Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
CRONICAS
Objetivo General:
Analizar la importancia de la espiritualidad para los adultos mayores que padecen
una enfermedad crónica dentro de la ciudad de Toluca.
Objetivos específicos:
Identificar el perfil sociodemográfico de los adultos mayores con
enfermedades crónicas que concurren frecuentemente a los servicios
religiosos.
Cuantificar y clasificar la concurrencia a servicios religiosos por parte de los
adultos mayores con enfermedades crónicas.
Describir el nivel de espiritualidad en adultos mayores con enfermedades
crónicas
Identificar los beneficios y efectos nocivos de la religiosidad y espiritualidad
en adultos mayores con enfermedades crónicas.
Analizar por grupos de edad la importancia que se le da a la espiritualidad
por parte de los adultos mayores.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
Por otro lado, Whetsell, en un estudio con adultos mayores, dio a conocer como la
integración entre la fortaleza y el bienestar espiritual influyen de manera notoria en
la salud del adulto mayor al estar afrontando una situación estresante. Estos dos
componentes ayudan a disminuir la carga negativa que trae consigo las diferentes
situaciones a las que está sometido el adulto mayor. Dentro de estas situaciones
de las más comunes podemos encontrar el padecimiento de una enfermedad
crónica.
Para Siles J Ibarra M, la enfermedad crónica en el adulto mayor implica, que estos
sobrellevan sus males durante décadas, demandando una atención permanente y
adecuada. La prolongación de los síntomas a largo plazo perjudica su capacidad
para seguir con actividades significativas y rutinarias.
Durante las últimas décadas la esperanza de vida ha crecido de tal modo que se
observa un envejecimiento de la población nunca visto. Se espera que en las
próximas cinco décadas la natalidad descienda, así como la de mortalidad. Esta
última registró una tasa de 5 defunciones por cada 1,000 habitantes en 2010, y
que posteriormente aumentará para llegar a 8.8 defunciones por cada mil
habitantes en 2050. (INEGI, 2015)
Este hecho ha resaltado la necesidad de pensar de nuevo en la vejez y
envejecimiento, así como las maneras en las que se los adultos mayores obtienen
un bienestar personal, conformado por los denominados bienestar subjetivo y
psicológico (Tonon,2006)
Según Beatriz Herrera (2009) los adultos mayores para poder sobrellevar este
tipo de padecimientos acuden a la espiritualidad, considerada como una
necesidad básica, que, de acuerdo con sus prácticas, creencias y religiosidad, le
ayudan a afrontar experiencias de vital importancia para sentirse mejor.
Para Kwlier y Staultz (2006), cada persona tiene su particular cultura espiritual que
es producto de la combinación de su espiritualidad personal y de las experiencias
espirituales o esquemas culturales a los que ha sido expuesto.
Por ello, si el adulto mayor tiene un envejecimiento óptimo, es decir, aquel que
implica una estrategia general de selectividad con los esfuerzos que se realizan y
usar estrategias y actividades alternativas para compensar las pérdidas que
conlleva el proceso de envejecimiento (Schaie y Willis, 2003), es posible que el
adulto encuentre bienestar, claro está, a partir del envejecimiento óptimo.
Así como tambien un envejecimiento exitoso ocurriría cuando las personas sienten
satisfacción por poder adaptarse a las situaciones cambiantes de su vida (Villar,
Triadó, Resano, y Osuna,2003). Un estudio de Raff (1987, citada por Schaie y
Willis, 2003) encuentra que el bienestar para los adultos mayores como algo
relacionado con ser una persona que puede cuidar de los demás, que es
compasiva y que tiene buenas relaciones con otros, enfatizando la aceptación del
cambio, el sentido del humor y el disfrutar la vida.
Metodología:
Para ello se seleccionaran a los individuos para el estudio por medio de las
enfermedades que padezcan limitándolas a: hipertensión, diabetes, artritis y
Parkinson. Y con base a sus edades se les ubicara en grupos de edad los cuales
serán de 60 a 75 años de edad, de 76 a 85 años de edad y de 86 a más años.
Durante las últimas décadas la esperanza de vida ha crecido de tal modo que se
observa un envejecimiento de la población nunca visto. Se espera que en las
próximas cinco décadas la natalidad descienda, así como la de mortalidad. Esta
última registró una tasa de 5 defunciones por cada 1,000 habitantes en 2010, y
que posteriormente aumentará para llegar a 8.8 defunciones por cada mil
habitantes en 2050. (INEGI, 2015)
La vejez es un proceso normal del individuo, esta etapa supone una disminución
del 25% a 30% de las células que componen los diferentes órganos y sistemas del
cuerpo lo que produce una afectación en la vitalidad orgánica, aumentando la
posibilidad de padecer enfermedades crónicas y degenerativas (OMS).
