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RUMBOS TS, año III, Nº 3, 2008

Problematizando la noción de interculturalidad:


Cómo pensar una práctica educativa liberadora
desde lo intercultural

Francisca Fernández Droguett*

Resumen
El presente artículo desarrolla la noción de interculturalidad poniendo
especial énfasis en lo que implica esta conceptualización en el ámbito de la
educación. Se pretende abrir una perspectiva liberadora respecto de esta
reflexión, que abandone los tradicionales marcos de análisis y sitúe la
discusión en una perspectiva que valore un nuevo tipo de educación.

Palabras clave: Interculturalidad, educación, multiculturalismo, descolonización.

INTRODUCCIÓN* La construcción de una educación in-


tercultural constituye una invitación a un

C
ómo imaginar una educación diálogo permanente desde realidades con-
intercultural? ¿cómo pensar la vivenciales, requiriendo de criterios defi-
¿ educación en términos de la nidos conjuntamente para la posibilidad
interculturalidad? de un diálogo intercultural.
Para pensar una educación intercultu- Pero ¿quién coloca esos criterios,
ral debemos primeramente problematizar quién dice cómo ejecutarlos? ¿cómo pen-
la noción misma de interculturalidad y a sar una educación intercultural desde la
su vez desmonologar el discurso educativo escuela, siendo que ha constituido el me-
en su condición de modelo hegemónico canismo por excelencia de homogeneiza-
monocultural. Hablar de interculturalidad ción cultural?
es referirnos a múltiples manifestaciones El componente intercultural en nues-
culturales, partiendo del hecho de que tra vida siempre ha estado presente pero
somos y hemos sido una pluralidad por lo desde Occidente no ha sido confesado, o
que una educación en estos términos debe más bien se ha negado sistemáticamente;
dar cuenta de la diversidad cultural, pero más allá de construir una relación inter-
además de los posibles lugares de en- cultural debiésemos asumir el compo-
cuentro de estos diversos referentes cultu- nente innegable intercultural de nuestro
rales. Para ello debemos promover un mundo cultural. La realidad es intercultu-
cambio en el estilo de pensar la educación, ral en sí.
replanteándonos nuestra forma de educar.
En términos teóricos hablar de una
educación intercultural es muy complejo,
*
Antropóloga Social. Magíster en Psicología Social y ya que el hecho de pensar en la intercultu-
Candidata a Doctora en Estudios Americanos, Instituto de
Estudios Avanzados IDEA-USACH. ralidad desde la educación plantea una se-

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rie de problemáticas. Por ejemplo, los pue- En cuanto al multiculturalismo, en los


