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DERECHO CIVIL I
TEORÍA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO. REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO
JURÍDICO. LA CAPACIDAD
Dicha definición ha sido criticada por algunos como Victorio Pescio al expresar que
“esta definición es insuficiente porque, de acuerdo con sus términos, sólo se refiere a
la aptitud para contraer obligaciones, para constituirse en deudor, en sujeto pasivo de
un derecho, en tanto que la capacidad en su sentido amplio, comprende la aptitud
para adquirir derechos, para ejercitarlos o para realizar o ejecutar diversos actos".
* Apunte preparado por el profesor Dr. Rodrigo Barría Díaz, Universidad Alberto Hurtado.
Como resulta obvio, la capacidad de ejercicio supone previamente la capacidad de
goce, pues para poder ejercitar un derecho es necesario tener aptitud para adquirirlo.
Puede, en cambio, existir capacidad de goce sin capacidad de ejercicio, tratándose de
los casos de incapaces que la ley señala y que estudiaremos posteriormente.
De conformidad al artículo 1445 del Código Civil, las incapacidades son de tres clases:
absolutas, relativas y especiales.
I. Incapacidades Absolutas
1. Los dementes
En efecto, el artículo 465 establece que los actos del demente posteriores al decreto
de interdicción serán nulos, aunque alegue haberse celebrado en un intervalo lúcido y
por el contrario, los actos y contratos celebrados sin previa interdicción serán válidos a
menos de probarse que el que los celebró estaba entonces demente.
2. Los impúberes
Sanción
De conformidad con el artículo 1447, inciso segundo, los actos de los absolutamente
incapaces no producen ni aún obligaciones naturales y no admiten caución. Es decir,
la ley es enfática en privar a dichos actos de toda eficacia.
Por otra parte, el artículo 1682, inciso segundo, dispone que hay nulidad absoluta en
los actos y contratos de los absolutamente incapaces. En consecuencia, los actos de
los absolutamente incapaces adolecen de nulidad absoluta.
Por otra parte, que no puedan caucionarse las obligaciones de los absolutamente
incapaces implica que toda caución otorgada en seguridad de una obligación contraída
por un absolutamente incapaz adolece de nulidad absoluta, por efecto consecuencial
de la nulidad absoluta de que también sufre el acto del cual emana la obligación
asegurada.
La circunstancia de ser una persona absolutamente incapaz no implica que ésta no
pueda actuar en la vida jurídica ni ser titular de derechos y obligaciones. El incapaz
absoluto puede celebrar actos jurídicos, sólo representado por su representante legal.
Esto porque el incapaz absoluto representado no tiene voluntad suficiente o si la tiene
no puede manifestarla, pero no implica que queda proscrito de la vida jurídica.
En este sentido existe una diferencia con la actuación de los relativamente incapaces,
los cuales no sólo pueden actuar representados sino también pueden hacerlo
autorizados por su representante legal, como veremos en su oportunidad.
1. Menores adultos
De acuerdo al artículo 26, son menores adultos los que han dejado de ser impúberes y
no han cumplido los 18 años, es decir los hombres mayores de 14 y las mujeres
mayores de 12.
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2. Disipadores en interdicción de administrar lo suyo
“Disipadores o pródigos son las personas que dilapidan sus bienes de manera que
manifiestan una falta total de prudencia” (Avelino León).
Los actos de los pródigos sólo serán nulos si éste ha sido declarado en interdicción.
Todos los actos anteriores a la interdicción son válidos.
Los incapaces relativos pueden actuar en la vida jurídica, ya sea representados o bien
autorizados por su representante legal. En algunos casos particulares, los incapaces
relativos para actuar válidamente requieren no sólo la autorización del representante o
actuar representados, sino también cumplir con ciertas formalidades habilitantes, que
la ley exige por la importancia del acto, como por ejemplo, la autorización judicial.
El inciso final del artículo 1447 dispone que además de las incapacidades ya aludidas
(absoluta y relativa), "hay otras particulares que consisten en la prohibición que la ley
ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos".
Existen, por último, casos excepcionales en que la ley señala una sanción diversa para
el acto realizado por el incapaz particular (artículo 114).