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Vigilancia y control

Todos los estados cuentan con agentes para hacer cumplir las decisiones judiciales. El confinamiento
requiere guardias, y para una pena de muerte son necesarios verdugos. Los agentes del Estado
recolectan multas y confiscan propiedades, y para ello emplean el poder

Como una forma relativamente nueva de organización sociopolítica, los estados han competido con
sociedades menos complejas alrededor del mundo. La organización militar ayuda a los estados a
dominar a sus vecinos, pero ésta no es la única razón por la que se han extendido. Aunque los
estados imponen adversidades, también ofrecen ventajas, brindan protección ante los extranjeros
y conservan el orden interno. Al promover la paz interna, los estados mejoran la producción. Sus
economías sostienen poblaciones masivas y densas, así como a ejércitos y colonizadores para
promover la expansión.

Sistemas fiscales

Los estados necesitan un sistema financiero o fiscal para sostener a gobernantes, nobles, oficiales,
jueces, personal militar y otros miles de especialistas. Como en el cacicazgo, el Estado interviene en
la producción, la distribución y el consumo. Puede decretar qué área producirá ciertas cosas o
prohibir determinadas actividades en lugares particulares. Aunque, como los cacicazgos, los estados
también cuentan con un sistema de redistribución (a través de los impuestos); la generosidad y el
compartir se subestiman. Una proporción más pequeña de lo que entra regresa a la gente.

En las sociedades sin Estado, las personas usualmente comparten con los parientes. En los estados
los residentes enfrentan otras obligaciones debido a que deben sostener a burócratas y
funcionarios. Los ciudadanos tienen que entregar al Estado una parte sustancial de lo que producen.
De los recursos que el Estado colecta, reasigna parte para el bienestar general y usa otra (con
frecuencia mayor) para la élite. El Estado no otorga más libertad o esparcimiento a la gente común,
quien de manera usual trabaja más duro que las personas en las sociedades sin estados. Puede
llamarlas para construir obras públicas monumentales, como presas y sistemas de riego, que son
necesarias para el desarrollo económico. Sin embargo, las personas también construyen templos,
palacios y tumbas para las élites.

Por lo general los mercados y el comercio se desarrollan bajo cierto control estatal, esa función la
ejercen funcionarios; éstos supervisan la distribución y el intercambio, estandarizan los pesos y las
medidas y recolectan los impuestos sobre los bienes, los que pasan a través del Estado. Los
impuestos sostienen al gobierno y a la clase gobernante, que claramente está separada de la gente
común en cuanto a actividades, privilegios, derechos y obligaciones. Los impuestos también
sostienen a muchos especialistas: administradores, recolectores fiscales, jueces, legisladores,
generales, académicos y sacerdotes. Conforme el Estado madura, crece el segmento de la población
liberado de la preocupación directa por la subsistencia.

Las élites de los estados arcaicos gozan del consumo de bienes suntuarios: joyería, alimentos,
bebidas exóticas y ropa elegante, que sólo ellas pueden costear. Las dietas de los campesinos sufren
mientras luchan por satisfacer las demandas del gobierno. Las personas comunes pueden perecer
en guerras territoriales que cobran poca relevancia para sus propias necesidades. ¿Dichas
situaciones se presentan en los estados contemporáneos?
CONTROL SOCIAL

En las secciones anteriores del presente capítulo nos enfocamos más en la organización política
formal que en el proceso político. Consideramos la regulación política en diversos tipos de
sociedades, usamos categorías como bandas, tribus, cacicazgos y estados. Vimos cómo la diversidad
y fortaleza de los sistemas políticos se extendió con el tiempo en relación con grandes cambios
económicos, como el origen y la difusión de la producción de alimentos. Examinamos las razones
por las que surgen las disputas y cómo se resuelven en los diversos tipos de sociedades. Señalamos
la toma de decisiones políticas, incluimos a los líderes y sus límites. Reconocimos cómo afectan a
los humanos contemporáneos los estados, el colonialismo y la dispersión del moderno sistema
mundial. En esta sección veremos los aspectos informales, sociales y sutiles de los sistemas políticos
junto con sus dimensiones formal, gubernamental y pública. Cuando nos referimos a la política,
tendemos a pensar en el gobierno, en las instituciones federales y estatales de Washington, Ottawa
o quizá en la capital del estado, el ayuntamiento o el palacio de justicia propios. Tal vez hoy
pensamos en programas de radio, titulares sensacionalistas de televisión o comentarios incesantes,
sondeos y campañas. Las instituciones políticas informales pueden influir sustancialmente sobre el
gobierno y la política.

