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Albert Otto Hirschman

y el cambio de ideas en torno a la crisis

Héctor Palomino*

Las diferencias y semejanzas entre la crisis ac- tradas en la década del año 1930. Los puntos
tual y las crisis previas del capitalismo consti- en común entre ambas son muchos, tal como lo
tuyen hoy un espacio de debate. Sin pretender señalan numerosos historiadores, y estos no se
ahondar sobre sus contenidos, quisiéramos lla- limitan a la cuestión de la profundidad de cada
mar la atención sobre uno de los aspectos más una de esas crisis, sino sobre todo al cambio
evidentes de esa controversia: el giro notable del contexto de ideas que supuso la instalación
en las ideas dominantes con respecto a las que de la nueva doctrina.
prevalecían antes de la crisis.
En el actual clima de ideas se observa un
notable y creciente consenso entre los respon- El keynesianismo: un protagonista
sables de gestionar o administrar la crisis, así del cambio de ideas sobre la crisis
como entre analistas profesionales y economis-
tas de diversas tendencias. Tal vez la mejor defi- La instalación de las ideas keynesianas luego
nición sobre este consenso la manifiesta, de ma- de la crisis del año ´30 y de la actual, fue prece-
nera invertida, un conocido ideólogo neoliberal dida en ambos casos por extensos períodos en
que advirtió “No somos todos keynesianos”, acla- los que prevalecía la doctrina del libre mercado.
ración que habría sido redundante si el clima de Precisamente la originalidad de Keynes fue la
ideas que prevalece en la actualidad no fuera, de ir a contracorriente de esa ideología y postu-
como lo es efectivamente, el “keynesiano”1. lar la revitalización del control e intervención
estatal sobre la economía como medio de salida
No se trata de discutir aquí sobre el conte- de la crisis. Al igual que en aquella época, tam-
nido de las teorías de Keynes, objeto de polémi- bién hoy el resurgimiento del keynesianismo
cas diversas incluso entre quienes se definen evoca una especie de “canto del cisne” sobre el
como adherentes a sus ideas. Sólo se trata de paradigma neoliberal, las reformas propuestas
indicar algunos de los factores que contribu- por el Consenso de Washington y cualquier pos-
yen a explicar su vigencia en la formulación de tulado extremo del libre mercado como los que
las propuestas de “salida” de la crisis económi- prevalecían hasta hace apenas un año en bue-
ca contemporánea, comparables con las regis- na parte del planeta. 95

∗ Director de Estudios de Relaciones Laborales, SSPTyEL, MTEySS


1 Guy Sorman: “La crisis y la teoría económica. No somos todos Keynesianos”, en la sección Opinión del diario
La Nación del 8-01-2009, Buenos Aires. Ese consenso es tan poderoso como para que el propio autor de la nota
la concluya, de manera sorprendente, afirmando que “...el deber del gobierno es salvar al capitalismo, la mejor
herramienta económica que tenemos, incluso por medio de medidas no capitalistas: Keynes ya lo sabía en la década
de 1930”. Conclusión que, sin duda, va a contramano de lo anunciado por el propio autor en el título de su nota.

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Sin embargo existe una notable diferencia más probable, sin necesidad de esperar las re-
entre ambas crisis con respecto a las moda- lativamente tardías influencias provenientes
lidades de incorporación del keynesianismo. del otro lado del Atlántico. Esta observación
Luego de la crisis del año 1930, la instalación coloca en primer plano la necesidad de explo-
de la nueva doctrina no fue inmediata, sino rar en detalle la circulación y difusión de las
que se desarrolló paulatinamente a lo largo de ideas, entre las cuales las vinculadas con las
toda una década posterior a la publicación, en condiciones de recepción en diferentes am-
el año 1936, de su Teoría general del interés, la bientes socioeconómicos y culturales deberían
ocupación y el dinero. Con la finalización de la figurar en primer término.
Segunda Guerra Mundial sus ideas alcanza-
ron vigencia plena en casi todo el mundo, lue-
go de un período extenso e intenso de debate Velocidades diferentes en la
con la ideología del libre mercado. difusión de las ideas

