CUANDO POE Y DUPIN

SE ENCONTRARON
EN LA CALLE MORGUE
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Juan Mari Barasorda

IV SEMANA NEGRA EN LA GLORIETA

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CUANDO POE Y DUPIN SE ENCONTRARON EN LA CALLE MORGUE
Juan Mari Barasorda
Tome usted un plano de una capital europea
desconocida. Pónganse a buscar una calle. El
Plano será un jeroglífico inescrutable y ni el
más avezado detective podrá ayudarles. Un
ejemplo: no encontrarán la rue Morgue en
París por una sencilla razón: no existe ni
existió nunca. Fue el lugar donde Edgar Allan
Poe convertido en narrador y Auguste Dupin
el primer detective literario de la historia
resolvieron un doble asesinato. ¿Qué
extraños poderes se conjuraron para que E. A.
Poe, un joven poeta y reportero, imaginara un
detective francés deambulando por las calles
de un París imaginado que nunca conoció,
creando así un nuevo género literario?
“Los crímenes de la calle Morgue” fue
publicado en el Graham’s Magazine del 4 de
abril de 1841. Tenemos además el privilegio de
que se conserva el manuscrito original,
conocido como “Manuscrito Johnston” por
haber sido guardado por J. M. Johnston,
aprendiz en la imprenta de Barrett y Thrasher
en Filadelfia donde se realizó la edición de
“Graham’s Gentleman’s Magazine”, quien
solicitó permiso para quedárselo. Lo vendió en
1881 y hoy día, tras ventas y subastas
sucesivas, pertenece a la Biblioteca de
Filadelfia. En el manuscrito se descubre que
la intención original de Poe fue situar los
asesinatos en una casa de la rue Trianon–Bas
de París ya que se aprecia que el nombre de
la calle es tachado por el autor para ser
sustituido por el de la “rue Morgue”, una
concesión para ganarse al lector con una
referencia explícita a la muerte y al crimen.
Fragmento del Manuscrito Johnston
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Además de las modificaciones incorporadas
al manuscrito son tres los textos en los que
Poe incorporó nuevas modificaciones: el
texto del Graham’s (1841) fue el primigenio,
pero a su vez fue modificado por el propio
Poe en 1843 para la edición de “The Prose
Romances” y en 1845 para la antología
“Cuentos” (“Tales”), la continuación de los
“Cuentos de lo grotesco y arabesco” de 1840
en la que no estaban incluidos “Los crímenes
de la rue Morgue”. En esta tercera versión
Poe suprime el párrafo introductorio. Un
párrafo ya omitido en las traducciones de
“Los crímenes…” que todos conocemos. El
párrafo introductorio que era la continuidad
del epígrafe introductorio del relato. Una
reflexión de un escritor oculto, erudito,
fascinante: Sir Thomas Browne.
Desentrañando enigmas.
"¿Qué canción las sirenas cantaron, o qué
nombre tomó Aquiles cuando se escondió
entre las mujeres? Aunque sean estos
problemas enigmáticos, no se hallan fuera del
alcance de toda conjetura".
Sir Thomas Browne. El entierro en la urna.
Poe selecciona una frase de un trabajo que
versa sobre el enterramiento de los muertos,
cuando la morgue es precisamente el lugar
donde los muertos son preparados para su
entierro. ”El enterramiento en la urna” (“Urn-
Burial”) es la primera de las lecturas de Poe
que nos ayudan a entender la gestación de
“Los crímenes…”. Sir Thomas Browne escribió
sobre ciencia, medicina, esoterismo… temas
todos que atraían a E. A. Poe. El epígrafe
recoge una afirmación que refleja muy bien la
filosofía de razonamiento de Auguste Dupin:
cualquiera que sea la dificultad del enigma a
resolver –y el doble crimen en una habitación
cerrada en la rue Morgue es un ejemplo–
podrá resolverse gracias al intelecto y la
facultad humana para formular conjeturas.
Las sirenas son unas enredadoras en la misma
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medida que Dupin es un desenredador (“disentangler”)
gracias a su raciocinio.
Poe se dio cuenta de que el primer párrafo no
era suficientemente afirmativo y además era
innecesario. El párrafo comenzaba con un
vaticinio: “No es improbable que el avance en
la ciencia frenológica conduzca a una creencia,
sino al descubrimiento real de la existencia
y ubicación de un órgano responsable de la
capacidad analítica“, una creencia no probada
aún por la frenología. Poe suprime este
primer párrafo completamente; no necesita
comenzar hablando de frenología porque el
objetivo del relato es probar la capacidad
de la “raciocinación” o razonamiento de su
detective. “Tales of ratiocination” denominó
Poe a sus tres relatos protagonizados por el
chevalier Auguste Dupin a los que hay que
añadir “El escarabajo de oro” (1843), donde el
proceso analítico permitirá a William Legrand
descubrir el tesoro, y uno de los cuentos más
inolvidables de Poe –y sin embargo uno de los
más olvidados– “Tú eres el asesino”. Todos los
relatos los escribió entre 1841 y 1844 razón
por la que el investigador avezado deberá
buscar una pista que le lleve a deducir el
interés de Poe por la deducción y el análisis.
Tratados y biografías sobre Poe destacarán
sus lecturas de nueve relatos sobre la vida de
Vidocq publicados en el Graham’s Magazine
entre 1838 y 1839 como el acicate para crear
al chevalier Dupin, pero será mejor dejar para
más tarde esta pista que además vendrá
acompañada de una sorpresa.
Comencemos por el principio. Y el principio
es la lectura de “Los crímenes de la calle
Morgue”. Tras suprimir la referencia a la
frenología, el relato tiene un nuevo
arranque:
“Las características de la inteligencia que
suelen calificarse de analíticas son en sí
mismas poco susceptibles de análisis. Sólo las
apreciamos a través de sus resultados. Entre
otras cosas sabemos que, para aquel que las
posee en alto grado, son fuente del más vivo
goce. […] el analista halla su placer en esa
actividad del espíritu consistente en
desenredar. […] Le encantan los enigmas, los
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acertijos, los jeroglíficos, y al solucionarlos
muestra un grado de perspicacia que, para la
mente ordinaria, parece sobrenatural […]
El poder analítico no debe confundirse con el
mero ingenio, ya que si el analista es por
