicano resi-
les. Con Álvaro Saieh dente en Miami, po-
(Grupo Copesa) con- see en América Lati-
forma un duopolio de na 30 canales de TV
la prensa escrita. abierta, 70 estaciones
–Diarios de cir- de radio, compañías
culación nacional: El distribuidoras de ma-
Mercurio, Las Ulti- terial de TV envasa-
mas Noticias y La Se- do, cadenas de salas Argentina: El
gunda (vespertino). de cine en México y Grupo Clarín tiene
–Diarios regio- Centroamérica, ac- control y/o partici-
nales: La Estrella ciones de la tienda pación en
(Arica), La Estrella Sears en Guatemala –Diarios Clarín,
(Iquique), El Mercu- y restaurantes. Olé y La Razón.
rio (Antofagasta), El Guatemala: Po- –TV abierta: LS
Mercurio (Calama), see todas las estacio- 85 Canal 13 y Ar-
La Estrella del Norte, nes de televisión tear; TV Cable: Mul-
La Estrella del Loa, abierta que existen ticanal SA, Superca-
La Prensa (Tocopi- en ese país, los ca- nal.
lla), El Mercurio (Val- nales nacionales 3, –TV Satelital: Di-
paraíso), La Estrella 7, 11 y 13. rectv LA y Canal 12
(Valparaíso), El Líder –Radiodifusión: Satelital Córdoba. –
(San Antonio), El 14 radioemisoras. Agencia: DyN;
Diario Austral (Te- –Cadena Cines
muco), El Diario Aus- –Radios AM/
Su imperio
tral (Valdivia), El Dia- abarca también oras
FM nacionales:
rio Austral (Osorno), 56 estaciones de ra- LR6 Radio Mitre,
El Llanquihue dio, cadenas de cines Cadena 100 (FM
(Puerto Montt). y restaurantes. 99.9) y FM GEN;

229
–Revistas: Inter- Álvaro Saieh B. Ricardo Salinas P.
net Surf, Elle Argen-
tina y Genios; Edito-
riales: Arte Gráfico
Rioplatense, Impri-
post, Editora Tran-
sandina de Revistas
SA y Editorial Agui-
lar;
–Diarios provin-
ciales: La Voz del In-
terior (Córdoba), Los
Andes (Mendoza) y
revista Nueva;
–TV abierta pro-
vincial: Canal 12
(Córdoba) y Canal 7 México: Posee la
(Bahía Blanca); cadena TV azteca
–Producción (que pertenecía al
para TV deportiva: Estado), negocios de
Tele Red Imagen SA TV, telefonía (Une-
y Televisión Codifi- fon) y tiendas de
cada SA; ventas a crédito.
–Producción
Julio Santodomingo
cine: Patagonik Film
Group;
Además, tiene o Chile: Propieta-
participa en 13 seña- rio del Consorcio Pe-
les de TV Cable, Pol- riodístico de Chile
Ka Producciones, SA (Copesa), partner
C l a r i n . c o m , de la cadena El Mer-
Ubbi.com, Frecuen- curio en el duopolio
cia web, Net 2000, de empresas que
Cinet, Prima (red in- maneja los diarios
teractiva de medios), de circulación nacio-
FullZero, Ciudad In- nal.
ternet, Datamarkets, –Posee los dia-
Papel Prensa, Audio- rios nacionales La
tel SA, Encuestadora Tercera y La Cuarta
CEOP, Adtime 99 (Ag. (en lenguaje vulgar),
publicidad), Multime- más el vespertino Colombia: TV y
dios y Multimarke- grauito La Hora, que Radio Caracol, diario
ting, Clarín Global, sólo circula en la ca- El Espectador, revis-
Planta impresora pital, Santiago. tas Semana, Cromos,
Agedit, Ferias y Expo- –Revista Qué RadioNet, etc.,
siciones Argentina SA Pasa, semanario. Avianca y cerveza
y Teledeportes SA. –Radio Zero, FM. Bavaria.

230
Tras explicar quiénes eran los dueños de los medios
chilenos de esa época, prácticamente los mismos de hoy,
Lagos escribió este diagnóstico (pp 168): “Como puede apre-
ciarse, casi todos los medios que la vida moderna destina
a difundir noticias, y que son los que pesan en la opinión
pública, están vinculados con los grupos económicos. El
poder de estos crece y se afianza mediante tales elemen-
tos publicitarios, y los hacen gravitar decisivamente en la
solución de los problemas nacionales y en la generación
de los poderes públicos”.
La relación entre la prensa, la inmovilidad del statu
quo social y el poder político viene discutiéndose desde
larga data en este continente. Los medios de comunica-
ción están imbricados con el poder en todos los países.
Todos los grandes propietarios latinoamericanos son fac-
tores de poder en sus respectivos países, pero además
poseen, controlan o influyen estaciones de televisión, ra-
dioemisoras y periódicos. Tal inclinación mediática no sólo
significa adición o amor al periodismo.
Con la excepción de la TV, el negocio mediático tam-
poco presenta siempre rentabilidad alta pero es un ins-
trumento perpetuo de poder y de dominación ideológi-
ca, coadyuvante para mantener la sociedad tal como está,
sin que nadie proteste y aunque a menudo disfrace o
tergiverse la verdad.
Los partidos políticos cumplen una función muy pare-
cida ...pero no encubren sus objetivos como lo hace la pren-
sa. Emergieron como claros exponentes de los intereses
de diferentes estratos sociales, como una suerte de co-
rreaje hacia al poder o intermediarios entre la ciudadanía
y el Estado. El partido Conservador respondió histórica-
mente a los grandes propietarios agrícolas del gran lati-
fundio. Su apellido –“conservador”– no llamaba a confu-
sión. El partido Liberal identificó los designios de la nue-
va clase propietaria que emergió con la industria, por no
decir con el capitalismo, y la nueva ideología que sacrali-
zó el mercado, consolidada por la revolución francesa,
aunque la trinidad “libertad, igualdad y fraternidad” sea
bastante relativa. Más tarde apareció el partido Laboris-
ta, o Socialista, con la misión de defender los intereses
de la nueva estirpe obrera, la mano de obra trabajadora.

231
Pertenecer a uno u otro partido involucró siempre una
definición e identidad, independientemente de que lo so-
cialdemócratas y laboristas-socialistas se hayan desna-
turalizado con el paso de los años o que existan personas
pobres atraídas a votar por los partidos de los poderosos.
En Venezuela se da otro caso atípico que ningún teóri-
co social anticipó. El llamado cuarto poder se empeñó en
destruir a la clase política y a los partidos, en una campa-
ña de una década, intensificada después de la matanza de
unos 3.000 pobres ordenada por la segunda administra-
ción de Carlos Andrés Pérez para contener las protestas
populares contra “la reforma económica” del FMI, expre-
sada en los saqueos al comercio del 29 de febrero de 1989.
Los medios llenaron la ausencia de crítica –de fondo– que
existía en esa sociedad despolitizada pero politiquera, cuya
policía perseguía en silencio a las organizaciones sociales
y a sus dirigentes. Una vez que desalojaron a la clase polí-
tica se designaron a sí mismos para llenar el vacío, asu-
mieron –en los hechos– el rol de los partidos y los dueños
de los medios sustituyeron a la vieja clase política en el
discurso público. Esa espiral hacia el poder condujo a di-
rigir las acciones del golpe del 11 de abril de 2002 desde
las oficinas de Venevisión, en Caracas.

Política y medios
Los diarios nacieron siempre al servicio de una idea.
Su origen fue “ideológico”, Simón Bolívar y José Miguel
Carrera fundaron El Correo del Orinoco y La Aurora de Chile
no tanto por amor al periodismo –su afán era la guerra de
independencia– sino para recabar apoyo ideológico en fa-
vor de su lucha política y militar contra el imperio de Es-
paña. Así también surgieron los primeros diarios en Euro-
pa y en Estados Unidos. El advenimiento de la nueva cul-
tura urbana engendrada por el desarrollo social industrial
–habría que decir derechamente “por el capitalismo”–, dis-
frazó a la prensa con una apariencia de independencia y
neutralidad, situándola en un pretendido limbo “más allá
del bien y del mal”.
Los medios de comunicación ingresaron al mercado de
consumo como un producto más, como el aceite, el pan y el

232
azúcar. La gente necesitó consumir noticias, información y
opiniones de diferente signo, pero a diferencia de los ali-
mentos nunca hubo control de calidad para la prensa y la
TV. El periodismo quedó a merced del afán del lucro y del
mito de la “mano invisible” que regula al mercado por sí
mismo. Nadie vende ni compra café, pan o mantequilla en-
venenados, pero las mentiras de los diarios pueden empon-
zoñar más de un desayuno.
El periodismo estadounidense derrochó tinta y papel
para entronizar la teoría de la “objetividad” de la prensa.
Se publicaron manuales de periodismo sacralizadores del
mito de la objetividad, el ritual de la “pirámide invertida” y
otras liturgias del oficio. Todo esto ocurrió se copió mecá-
nicamente en América Latina.
El concepto de “libertad de empresa” se amalgamó con
el de “libertad de prensa” hasta grabarlo en el inconsciente
colectivo. El paso siguiente fue proclamar a la prensa como
el “cuarto poder”, un poder del Estado que se eligió a sí
mismo, sin votos, pero se impuso con la fuerza del dinero.
Todos los poderes del Estado están sujetos a regulación y
control ciudadano, supuestamente a través del Congreso,
la Justicia o instituciones universales como la Contraloría.
Pero nadie verifica la responsabilidad social de los medios
de comunicación y sus obligaciones con el desarrollo de-
mocrático de las naciones.
Los diarios, las radioemisoras y la TV dicen que sus
contenidos sólo responden al rating, la audiencia y la cir-
culación. Pero el rating sólo mide lo que la gente está vien-
do a una hora determinada, sin preguntarle a los televi-
dentes qué quisieran ver a diferente hora del día. Tampo-
co hay encuestas serias para averiguarlo. La programa-
ción no tiene contrapeso: la definen pocas personas, gene-
ralmente deficitarias en cultura general. Los programas
rinden culto al dinero fácil, a la violencia y a la estupidez,
con un lenguaje peyorativo y discriminatorio hacia los ex-
cluidos y las minorías étnicas. Los espacios dedicados a
los niños son deplorables en todos los países. El grueso de
la transmisión latinoamericana de TV proviene desde Méxi-
co y Estados Unidos, mientras la programación local se
inclina por la “TV-basura” o la “TV-chatarra”, malsana como
la comida rápida.

233
Los medios erigieron una versión post-moderna del
Coliseo romano. No obstante, América Latina es una so-
ciedad global con bastante circo pero poco pan. Los me-
dios coadyuvan a la evasión del debate sobre los proble-
mas cruciales de cada país. Cultivan la banalidad, los
entretelones privados de la vida sexual y amorosa de los
personajes de la farándula, elevada a la categoría de bien
público. A la vez, des-informan e idiotizan. Desacreditan
las ideologías pero al mismo tiempo desempeñan un rol
ideológico con apariencia de “no ideológico”, con la finali-
dad última de amordazar cualquier cuestionamiento al
statu quo.
Supuestamente, en todos los países desaparecieron las
ideologías. Sin embargo, impera una “nueva ideología” que
se exhibe como no-ideología y, de paso, niega la ideología
del dominado. Los medios de comunicación estigmatizan
o ignoran la crítica, las ideas progresistas y las aspiracio-
nes populares. Al mismo tiempo, la información de prensa
oculta los conflictos sociales pero otorga gran realce a las
actividades de la elite en el poder. Los “dueños” se publici-
tan unos a otros en sus propios medios, donde la disiden-
cia no tiene cabida ni espacio. Allí no hay espacio para los
que no tienen voz. La internacional de la riqueza uniformó
el discurso mediático a nivel continental.
La TV atiende los requerimientos ideológicos de sus
avisadores, pero ejerce una dictadura sobre su verdadera
clientela, el grueso público. Sin embargo, el negocio de la
radio y la televisión –la radiodifusión– profita de un bien
público, las frecuencias radio eléctricas, asignadas a cada
país por la Unesco y otorgadas a los privados como una
concesión del Estado. Su explotación comercial debería
sujetarse a normas, como otras concesiones del Estado, o
la fabricación y distribución de alimentos, medicinas u
otros rubros de importancia.
La circulación real de los diarios y revistas es un mis-
terio en todos los países. Cada medio infla o inventa la
cantidad de sus lectores. No existe una verificación inde-
pendiente, seria, confiable, de la tirada real de los medios
impresos. Paradojalmente, se asegura que el rating y la
circulación son factores determinantes para definir crite-
rios a la hora de colocar publicidad en tal o cual medio,

234
pero no hay cómo contener la discriminación ideológica de
las agencias de publicidad que controlan el negocio. Las
agencias se adueñaron de los avisos, un servicio que en
última instancia pagan los consumidores que eligieron la
lata o el detergente en el automercado. El aviso está incor-
porado al precio de un artículo supuestamente “desideo-
logizado”, consumible por tirios y troyanos, por ejemplo
un alimento envasado.
Las publicidad –varias agencias son estadounidenses–
opera con criterios ideologizados que no toman en cuen-
ta cifras de circulación real, rating, ni consumo mediáti-
co efectivo de la mercancía “información y cultura”. Las
empresas periodísticas y las agencias de publicidad tie-
nen vasos comunicantes con el poder económico. Lisa y
llanamente, no hay oxígeno publicitario –avisos– para las
publicaciones disidentes, aunque sus lectores también
sean consumidores de detergentes, bebidas y alimentos.
A veces, la prensa alternativa, que sobrevive por mila-
gro, tiene mayor circulación que la llamada “gran prensa
corporativa”. Además, los grandes medios corporativos es-
tán perdiendo aceleradamente su credibilidad en todos los
países del mundo según estudios académicos de universi-
dades y centros de investigación de Estados Unidos y Eu-
ropa, como la universidad George Washington. Todo el ne-
gocio de la gran prensa radial, escrita y TV está erigido en
mitos superpuestos unos sobre otros.

¿Quiénes son los dueños?


Los grandes dueños de América Latina poseen, contro-
lan o influyen los principales medios de comunicación del
continente, entendidos como diarios, radios y estaciones
de TV. Su control mediático determina qué es una noticia
y cuándo se produce un hecho informativo. También defi-
ne cuáles son los hechos que debe conocer el grueso pú-
blico y el enfoque con que serán presentados. No todos los
hechos noticiosos que ocurren reciben los honores de la
tinta y las pantallas. Las noticias de la lucha social y sin-
dical están proscritas de los medios, tampoco hace noticia
la pobreza. Los trabajadores están condenados a la “clan-
destinidad” informativa, aunque no dejan de luchar por

235
sus legítimos derechos. En cambio, abundan las noticias
sobre actividades sociales de los ricos y sus esfuerzos por
intensificar la rentabilidad de sus negocios.
La agenda cotidiana de los medios –también llamada
“pauta”– determina por adelantado cuáles serán las noti-
cias del día, y no al revés. Hay hechos indeseables, previs-
tos o no, que jamás reciben difusión. Las cámaras de TV
acuden prestas a cubrir un incendio, o a reportear un cri-
men o cualquier otro hechos policial no previsto por la pau-
ta, pero no hay cobertura periodística para las huelgas aun-
que tengan larga duración. Simplemente se ocultan, a me-
nos que los huelguistas protagonicen “desórdenes públi-
cos” que entonces sí reciben amplia cobertura como “des-
manes callejeros de antisociales”. El lenguaje de los medios
suele estigmatizar la pobreza, las luchas sociales, sindica-
les, indígenas y, en general, las ideas progresistas.
La actividad de la farándula tiene prioridad mediática
en todos los países. Sus protagonistas se convirtieron en
materia prima para que la prensa y la TV fabriquen a toda
prisa los nuevos “líderes de opinión”, quienes “orientan” al
público asegurándose, a veces, una rápida carrera si de-
sean ingresar a la política. Escasean las confrontaciones
tipo panel de opinión sobre temas de real interés con es-
pecialistas o personajes públicos que hayan adquirido edu-
cación superior. Reinan la chabacanería, la mediocridad y
hasta la ignorancia. No existe el pluralismo informativo.
Los noticiarios utilizan un lenguaje excluyente y peyorati-
vo La lengua castellana es uno de los grandes perdedores.
La pauta informativa, todo aquello que los medios de-
ciden que es publicable y debe conocerse, condiciona a su
vez la agenda política, las tareas del gobierno, del parla-
mento y hasta del poder judicial. El aparataje mediático
“orienta” las políticas de gobierno, decide qué leyes son
buenas y cuáles no, legitima el lobby –o tráfico de influen-
cias–, cuestiona las iniciativas del Estado que podrían per-
judicar poderosos intereses encubiertos y manipula los
matices políticos de la llamada “opinión pública”.
En cada país de la región existe un poder mediático
unilateral, con una visión monoteísta de la sociedad, que
rinde culto a la ideología neoconservadora que, a su vez,
sustenta el modelo económico neoliberal y es enemigo acé-

236
rrimo del pluralismo. Es un poder totalitario, impuesto por
la fuerza del dinero, en el que también participa la Iglesia,
presente en la propiedad de los medios em varios países,
con diarios, radios y televisión.