blos indígenas nunca han tenido escuelas Estados Unidos emerge como un llamado
(como entendemos nosotros el término) de atención contra la concepción mono-
para aprender, siendo el espacio de la es- cultural de un país multicultural. El debate
cuela una imposición monocultural, ya que se centra en la reivindicación de las dife-
responde a un tipo determinado de visión rencias. El multiculturalismo se sitúa
de mundo. Siendo conscientes de esta si- desde la preocupación de los problemas
tuación, debemos pensar cómo desde lo derivados en el encuentro entre culturas,
intercultural podemos plasmar una educa- buscando propiciar la convivencia pacífica
ción distinta, emancipadora, plural. de las diversas culturas. Por una parte, da
Cuando hablamos de interculturalidad cuenta de un hecho o situación, la existen-
nos referimos a dos niveles, como algo de- cia de varias culturas en un mismo Estado,
seable, como una perspectiva en la cual se de muchas comunidades culturales en una
busca el diálogo entre culturas, como un comunidad mayor, pero por otro lado
proyecto de construcción, pero también constituye una herramienta de domina-
como una situación de hecho, constituyendo ción para hacer calzar el liberalismo, ba-
una de las condiciones para poder proyec- sado en el principio de la igualdad, con el
tarnos hacia una interculturalidad entendida derecho a las diferencias. (Beuchot, 2002).
como perspectiva de aprendizaje mutuo. La noción de interculturalidad apare-
La noción de interculturalidad que se ció en América Latina casi paralelamente
propone aquí implica una forma de relación que en Europa, bajo circunstancias dis-
social. Hablar de interculturalidad es tintas. En América Latina el concepto se
hablar de sistemas sociales, relaciones de encuentra relacionado con la construcción
poder y cosmovisiones, pero también es del Estado-Nación, y de cómo integrar
hablar de nosotros mismos. Es decir, se múltiples referentes culturales a un solo
trata de enlazar las dimensiones indivi- proyecto, en cambio en Europa el término
duales, intersubjetivas y sociales de la in- es asociado a las nuevas olas de migrantes
terculturalidad como construcción y rela- del Tercer Mundo. En el primer caso, lo
ción social. La perspectiva de la intercultu- intercultural tiene que ver con lo constitu-
ralidad es un enfoque sobre la convivencia tivo de la nación; en el segundo, con lo
con el otro y los efectos que implica esta foráneo, lo extranjero, el emigrante.
relación. En el contexto latinoamericano, el
modelo intercultural que se pretende va
más allá del reconocimiento de la diversi-
MULTICULTURALISMO V/S
dad, de los pueblos indígenas, o comuni-
INTERCULTURALIDAD
dades afroamericanas u otros grupos su-
bordinados. La propuesta intercultural
Tanto el concepto de multicultura-
apunta, más bien, a cambiar las condicio-
lismo como el de interculturalidad han
nes y las modalidades en las que se dan los
sido utilizados para referirse a la existen-
intercambios. En ese sentido, podría en-
cia de diversas realidades culturales en
tenderse la interculturalidad como un pro-
coexistencia, pero del mismo modo se di-
ceso de negociación social que, consta-
ferencian en su énfasis para abarcar tal
tando la existencia de relaciones asimétri-
problemática.
cas de poder, busca construir relaciones
dialógicas y justas entre los actores socia-

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les pertenecientes a universos culturales culturas propias. Desde esta perspectiva se


diferentes, sobre la base del reconoci- convierte en algo que ya está presente,
miento y la convivencia con la diversidad. pero a su vez es una necesidad, una tarea
En un primer momento, la noción de para descubrir a América en toda su diver-
interculturalidad se asocia al reconoci- sidad reconociendo la multiplicidad cultu-
miento de lo diverso, propiciando el diá- ral como un hecho pero también como una
logo cultural entre iguales, no porque no potencialidad (Fornert-Betancourt, 2002).
se reconocieran las desigualdades mani-
La necesidad del diálogo intercultural
fiestas sino porque intencionalmente se
en América Latina se presenta, como
deseaba buscar una relación de diálogo. El
hemos visto, con una doble dimensión
enfoque sobre interculturalidad se centró
de obligación normativa: la de reparar
en las condiciones subalternas de los pue-
la culpa con las víctimas del colonia-
blos oprimidos en nuestro continente, es-
lismo y la de promover un nuevo or-
pecíficamente indígenas y afroamericanos.
den justo, reconociendo al otro en su
Muchos movimientos indígenas, en el es-
dignidad y colaborando con su em-
fuerzo de potenciar el diálogo social, han
presa de liberación. (Fornet-Betancourt;
propuesto la interculturalidad como nueva
2002: 132)
forma de relación e interacción social. Es
en el campo de la educación donde han
habido mayores desarrollos al respecto. INTERCULTURALIDAD Y EDUCACIÓN
(Moya, 1998)
Desde la educación, el concepto de in-
La interculturalidad constituye un lu-
terculturalidad ha sido entendido como
gar desde donde se puede dar cuenta de
"un enfoque relacionado con la gestión de
nuevos modos de ser y de estar en la reali-
la diversidad cultural" (Chiodi; 1994: 12),
dad, siendo una exigencia moral de un
que se vincula con la capacidad de recono-
espacio humanizado en que sujetos pro-
cer las diferencias, fomentando una acti-
venientes de distintos horizontes culturales
tud de respeto hacia las diversas culturas,
puedan llevar a cabo su propia manera de
pero, sin embargo, debe trascender el or-
ser en compañía de otro (González, 2002).
den puramente del reconocimiento, cons-
..., la interculturalidad visualiza el tituyendo una práctica de diálogo, como
espacio requerido para que se pueda conversación permanente entre diversos
dar un gesto de ruptura con uno referentes culturales.
mismo. Es el reconocimiento de que
Para autores ligados a la EIB (Educa-
ningún individuo, ninguna cultura,
ción Intercultural Bilingüe), la intercultu-
pueden hacerse por sí mismos. Todos
ralidad remite a un conjunto de princi-
necesitamos pasar por los demás para
pios: la aceptación de la alteridad, la con-
poder decirnos y hacernos. (González;
ciencia de ser distintos, el respeto mutuo,
2002: 84)
el abandono del autoritarismo mediante la
construcción de una relación dialógica
La interculturalidad como lugar es
entre los distintos actores; el fomento de
ante todo una experiencia, que se entre-
la comunicación y la flexibilidad en las
laza con nuestra vida cotidiana donde
relaciones sociales entre el mundo "occi-
compartimos vida e historia con el otro; es
dental" y los pueblos indígenas.
una experiencia de calidad en nuestras

