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1.

Introducción

Las pruebas podríamos compararlas con un rompe cabezas. El rompe cabeza para que tenga
forma, hay que armar todas las piezas, lo mismo pasa con las pruebas en materia judicial. Es
necesario reunir todos los medios de pruebas para poder armar el hecho ocurrido.
El siguiente trabajo presenta en su desarrollo diversos sectores, conceptos y
definiciones derivadas de los medios de pruebas en materia procesal civil. Las pruebas son
las que comunican a la autoridad con el hecho ocurrido, ésta le van hablando hasta que el
investigador logra llegar al punto final.
Los elementos de prueba sólo pueden ser valorados si han sido obtenidos por un medio lícito
y conforme a las disposiciones del código procesal civil. No obstante existe un sin números
de casos, en los cuales se han presentados pruebas ilícitas, por ejemplo, la presentación ante
el tribunal de un testigo falso.
Es menester citar de manera improductiva, que en nuestro sistema judicial, los medios de
pruebas mas usados por su gran eficaz lo son: la confesión, la inspección judicial, el
Testimonio, el Peritaje, las presunciones, la prueba por informe y por último el Careo
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los tratos preliminares son los actos que se llevan a cabo con el fin de elaborar, discutir y
concretar el contrato, pueden consistir en conversaciones manifestaciones, borradores que
no constituyen actos jurídicos de manera inmediata, pero que son relevantes por su
trascendencia en el orden de la formación de la voluntad contractual.

La esencia y razón de las tratativas es la libertad de los tratantes para intercambiar ideas, así
de esta manera plasmar automáticamente su intención no hay acción jurídica que pueda de
manera coercitiva obligar a la parte que no lo hace o que se aparte de las tratativas
precontractuales se configura un deber jurídico de la actuación de las partes, el deber que
permite a las partes exigírselo recíprocamente

La regla de buena fe, tiene verdadera fuerza jurídica esto en crea deberes a los que están
sometidos los futuros contratantes.

En los casos de responsabilidad precontractual el responsable incumple injustificadamente


sus deberes, los mismo que son impuestos por el contacto negocial en el que se ve su
contraparte y por tanto está en la obligación de asumir sus consecuencias por su accionar.

2.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Cuáles son los factores de atribución de la Responsabilidad Civil Precontractual?

3. OBJETIVOS

3.1. Objetivo General


 Contribuir en los en la delimitación de los conceptos de tal manera que
conlleve ha afianzar los conocimientos generales que tenemos sobre la
Responsabilidad Civil en general y de esta manera tener una mejor visión y base, que
nos conlleve a la aplicación dinámica de la teoría a la práctica, que se dará por medio
de la consolidación de una solución adecuada cuando se nos presenten casos
concretos
3.2. Objetivos Específicos
 Analizar el daño ocasionado, a fin de resarcir a los sujetos a los cuales se les
causo el daño.
 Aprehender conceptos básicos de la Responsabilidad Civil en general para la
mejor aplicación en casos concretos cuando se presenten problemas en materia
civilística.
 Establecer la indemnización de los daños y perjuicios de quien no cumplió
con sus obligaciones
 Retomar el “STATUS QUO ANTE” antes de sufrir el daño o lucro cesante.

4. JUSTIFICACIÓN

Este proyecto se concibe en razón de la búsqueda de una mejor compresión del concepto
responsabilidad civil precontractual dentro del Negocio Jurídico, tanto dentro de la relación
obligatoria como por causas que son ajenas a esta, su descripción, motivos y fundamentos
sobre la existencia de esta figura jurídica en nuestro ordenamiento jurídico y en otros,
teniendo como base a la Doctrina Clásica y Moderna sobre las justificaciones que se plantean
para la consolidación de esta figura, atendiendo sus discusiones y críticas que sustentan
indistintamente los juristas por su tendencia

Se aborda desde una perspectiva legal y doctrinal, el alcance de los tratos preliminares es la
que se da a la buena fe en la etapa precontractual y a los deberes de conducta los daños
indemnizables la obligación de asumir sus consecuencias por su accionar.