Posiblemente sea en EE. UU. donde la nue- El carácter diferido de la difusión de las ideas
va doctrina económica alcanzó comparativa- keynesianas con posterioridad a la crisis del
mente una más temprana difusión y donde, so- año 1930, contrasta agudamente con su ace-
bre todo, más rápidamente ganó terreno entre lerada propagación actual. Con todos los ma-
los responsables de gestionar las políticas eco- tices diferenciales de las corrientes del campo
nómicas. Sin embargo, esa difusión se realizó intelectual de quienes se proclaman sus porta-
en el seno de duras polémicas. Precisamente los dores, el keynesianismo parece haberse insta-
historiadores llaman la atención, por ejemplo, lado súbitamente como el cuerpo de ideas eco-
acerca de las diferentes posiciones sustentadas nómicas dominantes. El momento culminante
dentro del gobierno de Roosevelt sobre las ma- de esta renovación en el clima de ideas parece
neras de afrontar la crisis: mientras algunos haber sido, sin duda, el colapso de Lehman
sostenían que la intervención gubernamental Brothers en septiembre del año 2008. Inme-
sobre la economía articulada por el New Deal era diatamente después de ese colapso el impulso
“excesiva”, otros la juzgaban “insuficiente”. Con para la aplicación de los enfoques keynesianos
la salida de la recesión del año 1937 en EE.UU. fue casi irrefrenable. También puede conside-
e inmediatamente después con la Segunda rarse, alternativamente, que el desenlace de
Guerra Mundial, el gobierno estadounidense la crisis actual comenzó con el colapso de las
resolvió el dilema entre las propuestas econó- hipotecas sub prime un año antes, en el segun-
micas ortodoxas y las keynesianas. En el final do semestre del año 2007. Pero cualquiera sea
de la guerra, la hegemonía norteamericana y la fecha que se considere, lo relevante para la
su impulso para la reconstrucción de los países comparación que buscamos establecer es que
europeos y asiáticos devastados por el conflicto, si en los años 30 la vigencia del keynesianismo
contribuyeron a difundir el enfoque keynesiano requirió no menos de una década de instala-
en todo el planeta. ción en el plano de las ideas, en la actualidad
su establecimiento llevó relativamente unos
En un texto notable, Albert Hirschman na- pocos meses, a lo sumo un año.
rra ese proceso de difusión del keynesianismo
96 en Europa2. Esto es en sí mismo paradójico ya
que, como señala el autor, dado el origen bri- La hipótesis del aprendizaje
tánico de Keynes, una recepción mucho más
inmediata de sus ideas en su propio país y en Esto promueve interrogantes sobre las ra-
países europeos vecinos debiera haber sido zones de la diferencia en la velocidad de circu-

