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Capítulo II

ACCIÓN REIVINDICATORIA

262. Concepto. “La reivindicación o Otros derechos reales. Reivindicación de


acción de dominio es la que tiene el due- cuota.
ño de una cosa singular, de que no está Cosas reivindicables. Aunque entre no-
en posesión, para que el poseedor de ella sotros –ya muy habituados a la irrestricta
sea condenado a restituírsela” (art. 889). protección al dominio– pueda parecer
Está regulada en el Tít. XII del Libro extraño, son muchos los ordenamientos
II (arts. 889 a 915; hay algunas normas (inicialmente europeos, pero actualmen-
especiales en la Ley de Quiebras). te también latinoamericanos) que –si-
Es la gran acción protectora, con di- guiendo antiguas reglas germánicas– nie-
latada historia y universal presencia; sin gan la reivindicatoria para todo un género
embargo, al menos entre nosotros, y de cosas: los muebles, en determinadas
como se irá viendo, su eficacia suele pre- circunstancias (generalmente adquiridos
sentarse debilitada, al punto que efecti- de buena fe de manos de quien aparecía
vos dueños intentan evitarla y llegan a como dueño y que los tenía por un título
emplearla con aprensión. Estas preven- de mera tenencia emitido por el dueño;
ciones son debidas, principalmente, a “en materia de bienes muebles la pose-
la regulación de la posesión, a las ca- sión equivale a título”). Es uno de los
racterísticas del Registro, a la prueba resultados de la lucha entre el derecho
del dominio y a la restricción del sujeto de dominio y la seguridad del tráfico fun-
pasivo. En otro sentido –como se irá dado en la apariencia, que ellos en este
percibiendo–, varios de los conflictos punto dirimen a favor de ésta (los textos
que se han descrito en los ámbitos de a veces niegan la reivindicación, lo que
la posesión y de la prescripción adqui- equivale a la pérdida del dominio del pro-
sitiva asumen aquí manifestaciones con- pietario, y otras directamente declaran
cretas y confluyendo a este escenario esta extinción).
conocen el desenlace. El señor Bello –fiel al precedente ro-
mano– impuso la otra opción. Pueden rei-
263. Requisitos. De la definición se vindicarse todas las cosas corporales, sean
desprende que para reivindicar es nece- muebles o inmuebles. Sólo algunas (res-
sario: tringidas) excepciones y condiciones han
a) Que se trate de una cosa suscepti- sido introducidas por el mismo redactor y
ble de ser reivindicada; por textos posteriores, que en algo ate-
b) Que el reivindicante sea dueño núan el rigor del principio (y que impor-
de ella; tan consideración del adversario). En cier-
c) Que el reivindicante esté privado tas situaciones no es posible reivindicar
de su posesión. (arts. 2303, 1739 inc. 4º); en otras se pue-
de reivindicar sólo reembolsando el valor
264. A) Que se trate de una cosa sus- de la cosa (art. 890 inc. 2º).
ceptible de ser reivindicada. Cosas reivin- El último precepto ha originado un
dicables. Singularidad e individualización. conflicto con el art. 115 del CPP. cuando

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Los bienes

la especie ha sido hurtada, robada o esta- bre universalidades de hecho, con lo que
fada. Se ha sostenido que hay contradic- el peligro de la prescripción desapare-
ción entre ambas disposiciones por cuan- ce; pero aunque no exista ese peligro,
to el CPP. manda devolverla al dueño sin si alguien tiene materialmente una uni-
el requisito de reembolsar lo que se gas- versalidad de hecho, de todos modos
tó en adquirirla, y que prima este pre- debe admitirse una acción del dueño
cepto por ser especial. En contra, se esti- para recuperar el objeto de su domi-
ma que no hay contradicción y que el nio) (se volverá sobre este punto en in-
CPP. sólo señala la oportunidad de resti- fra, Nº 267). Pero (tal como parecen en-
tución de la cosa al dueño, permanecien- tenderlo algunas sentencias) la singula-
do el derecho de reembolso que el ridad parece estar más dirigida a excluir
art. 890 del CC. otorga al adquirente (pa- a las universalidades jurídicas (por la di-
rece lo más aceptable). Por otra parte, el ficultad posesoria) y, sobre todo, a la
texto (art. 890, incs. 2º y 3º) ha sido apli- individualización de la cosa, de modo
cado a establecimientos no mencionados, que, no obstante el término empleado,
porque es ejemplificativo y genérico (tén- no parece justificado excluir a las uni-
gase presente además lo que se ha dicho versalidades de hecho (un rebaño, una
sobre negación de la reivindicatoria en biblioteca), estando suficientemente in-
ciertas destrucciones del título traslaticio, dividualizado el conjunto (sobre todo si
para proteger el tráfico; supra, Nos 104 es admitida su posesión).
bis y 144). El art. 891 anuncia una acción espe-
Singularidad. La cosa a reivindicarse cial para una particular universalidad ju-
ha de ser singular. Como se ha dicho rídica, la herencia; tal es la acción de pe-
(supra, Nos 35 y sgts.), una de las clasifi- tición de herencia, regulada en los
caciones de los bienes distingue entre arts. 1264 y sgts.
universales y singulares (también se dijo Individualización. Como se dijo, la sin-
que esta clasificación no está formulada gularidad exigida debe comprenderse par-
en el Código, aunque algunos precep- ticularmente en un significado de deter-
tos aluden a ella). El art. 889 destina la minación en sus contornos; la cosa ha de
acción a las cosas singulares; más aún, a estar claramente individualizada. En el
propósito de la reivindicación de cuota mismo sentido, el dominio (en el que el
el art. 892 vuelve a emplear el adjetivo. actor funda su acción) recae sobre cosas
Entonces, literalmente, quedarían exclui- determinadas (a lo que puede añadirse,
das las universalidades, sean jurídicas o en el ámbito litigioso, que –si la acción
de hecho; así se ha resuelto. Pero esti- tiene éxito– sólo así puede más tarde ha-
mamos que esa afirmación debe ser ma- cerse cumplir lo resuelto).
tizada debido a las universalidades de En los muebles, los definidos con-
hecho; si se estima que ellas pueden po- tornos físicos que generalmente tienen
seerse (v. supra, Nº 161), entonces lo facilitan la tarea (aunque puede presen-
propio es conferir acción reivindicato- tarse en líquidos, gases y otros fluidos;
ria al dueño; si se considera el texto (que también en bienes inmateriales). En los
exige singularidad) como obstáculo in- inmuebles la determinación suele pre-
franqueable, entonces ha de admitirse sentar dificultades. Desde luego, aunque
que el dueño entable una acción resti- a veces la individualización es bien posi-
tutoria en base a su derecho de domi- ble, la falta de cuidado en la presenta-
nio (con el art. 582)(a la que pronto se ción de los hechos conduce al resultado
hará referencia); de no ser así, el po- adverso; el tribunal observa el defecto,
seedor podría llegar a ganar por pres- rechazando la demanda (con o sin la
cripción sin que el dueño pudiera inte- protesta del demandado). En cuanto a
rrumpir, lo que es inaceptable (la otra objetiva dificultad, es explicable princi-
alternativa es repudiar la posesión so- palmente por:

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Acciones protectoras

a) defectos de descripción en los títu- la identidad del inmueble; no queda cla-


los, posibilidad que, a su vez, es facilitada ro si el predio que se reivindica (y que se
por algunas inconvenientes característi- individualiza en la demanda, en base a
cas del registro, que ya se han menciona- los títulos) es el mismo que el actor mues-
do (sobre todo la ausencia de un plano tra en la realidad. Esta posibilidad es más
por cada predio) y por la forma sinuosa y factible en el medio rural y, dentro de
caprichosa, habitualmente muy distinta de este ámbito, en aquel supuesto en que se
todas las figuras geométricas típicas, que reivindica una parte de un predio mayor
adoptan los predios, producto de la libe- (las explicaciones por las que se produce
ral formación de la propiedad territorial, esta duda son las mismas que se mencio-
que torna muy difícil su descripción en naron al comienzo de este párrafo). Por
el lenguaje escrito de los títulos; cierto, si es al tribunal a quien le termina
b) la continuidad natural del suelo asistiendo una duda como ésa, lo más pro-
(la superficie aproximadamente esférica bable es que el resultado será adverso al
del planeta es una, ininterrumpida) que demandante (v. además, lo dicho respec-
impone que la división en porciones para to de la extensión material en supra, Nº 63
la propiedad privada se establezca en la y nota; también supra, Nº 25).
realidad sólo mediante el artificio de hi- La jurisprudencia ha insistido siem-
tos, cercos y otras marcas, frecuentemen- pre en la necesidad de individualizar la
te imperfectas, movibles y extinguibles. cosa de que se trata. Aparte de la expre-
Dentro de los inmuebles esta singula- sión “singular” empleada en el art. 889,
ridad, en su sentido de determinación, los fundamentos jurídicos que frecuente-
presenta especial dificultad (y por lo mis- mente se aducen para la exigencia en los
mo, en ella el reivindicante debe tomar fallos, se relacionan con la circunstancia
apropiada precaución) cuando lo reivin- de que la reivindicatoria emerge del do-
dicado es una sección de un predio (no minio y el derecho de propiedad recae
nos referimos a una cuota, que se verá sobre cosa determinada; y con la consta-
pronto, sino a una parte física de un pre- tación de que sólo así –estando indivi-
dio); se trata de que –según el actor– el dualizada la cosa– podrá más tarde eje-
demandado posee sólo una zona de su cutarse el fallo que la acoge. A este
predio (esa zona o porción está emplaza- respecto, no como medio probatorio (que
da, a veces, en uno de los costados –pero no podría serlo), sino como manifesta-
por dentro, por supuesto– del predio ma- ción gráfica de las expresiones descripti-
yor, y otras completamente en su inte- vas de la demanda, es recomendable (y a
rior, formando una “isla” dentro de él). veces será imprescindible) acompañar un
Puede notarse que cuando el posee- croquis que individualice el sector reivin-
dor no marca el perímetro de lo que con- dicado (para las relaciones con las acción
sidera suyo, la dificultad aumenta. Y se de demarcación, v. supra, Nº 253).
trata de procurar coincidencia entre la Otros derechos reales. Pueden reivindi-
descripción (de la zona poseída) consig- carse también los demás derechos reales
nada en la demanda, y la zona que la (art. 891); el Código dispone que pue-
prueba rendida deje como efectivamente den reivindicarse como el dominio (la
poseída. expresión “como el dominio” demuestra
El último grado de estas advertencias una vez más que el codificador identifica
se refiere a la coincidencia integral, en- el derecho de dominio con la cosa sobre
tre lo descrito en los títulos y la realidad. la que recae; porque se notará que hasta
Suele acontecer (como se advirtió escue- este precepto siempre se refería a la cosa;
tamente al tratar las características de identificando cosa con derecho y, en con-
nuestro Registro) que al conducir la des- secuencia, aludiéndolos indistintamente,
cripción documental –en escrituras e ins- ahora se refiere al derecho, al dominio).
cripciones– al predio, quede duda sobre Debe entenderse que los demás derechos