Siendo la vejez la última etapa del ciclo de vida en la cual se aprecia el resultado
de todas las experiencias, transformaciones y aprendizajes vividos en las etapas
anteriores, y donde se acepta la trayectoria de la vida con satisfacción (Daza,
2010).
Por ello es que se puede denominar a la espiritual como aquella herramienta que
permite al adulto mayor el aceptar y asimilar su condición y entender todas
aquellas experiencias, transformaciones y limitantes como algo natural.
Reed (citado por whetsell, 2005), describe la espiritualidad como “la inclinación
para encontrar significado en la vida por medio de un sentido de interrelación con
algo mayor, que trasciende el yo y lo fortalece, por tanto, existen diferencias en las
respuestas adaptativas tanto conductuales como fisiológicas en los momentos de
ansiedad que vive el individuo”, lo cual nos indica que el adulto mayor ante
situaciones difíciles como la de padecer una enfermedad crónica, reaccione de tal
manera que afecte su salud física y mental.
La concepción que tengan acerca de lo sagrado, lo que crean que haya más allá
de la muerte o simplemente las preguntas que se hacen acerca de la vida, pero
con motivos espirituales, crean una serie de sentimientos y pensamientos que
pueden servir de apoyo en la etapa final de la vida.
Armando Rivera Ledesma y María Montero (2005), nos hacen la diferencia entre la
religiosidad y la espiritualidad, siendo así la primera de naturaleza esencialmente
social; hace las veces de contenedor de lo espiritual, de protector, es un soporte
socio cultural, puesto que se vive como un cuerpo de conocimientos,
comportamientos ritos, normas y valores que rigen la vida de sujetos interesados
en establecer un vínculo con lo divino. Mientras que la segunda es una dimensión
que trasciende lo biológico, psicológico y lo social, puesto que es un estado
interno caracterizado por poseer un sentimiento de integración con la vida y el
mundo. La espiritualidad se asume entonces como la experiencia de lo divino.
Por otro lado, Whetsell, en un estudio con adultos mayores, dio a conocer como la
integración entre la fortaleza y el bienestar espiritual influyen de manera notoria en
la salud del adulto mayor al estar afrontando una situación estresante. Estos dos
componentes ayudan a disminuir la carga negativa que trae consigo las diferentes
situaciones a las que está sometido el adulto mayor.
Según Kwiler y Staultz (2008) mencionan que cada persona tiene una cultura
espiritual en particular, la cual es la combinación entre su espiritualidad personal y
de las experiencias espirituales o esquemas culturales a los que haya sido
expuesto, entendiendo así a las enfermedades crónicas como aquellas capaces
de ayudar a formar un nivel de espiritualidad más alto dentro de los adultos
mayores.
Martínez y col cita a Mytko y Knight (1999), el cual afirma que, la espiritualidad
debe incluir sentimientos de conexión consigo mismo, con la comunidad, con la
naturaleza y con el significado o propósito de vida. Por estos motivos, se plantea
que la espiritualidad puede influir tanto en el bienestar psíquico de los adultos
mayores como en su proceso de adaptación al envejecimiento, y en algunas
ocasiones acompañado de una enfermedad crónica.
Aunque tambien se debe entender a la espiritualidad como algo que puede tanto
beneficiar al adulto mayor o perjudicarlo, tanto la religiosidad como la
espiritualidad se pueden expresar social e individualmente, y ambas tienen la
capacidad de promover o impedir el bienestar (Pargament & Mahoney, 2002). En
este sentido, la espiritualidad puede ser usada tanto constructiva como
destructivamente, por lo que no es inherentemente buena o mala, y su valor
depende de la manera específica en que las personas buscan lo sagrado
(Pargament & Mahoney, 2002).
Para Erikson (1966) en la adultez mayor ocurre un conflicto entre los polos de
integridad y desesperanza. La integridad se lograría en la medida en la que,
durante el envejecer, la persona logra adaptarse a los triunfos y desilusiones que
se hayan dado durante el paso de la vida, lo que se caracteriza por un sentimiento
de seguridad y aceptar que el propio ciclo de vida era algo que debía ser de esa
manera.
De esta manera, una resolución favorable del conflicto daría como resultado las
fortalezas de sabiduría y renunciamiento, entendidas como una posición informada
y desapegada hacia la vida y frente a la muerte, con una capacidad de captar y
comprender, con la perspectiva de la experiencia, el mundo circundante y sus
circunstancias, posibilidades y limitaciones (Erikson, 2000)
Por lo que la falta o perdida de esta integración y resolución del conflicto, cuando
el individuo no acepta la manera en la que fue completado su ciclo de vida, se
expresa en temor y desesperanza el que este ciclo acabe (muerte). De aquí que
pueden entenderse y diferenciarse los diferentes conceptos de envejecimiento
optimo y exitoso, como una manera alternativa de conjuntarlo con la espiritualidad
y disminuir los conflictos que presenten los adultos mayores.