Los grupos mediáticos


Un “pentágono” mediático “orienta” las mentes latinoa-
mericanas. Cinco grandes grupos controlan la TV latinoa-
mericana. Pertenecen al venezolano Gustavo Cisneros Ren-
diles (Univisión, cable Directv, canales ChileVisión y Vene-
visión), los mexicanos Emilio Azcárraga Jean y Carlos Slim
Helú (Televisa), Ernestina Herrera viuda de Noble de Ar-
gentina (grupo Clarín), los hermanos Marinho de Brasil
(grupo O’Globo) y el mexicano Ángel González, quien resi-
de en Miami, se esfuerza por mantener un bajo perfil, po-
see los cuatro canales de TV de Nicaragua, Red TV Chile,
dos en Perú, otros 23 en la región, además de unas 70
emisoras de radio, y también aspira a ingresar al Canal 13
de la Universidad Católica de Chile. Si González no apare-
ce en el Forbes es porque todavía no cumple el requisito
de los mil millones de dólares, pero cada año se acerca
más.
Globo exporta sus telenovelas dobladas al castellano, con
gran aceptación en el mercado hispanohablante.
El periodista colombiano Gerardo Reyes Copello2 ase-
gura que la regresiva distribución del ingreso “parece tam-
bién una variable neutra para los grandes medios de co-
municación de América Latina”. La pobreza no produce
titulares. Dice que “la explicación de la indiferencia está
directamente relacionada con el hecho de que muchos de
los magnates latinoamericanos ejercen el control en forma
personal, o por delegación sumisa, de los más importan-
tes periódicos, revistas, canales de televisión y emisoras
de radio de América Latina”.
El “pentágono mediático” procesa las noticias de la re-
gión y “orienta” la información final que llega al público, en
una abusiva simbiosis de riqueza y poder. Invoca y defien-
de la sagrada “libertad de prensa”, pero en definitiva, ejerce

2) Revista Plan B, 22 de abril de 2004, Santiago, Chile.

237
un poder para el que nadie lo eligió, sino el dinero. “Los
medios se usan para promover los productos del propieta-
rio, incluyendo sus candidatos políticos”, escribió Reyes. El
mexicano González recibe en su residencia de Miami a los
políticos que van a rendirle pleitesía cada vez que hay una
elección en Nicaragua. “Desde sus apartamentos de París o
Nueva York, o dentro de las mismas salas de redacción, los
magnates latinos también manejan la política nacional”, dijo
Reyes. Levantan o sepultan a un candidato presidencial.
Han apoyado democracias y dictaduras. También financian
las campañas electorales.
Los intereses de los dueños de América Latina se refle-
jan cotidianamente en los titulares y en la cobertura par-
cializada de los noticiarios de TV. Además, institucionali-
zaron la censura y la auto censura en las salas de redac-
ción. Aquellos súper millonarios que no tienen propiedad
directa sobre los medios ejercen un control indirecto otor-
gando los favores de la publicidad de sus empresas.
El sistema informativo latinoamericano está imbricado
con el aparato mediático estadounidense, donde la pro-
piedad de los medios se concentra en media docena de
grandes corporaciones. La uniformidad informativa se hizo
total. Los periodistas de la región presentan las noticias
internacionales tal como llegaron al ámbito local, elabora-
das en el norte del continente. A su turno, allá en el Norte
reproducen la información sobre el Sur tal como salió de
los laboratorios del “pentágono mediático” y su periferia.
Las coberturas de la invasión a Irak de 2003 y de Afganis-
tán en 2001 mostraron la faceta unilateral del totalitaris-
mo mediático del sistema informativo universal.
En el ámbito nacional latinoamericano, los cuatro o cin-
co canales de sintonía territorial –que se supone compiten
entre sí– ofrecen al público doméstico exactamente las
mismas noticias locales, tratadas con idéntico enfoque y
utilizando a los mismos personajes que formulan exacta-
mente las mismas declaraciones. No hay más que un solo
referente informativo y un solo punto de vista. En países
como Chile, donde los noticiarios estelares de los cuatro
canales de cobertura nacional se transmiten a la misma
hora, ocurre a veces que el mismo personaje coincide ha-
blando, simultáneamente, por las cuatro estaciones, pero

238
no se trata de una cadena nacional. Es sólo el notable
efecto de la “afinidad informativa”, aunque resulte fasti-
diosa.
Estados Unidos perfeccionó la afinidad informativa en
los medios domésticos latinoamericanos durante la inva-
sión a Irak de Bush y Blair. Con la impronta del big bro-
ther orweliano, los gobiernos de Bush y Blair permitieron
la cobertura de las operaciones militares sólo a los “perio-
distas incrustados” entre las tropas bajo el liderazgo CNN.
Los periodistas estadounidenses hasta entonces respeta-
bles, como Dan Rather, se cuadraron ante el presidente.
Cinco días después que la estatua de Saddam Hussein se
desplomara en la plaza Firdos de Bagdad, Rather –el hom-
bre ancla de la televisión estadounidense– apareció en el
programa “Larry King en Vivo”, de CNN, para darle énfasis
a su obediencia profesional. “Mire, yo soy un americano”,
dijo el periodista de CBS. “Yo nunca intenté perjudicar a
nadie, ni soy un internacionalista o algo parecido. Pero
cuando mi país está en guerra, yo quiero que mi país gane,
cualquier que sea la definición de ganar. Ahora, yo no puedo
asegurar que habrá una cobertura sin prejuicios. En esto,
yo soy prejuiciado”.

Dueños de medios en EE.UU.


America On Line-Time/Warner es la propietaria de CNN
y, además, es el primer grupo mediático del mundo por su
ingresos totales de 39,5 mil millones de dólares en 2003.
Posee 64 magazines como Time, Life & People y Mad, varios
en alianza con At&T y uno en el Reino Unido; sus cadenas
de TV incluyen numerosas estaciones, redes, cables y pro-
ducción de programas (CNN, HBO y TNT); posee 5 equipos
de fútbol y/o béisbol; produce películas mediante Warner
Brothers y otras subsidiarias; tiene 40 sellos musicales y 4
editoriales de libros.
Es inútil reseñar en detalle todo lo que tienen las gran-
des corporaciones: consumirían gran parte de las paginas
de este libro. Cada conglomerados “monstruo” fabrica di-
nero ofreciendo información mezclada –o confundida– con
entretenimiento y espectáculo a través de cadenas de TV,
revistas, diarios, radios, Internet, películas, música, de-

239
portes, libros y otros medios. La televisión siempre es el
renglón mas importante.
Según la revista liberal revista The Nation, de Nueva
York, Aol/Time-Warner, alcanzó ganancias de US$ 32
mil millones en 2001. Con pequeñas variaciones en los
rubros y en su magnitud gigante, sigue At&T Corpora-
tion, con US$ 66 mil millones (mm) de rentabilidad en
2001 –cuya división cable fue adquirida ese mismo año
por Comcast–, Sony (US$ 53,8 mm), Bertelsman (US$
16,5 mm), Liberty Media Corporation (US$ 42 mm), Vi-
vendi Universal (US$ 37,2 mm), Viacom Inc. (US$ 20
mm), General Electric (US$ 129,9 mm), Walt Dysney
Company (US$ 25,4 mm) –que a comienzos de 2003 quiso
comprarla Comcast y a mitad de 2004 se negó a distri-
buir la película Farenheit 9/11, de Michael Moore– y
News Corporation (US$ 11,6 mm). Un dato para cuanti-
ficar estas ganancias: las reservas internacionales del
Banco Central de Venezuela ascendían el 4 de junio 2004
a US$ 23,9 mm.
Estos monstruos comunicacionales controlan las más
conocidas cadenas de noticias, como ABC, NBC, CBS, Te-
lemundo, Fox, Upn, etcétera. Críticos estadounidenses de
los medios (media watch) como el californiano Norman So-
lomon reducen el grupo propietario a seis grandes corpo-
raciones -en los años 60 eran más de 40-, señalando que
los capitales corporativos se entrecruzan en alianzas de
poder que controlan terceras corporaciones mediante par-
ticipaciones accionarias bajas y sofisticados enroques de
capitales. Por ejemplo, At&T posee 8% de News Corp. (ca-
dena Fox) A su vez, Janus Corp. está presente en el 5% de
Liberty Media y en 6% de Aol/Tw (CNN), gigante que a su
vez pertenece en 4% a Liberty Media, en 18% a New Corp.
y en 1% a Viacom, a su vez controlada en 68% por Natio-
nal Amussement.
El magnate mediático Keith Rupert Murdoch controla
–entre otros– News Corp. (Fox) con el 30%, en alianza con
8% de At&T, en tanto el Grupo Bruxelles detenta el 25%
de Bertelsmann. Hubo polémica cuando Murdoch, cuya
insignia es el canal de noticias Fox, pidió aprobación fede-
ral para comprar Directv, el gigantesco proveedor de seña-
les por satélite en que participa el venezolano Cisneros.

240
El imperio Murdoch
posee también British
Sky Broadcasting (BS-
kyB) y Start TV en Asia.
NBC, la primera red de
transmisión de Estados
Unidos, posee y opera
más de 14 estaciones,
junto con Cnbc –otra
red del negocio de las
noticias– y Telemundo,
la segunda programa-
dora en castellano de
EE.UU. NBC adquirió
recientemente las redes
de películas por cable
Murdoch
Bravo y Film&Arts. En
junio de 2004 ingresó en Italia y antes lo hizo en Inglaterra.
Viacom posee teatros en Canadá (Famous Players) y
en otros países, como por ejemplo los cines United Cine-
mas Internationals en sociedad con Vivendi. CNN Interna-
tional puede verse en 212 países, por un público diario
global de mil millones.
En EE.UU. todavía quedan restos de regulación federal con-
tra la excesiva concentración oligopólica de la propiedad de los
medios, pero el gobierno de Bush se propuso abolir las últimas
normas que datan de los tiempos de Franklin Delano Roose-
velt. La agencia gubernamental encargada del control
regulatorio, la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC se-
gún su sigla en inglés, cuyo jefe es Michael Powell, hijo del
secretario de Estado, Collin, terminó por aprobar las aspiracio-
nes de Murdoch y Cisneros.
Murdoch-News Corp. fusionó News Corp./Fox y Directv
a partir del 34% de Hughes Electronics que le compró a Ge-
neral Motors, propietaria final de la mayoría accionaria de

Keith Rupert Murdoch, “Zar mediático mundial”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
7,8 5,5 5,7 7,8 9,4 7,2 5,3 2,8 3,2

241
DirecTV. Murdoch expandirá la recepción de sus canales Fox,
Fox News Channel y Fox, controlará los precios que paga el
usuario final y expulsará del negocio del cable a pequeñas y
medianas compañías. Ya Murdoch posee unos 11,5 millo-
nes de suscriptores directos de TV por satélite, pero su par-
ticipación en Hughes Electronics, la compañía madre de Di-
rectv, le permitió a News Corp. aumentar de golpe su progra-
mación en América Latina, reducida hasta ahora a 4 países
–México y Chile entre ellos– en que ya existía Sky, distribui-
dor también de contenidos de Azcárraga-Televisa. El siguiente
paso fue la fusión de Sky y Directv.
La fusión de News Corp. y Fox con Directv tropezó con
gran oposición en Estados Unidos. No prosperó en diciem-
bre de 2003, pero Murdoch y Cisneros insistieron. Las críti-
cas vinieron de gente muy variada. “News Corp., Sky Latin
America y Hughes Electronic's Directv Latin America (Dla),
dominan el mercado Dth (direct to home, directo a casa) en
Centro y Sur América. Una toma de posesión de News Corp.
sobre Directv pondría el control de ambas plataformas en
las mismas manos”, comentó Steve Blum3, en un artículo
publicado en un boletín concerniente al sector satélites.
Miren Gutiérrez, de Inter Press Service, piensa que “me-
nos jugadores y menos libertad, entierran a la prensa como
servicio”4.“Si los magnates mediáticos controlan, satisfechos,
los medios de comunicación y, además, controlan la distri-
bución de esos medios de comunicación, entonces ellos con-
trolarán la puerta de una extensa gama, rango y puntos de
vista de la información”, opinó Chuck Lewis, director ejecu-
tivo del Centro para la Integridad Pública (Fair). “Ese tipo
de dominio en la publicidad y el poder político es potencial-
mente peligroso para cualquier democracia”, dijo.

Concentración vs democracia
La concentración del capital en Estados Unidos echa
por tierra el sueño americano de la libre competencia en
igualdad. Estados Unidos es una sociedad en que los po-
bres tienden a quedarse pobres, por duro que trabajen, y

3) The Orbiter, agosto-septiembre 2003.


4) IPS, 20 de marzo de 2004.

242
donde los hijos tienen mayores probabilidades de here-
dar el estatus socioeconómico de sus padres que los de
la generación anterior, afirmó el artículo “Despertando
del sueño americano”, publicado en Business Week, que
no es un “pasquín izquierdista”5, al decir del economista
Paul Krugman, de la Universidad de Princeton y colum-
nas del The New York Times, quien comentó que “nues-
tros líderes políticos hacen todo lo que pueden para for-
talecer la desigualdad de clase, a la vez que acusan a
quien se queje –o siquiera señale lo que ocurre– de prac-
ticar la ‘lucha de clases’”.
Según los economistas estadounidenses Thomas Pike-
tty y Emmanuel Saez –citados por Krugman–, entre 1973
y 2000 el ingreso real promedio del 90% más bajo de los
contribuyentes estadounidenses disminuyó en 7%, en tanto
el del 1% más alto creció 148%, el del 0.1% más alto au-
mentó 343% y el del 0.01% se elevó 599%, utilizando da-
tos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Sus gua-
rismos excluyen las ganancias de capital, así que no con-
tienen la distorsión generada en esos años por la “burbu-
ja” tecnológica del mercado de valores. Para Krugman, la
distribución del ingreso en Estados Unidos ha vuelto a los
niveles de desigualdad de los tiempos de la “era dorada”
que condujo a la Gran Depresión6.
Los apologistas de la movilidad del ingreso y los satani-
zadores de la lucha de clases, aseguran que Estados Uni-
dos no es una sociedad de castas, porque las personas que
obtienen altos ingresos en un año pueden tener bajos in-
gresos el año próximo, y viceversa, y el camino a la riqueza
está abierto para todos. Pero aquí aparecieron los “comu-
nistas” de Business Week retrucando que “Estados Unidos
es más una sociedad de castas de lo que nos gusta creer. Y
las líneas entre las castas se han vuelto mucho más rígidas
en tiempos recientes”7.
El mexicano Oscar Casilla8 pidió un debate sobre “el
impacto que la concentración de medios de comunicación
tiene sobre la manera en que se desarrolla la democracia”.
Opina que “las sociedades requieren protegerse para evitar

5, 6 y 7) La Jornada de México, 19 de enero 2004.


8) Crónica, México 22 de febrero de 2004.

243
que un medio de comunicación se sitúe por encima de sus
intereses” y dijo que “es perfectamente comprensible la im-
portancia del debate sobre la concentración de medios, por-
que al fin y al cabo es un tema de concentración de poder”.
La libertad de prensa es algo más que la libertad de empre-
sa. Y la libertad de expresión concierne a toda la ciudada-
nía consumidora de la “mercancía” en que se han transfor-
mado la información y la cultura. “El tema de discusión de
fondo, a largo plazo, y sobre todo que atañe más de cerca a
los ciudadanos, es sobre las consecuencias que la concen-
tración de medios en un puñado de grupos traerá para la
vida democrática de las naciones”, reflexionó el mexicano.
“Los defensores del estrecho control de los medios de co-
municación manejan con precisión el universo de medios a
disposición de la población [de EE.UU.]: casi 1.000 periódi-
cos, más de 8.000 semanarios, 10.000 estaciones de radio y
televisión 11.000 revistas, 2.500 editoriales que publican li-
bros... y más... Desgraciadamente, los números ahondan el
problema del mando excesivamente concentrado. Si el nú-
mero de medios está creciendo y el número de dueños decli-
na, entonces cada dueño controla un poder de comunicacio-
nes aun más formidable”, señaló Ben H. Bagdikian9.
Las madejas de grandes propietarios se entrelazan en
los consejos de administración de las corporaciones. Por
ejemplo, los directorios de medios de comunicación com-
parten a los miembros de la junta directiva de una varie-
dad de otras grandes corporaciones, incluso bancos, com-
pañías de inversión, compañías de aceite, clínicas de sa-
lud, corporaciones farmacéuticas y compañías de tecnolo-
gía. Bagdikian detalla algunos “conflictos de intereses” que
originan estas trenzas, en su libro El monopolio de los me-
dios de comunicación. Además, dejan en evidencia la falta
total de independencia de los medios de comunicación fren-
te al poder económico.
Robert W. McChesney10 opina que “los conglomerados
globales pudieron tener, a veces, un impacto progresista,

9) El Monopolio de los Medios de comunicación, Prensa de la Alme-


nara, 2000, pp 222.
10) Los nuevos medios de comunicación globales, un mundo pequeño
de grandes conglomerados, revista The Nation, 29 de noviembre, 1999.

