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La energía renovable ha tardado 40 años en alcanzar la cota de

1.000 millones de kilowatios instalados. La cifra se duplicará en tan


solo cinco años. La energía fotovoltaica es el motor de la evolución,
y marca el camino hacia un nuevo modelo energético marcado por
la diversificación de las fuentes.

La tecnología, sin embargo, va a acelerar este proceso y se espera


que el siguiente millón se consiga en los próximos cinco años. Y a
mitad de coste. No está mal para una industria que apenas existía
a principios de siglo…
Más del 90% de la capacidad actual se ha instalado en los últimos
10 años.

Es un modelo marcado por la existencia de grandes plantas


productoras que distribuyen su energía a todo el mundo. Un
modelo que va cambiando en buena parte de nuestro entorno. “El
futuro pasa por un sistema distribuido, “compuesto de muchos
puntos de generación de poca potencia cada uno”. En España esto
no es posible. Pero no todo está perdido para nuestro país: “Solo
hacen falta reglas nuevas”,

“La energía eólica y fotovoltaica están ganando la batalla por la


supremacía de los costes”, El hito del primer billón de vatios será el
primero de muchos”. “Los países apostaban por esta energía por
una razón medioambiental. Hoy lo hacen por su alta
competitividad, flexibilidad, rapidez de despliegue y simplicidad
tecnológica”,

No nos engañemos, queda mucho terreno por delante para que las renovables
dominen el planeta. El mundo tiene una capacidad energética instalada total de
6,2 teravatios. Y no solo es la capacidad instalada: También está el factor de
planta de las plantas, que mide la eficiencia de las plantas y el tiempo que
permanece activa. Las granjas eólicas tienen de media un factor del 34%. Las
plantas fotovoltaicas más eficientes suelen tener un pico del 25%. Las plantas
termoeléctricas, en cambio, rondan el 40%, y las nucleares, incluso el doble.

La mayor parte de la culpa en este primer teravatio la tiene la


energía eólica, que aportó el 54% del total. Sin embargo, el futuro
parece ser más bien fotovoltaico. Esta fuente de energía creció el
año pasado un 50% (por encima de cualquier otra fuente de
generación renovable), con la instalación de 76 GW, según
la Agencia Internacional de la Energía. “La energía eólica está en
manos, principalmente, de las grandes empresas”, explica Morales
de Labra. “En la energía fotovoltaica sí han entrado pequeños
inversores: lo que ha descolocado al sector son los particulares en
todo el mundo, que están instalando panales solares en sus casas
para competir con las eléctricas. Esto es un tsunami en todo el
mundo”. ¿Y los albores de un cambio de modelo?

La esperanza fotovoltaica
La energía solar constituye la gran esperanza de que España pueda
recuperar la luz de antaño (chiste fácil): instalarse un panel es más
barato que nunca. “Un módulo cuesta ahora solo un 10% de lo que
costaba hace diez años”, asegura José Luis Galindo, presidente de la
consultora Enertis.

El problema es la legislación. “Hay que adaptar la normativa para


que puedan desarrollarse”, asegura Morales de Labra. Sobre todo
el llamado impuesto al sol, que penaliza que comunidades de
vecinos, cooperativas, empresas o instituciones que quieran
producir, almacenar o vender su propia energía para consumirla
con instalaciones de más de 10 kW de potencia.

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