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Arturo flrgotte

Estrellas de nuestro deporte


Tomo 1
Arturo Argotte

Año 2005
i
Estrellas de nuestro deporte
Tomo I
Diagramación
Carmen Terán

Diseño de portada
Carmen Terán

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oder trabajar por la comunidad es una de las cosas más extraordinarias y

P fascinantes que puede realizar un hombre, pero hacerlo por el deporte es


indescriptiblemente placentero. Desde que asumí el cargo de alcalde y adquirí
este compromiso con la familia guaicaipureña, me prometí a mi mismo, entre otras
cosas, alcanzar en el menor tiempo posible el desarrollo deportivo de esta región. Y
gracias a un equipo humano excepcional que pudimos conformar en el Instituto
Autónomo Municipal del Deporte y la Recreación, que encabeza el profesor Dennis
Arveláez, lo estamos logrando. Aquella deuda tan grande y tan vieja que se tenía con
los protagonistas de la actividad poco a poco, sin ser solamente nuestra, la estamos
saldando.
En tiempo record hemos cambiado el esfuerzo editorial que deseo respaldar
rostro al deporte local, y muchos de los para que la obra de un grupo de
m ás h erm osos sueños de nuestros mirandinos que entregaron gran parte de
deportistas los hemos hecho realidad. sus vidas a la actividad, sea conocida por
¿Cuántas veces y durante cuántas décadas todos los venezolanos, principal-mente
se oyó por aquí, por ejemplo, una idea por los h ab itan tes de esta tierra
como la de inaugurar un museo del deporte mirandina, en la que me he convencido
? Yo estoy seguro de que fueron muchas. de que sobra energía y talento para crear
¿Q uiénes se habían im aginado que innumerables cosas que de una u otra
podríamos contar con una biblioteca del form a alim entarán el espíritu y nos
deporte, o un salón de la fama del deporte estimularán a continuar hacia delante.
infantil, que de paso, el que ya tenemos,
es el único en el mundo? F elicito , pues, al
Estas son algunas de las profesor Dennis Arveláez,
cosas que yo también soñé, y a todo su equipo, espe-
y que, afo rtunadam ente, cial-mente al que labora
también estoy disfrutando. en su Depar-tamento de
Prensa, por este libro que
Yo, como muchos otros estoy seguro será del
ciu d ad an o s, me he so r­ agrado de todos los lec­
prendido con todas estas tores. O jalá que muy
cosas maravillosas que hoy pronto pueda in co r­
son realidad en nuestro mu­ porarme, cuando mis otras
nicip io , y no dejaré de obligaciones con esta her­
sorprenderme y de llenarme mosa com unidad me lo
de alegría con cada idea que permitan, a la encomiable
con muy pocos recursos, labor de re co p ilar las
pero con inmenso corazón, historias de nuestros atle­
ponen en práctica quienes Tcnl. (Ej.) Raúl tas, que llevan adelante en
aceptaron mi ofrecimiento Salmerón el Iam dr G uaicaipuro,
de llevar las riendas del Alcalde del para re g o cijarm e al
deporte. Municipio Guaicaipuro escuchar en persona las
emocionantes historias de
A hora la gente del cada uno de ellos.
Iamdr Guaicaipuro vuelve a sorprenderme Así, sería más extra-ordinario y
con la puesta en circulación del primer fascinante este tiempo que dedico a ser
tomo de Estrellas de nuestro deporte, un alcalde.

3
Impreso en los talleres del Diario AVANCE
con un tiraje de 2000 ejemplares
Telf. (0212) 322.70.72 - 364.63.45
Los Teqites - Estado Miranda

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Indice

Almeida, O vidio...................................................................................... 9
Aparicio, E rnesto................................ .................................................... 11
Blanco, M iguel......................................................................................... 58
Castillo, Trinidad..................................................................................... 18
Cordovés, Jesú s........................................................................................ 22
Grimán, D av id ............................................................................................ 23
Guzmán, Pedro F elipe.............................................................................. 25
Hernández, Elio........................................................................................ 27
Morante, A rm ando................................................................................... 28
Morante, Armando (H ijo)....................................................................... 29
Moreno, W illiam ...................................................................................... 30
Naranjo, R afael...........................................................................................33
Navarro, Julio C ésar.................................................................................. 34
Navarro, L u is..............................................................................................39
Nieves, N éstor............................................................................................ 40
Otazo, Albeo................................................................................................41
Pacheco, A ngel........................................................................................... 42
Parra Sosa, O rlando................................................................................... 45
Pinero, L eó n ............................................................................................... 60
Pirela, R afael.............................................................................................. 59
Rivas, José F élix ........................................................................................ 47
Rodríguez, Ingrid.......................................................................................49
Sánchez, R ubén......................................................................................... 62
Tiberi, G uido.............................................................................................. 50
Tiberi, G iovanni.........................................................................................52
Trómpiz, R afael......................................................................................... 54
Vásquez. M edardo..................................................................................... 55
Viso, A ugusto.............................................................................................56

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Estrellas de nuestro deporte

Arturo Argotte
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uando se hable de los mejores entrenadores de boxeo de Venezuela siempre

C habrá que mencionar al tequeño Ovidio Almeida. Desapareció físicamente en


octubre del 2003, pero en la capital mirandina lo recordamos con mucha
frecuencia pues por más de treinta años transmitió sus enseñanzas en el Gimnasio
Manuel Mota a varios de sus colegas, y docenas de atletas las ponen en práctica para
brillar y arrasar en escenarios nacionales e internacionales.

Desde muy niño se interesó por los Finalizaba la década de los sesenta
deportes. Practicó atletismo, voleibol, cuando en un pequeño cuarto del Estadio
baloncesto, béisbol, y fútbol, pero al Guaicaipuro, en Los Teques, y gracias al
hacerse adolescente prefirió el pugilismo. Instituto Nacional de Deportes seccional
Sus padres no deseaban que practicara ese Miranda, Ovidio Almeida fundó el primer
deporte tan exigente, pero nada logró ser gimnasio para boxeo de la entidad. A esta
lo suficientemente fuerte para disminuir instalación llegó en 1975 para inscribirse en
su deseo de convertirse en buen peleador, sus clases un extraordinario grupo de
y lo logró. En esa disciplina pudo muchachitos vecinos de los sectores Pan de
m antenerse entre los m ejores de su Azúcar, El Nacional, Brisas de Oriente, y
división, la welter, durante cuatro años, Buenos Aires, entre quienes estaban nada
pero decidió abandonarla para convertirse más y nada menos que David Grimán, José
en entrenador. Español, también los hermanos William y
Eloy Rojas. Tenían tantos sueños y ganas de
pelear, que el maestro puso especial interés
en ellos, los preparó, y los convirtió en los
mejores de Guaicaipuro, de Miranda, de
Venezuela, y del mundo.
En 1979 David, Eloy, y William, se
coronaron campeones municipales, y en
septiembre del mismo año conquistaron la
medalla de oro estatal y el boleto para asistir
al C am peonato N acional Infantil de
Cumaná. David y Eloy deslumbraron a todo
el m undo en ese evento, en el que
conquistaron las medallas de oro en sus
divisiones, repitieron esta dosis tres años
más tarde en la categoría juvenil, por lo que
en corto tiempo fueron llamados por la
Federación Venezolana de Boxeo para
integrar la selección de nuestro país. Una
década después David Grimán se titula
campeón mundial súper mosca, y cuatro
años más tarde Eloy Rojas le sigue los pasos
Ovidio Almeida, en la división pluma.

boxeo

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Ernesto Aparicio, béisbol
Con la llegada del equipo puertorriqueño Borinquen Stars cuando finalizaba la
primera década del siglo 20, el béisbol, que para entonces se practicaba en casi todos
los rincones de nuestra geografía, pasó a ser uno de los pasatiempos preferidos por los
venezolanos, junto al boxeo y el atletismo.
Fue un notable cambio que en su rumbo sufrió el deporte de nuestro país, afectado
por una fiebre de la pelota caliente que llegó a las mayorías. Los aficionados de esa
época decidieron compartir, pero con una mayor proporción para el béisbol, su
tradicional pasión por los deportes.
El Borinquen Stars presentó a extraordinarios jugadores, casi todos grandes ligas,
y este equipo además nos mostró aspectos modernos del juego que aún no se conocían
en Venezuela. Por ejemplo, los visitantes nos enseñaron que el manager era el que
decidía cuándo se cambiaba al pitcher abridor, ubicaba a los jardineros, y ordenaba los
robos de base o el bateo y corrido. En nuestro país, esa labor estaba a cargo de los
lanzadores, quienes también estaban obligados a trabajar completo aunque no lograran
anular a sus adversarios.
Otra de las grandes innovaciones que los puertorriqueños trajeron fue la utilización
de zapatos con spikes o clavos, que empezaron a verse desde entonces con frecuencia
entre los peloteros criollos. Estos zapatos los importaba el Almacén Americano.

Ernesto Aparicio da sus primeros


pasos en el béisbol
El pequeño Ernesto Aparicio, como muchos
I otros muchachos de Maracaibo y del resto del
: país que se enfiebraron con el béisbol, estaba
muy entusiasmado con la idea, que lo mantenía
pensando en que algún día llegaría a ser un
| j | gran jugador. En su ciudad natal casi todos los
de su edad pasaban la mayor parte del tiempo
jugando béisbol en la calle, como es obvio,
improvisando las bases, el cajón de bateo, la pelota,
el bate, la pizarra, y cualquier otro accesorio que
les hiciera agradable la partida.
Para explicar eso no es necesario escribir
mucho, pues todos hemos pasado por ahí.
En uno de los primeros encuentros que
recuerda haber jugado Ernesto, cuando
/ estaba cubriendo la ternera avanzó para atacar
un rolling y la pelota, que era de papel pano­
rama (periódico) mojado, forrada con teipe,
y bateada con un palo de escoba cortado más
i o menos por la mitad, picó en una grieta de
la calle y durísimo le pegó en el ojo izquierdo,
produciéndole un intenso dolor y unos pocos
minutos más tarde tremendo moretón.

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El hombre que bateó se embasó, pero Ernesto continuó jugando, aguantando el
fuerte dolor, y como un pelotero profesional que se creía, defendió su posición hasta
que su equipo se impuso como 15 carreras x 3. “Claro que otras partidas se perdían,
pero la mayoría las ganaba el equipo de mi cuadra y por abierto margen”. Ernesto
Aparicio vivía en El Milagro, Santa Lucía, cerca del Palacio Roncaggiolo.
El gusto por el béisbol llegó a tal punto en Maracaibo que los encuentros se
disputaban a diario, y hasta cinco veces por jomada durante los fines de semana. Los
muchachos, en repetidas ocasiones, se escapaban de clases para poder llegar a tiempo
a cada partido.
Pero llegó el momento en que la pelota en la calle se había convertido en un
pasatiempo para novatos, en una diversión infantil, para quienes en aquellos días no
sabían que iban a convertirse en excelentes jugadores.
Ernesto Aparicio, su hermano Luis, y muchos otros con excepcionales condiciones,
comenzaron a colarse por la cerca de las empresas petroleras, decididos a jugar béisbol
de verdad, en un campo con las medidas reglamentarias. Les faltaban algunos guantes,
sólo tenían un bate, y casi no tenían pelotas Spalding, pero eso no les importaba porque
se sentían muy felices jugando en un estadio real.
De caimanera en caimanera el grupo entero de coleados iba aprendiendo mucho,
pero los hermanos Aparicio sobresalían, tanto, que todos los equipos querían tenerlos
en sus line up. Ernesto era el mejor short stop, y Luis un fenómeno en la intermedia,
pero Ernesto era mocho de brazo, por lo que debió ceder poco a poco su posición a
Luis, quien rápidamente comenzó a lucirse como paracorto.
Luego de varios años, y por su natural calidad, a los hermanos Aparicio les llegó la
hora de entrar a un equipo de béisbol organizado, que tenía un uniforme muy bonito,
parecido al de los Yankees de New York: el Atlético BBC, propiedad de Luis A. Blanco
Chataing, uno de los participantes en el Campeonato 1927-1928 de la Liga Zuliana.
Ernesto contribuyó mucho con su guante y con su bate para que ese club se titulara
campeón del Zulia en esa misma temporada, y por la indescriptible emoción que le
produce esa victoria, decide, junto a otros destacados jugadores, fundar un nuevo equipo,
que en corto tiempo sería el más ganador de la región.
-¿Y cómo lo llamaremos?, le preguntaban a Ernesto diecisiete jugadores en una
improvisada mesa larga, que les armaron los mesoneros del Paisandú, ubicado en Los
Aticos arriba. En esa mesa también estaban, como era de esperarse, la Regional, las
lisas fritas, y el mojito en coco con plátano verde.
-Ernesto, ¿cómo es que se va a llamar el equipo?, repreguntaron algunos.
Ernesto aún no tenía el nombre, pero confiaba en que lo encontraría pronto. En
cuestión de segundos se le prendió el bombillo al fijarse en las uñas largas y sucias de
los jugadores. Interrumpió su banquete, se levantó, y se dirigió a sus compañeros:
-Nosotros somos agresivos, jugamos fuerte y con mucha garra, por eso nos llamaremos
¡Gavilanes! El nombre agradó a todos, y en esa misma ocasión deciden intervenir en la
Liga de Béisbol de Caracas, que estaba por arrancar el torneo 1929.
Fue con este equipo que Ernesto vio realizados dos de sus más importantes sueños: el
de ser un ganador en el béisbol, y el de convertirse en manager.
Luego de ganar cómodamente el campeonato en la capital del país, el Gavilanes BBC
retoma a Maracaibo para imponerse también en el Torneo de la Liga Zuliana, apoderándose
de la Baby Copa, prestigioso premio otorgado por la firma Me Gregor & Co.
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Carabobo quiere medirse al Gavilanes BBC
Era tan bueno el equipo Gavilanes BBC, que una vez Ernesto Aparicio recibió la
invitación del Estado Carabobo para ir a jugar contra su selección, a la que humillaron
13 carreras x 2 frente al menos 3.000 espectadores.
Al día siguiente, los carabobeños quieren sacarse ese clavo y piden al Gavilanes
BBC que se enfrente al Magallanes. Ernesto aceptó el reto y lo ganó 9 carreras x 1.
Las familias Carratú y Salomón, dueñas del Magallanes de aquel entonces, quedaron
impresionadas por las victorias de la novena zuliana, y Ernesto fue contratado por ellas
para que les dirigiera su equipo.
Ernesto estuvo poco tiempo en la dirección del Magallanes, pues quena continuar
ganando con sus Gavilanes, y como era de esperarse, lo logró. Sus muchachos fueron
unos auténticos verdugos en los años treinta, cuarenta, y cincuenta. Entre 1933 y 1952
conquistaron 12 torneos de la Liga Zuliana, y en la Liga Occidental ganaron dos
campeonatos entre 1954 y 1957.