5. MARCO TEORICO

5.1. ANTECEDENTES HISTORICOS

Fue el jurista alemán Rudolf Von Ihering quien partiendo de fuentes romanas afirmó en el
siglo XIX que las consecuencias de los comportamientos observados por las partes en las
negociaciones preliminares anteriores al contrato podían originar un juicio de reproche para
una de ellas a través de una responsabilidad que denominó “culpa in contrahendo”, alusiva
al quebrantamiento culpable de la confianza que despierta su celebración y la consiguiente
generación del contrato, pudiendo en consecuencia, el que se siente perjudicado con esta
culpa, denominada también daño in contrahendo, demandar el resarcimiento de los
perjuicios por la vía contractual, atendido a que la “conclusión de un contrato, según dice
Ihering, no produce sólo la obligación de cumplimiento, sino que hace nacer también, cuando
la obligación de cumplimiento queda excluida, un deber de resarcimiento de daños”.
Eso es lo que algunos denominan interés positivo fundado en el cumplimiento e interés
negativo, fundado en la frustración del contrato.
El jurista argentino Brebbia destaca esta obligación y el deber de garantizar la confianza
asegurando la celebración del contrato.
Refiriéndose a esta diligencia afirma que “Esta culpa in contrahendo consiste en la
violación de la obligación de diligencia que las partes deben observar no sólo el
cumplimiento del contrato, sino también en el transcurso de las relaciones anteriores al
mismo, a fin de que cada contratante no quede liberado al peligro de constituirse en víctima
de la negligencia del otro”. Agrega que “No es necesario que esa obligación o garantía de
diligencia se estipule expresamente, pues la ley la presume”. Brebbia,Voz “Culpa in
contrahendo”, (1986) pág. 280
Debemos al jurista italiano Gabriel Fagella el aporte del término “responsabilidad
precontractual” introduciendo al campo de las tratativas y negociaciones preliminares
previas a la emisión de una oferta de celebración de contrato, el terreno de la responsabilidad
cuando hay retiro arbitrario del consentimiento.
Conforme lo ha sostenido el profesor Hugo Rosende, “Hay responsabilidad precontractual
cuando se causa daño a la persona o bienes del otro en el curso de la formación del
consentimiento”. Por su parte, Risueño destaca que durante el periodo de formación y en la
fase previa a la elaboración del contrato –que él denomina “negociaciones previas o tratos”–
puede existir responsabilidad precontractual de un contrato no concluido, sino como proyecto
eventual. En estos tratos negociales previos, denominados “ante actos” o “ante contratos”
se entiende que puede existir responsabilidad generada normalmente por culpa, de la que
surge el necesario resarcimiento del daño causado, en la medida en que la voluntad
manifestada en estas tratativas previas vaya dirigida a alcanzar un acuerdo y aceptación
sucesiva, cuya terminación o ruptura intempestiva genera responsabilidad por los
compromisos que anteceden a la conclusión del contrato y provoca el perjuicio derivado de
su no celebración.
Brebbia señala que la responsabilidad precontractual tiene lugar “cuando a raíz de la
comisión de un acto ilícito, por lo general culposo, sucedido en el curso de las tratativas
previas a un contrato, del que deriva un daño al otro precontratante, surge la obligación de
resarcir el daño causado”. Brebbia, Responsabilidad Precontractual, (1987) pág. 96.
Para Corral Talciani “la llamada responsabilidad precontractual, esto es, la que se genera por
el daño causado en las fases preparatorias que aún no se han concluido en la celebración de
un contrato”.
5.2.CONCEPTOS

5.2.1. Período

Según el Diccionario de la Real Academia Española, en su acepción segunda, el


término corresponde al "... Espacio de determinado tiempo que incluye toda la
duración de una cosa".

5.2.2. Precontractual

La definición de este término debe incluir tanto lo dicho por la Real Academia, como
el alcance legal del mismo. Atendiendo a lo anterior, se opta, entonces, por dividir
la palabra en sus partes, conocer el sentido individual de cada una y, luego, unirlas
a la luz del principio según el cual "el conjunto da razón de sus partes". Con la
separación de la palabra en sus componentes se tiene:

5.2.3. Pre

Preposición inseparable que denota antelación, prioridad.