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Los bienes

reales se pueden reivindicar según las mis- que, aisladamente, se tenga en copropie-
mas reglas aquí tratadas para cuando el dad, no hay dificultad para aplicar el tex-
que reivindica es dueño de la cosa. to. Si la reivindicación se estima aplica-
Dentro de las cosas incorporales, la ley ble también a la universalidad de hecho
se refiere expresamente a los derechos rea- –conforme a lo dicho– entonces será ad-
les (por ej., el usufructuario reivindicará misible la reivindicación de una cuota de
su usufructo) para concederles acción esa universalidad y de una cuota de cada
reivindicatoria, mas nada dispone respec- cosa perteneciente a esa universalidad.
to de los derechos personales (sobre todo Pero se ha discutido la situación en que
teniendo presente que en el art. 583 ya el bien cuya cuota se reivindica pertene-
dispuso que sobre las cosas incorporales ce a una universalidad jurídica (como
–genéricamente– hay también una espe- cuando se reivindica el tercio de una cosa
cie de propiedad). Para estos efectos debe singular que forma parte de una heren-
recordarse lo dicho respecto de la pose- cia). Aquí tiene incidencia la discusión
sión sobre cosas incorporales (supra, doctrinaria referente a la naturaleza jurí-
Nº 162); allí se advirtió que en la doctrina dica de la comunidad y, concretamente,
(extranjera, y nacional debido a nuestros al punto de si en la comunidad sobre
textos) es ampliamente discutido si es con- cosa universal los derechos de cada co-
cebible la posesión de cosas incorporales munero se comunican cuotativamente a
y, sobre todo, la de derechos personales. cada uno de los objetos que la compo-
Pues bien, para resolver esta interrogante nen o, por el contrario, permanecen
estimamos que aquel debate es decisivo; si como cuota abstracta, sin que el co-
se admite la posesión de derechos perso- munero pueda pretender derecho sobre
nales, entonces debe admitirse la acción cada objeto. De aceptarse la primera pos-
reivindicatoria; porque podría presentar- tura, debe concederse la posibilidad de
se la situación del dueño de un crédito que el comunero pueda reivindicar su
que se percata que otro lo está poseyen- cuota en una cosa singular de la comuni-
do, y sería inaceptable que por una parte dad universal; de aceptarse la segunda, la
se permita que se le posea y por otra se conclusión ha de ser negativa. La juris-
impida que el dueño lo reivindique; si se prudencia se ha pronunciado en ambos
permite que otro lo posea, entonces debe sentidos. El art. 1268, regulando la acción
admitirse que el dueño pueda reivindicar- de petición de herencia, concede tam-
lo (así, el sujeto entra a poseer el crédito; bién al heredero la acción reivindicato-
por lo mismo podría llegar a adquirirlo ria para perseguir un objeto de la heren-
por prescripción, que no obstante ser dis- cia; pero no afirma que puede reivindicar
cutible, según se dijo en su oportunidad una cuota del objeto.
parece ser la consecuencia normal; y en- Se ha planteado la duda de si un co-
tretanto el dueño puede reivindicarlo). munero puede, él solo, reivindicar toda
En todo caso, se ha resuelto que el la cosa para todos los comuneros. Está
título o instrumento en que consta un discutido.
derecho personal es reivindicable. La respuesta afirmativa tiene el si-
Reivindicación de cuota. Por el art. 892, guiente fundamento: cuando en la socie-
“se puede reivindicar una cuota determi- dad no se ha conferido la administración
nada proindiviso, de una cosa singular”. a uno de los socios, se entiende que en-
a) La cuota ha de estar determinada. tre los socios existe un mandato tácito y
Expresada en fracción o porcentaje, debe recíproco para administrar (art. 2081); se
consignarse en la demanda a cuánto as- añade que al administrador corresponde
ciende. cuidar de la conservación del objeto so-
b) La cosa (sobre la que recae la cuo- cial (art. 2078); por otra parte, correspon-
ta) ha de ser singular. Tratándose de una de al administrador –entre otras activida-
cuota (como tercio o quinto) de un bien des– “interrumpir las prescripciones” (la

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Acciones protectoras

reivindicación es un típico modo de inte- ced de la posibilidad de que éste demues-