244
sobre todo cuando entraron en naciones cuyos medios de
comunicación estuvieron controlados herméticamente por
sistemas de regímenes corruptos (como muchos de Améri-
ca Latina) o naciones que ejercía una espesa censura esta-
tal sobre los medios de comunicación (como en lugares de
Asia)”. Pero según este autor, hoy se muestran francamen-
te reaccionarios: “Los gigantes de los medios de comunica-
ción son políticamente conservadores porque siendo bene-
ficiarios significativos de la estructura social actual alrede-
dor del mundo, no está en su interés cualquier cambio en
las relaciones sociales o de propiedad en las naciones, par-
ticularmente si su magnitud reducirá el poder de sus nego-
cios”, escribió McChesney.
“Cuando Viacom ofreció comprar CBS en alrededor de
37 mil millones de dólares, temprano en 1999, se produjo
una agitación de alabanzas en los grandes medios de co-
municación de EE.UU., que por otra parte informan muy
poco de su propia industria”, se quejó Barbara Ehrenreich.
“Sin embargo, desaparecen eslabones y hay cada vez
'menos y menos jugadores' entre los medios de comunica-
ción; esto redunda en una posible menor diversidad y re-
ducción de la calidad del periodismo, así como los intereses
políticos pueden no permitir cubrir ciertos temas”, dijo
Ehrenreich en una ceremonia de premiación, en Nueva York,
de las historias y temas que no publicaron los medios de
comunicación corporativos debido a la censura.
En Estados Unidos todavía sobrevive algo de pensa-
miento crítico. No todos los ciudadanos piensan como sus
dirigentes políticos. Project Censored11 es un antiguo pro-
grama académico de la Universidad de Sonoma, Califor-
nia, animado hoy por el sociólogo Peter Phillips, que lleva
tres décadas –desde los tiempos del Watergate– detectan-
do científicamente los temas de crucial importancia que
oculta e ignora la gran prensa corporativa.
Comenzaron con “10 temas más censurados” por año,
pero al comenzar el siglo 21 tuvieron que elevar las histo-
rias top a 25 anuales. La conclusión de Phillips: “Mien-
tras más concentración, más censura”. Anualmente, la

11) http://www.projectcensored.org/

245
Universidad de Sono-
ma publica en Nueva
York un libro de más
de 500 páginas con los
temas ignorados y re-
flexiones académicas
sobre el periodismo
contemporáneo en Es-
tados Unidos.
Con enfoques dife-
rentes, varias universi-
dades destinan fondos
para efectuar trabajos
críticos sobre los me-
dios. El informe acadé-
mico The state of the
news media 2004, emi-
tido por el Proyecto para
la Excelencia del Perio-
dismo, una investiga-
ción respaldada por la
Universidad de Columbia12 concluyó en 2004 que la “in-
dustria periodística” estadounidense sigue cuesta abajo por
su mala calidad informativa y sus frecuentes mentiras. El
estudio de 500 páginas indica que el periodismo estadouni-
dense del siglo 21 se encuentra en un estado lamentable,
“del qué solo parecen salvarse los medios alternativos, aque-
llos que operan en Internet y las cabeceras concentradas
en comunidades como la hispana”, comentó Pedro Rodrí-
guez, corresponsal en Washington del diario derechista es-
pañol ABC, por lo demás el único que reseñó –brevemente–
esta información. Una característica de la gran prensa es
que no informa sobre sí misma y tampoco le agrada la críti-
ca. Esa impronta de signo totalitario ya fue señalada en la
primera mitad del siglo 20 por el periodista estadounidense
George Seldes, animador de la revista Fact y uno de los más
lúcidos periodistas críticos que han existido en ese país, un
hombre que vivió 104 años y falleció a fines del siglo 20.

12) http://www.journalism.org/
http://www.stateofthenewsmedia.org

246
Big media = calidad cero
Los grandes medios -diarios y televisión- enfrentan una
situación nada optimista. La circulación de la prensa escri-
ta cayó en 11% desde 1990, en tanto el “rating” o sintonía
de noticiarios de TV abierta se redujo en 34% en la última
década. Las grandes corporaciones de TV que explotan el
negocio de la “noticia”, es decir, los servicios “pagados” por
suscripción vía cable, como las cadenas Fox News, CNN y
Msnbc, no incrementaron los abonados a sus “sistemas in-
formativos”, a pesar de “las grandes noticias acumuladas
desde 2001”, y en el mejor de los casos, mantuvieron es-
tancado el universo de su clientela, señala el informe.
El documento atribuye parcialmente el menor interés
ciudadano por los grandes diarios a las transformaciones
acaecidas para todos los medios de comunicación, compa-
rables al trauma que provocó la irrupción del telégrafo o de
la televisión, pero esta argumentación pierde consistencia
cuando se contrasta con el aumento de la circulación de los
diarios en lengua española que también existen en el país
del norte. Por lo demás, el fenómeno del cambio y transfor-
mación tecnológica no fue exclusivo de EE.UU., sino que se
dio en todo el planeta.
La razón más importante, a la hora de explicar la deca-
dencia de los medios, se encuentra más bien en la pérdida
creciente de su credibilidad pública. Los lectores parecen
estar pasándoles sus propias facturas a los grandes diarios
por los fraudes en que incurrieron periodistas “famosos”,
incluso más de un nominado al Pulitzer, como Jayson Blair,
de The New York Times; y Jack Kelly, de USA Today, aparte
de otros casos de invención de reportajes y de noticias que
se dieron en el Boston Globe, New Republic y Chicago Tribune.
Las mentiras fabricadas por muchos medios de comuni-
cación importantes convirtieron en ciencia ficción o en un re-
cuerdo increíble para la historia de la profesión, las grandes
hazañas periodísticas del pasado reciente, como la investiga-
ción del “caso de espionaje Watergate” de la década del 70.
Hoy, la industria de la comunicación pierde audiencia, dete-
riora su escasa calidad y emplea cada vez a menos periodis-
tas, a causa del desempleo que provocan las frecuentes fusio-
nes de grandes corporaciones propietarias de medios.

247
Carl Berstein y Bob Woodard, entonces dos jóvenes re-
porteros, contaron con el respaldo de sus jefes y de la em-
presa editora del The Washington Post para llevar adelante
su investigación periodística. Sin proponérselo, lograron
aumentar la venta de diarios sin necesidad de mentir, ha-
ciendo circular millones de ejemplares extras del periódico
y –de paso– sacaron de la escena al Presidente Richard
Nixon, a la vez que derrotaron los esfuerzos de su poderoso
gobierno por acallar en la prensa las incidencias del célebre
caso del espionaje republicano contra los demócratas.

“¡Más 'periodista' serás tú!”


Los contenidos de la “industria” hoy apuestan a la frivo-
lidad, al chismorreo y a la superficialidad. Más bien impera
la “calidad cero”, con una oferta desmedida de contravalores
opuestos a la ética periodística más elemental –en desme-
dro de la verdad–, llegándose últimamente a “fabricar” no-
ticias que jamás existieron. La desfachatez en mentir sin
escrúpulos es también un fenómeno “copiado” por la prensa
latinoamericana, en particular en los diarios afiliados a la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), como El Univer-
sal y El Nacional de Caracas, la cadena El Mercurio y La
Tercera, ambos de Chile, entre muchos otros.
Por otra parte, las actividades de Unesco relacionadas
con el periodismo tienen a las grandes empresas mediáti-
cas como sus principales financistas, bajo la figura del
“sponsor”, quienes terminaron orientado políticamente las
actividades vinculadas al periodismo que sustenta esa
agencia de Naciones Unidas. La simbiosis SIP-Unesco pre-
mia hoy este anti-modelo de “periodismo”, galardona a
“agentes de inteligencia” y a agitadores pro estadouniden-
ses rentados, a quienes convierte en “periodistas” y a ve-
ces, además, en “poetas”, como el cubano Raúl Rivero.
En muchos países latinoamericanos, la profesión de
“periodista” está perdiendo aceleradamente su antiguo
prestigio. Los manifestantes y otros protagonistas de las
noticias auténticas –que luego serán deformadas por sus
medios– hoy lanzan piedras a las cámaras de TV y
corretean a golpe limpio a muchos periodistas. Así como
la otrora respetable “profesión más antigua del mundo”

248
perdió su gran influencia política adquirida en las cortes
europeas del siglo 18 y 19, el periodismo del siglo 21 tam-
bién pierde terreno. Si una cortesana hoy no es más que
una simple “puta”, en República Dominicana el sustanti-
vo “periodista” suena como un insulto de lo peor: “¡Más
‘periodista’ serás tú!”, le espetó un entrevistado a un ani-
mador de TV de Santodomingo cuando el presentador
calificó a un amigo suyo como “distinguido... periodista”,
con la intención de elogiar a José Rafael Vargas, secreta-
rio general de la Federación Latinoamericana de Perio-
distas (Felap).
El público de EE.UU. abandona su credibilidad por la
gran prensa. Según los datos del estudio mediático 2004,
los estadounidenses que valoran positivamente la profe-
sionalidad de los medios de comunicación cayeron del
72% en 1985 a 49% en 2002.
La percepción popular de que los periodistas hacen todo
lo posible por ocultar sus errores, creció - por el contrario-
de 13% a 67% en el mismo período. “A medida que se
fragmentan las audiencias y se reduce el personal de planta
de las redacciones, se continúa erosionando la confianza
del público”, aseguró Tom Rosenstiel, director del “Pro-
yecto para la Excelencia del Periodismo”.
Los periódicos de Estados Unidos prescindieron de
2.200 profesionales de la información respecto a los nive-
les de empleo de 1990, en tanto los servicios informativos
de las grandes cadenas cuentan hoy con un tercio menos
de periodistas que en 1985. El semanario Newsweek, para
citar un ejemplo, redujo su redacción a la mitad del perso-
nal durante los últimos veinte años.
La radio es el sector que hoy exhibe la mayor con-
centración de la propiedad y, al mismo tiempo, genera
los mayores volúmenes de desempleo de periodistas.
Clear Channel Communications, de San Antonio, Texas,
concentra aproximadamente 1.270 estaciones en EE.UU.
y otras 240 estaciones en el exterior, después de tener
no más de 40 emisoras en 1996. La actividad de todas
las radios del país del norte redujo masivamente sus
plantillas periodísticas, al punto que hoy opera en todo
el territorio con apenas el 56% de los periodistas que
poseía entre 1994 y 2001.

249
The big brothers:
Murdoch & Cisneros
Como resultado de los recortes de personal profesional
desaparecieron los controles internos de calidad informati-
va. Ya no existe interés en contrastar versiones de diferentes
fuentes sobre un mismo tema, ni de contextualizar noticias,
quizás porque los pocos periodistas que laboran en los me-
dios están recargados de trabajo, cubriendo cada vez mayo-
res frentes informativos. Aunque todavía sobrevive algún pe-
riodismo de cierta calidad, se encuentra más bien en Inter-
net. En los últimos años se ha producido una explosión de
contenidos triviales y subjetivos, con una inclinación casi
enfermiza hacia el mundo de la farándula y la cobertura de
los llamados “sucesos” o hechos de corte policial.
Pero cuando una muchedumbre exaltada asesina a
soldados estadounidenses y luego deshonra sus cadáve-
res, como ocurrió en el pasado en Somalía y en 2004 en el
Irak invadido, entonces la prensa oculta esas imágenes
para “no herir susceptibilidades”, sea por auto censura,
imposición del gobierno o ambas. Así, se aplica la misma
receta que a las víctimas civiles, mujeres y niños de los
bombardeos indiscriminados y periodistas asesinados por
soldados estadounidenses, imágenes que jamás son exhi-
bidas por las grandes cadenas por “inconvenientes”.
El informe consigna que en este clima de mediocridad,
las nuevas inversiones en medios de comunicación en
EE.UU. se concentran más en la distribución y presenta-
ción de noticias que en la búsqueda de información, en
privilegiar los salarios de los presentadores y “hombres
ancla” que en mejorar los ingresos de los trabajadores de
la información, bajo el imperio del nuevo concepto de que
“los rostros venden noticias”, en detrimento de la calidad
del trabajo profesional de los periodistas.
Según el análisis de los contenidos investigados para
el estudio 2004, el 68% de las historias repetidas hasta el
cansancio por los canales informativos pagados carecen
de datos originales y presentan un evidente énfasis en la
velocidad en perjuicio de la exactitud, característica que
también reproducen las versiones “on line” de estos mis-
mos medios. Los autores del análisis insistieron en que el

250
buen periodismo hoy
es más necesario, y a
la vez más difícil, que
nunca.
El binomio Murdo-
ch-Cisneros se tendió
mutuamente la mano.
Con la fusión Directv/
Sky Murdoch entrará
al mercado de Esados
Unidos, donde ya tenía
presencia en diarios
pero no en televisión
pagada. Sky ya era fuerte en Brasil y México, mientras
Directv dominaba los mercados de Venezuela, Argentina
y Puerto Rico. Directv, fundada en 1995, ofrece 325 ca-
nales de programación conjunta, películas y espacios
pagados para visión por cable, a los que añade 100 cana-
les de música en más de 25 mercados de América Latina
y el Caribe. Murdoch ya tiene presencia en el Reino Uni-
do y en Italia con BSkyB, mientras Cisneros se propone
ahora introducir al duo en el resto del mercado latino-
americano, fortalecer la presencia que ya tiene en Argen-
tina, afincarse mejor en Brasil e ingresar a China, no sólo
en televisión, con su holding Eccelera.
Pero el dueto no le informó a nadie que Directv estuvo
en bancarrota hasta iniciado el año 2004. La compañía
presentó un plan de reorganización a un tribunal en
Delaware, su sede corporativa, donde pudo llegar a un
acuerdo con sus acreedores. En diciembre de 2003, Di-
rectv admitió haber perdido 100.000 suscriptores desde
el 2002, entre elllos 25.000 que cancelaron o anularon el
servicio en Brasil. La empresa tendría un millón y medio
de clientes en 28 países. En el arreglo, Hughes Electronics
aumentó su participación de 75 a más de 80%, a cambio
de 300 millones de dólares en financiamiento de deuda y
otros activos que permitieron la supervivencia de Directv.
Darlene Investments LLC, la subsidiaria del Grupo Cisne-
ros que está asociada con el grupo Clarín, se quedó con el
resto de la compañía que ahora comparte con Murdoch
desde que éste compró una tajada a Hughes. La empresa

251
debió reestructurar sus contratos con los proveedores de
mayor audiencia, HBO Ole, Mtv Networks Latin America,
Espn y Disney Channel. Dijeron haber conseguido los de-
rechos para transmitir el Mundial de fútbol 2006, a dispu-
tarse en Alemania.
Provoca terror vivir en un “mundo civilizado” en que
individuos como Cisneros y Murdoch puedan llegar a de-
cidir cuáles productos culturales debe consumir la gente,
“inspirar” esos productos, fabricarlos, distribuirlos y co-
brarlos, en un negocio redondo pero aterrador dada las
falencias culturales y el signo totalitario de ambos perso-
najes. Los canales de noticias que Murdoch tiene en Esta-
dos Unidos ofrecieron una sola visión de la invasión a Irak,
la misma del Pentágono, o sea, propaganda de guerra en
vez de noticias. Las estaciones del Reino Unido, en cam-
bio, ofrecieron una cobertura menos indecente, para po-
nerse a tono con la competencia de la BBC, que está sien-
do destruida por el gobierno Blair.
América Latina deberá resignarse, entonces, a un orwe-
liano binomnio del “hermano mayor” o “un gran herma-
no”, personificado en dos sujetos, pero... iletrados y
superreaccionarios, militantes en la ideología cavernaria
levantada por Busch. La fusión de las compañías que ofre-
cen el servicio deja al usuario arrinconado, atrapado y sin
salida.... Es decir, por un lado, la televisión abierta en cada
país es deplorable, situación que explica el exitoso ingreso
de la TV por cable. Pero si los contenidos, además del res-
to del negocio, los determinan el Gran Hermano Cisneros
y su carnal Murdoch no quedaría más remedio que la abs-
tención televisiva per sécula...
“Me llamo Carlos Roux y no veo televisión”, decía en los
'80 la tarjeta de presentación de un visionario intelectual
mitad caraqueño y mitad bonaerense,lamentablemente fa-
llecido en la catástrofe de La Guaira. ¿Habrá que emular a
Roux?

252
XI
Los amos de América Latina1

Los dueños de México


L os dueños de América Latina tambien poseen, controlan
o influyen los medios de prensa escrita, radio y TV de sus paí-
ses, pero varios extienden su presencia mediática a gran parte
del continente, entre otros Gustavo Cisneros de Venezuela, los
hermanos Marihno de Brasil (Globo), Emilio Azcárraga de México
(Televisa) y Angel González, mexicano de Miami.
Carlos Slim Helú, 64 años, 13.900 millones de dólares,
jefe del grupo Carso, el hombre más rico de América Latina,
posee la cuarta parte de
Televisa. Se inició sien-
do pequeño, cuando
les vendía dulces a sus
parientes en las reunio-
nes familiares domini-
cales2, pero alcanzó el
"éxito" en 1990, cuan-
do –su amigo– el Presi-
dente de la República
de México Carlos Sali-
nas de Gortari, del Par-
tido Revolucionario Ins-
titucional (PRI), le hizo
el pase de Teléfonos de
México (Telmex). Con el
5% de la propiedad y
una inversión inicial de
400 millones de dóla-
res, Slim tomó el con-
trol de una empresa va- Carlos Slim Helú

1) Para mayor información sobre estos personajes, ver Ernesto Car-


mona, Los dueños de Chile, Ediciones La Huella, Santiago, 2002.
2) Redactora de la revista Poder, de Miami (versión electrónica:
www.revistapoder.com),

253
Carlos Slim Helú, “el más rico de América Latina”
(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
13,9 7,4 11,5 10,8 7,9 8,0 7,2 6,9 6,1

lorada entonces en US $ 7.000, que compró en US$ 1.757


con pago parcial diferido en cómodas cuotas. Como al poco
tiempo la empresa se cotizaba en la bolsa por cerca de US$
20.000 millones, batió el récord de multiplicar una discreta
inversión con una privatización a precio de gallina flaca.
Carso (Slim) compró en alianza con la estadounidense Bell
International Holding Co., matriz de Bell South, y la gala
France Cable & Radio.
La revista Poder precisó sus haberes en US$ 22.100
millones con una rentabilidad anual de US$ 1.000 millo-
nes. En 2001, el Presidente Vicente Fox lo nombró en el
directorio de Petróleos de México, la empresa más impor-
tante del país, para que ayude a iniciar “el proceso de mo-
dernización de la petrolera”. ¿Su privatización?

