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NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL

PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
MEDIDAS DE SEGURIDAD
RECURSOS

Tomo V

Profesor

GERMÁN HERMOSILLA ARRIAGADA

COLECCIÓN
GUÍAS DE CLASES
Nº 24
COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES Nº 24

NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL

PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
MEDIDAS DE SEGURIDAD
RECURSOS

Tomo V

Profesor
GERMÁN HERMOSILLA ARRIAGADA

SANTIAGO
UNIVERSIDAD CENTRAL DE CHILE
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
2004
Edita:
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Dirección de Extensión, Investigación y Publicaciones – Comisión de Publicaciones
Universidad Central de Chile
Lord Cochrane 417
Santiago-Chile
389 51 04
Registro de propiedad intelectual N° 126.319
©Germán Hermosilla Arriagada

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida,
almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del autor

Primera edición, 2002


Segunda reimpresión de la primera edición, 2004

Comisión de Publicaciones:
Nelly Cornejo Meneses
José Luis Sotomayor
Felipe Vicencio Eyzaguirre

Responsable de esta edición:


Nelly Cornejo Meneses
ncornejo@ucentral.cl

Diagramación, Patricio Castillo Romero

Serie Colección Guías de Clases Nº 24.

Impresión:
Impreso en los sistemas de impresión digital Xerox, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Central de Chile, Lord Cochrane 417, Santiago.
PRÓLOGO

Con la edición de publicaciones como la que Ud. Tiene en sus manos la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central de Chile pretende cumplir una
de sus funciones más importantes, cual es la de difundir y extender el trabajo docente de
sus académicos, al mismo tiempo que entregar a los alumnos la estructura básica de los
contenidos de las respectivas asignaturas.
En este sentido, fundamentalmente, tres clases de publicaciones permiten cubrir las
necesidades de la labor que se espera desarrollar: una, la Colección Guías de Clases,
referida a la edición de cuerpos de materias, correspondientes más o menos a la integri-
dad del curso que imparte un determinado catedrático; otra, la Colección Temas, relativa
a publicaciones de temas específicos o particulares de una asignatura o especialidad; y,
finalmente una última, que dice relación con materiales de estudio, apoyo o separatas,
complementarios de los respectivos estudios y recomendados por los señores profesores.
Lo anterior, sin perjuicio de otras publicaciones, de distinta naturaleza o finali-
dad, como monografías, memorias de licenciados, tesis, cuadernos y boletines jurídicos,
contenidos de seminarios y, en general, obras de autores y catedráticos que puedan ser
editadas con el auspicio de la Facultad.
Esta iniciativa sin duda contará con la colaboración de los señores académicos y
con su expresa contribución, para hacer posible cada una de las ediciones que digan
relación con las materias de los cursos que impartan y los estudios jurídicos. Más aún si
la idea que se quiere materializar a futuro es la publicación de textos que, conteniendo
los conceptos fundamentales en torno a los cuales desarrollan sus cátedras, puedan ser
sistematizados y ordenados en manuales o en otras obras mayores.
Las publicaciones de la Facultad no tienen por finalidad la preparación superficial
y el aprendizaje de memoria de las materias. Tampoco podrán servir para suplir la
docencia directa y la participación activa de los alumnos; más bien debieran contribuir a
incentivar esto último.
Generalmente ellas no cubrirán la totalidad de los contenidos y, por lo tanto, única-
mente constituyen la base para el estudio completo de la asignatura. En consecuencia,
debe tenerse presente que su solo conocimiento no obsta al rigor académico que caracte-
riza a los estudios de la Carrera de Derecho de nuestra Universidad. Del mismo modo, de
manera alguna significa petrificar las materias, que deberán siempre desarrollarse
conforme a la evolución de los requerimientos que impone el devenir y el acontecer
constantes, y siempre de acuerdo al principio universitario de libertad de cátedra que,
por cierto, impera plenamente en nuestra Facultad.

VÍCTOR SERGIO MENA VERGARA


Decano
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Universidad Central de Chile
NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL
Tomo V
SUMARIO

1. –PROCEDIMIENTO RELATIVO A LAS PERSONAS QUE GOZAN DE


13
FUERO CONSTITUCIONAL.
A. –PERSONAS QUE TIENEN EL FUERO DEL ART. 58 DE LA
13
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA.
1) Concepto. Personas a quienes se aplica. 13
2) Solicitud de Desafuero 15
3) Tramitación del Desafuero 16
4) Detención in Fraganti 17
5) Efectos del Desafuero 18
6) Efectos de la Resolución que no da lugar al Desafuero 19
B. –FUERO DE LOS INTENDENTES Y GOBERNADORES. 20

2. –QUERELLA DE CAPÍTULOS. 21
1) Concepto. Personas a quienes se aplica. 21
2) Solicitud de Admisibilidad de los Capítulos de Acusación 24
3) Detención in Fraganti 25
4) Efectos de la Sentencia que declara Admisible la Querella de Capítulos 26
5) Efectos de la Sentencia que declara Inadmisible la Querella de Capítulos 26

3. –EXTRADICIÓN. 27
A. –CONCEPTO. GENERALIDADES. 27
1) Concepto 27
2) Delitos Políticos y Delitos Comunes 29
3) Breve Reseña de la Extradición en el Sistema Anterior 29
B. –EXTRADICIÓN ACTIVA. 31
1) Procedencia de la Extradición Activa 31
2) Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía 32
3) Tramitación de la Extradición Activa en la Corte de Apelaciones 33
4) Fallo de la Solicitud de Extradición Activa 34
5) Multiplicidad de Imputados 35
C. –EXTRADICIÓN PASIVA. 36
1) Procedencia de la Extradición Pasiva 36
2) Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia 36
3) Medidas Cautelares y Libertad Provisional del Imputado 37
4) Audiencia en la Extradición Pasiva 38
5) Fallo de la Extradición Pasiva 39
6) Extradición Pasiva Simplificada 40

4. –APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD. 41


A. –DISPOSICIONES GENERALES. 41
1) Generalidades 41
2) Medidas de Seguridad 42
B. –SUJETO QUE COMETE EL DELITO EN ESTADO DE ENAJENACIÓN
43
MENTAL.
1) Procedimiento para la determinación del estado de Enajenación Mental 43
2) Forzamiento de la Acusación 45
3) Reglas especiales sobre Aplicación de Medidas de Seguridad 46
4) Internación Provisional del Imputado 47
C. –IMPUTADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL DURANTE EL
48
PROCEDIMIENTO.
D. –EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD. 48
E. –CONDENADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL. 49

5. –RECURSOS EN EL NUEVO SISTEMA PROCESAL. 50


A. –CONSIDERACIONES GENERALES. 50
1) Necesidad de adecuar los Recursos existentes. 50
2) Fundamentos de los Recursos en el Antiguo Sistema 50
3) Fundamentos en el Nuevo Sistema 52
4) Derecho al Recurso en el Nuevo Sistema Procesal 53
5) Principio de Disposición de los Intervinientes 54
6) Reducción de las posibilidades de Impugnación 54
7) Efectos de la Interposición de los Recursos 55
8) Modificaciones introducidas en la Vista de las Causas 55
9) Limitaciones al derecho del Tribunal y de las Partes para Suspender la Vista de
56
las Causas
B. –DISPOSICIONES LEGALES DE ORDEN GENERAL. 57
1) Facultad de Recurrir 57
2) Carácter de los Plazos para Deducir los Recursos 57
a) Todos los Días y Horas son Hábiles 57
b) Son Fatales e Improrrogables 58
c) Prórroga excepcional de los Plazos 58
3) Nuevo Plazo 58
4) Efecto de la Interposición de los Recursos 58
5) Renuncia y Desistimiento de los Recursos 59
6) Prohibición para Suspender la Vista de la Causa por falta de Jueces 60
7) Suspensión de la Vista de la Causa por otros Motivos 60
8) Reglas Generales en la Vista de los Recursos 61
9) Admisibilidad de los Recursos y Relación 63
10) Competencia del Tribunal 62
11) Normas Supletorias 64
C. –RECURSO DE REPOSICIÓN. 65
1) Reposición de las Resoluciones dictadas Fuera de Audiencia 65
2) Reposición en las Audiencias Orales 65
D. –AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA. 66
1) Concepto 66
2) Tribunal ante quien se presenta 66
3) Personas que pueden ejercer este Derecho 67
4) Inadmisibilidad de este Recurso si la privación de libertad emana de un Juez 67
5) Compatibilidad de este Recurso con el Habeas Corpus del Art. 21 de la Constitu-
67
ción Política de la República
E. –RECURSO DE AMPARO O HABEAS CORPUS. 68
1) Subsistencia del Recurso de Amparo Constitucional 68
2) Amparo Preventivo y Amparo Correctivo 69
3) Tribunal ante el cual se Interpone 69
4) Normas por las cuales debe regirse el Recurso de Amparo 69
5) Personas que pueden Interponerlo 70
6) Objeto del Recurso 70
7) Amplitud de esta Acción de Amparo Constitucional 71
8) Tramitación 72
9) Sentencia 73
F. –RECURSO DE APELACIÓN. 74
1) Concepto 74
2) Recurso de Apelación en el Código de Procedimiento Penal 74
3) Consideraciones de orden general con respecto al Recurso de Apelación en el
76
Nuevo Sistema Procesal Penal
a) Incompatibilidad del Recurso de Apelación con el Juicio Oral 76
b) Exigencias que plantea la Supresión de la Apelación en los Tribunales de
78
Juicio Oral en lo Penal
c) Reducción de los Casos en que procede la Apelación 78
4) Sistema Positivo del Recurso de Apelación 78
a) Reglamentación incompleta del Recurso 78
b) Reglas Generales de Orden Legal 79
c) Casos puntuales en que la ley concede el Recurso de Apelación 79
d) Tribunal ante el cual se entabla el Recurso 81
e) Plazo para Interponer el Recurso 82
f) Forma de Interponer el Recurso 82
g) Inexistencia de la Orden de No Innovar 82
h) Efectos del Recurso de Apelación 83
i) Antecedentes que deben remitirse una vez concedido el Recurso 83
j) Normas Aplicables a la Tramitación de la Apelación en Segunda Instancia.
83
Vacío Legal
k) Algunas Cuestiones Específicas sobre Tramitación del Recurso de Apela-
85
ción en Segunda Instancia
G. –RECURSO DE HECHO. 89
1) Concepto y Casos en que procede 89
2) Tribunal ante el cual se presenta 90
3) Plazo para Deducirlo 90
4) Requisitos Formales del Recurso 90
5) Tramitación 91
6) Fallo del Recurso de Hecho 91
H. –RECURSO DE NULIDAD. 92
1) Antecedentes Históricos de su Establecimiento 92
2) Consideraciones Generales con respecto del Recurso de Nulidad 94
a) Una salida necesaria ante la ausencia de Apelación 94
b) No se hace distinción entre Causales de Forma o de Fondo 95
c) Se privilegian las Causales Genéricas 95
d) Motivos Absolutos de Nulidad 96
e) Causal relativa a la Valoración de la Prueba 97
f) La Competencia para conocer de este Recurso se entregó a dos Tribunales
97
de diferente Clase y Jerarquía
3) Sistema POSITIVO 100
a) Concepto 100
b) Causales Genéricas del Recurso 101
c) Causales del Recurso que, a la vez, constituyen Motivos Absolutos de Nulidad 102
d) Defectos no esenciales 103
e) Preparación del Recurso 103
f) Tribunal ante el cual se Interpone. Plazo 103
g) Tribunal Competente para conocer del Recurso 103
h) Requisitos del escrito de Interposición 104
i) Efectos de la Interposición del Recurso 105
j) Admisibilidad del Recurso en el Tribunal a quo 105
k) Antecedentes que deben remitirse una vez concedido el Recurso 105
l) Admisibilidad del Recurso en el Tribunal ad quem 105
m) Actuaciones previas al conocimiento del Recurso 106
n) Adhesión al Recurso 107
ñ) Vista del Recurso 107
o) Prueba en el Recurso 107
p) Fallo del Recurso 108
q) Nulidad de la Sentencia 108
r) Nulidad del Juicio Oral y de la Sentencia 109
s) Improcedencia de Recursos contra la Sentencia que falla el Recurso de Nulidad 109
I. –REVISIÓN DE LAS SENTENCIAS FIRMES. 110
1) Consideraciones de Orden General 110
a) Concepto 110
b) Restricción de los Motivos que autorizan la Revisión 111
2) Sistema POSITIVO 111
a) Casos en que procede la Revisión 111
b) Plazo y Titulares de la solicitud de Revisión 111
c) Tribunal ante el cual se Interpone 111
d) Formalidades de la solicitud de Revisión 112
e) Efectos de la presentación de la solicitud de Revisión 112
f) Tramitación 113
g) Improcedencia de la Prueba Testimonial 113
h) Decisión del Tribunal 113
i) Efectos de la Sentencia que declarare la Inocencia del Condenado 113
j) Información de la Revisión en un Nuevo Juicio 114
6. –EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS CONDENATORIAS. 115
1) Oportunidad para Decretar el Cumplimiento y Normas Aplicables 115
2) Ejecución de las Penas Privativas y Restrictivas de Libertad 115
3) Multas y Comisos 116
4) Cauciones 116
5) Especies Retenidas y no Decomisadas 117
6) Ejecución Civil 117

7. –ENTRADA EN VIGENCIA DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL. 118


1) Respecto de hechos acaecidos en el país 118
2) Respecto de hechos acaecidos en el extranjero 119
3) Reglas para la aplicación de Penas ordenadas por Tribunales sujetos a distintos
119
procedimientos.
BIBLIOGRAFÍA 121
ANEXO I 127
1.– PROCEDIMIENTO RELATIVO A PERSONAS QUE GOZAN DE FUERO
CONSTITUCIONAL.

A.– PERSONAS QUE TIENEN EL FUERO DEL ART. 58 DE LA


CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA.
1)Concepto, personas a quienes se aplica.
El inciso segundo del Art. 58 de la Constitución Política de la República dispone que
“Ningún DIPUTADO o SENADOR, desde el día de su elección o designación, o
desde el de su incorporación, según el caso, puede ser PROCESADO o PRIVADO
DE SU LIBERTAD, salvo el caso de delito flagrante si el Tribunal de Alzada de la
jurisdicción respectiva, en pleno, no autoriza previamente la ACUSACIÓN, declarando
haber lugar a la formación de causa”.

El inciso tercero del Art. 30 de la misma Constitución Política, luego de la modificación


constitucional introducida por la ley Nº 19.672, publicada en el Diario Oficial el 28 de
Abril del año 2000, dispone que el PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA que haya
desempeñado este cargo por el período completo, gozará de este mismo fuero, ya que
le serán aplicables las disposiciones de los incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58.

Desde ya, es conveniente precisar que el desafuero sólo es posible con respecto a los
CRÍMENES y SIMPLES DELITOS, por cuya razón no lo autoriza la comisión de las
FALTAS. Así se desprende del tenor de los Arts. 58 de la Constitución y 416 del
Código Procesal Penal.

Este antejuicio o requisito previo de procesabilidad es lo que se conoce comúnmente


como DESAFUERO y está establecido en la Constitución Política como un resguardo
a la función pública que desempeñan los diputados y senadores que se encuentren en
actual ejercicio y constituye también una forma de asegurar su independencia.
Asimismo, se extiende a los ex Presidentes de la República para preservar la elevada
función pública que desempeñaron anteriormente, evitando que cualquiera de ellos
pueda ser objeto de denuncias o querellas criminales carentes de fundamento.

13
Se trata de una materia que fue objeto de una modificación profunda en el Proyecto, lo
que concitó la atención de diputados y senadores por razones que es fácil suponer.

En el sistema del Código de Procedimiento Penal el desafuero comenzaba cuando el


juez del crimen que conocía de un proceso criminal, estimaba que de los antecedentes
reunidos o de la información rendida, a petición de parte, aparecían “datos” contra un
diputado o senador “que podrían bastar para la detención de un inculpado”, por lo que
disponía elevar los autos al tribunal de alzada correspondiente a fin de que éste, si
hallare mérito bastante, declarara que había lugar a la formación de causa.
De esta manera, la cuestión medular a la que debía avocarse la Corte de Apelaciones
respectiva consistía en resolver si existían o no “datos” suficientes para autorizar la
DETENCIÓN del diputado o senador cuestionado. Sobre este punto existe
jurisprudencia aclaratoria de nuestros tribunales superiores.

En el Proyecto de Código Procesal Penal se adecuó este antejuicio al nuevo sistema


procedimental y se lo configuró como un requisito previo para poder FORMALIZAR
la instrucción o investigación, prohibiendo al fiscal la realización de actuaciones
posteriores a la petición de desafuero, a menos de recibir encargo expreso de la Corte
de Apelaciones respectiva.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado estimó


que lo que impedía la Constitución era que se siguiera un proceso en contra de una
persona aforada sin el desafuero previo, pero no impedía un procedimiento que se
refiriera a la investigación de un delito en el que pudiera hallarse involucrada. Por dicho
motivo, concluyó que el desafuero debía exigirse como requisito previo para ACUSAR
y no para formalizar.

Este fue el criterio que prevaleció.


Conforme a él, es posible que el ministerio público realice la indagación preliminar, a la
que ya nos hemos referido, y aún formalice la investigación ante el juez de garantía,
continuando con el procedimiento hasta el cierre de la investigación, todo ello, sin
necesidad de solicitar el desafuero.
Si estima que cuenta con las evidencias suficientes para tener por comprobado el hecho
punible indagado y la participación culpable que le habría correspondido a la persona
aforada, lo que lo habilita para acusarlo, sólo entonces requerirá que la Corte de
Apelaciones correspondiente declare que ha lugar a la formación de causa.

14
Cuando se trató esta materia, en la Comisión referida se planteó el problema de si era
posible que un diputado o senador pudiera RENUNCIAR al desafuero con el objeto de
ser juzgado como cualquier ciudadano de la República.
Se sostuvo, no sin razón, que este antejuicio “en lugar de ser una protección para las
personas que gozan de él se transforma en un elemento perjudicial”, dado que en esta
actuación no se analiza el fondo del asunto, no obstante lo cual, en la opinión pública
queda la impresión de que la persona desaforada es culpable. Además, es perjudicial
porque le impide al diputado o senador acogerse a algunas de las salidas alternativas
contempladas en la ley.

El fiscal nacional y el senador, don Sergio Diez, estimaron que el desafuero era
irrenunciable en razón de que estaría constituido en favor de las instituciones y no de
las personas.
Compartimos plenamente estas autorizadas opiniones.
Como expresó el constitucionalista, don Francisco Cumplido Cereceda, en un informe
pedido precisamente por la citada Comisión, el fuero parlamentario ha sido concebido
como un privilegio destinado a asegurar la independencia de quienes ejercen funciones
legislativas, agregando que no constituye un derecho de la persona sino un privilegio
del cargo.
Por otra parte, como la Constitución no ha contemplado la renuncia, no ha podido
reglamentar los efectos que se producirían en el caso en que ello sucediera, por
ejemplo, si debería o no disponerse la suspensión en el cargo mientras dura el
procedimiento.

2) Solicitud de Desafuero.
El Art. 416 prescribe que una vez que se ha cerrado la investigación, si el fiscal
estimare que procede formular ACUSACIÓN por CRIMEN O SIMPLE DELITO de
acción penal pública en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los
incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución Política, debe remitir
los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare
mérito, declare que HA LUGAR A LA FORMACIÓN DE CAUSA.
La norma referida agrega que igual declaración deberá requerir el fiscal si, durante la
investigación, deseare solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del aforado o
la imposición de otra medida cautelar en su contra.

15
El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de ACCIÓN
PENAL PRIVADA, en los que, como sabemos, el ministerio público no tiene
ingerencia, será el QUERELLANTE el que deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones
respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de garantía pueda
admitir a tramitación su querella criminal.

Como puede observarse, si se trata de un delito de acción penal privada, que,


únicamente puede investigarse en virtud de una querella, es menester que el querellante
ocurra previamente ante la Corte de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero
pertinente. Si no lo obtuviere, el juez de garantía no dará curso a la querella.

3)Tramitación y fallo del Desafuero.


El Art. 58 de la Constitución dispone que la solicitud de desafuero debe ser resuelta por
la Corte de Apelaciones, en pleno, esto es, con la intervención de todos sus ministros.

El Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales, en su número 2º, letra a), prescribe que
corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera instancia “De los
desafueros de las personas a quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y
cuarto del Art. 58 de la Constitución Política” y el Art. 66 del mismo Código añade
que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el tribunal.
Finalmente, el Art. 67 de igual Código previene que para el funcionamiento del tribunal
pleno se requerirá, a lo menos, “la concurrencia de la mayoría absoluta de los
miembros de que se componga la Corte”.

La ley no se ha preocupado de reglamentar especialmente la tramitación que debe darse


a las peticiones de desafuero en las Cortes de Apelaciones, por lo que estimamos que
corresponderá aplicar las reglas generales pero adaptándolas al nuevo sistema.
Creemos que el tribunal pleno debe conocer del desafuero en audiencia pública,
atendida la naturaleza del nuevo procedimiento, esencialmente oral, en la cual
escuchará los alegatos de ambas partes, dejando la causa en acuerdo ante todo el
tribunal. Se designará un ministro redactor, el que deberá dar forma a dicho acuerdo,
una vez adoptado. Por supuesto, podrán existir votos disidentes y prevenciones, de los
que deberá dejarse constancia en la sentencia.

16
Como veremos, el Código Procesal Penal suprimió el trámite de la RELACIÓN al
tratar de la sustanciación de los recursos, pero al referirse al desafuero omitió toda
mención a esta materia. Atendido lo anterior, estimamos que la relación es
perfectamente legítima. Por otra parte, este método de tomar conocimiento aparece
como el más práctico y rápido, atendido el número de jueces que en este caso deben
conocer y resolver el desafuero.

En esencia, lo que debe resolver la Corte, luego de conocer el asunto a través de la


relación y de los alegatos, es si existe o no mérito para dar lugar a la formación de
causa. Es decir, si resulta procedente que la persona aforada pierda su inmunidad y sea
procesada por los tribunales conforme a las reglas generales. No importa un
pronunciamiento sobre el fondo, si bien, en la práctica implica una suerte de
prejuzgamiento.

La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto,
es una sentencia definitiva, ya que pone fin al antejuicio en la primera instancia.

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 418 dicha sentencia es APELABLE ante la


Corte Suprema, la que conoce de dicho recurso en pleno en virtud de lo prescrito en
el N°2 del Art. 96 del Código Orgánico de Tribunales.

4)Detención in fraganti.
Si alguna de las personas mencionadas, Diputados y Senadores en actual ejercicio o ex
Presidentes de la República que hayan desempeñado su cargo por el período completo,
fuere DETENIDA por haber sido sorprendida en DELITO FLAGRANTE, el fiscal la
pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva.
Asimismo, le remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado
y que fueren conducentes para resolver el asunto.

¿Qué “asunto” debe resolver la Corte de Apelaciones?


Parece obvio que el desafuero, ya que dicho tribunal no tiene competencia ni para
investigar ni para conocer del procedimiento que reglamenta el Código Procesal Penal.
Por lo demás, el inciso tercero del citado Art. 58 de la Constitución Política señala
textualmente, “El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo dispuesto en el inciso
anterior”, que se refiere precisamente a la declaración de haber o no lugar a la
formación de causa.

17
Lo curioso, en todo caso, es que hasta este momento no existe una acusación de parte
del fiscal, y no podría haberla ya que prácticamente no existe investigación. Todo ha
comenzado con la detención inmediata de un aforado que ha sido sorprendido
cometiendo un delito.

Resulta obvio que tampoco sería del caso aplicar la exigencia del desafuero previo
para poder privar de libertad a un aforado en este evento, en razón de que la detención
por la comisión flagrante de un delito constituye precisamente una excepción a esta
exigencia conforme a lo dispuesto por el inciso segundo del referido Art. 58. El
desafuero es necesariamente posterior a la detención.

Atendido lo anterior, creemos que aunque la ley no lo dice expresamente, la Corte de


Apelaciones, a quien se remite un aforado DETENIDO por haber sido sorprendido
cometiendo un delito, debe estudiar la copia del registro de las diligencias que se
hubieren practicado para resolver si ha lugar o no a la formación de causa, aunque no
exista acusación de parte del fiscal ni haya siquiera formalización de la investigación,
todo ello a la mayor brevedad.

Si el aforado apelare de la decisión de la Corte en orden a formar causa, y se pidiere


ante ella la libertad del aforado, pendiente el recurso, la Corte podría hacer una de estas
dos cosas: disponer que la libertad se pida en la oportunidad y ante el tribunal
correspondiente o bien, disponer la remisión inmediata del asunto al juez de garantía
competente para que resuelva esta petición aunque la decisión de la Corte relativa a la
formación de causa no haya sido revisada por la vía de la apelación. Nos inclinamos por
la segunda solución, reconociendo que es una cuestión discutible, fundamentalmente
por la primacía que reviste la decisión sobre la libertad de una persona.

Se aparecieren implicados individuos que no gozaren de fuero, se seguirá adelante el


procedimiento con relación a ellos.

5)Efectos del Desafuero.


La declaración de haber lugar a la formación de causa o desafuero, una vez
ejecutoriada, suspende la inmunidad de que gozan las personas aforadas por
mandato constitucional, quedando sujetas, desde ese momento, a las reglas comunes de
procedimiento y a la jurisdicción de los tribunales.

18
El Art. 419 nos dice que en el caso de los diputados y senadores, la sentencia que
declare que ha lugar a la formación de causa, una vez firme, debe comunicarse por la
Corte de Apelaciones a la rama del Congreso a que pertenece el imputado. Desde la
fecha de la comunicación, el diputado o senador quedará, además, SUSPENDIDO DE
SU CARGO.

El Art. 420 establece que declarado el desafuero por sentencia firme, en el caso a que
se refiere el inciso primero del Art. 416, o sea, cuando cerrada la investigación, el fiscal
estima que procede la acusación en contra del aforado por crimen o simple delito, por
cuya razón precisamente pidió el desafuero, el juez de garantía fijará de inmediato la
fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá efectuarse dentro
de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado. A su
vez, la audiencia del juicio oral mismo deberá iniciarse dentro del plazo de quince
días contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se
aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare
para preparar su defensa.

La razón de haber impuesto la ley al juez de garantía y al tribunal de juicio oral en lo


penal, los breves términos mencionados para la fijación de las audiencias de preparación
del juicio oral y del juicio oral mismo, “obedece a la necesidad de que el plazo durante
el cual esté suspendido el desaforado sea el más breve posible”, porque se estimó por la
citada Comisión “que su suspensión afecta el funcionamiento de uno de los
Poderes del Estado”.

6) Efectos de la resolución que no da lugar al Desafuero.


El Art. 421 estatuye que si, en el caso del inciso primero del Art. 416, al que ya nos
referimos, la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a la formación de causa,
esta resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del
aforado favorecido con aquella declaración.

En la situación contemplada en el inciso tercero del citado Art. 416, esto es, si se
tratare de un delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la
querella y archivará los antecedentes.

La ley no contempló en este caso el recurso de apelación como lo hizo cuando la Corte
de Apelaciones declara que ha lugar a la formación de causa.

19
Este distinto tratamiento, se explicó en la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado, obedece al hecho de que la Constitución tampoco
contempló la apelación en este caso, por lo que ellos estimaron que no podían ir más
allá que lo dispuesto en ella. Por otra parte, tuvieron presente que la razón de fondo
para conceder la apelación en el evento de disponerse el desafuero era para “proteger el
funcionamiento de los poderes públicos, por lo que, si ya un tribunal superior, en pleno,
ha estimado que no procede dirigir un proceso penal en contra de un parlamentario, no
parece razonable extender más el procedimiento”.

B. – FUERO DE LOS INTENDENTES Y GOBERNADORES.

El Art. 423 dispone que el procedimiento establecido en el párrafo 1º de este Título,


relativo a los diputados, senadores y ex presidentes de la República, al que ya nos
referimos, es aplicable a los casos de desafuero de un INTENDENTE o de un
GOBERNADOR, en lo que fuere pertinente.

El fuero de los intendentes y gobernadores se encuentra establecido en el inciso final


del Art. 113 de la Constitución Política de la República, el que estatuye que ningún
tribunal procederá criminalmente contra alguno de ellos sin que la Corte de
Apelaciones respectiva haya declarado que ha lugar a la formación de causa. Este fuero
fue establecido mediante una reforma constitucional introducida por la ley Nº 19.097,
publicada en el Diario Oficial el 12 de Noviembre de 1991.

Como puede advertirse, en este caso, la Constitución no requirió que la resolución de la


Corte se adoptara en pleno, como en el evento anterior, lo que de inmediato plantea el
problema de resolver acerca de la forma como debe conocerlo y fallarlo el Tribunal de
Alzada, dado que el Art. 66 del Código Orgánico de Tribunales tampoco se refirió a
esta materia entre las que deben ser objeto del pleno.
Conforme a las reglas generales podría estimarse que de esta materia debiera conocer
una de las salas de la Corte.

Sin duda, se trata de un nuevo vacío legal.

20
2. –QUERELLA DE CAPÍTULOS.

1)Concepto, personas a quienes se aplica.


La QUERELLA DE CAPÍTULOS es un antejuicio en cuya virtud la Corte de
Apelaciones respectiva declara que ha lugar a la formación de causa como
requisito previo para que pueda hacerse efectiva la responsabilidad criminal de
los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público, por delitos que
hubieren cometido en el ejercicio de sus funciones.

El Art. 424 ,refiriéndose a su objeto, expresa que la querella de capítulos tiene por
finalidad hacer efectiva la responsabilidad CRIMINAL de los jueces, fiscales judiciales
y fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus
FUNCIONES que importaren una infracción penada por la ley.

