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No fueron pocos los teóricos que caracterizaron al alzamiento zapatista como una réplica de lo que

fueron los organizaciones guerrilleras durante las décadas de 1970 y 1980. Sin embargo, había
una diferencia sustancial. Como bien lo demuestra el fragmento del documento citado al comienzo
de la nota, los insurgentes se proclamaron como producto de 500 años de lucha en un verdadero
proceso de larga duración, reconociendo las distintas etapas que habían atravesado las luchas
populares desde la conquista y colonización de América. Tal como lo expresa el historiador Waldo
Ansaldi: “El movimiento se concebía a sí mismo como parte de una historia plurisecular de donde
se deducía también la reivindicación de la identidad indígena”. En efecto, para comprender las
profundas raíces que tienen los zapatistas, no se debe perder de vista que Chiapas –territorio
anexado al sur de México en 1824- posee una larga historia de rebeldías. Siempre ha sido el caldo
de cultivo de notables insurrecciones: recuérdese las de Hidalgo y Morelos durante el ciclo de
independencia y la actuación del Ejército Libertador del Sur comandado por Emiliano Zapata a lo
largo la Revolución Mexicana. Se trata de una población que fue y es muy diversa social y
culturalmente, incluso en términos étnicos. A ella se les sumaron cuadros intelectuales, en su
mayoría provenientes de la Universidad Autónoma de México (UNAM), desarraigados por la
precaria situación socioeconómica, se internaron en la selva Lacandona y compartieron su
formación con las comunidades, produciendo un interesante fenómeno de síntesis cultural, dando
lugar a la columna vertebral del EZLN. Por otro lado, entre las demandas planteadas, hay un
núcleo esencial que persiste al paso del tiempo, lo que brinda una demostración del régimen
político mexicano: “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad,
democracia, justicia y paz”, según se desprende de las distintas declaraciones
realizadas.Autodefinidos como los “herederos de los verdaderos forjadores de nuestra
nacionalidad”, llamaron a revelarse contra “la ambición insaciable de una dictadura de más de 70
años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores
y vendepatrias.”

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