Ernesto Aparicio domina al poderoso Cervecería Caracas


Otro triunfo muy importante en la carrera de Ernesto Aparicio fue el alcanzado en
la Temporada 1946-1947 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, cuando
dirigiendo al Vargas BBC se impuso en la final al favorito Cervecería Caracas. El
Vargas BBC avanzó a la serie decisiva luego de clasificar en la cima con 11 ganados y
7 perdidos en la primera vuelta, y de tercero en la segunda vuelta con 6 ganados y 12
perdidos. El Vargas BBC se tituló campeón al vencer tres juegos a uno al equipo
capitalino, dirigido por José Antonio Casanova.
La lista de jugadores que tenía Ernesto Aparicio en el Vargas BBC era impresionante,
empezando por su lanzador estrella, el mirandino Daniel “Chino” Canónico, quien
además lo ayudaba en la dirección del equipo; Hill Cash como outfielder y catcher;
Víctor García y Carlos Ascanio como inicialistas; Marvin Williams en la intermedia;
Luis Aparicio (padre) en el short stop; Sam Bankhead en el infield y en la receptoría;
Luis Oliveros en el infield; Venancio Osorio en el outfield; Francisco Contreras out­
fielder; Pedro Rodríguez outfielder, y otros pitchers como Román Fuenmayor, Balbino
Fuenmayor, y Hilton Smith.

Final Vargas BBC-Cervecería Caracas Temporada 1946-1947


Recordemos lo que pasó en la final a cinco encuentros entre el Vargas BBC y el
Cervecería Caracas, que ganaron, como ya dijimos, los muchachos del inigualable
Ernesto Aparicio.
El primero y segundo choque los dominó el Vargas BBC 4 carreras x 1 y 3 carreras
x 2, el tercero fue una victoria 1 x 0 para los capitalinos, y los muchachos de Ernesto
Aparicio aparecen por cuarta vez en el estadio Cervecería Caracas de San Agustín para
disputar el partido que podría llevarlos a la gloria luego de una extraordinaria campaña.
La prensa nacional anunciaba en sus primeras páginas y con grandes titulares la
final que protagonizaban el Vargas BBC y el Cervecería Caracas -favorito de al menos
la mitad de Venezuela-, para definir al campeón de la Temporada 1946-1947. Igual
importancia daba la radio a ese duelo.
Ya para el cuarto partido estaba claro, para casi toda la afición, que el Vargas BBC
tenía un mejor equipo, por lo que las apuestas lo favorecían 5-1.

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Las gradas estaban a reventar, y al menos cuatro centenares de hermosas muchachas
caraqueñas, muchas de ellas acompañadas por sus padres, se habían ubicado desde
temprano en un asiento que les permitiera ver de cerca a sus jugadores favoritos.
La cerveza Caracas no le faltaba a nadie, y vendedores de diversos tipos de balas
frías, incluyendo pinchos y empanadas, hacían su agosto con la fanaticada. Una de las
más bellas mujeres que estaban presentes en las gradas era Tuba, la esposa de Ernesto
Aparicio, quien se notaba intranquila a pesar de estar acostumbrada a estas emocionantes
contiendas.
Julio Neri y Víctor Trujillo, propietarios del Vargas BBC, se encontraban cerca del dogout,
y aseguraban que jamás habían visto tan lleno el estadio.
-¿Te imaginas cuánto nos dejaría la taquilla si jugáramos mañana domingo, Julio?
-¡Déjate de vainas Víctor, a estos caraquistas los matamos hoy! ¡El Vargas BBC se
titula campeón hoy!
Eran las 2 de la tarde del sábado 15 de mayo de 1947 cuando se escuchó la voz de
play ball. Hill Cash, primero en el line up de Ernesto Aparicio, le conecta un hit entre
primera y segunda al abridor caraquista Luis Zuloaga. Lo mismo hace Carlos Ascanio
sobre el camarero, y Marvin Williams la pega contra la pared de la derecha para barrer
las bases. Sin outs, y con dos carreras en contra en la primera entrada, José Antonio
Casanova se la juega con Zuloaga, pero este recibe otro palo hacia el center field
conectado por Luis Aparicio, quien trae a la goma a Williams para un rápido y
preocupante 3 x 0. Es todo para Zuloaga y entra a relevarlo el también venezolano
Juan Francisco Hernández.
Hernández asume el control del encuentro, y domina de manera consecutiva a Sam
Bankhead, Luis Oliveros, y Venancio Osorio, para acabar con este ataque de los
inspirados muchachos del Vargas BBC.
Y Hernández se mostró intraficable hasta el octavo tramo, cuando con dos outs
recibió kilométrico cuadrangular de Francisco Contreras para el 4 x 0. Como cerrador
del conjunto cervecero ingresa Julio Bracho, quien poncha a Pedro Rodríguez para el
último out de la entrada.
Balbino Fuenmayor, quien abrió por el Vargas BBC y mantuvo en blanco a sus
rivales durante siete entradas, es relevado por Milton Smith. Smith mantiene a raya a
los desesperados bateadores caraquistas en el inning ocho, y en el noveno dicta una
cátedra que incluye par de abanicados. El out veintisiete se le pone difícil a Ernesto
con una ofensiva enemiga que llena las almohadillas.
Vento está en el home play, con la posibilidad de igualar el marcador, pero por su
muy mala suerte conecta un rolling durísimo por el campocorto, que domina con soltura
Luis Aparicio, quien a pesar de que la bola cayó en el hueco y él se retrasó en el pívot,
la envió como un misil a la inicial para que a Víctor García le quedara doliendo la
mano durante al menos cuatro días, y para que su hermano Ernesto saltara y llorara de
alegría, y unos minutos más tarde recibiera el trofeo de campeón del Torneo 1946-
1947 de la Liga Venezo-lana de Béisbol Profesional.
Los triunfos de Ernesto Aparicio en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional
continúan en la Temporada 1955-1956, pero con su equipo, el Gavilanes BBC, que se
titula campeón. Además, en ese torneo, exactamente el 8 de enero de 1956, el Gavilanes
BBC impone un record, el de 4 jonrones conectados en un partido por su estrella Russel
Rascue, marca que aún se mantiene vigente.

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En la Temporada 1956-1957, el Gavilanes BBC logra el bicampeonato, pero por
problemas legales con su hermano Luis, Ernesto decide no participar en el torneo
siguiente y esto significa el final de su triunfal intervención en la Liga Venezolana de
Béisbol Profesional.
Ernesto Aparicio también destacó en el exterior
En el año 1946, unos meses antes de su intervención en el torneo de la Liga
Venezolana de Béisbol Profesional, Ernesto Aparicio disfrutó de algunos triunfos en el
extranjero, entre los que resaltan los alcanzados con la selección de Venezuela en una
serie jugada en Cuba contra cinco países del Caribe.
En ese evento pelamos a Panamá, a República Dominicana, y a México, pero
quedamos terceros. Lo mejor de todo fue que jugamos un partidazo contra los cubanos,
que quedaron campeones. Y ellos mismos reconocie-ron que los pusimos a temblar,
porque “solamente los equipos venezolanos eran capaces de vencerlos”.
Era evidente que los cubanos aún tenían fresco en su memoria el recuerdo de la
derrota que sólo cinco años atrás les habíamos asestado en el IV Campeonato Mundial
de Béisbol Amateur.

Ernesto Aparicio funda su escuela de béisbol en Los Teques

Ernesto Aparicio abandonó su trabajo como mánager en el año 1959 y se radica en


Los Teques, atendiendo una invitación que le hiciera el desaparecido Manuel Mota -
entonces Director de Deportes del I.N.D. Miranda - quien lo contrata como entrenador
de béisbol.
Se funda la Escuela de Béisbol Menor Ernesto Aparicio, que tenía su sede en el
estadio Guaicaipuro, en donde formó a extraordinarios peloteros como Oswaldo Guillén,
Antonio “Potro” Alvarez, y al desaparecido Gustavo Polidor, un arte que dominaba
desde mucho tiempo atrás.
En su escuela además formó a otros buenos jugadores que no se hicieron famosos
en el béisbol profesional, como Héctor Mezones, Arturo Silva, Freddy Pérez y Giovanni
Tiberi, y a varios que decidieron hacerse entrenadores como su maestro, entre ellos:
Ulises “Cachapa” González, Pedro Mijares y el gordo José Tabares. Gracias a los
conocimientos que adquirieron con su maestro Ernesto Aparicio, estos entrenadores
han podido formar a una magnífica camada de jóvenes peloteros como Richard Paz,
Alex Londoño y Alexis Molalla, quienes ya se destacan en el béisbol profesional.

MARACAIBO LE HACE UN REGALO A LOS TEQUES


Ernesto Aparicio nació en Maracaibo el 11 de marzo de 1910. Creció y vivió
jugando béisbol en su ciudad natal, en donde conoció a Tulia Montiel, su compañera
de siempre, ya lamentablemente fallecida. Con ella se casó y procreó tres hijos.
En Los Teques se estableció con su esposa desde 1961 y desea que en esta tierra los
entierren, porque de los hijos del cacique Guaicaipuro ha recibido desde su llegada un
cariño superior al que le dieron en el Zulia.
Las autoridades mirandinas y tequeñas también le manifestaron mucho aprecio,
colocándole su nombre al polideportivo de la urbanización Cecilio Acosta, en el sector
El Paso.

15
El “Viejo” dejó en Maracaibo muchas cosas queridas. Además de sus Gavilanes
BBC, dejó a su familia, a sus amistades, a su lago, al Paisandú, al Cabeza e ' toro, al
América Bar en la Avenida 5 de Julio de Bella Vista, y al lugar más apreciado por los
deportistas zulianos de los años 50, la Cervecería Princesa, propiedad de Ernesto
Aparicio. Desde entonces, cuatro generaciones de tequeños se han beneficiado con
sus enseñanzas.
Datos estadísticos tomados de la Enciclopedia del Béisbol en Venezuela,
Tomo I, escrita por Daniel Gutiérrez, Efraín Alvarez, y Daniel Gutiérrez (h).
Caracas, 1997.

Manager LVBP-1946-1996
Más títulos
W ilfredo C aliño, Roy
Regino Otero 7 C am panella, Rod Carew,
José Antonio Casanova 4 Dom ingo C arrasquel, M artín
Digo, Rodolfo Fernández, Wille
Oswaldo Virgil 4 Horton, Don Leppert, Gregorio
Pompeyo Davalillo 3 Machado, Pete MacKanin, José
Lázaro Salazar 3 Martínez, Buster Mills, Aurelio
Alfonso Carrasquel 2 Monteagudo, Tony Pachecho,
Camilo Pascual, Bill Plummer,
Daniel “Chino” Canónico 2 Graciano Ravelo, Phill Regan,
Felipe Rojas Alou 2 Bill Robinson y TimTolman: uno
Rubén Amaro cada uno.
Ernesto Aparicio

MEJORES MANAGERS

Torneos zulianos
Nombre Campeonatos ganados
Ernesto Aparicio 9
Pedro Báez
Sungo Correa
Liga Occidental
Agustín David
L. Rodríguez Olmo
Nombre Campeonatos
Lázaro Salazar
ganados
Lester Moss 4
Ernesto Aparicio 2
Ira Hutchinson
Lou Strezza

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Equipos más ganadores Liga Occidental
Rapiños 5
Torneos zulianos Gavilanes 2
Gavilanes 12 Pastora 1
Pastora 3
Orange Victoria 1

Campeones de los torneos zulianos


1933-1952

Temporada Equipo Mánager


1933 Gavilanes Ernesto Aparicio
1934 Pastora Pedro Báez
1935 Gavilanes Agustín David
1936 Gavilanes Ernesto Aparicio
1937 Gavilanes Ernesto Aparicio
1938 Gavilanes Lázaro Salazar
1939 Gavilanes “Sungo” Correa
1940 Gavilanes Ernesto Aparicio
1941 Suspendido
1942 Suspendido
1943 Suspendido
1944 Suspendido
1945 Gavilanes Ernesto Aparicio
1946 Gavilanes Ernesto Aparicio
1947 Gavilanes Ernesto Aparicio
1949 Gavilanes Ernesto Aparicio
1950 Gavilanes Ernesto Aparicio
1951 Orange Victoria
1952 Gavilanes Ernesto Aparicio

Liga Occidental

Temporada Equipo ganador Manager


1954-1955 Pastora Lou Strezza
1955-1956 Gavilanes Ernesto Aparicio
1956-1957 Gavilanes Ernesto Aparicio
1957-1958 Rapiños Ira Hutchinson
1958-1959 Rapiños Lester Moss
1959-1960 Rapiños Lester Moss
1961-1962 Suspendido
1962-1963 Rapiños Lester Moss
1963-1964 Suspendido

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Trinidad Castillo atletismo ,
Un grupo pequeño formado por buenos atletas y entrenadores, a cuya cabeza estaba
Elio Hernández, decide un día organizar el Torneo de Atletismo de los Juegos Deportivos
Escolares del Distrito, y hoy Municipio Guaicaipuro, luego de que las autoridades
regionales les negaran cambiar, en el mismo evento que organizaba el IND, unos horarios
que innegablemente perjudicaría a un sector de los estudiantes tequeños que tomarían
parte en el evento. Fue en el año 1965. Entonces Elio Hernández, un destacado instruc­
tor egresado de la Escuela de Entrenadores de Venezuela, decide montar su propio
torneo de atletismo, que en ese año se disputó con resonante éxito en el estadio de
Bellavista, hoy conocido por todos como Guaicaipuro.
En ese maravilloso evento, Elio Hernández presentó a tres equipos de atletismo,
que representarían a las escuelas en las que prestaba sus servicios. Pero entre todos los
inscritos para la competencia destacaba sobremanera el equipo femenino de la Escuela
José Antonio Rodríguez López, de El Barbecho, que dirigía la profesora Lesbia
Sandoval. Sus integrantes eran ocho muchachitas delgaditas, inquietas, y ansiosas de
ganarse por primera vez una medalla en sana competencia deportiva, entre las que
brillaba la más chiquita y más linda, de nombre Trinidad Castillo.
Lesbia Sandoval había puesto especial interés en enseñar a Trinidad Castillo sobre
todo por las constantes muestras de orden y disciplina que esta niña le daba, además de
haber notado en ella condiciones innatas para el atletismo. -
Llegó el momento de la primera competencia, y todos en la Escuela José Antonio
Rodríguez López habían puesto sus esperanzas en la pequeña Trinidad, quien apenas
tenía 13 años de edad.
Su entrenadora Lesbia Sandoval la inscribe en las pruebas de los 80 y 150 metros
planos, en el salto largo, y en el relevo 4 x 80, confiada y segura de que triunfaría, pues
por experiencia notó que sus rivales no eran tan difíciles. Trinidad se apoderó del oro
en todas esas pruebas y conduce a su equipo al primer lugar del atletismo de los Juegos
Deportivos Escolares de Guaicaipuro, y unas semanas más tarde también se impone en
la fase estadal relegando a segunda y tercera posiciones a las representantes de
Barlovento y de los Valles del Tuy, quienes habían llegado al evento como máximas
favoritas.