Como puede observarse, la querella de capítulos resulta procedente únicamente cuando


las personas nombradas hubieren cometido un ilícito penal EN EL EJERCICIO DE
SUS FUNCIONES.
Por tanto, no la autorizan los crímenes y simples delitos comunes y las faltas penales,
los que deben perseguirse y tramitarse conforme a las normas generales del nuevo
procedimiento.
La finalidad de este ANTEJUICIO es impedir que se formulen acusaciones carentes de
fundamento en contra de estas personas, menoscabando la dignidad de las funciones
que desempeñan. Por otra parte, tienden a evitar que queden impunes los delitos
ministeriales que puedan cometer jueces y fiscales, al entregar el conocimiento del
antejuicio a un tribunal superior.

La querella de capítulos se aplica, como dispone la norma transcrita, para hacer efecti-
va la responsabilidad criminal de los jueces, incluido los ministros de las Cortes de
Apelaciones y ministros de la Corte Suprema, ya que son igualmente jueces; los fiscales
judiciales, que son los auxiliares de la administración de justicia, y los fiscales del
ministerio público actual.
Esta materia recibió en el nuevo Código Procesal Penal un tratamiento mucho más
simplificado del que tenía en el Código de Procedimiento Penal, y que, en la práctica,
tuvo escasa aplicación, fundamentalmente, debido al hecho de que los tribunales
superiores hicieron uso de medidas disciplinarias para sancionar tales actos.

21
Cuando se estudió esta materia en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado se propuso suprimirla, precisamente debido a este motivo,
estimándose que la mayor parte de las irregularidades se solucionaban “en forma más
expedita por aplicación de las facultades disciplinarias de la Corte Suprema”. Consulta-
do este Alto Tribunal, fue de opinión de mantenerla por configurar una garantía de que
los jueces y también los fiscales del ministerio público van a tener un antejuicio “que los
proteja de acusaciones ligeras o sin fundamentos por delitos inexistentes que se les
atribuyan como cometidos en el ejercicio de sus funciones, acusaciones a las que, con
cierta frecuencia, podrían verse expuestos”.
Recibida esta opinión, la Comisión acordó mantener la institución.

En el Código de Procedimiento Penal, la querella de capítulos comprendía dos etapas:


la primera tenía por objeto que el tribunal correspondiente, que podía ser un ministro
de Corte de Apelaciones, el Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago o el
Presidente de la Corte Suprema, como tribunal unipersonal, declarara ADMISIBLES
todos o algunos de los capítulos de la querella que debía interponer el Ministerio
Público o un abogado y en la que debían indicarse, con precisión, los diversos motivos
de la acusación y los hechos constitutivos de la infracción de la ley penal en que habían
incurrido los jueces y fiscales. En caso que la querella fuere interpuesta por un aboga-
do, debía oírse en todo caso al Ministerio Público. Esta etapa terminaba con la resolu-
ción del tribunal que se pronunciaba sobre la ADMISIBILIDAD DE TODOS O
ALGUNOS DE LOS CAPÍTULOS REFERIDOS.

Si el tribunal respectivo declaraba admisible alguno de dichos capítulos, debía ordenar


agregar los documentos que se habían propuesto y recibir la información ofrecida Con
ello comenzaba la segunda etapa, ya que el tribunal debía conferir traslado al quere-
llante y luego al querellado y, a continuación debía ordenar que los autos fueran
remitidos al Ministerio Público para que informara. A continuación, el tribunal debía
resolver lo que estimara de justicia, declarando, en un auto fundado, SI ERA O NO
ADMISIBLE LA ACUSACIÓN. En caso que dicha resolución no fuere apelada,
debía elevarse en CONSULTA al tribunal de alzada correspondiente.

Declarada admisible la acusación, por sentencia firme, el funcionario capitulado


quedaba suspendido de sus funciones y la causa criminal debía seguirse en su
contra en la forma ordinaria, observando las reglas del fuero.

22
Cabe señalar a este respecto que el Art. 50, N°4 del Código Orgánico de Tribunales
disponía que de las acusaciones o demandas civiles que se entablaran contra los jueces
para hacer efectiva la responsabilidad criminal o civil resultante del ejercicio de sus
funciones ministeriales debía conocer un ministro de la Corte de Apelaciones respecti-
va; el Art. 51, N°2 del mismo Código, por su parte, prescribía que de las acusaciones o
demandas civiles dirigidas contra uno o más miembros de la Corte Suprema o contra su
fiscal, para hacer efectiva la misma clase de responsabilidad, debía conocer el Presi-
dente de la Corte de Apelaciones de Santiago; y finalmente, el Art.53 N°2 de igual
cuerpo de leyes, estatuía que de las acusaciones o demandas civiles que se entablaran
contra los ministros y fiscales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva la
responsabilidad civil o criminal derivada de sus actos ministeriales debía conocer el
Presidente de la Corte de Suprema.

Actualmente, en virtud de las modificaciones introducidas a las normas legales referidas


por la ley N°19.665 de 9 de Marzo de 2000, los tribunales unipersonales mencionados
sólo conocen de las demandas civiles presentadas contra los ministros, jueces y fiscales
citados para hacer efectiva su responsabilidad ministerial.

El Código Procesal Penal, en reemplazo de dicho procedimiento, concibió un sistema


mucho más simple, similar al que debe observarse para tramitar y fallar el
DESAFUERO, que vimos recién.

El Proyecto de Código Procesal Penal, remitido al Congreso, contemplaba la querella


de capítulos, al igual que en el caso del desafuero, como un requisito previo para
FORMALIZAR la investigación, la que debía presentarse siempre ante la Corte de
Apelaciones respectiva y prohibía al fiscal realizar diligencias de investigación mientras
no se declarare que había lugar a la formación de causa, a menos de recibir encargo
expreso de la Corte.

Por indicación de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del


Senado y de acuerdo con el criterio adoptado en el caso del desafuero, que estudiamos
recién, se resolvió que la querella de capítulos debía exigirse como un requisito previo
para ACUSAR pero no para formalizar, lo que significa que el fiscal se encuentra
facultado para iniciar la investigación en que puede verse involucrado un juez, fiscal
judicial o fiscal del ministerio público; puede formalizar dicha investigación y aún puede

23
proseguirla hasta el cierre, sin necesidad de presentar una querella de capítulos ante la
Corte de Apelaciones respectiva.
Sólo una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procede formular
ACUSACIÓN, remitirá los antecedentes que hubiere reunido a la Corte de Apelacio-
nes.

2)Solicitud de Admisibilidad de los Capítulos de ACUSACIÓN.


El Art. 425 prescribe que una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que
procede formular ACUSACIÓN por crimen o simple delito contra un juez, fiscal
judicial o fiscal del ministerio público, POR ACTOS EJECUTADOS EN EL
EJERCICIO DE SUS FUNCIONES, deberá presentar una QUERELLA, por escrito,
ante la Corte de Apelaciones respectiva la que deberá contener los capítulos de la
acusación, indicando los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal
cometida por el juez o funcionario capitulado, a fin de que si dicho tribunal hallare
mérito bastante, declare ADMISIBLES los capítulos de la acusación.
La sentencia que adoptare la Corte de Apelaciones es apelable ante la Corte Suprema
por mandato del Art. 427, tanto si acoge como si deniega la querella de capítulos.

La competencia de las Cortes de Apelaciones para conocer en primera instancia de la


querella de capítulos está establecida en la letra d) del Nº 2º del Art. 63 del Código
Orgánico de Tribunales y la de la Corte Suprema para conocer en segunda instancia de
esta misma materia está establecida en el Nº 6º del Art. 98 de igual Código, luego de
las modificaciones introducidas a ambas normas por la ley N° 19.708 de 5 de Enero de
2001.

Los delitos ministeriales están indicados en el Art. 76 de la Constitución Política de la


República y en el Art. 324 del Código Orgánico de Tribunales. El primero dispone que
los jueces son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de obser-
vancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y
torcida administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran
en el desempeño de sus funciones. Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la
ley determinará los casos y el modo de hacer efectiva esta responsabilidad. El segundo,
prescribe que el cohecho, la falta de observancia en materia sustancial de las leyes que
reglan el procedimiento, la denegación y torcida administración de justicia y, en general,
toda prevaricación o grave infracción de cualquiera de los deberes que las leyes impo-
nen a los jueces, los deja sujetos al castigo que corresponda según la naturaleza o

24
gravedad del delito, con arreglo a lo establecido en el Código Penal. Esta disposición
no es aplicable a los miembros de la Corte Suprema en lo relativo a la falta de obser-
vancia de las leyes de procedimiento ni en cuanto a la denegación, ni a la torcida
administración de justicia.

Por su parte, el Art. 364 del Código Orgánico de Tribunales dispone que la responsabi-
lidad criminal y civil de los fiscales judiciales se regirá por las reglas establecidas en el
título X de dicho Código, entre las cuales se comprende el citado Art. 324.

Finalmente, el Art. 45 de la ley 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público,


estatuye que los fiscales del Ministerio Público tendrán responsabilidad civil, discipli-
naria y penal por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones y el inciso final
del Art. 46 de la misma ley preceptúa que tratándose de delitos cometidos por un fiscal
en el ejercicio de sus funciones, el fiscal a cargo de la investigación deducirá, si proce-
diere, la respectiva querella de capítulos, conforme a las disposiciones de la ley procesal
penal.

El citado Art. 425 del Código Procesal Penal previene que se requiere, asimismo, la
declaración de admisibilidad de los capítulos de la acusación por parte de la Corte de
Apelaciones respectiva, si el fiscal, durante la investigación, quisiere solicitar del juez de
garantía la PRISIÓN PREVENTIVA de alguna de estas personas u otra medida
cautelar en su contra.

Por último, si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir a


la Corte de Apelaciones solicitando igual declaración antes de que se admita a tramita-
ción su querella por el juez de garantía competente.

3)Detención in fraganti.
El Art. 426 previene que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público
fuere DETENIDO por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones correspondiente. Asimismo,
le remitirá copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren
conducentes para resolver el “asunto”.

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En el capítulo anterior, relativo al Desafuero, tuvimos ocasión de aclarar el sentido que
debe darse al vocablo “asunto”, empleado por el legislador. Nos remitimos a lo ya
expresado.

4)Efectos de la Sentencia que declara Admisible la Querella de Capítulos.


El Art. 428 dispone que cuando por sentencia firme se hubieren declarado admisibles
TODOS o ALGUNOS de los capítulos de la ACUSACIÓN, el juez o funcionario
capitulado quedará SUSPENDIDO DEL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES y el
procedimiento penal continuará de acuerdo a las reglas generales.

Al igual que en el caso del desafuero, dicha norma agrega que en el evento a que se
refiere el inciso primero del Art. 425, o sea, cuando cerrada la investigación el fiscal
estima que procede formular acusación, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha
de la audiencia de PREPARACIÓN del juicio oral, la que deberá verificarse dentro de
los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía.
A su vez, la audiencia del JUICIO ORAL deberá iniciarse dentro del plazo de quince
días contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se
aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare
para preparar su defensa.

5)Efectos de la Sentencia que declara Inadmisible la Querella de Capítulos.


Si en el caso del inciso primero del citado Art. 425, la Corte de Apelaciones declarare
inadmisibles TODOS los capítulos de la acusación comprendidos en la querella, la
resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal
judicial o fiscal del ministerio público favorecido con aquella declaración.

En el caso de la situación contemplada en el inciso final del mismo artículo, esto es,
cuando se trata de delitos de acción penal privada, el juez de garantía no admitirá a
tramitación la querella que ante él se hubiere presentado y ARCHIVARÁ los antece-
dentes.

Si en el mismo procedimiento aparecieren implicados otros individuos que no fueren


jueces, fiscales judiciales o fiscales del ministerio público, se seguirá éste adelante con
relación a ellos.

26
3. –EXTRADICIÓN.

A. –CONCEPTO. GENERALIDADES.
1) Concepto.
En una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, según el extracto de
su doctrina, publicada en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia chilenas,
“Código de Procedimiento Penal”, Tomo III, pág. 348, se expresa que “La extradi-
ción es el acto mediante el cual el Estado en cuyo territorio se ha refugiado una
persona, lo entrega al Estado donde delinquió, para su juzgamiento o cumpli-
miento de la pena en su caso”.

Luis Jiménez de Azúa, en su Tratado de Derecho Penal, Tomo II, edición de 1964,
según cita de Javier Valle Riestra, “La Extradición”, Lima, 1989,la define como “La
entrega que un Estado hace a otro de un individuo, acusado o condenado por un delito
común, que se encuentra en su territorio, para que en este país se le enjuicie penal-
mente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas preexistentes de validez
interna o internacional”.

De estos conceptos fluye que la extradición es la ENTREGA de carácter internacio-


nal de una persona, puesto que se realiza oficialmente a través de los organismos
competentes de dos Estados. Recae sobre aquellas personas que han sido procesadas o
condenadas en el territorio del Estado requirente por haber cometido allí un delito
común, luego de lo cual se han refugiado en otro país, y tiene por objeto retornarla al
lugar donde delinquió para que sea procesada o para que cumpla su condena.

La extradición es un acto complejo puesto que debe sujetarse a las normas del derecho
interno de los Estados que intervienen en ella, así como a las reglas de los Tratados o
Convenciones de carácter Internacional que hubieren celebrado.
En nuestro país son fuentes de estas reglas internacionales: los Tratados o Convencio-
nes celebrados con el país requerido o requirente, que se hallaren vigentes; el Código
de Derecho Internacional Privado o Código de Bustamante de 1928, suscrito en la
Conferencia Panamericana de La Habana; y la Convención sobre Extradición de
Montevideo, de 1933.

Constituye un principio de carácter internacional, comúnmente aceptado, que la


persona cuya extradición se pide debe haber cometido un delito COMÚN sancionado

27
con una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD cuya duración se fija en los Trata-
dos o Convenciones, de acuerdo con la gravedad del delito, pero que, en
general, debe ser, por lo menos, igual a un año.

El Art. 440 del Código Procesal Penal determina al efecto que para acceder a la
extradición pedida por otro país, la persona de que se trata debe ser imputada de
un delito o condenada a una pena privativa de libertad superior a un año.

Como se sabe, en esta materia tradicionalmente se distingue entre extradición


ACTIVA y extradición PASIVA.
Mirado desde el punto de vista de nuestro país:

La primera es el acto mediante el cual el Estado chileno, a través del Ministerio de


Relaciones Exteriores y con motivo de un requerimiento efectuado por los tribu-
nales de justicia, solicita a un país extranjero que le entregue a un individuo que se
hubiere refugiado en aquél POR HABER COMETIDO UN DELITO en el territo-
rio nacional, con el objeto de que sea juzgado por los tribunales chilenos compe-
tentes o que cumpla la pena que se le hubiere impuesto mediante sentencia definiti-
va.

La segunda es el acto en virtud del cual un país extranjero, mediante sus órganos
competentes, solicita al Estado chileno la entrega de un individuo que se encontra-
re en territorio nacional, al que se imputa HABER COMETIDO UN DELITO EN
EL PAÍS REQUIRENTE, para ser procesado por los tribunales de dicho país o
para que cumpla la pena privativa de libertad que allí se hubiere decretado en su
contra.

El objeto de este Instituto es evitar la impunidad de aquellas personas que, luego


de haber cometido un delito común, se fugan del país en que han delinquido para
eludir ser procesados por sus tribunales o para evitar el cumplimiento de su conde-
na.

Se justifica por la necesidad que tienen los Estados de prestarse auxilio mutuo para
el logro de este objetivo, sobre todo en la era actual en que las comunicaciones y el
transporte entre los diferentes países es muy fluido y rápido.

28
2)Delitos Comunes y Delitos Políticos.
Existe consenso entre los estudiosos del tema en que la extradición únicamente es
procedente con respecto a los DELITOS COMUNES; no así en lo relativo a los
DELITOS POLÍTICOS, que autorizan el ASILO.
La dificultad estriba en distinguir unos de otros, toda vez que los delitos políticos no
han sido definidos en la ley interna ni en los Tratados suscritos por Chile.
Además, es frecuente que una persona que comete un delito que pudiera calificarse
como político, lo haga mediante la perpetración de un delito común, por ejemplo,
secuestro, lesiones u homicidio.

De acuerdo con los principios generalmente aceptados en Derecho Internacional,


DELITO POLÍTICO, de acuerdo con el bien jurídico protegido, es el que lesiona la
normalidad constitucional del país afectado. Tienen, pues, tal carácter los que atentan
contra la organización política del Estado o contra los derechos políticos de los ciuda-
danos o los que tienen por objeto alterar el orden político o social del país. Delitos
COMUNES son todos los demás.

El Código Internacional Privado prescribe que se encuentran excluidos de la extradi-


ción los delitos políticos y los conexos, según la calificación jurídica que haga el país
REQUERIDO. La Convención sobre Extradición de Montevideo, suscrita por Chile,
señala igualmente, que el Estado requerido no estará obligado a conceder la extradición
cuando se trate de delitos políticos o conexos.

3)Breve Reseña de la Extradición en el Sistema anterior.


Bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal se hacía igualmente la distinción
entre extradición activa y extradición pasiva y los conceptos que se proporcionaba de
ambas instituciones eran similares a los que se consignan en el Código Procesal Penal.
De la extradición activa le correspondía conocer a la Corte Suprema; de la extradición
pasiva, en primera instancia al Presidente de dicho tribunal y en segunda instancia, a la
Corte. En virtud de una modificación introducida por la ley N° 19.665 de 9 de Marzo
de 2000, se entregó el conocimiento de la extradición pasiva, en primera instancia, a un
ministro de esa Corte y la extradición activa a la Corte de Apelaciones, en única
instancia, (Arts. 52 N°3 y 63 N°1, letra d).

29
Asimismo, los requisitos de PROCEDENCIA, tanto de la extradición activa como
pasiva, eran similares a los exigidos actualmente en el Código Procesal Penal.

No obstante, en el nuevo Código se precisaron en mejor forma los requisitos de


procedencia de una y de otra; se reglamentaron de una manera más completa las
medidas cautelares que podían solicitarse respecto de la persona cuya extradición se
pedía y se adecuó la tramitación de ambas clases de extradición al nuevo ordenamiento
procesal penal, particularmente en lo relativo a las audiencias orales que deben cele-
brarse y a la tramitación que debe observarse en segunda instancia.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, luego de


un debate, propuso entregar el conocimiento de la extradición ACTIVA a las Cortes de
Apelaciones en lugar de la Corte Suprema, teniendo presente que actualmente se exige
que se haya efectuado la formalización de la investigación por el ministerio público y
que los requisitos de procedencia de la extradición deben ser discutidos en una Audien-
cia ante el juez de garantía y verificados por éste, todo lo que, en su concepto, no
justifica la dilación que significaría hacerla llegar a la Corte Suprema.

Asimismo, propuso incorporar una norma para que el ministerio público representara al
Estado requirente en caso que aquél no hubiere designado alguno y se facultó al
ministro de la Corte Suprema designado para tramitar la extradición PASIVA, como
juez de primera instancia, para que adoptara las medidas tendientes a evitar la fuga del
extraditable.

Ambas proposiciones fueron acordadas por el Congreso Nacional.

Consecuente, además con los nuevos principios que informan el procedimiento penal,
se estableció que el imputado, cuya extradición se pedía a Chile, tenía el derecho para
declarar y que, sólo en caso que así lo hiciera, podía ser interrogado por el represen-
tante del Estado requirente y por su defensor.

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B. –EXTRADICIÓN ACTIVA
1)Procedencia de la Extradición Activa.
El Art. 431 dispone que cuando en la tramitación de un procedimiento penal se hubiere
FORMALIZADO la investigación de un delito que tuviere señalado en la ley una
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD cuya duración mínima excediere de UN
AÑO, respecto de un individuo que se encontrare en país extranjero, el ministerio
público deberá solicitar al juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte de
Apelaciones, a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición, ordene
que ella sea pedida.

Igual solicitud podrá hacer el querellante si no la formulare el ministerio público.


Por otra parte, dicha norma añade que la extradición activa procederá, asimismo, con el
objeto de hacer cumplir en el país una sentencia definitiva condenatoria a una pena
privativa de libertad, cuyo cumplimiento efectivo sea superior a un año, pronunciada
por tribunales chilenos.

Finalmente, la norma citada previene que el mismo procedimiento de extradición se


aplicará con respecto a los casos enumerados en el Art. 6 de Código Orgánico de
Tribunales. El Art. 6, aludido, se refiere a los crímenes y simples delitos perpetrados
FUERA del territorio de la República y que, por excepción, quedan sometidos a la
ley chilena. Entre ellos, los cometidos por un agente diplomático o consular chileno en
el ejercicio de sus funciones; los perpetrados por chilenos contra la soberanía o contra
la seguridad exterior del Estado; los cometidos por chilenos o extranjeros, a bordo de
un buque chileno en alta mar, o a bordo de un buque chileno de guerra surto en aguas
de otra potencia; la malversación de caudales públicos, fraudes y exacciones ilegales, la
infidelidad en la custodia de documentos, la violación de secretos y el cohecho, cometi-
dos por funcionarios públicos chilenos o por extranjeros al servicio de Chile.

Del Art. 431, citado, aparece que son requisitos de procedencia de la extradición
ACTIVA:
a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una
pena privativa de libertad superior a un año o del cumplimiento efectivo
de una sentencia definitiva condenatoria, a igual pena;
b) Que en el primer caso, se haya formalizado la investigación;
c) Que el imputado se encuentre en país extranjero.

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2)Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía.
El Art. 431 dispone que cuando en la TRAMITACIÓN de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación por un delito que tuviere señalado en la ley
una pena privativa de libertad superior a un año, y el imputado se encontrare en el
extranjero, el ministerio público podrá pedir al juez de garantía que ELEVE los antece-
dentes a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de que este tribunal, si lo estima
procedente, ordene que dicho imputado sea pedido.
Igual solicitud podrá hacer el querellante si el ministerio público no la hubiere efectua-
do.

El precepto mencionado finaliza expresando que la extradición podrá ser solicitada,


asimismo, con el objeto de hacer cumplir en el país una sentencia condenatoria que
imponga una pena privativa de libertad superior a un año.

Como puede observarse, la extradición sólo puede ser solicitada por el ministerio
público, o por el querellante si aquél no lo ha hecho, pero sólo una vez que se haya
FORMALIZADO la investigación.

El Art. 432 previene que es posible formalizar una investigación criminal por un delito
cometido por una persona que se encuentre AUSENTE del país, debiendo ser
representado en la audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con
defensor particular.
De lo anterior se desprende que es factible que el ministerio público comience una
investigación criminal, no obstante que la persona sindicada de haber cometido el delito
que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de esta indagación el fiscal
estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de garantía
la fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será
representado en la forma que ya expresamos.

La solicitud de extradición podrá ser efectuada en la misma audiencia de formalización,


o en otra audiencia pedida con este objeto, requiriendo que los antecedentes reunidos
se ELEVEN a la Corte de Apelaciones respectiva a fin de que ésta resuelva.
Esta petición será debatida en dicha audiencia, en la que el ausente será representado,
como hemos dicho, por un defensor particular o, en su defecto, por el defensor penal
público. Al término de ella, si el juez estimare que concurren en la especie los requisi-
tos de procedencia de la extradición y los consignados en el Art. 140, que, como

32
sabemos, son los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la
petición en el sentido de ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones respec-
tiva.

Debe señalarse que, contrariamente a lo que pudiera desprenderse de los términos


empleados por el Art. 432, de defectuosa redacción, el juez de garantía NO
RESUELVE si es procedente o no la extradición solicitada sino que, luego de oír a los
intervinientes, verifica:
a) Si se cumplen o no los requisitos de procedencia de la extradición, ya vistos; y
b) Si concurren o no en la especie los requisitos que permitirían decretar la pri-
sión preventiva del imputado, contemplados en el art. 140.

En caso afirmativo, ordenará ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones


para que ella RESUELVA.
En este mismo evento, el juez de garantía, a petición del fiscal o del querellante,
podrá declarar ADEMÁS, la procedencia de pedir, en el país extranjero, la prisión
preventiva u otra medida cautelar personal respecto del imputado, en caso que se
cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la medida respectiva.

Para que el juez de garantía eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será
necesario que conste en el procedimiento, el país y el lugar en que el imputado se
encontrare en la actualidad.

3)Tramitación de la Extradición Activa en la Corte de Apelaciones.


El Art. 63, Nº 1º, letra d), del Código Orgánico de Tribunales, prescribe que las Cortes
de Apelaciones conocerán en ÚNICA INSTANCIA de la solicitud de extradición
activa.

El conocimiento y decisión de esta clase de asuntos pertenecerá a la Sala que sea


designada por sorteo, ya que en esta materia deben aplicarse las reglas generales
consignadas en el Art. 66 de dicho cuerpo de leyes, ante la ausencia de una norma
especial.

El Art. 433 del Código Procesal Penal, dispone que recibidos los antecedentes por la
Corte de Apelaciones, ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual deberá

33
citar al ministerio público, al querellante, si éste hubiere solicitado la extradición, y al
defensor del imputado.

La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá
suspender a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes
que motivaren la solicitud; después se concederá la palabra al fiscal, en su caso al
querellante, y luego al defensor.

Durante la tramitación de la extradición activa ante la Corte de Apelaciones, el Art. 434


prescribe que, a petición del fiscal o del querellante que la hubiere solicitado, la Corte
podrá pedir al Ministerio de Relaciones Exteriores que solicite al país, en que se
encontrare el imputado, que ordene la detención previa de éste o adopte otra
medida destinada a evitar su fuga, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la
concurrencia de los requisitos que permitirían decretar la prisión preventiva u otra
medida cautelar personal en Chile. Como tuvimos oportunidad de expresar, en la
audiencia celebrada ante el juez de garantía, tanto el fiscal como el querellante pudieron
pedir al tribunal que en caso de estimar que debían elevarse los antecedentes a la Corte
de Apelaciones, declarara ADEMÁS, la procedencia de solicitar en el país extranjero la
prisión preventiva del imputado u otra medida cautelar personal.

El Art. 434 dispone que el requerimiento de la Corte de Apelaciones deberá consignar


los antecedentes que exigiere el TRATADO APLICABLE para solicitar la detención
previa o, a falta de tratado, al menos los antecedentes contemplados en el Art. 442, que
luego veremos.

4)Fallo de la solicitud de Extradición Activa.


Finalizada la audiencia celebrada en la sala correspondiente, ésta deberá resolver,
mediante un auto fundado, “si debiere o no solicitarse la extradición del imputado”.
El Art. 435 previene que en contra de esta resolución no procederá recurso
alguno.

Situaciones que pueden presentarse:


a)En caso de ACOGERSE la solicitud de extradición, la Corte de Apelaciones se
dirigirá al MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, mediante el oficio
correspondiente, haciéndole llegar copia de la resolución pertinente, y pidiéndole que

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se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias para obtener la
extradición del imputado.

Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se hubiere


efectuado en contra del imputado; los antecedentes que la hubieren motivado o la
resolución firme que hubiere recaído en el procedimiento, si se tratare de un condena-
do; los textos legales que tipificaren y sancionaren el delito; los referentes a la prescrip-
ción de la acción y de la pena; y toda información conocida sobre filiación, identidad,
nacionalidad y residencia del imputado.
Cumplidos estos trámites, la Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al
juzgado de garantía que se los hubiere elevado.

El Art. 437 dispone que el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberá legalizar y


traducir los documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias
para dar cumplimiento a la resolución de la Corte de Apelaciones.

Si obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir desde el país en que se


encontrare, hasta ponerlo a disposición de la Corte de Apelaciones requirente. La
Corte, a su vez, ordenará, que el imputado sea entregado al tribunal competente, a fin
de que el procedimiento siga su curso o de que se cumpla la condena, si se hubiere
pronunciado sentencia firme.

b)En caso que la Corte de Apelaciones declare NO SER PROCEDENTE la


extradición, devolverá los antecedentes al juez de garantía que los hubiere elevado a
fin de que proceda según corresponda.
Recordemos que en contra de esta resolución no procede recurso alguno.

c)Si la extradición, no obstante ser dispuesta por la Corte de Apelaciones, no fuere


acogida por las AUTORIDADES DEL PAÍS en que el imputado se encontrare,
se comunicará el hecho al tribunal de garantía, para que, igualmente, proceda según
corresponda.

5)Multiplicidad de Imputados.
El Art. 439 preceptúa que si el procedimiento comprendiere a un imputado que se
encontrare en el extranjero y a otros imputados presentes, se observarán las disposicio-

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nes anteriores en cuanto al primero y, sin perjuicio de su cumplimiento, se proseguirá el
procedimiento, sin interrupción, en contra de los segundos.

C. – EXTRADICIÓN PASIVA.
1)Procedencia de la Extradición Pasiva.
El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero SOLICITARE A CHILE la
extradición de individuos que se encontraren en territorio nacional y que en el país
requirente estuvieren imputados de un delito o condenados a una pena privativa
de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de Relaciones Exteriores
remitirá la petición y sus antecedentes a la CORTE SUPREMA.
Como puede observarse, esta norma de procedencia de la extradición pasiva, guarda
concordancia perfecta con la de procedencia de la extradición activa, contenida en el
Art. 431. Basta leer ambas disposiciones para darse cuenta de ello.

En ambas se requiere que se trate de personas imputadas de delitos que tengan asigna-
da en la ley una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD superior a un año, o bien, de
personas que hayan sido condenadas a igual pena.

En el caso de la extradición pasiva, la petición del país extranjero que se conduce por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirige a la Corte Suprema de
Justicia.

2)Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia.