El dueño de Televisa
E milio Azcárraga Jean, 36, bajó de US$ 3 mil millones
en 2001 a US$ 1.000 millones en 2002, dejando de ser la
segunda fortuna de México, y terminó desapareciendo del
ranking Forbes a partir de 2003, pero continúa siendo el
dueño de Televisa. Al morir en 1997 su padre –El Tigre
Emilio Azcárraga Milmo– heredó el control y las deudas
del complejo de televisión valorado en US$ 7.000 millo-
nes, consolidado también con el apoyo del PRI durante
sus 70 años en el poder. Es dueño del equipo de fútbol
América y de un estadio para 114.000 personas. Compar-
te Televisa con Carlos Slim (25,44%) y con las familias
Aramburuzabala y Fernández (20,62%), propietaria del
consorcio cervecero Modelo.
Televisa es la corporación de televisión más grande en
idioma español. Ocupa el tercer lugar en ventas entre los
medios de América Latina, con US$ 1.929 millones en
1999. La primera es la brasileña Globo, con ingresos de
US$ 2.600 millones en 1999, y la segunda, como grupo

254
económico de poder mediático, Clarín de Argentina, con
US$ 2.200 millones. Su competidora local más cerca es
TV Azteca, con ingresos de US$ 558 millones provenien-
tes exclusivamente de televisión.
El grupo facturó US$ 2.100 millones de dólares en 2000.
Los negocios incluyen 4 cadenas nacionales, 280 estacio-
nes de televisión, TV satelital, TV por cable, una docena
de radioemisoras, una división editorial, producción y dis-
tribución cinematográfica, equipos de fútbol, una plaza de
toros, un estadio y un museo.

El dueño de Cemex
L orenzo Zambrano, 60, soltero, 3.100 millones, la terce-
ra persona más rica de México –gracias al cemento–, partici-
pa en Televisa y es una suerte de mecenas de un periodismo
de la región que procura aparecer neutral, "más allá del bien
y del mal", no tan reaccionario como el que practican los
grandes medios afiliados a la SIP y más bien comprometido
en darle un barniz ético y profesional gatopardo-
lampedusiano a la desacreditada segunda profesión más an-
tigua del mundo.
Desde 2000, Cemex patrocina y co-financia, junto con
Unesco, a la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamerica-
no, establecida por Gabriel García Márquez y transforma-
da en centro de perfeccionamiento para periodistas sisté-
micos latinoamericanos. Su contraparte chilena en ética
periodística es Arturo Fontaine Aldunate, quien maneja
“la ética” de El Mercurio y demás miembros de la Federa-
ción de Medios de Comunicación Social. Cemex patrocina
los programas del historiador Enrique Krauze, que Televi-
sa transmite a todo el país.
Cemex opera 51 plantas propias en 11 países y 4 conti-
nentes, produce 78 millones de toneladas anuales de ce-
mento y genera ventas por US$ 5.600 millones cada año.

Lorenzo Zambrano, “el tercero más rico de México”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
3,1 2,0 2,8 2,9 -- 2,1 -- 1,7 1,2

255
Tras fusiones y absorciones de empresas mexicanas y
foráneas, adquirió presencia en países tan dispares como
Estados Unidos, Filipinas, Venezuela, Egipto. Produce más
de la mitad del cemento que necesita México y supera a
Apasco, filial de Holcim. En Chile posee 12% de Cementos
Bío Bío de Hernán Briones, allegado del ex dictador Augus-
to Pinochet. En Venezuela posee lo que antes fue la emble-
mática Fábrica de Cementos La Vega, la primera del país.
Zambrano, que también es consejero de la Universidad
de Stanford, percibió US$ 162 millones en una operación
casi marginal, por sus acciones en el Banco Banacci, ex
Banamex, tras su fusión con el Citigroup, y pasó a formar
parte del Consejo Internacional del Banco. El Presidente Fox
lo nombró director de Petróleos de México, pero además par-
ticipa en otras 6 empresas del país. Consejero del Museo de
Arte Contemporáneo y presidente del Consejo de Enseñanza
e Investigación Superior, organismo rector del TEC de Mon-
terrey, pertenece a la casta empresarial de Monterrey, una
estirpe que tiene proyecto país y posee títulos universitarios.

El dueño de TV Azteca
R icardo Salinas Pliego, 48, cayó de US$ 3 mil a US$
1.600 millones en 2002 y a US$ 1.800 en 2004, "bajando"
a ser el séptimo hombre más rico de México. Regentaba
una tienda familiar de ventas a crédito semanal cuando
en 1993 se adjudicó la televisora Imevisión, privatizada en
US$ 650 millones por el gobierno de Carlos Salinas de
Gortari. Detrás del vendedor de licuadoras y muebles en
cuotas estuvieron los textileros Alberto y Moisés Saba,
ahora están señalados de beneficio irregular de 200 millo-
nes de dólares obtenidos al autocomprar –a través de su
subsidiaria Codisco– una deuda de Unefon con Nortel por
400 millones de dólares.
Salinas Pliego es un millonario fabricado por el herma-
no del entonces Presidente, Raúl Salinas de Gortari –en
2004 todavía preso por narcolavado y asesinato–, quien le
hizo un préstamo de US$ 30 millones a 5 años, a través
de Servicios Patrimoniales Integrados. La empresa se lla-
ma ahora TV Azteca, mientras la venta de licuadoras y
televisores continúa expandiéndose como “grupo Elektra”.

256
TV Azteca creó Unefon, aportando el 41,39% de las accio-
nes, para ingresar al negocio de telefonía. El detalle fue que
los accionistas no fueron consultados. Hubo que pagar US$
46 millones a NBC y cederle 1,08% de acciones de TV Azteca
por fallo de la Corte Internacional de Arbitraje de París. NBC
reclamó haber pagado un adelanto de US$ 7 millones sin
que se perfeccionara el compromiso de venderle 10% de las
acciones. En el mismo tribunal tiene otro pleito con Javier
Moreno Valle, dueño de Televisora del Valle de México, con
quien suscribió “una alianza estratégica” en 1998.

Propietarios de Brasil:
Los dueños del grupo Globo
T res hijos del fallecido Joao Roberto Marinho contro-
lan los diarios, radios y estaciones de TV del grupo Globo
de Brasil, un conglomerado mediático que llegó a facturar
5.700 millones de dó-
lares anuales, pero hoy
tiene deudas por 1.200
millones. Roberto
Irineu (56 años), Joao
Roberto (50) y José
Roberto (47) pertene-
cen a la tercera gene-
ración, porque quien
edificó la organización Marinho y sus hijos.
fue su padre, Joao Ro-
berto, quien se hizo cargo del diario O Globo cuando tenía
20 años, a la muerte de su progenitor –el periodista Irineu
Marinho, fallecido en 1925– acaecida tres semanas des-
pués de comprar el periódico.
El Presidente Luiz Inazio Lula da Silva decretó tres días
de luto oficial por la muerte de Joao Roberto Marinho, el 6
de agosto de 2003, cuando estaba por cumplir 99 años.
TV Globo es la cuarta red del mundo, con 113 estaciones y
subsidiarias que llegan al 99,9% de los hogares brasile-
ños, pero además el grupo controla un vasto imperio me-
diático ampliado a la radio en 1944 con la primera emiso-
ra (Radio O Globo de Río de Janeiro) y consolidado a partir
de 1960 con TV O Globo Río de Janeiro.

257
La organización posee O Globo, el periódico de mayor
circulación en el país, y Diario de Sao Paulo; a través de
Editora Globo tiene numerosas revistas, entre ellas el se-
manario Época, creado en 1998. También es líder en radio
(Rede CBN, Radio Globo, etc.), televisión y producción de
programas en Brasil, a través de TV Globo, que TV Globo
Internacional vende al exterior. Además, es propietario de
la agencia nacional de información Globo.
La última vez que el difunto Marinho apareció en la revista
Forbes fue en 2002, con 1.000 millones de dólares, aunque
su registro en el ranking ha sido superior a 6.000 millones,
como ocurrió en 1998 y 2000. (Ver historial en página 208).
Marinho ha sido el único multimillonario de ascendencia ne-
gra de América Latina y probablemente de todo el planeta.

La industria pesada se llama De Moraes


A ntonio Ermírio de
Moraes, 76 años, sím-
bolo de la industria pe-
sada de Brasil, fue el
más rico de su país
hasta que lo desplaza-
ron los banqueros Sa-
fra en 2003.
Ingeniero metalúr-
gico de la Universidad
de Columbia, también
pertenece a la clase
empresarial con pro-
yecto país, en extin-
Antonio Ermírio de Moraes
ción en América Lati-
na, sólo con expresiones de sobrevivencia en México y
con menor énfasis en Argentina. La última vez que apa-
reció en el ranking de Forbes –con 3.600 millones de dó-
lares– fue en 2002.
Con su hermano José maneja el grupo Votorantim, crea-
do por su abuelo, con 42 empresas, 30.000 empleados y
una facturación anual de US$ 2.400 millones de dólares
en los rubros cemento, papel, celulosa, metalurgia, jugos,
reforestación, inversiones financieras, energía e Internet.

258
El grupo paga US$ 300 millones anuales en impuestos
y en sus negocios no existe un solo dólar de inversión ex-
tranjera. El apellido Moraes, que identificó muchos años a
la familia más rica de Brasil y a la segunda de América
Latina, entre 1996 y 1998 se mantuvo en el segundo lugar
continental, inmediatamente debajo de Carlos Slim, siem-
pre con más de 5.000 millones de dólares (Ver su historial
en tabla de la página 208).

Faria, doctor en finanzas


A loysio de Andrade Faria, 83, 2.900 millones de dóla-
res, el segundo hombre más rico de Brasil, es un banquero,
médico gastroenterólogo, cabeza del grupo Alfa, dueño de
la cadena de radios Transamérica y una red de hoteles
homónima. Además, cria caballos árabes, es heladero
“premium”, promotor cultural... Vendió en 1998 su Banco
Real al holandés ABN Amro en US$ 3.000 millones, pero a
los pocos meses estableció el nuevo Banco Alfa de Inversio-
nes, con 5 sucursales. Ofreció una gala de Madame Butter-
fly para celebrar y en los años posteriores fue creando Fi-
nanciera Alfa, Leasing, Alfa Corredora de Cambio y Valores
Mobiliarios, sin dejar de lado al Instituto Alfa de Cultura y
Teatro Alfa. O sea, pareciera que está empezando de nue-
vo... pero con harto dinero.
Se graduó en Minas Gerais, en 1944, hizo el postgrado
en gastroenterología en la Universidad Northwestern de
Chicago y ejerció su profesión en Belo Horizonte hasta que
la muerte de su padre –1948– lo reclamó como banquero.
Cultiva un bajo perfil, elude a los medios de comunicación,
pero se entrega a otras actividades. Naciones Unidas lo con-
vocó a su Comité de Inversiones, mientras sus vínculos con
la medicina se reducen a contribuir al sostén del Hospital
Universitario de Minas Gerais.

Aloysio de Andrade Faria, “el segundo rico de Brasil”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996* 1997* 1998* 1999 2000 2001 2002 2003 2004
-- -- -- 2,5 2,8 2,8 2,8 2,7 2,9
* Año en que no clasificó.

259
"Safra" significa "oro"
M oise y Joseph Safra, de 63 y 65 años, son los más
ricos del Brasil en 2004, con 4.700 millones de dólares –
más otros 1.000 de Lily, la viuda del hermano Edmond– y
la segunda fortuna de América Latina, arriba de Cisneros.
En lengua árabe “safra” significa “oro”, el medio de cambio
acumulado en el comercio milenario.
Los Safra son judíos originarios de Alepo, Siria, ciudad
que aparece en la Biblia como Aram Söba, gran centro co-
mercial y productor de tejidos. Sus antepasados de Alepo
fundaron la casa de cambio Safra Fréres e Cie., negocio
exitoso que se extendió hacia Alejandría, Estambul y Beirut,
ciudad donde nacieron los tres hermanos Safra que emi-
grarían a Brasil.
Edmond se fue a Italia a los 16 años (1944), donde vivió
hasta 1951. No necesito estudiar porque portaba la infor-
mación sobre el negocio bancario en los genes. Con sus
hermanos menores Moise y Joseph levantó en 1957 una
financiera para descontar letras de cambio, una novedad
en Brasil. En 1962 abrió en Suiza el Trade Development
Bank (TDB) y en 1966 inauguró el Republic National Bank
of New York, con el senador Robert Kennedy cortando la
cinta. En 1998 tenía una fortuna de US$ 3.300 millones
de dólares.
Banquero de los millonarios, en particular de los ju-
díos de Estados Unidos y Europa, Edmond ofrecía una
cena anual en Washington durante la reunión del FMI.
Murió en 1999 en su residencia de Montecarlo, Mónaco,
en un incendio provocado por un empleado. Su viuda Lily
fue la 11ª mujer más rica del mundo, más que la Reina
Elizabeth II, con US$ 4.700 millones, según la revista Euro-
business. Moise y Joseph siguen con el Banco Safra, uno
de los 10 más grandes del país, controlan el Safra Natio-

Joseph y Moise Safra, “los más ricos de Brasil”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997* 1998* 1999* 2000 2001 2002 2003 2004
1,8 -- -- -- 3,0 2,9 4,0 3,6 4,7
* Año en que no clasificó.

260
nal Bank of New York, considerado uno de los más sólidos
de Estados Unidos, están en Islas Cayman y Las Baha-
mas y poseen el Banque Safra-Luxembourg. Tienen Ara-
cruz Celulose, la mayor productora mundial de celulosa
blanqueada de eucalipto para fabricar papel, poseen
213.000 hectáreas forestales y un puerto en Espíritu San-
to para sus exportaciones.
Entraron al negocio de telecomunicaciones, en Israel
con Cellcom, asociados con Bellsouth y con dos empresas
en Brasil, Bse en el Nordeste, con 500.000 clientes, y Bcp
en Sao Paulo, con 1,5 millones, el 40% de ese mercado.
Varios descendientes se independizaron y comenzaron tam-
bién a montar sus propios bancos, como el Excel (1990),
uno de los 12 mayores del país, vendido después al Bilbao
Viscaya Argentaria.

Dueños de la Argentina:
La propietaria del grupo Clarín
E rnestina Laura
Herrera de Noble, 75,
desapareció del For-
bes, después de acre-
ditar US$ 1.000 millo-
nes en 2001, pero en-
cabeza el poder mediá-
tico con el grupo Cla-
rín, aliado del grupo
Cisneros. Heredó a Ro-
berto Noble, indus-
trial, político desarro-
llista y fundador del
diario Clarín en 1945,
fallecido en 1969, tras
una larga enfermedad.
Tenía 37 años cuando
el cardenal Antonio
Caggiano –1967– ben-
dijo su boda con el
postrado editor, en-
tonces de 64 años y Ernestina Laura Herrera de Noble

261
gravemente enfermo. En cuanto quedó viuda comenzó a
dirigir el periódico que a partir de 1994 transformó en el
núcleo del grupo mediático más poderoso de Argentina –
bajo el gobierno de Menem– con ventas por US$ 2.017
millones en 1998 y deudas con bancos estatales por US$
1.700 millones al año 2.000, cuantificadas en US$ 4.000
en 2001 por fuentes independientes.
Clarín posee medios audiovisuales, publicaciones impre-
sas, importación de papel y operación de cable, entre otros,
con 10.000 empleados. Según el mismo grupo Clarín, su dia-
rio insignia tendría la mayor circulación en Argentina,
500.000 compradores diarios, en competencia con otros 5
periódicos “en un país donde el 67% de la población es adic-
ta a la prensa”. En 1999 el grupo vendió el 18% de sus accio-
nes al Banco de Inversión Goldman Sachs en 500 millones
de dólares.
Según datos de 1999, Clarín posee el 100% de Arte
Gráfico Editorial Argentino, Clarín, Diario Deportivo Olé,
Medios Digitales, Artear, Canal 13, Todo Noticias, Volver;
radio Mitre, radio Am 80, Fm Cadena 100, Artes Gráficas
Rioplatense y Multicanal. Con 51% controla Inversora de
Eventos –que a su vez participa en Trisa–, Televisión Sate-
lital Codificada, TyC Sports, TyC Max, Adtime, TyC Uru-
guay, Tele Red Deportes Chile, Editora de Revistas Tras-
andina, Revista Elle, Audiotel, Buenos Aires Televisión y
Cimeco.
Asociado con su “competidora” La Nación –controlada
por Matilde Noble Mitre de Saguer, sobrina del fundador
de Clarín, Roberto Noble–, el grupo compró los diarios re-
gionales Los Andes (Mendoza) y La Voz del Interior (Córdo-
ba). Controla La Razón, de entrega diaria y gratuita, ade-
más de Galaxy Entertainment Argentina, Directv, Ciudad
Digital, Internet Supreme Tickets. Además, participa en
Papel Prensa, en la agencia Diarios y Noticias (DyN) y Cti
(Compañía de Teléfonos del Interior).
En 1976, adoptó dos niños, Marcela y Felipe Noble
Herrera, que podrían ser ser hijos de presos políticos ase-
sinados o desaparecidos.
Su paradigma es Katherine Graham –fallecida en 2001–,
quien se hizo cargo del The Washington Post después del sui-
cidio de su marido (1963), Philip Graham.