2 Hishman, A.O. “La difusión de las ideas Keynesianas en Europa”. En Tendencias Autosubversivas. Fondo de Cultura
Económica, 2004. Buenos Aires.
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lación de las ideas. Una explicación de sentido mentos informados por la propia experiencia
común colocaría en primer plano la cuestión del histórica acerca de un posible “retorno neoli-
aprendizaje. A diferencia de la década del año beral”, sea con el mismo o diferente ropaje del
30 cuando el pensamiento keynesiano apare- período previo a la crisis: si alguna variedad
cía como una reflexión nueva, no comprobada de keynesianismo constituye hoy el núcleo do-
aún en la práctica, nuestros contemporáneos minante del pensamiento económico, ¿por qué
cuentan hoy con la experiencia de aplicación no esperar que una vez superados los proble-
de esas ideas y de su eficacia para resolver la mas más agudos de la crisis los partidarios del
crisis. Esta línea de razonamiento alimenta libre mercado retornen al centro de la escena?
una expectativa optimista para resolver la cri- Como esto ya ocurrió en el pasado, ¿por qué no
sis actual: si aquellas ideas ya tuvieron éxito esperar que vuelva a ocurrir? Este argumento
en el pasado, ¿por qué no las tendrían en el es abonado por la dura constatación de que,
presente? El enfoque del aprendizaje tiene la a pesar de la profundidad de la crisis actual,
ventaja que posibilita explorar en profundidad bastaron sólo algunas evidencias incipientes
la diferencia específica de la crisis actual con de su superación para que nuevamente las
las anteriores, en un momento en que resulta corrientes financieras especulativas reapare-
esencial seleccionar adecuadamente las sa- cieran con fuerza en los mercados internacio-
lidas de la crisis, sobre todo por los impactos nales (en los de capitales y de commodities),
sociales de su perduración, que trascienden el amenazando con reproducir a corto plazo el
campo de las ideas. mismo itinerario que condujo a la crisis. En el
mismo sentido, muchos analistas se pregun-
La apelación al aprendizaje previo como tan hasta qué punto podrán instalarse ahora
criterio de adopción de las nuevas ideas tien- regulaciones sobre los mercados financieros,
de a ser cuestionado con diversos argumentos. si los responsables de hacerlo son los mismos
Algunos de orden fáctico, como el que señala que nos condujeron a la crisis.
la gran diferencia entre la aplicación del enfo-
que keynesiano en un contexto de economías
“cerradas”, como las que se consolidaron luego La hipótesis de la crisis de
—y en parte como consecuencia— de la crisis acumulación y del poder
del año 1930, frente al contexto de economías
“abiertas” o “globalizadas” como las actuales. Los argumentos expuestos tienden a señalar
En este sentido nada garantiza que un mismo que el aprendizaje puede ser necesario pero no
enfoque pueda ser aplicado con éxito en con- suficiente para encontrar las salidas adecua-
textos tan diferentes y, lo más probable, es que das frente a la crisis y que, posiblemente, reste
se requiera una gran dosis de innovación para transitar aún un largo camino para encontrar-
superar la crisis actual. las. En esta dirección se orienta el enfoque so-
bre la crisis actual como signo de una crisis de
Otros argumentos que cuestionan la efica- acumulación del capitalismo, cuya perduración
cia de apelar a lo aprendido previamente para sería una función de su “profundidad”. Inspi-
encontrar salidas frente a la crisis actual, son rado en corrientes marxistas de pensamiento,
contra fácticos. Como por ejemplo el de la in- este enfoque asimila la crisis actual con las
certidumbre acerca de la eficacia final de las anteriores, incluso en el terreno de las ideas. 97
medidas aplicadas o en curso de aplicación Sobre todo, parece apto para explicar la relati-
para superar la crisis, muchas de las cuales vamente lenta instalación del keynesianismo
seguramente deberán someterse a las prue- a lo largo de la década del año 30: los cambios
bas de ensayo/error. En este sentido la prueba de la base material de la sociedad son más rá-
de la eficacia de las propuestas keynesianas pidos que los cambios en las ideas dominan-
se coloca en el futuro porque, efectivamente, tes. Estas pueden seguir influyendo a pesar
dependen de los eventuales logros a alcan- de que las condiciones materiales que las sus-
zar. En el mismo sentido, se formulan argu- tentan han dejado de existir. Sin embargo este

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enfoque se adaptaría mal al presente, cuando sustituye a “clases”), y que subsiste el interro-
lo que más llama la atención de los debates gante de por qué ahora se instaló tan rápida-
actuales en torno a la crisis, es la rapidez con mente —en el centro del sistema— el keyne-
que se evaporan las posiciones apoyadas en las sianismo como cuerpo de ideas dominante.
ideas neoliberales. Esto confronta el enfoque
tradicional sobre la mayor perduración de las
ideas con respecto a los cambios económicos y Hirschman y su hipótesis sobre
sociales: como si la conmoción de la crisis ac- el pasaje del interés privado
tual adquiriera una virulencia tal como para a la acción pública
arrastrar también con las ideas previas.
A continuación, intentaremos una explicación
Un defecto del enfoque recién descripto es más precisa de esta debacle conjunta del neoli-
que no daría cuenta de la serie de fenómenos beralismo y sus ideas, y de la instalación de un
que condujo a la actual crisis económica, que nuevo cuerpo de ideas, aplicando un esquema
fue precedida por otra crisis financiera global, de análisis que puede encontrarse en algunos
la que se produjo por el estallido de la burbuja de los trabajos de Albert Hirschman, particu-
de valorización especulativa de las empresas larmente en Interés Privado y Acción Pública3,
punto.com hace menos de una década. A esta En ese texto Hirschman realiza una crítica pro-
pueden agregarse otras crisis de alcance re- funda a la teoría neoclásica del consumo, basa-
gional o local, como las del Tequila en el año da en las nociones de preferencias subjetivas y
1994, la del Real en el año 1998, la de la Con- sus cambios para explicar las variaciones en el
vertibilidad en el 2001 en la Argentina y otras comportamiento de los consumidores. A través
registradas en el Sudeste asiático en la década de esa crítica, Hirschman propone explicacio-
pasada. ¿Por qué la “instalación del keynesia- nes alternativas que van mucho más allá de las
nismo” como cuerpo de ideas dominantes no referidas al hábito de los consumidores, y pos-
fue automática frente a esas crisis, o sólo se tula un enfoque que busca explicar el cambio
instaló localmente y a duras penas como en social. El propio título del libro alude a la inten-
la Argentina en el año 2001? Algunas de las ción del autor de trascender el campo de la teo-
respuestas a este interrogante tienen interés ría económica, abordando temas propios de las
porque permiten explorar las cuestiones vin- ciencias políticas y sociales. Consideramos que
culadas con la asimetría de poder en las rela- este es un buen punto de partida para abordar
ciones internacionales. De esto se trata cuan- el problema que nos planteamos aquí, aunque
do se señala que la actual crisis comenzó en ello implique apartarnos un tanto de su desa-
EE.UU. y se trasladó rápidamente a Europa y rrollo para aclarar el enfoque de Hirschman y
a casi todo el planeta. luego retornar al eje de exposición.