rrumpir la prescripción en contra del tre el cumplimiento del respectivo plazo
poseedor)(art. 2132); y, finalmente, se dis- de prescripción. Es distinto cuando se
pone que el derecho de cada comunero ejercitan otras acciones que tiene el due-
sobre la cosa común es el mismo que el ño (que luego se mencionarán). Por ej.,
de los socios en el haber social (art. 2305). la de precario (del art. 2195); la tiene el
Para negar la posibilidad también hay dueño, pero como al ejercitarla no está
fundamento. Desde luego, es bien discuti- reconociendo al demandado como posee-
ble la aplicación a la comunidad de la doc- dor, no le está confiriendo la presunción
trina del mandato tácito y recíproco esta- de dominio (del art. 700), a la cual pue-
blecida para la sociedad (tal como aquí ya de él (el actor) acudir, afirmando que al
se expuso al tratar la copropiedad, supra, menos es poseedor y, siéndolo, se le ha
Nº 67); por otra parte, la aplicación de de tener por dueño; tendrá sí que pro-
ese mandato es especialmente reprobable bar esa posesión que afirma tener; en-
para esta actuación, de reivindicar, ya que tonces, si se trata de un inmueble, le bas-
esos textos se refieren más bien a la ejecu- tará con acreditar que tiene título inscrito
ción de actos de administración (como los a su nombre (y, convenientemente, algu-
del art. 2132), en los que no parece apro- nos hechos posesorios para evitar que se
piado incluir a esta acción tan trascenden- le considere como una mera inscripción
tal (la reivindicatoria), que difícilmente de papel, a la que ya se ha hecho refe-
puede considerarse una medida conserva- rencia).
tiva; por definición (art. 889), sólo com- En otro sentido, la prueba de su do-
pete al dueño, y en el art. 893 –en que se minio debe estar referida al tiempo de la
permite reivindicar a diversas clases de pro- notificación de la demanda; debe demos-
pietarios– era la ocasión para aclarar que trar que a ese tiempo es dueño, porque
puede también un comunero, pero, lejos la acción la tiene el dueño, no el que
de eso, siempre se parte del supuesto de podía llegar a serlo (si hubiere conserva-
dueño único; lo natural es que cualquier do la posesión).
comunero con iniciativa incite a todos a La situación se altera cuando el que
actuar, y si no lo logra porque no puede reivindica es el Fisco, por el art. 590. Como
conectarse con todos o porque otros no por ese texto (por ley) el Fisco es propie-
quieren actuar, puede entonces reivindi- tario de los inmuebles que carecen de otro
car su cuota (como le permite el citado dueño, si se mantuviere para él la regla de
art. 892). Preferimos esta solución. La ju- que debe probar su dominio se le estaría
risprudencia parece inclinarse en el mis- imponiendo la carga de la prueba de una
mo sentido. negación indeterminada –que el inmue-
ble no tiene otro dueño– y conforme a los
265. B) Que el reivindicante sea due- principios de Derecho probatorio, las ne-
ño de ella. La prueba del dominio. La gaciones indeterminadas son de prueba
acción publiciana. Puede ser propietario imposible, de modo que quien proponga
pleno o nudo, absoluto o fiduciario la afirmación contraria debe probarla (que
(art. 893). Pero debe probar su dominio, alguien es el dueño); así, aquel a quien el
pues al reivindicar –por la propia defini- Fisco demanda de reivindicación tendría
ción de la acción que entabla– reconoce que probar que él (o un tercero distinto
en el demandado la calidad de poseedor, del Fisco) es el dueño.
con lo que le está concediendo la pre- Aquí aparece una importante dificul-
sunción de dominio (del art. 700) que, tad de la acción reivindicatoria: la prue-
entonces, el reivindicante queda obliga- ba del dominio (para cuya referencia des-
do a destruir. Por otra parte, su situación de antiguo se ha reservado la tenebrosa
es peligrosa porque, reconociendo al de- expresión probatio diabolica). Para acredi-
mandado como poseedor, queda a mer- tarlo, tiene importancia determinar si el

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Los bienes

reivindicante adquirió la cosa por un tro y sus caracteres reales; suele ocurrir
modo originario o derivativo. En la pri- que ambos litigantes (reivindicante y de-
mera situación, le bastará probar los he- mandado) presentan inscripción a su res-
chos que constituyeron ese modo origi- pectivo nombre (porque el sistema no lo-
nario. Pero si adquirió por un modo gra evitar las llamadas inscripciones
derivativo, como la tradición (que será lo paralelas y “de papel”), lo que –al menos
más frecuente), no basta con probar que aparentemente– deja a la controversia
ese modo se configuró a favor del que se con dos poseedores (inscritos); y (tal vez
pretende dueño (si se trata de un mue- lo más sensible): cuando el reivindican-
ble, que se le entregó con ánimo de trans- te –en su afán de exhibir sus mayores y
ferírsele el dominio o, si se trata de un mejores antecedentes– acompaña inscrip-
inmueble, que tiene inscripción a su nom- ción a su nombre, se expone al congéni-
bre), porque quedará la interrogante de to debate del valor de la inscripción en
si el antecesor, a su vez, tenía o no el cuanto símbolo de posesión, que perma-
dominio (recordando que “nadie da lo nece con resultado impredecible, y que
que no tiene”; nemo dat quod non habet). aquí se traduce en una capital disyuntiva:
Si el antecesor también adquirió por si tiene posesión inscrita, entonces ¿no
modo derivativo, la duda persiste. Así, el será un dueño o poseedor, cuya deman-
retroceso en el examen debe llegar hasta da, por tanto, debe ser rechazada? (v. su-
una adquisición por modo originario; ge- pra, Nos 189 a 195 bis)(sobre esta última
neralmente será la prescripción adquisi- situación se volverá pronto).
tiva, con más seguridad la extraordinaria Pero el art. 894 (consagrando lo que
(y, por cierto, debe haberse cumplido an- en el Derecho romano se denominó ac-
tes del día en que dejó de poseer). Y re- ción publiciana) permite interponer “la mis-
cuérdese que puede servirse de la agre- ma acción” al que, sin ser dueño, pose-
gación de posesiones (supra, Nº 178). yendo regularmente estaba en vías de
Las presunciones judiciales y la prue- ganar por prescripción. Está bien discuti-
ba de testigos pueden adquirir aquí se- do si para disponer de la acción es nece-
ñalada importancia. La última es admi- sario tener cumplido el plazo para ganar
sible en la medida en que se refiere a la por prescripción ordinaria o basta con
prueba de hechos (de hechos jurídicos tener sólo algún tiempo de posesión. Se
que constituyan la adquisición del do- ha sostenido que es necesario haber com-
minio, o la posesión como base de la pletado el plazo porque al apoderarse otro
adquisición por prescripción), de modo de la cosa se produce una interrupción
que no es aplicable la limitación de los natural de la prescripción del primero
arts. 1708 y sgts. que hace perder todo el tiempo anterior,
Tratándose de los inmuebles, el siste- con lo que ya no queda “en vías de ganar
ma registral, que teóricamente tendría por prescripción”. No parece necesario
que conducir a facilitar la prueba de do- el cumplimiento del plazo; si ya está cum-
minio y, por tanto, fortalecer la protec- plido no es necesaria la acción publicia-
ción al dueño, por los caracteres que na, pues bastaría alegar la prescripción,
adoptó entre nosotros, no ha producido con lo que se podría reivindicar como
ese resultado (como ya ha podido apre- dueño; por lo demás, así lo denotan el
ciarse en el relato sobre su organización texto y la historia de su establecimiento,
y funcionamiento). Como escueto resu- según la cual fue tomado de la legisla-
men de lo manifestado allí, dirigido ahora ción romana, que no exigía el cumpli-
al conflicto reivindicatorio, debe recordarse miento del plazo.
que la inscripción no prueba dominio Debe entenderse que está concedida
(sólo posesión, y ni eso según algunos); también al que ha perdido la posesión
con frecuencia no hay coincidencia en- regular de un derecho real y se encontra-
tre la descripción del predio en el Regis- ba en vías de ganarlo por prescripción

