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Resumen
El presente artículo desarrolla la noción de interculturalidad poniendo
especial énfasis en lo que implica esta conceptualización en el ámbito de la
educación. Se pretende abrir una perspectiva liberadora respecto de esta
reflexión, que abandone los tradicionales marcos de análisis y sitúe la
discusión en una perspectiva que valore un nuevo tipo de educación.
C
ómo imaginar una educación diálogo permanente desde realidades con-
intercultural? ¿cómo pensar la vivenciales, requiriendo de criterios defi-
¿ educación en términos de la nidos conjuntamente para la posibilidad
interculturalidad? de un diálogo intercultural.
Para pensar una educación intercultu- Pero ¿quién coloca esos criterios,
ral debemos primeramente problematizar quién dice cómo ejecutarlos? ¿cómo pen-
la noción misma de interculturalidad y a sar una educación intercultural desde la
su vez desmonologar el discurso educativo escuela, siendo que ha constituido el me-
en su condición de modelo hegemónico canismo por excelencia de homogeneiza-
monocultural. Hablar de interculturalidad ción cultural?
es referirnos a múltiples manifestaciones El componente intercultural en nues-
culturales, partiendo del hecho de que tra vida siempre ha estado presente pero
somos y hemos sido una pluralidad por lo desde Occidente no ha sido confesado, o
que una educación en estos términos debe más bien se ha negado sistemáticamente;
dar cuenta de la diversidad cultural, pero más allá de construir una relación inter-
además de los posibles lugares de en- cultural debiésemos asumir el compo-
cuentro de estos diversos referentes cultu- nente innegable intercultural de nuestro
rales. Para ello debemos promover un mundo cultural. La realidad es intercultu-
cambio en el estilo de pensar la educación, ral en sí.
replanteándonos nuestra forma de educar.
En términos teóricos hablar de una
educación intercultural es muy complejo,
*
Antropóloga Social. Magíster en Psicología Social y ya que el hecho de pensar en la intercultu-
Candidata a Doctora en Estudios Americanos, Instituto de
Estudios Avanzados IDEA-USACH. ralidad desde la educación plantea una se-
través del diálogo con el educando; ambos Para este autor no se debe confundir in-
se transforman en sujetos del proceso en el terculturalidad con multiculturalidad, ya
acto permanente de descubrimiento de la que esta última todavía posee el síndrome
realidad. La educación como práctica de colonialista, opera con la suposición de la
libertad implica la negación del sujeto primacía de una supra-cultura superior a
abstracto, aislado, desligado del mundo, así todas las demás, capaz de ofrecer hospita-
como la negación del mundo como realidad lidad bajo su alero. La interculturalidad
ausente de seres humanos. La educación debe ante todo cuestionar la universalidad
problematizadora se basa también en una de los problemas; cuestionar que exista
investigación temática, que investiga el una verdad absoluta como criterio para
pensamiento y actuar de los sujetos evaluar todas las culturas, sin olvidar que
referidos a la realidad en cuanto praxis. Los sólo podemos evaluar una cultura a la luz
temas significativos existen en los sujetos, de la nuestra, aunque seamos conscientes
en sus relaciones con el mundo, referidos a de que nuestros criterios no son absolutos.
hechos concretos. Por lo tanto la educación La interculturalidad es un diálogo en-
y la investigación son momentos de un tre culturas concretas que entran en con-
mismo proceso. (Freire 1969). tacto, pero no de un modo dialéctico, en el
Finalmente, toda educación que se cual se acepta un modo particular de ra-
piense como práctica de liberación es ante cionalidad, que muchas veces no es com-
todo dialógica, entendiendo por dialogici- partido por el interlocutor, siendo la ra-
dad una relación por construir de diálogo cionalidad lógica el juez del diálogo. La
entre los sujetos partícipes de una diná- propuesta del autor es de un diálogo dia-
mica social, siendo un concepto que va logal, que no busca convencer al otro, ven-
más allá del diálogo, siendo un concepto cer al interlocutor. Esta forma de pensar el
que implica acción, reflexión y un proceso diálogo supone una confianza mutua ba-
constante de transformación social para la sado en encuentro de dos seres que hablan
construcción de relaciones sociales equi- y escuchan, supone una determinada in-
tativas. En la relación dialógica tanto el tención trascendente más allá de los inter-
lugar del educador como de los estudian- eses particulares de los participantes, una
tes, son espacios donde se problematizan aspiración a la armonía, superando la
las relaciones de poder. No se trata de una epistemología del cazador, en tanto razón
relación ingenua, sino más de una práctica instrumental de la sociedad moderna.