Trinidad es entrenada por Elio Hernández


Durante sus actuaciones en todas las pruebas de los Juegos Deportivos Escolares,
Trinidad Castillo fue observada por Elio Hernández, quien además de organizador
trabajaba como juez, y al darse cuenta de las excepcionales condiciones que poseía
esta niña, le pide que se integre a la selección infantil del Estado Miranda. Trinidad
acepta la invitación y comienza a entrenar bajo las instrucciones de Elio Hernández,
quien la iba a buscar todos los días a la salida de la escuela para llevarla al estadio
Guaicaipuro y así cumpliera con los entrenamientos.

Trinidad a su primera competencia nacional


Después de unos meses de entrenamiento con la selección estadal, Trinidad participa
en los campeonatos nacionales de atletismo de los años 66 y 67, en los que se destaca

18
en la prueba de los 100 m etros,
colocándose siempre entre las mejores, y
aunque en esas competencias no llegó a
conquistar las medallas de oro, estaba
logrando el fogueo y la preparación
necesaria para muy pronto convertirse en
la corredora más veloz de nuestro país.
Esa era la estra te g ia que se había
planteado el inigualable Elio Hernández.
En el año 1968, a Trinidad Castillo le
llega el momento de enfrentar uno de sus
más grandes retos, como lo fue representar
a su Estado en los Juegos Deportivos
Nacionales de Maracay. Allá, como en sus
últimas competencias de envergadura,
correría en la prueba más espectacular del
atletismo, los 100 metros planos.
Tanto ella como su entrenador sabían
de la trascendencia de esta competencia,
y se preparan sin descanso durante
muchos meses, tiempo en el que Trinidad
se concentró en un solo objetivo: ubicarse
entre las mejores velocistas de Venezuela.
Se realizan las elim inatorias del
atletism o en los Juegos D eportivos
Nacionales de Aragua, y las mirandinas Carmen Alvarez y Trinidad Castillo avanzan a
la final de los 100 metros planos femenino, que sería disputada en el Estadio Olímpico
de Maracay.
En un difícil final, la zuliana Elsa Antúnez -otra grande del atletismo venezolano-
, logra imponerse implantando récord nacional con tiempo de 11.09. La mirandina
Trinidad Castillo cumple su meta, llegando segunda con 11.10, mientras que el tercer
lugar correspondió a Adriana Marchena, del Distrito Federal, con 11.12.07.

Trinidad Castillo bate el récord nacional de Elsa Antúnez


Aunque fue muy destacada su actuación en los Juegos Deportivos Nacionales de
Maracay '68, Trinidad quiere llegar más lejos porque sabe que tiene condiciones para
hacerlo, y se entrega por completo a los entrenamientos de Elio Hernández. Participa
en casi todos los eventos de carácter nacional del año siguiente, en los que logra
figurar entre las primeras, y nuevamente por Miranda tiene la oportunidad de intervenir
en los Juegos Deportivos Nacionales de Barcelona 1970, en los que intentará conquistar
la medalla de oro en la prueba de los 100 metros.
Como ella y su entrenador lo habían soñado, Trinidad logra batir en ese evento la
marca nacional de los 100 metros planos femenino, en poder hasta ese entonces de la
zuliana Elsa Antúnez con 11.09, implantando nuevo e impresionante récord nacional
de 11.08 exactos, que se mantuvo inalcanzable durante 14 años, hasta 1984.

19
Il

Los récords de la zuliana Elsa Antúnez eran tan buenos, y tan difíciles de derribar,
que aún se mantienen los que impuso en 1968 en los 400 metros planos (54 segundos
exactos), y en los 200 metros planos (24.62). Pero en Barcelona '70 debió conformarse
con el segundo lugar en los 100 metros planos, detrás de la mirandina Trinidad Castillo,
quien indiscutiblemente fue superior.
Además de esta formidable actuación, Trinidad remata sensacionalmente el relevo
4x400 para darle a Miranda otra medalla de oro. Este relevo lo integraron también
Emy Ochoa, Sandra Blanco, y Elizabeth Reyes.

Trinidad Castillo es llamada a integrar la selección


nacional de Venezuela
Por las magníficas actuaciones cumplidas en Barcelona '70, Trinidad es llamada por la
Federación Venezolana de Atletismo para que integre la selección nacional, bajo las instrucciones
de dos excelentes entrenadores, Eloy Murad y Mijai Sisu.
Venezuela intervendría en noviembre de 1972 en el Campeonato Centro Americano
y del Caribe, efectuado en Jamaica. Trinidad representa a Venezuela en los 100 metros
planos y logra el tercer lugar con tiempo de 11.09, detrás de la corredora jamaiquina
que ocupó el segundo con 11.08, y de la representante de Brasil que llegó primera con
11.07.48.
Trinidad participó también en otros eventos internacionales disputados en Puerto
Rico, Chile, y México, en los que conquistó medallas de bronce, plata, y bronce,
respectivamente, en los 100 metros planos. Además formó parte del relevo venezolano
4 x 100 que se ubicó cuarto en los Juegos Panamericanos de Cali.
Después de muchos años, Trinidad Castillo
destaca en la categoría máster
Trinidad nunca se ha alejado del atletismo, y aún, luego de tantos años repletos de
triunfos con las selecciones de Miranda y de Venezuela, continúa cosechándolos en la
categoría máster.
En esta categoría Trinidad Castillo ha tomado parte en torneos invitacionales
nacionales, campeonatos suramericanos en Perú, Chile, y Colombia, y hasta en el
Campeonato Mundial de Atletismo Máster de Búfalo 1995, en los Estados Unidos,
competencias en las que nunca ha dejado de conquistar medallas para Venezuela.

Trinidad Castillo se destacó en la natación


Trinidad también fue muy buena nadadora. Representando al Club Hipocampus,
de Los Teques, una vez conquistó la triple corona en un torneo estadal categoría máster,
al imponerse en las pruebas 100 metros libres, espalda, y mariposa.
Como entrenadora ha hecho un importante aporte a nuestro atletismo
Trinidad siempre soñó con poder enseñar a los demás, y paralelamente a sus
entrenamientos durante la juventud, estudiaba en la Escuela Normal entre los años 1969 y
1972. Esto se le hizo muy pesado, ya que no contaba con suficientes recursos económicos,
y el IND, como era costumbre, no ayudaba en nada a los atletas.
Vivía en Los Teques con una de sus hermanas, hecho que complicaba aún más la
situación, ya que debía viajar a diario a Caracas. Pero siguió adelante y logró graduarse

20
en esa escuela. Y para completar su formación como docente, unos años más tarde
también se graduó de profesora en Educación Física y Recreación en el Instituto
Pedagógico de Caracas. “Una vez le dije a mi entrenador de siempre, Elio Hernández,
que yo quería ser profesora, porque me gustaba enseñar, y lo logré”.
Le preguntamos a Trinidad ¿cuál ha sido su momento más feliz en el deporte?,
y nos respondió:
-A nivel de competencias creo que el momento más feliz fue cuando batí el récord
nacional de los 100 metros planos, pero también me complace mucho el hecho de
haber culminado mis estudios para poder enseñar a otros lo que sé del atletismo.
¿Y tu momento más triste ?
-Hay unos cuantos, pero el que más me entristeció fue cuando vi cómo se hizo una
injusticia con mi maestro Elio Hernández, al darle el nombre de un político al Complejo
Deportivo de El Paso, en donde se encuentra ubicada la primera pista de atletismo
construida en nuestra entidad. Y lo peor de todo es que ese político no tiene ni idea de
lo que es el deporte. Sin embargo, como muchos otros mirandinos, y si es verdad que
existe la justicia, tengo la esperanza de que algún día se le dará el nombre de Elio
Hernández a esa instalación.

21
Jesús Cordovés, baloncesto

esús Cordovés se inició en


I el deporte en 1962, cuando
* 1 apenas tenía 9 años. Fue en
elvoleibol. Su entrenador era el
in ig ualable Elio H ernández,
quien lo preparaba en una cancha
prefabricada de madera, que se
instalaba en el Estadio Guaicai-
puro. Junto a Hernández laboraba
también Raúl Pineda, y entre am­
bos se encargaron de la prepa­
ración del pequeño Cordovés.
En 1963 p articip a en el
estatal infantil, en representación
del Distrito Guaicaipuro, y ob­
tiene la medalla de plata. Con­
tinuó su carrera en el voleibol y
hasta llegó a integrar la pre­
selección nacional juvenil. Del
voleibol saltó al atletismo, y bajo
la dirección del verdugo Elio
Hernández llegó a ser muy bueno
en las pruebas de semifondo.
Pero el baloncesto era su
mayor pasión y por eso decidió practicarlo, iniciándose en caimaneras que se
organizaban en la Vuelta del Paraíso, su cuadra, o en El Barbecho, en la capital del
Estado Miranda.
Y preferir el baloncesto fue su mejor decisión, pues sobre los tabloncillos ha dado
extraordinarios frutos. Fue uno de los fundadores de la Liga Profesional de Baloncesto
de Venezuela, en la que ha dirigido a todos los equipos, excepto a los Toros de Aragua.
Toda esta experiencia la puso al servicio de su entidad, y en incontables torneos se
llevó los máximos honores, tal como sucedió en los XII Juegos Deportivos Nacionales
Juveniles Yaracuy 1997, en los que dirigiendo al equipo femenino obtuvo la medalla
de oro en el por equipos, junto a otras seis que conquistamos en destrezas individuales.
Entre otros importantes logros en la carrera de Jesús Cordovés, está el de haber
derrotado a Cuba en el baloncesto femenino de los Juegos Deportivos Panamericanos.
Sus conocim ientos son aprovechados por cientos de nuevos entrenadores
venezolanos. En la actualidad, dicta talleres en todo el país, ya que presta sus servicios
para la Dirección de Mejoramiento Profesional del IND.
La hermosa cancha del Palacio del Deporte, en Los Teques, lleva su nombre, justo
reconocimiento hecho en vida a este insigne basquetero.

22
David Grimán, boxeo
El ex campeón mundial súper mosca David Grimán es otro destacado deportista
de nuestra región, quien luego de brillar en los cuadriláteros de todo el mundo, dedica
su tiempo en la actualidad a la formación de boxeadores. Se inició en el pugilismo
cuando era muy joven, tenía apenas 13 años. Su primer entrenador fue el recientemente
fallecido Ovidio Almeida, quien lo preparó en un espacio más o menos acondicionado
que le habían cedido las autoridades regionales en el Estadio Guaicaipuro, en Los
Teques, Estado Miranda.
Era muy pobre, y junto a él estrenaban otros niños de sectores humildes, entre
ellos los hermanos Eloy y William Rojas. Eran los preferidos de Ovidio Almeida por
su puntualidad, garra, y condiciones innatas. La experiencia y sabiduría de Ovidio
Almeida le permite percibir que tenía entre sus alumnos a potenciales campeones
mundiales, y por eso le dedica sus mejores esfuerzos a Eloy, a William y a David, con
quienes trabajaba todos los días sin descanso para enseñarles el difícil arte de boxear.
Después de unos pocos meses de preparación y unas cuantas peleas internas, David
hace su debut oficial en un torneo estatal infantil, y derrotando a todos sus oponentes se
gana el puesto en la selección del Estado Miranda que p;u1icipó en el Campeonato Nacional
Infantil Cumaná 1981.En tierra sucrense David Grimán se titula campeón nacional en la
división 37 kilos, dictando cátedras a rivales de todo el país, y tanto entrenadores de otras
regiones como directivos de la Federación Venezolana de
Boxeo se dieron cuenta rápidamente de que
poseía las condiciones para llegar muy lejos.
Con esta actuación de David Grimán,
y las de los hermanitos Rojas, que también
se titularon campeones nacionales, Miranda
obtuvo la medalla de oro en ese evento,
relegando a la segunda posición al hasta entonces
considerado máximo favorito, el poderoso
equipo del Estado Sucre, entidad que desde
esa oportunidad trabajó y ha trabajado muy
duro buscando desquitarse de aquella pela
que le dimos, pero hasta ahora, 23 años
después, no lo ha logrado, pues superar a los
peleadores mirandinos no es tarea fácil.
Fue tanta la euforia en Miranda por la vic­
toria de sus noveles pugilistas, que la
seccional regional del Instituto
Nacional de Deportes decide
construir en Los Teques nuestro
primer gimnasio para boxeo,
que es el mismo que lleva
hoy el nombre del diri­
gente Manuel Mota,
también lamentablemente
fallecido.

23
Como es obvio, las condiciones para realizar los entrenamientos mejoraron, y
podemos imaginamos lo fácil que se le hacía a Ovidio Almeida continuar enseñando
boxeo a sus pupilitos.
Por la nueva instalación, y por contar con el mejor entrenador de nuestro país,
David Grimán continuó triunfando en todos los escenarios nacionales, y en su época
de adolescente es llamado por la FVB a integrar la selección de Venezuela, que en
1983 participa en diversos eventos de gran jerarquía.
Una de sus prim eras actuaciones internacionales fue en el Cam peonato
Suramericano de Argentina, en el año 1984, evento en el que conquistó la medalla de
oro para brindarle a todos los venezolanos una inmensa satisfacción.
Era tan bueno David Grimán, que jamás dejó de ser integrante de la selección
nacional de Venezuela, con la que asiste a las Olimpíadas Seúl 1988. En ese evento
pierde su primera pelea por una clara injusticia de los jueces, y para tristeza propia y
de todos sus compañeros de equipo queda eliminado quien pocos años más tarde se
coronaría campeón universal. Al regresar a su país, David Grimán cree que ya ha
llegado el momento de saltar al profesional, y luego de varios combates que termina
exitosamente se presenta su oportunidad de pelear por un título mundial, y lo hace el
15 de diciembre de 1992 contra su compatriota Aquiles “Tanquecito” Guzmán, a quien
derrota para ver realizado el sueño de todo buen pugilista.