262
Viuda, cementera
y ferroviaria
A malia Lacroze de Fortabat,
82, tenía 1.000 millones de dóla-
res en 2001, pero desaparecida
del Forbes en 2002, incursionó en
los medios para reforzar desde la
propiedad del diario La Prensa y
las radios El Mundo y Horizonte.
Heredó de su segundo marido,
Alfredo Fortabat Pourtalé, descen- Amalia Lacroze de Fortabat
diente de inmigrantes franceses
que acumularon hatos ganaderos. El grupo se fraguó con
Cemento Loma Negra una vez que Alfredo –fallecido en 1976–
descubrió abundante piedra caliza en la propiedad familiar.
La viuda lo fortaleció con su habilidad para tejer redes
hacia el poder político, sobre todo cuando éste se viste
gorra y uniforme. Ganó licitaciones de obras públicas y
ahorró decenas de millones de dólares en derechos de im-
portación y desgravación de impuestos, instalando nue-
vas fábricas de cemento protegidas por la figura jurídica
de “promoción industrial”, una cortesía del dictador Ra-
fael Videla y de su ministro de Economía, José Alfredo
Martínez de Hoz.
Aunque aseguran que no tenía dinero cuando conoció a
Fortabat, sus biógrafos Fernando Carnota y Gerardo Reyes,
de la revista miamiera Poder, aseguran que heredó de un
antepasado, el general José María de los Reyes, que culminó
su carrera matando indios en “la conquista del desierto” del
siglo 19. En Buenos Aires existe la estación de metro “Lacro-
ze” porque su abuelo fundó una compañía de tranvías en la
vieja gran ciudad, iniciativa que Amalia superó en 1992 cuan-
do se compró los 3.342 km del Ferrocarril Roca –privatizado
por Carlos Menem–, junto con la canadiense Canac. El tren
saca de sus fábricas el 55% del cemento elaborado en Ar-
gentina que tuvo demanda privilegiada en las obras para el
mundial de fútbol de 1978. La favorecieron todos los gobier-
nos, militares y civiles. En 1989 Menem la nombró “embaja-
dora itinerante de la Argentina” para que le mostrara al mun-
do “la nueva cara del peronismo”.

263
La viuda estableció también una “entidad cultural”, la
Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, que en 1996 pre-
mió El Anatomista, la primera novela de Federico Andhazi,
entonces de 33 años. La ficción describe la persecución y
censura padecida a un médico de la Universidad de Padua
por haber descubierto el clítoris, en 1558. Cuando la millo-
naria lo supo, anuló el premio y publicó una página en la
prensa denunciado que la obra promovía valores contra-
rios a la moral cristiana. La novela, publicada por Sudame-
ricana, fue un best seller que se tradujo a quince idiomas y
existen proyectos para llevarla al cine.
The New York Times la encontró buenísima: “Un innova-
dor trabajo de ficción. Éste es uno de esos raros libros que
aparecen cada tanto. Es provocador y tiene un buen traba-
jo de investigación sobre el tema en cuestión”.
“El problema –escribió el periodista argentino Mario Dia-
ment– obviamente no es el sexo, sino el miedo a la libertad
que aún sobrevive en algunas petrificadas mentalidades ar-
gentinas, hundidas en la melancolía de los tiempos en que
la injusticia era tan natural como incuestionable”.

El más rico de la Argentina


Gregorio Pérez Companc, 69, es el único "dueño de la
Argentina" que continúa en el Forbes. Cayó de los 1.700 mi-
llones de dólares que mostró el ranking de 2001 a 1.000
millones en 2002, pero a pesar de la debacle argentina, en
2003 exhibió 1.600 millones y mantuvo esa marca en 2004.
Merced a sus negocio de petróleo y gas, el grupo Pérez Com-
panc mantuvo el empleo de 10.000 personas en medio de la
crisis de 2002 y manejó el 25% de todos los negocios transa-
dos en la bolsa de Buenos Aires, aunque producía 80.000
barriles diarios de crudo contra 650.000 de Yacimientos Pe-
trolíferos Fiscales, que ya no son fiscales y tampoco argenti-

Gregorio Pérez Companc, “el más rico de Argentina”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996
1,6 1,6 1,0 1,7 2,1 3,6 4,7 5,2 3,6
* Año en que no clasificó.

264
nos, sino transnaciona-
les, desde que Repsol Pe-
troleum Limited –rebau-
tizada Anglo Petroleum
Limited– se “fusionó” con
Ypf en 1999 quedándose
con el 97,84% de la pro-
piedad de Repsol Ypf.
El grupo nació en
1946 como una peque-
ña empresa familiar de
transporte que se forta-
leció con las dictaduras,
"Goyo" Pérez Companc
concesiones y privatiza-
ciones del siglo 20. Explotó negocios de petróleo, gas, pe-
troquímica, refinación y electricidad en América Latina,
consolidándose como el conglomerado de energía mejor
integrado de Argentina. Su ariete energético fue la compa-
ñía Pecom Energía, controladora, a su vez, de otras em-
presas del área, con ingresos de US$ 1.546 en 2000.
Pecom tiene presencia en Perú, Ecuador, Brasil y Ve-
nezuela. Además, controla Innova, productora y comer-
cializadora petroquímica; Conuar y Fabricación de Alea-
ciones, que proporciona combustible nuclear a las cen-
trales argentinas Antucha I y Embalse; y Enecor, una
empresa de conexión eléctrica. Pecom Agropecuario po-
see 10 complejos agroindustriales y 87.000 hectáreas de-
dicadas a la cría y engorde de ganado, leche, trigo, maíz,
soja, girasol y arroz. Poseía el Banco Río de La Plata, pero
terminó vendiéndoselo al Banco Santander Central His-
pano y a Merrill Lynch de EE.UU.
Anteriormente se deshizo de varios negocios obtenidos
en privatizaciones, como teléfonos, construcción y auto-
pistas, obteniendo ingresos de 2.000 millones de dólares.
También se sacrificó con gobierno de Fernando De la Rúa
cediéndole a su principal ejecutivo, Roque Maccarone, para
que se hiciera cargo del Banco Central. Tratando de ven-
der Pecom Energía desde 1997, logró interesar a la Shell
pero no pasó nada, ni prosperaron tampoco las conversa-
ciones con la estadounidense Enron –colapsada en enero
de 2002–, Chevron y British Petroleum-Amoco.

265
El dueño de Sidor
R oberto Rocca, 81
años, tenía 1.600 mi-
llones de dólares en
2001, la segunda for-
tuna de Argentina,
pero desapareció del
ranking Forbes desde
2002. Jefe del grupo
Techint, fundado en
1945, involucrada con
el consorcio Amazonía,
que tras su privatiza-
ción en 1998 obtuvo el
control de la Siderúr-
gica del Orinoco (Si-
dor), la más grande de
Venezuela, con nego-
cios de siderurgia, in-
geniería, construccio-
nes, petróleo, gas, ma- Roberto Rocca
quinaria industrial y
servicios, con una facturación mundial de US$ 7.500 mi-
llones y US$ 3.500 millones de ventas en Argentina –an-
tes del colapso–, el segundo lugar detrás de la transnacio-
nal Repsol Ypf.
El grupo acoge a unas 100 empresas independientes,
con 100.000 empleados, tiene oficinas en 20 países –inclui-
do el mundo árabe y Asia–, sedes en Buenos Aires y Milán
y subsedes en Brasil, México y Venezuela. Una de sus em-
presas líderes –Siderca– está en la bolsa de Nueva York
desde 2001, año en que unificó los tubos de acero para la
industria petrolera de sus afiliadas bajo la marca Tenaris –
“tenacidad” en japonés– producidos por ocho plantas en
siete países, Dalmine de Italia, Siderca y Siat de Argentina,
Tamsa de México, Nkk de Japón, Algoma de Canadá, Tavsa
de Venezuela y Comfa de Brasil, negocio de US$ 2.200 mi-
llones anuales.
La historia de Techint se vincula a la amistad entre Beni-
to Mussolini y Juan Domingo Perón. Agustín Rocca (1895-

266
1978), padre de Roberto, llegó a Buenos Aires en 1945, en
pleno auge del peronismo, después de haber sido capitán de
Alpinos en la Primera Guerra y ferviente militante fascista.
En 1931 –tenía 36 años– Mussolini lo designó jefe de Dalmi-
ne, entonces la siderúrgica pública más grande de Italia.
Hoy los Rocca son dueños de Dalmine, creada por el
Estado italiano en 1906 e incorporada al grupo Techint en
1996. La familia vive en Milán, donde nacieron y estudia-
ron sus primeras letras todos los Rocca, incluidos los hi-
jos de Roberto, que tienen –además– esposas milanesas,
por lo menos en primeras nupcias.
Aunque Rocca cultiva el bajo perfil usual en los multi-
millonarios, sabe manejarse con el poder. “En los inicios
del conglomerado, a mediados de los años 40, en pleno
auge del peronismo y durante muchísimos años, la acu-
mulación de dinero se realizó a través de las íntimas re-
laciones que la familia y sus lobbystas tejieron con el Es-
tado”, señaló la escritora argentina Olga Wornat en la
revista Poder de Miami
Los Rocca fueron grandes beneficiarios del gasto pú-
blico argentino en infraestructura. Puentes monumenta-
les, miles de kilómetros de líneas de alta tensión, de cami-
nos, gasoductos y túneles argentinos llevan la marca Te-
chint. A través de los gobiernos militares, el Estado les
otorgó beneficios impositivos, créditos y exenciones tribu-
tarias. Tras la muerte en 2001 de Agostino, el hijo mayor
y presidente del grupo, la jefatura de Techint recayó en
Paolo, segundo hijo, 53 años.

Los dueños de Colombia


Luis Carlos Sarmiento Angulo,
71 años, es el colombiano más rico,
junto a Julio Mario San-todomingo,
80 años, ambos con 1.400 millones
de dólares, quien “se cayó” del For-
bes en 2001 pero regresó en 2003.
Hasta el año 2000 apareció en el lis-
tado Carlos Ardila Lülle, 75 años, que
completa el trío llamado “los grandes
cacaos”, que opera en finanzas y ser- Luis Sarmiento Angulo

267
Luis Carlos Sarmiento Angulo, “dueño de Colombia”
(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997 1998 1999 2000* 2001 2002 2003 2004
1,6 2,6 2,5 1,6 -- 1,5 1,1 1,0 1,4
* Año en que no clasificó.

vicios (cerveza, medios de comunicación y telefonía). For-


bes no acoge a los "industriales" de la droga.
Luis Carlos Sarmiento es el más influyente banquero
de Colombia. Encabeza la Organización Sarmiento y el re-
cientemente creado Grupo Aval, que integra los bancos y
corporaciones financieras más importantes de ese país azo-
tado por una guerra civil que se acerca al medio siglo y
que últimamente está produciendo 28 mil muertes anua-
les por violencia (77 por día). Sarmiento posee el 98% del
conglomerado bancario Aval, de un valor de mercado de
US$ 800 millones. En 2001 vendió su empresa de comu-
nicaciones Cocelco a la Bell South en US$ 370 millones, a
la vez que invirtió en telefonía.

J ulio Mario Santodomingo con-


trola los medios de comunicación
más importantes de Colombia, la ca-
dena de radio y televisión Caracol,
el diario El Espectador, las revistas
Cromos, Shock, Control TV, En Priva-
do y Vea.
Su padre estableció en Barran-
quilla la Cervecería Aguila, hacia
1945. El hijo impuso en la marca Ba-
varia, que dominó el mercado colom-
biano una vez que compró a la com-
petencia –Carlos Ardila Lülle– el 44% Julio Santodomingo

Julio Mario Santodomingo, dueño mediático”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997* 1998*1999* 2000 2001 2002 2003 2004
1,3 1,9 1,5 1,1 1,1 -- -- -- 1,4
* Año en que no clasificó.

268
de Leona, la cerveza rival. Con cerveza y refrescos edificó
un conglomerado que también controla Avianca, la línea
aérea colombiana de bandera, donde compartió la propie-
dad con su amigo/rival Ardila Lülle. Lleva años tratando de
vender la línea aérea que ahora está negociándose con el
grupo Sinergy de Brasil y otros interesados de la región,
entre ellos Copa Continental.
Santodomingo controla el Grupo Empresarial Bava-
ria y el Grupo Valores Bavaria. El primero maneja la
cerveza y los refrescos, a través de unas 20 empresas
que operan en Colombia, Panamá, Venezuela, Perú y
Ecuador, donde domina el 90% del mercado cervecero.
La facturación de cerveza en 2000 generó US$ 878 mi-
llones. En Panamá posee la Cervecería Nacional.
Valores Bavaria controla medio centenar de empresas del
sector servicios (finanzas, telecomunicaciones, alimentos).
También comercializa mano de obra barata bajo la fór-
mula de empleo temporal, a la vez que opera negocios de
comercio, seguros y empresas reforestadoras en Colom-
bia, Ecuador e Indonesia.
Una clave para Santodomingo, común entre los grandes
ricos de toda América Latina, es mantenerse cerca del po-
der político, ya sea por sus medios de comunicación o por
el dinero que dona para las campañas electorales.
Apoyó con firmeza al ex Presidente liberal Ernesto Sam-
per, incluso cuando el resto del empresariado lo abandonó
por sus vínculos manifiestos con la industria de la cocaína.
En cambio, inicialmente no apoyó a su sucesor, el con-
servador Andrés Pastrana, pero más tarde inició un acer-
camiento, mientras su hijo Alejandro asumía las riendas
del conglomerado. Hoy se mantiene cercano a Alvaro Uribe.

C arlos Ardila Lülle encabeza la Organización Ardila Lülle


que también se levantó a partir de la cerveza, con la marca

Carlos Ardila Lülle, “tercer 'gran cacao' de Colombia”


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004
1996 1997 1998 1999 2000* 2001* 2002* 2003* 2004*
1,3 2,1 2,1 1,3 -- -- -- -- --
* Año en que no clasificó.

269
Leona, y una variada gama de bebidas refrescantes produ-
cidas y envasadas por Postobón, su empresa insignia.
En el pasado llegó a ser el más grande productor de
azúcar de todo el planeta, un renglón clave para la in-
dustrialización de los refrescos gaseosos, pero actualmente
incursiona en telecomunicaciones y textiles. El diario Por-
tafolio lo designó “empresario del siglo”.
Nicanor Restrepo es la cabeza de un grupo económico
regional menor pero gravitante, localizado en Antioquía que
se constituyó como “sindicato” para protegerse de los gran-
des.
Restrepo, líder del Sindicato Antioqueño llamado “el
cuarto cacao” (los otros tres son Sarmiento, Santodomin-
go y Ardila Lülle), ha conversado con jefes guerrilleros como
Raúl Reyes, en busca de alguna fórmula de paz para Co-
lombia. Recientemente publicó un libro sobre el tema titu-
lado El derecho a la esperanza.

Los dueños de Chile


(en miles de millones de dólares) / Fuente: Forbes 2004

2004 2003 2002 20012000 1999 1998 19971996


A. Luksic 3,4 1,6 1,4 1,3 1,2 1,5 * 2,6 2,2
E. Matte 2,8 1,4 1,5 1,3 1,4 1,2 * 1,5 1,7
A. Angelini 2,5 1,4 * * 1,1 1,6 1,5 2,2 2,3
* Año en que no clasificó.

L os grupos encabezados por Andrónico Luksic Abaroa,


Eliodoro Matte Larraín y Anacleto Angelini Fabbri se conso-
lidaron como los "dueños" del Chile de las últimas dos dé-
cadas. Por su riqueza se alternan en el primer puesto del
listado anual de “La gente más rica del mundo” de Forbes.
Chile exhibió otros grandes ricos que honraron el orgu-
llo nacional con su presencia en el ranking, como José Said
Saffie (1996 y 1999), Jaime Said Demarfa (1996) y Ricardo
Claro Valdés (1998). El país posee un gran potencial de
viejos y jóvenes millonarios, antiguos y nuevos ricos que
siguen bregando por tener más y alcanzar los mil millones
que ahora exige Forbes. Cada año hay menos millonarios

270
en dólares, pero cada uno acumula cada vez más millones,
en una espiral de concentración de riqueza auspiciada por
las políticas neoconservadoras gubernamentales. Por ejem-
plo, el banco del Estado, concebido como la caja de ahorro
de los pobres durante casi todo el siglo 20, le prestó al gru-
po Luksic los 130 millones de dólares que necesitaba para
tomar el control del banco Chile.
Para un futuro ranking criollo de la gente más rica –
podría llamarse Chile’s Richest People, dado el apego por
los nombres gringos– existe un centenar de nombres.