necesidad ingenioso, con frecuencia el
hombre ingenioso se muestra notablemente
incapaz de analizar.”
El placer de resolver jeroglíficos.
Poe habla explícitamente del placer del
analista en resolver enigmas, y sin que el
lector lo sepa, está refiriéndose a su propia
experiencia personal. Se trata de una
confesión.
En 1836 Poe publica un ensayo en el
Southern Literary Magazine que entonces
dirige. Se llama “El jugador de ajedrez de
Maelzel”. Poe analiza un juego, el ajedrez,
que se basa en el análisis. En su análisis del
ajedrez, Poe no atisba la perfección del
método matemático:
“[…] del primer movimiento no se sigue
necesariamente el segundo… la certeza de la
jugada siguiente es consecuencia del
progreso de la partida… ningún paso es
cierto…”
El ajedrez requiere análisis, pero no es el
juego el objeto del ensayo. Poe relata la
fascinación que le produjo “El turco”, un
autómata capaz de ganar al ajedrez a
cualquier jugador. Poe, como el resto de los
espectadores de la exhibición de Maelzel,
atiende a las explicaciones del creador del
autómata:
“Maelzel pasa entonces por detrás de la caja,
y levantando la tela que cubre los hombros de
la figura, abre otra puerta situada
precisamente detrás de ella. Teniendo una luz
encendida ante esta puerta, y cambiando al
mismo tiempo varias veces la máquina de
sitio, hace penetrar así una viva luz dentro del
armario, que aparece entonces repleto hasta
los bordes de mecanismos. Satisfechos los
espectadores, Maelzel cierra la puerta…”
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Pero Poe no queda satisfecho, es un
“desenredador”, formula sus observaciones
como si fuera un detective y establece una
conjetura que da respuesta al funcionamiento del
autómata: tiene que haber un hombre en su
interior. No ha sido el ajedrez lo que ha
fascinado a Poe, ha sido el reto de descubrir
una farsa como el detective descubre un
crimen. En “Los crímenes de la rue Morgue”,
Poe no se olvida del ajedrez.
“Calcular, sin embargo, no es en sí mismo
analizar. Un jugador de ajedrez, por ejemplo,
efectúa lo primero sin esforzarse en lo
segundo. De ahí se sigue que el ajedrez, por lo
que concierne a sus efectos sobre la
naturaleza de la inteligencia, es apreciado
erróneamente.”
Grabado del Turco (1783)
Ha quedado claro al lector que el ajedrez no
es el juego preferido de Poe, lo son las
damas y el whist –un juego del que se derivó
el bridge y que está emparentado con el
tute–, el juego de cartas preferido de la era
victoriana, el juego al que jugaba Jane
Austen… o el propio Poe, quien en sus
años universitarios debió abandonar la
universidad como consecuencia de sus
pérdidas monetarias por jugar al whist. En
“Los crímenes…”, Poe ofrece toda un
ensayo sobre el whist, destacando que no hay
pasatiempo alguno “que ponga de tal modo a
prueba la facultad analítica”.
Pero ¿es del todo cierta la afirmación de Poe?
¿Era el whist el único entretenimiento
analítico de Poe?
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En 1836 Poe publicó en el Southern Literary
Messenger “A Chapter on Autobiography”,
reconociendo su pasión por la resolución de
jeroglíficos. Entre 1839 y 1840 Poe dedicó
horas de su capacidad analítica a la resolución
de criptogramas en el Alexander’s Weekly
Messenger editado en Filadelfia. La
criptografía es el arte de descifrar mensajes
secretos y fue el pasatiempo favorito de Poe.
En diciembre de 1839 el Alexander’s publicó
un reto, invitó a cualquier lector a remitir
una carta cifrada con el compromiso de
“leerla de inmediato, por inusuales o
arbitrarios que sean los caracteres
empleados.” Poe descifró 36 cartas cifradas
y publicó numerosos artículos sobre
criptogramas en el Alexander’s (“Enigmatical
and Conundrumical”, “Enigma”, “More of the
puzzles”, “Cyphers again”…). Poe expuso su
pasión en el Graham’s Magazine publicando
“Unas pocas palabras sobre la Escritura
secreta” y proponiendo a los lectores la
resolución de nuevos criptogramas elaborados
por un desconocido W. B. Tyler de quien se
sospecha que era el propio Poe oculto por un
seudónimo.
En 1843 Poe publica “El escarabajo de oro” en
el Dollar Newspaper de Filadelfia, el relato se
centra en la búsqueda de un tesoro enterrado
por el capitán Kidd y en la resolución de un
criptograma por el protagonista, William
Legrand, que actúa como alter ego del
escritor.
Criptograma de El escarabajo de oro
E. A. Poe conocía sin duda el misterio de
Dighton Rock junto al río Taunton en
Massachussets, una piedra en la que estaba
tallado un criptograma casi indescifrable al
que la leyenda atribuía que señalaba la
ubicación del tesoro del capitán Kidd. Un
escritor inglés y periodista, Edward A.
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Kendall, que recorrió Nueva Inglaterra en criminales) de la época. No hay detective,
1808 había publicado un libro de su viaje y un pero sí un crimen y un criminal fascinante
artículo sobre Dighton Rock (“Account of the (Old Rudge) y un thief-taker (atrapaladrones),
Writing-Rock in Taunton River,” en “Travels Dennis “the Hangman”. E. A. Poe reseña
through the northern parts of the United “Barnaby Rudge”, apreciando que “se funda
States in 1807 and 1808 y 1809“). Sin duda en la excitación y el mantenimiento de la
alguna Poe leyó a Edward A. Kendall porque curiosidad, lo cual constituye por parte del escritor
sus historias en el “Travels…” sobre los barcos una mala interpretación de sus grandísimas,
balleneros de Nueva Inglaterra también le aunque peculiares, posibilidades.” Poe ve en la
inspiraron en “La narración de Arthur Gordon novela de Charles Dickens sus posibilidades,
Pym” (1838) y las referencias a las montañas no desarrolladas, para crear una novela de
Ragged del escritor inglés, su único relato detectives y le manda una carta expresándole
sobre las montañas de Virginia que solía su deseo de conocerle personalmente… y sus
recorrer en solitario en su año universitario deducciones sobre el posible autor de los
(“Una historia de las montañas Ragged”, crímenes en “Barnaby Rudge”. Poe se
1844). convierte en un lector de novela criminal.