El Art. 441 establece que una vez recibidos los antecedentes conducidos a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corte Suprema designará a uno de sus
MINISTROS, quien conocerá en primera instancia de la solicitud de extradición,
debiendo fijar día y hora para la realización de una Audiencia pública. Luego, dicho
ministro pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento del representante del
Estado requirente y del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas cautela-
res personales en contra de este último.

Si se hubiesen pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los antecedentes


se suministrarán al imputado una vez que las mismas se hubieren decretado. Lo ante-
rior, por razones obvias.
Anteriormente, el conocimiento de la extradición pasiva, en primera instancia, le
correspondía al Presidente de la Corte Suprema. Actualmente, el Nº 3º del Art. 53 del

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Código Orgánico de Tribunales, después de la modificación introducida por la ley
19.665, de 9 de Marzo de 2000, determina que el conocimiento de este asunto le
corresponde en primera instancia a un ministro de la Corte Suprema.

El Art. 443 dispone que en el procedimiento de extradición pasiva, representará al


Estado requirente el ministerio público, lo que no obstará al cumplimiento de lo
dispuesto en su ley orgánica constitucional. Sobre este particular debemos recordar que
el ministerio público debe encuadrar su actividad al principio de objetividad, lo que le
obliga a investigar no sólo lo que perjudique al imputado sino todo aquello que lo
beneficie.
El inciso segundo de la norma mencionada agrega que en cualquier momento antes de
la Audiencia, a que debe citar el ministro de la Corte Suprema, el país requirente podrá
designar otro representante, caso en el cual cesará la intervención del ministerio públi-
co.

El Art. 444 dispone que si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres
días, a lo menos, a la fecha de la audiencia, individualizando a los testigos, si los
hubiere.
La prueba deberá rendirse en la audiencia respectiva.

3)Medidas Cautelares y Libertad Provisional del Imputado.


Las medidas Cautelares Personales en contra de un sujeto cuya extradición se requiere,
pueden ser pedidas antes o después de la solicitud formal de extradición.

3. a)El Art. 442 del Código Procesal Penal dispone que AÚN ANTES DE
RECIBIRSE LA SOLICITUD FORMAL DE EXTRADICIÓN, el Ministro de la
Corte Suprema designado podrá decretar la DETENCIÓN del imputado, si así se
hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante
una solicitud que contemple las siguientes menciones mínimas:
a) La identificación del imputado;
b) La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden restric-
tiva o privativa de libertad del imputado;
c) la calificación del delito que motivare la solicitud y el lugar y la fecha de
comisión de aquél; y
d) La declaración de que se solicitará formalmente la extradición.

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La detención previa se decretará por el plazo que determine el tratado aplicable o, en su
defecto, por un máximo de DOS MESES a contar de la fecha en que el Estado requi-
rente fuere notificado del hecho de haberse producido la detención previa del imputado.

3. b)Por su parte, el Art. 446, estatuye que UNA VEZ PRESENTADA LA


SOLICITUD DE EXTRADICIÓN, el Estado requirente podrá solicitar la prisión
preventiva del imputado u otras medidas cautelares personales, las que se decreta-
rán si se cumplieren los requisitos que disponga el tratado respectivo o, en su defecto,
los previstos en el título V del Libro Primero.

El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrá conceder
la LIBERTAD PROVISONAL al imputado de acuerdo a las reglas generales, pero
el ministro de la Corte Suprema que se designare deberá adoptar las medidas que
estime pertinentes PARA EVITAR SU FUGA.

4)Audiencia en la Extradición Pasiva.


Como dijimos, una vez recibida por la Corte Suprema la solicitud de extradición pasiva
por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, designará a uno de sus ministros
para que conozca de ella en primera instancia.
Dicho ministro, como tribunal unipersonal, fijará día y hora para la celebración de una
Audiencia, a la que citará al representante del Estado requirente y al imputado.

La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el represen-
tante del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la
petición de extradición. Si este representante fuere el ministerio público, hará saber
también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del inculpado debido a
que a ello lo obliga el principio de objetividad, al que nos referimos.
A continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que hubieren
ofrecido las partes.
Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de
hacerlo, podrá ser contrainterrogado. Debe señalarse que, en conformidad con lo
dispuesto en el Art. 445, el imputado tendrá siempre DERECHO a prestar declaración,
pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado por el representante del
Estado requirente y por su defensor.
En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le
concederá la palabra al representante del Estado requirente, para que exponga sus

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conclusiones. Luego se concederá la palabra al imputado, para que, personalmente o a
través de su defensor, efectuare las argumentaciones que estime procedentes.

5)Fallo de la Extradición Pasiva.


El ministro de la Corte Suprema, actuando como tribunal unipersonal, una vez termi-
nada la Audiencia referida, deberá pronunciar sentencia definitiva, por escrito, dentro
de quinto día, en la que podrá acoger o no la extradición solicitada.

En contra de esta sentencia procederán los recursos de APELACIÓN y de NULIDAD,


este último sólo podrá fundarse en una o más de las causales previstas en los Arts. 373,
letra a) y 374.
El conocimiento de estos recursos corresponderá a la Corte Suprema de acuerdo con
lo dispuesto en el Art. 450.
En el evento de interponerse ambos recursos, deberán serlo en forma conjunta, en un
mismo escrito, uno en subsidio del otro y dentro del plazo previsto para ejercer el
recurso de apelación.
La Corte Suprema conocerá de ellos en conformidad a las reglas generales para la
tramitación de los recursos.

Situaciones que pueden presentarse:


5. a)El Art. 449 dispone que el ministro de la Corte Suprema CONCEDERÁ la
extradición si estimare comprobada la existencia de las siguientes circunstancias:
a) La identidad de la persona cuya extradición se solicitare;
b) Si el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado, sea
de aquellos que autorizan la extradición según los tratados vigentes o, a falta de
éstos, en conformidad con los principios de derecho internacional; y
c) Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se
deduciría acusación en contra del imputado por los hechos que se le atribuyen.

Ejecutoriada que se hallare esta sentencia, el ministro de la Corte Suprema pondrá al


imputado requerido a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que
lo entregue al país que lo hubiere solicitado.
5. b)Si la sentencia DENEGARE la extradición, aún cuando no se encontrare
ejecutoriada, el ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cual-
quier medida cautelar personal que hubiere decretado en su contra.

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EJECUTORIADA la sentencia que hubiere dictado denegando la extradición pedida, el
ministro referido comunicará al Ministerio de Relaciones Exteriores el resultado del
procedimiento, incluyendo copia autorizada de la sentencia que en él hubiere recaído.

5. c)Si el Estado requirente se DESISTIERE de la petición de extradición, lo que


puede hacer en cualquier etapa del procedimiento, deberá dictarse
SOBRESEIMIENTO DEFINTIVO.

6)Extradición Pasiva Simplificada.


El Art. 454 dispone que si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser
informada acerca de los derechos que tiene a un procedimiento formal de extradición y
de la protección que éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el ministro de la
Corte Suprema que conociere de la causa, su conformidad en ser entregado al Estado
solicitante, dicho ministro concederá, sin más trámites la extradición pedida, poniendo a
dicha persona a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que sea
entregado al país que lo hubiere requerido.

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4. –APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD.

A. –DISPOSICIONES GENERALES.
1)Generalidades.
El Nº 1º del Art. 10 del Código Penal estatuye que se encuentra exento de responsa-
bilidad criminal el LOCO O DEMENTE, a no ser que haya obrado en un intervalo
lúcido y el que, por cualquier causa independiente de su voluntad, se halla priva-
do totalmente de razón.

La participación de un “loco o demente” en un delito –términos legales, no médicos–


plantea de inmediato el problema de determinar el estado de su salud mental durante la
perpetración del hecho ilícito o después de cometido para resolver la continuación o
suspensión del procedimiento y para la aplicación de las medidas de seguridad que
procedieren.
Por otra parte, si bien, en definitiva dicha persona puede resultar exenta de responsabi-
lidad criminal si se comprobare que se hallaba en estado de demencia o privada total-
mente de razón por una causa independiente de su voluntad a la fecha de la comisión
del delito, o cayere en estado de enajenación mental durante el procedimiento –situa-
ción que imposibilitaría aplicarle una sanción penal– el hecho ilícito imputado debe ser
igualmente investigado, así como la participación que pudo haberle cabido a dicha
persona, para determinar, en definitiva, por una parte, la existencia o no del delito
atribuido y, por otra, la participación efectiva que pudo tener en el mismo.
Sólo en la segunda de estas hipótesis –existencia del delito y participación efectiva
en el hecho ilícito– será posible SOBRESEER definitivamente al imputado o
ABSOLVERLO si ha sido acusado, POR CAUSA DE SU SALUD MENTAL.

Asimismo, sólo en esta hipótesis, sería posible aplicarle una MEDIDA DE


SEGURIDAD, en atención a que el Art. 455 requiere, como requisito de procedencia
de esta clase de medidas, que el imputado sea un “enajenado mental que hubiere
realizado un hecho típico y antijurídico” y siempre que existieren antecedentes califica-
dos que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas.

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Dejemos establecido, desde ya, que con respecto al imputado “loco o demente”,
es posible distinguir tres etapas:
a) La persona comete el delito encontrándose en estado de enajenación men-
tal;
b) Cae en enajenación mental durante el procedimiento; y
c) Cae en enajenación mental después de pronunciada la sentencia y durante
su cumplimiento.

2)Medidas de Seguridad.
Las MEDIDAS DE SEGURIDAD son aquellas que deben aplicarse al ENAJENADO
MENTAL que ha cometido un hecho ilícito, o, como dice el Art. 455, “que hubiere
realizado un hecho típico y antijurídico” y siempre que existieren antecedentes califica-
dos que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas.

El Código de Procedimiento Penal, al reglamentar las medidas de seguridad, no exigía


para la procedencia de todas ellas la circunstancia de que existieran antecedentes
calificados que permitieren presumir que el enajenado mental atentaría contra sí mismo
u otras personas. La circunstancia antedicha únicamente era requisito para aplicar la
medida de protección consistente en la internación en un establecimiento destinado a
enfermos mentales.

Las medidas de seguridad que contempla el Código Procesal Penal son:


a) Internación en un establecimiento siquiátrico; y
b) Su custodia y tratamiento por su familia, guardador, o alguna institución pú-
blica o particular de beneficencia, socorro o caridad.

La INTERNACIÓN se efectuará en la forma y condiciones que se establecieren en


la sentencia que la impone.
Cuando la sentencia dispusiere la medida de CUSTODIA Y TRATAMIENTO, fijará,
igualmente, las condiciones de éstos y entregará el enajenado mental a su familia,
a su guardador, o a alguna institución pública o particular de beneficencia, soco-
rro o caridad.

El Art. 457 prescribe que en ningún caso la medida de seguridad podrá llevarse a
cabo en un establecimiento carcelario. Si la persona se encontrare recluida, deberá

42
ser trasladada a una institución especializada para realizar su custodia, tratamiento o
internación. Si no lo hubiere en el lugar, se habilitará un recinto especial en el Hospital
Público más cercano.

El Art. 456 dispone que el procedimiento para la imposición de las medidas de seguri-
dad referidas se rige por las reglas contenidas en el Título VII del Libro Cuarto y en lo
no previsto por éste, por las disposiciones del Libro Segundo, en cuanto no fueren
contradictorias.

B. –SUJETO QUE COMETE EL DELITO EN ESTADO DE ENAJENACIÓN


MENTAL.

1)Procedimiento para la determinación del estado de enajenación mental.


En la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado se
planteó el problema de decidir si una persona, imputada de un delito, de quien se
sospecha que pudiere hallarse con sus facultades mentales perturbadas, se encuentra o
no en condiciones de enfrentar un juicio y defenderse adecuadamente. Se hizo
presente que el campo de las demencias es bastante amplio, ya que se encuentran
incluidas en ella incluso las demencias seniles, como el mal de alzheimer y la arterioscle-
rosis.

Dicha Comisión decidió incorporar un artículo nuevo al Proyecto –el actual Art. 10–
que permite expresamente al juez de garantía adoptar, de oficio, o a petición de parte,
las medidas necesarias para que el imputado ejerza adecuadamente los derechos que le
otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución Política, en las leyes, o
en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.

Dicha norma agrega que si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere
producirse una afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la
suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una AUDIENCIA que se
celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en
dicha audiencia se expusiere, resolverá la CONTINUACIÓN DEL
PROCEDIMIENTO o decretará el SOBRESEIMIENTO TEMPORAL del mismo.

43
El Art. 458 prescribe que cuando en el CURSO DEL PROCEDIMIENTO aparecieren
antecedentes que permitieren PRESUMIR la inimputabilidad por enajenación
mental del imputado, el ministerio público o el juez de garantía, de oficio o a petición
de parte, solicitará un INFORME SIQUIÁTRICO, explicitando la conducta punible
que se investiga en relación a éste.
El juez ordenará la SUSPENSIÓN del procedimiento hasta tanto no se evacue el
informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás coimputados, si
los hubiere.

El Art. 459 agrega que si existiere antecedentes acerca de la enajenación mental del
imputado, sus derechos serán ejercidos por un CURADOR AD-LITEM que designará
al efecto.

Evacuado el informe siquiátrico, si el ministerio público hallare mérito para


SOBRESEER temporal o definitivamente la causa, formulará la solicitud respectiva al
juez de garantía, luego de cerrada la investigación y dentro del plazo de diez días que le
concede el Art. 248.

Con todo, agrega la norma, si concluida la investigación, el fiscal ESTIMARE que


concurre la causal de extinción de responsabilidad criminal prevista en el Nº 1º del Art.
10 del Código Penal y, además, considerare aplicable una medida de seguridad,
deberá pedir el SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO por esta causal y la aplica-
ción de una MEDIDA DE ESTE CARÁCTER.
El Art. 461 determina sobre el particular que el fiscal deberá requerir la medida de
seguridad correspondiente, por escrito, la que deberá contener, en lo pertinente, las
menciones exigidas para el escrito de acusación.

En concordancia con lo anterior, el Art. 462 previene que formulado el requerimiento


por el fiscal respecto de la enajenación pretendida y la medida de seguridad propuesta,
corresponderá al juez de garantía DECLARAR si el sujeto requerido se encuentra o no
en la situación prevista en el Nº 1º del Art. 10 del Código Penal.
Recordemos que la letra c) del Art. 250 previene, que el juez de garantía decretará el
SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO cuando el imputado estuviere exento de respon-
sabilidad criminal en conformidad con el Art. 10 del Código Penal o en virtud de otra
disposición legal.

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El inciso final del Art. 461 estatuye que el fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la
aplicación del procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento.

2)Forzamiento de la acusación.
El Art. 462 dispone que si el juez apreciare que los antecedentes no permiten establecer
CON CERTEZA la inimputabilidad, rechazará el requerimiento y la medida de
seguridad solicitada toda vez que esta última es accesoria de la primera.
Como puede observarse, en la situación prevista por el citado Art. 462, el juez de
garantía no está seguro si el imputado cometió el hecho punible atribuido en estado
de enajenación mental, de manera que ante tal incertidumbre no podría sobreseer
definitivamente por este motivo. Debe ordenar, pues, que continúe el procedimiento
mediante la acusación correspondiente para dar paso al juicio oral, oportunidad en que
se establecerá por el tribunal de juicio oral en lo penal, si acreditada la existencia del
hecho punible y la participación del imputado, éste se encontraba o no en estado de
enajenación mental al momento de cometerlo.

Conforme a este predicamento, dispondrá que la acusación se formule por el


QUERELLANTE, siempre que éste se hubiere opuesto al requerimiento del fiscal,
para que la sostenga en lo sucesivo en los mismos términos que el Código la establece
para el ministerio público.

En caso contrario, o sea, si no existe querellante o éste no se hubiere opuesto al


requerimiento del fiscal, el juez ORDENARÁ al ministerio público la formulación de
la acusación conforme al trámite ordinario.

Se trata de otro caso de FORZAMIENTO de la acusación, diferente del reglamentado


en el Art. 258, que ya vimos, en el que, por insuficiencia de antecedentes probatorios,
no es posible determinar claramente la existencia del hecho punible o la participación
del imputado, o ambas cosas. En la situación contemplada en el Art. 462 no se trata de
la carencia o insuficiencia de pruebas, sino que de la consideración de si el imputado es
o no enajenado mental, cuestión que aparece dudosa para el juez de garantía.

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El inciso final del citado Art. 462 estatuye que los escritos de acusación, sean del
querellante o del fiscal, PODRÁN contener peticiones subsidiarias relativas a la
imposición de medidas de seguridad.

Cabe hacer notar que esta norma incurrió en una imprecisión al expresar que en los
escritos de acusación pueden formularse además peticiones SUBSIDIARIAS relativas
a medidas de seguridad, ya que una petición subsidiaria resulta procedente sólo si no se
acoge la principal, sin embargo, en la especie, las medidas de seguridad resultan impro-
cedentes si no se establece que el imputado sea un enajenado mental a la luz de lo
dispuesto en el Art. 455. Tal vez, el legislador quiso referirse a las peticiones
ACCESORIAS relativas a las medidas de seguridad.

La acusación del querellante o la forzada del ministerio público darán origen, obvia-
mente, a la audiencia de preparación del juicio oral y, posteriormente, al juicio oral
mismo, en conformidad a las reglas generales.

3)Reglas especiales relativas a la Audiencia de Juicio Oral en que se pide Aplica-


ción de Medidas de Seguridad.
El Art. 463 establece las siguientes reglas especiales sobre esta materia:
a) El procedimiento no se podrá seguir conjuntamente contra sujetos enajenados
mentales y otros que no lo fueren;
b) El juicio deberá celebrarse a puerta cerrada, sin la presencia del enajenado
mental, cuando su estado imposibilite la audiencia, y
c) La sentencia deberá ser absolutoria si no se constatare la existencia de un he-
cho típico y antijurídico o la participación del imputado en él; en caso contra-
rio, podrá imponer al inimputable una medida de seguridad.
La última regla requiere de una explicación o precisión.
La sentencia definitiva ABSOLUTORIA que debe pronunciar el tribunal de juicio oral
en lo penal, en caso que haya existido una acusación, voluntaria o forzada, puede
adoptarse:
a) Porque no se ha comprobado la existencia del hecho punible; o
b) Porque, habiéndose acreditado, no se ha establecido la participación efectiva
del imputado, con prescindencia de si éste es o no un enajenado mental.
c) Pero, igualmente, la sentencia definitiva puede resultar absolutoria, no obs-
tante haberse comprobado los supuestos anteriores –que, por cierto, da-
rían paso a una sentencia condenatoria– en caso que se establezca que el

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imputado se encuentra exento de responsabilidad criminal por tratarse de un
enajenado mental en los términos del Nº 1º del art. 10 del Código Penal.

Como no se le puede sancionar con una pena, atendido su estado, sólo en esta hipótesis
resulta posible la aplicación de una medida de seguridad, en razón de que se ha estable-
cido por el tribunal de juicio oral, en la sentencia que dicte, que se trata de un enajena-
do mental, declaración para la cual es plenamente competente.

La última hipótesis, improbable, pero que igualmente podría ocurrir, consiste en que:
a)en el juicio oral se establezca la existencia de un hecho punible; b)la participación del
imputado; y c)que se establezca, además, en forma fehaciente, que éste no se hallaba
en estado de enajenación mental cuando cometió el delito. En este evento, deberá
ser sancionado en conformidad con las reglas generales.
La decisión del juez de garantía que decidió continuar con el procedimiento, ordenando
que se formulara la acusación correspondiente, no resulta vinculante, en manera alguna,
para el tribunal de juicio oral en lo penal, dado que la ley le permite a aquél optar por
este camino precisamente cuando no haya logrado adquirir la CERTEZA acerca de la
inimputabilidad del inculpado.

4)Internación Provisional del Imputado.


El Art. 464 previene que durante el procedimiento el tribunal podrá ordenar, a petición
de alguno de los intervinientes, la INTERNACIÓN PROVISIONAL del imputado en
un establecimiento asistencial, cuando concurrieren los requisitos señalados en los Arts.
140 y 141 –que se refieren a los requisitos necesarios para disponer la prisión preventi-
va del imputado– y el INFORME SIQUIÁTRICO practicado al imputado señalare que
éste sufre una grave alteración o insuficiencia de sus facultades mentales que
hicieren temer que atentará contra sí mismo o contra otras personas.

Se trata, sin duda, de una situación grave que requiere la adopción de una medida
urgente en resguardo del propio imputado y de terceros, que, en todo caso, tiene un
carácter provisional.

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C. –IMPUTADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL DURANTE EL
PROCEDIMIENTO.
El Art. 465 prescribe que si DESPUÉS DE INICIADO EL PROCEDIMIENTO, el
imputado cayere en enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del
fiscal o de cualquiera de los intervinientes, y previo informe siquiátrico, el
SOBRESEIMIENTO TEMPORAL del procedimiento hasta que desapareciere la
incapacidad del imputado, o el SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO si se tratare de
una enajenación mental incurable.
La regla anterior, añade la disposición citada, sólo se aplicará cuando no procediere la
terminación del procedimiento por cualquier otra causa.
Si en el momento de caer en enajenación mental el imputado, se hubiere
FORMALIZADO la investigación o se hubiere deducido ACUSACIÓN en su contra,
y se estimare que corresponde adoptar una MEDIDA DE SEGURIDAD, se aplicarán
las normas que ya estudiamos cuando la enajenación mental existía al momento
de cometerse el delito y ella se descubriere o apareciere durante el procedimiento.

D. –EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD.


El Art. 481 dispone que las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental
SOLO PODRÁN DURAR mientras subsistieren las condiciones que las hubieren
hecho necesarias, y en ningún caso, podrán extenderse más allá de la sanción
restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o del tiempo
que correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal.
El referido artículo previene que se entiende por pena mínima probable, para estos
efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de libertad que la LEY prescribiere
para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en contra del
sujeto enajenado mental, en los casos en que se hubiere formalizado la investigación o
la acusación.

Cabe puntualizar que cualquiera de las limitaciones antedichas tiene la virtud de


poner término a las medidas de seguridad –la no subsistencia de las condiciones que la
hubieren hecho necesaria y la extinción de la pena que hubiere podido imponérsele o de
la pena mínima probable– de manera que la primera de ellas que ocurra es la que
debe aplicarse.

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La persona o institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar
semestralmente sobre la evolución de su condición al ministerio público y a su
curador o a sus familiares, de acuerdo con la precedencia señalada en el Art. 108. Esta
última norma se refiere al orden de prelación respecto de la calidad de víctima de un
delito cuando el ofendido hubiere fallecido como consecuencia de él.
El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá solicitar al juez de garantía
la suspensión de la medida o la modificación de las condiciones de la misma, cuando el
caso lo aconsejare.

Sin perjuicio de lo anterior, el ministerio público deberá INSPECCIONAR los


establecimientos siquiátricos o instituciones donde se encontraren personas internadas
o se hallaren cumpliendo un tratamiento enajenados mentales, en virtud de las medidas
de seguridad que se les hubieren impuesto, e informará del resultado al juez de
garantía, solicitando la adopción de las medidas que fueren necesarias para poner
remedio a todo error, abuso o deficiencia que observare en la ejecución de la medida de
seguridad.
El juez de garantía, con el solo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren,
decretará de inmediato las providencias que fueren urgentes y, citará a una
AUDIENCIA al ministerio público y al representante legal del enajenado mental, sin
perjuicio de recabar los informes que estimare necesarios, para decidir la continuación o
cesación de la medida, la modificación de las condiciones de aquella o el cambio del
establecimiento en el cual se lleva a efecto.

E. –CONDENADO QUE CAE EN ENAJENACIÓN MENTAL.


El Art. 482 prescribe que si DESPUÉS DE DICTADA LA SENTENCIA, el condena-
do cayere en enajenación mental, el tribunal, oyendo al fiscal y al defensor, dictará una
resolución fundada declarando que no se deberá cumplir la sanción restrictiva o
privativa de libertad impuesta y dispondrá, según el caso, la medida de seguridad
que correspondiere.
El tribunal velará por el inmediato cumplimiento de su resolución.

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5. –RECURSOS EN EL NUEVO SISTEMA PROCESAL

A. –CONSIDERACIONES GENERALES.
1)Necesidad de adecuar los Recursos existentes.
La instauración de un nuevo sistema procesal penal hizo necesario reformular los
recursos procesales, o formas de impugnar las decisiones judiciales existentes en
nuestra legislación, para adecuarlos a los principios y mecanismos de dicho sistema.
La ORALIDAD, CONTRADICTORIEDAD, e INMEDIACIÓN del nuevo procedi-
miento no se condicen, por cierto, con la formalidad y con la manera de tomar conoci-
miento y resolver los actuales recursos procesales.

Por otra parte, se hacía necesario encontrar MEDIOS expeditos para que los
INTERVINIENTES, dentro de otro esquema procesal, pudieran reclamar de las
decisiones judiciales cuando éstas les irrogaran perjuicio y que, a la vez, fueran
compatibles con los nuevos principios.

2)Fundamento de los Recursos en el antiguo Sistema.


Los recursos procesales en el sistema anterior encuentran su fundamento, desde luego,
en el AGRAVIO o perjuicio ocasionado por la resolución que se impugna y que
consiste, en esencia, en la circunstancia de que el tribunal no concedió al recurrente
íntegramente lo pedido por éste.

Pero, además, en la consideración de que el tribunal pudo haberse EQUIVOCADO al


resolver un determinado asunto, tanto al establecer los hechos controvertidos de
acuerdo con la prueba rendida, que debió ponderar, como al interpretar las normas
legales que debió aplicar. Por lo tanto, si esa equivocación o errada interpretación
OCASIONA UN AGRAVIO O PERJUICIO A ALGUNO DE LOS LITIGANTES,
es necesario que se conceda a éstos la oportunidad y los medios para que soliciten la
modificación o revocación de la resolución en la parte en que les irroga perjuicio.
Dicho modelo funciona sobre la base de un mecanismo de CONTROLES
VERTICALES, de carácter jerárquico, que se realiza en virtud del ejercicio de los
diversos recursos que establece la ley, entre los cuales el más importante es el de
APELACIÓN, porque permite la revisión de los hechos y del derecho, dando
origen a una SEGUNDA INSTANCIA.

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De esta manera, los tribunales superiores REVISAN las resoluciones de los jueces
inferiores, y lo hacen mediante un mecanismo REGISTRAL, o sea, basándose sólo en
la lectura de las piezas escritas de un expediente.

Como se sabe, en ocasiones, los tribunales superiores revisan las resoluciones de los
jueces inferiores, AÚN SIN LA DEDUCCIÓN DE RECURSOS PROCESALES
POR PARTE DE LOS LITIGANTES, como ocurre con el trámite de la CONSULTA
y con la facultad para ACTUAR DE OFICIO de que gozan las Cortes de Apelaciones
y la Corte Suprema en determinados casos.

Estas amplias facultades dicen relación con la DESCONFIANZA que tradicionalmente


ha tenido el legislador de diferentes épocas con respecto a la competencia profesional
de los jueces unipersonales, así como al acierto e independencia con que resuelven los
asuntos que le son sometidos, de quienes se piensa, además, que gozan de demasiadas
atribuciones y facultades, particularmente los que tienen competencia para juzgar
causas criminales.

Es necesario dejar constancia que bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal,
el uso del recurso de apelación se convirtió en una práctica abusiva por parte de
algunos litigantes aprovechando la circunstancia de que no era necesario consignar por
escrito o verbalmente los fundamentos del recurso, como tampoco expresar las peticio-
nes concretas que se sometían a la decisión del tribunal superior.

Por otra parte, el Art. 54 del Código mencionado, luego de especificar la clase de
resoluciones que hacían procedente dicho recurso, terminaba prescribiendo que eran
también apelables aquellas resoluciones que, en general, “causen gravamen irrepa-
rable”, lo que, como se comprenderá, significaba conceder la apelación en términos
ilimitados, toda vez que, según se dijo, el gravamen consiste únicamente en la circuns-
tancia de que el recurrente no obtenga todo lo pedido en primera instancia.

Como si fuera poco, a todo lo anterior, debe agregarse el hecho de que el Art. 60 del
mismo Código, disponía que la apelación debía concederse, también por regla general,
EN AMBOS EFECTOS, lo que originaba la elevación de la causa al tribunal de alzada,
paralizando de hecho su tramitación.
Lo que se ha expresado tal vez no fuera grave en sí, pero si a ello añadimos la circunstancia
de que las Cortes de Apelaciones, particularmente las de las grandes ciudades, con frecuen-

51
cia se encuentran atrasadas a causa del exceso de recursos deducidos, debido a lo cual el
conocimiento y resolución de los asuntos pendientes demora varios meses y aún años, la
situación se torna grave y preocupante para la administración de justicia.
Muchos litigantes, aprovechando las fallas del sistema, ejercían recursos de apelación
con el único propósito de dilatar la tramitación de los procesos criminales, sin ningún
control.
Para concluir este cuadro, todavía es posible señalar que algunos profesionales, acucia-
dos por sus clientes, solicitaban la excarcelación de los procesados sometidos a prisión
preventiva con inusitada frecuencia y ante el rechazo de sus peticiones por el juez de
primera instancia deducían apelación, procediendo posteriormente a ALEGAR sus
causas en el tribunal de alzada, lo que ocupaba y ocupa gran parte de la audiencia de
dichos tribunales, dado que esta situación continúa produciéndose en las Regiones del
país en que aún no rige el nuevo sistema procedimental penal.

3)Fundamentos en el nuevo sistema.


