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PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
MEDIDAS DE SEGURIDAD
RECURSOS
Tomo V
Profesor
COLECCIÓN
GUÍAS DE CLASES
Nº 24
COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES Nº 24
PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
MEDIDAS DE SEGURIDAD
RECURSOS
Tomo V
Profesor
GERMÁN HERMOSILLA ARRIAGADA
SANTIAGO
UNIVERSIDAD CENTRAL DE CHILE
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
2004
Edita:
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Dirección de Extensión, Investigación y Publicaciones – Comisión de Publicaciones
Universidad Central de Chile
Lord Cochrane 417
Santiago-Chile
389 51 04
Registro de propiedad intelectual N° 126.319
©Germán Hermosilla Arriagada
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida,
almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del autor
Comisión de Publicaciones:
Nelly Cornejo Meneses
José Luis Sotomayor
Felipe Vicencio Eyzaguirre
Impresión:
Impreso en los sistemas de impresión digital Xerox, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Central de Chile, Lord Cochrane 417, Santiago.
PRÓLOGO
Con la edición de publicaciones como la que Ud. Tiene en sus manos la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central de Chile pretende cumplir una
de sus funciones más importantes, cual es la de difundir y extender el trabajo docente de
sus académicos, al mismo tiempo que entregar a los alumnos la estructura básica de los
contenidos de las respectivas asignaturas.
En este sentido, fundamentalmente, tres clases de publicaciones permiten cubrir las
necesidades de la labor que se espera desarrollar: una, la Colección Guías de Clases,
referida a la edición de cuerpos de materias, correspondientes más o menos a la integri-
dad del curso que imparte un determinado catedrático; otra, la Colección Temas, relativa
a publicaciones de temas específicos o particulares de una asignatura o especialidad; y,
finalmente una última, que dice relación con materiales de estudio, apoyo o separatas,
complementarios de los respectivos estudios y recomendados por los señores profesores.
Lo anterior, sin perjuicio de otras publicaciones, de distinta naturaleza o finali-
dad, como monografías, memorias de licenciados, tesis, cuadernos y boletines jurídicos,
contenidos de seminarios y, en general, obras de autores y catedráticos que puedan ser
editadas con el auspicio de la Facultad.
Esta iniciativa sin duda contará con la colaboración de los señores académicos y
con su expresa contribución, para hacer posible cada una de las ediciones que digan
relación con las materias de los cursos que impartan y los estudios jurídicos. Más aún si
la idea que se quiere materializar a futuro es la publicación de textos que, conteniendo
los conceptos fundamentales en torno a los cuales desarrollan sus cátedras, puedan ser
sistematizados y ordenados en manuales o en otras obras mayores.
Las publicaciones de la Facultad no tienen por finalidad la preparación superficial
y el aprendizaje de memoria de las materias. Tampoco podrán servir para suplir la
docencia directa y la participación activa de los alumnos; más bien debieran contribuir a
incentivar esto último.
Generalmente ellas no cubrirán la totalidad de los contenidos y, por lo tanto, única-
mente constituyen la base para el estudio completo de la asignatura. En consecuencia,
debe tenerse presente que su solo conocimiento no obsta al rigor académico que caracte-
riza a los estudios de la Carrera de Derecho de nuestra Universidad. Del mismo modo, de
manera alguna significa petrificar las materias, que deberán siempre desarrollarse
conforme a la evolución de los requerimientos que impone el devenir y el acontecer
constantes, y siempre de acuerdo al principio universitario de libertad de cátedra que,
por cierto, impera plenamente en nuestra Facultad.
2. –QUERELLA DE CAPÍTULOS. 21
1) Concepto. Personas a quienes se aplica. 21
2) Solicitud de Admisibilidad de los Capítulos de Acusación 24
3) Detención in Fraganti 25
4) Efectos de la Sentencia que declara Admisible la Querella de Capítulos 26
5) Efectos de la Sentencia que declara Inadmisible la Querella de Capítulos 26
3. –EXTRADICIÓN. 27
A. –CONCEPTO. GENERALIDADES. 27
1) Concepto 27
2) Delitos Políticos y Delitos Comunes 29
3) Breve Reseña de la Extradición en el Sistema Anterior 29
B. –EXTRADICIÓN ACTIVA. 31
1) Procedencia de la Extradición Activa 31
2) Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía 32
3) Tramitación de la Extradición Activa en la Corte de Apelaciones 33
4) Fallo de la Solicitud de Extradición Activa 34
5) Multiplicidad de Imputados 35
C. –EXTRADICIÓN PASIVA. 36
1) Procedencia de la Extradición Pasiva 36
2) Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia 36
3) Medidas Cautelares y Libertad Provisional del Imputado 37
4) Audiencia en la Extradición Pasiva 38
5) Fallo de la Extradición Pasiva 39
6) Extradición Pasiva Simplificada 40
Desde ya, es conveniente precisar que el desafuero sólo es posible con respecto a los
CRÍMENES y SIMPLES DELITOS, por cuya razón no lo autoriza la comisión de las
FALTAS. Así se desprende del tenor de los Arts. 58 de la Constitución y 416 del
Código Procesal Penal.
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Se trata de una materia que fue objeto de una modificación profunda en el Proyecto, lo
que concitó la atención de diputados y senadores por razones que es fácil suponer.
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Cuando se trató esta materia, en la Comisión referida se planteó el problema de si era
posible que un diputado o senador pudiera RENUNCIAR al desafuero con el objeto de
ser juzgado como cualquier ciudadano de la República.
Se sostuvo, no sin razón, que este antejuicio “en lugar de ser una protección para las
personas que gozan de él se transforma en un elemento perjudicial”, dado que en esta
actuación no se analiza el fondo del asunto, no obstante lo cual, en la opinión pública
queda la impresión de que la persona desaforada es culpable. Además, es perjudicial
porque le impide al diputado o senador acogerse a algunas de las salidas alternativas
contempladas en la ley.
El fiscal nacional y el senador, don Sergio Diez, estimaron que el desafuero era
irrenunciable en razón de que estaría constituido en favor de las instituciones y no de
las personas.
Compartimos plenamente estas autorizadas opiniones.
Como expresó el constitucionalista, don Francisco Cumplido Cereceda, en un informe
pedido precisamente por la citada Comisión, el fuero parlamentario ha sido concebido
como un privilegio destinado a asegurar la independencia de quienes ejercen funciones
legislativas, agregando que no constituye un derecho de la persona sino un privilegio
del cargo.
Por otra parte, como la Constitución no ha contemplado la renuncia, no ha podido
reglamentar los efectos que se producirían en el caso en que ello sucediera, por
ejemplo, si debería o no disponerse la suspensión en el cargo mientras dura el
procedimiento.
2) Solicitud de Desafuero.
El Art. 416 prescribe que una vez que se ha cerrado la investigación, si el fiscal
estimare que procede formular ACUSACIÓN por CRIMEN O SIMPLE DELITO de
acción penal pública en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los
incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución Política, debe remitir
los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare
mérito, declare que HA LUGAR A LA FORMACIÓN DE CAUSA.
La norma referida agrega que igual declaración deberá requerir el fiscal si, durante la
investigación, deseare solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del aforado o
la imposición de otra medida cautelar en su contra.
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El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de ACCIÓN
PENAL PRIVADA, en los que, como sabemos, el ministerio público no tiene
ingerencia, será el QUERELLANTE el que deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones
respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de garantía pueda
admitir a tramitación su querella criminal.
El Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales, en su número 2º, letra a), prescribe que
corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera instancia “De los
desafueros de las personas a quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y
cuarto del Art. 58 de la Constitución Política” y el Art. 66 del mismo Código añade
que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el tribunal.
Finalmente, el Art. 67 de igual Código previene que para el funcionamiento del tribunal
pleno se requerirá, a lo menos, “la concurrencia de la mayoría absoluta de los
miembros de que se componga la Corte”.
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Como veremos, el Código Procesal Penal suprimió el trámite de la RELACIÓN al
tratar de la sustanciación de los recursos, pero al referirse al desafuero omitió toda
mención a esta materia. Atendido lo anterior, estimamos que la relación es
perfectamente legítima. Por otra parte, este método de tomar conocimiento aparece
como el más práctico y rápido, atendido el número de jueces que en este caso deben
conocer y resolver el desafuero.
La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto,
es una sentencia definitiva, ya que pone fin al antejuicio en la primera instancia.
4)Detención in fraganti.
Si alguna de las personas mencionadas, Diputados y Senadores en actual ejercicio o ex
Presidentes de la República que hayan desempeñado su cargo por el período completo,
fuere DETENIDA por haber sido sorprendida en DELITO FLAGRANTE, el fiscal la
pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva.
Asimismo, le remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado
y que fueren conducentes para resolver el asunto.
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Lo curioso, en todo caso, es que hasta este momento no existe una acusación de parte
del fiscal, y no podría haberla ya que prácticamente no existe investigación. Todo ha
comenzado con la detención inmediata de un aforado que ha sido sorprendido
cometiendo un delito.
Resulta obvio que tampoco sería del caso aplicar la exigencia del desafuero previo
para poder privar de libertad a un aforado en este evento, en razón de que la detención
por la comisión flagrante de un delito constituye precisamente una excepción a esta
exigencia conforme a lo dispuesto por el inciso segundo del referido Art. 58. El
desafuero es necesariamente posterior a la detención.
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El Art. 419 nos dice que en el caso de los diputados y senadores, la sentencia que
declare que ha lugar a la formación de causa, una vez firme, debe comunicarse por la
Corte de Apelaciones a la rama del Congreso a que pertenece el imputado. Desde la
fecha de la comunicación, el diputado o senador quedará, además, SUSPENDIDO DE
SU CARGO.
El Art. 420 establece que declarado el desafuero por sentencia firme, en el caso a que
se refiere el inciso primero del Art. 416, o sea, cuando cerrada la investigación, el fiscal
estima que procede la acusación en contra del aforado por crimen o simple delito, por
cuya razón precisamente pidió el desafuero, el juez de garantía fijará de inmediato la
fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá efectuarse dentro
de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado. A su
vez, la audiencia del juicio oral mismo deberá iniciarse dentro del plazo de quince
días contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se
aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare
para preparar su defensa.
En la situación contemplada en el inciso tercero del citado Art. 416, esto es, si se
tratare de un delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la
querella y archivará los antecedentes.
La ley no contempló en este caso el recurso de apelación como lo hizo cuando la Corte
de Apelaciones declara que ha lugar a la formación de causa.
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Este distinto tratamiento, se explicó en la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado, obedece al hecho de que la Constitución tampoco
contempló la apelación en este caso, por lo que ellos estimaron que no podían ir más
allá que lo dispuesto en ella. Por otra parte, tuvieron presente que la razón de fondo
para conceder la apelación en el evento de disponerse el desafuero era para “proteger el
funcionamiento de los poderes públicos, por lo que, si ya un tribunal superior, en pleno,
ha estimado que no procede dirigir un proceso penal en contra de un parlamentario, no
parece razonable extender más el procedimiento”.
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2. –QUERELLA DE CAPÍTULOS.
El Art. 424 ,refiriéndose a su objeto, expresa que la querella de capítulos tiene por
finalidad hacer efectiva la responsabilidad CRIMINAL de los jueces, fiscales judiciales
y fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus
FUNCIONES que importaren una infracción penada por la ley.
La querella de capítulos se aplica, como dispone la norma transcrita, para hacer efecti-
va la responsabilidad criminal de los jueces, incluido los ministros de las Cortes de
Apelaciones y ministros de la Corte Suprema, ya que son igualmente jueces; los fiscales
judiciales, que son los auxiliares de la administración de justicia, y los fiscales del
ministerio público actual.
Esta materia recibió en el nuevo Código Procesal Penal un tratamiento mucho más
simplificado del que tenía en el Código de Procedimiento Penal, y que, en la práctica,
tuvo escasa aplicación, fundamentalmente, debido al hecho de que los tribunales
superiores hicieron uso de medidas disciplinarias para sancionar tales actos.
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Cuando se estudió esta materia en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado se propuso suprimirla, precisamente debido a este motivo,
estimándose que la mayor parte de las irregularidades se solucionaban “en forma más
expedita por aplicación de las facultades disciplinarias de la Corte Suprema”. Consulta-
do este Alto Tribunal, fue de opinión de mantenerla por configurar una garantía de que
los jueces y también los fiscales del ministerio público van a tener un antejuicio “que los
proteja de acusaciones ligeras o sin fundamentos por delitos inexistentes que se les
atribuyan como cometidos en el ejercicio de sus funciones, acusaciones a las que, con
cierta frecuencia, podrían verse expuestos”.
Recibida esta opinión, la Comisión acordó mantener la institución.
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Cabe señalar a este respecto que el Art. 50, N°4 del Código Orgánico de Tribunales
disponía que de las acusaciones o demandas civiles que se entablaran contra los jueces
para hacer efectiva la responsabilidad criminal o civil resultante del ejercicio de sus
funciones ministeriales debía conocer un ministro de la Corte de Apelaciones respecti-
va; el Art. 51, N°2 del mismo Código, por su parte, prescribía que de las acusaciones o
demandas civiles dirigidas contra uno o más miembros de la Corte Suprema o contra su
fiscal, para hacer efectiva la misma clase de responsabilidad, debía conocer el Presi-
dente de la Corte de Apelaciones de Santiago; y finalmente, el Art.53 N°2 de igual
cuerpo de leyes, estatuía que de las acusaciones o demandas civiles que se entablaran
contra los ministros y fiscales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva la
responsabilidad civil o criminal derivada de sus actos ministeriales debía conocer el
Presidente de la Corte de Suprema.