El argumento subyacente es que el edificio Con relación al enfoque neoclásico del con-
de ideas neoliberales colapsó recién cuando sumo, la crítica central de Hirschman apunta
la crisis afectó el centro de poder del sistema a su debilidad para explicar el cambio en los
mundial, mientras que las crisis previas ya perfiles del consumo en base a la noción de
enumeradas sólo tuvieron impacto en la peri- “cambios de preferencias” de los consumidores.
98 feria del sistema sin afectar su centro. Los Cuando el consumo de un determinado bien o
límites de esta interpretación (que en sí misma servicio es dejado de lado y sustituido por otro
es muy plausible, por cierto) es que constituye bien o servicio, el enfoque se limita a constatar
una derivación de la proposición clásica enun- el cambio en el comportamiento de consumo
ciada más arriba: las ideas dominantes son y lo “explica” apelando a un factor subjetivo
las de los países dominantes (donde “países” inobservable: un “cambio de preferencia”.

3 Hirschman, A. O. Interés Privado y Acción Pública. Fondo de Cultura Económica. México, 1986.
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Tan pobre explicación no sólo sería tautológi- nen, transitando de manera ejemplar aspec-
ca (“hay cambio porque… hay cambio”), sino tos macro y micro sociales en los procesos de
además estrecha porque no se interroga por cambio a gran escala.
los complejos procesos que condujeron efecti-
vamente a un cambio de conducta. Lo que la
teoría neoclásica no explica es qué ocurre en- Despejando conceptos a partir
tre ambos comportamientos, el “pasaje” de un de ejemplos
comportamiento a otro.
Uno de los ejemplos más ilustrativos de apli-
La importancia del enfoque de Hirschman cación de este enfoque es la propuesta de ex-
es que busca trascender más allá de las teorías plicación de los procesos que condujeron a las
sobre el consumo y avanzar sobre una explica- movilizaciones estudiantiles que iniciaron el
ción más comprehensiva del cambio político y amplio movimiento social de oposición a la
social. El título de su libro alude a esta inten- intervención estadounidense en Vietnam en
ción, ya que busca conectar el interés privado la década del año 60, y que concluyeron con
y la acción pública como parte de procesos so- el retiro de las tropas y el fin de la guerra a
ciales más vastos que no sólo conectan com- inicios de la década siguiente. Hirschman se
portamientos de grandes grupos sociales, sino interroga acerca de cómo fue posible que el
también de los mismos grupos sociales a través alzamiento contra la guerra surgiera de los
del tiempo. Por eso se interroga sobre las razo- estudiantes de una de las más prestigiosas
nes de por qué los miembros de un determina- universidades públicas de EE.UU., hijos en
do grupo social adoptan comportamientos de su mayoría de las más añejas elites sociales
“retiro” de la vida pública enfocándose en las del país. Los estudiantes comenzaron a mani-
rutinas de la vida cotidiana, en prosecución de festarse públicamente rompiendo tarjetas de
sus intereses privados, en contraste con otros reclutamiento y realizando los famosos “sit-in”
momentos en que las mismas personas buscan en el seno de grandes movilizaciones dentro y
participar activamente en los asuntos públi- fuera del campus universitario.
cos. Fiel a su condición de economista, y con
una considerable dosis de ironía, Hirschman En búsqueda de explicaciones alternativas
coloca el interrogante mencionado aludiendo a sobre el fenómeno, ejemplar con relación al pa-
“ciclos” de participación en la vida pública y saje “del interés privado a la acción pública”,
de retiro al mundo privado. De este modo, de el autor presenta diversos tipos de argumen-
la misma manera que se proponía explicar el tos. En primer lugar el de la actitud reactiva
cambio de comportamiento de los consumido- de rechazo a la guerra, en el que este aconte-
res, se interroga sobre los procesos y mecanis- cimiento cumpliría el rol de “causa eficiente”
mos que podrían explicar el “pasaje” de la vida de las movilizaciones. Hirschman descarta el
privada a la actuación pública y viceversa. argumento aludiendo a guerras pasadas, prin-
cipalmente la de Corea a principios de los años
Si en el plano del consumo individual 50, que en general recibió apoyo de la opinión
las nociones de satisfacción e insatisfacción pública de EE.UU. ¿Por qué reacciones tan
resultan claves para explicar el cambio del distintas ante acontecimientos similares (la
comportamiento de los consumidores, en el guerra)? La conclusión es que no habría que 99
plano político y social esas nociones tienen adjudicar la causa de los comportamientos
vastas consecuencias porque ponen en juego reactivos a la naturaleza del acontecimiento o
bienes públicos: estabilidad de los regímenes evento contra el cual se reacciona.
políticos, instituciones y sistemas electorales, Otro tipo de explicación radica en el estado
derechos, libertades civiles, incluso moviliza- de privación del grupo social que se moviliza,
ciones sociales. En cada caso Hirschman se lo que los llevaría a integrar las filas de los
plantea cómo conectar considerables procesos contestatarios de un sistema que los relega.
sociales con las subjetividades que los sostie- El problema con este argumento es que los