El crimen en la vida de E. A. Poe

El salto del Poe creador de jeroglíficos
imposibles al Poe creador del primer relato
policial fue solo un paso: el crimen.
Hay pistas para sospechar que el crimen
fue objeto de fascinación de Poe desde sus
años universitarios. Ingresó en la Universidad
de Virginia en febrero de 1826. Fue donde
cursó sus estudios en lenguas clásicas y
modernas, estudios que hubo de abandonar
como consecuencia de sus deudas por los
juegos de cartas. Fueron años de revueltas
estudiantiles, de peleas y amenazas a
profesores… Y tal vez de algo más… En su
última habitación dejó en forma de poema un
mensaje en una de sus ventanas:
Barnaby en la prisión de Newgate (Phiz)
“Oh, tú, tímido hombrecillo, no sueñes entre
estas impías paredes… porque aquí mora el En abril de 1840 apareció en el Alexander’s
fantasma de un horrible crimen”. Weeky Messenger, donde Poe publicó sus
criptogramas, un artículo anónimo –hoy día
Poe fue un ávido lector de los magacines atribuido a Poe– sobre “El juicio de James
literarios y de las novelas que se publicaban Wood”. En ese artículo se analizaban los
en Londres, ciudad en la que había cursado argumentos de la defensa y del fiscal del
estudios y residido hasta 1820. A sus manos estado en el juicio. Un trabajo periodístico en
llegó “Barnaby Rudge”, la novela publicada el que Poe se convirtió en periodista de los
por Charles Dickens. Apareció de forma tribunales como antes lo fue Charles Dickens.
seriada en el magacín londinense Master
Humphrey’s Clock en febrero de 1841. En Cuando en 1842 Dickens viaja a América, Poe
“Barnaby Rudge” hay asesinatos sin resolver fue uno de los afortunados que mantuvo una
y una historia de crimen y de misterio y es una audiencia personal con él. Aunque ello no
de las grandes Newgate novels (novelas fructificó ni en una amistad duradera ni en