5.2.4. Contractual

Todo aquello estipulado por contrato y a través del documento que acredita éste.
Desde el punto de vista legal, el Código de Civil en su artículo 450 define el contrato
como "... Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo para
constituir, modificar o extinguir entre sí una relación jurídica.
A partir de los planteamientos precedentes, el término precontractual puede
definirse como lo previo al contrato, es decir, al acuerdo de voluntades entre dos o
más agentes por el cual se constituye, regula o extingue entre ellos una relación
jurídica patrimonial. Definición ésta que, junto con lo antes expuesto sobre período,
permite definir conceptualmente la expresión período precontractual: "espacio de
tiempo que cubre toda la duración anterior al acuerdo entre dos o más agentes para
constituir, regular o extinguir entre ellos una relación jurídica patrimonial". No
sobra destacar que en dicho espacio de tiempo tienen lugar todas las conversaciones
que anteceden al contrato mismo, a través de las cuales se busca el consentimiento
y la aceptación entre los sujetos que van a celebrar el respectivo negocio jurídico.

5.2.5. La responsabilidad civil

Etimológicamente, responsabilidad Según LEYSER LEONsignifica en efecto,


"responder" es como "prometer a la vez" o como "corresponder a una promesa". La
palabra, comunica entonces, un desbalance, una equiparidad previamente alterada
que da lugar a la imposición de una "respuesta", la cual debe restablecer el statu
quo preexistente, y que se quiere mantener, o bien una secuencia de acciones que
deben sucederse con una regularidad y orden a ser preservados. De esta manera
señala, debemos considerar a la responsabilidad como una deuda, obligación de
reparar y satisfacer, por sí o por otro, a consecuencia de delito, de una culpa o de
otra causa legal.
JORGE MOSSET ITURRASPE afirma que "la responsabilidad civil no es otra
cosa que el deber de indemnizar los daños causados culposamente a otro". Por su
parte, DIEZ PICAZO Y GULLON afirman que "La responsabilidad civil significa
la sujeción de quien vulnera un deber de conducta impuesto en interés de otro
sujeto a la obligación de reparar el daño producido".

5.3. EL DAÑO

BELTRÁN nos señala que: "el daño, proviene del latín "demere" que significa "menguar",
que es entendido como "el detrimento" o menoscabo a un interés jurídicamente tutelado por
el ordenamiento jurídico (que en un primer momento corresponde al Interés Jurídico
General de "no verse dañado por la conducta de otro sujeto", tornándose luego en un interés
específico de la víctima. Al ser el daño un menoscabo a un interés jurídicamente tutelado la
indemnización debe perseguir "no una sanción" sino una "satisfacción" de dicho interés
conculcado. Este menoscabo a un interés jurídicamente tutelado se va a manifestar en una
afectación a la esfera personal y/o patrimonial de un sujeto en virtud de un hecho
antijurídico o no antijurídico (que también generan efectos indemnizatorios)".
5.3.1. Daño patrimonial
Aquel que recae sobre el patrimonio, entendido como todo bien susceptible de
valorarse económicamente, es decir, bienes que permiten su sustitución por otro bien
similar, por eso en este tipo de daños se sostiene que la reparación, en los cuales la
reparación tiene un carácter satisfactorio, al dañarse bienes insustituibles, que no
tiene valoración tiene un carácter compensatorio a diferencia de los daños
extrapatrimoniales pecuniaria.
El daño patrimonial presenta a su vez dos categorías:
5.3.2. El daño emergente: Es el daño propiamente dicho; consistente en la pérdida,
detrimento o menoscabo de un bien de naturaleza patrimonial del acreedor; es la
pérdida que sufre la víctima como consecuencia del evento dañoso.
5.3.3. El lucro cesante: Es la ganancia patrimonial dejada de percibir por el
acreedor, empobrecimiento del patrimonio del acreedor. Se establece mediante la
comparación entre el patrimonio realmente existente después del daño y el que
probablemente existiera si el daño no se hubiera producido; es expresado por la
diferencia negativa encontrada mediante esa operación.
5.3.4. Daño extra patrimonial
Es aquel daño que incide sobre el ser humano, y como tal incide sobre aspectos del
ser humano que no tienen una traducción dineraria, pues no están en el comercio de
los hombres, es decir incide sobre bienes insustituibles, de ahí la denominación de
daños extra patrimoniales.
5.3.5. Daño Moral: En principio, el daño moral es aquel que no tiene ningún
contenido patrimonial, se traduce como el sufrimiento, la profunda pena, la lesión a
los sentimientos y emociones del acreedor.
Para el ilustre Dr. Jorge Mosset Iturraspe profesor y jurista de la Universidad Nacional del
Litoral de Santa Fe Argentina, que en materia de Responsabilidad Civil, , quien al definir el
Daño Moral refiere lo siguiente:
"Se ha dicho que el daño moral constituye toda modificación desvaliosa del espíritu.
Alteración espiritual profunda no subsumible en el dolor, ya que puede consistir en
profundas preocupaciones, estados de aguda irritación, etc., que exceden lo que por dolor
se entiende, afectando el equilibrio anímico de la persona, sobre el cual los demás no pueden
avanzar. Así entonces decimos, que toda alteración desvaliosa del bienestar psicofísico de
una persona por una acción atribuible a otra, configura un DAÑO MORAL".
5.3.6. Daño a la Persona: CARLOS FERNÁNDEZ SESSAREGO, señala que, el daño
a la persona también se denomina daño subjetivo[11]y precisa que en las dos
últimas décadas ha surgido una profunda preocupación por lo que se suele
denominar daño subjetivo o daño a la persona. Para el mismo autor el daño a la
persona es aquel daño que no se puede valorizar económicamente en tanto el bien
afectado es el proyecto vital de la persona, su futuro, su destino, su vida de
relación, el libre trabaja en forma independiente, a quien se le causa un daño que
implica desenvolvimiento de su personalidad de acuerdo a su personal vocación.
Ejemplo: La situación de un orfebre o de un artesano ceramista, que pérdida de
uno o más dedos de la mano. Con ello no sólo se le ocasiona un daño emergente
y un lucro cesante de carácter patrimonial, sino también un daño extrapatrimonial
en cuanto a la pérdida de los dedos lo obligará a cambiar su proyecto vida, a
alejarse de su actividad vocacional, a dejar de realizarlo lo que sabe y otorga
sentido a su vida.
5.4. NOCIONES INTRODUCTORIAS Y RESPONSABILIDAD
PRECONTRACTUAL