El factor mediático
E n ese listado deberán figurar Agustín Edwards
Eastman, dueño de la cadena El Mercurio 22 diarios) y de
la cadena radial Digital FM (33 emisoras) y Álvaro Saieh
Bendeck, propietario de Copesa-La Tercera, con presencia
en Venezuela a través de CorpBanca, el 6º banco más fuerte
en 2002 y la empresa Nº 29 en ese país (Ver pág. 90).
Matte fabrica el papel para las pulibaciones de de
Edwards y Saieh que "duopolizan" el mercado nacional. Pero
además paga por adelantado las facturas de publicidad –
que poco necesita– del Canal 13 de la Universidad Católica
para paliar su crisis mientras se negocia su venta parcial al
mexicano Angel Gonzalez, quien ya posee el canal La Red.
El Arzobispado quiere vender la radio Chilena al Canal 13
para hacerle a Gonzáez un paquete más atrayente.
Saieh, que tiene los diarios La Tercera, La Cuarta, la
revista Qué Pasa, radio Zero y el canal cable ABT, ingresó
a la mitad del semanario demócratacristiano Siete+7, para
convertirlo en un diario "destinado al nicho "vacante" del
mercado de centro izquierda". Qué Pasa no tendrá más la
competencia de Siete+7 y "el mercado de izquierda" ten-
dría así un diario "progresista". Negocios son negocios.
Un nuevo protagonista mediático se afila los dientes:
Sebastián Piñera negocia con Gustavo Cisneros la adquisi-
ción del Canal 11, cuya frecuencia pertenece de por vida a la
Universidad de Chile, según mandato de la ley de TV, pero
fue arrendada por 25 años (todavía faltan 14) al venezolano
cuando la rectoría estaba a cargo del DC Jaime Lavados
Montes, quien también fundió la Editorial Universitaria..

271
El hombre más rico de Chile
A ndrónico Luksic Aba-
roa, 76, el más rico de Chile
y el sexto de América Latina
en 2004 –con 3.400 millones
de dólares según Forbes–,
corresponde al “self made
man” estadounidense, es de-
cir, no heredó sino que “se
hizo a sí mismo”. Su padre
croata llegó Chile a comien-
zos del siglo 20.
La fortuna de Luksic des-
cansa sobre un trípode mi-
nero-financiero-industrial,
Andrónico Luksic Abaroa
manejado por sus hijos Jean
Paul Luksic, Andrónico y Guillermo Luksic. El grupo po-
see algunas de las 15 grandes compañías que totalizaron
ganancias por 3.055 millones de dólares durante el pri-
mer semestre de 2004, duplicando los 1.553 millones en
utilidades obtenidos en la primera mitad del 2003.
Luksic controla la mina de cobre Los Pelambres, donde
sus costos de producción en 2003 fueron de 29,3 centavos
de dólar (cash costs) por libra de cobre, cuyo precio interna-
cional llegó a superar un los 140 centavos de dólar la libra.
En el primer semestred e 2004 el grupo obtuvo ganancias
de 130 millones de dólares con el Banco Chile, 23% mas
que en el mismo semestre del año precedente.
El grupo, que contribuyó a la campaña de Ricardo La-
gos, terminó de adquirir el banco con un crédito por 130
millones de dólares otorgado por el Banco del Estado bajo
la presidencia del socialista Jaime Estévez. Manufacturas
de Cobre (Madeco), que también es del grupo, venía decla-
rando pérdidas desde hace varios años, pero en el primer
semestre de 2004 registró utilidades netas por 8 millones
de dólares.
Luksic comenzó vendiendo automóviles en Antofagas-
ta, después de intentar estudiar para abogado y pasar una
temporada haciendo negocios maginales en el París de la
postguerra. En los años 50 le compró a unos franceses

272
aburridos del desierto los derechos sobre la mina de cobre
Portezuelo, que después revendio a la Nippon Mines en
medio millón de dólares. Con ese capital comenzó a com-
prar acciones.
En 1985 adquirió a Atlantic Reachfield las filiales Ana-
conda Chile y Anaconda International, propietarias de la
mina Los Pelambres. Y una vez más –1996– fueron los
japoneses quienes contribuyeron a levantar la explotación
a gran escala de Los Pelambres, con una participación del
40% –US$ 1.360 millones– de la inversión total, distribui-
da entre Mitsubishi Corporation (15%), la vieja conocida
Nippon Mining & Metals Company Limited (15%), Marubeni
Corporation (8,8%) y Mitshui & Company Limited (1,2%).
La explotación subterránea de Los Pelambres, original-
mente de propiedad del Estado, comenzó en 1992. Sus 1.462
millones de toneladas de material se acabaría en 30 años.
La “pericia” de Andrónico Luksic incluye el don innato
de saber cómo relacionarse con el poder, no importa cuál
sea su signo. Incluso supo entenderse con el gobierno de
Salvador Allende, actitud que pagó con años de ostracismo
económico cuando la dictadura le pasó su factura.

El grupo Matte
E liodoro Matte Larraín,
58, ingeniero, es el jefe del
conglomerado que lidera la
Compañía Manufacturera de
Papeles y Cartones, La Pape-
lera, (Cmpc), el grupo econó-
mico más antiguo de Chile,
establecido en 1920 por la
rama de un tío abuelo, Luis
Matte Larraín –nacido en
1891– en alianza con la fa-
milia Alessandri. La empre-
sa tuvo siempre en su direc-
torio al ex Presidente de la
República Jorge Alessandri
Rodríguez. Eliodoro Matte Larraín

273
Su fuerte es la celulosa y el papel, que produce con más
de medio millón de hectáreas pinos y eucaliptos, pero ac-
túa también en el sector financiero-bancario, telecomuni-
caciones, energía, puertos, minería. Con Anacleto Angelini,
protagoniza el conflicto en que los mapuches reclaman sus
tierras sembrados de pino y eucaliptos. Ademas, posee 100
mil hectáreas en Argentina.
La Cmpc reportó un aumento de 27,2% en sus utilidades
por unos 135 millones de dólares en el primer semestre de
2004. La subsidiaria Mininco triplicó sus utilidades. Provee
madera para fábricar celulosa del grupo y pelea con los ma-
puches y pehuenches que reclaman sus tierras,
El grupo controla o participa en el banco Bicecorp,
Cominco S.A., Inversiones Cmpc, Pasur, Chilquinta S.A. y
Minera Valparaíso. Es minoritaria en Copec, controlada
por el grupo Angelini. En el sector forestal-maderero, ope-
ra con Forestal Cominco S.A., Forestal Coindustria S.A.,
Forestal y Pesquera Callaqui, Forestal Mininco, Celulosa y
Papel, Cmpc Celulosa e Inforsa.
En el rubro tissue y sanitarios, tiene Cpc Tissue S.A.,
Productos de Papel, Productos Austral S.A., Chimolsa,
Propa, Envases Impresos y CMPC Productos de Papel. En
el área financiera, Banco Bice, Bice Cía. de Seguros de
Vida, Sociedad de Bolsa Bice Dreyfus Adm., Fondos Mu-
tuos Bice, Corredores de Bolsa y Seguros de Vida El Raulí.
Vendió su participación en Entel, a la vez que está presen-
te en energía, con Hidroeléctrica Guardia Vieja, Endesa y
Colbún; en puertos, Puerto Lirquén y Portuaria Lirquén; y
la industria y minería, con Minera Lo Valdés, Cía. Indus-
trial El Volcán y Empresas Pizarreño.
La influencia de los Matte se extiende a los tres poderes
del Estado, la Iglesia Católica, los poderes fácticos y la pren-
sa, como proveedor de papel de El Mercurio y La Tercera.
Con el Centro de Estudios Públicos (CEP), fundado por
él mismo en 1984, su gravitación abarca escenarios de
negocios y de educación. Apoya financieramente al Centro
de Investigación Científica –establecido en Valdivia por el
prestigiado físico Claudio Teitelboim, eventual candidato
al Nobel– y vicepreside el consejo directivo de la Universi-
dad Finis Terrae, entre muchas otras organizaciones que
llevan el sello Matte.

274
El tercer dueño de Chile
A nacleto Angelini Fabbri,
90 años, nacido en Italia, sin
hijos, completa el trío de los
más ricos de Chile.
El ranking Forbes le atri-
buye US$ 2.500 millones,
nueve veces el producto in-
terno bruto de una nación
como Guinea Bissau, que
tiene 2 millones de habitan-
tes y un ingreso per cápita
de 66 centavos de dólares,
más o menos el valor de un
kilo de pan.
Su empresa insignia es la
Copec, que no sólo vende
combustibles. La subsidiaria
Celulosa Arauco Constitución
ganó 266,3 millones de dóla-
res entre enero y junio de
Anacleto Angelini Fabbri
2004, 30,2% más que en el
primer semestre de 2003.
Produce 1,35 millones de toneladas anuales de celulosa en
Chile y 300 mil en Argentina.
Nació en Ferrara en 1914, Angelini arribó a Chile en
1948, cuando gobernaba Gabriel González Videla. Trajo
dinero como para levantar ese mismo año Pinturas Taja-
mar, en unión con otros emigrados.
Más tarde, con otros inversionistas extranjeros incur-
sionó en la construcción, con Francini y Angelini. Luego,
se hizo socio y administrador del fundo La Fortuna. Obtu-
vo la nacionalidad chilena “por gracia” en 1994, por un
decreto del entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Entre 1953 y 1956 ingresó al incipiente negocio de la
industrialización de la pesca, relativamente nuevo en el
país, a partir de las pesqueras Eperva e Indo. Después
comenzó a elaborar harina de pescado, alimento destina-
do a la producción masiva de pollos. Los cambios en la
cultura alimentaria introducían en esos tiempos la “revo-

275
lución del pollo”, que llegó de frente con Eduardo Frei Mon-
talva, en los criaderos de La Cartuja, de su amigo Salvador
Pubill, por esos años también director de la Asociación de
Pesca, al igual que Angelini.
El ítalo chileno controló más tarde Astilleros Arica,
Maestranza Iquique, Aeroypesca y Corpesca. Según El Mapa
de la Extrema Riqueza (1976), de Fernando Dahse Housset,
en 1970 el grupo ocupaba el cuarto lugar, con participaciones
de 51% en Pesquera Eperva, 38,7% en Indo, 75,5% en Grace
y Cía. y 19,2% en Maderas Cholguán. Dahse afirma que con
esa participación accionaria tomó el control de gestión y de
decisión sobre qué hacer el excedente, o las ganancias.
El crecimiento del grupo se desencadenó con firmeza
después del golpe militar de 1973, en particular en la dé-
cada de los ‘80, precisamente, cuando caía el grupo rega-
lón de la dictadura llamado Los Pirañas, (Manuel Cruzat,
Fernando Larraín, Javier Vial y otros). Por esa época con-
trolaba la Compañía de Seguros Cruz del Sur y las pes-
queras Iquique y Chilemar.

Los “otros”
Forbes dejó en el camino a muchos "dueños" que man-
tienen relevancia económica y política en sus países. Los
perfiles no los incluyeron a todos, sino a quienes fue posi-
ble investigar en fuentes públicas.
Para muchos de estos personajes, aparecer en el ran-
king es una cuestión de “honor” que los medios –general-
mente de ellos mismos– convierten en “orgullo nacional”,
como en los deportes.
Varios desaparecieron del ranking porque decayeron. Los
difuntos resurgen como familia una vez que los herederos
resuelven sus disputas, a veces varios años después de la
partida del principal, pero continúan siendo relevantes en
sus países a través de sus descendientes.
Hay “ricos chicos”, como el chileno Ricardo Claro Val-
dés, que alguna vez aparecieron con varios cientos sin al-
canzar el millar de millones pero también siguen siendo
importantes. Su historial estadístico aparece en las tablas
de las páginas 58 y 60 que registran a todos "los latinoame-
ricanos Forbes".

276
Índex America On Line Asociación Latinoameri-
America Latina cana de Libre
Inc. 159 Comercio 180
A America On Line-Time/ Asociación Nacional de
Warner-CNN 165, Anunciantes, Anda
Abramovich, Roman 167, 239, 240 130
193 American Media Asphalt Company of
Academia de Cerveceros Partners 166 América 65
Washington 188 Amoco, BP 186 AT&T Corporation
Academia de Ciencias Anaconda Chile 273 239, 240
Económicas 124 Anaconda Int. 273 Atlantic Richfield
Academia Española 172 Andrade Faria, A.o 205 Company
Acción Democrática Andrade, Hnos. 211 190, 273
77, 87, 109, 154, 174 Angelini F., Anacleto Autrey, Familia 211
Acuerdos de Tokio 38 205, 206, 209, 270, Avianca 211
AE&Mundo 167, 229 274, 275 Axn 229
Aeroservicios Alas 179 Angostura Mining 163 Azcárraga Jean, Emilio
AES Corporation 134 Angostura Suply 163 158, 205, 209, 215,
Agencia Aipe 160, 161 Angostura Trading 163 223, 229, 237, 254
Agencia Inter Press Annan, Koffi 44 Azcárraga Milmo, El
Service 242, 243 Annan, Kofi 180 Tigre Emilio 254
Agencia Reuter 186 Annunziata, Lucia 196 Aznar, José María 8
Agnelli, Umberto 198 Ansón, Luis María 171 126, 169, 171, 197
Aharoniam, Aram 125 Apple Computer 158
127, 128, 130, 131, Aramburuzabala, María B
134, 182, 200 Asunción Backus & Johnston 159
Ahuja, V. y otros 47 205, 206, 214, 215 Bachelet, Pablo 169
Albrecht, Karl 193, 194 Aranda, Sergio 154, 155 Bailleres, Alberto
Albrecht, Teo 193 Arango, Jerónimo 205, 206, 209, 215
Aldanca 163 206, 209 Ball, Carlos 160, 161
Alessandri Rodríguez, Arango, Paco 170 Ballmer, Steven 193
Jorge 225, 273 Arango, Plácido 170 Banco Banesco 90
Alfinger, Ambrosio 91 Arbenz Guzmán, Jacobo Banco Bilbao Vizcaya
Alfonzo Ravard, Rafael 217 Argentaria, BBVA
116 Ardila Lülle, Carlos 8, 111, 118, 127
Alfonzo Rivas, Santiago 211, 216, 267 Banco Caracas 90
115 Argaña, Luis María 182 Banco Caribe 90
Alianza para el Progreso Aristimuño Herrera y Banco Central de
212 Asociados 187 Venezuela
Alianza Revolucionaria Aristóteles 36 17, 106, 112, 154,
Democrática 175 Arnault, Bernard 193 165, 194, 240
Alierta, César 170 Arnold, Ralph 80 Banco CorpBanca 90
Almansa, Fernando 170 Arria, Diego 104 Banco de los Trabajado-
Almunia, Joaquim 185 Arroyo Parejo, Fco. 68 res 89, 163
Aluminios de Angostura Asamblea Gral. Onu 32 Banco de Maracaibo
163 Asfalto y revolución: la 103
Alvear, Soledad 212 New York & Banco Santander
Allen, Paul 193 Bermúdez Co. 67 Central Hispano
Allende, Salvador Asís Espejo, Edgar 104 185
77, 172, 217 Asociación de Pesca Banco de Venezuela
Amazonas 17 276 103, 118

277
Banco Exterior 90 Blair, Tony 197 Camero Z., Omar 134
Banco Federal 90, 134 Blockbuster 173 Campo La Alquitrana 60
Banco Hipotecario de la Bloque de Armas 131 Camus, Albert 126
Vivienda 115 Boeninger, Edgardo 182 Canal 13 de la Universi-
Banco Industrial de Bolívar, Simón 232 dad Católica de
Venezuela 90, 154 Bolsa de Caracas 200 Chile 229, 237
Banco La Guaira 115 Bonpland, Amadeo 58 Canal Globovisión 94
Banco Latino 160 Bosch, Juan Luis 216 Canal Meridiano TV
Banco Mercantil 90 Boston Globe 247 131
Banco Mundial 11, 15, Boulton, grupo 101 Cantv, Compañía
21, 33, 41, 122 Bowen, Herbert Wolcott Anónima Teléfo-
Banco Obrero 78 68, 71, 72, 78 nos de Venezuela
Banco Occidental de Bozano, Julio 90
Descuento 90, 118 206, 207, 209, 222 Cañonera Scorpios 66
Banco Provincial (Bbva) Braun, Federico 215 Capriles, Miguel Angel
90, 118, 127 Brescia, Familia 211 129, 131
Banco Rothschild y Briones, Hernán 256 Caracas Country Club
Lehmann 182 British Sky Broadcas- 161
Banco Santander ting (BSkyB 241 Cárdenas, Lázaro 84
Central Hispano Brito Figueroa, Federico Cardoso, Fernando 170
8, 111, 118 101, 105 Caribbean Communica-
Banco Unión 99, 103 Britto García, Luis tions Networks
Banco Venezuela (Bsch) 146, 147 158
90 Brown, Clyde 73 Caribbean Petroleum
Bandera Roja 88 Brzezinski, Zbigniew Company 79
Banesco 118 183 Carlos I de España 57
Barber, Amzi Lorenzo Buffet, Warren 193, 194 Carlos V de Alemania
65, 78 Burger King 157 57
Barber Asphalt Paving Burlington Investment Carmona Estanga, Pedro
Company 65 Co. 80, 92 103, 165, 168, 197
Barcley, Robert L. 186 Bush, George W. 36, Carner, Ambrose
Barrientos, Paloma 167, 179, 181, 196 Howard 68
165, 169 Carnota, Fernando 263
Bauce, Juan Bautista 79 C Carrera, José Miguel
Bauxilum 90 Cabanillas, Pío 170 232
Bavaria, Colombia 117 Cable Bravo 241 Carter, Jimmy 123
Bechtel 182 CADA, supermercados Carter, Jimmy 167
Bell International 113, 157, 190 Casa Guipuzcoana 76
Holding Co. 254 Cadena Capriles Case, Steve 167
Bell South 157, 254 144, 147, 148 Casilla, Oscar 243
Berlusconi, Silvio Cadena Fox 240 Castillo, Iris 150
165, 196 Cadena Hearst 131 Castro, Cipriano 62, 65,
Berstein, Carl 248 Café El Peñón 157 67, 69, 73, 75, 78, 96
Bertelsman 180 Caggiano, Antonio 261 Caterpillar 182
Betancourt, Rómulo 76, Caldera, Rafael 89, Cativen 190
77, 81, 84, 153, 180 135, 160, 174, 176 Cato Institute, Washing-
Bettencourt, Liliane Calvo, Daniel 167 ton 225
193, 205 Calvo Otero, José 126 Caudillo Restaurador 68
Bicecorp 274 Cámara de los Comunes Cementos Bío Bío 256
Bitar, Sergio 221 69 Cementos de México
Blair, Jayson 247 Camargo, Familia 211 115, 209, 215, 222