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Se debe entender como interculturali- Más allá de entender la realidad como


dad al respeto y reconocimiento mu- multicultural, la interculturalidad debe ser
tuo de las diferencias, a la aceptación entendida como un proceso a alcanzar, por
del otro como legítimo otro en la con- construir entre todos, como continua rela-
vivencia, al diálogo respetuoso y per- ción de alteridad bajo la convivencia de
manente, la comunicación y la nego- culturas en su diferencia, siendo una tarea
ciación para la búsqueda del bien co- política de todas las personas, y no exclusi-
mún (Cañulef, 1998: 206) vamente de los pueblos indígenas, teniendo
en consideración que toda realidad es inter-
La EIB pensaba como una educación cultural en sí misma.
pertinente, basa su accionar en la interac-
La interculturalidad, rebasa lo étnico
ción y el diálogo de las diversas culturas
puesto que interpela a toda la sociedad en
existentes, desde la singularidad de la cul-
su conjunto, pues implica la interrelación,
tura del educando, llevando al alumno a
la interacción dialógica de diversos y di-
reflexionar sobre su realidad más cercana.
ferentes actores sociales, y no únicamente
En otras palabras, una escuela inter- de los pueblos indígenas. El lugar de la
cultural promueve un sistema de pen- interculturalidad, más allá de ser una
samiento y procedimientos de catego- realidad, es un proyecto por construir de
rización abiertos y flexibles, una diálogo entre las distintas culturas, para
mentalidad disponible ante la dife- fortalecer la justicia y la solidaridad en las
rencia y favorable al acercamiento a relaciones interculturales.
otros horizontes culturales. (Cañulef,
1998: 64)
El valorar y disponer simultánea-
Se parte desde el ámbito de lo cotidiano mente al conocimiento científico e in-
para saltar hacia la convivencia con lo ex- dígena, no constituye en sí mismo, un
traño, lo distinto, por lo que el intercultura- acto de interculturalidad. Lo que le
lismo es un término que nos involucra a daría ese carácter, es la generación
todos, como partícipes de una sociedad de perspectivas que los articulen, di-
multicultural. No debemos olvidar que gamos, un nuevo tipo de conoci-
nuestra existencia diaria se mueve entre miento, por eso lo planteamos como
diversos horizontes culturales. El mundo un espacio por construir. (Morales,
siempre ha sido multicultural. 1998: 72)
Cuando pensamos una educación in-
Cuando hablamos de la aceptación de la
tercultural estamos ante un proceso de
diferencia cultural estamos favoreciendo
identificación de los sujetos con la auto-
una relación dialógica entre las culturas,
conciencia, autoestima y autodetermina-
teniendo en consideración que histórica-
ción de ser un parte de una identidad, un
mente las relaciones entre culturas se han
grupo cultural, pero además se apuesta
consolidado de manera asimétrica. Debe-
hacia la construcción de una educación
mos ser capaces de dar del carácter relacio-
liberadora y comunitaria, que implica el
nal de las culturas, negando la primacía
diálogo, la mutua comprensión y valora-
monocultural como referente de análisis
ción entre grupos sociales provenientes de
hacia la diversidad cultural. Se debe incor-
diversos modos culturales.
porar la diferencia como una constante en la
vida contemporánea, para aportar hacia un