24
Pedro Felipe “Chispa ”Guzmán
bolas criollas
Pedro Felipe Guzmán, mejor conocido como “Chispa”, se inició en las bolas criollas
a los 15 años de edad. Practicaba en una cancha ubicada al lado del ferrocarril de El
Encanto, en Los Teques, porque siempre acompañaba a su papá cuando este iba a jugar
con sus amigos, y para no fastidiarse se incorporaba a la actividad.
Su primera participación en un equipo formalmente organizado, e inscrito en la Liga
de Guaicaipuro, fue en 1965 con el Gavilanes BCC, propiedad de Ramón Montilla. Este
cuarteto interviene el mismo año en el campeonato distrital y luego de vencer a los más
fuertes rivales, llega a la gran final que disputó contra el poderoso conjunto representante
de la farmacia Camposano.
Ramón Montilla, que lo había visto jugar durante todo el campeonato, decide incluirlo
en el equipo que lucharía por el primer lugar y “Chispa” no desperdicia esa oportunidad
ejecutando de 12-12 boches de aire como un auténtico verdugo para que su divisa con­
crete la victoria 20-18. Desde ese momento Pedro Felipe Guzmán fue considerado como
el mejor prospecto de las bolas criollas mirandinas.
“Chispa” representa al Distrito Guaicaipuro en el Campeonato Estatal Juvenil de
Ocumare del Tuy 1965, que es dominado por Sucre, pero por su indiscutible calidad fue
llamado a integrar la selección del Estado Miranda, que en el Torneo Nacional de Mérida
obtiene la medalla de plata. En ese evento Pedro Felipe Guzmán obtiene bronce en el
departamento de boches.
Otro gran triunfo lo concreta el año
siguiente, al alcanzar el título de campeón
boches en el torneo estatal juvenil que
domina Guaicaipuro en recia final contra
Zamora, disputada en Guatire, ante quienes
nos imponemos 20-19.
“Recuerdo que ese encuentro fue muy
duro, todo el público estaba en contra de
nosotros, y a mí, que ya me conocían como
un gran bocheador, me hacían mucha bulla
para desconcentrarme. Incluso, muy cerca
de la cancha había una iglesia con una gran
campana, que el cura del pueblo mandaba a
sonar cada vez que yo me disponía a bochar.
Pero ni aún así lograron evitar que yo le echara
palo a sus bolas para darle el triunfo a
Guaicaipuro. Creo que ese fue uno de los
momentos más emocionantes de mi
carrera”.
En 1966, Miranda toma parte
en el Campeonato Nacional de
Aragua, disputado en Maracay,
en el que gracias a las
actuaciones de Pedro Felipe
Guzmán
25
obtenemos la medalla de plata por equipos, detrás del Distrito Federal. “El partido final lo
dominábamos 13-3, pero nos descuidamos y nuestros adversarios arremetieron y nos
derrotaron 20-16. “Ese fue el momento más triste de mi carrera”.
Pasan dos años y el equipo de Miranda continúa figurando entre los mejores del país,
en la categoría adultos, y es en 1974, en Maracaibo, cuando conquistamos nuestro primer
título nacional. Desde ese entonces alcanzamos victorias consecutivas durante 13 años,
con igual número de premios como mejor bocheador para el tequeño “Chispa” Guzmán.

Pedro Felipe Guzmán en el Campeonato


Mundial de Argentina
Considerando las descollantes actuaciones del jugador mirandino Pedro Felipe
“Chispa” Guzmán durante más de una década, la Federación Venezolana de Bolas Criollas
lo llama a integrarse a la selección nacional que por primera vez tomará parte en un
Campeonato Mundial, el de Argentina 1987.
Se concentra con los mejores de nuestro país, para que la Federación Venezolana de
Bolas Criollas lo seleccione junto al petareño Rafael González; Ismael Arcia, de Monagas;
y José Hernández, del Distrito Federal, para que representen a Venezuela en la importante
contienda internacional.
En la primera ronda derrotamos a Polonia 15-5 en trios, 15-9 en parejas, y 15-10 en
individuales. Luego caímos ante Italia 9-15 en tríos, 10-15 en parejas, y 14-15 en
individuales, con nuestro “Chispa" Guzmán tuteándose con el campeón mundial de bochas
de aquel entonces, Piero Rossi.
El tercer compromiso fue contra los anfitriones, ante quienes caímos 9-15 en trios;
15-7, en parejas, y 15-2 en la individual, jugada por el otro mirandino, Rafael González.
De ese grupo, integrado por Polonia, Italia, Argentina, y Venezuela, tres pasamos a la
siguiente ronda, para ya estar ubicados entre los mejores 24 equipos del mundo.
En esta fase el conjunto venezolano derrotó a San Marino 15-7, 15-7 y 15-10; a
Estados Unidos 15-11, 15-10, y 15-11; al equipo de Liechtenteins 15-11,15-10, y 15-12,
para avanzar invicto al grupo de los 16 mejores del planeta.
En el siguiente encuentro vencimos a Marruecos 15-7, 15-12, y 15-10, pero caímos
ante China y Alemania para finalmente quedar ubicados como los número 15 del evento.

Venezuela en el Campeonato
Mundial de Suiza
En 1988 Venezuela asiste al Campeonato Mundial de Bochas de Suiza con un cuarteto
integrado por los petareños Tulio Ivilma, Félix Alvarez; el tequeño Pedro Felipe “Chispa”
Guzmán, y el yaracuyano Carlos Muñoz.
El evento se disputó en la ciudad de Lugano, y Venezuela integró el grupo 2 junto a
Croacia, Francia, y Suiza. El primer desafío es contra los croatas y los vencemos 15-9 en
trios, 15-7 en parejas, y 15-7 en individual, gracias a excepcional actuación del bocheador
tequeño “Chispa” Guzmán; nos imponemos a Francia 15-8, 15-7, y 15-10; pero luego
caemos ante los anfitriones 15-6 en tríos, 15-7 en parejas, y 15-10 en individual.
Aún logramos avanzar a la siguiente ronda y en el primer partido caemos ante Italia 15-12,
15-10, y 15-13, quedando finalmente ubicados entre los ocho mejores equipos del mundo.

26
Elio HernándeZy atletismo
l mirandino Elio Hernández, destacado entrenador especialita en atletismo, es

E un baluarte del deporte regional que ha dedicado al menos cuarenta y cinco


años de su vida a la preparación de estrellas en este deporte.
Desde joven practicó el levantamiento de pesas, y en 1959, cuando egresó del
Colegio Nacional de Entrenadores, se dedicó por completo a la enseñanza del atletismo.
Sus primeros pasos como preparador los dio en le escuela de atletismo del Estadio
Guaicaipuro, en una pista que él mismo acondicionó, porque en aquel entonces no
había ninguna en todo el Estado Miranda.
En 1960 conoció en la escuela primaria José Antonio Rodríguez López, de El
Barbecho, en la capital mirandina, a excepcionales niñas, que conformaban un equipo
con cara de campeón en los Juegos Deportivos Escolares, evento que ese año había
despertado mucho interés en todo el Estado Miranda. Entre esas pequeñas atletas estaba
Trinidad Castillo, quien gracias a sus enseñanzas se convirtió poco tiempo después en
una de las mejores corredoras de nuestro país. Elio se entusiasmó tanto con ese grupo
de corredoras que las invitó a asistir a sus entrenamientos, y las preparó con tanto
esmero que todo el mundo anunciaba que serían las campeonas en la fase distrital.
Ese mismo año Elio Hernández debuta como dirigente, organizando el torneo de
atletism o estudiantil. Luego de cuatro m eses de
prácticas, sus consentidas arrasan en todas las
pruebas de velocidad, y una semana más tarde
repiten la dosis en la dura fase estatal,
relegando a la segunda posición a las
hasta entonces imbatibles corredoras de
ém Barlovento, quienes fueron derrotadas
en su patio entre gritos, bailes, y sonidos
H de tambores.
En octubre de 1961, el equipo de
■ Ü t atletismo de Miranda, integrado en su
m m ayoría por escolares, interviene y
| finaliza como el mejor en el Campeonato
I Nacional Infantil Femenino, disputado en
Barquisimeto, Estado Lara, en el que
destacan Trinidad C astillo y Carm en
Alvarez en las pruebas de pista c Indira
< x. Galindo en las de campo.
Los éxitos como entrenador
no se alejaron nunca de Elio
jí Hernández, pues siempre se
mantuvo al frente de las
\ I selecciones de Miranda,
I A -, que por sus esfuerzos
/ \ fueron prem iadas
~ \ permanentemente en
X eventos nacionales.
'.-rsvs-

27
Armando Morante, béisbol
El beisbolista Armando Morante es otro destacado integrante de la familia deportiva
tequeña, entre otras cosas por sus logros en esta área, por su incomparable buen humor,
también por su capacidad para recordar y relatar anécdotas, que mantiene intacta a
pesar de sus 88 años.
Su pasión por el béisbol comenzó cuando apenas era un niño. En casa, escondido
debajo de la cama, fabricaba pelotas y guantes para la práctica de su deporte, pues a él
como a otros pequeños de la época, sus padres le prohibían jugar y desperdiciar el tiempo
en la calle. Sin embargo se las ingeniaba para hacerlo con regularidad y por eso logró
convertirse en uno de los jugadores más destacados de Los Teques, su ciudad natal.
Dio sus primeros pasos en el diamante en 1930, con poderosos equipos como Los
Viejitos, El Monarca, y Cooperativa Star, con los que compitió contra los mejores de
Venezuela y hasta del mundo. En una oportunidad, y a beneficio de la Cruz Roja
Venezolana, se disputó un encuentro internacional en la capital mirandina. Fue en el
campo que se encontraba debajo de lo que hoy es el Puente Castro. Ese choque todavía
es famoso, pues uno de sus protagonistas conectó el jonrón más largo en la historia del
béisbol.
La contienda la protagonizaron Las Estrellas Negras de Estados Unidos y Las
Estrellas Tequeñas, entre quienes figuraba Armando Morante como inicialista. El
hombre que estableció la marca fue Josué Gibson, quien
envió la bola hasta donde se encuentra
actu alm en te el estacio n am ien to para
gandolas del CC La Hoyada, para decidir
el encuentro 6 carreras x 4.
La fru ctífera labor de A rm ando
Morante en pro del deporte se extendió al
voleibol y al baloncesto. Fue el primero
en fundar un equipo de básquet en Miranda
y pionero en el voleibol femenino, con el
inigualable sexteto que conformaban Car­
men Gómez, Hilda y Mireya Chaurio, Maruja
Fernández, Carmen Elena Arráiz, y Mercedes
Martínez.
Su condición de buen deportista
la h eredaron todos sus hijos.
R ogelio fue un ex traordinario
m otociclista, se tituló campeón
nacional y latinoamericano muchas
veces. El crossódromo de La Fragua,
en el M unicipio Los Salias del
Estado Miranda, lleva su nombre.
Héctor resaltó como futbolista, y
Armando Jr. es
jugador e instructor de

28
Arm ando M orante (hijo),
tenis y subm arinism o
Armando Morante (hijo) se inició en el deporte en 1956, cuando apenas tenía 8 años de
edad. Formó parte de uno de los primeros equipos de béisbol de Los Teques, el Branca BBC,
propiedad del maestro Yánez, en el que se destacó en el infield en varios campeonatos locales.
En el año 1957 participa por primera vez en el fútbol, y en una eliminatoria distrital queda
seleccionado para formar parte del equipo Santo Domingo Savio, y durante dos años consecutivos
obtiene los premios como el mejor portero del circuito, en la categoría infantil. Ocho meses más
tarde su equipo interviene en el Torneo Copa Comandante General de las Fuerzas Armadas, y
obtiene el subcampeonato.
En 1962 Armando Morante debuta en el baloncesto, e integra el poderoso equipo del Liceo
Francisco de Miranda, con el que obtiene resaltantes victorias en torneos regionales.
Amando Morante además se destacó en el tenis. Se inició en este deporte cuando adolescente,
pues había logrado ingresar a la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela.
En esa casa de estudios participa en un torneo para novatos, y logra conquistar las medalla de oro
en individual y en el dobles junto a Alberto Seijas.
Ya con un poco más de práctica interviene en el Campeonato Metropolitano Copa
UCV, en primera categoría, en el que conquista la medalla de oro en singles, luego de
vencer en un partido que duró casi 6 horas al experimentado Gerardo Claret. En la
actualidad, es instructor de la especialidad.

Armando brilla en el submarinismo


Armando se inicia en el submarinismo en el año 1972. Su primera escuela fue el Club Explosub,
pero luego aprendió más de esta disciplina realizando cursos superiores, y en 1973 se hace instruc­
tor básico de buceo en la International Di vin Educators Association, pionera del submarinismo en
los Estados Unidos. Posteriormente obtiene el Master In­
structor y el Training Instructor, máximos títulos en la
enseñanza de este deporte.
El 11 de agosto de 1973 fundó en Los Teques su ,
propia escuela de submarinismo, Casco (Centro de
Actividades Submarinas Coral), en cuya sede dicta |
clases teóricas para luego hacer las prácticas en
diversas zonas de la costa venezolana.
Preocupado por una mejor enseñanza del
submarinismo, Armando Morante decidió escribir
algunos libros, entre los que destacan Etica y
profesionalismo del instructor de buceo. Buceo desde
embarcaciones. Buceo profundo. Reparación y
mantenimiento de equipos, El medio ambiente
acuático. Búsqueda y recuperación.
Buceo en aeronaves hundidas,
Buceo nocturno, y Orientación
subacuática, entre otros.

29
William Moreno béisbol ,
William Moreno se inició en el béisbol en 1966, con el equipo del Instituto Agrario
Nacional, que participaba en los torneos que se realizaban cada año en un campo cercano
al bloque 2 de Casalta, en Caracas. Allí fue llevado por uno de sus tíos, Juan Moreno
(fallecido), cuando sólo tenía 7 años. En ese equipo dio sus primeros pasos en la
disciplina, aprendió muchos de sus secretos, y ese mismo año formó parte de la novena
Aeropostal, que intervenía en la Liga de Béisbol Menor Criollitos de Venezuela, sucursal
Distrito Federal, en la categoría pre infantil.
Con ese club también jugaban junto a William Moreno el desaparecido Gustavo
Polidor, Echenique, y Dionel Durán, primer jugador de esa liga que firmó para los
Tiburones de La Guaira.
La novena de Aeropostal, con esa camada de futuras estrellas, se adueña del primer
lugar en el torneo pre infantil de 1967, y se gana el derecho a representar a su entidad
en el Campeonato Nacional de la Organización Criollitos de Venezuela, que se disputó
en el Estado Falcón.
William Moreno, que se desem­
peñaba como pitcher e inicialista, logró
impulsar con su bate la carrera de la vic­
toria de su conjunto en la gran final, que
fue disputada contra el equipo sede, y que
concluyó con pizarra de 7 carreras x 4.
Luego de esta ex trao rd in aria
actuación, el pequeño William deja
Casalta y se muda a Los Teques, para el
sector El Paso, y debuta en la capi­
tal m irandina con el team
P refectu ra BBC, en el
Campeonato de Béisbol
Menor de Guaicaipuro
de 1968. En esta con­
tienda lanza su pri­
mer no hit no run.
D espués de una
intensa lucha su
novena finaliza
en el segundo
lugar de la categoría
infantil.
Un año más tare
William Moreno es lla­
mado a lanzar para el equipo Diablitos
del barrio, patrocinado por la empresa
Underwood, y que tomaba parte en el
Campeonato de Béisbol Menor del
Distrito Federal. El novel jugador, que

30
no contaba con ninguna clase de apoyo en Miranda para la práctica de su deporte, aceptó la
proposición. Por su indiscutida calidad, por su garra, y por su constancia, fue ganando y
ganando encuentros hasta llevar a su divisa al subcampeonato.