5.4.1. CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD

El término responsabilidad tiene varios sentidos en el lenguaje corriente y en el


lenguaje de los juristas.

Definir a la responsabilidad civil no ha sido ni es uno de los temas favoritos en la


doctrina. Algunos autores han tratado de soslayar este aspecto, que consideramos
importante, dedicándose de plano al estudio de las diversas teorías sobre la
responsabilidad civil, sus funciones, sus elementos; haciendo énfasis en las nuevas
tendencias y en el derecho comparado sobre la materia; y en el mejor de los casos
han tocado el tema de manera muy escueta.

Lo expresado en el párrafo anterior se pone de manifiesto en la siguiente


afirmación: “Si existe un tema que se sienta uno tentado a abordarlo sin definirlo, es
desde luego el de la responsabilidad civil”. trataremos de resistir esa tentación e
intentaremos definir a la responsabilidad civil, partiendo de lo ya expresado por
algunos autores.

Jorge Mosset Iturraspe afirma que “la responsabilidad civil no es otra cosa que el
deber de indemnizar los daños causados culposamente a otro”. Jacques Henriot,
citado por Mosset, nos brinda un concepto mucho más amplio indicando que la
responsabilidad “no es sino el deber de reparar un daño originado en la violación de
un derecho ajeno”. Geneieve Viney, también citado por Mosset expone que “la
expresión responsabilidad civil designa en el lenguaje jurídico actual, el conjunto de
reglas que obligan al autor de un daño causado a otro a reparar el perjuicio,
ofreciendo a la víctima una compensación”.

Cabe destacar la definición que nos ofrece la colombiana Visser del Pino, quien
sostiene que la responsabilidad civil es “la obligación que surge en cabeza de una
persona de reparar un daño a otro, como consecuencia de la comisión de un hecho
ilícito, doloso o culposo, o por el incumplimiento de una obligación”.

Hart, citado por Carlos Santiago Nino, distingue cuatro sentidos de responsabilidad:

5.4.2. RESPONSABILIDAD COMO OBLIGACIONES O FUNCIONES


DERIVADAS DE UN CIERTO CARGO, RELACIÓN, PAPEL, ETC.

