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ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

Magistrado Ponente

AC1600-2017
Radicación n. º 11001-02-03-000-2015-02434-00
(Discutido y aprobado en Sala de nueve de noviembre de 2016)

Bogotá D.C., quince (15) de marzo de dos mil diecisiete


(2017).-

Decide la Corte el recurso de queja interpuesto por


Margarita Cardona Gallo y Álvaro Antonio Toro Hernández
contra el auto de 16 de septiembre de 2015, mediante el cual
la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá negó concederles la impugnación extraordinaria de
casación que formularon en relación con la sentencia de
segunda instancia emitida en el asunto de la referencia.

I. ANTECEDENTES

1. Sergio Antonio Rojas Avendaño, Álvaro Antonio Toro


Hernández y Margarita Cardona Gallo convocaron a juicio
ordinario a COLTANQUES S.A.S. y a Elmer Latorre Herrera,
para que se les declare civil y solidariamente responsables
del accidente de tránsito en el que falleció María del Pilar Toro
Cardona (esposa e hija de los reclamantes, respectivamente)
y sufrió lesiones Sergio Antonio.
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En consecuencia, pidieron condenar a los convocados a


pagar a favor de:

1.1. Sergio Antonio Rojas Avendaño:

1.1.1 Seis millones de pesos ($6.000.000) por daño


emergente y lucro cesante, relacionados con las lesiones
personales que sufrió.

1.1.2. Veintiséis millones ciento sesenta mil


ochocientos ochenta y seis pesos con cincuenta centavos
($26.160.886,50) y cuatrocientos noventa y nueve millones
cuatrocientos veintiocho mil doscientos sesenta pesos
($499.428.260) a título de lucro cesante consolidado y
futuro, en su orden, producidos por el deceso de su cónyuge.

1.1.3 Cien salarios mínimos legales mensuales vigentes


(100 s.m.l.m.v.) por daño moral.

1.2. Álvaro Antonio Toro Hernández:

1.2.1 Trece millones ochenta mil cuatrocientos


cuarenta y tres pesos con veinticinco centavos
($13.080.443,25) y ciento sesenta y seis millones novecientos
noventa y cinco mil ochocientos setenta y cinco pesos
($166.995.875), por concepto de lucro cesante consolidado y
futuro, causados por la muerte de su hija.
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1.2.2. Cincuenta salarios mínimos legales mensuales


vigentes (50 s.m.l.m.v.) por detrimento moral.

1.3. Margarita Cardona Gallo:

1.3.1. Trece millones ochenta mil cuatrocientos


cuarenta y tres pesos con veinticinco centavos
($13.080.443,25) y doscientos ocho millones ciento treinta y
dos mil doscientos noventa y nueve pesos ($208.132.299),
por lucro cesante consolidado y futuro, producidos por el
fenecimiento de su hija.

1.3.2. Cincuenta salarios mínimos legales mensuales


vigentes (50 s.m.l.m.v.) por perjuicio moral (fls. 1 a 28).

2. El Juzgado Sexto Civil del Circuito de esta ciudad


culminó la primera instancia con sentencia de 10 de
septiembre de 2014, en la cual acogió las súplicas del pliego
inicial, señalando como condenas a cargo de los enjuiciados
y en pro de los reclamantes, las siguientes:
“$420.894.752,50, por concepto de perjuicios materiales a
Sergio Antonio Rojas Avendaño […] $210.447.376,25 a Álvaro
Antonio Toro Hernández y […] $210.447.376,25 a Margarita
Cardona Gallo…”. Así mismo, por perjuicios morales
reconoció “$25.000.000 a Sergio Antonio Rojas Avendaño […]
$12.500.000 a Álvaro Antonio Toro Hernández y […]
$12.500.000 a Margarita Cardona Gallo…” (fls. 42 y 43).

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3. Apelada por la parte demandada, la Sala Civil del


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá la reformó
el 26 de agosto de 2015, para revocar lo atinente a la
indemnización por lucro cesante; modificar lo relativo al daño
moral, quedando en veinte millones de pesos ($20.000.000)
para Sergio Antonio Rojas Avendaño y diez millones de pesos
($10.000.000) para cada uno de los progenitores de la
víctima; y confirmarla en todo lo demás (fls. 48 a 68).