Considere a los diwaniyas de Kuwait, lugares del vecindario para reuniones exclusivamente
masculinas donde las discusiones informales generan consecuencias formales (Prusher, 2000). Gran
parte de la deliberación política, la toma de decisiones, la formación de redes y el tráfico de
influencias de Kuwait, tiene lugar en los diwaniyas. Como una reunión del ayuntamiento en Estados
Unidos, los diwaniya también ofrecen un foro donde los electores pueden reunirse y consultar con
sus representantes parlamentarios. Los candidatos políticos kuwaitíes no van de puerta en puerta,
sino de diwaniya en diwaniya. Algunos vecindarios cuentan con un diwaniya común, semejante a un
centro comunitario. En un diwaniya típico, los hombres se sientan en un sillón bastante largo que
sigue el contorno de la habitación en una gigantesca U. Por lo general se reúnen una vez a la semana,
de 8 p.m. a medianoche o más tarde.

Los diwaniyas donde participan hombres y mujeres, o exclusivamente mujeres, son raros, lo que
limita su papel en la política. El sistema diwaniya alienta la democracia, pues los hombres se reúnen
regularmente, platican y se desahogan durante algunas horas. Sin embargo, como se mencionó, tal
sistema excluye a las mujeres del debate, de la influencia y la toma de decisiones. Al funcionar como
una “red de camaradas” informal, pero influyente, el diwaniya también separa a los hombres de sus
hogares, esposas y familias.

Al estudiar los sistemas de dominación, ya sean políticos, económicos, religiosos o culturales, debe
ponerse atención no sólo en las instituciones formales, sino también en otras formas de control
social. El concepto de control social es más amplio que el político y se refiere a “aquellos campos
del sistema social (creencias, prácticas e instituciones) que están más activamente involucradas en
el mantenimiento de toda norma y la regulación de cualquier conflicto” (N. Kottak, 2002, p. 290).

Hegemonía

Antonio Gramsci (1971) desarrolló el concepto de hegemonía para hacer referencia a un orden
social estratificado en el que los subordinados acatan la dominación al interiorizar los valores de sus
gobernantes y aceptar la “naturalidad” de la dominación (tal es la forma en que deben ser las cosas).
De acuerdo con Pierre Bourdieu (1977, p. 164), todo orden social trata de hacer que su propia
arbitrariedad (incluyendo los mecanismos de control y opresión) parezcan naturales. El conjunto de
las ideologías hegemónicas ofrece explicaciones acerca de por qué el orden existente vela por el
interés de todos. Con frecuencia se hacen promesas (las cosas serán mejores si se tiene paciencia).
Gramsci y otros emplean la idea de hegemonía para explicar por qué la gente se conforma incluso
cuando no está forzada para hacerlo. Tanto Bourdieu (1977) como Michel Foucault (1979)
argumentan que es más fácil y efectivo dominar a la gente en sus mentes que tratar de controlar
sus cuerpos. Además, y con frecuencia en sustitución de la violencia física bruta, las sociedades
industriales diseñaron formas más sutiles de control social. Entre ellas se incluyen técnicas de
persuasión y manejo de la gente, de monitoreo y vigilancia de sus creencias, actividades y contactos.
¿Puede pensar en algunos ejemplos actuales? La hegemonía, la interiorización de una ideología
dominante, es una forma en la que las élites frenan la resistencia y mantienen el poder. Otra es
hacer que los subordinados crean que ellos, eventualmente, conseguirán el poder; los jóvenes por
lo general esperan el momento cuando sus mayores les dejarán dominarlos. Una forma más de
frenar la resistencia consiste en separar o aislar a la gente mientras se le supervisa de cerca, como
ocurre en las prisiones. De acuerdo con Foucault (1979), al describir el control sobre los prisioneros,
el confinamiento solitario es una forma efectiva de someterlos a la autoridad.

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