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Acciones protectoras

(la reivindicatoria procede para otros de- ge el dominio sin desconsiderar el Regis-
rechos reales; y esos derechos son, como tro; por otra parte, con este entendimien-
se ha dicho, susceptibles de posesión) (se to tendría también acción posesoria, de
ha llegado a resolver que cuando el rei- amparo o restitución, según se verá más
vindicante no ha logrado probar el do- adelante; v. infra, Nº 282).
minio, pero sí ha demostrado mejor de-
recho que el demandado, la demanda 267. Contra quién se dirige la acción
debe ser acogida sobre el supuesto de (otras acciones; la acción innominada de
que implícitamente el actor ha ejercido dominio). Como ha quedado dicho, ha de
acción publiciana). dirigirse contra el actual poseedor (art. 895),
en lo cual debe tener especial cuidado el
266. C) Que el reivindicante esté pri- actor, dado el efecto relativo de las senten-
vado de la posesión (de la posesión de la cias judiciales. Esto principalmente porque
cosa). Como (según afirma) es dueño, en la práctica pueden presentarse dudas
tiene derecho a poseerla; por eso la rei- acerca de la identidad de la persona que
vindica. realmente está poseyendo (de ahí también
En los inmuebles surge el problema la disposición de los arts. 896 y 897).
de si corresponde acción reivindicatoria Para el caso que el poseedor fallezca,
a un propietario que, teniendo inscrito a el art. 899 establece una norma especial,
su nombre un predio, le es arrebatado junto a la cual ha de tenerse en cuenta la
materialmente. La solución ha de buscar- del art. 1526, Nº 2. Mientras la acción para
se en el tema de la adquisición, conserva- obtener la entrega de la cosa es indivisi-
ción y pérdida de la posesión, ya tratado, ble (no es posible cumplirla por partes),
y que plantea a su vez la polémica sobre la de indemnizar es divisible (v. también
el valor de la inscripción (con las dos gran- el art. 1354).
des posiciones que fueron expuestas; Lo dicho sobre el sujeto pasivo de la
v. supra, Nº 195). Si se postula que la ins- acción requiere de dos advertencias (en
cripción conservatoria es única y suficien- las cuales –estando discutida la naturale-
te prueba de posesión, no procedería ha- za de la respectiva acción, como se verá–
blar en tal situación de pérdida de la habría excepciones en cuanto al sujeto
posesión, por lo que no competería al pasivo si se las llegare a calificar de mo-
perjudicado la acción reivindicatoria; tal dalidades de la acción reivindicatoria):
afirmación es consecuencia de la posición a) Se puede dirigir la acción en con-
que atribuye a la posesión inscrita un va- tra del que dejó de poseer enajenando la
lor absoluto y excluyente (con este predi- cosa, para que restituya lo que recibió
camento, al dueño le quedarían posible- por ella (art. 898); y del que poseía de
mente la acción de precario del art. 2195, mala fe y por hecho o culpa suya dejó de
inc. 2º, y las acciones criminales). Con la poseer, para que restituya su valor
posición opuesta, que atribuye importan- (art. 900). Nótese que en estas situacio-
cia fundamental a la posesión material, nes no se persigue la cosa sino un valor
se sostendrá que en tal situación simple- (en la primera lo recibido, en la segunda
mente se ha perdido la posesión y proce- lo que vale); el art. 900 (que ha sido lla-
de, por tanto, la reivindicación. En una mada “reivindicatoria ficta”) no lo dispo-
actitud intermedia, se ha planteado que ne expresamente, pero no puede enten-
no obstante tener posesión inscrita, al pri- derse en otro sentido. La dificultad de la
varse al dueño de la tenencia material, se persecución de la cosa puede presentar-
lo ha privado de una parte integrante de se también en los inmuebles, y el precep-
la posesión, su fase material, y que en tal to es aplicable igualmente a estos bienes,
caso procede reivindicar, al no ser inte- según se ha resuelto. En los textos son
gralmente poseedor; hay fallos que así lo llamadas acciones “de dominio”, pero con-
han resuelto (en estos términos se prote- siderando su objetivo, es muy discutible