4. Inconformes con lo resuelto, los accionantes


interpusieron recurso de casación, que el ad-quem concedió
para Sergio Antonio Rojas Avendaño y negó a Margarita
Cardona Gallo y Álvaro Antonio Toro Hernández.

Explicó, en sustento de su determinación, que ante la


presencia de un litisconsorcio facultativo, como ocurre en
este caso, no es posible fusionar los agravios de cada uno de
los integrantes de un extremo procesal en aras de cuantificar
el interés paras recurrir en casación.

En ese orden de ideas, indicó, que el perjuicio que la


sentencia impugnada causa a Sergio Antonio Rojas
Avendaño asciende a “$425.894.752,50”, cifra muy superior
al equivalente a 425 salarios mínimos legales mensuales
vigentes para la fecha de la providencia, 22 de julio de 2015,
esto es, “$273.848.750”.

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Agregó que no sucede lo mismo con el desmedro que el


fallo provoca a los otros demandantes, pues, llega apenas a
“$212.947.376,25” para cada uno, no colmando el “tope
legal” (fls. 73 a 77).

5. El 16 de septiembre del año pasado, el Tribunal no


acogió la reposición que la parte actora formuló contra la
precitada providencia y ordenó reproducir algunas piezas
procesales para surtir el remedio invocado subsidiariamente
(fls. 93 al 97).

II. EL RECURSO DE QUEJA

1. El mandatario de los promotores adujo que el


presente caso no se enmarca dentro de un simple
litisconsorcio facultativo, en la medida en que a todos los
reclamantes los anima un mismo “interés”, que es “el
reconocimiento de la indemnización a una familia”, por la
muerte de quien en vida fuera su cónyuge e hija.

Esgrimió, en ese contexto, que el agravio que la


sentencia del Tribunal genera a la parte actora está
representado por la condena que se “recortó”, la cual deviene
de la “misma causa” y es “indivisible”.

Señaló, en resumen, que al haberse reconocido en


primera instancia a los gestores la suma de ochocientos
noventa y un millones setecientos ochenta y nueve mil
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quinientos cinco pesos ($891.789.505), ese es el parámetro a


considerar para definir el interés económico para acudir en
casación, que, además, excede los 425 salarios mínimos
legales mensuales vigentes (fls. 143 a 153).

2. Fijada en lista la queja, la contraparte guardó silencio


(fl.157).

III. CONSIDERACIONES

1. Como la reposición y petición subsidiaria de copias


contra el auto que negó conceder el recurso extraordinario de
casación se formuló el 2 de septiembre de 2015, todo lo
relacionado con la presente queja lo disciplina el Código de
Procedimiento Civil, por así preverlo los artículos 624 y 625-
5 del Estatuto General del Proceso, en vigor desde el 1º de
enero de 2016, al decir que “(…) los recursos…se regirán por
las leyes vigentes cuando se interpusieron…”.

Sobre ese asunto específico, la Corte ha dicho que

La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura


acordó que desde el 1º de enero del 2016 rige integralmente el
Código General del Proceso. Sin embargo, a este asunto no resulta
aplicable esa normatividad, por cuanto el trámite complejo de la
queja inició en vigencia del Código de Procedimiento Civil; esto es,
con la radicación de la reposición y la petición subsidiaria de
copias, acontecida el 20 de octubre de 2015. Al respecto, el
numeral 5º del artículo 625 de la Ley 1562 de 2012 estableció, en

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lo pertinente, que “…No obstante lo previsto en los numerales


anteriores, los recursos interpuestos […] se regirán por las leyes
vigentes cuando se interpusieron […]”. De manera que las reglas
del C. de P. C. informarán la presente decisión en la medida en
que imperaban para el momento en que principio la mencionada
refutación (20 de octubre de 2015), reiterando que la “queja” es
una impugnación que si bien se “formula” ante la Corte, su devenir
arranca antes, en un estadio denominado preparatorio o de
antesala, que no por ello carece de importancia o de consecuencias
procesales en caso de no cumplirse las cargas que en esa fase se
imponen al censor (CSJ AC de 5 de abril de 2016, Rad.

2016-00438-00).