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conocimiento y un respeto mutuo, donde se Una forma de perpetuar esta relación


legitime al niño desde su especificidad cul- de opresión ha sido a través de la educa-
tural, recalcando el carácter práctico y dis- ción bancaria, donde el educador deposita
cursivo de lo intercultural. La interculturali- información en los educandos. El saber se
dad debe pensarse como un elemento per- convierte en una donación de aquellos que
manente en el aprender, favoreciendo el se juzgan sabios a los que juzgan como
carácter democrático del saber. ignorantes. El educador es únicamente el
A través de una educación intercultural que educa, el que sabe, el que piensa, el
los educandos deben ser capaces de percibir sujeto del proceso educativo. En cambio,
la diferencia como un hecho constitutivo del los oprimidos son considerados como pa-
quehacer humano, comprendiendo la plu- tologías, y la única forma de superación de
ralidad de expresiones y opciones de vida esta condición es mediante su incorpora-
diferentes como parte de la vida misma. ción e integración al sistema dominante.
La educación deviene en una forma de
Me parece interesante rescatar la vi-
adecuación al mundo, asentando una
sión de Freire (1969) para la construcción
percepción fatalista de los sujetos de su
de una educación emancipadora, pen-
situación.
sando que una educación intercultural
debe ser de hecho una pedagogía para la La educación bancaria es antidialó-
liberación, donde los sujetos oprimidos gica, en tanto conquista, divide, manipula
tengan condiciones de descubrirse reflexi- e invade culturalmente al oprimido. La
vamente, como sujetos de su propio des- conquista de los oprimidos se expresa en
tino histórico. Según el autor, en este pro- la imposibilidad de que éstos desarrollen
ceso la liberación se produce tanto con la su condición de admiradores del mundo,
liberación del oprimido como del opresor, instaurándose un mundo falso, de enga-
siendo el primero el restaurador de la ños, que alienándoles los mantengan en
humanidad de ambos; pero para que ésta un estado de pasividad. El mundo se pre-
sea total, auténtica, los sujetos deben des- senta como algo dado, algo estático, al cual
enmascarar lo que alojan del opresor en los oprimidos se deben ajustar. La división
sus prácticas históricas. La liberación de los oprimidos ha sido la forma por ex-
como emancipación de todos es la supera- celencia de su debilitamiento, a través, por
ción de la contradicción opresor-opri- ejemplo, de una visión focalista de los
mido, y específicamente en la educación problemas, que impide ver la relación de
en América Latina la superación de la opresión como totalidad. Las élites domi-
contradicción colonizador-colonizado. nantes manipulan a los sujetos a través de
políticas asistencialistas, desviándolos de
La permanencia de esta contradicción
las verdaderas causas de sus problemas.
imposibilita la conciencia del oprimido de
En la invasión cultural, que impone la vi-
sí como persona ni su conciencia como
sión de mundo de los opresores, los inva-
clase oprimida, conformando un compor-
sores son sus sujetos, autores y actores del
tamiento prescrito en las pautas ajenas
proceso, y los invadidos son sus objetos,
dominantes. El oprimido se constituye
conduciendo a la inautenticidad del ser de
como un sujeto dual, es el otro introyec-
los invadidos. (Freire, 1969)
tado como conciencia opresora, pero al
mismo tiempo es el otro por liberar. La única vía hacia la autenticidad es
(Freire, 1969). una educación problematizadora, donde el
educador educa y a su vez es educado a

