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6.

El arquetipo CUIDADORA

El símbolo es LA FAMILIA: El grupo de los “distintos” es aquí asimilado. La acción de acoger y


proteger las diversidades en sus aspectos más amplios.

Su acción es EQUILIBRAR: El 6 descubre que la materia manifiesta distintas opciones y que ninguna
de ellas es “mejor” o “peor” en sus orígenes, solo en las valoraciones. El equilibrio se realiza en el
interior y no en el exterior.

Su movimiento es LA RESPONSABILIDAD: El 6 es el último número de la línea de la vida (4, 5, 6) y


para graduarse debe realizarse como maestro creador. Conoce la materia, conoce la energía y se
responsabiliza de ello.

Su palabra clave es SÍNTESIS: La tesis y la antítesis se funden aquí en la síntesis que elimina lo irreal
y lleva al camino de “la verdad”

Su conflicto es EL PERFECCIONISMO: El 6 es consciente de que la responsabilidad del mundo


material recae sobre él y como maestro de la materia buscará la perfección por doquier. Debe
saber que la totalidad incluye la perfección y la imperfección.

PSICOLOGIA DEL 6:

Es un número muy emocional, puede considerarse que es el número más emocional de todos. El 6
vive a través de las emociones.
También es muy artístico, es como un 3 traído a la materialización. Es capaz de realizar cualquier
manifestación artística con precisión y perfeccionismo, cosa que puede ser una ventaja o un
peligro.

Mientras que el 4 y el 5 son números muy cuantitativos (en materia y energía) el seis es
básicamente cualitativo (amor) por eso acostumbra a ser extremadamente perfeccionista.

El 6 va un paso más allá que el 3. Mientras este se conforma con crear internamente, en su
imaginación o para círculos reducidos, el 6 necesita dar aquello que crea al mundo.

El 6 trabaja la responsabilidad desde el inicio. Cada vez que un 6 se hace responsable de algo,
evoluciona, cada vez que rehuye una responsabilidad retrocede.

EL 6 es comunicativo, honesto, noble y sincero, esto hace que las palabras fluyan sin muchos
problemas de forma bastante fluida. Esto tiene muchas ventajas, pero también puede ofender a
los demás que suelen tomarse mal tanta sinceridad. Pero es muy importante que los 6 sepan que
es su propia sensación de haber metido la pata lo que genera esta reacción en el otro. Así, cuánto
más confíe un 6 en si mismo, menos “ofenderá” a los demás.

Para conseguir una buena comunicación los 6 deben rehuir la necesidad de controlar al otro y al
entorno, un 6 controlador pierde sus cualidades.

El perfeccionismo que caracteriza al 6 suele ser bastante incompatible con su elevada autocrítica.
A los 6 los cuesta mucho aceptarse a sí mismos y tienen la constante sensación que tienen que
mejorar si o sí. Un 6 tiene que saber que los dos extremos son siempre falsos, ni tiene que ser tan
perfeccionista, ni es tan “malo” como él se piensa.

El 6 tiene mucha mejor suerte de lo que se cree, el problema es que le cuesta aceptar que se
merezca aquello que “no se ha trabajado”. El trabajo del 6 es dar y la experiencia que recibirá a
cambio es el éxito, pero ¡atención! No debe olvidar el darse a si mismo lo que se merece, no sólo
debe dar a los demás.

Un 6 suele dar mucho a los demás, pero le cuesta valorarlo y esto hace que no se dé a él mismo el
que se merece, así se resiste a la buena suerte que le corresponde.

Este pensamiento de “no me doy a mi mismo” puede llevar a un 6 al otro extremo y volverse este
un ególatra mezquino que creerá que es la persona más santa del mundo y que todos los demás le
atacan siempre. Es consecuencia de lo mismo, como ese 6 no se valora necesita imperiosamente (i
exige) que los demás hagan lo que él no hace: valorarlo.

Un 6 tiene todo lo necesario para disfrutar de la vida, pero sufre demasiado debido a su
responsabilidad. Un 6 tiene la necesidad que el otro le diga lo bien que lo hace y lo responsable
que es. Esto puede impedir que haga aquello que le gusta puesto que el otro puede decidir pensar
que está mal.
Si un 6 se enamora, entonces ve la luz del mundo. Si es aceptado y amado por la pareja, entonces
puede realizar cualquier milagro en su vida.

Un 6 sentirá muy pronto la sensación de ser abandonado y seguramente esta se repetirá a lo largo
de la vida, esto potencia la sensación de responsabilidad. Cuando se culpa a otro, se rehuye la
responsabilidad que exigimos a los demás.

Esto ligado al perfeccionismo, puede hacer que se sientan cada vez más sólo. A veces el 6 cree que
sólo por querer a alguien, puede meterse en su vida y suplir la responsabilidad que el otro no
asume, pero la responsabilidad de un 6 acaba donde empieza la libertad del otro.

Cuando son tanto responsables y tan perfeccionistas, los 6 pueden acabar juzgando a los demás y
a sí mismos con mucha dureza, de este modo intentan evitar responsabilidades hasta que lo echan
todo a perder. Es imprescindible que el 6 sea consciente de este proceso que puede acabar siendo
muy destructivo y autodestructivo.

Un reto importante para los 6 es la aceptación, y por extraño que parezca la principal aceptación
que debe de aprender un 6 es la de que “¡ya lo tiene todo!” Y que en consecuencia, lo que debe
hacer es dar siempre.

Otra cosa que tiene que aceptar un 6 es que sólo existe el presente. El pasado ya ha pasado, y el
futuro todavía no ha llegado.

Un 6 tiene que dejar de dar tantas vueltas a las cosas, y dejar de compararse tanto.

Cuando un 6 se queja es que se está cerrando en si mismo, seguramente cerca de las alturas.

EL NIÑO 6:

El nacimiento de un 6 siempre tendrá algún tipo de complicación suele ser su sello de


presentación.

El niño 6 sentirá desde muy pequeño la sensación de ser abandonado.

Normalmente no tiene problemas en los estudios y el mundo no suele tratarlo mal. Con la
excepción del terreno emocional donde el 6 puede sentirse poco apoyado, en particular por las
personas a quién él más quiere.

Es un niño muy sensible, cariñoso y expresivo y suele tener un gran interés por el arte. Lee, pinta,
canta…

Suele meter la pata cuando habla, pero ¡ojo! también suele tener razón con el que dice.

Tiene bastantes complejos, se compara, se siente inferior y se vuelve muy perfeccionista. Todo es
debido la falta de aceptación.
EL TRABAJO EN EL 6:

El 6 es el artista por naturaleza. Muy buenos en los acabados y en todo aquello que expresa.
Perfeccionista y pulcro, por lo tanto se puede dedicar al arte a grandes niveles. Música, baile,
teatro, pintor, escultor, cocinero…

La comunicación también es su fuerte, por lo tanto en un terreno elevado puede dar un


rendimiento máximo.

También se siente muy bien en el mundo de la salud y el trato con los pacientes: Psicología,
medicina, pediatría, asistencia social…

Y en el mundo de la educación: profesor, pedagogo, escritor o conferenciante.

El hecho de ser tanto exigentes les hará ser muy buenos trabajadores cuando se confía en ellos (o
cuando ellos confían en sí mismos).

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