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estudiantes de la Universidad de Berkeley En primer lugar, el cambio de compor-


por entonces integraban un estamento social tamiento comienza por un rechazo a las
privilegiado en uno de los países más ricos del ideas prevalecientes, cambio que se mani-
planeta. Y, en todo caso, constituían algo así fiesta sólo de manera limitada al principio
como la “cúspide” de la denominada “mayoría a través de modificaciones marginales y
silenciosa”, seguramente satisfecha por ser circunscriptas de comportamiento pero que
beneficiaria directa del boom de producción y no trascienden mucho más allá de los in-
consumo de la economía norteamericana pos- volucrados directos. El cambio en las ideas
terior a la Segunda Guerra Mundial. constituye aquí una metáfora del cambio en
las preferencias de los consumidores, que
Frente a la debilidad de las explicaciones se manifiesta en principio como un rechazo
alternativas, Hirschman propone un conjunto de determinados bienes y servicios. Como la
argumental complejo que busca integrar dife- instalación de una “meta-preferencia” que
rentes observaciones. Comienza por interro- desplaza la antigua.
garse cuán “satisfechos con el sistema” estaban
efectivamente los estudiantes movilizados y los Este cambio transcurre principalmente en
integrantes de la “mayoría silenciosa” que pa- el terreno de las ideas, donde puede llegar a
saron a incorporar sus voces de protesta contra constituir dilemas culturales para los actores
la guerra de Vietnam junto a aquellos. A través sociales, pero entre tanto los comportamien-
de la exploración de información sobre un con- tos siguen reproduciendo los viejos hábitos y
junto de hechos culturales y sociales sobre los esquemas normativos: los actores no han en-
que ejerce una minuciosa revisión, el autor pro- contrado todavía, sino que lo encontrarán más
porciona diversas claves y antecedentes sobre tarde, sólo más tarde, esquemas y reglas de
la “insatisfacción con el sistema” de diferentes comportamiento adecuados a las nuevas ideas.
grupos y subculturas emergentes durante la dé- Pero durante un período más o menos prolon-
cada de los años 50 y los 60. De este modo la ge- gado las nuevas ideas convivirán con viejas
neración beatnik de Kerouac y Ferlinghetti en ideas que, aún siendo rechazadas “en teoría”,
primera instancia, luego el movimiento hippie, seguirán encarnadas en los viejos hábitos de
constituyeron testimonios vivientes de esa in- comportamiento.
satisfacción que se manifestó mucho más como
una “automarginación” del sistema, como un Finalmente un acontecimiento, un “evento
movimiento de rechazo o alejamiento del siste- precipitante” –la guerra en el ejemplo des-
ma más que como un movimiento de contesta- cripto-, posibilitará un verdadero cambio de
ción activa. Los nuevos emergentes culturales y comportamiento, en el que los actores encon-
sociales de esos años en EE.UU. daban cuenta trarán, ahora sí, la oportunidad de investigar
de corrientes profundas de insatisfacción que esquemas y reglas de comportamiento dife-
no llegaron a integrarse políticamente en movi- rentes a los anteriores, en correspondencia
mientos antisistema, pero cuya sola existencia con las nuevas ideas que estarán ya en condi-
daba cuenta de un malestar social. El pasaje ciones de constituirse como ideas dominantes
del malestar a la movilización fue posterior, encarnadas en nuevas prácticas sociales. El
y recién se articuló políticamente frente a la ciclo del pasaje del interés privado a la ac-
100 guerra de Vietnam. ción pública —de un viejo a un nuevo orden
de “preferencias”— se habrá completado.