Cuando ya tenía 13 años, William participa en el Torneo de la Liga Distrital de


1972, como lanzador del mismo equipo Diablitos del barrio, y es declarado mejor
pitcher del evento, actuación que permitió a su novena adueñarse del primer lugar.

William es llamado a integrar la selección


juvenil del Distrito Federal
Por su gran desempeño en la Liga Distrital de Béisbol Menor, y a pesar de su corta
edad, William es llamado a formar parte de la selección juvenil del Distrito Federal,
dirigida por el gran Remigio Hermoso, que en el año 1975 interviene en el Campeonato
Nacional de Maracaibo y se apodera de la medalla de bronce.
William Moreno logra uno de los mejores promedios de efectividad, y además el
Champion bate, lo que le permitió ser admirado y reconocido en todo el país como un
excelente bateador.

También fue integrante


de la selección nacional juvenil
Por tan formidable actuación en el torneo nacional realizado en tierra zuliana, el
seleccionador Remigio Hermoso, que ya sabía de sus excepcionales condiciones, lo
llama a entrenamientos con el equipo vinotinto, que se alistaba para intervenir en el
Campeonato Mundial Juvenil de Argentina, en 1977, en el que en la teoría, Venezuela
no tenía chance contra Cuba.
El poderoso equipo venezolano avanza invicto a la gran final del Campeonato
Mundial de Argentina, derrotando sin mayores dificultades a los representantes de
Italia, Puerto Rico, República Dominicana, y a los anfitriones, y se enfrenta en el
choque decisivo a Cuba, que también llegó a esa fase del evento sin conocer la derrota.
El partido se disputó en el Estadio Excelsior, en Buenos Aires.
Venezuela, que jugó como home club, puso en el montículo a Manuel Berroterán,
quien en el mismo capítulo inicial permite dos anotaciones. Los cubanos lucían
invencibles con su abridor Manuel “Pescuezo” Castellano, y Venezuela, con el relevista
Norman Carrasco, había logrado neutralizar a sus rivales hasta el sexto, entrada en la
que logramos fabricar nuestra primera carrera. También los capítulos 7, 8, y 9 pasan en
blanco para los antillanos, y Venezuela llega a su última oportunidad. Al manager
venezolano Remigio Hermoso se le había muerto su mamá el día anterior, y antes de
que sus jugadores salieran al terreno, les pidió que le dieran el triunfo a Venezuela,
pues ese sería el mejor regalo para su madre muerta.
Iniciamos la parte baja del noveno con hit del zuliano Ider Marín. El técnico cubano,
para desconcentrar a los peloteros venezolanos, envía una pelota a Remigio Hermoso
que decía: “Los felicito por el subcampeonato”, pero Remigio, confiando en sus
maravillosos muchachos, se la devuelve con esta frase escrita: “Los subcampeones
serán ustedes”.

31
Venezuela conecta otro hit, esta vez de Carrasco, entre.tercera y short, que lleva
hasta la antesala a Marín, pero seguidamente entregamos dos outs. Viene al bate William
Moreno, última esperanza venezolana. Remigio lloraba en. el dogout, mientras sus
coachs Ríos y Lizardi rezaban pidiendo un hit. Llega al home píate Moreno para recibir
a un relevista cubano, y sobre el primer lanzamiento conecta un potente roletazo que le
pasa entre las piernas al lanzador y se pierde en el jardín central, para que lleguen a
casa las dos carreras de la victoria tricolor.

William Moreno también nos representó


en Juegos Centroamericanos y del Caribe
William además nos representó dignamente en otros eventos internacionales, como
los Juegos Centroame-ricanos y del Caribe, en Medellín, Colombia. En ese evento
Venezuela perdió la medalla de bronce en el torneo de béisbol frente a Nicaragua. El
partido quedó 6 carreras x 5. A pesar de la derrota, William Moreno recuerda con
satisfacción que en ese choque logró conectarle un jonrón al mejor pitcher nicaragüense,
Jesús Altamirano.

32
Rafael “Futo” Naranjo, baloncesto
Rafael “Futo” Naranjo se inició muy joven en el deporte, cuando tenía 6 ó 7 años. Practicaba
el béisbol, el fútbol de salón, y el atletismo. Durante su adolescencia, que la vivió en Los Teques,
su ciudad natal, se hizo un gran jugador de baloncesto, aprendiendo mucho de este deporte de
caimanera en caimanera.
En repetidas oportunidades integró las selecciones de Miranda, y más adelante se graduó
en el Colegio Nacional de Entrenadores. Desde entonces, se dedicó a preparar a los mejores
basqueteros de nuestro país.
En todo Miranda se recuerda a este gran entrenador por sus triunfos consecutivos en los
campeonatos nacionales de minibásquet en los años 68, 69,70,71,72, y 73, hazaña que no ha
sido igualada por nadie en Venezuela, y que habla por sí misma de la calidad de Rafael “Futo”
Naranjo como técnico.
Miranda caefrente al Distrito Federal en cinco tiempos extras,
en los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles de Barcelona
Otra de las más importantes actuaciones de “Futo” Naranjo como entrenador, fue la que
cumplió ante nuestro peor enemigo en el área deportiva, Distrito Federal, en los Juegos Deportivos
Nacionales Juveniles de Barcelona. En el choque decisivo, disputado en “La caldera del Diablo",
el Gimnasio Luis Ramos, Miranda y el DF rivalizaron como nunca.
Ambos quintetos se entregaron por completo, tanto, que el partido debió decidirse en cinco
tiempos extras. En el último, Miranda domina 103-102, faltando sólo 4 segundos para el final un
jugador del Distrito Federal ataca y nuestro alero Rolando lo taponea limpiamente, pero el
árbitro, muy presionado por el numeroso público, y en una descarada actitud en contra del
conjunto mirandino, sentenció falta y un tiro adicional.
En ese escenario se encontraba Raúl Moreira -en
ese entonces funcionario del IND Miranda, cuando
Angel “Machile” Delgado era director de dcportes-
, quien encabeza una fuerte protesta contra tan injusta
decisión. Moreira no logró contenerse y hasta
amenazó con matar al árbitro, pero finalmente sólo
4
le tiró su sombrero. Esta lógica reacción motivó la
suspensión del encuentro durante 7 minutos, y unos
instantes más tarde que Raúl Moreira fuera enviado
a la cárcel, aunque solamente por unas cuantas horas.
Se reinician las hostilidades y el Distrito Fed­
eral cobra el foul, convierte los 2 tiros libres, pero falla
el tiro adicional. Miranda recuperó el balón, atacó, recibió
foul faltando sólo 1 segundo para el final, pero fallamos
los dos tiros libres para que nuestros adversarios se
adueñaran de una inmerecida victoria 104-103.
De esta manera “Futo" Naranjo vio
escapar de sus manos una medalla de oro
en Juegos Deportivos Nacionales Juve­
niles, la más importante competencia de
nuestro país.

33
Julio César Navarro, béisbol
Uno de los más extraordinarios deportistas que tiene Los Teques, es, sin ninguna
duda, Julio César Navarro, quien se hizo famoso en toda Venezuela por sus habilidades
como pitcher, que lo llevaron a lanzar en el béisbol profesional de Venezuela, pero que
además destacó en el sotfbol, voleibol, boliche, billar, pool, y en las bolas criollas.
Con bastante frecuencia escuchamos en las conversaciones entre jugadores de
softbol y béisbol el nombre de Julio César Navarro, también lo leemos a menudo en
los diarios regionales, sobre todo porque un estadio ubicado en el sector Los Cerritos
lleva su nombre, y por esta razón los tequeños deducimos que fue un gran pelotero.
Pero, ¿sabemos de verdad quién es este extraordinario atleta, nacido en la hermosa
tierra del indomable cacique Guaicaipuro?, ¿Todos los que vivimos en la capital
mirandina logramos identificarlo cuando anda caminando como un ciudadano común
por alguna de nuestras calles? ¿Conocemos sus hazañas?
Los logros de Julio César Navarro en el ámbito deportivo son maravillosos. Nos
impresionaron cuando los mencionó durante la entrevista, y confesamos que como
muchos otros miles de tequeños los ignorábamos. Pero esa falla la enmendaremos
dando a conocer un poco más al “Pitcher de Los Teques”, o “Mi pitcher”, como
cariñosamente lo bautizó el ex presidente de Venezuela Rafael Caldera.

Julio César Navarro se inicia


en el béisbol
Luego de participar como todo niño
venezolano en las acostumbradas partidas
de béisbol de su cuadra, que era la Vuelta
del Paraíso, Julio César Navarro comenzó
a jugar sus mejores partidos sabaneros en
el año 1937 formando parte del equipo
representante del sector El Pueblo, al que
pertenecían también los hermanos Corrales, tí
Nieto, González, Germán y Luis Enrique
Luna, entre otros.
En estas caimaneras que se disputaban
en los terrenos del Miranda, en donde hoy
está construido el estadio Guaicaipuro,
Julio César Navarro se desempeñaba
como receptor, jardinero, en el in­
field, y muy bien en el montículo,
posición en la que se fue
f i consolidando por sus consecuentes
’t ®* victorias sobre sus eternos rivales,
que eran los m uchachos
I integrantes de la novena de El
Llano.

34
Recuerda Julio César Navarro que existía una férrea rivalidad entre estos dos
sectores de la ciudad, que llegaba hasta el plano personal, pero en lugar de caerse a
golpes, como era costumbre en otros lugares, preferían resolverla jugando béisbol. Es
por esta razón que se preparaba y entrenaba con esmero, pues su consigna y la de todos
los chamos de El Pueblo era la de no perder nunca frente a tan encarnizados adversarios.
“Allá los matábamos, allá en el estadio les demostrábamos que éramos más fuertes y
más duros que ellos”.
En 1940, y muy mejorado como pelotero, a Julio César Navarro le llega la
oportunidad de formar parte de un equipo organizado, el Guaicaipuro BBC, propiedad
del doctor Moros y de los señores Benshimol y Estrada. En un torneo distrital realizado
en el último trimestre de 1940, el Guaicaipuro BBC conquista el primer lugar y Julio
César Navarro obtiene el Champion bate. Esta novena, por su calidad, siempre intervenía
en diversos campeonatos de envergadura, organizados por gente de todo el país
aficionada al béisbol y con bastante poder económico.
También en el año 1940 el Guaicaipuro BBC participa en un torneo que organizó
el Distrito Federal, y en el choque contra el equipo Sucre BBC, propiedad del fallecido
Luis Molina, Julio César Navarro, quien apenas tenía 18 años, concreta uno de sus más
destacados logros como deportista al bombardear al importado Rafael “Bombillón”
Kisler, consagrado lanzador de la época.
Recordemos ese emocionante capítulo de nuestra historia deportiva. Con dos
corredores en circulación a la altura del tercer episodio, “Bombillón” Kisler bolea al
peligroso toletero venezolano Julio Bracho, “El Rubio de Maracay”-cuarto bate del
conjunto tequeño-, para enfrentar al novato Julio César Navarro, quien con mucha
serenidad, a pesar de la gran responsabilidad que tenía sobre sus hombros y de su corta
experiencia, espera un tercer lanzamiento por el centro de la goma para devolverlo de
tubey hacia el jardín izquierdo y barrerle las bases al confiado abridor enemigo.
Las gradas, atestadas de aficionados caraqueños, estaban enmudecidas por esta
inesperada conexión del novel jugador, y como muertos se quedaron todos tres entradas
más tarde cuando a Julio Bracho lo boletean otra vez con dos hombres abordo para que el
joven bateador tequeño la envíe de cañonazo entre left y center y por segunda vez en el
encuentro les limpie las bases para sentenciar la victoria del Guaicaipuro BBC.
Obviamente Julio César Navarro fue el jugador más valioso de ese encuentro,
como lo fue en otros tantos de la temporada, pues con su bate era temible y además
desde la lomita contribuyó notablemente concretando victorias que nos permitieron
alcanzar el título de campeones en ese torneo.
Durante tres años Julio César Navarro cosechó triunfos con el Guaicaipuro BBC
en toda Venezuela, y en 1944 pasa a formar parte del Manatí, un equipo muy acoplado
y temible precisamente por su unidad interna y hermandad. Este conjunto arrasa en los
campeonatos del Distrito Guaicaipuro y en el torneo de la región central de 1944, Julio
César Navarro brilla sobre todo como lanzador, concretando 14 victorias que incluyeron
dos no hits no runs para que el Manatí BBC, con siete años de fundado, alcanzara su
primer título de campeón fuera de nuestra geografía.

Julio César Navarro incursiona en el béisbol profesional


El señor Salvador Aguilar padre, otro valioso tequeño hoy lamentablemente
fallecido, y quien desde mucho tiempo atrás se había dado cuenta de las aptitudes para

35
el béisbol que poseía Julio César Navarro, lo aconseja y estimula para que busque
una oportunidad con una organización de primera categoría. Entonces Julio César
Navarro viaja a Caracas y en el estadio de San Agustín se entrevista con Horacio
Documet, secretario de Juan Antonio Yánez, propietario del Venezuela BBC, con quien
luego de apenas una semana de entrenamientos firma para participar en la Temporada
1945-1946 de la recién inaugurada Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
Entre la lista de estrellas que conformaban el Venezuela BBC estaban: Valentín
Arévalo, Carlos Rotjes, Adolfredo González, Héctor Camacho, José “Diablito” García,
Vicente Liendo, Roberto Moronta, León Díaz, Rafael González, Luis St. Clair (Luigui
Lucas), Horacio Martínez, el cubano Armando “Indian” Torres, además del novato y
gran prospecto tequeño Julio César Navarro.
Con esta poderosa novena Julio César Navarro aparece en el escenario del béisbol
profesional venezolano, y durante su primera campaña lanza juegos de tres y cuatro
innings, obteniendo media docena de victorias frente a equipos como el Vargas,
Magallanes, y el inigualable Cervecería Caracas.
Desafortunadamente, Julio César Navarro ganaba muy poco dinero como pelotero,
y tenía que trabajar para mantener a su familia, especialmente a su mamá. Laboraba en
el Concejo Municipal de Guaicaipuro, por lo que se le complicaba su traslado a los
entrenamientos en Caracas que muchas veces cambiaban de escenario entre el estadio
de San Agustín y los campos de Prado de María y El Yunque de Catia.
Esta situación lo hacía faltar mucho al trabajo, por lo que una vez el presidente del
Concejo Municipal le dijo “O trabajas o juegas pelota”, y Julio César Navarro desistió
de continuar con el Venezuela BBC en vista de que necesitaba asegurarse los sesenta
bolívares mensuales que devengaba en el ente oficial.
Pero Julio César Navarro no se alejó definitivamente del béisbol, pues los fines de
semana, y durante rpuchos años, participó en campeonatos amateurs con los equipos
Juan Bimba BBC, El Sombra BBC, Agua Salud, El Sol, Impulso, Perú de Bellavista,
Jardines de El Valle, General de Chacao, Yor, y Los Viejitos, entre otros.