Ante una mayor expectativa de vida y una sociedad que envejece, muchas
características asociadas al adulto mayor están requiriendo redefinición, en
particular el concepto, las expectativas, la imagen y el rol de los adultos mayores.
Es posible que en poco tiempo lo que hoy se sabe o cree saber acerca de la
tercera edad ya no corresponda a la realidad.
Bibliografía
con, E. y. c. d. v. e. p., s.f. Espiritualidad y calidad de vida en pacientes con.
GUTIÉRREZ ROBLEDO, . L. M. & d’HYVER, C., 2014. Geriatría. Tercera ed. México: El Manual
Moderno.
Koenig, H., M, S. & JAP, G., 1998. Religion, Salud y envejecimiento: una revision e integracion
teorica. segunda ed. s.l.:Greenwood Press.
Leite Luengo, C. D. M. & Rodrigues dos Anjos Mendonça, A., 2014. Espiritualidad y calidad de vida
en pacientes con diabetes. Bioética, 22(2), pp. 382-389.
Trujillo S, T. C. & M., L., 2007. El anciano conformista ¿un optimista con experiencia?:Resonancias
de una investigación sobre lo psicológico en la calidad de vida con personas mayores en Soacha y
Sibaté.. [En línea]
Available at: http://www.scielo.org.co/pdf/rups/v6n2/v6n2a06.pdf
[Último acceso: 7 Mayo 2018].
1. Schaie, K. W. & Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Quinta ed. Madrid:
Pearson Prentice Hall.
2. Sánchez B. Bienestar espiritual en personas con y sin discapacidad. Rev Aquichan abril
2009; 9 (1): 8-22.
3. Roland CG. Does prayer preserve? Arch Intern Med 1970; 125: 580-87
4. Ibarra M, Siles J. Rol de enfermo crónico: una reflexión crítica desde la perspectiva de los
cuidados enfermeros. Rev cultura de los cuidados 2006; 20: 129-135.
5. ZUCKERMAN DM, KASLSV, OSFELD AM: Psychosocial predictors of mortality among the
elderly poor: the roll of religion, well-being, and social contacts. Am J Epidemiol, 119:410-
23, 1984.
6. Sánchez-Herrera, B. (2009). Bienestar espiritual en personas con y sin discapacidad.
Aquichan, [en linea] 9(1), pp.8-22. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74111465003
7. Whetsell M, Frederickson K, Aguilera P, Maya J. Niveles de bienestar espiritual y fortaleza
relacionados con la salud en adultos mayores. Aquichan 2005; 5
8. Rivera Ledesma, A. y Montero, M. (2005). Espiritualidad y religiosidad en adultos mayores
mexicanos. Salud Mental, [en linea] 28(6), pp.51-58. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=58262807
9. Zavala, M. y Vázquez Martínez, O. y Whetsell, M. (2006). Bienestar espiritual y ansiedad en
pacientes diabéticos. Aquichan, [en linea] 6(1), pp.8-21. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74160103 [Ultimo acceso: 1/05/18]
10. Martínez M, Méndez C, Ballesteros B. características espirituales y religiosas de pacientes
con cáncer que asisten al centro Javeriano de Oncología.
(http://sparta.javeriana.edu.co/psicologia/publicaciones/actualizarrevista/archivos/V3N20
9c aracteristicas_espirituales.pdf [Ultimo acceso: 1/05/18]
11. Tanon, G. (comp.). (2006). Juventud y protagonismo ciudadano. Buenos Aires: Espacio.
12. Laspina, M. (1996). Concepto de espiritualidad en el contexto de la enfermería. Boletín
Impulso, 6, 27-29.
13. PARGAMENT, K. & MAHONEY, A. (2002). Spirituality. En C. R. Snyder & Sh. Lopez.
Handbook of Positive Psychology. New York: Oxford University Press.
14. MUÑOZ, J. (2002). Psicología del envejecimiento. Madrid: Pirámide
15. ERIKSON, E. (1966). Infancia y Sociedad. 2ª ed. Buenos Aires: Hormé.
16. ERIKSON, E. (2000). El ciclo vital completado. Ed. revisada y ampliada. Barcelona: Paidós.
17. VILLAR, F., Triadó, C., Resano, C. S., & Osuna, M. J. (2003). Bienestar, adaptación y
envejecimiento: cuando la estabilidad significa cambio. Revista Multidisciplinaria de
Gerontología, (13)3, 152-16.
