En este sentido es fácil y aleccionador entablar una comparación entre Mateo y Marcos, pues éste «se especializa» en las obras del Señor, corno corresponde a quien presenta a Cristo como «el Siervo de Jehová». Mateo, en cambio, abrevia algunos milagros, pero se extiende en las enseñanzas, que se hallan muy resumidas en Marcos. El ministerio oral que aquí hallamos incluye muchas parábolas y gira, directa o indirectamente, alrededor del tema del Reino de Dios. Véanse los siguientes grandes discursos: «los principios y normas del Reino» (caps. 5-7); instrucciones a los Doce en relación con su misión (cap. 12); las parábolas del Reino (cap. 13); enseñanza sobre la humildad y el perdón (cap. 18); la denuncia de la hipocresía de los fariseos (cap. 23): y el discurso profético (caps. 24 y 25).