Se usa en este sentido, cuando la obligación no se cumple mecánicamente, sino que


permite un cierto juego de alternativas para ser manejadas según la habilidad o
diligencia de quien cumple la función .

5.4.3. RESPONSABILIDAD EN EL SENTIDO DE FACTOR CAUSAL


Se usa para indicar que algún acto o fenómeno es causa de algún evento. Luego es
condición causal de un resultado.

5.4.4. RESPONSABILIDAD COMO CAPACIDAD Y COMO ESTADO


MENTAL

Se usa para hacer referencia al Hecht de que se trata de un individuo mentalmente


capaz o, como dicen los penalistas, “imputable”, o sea que no se trata de un menor,
un loco, de un retardado mental, etc..

5.4.5. RESPONSABILIDAD COMO PUNIBLE O MORALMENTE


REPROCHABLE

Significa que el agente es acreedor de una pena o de un reproche moral. Cuando el


Juez declara responsable por ejemplo. Cuando deba aplicarse al individuo una
sanción.

De éstos cuatro sentidos del término responsabilidad nos interesa en el presente


trabajo sólo el cuarto sentido de dicho término.

5.5. CONTRATOS CON NEGOCIACIÓN PREVIA

Max Arias Schereiber Pezet hace referencia a 12 clasificaciones de contratos, de las cuales
sólo haremos referencia a la clasificación por la manera como se forman los contratos,
según la cual los contratos se dividen en: contratos con negociación previa y contratos por
adhesión, conforme se detalla a continuación.

5.5.1. CONTRATOS CON NEGOCIACIÓN PREVIA

Estos contratos tienen una fase preliminar, denominada negociación, tratativa o “pour
parler” (para hablar), en la que se intercambian puntos de vista. Esto ocurre en los
contratos de importancia económica o formal de cierta complejidad. No existe un
plazo legal para esta etapa preliminar.

A éstos Contratos se les denomina paritarios (paritéticos).

5.5.2. CONTRATOS POR ADHESION


O más propiamente denominados “contratos celebrados por adhesión”. Messineo
precisa que en estos contratos existe una disparidad económica y de inferioridad
psíquica para el contratante débil.

Estos contratos surgen por las necesidades de la vida moderna y se les denomina
contratos en masa.

En estos contratos no existe tratativas, ya que las cláusulas o estipulaciones están


previamente determinadas por una de las partes y la otra sólo puede aceptarlas (y
celebrar el contrato), o rechazarlas (en cuyo caso no queda formalizada la relación
obligacional).

De estas dos clases de contratos sólo haremos referencia a los Contratos con
Negociación Previa, que son los únicos contratos en los cuales existe tratativas.

5.6. ESTRUCTURA DEL ILICITO CONTRACTUAL

El incumplimiento obligacional y la responsabilidad extracontractual, que abarca los delitos


y cuasidelitos en general, y toda violación del “alterum non laedere”, incluyendo en
particular la frustración injusta de tratativas precontractuales, son hipótesis de actos
ilícitos.

A continuación haremos referencia brevemente a: 1) la antijuridicidad de la conducta, 2) el


factor de atribución en la responsabilidad precontractual, 3) el daño y 4) la relación causal.

5.6.1. ANTIJURIDICIDAD DE LA CONDUCTA

La conducta es antijurídica cuando supone la vulneración de un deber jurídico


impuesto por el ordenamiento positivo. Es una confrontación externa entre la
conducta y el derecho positivo. Corresponde calificar como ilícita la conducta de
quien vulnera el deber de obrar de buena fe durante las tratativas precontractuales,
frustrando injustamente la celebración del contrato en etapa previa a su
perfeccionamiento.
5.6.2. EL FACTOR DE ATRIBUCION EN LA RESPONSABILIDAD
PRECONTRACTUAL

Es necesario que la violación de los deberes de corrección y buena fe le sea atribuible


al agente en función de algún factor legal. Es decir, que el sujeto sea imputable, que
su obrar sea voluntario, el factor de atribución puede ser doloso o culposo.

5.6.2.1. IMPUTABILIDAD

Aptitud de la persona para cometer hechos ilícitos, es decir, está en juego el


campo psíquico y somático. La imputabilidad del sujeto está dada por la
posibilidad de discernir. Para ser culpable hay que empezar por poder serlo.