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través del diálogo con el educando; ambos Para este autor no se debe confundir in-
se transforman en sujetos del proceso en el terculturalidad con multiculturalidad, ya
acto permanente de descubrimiento de la que esta última todavía posee el síndrome
realidad. La educación como práctica de colonialista, opera con la suposición de la
libertad implica la negación del sujeto primacía de una supra-cultura superior a
abstracto, aislado, desligado del mundo, así todas las demás, capaz de ofrecer hospita-
como la negación del mundo como realidad lidad bajo su alero. La interculturalidad
ausente de seres humanos. La educación debe ante todo cuestionar la universalidad
problematizadora se basa también en una de los problemas; cuestionar que exista
investigación temática, que investiga el una verdad absoluta como criterio para
pensamiento y actuar de los sujetos evaluar todas las culturas, sin olvidar que
referidos a la realidad en cuanto praxis. Los sólo podemos evaluar una cultura a la luz
temas significativos existen en los sujetos, de la nuestra, aunque seamos conscientes
en sus relaciones con el mundo, referidos a de que nuestros criterios no son absolutos.
hechos concretos. Por lo tanto la educación La interculturalidad es un diálogo en-
y la investigación son momentos de un tre culturas concretas que entran en con-
mismo proceso. (Freire 1969). tacto, pero no de un modo dialéctico, en el
Finalmente, toda educación que se cual se acepta un modo particular de ra-
piense como práctica de liberación es ante cionalidad, que muchas veces no es com-
todo dialógica, entendiendo por dialogici- partido por el interlocutor, siendo la ra-
dad una relación por construir de diálogo cionalidad lógica el juez del diálogo. La
entre los sujetos partícipes de una diná- propuesta del autor es de un diálogo dia-
mica social, siendo un concepto que va logal, que no busca convencer al otro, ven-
más allá del diálogo, siendo un concepto cer al interlocutor. Esta forma de pensar el
que implica acción, reflexión y un proceso diálogo supone una confianza mutua ba-
constante de transformación social para la sado en encuentro de dos seres que hablan
construcción de relaciones sociales equi- y escuchan, supone una determinada in-
tativas. En la relación dialógica tanto el tención trascendente más allá de los inter-
lugar del educador como de los estudian- eses particulares de los participantes, una
tes, son espacios donde se problematizan aspiración a la armonía, superando la
las relaciones de poder. No se trata de una epistemología del cazador, en tanto razón
relación ingenua, sino más de una práctica instrumental de la sociedad moderna.
social problematizadora, donde los sujetos El problema fundamental de toda
ocupan posiciones desde el cruce de propuesta intercultural es encontrar de
relaciones múltiples. mutuo acuerdo las bases del diálogo, su
lenguaje, considerando que existen dis-
LA INTERCULTURALIDAD COMO tintos universos lingüísticos y cada len-
INTERPELACIÓN Y DESCOLONIZACIÓN
guaje es un mundo que traduce una con-
cepción particular de la realidad. Por lo
DEL OTRO
tanto, para establecer un diálogo equili-
brado es necesario que cada participante
Retomando la concepción de filosofía
haya aprendido el lenguaje del otro, pero
intercultural de Panikkar (2002) podemos
entendiendo que la interculturalidad no es
decir que una educación es intercultural
una cuestión de traducción sino de comu-
cuando va más allá del monólogo so-
lipsista, requiriendo una apertura al otro.

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nicación fecunda y mutua. Hablar otro nuestra propia cultura los puntos de inter-
lenguaje no es traducir al nuestro. sección con otras culturas. La tarea inter-
La interculturalidad no puede seguir cultural “... consiste en curar la herida
el método comparativo de las analogías causada en el mundo moderno por nues-
simples, debido a que para establecer tra fragmentada aproximación a la reali-
comparaciones tenemos que usar nuestras dad. (Fornet Betancourt; 2001: 70).”
categorías. Por ejemplo, el patrón del pen- La interculturalidad es más una acti-
samiento científico es sólo un patrón, que tud que una forma de conocimiento abs-
si se extrapola a otras realidades causa la tracto, surge del encuentro existencial de
destrucción del universo simbólico de las diversas visiones del mundo, donde cono-
otras culturas. Por ende, la actitud inter- cer al otro es conocerse a sí mismo. Reco-
cultural es incompatible con la obsesión nocemos al otro como sujeto, como fuente
por la objetividad. Se deben conocer las de conocimiento, por lo que la certeza no
propias tradiciones pero sobre todo la puede ser la finalidad de la filosofía inter-
cultura del otro, aunque de modo imper- cultural (ya que la certeza se entronca en
fecto, a partir de una actitud de disposi- la idolatría de la razón moderna) sino más
ción a aprender de los otros modos de bien la confianza en la posible comunica-
vida, teniendo claro que toda interpreta- ción entre mundos diversos, a través de la
ción es nuestra interpretación. búsqueda de un determinado valor inter-
Si nos aproximamos a otra cultura con cultural que no pertenezca específica-
nuestras categorías objetivas y con vis- mente a ninguna cultura en particular.
tas a compararla ..., no podremos sino La apertura a la interculturalidad es
verla como otra. (Panikkar; 2002: 73) realmente subversiva. Nos desestabi-
liza, contradice convicciones profun-
Panikkar plantea que la comunión en el damente enraizadas .... Nos dice que
mythos permite el diálogo intercultural, ya nuestra propia visión del mundo y fi-
que posibilita aprehender el sentido de lo nalmente nuestro mundo no es el
que el otro dice como consciencia simbólica. único (Fornet Betancourt; 2001: 60).
Para comprender a otra cultura no basta
conocer sus conceptos, debemos compren-
der sus símbolos, participando en su LA CUESTIÓN DE LA INTERCULTURALIDAD
mythos, siendo conscientes de que la com- EN AMÉRICA LATINA
prensión de otra cultura nunca es completa,
por lo que la interculturalidad nos revela En América Latina, para pensar una
nuestros propios límites. Desde esta pers- educación intercultural debemos plan-
pectiva, la interculturalidad se nos presenta tearla en términos de una educación desde
como un camino medio entre el absolutismo lo no colonizado por ninguna tradición
de defender valores universales y el rechazo cultural, relacionándose con un proceso
igualmente absoluto de tales valores debido polifónico que sintonice y armonice diver-
a que no son universales. sas voces a través del contraste con el otro
y el continuo aprender de sus opiniones y
La interculturalidad es un imperativo
experiencias. En este devenir se renuncia a
humano de nuestro tiempo, para una con-
absolutizar lo propio, a optar por un solo
vivencia humana más auténtica y dura-
modelo teórico-conceptual. Pero no de-
dera, que nos estimula a ser más críticos,
bemos olvidar que una educación inter-
menos absolutistas, descubriendo en