Teniendo presente lo expresado, ha debido contemplarse, en todo caso, la existencia de
recursos que sean funcionales al nuevo sistema con el objeto de legitimar las decisiones
más importantes que pueden adoptar tanto el juez de garantía como el tribunal de juicio
oral en lo penal. Mediante ellos los intervinientes pueden instar por la revisión de lo
resuelto ante un tribunal SUPERIOR, requiriendo la satisfacción del agravio o
perjuicio ocasionado.
Lo anterior cobra especial importancia frente a la sentencia CONDENATORIA.

En el nuevo sistema de enjuiciamiento penal se parte de la base que las posibilidades de


equivocación o errores del JUEZ DE GARANTÍA, como tribunal unipersonal, deben
ser menores, toda vez que en las diversas AUDIENCIAS citadas por aquél, antes de
que adopte una decisión, los actores o intervinientes han participado conjunta y
oralmente en la discusión del asunto haciendo valer sus puntos de vista.

En cuanto a las resoluciones del TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL,


cabe señalar que, atendido su carácter colegiado, las decisiones que adopte serán el
fruto de la discusión y del acuerdo que logren los tres jueces que lo conforman,
por lo que, igualmente, las posibilidades de errores, omisiones o indebidas interpreta-
ciones debieran reducirse. Asimismo, los intervinientes que han participado en el juicio
oral, han tenido la oportunidad de efectuar verbalmente sus alegaciones, producir

52
sus pruebas y referirse a ellas, todo lo que el tribunal deberá considerar al momento
de resolver.

Por estos motivos en el nuevo sistema los recursos no se conciben tanto como una
forma de corregir errores o indebidas interpretaciones de los jueces, sino que más bien
responden al derecho que asiste a los intervinientes para solicitar derechamente la
revisión de lo resuelto porque la decisión impugnada lesiona o perjudica sus
intereses.

4)Derecho al Recurso en el Nuevo Sistema Procesal.


En la legislación comparada se ha consagrado el denominado “derecho al recurso”
que se contempla como una de las garantías procesales en diversos pactos de derecho
internacional.
El Art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José
de Costa Rica” establece que durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, entre otras garantías mínimas, “a recurrir del fallo ante el juez o tribunal
superior” y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su Art. 14. 5,
prescribe que toda persona declarada culpable de un delito, tendrá derecho a que el
fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley.
Si bien este derecho no se encuentra contemplado en la Constitución Política, resulta
igualmente obligatorio en nuestro país, en atención a que los pactos señalados fueron
ratificados por Chile y se encuentran actualmente vigentes, todo ello en virtud del Art.
5 de dicha Constitución.

Respetando este derecho, se ha optado por mantener el recurso de APELACIÓN, en


contra de las decisiones del JUEZ DE GARANTÍA, pero circunscrito a determina-
das resoluciones.
Con respecto a las decisiones del TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL,
particularmente la sentencia definitiva, se ha establecido el recurso de NULIDAD
similar a la casación. Se estimó que el recurso de apelación y la doble instancia que
conlleva resultan absolutamente incompatibles con la existencia del juicio oral, como
luego veremos.

Por otra parte, en los señalados pactos internacionales, no se exige que el derecho al
recurso lo sea al de apelación, sino que se habla simplemente de un recurso que permita
la revisión de lo resuelto por parte de un tribunal superior, por lo que la casación o

53
nulidad, deformalizada y con causales amplias o genéricas, satisface igualmente este
propósito.

5)Principio de Disposición de los Intervinientes.


De acuerdo a lo que se ha expresado en los párrafos anteriores, en el nuevo sistema
procesal penal se concibe, pues, el recurso como un derecho de los intervinientes; se
trata de una de las garantías procesales que les competen, por lo que, en virtud del
principio de disposición, sólo ellos podrían decidir si optan o no por requerir la modifi-
cación de lo resuelto, mediante su ejercicio.
Siendo así, si deciden no utilizar los recursos disponibles no sería posible alterar lo
resuelto en la sentencia de que se trate.

Debido a lo anterior en el nuevo sistema de enjuicimiento penal no se concibe el


trámite de la CONSULTA que permite a los tribunales superiores REVISAR las
resoluciones de los jueces inferiores, con una competencia similar a la que tienen
cuando conocen del recurso de apelación, no obstante que las partes se han confor-
mado con la sentencia dictada.

Tampoco resulta conciliable con el nuevo sistema la facultad que concede la ley en
ciertos casos a los tribunales superiores para invalidar o modificar las resoluciones
de los jueces inferiores, ACTUANDO DE OFICIO, por lo que esta facultad se ha
reducido a situaciones muy puntuales.

6)Reducción de las Posibilidades de Impugnación.


El número de recursos procesales y las variadas ocasiones en que éstos pueden ejercer-
se, en ocasiones abusivamente, con el objeto de satisfacer la pretensión de revisar desde
todos los ángulos de consideración posible las resoluciones y actuaciones de los jueces
inferiores –como ocurría bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal– han sido
reducidos en el Código Procesal Penal a lo indispensable para la corrección de posibles
errores, omisiones e injusticias que pudieran cometerse, ya que, por las razones expre-
sadas en los párrafos anteriores, se supone que estas posibilidades debieran ser meno-
res.

De acuerdo con este criterio, se mantuvieron:


a) El Recurso de REPOSICIÓN que se hace valer ante el mismo tribunal que
dictó la resolución;

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b) El Recurso de APELACIÓN, del que conoce la Corte de Apelaciones res-
pectiva y que procede solamente en contra ciertas resoluciones del Juez de
Garantía, suprimiéndose, en absoluto, en contra de las resoluciones del tri-
bunal de juicio oral en lo penal;
c) El Recurso de HECHO, relativo a la admisibilidad de la apelación;
d) La Acción de AMPARO CONSTITUCIONAL; y
e) El Recurso Extraordinario de REVISIÓN.

A ellos se agregaron el Recurso de AMPARO ante el juez de garantía y el Recurso de


NULIDAD que vino a reemplazar el Recurso de Casación en la Forma y en el Fondo y
cuyo conocimiento corresponde en algunos casos a la Corte Suprema y en otros a las
Cortes de Apelaciones respectivas.

7)Efectos de la Interposición de los Recursos.


Como regla general y para evitar la prolongación del procedimiento por el ejercicio
continuo de recursos procesales, se estableció que la interposición de un recurso no
suspende la ejecución de la resolución impugnada, a menos que se trate de la
sentencia definitiva CONDENATORIA o que la ley disponga expresamente lo contra-
rio.

Esta regla general la repite el nuevo Código a propósito del recurso de apelación, al
disponer que se concederá en el solo efecto devolutivo salvo que la ley señale expresa-
mente lo contrario, y cuando trata del Recurso de Nulidad, al prevenir que la interposi-
ción de este recurso sólo suspende los efectos de la sentencia recurrida cuando ésta es
condenatoria.

8)Modificaciones introducidas en la Vista de las Causas.


Para responder a los principios de oralidad, contradictoriedad e inmediación, y
tratando de desformalizar los recursos, el Código Procesal Penal ha debido modifi-
car la forma en que se produce la VISTA de los recursos en los tribunales superiores.
La FORMALIDAD del trámite de la VISTA de la causa actual no se aviene, en
realidad, con los principios señalados, por lo que, para guardar una consonancia con
aquellos ha debido disponerse que este trámite se realice en una AUDIENCIA
PÚBLICA; se ha SUPRIMIDO LA RELACIÓN; ha debido ofrecerse
OPORTUNIDADES a los intervinientes para que expongan verbalmente lo que
convenga a sus respectivos derechos y para que formulen aclaraciones con respecto a

55
lo sostenido por la parte contraria; y ha debido permitirse a los jueces de los tribuna-
les superiores que dirijan preguntas a aquellos para que aclaren o profundicen sus
argumentaciones, o las refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
En su afán de independizar la tramitación de los recursos del nuevo sistema de la
antigua reglamentación y yendo tal vez demasiado lejos, se ha dispuesto que a falta de
reglas del Libro Tercero –Recursos– deban aplicarse supletoriamente las del juicio oral
y no las del Código de Procedimiento Civil, pretensión que, indudablemente, provocará
más de un problema de interpretación por la ausencia de reglas específicas acerca de
diversas materias, como lo veremos más adelante.

Los actuales Arts. 356 y 357 del Código Procesal Penal, que tratan de la vista de los
recursos en los tribunales superiores, no existían en el Proyecto remitido por el
Ejecutivo al Congreso Nacional. Ellos, junto con otros tres artículos, fueron introduci-
dos por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado,
con el objeto de dar reglas especiales para la tramitación de los recursos. Sin embargo,
cabe señalar que las normas introducidas por la citada Comisión, no satisfacen, de
manera íntegra y debida, la necesidad de reglamentar la tramitación de los recursos
ante el tribunal superior. SE TRATA DE UNA TAREA PENDIENTE.

9)Limitaciones al derecho del Tribunal y de las partes para suspender la Vista de


las Causas.
Con el objeto de evitar dilaciones, se ha decidido que el tribunal no puede suspender
la vista de la causa en materia penal por impedirlo el examen de las colocadas en lugar
preferente o la continuación de la vista de otro pleito pendiente del día anterior; ni
cuando pudiere disponerse por el Tribunal la práctica de algún trámite que fuera
estrictamente indispensable de cumplir en forma previa a la vista.
Incluso, la ley impone ahora a los tribunales colegiados la obligación de integrar la sala
que conociere de un recurso penal con miembros de otra sala, cuando faltare alguno de
sus componentes, posponiendo la vista de los recursos civiles de que aquella conociere.

Finalmente, cabe señalar que el nuevo Código, ha impuesto importantes limitaciones al


derecho de las PARTES para suspender la vista de los recursos en materia criminal,
como luego veremos.

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Todo ello tendiente a dar más agilidad a la tramitación y fallo de los recursos que se
interpusieren en las causas criminales del nuevo sistema.

B. –DISPOSICIONES LEGALES DE ORDEN GENERAL.


1)Facultad de recurrir.
El Art. 352 dispone que podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el
MINISTERIO PÚBLICO y los demás INTERVINIENTES agraviados por ellas,
pero:
a) Sólo por los medios; y
b) En los casos expresamente establecidos en la ley.

En otras palabras, la procedencia de los recursos en materia penal es doblemente


excepcional: se encuentra limitada en cuanto a los casos determinados en que la ley lo
permite y en cuanto a los recursos específicos que deben emplearse cada vez.
Ya sabemos que los INTERVINIENTES, de acuerdo con lo prescrito en el Art. 12,
son: el fiscal, el imputado, el defensor, la víctima y el querellante.

Cuando se discutió esta disposición legal en la Comisión de Constitución, Legislación,


Justicia y Reglamento de Senado se dejó expresa constancia que se considera que “el
ministerio público es AGRAVIADO cuando no fueren acogidas sus peticiones de
cualquier manera, sea en la calificación del delito, en la extensión de la pena o en el
grado de participación que le haya cabido al imputado, es decir, tanto si la sentencia
concede menos como si concede más de lo que el fiscal hubiere pedido”.

2)Carácter de los Plazos para Deducir los Recursos.


De acuerdo con las normas sobre “Actividades Procesales”, a las que ya nos referimos
en la primera parte de este trabajo, los Plazos que contempla el nuevo Código Procesal
Penal, aplicables a los recursos, tienen las siguientes características:

a)Todos los Días y Horas son Hábiles.


El Art. 14 prescribe que TODOS los días y horas serán HÁBILES para las actuaciones
del procedimiento y los plazos no se suspenderán por la interposición de días feriados.
Los plazos son, pues, de días corridos.

La norma mencionada es similar al Art. 44 del Código de Procedimiento Penal.

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b)Son Fatales e Improrrogables.
El Art. 16 estatuye que los plazos establecidos en este Código son FATALES e
Improrrogables.
Que el plazo sea fatal significa que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportuni-
dad para ejecutar el acto de que se trate, se extinguen al vencimiento del término
concedido para estos efectos, sin necesidad de declaración judicial.

Por otra parte, que sea improrrogable quiere decir que el tribunal no se encuentra
autorizado para extender la duración del plazo más allá de su vencimiento.
Como veremos, el Art. 353 consigna una excepción a esta regla con respecto a la
situación especial que veremos a continuación.

c)Prórroga excepcional de los plazos.


El AUMENTO o prórroga de los plazos para interponer recursos SÓLO procede
cuando se impugnan las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal y siempre
que el juicio hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiere constituido y funcio-
nado en una localidad situada fuera del lugar de su asiento en los casos que
autoriza el Art. 21 A del Código Orgánico de Tribunales.
El aumento, conforme a lo dispuesto por el Art. 353, es el que corresponde a la tabla
de emplazamiento prevista en el Art. 259 del Código de Procedimiento Civil.

3)Nuevo Plazo.
Se trata de una situación diferente a la de la prórroga.
El Art. 17, que la consigna, expresa que el que por un hecho que no le fuere imputable,
por defecto de la notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto
impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido
en la ley, podrá solicitar al tribunal UN NUEVO PLAZO, que le podrá ser otorgado
por el mismo período.
La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que
hubiere cesado el impedimento.

4)Efecto de la interposición de los recursos.


El Art. 355 prescribe que la interposición de los recursos, como ya se ha expresado, no
suspende la ejecución de la decisión impugnada, salvo que se ejercieren en contra de

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una sentencia definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente lo
contrario.

Como puede observarse, si lo que se impugna es la sentencia definitiva


CONDENATORIA, la interposición del recurso sí suspende su cumplimiento.

La regla general, entonces, es que la interposición de un recurso no suspende el cum-


plimiento de lo ordenado por la decisión recurrida. Así, si el recurso interpuesto fuere
el de apelación, en los casos en que la ley lo admite, deberá concederse, por regla
general, en el solo efecto devolutivo, sin perjuicio de las excepciones legales.

5)Renuncia y Desistimiento de los Recursos.


La renuncia a ejercer un recurso puede ser expresa o tácita.
RENUNCIA EXPRESAMENTE al ejercicio FUTURO de un recurso la parte que
manifiesta su voluntad en este sentido. Recordemos que para ello el mandatario requie-
re de facultades especiales en virtud de lo previsto en el inciso segundo del Art. 7 del
Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie por remisión del Art. 52 del
Código Procesal Penal.

RENUNCIA TÁCITAMENTE al ejercicio futuro de un recurso la parte que simple-


mente, en su fuero interno, decide no hacer uso de él, de lo que, obviamente, puede
arrepentirse en cualquier momento que resulte oportuno, haciéndolo valer.

El Art. 354 del Código Procesal Penal dispone que los recursos pueden renunciarse
expresamente, pero sólo una vez que se ha notificado la resolución en contra la
cual procedieren.

El DESISTIMIENTO de un recurso es la manifestación de la voluntad de la parte que


lo ha interpuesto de dejar sin efecto dicha interposición.

El Art. 354 prescribe que quienes ya hubieren interpuesto un recurso podrán


DESISTIRSE antes de que se adopte la resolución que se pronuncie sobre él. En
todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán a los demás recurrentes o
adherentes al recurso.
La misma norma previene que el DEFENSOR no podrá renunciar a la interposición de
un recurso ni desistirse de los deducidos, sin un mandato expreso del imputado.

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6)Prohibición para Suspender la Vista de la Causa por falta de Jueces.
El Art. 356, como expresamos, dispone, por regla general, que no podrá suspenderse la
vista de un recurso en segunda instancia por falta de jueces que pudieren integrar la
sala. Si fuere necesario –agrega– se interrumpirá la vista de los recursos civiles para
que completen la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia –concluye– la audiencia
para conocer de un recurso en materia penal, sólo se suspenderá si no se alcanzare, con
los jueces que asistan ese día al tribunal, a integrar la sala que conozca del recurso
deducido en materia criminal.

7)Suspensión de la vista de la causa por otros motivos.


El Art. 357 previene que la vista de los recursos penales NO PODRÁ
SUSPENDERSE por las causales previstas en los numerales 1, 5, 6 y 7 del Art. 165
del Código de Procedimiento Civil, esto es: por impedirlo el examen de las causas
colocadas en lugar preferente o la continuación de la vista de otro pleito pendiente del
día anterior; por haberlo solicitado alguna de las partes o ambas de común acuerdo; por
tener alguno de los abogados otra vista o comparecencia a la que deba asistir en el
mismo día ante otro tribunal; y por ordenarlo así el tribunal, al disponer la práctica de
algún trámite que sea indispensable cumplir en forma previa a la vista.

El Art. 357 del Código Procesal Penal, tratando de prevenir las situaciones a que se
refiere el numeral 1º del Art. 165 del Código de Procedimiento Civil, mencionado,
dispone que al confeccionar la Tabla o disponer la agregación de recursos extraordina-
rios o determinar la continuación de un pleito, para el día siguiente, la Corte adoptará
las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor.

La misma norma dispone que si en la causa hubiere personas privadas de libertad,


SÓLO se suspenderá la vista del recurso por MUERTE del abogado del recurrente, del
cónyuge, o de alguno de sus ascendientes o descendientes, ocurrida dentro de los ocho
días anteriores al designado para la vista.

Si no hubiere personas privadas de libertad, la vista sólo se suspenderá si lo solicita-


re: a)el recurrente, o b)todos los intervinientes facultados para concurrir a ella, de
común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por
todos los intervinientes, por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce
horas del día hábil anterior a la audiencia correspondiente, a menos que la agregación
de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista,

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caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audien-
cia.
Lo señalado en este párrafo reemplaza lo dispuesto en el Nº5 del Art. 165 del Código
de Procedimiento Civil que se refiere, según hemos visto, a la suspensión que opera por
haberla solicitado una de las partes o ambas de común acuerdo y que fue suprimido por
el citado Art. 357 del Código Procesal Penal.

8)Reglas generales en la vista de los Recursos.


a) Concordante con el sistema oral, el Art. 358 dispone que la vista de la causa se
efectuará en una AUDIENCIA PÚBLICA.
b) Consecuente con la celeridad y desformalización de los recursos, se dispone
que la falta de comparecencia de uno o más de los recurrentes a la audiencia
mencionada, dará lugar a que se declare el ABANDONO del recurso respec-
to de los ausentes, sin mayor trámite.
c) Conforme al mismo principio, se establece que la incomparecencia de uno o
más de los recurridos permitirá proceder en su ausencia, igualmente, sin ne-
cesidad de otro trámite.
d) La audiencia se iniciará con el anuncio del recurso en la forma usual.
e) Anunciado el recurso, comenzará la audiencia sin el trámite de la
RELACIÓN, el que fue suprimido para facilitar el principio de la inmedia-
ción.
f) El tribunal otorgará la palabra primeramente a el o los recurrentes para que
expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que
formulen.
g) Luego de la exposición del o de los recurrentes, se permitirá intervenir ver-
balmente a los RECURRIDOS para que expongan lo que convenga a sus de-
rechos.
h) Finalmente, se ofrecerá la palabra a todos los intervinientes con el fin de que
formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en
la audiencia.
i) En el curso de las exposiciones, cualquiera de los miembros del tribunal podrá
formular preguntas a los representantes de las partes a fin de que profundicen
su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión deba-
tida.
j) Por último, concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato
o, si no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los concurrentes a

61
la audiencia. La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado
que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su autor

9) Admisibilidad de los Recursos y Relación.


Como puede advertirse, a diferencia del sistema actual utilizado en los tribunales de
alzada, en el nuevo sistema las causas penales se verán sin que el Relator haga una
relación previa de ellas a los miembros del Tribunal, lo que resulta congruente con
la oralidad e inmediación, y además se explica porque ya no existirán expedientes cuyo
resumen deba hacerse, sino tan solo registros en los que se contendrán, entre otros
antecedentes, la copia de la resolución impugnada. La relación se reemplaza primera-
mente por la lectura personal que deberán efectuar los miembros del tribunal de los
antecedentes referidos y luego, en forma principal, por la exposición que debe hacer
el recurrente acerca de los fundamentos del recurso y de las peticiones concretas que
formule.

Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene
que pronunciarse acerca de la ADMISIBILIDAD del recurso, cuestión que en el
sistema actual le corresponde a la SALA DE CUENTA. Para resolver acerca de esta
admisiblidad los integrantes de esa sala deben conocer materias tales como: clase de
recurso deducido; resolución en contra de la cual se ejerce; plazo en que fue presenta-
do, persona que lo interpone; formalidades mínimas del escrito en que se contiene; y
fundamento y peticiones concretas que se formulan por su intermedio, en caso que las
hubiere.

Atendido el hecho de que el Código Procesal Penal no previó este trámite y para
facilitar el conocimiento de estas materias, a propósito del recurso de apelación, la
CORTE SUPREMA, no obstante la supresión de la relación en el nuevo Código,
dispuso, en el Acuerdo adoptado por su tribunal pleno de 10 de enero de 2001, trans-
crito a las Cortes de Apelaciones de Temuco y La Serena, que “La admisibilidad del
recurso en el tribunal de alzada será objeto de pronunciamiento de la sala que le
corresponda conocer de la apelación. Este conocimiento lo tomará en cuenta
efectuada por el relator pertinente”. Para ello la Corte Suprema se fundó en las
normas sobre relación contenidas en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código
de Procedimiento Civil, las que hizo aplicables en virtud de la norma remisoria del Art.
52 del Código Procesal Penal que estatuye que serán aplicables al procedimiento penal,
en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código del ramo o en leyes especiales,

62
las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del
Código de Procedimiento Civil, entre las que se encuentran las relativas a la Apelación.

No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para inter-
pretar genéricamente una disposición legal, la solución proporcionada por ese alto
tribunal a esta omisión legal, sin duda es acertada y se encuentra en consonancia con la
celeridad pretendida por el nuevo ordenamiento procesal penal. Sin embargo, es de
temer que su aplicación práctica, derive en la mantención de la RELACIÓN, que el
Código eliminó del sistema, ya que, en caso que la cuenta acerca de la admisibilidad del
recurso se efectúe privadamente ante los ministros de la sala respectiva, forzosamente
ella se extenderá al fondo del asunto que se propone, sin conocimiento ni control de los
intervinientes.

La relación del recurso, en cuando a su admisibilidad y en cuanto al fondo, no nos


parece censurable ni contrario a las finalidades del nuevo procedimiento si ella se
efectúa públicamente, DENTRO DE LA AUDIENCIA, en atención a que de esta
manera se dará a conocer, en forma RESUMIDA y OBJETIVA, todo lo relativo al
recurso interpuesto, de una sola vez, ante los tres o cinco ministros que componen la
sala respectiva, lo que evitará la pérdida de tiempo que implica que cada uno de ellos
lea el registro elevado a ese tribunal. Por otra parte, se llevará a cabo, ante todos los
intervinientes que hayan asistido, lo que permite el control de la relación por parte de
éstos cuando les corresponda intervenir.
Creemos que en esta materia se hace necesaria una modificación legal que solucione
este vacío y reponga la relación en los términos expresados.

10)Competencia del tribunal.


La regla general que informa los recursos, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 360,
es la de que la COMPETENCIA del tribunal superior que debe resolverlos queda
determinada por las solicitudes que formulen los recurrentes, por escrito, ratificadas
verbalmente en su alegato, quedándole vedado al tribunal extender su decisión a
cuestiones no planteadas por ellos o fuera de los límites de lo solicitado.

Esta regla general acepta dos excepciones:


a)La primera está contenida en el mismo Art. 360 y consiste en que si uno solo de
varios imputados por un delito determinado dedujere un recurso contra la resolución
del tribunal, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a menos

63
que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el
tribunal declararlo así expresamente.

b)La segunda excepción se refiere al Recurso de Nulidad y consiste en la facultad que


tiene la Corte para acoger de oficio el recurso interpuesto en favor del imputado “por
un motivo distinto del invocado por el recurrente”, siempre que fuere alguno de los
capítulos absolutos de nulidad señalados en el Art. 374.

El inciso tercero del Art. 360, se refiere al principio que la doctrina denomina “refor-
matio in peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un
recurso por un solo interviniente, la Corte no podrá reformarla en perjuicio del
recurrente.
Esta norma viene a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de Apela-
ciones cuando conocían del recurso de apelación en materia penal, puesto que en virtud
de lo dispuesto por el Art. 528 del Código de Procedimiento Penal, podían modificar
la sentencia en forma DESFAVORABLE al procesado que ejercía el recurso.

11)Normas Supletorias.
El Art. 361 establece que supletoriamente a las reglas contenidas en el Libro Tercero se
aplicarán las reglas del Título III del Libro Segundo de este Código, relativas al juicio
oral.
Esta remisión, como veremos, resulta notoriamente insuficiente.

64
C. –RECURSO DE REPOSICIÓN.

El recurso de Reposición, como se sabe, es el que se interpone ante el mismo tribunal


que dictó una resolución para que la modifique o la deje sin efecto.
En el nuevo Código recibe un tratamiento distinto según se haga valer en contra de una
decisión adoptada dentro de una audiencia oral o fuera de ella, ya sea por un juez de
garantía o por un tribunal de juicio oral en lo penal.

En esencia, responde al mismo concepto y objetivos de la reposición establecida en el


Art. 56 del Código de Procedimiento Penal; procede en contra de la misma clase de
resoluciones que aquella, y tiene una tramitación semejante.

1)Reposición de las resoluciones dictadas fuera de Audiencia.


El Art. 362 prescribe que el recurso de reposición es procedente en contra de las
sentencias interlocutorias, de los autos y de los decretos dictados FUERA DE
AUDIENCIA.
El recurso debe interponerse, por ESCRITO, ante el tribunal que dictó la resolución
que se impugna, dentro DEL TERCER DÍA y deberá ser FUNDADO.

El tribunal se pronunciará de plano, pero podrá oír a los demás intervinientes si se


hubiere deducido en un asunto cuya complejidad así lo aconsejare.

Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere


susceptible de apelación, deberán interponerse ambos recursos conjuntamente, el
segundo en subsidio del primero y para el caso en que aquel no fuere acogido. Si así no
se hiciere, se entenderá que el recurrente renuncia al recurso de apelación.
La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando contra la misma resolución
procediere también la apelación en este efecto.

2)Reposición en las audiencias orales.


El Art. 363 dispone que la reposición de las resoluciones pronunciadas DURANTE
LAS AUDIENCIAS ORALES deberá promoverse tan pronto aquellas se dictaren y
sólo será admisible cuando el recurso no hubiere sido precedido de debate.
La tramitación se efectuará verbalmente y consistirá en oír a los demás intervinientes
mediante el traslado respectivo. A continuación, el tribunal pronunciará el fallo de
inmediato Si se trata de un tribunal de juicio oral en lo penal, la decisión será la de la
mayoría o la de la unanimidad de sus miembros.

65
D. –AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA.

1)Concepto.
El Art. 95 del Código Procesal Penal estableció un nuevo recurso de Amparo, en atención a
que el “Procedimiento de Amparo” que se contenía en los Arts. 306 y siguientes del Código
de Procedimiento Penal, no fue considerado en su texto.
Tiene por objeto obtener que la persona DETENIDA por una AUTORIDAD NO
JUDICIAL, sea conducida de inmediato ante el juez correspondiente para que éste
examine la LEGALIDAD de su privación de libertad y, en todo caso, para que revise las
CONDICIONES en que se encuentra, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en
que aquella estuviere, pudiendo ordenar su libertad o adoptar las medidas que fueren
procedentes.

Conforme a lo expresado, el recurso mencionado no podría ser deducido en los casos en


que la persona detenida ya haya sido puesta materialmente a disposición del tribunal
competente, en razón de que el objetivo principal que persigue el recurso habría sido
cumplido, sin perjuicio de otras acciones que pudieren entablarse para reclamar acerca de la
ilegalidad de la detención o de las condiciones indebidas en que fue detenida dicha persona o
de aquellas en que se la mantuvo mientras permaneció privada de libertad.

Tampoco podría ser utilizado si la privación de libertad tuviere un origen jurisdiccional, esto
es, si se produjo en virtud de una orden judicial.

Por otra parte, este recurso, como puede observarse, no tiene el carácter de
PREVENTIVO, ni siquiera correctivo en el pleno sentido de esta expresión; su objetivo
fundamental, como lo hemos dicho, es obtener que la persona detenida sea conducida sin
demora ante el juez de garantía competente.
Por tal motivo, no podría utilizarse para preservar la seguridad de una persona que TEME
ser privada de libertad.

La autoridad no judicial a que se refiere el Código, usualmente será la POLICÍA que se


encuentra facultada para DETENER a una persona en todos los casos de delito flagrante,
que ya estudiamos y cuyo concepto, como tuvimos oportunidad de ver, fue ampliado
notablemente por el legislador.

2)Tribunal ante quien se presenta.


Este recurso se presenta ante el JUEZ DE GARANTÍA que conociere del caso o aquél del lugar
en que la persona se encontrare detenida, quien deberá conocer de él en única instancia.

66
Aún cuando la ley no lo dice, creemos que el juez deberá resolver esta petición, derecha-
mente, sin necesidad de citar a una audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y
la urgencia que reviste.

La inapelabilidad de la decisión de dicho juez emana de la circunstancia de que la norma


referida no contempló la apelación y de lo prescrito en el Art. 370, ya que conforme a esta
última disposición, como veremos, las resoluciones del juez de garantía son apelables
únicamente cuando ponen término al juicio, hacen imposible su prosecución o la suspenden
por más de treinta días y además, cuando la ley LO SEÑALA EXPRESAMENTE.

3)Personas que pueden ejercer este derecho.


El Art. 95, citado, previene que el abogado de quien se encontrare privado de libertad, sus
parientes o CUALQUIER PERSONA EN SU NOMBRE podrán ocurrir SIEMPRE ante
el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde se encontrare, para pedirle que
sea conducido a su presencia y ejerza las facultades referidas en el párrafo anterior.

4)Inadmisibilidad de este recurso si la privación de libertad emana de un juez.


