Nota 1:

ola….. Si así debe comenzar una buena historia y como esta es la mía qué más da, en

H fin, sabes no soy una buena persona, pero tampoco soy alguien malo para ser sincero
ni siquiera sé que defina ser alguien bueno y malo, a lo que me refiero es que para un
ratón un gato es malo ya que es su depredador natural mientras que para el dueño del gato es
todo lo contrario porque extermina al ratón, siempre he creído que nacemos con un carácter,
que no siempre tu educación es lo que te forma, en esencia ya somos alguien, ya llegamos
siendo de una forma.
Desde que tengo memoria me sentía estar estático, y para que un niño de solo 6 años se
sienta así su vida debe ser una mierda, pero la realidad es que tenía una de las mejores
familias del pueblo, tenía todo lo que un niño pequeño deseara, pero también tenía la soledad
de un anciano en un asilo esperando al ángel de la muerte, si piensas que esto es extraño,
ahora que te diga que tenía dos hermanos mayores y uno recién nacido meditaras de como
esto puede ser posible, pero adivina que, lo es y te cuento algo más, no, no es para nada
divertido, aunque para ser sincero contigo con el tiempo termine por acostumbrarme.
Mi primer recuerdo que tengo con lo que llaman el lado oscuro. Para ser sincero no sé si
quiero contarte eso mmmm……
Está bien, si voy contarte por qué hice lo que hice, empezare por el origen, bueno tenía
alrededor de 7 u 8 años de edad y recuerdo que era un día soleado cerca de casa había un
bosque frondoso, había pasado la mayor parte de la mañana sentado en el pórtico, a lo lejos
los pájaros rodeaban la propiedad, mientras jugaban haciendo piruetas en el aire, un pequeño
gorrión de entre la parvada por alguna extraña razon y para mi buena suerte choco con un de
los altos cipreses del extremo de la finca.
Con curiosidad e intriga me acerque, el pobre animalito se revolcaba en el suelo con su ala
rota, intentando emprender nuevamente el vuelo, la siguiente sensación que me provoco
aquella escena es un poco difícil de describir, pero tome a aquel, pajarito entre mis brazos y lo
lleve hasta el taller de papá, y entonces comencé por tomar un par de clavos y un martillo que
estaba sobre el gabinete, coloque a la pequeña ave sobre la mesa de madera central y
estirando sus pequeñas alas las clave, el sonido del crujir de hueso y los berridos del ave
produjeron en mi la sensación más viva que hasta el momento había sentido de pronto ya no
me sentía solo y eso me gusto era como si aquellos sonidos llenaran la parte que faltaba de
mí.
Cuando mi padre encontró al ave muerta me pregunto el por qué lo había hecho lo único que
dije fue que solo quería ayudar al gorrioncillo, entonces el me ignoro y lo tomo como cosas de
niños, lo que aprendí de ese día fue: que después de tomar una vida muéstrate lo más
inocente posible. Toma nota muy bien recuerda que el fino arte del asesinato pende de un
hilo, y si te estoy contando esto, es porque te has ganado mi confianza para seguir con este
legado, ahora que estoy condenado a morir.