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proseguirla hasta el cierre, sin necesidad de presentar una querella de capítulos ante la
Corte de Apelaciones respectiva.
Sólo una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procede formular
ACUSACIÓN, remitirá los antecedentes que hubiere reunido a la Corte de Apelacio-
nes.
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gravedad del delito, con arreglo a lo establecido en el Código Penal. Esta disposición
no es aplicable a los miembros de la Corte Suprema en lo relativo a la falta de obser-
vancia de las leyes de procedimiento ni en cuanto a la denegación, ni a la torcida
administración de justicia.
Por su parte, el Art. 364 del Código Orgánico de Tribunales dispone que la responsabi-
lidad criminal y civil de los fiscales judiciales se regirá por las reglas establecidas en el
título X de dicho Código, entre las cuales se comprende el citado Art. 324.
El citado Art. 425 del Código Procesal Penal previene que se requiere, asimismo, la
declaración de admisibilidad de los capítulos de la acusación por parte de la Corte de
Apelaciones respectiva, si el fiscal, durante la investigación, quisiere solicitar del juez de
garantía la PRISIÓN PREVENTIVA de alguna de estas personas u otra medida
cautelar en su contra.
3)Detención in fraganti.
El Art. 426 previene que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público
fuere DETENIDO por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones correspondiente. Asimismo,
le remitirá copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren
conducentes para resolver el “asunto”.
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En el capítulo anterior, relativo al Desafuero, tuvimos ocasión de aclarar el sentido que
debe darse al vocablo “asunto”, empleado por el legislador. Nos remitimos a lo ya
expresado.
Al igual que en el caso del desafuero, dicha norma agrega que en el evento a que se
refiere el inciso primero del Art. 425, o sea, cuando cerrada la investigación el fiscal
estima que procede formular acusación, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha
de la audiencia de PREPARACIÓN del juicio oral, la que deberá verificarse dentro de
los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía.
A su vez, la audiencia del JUICIO ORAL deberá iniciarse dentro del plazo de quince
días contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se
aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare
para preparar su defensa.
En el caso de la situación contemplada en el inciso final del mismo artículo, esto es,
cuando se trata de delitos de acción penal privada, el juez de garantía no admitirá a
tramitación la querella que ante él se hubiere presentado y ARCHIVARÁ los antece-
dentes.
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3. –EXTRADICIÓN.
A. –CONCEPTO. GENERALIDADES.
1) Concepto.
En una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, según el extracto de
su doctrina, publicada en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia chilenas,
“Código de Procedimiento Penal”, Tomo III, pág. 348, se expresa que “La extradi-
ción es el acto mediante el cual el Estado en cuyo territorio se ha refugiado una
persona, lo entrega al Estado donde delinquió, para su juzgamiento o cumpli-
miento de la pena en su caso”.
Luis Jiménez de Azúa, en su Tratado de Derecho Penal, Tomo II, edición de 1964,
según cita de Javier Valle Riestra, “La Extradición”, Lima, 1989,la define como “La
entrega que un Estado hace a otro de un individuo, acusado o condenado por un delito
común, que se encuentra en su territorio, para que en este país se le enjuicie penal-
mente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas preexistentes de validez
interna o internacional”.
La extradición es un acto complejo puesto que debe sujetarse a las normas del derecho
interno de los Estados que intervienen en ella, así como a las reglas de los Tratados o
Convenciones de carácter Internacional que hubieren celebrado.
En nuestro país son fuentes de estas reglas internacionales: los Tratados o Convencio-
nes celebrados con el país requerido o requirente, que se hallaren vigentes; el Código
de Derecho Internacional Privado o Código de Bustamante de 1928, suscrito en la
Conferencia Panamericana de La Habana; y la Convención sobre Extradición de
Montevideo, de 1933.
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con una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD cuya duración se fija en los Trata-
dos o Convenciones, de acuerdo con la gravedad del delito, pero que, en
general, debe ser, por lo menos, igual a un año.
El Art. 440 del Código Procesal Penal determina al efecto que para acceder a la
extradición pedida por otro país, la persona de que se trata debe ser imputada de
un delito o condenada a una pena privativa de libertad superior a un año.
La segunda es el acto en virtud del cual un país extranjero, mediante sus órganos
competentes, solicita al Estado chileno la entrega de un individuo que se encontra-
re en territorio nacional, al que se imputa HABER COMETIDO UN DELITO EN
EL PAÍS REQUIRENTE, para ser procesado por los tribunales de dicho país o
para que cumpla la pena privativa de libertad que allí se hubiere decretado en su
contra.
Se justifica por la necesidad que tienen los Estados de prestarse auxilio mutuo para
el logro de este objetivo, sobre todo en la era actual en que las comunicaciones y el
transporte entre los diferentes países es muy fluido y rápido.
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2)Delitos Comunes y Delitos Políticos.
Existe consenso entre los estudiosos del tema en que la extradición únicamente es
procedente con respecto a los DELITOS COMUNES; no así en lo relativo a los
DELITOS POLÍTICOS, que autorizan el ASILO.
La dificultad estriba en distinguir unos de otros, toda vez que los delitos políticos no
han sido definidos en la ley interna ni en los Tratados suscritos por Chile.
Además, es frecuente que una persona que comete un delito que pudiera calificarse
como político, lo haga mediante la perpetración de un delito común, por ejemplo,
secuestro, lesiones u homicidio.
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Asimismo, los requisitos de PROCEDENCIA, tanto de la extradición activa como
pasiva, eran similares a los exigidos actualmente en el Código Procesal Penal.
Asimismo, propuso incorporar una norma para que el ministerio público representara al
Estado requirente en caso que aquél no hubiere designado alguno y se facultó al
ministro de la Corte Suprema designado para tramitar la extradición PASIVA, como
juez de primera instancia, para que adoptara las medidas tendientes a evitar la fuga del
extraditable.
Consecuente, además con los nuevos principios que informan el procedimiento penal,
se estableció que el imputado, cuya extradición se pedía a Chile, tenía el derecho para
declarar y que, sólo en caso que así lo hiciera, podía ser interrogado por el represen-
tante del Estado requirente y por su defensor.
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B. –EXTRADICIÓN ACTIVA
1)Procedencia de la Extradición Activa.
El Art. 431 dispone que cuando en la tramitación de un procedimiento penal se hubiere
FORMALIZADO la investigación de un delito que tuviere señalado en la ley una
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD cuya duración mínima excediere de UN
AÑO, respecto de un individuo que se encontrare en país extranjero, el ministerio
público deberá solicitar al juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte de
Apelaciones, a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición, ordene
que ella sea pedida.
Del Art. 431, citado, aparece que son requisitos de procedencia de la extradición
ACTIVA:
a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una
pena privativa de libertad superior a un año o del cumplimiento efectivo
de una sentencia definitiva condenatoria, a igual pena;
b) Que en el primer caso, se haya formalizado la investigación;
c) Que el imputado se encuentre en país extranjero.
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2)Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía.
El Art. 431 dispone que cuando en la TRAMITACIÓN de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación por un delito que tuviere señalado en la ley
una pena privativa de libertad superior a un año, y el imputado se encontrare en el
extranjero, el ministerio público podrá pedir al juez de garantía que ELEVE los antece-
dentes a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de que este tribunal, si lo estima
procedente, ordene que dicho imputado sea pedido.
Igual solicitud podrá hacer el querellante si el ministerio público no la hubiere efectua-
do.
Como puede observarse, la extradición sólo puede ser solicitada por el ministerio
público, o por el querellante si aquél no lo ha hecho, pero sólo una vez que se haya
FORMALIZADO la investigación.
El Art. 432 previene que es posible formalizar una investigación criminal por un delito
cometido por una persona que se encuentre AUSENTE del país, debiendo ser
representado en la audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con
defensor particular.
De lo anterior se desprende que es factible que el ministerio público comience una
investigación criminal, no obstante que la persona sindicada de haber cometido el delito
que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de esta indagación el fiscal
estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de garantía
la fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será
representado en la forma que ya expresamos.
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sabemos, son los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la
petición en el sentido de ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones respec-
tiva.
Para que el juez de garantía eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será
necesario que conste en el procedimiento, el país y el lugar en que el imputado se
encontrare en la actualidad.
El Art. 433 del Código Procesal Penal, dispone que recibidos los antecedentes por la
Corte de Apelaciones, ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual deberá
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citar al ministerio público, al querellante, si éste hubiere solicitado la extradición, y al
defensor del imputado.
La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá
suspender a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes
que motivaren la solicitud; después se concederá la palabra al fiscal, en su caso al
querellante, y luego al defensor.
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se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias para obtener la
extradición del imputado.
5)Multiplicidad de Imputados.
El Art. 439 preceptúa que si el procedimiento comprendiere a un imputado que se
encontrare en el extranjero y a otros imputados presentes, se observarán las disposicio-
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nes anteriores en cuanto al primero y, sin perjuicio de su cumplimiento, se proseguirá el
procedimiento, sin interrupción, en contra de los segundos.
C. – EXTRADICIÓN PASIVA.
1)Procedencia de la Extradición Pasiva.
El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero SOLICITARE A CHILE la
extradición de individuos que se encontraren en territorio nacional y que en el país
requirente estuvieren imputados de un delito o condenados a una pena privativa
de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de Relaciones Exteriores
remitirá la petición y sus antecedentes a la CORTE SUPREMA.
Como puede observarse, esta norma de procedencia de la extradición pasiva, guarda
concordancia perfecta con la de procedencia de la extradición activa, contenida en el
Art. 431. Basta leer ambas disposiciones para darse cuenta de ello.
En ambas se requiere que se trate de personas imputadas de delitos que tengan asigna-
da en la ley una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD superior a un año, o bien, de
personas que hayan sido condenadas a igual pena.
En el caso de la extradición pasiva, la petición del país extranjero que se conduce por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirige a la Corte Suprema de
Justicia.
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Código Orgánico de Tribunales, después de la modificación introducida por la ley
19.665, de 9 de Marzo de 2000, determina que el conocimiento de este asunto le
corresponde en primera instancia a un ministro de la Corte Suprema.
El Art. 444 dispone que si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres
días, a lo menos, a la fecha de la audiencia, individualizando a los testigos, si los
hubiere.
La prueba deberá rendirse en la audiencia respectiva.
3. a)El Art. 442 del Código Procesal Penal dispone que AÚN ANTES DE
RECIBIRSE LA SOLICITUD FORMAL DE EXTRADICIÓN, el Ministro de la
Corte Suprema designado podrá decretar la DETENCIÓN del imputado, si así se
hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante
una solicitud que contemple las siguientes menciones mínimas:
a) La identificación del imputado;
b) La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden restric-
tiva o privativa de libertad del imputado;
c) la calificación del delito que motivare la solicitud y el lugar y la fecha de
comisión de aquél; y
d) La declaración de que se solicitará formalmente la extradición.
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La detención previa se decretará por el plazo que determine el tratado aplicable o, en su
defecto, por un máximo de DOS MESES a contar de la fecha en que el Estado requi-
rente fuere notificado del hecho de haberse producido la detención previa del imputado.
El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrá conceder
la LIBERTAD PROVISONAL al imputado de acuerdo a las reglas generales, pero
el ministro de la Corte Suprema que se designare deberá adoptar las medidas que
estime pertinentes PARA EVITAR SU FUGA.
La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el represen-
tante del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la
petición de extradición. Si este representante fuere el ministerio público, hará saber
también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del inculpado debido a
que a ello lo obliga el principio de objetividad, al que nos referimos.
A continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que hubieren
ofrecido las partes.
Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de
hacerlo, podrá ser contrainterrogado. Debe señalarse que, en conformidad con lo
dispuesto en el Art. 445, el imputado tendrá siempre DERECHO a prestar declaración,
pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado por el representante del
Estado requirente y por su defensor.
En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le
concederá la palabra al representante del Estado requirente, para que exponga sus
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conclusiones. Luego se concederá la palabra al imputado, para que, personalmente o a
través de su defensor, efectuare las argumentaciones que estime procedentes.
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EJECUTORIADA la sentencia que hubiere dictado denegando la extradición pedida, el
ministro referido comunicará al Ministerio de Relaciones Exteriores el resultado del
procedimiento, incluyendo copia autorizada de la sentencia que en él hubiere recaído.
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4. –APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD.
A. –DISPOSICIONES GENERALES.
1)Generalidades.
El Nº 1º del Art. 10 del Código Penal estatuye que se encuentra exento de responsa-
bilidad criminal el LOCO O DEMENTE, a no ser que haya obrado en un intervalo
lúcido y el que, por cualquier causa independiente de su voluntad, se halla priva-
do totalmente de razón.