En el softbol
En esta disciplina logró coronarse campeón bate y campeón primera base en varios
eventos regionales, además de representar dignamente al Distrito Guaicaipuro en
competencias estadales, y a Miranda en torneos invitacionales.

Sus victorias en el boliche


En el Club Miranda, de Los Teques, Julio César Navarro se prepara como jugador
y se convierte en uno de los mejores de nuestra región. Asiste en representación del
Estado Miranda al IV Campeonato Nacional de Segunda Categoría, realizado en San
Cristóbal en el año 1956, en el que por apenas dos pines en el encuentro final caemos
ante el Distrito Federal.
Julio César Navarro fue el encargado de decidir por Miranda, pero en su último
tiro derriba sólo 9 pines, que lo mantienen arriba de su rival, pero este logra concretar
un strike que, como ya mencionamos, nos relegó a la segunda posición.
Pero unos meses más tarde pudo disfrutar de otras importantes victorias. Formando
una terna con Pedro Sanz y Julio Gerardo Ramírez, Julio César Navarro logra para
Miranda el primer lugar en el Campeonato Zonal de Boliche de 1958 disputado en
Caracas, Distrito Federal.
También Navarro brilló como dirigente en este deporte, pues es uno de los
fundadores de la Asociación de Boliche del Estado Miranda. Eso fue en el año 1957.

En las bolas criollas


Julio César Navarro destacó también en las bolas criollas. Fue -y aún lo es- un
gran bocheador. En este departamento se tituló en varias ocasiones en competencias
internas locales y en competencias organizadas por el Instituto Nacional de Deportes,
especialmente en las que se realizaban en la cancha de La Estación, una de las mejores
que teníamos en Los Teques. Aún a sus 85 años de edad, es invitado a participar en
partidas en el Club El Progreso, de San Pedro de los Altos, en donde enseña a otros
buenos jugadores el arte de bochar.

Lució en el voleibol
Con el equipo Manatí, Julio César Navarro resaltó como mateador, y junto a otros
grandes jugadores como César Rojas (fallecido), José Luis González, José Manuel
Ramírez, Teófilo Moros, y Alejandro Arteaga, dominaron algunos torneos disputados
en Los Teques, Valencia, Caracas, y Turmero, durante los primeros años de la década
del 40.
En el año 1945, Julio César Navarro, estrella de la selección del Estado Miranda,
guía el ataque de nuestra representación en el choque final contra Carabobo para traemos
la medalla de oro del Campeonato Nacional de Voleibol disputado en Valencia.

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20 ó 30 carambolas en el billar
En el billar Julio César Navarro era un jugador que fácilmente encadenaba 20 ó 30
carambolas. En una ocasión, Valdivia, campeón chileno reconocido intemacionalmente,
brindó una exhibición en el Club Centro de Amigos, de Los Teques, y solicitó jugar
con el mejor taco de la ciudad, por lo que algunos integrantes de la directiva le dijeron
que ese hombre era Julio César Navarro. Ante una nutrida concurrencia, el visitante
chileno le dio ventaja de 100 para 300 al anfitrión, quien obtuvo la victoria por 65
carambolas.

Fue esquiador hasta los 75 años


Sin importarle su avanzada edad, Julio César Navarro practicó el ski acuático hasta
los 75 años, cuando en compañía de su familia viajaba a Chichiriviche a pasar unas
vacaciones. De esta manera demuestra a muchos jóvenes que para hacer deporte lo
único que se necesita es voluntad.

Julio César Navarro pide a todos los jóvenes de Venezuela


que practiquen algún deporte
“Los jóvenes de Venezuela tienen que decidirse a practicar un deporte, pues así
sus mentes estarán bien ocupadas cuando no estén estudiando, y porque además lograrán
mantenerse sanos, vivir más y mejor, y ser excelentes ciudadanos”.

¡J

38
»

Luis “Hueso” Navarro, baloncesto


Luis “Hueso” Navarro nació en Los Teques el 7 de marzo de 1937. Inició su carrera de
atleta en los Juegos Deportivos Estudiantiles de 1948, en las disciplinas voleibol y béisbol. Dos
años más tarde salta al mundo del baloncesto, y se luce defendiendo la camiseta del Liceo
Miranda. Era tan buen atacante, que entre 1952 y 1957 integra las selecciones del Estado Miranda
siempre triunfantes en competencias nacionales gracias a los servicios del destacado jugador
tequeño.
Una de sus más recordadas hazañas la cumplió en el baloncesto, el 11 de agosto de 1959,
vestido con el temible uniforme gris y amarillo, nada más y nada menos que el de Miranda Fue
en el choque contra la representación de Nueva Esparta en el Campeonato Nacional del Distrito
Federal, cuyo escenario fue el Nuevo Circo de Caracas.
En ese sensacional encuentro, Luis “Hueso” Navarro guía la victoria mirandinaconvirtiendo,
y de manera extraordinaria 107 de las 109 cestas que concretó nuestro equipo contra % del
cinco oriental. Los otros dos tantos de Miranda los anotó el también tequeño Domingo “Estrellita”
Terán. Esta actuación, después de casi cinco décadas, no ha sido igualada ni siquiera en la NBA.
Luis “Hueso” Navarro fue integrante de la Asociación de Baloncesto del Estado Miranda,
y entre 1975 y 1981 se desempeñó como coordinador general de deporte del Estado Miranda,
experiencia que le sirvió desde 1993 y hasta 1995 para ocupar el caigo de director de Deporte en
el IND secciona] Estado Miranda.
Y fue precisamente en 1995 cuando más
brilla Luis “Hueso” Navarro como dirigente
deportivo. En los Juegos Deportivos
| Nacionales Juveniles de Sucre, disputados
| en Cumaná, Miranda experimenta un
| profundo cambio en el trato hacia sus
L atletas, que en esa contienda disfrutaron
n f de buenos hoteles y completa
- ”* i W w m T alimentación, a pesar de un reducido
€ ' presupuesto de cincuenta millones de
: :•% • ,í bolívares (Bs.50.000.000).
i*
/*«4 En los J udenasu 1995 Miranda obtuvo
la segunda posición, gracias a una buena
gestión de nuestro Luis “Hueso" Navarro.
Por todos los logros de este
ciudadano ejemplar, las auto­

V ridades regionales cok carón


su nombre al principal
gimnasio de la capital
mirandina, ubicado al fi­
nal de la avenida
Bermúdez.

39
Néstor Nieves, atletismo
Néstor Nieves nació en El Palmar, Estado Bolívar, el 29 de diciembre de 1974. A muy
corta edad se viene a Los Teques, en donde con uno de sus hermanos, Mario Rondón, se
inicia en el deporte. Practicaba béisbol, baloncesto, y fútbol sala, pero como admiraba
mucho a su hermano, quien fue campeón suramericano de los 800 metros, y además su
entrenador, se decide por el atletismo.
Luego de imponerse en Juegos Deportivos Estudiantiles de los años 1985, 1986, y
1987, integra las selecciones del Distrito Guaicaipuro y en competencias estatales se gana
rápidamente su puesto con la selección del Estado Miranda, la misma que arrasa en al
menos dos campeonatos nacionales gracias en gran medida al aporte de medallas hecho
por Néstor Nieves.
En 1989 continúan sus éxitos en todas las pistas de Venezuela, y obtiene la medalla de
oro en los 1.500 metros del Campeonato Nacional de Atletismo Menor. Ese mismo año
obtiene la medalla dorada en el Torneo Centroamericano y del Caribe de Atletismo Menor,
que se disputó en Nasao, Bahamas.
En los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles de Anzoátegui, Néstor Nieves es la
vedette del evento conquistando para Miranda las medallas de oro en los 1.500 y 3.000
metros planos, y en los 2.(XX) metros con obstáculos.
Por sus indiscutibles cualidades como corredor,
es llamado por la Federación Venezolana de
Atletism o para que integre la selección
nacional que en 1990 participa en el
Campeonato Centroamericano y del Caribe
de La Habana, Cuba, en el que se apodera de
las medallas de oro en los 2.000 metros con
obstáculos, en 1.500, y en los 3.000 libres.
Desde el año 1991 hasta el 2002 se f
mantiene entre los mejores corredores del
continente, y en el 2003 consolida esta posición
conquistando para Venezuela la medalla de oro en
los XIV Juegos Deportivos Panamericanos,
disputados en Santo Domingo, República
Dominicana, con excelente tiempo de
8:34:26.
Ese logro fue uno de los más
im portantes en la historia
deportiva de Venezuela, que no
se adueñaba de una medalla de
oro en el atletismo continen­
tal desde 1963, cuando la
conquistó Rafael Romero
en los 200 metros planos.

40
Albeo Otazo, ciclismo
Una de las más destacadas figuras
del deporte venezolano de los años 60 y
70 fue el ciclista mirandino Albeo Otazo,
quien brilló en una época en la que se
apoyaba muy poco a los deportistas.
Entre sus más importantes victorias,
Albeo Otazo recuerda la que una vez
consiguió líente al campeón panamericano
de ciclismo, el trinitario RogerGibbon, en
1965. Fue en el Quins Park Opalo de Trini­
dad & Tobago, en aquel tiempo uno de los
circuitos más modernos de América.
Se disputaba la Copa Venezuela en
aquel país en donde el ciclismo era el prin­
cipal deporte, y la fiebre por presenciar una
carrera era muy grande, especialmente
porque su compatriota estaba ubicado en­
tre los mejores del mundo.
El pedalista mirandino estaba muy
bien preparado, física y mentalmente para
esa importante prueba, y además muy
confiado en el triunfo. Sobre una bicicleta
muy pesada, desactualizada y hasta fea,
Albeo Otazo estaba dispuesto a derrotar a un héroe deportivo trinitario, y, además, en su patio.

Sédala partida de la Copa Venezuela


Todo el pueblo de Trinidad & Tobago parecía haberse metido en el Quins Park Opalo para
disfrutar de cerca una nueva victoria de Roger Gibbon, pero a pesar de su favoritismo, ya
muchos hablaban de las inmensas posibilidades del atleta venezolano, porque impresionaba por
su seguridad, figura, y fortaleza. Sin embargo, el lógico vencedor para la mayoría era el del
patio, por su trayectoria internacional, mientras que al venezolano no lo conocía casi nadie, y
muy pocos en su propio país, hasta aquel día que gana esa inolvidable carrera.
Se dio la partida, Roger Gibbon toma la delantera y se desprende para arrancar ensordecedores
aplausos de sus compatriotas. Albeo Otazo reacciona y pronto se le ubica muy cerca, a sólo dos
bicicletas, y así, sin despegarse del líder, se mantiene hasta la última vuelta, cuando con
impresionante remate deja con la boca abierta y lloroso a todo el mundo al liquidar por unos
cuatro metros a Gibbon, un campeón panamericano de ciclismo que hasta el día de hoy,
seguramente, no ha dejado de hablar de su verdugo venezolano.
El embajador de Venezuela, quien presenciaba la carrerajunto a media docena de su cuerpo
diplomático, no encontró palabras para agradecer a su compatriota aquel extraordinario esfuerzo
que permitió ondear desde lo más alto la bandera amarilla, azul y roja, y que se escuchara en
todo ese escenario las notas de nuestro hermoso himno nacional.

41
Angel Pacheco, boxeo
Quienes conocen a Angel Pacheco saben que es excelente amigo, solidario -más
cuando se trata de proteger a los atletas-, y sobre todo muy humilde.
En su pueblo natal se inició y se formó como boxeador, dirigido por el inigualable
Asención Urbina, cuando apenas era un muchacho de 16 años, y por su calidad innata
pronto brilló entre los peleadores de su generación, que eran buenos de verdad verdad.
Angel Pacheco también jugaba béisbol, y era excelente camarero.
Con el equipo de su región quedó campeón estatal y se había ganado el derecho a
representarnos en los Juegos Deportivos Nacionales Maracay 1971, pero como además
era excelente peleador, la invitación a ese importante evento se la hicieron primero los
dirigentes del boxeo y él, muy emocionado, la aceptó.
Esa fue su primera actuación de relevancia, defendiendo los colores del Estado
M iranda, aunque en ese evento por su
inexperiencia fue vencido en el primer
com bate con la consecuente
eliminación. Sin embargo, esta
d erro ta lo ayudó a aprender
mucho sobre el pugilismo y a
obtener resonantes victorias sólo
unos meses después. Además,
por la garra y h abilidades
exhibidas en el torneo. Luis
Armando Yánez, presidente de
la Federación Venezolana de
Boxeo de aquel entonces, lo
invitó a asistir a los en ­
trenamientos con la selección
nacional.
Angel Pacheco, peso gallo,
también formó parte del equipo
mirandino que intervino en los VI
Juegos Deportivos Nacionales de
Barquisimeto 1973, integrado por
varios muchachos que como el se
convirtieron unos años más tarde en
estrellas de los ensogados: Gerardo
Adrián, peso mínimo; Luis Sierra,
m ínim o m osca; C esar Esculpí,
pluma; José Rodríguez, ligero;
Cecilio Ron, welterjunior: Ramón
G alindo. w elter; Fulgencio
O b elm ejías, m edio ligero;
Ernesto Soto, semicompleto, y
G uillerm o N úñez, peso
completo.