2. De conformidad con lo previsto en el artículo 377 del


compendio normativo que se ha señalado pertinente, esto es,
el C. de P. C., el recurso de queja procede contra el auto que
deniega el de casación, razón por la cual es necesario
precisar que la competencia de esta Corporación se restringe
a examinar si ese pronunciamiento, ratificado al desatar la
respectiva reposición, estuvo ajustado a la ley.

3. Cumple recordar, entonces, que dentro de los


requisitos del aludido mecanismo, el artículo 366 ibídem
dispone que procede, entre otras sentencias, contra las
dictadas en procesos ordinarios “…en segunda instancia por
los tribunales superiores, cuando el valor actual de la
resolución desfavorable al recurrente sea o exceda de
cuatrocientos veinticinco (425) salarios mínimos legales
mensuales vigentes”.

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A propósito del interés para recurrir que se acaba de


memorar, esta Corporación tiene dicho que

(…) está supeditado al valor económico de la relación jurídica


sustancial concedida o negada en la sentencia; vale decir, a la
cuantía de la afectación o desventaja patrimonial que sufre el
recurrente con la resolución que le resulta desfavorable,
evaluación que debe hacerse para el día del fallo (CSJ AC, 5
sep. 2013, Rad. 00288-00, reiterado en AC1698-2015).

Adicionalmente, en la tarea de determinar el desmedro


o lesión, cuando el fallo de primera instancia acoge
parcialmente las súplicas, la parte demandante no impugna
y el Tribunal revoca total o parcialmente lo así reconocido, la
Sala ha precisado que

El agravio para quien no apeló está constituido por aquello que


recibió, esto es, por el monto de los perjuicios cuyo resarcimiento
fue reconocido, y que, a la larga, fue revocado en la instancia
superior. Desde luego, esa expectativa aparece recogida en el
primer fallo dictado, y no en las pretensiones del libelo introductor,
pues la ausencia de opugnación revela el alcance concreto de las
aspiraciones del demandante y la extensión del agravio que aquél
considera haber sufrido (CSJ AC de 8 de sept. de 2014, Rad.

2008-00697-01, reiterado en AC1825-2016).

4. En el presente caso de responsabilidad civil


extracontractual, donde la parte actora la integran tres
personas con aspiraciones jurídica y materialmente
diferenciables (litisconsorcio facultativo), sólo Sergio Antonio
Rojas Avendaño cuenta con el interés económico necesario
para acudir en casación, dado que la suma que le fue
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otorgada en primera instancia y que a la postre se revocó por


el Tribunal, “$420.894.752,50 por perjuicios materiales”,
supera con holgura el equivalente a cuatrocientos veinticinco
(425) salarios mínimos legales mensuales vigentes para el
2015, esto es, “$273.848.750”.

5. Los restantes dos integrantes del extremo


demandante que intentan acceder a la impugnación
extraordinaria, por sí mismos carecen de interés económico,
pues, a los padres de la víctima María del Pilar Toro Cardona
únicamente se les reconoció en primer grado, a cada uno,
“$210.447.376,25 por concepto de perjuicios materiales” y
“$12.500.000 por concepto de perjuicios morales”, que
sumados dan $222.947.376,27, cifra que no sobrepasa la
cuantía mínima requerida por el legislador procesal.

6. Las particularidades de este asunto llevarían a


inferir, a la luz de la tesis que hasta hace poco venía
acogiendo la Sala, que el recurso de casación era viable para
la persona cuyo interés económico sobrepasa los
cuatrocientos veinticinco (425) salarios mínimos legales
mensuales vigentes, y no para los demás, al ser claro que

[L]a relación jurídica que se ventiló, por activa y desde el punto de


vista subjetivo, es la de un litisconsorcio facultativo, lo que de suyo
supone que cada uno de los demandantes deba considerarse por
separado a los efectos de determinar el valor de la resolución
desfavorable, y con base en ello determinar con precisión si
cuentan con suficiente interés para acceder al escenario de la
casación” (CSJ AC, 30 abr. 2014, rad.2014 00046 00,
reiterado en CSJ AC de 3 de jul. de 2015, Rad. 2015-
00337-00).
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No obstante, a partir una la lectura constitucional del


parágrafo 2° del artículo 366 del Código de Procedimiento
Civil, garantista de los derechos a la igualdad, debido proceso
y acceso a la administración de justicia, la Sala,
anticipándose además a lo que ya se reconoce en el inciso 2°
del artículo 338 del Código General del Proceso, determinó
que cuando respecto de una parte se satisfagan las
condiciones o exigencias para impugnar en casación la
sentencia, se otorgará también el interpuesto por otra
coparte, aunque la cuantía de su interés sea insuficiente.