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Dejemos establecido, desde ya, que con respecto al imputado “loco o demente”,
es posible distinguir tres etapas:
a) La persona comete el delito encontrándose en estado de enajenación men-
tal;
b) Cae en enajenación mental durante el procedimiento; y
c) Cae en enajenación mental después de pronunciada la sentencia y durante
su cumplimiento.
2)Medidas de Seguridad.
Las MEDIDAS DE SEGURIDAD son aquellas que deben aplicarse al ENAJENADO
MENTAL que ha cometido un hecho ilícito, o, como dice el Art. 455, “que hubiere
realizado un hecho típico y antijurídico” y siempre que existieren antecedentes califica-
dos que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas.
El Art. 457 prescribe que en ningún caso la medida de seguridad podrá llevarse a
cabo en un establecimiento carcelario. Si la persona se encontrare recluida, deberá
42
ser trasladada a una institución especializada para realizar su custodia, tratamiento o
internación. Si no lo hubiere en el lugar, se habilitará un recinto especial en el Hospital
Público más cercano.
El Art. 456 dispone que el procedimiento para la imposición de las medidas de seguri-
dad referidas se rige por las reglas contenidas en el Título VII del Libro Cuarto y en lo
no previsto por éste, por las disposiciones del Libro Segundo, en cuanto no fueren
contradictorias.
Dicha Comisión decidió incorporar un artículo nuevo al Proyecto –el actual Art. 10–
que permite expresamente al juez de garantía adoptar, de oficio, o a petición de parte,
las medidas necesarias para que el imputado ejerza adecuadamente los derechos que le
otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución Política, en las leyes, o
en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
Dicha norma agrega que si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere
producirse una afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la
suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una AUDIENCIA que se
celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en
dicha audiencia se expusiere, resolverá la CONTINUACIÓN DEL
PROCEDIMIENTO o decretará el SOBRESEIMIENTO TEMPORAL del mismo.
43
El Art. 458 prescribe que cuando en el CURSO DEL PROCEDIMIENTO aparecieren
antecedentes que permitieren PRESUMIR la inimputabilidad por enajenación
mental del imputado, el ministerio público o el juez de garantía, de oficio o a petición
de parte, solicitará un INFORME SIQUIÁTRICO, explicitando la conducta punible
que se investiga en relación a éste.
El juez ordenará la SUSPENSIÓN del procedimiento hasta tanto no se evacue el
informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás coimputados, si
los hubiere.
El Art. 459 agrega que si existiere antecedentes acerca de la enajenación mental del
imputado, sus derechos serán ejercidos por un CURADOR AD-LITEM que designará
al efecto.
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El inciso final del Art. 461 estatuye que el fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la
aplicación del procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento.
2)Forzamiento de la acusación.
El Art. 462 dispone que si el juez apreciare que los antecedentes no permiten establecer
CON CERTEZA la inimputabilidad, rechazará el requerimiento y la medida de
seguridad solicitada toda vez que esta última es accesoria de la primera.
Como puede observarse, en la situación prevista por el citado Art. 462, el juez de
garantía no está seguro si el imputado cometió el hecho punible atribuido en estado
de enajenación mental, de manera que ante tal incertidumbre no podría sobreseer
definitivamente por este motivo. Debe ordenar, pues, que continúe el procedimiento
mediante la acusación correspondiente para dar paso al juicio oral, oportunidad en que
se establecerá por el tribunal de juicio oral en lo penal, si acreditada la existencia del
hecho punible y la participación del imputado, éste se encontraba o no en estado de
enajenación mental al momento de cometerlo.
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El inciso final del citado Art. 462 estatuye que los escritos de acusación, sean del
querellante o del fiscal, PODRÁN contener peticiones subsidiarias relativas a la
imposición de medidas de seguridad.
Cabe hacer notar que esta norma incurrió en una imprecisión al expresar que en los
escritos de acusación pueden formularse además peticiones SUBSIDIARIAS relativas
a medidas de seguridad, ya que una petición subsidiaria resulta procedente sólo si no se
acoge la principal, sin embargo, en la especie, las medidas de seguridad resultan impro-
cedentes si no se establece que el imputado sea un enajenado mental a la luz de lo
dispuesto en el Art. 455. Tal vez, el legislador quiso referirse a las peticiones
ACCESORIAS relativas a las medidas de seguridad.
La acusación del querellante o la forzada del ministerio público darán origen, obvia-
mente, a la audiencia de preparación del juicio oral y, posteriormente, al juicio oral
mismo, en conformidad a las reglas generales.
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imputado se encuentra exento de responsabilidad criminal por tratarse de un
enajenado mental en los términos del Nº 1º del art. 10 del Código Penal.
Como no se le puede sancionar con una pena, atendido su estado, sólo en esta hipótesis
resulta posible la aplicación de una medida de seguridad, en razón de que se ha estable-
cido por el tribunal de juicio oral, en la sentencia que dicte, que se trata de un enajena-
do mental, declaración para la cual es plenamente competente.
La última hipótesis, improbable, pero que igualmente podría ocurrir, consiste en que:
a)en el juicio oral se establezca la existencia de un hecho punible; b)la participación del
imputado; y c)que se establezca, además, en forma fehaciente, que éste no se hallaba
en estado de enajenación mental cuando cometió el delito. En este evento, deberá
ser sancionado en conformidad con las reglas generales.
La decisión del juez de garantía que decidió continuar con el procedimiento, ordenando
que se formulara la acusación correspondiente, no resulta vinculante, en manera alguna,
para el tribunal de juicio oral en lo penal, dado que la ley le permite a aquél optar por
este camino precisamente cuando no haya logrado adquirir la CERTEZA acerca de la
inimputabilidad del inculpado.
Se trata, sin duda, de una situación grave que requiere la adopción de una medida
urgente en resguardo del propio imputado y de terceros, que, en todo caso, tiene un
carácter provisional.
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C. –IMPUTADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL DURANTE EL
PROCEDIMIENTO.
El Art. 465 prescribe que si DESPUÉS DE INICIADO EL PROCEDIMIENTO, el
imputado cayere en enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del
fiscal o de cualquiera de los intervinientes, y previo informe siquiátrico, el
SOBRESEIMIENTO TEMPORAL del procedimiento hasta que desapareciere la
incapacidad del imputado, o el SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO si se tratare de
una enajenación mental incurable.
La regla anterior, añade la disposición citada, sólo se aplicará cuando no procediere la
terminación del procedimiento por cualquier otra causa.
Si en el momento de caer en enajenación mental el imputado, se hubiere
FORMALIZADO la investigación o se hubiere deducido ACUSACIÓN en su contra,
y se estimare que corresponde adoptar una MEDIDA DE SEGURIDAD, se aplicarán
las normas que ya estudiamos cuando la enajenación mental existía al momento
de cometerse el delito y ella se descubriere o apareciere durante el procedimiento.
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La persona o institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar
semestralmente sobre la evolución de su condición al ministerio público y a su
curador o a sus familiares, de acuerdo con la precedencia señalada en el Art. 108. Esta
última norma se refiere al orden de prelación respecto de la calidad de víctima de un
delito cuando el ofendido hubiere fallecido como consecuencia de él.
El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá solicitar al juez de garantía
la suspensión de la medida o la modificación de las condiciones de la misma, cuando el
caso lo aconsejare.
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5. –RECURSOS EN EL NUEVO SISTEMA PROCESAL
A. –CONSIDERACIONES GENERALES.
1)Necesidad de adecuar los Recursos existentes.
La instauración de un nuevo sistema procesal penal hizo necesario reformular los
recursos procesales, o formas de impugnar las decisiones judiciales existentes en
nuestra legislación, para adecuarlos a los principios y mecanismos de dicho sistema.
La ORALIDAD, CONTRADICTORIEDAD, e INMEDIACIÓN del nuevo procedi-
miento no se condicen, por cierto, con la formalidad y con la manera de tomar conoci-
miento y resolver los actuales recursos procesales.
Por otra parte, se hacía necesario encontrar MEDIOS expeditos para que los
INTERVINIENTES, dentro de otro esquema procesal, pudieran reclamar de las
decisiones judiciales cuando éstas les irrogaran perjuicio y que, a la vez, fueran
compatibles con los nuevos principios.
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De esta manera, los tribunales superiores REVISAN las resoluciones de los jueces
inferiores, y lo hacen mediante un mecanismo REGISTRAL, o sea, basándose sólo en
la lectura de las piezas escritas de un expediente.
Como se sabe, en ocasiones, los tribunales superiores revisan las resoluciones de los
jueces inferiores, AÚN SIN LA DEDUCCIÓN DE RECURSOS PROCESALES
POR PARTE DE LOS LITIGANTES, como ocurre con el trámite de la CONSULTA
y con la facultad para ACTUAR DE OFICIO de que gozan las Cortes de Apelaciones
y la Corte Suprema en determinados casos.
Es necesario dejar constancia que bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal,
el uso del recurso de apelación se convirtió en una práctica abusiva por parte de
algunos litigantes aprovechando la circunstancia de que no era necesario consignar por
escrito o verbalmente los fundamentos del recurso, como tampoco expresar las peticio-
nes concretas que se sometían a la decisión del tribunal superior.
Por otra parte, el Art. 54 del Código mencionado, luego de especificar la clase de
resoluciones que hacían procedente dicho recurso, terminaba prescribiendo que eran
también apelables aquellas resoluciones que, en general, “causen gravamen irrepa-
rable”, lo que, como se comprenderá, significaba conceder la apelación en términos
ilimitados, toda vez que, según se dijo, el gravamen consiste únicamente en la circuns-
tancia de que el recurrente no obtenga todo lo pedido en primera instancia.
Como si fuera poco, a todo lo anterior, debe agregarse el hecho de que el Art. 60 del
mismo Código, disponía que la apelación debía concederse, también por regla general,
EN AMBOS EFECTOS, lo que originaba la elevación de la causa al tribunal de alzada,
paralizando de hecho su tramitación.
Lo que se ha expresado tal vez no fuera grave en sí, pero si a ello añadimos la circunstancia
de que las Cortes de Apelaciones, particularmente las de las grandes ciudades, con frecuen-
51
cia se encuentran atrasadas a causa del exceso de recursos deducidos, debido a lo cual el
conocimiento y resolución de los asuntos pendientes demora varios meses y aún años, la
situación se torna grave y preocupante para la administración de justicia.
Muchos litigantes, aprovechando las fallas del sistema, ejercían recursos de apelación
con el único propósito de dilatar la tramitación de los procesos criminales, sin ningún
control.
Para concluir este cuadro, todavía es posible señalar que algunos profesionales, acucia-
dos por sus clientes, solicitaban la excarcelación de los procesados sometidos a prisión
preventiva con inusitada frecuencia y ante el rechazo de sus peticiones por el juez de
primera instancia deducían apelación, procediendo posteriormente a ALEGAR sus
causas en el tribunal de alzada, lo que ocupaba y ocupa gran parte de la audiencia de
dichos tribunales, dado que esta situación continúa produciéndose en las Regiones del
país en que aún no rige el nuevo sistema procedimental penal.
52
sus pruebas y referirse a ellas, todo lo que el tribunal deberá considerar al momento
de resolver.
Por estos motivos en el nuevo sistema los recursos no se conciben tanto como una
forma de corregir errores o indebidas interpretaciones de los jueces, sino que más bien
responden al derecho que asiste a los intervinientes para solicitar derechamente la
revisión de lo resuelto porque la decisión impugnada lesiona o perjudica sus
intereses.
Por otra parte, en los señalados pactos internacionales, no se exige que el derecho al
recurso lo sea al de apelación, sino que se habla simplemente de un recurso que permita
la revisión de lo resuelto por parte de un tribunal superior, por lo que la casación o
53
nulidad, deformalizada y con causales amplias o genéricas, satisface igualmente este
propósito.
Tampoco resulta conciliable con el nuevo sistema la facultad que concede la ley en
ciertos casos a los tribunales superiores para invalidar o modificar las resoluciones
de los jueces inferiores, ACTUANDO DE OFICIO, por lo que esta facultad se ha
reducido a situaciones muy puntuales.
54
b) El Recurso de APELACIÓN, del que conoce la Corte de Apelaciones res-
pectiva y que procede solamente en contra ciertas resoluciones del Juez de
Garantía, suprimiéndose, en absoluto, en contra de las resoluciones del tri-
bunal de juicio oral en lo penal;
c) El Recurso de HECHO, relativo a la admisibilidad de la apelación;
d) La Acción de AMPARO CONSTITUCIONAL; y
e) El Recurso Extraordinario de REVISIÓN.
Esta regla general la repite el nuevo Código a propósito del recurso de apelación, al
disponer que se concederá en el solo efecto devolutivo salvo que la ley señale expresa-
mente lo contrario, y cuando trata del Recurso de Nulidad, al prevenir que la interposi-
ción de este recurso sólo suspende los efectos de la sentencia recurrida cuando ésta es
condenatoria.