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cultural no es únicamente antieurocén- sanchar nuestros recursos teóricos y meto-


trica sino que está en contra de toda tradi- dológicos, a través de un proceso dialógico
ción cultural que se quiera imponer como con otras tradiciones de vida y pensamiento,
centro único. se erige como una de las principales tareas
La reflexividad intercultural es pensada de la educación intercultural, descentrán-
como interconexión, intercomunicación, dola de su eje europeo, mediante la amplia-
tránsito, para abrir un espacio interdiscur- ción de otras fuentes de conocimiento (poe-
sivo que posibilite la comprensión de una sía, religión ....) así como de la experiencia
comunidad humana determinada. Se busca histórico-cultural de los pueblos indígenas y
la universalidad desligada de la figura de afroamericanos, por lo que en el contexto
unidad, basada en la solidaridad de univer- latinoamericano la cuestión de la intercultu-
sos y la multiplicidad de voces de la razón. ralidad está estrechamente relacionada con
Estamos ante la búsqueda de la transfor- las reivindicaciones y luchas de los pueblos
mación de la razón, de la racionalidad, me- indígenas y de otras comunidades subor-
diante la incorporación igualitaria de la dinadas.
perspectiva del Sur sobre el mundo y la La necesidad del diálogo intercultural
historia (Fornet-Betancourt, 2001). en América Latina está conectada con
La condición de posibilidad para una la historia de la conquista y de la colo-
educación intercultural está enraizada en nización del subcontinente en tanto
la pedagogía latinoamericana de la libera- que historia de un desastre conti-
ción, como expresión de la búsqueda hacia nuado: la destrucción y opresión sis-
una propia tradición cultural, entroncado temáticas de las diferencias culturales.
en la realidad social y cultural concreta. (Fornet Betancourt; 2001: 68)
... el otro no es ya mera materia para Hay una deuda histórica por saldar en
pensar por un pensamiento dispuesto relación con los pueblos indígenas y los de
precisamente a asimilarlo como lo procedencia africana. El conflicto, la ex-
pensado o conocido, sino sujeto de un clusión y la desigualdad social constituyen
pensamiento propio en proceso el terreno donde se construye todo pro-
(Fornet Betancourt; 2001: 17). yecto intercultural. Las luchas y reivindi-
caciones que los pueblos indígenas hacen
El encuentro del otro se constituye
por su reconocimiento, por sus derechos
como interpelación, experimentando otro
ciudadanos, por una organización de la
horizonte de comprensión para respectivi-
sociedad que no resulte injusta y desigual,
zar nuestra propia posición. Por lo que es
se inscriben en ese proyecto. De ahí que la
necesario crear las condiciones para que
cuestión intercultural posea un gran po-
los pueblos hablen con su propia voz, arti-
tencial democrático en América Latina: de
culen su logos, mediante la transfigura-
ahí también la fuerza renovadora que po-
ción de lo propio y lo ajeno en la creación
dría ejercer una educación que se organice
de un espacio compartido y determinado
según un paradigma intercultural y que
por la convivencia, reconociendo que nin-
alcance no sólo a la población subordi-
guna posición cultural puede entenderse
nada, sino al conjunto de la sociedad.
como lugar definitivo de la verdad.
Diversos países latinoamericanos han
No hay particularidades ni universali-
asumido la interculturalidad en sus políti-
dad, sino universalidades históricas en diá-
cas educativas. Sin embargo, se sabe que,
logo contrastante con otras tradiciones. En-