42
Este equipo logró importantes victorias en Barquisimeto, incluyendo las de Angel
Pacheco, para concluir en la segunda casilla del torneo de boxeo, detrás de la
representación del Estado Sucre.
Por este camino continuó Angel Pacheco su carrera pugilística, que observaron
muy de cerca entrenadores y dirigentes nacionales, especialmente los de la Federación
Venezolana de Boxeo, que al verlo prepararse con afán y exhibir tanta calidad en otros
torneos, no dudaron en llamarlo a formar parte de las selecciones de nuestro país para
un total de veintitrés competencias en el exterior.
Pese a intervenir en torneos internacionales de gran prestigio, como el Giraldo
Córdova Cardín, Cinturón de Oro, suramericanos, centro americanos y del Caribe,
panamericanos, y juegos olímpicos, Pacheco recuerda con emoción su primera actuación
con el uniforme de Venezuela, que fue en la Copa Invitacional de Santo Domingo,
República Dominicana, en el año 1972, evento en el que demolió a todos sus oponentes
para titularse campeón gallo.
Por supuesto que esta victoria lo estimuló mucho a continuar entrenando, y
rápidamente volvió a subirse a un avión para representar a Venezuela en Pinar del Río,
Cuba, en el Torneo Córdova Cardín, en el que mostró nuevamente sus dotes de buen
pugilista al conquistar la medalla de plata en la división gallo.
En campeonatos centro americanos y del Caribe, Angel Pacheco brilló con la
selección de Venezuela, que en dos ediciones del evento derrotó a su similar de Cuba.
Una vez fue en Guatemala, en 1972, y la otra en Jamaica 1976.
En tierra guatemalteca Pacheco obtuvo la medalla de plata, pero para Jamaica se
preparó mejor y ganó la medalla dorada al imponerse en la final por nocaut al cubano
Adolfo Orta, considerado el segundo mejor púgil de ese país para la época, después de
Teófilo Stevenson. Las actuaciones de Angel Pacheco fueron determinantes para los
dos campeo-natos obtenidos consecutivamente por Venezuela sobre Cuba a nivel
centroamericano y del Caribe.

A los Panamericanos de México


Como habituales residentes del gimnasio del IND en La Vega, en donde dormían
y de donde casi no salían para poder cumplir con los entrenamientos de cara a sus
continuos compromisos internacionales, Angel Pacheco y los demás integrantes de la
selección nacional de Venezuela recibieron fresquesita la noticia de que iban a
permanecer mucho más tiempo concentrados, pues en octubre de 1975 tenían que
defendernos en los VII Juegos Deportivos Panamericanos de México.
Angel Pacheco llega volando a ese torneo, estaba en inmejorables condiciones
físicas, y después de contundentes victorias avanza a la gran final del peso gallo, en la
que se mide al cubano Orlando Martínez, medalla de oro en los XX Juegos Olímpicos
de Munich 1972.
Pacheco, aunque era un novato, dio una golpiza a su rival, hasta el punto de enviarlo
cuatro veces a la lona, pero Orlando Martínez era cubano, era campeón olímpico, y los
jueces no podían dejarlo solo en ese momento en que fue humillado por un muchacho,
y por eso le dieron la victoria con una apretada decisión.
Por supuesto que el público protestó, asimismo la esquina venezolana, pero nuestro
compatriota debió aceptar el despojo y conformarse con la medalla de plata, que se
unió a otras 9 medallas, pero de bronce, que conquistó Venezuela en ese evento.

43
Angel Pacheco a los Juegos Olímpicos Montreal 1976
Calidad, constancia, y mucha garra, le sirvieron otra vez a Angel Pacheco para
superar las eliminatorias preolímpicas y asegurar su participación con el equipo de
Venezuela que tomó parte en los XXI Juegos Olímpicos Montreal 1976.
Desde Canadá Pacheco puso a vibrar a todos los venezolanos con una victoria
sobre el colombiano Sandalio Calderón en su primera aparición. Avanza hasta los oc­
tavos de final, en los que concreta su segundo triunfo, pero en los cuartos de final cae
ante el cubano Angel Herrera, el mismo que dos días después se llevó la medalla de oro
en la categoría.

El inevitable salto al profesional


Como todavía sucede en nuestro país, la difícil situación económica obligó a casi
todos los boxeadores amateurs de la generación de Angel Pacheco a pedir su pase para
el profesional. Fue una gran pérdida para el boxeo amateur venezolano, y para el deporte
en general, porque ellos formaron una camada extraordinaria que brilló por todo el
mundo.
En 1977, y con récord de 47 peleas, 36 ganadas y 11 perdidas en el amateur,
Pacheco debuta en el pugilismo rentado, y luego de un par de victorias enfrenta al
peligroso Oscar Arnal, a quien despoja del título nacional pluma en un brutal combate.
Continúan los éxitos de Pacheco en el profesional, en el que realiza un total de 17
peleas, y por incontables presiones de los empresarios concede la revancha a Amal,
quien sale victorioso en la segunda confrontación, que fue un espectáculo incompara­
ble en la historia del pugilismo venezolano.

Angel Pacheco se hace entrenador


Luego de tantos logros como boxeador, y cuando empezaron a pesarle los años,
Angel Pacheco decide colgar los guantes para dedicarse a la preparación de las nuevas
generaciones.
En el Estado Miranda, su entidad natal, ha cumplido un invalorable papel en la
formación de nuevos pugilistas, y para todas las categorías en las que se ha necesitado
su aporte.
También es un incansable dirigente. Como integrante de la Asociación de Boxeo
del Estado Miranda le ha tocado acompañar a nuestras selecciones en distintos escenarios
nacionales y muchas veces al año, trabajo agotador que otras personas no aguantan por
lógicas razones. Pero los noveles pugilistas son su pasión, y con ellos siempre está
Angel Pacheco para respaldarlos.
En el gimnasio Manuel Mota de Los Teques dirige su escuela de boxeo, que en la
actualidad cuenta con unos 40 jóvenes, en la que continuará por muchos años más
formando y puliendo a las futuras estrellas del boxeo nacional.

44
Orlando Parra taekwondo ,
Orlando Parra Sosa, reconocido
como el padre de las artes marciales
en el Estado Miranda, se inició en el
hapkido, un tipo de defensa personal,
cuando tenía 18 años de edad. Fue en
la ciudad de Norfolk, Virginia, Estados
U nidos, en el año 1966. A llá se
encontraba prestando el servicio militar
en la Armada de Venezuela, abordo del
subm arino S - ll Carite. Entonces
conoció a su primer gran maestro, un
survietnamita de apellido Ling, quien
era instructor de hapkido de los boinas
verdes norteamericanos que combatían
en la guerra de Vietnam.
En el año 1968 Orlando Parra Sosa
regresa a su patria, muy entusiasmado
con las artes m arciales, y decide
co n tin u ar con su p ráctica, pero
lamentablemente en nuestro país sólo
existían cuatro escuelas en las que
podría en co n trar su especialidad
preferida: la Gudo Kang, la Shudo Kan, la Rembunkam, y la Tak, pero en ninguna de
estas impartían el hapkido. Es por esa razón que decide inscribirse en una escuela de
tae kwon-do, bajo la dirección del sabomnin Josik Kang, coreano con gran experiencia
internacional, vencedor en varios torneos abiertos de Japón y otras naciones asiáticas.
Orlando Parra Sosa puso todo su empeño para aprender tan difícil arte y en muy
corto tiempo empieza a destacarse tanto en torneos nacionales como internacionales.
Lo ayudó mucho el hecho de que junto a él practicaba el maestro Choi Hong Hi,
noveno dan y presidente de la Internacional Tae Kwon-do Federation. Orlando fue
evaluado por Hong Hi y en 1969 califica para portar el cinturón rojo.
También compartió y aprendió mucho con su inigualable compatriota Armando
Chavero, residenciado en Europa, sub campeón mundial de tae kwon-do, quien una
vez lo acompañó durante el I Festival Nacional de Artes Marciales, realizado en la
Universidad Central de Venezuela.
El primer gran triunfo de Orlando Parra Sosa como atleta lo concreta en el Torneo
de las Antillas, realizado en Aruba en 1970, al titularse campeón luego de dominar en
la final al norteamericano Jhon Steve. Después, en el año 1971, fue el mejor en el
Campeonato Nacional de Tae kwon-do en primera categoría, disputado en el Club
YMCA.
Otros buenos logros alcanza Orlando Parra Sosa como instructor, en la escuela
que fundó en Los Teques, en la que formó a magníficos atletas, entre estos Dhorsy
Marín, Juan Aro, Alex Argotte, los hermanos Rafael y Antonio Matute, y el actual gran
sensei en aikido Luis.Ramón González.

45
Orlando Parra Sosa también resaltó en el paracaidismo, vuelo en parapente, y
submarinismo
En el paracaidismo se inició en la Fuerza Aérea de Venezuela, en la Base de Palo
Negro. Allá presentó una exhibición de tae kwon-do, y fue tan extraordinaria que de
inmediato lo contrataron como instructor.
En esa institución se le presentó la oportunidad de realizar varios cursos de
paracaidismo acrobático. Sus compañeros fueron, entre otros: Tomás Enrique, José
“Fosforita” Morales, Félix García, y Pedro Graterol. Unas semanas más tarde viaja a
USA, al Centro de Instrucción Deland, Florida, y logra certificarse como instructor
A.F.F., obteniendo la licencia clase D (Experto). Además se hace miembro de la U.S.P. A.
(Asociación de Paracaidismo de los Estados Unidos).
Regresa a Venezuela y salta desde la Torre Oeste del Parque Central. Unos días
después se lanza desde el Salto Angel, acompañado de una delegación del Centro de
SkyNive Deland, para certificar su actuación. El éxito fue total.
Además Orlando Parra Sosa brilla en el vuelo en parapente. Trabajó en la Escuela
Wind, primera de este deporte en nuestra región, ubicada en El Jarillo, en donde enseñaba
a los jóvenes de la localidad y a muchos otros provenientes de distintos lugares del
centro del país. Fue pionero también en Venezuela de los vuelos en ala delta (Ikaros).
En 1982 continúa buscando aventuras, y obtiene el título de submarinista PADI (
Professional Asociation of Diving Instructors), y en 1984 realiza un curso como piloto
de aeronaves, obteniendo luego su licencia como aviador. En el año 1991 fue enviado
a Buenos Aires para profundizar sus estudios como piloto, y logra certificarse como
piloto acrobático, fumigador, e instructor de vuelo en la Fuerza Aérea de Argentina.
Hace 12 años fundó junto a sus hijos Ramsés, Renzo, y Ray, la primera escuela de
rappel extremo de nuestra región, cuyas prácticas se efectúan en el puente de Carrizal.

46
José Félix Rivas, béisbol

José Félix Rivas, distinguido


sanantoñero con más de 40 años
metido en el béisbol, es uno de
los deportistas más apreciados de
todos los Altos Mirandinos, muy
especialmente entre la familia del
Municipio Los Salías, con la que
com parte todos los fines de
sem ana en el estad io de la
Urbanización Los Castores. Esta
instalación, desde hace cinco
años, lleva su nombre, merecido
reconocimiento que le hicieron en
vida algunos peloteros,
dirigentes, vecinos, y autoridades
municipales.
Desde niño sintió atracción
por la pelota caliente, y aunque
fue muy bueno como jugador, su
pasión por la en señ an za del
béisbol lo llevó a colgar el guante,
cuando apenas tenía 19 años.
Com partió y aprendió con el
in ig u alab le E rnesto “V iejo”
Aparicio, a quien considera su
maestro.
Entre sus mejores marcas como deportista, luego de hacerse entrenador, está la de
haber formado a excelentes peloteros, muchos de ellos con sello de grandes ligas. Esta
labor la inició en 1964, cuando fundó la Escuela de Béisbol Menor Los Castores.
De sus enseñanzas se han beneficiado cientos de jóvenes mirandinos, muchos de
ellos atletas de alto calibre, además de otros que se entretienen ahora como adultos al
jugar béisbol y softbol, o transmitiendo a sus hijos los conocimientos adquiridos con
tan magnífico maestro.
Por las manos de Rivas pasaron Pedro José Chávez, uno de los mejores peloteros
venezolanos; Oswaldo Guillén, un muchacho que preparó junto a Ernesto “Viejo”
Aparicio; los lanzadores Víctor Zambrano y Orber Moreno, de los Tigres de Aragua y
Leones del Caracas, y los serpentineros Jorge Moreno y Douglas Silva. Todas estas
estrellas fueron sus alumnos en la Escuela de Béisbol Los Castores.
En la actualidad trabaja como umpire en la Liga de Softbol de Los Salías y en la
Liga Municipal de Béisbol Menor, organizaciones que se han fortalecido, crecido, y
divertido muchísimo con cada sentencia de José Félix Rivas. A los 65 años de edad
mantiene un incomparable sentido del humor, que permite a todos los jugadores disfrutar
aún más en el terreno.

47
Ingrid Rodríguez, gimnasia

In g rid R odríguez, la m ejor


entrenadora de gimnasia que ha parido
Venezuela, se inició en el atletismo. Lo
hizo en Maracaibo, en el año 1960, bajo
la dirección de Benicio Gutiérrez. En ese
deporte fue muy buena, tanto, que en
1970 conquistó la medalla de oro en el
salto largo de los Juegos Deportivos
Nacionales Maracay 1970.

Luego de otros importantes triunfos,


decide convertirse en entrenadora. Lo
logra en 1974 graduándose y
esp ecializán d o se en atletism o y
gimnasia. En ese entonces el director del
Colegio de Entrenadores de Venezuela
era el profesor Ríos Reyes.

Llega a Miranda, la entidad en la que


crece com o profesional del
entrenamiento, y para suerte de miles de
niñas de nuestra región, se dedica a la gimnasia, disciplina en la que nos ha aportado
incontables triunfos, a través de sus alumnas, en todos los escenarios, sean nacionales
o internacionales.

Sólo con mencionar a tres de sus mejores atletas, los que no conocen su trabajo
podrán concluir fácilmente lo extraordinaria que es como entrenadora. Una de esas
atletas fue Mayela Palacios, quien en los Juegos Panamericanos Caracas 1983 no
conquistó por muy pocos puntos la medalla de plata con su sensacional salto yugenko
con giro extendido.

Otra de sus alumnas sobresalientes fue Keisy Bustamante, estrella de la selección


nacional de Venezuela, quien brilló en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del
Caribe, y Bolivarianos. Por último, Danchar Naranjo, una de las más grandiosas
gimnastas a nivel iberoamericano.

48
Guido Tiberi, fútbol
Entre los personajes más apreciados de la familia deportiva regional se encuentra
Guido Tiberi, ex atleta y entrenador de fútbol, pionero en Los Teques, quien a sus 84
años de edad continúa siendo ejemplo a seguir por hombres y mujeres de las nuevas
generaciones.
Sus incontables aportes a la comunidad fueron reconocidos siempre, y muy
especialmente en enero del 2004, cuando la Alcaldía de Guaicaipuro, a través del
Instituto Autónomo del Deporte y la Recreación, lo exaltó a la galena de famosos del
Museo del Deporte José Ricardo “Zorro” Aquino.
Llegó al Estado Miranda en 1950, y desde entonces se dedicó a tiempo completo
a la formación de gimnastas, futbolistas, y nadadores, en el Instituto Preorientación del
Consejo Venezolano del Niño, lo que hoy es el Sepinami, en Los Teques, en donde fue
contratado como entrenador.
Por su reconocida calidad como instructor, título adquirido en la Academia
Profesional de Gimnasia de Rayano, La Aquila, en Italia, también fue llamado a impartir
conocimientos en la Esguamac Coronel Martín Bastidas Torres, de Ramo Verde, y en
el Liceo San José.
En el Liceo San José enseñó el fútbol, su máxima pasión. En esa institución encontró
a muchos jóvenes con talento, a los que en corto tiempo convirtió en los mejores
jugadores del Distrito Guaicaipuro. Eran tan buenos, que arrasaron en los campeonatos
estatales de 1961 en infantil A y B. Unos años más tarde esos mismos muchachos
dominaron los torneos regionales en primera, segunda, y tercera categorías.