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Los bienes

su calificación como de acción reivindi- inversa: aplicable sólo a aquellos tene-


catoria o, genéricamente, de acciones rea- dores que no tienen, y nunca tuvieron,
les; se ha sostenido que se trataría sólo un título que justifique la detentación.
de acciones personales. Ellos serían “injustos detentadores” y no
b) “Las reglas de este título” se apli- aquellos que entraron a detentar la cosa
can también contra el que poseyendo a justamente, con un antecedente habili-
nombre ajeno retenga la cosa indebida- tante, aunque después se nieguen a res-
mente (art. 915). tituir.
Ha surgido controversia en la califi- Pero también puede estimarse apli-
cación de esta acción. Por una parte se la cable a ambas situaciones: sea que el
ha estimado simplemente como la acción detentador desde un comienzo carezca
reivindicatoria que, excepcionalmente, se de antecedente que lo justifique o que
permite contra el mero tenedor. En con- haya empezado a detentar con un títu-
tra, se la ha considerado como una ac- lo justificante pero mientras detentaba
ción distinta, como puramente restituto- quedó sin justificación (porque ese an-
ria contra el mero tenedor, a la cual el tecedente fue declarado nulo, resuelto,
Código hace aplicables las reglas de la caduco, etc.); ambos serían, al tiempo
reivindicatoria, sobre todo en la impor- de la demanda, “injustos detentadores”
tante materia de las prestaciones mutuas. (ésta parece ser la opinión, aunque no
Hay fallos que han restado importancia a terminante y claramente expresada, de
los términos y, en general, parecen incli- varios antiguos comentaristas del Códi-
narse por llamarla reivindicatoria contra go).
el mero tenedor. La jurisprudencia ha aplicado la re-
Particular relevancia ofrece la preci- gla con bastante amplitud a ambas cate-
sión de su alcance que, por la importan- gorías de tenedores.
cia que ha llegado a tener, merece un Por otra parte, la expresión “poseyen-
examen detenido. do a nombre ajeno” puede conducir a
Podría estimarse que se trata de una una restricción de su campo (si se la en-
acción que corresponde al que entregó a tiende referida sólo a representantes le-
otro la mera tenencia de una cosa, por gales, mandatarios y aun a otros que sin
un contrato que produce ese efecto (co- serlo actúan como tales, conforme al
modato, arriendo, etc.) y que, al termi- art. 721).
nar la vigencia de esa relación, el tene- El Código no ha consagrado, al me-
dor se niega a restituir. La tendría además nos formalmente, una acción general resti-
de la acción personal que surge del res- tutoria. En la práctica resulta necesaria
pectivo contrato, a la que podría acudir para muchas situaciones de detentadores
cuando la personal no prosperara por en las que no se cumplen las exigencias
cualquier causa, o simplemente puede de las diversas acciones protectoras no-
optar. El resultado, como se ve, es de una minadas, reguladas por la ley (reivindica-
interpretación bien restrictiva. Con este toria, posesorias, las emanadas de los dis-
alcance, sería dudoso que pudiera inten- tintos contratos que confieren tenencia y
tarla el adquirente del dueño, por cuan- la respectiva acción restitutoria, como
to él no es contratante del tenedor (salva arriendo, comodato, etc.). Y el propieta-
la posibilidad de cesión de contrato). Y, rio puede verse impedido de actuar no
en todo caso, tampoco podría intentarse obstante su decisión de hacerlo, por no
contra el que detenta la cosa sin una re- poder encuadrarse en una acción tipifi-
lación jurídica inicial; es decir, contra el cada. Así, por ejemplo, acontece en casos
que desde un comienzo detenta sin de promesas de compraventa en las que
justificación jurídica. se ha facultado al promitente comprador
Una segunda alternativa es la de en- para entrar en posesión material, y poste-
tenderla precisamente para la situación riormente la promesa queda sin efecto;

236
Acciones protectoras

de ocupantes cuyos contratos emanan de nes de los tribunales. Otra puede ser ésta,
un tercero, que no es el propietario ac- del art. 915, que suele llamarse contra el
tual, etc. La reivindicatoria no procede, injusto detentador; en ese cometido es con-
porque no son poseedores; tampoco la veniente conferir al precepto un alcance
posesoria, sea porque está prescrita (y extenso, como el de la tercera alternativa
prescribe en el breve plazo de un año, y, antes descrita; es decir, que sea aplicable
aun, de seis meses), sea porque la cosa es a todo tenedor que a la época de la de-
mueble; tampoco la de algún contrato, manda no pueda justificar aceptablemen-
porque fue otro el contratante que confi- te su insistencia en mantener la cosa en
rió la tenencia (no el dueño), o simple- su poder.
mente porque no ha habido contrato al- Pero hay más. Puede sostenerse que
guno. el ordenamiento jurídico no exige encua-
La necesidad advertida se torna más drar toda pretensión en una determina-
imperiosa si se recuerda que el que apa- da acción, nominada, regulada por la ley.
rece como tenedor, un día puede llegar Basta que tenga arraigo en un derecho
a aducir la prescripción, apoyado en el del reclamante que merezca ser tutelado.
art. 2510 regla 3ª, el cual, aunque es sabi- De este modo, un dueño que injustamen-
do que está en contradicción con el te está privado del objeto de su dominio,
art. 730, como posibilidad es suficiente con base (entre nosotros) en los arts. 19
para inquietar al dueño actual (pudiera Nº 24 de la C. Pol. y 582 del CC., bien
acontecer que el tribunal llamado a co- puede reclamarlo de quien lo tiene sin
nocer del caso prefiriera el art. 2510 en fundamento legítimo, y el juez tendría
lugar del 730). que ordenar restituirlo, si se demuestran
Sin perjuicio de mantener el reclamo esos supuestos. Es la que podría llamarse
para que se consagre formalmente una “acción innominada de dominio”. Inclu-
acción restitutoria genérica (que cubra so con aquellos mismos textos puede fun-
esas situaciones y cualquiera otra), mien- darse una “acción declarativa de domi-
tras se procede a esa integración convie- nio”, por la cual se persigue la declaración
ne desenvolver alguna de las existentes o constatación de que el actor es dueño
para que cumpla esa finalidad, interpre- de un objeto, sin añadir una pretensión
tando (extensivamente) en esa dirección de ejecución y sin que sea necesario que
el respectivo texto que la consagre. Una el demandado esté poseyendo (acallan-
es la del art. 2195; en la práctica (y sin do a la demandada que discute o se atri-
expresarse), con frecuencia se ha venido buye el dominio); y se le puede agregar
acudiendo a esta acción, que ha sido lla- la petición consecuencial del cese de cier-
mada acción de precario, aun cuando por ta perturbación que se perpetra con fun-
su ubicación y parquedad no parece ha- damento en un supuesto dominio pro-
berse creado con tan trascendental desti- clamado por el agresor. Tiene utilidad en
no; el éxito que ha tenido, en cuanto a situaciones en las que (transcurrido el bre-
su generalizado empleo, se ha visto incre- ve plazo del recurso de protección) se
mentado por su tramitación en juicio su- trata de cosas muebles, o en inmuebles
mario (por el art. 680 del CPC.); con todo, en las que ha transcurrido el plazo para
por los requisitos que exige ante ciertas la respectiva acción posesoria, y la per-
situaciones su aplicación ha ido enfren- turbación no llega a constituir privación
tando duros obstáculos; así, supone au- de la posesión.
sencia de contrato, lo que la deja en du-
dosa aplicación en todos los casos de 267 bis. Con lo dicho, las siguientes
contratos nulos, resueltos, revocados, con son algunas de las actitudes que podría
plazo de duración ya cumplido, emana- adoptar el demandado de reivindicación,
dos de persona distinta del dueño, etc., y que dejarían la situación en reñido de-
que han merecido encontradas decisio- bate:

237
Los bienes

a) Podría sostener que el demandan- En la doctrina extranjera, con la per-


te no es el dueño (simplemente lo niega, petuidad del dominio, predomina la con-
o agrega que el dueño es cierto tercero); clusión de que no se extingue en pres-
b) Que él (el demandado) no es el cripción extintiva; en la misma dirección,
poseedor de la cosa (entonces, el actor varios Códigos del siglo XX han decidido
tendría que intentar probar que sí lo es; disponerlo con regla expresa.
aquí debe recordarse el art. 915, con el Entre nosotros, sin distinguirse entre
cual el actor puede ejercer esa acción en el dominio y la acción ni delimitar la situa-
contra del injusto detentador en subsidio ción conflictiva, se da por establecida la
de la reivindicatoria, sin perjuicio de que misma solución, con base en el art. 2517.
puede ser usada como única); Admisible la duda, que surge de aislar exac-
c) Que él (el demandado), es el due- tamente la situación antes descrita, nos ple-
ño. En esta situación el litigio pasa a cons- gamos sin embargo a la opinión dominan-
tituir un “juicio de dominio”, en el que te, por el fundamento de la perpetuidad
ambas partes se disputan la propiedad del del dominio y para evitar que se configure
objeto. una extraña situación de dominio irreivin-
dicable; más aún, considerada la reivindi-
268. Extinción por prescripción. La ca- cabilidad de la esencia del dominio, admi-
racterística de la perpetuidad con que se tir la extinción de la acción equivaldría a
concibe el dominio implica que no se ex- admitir la pérdida del dominio mismo por
tingue por el no uso (por no ejercer el la prescripción extintiva. Enfrentándonos
titular su derecho de dominio) (v. supra, a los textos, en primer lugar debe admitir-
Nos 59 y 65 bis). Pero aquí no se trata de se que, regulando la prescripción extinti-
la prescripción extintiva del dominio; se va, el art. 2514 se refiere sin restricciones a
trata de la prescripción extintiva de la ac- las “acciones y derechos ajenos”. Y –aléjese
ción protectora. Por cierto, extinguido el la sospecha de una predilección– debe re-
dominio se extingue la protección; por eso conocerse que, literalmente, el art. 2517 no
es que si quien privó de la posesión a otro excluye la posibilidad de que la acción se
logra usucapir, evidentemente junto con extinga por otro medio que el de la usuca-
perder el dominio el primer titular, ve tam- pión lograda por otro; pero puede enten-
bién extinguida su acción reivindicatoria; derse que, precisamente, su sentido es que
así está dicho claramente en nuestro si del efecto del transcurso del tiempo se
art. 2517 (y no se trata de un supuesto trata, la acción se extingue “solamente” por
efecto extintivo de la usucapión; simple- la prescripción adquisitiva (respecto de los
mente ya no se tiene la acción porque ya demás derechos reales, en cuanto a la ac-
no se tiene el derecho, el dominio); de ción persecutoria, sola, la solución ha de
ahí que el desposeído queda conminado ser la misma; pero, como se relató en su
a reivindicar, antes que el otro gane el oportunidad, algunos se extinguen –el de-
dominio por prescripción. ¿Es concebible recho mismo y por tanto la acción– por
la extinción por prescripción extintiva de prescripción extintiva).
la acción sola, autónomamente? Desde lue- En la materia de saneamiento de tí-
go, parece evidente que mientras el due- tulos la ley ha impuesto una excepción
ño no sea privado de la posesión no se (que viene a quedar entonces como otro
extinga la acción, puesto que no se está argumento); la acción de dominio allí
en condiciones de ejercerla. Pero es ad- conferida prescribe (en prescripción ex-
misible la duda de si la acción es prescrip- tintiva) en un año (DL. 2695, art. 16)
tible extintivamente cuando el dueño es (v. supra, Nº 143).
privado de su posesión (y aún no logra el
poseedor adquirir por usucapión); se tra- 269. Algunas normas procesales. Como
ta, pues, de la prescripción extintiva de quedó dicho al comienzo, por tratarse de
una acción por su falta de ejercicio. una acción su funcionamiento implica una