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una relación profesional, es de suponer que Manhattan, frecuentada por muchísimos
hablaran de criminales y detectives… y de varones que además de comprar tabaco
“Grip”, el cuervo que Charles Dickens había deseaban contemplar a Mary Rogers y su
convertido en arquetipo, uno de sus belleza. Uno de estos hombres era un joven
personajes en “Barnaby Rudge” y que era su escritor.
mascota familiar. E. A. Poe escribió “El
Poe investigó a todos los sospechosos. El jefe,
cuervo” en 1842 y no es aventurado deducir
el novio, el amante, la abortista... Cuando
que “Barnaby Rudge” y aquella conversación
escribe “El misterio de Marie Rogêt”, el
con Dickens influyeran en la imaginación del
segundo relato protagonizado por Auguste
escritor estadounidense.
Dupin, sitúa la historia en París y el cadáver
Poe siguió el caso del sangriento asesinato de la estanquera en las aguas del Sena,
del capitán White en Salem en 1830 –caso del pero, por lo demás, contiene una detallada
que los estudiosos de E. A. Poe afirman que descripción del crimen de Nueva York y de los
le sirvió de inspiración para construir el relato sospechosos de aquel asesinato, formulando
“El corazón delator”, narrado por el asesino incluso una hipótesis sobre la identidad del
en primera persona– y sin duda conoció en asesino. Sin embargo, el relato tuvo un doble
los periódicos –el Saturday News de Filadelfia efecto: consolidó la carrera de escritor de Poe
de 4 de agosto de 1838– el caso del asesino y, a la vez y como consecuencia de los detalles
de Edward Coleman en Nueva York, una del caso que incluyó en el relato (“no he
ciudad en la que Poe había residido ya. El omitido nada del caso...”, reveló a un amigo,
relato del “atroz crimen” fue publicado justo “salvo lo que deliberadamente he querido
el mismo número que “Las aventuras de ocultar...”), lo convirtió en sospechoso para
Gordon Pym“ de Poe y ello por si solo es una muchos. ¿Hasta dónde llegaron las sospechas
pista sólida para considerar este caso como de la policía de Nueva York? No lo podemos
una fuente de inspiración para Poe. saber.
No es difícil pensar que al Poe amante del
análisis le fascinara la idea de descubrir a
criminales. Arthur Conan Doyle es un ejemplo
de escritor creador de un detective –el más
famoso de la historia– y fascinado a su vez
con la investigación criminal (su participación
en el caso de Oscar Slater o de George Edjali
son dos ejemplos). Hay pistas suficientes para
deducir que Poe tuvo un conocimiento muy
cercano a la investigación del asesinato de
Mary Rogers –la bella cigarrera– en Nueva
York.

Cuando el 28 de julio de 1841 Mary Cecilia

Rogers apareció asesinada en el río Hudson
después de llevar tres días desaparecida, Poe
acababa de publicar “Los crímenes de la calle
Morgue” y había convertido a Auguste Dupin
en el primer detective de ficción en la historia
Ilustración de "El misterio de Marie Rogêt", relato
de la literatura. Poe se convirtió en un detective
de Edgar Allan Poe inspirado en el asesinato de
aficionado en pos del asesino de Mary Rogers. Mary Rogers
El caso de Mary Rogers conmocionó Nueva
York. La “bella cigarrera” era una empleada Poe se atrevió incluso a modificar el final del
de la tienda de tabaco más famosa de relato con una nueva solución que coincidía

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con la pista seguida por la policía. El novio, sobre malacología en el que Poe se hizo
uno de los sospechosos, aparece muerto en cargo del prólogo y aportó las traducciones
los mismos matorrales en que los testigos del francés de las obras sobre zoología de
oyeron gritos en la noche en que murió Mary Cuvier. El mismo Cuvier que es citado por
Rogers, el sitio que se considera el lugar Dupìn al hablar de un orangután sospechoso.
donde la joven fue asesinada. Tiene una nota
en el pecho que puede hacer pensar en
suicidio, pero la policía manifiesta que no
cree que sea el culpable. Más sospechas, pero
el caso fue archivado. Fue Irving Wallace, en
su primer y magnífico libro “Argumentos
fabulosos” (el mismo en el que describe la
biografía de Joseph Bell, el profesor en quien
se basó A. C. Doyle para crear el personaje de
Sherlock Holmes) quien situó por primera vez
a Poe entre los sospechosos.
Su afición por la deducción, y su interés por
el crimen fueron el sustrato esencial para que
Poe escribiera su primer relato policial.
Faltaba elegir a los personajes de la historia.

El criminal que no hablaba francés:

un orangután en París.
El caso Coleman narrado en el Saturday News
contenía unas vívidas descripciones del
asesinato cometido por Edward Coleman en
la persona de su mujer bajo sospechas de una
infidelidad. La calificación del periódico de
“un asesinato de singular atrocidad“ coincide
con la expresión usada por Poe en su relato.
Los biógrafos y algunos amigos de Poe han
puesto de manifiesto su pasión por el
coleccionismo de periódicos y magacines,
tanto londinenses como americanos. El
Saturday News (mayo de 1838) ofreció a sus
lectores un artículo titulado “Orangutan”
sobre el orangután del zoo de Londres,
poseedor de una fuerza prodigiosa que le
permitió escapar de su jaula. Las referencias
de Auguste Dupin en “Los crímenes de la rue
Morgue” a los trabajos del naturalista francés
Georges Cuvier prueban el conocimiento de
las ciencias naturales de Poe, posiblemente
adquirido durante su curso en la Universidad
de Virginia, donde impartía sus clases y
conferencias públicas John Patton Emmet,
un gran naturalista. Dicho conocimiento le
permitió a Poe incluso colaborar en 1839 en
“El primer libro del Conchologo”, un trabajo
Georges Cuvier
Poe buscó un criminal que pudiera
desconcertar a la policía y con cuya atrocidad
pudiera suscitar la atracción del lector, un
crimen imposible para cuya resolución se
requiriera la capacidad analítica de un
detective excepcional.
De Eugène-François Vidocq a Dupin:
certezas, investigaciones y alguna
revelación.
Dijo Arthur Conan Doyle que “todo escritor
imita al principio”. Auguste Dupin nació de la
mente de Edgar Allan Poe y no de la imitación
de detective alguno sencillamente porque
Dupin fue el primero.
Sin embargo hay una unanimidad en los
biógrafos de Poe, todos coinciden en que Poe
se inspiró en Eugène-François Vidocq para
crear a Dupin. Sea cual fuere la referencia
biográfica sobre la vida de Poe, ensayo o