La norma referida cuida de precisar que si la privación de libertad hubiere sido ordenada por
resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que
correspondan ANTE EL TRIBUNAL QUE LA HUBIERE DICTADO, sin perjuicio de
lo establecido en el Art. 21 de la Constitución de la República que establece el denominado,
Recurso de Amparo o Habeas Corpus.

5)Compatibilidad de este Recurso con el Habeas Corpus del Art. 21 de la Constitu-


ción Política de la República.
Si bien es posible emplear este amparo ante el juez de garantía con el objeto señalado, en los
casos que hemos visto, creemos que ello no impediría que el interesado, en lugar de utilizar
este medio, recurriera a la Acción de Amparo Constitucional, instituida en el Art. 21 de la
Constitución Política de la República para lograr el mismo objetivo.

En ocasiones, esta acción de amparo constitucional será el único medio de que dispondrá el
interesado, dadas las limitaciones legales del recurso de amparo del Art. 95 del Código
Procesal Penal, ya estudiadas, para obtener la libertad de una persona detenida por orden
judicial; para pedir que se guarden las formalidades legales de su detención; o, si se encon-
trare en libertad, para darle seguridad ante el temor de que sea privada de ella por una
autoridad o un particular.

67
E. –RECURSO DE AMPARO O HABEAS CORPUS.

1)Subsistencia del Recurso de Amparo Constitucional.


El recurso de Amparo o Acción de Amparo Constitucional, actualmente existente,
establecido por el Art. 21 de la Constitución Política de la República y reglamentado en
los Arts. 306 a 317 del Código de Procedimiento Penal y en las Normas del Auto
Acordado de la Corte Suprema de 19 de Diciembre de 1932, subsiste bajo la vigencia
del nuevo Código Procesal Penal, no obstante que no se encuentra contemplado en
ninguna de sus normas, pero desprovisto, desde luego, de la reglamentación de los
Arts. 306 a 317 del Código de Procedimiento Penal.

La conclusión anterior se obtiene debido a que esta Acción de Amparo Constitucional


no ha sido derogada mediante ninguna reforma a la Constitución Política. Por otra
parte, el propio Art. 95 del Código Procesal Penal, que establece el Amparo ante el
juez de garantía, señala que la legalidad de una resolución judicial que dispone la
privación de libertad de una persona, si bien sólo puede impugnarse por los medios
procesales que correspondan ante el tribunal que la dictó, ello es “sin perjuicio de lo
establecido en el Art. 21 de la Constitución Política de la República”.

La razón que adujeron los legisladores para no reglamentar el Recurso de Amparo en el


nuevo Código Procesal Penal es la de considerar que ella es más propia de una ley
orgánica de rango constitucional que de un Código Procesal, acorde con la importancia
y trascendencia del Habeas Corpus.

Por otra parte, quisieron poner de manifiesto que el de la especie no es propiamente un


recurso de carácter procesal sino que una verdadera ACCIÓN CONSTITUCIONAL.
No estuvo, pues, en el ánimo del legislador eliminar este recurso en el nuevo sistema
procesal, como algunos se adelantaron a postular. Por otra parte, si tal hubiera sido su
intención habría sido menester, como se dijo, de una reforma constitucional, ya que el
amparo está consagrado en nuestra Carta Fundamental.
De acuerdo con la conclusión antedicha, y no obstante que el Código Procesal Penal no
contempló el Habeas Corpus dentro de sus normas, dicha acción resulta igualmente
aplicable en el nuevo procedimiento penal, si bien, ya no será posible utilizar las reglas
contenidas en el Código de Procedimiento Penal, no, por lo menos, en las Regiones en
que se aplique el nuevo Código Procesal Penal.

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2)Amparo Preventivo y Amparo Correctivo.
De acuerdo con el citado Art. 21 de la Constitución, el recurso de amparo puede ser
interpuesto en favor de una persona:
a) Que se encuentre detenida o privada de libertad a la fecha en que se deduce el
recurso. Es el denominado amparo correctivo; y
b) También en favor de una persona que se halle en libertad pero tema perderla.
Es el llamado amparo preventivo.

Con respecto al AMPARO PREVENTIVO, el inciso tercero de la citada norma


constitucional prescribe que este recurso podrá ser deducido en favor de toda persona
que ilegalmente sufra cualquiera otra privación, perturbación o AMENAZA en su
derecho a la LIBERTAD personal y SEGURIDAD individual.
En la práctica, el amparo preventivo ha sido muy utilizado por los familiares de la
persona contra quien se ha iniciado una investigación criminal o contra quien se ha
librado una orden de aprehensión por la participación que se le atribuye en un delito
determinado, con el objeto de obtener que cese el seguimiento o la persecución de la
Policía. Por cierto, la inmensa mayoría de estos recursos han sido desechados.

3)Tribunal ante el cual se interpone.


De acuerdo con el Art. 21 de la Constitución este Recurso debe interponerse ante la
magistratura que señale la ley.

El Art. 63, Nº 2º, letra b), del Código Orgánico de Tribunales después de la sustitución
efectuada por la ley N° 19.708 de 5 de Enero de 2001, dispone que de los recursos de
amparo conocerá en primera instancia la CORTE DE APELACIONES y el Art. 98, Nº
4º del mismo Código, prescribe que de las apelaciones deducidas en contra de las
sentencias dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos de amparo conocerá
la CORTE SUPREMA.

4)Normas por las cuales debe regirse el Recurso de Amparo.


No habiéndose contemplado una reglamentación de este recurso en el nuevo Código
Procesal Penal, forzoso es concluir que deben aplicarse, en primer lugar, las normas
que establece el propio Art. 21 de la Constitución y luego, las que se contienen en el
Auto Acordado de la Corte Suprema de 19 de Diciembre de 1932, sobre Tramita-
ción y Fallo del Recurso de Amparo, actualmente vigente.

69
Una somera lectura del Auto Acordado mencionado permite constatar que no todas
sus referencias calzan con el articulado actual de la Constitución Política toda vez que
fue dictado sobre la base del texto constitucional de 1925. Por otra parte, no será
posible tomar en cuenta, en el futuro, las referencias que se hacen a las normas del
Código de Procedimiento Penal una vez que éste ya no se encuentre en vigencia.
Cabe observar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preven-
tivo, puesto que éste sólo vino a establecerse en la Constitución de 1980.

Lo anterior nos lleva a pensar que será menester que en el futuro se dicte una ley
orgánica constitucional que reglamente este recurso en una forma similar a la contenida
actualmente en el Código de Procedimiento Penal, lo que será más necesario cuando
éste ya no se aplique en todo el país.

Todo ello, sin perjuicio de que la Corte Suprema pueda actualizar el Auto Acordado
referido en uso de sus facultades económicas.

5)Personas que pueden interponerlo.


El Art. 21 de la Constitución dispone que TODO INDIVIDUO que se hallare arresta-
do, detenido o preso o que ilegalmente sufra cualquiera otra privación, perturbación o
amenaza en su derecho a la LIBERTAD PERSONAL y SEGURIDAD
INDIVIDUAL, podrá ocurrir por sí, o POR CUALQUIERA A SU NOMBRE, a la
magistratura que señale ley, a fin de que adopte las providencias que juzgue necesarias
para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del afectado.

El Auto Acordado de la Corte Suprema agrega que, con el objeto de que este recurso
quede al alcance de todos los habitantes de la República, puede ser ejercido no solo por
el interesado sino por cualquiera persona a su nombre, capaz de parecer en juicio,
aunque no tenga para ello mandato especial.

6)Objeto de este Recurso.


De acuerdo con dicha norma constitucional, el objeto de este recurso es OBTENER
que la Corte de Apelaciones: a)ordene que se guarden las formalidades legales;
b)adopte, de inmediato, las providencias que juzgue necesarias para restablecer el
imperio del derecho, y c)tome las medidas tendientes a asegurar la debida protec-
ción al afectado.

70
A la Corte de Apelaciones corresponderá determinar cuáles son las medidas o provi-
dencias CONCRETAS que deberán adoptarse para obtener las finalidades perseguidas
con el recurso.

El mismo artículo 21 prescribe que la Corte podrá ordenar que el individuo sea traído
a su presencia, agregando que su decreto será obedecido por todos los encargados de
las cárceles o lugares de detención.
Agrega que, instruida de los antecedentes reunidos, la Corte podrá decretar algunas
de las siguientes medidas de carácter general: a)decretar la LIBERTAD
INMEDIATA del amparado, si ello fuere procedente; b)ponerlo a disposición del juez
competente; o c)ordenar que se reparen los defectos legales.

7)Amplitud de esta Acción de Amparo Constitucional.


Como dijimos en el capítulo anterior, una de las características del Amparo Constitu-
cional es el de que procede en contra toda privación, perturbación o amenaza a la
LIBERTAD personal de un individuo o a su SEGURIDAD individual.
Provenga ésta de cualquiera autoridad o persona o de resoluciones judiciales.

Durante la discusión del amparo ante el juez de garantía, se produjo un debate en el


Congreso Nacional con respecto a la conveniencia de mantener la reglamentación
establecida en los Arts. 306 y siguientes del Código de Procedimiento Penal para el
amparo. En el informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Regla-
mento del Senado, se expresó que, en concepto de dicha Comisión, era improcedente
utilizar el recurso de amparo en contra de resoluciones judiciales, aún cuando lo
admitiera la práctica de los tribunales, parecer que no fue compartido por la sala de
Senadores.
En definitiva, el asunto fue llevado en tercer trámite constitucional ante la Comisión
Mixta de diputados y senadores, la que acordó agregar un inciso al artículo propuesto
relativo al amparo ante el juez de garantía, que expresa “si la privación de libertad
hubiere sido ORDENADA POR RESOLUCIÓN JUDICIAL”, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere
dictado, “SIN PERJUICIO DE LO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 21 DE
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA”.

71
En otras palabras, para la Comisión Mixta, cuando se trata de la privación de libertad
dispuesta por orden judicial debe reclamarse su legalidad ante el tribunal que la dispuso, por
los medios establecidos en la ley, particularmente, el recurso de apelación, pero ello es sin
perjuicio de que pueda emplearse, en su lugar, el amparo constitucional del Art. 21.

Cabe señalar que el recurso de amparo constitucional comúnmente lo emplean los


abogados y particulares en las Cortes de Apelaciones en contra de detenciones practi-
cadas en virtud de órdenes judiciales, incluso, cuando las aprehensiones tienen como
fundamento un auto de procesamiento. Ello obliga a los tribunales de alzada a revisar
los fundamentos de hecho y de derecho que justifican dicha resolución, en un brevísimo
tiempo, compatible con el amparo pero no siempre con la revisión del auto de proce-
samiento. Para resolver deberán tomar en consideración, además, el informe de la
policía y el del juez recurrido.

La preferencia de los abogados obedece a dos motivos: uno, la rapidez con que se
tramitan y fallan estos recursos en las Cortes de Apelaciones y dos, la circunstancia de
que por este medio es posible acceder a la Corte Suprema mediante la apelación.

8)Tramitación.
La Constitución se limita a expresar que la Corte deberá proceder en todo BREVE Y
SUMARIAMENTE, corrigiendo, por sí, los defectos de que adoleciere la restricción o
privación de libertad o dando cuenta a quien corresponda para que los corrija.

Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema nos expresa que se puede hacer
uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación y
que el Secretario de la Corte deberá consignar el día y hora que llega a su oficina la
solicitud o telegrama en que se deduce el amparo y la pondrá en el acto en manos del
Relator para que dé cuenta inmediatamente al Tribunal y éste provea lo pertinente.

El tribunal pedirá INFORME, igualmente por la vía más rápida, a la Autoridad o


funcionario a quienes el recurrente atribuya, o aparezca del recurso, que tienen alguna
responsabilidad o actuación en la privación, perturbación o amenaza a la liber-
tad personal y seguridad individual del amparado.

El Art. 69 del Código Orgánico de Tribunales prescribe que los Recursos de Amparo se
AGREGARÁN extraordinariamente a la tabla del mismo día o del día hábil siguiente al
de su ingreso al tribunal, o al día siguiente hábil en que se haya obtenido la respuesta del

72
juez, funcionario o autoridad a quien se le hubiere pedido informe. La DISTRIBUCIÓN de
los recursos de amparo corresponderá al Presidente de la Corte, el que deberá tener pre-
sente los casos en que proceda legalmente la radicación.

El mismo Auto Acordado expresa que si la demora de los Informes que pidiere la Corte
excediese de un límite razonable, deberá el tribunal adoptar las medidas que sean perti-
nentes para obtener su inmediato despacho y, en último caso, prescindir de ellos para el
fallo del recurso.

Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de los
recursos en las Cortes, dadas por el Código Procesal Penal, particularmente en sus Arts.
356, 357, 358 y 361 –todas ellas introducidas por la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado– deben aplicarse o no en la tramitación y fallo del amparo
constitucional, referido.

Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas reglas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que se trata
en el Libro Tercero del mencionado Código, tienen un carácter general en materia
procedimental penal.
Nos inclinamos a pensar, sin embargo, que las disposiciones citadas no pueden ser
utilizadas en la tramitación que debe darse en las Cortes de Apelaciones al referido
amparo y a la apelación ante la Corte Suprema de la sentencia que lo resuelve en
primera instancia, porque no existe ninguna disposición legal que así lo establezca, la
que, a nuestro juicio, sería necesaria.

9)Sentencia.
El recurso debe terminar con una resolución del Tribunal que le ponga término, ya sea para
acogerlo o desecharlo.
En caso que lo ACOJA, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el Imperio del Derecho y asegu-
rar la debida protección del afectado. Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las
formalidades legales omitidas y, si procediere, el otorgamiento de la INMEDIATA
LIBERTAD del amparado.
Esta sentencia, como ya expresamos, es apelable ante la Corte Suprema, si bien, ante la
ausencia de un plazo legal perentorio, como era el fijado por el Art. 316 del Código de
Procedimiento Penal, estimamos que deberá aplicarse el de cinco días, establecido como
regla general para la apelación, en virtud de la norma remisoria del Art. 52.

73
F. –RECURSO DE APELACIÓN.

1)Concepto.
El recurso de apelación tiene por objeto obtener que un tribunal superior en-
miende, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la parte en
que le causa un agravio o perjuicio al apelante.

El recurso de apelación, sin duda, constituye el principal de los recursos procesales y su


ejercicio es de general aplicación.
Por la vía de la apelación, en principio, es posible REVISAR todas las cuestiones de
hecho y de derecho comprendidas en la resolución impugnada; las facultades del
tribunal revisor son, pues, de carácter amplio.
En virtud de este recurso el tribunal de alzada puede confirmar la resolución apelada,
puede modificarla y puede revocarla, dictando otra en su lugar. Precisamente, por la
amplitud de estas facultades, su interposición es la llave que da origen a la SEGUNDA
INSTANCIA.

Sin embargo, esta REVISIÓN, que implica un juicio de valor acerca del acierto o
desacierto de la resolución revisada, se lleva a cabo habitualmente con el sólo mérito
de los antecedentes escritos, relativos a las alegaciones, probanzas, actas y documen-
tos contenidos en un expediente; los mismos que motivaron la resolución impugnada.
No obstante que la decisión del tribunal revisor es la que se convierte, en definitiva, en
la sentencia de término, ella no se funda en el conocimiento personal y directo de los
hechos, sino que solamente en la constancia escrita de ellos.
En razón de lo expresado, puede afirmarse que el recurso de apelación, como se
encuentra concebido, es propio de un modelo inquisitivo.

2)Recurso de Apelación en el Código de Procedimiento Penal.


El tratamiento de dicho recurso en el Código de Procedimiento Penal responde preci-
samente al modelo INQUISITIVO.
El Art. 54 bis de dicho Código, dispone que son apelables las sentencias definitivas de
primera instancia en causa criminal y las interlocutorias del mismo grado que pongan
término al juicio o hagan imposible su continuación.
Lo son también las demás resoluciones respecto de las cuales la ley concede el recurso
y, en general, LAS QUE CAUSEN GRAVAMEN IRREPARABLE.

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El plazo para ejercer el recurso es de cinco días.
El objeto del recurso es obtener la enmienda total o parcial de la resolución impugnada
de manera que ésta no cause un gravamen irreparable al recurrente, el que, por cierto,
debe ser de entidad mayor que el simple agravio y que sólo se definirá y resolverá en la
sentencia.

El tribunal inferior, que dictó la resolución impugnada, debe hacer un examen de


ADMISIBILIDAD del recurso presentado, antes de concederlo o denegarlo, para lo
cual atiende a su procedencia legal y al plazo en que fue deducido. Igual examen
debe efectuar el tribunal superior, lo que hará en cuenta. Como el Código de Procedi-
miento Penal no exige que el recurso deba ser fundado ni que contenga peticiones
concretas, como ocurre en materia civil, los exámenes antedichos no se extenderán a
este punto.

En cuanto a los efectos en que debe ser concedida la apelación, el Art. 60 del Código
de Procedimiento Penal establece que, por regla general, la apelación deberá conceder-
se en AMBOS EFECTOS, salvo que la ley disponga expresamente lo contrario para
casos determinados o que, por hallarse el juicio en estado de sumario, pudiera entor-
pecerse la investigación a causa del recurso. En estos eventos, la apelación deberá
ser concedida en el solo efecto devolutivo.
Concedida la apelación por el tribunal inferior, y habiendo aprobado el examen de
admisibilidad en el tribunal superior, el recurso debe tramitarse en segunda instancia
para que una de las salas de la Corte de Apelaciones respectiva quede en situación de
fallarlo.

La apelación da origen a la SEGUNDA INSTANCIA, puesto que el tribunal superior


queda facultado para REVISAR todas las cuestiones de hecho y de derecho compren-
didas en la resolución impugnada.

Pero el Art. 527 del Código de Procedimiento Penal, refiriéndose a la apelación de la


sentencia definitiva en materia penal, AGREGA que el tribunal de alzada tomará en
consideración y resolverá las cuestiones de hecho y de derecho QUE SEAN
PERTINENTES y se hallen comprendidas en la causa, AUNQUE NO HAYA
RECAÍDO DISCUSIÓN SOBRE ELLAS NI LAS COMPRENDA LA
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.

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Como puede observarse, la apelación en materia penal confería al tribunal superior una
competencia enorme.

Pero, no solo eso, sino que el Art. 528 del mismo Código, olvidándose de la prohibi-
ción de la reformatio in peius, establece que aún cuando la apelación haya sido deduci-
da por el procesado, podrá el tribunal de alzada modificar la sentencia EN FORMA
DESFAVORABLE AL APELANTE.
Y todas estas facultades del tribunal superior, que, sin duda, se inspiran en el principio
de la jerarquía, pueden ejercerse y de hecho así ha ocurrido, CON EL SOLO
MÉRITO DE UN EXPEDIENTE.

En general, todos se encuentran de acuerdo en que las Cortes de Apelaciones han sido
extremadamente cuidadosas para ejercer estas amplias facultades legales; las han
utilizado cuando les han parecido realmente necesarias para dar la solución que estiman
más justa y equitativa al caso propuesto, inspirándose, cuando ello es posible, en el
principio pro reo.

3)Consideraciones de orden general con respecto al recurso de apelación en el


nuevo sistema procesal penal.

a)Incompatibilidad del Recurso de Apelación con el Juicio Oral.


El principio de la DOBLE INSTANCIA puesto en movimiento mediante el ejercicio
del recurso de apelación en contra de una sentencia definitiva, no resulta posible en el
Juicio Oral, dado que ello requeriría la repetición de todas y cada una de las
alegaciones, pruebas y actuaciones producidas y realizadas en las Audiencias del
Juicio Oral, esta vez, ante otro tribunal colegiado, superior del primero. Si faltaran
algunas de ellas no podríamos hablar propiamente de segunda instancia, ya que no se
trataría exactamente del mismo asunto.

Aparte de que ello sería casi imposible, ya que la repetición tendría que ser idéntica a la
realización de la o las audiencias del juicio penal oral para que la revisión pudiera ser
completa, no tendría objeto que otro tribunal, similar al primero, dictara una nueva
resolución obedeciendo, esta vez, únicamente a un criterio de jerarquía.
Ahora, si los antecedentes que se hacen valer en la segunda instancia no fueran idénti-
cos, no se trataría en rigor de una apelación sino, más bien, de un nuevo juicio.

76
Por otra parte, si la revisión que implica la apelación pudiera realizarse únicamente en
base a los registros del juicio oral se desnaturalizaría todo el sistema verbal, contradic-
torio e inmediato que se ha instaurado.

Fundamentalmente por estas consideraciones se concluyó que el recurso de apelación


sólo resulta posible en contra de resoluciones adoptadas por el juez de garantía, y no
podría contemplarse, en absoluto, con respecto a las resoluciones pronunciadas por un
tribunal de juicio oral en lo penal. Por la naturaleza de dicho juicio y por sus especiales
características podría decirse que se trata de un juicio de única instancia.

Sin embargo, la supresión del recurso de apelación en contra de las decisiones del
tribunal de juicio oral en lo penal fue objeto de controversia, la que se mantuvo en el
seno de las Comisiones del Congreso.

Se sostuvo ante la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del


Senado, por ejemplo, que tal supresión sería inconstitucional porque vulneraría la
obligación de un racional y justo procedimiento y porque, igualmente, infringiría el
derecho a revisión de la sentencia penal condenatoria contemplada en el Pacto de San
José de Costa Rica y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos
de carácter obligatorios en virtud del Art. 5 de la Constitución Política de la República.

La Comisión referida, no obstante, no compartió este punto de vista, ya que “ni de la


Constitución Política ni de los tratados internacionales se desprende la obligatoriedad
para el legislador de establecer el recurso de apelación en materia penal”. Se agregó
que con la existencia del recurso de Casación –hoy, Nulidad– se cumple debidamente la
exigencia señalada, toda vez que lo que se requiere es que PUEDA REVISARSE lo
resuelto mediante un recurso.

El Senador, don Sergio Diez, afirmó que es necesario asumir, como presupuesto, que
la apelación es incompatible con el juicio oral. No se justifica tener un tribunal colegia-
do en primera instancia para luego duplicar el juicio en la Corte o fallar en base a actas,
perdiendo la inmediación necesaria que debe tener el tribunal.

77
b)Exigencias que plantea la supresión de la Apelación en los Tribunales de Juicio
Oral en lo Penal.
La AUSENCIA de una segunda instancia, supuesto el hecho de haber elegido el
procedimiento más adecuado para resolver el juicio penal en un sistema oral, implica,
además, una búsqueda de los mecanismos tendientes a elegir y capacitar a los mejo-
res jueces destinados a estos tribunales, de manera que sean garantía cierta de la
celebración de juicios contradictorios en que se observen todas las normas de un
debido proceso que permitan a los Intervinientes alegar y probar suficientemente sus
derechos y que, a la hora de decidir, sean también garantía cierta de una decisión
fundamentada y justa.

Todo lo anterior, unido a la pluralidad de juzgadores, lo que permite una deliberación y


una confrontación de diversos puntos de vista entre ellos, conduce a la conclusión de
que la revisión de lo resuelto mediante un recurso de apelación se hace verdaderamente
innecesaria.

c)Reducción de los casos en que procede la Apelación contra resoluciones del


Juez de Garantía.
Como veremos más adelante, el Código Procesal Penal ha reducido drásticamente los
casos en que es posible recurrir de apelación en contra de las resoluciones del juez de
garantía.

Para ello ha tenido en consideración, además, que todas las resoluciones que adopte
dicho juez tienen un evidente carácter provisional, ya que el juicio propiamente tal
estará constituido por el que deba realizarse ante el tribunal penal oral.
Por otra parte, no debemos olvidar que los intervinientes han tenido ocasión de hacer
sus alegaciones ante dicho juez, en las diversas audiencias orales a que éste ha debido
citarlos, por lo que la resolución que pueda adoptar resultará debidamente informada.

4)Sistema Positivo del Recurso de APELACIÓN.


a)Reglamentación incompleta del Recurso.
El Código Procesal Penal fue extremadamente parco al reglamentar el recurso de
apelación: no proporcionó su concepto; no definió sus efectos; no dijo nada acerca de
su admisibilidad; ni se refirió en detalle a su tramitación en primera ni en segunda
instancia, vacíos todos que seguramente provocarán más de un problema y que debe-

78
rán ser solucionados por nuevas reformas legislativas, por autos acordados en la parte
meramente reglamentaria y por la jurisprudencia.

Al parecer, el legislador no se percató que al no hacer aplicables, supletoriamente a los


recursos las normas respectivas del Código de Procedimiento Civil, las que, como se
sabe, son completas y detalladas sobre los extremos señalados incurría en una notable
omisión.

La circunstancia de que el Art. 361 otorgue el carácter de supletorias para la tramita-


ción, conocimiento y decisión de los recursos a las reglas del Título III del Libro
Segundo del Código Procesal Penal, que tratan del Juicio Oral, no resulta suficiente,
como dijimos oportunamente.

b)Reglas generales de orden LEGAL.


b. 1)PRIMERA REGLA GENERAL.
En conformidad con lo dispuesto en el Art. 364 del Código Procesal Penal, son
INAPELABLES las resoluciones dictadas por un TRIBUNAL DE JUICIO ORAL
EN LO PENAL.
Ya explicamos, en detalle, las razones de esta inapelabilidad.

b. 2)SEGUNDA REGLA GENERAL.


En virtud de lo dispuesto en el Art. 370 del mismo Código, las resoluciones dictadas
por el JUEZ DE GARANTÍA son APELABLES únicamente en los siguientes casos:
– Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su conti-
nuación o lo suspendieren por más de treinta días;
– Cuando la ley lo señale expresamente.

c)Casos puntuales en que la ley concede el Recurso de Apelación.


EL CÓDIGO PROCESAL PENAL dispone que el recurso de Apelación se conce-
derá en los casos que se indican a continuación:

c. 1)Es apelable la resolución que declara INADMISIBLE LA QUERELLA, pero


no es posible disponer la suspensión del procedimiento durante la tramitación del
recurso.
En cambio, la resolución que admitiere a tramitación la querella es inapelable. Art.
115.

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c. 2)Es apelable la resolución que declara el ABANDONO DE LA QUERELLA,
pero asimismo, no podrá suspenderse el procedimiento durante la tramitación del
recurso.
La resolución que negare lugar al abandono es inapelable. Art. 120.

c. 3)La resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la PRISIÓN


PREVENTIVA será apelable cuando hubiere sido dictada en una AUDIENCIA. En
los demás casos no será susceptible de recurso alguno. Art. 149.
Pensamos que esta norma, de difícil comprensión, en cuanto hace improcedente la
apelación en contra de la resolución dictada fuera de audiencia, obligará a los imputa-
dos, en este caso, a ejercer el recurso de amparo del Art. 21 de la Constitución Política
de la República para tratar de obtener su libertad, considerando que se trata, como
hemos dicho, de una acción constitucional, plenamente vigente.

c. 4)La procedencia, duración, IMPUGNACIÓN y ejecución de las MEDIDAS


CAUTELARES PERSONALES establecidas en el Art. 155 se rigen por las disposi-
ciones aplicables a la PRISIÓN PREVENTIVA, en cuanto no se opusieren a lo
dispuesto en el párrafo 6º del Título V, del Libro Primero, por cuyo motivo resulta
procedente el RECURSO DE APELACIÓN en los mismos términos que en la prisión
preventiva. Art. 155.

c. 5)Son apelables las resoluciones que negaren o dieren lugar a las MEDIDAS
CAUTELARES REALES contenidas en el Título VI del Libro Primero. Art. 158.

c. 6)La resolución que se pronunciare acerca de la SUSPENSIÓN CONDICIONAL


DEL PROCEDIMIENTO es apelable por el IMPUTADO, por el MINISTERIO
PÚBLICO y por el QUERELLANTE. Art. 237.

c. 7)Es apelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que REVOCARE LA


SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO. Art. 239.

c. 8)Es apelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que decrete el


SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO en la causa por no haber comparecido el
FISCAL a la Audiencia citada a petición del IMPUTADO o del QUERELLANTE,
con el objeto de declarar cerrada la investigación por haber transcurrido dos años desde
que ella hubiere sido formalizada sin que fuere cerrada por el FISCAL. Art. 247.

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c. 9)La resolución que decrete el SOBRESEIMIENTO es apelable ante la Corte de
Apelaciones respectiva. Art. 253.

c. 10)Es apelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que recayere sobre las
EXCEPCIONES DE INCOMPETENCIA, LITIS PENDENCIA Y FALTA DE
AUTORIZACIÓN PARA PROCEDER CRIMINALMENTE, todas las que deben
ser adoptadas en la Audiencia de Preparación del Juicio Oral.
Es inapelable la resolución del JUEZ DE GARANTÍA que dejare la resolución de las
Excepciones de COSA JUZGADA Y EXTINCIÓN DE LA
RESPONSABILIDAD PENAL para la Audiencia del Juicio Oral. Art. 271.

c. 11)Es apelable el AUTO DE APERTURA DEL JUICIO ORAL cuando el


recurso lo interpusiere el MINISTERIO PÚBLICO por la exclusión de pruebas
decretadas por el JUEZ DE GARANTÍA de acuerdo con lo previsto en el inciso
tercero del Art. 276.
El recurso será concedido en ambos efectos. Art. 177.

c. 12)Es apelable la sentencia definitiva que dicte el juez de garantía en el proce-


dimiento abreviado, recurso que deberá concederse en ambos efectos. Art. 114. En el
conocimiento del recurso la Corte PODRÁ pronunciarse acerca de la concurrencia de
los supuestos del procedimiento abreviado previstos en el Art. 406.

d)Tribunal ante el cual se entabla el Recurso.


De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 365, y siguiendo las reglas generales, el Recurso
de Apelación deberá entablarse ante el mismo JUEZ que hubiere dictado la resolu-
ción que se impugna, para ante el superior jerárquico, y el juez recurrido “lo concede-
rá o denegará”.