5.6.2.2. LA VOLUNTARIEDAD

Atañe a tener voluntad o determinación de ejecutar una cosa, además del


discernimiento del agente es necesario que el hecho haya sido realizado con
intención y libertad.

La intención consiste en el conocimiento aplicado a la realización de un acto


concreto, y la libertad supone que el agente haya realizado el acto sin
coacción externa, sin intimidación.

5.6.2.3. CULPABILIDAD

Se manifiesta de dos maneras: la culpa “stricto sensu”, y el dolo (la mala fe).

5.6.2.4. LA CULPA EN LA RESPONSABILIDAD


PRECONTRACTUAL

Es la omisión de las diligencias exigibles al agente, es la conducta contraria


al deber de prevenir las consecuencias previsibles del hecho propio.

No existe propósito deliberado de frustrar las tratativas precontractuales, el


sujeto no ha tenido el cuidado de impedirlo, por imprudencia, impericia o
negligencia.
5.6.2.5. EL DOLO

Es el segundo supuesto en campo de los factores subjetivos de atribución de


responsabilidad. Resulta de la deliberada intención. A sabiendas es dirigida
la voluntad (deliberadamente).

Ha actuado motivado hacia ese resultado, a sabiendas y con intención de


dañar.

Existe cuando un sujeto inicia las tratativas sabiendo que no habrá de


concluirlas, y proponiéndose una finalidad diferente al perfeccionamiento
del negocio, con daño a la contraparte.

5.6.3. EL DAÑO

El daño es susceptible de apreciación económica, se puede sintetizar el daño como


lesión o menoscabo a un interés patrimonial o extrapatrimonial, acaecido como
consecuencia de una acción.

Como fenómeno físico, el daño significa nacimiento o perjuicio, es decir,


aminoración o alteración de una situación favorable.

El requisito es que el daño sea cierto.

El daño debe ser real y efectivo.

En las tratativas puede ser incluso, la “pérdida de la chance”, y son resarcibles tanto
el daño material, como el daño moral.

5.6.4. LA RELACIÓN CAUSAL

La relación causal adecuada entre la conducta antijurídica del agente y el resultado


dañoso (antecedente y consecuencia).

Las consecuencias se distinguen en: inmediatas, mediatas y causales, se responde en


los tres casos, pero nunca por las consecuencias remotas.

5.7. ROTURA INJUSTIFICADA DE LAS TRATATIVAS


Para MICCIO es equivocado reconocer responsabilidad del tratante por el solo hecho sin
justo motivo interrumpe la tratativa. La responsabilidad por rotura de las tratativas sólo
puede dar lugar a responsabilidad cuando el comportamiento del tratante es claramente
reprobable y ha causado daño al otro, entendiendo que lo reprobable no está en la rotura de
la tratativa, sino del modo como ésta ha sido conducida, despertando la confianza de la
víctima del daño .

La rotura de las tratativas es cuando uno de los tratantes recede sin justificación válida
tratativas que han sido conducidas de tal manera que han inducido al otro tratante a confiar
razonablemente en la celebración del contrato.

La responsabilidad no surge de romper inesperadamente las tratativas, sino de haber


inducido a la otra parte a tener esa confianza.

Para BIANCA el comportamiento doloso existe cuando el sujeto inicia o prosigue las
tratativas teniendo la intención oculta de no concluir el contrato.

5.8. CAUSA DE LA RESPONSABILIDAD

Existe un deber jurídico, y el derecho no puede permanecer impasible ante la violación de


tal deber.

El concepto de responsabilidad descansa en dos fundamentos:

La culpa en sentido amplio (salvo el caso de la responsabilidad por riesgo en el campo


extracontractual).

El daño.

El primer elemento de la responsabilidad, aparece si la violación es imputable a culpa del


violador.

No basta la violación por uno de los tratantes de negociar de buena fe, se requiere además
haber acarreado daño al otro contratante, que es el segundo elemento de la responsabilidad.
Producidos estos dos elementos surgen los supuestos de hecho para poner en marcha el
aparato de responsabilidad.
5.9. MALA FE EN LAS TRATATIVAS PRELIMINARES

Para Guillermo Borda la mala fe puede presentarse en las tratativas de la siguiente manera:

5.9.1. RUPTURA INTEMPESTIVA DE LAS TRATATIVAS

Cuando las conversaciones se encuentran avanzadas y una de las partes ha hecho


concebir a las otras legítimas esperanzas, cuando ésta ha podido razonablemente
realizar gastos o trabajos, confiada en la seriedad de la otra, la ruptura intempestiva
constituye un abuso de derecho y origina una acción de daños y perjuicios.