49
Medardo Vásquez, béisbol

Medardo Vásquez se inició desde


muy jo v en en los deportes. Se
destacó como corredor, boxeador,
basquetero, pero sobre todo, como
pelotero. Cuando todavía era un
m uchacho, representó al Estado
Miranda en incontables torneos, y
por su capacidad para chocar la bola
se hizo fam oso en todos los
escenarios del país. Pero después, de
adulto, fue cuando más brilló, con el
eq u ip o A polo, que siem pre
participaba como gran favorito en
distintos campeonatos disputados en
su mayoría en Caracas.
Con esa novena m antuvo
promedios superiores a los .300, que
en rep etid as tem poradas le
permitieron conquistar los títulos de
bateo, de jugador más valioso, y
además unos cuantos banderines.
Luego de concluir su etapa como
ju g ad o r, decide dedicarse a la
enseñanza del béisbol, y llega al
Municipio Carrizal para fundar la Escuela Alexis Padilla, a la que puso ese nombre en
honor a tan destacado pelotero y amigo. En ese centro ha pasado los mejores años de
su vida trabajando en la formación de cientos de jugadores.
A los 71 años de edad tiene la satisfacción de haber transmitido su casta de buen
deportista a incontables amigos, entre ellos Dhorsy Marín, excepcional taekwondista
mirandino, y a uno de sus hijos, Douglas, dedicado al hipismo, quien hasta hace muy
poco tiempo se encontraba ubicado entre los mejores jinetes de nuestro continente.
También es excelente amigo. En todos los Altos Mirandinos es reconocido por su
buen humor. Los niños siempre lo recuerdan y mencionan con alegría. Nunca le falta
una sonrisa, a pesar de las limitaciones que padece para cumplir con sus obligaciones.
“Este trabajo no lo cambio por ninguno, pues para mí los niños son los seres más
importantes que habitan en este planeta. Para ellos todo lo que tengo y todo lo que
pueda producir. De esta manera devuelvo tantas cosas que he recibido de Dios”.
A Medardo Vásquez le falta más tiempo para dedicárselo a sus alumnos, sobre
todo ahora que su escuela ingresó a la Organización Criollitos de Venezuela, en la que
verá cristalizar más rápidamente sus sueños de hacer firmar con algún equipo del Norte
a muchos jóvenes de la localidad.

54
Augusto Viso, fútbol
A ugusto Viso fue un buen
jugador de fútbol, formado en Los
Teques por el in ig ualable
entrenador Guido Tiberi, quien
rápidamente hace que sobresalga
en varios de los mejores equipos
de nuestro país. Uno de esos fue
el Centro Hispano FC, bajo la
direcció n técn ica de M anolo
Ponte.
Ponte ve en Viso a un potencial
goleador y como tal comenzó a
prepararlo desde 1962. Efectuó tan
buen trabajo que a ese muchacho
se lo quitaron para que formara
parte de la selección juvenil del
Estado Miranda, que tres meses
más tarde se enfrentaría a su simi­
lar del Distrito Federal en una
eliminatoria zonal.
En esa confrontación Miranda
perdía 1-0 el partido de vuelta al
minuto 32 de la complementaria,
pero unos segundos después
Augusto Viso, que se encontraba
adelante buscando sin descanso el gol del empate, recibe maravilloso pase del delantero
Miguel Rodríguez, y con gambetas elude a dos defensores para con potente disparo a
la esquina superior derecha igualar el marcador, que se mantuvo así hasta el final.
Esta actuación del joven goleador tequeño permitió a Miranda mantenerse en la
lucha por la clasificación al Campeonato Nacional de Mérida, que finalmente consiguió
con victoria 2-0 sobre Aragua.
Viso también formó parte de los equipos Fray Luis de León, Real de Caracas,
Horizonte FC, y Nacional FC, oncena con la que se tituló una vez como máximo
goleador y campeón del Estado Miranda en segunda división.

También resalta
como entrenador
Luego de jugar fútbol durante 18 años, a Augusto Viso se le presenta la oportunidad
ile formarse como entrenador, algo que siempre había deseado. Asiste a dos cursos
FIFA, dictados en Mérida, que logra aprobar con excelentes calificaciones, y obtiene
su primer empleo como técnico con el Nacional FC, en 1980.

55
Con esta organización logra los títulos en las categorías juvenil y primera,
actuaciones por las que es llamado por el IND Miranda para que prepare a nuestra
selección juvenil, que como en aquella oportunidad, en 1962, vuelve a quedar empatada
a 1 gol con la del Distrito Federal en la eliminatoria zonal.
También se hace cargo del Horizonte FC de primera categoría, y unos pocos años
más tarde de la selección nacional sub 17 de Venezuela, que en el Campeonato
Suramericano de 1984 empata a 1 gol con Brasil, en el Maracaná, con espectacular
disparo de nuestro pequeño artillero Giovanni Savarese.
Augusto Viso trabaja en la actualidad para el Instituto Autónomo Municipal del
Deporte y la Recreación de Guaicaipuro, en el que ha puesto todos sus conocimientos
al servicio de la masificación, obteniendo excelentes resultados.

56
Miguel Blanco orgullo de Tácata ,
y de todo el Municipio Guaicaipuro
Miguel Blanco nació en San Daniel, Tácata, Municipio Guaicaipuro, el 23 de
mayo de 1953. Cuando niño, soñaba con convertirse en jinete, y lo hacía durante muchas
horas al día mientras trabajaba en una bodega propiedad de su tío Juan Pacheco, ubicada
en Los Amarillos, Estado Miranda.
En 1971 se le presenta la oportunidad de ingresar al hipismo, y se la brinda el
preparador Millard Ziadie, con quien labora cuatro años recogiendo cama, caminando
caballos, entre otras cosas propias de una cuadra.
Unos meses más tarde comienza a montar purasangres, y el 15 de mayo de 1976
alcanza su primera victoria sobre la yegua Tibenetali, una entrenada de Millard Ziadie.
En 1983 gana el Clásico Simón Bolívar, conduciendo a Salt Lake, un entrenado de
Iván Calixto, y después de otros emocionantes triunfos sufre una caída que lo aleja de
las pistas durante tres años. Miguel Blanco pensaba que era el final de su carrera, pero
Dios lo protegió y con su característica fuerza de voluntad reforzada con su profunda
fe, se recuperó satisfactoriamente, también con la ayuda del doctor Gilberto Carrasquera,
quien se ocupó de enviarlo a las mejores clínicas de los
Estados Unidos, Italia, y Canadá.
En mayo de 1988, totalm ente recuperado,
reaparece con todos los hierros concretando
sensacional victoria sobre el caballo Tal vez, en
el Hipódromo La Rinconada, y a su paso por
la tribuna presidencial recibe de los aficiona­
dos la ovación más fuerte que se ha escuchado
en la h isto ria del hipism o venezolano,
merecido premio a su perseverancia.
A los 52 años de edad, Miguel Blanco
continúa siendo ejemplo para todos los
jinetes aprendices y profesionales del
mundo, por su singular estilo de
montar, pero además alcanzando
victorias en tan difícil, exigente,
y cada vez más com petida
actividad.
junto a mi, ellos estaban jugando, me acerqué y les pregunté si lo habían visto y me
contestaron que a pocos minutos cerro abajo unos agricultores portugueses amarraron
a uno de color chocolate que estaba perdido. Entonces fui corriendo por un barranco y
cuando llegué al sitio lo vi, le silvé, y rápidamente paró las orejas. Me vine volando
para la manga y en el camino le prometí a Dios que en agradecimiento ganaría la
competencia, y también, gracias a él, la gané”.
León Piñero considera que en el coleo es muy importante conocer al caballo, al
que se debe amar, y por sobre todo se tiene que respetar a los demás atletas:
“Para ser coleador hay que tenerle amor a los caballos, ser muy responsable, serio,
y actuar con profundo respeto en la manga, porque allí tenemos a muy buenos amigos.
Los jóvenes coleadores de ahora lo que quieren es pelear en la manga, y enemistarse,
pero se equivocan, pues el coleo no es para eso, es para disfrutarlo, es para hacer
buenos amigos. Por eso es el deporte que amo y que tomo en serio”.

Premios recibidos por el coleador León Piñero


Entre los premios más importantes que ha recibido León Piñero están el de
Personalidad del Año 2(X)3, otorgado por la empresa www.toroscoleados.com. que
preside Marcos Barrios, y la Orden Julián Martínez Fuentes en su primera clase, máximo
galardón que entrega a los mejores atletas de nuestra región el Instituto Autónomo
Municipal del Deporte y la Recreación de Guaicaipuro.

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Rubén Sánchez, coleador
Rubén Sánchez, el personaje más joven de los veintiocho que aparecen es este libro, acaba
de llevar hasta lo más alto al deporte mirandino. Lo hizo en el Campeonato Nacional de Coleo
de San Felipe, Estado Yaracuy, efectuado entre el 29 de abril y el 1 de mayo del 2005. En ese
evento nuestro muchacho se coronó como el mejor de Venezuela en la categoría C.
Miranda no terna un campeón nacional de coleo desde el año 1981, y es tanta la alegría que
este joven atleta trajo a todos sus paisanos, que el Instituto Autónomo Municipal del Deporte y
la Recreación de Guaicaipuro decidió incluirlo en esta obra para premiarlo y estimularlo a
conquistar más trofeos y medallas para nuestra entidad.
Rubén Sánchez se inició en el coleo cuando tenía 11 años. Nació en San Antonio de los
Altos, Municipio Los Salias del Estado Miranda, el 8 de julio de 1982. En la manga de esa
sabrosa y tranquila población, la Humberto José Díaz Piqui, vio colear a su tío Frank Sánchez,
otro verdugo de la especialidad, y además al que consideró como su padre, Alej andró ‘El Carrao’’
Domínguez.
Domínguez, al ver en aquel niño tanto interés por los toros coleados, decide enseñarle el
oficio. Así el pequeño Rubén Sánchez encontró al maestro que rápidamente lo hizo coleador,
para que en 1995, con apenas 13 años de edad, interviniera en su primer campeonato nacional
categoría C, que se efectuó en la Manga Luis Esteban Pérez, de Los Teques. En ese evento
finalizó ubicado en la posición número 10, y de octavo el año siguiente en el Campeonato
Nacional de Valencia, contienda en la que sólo acumuló 3 puntos.

Los primeros resultados en su


carrera jamás le hicieron disminuir el
ánimo, todo lo contrario, lo estimularon,
y siempre siguió hacia adelante. Du­
rante los años siguientes jamás bajó de
la décima posición en campeonatos
nacionales, siempre codeándose con los
mejores. Por eso fue escalando
posiciones, hasta ahora que llegó a lo
más alto del podio, momento de
máxima emoción en el que pudo ver
realizado su sueño de ser el mejor de
Venezuela, por ahora en la categoría C.
“Salí a colear, como me enseñaron.
Tenía ganas de ser campeón, se me
presentó la oportunidad, y no la
desperdicié. Mi 1legua La Rubí se portó
a la altura, y si ese título era para mí,
simplemente era para mí y por eso lo
alcancé. Ahora lo disfruto mucho, sobre
todo porque lo traje para Miranda, la
tierra que me lo ha dado todo”.

61
Personal lAMDR Guaicaipuro

Adriana Alberto Deixy Heidy Jeny ree


Moreno Prim Pacheco Rojas López

Reina Elizabeth Francisco Geraldine


Rodríguez Guedez Chirapo Galicia López

Liliana Cuicas Luz Marina María Pedro


Navas Da Costa Mezones

:T :
Olga
Navas

Yused Ybelis Rafaela Humberto


Campos La Rosa Rivero Avila

62
Directiva lamdr Guaicaipuro

Prof. Dennis Arveláez


Presidente

Director General

Augusto Viso Prof. José Ponce Lie. Alejandro Armas


l>iv. de Deporte para Todos División de Masifícación Div. de Administración

Dra. Xiomara de Millán T.S.U. Charli Arévalo Prof. Edgar Márquez


División de Recursos Humanos Contraloría Div. Alto Rendimiento y Estadística

63
Impreso en los talleres del Diario AVANCE
con un tiraje de 2000 ejemplares
Telf (0212) 322.70.72 - 364.63.45
Los Teques - Estado Miranda

64
uando asumí la presidencia del Iamdr Guaicaipuro, en el afio 2000,

C sabía que estaba adquiriendo un sinfín de compromisos no


solamente con el alcalde Raúl Salmerón, sino con una extraordinaria
comunidad en la que he vivido, y en la que he crecido como docente durante
casi tres décadas. En agradecimiento y obligado a devolverle a los habitantes
de esta hermosa tierra parte de tantas cosas que me han dado, los acepté.

El trabajo ha sido muy duro, prácticamente sin descanso, pero ese esfuerzo
lo he visto bien recompensado con los logros alcanzados en sólo cuatro
años. Me complace sobremanera saber que hemos cumplido con la familia
guaicaipureña, los logros son disfrutados por todos, pero la labor debe
continuar, y estamos prestos a seguir adelantándola, pues a Guaicaipuro
no lo detiene nadie en cuanto a materia deportiva se refiere.

No se trata solamente de dignificar el trabajo de los protagonistas de la


actividad, reparar las instalaciones deportivas, mantener abiertas las
escuelas de distintas disciplinas, o de organizar unos Juegos Deportivos
Comunales de Desarrollo. Nosotros deseamos ir mucho más allá. Es por
eso que pusimos especial empeño en la edición de este primer tomo de
Estrellas de nuestro deporte, pues destacar la obra de los atletas también
es labor de las autoridades deportivas, sabemos que somos nosotros quienes
debemos llevar la batuta en este sentido.

Es mi deseo, y el de toda la junta directiva del Iamdr Guaicaipuro, apoyar


esta iniciativa, porque estamos convencidos de que difundiendo tan
excepcionales desem peños, estim ularem os a otros com patriotas,
especialmente a los más jóvenes, a iniciarse o a continuar con la práctica
de los deportes, para que nuestro país pueda contar con ellos en el mediano
plazo y colarse, Dios mediante, entre los países con mejor y más acelerado
desarrollo deportivo.

Prof. Dennis Arvelaez


Presidente del Iamdr Guaicaipuro

I
„EM

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