Estimamos que al expresar la norma transcrita que el juez debe conceder o denegar el
recurso, en la práctica le está exigiendo que efectúe un examen de admisibilidad en
cuanto a su procedencia, plazo y demás exigencias legales.
Así se estimó en el Congreso Nacional cuando se estudió esta norma legal.

81
e)Plazo para interponer el Recurso.
El Art. 366 establece que la Apelación deberá interponerse dentro de los CINCO DÍAS
siguientes a la notificación de la resolución que se impugna.
Se trata de un plazo fatal, de días corridos e improrrogable, sin perjuicio de lo
establecido en el Art. 14, inciso segundo, esto es, cuando vence en día feriado, en que
el plazo se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no
fuere feriado.

El Art. 17, como tuvimos oportunidad de ver cuando tratamos de los plazos, dispone
además que, el que por un hecho que no le fuere imputable, por defecto de la notifica-
ción, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido en la ley, podrá
solicitar al tribunal un NUEVO PLAZO, que le podrá ser otorgado por el mismo
período.

f)Forma de interponer el Recurso.


De acuerdo con lo prescrito en el Art. 367 el recurso de Apelación deberá ser inter-
puesto POR ESCRITO, con INDICACIÓN DE SUS FUNDAMENTOS y de las
PETICIONES CONCRETAS que se formulen.

El Imputado privado de libertad, si desea apelar, queda sujeto a las obligaciones


señaladas, ya que la ley no contiene ninguna excepción al respecto. En consecuencia no
puede apelar verbalmente.

Si no se cumplen en absoluto en el recurso alguno de los requisitos indicados en el


citado Art. 367: f.1)que sea por escrito; f.2)que se indiquen sus fundamentos; y f.3)que
se formulen peticiones concretas, creemos que tanto el juez a quo como la Corte de
Apelaciones deberán declarar inadmisible la apelación, en razón de que se trata de
exigencias legales de carácter imperativo.

g)Inexistencia de la Orden de No innovar.


No procede la Orden de No Innovar por no haber sido contemplada en forma expresa,
atendido su carácter excepcional. Además ella pugnaría con lo dispuesto en el Art. 355,
que dispone que la interposición de un recurso no suspende su ejecución.

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h)Efectos del Recurso de Apelación.
Conforme a lo prescrito por el Art. 368, la Apelación se concederá EN EL SOLO
EFECTO DEVOLUTIVO, a menos que la ley señale expresamente lo contrario. Lo
anterior significa que la resolución apelada puede cumplirse no obstante el ejercicio de
este recurso.
Como dijimos, cuando la apelación se deduzca en contra de una sentencia definitiva
CONDENATORIA, la apelación deberá concederse en ambos efectos. Una demostra-
ción más del carácter garantista en favor del imputado que reviste el nuevo Código.

i)Antecedentes que deben remitirse una vez concedido el Recurso.


El Art. 371 dispone que una vez concedido el Recurso, el JUEZ remitirá al
TRIBUNAL DE ALZADA copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que
fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento del recurso.
Sobre este particular y con respecto a otras materias relacionadas con el Recurso de
Apelación, la Corte Suprema ha impartido instrucciones, por Acuerdo de su Tribunal
Pleno, a los Tribunales del país, mediante Oficio Nº 3264 de 17 de Enero del 2001, que
se agregan como Anexo a este Trabajo.
En dichas Instrucciones se dispone que en los Antecedentes que debe enviar el tribunal
de primera instancia al de segunda debe incluir una certificación acerca de quiénes son
los intervinientes, debidamente individualizados, sus abogados y apoderados, o si
carece de ellos.

j)Normas aplicables a la Tramitación de la Apelación en Segunda Instancia.


Vacío Legal.
Como dijimos recién, el legislador no se preocupó de reglamentar específicamente la
tramitación del recurso de apelación en primera ni en segunda instancia.
Ante este vacío, y con respecto a la tramitación del recurso en segunda instancia, en
virtud de lo dispuesto en el Art. 361, será menester recurrir, en primer término, a las
Normas Generales sobre Recursos agrupadas en el Título I del Libro Tercero y, en
segundo lugar, a las reglas contenidas en el Título III del Libro Segundo del Código
Procesal Penal, relativas al juicio oral.

Entre las normas generales sobre recursos del Libro Tercero, se contienen dos artículos
relativos a la suspensión de la vista de la causa, 356 y 367, que ya estudiamos, y luego
los Arts. 358 y 359 que se refieren, el primero a las reglas generales sobre la vista de

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los recursos y el segundo, a la prueba de los recursos, reglas que, desde luego,
deberemos aplicar con preferencia a cualquiera otra.

Pero, ante el vacío de ellas ¿será posible recurrir supletoriamente a las disposiciones del
Libro I del Código de Procedimiento Civil en virtud de la norma remisoria del Art. 52
del Código Procesal Penal?
Recordemos que el citado Art. 52 prescribe que “Serán aplicables al procedimiento
penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especia-
les, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código
de Procedimiento Civil”, entre las cuales se encuentran las relativas a la apelación.

Cuando se discutió el actual Art. 361 en el Congreso, relativo a la remisión de normas


sobre la tramitación de los recursos, la Cámara de DIPUTADOS estuvo de acuerdo
con el texto remitido por el EJECUTIVO que, precisamente, hacía aplicables supleto-
riamente a los recursos en materia penal las normas sobre apelación contenidas en el
Título XVIII del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil, en cuanto no se
opusieren a lo estatuido en el Código Procesal Penal.

El SENADO consideró que la remisión a las normas referidas podría entrabar los
recursos, por tratarse de sistemas incompatibles ya que el procedimiento civil se hallaba
enfocado hacia un sistema inquisitivo y escrito. En reemplazo, propuso un precepto
que establecía que los recursos se regirían por las reglas del Libro Tercero del Código
Procesal Penal y, supletoriamente, por las del Título III del Libro Segundo, sobre juicio
oral. Es el actual Art. 361.
A juzgar por el texto aprobado por el Congreso, este fue el criterio adoptado.

Así, pues, de acuerdo con la regla de hermenéutica jurídica consistente en la historia


fidedigna del establecimiento de la ley, no podríamos aplicar supletoriamente a la
tramitación de los recursos procesales penales las disposiciones del Código de Proce-
dimiento Civil relativas al recurso de apelación.

Sin embargo, a nuestro parecer, la cuestión no fue totalmente zanjada en el Congreso,


ya que, pese a lo expresado por el Senado y a la aprobación del Art. 361, se dejó
subsistente la norma remisoria de carácter general del Art. 52, referida, que, si
bien, resulta contradictoria con el criterio del Senado en este punto, FUE
IGUALMENTE APROBADA POR EL CONGRESO. Atendido lo, anterior, podría

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arribarse a la conclusión que la disposición del Art. 52 tiene el carácter de complemen-
taria del artículo 361. Conforme a este predicamento, nos inclinamos a pensar que en la
tramitación de la apelación en materia penal es posible emplear, en subsidio de lo
dispuesto en el citado Art. 361, las reglas sobre tramitación del recurso de apelación
en materia procedimental civil, siempre que NO SE OPONGAN a lo estatuido en el
Código Procesal Penal o en leyes especiales.

Esta ha sido también la conclusión de la Corte Suprema de Justicia como lo deja de


manifiesto en el Acuerdo de su tribunal pleno de 17 de Enero de 2001, transcrito a las
diversas Cortes de Apelaciones del país, ya mencionado.

k)Algunas Cuestiones específicas sobre Tramitación del Recurso de Apelación en


Segunda Instancia.

k. 1)CONCEDIDA LA APELACIÓN, el juez inferior deberá enviar los registros


respectivos al tribunal de alzada, en los que deben contenerse, como hemos dicho,
copia fiel de la resolución impugnada, junto con los demás antecedentes que fueren
necesarios para que la Corte tome acabado conocimiento del asunto y pueda resolver-
lo.
Estos serán ingresados en la Secretaría respectiva de la Corte, certificándose la
fecha de este acto y asignándoseles un número de orden con el que figurarán hasta
su conclusión.
Una vez efectuada la certificación referida, el Secretario de la Corte, sin esperar la
comparecencia de los intervinientes, entregará los antecedentes al presidente del
tribunal para que cite a aquellos a una audiencia con el objeto de proceder a la vista del
recurso. Creemos, además, que el presidente de la Corte deberá designar, en la misma
resolución, la sala del tribunal que deberá conocer del recurso, con el objeto de que sea
incluido preferentemente en la tabla que corresponda a dicha Sala , el día fijado para la
celebración de la Audiencia.

k. 2) Las apelaciones relativas a la prisión preventiva del imputado, u otra medida


cautelar personal decretada en su contra, se agregarán extraordinariamente a la
tabla, del día siguiente hábil al de su ingreso a la Corte de Apelaciones respectiva, o al
mismo día, en casos urgentes, en virtud de lo dispuesto por el Art. 69 del Código
Orgánico de Tribunales y rigiendo, en este caso, en materia de distribución de causas

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entre las distintas Salas de que se componga la Corte, la regla de radicación estable-
cida en el inciso tercero de la misma disposición.

k. 3)Ya hemos expresado que la Corte de Apelaciones deberá pronunciarse acerca de


la ADMISIBILIDAD del recurso de apelación, lo que comprende la constatación de
haberse formulado por escrito; la de ser legalmente procedente; la de haberse inter-
puesto dentro de plazo; y la circunstancia de contener fundamentos y peticiones
concretas, como lo ordena el Art. 367.
Pero, ¿qué organismo de la Corte es el debe emitir este pronunciamiento?
Se trata de otro vacío.
La Corte Suprema, en las Instrucciones impartidas a las Cortes de Apelaciones del país,
ya mencionadas, lo pone de cargo de la sala que deba pronunciarse sobre la
apelación, agregando que el conocimiento de los antecedentes del recurso los tomará
de la cuenta efectuada por un Relator, la que deberá efectuar el día designado para la
vista, con anterioridad inmediata a la Audiencia prescrita por el Art. 358 del Código
Procesal Penal. Nos permitimos recordar, a este respecto, lo manifestado al tratar de
las consideraciones generales sobre los recursos.

k. 4)El Art. 358 prescribe que la vista de la causa se efectuará en AUDIENCIA


PÚBLICA.

Lo anterior significa que la apelación no puede verse en cuenta, pero tampoco en


relación, toda vez que este trámite se suprime derechamente. Se altera, de esta manera,
profundamente, la tramitación tradicional de los recursos de apelación en los tribunales
de alzada en nuestro país, puesto que, como sabemos, ellos se ven en cuenta o previa
vista de la causa, la que no consiste en una audiencia pública al estilo de las instauradas
en el nuevo sistema procesal penal. Además, para el conocimiento mediante la vista de
la causa se requiere de la dictación del decreto de autos en relación que ahora no sería
posible.

k. 5)El Art. 358 estatuye que la falta de uno o más recurrentes a la audiencia pública
dará lugar a que se declare el ABANDONO del recurso respecto de los ausentes.
La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su ausencia.
Pero, ¿qué ocurre si luego de ingresado el registro y los antecedentes respectivos a la
Corte de Apelaciones y de pronunciada la resolución que cita a los intervinientes a la
audiencia pública referida, no se hace parte ninguno de ellos?

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Bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal esta cuestión se hallaba soluciona-
da puesto que la exigencia de comparecer en segunda instancia no regía para las partes
de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 63 de dicho Código, por lo que NO tenía
aplicación lo dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil que permitía
declarar la deserción del recurso por la incomparecencia del apelante.

Obviamente, se trata de un vacío legal puesto que esta materia no se encuentra solu-
cionada específicamente en las reglas sobre apelación ni en las supletorias del Código
Procesal Penal que hemos mencionado.

La Corte Suprema de Justicia en el Acuerdo de su tribunal pleno de 17 de enero de


2001, transcrito a las Cortes de Apelaciones del país, ya aludido, hace aplicable a esta
materia la regla del Art. 200 del Código de Procedimiento Civil, referida, por entender
que la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal lo permite.

El Proyecto de Código Procesal Penal enviado por el Ejecutivo al Congreso disponía,


en el Art. 395, que las apelaciones y los recursos de casación se verían ante los tribu-
nales que debieran conocer de ellos, sin esperar la comparecencia de las partes. En
consecuencia, agregaba, no tendría aplicación en los recursos de apelación y
casación en materia penal lo dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimien-
to Civil.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado estuvo de


acuerdo con esta disposición pero se generó en su seno un extenso intercambio de
puntos de vista acerca de la necesidad de dar reglas especiales para la tramitación de los
recursos por imperativos de coherencia con los principios que inspiran el procedimiento
penal. Fruto de este debate fue la creación de cinco artículos nuevos, los actuales: 356,
357, 358, 359 y 361.
Lamentablemente, la aceptación antedicha no fue bien expresada, porque, al parecer, en
dicha Comisión se entendió que la norma del actual Art. 358 que contiene las reglas
generales sobre la vista de los recursos, aplicable a la apelación, al sancionar la falta
de comparecencia de uno o más de los recurrentes a la audiencia pública con el
ABANDONO DEL RECURSO, solucionaba este problema.

Teniendo presente todos los antecedentes que se han expresado, creemos que el
espíritu del legislador fue el de sancionar la falta de comparecencia a la audiencia

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pública y no la falta de comparecencia al tribunal de alzada, la que en este caso no
resulta exigible. Dos sanciones por falta de comparecencia, por otra parte, parecen
desusadas.
Por tal motivo no compartimos la opinión de la Corte Suprema, ya que estimamos que
en la especie no resulta aplicable la norma del Art. 200 del Código de Procedimiento
Civil.

k. 6)En cuanto al DESARROLLO de la audiencia oral y a la forma como la Corte


toma conocimiento y resuelve la apelación, nos remitimos a lo ya expresado al tratar
de las disposiciones generales sobre los recursos.
En esta materia sí resultan aplicables las normas supletorias indicadas en el citado Art.
361 del Código Procesal Penal, especialmente las relativas al juicio oral.

k. 7)Con respecto al FALLO que debe emitir la Corte sobre la apelación deducida, nos
remitimos, igualmente, a lo ya expresado sobre este particular al tratar de la parte
general de los recursos.
A lo anterior cabría agregar que, el legislador, consecuente con los principios y criterios
que informan el nuevo sistema procedimental penal, limitó severamente la competencia
del tribunal superior en relación con la que tenía bajo la vigencia del Código de Proce-
dimiento Penal.
Desde luego, dicha competencia quedó limitada a las peticiones formuladas por los
recurrentes, quedándole vedado al tribunal superior extender el efecto de su decisión a
cuestiones no planteadas en el recurso o más allá de los límites de lo solicitado, con las
excepciones que se indican en el Art. 360, a las que ya nos referimos.
Por otra parte, como vimos, tampoco puede reformar la sentencia de primera instancia
en perjuicio del recurrente, lo que implica hacer uso del principio de la no reformatio in
peius.

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G. –RECURSO DE HECHO.
1)Concepto y Casos en que Procede.
El recurso de hecho es el que tiene por objeto obtener del tribunal superior que
revoque o enmiende la resolución del juez inferior que se ha pronunciado sobre
la presentación de un recurso de apelación.

De esta manera y conforme a lo dispuesto por el Art. 369 del Código Procesal Penal,
mediante su interposición se solicita que el tribunal superior:
a) conceda un recurso de apelación denegado;
b) deniegue una apelación otorgada;
c) conceda una apelación en ambos efectos por haberlo sido en el sólo efecto
devolutivo; y
d) conceda una apelación en solo efecto devolutivo por haber sido otorgada en
ambos efectos.

Pero, dado que el Art. 367 del Código Procesal Penal exige que la apelación se deduz-
ca: a)por ESCRITO; b)con indicación de sus FUNDAMENTOS, y c)que se formulen
PETICIONES CONCRETAS, creemos que también es posible fundar un recurso de
hecho por no haberse dado debido cumplimiento a estas tres exigencias, pidiendo que
se declare inadmisible una apelación concedida.

Atendido su objeto, el recurso de hecho no es otra cosa que una revisión jurídica, por
parte del tribunal superior, de la resolución del juez inferior que provee un escrito de
apelación.
En este sentido, constituye un doble examen acerca de la admisibilidad de la apelación
interpuesta, ya que el tribunal superior revisa si el tribunal inferior cumplió bien o no
esta obligación legal.

El fundamento de este recurso radica en que el juez inferior pudo haberse equivocado
al proveer el escrito de apelación deducido, por lo que es menester corregir este error
antes de entrar a conocer de la apelación, en caso que corresponda ser otorgada.

Los tratadistas le niegan el carácter de recurso dado que únicamente tiene por objeto, el
ya señalado, esto es, que se califique la admisibilidad de la apelación que ha efectuado
el juez inferior al proveer el escrito que contiene el recurso.

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2)Tribunal ante el cual se presenta.
El Art. 369, siguiendo el esquema general con respecto a este recurso en nuestro
derecho, señala que los intervinientes deben ocurrir directamente al tribunal de alzada –
con más propiedad debiera haber dicho, al tribunal que debe conocer de la apelación–
con el fin de que éste resuelva si ha lugar o no a la apelación y, en caso afirmativo,
cuáles debieran ser sus efectos.

3)Plazo para deducirlo.


El mismo Art. 369 establece que este plazo será de TRES DÍAS.
Sin embargo, la norma referida no cuidó de precisar desde qué fecha debe contarse
dicho plazo. Lo anterior tiene importancia porque la situación no es la misma en las
distintas hipótesis que permiten su interposición.
En efecto, si se trata de una apelación que no fue concedida por el tribunal inferior, lo
que se denomina “verdadero recurso de hecho”, el registro y demás antecedentes
quedan en poder de dicho tribunal; en cambio, si el juez inferior concedió una apelación
que se estima improcedente o no la otorgó en los efectos que correspondería, lo que
los autores denominan “falso recurso de hecho”, ha debido remitir el registro y demás
antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.
Por aplicación de las normas supletorias del Título XVIII del Libro Primero del Código
de Procedimiento Civil, en virtud de la disposición remisoria del Art. 52 del Código
Procesal Penal, estimamos que este plazo debe contarse desde la notificación de la
resolución del juez de garantía que negó lugar a conceder el recurso en el caso del
llamado verdadero recurso de hecho; y desde que se reciba el registro y demás antece-
dentes en la Secretaría del tribunal de alzada en el caso del falso recurso de hecho.
Arts. 203 y 196 del Código de Procedimiento Civil, respectivamente.

4)Requisitos Formales del Recurso.


Aún cuando el citado Art. 369 no lo dice expresamente, no cabe dudas, por su con-
texto, que el recurso de hecho debe presentarse por escrito ante el tribunal que debe
conocer de la apelación y que dicha presentación deberá contener una breve reseña de
los fundamentos del recurso y, desde luego, formular una petición concreta.
En el verdadero recurso de hecho, como el registro y demás antecedentes no se en-
cuentran en el tribunal de alzada, será menester que se acompañe fotocopia autorizada
de la personería del recurrente y texto y fecha de la notificación de la resolución
impugnada.

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5)Tramitación.
Presentado el recurso, el tribunal de alzada solicitará, cuando corresponda, copia fiel de
la resolución respectiva y de todos los antecedentes registrales que fueren pertinentes
para un acabado pronunciamiento del recurso y luego fallará, EN CUENTA.
Nada dijo la ley con respecto al informe que, de acuerdo con el Art. 204 del Código de
Procedimiento Civil, debe recabar el tribunal de alzada al juez inferior en caso que éste
haya denegado el recurso de apelación. Pensamos que tal informe es procedente, en
este caso, por mandato de la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal.

6)Fallo del Recurso de Hecho.


a)Si el tribunal superior ACOGIERE el recurso de hecho interpuesto por haberse denegado
la apelación siendo ella procedente, el fallo que emita el tribunal de alzada, declarará preci-
samente que se CONCEDE el recurso de apelación interpuesto, dejando sin efecto la
resolución del tribunal inferior y dispondrá la retención del registro y demás antecedentes o
los recabará, si no los hubiere pedido, para dar curso a la apelación.

b)Si DESECHARE el recurso de hecho verdadero, lo que importa confirmar la resolu-


ción del tribunal inferior que denegó la apelación, devolverá el registro y demás antece-
dentes si los hubiere pedido.

c)Si ACOGIERE el recurso en las demás hipótesis del denominado falso recurso de
hecho, no tiene necesidad de pedir el registro y demás antecedentes porque éstos ya se
encontrarán en la Corte de Apelaciones respectiva.
c. 1) En caso que estime improcedente la apelación concedida, ordenará de-
volver los antecedentes al tribunal inferior.
c. 2) En caso que estime que los efectos de la apelación concedida no son los
que corresponden, ordenará dar al recurso la tramitación que correspon-
da, señalando los efectos debidos en que se otorga.

d)Si DESECHARE el falso recurso de hecho, lo que importa confirmar la resolución


del juez inferior en orden a que la apelación concedida lo fue en uno de los casos que
permite la ley y que sus efectos son, asimismo, los debidos, la Corte dispondrá que se
dé a la apelación la tramitación que corresponda.

En todas las hipótesis propuestas, y teniendo presente que el recurso de hecho se


tramita en un expediente que pertenece a la Corte, por lo que, una vez terminado, debe
guardarse en su archivo, es menester que se agregue fotocopia autorizada de la resolu-
ción que se pronuncia sobre él en el registro remitido por el tribunal inferior.

91
H. –RECURSO DE NULIDAD.

1)Antecedentes Históricos de su Establecimiento.


El Proyecto de Código Procesal Penal remitido por el Ejecutivo al Congreso Nacional
no contemplaba el Recurso de NULIDAD establecido actualmente en los Arts. 371 a
387 de dicho cuerpo legal.
Contenía, en cambio, un Recurso de CASACIÓN en los Arts. 428 a 445, que no hacía
distinción entre casación de forma y de fondo y que había sido concebido como un
recurso desformalizado y con causales amplias y abiertas para facilitar su interposición,
distinto, por tanto, al recurso de Casación reglamentado bajo la vigencia del Código de
Procedimiento Penal, al que reemplazaba. El conocimiento del nuevo recurso de
nulidad lo entregaba el Proyecto a dos clases de tribunales distintos, Corte Suprema y
Cortes de Apelaciones, dependiendo de la causal que se invocara.

Cuando el Proyecto fue estudiado en la Comisión de Constitución, Legislación y


Justicia de la Cámara de DIPUTADOS, se le introdujeron diversas modificaciones, más
bien, de tipo formal. Sin embargo, como se estimó que faltaba un medio eficaz para
corregir aquellas sentencias definitivas condenatorias que se apartaran manifiesta y
arbitrariamente de la prueba rendida en el juicio oral, se propuso un nuevo
recurso, que se denominó, EXTRAORDINARIO, el que se reglamentó en los Arts.
409 a 414, en la numeración del texto enviado por el Poder Ejecutivo.
Con la instauración de este recurso se eliminó la causal de casación por apartamiento
de la evidencia, que procedía, precisamente, por la indebida valoración de los medios
de pruebas efectuada al establecer los hechos que fundamentaren las conclusiones
expresadas en la sentencia.

El conocimiento de este recurso extraordinario se entregó a las Cortes de Apelaciones,


debiendo entenderse que su interposición implicaba la renuncia de la casación, a menos
que ambos se dedujeran conjuntamente, caso en el cual deberían tramitarse y fallarse
juntos.
En cuanto al plazo y a la forma de ejercerse, se disponía que el recurso extraordinario
debería interponerse por escrito dentro de los quince días siguientes a la notificación de
la sentencia impugnada.
Debía ser conocido y fallado en audiencia oral.
Si fuere acogido, debía disponerse la NULIDAD de la sentencia impugnada y la
realización de un nuevo juicio oral por el tribunal no inhabilitado que correspondiera.

92
Cuando la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del
SENADO, estudió esta materia y, según se dejó constancia en el Segundo Informe de
dicha Comisión, se realizaron varias sesiones con este objeto, el tema fue relacionado
con la reformulación del papel de la Corte Suprema.
Como fruto de ese estudio, se llegó a la conclusión de que era menester REFUNDIR el
recurso de casación incluido en el texto primitivo del Ejecutivo y el extraordinario
creado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Dipu-
tados, en uno nuevo, que es el actual RECURSO DE NULIDAD, privilegiándose la
competencia de las Cortes de Apelaciones para su conocimiento.

Si bien, ambos recursos, el de CASACIÓN del texto primitivo del Proyecto y el de


NULIDAD, actualmente vigente, resultan SIMILARES en cuanto a los tribunales que
deben conocer de ellos, plazo para interponerlo, causales que lo hacen procedente,
forma de tramitarlo y fallarlo y efectos que produce la sentencia que lo acoge, difieren
sustancialmente en varios aspectos. Desde luego, en el recurso de nulidad se precisan
en forma más completa las causales que pueden invocarse, incluyendo además de los
derechos y garantías asegurados por la Constitución Política de la República, los
cautelados por los tratados internacionales ratificados por Chile, actualmente vigentes,
y se determinan, también, con mayor precisión, cuáles recursos deben elevarse a la
Corte Suprema y cuáles a las Cortes de Apelaciones, privilegiando, como se ha dicho,
la competencia de esta última. En el recurso de nulidad, se introduce además una
norma que, en forma incipiente, como veremos, pretende uniformar la jurisprudencia
cuando existan decisiones diferentes de tribunales superiores sobre una determinada
forma de aplicar o interpretar una disposición legal.
En todo caso, en ambos recursos, en caso de ser acogidos, se dispone la misma san-
ción: la INVALIDACIÓN del procedimiento y de la sentencia, o sólo de esta última.

En cuanto al recurso extraordinario, referido, se dijo que, si bien, respondía a una


preocupación razonable de la Cámara de Diputados, por la arbitrariedad con que
pudiera ser valorada la prueba producida en el juicio oral, la solución que se proponía
no era la más adecuada, teniendo presente que en el nuevo sistema procedimental penal
los jueces gozan de libertad para valorar la prueba con la única limitación de no
contradecir las reglas de la lógica formal, las máximas de la experiencia y los conoci-
mientos científicamente afianzados.
Además, a los integrantes de dicha Comisión les asaltó el temor de que el recurso
extraordinario, en la práctica, se transformara en ordinario, y, bajo pretexto de que el
tribunal “se ha apartado manifesta y arbitrariamente de la prueba rendida, se pida

93
habitualmente que la Corte de Apelaciones revise los registros del juicio oral”. Eso, por
una parte, recargaría el sistema indebidamente al permitir que se elevaran a la Corte de
Apelaciones todas, o casi todas, las causas falladas por los tribunales de juicio oral con
resultado de condena. Por otra, sería incongruente con el rechazo del recurso de
apelación, que se convino “por entender que el tribunal de juicio oral, que es el que
recibió la prueba, es el más idóneo para valorarla y dictar sentencia, ya que, en el
fondo, desde el punto de vista de la valoración de la prueba, se permitiría que la Corte
de Apelaciones, hiciera, vía recurso extraordinario, lo que no se quiso que realizara vía
recurso de apelación”.

2)Consideraciones generales con respecto al Recurso de Nulidad.


a)Una salida necesaria ante la ausencia de Apelación.
La circunstancia de que no exista actualmente un recurso de apelación para REVISAR
las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal, incompatible, como se ha dicho,
con dicho juicio, debiera convertir a la nulidad en un recurso ORDINARIO para estos
efectos.
El legislador, consiente de esta circunstancia tuvo que concebir un recurso de casación
o nulidad, de carácter desformalizado y con causales amplias y genéricas, precisa-
mente para facilitar su interposición, pero que, en todo caso, no permitiera al
tribunal superior la revisión de las cuestiones hecho, ya establecidas por el tribunal
inferior.

Por su intermedio, los intervinientes pueden obtener la REVISIÓN del procedimiento y


de la sentencia dictada, para lograr la nulidad de ambos o sólo de la sentencia, cuando
ésta les ocasione un perjuicio, fundándose en las amplias causales puestas a su disposi-
ción. Incluso, cuando se invoque un motivo absoluto de nulidad, el legislador supone
necesariamente que ha existido un perjuicio para el recurrente, dispensándolo de la
necesidad de invocarlo.
Ello implica, además, dar una salida legítima o poner una válvula de escape a la situa-
ción que pudiera producirse por la falta de un recurso de apelación, o de otro carácter,
frente a la existencia de un procedimiento visiblemente viciado o de una sentencia
manifiestamente injusta.
En realidad, la existencia de un recurso de nulidad o de casación es propia de los
sistemas acusatorios, por lo que no podía dejar de instaurarse y reglamentarse en el
nuevo sistema procesal chileno que responde a este modelo.

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b)No se hace distinción entre Causales de Forma o de Fondo.
Una de las características del recurso de NULIDAD instaurado, es la de que, no
obstante que es similar al de CASACIÓN contemplado en el Código de Procedimiento
Penal, en cuanto a los motivos que lo hacen procedente y a los efectos que produce la
sentencia que lo acoge, no hace ninguna distinción entre causales de Forma y de
Fondo, tradicionales en los Recursos de Casación Civil y Penal de nuestro ordena-
miento positivo y que, entre otros efectos, servía para reservar la casación de fondo a la
Corte Suprema.
La circunstancia de que el recurso de nulidad no hiciera la distinción referida, además
de simplificar la elaboración y tramitación del recurso, ha facilitado la opción tomada
por el legislador en orden a entregar mayormente el conocimiento de este recurso a las
Cortes de Apelaciones.

En el primer Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la


Cámara de Diputados se sostuvo a este respecto que “hoy en día, no está clara la
distinción entre las normas de fondo y las normas de forma, porque ella se basa en la
idea de que lo procesal es una cuestión básicamente formal y la verdad es que, en los
recursos de casación modernos, las principales discusiones sobre las cuestiones proce-
sales se refieren a principios”.

c)Se privilegian las Causales Genéricas.