55
lo sostenido por la parte contraria; y ha debido permitirse a los jueces de los tribuna-
les superiores que dirijan preguntas a aquellos para que aclaren o profundicen sus
argumentaciones, o las refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
En su afán de independizar la tramitación de los recursos del nuevo sistema de la
antigua reglamentación y yendo tal vez demasiado lejos, se ha dispuesto que a falta de
reglas del Libro Tercero –Recursos– deban aplicarse supletoriamente las del juicio oral
y no las del Código de Procedimiento Civil, pretensión que, indudablemente, provocará
más de un problema de interpretación por la ausencia de reglas específicas acerca de
diversas materias, como lo veremos más adelante.
Los actuales Arts. 356 y 357 del Código Procesal Penal, que tratan de la vista de los
recursos en los tribunales superiores, no existían en el Proyecto remitido por el
Ejecutivo al Congreso Nacional. Ellos, junto con otros tres artículos, fueron introduci-
dos por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado,
con el objeto de dar reglas especiales para la tramitación de los recursos. Sin embargo,
cabe señalar que las normas introducidas por la citada Comisión, no satisfacen, de
manera íntegra y debida, la necesidad de reglamentar la tramitación de los recursos
ante el tribunal superior. SE TRATA DE UNA TAREA PENDIENTE.
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Todo ello tendiente a dar más agilidad a la tramitación y fallo de los recursos que se
interpusieren en las causas criminales del nuevo sistema.
57
b)Son Fatales e Improrrogables.
El Art. 16 estatuye que los plazos establecidos en este Código son FATALES e
Improrrogables.
Que el plazo sea fatal significa que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportuni-
dad para ejecutar el acto de que se trate, se extinguen al vencimiento del término
concedido para estos efectos, sin necesidad de declaración judicial.
Por otra parte, que sea improrrogable quiere decir que el tribunal no se encuentra
autorizado para extender la duración del plazo más allá de su vencimiento.
Como veremos, el Art. 353 consigna una excepción a esta regla con respecto a la
situación especial que veremos a continuación.
3)Nuevo Plazo.
Se trata de una situación diferente a la de la prórroga.
El Art. 17, que la consigna, expresa que el que por un hecho que no le fuere imputable,
por defecto de la notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto
impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido
en la ley, podrá solicitar al tribunal UN NUEVO PLAZO, que le podrá ser otorgado
por el mismo período.
La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que
hubiere cesado el impedimento.
58
una sentencia definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente lo
contrario.
El Art. 354 del Código Procesal Penal dispone que los recursos pueden renunciarse
expresamente, pero sólo una vez que se ha notificado la resolución en contra la
cual procedieren.
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6)Prohibición para Suspender la Vista de la Causa por falta de Jueces.
El Art. 356, como expresamos, dispone, por regla general, que no podrá suspenderse la
vista de un recurso en segunda instancia por falta de jueces que pudieren integrar la
sala. Si fuere necesario –agrega– se interrumpirá la vista de los recursos civiles para
que completen la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia –concluye– la audiencia
para conocer de un recurso en materia penal, sólo se suspenderá si no se alcanzare, con
los jueces que asistan ese día al tribunal, a integrar la sala que conozca del recurso
deducido en materia criminal.
El Art. 357 del Código Procesal Penal, tratando de prevenir las situaciones a que se
refiere el numeral 1º del Art. 165 del Código de Procedimiento Civil, mencionado,
dispone que al confeccionar la Tabla o disponer la agregación de recursos extraordina-
rios o determinar la continuación de un pleito, para el día siguiente, la Corte adoptará
las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor.
60
caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audien-
cia.
Lo señalado en este párrafo reemplaza lo dispuesto en el Nº5 del Art. 165 del Código
de Procedimiento Civil que se refiere, según hemos visto, a la suspensión que opera por
haberla solicitado una de las partes o ambas de común acuerdo y que fue suprimido por
el citado Art. 357 del Código Procesal Penal.
61
la audiencia. La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado
que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su autor
Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene
que pronunciarse acerca de la ADMISIBILIDAD del recurso, cuestión que en el
sistema actual le corresponde a la SALA DE CUENTA. Para resolver acerca de esta
admisiblidad los integrantes de esa sala deben conocer materias tales como: clase de
recurso deducido; resolución en contra de la cual se ejerce; plazo en que fue presenta-
do, persona que lo interpone; formalidades mínimas del escrito en que se contiene; y
fundamento y peticiones concretas que se formulan por su intermedio, en caso que las
hubiere.
Atendido el hecho de que el Código Procesal Penal no previó este trámite y para
facilitar el conocimiento de estas materias, a propósito del recurso de apelación, la
CORTE SUPREMA, no obstante la supresión de la relación en el nuevo Código,
dispuso, en el Acuerdo adoptado por su tribunal pleno de 10 de enero de 2001, trans-
crito a las Cortes de Apelaciones de Temuco y La Serena, que “La admisibilidad del
recurso en el tribunal de alzada será objeto de pronunciamiento de la sala que le
corresponda conocer de la apelación. Este conocimiento lo tomará en cuenta
efectuada por el relator pertinente”. Para ello la Corte Suprema se fundó en las
normas sobre relación contenidas en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código
de Procedimiento Civil, las que hizo aplicables en virtud de la norma remisoria del Art.
52 del Código Procesal Penal que estatuye que serán aplicables al procedimiento penal,
en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código del ramo o en leyes especiales,
62
las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del
Código de Procedimiento Civil, entre las que se encuentran las relativas a la Apelación.
No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para inter-
pretar genéricamente una disposición legal, la solución proporcionada por ese alto
tribunal a esta omisión legal, sin duda es acertada y se encuentra en consonancia con la
celeridad pretendida por el nuevo ordenamiento procesal penal. Sin embargo, es de
temer que su aplicación práctica, derive en la mantención de la RELACIÓN, que el
Código eliminó del sistema, ya que, en caso que la cuenta acerca de la admisibilidad del
recurso se efectúe privadamente ante los ministros de la sala respectiva, forzosamente
ella se extenderá al fondo del asunto que se propone, sin conocimiento ni control de los
intervinientes.
63
que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el
tribunal declararlo así expresamente.
El inciso tercero del Art. 360, se refiere al principio que la doctrina denomina “refor-
matio in peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un
recurso por un solo interviniente, la Corte no podrá reformarla en perjuicio del
recurrente.
Esta norma viene a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de Apela-
ciones cuando conocían del recurso de apelación en materia penal, puesto que en virtud
de lo dispuesto por el Art. 528 del Código de Procedimiento Penal, podían modificar
la sentencia en forma DESFAVORABLE al procesado que ejercía el recurso.
11)Normas Supletorias.
El Art. 361 establece que supletoriamente a las reglas contenidas en el Libro Tercero se
aplicarán las reglas del Título III del Libro Segundo de este Código, relativas al juicio
oral.
Esta remisión, como veremos, resulta notoriamente insuficiente.
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C. –RECURSO DE REPOSICIÓN.
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D. –AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA.
1)Concepto.
El Art. 95 del Código Procesal Penal estableció un nuevo recurso de Amparo, en atención a
que el “Procedimiento de Amparo” que se contenía en los Arts. 306 y siguientes del Código
de Procedimiento Penal, no fue considerado en su texto.
Tiene por objeto obtener que la persona DETENIDA por una AUTORIDAD NO
JUDICIAL, sea conducida de inmediato ante el juez correspondiente para que éste
examine la LEGALIDAD de su privación de libertad y, en todo caso, para que revise las
CONDICIONES en que se encuentra, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en
que aquella estuviere, pudiendo ordenar su libertad o adoptar las medidas que fueren
procedentes.
Tampoco podría ser utilizado si la privación de libertad tuviere un origen jurisdiccional, esto
es, si se produjo en virtud de una orden judicial.
Por otra parte, este recurso, como puede observarse, no tiene el carácter de
PREVENTIVO, ni siquiera correctivo en el pleno sentido de esta expresión; su objetivo
fundamental, como lo hemos dicho, es obtener que la persona detenida sea conducida sin
demora ante el juez de garantía competente.
Por tal motivo, no podría utilizarse para preservar la seguridad de una persona que TEME
ser privada de libertad.
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Aún cuando la ley no lo dice, creemos que el juez deberá resolver esta petición, derecha-
mente, sin necesidad de citar a una audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y
la urgencia que reviste.
En ocasiones, esta acción de amparo constitucional será el único medio de que dispondrá el
interesado, dadas las limitaciones legales del recurso de amparo del Art. 95 del Código
Procesal Penal, ya estudiadas, para obtener la libertad de una persona detenida por orden
judicial; para pedir que se guarden las formalidades legales de su detención; o, si se encon-
trare en libertad, para darle seguridad ante el temor de que sea privada de ella por una
autoridad o un particular.
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E. –RECURSO DE AMPARO O HABEAS CORPUS.
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2)Amparo Preventivo y Amparo Correctivo.
De acuerdo con el citado Art. 21 de la Constitución, el recurso de amparo puede ser
interpuesto en favor de una persona:
a) Que se encuentre detenida o privada de libertad a la fecha en que se deduce el
recurso. Es el denominado amparo correctivo; y
b) También en favor de una persona que se halle en libertad pero tema perderla.
Es el llamado amparo preventivo.
El Art. 63, Nº 2º, letra b), del Código Orgánico de Tribunales después de la sustitución
efectuada por la ley N° 19.708 de 5 de Enero de 2001, dispone que de los recursos de
amparo conocerá en primera instancia la CORTE DE APELACIONES y el Art. 98, Nº
4º del mismo Código, prescribe que de las apelaciones deducidas en contra de las
sentencias dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos de amparo conocerá
la CORTE SUPREMA.
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Una somera lectura del Auto Acordado mencionado permite constatar que no todas
sus referencias calzan con el articulado actual de la Constitución Política toda vez que
fue dictado sobre la base del texto constitucional de 1925. Por otra parte, no será
posible tomar en cuenta, en el futuro, las referencias que se hacen a las normas del
Código de Procedimiento Penal una vez que éste ya no se encuentre en vigencia.
Cabe observar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preven-
tivo, puesto que éste sólo vino a establecerse en la Constitución de 1980.
Lo anterior nos lleva a pensar que será menester que en el futuro se dicte una ley
orgánica constitucional que reglamente este recurso en una forma similar a la contenida
actualmente en el Código de Procedimiento Penal, lo que será más necesario cuando
éste ya no se aplique en todo el país.
Todo ello, sin perjuicio de que la Corte Suprema pueda actualizar el Auto Acordado
referido en uso de sus facultades económicas.
El Auto Acordado de la Corte Suprema agrega que, con el objeto de que este recurso
quede al alcance de todos los habitantes de la República, puede ser ejercido no solo por
el interesado sino por cualquiera persona a su nombre, capaz de parecer en juicio,
aunque no tenga para ello mandato especial.
70
A la Corte de Apelaciones corresponderá determinar cuáles son las medidas o provi-
dencias CONCRETAS que deberán adoptarse para obtener las finalidades perseguidas
con el recurso.
El mismo artículo 21 prescribe que la Corte podrá ordenar que el individuo sea traído
a su presencia, agregando que su decreto será obedecido por todos los encargados de
las cárceles o lugares de detención.
Agrega que, instruida de los antecedentes reunidos, la Corte podrá decretar algunas
de las siguientes medidas de carácter general: a)decretar la LIBERTAD
INMEDIATA del amparado, si ello fuere procedente; b)ponerlo a disposición del juez
competente; o c)ordenar que se reparen los defectos legales.
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En otras palabras, para la Comisión Mixta, cuando se trata de la privación de libertad
dispuesta por orden judicial debe reclamarse su legalidad ante el tribunal que la dispuso, por
los medios establecidos en la ley, particularmente, el recurso de apelación, pero ello es sin
perjuicio de que pueda emplearse, en su lugar, el amparo constitucional del Art. 21.
La preferencia de los abogados obedece a dos motivos: uno, la rapidez con que se
tramitan y fallan estos recursos en las Cortes de Apelaciones y dos, la circunstancia de
que por este medio es posible acceder a la Corte Suprema mediante la apelación.
8)Tramitación.
La Constitución se limita a expresar que la Corte deberá proceder en todo BREVE Y
SUMARIAMENTE, corrigiendo, por sí, los defectos de que adoleciere la restricción o
privación de libertad o dando cuenta a quien corresponda para que los corrija.
Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema nos expresa que se puede hacer
uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación y
que el Secretario de la Corte deberá consignar el día y hora que llega a su oficina la
solicitud o telegrama en que se deduce el amparo y la pondrá en el acto en manos del
Relator para que dé cuenta inmediatamente al Tribunal y éste provea lo pertinente.
El Art. 69 del Código Orgánico de Tribunales prescribe que los Recursos de Amparo se
AGREGARÁN extraordinariamente a la tabla del mismo día o del día hábil siguiente al
de su ingreso al tribunal, o al día siguiente hábil en que se haya obtenido la respuesta del
72
juez, funcionario o autoridad a quien se le hubiere pedido informe. La DISTRIBUCIÓN de
los recursos de amparo corresponderá al Presidente de la Corte, el que deberá tener pre-
sente los casos en que proceda legalmente la radicación.
El mismo Auto Acordado expresa que si la demora de los Informes que pidiere la Corte
excediese de un límite razonable, deberá el tribunal adoptar las medidas que sean perti-
nentes para obtener su inmediato despacho y, en último caso, prescindir de ellos para el
fallo del recurso.
Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de los
recursos en las Cortes, dadas por el Código Procesal Penal, particularmente en sus Arts.
356, 357, 358 y 361 –todas ellas introducidas por la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado– deben aplicarse o no en la tramitación y fallo del amparo
constitucional, referido.
Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas reglas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que se trata
en el Libro Tercero del mencionado Código, tienen un carácter general en materia
procedimental penal.
Nos inclinamos a pensar, sin embargo, que las disposiciones citadas no pueden ser
utilizadas en la tramitación que debe darse en las Cortes de Apelaciones al referido
amparo y a la apelación ante la Corte Suprema de la sentencia que lo resuelve en
primera instancia, porque no existe ninguna disposición legal que así lo establezca, la
que, a nuestro juicio, sería necesaria.
9)Sentencia.
El recurso debe terminar con una resolución del Tribunal que le ponga término, ya sea para
acogerlo o desecharlo.
En caso que lo ACOJA, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el Imperio del Derecho y asegu-
rar la debida protección del afectado. Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las
formalidades legales omitidas y, si procediere, el otorgamiento de la INMEDIATA
LIBERTAD del amparado.
Esta sentencia, como ya expresamos, es apelable ante la Corte Suprema, si bien, ante la
ausencia de un plazo legal perentorio, como era el fijado por el Art. 316 del Código de
Procedimiento Penal, estimamos que deberá aplicarse el de cinco días, establecido como
regla general para la apelación, en virtud de la norma remisoria del Art. 52.
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F. –RECURSO DE APELACIÓN.
1)Concepto.
El recurso de apelación tiene por objeto obtener que un tribunal superior en-
miende, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la parte en
que le causa un agravio o perjuicio al apelante.
Sin embargo, esta REVISIÓN, que implica un juicio de valor acerca del acierto o
desacierto de la resolución revisada, se lleva a cabo habitualmente con el sólo mérito
de los antecedentes escritos, relativos a las alegaciones, probanzas, actas y documen-
tos contenidos en un expediente; los mismos que motivaron la resolución impugnada.
No obstante que la decisión del tribunal revisor es la que se convierte, en definitiva, en
la sentencia de término, ella no se funda en el conocimiento personal y directo de los
hechos, sino que solamente en la constancia escrita de ellos.
En razón de lo expresado, puede afirmarse que el recurso de apelación, como se
encuentra concebido, es propio de un modelo inquisitivo.
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El plazo para ejercer el recurso es de cinco días.
El objeto del recurso es obtener la enmienda total o parcial de la resolución impugnada
de manera que ésta no cause un gravamen irreparable al recurrente, el que, por cierto,
debe ser de entidad mayor que el simple agravio y que sólo se definirá y resolverá en la
sentencia.
En cuanto a los efectos en que debe ser concedida la apelación, el Art. 60 del Código
de Procedimiento Penal establece que, por regla general, la apelación deberá conceder-
se en AMBOS EFECTOS, salvo que la ley disponga expresamente lo contrario para
casos determinados o que, por hallarse el juicio en estado de sumario, pudiera entor-
pecerse la investigación a causa del recurso. En estos eventos, la apelación deberá
ser concedida en el solo efecto devolutivo.
Concedida la apelación por el tribunal inferior, y habiendo aprobado el examen de
admisibilidad en el tribunal superior, el recurso debe tramitarse en segunda instancia
para que una de las salas de la Corte de Apelaciones respectiva quede en situación de
fallarlo.
75
Como puede observarse, la apelación en materia penal confería al tribunal superior una
competencia enorme.
Pero, no solo eso, sino que el Art. 528 del mismo Código, olvidándose de la prohibi-
ción de la reformatio in peius, establece que aún cuando la apelación haya sido deduci-
da por el procesado, podrá el tribunal de alzada modificar la sentencia EN FORMA
DESFAVORABLE AL APELANTE.
Y todas estas facultades del tribunal superior, que, sin duda, se inspiran en el principio
de la jerarquía, pueden ejercerse y de hecho así ha ocurrido, CON EL SOLO
MÉRITO DE UN EXPEDIENTE.
En general, todos se encuentran de acuerdo en que las Cortes de Apelaciones han sido
extremadamente cuidadosas para ejercer estas amplias facultades legales; las han
utilizado cuando les han parecido realmente necesarias para dar la solución que estiman
más justa y equitativa al caso propuesto, inspirándose, cuando ello es posible, en el
principio pro reo.
Aparte de que ello sería casi imposible, ya que la repetición tendría que ser idéntica a la
realización de la o las audiencias del juicio penal oral para que la revisión pudiera ser
completa, no tendría objeto que otro tribunal, similar al primero, dictara una nueva
resolución obedeciendo, esta vez, únicamente a un criterio de jerarquía.
Ahora, si los antecedentes que se hacen valer en la segunda instancia no fueran idénti-
cos, no se trataría en rigor de una apelación sino, más bien, de un nuevo juicio.
76
Por otra parte, si la revisión que implica la apelación pudiera realizarse únicamente en
base a los registros del juicio oral se desnaturalizaría todo el sistema verbal, contradic-
torio e inmediato que se ha instaurado.
Sin embargo, la supresión del recurso de apelación en contra de las decisiones del
tribunal de juicio oral en lo penal fue objeto de controversia, la que se mantuvo en el
seno de las Comisiones del Congreso.
El Senador, don Sergio Diez, afirmó que es necesario asumir, como presupuesto, que
la apelación es incompatible con el juicio oral. No se justifica tener un tribunal colegia-
do en primera instancia para luego duplicar el juicio en la Corte o fallar en base a actas,
perdiendo la inmediación necesaria que debe tener el tribunal.
77
b)Exigencias que plantea la supresión de la Apelación en los Tribunales de Juicio
Oral en lo Penal.
La AUSENCIA de una segunda instancia, supuesto el hecho de haber elegido el
procedimiento más adecuado para resolver el juicio penal en un sistema oral, implica,
además, una búsqueda de los mecanismos tendientes a elegir y capacitar a los mejo-
res jueces destinados a estos tribunales, de manera que sean garantía cierta de la
celebración de juicios contradictorios en que se observen todas las normas de un
debido proceso que permitan a los Intervinientes alegar y probar suficientemente sus
derechos y que, a la hora de decidir, sean también garantía cierta de una decisión
fundamentada y justa.
Para ello ha tenido en consideración, además, que todas las resoluciones que adopte
dicho juez tienen un evidente carácter provisional, ya que el juicio propiamente tal
estará constituido por el que deba realizarse ante el tribunal penal oral.
Por otra parte, no debemos olvidar que los intervinientes han tenido ocasión de hacer
sus alegaciones ante dicho juez, en las diversas audiencias orales a que éste ha debido
citarlos, por lo que la resolución que pueda adoptar resultará debidamente informada.
78
rán ser solucionados por nuevas reformas legislativas, por autos acordados en la parte
meramente reglamentaria y por la jurisprudencia.
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c. 2)Es apelable la resolución que declara el ABANDONO DE LA QUERELLA,
pero asimismo, no podrá suspenderse el procedimiento durante la tramitación del
recurso.
La resolución que negare lugar al abandono es inapelable. Art. 120.
c. 5)Son apelables las resoluciones que negaren o dieren lugar a las MEDIDAS
CAUTELARES REALES contenidas en el Título VI del Libro Primero. Art. 158.
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c. 9)La resolución que decrete el SOBRESEIMIENTO es apelable ante la Corte de
Apelaciones respectiva. Art. 253.
c. 10)Es apelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que recayere sobre las
EXCEPCIONES DE INCOMPETENCIA, LITIS PENDENCIA Y FALTA DE
AUTORIZACIÓN PARA PROCEDER CRIMINALMENTE, todas las que deben
ser adoptadas en la Audiencia de Preparación del Juicio Oral.
Es inapelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que dejare la resolución de las
Excepciones de COSA JUZGADA Y EXTINCIÓN DE LA
RESPONSABILIDAD PENAL para la Audiencia del Juicio Oral. Art. 271.
Estimamos que al expresar la norma transcrita que el juez debe conceder o denegar el
recurso, en la práctica le está exigiendo que efectúe un examen de admisibilidad en
cuanto a su procedencia, plazo y demás exigencias legales.
Así se estimó en el Congreso Nacional cuando se estudió esta norma legal.
81
e)Plazo para interponer el Recurso.
El Art. 366 establece que la Apelación deberá interponerse dentro de los CINCO DÍAS
siguientes a la notificación de la resolución que se impugna.
Se trata de un plazo fatal, de días corridos e improrrogable, sin perjuicio de lo
establecido en el Art. 14, inciso segundo, esto es, cuando vence en día feriado, en que
el plazo se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no
fuere feriado.
El Art. 17, como tuvimos oportunidad de ver cuando tratamos de los plazos, dispone
además que, el que por un hecho que no le fuere imputable, por defecto de la notifica-
ción, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido en la ley, podrá
solicitar al tribunal un NUEVO PLAZO, que le podrá ser otorgado por el mismo
período.
82
h)Efectos del Recurso de Apelación.
Conforme a lo prescrito por el Art. 368, la Apelación se concederá EN EL SOLO
EFECTO DEVOLUTIVO, a menos que la ley señale expresamente lo contrario. Lo
anterior significa que la resolución apelada puede cumplirse no obstante el ejercicio de
este recurso.
Como dijimos, cuando la apelación se deduzca en contra de una sentencia definitiva
CONDENATORIA, la apelación deberá concederse en ambos efectos. Una demostra-
ción más del carácter garantista en favor del imputado que reviste el nuevo Código.
Entre las normas generales sobre recursos del Libro Tercero, se contienen dos artículos
relativos a la suspensión de la vista de la causa, 356 y 367, que ya estudiamos, y luego
los Arts. 358 y 359 que se refieren, el primero a las reglas generales sobre la vista de
83
los recursos y el segundo, a la prueba de los recursos, reglas que, desde luego,
deberemos aplicar con preferencia a cualquiera otra.
Pero, ante el vacío de ellas ¿será posible recurrir supletoriamente a las disposiciones del
Libro I del Código de Procedimiento Civil en virtud de la norma remisoria del Art. 52
del Código Procesal Penal?
Recordemos que el citado Art. 52 prescribe que “Serán aplicables al procedimiento
penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especia-
les, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código
de Procedimiento Civil”, entre las cuales se encuentran las relativas a la apelación.
El SENADO consideró que la remisión a las normas referidas podría entrabar los
recursos, por tratarse de sistemas incompatibles ya que el procedimiento civil se hallaba
enfocado hacia un sistema inquisitivo y escrito. En reemplazo, propuso un precepto
que establecía que los recursos se regirían por las reglas del Libro Tercero del Código
Procesal Penal y, supletoriamente, por las del Título III del Libro Segundo, sobre juicio
oral. Es el actual Art. 361.
A juzgar por el texto aprobado por el Congreso, este fue el criterio adoptado.
84
arribarse a la conclusión que la disposición del Art. 52 tiene el carácter de complemen-
taria del artículo 361. Conforme a este predicamento, nos inclinamos a pensar que en la
tramitación de la apelación en materia penal es posible emplear, en subsidio de lo
dispuesto en el citado Art. 361, las reglas sobre tramitación del recurso de apelación
en materia procedimental civil, siempre que NO SE OPONGAN a lo estatuido en el
Código Procesal Penal o en leyes especiales.
85
entre las distintas Salas de que se componga la Corte, la regla de radicación estable-
cida en el inciso tercero de la misma disposición.
k. 5)El Art. 358 estatuye que la falta de uno o más recurrentes a la audiencia pública
dará lugar a que se declare el ABANDONO del recurso respecto de los ausentes.
La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su ausencia.
Pero, ¿qué ocurre si luego de ingresado el registro y los antecedentes respectivos a la
Corte de Apelaciones y de pronunciada la resolución que cita a los intervinientes a la
audiencia pública referida, no se hace parte ninguno de ellos?
86
Bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal esta cuestión se hallaba soluciona-
da puesto que la exigencia de comparecer en segunda instancia no regía para las partes
de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 63 de dicho Código, por lo que NO tenía
aplicación lo dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil que permitía
declarar la deserción del recurso por la incomparecencia del apelante.
Obviamente, se trata de un vacío legal puesto que esta materia no se encuentra solu-
cionada específicamente en las reglas sobre apelación ni en las supletorias del Código
Procesal Penal que hemos mencionado.
Teniendo presente todos los antecedentes que se han expresado, creemos que el
espíritu del legislador fue el de sancionar la falta de comparecencia a la audiencia
87
pública y no la falta de comparecencia al tribunal de alzada, la que en este caso no
resulta exigible. Dos sanciones por falta de comparecencia, por otra parte, parecen
desusadas.
Por tal motivo no compartimos la opinión de la Corte Suprema, ya que estimamos que
en la especie no resulta aplicable la norma del Art. 200 del Código de Procedimiento
Civil.
k. 7)Con respecto al FALLO que debe emitir la Corte sobre la apelación deducida, nos
remitimos, igualmente, a lo ya expresado sobre este particular al tratar de la parte
general de los recursos.
A lo anterior cabría agregar que, el legislador, consecuente con los principios y criterios
que informan el nuevo sistema procedimental penal, limitó severamente la competencia
del tribunal superior en relación con la que tenía bajo la vigencia del Código de Proce-
dimiento Penal.