5.9.2. DOLO PARA INDUCIR A LA OTRA PARTE A CONTRATAR

El dolo civil como la “Acción dolosa para conseguir la ejecución de un acto, es


toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee con ese fin”.

El dolo supone un engaño, es inducir deliberadamente en error a otra persona con el


objeto de inducirla a celebrar un acto jurídico. Puede revestir dos formas:

Afirmación de lo que es falso.

Deliberada ocultación de lo verdadero.

En estos casos quien se considere perjudicado, puede según el caso iniciar una de
las siguientes acciones:

Pedir la nulidad del acto.

Demandar la indemnización de todos los daños sufridos.

5.10. SUPUESTOS DE RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL

Diez Picazo agrupa cuatro hipótesis diferentes de responsabilidad precontractual, que son
los siguientes:
5.10.1. Un contrato nulo cuando una de las partes era conocedora del obstáculo
que se opone a su validez y lo ocultado a la otra parte, faltando al deber de prestar
información. O bien no conociera realmente el obstáculo, hubiera debido conocerlo
si hubiera desarrollado la diligencia exigible. En este caso, existe una
responsabilidad precontractual que se funda en la violación de un deber dimanante
de la buena fe.

5.10.2. Cuando una vez alcanzado formalmente un acuerdo verbal, una de las
partes desiste antes de la suscripción de un documento, que es necesario para la
existencia de un contrato, por tratarse de documentación ad solemnitatem. En este
caso, el desistimiento del contrato es lícito, pero deben ser resarcidos aquellos daños
que pueden haber sido originados sobre la base de la confianza suscitada por el
acuerdo verbal (daños a la confianza). Por ejemplo: los gastos de preparación del
documento o escritura o los gastos que el otro contratante hubiera realizado para
tener a punto la prestación.

5.10.3. Las negociaciones han sido iniciadas de mala fe o prolongadas a partir


de un determinado momento de mala fé, esto es, sin un propósito serio de concluir
el contrato. En este caso, a nuestro juicio, la existencia del deber de indemnizar
encuentra su fundamento en la regla general, pues el comportamiento que es la
causa del daño constituye un ataque ilícito a la esfera a la esfera de la libertad del
otro contratante.

5.10.4. Ruptura de las negociaciones que, comenzaron de buena fe. En este caso
la parte que separa de la negociación y decide no contratar, aunque sus motivos
puedan ser fútiles o puedan no ser razonables, no hace otra cosa que ejercer su
libertad y ni moral ni jurídicamente puede considerarse a obligado a contratar.

HIPÓTESIS

Los diversos ordenamientos jurídicos han reconocido como hipótesis de surgimiento de


responsabilidad precontractual a los siguientes supuestos de hecho: en primer lugar, a la
violación del deber de buena fe precontractual; en segundo lugar, al retiro injusti cado de las
negociaciones preliminares o tratativas y, en tercer lugar; a la revocatoria de la oferta y de la
aceptación.

El legislador contemporáneo acude al principio general de la buena fe como una forma de


limitar la autonomía y libertad de las partes que tiene como n, lograr una contratación
conveniente a sus intereses, exigiéndoles mantener una conducta suficientemente respetuosa
de los intereses del otro, con el objeto de que las negociaciones precontractuales no se
convierta en una fuente productora de daños. Cualquier vulneración a este deber, genera
automáticamente la obligación de reparar los daños ocurridos al interés del tratante afectado.
De acuerdo con lo anterior, el legislador impone a los contratantes la observancia de este
deber de dos formas: De un lado, mediante la consagración normativa expresa de esta
hipótesis de responsabilidad, traduciéndose en la tendencia preponderante en recientes
codificaciones civiles y en diversas experiencias de unificación del derecho,

VARIABLES

DISEÑO METODOLÓGICO

Tipo de investigación: cualitativo

Métodos: analítico, inductivo e interpretativo.

Técnicas: revisión documental

MÉTODOS TÉCNICAS

Método analítico

Método interprtativo

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