En cuanto a las causales, se mantuvo el criterio del recurso de casación contenido en el
Proyecto del Ejecutivo, en el sentido de establecer causales genéricas o amplias,
teniendo presente que al no existir un recurso de apelación debía darse a los intervi-
nientes, especialmente al imputado que fuera condenado, la posibilidad cierta de
recurrir a un tribunal superior para exponer sus agravios y tratar de solucionarlos por
esta vía. Se dijo que “Estructurar el recurso sobre la base de causales específicas
expondría a vulnerar esta garantía, porque dejaría excluidas algunas materias que no
podrían ser objeto del recurso”.

Se establecieron dos causales de este carácter: c. 1) la vulneración de los derechos


y garantías, establecidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales
ratificados por Chile y actualmente vigentes; y c. 2) la errónea aplicación del
derecho con influencia sustancial en lo dispositivo del fallo.

95
Se trata, por tanto, de un recurso que apunta a dos objetivos, perfectamente diferencia-
dos:
c. 1) La cautela del racional y justo procedimiento mediante el pronuncia-
miento de un tribunal superior acerca de si ha habido o no respeto por las
garantías básicas en el juicio oral y en la sentencia recaída en él, de forma
que, si así no hubiere ocurrido, los anule o invalide; y
c. 2) Velar por la correcta aplicación de la ley, elemento que integra el recur-
so de casación clásico, pero extendiéndolo, en este caso, a la correcta apli-
cación del derecho, para incorporar también otras fuentes formales inte-
grantes del ordenamiento jurídico.

Como puede observarse, el recurso incorpora el tema de las garantías contenidas en los
tratados internacionales, ratificados por Chile, y actualmente vigentes, lo que constituye
toda una novedad en nuestra legislación positiva y que resulta posible al amparo del
Art. 5 de la Constitución Política de la República. Debe recordarse que la referida
norma constitucional dispone que es deber de los órganos del Estado respetar y pro-
mover los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, garantizados por
la propia Constitución, “así como por los tratados internacionales ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes”.

d)Motivos Absolutos de Nulidad.


Innovando también en esta materia, el Código Procesal Penal estableció ciertas causales
que denominó MOTIVOS ABSOLUTOS DE NULIDAD porque su ocurrencia
produce necesariamente la nulidad del juicio y de la sentencia. Así lo dice perento-
riamente el Art. 374.

El legislador ha dado por supuesto que en estos casos la sentencia dictada ha produci-
do un perjuicio cierto al recurrente, el que, además, se estima sustancial por consistir
una infracción manifiesta a las garantías procesales.
Por ejemplo, constituyen motivos absolutos de nulidad: si la sentencia hubiere sido
pronunciada por un tribunal incompetente; si la audiencia del juicio oral hubiere tenido
lugar en ausencia de algunas de las personas cuya presencia continuada se exige bajo
pena de nulidad; si al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga; si en el juicio oral se hubieren violado las disposiciones establecidas por la ley
sobre publicidad y continuidad del juicio; y si en la sentencia se hubiere omitido alguno
de los requisitos relativos a la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los

96
hechos que se dieren por probados, favorables o desfavorales al acusado y la valoración
de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones; las razones legales o
doctrinales que sirven para calificar jurídicamente los hechos y para fundar el fallo y la
resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los
delitos que la acusación les hubiere atribuido.

Es tal la importancia que se concede a estos motivos que el legislador, como una rara
excepción, permite que la Corte, DE OFICIO, acoja un recurso de nulidad deducido en
favor del IMPUTADO por una CAUSAL DISTINTA de la invocada por él, siempre
que se trate de un motivo absoluto de nulidad.

e)Causal relativa a la Valoración de la Prueba.


No obstante la crítica que formuló la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado al recurso extraordinario creado por la Cámara de Diputados
debido a la naturaleza de la causal que justificaba su interposición, y como, en todo
caso, encontró razonable su preocupación por esta materia, según se dijo, recogiendo
su inquietud, mantuvo entre los motivos absolutos de nulidad, el hecho de que la
sentencia hubiere omitido algunos de los contenidos que necesariamente deben figurar
en ella, entre los cuales se cuenta la valoración de los medios de prueba que funda-
mentaren las conclusiones acerca de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados. Se sostuvo que apreciar bien o mal la prueba no es un aspecto que esté
sujeto al control del tribunal superior, pero que “Otra cosa es la revisión que éste
puede hacer acerca de la relación lógica entre la valoración de la prueba que los
sentenciadores hacen y las conclusiones a que llegan en su fallo”.

f)La Competencia para conocer de este Recurso se entregó a dos Tribunales de


diferente clase y jerarquía.
En cuanto al tribunal que debe conocer del recurso de nulidad, siguiendo el criterio
adoptado por el recurso de casación propuesto por el Ejecutivo, el conocimiento de
este recurso se entregó a dos tribunales distintos, Corte Suprema y Cortes de Apela-
ciones, si bien, se complementó y precisó su distribución.

f. 1) Competencia de la Corte Suprema.


Se asignó competencia anulatoria a la CORTE SUPREMA para invalidar el juicio oral
y la sentencia dictada en él cuando en la tramitación del juicio o en la dictación de la
sentencia se hubieren infringido sustancialmente derechos y garantías asegurados por

97
la Constitución o por los Tratados Internacionales ratificados por Chile y actual-
mente vigentes.

Esta materia dice relación directa con las facultades de orden constitucional que son
propias de este alto tribunal.

Asimismo, se reservó a la Corte Suprema una trascendental y delicada función, la de


tratar de uniformar la aplicación e interpretación de las normas legales en caso que
existieren diferentes interpretaciones de los tribunales superiores.
La Comisión del Senado, mencionada, dejó constancia que correspondía a la Corte
Suprema “fijar estándares jurídicos básicos”, función que, se dijo, “no sólo es de
control sino que de carácter normativo”, de la cual deberían emanar ciertos criterios
que apunten a la uniforme aplicación del Derecho.

Esta competencia se relaciona con la causal de nulidad consistente en que se haga una
errónea aplicación del derecho en la sentencia con influencia en lo dispositivo del fallo.
Como dijimos, el conocimiento del recurso, cuando se funde en esta causal, le compete
a las Cortes de Apelaciones. Pues bien, el Art. 376 dispone que en los casos en que
respecto de una materia de derecho, objeto del recurso, existieren distintas interpre-
taciones sostenidas en diversos fallos emanados de tribunales superiores, le
corresponderá pronunciarse a la CORTE SUPREMA.

Si bien, es posible lograr por este medio un mayor grado de certeza, necesario para dar
seguridad y estabilidad a las relaciones jurídicas y a la manera de entender el sentido y
alcance de las normas legales, no debe olvidarse que no forma parte de la tradición ni
de la cultura jurídica chilena, el denominado “precedente” obligatorio, típico del
sistema anglo norteamericano, el que pugnaría con todo el sistema positivo nacional y
con la independencia que tienen los tribunales para interpretar la ley y el derecho al
resolver una contienda o controversia.

Por tal motivo nos permitimos expresar nuestra preocupación acerca de la forma como
se aplicará esta norma en el futuro y de las consecuencias que ello puede acarrear para
el sistema de administración de justicia de nuestro país.

98
f. 2)Competencia de las Cortes de Apelaciones.
Ya se ha dicho que para el conocimiento de este recurso, se entregó una cantidad
mayor de competencia a las Cortes de Apelaciones en desmedro de la Corte Suprema.

Como dijimos anteriormente, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Regla-


mento del Senado relacionó esta materia con el papel de la Corte Suprema. Al respecto se
sostuvo que guiados por el prestigio de este alto tribunal, “el constituyente y el legislador le
han ido entregando cada vez mayores atribuciones, tanto a ella como a los señores ministros
que la integran, cada una de las cuales puede haberse justificado plenamente en su momen-
to, pero lo cierto es que la acumulación de ellas parece haber excedido los límites que
aconsejaría la eficiencia para el buen cumplimiento de sus funciones esenciales”.

Se dejó constancia que era parecer de la Comisión dar más énfasis a la función de
gobierno judicial que compete a la Corte Suprema, y, en ese contexto, contemplar la
posibilidad de que, al menos, “en lo que concierne al conocimiento de los recursos
penales, ella quede más aliviada de su actual carga de trabajo, y en condiciones de
enfrentar de mejor manera los nuevos requerimientos derivados del aumento sustancial
de los tribunales que contempla la reforma”.
Conforme a estos razonamientos, la citada Comisión estableció, como regla general,
que la revisión de los fallos de los tribunales de juicio oral en lo penal quede
radicada en las Cortes de Apelaciones.

Sobre este particular cabe señalar que un Informe de la Comisión de Constitución; Legisla-
ción, Justicia y Reglamento del Senado, enviado a la Corte Suprema, deja constancia que
“el recurso, como concepto, encuentra su razón de ser en la garantía y no en la
jerarquía”. Es decir, agrega, “su naturaleza es la de una garantía de los derechos de las
personas, y no una simple manifestación de la potestad jerárquica del superior”.

De acuerdo con este predicamento, se concluye, se cumple mejor con el principio de


garantía entregando el conocimiento de la revisión de la sentencia dictada en el juicio
oral a las respectivas Cortes de Apelaciones antes que a la Corte Suprema, lo que,
por otra parte, tiene como resultado acercar la fecha de la revisión a la época en que
ocurrieron los hechos, satisfaciendo además, la necesidad de acercar la administración
de justicia penal a los ciudadanos.

La citada Comisión tuvo además en consideración que la solución adoptada no signifi-


caría recargar el trabajo de las Cortes de Apelaciones teniendo presente que debido a

99
las salidas alternativas del sistema el número de causas que debieran llegar a juicio oral
tendrá que ser necesariamente reducido.

Conforme a estos criterios, se entregó competencia anulatoria a las CORTES DE


APELACIONES:

– Cuando la sentencia incurriera en una errónea aplicación del derecho con


influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, causal genérica de gran ampli-
tud, que parte de la base que estos tribunales se encuentran perfectamente capaci-
tados para resolver esta materia, lo que aligerará, al mismo tiempo, la carga de
trabajo que pesaba sobre la Corte Suprema.
Como se sabe, bajo la vigencia del Código de Procedimiento Penal, corres-
pondía a este último tribunal el conocimiento del recurso de casación en el
fondo “por la aplicación errónea de la ley penal”.

– Asimismo, se asignó a las CORTES DE APELACIONES el conocimiento


del recurso cuando concurrieran los motivos absolutos de nulidad, ya refe-
ridos.

3)Sistema POSITIVO.
Para la exposición de las normas legales que se refieren a la tramitación y fallo del
recurso de nulidad nos ceñiremos, en lo posible, a un criterio cronológico.

a)Concepto.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 372, el RECURSO DE NULIDAD es el que se
concede para INVALIDAR EL JUICIO ORAL y LA SENTENCIA
DEFINITIVA, o solamente esta última, por las causales señaladas en la ley.

Es preciso consignar, no obstante, que, POR EXCEPCIÓN, el Art. 399 concede


también el recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada por el JUEZ
DE GARANTÍA cuando se utiliza el procedimiento SIMPLIFICADO. Igualmente,
el recurso de nulidad resulta procedente en contra de la sentencia definitiva dictada por
el mismo juez en el procedimiento por delitos de ACCIÓN PRIVADA, toda vez que
el Art. 405 estatuye que en lo no previsto en el título que trata de este procedimiento se
aplicarán las normas del título I del Libro Cuarto, que se refiere al procedimiento
simplificado.

100
Recordemos que la sentencia definitiva pronunciada por el juez de garantía en el
PROCEDIMIENTO ABREVIADO sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto
en el Art. 414, por el recurso de APELACIÓN, el que debe concederse en ambos
efectos.

La sentencia que acoge el recurso de NULIDAD debe declarar expresamente que


ANULA o invalida el juicio oral y la sentencia, o sólo esta última, y en el primero
de estos eventos, dispondrá que los antecedentes sean remitidos al tribunal de juicio
oral en lo penal que corresponda para la tramitación de un NUEVO JUICIO ORAL, en
reemplazo del anterior. En el segundo caso, el mismo tribunal que invalide la sentencia
debe dictar otra sentencia con arreglo a derecho.

b)Causales genéricas del Recurso.


Conforme a lo prescrito por el Art. 373, como ya se ha dicho, las causales que lo
hacen procedente, son las siguientes:
b. 1) Cuando, en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia,
se hubieren infringido sustancialmente DERECHOS O GARANTÍAS
ASEGURADOS POR LA CONSTITUCIÓN O POR LOS TRATADOS
INTERNACIONALES ratificados por Chile, que se encuentren vigentes;
b. 2) Cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una
ERRÓNEA APLICACIÓN DEL DERECHO que hubiere influido sus-
tancialmente en lo dispositivo del fallo.
Como puede observarse, de la simple lectura de las causales mencionadas aparece
claramente su naturaleza genérica. Se abandona así el sistema anteriormente empleado
en nuestra legislación con respecto a la casación en que se especificaban, con cierto
detalle, cuáles eran las causales o motivos que la hacían procedente.

Será, en definitiva, el tribunal que conozca del recurso de nulidad el que deberá decidir
si el capítulo de invalidación propuesto es suficiente o no para producir la invalidación
del juicio oral y la sentencia, o sólo de esta última, atendiendo, respectivamente, al
carácter SUSTANCIAL de la infracción de los derechos y garantías cometido en la
tramitación o en la sentencia dictada, o al hecho de si la errónea aplicación del derecho
efectuada en la misma sentencia ha influido o no SUSTANCIALMENTE en lo dispo-
sitivo de fallo.

101
c)Causales del Recurso que, a la vez, constituyen Motivos Absolutos de Nulidad.
El Art. 374, manteniendo el criterio adoptado por el recurso de casación primitivo del
proyecto, estableció motivos absolutos de nulidad, de tal manera que la existencia de
uno de ellos deviene en que el juicio penal oral o la sentencia dictada en él deberán ser
necesariamente anulados.
Incluso se concedió a la Corte, como se ha dicho, la facultad para invalidar DE
OFICIO el juicio penal oral o la sentencia cuando concurra alguno de estos motivos,
aún cuando no hayan sido invocados por el recurrente, siempre que el recurso se
hubiere deducido en favor del IMPUTADO.

De acuerdo con lo expresado, el juicio y la sentencia SERÁN SIEMPRE


ANULADOS:
c. 1) Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o
no integrado por los jueces designados por la ley;
c. 2) Cuando hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la concurren-
cia de un juez de tribunal de juicio oral en lo penal legalmente implicado, o
cuya recusación estuviere pendiente o hubiere sido declarada por tribunal
competente;
c. 3) Cuando hubiere sido acordada por un menor número de votos o pronunciada
por un menor número de jueces que el requerido por la ley, o con la concu-
rrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio;
c. 4) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna
de las personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los
artículos 284 y 286: jueces de garantía, fiscal y defensor del imputado;
c. 5) Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga;
c. 6) Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas
por la ley sobre publicidad y continuidad del juicio;
c. 7) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos
en el Art. 342, letras c), d) y e); y
c. 8) Cuando la sentencia se hubiere dictado en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada.

102
d)Defectos no esenciales.
El Art. 375, dispone que NO CAUSAN NULIDAD los errores de la sentencia recurri-
da que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá
corregir los que advirtiere durante el conocimiento del recurso.

e)Preparación del Recurso.


El Art. 377 establece que si la infracción invocada como motivo del recurso se refiere a
una ley que REGULARE el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien
lo entable hubiere reclamado oportunamente del vicio o defecto.

No será necesaria la reclamación del inciso anterior:


e. 1) Cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos de nulidad con-
templados en el Art. 374;
e. 2) Cuando la ley no admitiere recurso alguno en contra de la resolución que
contuviere el vicio o defecto;
e. 3) Cuando éste hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la
sentencia que se tratare de anular; y
e. 4) Cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte
después de pronunciada la sentencia.

f)Tribunal ante el cual se interpone. Plazo.


El Art. 372 dispone que el recurso de nulidad deberá interponerse por escrito, dentro
de los DIEZ DÍAS siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal
que hubiere conocido del juicio oral para ante la Corte que corresponda.

g)Tribunal Competente para conocer del Recurso.


El recurso de nulidad tiene la particularidad, como se ha expresado, que puede ser
conocido en algunos casos por la Corte Suprema y en los demás, por la Corte de
Apelaciones que corresponda.

g. 1) El conocimiento del recurso que se fundare en la causal prevista en el Art.


373, letra a), esto es, cuando se hubieren infringido sustancialmente dere-
chos o garantías asegurados por la Constitución y por los Tratados inter-
nacionales, corresponderá a la Corte Suprema.

103
g. 2) El conocimiento de los recursos que se fundaren en las causales señaladas
en el Art. 373, letra b), o sea, cuando se hubiere hecho una errónea aplica-
ción del Derecho en la sentencia; y en el Art. 374, esto es, con respecto a
las causales que constituyen un motivo absoluto de nulidad, corresponde-
rá a las respectivas Cortes de Apelaciones.

El Art. 376 previene que, sin embargo, cuando el recurso de nulidad de fundare en
haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho que hubiere influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, y respecto de esta materia, existieren distin-
tas interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales supe-
riores, su conocimiento le corresponderá a la Corte Suprema.

La excepción señalada tiene, como expresamos, el manifiesto propósito de tratar de


uniformar la jurisprudencia a través de obtener el pronunciamiento de la Corte Supre-
ma sobre una determinada aplicación o interpretación de una disposición legal cuando
ella haya sido objeto de distintas interpretaciones por diversas Cortes de Apelaciones.

La misma norma prescribe que, igualmente, corresponderá a la Corte Suprema el


conocimiento del recurso si éste se fundare en distintas causales y por aplicación de las
reglas anteriores debiere conocer de, al menos, una de ellas dicho tribunal, lo que lo
obligará a pronunciarse sobre todas.

Idéntico predicamento se adoptará si se dedujeren distintos recursos de nulidad contra


la sentencia y entre las causas que los fundaren hubiere una respecto de la cual
correspondiere conocer a la Corte Suprema.

h)Requisitos del escrito de interposición.


El recurso de nulidad deberá ser deducido, POR ESCRITO, y en él se consignarán los
FUNDAMENTOS del mismo y las PETICIONES CONCRETAS que se someten al
fallo del Tribunal.
El recurso podrá fundarse en más de una causal y, si así ocurriere, deberá indicarse si se
invocan conjunta o subsidiariamente. En todo caso, cada motivo de nulidad deberá ser
fundado separadamente.

Cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373, letra b) –errónea


aplicación del derecho– y el recurrente sostuviere que por aplicación del inciso tercero

104
del Art. 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema, deberá indicar,
además, en forma precisa, los fallos en que se hubieren sostenido las distintas interpre-
taciones que invoca y acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se
hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas.

El Art. 379 dispone que interpuesto el recurso no se podrán invocar nuevas causales.

i)Efectos de la interposición del recurso.


En virtud de lo dispuesto en el Art. 379 la interposición del recurso de nulidad suspen-
de los efectos de la sentencia CONDENATORIA recurrida.
Si la sentencia no tuviere este carácter, la interposición del recurso no suspenderá la
ejecución de la decisión.

j)Admisibilidad del recurso en el tribunal a quo.


Interpuesto el recurso, el tribunal de juicio oral en lo penal recurrido, se pronunciará
sobre su admisibilidad.
La inadmisibilidad sólo podrá fundarse:
j. 1) en haberse deducido el recurso en contra de una resolución que no fuere im-
pugnable por este medio; o
j. 2) en haberse deducido fuera de plazo.
La resolución que declarare la inadmisibilidad será susceptible de REPOSICIÓN
dentro de tercero día.

k)Antecedentes que deben remitirse una vez concedido el recurso.


Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte copia de la sentencia definitiva, del
registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se
impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso.

l)Admisibilidad del recurso en el tribunal ad quem.


Transcurrido el plazo de cinco días previsto en el Art. 382, el tribunal ad quem se
pronunciará, EN CUENTA, acerca de la admisibilidad del recurso.
Lo declarará inadmisible por los mismos motivos que el tribunal a quo y además, si el
escrito de interposición careciere de fundamentos de hecho y de derecho o de peticio-
nes concretas, o el recurso no se hubiere preparado oportunamente en los casos en que
debió serlo.

105
Sin embargo, existen situaciones especiales en que no obstante que el recurso se ha
deducido para ante la Corte Suprema, ella no se pronunciará sobre su admisiblidad,
sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte de Apelacio-
nes respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo.
Estos casos son los siguientes:
l. 1) Si el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373, letra a) –infrac-
ción sustancial de derechos y garantías asegurados por la Constitución o por
los Tratados Internacionales, ratificados por Chile, actualmente vigentes– y la
Corte Suprema estimare que, de ser efectivos los hechos invocados como
fundamento, serían constitutivos de algunas de las causales señaladas en el
Art. 374, esto es, los motivos absolutos de nulidad;

l. 2) Si respecto del recurso fundado en la causal del Art. 373, letra b) –errónea
aplicación del derecho– la Corte Suprema estimare que no existen distintas
interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aún existien-
do, ellas no fueren determinantes para la decisión de la causa; y

l. 3) Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del Art. 376 –que son
aquellos en que la Corte Suprema debe conocer del recurso porque una de las
causales invocadas en uno o más recursos de nulidad deducidos es de su
conocimiento lo que la obliga a pronunciarse sobre todas ellas– dicho tribu-
nal estimare que, al mismo tiempo, concurre respecto de los motivos de nuli-
dad invocados algunas de las situaciones previstas en las letras a) y b) del artí-
culo 383.
O sea, cuando concurre alguno de los motivos absolutos de nulidad o la Corte
Suprema estima que aún existiendo diferentes interpretaciones respecto de una
disposición legal por distintos tribunales ellas no fueren determinantes para la deci-
sión de la causa. En estos casos no debe pronunciarse sobre su admisiblidad
sino que debe disponer que el o los recursos sean remitidos a la Corte de Apela-
ciones que corresponda para que, si los estima admisibles, los conozca y falle.

m)Actuaciones previas al conocimiento del recurso.


El Art. 382 dispone que ingresado el recurso a la Corte, se abrirá un plazo de CINCO
DÍAS para que las demás partes soliciten que se lo declare inadmisible o le formulen
observaciones por escrito.

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Hasta antes de la audiencia en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la
designación de un defensor penal público con domicilio en la ciudad asiento de la
Corte, para que asuma su representación, cuando el juicio oral se hubiere desarrollado
en una ciudad distinta.

n)Adhesión al recurso.
Los demás intervinientes podrán ADHERIR al recurso de nulidad interpuesto y para
ello dispondrán del plazo de CINCO DÍAS abierto en el tribunal ad quem, ya mencio-
nado.
La adhesión deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer el
recurso de nulidad y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte.

ñ)Vista del Recurso.


Con respecto a la Vista del Recurso rigen las reglas contenidas en los Art. 356, 357 y
358, que ya hemos examinado a propósito del estudio de las normas generales sobre
los recursos y cuando tratamos en especial del recurso de apelación.
Recordemos que existen normas muy estrictas con respecto a la posibilidad del tribunal y de
las partes para suspender la audiencia decretada. A ello se refieren los Arts. 356 y 357.

Recordemos, además, que la vista de la causa se hará en AUDIENCIA PÚBLICA, la


que se iniciará con el anuncio, tras lo cual, sin mediar relación –en este punto nos
remitimos íntegramente a lo expresado precedentemente– se otorgará la palabra a los
recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones
concretas que formularen.

Luego podrán intervenir los recurridos, y, finalmente, se volverá a ofrecer la palabra a


todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate.
Es importante recordar que, durante el debate, cualquiera de los miembros del tribunal
podrá formular preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen
su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.

o)Prueba en el Recurso de Nulidad.


El Art. 359 que, no obstante hallarse ubicado entre las disposiciones generales de los
recursos, únicamente se refiere a la prueba en el recurso de nulidad, prescribe que esta

107
prueba podrá producirse “sobre las circunstancias que constituyeren la causal invocada,
siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso”.
Esta prueba se recibirá en la audiencia en que se produzca la vista del recurso conforme
a las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso alguno, agrega el citado
Art. 359, la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspen-
sión de la audiencia.
Como la norma mencionada no dio más detalles acerca de la naturaleza de la prueba
ofrecida, de su forma de producirla e incorporarla a la audiencia, tendremos que
remitirnos a las normas del juicio oral en esta materia, atendiendo lo dispuesto en el
Art. 361.

Concluido el debate y la recepción de la prueba ofrecida, en caso que la hubiere, se


pondrá término a la vista del recurso.

p)Fallo del recurso.


La Corte Suprema o la Corte de Apelaciones que corresponda, deberán fallar el
recurso dentro de los VEINTE DÍAS siguientes a la fecha en que hubieren terminado
su conocimiento.

En la SENTENCIA, el tribunal expondrá los fundamentos que sirvieren de base a su


decisión; deberá pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere el
recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido
suficientes, y, finalmente emitirá pronunciamiento acerca de si es nulo o no el
JUICIO ORAL y la SENTENCIA definitiva reclamados, o si solamente es nula
dicha sentencia, en los casos que se indican en el Art. 385.

Como dijimos anteriormente, la Corte, en forma excepcional, y actuando DE OFICIO,


puede acoger el recurso que se hubiere deducido en favor del IMPUTADO por una
causal distinta de la invocada por el recurrente, siempre que se tratare de uno de los
motivos absolutos de nulidad, ya referidos.

q)Nulidad de la Sentencia.
La Corte podrá invalidar SOLO LA SENTENCIA y dictar, sin nueva audiencia, pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se ajustare a la ley si la causal de
nulidad no se refiriere a formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se
hubieren dado por probados, sino que se debiere a:

108
o. 1) Que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considera-
re tal;
o. 2) Que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no procediere aplicar
pena alguna; o
o. 3) Que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la que legalmente co-
rrespondiere.

r)Nulidad del Juicio Oral y de la Sentencia.


El Art. 386 dispone que salvo los casos mencionados en el Art. 385, si la Corte acogie-
re el recurso: ANULARÁ LA SENTENCIA Y EL JUICIO ORAL; determinará el
estado en que hubiere de quedar el procedimiento; y ordenará la remisión de los
autos al tribunal NO INHABILITADO que correspondiere, para que éste disponga la
REALIZACIÓN DE UN NUEVO JUICIO ORAL.

El inciso final de la norma referida previene que no será obstáculo para que se ordene
un nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o
defecto cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia.
Como puede observarse, se trata de una situación especial, dado que, no obstante que
el vicio o defecto se produjo en la sentencia que se invalida, el tribunal superior se
encuentra facultado para anular todo lo obrado en el juicio y para disponer que se
realice uno nuevo por el tribunal no inhabilitado que corresponda.

s)Improcedencia de Recursos contra la Sentencia que falla el recurso de Nulidad.


El Art. 387 dispone que la resolución que fallare un recurso de nulidad no será suscep-
tible de recurso alguno, sin perjuicio de la REVISIÓN de la sentencia condenatoria
firme que pudiere hacer la Corte Suprema en conformidad con lo dispuesto en el Art.
473.

Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo


juicio que deba realizarse como consecuencia de la resolución que hubiere acogido el
recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia fuere condenatoria y la que se hubiere
anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad en favor del acusado,
conforme a las reglas generales.

109
I. –REVISIÓN DE LAS SENTENCIAS FIRMES.

1)Consideraciones de orden General.


a)Concepto.
Es el recurso extraordinario que se interpone ante la Corte Suprema para
INVALIDAR las sentencias judiciales FIRMES en que se hubiere condenado a una
persona por un crimen o simple delito, en los casos y con los requisitos señalados
determinadamente en la ley.

Este recurso existe en términos similares en el Código de Procedimiento Penal, Arts.


657 a 667, y había sido propuesto igualmente por el Ejecutivo en el Proyecto de
Código Procesal Penal remitido al Congreso.
Procede únicamente en contra de las sentencias judiciales, firmes, de carácter
CONDENATORIAS.

Se estima en doctrina que la REVISIÓN no es propiamente un recurso procesal, toda


vez que la sentencia en contra de la cual se dirige ya se encuentra ejecutoriada.
Se trataría, con mayor propiedad, de una acción que pretende ENERVAR el cumpli-
miento de una sentencia. Consecuente con este principio, la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia y Reglamento del Senado cambió de ubicación las disposiciones
que lo regulan, trasladándolas al Título VIII del Libro IV, que trata precisamente de la
ejecución de las sentencias firmes.

No obstante, por razones didácticas nosotros trataremos de la REVISIÓN al final de


los recursos.

b)Restricción de los motivos que autorizan la Revisión.


Habiendo tomado conocimiento la mencionada Comisión que se presentan muchas
solicitudes ante la Corte Suprema pidiendo la Revisión de sentencias criminales, sin real
justificación, decidió ampliar las facultades de ésta para rechazarlas de plano, siempre
que así se acuerde por la UNANIMIDAD del tribunal cuando las sentencias adolezcan
de notoria falta de fundamento. Lo establece el inciso tercero del Art. 475.

110
2)Sistema POSITIVO.
a)Casos en que procede la Revisión.
El Art. 473 prescribe que la Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las
sentencias definitivas firmes en que SE HUBIERE CONDENADO a una persona
por un crimen o simple delito, para ANULARLAS, en los casos siguientes:
a. 1) Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo con-
denas dos o más personas por un mismo delito que no hubiere podido ser
cometido más que por una sola;
a. 2) Cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encu-
bridor del homicidio de una persona cuya existencia se comprobare des-
pués de la condena;
a. 3) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada
en un documento o en el testimonio de una o más personas, siempre que
dicho documento o dicho testimonio hubieren sido declarados falsos por
sentencia firme en causa criminal;
a. 4) Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se des-
cubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante
el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la ino-
cencia del condenado; y
a. 5) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia
de prevaricación o cohecho del juez que la hubiere dictado o de uno o más
de los jueces que hubieren concurrido a su dictación, cuya existencia hu-
biere sido declarada por sentencia judicial firme.

b)Plazo y Titulares de la solicitud de Revisión.