Desde luego, dicha competencia quedó limitada a las peticiones formuladas por los
recurrentes, quedándole vedado al tribunal superior extender el efecto de su decisión a
cuestiones no planteadas en el recurso o más allá de los límites de lo solicitado, con las
excepciones que se indican en el Art. 360, a las que ya nos referimos.
Por otra parte, como vimos, tampoco puede reformar la sentencia de primera instancia
en perjuicio del recurrente, lo que implica hacer uso del principio de la no reformatio in
peius.
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G. –RECURSO DE HECHO.
1)Concepto y Casos en que Procede.
El recurso de hecho es el que tiene por objeto obtener del tribunal superior que
revoque o enmiende la resolución del juez inferior que se ha pronunciado sobre
la presentación de un recurso de apelación.
De esta manera y conforme a lo dispuesto por el Art. 369 del Código Procesal Penal,
mediante su interposición se solicita que el tribunal superior:
a) conceda un recurso de apelación denegado;
b) deniegue una apelación otorgada;
c) conceda una apelación en ambos efectos por haberlo sido en el sólo efecto
devolutivo; y
d) conceda una apelación en solo efecto devolutivo por haber sido otorgada en
ambos efectos.
Pero, dado que el Art. 367 del Código Procesal Penal exige que la apelación se deduz-
ca: a)por ESCRITO; b)con indicación de sus FUNDAMENTOS, y c)que se formulen
PETICIONES CONCRETAS, creemos que también es posible fundar un recurso de
hecho por no haberse dado debido cumplimiento a estas tres exigencias, pidiendo que
se declare inadmisible una apelación concedida.
Atendido su objeto, el recurso de hecho no es otra cosa que una revisión jurídica, por
parte del tribunal superior, de la resolución del juez inferior que provee un escrito de
apelación.
En este sentido, constituye un doble examen acerca de la admisibilidad de la apelación
interpuesta, ya que el tribunal superior revisa si el tribunal inferior cumplió bien o no
esta obligación legal.
El fundamento de este recurso radica en que el juez inferior pudo haberse equivocado
al proveer el escrito de apelación deducido, por lo que es menester corregir este error
antes de entrar a conocer de la apelación, en caso que corresponda ser otorgada.
Los tratadistas le niegan el carácter de recurso dado que únicamente tiene por objeto, el
ya señalado, esto es, que se califique la admisibilidad de la apelación que ha efectuado
el juez inferior al proveer el escrito que contiene el recurso.
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2)Tribunal ante el cual se presenta.
El Art. 369, siguiendo el esquema general con respecto a este recurso en nuestro
derecho, señala que los intervinientes deben ocurrir directamente al tribunal de alzada –
con más propiedad debiera haber dicho, al tribunal que debe conocer de la apelación–
con el fin de que éste resuelva si ha lugar o no a la apelación y, en caso afirmativo,
cuáles debieran ser sus efectos.
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5)Tramitación.
Presentado el recurso, el tribunal de alzada solicitará, cuando corresponda, copia fiel de
la resolución respectiva y de todos los antecedentes registrales que fueren pertinentes
para un acabado pronunciamiento del recurso y luego fallará, EN CUENTA.
Nada dijo la ley con respecto al informe que, de acuerdo con el Art. 204 del Código de
Procedimiento Civil, debe recabar el tribunal de alzada al juez inferior en caso que éste
haya denegado el recurso de apelación. Pensamos que tal informe es procedente, en
este caso, por mandato de la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal.
c)Si ACOGIERE el recurso en las demás hipótesis del denominado falso recurso de
hecho, no tiene necesidad de pedir el registro y demás antecedentes porque éstos ya se
encontrarán en la Corte de Apelaciones respectiva.
c. 1) En caso que estime improcedente la apelación concedida, ordenará de-
volver los antecedentes al tribunal inferior.
c. 2) En caso que estime que los efectos de la apelación concedida no son los
que corresponden, ordenará dar al recurso la tramitación que correspon-
da, señalando los efectos debidos en que se otorga.
91
H. –RECURSO DE NULIDAD.
92
Cuando la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del
SENADO, estudió esta materia y, según se dejó constancia en el Segundo Informe de
dicha Comisión, se realizaron varias sesiones con este objeto, el tema fue relacionado
con la reformulación del papel de la Corte Suprema.
Como fruto de ese estudio, se llegó a la conclusión de que era menester REFUNDIR el
recurso de casación incluido en el texto primitivo del Ejecutivo y el extraordinario
creado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Dipu-
tados, en uno nuevo, que es el actual RECURSO DE NULIDAD, privilegiándose la
competencia de las Cortes de Apelaciones para su conocimiento.
93
habitualmente que la Corte de Apelaciones revise los registros del juicio oral”. Eso, por
una parte, recargaría el sistema indebidamente al permitir que se elevaran a la Corte de
Apelaciones todas, o casi todas, las causas falladas por los tribunales de juicio oral con
resultado de condena. Por otra, sería incongruente con el rechazo del recurso de
apelación, que se convino “por entender que el tribunal de juicio oral, que es el que
recibió la prueba, es el más idóneo para valorarla y dictar sentencia, ya que, en el
fondo, desde el punto de vista de la valoración de la prueba, se permitiría que la Corte
de Apelaciones, hiciera, vía recurso extraordinario, lo que no se quiso que realizara vía
recurso de apelación”.
94
b)No se hace distinción entre Causales de Forma o de Fondo.
Una de las características del recurso de NULIDAD instaurado, es la de que, no
obstante que es similar al de CASACIÓN contemplado en el Código de Procedimiento
Penal, en cuanto a los motivos que lo hacen procedente y a los efectos que produce la
sentencia que lo acoge, no hace ninguna distinción entre causales de Forma y de
Fondo, tradicionales en los Recursos de Casación Civil y Penal de nuestro ordena-
miento positivo y que, entre otros efectos, servía para reservar la casación de fondo a la
Corte Suprema.
La circunstancia de que el recurso de nulidad no hiciera la distinción referida, además
de simplificar la elaboración y tramitación del recurso, ha facilitado la opción tomada
por el legislador en orden a entregar mayormente el conocimiento de este recurso a las
Cortes de Apelaciones.
95
Se trata, por tanto, de un recurso que apunta a dos objetivos, perfectamente diferencia-
dos:
c. 1) La cautela del racional y justo procedimiento mediante el pronuncia-
miento de un tribunal superior acerca de si ha habido o no respeto por las
garantías básicas en el juicio oral y en la sentencia recaída en él, de forma
que, si así no hubiere ocurrido, los anule o invalide; y
c. 2) Velar por la correcta aplicación de la ley, elemento que integra el recur-
so de casación clásico, pero extendiéndolo, en este caso, a la correcta apli-
cación del derecho, para incorporar también otras fuentes formales inte-
grantes del ordenamiento jurídico.
Como puede observarse, el recurso incorpora el tema de las garantías contenidas en los
tratados internacionales, ratificados por Chile, y actualmente vigentes, lo que constituye
toda una novedad en nuestra legislación positiva y que resulta posible al amparo del
Art. 5 de la Constitución Política de la República. Debe recordarse que la referida
norma constitucional dispone que es deber de los órganos del Estado respetar y pro-
mover los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, garantizados por
la propia Constitución, “así como por los tratados internacionales ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes”.
El legislador ha dado por supuesto que en estos casos la sentencia dictada ha produci-
do un perjuicio cierto al recurrente, el que, además, se estima sustancial por consistir
una infracción manifiesta a las garantías procesales.
Por ejemplo, constituyen motivos absolutos de nulidad: si la sentencia hubiere sido
pronunciada por un tribunal incompetente; si la audiencia del juicio oral hubiere tenido
lugar en ausencia de algunas de las personas cuya presencia continuada se exige bajo
pena de nulidad; si al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga; si en el juicio oral se hubieren violado las disposiciones establecidas por la ley
sobre publicidad y continuidad del juicio; y si en la sentencia se hubiere omitido alguno
de los requisitos relativos a la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
96
hechos que se dieren por probados, favorables o desfavorales al acusado y la valoración
de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones; las razones legales o
doctrinales que sirven para calificar jurídicamente los hechos y para fundar el fallo y la
resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los
delitos que la acusación les hubiere atribuido.
Es tal la importancia que se concede a estos motivos que el legislador, como una rara
excepción, permite que la Corte, DE OFICIO, acoja un recurso de nulidad deducido en
favor del IMPUTADO por una CAUSAL DISTINTA de la invocada por él, siempre
que se trate de un motivo absoluto de nulidad.
97
la Constitución o por los Tratados Internacionales ratificados por Chile y actual-
mente vigentes.
Esta materia dice relación directa con las facultades de orden constitucional que son
propias de este alto tribunal.
Esta competencia se relaciona con la causal de nulidad consistente en que se haga una
errónea aplicación del derecho en la sentencia con influencia en lo dispositivo del fallo.
Como dijimos, el conocimiento del recurso, cuando se funde en esta causal, le compete
a las Cortes de Apelaciones. Pues bien, el Art. 376 dispone que en los casos en que
respecto de una materia de derecho, objeto del recurso, existieren distintas interpre-
taciones sostenidas en diversos fallos emanados de tribunales superiores, le
corresponderá pronunciarse a la CORTE SUPREMA.
Si bien, es posible lograr por este medio un mayor grado de certeza, necesario para dar
seguridad y estabilidad a las relaciones jurídicas y a la manera de entender el sentido y
alcance de las normas legales, no debe olvidarse que no forma parte de la tradición ni
de la cultura jurídica chilena, el denominado “precedente” obligatorio, típico del
sistema anglo norteamericano, el que pugnaría con todo el sistema positivo nacional y
con la independencia que tienen los tribunales para interpretar la ley y el derecho al
resolver una contienda o controversia.
Por tal motivo nos permitimos expresar nuestra preocupación acerca de la forma como
se aplicará esta norma en el futuro y de las consecuencias que ello puede acarrear para
el sistema de administración de justicia de nuestro país.
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f. 2)Competencia de las Cortes de Apelaciones.
Ya se ha dicho que para el conocimiento de este recurso, se entregó una cantidad
mayor de competencia a las Cortes de Apelaciones en desmedro de la Corte Suprema.
Se dejó constancia que era parecer de la Comisión dar más énfasis a la función de
gobierno judicial que compete a la Corte Suprema, y, en ese contexto, contemplar la
posibilidad de que, al menos, “en lo que concierne al conocimiento de los recursos
penales, ella quede más aliviada de su actual carga de trabajo, y en condiciones de
enfrentar de mejor manera los nuevos requerimientos derivados del aumento sustancial
de los tribunales que contempla la reforma”.
Conforme a estos razonamientos, la citada Comisión estableció, como regla general,
que la revisión de los fallos de los tribunales de juicio oral en lo penal quede
radicada en las Cortes de Apelaciones.
Sobre este particular cabe señalar que un Informe de la Comisión de Constitución; Legisla-
ción, Justicia y Reglamento del Senado, enviado a la Corte Suprema, deja constancia que
“el recurso, como concepto, encuentra su razón de ser en la garantía y no en la
jerarquía”. Es decir, agrega, “su naturaleza es la de una garantía de los derechos de las
personas, y no una simple manifestación de la potestad jerárquica del superior”.
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las salidas alternativas del sistema el número de causas que debieran llegar a juicio oral
tendrá que ser necesariamente reducido.
3)Sistema POSITIVO.
Para la exposición de las normas legales que se refieren a la tramitación y fallo del
recurso de nulidad nos ceñiremos, en lo posible, a un criterio cronológico.
a)Concepto.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 372, el RECURSO DE NULIDAD es el que se
concede para INVALIDAR EL JUICIO ORAL y LA SENTENCIA
DEFINITIVA, o solamente esta última, por las causales señaladas en la ley.
100
Recordemos que la sentencia definitiva pronunciada por el juez de garantía en el
PROCEDIMIENTO ABREVIADO sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto
en el Art. 414, por el recurso de APELACIÓN, el que debe concederse en ambos
efectos.
Será, en definitiva, el tribunal que conozca del recurso de nulidad el que deberá decidir
si el capítulo de invalidación propuesto es suficiente o no para producir la invalidación
del juicio oral y la sentencia, o sólo de esta última, atendiendo, respectivamente, al
carácter SUSTANCIAL de la infracción de los derechos y garantías cometido en la
tramitación o en la sentencia dictada, o al hecho de si la errónea aplicación del derecho
efectuada en la misma sentencia ha influido o no SUSTANCIALMENTE en lo dispo-
sitivo de fallo.
101
c)Causales del Recurso que, a la vez, constituyen Motivos Absolutos de Nulidad.
El Art. 374, manteniendo el criterio adoptado por el recurso de casación primitivo del
proyecto, estableció motivos absolutos de nulidad, de tal manera que la existencia de
uno de ellos deviene en que el juicio penal oral o la sentencia dictada en él deberán ser
necesariamente anulados.
Incluso se concedió a la Corte, como se ha dicho, la facultad para invalidar DE
OFICIO el juicio penal oral o la sentencia cuando concurra alguno de estos motivos,
aún cuando no hayan sido invocados por el recurrente, siempre que el recurso se
hubiere deducido en favor del IMPUTADO.