278
Cementos La Vega Cisneros, Ricardo Conduven 90
98, 102, 109 160, 161 Confederación de
Cemex Venezuela 90 Citgo 181 Trabajadores de V.
Centro David Rockefe- Citibank 90 124, 150, 163,
ller para Estudios Clarín 229 Consejo de Relaciones
Latinoameri 184 Claro V., Ricardo 172, Exteriores 183
Centro de Estudios 205, 211, 223, 276 Consejo de Seguridad 32
Públicos 274 Claxon Interactive Consejo Nacional de
Centro Demográfico Group 159, 166 Televisión 167
Latinoamericano, Clear Channel Commu- Consejo Nacional
Celade 218 nications 249 Electoral 147
Centro para la Integri- Clinton, Bill Consorcio Cisneros-
dad Pública, Fair 38, 181, 186, 217 Goldfields 162
242 Cnbc 241 Consorcio Tame 163
Cepal 15, 16, 19, 21, CNN 165, 239, 241/7 Constantini, Eduardo
42, 45, 49, 52 Coca Cola Corp. 182 215
Cervecera Caracas 111 Codazzi, Agustín 58 Constitución de 1999
Cervecería Heinecker 111 Coeficiente Atkinson 143
Cervecería Regional de 19, 44 Coordinadora Democrá-
Venezuela 159 Coeficiente Gini 44 tica 127
Cervecería Regional del Coeficiente Theil 44 Coposa 90
Zulia 117 Colegio Periodistas 145 Corimon Pinturas 90
Cervecerías Backus & Comcast 240 CorpBanca 118, 271
Johnston Brewery, Cominco S.A. 274 Corporación del Cobre,
Unión de 117 Comisión Económica Codelco 213
Cerveza Boreal 190 para América Corporación Digitel 90
Cerveza Caracas 102 Latina, Cepal 11 Corporación Distribui-
Cerveza Polar Comisión Federal de dora de Alimentos
102, 111, 181, 188 Comunicaciones 180
Cigarrera Bigott 90 179 Corporación Venezolana
Cisneros, Anita 177 Comisión Federal de de Guayana 162
Cisneros, Antonio Comunicaciones, Corporación Zemi 160
153, 177 FCC 241 Corsini, Miguel 170
Cisneros Bermúdez, Comisión Trilateral Corte Inglés 165
Diego 153 183, 184 Cortina, Alfonso 170
Cisneros, Diego 102, Compañía de Seguro Cossío, Antonio 215
112, 164, 175, 177 Cruz del Sur 276 Council on Foreign
Cisneros Fajardo, Compañía Francesa del Relations
Oswaldo Cable Interoceáni- 183, 184
114, 153, 157, 222 co 68 Cox Anthony, Barbara
Cisneros Rendiles, Compañía Guipuzcoana 193
Gustavo 21, 27, 91 Cox Chambers, Anne
101, 103, 104, Compañía Nacional 193
106, 114,117, 153, Petrolia del Creole Petroleum
159, 164, 165, 167, Táchira 61 Corporation
168, 170, 171, 179, Compañía Venezolana 81, 92
184, 186, 187, 194, de Petróleo 92 Crespo, Joaquín 64
197, 205, 206, 207, Concesión Hamilton Creuheras, José 171
208, 209, 213, 216, 63, 64 Cristóbal Colón 55, 91
218, 223, 229, 237, Concurso Miss Vene- Crónica 242
240, 271 zuela 133, 158 Cruzat I., Manuel 276

279
CS First Boston 157 Diálogo de Negocios Diario La Estrella 229
CS Holding Ag 157 Globales 180 Diario La Jornada 242
Cummins 182 Diario 2001 131 Diario La Nación, Arg.
Cutrale, José 211 Diario Abc 246 211, 262
Diario Abril 131, 132 Diario La Nación de San
CH Diario Así es la Noticia Cristóbal 132
Chacao 18 132 Diario La Prensa 229
Chase Manhattan Bank Diario Austral 229 Diario La Razón 229
180, 182, 184, 186 Diario Chicago Tribune Diario La Religión 132
Chávez Frías, Hugo 89, 247 Diario La Segunda 229
95, 121, 124, 143, Diario de Avisos 62 Diario La Tercera 248
148, 160, 167, 176, Diario de Caracas, El Diario Meridiano 131
191, 218 132, 133, 160, 174 Diario Miami H. 173
ChileVisión 158, 166, Diario de la Economía, Diario New York
173, 229, 237 Reporte 132 Herald 74
Diario El Carabobeño, Diario Panorama 123
D Valencia 132 Diario Portafolio 270
Da Silva, Luis Inazio Diario El Confidencial Diario San Francisco
Lula 172, 257 168 Chronicle 199
Dahse, Fernando 276 Diario El Correo del Diario Tal Cual
Daimler Chrysler Orinoco 232 103, 132
155, 185 Diario El Globo Diario Ultimas Noticias
Darlene Investments 131, 134 130, 132, 142, 144,
LLC 251 Diario El Impulso de 147, 148
De Andrade Faria, Barquisimeto 132 Diario Venezuelan
Aloysaio 206 Diario El Líder 229 Herald 74
De Armas, Armando 131 Diario El Llanquihue 229 Díaz Rangel, Eleazar
De la Dehesa, Guillermo Diario El Mercurio 126, 130, 142, 143, 146
170 198, 224, 229, 248, 255 Díaz, Trino Alcides 118
De la Rúa, Fernando Diario El Metropolitano Diego Cisneros y Cía. 181
265 166 Dirección de Servicios
De Lara, Manuel 171 Diario El Monitor 67 de Inteligencia y
De Moraes, Antonio E. Diario El Mundo Prevenció 179
182, 209, 258, 259 129, 147 Directv 157, 159, 166, 179,
Deca Centro 154, 181 Diario El Mundo, 237, 240, 242, 251
Delfino, Carlos 98 España 126 Disney Channel 252
Delfino, Enrique 104 Diario El Nacional 121, Distribución del ingreso
Delgado Chalbaud, 124 127, 129, 19, 30, 33, 53
Carlos 154 130, 144, 248 Distrito Federal 17
Delgado, Kotepa 129 Diario El Nuevo País Dólar PPA 16, 41
Delgado Parker, Genaro 132 Dos Santos Diniz, Ab.
229 Diario El Tiemp 128 205, 207, 209
Delta Amacuro 17 Diario El Universal 121, Drago, Luis María 69
Dell, Michael 193 124, 125, 130, 135, Ducharne, Horacio 67
Desarrollo Humano 11 144, 156, 248 Ducharne, Pedro 67
Desarrollo Humano en Diario El Venezolano Duno, Pedro 27, 104, 109
Vzla. 2002 21 59, 148
Diario Frontera, de E
Desarrollos del Cuyuní
163 Mérida 132 Echevarría, Alejandro 170
Destino manifiesto 63 Diario La Aurora de Editorial Monte Avila
Deterding, Henry 80 Chile 232 Editores 62, 71

280
Editorial Quimantú 172 Febres Cordero, Siro 104 Frei Ruiz-Tagle,
Editorial Zigzag 172 Fedecámaras 150 Eduardo 275
Edwards E., Agustín Federación Latinoameri- Frente Democrático
182, 229, 271 cana de Periodis- Nacional 175
Ehrenreich, Barbara 245 tas, Felap 249 Frias, Luiz 215
Einstein, Albert 226 Federación Venezolana Frigoríficos Oriente 154
Ejército Simbionés de de Agencias de Frito Lay 189
Liberación 199 Publicidad, F 130 Fuentes, Carlos
El Dorado 91 Feffer, León 211 169, 171
El Mapa de la Extrema Felipe El Hermoso 57 Fundación Nuevo
Riqueza 276 Fernández, Carlos 215 Periodismo
El Rey del Asfalto 65 Fernández de Oviedo y Iberoamericano
El Rey del Salitre 62 Valdés, Gonzalo 58 255
El Sitio Punto Com 166 Fernández, José Antonio Fundo La Fortuna 275
Electricidad de Caracas 215 Fx 242
90, 134 Fernández, Leonel 213
Electrificación del Fiat 182, 185 G
Caroní 90 Film&Arts 241 Galavisión 229
ElSitio. com 229 Fitzgerald, Cyrenius Galerías Preciados
Ellison, Lawrence 193 Charles 62 165, 170
Embotelladora Caracas Flash-Ad 167 Gallegos, Rómulo
153 Flores, Samuel 170 154, 181
Enron 36, 265 Fo, Darío 197 Galletas Huntley &
Entertaiment Television Fondo de Garantía de Palmery 61
167 Depósitos 161 García, Gustavo 53
Equipos de Angostura Fondo de Población de García, Luis Alberto
163 Naciones 33 211
Escobar Cerda, Luis Fondo Gustavo y García Márquez, Gabriel
225 Ricardo Cisneros 255
Escotec, Juan Carlos 184 Garza Lagüera, Eugenio
118, 127 Fondo Monetario 205, 206, 209
Escuela de Negocios Internacional Garza Sarda, Bernardo
Lubin 160 33, 43, 223, 232 211
Espn 252 Fondo Patricia y Gustavo Gaseosas Orientales s.a.,
Estíbaliz, Alicia 170 Cisneros 184 153
Eurnekian, Edo. 211 Fontaine Aldunate, Gates, Bill
Evenflo 173 Arturo 255 21, 192, 194, 200
Exon 182 Ford, Henry 31 General Asphalt
Foro de Davos 184 Company 73
F Foro Económico General Electric 240
Fábrica Nacional de Mundial 182 General Motors 155, 241
Cementos 90 Fortabat Pourtalé, Geographic Society 59
Faja del Orinoco 119 Alfredo 263 Gerges, Pierre 132
Falcón, Juan Fox News Channel Gerges, Tannous 132
Cristóstomo 60 240, 242, 247 Grupo Polar 187
Famous Players 241 Fox, Vicente 254, 256 Gibbs 182
Fao 49 France Cable & Radio 254 Giménez de Mendoza,
Farenheit 9/11 240 Fray Bartolomé de Las Leonor 111, 189
Faria, Aloysio de Casas 58 Globovisión 92, 93,
Andrade 258, 259 Frei Montalva, Eduardo 134, 135
Farrand, Camilo 60 212 Goebbel, Joseph 148

281
Goiticoa, Eduardo 101 Grupo Delfino Hearst, William R. 199
Gold Fields of South 109, 114 Helados Club 156
Africa 162 Grupo Domínguez 103 Helados Tío Rico
Gómez, Juan Vicente Grupo E. Mendoza 100 156, 157
68, 74, 75, 78, Grupo Fortabat, Helley, D.B. 59
86, 92, 96 Argentina 263 Hernández, Alejandro
González, Ángel 229, Grupo Franger 118 109, 110, 116
237, 271 Grupo Globo 158, 237 Hernández, Roberto
González, Claudio X. Grupo Hernández 109 205, 209
211 Grupo Macy’s 113 Herrera Campíns, Luis
González, Felipe Grupo Matte 274 105, 131, 175
113, 165, 171, 174, 213 Grupo Mellon 103 Herrera de Noble,
González, Juan Vicente 148 Grupo Mendoza-Polar Ernestina 207,
González Videla, 27, 100, 103, 105, 107, 211, 237, 260, 261
Gabriel 275 114, 115, 117, 118, 127, 187 Herrera Luque, Fco. 191
Gore, Al 196 Grupo Neuman 132 Hewlett-Packard 182
Grace y Cía. 276 Grupo Petricca 135 Hicks 166
Gracia, Diego 36 Grupo Phelps 133 History Channel 167, 229
Graham, Katherine Grupo Sears 113 Hughes Communica-
186, 262 Grupo Sosa Rodríguez 103 tions 158
Graham, Philip 262 Grupo Sterling 118 Hughes Electronics
Gran Depresión Grupo Tamayo 110 241, 251
97, 243 Grupo Valores Bavaria Hussein, Saddam 239
Gran Ferrocarril de 269
Venezuela 68 Grupo Vollmer-Zuloaga I
Granier, Marcel 124 98, 103, 112, 115 Ibáñez, Blanca
Greene, Francis B. 67 Grupo Zigala 118 174, 179
Grundwald, Henry Guerra del Yon Kipur 175 Ibero America Media
Anatole 186 Guerra, Ramón 67 Holdings
Grupo Alfonzo Rivas Gulf Oil Corporation 92 159, 166
115 Gutiérrez, Miren 242 Iglesia Católica
Grupo Aval, Colombia Guzmán, Antonio 135, 274
268 Leocadio 62 Iglesias, Julio 165
Grupo Bavaria, Colom- Guzmán Blanco, Índice de Desarrollo
bia 269 Antonio Humano
Grupo Belloso 118 62, 68, 101 11, 23, 24
Grupo Bertelsmann 240 Índice del Desarrollo
Grupo Bilderberg H
Humano 33
185, 186 H Tv 167, 229 Industrias Pampero 103
Grupo Boulton 103 Hamerman, Nora 179 Inelectra 90, 190
Grupo Bruxelles 240 Hamilton, Horacio Infinito 167, 229
Grupo Capriles 130 Robert 61 Informe sobre el
Grupo Cisneros 27, Harina Pan 102, 188 Desarrollo
112, 116, 117, Harp Helú, Alfredo Humano 10, 33
118, 126, 128, 154, 205, 209 Ingreso per cápita 15
156, 162, 173, 179, Harwich Vallenilla, Instituto de Estudios
180, 229, 251 Nikita 62, 67, Superiores de
Grupo Clarín 68, 71, 75, 78 Administración 53
102, 158, 229, 251 Hay, John 66 Instituto de Investiga-
Grupo Copesa 229 Hbo 239, 252 ciones Económicas
Grupo De Armas 132 Hearst, Patricia 199 y Sociales 25

282
Instituto Nacional de La Papelera 273 Luksic Fontbona, Jean
Estadísticas, INE La Riqueza de las Paul 272
25, 52 Naciones 34 Lusinchi, Jaime
Internet 159 La Romana 176 34, 84, 105, 134,
Internet Claxson Chile 167 Lacroze de F., Amalia 162, 165, 177, 179
Inversiones Banpro 190 182, 207, 209, 211,
Inversiones Cmoc 274 222, 262, 263 M
Inversiones Sweetly 163 Lafarge 185 Macaya, Cristina 170
Ipea 45 Lago de Guanoco Maccarone, Roque 265
Isabel La Católica 57 57, 58, 63, 64, 68 Macri, Francisco 211
ISAT 229 Lago de Maracaibo 58 Machado, Ana Corina
Ixer, Stephen 128 Lagos Escobar, Ricardo 135
Froilán 212, 227 Machado, Enrique 135
J
Lamberti, Blas 100 Machado, Gustavo 78
J. P. Morgan 36 LaRouche, Lyndon H. 178 Maderas Cholguán 276
Janus Corp. 240 Larragoiti, Familia 211 Makro (S. Merc.) 190
Jaurett, Albert Félix 74 Larraín, Fernando 276 Manoa Company
Jiménez, Doris 185 Larrázabal, Wolfgang Limited 62, 74
Job, Peter 186 89, 101 Manpa, Manufacturas
Juana La Loca 57 Larrea Mota-V., de Papel 90, 102
Jugo Amador, Luis 104 Germán 209 Marinho, Roberto
Junta de Gobierno Larrea Mota-Velasco, 209, 215, 222, 257
154, 156 Germán 211 Martín Bringas, Ricardo
Junta Militar de Larry King en Vivo 239 211
Gobierno 154 Las Ultimas Noticias 229 Martínez de Hoz, José
Jupiter Comic 167 Lauría, Carmelo 104 Alfredo 263
Júpiter Comic 229 Lavados M., Jaime 271 Martínez, Gutemberg
Lemann, Jorge Paulo 212
K
205, 207, 211 Marturet, Marturet 118
Kamprad, Ingvar Léniz, Fernando 182 Marubeni Corporation
193, 199 León, Carlos 78, 79 273
Kelly, Jack 247 Letelier, Orlando 182 Marx, Carlos 86
Kemble, E.W. 75 Levine, Gerald 180 Mary’s College 153
Kennedy, John 212 Lewis, Chuck 242 Mata Osorio, Andrés 125
Kennedy, Robert 260 Li Ka-shing 193 Matanza de Cantaura 88
Khodorkovsky, Mikhail Liberty Media Corp. 240 Matanza de El Amparo 88
193, 205 Librerías Las Noveda- Matanza de El Caracazo
Kissinger, Henry des 131 88
174, 182, 186 Locomotion 167, 229 Matanza de Yumare 88
Klenetsky, Katleen 179 Lodge, George 77 Matos, Manuel Antonio
Krauze, Enrique 255 Loomis, Francis Butler 67
Krugman, Paul 243 66, 71, 78 Matte Larraín, Eliodoro
Kwok, Hermanos 193 López Contreras, Eleazar 205, 206, 209,
76, 101, 153 213, 270, 272, 273
L Loreto Lima, Luis 67 Matte Larraín, Luis 273
La Brea 57, 64 Los Leones de Caracas Mavesa 114, 189
La Concentración del 118, 158, 181 Maxy’s 157, 190
Poder Económico. Los Pirañas 276 Mayer, Jimmy 216
Su Teoría. 226 Lozano, Martín 182 Maza Zavala, Domingo
La Electricidad de Luksic A., Andrónico Felipe 106, 107,
Caracas 99 205, 209, 270, 272 110, 112, 113, 114, 116