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en la práctica, eso no llega a cuajar por conocer la calidad de una multiplicidad de


diversas razones, como por ejemplo la au- culturas, en la búsqueda de un universa-
sencia de la dimensión política, constitu- lismo pluralista. Las ciencias sociales de-
tiva de todo planteamiento intercultural, y ben avanzar hacia la inclusividad, au-
la reducción de lo intercultural a elemen- mentando la posibilidad de un conoci-
tos pintorescos y folclóricos. miento más objetivo como resultado del
aprendizaje humano, enfatizando la histo-
ricidad de los fenómenos sociales. El co-
A MODO DE CIERRE
nocimiento es una construcción social,
siendo posible tener un conocimiento más
La construcción de una educación in-
válido mediante la integración de múlti-
tercultural no constituye un ejercicio de
ples perspectivas de mundo.
relativismo cultural sino mas bien se ubica
en el relacionismo de lo cultural, a partir Podemos decir entonces que la peda-
de un pensar respectivo, como pensar gogía intercultural es un proyecto posible,
abierto, de un sujeto transformado, que no pero sobre todo es una experiencia histó-
conoce a otro sino que aprende a conocer rica que ha existido como realidad, en tanto
con el otro. Por ende, la interculturalidad existencia de múltiples formas de concebir
necesita de la interdisciplinariedad para la la educación a partir de múltiples realida-
explicación de sí misma a través del acceso des culturales. La tarea, por ende, es arti-
a diversos ámbitos de las otras culturas y cular una relación dialógica entre estas di-
de diversas racionalidades. versas voces, basada en el respeto, la convi-
La primera tarea es descolonizar las vencia y el (re)conocimiento mutuo.
propias ciencias sociales y educativas, en- La educación intercultural puede defi-
tendiendo que el universalismo operante nirse como aquella práctica educativa que,
es sólo una forma de particularismo dis- a partir de las relaciones asimétricas que
frazado. La creencia en que un tipo de se dan en la sociedad y las repercusiones
universalismo es el objetivo de la comuni- que éstas tienen en las relaciones que se
dad de discurso constituye una fuente de establecen entre los diferentes actores
poder intelectual, por lo que es necesario, educativos, así como en la subordinación
para abrir las ciencias sociales, un univer- de sistemas de conocimientos y de valores
salismo pluralista que capte la riqueza de a un sistema hegemónico, aspira a la
las realidades sociales. (Wallerstein, 2001) construcción de relaciones equitativas en-
Hay que “tomar en serio, en nuestra tre los actores sociales.
ciencia social, una pluralidad de visiones del En consecuencia, la educación inter-
mundo sin perder el sentido de que existe la cultural adopta una actitud crítica frente a
posibilidad de conocer y realizar escalas de modelos educativos excluyentes y discri-
valores que puedan efectivamente ser madores; da cabida a distintas formas de
comunes o llegar a ser comunes a toda la enfocar la realidad y de construir el cono-
humanidad”. (Wallerstein; 2001: 95) cimiento.
Es preciso considerar tanto las de-
mandas de relevancia universal como re-

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INTERCULTURALIDAD, MIGRACIÓN Y CIUDADANÍA UNIVERSAL

BIBLIOGRAFÍA

Mauricio Beuchot (2002). “Pluralismo cultural analógico y derechos humanos”, El


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