102
d)Defectos no esenciales.
El Art. 375, dispone que NO CAUSAN NULIDAD los errores de la sentencia recurri-
da que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá
corregir los que advirtiere durante el conocimiento del recurso.
103
g. 2) El conocimiento de los recursos que se fundaren en las causales señaladas
en el Art. 373, letra b), o sea, cuando se hubiere hecho una errónea aplica-
ción del Derecho en la sentencia; y en el Art. 374, esto es, con respecto a
las causales que constituyen un motivo absoluto de nulidad, corresponde-
rá a las respectivas Cortes de Apelaciones.
El Art. 376 previene que, sin embargo, cuando el recurso de nulidad de fundare en
haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho que hubiere influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, y respecto de esta materia, existieren distin-
tas interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales supe-
riores, su conocimiento le corresponderá a la Corte Suprema.
104
del Art. 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema, deberá indicar,
además, en forma precisa, los fallos en que se hubieren sostenido las distintas interpre-
taciones que invoca y acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se
hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas.
El Art. 379 dispone que interpuesto el recurso no se podrán invocar nuevas causales.
105
Sin embargo, existen situaciones especiales en que no obstante que el recurso se ha
deducido para ante la Corte Suprema, ella no se pronunciará sobre su admisiblidad,
sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte de Apelacio-
nes respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo.
Estos casos son los siguientes:
l. 1) Si el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373, letra a) –infrac-
ción sustancial de derechos y garantías asegurados por la Constitución o por
los Tratados Internacionales, ratificados por Chile, actualmente vigentes– y la
Corte Suprema estimare que, de ser efectivos los hechos invocados como
fundamento, serían constitutivos de algunas de las causales señaladas en el
Art. 374, esto es, los motivos absolutos de nulidad;
l. 2) Si respecto del recurso fundado en la causal del Art. 373, letra b) –errónea
aplicación del derecho– la Corte Suprema estimare que no existen distintas
interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aún existien-
do, ellas no fueren determinantes para la decisión de la causa; y
l. 3) Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del Art. 376 –que son
aquellos en que la Corte Suprema debe conocer del recurso porque una de las
causales invocadas en uno o más recursos de nulidad deducidos es de su
conocimiento lo que la obliga a pronunciarse sobre todas ellas– dicho tribu-
nal estimare que, al mismo tiempo, concurre respecto de los motivos de nuli-
dad invocados algunas de las situaciones previstas en las letras a) y b) del artí-
culo 383.
O sea, cuando concurre alguno de los motivos absolutos de nulidad o la Corte
Suprema estima que aún existiendo diferentes interpretaciones respecto de una
disposición legal por distintos tribunales ellas no fueren determinantes para la deci-
sión de la causa. En estos casos no debe pronunciarse sobre su admisiblidad
sino que debe disponer que el o los recursos sean remitidos a la Corte de Apela-
ciones que corresponda para que, si los estima admisibles, los conozca y falle.
106
Hasta antes de la audiencia en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la
designación de un defensor penal público con domicilio en la ciudad asiento de la
Corte, para que asuma su representación, cuando el juicio oral se hubiere desarrollado
en una ciudad distinta.
n)Adhesión al recurso.
Los demás intervinientes podrán ADHERIR al recurso de nulidad interpuesto y para
ello dispondrán del plazo de CINCO DÍAS abierto en el tribunal ad quem, ya mencio-
nado.
La adhesión deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer el
recurso de nulidad y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte.
107
prueba podrá producirse “sobre las circunstancias que constituyeren la causal invocada,
siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso”.
Esta prueba se recibirá en la audiencia en que se produzca la vista del recurso conforme
a las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso alguno, agrega el citado
Art. 359, la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspen-
sión de la audiencia.
Como la norma mencionada no dio más detalles acerca de la naturaleza de la prueba
ofrecida, de su forma de producirla e incorporarla a la audiencia, tendremos que
remitirnos a las normas del juicio oral en esta materia, atendiendo lo dispuesto en el
Art. 361.
q)Nulidad de la Sentencia.
La Corte podrá invalidar SOLO LA SENTENCIA y dictar, sin nueva audiencia, pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se ajustare a la ley si la causal de
nulidad no se refiriere a formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se
hubieren dado por probados, sino que se debiere a:
108
o. 1) Que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considera-
re tal;
o. 2) Que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no procediere aplicar
pena alguna; o
o. 3) Que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la que legalmente co-
rrespondiere.
El inciso final de la norma referida previene que no será obstáculo para que se ordene
un nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o
defecto cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia.
Como puede observarse, se trata de una situación especial, dado que, no obstante que
el vicio o defecto se produjo en la sentencia que se invalida, el tribunal superior se
encuentra facultado para anular todo lo obrado en el juicio y para disponer que se
realice uno nuevo por el tribunal no inhabilitado que corresponda.
109
I. –REVISIÓN DE LAS SENTENCIAS FIRMES.
110
2)Sistema POSITIVO.
a)Casos en que procede la Revisión.
El Art. 473 prescribe que la Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las
sentencias definitivas firmes en que SE HUBIERE CONDENADO a una persona
por un crimen o simple delito, para ANULARLAS, en los casos siguientes:
a. 1) Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo con-
denas dos o más personas por un mismo delito que no hubiere podido ser
cometido más que por una sola;
a. 2) Cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encu-
bridor del homicidio de una persona cuya existencia se comprobare des-
pués de la condena;
a. 3) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada
en un documento o en el testimonio de una o más personas, siempre que
dicho documento o dicho testimonio hubieren sido declarados falsos por
sentencia firme en causa criminal;
a. 4) Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se des-
cubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante
el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la ino-
cencia del condenado; y
a. 5) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia
de prevaricación o cohecho del juez que la hubiere dictado o de uno o más
de los jueces que hubieren concurrido a su dictación, cuya existencia hu-
biere sido declarada por sentencia judicial firme.
111
d)Formalidades de la solicitud de Revisión.
El Art. 475 previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento legal
y se acompañará copia fiel de la sentencia cuya anulación se solicitare y los documentos
que comprobaren los hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de la letra b) del Art. 473, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de
homicidio de una persona cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la
solicitud deberá indicar los medios con los que se intentare probar que la persona
víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la sentencia
la supone fallecida.
Si la causal invocada fuere la de la letra d), esto es, cuando, con posterioridad a la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho o apareciere algún docu-
mento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para
establecer la inocencia del condenado, el peticionario deberá indicar el hecho o el
documento cuya existencia no se conoció durante el proceso; expresará los medios
con que se pretendiere acreditar el hecho; y acompañará, en su caso, el documento
o, si no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y archivo en que
se encuentra.
La solicitud que no se conformare con estas prescripciones o que adolezca de mani-
fiesta falta de fundamento SERÁ RECHAZADA DE PLANO, decisión que deberá
tomarse por la unanimidad del tribunal.
112
f)Tramitación.
APARECIENDO INTERPUESTA EN FORMA LEGAL, se dará traslado de la
petición al fiscal, o al condenado si el recurrente fuere el ministerio público; enseguida
se mandará traer la causa en relación, y, vista en la forma ordinaria, se fallará sin más
trámite.
Esta norma tiene una explicación que no dice relación estrictamente con la naturaleza
de la prueba mencionada sino que con la dificultad práctica de producirla, toda vez que
tratándose de una prueba que podría referirse a un hecho establecido en un juicio oral,
debería rendirse ante el tribunal en su conjunto y no solo ante uno de sus ministros, lo
que podría provocar problemas por el tiempo que debería destinarse a la práctica de
esta sola diligencia.
Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado quien hubiere
solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de
la indemnización a que se refiere el Art. 19, Nº 7º, letra i) de la Constitución Política de
la República.
113
por quien las hubiere percibido, las sumas de dinero que hubiere pagado en razón de
multas, costas e indemnización de perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada,
esto último, en consonancia con lo prescrito en el Art. 19, Nº7º, letra i), de la Constitu-
ción.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será
conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario.
Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere
fallecido.
114
6. –EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS CONDENATORIAS.
Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando se encon-
traren EJECUTORIADAS.
Cuando la sentencia se hallare firme, el tribunal decretará UNA a UNA todas las
diligencias y comunicaciones que se requirieren para dar total cumplimiento al fallo.
Por mandato de la letra f) del Art. 14 del Código Orgánico de Tribunales, intercalada
por la Ley Nº 19.708 de 5 de Enero de 2001, la ejecución de las condenas crimina-
les, al igual que la ejecución de las medidas de seguridad, le corresponden al JUEZ DE
GARANTÍA, aún cuando el fallo lo hubiere dictado el tribunal de juicio oral en lo
penal.
La sentencia que condenare a una pena TEMPORAL deberá expresar, con toda
precisión, el día desde el cual comenzará ésta a contarse y fijará, asimismo, el
abono que deba computarse a dicha pena.
115
Si la sentencia hubiere concedido una medida ALTERNATIVA a las penas privativas o
restrictivas de libertad consideradas en la ley, remitirá copia de la sentencia a la institu-
ción encargada de su ejecución material.
3)Multas y Comisos.
El citado Art. 348 previene que la sentencia condenatoria dispondrá también el
COMISO de los instrumentos o efectos del delito o su RESTITUCIÓN, cuando fuere
procedente.
El inciso final del Art. 467, agrega que el tribunal ordenará y controlará el efectivo
cumplimiento de las MULTAS y COMISOS impuestos en la sentencia.
El Art. 469, por su parte, dispone que los dineros y otros valores decomisados se
destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.
4)Cauciones.
En cuanto a las CAUCIONES, ellas serán ejecutadas en conformidad con el Art. 147,
cuando procediere, y el tribunal dirigirá las comunicaciones que correspondiere a los
organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la ejecución de lo resuelto.
Conforme al Art. 147, las cauciones deberán ser ejecutadas de acuerdo con las reglas
generales, entregándose el monto obtenido a la Corporación Administrativa del
Poder Judicial. Si la caución no consistiere en dinero o valores, actuará como ejecu-
tante el Consejo de Defensa del Estado, para lo cual el tribunal procederá a poner los
antecedentes en su conocimiento, oficiándose al efecto.
116
5)Especies Retenidas y No Decomisadas.
Con respecto a las cosas corporales muebles retenidas y no decomisadas que se encon-
traren a disposición del tribunal, sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo
titular después de seis meses desde la fecha de la resolución FIRME que hubiere puesto
término al juicio, ellas tendrán el siguiente destino:
a) Si se tratare de ESPECIES, el administrador del tribunal, previo acuerdo del
comité de jueces, las venderá en pública subasta. Los remates se podrán
efectuar dos veces al año.
El producto del remate se destinará a la Corporación Administrativa del Po-
der Judicial
b) Si se tratare de DINERO o VALORES, ellos tendrán, igualmente, el destino
señalado en la letra anterior.
Si se hubiere decretado el sobreseimiento temporal o la suspensión condicional del
procedimiento, el plazo de seis meses aludido se extenderá hasta un año.
En el mes de Junio de cada año calendario, los tribunales con competencia en materia
criminal presentarán a la respectiva Corte de Apelaciones un informe detallado acerca
del destino dado a las especies que hubieren sido puestas a disposición del tribunal.
Esta norma se refiere a aquellas especies que se ponen a disposición del tribunal, sea
porque se encuentran en poder del imputado, sin pertenecerle, o son producto de
delitos contra la propiedad pero se ignora a quién pertenecen.
6)Ejecución Civil.
Como ya tuvimos oportunidad de ver, el inciso final del Art. 171 del Código Orgánico de
Tribunales, luego de la modificación introducida por la ley Nº19.708 de 5 de Enero de 2001,
dispone que será competente para conocer de la EJECUCIÓN de la DECISIÓN CIVIL de
las sentencias definitivas dictadas por jueces con competencia criminal, el TRIBUNAL
CIVIL que corresponda de acuerdo con las reglas generales.
Como dijimos, esta regla de competencia altera por completo el sistema vigente y
simplifica enormemente el cumplimiento de las sentencias criminales, ya que dicha
ejecución sólo podrá referirse a las decisiones relativas a materias penales.
Como es obvio, y dado que del cumplimiento de la decisión civil conocerán los jueces
de letras con competencia civil, corresponderá aplicar a esta ejecución las disposiciones
que sobre el particular establece el Código de Procedimiento Civil.
Así lo dispone el Art. 472.
117
7. –ENTRADA EN VIGENCIA DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL.
El Art. 484 dispone que esta entrada en vigencia será GRADUAL en las distintas
Regiones del País y que se hallará sujeta al término de los plazos que establece el Art.
4º transitorio de la Ley Nº 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público.
La ley Nº 19.762, publicada en el Diario Oficial el 13 de Octubre de 2001, modificó los
Arts. 4º transitorio de la ley 19.640 y los incisos segundo y tercero del Art. 484 del
Código Procesal Penal, que se referían a esta materia.