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artículo, en todos encontrara el lector que
Poe se inspiró para crear a Auguste Dupin en
unos relatos escritos por Vidocq.
François Eugène Vidocq (Fuente: III Semana Negra
en la Glorieta)
El Burton’s Gentleman Magazine de Filadelfia
publicó entre setiembre de 1838 y mayo de
1839 nueve relatos: “Pasajes inéditos en la
vida de Vidocq, ministro francés de la Policía“
("Unpublished Passages in the life of Vidocq,
the French Minister of Police") firmados por
un anónimo J.M.B. Estos relatos fueron leídos
por Poe, lector compulsivo de magacines de
toda procedencia y además coeditor de
ese magacín a partir de julio de 1839. En
junio William Burton anunciaba “con placer
que había llegado a un acuerdo con EDGAR A.
POE, editor del Southern Literary Messenger,
para dedicar sus habilidades y experiencia a
una parte de las tareas editoriales de
Gentleman's.” En mayo Poe ya había
colaborado en dicho magacín con un artículo
sobre el poeta Rufus Dawes. Aceptemos pues
que E. A. Poe conocía los nueve relatos
“policiales” que fueron tomados como una
“continuación” de las “Memorias de Vidocq”
(de hecho en la actualidad son numerosas las
antologías publicadas en inglés con alguno de
dichos relatos en los que se atribuye su
autoría al propio Vidocq).
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El Gentleman’s Magazine de William E.
Burton había publicado en setiembre de 1837
un relato policial firmado por el propio
William E.Burton, propietario del magacín, ex
actor en Londres y luego escritor y editor. El
título del relato era “La cámara secreta” y
transcurre en Londres, ciudad en la que
Burton vivió. Hay un policía en funciones de
detective cuyo método de actuación se
asemeja más a Vidocq que a Dupin y fue para
los estudiosos una inspiración para Poe
escrita cuatro años antes que “Los crímenes
de la rue Morgue”. Burton firmó también un
relato que publicó en Gentleman’s en marzo
de 1838 con el título de “The cork leg” (“Pata
de palo”), basado en una canción que Burton
empleaba en su repertorio teatral. En este
relato, aunque hay un agente de la policía de
París, no hay relato policial, a pesar de lo cual,
se asegura con frecuencia, sin criterio alguno,
que fue una inspiración para Poe. Lo que sí se
aprecia en “The cork leg” es una estética
literaria muy cercana a los “Pasajes inéditos
en la vida de Vidocq, ministro francés de la
Policía“, que se publicaron aquel mismo año
bajo el seudónimo J.M.B. Es decir, cuando
menos en marzo de 1838, Burton ya era
conocedor de los relatos anónimos de J.M.B.
En esas fechas Poe era colaborador de ese
magacín, del que más tarde sería editor.
¿Por qué Poe bautiza a su detective como
Auguste Dupin? La respuesta es repetida
desde diversos estudios sobre sus obras. C.
Aguste parece que fue el nombre de un
profesor de francés conocido de Poe y Dupin
se corresponde con el apellido de uno de los
personajes –Marie Dupin– que aparecen en
los “Pasajes…” publicados en Gentleman´s. El
nombre representa ya para siempre al
detective. Incluso una escritora como Louise
May Alcott, autora de “Mujercitas” e
insospechada pionera del relato policial y del
género detectivesco, creó en 1865 un
detective, también francés, llamado Antoine
Dupres en homenaje a Dupin ( “V.V. ,or plots
and counterplots”)
Las pruebas son irrefutables y con ellas vamos
entendiendo el proceso –apasionante– de la
creación de “Los crímenes de la rue Morgue”.
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Pero ya se sabe que en toda buena novela
policiaca al lector siempre le espera una
sorpresa en las últimas páginas. Es bueno no
confiar en hechos no probados que se
convierten en ciertos por su repetida aparición
en la red de redes. Un detective debe aplicar su
capacidad analítica en la búsqueda de errores
en las coartadas o de nuevas pistas.
Desmontemos la primera pista falsa: Los
“Pasajes inéditos en la vida de Vidocq“ no los
escribió Vidocq (Fácil, porque él tampoco
escribió sus memorias sino que lo hicieron
unos “negros literarios” como le había
sugerido un escritor francés amigo suyo:
Balzac o Alejandro Dumas). No forman
parte en ningún caso de las “Memorias de
Vidocq” en su edición original francesa ni en
la traducción al inglés por autor anónimo en
1828. Son la obra de un escritor oculto bajo
el seudónimo J.M.B. En segundo lugar, en
ningún caso relatan nuevos episodios de la
vida de Vidocq, ya que únicamente se
menciona a un comisario como su protagonista,
cuando lo cierto es que Vidocq fue el director
de la Sûreté Nationale y en ninguna de sus
memorias aparece como comisario. Y por
último: los “Pasajes“ no fueron escritos y
publicados en 1838, sino que son una
reedición de unos relatos publicados
originalmente en Londres en 1831 y 1832 y
descubiertos por este lector en un magacín
londinense: The Olio; or, the museum for
entertaiment. Seis de los nueve publicados
en Gentleman’s fueron publicados en The
Olio bajo el título “Historias de la Comisaría”
(“Tales of the Bureau de Police”) aunque
con otros títulos, mientras que los otros tres,
independientes y escritos también por J.M.B.,
fueron adicionados intencionadamente por
el Burton’s. No son el trabajo de un negro
literario sino el de un escritor que además
colaboró con otras secciones de The Olio. De
todos ellos, el segundo, publicado en enero
de 1832 con el título “Murder will out”
(“Doctor D’Arsac“ en el Burton’s), es el que
puede ser considerado como una referencia
para la creación de Poe, aunque el editor,
interesado en ocultar que es una creación