238
Acciones protectoras

aplicación simultánea de normas sus- de la suerte de la acción de nulidad (y


tantivas, propias de ella y del dominio al –manteniéndose la cosa en poder del co-
que protege (ya mencionadas), junto con contratante– se ha fallado que cuando se
disposiciones procedimentales. Respecto demanda al otro contratante de nulidad
de estas últimas algunas deben tenerse es- y se solicita que, en consecuencia, se res-
pecialmente en cuenta, como las conteni- tituya la cosa con sus frutos, se está inten-
das en los arts. 901, 902 y 903 (en relación tando, a más de la nulidad, una verdade-
con los arts. 290 y sgts. del CPC.). ra acción reivindicatoria). Otro tanto
Desde otro punto de vista, por la na- ocurre con la acción resolutoria (tenien-
turaleza del asunto debatido se trata de do presente en este caso las restricciones
un litigio de detenido conocimiento, so- respecto de terceros de buena fe, según
metido al denominado juicio ordinario, los arts. 1490 y 1491).
que en la práctica inhibe en cierta medi- Por último, se ha resuelto que la rei-
da su utilización. De ahí que en ocasio- vindicatoria es compatible con la acción
nes pueda resultar más expedita la vía posesoria de restitución, que tiene análo-
de la acción personal, si se reúnen los go fin jurídico.
requisitos necesarios; principalmente, tal
acción se puede encauzar en un proce- 270. Prestaciones mutuas. Consisten
dimiento menos lato (como es la situa- en las devoluciones e indemnizaciones
ción del precario, el cual, en actitud dis- que recíprocamente se deben el reivindi-
cutible según se dijo en una nota ante- cante y el poseedor cuando éste es venci-
rior, es tramitado en juicio sumario do en la reivindicación.
conforme al art. 680 del CPC.; pero es El Código reglamenta estas prestacio-
claro que –como se ha resuelto– si se nes con detalle. Tienen aplicación tam-
discute el dominio del bien de que se bién en otras situaciones en que deben
trata, el procedimiento indicado será in- efectuarse restituciones, como en la ac-
eludiblemente el ordinario). ción de petición de herencia (art. 1266)
Es ocasión de recordar la proceden- y la acción de nulidad (art. 1687; este pre-
cia de la reivindicación en los litigios de cepto se remite a las reglas generales, en-
nulidad de actos y contratos. Coherente tendiéndose que son éstas las de los
con la retroactividad que se impone a la arts. 904 y sgts.).
nulidad, el art. 1689 confiere acción rei- Los arts. 904 y sgts. contienen estas
vindicatoria contra terceros poseedores; reglas y pueden agruparse así:
si es declarado nulo un acto o contrato A. Prestaciones del poseedor vencido al rei-
por el que ha operado la transferencia vindicante:
de un bien que, a su vez, el adquirente 1º. Restitución de la cosa (arts. 904 y
ha transferido a un tercero, al tener que 905);
volver las cosas al estado anterior al acto 2º. Indemnización de los deterioros
declarado nulo, el primer enajenante po- sufridos por la cosa (art. 906);
drá reivindicar en contra de ese tercero 3º. Restitución de los frutos (arts. 907
(en una decisión de nuestro Código que y 913);
en su oportunidad objetamos por lesio- 4º. Indemnización de gastos de custo-
nar la seguridad del tráfico y que, por dia y conservación de la cosa durante el
eso, no ha sido seguida por la mayoría juicio reivindicatorio (art. 904).
de los Códigos del siglo XX; v. supra, B. Prestaciones del reivindicante al posee-
Nº 104 bis). Y no hay inconveniente (con dor vencido:
los beneficios de la economía procesal) 1º. Indemnización de los gastos ordi-
para ejercitarla contra el tercero, conjun- narios por la producción de los frutos
tamente con la acción de nulidad dirigi- (art. 907);
da en contra del cocontratante; por cier- 2º. Indemnización por las mejoras in-
to, el éxito de la reivindicación dependerá troducidas en la cosa.

239
Los bienes

Se entiende por mejora toda obra eje- nizaciones, se confiere al poseedor venci-
cutada para la conservación de una cosa, do un derecho de retención (art. 914).
para aumentar su valor o para fines de Se ha formulado también una siste-
ornato o recreo. Con este concepto, y si- matización distinta de estos conceptos, en
guiendo al Código, se distinguen tres cla- base a las reglas del párrafo de las presta-
ses de mejoras: necesarias, útiles y volup- ciones mutuas y a los arts. 756, 759, 797:
tuarias, de las que la ley da también una
noción. En base a esta distinción, a la

{ {
obras necesarias
buena o mala fe del poseedor y teniendo
en cuenta algunos otros factores, se regu-
lan las indemnizaciones por estas mejo-
ras:
inmateriales
(ej.: defensa
Expensa de una finca) no necesarias
(gasto)
{ útiles

voluptuarias

{ ordinarias
– Mejoras necesarias (art. 908);

{
obras necesarias
– Mejoras útiles (arts. 909, 910, 912 y materiales extraordinarias
913); o mejoras
– Mejoras voluptuarias (art. 911).
{
útiles
no necesarias
Para asegurar el pago de estas indem-
voluptuarias

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