El Art. 474 dispone que la revisión de la sentencia firme podrá ser pedida por el minis-
terio público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o
hermanos de éste.
Asimismo, podrá interponer dicha solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus
herederos, cuando el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria.

c)Tribunal ante el cual se Interpone.


Este recurso se interpone directamente en la Secretaría de la Corte Suprema, en
cualquier tiempo luego que la sentencia condenatoria recurrida haya quedado ejecuto-
riada.

111
d)Formalidades de la solicitud de Revisión.
El Art. 475 previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento legal
y se acompañará copia fiel de la sentencia cuya anulación se solicitare y los documentos
que comprobaren los hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de la letra b) del Art. 473, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de
homicidio de una persona cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la
solicitud deberá indicar los medios con los que se intentare probar que la persona
víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la sentencia
la supone fallecida.

Si la causal invocada fuere la de la letra d), esto es, cuando, con posterioridad a la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho o apareciere algún docu-
mento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para
establecer la inocencia del condenado, el peticionario deberá indicar el hecho o el
documento cuya existencia no se conoció durante el proceso; expresará los medios
con que se pretendiere acreditar el hecho; y acompañará, en su caso, el documento
o, si no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y archivo en que
se encuentra.
La solicitud que no se conformare con estas prescripciones o que adolezca de mani-
fiesta falta de fundamento SERÁ RECHAZADA DE PLANO, decisión que deberá
tomarse por la unanimidad del tribunal.

e)Efectos de la presentación de la solicitud de Revisión.


De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 477, la solicitud de revisión no suspenderá el
cumplimiento de la sentencia que se intentare anular, a menos que el fallo impusiere
la pena de muerte. Actualmente, como hemos expresado, no existe la pena de muerte
por haber sido derogada por la ley Nº 19. 734 de 5 de Junio de 2001.
Con todo, si el tribunal lo estimare conveniente, en cualquier momento del trámite
podrá suspender la ejecución de la sentencia recurrida y aplicar, si correspondiere,
alguna de las medidas cautelares personales a que se refiere el párrafo 6º del Título V
del Libro Primero.

112
f)Tramitación.
APARECIENDO INTERPUESTA EN FORMA LEGAL, se dará traslado de la
petición al fiscal, o al condenado si el recurrente fuere el ministerio público; enseguida
se mandará traer la causa en relación, y, vista en la forma ordinaria, se fallará sin más
trámite.

g)Improcedencia de la prueba testimonial.


El Art. 476 previene que no podrán probarse por testigos los hechos en que se funda la
solicitud de revisión.

Esta norma tiene una explicación que no dice relación estrictamente con la naturaleza
de la prueba mencionada sino que con la dificultad práctica de producirla, toda vez que
tratándose de una prueba que podría referirse a un hecho establecido en un juicio oral,
debería rendirse ante el tribunal en su conjunto y no solo ante uno de sus ministros, lo
que podría provocar problemas por el tiempo que debería destinarse a la práctica de
esta sola diligencia.

h)Decisión del Tribunal.


Conforme a lo prescrito por el Art. 478, la resolución de la Corte Suprema que acogie-
re la solicitud de revisión declarará la NULIDAD DE LA SENTENCIA.

Además, si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la inocencia del


condenado, el tribunal dictará, acto seguido y sin nueva vista pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que corresponda; en caso contrario, ordenará la realización
de un nuevo juicio por tribunal no inhabilitado que corresponda

Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado quien hubiere
solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de
la indemnización a que se refiere el Art. 19, Nº 7º, letra i) de la Constitución Política de
la República.

i)Efectos de la Sentencia que declarare la Inocencia del Condenado.


El Art. 479 dispone que si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere
nuevo juicio, la que pronunciare el tribunal que conociere de él, comprobare la
completa inocencia del condenado por la sentencia anulada, éste podrá exigir que
dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y que se devuelvan,

113
por quien las hubiere percibido, las sumas de dinero que hubiere pagado en razón de
multas, costas e indemnización de perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada,
esto último, en consonancia con lo prescrito en el Art. 19, Nº7º, letra i), de la Constitu-
ción.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será
conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario.

Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere
fallecido.

Además la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de


la inhabilitación.

j)Información de la revisión en un nuevo juicio.


Si el ministerio público resolviere formalizar la investigación de los mismos hechos
sobre los cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia
respectiva copia fiel del fallo que acogió la revisión solicitada.

114
6. –EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS CONDENATORIAS.

1)Oportunidad para Decretar el Cumplimiento y Normas Aplicables.


El Art. 467 estatuye que la ejecución de las sentencias penales con respecto a sus
decisiones en materia criminal, se efectuará con arreglo a las disposiciones del Título
VIII del Código Procesal Penal y conforme a las normas establecidas en el Código
Penal y demás leyes especiales.

Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando se encon-
traren EJECUTORIADAS.
Cuando la sentencia se hallare firme, el tribunal decretará UNA a UNA todas las
diligencias y comunicaciones que se requirieren para dar total cumplimiento al fallo.

Por mandato de la letra f) del Art. 14 del Código Orgánico de Tribunales, intercalada
por la Ley Nº 19.708 de 5 de Enero de 2001, la ejecución de las condenas crimina-
les, al igual que la ejecución de las medidas de seguridad, le corresponden al JUEZ DE
GARANTÍA, aún cuando el fallo lo hubiere dictado el tribunal de juicio oral en lo
penal.

2)Ejecución de las Penas Privativas y Restrictivas de Libertad.


Debemos recordar que de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 348, la sentencia
CONDENATORIA deberá fijar las penas y pronunciarse sobre la eventual aplica-
ción de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad
previstas en la ley.

La sentencia que condenare a una pena TEMPORAL deberá expresar, con toda
precisión, el día desde el cual comenzará ésta a contarse y fijará, asimismo, el
abono que deba computarse a dicha pena.

Cuando el condenado debiere cumplir una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD, el


tribunal remitirá copia de la sentencia, con el atestado de hallarse firme, al estableci-
miento penitenciario correspondiente, DANDO ORDEN DE INGRESO. Si el conde-
nado estuviere en libertad, el tribunal ordenará inmediatamente su aprehensión y, una
vez efectuada, remitirá la copia referida y decretará la orden de ingreso.

115
Si la sentencia hubiere concedido una medida ALTERNATIVA a las penas privativas o
restrictivas de libertad consideradas en la ley, remitirá copia de la sentencia a la institu-
ción encargada de su ejecución material.

3)Multas y Comisos.
El citado Art. 348 previene que la sentencia condenatoria dispondrá también el
COMISO de los instrumentos o efectos del delito o su RESTITUCIÓN, cuando fuere
procedente.

El inciso final del Art. 467, agrega que el tribunal ordenará y controlará el efectivo
cumplimiento de las MULTAS y COMISOS impuestos en la sentencia.

El Art. 469, por su parte, dispone que los dineros y otros valores decomisados se
destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.

Si el tribunal estimare necesario ordenar la DESTRUCCIÓN de las especies decomisa-


das, por ejemplo, las especies falsificadas, las resultantes de las infracciones a la ley de
marcas o ley de propiedad intelectual, ésta se llevará a cabo bajo la responsabilidad
del administrador del tribunal, salvo que se lo encomendare a otro organismo
público.

Las demás especies decomisadas se pondrán a disposición de la Dirección General de


Crédito Prendario para que proceda a su enajenación en subasta pública, o a des-
truirlas si carecieren de valor. El producto de la enajenación tendrá el mismo destino ya
señalado.

4)Cauciones.
En cuanto a las CAUCIONES, ellas serán ejecutadas en conformidad con el Art. 147,
cuando procediere, y el tribunal dirigirá las comunicaciones que correspondiere a los
organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la ejecución de lo resuelto.
Conforme al Art. 147, las cauciones deberán ser ejecutadas de acuerdo con las reglas
generales, entregándose el monto obtenido a la Corporación Administrativa del
Poder Judicial. Si la caución no consistiere en dinero o valores, actuará como ejecu-
tante el Consejo de Defensa del Estado, para lo cual el tribunal procederá a poner los
antecedentes en su conocimiento, oficiándose al efecto.

116
5)Especies Retenidas y No Decomisadas.
Con respecto a las cosas corporales muebles retenidas y no decomisadas que se encon-
traren a disposición del tribunal, sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo
titular después de seis meses desde la fecha de la resolución FIRME que hubiere puesto
término al juicio, ellas tendrán el siguiente destino:
a) Si se tratare de ESPECIES, el administrador del tribunal, previo acuerdo del
comité de jueces, las venderá en pública subasta. Los remates se podrán
efectuar dos veces al año.
El producto del remate se destinará a la Corporación Administrativa del Po-
der Judicial
b) Si se tratare de DINERO o VALORES, ellos tendrán, igualmente, el destino
señalado en la letra anterior.
Si se hubiere decretado el sobreseimiento temporal o la suspensión condicional del
procedimiento, el plazo de seis meses aludido se extenderá hasta un año.
En el mes de Junio de cada año calendario, los tribunales con competencia en materia
criminal presentarán a la respectiva Corte de Apelaciones un informe detallado acerca
del destino dado a las especies que hubieren sido puestas a disposición del tribunal.

Esta norma se refiere a aquellas especies que se ponen a disposición del tribunal, sea
porque se encuentran en poder del imputado, sin pertenecerle, o son producto de
delitos contra la propiedad pero se ignora a quién pertenecen.

6)Ejecución Civil.
Como ya tuvimos oportunidad de ver, el inciso final del Art. 171 del Código Orgánico de
Tribunales, luego de la modificación introducida por la ley Nº19.708 de 5 de Enero de 2001,
dispone que será competente para conocer de la EJECUCIÓN de la DECISIÓN CIVIL de
las sentencias definitivas dictadas por jueces con competencia criminal, el TRIBUNAL
CIVIL que corresponda de acuerdo con las reglas generales.

Como dijimos, esta regla de competencia altera por completo el sistema vigente y
simplifica enormemente el cumplimiento de las sentencias criminales, ya que dicha
ejecución sólo podrá referirse a las decisiones relativas a materias penales.
Como es obvio, y dado que del cumplimiento de la decisión civil conocerán los jueces
de letras con competencia civil, corresponderá aplicar a esta ejecución las disposiciones
que sobre el particular establece el Código de Procedimiento Civil.
Así lo dispone el Art. 472.

117
7. –ENTRADA EN VIGENCIA DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL.

1)Respecto de Hechos Acaecidos en el País.


El Art. 483 del Código Procesal Penal, establece la REGLA GENERAL en esta
materia, al preceptuar que las disposiciones de este Código se aplicarán A LOS
HECHOS ACAECIDOS CON POSTERIORIDAD A SU ENTRADA EN
VIGENCIA.
Los hechos ilícitos ocurridos con ANTERIORIDAD continuarán investigándose de
acuerdo con las normas del Código de Procedimiento Penal.

Al respecto resulta útil consultar lo que ya expresamos en el párrafo signado “B.–”,


relativo a la entrada en vigencia del nuevo Código, pág. 45 del Tomo I de este trabajo,
con excepción de las fechas allí indicadas, las que fueron modificadas por la ley Nº
19.762, según se dirá.

El Art. 484 dispone que esta entrada en vigencia será GRADUAL en las distintas
Regiones del País y que se hallará sujeta al término de los plazos que establece el Art.
4º transitorio de la Ley Nº 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público.
La ley Nº 19.762, publicada en el Diario Oficial el 13 de Octubre de 2001, modificó los
Arts. 4º transitorio de la ley 19.640 y los incisos segundo y tercero del Art. 484 del
Código Procesal Penal, que se referían a esta materia.
Conforme a estas modificaciones la entrada en vigencia del nuevo Código para las
diversas Regiones del país SE CEÑIRÁ AL SIGUIENTE CALENDARIO:
a) COQUIMBO y ARAUCANÍA, desde el 16 de Diciembre de 2000;
b) ANTOFAGASTA, ATACAMA y EL MAULE, desde el 16 de Octubre de
2001;
c) TARAPACÁ, AYSÉN DEL GENERAL CARLOS IBÁÑEZ DEL
CAMPO, Y MAGALLANES Y LA ANTÁRTICA CHILENA, desde el 16
de Diciembre de 2002;
d) VALPARAÍSO, LIBERTADOR GENERAL BERNARDO O. HIGGINS,
BÍO–BÍO y LOS LAGOS, desde el 16 de Diciembre de 2003; y
e) REGIÓN METROPOLITANA DE SANTIAGO, desde el 16 de Diciembre
de 2004.

118
2)Respecto de Hechos Acaecidos en el Extranjero.
El Art. 485 prescribe que respecto de los hechos ocurridos en el EXTRANJERO, que
fueren de competencia de los tribunales chilenos, este Código se aplicará a partir de su
entrada en vigencia para la Región Metropolitana de Santiago, o sea, desde el 16 de
Diciembre de 2004. La razón de esta regla de competencia radica en la circunstancia de
que el Art. 167 del Código Orgánico de Tribunales le entrega competencia para
conocer de estos delitos a los tribunales de SANTIAGO, de acuerdo a un sistema de
turnos que regula un Auto Acordado de la Corte de Apelaciones de Santiago de 27 de
Enero de 1975.

Asimismo, se aplicará a partir de esa fecha, a las solicitudes de EXTRADICIÓN


PASIVA y detenciones previas a las mismas que recibiere la Corte Suprema. En
consecuencia, los ministros de esa Corte a quienes, en virtud del Art. 52 Nº 3 del
Código Orgánico de Tribunales, correspondiere conocer de las extradiciones pasivas
solicitadas con anterioridad, continuarán aplicando el procedimiento establecido en el
Código de Procedimiento Penal.

3)Reglas para la Aplicación de Penas ordenadas por Tribunales sujetos a distin-


tos Procedimientos.
Si una persona hubiere cometido distintos hechos, debido a los cuales fuere juzgada
por un juzgado de letras del crimen o con competencia en lo criminal, con sujeción al
Código de Procedimiento Penal, y también lo fuere por un juzgado de garantía o un
tribunal de juicio oral en lo penal conforme al Código Procesal Penal, en el pronuncia-
miento de las sentencias condenatorias que se dictaren con posterioridad a la primera,
se estará a lo previsto en el Art. 164 del Código Orgánico de Tribunales.

Recordemos que conforme a esta norma, cuando se dictaren distintas sentencias


condenatorias en contra de un mismo imputado, los tribunales que pronunciaren los
fallos posteriores al primero, no podrán considerar las circunstancias modificatorias
que, de haberse acumulado los procesos, no se hubieren podido tomar en cuenta.
Deberán, asimismo, regular la pena de modo tal que el conjunto de ellas no pueda
exceder de la que le hubiere correspondido de haberse juzgado conjuntamente los
delitos.

119
BIBLIOGRAFÍA

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CRIMINAL”. Ricardo Rivadeneira M., Jorge Ríos Torres, Alberto Binder,
José María Paz Rubio, Miguel Soto Piñeiro, Juan Bustos Ramírez y Juan
E. Vargas V., Edit. Fundación Paz Ciudadana, Universidad Diego Portales y
C.P.U.,1994.

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nos Aires, 1994.

3.-“PROPUESTA ANTEPROYECTO NUEVO CÓDIGO DE


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na, Corporación de Promoción Universitaria, Edit. C.P.U., Enero de 1995.

4.-“MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. PROYECTO DE


LEY QUE ESTABLECE EL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL.”
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5.-“LA IMPLEMENTACIÓN DE LA REFORMA PROCESAL PENAL”,


Joan Safford, Alberto Binder, Miguel Angel Caminos, Marzo Fabri y
Daniel González, C.D.J./C.P.U. y N.C.S.C., 1996.

6.-“INFORME” DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN


Y JUSTICIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, relativo al Proyecto de
Ley sobre el CÓDIGO PROCESAL PENAL., Enero de 1998.

7.-“INFORME” DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN,


JUSTICIA Y REGLAMENTO DEL SENADO recaído en segundo trámite de
Proyecto de Ley que crea el CÓDIGO PROCESAL PENAL, Boletín del
Senado 1630-07, Julio de 1998.

8.-“TRATADOS INTERNACIONALES VIGENTES EN CHILE EN


MATERIA DE DERECHOS HUMANOS”, 2 tomos, Editado por el Diario
Oficial, Marzo de 1999.

9.-“LA FUNCIÓN DEL JUEZ EN EL JUICIO ORAL” Andrés Baytelman A.


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10.-“LOS DESAFIOS EN LAS RELACIONES POLICIA MINISTERIO


PÚBLICO”. Publicación del Seminario Procesal Penal patrocinado por el

121
Ministerio de Justicia, Universidad Central de Chile, Centro de Desarro-
llo Jurídico Social, Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones de
Chile. Publicado por C.D.J.S. de la Corporación de Promoción Universitaria,
Diciembre de 1999.

11.-“DERECHO PROCESAL PENAL ARGENTINO”, Tomo I. ( Vol. A),


Julio Maier, Apéndice: “CÓDIGO PROCESAL PENAL MODELO PARA
IBEROAMERICA”, Editorial Hammurabi, S.R.L. Buenos Aires, 1989.

12.-“INFORME” DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN,


JUSTICIA Y REGLAMENTO DE SENADO de 1999, relativo al Proyecto de la
Ley N° 19.665, que modificó el Código Orgánico de Tribunales.

13.-“LITIGACIÓN PENAL EN JUICIOS ORALES”, Andrés Baytelman A.


y Mauricio Duce J., Universidad Diego Portales, Enero de 2000.

14.-“EL NUEVO PROCESO PENAL”, Cristián Riego, Alex Carocca,


Mauricio Duce, Andrés Baytelman y Juan Enrique Vargas, Cuadernos de
Trabajo N° 2, Universidad Diego Portales, Marzo de 2000.

15.-“CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE CHILE”,


ACTUALIZADA A JUNIO 2000, Leyes Anotadas y Concordadas, Edit. por
Diario Oficial, Junio de 2000.

16.-“INFORME” DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN,


JUSTICIA Y REGLAMENTO DEL SENADO, relativo al Proyecto de Ley sobre
el CÓDIGO PROCESAL PENAL, Junio de 2000.

17.-“EL MINISTERIO PÚBLICO EN EL PROCESO PENAL”, Julio B.J.


Maier, Claus Roxin, Maximiliano A. Rusconi:, Fabricio O. Guariglia y
Otros, Edit. AD-HOC, Buenos Aires, Septiembre de 2000.

18.-“CÓDIGO PROCESAL PENAL, ANOTADO Y CONCORDADO”, Emilio


Pfeffer Urquiaga, Editorial Jurídica de Chile, Enero de 2001.

19.-“MANUAL DEL NUEVO PROCEDIMIENTO PENAL”. Sabas Chahuán


Sarrás. Edit. Jurídica Cono Sur Ltda., Mayo de 2001.

20.-“MANUALES DE PROCESOS DE COORDINACIÓN INTE


RINSTITUCIONAL”, Comisión de Coordinación de la Reforma Procesal
Penal Secretaría Ejecutiva, Septiembre de 2001.

122
21.-“APUNTES NECESARIOS PARA LA ELABORACIÓN DE UN FALLO
DE UN TRIBUNAL ORAL EN LO PENAL” Francisco Hermosilla Iriarte.
trabajo de investigación sin publicar, Noviembre de 2001.

22.-“MANUAL DE PROCESOS DE COORDINACIÓN INSTER-


INSTITUCIONAL, FUNCIONES DEL TRIBUNAL ORAL EN LO PENAL”,
Mauricio Duce y Juan Enrique Vargas.

123
ANEXOS
ANEXO I

INSTRUCCIONES SOBRE EL RECURSO DE APELACIÓN

"OFICIO N° 003264/
TRANSCRIBE ACUERDO

Santiago, 17 de enero de 2001

Para su conocimiento transcribo a US., el acuerdo del Tribunal Pleno de esta


Corte Suprema de 10 de enero en curso, que es del siguiente tenor:

“En Santiago a diez de enero de dos mil uno, se reunió esta Corte Suprema
presidida por su titular, don Hernán Alvarez García y con asistencia de los
Ministros señores Servando Jordán López, Osvaldo Faúndez Vallejos, Oscar
Carrasco Acuña Mario Garrido Montt, Marcos Libedinsky Tchorne, Eleodoro
Ortiz Sepúlveda, José Benquis Camhi, Enrique Tapia Witting, Jorge Rodríguez
Ariztia, Enrique Cury Urzúa, José Luís Pérez Zañartu, Orlando Alvarez Her-
nandezbano Marín Vallejos, Humberto Espejo Zúñiga y Jorge Medina Cue-
vas”.

“Para establecer una implementación y coordinación unitaria de las diversas


disposiciones sobre el recurso de apelación del Código Procesal Penal, del
Código de Procedimiento Civil y del Código Orgánico de Tribunales, a la cual
deben atenerse los diversos tribunales del país, se imparten –por ahora y sin
perjuicio de su revisión en el futuro– las siguientes instrucciones:

1. El plazo establecido en el articulo 366 para interponer el recurso estatal,


corrido e improrrogable, sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo 14,inciso
segundo (vencimiento del plazo en día feriado) y en el articulo 17(hecho no
imputable, defecto en la notificación, caso fortuito y otros).

2. La apelación debe deducirse por escrito, con fundamento y conteniendo las


peticiones concretas que se formulen (art.367); por consiguiente no puede
apelarse, aun fundando el recurso, oralmente en las audiencias orales.

127
El imputado privado de libertad queda sujeto a la misma obligación, en conse-
cuencia, no es admisible una apelación verbal que pudiere deducir al momento
de notificarse de alguna resolución que fuere apelable.

Si no se cumplen los requisitos señalados por el articulo 367, la apelación es


inadmisible (art. 201 del CPC en relación con el art.52 del CPP)
El recurrente deberá cumplir también con lo dispuesto por el articulo 31 del
Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie por el articulo 52 del
Código Procesal Penal (acompañamiento del escrito con las copias necesarias
para notificar).

3. La orden de no innovar (art.192 inc. 20 y 30 del CPC) no procede en las


apelaciones regladas por el Código Procesal Penal, por estar en contraposición
con lo dispuesto por su articulo 355.
4. Concedido el recurso por el tribunal de primera instancia, conforme lo
dispone el articulo 371 debe remitir al de alzada copia fiel de la resolución y de
todos los antecedentes que obren en su poder en el plazo indicado en el arti-
culo 198 del Código de Procedimiento Civil (art.52).

5. Los antecedentes que el tribunal de primera instancia ha de remitir al de


alzada según el articulo 371 han de ser todos los que se encuentran en poder
de aquél, debidamente fotocopiados los escriturados o que puedan serlo
materialmente los restantes. En esos antecedentes se certificará quiénes son los
intervinientes, debidamente individualizados, como aquellos que son sus
abogados y apoderados, o que se carece de ellos, la resolución recurrida, su
fecha y los jueces que la dictaron, con la constancia de su notificación.

6. Los intervinientes, en particular quien recurre, tiene el plazo de cinco días


para comparecer ante el tribunal de alzada para continuar el recurso, en su
caso con los aumentos pertinentes (art.200 del Código de Procedimiento Civil
y art. 52 del Código Procesal Penal). El secretario del tribunal de alzada deberá
certificar la fecha de ingreso de los antecedentes remitidos por el tribunal de
primera instancia, la notificación personal del recurrente de ese certificado o de
la primera resolución que se dicte se entenderá que es una forma de compare-
cer para continuar el recurso.

Si el recurrente no asiste a la audiencia de vista del recurso, lo que podrá hacer


siempre que se haya apersonado oportunamente en el tribunal de alzada, se
tendrá por abandonada la apelación, como lo dispone el articulo 358 inciso 20
del Código Procesal Penal.

128
7. La admisibilidad del recurso en el tribunal de alzada será objeto de pronun-
ciamiento de la Sala que le corresponda conocer de la apelación. Ese conoci-
miento lo tomará en cuenta efectuada por el relator pertinente, como lo dispo-
nen los artículos 71 y 372 del Código Orgánico de Tribunales, 161 del Código
de Procedimiento Civil en relación con el articulo 52 del Código Procesal
Penal, que informará además de los antecedentes elevados. Esta cuenta se hará
el día designado para la vista del recurso, con inmediata anterioridad a la
audiencia que prescribe el artículo 358.

Para estos efectos el recurso será proveído por el tribunal de alzada (su Presi-
dente) de manera inmediata a su recepción, y sin esperar la comparecencia del
recurrente, citando para la audiencia en que se procederá a su vista, dejando
constancia en la resolución, que lo es sin perjuicio de lo que se resuelva opor-
tunamente respecto de su admisibilidad. Si la Sala en la cuenta de los antece-
dentes previa a la vista del recurso estimare más conveniente escuchar a las
partes sobre la admisibilidad, podrá pronunciarse sobre el punto al iniciar la
audiencia en que se verá el recurso de apelación.
La vista de la causa deberá fijarse para una audiencia posterior al quinto día
hábil de ingresados los antecedentes respectivos al tribunal, con excepción de
la situación indicada en la instrucción número ocho (8)

8. Las apelaciones relativas a la prisión preventiva del imputado, u otra medida


cautelar personal en su contra en cumplimiento a lo dispuesto por el articulo
69 del Código Orgánico de Tribunales, se agregarán a la tabla extraordinaria-
mente, como se expresa en la disposición citada, para el día siguiente hábil del
ingreso a la Secretaria de los antecedentes elevados por el tribunal de primera
instancia o para el mismo día en casos urgentes, sin esperar la comparecencia
del recurrente. La admisibilidad del recurso y la audiencia de la vista del mismo
se realizará de acuerdo con las modalidades antes señaladas, en esta situación
el recurrente podrá comparecer al tribunal de alzada hasta que se inicie la
cuenta sobre la admisibilidad del recurso.
La consulta y la apelación de la resolución dictada en relación a un delito
terrorista, según lo ordena el articulo 19 N° 7 letra e) en el inciso segundo, de
la Constitución Política de la República se sujetarán a las modalidades que se
han indicado precedentemente, siempre que en el trámite de la consulta se haya
hecho parte alguno de los intervinientes afectados; de no ser así, la vista se
llevará a cabo aunque no comparezca nadie a la audiencia respectiva, con el
mérito de los antecedentes.

129
9. La notificación de las resoluciones que se dicten por el tribunal de alzada
fuera de la audiencia de vista del recurso, se practicarán conforme lo señala el
articulo 221 del Código de Procedimiento Civil (por el estado diario, con
excepción de la primera).

10. El tribunal de alzada podrá –al iniciar la vista del recurso- señalar el tiempo
de duración de la intervención del fiscal y de los demás intervinientes con
derecho a hacerlo. En cualquier momento podrá limitar esa intervención
cuando se extienda a materias o asuntos impertinentes al recurso.
El relator que dé cuenta de los antecedentes del recurso para el análisis de su
admisibilidad, será el encargado de autorizar el acta registro de la audiencia en
tanto no se determine una modalidad distinta de hacerlo. Ante ese relator
deberá anotarse el fiscal y los intervinientes que habiendo comparecido opor-
tunamente a la instancia participarán en la audiencia en que se conocerá el
recurso, lo que se certificará en los antecedentes respectivos.
Las Cortes de Apelaciones de La Serena y de Temuco informarán oportuna-
mente a esta Corte Suprema acerca de las dudas o problemas que se presenten
en la aplicación de la nueva normativa procesal y de las presentes instruccio-
nes, escuchando previamente a los jueces de garantía y de los tribunales ora-
les...”

130
PUBLICACIONES DE LA FACULTAD
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Dirección de Extensión, Investigación y Publicaciones
OBRAS EDITADAS COLECCIÓN GUÍAS DE CLASES
LOS CINCUENTA AÑOS DE LA TESIS CHILENA DE
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ESTUDIO DEL RÉGIMEN JURÍDICO DEL Nº 2 EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
ESTRECHO DE MAGALLANES Y Gabriel Álvarez Undurraga
EL DERECHO INTERNACIONAL
John Ranson García Nº 3 INTRODUCCIÓN AL DERECHO
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DERECHO PROCESAL FUNCIONAL, 2 Tomos
Sergio Rodríguez Garcés Nº 4 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
DISPOSICIONES DE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL Y
LEGISLACIÓN ECONÓMICA TOMO I
ACTIVIDAD SOCIAL Y ECONÓMICA DEL ESTADO Manuel Astudillo Astudillo
José Antonio Ramírez Arrayas Nº 5 DERECHO DEL TRÁNSITO 2ª Ed.
LA ESCUELA CHILENA DE HISTORIADORES DEL DERECHO Leonardo Aravena Arredondo
Y LOS ESTUDIOS JURÍDICOS EN CHILE Nº 6 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
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ÉTICA, DERECHO Y SOCIEDAD Manuel Astudillo Astudillo
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Nº 7 CURSO DE DERECHO ECONÓMICO:
ÉTICA, POLÍTICA Y SOCIEDAD LEGISLACIÓN ECONÓMICA TOMO III
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ÉTICA, MERCADO Y SOCIEDAD
José Miguel Vera Lara Nº 8 MANUAL DE INTRODUCCIÓN AL DERECHO 2° Ed.
Pedro Ballacey Herz
CURSO ELEMENTAL DE
FILOSOFÍA Y LÓGICA Nº 9 MANUAL DE TÉCNICAS DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN
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Nº 16 EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA 3 TOMOS
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Nº 37 DERECHO ECONÓMICO
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