literaria, suprime aquellos párrafos en los que
el relato se refiere a un comisario de París. Es
Juan Mari Barasorda
el primero de los relatos publicados en “The
Olio” en 1831 el que desvela la superchería.
Fue publicado como el octavo de la serie en
el Gentleman’s y, tal y como fue escrito por
J.M.B., contiene una introducción que guarda
muchos puntos en común con la introducción
de “Los crímenes de la rue Morgue”. Es la
introducción de un escritor presentándonos a
un investigador, un comisario de la policía de
París, un escritor conocedor sin duda alguna
de la traducción de 1828 de las “Memorias de
Vidocq” al inglés.
“En las tardes de verano hace ya unos años y
después de guardar en mi bolsillo la novela de
uno de mis autores favoritos, dirigía mis
pasos habitualmente a los jardines de las
Tullerías intentando pasar una hora o dos
fuera de mi sillón. En una de las terrazas,
cerca del Palacio, era desde donde podía ver
el tráfico a través del Sena y los muelles en la
otra orilla; aunque siempre intentaba leer la
obra que llevaba en el bolsillo, raramente era
posible porque estaba acostumbrado a la
compañía de un caballero al que encontraba
habitualmente en el mismo rincón. Era
un hombre ya entrado en años que no
aparentaba en absoluto su edad, su cabello
era una sombra entreverada de gris y plata
que se ondulaba desde su frente hasta
transformarse en melena en su espalda; pero
algo acechaba en sus ojos que no podría
encontrar palabra alguna para describir;
cada vez que posaba en mí su mirada
hacía que me encogiera ante él como lo
hubiera hecho ante un basilisco; parecía que
escudriñaba los más ocultos secretos de mi
corazón, leyendo lo que transmitían a mi
rostro; pero era un verdadero amigo con
quien nunca me faltó la diversión, su
conversación versaba sobre anécdotas de
personas y sobre situaciones de aquellos con
quienes había tenido relación enfrentándose
a mortales contiendas o astutas tramas, y
ante su relato a mí solo me restaba sentarme
junto a él y escuchar, hasta que, cuando caía
el manto de la oscuridad en el atardecer y el
silencio nos rodeaba, yo me daba cuenta de
que había estado oyendo al Señor del otro
mundo registrando los actos de maldad de su
progenie en la tierra. El viejo caballero había
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sido uno de los elementos más útiles de la escribe sus “Cuentos de raciocinio” para
sociedad, aunque poco estimado en su propio poner en cuestión el modelo de investigación
país, había sido Comisario de la Policía, y de la policía, es decir, las técnicas de Vidocq.
gracias a su capacidad había sido testigo de De hecho podríamos añadir que E. A. Poe
modos de vida diversos, y algunas de sus también critica, de paso, el modelo de
aventuras y relatos los he intentado recordar investigación del policía creado por William
tal y como él me los contó, y a ser posible Burton en su primigenio relato policial “La
utilizando sus mismas palabras; una de las cámara secreta”. Poe leyó las “Memorias de
primeras historias que me fueron contadas Vidocq” publicadas en inglés en 1829 con
fue como sigue:….” (“Relatos de la Oficina de total seguridad y también con seguridad leyó los
Policía” de J.M.B. Traducción del autor de relatos publicados en el Burton's Gentleman's
este artículo). Magazine entre setiembre de 1838 y mayo de
1839. La pregunta es: ¿conocía Poe la edición
Como en “Los crímenes…” hay un narrador, previa de los relatos escritos por J.M.B.
residente en París pero que no es de origen incluso antes de su publicación en Gentleman´s?
francés, que se encuentra con un caballero ¿Conocía Poe la identidad oculta de J.M.B.?
parisino. En el relato anónimo el narrador es
un amante de los libros y en el relato de Poe
es el caballero quien tiene la misma pasión.
En el relato anónimo los periódicos encuentros
entre ambos llegan hasta el punto en que
cae las noche pero en el relato de Poe es
cuando llega la noche cuando los dos amigos
recorren las calles de París porque el
caballero –Dupin– amaba la noche. Los dos
caballeros tenían en común la capacidad
de leer los más ocultos secretos de sus
semejantes. (Dupin “se jactaba, con una risita
discreta, de que frente a él la mayoría de los
hombres tenían como una ventana por la cual
podía verse su corazón.”) Pero si el caballero
de los ”Relatos de la Oficina de la Policía” era
un policía experto en atrapar a delincuentes
gracias a su intuición, Dupin es diferente,
Dupin descubre los secretos a través de su
capacidad analítica, una capacidad analítica
que se opone, en palabras del narrador –que
no es otro que el propio Poe– a “la
perseverancia y capacidad de realizar
conjeturas” de Vidocq. Hay una diferencia
entre el excomisario del Bureau de Police de Traducción inglesa de las Memorias de Vidocq
los relatos de J.M.B. y el Dupin que critica los
métodos basados en la mera “perspicacia”: Es el momento de hablar de la edición original
quienes trabajan en el Bureau de la policía (y de los relatos de J.M.B. y de realizar algunas
éste es el término que utiliza el propio Poe) conjeturas.
son meros funcionarios y el prefecto “es
La primera conjetura que realiza este
demasiado astuto pera ser profundo”. Es la
modesto lector es que los relatos que fueron
aptitud analítica, que va más allá del ingenio,
publicados en el Burton’s en 1838, bajo el
la que permite resolver los enigmas.
título “Pasajes no publicados de las memorias
En definitiva, Dupin no está creado siguiendo de Vidocq” pudieron ser seleccionados por
el modelo de Vidocq, sino al contrario. Poe un joven reportero: Edgar Allan Poe.