Una síntesis del enfoque El argumento central de Hirschman es


que el cambio en los comportamientos es pre-
A través de este sinuoso camino de despejar cedido por cambios en el clima de ideas, por
conceptos a partir de ejemplos, Hirschman lo que la detección temprana de estos últimos
nos brinda finalmente un esquema explicati- ahorraría sorpresas ante la emergencia de los
vo singular. primeros.
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La aplicación del enfoque al giro aplicarían después en otros países. En fin, era
de ideas contemporáneo un itinerario de crisis cada vez más “globales”
que fue jalonando el funcionamiento de una
Siguiendo el esquema propuesto, podría afir- economía mundial cada vez más inestable has-
marse que la debacle de las ideas neoliberales ta llegar al colapso de Lehman Brothers. En
precedió a la crisis económica actual, por lo que cierto sentido, la novedad es que esta vez, los
los diferentes públicos estaban ya maduros e argumentos favorables al sostenimiento de un
impacientes para recibir las nuevas ideas. En sistema económico tan inestable ya se habían
este sentido la caída de Lehman Brothers —o agotado.
del colapso de las hipotecas subprime— fue el
evento precipitante para un desplazamiento El otro itinerario posible para indicar el
de las viejas ideas por las nuevas. giro en las ideas sería enumerar los extendi-
dos movimientos de protesta contra una globa-
Se trata en primer lugar del itinerario de lización injusta. Numerosos son los ejemplos
las crisis previas a la actual. Pero podría de- que podrían citarse al respecto, comenzando
cirse que estas estaban ya instaladas en un por las ideas difundidas por los movimientos
itinerario que podría considerarse “global”. altermundistas desde Seattle hasta los Foros
Anteriormente reseñamos parte de ese trán- de Porto Alegre, dedicados a demoler los fun-
sito marchando de la crisis mexicana del año damentos ideológicos de la globalización neoli-
1994 (la del “efecto tequila”) y siguiendo por beral, erosionados ya por todas las crisis pre-
sucesivos estallidos que, si bien “globales” de- vias mencionadas antes. Digamos que buena
bido a que su emergencia estaba fuertemente parte de lo que podría denominarse la opinión
condicionada por la elevada exposición de las pública mundial estaba ya preparada —por
economías afectadas al sistema financiero in- no decir impaciente— para recibir las nuevas
ternacional, no alteraron la mecánica de fun- ideas emergentes que orientaran la salida de
cionamiento de este sistema. Pero en verdad, la crisis, incluyendo la idea del carácter inevi-
el origen de ese itinerario cabría situarlo posi- table de ésta en la medida de la persistencia
blemente 20 años antes, con la crisis del petró- del rumbo neoliberal. Con excepción segura-
leo del año 1974. mente de los sempiternos optimistas de algu-
nos círculos financieros que siguieron negán-
Es posible que en esa época pueda fecharse dola prácticamente hasta el final, y que confi-
la constitución de un sistema global de nuevo guran hoy lo que un periodista local denomina
tipo que, al tiempo de profundizar la interna- la “patrulla perdida de economistas ortodoxos”
cionalización de las economías, instaló paula- tras la caída del Muro de Wall Street.
tinamente un cuerpo de ideas que desplazó el
keynesianismo prevaleciente desde la segun- Una vez indicado el sendero de surgimiento
da guerra mundial. Para analistas de diversos e instalación de nuevas ideas, sería necesario
países esa fecha significa varias cosas. Como indicar también cómo estas ideas se encarnan
por ejemplo el surgimiento de una economía en nuevas prácticas y reglas de comporta-
global y una sociedad de la información4. Para miento articuladas con esas nuevas ideas.
los latinoamericanos, la instalación de las doc- Lamentablemente, este capítulo permanece
trinas de monetarismo económico, un antece- inconcluso ya que, más allá que constatar el 101
dente directo del neoliberalismo posterior5 en nuevo clima de ideas, parecería necesario reco-
el que los países del Cono Sur funcionarían rrer aún un camino prolongado para encontrar
como “campo de prueba” de políticas que se plasmados los cambios de comportamiento.