GUTIÉRREZ ROBLEDO, . L. M. & d’HYVER, C., 2014. Geriatría. Tercera ed. México: El Manual
Moderno.
Gutiérrez, M., 2007. Interpretación del Arte Mueble. [En línea]
Available at: http://www.contraclave.org/historia/artemueble.pdf
[Último acceso: 15 Abril 2018].
Koenig, H., M, S. & JAP, G., 1998. Religion, Salud y envejecimiento: una revision e integracion
teorica. segunda ed. s.l.:Greenwood Press.
Leite Luengo, C. D. M. & Rodrigues dos Anjos Mendonça, A., 2014. Espiritualidad y calidad de vida
en pacientes con diabetes. Bioética, 22(2), pp. 382-389.
Trujillo S, T. C. & M., L., 2007. El anciano conformista ¿un optimista con experiencia?:Resonancias
de una investigación sobre lo psicológico en la calidad de vida con personas mayores en Soacha y
Sibaté.. [En línea]
Available at: http://www.scielo.org.co/pdf/rups/v6n2/v6n2a06.pdf
[Último acceso: 7 Mayo 2018].
1. Schaie, K. W. & Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Quinta ed. Madrid:
Pearson Prentice Hall.
2. Sánchez B. Bienestar espiritual en personas con y sin discapacidad. Rev Aquichan abril
2009; 9 (1): 8-22.
3. Roland CG. Does prayer preserve? Arch Intern Med 1970; 125: 580-87
4. Ibarra M, Siles J. Rol de enfermo crónico: una reflexión crítica desde la perspectiva de los
cuidados enfermeros. Rev cultura de los cuidados 2006; 20: 129-135.
5. ZUCKERMAN DM, KASLSV, OSFELD AM: Psychosocial predictors of mortality among the
elderly poor: the roll of religion, well-being, and social contacts. Am J Epidemiol, 119:410-
23, 1984.
6. Sánchez-Herrera, B. (2009). Bienestar espiritual en personas con y sin discapacidad.
Aquichan, [en linea] 9(1), pp.8-22. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74111465003
7. Whetsell M, Frederickson K, Aguilera P, Maya J. Niveles de bienestar espiritual y fortaleza
relacionados con la salud en adultos mayores. Aquichan 2005; 5
8. Rivera Ledesma, A. y Montero, M. (2005). Espiritualidad y religiosidad en adultos mayores
mexicanos. Salud Mental, [en linea] 28(6), pp.51-58. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=58262807
9. Zavala, M. y Vázquez Martínez, O. y Whetsell, M. (2006). Bienestar espiritual y ansiedad en
pacientes diabéticos. Aquichan, [en linea] 6(1), pp.8-21. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74160103 [Ultimo acceso: 1/05/18]
10. Martínez M, Méndez C, Ballesteros B. características espirituales y religiosas de pacientes
con cáncer que asisten al centro Javeriano de Oncología.
(http://sparta.javeriana.edu.co/psicologia/publicaciones/actualizarrevista/archivos/V3N20
9c aracteristicas_espirituales.pdf [Ultimo acceso: 1/05/18]
11. Tanon, G. (comp.). (2006). Juventud y protagonismo ciudadano. Buenos Aires: Espacio.
12. Laspina, M. (1996). Concepto de espiritualidad en el contexto de la enfermería. Boletín
Impulso, 6, 27-29.
13. PARGAMENT, K. & MAHONEY, A. (2002). Spirituality. En C. R. Snyder & Sh. Lopez.
Handbook of Positive Psychology. New York: Oxford University Press.
14. MUÑOZ, J. (2002). Psicología del envejecimiento. Madrid: Pirámide
15. ERIKSON, E. (1966). Infancia y Sociedad. 2ª ed. Buenos Aires: Hormé.
16. ERIKSON, E. (2000). El ciclo vital completado. Ed. revisada y ampliada. Barcelona: Paidós.
17. VILLAR, F., Triadó, C., Resano, C. S., & Osuna, M. J. (2003). Bienestar, adaptación y
envejecimiento: cuando la estabilidad significa cambio. Revista Multidisciplinaria de
Gerontología, (13)3, 152-16.
18. Villar, F., Triadó, C., Resano, C. S., & Osuna, M. J. (2003). Bienestar, adaptación y
envejecimiento: cuando la estabilidad significa cambio. Revista Multidisciplinaria de
Gerontología, (13)3, 152-162
19. Schaie, K. W. & Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. 5ª ed. Madrid:
Pearson Prentice Hall