social problematizadora, donde los sujetos El problema fundamental de toda
ocupan posiciones desde el cruce de propuesta intercultural es encontrar de
relaciones múltiples. mutuo acuerdo las bases del diálogo, su
lenguaje, considerando que existen dis-
LA INTERCULTURALIDAD COMO tintos universos lingüísticos y cada len-
INTERPELACIÓN Y DESCOLONIZACIÓN
guaje es un mundo que traduce una con-
cepción particular de la realidad. Por lo
DEL OTRO
tanto, para establecer un diálogo equili-
brado es necesario que cada participante
Retomando la concepción de filosofía
haya aprendido el lenguaje del otro, pero
intercultural de Panikkar (2002) podemos
entendiendo que la interculturalidad no es
decir que una educación es intercultural
una cuestión de traducción sino de comu-
cuando va más allá del monólogo so-
lipsista, requiriendo una apertura al otro.
nicación fecunda y mutua. Hablar otro nuestra propia cultura los puntos de inter-
lenguaje no es traducir al nuestro. sección con otras culturas. La tarea inter-
La interculturalidad no puede seguir cultural “... consiste en curar la herida
el método comparativo de las analogías causada en el mundo moderno por nues-
simples, debido a que para establecer tra fragmentada aproximación a la reali-
comparaciones tenemos que usar nuestras dad. (Fornet Betancourt; 2001: 70).”
categorías. Por ejemplo, el patrón del pen- La interculturalidad es más una acti-
samiento científico es sólo un patrón, que tud que una forma de conocimiento abs-
si se extrapola a otras realidades causa la tracto, surge del encuentro existencial de
destrucción del universo simbólico de las diversas visiones del mundo, donde cono-
otras culturas. Por ende, la actitud inter- cer al otro es conocerse a sí mismo. Reco-
cultural es incompatible con la obsesión nocemos al otro como sujeto, como fuente
por la objetividad. Se deben conocer las de conocimiento, por lo que la certeza no
propias tradiciones pero sobre todo la puede ser la finalidad de la filosofía inter-
cultura del otro, aunque de modo imper- cultural (ya que la certeza se entronca en
fecto, a partir de una actitud de disposi- la idolatría de la razón moderna) sino más
ción a aprender de los otros modos de bien la confianza en la posible comunica-
vida, teniendo claro que toda interpreta- ción entre mundos diversos, a través de la
ción es nuestra interpretación. búsqueda de un determinado valor inter-
Si nos aproximamos a otra cultura con cultural que no pertenezca específica-
nuestras categorías objetivas y con vis- mente a ninguna cultura en particular.
tas a compararla ..., no podremos sino La apertura a la interculturalidad es
verla como otra. (Panikkar; 2002: 73) realmente subversiva. Nos desestabi-
liza, contradice convicciones profun-
Panikkar plantea que la comunión en el damente enraizadas .... Nos dice que
mythos permite el diálogo intercultural, ya nuestra propia visión del mundo y fi-
que posibilita aprehender el sentido de lo nalmente nuestro mundo no es el
que el otro dice como consciencia simbólica. único (Fornet Betancourt; 2001: 60).
Para comprender a otra cultura no basta
conocer sus conceptos, debemos compren-
der sus símbolos, participando en su LA CUESTIÓN DE LA INTERCULTURALIDAD
mythos, siendo conscientes de que la com- EN AMÉRICA LATINA
prensión de otra cultura nunca es completa,
por lo que la interculturalidad nos revela En América Latina, para pensar una
nuestros propios límites. Desde esta pers- educación intercultural debemos plan-
pectiva, la interculturalidad se nos presenta tearla en términos de una educación desde
como un camino medio entre el absolutismo lo no colonizado por ninguna tradición
de defender valores universales y el rechazo cultural, relacionándose con un proceso
igualmente absoluto de tales valores debido polifónico que sintonice y armonice diver-
a que no son universales. sas voces a través del contraste con el otro
y el continuo aprender de sus opiniones y
La interculturalidad es un imperativo
experiencias. En este devenir se renuncia a
humano de nuestro tiempo, para una con-
absolutizar lo propio, a optar por un solo
vivencia humana más auténtica y dura-
modelo teórico-conceptual. Pero no de-
dera, que nos estimula a ser más críticos,
bemos olvidar que una educación inter-
menos absolutistas, descubriendo en
BIBLIOGRAFÍA