Conforme a estas modificaciones la entrada en vigencia del nuevo Código para las
diversas Regiones del país SE CEÑIRÁ AL SIGUIENTE CALENDARIO:
a) COQUIMBO y ARAUCANÍA, desde el 16 de Diciembre de 2000;
b) ANTOFAGASTA, ATACAMA y EL MAULE, desde el 16 de Octubre de
2001;
c) TARAPACÁ, AYSÉN DEL GENERAL CARLOS IBÁÑEZ DEL
CAMPO, Y MAGALLANES Y LA ANTÁRTICA CHILENA, desde el 16
de Diciembre de 2002;
d) VALPARAÍSO, LIBERTADOR GENERAL BERNARDO O. HIGGINS,
BÍO–BÍO y LOS LAGOS, desde el 16 de Diciembre de 2003; y
e) REGIÓN METROPOLITANA DE SANTIAGO, desde el 16 de Diciembre
de 2004.
118
2)Respecto de Hechos Acaecidos en el Extranjero.
El Art. 485 prescribe que respecto de los hechos ocurridos en el EXTRANJERO, que
fueren de competencia de los tribunales chilenos, este Código se aplicará a partir de su
entrada en vigencia para la Región Metropolitana de Santiago, o sea, desde el 16 de
Diciembre de 2004. La razón de esta regla de competencia radica en la circunstancia de
que el Art. 167 del Código Orgánico de Tribunales le entrega competencia para
conocer de estos delitos a los tribunales de SANTIAGO, de acuerdo a un sistema de
turnos que regula un Auto Acordado de la Corte de Apelaciones de Santiago de 27 de
Enero de 1975.
119
BIBLIOGRAFÍA
121
Ministerio de Justicia, Universidad Central de Chile, Centro de Desarro-
llo Jurídico Social, Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones de
Chile. Publicado por C.D.J.S. de la Corporación de Promoción Universitaria,
Diciembre de 1999.
122
21.-“APUNTES NECESARIOS PARA LA ELABORACIÓN DE UN FALLO
DE UN TRIBUNAL ORAL EN LO PENAL” Francisco Hermosilla Iriarte.
trabajo de investigación sin publicar, Noviembre de 2001.
123
ANEXOS
ANEXO I
"OFICIO N° 003264/
TRANSCRIBE ACUERDO
“En Santiago a diez de enero de dos mil uno, se reunió esta Corte Suprema
presidida por su titular, don Hernán Alvarez García y con asistencia de los
Ministros señores Servando Jordán López, Osvaldo Faúndez Vallejos, Oscar
Carrasco Acuña Mario Garrido Montt, Marcos Libedinsky Tchorne, Eleodoro
Ortiz Sepúlveda, José Benquis Camhi, Enrique Tapia Witting, Jorge Rodríguez
Ariztia, Enrique Cury Urzúa, José Luís Pérez Zañartu, Orlando Alvarez Her-
nandezbano Marín Vallejos, Humberto Espejo Zúñiga y Jorge Medina Cue-
vas”.
127
El imputado privado de libertad queda sujeto a la misma obligación, en conse-
cuencia, no es admisible una apelación verbal que pudiere deducir al momento
de notificarse de alguna resolución que fuere apelable.
128
7. La admisibilidad del recurso en el tribunal de alzada será objeto de pronun-
ciamiento de la Sala que le corresponda conocer de la apelación. Ese conoci-
miento lo tomará en cuenta efectuada por el relator pertinente, como lo dispo-
nen los artículos 71 y 372 del Código Orgánico de Tribunales, 161 del Código
de Procedimiento Civil en relación con el articulo 52 del Código Procesal
Penal, que informará además de los antecedentes elevados. Esta cuenta se hará
el día designado para la vista del recurso, con inmediata anterioridad a la
audiencia que prescribe el artículo 358.
Para estos efectos el recurso será proveído por el tribunal de alzada (su Presi-
dente) de manera inmediata a su recepción, y sin esperar la comparecencia del
recurrente, citando para la audiencia en que se procederá a su vista, dejando
constancia en la resolución, que lo es sin perjuicio de lo que se resuelva opor-
tunamente respecto de su admisibilidad. Si la Sala en la cuenta de los antece-
dentes previa a la vista del recurso estimare más conveniente escuchar a las
partes sobre la admisibilidad, podrá pronunciarse sobre el punto al iniciar la
audiencia en que se verá el recurso de apelación.
La vista de la causa deberá fijarse para una audiencia posterior al quinto día
hábil de ingresados los antecedentes respectivos al tribunal, con excepción de
la situación indicada en la instrucción número ocho (8)
129
9. La notificación de las resoluciones que se dicten por el tribunal de alzada
fuera de la audiencia de vista del recurso, se practicarán conforme lo señala el
articulo 221 del Código de Procedimiento Civil (por el estado diario, con
excepción de la primera).
10. El tribunal de alzada podrá –al iniciar la vista del recurso- señalar el tiempo
de duración de la intervención del fiscal y de los demás intervinientes con
derecho a hacerlo. En cualquier momento podrá limitar esa intervención
cuando se extienda a materias o asuntos impertinentes al recurso.
El relator que dé cuenta de los antecedentes del recurso para el análisis de su
admisibilidad, será el encargado de autorizar el acta registro de la audiencia en
tanto no se determine una modalidad distinta de hacerlo. Ante ese relator
deberá anotarse el fiscal y los intervinientes que habiendo comparecido opor-
tunamente a la instancia participarán en la audiencia en que se conocerá el
recurso, lo que se certificará en los antecedentes respectivos.
Las Cortes de Apelaciones de La Serena y de Temuco informarán oportuna-
mente a esta Corte Suprema acerca de las dudas o problemas que se presenten
en la aplicación de la nueva normativa procesal y de las presentes instruccio-
nes, escuchando previamente a los jueces de garantía y de los tribunales ora-
les...”
130
PUBLICACIONES DE LA FACULTAD
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Dirección de Extensión, Investigación y Publicaciones
OBRAS EDITADAS COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES
LOS CINCUENTA AÑOS DE LA TESIS CHILENA DE
LAS DOSCIENTAS MILLAS MARINAS (1947-1997) Nº 1 ÉTICA Y FILOSOFÍA DEL DERECHO
Hugo Llanos Mansilla Ismael Bustos Concha
ESTUDIO DEL RÉGIMEN JURÍDICO DEL Nº 2 EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
ESTRECHO DE MAGALLANES Y Gabriel Álvarez Undurraga
EL DERECHO INTERNACIONAL
John Ranson García Nº 3 INTRODUCCIÓN AL DERECHO
Pedro Ballacey Herz
DERECHO PROCESAL FUNCIONAL, 2 Tomos
Sergio Rodríguez Garcés Nº 4 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
DISPOSICIONES DE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL Y
LEGISLACIÓN ECONÓMICA TOMO I
ACTIVIDAD SOCIAL Y ECONÓMICA DEL ESTADO Manuel Astudillo Astudillo
José Antonio Ramírez Arrayas Nº 5 DERECHO DEL TRÁNSITO 2ª Ed.
LA ESCUELA CHILENA DE HISTORIADORES DEL DERECHO Leonardo Aravena Arredondo
Y LOS ESTUDIOS JURÍDICOS EN CHILE Nº 6 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
Antonio Dougnac Rodríguez y Felipe Vicencio Eyzaguirre LEGISLACIÓN ECONÓMICA TOMO II
ÉTICA, DERECHO Y SOCIEDAD Manuel Astudillo Astudillo
José Miguel Vera Lara
Nº 7 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
ÉTICA, POLÍTICA Y SOCIEDAD LEGISLACIÓN ECONÓMICA TOMO III
José Miguel Vera Lara
Manuel Astudillo Astudillo
ÉTICA, MERCADO Y SOCIEDAD
José Miguel Vera Lara Nº 8 MANUAL DE INTRODUCCIÓN AL DERECHO 2° Ed.
Pedro Ballacey Herz
CURSO ELEMENTAL DE
FILOSOFÍA Y LÓGICA Nº 9 MANUAL DE TÉCNICAS DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN
José Miguel Vera Lara Gabriel Álvarez Undurraga
ÉTICA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD Nº 10 DERECHO PENAL, PARTE ESPECIAL
José Miguel Vera Lara Luis Ducos Kappes
ELEMENTOS DE JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Francisco Zúñiga Urbina
Nº 11 LEY DE ALCOHOLES Y PROCEDIMIENTOS
Leonardo Aravena Arredondo
LA SUMISIÓN A DERECHO DE LOS ACTOS Y DISPOSICIONES DEL
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Nº 12 HISTORIA DEL DERECHO I
Kamel Cazor Aliste Eric Palma González
ÉTICA, UTOPÍA Y SOCIEDAD Nº 13 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO CONTEMPORÁNEO
José Miguel Vera Lara Eric Palma González
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA Nº 14 NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL TOMO I
Gabriel Álvarez Undurraga
Germán Hermosilla Arriagada
ENCIERRO Y CORRECCIÓN. LA CONFIGURACIÓN DE UN Nº 15 NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL TOMO II
SISTEMA DE PRISIONES EN CHILE (1800-1911) Germán Hermosilla Arriagada
Marco Antonio León León
Nº 16 EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA 3 TOMOS
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OBRAS AUSPICIADAS O PATROCINADAS Nº 17 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO ECONÓMICO
MANUAL DE CONTABILIDAD Bernardita Blasco Pauchard
Jaime Gallegos Aguilar. Ed. Jurídica La Ley Nº 18 NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL TOMO III
DE LA REFORMA PROCESAL PENAL Germán Hermosilla Arriagada
Carlos del Río Ferretti. Francisco Rojas Rubilar Ed. Conosur Nº 19 MANUAL DE METODOLOGÍA PARA LA INVESTIGACIÓN SOCIOJURÍDICA
SEMINARIO: LOS DESAFÍOS EN LAS RELACIONES Jorge Cabello Terán
POLICÍA-MINISTERIO PÚBLICO Nº 20 NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL TOMO IV
Ministerio de Justicia; Universidad Central de Chile y otros Germán Hermosilla Arriagada
Ed. Centro de Desarrollo Jurídico Judicial y
Corporación de Promoción Universitaria Nº 21 DERECHO PENAL CHILENO PARTE ESPECIAL
Juan Carlos Cárcamo
HANS KELSEN: UNA VISIÓN MODERNA DE
LA TEORÍA PURA DEL DERECHO Nº 22 HISTORIA DEL DERECHO I TOMO I
José Miguel Vera Lara. Ed. Jurídica La Ley Eric Eduardo Palma González
INTRODUCCIÓN AL DERECHO INFORMÁTICO Nº 23 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO CONTEMPORÁNEO II
Rodolfo Herrera Bravo, Alejandra Muñoz Romero. (1808-1830)
Ed. Jurídica La Ley Eric Eduardo Palma González
SEMINARIO COPROPIEDAD INMOBILIARIA Nº 24 NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL TOMO V
Patricio Figueroa Velasco y Otros. Ed. Conosur Germán Hermosilla Arriagada
COLECCIÓN TEMAS Nº 25 CURSO DE DERECHO DE AGUAS
Luis Simón Figueroa del Río
Nº 1 REGULACIÓN DEL COMERCIO INTERNACIONAL
EN EL DERECHO CHILENO Nº 26 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD
Francisco Pfeffer Urquiaga, Ismael Bustos Concha
Críspulo Marmolejo González Nº 27 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO CONTEMPORÁNEO IV
Nº 2 CURSO ESPECIALIZADO DE RESPONSABILIDAD (1865-1924)
EXTRACONTRACTUAL Eric Eduardo Palma González
Rubén Celis Rodríguez Nº 28 DERECHO ROMANO
Nº 3 DE LOS PRINCIPIOS INSPIRADORES DEL CÓDIGO CIVIL CHILENO DERECHO SUCESORIO DERECHOS REALES OBLIGACIONES
Carlos López Díaz Ángela Cattan Atala
Nº 4 SOCIEDAD, ARRENDAMIENTO Y LA FIANZA Nº 29 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DELDERECHO ECONÓMICO 2ª Parte
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Nº 5 MODOS DE EXTINGUIR LAS OBLIGACIONES Nº 30 DERECHO PROCESAL
Rubén Celis Rodríguez Luis Correa Bulo
Nº 6 REGÍMENES MATRIMONIALES Nº 31 DERECHO COMERCIAL I
Rubén Celis Rodríguez Alex Díaz Loayza
Nº 7 ESTUDIOS SOBRE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN Nº 32 LECCIONES DE DERECHO POLÍTICO
Francisco Zúñiga Urbina
Ismael Bustos Concha
Nº 8 INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
Francisco Zúñiga Urbina Nº 33 DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
Hernán Ríos de Marimon
Nº 9 DERECHOS REALES Y BIENES Nº 34 HISTORIA DEL DERECHO I
Rubén Celis Rodríguez (Siglos XV –XVII)
Eric Eduardo Palma González
CUADERNOS JURÍDICOS Nº 35 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO CONTEMPORÁNEO III
Nº 1 LA SEGURIDAD JURÍDICA, EN SU PERSPECTIVA FILOSÓFICA, HISTÓRICA (1830-1865)
Y DOGMÁTICA Eric Eduardo Palma González
Nº 36 HISTORIA DEL DERECHO CHILENO CONTEMPORÁNEO V
Nº 2 PRIMERAS JORNADAS DE DERECHO MÉDICO (1865-2003)
Eric Eduardo Palma González
Nº 37 DERECHO ECONÓMICO
Víctor Sergio Mena