283
Mc Kinley, William Mitshui & Company Nippon Steel 182
65, 66 Limited 273 Nixon, Richard 248
McChesney, Robert W. Mitsubishi 182 Noble Herrera, Felipe
244 Mitsubishi Corporation 262
McGhee, George 185 273 Noble Mitre de Saguer,
Medina Angarita, Isaías Mobil Oil Company 92 Matilde 262
81, 100, 102, 154 Monagas, Domingo 67 Noble, Roberto 261
Megavisión 172 Monagas, José Gregorio Noboa, Alvaro
Mejía, Hipólito 178 59 211, 216
Mejías Zerpa, Wilfredo Moore, Michael 240 North, John Thomas 62
148, 150 Moreira, Pedro 215 North, Oliver 24, 176
Mendoza, Eugenio Moreno Valle, Javier Notimex, agencia 53
Antonio 257 Nuevo Museo de Arte
114, 168, 182 Msnbc 247 Moderno de
Mendoza Fleury, Mtv Networks Latin Queens 184
Lorenzo Alejandro 252 Núñez, Teófilo 125
110, 111, 188 Much Music 167, 229
Mendoza Giménez, Mujica, Héctor 175 O
Lorenzo 100, Multinacional de Odebrecht, Marcelo
186, 194, 205, 206, Seguros 90 215
207, 210, 213 Multivisión 158 Odebrecht, Norberto
Mendoza Giménez, Muller, Charles 185 211
Lorenzo Alejandro Murdoch, Keith Rupert Oficina de Presupuesto
100, 186, 187, 158, 159, 166, del Congreso 243
188, 194, 205, 206, 167, 240, 251 Olavarría, Jorge 176
207, 210, 213 Muse 166 Olavarría, Manuel 60
Mendoza Goiticoa, Mussolini, Benito 266 Ominami, Carlos 224
Eugenio Opep, Org. de Países
27, 107, 108, 110 N
Exportadores de
Mendoza, Luciano 67 Naciones Unidas Petróleo 11, 82
Mendoza Quintero, Juan 15, 41, 44, 248 Oppenheimer, Andrés
Lorenzo 188 Narcotráfico S.A. 179 224
Mendoza y Cía. 101 Naruto, Michio 180 Organización Cisneros
Mene Grande Oil National Amussement 100, 159, 161, 164,
Company 81, 92 240 166, 174, 176, 179, 189
Menem, Carlos National Asphalt Organización Demócra
32, 222, 262, 263 Company 65 Cristiana America-
Merrill Lynch 36 Navarro Camargo, Dirce na, Odca 146
Mezeherane, Nelson 211 Organización Demócrata
132, 134 Nbc 240, 241 Cristiana America-
Middelhoff, Thomas Ncr Corp. 158 na, Odca 212
180 New Republic 247 Organización Diego
Mieres, Francisco New Trinidad Lake Cisneros 27, 154
119, 124, 142 Asphalt Company Organización Europea
Miguens Bemberg, 64 de Cooperación
Carlos 215 New York & Bermúdez Económica 220
Mineral Los Pelambres Co. 64, 67, 68, Organización Mundial
273 73, 74, 78, 79 de Comercio 33
Minervén 162 News Corp. Orinoco Shipping &
MiniSitios 167 158, 240, 242 Trading Co. 74
Misión Sucre 14 Nippon Mining 273 Orwell, George 123

284
Otero Castillo, Miguel Pérez Briceño, Arturo 104 Poma, Ricardo 216
Henrique 126, Pérez, Carlos Andrés 10, Pomar, vinos 111
128, 150, 213, 217 24, 27, 34, 82, PopUp 167
Otero, Clara Rosa 126 83, 101, 104, 105, 156, Powell, Michael 241
Otero Silva, Miguel 160, 163, 175, 176, 178, 232 Premio Pulitzer 173
126, 147 Pérez Companc, Preysler, Isabel 165
Otero Vizcarrondo 80 Gregorio 205, Primera Enmienda de la
206, 209, 222, 264 Constitución 161
P Pérez Jiménez, Marcos Príncipe Alwaleed Bin
Pacto Internacional de 81, 89, 101, 116, Talal Alsaud
Derechos Civiles y 142 193, 194
Político 50 Pérez, Milagros 145 Príncipe Bernhard 185
Pacto Internacional de Pérez Recao, Isaac 103 Prío Socarrás, Carlos
Derechos Econó- Perón, Juan Domingo 176
micos, Social 50 266 Producto Interno Bruto,
Palacio, Ana 169 Perú 12, 14 9, 14, 28, 220
Panamco 173 Pesquera Chilemar 276 Programa de NN: UU.
Panorama Social de Pesquera Eperva 276 para el Desarrollo,
América Latina 50 Pesquera Indo 276 Pnud 10, 17, 18,
Papeles Maracay 102 Pesquera Iquique 276 21, 24, 33, 42, 193
Pappalardo, Conrado Petión, Alexandre 60 Project Censored 245
182 Petkoff, Teodoro 103, 132 Promasa 102
Paridad del Poder Petricca Zugaro, Promasa Colombia 190
Adquisitivo 15, 41 Umberto 135 Protinal/Proagro 90
Partido Acción Demo- Petróleos de México, Proyecto para la
crática 212 Pemex 254, 256 Excelencia del
Partido Conservador Petróleos de Venezuela, Periodismo 249
231 Pdvsa 53, 82, Pubill, Salvador 276
Partido Demócrata 143, 152, 182, 218 Pueblo Xtra, 173
Cristiano, Pdc 212 Petrolera Venoco 103 Pulido, Antonio 60
Partido Revolucionario Phelps, Patricia 174
Phillips, Peter 245 Q
de Venezuela 78
Partido Revolucionario Phillips Petroleum Quandt, Familia 199
Institucional, Pri Company 92, 99 Quintana, Bernardo 215
209, 253, 254 Piketty, Thomas 243 Quiroz Corradi, Alberto
Partido Social Cristiano Pinochet, Augusto 127
Copei 174, 212 197, 209, 256
Pinturas Montana 103 R
Pastora, Edén 175
Pastrana, Andrés 269 Pinturas Tajamar 275 Radio CX 8 Radio
Pasur 274 Piñera, Sebastián Sarandí 166
Peña, Alfredo 141 166, 271 Radio 97.1 FM Futura
Peñaloza, Juan Pablo Pizza Hut 157 166
67 Plan Marshall 84 Radio Cadena Nacional,
Pepsicola 102, 114, 157, Planeta, Editorial 170 Colombia 124, 133
170, 173, 179, 189 Platón 36 Radio Caracas TV 103,
Pequiven 90 Play Boy Tv 229 124, 133, 135, 174
Peralta, Carlos Play Boy Tv Latin Radio Concierto
205, 206, 209 America 166 166, 229
Pereire, Eugene 62 Plaza Pater Noster 165 Radio Corazón 166, 229
Pérez Alfonzo, Juan Plumrose 90 Radio CX 18 Radio
Pablo 55, 82, 95 Polanco, Jesús 170 Sarandí Sport 166

285
Radio FM Dos 166, 229 Revista Quántum 125, 129 S
Radio FM Hit 166, 229 Revista Question
Saba, Moisés 256
Radio Futuro 166, 229 125, 128, 129
Saba Raffoul, Isaac
Radio Imagina 166, 229 Revista The American 205, 206, 209
Radio Pudahuel 229 Monthly Review Saez, Emmanuel 243
Radio Pudahuel FM 166 of Reviews 71 Safra, Edmond
Radio Rock & Pop Revista The Nation 203, 211, 260
166, 229 240, 245 Safra, Joseph y Moise
Ramonet, Ignacio 142 Revista Time 186 194, 203, 205, 206,
Ramos, Jorge 171 Revolución Libertadora 207, 215, 260
Rangel, Beatrice 160 67, 68, 71 Safra, Lily 203, 205,
Rangel, Domingo Alberto Rey Juan Carlos 171 206, 209, 211
76, 84, 99, 105, 141 Reyes Católicos 55 Safra, Moise 260
Rather, Dan 239 Reyes Copello, Gerardo Said, Pedro 211
Ravel, Alberto Federico 173, 176, 178, 215, Said Saffie, José
94, 134, 149 218, 219, 220, 237, 263 198, 215
Raven Media Invest- Reyes, Raúl 270 Saieh Bendeck, Álvaro
ments 229 Rice, Condoleeza 182 118, 182, 215, 229,
Raworth, Kate 225 Ríos, José Antonio 163 231, 271
Reagan, Nancy 174 Rocca, Agostino 267 Saint-Gobain 182
Reagan, Ronald 5, 24, Rocca, Agustín 266 Salinas de Gortari,
Carlos 32, 209,
85, 174, 176, 222 Rocca, Roberto
222, 253, 256
Red TV 229 209, 211, 266 Salinas de Gortari, Raúl
Registro Mercantil 200 Rockefeller, David 174, 222, 256
Reich, Otto 66 180, 182, 183, 185, 186 Salinas Pliego, Ricardo
Repsol 170 Rockefeller, Nelson 180 205, 206, 209, 222,
Restrepo, Nicanor 270 Rodríguez, Alí 95 231, 256
Revés, Carlos 170 Rodríguez Araque, Alí Samper, Ernesto 269
Revista Bohemia 131 95 Samuelson, Paul 37
Revista Brecha 182 Rodríguez, Gumersindo Sanson, Gerardo 101
Revista Business Week 104 Santodomingo, Julio
243 Rodríguez Inciarte, Mario 205, 207,
Revista Cambio 218 Marías 185 209, 211, 216, 221,
Revista Collier's Rodríguez Marturet, 222, 223, 231, 267, 270
National Weekly Carolina Sargent, Nathan 66
75 101, 165, 168, 186 Sarmiento Angulo, Luis
Revista Dinero 90, 190 Rodríguez, Pedro 246 Carlos 205, 209,
Revista Forbes 156, 193 Rodven 156 216, 217, 218,
206, 207, 211, 258, Roemmers, Alberto 215 266, 267, 270
266, 270, 275, 276 Rolando, Nicolás 67 Seguros Bancentro 90
Seguros Caracas 90
Revista Le Monde Romero, Dionisio 211
Seguros Horizonte 90
Diplomatique 193 Romo Garza, Alfonso Seguros La Previsora 90
Revista Monthly 211 Seguros La Seguridad 90
Review 227 Roosevelt, Franklin Seguros Orinoco 90
Revista Newsweek Delano 241 Seguros PanAmerican 90
186, 249 Roosevelt, Teodoro Seldes, George 246
Revista Plan B 236 65, 66, 72, 73, 78 Senderos, Fernando 215
Revista Poder 128, 172, Rosenstiel, Tom 249 Servitje, Lorenzo y
174, 181, 252, 254 Ruiz, Arlette Judith 154, Daniel 215
Revista Prensa de la 55, 156, 159, 162, 180 Setubal, Roberto 211
Almenara 245 Ruiz Mateos 165, 170 Sewall, Arthur W. 67

286
Shell de Venezuela 90, Spice 229 The Orbiter 243
92, 96, 127, 186 Spielberg, Steven 198 The Wall Street Journal
Shell, Royal Dutch Standard Oil Company 156, 158, 160, 161,
79, 92, 182 of New Jersey 163, 174, 186
Siderúrgica del Orinoco, 92, 94, 96 The Washington Post
Sidor 90 Staub, Eugenio 215 186, 248, 262
Sindicato de la Prensa Steinbruch, Benjamín Thomson, Kenneth 193
145 211 Times Warner 180
Sistema Económico Strachey, John 227 Tinoco Terrero, Pedro
Latinoamericano, Stroessner, Alfredo 182 104, 160, 163, 180
Sela 50 Sucre, Manuel 127 Tnt 239
Sivensa 90 Sumitono 182 Tomasi di Lampedusa,
Sky TV 158, 159, 166, Super Maxy’s 190 Giuseppe 213
167, 229, 242 Súper Octanos 90 TotalFinaElf 185
Slim Helú, Carlos 32, Trinidad Asphalt
184, 193, 194, 202, T Company 64
205, 206, 209, 214, Tabacalera Nacional 90 Trump, Donald 198
216, 223, 237, 254, Tamayo Suárez, Trust del Asfalto
255, 259 Armando 104 64, 65, 69, 92
Smith, Adam 34, 202 Tate & Furst 166 TV ABC 240
Snacks América Latina Tecnología de la TV Azteca 255, 257
189 Información y la TV Catia 150
Soberanía, http:// Comunicación 21 TV CBS 240
www.Soberania.info Teitelboim, Claudio TV Globo 254, 257
101 274 TV NBC 257
Soberanía, http:// Tejera, Manuel 59
www.Soberania.info U
Telares Palo Grande
165, 169, 179, 181, 103 Unesco 13, 248
184, 187 Telcel BellSouth 90 Unibanca 90
Socialista Obrero Telecommunications Unilever 182, 185
Español 185 Inc. 158 Uniseries 167, 229
Sociedad de Ciencias Telefónica 170, 187 United Cinemas
Físicas y Naturales Teléfonos de México Internationals 241
de Caraca 59 209, 253 United Fruit 218
Sociedad de Las Telemundo 240, 241 United State & Vene-
Américas 182 Televisa 117, 131, 158, zuela Co. 74
Sociedad Interamericana 205, 229, 237, Universidad Católica
de Prensa, SIP 253, 254, 255 Andrés Bello, 25
161, 248 Televisora del Valle de Universidad Central 106
Solana, Javier 185 México 257 Universidad de Colum-
Soldati, Santiago 211 Televisora Megavisión bia 184, 246
Solomon, Norman 240 Chile 205 Universidad de Chile
Somoza, Anastasio 24 Teng Siao-Ping 175 166
Sony Corp. 182 Territorio Delta Universidad de Harvard
Sony Entertaiment Amacuro 12 184
Television 167, Thatcher, Margareth Universidad de Miami
229, 240 5, 86, 222 160
Soros, George 198 The London Observer Universidad de Sonoma
Space TV 167, 229 186 245
Spalding, pelotas The New York Time Universidad Finis
157, 173 126, 186, 247, 264 Terrae 274

287
Universidad George VenGas 90 Walton, Jim 193
Washington 235 Venoco 103 Walton, John 193
Universidad Venpres, Agencia Walton, S. Robson 193
Georgetown 184 128, 133, 148 Wall, G.P. 59
Universidad Rockefeller Verizon Communica- Warner & Quislan
184 tions Inc. 187 Asphalt Co. 65, 73
Univision Communica- Vetas de Vuelvan Caras Warner Brothers 239
tions Inc. 158, 159, 162, 163 Warner Brothers TV
158, 159, 165, 167, Viacom Inc. Channel 167, 229
179, 229, 237 240, 241, 245 Welzer, banqueros 91
Upn 240 Vial, Javier 276 Welles, Orson 199
Urbina, Rafael Simón 78 Videla, Jorge Rafael Wesley, Carlos 179
Uría, Rodrigo 170 263 Wolfensohn, Jim 122
USA Today 247 Vidigal, Gastón 211 Woodard, Bob 248
Uslar Pietri, Arturo 84 Viloria Vera, Enrique World Business Council
Utreras, Orlando 93, 95 182
128, 133, 148, 149 Villarzú, Juan 213 Wornat, Olga 267
Villegas, Vladimir 134
V Vivas, María Teresa
125 X
Valladares, Rafael
Maximiliano Vivendi Universal Xerox 36, 185
79, 80 240, 241
Vargas, José María 58 Vogel Jr., Thomas T. Y
Vargas, José Rafael 249 156, 159, 163 Ybarra, Emilio 170
Vásquez, Ian 225 Vollmer, familia 98 Yon Kippur 83
Velasco Alvarado, Juan Vollmer, Gustavo Julio Yukery, jugos 157
122 216
Venevisión 124, 133, Von Humboldt, Z
135, 159, 165, 175, Alexander 58 Zalamea, Luis 223
179, 189, 229, 237 W Zambrano, Lorenzo 205,
Venevisión Internacio- 206, 209, 215, 222,
nal 159 Walt Dysney Co. 240 255
Venezolana de TV 151 Walton, Alice 193 Zuloaga, Guillermo
Venezuelan Oil Walton, familia 194 121, 134
Concessions 92 Walton, Helen 193 Zuloaga, Ricardo 98

rimirpmi ed onimret es orbil etsE


,4002 ed erbmeivon ne
ed serellat sol ne
,roserpmI sajoR leinaD
.elihC ed ogaitnaS ,5641 nemraC
ograc a ovutse nóicanimret aL
.otiboL nóicanredaucnE ed
ed nóicamargaid y oñesiD
.zednánreF oetaM

288

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