Juan Mari Barasorda

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Burton poseía una biblioteca con más de
20.000 ejemplares y atesoraba periódicos,
revistas y magacines londinenses. Una pasión
compartida con E. A. Poe, un joven que
comenzaba a colaborar con su magacín y al
que pronto propuso ser su coeditor. Burton
ya había publicado un primer relato policial y
además había escrito un relato en clave
cómica siguiendo el estilo de J.M.B. con un
comisario de policía como protagonista. A
Poe la posibilidad de mejorar el modelo de
investigador de su jefe y amigo creando la
figura de un desenredador posiblemente le
fascinaba. Poe y el propio Burton deciden
publicar los relatos de J.M.B. pero algo
retocados. Burton ya había sido acusado
de publicar en América sin pagar en Londres
los correspondientes derechos de algunas
publicaciones londinenses (en concreto fue
con la publicación de “The cork leg” cuando
se enfrentó a dichas acusaciones) y es
posiblemente una decisión conjunta de
Burton y Poe la que lleva a la publicación de
los relatos de J.M.B. Es tras esta publicación
cuando Poe lleva a cabo su plan. Sus relatos
de raciocinio serán mejores que los que los
lectores del Gentleman’s han conocido. Un
investigador analítico se enfrentará con su
capacidad deductiva a G., el prefecto de
policía de “Los crímenes…” y al propio Vidocq.
Es un plan perfectamente preparado: los
“Pasajes no publicados” de la vida de Vidocq
son una maniobra de distracción, en ellos los
crímenes no se descubren por la capacidad de
análisis del comisario. Pero los “Pasajes no
publicados” son necesarios para que emerja
la figura de un nuevo detective. No es que
sean la inspiración para que Poe pueda crear
a Dupin, son el doppeldanger, “el otro”, un
concepto reiteradamente utilizado por Poe.
El reverso de la analítica frente al ingenio.
Vidocq era hombre de conjeturas pero
su pensamiento carecía de la educación
analítica. Poe escribe lo que desde hace años
quería escribir y los “Pasajes…” son su cortina
de humo, los necesita para que el plan
funcione. Y funcionó.
Pero, ¿y quién fue J.M.B.? Es una pregunta
apasionante, especialmente para este lector
cuyas iniciales coinciden exactamente con las
Juan Mari Barasorda
del anónimo escritor que tanta relación tuvo
con la creación del primer relato policial. Una
investigación difícil, casi tanto como la de
descubrir quién fue el autor real de la
traducción al inglés en 1828 para la editorial
Hunt & Clarke de las “Memorias de Vidocq”
publicadas en París.
Los escritores ingleses propuestos como
candidatos a ser los responsables de la
traducción de las “Memorias de Vidocq” son
tres: George Borrow (1803–1881), autor de
“La biblia en España”, admirador reconocido
de las “Memorias de Vidocq”, pero cuya
pluma es difícil apreciar en las “Memorias”;
William Maginn (1794–1842) periodista que
residió en París en 1827 y traductor de una de
las primeras novelas criminales de la historia
(“The red barn”, 1828) y Henry Thomas Riley
(1816–1878), el más extendido por las redes
pero que era obviamente muy joven en 1828
para realizar dicha traducción.
El lector intrigado encuentra, por pura
conjetura, hay que reconocer, un cuarto
candidato, Edward Augustus Kendall, reconocido
traductor del francés de las “Memorias de
Luis Bonaparte, rey de Holanda” (hermano de
Napoleón Bonaparte, el responsable del
nombramiento de Vidocq como Jefe de la
Sûreté) en 1815 y que en las siguientes
décadas fue uno de los traductores del
francés más reconocidos en Londres. Un
escritor incansable, viajero por Nueva
Inglaterra y editor del londinense The Literary
Chronicle and Weekly Review de 1816 a 1828 y
de The Olio or the Museum of entertaiment de
1828 a 1833.
Conozcamos algo más sobre nuestro cuarto
candidato: Edward Augustus Kendall (1776-
1842) compartió con Dupin su segundo
nombre. Publicó cuentos infantiles y editó la
“Enciclopedia de bolsillo, un diccionario
enciclopédico de las artes, las ciencias y la
literatura”, que fue habitual en las escuelas
londinenses en los años que Poe estuvo en el
Colegio de Stoke Newington a las afueras de
Londres, sus “Viajes al Norte de Estados
Unidos”, buscando enigmáticas escrituras en
rocas, ya citados, fueron lectura obligada
para los habitantes de Nueva Inglaterra, y fue
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un traductor reconocido del francés al inglés. como la propia labor detectivesca que
Fue editor de “The Olio”, una revista plagada Auguste Dupin realizó en una casa de la calle
de enigmáticos seudónimos junto a extractos Morgue. Poe comenzó a recorrer una carrera
de otros magacines. No sería descartable que literaria diversa e imperecedera que solo
alguno de los seudónimos pudiera pertenecer pudo frenar su muerte en 1849, una muerte
al propio Edward Augustus Kendall, siendo cubierta por un misterio que solo el chevalier
J.M.B. uno de los más probables ya que fue la Auguste Dupin sería capaz de desentrañar.
firma que suscribió, además de los “Relatos Pero Dupin quedó atrás en diciembre de 1844
de la Oficina de la Policía”, los partes de tras encontrar una carta robada.
la sección “Anecdotania”, habitual en los
magacines de la época y que solía correr a
cargo del propio editor.
En octubre de 1842 The Gentleman’s
Magazine de Filadelfia publicó un obituario
en recuerdo de Edward Augustus Kendall.
En mayo de 1842, apenas un año después de
la publicación en el Gentleman’s de “Los
crímenes de la rue Morgue”, Poe había
abandonado su labor como editor en el
Gentleman’s como consecuencia de sus
discusiones con Burton. Pero Poe realizó
algunas colaboraciones más con Burton’s, la
última de ellas precisamente para el número
de octubre con un artículo sobre el escritor
Rufus Griswold, precisamente el número en
que el Gentleman’s recuerda la figura de
Ewdard Augustus Kendall. Puede que
Edward Augustus Kendall fuera la pluma que
se ocultaba tras seudónimo J.M.B.; un Edgar Allan Poe
buscador de jeroglíficos, editor como Poe de
magacines literarios y promotor de la Cuando Poe encontró a Dupin en la calle
publicación –si no su autor– de uno de los Morgue en un mes de abril de 1841 la
primeros investigadores policiales; y puede historia de la literatura cambió. Nació el
que Poe lo supiera reeditando sus relatos y detective y la novela policial. Puede que las
rindiéndole su postrero homenaje. circunstancias en las que aquel relato fue
Tal vez Auguste Dupin hubiera realizado un creado guarden aún misterios que futuros
trabajo analítico más profundo que el que lectores se esmerarán en analizar y descubrir,
este modesto artículo presenta. Hubiera como yo mismo he disfrutado investigando
rechazado las conjeturas para buscar la en viejos magacines y buscando quién se
certeza de los hechos a través del análisis. Los podía ocultar tras un seudónimo familiar…
años transcurridos son muchos y tal vez en como a Poe le hubiera gustado.
este caso sea la conjetura tan emocionante

Juan Mari Barasorda

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CUANDO POE Y DUPIN

SE ENCONTRARON
EN LA CALLE MORGUE

Autor:
Juan Mari Barasorda

Edición y maquetación:
Javier Alonso García-Pozuelo

Fecha de publicación:
Mayo de 2018

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