Ciertamente, en providencia AC4684-2016 de 26 de jul.


de 2016, Rad. 2016-00363-00, se razonó, para justificar el
nuevo criterio mayoritario de la Sala, que

Aunque la norma [art. 366 ibídem] se refiere a la impugnación


interpuesta por la contraparte, en aplicación de principios como el
de la lealtad procesal o el de la igualdad se impone interpretarla
también en beneficio de otros sujetos procesales, como la
codemandante, cuando, como acá sucedió, el recurso es concedido
en favor de una de las accionantes y no en beneficio de los otros
por no satisfacer el interés legalmente requerido. Negar este
alcance sería tanto como propiciar la gestaciones de tratamientos
desiguales, por ende, injustos y arbitrarios, proscritos por el
artículo 13 de la Constitución Política, aniquilantes de los derechos
fundamentales, del debido proceso y del acceso a la
administración de justicia (arts. 29 y 229). Con el entendimiento
aquí expuesto la coherencia del ordenamiento queda a salvo, pues
en los casos donde la acumulación facultativa de pretensiones se
sirve de la misma causa (art. 82, inc. tercero, C. P. C.), es ineludible
comprender que, estando ella probada, sus consecuencias se
irradien por igual. De ahí que se torne inconcebible, frente al
eventual quiebre de un fallo absolutorio en casación, predicar
efectos bifrontes, verbi gratia, favorables para los demandantes
exitosos en la impugnación extraordinaria, simplemente por
haberles asistido interés individual económico, y adversos para
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quienes, no obstante haber protestado, la cuantía de la resolución


desfavorable les impidió acceder al recurso, no obstante integrar
la misma parte. Como un hecho no puede ser y no ser al mismo
tiempo, síguese que cuando la suma subjetiva de súplicas tiene su
fundamento en la misma causa, a todos los demandantes les
asiste el derecho de acceder al recurso de casación, en interés de
la “buena justicia” enantes referida, inclusive de su coherencia,
siempre y cuando a uno de ellos, por lo menos, desde luego
también impugnante, la decisión le irrogue un perjuicio igual o
superior a la cuantía establecida en la ley para su procedencia.

7. De manera que como la génesis de las reclamaciones


de cada uno de los demandantes en el proceso ordinario en
cuestión es la misma; valga anotar, la responsabilidad civil
por el accidente de tránsito que se dice causó lesiones a una
persona y la muerte a la otra, el cumplimiento de las
condiciones para acudir en casación respecto de Sergio
Antonio Rojas Avendaño hace que a los otros
codemandantes, también recurrentes, se les deba otorgar la
impugnación que oportunamente radicaron, por intermedio
del mismo abogado, con abstracción de que la cuantía de su
interés esté por debajo de cuatrocientos veinticinco (425)
salarios mínimos legales mensuales vigentes.

8.- En consecuencia, se encuentra mal denegado el


remedio extraordinario y en su lugar se concederá a todos
quienes lo propusieron.

9.- No habrá condena en costas por no aparecer


causadas, de conformidad con lo previsto en el numeral 9º
del artículo 392 del estatuto de ritos civiles.

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IV. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Civil, RESUELVE:

1. Declarar MAL DENEGADO el recurso extraordinario


de casación interpuesto por Álvaro Antonio Toro Hernández y
Margarita Cardona Gallo contra la sentencia proferida el 22
de julio de 2015 por la Sala Civil del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá en el juicio ordinario de aquellos
y Sergio Antonio Rojas Avendaño contra COLTANQUES
S.A.S. y Elmer Latorre Herrera.

2. CONCEDER el mencionado recurso planteado por


los aludidos demandantes en relación con el citado fallo.
Comuníquese esta decisión al Tribunal de origen, a fin de que
remita el expediente respectivo, una vez se colmen los demás
requisitos de ley.

3. Sin condena en costas.

Notifíquese,

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO


(Presidente de Sala)
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MARGARITA CABELLO BLANCO


Con salvamento de voto

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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