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LECCIÓN 1
SIETE CLAVES PARA UN MATRIMONIO FELIZ
Con estas palabras, Jesús nos habla claramente sobre la importancia no sólo de oír sino
de practicar los principios que rigen la vida matrimonial, con el fin de crear una base sólida
que permanezca firme frente a las tormentas que soplan contra el matrimonio.
Construir una relación de pareja estable no se logra de un día para otro, ni surge por
casualidad. En realidad comienza cuando decidimos hacer del bienestar del matrimonio
una de nuestras más altas prioridades.
Algunas encuestas han revelado que aquellos matrimonios duraderos, sanos y llenos de
vida tienen las siguientes tres características en común.
Primero, la relación matrimonial está muy por encima de todo en sus actividades diarias.
La Biblia nos brinda una analogía muy valiosa al respecto: la relación de Jesús con una
Iglesia Gloriosa como modelo perfecto del matrimonio fundado sobre la Roca que es
Cristo; las Bodas del Cordero con su novia, la Iglesia sin mancha ni arruga, que será el
evento culminante en la historia de la humanidad. El sólo hecho de pensar en este gran
magno evento debería llevarnos a meditar en la condición actual de nuestra vida
matrimonial.
Los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo, nos hablan claramente de que
Jesús viene pronto por su esposa la Iglesia. La invitación está hecha, el día de la Boda se
acerca. No sabemos cuando Jesús vendrá y cuándo será la gran Cena de las Bodas del
Cordero. Lo que sí sabemos es que es inminente y que tenemos la responsabilidad de
estar preparados para ese momento. Eso implica revisar nuestra vida, lo cual incluye
nuestro matrimonio, razón por la cual es oportuno meditar en cuál es la condición actual
de nuestra relación de pareja.
Efesios 5:22-34 Las esposas deben estar sujetas a sus esposos como al Señor.
Porque el esposo es cabeza de la esposa, como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo; y él es también su Salvador.
El apóstol Pablo nos habla aquí sobre el orden de Dios para el matrimonio. Y establece
diferentes roles, lo que no se relaciona con el valor del hombre y de la mujer, en lo que no
hay diferencia sino equilibrio, sino que es un asunto de orden, de autoridad, de
responsabilidad y de dirección.
Efesios 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta (del griego jupotásso; subordinada,
sometida, bajo autoridad) a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en
todo.
Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la iglesia, y
se entrego a sí mismo por ella.
Amad es tomada del griego ágape, que se usa para describir el amor de Dios por su Hijo,
por la humanidad y por todo aquel que ha creído en Jesús como el hijo de Dios. El amor
ágape, solo se conoce por las acciones que produce. Y tuvo su más perfecta y máxima
expresión entre los hombres en la persona de Jesús, quien se entregó por nosotros al
morir en una cruz.
Efesios 5:26 para santificarla, (del griego jagiázo; consagrar, apartar para Dios)
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
El esposo ha de amar a la esposa como Cristo ama a la Iglesia, con un amor purificador,
que surge cuando ambos se afianzan en la Palabra de Dios. La Palabra produce un
efecto de limpieza en quienes se exponen a ella con un corazón sincero, así que
consideremos ahora: ¿Cuándo fue la última vez que abrió usted la Biblia para compartir
una Palabra que fue de bendición para su pareja como un bálsamo purificador?
Por su parte la esposa cristiana, como la Iglesia para el Señor, ha de ser y estar hermosa
para el esposo, es el ama del hogar que edifica con sabiduría, cuenta con los atributos del
carácter que el novio desearía: es amorosa, es fiel, es toda una dama.
El novio, Jesús mismo, desea nuestro amor genuinamente. Que la expresión de nuestros
sentimientos y emociones sean solo para Él y para nadie más. Él desea ver en nosotros
un compromiso fiel y verdadero, caracterizado por la sujeción. Jesús, el novio, desea que
la novia, su Iglesia, lo ame además de una manera apasionada por lo que Él es y no sólo
por lo que ha hecho por ella. En nuestra relación de pareja hemos de hacer lo mismo:
amarnos por lo que somos y no por lo que hacemos el uno por el otro.
Analicemos algunos de los problemas que los matrimonios enfrentan hoy en día.
Estar en otro país implica que quizá alguno de los dos o los dos, extrañan a
familiares, amigos y esto crea conflictos que se deben resolver.
Vivir juntos físicamente pero separados emocionalmente. Permanecer lejos uno
del otro aún viviendo bajo el mismo techo.
Estar tan desconectados entre sí que llegan a experimentar la sensación de
soledad.
Vivir aislados, incomunicados, deprimidos, sin entusiasmo por lograr la
supervivencia de la relación matrimonial.
Ante estas y otras realidades que viven algunos matrimonios es conveniente que como
parejas hagamos un inventario de nuestro matrimonio. Al hacer un inventario de nuestro
matrimonio, podemos descubrir y escribir juntos los valores que aún existen en la relación
y de los cuales podemos echar mano para reavivarla. Y entonces hagamos un
compromiso de trabajar juntos. Ciertamente podemos escuchar o leer un tema que intenta
enriquecer nuestra relación de pareja, pero sin el trabajo en equipo será imposible llegar a
la meta de la unidad.
Las buenas intenciones no cambian nada y además no son suficientes. Sólo se logran
resultados cuando decidimos genuinamente hacer de nuestro matrimonio una de nuestras
principales prioridades. Tomen un tiempo y oren juntos. Hagan un compromiso delante de
Dios de invertir, como ocurre con todas las cosas que valen la pena, tiempo, dinero y todo
su esfuerzo. Así podrán enriquecer su matrimonio.
Prov 10:19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios
es prudente.
Prov 12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua
de los sabios es medicina.
Pro 27:23 Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por
tus rebaños.
Tal vez se sientan solos y aislados. Es posible estar casado y aún sentirse solo, tener una
cercanía física pero una lejanía emocional, ocupados ambos en lo superficial y dejando de
lado lo importante que es hablar de ustedes mismos.
Pro 22:29 ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No
estará delante de los de baja condición.
Como sugerencia final, hagan un plan de ayuda mutua que incluya desde los quehaceres
del hogar hasta el cuidado de los hijos, distribuyan adecuadamente su tiempo de tal forma
que al final del día puedan tomar un tiempo de calidad como pareja. Este plan se hace
más necesario cuando los dos trabajan.