4 Castells, M. The Information Age, 3 volúmenes. Blackwell and Powell, London 1986/88.
5 Schwarzer, J. Un Modelo sin Retorno. A-Z Editores, Buenos Aires, 2000.

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Aún cuando la lectura de Hirschman provea no garantiza que esta ocurra también en la
un enfoque atractivo para explicar la rápida práctica, al menos de manera inmediata o
sustitución de ideas económicas en la actual de una sola vez. Diríamos, con Hirschman,
crisis, un “cierre” apresurado de la explica- que se ha avanzado mucho más en la insta-
ción nos dejaría atrapado en una suerte de lación de nuevas “metapreferencias” que en
optimismo ingenuo. Aunque esta explicación el terreno de las reglas y comportamientos
pueda llegar a confirmarse en el futuro, no prácticos.
queda más remedio que vivir en el presente y
reconocer que es más fácil escribir la historia Incluso en países que anticiparon la crisis
que padecerla. como algunos de América Latina, comenzando
por el nuestro, Argentina, es común encontrar-
El panorama actual, visto desde el presen- se cotidianamente con la dura realidad que las
te, presenta signos contradictorios entre los ideas neoliberales no han sido completamen-
cuales se destaca el estado “deliberativo” y la te desplazadas. Estas siguen orientando la
multiplicación de polémicas en el plano de los reflexión y acción de posiblemente pocos pero
debates económicos. Aunque estos debates es- poderosos gerentes de empresa, economistas,
tán difundiendo nuevas ideas, la configuración académicos, periodistas especializados, polí-
de nuevas reglas y prácticas es mucho más len- ticos profesionales, medios de comunicación;
ta. Al mismo tiempo se observa una paulatina, en síntesis, con aquellos que cuentan con una
aunque lenta, reorientación de las instancias gran capacidad de influir la opinión pública.
de coordinación internacional para el manejo
de la crisis económica y la instalación de nue- Entonces, de adoptar la interpretación de
vas reglas para el funcionamiento del sistema Hirschman, también habría que aceptar su
financiero, incluso de la incorporación de paí- premisa: la posibilidad de que el cambio de las
ses anteriormente marginados de los centros ideas sea precedente al cambio de las condicio-
de decisión. nes materiales. Esto es posible para Hirschman
porque el rol de las condiciones materiales es
Sin embargo, pese a estos signos auspi- el de un catalizador, o lo que él denomina un
ciosos, actualmente (fines del año 2009) no es “evento precipitante”, que posibilita a los hom-
del todo claro que la crisis económica inter- bres encontrar las reglas para articular nue-
nacional haya finalizado. Tampoco que las vos comportamientos adaptados a las nuevas
ideas keynesianas estén influenciando plena- ideas instaladas previamente. Mientras ello
mente en la constitución de nuevas reglas de no ocurra, los comportamientos seguirán ata-
comportamiento en el terreno de las finanzas dos a las viejas ideas. En nuestro caso, la crisis
internacionales, sino que éstas siguen aún las habría funcionado como un evento precipitan-
antiguas reglas y comportamientos reprodu- te que permitió a los hombres, en particular a
ciendo, en suma, las viejas ideas. E incluso, los tomadores de decisiones, impulsar nuevas
en muchos casos y sobre todo en el seno de las políticas inspiradas en un cuerpo de ideas que,
direcciones y la burocracia de varias institu- por un tiempo al menos, podrán considerarse
ciones globales, resulta frecuente encontrar dominantes.
a los mismos personajes del pasado. Con lo Pero, ¿hasta qué punto la resolución de la
102 que la sustitución en el plano de las ideas crisis no es más que un capítulo pendiente?

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